El espacio público: ciudad y ciudadanía
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Electa

El espacio publico: ciudad y ciudadania

Jordi Borja

nacio en Barcelona, donde

estudio derecho. En Paris se graduo en sociologia y geografia y obtuvo un master en urbanismo. Fue despues profesor en las universidades de Barcelona y Autonoma, y trabajo como urbanista en el Ayuntamiento, hasta que fue cesado por la publication de La g r a n Barcelona.

Miembro de la direction

del PSUC, fue diputado al Parlamento de Catalufia en 1980 y concejal del Ayuntamiento de Barcelona en 1983, donde ocupo funciones de gobierno hasta 1 9 9 5 . En la actualidad dirige Urban Consulting

Technology

y el master «La ciudad» (UB).

Ha ensenado en las universidades de Paris, N ueva York y Buenos Aires, y es autor, entre otros, de Estat u n model Local

i ciutat

(1988),

de transformacio

y global,

La ciudadania

Barcelona,

urbana

(1995),

con M. Castells (1998), euro pea,

con V. Peugeot y

G. Dourthe (Barcelona, 2001) y La c i u d a d conquistada

(Alianza, 2003).

Zaida M U X I

nacio en Buenos Aires y se

doctoro en arquitectura por la Universidad de Sevilla con la tesis La arquitectura c i u d a d global.

La huella

s o b r e Buenos

de la Aires.

Es profesora del master «Disefio de interiores» en la ETSAV (UPC), asi como del master «La ciudad: politicas, proyectos y gestion». Ha participado en coloquios y conferencias sobre urbanismo en Valencia, Zaragoza, Barcelona, Gijon, Buenos Aires y Rosario. Es, ademas, autora de arttculos sobre arquitectura, diseno y urbanismo en diferentes revistas, como Summa+, 0 Arquitectura

Viva.

Cubierta: Departamento de diseno de Random House Mondadori Directora de arte: Marta Borrell Disefiadora: Yolanda Artola Fotografia: archivo Diputacion de Barcelona

Domus

E s p a c i o Publico

El e s p a c i o p u b l i c o : ciudad y ciudadania

Jordi Borja Zaida Muxi

a

Diputacio Barcelona xarxa de municipis

Electa

Texto: Jordi Borja y Zaida Muxi Primera edicion en castellano: marzo de 2003 Titulo original: L'espa/ public: ciutat i ciutadania © 2001, 2003, Diputacio de Barcelona © 2003, Electa (Grupo Editorial Random House Mondadori, S . L ) Travessera de Gracia, 47-49. 08021 Barcelona Coordinacion: Oficina Tecnica de Cooperacion de la Diputacion de Barcelona. Miquel Vilaseca Fotografias cedidas por: Josep Alias, Damian Alvarez Sala, Area de Urbanismo del Ayuntamiento de Mataro, Area de Urbanismo del Ayuntamiento de Terrassa, Area Metropolitana de Barcelona, Maria Eugenia Avendano, Isabel Bachs, Jaume Barnada, Ba'daji i Teixidors, associats arquitectes, Jordi Borja, Joan Busquets, CCCB, archivo grafico, Roberto Converti, Carlos Garcia Vazquez, Susana Gonzalez, Manuel Herce, Jorge Legorreta, EduardoLeira, Josep Maria Llop. Ariella Masboungi, Josep Maria Montaner, Maurizio Marcelloni, Regina Maria Prosperi Meyer, Zaida Muxi, Francisco Pol, Carles Prieto, Carme Ribas - Joan Subirats, Alfredo Rodriguez, Trim Simo, Manuel de Sola-Morales, Nathan Starkman, Jorge Wilheim

ISBN (Electa): 84-8156-343-9 ISBN (Diputacio de Barcelona): 84-7794-904-2 Impreso en A & M Grafic, S.L. Santa Perpetua de Mogoda Deposito legal: B. 9.250-2003

Sumario En defensa de la urbanidad Oriol Bohigas

11

Introduction

13

Parte 1 1 Ciudad y espacio publico La ciudad es la gente en la calle

23 25

ila ciudad metropolitana puede ser ciudad? iSeran las regiones urbanas la nueva ciudad ?

25

El lugar de los encuentros... y su negation

29

Dialecticas de la ciudad actual

30

La ciudad como espacio publico

33

2 Urbanismo versus espacio publico La agorafobia urbana

37 39

Sobre la muerte de la ciudad y el punto de vista del espacio publico

42

El espacio publico y sus avatares en la modernidad

44

El urbanismo funcionalista

48

La critica ciudadana

50

Limites: ambiguedades de las reacciones sociales

52

3 Hacer ciudad y hacer espacio publico

55

El desaffo urbano: hacer ciudad sobre la ciudad Los centros

57

La movilidad y la visibilidad

60

Los tejidos urbanos

62

Los proyectos urbanos y el debate ciudadano

65

El desafio del espacio publico: la prueba del urbanismo

68

La production del espacio publico

70

zQuien hace espacios publicos?

72

Sobre espacios publicos y centros de ciudad

75

4 El espacio publico es la ciudad, es la calle

79

La calle

85

Espacio publico y forma de la ciudad

90

Privatizacion del espacio publico

91

Usos sociales del espacio publico

93

5 Espacios publicos y ciudadania

101

Sobre la relacion entre ciudad y ciudadania

103

Dialectica entre espacio urbano y espacio politico

108

La conquista del espacio publico

114

6 Conclusiones. La ciudadania hoy: los nuevos derechos urbanos Los derechos urbanos: una respuesta politica a los nuevos retos del territorio Una reflexion final: la ciudad del deseo

121

123 130

Parte 2 Ejemplos de espacios publicos I Barcelona y su area metropolitana

135

II Espana

211

III Europa

253

IV America Latina

317

V Grandes metropolis

393

Bibliografia

409

En defensa de la u r b a n i d a d Oriol Bohigas Arquitecto

E s t e libro q u e el lector tiene en las m a n o s m e p a r e c e importante y , s o ­ bre t o d o , util p o r q u e r e s u m e los a s p e c t o s m a s positivos del d e b a t e s o ­ bre el e s p a c i o publico urbano y t o m a p o s i c i o n e s m u y claras y c i e r t a m e n te radicales: el e s p a c i o publico e s la ciudad. T e n e m o s que r e c o n o c e r q u e la tesis a f a v o r del p r o t a g o n i s m o social y estetico del e s p a c i o urbano se ha extendido c o n buena fortuna e n n u ­ c h a s ciudades e u r o p e a s . Y tambien t e n e m o s que a c e p t a r que la m a y o r parte de las teorias s o b r e el t e m a han a r r a n c a d o d e Cataluna, d o n d e c o m e n z o a s e r p r o c l a m a d o a partir de los p r i m e r o s s e s e n t a y d o n d e - e s pecialmente e n B a r c e l o n a - se e n c u e n t r a n las p r i m e r a s realizaciones en unos p r o g r a m a s de rehabilitacion y r e c o n s t r u c c i o n . P o r ello e s tan acertado q u e e n el capitulo de e j e m p l o s el p r i m e r o s e a d e d i c a d o a B a r c e l o n a y no solo a la ciudad consolidada, smo al A r e a Metropolitana, d e m o s t r a n d o q u e el e s p a c i o publico puede s e r un e l e m e n t o fundamental para log r a r la nueva urbanizacion de las implantaciones d e s u r b a n i z a d a s . P e r o tambien h e m o s de r e c o n o c e r que durante los ultimos a h o s s e han d e s p l e g a d o f r e n t e s p o l e m i c o s contra esta teoria, unos f r e n t e s q u e se p r e s e n t a n a m p a r a d o s e n diferentes disfraces de m o d e r n i d a d y que, prec i s a m e n t e p o r e s o , m e p a r e c e n tan p e l i g r o s o s . El primer frente viene originado a partir de una certeza evidente: la atencion al espacio publico implica -aunque solo sea en la metodologia de p r o y e c t o - el convencimiento sobre la trascendental importancia de la forma urbana, la for­ ma disenada para vivir colectivamente y para la representacion de la colectividad. Es un frente, por lo tanto, indirecto, orquestado por todos los que mantienen que el diseno de la forma urbana no es una categoria moderna, sino un lastre del pasado burgues, sin darse cuenta que es un poco ridicule- y arriesgado - a l menos en terminos historicos-enfrentar burguesia y ciudadania. S o n los que mantienen que la ciudad moderna viene dada por modelos america¬ nos en los que predomina el terreno desordenado, las acumulaciones comerciales fuera de la ciudad, los nucleos-dormitorios sin calles ni tiendas, los strips, el dinamismo del antiurbanismo, la ville eclatee, el terrain vague y otras ideas erroneas m a s literarias que figurativas. N o tengo ninguna duda de que esta tendencia explosiva y desordenada -discontinua- proviene de un sistema de uso del suelo impuesto por los intereses particulares del m e r c a d o por encima de las necesidades colectivas, cada v e z m a s privadas del soporte de un control urbanlstico. L o curioso es que este hecho real ha acabado encontrando urbanistas y teoricos sociales que lo han elogiado c o m o el autentico siste-

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m a urbano de la modernidad, seguramente porque alrededor de toda realidad productiva -incluso las correspondientes al capitalismo liberal m a s salvaje- se forma rapidamente un ambito de pensamiento justificador con gestos y argu­ m e n t s que provienen -por c o s t u m b r e retorica- del otro bando. No es necesario decir que muchos arquitectos se suman a esta hipocresfa ge­ neral, a menudo por la necesidad de irse enrolando en los itinerarios productivos que tienen mas exito. Pero seguramente tambien por una razon profesionalmente m a s justificable y m a s digna: en el terreno desurbanizado, sin calles ni preexistencias, sin identidades, es mas posible hacer una arquitectura autonoma, liberada de condiciones, caprichosa hasta el infinite, es decir, una ar­ quitectura que no tiene la obligacion de responder a la realidad de una ciudad exigente. Una arquitectura grandilocuente y mas facil de proyectar. Tambien hay otro frente que m e parece mas sutil y, por lo tanto, mas peligroso. C o r r e s p o n d e a los que dicen que, si bien la f o r m a urbana - y , por lo tanto, la ordenacion del espacio publico- es un factor de aglutinamiento social y de creacion de identidades, esta aglutinacion puede convertirse en un elemento negativo - e incluso s u b v e r s i v o - para la buena convivencia en libertad. El "mantenimiento del espiritu de vecindad, el refuerzo de las identidades a trav e s de la f o r m a , la aceptacion de la imagen representative de lo que es publi­ co, puede acabar e n m a s c a r a n d o la realidad de los problemas insalvables de la vida colectiva e, incluso, puede ser un g e r m e n de clasificacion social agresiva y, finalmente, un punto de partida para solidificar los guetos. Por lo tan­ to, la ciudad radicalmente libre seria la ciudad sin f o r m a , sin barrios, sin ca­ lles ni plazas. Una ciudad en la cual el espacio publico no sea urbano. Los peligros que subrayan estas criticas tienen, evidentemente, alguna validez y es necesario tenerlos en cuenta a la hora de disenar la ciudad, los ba­ rrios, las calles, aunque, de todas m a n e r a s , el valor negativo no los acredita para convertirse en un nuevo p r o g r a m a urbano. Y me e s c a m a un p o c o que la unica traduccion programatica posible se acerque tanto a la del liberalism o del m e r c a d o y, al final, a la justificacion del c a o s y la explotacion consiguiente. En realidad, c o m p o r t a el convencimiento de que no es posible una intensa convivencia en los ambitos urbanos, es decir, que las f o r m a s de la li­ bertad pasan por un puro individualismo. Y e s o m o es y a una predisposicion a aceptar las f o r m a s politicas y e c o n o m i c a s del nuevo liberalismo? Es necesario batallar contra estos dos frentes - o hacerlos razonar logicamente en terminos politicos y sociales- y es necesario hacerlo aunque sea d e s d e una situacion m u y i n c o m o d a p o r q u e la realidad de la e x p a n s i o n de nuestras ciudades parece que les da soporte: todas ellas son la expresion de esta modernidad caotica y explotadora, en versiones - e s o s i - cada v e z m a s degradadas. Por e s o me parece tan util este libra: no solamente re­ sume la teoria sobre el espacio urbano, sino que da ejemplos en los cuales el ciseno del espacio ha conseguido transformar m u c h o s ambitos - y crear o t r o s - que habian estado a punto de ser invivibles.

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«De las dos c r e a c i o n e s h e l e n i s t i c a s , la c i u ­ d a d y la e s t a t u a , a u n es la c i u d a d la m a s b e l l a . T i e n e a d e m a s d e la l i n e a , el m o v i m i e n t o . Es a un t i e m p o e s t a t u a y t r a g e d i a , t r a g e d i a e n el m a s e l e v a d o s e n t i d o d e la p a l a b r a , e s p e c t a c u l o de un m o v i m i e n t o i n s e r t o e n la l i b e r t a d . » Eugeni d'Ors

« L a c i u d a d , d o n d e tu v a y a s i r a . » Kavafis

El espacio de la representacion El espacio publico es el de la representacion, en el que la sociedad se hace visible. Del agora a la plaza de las manifestaciones polfticas multitudinarias del siglo xx, es a partir de estos espacios como se puede relatar, comprender la historia de una ciudad. Estampas gloriosas y tragicas, antiguas y modernas, se suceden en los espacios pu­ blicos de la ciudad. Es suficiente con recordar lugares y momentos historicos como las manifestaciones en Paris iniciadas en la Republica o en la Bastille, las plazas de las Tres Culturas en Mexico o Tianan­ men en Pekin, la reaccion en Barcelona y otras ciudades de Espana ante la arrogancia del entonces ministro Manuel Fraga cuando dijo que «la calle es mia»; los desfiles del dfa del orgullo gay que toman las calles de Nueva York y otras ciudades; la expresion popular de los carnavales de Rio de Janeiro o Venecia; estos y otros actos ciudadanos solamente son posibles en el espacio publico.

l . U n espacio multifuncional El espacio publico ciudadano no es un espacio residual entre calles y edificios. Tampoco es un espacio vacio considerado publico simplemente por razones juridicas. Ni un espacio «especializado», al que se ha de ir, como quien va a un museo o a un espectaculo. Mejor dicho estos espacios citados son espacios publicos potenciales, pero hace falta algo mas para que sean espacios publicos ciudadanos.

2. El espacio publico es la ciudad La historia de la ciudad es la de su espacio publico. Las relaciones entre los habitantes y entre el poder y la ciudadania se materializan, se expresan en la conformacion de las calles, las plazas, los parques, los lugares de encuentro ciudadano, en los monumentos. La ciudad entendida como sistema de redes o de conjunto de elementos -tanto si son calles y plazas como si son infraestructuras de comunicacion (estaciones de trenes y autobuses), areas comerciales, equipamientos culturales educativos o sanitarios, es decir, espacios de uso colectivo debido a la apropiacion progresiva de la gente-

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que permiten el paseo y el encuentro, que ordenan cada zona de la ciudad y le dan sentido, que son el ambito fisico de la expresion colectiva y de la diversidad social y cultural. Es decir que el espacio pu­ blico es a un tiempo el espacio principal del urbanismo, de la cultura urbana y de la ciudadania. Es un espacio fisico, simbolico y politico.

3. Hoy el espacio publico vuelve a ser actualidad Hay una reaccion periodica que se presenta regularmente en la historia de la ciudad y del urbanismo cuando las formas del crecimiento urbano, o la evolucion de la ciudad existente da prioridad a la edificacion y / o a la vialidad, cuando los espacios se especializan debido a la segregacion social o a la zonificacion funcional, cuando la ciudad pierde cualidad de autorrepresentacion, se pro­ duce una reaccion social y cultural de retorno al espacio publico. Es una reaccion que a menudo mezcla el passeisme' y la moder­ nidad, la mitificacion del pasado y una propuesta de sintesis para el futuro, demanda local y valores universales. Aun asi es una reaccion oportuna y necesaria para evitar el desastre urbano.

4. Contra la dispersion, del siglo xix hacia el xxi El siglo xix ha sido un siglo de destruccion-construccion de la ciu­ dad como espacio publico. Con una cierta perspectiva historica podemos concluir que nos ha dejado una cierta sintesis entre Haussmann y Cerda, y que en ciertos momentos ha parecido que podria haber sido asumida y superada por el movimiento moderno para hacer la ciudad a otra escala. jPodriamos concluir entonces que el siglo xx nos ha dejado una sintesis entre Sitte y Le Corbusier? ^Acaso no se han acumulado la dicotomfa entre el passeisme de Leon Kner y el Principe de Gales y la ciudad generica de Rem Koolhaas y la arquitectura de «productos»?