Una Iglesia Emocionalmente Sana

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Una Iglesia Emocionalmente Sana

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CAMBIA VIDAS

Peter Scazzero con

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La misión de Editorial Vida es ser la compañía líder en comunicación cristiana que satisfaga las necesidades de las personas, con recursos cuyo contenido glorifique a Jesucristo y promueva principiOS bíblicos.

CONTENIDO

Prólogo .. . . ...... . ..•. . . .... ........ . ... .... ..... . ......... 7 Reconocimientos . ... . . .... . . . . .. ... . ... . . ... . . . . . . ......... 9 Ilustraciones ...... .. . . ... ......•...... . . .. .. ..... . . ....... 10 UNA IGLESIA EMOCIONALMENTE SANA

Parte 1

Edición revisada en español publicada por Editorial Vida - 2009 Miarl)i, Florida ~

2005 por Editorial Vida

Originally published in the USA under the tit le: The fmotlonolly Heolthy Church Copyright el 2003 por Peter 1. Scazzero Published by permission of Zondervan, Grand Rapids, Michigan, 49530 TraducciÓn: Omar Diaz de Arce EdiCIón: ROjas & ROJos Editorl Dlsef'\o interior" I DiseF¡o de cul,ie,'!1!"I!!I

El eslabón perdido del discipulado Introducción .............. . .. . •... . ....... ... ... . . . . . ..... 13 CAPíTULO I

Según

Van

los líderes así va la iglesia . ... . . .. .... . . . ... ...... 21

CAPÍTULO 2

Algo está irremediablemente mal ... .. .... ......... ....... . 40

Pa rte 2

Base bíblica para un nuevo paradigma del discipulado CAPíTULO 3

La próxima frontera del discipulado: La salud emocional ...... 53 CAPíTULO 4

Inventario sobre la madurez espiritual/emocional ..... . . ..... 64

Parte 3

Seis principios de una iglesia emocionalmente sana CAPÍTULOS

PRÓLOGO

Principio 1: Mire debajo de la superficie .................... 75 CAPÍTULO 6

Pr;'Kipi" 2'. Romper con el poder del pasado ................ 95 CAPÍTULO 7

Principio 3: Vivir en actitud contrita y emocionalmente vulnerable .......................... . 119 CAPÍTULO 8

Principio 4: Reciha el don de las limitaciones .............. . 143

CAPíTULO 9

Principio 5: Acepte las penas y las pérdidas .............. ·.· 165 CAPÍTULO 10

Príncipio 6: Haga de la encarnación su modelo de amor verdadero ....... , .......................... . 187

arde en ulla fría . .noche d~ invierno ~onó nuestro teléfono. Un joven pastor que habla conOCido y admirado hacía unos años llamaba inesperadamente. Tenía la voz tensa mientras relataba en completa libertad la historia de la crisis que enfrentaba tanto en su matrimonio como en su ministerio. Escuché, le ofrecí algunas palabras de aliento y consejo, y oré con él. Antes que colgáramos, le dije: «No creo que esto sea el tin de tu ministerio. Pese a la pena por la que atraviesas, quizás es lo mejor que puede ocurrirte en este momento:». lA veces cuando pensamos que estamos en las últimas, precisamente comienza nuestro verdadero trahajo! Ese joven pastor era Peter Scazzero, y esa crisis era una «gracia dis-

T

pensada». Porque de ella sali6 para Pete un sentido más fuerte de su llamamiento e identidad, un amor más profundo en el matrimonio, una congregación más vital y sana, una cOlnprensión más completa del dis-

cipulado, y este útil y magnífico libro.

Parte 4

A dónde vamos de aquí en adelante CAPÍTULO 11

Próximos pasos hacia la nueva frontera del discipulado ....... 2B \ 'APÍTULO 12

Guía de discusión para restrncturar el discipulado ........... 217

Notas finales ............................................ 231 Sobre los autores .................................... .

239

Tengo la esperanza de que: Una iglesia emocionalmente sana será ampliamente leída y asumida de corazón por muchos líderes y pastores cristianos. Creo que Peter SC3zzero da en el blanco cuando escribe que «en su conjunto la salud de toda iglesia o ministerio depende en lo fundamental de la salud emocional y espiritual de su liderazgo:». Sabemos que las iglesias sanas necesitan líderes sanos. Lo nuevo es la insistencia de Scazzero en que esto debe incluir la salud emocional. Durante mucho tiempo se ha urgido a los líderes a mantener su vitalidad espiritual, la práctica de ejercicios físicos y el crecimiento intelectual. Pero se ha hecho menos énfasis en el hienestar emocional. En muchas de las enseñanzas evangélicas que escuché mientras crecía se hacía caso omiso de las emociones. Se nos instruía sobre «los hechos, la fe y los sentimientos»- en ese orden. La fe debía estar basada en los 7

8

Una iglnia emociunalmente san.1 .•..................................................•..••............

hechos del mensaje cristiano (un énfasis esencial, estar seguro), pero no debíamos depender de los sentimientos porque eran inseguros, secundarios y no confiables. Cierto que en esto hay elementos de verdad. Los sentimientos van y vienen -ide hecho les ocurre a los míos! ¡Pero en la medida que nuestras emociones sean variables, no son importantes! La Biblia no menosprecia el cociente emocional de nuestra humanidad. Sus personajes --los hermanos de José en su rivalidad fraternal, Moisés en su ira, Pablo en su lacrimoso anhelo de una visita de Timoteo, su hijo eIlla fe-- eran gente real con emociones reales. Nuestro propio Señor tenía una pujante vida emocional como un hombre que podía llorar de pena, ser enérgico en el enojo, y aún experimentar la plenitud del gozo. Parte de nuestra renuencia a abordar sincera y francamente nuestras emociones ha sido una visión inadecuada de la Encarnación. Afirmamos que nuestro Señor Jesús era Dios encarnado, mientras en lo profundo asumimos que la naturaleza humana de Jesús no era realmente verdadera sino una especie de disfraz. Ello también nos ayuda a entendernos a nosotros mismos, yeso es lo que Peter Scazzero ha aprendido, y nos habla tanto del dolor que él y su esposa, Geri, han experimentado como de la relectura de la Escritura. Mientras leía Una iglesia emocionalmente sana, me pude identificar con mucho del material. He vivido similares experiencias y épocas de prueba emocional. Lo mismo sucede con la mayoría de los pastores jóvenes y los líderes cristianos con los que sostengo conversaciones como mentor espiritual. La historia de Peter Scazzero, de llegar por medio del dolor a la salud personal y congregacional a través del espíritu de Cristo, ¡nos ofrece esperanza a todos! Leighton Ford, Presidente Ministerios de Leighton Ford Charlotte, Carolina del Norte

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RECONOCIMIENTOS

e estado pensan~o, reflexi~nando e incorporando los principios de la salud emoclOnal y espIritual por casi una década con mi mejor amiga y esposa, Geri. Aprendimos juntos estas lecciones de Dios durante varios años. Muchas de las ideas de este libro son suyas. He tratado de poner en práctica estas verdades bíblicas en nuestra familia con nuestras cuatro hijas, que viven en medio de nuestro vecindario, iglesia y ciudad internacionales y multirraciales. Gracias, niñas. Este libro es también un subproducto de nuestra comunidad en la Iglesia New Life Fellowship (ts superficie a fin de transformarlos de t\móCÍon;¡les y fue adentro hacia afuera. capazdeexp~uus Para algunos de nosotros, un ejeremociones ánte los cicio simple pero útil para comenzar demás libremente y sin el proceso de prestar atención a nuestras emociones es escuchar las reacl'eservas, segu""de si ciones fisicas de nuestro cuerpo: un mismo.· nudo en el estómago, dolor de cabeza a causa de la tensión, un rechinar de los dientes, manos o brazos crispados, las palmas de las manos sudadas, rigidez en el cuello, dar golpes con los pies~ o insomnio. Pregúntese a sí mismo: «¿ Qué puede estar diciéndome mi cuerpo sobre mis sentimientos en este momento?» Para algunos de nosotros, tomar conciencia de nuestros cuerpos fisicos representa un gran paso en la dirección correcta.

F:l ministerio vacío de Bil! Muchos líderes de la iglesia funcionan con el piloto automático, están demasiado ocupados para contemplar lo que realmente ocurre por fuera y por dentro de sus vidas. La mayoría de los cristianos, temo, tienen conciencia de sí mismos pero no se percatan de sí mismos. Estamos más preocupados sobre lo que piensan otros de nosotros que de luchar con nuestros sentimientos y motivaciones. Bill se hizo cristiano a través de un ministerio en los terrenos de un colegio y entonces se graduó de un seminario mayor conservador. Al regresar a la ciudad de Nueva York, su lugar de origen, ocupó un empleo como consultor de computación para sostenerse~ de forma que pudiera llevar sus enseñanzas y dones administrativos a dar frutos en la iglesia. En este momento estaba casado y tenía cuatro pequeños niños. Sin embargo, el problema con Bill era que con todos sus dones y hahilidades, su ministerio estaba vacío. Daba clases de Biblia y dirigía un pequeño grupo en la Fraternidad Nueva Vida~ pero no se sinceraba con nadie.

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Una iglesia emocionalmente sana

Cuando se le preguntó al prinCipio sobre la importancia de estar consciente de sus sentimientos, reaccionó vigorosamente: «Usted no puede depender de sus emociones. ¡No puede permitir que sus emociones]o gobiermí&~~~no$e nen!» perGatlÍis~~.t mismos. Un día el mundo de Bill colapsó cuando su esposa le dijo que no estaba segura de seguirlo queriendo y de que era infeliz en su matrimonio. «De súbito, sentí como si mi vida fuera una gran herida abierta», diría. Tanto él como su esposa, Ashley, habían experimentado una gran aflicción creciente. Se le había dicho a Ashley constantemente que no tenía derecho a experimentar sus propios sentimientos. Los abusos contra Bill eran de naturaleza emocional y habían partido de los niños del vecindario. «Estuve muy solo durante mi niñez», diría Bill. «Cada vez que salía a unirme con los niños en los juegos del vecindario, se iban corriendo. Quería amistad, pero todo lo que recibía era rechazo». Como resultado, desarrolló una dura corteza exterior, y no permitía que muchas personas conocieran realmente al «verdadero» BiB. «No hablaba de lo que ocurría en mi interior con nadie, ni siquiera con mi mujer», confesaría Bill. El disgusto en su matrimonio lo forzó por último a reconsiderar lo que podía estar bajo la superficie de su vida y por qué era tan insípido emocionalmente. Con el tiempo, Bill comprendió la realidad de su propia soledad. Por fin se dio cuenta que había edificado paredes de ladrillo para separarse del barullo y las aflicciones del mundo exterior.