Cartas A Una Mujer Sobre La Anarquia (1923)

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Cartas a una

mujer

sobre la anarquía

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sobr~la anarquía

PREFACIO A LA EDICCJON EN ESPAÑOL Bolonia, (lwyidoS

compaíieros

8 de noviembre

de 1922.

de "{¡¡~ Protcsta"

V080tros me pedis consentirniento pam trwiucirc y lJubliCar en ,español, en esa capital argentina donde nuestra idea tiene militantes nUIIÚ3TOsOSy valer'osos, uno de mis pdmeros trubajitos: que nucstro 6pt-irno y vicjo corno o.q'aellas Cartas a una mujer pMíero Sdullo cu más Ca'YI1;..lo de q'\inceDi años.

quisO reuni¡-

eimpnlif1ir

en Ohieti

ha-

Vosotro.~ sois dema·siado buenos, amigos queridísimos, sea líD'rque quizá dáis más valor del (j'ue merece a este tTabajo de 'J]li juventud, sea por pe,diTme un consentimiento del que entTI.J nusotros no hay necesidad, puesto que las cosas de la pTopaganrZu una 'vez publicada,s pertenecen a todos, y quíen las quieTc ¡'eimprimir las rei'!'nprime .. Y mwnta." más cosas n'l/I'8tms se pub?';can rn.ejor es siempre, se entiende, quc su trate de cusas no nocivas o no del todo inútiles. Vosotl'OS habéis juzgado que tales son mis "Uartas",o y a mi no me (j'nerla mlíll q1/e agradecero,~ el juicio lis'onjero. Haced, pues ..• y hasta (],ebo excllsarrnc con vosotros s';, .sabido 'V1U!stru deseo, os d·ejo publicar el libro así como está, ~in a]Joj'tarle las modificaciones y correcciones, sin lwcerle 108 co-rtcs U los ag/'egados ¡fue ciertamente serían necesarios. Releyendo el librito, ahora, lo ,encu.entro literariarnente demasi.ado lW11I:i7d,e 11 aefectuoso. Acá JI acullá hay ajir'macions demasiado axiomát-icas, que ser'ia "bcesar'io l¡acer se!/uir Ile dcmostm.ciones; algunalJ otras afiro pcyr lo 'minos cicrtas eXIJresioru;s, las quitaría corn.llwcioncs. ¡¡1etamente, etc. y luego, en estos 1íltÍtnos veinte años otros problemas se han ¡;reSeniMZo en el terreno de la discusi6n, !I que hOy ser'fa nece· Ilario ti isout-irlos. Esto constituye una laguncL en m-is "Cartas" ... l'era si debiera quitar al lib¡'Uo los defectos que ahOra le veo, ¡,((eede las correcciones necesarias, agregar'le le, que le f/llta,

(e¡¡(tría que Tt~lweerlu deiJde el eumiem:u al fin. Más bien debe' t'Ía hacer U1~ trabajo nuevo. POI' lo de'más e1'ea que esto sucede con C'ual~'Uier tmbajo intelectu.al que su autor revise después de un la.rgo periodo de tiempo. Dejall, pues, estas rlwdestas. "Oar·tas" tal corno están y tomadlas p·OT lo poco que va.len. Puedcn quedar cual son, corno tr'abajo de propaganda, pOI/' ~mCt raz6n muy ,~imple: porque (Cts id.eas expresadas no han dejado ae ser' iaeas verd·adcras 1/ justCtS; porqu.e po/' lo menos alj'uellas idea.s $on siempre las rníCts, de cllCts estoy eaela vez. más eonveneid.o, a ellcts soy más que nunCa. afecto y devoto, 11Grque estoy f'i.nnc11wnte perslwllido de que eorrespondcn más u ese ideal Ilevel'dad 11 de just'icia que es el resorte principal 11/.i coraz6n que del pTogreso humano. Y eS' grato tambiénCt c,~tas carta.s queden como me han sabido la primera vez de la n pl'urna modesta pero entusiCtsta, porque fueron escritas cn i,.. 11 c$tán ligadas a los períOdo 8'irnpático de 1VUJest'l'Omoviru·iento mejor'eS' recueraos, íntimos y pol'íticos a la ¡;cz, de m.i juventud, de Estas cartCtS fueron comenza.daiJ a escribÚ' It pl, ncipios 1902 •. 11 eran en 8U. orígen, r'ealmente, cartas p1'ivc