Tasa de la visita general de Francisco de Toledo

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TASA DE LA VISITA GENERAL DE FRANCISCO DE TOLEDO

I n t r o d u c c ió n

y v e r s ió n

p a l e o g r á f ic a de

NOBLE DAVID COOK Y LOS ESTUDIOS d e :

ALEJANDRO MÁLAGA MEDINA THÉRESE BOUYSSE CASSAGNE

UNIVERSIDAD NACIONAL

Dirección Universitaria de

MAYOR DE SAN MARCOS

Biblioteca y Publicaciones Lima - Perú 1975

SEMINARIO DE HISTORIA RURAL ANDINA

Os:

(C) Copyright, 1975 por la g Dirección U niversitaria de Biblioteca y Publicaciones de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos Lima - Perú

CONTENIDO INTRODUCCION

...........................................................................

TASA DE LA VISITA GENERAL DE T O L E D O ................................

IX I

La Plata .......................................................................................................

13

La Paz ..........................................................................................................

41

Cuzco

SS

......... ................. ..................................... ;.............................................

Arequipa Guamanga

....................................................................................................

215

..................................................................................................

255

ESTUDIOS: Consideraciones Económicas sobre la Visita de la provincia de Arequipa, por Alejandro Málaga Medina ............................... 299 Pertenencia Etnica, Status Económico y Lenguas en Charcas a fines del Siglo XVI, por Therese Bouysse-Cassagne ....................................... 312

e

I N T R OD U C C 1O N Una de las disposiciones más importantes de la administración del virrey don Francisco de Toledo fue la visita general del Perú, efectuada entre 1570 y 1575. Evidentemente, Toledo decidió efectuar esa visita largo tiempo antes de llegar a la costa americana en 1569. Al conocer el propósito de Felipe II de nombrarlo virrey del Perú, su representante en una de las posesiones más estima­ das de la corona de España, comenzó sin demora, en la propia península, una encuesta sobre la condición de las tierras que debía gobernar, en la cer­ teza de que para hacerlo bien, debía tener un conocimiento amplio del país y del pueblo que estarían a su cargo. Los propósitos y las preocupaciones de To­ ledo acerca de sus nuevos deberes se muestran claramente en una serie de cartas que escribió al Rey antes de zarpar de San Lúcar de Barrameda, En ellas el nuevo gobernante expresa que su preocupación principal, era el problema rela­ tivo a los indios: quería saber si el Rey disponía la continuación del sistema de repartimientos, tal como hasta entonces; si éstos debieran ser concedidos por dos o tres vidas, o tal vez en forma permanente; quería también que .se le asegura­ ra la adoctrinación correcta de los indios en la fe católica; igualmente, se le in­ formara de cuánto pagaban en tributos. Teniendo en cuenta estas consideracio­ nes, expresó el deseo de hacer una visita a los repartimientos de los indios1. Toledo desembarcó en Tierra Firme en junio de 1569 y siguiendo adelan­ te rápidamente, llegó a la costa norte del Perú en el mes de setiembre. Que­ dó por corto tiempo en Puerto Viejo y Guayaquil, y salió del barco por ultima vez en Paita, prefiriendo continuar por tierra. El nuevo virrey hizo el resto del recorrido hasta Lima, primero a caballo y después en hamaca, para asi familiari­ zarse con las necesidades de las provincias de la costa, con ciudades, habitantes y recursos, y “con cuidado de entender la diferencia del gobierno de los indios yun­ gas de los líanos y los serranos desta tierra”. Quizá anticipándose, o experimentando la forma que la visita general de­ bía tomar posteriormente, Toledo hizo una relación de los encomenderos de Piura, indicando si estaban en la primera o segunda vida, y la cantidad y tipo de los tributos dados por sus indios. Otra relación similar fue hecha en Trujillo después de su llegada el 15 de octubre. Luego de unos días de descanso, y ha­ biendo examinado la región, Toledo avanzó nuevamente hacia el sur, y por fin llegó a Lima en noviembre2. ®* 1 LE V ILLIE R , R. 1935. Don Francisco de Toledo, Supremo Organizador deí Perú, Madrid. T. 1, p. 78. ' * LEVILLICR, R, Op. cir. p. 98-100.

La comisión original de Felipe II a su virrey, fechada el 28 de diciembre de 1568 era poco específica en su instrucción de que se llevara a cabo una visita del virreinato del Perú. De hecho., el término “visita general”, no era enton­ ces todavía usado. Parece que el Rey se hubiera satisfecho tan sólo con la in­ formación solicitada en la instrucción: un libro de tasas para los repartimientos de indios. Este hubiera incluido solamente una lista de los nombres de los en­ comenderos, el número de indios tributarios y las tasas formuladas según la cantidad y el tipo de productos. Esto, así como una información suplementaria acerca de si las tasas habían subido o bajado desde la época de los incas, era pro­ bablemente, para el uso de los oficiales de la Real Hacienda y respondía a inten­ ciones estrictamente fiscales 3. Toledo decidió primero que, debería efectuarse una visita mucho más am­ plia en extensión que abarcara todas las* tierras del virreinato, sus pueblos, su historia y cultura, y su suerte bajo la administración española; así escribió una carta ai Rey: “Hay otros muchos útiles que resultan de esta visita, que por no cansar a Vuestra Majestad no los referiré aquí; sólo quiero concluir con uno en que a mi parecer se suman todos, y es la noticia que resultará a vuestro Visorrey de conocer las personas del reino, de entender sus. talentos e inclinaciones, de verificar por su persona los hechos de las cosas para poder mejor acertar a gobernar el reino y servir mejor a Dios y a Vuestra Majestad, a quien suplico considere si es trabajo de algún momento hacer esto en tierra donde los mas de ella de todos estados juran que es perderse el reino y para confirmar esto, forjaron todas las trazas de mentiras y sofisterías que fuere menester buscar” 4*. De esta manera, la visita llegó a ser uno de los objetivos más importan­ tes del periodo inicial de la administración de Toledo, quien por lo tanto, se es­ meró en que se hiciera de la manera más apropiada. Y para obtener una segu­ ridad absoluta del apoyo del Rey frente a la posible oposición de los encomen­ deros, escribió a Felipe II en junio de 1570 que “Esta visita general y la calidad de las personas que han de. ir a ella se ha acordado por esta Audiencia y acon­ tado en el libro y también por los prelados y provinciales de las Ordenes que para ello se juntaron y ofrecieron las personas mas calificadas de ellas para ha­ cerla” E Poco después, por el poder de la comisión original del rey, y por otras cé­ dulas, cartas, provisiones e instrucciones conferidas en él como virrey, Toledo nom­ bró a los visitadores para el reino. La lista incluyó a algunos de los hombres más hábiles y capaces en el servicio del rey en las Indias. Según la instrucción ori­ ginal, los visitadores para Potosí eran: Damián de; la Bandera y Alonso de Carbajal. Para la provincia de La Plata, el famoso licenciado Matienzo fue ayuda­ do por Gil Ramírez Dávalos, los visitadores eclesiásticos Rodrigo de la Fuente y Gonzalo France (clérigos) y otros visitadores como Francisco de Saavedra y Uíloa, Galaor de Loayza, Diego Núñez Bazán, el capitán Agustín Ahumada, Pedro de Quiroz Dávila, Francisco de Lazarte y Molina, Diego de Sanabria, y Alonso de Carbajal. Los visitadores para la provincia de La Paz eran don Iñigo 3 Toledo.

ROMERO, C. A. 1924. Libro de ia Visita General del virrey don Francisco dé Rev. Hisf. 7: 117-120. 4 LEV ILLIER , R. Op. cit. p. 129. "> LEV ILLIER , R. Op. cit. p. 129-130.

de Ay ala, el capitán Francisco de Cáceres, Antonio de Lezcano, Gonzalo de Leiva y Diego Avila de Cangas. Para Chucuito, que había sido' visitado menos de una década antes 6*fue nombrado el licenciado Fray Pedro Gutiérrez Flores, Joan .Ramírez Zegarra, Luis de Tapia y Juan Gutiérrez Flores. El capitán Juan Maldonado Buendía debía ser acompañado en su visita de Arequipa por el vi­ sitador eclesiástico Pedro de Qufroga y Lope de Zuazo ayudado a su vez por un clérigo, el maestre Cañete. Pedro de Valdés fue designado también como visi­ tador, para la provincia de Arequipa. Rodrigo Cantos de Andrade, que había visitado una parte de Lima ante­ riormente, fue designado para visitar la provincia de Hpamanga; también fue­ ron, designados Jerónimo de Silva, y su ayudante, el visitador .eclesiástico licen­ ciado Merlo. Silva, probablemente, estaba viejo o enfermo, pues la instrucción estipuló que, en el caso de su muerte, su puesto debía pasar a Juan Palomares y Pedro de Mercado Peñaloza. La provincia del Cuzco, importante desde el pun­ to de vista económico y demográfico, debía ser visitada por Pedro Gutiérrez Flores y, según la instrucción original, “por salir del Cuzco en compañía de su Excelencia {Toledo) se nombró en su lugar-a Diego Barrantes Perero”. El li­ cenciado Gómez Hernández, Diego de Forres, Pedro de Mercado Peñaloza, el li­ cenciado Nicolás Ruiz de Estrada, Joan de Palomares y el capitán M artín Gar­ cía de Loyola debían ser acompañados por sus visitadores eclesiásticos respecti­ vos; el clérigo Luis Mexía, Fray Francisco del Corral, el bachiller Juan Gallegos de Espinoza, Fray Juan de Vivero, el canónigo Cristóbal de Albornoz y el famo­ so clérigo Cristóbal de Molina. Otros visitadores para el Cuzco incluían a Joan Ramírez Zegarra, al tesorero del Cuzco, Diego de Salcedo, y a Pedro Quiroz Dávila y Ordoño de Valencia en ausencia del capitán García de Loyola. De esta manera se pretendía conseguir los dos fines conjuntamente, o sea visita eclesiás­ tica y administrativa L Por primera vez en el documento que designa a los visitadores aparece el término “visita general”. Sin embargo, las instrucciones eran todavía muy li­ mitadas, y ^similares a las incluidas por Felipe If en su original comisión de di­ ciembre de 1568. De acuerdo con esta mueva instrucción, se -le encargó a cada visitador “para que visitéis personalmente los indios que están en la susodicha (provincia) y sus pueblos, contándolos y sabiendo las edades que han, y sus tra­ tos y granjerias y posibilidades que tienen, y los tributos que daban en tiempo del Inga y los que dan ahora, y lo que sería bien que den adelante. Otro sí, vos mando que procedáis contra los encomenderos, caciques y principales y otras personas que hubieron hecho malos tratamientos y otros agravios en cualquier manera, procediendo contra e llo s ...” 8 “y así mismo proveeréis y daréis orden como los dichos indios se reduzcan a pueblos para que mejor sean doctrinados y mantenidos en justicia y tengan sus repúblicas fundadas y se gobiernen entre sí, dándoles ordenanzas y manera de vivir; guardando cerca de todo lo susodi­ cho”' . . . 9. Como es evidente, con la excepción de la orden para fundar reduc(i Gard Dlez < 8 IN D IA S en !)

ESPIN O SA SORIANO, W . 19Ó4. Visita hecho a fa proviado de Chucuito por de S e n e s * e! cmo 1567Lima, ROMERO, C. A. Op. cit. p. 122-124. incluido en el legajo 1785 de ia sección Contaduría del ARCH IVO G EN ERA L DE Sevilla, están algunos procesos contra los encomenderos. ROMERO, C. A. Op, cit, p. 126-127,

XI r

dones de indios y para proceder contra los acusados de m altratar a los indios, el resto de este documento no es más que una solicitud para un libro de tasas de tributos. Un documento posterior, la “Instrucción para los visitadores”, incluye una lista mucho más amplia de preguntas que, de haber sido contestadas adecua­ damente, proporcionarían no sólo un estudio comprensivo del Perú durante la administración de Toledo, sino también un esquema, teóricamente excelente, de la vida entre los indios. La instrucción general para los visitadores puede divi­ dirse en varios títulos principales. La primera sección trata de la administra­ ción de la visita: los encomenderos locales debían ser avisados y se designó a intérpretes asalariados; la forma que debía tomar la visita fue propuesta, inclu­ yendo el requisito de la misa inicial y la declaración de los visitadores en nom­ bre del rey de España, asegurando el buen trato y bienestar espiritual de los indios. Esta sección está seguida por una serie de preguntas de tipo estadístico que debía proporcionar un estudio comprensivo de los recursos humanos del nuevo virreinato: se pidió a los visitadores determinar el número de parciali­ dades y caciques en cada repartimiento; formular una relación de los indios con­ forme sus diversas categorías: tributarios casados con hijos legítimos o bastar­ dos; viejos o viudos con hijos; muchachos de todas edades; viejos, ciegos, impe­ didos de tributar; indias viejas y solteras e indios ausentes, con información del tiempo del lugar donde residieron. La sección siguiente de las instrucciones, incluye preguntas sobre la tasa que debían pagar los tributarios, solicitando información completa acerca de las cantidades a pagarse, lo que abonarían y cuánto se recaudaría. Se les encar­ gó a los visitadores que se esmeraran al examinar los libros locales de bautismos, casamientos y defunciones para 'asegurarse de que los curacas no cometieran nin­ gún engaño. Con la finalidad de mantener el patronato y asegurar la conversión apro­ piada de los indígenas, se dio una serie de instrucciones a los Visitadores clérigos y por ellas, éstos debían examinar todosdos monasterios-e i-glesias de la vecindad y además visitar a los superiores religiosos respectivos, averiguando sobre su ins­ trucción y si cada iglesia mantenía un registro de su parroquia; determinar los límites de éstas, el número de frailes y sus órdenes, el tamaño y la calidad de los hospitales de los naturales, la, cantidad y el tipo de diezmos recaudados papa el mantenimiento económico de la .iglesia, y sui relación con los1novenos, y se les pidió averiguar si los huérfanos recibían atención adecuada. Otra sección for­ muló a los visitadores una serie de preguntas sobre los caciques y principales: cómo y cuándo fueron repartidos por los conquistadores españoles, cómo se su­ cedían en tiempo de los incas y en el momento de; la visita; cuáles eran suis privi­ legios y deberes antes y después de la conquista; qué tributos recibían; cuánto terreno poseían y qué servicios les prestaban los indios,, y si algunos de los hijos del curaca estaban exentos de tributo. También se les pidió considerar las con­ testaciones a preguntas parecidas en cuanto a los yanaconas y mitimaes. Se en­ frentaron igualmente con una serie de interrogantes de interés general, geográ­ fico y económico; estas preguntas incluían los temas de pastos, montes y árbo­ les; coca, guano, salinas, tambos, pesquería, “borracheras” y armas. X II

Un documento posterior, los “Apuntamientos a la Instrucción General”, firmado por Toledo en el Cuzco el 16 de junio de 1571 aclaró y desarrolló al­ gunas de las instrucciones anteriores10. Así, la visita limitada a la-formulación estadística -de un libro de tasas solicitado originalmente por el rey, por la in­ clusión de cada vez más preguntas de esta índole, llegó a ser efectivamente una “visita general”. Es evidente que desde algún tiempo antes de 1572, Toledo proyectaba una visita mucho más amplia que no solamente abarcara la tasa, doctrina, reducción y el maltrato a los indios. En una carta a Felipe II desde el Cuzco, el 1 de marzo de 1572, el virrey escribió: “ En teniendo lo que importa al servicio de Vuestra Majestad y asiento y conservación de estos reinos de Perú y para que con más facilidad se pueda plantar la Doctrina Cristiana y Luz Evangélica en los naturales de ellos y para la buena gobernación de sus repúbli­ cas y mirar la orden que se podría dar ansí en esto como para que fuesen man­ tenidos en paz y justicia y se escusasen las vejaciones y molestias que se ha en­ tendido que estos naturales han recibido.y cada día van recibiendo de sus caci­ ques y mayores muchas y dignas de remedio demás de ir proveyendo el que para esto ha sido necesario en esta visita general que voy haciendo en todas las pro­ vincias dél hasta ¡llegar a la ciudad del Cuzco, mandé hacer y se ha hecho una información con número de cien testigos de estos naturales de los más viejos y ancianos y de mejor entendimiento que se han podido hallar de los cuales mu­ chos son caciques y principales y otros de la decendencia de los Ingas que hubo en esta tierra y los demás indios viejos de quién sentendió que con más clari­ dad y razón la podrían dar para los efectos arriba dichos. . V *11. Los datos con­ tenidos en los voluminosos legajos de “ Informaciones de Toledo sobre los Incas”, fueron el promisorio, más no único logro de esta visita general extendida; Pedro Sarmiento de Gamboa escribió su famosa Historia Indica usando información re­ cogida durante una parte de la misma visita. “Informaciones” y la Historia Indica son el fruto histórico e intelec­ tual de una sección de la visita de Toledo, y las “Ordenanzas” el resultado judi­ cial y administrativo de otra parte de ellas. Este documento que presentamos constituye la ‘“Lasa” de la visita general de Toledo y consecuentemente la •contribucíón económica y demográfica. En los documentos originales de la visita, cada relación de un reparti­ miento estaba contenida en diez o veinte folios. Fueron casi seiscientos repar­ timientos en el área abarcada desde la Audiencia de Quito, por el Alto Perú, hasta la frontera con Chile. Estos documentos incluyeron las averiguaciones he­ chas en las instrucciones oficiales de los visitadores. Así, el volumen de docu­ mentos enviados por ellos a Lima debió haber sido impresionante, entre seis y doce mil folios en total. Si fueron archivados en legajos, comprendieron entre diez o veinte. Muchos de estos seiscientos documentos origínales de cada repar­ timiento, se han perdido y de ellos ahora pueden ser ubicados menos del 10 por ciento. !» ROMERO;# C. A. Op. cit. p. 126-127. 11 LEV ILLiER , R. 1940, Don Fronciseot de Toledo, Supremo Organizador deí Perú, informaciones sobre los incas {1570-1572). Buenos Aires. T. 2, p. 3-4, Véase PIETSCHM A N N , R. 1964. La Historia índica. Lima. Carlos Aranibar Zerpa, examina las dos en su Sarmiento do Gamboa. Biblioteca Hombres del Perú: 12. 1964. p. 105-109,

XXXI

Eí escribano para la copia original y para la visita general era el omni­ presente Alvaro Ruiz de Navamuel, pero al llegar el nuevo virrey, don M artín Ennquez, en 1581, eí escribano leal de Toledo se encontró'1fuera del favor del nuevo virrey, quien lo consideró “muy odioso” y lo reemplazó por su favorito Cristóbal de Miranda. Copió éste la tasa de Toledo en el Perú menos de diez años después de la visita general a finales de 1-582 o a principios de 1583. De ser así, lo más probable es que hiciera, por lo menos, dos copias del original: una casi completa, aquí publicada y la otra abreviada. Esta última versión ha sido publicada dos veces anteriormente; la primera, por Víctor M. M aurtua, está en el primer volumen de “ Prueba Peruana” del Juicio

— —

716 882 824

595

205 502 156 92 646 208 242 61 290 743 662 441

257 421 1299 592 313 152 59

M

V isita G e n e ra l d e Toledo

_

459 — 113 882 824 35 19 7 11

88 421 1299 592 313 152 59 — 157 281 75 81 646 208 242 61 213 248 662 99

V ázquez de E sp in o za ----------- :--------------------------------N M T V

a

- Curaguaci— ----------------------------- — ■-

121 299 43 160 23 232 25 249 26

m 500 266 19 51 194 22 378 149 37 ^ 35 48 250 29 299 22 11 36 30 25i 15 22 192

1871 YUCAY M aras ................................................... • v ■ Y ucay ................................ ...................... - Cupirpongo (y sus sujetos) ..................... Collas .......................................................•• Tam bo ......................................................... L lares (L aris) .......................... - ................ M abinga (M atlnga) .............................. . ■• Calca .......................... ; ............................... Puquises ..................................................... L am ay ................................................. - • Pom acorco ............................................... C him bopata (y Mollopongo) ................... G u atau m a ................................................... O m aytaxay (Orna y T aray ) ............... -•. M asca de O t a l o .................................. . ■■• • C aquiaxaxaguana ...................................... A m aybam ba ............................................... S ay recach a ......... . ..................................... G uayobam ba ............................................. A m aybam ba ............................................. P a m p a lla sta ............................................... P alp a ca lla ...................'............................. Sondor ........................................... G ualla ...........................................................

1872 CORREGIM IENTO D E ABANCAY A rabaya (y Conde B aba) ....................... A bancay ................................................... Choro ....................................................... ■■ C urahuaxi de J o a n G o n e s ......................... C uraguaxi de Cisneros ............................ Vrcón ........................................................... T ayrom a ..................................................... X acxaguana ........................... . • *...........

19 5

Y ataca .................................................... *Tononocarbam ba ................................ . • *

458 518 89 393 52 1030 344 74

161 178 35 198 11 343 47 33 37 10

229

83 103 3 72 8 177

46



155

— —

695

268

65 —

85

19

11 — —

573 36



263 390 43 209 52 252 25

10

209 242 34 612 209 56 117 35 48 250 22 366 61 11 36 30 251 15 23 190 125 470 43 1056 286 78 330 91 126 679

240 708 264



348 973 688

15

240 14



33 160 22 340 87 41 176 40 38 267

_

466 368 302

2

123 6



40 67 13 189 54 11 14 5 8 26

_

69 141 32

5

116 104 3 69 12 177 .t\ .

65 4■ 85 -> 695 *->

714 1949 688



929 368 1254 408 -89 35 645 213 129 47 1030 343 138 ........

258 656 302 64 169 228 41 754 293 57 172 40 38 267 45 445 62 39 19 118 268 66 117 155



XXXVI 26 70 40 21 15 143 51 5 229 312 139 22 686 348 438 44 1341 1157 777 693 330 406 253 2785 1896 874 446 329 755

1873 PROVINCIA COTÁB AMBAS C otaneras .................................. G uayllam isa ............................ C otabam bas .............................. O m asayos .................................. A quira Y a n a g u a r a s ................... P iti Y an ag u aras ......................... N aray Y an ag u aras (M ara-) .. Y aíiag u aras M a lm a y n a s ......... G uan eolio y Cha caro ...............

1874 PROVINCIA AYMARAES Collana A ym ará ......................... Taypeayllo ................................ Cayao A ym ará .......................... Chali uanca ................................ M udca y P a y ra c a . . : ------ ---Q uichuas ....................................

1147 1156 243 268 186 774

180 24 182 557 278 250 117 153 148

6 12 19 11 — 64 15 — 86 147 73 8 296 86

3446 2149 829 500 360 1236

484 46 1412 432 937 746 406 528 251

40 81 44 16 — 156 30 — 236 361 191 34 ' 786 462

8836 5195 2744 1297 908 3113

1343 135 4237 4123 2270 1864 947 1413 650

65 234 80 49 — 347 106 — 736 864 420 59 1957 989

2785 2142 874 557 418 1313

656 63 1742 1781 979 660 330 406 317

26 70 80 34 15 164 79 5 231 536 139 2-2 615 348

1147 643 243 188 128 393

215 21 560 431 284 220 117 153 130

86 127 73 8 240 86