Diccionario de las preposiciones españolas : Norma y uso
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, Cque se recib ió> , Cque regresó D an iel> . ¿Son proposiciones incluidas adjetivas o sustantivas? Para ser adjetivas, deben funcionar como un adjetivo y tener un antecedente sustantivo; el pronombre relativo que debe ser anafórico, es decir, debe repetir ese antecedente ya emitido (deixis anafórica), asumir su significado y cumplir una función dentro de la proposición. Evidentemente, estos ejemplos no responden a esa clase de proposiciones. Una prueba de ello es que esas proposiciones pueden cambiar de lugar en el discurso sin referirse a ningún antecedente: c Q u e no la veo> hace mucho tiempo. Hace Cque no la veo> mucho tiempo.

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Hizo dos años. < Q u e se recibió > hizo dos años.

Casos de elipsis preposicional y de coordinación de preposiciones

Hará diez días. < Q u e regresó Daniel > hará diez días. Elipsis preposicional Si son proposiciones sustantivas, cumplen la misma función que un sustantivo, y que es un incluyente, pues no tiene función dentro de la proposición; además, ésta puede conm u­ tarse por los pronombres demostrativos «eso» o «esto»:

*Entro y salgo del Banco enseguida. *Pedro ayuda y es amigo de Carlos.

*H ace mucho tiempo eso. *Hizo dos años eso. *Hará diez días eso.

*Esta decisión depende y se sujeta a otra. Coordinación de preposiciones

El reemplazo ha originado tres solecismos, tres oraciones agramaticales, pues la norma nos indica que, en estos casos, debe usarse la preposición de, y así la empleamos cuando decimos o escribimos:

*Entro en y salgo del Banco enseguida. *Pedro ayuda a y es amigo de Carlos.

Hace mucho tiempo de eso. Hizo dos años de eso. Hará diez días de eso.

* Desea una medalla con o sin cadena. *Hay empanadas sin y con picante.

pero la eliminamos en construcciones como las anteriores: Hace mucho tiempo de que no la veo. Hizo dos años de que se recibió. Hará diez días de que regresó Daniel. Realmente, suenan como tres ejemplos acabados de dequeísmo, pero no lo son. El hablan­ te, por economía verbal, ha suprimido la preposición, ha hecho una elipsis, que es la falta de una o de varias palabras, y, así, fue imponiéndose ese sintagma — ya admitido— , tanto, que hoy, si le agregamos la preposición de, parece un caso de dequeísmo. La curiosidad reside en que empleamos de dos maneras la misma construcción para expresar el mismo significado: H ace mucho tiempo que no la veo (sin «de», unidad sintáctica carente de realización fonética) y H ace mucho tiempo de eso (con «de»). Las proposiciones < q u e no la v e o > , < q u e se recibió > y < q u e regresó D aniel > son, pues, sustantivas y deberían actuar como término de esa preposición «de» elíptica, necesaria para la correcta construcción gramatical, pero no, para que se entienda el sentido de la oración. Es decir: Hace mucho tiempo (de) .

Las construcciones son agramaticales; algunas, porque presentan dos verbos coordinados que no exigen la misma preposición; por ejemplo, en el primer sintagma oracional, de no responde al régimen preposicional del verbo «entrar»; otras, porque la coordinación disyun­ tiva o copulativa de preposiciones no es característica de nuestra lengua. Entonces: Entro en el Banco y salgo de él enseguida. Pedro ayuda a Carlos y es amigo de él. Desea una medalla con cadena o sin ella. Esta decisión depende de otra y se sujeta a ella. Hay empanadas con picante y sin él. La norma académica indica que «si un mismo nombre es .complemento de dos verbos coordinados que exijan distinta preposición, deberá expresarse aquél con el primer verbo y reproducirse con el segundo mediante un pronombre y la preposición correspondiente»40. A pesar de ello, hay casos en que el uso autoriza la elipsis:

Hizo dos años (de) . Compraré un pasaje de ida y vuelta a Italia. Hará diez días (de) . 40 Gramática de la Lengua Española, ed. cit., pág. 297.

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Dequeísmo y queísmo

*C uenta de . Correcto: Cuenta . (O. D.)

Los estudiosos sostienen que, en la actualidad, los hablantes m anifiestan una volun­ taria inclinación a econom izar palabras en sus diálogos. ¡Demasiada prisa por decir «todo» en el menor tiempo posible y con los vocablos que primero vienen a la boca, aunque no tengan la «bendición» de la Real Academ ia Española! Este apuro destruye progresivamente la sintaxis, empobrece el vocabulario — ya bastante castigado por la falta de lectura y por la prolongada vacancia de que goza el diccionario— y atenta, no pocas veces, contra la claridad de lo que se quiere expresar. La frecuencia con que lo advertimos revela el nacim iento de un vicio o de varios vicios que crecen lozanos, sin retraim ientos. “Rara avis in terris”41 quien no los tiene. Nos enviciamos, pues, de incorrecciones. Y como nunca es ocioso recurrir a las etimologías, recordemos que vicio proviene del latín vitium, ‘defecto, falta, im perfección, deformidad, culpa’. Esos errores que no siempre com etemos conscientem ente son, pues, defectos del lenguaje, es decir, barbarism os42. Éstos consisten en pronunciar o en escribir mal los vocablos, o en emple­ ar voces impropias. El término proviene del latín barbarism us, y éste, del griego, ‘extran­ je ro ’. «Bárbaro» era un latino o un romano respecto de los griegos, y barbarism o, el modo de hablar vicioso, al estilo de los extranjeros. A pesar de la tendencia actual a economizar palabras — ¡oh, paradoja!— , el hablante suele agregar algunas donde no debe y omitir otras donde es obligatorio usarlas. Entre los barbarismos, figura el empleo de la preposición de más la conjunción que (Piensa *de que es así)43 y el de la conjunción que sin la preposición de (¿Se alegra *que esté enfermo?)44, pues — como bien decía el escritor y crítico españolDiego de Saavedra Fajardo (1584-1648)— «por librarnos de un vicio, damos muchas veces en el opuesto». Ambos errores (Piensa de que y se alegra que) son auténticos solecismos45.

*¿Te asombra de < que yo lo diga>? Correcto: ¿Te asombra < q u e yo lo diga>? (Sujeto) Fernando Lázaro Carreter tacha este uso erróneo de «moderna ordinariez» e «insensa­ to vulgarismo», y lo atribuye al «influjo analógico ejercido por las construcciones nom ina­ les correspondientes que llevan un de que constitutivo. Así, por ejemplo: M e hizo la promesa de que vendría. Ese de [...] se ha sentido como igualmente necesario en las ‘ «instrucciones verbales, y han surgido así los híbridos dequeístas (Me prometió de que vendría)»48.

Proposiciones incluidas sustantivas que funcionan como sujeto 1) 2) 3) 4) 5)

Me alegra *de que hayas ingresado en la Universidad. Te alegra *de que todos progresen. Conviene *de que hables. Se dice *d e que el periodista fue asesinado por los ladrones. Me disgusta *de que no valore mi trabajo.

Modo de reconocer el error

Dequeísmo: uso incorrecto de de que ? Este uso consiste en anteponer la preposición de46 a la conjunción que cuando ésta intro­ duce proposiciones subordinadas sustantivas que funcionan en la oración como sujeto o como objeto directo47. Debemos recordar que ningún sujeto se construye encabezado por preposición, y que el objeto directo no admite preposición, excepto «a» cuando nos referimos a personas cuyos nombres conocemos, a animales que también tienen su nombre o a cosas personificadas.

Hemistiquio de un verso de Décimo Junio Juvenal, poeta satírico latino (42-125), que, en estilo familiar, suele aplicarse a persona o cosa conceptuada como singular excepción de una regla cualquiera. Se dice más comúnmente «rara avis». 4^ Son barbarismos: arcaísmos, neologismos, pleonasmos, solecismos, vulgarismos y extranjerismos. 43 Los lingüistas lo denominan dequeísmo.

El error se subsana reemplazando la proposición incluida sustantiva con los pronombres demostrativos «eso» o «esto». Por ejemplo: Me alegra esto. Te alegra esto. Conviene eso. Se dice eso. Me disgusta eso. Entonces, no podemos decir: *M e alegra de esto. *Te alegra de esto. '•‘Conviene de eso. *Se dice de eso. *M e disgusta de eso. Correcciones 1) 2) 3) 4) 5)

Me alegra que hayas ingresado en la Universidad. Te alegra que todos progresen. Conviene que hables. Se dice que el periodista fue asesinado por los ladrones. Me disgusta que no valore mi trabajo.

44 Los lingüistas lo denominan queísmo. 45 Reciben el nombre de solecismos los errores cometidos contra la sintaxis. 4^ La preposición de es la que más se emplea en nuestra lengua y de la que más se abusa. 47 Los verbos afirmar, confirmar, contar, creer, decir, desear, esperar, pedir, pensar, responder, saber, etcétera, admiten una proposi­ ción incluida sustantiva, que funciona como objeto directo. Esta proposición va siempre encabezada por el incluyente que y no, por *de que.

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Cfr. Valentín GARCÍA YEBRA, op. cit., pág. 147.

Proposiciones incluidas sustantivas que funcionan como objeto directo

Algunos verbos51 exigen también de antes de la proposición incluida sustantiva sobre la que recae su significado: *¿No se enteró ?

1) 2) 3) 4) 5)

Aclaro *de que mi padre lo vio. Le aconsejó *de que lo leyera. Celebro *de que haya aceptado nuestra invitación. Afirmó *de que no había escrito esa carta. Aseguramos *de que la firma es prestigiosa.

Correcto: ¿No se enteró de < q u e regresó Eugenio>? Dice Emilio Camus Lineros que, a veces, «para evitar el problema de decidir entre que y de que, se suele recomendar no emplear la preposición de. Pero con esto se cae en un mal nuevo, porque al suprimirla, la oración resulta casi inexplicable desde un punto de vista gramatical...»52.

Modo de reconocer el error El error se subsana reemplazando la proposición incluida sustantiva con los pronombres demostrativos «eso» o «esto». Por ejemplo: A claro esto. Le aconsejó eso. Celebro eso. Afirmó eso. Aseguramos esto. Entonces, no podemos decir: *A claro de esto. *Le aconsejó de eso. *Celebro de eso. *Afirmó de eso. *Aseguramos de esto. Correcciones 1) 2) 3) 4) 5)

Aclaro que mi padre lo vio. Le aconsejó que lo leyera. Celebro que haya aceptado nuestra invitación. Afirmó que no había escrito esa carta. Aseguramos que la firma es prestigiosa.

Queísmo: uso incorrecto de que sin la preposición de Este uso consiste en suprimir la preposición de delante de la conjunción que, cuando ésta introduce una proposición incluida sustantiva que funciona como término de un comple­ mento del sustantivo49 o del adjetivo“ : * Llegó la hora . Correcto: Llegó la hora de .

*Estaba convencido . Correcto: Estaba convencido de .

49 Los sustantivos que rigen la preposición de son: casualidad, causa, certeza, certidumbre, conciencia, conocimiento, consideración, convicción, creencia, cuenta, demostración, duda, esperanza, experiencia, extremo, hecho, hora, idea, impresión, miedo, necesidad, noticia, opinión, oportunidad, palabra, parecer, prueba, punto, seguridad, sensación, señal. l.«>» adjetivos que rigen la preposición de son: ansioso, avergonzado, cansado, convencido, extrañado, persuadido, satisfecho, seguro, eiilrr olio*.

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Proposiciones incluidas sustantivas que funcionan como término de un complemento del sustantivo 1) 2) 3) 4) 5)

Dio la casualidad *que lo encontré en la calle. Sucedió a causa *que no lo dijo. Tenemos la certeza *que es inocente. Tenía la certidumbre *que lo encontraría. ¿No tiene conciencia *que sus conocimientos sobre el tema son limitados?

Modo de reconocer el error El error se subsana reemplazando la proposición incluida sustantiva con los pronombres demos­ trativos «eso» o «esto». Al realizar el reemplazo, advertimos que las oraciones carecen de sentido. Por ejemplo: *Dio la casualidad eso. *Sucedió a causa eso. ’•‘Tenemos la certeza eso. T e n ía la certi­ dumbre eso. *¿No tiene conciencia esto? Fbr lo tanto, es obligatorio el uso de la preposición de que hace depender la proposición incluida sustantiva del sustantivo que actúa como núcleo de la construcción. Por ejemplo: Dio la casualidad de que lo encontré en la calle. Sucedió a causa de que no lo dijo. Tenemos la certeza de que es inocente. Tenía la certidumbre de que lo encontraría. ¿No tiene conciencia de que sus conocimientos sobre el tema son limitados' Es decir: Dio la casualidad de eso. Sucedió a causa de eso. Tenemos la certeza de eso. Tenía la certidumbre de eso. ¿No tiene conciencia de esto? Correcciones 1) 2) 3) 4) 5)

Dio la casualidad de que lo encontré en la calle. Sucedió a causa de que no lo dijo. Tenemos la certeza de que es inocente. Tenía la certidumbre de que lo encontraría. ¿No tiene conciencia de que sus conocimientos sobre el tema son limitados?

1 Entre los verbos que exigen la preposición de, nombramos: acordarse, alegrarse, asegurarse, asombrarse, avergonzarse, cerciorarse, depender, encargarse, enterarse, extrañarse, hablarse, jactarse, olvidarse, percatarse, preocuparse. Dice Valentín GARCÍA YEBRA (op. cit., págs. 148 y 160) que el verbo informar con el significado de ‘comunicar' requiere la preposición de. En l.i Arifentlhu, se usa, generalmente, sin esa preposición: Le informamos que la tienda permanecerá abierta el sábado. ^ Curso de sintaxis castellana, Santiago de Chile, Editorial Universitaria, 1987, pág. 147.

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Proposiciones incluidas sustantivas que funcionan como término de un complemento del adjetivo 1) 2) 3) 4) 5)

2) 3) 4) 5)

Estoy ansioso *que me cuentes tu secreto. Está satisfecho *que le permitan intervenir en el concurso. No estoy segura *que me lo devuelva. Llegó seguro *que no era tarde. Está persuadido *que el país cambiará.

¿Se acuerda de que se lo dije ayer? Me alegro de que estén bien. Quería asegurarse de que no faltaba nada. Me asombré de que apareciera.

Verbos que aceptan que y de que A D V ERTIR Advirtió que su amigo estaba allí. Le advierte que no grite.

Modo de reconocer el error El error se subsana reemplazando la proposición incluida sustantiva con los pronombres demostrativos «eso» o «esto». Al realizar el reemplazo, advertimos que las oraciones carecen de sentido. Por ejemplo: *Estoy ansioso eso. *Está satisfecho esto. *N o estoy segura eso. *Llegó seguro eso. *Está persuadido esto. Por lo tanto, es obligatorio el uso de la preposición de que hace depender la proposición incluida sustantiva del adjetivo que actúa como núcleo de la construcción. Por ejemplo: Estoy ansioso de que m e cuentes tu secreto. Está satisfecho de que le permitan intervenir en el concurso. N o estoy segura de que me lo devuelva. Llegó seguro de que no era tarde. Está persuadido de que el país cam biará. Es decir: Estoy ansioso de eso. Está satis­ fecho de esto. N o estoy segura de eso. Llegó seguro de eso. Está persuadido de esto. Correcciones 1) 2) 3) 4) 5)



Estoy ansioso de que me cuentes tu secreto. Está satisfecho de que le permitan intervenir en el concurso. No estoy segura de que me lo devuelva. Llegó seguro de que no era tarde. Está persuadido de que el país cambiará.

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Cuando advertir significa ‘notar’, ‘observar’, ‘amonestar’, se construye sin la preposición de. Cuando significa ‘hacer notar’, dicha preposición es obligatoria: Le advirtieron de que su jefe estaba escuchando detrás de la puerta.

A V ISA R Me avisó que se había suspendido la fiesta. Cuando avisar significa ‘comunicar algo’, se construye sin la preposición de. Cuando significa ‘prevenir de algo’, esa preposición es obligatoria: ¡Le avisé de que se produciría un incendio! DUDAR Dudo que apruebes este examen.

Verbos que exigen la preposición de antes de una proposición incluida sustantiva 1) 2) 3) 4) 5)

Me acuerdo *que tejía muy bien. ¿Se acuerda *que se lo dije ayer? Me alegro *que estén bien. Quería asegurarse *que no faltaba nada. Me asombré *que apareciera.

Dudo de que apruebes este examen. Ambas construcciones pueden usarse indistintamente.

Locuciones conjuntivas53 Las locuciones conjuntivas antes que, antes de que, después que, después de que pueden usarse indistintamente:

Correcciones 1) Me acuerdo de que tejía muy bien. 42

53 y na locución conjuntiva es una combinación estable de dos o más palabras que funciona como una conjunción. Otras locuciones conjuntivas que ofrecen duda son a medida que, a pesar de que, con tal que, con tal de que. A uuuliilti i/tu- • I n< m¡« > corría, iba olvidándose del accidente; A pesar de que b veo, no lo creo; Haré lo que pueda con tal (fue (o ctm tul ti*