Pequeña Ecologia De Los Estudios Literarios

Citation preview

g-

y ........

JEAN-M ARIE SCHAEFFER i!

Pequeña ecología de los estudios literarios ¿Por qué y cómo estudiar la literatura?

WB:

silga» -ta'

"

í

v = -

v "

s iii

fe‘',S

/-"A'í

®(p5 :-i»CC- j:';.

aH y>W B » g M

... V'^'^í1

'4V'

Bat

.. ■

b m i

! iPfiíS «sil íS

LENGUA Y ESTUDIOS LITERARIOS

.

Je a n -M a rie S ch a e ffe r (1 9 5 2 ) es filó so fo , d i r e c t o r d e e s tu d io s d e la E c o le des H a u te s É tu d e s en S c ie n c e s S o c ia le s , d ir e c to r d e in v e stig a ció n e n el C e n tr e N a tio n a l d e la R e c h e r c h e S c ie n tifiq u e y m ie m b ro d el C e n tr e d e R e c h e r c h e s su r les A rts e t le L a n g a g e en P a rís . Sus in v e stig a cio n e s se h a n c e n tr a d o e n la c r ític a filo s ó fic a r a d ic a l a la e s té tic a y las a rte s , y e n el e s tu d io d e los fu n d a ­ m e n to s ev o lu tiv o s y c o g n itiv o s d e la c r e a c ió n a r tís tic a . E n 1 9 9 2 el C e n tr e N a tio n a l d e la R e c h e r c h e S cie n tifiq u e le o to r g ó u n a m e d a lla d e b ro n c e p o r su la b o r c o m o in v e stig a d o r. E n tre sus o b ras trad u cid as al esp a­ ñ ol se cu e n ta n : L a imagen precaria. Del dispositivo fotográfico (1 9 9 0 ); E l arte de la edad moderna (1 9 9 3 ); ¿Por qué la ficción? (2 0 0 2 ); ¿Q ué es u n género literario? ( 2 0 0 6 ); A diós a la estética ( 2 0 0 6 ) , y A rle, objetos, ficción, cuerpo. Cuatro ensayos sobre estética (2012). El F o n d o de C u ltu r a E c o n ó m ic a h a p u b lica d o E l f i n de la excepción h u m a n a en 2 0 0 9 .

Traducción de L aura F úlica

JEAN-MARIE SCHAEFFER

PEQUEÑA ECOLOGÍA DE LOS ESTUDIOS LITERARIOS ¿Por qué y cómo estudiar la literatura?

FONDO DE CULTURA ECONÓMICA M é x i c o - A r g e n t i n a - B r a s i l - C o lo m b ia - C h i l e - E s p a ñ a E s t a d o s U n id o s d e A m é rica - G u a te m a la - P e r ú - V

en ezu ela

Primera edición en francés, 2 0 1 1 Primera edición en español, 2 0 1 3

Schaeffer, Jean-M arie Pequeña ecología de los estudios literarios : ¿por qué y cóm o estudiar la literatura? . - l a ed. - Buenos Aíres : Fondo de Cultura Económ ica, 2 0 1 3 . 1 2 8 p. ; 2 1 x 1 4 cm . - (Lengua y estudios literarios) Traducido por: Laura Fólica ISBN 9 7 8 - 9 5 0 - 5 5 7 - 9 6 9 - 3 1. Estudios Literarios. I. Fólica, Laura, trad. II. Título CDD 8 0 1 .9 5

Armado de tapa: Juan Pablo Fernández Foto de solapa: colección del autor Título original: Peíite écologie des étudcs íttté mires. Pourquoi ct comment étudier la ¡ittérature? ISBN de la edición original: 9 7 8 - 2 -3 6 2 8 0 - 0 0 1 -6 © 2 0 1 1 , Thierry Marchaisse Publicado por acuerdo con la Agencia Literaria Pierre Astier & Associés TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

D.R. © 2 0 1 3 ,

F o n d o d e C u lt u r a E c o n ó m ic a de A r g e n tin a ,

El Salvador 5 6 6 5 ; C 1414B Q E Buenos Aires, Argentina fondo@ fce.coin.ar / w w w .fce.com .ar Carr. Picacho Ajusco 2 2 7 ; 1 4 7 3 8 México D.F ISBN: 9 7 8 - 9 5 0 -5 5 7 - 9 6 9 -3 Comentarios y sugerencias: ed itorial@ fce.com .ar

Im p r e s o e n A r g e n t i n a - P r i n t e d ín A r g e n t i n a

Hecho el depósito que marca la ley 1 1 .7 2 3

S.A.

índice A dvertencia........................................................................................ i. u. ni. iv. v. vi. vii.

9

¿Crisis de ¡a literatura o crisis de los estudios literarios?.................................................................................. 13 Pequeña ecología de ¡as ciencias h u m an as......................... 21 Los dos modelos de estudios literarios.................................. 39 Descripción y norm atividad.................................................. 53 Descripción, comprensión y explicación: unenfoque filosófico.................................................................................... 61 Intencionalidad y tex to........................................................... 83 Para una nueva ecología cultural: algunasmodestas proposiciones............................................................................ 103

índice de nom bres.............................................................................. 123

Advertencia en una época a la que le agradan los lamentos. El subtí­ tulo de mi reflexión parece indicar que me propongo entonar la misma canción: un anuncio mortuorio de los estudios literarios y de su objeto -la literatura- condenados al declive en un mundo que, según nos dicen, se vuelve cada vez más hostil a la cultura en general y a la literatura en particular. A decir verdad, esta queja no es propia de nuestra época: forma parte de los ejercicios obligados de nuestras Humanidades desde hace lustros. Sin embargo, que sea una figura recurrente no la descalifica como tal. El siglo xx europeo ha conocido al menos dos regímenes políticos, el nazismo y el comunismo, que se tradujeron en una derelicción cultural asombrosa. Pero pre­ cisamente estas dos formas de régimen totalitario no han tenido nada que ver con las sociedades occidentales actuales, y esto debería hacernos sospechar de entrada cuando se las acusa del mismo crimen. ¿Realmente es posible discernir en nuestras so­ ciedades los signos de semejante derelicción? No lo creo. Desde luego que las vías actuales de la cultura humanista ya no son sin duda (únicamente) las de la educación clásica. Pero otras formas han aparecido, y merecen que les acordemos el mismo crédito, y la misma indulgencia, que a las antiguas, que además tampoco quedan excluidas. En particular, nada indica que el futuro de la literatura esté amenazado, aun si el lugar relativo que ocupa en la vida cultural seguramente no es el mismo que hace algunas generaciones. Esto se debe al hecho de que otros soportes, como el cine, aseguran ahora y en adelante una parte de sus funciones sociales anterio­ res. Pero, en cifras absolutas, nunca se han leído más obras lite­ rarias como en nuestros días. Y nada indica que los lectores con­ temporáneos sean menos exigentes y sensibles que los lectores del pasado. V ivimos

ADVERTENCIA



9

Entonces, ¿por qué esta constatación de una crisis? Mi hipótesis es que la supuesta crisis de la literatura esconde una crisis más real, la de nuestra representación erudita de “La Literatura* (veremos además que este término está en el centro del problema). En síntesis, si acaso hay crisis, se trata más bien de una crisis de los estudios literarios. Triple crisis, en realidad, que afecta a la vez la transmisión de los valores literarios, el estudio cognitivo de los hechos literarios y la formación de los estudiantes de literatura. De hecho, habría que decir más bien que se trata de un nuevo acceso de crisis, puesto que los estudios literarios tienen la extraña particularidad de presentar un perfil histórico ciclotímico, que hace pensar en un síndrome maníaco-depresivo: períodos de exal­ tación cognitiva irreflexiva se alternan con períodos de pesimismo escéptico tan poco justificados como los primeros. Esta oscilación permanente entre dos extremos nos impide medir los importan­ tes progresos en el conocimiento de los hechos literarios, en es­ pecial, desde comienzos del siglo xix. Y estos progresos no tienen que ver exclusivamente con una acumulación de nuevos saberes eruditos (lo que tampoco está mal), sino también con una profundización de nuestro conocimiento. Así comprendemos m ejor que nuestros antecesores la importancia de la creatividad verbal - y entonces también de la literatura, que es una de las regiones de esta creatividad- en la vida de los hombres y de las sociedades. Partiendo de esta doble constatación y adoptando un punto de vista sin duda más filosófico que literario, este opúsculo se propone un doble objetivo: remontar a las raíces del carácter históricamente recurrente de la crisis de los estudios literarios, pero también mostrar que el pesimismo cognitivo al que parece conducir esta situación no está en absoluto justificado. Es evidente que son dos empresas que no podríamos desarrollar en algunas páginas, pero espero al menos convencer al lector de la impor­ tancia real de su apuesta. Ésta supera por mucho la pregunta por el destino de los estudios literarios. Si admitimos, en efecto, que lo que llamamos “literatura”, aquí y hoy, constituye, bajo otras figuras, una importante realidad de la vida de todos los hombres, de todas las sociedades humanas, entonces el destino de los es10