Mis mejores partidas 1924-1937
 9788492361267, 8492361263

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ALEXANDER ALEKHINE

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Impresión: Lettergraf S.L. Impreso en España - Printed in Spain

Todos los derechos relativos a las mejoras técnicas incorporadas en ésta obra respecto del original quedan reservadas para la Editorial La Casa del Ajedrez. Queda prohibida su reproducción parcial o total.

11Alekhine creaba en sus partidas unas concepciones colosales rebosantes de ideas extraordinarias. En toda la historia del ajedrez, nadie

se

puede

comparar

con

comprensión de las posiciones. 11

él

por

su

profundidad

en

la

romántico

de

la

R. Fischer

11Alekhine

era

un

apasionado

y

hasta

un

combinación. Todo lo que es estrategia constituye para él una preparac10n

y

un

medio

para

sus

jugadas

estupendas,

tan

sorprendentes e inesperadas. Mientras el rey enemigo está seguro, le veréis jugar desanimado, pero su fantasía se inflama y exalta en cuánto aquél se presenta vulnerable. 11 E. Lasker

PARTIDA W 1 B l ancas : A . Alekhine Negras : R. Reti Defensa India del Rey (E62) Torneo de Nueva York, Marzo de 1 924

en tal caso, las blancas mantendrían asimismo su posición superior mediante h3, �e3, W/c2, b3, a3 y, por último, b4.

9.h3 Es importante aclarar la situación antes de que el contrario complete su desarrollo.

l.d4 ltl f6 2.c4 g6 3.g3 En la actualidad, 3 . ltlc3 d5 4.�f4, seguido de e3, etc . , es considerado como una l ínea de j uego prometedora.

3 ... �g7 4.�g2 0-0 5.ltlc3 d6 6.ltlf3 ltlc6 Si el segundo j ugador no tiene nada mejor (y éste parece ser el caso) que inducir el avance del peón de las blancas a "d5 " , este plan de desarrollo no es seguramente recomendable, puesto que si bien queda acortada por el momento la diagonal del alfi l , dicho peón ejercerá una presión considerable sobre la posición de las negras .

9 ...ixf3 10.exf3 Mucho mejor que si se toma con el alfil, en cuyo caso el peón rey permanecerá buen tiempo inacti vo o, de ser avanzado, restringirá la acción de sus propias piezas . En cambio, después de la j ugada del texto, dicho peón toma a su cargo la vigi lancia de la casilla "e5 " , sin contar que las negras deben tener en cuenta una eventual acción en la columna del rey que, como consecuencia de aquella j ugada, ha quedado abierta.

10 ... e6 El peón "e" debía ser cambiado, pero hubiera sido relativamente mejor para las negras hacerlo mediante 1 0 . . . e5 . En este caso las blancas sólo dispondrían de una respuesta ( 1 1 .dxe6), puesto que 1 1 .f4 exf4 1 2.�xf4 ltlbd7 etc . , sería sin duda alguna muy aceptable para las negras. En cambio, con la presente j ugada, las blancas pueden elegir con comodidad entre dos bue­ nas continuaciones.

7 .dS lLl bS 8.0-0 .ig4

l l .f4

El cambio de este alfil no tiene razón de ser, y lo único que se consigue es disminuir el poder de resistencia de la posición de las negras. Igualmente sería poco satisfactorio 8 . e5 , a causa de 9 .dxe6 fxe6 l O.�g5 etc . , como fue j ugado en mi partida contra Sir G. Thomas, en Carlsbad 1 92 3 . También merece s e r considerada la j ugada 8 . . . a5 con el fin de asegurar momentá­ neamente la casilla "c5 " para el caballo, pero

Aún mas favorable que l l .dxe6 fxe6 1 2.!'!e l W/d7 , etc . Después de esto no se hubiera podido aprovechar fácilmente la debilidad del centro de las negras .

..

6

l l ... exd5 12.cxd5 Ahora, en cambio, las negras tienen que elegir entre tres diferentes males: 1) debilidad en "c7 " , si dejan el peón en su sitio.

ALEXANDER ALEKHINE

2) debilidad en "c6", si después de . . . c5, dxc6, retoman con el peón y se ven l uego obligadas a jugar . . . d5 . 3) por último, la línea de j uego elegida en la partida, que les dej a un peón dama aislado, cuya defensa, dificultada por la poderosa cooperación de los alfiles enemigos, provo­ cará en breve una debilidad decisiva en su flanco de dama.

Algo mejor hubiera sido 18 ... ltJ a5 1 9 .Wa3 if8 20J'Ud 1 etc . , con una partida difícil para las negras, pero por el momento defendible.

12 ... c5 13.dxc6 tt:\xc6 14.ie3 Wfd7 15.Wa4 Casilla muy i mportante para la dama, desde la cual esta pieza ha de ej ercer una presión perturbadora sobre el flanco de dama de las negras.

19.tt:l b5 ! dS Ambos j ugadores persiguen el mismo obje­ tivo: poner su peón " b " fuera del alcance de los alfiles contrarios. Ahora 1 6.ixa7 , no daría resultado por 1 6 . . . !!a8 etc.

16... b6 17.b3 Esta j ugada tiene el propósito adicional de una ulterior protección para l a dama, antici­ pándose a las complicaciones futuras. La importancia de este detalle se pondrá pronto en evidencia.

Hubiera sido prematuro j ugar en este mo­ mento 1 8 .ltJb5, por 1 8 . . . d5, etc. Las blancas amenazan ahora dicha j ugada, después de doblar las torres y, por lo tanto, las negras han de esforzarse, mediante un cambio, en aliviar la presión ejercida por la dama hostil.

18 ... tt:l e7? Indudablemente, no es éste el medio para con­ seguirlo, y las negras se encontrarán ense­ guida en desventaj a manifiesta.

MIS M EJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

Evidentemente obligado.

20.tt:l xa7 Este cambio se ha hecho posible gracias a la j ugada 17 de las blancas.

20 ... l3a8 21.ixb6 Wf xa4 Las negras no disponen de j ugada mejor, porque después de 2 l . . .!!db8, las blancas proseguirían simplemente con 22.Wxd7 ltJ xd7 23 .ie3 !!b7 24.ixd5 ltJ xd5 25 .!!xd5 !!axa7 26.ixa7 !!xa7 27 .!!fd 1 etc . , con una su­ perioridad decisiva.

22.bxa4 !!d7 23. tt:l b5 �ha4 Amenazando también 24 . . . !!b4 25 .!!b3 !!xb3 26.axb3 !!b7, etc .

24.tt:\c3 l3a6 25.l3b l l3b7 26.ic5 l::!x bl+ 27.tt:lxbl tt:\c6 La posición está aclarada. Las blancas han mantenido su peón pasado, mientras el peón " d " de las negras permanece débil .

7

28.ttl c3 ! He aquí el procedimiento más rápido para ganar. Las blancas abandonan el peón "a", pero, en compensación, están ahora en condiciones de forzar una entrada para su torre en el campo enemigo, gracias a lo cual resulta posible el ataque decisivo con el peón . La incolora jugada 28.a3, habría permitido al adversario una defensa más tenaz después de 28 .. .l:'!a5 29.�e3 E:b5 , etc.

28 .. Jaa5 29 ..ie3 ttl b4

35.f5 !

Si 29 . . . d4, la continuación no sería 30.�xd4 ttl xd4 3 l .E:xd4 ttl d5 etc . , con probabilidades de tablas, sino 30.�xc6 ! dxc3 3 l .a4, ganan­ do.

L a iniciación d e la carga decisiva d e los peones. Por el momento, se está amenazando 36.fxg6+ fxg6 37 .E:d6, etc .

35 ... E:a6 36.h4 h5

30.E:d2 h6

Obligado a causa de la amenaza 37.h5, etc. Si las negras hubieran j ugado 30 . . . 4Je4, entonces 3 1 .4Jxe4 dxe4 32.E:d8+ �f8 33.f5 y las blancas ganan .

37.g4 E:a5 Si 37 . . . hxg4, 3 8 .h5, ganando.

31.a4! Amenazando 32.�b6, y por lo tanto, obli­ gando a las negras a efectuar la siguiente j ugada.

31 ... ttl e4 32.ttl xe4 34.�xe4 E: xa4

d xe4

33.E:d8+

@h7

A 34 . . . f5 , seguiría 35 .E:d7 !* xg8 42.'Mfg3+ i>h7 43 .'Mfb3 'it>g7 44.h3 'Mfd8 45 .Wg3+ 'it>h7 46.1Mfe5 ! 'Mfd7 47 .:B:d3 f6 48 .Wd4 Wd8 49.Wc4 ! Wd7 5ü.:B:d4 'it>g7 5 l .'Mfd3 i>f7 52.g4 ! i>f8 5 3 .gxf5 We8 54.:B:e4 'Mfh5 5 5 .:B:g4 'Mff7 5 6.We3 'Mfh7 5 7 .:B:g6, las negras abandonan.

IO 'MfxdS 1 1 .id3 0-0 12.0-0 ••.

porque n i 19 ... 1Mfxd4 20.ixg6, ni l9 ... Wxa3 20.:B:a l Wb4 2 l .:B:a4 Wd6 22.ie5 ! etc . , sería favorable para las negras.

17 ... c!Dd5 ! 1 S.id2 eS 1 9.f5 Tratando todavía de mantener una ligera presión . La variante 1 9 .c4lt:'lb4 20.ixb4 cxb4 2 l .c5 bxc5 22.dxc5 'Mfc7 , hubiera ofrecido aún menos posibilidades de ganar.

19 ... exf5 20.ixf5 cxd4 22.ib4 Wf6 23.ixe7

21.cxd4

c!Dde7

Después de 23 .ih3 lt:'ld5 ! , el par de alfiles hubiera sido de poca uti lidad. Las blancas tratan, por lo tanto, de sacar ventaj a con su peón pasado j untamente con el dominio de la columna " e " que ha quedado abierta.

23 ...Wxe7 24. :B:bcl El inmediato avance 24.d5 viene a ser mas efectivo, porque las negras podrían ahora aumentar sus probabil idades de tablas, respon­ diendo 24 . . . b5 !

24 ... :B:d5 2S.ie4 :gd7 26.d5 'Mff6 27. :ge l !

12 ... 'Mfd6! B uena j ugada posicional que dej a libre la casilla "d5 " para el cabal lo, al tiempo que impide j ugar a las blancas if4.

13.'Mfc2lt:'lg6 14.f4lt:'lce7 Preparando una acción en el centro, a iniciarse con . . . c5 .

IS.g3 :B:fd8 16.:B:d l b6 17.a4 Esto debilita la casi lla "b4" y, en conse­ cuencia, permite a las negras obtener cierta iniciativa en el centro. Lo correcto era 1 7 .ib2 y si 1 7 . . . c5, seguiría l 8 .c4 ! cxd4 1 9 .ixd4, con cierta ventaja,

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

L a j ugada inicial d e u n a concepción d e mate más bien oculta.

27 ... :gbd8 28.'1Wc6! 'IWgS Las negras tienen razón en eludir el cambio de damas porque, tanto 28 . . . 1Mfxc6 29.dxc6, como 28 . .lt:'le7 . 29.'Mfxf6 gxf6 30.d6 ! , hubiera sido decididamente favorable para las blancas. Pero, por extraño que parezca, la colocación de la dama en la casilla "g5 " , a primera vi sta muy natural , resultará de fatales conse­ cuencias. La j ugada exacta era 28 . . . 1Mfd4, después de lo cual no habría, por el momento, nada decisivo para las blancas.

29.ixg6 hxg6 Como lo demostrará la respuesta, era nece­ sario jugar 29 . . . fxg6 (por supuesto no

11

29 . . . \Wxg6? por 30.\Wxd7) 30.\We6+ :B:t7 3 I .:B:c8 :B:xc8 3 2 .\Wxc8+ :B:f8 , después de lo cual las blancas hubieran, dispuesto de una cómoda elección entre 3 3 .:B:e8 Wif6 34.:B:xf8+ \Wxf8 35 .\Wc6 y 3 3 .\We6+ @h8 34.d6 \Wd2 35 .:B:e2 \Wc l + 3 6 . @ g2 \Wc6+ 37.@h3, con las mayores probabilidades de ganar en ambos casos.

cente, h a probado que l a j ugada del texto es, por lo menos, tan buena como la ya consa­ grada 3 . lLl f3 .

3 ... ltlf6 4.e3 .trs S.cxdS lLlxdS Si 5 . . . cxd5 , 6.\Wb3 , con ventaj a de las blancas.

6 ..ic4 e6 7.ltl ge2 Esta j ugada, introducida por Rubinstein contra Bogolj ubow, en Hastings, 1 922, crea para las negras algunas dificultades a causa de la posición inactiva de su alfil dama y del retraso de su desarrollo.

7 ... ltld7 8.e4 ltlxc3 9.ltl xc3 .ig6 10.0-0 \Wh4

30.\Wxd7 ! El sacrificio de la dama sólo es posible debido a que la casi lla "g5 " de las negras está ocupada por la dama y, por lo tanto, el rey no tendrá salida cuando las torres sean dobladas en la octava fila.

30.. J�xd7 3 1 . :B:e8+ 33.:B:exd8!

@h7

32. :B:cc8

Después de la j ugada más natural 1 O . . . .ib4, las blancas mantendrían su ventaj a posicional j ugando sencillamente l l .f3 . E l movimiento d e la dama prepara e l enroque largo y, al mismo tiempo, asegura para el alfil la casilla "h5" en el caso de que las blancas continuaran con f4 y f5 .

:B:d8

Las negras abandonaron.

PARTIDA W 4 B l ancas: A . Alekhine Negras : K. Opocensky Defensa Eslava (D 1 O) Torneo de París, Febrero de 1 925

l.d4 dS 2.c4 c6 3.ltlc3 Mi segundo match con el Dr. Euwe, en el cual la respuesta aparentemente prometedora, 3 . . . dxc4, fue contestada de forma convin-

12

l l .dS ! Esta acción central requiere un cálculo exacto, porque las negras van a forzar ahora la debilitante j ugada g 3 . Pero las blancas no tienen prácticamente otro medio para mantener la iniciativa, porque después de l l .f3 0-0-0, las perspectivas de

ALEXANDER ALEKHINE

las negras serían real mente excelentes.

l l ... exdS 12.g3 VlVf6 13.exdS �eS? Las negras incurren en su primer error, que es decisivo. Pierden ahora la posibilidad de enrocar, y sucumben final mente a causa de la impotencia para coordinar la acción de las torres. Era necesario j ugar primero 13 ... ltle5 e inmediatamente después de 1 4 .�e2, hacer 14 . . . �c5 y, si ahora 1 5 .�g2 renovando la amenaza de f4, etc . , podrían j ugar 1 5 . . . h5 ! , después d e lo cual las blancas s e verían por fuerza obligadas a contestar 1 6.h4, seguido de �g5 , etc. La posición, en tal caso, habría permanecido cargada de dinamita, pero, en manera alguna, sería desesperada para el segundo j ugador.

14.gel+ ciJf8 1S.�f4 ltl b6 1 6.�b3 hS 17.h4 Desde la j ugada 14 en adelante, las blancas tienen un sólo pensamiento: impedir la coo­ peración de las torres negras .

17 ... ciJg8 18.dxe6 bxe6 19.gel Después de esto, las negras no pueden impedir el cambio de uno de sus alfiles por el caballo.

2S.gxd4 Eliminando la única pieza activa del enemigo y, en consecuencia, terminando con toda resistencia.

2S exd4 26.ge6! ciJh7 .•.

En caso de 26 . . . �g7, sacrificado la otra torre : si 27 .. .fxg6, 28 .VlVb7+, 28 .Wf6+ �h7 29.�xf7 3 l .Wg6+ �h8 32.�f6+ siguiente.

las blancas habrían 27 .l3xg6+ ! �xg6 (o seguido de mate.) l3g8 3ü.Wf5+ �g7 y mate en la j ugada

27 .�xf7 ges 28.gxg6 Las negras abandonaron.

19...�d4 20.ltl e4 �xe4 21 .gxe4 eS Si 2 l . . .�xb2, 22.gc5 ! tt:ld5 23 .�xd5 cxd5 24.gxd5 , con ventaj a decisiva.

22. VlVe2

PARTIDA W 5 B l ancas : S . Tarrasch Negras : A. Alekhine Apertura Italiana (C5 3 ) Torneo d e B aden B aden, Mayo d e 1 925

Comenzando el ataque final contra la casi lla f7

l .e4 eS 2.ltl f3 tt:l e6 3.�e4 �eS 4.e3 �b6 S.d4 We7 6.0-0 ltl f6!

22 ... g6 23.�gS VlVd6 Atacando al punto g3 .

Esta j ugada, introducida por mí en lugar de la habitual 6 ... d6, deja a las blancas poco que elegir, porque su peón rey está ahora atacado.

24. VlVf3 VlVf8

7.gel d6 8.a4 a6 9.h3

"

".

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

13

Una preparación más o menos necesaria para j ugar ie3 .

Wfe7 , las negras conservarían perspecti vas ligeramente favorables.

9 ... 0-0 lO.igS

19 ... liJf3+! 20. llJxf3 Wfxf4 21.exd5?

Como las blancas no obtienen ventaj a alguna al provocar la próxima j ugada de las negras, hubiera sido preferible j ugar enseguida 1 0.ie3.

10 ... h6 l l .ie3 Si 1 I .ih4, seguiría naturalmente 1 l . . .mh8 y luego . . . l'l:g8 y . . . g5 .

l l ...Wfd8 ! Esta j ugada paradój ica, la más difícil de la partida, es muy eficiente. La doble idea consiste en preparar una acción eventual en el centro, comenzando con . . . exd4 y . . . d5, y al mismo tiempo, dejar libre la columna del rey para la torre.

12.id3 l'l:e8 13.liJbd2 ia7! Jugado en vista de un posible llJc4 de las blancas .

14.Wfc2 exd4 En el momento oportuno, porque las blancas no pueden retomar con el peón a causa de 1 5 . . . llJb4.

1S.liJxd4 liJeS 1 6.ifl dS!

Error decisivo, después del cual la partida termina rápidamente. En l ugar de esta jugada, yo suponía 2 l .e5 , y esperaba, después de 2 I . . .if5 22.Wfd2 Wfxd2 23 .1'l:xd2 lLle4 24.1'l:dd 1 (24.1'l:xd5 ? ie6) 24 . . . 1'l:ad8, estar en condiciones de explotar la ventaja de los dos alfiles.

21...ifS ! Importante j ugada intermedia, después de la cual no hay defensa suficiente. Mucho menos convincente hubiera sido 2 I . . .ixh3 , por 22 .gxh3 Wxf3 23 .ig2 etc.

22.id3 Si 22.Wd2, Wxa4 23 . lLl c 1 ic2 ! 24.1'l:xe8+ l'l:xe8 25.1'l:e 1 llJe4 26.Wf4 c4 27 .llJd4 ixd4 28.cxd4 Wb4 ! , con ventaj a ganadora para las negras.

Después de esto las negras quedan , por lo menos, tan fuertes en el centro como su adversario. La j ustificación táctica de la j ugada está demostrada por la variante 17 .f4 llJg6 1 8 .e5 lLl h5 ! , con clara ventaj a de las negras .

22 ...ixh3

17.1'l:ad l eS 18.llJ4b3 Wfc7 19.if4

23.gxh3 Wxf3 24. 1'l:xe8+

También después de 1 9.exd5 lLl xd5 20.lLlc4 lLl xc4 2 1 .ixc4 lLl xe3 22.1'l:xe3 l'l:xe3 23.fxe3

De haber j ugado in mediatamente 24.ifl , el cambio de torres por las negras habría hecho

14

Y no 22 . . . ixd3 23 .Wxd3 c4, a causa de 24.Wd2.

ALEXANDER ALEKHINE

perder a las blancas su única esperanza, el peón pasado. Pero después de la j ugada del texto, las negras fuerzan la partida con un ataque de mate.

24 J�xe8 25 .ifl �e5 26.c4 ••

pectivas semej antes en el medio j uego. Pero como consecuencia del absurdo "desarrollo" de las blancas, pudieran conseguir mejor posición aún j ugando 3 . . . c5 ! 4 . lD b3 c4 5 . lD d4 .ic5 6.c3 lDc6



4.d3 exd3 5.'1Wxd3 lD f6 6 ..ig2 .ib4+ Es obvio que 26.d6 no habría modificado las cosas.

26 �g5+ 27.�h2 lD g4+ 28.hxg4 �xg4 •..

Amenazando mate inevitable. Las blancas abandonaron .

Tratando, a cualquier precio, de poner todas las piezas en acción lo más pronto posible. Sin embargo, en la actualidad yo tendría más en cuenta la seguridad de las casillas negras de mi posición, para evitar el cambio de alfiles, derivado de las j ugadas precedentes.

7 ..id2 .ixd2+ 8.lD xd2 0-0 9.c4! PARTIDA No 6 Blancas: R. Reti Negras: A. Alekhine Fianchetto del Rey (AOO) Torneo de B aden Baden, Mayo de 1 925

l.g3 e5 2.lDf3

Dej ando de lado su excéntrico movimiento inicial, Reti está j ugando muy bien la apertura. Las negras no habrían obtenido n inguna ventaja respondiendo 9 . . . c5, a causa de I O.lD4b3, con la doble amenaza de l l . lD xc5 o de l l .cxd5 .

9 ltla6 .•.

Comparativamente lo mejor; pero no puede negarse que las blancas consiguen ejercer cierta presión en la semiabierta columna " e " .

10.cxd5 lD b4 1 1 .'11fcf 4 lD bxd5 12.lD 2b3 c6 13.0-0 �eS 14.�fd l .ig4 15.�d2 Después de 1 5 .f3 , las negras habrían llevado su alfil a "e4 " , vía "h5 " y " g6 " .

1 5 ... '\WcS 16.lD c5 .ih3 ! 1 7 ..if3

Es éste un experimento que Reti no repitió nunca después de esta partida. Las blancas pretenden j ugar la Defensa Alekhine con los colores invertidos, es decir, con un tiempo de ventaja. Pero la manera como utilizan ese tiempo (g3) podría haberse tornado en su propia desventaja. (Véase la próxima nota.)

Con la j ugada precedente, las negras ofrecían un peón , cuya toma hubiera sido fatal para las blancas, como puede verse en la siguiente variante: 1 7 . .ixh3 �xh3 1 8 . lD xb7 lDg4 1 9 .lDf3 lDde3 ! 20.fxe3 lD xe3 2 l .�xt7+ �h8 ! 22 . lD h4 l'!f8, ganando.

2 e4 3.lDd4 d5

17 ....ig4

Las negras están satisfechas con el desarrollo natural de sus piezas y han obtenido pers-

Esta j ugada ofrece al adversario la elección entre tres posibil idades:

•..

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

15

1 ) cambiar su estimado alfil del fianchetto. 2) aceptar un empate inmediato por repeti­ ción de j ugadas ( 1 8 .�g2 �h3; 1 9.�f3 , etc.), lo cual , a tan temprana altura de la partida, implicaría una derrota moral para el primer j ugador. 3) colocar el alfil en una mala casilla (h 1 ). Su decisión final fue "j ugar para ganar" , y esto permitió a las negras iniciar un interesante contraataque.

18.�g2 �h3 19.�f3 �g4 20.�hl ¡ Por fin !

20 ... h5! Con el objeto de debilitar, mediante el cambio de este peón, l a casilla "g3" de las blancas.

21 .b4 a6 22Jkl h4 23.a4 hxg3 24.hxg3 V!fc7 25.b5 Consecuente, pero muy peligroso por no decir algo más . Jugando 25.e4 lt:Jb6 26.Wb3 , las blancas pudieron hacer frente a la amenaza inmediata que pesaba sobre su rey, aunque la obstrucción de la diagonal del alfil que deri vaba de esta variante, habría terminado con sus esperanzas en el otro flanco.

2S axb5 26.axb5 ..•

cular n o sólo detenga e l ataque de las blancas, sino que les provoque tan serias molestias, y, sin embargo, así resulta. Es obvio que la torre no puede ser tomada a causa de 27 . . . Wxg3+, seguido de 28 . . . lt:Jxe3 , ganando. Las blancas tienen también que hacer algo para parar la amenaza 27 . . . �xg3 ! , etc .

Como se demuestra más adelante, esta j ugada, aparentemente natural , conduce a la pérdida irremediable de la partida. También era insuficiente 27 . h 2 a causa de 27 . . . �aa3 ! 28.lt:Jcb3 (sí 28.fxe3 lt:Jxe3 , y luego . . . lt:Jfl +, etc.) 28 . . . We5 ! 29.bxc6 bxc6, con poderoso ataque, puesto que 30.fxe3 sería todavía malo, porque las negras continuarían con 30 . . . Wh5+ seguido de 3 1 . . .Wh3 . L a única probabi lidad d e salvación era 27.�f3 ! �xf3 28.exf3 ! cxb5 29.lt:Jxb5 Wa5 ! , siempre con ventaj a d e l a s negras, porque 30.�xd5 ? perdería l uego de 30 . . . �e 1 + 3 l .�xe 1 Wxe 1 +, seguido d e 32 . . . �a 1 .*

27 cxb5 28. V!fxb5 lt:Jc3 ! 29.V!fxb7 .•.

En caso de 29.Wc4, la respuesta 29 . . . b5 sería decisiva.

29 ... V!fxb7 Y no 29 . . . lt:Jxe2+, a causa de 30.�xe2 ! Wxb7 3 l .�xe3 ! con algunas probabilidades de salva­ ción para las blancas .

30.lt:Jxb7 lt:Jxe2+ 31 . h2 Si 3 l .�fl . lt:Jxg3+ 32.fxg3 �xf3 33 .�xf3 �xf3+ 34.�g2 � aa3 35 .�d8+ h 7 36.�h 1 + g 6 37.�h3 �fd3 ! , ganando. Las blancas sobreviven perfectamente con 32.i>g2, y si 32...Éla 1 , 33.Éld8+ l!ih7 (a 33...1Lle8 34.i>h3, etc.) 34.Wih4+ l!lg6 35.f4! Wlf1 + 36.1!/f3, y no vale 36...Wixb5, por 37.Wig5+ i>h7 38.Wif5+, ganando. Sería correcto 32... /LlxdS, aunque no hay más que tablas tras 33.Wixd5 É!a 1 34.Wid8+, etc. •

26 ... �e3 ! Parece casi increíble que esta j ugada especta-

16

ALEXANDER ALEKHINE

No se podía j ugar 3 5 .fB

28.�f1+.

ALEXANDER ALEKHINE

27 f5

10 ... e5

Jugada dictada por la desesperación, porque 27 . . . fxe6, perdería después de 28 .ixe6+ \Wxe6 29.'1Wxd8+ ilxg7 30.'1Wd4+, seguido de 3 l .l'l:xe4 .

Con esto las negras han conseguido una posición similar a la que Chigorin consideraba como perfectamente j ugable, pero con la marcada ventaj a de que su dama ocupa ya la casi lla de desarrollo natural " e7 " , mientras que la dama blanca no está muy bien ubicada en ll tt c2 .

.••

28.e7+ l'l:d5 29.'1Wf6! '\Wf7 30.e8'1W+ Las negras abandonaron porque hay mate en dos jugadas.

PARTIDA No 1 0 B l ancas: J . Davidson Negras: A. Alekhine Defensa Semieslava (D46) Torneo de Semmering, Abril de 1 926

l.d4 d5 2.lL!f3 lLl f6 3.c4 c6 4.e3 e6 La jugada de moda es hoy día 4 . . . if5 , porque el sistema llamado de "Merano", iniciado con la jugada del texto, es considerado como algo favorable para las blancas.

l l . l'l:d l exd4 12 . .!Ll xd4 .!Ll b6 ! Mejor q u e l 2 . . .!Lle5 . l 3 .ifl .!Llg6 l 4.!Llf5 . ixf5 l 5 .exf5 .!Lle5 l 6.ig5 , con buena partida para las blancas .

Amagando l 4 . . . ixh2+ 1 5 .ilxh2 l'l:xd4 1 6.l'l:xd4 '1Mfe5+ etc . , e induciendo a las blancas a debil itar la posición de su rey .

14.h3 ic7 Amenazando ganar l 5 . . . l'l:xd4 y 1 6 . . . '\Wes .

una

pieza

mediante

5 ..!Llc3 .!Llbd7 6.'1Mfc2 La jugada natural, y también la mejor, es 6.id3 , pero en esa época no había sido aún completado el perfeccionamiento de todos los detalles del sistema citado.

6... id6 7.id3 0-0 8.0-0 We7 9.e4 dxc4 10.ixc4

La j ugada anterior de las negras atrajo el alfil hasta "e3 " , y ésta obliga al otro alfil a colo­ carse en la tercera fi la. Como puede apreciarse, ambos alfiles están ahora mal ubicados, porque obstruyen la acción de otras piezas y porque pueden ser atacados por los caballos enemigos.

16.id3 .!Ll h5 17 .!Llce2 g6 •

Movimiento cuyo principal objetivo es preparar . . .!Lld7 . , previa protección de la casilla "f5 " .

18.l'l:el .!Lld7 19 ..!Llf3 A raíz de esta retirada, las negras adquieren una ventaj a concreta. Yo esperaba aquí 1 9.f4, con la continuación 19 . . . lLldf6 20.e5 lLl d5 2 I .id2 ib6, después de

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

23

lo cual, aunque el j uego de las negras seguiría siendo preferible, las blancas conservarían algunas posibilidades de lucha.

poco común, pero su valor s e v e considera­ blemente aumentado por el hecho de represen­ tar el corolario lógico del j uego de posición realizado hasta ahora.

19 ....ib6! 26.gxh3 '1Wxh3+ 27.c;t>gl �h2+ 28.c;t>hl lL'lf4! Esperando aumentar la ventaj a posicional ya obtenida, con la apertura de la columna "a" después de 20.�xb6 axb6. Para evitar esta desagradable variante, las blancas tratan de complicar las cosas recurriendo a las dos j ugadas que siguen, pero sólo consiguen con ello acelerar la catástrofe.

Sin duda alguna, el camino más corto para ganar.

29.lt:l xf4 Si 29.�xf4, vendría 29 . . . �g3+ y mate en dos j ugadas.

20.�g5 Wc5 ! 29 ....ixf4+ 30.c;t>gl ih2+ 31.�hl '1Wf3+! Si ahora 2 1 .'\WxcS, lt:l xc5 22.lL'lc 1 (obligado) 22 . . . f6 23 .�d2 lt:l xd3 24. lt:l xd3 lt:l g3 25 .e5 �f5 , con una ventaj a posicional ganadora.

21.lL'lc3 lt:JeS !

El objetivo de toda la combinación ha sido alcanzado: las negras ganan la dama contra torre y alfi l .

32.c;t>xh2 ges 33.'\WcS

Obligando al cambio y así renovando el ataque en la diagonal b8-h2, que será decisivo.

Única j ugada posible.

22.lL'lxeS WxeS 23.�e3 ic7 24.lt:l e2

33 gxc5 34.�xc5 WhS+ 3S.c;t>g2 'IWxcS

También 24.g3 �xh3 etc . , resultaría perdedor a la larga.

El resto de la partida es una mera cuestión de rutina.

24 Wh2+ 2S.�fl

36.ge3 ges 37.gael 'IWeS 38.gle2 ge6 39.b3 gr6 40.gg3 c;t>g7 4t.ibt gr4 42.�d3 gh4 43.�f3 '1Wf4+ 44.c;t>g2 Wcl 4S.c;t>f3 hS 46.gc2 Wdl+ 47.�e3 ghl 48.�d4 h4 49.ge3 gel so.gxel Wxel Sl.ge2 Wal+ 52.c;t>c4 bS+

.•.

.•.

Las blancas abandonaron .

2S �xh3 !

PARTIDA No 1 1 B l ancas : A . Rubinstein Negras : A . Alekhine Defensa India de Dama (E 1 6) Semmering, Abril de 1 926 Premio a la Brillantez

•..

Este sacrificio no es el resultado de una combinación particul armente complicada ni

24

l .d4 lL'lf6 2.c4 e6 3.lt:lf3 b6 4.g3 �b7 s.�g2 .ib4+

ALEXANDER ALEKHINE

Esta si mplificación es poco aconsej able porque el alfil dama de las blancas ha de desarrollar menos actividad en el futuro que el alfil rey de las negras . Con mej ores pers­ pectivas pudo j ugarse aquí 5 . . . ie7 .

6.li:Jbd2 Por las razones mencionadas, 6 .id2 parece ser la respuesta lógica.

6...0-0 7.0-0 d5 Como quedará demostrado a continuación, esto es suficiente para igualar. Una buena maniobra era asimismo 7 . . . E:e8, seguido por ... if8 .

8.a31i.e7 9.b4 eS Procedimiento exacto para mantener el equilibrio en el centro. La continuación 9 . . . a5 l O.b5, sería poco satisfactoria en el sentido posicional .

Aunque esta j ugada no puede ser considerada como un error decisivo, es indudable que facilita los planes del adversario. Tampoco hubiera sido bueno 1 6.h3 ttl xf2 ! 1 7 .E:xf2 Vlig5 ! 1 8 .ttlfl * ixf2+ 1 9.Wxf2 dxc4 etc . , pues las negras quedarían en posición ventajosa. Pero continuando con 1 6.cxd5 ixd5 ! 1 7 . ttl e4 ! (mucho mejor que 1 7 .e4 ttl xf2 ! 1 8 .E:xf2 ixf2+ 1 9.Wxf2 V!ib6+ 20.Wfl ib7 etc.), gracias al subsiguiente desaloj o del peligroso caballo negro, las blancas tenían todavía la oportunidad de igualar la partida.

16 ... d4! 17.�xb7? Al no prever la sorprendente j ugada 18 de las negras, Rubinstein se va a encontrar enseguida con desventaj a material. La única posibilidad era aquí 1 7 .ib4 ixg2 1 8 .Wxg2 Vfic7, alcan­ zando una posición que podía inclinarse en favor de las negras, aunque difícil mente de forma decisiva.

17 ... �xb7 18.ixb7

10.bxc5 bxc5 l l.dxc5 La variante l l .E:b l Vfic7 1 2 .Vfib3 ia6 etc . , sería también conveniente para l a s negras .

ll ... ixc5 12.ib2 14.ixe5 ttl g4!

ttl bd7

13.ttl e5

ttl xe5

Esta maniobra está lej os de ser tan inocente como parece. Las blancas perdieron la partida por no haber sabido apreciar su importancia.

15.ic3 18 ttlxf2! •..

Y

no 1 5 .ib2 Vfib6, etc .

En este momento, 1 5 . . . Vfib6 habría sido refu­ tado con 1 6.e3 . La j ugada del texto prepara un avance eventual del peón " d " .

M I S MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

Mediante este sacrificio aparente, las negras consiguen ganar por lo menos un peón y adquieren una posición abrumadora. Jugar inmediatamente 1 8 . . . dxc3 , no hubiera dado • Las blancas podrían responder con 18.iüf3, resolviendo sus problemas. En cambio, con 17 ... Vffc7 las negras tendrían una posición ventajosa.

25

resultado a causa de 1 9. lD e4*, etc.

19.d4 44.h4 �e3 45 .'it>g 1 Wxf4 46.h5 'it>g5 47 . g4 d5 etc . , ganando.

42... �d2 43.'\t>el �xg2 44.�c8 c2 45.h5 �h2 46.h6 �xh6 47.�xc2 �hl+ 48.'it>d2 �h2+ 49.�d3 �xc2 Las blancas abandonaron.

PARTIDA W 14 Blancas: A . Rubinstein Negras : A . Alekhine Apertura de Peón Dama (A46) Torneo de Dresde, Mayo de 1 926 Premio a la B rillantez

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

s ....id6! Después de esta j ugada, las blancas se encuen­ tran frente a la necesidad de elegir entre tres caminos, a cual menos propicio: 1 ) el cambio, que fortificaría la posición de las negras en el centro. 2) 6.e3, que después de 6 . . . �xf4, echaría a perder su posición de peones. 3 ) 6.�g5 , después de lo cual las negras se asegurarían la ventaj a del par de alfiles mediante 6 . . . h6.

6.�xd6 cxd6 7.e3 0-0 8 ..ie2 Y no 8 .�d3 , porque tienen la intención de j ugar tLlxe4 si las negras, después de . . . d5, siguieran con . . .lt:l e4.

8 d5 9.0-0 .!Ll c6 10.c3 •.•

Si I O.tLle5, vendría IO . . . tLle7, seguido de . . . d6, etc.

10 ... .!Lle4!

29

Las negras han obtenido ya la iniciativa.

2l.�h1 Wg7 22.1Mfd4 �a6! 23.�f2

l l.ttlxe4 dxe4 12.ttld2 fS 13.f4

Es obvio que a las blancas no les es dada la elección .

Necesario, porque de otra manera las negras habrían j ugado . . . Wg5, i mpidiendo, por largo rato, la j ugada del texto.

13 ... g5 ! Las negras tienen que j ugar con mucha energía antes que el adversario tenga tiempo para coordinar la acción de sus piezas.

14.ttlc4 dS lS.ttleS ttl xeS Mucho mej or que 1 5 . . . gxf4, a causa de 1 6.tt:l xc6 ! �xc6 1 7 .�xf4 etc .

23 ...Wg3! Ver el comentario a la j ugada veinte de las negras.

24.�c2 �xfl 2SJ3xf1 13ac8 Persiguiendo siempre la ganancia de tiempos, puesto que ahora se amenaza el movimiento 26 . . . �c4.

26.b3 13c7 27.13e2 13cg7 28.13f4

16.dxe5 En caso de 1 6 .fxe5, las negras habrían aprovechado para abrirse camino mediante 1 6 . . . f4.

16 ... i>h8 17.a4? Las blancas no tienen tiempo suficiente para llevar a buen fin este contraataque. Su única probabil idad de éxito en la defensa era j ugar 17 .g3, seguido de i>h2, etc . Después de haber perdido esta oportunidad quedan bajo la presión abrumadora del adversario.

17 .. J3g8 18.Wd2 gxf4! En el momento oportuno, porque las blancas no pueden retomar con el peón debido a 1 9 . . . Wh4, con la doble amenaza de 20 . . . Wxh3, o 20 . . . �xg2+ !

19J3xf4 Wgs 20.�f1 Wg3! Obligando a las blancas a efectuar el próximo movi miento del rey y, en consecuencia, preparando l a ganancia de un tiempo en la j ugada 2 3 .

30

28 ... 13g6! Realizada esta j ugada, se llega a una posición realmente original, cuyas particularidad más saliente es: la amenaza inmediata de las en­ gras, que es 29 .. J1h6 30.WI'd 1 W/g7 , ganando el peón "e", porque a 3 1 .Wd4 se contestaría con 3 l . . .�xh3+. Si las blancas tratan de i mpedir esto j ugando 29.WI'd ! , las negras seguirían siempre con 29 . . . �h6 ! , colocando a su adversario en una posición de " zugzwang" absoluto. En efecto: 1 ) la torre de "f4 " no puede moverse a causa de 30 . . . WI'xe5 . 2) la torre de "e2" está atada por la necesidad de defender las casillas "e3 " y " g2 " .

ALEXANDER ALEKHINE

3) el rey está paralizado debido a 30 . . Jlxh3 o 30 . . . �xh3 . 4 ) l a dama no puede j ugar ni e n l a primera fila, por 30 . . . �g7 ! etc . , ni en la columna dama a causa de 30 .. Jlxh3+ etc . 5) y por último, en caso de 30.c4, las negras ganarían continuando con 30 . . . d4 ! etc . , mientras q u e si 30.b4, lo harían mediante 30 . . . �g7 3 l .�d4 l"lc8 ! , seguido por 32 . . l"lc4. Por ese motivo es que las blancas ofrecen un peón con la esperanza de cambiar una torre y debilitar así el ataque enemigo.

5.ig5 .!Ll bd7 6.e3 b6 7.�d3 i.b7 8.f3 Al mantener el control sobre el punto "e4", las blancas dificultan al adversario la concer­ tación de un plan convenien te para su desa­ rrollo.

8 ...i.xc3+ 9.�xc3 c5

29.�b4 �h6 30.h4 Aparentemente obligado.

30.. .'1�fg7! Mucho mej or que la prosaica continuación 30 . . . l"lxh4+, porque si ahora 3 l .�d6, vendría 3 l . . .l"lg6 32.l"lff2 f4 ! 3 3 . exf4 e3 ! y ganan .

31.c4 �g6 32.�d2 �g3 ! Amenazando 33 . . . l"l h 3 + 34.�g 1 �g3 , y en caso de 3 3 . �g 1 , seguiría 33 . . . d4 ! 34.exd4 e3 ! 35 .�c2 (o 35 .�b2) 35 . . . l"lh3 y después 36 . . . �g3 , ganando. La posición de l as blancas es desesperada.

10 . .!Llh3! Las negras esperaban aquí, ya fuera 1 O.tLle2, ya l O.l"ld 1 , movimiento que les permitiría simplificar las cosas mediante 1 0 . . . tLl d5 ! La j ugada elegida pone a las blancas en condicio­ nes de emplear con eficiencia su par de alfiles.

10 ... h6 l l .i.f4

33.�el �xg2

Y no 1 1 .�h4, a causa de la posibilidad de 1 1 . . . g5 . . . g4, etc.

Las blancas abandonaron.

l l ...�e7 12.ig3!

PARTIDA W 1 5 B l ancas: A . Alekhine Negras : A . Nimzowich Defensa Nimzoindia (E32) Torneo de Nueva York, Marzo de 1 927

l.d4 .!Llf6 2.c4 e6 3 . .!Ll c3 ib4 4.Wic2 d6 La única j ugada practicada en l a actualidad es 4 ... d5 (ver, por ejemplo, mi segundo match contra el Dr. Euwe) .

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

Las negras amenazaban eventualmente por . . . e4.

1 2 . . . e5 ,

seguido

12 ... e5? Esta tentativa poco natural de aclarar la situación en el centro se asemej a mucho al error decisivo. En su lugar, el simple enroque corto hubiera dej ado a las blancas frente a reales dificultades para explotar la debilidad indudable de las casillas negras de la posición adversaria.

31

13.dxe5 dxeS 14.0-0-0 g6

21. .. c!iJ h5

l 4 . . . e4 l 5 .ie2 etc . , no tendría objeto, y j ugar inmediatamente 14 . . .0-0-0, sería contrarres­ tado por l 5 .if5 g6 l 6.ixe5 ! gxf5 l 7 .�xd7, seguido por l 8 .ixf6 o l 8 .ixh8, etc . , con ventaj a decisiva.

En esta posición de inocente apariencia (con un sólo peón cambiado y sin que una sola pieza blanca haya sobrepasado la tercera fila), las negras se encuentran absolutamente sin recursos frente a las amenazas 22. tt:l xc5, seguido por 23.�d6 o, en su defecto, 22.b4. Si hubieran j ugado, por ejemplo, 2 1 . . .\t>c7, con el fin de defender su casi lla "d6 " , seguiría 22.b4 ! cxb4 23.tt:l xb4 tt:l c5 24.tt:ld5+ ixd5 25 .cxd5 Wd6 26.f4 ! , ganando. Después de la j ugada del texto, las negras pier-den la dama y un peón, contra torre y caballo, luego de lo cual el resto del j uego es una mera cuestión de técnica. Aunque esta partida constituye una de mis más felices ej ecuciones en el dominio de la estrategia de apertura, ha pasado casi inad­ vertida a causa de su extensión, pues la mayoría de los cronistas de ajedrez prefieren las "brillanteces " cortas. No fue ciertamente mi culpa si Nimzowich, cuyas esperanzas en el segundo puesto quedaban más que compro­ metidas con esta derrota, decidió seguir luchando desesperadamente hasta el amargo fin .



1S.ic2 El alfil demostrará ser muy útil en la diagonal a4-e8 .

15 0-0--0 16.�a4 :!?:heS 1 7 . c!iJ f2 We6 .•.

Las negras necesitan desaloj ar al siniestro alfil de casillas blancas, pero ese plan insume mucho tiempo, y las blancas lo aprovecharán para aumentar de manera concluyente su presión en la columna de dama. Una probabilidad algo mej or de salvación podía ser buscada con l 7 . . . lLl h 5 , y si l 8 .�d2, entonces l 8 . . . lLl xg3 l 9.hxg3 �h8 ! 20.�hd l lLlb8, etc.

1S.c!iJd3 E:e7 19.:9:d2 :!?:deS 20.:9:hd1 S i ahora 20 ... lLl h5 , las blancas ganarían con la simple variante 2 l .ixd7+ �xd7 22.lLl xc5 .

20 ...ic6 2 1.�c2!

22.l!hc5 ! c!lJ xcS 23.:9:d6 c!lJ xg3 24.hxg3 Wlxd6 25.:9:xd6 E:c7 26.b4 c!iJ b7 27.:9:xc6 Es evidente que, de ahora en adelante, toda reducción de material es favorable para las blancas.

27 :9:xc6 30.Wxe5 •..

2S.ia4

E:ee6

29.ixc6

E:xc6

Este cambio abre nuevo campo de acción al rey y a la dama blancos .

30 :9:xc4+ 31 .\t>d2 hS 32.a3 •.•

• Esta variante falla porque a 17 . . . 4:l xd7 18.ixh8, podría seguir simplemente 18. . .f6, encerrando al alfil.

32

El próximo objetivo de las blancas será trabar la acción de la torre y del caballo negros. Lo consiguen colocando a la dama en una posición sumamente fuerte en el centro del tablero.

ALEXANDER ALEKHINE

32 J3c7 33.We8+ lL!d8 34.e4 É!d7+ 35.�e3 l3c7 36.�f4 .•

Era bueno asimismo 36.�f2. seguido de Wg i ­ Wh2, y eventualmente, por f4 y f5 etc . Pero las blancas necesitan su rey para que inter­ venga en el combate final .

No 5 3 .Wb8 ?, debido a la respuesta 5 3 ... lL!e6 ! , ganando l a dama gracias a l a amenaza de mate en "c5 " .

5 3...f6+ 54.�d4 É!d7+ 55.We3 gxf5 56.exf5 Después de esto, el peón " h " está destinado a caer rápidamente .

36 ... É!c3 37.a4 É!c2 38.We7 É!c7 39.Wf6 É!c2 40.We7 É!c7 41.Wd6 lL! e6+ 42.�e5

56 ... lL!f7 57.Wf3 lL! e5

Podía j ugarse también 42 .We3-Wf2-Wg 1 , etc . , como s e dijo e n la nota anterior.

Esta posición del cabal lo, aunque buena, no compensa la pérdida de material que va a seguir.

42... lL!d8 43.Wd5! É!c6 44.�f4 De aquí en adelante las blancas se dedican a provocar la j ugada . . . a5 , que creará al adver­ sario una debil idad más en "b6 " .

44 ... lL!e6+ 45.We3 É!c3+ 46.�e2 É!c7 47.f4 ll'ld8 48.�e3 É!c3+ 49.�d4 É!c7

58.Wxh5 É!d3+ 59.�f2 É!d2+ 60.�fl l3d4 6t.Wh7+ �d6 Si 6 I . . . lLi f7 , se continuaría con 62.Wg8 y luego Wb8, ganando el peón " b " .

62.Wb7 lL! d 7 63.Wc6+ �e7 64.We6+ �d8 65.Wb3 É!b4 66.Wd t �e7 67.We2+ �d8 68.Wa2 �e7 69.�e2! É!e4+ O, si 69 . . . �d8, 70.Wg8+, seguido por 7 l .g4, etc.

70.�f3 É!b4 71 .�e3 lL! c5 72.Wg8 lL!d7 73.g4! Esto conduce a una rápida decisión .

73 ... É!xa4 74.g5 fxg5 75.Wxg5+ �d6 76.Wg6+ �c7 77.Wc6+ �d8 78.f6 É!al 79.g4 l3fl 80.g5 É!f5 81.Wa8+ �c7 82.Wc6+ �d8 50.�e5 ! aS Ahora prácticamente obligado, porque luego de 50 . . . E1c6 5 l .f5 ! etc . , a las negras no les quedaría j ugada satisfactoria.

st .Wa8+ Wd7 52.b5 'tt> e7 A la in versa, 52 . . . E1b7 5 3 .Wf6 etc . , no sería de utilidad alguna.

53.f5 !

M I S MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

33

83.g6!

7 ...fxe4 8 ..if4

Las negras abandonaron. Si ahora j ugasen 83 ... E:xf6, vendría 84.g7, o si 83 . . . lLl xf6, 84.Wfd6+, seguido de g7, etc.

Este alfil protegerá la posición del rey contra cualquier ataque imprevisto.

8 ... 0-0 9.e3 c6 PARTIDA W 1 6 B lancas : A . Alekhine Negras : F. Marshall Defensa Bogoindia (E I O) Torneo de Nueva York, Marzo de 1 927 Premio a la B rillantez

l.d4 lLl f6 2.c4 e6 3.lL:l f3 lL:l e4 Esta j ugada antinatural constituye una pérdida de tiempo y puede refutarse de varias mane­ ras . Una de las más sencillas es 4.Wfc2 y, en caso de 4 . . . d5 (o 4 . . . f5 ), seguir con 5 .lLlc3, etc.

Las blancas estaban amenazando forzar, me­ diante 1 0.a3, el cambio del alfil de "b4" por su caballo ( 1 0.a3 id6? 1 I .ixd6, seguido por 1 2.cxd5 exd5 1 3 .ll::l xd5 ! , etc . ) .

10.ie2 ll::l d7 l l .a3 Considero que esta variante es superior a 1 1 .0-0 lLl f6 1 2.f3 lLlh5 ! 1 3 .fxe4 lLl xf4 1 4.E: xf4 E:xf4 1 5 .exf4 dxc4 etc.

l l ...ie7 Después del cambio en "c3 " , sus casillas negras quedarían irremediablemente débiles.

4.lLlfd2

12.0-0 .igS

Con idea de cambiar en "e4" y desarrollar el otro caballo por "c3 " . Esta partida prueba de una manera convincente la bondad de este esquema.

Difícilmente podría encontrarse algo mejor.

4 ...ib4 Una celada típica de Marshall : si ahora 5 .a3, las negras ganarían inmediatamente j ugando 5...Wff6 !

13.f3! ixf4 14.exf4 gxf4 Una alternativa poco feliz, debido a la debilidad que quedaría en " e6 " , hubiera sido 14 . . . exf3 1 5 .E:xf3 lLl f6 1 6.f5 ! Con la j ugada del texto, en relación con las tres que siguen, Marshall trata de salvar su comprometida partida recurriendo a la combinación .

s.Wc2 dS Si 5 ... f5 , 6.a3, obligando al cambio de las dos piezas negras que están en j uego.

Si 1 6 . . . dxc4, 1 7.ixc4 lLl b6 1 8 .Wf2 ! , con evi­ dente ventaja.

6.ll::l c3 fS 7.ll::l dxe4 Después de este cambio, las blancas conse­ guirán fáci l mente abrir las columnas centrales mediante f3 y, llegado el momento, e4, y como están mej or desarrolladas, dicha aper­ tura les asegurará una ventaj a posicional indudable.

34

Jugada inicial de una maniobra decisi va. Si ahora 17 . . . Wfb6, seguiría 1 8 .c5 Wfa5 1 9.exd5 exd4 20.b4 ! dxc3 2 I .Wfg5 Wfc7 22.d6 h6 23 .Wfe7 , ganando.

17 ... c5

ALEXANDER ALEKHINE

Tratando de aumentar la tensión a toda costa, ya que el cambio de peones resultaría desas­ troso.

21 .bxc3 ! Esto basta para probar la corrección del sacrificio. Tentador, pero erróneo, hubiera sido en su lugar 2 l .e6, por 2 l . . . ttl f6 22.e7 1!t/g8 23.1%xf6 .ig4 ! 24.1!t/xg8+ Wxg8 25 .1%d6 1%e8 ! etc . , con ventaj a de las negras .

21 \Wg8 22.\We7 h6 23.ih5! .•.

Inferior sería 23 .e6 ttl f6 24.e5 ttlh7 ! , etc.

23 a5 .•.

18.dxe5! Las blancas habrían cometido un error jugando 1 8 . ttl xd5 cxd4 1 9 .1!t/b4, a causa de la conti nuación 19 . . . ttl f6.

Si 23 . . . 1!t/xc4, 24 . .if7 .

las

blancas

seguirían

con

24.e6 g6 25.exd7 ixd7 26.l3fi Las negras abandonaron .

18 d4 19.'1Wf4! ••.

PARTIDA W 1 7 B l ancas: A . Alekhine Negras: Dr. L. Aztalos Gambito de Dama (043) Torneo de Kecskemet, Julio de 1 927 Premio a la Brillantez

Este sacrificio en relación con la "pacífica" jugada 2 1 , es sin duda el método mas expeditivo para lograr el triunfo. La variante 1 9.ttld5 no es buena debido a 1 9 . . . ttl xe5, seguido de 20 . . .\Wd6.

19 ... dxc3 Obligado.

20.\Wfi+ �h8

·

t.ttlf3 dS 2.c4 e6 3.d4 .!Df6 4.ig5 h6 Esto es considerado poco satisfactorio, con j usta razón, porque el par de alfiles de las negras no será suficiente para compensar la ventaja de espacio que poseen las blancas. La línea moderna 4 . . . ib4+, en relación con 5 . . . dxc4 (que constituye la Variante Viena), aunque no haya sido todavía completamente analizada, ofrece más probabilidades de lucha que la adoptada aquí.

s.ixf6 '1Wxf6 6 . .!D c3 c6 7.'1Wb3 Preparando convenientemente e4.

7 .!Dd7 8.e4 dxe4 9 .!D xe4 '1Wf4 10.id3 ie7 1 1.0-0 0-0 12.l3fel l3d8 13.l3adl \Wc7 .•.

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937



35

Como consecuencia de la variante elegida, las negras encuentran una serie de dificultades para desarrollar sus piezas, y, en particular, su alfil dama. La retirada de l a dama es prácticamente obligada, porque, por ejemplo l 3 . . . lLl f8, habría sido contestada con l 4.WI'c3, con la amenaza de l 5 .lLl e5 .

14.lLlg3 iLJ f8 15.WI'c3 ! La intención de las blancas es continuar con iLJ h5 , seguido de d5, provocando un fatal e irreversible debilitamiento de la posición del rey contrario. La maniobra in mediata de las negras detiene ese peligro, pero a costa de sus peones del flanco de dama, que quedan algo desorga­ nizados.

15 ... a5 16.a3 a4 17.lLle5

peón de "c6" de su defensa natural .

19 ... b5 20.�e4 Wc7 2l.WI'c3 Amenazando 22.WI'f3 , etc.

21 ... �e8 22.lLle2! Principio de una serie de maniobras contra las cuales las negras no disponen de defensa adecuada. En primer término, las blancas amenazan l levar su caballo a "b4" vía "e l " , y para i mpedirlo las negras se ven en la necesidad de cambiar su valioso caballo, dej ando sin protección la casilla "h7 " .

2 2... l3a6 23.lLl cl iLl d 7 25.lLld3 l3d8 26.tlJ e5 �f8

24.lLlxd7

l3xd7

Si l 7 . lLl h 5 , la respuesta l 7 . . . Wfa5 hubiera obligado al cambio de damas .

Esperando poder construir una nueva posición defensiva mediante . . . g6, seguido de . . . �g7, pero la siguiente j ugada de las blancas no le da tiempo para ello.

17 ... Wa5 18.WI'cl .id7

27.h4! l3aa8 Si 27 . . . g6, vendría 28.h5 g5 29.f4 ! , demo­ liendo rápidamente los últi mos baluartes de las negras.

La amenaza es 29.WI'c2 g6 30.h5, etc.

28 ... h5 29.'1Mff3 g6 30.g4 hxg4 31 .WI'xg4 �g7 32.�a2!

19.c5! Esta es la contestación lógica al avance del peón "a" de las negras . Las blancas amenazan ahora instalar su caballo en "b6" y, debido a ello, obligan al movi miento de peón que sigue, privando al

36

Importante movi miento que impide el avance del peón "f" contrario. Las negras no pueden preparar dicho avance j ugando 32 . . . WI'e7 , porque la respuesta 3 3 . lLl xg6 ! , ganaría inmediatamente.

32 ... b4! Recurso ingenioso pero insuficiente.

ALEXANDER ALEKHINE

A 33 .axb4, seguiría 33 . . . a3 34.bxa3 Élxa3 etc . , con alguna iniciativa.

33..ic4! bxa3 34.bxa3 �aS 35.�e4 Lo mejor. 3 5 .lLl xg6 Élxd4 ! , o 35 .h5 gxh5 36.�xh5 Élxd4 ! etc . , serían variantes prema­ turas.

Preparando l a j ugada de peón que sigue, contra la cual no hay defensa posible.

36...gab8 37.h5 ! gxhS 38.�h l gb7 39.ggl f!e7

PARTIDA W 1 8 Blancas: A . Alekhine Negras : Dr. S. Tartakower Defensa Caro Kann (8 1 5 ) Torneo d e Kecskemet, Julio d e 1 927

l .e4 c6 2.d4 dS 3.l!lc3 dxe4 4.l!l xe4 l!lf6 s.l!lg3 En el Torneo de Hastings 1 936-37 ensayé con éxito, contra W. Winter, el sacrificio de peón 5 . .id3 , recomendado por el Dr. Tarrasch poco antes de su muerte. Dicha partida continuó así: 5 . . . \Wxd4 6.li::l f3 \Wd8 7 .�e2 li::l xe4 (algo inferior habría sido aquí 7 . . . li::l bd7, como cuatro aficionados en consulta j ugaron contra mí en Mallorca en Enero de 1 93 5 , a causa de la desagradable respuesta 8 .li::l d6 mate) 8 . .ixe4 li::l d7 9.0-0 liJeS 1 0.Éid 1 Wc7 1 l .li::l e5 ! li::l xe4 1 2 .\Wxe4 .ie6 1 3 ..if4 �c8 1 4.li::l c4 ! g5 ! ? 1 5 . .ixg5 Élg8 1 6 . .if4 .ixc4 1 7 .Wxc4 \Wg4 1 8 .g3 e5 1 9 .Éie 1 (una solución más elegante era 1 9 .\Wb3 ! , porque 1 9 . . . Wxf4, o 1 9 . . . exf4, conduciría a un desastre in mediato después de 20.Wxb7) 1 9 . . . 0-0-0 20.Éixe5 y las negras abandonaron después de unas cuantas j ugadas más.

S ...eS 40.gxg7+! Las negras creyeron que su último movi­ miento las había librado de esta contingencia, pero la combinación continúa siendo posible debido al decisivo efecto de la j ugada número 42.

40 ... Wxg7 41.ggl+ �h7 42.l!lxt7! Las negras abandonaron. Si ahora 42 ... �xt7, seguiría 43 . .id3+ �g6 44 . .ixg6+ .ixg6 45 .Éixg6 ! Wxg6 46.\We4+ Wg7 47 .\We5 + ! , y l uego de unos cuantos j aques más, las negras perderían inevitable­ mente una de sus torres .

M I S MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

Probablemente esto es suficiente para igualar la partida, pero para completar esta j ugada, las negras deben poner especial cuidado en la continuación .

6.l2Jf3 exd4 7.l2Jxd4 Del mismo modo, 7 .\Wxd4 Wxd4 8 . li::l xd4 .ic5 9.li::l df5 0-0 10 . .ie3 , j ugado por mí contra Capablanca en N ueva York 1 927 , no da l ugar a probabilidades de complicaciones favo­ rables.

7 ....ic5 Esto constituye una seria pérdida de tiempo. Lo más indicado era j ugar in mediatamente

37

7 . . . !ie7, seguido de enroque, con posición satisfactoria.

14.l0 h6+! 8.We2+! ie7 Si 8 . . . We7, 9 .Wxe7+ ixe7 1 0. l0 df5 , con cierta ventaj a de las blancas .

9.ie3 eS? Esta tentativa para i mpedir el enroque largo de las blancas está destin ada a un fracaso abso­ l uto. Menos malo era 9 . . .0-0 1 0.0-0-0 Wa5 l l .cj;>b l lLld5 1 2 .Wf3 , sin mayor peligro para las negras.

lO.lO dfS 0-0 l l .Wc4! Importante movimiento que prepara con tiempo, atacando la casi l l a " eS " de las negras, el desarrollo del alfil rey .

Al l levar a la práctica esta combinación , las blancas calcularon que, debido a la debi lidad de la diagonal a l -h8, el adversario no podría obtener tres piezas por la dama, debiendo conformarse con sólo dos . El resto es compulsivo para l as negras.

14 ... gxh6 15.�xh7+! lLl xh7 Si 1 5 . . . i>h8, entonces 1 6.Wxt7 y 1 7. l0 f5 , con ataque de mate.

16.\Mlg4+ cj;>hs 17J3xd8 i3xd8 O 17 . . . ixd8 1 8 .Wf3 , etc .

18.\Mfe4 lLl c6 19.Wxc6 �f8 20.lLlf5 �c4 21.ixh6 �dS 22.Wc7 i3ac8 23.Wf4 i3c6 24.ixf8 i3xf8 25.\MfeS+ lLlf6 26.lLl d6! Las negras abandonaron.

l l .. J3e8 También después de l l . .. b6 las blancas obten­ drían gradualmente un ataque ganador, conti­ nuando con 1 2.:gd l , seguido de Wh4, etc.

12.�d3 b6 13.0-0-0 �a6 Es obvio que otras j ugadas l levarían, del mismo modo, a una catástrofe mas o menos rápida.

38

PARTIDA W 1 9 B l ancas : H . Kmoch Negras : A. Alekhine Defensa Eslava (D 1 2) Torneo de Kecskemet, Julio de 1 927

1.lLlf3 dS 2.d4 c6 3.e3 Después de esta incolora j ugada, las negras no tendrán dificultad con su alfi l dama. Más

ALEXANDER ALEKHINE

empleado y mejor es 3 .c4, que conduce a las variantes normales de l a Defensa Eslava.

3 ...ifS 4.id3 e6 5.0-0 El cambio, ya sea aquí o en la j ugada próxima, no es recomendable. s .. .lüd7

la apertura, que es bastante satisfactoria, sino debido a su j uego, a la vez pasivo y conven­ cional . Aquí, por ej emplo, pudieron j ugar sin mayor peligro 1 6.f4, i mpidiendo a la dama contraria ocupar esa casilla. En adelante las negras tienen decididamente las mejores pers­ pectivas.

6.c4 ltl gf6 7.Vllc 2

Es fácilmente comprensible que las blancas desean aclarar, cuanto antes, la situación en el centro. 7 .tt:lc3, habría recibido la s i mple res­ puesta 7 . . . ie7 .

7 ... 1xd3 8.Vllx d3 ltl e4 Con el fin de eliminar al mayor número de piezas menores, porque, tarde o temprano, las blancas van a obtener mayor espacio mediante e4.

9.ltlfd2 ltl df6 10.ltl c3

16 ...\M/f4 ! 19.Vllg3

17.ltl xf6+

ixf6

18,gfd l

E:d7

La variante I O. tt:l xe4 tt:l xe4 l l .f3 tt:l f6 1 2 .e4 dxc4 1 3 .Vll x c4 \M/b6 1 4 . tt:l c3 gd8 1 5 .gd l ie7 , seguido por . . . 0-0 etc . , dej aría a las blancas en una posición un tanto vacilante.

Sin duda alguna, el cambio de damas aumentaría las probabilidades de las blancas para lograr un empate. Pero las negras pueden eludirlo con facilidad.

19 ...VllfS 20.f4

10 ... ltlxd2 l l .ixd2 ie7 1 2.e4 La mayor l ibertad que las blancas consiguen con esta j ugada quedará neutralizada por la necesidad de proteger permanentemente su peón " d " . Pero difícilmente podrían recurrir a otro plan, pues sus tentativas de bloqueo están destinadas a fracasar. Ejemplos: si 1 2.c5, las negras contestarían 12 . . . e5 ! , y si 1 2.f4, l a res­ puesta sería 12 . . . c5 !, siendo ambas variantes favorables al segundo j ugador.

Al parecer, el principal objeto de esta j ugada es evitar las posibles respuestas . . . ig5 o . . . e5 .

12 ... dxe4 13.ltl xe4 0-0 14.ic3 Vl!c7

Esto facil ita la tarea de las negras, que podrán eli minar enseguida el peón de " e " del adver­ sario y obtener un control absoluto sobre el punto "d5 " .

También la casilla "b6" ubicación para la dama.

era

una

buena

20 ... E:fd8 21.Vlle3 hS ! No sólo habilitando un refugio para el rey, sino también bloqueando al flanco corres­ pondiente de las blancas. Si 22.h3, h4, etc.

22.b4

22 ... b5! 23.Vllf3 Las blancas pierden la partida, no a causa de

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

Esta tentativa para salvar, mediante recursos

39

tácticos, una posición estratégicamente tan precaria, lleva a las blancas a un rápido desastre. Tampoco duraría mucho la partida después de la j ugada mas pacífica 23.c5, debido a la respuesta 23 ... �d5, complementada con ... g5 ! , etc .

23 ... bxc4 24.�xc6 �xf4 25.�xc4 eS ! Obteniendo una ventaj a material decisiva.

26.�e2 exd4 27J�d3 Si este bloqueo fuera posible, las negras tendrían que hacer frente a algunas dificul­ tades de orden técnico, pero gracias a una combinación sutilmente calculada, se dispo­ nen a lograr un triunfo in mediato.

�xb4, etc .

30 ...�cl+ Las blancas abandonaron .

PARTIDA W 20 Blancas : J.R. Capablanca Negras: A . Alekhine Defensa Francesa (CO l ) Primera partida del Match Buenos Aires, Septiembre de 1 927

l .e4 e6 2.d4 dS 3.c!Lic3 ib4 4.exd5 exdS s.id3 lLl c6 6.lLl ge2 lLl ge7 7.0-0 irs 8.ixf5 Otras j ugadas como 8 . a3 o 8.lLlg3, tampoco serían de cuidado. Esta partida prueba una vez más que si las blancas tienen ambiciones de lucha, deben evitar, en esta variante, el cambio de peones de la cuarta j ugada.

8 ... lLlxf5 9.�d3 �d7 lO.lLl d l Iniciación d e u n a serie d e movimientos algo inferiores. La j ugada natural de desarrollo l O.if4, que las negras pensaban contestar con 10 . . . 0-0-0, habría conducido a una lucha más viva.

27 ... dxc3 ! La variante principal de esta operación es tan bonita como convincente: 28 .�xd7 �xd7 29.�e8+ �h7 30.�xd7 '1We4 ! ! 3 l .�xt7 (si 3 l .�d5, '1Wxd5 32.�xd5 c2, ganando, porque 33 .�c5 quedaría refutada con 33 . . . id4+) 3 l . . .c2 32.�xh5+ �g8 y ganan .

10 ... 0-0 l l .lLle3 lLlxe3 12.ixe3 Las piezas menores de las blancas están obstruyendo ahora la columna "e", que es de vital i mportancia. Es ésta una prueba acabada de la inexactitud de su estrategia en la apertura.

Esto pierde enseguida.

29 ...id4+ 30.�hl Si 30.�xd4, �xd4+ 3 l .�fl �f4+ 32.�e l

40

Como la respuesta Jo va a demostrar, el caballo carece de porvenir en esa casilla. Sencillo y suficiente para empatar era 1 3 .if4, seguido de c 3 .

ALEXANDER ALEKHINE

13 ...id6!

16 tt::l xc2! 17.gxc2 Wfxf4

Con esto las negras proponen una transacción cuyas consecuencias serán muy satisfactorias para ellas. Si por ejemplo 1 4 .tt::l xd5 ixh2+ 1 5 /.t'xh2 Wfxd5 1 6.c4, entonces 1 6 . . . Wfh5+ 17 .-;t>g l gad8 1 8 .d5 gd6 y l a posición del rey blanco se torna peligrosa.

Esta es la posibilidad que Capablanca no vio al hacer su jugada 1 6. Creyó que las negras seguirían 1 7 . . . ixf4, después de lo cual habría podido restablecer el equi librio mediante 1 8 .gcs, etc.

14-l:Uel Las blancas siguen j ugando de un modo superficial . Lo indicado era 1 4.c3

•.•

18.g3 Es una mera cuestión de parecer decir si esto debe preferirse a 1 8 .Wfxd5 Wfxh2+ 1 9.'i>fl c6, etc .

14... tt::l b4 1S.Wfb3? Después de esto se verán obligadas, por lo menos, a echar a perder su posición de peones de manera desagradable. Un mal menor era 1 5 .Wfd2 Wff5 1 6.gec 1 h5 ! (amenazando . . . ge4, seguido de . . . h4), quedando las negras con cierta ventaj a posicional .

lS ...WffS 16.�ac l ? Luego d e este nuevo error, s e hace difícil salvar la partida, porque las negras ganarían un peón, conservando una posición evidente­ mente buena. Era necesario haber j ugado 1 6 . tt::l d3, aunque en este caso las negras obtendrían a la larga un final superior conti­ nuando con 16 . . . tt::l xd3 1 7 .Wfxd3 Wfxd3 1 8 .cxd3 �b4 1 9 .gec l c6, seguido eventual­ mente de . . . a5 ! , etc .

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

Tentador era también 1 8 . . . W!f3 1 9 .Wfxb7 h5 20.Wfb5 h4 2 l .Wfe2 Wff5 etc . , con buen ataque. Pero, en real idad, la decisión de conservar el material ganado no puede ser criticada.

19.�ce2 b6 20.\WbS hS 21 .h4 �e4 Amen azando 22 . . . gxh4 ! , etc.

22.id2! Este sacrificio momentáneo de un segundo peón ofrece a las blancas mejores proba­ bilidades de zafarse, a condición de que las negras lo acepten . Absolutamente sin espe­ ranzas habría sido 22.'1Wd3, debido a la continuación 22 . . . gae8 23 .id2 Wfe6 etc .

22 �xd4 ..•

41

Esta aceptación, que debió ser calculada con sumo cuidado, no constituía, en manera alguna, una necesidad. En su l ugar, 22 . . . É!ae8 era tan sencillo como convincente, porque después del cambio de la dama blanca por las dos torres, mediante 23 .1?9xe8+ É!xe8 24.É!xe8+ @h7 etc . , la ventaja posicional de las negras les habría permitido ganar sin mayores dificultades.

30 J3e6! ••

Una inesperada concepción . Las negras devuelven su peón de ventaja con el fin de combinar el avance del peón "d" libre, con un ataque de mate. Mucho menos convincente sería 30 . . . d4, por la respuesta 3 l .Wff3 , con la doble amenaza 32.Wa8 y 32.h5 .

23.�c3 �d3 También después de 23 ... É!g4, las blancas recuperarían un peón j ugando 24.�e5 (23 . . . É!c4? sería malo por 24.É!e5 etc . ) .

Con la intención de colocar la dama detrás de la torre y preparando, al mismo tiempo, la formación de la cadena de peones b6-c5-d4.

Técnicamente m a s si mple q u e el antiestético movi miento 25 . . . cxd6 26 .Wfc6 ! , etc .

Esto abrevia la agonía. En su lugar, yo esperaba 33 .\tlg2, a lo que pensaba contestar con 33 . . . d4 34.É!a3 \We6 35 .'1Wf3 c4, seguido del decisivo avance del peón " d " .

Es claro que 26 . . . Wfg6 no era conveniente debido a la continuación 27 .É!g5, etc .

27.É!xh5 Wxh5 Aquí 27 . . . É!e6 sería una manera de suicidarse (28 .We8+ ! , etc . ) .

3 3. . .We6 34.Wd3+ g6 35.É!d8 d 4 36.a4 i Desesperación !

Este ataque directo convence de manera sufi­ ciente. Sin embargo, las negras pudieron explotar enseguida la situación de esa torre temerari a, por ej emplo, 36 . . . \We7 ! 37.É!b8 '1Wd7 3 8 .1?9b3 É!e6 39.É!a8 Wb7, y la torre está perdida debido a la amenaza 40 . . . É!e l +.

37.\tlg2 Wc6+ 38.f3 É!e3 39.Wfdl We6 40.g4 �e2+ 41 .\tlh3 We3 42.Whl Wf4! Después de esto no hay manera de evitar la próxi ma jugada de l a torre.

43.h5 �f2 Las blancas abandonaron.

42

ALEXANDER ALEKHINE

PARTIDA W 2 1 B l ancas: J.R. Capabl anca Negras: A . Alekhine Gambito de Dama (D52) Undécima partida del Match B uenos Aires, Octubre de 1 927

Con la eventual amenaza . . . lt:l xe3 etc .

l.d4 dS 2.c4 e6 3.lDc3 lD f6 4.�gS lD bd7 S.e3 c6 6.lD f3 �aS 7.lDd2 �b4 8.�c2 dxc4 9.�xf6 lD xf6 lO.lD xc4 �c7 l l .a3 fie7 12.ie2 Las blancas no necesitan apresurarse en j ugar 12.b4 para impedir 12 . . . c5, porque este avance sería todavía prematuro a causa de 1 3 .lt:l b5 '&b8 1 4.dxc5 �xc5 1 5 .b4 �e7 1 6. lt:l a5 etc . , con ventaja.

12...0-0 13.0-0 id7 Por idénticas razones, tampoco aquí sería aconsej able 1 3 . . . c5 .

14.b4 b6 Más seguro hubiese sido 1 4 . . . l='lfd8, seguido de . . . ie8 . El plan de las negras, pretendiendo continuar con 15 . . . a5 1 6.bxa5 b5 , va a ser desbaratado por la j ugada que sigue.

Si ahora 15 . . . a5 , continuaría 1 6. lt:l e5 ! axb4 1 7 . lt:l b5 etc . , con ventaj a para las blancas.

Buena j ugada posicional, cuyo objeto inme­ diato es i mpedir la respuesta . . . �f4 en caso de jugar e4.

lS ... lt:ldS 19.lDb2 �bS Más exacto era j ugar enseguida 19 . . . �b7, teniendo en cuenta la posibilidad de . . . �a6.

22.e4 lt:lxc3 23.�xc3 �e7? Desventajoso, porque el alfil rey va a ser puesto temporalmente fuera de j uego. Lo correcto era 23 . . . l='lc7, y si 24.�g2, entonces 24 . . .�f6 25 .e5 �e7 26J'�bc l �c8, después de lo cual las negras podían esperar tranquila­ mente los futuros aconteci mientos .

24.h4 �h6 2S.lD eS Amenazando 26. lt:l g4 .

2S ... g6 26.lD g4? ¡ Son ahora las blancas las que en su tumo omiten la mej or j ugada ! Después de 26.lt:lc4 ! ig7 27.e5 h 5 2 8 . lt:l d6, las negras n o tendrían nada mejor que iniciar la lucha por el empate, sacrificando la calidad por un peón con 28 . . . l='lxd6 29.exd6 �xd6 30.�c4 ! etc . , con * ventaj a .

26 ...ig7 27.eS hS 28.lD e3 eS! Las negras aprovechan la gran oportunidad para libertar su alfil dama, deduciendo correc­ tamente que las blancas no podrán sacar



20.lDd3 �gS

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

Luego de

3Q.1¡Wc4, el b l anco podría jugar 30 .l"ld8, y después de la captura con el a l fi l , ..

ganando el peón "d " ,

quedaría "tocado" e l peón d e "g3 " .

43

ventaj a real de la apertura de la columna " b " .

29.bxc5 Si 29.dxc5, seguiría 29 . . . bxc5 30.�xd8 '&xd8 3 l .bxc5 '&c7, etc .

29 bxc5 30.d5 .•.

Esta tentativa para complicar las cosas, muy poco frecuente en Capablanca, se convierte decisivamente en ventaj a para las negras . Un fácil empate podía obtenerse j ugando 30.�b7 1"1d7 3 l .�xd7 ixd7 32.d5 (o 32.dxc5 ie8 33 .c6 '&c7, etc . ) 32 . . . exd5 3 3 . tt:l xd5 '&e6 34.tt:lf4 ixe5 , seguido por una liquidación general y quedando alfiles de diferente color.

30 exd5 3 1 . tt:l xd5 '&e6 .••

Naturalmente, no 3 l . . . '&xe5 , por 32 .'&xe5 ixe5 3 3 . tt:l e7+ etc.

Las blancas no pueden cambiar los alfiles porque, de hacerlo, perderían su único motivo de orgullo: el peón "f6 " .

3SJ!el '&f5 36J:!e3 c 4 ! 37.a4 Dándose cuenta de la inferioridad de su posición, las blancas comienzan a "truquear" . Si ahora 37 . . . ixa4, continuarían con 38 .ie4 '&g4 (38 . . .Wd7 sería casi perdedor, debido a 39.�f3 �h7 40.We5 etc . ) 39.if3 Wd7 40.�e7 '&d3 4 l .Wxd3 cxd3 ? 42.1"1xa7 etc . , con miras a un empate. Después de la simple respuesta que sigue, las negras mejoran aún su posición porque consiguen el control absoluto de la casilla "b4 " .

3 7 a 5 38.ig2 ixg2 39.�xg2 WdS+ 40.�h2 �&rs 41 .�f3 '&es 42J��f4 •••

Después de 42.�e3 Wb6, las blancas no habrían dispuesto de j ugada úti l alguna. Si 43 .�f3 Wc6 ! etc .

Mucho más i mportante que este innecesario movimiento era i mpedir la próxima j ugada de las blancas mediante 42 . . . Wb6. La tentadora variante 42 . . .Wb4, resul taría insuficiente a causa del j aque perpetuo que sobrevenía después de 43 .We3 Wxa4 44.�f5 ! '&b4 45 .�xh5 gxh5 46.Wh6 '&f8 47 .'&g5+ ercétera . .

Como queda demostrado por lo que sigue, el cambio, así obligado, sólo facilita la tarea de las negras, porque, de aquí en adelante, su peón pasado compensará ampliamente las molestias relativas de la presencia de un peón blanco en su casilla "f6 " . Era preferible 32. �b7 ixe5 33 .'&a5 �g7 34.�xa7, y la ventaj a de las negras, el par de alfiles, no habría sido aún decisiva.

32 ...ixf6 33.exf6 �xdl + 34.1"1xd l ic6!

44

43J�d4 Wc6? A consecuencia de este error de cálculo, las blancas hubieran podido salvar la partida. La jugada correcta era aún 43 . . . Wb6 ! , y si 44.�f4, entonces 44 . . . g8, llegando a la misma posi­ ción que pudo conseguirse antes.

44.Wxa5 Obligado, pero suficientemente bueno.

ALEXANDER ALEKHINE

44 c3 ..•

Si ahora 44 . . . \Wxf6, la respuesta sería 45.l'U4, con las siguientes probabilidades: a) 45 ... \Wg7 46.\Wd5 . b) 45 . . . \We6 46.\Wc 3 , seguido por a5, sin peligro para las blancas en ambos casos.

45.\Wa7! @g8 Recurriendo a otra j ugada tampoco se alcan­ zaría el triunfo contra las respuestas correctas. Por ejemplo: a) 45 . . . \Wxf6? 46 . .B:f4 Wxf4 47 .gxf4 c2 48.1!t/xf7+ 'it>h6 49.f5 ! , etc . b) 45 . . . \Wc7 46.\Wxc7 , seguido de 47 . .B:d l , etc . e) 45 . . . .B:c7 46.'1Wb8 c2 47 . .B:d8 Wxf6 ! 48 . .B:h8+ ! ! (esta fue la respuesta que no preví cuando m1c1e la combinación j ugando 43 . . . '1Wc6) 48 . . . \Wxh8 49.Wxc7 etc . , salvándose las blancas en todas las variantes .

46.We7 Si ahora 46 . . . c2, seguma 47 . .B:d8+ .B:xd8 48 .Wxd8+ 'it>h7 49.We7 We6 50.Wc7 etc . , forzando el empate.

46 ...1!t/b6

Jugando 47 . .B:d7 ! pudo tener posibilidades de tablas. En efecto, si 47 . . .Wxf2+ (a 47 . . . .B:f8 , entonces 48.a5 Wxa5 49 . .B:a7 Wd5 50 . .B:d7 Wa5 y la torre blanca, debido a l a amenaza Wxf8+ ! , perseguiría perpetuamente a l a dama negra), 48. @h 1 ( 48. @h3 perdería por la s i mple razón de que la dama negra alcanzaría l a casilla "e6" con j aque) 48 . . .''.Wa2 49 . .B:d8+ .B:xd8 50.Wxd8+ 'it> h7 5 1 .Wf8 y no quedaría n ada mejor que j aque perpetuo, porque el peón blanco "f6" se habría vuelto invulnerable. ¡ Curiosa y poco común escapatoria !

47 ...Wc5 ! 48 . .B:e4 Única manera de i mpedir ahora c2.

48 ...Wxf2+ 49.Wh3 Wfl+ 50.@h2 Wf2+ 51.'it>h3 .B:f8 52.Wc6 De nuevo, la única j ugada.

52 ...\Wfl+ 53.Wh2 Wf2+ 55.Wh2 Wh7 ! 56.Wc4

54.Wh3

Wfl+

Si 56.Wxc3, entonces 56 . . . Wf2+ 57.@h l .B:d8 5 8 .We 1 Wf3+ 5 9 . @h2 .B:d 1 y las negras ganan .

56 ...Wf2+ 57.'it>h3

47.Wd7? 57 ...\Wgl ! Capablanca no aprovechó debidamente la oportunidad que le proporcionó mi j ugada 43 y la partida vuelve a tomar su curso natural.

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

Esta man iobra e s decisiva. La vari ante 57 ... c2, sería insuficiente a causa

45

* de 5 8 . �f4 ! , seguido de �fl .

61 \Wfl ! 62.Wfe4 gd2 63.gxd2 cxd2 64.a7 d l\W 6S.a8� Wfgl+ 66.�h3 �dfl+ .•.

ss.ge2 En lugar de esto, 5 8 .g4 habría conducido a una bonita terminación : 5 8 . . . c2 ! 59.\Wxc2 �e8 ! ! etc.

58 \Wfl+? •.•

¡ Por segunda vez las negras dejan escapar un tri unfo fácil ! La correcta sucesión de j ugadas, que yo en real idad había proyectado después de j ugar 57 . . . \Wg l !, era 58 . . . \Wh l + 59.�h2 '.Wf3 ! , después de lo cual las blancas no podían j ugar 60.�c2 por 60 . . . \Wf5+ y hubieran quedado sin recursos ante la amenaza 60 . . . \Wxf6, etc. Si 60.\Wf4, entonces 60 . . . \Wd l ! etc.

59.�h2 \Wxf6 60.a5? En lugar de asegurarse las tablas con 60.�c2 �e8 6 l .�g2 ! (amenazando a l a vez 62.�xc3 y 62.�f2), Capablanca comete otro error y debería perder inmediatamente.

Un resultado in mediato podía j ugando 60 . . . \Wfl ! 6 1 .\We4 �d8 (o Después de l a j ugada del texto el convierte de nuevo en un verdadero

obtenerse 6 l . . .�b8). triunfo se problema.

61.a6? Si en l ugar de esto las blancas hubieran j ugado 6 1 .�g2, las negras sólo obtendrían un final de damas con tres peones contra dos, el cual mediante una buena defensa, terminará probablemente en tablas. ¡ Ahora, por fin, lle­ gamos a la meta ! Efectivamente las blancas tienen buenas posibilidades de tablas, pero con 5 8 . !le7 ! , y si 58 . . . 1W xf6, entonces 5 9 . !l c7. En cambio con 5 8 . !lf4, las negras ganan con 58 . . . \Wd 2 ! 5 9 . !lf l \Wd7+ 60. It> h2 !l c8 6 1 . 1Wf4 1Wd l ! , etc.

46

Las blancas abandonaron . Si ahora 67 .\Wg2, vendría 67 . . . �h l mate. En mi opinión, esta partida ha sido excesiva­ mente elogiada en el mundo entero. Fue sin duda muy emocionante, tanto para ambos j ugadores, que estuvieron continuamente apre­ miados por el reloj , como para el público que la presenció. Pero su parte final constituye un verdadero sainete por la sucesión de errores, debido a lo cual mi adversario dejó escapar varias veces el empate y yo, otras tantas, la oportunidad de ganar. En resumen , si no fuera por su destacada importancia desde el punto de vi sta deporti vo (fue en realidad el momento culminante del match), difícilmente me habría decidido a incl uirla en esta colección .

PARTIDA No 22 Blancas : J. R. Capablanca Negras : A. Alekhine Gambito de Dama (D63) Vigesi moprimera Partida del Match Buenos Aires, Octubre de 1 927

l.d4 dS 2.c4 e6 3.lLJc3 lLJ f6 4.igS lLJ bd7 S.e3 ie7 6.lLJf3 0-0 7.gcl a6 Aunque con esta defensa poco empleada obtuve apreciable éxito en este match (una partida ganada, siete tablas y ni nguna perdida), en la actualidad no la considero muy conveniente a causa de la respuesta 8.cxd5 , adoptada por Capablanca en las partidas 23, 25 y 27.

8.a3? Esta apacible réplica será convincentemente refutada (como tentati va para ganar) en la presente partida. Desde entonces, ha desaparecido por com­ pleto de la práctica magistral.

ALEXANDER ALEKHINE

8 h6 9.�h4 dxc4 10 .ixc4 bS !

16 ... lL! b6 t7.Wb3

Más natural y mej or que 1 0 . . . b6, aunque esta última j ugada probó ser suficiente para mantener el equilibrio de las partidas 1 3 , 17 y 19 de este match.

Con el fin de poder contestar a 1 7 . . . tt::l c4 con 1 8 .!í:fd 1 Wb6 1 9.a4, etc.

ll.�e2 �b7 12.0-0

B uen movi miento relacionado con la amenaza 1 8 . . . tt::l xc3 1 9.!í:xc3 �d5 20.Wb2 !í:xc3 2 1 .Wxc3 Wa8 seguido de . . . !í:c8, con ventaja para el negro. La respuesta de las blancas es prácticamente forzada.

..•



En caso de 1 2 . b4, las negras habrían obtenido la iniciati va mediante 12 . . . a5 ! 1 3 .Wb3 axb4 14.axb4 g5 1 5 .�g3 tt:Jd5, etc.

17 lL!fd5 •..

12 c5 13.dxc5 tD xcS 14.lL! d4 •••

Como las blancas no tienen un átomo de ventaja, su camino más lógico era simplificar las cosas j ugando 1 4 .\Wxd8 !í:fxd8 1 5 .!í:fd l . etc. Completamente erróneo habría sido seguir, en lugar de la j ugada del texto, con 14.�xf6 �xf6 1 5 . lD xb5 , por 15 . . . \Wxd 1 16.l:''lfx d 1 tD b3 1 7 .!'í:c7 �xf3 1 8 .�xf3 axb5 19.�xa8 !í:xa8, con ventaja.

14.. Jk8 Impidiendo de una vez por todas tD xb5 .

18 .. J�c4! 19.lL!e4 Wc8 20.!í:xc4

1S.b4 Esto debi lita, sin necesidad, la casilla "c4 " . Más sencillo era 1 5 .�f3 Wb6 1 6.\We2, etc .

1S ... tt:J cd7! 1 6.�g3 En caso de 1 6.�f3 . yo pensaba j ugar 1 6 . . . Wb6 l 7 .tDe4 !í:xc 1 1 8 .\Wxc 1 !í:c8, después de lo cual la dama blanca no dispondría de una buena casilla para ubicarse. Por ejemplo: 1 9 .\Wb l ? (o 1 9 .\Wd2?) 1 9 . . . tt::l xe4. O si 1 9 .Wb2, g5 20.tD xf6+ ixf6, con ventaja, o 1 9 .\Wd l ( 1 9.\We l ) 1 9 ... g5 , también con ventaj a para las negras . Comparada con otras, la jugada del texto es la mejor.* Quizás sea u n error del original, pero las jugadas 1 9 .'&e l , 1 9 .'&b2

y 1 9 .'&d l , pierden una pieza sencilla­ y luego 20 . . . g5, etc .

mente con 19 . . . �xe4

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

Me inclino a considerar este cambio como el error posicional decisivo, porque de aquí en adelante las negras, sacando provecho de la formidable posición de su caballo en "c4 " , podrán concentrar gradual mente todas sus piezas para acometer en el centro. La j ugada exacta de las blancas era 20.\Wb l (amenazando a la vez 2 1 . tt::l d6 y 2 l .id6) 20 . . . !í:d8 2 1 .tt::l d2 !í:xc l 22.!í:xc 1 Wa8 23 .�c7 y más adelante las blancas conseguirían cambiar algún materi al sin comprometer su posición . De todos modos, la j ugada del texto puede ser considerada, sin lugar a dudas, como un verdadero despropósito. Capablanca perdió la partida por no darse cuenta a tiempo de los peligros de su posición y desde este momento fue francamente domi­ nado.

47

20 ltJ xc4 2l.�cl Wa8 ! •.•

Amenazando 22 . . . ltJ xb4 o 22 . . . ltJ dxe3 y, en consecuencia, obligando a las blancas a abandonar el control de las casillas blancas centrales.

22.ltJ c3 Si 22 . ltJ c 5 , seguiría 22 . . . �xc5 23.bxc5 �c8 24.�e2 �xc5 25 .�xc4 Wc8, ganando un peón .

f6 34.�b l 'itln 35 .'itlf! �c3 etc . , con un final fácilmente ganado. b) 27.�b l ltJ a3 ! 28 .Wxb2 ltJ xb l 29.Wx b l Wb3 30.Wfl bxa4 3 l . h3 a3 , ganando.

27.�el �d8 28.axb5 axb5 29.h3 Esta emergencia funesta es absolutamente indispensable.

29 e5 30.�bl e4! •..

¡ El principio del fin ! Amenazando 23 . . . ltJ d2, etc .

23.ltJ xd5 �xd5 24.�xd5 Wxd5 25.a4 El deseo de reducir el material de peones en el flanco de dama es muy natural, pero la posi­ ción de las blancas quedará comprometida, tanto más cuanto que el peón "b" constituirá un buen objeti vo de ataque en el final .

25 �f6 26.ltJ f3 •..

Como e s lógico, no 26.�d l , por 2 6 . . . bxa4 27 .Wxa4 ltJ b2 28 .Wxa6 �a8, ganando.

3l.ltJd4 Si ahora: a) 3 I .lLl e l Wd2 32.Wc2 (a 32.'itlfl E:a8 33 .E:d l E:a3 y ganan . ) 32 . . . Wxc2 3 3 . lLl xc2 �d2 34. lLl e l lLl a 3 , ganando. b) 3 I . lLl h2 Wd3 ! 32.E:xb2 ! Wxb3 3 3 . E:xb3 !:!:d i + 34.lLlfl lLl d2 3 5 .E:a3 lLl xfl , y las bl ancas están perdidas.

31...�xd4 32.�dl Esto pierde enseguida. Pero tampoco, después de 32 .exd4 Wxd4 etc., la partida hubiera durado mucho tiempo.

26 ...�b2! Con el fin de j ugar . . . e5 sin restringir la acción del alfi l . Las variantes que si guen demuestran la j ustificación táctica de este movi miento: a) 27.E:d l bxa4 ! 28 .Wxa4 lLl b6 29.E:xd5 ltJ xa4 30.E:d 1 ltJc3 3 1 .E:e 1 E:c4 32 .�d6 ltJ e4 33 .�e7

48

32 lLlxe3 ! •..

Las blancas abandonaron. Esta partida y la cuarta son , en mi opinión, las dos mejores del match.

ALEXANDER ALEKHINE

PARTIDA W 23 B l ancas: A. Alekhine Negras: J. R. Capablanca Gambito de Dama (035) Trigesi mosegunda partida del Match Buenos Aires, Noviembre de 1 927

l.d4 lLlf6 2.c4 e6 3.tLlc3 dS 4.�g5 tLl bd7 S.e3 c6 6.cxd5 exdS 7.�d3 �e7 8.tLl ge2 El presente desarrollo del caballo fue adoptado aquí por pri mera vez, y en razón del éxito de las blancas en esta partida, se puso de moda en los años subsiguientes. En mi opinión, no es ni mejor ni peor que el habitual 8 . tLl f3, sólo que si las blancas se deciden por el enroque largo, deben ser extremadamente cautelosas, porque un contraataque de las negras en ese flanco puede con vertirse en un peligro mayor que su propia iniciativa en el ala del rey.

14... h6 15 . .if4 Si 1 5 .0-0-0, las negras hubieran podido ensayar un contraataque comenzando con 1 5 . . . b5 etc.

15 .. J!c8 Las negras tienen l a intención de iniciar una acción en la columna " e " , tan pronto como su adversario enroque largo y, por lo tanto, descuidan la siguiente réplica combinativa. Más lógico era 15 . . . Eí:e8, pensando en seguir con . . . ltJ fe4.

8... 0-0 En esta clase de posición, general mente se juega . . . h6 antes de enrocar, a fin de evitar que las blancas contesten a dicho movi miento con h4, jugada que sí se podrá hacer ahora. Si las negras hubieran j ugado 8 . . . h6, mi respuesta no habría sido 9.�h4, sino 9.�f4.

9.tLl g3 tLl e8 Era difícil encontrar otro medio para eman­ ciparse, porque 9 . . . Eí:e8 habría sido vigorosa­ mente contestado con l O. ltJ f5 . 10.h4 Consecuencia natural de todo el plan de la apertura.

lO ... tLl df6 l l .Wfc2 �e6 12.tLlf5 �xfS 13.�xf5 lLld6 14.�d3 Inferior sería 1 4.�xf6 por 14 . . . tt:l xf5 etc . , manteniendo la igualdad. L a j ugada del texto obliga a las negras a debi litar la posición de su rey.

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

16.g4! Este avance, que es posible porque después de 1 6 . . . tt:l xg4? seguirían 1 7 .�xd6 y 1 8 .�f5 ga­ nando la calidad, fortalece considerablemente la posición de las blancas y dej a a su adver­ sario muy poco que elegir.

16 ... tLlfe4 17.g5 hS 18.�xe4 Las blancas deciden aceptar el sacrificio (obligado) del peón , aunque se dan perfecta cuenta de que el final resultante será muy difícil, tal vez i mposible, de ganar, debido a la eficiente posición de la torre negra en la segunda fi la. Una alternati va prometedora era 1 8 .�xd6 tt:l xd6 1 9.0-0-0 (no 1 9 .g6 enseguida, a causa de 19 . . . �xh4, con buen j uego) 19 . . . ltJ b5 20. b l tt:l xc3+ 2 1 .'1Wxc3 y, a pesar de los alfiles de diferente color, no sería fácil para las negras llegar a un empate.

49

18 ... c!Llxe4 19.c!Ll xe4 dxe4 20.Wfxe4 WfaS+ 21.�fl Las blancas no pueden arriesgarse en la variante 2 l .�e2 Wi'b5+ 22.�f3 �fe8, etc.

21 ...Wfd5 ! Esta j ugada constituye el objetivo del contraj uego de las negras : después del obli­ gado cambio de damas, la única columna abierta será un factor muy i mportante en su favor.

32.�cl Es de i mportancia evidente la eliminación de un par de torres. Si ahora 24 . . . �xb2, las blancas se asegurarían un final muy ventajoso con 25.�cb l !, etc .

Las negras se disponen a sacar provecho de la insuficiente protección de las casi llas blancas del adversario. Las próx i mas j ugadas de las blancas muestran la única defensa apropiada contra tal plan .

S i las blancas quieren j ugar para ganar, están obligadas a devolver el peón de ventaja, al menos por el momento. Pero, teniendo en cuenta sus dos últimas j ugadas, el medio más lógico y eficiente para hacerlo era jugar 32.a6 ! . Después de 32 . . . bxa6 (si 32 . . . b6, 33 .ib8, etc.), la respuesta 3 3 . �a l ! habría impedido 33 . . . g5 por 34.hxg5 ixg5 35 .e4+ ! etc . , mientras que l uego de 33 . . . �xb2 34.�xa6 �b7 35 .�a5 etc . , la ventaj a posicional de las blancas se convertiría en decisiva. Debido a la j ugada del texto, las negras estarán en condiciones de oponer una resi stencia larga y no enteramente desprovi sta de esperanzas .

27.�g3 �g6 28.f3 f6! Y no 28 . . . �f5 ? , por 29.e4+, etc . Entretanto, ambas partes están tratando correctamente el difícil final .

29.gxf6 ixf6 30.a4 Preparando relevar a la torre de la defensa de los peones del flanco dama.

30 ...�f5 3 1 .a5 �e2 Las negras amenazan ahora (en caso de 32.b4) 32 . . . g5 ! 33 .hxg5 ixg5 34.ixg5 �xg5 3 5 . f4+ �f5 36.�f3 �h2 37.�g l �h3+ 38 .�g3 �xg3 + ! etc . , con lo cual se llegaría a un final de peones indeciso.

50

En este momento, así como en varias ocasiones futuras, las negras pudieron j ugar de diferente manera, pero es dudoso que eso llegara a alterar el resultado final . Si, por ejemplo, 34 . . . dxe4, entonces 35 .d5+ �f5 36.d6+ �e6 37.fxe4 �b3+ 3 8 .�g2 ixh4 39.�xh5, seguido de 40.�h7 y la l ucha contra los peones centrales pasados sería sumamente difícil.

* Con 35 ... if2+ 36.�h3 �b3 37.�e5+ �fl, las •

En opinión de Capablanca, si hubiera jugado 36...g6,

era dudoso que las blancas hubiesen podido hacer algo.

ALEXANDER ALEKHINE

negras podrían haber salvado momentánea­ mente el peón, pero su posición después de 38 .�g5 ! seguiría siendo muy comprometida.

36J�xh5 a6 Si 36 . . . �e l + 37 .Wh3 l'l:f2, vendría 3 8 .l'l:e5 + ! , seguido d e 39.l'l:f5+, o 39.l'l:d5+ y 40.l'l:d3 etc . , conservando el peón d e ventaj a .

37.�c7 �el+

Con esta j ugada las blancas consiguen una posición evidentemente ganadora. Es obvio que después de 48 . . . g xe4? 49.Wf3 , las negras perderían enseguida.

48 g6 49.ge5+ Wd7 SO.hS ! gxhS 51 .�f3 h4 •.•

5 l . . .l'l:c3+ 52.We2 �g3 5 3 .�e3 h4 54.l'l:h5 etc . , no cambiaría mayormente las cosas .

Cayendo aparentemente en la trampa, pero, en realidad, escogiendo el medio más rápido y seguro para hacer valer Jos peones pasados. Natural mente, no 39.Wf4, por 39 ... �d2 mate !

39 gf2 40.Wg4 gg2+ 4t .Wh3 gf2 42.f4! gf3+ 43.Wg2 •..

Otra manera de suicidarse se presentaba aquí: 43.Wg4 gg3 mate.

43 .. , gf2+ 44.�h3 gf3+ 45.�g2 gf2+ 46.'it>gl gc2 47.�b6 gc4

54 ...�xa5 ss.gh7+ Es evidente que no puede j ugarse 55 .�xa5 gc5+ 56.Wg4?, por 56 . . . g x h 5 , seguido de 57 . . . h3 ganando.

55 ... 'it>c6 56.�xa5 gc5+ 57.We6! gxaS 58.f5 ga3 59.f6 gf3 60.f7 bS 6 1 .gh5 ! ¡ La elegante punti l l a de este final pletórico de color !

61...h3 62.grs gxrs 63.exf5 Las negras abandonaron. S i ahora 63 ... h2 64.f8Wf 65 .W/a8+ etc . , ganando.

Esto facilita la tarea de las blancas, porque permite a su rey prestar apoyo eficiente a los peones centrales. Era mejor 47 . . . �g3 , después de lo c ual las blancas habrían tratado de obtener el triunfo mediante 48 .ge5+ Wd6 49 .gg5, o si 48 . . . Wf7, entonces 49.h5 ! , etc.

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

h l WI,

entonces

PARTIDA No 24 Blancas : A. Alekhine Negras : J . R. Capablanca Gambito de Dama (05 1 ) Trigesi mocuarta partida del Match B uenos Aires, Noviembre de 1 927

l .d4 dS 2.c4 e6 3.llJc3 lD f6 4 ..igS.!lJbd7 S.e3 c6 6.a3 Esta pacífica j ugada, cuyo único objeto es

51

impedir la defensa Cambridge Springs, difícil­ mente podría prometer a las blancas otra cosa que una cómoda igualdad. La puse en práctica aquí para salir de las variantes del l ibro lo más pronto posible.

6 ...ie7 7.lt:lf3 0-0 8.id3 dxc4 Una alternati va sana era asimismo 8 . . . h6 9 .ih4 eS , etc .

9.ixc4 lt:ldS 10.ixe7 V!fxe7 Podría también j ugarse I O . . . lt:l xc3 .

l l .lt:l e4 lt:l Sf6 12.lt:l g3 eS 1 2 . . . b6, para continuar con . . . ib7, como j ugó Maroczy contra mí en S an Remo 1 930, constituye un plan digno de ser considerado. La maniobra del texto tiene el l igero inconve­ niente de no resolver aún el problema del desarrollo del alfil dama.

13.0-0 lt:l b6 14.ia2 cxd4 1S.lt:l xd4 g6 Para poder contestar . . . eS en caso de que el blanco haga e4, sin ceder la casilla "f5 " a los caballos blancos .

21.V!id2! Esta j ugada de inocente apariencia es, en realidad, muy difícil de neutral izar. La amenaza principal de las blancas es 22.V!!a5 , y si las negras tratan de desviarla mediante el contraataque 2J. . .ic6 (o 2 1 . . . ibS), una repentina diversión hacia el flanco del rey provocaría un rápido fin : 22. tLl h4 ! tt:Jxe4 (si 22 . . . ixe4 2 3 . '.Mfe3 ! , y si 22 . . .id7 23 . '.Mfa5 , etc.) 23.tLl hf5+ gxfS 24. tLl x f5+ g;,f6 25.Vff x h6+ g;,xf5 26.g4 mate. La única respuesta que ofrece algunas probabil idades de éxito en la defensa es la sugerida por el Dr. Lasker, 2 l . . .tLl a4 ! En tal caso, las blancas continuarían fortaleciendo su posición mediante 22.Eí:fd l , por ejemplo.

21...ie6? Con la eventual amenaza tLl bS .

1 6...id7 17.V!fe2 gac8 18.e4 e S 19.lt:lf3 g;, g7 Las negras debieron cambiar aquí las dos torres, porque después de 1 9 . . . Eí:xc l 20.Eí:xc l Eí:c8 2 l .Eí:xc8+ tLl xc 8 , el movimiento 22.tLlg5 podía ser suficientemente contrarrestado por 22 . . . ie8 , etc. El movimiento del texto, y sobre todo el que le siguió, l as coloca repentinamente en peli­ grosa situación .

20.h3 h6?

52

La posición se ha hecho muy difícil para las negras, ya que ahora pierden un peón y, a pesar de su lucha desesperada, la partida y el match seguirán el mismo camino. Las sutiles combinaciones que siguen, así como el final de dama y torre, son tan emocionantes como instructi vos.

22 ..ixe6 V!! xe6 23.V!iaS tLl c4 O si 23 . . . '.Mfb3 , 24.V!!x e5 tLl c4 25 . V!!d 4, etc.

24.V!! xa7 tLl xb2 2S.gxc8 gxc8 26.V!ixb7 lt:lc4 27.V!ib4 gas 28.gal V!fc6!

ALEXANDER ALEKHINE

Amenazando bloquear el peón "a" mediante 29 . . . �a4 y también (al menos en apariencia) ganar el peón "e" . Las dos j ugadas próximas de las blancas ponen aclaran la situación .

29.a4! ll:l xe4 30.ll:l xe5 Eludiendo la celada 30.ll:lxe4 1Mfxe4 3 l .�c 1 �c8 32.ll:lxe5 ? ll:le3 ! 33 .Wxe4 �xc l + 34.�h2 ll:lfl +, seguido de 35 ... ll:\g3+ y 36 ... ll:lxe4, después de lo cual las negras podrían hasta ganar.

30 ...Wd6! En estas circunstancias, esto es lo mejor, porque ahora ambas parejas de caballos van a desaparecer del tablero.

3l.'l&xc4 Wxe5 32.�el ll:ld6 33.'\:Wcl ! Wf6 34.ll:le4 ll:l xe4 35J3xe4 El procedi miento para ganar, que se verá a continuación, es una fina labor y consiste en combinar las amen azas deri vadas del peón pasado con un ataque contra el rey negro, cuya situación es algo expuesta. Pri mero, y ante todo, las blancas lograrán controlar la importante diagonal "al " -" h 8 " .

35 ... �b8 36J3e2 13a8 37.�a2 13a5

39.Wc3+ �h7 40J3d2 Con la mortal amenaza 4 l .�d8 .

40 ...Wb6 41.l3 d7 Esta fue la j ugada sellada. La próxima ma­ niobra de las negras ofrece la única posibi­ lidad, si no de salvar la partida, de permitir, por lo menos, una larga resistencia.

41...'\:Wbl+ 42.'it>h2 Wb8+ 43.g3 13f5 44.Wd4 Amenazando 45 .a5 ! , seguido de 46.�d8 .

44 ... We8 45.13d5 13f3 Es evidente que el final de damas equivaldría a abandonar.

46.h4 Las blancas no necesitan impedir las maniobras de la dama negra, que terminarán en un final de torres ganado por el blanco.

46 ...Wh8 47.Wb6! En este momento el cambio sería prematuro porque permitiría a la torre negra colocarse detrás del peón pasado.

47 ...'\:Wal 48.@ g2 �f6 Si 48 . . . �a3 , l as blancas ganarían de la si­ guiente manera : 49. �d7 @g8 (si 49 . . . �g7 50.We6 ! y si 49 . . . Wa2 50.Wf6, etc .) 50.Wd8+ �g7 5 1 .We7 Wa2 5 2 .We5+ @h7 5 3 .Wf6, etc.

49.Wd4 Ha llegado el momento conveniente para el cambio, porque ahora es la torre blanca la que se ubicará detrás de su peón .

38.'1&c7! 'l&a6

49 ... Wxd4 50J3xd4 �g7

Evidentemente, éste es el umco medio para impedir el avance del peón pasado.

En lugar de esto, 50 . . . �a6 habría perdido enseguida, debido a 5 1 . @f3, seguido de �e4-

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

53

79.\t>xhS f5 80.\t>gs f4 8 l .Eí:f5 f3 82.\t>g4 y ganan .

\t>d5, etc .

S l.aS �a6 S2.�dS �f6 S3.�d4 �a6 S4.:ga4 �f6 SS.\t>f3 �eS S6.\t>e3 hS S7.�d3 �dS S8.\t>e3 �eS S9.�a2 \t>bS 60.\t>b3 Las blancas hacen j ugadas en toda tiempo en el reloj , tropiezo en v ísperas

uso de la repetición de oportun idad para ganar a fin de evitar cualquier de l a conquista del título.

60 ... \t>es 6 1.\t>e3 \t>bS 62.\t>d4 Si ahora 62 . . . \t>b4, entonces 63 .Eí:a l !, etc .

77.:ges :gal 78.�xhS �gl 79.:ggs �hl SO.�fS �b6 Sl.�xfi �e6 82.�e7 Las negras abandonaron .

PARTIDA N° 25 B l ancas : A . Alekhine Negras : H . Steiner Gambito de Dama Aceptado (028) Torneo de Bradley-Beach, Junio de 1 929

62 ... �d6+ 63.\t>es �e6+ 64.\t>f4 \t>a6 6S.\t>gs �eS+ 66.�h6 �rs 67.f4

l .d4 llJf6 2.llJf3 dS 3.e4 dxe4 4.e3 e6 S.ixe4 eS 6.0-0 a6 7.V!!l e2 llJ bd7

El procedimiento más sencillo para forzar la rendición era 67.\t>g7 Eí:f3 68 .\t>g8 Eí:f6 69.\t>f8! Eí:f3 (o si 69 . . . Eí:f5 70.f4) 70.\t>g7 Eí:f5 71 .f4, etc .

Si 7. ..tiJc6, la mejor respuesta, de acuerdo con la práctica más reciente, sería siempre 8 . llJc3! (Euwe - Alekhine, s• partida del match, 1 937, y Alekhine - Book, Torneo de Margate, 1 93 8 . )

67 �eS! 68.�a3 :ge7 69.\t>g7 �d7 70.fS .•.

Otra j ugada inexacta. Era más directo j ugar pri mero 70.\t>f6, y sólo después de 70 . . . Eí:c7, responder 7l .f5 gxf5 72. \t>xf5 Eí:c5+ 73 . �f6 Eí:c7 74.Eí:f3 \t>xa5 75 .Eí:f5+, ganando.

70 gxfS 7 1 .\t>h6 f4 72.gxf4 �dS 73.\t>g7 �rs 74.�a4 \t>bS •..

8.llJe3 V!!l e7 Si las negras no deseaban abrir la diagonal "h l -a8 " , desarrollo en realidad poco recomen­ dable (ejemplo: 8 . . . b5 9 .ib3 ib7 I O.Eí:d l ie7 l l .e4! b4 1 2 .e5 bxc3 1 3 .exf6 etc . , con ventaja, como en el match Alekhine - Letel ier, Montevideo, 1 93 8 ) , debieron j ugar simple­ mente 8 . . . ie7. La ubicación de la dama en "c7" demostrará ser poco feliz ante el próximo avance del peón " d " .

7S.�e4! \t>a6 76.\t>h6 :gxaS O si 76 . . . \t>b7, 77.�e5 Eí:xf4 7 8 .\t>gS! �fl

54

ALEXANDER ALEKHINE

9.dS ! exdS l O.ixdS Una de las molestias que las negras tendrán de aquí en adelante reside en el hecho de que si este alfil es cambiado, las blancas, al retomar, ganarán un tiempo.

10 ...id6 l l .e4 0-0 1 2.igS l!J g4 Para poder desarrollar su flanco dama, las negras se ven obligadas a perder tiempo con este caballo y, peor aún, a facilitar el pel igroso avance del peón "f" contrario.

13.h3 l!Jge5 14.l!J h4! En vi sta de l a situación oprimida de las negras, es de buena política evitar los cam­ bios. Además, las negras están ahora obligadas a precaverse contra la j ugada lLl f5 y, en conse­ cuencia, tienen aún menos donde elegir.

14.. .c!Ll b6 1S.f4 c!Llc6 16.f5 ! Continuación paradój ica, pero muy eficiente, del ataque, por la cual las blancas " sacrifican " la casi lla central de "e5 " . Aunque parezca extraño, e l avance "natural" 1 6.e5 , dejaría a las blancas con una ventaja posicional insignificante.

19.f6 ! A causa d e l a última j ugada de su adversario, las blancas están habilitadas para efectuar este avance, a pesar de la posible defensa 1 9 . . . g6 20.Wh6 if8 . Pero las blancas disponen a su favor de una bonita combinación : 20.lLl xg6 ! ! y ahora: a) 20 ... hxg6 2 l .ixf7 + ! Wxf7 22.fxe7+ We6 (a 22 ... Wg8 23 .�f8+ �xf8 24.exf8W+ Wxf8 25 .Wh8+ Wf7 26.Wh7+, ganando la dama. )23 .�f6+ Wxe7 (si 23 ... Wd7 24.�d 1 +, etc.) 24.Wh7+ Wd8 25.�d6 mate. b) 20 . . . lLl xg6 2 l .ixf7+! Wxf7 22.Wxh7+ We6 23 .Wxg6 y ganan . Después de la retirada que sigue, la cual permite la apertura de la columna "f', la partida está terminada.

19 ...if8 20.fxg7 ixg7 2 1 .�afl ie6 22.llJfS

1 6 . .c!LJeS 17.Wh5 �eS

Amenazando también 2 3 . � h4 etc .

Contrarrestando la amenaza 1 8 .f6, que ahora sería contestada con 1 8 . . . g6 1 9 .Wh6 if8 .

22 ... ixd5 23.l!J xg7 ! l!J g6 24.l!J xe8 �xe8 2S.c!LJxdS

.

18.�f4 ie7 Esto será refutado por una bonita combina­ ción, pero como las negras no podían tomar todavía el poderoso alfi l , ya no había defensa eficaz. Después de 1 8 . . . lLl xd5?, seguiría 1 9 . lLl xd5 1f1c6 20.lLl f6+ ! gxf6 2 l .ixf6, etc.

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

Las negras abandonaron .

PARTIDA No 26 B l ancas : A . Alekhine Negras : E. Bogolj ubow Defensa Eslava (D 1 6) Pri mera partida del Match Wiesbaden, Septiembre de 1 929

55

l.d4 dS 2.c4 c6 3.llJf3 lLl f6 4.llJc3 dxc4 S.a4 e6 He tenido la suerte de que esta j ugada ilógica (en lugar de l a natural 5 . . . �f5 ) haya sido empleada contra mí, con desastrosos resul­ tados, no menos de cuatro veces, a saber: fuera de esta partida, por el mismo Bogolj ubow (Nottingham, 1 936), por el Dr. Euwe ( 1 9" partida del match, 1 93 5 ) y por el desaparecido maestro alemán Helling (Dresde, 1 936).

�xb6 1 5 . lt:J f3 , etc . , esto debe ser, a la larga, muy delicado desde el punto de vista posicio­ nal .

13.�f3 !

6.e4 �b4 7.e5 llJdS En las otras tres partidas nombradas, la respuesta fue 7 . . . llJe4 que es, por lo menos, tan mala como la j ugada del texto.

8.�d2 �xc3 S i , en lugar de esto, 8 . . . b5, entonces 9 . llJe4 �e7 1 0.b3!, etc . , recuperando el peón, con posición indudablemente preferible.

9.bxc3 bS lO.llJgS!

Con la amenaza 1 4 . axb5, etc . , que no es fácil contrarrestar. Si, por ejemplo, 13 ... llJd5, vendría 1 4.�b l ! g6 1 5 .llJxh7 É1xh7 I 6 .�xg6+ É1f7 1 7.�h5, seguido de 1 8 .�g8+, ganando, o si l 3 . . . É1a7, l 4.�f4 É1b7 l 5 .axb5 axb5 l 6.É1a8, etc . , también con ataque ganador.*

13 h6 •.•

Importante movimiento con diversos obje­ tivos, uno de los cuales, y no el menos impor­ tante, es i mpedir 10 . . . 0-0, por la respuesta 1 l .�b 1 !, seguido de l 2 .axb5 , etc .

¡ Ya pura desesperación !

14.�h5+ llJxhS lS.�xhS+ Wd7 16.llJf7 �eS 17.�g6 É1g8 18.�f4 �b7

10 ... f6 l 8 . . . É1f8 1 9. lt:J e5+ Wd8 20.�e4, etc. Esto impide l a man iobra llJe4- . llJd6, pero a costa de comprometer seriamente la posición central.

l l.exf6 lLl xf6 Si 1 l . . .�xf6, 1 2.axb5 cxb5 1 3 . llJe4 �e7 1 4 .�g5 , seguido de �h5, etc . , con ventaja.

12.�e2 a6 A 12 . . . 0-0, seguiría 1 3 .axb5 h6 (si 1 3 ...cxb5 , entonces 1 4.�f3 lt:J d5 1 5 .�b 1 , etc . ) 1 4 .b6!

56

19.�g3 We7 20.�d6+ Esto se asemej a al j uego del gato y el ratón.

20... Wd7 21 .0-0 eS 22.dxc5 �dS 23.axb5 axbS 24.É1xa8 ixa8 2S.É1al llJc6 ·Las negras aún se pueden defender con 16 . . .li)d5, ya que el caballo de "gS " está "tocado". Pero si en lugar de 16.B:a8, se juega 16.ixb8, las blancas deben ganar. Por ejemplo: 16 . . . B:xb8 17.ixc6+ id? (si 17 ...i>f8 , 18 .�e2, con fuerte ataque.) l 8 .1tlxe6 �e7 19 .ixd7+ �xd7 20.0-0, ganando rápidamente.

ALEXANDER ALEKHINE

8.f3 h6 9.e4! Este movi miento dej a prácticamente fuera de juego durante el resto de la partida al alfi l dama d e su adversario. De haber estado el alfil rey de las negras en " b4 " , éstas hubieran podido haber contestado 9 . . . hxg5 I O.exf5 b5 ! 1 1 .fxe6 fxe6 l 2 .1Mfc2 0-0! Etc . , con ventaja.

9 .ih7 .•.

O 9 . . . hxg5 l 0.exf5 exf5 l l ..ixc4 0-0 1 2.h4! etc . , con ventaj a para l as blancas.

26.ltl e5+! 10 ..ie3 ltl bd7 l l.lt:lxc4 0-0 12.ie2 eS Las negras abandonaron . Si ahora 26 . . . lt:l xe5 , entonces 27 J3a7+ i>c6 28.'1We4 mate.

PARTIDA W 27 B l ancas: A. Alekhine Negras : E. Bogolj ubow Defensa Eslava (D 1 7 ) Quinta Partida del Match Wiesbaden , Septiembre de 1 929

l.d4 dS 2.c4 c6 3.lt:lf3 lt:l f6 4.lt:lc3 dxc4 5.a4 .ifS 6.lt:l e5 e6

Los cambios que siguen redundan decidi­ damente en favor de las blancas porque no supri men el defecto principal de la posición de las negras : la ridícula situación de su alfi l dama.

13.dxc5 .ixcS 14 .ixc5 lt:l xcS 15.b4 lt:l a6 •

Tampoco era satisfactorio 1 5 . . . 'IW xd 1 +, por 1 6.�xd l lt:l x a4 1 7 . lt:l xa4 b5 1 8 . lt:l cb6! axb6 19 . .ixb5 etc . , con ventaja.

16.Wlxd8 �fxd8

Jugada tan sencilla como buena, pero que Bogolj ubow, al emplearla aquí, y en la tercera partida del match en la cual yo adopté la repuesta menos lógica 7.f3 , demuestra no haber comprendido bien su verdadero valor.

7 ..ig5 .ie7 Sin duda demasiado pasivo: la continuación correcta, introducida por mí en una partida en consulta j ugada contra Bogolj ubow y el Dr. Seitz in mediatamente después del match, es 7 ... .ib4 8 . f3 h6! (esto fue j ugado en la undécima partida de mi match contra el Dr. Euwe, Groninga, 1 937) obteniéndose, por lo menos, un j uego igual .

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

17.lt:la2! Ún ica manera de conservar la ventaj a posicio­ nal, porque 17 .b5 habría cedido la i mportante

57

casilla "c5 " y l 7 .E:b l permitiría un contra­ ataque prometedor comenzando con 1 7 . . . lDd4!

17 l2J b8 •.•

Las blancas l 9 .4Jxb7, etc .

amenazaban

l 8 . lD a5

E:b8

En cambio, l 9 . . . E:xd l 20.E:xd l E:d8 , sería rápidamente fatal tras 2 l .b5 E:xd l 22.�xd l 4Jd8 23 .4Jd6, seguido de 24. 4Jb4 y 25.4Jc8! etc.

20J�acl f2 1Mfxc2+, seguido de . . . lt:J e4, etc . El j aque del texto permite a las blancas ganar un tiempo de desarrollo y el tiempo, en posiciones de tanta tensión, es factor decisivo.

7 exf3 8.1Mfxf3 1Mfxd4 .•.

92

ALEXANDER ALEKHINE

Las blancas no nec.e sitaban defender su peón de "g" j ugando 1 3 .'1Wh3, porque después de 1 3 . J� xg2, la réplica 1 4.if4, h abría sido deci­ siva.

Esto no es exacto, puesto que, en l a Defensa Ortodoxa, la j ugada . . . c6 no siempre es úti l . Hasta el presente (mediados de 1 939) no se ha encontrado un procedimiento c l aro para que l as blancas puedan obtener ventaj a después de 4 . . . dxc4.

13 id7 14.ig5 ic6 15.0-0-0 .ixg2

S.igS

En circunstancias normales, esta captura de­ bería considerarse como otro error, pero como, debido a la enorme superioridad del desarrollo de su adversari o, las negras no pueden abrigar esperanzas (si, por ejemplo, 15 ... lt:J bd7, entonces 1 6. l"lhe l , seguido por una jugada del alfi l rey), su mórbido apetito no puede perj udicar aún más la situación .

También 5 .e3 es considerado bueno para las blancas .

16.�he1 ie4 17.ih5 lt:J xh5 18.�d8+ g6 48.gxh5+ 'kt>xhS 49.g3 mg6 SO.'kt>c4 fS

36 b4

Algo hay s t .mcs .

Las blancas deben parar la amenaza 37 . . . Eí:a8.

st .ge2 'kt>r6 s2.mcs

37J�a6

Pensando en continuar con Eí:d7 y Eí:d6 etc.

Y ahora todo está l isto para la central ización del rey, lo cual permitirá explotar la ventaj a en el flanco dama.

52 gb8 53.ga6 ges 54.gd6!

•.•

37 lLl f6 .•.

que

hacer contra

la

amenaza

•.•

Amenazando 55 .Eí:exe6+ Eí:xe6 56.�xd5 etc., y obligando, por fin , al caballo a abandonar la casilla central.

Tratando de desviar el curso normal de los acontecimientos mediante amenazas tácticas.

54... f4 SS.gxf4 lLl xf4 56.ged2

38.mfl lLl e4 39J��c7 4t.me3

m g6 40.me2 gbs

Forzando el cambio de torres o la ganancia del peón " b " .

Esto desbarata el contraataque iniciado por las negras con la j ugada 37. Ahora, a 4 l . . . Eí:e5?, seguiría 42.f4 etc .

56 gas 57.b3 m e s ss.gds ga7 59.'kt>xb4 lLl dS+ 60.mcs gc7+ 6t .mbs gc3 62.ge2+ 'kt>r4 63.gf8+ 'kt>g3 64.ges !

41...lLlf6 42.gc4

¡ Pero no 64.gxe6? porque con la respuesta

98

•..

ALEXANDER ALEKHINE

64 . . . lLJ c7+, las negras tomarían dos torres por una !

Mejor que 5 .\Mfxd4 lt:lc6.

5 .id7 •.•

64 .. .lDf4 65.:Sxg5+ 67.:Sxf4+!

xf3

66.:Se5

:Se3

Las negras abandonaron . Creo que estos tres ejemplos, tomados en conjunto, representan una contribución bas­ tante importante para el capítulo "Dos Torres contra Torre y Caballo (con peones) " .

PARTIDA N° 45 B lancas : V. Pire Negras : A . Alekhine Defensa Tarrasch (D32) Torneo de B led, Agosto de 1 93 1

l.d4 d5 2.c4 e6 3.lt:lc3 eS 4.cxd5 cxd4

5 . . . \Mfd7, sería un error a causa de 6 . lLJ b5 ! , con ventaja.

6.1Mfxd4 exd5 7.\MfxdS lt:l c6 Las negras podían j ugar asimismo 7 . . . lLJ f6, después de lo cual 8 .'a8 etc., con unas cuantas amenazas i mplacables.

21...�e8 22.'ff g3+ liJ eS+! 24.a3 �eS

14 ...�a3 ! Después de l 4 . . . ixd l l 5 .�xd l �xf2 1 6.�g4+ f5 l 7 .�e2 �xe2 seguido por ic5 , es probable que las negras ganasen l uego de un largo final. La j ugada elegida muestra la decisión, plenamente j ustificada por las cir­ cunstancias, de encontrar una solución gana­ dora en el medio j uego.

1S.�b3

23.'ít>b3 'ffd l+

Las blancas abandonaron. Ahora ya no puede evi tarse una muerte rápida. Por ejemplo: a) 25. b4 É1c3+ 26. 'ít>b2 'fie l , mate. b) 25.b3 É1a5+ 26.'ít>b4 �d2, mate. e) 25.b4 'ffd 2+ ! 26. 'ít>xc5 b6+ 27.'ít>b5 Wa5 , mate.

PARTIDA No 46 B l ancas: A . Alekhine Negras : S . Flohr Gambito de Dama Aceptado (D28) Torneo de B led, Agosto de 1 93 1

No hay nada mej or. Por ejemplo: a) a l 5 .bxa3 , entonces l5 . . . �c3+ 1 6.\t>b l �d8 l 7 .�xd8+* tLl xd 8 , con l a doble amenaza

l .d4 dS 2.e4 dxe4 3.ltlf3 ltl f6 4.e3 e6 S.ixe4 eS 6.0-0 ltl e6 7.'ffe 2 a6 S.�d l

Las blancas tienen defensa con 1 7 .�e2 ! , y a 17 .. .l:!xd5, 1 8 .�xg4+ f5 1 9.l:!xd5 fxg4 20.1Zle2 Wlc4 2 I .l:!d2 We4+ 22.'t!lc l Wlxg2 23. /t:lgJ, con buenas posibilidades defen­ sivas, aunque el negro está un poco mejor con 23 . . . h 5 . Jugando 1 5 . . . l:! d 8 o 1 5 . . . Wa l +, las negras tendrían gran ventaja.

Es por demás curioso que esta j ugada, que no contiene ninguna amenaza real y que en este momento es inexacta, por no decir más, fuera adoptada unáni memente en la época en la que se j ugó esta partida.



l OO

ALEXANDER ALEKHINE

Después de que Euwe me ganó en la 5" partida de nuestro match del año 1 937 y de mi triunfo sobre Book, en Margate, 1 93 8 , es probable que la "teoría" reconozca la j ugada de desa­ rrollo 8 . tt'l c3 ! como la mej or.

15 ... �b7 1 6.l3:ac l Wlb8. 16.lihe5 tt'l xeS 17J:�acl 'fJb8

S ... bS 9.dxc5

La refutación posicional 9.d5 ! ?, consiste en 9 ... exd5 1 0 .�xd5 tt'l xd5 1 l .e4 Wfe7 1 2 .Éhd5 �e6 etc., con ventaja. 9...Vlfc7 10.�d3 �xcS l l .a4 Esperando poder desorganizar la posición de las negras en el flanco de dama y lográndolo, gracias a la réplica inferior que siguió. ll . . b4? .

Después de esto, cierto número de casil l as de este sector quedarán insuficientemente defen­ didas y, lo que es peor, las negras no pueden abrigar esperanzas de contraataque porque la posición de las blancas no ofrece puntos débiles. La respuesta exacta era 1 l . . . bxa4 ! , y en tal caso la situación habría sido muy diferente, porque las negras dispondrían de un contra­ ataque sobre el peón de "b" , que compensaría la debilidad de su peón de " a " . 12.lÜbd2 0-0 12 ... tt'la5, como j ugó Flohr en su match contra el Dr. Euwe, en 1 932, era algo mej or, aunque no enteramente satisfactorio.

13.lüb3 �e7 14.e4 ctJd7 La posibilidad de 1 5 .e5, combinada con Wle4, era sin duda poco agradable. 15.�e3 ctJdeS El cambio de caballos proyectado no ayuda a resolver el problema de la coordinación de las torres negras . Por esa razón era preferible

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

18.ic5 ! De aquí en adelante, cada cambio facilitaría la explotación de la debilidad orgánica de los peones provocada por la j ugada 1 1 de las negras. a

18 ...ixc5 19.lüxc5 Wlb6 20.Wfh5 ! lüd7 Como el caballo era l a única pieza activa de las negras, habría sido prudente no cambiarlo de lugar sin necesidad . Mediante 20 .. .f6, pudieron ofrecer cierta resistencia, aunque la ventaj a de las blancas, después de 2 1 . �fl l3:d8 22.l3:d4 ! , seguido de 23 .Wfd l etc., continuaría siendo considerable. 21 .�e2 g6 Con el fin de preparar un refugio para el rey sin pérdidas de tiempo; pero, como quedará demostrado más adelante, esta j ugada debilita el flanco del rey, sobre todo porque las blancas no tienen apuro alguno en cambiar da­ mas. Las negras debieron tomar el caballo inmedia­ tamente. 22.Vlfg5 tt'l xcS 23J3xc5 aS Una de las amenazas posicionales de las

101

blancas era también 24.a5 .

PARTIDA N° 47 B l ancas : G. Stoltz Negras: A. Alekhine Apertura Española (C7 1 ) Torneo de B led, Septiembre de 1 93 1

24.h4 El castigo por haber j ugado 2 l . . . g6. 24 ...�a6 25.if3! Aquí, el alfil de las blancas es más fuerte que el de las negras. Las blancas amenazan ahora diferentes puntos y varias cosas a la vez como 26.h5, 26.É!xa5 , o 26.É!d7 etc.

l.e4 eS 2.lüf3 lüc6 3.�b5 a6 4 ..ia4 d6 5.d4 bS 6 ..ib3 lüxd4 7.lüxd4 exd4 8.�d5

Y ahora empiezan a especular sobre la falta de protección de la dama enemiga.

Si la inusitada quinta j ugada de las blancas tiene alguna finalidad, no puede ser otra que la entrega de un peón, mediante 8 .c3, cuya aceptación acarrearía a las negras algunas dificultades en su desarrollo. A la inversa, el movimiento del alfil del texto, relacionado con el cambio subsiguiente, deja a las negras con ventaj a de espacio.

26 ...É!ad8 27 .É!xd8 É!xd8

8 É!b8 9.�c6+

Si 27 . . .\1;'xd8 , seguiría 28 .e5 f5 29.É!c6 �c8 30.1l*'c5 etc., con posición ganadora.

Es evidente que las blancas tienen prisa por simplificar las cosas . Si les dijeron que esa era la mejor manera de conseguir un empate, no hay duda de que fueron mal informadas.

25 f6 26.\1;'e3 .•.

•.•

9 �d7 12.lüc3 ..•

10.�xd7+ \1;'xd7

1 1 .\1;'xd4 lüf6

1 2.1l*'a7 no conduce a nada después de 1 2 . . . 1l*'c8 . 12. . .�e7 13.0-0 0-0 14.�d2

28.e5 ! Amenazando, ya sea la ganancia de un peón con una posición abrumadora, después de 28 . . . fxe5 29. Wxe5 (incluso tal vez 29.h5 ! , sea aún más fuerte), o la catástrofe que ocurrió en realidad. La j ugada 28. É!c8 , no convenía por 28 . . . 1l*'d6. 28 ...f5 29.É!c8! Las negras abandonaron . Por lo menos se gana una torre.

1 02

El alfil no dispone de buenas casillas para su desarrollo. En una partida de entrenamiento, con reloj , j ugada en París en 1 93 8 , el doctor Bernstein ensayó contra mí 1 4.�g5, pero después de 14 . . . b4 1 5 .lüd5 ( l 5 .lüe2 pierde un peón por 1 5 . . . tLlxe4) 1 5 . . . tLlxd5 , tuvo que abandonar porque a 1 6.1l*'xd5 , habría seguido 1 6 . . . É!b5 . 14 ...É!fe8 15.\1;'d3 b4 16.lüe2 Inconsecuente, porque aquí había más moti­ vos que antes para proseguir con la política del cambio. Después de 1 6.tLld5 tLlxd5 1 7 .1l*'xd5 (o 1 7 .exd5) 1 7 . . . 1l*'b5 etc., las negras

ALEXANDER ALEKHINE

quedarían con un final un tanto más confortable pero, no obstante, las blancas, jugando bien, podrían haber llegado a un empate. Después de la j ugada del texto la tarea de las blancas se hará mucho más com­ plicada. 16.. .'1Wc6 17.f3

En caso de 1 7.lt::l g 3, la respuesta 17 ...lt::lg 4, seguida por ...lt::le 5 o ...�f6, habría sido fuerte. Sin embargo, el avance del peón a f3 debilita las casillas negras (especialmente "e3") y ofrece un objetivo concreto a la iniciativa de las negras. "

cierto interés. 24 ih4! 25.g3 Elxf3 26.Elefl �g5 27.h l �xd2 26.!!xd2 �e4! , etc . 24 �e3+ 25.'kt>hl �g4 26.li:lfl •..

Es claro que no es buena la j ugada 26.lLlf3, por 26 . . . !!xf3! , etc . 15 ... lLldb4 ! ? Las negras continúan especulando, pero pronto se verán obligadas a reconocer que la batalla por las casillas centrales les ha sido adversa. También después de 15 . . . lLl b6 16.�e6! , seguido de 1 7 .d5 etc., las blancas podrían obtener con facilidad la mejor parte.

26 ...�xdl 27.!!xd l �f4 28.�d5! Esta man iobra del alfil impide ... !!ae8- ... !!e2 . 28 J!ae8 29.�f3 !!f6 30.'kt>gl g6 .•

El equilibrio material será restablecido, pero no por mucho tiempo, porque el caballo blanco de "eS " ejercerá una presión enorme.

Esto representa una evidente pérdida de tiempo si se considera la próxima j ugada, pero en esta posición un tiempo más o menos no puede tener influencia alguna en el resultado final. Si por ejemplo 30 . . . g5, entonces 3 l .h3 �e3+ 32.lLl xe3 !!xe3 33.d5 :!'!b3 34.!!d2, y las blancas quedarían en condiciones de realizar una labor técnica relativamente fácil.

lS.lLleS �fS

31.!!al gS 32.h3 �e3+ 33.li:l xe3

16.axb4 lLl xb4 17.'\Wb l f4

Años mas tarde, en 1 962, se encontró una mejora sensible: 1 3 ... 1&d7 !, que tiene la ventaja de no debi litar la diagonal "a2"-"g8". La partida conti nuó así: 14.l&e4 ie6 15.li:le5 lthe5 1 6.dxe5 �ad8 1 7 .1i:Jf3 �f5, con algo de ventaja para el negro, Vasi ukov- Del i Petr, Moscú 1 962.

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

Es natural que 33.'kt>h 1 no convenía, debido a 33 . . . g4! , etc . • La jugada 22.1We2 gana una pieza l i mpia, ya que a 22 . . . 1&e8, seguiría 23 .1Wxe3 1Wxc6 24.1&xe7, etc.

1 15

33 J�xe3 34Jha6 gb3 •.

mismo jugador, adoptada desde entonces por Euwe, entre otros, en nuestro match de 1 935 . La defensa que Flohr elige aquí permite a las blancas l levar a cabo su plan de desarrollo. 3 e6 4 .id3 eS 5.c3 c!Llc6 6.c!Llbd21l.e7 7.0-0 V!!c7 s.V!!e 2 0-0 9.e4 .•.



35-.idS! Iniciación de un afortunado ataque de mate. 35 gxb2 36.ga8+ W g7 37.gg8+ Wh6 38.c!Lles WhS 39.gg7 Wh4 40.Wh2 h6 41 .�f3 gd2 42.gg6 ! g4 • .•

¡ Las negras se olvidan de abandonar ! 43.gxg4+ Wh5 44.gg3+ Wh4 45.c!Llg6+ gxg6 46.gxg6 b4 47.gg4+ Wh5 48.Wg3 gd3 49.gg7+ gxf3+ 50.Wxf3 Las negras abandonaron.

He comprobado posteriormente que esta j ugada, más bien natural, no había sido nunca ensayada. De haber adoptado la continuación habitual 9.dxc5 ixc5 I O.e4, me hubiera encontrado en el caso poco agradable de tener que l uchar contra otra innovación.mía (partida contra Gilg, Kecskemet, 1 927), a saber: IO . . . id6 ! l l .É1e l li:\g4 ! etc . , con probabilida­ des más o menos iguales. 9 dxe4 .•.

PARTIDA W 5 5 Blancas : A. Alekhine Negras : S . Flohr Apertura Colle (A47) Torneo de Berna, Julio de 1 932 l .d4 d5 2.c!Llf3 .!Llf6 3.e3 Esta j ugada tranquila, basada en la idea de postergar la l ucha por la posesión del centro hasta que el rey blanco haya sido puesto en seguridad, ha procurado al lamentado cam­ peón belga una larga serie de brillantes victorias. Su valor obj etivo ha sido ya puesto en duda por la variante 3 . . .�f5 4.�d3 e6 ! , que yo introduje en San Remo 1 930, contra el

1 16

9 . . . cxd4 no era bueno debido a IO.e5 ! li:ld7 (si IO . . . li:\h5 , l l .li:lb3, amenazando j ugar 1 2.g4) l l .cxd4 li:lb4 1 2 .ib5 ! a6 1 3.ia4, con ventaja. 10.li:lxe4 cxd4 l l .li:lxd4 l l .cxd4, no convenía porque a las blancas les interesa cambiar el mayor número de piezas que puedan atacar su peón aislado. ll ...c!Llxd4 12.cxd4 li:lxe4 En cambio, 1 2 . . . li:ld5 1 3.V!!f3 ! , habría condu­ cido a una posición más complicada en el medio j uego. Sin embargo, la j ugada del texto debería haber sido suficiente para igualar.

ALEXANDER ALEKHINE

13.ixe4 f5

20.l3xd4!

Pero de aquí en adelante, Flohr estima su posición con demasiado optimismo, cosa que rara vez le sucede. Después de 13 ... id7 14.Wff3 ic6, el resultado normal habría sido un empate.

Convincente refutación de l a tendencia ultra­ materialista de las negras en esta partida.

14.if3 if6

20 ...V;Yxd4 21.V;Yxe6+ l3f7 Después de 2 I . . .'itJf8 22.l:'!e 1 g6 23.ic3, las negras perderían la dama.

Tanto esta j ugada como la que sigue son consecuencias lógicas de la infortunada tenta­ tiva de explotar la debilidad de la casilla "d4". Continuar con 14 ... id7 era mej or.

22.l3xc8+ l3xc8 23.V;Yxc8+ l3f8 24.V;Yxb7 l3e8 25.h3

15.l3dll3d8 16.ie3 f4?

25 ...Wc5 26 . .ic3 V!! e7 27.id5+ 'itJh8 28.Wxe7

¡Suicida ! Pero también después de la continuación menos mala 1 6 . . . g5 1 7 .h3 Wffg 7 1 8 .l:!ac l , se habría puesto en evidencia que el peón de "d" sólo podía ser tomado por las negras al precio de comprometer seriamente su posición .

Las negras abandonaron.

17.l3acl V;Yd6 18 . .id2 ixd4 Como lo demostrará la respuesta, este peón estaba envenenado. Pero tampoco 1 8 . . . l:'!b8 autorizaría mayores esperanzas, a causa de 1 9 . a3! , amenazando 20.ib4, etc . 19.ia5 ! l3d7 Si la torre abandona la columna de "d ", 20.Wfc4! gana inmediatamente.

Pero no 25 .ic3?, a causa de 25 . . . Wff x c3 !

PARTIDA No 56 B l ancas : A . Alekhine Negras : H . Steiner Apertura Española (C78) Torneo de Pasadena, Agosto de 1 932 l.e4 eS 2.lt:lf3 lt:l c6 5.0-0 icS

3.ib5 a6 4.ia4 lt:lf6

En un tiempo fui algo parcial con esta j ugada (véase "Mis mej ores partidas 1 908- 1 923"), pero hoy debo admitir, muy a pesar mío, que no es suficiente contra un j uego preciso. Y como 5 . . . d6 ha sido también recientemente desacreditada, las negras no tienen más remedio que volver a lo antiguo y elegir entre la respuesta especulati va 5 . . . lt:l xe4 y la más prudente 5 . . . ie7 . 6.c3 lLlxe4 7.d4 ia7 s.V;Ye2 Decidí seguir aquí la línea de j uego adoptada contra mí por Yates en Hastings, 1 922, aunque en esa partida las blancas sólo obtuvieron un empate, esperaba encontrar, frente al tablero, mejores j ugadas que las empleadas por Yates, pero confieso que no me fue posible. 8 .l:'!e 1 es mucho mejor que el

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

1 17

movi miento de la dama y también más lógico, puesto que pone otra pieza en acción, y si 8 . . .f5 , entonces 9 .lt:Jbd2 0-0 I O.lt:Jxe4 fxe4 1 l .�g5 , seguido de 1 2. E!:xe4, con evidente ventaja. 8 ... f5 9.dxe5 0-0 10.�b3+ @h8 l l . ltl bd2 Wfe8 Interesante idea "a lo Marshall ": las negras sacrifican uno o dos peones para lograr un desarrollo rápido, después de lo cual la posición de las blancas parecerá algo crítica durante un tiempo. Sin embargo, tal tentati va puede y debe ser refutada, por lo tanto, era preferi ble seguir (como en la citada partida de Hastings) con 1 l . . .d5 1 2.exd6 lt:Jxd6 1 3.lt:Jc4 f4! 1 4.lt:Jce5 (o 1 4 .lt:Jxd6 cxd6! 1 5 .E!:d 1 �g4) 14 . . . tt:J xe5 1 5 .lt:Jxe5 Wfg5 etc . , y las pers­ pecti vas serían francamente favorables para las negras. 12.ltl xe4 fxe4 13.Wfxe4 d5! La razón esencial del primer sacrificio: las negras desarrollarán su alfil dama sin perder tiempo. 14.�xd5

16 ..ixb7 ! Único medio de parar el ataque de las negras contra "f2". En cambio, 1 6.lt:Jxe5 \Wxe5 1 7 .�xb7, hubiera sido poco satisfactorio por 1 7 . . . �d3 ! 1 8 .�xa8 �xf2+! 1 9.@h 1 \We8! (más fuerte que 1 9 . . . �xfl 20.\We4 ! ) , con fuerte presión de las negras . 16 ... E:b8 17.ltl xe5 E!:xb7 Si ahora 17 . . . \Wxe5 , vendría 1 8 .�xa6, ! paran­ do la amenaza principal de las negras : . . . �d3 . Este fue e l motivo d e la j ugada 1 6 d e las blancas. 18.E!:e l ! Las negras no pueden aprovechar la debilidad momentánea en "f2". 18 J3b5 19.ltlf3 Wfc8 20.c4 E:b7 21.b3 •.

Al relacionarse con el movimiento siguiente, esto l leva a una solución mucho más rápida que la j ugada pasiva 2 l .h3. 21...�g4 22.�a3!

Mej or que 1 4 .\Wxd5 �g4 1 5 .lt:Jg5 lt:Jxe5 etc., con amenazas desagradables.

Forzando prácticamente la respuesta que con­ cluye con las esperanzas de las negras en la diagonal "a7 "- "g 1 ".

14 ...�f5 15.Wfh4 ltl xe5

22 c5 .•.

Es claro que no 22 . . . E!:f6, por 23. \Wxg4. 23.ltl e5 De aquí en adelante las blancas tienen una tarea fácil. 23 ....if5 24.g4 ! Con el fin de obligar al alfil negro a abando­ nar la defensa de la casi lla "g6". 24... g5 25.�b2

1 18

ALEXANDER ALEKHINE

Jugada espectacular (si 25 . . . gxh4, segutna 26.ctJt7+, mg8 27.ctJh6 mate), pero la más sencilla 25 .Wh5, era también suficiente. Menos convincente habría sido 25 . Wxg5 'il,g7 26.ib2 mg8 ! etc. 2s Wg8 •..

Esperando entrar en l a variante citada después de 26.Wxg5+ 'il,g7, etc. 26.�h5 ! .ie6

trol absoluto de las casil las centrales. Sin embargo, no es fácil para el primer j uga­ dor transformar esta ventaj a de espacio en otra más decisiva. 2.d4 ig7 3.ltJc3 d6 4.ltJf3 liJd7 S.ic4 e6 Al adoptar esta estructura de peones, las negras impiden estratégicamente, a esta altura de la partida, el avance de los peones centrales contrarios, porque tanto la formación de "e5 d4", como "d5 -e4", permitirá al segundo j ugador obtener una iniciativa en el centro mediante . . . c5 o . . . f5 respecti vamente. En consecuencia, la estrategia de l as blancas en el próxi mo período consistirá en restringir cada vez más el ya l i mitado campo de acción de las piezas enemigas, dej ando intacta la posición central . 6.0-0 'L\e7 7.a4!

27.ctJd7! Las negras abandonaron. En caso de 27 ...Wxd7, las blancas ganan de la siguiente manera: 28 .Wxg5+ cJln 29 .Wf6+ lt>g8 30.Wh8+ cJln 3 1 .Wxh7+ cJle8 32.Wg6+ lt>e7 33.'il,ad 1 ! Wc6 34.Wg5+ cJln 35 .Wf6+ y mate en dos.

PARTIDA W 57 B lancas : A . Alekhine Negras : V. Mikenas Defensa Moderna (B06) Torneo de Equipos de Folkestone Julio de 1 933 l.e4 g6

Esta j ugada es considerada a j usto título como inferior, porque concede a las blancas el con-

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

Esta j ugada es muy i mportante en esta clase de posición y es digna de observación para el estudioso. Su finalidad es i mpedir el "fianchetto" del alfil dama negro (si 7 . . . b6, seguiría 8.a5, con ventaja.) o inducir a las negras a responder . . . a5 debi litando así la casi lla "b5 ". 7 ... 0-0 8.ie3 h6 Impidiendo 9 .Wd2, seguido de 1 0.ih6, lo cual eli minaría la única pieza más o menos acti va de las negras. 9.Wd2 cJlh7 tO.h3 Para alej ar definitivamente la posibil idad de . . . CL\f6 y si e5, entonces responder . . . 'L\g4. 1 0 ... c6 Esto debi lita la casilla "d6 ", aunque esa circunstancia no debería haber tenido carácter decisivo. Además, sería ya muy difícil indicar un plan

1 19

más conveniente para el desarrollo futuro de las negras. l l .if4 dS Tampoco convenía l l . . .e5, por l 2.dxe5 dxe5 l3 ..ie3, con ventaja. Pero j ugando l l . . .lDb6 l2 . .id3 a5 , las negras pudieron obtener una posición más estable que con el comprometido movimiento de la partida. 12 ..id3 a6? Las negras no se dan cuenta de que su casi lla "d6" debía ser defendida a cualquier precio. Desde este momento, la posición dominante del alfil de casil las negras de las blancas bastará para decidir la batalla. Era pues, necesario j ugar l 2 . . . tt:J f6 y l uego l3 . . . tt:Je8, quedando una partida j ugable, aunque a las blancas les sería fácil aumentar su presión mediante l 3.a5 etc . 13 ..id6 fS Si l 3 . . . tt:J f6, 1 4.e5 tt:Je8 l 5 . .ia3, seguido de l 6.h4 etc., con buen ataque contra el rey. 14.e5 �g8

blancas les permite elegir con toda tranqui­ lidad el medio de penetrar en la mal protegida fortaleza enemiga. Aparte de l a j ugada del texto, que inaugura un plan irresistible, pudieron también iniciar un ataque sobre el enroque con la j ugada espectacular l 5 .�g5 , aunque no habría dado ningún resultado inmediato después de la respuesta exacta l 5 . . ..if8 y si l 6.tDe2 (o l 6.�h4 g5 l 7 .�h5 tt:J g6), entonces l 6 . . . :B:g7, quedando todo suficientemente defendido por el momento. 15 ... b6! Preparando . . . tt:J f8, que aquí hubiera sido un error por la posibil idad de l 6.�g5 ! etc . Pero desde este momento dicha j ugada de la dama podrá ser contrarrestada con . . . :B:a7 ! 16.tDe2 ltl f8 17.a5 Antes de atacar, las blancas debi litan al máximo las casil las negras del adversario. La última parte de la partida ilustrará sobre la util idad de ese proceder. 17 ... b5 18.g3 ! Maniobra profiláctica relacionada con las dos j ugadas siguientes, gracias a la cual las blancas impiden una vez por todas cualquier tentati va seria de ataque contra su rey.

El rey no se encuentra mejor aquí que en "h7", pero como las negras no están dispuestas todavía a abandonar, no tienen más remedio que j ugar algo. 21.ltlf4 �g8 22.b3 15.h4 La abrumadora ventaj a posicional de las

1 20

Después de esto, el plan de las blancas está a la vista: ya no hay defensa posible contra c4 en combinación con la apertura de las co­ lumnas de "b" o " e " .

ALEXANDER ALEKHINE

30.ghcl gcs 3 1.gxc8 il.xc8 32.Wfc3

22 ... l0h7 23.c4 .id7 24J�acl if8

Todas las casil l as negras del campo adversario son como otras tantas heridas abiertas. No resulta extraño que las negras decidan ensayar l a desesperada maniobra que sigue. 32 �h7 33.'1Mfc5 gg7 .•.

25.ie2! Dejando libre la casil l a "d3 " para ubicar el caballo y, al mismo tiempo, i mpidiendo el avance del peón de "g" negro, por ejemplo: 25 ... g5 ? 26.hxg5 ltJ xg5 27 .ltJ xg5+ hxg5 (si 27 .. .�xg5 , 28.lbh3, seguido por ih5+ y ganan) 28.ih5 + �g7 29.lb xe6+ ixe6 30.Wfxg5+ y mate a la siguiente. 25 ...l0c8 26.cxd5 No sucede a menudo que una partida esté estratégicamente definida mucho antes de producirse el primer cambio, que en este caso no señala el comienzo de la lucha, sino su terminación . 26 ... cxd5 Si 26 . . . ltJ xd6, seguma 27.dxe6+ 28 .lbxe6 �xe6 29.�xc6, ganando.

ixe6

27.ixf8 El alfil ha hecho más que su deber y ahora puede desaparécer tranquilamente.

34.'1Mfb6! Todo muy sencillo, pero de efecto mortal . El caballo, una vez colocado en c5, será el encargado de la ejecución . 34 ...Wfe7 35.ltJ cS gS ¡ Por fin! Pero como lo comprobará la continuación , esta tentativ a es ya completa­ mente innocua. 36.hxg5 hxgS 37.l0el ! Con el objeto de oponerse a 3 7. . .f4, con 38 .ig4 y a 37 . . . g4, con 3 8 .lDed3, seguido por 39.lDf4. 37 ... l0g6 38.l0ed3 f4 39.ghl+ @g8 40.ig4 fxg3 41.fxg3

27 l0xf8 28.gcs l0a7 29.l0d3 'it>g7 .•.

Como consecuencia de l as j ugadas 1 8 y 20 de las blancas, la réplica . . . g5, les sería evidente­ mente favorable.

MIS

MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

La aglomeración de fuerzas en el flanco de rey es bastante pintoresca. En lugar del "sacrificio" que sigue, las negras bien podían haber abandonado.

1 21

41...llJh4+ 42.gxh4 gxh4 44.llJ xe6 �h7 45.VNd6

43.llJf2

gt7

lLlfl y tLl g3 etc., era relativamente mejor. ll dxe5 12.llJc4 ic5 13.a4 .•.

Las negras abandonaron. Partida estrangulante al estilo de Rubinstein y del Dr. Tarrasch en sus mocedades.

PARTIDA W 5 8 B l ancas : L. Steiner Negras : A. Alekhine Apertura Española (C86) Torneo de Equipos de Folkestone Julio de 1 93 3 l .e4 e 5 2.llJf3 llJ c6 3.ib5 a 6 4.ia4 d 6 5.c3 id7 6.d4 liJ f6 7.VNe2 ie7 8.0-0 0-0 Amenazando ahora 9 . . . llJ xd4. 9.ib3 VNes

Aunque interesante, esta j ugada de apariencia normal crea una pequeña debilidad en "b3", que se hará evidente en el transcurso de la partida. Era preferible 1 3 . ic2 (amenazando ganar espacio mediante 1 4.b4). 13 ... a5 Medida profi láctica necesaria, porque si las blancas l legan a j ugar ic2, es preciso impedir que puedan continuar con la amenaza de expansión b4 ! 14.ig5 Jugada de desarrollo, mas bien superficial. 1 4.ie3 , era todavía mejor.

Buena o mala, esta j ugada es de mi invención y uno de sus fines es ejercer una presión frontal en la columna rey después de . . . id8 . Antes d e q u e a alguno de m i s colegas s e l e ocurra bautizarla c o n el nombre d e alguna ciudad muy hospitalaria o de algún donante particularmente generoso (como ya se hizo, por ejemplo, con la "j ugada de Kecskemet" . . . ie8), sugiero que se la llame la "Variante de Timbuktú" . Por lo menos, que se conceda la elección al autor. lO.liJ bd2 �hS!

14 llJ h5 !

Las negras no j uegan 10 ... id8 , porque hay todavía esperanzas de que se pueda emplear esta pieza de una manera más activa. Con la j ugada del texto preparan eventualmente . . . tLlg8, seguido de . . . if6 o . . . f6 etc.

Con esta enérgica respuesta (en lugar d e l a más pasiva 1 4 . . . tLlg8, esperada probablemente por las blancas), l as negras obtienen una firme iniciativa. Ahora, tras 1 4 . . . lLlh5, la mejor contestación de las blancas era 1 5 .lLlfxe5, llegándose así a un final con mejores perspec­ tivas para las negras : 1 5 . . . tLl xe5 1 6.VNxh5 (no 1 6. tLl xe5 , por 1 6 . . . VNxe5 1 7 .VNxh5 f6, ganando una pieza) 1 6 . . . lLl xc4 1 7 .ixc4 y ahora de ninguna manera 1 7 . . . Wxe4, como sugirieron todos los comentaristas, sino 1 7 . . . f6 ! 1 8 .Wxe8

l l .dxe5 1 1 .tLlc4 no era bueno, debido a 1 1 . . . exd4 1 2.cxd4 d5, etc. Pero, en cambio, la variante simplificadora, 1 l .l3e 1 , con miras a continuar

1 22

.•.

ALEXANDER ALEKHINE

l'Uxe8 1 9 .�e3 * �xe3 20.fxe3 l'he4 y la situación sería poco agradable para las blancas, porque si 2 l .�d5, la continuación 2 l . . .l'!xe3 22.�xb7 l'!b8 23 .l'!fd 1 �e8 etc., proporcionaría a las negras una ventaj a indis­ cutible. En vista de estas perspectivas más bien sombrías, no es de extrañar que Steiner se decidiera por una demostración cuya conse­ cuencia no es fáci l prever.

el peón "a" (obsérvese l a nota a l a j ugada 1 3 de las blancas), éstas dispondrían todavía de una defensa momentánea con 23.l'!ad l . Pero ahora esta j ugada sería rebatida por 23 . . . l'!xd2, etc .

Si 1 6.�xf4, exf4 1 7 .W/h5 , las negras dispon­ drían de la excelente réplica 17 . . . f5 !

¡ Parece increíble que una posición semej ante pueda producirse, en una partida entre maes­ tros modernos, después de 25 j ugadas de una Apertura Español a !

16... f6!

23 ...'ª'xe6 24. lLl b l S i 24.l'!ad 1 , entonces 2 4 . . . l'! d 3 , seguido de 25 . . . l'!fd8, ganando una pieza.

Es probable que las blancas no hayan justipreciado bien el alcance de esta j ugada. En efecto, después del cambio obligado que sigue, el caballo de " h " quedará expuesto a ataques y la dominación de la casil l a "e5 " por las negras será pronto decisiva. 17.�xf4 exf4 IS.lürs g6 ! Comparada con 1 8 . . . g5, la j ugada del texto permite ganar un tiempo importante. 19.c!Llh6 gS 20.g4

25 lLlf3+ ..•

Las negras amenazaban 20 . . .W/g6 2 l .lLlg4 h5 y también , como sucedió en la partida, 20 . . . �e6, etc.

Las blancas abandonaron . Si 26.'it>h 1 W/xe4 27 . lLl f7 + l'!xf7 28 .W/xf7 lLl h4+ 29.f3 W/xf3+ y mate en dos.

20...�e6 Planeando 2 l . . .�xc4 22.�xc4 lLle5 23 .Wle2 c6. 21.c!Lld2 lLl e5 22.Wlh3 l'!d8 23.�xe6 Si este alfi l hubiera podido ser defendido por Las blancas podrían intentar mantener el equilibrio con 19.�d2 l':lxe4 20.b3 l':lae8 (o 20 ... l':ld8) 2 1 .l':lfe l , aunque gracias a la acti vidad de sus piezas, las negras estarían un poco mejor.

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

PARTID A No 59 B lancas : A . Alekhine Negras : J. Zukierman Gambito de Dama (063) Torneo de París, Octubre de 1 933 l.d4 dS 2.c4 e6 3.lLlc3 lLl f6 4.�g5 �e7 S.e3 lLl bd7 En la actualidad, 5 . . . h 6 es lo que más se acostumbra.

1 23

La defensa, mediante este "fianchetto " ya pasado de moda, no es muy satisfactoria, porque las negras no podrán evitar cierta debi­ lidad de los peones centrales.

Para no perder un peón enseguida, las negras se ven obligadas a exponer su dama peligro­ samente, y esta circunstancia, agregada a la posición poco afortunada del alfil , permitirá a las blancas descubrir el procedimiento gana­ dor sin mayores dificultades.

S.cxdS exdS 9 ..ib5

1S . .!iJ d4

Esta es la manera más lógica de explotar la pequeña debil idad del flanco de dama de las negras. En cambio, "la preparación para el ataque" que implicaría ubicar el alfi l en la diagonal "b 1 "- "h7" , estaría fuera de j ugar, porque la posición del rey negro es perfectamente segura por el momento.

Amenazando 1 6.lt:lcb5 y 1 7 .l:'í:c7 etc.

6 .!LJf3 0-0 7J':kl b6 •

9 ....ib7 10.0-0 a6 ll ..ia4 eS? Esta j ugada aparentemente lógica encontrará aquí una refutación definitiva. Pero de todas maneras, después de la más prudente 1 l . . .l:'í:c8, la continuación 12 . .ib3 ! etc., dejaría a las negras en posición poco cómoda.

15 J!ac8 16 . .!iJ fS �h8! .•

Defendiéndose de la amenaza 17 .ltJ xd5 y, al mismo tiempo, tendiendo un lazo: si, por ejemplo, 1 7 .lt:l xg7 (esperando ganar un peón después de 1 7 . . . �xg7 1 8 .�g4+ etc.), seguiría 1 7 . . . d4 ! 1 8 .exd4 * �g5 , o 1 8 .�xd4 �xd4 1 9.exd4 l:'í:g8 etc . , con ventaj a para las negras. 17 . .!lJ e2! Con el objeto de obligar al cambio de damas en "d4", sin alterar la constelación de peones. Vale la pena observar cuán desamparada quedará la posición de las negras en el final que sigue. 17 �b4 18.�d4 �xd4 19 . .!lJ exd4 �xcl •.•

Si 19 . . . lt:lc5, seguiría 20.lt:ld6 l:'í:b8 2 l .b4, etc.

Si, en cambio, 20 . . . l:'í:c8?, las blancas con 2 l .l:'í:xc8+, seguido de 22.ltl d6, ganarían una pieza inmediatamente. 21..!iJd6 .iaS 12 ..ixd7 ! Muy superior a 1 2 .dxc5 lt:l xc5 etc . , que deja a las negras con buena partida, como en el encuentro Capablanca - Teichmann en 1 9 1 3 . Si ahora 1 2 . . . \Wxd7, seguiría 1 3 .dxc5 bxc5 1 4 . lt:l a4 ! , con ventaj a decisiva. 12 ... .!LJ xd7 13 ..ixe7 \Wxe7 14.dxc5 �xcS

1 24

Otra vez forzado, como puede

verse

sin

Sin dejar de considerar la peligrosidad del alfil de "b7", las blancas pueden intentar la retirada del caballo con 1 8 ./ühS, especulando con la situación del cabal lo de "d7" y con posibi lidades posteriores de j aques en "d4" cam· biando las damas. Una variante podría ser: 18 . . . dxc3 (a 1 8 . . . Elg8 1 9.lüg3 dxc3 20.%\lxd?, con ventaja) 1 9 .%\lxd? �xg2 20.Elxc3, etc.

ALEXANDER ALEKHINE

dificultad. 22.b4 ltJ d3 23.�c7 Es claro que 2 3 . lLl xf7+, no convenía por 23 .. .'it?g8 etc . , con ventaj a . 23 ... \!?gS

PARTIDA W 60 Blancas: E. Znosko Borovsky Negras : A. Alekhine Apertura Española (C87) Torneo de París, Octubre de 1 93 3 l .e4 e S 2.ltJf3 lt:l c6 5.0-0 d6

3.�b5 a 6 4.�a4 lDf6

Es más seguro j ugar primero 5 . . . �e7 , porque después del movimiento del texto, las blancas, de acuerdo con los estudios más recientes, podrían obtener ventaj a continuando 6.�xc6 bxc6 7 .d4 lLl xe4 8.E:e 1 f5 9 .dxe5 d5 1 0.lLJd4 c5 1 1 .lLle2, seguido por lLl f4, etc . 6.c3 �d7 7.�el �e7 S.d4 0-0 9.ltJ bd2 �eS

24.ltJcS! Después de 24.a3, habría sido fácil para las negras salvar su alfil j ugando 24 . . . lLle5, segui­ do de 25 ... lLlc4, con posibil idades de larga resistencia. Con la jugada del texto, las blancas inician un ataque contra el infortunado alfil, el cual es incapaz de eludir su destino. 24 ... ltJxb4 2S.ltJ xb6 Amenazando 26J�� a7 , etc .

Esta j ugada original, cuya finalidad es mantener intacta la posición central mediante . . . lLJ d7 y uti lizar (después de . . . f6) el alfil dama en la diagonal "e8"-"h5 " , fue introdu­ cida por mí (después de 9 . . . i>h8 1 0.h3) en la partida que j ugué contra L. Steiner en Kecskemet, 1 927. Más tarde fue bautizada, con derecho más que dudoso, puesto que se prescindió de mi consentimiento, con el nombre de variante de Kecskemet. Esa deno­ minación es ilógica, tanto más cuanto que . . . �e8 es la l lave de un "sistema" y no de una simple variante. La presente partida ofrece cierto interés teórico, porque demuestra que después de la j ugada del texto, las blancas, aun j ugando con miras a un empate, no pue­ den conseguir una igualdad absoluta mediante la liquidación de la tensión central. 10.�xc6 �xc6 l l .dxeS dxeS 12.lLlxeS �xe4 13.� xe4 * �xd l !

Si 26 ..El:a7, las negras sal varían la pieza prosiguiendo 26 . . . �b7 27 .lLld7 E:c8, seguido de 28 . . . �c6.

1 3 . . . lLl xe4 sería u n error por 1 4.lLJd7 ! , etc . 14.� xf6+

26...�dS 27.a3 � d3 2S.�a7 �eS 29.g;,fl

Las negras abandonaron . Después de esto, 30.lLlb6 etc . , es inevitable.

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

• La j ugada 1 3 .'1Wb3, es bastante molesta para las negras, ya que si retroceden su alfi l a "c6", deb i l itan su estructura de peones, y si el a l fi l se marcha de la gran diagonal, se pierde el peón de "b7".

1 25

Después de 1 4.l:hd 1 lt:l xe4, quedaría todavía material suficiente para complicar la l ucha. Con el cambio de caballos, l as blancas espe­ ran alcanzar una posición de empate mani­ fiesta con 1 4 ... �xf6 1 5 .!!xd 1 �xe5 1 6.�e3 , etc. Pero . . . 14 ... gxf6! Único medio que, sin ofrecer el menor riesgo, permite "j ugar para ganar" . lSJ�xd l fxeS

blanco estará todavía en el ala opuesta, el primer j ugador no dispondrá de fuerzas suficientes para i mpedir la entrada de la torre enemiga en su primera o segunda fila. Admito que si las blancas hubieran pensado desde ya que existía el peligro real de perder este final, hubieran podido salvar la situación recurriendo a una defensa en extremo cuida­ dosa. Pero aconteció que las negras j ugaron con un plan definido, mientras que las blancas sólo lo hicieron con la convicción de que la partida debía ser tablas. Y el resultado fue una serie muy instructiva de estratagemas típicas, mucho más úti l, para jugadores poco experimentados, que las lla­ madas "brillanteces " . 16.�h6 Esto no es de ningún modo un error, pero sí una prueba de que l as blancas no han interpretado todavía el espíritu de la posición . De otra manera, no estarían ansiosas por cambiar un par de torres, lo cual será bien recibido por el adversario, por estar dentro del plan preconcebido.

El final a que se ha l legado no es tan fácil de conducir como parece, especialmente para el primer j ugador. El plan de campaña de las negras, que será llevado a cabo con todo éxito, se divide en varias partes, a saber: 1 ) cambio de un par de torres. 2) conducción del rey a "e6 " , en donde estará protegido contra un ataque frontal por el peón de "e", sirviendo también para i mpedir la entrada de la torre en "d7 " . 3) operando con la torre e n la columna abierta de "g" y avanzando el peón de " h " , para provocar la apertura de esta columna. 4) después de realizar esto, el rey blanco, y eventualmente también el alfil , quedarán ocu­ pados en i mpedir que la torre negra pueda ubi­ carse en "h 1 " o " h 2 " . 5) entretanto, l a s negras, mediante el avance de los peones de " b " y " a " , conseguirán , tarde o temprano, abrir una columna en el flanco de dama. 6) y por último, como en ese momento el rey

1 26

16 gfd8 17.fl .•.

Tal vez pudiera aconsej arse una l ínea de juego más agresiva a iniciarse con 1 7 .g4. Pero, aun en este caso, las negras conservarían la oportunidad de complicar las cosas después de 1 7 .. .f6 seguido de . . . n y . . . e6, etc. 17 ...f5 18J�xd8+ gxd8 19.g3 19 . . .f4 era una seria amenaza. 19 f7 20 ..ie3 hS 2I.e2 i>e6 22.gdl gg8 ! •.•

Si ahora 23 .h4, entonces 23 . . . !!g4, con la amenaza 24 .. .f4. Las blancas están, pues, prácticamente obligadas a permitir la apertura de la columna de " h " . 23.f3 h 4 24.�f2 hxg3 2S.hxg3 ghs 26.-igl �d6 27.fl

ALEXANDER ALEKHINE

Con el fin de contestar a 27 . . . e4, con 28.fxe4 fxe4 29.Wg2, etc. 27 .. J!g8 28 ..if2

33 ... l3a3 ! ¡ La ruta d e l triunfo ! 34.c5 ie7 35.l3b2 b4 36.g4 Uno de los últimos recursos de las blancas : tratan de crear un peón pasado que podría convertirse en una fuerza en caso de cambiarse los alfiles. Pero las negras no tienen prisa por realizar tal cambio. 36 ... f4 37.Wfl l!al+ 38.We2 l3cl Ten iendo como objetivo principal esclavizar todas las piezas contrarias mediante 39 . . . 1'l:c3 . La expedición de la torre blanca que va a seguir, es desesperación simple y llana.

28 ... b5 ! Ahora las negras muestran sus cartas . En caso de que las blancas dej aran intacta su posición de peones del flanco de dama, el plan de ataque sería . . . eS y . . . c4, seguido de . . . aS y . . . b4. La j ugada que viene acorta el procedi­ miento. 29.b3? aS 30.Wg2 a4 31 J3d2

39.l3a2 l3c3 40.l3a7 Wd7 41 .l3b7 l3xb3 42.l!b8 l!b2+ 43.c�fl b3 44.Wgt 'it>c6 4S.Wfl WdS Es claro que no convenía 4S . . . ixcS ?, debido a 46.-ixcS W xcS 47.gS etc . , con probabilidades de tablas. Pero 4S . . . e4 ! 46.fxe4 f3 etc . , cons­ tituía un procedi miento más rápido. 46.l3b7

Si 3 l .b4, la intención era 3 1 . . .1'l:c8 32.-icS �a8 !, seguido de . . . l'l:a6 y . . . l'l:c6 etc . , con ventaja. 31...axb3 32.axb3 l3a8 Las negras han alcanzado así la posición que pretendían al comenzar este final. De aquí en adelante, su ventaj a posicional será suficiente para lograr la victoria, especial mente porque podrán avanzar su rey después de fij ar a la torre adversaria en la defensa de uno de sus peones débiles. 33.c4

46 ... e4! 47.fxe4+ Wxe4 48.l3xc7 Wf3 49J'he7 l3xf2+ SO.Wel b2 51 .l3b7 l3c2 52.c6 !

Única tentativa posible, porque 3 3 .b4 por ejemplo, después de 33 . . . 1'l:a 1 34.1'l:d3 l'l:a3 etc., sería inmediatamente fatal .

Una linda broma final : S2 . . . 1'l:c 1 + S 3 .Wd2 b 1 'ª S4.1'l:xb 1 l3xb 1 SS .c7, etc . Pero las negras habían calculado bien que su otro peón pasa-

M I S MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

1 27

do forzaría el triunfo. 52 ... �g3 ! 53.c7 f3 54.�d l :Sxc7 SS.:Sxb2 f2

j ugada de su contrario, porque están bastante desarrolladas como para intentar casi ensegui­ da una acción en el centro.

Las blancas abandonaron.

l3.a5 0-0 14.lLlc4 Wlc7 1S.Wie2 lLl g4

PARTIDA No 6 1 B l ancas: A . Alekhine Negras : E. Bogolj ubow Defensa Semieslava (D48) Segunda Partida del Match Baden-Baden , Abri l de 1 934 l.d4 lLl f6 2.c4 c6 3.lLlf3 dS 4.e3 e6 S ..id3 lLl bd7 6.lLl c3 dxc4 7 ..ixc4 bS 8 ..id3 a6 9.0-0 En la actualidad, los principales maestros consideran como decididamente ventajosa para las blancas la continuación : 9 .e4 c5 I O.e5 cxd4 1 1 .lLl xb5 lLl xe5 1 2 . lLl xe5 axb5 1 3 .'1Wf3 ! , etc . Pero en 1 934, la 1 3 j ugada de esta vari ante no había sido todavía bien estudiada y las acciones de la variante de Merano estaban muy altas . Ese es el motivo de la apa­ cible j ugada del texto. 9 c5 10.a4

Las negras han conseguido una posición francamente buena, pero de aquí en adelante comienzan a considerar con demasiado opti­ mismo sus probabi lidades. En lugar de la aventurada j ugada del texto, que las conduce a ganar un peón , pero que permite la intrusión del caballo blanco en "b6", con poderoso efecto, habrían procedido mejor simplificando las cosas mediante 1 5 . . . . ie4, por ejemplo.

•..

16.e4! I O.\We2, ensayada con fines experimentales en las partidas Slimisch-Capablanca (Moscú, 1 925) y Dr. Vidmar-Bogolj ubow (Bied, 1 93 1 ), no aportó a los primeros j ugadores más que desencantos, al menos en el período inicial de la partida. 10 b4 l l .lLl e4 ib7 12.lLl ed2 ..•

De resultas de su incolora j ugada 9, es difícil para las blancas encontrar otra manera de complicar las cosas sin caer en desventaja, por eso se inicia esta tentativa de bloquear el flanco de dama del adversario. 12 ...ie7 Las negras no necesitan i mpedir la próxima

1 28

Una verdadera sorpresa para las negras, que seguramente esperaban la casi suicida res­ puesta 1 6.g3 . 16 cxd4 17.h3 lLl geS •.•

Si 1 7 . . . lLlgf6, las blancas habrían continuando 1 8 .ig5 lLlc5 1 9. lLl b6 �ad8 20.�ac 1 Wib8 * (estas j ugadas son recomendadas por Efim Bogolj ubow en el libro sobre el match, como las mejores para las negras) y ahora, no 2 1 .e5? La recomendación de Bogolj ubow sería más acertada aún con 20 .. .l!l fxe4 ! , ya que todos los i ntercambios que se producen le benefician. Por ejemplo: 2 l .�xe4 �xe4 22.Wlxe4 (si 2U!xc5, Wlxc5 23 .ixe7 �xf3 24.ixf8 �xe2 25 .�xc5 d3, ganando) 22 . . . ixg5 23.lil xg5 lil xe4 24.l:!xc7 lil x gS 25J!d l , y aunque el blanco pueda controlar a los peones de más de las negras, la ventaja de éstas es clara.

ALEXANDER ALEKHINE

(Bogolj ubow), sino 2 l .�xf6 ! gxf6 22.l:!c4 f5 23.li::l h4 etc . , con amplia compensación posi­ cional por el peón perdido. 18.�fxe5 � xe5 19.�f4 �d6 20.ixe5 ixe5 21.� b6 Punto esencial de la combinación iniciada con el sacrificio de la j ugada 1 6. Desde este mo­ mento, el caballo paralizará todo el flanco de dama negro. 21...l:� a7 26 !l:e8 •.•

En caso de 2 1 . . . !l:ad8, las blancas no habrían tomado el peón de "a" sin antes i mpedir el avance eventual del peón de "d" mediante 22.!l:fd 1 !, quedando en posición formalmente preferible. 22J�acl Wfd6 O 22 . . . Wfd8 23 .Wfd2 ! �d6 24.f4 etc . , con ven­ taja.

En el supuesto de un movimiento del alfi l , Bogolj ubow da l a s siguientes variantes : a) 26 . . . �g3 27 .Wfe6+ mh8 28 .Wfxg6 hxg6 29.!l:e6 !l:d8 30.!l:xg6 f4 3 1 .!l:e6. b) 26 ... �f4 27 .!l:xd4 Wfg3 28 .�c4+ mh8 29 .Wfe7 , en ambos casos las blancas quedan con posición ganadora. 27.f4 Wfg3 28.fxe5 !l:xe5 29.!l:c8+! La refutación .

Debido a las múltiples debilidades de las negras, la apertura de la columna de "e" conduce a una pronta catástrofe. Pero tampoco satisface la j ugada más tranquila 23 . . . �f4, recomendada por Bogolj ubow, porque des­ pués de 24.!l:d 1 e5 25 .Wfe 1 etc . , las blancas recuperarían el peón entregado sin dej ar de mantener una fuerte presión . 24.exf5 exf5 25.!l:el ! La amenaza de cambiar damas en "e6 " , con un final ganado por l as blancas sin mayor esfuerzo, provoca la desesperación de l as negras, que tratan de elaborar una complicada combinación de ataque, destinada de ante­ mano al fracaso, debido a la inutil idad de su torre dama. 25 ...Wfg6 26.f3

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

29 mn Jo.Whs+ •••

La alternativa 30.!l:c7+ no era tan elegante, pero sí más rápida, por ejemplo: 30 . . . mg6 3 l .!l:xg7+ ! , y si 30 . . . mg8, 3 l .�c4+ mh8 32.!l:c8+, seguido de 3 3 .Wfxe5 , etc . 30 g6 31.Wfxh7+ mf6 32.!:i:f8+ mg5 33.h4+ mf4 34.Wfh6+ g5 35.!l:xf5+! !l:xf5 36.Wfd6+ 'i!?g4 37.ixf5+ .•.

Las negras abandonaron . Hay mate en tres. PARTIDA W 62 Blancas : A. A lekhine Negras : E. Bogolj ubow Defensa Semieslava (D3 1 ) Cuarta Partida del Match Villingen, Abri l de 1 934

1 29

l.d4 dS 2.c4 c6 3.lLlc3 lLl f6 4.e3 e6 S.�d3 lLl bd7 6.f4 Plan de apertura poco feliz, porque permite a las negras emprender con éxito una acción inmediata en el centro. Sin embargo, tal como se desarrolló la partida, en cierto momento las blancas tuvieron una ocasión para igualar sin mayor dificultad. 6 ... dxc4 Esta j ugada, que está relacionada con las cuatro siguientes, constituye un medio de desarrollo tan natural como bueno. 7.�xc4 bS 8.�d3 �b7 9.lLlf3 a6 10.a4 La idea de avanzar este peón a "a5 " , como en la partida anterior, es un tanto rebuscada en esta posición . El curso lógico era 1 0.0-0 c5 I l .f5 , etc. 10 b4 l l. lLl e2 eS 12.0-0 �e7 13.a5? .•.

Todavía ahora, 1 3 .f5 exf5 1 4.�xf5 0-0 1 5 .lLlg3, habría conducido a una partida con más colorido y con probabi lidades para ambos bandos. Después de la j ugada efectuada, las blancas, aun j ugando con todo cuidado, sólo pueden pretender la igualdad. 13 0-0 14. lLl g3 g6!

17.lLle5! Si 1 7 .f5 ! ?, es muy difícil que las negras aceptaran el sacrificio de la pieza, porque después de 1 7 . . . exf5 1 8 .�xf5 gxf5 1 9.lLlxf5, las amenazas de las blancas serían muy fuertes, pero contestando 1 7 . . . �xf3 1 8 .�xf3 �xd4+ 1 9 .'tt> h l llJ bd7, con la amenaza 20 . . . lLle5, las negras obtendrían superioridad. En cambio, si después de la j ugada del texto continuaran con 1 7 . . . �xd4+, seguiría 1 8 .�e3, seguido de l 9�llJc4 o 1 9 .E!:fd l , y se verían frente a serias dificultades. 17 lLlc6! •..

Sin duda alguna, ésta es la respuesta exacta que destruye las esperanzas de ataque de las blancas. El cambio subsiguiente es ineludible.

•.•

18.lLl xc6 ixc6 19.�c4? Era de i mportancia vital evitar 1 5 .f5 . 15.�e2 cxd4 16.exd4 El aislamiento del peón central es, sin duda, una temeridad, pero, como se verá en el transcurso de la partida, se presta mejor para igualar que la alternativa 1 6.lLl xd4 llJc5, etc. 16 lLl b8 .•.

Amenazando ganar impunemente un peón mediante 1 7 . . . lLlc6.

1 30

Pero en esto hay exceso de optimismo, porque después de la j ugada de l as negras que sigue, y que es puramente defensiva, las blancas no tendrán compensación, por la debilidad esta· ble en que quedará su posición central . 1 9 .�xa6 bastaba para hacer tablas y era, por otra parte, la única consecuencia lógica de la maniobra previa del caballo. S i , en tal caso, 19 . . . E!:xa6, mediante la continuación 20.�xa6 �xd4+ 2 I .'i:t>h i �d5 22.�e2 �b5 23 .�f3 �xfl 24.�xd5 llJ xd5 25 . llJ xfl , las blancas no tendrían, en el peor de los casos, nada que temer. Bogolj ubow, en el libro del match,

ALEXANDER ALEKHINE

indica otras dos j ugadas que, en mi opinión, son igual mente inofensivas. Estas son : a) 1 9 . . . �a7 , que puede ser contestada con 20.�d 1 'Wa8 2 l..�b 5 . b) 1 9 .. .l2J g4, después de lo cual las blancas obtendrían hasta una especie de contraataque mediante 20.'Wxg4 �xa6 2 l .f5 etc., o si 20 ... 'Wxd4+ 2 l .'it>h 1 �xa6 22.'We2, seguido de 23.�e 3 , etc.

penosa para el pri mer j ugador y habría conti­ nuado siéndolo aún más si l as negras no hubieran retirado su dama de esta posición dominante. (Véase j ugada 29.) 26.�el �ad8 27.�d2 �e7 ¡ Extraña j ugada ! ¿Por qué no continuar con 27 . . . �b8 y luego 28 . . . �a7 ?

19 ...�b7 20.�e3 'Wd6

El Dr. Lasker, en su excelente folleto sobre el match, pretende, con toda j usticia, que las negras ya tienen una posición estratégica­ mente ganadora, además, trata de probar que puede "forzarse el triunfo" j ugando 20 . . . tLld5 y da variantes a esa línea de j uego ¡ que llegan hasta la j ugada 35 ! Pero es extraño que al hacerlo omita la consideración del sencillo movimiento con que yo habría contestado a 20 ... tLld5, que era 2 1 .tLle4, seguido eventual ­ mente por tLlc5, etc. Y es más que probable que Bogolj ubow no se decidiera por la respuesta natural 20 . . . tLl d5 porque no deseaba permitir que el caballo blanco, tan infortuna­ damente ubicado, tomara parte activa en el combate.

"Un error táctico " , dice el Dr Lasker. Pero tendría curiosidad de saber cuál es la j ugada que, en esta situación desesperante, no resul­ tará un "error táctico" para los análisis pos­ teriores. En otras palabras, las blancas es­ taban perdidas, j ugaran lo que j ugaran . 29 ...'Wd6?

2U�ad l �feS 22.b3 Puesto que tanto su alfil dama como su caballo no tienen porvenir, las blancas quieren, por lo menos, fortalecer la posición de su otro alfi l . Además, como se verá, la jugada del texto facil ita la defensa del peón de "a ... 22 ...�f8 23.�d3 Debido a sus numerosas debil idades, las blan­ cas están reducidas a una pasividad absoluta. Felizmente para el las, las negras no demues­ tran estar a la altura de la situación tanto estratégicamente como tácticamente. 23...'Wc7 24.'Wa2 �d6 25.�d2 Wc6 La presión sobre la casilla "g2" es sumamente

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

Como las blancas no amenazaban nada, no había razón para diferir los hechos. Con 29 ... tLl g4 ! , las negras habrían ganado por lo menos un peón, conservando su posición dominante. Esta partida prueba, mej or que cualquiera otra, la inutilidad de este segundo match desde el punto de vista deportivo, y explica, al mismo tiempo, la indiferencia con que j ugué en diversas ocasiones. Estoy seguro de que Bogolj ubow no estaba en condiciones de sacar ventaja de las oportunidades que mi j uego pudiera ofrecerle y, por desgracia para el valor artístico general del presente match, el "score" de 7 a 1 a mi favor, después de 22 partidas,

131

j ustifica plenamente mi vehemente afirma­ ción. 30.lLl e2 Por fin el pobre caballo empieza a cooperar en la defensa, pero, las perspectivas de las blancas siguen siendo muy sombrías. 30 ... lLJ dS 3 l .�cl .id8 32 .ig3 �e7 •

Bogolj ubow pretende, y es posible que tenga razón, que 33 . . .�f6 habría provocado compli­ caciones favorables para las negras, pero también la simple respuesta 32 . . . f5 era bastan­ te buena. Por otra parte, la maniobra de la dama, iniciada por la j ugada del texto, sólo conduce el cambio de damas y, en conse­ cuencia, releva a las blancas de la preocu­ pación sobre su casilla de "g2 " . E n resumen : ¡ una lamentable estrategi a !

Aquí inician las negras un peligroso complot contra su propia posición . En cambio, 45 . . . lLl f6 ! les habría permitido conservar su ventaj osa situación. 46 .id3 fS 47.�dc2 gS? •

Como quedará demostrado por la sorpresiva respuesta, este avance sólo conduce, en el mejor de los casos, a la igualdad. Pero 47 . . .';1>t7, sugerida después por Bogoljubow, tampoco sería eficaz, porque las blancas habrían podido j ugar, por ejemplo, 48.'it' fl , seguido eventual mente por lLl g l lLJ f3 lLle5, etc. -

-

33J!a2 �f6 34.�d2 �fS 3 S ..id3 �f6 3 6..ic4 .ie7 37.�d3 �ed8 38 . .iel �fS 39.�d2 �e4 Las negras se deciden por último a simplificar las cosas admitiendo i mplícitamente que en las últi mas 20 j ugadas no han logrado hacer nada definitivo. 40.id3 �e3+ 41 ..if2 �xd2 42.�xd2 La posición así alcanzada es todavía favorable a las negras. Pero para ganar, aun conside­ rando que l a partida fue suspendida en este momento, sería necesario poseer el arte para los finales de un Lasker o un Capablanca en sus buenos tiempos. Pero si no es fáci l para las negras ganar la partida, es más que difícil imaginar como podrían perderla. 42 �c8 43 ..ic4 �g7 44.g3 .•.

La posibilidad de esta j ugada defensiva se debe a la desaparición de las damas, porque antes, el debilitamiento de la diagonal "h l "­ "a8" habría resultado de fatales consecuencias. 44 �cd8 4S.�cl h6 •..

1 32

48.g4! Las negras no podían aceptar este sacrificio de peón , por ejemplo: 48 . . . fxg4 49.f5 ! rJJ fl 50.fxe6+ �xe6 5 l .lLlg3, seguido de 52.�e l+ etc . , con ventaja. Pero pudieron y debieron j ugar 48 . . . gxf4 49.gxf5 �t7 etc., con posición más o menos equilibrada. 48 ... lLlxf4? S i alguien decide deliberadamente cambiar una pieza propia bien ubicada por un pobre tullido, como el cabal lo blanco de "e2 " , es indudable que ese alguien merece perder. Es interesante observar, de aquí en adelante, el alegre despertar de las piezas blancas que durante horas estuvieron casi sin poder moverse.

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49.lLl xf4 gxf4 SO.gxfS eS

PARTIDA No 63 Blancas: E. B ogolj ubow Negras: A. Alekhine Defensa Benoni (A44) Novena Partida del Match Pforzheim, Abril de 1 934

Con la vana esperanza de que las blancas quedarían satisfechas con los alfi les de diferente color después de 5 l .dxe5 , seguido de 52.f6, etc. Sl.¡::¡ e l ! exd4 Las negras no prevén la bonita combinación que sigue. La única probabilidad de salvación era 5 l . . .�f6, a lo que las blancas habrían contestado 52.¡::¡ c 4 ! exd4 5 3 .¡::¡ x b4 etc., con mejores perspectivas.

l.d4 eS Considero que l a elección de esta j ugada (que a raíz de mi éxito en esta partida se convirtió en moda durante algún tiempo) constituye uno de mis pecados ajedrecísticos. Porque si un campeón mundial, por el hecho de ser humano, no puede siempre evitar el empleo de j ugadas inferiores en la apertura, debe por lo menos no realizar aquellas que él mismo conceptúa poco convenientes . 2.dS eS 3.e4 d6 4.f4

punto inesperado de esta operación tan inocente a primera vista, es la coronación inevitable del peón de "f'. Como puede verse sin dificultad, las negras tendrán que seguir en adelante una l ínea de j uego rigurosamente determinada. El

A

cualquier otra cosa, 54.f6+.

54 ..be7 g2 Ahora las blancas amenazan 26.�h 1 !, seguido de 27.�cfl y 28 .i.c 1 etc . , induciendo a las negras a emprender una acción desesperada en el centro. 2S ... f5 26.exf6+ llJ xf6 27.'\WgS �h6 28.�hl gch8 29.�xh6 �xh6 30.gel ! Más fuerte aún que 30.�h 1 , con l o que sólo se hubiera ganado un peón . 30 ... llJd8 31.llJeS llJ gS Si 3 l . . . lLl t7, vendría 32.lLlxt7, seguido de 33 .�e5 etc ., ganando fácilmente. 32.i.c l ! Una d e las razones de 30.�e 1 .

l .e4 eS 2.llJf3 llJ c6 5.0-0 d6

3.ibS a6 4 ..ia4 llJf6

Esto permite a las blancas iniciar una acción inmediata en el centro sin verse obligadas a defender pri mero el peón de "e", mediante 6.�e 1 o 6.�e2, como hubiera sido necesario después de 5 . . . ie7 . 6.c3 id7 7 .d4 ie7 S.dS Esta maniobra de bloqueo fue introducida por Bogolj ubow en una partida de nuestro match en Rotterdam, 1 929. Su particularidad es la de conducir a lentos combates posicionales de grueso calibre. 8 ... llJ b8 9.ic2 ig4 En el Torneo por Equipos de Varsovia, de 1 93 5 , Keres ensayó contra mí una línea de j uego más agresiva, que i mpl icaba renunciar al enroque y que comenzaba con 9 . . . h6. La continuación de la partida fue 1 O.c4 �c8 1 1 .lLl e 1 g5 1 2.lLlc3 lLl h5 1 3 .lLl e2 ! (está claro que no es buena 1 3 .�xh5 , debido a 1 3 . . . ig4) 1 3 . . . lLl f4 1 4. lLl g3 c6 1 5 . lLl f5 cxd5 1 6.ixf4 gxf4 1 7 .cxd5 ixf5 1 8 .exf5 , pero fue, sin embargo, favorable al primer j ugador quien , sacando ventaj a de la apertura de la columna " e " , logró hacer abandonar a su adversario en la jugada 37. Respecto a 9 ... a5 !, asociado con 10 . . . tt:J a6 y 1 l . . .lLlc5, véase mi partida en consulta con Kashdan (N° 1 1 9). lO.c4 llJ bd7

32 ...'\WeS 33.gfl i.c6 34.gf6! llJxf6 3S.Wxh6+ @g8 36.igS Ganando dos piezas menores. Las negras abandonaron. PARTIDA W 68 Blancas : A . Alekhine Negras : H . Johner Apertura Española (C79) Torneo de Zurich, Julio de 1 934

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

143

l l .h3! En la partida citada más arriba, Bogolj ubow jugó en este momento l l .lLlc3, y sólo después de l l . . . lLl f8 , siguió con 1 2.h3? Esto no tenía razón de ser, puesto que el alfil puede irse ahora a "d7" , sin contar que las negras quedaron en condiciones de iniciar un contra­ ataque mediante el avance de peón a . . . g5 , para luego sacrificarlo con . . . g4 ! y obtener una posición ganadora.

Amenazando 28 . .ixf4 exf4 29.Wxf4 ! gxf4 30.lLl xh6+ ! , seguido de mate. 27 'it>g7 ! ..•

L a única defensa, porque 2 7 . . . 'it> h 8 , perdería pronto luego de 28.lLl xh6 ! i!xh6 29.hxg5 , etc. 28.hxg5 hxgS 29.i!xh7+ lLlxh7 30.i!hl 'it>h8 31.i!h6 Wf7 32.-id l i!g8

ll ....ihS 12.lLlc3 0-0 13.g4 .ig6 14.We2 Preparando la j ugada 1 5 . 4J h4 que, de ser realizada enseguida, habría sido contrarrestada con 14 . . . .ixe4, etc . 14 ... 4J e8 15 ..id2 h6 1 5 . . . h5, en apariencia más agresiva, sería favorablemente refutada por la maniobra lLl d I -lLl e3-lLl f5 . 33.Wb3 ! 16.'it>g2 .ih7 17J�hl gS ! Mediante la construcción de esta barricada de peones, las negras eli minan por lo menos el pel igro inmediato que amenaza a su rey. 18.h4 f6 l9. lLl d l i!f7 20.lLl e3 Este cabal lo debe ser cambiado en "f5 " , antes de que las negras tengan tiempo de traer un caballo a "f4 " por "g6 " . 2 0 4J f8 21.lLlf5 .ixfS 22.gxf5 i!h7

Como todas las piezas negras están más o menos ocupadas en el flanco de rey, la dama, por el otro extremo, emprende un paseíto, no por simple curiosidad, sino para apresar cualquier cosa que pudiera estar mal defendida. Esta ganancia de material no es mera casualidad, sino consecuencia lógica de una iniciativa persistente que ha impedido a las negras defender todos sus puntos vulne­ rables a un mismo tiempo. 33 b6 34.Wa4 .if8 .•.

.•.

Debe admitirse que las negras defienden su posición en forma lógica. Ahora logran llevar un caballo a "f4" por otro camino (g7-h5), pero tienen la poca suerte de que sus demás piezas estén demasiado mal colocadas para permitir una defensa realmente eficaz. 23.i!agl lLl g7 24.'it>fl We8 25.lLl h2 lLl hS 26.lLl g4 lLl f4 27.Wf3 !

1 44

Si 34 . . . a5 , entonces 35 .Wd7 etc., ganando rápidamente. 35.Wxa6 .ixh6 36.lLlxh6 Wg7 37.lLl xg8 'it>xg8 38.Wc8+ 4Jf8 39.�xf4 exf4 40.We8 Como sucede muy a menudo, después de la obtención de una ventaj a material, el ataque se desvanece, y ahora las blancas deben poner especial cuidado en impedir un posible contra-

ALEXANDER ALEKHINE

ataque. Las negras amenazaban seriamente 40 . . . 1Mle7 y 4 l . . .We5 . 40 ... g4! 41.WhS f3 42.ia4 ltl h7 43.ie2 Preparación necesaria para el sorpresivo ataque que van a realizar en el centro. 43 ltlf8 ..•

Si 43 . . . ltlg5, las blancas habrían ganado mediante 44.Wxg4 Wh6 45 .'� g l !, y si 45 . . . mf8, proseguiría 46.id l ltl h3+ 47 .mfl 'Wd2 48 .Wxf3 , mientras que a 45 ... 1Mlg7, vendría 46.Wg3 . La tarea técnica ulterior sería fáci l en ambos casos.

46.ie4 Wd7 47.Wh6! Más preciso que 47 .Wxg4+. Las negras abandonaron.

PARTID A W 69 B lancas : F. Gygli Negras : A . Alekhine Defensa Benoni (A44) Torneo de Zurich, 1 ulio de 1 934 l.d4 eS 2.dS eS 3.e4 d6 4.g3 Procedimiento de desarrollo un tanto rebus­ cado, que no molesta mucho a las negras. En mi opinión, l as blancas debieron tratar de combinar las dos ideas estratégicas siguientes : 1 ) ocupar la casilla "c4" con un caballo y continuar forzando esa posición . 2) preparar el avance f4, pero no realizarlo, sino como reacción inmediata a la misma j ugada del adversario. En este último caso, la apertura de la posición en el centro terminará siempre por favorecer al bando que ya tenga superioridad en espacio. 4 ... fS S.ltle3 ltl f6 6.ig2 ie7

44.eS ! Esta fue la j ugada sell ada en el momento de la suspensión, que transforma un compl icado problema técnico en un procedimiento gana­ dor tan corto como sutil y exacto. 44 ... dxeS Si 44 .. .fxe5, vendría 45.f6 ! ' a 2 b5 37 .É1g3 ! f5 38 .V!ixf5 f6 39.É1e3 Vfif7 . Aquí j ugué 40.É1e6 y gane ¡ después de 77 j ugadas ! , pero 40.We6 ! hubiera obligado a un abandono casi inme­ diato. A . Alekhine-E. Bogolj ubow 1 9• partida del match de 1 929. 1 0.0-0-0 c5 l l .h4 Wc7 1 2.d5 exd5 1 3 .cxd5 a6 1 4 .id3 h6 1 5 .ih7+ 'tt> h 8 1 6.lt:le4 ! id6 1 7 .if5 lt:l xe4 1 8 .Wxe4 lt:l e5 1 9. lt:l xe5 ixe5 20.d6 ! ixd6 2 1 .Vlixa8 ixf5 22.Wf3 ig6 23.h5 ih7 24.ixh6 ! ie5 25 .ig5 f5 26.h6 f4 27 .Wd5 ! f3 28.hxg7+ Wxg7

29.É1xh7+ ! 'tt> x h7 30.É1h 1 + 'tt> g 6 3 1 .ih6 if4+ 32.ixf4 É1xf4 3 3 .gxf3 Wd4 34.Wg8+ Wf6 35 .É1h6+ 'tt> e 7 36.É1e6+, y las negras abando­ naron . A. Alekhine - J. Vazquez, Torneo de la ci udad de México, Septiembre de 1 932. 10.0-0-0 La aceptación del ofreci miento sería favorable a las negras, por ejemplo: I O.dxe5 lt:lg4 1 1 .if4 ic5 1 2 .ltl e4 ib4+, o I O. lt:l xe5 lt:lxe5 1 l .dxe5 lt:l d7 1 2.ixe7 Wxe7 1 3 .f4 f6, etc. En ambos casos la pérdida del peón está suficien­ temente compensada. 10 ...exd4 n.lt:lxd4 '�&as 12.h4 Como el lector puede ver en las partidas transcriptas, esta j ugada es un importante eslabón del plan iniciado por 9.Wc2.

Si 13 ... ie6, las blancas no cambiarían ense­ guida el alfil, sino que terminarían su desa­ rrollo en la misma forma que lo hicieron en la partida: ie2 y if3 etc. 14.ie2 '!Wc7 1S.if3! Las blancas se resisten j uiciosamente a la tentación de desaloj ar el cabal lo mediante 1 5 .b4, porque después de . . . 1 5 . . . lt:le6 1 6.a3 c5 ! , las negras conseguirían un contraataque al que no pueden pretender después de la jugada del texto. lS ... aS 16.l'�hel En este momento la torre es más úti l en el centro, porque el ataque contra el rey es de progresión muy lenta debido a las maniobras que las negras han efectuado tan a tiempo. 16 .. �g6 Casi indispensable, si desean desalojar el cabal lo central de las blancas mediante . . . lt:le6. Además, esta j ugada implica la amenaza

1 50

ALEXANDER ALEKHINE

Amenazando 20.hxg6 hxg6 2 l .Éixe6 ! etc . , sin preocuparse por el peón "e", puesto que 19 . . . �xc4, sería contrarrestado con 20.Eixe7 ! Vfixe7 2 I . c!D e4 Elxd 1 + 22 .1Mfxd 1 etc . , con superioridad ganadora.

próximas j ugadas de l as blancas. La variante principal aludida se produce después de 24 . . . �d5 y su dificultad reside en encontrar, después de 25 . lLl xf6+ lLl xf6 26.1Mfc3 1Mfd6 27 .�xd5 cxd5 , las dos j ugadas tranqui las 28.Eih 1 Wfe6* (si 28 . . . d4, entonces 29.1Mfh3, etc.) y 29.f3 ! , con la amenaza principai1Mfd21Mfh2, después de lo cual la columna abierta " h " triunfaría tarde o temprano.

19 Eixd l+ 20.c!Dxdl c!De8

25.g5 !

Para i mpedir el sacrificio de la calidad en "e6"

El alfil atacado 26. lLl f6+.

directa 1 7 . . . Eixd4, seguido de 1 8 . . . �f5 .

17.g4 c!De6 18.c!Dxe6 �xe6 19.h5!

..•

no

puede

moverse

por

21.�h6 �f6 22.hxg6 hxg6 25 1Mfb5 .•.

Esta es la razón de ser de la j ugada anterior: la pieza ha sido salvada por el momento, pero las negras caerán , debido a l a debilidad de la casilla "g7" .

26.c!Dxf6+ c!Dxf6 27.1M/c3 ! EleS 28.Eicl Jugar 28 .gxf6 no convendría por . . . 28 . . . 1Mff5+ 29 .�a 1 Elxe l +, seguido por 30 . . . 1Mfxf3 .

28 1Mff5+ 29.�a l �h7 30.1Mfxc4 •.•

23.c!Dc3 ! Incluyo este sacrificio de peón entre mis más difíciles combinaciones, porque no era nada fáci l calcular si el escaso material que quedaría después de realizarla, sería suficiente para aumentar la presión de una manera apreciable. Y era necesario ganar, porque tanto mi contrario como yo teníamos 7'5 puntos sobre 8 posibles; ¡ y estábamos dispu­ tando l a última ronda !

23 �xc4 ••.

Si no, después de 24. lLl e4, las blancas dispon­ drían de una cómoda partida de ataque.

24.c!De4 1Mfe5 Este contraataque será refutado por las dos

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

Las negras abandonaron .

PARTIDA W 72 B l ancas : A . Alekhine Negras : Dr. M . Euwe Defensa Eslava (D 1 7) Pri mera Partida del Match A msterdam, Octubre de 1 935

l.d4 dS 2.c4 c6 3.c!Df3 c!Df6 4.c!Dc3 dxc4 S.a4 �fS 6.c!De5 • Con la jugada 28 ...�b4!, que amenaza 29...�e4+, las negras se salvan del ataque directo y obligan al blanco a cambiar las damas. Ya que si 29.�h3, seguiría 29...�xg4 30.�h2 �e4+ 31.Wal li:lg4, ganando. Sin embargo con el cambio 29.�xb4 axb4 30.f3, se llega a un final incierto en donde el alfil es muy fuerte, pero aun hay peón de menos.

151

Nuestro segundo match ha dej ado establecido que esta j ugada agresiva, que ha estado de moda durante casi 1 0 años, promete menos que la más natural 6.e3 . La mejor respuesta de las negras no es 6 . . . lLl bd7, sino 6 . . . e6, y si 7 .�g5 �b4 8 .f3 , entonces 8 . . . h6 ! etc. 1 1 • partida del match de 1 93 7 .

También 1 4 . . . V!ia5 1 5 . lLl b5 ! etc., habría sido favorable para las blancas.

lSJUdl 0-0 16 .!LlbS �xdl+ •

Si ahora l 6 . . . V!ia5 , entonces 1 7 .!l:xd8 E:xd8 1 8 .�xe5 cxb5 1 9 .�xb7 E:d2 20.\Mlc6 etc . , con ventaja.

6 .!Llbd7 7 .!Llxe4 V!ie7 8.g3 eS 9.dxeS .!LlxeS 10.�f4 .!Llfd7 l l .�g2 �e6

17.�xdl Was 18 .!Lld4 �eS 19.b4!

Las negras no tienen por qué ceder a la dama enemiga la casi l l a " c 2 " , pero como fue demostrado de manera convincente por la primera partida del match de 1 937, aun con la mej or continuación 1 l . . .f6 1 2.0-0 E:d8 1 3 .V!ic 1 �e6, las blancas obtendrían una ventaj a posicional clara, siguiendo con l 4. lLl e4 !

Espectacular comienzo de un ataque "mino­ ritario", cuyo resultado in mediato será la obtención de la i mportante casilla "d5 " . La j ustificación táctica de la j ugada del texto queda demostrada por la siguiente variante: 1 9 . . . �xb4 20. lLl b 3 \Mlc7 2 1 .\Mle4 �c3 (si 2 l . . .�d6, 22.\Mfd4 y ganan) 22.E:c 1 �b2 (si 22 .. .f5 , 23.\Mlc2, etc . ) 23 .E:c2 f5 24.\Mlb4 ! etc., con posición ganadora.

•••





1 2..!LlxeS .!LlxeS 13.0-0 �e7 En lo que sigue, las negras tratan de no j ugar .. .f6, para evitar el debil i tamiento de su casilla "e6 " , pero sus dificultades van en aumento debido a la defensa insuficiente de su caballo.

14.VIie2

19 ... \Mle7 20.bS eS 21 ..!LlfS f6 Después de esto, la debilidad de las casi llas blancas será pronto fatal . Pero también después de 2 l . . .�f6 22.lLld6 E:d8 23.lLlc4! etc . , la materialización de la ventaja posi­ cional de las blancas sería si mple cuestión de tiempo.

22 ..!Lle3 �e6

Amenazando 1 5 . lLl d5 o 1 5 .lLl b5 , seguido de 1 6. lLl d4, etc . Es difícil para las negras conservar por mucho tiempo su pareja de alfiles.

23.�dS! Aún más eficiente que 2 3 . lLl d5 !

1 52

ALEXANDER ALEKHINE

23 ....ixdS 24JhdS WfaS Ya no queda defensa. Si, por ejemplo, 24 .. .l:!d8, entonces si mplemente 25 . .ixe5 fxe5 26.Wif5 etc . , ganando con facilidad.

2S.lLJfS '�&el + 26.�g2 .idS 27 .ixeS fxeS 28J��d 7! •

Las blancas dan fin a la partida con un ataque de mate.

28 .if6 29.lt:l h6+ �h8 30.'1&xcS .•.

Las negras abandonan . Si ahora 30 . . .l�e8, entonces 3 l .'l&d5 ! gxh6 32.'1&t7 .ie7 3 3 . � xe7 y mate a la siguiente.

con alfi les de distinto color) 22 . . . ia3 ! 23 .f4 ! .if5 24.fxe5 .ixc2 25 .0-0+ � g 8 26.�ac l ! .ixc l 27.�xc l .if5 2 8 .�xc3 �c8 29.�f3 �f8 30.if6 ie4 3 l .�g3+ �f7 32.h5 ! �c8 33 .�g7+ �e6 34.h6 ! d4 3 5 .h7 �e l + 36.�f2 �c2+ 37 .�g3 .ixh7 3 8 .�xh7 �xa2 39.�f4 b5 40.�e4 �e2+ 4 l . �xd4, y las negras abando­ naron.

4 .ixc3+ S.bxc3 dxe4 6.Wfg4 lLl f6 .•.

Una alternativa segura era 6 . . . �f8 7 .W/xe4 lL:ld7, seguido por . . . lLl df6 etc . Después de la j ugada del texto, las cas i l l as negras de la posición del segundo j ugador quedan decidi­ damente débiles.

7.Wfxg7 �g8 8.Wfh6 eS 9.lLl e2 lLl bd7 PARTIDA No 73 B lancas : A. Alekhine Negras : Dr. M. Euwe Defensa Francesa (C l 5 ) Tercera Partida del Match Amsterdam, Octubre de 1 935

l.e4 e6 2.d4 dS 3.lLlc3 .ib4 4.a3 Este movimiento, aunque rara vez empleado, es mejor que lo que su reputación hace suponer, y está lej os de haber sido refutado, tanto en partidas reales como en anál isis posteriores. Menos recomendable, a pesar de su éxito práctico, es otro ensayo hecho por mí en la 9" partida del mismo match, cuya continuación fue 4.'1& g4 (demasiado peligroso, dada la situación todavía inestable del flanco de dama) 4 . . . lLl f6 5 .'1&xg7 �g8 6.'1&h6 �g6 7.'1&e3 lLl xe4? (jugando 7 . . . c5 ! , l as negras habrían obtenido una buena iniciativa) 8 . .id3 ! f5 9 . lLl ge2 c5 I O . .ixe4 fxe4 l l .Wih3 ! lLlc6 1 2 .Wxh7 Wif6 1 3 . lLl f4 ! cxd4 1 4 . lLl xg6 dxc3 1 5 .b3 lLl e7 1 6 . lLl xe7 .ixe7 1 7 .h4 'l&t7 1 8 .'1&h8+ Wif8 1 9. Wixf8+ �xf8 20 . .ig5 e5 2 l .f3 ! exf3 22.gxf3 ? (después de 22.ixe7+ h8 ! etc . ) 25 . . . lLl e5 26.dxe5 'fl.xc5 27.'fl.fc 1 'fl.ac8 28 .'fl.xc5 'fl.xc5 29 .'Wd4 ! ganando, por lo menos, el peón " a " , y mante­ niendo una presión abrumadora. Lo que falta de la partida es fácil para las blancas, a pesar de los desesperados " l ances " de su adversario.

25.\Wb l ! ltJ a4 26.�xdS exdS 27.'Wxb7 Wc6 28.a6! ltJ b6 S i ahora 28 . . . 'Wxb7 29.axb7 'fl.b8, entonces 30.'fl.fb 1 lLl b6 3 l .�b4, seguido de 'fl.xa7, y ganan .

29.�cS f4

14.�e2 'Wf6 1 S.c3 cxd4 16.cxd4 liJ7b6 El cambio de la pieza mej or colocada de las negras, mediante 1 6 . . . lLl f4 1 7 .�xf4 'Wxf4 1 8 .0-0 etc . , sólo serv iría para faci l i tar la tarea de las blancas.

17�hS ! Esta maniobra del alfi l , que comprende cuatro jugadas consecutivas, determina el debi lita­ miento decisivo de la posición de peones de las negras . El procedimien to de l levar la acción a las dos alas simultáneamente es muy instructivo y, según creo, característico de mi esti lo.

17 .. J�g7 18.�f3 Amenazando 1 9. lLl h 5 .

18. . .'Wg6 19.�e4! rs 20.�f3 i> rs 21 .a4! Ahora, la diagonal " a3 " - " f8 " es el mejor campo de acción del alfi l .

30.liJfS ! Más exacto q u e 30.lLle2, aunque también sería suficiente.

30 ... g8 24.aS 'fl.c3

Ahora se está amenazando j aque perpetuo mediante 34 . . . 'fl.g2+, etc.

Esto conduce a la pérdida de un peón, sin que

34.liJeS! 'fl.g7 3S.'Wb8+?

1 54

ALEXANDER ALEKHINE

Como en tantas partidas de este match, jugué demasiado pronto (apenas tomada la deci­ sión), aunque en este caso el resultado final no se vio afectado. En cambio 35 .�xa7 ! , hubiera obligado a la negras a abandonar enseguida.

35.. J�c8 36.c!lJ g6+ gxg6 37.lWxf4 lWxb6 38.lWe5+ gg7 39.lWxd5 gds 40.lWe5 lWxd4 41.lWxd4 Las negras abandonaron .

PARTIDA No 74 Blancas : Dr. M . Euwe Negras : A. Alekhine Defensa Grünfeld (D8 1 ) Cuarta Partida del Match La Haya, Octubre de 1 935

l.d4 c!iJf6 2.c4 g6 3.c!lJc3 dS 4.lWb3 La práctica de los dos últi mos años ha demostrado que este movi miento de la dama es menos eficiente que 4.�f4 �g7 5 .e3 0-0 6.Wfb3 c6 7 .c!iJf3 etc . , con indiscutible ventaja de espacio.

4 ... dxc4 s.lWxc4 �g7 También puede j ugarse 5 . . . �e6 6.Wfb5+ 4Jc6 7.4Jf3 , y ahora no 7 . . . gb8 (como en la según­ da partida del match de 1 935), sino 7 . . . 4Jd5 ! etc . , con muy buenas perspectivas.

6.�f4 c6 7.gdl ?

En mi primer match contra Euwe he hecho cosas que en la actual idad me parecen simplemente incomprensibles. Nunca, ni antes ni después, he j ugado un ajedrez tan sin sentido, sobre todo en las aperturas. Aquí, por ejemplo, eché a perder el esqueleto de peones del flanco de dama, sin que pueda ser excusa la falta de continuaciones prometedoras, por­ que la sencilla: 8 . . . 1Mfb6 9 .�c l �f5 seguido de enroque, habría bastado para asegurar a las negras un desarrollo evidentemente superior. Y si incluyo la presente partida en esta colección, a pesar de la pobre estrategia de apertura de ambas partes , es debido a las interesantes complicaciones tácticas de un medio j uego bien conducido.

9.1Mib3 b4 A l menos, esto tiene la ventaj a de ser consi stente. Las negras i mpiden e4, pero ¡ a qué precio !

lO.c!lJa4 c!lJ a6 l l.e3 �e6 Las negras pudieron enrocar desde ya, puesto que 1 1 . . .0-0 1 2 .�xa6 �xa6 1 3 .Wfxb4 (o 1 3 .�xb4 1Mib5 ) 1 3 . . . 1Mid5 etc . , les habría sido favorable. Pero prefirieron no hacerlo a causa de la posible respuesta 1 2 .�c4.

12.1Mfc2 0-0 13.b3 Si 1 3 .Wfxc6, entonces 13 . . . 4Jc7, con las dos amenazas : 1 4 . . . �d7 y 1 4 . . . �xa2.

13 gab8 14.�d3 •..

7... lWa5

Debido a su desarrollo retardado, las blancas deciden , con buen criterio, no tomar el peón "e", ya que después de 1 4.1Mixc6 �c8 ! , la apertura de esta columna sería un arma peligrosa en manos de las negras . Por ejemplo: 1 5 .4Jf3 �b7 1 6 .1Mic2 gfc8 1 7 .\Mlb l 4Je4, seguido eventualmente de . . . 4Jc3 , etc.

Amenazando 8 . . . �e6.

14 gfc8 15.c!lJe2

8.�d2 bS?

Es evidente que las blancas no han esti mado

En lugar d e esta j ugada artificial e innecesari a, la contin uación 7 . 4Jf3 0-0 8 .e4 etc . , era la indicada. Ahora las negras pueden obtener una partida por lo menos igual .

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

•..

1 55

bien el valor de la entrega de peón que va a seguir, porque si no habrían continuado: 1 5 .ixa6 Wfxa6 1 6. ltJ c5 Wi'b5 1 7 .lDf3 ! (pero no 1 7 . ltJ xe6 fxe6 seguido de ... e5 etc . , con buena partida para las negras) 17 . . . ltJ d7 1 8 .E!:c l etc . , c o n las mej ores perspectivas para el final.* Esta posibilidad demuestra el error de las j ugadas 8 y 1 O de las negras .

19 e5 ! 20.lLifd3 .•.

Tampoco resultaría satisfactorio 20.fxg4 exf4 etc . , con ventaja.

20 ...exd4!

15 ... c5 ! Combinación absolutamente correcta que, contra la mej or defensa de l as blancas, habría igualado la partida. Pero mi adversario, felizmente para mí, no se dio c uenta del peligro.

16.ixa6 Wfxa6 17.ltJ xc5 Wi'bS 18.ltJf4? Permitiendo a las negras abrir el centro y prender fuego a la casa de su adversario. La defensa correcta era: 1 8 .e4 ! ltJ d7 1 9.ie3 ixd4 20.ltJ xd4 Wfxc5 2 l .Wfxc5 etc . , y probablemente la partida sería tablas.

18 ig4! 19.f3 •..

Bonita y bien calculada entrega, que las blancas se ven obligadas a aceptar porque tanto 2 l .exd4 ltJ d5 ! , como 2 l .e4 ltJd7, les dejaría aún menos esperanzas de salvación .

21.fxg4 dxe3 22.ixe3 La variante que sigue era relativamente más dificultosa para las negras : 22 .ixb4 lLld5 23.a3 a5 24.Wc4 ! axb4 ! 25 .'.Wxd5 bxa3 26.i:!fl (o 26.b4 ic3+, seguido de . . . ixb4) 26 . . . a2 ! 27.i:!xf7 ic3+ 28 .e2 i:!xc5 y ganan .

22 lthg4 23.if4 •.•

Cualquier otra cosa tampoco daría resultado. Ejemplos: a) 23 .ig 1 ic3+ 24. Wfl i:!b6, etc. b) 23 .if2 ic3+ 24.Wfl i:!c6 ! 25.Wg l ** lLlxf2 26.'.Wxf2 i:!d8 etc . , con posición ganadora.

S i 1 9 .i:!c l , l a respuesta 19 . . . e5, también habría sido fuerte.

23 ic3+ 24.gd2

Esta valoración ofrece dudas tras 18 ...�f5! 19.Wfc4 (mejor que 19.e4 1Llxc5 20.dxc5 (si 20.exf5, 'Lld3+, ganando), 20...�g4, con clara ventaja negra) 19...1Llxc5 20.Wfxc5 (si 20.Wfxb5, lhb5 2 U'!xc5 l:'!xc5 22.dxc5 a5; la pareja de alfiles y el dominio de la columna "d" dan mejor posición al negro.) 20... Wfa6, las debilidades en las casillas blancas dan ventaja a las negras.

Una fuerte jugada para desclavar al caballo es 25.a4!, y si 25...Wfa5, entonces 26.1Lle4!, con ventaja, (pero no 26.1Lld7 :S:d8 27.Wfe2, que parece mas o menos suficiente, por 27 ...1Llxf2! 28.1Llxf2 :S:e6! 29.Wfd3 :S:e7, con ventaja) 26 ...Wif5 27.Wfe2 :S:e8 28.h3! 1Llxf2 29.1Lldxf2. Y aunque queda mucho trabajo por delante, el blanco parece resistir bien el ataque.

!5 6

.•.

ALEXANDER ALEKHINE

Evidentemente obligado.

24 .. .1:hc5 ! 25.ll:l xc5 Si 25 .�xb8, entonces 25 ...\We8+, ganando en­ seguida.

25 ...\WxcS Las negras tienen bastantes complicaciones y eligen la variante más clara que les asegura una pequeña ventaj a material (dama y peón contra dos torres) al tiempo que persisten en su ataque. Había, sin embargo, un camino más corto para lograr el triunfo : 25 .. J'!e8+ ! , cuya variante principal era: 26.ll:le4 f5 27.i>d l l'!xe4 28 .l'!d8+ @t7 29.�g5 f4 ! 30.@c l l'!e2 3 l ."Wd3* "Wxg5 ! , y ganan.

En cambio, 39.i>d l habría prolongado algo la partida, porque las negras tendrían que empezar por hacer retroceder al rey blanco hacia el flanco dama mediante 39 ...�xd2 40.i>xd2 We4 ! 4 I .i>c l \We l + etc . , y sólo después de esto decidir el j uego en la otra ala por medio de un avance graduado de los peones bajo l a protección del rey .

39 ...i>h7 40.�c3

26.�xb8 We7+ 27.@dl ll:l e3+ 28.@cl ll:lxc2 29Jhc2 h5 ! Preparación necesaria para j ugar . . . �g7 .

30.l'!d l �g7 3 l.h3 aS Las negras tienen la victoria asegurada siem­ pre que empleen convenientemente sus princi­ pales triunfos, que son : 1 ) la inseguridad permanente del rey blanco. 2) la situación indefensa del alfil contrario, cuyos esfuerzos para encontrar una casilla segura están destinados a fracasar. La partida se mantiene viva e instructi v a hasta el último instante.

32.�f4 \We4 33.�c7 We3+ 34.@bl a4! Mediante esta ruptura, i mposible de impedir a la larga, las negras ganan por lo menos la calidad.

3S.bxa4 b3 36.axb3 '.Wxb3+ 37.i>c1 �h6+ 38J::i d d2 Wxa4 39.�e5 ' Con 3l.'o&xe2!! 'o&xe2 32.gd7+, el blanco hace tablas por jaque perpetuo (gd8+ - gd7+), ya que no es posible huir con el rey por "e6" gracias al jaque en "e7" ganando la dama. Era mejor jugar 30...1&xg5, en lugar de 3Q...ge2.

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

40 ...\WbS ! Impidiendo 4 1 . i>d l .

41 .�d4 Las blancas ya no tienen jugadas convenien­ tes. S i por ejemplo 4 l .�a 1 , entonces segui ría 4 1 ...\Wfl + 42.i>b2 �g7+.

41...\We2! 42.g4 Wel+ 43.i>b2 �xd2 44.l::ic8 �el+! Las blancas abandonaron .

PARTIDA W 75 B l ancas : A . Alekhine Negras: Dr. M . Euwe Defensa Francesa (C I 5 ) Séptima Partida del M atch Utrecht, Octubre de 1 935

l.e4 e6 2.d4 d5 3.ll:lc3 �b4 4.ll:l ge2 dxe4 5.a3 �e7

1 57

Era preferible 5 . . . ixc3+ 6.4:lxc3 lt:l c6, con partida por lo menos igual . Esta posibilidad refuta prácticamente la cuarta j ugada de las · blancas.

habría asegurado a las negras u n cómodo desarrollo de todas sus fuerzas, probándose así la ineficacia de la séptima j ugada de las blancas.

6.4:lxe4 lt:l c6

8.ig2 ib7 9.c3 lt:l f6 10.4:l2g3 0-0?

La j ugada del cabal lo es buena también en este momento. En la quinta partida de este match había en sayado aquí 7 .ie3 (si 7.c3, entonces 7 ... e5) pero después de 7 ... 4:lf6 8 .4:l(e2)c3 0-0 (amenazando 9 . . . 4:lxe4, segui­ do por 10 . . . f5 ), sólo obtuve una partida igual . Por eso resolví recurrir a la j ugada aparente­ mente paradój ica que sigue, cuya idea es combinar el desarrollo del alfil rey por el fianchetto, con un posible ataque de peones en el flanco rey .

Aun cuando se probase que las negras pueden encontrar una defensa apropiada contra el próximo ataque sobre el rey, la j ugada del texto debería condenarse, puesto que pone la partida en peligro sin ningún provecho ni necesidad. Jugando sencillamente 10 ... \Wd7 y luego enrocando largo, si bien las blancas mantendrían una ventaj a de espacio sin mayor i mportancia, no poseerían probabi lidad alguna de realizar un verdadero ataque.

l l .gS lt:l xe4 12.4:lxe4 h8 Preparándose para j ugar .. .f5 , lo cual es impedido por las blancas con la fuerte j ugada que sigue:

13.\WhS ! \We8 Si ahora 1 3 .. .f5 , entonces es claro que 1 4.g6 sería de efecto mortal.

7.g4 ! ? b6 Esto no es n i siquiera una tentativa de refutación, y las blancas obtendrán pronto el tipo de posición a la que aspiraban . Es verdad que la respuesta 7 . . . e5 tampoco convencería por 8 .d5 lt:ld4 9 . 4:l2c3 (pero no 9.4:lxd4 Wxd5 !, con ventaj a), y si 9 .. .f5 , entonces 1 0.gxf5 ixf5 l l .ie3 etc . , con buenas proba­ bilidades de lucha para l as blancas, pero 7 . . . 4Jf6 ! 8 . 4:lxf6+ ixf6 9 .ie3 Wd5 etc . , Las blancas pueden Juchar por conseguir una pequeña ventaja con 7.d5! exd5 8.'&xd5 �e6 (si 8 .. .f2 �eS ¿Qué otra cosa? S i , por ejemplo, 23 . . . lLlc5, vendría 24.�c2, para doblar enseguida las torres sobre la debilidad del punto "d7 " .

24.�xc5 �xd5 Si 24 . . . bxc5 , entonces 25 . lLl e3 , seguido por lLl c4-lLld6 etc . , con gran ventaj a . Pero 2 4 . . . l:!xc 5 , tal v e z habría permitido una defensa más tenaz.

25.�xd5 l!J xc5 26J3xe8+ l:!xe8 27.b4!

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

161

Esta es la razón de ser de los cambios anteriores. Las blancas consideran con j usticia que en el final de torres que va a seguir, su mayoría de peones en el flanco dama sería decisiva, porque están apoyados por su rey, mientras que el monarca contrario está completamente fuera de j uego. Es obvio que las negras no pueden i mpedir el cambio de piezas menores, puesto que si 27 . . . tt::l a4, 28 .ib3 , seguido por 29.�xd7 etc . , les quitaría toda esperanza.

27 tt::le 6 28.ixe6 dxe6 29.gd7 .•.

Después de 29.c4 gcs 30.gc 1 �f8 etc . , la ventaj a de las blancas no sería decisiva.

29.. ,gcs 30,gxa7 gxc3 3 l ,ga8+* c;t>h7

las casillas "a3 " y " b3 " , sin que sea posible desalojarla de l a tercera fi la sin perder impor­ tantes tiempos. Lo correcto, y simple a la vez, era 32.�e2 ! , después de lo cual la torre contraria se habría visto relegada a una posición exclusivamente pasiva tras 33 .\t>d2, etc. (como sucedió en la partida), y obl igada a emprender el contraataque 32 . . . �c2+, con lo que después de 33 .�d3 �xg2 34. \t>c4 ! , no es menester contar los tiempos para percatarse de que los peones blancos, apoyados por el rey si fuera necesario, l legarían mucho antes que los del bando contrario."* El hecho de haber desperdiciado esta manera sencilla de ganar, después de haberlo mere­ cido por el difícil j uego posicional anterior, prueba una vez más la pésima forma en que me encontraba en 1 93 5 . En el segundo match pude, afortunadamente, sacar ventaj a en tales situaciones con toda regularidad y sin vacila­ ción alguna (obsérvese, por ejemplo, una maniobra semej ante del rey, relacionada con la entrega de todo flanco dama, en la partida W 97, segunda del match de 1 937).

Este error casi evidente, en una posJcJon técnicamente ganadora, no ha sido destacado, que yo sepa, por n inguno de los críticos eminentes que dedicaron tantas páginas al análisis de las posibilidades ofrecidas por este final. El defecto principal de la j ugada del texto es dar l ibertad a la torre negra para colocarse en

32 ... gc2+, no daría resultado por 33 .e3 , seguido de la marcha del rey hacia el flanco dama, pero después de 32 . . . e5 ! Uugada muy difícil de encontrar, frente al tablero), las blan­ cas no tendrían como ganar, según la opinión de varios maestros soviéticos apoyados por el Dr. Lasker. Aunque así fuera (algunas de sus variantes no tienen nada de convincentes), eso sólo probará que la j ugada anterior de las blancas fue un error aun mayor que lo que realmente parecía. Pero para la apreciación general del carácter del final de torres alcanzado después de la j ugada 28 de las negras, todos esos análisis carecen de importancia.

E n e l excelente libro "Teoría d e los Finales d e Torre" de V. Smyslov y G. Uiwenfisch, se comenta que ahora había un plan muy efectivo: 3Ut>e2! l'l:c2+ (obligada ante la amenaza 32.1!/c2) 32.1!id3 l'l:xg2 33.1!/c4 l'l:xh2 34.l!lb5 l'l:f2 35.1!ixb6 l'l:xf3 36.1!/c5 g5 37.b5 g4 38.b6, ganando. En esta ocasión, la situación del rey en "g8" es una ventaja para las blancas.

En el libro antes mencionado se indica que tras 34... 1'1:xh2 35.1!ib5 l'l:f2 36.1!ixb6 l'l:xf3 37.b5 g5 38.'.t>c6 g4, se llega a una incierta posición, en la cual la superioridad de las blancas sería difícil de capitalizar. Por ejemplo: 39.b6 g3 40.l'l:h8+ (si 40.b7 g2 4 1.1'1:h8+ l!lg6 42.b81/9 giWI y las negras ganan!) 40... I!ig6 4 1.1'1:hl E!f2 42.1'1:gll'l:c2+ 43.1!id6 1'1:xa2 44.1'1:xg3+, con igualdad.

32.a4?

1 62

ALEXANDER ALEKHINE

33.b5 gS 34. cJie2

4.a4

Debido a la pérdida de tiempo que implica la jugada 32 de las negras, esta excursión del rey tendrá éxito todavía.

Las blancas no tienen motivos para i mpedir ... bS , puesto que la variante 4 . . . bS S . a4 ib7 6.axbS axbS 7 .1'ha8 ixa8 8 . b 3 etc . , les sería favorable. La j ugada del texto, además de ser una pérdida de tiempo, debilita la casil l a "b4" y, en consecuencia, debe ser formalmente condenada. Las dos l uchas posicionales que se transcriben a continuación dan una idea sobre las posibilidades de las negras después de 4.e3 ig4. El carácter del conflicto resultante depende de que las blancas dejen la estructura de peones centrales intacta (como en la primera partida que veremos a contin uación), o de que traten de resolver el problema del centro de una manera dinámica (como en la segunda partida de este comentario) . Pri mera partida: B lancas : E. Zinner - Negras : A. Alekhine, Podebrad 1 93 6 . l .d4 d S 2.c4 dxc4 3 .tLl f3 a6 4 . e 3 ig4 S .ixc4 e6 6.h3 ihS 7 . 'el Si 29.g l , lt:lg4, seguido d e 30 . . .1Mf h 5 y mate.

29 ... lDd3+ 30.d l 1Mffl + 3 1 .�el 13f2! Las b l ancas abandonaron. A la espera de 3 2 .1Mfxfl y quedándome la agradable elección entre el mate con ... lt:lb2 y el de . . . lt:l xe3.

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

También aquí 1 2 . . . c5 sería inconducente, por 1 3 .0-0 cxd4 1 4. lt:l b 5 , etc. Pero después de la j ugada de la partida, las blancas tienen que tener en cuenta el posible avance del peón "e", circunstancia que explica sus dos j ugadas siguientes .

13.a3 �e7 14.b4 lD d5 15.0-0 Era de considerarse 1 5 . lt:l e4, pero en mi opinión, la ventaj a de las blancas después del cambio de cabal los sería suficiente y, por lo tanto, no habría necesidad de compl icar las cosas con el fin de eludirlo.

1S ...c!Dxc3 16.Wxc3 13fd8 17.13acl

1 65

bxc5 23.d5 ! exd5 24.ixd5 ia4 25.:!'!d3 if6 26.Vlid2 ib5 etc., con perspectivas de empate debido al inevitable final con alfiles de "diferente color" . Ahora las blancas logran sacar plena ventaj a de la oportunidad que se les brinda.

22.�dcl A l defender con otra pieza el caballo, esta j ugada hace posible, en caso de 22 ... c5?, la maniobra 23.bxc5 bxc5 24.:!'!b7, etc . El empleo de las torres en las columnas semiabiertas presenta a menudo un problema difícil. Aquí, por ejemplo, era evidente que una torre debía ser colocada en la columna "e" para dificultar aún más ...c 5 , pero ¿dónde j ugar la otra torre? ¿a " b 1 " o a "d l "? Como el lector verá, esta vez no acerté con el procedimiento más eficaz y permití a mi adversario, por el momento, obtener una partida igual. La formación correcta era !!fe l y !!ab l .

17 ...ie8 lS.!!fd l !!ac8 19.ltla5 Tratando de provocar la próxima j ugada de las negras, gracias a la amenaza b5 . Pero todavía era mucho más fuerte l 9.:!'!b l ! b6 20.:!'!dc l , i mpidiendo la j ugada libertadora 20 ...c 5 .

19...a6 20.ltlc4 b6! 21.�bl ¡ Demasiado tarde !

Las negras preparan . . . c5 sin darse cuenta de que podían y debían hacer esa j ugada ahora mismo. Como l as blancas no sacarían prove­ cho n i de: a) 22.ltl xb6 ! ? cxb4 ! 23 .Vlixc7 !!xc7 24.axb4 :!'!b8 25.ltl a8 !!a?. b) 22.bxc5 bxc5 23 .:!'!b7 cxd4 24.:!'!xd4 !!xd4 25.!!xc7 !!d i +, seguido de . . . !!xc7, con ventaja, no tendrían nada mej or que 22.bxc5

166

22 ... Vlia7 23.Vlic2! Impidiendo de una manera definitiva ...c5 y amenazando adelantar el peón "a" para conse­ guir la casilla "b6" para el cabal lo.

23 ... �c7 24.a4 ie7 Si 24... c5, 25.a5 ! , etc.

25.a5 bxaS 26.bxa5 eS Esta j ugada ya no surte efecto, porque en el ínterin , las piezas blancas se han adueñado de los puntos dominantes. Es instructivo observar qué poca cosa han podido hacer aquí los famosos "dos alfiles" debido, en primer lugar, al inexacto manejo previo de las piezas mayores.

27.ltlb6 ibS 28.d5 exdS 29.ixd5! Mucho más fuerte que 29.ltl xd5 , porque el alfi l será muy úti l en "c4" para bloquear el peón pasado.

29 ...if8 30.�dl �d6 31 .ic4 Las blancas consi guen controlar la columna abierta, al tiempo que un caballo impide la libre maniobra de la dama y de la torre negras. El segundo j ugador paga merecidamente el poco alcance de su j ugada 2 1 .

31. .. �xdl+

32.�xd l

Wfb8

33.Vlid3

ALEXANDER ALEKHINE

We8

34.\WdS

PARTIDA W 79 B l ancas: A . Alekhine Negras : E. Bogolj ubow Apertura de los Tres Caballos (C46) Torneo de Dresde, Mayo de 1 936

De aquí en adelante la simplicidad es triunfo.

34 J!e7 35.\WxeS .ixe8 •.

Después de 35 .. J'!xe8, hay una manera corta y suti l de ganar: 36 . .ixb5 axb5 37 .a6 c4 3 8 . a7 c3 39.Eí:d7 ! .ic5 40.a8W Eí:xa8 4 1 .lt:lxa8, seguido de 42.Eí:d8+ y 43.Eí:c8.

36J!d8 .ic6

l .e4 eS 2.lt:Jf3 lDc6 3.lDc3 g6 En su mej or época ( 1 920- 1 930), B ogolj ubow no habría aceptado nunca una defensa tan inferior como ésta, puesto que él sabe muy bien cómo deben j ugar las negras en la Defensa de los Cuatro Caballos (véase, por ejemplo, su partida contra Maroczy en Londres, 1 922). Semej ante negligencia es la mejor prueba de un sistema nervioso quebran­ tado y de la ausencia de la más elemental confianza en sí mismo.

4.d4 exd4 S.lDdS! _ig7 6 .igS CfJce7 •

Esta j ugada de aspecto poco natural es ya la única posible, porque después de 5 .. .f6 6 . .if4 d6, la diagonal " g 8 " - " a2 " , quedaría fatal mente débil.

7.e5

37 ..ixa6 El primer material ganado decide la partida, puesto que las negras no podrán obtener compensación mediante 37 . . . Eí:a7, a causa de 38.ttJc8 ! A pesar de las inexactitudes de las blancas en las j ugadas 17 y 1 9, la partida ilustra bien sobre las posibilidades de la Variante Cambridge Springs después de 7.ttJd2.

37 ... g6 38 .ic4 Eí:b7 39.O g7 40.e2 .ie7 41.Eí:c8 .ig2 42.f3 hS 43.e4 .ih3 44J!e8 .if8 45.a6 l!c7 46.e5 ! •

Las blancas podían elegir entre esta j ugada de aparienci a agresiva, pero que en realidad sólo conduce a un final favorable, y la más sencilla 7.tLl xd4, que ofrece excelentes perspectivas para el medio j uego después de 7 . . . c6 8 .tt'lxe7 lt:l xe7 9.'1Wd2, seguido de 1 0.0-0-0, etc. Es posible que ésta última fuera la más lógica.

7 h6! •.•

S i no, 8 . lt:l f6+ sería demasiado fuerte.

8.ixe7

Impidiendo . . . .id6 y amenazando 47 .Eí:b8, seguido de Eí:b7, etc.

El sacrificio de un peón mediante 8 ..if6 .ixf6 9.lt:lxf6+ lt:lxf6 I O .exf6 lt:lg8, seguido de 1 l . . .Wxf6, no daría resultado.

46 ... .id7 47.lt:J xd7 l!xd7 48.l!b8

8 lD xe7 9.'1Wxd4 lD xdS 10.\WxdS

Las negras abandonaron.

El mayor espacio de las blancas comienza a

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

•.•

1 67

ser alarmante y por eso las negras tratan de cambiar las damas lo más pronto posible para evitar un ataque contra el rey, que no sería contrarrestable.

10 ... c6 Si 1 0...d6, entonces 1 1 .0-0-0 �e6 1 2 .\Wb5+ ! , etc.

1 1 .\Wd6 �f8 12.'ª'd4 'ª'b6

14 d5 ..•

Casi forzado, porque aparte de otras cosas poco agradables, las blancas amenazaban f4f5 .

15.exd6 �xd6 1 6.�c4 0-0 17.É!hel Las piezas blancas están muy bien colocadas, mientras que el alfi l de las negras todavía anda en busca de una casi l l a conveniente. Su próximo arranque es la mej or prueba de las dificultades que tiene que sortear.

17 ... .ig4 18.f3 �eS 19.g3 Manteniendo el control de " f4" y amenazando 20.tt:l xc6.

19 ...�c5 20.lLl b3 Iniciación de una interesante man iobra del cabal lo para aumentar la presión sobre la casilla "f7" de las negras . 20.g4, seguido de h4 y h5, también era bueno.

13.0-0-0! Al entregar su peón "f" , las blancas ganan un i mportante tiempo. Las negras, con toda razón , no aceptan el ofreci miento, porque después de 1 3 ...�c5 1 4 .\Wc3 �xf2 1 5.tt:l d4 ! , habrían sido despeda­ zadas en corto plazo.

13 \Wxd4 14.tt:lxd4

20 .ib6 21.lLld2 .•.

Si 2 l .É!e7 , entonces 2 l . ..�g7 y eventual mente . .. �f6.

21...ih3 22.tt:le4 ia5 Para salvar el peón "b" mediante su avance a b5.

•..

Hemos llegado a un momento tan interesante como difíc i l . Las blancas deciden no i mpedir la ruptura del centro, a lo cual seguirá la emancipación del alfi l , porque tienen derecho a pensar que han de sacar provecho de las dos columnas centrales dominadas por sus torres. Las consecuencias de la alternativa: 1 4.É!xd4 �g7 1 5.É!e4 b5 , seguido de ... �b7 y ... 0-0-0, no eran muy claras , sobre todo porque la iniciativa para abrir la posición habría quedado en manos de las negras.

1 68

23.c3 �ad8 24.lD d6 Si 24.É!xd8, la respuesta no habría sido 24 . ..É!xd8 25 . tt:l d2 ! , seguido de 26.É!e7, con ventaja, sino 24 . . . �xd8 25 . tt:l d6 b5 26.�b3 �f6 etc . , con ventaja.

24 b5 25 ..ib3 �d7 .•.

Esto defiende por ahora todos los puntos vulnerables. Debe admitirse que, en general, después de su extravagante aventura, Bogolj ubow ha defen-

ALEXANDER ALEKHINE

dicto su posición con mucho cuidado, conser­ vando aún posibilidades de l ucha.

31 ...�d5?

Las blancas se dan cuenta de que el rey negro no estará mej or en " g 8 " que en " h 8 " y aprovechan la oportunidad para ganar tiempo en el reloj . Si las negras hubieran contestado 29 . . . e2 etc .

28.l0f6+

29.l0e8+

'it>hS

30.d4, se­ guido de � xd5 y �c6, etc .

42 ieS 43.bS ! h4 •.•

O 43 . . . ic7 44.b6 .id8 45 . �d4, etc.

44.a6

13 ... dS?

Decisi vo, porque 44 . . . hxg3, sería contestado con 45 . hxg3 , y si 44 . . . ixg3 , entonces 45 .a7 . Las negras abandonaron.

Esto constituye un error típico: las negras tienen prisa por "castigar" la demora de las blancas en j ugar d4 y resuelven iniciar ellas mismas una acción en el centro, pero como se verá muy pronto, el igen un momento poco propicio. Lo lógico era j ugar 1 3 . . . .if8 , puesto que no había que temer la respuesta 1 4.ll:Jd5, en cuyo caso habrían continuado así: 1 4 . . . ll:J xd5 1 5 .exd5 ll:J e7 1 6.d4 exd4 1 7 .cxd4 c4 ! etc . , con probabilidades más o menos iguales.

PARTIDA W 80 B l ancas : A . Alekhine Negras : E . E l i skases Apertura Española (C90) Torneo de Podebrad, Junio de 1 936

l.e4 eS 2.ll:)f3 ll:) c6 3 ..ibS a6 4 ..ia4 ll:)f6 S.O-O ie7 6.�el bS 7.ib3 d6 8.c3 ll:) aS 9.ic2 eS 10.d3 Menos empleado que 1 0 .d4, que permite a las blancas, si así lo desean , bloquear la posición

1 70

14.exdS ll:) xdS lS.ll:)xdS V!ixdS 16.d4! He aquí la refutac ión : las blancas abren la posición en el centro cuando las negras no han acabado todavía su desarrollo, logrando así

ALEXANDER ALEKHINE

sacar toda la ventaj a posible de los distintos puntos mal defendidos (el caballo de "c6", en pri mer término) del campo adversario.

difícil de explotar. En consecuencia, éstas deben proceder con toda energía.

22.Wfh5 ! 16 ... exd4 17.ie4 Wfd7 Si 17 . . . Wfd6, seguiría 1 8 .if4.

18.cxd4 if6 De otro modo, el avance ulterior del peón central sería verdaderamente abrumador, por ejemplo: 1 8 . . . ib7 1 9 .d5 lt:ld8 * 20.lt:le5 Wfd6 2 I .if4 etc . , con todos los tri unfos posicio­ nales en la mano.

La razón de ser de esta j ugada de ataque, bastante difícil, se deduce de la continuación : 22 . . . ib7 23 .É1h4 ! h6 24.ixh6 lLl f5 25 .ixg7 ! y las negras recibirán mate en dos si llegan a j ugar 25 . . . 25 . . . �xg7.

22 ib7 .•.

Tampoco sería suficiente 22 . . . "Wc6, 23.�ae l ie6 24.É1h4 if5 25 . .ie7 !

por

23.�h4 Wrs Puesto que 23 . . . h6 pierde enseguida (véase el comentario a la j ugada 22 del blanco), las negras no pueden elegir.

24 ..ie3 !

19.igS ! La idea principal de este mov1m1ento se desprende de la corta variante que sigue: 19 ... ixd4 20.if5 ! É1xe l + 2 l .Wfxe l Wfd6 22.Wfe8+ "Wf8 23 .ixh7+, ganando la dama, y puesto que 1 9 . . . ixg5 20. lt:lxg5 g6 2 l .dxc5 etc ., conduciría a un final sin esperanzas . Las negras, por fuerza, deben intentar el sacrificio de la calidad.

19 ... �xe4! 20.�xe4 ixd4 21.lt:l xd4 lt:l xd4 Si las negras tuvieran tiempo de completar el desarrollo de su flanco dama, la pequeña ventaja materi al de las blancas sería muy '

La natural 19 . . . 1Llb4, falla porque el caballo se aleja del débil peón de " fl " . Por ejemplo: 20.1Lle5 �d6 2 l .�xh7+! xh7 22.�h5+ 'i!ig8 23.�xf7+ 'i!ih7 (a 23... 'i!ih8, 24.�xe8+!) 24.l"le3 etc.

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

Otro punto sorpresivo de la maniobra de ataque: las blancas obligan al cambio de damas y al mismo tiempo desaloj an al cabal lo de su fuerte situación centra l . Después de las j ugadas " normales" 24 . . . "Wxh5 25.É1xh5 lt:lc2 26.É1d 1 ! lt:lxe3 27.fxe3 c4 28.É1c5, seguido de 29.É1d7, el final se ganaría muy fáci l mente. El error que cometen las negras a continuación sólo acorta la agonía.

24 J;ds? 2S.�xd4 •.

Las negras abandonaron .

PARTIDA W 8 1 B l ancas : A. Alekhine Negras: P. Frydman Defensa Siciliana (B63) Torneo de Podebrad, Junio de 1 936

l.e4 eS 2.tt:lf3 lt:l c6 3.d4 cxd4 4.tt:lxd4 lt:lf6 s.lt:lc3 d6 6.�gs La idea de esta j ugada es eli minar la posi-

171

bil idad de . . . g6 y . . . �g7 (Variante del Dragón) y obligar prácticamente a las negras a adoptar la variante Richter Rauzer, una de cuyas características es el peón " d " en la columna semiabierta que, aunque expuesto, puede ser bien defendido. Las blancas estarían equivo­ cadas si creyeran que, de aquí en adelante, pueden contar con una seria ventaj a en la apertura. Por mi parte, a pesar de haber conseguido el l OO% de éxitos con la j ugada del texto, estoy muy lejos de hacerme esa ilusión .

6 ... e6 7.llJ b3 Este sencillo traslado, característico de algu­ nas vari antes de la S iciliana, contiene más ponzoña de lo que parece (esta partida es un buen ejemplo de ello). Respecto a 7 .�b5 , véase mi partida contra Foltys, en Margate 1 937 (N° 92).

9 ... llJ a5 Si la continuación fuera I O.�xf6 tt:l xb3+ l l .axb3 �xf6 l 2 .Wfxd6, las negras tratarían de realizar un contraataque mediante l 2 . . . Wa5 etc . , pero la fuerza de la próxima j ugada de las blancas anula ese plan .

lO.Wbl ! llJxb3 l l.axb3 La razón esencial de la déci ma j ugada es que las negras ya no podrán j ugar l l . . .Wa5 a causa de l 2 .lLld5 y, del mismo modo, l l . . .'!Wb6 conduciría a un rápido desastre, después de l 2.�xf6 �xf6 l 3 .Wfxd6 Wfxf2 1 4 .e5 �g5 1 5 .h4 ! �f4 1 6.�b5 ! amenazando l 7 .Wxf8+! y mate en dos. La j ugada que sigue es la única manera, si no de salvar la partida, de prolon­ gar la lucha por algún tiempo.

ll ... llJe8 12.�xe7 Wxe7 13.llJb5 �d7 7...�e7 8.'1Wd2 Las negras debieron contrarrestar esta tenta­ tiva de reforzar la presión sobre "d6" mediante . . . h6 ! y, sólo después de 9 .�h4, enrocar amenazando I O . . . tt:l xe4 etc . , igualando la partida. En tal caso, las blancas habrían j ugado 9 .�e3 (en lugar de 9 .�h4), pero de todas maneras, las negras no tendrían que preocuparse ya por la seguridad de su peón "d".

Las negras esperan , no sin razón, que los peones doblados de su adversario han de pro­ vocarles dificultades técnicas para encontrar el procedimiento ganador.

14.llJxd6 llJ xd6 15.Wfxd6 Wxd6 16.gxd6 �c6 17.f3 grds 18,gxd8+ gxd8 19.�d3

8 ... 0-0 ? Aunque parezca extraño, esta j ugada tan natural constituye un error decisivo, porque desde este momento las negras se verán reducidas a elegir entre diferentes males .

9.0-0-0 Ahora se amenaza I O.�xf6 �xf6 ( l 0 . . . gxf6, habría permitido un ataque ganador que se iniciaría con l l .'!Wh6) l l .Wxd6 etc . , por lo tanto, las negras no tienen tiempo ni para la respuesta preventiva . . . a6, n i para s i mplificar mediante . . . h6.

1 72

El final resultan te es sumamente instructi vo. En primer lugar, las blancas pretenden sacar toda la ventaja posible de los tri unfos que ya poseen : la columna semiabierta "a" y, sobre todo, el punto dominante "a5 " .

ALEXANDER ALEKHINE

19 ... e5 Movi miento para ganar espacio en el centro y, eventualmente, emplear la torre en l a tercera fila.

20.@cl �f8 2l .@d2 �e7 22.ga1 a6 23.�e3 gd6 24.:Sa5! Justo a tiempo, porque l a necesidad de proteger al peón "e" i mpedirá a las negras real izar la maniobra de torre proyectada.

24 ... f6 25.b4 @d7 26.g3 !

36.b4+!

Es claro que 26.b5 axb5 27 .�xb5 , habría sido prematuro, debido a 27 . . . �d l , etc. El avance en el centro, iniciado por la j ugada del texto, obl igará a la torre negra a abandonar la columna abierta.

Primer eslabón de la combinación final. Las blancas consiguen la cas i l l a "d6" para su torre.

26... g5 27.f4 gxf4+ 28.gxf4 ge6 Después de 28 . . . exf4+ 29.�xf4, seguido de �h5 etc . , la tarea de las blancas sería más fáci l .

36 ... @c4! Si 36 . . . Wxb4, entonces 37 .É1e6 etc . , ganando fác i l mente.

37.:Sd6 Amenazando 3 8 .É1d5 , j ugada que las negras tratan de i mpedir de una manera ingeniosa.

29.f5 ! :Se7

37 ... :Sh3+ 38.@e2 :Sh4 39.�f3 hS !

Si 29 . . . :Sd6, entonces 30.�a l -� g l etc . , y la torre blanca actuaría cómodamente en el flanco rey. Ahora, por otra parte, los peones podrán ser desdoblados.

Las negras todavía hacen esfuerzos, que se verán coronados por una especie de éxito "moral " , para complicar las cosas . Al efectuar esta j ugada, las negras " sugieren " que las blancas no pueden ganar recurriendo a la jugada natural 40.É1d5, ¡y el adversario les cree !

30.b5 ! axbS 31.�xb5 :Sg7 32.�xc6+ @xc6 33.gas :Sg2 Este contraataque es la única posibilidad de las negras, puesto que 33 . . . �f7 34.�e8, segui­ do de �e6+, les resul taría fatal .

34.:Sf8 :Sxh2 35.:Sxf6+ @es Con la amenaza 37 . . . Wd4.

3 6 . . . �h3,

seguido

de

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

40.:Se6 Difícilmente podría calificarse a esta j ugada como un error, puesto que gana por fuerza y se relaciona con otro punto muy bonito. Pero j ugando 40.É1d5 ! , las blancas pudieron probar a su adversario que su celada no tenía nada de tal . La contestación habría sido: 40 . . . É1f4+ 4 1 . We3 É1xf5 42.exf5 Wxd5 43.c4+ �d6 44.b5 b6 (o

1 73

44...h4 45.@f3 , etc.) 45.f6 @e6 46.c5 y ganan. La idea que encierra este final de peones consiste en que mientras Jos peones pasados negros sólo están separados por dos columnas y pueden, por J o tanto, ser detenidos por el rey contrario, las blancas pueden lograr peones pasados gracias a la distancia de tres col umnas de separación. Vale la pena destacar este ejemplo.

40 .. J3f4+ Si 40...@d4, entonces 4 1 .c3+ (segunda entre­ ga de desviación), seguido de 42.:1 h e 5 , etcé­ tera.

41 .@e3 h4 42Jhe5 h3 ! ¡ Muy bonito ! , pero la ventaj a material de las blancas les permite una defensa segura contra esa clase de artificios tácticos.

43J�d5 �h4 44.�d4+! @c3 45.�dl h2 46.�hl �h3+ 47.@f4 �h4+ 48.@es @d2 49.f6 @e3 SO.@d6! �xe4 Sl .�xh2 �d4+ 52.We5 Las negras abandonaron.

... lLl e4) 8 ... h6 9.ih4 lLle8 l ü.ixe7 (o l ü.ig3 lLl d6) I O...'f!lxe7, seguido por ... lt:Jd6 etc.

7 c5 8.�dl .•.

Como la respuesta de las negras es suficiente para igualar, habría sido preferi ble continuar, como Jo hice en dos partidas del match jugado en Buenos Aires, 8.cxd5 lt:J xd5 9.ixe7 V!fxe7 I O.lLl xd5 exd5 l l .dxc5 , seguido de ie2, y enroque, asegurando un final l igeramente fa­ vorable.

8 ...'f!la5 9.id3 h6 lO.ih4 lLl b6 Esta j ugada es buena porque obliga a las blancas a aclarar la situación en el centro antes de haber enrocado.

l l.cxdS cxd4 Aunque no del todo malo, este movt mtento intermedio es poco recomendable, porque permite a las blancas complicar la partida sin exponerse demasiado. En cambio l l ...lLl bxd5 , amenazando 1 2... lLl b4 y eventual mente ...exd5 etc., era exacto y más que suficiente para igualar.

PA RTIDA No 82 B l ancas : A. Alekhine Negras : J. Foltys Gambito de Dama (D6 1 ) Torneo de Podebrad, Junio de 1 936

l.d4 e6 2.c4 dS 3.lLlc3 lLl f6 4.ig5 ie7 S.e3 lLl bd7 6.lLl f3 0-0 7.'f!lc2 Esta j ugada habitual , que por razones desconocidas ha sido desdeñada durante un cuarto de siglo, permite a las negras iniciar un contraataque en el centro mediante 7...c5, pero como esa acción no puede ser apoyada por las torres, la apertura de columnas consiguiente favorecerá a las blancas. Por Jo tanto, creo que en lugar de 7...c5, debe considerarse el siguiente si stema: 7...c6 8.a3 (i mpidiendo

1 74

12.d6! Esto no aporta mucho, pero para las bl ancas representa un alivio, porque podrán desviarse de la senda " técnica" y obligar al adversario a buscar la mejor respuesta por sí mismo.

ALEXANDER ALEKHINE

12 ....ixd6 Mejor que l 2 . . . dxc3 l 3 .dxe7 cxb2+ 1 4.E:d2 E:e8 l5 ..ixf6 gxf6 l 6 .'.Wxb2 etc . , con ventaja.

13 ..ixf6 gxf6? Este debilitamiento del enroque era del todo innecesario. Después de l 3 . . . dxc3 l4 . .ixc3 1b4 ! l5 . .ixb4 '.Wxb4+ l 6 .'.Wd2 etc . , l a ventaj a posicional q u e conseguirían las blancas sería insignificante.

14.c!Dxd4 .ib4

j ugador habría sido bastante precaria en vista de la amenaza 2 3 . c!D xe6, que ganaría rápi­ damente después de 22 . . . E:c7, 22 . . . c!Dd6 o 22 . . . .ie8 . También después d e 22 . . . tLle5, perderían enseguida a causa de 23 .%Vh5 '.Wf8 24.f4 c!D xd3 25.lL:l xe6, etc . Pero la batalla se habría prolon­ gado j ugando 22 ... Wd5 , para poder contestar a 23.lLl xe6?, con 23 . . . Wxe6 y a 23 .E:b4, con 23 . . . tLl b6, etc . La combinación de las blancas que se verá a continuación es el procedi miento más convin­ cente para lograr una ventaj a decisiva.

El alfil no estaba seguro en "d6 " , mientras que el cambio que sigue compensará en cierto modo a las negras por la desorganización de su ala.

lS.0-0 .ixc3 16.bxc3 .id7 17.c4! Este peón sigue siendo tan débi l aquí como en "c3 " , pero ahora al menos hace inaccesible para el cabal lo negro l a casil l a "d5 " .

17 .ia4 18.c!Db3 '.Wb4 19.%Ve2! •..

Jugada de ataque y defensa a la vez. Si ahora 1 9 . . . .ixb3 , entonces 20.E:b l .

19 E:fc8 20.E:bl c!Dxc4 .••

Esto parece muy peligroso y, en realidad, resulta fatal . Pero como el rey negro ha sido abandonado a su destino por todas sus tropas, ya era demasiado tarde para impedir un asalto directo mediante tácticas pasivas. Si por ejemplo 20 . . . .ixb3, entonces 2 l .E:xb3 '.We7 (o 2 1 . . .%Vf8 22.%Vf3 , etc.) 22 .'.Wg4+ �f8 23 .'.Wh4 f8, el fin l legaría antes : 24.E: xb7 %Vg5 25 .'.Wxe6 lL:l e5 26.f4 ! , etc .

24.E:xb7 Amenazando mate en "g7" y en "h7" .

24 J3c7 2S.E:xc7 Wxc7 2 6 .ixc4 eS 27.Wh4 %Vg7 28 .idS ••





Como el rey negro está ahora bien defendido,

1 75

las blancas, con toda razón, deciden simpl i­ ficar las cosas .

O 47 . . . 8:b6 48.a5 8:c6 49.8:f7 ! f7 34.g4 !!ceS 3S.g5! •..

Con un propósito oculto que las negras no llegan a descubrir.

3S ... fxg5 La única probabi lidad de sal vación era 35 . . .f5 , pero l a s blancas tendrían todavía excelentes • Las negras pueden resistir muy bien con 26...¡:¡a2! (evitando que queden con el peón en "a7") 27.1Wxa2 1Wxc3 28.�d4 1Wf3 29.¡:¡fl 1WdS! Manteniéndose a salvo de todo. Si ahora 30.1Wb2 li:l e4 31.�h8?, entonces 3l...f6.

1 88

36.f5 ! ! Esta j ugada, que parece d e problema, lleva a la victoria en todas sus variantes . Además de la contin uación del texto, pueden considerarse las posibilidades siguientes: a) 36 ... exf5 37 .'.Wd5 + \t>f8 3 8 .�g7 + ! y ganan . b) 36 . . . gxf5 37 .'.Wh5+ \t>f8 38 .'.Wh6+ Wg8 39 .'.Wxg5+ y ganan . e) 36 . . . e5 37 .Wfd5+ \t>f8 3 8 .'.Wc6 ! Wxc6 39.bxc6 exd4** 40.l'!xe7 l'!xe7 4 l .l'!xe7 \t>xe7 42.c7 y ganan .

36 ...Wf4 Ni mejor ni peor que las vari antes enume­ radas .

37.fxe6+ l'!xe6 3S.Wfd5 Otra línea de j uego gan adora era 3 8 .Wfh3 Vfih4 39.l'!fl + \t>g8 40.l'! xe6 !

3S ... .!Df6 Las blancas amenazaban también 39 .l'!fl . Las negras tienen una alternativa muy interesante con 39 ... li:lb8, planeando entregar la calidad después de 40.�xe5 li:lxc6! (40.. .'tt>t7!?) 4 l .�d6 gxfS, y quedándose con tres peones a cambio. También se podía considerar 38 ... ¡:¡c8 (en lugar de 38 ... 1Wxc6) 39.fxg6 1Wxc6 40.bxc6 ¡:¡xc6 4l .gxh7 ¡:¡xh7 42.�xe5 li:l xeS 43.¡:¡xe5 ¡:¡xc3 , con ventaja.

ALEXANDER ALEKHINE

39 ..ixf6 Wg4+ 40.gg2 Wrs 41 .ie5

6 e5 7.tlJf3 tlJ c6 8.h3 ifS

Pero no 4 l .�c4?, por 4 1 . . .�c5+, y las negras ganarían .

Más exacto todavía era 8 . . . id7 (pero no 8 . . . ie6 9.lt:\g5), para responder, a 9.c4, con 9 . . . dxc4, con ventaja. Pero, de todos modos, la j ugada del texto es bastante buena.



4t ...f2 me6 40.@f3 lLldS 41 .h4 El cambio de l as piezas menores, ya sea aquí o en las j ugadas 42" y 43", habría aumentado considerablemente las posibilidades de empa­ te de las negras .

53.�d7! Después de unas veinte j ugadas preparatorias, la torre se introduce en la formación enemiga con efecto decisivo. La lucha futura de las negras es tan buena como inúti l , porque ya no podrán provocar el cambio de las piezas menores sin perder los dos peones que les quedan .

53 ... lt:l c8 54 ..if7 lLl d6+ 55.'it>xe5 �b6 56.e4

41...lt:l e7 42 ..ie4 lt:l d5 43J3b3 'it>d6 44.g5 ! Impide . . . lt:l f6 y disminuye la movilidad del peón "g" negro. La parte crítica del final se aproxi ma.

44 ... hxg5 45.hxg5 @e6 46 ..id3 La torre va recuperando poco a poco su libertad de movimiento.

Es claro que no 56 . .ixg6?, por 56 . . . lt:l c4+ 57.'it>f5 lt:l xe3+, etc .

56 ... lt:l xb5 Este peón ya no tiene i mportancia porque la lucha se va a decidir en el otro extremo. El resto es sólo agonía.

Amenazando 50.@f5 y, por lo tanto, obligan­ do prácticamente la j ugada debilitante que sigue.

57.�d5+! 'it>b4 58.�d8 lt:l a7 59.�d6 lt:l c6+ 60.'it>d5 tLl e7+ 61 .@e6 tLl c6 62.@f6 'it>cS 63.�d5+ 'it>b4 64.e5 ! @c4 65.�dl + @es 66.�cl + @d4 67.e6 'it>e3 68 ..ixg6 tLld4 69.if7 tLl e2 70.�el @f2 7 1 .�xe2+

49 ... g6 50.�a3!

Las negras abandonaron .

46... 'it>d6 47J�a3 lt:l e7 48J3a7 �b8 49.'it>e4

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

1 93

PARTIDA N° 90 B lancas : A. Alekhine Negras : R . Fine Apertura Española (C90) Torneo de Hastings, Enero de 1 937

l.e4 eS 2.lüf3 lü c6 3 ..ibS a6 4 ..ia4 lüf6 S.O-O ie7 6J�!el bS 7 .ib3 d6 8.c3 liJ aS 9 ..ic2 eS 10.d4 YNc7 l l.lübd2 0-0 •

Si bien todo es convencional , la j ugada más empleada en este momento es 1 1 . . . lüc6, tratando de provocar una decisión en el centro. La mej or continuación para las blancas sería entonces : 1 2 .a4 !l:b8 1 3 .axb5 axb5 1 4.dxc5 dxc5 1 5 . lü fl , seguido por lü e3 etc.

única explicación es que yo estaba colocado medio punto por detrás de Fine y necesitaba el punto a toda costa para ganar el certamen . La j ugada exacta era 1 5 .cxd4 ! , puesto que des­ pués de 1 5 . . . exd4 1 6. lü f5 YNxc2 1 7 . lt:l xe7+ �h8 1 8 . lt:l f5 ! (amenazando 1 9. lt:l xg7 ! cJ;; xg7 20 .. .ih6+ ! , etc . ) las blancas habrían conse­ guido una ventaj a decisiva. También 1 5 . . . lt:lc6 (respuesta que yo esperaba a 1 5 .cxd4) resul­ taría favorable para las blancas tras 1 6.d5 ! lt:l d4 1 7 .Wd 1 lt:l xc2 1 8 . lt:l xc2 ! (amenazando 1 9. lt:l b4 ! , etc . ) 1 8 . . . a5 1 9 . .id2, seguido de 20.!l:c 1 , etc . Las próximas j ugadas defensivas de Fine no sólo son buenas, sino ún icas .

15 dxc3 •.•

La continuación de esta partida prueba de un modo convincente que la temprana desapa­ rición de este alfi l ofrece a las blancas buenas oportun idades de ataque en el flanco rey, aunque no es fáci l encontrar un plan que satisfaga de una manera cabal . El procedimiento rel ativamente más lógico parece ser 1 2 . . . .id7 , seguido de 1 3 . . . !l:fc8 y 1 4 . . . .if8 .

16.YNxc3! !!feS! Esta es la respuesta que más obliga y que permite a las blancas eludir cualquier sacrifi­ cio inmediato si no desean hacerlo.

Las negras defienden el caballo "aS " por medio de un ataque contra el alfi l rey blanco.

13 ....ixf3 14.W!xf3 ! Después de 1 4.gxf3 , las blancas conservarían su parej a de alfiles y algunas probabilidades de ataque, debido a la apertura de la columna " g " , pero l a j ugada del texto, gracias a la cual mantienen intacta su estructura de peones, es más exacta y más fuerte.

14 cxd4 15.lüf5? ••.

Pero esta entrega arriesgada no puede ser recomendada, aunque a raíz de ella las blancas conserven la iniciativa por mucho tiempo. Su

1 94

En cambio, si 1 8 . .ig5 , entonces simplemente 1 8 . . . Wxc2 1 9 . .ixf6 g6, etc . * Sin embargo, e n esta posición las blancas pueden jugar con fuerza 20.'ªe3! (mejor que 20.'ªg5, ya que a esta casilla deberá moverse el caballo en breve) 20 . . . h5 (única) 2 1. � h6+ i> h7 22.�xn, y si ahora 22 ...'ªxb2, entonces 23.� g5+ i>h6 (a 23 ... \t>gS. 24.'ªh3 E:e8 25.'ªd7. ganando) 24.�e6+ i>h7 25.'ªh3!, con ventaja decisiva. Era mejor defensa (que 18 ... 'ªxc2) 18 ... � h5!, y si 19.'ªg4, 'ªb7! (no 19 ... 'ªxc2, por 20.E:ac l ! 'ªxb2 2 1.E:xc8 E:xc8 22.�e7+, ganando), atacando al alfil de "c2" con la torre, defendiendo la casilla "f' y preparando ... g6 en mejores condiciones.

ALEXANDER ALEKHINE

18 ... lD c6 19 ..tg5 lD e8 20J�acl Como un cambio de torres favorecería a las negras, no era necesario que las blancas colo­ caran esta torre en la columna abierta. Lo más indicado era j ugar enseguida 20.l:%ad 1 (ver jugada 24) seguido de a3 y ib 1 -ia2, etc . Es muy probable que el tiempo ganado fuera de gran i mportancia. Ahora, al contrario, las negras disponen de una defensa rel ativamente fácil.

20 ...'1:Wb7 21.a3 La maniobra intentada con esto (ib 1 -ia2id5) induce a las negras a iniciar una contra­ demostración en el fl anco dama, y para poder hacerlo tienen que empezar por forzar el cambio del caballo blanco.

21...g6 22.lD h6+ ixh6 23.ixh6 Las casillas negras del segundo j ugador están un tanto débiles, pero su caballo de "e8" es un defensor muy sólido.

23... llJd4 24Jkdl b4 25.f4! La apertura de esta columna ofrece pers­ pectivas de equilibrio, pero contra una buena defensa será difícil conseguir algo más.

mismo que una derrota, n i siquiera presté atención a la variante citada.

28.\:Wf2 lD e6? De aquí en adelante la resi stencia de Fine fue disminuyendo poco a poco, cosa no muy rara en él cuando la partida no se desarrolla conforme a sus deseos (en este caso el i mpedi­ mento de si mplificar mediante la j ugada 28 . . J1xd3, etc . ) . Después de 28 . . . lt:J c6 29.ic 1 ! lt:J e5 30.ifl lt:J g4 3 l .�d4, hubiera tenido l igeras probabi­ lidades de ganar, puesto que los alfiles blancos habrían casi compensado el peón de ventaja, cuya i mportancia era rel ativa.

29.a4 Este peón de apariencia insignificante será en el futuro un eficaz apoyo para las amenazas de las blancas.

29 ... 13ac8 Otra j ugada fuera de l ugar, porque pronto se hará evidente que el peón " a " necesita mejor defensa. Era la otra torre la que debió regresar a "c8 " .

Amenazando 3 1 .ixa6, etc.

25 ...exf4 La defensa del punto "e5 " , mediante 25 .. .f6, sería ventajosamente replicada con 26.f5 !, etc .

26.'1Wxf4 bxa3 27.bxa3 13c3! Combinación ingeniosa para lograr el empate : si, por ejemplo, 28.e5, entonces 28 . . . 13xd3 ! 29.13xd3 lt:J e2+ 30.13xe2 'I:Wb 1 + 3 1 .ill f2 \:Wxd3 32.e6 ! 'I:Wf5 33 .�xf5 gxf5 34.e7 f6 3 5 .ill e 3 ! , y la presencia del rey blanco en el flanco dama eliminaría el peligro de su derrota. Pero como para mí un empate significaba lo

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

Por increíble que parezca, la verdad es que las blancas han comenzado a ejercer una fuerte presión en el flanco dama. Es el resultado, bastante desconcertante, de las maniobras de las negras en ese sector del tablero.

32 ... lD c5? Las evoluciones de este cabal lo han sido bastante infortunadas, y después de esta últi­ ma ya no habrá sal vación. 32 ... 13a8, era

1 95

relativamente mej or. Después de eso, las blancas habrían aumen­ tado su ventaj a posicional con 33 .E:bc 1 , seguido de 34.�c4 etc . , con ventaja.

PARTIDA W 9 1 B l ancas: A. Alekhine Negras : T. H . Tylor Apertura Española (C86) Torneo de Margate, Abril de 1 937

33.�c4 Si ahora 33 . . . l2l xe4, entonces 34.�xt7+ f2 lt:Je3 24.ie5 etc . , con ventaja.

19.ltlc2 ! Vemos aquí la verdadera razón d e ser d e la maniobra iniciada con 1 6. lt:J d4: el cabal lo negro no podrá introducirse en "e3 " y, en adelante, quedará reducido a desempeñar un papel puramente pasivo. La persecución del alfi l por los dos caballos ha sido un fracaso completo.

19 ...id7 20.e4 :!!eS Esta j ugada intermedia es también innocua, porque el rey blanco, una vez en "d2 " , no podrá ser inquietado por las fuerzas negras ya medio i mpotentes.

207

21 .g7 33.'1Wf4 Amenazando 34.Wg3+, seguido de 35 .gc8+.

33 ...'\WdS 34.a4! Esto i mpide, de una vez por todas . . . gb5 y pone a las negras en una especie de "zugz­ wang" .

34 ... b5 Esta respuesta, de apariencia natural, pierde

ALEXANDER ALEKHINE

rápidamente. Era algo mej or 34 . . .'�h7, pero las blancas lograrían el triunfo l levando la dama al flanco dama: Wc i -'1Wc4-'.Wa6

S2.Wxf6 e4 S3.lt:l b3+! @dS o 53 ... md3 (si 53 . . . mc4, 54.lt:ld2+) 54.lt:lc5+, seguido de 55 .lt:lxe4 y 5 6 . h 5 , ganando.

3S.1,Wg3+ l!if8 S4.hS e3 SS.fxe3 fxe3 S6.liJcl Las negras abandonan .

PARTIDA No 96 Blancas : A. Alekh ine Negras: F. Samisch Apertura Española (C86) Torneo Cuadrangular B ad-Nauhei m, Julio de 1 937

36J��d6! Al forzar prácticamente el cambio de damas, esta j ugada gana por lo menos un peón . El final resultante no presenta dificultades, porque habrá aún más debil idades para explo­ tar: por ejemplo, el punto " h6 " .

36... 1,Wa8 No permitiría abrigar esperanzas. 36 . . . bxa4 37.�xd5 exd5 3 8 .'1Wd6+ 1,We7 39.'1Wxd5 .

37.axbS Wb7 38J3xdS WxdS 39.b6! Wc6 40.1,Wc7 Wxc7 41 .bxc7 lt:l b6 42.lt:l eS We7 43.lt:lc4 Después de esto, el peón " b " exigirá la presencia de una pieza negra por lo menos, en el flanco dama y entretanto, el rey blanco se convertiría en dueño y señor del otro extremo del tablero.

43... lt:lcs 44.lt:l xas md7 4S.Wh2 l!ixc7 46.Wg3 Wd6 47.mh4 l!ids 48.\!ths l!ixd4 49.Wxh6 es so.l!igS f4 St.h4 f6+ Un último truco que las blancas paran del modo más sencillo.

MIS MEJORES PARTIDAS 1924- 1 937

l.e4 eS 2.lt:lf3 lt:l c6 3 ..tbS a6 4.�a4 lt:lf6 S.0-0 .te7 6.We2 bS 7 ..tb3 d6 8.c3 0-0 Una continuación más segura es 8 . . . lt:la5 9 . .tc2 c5 , como en la variante que empieza con 6.�e l .

9.a4! ig4 Esto es relativamente mejor que 9 . . . b4 I O.a5, o 9 ... �b8 I O.axb5 axb5 l l .d4, con ventaja, pero tiene el inconven iente de dej ar al alfil fuera de j uego si las blancas, como en la presente partida, no aceptan el ofrecimiento del peón .

10.h3 Menos empleada que �d i , seguido de d4. La jugada del texto es el comienzo de un plan muy diferente, que aspira a l i mitar al mínimo la actividad del alfi l dama negro. En cambio, I O.axb5 axb5 l l .�xa8 Wxa8 12 .'1Wxb5 lt:la7 ! , no podría aconsej arse, porque las negras recuperarían el peón con buena posición.

lO ...ihS l l .g4 Las principales obj eciones contra este avance, en este tipo de posición, son , en general :

211

l ) la posibilidad de un sacrificio de caballo en "g4 " . 2) u n a perturbación d e l a estructura d e peones de las blancas mediante . . . h 5 . Como ninguna d e esas eventualidades tiene por qué ser temida aquí, por ej : l l . . . CLl xg4 l 2 .hxg4 �xg4 l 3 .\We3 , o l l . . .�g6 l 2.d3 h5 l 3 . CLl h4, con ventaj a, no había razón para aplazar la encarcelación del alfil .

17.a5 tlld 7 18.ie3 Al hacer esta j ugada preparatoria del avance proyectado en el flanco dama, las blancas tuvieron en cuenta el contraataque l 8 . . . d5 ! ? l 9.exd5 c5, que pensaban contrarrestar me­ diante 20.d6 ! �xd6 2 l .�d5, o si 20 . . . CLl xd6, entonces 2 l .bxc5, quedando mejor en ambos casos.

l l ... ig6 12.d3 tlla s 13.ic2 tlld 7? Tarde o temprano, esto era obligado para hacer revivir el alfil dama.

19.c4! Como se verá, la táctica de las blancas está basada en la debilidad del caballo de " b7 " .

19 ... tllf6

El verdadero valor del sistema adoptado por las blancas sólo podría apreciarse si las negras hubieran construido la posición defensiva clásica, j ugando l 3 . . . c5, seguido de \Wc7 . La consecuencia de la j ugada del texto, dictada probablemente por el temor exagerado a que las blancas j ugaran CLl h4, dej a al primer j ugador las manos libres, tanto en el centro como en el flanco dama. La primera víctima de esta estrategia será el caballo de " a5 " , que va a ser relegado a una casill a exclusivamente pasiva y que, en lo que sigue de la partida, será un mero obj etivo de l as combinaciones de las blancas.

Las negras mtctan un contraataque que, aunque ingenioso, no será suficiente . A decir verdad, su posibilidad de elección ya es deses­ perante por lo reducida.

20.cxb5 axbS

14.b4 tllb 7 15.tlla3 c6 16.�b3 tllb 6 Las blancas amenazan eventualmente c4, lo que obligaría a las negras a cambiar su peón " b " , acentuando la debi lidad de su flanco dama. La j ugada del texto, que impide ese peligro al precio de un tiempo, no puede ser criticada.

212

21.tllx b5! Esta es una entrega posicional, o mejor dicho, una combinación de cambio, cuya variante principal se desarrollaría así: 2 l . . .cxb5 22.a6 \Wd7 23 .axb7 \Wxb7 24.g5 ! !':1xa l 25 .!':1xa l

ALEXANDER ALEKHINE

lZJd7 (si no 26.E!:a7, ganando) 26.lZJh4* E!:a8 27 .E!:a5 y l as negras perecerían debido, sobre todo, a la inutilidad de su alfi l dama. Por lo tanto, no debe sorprenderse que Saemisch prefiriera dedicarse a la explotación del flanco rey blanco, que está un tanto descubierto, y ganar un tiempo i mportante dej ando al caballo hostil "en prise" .

El cambio del peón "b" por el peón "a" blanco, ya sea aquí o en la j ugada próxima, significaría para las negras l a muerte segura después de una prolongada agonía.

30.Wlb3! Las blancas se apoderan del control de "d5 " y, al mismo tiempo, i mpiden . . . :li..f7 .

21. Wfd7! 22.a6 c!Lld8 23.c!Llc3 c!Llxg4! •.

30 ie8 3 1.a7 g6 32J::!a5 q;g7 33J�fal if7 34.c!Lld5! •.•

Este era el punto esencial de la interesante defensa activa de las negras, pero no es de cuidado, como lo demuestran las blancas continuando su "trabajo" en el otro flanco.

24.b5 ! En lugar de esto, 24.hxg4 Wlxg4+ 25.Wh 1 ih5 ! , habría asegurado a las negras por lo menos un empate. Pero ahora las cosas se ponen muy difíci les para ellas debido a la formidable amenaza b6 y l a posibilidad de id5 , en caso de ... cxb5

24 c!Llxe3 25.fxe3

De otro modo, las negras podrían tener algunas probabi lidades después de . . . d5 , pero ahora están casi obligadas a cambiar en "d5 " , puesto que 34 . . . Wlc6 sería replicado con 3 5 . tt:l xe7, y 34 . . . id8 , por 3 5 . tt:l b6 ! Wfc6 36.tt:l xa8 !

34 c!Llxd5 35.exd5 :li..e 8 36.e4 rs ..•

Estos últimos esfuerzos anémicos cesarán muy pronto gracias a una enérgica combi­ nación final .

.••

37J"�a6 gS 38.Wfc3! g4 Después de este cambio obligado, la posición del rey vuelve a ser bien segura.

Esto podría servir para algo si no fuera por el violento golpe que sigue.

25...cxb5 26.id5.!De6 La entrega de un peón mediante 26 . . . tt:lc6 27 .tt:lxb5, no hubiera sido mejor, mientras que después de 26 ... E!:a7 27.E!:fb 1 '1Wc8 28.tt:l xb5 E!:xa6 29.tt:la7 ! , se perdería lo mismo la calidad.*'

27.ixa8 E!:xa8 28.Wlb2.!Dc7 29.Wg2 f6 • Parece natural hacer pri mero 26.�a7 y después 27.1i'lh4, para no permitir la entrada de la torre negra en el juego. '' En esta variante las negras tienen una salida muy satisfactoria con 29 ... �xa l ! 30.1i'lxc8 �xb l + 3J.'i!lg2 li:lc6 ! , con i ndudable ventaja para el las, que rápidamente traerán su torre de "f8" a "b8" con problemas para el blanco. Sin embargo, el blanco tendría ventaja con 27.d4 ! , dándole paso a la dama, y si ahora 2 7 ...1/Nc8, entonces sí 28.li:lxb5 �xa6 29.1i'la7, ganando la calidad.

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

39.c!Ll xe5 ! No hay duda de que los caballos han rendido el máxi mo en esta partida: el primero contri­ buyó a destruir el flanco dama, y su colega

213

puede morir feliz después de abrir una brecha hasta el corazón de la fortaleza enemiga. El resto es fácil .

3 9... dxe5 40.tlfxe5+ c;f;lgS 41.d6!

contra Przepiorka, en Mayo de 1 928), las blancas no deben apresurarse en formar un centro de peones . * A pesar de ello, después de la respuesta que sigue, no tenía nada mejor que 8.f3.

Amenazando también 42.tlfd5+.

7 ...ib4

41...tlfc8 42.dxe7 tlfc2+ 43. c;f;lht tlff2 44.tlfxf5 Las negras abandonaron.

PARTIDA No 97 B lancas : A. A lekhine Negras : Dr. M. Euwe Defensa Eslava (D 1 7) Segunda Partida del M atch Rotterdam, Octubre de 1 937

l.d4 dS 2.c4 c6 3.tLl f3 lLl f6 4.lLl c3 dxc4 S.a4 ifS 6.lLl eS Una de las enseñanzas que es j usto acreditar al presente match es el descubrimiento de que la j ugada del texto no es suficiente para que las blancas obtengan alguna superioridad en la apertura.

Es mucho más lógico que 7 . . . ie7, j ugado por Bogolj ubow en nuestra quinta partida del match de 1 929 (véase partida N° 27).

8.lLl xc4 Jugada muy inofensiva porque las negras, en lugar de la variante complicada que adop­ taron, pudieron conseguir perspectivas iguales continuando sencillamente con 8 . . . h6, y si 9.ih4, entonces 9 ... g5 I O.ig3 lLl e4 1 1 .:B:c l (o si 1 1 .tlfb3 , lLl a6) 1 1 ...c5.

s ... tlfds Otra buena j ugada que conduce, luego de un sutil "intermezzo" , a una posición equilibrada.

9.ixf6

6... e6 Esto fue j ugado dos veces por Bogolj ubow contra mí en el match de 1 929. Como experimento no tuvo éxito, ya que sólo consiguió entablar una partida con gran difi­ cultad y perdió la otra. La j ugada 6 . . . e6 desapareció de la práctica magistral . Pero e n la undécima partida d e este match, especial mente, probó que, en realidad, es mucho más segura que la habitual variante de Kmoch (6 . . . 4J bd7 en combinación con . . . tlfc7 y ... e5).

La alternativa 9 . lLl e3 Wa5 I O.lLlxf5 Wxf5 , era aún menos prometedora. Y si 9 .Wb3, entonces 9 . . . lLl a6, con ventaj a.

9 ... tlfxc4 Mej or que 9 ... gxf6 I O. lLl e3 Wa5 1 l .tlfb3 , con perspectivas algo preferibles para las blancas.

10.tlfd2

7.igS

Jugada única, porque I O.:B:c 1 ? habría sido refutada con 1 0 . . . gxf6 1 l .e4 Wa2 !

Como después de 7.f3 ib4, la j ugada 8.e4? provocaría el sacrificio, perfectamente sano, 8...ixe4 ! (jugado por primera vez por Cherón

Este sacri ficio es una de las líneas princi pales de la Defensa Eslava, y aún hoy sigue la discusión sobre su bondad.

214

ALEXANDER ALEKHINE

j ugada del texto las blancas tendrán mej ores probabilidades porque el alfil será superior al cabal lo en cuanto éste sea desaloj ado de "e4 " .

18.bxc3 E:hg8 19.Wfe3 �b8 Esto no era indispensable, puesto que pudie­ ron defender indirectamente su peón "a" j ugando 1 9 . . .Wd5 20.g3 Wd2, pero después de 2 l .Wxd2 E!:xd2 22.E:fe l (si 22 . . . lt:ld3 , 23.E!:ad l ! ) , l a s blancas tendrían menos proba­ bilidades para el final .

10 gxf6

20.g3

Prometía más 1 0 . . . Wb3 ! 1 l .�xg7 E!:g8 1 2 .�h6 tt:ld7, porque las negras tendrían una fuerte iniciativa a cambio del peón entregado.

Como, de cualquier modo, esta j ugada defen­ siva es inevitable, vale más realizarla ense­ guida.

•.•

ll.e4 Wfb3 12.exf5 tt:ld7 13.fxe6 fxe6 14.�e2 0-0-0 15.0-0 Las últimas j ugadas eran prácticamente forzadas y la posición a la que se ha llegado ofrece a ambos bandos posibil idades de ata­ que más o menos iguales .

lS eS .•.

Esta j ugada lógica, que lleva al caballo a una posición fuerte y abre l a columna "d" en beneficio de las negras, ha sido, en mi opinión, inj ustamente criticada. En todo caso, la j ugada recomendada en su reemplazo, 1 5 . . . tt:l b6, habría expuesto a las negras a peligrosas amenazas sin ofrecerles perspectiva ganadora alguna, por ejemplo: 1 6.a5 tt:l a4 17 .We3 lt:lxb2 1 8.E:fc 1 , etc .

16.dxe5 tt:lxeS 17.Wfcl �xc3 Dado que 18.lt:le4 no es, en realidad, una amenaza seria, este cambio debió ser poster­ gado para un momento más oportuno. Las negras debieron j ugar 1 7 . . . E:hg8 , porque si 1 8.lt:le4 (a 1 8 .We3 Wxb2), entonces 1 8 ... lt:lf3+ 1 9.�xf3 Wxf3 20.lt:lg3 Wg4, y quedarían en posición muy satisfactoria. Después de la

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

¡La j ugada más úti l de la partida! Con esto, las blancas preparan el importante avance f4 que, de realizarse enseguida, sería refutado con 22 ...E!:d2 ! 23.E:fe 1 lt:ld3 .

22 ... Wd2 23.Wfxd2 E!:xd2 24.f4 lt:l g6 2S.�c4 E!:gd8 o 25 . . . E:g7 26.E:e8+ mc7 27.mh 1 !, con ven­ taja para las blancas.

215

Con el fin de cambiar un par de torres. Hay que hacer notar que las negras no pueden j ugar 26 ...l'!c2, por 27 .ia6 b6 2 8 .l'!xc6.

posición de sus piezas impide a las negras emprender una contrademostracíón sería.

32 ... h6 33.if5+ q¡d8 34.q¡g4! 26 J�8d6 27J�bel q¡c7 28,:gxd6 :gxd6 ••

Sí 28 . . . 'i!lxd6, seguiría 29.ig8, amenazando tanto 30.ixh7, como 30.l'!e6+.

Sí ahora 34 . . . tt'lxc3, entonces 35 .'i!lh5 tt'lxa4 36.'i!lxh6, ganando con facilidad.

34 ...li:Je7 3S.ibl 'i!le8

29.h4 Sí 35 ...l'!d5 , sigue 3 6.f5.

Para poder j ugar el rey a " f2 " sin ser molestado por el j aque de torre en la segunda fila.

36.'i!thS q¡r7 37.ia2+ 'iflf8 38.'i!lxh6l'!d2

29 .. ,q¡d7 30,q¡f2 li:Je7 3 1 .q¡f3 li:JdS !

La variante principal era: 38 ... tt'lf5+ 39.'j¡g6 tt'lxg3 40.f5 , seguido por el avance del peón "h".

Esto permite al rey blanco atacar con éxito al peón "h". Sin embargo, es muy dudoso que 3 l ...f5 (que era relativamente lo mejor) pudiera salvar la partida. En tal caso, las blancas no habrían j ugado 32.g4, por 32 ... fxg4+ 3 3 .q¡xg4 l'!g6+, seguido de 34... li:Jf5 , con perspectivas para su adversario, sino 32.h5 !, y sólo después de esta preparación , g4, dej ando a su peón "f" pasado, con efectos desastrosos para las negras.

39.ie6 :gd3 40.g4 :gxc3 41.g5 Las negras abandonaron. Aún más sencillo que 4 l .l'!d l tt'ld5 . Sí ahora 4 l . . .fxg5 , entonces 42.fxg5 , ganando.

PARTIDA No 98 Blancas: A. Alekhíne Negras : Dr. M. Euwe Defensa Eslava (D I O) Sexta Partida del Match Haarlem, Octubre de 1 937

l.d4 dS 2.c4 c6 3.tt'lc3

32.id3! Esta maniobra es decisiva porque fuerza el futuro debilitamiento de la posición de peones negros en el flanco rey. La pérdida eventual de un peón en el ala opuesta no tiene ya importancia, porque la

216

En mí opinión, esta j ugada ofrece a las blancas más probabilidades de obtener ventaja en la apertura, por las siguientes razones: l) los peligros de la continuación 3 ... dxc4, asociados con 4 ... e5, se ven con claridad en la presente partida. 2) el contraataque Wínawer 3 ...e5 , puede ser contrarrestado de una manera simple y eficaz mediante 4.exd5 cxd5 5.e4 ! , y sí 5 ...dxe4 6.ib5+, con ventaja. 3) como respuesta a 3 ... tt'lf6 4.e3 g6, yo sugiero 5 .f3 , que después de 5 ... ig7 6.e4 dxe4 7.fxe4 e5 ! 8.d5 0-0 9.tt'lf3 , lleva a una posición bastante compl icada, pero siempre

ALEXANDER ALEKHINE

favorable a l as blancas.

3 dxc4 4.e4! .•.

Es casi increíble que esta j ugada tan natural no haya sido tomada en cuenta por los denominados "teóricos " . Sea cual fuere la respuesta d e las negras, las blancas obtienen ahora superioridad aprecia­ ble en el desarrollo.

4 e5 •••

Si 4 . . . b5 , seguiría 5 .a4 e5 (a 5 . . . b4, entonces 6.lLla2 lLl f6 7.e5 lLld5 8 .i.xc4, con ventaja.) 6.axb5 exd4 7 .i.xc4 ! i.b4 ! 8 .�a4 a5 9.bxa6, y las blancas salen con un peón de ventaja.

S.ixc4 Esta combinación es, sin duda, muy tentadora y muy difícil de refutar, sobre todo frente al tablero; pero no es, de manera alguna, la consecuencia necesaria de la j ugada previa de las blancas, que tiene un valor absolutamente independiente de la corrección del sacrificio. La explotación " posicional " del mayor espacio de las blancas consiste en 5 .tLl f3 ! exd4 6.Wxd4 Wxd4 7 . lLl xd4, después de lo cual las negras sólo recogerían dificultades si trataran de defender el peón del gambito, por ejemplo: 7 ... b5 8 .a4 b4 9 . lLl d l ia6 I O.i.e3 lLl f6 l l .f3 , seguido por �e l y ixc4, con evidente supe­ rioridad.

pone en inmediata y decisiva desventaj a. En realidad, pudieron aceptar la entrega, porque tenían a su disposición una l ínea de j uego más efectiva que la que yo había analizado al ofrecer la pieza. Mi variante principal era la siguiente: 6 ... dxc3 7 .i.xn+ c7 53 .l'lt7+ Wb6 54.'19b8+ i>a6 s s .'/9a8+ lt>b6 56.l'lb7+ Wc5 57 .'19c8+ Wd5 5 8 .l'ld7+, ganando. '''' Era defi n itivo aq uí 49./tJdS+! W f8 50./tJc3 ! l'lc2 5 1 ./tJe4, ganando pieza o dando mate.

229

con 50 . . . �xfl +, seguido de 5 I . . .�g 1 + recu­ perarían la dama.

so... i>r6? La partida estaba perdida de todos modos, pero 50 . . . Wf8 habría prolongado la batalla. Por ejemplo : 5 l .tt'lxd4 �xfl + 52.Wh2 �g l + 5 3 .Wg3 �f2+ 54.i>f3* 54 . . . �xd4+ 5 5 . We4 (o 5 5 .We2 �f2+) 55 . . .�f6 56.We3 Wg7 ! En esta variante, las blancas para ganar, se verían obligadas a emplear su reserva, es decir, el peón "b" pasado.

51..!Llxd4 gxfl+ 52.Wh2 ..igl+ 53.Wg3 if2+ 54.Wf3 ixd4+ 55.We4 gd l Esto es forzado, porque las blancas amena­ zaban 56.\Wa6+.

56J1�fd5? No había necesidad de molestarse calculando las variantes del final (ganado) que se produ­ cirá después de 56 . . . �e l + 57.Wxd4 �d i + 5 8 .Wc5 �xd5+ 5 9 . W xd5 We7 60.Wc6, puesto que con 5 6.'1Wc6+, seguido de 57 .\Wc2, se ganaba in mediatamente . Esta es la única omisión (felizmente despre­ ciable) que cometí en esta partida, difícil como pocas.

PARTIDA W 1 03 B l ancas : A. Alekhine Negras : Dr. M . Euwe Defensa Semi-Tarrasch (D4 1 ) Vigesi mocuarta Partida del Match Rotterdam, Diciembre de 1 937

l..!Llf3 d5 2.c4 e6 Respecto a 2 . . . d4, véase la partida W 1 02.

3.d4 .!Llf6 4 . .!Ll c3 eS 5.cxd5 .!Ll xd5 6.g3 Esta es una desviación inofensiva de la conti­ nuación habitual 6.e4. En n inguno de los dos casos las negras tendrán dificultades para de­ sarrollar sus piezas.

6 ... cxd4 También era bueno 6 . . . tt'lc6 7 .�g2 tt'lxd4 8 .tt'lxd4 tt'lxc3 9 .bxc3 cxd4 l 0.\Wxd4 \Wxd4 l l .cxd4 �d6 l 2.a4 We7, con partida igual, como se j ugó en los últi mos encuentros de exhibición reali zados después del match.

7 . .!Ll xd5 '.Wxd5 8.Wfxd4 �xd4 9 . .!Ll xd4 ib4+ No hay nada que decir contra este j aque y el cambio que sigue.

10.�d2 ixd2+ l l .Wxd2 We7?

58.gxh5 f5+ 59.Wf3 �d3+ 60.We2 �e3+ 61.Wd2 �e4 62.hxg6

Pero la negligencia que implica no desarrollar las piezas del flanco dama será, de aquí en adelante, la causa de todas las perturbaciones de las negras . Lo indicado era: l l . . . �d7 l 2.�g2 tt'lc6 l 3 .tt'lxc6 �xc6 l 4.�xc6+ bxc6 l 5 .�ac l 0-0-0+ l 6 .We3 Wc7, con un final de torres muy defendible.

Las negras abandonaron .

12.ig2 �d8 13.We3 .!Ll a6

56 ...We7 57.g4 h5 Dictado por la desesperación.

• Era mejor, aunque comp l icado, 54.Wg4 ! , y ahora: a) 54 . . . �xd4 55 .\Wb4+, ganando el alfi l . b) 54 .. . f5+ 5 5 . 1Ll x f5 gxf5+ 56.Wh5, ganando. e) 54 . . . h5+ 55 .Wg5 �e3+ 56.Wh4 l'U4+ 57.Wg3 h4+ 5 8 .Wh2 13xd4 (si 5 8 . . .�xd4, 59.\Wb8+ Wg7 60.\Wxf4) 59 .\Wb8+ Wg7 60.\We5+, ganando.

230

Era indispensable j ugar esto porque el punto "c7 " necesitaba protección . Pero el cabal lo en "a6" además de quedar fuera de j uego, estará peligrosamente expuesto, como se comproba­ rá por lo que sigue. La próxima parte de la

ALEXANDER ALEKHINE

partida, que termina con la ganancia de un peón por las blancas, es de fáci l comprensión y bastante instructiva.

14J!acl �b8 15.a3 1 5 .tt:l b5 sería inúti l , debido a 1 5 . . . .id7 y si 1 6.tt:l xa7 ? �a8.

15 ....id7 Ahora amenazan 1 6 . . . e5 , que las blancas impi­ den con su j ugada i n mediata.

16.f4 f6 En mi opinión, las críticas que esta j ugada ha merecido no tienen mayor fundamento, por­ que, a la larga, las negras no podían evitar una pérdida de material . Si, por ejemplo, 1 6 . . . .ie8 entonces 1 7 .b4 l:!d7 1 8 . tt:l b5 l:!a8 1 9.!'\c3, seguido de 20.!'\hc l y 2 1 .!'1c8, o 2 I .tt:lc7. Y, lo mismo que en la partida, las negras conservarían algunas pro­ babil idades de tablas, a pesar de su peón de menos.

17 ....ie8 Esto i mpide 1 8 . .ixh7, porque la respuesta 1 8 . . . g6, con l as amenazas . . . .if7, seguido de .. J:!:h8, o . . . l:!bc8, seguido de . . . tt:l c7 , propor­ cionaría a l as negras recursos suficientes. Pero con las dos j ugadas próxi mas, las blancas lo­ gran sacar ventaja de la debi l idad del punto ''e6 " .

18.b4! �d7 19.f5 ! tt:l c7 Relativamente mej or que 1 9 . . . e5 20.tt:le6, o 1 9 . . . exf5 20 . .ixf5 l:!d5 2 I ..ixh7, porque, en ambos casos, las blancas lograrían una supe­ rioridad manifiesta.

20.fxe6 lLlxe6 21.lLlxe6 �xe6 22 ..ixh7 Con esto, las blancas han obtenido una ventaja material, pero al mismo tiempo, su superio­ ridad "posicional " se ha desvanecido hasta el punto de que las negras lograrán presionar en la columna " e " .

22 ... f5 23.�c5 ! Preparando el cambio de alfiles en "d5 " .

2 3 g 6 24.ig8+ �f6 25.�hcl �e7+ 26.�f2 .ic6 27 ..id5 �beS 28.�el ! •.•

Esto es, de lejos, l o mej or, porque 28.� 1 c2 .ia4 29.!'1d2 b6 30.!'\c3 l:!d8, habría conducido a una desagradable "clavada" .

28 .ixd5 29.�xd5 gS 30.�d6+ �eS? .•.

17 ..ie4! "Centralización " típica que habría regocijado al malogrado Nimzowich. Las blancas no sólo atacan al peón " h " , sino que amenazan , en algunas variantes .id3 y, más importante aún, impiden 1 7 . . . e5 por 1 8 .fxe5 fxe5 1 9 . tt:l f3 , ganando u n peón .

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

Después de este avance desesperado, las espe­ ranzas de las negras se derrumbarán rápida­ mente. El curso natural era 30 . . �f7 3 1 .h4 gxh4 32 .gxh4 l:!h8 33 . !'\d4, y las blancas tendrían que sal var algunas dificultades para obtener la victoria. .

3 1 .�ed l g4 Igual mente inútil sería 3 1 . . . l:!e6 32.l:!d7 !'18e7 3 3 .h4.

23 1

32JUd5+ e4 33.gd4+ es 34.e3 También era posible 34.e4, que conduciría a la ganancia de un segundo peón, aunque permi­ tiendo a las negras una resi stencia más larga; por ejemplo: 34.e4 gc8 ! 35 .E:6d5+ e6 36.exf5+ f6, etc . La senci l lez del cambio elegido es suficiente.

PARTIDA W 1 04 Blancas : Dr. M. Euwe Negras : A. Alekhine Defensa Ni mzoindia (E46) Vigesimoquinta y Última Partida del Match La Haya, Diciembre de 1 937

l .d4 .!Df6 2.c4 e6 3.c!Dc3 ib4 4.e3 0-0 s.!Dge2 •

S i 34 . . . f4+, 35 .d3 ! siempre amenazando mate.

3S.g4d5+ f6+ 36.f4 g6 37Jhe6+ gxe6 38.ges ga6 Si 38 . . . E:f6, entonces 3 9.e4 fxe4+ 40.xg4 E:f2 4 l .h4 y ganan rápidamente.

He aquí uno de los in ventos menos felices del gran artista en aperturas, Rubinstein. Su punto débil es que el cabal lo tendrá poco que hacer, tanto en "f4" como en " g3 " , mientras que las negras, recurriendo a j ugadas sencillas, pue­ den obtener un desarrollo preferible. En consecuencia, es mej or j ugar pri mero 5 .id3 , y si 5 . . . b6, entonces 6.c!D ge2, o también 6.Wf3 . Si 5 . . . d5 , se puede seguir con 6.tLlf3 , con buenas perspectivas.

S ... dS 6.a3 ie7 7.cxd5 Puesto que tenían la intención de j ugar tLlg3, las blancas debieron diferir este cambio. En efecto, después de 7 . tLl g3 c5 8 .dxc5 ixc5 9.b4, la respuesta 9 . . . d4 sería un error, debido a I O. tLl ce4, y si I O . . . ib6, entonces l l .c5 . Por lo tanto, las negras se hubieran visto obl igadas a modificar su plan de desarrollo.

7 exd5 8.c!D g3 •.•

Rubinstein acostumbraba a j ugar aquí 8.tLlf4, cuyo fin evidente es i mpedir la próxima juga­ da de las negras, después de la cual éstas no tendrán ya dificultades en la apertura. Es probable que la j ugada in mediata, 40.'tt> xg4 también ganara, pero la del texto es más exacta.

40 ... b6 4t.xg4 Las negras abandonaron. Si ahora 4 l . . .E:e3, entonces 42.E:g5+ h6 43 .b5 ! (la razón de ser de la j ugada 40•) 43 . . . E:xe2 44. h4, y ya no quedarían posibili­ dades de lucha para las negras .

232

S cS 9.dxc5 ..•

Esta j ugada prepara el error de la que sigue. Como no había por qué temer que las negras j ugaran . . . c4, la continuación lógica era 9.id3 tLlc6 I O.dxc5 ixc5 1 1 .0-0.

9 ixc5 10.b4? .•.

Es evidente que el blanco no previó la res-

ALEXANDER ALEKHINE

puesta, porque si no habría j ugado 1 0.�d3 .

seguma 1 5 . . . �b5 , y si 1 4 .:1l:b4 (j ugada sugerida por varios comentaristas), entonces 14 . . . ltJ a6 ! 1 5 .�xa6 1Mlxa6 1 6.e4 l'l:fe8, y las blancas no pueden ni enrocar ni tomar el siniestro peón "c3 " a causa de . . . ltJ d5 . En consecuencia, l a decisión de las blancas de entregar la calidad por un peón para terminar el desarrollo de sus piezas es, relativamente, lo más j uicioso.

14.:1l:b3 �a4 15.1Mlxc3 WfdS!

10 d4! ..•

El punto esencial de esta interesante j ugada es que no puede responderse l l . ltJ a4, por l l . . .dxe3 ! 1 2 .1Mlxd8 (si 1 2 . ltJ xc5 o 1 2.bxc5 , seguiría 1 2 . . . exf2+ 1 3 .�e2 �g4+ ! y ganan) 12 . . . exf2+ 1 3 .'�e2 �g4+ ! , obligando al rey a trasladarse a la columna "d" para tomar la dama con j aque y salvar así al alfi l . Y como I I .ltJ ce4 ltJ xe4 1 2 .ltJ xe4 �b6, sería también favorable a las negras, la próxima j ugada de las blancas es relativamente la mejor.

ll.bxcS dxc3 12.Wfc2 Decididamente, las blancas están de un humor demasiado opti mista y no atribuyen suficiente valor a las amenazas de las negras. De no ser así, hubieran tratado de simplificar las cosas mediante 1 2.1Mlxd8 l'l:xd8 1 3 .ltJ e2 ltJe4 1 4.f3 ltJ xc5 1 5 . ltJ xc3 ltJ c6, aunque las negras, debido a su mayoría de peones en el flanco dama y a su mejor desarrollo, conservarían todav ía una ligera ventaja.

Esta es la razón de ser de la 1 3" j ugada. A pesar de su ventaj a material, no será nada fácil para las negras alcanzar la victoria. El período que sigue ahora es instructivo, sobre todo des­ de el punto de vista táctico.

16.�c4 ll::l a6! En lugar de 16 . . . ixb3 , que después de 1 7 .1Mlxb3 ltJ a6 1 8 .1Mfxb7 ltJ xc5 1 9 .1Mlb5 , habría permitido a las blancas conservar sus dos alfi­ les.

17.ixa6 bxa6 Tampoco aquí convenía 1 7 . . . ixb3 , debido a 1 8 .id3 ! , con mej ores probabi lidades que en la partida.

18.0-0 ixb3 19.Wfxb3 l'l:b8 La columna " b " se con vertiría pronto en factor de mucha importancia. Después de la j ugada más aparente, 1 9 . . . 1Mfd5 , las blancas, j ugando 20.1Mfxd5 ltJ xd5 2 1 .e4, tendrían algunas proba­ bil idades de salvar el fi nal .

20.Wfc2 WfdS 2 1 .e4 Wfb3 22.Wfe2 Ahora 1 3 . ltJe2 no sería suficiente por 1 3 . . . ltJd5 1 4.e4 ltJ b4 ! , ganando la calidad .

Ahora, al contrario, el final, después de 22.1Mfxb3 l'l:xb3, permitiría pocas esperanzas por la debilidad del peón "a" blanco.

13 �d7!

22 Wfb5 ! 23.Wff3

La amenaza l 4 . . . ia4 es muy difícil de contra­ rrestar. Si por ejemplo 1 4.�c4 �a4 1 5 .�b3,

Esto es relativamente mej or que 23 .Wi'e3 ltJd7. S i l as blancas quieren evitar el cambio de

•••

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

•••

233

damas, tienen que despedirse de su peón " a " .

23 ...'1Wxc5 24. ttl f5? Pero aquí 2 4 ..!f4, c o n el fin d e i mpedir la "clavada" que sigue, ofrecía probabi lidades de lucha algo mej ores . La respuesta exacta de las negras sería 24 . . . l'!be8, y a 25 .e5 (si 25-Ék l , Wib5 ! 26 . .!d6 l'!c8), entonces 25 . . . ttl d7 26.tLl e4 Wic2 27.l'!c l Wib2 etc . , conservando siempre la ventaj a material.

S i 25 .'1Wg3 , seguiría 25 ... tLl h5 26.'1Wg5 �h8, y la defensa sería fác i l . Pero ahora amenazaban ganar la dama j ugando 26.'1Wg5 .

2S ttl xe4

Esta j ugada espectacular fuerza una simpli­ ficación , después de la cual , no habrá lugar a que la l ucha continúe.

29Jhd2l'!xcl+ No podía j ugarse 29 . . . '1Wxc l + 30.�h2 l'!b2?, debido a 3 I .Wie5 ! y las blancas ganan .

Idea muy ingeniosa que merecía mej or suerte. Si las negras l levan a cabo su amenaza 32 . . . l'!xf5 , se verán en la obligación, después de 33 .l'!e6 ! ! , de entregar la dama por dos torres con 33 . . . fxe6 34.\Wxc7 l'!xf2+ 35 .Wh3 e5 , y las blancas quedarían en condiciones de oponer una resi stencia muy tenaz.

.•.

Podría suponerse que después de la captura de este i mportante peón , la lucha no podría prolongarse. S i n embargo, las blancas logran encontrar, una tras otra, nuevas j ugadas de ataque.

Pero esta sencilla respuesta pone fi n a las últimas esperanzas de salvación. Lo que sigue es agonía.

33.g4

26.h4l'!e8 26 . . . tLl xf2, no convencería mucho debido a 27 .�h2 !

No daría resultado 3 3 . tLl xg7 �xg7 34.'1Wf6+ Wg8 35 .l'!d4 h5, etc .

33 f6 34.�h3 hS ..•

Amenazando 29.'1Wxe4

Comienza el contraataque.

3S.Wid2 hxg4+ 36.�xg4 Wif7 37.h5

28 ... ttl d2!

234

ALEXANDER ALEKHINE

37 ... :SxfS ! Por fin, el caballo más odiado d e todo e l match pudo ser eliminado c o n efecto decisivo, puesto que las negras, aparte de sus dos peones de ventaja, inician un ataque de mate. ¡ Fue una l ucha realmente emocionante !

y el otro cabal lo no ha sido desarrollado todavía).

6 �e6 7.ixf6 Wxf6 8.e4! dxe4 9.�bS+ �d7 •..

Si 9 . . . d7 (si 44 . . . me8, 45 . lt'l g7+.) 45 .'ªxf7+ mes 46.We6+ V:;l[xe6 47 .dxe6 b3 48 .�e4, y por no decir más, las blancas no pueden perder.

42.'ªd4 42.V:;I[b2 tampoco ayudaría, debido a 42 . . . �a6.

La simplificación es casi siempre mala para el bando que posee menos material, pero como puede verse en la variante que sigue, no había donde elegir: 43 .Wh8+ me7 44.'ªf6+ \t>d7 45 .�g4+ ! V:;l[xg4 46.Wxf7+ rJld8 47 .Wxe8+ mxe8 48 . lt'l f6+ me7 49.lt'l xg4 b3 y ganan .

43 gxd2 44.Wxd2 �a6 4S.V:;I[el .•.

Esta defensa inesperada contra las dos amenazas principales de las blancas, 4 l .�g4 y 4 l .'ªb2, i mplica, en el primer caso, un sacri­ ficio eventual de dos calidades : a 4 l .�g4, las negras replicarían 4 l . . .l::í: x e3 ! 42.'ªxe3 'ªxg4 43.l:l:e l 'ªxh5 ! 44.'ªe7+ rJlg7 45 .'ªxd8 (si 45 .'ªxb7, entonces 45 ... 'ªf3 , con posición ganadora) 45 . . .'ªxd5 , ganando. Con su próxima j ugada, el entonces campeón norteamericano saca a relucir un nuevo triun­ fo, pero, por desgraci a para él, será el último.

Prácticamente, esto es lo mismo que abando­ nar. Casi una hora de reflexión persuadió a Marshall de qu·e la j ugada que se proponía a efectuar, 45 .Wxb4, conducía a una derrota segura. Por ejemplo: 45 . . . Wfl + 46.\t>h2 'ªf2+ ! (pero no 46 . . . Wxf3 47 .Wxd6+ rJlg8 48.lt'lf6+ mh8 49.'ªxa6 ! , y l as negras no podrían ganar) 47 .\t>h3 (si 47 .�g2, entonces 47 . . . �fl 48 .Wxd6+ rJlg8 49 . lt'l f6+ mh8 y ganan) 47 . . . �c8+ 48 .�g4 �xg4+ 49.mxg4 'ªe2+ 50.mh4 'ªh2+ 5 I .rJlg4 f5+ ! y ganan .

4S b3 •.•

41.'ªd2! ¡ Es día de fiesta para el peón pasado ! ¿Cómo detener ahora la amenaza 42.V:;I[d4, sin perder el peón pasado?

248

46.�dl b2 47.Wb4

ALEXANDER ALEKHINE

Esto conduce a un final parecido al indicado.

47 Wfl+ 48.c�h2 Wf2+ 49.h3 ic8+ SO.fS �xfS+ S l.�g4 ixg4+ 52.xg4 We2+ 53.@h4 Wh2+ 54.g4 fS+ .•.

Las blancas abandonaron. En partidas como ésta, el perdedor merece, sin lugar a dudas, tantos honores como el ganador.

PARTIDA W 1 1 2 B l ancas : A. Kevitz y A . Pinkus Negras : A . Alekhine Apertura Reti (A I 5 ) Exh ibición d e S i multáneas e n Consulta Nueva York, Marzo de 1 929

Esta j ugada tiene sus ventaj as y también sus defectos, porque el peón central puede quedar expuesto. Sin embargo, valía la pena ensayar el experimento, puesto que no i mplica dema­ siado riesgo.

s.c!Llc3 �b4 6.0-0 Las blancas evidencian un optt mtsmo exce­ sivo, porque el peón dobl ado en la columna "e" es un defecto mucho más serio de lo que generalmente se cree y, en este caso parti­ cular, no estará compensado, de ninguna manera, por la parej a de alfiles. 6 .Wb3 era tan natural como bueno.

6 ixc3 ! 7.bxc3 .•.

Era menos satisfactorio todavía 7 .dxc3 d6. En la misma oportunidad se j ugó esta corta partida que destaca en forma notable los efectos de una exagerada voracidad en aje­ drez: Blancas : A. Alekhine - Negras : l . Kashdan y H. Steiner. l .d4 d5 2.c4 e6 3 .lLlc3 c6 4.tLlf3 dxc4 5 .a4 �b4 6.e3 b5 7 .�d2 Wb6 8 . lLl e5 tLld7 9.axb5 lLl xe5 I O.dxe5 cxb5 l l . lLl e4 �e7 1 2 .Wg4 Wf8 1 3 .Wf4 as 1 4.�e2 �b7 1 5 .0-0 h5 1 6. lLl g5 �xg5 1 7 .Wxg5 !!:h6 1 8 .e4 ! h4 1 9 .!!:xa5 ! f6 20.exf6 lLl xf6 2 l .Wxb5 ! , y las negras abandonaron .

l...lLlf6 2.c4 b6 Esta es una de las muchas maneras contestar de forma adecuada a la apertura las blancas. La intención de las negras transformar la partida en una Defensa India Dama típica.

7 ... d6 Dado que las negras han colocado a sus peones en casillas negras, es evidente que no necesitaban conservar su alfi l rey.

8.d4 e4 Las negras calculan correctamente que la apertura de la columna " f" , que real izarán mas adelante, se compensará con una debi lidad en la columna " e " .

9.c!Ll h4 0-0 10.f3 de de es de

3.g3 �b7 4.�g2 Esto permite a las negras elegir una forma más agresiva de desarrollo. En cambio, 4.d4 e6 5 .�g2, habría conducido a las variantes conocidas.

4 ... e5

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937

249

IO exf3 •.•

Las negras ya se encuentran en la agradable situación de poder proceder de la manera más sencilla. Las molestias de las blancas residen en que no pueden j ugar 1 l .exf3 , por 1 l . . .�a6 1 2 .f4 c6, seguido de 1 3 . . . d5, ganando material. Además, después de su próxima j ugada, el peón "e" queda sumamente débil.

l l .�xf3 lLi e4 12.11Nd3 :aes 13.d5 El contraataque que se inicia ahora será de muy corta duración. Pero si las blancas habían decidido restringir la acción del alfi l negro en la diagonal larga, debieron hacerlo enseguida, porque después de . . . lUd7, las negras no tendrían por qué ceder la casi lla "e4 " .

13. . . c!LJ cS 14.11Nd4 lLi bd7 IS.�hS Mediante algunas de las j ugadas que siguen, las blancas esperan provocar la respuesta . . . g6, que les procuraría posibilidades reales en la columna "f', pero las negras resisten a todas las tentaciones y preparan con tranquilidad un bloqueo completo.

saría lamentablemente debido a la simple respuesta 1 9 . . . :aes !

19 ... hxg6 20.e4 Este peón está más débil aquí que en "e2 " , pero la elección ya es dificultosa para las blancas.

20... f6 Esto inmoviliza para siempre al peón "e" y, al llevar a los últi mos peones a casil las negras, aumenta el alcance potencial de su alfi l .

21 .:aael g S 22.j_e3 :ae7 23.�hl :aae8 24.�gl �eS Es claro que 24 . . . lU xe4 sería prematuro, por 25.lU xe4 :Bxe4 26.:B xe4 :Bxe4 27 .\Wxe4 YNxfl 28 .\We8+, con jaque perpetuo. Además, las negras no tienen moti vos para apurarse para proceder a la liquidación en "e4", puesto que la posición debe producir mucho más que un peón , con el transcurso del tiempo.

2S.:af3 �g4 26.:afe3

IS ... c!LJ eS 16.�f4 '1Nd7 ! En cambio, si 1 6 . . . g6, entonces 1 7 .�f3 g5 1 8 .�xe5 dxe5 1 9.\Wg4 h5 20.11Nxh5 gxh4 2 1 .�e4 ! lU xe4 22.11Nxf7+ �h8 23 .\Wh5+ �g8 24.:Bf7, ¡y las blancas ganan !

17.lUf3 lU g6 18.lLld2 11Nh3 ! 19.�xg6 La tentativa de dar caza a la agresiva dama con 1 9.�h6 gxh6 ( 1 9 . . . :Be5) 20.�g4,* fracaLa l ínea es totalmente correcta. e i ncluso después de 20.�g4. las negras se salvarían con 20 . . . Iüe6 ! ? (ya que el caballo no se puede tomar con el peón por el mate en "g2"), 2 1 .'1We4 (si 2 l .�xh3 lü xd4 22.cxd4 !3xe2. con buen j uego.) 2 I . . .Iüg5 22 .\Wd4 (no vale 22.'1Wf5, por 22 . . . �c8 23.�xh3 lü x h3+, ganando) 22 . . . lüe6 y tablas por repetición.

250

Ahora, las blancas tienen debilidades por todas partes: 1) en el flanco dama, el peón doblado. 2) en el centro, el peón "e" atrasado. 3) en el flanco rey, la poca protección de las casil las blancas. Como consecuencia directa de esa triste situa-

ALEXANDER ALEKHINE

ción, casi todas las piezas blancas están parali­ zadas y no tienen nada mejor que mover su alfil de acá para allá. No es de extrañar entonces que las negras, en lugar de adoptar el plan más evidente (un ataque con cinco piezas contra el peón "e" mediante ...Wfh7, seguido de ....ih5- .ig6, que terminaría en un final con un peón más), prefieran preparar un avance de peones en el centro, que será decisivo. Es verdad que las maniobras preliminares cuestan 16 movimientos, pero el éxito del plan confiere a la partida un valor artístico del que hubiera carecido.

26...Whs Antes de emprender el largo viaje con el rey, las negras truecan los sitios de la dama y del alfil, para poder "observar" el punto débil central con una pieza más.

27.'i!?g2 .ih3+ 28.hl 30.igl a4

Wlg4 29.if2 aS

Podía ser útil impedir la posibilidad de que las blancas jugaran tt:lb3.

31.if2 �eS 32.igl �8e7 33.if2 f7 Ahora es el momento de trasladar al rey al punto del tablero en que estará más seguro, es decir, en "a6".

34.igl eS 3S.if2 dS 36.igl 'i!?c8 37.if2 'i!?b7 38.igl a6 39.if2 WhS Ya estamos en los últimos preparativos: la combinación decisiva exige una posición relativamente especial de la dama y del alfil.

40.igl.ig4 41.g2 Wh3+ 42.'i!?hl g6 Las negras revelan por fin la idea ganadora.

43.if2

MIS MEJORES PARTIDAS 1924-1937

43...fS! La batalla no se decidirá con la ganancia de un peón, sino mediante amenazas directas contra el rey. Si después de 44.exf5 gxf5, las blancas vuelven a jugar igl, entonces 45...tt:le4' 46.tt:lxe4 �xe4, seguido, inevitablemente, por 47...if3+ y ganan.

44.exfS gxfS 4S.�xeS dxeS 46.We3 La variante principal calculada por las negras era: 46.�xe5 �xe5 47.Wxe5 if3+! 48.tt:lxf3 Wffl+ 49.tt:lgl tt:ld3! y ganan. Esta posibilidad prueba, sin lugar a dudas, la utilidad del viaje del rey hasta "a6".

46 e4 47.d6! •.•

Las blancas no hacen esto por simple necesidad de efectuar una jugada, sino con un La jugada 45... ti:le4 tiene un problema oculto: las blancas obtienen un suficiente y peligroso contrajuego con 46.c5!, dándole "vida" a la dama. Podría seguir 46...ti:lxc5 (si 46...dxc5, 47.§xa4+ Wb7 48.§c6+, segui­ do de d6, con fuerte ataque) 47.gxe5 dxe5 48.§c4+ Wb7 49.�xc5, con ventaja. En cambio es ganadora la jugada 45... ge4! (en lugar de 45...ti:le4), que deja a las blancas sin defensa buena. Veamos: a) 46.§f6 gxe3 4H!xe3 (a 47.�xe3 gh7 48.�gl ti:ld3 49.gfl §xfl !, y mate inmediato) 47...gxe3 48.,¡¡xe3 ti:le4!, y el mate es inevitable. b) 46.gxe4 ti:lxe4! (ahora . sí se amenaza mate) 47.§d3 tiJ xd2, ganando. e) 46.ti:lxe4 gxe4 47.§d2 f4!, ganando la torre, por la amenaza ...�f3+. •

251

propósito bien definido.

8.l2Jc3 dS 9.cxd5!

47...cxd6 48..igl

En el momento oportuno, porque si 9...exd5, el alfil dama puede ser desarrollado con pro­ vecho en "f4".

El propósito aludido se haría visible en el caso siguiente: 48....if3+ 49.lUxf3 exf3 50.Wfxf3! l'!xe1 5I.Wfa8! mate. Pero las negras disponen de una jugada inter­ media poderosa.

48...f4! Las blancas abandonan. Si ahora 49.gxf4, entonces 49....if3+, ganando enseguida.

PARTIDA W 113 Blancas: Dr. Alekhine y Aficionado Negras: G. Stoltz y Aficionado Defensa India de Dama (E 17) Partida en Consulta Niza, Mayo de 1931

l.d4 lUf6 2.c4 e6 3.lUf3 b6 4.g3 .ib7 S.ig2 . ie7 6.0-0 0-0 7.b3

9...l2Jxd5 10.ib2 eS Desde el punto de vista posicional, esto es inevitable, pero ahora la dama negra se "sentirá" en la columna donde está la torre blanca.

llJ!cl Amenazando eventualmente lUa4.

ll ...l2Jxc3 12.ixc3 . l'!d8 Las blancas proyectaban 13.dxc5 bxc5, después de lo cual quedaría un peoncito negro enclenque en la columna semiabierta. La jugada del texto impide esa posibilidad, aunque sólo temporalmente y, en conse­ cuencia, era mejor haberla reemplazado por 12...Wfd8.

Esta jugada conduce a posiciones más compli­ cadas, o por lo menos más inexploradas, que la empleada habitualmente, 7.lt\c3, cuyos efectos son también favorables a las blancas. Por ejemplo: 7...lt\e4 8.Wfc2 lUxc3 9.Wfxc3 c5 IO..ie3 y, en caso de cambios ulteriores, las negras quedarán siempre con algunos puntos débiles en el centro.

7...Wfc8 En la 23 partida de mi match con el Dr. Euwe (1937), jugué en este momento 7...d5 8.lt\e5 c5 y obtuve una partida muy vivaz, llena de posibilidades para ambos bandos. La idea de las negras, de cambiar un solo peón en el centro, da tiempo a las blancas para sacar provecho de la apertura de la columna " " e , sin necesidad de permitir contrajuego al­ guno.

252

13.Wfd2! El objeto de esta jugada era, en caso de 13... lUd7, llevar a la dama a "b2", en donde estaría muy cómoda, pero la tentativa de las negras de buscar para su dama la casilla correspondiente, me sugirió ideas más agre­ sivas.

ALEXANDER ALEKHINE

13...id5 14.Wf4 Wb7? Hasta cierto punto, esto es natural, pero el aplazamiento del desarrollo del flanco dama será de consecuencias fatales e inmediatas. Después de 14...lt.ld7 15.e4 ib7 16.d5! exd5 17.exd5 if6 (no 17...ixd5, a causa de 18.lt.lg5*, ganando), las negras habrían sufrido durante más tiempo, pero su destino sería el mismo.

15.dxc5 bxcS Si 15.. . ixc5, entonces 16.ixg7!, etc.

16.e4! ic6 Si 16...ixe4, 17.lt.lg5 ganando.

19.ixg7! Las negras abandonaron. Ahora, la variante principal es: 19... rJlxg7 20.Wh6+ g8 2l.e5 ic6 22.lt.lf6+ ixf6 23.exf6, seguido por mate.

17.lt.le5 ie8 18.lt.lg4! La particularidad de este repentino ataque contra el rey estriba en el hecho de no haber sido facilitado por ningún movimiento de peón que pudiera crear alguna debilidad en el sector del tablero.

18...lt.la6 Había muy pocas esperanzas de poder elegir algo mejor, porque la respuesta "natural", 18...lt.lc6, habría conducido a un desastre semejante al que acaba de iniciarse: 19.ixg7! rJlxg7 20.Wh6+ g8 (si 20...h8, 21.lt.lf6 y mate a la siguiente) 21.e5 f6 22.ie4! f5 23.Wxe6+, seguido de i1fixf5 etc., y ganan. Por otra parte, l8...ic6 permitiría la siguiente continuación: 19.ixg7 xg7 20.'11fih6+ h8 21.�xc5! etc.

Las negras aún se podían defender en esta variante con 18...1Uf6! y si 19.:!Hel IUhS 20.\Wh4 �xgS 21.\WxgS �xg2 22.'i•xg2 \Wc6+. seguido de 23.. J!d5, con ventaja. Era mejor 16.l'!fdl (en lugar de 16.d5}, manteniendo todas las ventajas de la posición.

MIS MEJORES PARTIDAS 1924-1937

PARTIDA W 114 Blancas: Dr. Alekhine y Aficionado Negras: S. Flohr y Aficionado Defensa Nimzoindia (E24) Partida en Consulta, N iza, Abril de 1931

l.d4 lt.lf6 2.c4 e6 3.lL!c3 ib4 4.a3 En la actualidad, esta jugada de Siiemisch ya no se emplea, no sólo porque pierde un tiempo al forzar un cambio no demasiado proble­ mático para las negras, sino, principalmente, porque se ocupa la casilla "a3", que hubiera podido ser útil para el alfil dama.

4...ixc3+ 5.bxc3 eS 6.Wc2 Para impedir la posibilidad de ... lt.le4. Jugando 6...d5 7.cxd5 i1fixd5, las negras podrían obte­ ner una posición considerada como satisfac­ toria desde mi reciente match por el título, pero su próxima jugada tampoco echa a perder nada.

6...lt.lc6 7.lt.lf3 dS 8.e3 0-0 9.cxd5 exdS

253

Pero aquí se forman una idea equivocada sobre el carácter de la posición. Como se verá más adelante, el aislamiento del peón "d" es un precio demasiado alto por la diagonal "el"­ "h6". De haber retomado con la dama, y después de IO.c4 Wld6 ll..�.b2, habrían repetido la posición de mi décima partida contra Euwe (La Haya, octubre de 1937), que es considerada por algunos teóricos (por ejemplo, Fine), como ventajosa para el segundo jugador. Sin necesidad de llegar tan lejos, se debe admitir que esa línea de juego conduce a una partida muy viva y con posibilidad para ambos bandos.

12 Wfxc5 13.a4! .•.

Las blancas aprovechan la oportunidad para corregir su cuarta jugada, eliminando así el único defecto serio de su posición.

13 8:e8 14.�a3 WfaS 15.8:abl! •.•

Si ahora, l5...a6, entonces 16.c4 lt:lf6 17.lt:lg5 (amenazando mate en dos) 17...g6 1 8.cxd5 \Wxd5 19.f4!, para seguir con �c4 etc., con ataque ganador. En consecuencia, el próximo paso de las negras debe considerarse como un esfuerzo desesperado para cambiar el curso normal de la batalla.

1S Wfxc3 16.�xe4 Wfxa3 17.�xh7+ º'h8 .•.

Es sorprendente que esta jugada, que parece más natural que ...'it>f8, pierda rápidamente y sin remedio, mientras que después de la citada, las blancas se hubieran conformado con una ventaja posicional, es cierto que bien palpable, jugando 18.�f5, etc.

lO.dxcS! Terminando con las posibles esperanzas de las negras de bloquear, mediante ...c4.

lO WfaS ll.�d3 ltle4 .•.

Después de este esfuerzo innecesario (porque el peón blanco de "c3" no puede ser tomado), la posición de las negras se hace crítica. ll...�g4, tampoco habría bastado para resta­ blecer el equilibrio, porque las blancas permi­ tirían el cambio de su caballo, para continuar sencillamente con 12.!l:bl o 12.a4. Pero II...W/xc5, pudo y debió ser jugado.

12.0-0 Este es el movimiento exacto, porque las negras no pueden jugar, ni 12...W/xc3, debido a l3.�xe4, ni 12... lt:lxc3, por l3.�d2.

254

18.lt:lg5! Lo mismo que en la partida anterior contra Stoltz, el ataque de mate comienza repenti­ namente y tiene éxito en muy pocas jugadas. En los comienzos de su carrera, Flohr solía ser superficial en la defensa de la posición de su rey (recuérdese, por ejemplo, su conocida derrota contra Mikenas en Folkestone). Pero en la actualidad se ha convertido en uno

ALEXANDER ALEKHINE

de Jos más prudentes (sino el más prudente) de los maestros existentes.

18...g6 Las consecuencias de esta jugada eran tan fáciles de prever como las de 18...1'U8 19.�g8!, o de 18...ltld8 19.�f5! La única variante más o menos complicada se presentaría después de 18...We7!, que habría llevado a la siguiente terminación: 19.f4! f6 20.�g8 g6 21.Wxg6 fxg5 22.�n �f5! 23.Wh6+ �h7 24.!l:xb7! Wf8 25.Wf6+ Wg7 26.Wxg7+ f8!

19.t:lfe3 h5 20.f4!

A pesar de su simplicidad, esta jugada es, probablemente, la más difícil de la partida: después de defender a su dama, las negras amenazan ahora 29...tt::lxg4!

La entrega que esta jugada implica está tácticamente justificada, porque una defensa pasiva que comience con 20.f3, sería inútil debido a 20...'�g7, seguido de 2l...�h8. El único inconveniente es que las negras no tienen necesidad de aceptarla y el peón "g" blanco quedará débil.

20...hxg4 21.hxg4 exf4! Luego de 21...tt::lxg4? 22.tt::lxg4 �xg4 23.t:ltg3 �hS 24.fS, las blancas podrían iniciar un fuer­ te ataque.

29J:!g2 lDcd7 Esta jugada, que permite réplicas de peligro­ sas apariencias como las que siguen, también tuvo que ser exactamente calculada.

30.lLlb5

22.Wfxf4 i>g7 23.�ael �ae8 24.i>g2 Esto debe haber sido jugado teniendo en cuenta la posibilidad de un cambio de damas en caso de .. :�eS. Pero las negras prefieren, con razón, aumentar primero su presión, aprovechando la apertura de la columna "e", sobre todo porque ven que un ataque triple contra su caballo de "f6" puede ser frustrado con éxito mediante un contraataque.

24.. J::gh8 25.:ae2 :ah4 26.:aef2 :aeh8 27. �gl Podría parecer por un momento que la presión que las blancas ejercen contra los puntos "f7" y "f6" de las negras fuera más fuerte que las contraamenazas en la columna "e", pero las dos próximas jugadas mostrarán las cosas bajo su verdadero aspecto.

27...�e8! Esto no sólo defiende al peón "f", sino que ofrece espacio al caballo de "eS".

28.t:ltg5 El final que resultaría después de 28.Wxf6+, sería evidentemente favorable a las negras, porque disponen de la valiosa casilla central "eS" para su caballo.

MIS MEJORES PARTIDAS 1924-1937

30... tt::le5! Esta ocupación de la dominante casilla central coincide aquí con la decisión táctica de la partida. Como 31.tt::lxc7 sería refutado con 3l...�xh2! 32.�xh2 �xh2 33.tt::lxe8 lLlfxg4! 34.Wxe7+ �xe7 3S.�a4 �xb2, las blancas no tienen nada mejor que simplificar y entrar al final con la esperanza de un milagro.

31.Wfxf6 t:lfxf6 32.:axf6 �xb5! Importantísimo cambio intermedio cuya omi­ sión hubiera ofrecido a las blancas excelentes probabilidades de empate.

33.cxb5 �xh2 En muchas variantes, este es un punto deci­ sivo.

263

34.E:xh2 E:xh2 3S.E:xfi+

4.d4 exd4

Esta es la única manera de no perder material por el momento.

Después de 4....id7, la línea más prometedora para las blancas sería 5.tt:lc3 tt:lf6 6.ixc6 ixc6 7.Wfd3! etc.

3S...'il?xti 36.'il?xh2 c!Dxg4+ 37.'if?g3 c!Des

s.Wfxd4 A pesar de la igualdad de material, las negras tienen una tarea fácil, porque, además del peón pasado, ejercen una supremacía evidente sobre las casillas negras (dos piezas contra una).

38.b3 'if?f6 39.�dl c!Dd3 40.'if?f3 'if?es 41.'if?e3 c!DcS 42..if3 gS 43.�hl c!Dd7

Por supuesto que 5.tt:lxd4 también es bueno. Con la jugada del texto, las blancas ya plan­ tean el enroque largo.

S....id7 6..ixc6 .ixc6 7.c!Dc3 c!Df6 8..igS .ie7 9.0-0-0 0-0

También era bueno 43...g4.

44.ig2 c!Df6 4S.if3 g4 46 .ie2 •

En caso de 46..ig2, las negras ganarían con facilidad mediante el movimiento 46...tt:lh5, seguido de 47...tt:lf4.

46... tt:lxe4 47.ixg4 c!Df6 48.if3 c!DxdS+ 49.'if?d2 'if?d4 SO.a3 c!Dc3 Sl..ic6 a4! 52.'if?c2 dS 53.bxa4 'if?c4! Las blancas abandonaron.

PARTIDA W 120 Blancas: A. Alekhine Negras: A. Mindeno Apertura Española (C62) Exhibición de Simultáneas Holanda, Octubre de 1933

l.e4 eS 2.c!Df3 c!Dc6 3..ibS d6 La Defensa Steinitz, que estaba de moda en la época del match Lasker-Capablanca (1921), ha desaparecido definitivamente de la practica magistral. En realidad, el procedimiento moderno, con la jugada intermedia 3...a6 (Steinitz diferida), ofrece a las negras, después de 4.ia4 d6, una elección mucho más amplia de planes de desarrollo que la pasiva jugada del texto.

264

10.h4 Esta posición se ha presentado hace ya bas­ tante tiempo en una partida de torneo de Anderssen, en Baden-Baden, 1870. El cam­ peón alemán jugó aquí IO.!!ee1 y el juego terminó en tablas. Con el fin de verificar una vez más el valor de esta movida, la repetí en Folkestone, 1933, contra un tocayo de Anderssen, el maestro danés E. Anderssen, y aunque la partida me fue favorable, su primera etapa (después de IO.!!ee1 tt:ld7 1I..ixe7 Wfxe7 12.!!d3 Wff6 13.tt:ld5 .ixd5 14.exd5 Wfxd4 etc.), no fue del todo mala para las negras. La jugada 1O.h4 es sutil, y las negras no deben escatimar esfuerzo para desalojar al alfil blanco de "g5".

10...h6 Esto no puede criticarse, porque las negras no

ALEXANDER ALEKHINE

están obligadas a tomar el alfil con el peón, pudiendo hacerlo cuando no ofrezca peligro.

ll.lLidS Entrega correcta y exactamente calculada, que las negras no deberían aceptar. Sin embargo, lJ.bl, era aún más apropiado para mantener la tensión.

ll ...hxgS? Aunque el punto final del sacrificio era muy difícil de prever, no hay duda de que su aceptación debe ser censurada. Era obvio que la apertura de la columna "h" implicaba un peligro mortal, además las negras disponían de una defensa perfectamente segura (al menos por el momento) continuando con ll...lLixd5 l2.exd5 �d7, etc.

manera semejante a la del texto: 15.g6 We6 l6.lLie5! lLif6 (si no, 17.É1dhl, etc.) l7.É\h8+! illxh8 18.Wfh4+ 'it>g8 l9.É1hl, con mate ine­ vitable.

IS.�dhl fS Después de esto parecía que las negras se han salvado, porque si 16.g6 Wxg6 17.lLle5, obtendrían una torre y dos piezas menores por la dama mediante l7... Wxh5 l8.É1xh5 dxe5, etc. Pero una inversión espectacular de juga­ das termina con sus esperanzas.

12.lLixe7+! Es evidente que l2.hxg5 lLixd5 l3.exd5 �xg5+ etc., no convenía porque las negras dispondrían de una buena defensa.

12...Wfxe7 13.hxg5 lLixe4• Contra cualquier otra jugada del caballo, la duplicación de las torres en la columna "h" se mostraría decisiva. Y si l3...Wfxe4, entonces l4.gxf6 Wfxd4 l5J'hd4 �xf3 16.gxf3 É\fe8 17.É\g4! g6 18.É1gh4, seguido de mate.

Si las negras hubieran jugado enseguida 14...f5, las blancas forzarían el triunfo de una

16.lLieS!! Jugada sorpresiva, cuyo objeto es debilitar la defensa del punto "d5".

16...dxe5 Como l6...Wfxe5 l7.Wfxe5 dxe5 l8.g6, pierde instantáneamente, las negras no tenían dónde elegir.

17.g6! Nuevos análisis parecen demostrar que el negro resiste el ataque y se queda con la pieza de ventaja por medio de 13...li:lh7! y ahora: a) 14.l"1h4 (Seferian- Vul, Moscú 1998) 14...l"1fe8! 15.g6 (si IS.l"ldhl, �xe4, ganando) 15...li:lf8 16.gxf7+ Vfffxf7, con ventaja ganadora, según Vul. b) 14.l"1h5 Vfffxe4 IS.l"ldhl (si 15.Vfid2, f6!) 15...V!ixd4 16.l"1xh7 Vfif4+ 17.\!?bl f6 18.g6 Vfih6! etc. e) 14.l"1xh7'i!?xh7 IS.l"lhl+'i!?g8 16.e5 �xf3! 17.Vfffh4 fS!, ganando.

MIS MEJORES PARTIDAS 1924-1937

La clave. Las negras abandonaron. Si ahora l7...Wfxg6, entonces l8.Wfc4+ segui­ do de mate en tres. A no ser por la jugada preliminar, l6.lLle5 dxe5, las negras dispondrían todavía de la defensa ...d5.

265

ÍNDICE DE PARTIDAS

Pag.

6

Alekhine- Reti

Defensa India de Rey

2

Alekhine- Janowsky

Apertura de Peón Dama

3

Alekhine- Colle

Defensa Chigorin

JO

4

Alekhine- Opocensky

Defensa Eslava

12

5

Tarrasch- Alekhine

Apertura Italiana

13

6

Reti- Alekhine

Fianchetto del Rey

15

7

Alekhine- Treybal

Gambito de Dama

17

8

Thomas- Alekhine

Defensa Alekhine

19

9

Alekhine- Marshall

Gambito de Dama

21

8

JO

Davidson- Alekhine

Defensa Semieslava

23

11

Rubinstein- Alekhine

Defensa India de Dama

24

12

Alekhine - Grünfeld

Gambito de Dama Aceptado

26

13

Siimisch- Alekhine

Defensa India de Dama

27

14

Rubinstein- Alekhine

Apertura de Peón Dama

29

15

Alekhine - Nimzowich

Defensa Nimzoindia

31

16

Alekhine- Marshall

Defensa Bogoindia

34

17

Alekhine- Aztalos

Gambito de Dama

35

18

Alekhine- Tartakower

Defensa Caro Kann

37

19

Kmoch - Alekhine

Defensa Eslava

38

20

Capablanca- Alekhine

Defensa Francesa

40

21

Capablanca- Alekhine

Gambito de Dama

43

22

Capablanca- Alekhine

Gambito de Dama

46

23

Alekhine- Capablanca

Gambito de Dama

49

24

Alekhine- Capablanca

Gambito de Dama

51

25

Alekhine- Steiner

Gambito de Dama Aceptado

54

26

Alekhine- Bogoljubow

Defensa Eslava

55

27

Alekhine- Bogoljubow

Defensa Eslava

57

28

Bogoljubow- Alekhine

Apertura de Peón Dama

59

29

Alekhine- Bogoljubow

Defensa Grünfeld

60

30

Bogoljubow- Alekhine

Apertura Española

63

31

Yates- Alekhine

Apertura Española

65

32

Alekhine- Nimzowich

Defensa Francesa

68

33

Vidmar- Alekhine

Defensa Nimzoindia

70

34

Alekhine- Maroczy

Gambito de Dama

74

35

Alekhine- Tartakower

Defensa Holandesa

76

36

Ahues- Alekhine

Apertura Colle

79

37

Alekhine- Kmoch

Defensa Nimzoindia

80

38

Stahlberg- Alekhine

Defensa Nimzoindia

83

39

Alekhine- Anderssen

Apertura de Peón Dama

85

40

Alekhine - Weenink

Defensa Eslava

86

41

Alekhine- Steiner

Apertura Inglesa

88

42

Alekhine- Stoltz

Defensa Eslava

90

43

Alekhine- Nimzowich

Defensa Francesa

92

93

44

Alekhine - Vidmar

Gambito de Dama

45

Pire - Alekhine

Defensa Tarrasch

46

Alekhine - Flohr

Gambito de Dama Aceptado

100

47

Stoltz- Alekhine

Apertura Española

102

48

Alekhine- Maroczy

Gambito de Dama

104

49

Alekhine - Winter

Defensa Caro Kann

106

50

Menchik - Alekhine

Defensa India de Dama

107

51

Alekhine - Koltanosvky

Apertura Española

109

52

Alekhine- Tartakower

Gambito Budapest

110

53

Alekhine- Sultan Khan

Defensa Caro Kann

112

54

Alekhine- Grob

Apertura Española

114

55

Alekhine - Flohr

Apertura Colle

116

56

Alekhine- Steiner

Apertura Española

117

57

Alekhine- Mikenas

Defensa Moderna

119 122

99

58

Steiner- Alekhine

Apertura Española

59

Alekhine- Zukierman

Gambito de Dama

123

60

Znosko Borovsky- Alekhine

Apertura Española

125

61

Alekhine- Bogoljubow

Defensa Semieslava

128

62

Alekhine- Bogoljubow

Defensa Semieslava

129

63

Bogoljubow- Alekhine

Defensa Benoni

133

64

Alekhine- Bogoljubow

Apertura Española

135

65

Bogoljubow- Alekhine

Gambito de Dama Aceptado

138

66

Bogoljubow- Alekhine

Defensa Eslava

139

67

Alekhine- Roselli del Turco

Apertura Colle

141

68

Alekhine- Johner

Apertura Española

143

69

Gygli - Alekhine

Defensa Benoni

145

70

Alekhine - Lasker

Gambito de Dama

147

71

Alekhine- Lundin

Gambito de Dama

148

72

Alekhine - Euwe

Defensa Eslava

151

73

Alekhine- Euw�

Defensa Francesa

!53

74

Euwe- Alekhine

Defensa Grünfeld

155

75

Alekhine- Euwe

Defensa Francesa

!57

76

Alekhine- Euwe

Apertura Vienesa

160

Gambito de Dama Aceptado

163

77

Ahues- Alekhine

78

Alekhine - Bogoljubow

Gambito de Dama

165

79

Alekhine- Bogoljubow

Apertura de los Tres Caballos

167

80

Alekhine - Eliskases

Apertura Española

170

81

Alekhine- Frydman

Defensa Siciliana

171

82

Alekhine - Foltys

Gambito de Dama

174

83

Alekhine- Menchik

Apertura de Peón Dama

176

84

Alekhine- Euwe

Defensa Francesa

178

85

Winter- Alekhine

Defensa Francesa

183

86

Alekhine - Alexander

Defensa India de Dama

184

87

Alekhine- Bogoljubow

Defensa Eslava

186

88

Tartakower- Alekhine

Apertura de Peón Dama

189

89

Alekhine- Vidmar

Gambito de Dama

190

90

Alekhine- Fine

Apertura Española

194

91

Alekhine- Tylor

Apertura Española

196

92

Alekhine- Foltys

Defensa Siciliana

200

93

Alekhine- Reshevsky

Defensa Alekhine

202

94

Alekhine- Fine

Gambito de Dama Aceptado

206

95

Alekhine- Bogoljubow

Gambito de Dama

209

96

Alekhine- Saemisch

Apertura Española

211

97

Alekhine- Euwe

Defensa Eslava

214

98

Alekhine- Euwe

Defensa Eslava

216

99

Alekhine- Euwe

Defensa Nimzoindia

218

100

Alekhine - Euwe

Apertura Catalana

220 223

101

Euwe- Alekhine

Defensa India de Dama

102

Alekhine - Euwe

Apertura Reti

225

103

Alekhine - Euwe

Defensa Semi- Tarrasch

230

104

Euwe- Alekhine

Defensa Nimzoindia

232

105

Alekhine- Kussman

Defensa Tarrasch

235 236

106

Alekhine- Friedmann

Gambito del Centro

107

Alekhine- Potemkin

Defensa Alekhine

236

108

Alekhine - Schwartz

Defensa India del Rey

238

109

Euwe- Alekhine

Defensa Nimzoindia

239

110

Alekhine- Euwe

Defensa India de Rey

242

111

Marshall- Alekhine

Defensa Bogoindia

244

112

Kevitz y Pinkus- Alekhine

Apertura Reti

249

113

Alekhine y Aficionado- Stoltz y Aficionado

Defensa India de Dama

252

114

Alekhine y Aficionado- Flohr y Aficionado

Defensa Nimzoindia

253

115

Alekhine - Asgeirson

Defensa Francesa

255

116

Tartakower y Aficionado- Alekhine y Aficionado

Defensa India de Dama

256

117

Alekhine- Borochow

Apertura Española

258

118

Alekhine- Kimura

Apertura Española

260

119

Kashdan y Aficionado- Alekhine y Aficionado

Apertura Española

262

120

Alekhine- Mindeno

Apertura Española

264

INDICE DE OPONENTES

Números referidos a partidas

Ahues

36,77

Alexander

86

Anderssen

39

Asgeirson

115

Aztalos

17

Bogoljubow

26,27,28,29,30,61,62,63,64 ,65,66,78,79,87,95

Borochow

117

Capablanca

20,21,22,23,24

Colle

3

Davidson

lO

Eliskases

80

Euwe

72,73,74,75,76,84,97,98,99,100,101,102, 103,104,109,110

Fine

90,94

Flohr

46,55, 114

Foltys

82,92

Friedmann

106

Frydman

81

Grob

54

Grünfeld

12

Gygli

69

Janowsky

2

Johner

68

Kashdan

119

Kevitz y Pinkus

112

Kimura

118

Kmoch

19,37

Koltanosvky

51

Kussman

105

Lasker

70

Lundin

71

Maroczy

34,48

Marshall

9,16,111

Menchik

50,83

Mikenas

57

Mindeno

120

Nimzowich

15,32,43

Opocensky

4

Pire

45

Potemkin

107

Reshevsky

93

Reti

(,6

Roselli del Turco

67

Rubinstein

11,14

Siiemisch

13,96

Schwartz

108

Stahlberg

38

Steiner

25,41,56,58

Stoltz

42,47,113

Sultan Khan

53

Tarrasch

5

Tartakower

18,35,52,88,116

Thomas

8

Treybal

7

Tylor

91

Vidmar

33,44,89

Weenink

40

Winter

49,85

Yates

31

Znosko Borovsky

60

Zukierman

59

INDICE DE APERTURAS

Números referidos a partidas

Apertura Catalana

lOO

Apertura Calle

36,55,67

Apertura de los Tres Caballos

79

Apertura de Peón Dama

2,14,28,39,83,88

Apertura Española

30,31,47,51,54,5�58,6�6�68,80,90,91,96,117,118,119,120

Apertura Inglesa

41

Apertura Italiana

5

Apertura Reti

102,112

Apertura Vienesa

76

Defensa Alekhine

8,93,107

Defensa Benoni

63,69

Defensa Bogoindia

16, l l l

Defensa Caro Kann

18,49,53

Defensa Chigorin

3

Defensa Eslava

4,19,26,27,40,42,66,72,87,97,98

Defensa Francesa

20,32,43,73,75,84,85,115

Defensa Grünfeld

29,74

Defensa Holandesa

35

Defensa India de Dama

l l, 13,50,86,101,113,116

Defensa India de Rey

l, 108,110

Defensa Moderna

57

Defensa Nimzoindia

15,33,37,38,99,104,109,114

Defensa Semieslava

lO, 61,62

Defensa Semi-Tarrasch

103

Defensa Siciliana

81,92

Defensa Tarrasch

45,105

Fianchetto del Rey

6

Gambito Budapest

52

Gambito de Dama

7,9,17,21,22,23,24,34,44,48,59,70,71,78,82,89,95

Gambito de Dama Aceptado

12,25,46,65,77,94

Gambito del Centro

106

FRR