Historia De Un Ave Fenix

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Historia de un Ave Fenix E1 mecanicismo, desde sus origenes hasta 1a actua1idad

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I Guil lermo Boido Eduardo H. Fli chm an

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I HISTORIA DE UN AVE FiNIX: EL MECANI CISMO, OESDE

sus ORICENES HASTA LA ACT1JAUDAD )



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Guillermo Boido Eduardo H, Flichman

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Historia de un Ave Fenix: ) el mecanicismo, desde ) sus origenes hasta la actualidad ) Epilogo de Samuel Cabanchik

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UnNu~dad

NadonaJ de General

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-INDICE

Boldo. Guil1enno HLS10na de un Ave Ftnix : d m«anidsmo, desde sus or1genes hOlSta 13 actwlidad IGuiliemlOBoldo y Eduardo H. Flichman. - la cd · Buenos Aires : Promeleo Lsbros, 20 10. IlOp ,2 1xI 5cm.



A modo de recuc:rdo. Por Rosa E. Bclvedresi ............................ ............... I I

ISBN 978-9B7-5H-H I -B

Presentacion. Por Hernan Miguel .............. ...................... ........................ 13

L HiSloria de 101 Cknd1'. J. Fhchman. Eduardo H. !t. Titulo CDD 509

Prologo ............................................................................................. ....... 15

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Introducci6n. A la busqueda del mecanicismo ... ............... ......... .............. 17

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Capitulo I. Materia y meclnica: preludio al mecanicismo

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2. La mareria: 10 pasivo y 10 activo ........................................................... 21 . ..lOS act!vos . ",." 22 2 • I • L.O:i pnnClp 0 '!Sptntus ................................................... .

I . Inrroducci6n ........................................................................... ... ..... ... 2 1

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2.2. La matcria "pasiva" ................................................... ........................ 23

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2.3. ~Maleria· par.l fil6s0fos versus "materia" para fisicos ................ .......... 24 2.4. Condusione; a propOsilO de la noci6n de "materia" .... ....................... 24

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3. La mcclnica.



............................................. ....... ............. ....................... 25

.). 1. Cuerpo ............................................................. .. .............................. 25

Cuidado de la edicion : Magali C. Alvarez Howlin )

3.2. Acci6n

I J 0 Untvcrstdad NaclOnal de General SannientO. 2010

3.3. Nucvamcnrc,la mec.:i.nica ....................................................... ........ .. 27

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A di(c:rencia de Descartesy Newton, Galileo exprua un lemlXramento prodive a no adherir a (0 a consrruir) una filosofia natural acalxada, valida para S(:r aplicada a (ada 12 nalUraieza. Seocupa. admirablcmente, de problemas resni ngidos, vero no sude ahrir juicio sobre d "universo en genera''', Sin cml».rgo, su energica insistenci:.t en que exiSlen "Jeyes inmutablcs" en 12 naluraleza, [al como 10 expone en 12 Carta II /a Gran Duqu~sa ernrina tk urma (1615), y en que esu Jeyes deben ser exptesadas en lenguaje matematico. como 10 ptoclama en un memorable fragmen{o del Sl1ggiatoT? (1623), 10 m ucsrran c1arament(.' com o un mecaniciSla c1a~ico, y seguramente eI primero en 101 historia de: 101 denda . Galilee sostiene ademas 101 tesis atomista para explicar fen6menos tales como la Aotaci6n de cienos cuerpos en eI agua (para los cuales hoy invocari'amos la

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~Tr:lnKribi remos como tjtmplo dos pirnfos de Arisl61t ld dondt $C Irala ~ptcialmen l t dt funciolKll biol6gieu: "Pero ,i 105 enles natur;,Jes se gtnen.nn no .s6lo por naruralc:u sil'lO tamblen pm ant, $C gtntntian dd mismo modo que.loOn pol narunlc:u. Una con, tnlonca, lient por fin a la ()iIn. y, t n ",rna, d ant Ikva a cabo aqudlu emu qllt la naluralc:u a inca~ dt cealiur y. aden"'s. imil:a al:a naruralc:u. Poc lanto, si los t nltl anificialCli IOn tn vi,,:as dt un fin, tlI tvidtn le que: lambi!!n 10 senn los tnta nalU raitt. En tfecto, en los entes anifidales y tn los n:atun.ltllo pOIltcior y 10 anltrior $C eneUC'nlnn entre $I en l:a misma rebei6n. Y a lO a panicuiarffitnlt mani fio lO t n aqudlos (lIrOS vivitllles que no aen;'an por ant. qUt no invaligan ni ddibC'nn. Dt aqul qUt algunos pongan tn dudl si las uafias, lu hormigas u Olros animala semcjames oonn cn ..iuud dt un inldKlO 0 de alguoa Olra [apKKbdl. Y tl qUt proctde as. poco a poco comicnu I crecr qUt lambicn en lu planlas las COSIS qUt KIn ulila 5t productn en vislas a un fin; 'fT. las hoju pan prougtr d frulO. Ad pues, si [I golondr;na haeC' natura[mtme $U nido y en villas dt un fin, 11 arana su tdararia. l;u plantlS prCKIueC'n IUS hojas tn vistas dt los frulOS. y si dlas afirman sus u {ctS debajo del alimento y no arriba, tS tvidtnl t qUt una causa 5tmtjanlt dtbt habC'r tn los tnltS qUt se gtntran y [q Ut J KIn por natu ulcza: [fJ pr0p6silo ap~rtct en los ftn6mcnos naturalts. aunquc no es un prop6sito conscie nl e: a un disel\o Con una mtta. pero sin disenador.1 "Todas aqudlu cosas qUt 5t mutvcn oo nl inuamenlc en vinud de un principio inmantmt y 5t dirigen a un fin, KIn por naluraleu. Y dt cada uno de tstos prindpios I t product un fin diferente para cada COla y tSlt fin no ts auroJO." (AriJI6Itits. 1993. pp. 95-96. ) (8 discno, sin discriador, n cl principio ~c(ivo, que muevt nponlantamen lt los CUtrpol hada 13 !mia, en 10' movimitntos naturales, tn los que no inlervitnen caUSal efidenlCll.1

tensi6n superficial) 0 para C3raCterit:!.r 101 naturale-La d el fuego.l1 En su juvemud, habfa adherido a 101 teoria del impttusy trat:ado de vincular "acciones" ca n "movimientos", pero abandon6 estecamino ante !:as dificultades que presenuba . EI que emprendi6 luego habda de ser muchisimo mas frucdfC'ro par:;. la historia de 101 mC"dnica moderna. Como 10 han exprcsado c ierlos historiadores, su me· d nica es un:& sue ne de "cine m.atia COil Oligo de dinimica", pues induye Jeyes del movimienro de aida de los cuerpos y de 10$ proycctiles, pero tambien b. ley de inerci:&, que G:&lileo 1610 en uncia en casas particula res; pot ejem p lo. d de un c uerpo que se desliza por un plano ho ri7.ontal si n roumiemo. Veamo~ ahan si co rresponde indujt a Galileo en tre lo~ adhe rentes al mecanicismo reduccionist:\. Galilee no aceoptaba expliaciones de fen6menos que recurriesen a "inAujos" OIl estilo kepleoriano (pot ejemplo , dd Sol sobre los planetas). S610 concebfa inteotacciones por contacto entre cuerpos, pues nunca neg6 101 impenetrabiHdad, y 101 inereia, fuese estll rectilinea 0 circular, asumo todavia debalido. En suma, acept6la acd6n por contaCla, por u na pane, y par a ua, en los casas en que no hay contaclO, no· inreraed6n, 13 inerda. Aunque no 10 haya expueno expHdtamente, po r sus ea racteriniclls argumeontativas (referirse a casas cancretos, no a situacio nes universales 0 generales), e lla se inflere clara y rigurosame nte de toda su obu . Entre ambos extremos, la acci6n por eontacto y la inercia, est.a b no explieada cinem.ilica. en d mejor estilo (all4'1 t I" /tttTt) newl o n iano: no avant:!. explicaciones dt' 10 que no co nace. SOlo describe los mo~imientos (por ejemplo, 101 caida libre) sin especular aeerca de sus causas, desconocidas para c l. H emos ~ nal a da que ~ierros hiuorbdores concilxn a la mecanica galileana como una sue tte de "c incm:itica con alga d e din.amica", pero, como casi sie m p re ocurre, r:o han (en ido en cuenta que a la Icy de inercia Ga lileo agrega b d e impenetr:;.bilidad, tam b ien dinamica y tan impo rtante como aquella. Creemos que todo dlo corpuscul1J5 fiskos 0 alomoll 10 qUt recurre Galilen h;uta 1632. rtcl!a dt publicac;6n del DiRUotIl, se convi~rltn, m IU obra d~ madura, los Durll"; (1638), tn "ind ivi!;bltJgtQm~lrico,·, tn eI plano de Ia m.u pu ra abm..cd6n maltmaliQ.. Los "indivisiblts" (:iromos) dd SatEiatllTr. los mCnimos oorplisculoi conniluyenles dt]a maltr;a, 5C han vudlo til los DimlfJ; enlidadei geomeI rieas: Galil eo, en silencio y sin jusl ificaci6n alguna. ha pracliudo un ''n"Sibln ()I obviammu. tkcimmstancia.r conartas), sin qtu haya.



El caso (1) corresponde al mecamcismo reduccionista y al mecanicismo reduccionista con base ampliad.a. El caso (II) oorresponde al mecanicismo dasico y al mecanicismo pos-c1asico. Las expresiones "finalismo intrfnseco" y "vita/ismo finalista intrf~seco" ~ refieren a que los fenomenos virales, y quiZ:aniclo al que haec referenda 1984, de George O rwell; "EI que controla eI presente controia cI pando". Vea.sc Rossi, P., EJ P4 i4 mtm"riil, tlofvithJ, Bu.. nos Ai r..s, Nueva Vision, 2003, pp. 31-36, 'J.panado que cI aUlor titula, prcci.samente, "Los ascsinos de la memoria·. La primera edidon de cste Iibro dat'J. de 1999. y fue lu ~o publicado con importantes agrcgados en 200 I. La traduccion casleHana fue reaJiud~ a panir d.. esra segunda veuion. • En este trabiljO, Menon se refiere al peligro de adoptara uhranza II posicion 1l11tiwbit. conduanre al rclniv ismo. Y agrega: "Tal va haya Hegado d momenta de una orienucion anti-4l1tiwbiS de la h]s[Qria". Hemo$ adop!ado cI termino empleado incidentalmenre por Merron, 5i bien con una slgnificacion espccifici desarrollada por n050UOS.

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EotJAJU)() H. FUCHMAN

Simesis de posiciohes sabre la c1aboracion de categoriu bistoriogrificas

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1. An .. cronica 0 whig.

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EI historiador entiende y avalua al pasado en lemUnos del presente. Lo

ANTlRRfLATMSTA

que se 'lee' en las fuenle5 hi~6ricas debe 5ef traduejdo a un Jenguaje cont~. Oidla lectura

.s (mica. Es pr8senfi$ta )

tilnliInJ/alivista. PRESENTlSTA

2. A I. Pien-. Menard. Lo

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cada lector. Hay dislin!as lecturas, tadas igualmenle valida!!. Es Pfesenrista ff1leWista, peru no whig.

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SegUn los d1stlntos .."UdClI dt ~lII.abofv categorin- .. I_Iv"lan In • Igul.nres poslcloM,



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que al lector-historiador 'lee' en las fuentes hisl6ricas depende del lect~, y hey un presenle para

3, S incrnnlce 0 .ntiwhig. EI hlslOl'iador intenta situarse en al pasado aplicando a los episodios los

REI ATMSTA )

enterias y valares de 18 epoea, Lo que sa 'lee' en las fuentes histOries! no debe ser traducido

a un lenguaje presenle. No 8$ presenb'sla perc sf

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relativist• .

HOPRfSENIISIA

... Ant;""mffwhig. El hisloriador Ireta de intemarse en al pasado sin pen:ler su contamporaneidad. Das-

ANTlRRELAnvtsrA I

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cubra dartas traditionas y conceptualizadones que quizas no estaban explld_ las an los agenles hisl6ri_ cos, y las pone en avidanda. No as pnJ$fHItista pero s/lIfItimHtJtivista.

3. La posici6n anti-antiwhig y d problema del rea.lismo ere-emos que adoptar eI enfoque Ilnti..antiwhig es de.seable. pues, en parricular, no quish~ram.o$ praclica.r una hisroria no cientlfica de la ciencia. al modo en que 10 propane eI en foque la Menard, d e ca.l'kter lirerario, Pero abc pteguntar~ si exisre 0 no la poribilir/cd de hacerlo. Pues ~ t rataria d e re-dactar una historia q ue, si bien no sed. una caricatura del pasado , ineviublemente estaci filtrada por las cribas de nuestros m arcos conceptuales. (Acaso estos no la sesgarin~ Tal va, pero es necesario corre r el riesgo. Y a nucstr~"l jukio, pensamos que la siruacion que se nos presenta puede ~r aclarada ~fta la n do las .semejanulS con el problema del realismo en Il losafla de la ciencia. Veamos por que. Aun los realistas m~s moderados 0 arenuados. como Hillary Putnam. aceptan una inRuencia del mundo sabre- las investigaciones cientificas. A penr de que esr:amos en p«-.senda de {eodas fuertemente sesgadas por el contexte socio-historico. elias no son meras invenciones arbirrarias 0 invenciones que solo dependen d e la cortespondiente cultura. como intent6 mostrarnos, pot ejemplo. eI program a fuerte de Edimburgo. Hay restricciones impuesras por la natu nJeza. Kuhn suele allrmar que las anomaHas. especialmente cuando se acumulan • .seiialan la necesidad de rever un paradigma. Y las a nomalias suelen .ser resnicciones q ue prc.vienen de la naru raleza. Tambien hay resuicciones conceptua1es. seiialadas por Larry Laudan . Podemos aceptar un realismo'fuerte 0 un real ismo moderado (que tambien podriamos consid era. r como un relativismo moderado). .sea en historia 0 en ~ filosofia d e la ciencia. Pero n unca un relativismo radical ni un antirrealismo radical que n os deje en la ignorancia tOtal acerca de 10 que ocurrio en eI pasado o que nos impida el mas minima conodmienro de la naturalelao de 1a sociedad. No podemos pretender poSttr la verdad sabre eI func ionamienm del universo ni sobre- 10 que ocurrio en el pasado; pero si creemos que podemos PTOl"IdT hada dicho conocimiento. Practicar hinoria 0 610safia de la ciencia de modo radicalmente rebuiviua es aceptarque invenramos eI pasado yel mundo. segun nuestro sesgo cultul'2l actual. Pero entendemos que eI ho mbre- posce suficiente creatividad. ingenio e inteligencia como para encon trar invar;anUJ. aunque s6lo .sea de modo proviso rio y en aJguna modesra medida. convergente. es decir. d e un modo que permita suponer que los resultados d e IUS investigaciones avancen progresivamente hada descripciones cada va. mas adecuad.u d el pas2do de la humanidad, asl como las del mundo natural y social. •

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I GUI1~£RMO BoIDO Y EnUAIU)()

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FLiCHMAN

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4. La SCgunda cuestiOn: cl problema de la "esquizofrenia" de los agentes hist6ricos



No hay dum. dt que muchos cient/ficos del pasado adhirieron a posiciones que, en principio, parecen 0 resulun ser conrradiclorias. Ello forma parte de la condici6n humana. Como cualquier otra persona, bien pudieron caer en inadvertidas 0 advcnidas cOlluadicciones, 5i es que realmentC' 10 fueron (y en muc hos casos, como ya 10 hemos sefialado, tkben scrl:.u cuando se adopta un rupturismo radical). Asimismo, c:I agente hisr6ricQ bien pudo haber sido conscienle de estar en presencia de uadiciones conrrapuestas y haber tratado de practicar sincredsmos, como, segun :malizaremos luego. parece h.aber sido d caso de Newton Un ;lnalisis Ilnti~antiwhig nos permirc. como h emos vista. estudiar y c:Ia· borar convenientemente las tradiciones. Aun asi, tal amilisis de los personajes involucrados no nos salvara de encontrar, en cienos casas, diversas tradiciones cU IA tp(}('a en un mismo agenre hisro rico. Dt mfHig qUt no cnemos que bll.Stt '" crltiaJ a fm posiciontl anacronicll.S 0 a 1m prtltntisrll.S rrltztivisrll.S la Mtnard, 0 aU!I a lAs antiwhig, para tvitar tf probkma cU ltz esqlliZJ)f"nia". Las tradiciones historiognificas descubierras y luego elaboradas por eI historiado r son herramicntas conceptu.les que permiren analizar las lineas generales en las que se desarroll.n hisro ricamente las ideas; esras, en cada tradici6n, son compartidas pncial a toralmente por muchos cientificos a 10 largo del tiempo. Pero eI csHldio de 10 que aconrecio con ~pecro a aquellas tradiciones nos perm ire lIega r a comprende-r. en mayor 0 menor grado, 10 que ocurre- en b m enre de un cientifico en particular. comprension que sera mayor si a todo ello agregamos eI contexto sociocultural, economico y politico en eI que Ie toco vivir. A ve-ces un ciendl1co particular adhiere a una de las tradiciones de manera (casi) completa, como sucede con Ke-pler. Olras veces comienza inserro en una tradicion y con elliempo se instala en otra; Calilca, en su juventud, fue aristotclico. Pue::de ocurrir que eI cientifico de marras sea de:: hecho uno de los iniciadores de una rradici6n nueva a partir de la influencia de traaiciones a las que:: adhiri6 prcviamente, yaqui podriamos ciur eI caso de Descartes. Y en o nos casos vive trabaja bajo 1a influencia consdtnft de mas de una rradici6n , con' las que ilHenra pn.cticar sincrctismos, ind~ndientemenrede que finalmenre 10 logre o no. Para este ultimo casa, consideremos un ejemplo particular, el de Newton . Senalabamos ell eI Capitulo 2 que los modelos cartesianos del eter que Newton habla adoptado en su juvenrud fue-ron rcchazados porel ante lallmenaza

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de que condujesen a1 atdsmo. Concibio luego, sin recunir a1 Ctef, la accion direcu de Dios sobre eI mundo. hUla que, finalmente, propuso un cter mediador entre 1a Divinidad y la naturaleu.. Es t:Vidente que aqul Newton se encuentra profundamente influido por una tntdici6n religiosa: III judeocristilln:l. T2Illbien intento rellenar las "Iagunas" de su concepcion del mundo con eI recurso a la a1quimia. TanlO en la I110sof12 de More como en las c;>nsid~~don~ ~e ho~ olvidados alquimistas se puwen encontrar referencias a princlplos esplnt~es que operan en la naruraleza. El genuino interes de Newt~n po~ ei hermet.lSmo es innegable::. Su gran proyectO 1110s6fico de poner en cvldencla las reiacl?nes entre Dios. d mundo nalural y eI hombre requeria de ingredienrC'S extraldos. al menos, de las rradiciones mecanicista. hermerica y religiosa judeocrisriana. En los terminos en que Newton formulo su proyect:o, aJ menos tn sus inttncionN. no se advierte en el incoherencia 0 esquilDfreni:l alguna. Pero mas alia del fracaso de esre proyecto sincn!tico, Newton contribuyo a crear a su va ~na nueva tradici6n en materia de analisis del mundo natural. la que adopt:lflan los fisicos de los siglos XVIII y XIX. PuC'Sto que esta nueva .tradicion .quitaba t0d2 cientificidad a la tcOlogi"a y al hermetismo, resuh6 ser Incomp:ltlble con aquellas que dieeon origen Oil pensamienro del pmonaje Ilamado N~on. En cada caso particular. eI historiador podni encontrar conceptos Inco~pa­ [ibles entre Sl 0 incoherencias en un mismo agenre hisl6rico. pero ello no t1ene por que sumirlo en la perplejid:ld. Puede oc~rrir que.tal in~mpatibi.lid.ad sea real, pero, como sostie-ne Kragh, es mejor p:lrtlr de!a hlp6ICSIS de trab:l!o de que el cientifico de marra! es coherenre en sus ideas. Asl lo han hecho Koyre y Kuhn. Oesde luego, tal hip6tesis no puede convertirse en dogma. Si el ~rud~o.histOri~ mucstra luego que d agenle hist6rico no era coherente, debera admltlrselo, Sin necesidad de considerarlo "esquizofrenico" (Kragh, 1989, pp. 133-134). Esa sera la "realidad historica", que sobrevive a nivel conjerurai, siempre corregible, siempre provisoria, como ocurre con t0d2 tcaria dentific.

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5. "acia la polemica continuismo-rupturismo Todo ello nos 1ICV2 a conduit nuestro trab:ljo con :llgunas reflexiones sobre l:l controve~sia entre continuistas y rupturistas. Creemos que no hay por que definirse rigidamente a favor de una de las dos posiciones en tada sit~aci6n hisr6rica imaginable. En algunas se advierte daraf!lenre una ruplUta, mlentras que en orras comprobamos una continuidad manifiest:l. Pero ~tras veces, h:l~I:ar de "ruprura" 0 "continuidad" supone haber adoptado una clerra perspectlva.

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HiJtorill de

C ienos procesos de cambia hist6rico son vistas como rupeuras - y 10 500 cuando se los ob~rva de modo ~nerico . "desde lejo$", "con Gllalejos", como nos dice Laudan (Laudan , 1984, p. 75). Pero cuanda nos acercamos aI pcrfodo del cambia, oomenzamos a recono· a=r vinculos 0 "vasas capilares" que no se observaban desdc la aulaya le;ana. En u=rminos globales hay una ruptun. esencial, cualitativa. pero una mirada mas cercana nos permite encontrar los "vasos capil:ucs" de una continuidad, que no impiden, sin embargo. advertir 13 c:xistencia y 12 magnitud dd ambio acontecido. Si continuamosemple:mdo la medfora de los vasos capil:ucs, observamos que la djferencia entre venas Y.;!flerias es cualiutiva (hay capilarcs aneriales y capilarcs venosos),lo que no impide la continuidad del recorrido de Ja sangre. Encontramos esta ultima situaci6n en la historia del arte. Los grandes creadores de escuelas artisricas se diferencian nitidamente de quienes trabajaban ) siguiendo cinones previos. Sin embargo. siempre encontramos quienes influ· yeron , d e un modo u orro, directa 0 indire