Globalización y precariedad del trabajo en México
 9789686125894, 9686125892

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Adrián Sotelo Valencia

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Ediciones El Caballito S. A. México, D. F., 1999

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Adrián Sotelo Valencia

G l o b a l iz a c ió n y P r e c a r ie d a d T r a b a j o e n M é x ic o

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GLOBALIZACIÓN Y PRECARIEDAD DEL TRABAJO EN MÉXICO de Adrián Sotelo Valencia

© Ediciones El Caballito S. A. Camino Antiguo a Tepepan Mz. 1, Lte. 9-A Nuevo Renacimiento de Axalco Tlalpan, México D. F.

ISBN: 968-6125-89-2

Impreso en México Printed in México

En memoria de Ruy Mauro Marini A mis padres y a mi hermano Raúl In memoriam

“...«o se traía de lograr un desarrollo cualquiera, una acumulación cualquiera, un crecimiento cual­ quiera. ¿Qué crecimiento desear? Uno que, sobre la base del plan, armonice producción y consumo, de­ jando atrás la crisis; que promueva el desarrollo equilibrado de la ciudad y el campo, de la región y la nación, de la nación y la economía mundial; que, - arrancando de la eficiencia del aparato productivo y la reorientación del excedente hacia la expansión de los servicios - impulse el pleno empleo, asegure la satisfacción de las necesidades básicas de la po­ blación ( ‘seguro social pleno ) y favorezca la más amplia distribución de la riqueza. En suma: una economía encaminada a la elevación de los niveles de consumo y bienestar de las mayo­ rías y vuelta integralmente hacia el desarrollo del hombre Ruy Mauro Marini

Para Irma, por todo

ÍNDICE

Prólogo, Theotónio Dos Santos .................................................. 11 Introducción................................................................................ 13 Capítulo 1. El mundo del trabajo en la economía g lo b a l__ 21 1.1. Introducción.................................................................... 21 1.2. Mundialización y hegemonía del capital financiero en el ciclo del capital ...................................................... 21 1.3. La informática en la economía global .............................. 24 1.4. La fase actual de la economía g lo b a l.................................25 1.4.1. La teoría del ciclo largo...................................................... 26 1.4.2. Capital financiero y depresión larga...................................29 1.4.3. El “fin de la historia”, la muerte de los ciclos y la “nueva economía” ...........................................................33 1.4.4. La estabilización de los ciclos económicos .......................35 1.5. Conclusión.......................................................................... 42 Capítulo 2. La hegemonía económica y política del patrón de acumulación neoliberal dependiente y sus efectos en el tra b a jo ....................................................................... 45 2.1. Introducción........................................................................ 45 2.2. ¿Patrón neoliberal o secundario exportador en México? ........................................................................ 45 2.2.1. Estructura de la o b r a .......................................................... 46 2.2.1.1. Los antecedentes básicos del modelo neoliberal.............. 46 2.2.1.2. Interpretación teórica del m odelo...................................... 46 2.2.1.3. Estrategias de desarrollo alternativas................................ 46 2.2.2. Desarrollo de la exposición por puntos............................... 47 2.2.3. Interpretación de la dinámica del modelo neoliberal---- 54 2.2.4. Alternativas al patrón de acumulación neoliberal ............ 57

2.3. 2.3.1. 2.3.2. 2.3.3. 2.3.4.

Los patrones dentro del ciclo largo ......................................60 El patrón neoliberal.............................................................. 60 La industrialización latinoamericana y la crisis....................63 El cambio en la dinámica del ciclo económ ico....................65 Monopolización y predominio de las empresas transnacionales ......................................................................69 2.3.5. La especialización productiva ..............................................72 2.3.6. Capital financiero, volatilidad y endeudamiento externo .. 74 2.4. El desempleo en el patrón neoliberal....................................77 2.5. Conclusión ............................................................................80 Capítulo 3. Reestructuración productiva y centralización del trabajo en la economía g lo b al........................83 3.1. Introducción...........................................................................83 3.2. La centralidad del trabajo en la economía g lo b al.................83 3.3. Conclusión.............................................................................93

Capítulo 4. Automatización flexible: ¿nuevo paradigma tecnológico y organizacional?....................................................... 95 4.1. Introducción...........................................................................95 4.2. ¿Rigidez proteccionista vs. flexibilidad neoliberal?............ 96 4.3. Revolución tecnológica.........................................................99 4.3.1. Reestructuración y reconversión productiva.................... 101 4.3.2. La automatización flexible .............................................. 102 4.4. Conclusión........................................................................ 115 Capítulo 5. La precarización del trabajo en la economía global ........................................................................ 117 5.1. Introducción...................................................................... 117 5.2. Flexibilidad que precariza................................................ 118 5.3. La dimensión de la “dualidad” de los mercados de trabajo .......................................................................... 122 5.3.1. Los mercados de trabajo en el contexto de la flexibilidad laboral............................................................ 123 5.4.' Precarización de los mercados de trabajo en el patrón de acumulación neoliberal................................................ 127 5.4.1. Estratificación del empleo................................................ 136 5.4.1.1. Salario............................................................................... 136 5.4.1.2. Empleo ............................................................................. 140 5.4.1.2.1.El empleo en M éxico...................................................... 142

5.4.1.2.1.1. El problema de los métodos de medición del empleo en México.................................................... 144 5.4.1.2.2. Estratificación del empleo y deterioro de la calidad 148 5.4.1.3. Calificación............. ..................................................156 5.4.1.4. Los efectos de la tercerización en la precarización del trabajo y en los mercados laborales.................. 160 5.4.1.5. Legislación laboral flexible ..................................... 164 5.5. Conclusión ............................................................... 174 Conclusión ....................................................................................177 Bibliografía.................................................................................... 181

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Prólogo Theotonio Dos Santos

Adrián Sotelo es uno de los más promisorios científicos sociales lati­ noamericanos. Él se ubica en la mejor tradición del pensamiento so­ cial de la región. Discípulo de Ruy Mauro Marini, participante activo de su seminario sobre el Pensamiento Social de América Latina, rea­ lizado en el Centro de Estudios Latinoamericanos de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM entre 1992-1993, Adrián no se con­ tentó con el extenso material recogido en este debate. Estuvo como profesor visitante en el Grupo de Estudios sobre Economía Mundial, Integración Regional y Mercado de Trabajo (GREM1MT) que coor­ dino en la Universidad Federal Fluminense (UFF); visitó Chile y otros países de la región para desarrollar sus investigaciones y parti­ cipó en varios congresos y reuniones continentales. Su curiosidad científica lo llevó a Corea para estudiar el fenómeno tecnológico y las políticas industriales ahí desarrolladas. Su libro: Globalización y Precariedad del Trabajo en México, es el resultado de estos trabajos de investigación y de una formación cultural latinoamericana que mantiene el diálogo con los esfuerzos de la teoría de la dependencia, en la que él se sitúa; con la escuela del estructuralismo y del neoestructuralismo y con otras corrientes de nuestro rico pensamiento. Su libro nos muestra que la reciente evolución del capitalismo mundial destruye rigurosamente formaciones sociales anteriores y provoca un fuerte proceso de integración mundial bajo la hegemonía del capital financiero, particularmente en sus expresiones más espe­ culativas. En este proceso, se exige cada vez más una nueva división internacional del trabajo, donde las economías latinoamericanas (so­ bre todo las que alcanzaron cierto grado de industrialización) se es­

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pecializan cada vez más en la exportación de productos manufactu­ rados y en partes de productos manufacturados, en el interior de las redes de producción establecidas por las firmas multinacionales. Adrián Sotelo busca apropiarse del tema bajo todos sus ángulos; con especial énfasis en sus efectos sobre el mundo del trabajo. Sos­ tiene que la presente ola de acumulación mundial, en los países de­ pendientes en particular, se caracteriza por la intensificación de los mecanismos de superexplotación y precariedad del trabajo. Sin des­ conocer la posibilidad de un crecimiento más virtuoso, en el cual la disminución de la jomada de trabajo abra un camino de mayor pro­ ductividad y participación de los trabajadores en el sistema producti­ vo, él analiza las tendencias negativas del patrón de acumulación neoliberal dependiente. Creo que este libro ocupará una posición importante en la retoma­ da de los estudios sobre nuestros problemas regionales desde una perspectiva bien planteada en nuestras realidades socio-políticas. Hay que leerlo cuidadosamente y dar secuencia a la problemática que él enfoca. Theotónio Dos Santos Coordinador del Posgrado de Economía de la Universidad Federal Fluminense de Rio de Janeiro Coordinador de la Cátedra UNESCO y de la Red UNESCOUniversidad de las Naciones Unidas sobre Economía Global y Desarrollo Sustentable. Niterói-Rio de Janeiro-Brasil, enero de 1999.

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In t r o d u c c ió n

En la época de la mundialización, la investigación en ciencias so­ ciales está cada vez más expuesta a los cambios que hoy experimen­ ta el sistema capitalista mundial. Ello no deja de influir, de alguna manera, en él campo de las ideas y del pensamiento con repercusio­ nes en la teoría y en el procedimiento metodológico. Los resultados de una investigación generalmente están expuestos a quedar “rebasados” por los propios acontecimientos (crisis finan­ cieras, guerras de anexión, colapsos sociales, desastres ecológicos, golpes de Estado, desaparición de estados soberanos, etc.): tienen que ser redefinidos constantemente si no se quiere que el conoci­ miento actualizado se convierta en arqueología. Numerosos son los ejemplos que en el siglo XX propiciaron con­ vulsiones globales en el mundo, como para no reconocer esta realidad epistemológica. Tal vez uno de los acontecimientos más impresionan­ tes haya sido la desintegración de la URSS, que de un golpe echó por tierra sesenta y cinco años de marxismo dogmático, fortaleciendo la ideología neoliberal y las corrientes teóricas afines a ella: el liberalis­ mo, el monetarismo y el darwinismo en ciencias sociales; que hoy constituyen la raíz epistemológica del sistema de ideas dominante. El objeto de estudio de la ciencia social, tiene que ser definido y precisado en el marco de la mundialización, con el fin de evitar la vo­ latilidad y la dispersión teóricas que conlleva una búsqueda intermi­ nable de bibliografía y de líneas temáticas y subtemáticas de investi­ gación que guarden correspondencia lógica con el tema central. El no hacerlo conduce, casi siempre, a desconectar el objeto de estudio de la metodología, de la teoría y de los resultados de la pesquisa, pa­ ra construir un discurso formal, sin conexiones con la esencia de los

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fenómenos, que verdaderamente arroje nuevos conceptos y catego­ rías analíticas; puesto que, como dice Celso Furtado (1998, p. 21) y con toda razón en uno de sus últimos libros, “Vivimos una de esas épocas en que se hace notoria la insuficiencia del cuadro conceptual para aprehender una realidad en rápida transformación”. Entre la teoría y los resultados empíricos se interponen los para­ digmas como expresiones temporales del conocimiento y constituyen alternativas para que las comunidades científicas de investigadores tengan acceso y produzcan conocimientos, categorías y conceptos que, por lo menos, tengan pretensiones de arrojar luz sobre las ten­ dencias que se van configurando por la dialéctica de la historia. De es­ ta forma, por ejemplo, se puede hablar del “paradigma ford-taylorista” o del de “automatización flexible”, como hacemos en el presente libro, dentro de una teoría que les da sustento y legitimidad científicas. Indudablemente que la crisis capitalista abrió una crisis de los pa­ radigmas, pero no de la teoría en sí, en virtud de que cambiaron sus formas de reproducción. Ello nos coloca en nuevos escenarios teóri­ cos que deben adaptarse a las condiciones de existencia inéditas de las sociedades humanas, dentro de ese sistema en proceso de mundialización. Es en este contexto que se puede hablar de “crisis de los paradigmas” en un sentido positivo, en función de las grandes trans­ formaciones ocurridas en el siglo veinte, que han abierto lo que po­ demos denominar una transición crítica hacia la búsqueda de nuevos conceptos y categorías que hagan las veces de “conceptos reempla­ zo”, no para desplazar o sustituir los precedentes, sino para enrique­ cerlos y profundizarlos. Atendiendo a esta problemática, en el presente libro articulamos dos teorizaciones: la teoría del ciclo largo y la de la dependencia, pa­ ra ubicar los conceptos “patrón de acumulación de capital” y “auto­ matización flexible”, como conceptos soporte de una concepción global sobre los procesos de mundialización del sistema. A partir de allí, descendemos al estudio del mundo del trabajo en América Lati­ na, reflexionando sobre los casos de México, Brasil y Chile, como ejes de una concepción de la metodología comparativa, con el objeto de conocer las determinaciones que les imprime la mundialización del capitalismo y el patrón de acumulación neoliberal, que actual­ mente predomina en nuestros países. El presente libro sostiene que el proceso de globalización (o mun­ dialización) capitalista está generando la precarización de los merca­ dos de trabajo en todo el mundo.

INTRODUCCIÓN

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A diferencia del pasado, en donde el mundo laboral y los mercados de trabajo tenían como cobertura institucional el Estado del bienestar y un régimen de acumulación de tipo ford-taylorista de producción y consumo, en la actualidad el cambio en lo que denominamos “patrón de acumulación de capital”, está afianzando un nuevo patrón de acu­ mulación que tiende a reposar en la precarización; tanto en lo que concierne a las formas de contratación, como en cuanto al uso de la fuerza de la trabajo en el proceso productivo. Esta hipótesis es constatada en el caso de México, sirviendo como referentes comparativos: Brasil y Chile; donde el fenómeno asume un carácter más radical a la luz de las características de la crisis eco­ nómica; del profundo y extendido desempleo que genera una enorme oferta de trabajo; del creciente endeudamiento externo y de las políti­ cas de ajuste estructural, que tienden a disminuir la presencia del Es­ tado, tanto en la economía como en el bienestar social. La base de este proceso de mundialización, es el cambio en el ciclo económico que tiende a reposar en dos componentes: por un lado, en el predominio del capital financiero de corte especulativo y, por el otro, en el inminente proceso de automatización de los procesos pro­ ductivos y de trabajo que tiende a generar cuatro fenómenos en el mundo del trabajo: a) la flexibilidad, b) la desreglamentación laboral, c) la precarización y d) la tercerización o subcontratación que presu­ pone el redespliegue de las empresas con fuerte afectación de las con­ diciones de trabajo que se autonomizan de las empresas matrices. Estos cuatro procesos se están configurando en México, y en otros países de América Latina, en concordancia con el patrón de acumula­ ción neoliberal que acentúa la heterogeneidad estructural de la eco­ nomía, incorpora tecnologías de punta en los ramos y empresas más dinámicos y acentúa los fenómenos señalados de la precarización, la flexibilidad y la desreglamentación laboral. En este sentido, la estructura temática del trabajo se desplaza de los niveles generales a los particulares, asumiendo, por tanto, un mé­ todo de exposición que articula lo teórico con lo empírico y justifica nuestra hipótesis central expuesta anteriormente. Dedicamos un apartado a la calificación de la mano de obra, para constatar que el nuevo sistema de relaciones de trabajo y la dinámica de los mercados de trabajo, tienden a concentrar y, en este sentido, a dismi­ nuir el trabajo calificado y ensanchar por la base el descalificado y semicalificado que presiona a la baja, las tasas de empleo y salarial y, a la al­ za, las correspondientes al desempleo, la pobreza y la exclusión social.

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Por último, desarrollamos un punto relativo a la reforma laboral en México y América Latina, para darle cobertura jurídico institucio­ nal al proceso de cambios señalados: no es posible el despliegue fun­ cional de los mercados de trabajo emanados de la mundialización sin la incorporación de cambios en las legislaciones laborales de los paí­ ses que la emprenden, para “juridifícar” lo que en la dinámica del mundo laboral es ya una realidad. Nuestro método de exposición comprende tres aspectos: a) Es comparativo, ya que para entender en una visión global el caso de México lo equiparamos con lo que ocurre en la economía mundial y en América Latina donde tomamos como referencia a Chi­ le y a Brasil; b) Se desplaza de lo general a lo particular, tratando de aprehender lo específico del “trabajo humano” en la mundialización: una cre­ ciente pérdida de sus derechos contractuales y sociales que, en los casos señalados, se agrava en el contorno del desarrollo de la auto­ matización flexible y del “patrón neoliberal” que tienden a sobredeterminar los mercados de trabajo como apéndices de la dinámica de acumulación y del desarrollo tecnológico. c) Nuestro método articula la investigación teórico-bibliográfica y la investigación estadística y empírica, que se expresan en la cons­ trucción de gráficas y cuadros destinados a ofrecer un panorama sin­ tético de los fenómenos estudiados. Más allá de caracterizar la precarización y los mercados de traba­ jo como fenómenos pasajeros o coyunturales, en el presente trabajo, los vislumbramos como dispositivos que tienden a constituirse es­ tructuralmente dentro del funcionamiento de las economías y de las modernas relaciones sociales, a lo que están coadyuvando: la revolu­ ción tecnológica actual; la flexibilidad del trabajo; las políticas de ajuste y, particularmente, las reformas a los ordenamientos jurídicolaborales, asumiendo este proceso un carácter más agudo en el caso de México y de otros países de América Latina. Sin embargo, contemplamos la posibilidad de que se operen “cambios de rumbo” en la medida en que los trabajadores y sus sin­ dicatos, así como los “actores sociales” involucrados en el proceso de mundialización y los mercados de trabajo, sean capaces de elabo­ rar alternativas viables para alcanzar “estrategias de desarrollo”, tan­ to en lo que concierne a la esfera de las relaciones sociales en la pro­ ducción y del proceso de trabajo, como en la de los mercados laborales, para erigir condiciones, relaciones y contratos de trabajo

INTRODUCCIÓN

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integrales, bien remunerados, con alta calificación, garantía de em­ pleo y, sobre todo, una institucionalidad laboral que preserve los de­ rechos laborales y constitucionales de los trabajadores. Esta última posibilidad, a nuestro entender, en el mundo del traba­ jo, depende de la forma que termine por asumir la división interna­ cional del trabajo en México como producto de la globalización de la economía capitalista mundial, particularmente en lo que concierne a la compleja estructuración de los mercados de trabajo y de la articu­ lación que sean capaces de construir los actores sociales. Desde la perspectiva del mundo del trabajo, el resultado a que arri­ bamos consiste en lo siguiente: constatar que lafase actual del capita­ lismo en proceso de mundialización tiende a reposar en la combina­ ción virtuosa, en la fase del ciclo del capital productivo, de tecnología y un tipo de organización del proceso de trabajo basada en la precarización. Ello nos permite caracterizar dicha fase como un modo de producción capitalista que tiende a constituirse en un sistema creador de empleos precarios sin derechos laborales para los trabajadores. Estos procesos tendrían lugar tanto en los países desarrollados co­ mo en los subdesarrollados y dependientes; en estos últimos de mane­ ra más intensa, en la medida en que los mecanismos de defensa y los instrumentos de lucha, como el sindicalismo activo y la huelga, se han debilitado en el contexto de la crisis y la reestructuración del capital. Se daría, entonces, una marcada tendencia del capitalismo, que se acusa cada vez más, a precarizar en escala amplia, los mercados la­ borales y el trabajo asalariado y no asalariado; expresándose éste fenómeno en un proceso de conversión de la relación salarial mo­ derna (que podemos enunciar como de empleo estable y a tiempo in­ tegral), en una relación salarial retrógrada, con empleo precario a tiempo parcial o temporario sin derechos o, en el mejor de los casos, con derechos sociales y laborales disminuidos. A este respecto nuestra hipótesis se completa al considerar la precarización del trabajo, no como un dispositivo aislado y coyuntural, sino como un componente del nuevo paradigma de las relaciones so­ ciales de producción asentado en la “automatización flexible” y en el nuevo patrón de acumulación neoliberal. Aclarando que al lado de esta realidad, figura otra que depende en gran medida de las luchas de los trabajadores y de otras fuerzas sociales y políticas en la actual coyuntura mundial, y que se caracteriza por la posibilidad real y efectiva de reorientar las políticas laborales del Estado y del capital en el sentido de crear y garantizar empleos integrales: con niveles de

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calificación aceptables, salarios altos y, sobre todo, con derechos la­ borales y jurídico-sociales integrados en los contratos de trabajo. En este contexto, el presente libro está integrado por cinco capí­ tulos. El primero, de corte teórico: “El Mundo del Trabajo en la Econo­ mía Global”; en él discutimos las perspectivas de la economía mun­ dial en el futuro, destacando algunas tesis que se han levantado al respecto, tratando de determinar sus implicaciones con los mercados de trabajo en la nueva modalidad de acumulación. En el segundo capítulo: “La Hegemonía Económica y Política del Patrón de Acumulación Neoliberal Dependiente y sus Efectos en el Trabajo”, exponemos el tipo de patrones de acumulación que emer­ gen de la mundialización en América Latina, así como los efectos de las políticas neoliberales en los mercados laborales. En el tercer capítulo: “Reestructuración Productiva y Centralización del Trabajo en la Economía Global “, centramos nuestra atención en el debate sobre el papel del mundo del trabajo asalariado en la “so­ ciedad neo-industrial” capitalista, y, en particular, en lo que respecta a su centralidad frente al proceso de reestructuración y de cambios en su composición. El cuarto capítulo: “Automatización Flexible: ¿Nuevo Paradigma Tecnológico y Organizacional?, discute los efectos de la “automati­ zación flexible” en el mundo del trabajo y la relación que, en el plano de la teoría, guardan los conceptos de rigidez y flexibilidad, desmiti­ ficando la identificación mecánica que se hace de ellos con el Estado y el mercado respectivamente, responsabilizando al primero de la crisis del capitalismo. En el quinto capítulo: “La Precarización del Trabajo en la Econo­ mía Global”, exponemos el proceso de precarización de los merca­ dos de trabajo (atendiendo al empleo, los salarios y la calificación, la tercerización y la reforma laboral), para juridificar la flexibilización de las relaciones laborales en función de los casos de México, Chile y Brasil. En la parte de conclusiones, discutimos la precarización del traba­ jo en función de los cambios que está operando el capitalismo mun­ dial y la posibilidad de que, en el caso de que se produzca la “retoma­ da del crecimiento”, inaugurando un nuevo ciclo económico en escala planetaria, concomitantemente se rearticulen los ciclos del ca­ pital en función del capital productivo para que comience el proceso de bloqueo estructural de los capitales especulativos y volátiles que

INTRODUCCIÓN

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vienen liderando el proceso de mundialización desde la década de los ochenta. Quiero agradecer a la Dirección General de Asuntos del Personal Académico de la UNAM, así como al Centro de Estudios Latinoa­ mericanos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, por el apo­ yo brindado, con una beca, para realizar una estancia sabática como investigador invitado en la Universidad Federal Fluminense de Rio de Janeiro, Brasil. En especial, al profesor Theotónio Dos Santos, ti­ tular del Posgrado en Economía de esa universidad, por su invalua­ ble apoyo y entusiasmo en el conjunto de actividades que condujeron a la realización del presente libro, especialmente, mediante los nu­ merosos intercambios, reflexiones y orientaciones sobre distintos tó­ picos de la investigación. Lo mismo hago extensivo a mi colega y amigo, Carlos Eduardo da Rosa Martins, con quien mantuve un diá­ logo permanente durante mi permanencia en Brasil. No puedo dejar de reconocer y agradecer el apoyo y la ayuda incondicional de mi compañera Irma, en las distintas y arduas tareas que implicó el pre­ sente trabajo. Sin embargo, las ideas centrales, así como los posibles errores, son de mi exclusiva responsabilidad.

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1.1. Introducción El despliegue de la economía global capitalista se caracteriza, por un lado, por el uso creciente de la informática y, por el otro, por el he­ cho de que el proceso se desenvuelve bajo la hegemonía del capital financiero. Estos elementos son importantes para conocer la nueva organización del mundo del trabajo y de la sociedad. 1.2. Mundialización y hegemonía del capital financiero en el ciclo del capital La mundialización es un producto histórico. Depende de múltiples factores, pero es particularmente resultado de la intemacionalización del capital. Esta discusión ha subido de tono en los últimos años y no hay consenso al respecto.1 1 Para el origen y significado del término “globalización” véase a Robert Boyer, “La globalización: mitos y realidades”, en Esthela Gutiérrez Garza (coordinadora ge­ neral), El Debate Nacional, Tomo I, Coordinador, José Maria Infante, México en el siglo XXI, Coedición Editorial Diana-UANL, México, 1997, pp. 21-42. Para la dife­ rencia de esc concepto con los de “intemacionalización” y “mundialización” véase a Françoise Chesnais, A Mundializaçao do capital, Xama, Sáo Paulo, 1996. En el pre­ sente libro nos inclinamos por el concepto “mundialización”, frente al de globaliza­ ción, en la medida en que es más analítico que descriptivo como sucede con el segun­ do. Así, lo relacionamos siempre con la concepción del ciclo del capital y con el proce-

mercado, este autor olvida la producción, en cuánto sustento material so de intemacionalización que el mismo ha experimentado en los últimos tiempos, configurando lo que hoy se conoce comúnmente como “globalización”.

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Benjamín Coriat define la globalización como la tercera etapa de la intemacionalización de los mercados, ubicándose así, en el plano de la circulación.2 Al sustentarse exclusivamente en la esfera del de la reproducción capitalista, para ubicar la globalización como un “factor externo” que incide, ex post, en la producción y la co m peti­ vidad de las naciones. Para Coriat, la primera fase de la intemacionalización del capital se proyecta desde finales del siglo XIX hasta algunos años antes de la Primera Guerra Mundial, en donde predomina la influencia y la soberanía del Estado-nación. La segunda fase corresponde a la mundialización, que va desde fines de la Segunda Guerra Mundial hasta los años setenta, entendida como la época de predominio de las gran­ des firmas transnacionales. El autor dice que “En esta fase no se pue­ de hablar ya de intemacionalización porque las firmas establecen un tejido de intercambio mundial; podemos decir, por ejemplo, que el 40% de los intercambios mundiales son ya intercambios entre fir­ mas, es decir, intraramas”.3 La última fase corresponde a la globalización, caracterizada por: a) La desregulación financiera, b) la regionalización y c) el fin de la hegemonía de los Estados Unidos, en cuánto modelo de organización empresarial.4 Privilegiar la esfera del mercado, conduce a Coriat a afirmar que con el surgimiento de la segunda etapa de la intemacionalización, o sea, la “mundialización”, se estropea, se obstaculiza, el proceso de intemacionalización, bloqueado por los intercambios intrafirma. Pe­ ro se olvida que mientras esto ocurre, el ciclo del capital productivo (p...m...d...p...), los procesos de trabajo, las relaciones laborales, la fle­ xibilidad de los procesos y los productos, etc., se internacionalizan y se enfrentan con mercados monopolizados y limitados por las transaccio­ nes intrafirmas, cruzándose con la segunda característica de la globali­ zación, o sea. con la regionalización del planeta en bloques económi­ cos (el bloque de América del Norte, el bloque asiático y el europeo). Por nuestra parte, consideramos que la globalización del sistema 2 Benjamín Coriat, “Globalización de la economía y dimensiones macroeconómicas de la competitividad”, Revista Realidad Económica No. 124, Buenos Ai­ res, 16 de mayo al 30 de junio de 1994. 3 Ibid., p. 102. 4 Ibid., p. 102.

EL MUNDO DEL TRABAJO EN LA ECONOMÍA GLOBAL

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capitalista es un proceso dinámico y un resultado histórico de la intemacionalización del capital en función del proceso cíclico del capi­ tal dinero, productivo y mercancías. Al respecto identificamos las si­ guientes etapas: a) La etapa competitiva del capitalismo, que se extiende desde mediados del siglo XIX hasta las primeras décadas del siglo XX. b) La etapa del imperialismo clásico, desde 1880 hasta antes de la Primera Guerra Mundial. c) La etapa del capitalismo contemporáneo, que se extiende hasta la crisis mundial de inicios de la década de los ochenta. d) Por último, la cuarta etapa de la intemacionalización del capital es la mundialización propiamente dicha, y se extiende desde la crisis estructural y financiera de 1982 hasta finales de los años noventa. A esta última etapa corresponde la economía global; una de cuyas ca­ racterísticas es la extensión de la ley del valor en escala universal en función de la interrelación de los tres ciclos del capital ensamblados en los dispositivos de la revolución tecnológica, sustentada en el pa­ radigma de la automatización flexible. Esta hipótesis indica que la globalización económica desencadena un ciclo de reproducción universal, por primera vez en la historia del capitalismo, fiindado en la ley del valor5, que mundializa la variables económicas: costos y precios de producción, contenidos y formación de la plusvalía, tasas de ganancia, salarios, ciclos de producción y re­ producción del capital dinero, productivo, mercancías; estándares universales de calidad de los procesos y los productos, formación de tasas de productividad y de competitividad, etc. En esta nueva configuración de la economía global, es el capital dinero hegemónico (en sentido estricto, el capital financiero), sobre el capital mercancías y el capital productivo, el que impone el nuevo 5 “La globalización la entendemos como una reafirmación de las tendencias económicas fundamentales, y en particular de la ley del valor, que venían siendo obs­ taculizadas por una serie de prácticas económicas y políticas, que dificultaban el pro­ ceso de circulación de mercancías y capitales. Obstáculos que partían de las prácticas de monopolio, por ejemplo, o de las políticas proteccionistas, llevadas a la exacerba­ ción en los estados socialistas, principalmente en el socialismo europeo. La globali­ zación es un proceso económico a partir del cual se establece la necesidad de buscar formas de integración económica que necesariamente llevan a la integración políti­ ca, por más que muchas veces se quiera evitar su concreción”, Ruy Mauro Marini, “La integración: un proyecto supranacional solidario”, en Revista Política y Cultura No. 2, UAM-X, México, invierno-primavera de 1993, p. 10.

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ritmo a la acumulación mundial de capital y a los sistemas producti­ vos y de trabajo.6 1.3. La informática en la economía global En la economía global, el mundo del trabajo, con el apoyo de la in­ formática, también se ve sometido a los ritmos de inversión y organi­ zación de los grupos financieros y transnacionales, más que por el capital productivo y, en particular, por el capital industrial, como ha­ bía ocurrido desde la época de la revolución industrial.7 El extendido uso de los sistemas de comunicación e información difunden simul­ táneamente las nuevas formas de producción y organización de la vi­ da social. La informática, con sus dispositivos microelectrónicos aplicados a los procesos de trabajo y a la circulación de mercancías, se erige en una poderosa herramienta para el funcionamiento de la economía capitalista global y de la ley del valor. A largo plazo, este “nuevo orden internacional” promueve el mejor funcionamiento de esa ley; disminuye la velocidad de rotación de los ciclos de reproduc­ ción del capital fijo, en aras de la obtención de ganancias extraordi­ narias y la apertura de nuevos y variados mercados para la realiza­ ción del capital y de la producción de los centros imperiales. La tecnología informática, en tanto capital productivo que produ­ ce mercancías, servicios y productos diferenciados, interactúa en el proceso de valorización del capital y constituye un instrumento efi­ caz para elevar la productividad del trabajo.8 6 Para los antecedentes del desarrollo y crisis actual del sistema capitalista in­ ternacional, así como de los diversos tópicos de la reestructuración, Véase a Xabier Arrizábalo Montoro (Editor), Crisis y ajuste de la economía mundial, implicaciones y significado de las políticas del F M ly el BM, Editorial Síntesis, Madrid, 1997. 7 En efecto, en el Capítulo XIII de El Capital, (“M aquinaria y Gran Indus­ tria”), Marx demuestra cómo la división internacional del trabajo es dictada por las necesidades de valorización y de producción de plusvalor del capital industrial, en particular, por aquél representado por el sistema maquinista de la época. Nuestra te­ sis está indicando, a diferencia de ésta determinación histórica, que en la época de la mundialización creciente del capitalismo, esa división, cada vez más, reposa en los imperativos de valorización del capital dinero financiero y de sus empresas. 8 De hecho fue Marx quien descubrió que en última instancia el capitalismo se resume en un medio para elevar la productividad del trabajo. Dice: “Esto quiere de­ cir que la ley de la creciente productividad del trabajo no rige incondicionalmente para el capital. Para el capital, esta productividad aumenta, no cuando se ahorre tra­ bajo vivo en general, sino solamente cuando se ahorre una parte mayor de trabajo re­

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Las constantes presiones que la competencia internacional ejerce para utilizar productivamente nuevas tecnologías informáticas, es un acicate para que los empresarios implementen políticas flexibles, contra la “rigidez” en el mundo laboral, en la vida cotidiana y en los negocios. De hecho, este comportamiento del capital es propio de la era de la mundialización en la medida en que “...las grandes empre­ sas justifican su demanda de revisión del derecho al trabajo y de la seguridad social a partir de la idea de que la competencia se ha mundializado y se escapa de los arreglos oligopólicos nacionales que pre­ valecían todavía durante los años 60 en el seno de las economías in­ dustrializadas grandes o medianas”.9 La política de reestructuración del capitalismo avanza en esta di­ rección y echa mano de la microelectrónica y de la informática para programar estos cambios e introducir la automatización y la flexibili­ dad laboral. 1.4. La fase actual de la economía global Desde la perspectiva de la economía, destacamos tres explicacio­ nes en relación con la etapa a la que corresponde la economía global, así como su futuro en términos de su trayectoria histórica. Una primera corriente, que consideramos la más sólida, es la que funda sus razonamientos en la teoría del ciclo económico u onda lar­ ga, vislumbrando el advenimiento de una nueva fase expansiva de la economía mundial. La segunda, que es antagónica a la primera, sos­ tiene que la fase actual se caracteriza por un panorama recesivo que se inaugura en la década de los noventa. Una tercera corriente, inter­ media entre ambas, ha proclamado la muerte de los ciclos económi­ cos, planteando que la economía capitalista ha arribado a una fase de “plena integración” con “estabilidad duradera” garantizada por la in­ formática, la caída de las tasas inflacionarias, la deflación y el au­

tribuido que la que se añade en trabajo pretérito... El régimen de producción capita­ lista cae aquí en una nueva contradicción. Su misión histórica consiste en desplegar la capacidad productiva del trabajo humano en una progresión geométrica implacable. Pero traiciona esta misión histórica cuando él mismo se interfiere como un obstáculo, como ocune aquí, ante el desarrollo de la productividad”, Karl Marx, El Capital, To­ mo III, Sección III, Capítulo XV, FCE, México, 1973 (8a. reimpresión.), p. 259. 9 Robert Boyer, “La globalización: mitos y realidades”, en Esthela Gutiérrez, op. cit., p. 37.

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mentó de las tasas de crecimiento. Esta concepción está inspirada en el comportamiento reciente de la economía estadounidense. 1.4.1. La teoría del ciclo largo ¿Cómo saber cuál va a ser la evolución de la economía mundial en términos de crecimiento macroeconómico global en las próximas dé­ cadas? ¿Cómo conocer el comportamiento prospectivo de las tasas de empleo y desempleo, si éstas parecen independizarse y adquirir autonomía frente al comportamiento cíclico del capitalismo, tanto en las fases de auge como en las de depresión y de crisis? ¿Es verdad que la economía mundial ha entrado en una recupera­ ción y crecimiento económicos de larga duración?10 De ser efectiva­ mente así, ¿cuáles son las implicaciones para las economías depen­ dientes que, por el contrario, se debaten entre largos períodos de crisis económicas agudas, breves recuperaciones y tendencias sistémicas a la recesión para alcanzar estados de depresión larga, caídas bruscas de la tasa de ocupación y crecimiento del desempleo? Una serie de autores han recurrido al arsenal que ofrece la teoría del ciclo largo (o de las ondas largas), para ofrecer una respuesta a estas cuestiones que, cada vez más, ocupan la atención de los dentis­ tas sociales de las más diversas corrientes de pensamiento, ante dos hechos característicos de la economía global: el extendido desem­ pleo y la volatilidad de los mercados financieros que nublan los me­ jores escenarios y pronósticos. La teoría de los “ciclos Kondratieff’, la cual considera que la eco­ nomía evoluciona en ondas sucesivas de duración aproximada de 25 años cada una para totalizar cincuenta, admitiendo en su interior fa­ ses o ciclos más cortos y medios de recuperación y depresión; ha ser­ vido de fuente de inspiración para muchos autores. Sin embargo, de­ bemos tener cuidado del significado de esta concepción, sobre todo en la época actual donde, junto a las leyes históricas del capitalismo, interactúan las fuerzas centrífugas de la volatilidad del capital que 10 Muchos autores se apoyan en el hecho de que el PIB de los Estados Unidos, en los últimos dos años, ha crecido a una media anual de 3,6%, mucho más rápido de lo que convencionalmente es aceptado como compatible con una inflación estable. El desempleo cayó para 4,9%, casi un récord en los últimos treinta años y muy abajo del nivel que los economistas afirman que ejercería presión sobre los precios, configu­ rando una situación de estabilidad estructural.

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rompen todos los escenarios de prospección, sobre todo cuando se trata de determinar la viabilidad del advenimiento de una onda larga de signo expansiva. Al respecto Emest Mandel, afirma certeramente: “Este ascenso no puede deducirse de las propias leyes de movimiento del modo de producción capitalista. No puede deducirse de la actuación del ‘capi­ tal en general’. Sólo puede entenderse si se consideran todas las for­ mas concretas del desarrollo capitalista en un medio determinado (todas las formas y contradicciones concretas de ‘muchos capitales’). Y estas entrañan toda una serie de factores extracconómicos, como guerras de conquista, ampliación y contracción del ámbito de actua­ ción del capital, competencia intercapitalista, lucha de clases, revolu­ ciones y contrarrevoluciones, etc. Estos cambios radicales del medio general, social y geográfico, en el que opera el modo de producción capitalista, son a su vez el detonante, por decirlo así, de cambios ra­ dicales en las variables básicas del crecimiento capitalista (es decir, pueden conducir a cambios en la tasa media de ganancia”).11 Sin embargo, considerando estas limitaciones, incluso metodológi­ cas, hasta ahora se ha sustentado bien la existencia histórica de estas on­ das largas. Mandel identifica cuatro ondas largas divididas en dos fases, la ascendente y la descendente y que van desde finales del siglo XVIII (1789) hasta la larga onda depresiva de la década de los sesenta del pre­ sente siglo, que se extiende hasta comienzos de los años noventa.12 11 Em est Mandel, Las ondas largas en el desarrollo capitalista , Siglo XXI, Madrid, 1986, p. 19. Sin embargo, creemos que existe en Mandel una confusión entre los “factores endógenos” y los “factores exógenos”, verdadero caballito de batalla de la teoría de la dependencia, ya que, a nuestro juicio, los factores “extraeconómicos” (guerras, dictaduras, luchas de clases, conquistas imperialistas, crisis ecológicas, etc.) - no son explicables en sí mismos, sino en función de las leyes y contradicciones “en­ dógenas” del modo de producción capitalista, por más que metodológicamente se quiera separar a ambos. 12 Véase Emest Mandel, Las ondas largas...p. 92. Es importante señalar que, a diferencia de Kondratieff, Mandel descarta el carácter cíclico del capitalismo en el largo plazo. Por eso habla de “ondas largas”, pero, para el corto plazo, es decir, para períodos más cortos de 5 ó 10 años, admite el carácter cíclico del capitalismo. Para una discusión al respecto véase: Manuel P. Izquierdo (Editor), Kondratieff. Trotsky, Mandel, Garvy, Day, Los ciclos económicos largos: ¿una explicación de la crisis?, Editorial Akal, Madrid, 1979. Para la concepción de la historia del capitalismo en función de “ciclos sistémicos de acumulación” de duración de un siglo y derivados de la fórmula general del capital de Marx, D-M-D’ con énfasis en el capital financiero, véase a Giovanni Arrighi, O longo século XX, Editora UNESP, Sao Paulo, 1996.

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En la onda larga de 1789-1848, se registraron: una fase ascenden­ te entre 1789-1815/25 y una fase descendente entre 1826 y 1848. En la siguiente onda larga, entre 1848-1893, hubo una fase ascendente entre 1848-1873 y una fase descendente entre 1873 y 1893. Entre 1893 y 1940 (fase ascendente), se registra el apogeo del imperialis­ mo (1893-1913) y una fase descendente entre 1914-1940. En la si­ guiente onda, la de 1948-1993, habrá dos períodos, el posterior a la Segunda Guerra Mundial hasta 1967-71 (fase ascendente) y el últi­ mo, entre 1967-1971 hasta 1993, que será una fase descendente. Para la década de los ochenta, Theotónio Dos Santos identifica tres fases diferenciadas. Con la primera (entre 1979-1982), marcada por procesos deflacionarios y caída de las tasas de inflación, alcanza su punto culminante la crisis de largo plazo que se había originado en la segunda mitad de los años sesenta. Durante el período 1983-1987 la economía mundial se recupera13 empujada por el incremento de la demanda de Estados Unidos y por su creciente déficit fiscal. Por últi­ mo, en la tercera fase (entre 1987-1993), que se inicia con el crack de las bolsas y de los mercados financieros en octubre de 1987, se pro­ fundiza la desinflación y se precipita la recesión de 1990-1993. Una cuarta fase cubre ya la década de los noventa en la cual la depresión de 1990-1993, ejecutaría, por decirlo así, la profilaxis capitalista para “...preparar a la economía mundial para una nueva fase de auge eco­ nómico de largo plazo, posiblemente una fase “b” del ciclo de Kon­ dratiev de cerca de 25 años”.14 Hasta aquí todo está bien pero, a mi parecer, el problema surge en el momento en que se tiene que “prever” el futuro de una nueva onda expansiva, como a la que, aparentemente, estamos asistiendo a partir

13 Sin embargo, el mismo Theotónio Dos Santos le atribuye un carácter induci­ do y ficticio a la “recuperación” de 1983-1989, debido a la manipulación de las políti­ cas reaganianas. Cf. “El auge de la economía mundial, 1983-1989, los trucos del neoliberalismo”, Revista Nueva Sociedad 117, Caracas, enero-febrero de 1992, pp. 20-28. 14 De Emest Mandel, véase: Las ondas largas, p. 6. De Theotónio Dos Santos, Economía mundial, integrando regional & desenvolvimento sustentável, Editorial Vozes, Petrópolis, 1993, p. 22. y GREM1MT, Informe sobre a Economía Mundial, 1996, Universidade Federal Fluminense, Centro de Estudos Sociais Aplicados, Faculdade de Economía, Rio de Janeiro, 1996, donde refuerza esta tesis. Ruy Mauro Marini también se orienta en el mismo sentido cuando expresa que “...estamos entrando a un nuevo ciclo de esc tipo, lo que implica cambios bruscos y situaciones inespera­ das”. Ruy Mauro Marini, América Latina: dependencia e integrando, Editora Brasil Urgente, Brasil, 1992.

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de la recuperación de 1994, y que muchos autores han constatado, entre otros, Mandel, Marini y Dos Santos, bajo la premisa de que el capitalismo, como sistema mundial, va a tener una onda de creci­ miento económico de más de dos décadas en el futuro; aunque en la actualidad soplan vientos recesivos.15 1.4.2. Capital financiero y depresión larga En contraste con las tesis de estos autores, sobre la trayectoria his­ tórica del capitalismo, Françoise Chesnais, sostiene que, en la década de los noventa habría surgido un “...proceso acumulativo de efecto depresivo de largo plazo”. Su tesis, inspirada en la teoría de Shumpeter, es la siguiente: “La coyuntura mundial de los años 90 presenta, pues, las características de una depresión económica larga”.16 Para sustentarla, indica tres elementos que habrían garantizado durante 25 años, en el período posbélico (1950 y 1975), la expansión y estabili­ dad del sistema capitalista: a) El trabajo asalariado se habría conformado como forma domi­ nante de inserción social y de participación en el ingreso nacional, b) la existencia de un sistema monetario internacional estable, c) la dinámica de participación institucional del Estado en las es­ feras de producción y de consumo (la famosa “norma de consumo” asegurada por el fordismo y el Estado de bienestar en el período de posguerra). Estas formas fueron, primero, desarticuladas y, más tarde, destrui­ das. El capital ya no cumple con las premisas del inciso a), porque existe una incapacidad para garantizar la inserción y participación de los asalariados en la renta, sobre todo, debido al desempleo estructu­ ral y a otros fenómenos como la precarización del trabajo y la exclu­

15 El desplome de los mercados bursátiles y financieros, que se extiende desde la crisis mexicana de finales de 1994, pasando por la de Tailandia, la de Singapur y la re­ ciente de Hong Kong, está presionando una recesión de la economía mundial y configu­ rando una verdadera crisis asiática de dimensiones impredecibles, puede empañar estas “predicciones” positivas de la economía mundial. Véase: “Continúa el declive en Hong Kong y en los llamados tigres asiáticos”, La Jornada, México, 28 de octubre de 1997. 16 Françoise Chesnais, A Mundializaçao do capital..., especialmente el último capítulo, p. 304. Véase también, de este mismo autor, donde profundiza su tesis de la depresión larga, “A fisionomía das crises no regime de acumulaçâo sob domináncia flnanceira”, Rio de Janeiro, 30 de outubro de 1998 (fotocopia).

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sión social, que se advierten tanto en los países centrales como en los dependientes.17 En cuanto al sistema monetario, la moneda y las finanzas están dominados por el mercado; es decir, por el capital dinero que en la actual fase de mundialización se hace cada vez más incontrolable y volátil. Por último, otro factor que obra a favor de la depresión larga, es la crisis fiscal que mermó la capacidad intervencionista del Estado en la economía. Chesnais muestra los indicadores macroeconómicos que determi­ nan las tendencias depresivas en las principales economías capitalis­ tas del planeta, aunque ese fenómeno es heterogéneo y no se presen­ ta, simultáneamente, en todas las economías industrializadas. Frente al aumento de la productividad, debería de haber ocurrido una retomada del crecimiento, cuestión que no ha sucedido debido básicamente a que, tanto la tendencia como la configuración real del crecimiento industrial, irían a la baja. Y aunque se diera una “retoma­ da del crecimiento”, dice Chesnais, sería solamente el resultado de una ondulación en el seno de esa larga depresión. Ejemplifica su te­ sis con el hecho de que los países de la OCDE en los noventa han co­ nocido la tercera recesión en quince años, seguida de una coyuntura débil con índices de crecimiento de 2% para esos países, sin conside­ rar el sector financiero. La recuperación del sistema capitalista de la prolongada depresión en que se sumergió a partir de finales de la década de los sesenta, en 17 La mundialización ha engendrado un fenómeno cada vez más importante que denominamos “exclusión social” y que entendemos como la salida en masa de enormes contingentes de asalariados de las esferas de producción y consumo, como producto de la incapacidad estructural del sistema para asegurarles inserciones pro­ ductivas. Para este tema, poco explorado, véase a Paul Singer, Globaliza