Socialismo para una época de escepticismo

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BA:Lf H UJJtJJBAND SOCIALISMO PARA UNA EPOCA DE ESCEPTICISMO

IDlmRIAl

SOCIALI PARA UNA

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DE ESCEPTI

que sacan

prYWietll•j•

defensores en ta1•t del nuevo nlllllifl&¿

e libro en enero e A7PlllP!I. Ralph Miliband terminó est mayo de 1994, pero las pruebas en el hospital, en OUl!diel...-� vivió para v da en este mes significa que no nosotros, con agradecido, como lo estamos el manu por contrastar las pruebas con io cu El libro aborda muchas de las uvo m· �s•IO d1dll en los que Ralph Miliband est •

in embargo, el libro es un argum JI cxaOPCIO bio social y económico que eSUllClUUU: duración de una vida. Si logra de la naturaleza de dicho cambi s servirá para el doble prop6 "to

tífico para el que fue destinado. Nada puede compens ar la es agradable que las ideas desarrolltll•:.J este libro y en otros lugares sigan

Introd

e

Este libro se basa en dos proposiciuu�.. dílt;lQl�·�I es que el capitalismo constituye ac:ml1ml 1s;u,� -� para la resolución de los ma l que desarrollo. La segunda es que ha y capitalismo que ha ce po sib le la reaowm,q�, Estas proposiciones son dis·-·-.· decirse en contra de l ca pi 111•tlftn que h aya una deseable altem defensores del ellos insisten capi talismo no M911 también en que e&o• ••• remedio de ntro del m arco del s· e ta mbién, el capitalismo, con maq Pref:ribl e a cu alquie r ·

alte1tna U'lll egun est a v isi ón, expresada

S

Socialismo para una época

1

1 capitalismo, o más bien el capitalismo liberal, r�'"••­

punto final de la evolución ideológica de la humanitWltllll· forma final del gobierno humano» 1• La gente que cree esto acepta fácilmente que «el """"JIBI en una versión socialdemócrata moderada, sigue siendo, y siéndolo durante mucho tiempo, una parte de la escena

de las sociedades capitalistas, y que incluso puede lle si no lo es ya, una corriente de pensamiento más fuerte capitalismo del laissez-faire. Pero la socialdemocracia no es, en la práctica, una alternativa al capitalismo, sino . tipo de adaptación a él. Frente a esto, concibo el social comillas, como una refundición fundamental del orden l.'!Rl­ es el socialismo del cual hoy se afirma corrientemente un constructo obsoleto, para ser relegado al museo at proyectos visionarios que han proliferado a través de las la adhesión a este proyecto se entiende como la dem e una lamentable falta de realismo. Creo que esta visión es falsa y que la democracia una alternativa posible y deseable al capitalismo y la d italista. No puedo

probar

esto, porque la prueba ha

construcción de esta alternativa, que sigue siendo ealizar. Pero la ausencia de prueba, en la forma de una ialista claramente superior a las capitalistas, como en se alegaba que existía en la Unión Soviética y las es comunistas, no prueba nada por sí mismo. ,., ---ocia de prueba es concluyente es como decir q que sea mucho mejor que lo que actualmente mucho más allá del alcance de la humanidad.

del aquí y del ahora es ingenuo. Aunque no sea posible probar que una al capitalismo y la democracia capitalista posible presentar un argumento razon b lo que intento hacer aquí, sobre la b d de la empresa socialista a la luz d 1

tado (y afligido) al socialismo n de los grandes cambios que han el mundo durante décadas desde la 8J• 1 y particularmente en los últimos añ

Comencé a escribir este libro e• pir este trabajo desde comienzos Aquellos años fueron, sin lugar ttfM•

dlil•

m tico , y soy muy consciente de q , d han tenido una influencia profunda en socialismo. Durant un período que tro décadas, he discutido en varios escritos lllllUI• que se encuentran en este libro. Pero cr o •••••! libro ofrece perspectivas que van mucho y que reflejan algo del pensamiento al que ine­ los desarrollos de los últimos años. En este ti del texto se basa en el cuestionamient o de las idc tenido durante años y la respuesta a este cuestio1mu111e:mo largo del texto he puesto muchísim o interés en apartarme mulaciones muy conocidas (tanto las mías como las de otrt•� y emprender una genuina nueva valoració n del socialismo y de modos como podrían presentarse sus perspectivas. Mien •• esto, he llegado a ser más conscie nte que nunca de los IDIM• roblemas -algunos viejos, otros nue vos- que se le pl.amean a la empresa socialista. No preten do haber resuelto PJQlemas, porque no pueden resolvers e con palabras, sino en laDn1� tica. En otras palabras, no ofrezc o un plan totalmente nf ordenado de la alternativa sociali sta. Más que ocuparme de tarea semejante, he intentado indicar, desde mi pun o en qué sentido debería entend erse actualmente el les son sus problemas y cómo se podría hacer fre t En este libro estoy interesad o particularmente n 1 Nove ha llamado «socialismo factible». El e r·•'l'•¡ft.a un socialismo «que podría log rarse en el ti�eDllPO niño que ya estuviera conceb ido» 2• Por socialismo como un orden social nuevo, proceso que se extiende a lo largo de mUCDq l'l lUlill nunca puede «lograrse» completam1w.u.•­ implica un esfuerzo pe rmanente por o definen. En esta introducción de bería d e los términos. Lo que q rá analizado en el segund eriores, pero puedo decir aq go que implica dos objetiVi flmM democratiza ción que va mu la d mocr acia capitalista, y elJ•Mt � radical de las inmensas aaqu., de la dem ocracia capitalista. ·

·

1



es un me d o ese�cia l p ara objetivo, del cual argüiré que _ la soc1abzac1ón de una lización de los otros dos, a saber, activid ad econó mica. predominante de los me dio s de la . gna r a u na gran desi para a» ierd izqu «la ino térm Uso el a los socialistas, tidad de gente, incluyendo por supu esto tar la etlfl• también a los que podrían ser renuentes a acep socialista o a los que la rechazarían por comp leto. Se podría el término «progresista» para desig nar a dicha gente , esto es, que busca la reforma de varios aspectos del orden social dirección democrática e igualitaria. La misma design ación se ca también a los hombres y las mujeres que forman pa.tte. «movimiento obrero», así como de los muchos «nuevos m · tos sociales». Se puede situar a toda esta gente en el lado izq o progresista del espectro ideológico y político, aunque en distintos. El término «reforma radical», tal como se usa aquí, se a medidas de reforma que están destinadas a hacer una importante en uno u otro aspecto del orden social, de en una dirección democrática e igualitaria. Desde este DW!lllJI vista, los movimientos que buscan el fin de la discriminaci basa en fundamentos tales como la raza o el sexo t tán implicados claramente en la tarea de la reforma heria añadir que el libro, si bien hace mucha s recomen el progreso de los propósitos socialis tas, n MN9dllicas respecto a una inme nsa serie d t:eta• NMimente de interés primario para los SOCl. �1 18 •1D.;;trlmtKJrte, vivie nda, el med io amb ien , •mm IEllantil, impuestos, refo rma pen , podría extender ind etinidlain 1mm.-.c lll'•rtu· · · tas respecto a t�• .,..,. .. •a, r mi in i cualq i r caso la tar a

.....

Jntrodu

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n nnalmente se enti de que inlpliQaQ el dQr-J'W¡qtJ•u1�• tado existente, así conio la transfo.tma,ción 4101:0�•�� perspectiva no rechaza la lucha favor considera como preparación para una touaa de DOtlet .,...,.,,.""' ya en un levantamiento insurreoclonal ppJ>JW¡ A.llP�-�1• · •� tivas tendrán un exam�n critico en las Páaiuat Ü. lll í°4 •9': El término «Comunismo» (con C ma� r••c�a•1n men que surgió en Rusia en octubre de 1911 y después de 1945. El Comunismo, entendid en o tiene nada que ver, creo, con lo que Mar quis x o dedr ca:a �•Lt-­ nismo, un lejano estado de sociedad que se ...� abundancia, la igualdad y la armonía, un largµfs imo Amino va más allá del socialismo.

Los lectores encontrarán referencias a Mar.x y



mun"

del «marxismo clásico» en varios puntos del tato. La r�... esto es que el tipo de nueva valoraci ón de emprende aquí exige un compromis o con el .._•.., uub m� promiso implica Ull reconoci9Uento de lo importancia duradera en el marüm o clMice -y mucho más de lo que se dice CO OUÍDlllente--, �..llft ••111Q ..� bién un alejamiento de alguaas de sus Pff>Diq:J_._ caso, creo que el marxismo ha de toimanc c.• referencia principal en el n del so.:••a. El libro se centra en loa púse cap i1. a11"5181 •••-. •-• en el capítulo 1 aoaliz.o el o que occidental en el res o del , y en las perspectivas para los ml\11Ul0 stal cer Mundo» Las cuestion . relevantes para estos países: pero los problemas que pM011e diferente en estos 'ses, WMUS rentes. Tratar ad1eculW1D1C.U le .Q ftlM.lPU.fblllll los países ex com.UJ J111111 ro, que no SfJY cp�*�i.i-.1 ho · 'En el capf que se pued e ·NCJ u ase de esta En el capftlllo al proceder de n este S1°1D111Q.�1 lab oran ·

·



·

.

Socialismo para una lpoca de oc...-. cuestión que tulos I y 11. El capítulo 111 trata de una su imp ortancia, a menos atención de la que merece por que darfan la naturaleza de las reformas institucionales o·ftlltl' s J a la democracia socialista, y sugiere también otra ref de tal iento r6g1Qa lecim estab el a damentales que requerirí o i capítulo IV trata de las reformas económicas que prop r la «base» esencial para la transición de la democracia CIDlU a la democracia socialista, y examina también los problea&J plantearían estas reformas en el contexto de un capitali"llli� cientemente global. Los capítulos V y VI tratan de la crucial de la implementación. El capítulo V aborda la

de qué apoyos podrían esperarse razonablemente en favor . reformas propuestas en capítulos anteriores, y qué org a.u·._.. y estrategias serían las que muy probablemente prom.ove:llllll

proceso. El capítulo VI examina los problemas a los que se

taría un gobierno socialista, y esboza la forma en la que tal

no tendría que hacer frente a estos problemas. Fin amleil

•BUJlD VII examina qué perspectivas hay para las asoitaC llllw de ganar, en diferentes partes del mundo, m.UCllt anae el que tienen actualmente.

malD momento mi interés ha sido iniciar una discusi

requieren mucha investigación detallada y que dillaa de pesimismo en la izquierda sobre la posibili f.lilbio flindamental tiende a desalentar. El pesimismo prensible, pero pienso que es exagerado. Yo mismo

el tipo de cambio fundamental que implica el soci8.I0HBQ ria entenderse en el sentido de que éste cond de armonía peñecta. Tengo una visión mucho me-.." "" •

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lo que es �ible, incluso a la larga, y pi-.. .-.. . _ mcluso una versión más moderada del sociausmo

v�

la luz del dfa en mucho tiempo. Pl!lln se entiende en el sentido de que implica por avanzar hacia sus metas enton PIM!*a1!11 que 8': analizarán luego, se entiende com6nm quier otro para prepatíjr ._,_ .. se del argwneato ruoa que







de «democratización social» que ha ocurrido e n 1 capitali tas avanzados . Desde las últimas décadas del siglo n adel te la «polític a de masas» y e l crecimi e nto de mientos obreros han presionado a los gobiernos, cualesquiera gr d

hayan sido sus propias inclinacione s, a hacer concesio nes a la trabajadora en muchas áreas, lo cual ha tenido como r la creación de una amplia serie de derechos. Los países capi

difieren mucho en la naturaleza, el nivel y la sustancia de derechos: el capitalismo sueco es muy diferente en este del capitalismo estadounidense o japonés, como los p1i11"-1 Europa occidental lo son el uno respecto del otro. Pero en parte de los países capitalistas avanzados los trabajadores y familias han dejado de registrar avances importantes, p ·

·

mente en las décadas que siguieron a la Segunda Guerra la edad de oro del capitalismo en el siglo cado en New

xx.

.a.Y.LUIBll

En un artículo

Left Review en 1984, el sociólogo sueco Goran

boro argüía así que «en las décadas de los sesenta y los se

«el capitalismo avanzado experimentó una transformación J2osa pero considerable, cuya completa extensión e impacto ll!l!lll ll'il · --

social y político aún está por explorar» . El de transformación «capitalismo de Estado de Bien

''

"

que bajo éste «una parte creciente de los ingresos está determinada por las normas políticas y los d ue las actividades rutinarias del Estado están dedica wz más a la regulación y la provisión de seguridad º"".. -·y atención social y educación ». «Actualm ente, en los r>a11•

talistas avanzados entre un quinto y un tercio de todos 1 familiares proceden de renta pública y no de propie p ados por capita l público o privado» 1• Otr

han ugerido tambi én que, a finales de los s.�naL: de la socialdemocracia de compromiso con

el Estado de Bienestar, la econo dpios keynesianos y la tr'81Uiitontnacáóa aa••• ección igualitaria p una más que sus dvale , lu ;oa111 compartido• 2• ·

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ultó

cusación al capitalis1110

25

la década de Jos setenta en adelante Ja tendencia fue atacar cJ gasto público destinado a los seivicios públicos y de bienestar y

la reducción de los derechos. Pero incluso los gobiernos más deci­ didos a reducir el nivel de asistencia pública, como los de Gran Bretaña y Estados Unidos, sólo parcialmente tuvieron éxito en sus esfuerzos. El «Estado de Bienestar» ha sido erosionado con­

tinuamente, pero no ha sido, y no puede ser, destruido por com­ pleto. El «capitalismo de Estado de Bienestar» es una empresa

mezquina y poco generosa, y permite la existencia de grandes

zonas de amargas privaciones, pero actualmente es una parte de la realidad capitalista que sería difícil y peligroso subvertir com­ pletamente. Más allá de cierto punto, el recorte de derechos pro­

duce castigo electoral o desorden social, o ambos.

A la luz de esta evolución, y a pesar de todas sus limitaciones,

les razonable intentar la sustitución del capitalismo por un sistema

totalmente diferente? lNo es mucho más sensato presionar en

favor de más reformas dentro del sistema actual y alcanzar así un capitalismo con un rostro más humano? Si el socialismo se entiende en realidad como una perspectiva lejana, o como una comprobada ilusión, lpor qué no concentrarse en luchar por que

tales avances puedan realizarse, y olvidar una idea, una visión,

una utopía que hoy está ampliamente desacreditada?; ly no es

posible, incluso probable, que estos avances con el tiempo ayuden a transformar el capitalismo en la dirección deseada? Más gene­

ralmente, lno estamos ahora en un notable momento de la his­

toria en el que el capitalismo ha cambiado tanto, y con ello han

cambiado así las perspectivas y las expectativas de la gente, que

la idea de una alternativa socialista es una excentricidad cada vez

más irrelevante?

Tales cantos de sirena tienen hoy día un indudable atractivo para mucha gente de la izquierda 3, pero hay poderosas razones

para resistirse a ellos. Porque, se argüirá aquí, la reforma que se hace poco a poco no es suficiente para remediar los males fundamentales del sistema; y el abandono de la perspectiva radi­ calmente transformadora que representa el socialismo tiene tam­ bién una influencia profunda sobre la naturaleza y el alcance de la reforma misma. La historia de la reforma bajo el capitalismo muestra que ella ha sido una respuesta muy parcial a los «pro­ blemas» específicos y que ha estado constreñida por la lógica del . . capital. Lejos de intentar alcanzar soluciones radicales, los gob1er-

ocialismo para una � como un m dor s han visto la reforma radical, com prando paz qu ocurra la transformación nde las reformas ha n sido concesiones. Pero incluso do emócratas, éstas no han teni didas por gobiernos sociald esenciales del capitalilDltlñ resultado la abolición de rasgos lición rara vez se inten tampoco es notable, pues tal abo a por la reforma, de esto se dice para denigrar la luch ir que, desde esta lucha ha logrado; sólo se quiere dec

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n

·

rv

e la vía de la pectiva socialista, lo que se intenta mediant ación r necesita inscribirse en un proyecto de transform ser juzgados ambos en términos de las mejoras que logr bién en términos de su contribución al avance de este

Por supuesto, el carácter limitado de las reformas que logrado en un contexto dominado por el capitalismo no damento suficiente para condenar el capitalismo. Ello conduce por sí mismo a una alternativa socialista. Lo requiere es que se dé una respuesta a la pregunta ¿qué damentalmente erróneo en el capitalismo?, y también el caso de una alternativa socialista a él. En este capf interesado en la primera cuestión, y en los capítulos

·

dOll8JldO la proposición de que es posible un sistema ••diferente y más deseable. . ltDlPll tnor lugar, la cuestión «lpor qué capitalismo no?• combinación de factores económicos, social Y:amal todos los cuales están estrechamente interre segundo lugar, lo cual es crucial, está el argum. capítulos de la acusación al capitalismo y al ordeD el que está incrustado son inherentes al sistema por que sean las mejoras de que es capaz. Por esto s de un capitalismo con rostro humano es tan proble--.. . ble, Ciertamente, reducir los más grandes abusos no es posible erradicar su esencial inhum ani se requiere un sistema diferente, movido po rente.



� definiciones de capitalismo V'&dlllit

meJor como un sistema en el

qu ' d� los medios de la activida d etK>llMM aales, financieros y los relaca·'1UAll .Jll pertenecen a la propied ad P11'lYllM•t·ill el que la dinámica Prim oidiaJ,.;ea�•

rea lid ad de las fu rzas d ista , aunque e n con tra de él, el dom ini o cap ital áles son , en térm i n una realida d. Sie ndo esto así, lcu que se deb e na.• los capítulos principales de la acusac ión r d

1

ina ? el capitalismo y el ord en soc ial que dom

2 ... llf&l.lu Un larg uísimo capítulo de la acusació n al capi .... S1°11el• para dójicamente, a su éxito extra ordi nario como • avo. Hoy día los defensores del capitalismo recu.erdl .

&Smaels. en El

�MQ ·

.

PIJI• mºDCMlldll•�

manifiato comunista,

a r o persigue, proclam e · n to, pese a todas 1 ¡ do, y io, no es compatible con una bu na Ylda p · �••• capitalismo e tá esencialmente dirigido PO la -. de la empresa, no por la maero-racio"""""" a sociedad. Las mejoras de las condiciones de vida de 1 ••• 1 CltlKI las que el desarrollo de las fuerzas produof •

1 e pi

·

hecho una contribución crucial, son muy reale$, IJQ1r•a 1 lo los devotos más extremos del lais&ez..faire e las dos formas de racionalidad necesariam.eato al1CIQ-.

contrario, el desarrollo de las fuerzas prodl.Wdvas ¡Ita •• mpañado también por grandes males social • la .... _,... '" ª­ ellos debido precisamente a la dinámica de Ja tmDttlldP'8d� ue ha presionado al Estado a intervenir coa el hos males 9; y la capacidad del Estado de hacer a misma debilitada por el contexto capitalista en el uy complacientemente). Una muestra clara de la incompatibilidad entre el call••io lo que he llamado una vida materialme te se¡ura y JDCJQIJ•• nte para todos es la existencia prolongada, ind al d capitalistas más ricos, de una parte su ida en una horrenda pobreza y dell'&IDCJlOD. ofetizó en Tite Affb¡ent Society, libro ·PUl>U.Ctlc.10 1958, que la pobreza en las SOCJ0leQllCl'8 l a ser pronto un nóm no lOSliOUl.a_. ero la pobreza, la privación, la euemtedl.a Olm11-., '

IODr, la inm

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de POtiBODu

princi.Da1111eme VliM;m.QJIOO D11.ra1 lfl�•lilMlrl privado ºed

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ncuentra a su vfotima. Mientras los apologistas cel•tw•. .j

virtudes y los triunfos del capitalismo, aparecen ominoso

de recrudecimiento del racismo étnico y nacionalista entre bres y mujeres jóvenes que han crecido en la desesperanza falta de afecto y cuyas perspectivas de vida son completam sombrías. Las privaciones que sufren los pobres de las sociedades de ca talismo avanzado, aunque sean amargas, constituyen, sin embarg «Opulencia» cuando se comparan con las condiciones en las q �a de la gente del «mundo en desarrollo» está conde

••111t 7 a morir. Pero esto no quita valor a la realidad de

••'�de maCha gente de los países de capitalismo .... a

a:var:•

preguntarse si la naturaleza del cap· &ólo centrándose en la existencia en des

reaervas

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de fuertes

Dlftlllt!ll

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.,.. ••11Mltos, lejllí de•• t•�•

VlCl�lRi

qu

públi

pre taciones en el primer nivel d,epea.a

pacidad de pagar por servicios privados. BI eeauaaio ·B1PMI ..

n general es inferior al primero, es lo que queda ,... la

mayoría que no puede pagar estos servicios. En todos estos aspectos hay diferencias notables entre lot pá­ ses capitalistas. Pero, a pesar de todo lo que se dice de Ja

�·

trabajadora «Opulenta» y la devaluación de la importancia d9 ela­ se, la posición de clase sigue siendo una fuente primaria de i-o­ fundas desigualdades en relación con el trabajo, la renta, la vivien­ da, la educación, las oportunidades y muchas cosas que definen los modos de vida. Hay una vasta brecha -realmente asombrosa en los extremos- entre las condiciones de la mayoría de la pobla­ ción, por un lado, y las de los miembros de las clue& altas y modjas, por el otro. Incluso Suecia, socialmente mucho

mú avamado que

.otros países capitalistas, y descrito por un escritor

ooaMil

4'61

cerca que cualquier otra nación capitalista de la socialdcmomw:ia ideal de pleno empleo, seguridad

social e igualdad de ingreeo&» 11,

sigue siendo una sociedad de clase, con grandes dwigual•cb en la distribución de la riquem, el poder y las opoñQi.CllAi•

Una prueba sencilla de este punto es que los miembros 4o

r"'1G�

altas y medias de cualquier parte encontrarían, BIU)' QQRee ­

tamente, completamente catastrófico su descenso-y seria ua censcr- a la condición de inclUBO los asalariadoa mía El socialismo intenta conseguir un

8ICelllO

·

que redura1 1111i�

· &te1llel ae1.·tmrae> ente la brecha y prive a laa deaigualdades ea �r odioso y divisionista que tienen actualmente. 1 la imposición de una uniformidad ·

r el contrario, significa la

aeación d

aproximada igualdad de co

·

·

SOClOG •ll'. .-m •

nuina diversidad -una divenidad aec;a la DUllMK , · ento de capacidades que

M!Mt

.-­

ll�llt .:

ogadas actualmente por un Q81-� Pl'Cll•INl!llll411

able-. Un área diferente GOJMI•

idad de la empreea JJllr JIO•M está cargada de•••••• biente.

La .oalbmlMtlmtJ•��I

tratar la proro-..:a.�•1• casos, de

11'. IRGlllJl.,. Mltlltll

hombrea y la& 1111••1

n qu ha ber algo asf como. una-..a·•� tl0 11DC1••1 M111 ... t ambién será argumentada . .aemam•••i ••l.IJNI que la élite de poder de lu 10Ci•••p•LPD•• •• ·

en una extraordinaria medida, del éf� y de este modo constituye uaa parteJ de

1llllf \G.l•4•• ••• ·

fonul�dá-11 Se debería decir, a la vez, que Di la éüto• .. ••• •• de la clase dominante constituyen, en télminei)e 1111•••� ••1. parcialmente está moderada pm las

les, políticos o culturales, una clase unida. ••••1� .....

en cualquier otra clase semejante, hay ;iu;¡ um••• ••••· que se encuentran en ella, a menudo• • ..._ _._.._.. .,.. 1ancia . No obstante, lo que divide a la

cdtal •••-

cunstancias normales, es menos imponame '1118

lllMlll

a saber, la determinación de la mayor pane�•�·•N•••• mantener y consolidar el orden social

oxia•�

interés nacional, o la libertad, o la clelDQQnl• ol1••�••· que pueda servir, en un momento de� de legitimación. Estas ideas l�ns

aro

mo recursos puramente manipula.dona hm

ideas son profundamente creídas y sirven opósito de la auto-legitimación. • grediente esencial del

ejrmicio.

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tibie con la habitual manipulación de la opi..,.,

Ja. lalMfi

ºón de la verdad y el abuso del poder., Bn realda4• que medios censurables sirven para fine& elevados propia justificación para su

UIO.

La determinación a mantener y COUIOlidlJ'

plica el rechazo a todas la rei • • • rvadurismo siempre ha catado

e aceptaban, de mala gana o DOf la • iones, como un medio de cido por condiciones

población y poseen una·ttm-

••

••••N•••

Pero cuando se han · te11a ••••• ctores de división, ••••• • basa en el privileaio ·-�· miembros de la d&ID·:•••• menudo asombroaaat•q•

l*IJJll M1•

y ......

imaJMa

nían a ellas porque te&-.'.'!-· demandas.

••••

ocialismo para una 'poca de porcionada, que es ella misma una importante fuente . Un dato de importancia fundamental es que, en Gran 811:c11-.. el 10 por 100 de la población poseía, en 1993, el 50 por 100

25 por 100 poseía el 71 por 100. Bn otras palabras, el 75 por 100 de la población debía de PSeer el 29 por 100 de la riqueza restante 13• El mismo tipo de -

toda la riqueza y que el

proporción en cuanto a riqueza se puede encontrar en todos los países capitalistas.

La relación de los que tienen el poder empresarial con los que tienen el poder estatal es particularmente importante. Esta relación no es de ningún modo tranquila y armoniosa. Pero ambas partes, a pesar de todos sus muchos desacuerdos y diferencias, están implicadas en una asociación sólida. El poder ejecutivo del Estado actúa a menudo con mucha autonomía sobre materias de la mayor importancia y sin referencia a su socio empresarial. Loa ministros pueden tener de hecho poca simpatía por los negocim

y la gente de negocios y desdeñar sus horizontes limitados; y la

pnte de negocios, por su parte, a menudo desdeña a los políticos,

•11·114'8, según una expresión estadounidense, nunca han tenido IDIUC&ne la vida. Los ministros pueden estar interesados

en

alto nivel tales como el interés nacional y la seguridad

Pero cualesquiera que puedan ser estos intereses, su

auw· n depende en una medida importante de la salud

omía; y esto a su vez, en las economías capitalistas, eiado en gran medida por la «confianza en los neg,OQlllt

decir, por la confianza que la «comunidad de los n.ea• •ntro y fuera del país, tiene en el gobierno. El cul · f'f'8J111a 1t nza ha sido un factor apremiante, incluso detcr.IU.'11 'ticas y acciones de los gobiernos. En o MICl& Cl. ón

es aquella en la que el socio empresar111�• na influencia superior sobre su s i

MddO a u poder económico b.ido

14•

El ncc:o.Q

ara vez ha corrido un ri g a las acciones de los gobiic!! º mci1s.

lo que sucede CUIU'lG!Drll Ú6 cdalés SU, IXllI' QUICl(M U �; \1ll• di 1 tituidas por dea e1111•1t11»1

o trabajadora, que,CQ1�111�1 les países,capitalittas,·MN qUé esté diVidida a

u v.

._

••-

At'lisad "n al capi1alismo

35

artcsanl)S autónmnos y un estrato de supervisores, suhprofe­ ionales, subdirectores, que comprende a profesores de escuela, trabajador�s sociales, empleados civiles y funcionarios de gobierno

v



local que están en los niveles inferiores de Ja estructura admi­ nistrativa, y mucha otra gente con una variedad de ocupaciones. Estas son las personas que tienen un grado de poder y respon­

sabilidad muy pequeño en el funcionamiento de Jos mecanismos que a)udan a asegurar la reproducción diaria del orden social.

Todos los miembros de la clase asalariada comparten, aunque desigualmente, ciertas características clave. Primero, dependen

total o principalmente de la venta de su capacidad laboral por unos ingresos, o de una u otra forma de ayuda estatal. Segundo,

el nivel de estos ingresos sitúa a los asalariados y los beneficiarios de la ayuda estatal en los niveles bajos e inferiores de la escala de ingresos. Es fácil señalar algunos casos en los que los traba­ jadores cualificados disfrutan de salarios altos. Pero incluso sus salarios apenas se pueden comparar con los salarios que se paga a la mayor parte de los miembros de la burguesía empresarial o profesional.

Tercero,

los asalariados tienen en general el poder

individual y la influencia menores en su lugar de trabajo o en la sociedad. Colectivamente, la clase trabajadora tiene un formi­ dable grado de poder potencial, como es evidente en las ocasiones -por ejemplo, una huelga importante o general- en las que este poder se ejerce. Pero esto es un asunto completamente dife­ rente. Aparte de las divisiones que se basan en el sexo, la raza, la etnicidad, la nacionalidad y la religión, los desarrollos recientes

del proceso productivo han consolidado una antiquísima división entre una minoría de trabajadores cualificados, con salarios y con­

diciones de trabajo mucho mejores, y un ejército creciente de tra­ bajadores que están empleados en trahajos de bajo nivel, a n1enu­

do eventuales o de tiempo parcial, sin seguro de empleo o los b�neficios de que goza la minoría. Esta división tiene implica­ ciones serias para las organizaciones sindicales y las políticas de rabajo, pero ni esta ni otras divisiones en la clase trabajadora



invali dan el hecho de que ella sigue siendo, en términos objetivos, una mayoría de la población: la cuestión, que se considerará más adelante, es en qué condiciones dicha clase puede transformarse, e ª P sar de sus divisiones, en una mayoría política razonablemente coherente.

Decir que la clase trabajadora constituye aún la gran ma�.,.. de la población de los países capitalistas es contrario hoy dfa a la opinión imperante. lPues no es «la clase trabajadorb una

noción que está desfasada? lNo somos todos actualmente clase trabajadora? lO, incluso mejor, clase media? lO, incluso, clase media trabajadora? En los Estados Unidos, el término «clase tra. bajadora» ha sido casi suprimido del vocabulario político: los que

son muy ricos están en la cima, los que son muy pobres en el fondo, y todos los demás son «clase media», sean abogados y do c. tores pudientes o trabajadores de fábrica y tenderos. Otra de tales

nociones confundidoras cuyo uso se ha incrementado en los últi­ mos años es que estas sociedades están divididas sobre la base de «dos tercios, un tercio», que significa que mientras a un tercio

le va mal o muy mal, a dos tercios les va bien o muy bien. Esto

oscurece también la división real, que es la que existe entre

las

clases alta y media, por un lado, y la clase de los asalariados y miembros de la clase media-baja, por el otro. Las divisiones

que

se pueden encontrar en el seno de esta población subordinada,

como se señaló, están muy lejos de ser insignificantes, y tienen 1911seeueiac :ias

políticas profundas, pero en cuanto a poder

laetlD0ll. ingresos, riqueza y estilo de vida son menos profundu ·

·

entre la gente que ocupa los niveles más altos

•aic!le social y aquellos que están situados en los confiDes claae media-baja muy bien puede percibirse a SI que está muy alejada de los asalariados; y la percepdál gún modo correcta, en particular respecto a los 11a1111i

o cualificados, por no hablar de la gente q ••• de la sociedad. Pero según el criterio "8-•1t1ªnto de la percepción que puede ten 1

brecha entre la clase media-baja y las clm•�•• .-1em1o muy grande. �dftloda eliminación de la clase tral!HI

i•M•

••:a no eoITcsponde a la r ali.am1J::t1.wMl l -i�• l paíse capit.CUJD... m•• e lo.q

Adtsadó11 1/ c'apitali.wno

37

mejo r usar el término «clase asalariada». Como señala Alcx Calli­ nicos, «a pesar de la larga cola de parados de las décadas de 1970 y 1980, normalmente los 9/10 de la población en edad de

trabajar de las economías occidentales tienen algún tipo de empleo, en la mayor parte de los casos como asalariados. El hecho de que los trabajadores manuales industriales no constituyan ya la mayoría de los trabajadores asalariados no implica por sí mismo el comienzo del fin de la "sociedad basada en el trabajo". El trabajo asalariado ha llegado a ser, si cabe, en la última mitad del siglo, un rasgo más gene­ ralizado de la experiencia social, con el declive de la agri­ cultura campesina y la implicación creciente de la mujer en el mercado laboral»

15•

Los trabajadores industriales, de oficina y de servicio, junto con las personas que están a su cargo, en conjunto constituyen la mayoría de la población de los países capitalistas; y a esta mayo­ ría se añade además una «subclase» menesterosa, reclutada prin­ cipalmente, por decirlo así, de las filas de la clase trabajadora.

4 Las profundas desigualdades entre la población asalariada y la clase dominante, y la reproducción constante de estas des­ igualdades, no son toda la cuestión. Pues estas clases no se limitan a coexistir. Ellas también se relacionan mutualmente, y la relación en el capitalismo es inherentemente una relación de intereses opuestos. Eso es así por razones quc son intrínsecas al sistema. Donde más frecuentemente ocurre esta oposición es en el proceso

de producción, en la relación entre los empresarios y los asala­ riados. Los primeros están orientados, por las leyes inexorables de la competencia, a intentar sacar la mayor ganancia posible de sus trabajadores, con las restricciones que imponen las circuns­ tancias históricas específicas que influyen en las relaciones de pro­ ducción; mientras que los trabajadores buscan mejorar, tanto c � mo ellos puedan, sus salarios, horarios y condiciones. Los con­ flictos que producen estos intereses contradictorios se pueden ate-

nuar y rutinizar; y el conflicto es compatibl e con un a i m pea ... relación de cooperación por parte de los trabaj ad ores e n 1 de producción -tal cooperación, aunque sea poco gen�

esencial para que el proceso de producción no sea fata h ne11tt perjudicado-. Sin embargo, el conflicto sigue siendo un a Pa endémica del sistema.

rte

Además, el conflicto no está limitado a disputas entre el capita¡ y la fuerza de trabajo sobre salarios, condiciones y horarios. Aaun. tos más amplios, que afectan a las diferentes clases, están cona.

tantemente en litigio -asuntos relacionados con los derechos de los asalariados en el proceso de producción; los derechos sindj.

cales, incluyendo las condiciones que regulan la huelga; dereches civiles y políticos en general; el nivel y el alcance de los servi aos sociales y colectivos; el peso de las contribuciones; la regulación

de los negocios, y así sucesivamente-. En todos estos temas, 111

fuerzas conservadoras están implicadas en una contienda perma.. nente con los movimientos obreros, los partidos de izquierda

tros varios grupos que luchan contra las estructuras de p°*1 �.,,UJl,a u;¡iWJ.lU existentes . Las presiones varían mucho en intensidall 1118DWndlo al lugar y las circunstancias, pero nunca pueden

lli•mitrte eliminadas, y cada cierto tiempo estallan en lDaJDr

� •atriontaciones. Es necesario decir también que las «fuelm na.doras» incluyen aquí al Estado mismo. En relacion pital y el trabajo, el Estado capitalista no es de ningún al. El siempre proclama serlo y estar guiado únicamem.· • untos de «interés nacional». Pero los que dirigen el

•1m a encontrar que el «interés nacional» y los in•�--•

•r.tal coinciden, y actúan de acuerdo con esto, ••to estallan serios conflictos.

-• •mh10 de lo que ha ocurrido en los últimos ••• : •••i elle que algunos de los conflict os más aravu l.il .... �uaei:ta listas no han estado r laciona • ••�m · mo entre capital y trabajo , SJ·ne1;. Q11 M : a opres ión y la diª'""'·,- • mmcu·••• · ••ti flal 1dífiu1encias étnicas o

· •••• ' en lo interese

un&fM•fl .... ...-.. ar.Ht0n . Adcmú , mu.ct101i mm • dld.t1 ..,.,1'8ter de . ADU!.la

llllfiCM· ••e•

politica y, más allá de ésta,

n ..-

paises, se permitieron o .. "' ...w: an •

del Partido Com.Utd1111J 1111Jtllll a u n instrum nt

gabi

o,

:tat� lldlnél d 1 P'artttl�·

1�11rtllD• ..• >t•

1i1 f :11t. 1.-t111ut• el ile �IU �lfll9-- •

ones socialistas Las. ª''r'Jiraci

69

·

sto se hi�o var ió de país a país , y fue, al men os en algunos e n qu e e gurosam ente os n f�r en � oso m en , s las o últim as décadas que de ell del apogeo de esta o hn1s mo . Y el cont rol desd mp e arr·b en el tie . • a to « 1 p cier ura l ' 1smo n » u en ía las u más cl altas ex esfer as del SIS no a en que d ' d me intere 1 ses la n d ivers os y grupos de presió n tem a, e uno o �tra e l otro por recur sos y ventajas com petían el 3. Aun segu1a siendo en todas partes esenc ialmen te mono así, el sistem a ­ cuant en resivo o a propó sitos y prácti cas, con poderes lítico y rep .

·

_



inm ensos y arbitrarios asigna dos a u n aparato policia l gigantesco. La elim inació n de la disiden cia se realiza ba en nombre de un

Partido oficial y una ideología estatal, es decir, el marxismo -le­ ninismo, promulgado después de la muerte de Lenin en 1924, complementado en algunos casos con añadidos locales, tal como el pensamiento d e Mao Tse-tung, o el pensamiento de Kim 11 Sung u otras variantes. Esto era un catecismo que no admitía ninguna desviación respecto a él que no estuviera sancionada ofi­ cialmente. Era imposible conseguir que todo el mundo suscribiera la ideología oficial, pero era posible castigar el abierto disenti­

miento de ella, en cualquier esfera, y esto fue hecho, de nuevo con diversos grados d e severidad, en d istintos países. Finalmente, algunos regímenes comunistas, sobre todo la Unión Soviética, China, Corea del Norte y Rumania, fomentaron un culto a la personalidad que alcanzó dimensiones bastante extraordin arias y grotescas, con la atribución de cualidades sobre­ hum anas y cuasi-divinas al líder del Partido y el Estado; y esto era un culto que, d e nuevo, no admitía el disentimie nto público. Este es el «mode lo », el cual adquir ió sus formas más extremas

en los años de Stalin en la Unión Soviética, y que ha colapsado ahí Y en Europa del Este. En China , un Partid o Comu nista que

perm an ece bajo estrict o contro l está al frente de lo que parece e ser una transición gradu al del Comu nismo al capita lismo , aunqu los líderes chinos an niegan que ésta sea su intención Y proclam que su prop cado ósito es la crea ción de una «economía de mer social ist a» . muy Sólo Co rea del No rte, Vie tna m y, de un modo di ferente, pero Cuba siguen sien do hoy día reg íme nes com uni stas, te no se sab e por cuá nto tiem po. En cual quie r caso, actual me � ta· �o se cree qu e ninguno de e llos proporci one el «modelo » de � hsmo qu rda e, en un mom ent o ant eri or, mu cha gen te de la izqwe Pe ns aba q ue rep resentaba la Unión Soviética.

ocia lismo para una •"'-"· 3 muchas cuestio nes que se puede n plan tear so exper iencia comu nista, se pued en escog er aquí dos: ¿ punto era dicha experie ncia el produc to del marxism o?• De la

relación tuvo ella, si tuvo alguna , con el sociahsmo? El marxismo ha sido visto a menudo como la fuen te

de los rasgos negativos de la experiencia comunista. lHaitl punto está justificado esto?

4•

En cualquier valoración seria, la respuesta, en lo que co al marxismo clásico, es: «no está justificado de ninguna nutP Es posible encontrar en el inmenso corpus de los escritos de

y en particular de Engels, formulaciones aisladas que tien:en

ces claramente centralistas e incluso autoritarios, pero

dinamismo de sus escritos apunta firme e inequív·Odlmuil

. - . .....,.1'1' '-""

di'rección. Tampoco se encuentra en ninguno de sus e

msinuaci6n de algunos de los rasgos más

Lmenes comunistas, el sistema de partido único;

•· •lCfeltlad por un Estado represivo y dictato

lldlídidad, con los que tanto M arx como

Bl'llld� t

llDtm deíOeñosos. En relación con el ·mat

,,.. �,.

nsamiento de Marx un profund aban'ecim iento exagerado- de u po

lá necesida d, en términos socialista s, de m •Mlllll llllll""'lil fl la sociedad ; y fue Engels el que t>nWOll NI ltf l•laalliº!ia. después de la revolu ión socUI• �

.-aanto a la prop iedad públi ca d ¡: .... .11...._ il(4ilr& M!!fíttiid qu.e Marx y Engels erey·8Mkn ... �

.,. ._. .,_.. e noial de una

M_.m' .q

la

ganizaci

•BJ mas en :11111ado

a

soc:m · W!IIl a.

La aspira

ion

m

nudo se arguye, en contr p ue dan haber dicho o int 1 0 qu e de su mo do de pen ar,. cado n es . . ta, r·0, �.,,..,.. . rehe ns1va y revo 1 uc1onat eomp , � una ciertamente prod uc1an rl. as» ' y . . práctica sus asp1r ac1ones, el réaim.ent

mNU

en

y en otros países 5• U nió n Soviética Es ta es una visión de la renovación .- 1Ci9l

•íl

es inherentemente no plausible, pu diciones específicas en las que se e: qn11111�ir*ill

el grado de apoyo que tiene, la �tun•11 ,.. ... provoca en los que tienen intereses, • �Dfldli•• lllm de aquel los que están encargados de condiciones históricas en las que ella Ml""1iil

en absoluto que el cambio social COibflll••• ••••• mejores condiciones, sea algo fácil o que • ¡•••-•• las advertencias sobre los peligros que riencia del siglo

xx

muestra bastante bi

gros; y puedo decir aquí que mi propia a la cuestión del avance socialista

1la

ap1J01•••••

conciencia de lo delicado de la aaimc•.f precaverse de pseudo-soluciones

ataltorilllliil 11111111 •

Lo que esto si, �·..,_ •t :M••atl analiza a lo largo del libro, pero cmmtl�Íldllil lllllfM

él debe afrontar.

tiene se atribuye a las dificulta radical, los socialistas han de r·ecta11 a gran escala del orden social qu u · ••� • dena da por definición a conv"•ttnia ..J!!• •• ducente y catastrófica. Deci r

form a extrema y debilit ante

Los líder es de los regíme n¡•· �•••I han siguiendo fielmente las .lllllt UU• bien pueden haberlo creatc» �--­ r conviccio nes se puede tQDl•J •• retórica Y la propagan da ••• e n � es se apoyaban en t é c1o n a do s, p ero la práctica •• mo clásic o. ·

lo qu e dio forma a . -.. . t0 d 0 p or las c onebt · 3' 0• • ••



on

ira ci La a :p

inte rnamen te, llevaron a cabo rad ones de propieda d, en la estructura d et ºe a r laci s político y en el vocabulario la ••aifl el sis tem a ab�luto carecían de � "8ftl l*lll• gros reales en rime ros anos, y en comparación eon l:4111m11. tm • n los p e habí�n reemp �az ado . M�cho • ·'. •• �• tt•• 1l egím enes qu . atención mico, samtaria y ·ed1DllO.lll; ili118Bfíl econó to ien m creci idades para la mayoría d de empleo y oportun en general, en desvemaja. JtS• entonces había estado,

r �: ;



afecta a la realidad del autoritarismo y el carácter t'ClllBllre: estos regím enes, pero estos rasgos tampoco anulaa ti"íellmdlllie RBDCIS los avances que se hicieron. Como se señaló antes, ayudaron mucho a todo el que estaba inclinado a pasar por al

los aspectos negativos de los regímenes comunistas y a alentar la esperanz a de que cualquier cosa que pudiera ser errónea remediada eventu alment e.

4

La segunda y más i1J1portante cuestión a que invita la tllDe -

riencia comunista es la de su relación con el soci

·



La cuestión a menudo es desechada como un m de de finiciones arbitrarias. Así, Wlodimierz eco nomist a socialista, escribe que «negar a los Daiísar :alllll• el "títu lo" de socialismo equivaldría a una íJ " weltllMa d ...

sociali sm o con rasgos fundamentalm nte ü " macullal"11�•• min ación de lo negativo por definición» 6 .rcmr nr •1111 1 • Brus acepta la «definici ón institucio nal c:1e1 111m •

Sch u mpeter. «Por socieda d sooiali

�apitalism, Socialism and DemocM instituci onal

en el que el con trol dn �tcs • se otorga a una aut orid ad cen tral ..JiiC'f :ii• como cu esti

ón de principio los aal•M rt � enecen a la e sfer a púb11i"ea1 " 1m cialismo centralista », com o lo s ente arb it lll raria , suficient·: vi At11M8 c hu m p e ter hacer la muy e anflll PUede se r c om pleta y v·OfdftBlll em b a rgo por un goDeJm& •Jd

¡ra cion es socialis tas . p \ , l ( I J IS

15

i nte rna c ional e n el tiem po de la Revo lu Cl 6 D Bol. .l t s. t i. l y o b r e ro . .

ran , d es d e e l pn nc1 p10 , una visi ón m uy crít ica de uc a d o p ta . , ci10d.v i·q ·l A ue. s1, en ev1q lch bo arl 1 9 1 8 d u ra K Kautsky escr 1' b 1a ' que . l a 1ct ' . . s.. . e 1 soc i. a 1 1smo s in demo craci a es so t ro impe ns abl e. «pa t· a n o 1 . smo M odern i So r o no sól o la organiz ' c a t m os po aClón . ., E n t en d e 1 , sino tam cc1o , b n ' ten u d a org ro aniz ación dem ocrática d e la p so c i a l ed a d . D e acue r o con esto, para nosot ros el soci alism o de la soci ar ablem ente u n i do a la democracia . No hay Socia lis mo e s tá in se p cia» 9• En e l otro extrem o del espectro socialis t a Rosa si n dem ocra mismo tiempo q u e elogiaba a los bolcheviqu s por Luxemburg , al a tomar el poder, fue tambié n severamente haberse arr iesgado a co n la supresión q u e h acían ellos de las l ibertade s civiles. crít ic Ell a escribió qu e .

, · .





«libe rtad sólo para los p artidarios del gobierno, sólo para los miem bros de un partido -por muy numerosos que ellos puedan ser- no es libertad en absoluto. Libertad es siempre y exclusivamente libertad para el que piensa diferentemen­ te . . . Lenin y Trotsky han establecido los soviets como la única representación verdadera de las m asas trabajadoras. Pero con la represión de la vida política e n el conjunto del país, la vida en los soviets debe de l legar a estar también cada

vez m ás mutilada. Sin elecciones generales, sin irrestricta l ibertad de prensa y reunión, sin un libre enfrentamien to de opiniones, la vida se exti ngue en cada institución pública, llega a ser una mera aparien cia de vida, en la que sólo la burocracia permanec e como el elemento activo»

10•

Sin emb argo, la relaci ón de la democracia con el disent imient o es más amb igua de lo que d an a enten der estas formu laciones . P,u es la dem ocracia, sea que se entienda como l a r gla d� la ma� � . efectiVo na o , en un sentid o mucho más ampli o, com o el e1 erc 1c10 ción de del po der pop ular, es basta nte comp atible con la eli mina cto par-­ f? rm as de disen timiento que llegan a ser, e n algún as� ti�ul ar, i n ace p t a b les para los que tienen el poder , qwen es mu, b ien p u ed la grea en estar apoyado s por una mayoría, in clu8? . os el r a es '!"1• ' sm ü a h o laro d c , U . e plo p la my í n ej e m oblación y la persecución de comunistas y otros mie mbros de la qu e se d ed ,_ llfli._I icó el gobierno de los Estados Uni dos :.. a en cu anto a esto ant es ) , cul min an do en la oa1a t1•lll



945

(y

1 is

, ,1,ür1 iones ,\'O ·ialistas

77

' l lldr•s l l l S regímene s dem ocrá t icos impone n ci' er t os lí m 1. te s al y a I os me d 1os ' nto c: med u ian m te t los n que se art'•cu 1 a e 1 d . d is ise n,m11tes a 1 d erec h o de l o nt . expre si ón ' de reu ni. 6 ti m ie n y d e act i. . ,, . . ·

·



·

·

·

·

vi dad po ltttcd-. ,,L·as fcues tion es cruc ial es son: hast a dó n de 11 eg an cuan e ectiv as son l as restr i. ccion los h m1 tes,. y es que se hacen pod er, en ttcncn e l e Esta qu do y os en la socied ad , en su t al ra1scnt im1en ' de d 1 to y los nto disid ie entes m . a Este punto se refiere, t tan a esto to l a dem , pu ocra cia soci alist a como a la demo­ por su cracia capitalista ' y se á ex�m i nado de nuevo dentro de poco. . ,, La de m ocracia esta 1nt1m ame nte rela cion ada con la igua ldad , en tanto que ésta es l a segun da propo sición centra l del socialismo. Este implica un igualit arism o a grand es rasgos, el cual es distinto de la igu aldad perfecta , que es una idea insosten ible, pero es, con todo, un igualitari smo que ciertame nte busca la eliminación de las mayores desigualdad es en cada esfera de la vida que carac­ ·

·

·

·

·



teriza a l as sociedades profundamente divididas en base a los ingresos, la riqueza, el poder y l as oportunidades. En otras pala­ bras, el socialismo trata del advenimiento de sociedades en las que las profundas d ivisiones económicas, sociales, políticas y cul­ turales con el tiempo habrán dej ado de existir, y en las que el poder, concedido actualmente a una minoría relativamente peque­ ña, será repartido en toda la sociedad. Esto es muy diferente de

un orden social « meritocrá tico», que sólo significa que la llegada a «la cumbre» se hace más fácil. I ncluso esto está lleno de los mayores obstác ul os en socied ades de clase dividid as en las que

«la igualdad de oport unida des» sigue siend o más bien un eslog� que un hecho. En cualq uier caso, por muy desea ble que sea, o VIa­ mente, que l a gent e que hasta ahor a ha estad o � n �esventaJ.ª e� cuanto a clase, sexo , raza , etc., no sufra por mas tiempo d1scn­ min ación y sea cap az de usar sus capa cida des al máximo, s� ª�� ­ so a «l a cu mb re» no aca bar ía con l as estr uct ura s de dom 1nacio n exis ten tes. La asu nció n por par te de mujeres Y gente ne �a de posici ones de poder no pue de tra nsform ar por sí misma u n sistema que es profundame nte antidem ocrático. ia 1 La te rcera prop osi ción y la má s co ntrovert ida , es �ue e SOC .. ' en ,ia social izad a, ri smo sup om n eco una de nto one el adv eni mie .vWld dios de la acti l a q u e al m enos l a pa rte predo mi na nte de los me · -·� ·• & la ec n óm i ant es » n mi do as r tu c «al a, especi almente las ? , contr 1,A· v a:i�,;:�_.. 01!ª' . end ría baj o var ias for mas de pro pieda d PUb h cos o soc iales.



·

:

Socialismo para una época de ese �

78

. epttcts1no .

En la introducción describí la socialización co mo un esencial para la realización de un orden social de mo cr ático �ed io e i a litario. Como tal, también es una proposición ce ntra l de l g� s . o . ,, a 1 1smo. . D urante mue ho tiempo, esta propos1c 1on ha si d o a ci tac aad fuertemente por los escritores y los líderes sociald emócratas n un. ' . ah ora h a sido relega ca tanto como en 1 os u,, 1 timos anos; da en términos políticos prácticos, a los márgenes de la vida polí� i y ha sido constantemente objeto de denuncia, rechazo y bu r ' Sin embargo, el hecho de que la socialización de una parte p � r dominante de la economía actualmente esté descartada y recha ­ zada por las principales organizaciones políticas de la izq uier a d no puede emplearse por sí mismo para invalidar la idea de que es una condición esencial (aunque en absoluto suficiente) p ra a la consecución de una sociedad democrática e igualitaria . La cu es­ .

.

� :

tión real, en términos socialistas , no es si la socialización de una parte predominante de la vida económica es una parte intrínseca del significado de socialismo, sino cómo debe realizarse en

el con­

texto de un creciente capitalismo multinacional. Este y otros pro­

blemas relacionados con la socialización serán analizados

capítulo IV.

en el

Debería recalcarse que estas proposiciones están inextricable­

mente entrelazadas y son igualmente importantes. Esto se debe

a que no puede haber verdadera ciudadanía sin una aproxim ada igualdad de condiciones, y tal igualdad no es posible sin la socia­ lización de una parte predominante de la economía . Del mismo

modo, la propiedad pública sin la democracia sólo puede pro· porcionar la base para el estatismo autoritario, como lo h a de mo ·

trado una larga y penosa experiencia.

1 " ha De las tres proposiciones, sólo la tercera, com o se sena o , sido rechazada explícita e intensan1ente, desde los años sig u ien � a la Segunda G uerra Mundial, por personas que se h a n ll a ��d " pcrm1t 1 L a s1 mismas, con to d o, socia l istas; ' y por supuesto e ta . ta a cualquiera que rechace la socialización aprop iars e de la etiq�eto socialista . Pero esto se debe a una falta de co 1npre nsión d e et! ªº0 esta 1nvo l ucra d a 1 a sociahzac1 on en los otros fm e s de 1 sci a hstll ' r q ue l que teóricamente suscribe n las mismas perso nas. C ua q u i e a d ad re ¡ 1 ' sea el nombre que e l los elijan para autode nom ina rse . e n. a 1 ¡8 er son reforma d ores sociales q ue están intere sad os ma s bien u 11 o n i mejora del orden social existente que en s u s usti t uc ó por > e. completamente diferent e. El término « reform ad o r soc i a l» n t •

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rmi no ofensivo: d nota · la que ocupan los socialist mica estén bajo prop11 · ro.ai ,, � •if .11•• tividad econó l deb� es� dominado Ull0 1Dl1 ° mer mr;: ál ••� M #ll at rd en socia fid o privado, e1erc1endo la gente q o moaee medios un poder y una influencia .en ont11tnm•�! •�---�

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y nados sobre el gobierno la sociedad Para sería indudablemente algo más fácil si la IOCWUllOJ!!ttt JJ•� •1111• i1118l . • ""'1M i• ••1t una de las princip ales proposiciones del

lización no es sólo una empresa compleja, si.ao tl�IY. IAI MP, m uc ho más gente de la izquierda encon tr� ,q�g. A*1 tM8 table suscribir la idea de socialismo como dl��-�

tarism o, al menos en teoría. Una razón im�to Qf, fJJi :J•a• · -�- � JDMpa!IU es la asociación de nacionalización con ceair�

y otros males. La propaganda conservadora ha eo1ttQIJIWOQ J1.1•1V a esta imagen, pero hay bastante en ella gue hQ p� ,,..., ...�

�UlAll Jlail que debe tropezar su implementación. Esto ]J.ace nalización una idea no atractiva, aparte d� las

importante aún para los socialistas explicar que la natjQRMQUal

al estilo antiguo difiere mucho en forma, COJ)tenido de la socialización, coqcebida como algo intñDs democrático. Debe verse al socialismo mismo como � d

democrático que durante mucho ti mpo io M'ilC«lfUd! sólo el socialismo puede dar su si �llfAllllell

dades capitalistas, la idea de democrac a '.oiÍli ftll" reducida en alcance y sustancia de naza que ella plantea al poder y ortO(llcJr • lismo, por el contrario, está coimtlfaml ció n de su ámbito . El poco em:mt•ll en el siglo xix fue Alexis de rocm•

Democracy

America libro DUl*llll dijo que la democra c a, a 1 con diciones» que pen 6 in

i

dos, estaba abriéndose CUBMll democrát ica --escribió u estro me dio; todo el -..111 � os d el mismo modo. nu• ntenctoia un accidente¡· •• q ue ella es irresistib



?

f,

ira LaS 0 p

ion

socialistas

la luz de l sig ni ficado qu e i llll o qu e la práctica de los r·o � Dll •lllN llill es obvi º yo r pa rte, má s b t en u n a nega,11\·�- q, _., __ ,.___ pusiera? los princip1a1 .tatM• 11t1 ifica d o Ellos A

-_.

:�

.

(en l a mayor1a de los

,, ra•••• I eco nómica demostra o per ron d púb lica, . pie ad �racia, no eqw val e a maa qu C81'8ti\ftl•-•ll oc m de n si poc o fueron igu 1111·1 •• -••• Estos regímenes tam estructur as de pod er y priv ilegio que hicie,•� •1-111•• ·

.

de igualdad de condicio nes una parodia.. nistas han sido descritos en la izquierda coma

•11111m•••

listas, o Estados obreros degenerados, o ·e11••• 0 colectivistas burocrá ticos y así sucesivamem de todos modos que ellos constituyeron, on



una terrible deformaci ón del socialillBO y, negación.

5

Ap enas es necesario insistir, en este mem•MM•

en que la realización de l as proposicion.a&.i•IDll••• o i n cluso el avance hacia s u realizaci

yecto sumam ente arduo, lleno de emoue•· l'1r· •• gente de la izquierda ha aceptado bCJJr .fla:JJ • •• ep istémico» , cultivado previam tes de l o que es posi ble m edian La respu esta apropiada a esto teados por la 0 -... ·' •• t construcción soci: allll resolver o, e n primera inst anc i tn inuir, en el supues to, que su resol u ci ón o disminució . De to do s los pro ble m unport anci a b astan te e xce�PCit•• e pre tn s a soci alista e n sus ••• bl e ma. 8 par ece n ser, e n 001 11111•• P ri m e r o, está e l des ans "" • •1 e n o s po r l a recie . nte a-..las � � . capac i d ad e s hum • 1:41. ft.'li89'J � "V\: Ial •st a -u na cree•1.R1J� ·

hu ma no , o, r nita d lo fe01tiD1 lJ t" c1ad en cia en que 1 más contemporáneos, la cre mi n gan�ars� ell� IDlllUO!lf8w perfectam ent e capaces de º! áticas, 1gu ab tari as y que ..,.IDllliii nid ade s cooperativas, democr todo s l os confl icto¡ DLui. ••ri. bieman, en las que cier tam ente rían a ser cada vez ·-� sido elim inad os, pero dond e llega ho tiem po antes de ...� cuentes y graves-. Transcurrirá muc se realice completame nte, pero el punto de parti da Relleil � guna maJtdtnt"' socialismo es -tiene que ser- que no hay nin •

implacable que condene a la hum anidad a divis ión y

petu as.

l. uq._.

Toda la historia, y ciertam ente la histori a del siglo � · Pifia proporcionar una fuerte refutac ión a cualqu ier opti mismo. 1118 j ante. Hegel dijo en cierta ocasión que «la historia es dero», y él se estaba haciendo eco de la observación de J1Ullll; a " Maistre de que «el hedor de la sangre surge de las p13111• • Ja historia». Nunca ha sido esto más verdad que en este .¡to

final violento de millones y millones de vidas en la

Prim era

la Segunda Guerra Mundial, los campos de concentn\dón

historial sanguinario del estalin ismo, el costo hnlJ80

fllliilmo .maoísta; la matanza masiva asociada a la w:lría -por Francia en Argelia y por los Estados um•·• i l'. 1fil•am. la matanza asociada a la « limpieza é:Dtiilll < �\lllll!llavi a y otros incontables desastre

cce

hombre desde 1 945 , acompañados de tificar en contra del optimismo socialist

bnismo de la derecha. Esto mismo ma.m·�mart 4 .._. as las apariencias, las cruelda des que lo su•• • �•íagon os unos a los otros en el curso

tión que este inter mina ble catál og lulistlmtemente a cualq uiera que esté corDOtm• 88&

representado por el sooi. dllm.Gtt •f P.t man aI hum ano con el cua l se van eooperació� la sociabi li '-·•1· d CD1Jtrario, al más pr·0tultlth:) ••

••

tipo d o·-·- ***'ll lt ll .noclOll , de. p,��..

· ua;:i 4 111amidie



ias a pira

d� d1

d

ion

d mo er t i

ca p i t al i

tas , m

¡mt._._. ... g n era l de la oci edad q u se¡ n l t al es 1. nt e rrogan t c¡� � -U n a rép lica a .

,

ue

una «so l ución per iem&l.N pro p o rcio na q um a n ida d; ta mpo co prom ete u n. orde nI ••�.. h do-- e n el que t o d o es para s1empre ••• 1

un

asiado fácil , pues i11Cl e st o e s dem necesita enfrentu1c a l . .nrt•• • nos amb icioso del conflict o y la idla min ución p rogresiva ente «utópi cas» . no son peligrosam Sobre esto hay algunas puntualizacionelll ..,. � •••--111•

��;

sugieren que el caso no es tan comple:Wllllh· JGlll••••M

como a menu do se entie nde. Una de tales puntualizaciones es que la ¡na •Mlllll llilll tiva que tan extensamente forma parte del Jetlill• flllMllrAMlllll• ha sido el resultado de una acción pur amt.n tC :C11IOIMllMl 44• de abajo. La idea fácil de que « todos SOlllOI m•tall•� •· il'JID bución de culpa a la naturaleza humana en "'UONI

e11J111te1• ••·

cialmente significativo de que es de arriba de dGtlda lfa�, ••• ­ casi siempre el inicio y la organización de la· •••IMlll!ll No fueron «las masa» quienes decidia:oa � ca•níl• .tt m• de gas, quienes organizaron el gulag, quieaea

inim.'08l • •

desastrosas asociadas con e l m aoísmo, quieoal mmca• • bard eo de Corea « regreso a l a Edad de Pi. cd•• •Mllli dieron sobre la saturación por bombardo o de� M••• IJll Y quienes prepararon el terreno y organizarl a •; •• ca».

La m ayoría de tales acciones �r- � 111 ••t1 organizadas por personas de poder · JDCMl• •N

Y propósitos y fantasías que buscaran zeam ' - -­ de n ser consideradas respons ab les, al IBCIWIU I que pr od ujero n matanz as masiva s. Jl1a �••11 ge nte corrien te» rara vez ha os no 1 0 ha estado nun ca ' en tal ma1NM-; • de 1o s ay m ores horrores ' la m ••• • I se r e sp ectado r de lo que se lll•Ml lll nombr e .

ha n •· cho es to , es ve rd ad que , ,_�- -a

consen ti . d o, al m en o s, lo & 1'11Mllll y v a fme nud o ap lau dían a los M• • r e nt e al pod er ha esta.do �fíllti

y mie ntra s mú imp laca ble el poclel';; ._. ie 1 min oríL Ad mú, la gen te de pod er, hab nd ..._ ll_. sion � nunca ha encontrado dificu ltad en alistar ·

.

ejecución de aotos crimina les. Siempr e gente para intlingir violen cia, tortu ra y nm por orden de la gente de poder . cución nunca les han faltado reclut as,

se ha

eDlCOl11adll lllili

muer te a o A los escu: am.... ..a.... inclus o vollUDltaci...,. llli

cs:uadrones nunca han sufrido mucho de dcseroién -� • • más bien diferente de ejército s en el campo de bataHilU.ljlatlf' .tllllílt. ticipantes en matanzas masivas han encontrado jus1t1"1icerdll.. el eslogan «matas o te matan», que es una justificacim 81111._

de cualquier causa sagrada a la que creían estar sirYi� La perpetración de atrocidades a gran escala nmaca: JJ&l •llD ligada a ningún sector particular de la especie hum�· :atllR. cunstancias apropiadas, mucha gente -quizás la

m:aycn'll • •

gente- puede ser inducida o dirigida a participar en unat .-.. hdiva, aunque es probable que sólo una minoría sea,: mall llfl•* aí. Pero es un salto muy grande e injustit º iiadkNil.tl ·

que la hum.anidad en cuanto tal no PIJIMlll •• -condenada a aumentar, generaciton 1lnm

•l • &r .cte lo tiempos, el catálogo de la

cmmdlll

•• •* azonable creer que sería pom�t� lii lll

•111• crear

contexto en el que la cm�•• •

abominación que es y hecha iBlrlrll 9\llllOLG• alg unos ni ños criados en circunstancias muy advcrsas.1ll1M•lll� realm ente , y consi guen acceso a la educ ación d cumbre» sin ella. Pero esto no niega el l11lt6ll1Mlj ci�n de clase juega, par a la mayoría ' un pa m1 �ac 1on · , de sus «op ortu nidades de V:0l m l*'d .l • �nida d para la gente de desarrollar · cm• ades. En el núcleo de l soc ial i miu - 111111 ..... , na d e la ge �te tien e cap ac1d, aa•-.. ·:w l a de ocr ac1 a soci alista e ca � Pac1d ades pue dan te tn. ayorí a de los gob iernos - 1endo r eferenci a d de º Pºrtuni da.Qtll � r

«��

.

·

·

Profu nd a

s

Clelilllll

1 24

tod os los nifi os fJallflllll• un significado real don de cterizadas de •Mlllltl ta ncias que no estuviesen cara La negación o el ahogo de las capac idadei abominación, deb ido, en prim er l ugar, a lo , qg• y también porque repre senta un despe rd ici o ter:l8JJ!il dad en general : una inmen sa reserva de intel ig:e n cbt.*

estando sólo muy parci alme nte aprovechada. � -la democracia socialis ta requeri ría la voluntad u gran brecha que existe actualm ente entre el Mlllill públ ico a nivel primar io y secund ario, y dedicar'• tsc:lllll

necesarios para convertir el sistema público� dead•· -• to en el que está tan a menudo ahora, e n una ·i-11111• varias formas de educació n posterio r. La infra-educación es también u n infortu nio •• ciudadanía de la mayoría que está afectada por ella¡ para la ciudadanía significa, por encim a de todo;; de una capacidad y una i nclinación a CUestÍC>llel\ M•• preguntas difíciles, ver a través de la ofusawi6a·i- • • Significa el fomento de u n clim a d e pensamie •rtt1• racismo, el sexismo, la xenofobia, el ant:u · leDlldllldl .. como las patologías que son. Significa además clr flll• individualismo socializado al que m e he refeRde •• sin6nimo de virtud cívica. Decir esto es pisar tái••

jll8J ello podría sugerir q ue las escuelas de1beirlllM• •DIDe,ntos para la propagació n de un corlªiUdtatJ kll•n cuestiona rse. Esto sería anatema •••

llB•cracia socialista. Lo q ue está i m pl i au: • j• f8, • decir, el fomento de la concien ci a • ••�

Ja realización individ ual necesi ta comb1 u · lllM demanda de solid arida d e interés por el b i._. . danía efectiva no significa la acep tació n 811• nició n del bien púb lico hech a desd e las altU_.

des Y pequ eños, individuo s d ifere ntes les\ am111 nüicado dife ren te, bas ado en su pi ·

Es así como debería ser , con una r 111N• basada en proced imi entos aco rda doa 81dl8 " e inform ado s. Todo lo qu e se ha dic ho en est 41f1 o; 11811 1 de la «b ase » ec on óm ica so bm 1 so cia list a; la cu est ión , qu e ya h a *í._. rll

O 111 NOTAS AL CAPITUL

1989, R. Mihband, L Panitdl Merlin Press, Londres, 1989, y Monthly Review Presa, Nueva y J. Saville (eds.), 208. pág. York, 1989, 2 Para algu nos ensayos interesantes sobre este tema, véase J. Elster y R. .. --­ 1

N. Geras, «Üu r ethics», en The Socialist Register

(eds.),

tad

Constitutionalism and Democracy, Cambridge University Preaa, ea.­

bridge, 1988. 3 V. l. Lenin, The Proletarian Revolution and the ReMgOde K/l1.llMy ca .Aarillll

Revisionism, Foreign Languages Publishing House, Moscú,

1959, p6g. 39a

i ..-F,- •� Para una sólida defensa de la necesidad de un sistema de ley blli11

4

Iismo, véase C. Sypnowich, The Concept o/ Socialist Law, Oaren

Véase, por ejemplo, J. A. G. Griffith, «The rights stuf& Register 1993 , R. Miliband y L. Panitch (eds.), Merlin Presa, IAlillli' Monthly Review Press, Nueva York, 1993; véase tamb16n su Dr 5

ludiciary, Fontana Press, Londres, 1977, 4.ª ed. 6 P a r a un examen sobre la renovación de los altos CUllOl -. ..... que necesitaría emprender un gobierno socialista, v6ue 7 Citado en V. A. Schmidt, «Descentralizatioo: a P. McC arthy ( ed. ) , The French Socialista in Power f·llllfl,,,.. Nu va Yo rk y Londres, 19 87, pág. 95. K. Marx, The Civil War i n France, e n La rence and Wishart, Londres, 1986, vo ,IV,...





nin , The Proletarian Revolution anti Vé ase, por ejemplo , A. J. Mayer, Great War, Pan theon Books, NillWA 91• Anderson, mnes o/

10 Le

to th

1�

Pág.

1�.

12

Ea••,·;w

F. Castles, The Social DemoCll Paut 1; Londres, Henley and � lJ . J A. Scb umpeter, C.�161lrt 11\vin, Lon dres, ·

1943 , "'8- all!lle�

r . P. tington y J W�1411&11¡¡.. ork University Press Nueva York, 1975 , la gobemabilidad de las democracias para la Co1l'Dflrmrf� 'N 15 L Davis, «The cost of realism: con mpo t Quanerly, XVII, 1, The Westem Political marzo de 1tlM 1 15 J. S. Mill, Representative Govemment, B�o"'._ _ _, 17 B. Barber, Strong Democracy, University of Ca l dres, 1984, pág. XV. La cursiva es mfa. 1 8 J. Buny an y H. H. Fisher (eds.), The e Y. Akhapin (ed), First Decrees of Soviet Power (19' «Iiberty of the press under socialism», en E. F. P�M Paul (eds.), Socialism, Blachvell, Oxford, 1989, pág. %1 .....,.... ,_ 14



J.

w

Bolshevik i'tfP.11111

19

J. Keane,

The Media and Democracy, Polity P1·,.,- �_.lli .

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IV La

economía m i

ta

e:t i l o

.

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o

·i,t l i . ta ·

1

·onom ico. cor_no e n otros pi campos, tanto u n a cxtension de la d mo ra ia La dem ocr acia social ista rcprcs n t a

n

1 e u11po e

tah sta com o u na t rascendencia de e l la. La in te rve nción estatal e n la conomía 1 m de lo q ue e sto sign ifica . La m oda n lo último � nigrar l a intervención estatal y xa l ta r 1 vi rt u i n . em bargo, u no de los rasgo má s n t 1 c ap i t ali m o, s desd e sus comienzos h con fianza en e l Estado y su d epe: DOIM� P e in � s el Esta do está, por ev i t abl e m en te en «la vida ... Presup u estar ia y fiscal



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meJrcaciao,

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rbal a la el u ul · ci n P �¡ 2 e� ntu promiso C? n wis w suu1¡¡ . -.. .... i c n y cam b 1 a d producción , d1 Stn bu 16 porad l incor ebb n 1 9 1 8 por Sidney W ra ca l m a l borista, fu e id ea da pa del partido La y ra di ca lis m o en el pu ebl o , momento de gran d 1 lítica re al. Pero ha sta fin al seriamente a la po personas qu e q uisier a n de cir q cuenta había pocas pú blic a era ob sol eto y co1m i:••li miso con la propiedad de los pro pós ito soci.au· a1a !: levante para la realización s sociald emó cra t en los setenta hub o par tido ho más ena�a·Cllll Suecia con el Plan Mei dne r 3, y muc Francia con el Programa Com ún de los Part id C.Omunista, que dieron a la extensión de la p ropi·-··... Jlllla un Jugar destacado en sus plane s; y el gobie rno soci.a.a:m.. llllíl6B -�·...





degido en 1 981 llevó a cabo un program a de naaíorudimd6n .

ial ' ta

tilo

1 33

ncuentra la regul ació n: é ta no qu un r bl m p qu 11a. d ., 1· · ti t ut aciona i.zaci la n de al o virtu �n � r parte de la mayoría ... l rechaz . E ido ocia ldem ocratas ha significado en reali dad el · d lo Part · d 0 de c ua lqui er intento d e rea lºi.zar una tran sform ación on aban d la economia y por consigu iente del orde n social dam ntal cambio tanto más notable es que no había Lo que hace al � · ' n usmo. · ·t· dª n la nat u raleza d e l capit a lismo que lo JUStl 1cara pues como ºª . ; mas ; a de i an te los rasgos negativos d e aque lla ra nta e m argu tes a la propiedad pública, sino el resul­ rie nda no eran inheren contexto profundament e hostil a servir a cualesqu iera tado de un . opó itos distin tos de aquellos dictados por la lógica del capi-

d l

.

.

,

pr

tal.1 mo 7 .

3

Una

crítica importante que se hace contra l a empresa pública

es que desalienta fatalmente la iniciativa empresarial y la inno­

vación y, por consiguiente conduce lescencia y la ineficiencia. Asi, Brus

a l estancamiento

la obso­

y Laski escribiendo desde

el espectro de la izquierda preguntan si la iniciativa empresanal es «siquiera imaginable para actores economico

que no son 1

sólo agentes empleados por un organismo publi mo es bastante inepto en cuanto a ndu Hay un número de respu tas 1 1

qu

principales

operante

por propio riesgo y r

ponsabilidad, smo r

·

de ellas es que los autore parecen ea::eatva1men1e illtlmlli..• por la experie ncia comuni ta. Ell mu·une• •-1a11 1D ca•••

��. ec:onómicas negativas d

llllaativa individual y la au.oacaa

Productivo, Odición

Uvas veni

bre todo par .

1

la ClllDrMa pu-- ... ..

i

1 rr 11 d d f rn . t 1 0 d 1 b n i i ; Y rn 1 � icroeC ,\

.,til

iali ' ta

1 43

nificac1o n en r\nl ·r . u ha que decir sobr, e la pla , un a . l l \\.'l s1.. ... t . .lh� . .t a . e, s, qu t=.,. no tend na n 1ngun p a · . rec i . d 1 o con el , h . t a d e p 1 a n 1 fi cac 1on t · nt··l ' ('st ahn1s total, co mp reh en . .

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s 1v a y deta, . se rcqucn a que todas l as emp resas se a1u . staran lhl n 1 1• i n n nuru na re fcrenc 1 a al m ercado . N o fu e as ' : 1 co m o se , •1t ll' .11 n.. i (c id ) la plan 1 f1cac 1 on desp ues de la R n , Bolevol uc1· on \ ,1 'h 1.·hJ 1·ú� u e .. ?" e na la � ue Tros tky, hablando . . en 1922 de r, r \1.. d t rans1 t( no ) . hab 1 a d i. cho que «es necesar · 0 1 que cad a . . un " estat al dad Jun t o e con p su director técnico esté .jl:'ri('J d t: p � i n . de ont ol arnb al c a -a lo los s órganos estatales­ � sui � h : n abaJ O a través del merca do, que seguirá r am t ié n al de sien� de la 1 e ec nomía durante mucho tiempo » 26. l reg�lador � J . . \\·. D av1 es observa tamb 1 e n que «hasta 1928 cada uno asumió

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tll l •

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R que i s planes deben hacerse compat ibles con el equilibrio del m ercado. y con una relación económi ca no coercitiva con el cam­

pe �inado :; . La planificación estalinista pasó por alto todas las excepciones.

Actualmente está de moda verla como un desastre total, y fue

así en términos de los horrendos costes humanos y materiales que ella exigía. Pero fue muchísimo más efectiva en poner a la

Unión Soviética -y más tarde a otros países comunistas- en la senda de la rápida industrialización que lo que generalmente e reconoce . En efecto , sus logros , en términ os estrictamente

fu e ron, como señala Paul Kennedy, nada poco asombrosos, «los prim eros e n l a prod ucció n de acero, hierro, c-0que, petróleo, pieza s de máqu ina, trenes diésel Y eléctrico, ce me nto, fert il izan tes m i ner ales , trac tore s, zapatos, estructuras ­ prefab ricadas de hor migón» , así com o «uno de los sistemas ed� 1• cat ivos más com preh ensi vos del mun do» y la fuente de «más mé to cos activo s . . . que cualqu ier otro país del mundo» 28• Este éxi Y el desgaste .qu d e la pl ani ficación soviét ica oscure ció su coste ri a la acomp nde r la popu la añaron· y ello ayudó muc ho a exte o biZO o n usm I., d e l a id t a. n et tr os . an ea de planificación e n los en ' os e m pren � el e l e ent � · u ern gobi los o d e plan ificació n que m l a e gu ,t 1ac.. : n da Guerra Mundial y en lo s años de � te�iores a ell a. En u n l ibro pub l icado en 197114 se n l ' _ _ .. ....... . � r --. ª 0 qu e incluso «en la década de los �"" l0S p ' -•ºdtaliltlll�' aises imp ortan tes d e Eu ro p a Qg de l A em a nia O ccid ental - e st ab an COl--� d e pl ..1.. 1 an i·t·i cac 1ón · econ ómica», qu •1.· ••

cuantitativos

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Mllrll 41-l"9, recon&

i. nce nt t11,,.. �1111 ti o y yud to. Co m d pu toi 1danti en·t d m •• o et nta la huid d l añ s lo de da l d6ca l años och nta 30, y en lo s » ica mát a dr wBM • m odo, es errón , p rto cie en o, est Pero jl¡¡¡¡¡j es qu e todos los go bi �n•l\Cl , o ch he el a, ric tó la re s se de di ca n a al gu na medi:• �� .­ talistas avanzado í e ed an pr oc la m ar ta le s gobi m a por mucho qu e pu lCllntí pr es a» , la ec on omía de meiNl cados a la «l ib re em ec on óm ica . Los go bi em fe rencia en la vid a bl ec er obje tivos pa ra un a • •• están obligados a es ta evitar em pr en de r, y de que ellos no pu ed en llt•• � La de fen sa es un caso obl . ito ós op pr e est ra pa sa rr ol lo y la producci cuestión, donde el de • ra, etc ., tie ne n que ser pJa.. aviones, barcos de guer décadas de an tel ac ión . Lo lle con años e incluso re�td..a nstrucción de car co de s ma ra og pr de decir .. ,. ho sp ita les , pr isi on es , _..,. .. ... los edificios de colegios, il das o em pr esa s púl bliCll nos uti licen empresas priva , en gr an pa rte imlll9íll pósito es, a este respecto e las em pr e echo de que es más fácil qu qu e las pnvad ;:. •• amshe má s responsables º rtn l'IJ• ad as al n 11natte mudlo menos de dic en la prá ca •� 1_. Rlíi �JS sid o algo fam iliar . �m a trabaj ar para el go bie rno en asu n •�1Jtamn daul ente im pli cad os """'".,.*': •.. ución, aun que su si tem a d qu . B1 gobierno es el que tien " car su realización . Cua ndo 1 · * WIBnil eat dl llilflj • oWi¡aeión , los resultados son lam. ur, escribiendo en 1991 , ob rv6

o� su�� in d1

·

·

dos que «dura nte algo así co nuestra infraestructura 0 1aa.• túneles, aeropuertos, faeil1 1G

:1Mi9

de agua y aguas residual. ...,.-. · Afi_.,.lll mente por falta de inv que «el mercado)) emapG•ll di ta

parte de los nep� _...

que son inhom�aa Dl\1 rlltl ll zas del mercado -�, ••

UO f1 J 011 Jn

L"

u n t i e rt ir n p r pr m t n in qu n l a "º 10 . d ad. p ro o c la i m l10¡fi cac ió n fa orecida por de La p a bJ. t1. para de o t r ecim ien to bl a s e t rvi i el u li infrae tructura l tr an do la r a b c a od o pr uct t. . tam ¡ n 1 ales del proce os ri ncip t rn profesional . educaci on un ri d r a ció n de i O . a eto u n al a ul rac1 a n est n r � b e t ivos � m"'""�S» ; y oblel'Va que e abntlulv- ;••• del peto 0i · de la ,mAJ"1n• •M11t. 1• 1• dO» " · .-.-.� ble en el tlúllm Nllilile lWt

WJ I...

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mvmlilltP

l

COD IUlll O

tá proy _ M � ¡ n n til ' . d « dic tadura sobre l as nece ida de ,. , y ar u a -� n e con el um1n1. tro d e u na . · ti bi ª pli P CO� in S que eguir ían e ta nd o so m tid. o al me treaao lO fVÍC e s . en e l que l as nece 1dades b ú U orden social i n capacid ad de paga r crea ría co ndic i on la d e ya � ría el floreci miento del sen tido ia c de Ul co ll UBALJ m ·l pr p 'lllMllGilite . o és de to da la so cieda d, y en riq ue cería tan to l a · 8 idea a ial. L de soc «11 e cesi d ade s báaic:aa. o la a lllel l11dlí o esc ritores por an tiso ada cia list as en n0D1 br e crepudi esp . lmente uno . As'1 , uno d e tale s vismo tot a escri1 101a.. ftlll a ...-i�� incon «la mens urabi de lid a ad de las prefere a h abl en las sociedades mod ern as, que sust e ntan una di11c n 1G1a diciones y mod os de vida », que, se afirm a, e: SCl:l l)ID de las n ecesidades b ásicas o biene prim ari éstos pue d en llegar a ser obj eto de as· ten cia Ptl1""'*1• •• •• instituciones cuyo mo do de fun cio nam ie nto democrático»; esto se rec ha za sob re la b ase de cación de las ne ces ida de s bá sic as [ es) u n tem a sin pos ibi lid ad d e est ab lec er me dia nte r87.Ón» y y la de fin ició n de las ne ce sid ad es m ism las tradiciones y lo s m od os de vi da GU• ••; m� hay n i ngú n prob le m a re al en id e .. ... ...,...... -· como el m ism o au to r re co no ce argume ntos sobre ha st a qu é P � ·- 011

� ':

tal es n ecesida d e s , pe ro e e m diante razó n 38.

11••• pe: rfe ctamt•l •lll•

Desd e l u ego, tod avía t:e mana & ervi c io s , los b e neficio y mente o e

n gran P art e Ga••• a l a fo recto s. El dogma & eo:l lDll... un a de las o en u n a l"

adoptar í



tHtr&UQ• Ó n>. A un � • se P\lede

l izac¡ lJn

un

&o1u¡·-. � ... ... 111 ._ . _

1aa .

...

lllllt •

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ge n te qu

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e

it ría .

n r

la mayod a d la g nt ac pt rf co nd i c ion , por la no m no 1m bable qu e e ta nueva cond1c 1on

le

7

En la perspectiva de lo que e ha d ie

son l os cambios fun dam ent ale q e111 1tartml de u n a eco nom ía soc iali zad a? An e necesari o rep etir un a ide a qu e rel1ttmd• en otros contextos, a ab er , que el camb io pro duc irla aut o1m 6 �mll•ft com pletame nte de lo s m al Por ah or a tota lm en te fu era tin u aría n du ra nte m �"' tiedí•r •

em bargo , la cu

que es to v aya a son i ns ol ub

&U i e n te , ea

de

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l a V ll Ul ll·

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ningún prob lema · ción s qu hacia lo mejor mbio radical 00 1ten�Cl· a1 d e ca a desarrollar entr ollll ha e mpez ado as en ap ad um anid llarl a ación � d es� in m er det la que , au nqu e e inmensamente DIMll.,. ará u n ambient cre ello , ra Tier en la lo mej or que hay en alta. e alic re ría ayo para que la m italista y . .. ... \ � u na eco nomía cap tre en as nci ere Las dif nómicas»: las dtl8íii puram ente « eco o est u sup por no son ales , y afectan a tdllW s, pol íticas y mor económ icas , sociale del orden social. y el mod o de vida to , qu e la � ia es, por su pu es nc re fe di a er im pr La re cu rs os econmn• de lo s pr in ci pa le s el control privados m in ant� do de se r la form a do ja de n ía br ha d da socie un a fuente d . En co ns ec ue nc ia , oización económica ió n en la anto a po de r y po sic de desigualdad en cu m bi o ía. Esto sig ni ficaría un ca gresivamente se agotar pa ric l l, con la ev en tu al de sa en la es tru ctu ra so cia crr , los cla se ca pit ali sta , es de la de e nt rta po im s .má 1 les me dio s pr iva do s de directores de los pr inc ipa :• un as sim ilit ud es co n lo .alg a drí ten to Es lC3. &WC)JDJ0 stocracia ter rat en ien te en . ___.... xx con la ari ro pe rdi ó la JDIJlll o desapareció rea lm en te, pe an ter ior me t ue le había pro po rci on ado te SI po der que con tin uó dis fru tan do am ien to de lo JJeJ:l010 el menor el atr inc her pod er em.1t>r0Jll · · al Est ado . Los dire cto res del s d �J&l.ién aquel pod er, aun que mu cho de ..... tí,.... duda u camino en sectores estr atég ico ,

pero el pode r que ellos tend rían no e de los princi pales recur sos priva do Esto suscita la réplica de que 11 no más que la consolidación de un estatal», compuesta de l

�1

Estado y l a empresa p ,

línea de pensamiento, q

·

de un «estatism o» oiwll! · ..._...11 poder y privilegio no �· �•• ,

que estaba en el DOllle lida d incluso m.ror_

ia

mía mixta , estilo socialista

on o

151

terior seña lé que esto es u na posibtº lºt dad qu c a p ítu lo a n e 1 e or gera. p · ¡ l contr a ario , te ndría qu e 1 d be t ra ta rs e a t o rn arse e no 1 m a se ne d ad como un punt o cruci al de áxi ó ten m si n e ntre a . co n ocrati cas, por un lado, y la tend dem s e on ci e ncia de la p ira . las as a poder i ntentar e l á en aume st ntarl o y a abusar de ue e g,1e nte q l º . o tamb º ,, d e s e i o en orn en capítu los ante rior t J r e otro . es , e1 . ,, e , Po tens1on, y esta atenuar ver los ol riesg res os de un poder de . . rood o es, e n pnmer ano, lugar, construir barreras e y arb 1tr insarrogant en segundo y, ello lugar, te an contar s con la vigilancia f tucion ale órg d � ltitu anos d d e opinión y con el espmtu a m� ;rítica d e un _ alerta imbuida del sentido de lo que la virtud de u na ciu dad anta gente que está en el poder. cívica exi ge a la

En

un

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.

La desaparición del poder empresaria l sobre los principales med ios de l a activid ad económica significa también que la dina­

mica de esta actividad habría sido cambiada radicalme nte. Su pro­ pósito princ ipal no sería más la maximización del beneficio para el provecho de los propietarios y los directores del poder empre­

sarial. El principio organizador de una economía socializada sena las la satisfacción de l as necesidades individuales y colectivas prioridades para la satisfacció n de estas necesidade s senan deter­ minadas democrá ticament e. La explotac ión no tendría lu Ell en la empresa pública ni e n el sector cooperatt necería en el restant e ector privado, pero ena e tnctamen

m

e sutUllml18 trolada . Esta relegación de la explotacio n de la vida económ ica repre e ntana un tratll nonn.aciton tullldlllDCll­ tal del orden ocial, y podn a e perar se qu mendo en los modos como l a g nte e 1 r 1 como re ponde a las exigencias qu Tanto el nivel de l a actividad pr estaría n sujetos a la toma de d i i lore s te ndrían una opinión d t.cu..clllY w proceso. Habría mucho sob re los temas imp li cad

paci

trabaj o, la dura cio n de 1 de pa ut as de tra bajo en r&DKllt s �ecur�os, etc Pa ra a11•• �11 . ar i a a n ivel nacional �••• a nivel i ntem acio, ....� .. base s re g



ional

l

n d. s n l.l J h)\ bi 'H d s 1 v i ins hu n1 m 1' t llt • ln . s Un " fun"I. n1 · nt l 1 d e 1' ª l "' 1 th s ·a d 'n . •"'t l a u· a m ¡1th s t'.1�1 · d l aj y la fl: n v a l'l· l n d ' lo s • �\ 1 1 .ll1·ad ' S r l 1 fi d o s l 11 · 1'l t: � l.'. S t c n m po St" h \(.' ahllra u e q t\ lll g ' l h.�r \ l ¡'•\ a 1\H l r i n ld c U \ i •llnl nl 1 t. " n m nt t · in do l'On1 0 u n ·1 l a r t ·2� n · 1 a l l l p t 0 · Sl l\Cfl :l r' ' ,r lCI d 1 l lll.' . ' · ¡ ·1:t a c st ' '\ n 1 'l )Jl. e Uffl s )ClC i a li 2l "ta u m 1 rn ·t i d \ 01, , Aunq 1, p 1 ·no ' ,. r ' du ur l a r e ll a de. e a n a tain h 1en l n t i eOlPl e L, . dnd d . t i ·m1 1 · lJU c , las 111UJ c... rc .. tu\,·1 r a n qu d l' it rcs 1h n O l a r a "'ln ·tr s t los 1 ·,,l Vl'd a inc ren1cn t ·u l a ca n t i ad :\." ti n lp \' con ell o l qu P Ul' lh n de l icn r a ,\\' Í\Íf y d OCUp�rS� '� C u al ' l]ll l ' f ' �) C U p l io n ·s qu e ncon­ e traran qu ks re al iza n1a En un a ·1e da d s

¡ ,� 1 m 1 li t tr .

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ial ist a. cs h 110 .· p l tad )n d l ti m n p ni , 1 l ca l, rcg ion ·1t r aniz a i n s ubl i p ' ls , l.:OOJ ra­ pr iva da . mp tir ían n la pro ­ i ) : ' t: t � al o par a las mp r . ·is rtu rha i n d f r 1 a n t n on t itu id a n fi io.

est aría suje to al t ipL1 de co 1n�rci aliz� ci n 1 � _ libre que ocu rre en l a · c1 da d ap 1ta h. t a . v

naci on al. una varie dad de

compleme nta da .: co n la '�sión de comod idades y ervi

tlYas.

priva das. sería he ch o sin l a p por la búsqueda del máx in10 b



·

Una economía bajo u n efe ctivo co ntr l o ial i ta tam bic n staría muy alerta a lo co to s iale s del pr pr duc tivo, y lo sometería a severos con tro le� eco l gi Aq uí ta m h ic n lo que el capitalismo hac e de ma la gan a i nad u dan1 n t c 't:r ía h che con entusiasmo en un con tc�1o e n 1 qu la e ig n ias d el a pit a l habrían dej ado de pe ar sob re lo gobi rno . Una consecue nci a ulte rio r d la ... o ializa i n .. qu l tipo de fre né t ico lan zam ie nto de pro duc t qu a tu lm e nt :. no e con el nom b re de publ icida d, e aría. Baj el '" pit l l i mo. inme n­ sos ej é r i tos c de hom bres y nluje re capa citado a m nud t·1 len­ tosos, d edic an sus habili dade y talcnt a la prod ucci ó n _d e un aluvió n de publ icidad tende nci sa para b n fi ci o dt: · us h �� n Y u o de sus rasgos es la impl ícita �>..""Pl ícita al ab a nz� Y b n�i 1 n de la lib re e mpre sa. La publ icidad realme n t e no s na abohda n n u � soci e d ad soc ialist a, p e ro sería redu ci da mucho P d r a Y � i ca a ter re é r c f n tico y parc i al E to reduc ir ía costo con id rab l men te Y t amb i é n se rí a ua . a de gr n bene ficio para c ultur �u c� e n m te e t an satu al d d s radas de propag d a co m rc ·a1 de baJa c 1 8 _ � t En poca s p alabras una econom a socia 1 izada ' p ara repeti r u n ' 1 tema fu d a me ntal de e ste libr o , l ibe r aría al coniunto d 1 a n d .

'



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ad

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de l as «tr abas» q e l r i u a acional idad del capi: t&W5Jq� e t lllpu s o, Y sustituir ía a é sta por una raci onalid ad 11





om a m

ta,

tilo o tal · ta

l SS

1 l

t , mi\ ),, m w .

\

l.

,·stilo socialista

1 57

b:ito en la organiz ación

económ i ca depen derá . l, n m.· st ro en gr an . . , -; . l' ,1 l•1 �'\ltll l.·trt . � 1 t'll q l' t engamo s t;Xt t or med io de un cono o p u cimien to .to �1 l exacto . i ·l 1 )ncs de m crl.·ado y 1 as pre d'1 cc 10 nc s económ icas 1 .utl' l l correc tas r . :'\,ltll llll 1 en a rmo1• l;t� l . i ·t r i -1 e s t a t a l l.'o n la agncu 1 t u r a de acuerdo con un plan defin 1' dO». ., . f t·t t 11t us . . r sc�'. en lile Clrallcnge f o the 1u¿.l l.'ou Left new p Op sit o ion (1923_ 25) . . The ' ffllstk\ . " . 1 1 9. • • pag. : P re -s. N uc\ a ,.01· k • l97S t.. .. a ic s , , G orbachc v·s s cialis � in histo rical perspective », New Left � D \ �











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f.11�tn� •

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"1"1Q

9'1�� ��gH�itand (ed.). Beyo11d Capitalist Pla11ning, BI ackwell, Oxforct, 1 978, pág. l . .

!Nd.

: R Heilbr oner. \\Lifting the silent depression» ,

New York Review of Books,

bre de 199 1 , pág . 6 . XXXYill. l"'. 24 de octu : : �f. CaYe y P . Hare, Altenz ati\!e Approa c h es to Economic Planning, Macmillan, ·

Landre .

1 98 1 .

j_; G . Espi ng Andersen, Tite Three Worlds of Welfare Capitalism, Polity Press, Cambridge, 1 990, pág . 3. ,;.: A. Nove, «Markets and socialism», New Left Review, 161, enero-febrero

de l 9u7. pág. 102. 35 E. Mandel, «The myth of market socialism»,

New Left Review, 169, mayo-ju­ nio de 1988, pág . 1 12. 36 J. Gray, «Maooan freedom, individual liberty, and the end of alienation», en E. F. Paul, F . Miller y J. Paul (eds.), Marxism and Liberalism, Blackwell, Oxford, 19 6, pág. 1 l . 31 J . Gray, Beyond the New Right, Routledge, Londres, 1993 , passim . A

Para una interesante discusión sobre e l tema, véase L. Doyal e l. Gough,

Theory of Human Needs, Macm illan, Londres, 1 99 1 . 39 Véase, por ejemplo, R. J . Flanagan, D. W. Soskice y L. Ulman, Unionism, Economic Stabilisa tion, and Incomes Policies: European e.\perience, Brookings Ins­ titute, Washington, D. C., 1 983.

1

1 Por m uy profun d qu illlPCos. Ct la mayona d l de vista de q ue la

SOQa.uau

� l"Cqll�� -mc.

de . P ara aque

apoyo �....- --

lllG.. i

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1

� · a m ay ri · w fa n u n

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1

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li a m a' de u n a ren e l cam bi et i da co n e pr ' o argum ent ar qu e 1 1 d ía r la razó de i b le hoy d . de un a m ay or ía obj etiva ti e11C.11e

;

!" 1

:!:ante

C01111ti 1 utira& -AlllllllilNlw ur alez a de u elemen ¡gu al nat ane q ue las profundas division p )laeen de un a etiq ueta «t otalizadora. , coaao •••; •11111 d o c elase asala r ia a»' algo bastante e: t1111fteltl0. n que n o exi e, y un grado d e cohesió vidu ali dad y la especifi cidad de cada una de si esto no fuera sufi ciente, se dice tam fundos en el proceso de producción, con

trabaj ad ora industrial, la di smm u ción ci onales» , la desintegración de l as C01D111111dldl•'. 1•••1M1•: extensión generalizada del CO llSUtlU8IDO

bajadora» (muy entrecomi l l ada) que enc•llblr a •• más bien en el supermercado

el mt'I_,

sombríos vest íbulos de l a reumón

política en genera l. Se afirma ma masa de gente cada ez

que han convert ido la r e: au.clad ideología y el compro DlllO no1• • de los interese rea les de

.....

.�

o h ay nada nuevo l a •• • • fatalm ente contam inada � . Bn toda gene: rac iOJl,� -111· _. que l a clase tnlb � l d.. aiada• il eil iado finalm

� PlitW.o,

I D te r e s e . en tos ...

um�_,,; ._ .

._

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lalismo para 1 930; pero el

una

��•

..,,. •_

KPD obtuvo, por su p

votos, comparado con el 1 4,3 por 100 "lt'lllJit¡� de 1932 y el 1 3 , 1 por 100 en septie mbre d e 193() j Y el KPD proced ían de grueso de los votos para el loa los de nazis para anas camp atr aer V""' - · lariad os·, y las enérgicas "'"'UIQ s . é xito poco on . La tuvier fu dora er trabaja za rCUli llh de la clase con otros apoyo oríge tenían nes: l a Pllnr&.. los nazis estaba en que ña burguesía de los pueblo s y del país, y la burguesía ; y es rel.CJ1111tia también que no fueron los asalariado s quienes llevaron a al poder, sino el apoyo que él recibió de la gente más respe del país, y que culminó con la invitación que le hizo el presidente Hindenburg a asumir la cancille ría. l

S�D

·

La historia más reciente pone de manifiesto también la renuon ..

cia de la mayor parte de la clase trabaj adora a prestar atención a la llamada de los grupos neofascistas. Una pequeña fracción de la población asalariada de los países capitalistas avanzados con movimientos obreros y socialistas bien i mplantados ha dado en ocasiones apoyo electoral a movimientos de extrema derecha y mcJtaJ1eiistas, los cuales, como sus predecesores en Italia y Ale­ ••· a. han basado su llamada en un tipo de «populismo nacio nal», ...... . bacionalismo, la xenofobia, el racismo y una denuncia espu ue tienen el poder burgués como sus ingredientes prin· -- -o· el apoyo principal de estos partidos no ha venido •• 1rabajadora: en general, los asalariados han rehoiclo llí1Mláientos, y, o bien han permanecido fieles, electoal· ••· 1• 1'• partidos de izquierda o a los partidos cons e1 "'•tftlflS ••1m·m:ales, o e han apartado completamente de la &arp experien cia demuest ra también que l que efectivame nte existe n en la clase trab � a r .ft Al

•�llbll.: hay ·

m rable s eje mplo d t.jado ra que lo trabaJ 18DU&1D� •P I eid ad, la reli gió n, etc ., común en oontra de 1 com , .,..._.,..,... _. ·

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mp mi e tr ma ; l t m r d qu , n cualqu i r ca o, no haya ica ít l hoy día o que har ían l Po r t iv a d i po nibl co as peor lo ' na alt n l o a p cto repulsivo s y lo fracaso c v o lado cu in tá cua 1 e n s com u nis tas; l � impl acabl e propaganda conse rvad ra r 10 egím . izqui e r d a y también los ataque por parte de lo lfde res co ntra la . ratas contra cua l quier co a qu esté a la izqui rda óc m de l cia so sobre todo, la existe ncia de formas democr áticas y de ello ; y, os que éstas proporcionan para la reform a. in de los m ecanism circunstancias más xcepcionale es cuando duda, só lo en las revolucionarias» en los regímenes democráticos dan «situac iones l

·

·

y cuando una parte sustancial de la población acepta capitalistas los riesgos que e llas sup one n. Sin embargo, esto no es el fin de la h istoria. Pues si bien es perfectamente cierto que e l grueso de la clase trabajadora gene­ ralmente ha rechazado desempe ñar un papel «revolucionario ,

al menos una gran parte de ella frecuent emente ha apoyado a

partidos de izquierd a que promet ían cambio s de gran envergadura en el orden social, nada menos que, en palabras del p electoral del Partido Labori sta de febrero de 1974, un Wlllllll uav y n'.owa� • fundamental e irreversible en la balanza de pod El ID1°Smo · llDM• favor de la gente trabaj adora y sus famili lenguaje ha sido usado a menudo por lo cratas y otros partid os de izquier da de m.ua11 11 buenos resul tado s elect or ales 6•

dlsllt1 ·•• 111MF

Es cie rto, sin duda, que mucho ro n por part idos de izquierda no 1 comprom etid os con pro gram : 1'81l89 �-"' Y alguno s de los apoyo q . gile s Y co ndicionales . p de l a po blación as · - r . ,... ._ - pos de ele ccio nes al m e n o s para ..,_. • actu ado a sí u n a Y·· • • de t ale s l'EOI Plal .. • Y lo qu e

-

.

a ti n n tamb · é narna c:>S d izq ui rd « orgánicas» y en fj�lUlll lf6a aracw1Lc1" 0.n d d mand a n un te fue ) ser cruci an erí . deb on (o t y 11 de val ore s que desafía ulación de un sist em a e una «vi sión del mu nd o» lltQICllilk predominante y que propon par te de los partidos IOCJllldl-..,. te diferente. El abandono por fun ción, cada vez máa cratas del cum plim ient o de esta IQOJin icación la expl es me no n os das, déca as últim llllJ•-. en las de la d radicalización que ha ocurr ido en la pobl ación ......_ llllllal de los países capitalistas avanz ados. Przeworski y Sprague

.;;

�·iree:ta._ a �

en el trabajo ya citado que «el predo minio de m otivaa tintas de la clase es una consecuenc ia de las estrate partidos políticos: cuando los partidos no inte ntan OQBllir.ar lm trabajadores como una clase, la ideología de clase

pletamente ausente de la vida política y otros princip n e identificación vienen a ocupar el lugar pree: ID111aemeat

·

·

una exageración. De hecho, el predominio de mlira-

•a .-lM · d:l"o tas de la clase a menudo es la consecueDcta de ._m •• • · Hentes, pero la virtual desaparición de 1 ••

político se debe mucho, sin duda, a la detenmmrm

8IOOJ[J1Ócr:ata de evitar la temible acusación de

l.mlfll&C» y, de este modo, el oscurecimiento de u voc:ac.M• � --� libre de clase. Es necesario decir tambien que fa!0° ta en la importancia de la clase no implica un

cic mira contraproducente, si se entiende que la

estreebll•• tlalll-•

�.,

abarca, como se señaló antes, aquella gran mayona que está compuesta de los asalari ados y us fa.u.1... • .....

� excluye intereses

de otras capas d

aalmente la pequeña burguesía de los neg R.ehuir la dim ens ión de clas e e aspecto más importante de la r·ca oaao talistas. La presión en favo de la fo to, a los asalariados· IUl

baja , y los mo · también a un e

.bi6a< N• • •:�

·e.a' m · •

En el ca elementos .. .t; t•� tenderos, 18.· PlflNlil ml -la gente 18 • .,

!m.� ·

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••• llllrl ·-·

·

nalllll•ll

orado, lo agi n te t c e l e l E

y

las estrategi.as

171

profe or , los peri �dist as, los técnico s, los trab aj ador es onal supe rvisor del pers el s sta e E d l o a y i c el so sector p riv " . ado. En tér mi nos ' po l 1 t icos, e l sect or d e l os negocios d e . la clase a ha s1 do v1 to por 1 o co m u,. n co mo u ined 1. ª b aJ· na fuer za c onser' a me nu do re ac c1on an a, d tsp ue st a a ap o vador a, ya r a auto -p ro­ alv ad or es qu e pr om et e n pr ote cl a m a d os s �er l a pe � u eña empr esa gran empresa c o m o d e 1 tr ab a tanto d e l a 10 orga ru za do. P ero las ones conse rv ad oras de l a pe qu eñ a me 1 1. naci em pr es a no so n irre .. diabl es; y lo s pa rti' d os d e 1zq u1· er d a, ta l co m o e l an tig uo Pa rtido �m on ista de I ta l i a, h an te ni do alg ún éx ito en co ns e gu ir apoyo _ de pequeños em pre sario s, ten de ros y art esan os 14• Mu ch o de to ha ocu rri d o tam b i én en ot ra s pa rte s. Lo gr ar tal apoyo es de gran i m portan cia A lee Nove ob se rv a qu e en Ch ile ha bí a «una clase muy grande de pe qu eñ os te nd er os , pr op iet ar io s de ta lleres, arte­ sanos, propietar ios -co nd uc tor es de cam ion e s, pe qu eño campe si­ nado , y otros mi em bros de lo qu e de be lla ma rse la pe que ña bur­ guesía» 15• Su aleja m ien to de l ré gi m en de Al len de , especialment la huelga de cond uc to re s de ca mi on es (fo me nta da por la e ) desem p eñ ó un pape l en su de se sta bil iza ció n. Sin embargo, el se cto r su b-p rofes i on al de la pe qu eñ a bUJ.. •....,.,1111 es el qu e ofrece el ele cto ra do má s pr om etedo r 1 y l os movim ie nt os de izq uie rd a. Pu e un a gr torado consiste en ho m bres y m uj er q esum OIQllll9CllJIJll" el sector es ta ta ' l y qu e tie ne n, po r co n.¡¡;u.... ·, .. v sonal d e l a in sufi ci enc i a de l a p t 0,_ .. ,.,. . I�• • • • de bie ne star y colectivos y qu del Est ado; o, si ello e tán n pe r o n al de l a na tu ra le za Jª •a...., u u.,.... e t rab aj o , y m uy bi en pu · •• •1t t u n portanci a a u capacil am11 1& ••t1 � grav it ar h acia p art lln portant e e n el ugi e re q ue u lll . mu •ra! •• V� n i d e r o , y ru ne n t anct abu rg u e aailli·io a111t1 ..tf.J

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f t i hi mo d . t l m nt·r·t . t n m n 0t 1 cont ing nt . D h ho m l a 1zqu 1 rd , e r par t d m u e h a g n t d n Porece l o. co m o inh r n t m n t aut rit ri , b ur á ti in principio . y at orm nt d , y ulado res , í ft rm r u n a fat l i cl i na ció n ha cia un 1 t r d el tr 1 d que e tá dtsmmuy ndo y qu n u lqu 1 r , h d J do d e r h ace mucho t iempo una ba ur d poy . n la mi a línea, los par tidos de la izq ui rda han id acu d d opor tunismo ele ct ora l, de xi mo y rac i m d un m rcada nd n cia «e st a t ist a » y de un a ho tili da d pro fun da m nt arr aigada hac ia cualqu ier act ivis mo po pu lar qu no pu di ran tener bajo e tricto control. ·

·



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?

Antes de con tin uar con sid ran do e te pu nto , debemos reparar en la con clu sió n qu e mu cha gen te de l a izq uie rda ha acado esta acusac ión , es dec ir que cua lqu ier e per anz a real en l ava nce de causas progre sist as en l a soc ied ad cap ital i ta se en.cut�ntJra bien en los nuevos mo vim ien tos soc iale s que en lo parti ..... se afirma , son est os mo vim ien tos , interesado en l fnrdl l•lri el rac i smo la eco log ía, l a paz , l a ori ent aci ón sexiLlm, , de los der echos civ iles y de bie nes tar, la refo to1!lltl••• la po líti a c pa rti cip ati va y otr as ca us a , lo q de nuevas ide as , nu ev as for ma s de orga n¡u º amont,' 'iMIMl91 ol cos y , los que h a n despl egado un vttaliltll41 P íti 9 1WIJI' m ucho m ayor qu e la d e los pa rtid Estos m ovi m ie nt os so n lo qu b lugar . d e staca do de la a ge n oe1ftltantPI Y gobiernos a to m ar seri am 10� editor es de u n volu m�: .. ._ 1?1 en to s so ci ale s estos DMMfl htati.va me nt e n uev o ' En apo yo d e ta les ... en l a que la se� defi.e111a¡·- .i• Parte d e rn1 ent os d e

l d i n iva, y lo i tiv qu cologi tas � n aum en tar l� conci n cia d lo . ¡ nt a udad el desc u i do de las n ece idad..a,Dl!ft qu plant an a la hwn r . l gica . urue ntos sociales n o mov os nuev los atinJian Los defensores de pero sí afirma itos, pós n pro hab sus do er canza imJ>Uesto ue hayan al turas as políti en n cas resa � t de sus Plfses temas que les inte . y haber obtenido algunas conces10?� i m �rtantes de sus gobiernos . o?es � sten JU�t 1 �1cadas , no debería n OSC ac 1 afirm estas Aunque U a c DlOVi­ s stas, v os de rm1n los t h e nu e os � � recer las limitaciones, � � sta ha n fem plante ado un d esafi 1 1 mientos sociales . El movun1ento formidable a un aspecto crucial del orden social, es decir, la ralizada dominación del hombre y la discrimin ación ejercid a con­ tra la mujer. La lucha contra la dominación y la discriminación masculina tiene implicaciones profundamente transformado ras para el orden social. Pero estas transform aciones, aunque puedan realii.arse completamente en un contexto capitalista, no modifi. carian fundamentalmente, como se señaló antes, las estructuras ntes del poder capitalista. Ellas llevarían a cabo cierta femill;M;IOD de estas estructuras; pero es sólo una minoría del movi­ minista la que intenta ir más allá de esto y la que ve mini mo requiere una alianza estrecha con los partidos táo. comprometidos con la lucha por el avance sociabsta in renunciar a la independen cia. C.O ideraciones similares son aplicables a todos los otros nue movimientos sociales. Los movim ientos de los negros, por d ejemplo, incluyen a gente -una mayo ría- que busca la discriminación que la socied ad blanca ejerce co a l negra, pero su crítica de esta soci edad tiende a ceiltrlnl21 _,_.. chamente en este aspecto de ella . Aquí tamb i la que e tá compro me tid a con po sic io siid• •• en un �ntexto más am plio y la que 1' tMlUll • � co� partidos Y grupos de la izq ui e d sociales centran su at en ció n na lares, especüicos, qu e so n de l llU1�0.l aim• esto precisamente qu e el lo s gente d la izquierda qu e y, na1:�'1 � 1CiMllTlll sea posible o efectiv o y 'l: •wt''· •--trarse en temas q u e bable que den result¡ am• i

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77

i bi n l

p rti d

iald m > m u ho lo, p rticul a rmen te en los ú ltim os an , ' Ul P h tl l o n · 1 a 1sta, es ólo en lo Estados U DI. dOS ·1 o t n ta r u n lf tl \ r tn n s atr a s d os y rc pr 1vos como Arabia S audí) do nde n . h s?10 >. h a s 1. d? bo rra da del vocabulario político, p 1¡ 1h ra so 1 u r m1no d e 1 nsu 1 t�. En realida d , es sólo en los ·o m o n n ido do nd l a palabra «hberal » ha sufrido, más recien m nt l m i mo d stino. Esto es una muestra de la hegemonía u

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.

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pt o t do �líti l di p qu h d

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a ma i a n n id o

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j rcida por las fuerzas conservadoras y del éxito n evita r u n serio desafío para ellas en el campo

cu rso político y en l a práctic a de la política. En la dict adur as donde la actividad de partido está limitada

nte, y donde otros partidos llevan una existencia al artido gob erna pr cari a o están completamente prohibidos, puede presentarse una oport unidad a pequeños grupos de gente, fuera de cualquier tructura de partido, para dedicars e a la lucha armada y tomar

el poder : la pequeña banda de hombres y mujeres de Fidel Castro

que comenzaron el proces o de revolu ción en Cuba es un buen ejemplo de tales inciativas no partid istas. Hasta en las democracias o capitalistas, los movim ientos que han empezado con un númer as de gente relativame nte pequ eño pued en lograr, en determinad

, muchí­ circunstancias, efectos nota bles y causar, ulteriormente ·dos sim a desest abiliz ación : esto fue demo strad o en los 'Estados U por el movi mien to de los dere chos civiles y la opo ·c16n a de Vietnam, y de una maner a inclus o más dramál en m ayo de 1968, cuando los estudia nte provocaUIGL J flagración que conduj o al régime n al borde «aconte cimi entos de mayo» no fueron

- ,\ '!""::'

me n de De Gaulle se hubiera C0118UMU1UJ11m ª pol íticos de par tidos tradici�••'l:fll tamente no el Pa rtido hac er u n a revol ución tale s aco ntecimie1NU• .11 los Parti dos PrinCl.lMlllM Ps tienden a Plano d1qj111& •

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y la e trategias 1 79

v 10 ro

dio pa aba un poco d el 5 0 por 1()() _ en Suec la ma En y on a. a de lo s ot ros ia y N or u g . pa íse s, el . p or ce ntaj e del total e la 1zqu1 er da s e m an tuvo en tre el 40 2 y el 5 0 p or 100 »



·

La u r s e te socialdemócrata �ufrió e n gene ral u n notab le

decl ive años o che nt a y a co mi en zo de los no vent a, pero ahí donde ' ra tas h �n l ogrado un los par tidos �1a ld em oc a sól i s, usa ría n sus con sid era ble s pod ere s en los casos que tuvie­ us ma nos para hac er juic ios advers os en rela cio n con asun­ lit igio , con la convicción de que esta rían actuan­ y el ntid o com ún. Un gobierno refor•811dt1ía áleviltati11.en1ente en la vida eco nóm ica y social '-'Wllla.uu a 1 rechos de propi dad o actuaría

ampa

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¡,¡¡ palfli a d

uperviv

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209

m pr endida con tin uam en te dur a nt

r t

s

e m á de u r o m as as l o d a d 1 d t dades ontra h de po c ít l s icas d 1' 1' de n . . nt ño . 4 1 1·n u 1nte 1gen cia inte rno» 1 . 1 ervici o de

r

.

.

t

: rtodos los sitios donde hay servicios de inteligencia esto mente Pero

es

. esta «guer ra secreta» r dad era no h a O Cur re ve e . , u q o l' c contra udadano s i solo parti : a cul a did res h a s1' dO p r en SI dO e m

minis tros y gobie rnos . M uch os da tambien contra miem . · . . ios . etnP re n di 1 d e inte igen�1a ven �1 ?1 undo exte rior a travé os servic . br os de l p aranoia a con tnotic a . Es a través de tales ados r olo c � � de l en tes . o mie mbros de los servicios de segurid ad llega ron a 1 nte s com arold W i lson, siendo primer min istro , era un agen te c e e r q ue H consecu encia, su función de primer ministro de la KGB , y, en sostenida campaña de difamaci ón 1 s. En los fue el bl anco de una Hoover, quien encabezó el FBI durante Estados Unidos, J. Edgar •

,







_



creado un inmenso archivo de infor­ cuarenta y ocho años, había mación secreta, mucha de ella de índole sexual comprometedora, sobr e funcionarios públicos, desde presidentes hasta cargos i nfe­ riores, y esto fue usado extensamente, todo, no hace falta decirlo,

en nombre de la seguridad y el interés nacional. Con el fin de la Guerra Fría y el fin de l a «amenaza soviética» podría ser que los gobiernos socialistas n o sean acusados ya de ser conscientes o inconscientes instrumen to s del Kremlin, pero de todas formas

podrían ser acusados d e i n tentar reproduc ir, sin ninguna razón, el sistema que había fracasado tan desastrosa mente en los países com unistas, y constitu ir así una amenaza mortífera para el bien público

.

No es difícil imagina r de qué modo los miembro influyentes nvicci de los seivici os de inteligencia llegarían a la q es su deber debilitar un gobierno odiado, y el mu · mo in bmto reform ar estos servicios sería visto e n f mu · l1DD iltOJlllO COlm8

prueb a de l as in te nc i o n pel'\.'i . no 16. Estos m . ttmaon de los

i pe�.Odil-., •i elllt liill a-

•i ••••

••

10

Socia/i.w110 para una época de escepticism o

lista d e s� >met � r a su est ric to El int ·nto d · un gobier no socia prop orc1 ona n a una pri me ra con t rol los sctv icios de inte lige ncia Esto, sin e m b argo, sería -Y crucia l - pru eba de su deter m inaci ón. e, a sabe� , una co n si­ pa�te de una en1pr csa .1n ucho n1ás grand super iores del per­ derab le renov ación de n1uch os de los escal ones a sonal estata l . Es incon cebib le que tal gobie rno pued lograr s us propó sitos si no pued e conta r con el fuert e apoyo de la gen te que está en los nivele s super iores del apara to estata l. Lo que se requer iría de ellos no es l a acepta ción d e una «visión del m und o»

exactan1ente definid a . Sería, como ha ocurrid o siempre en los regí­ menes capitalis tas, un acuerdo grosso 1nodo con los funda men ­ tos del orden social existente. Esto es bastante compatib l e con

el desacuerd o sobre muchos aspectos de la política . Ningú n gobierno puede funcionar efectivamen te s i e l personal clave que

está en los niveles m ás altos del aparato estatal se opone acti­ vamente a todo el i mpulso de la política del gobierno. A menos que se sustituya a tal gente, e l fracaso y l a parálisis resultan ine­

vitables . La cuestión no es « l Es é l u no de nosotros», sino, mucho más inclusivamente, «lEs él (o ella) u no de ellos?», que es pre­

guntar por alguien con puntos de vista muy conservadores o reac­

cionarios . En otras palabras, e l principio guía no es «Todo el que no está con nosotros está contra nosotros», sino más bien «Todo

el que no está contra nosotros está con nosotros».

En algunas ramas del Estado sería n1ás fácil que en otras rea­ l izar los cambios que se necesitan. Los funcionarios públicos vete­

ranos pueden ser reemplazad os o trasladados . El problema es mayor en el caso del personal veterano m i l itar, d e la policía y

del servicio de inteligen cia. Pero es u n problem a que imperio­ sament e requer iría solucio narse. Los j u eces vetera nos tambié n plante an un proble ma . Como se d ij o e n u n capítu lo anterior, u n gobier no sociali sta necesi taría nombr ar para p uestos j ud ici ales a



hom res y m uj eres con i nclina ción progre sista. Las protestas de ultraJe que esto provocaría sería n comp letam ente artifi ales, pu es ci los crite rios polít icos impl ícito s tamb ién dete rmin an el nomb ra­ m ien to de j u eces veter anos --o, e n este tema, los menos vet e­ ran� s- en l as dem ocra cias capit alista s, y n o es u n accide nte qu e los JUec es de izqu ierda sean sum ame nte raro s e n estos siste m as P?l ític? s. El espe ctro se extie nde desd e los com plet amente reac­ cio? ano s a los � ode rad ame nte l iber ales , y muy rara vez va más alla de esto : un Juez vete ran o con incl inac ione s soc i alistas e s en

21 1

3 La 0pomción dentro del E stado a un gobi rno emp nado n

1 cambio rad ical haría j uego in duda

e

n la opo ic ión q u Estado e n la sociedad en g neral. La opo ició n era tuera del más visible sería l a de l o l íderes con e rvador d l órgano e l trabajo d e opo ición más important e ena legislativos. Pero hecho fuera de estos órganos. C omo e señaló ante en relación con los servicios de inteligencia, todo lo principale polític o



comervadores son m iembros de rede

d

asociación con g nt

influyente en muy dife re ntes e feras de la vida no sólo en el pat

sino también en el extranje ro y mucho de ello qu rnan usar

un punto en oonexiones en detrimento del gobierno. Este el que el manejo habilidoso de los asuntos por parte del gobi mo d muy bien podría d ividir a la oposición y di uadir a algun sus

lideres de emprender iniciati as oscur

.

Un papel importante de un tipo difer nt por partidos conservador d 1 p

propaganda a lo

de activismo

largo

h

l ..... ........

COl1lcelltrlCIOl!le&, dCllllOSU'&•

qu

hubi r

·

t

est11viera D.lroa�i ndo con su p rograma. in duda, en cuanto a dividida acti guridad que mucho miem con ao1:11 1en10 y

1

bo «divi ionista» en el que

urgi ran a una mayor «DlOder:IC.i(na,

ltecho el l

bandono de s

prop021no1.

pena hacer hincapié en lo mucho qu

JDS1amciº 1on

·

religios

han

en las últimas décadas y

1 clero

ºalista podría esperar ci rto apoyo real d 18.Emente en los niveles más bajos de la lgl tante más allá a la derecha de tod

ia. e

e

CUbldn ftA•"-"'

voce de la

opo-

L Al•I, habría grupos neofascistas cuy miemm (y IOGaa líderes a ver al gobiemo como por riu evad

conspiración contra la integridad de la naei6n . mlllWí&ta cm1.r.'1a preocupado obviamente en uaer

..la 'llar& pro e ... y l

r a las minorías étnicas y

ues. Esto sólo sería

suficie

º 1 rao IMM:Jlal . lCll tas a denunciar que el gobte

•••

os y judíos. El recurso a

de

LO pDlltica di

upervivencia

21 3

uaj e y l as accion es viole ntas , en co n traría n al te ! leng a1 111e n u �rtud en m uch os de os puntos e vist a d e los gru pos n e ofasci�stn a a'i vt n su s acci ones más inde fen dib les a l a sup u est ía ir u ºb a pro y atn . no empe ñ ado e n la por u_n go b ier a ch e h r n uin ó a n acio n al . vocaci 1c1entes d atos: la exper ien cia f su hay n ,, ' ié b m de m uch os pai­ . , Aqut, ta . , stra bie n com ? respe a bl es poh t tcos de la derech a pueden s es m u e e i ncluso colaborar , con gent ser com pren sivos, e a 1 a qu e . llegar a cias norma « 1 unstan es». en circ rehuirían º ' con l ten b tam a m ayoría de los diari os arse ont podría c pa ra , . º b go terno, l a con ca una cnt1 exposici a uch ón diaria de sus hace r m gencias, ne � l y co � s r horrible s advertencias sobre supu estos allo que estuvieran produ ciendo en el paí la catastrofica s1tuac1on sus m edi das dogm áticas . En u n plano menos elevado , Jos lectore de la prensa de bajo nivel serían servidos con una ración diaria de difam aciones contra ministros, funcionarios y todo el que esté







.

f

!

implicado con el gobierno. Y la «prensa de calidad» no estaría

al margen de tales ataques, y los puntos de vista, los sentimientos

y las denuncias puestos en circulación por fuentes conservadoras

tendrían eco en otros m edios donde fuera posible expresarlos. No habría nada nuevo e n todo esto: tal propaganda es el resultado normal de los agentes conservadore s que luchan contra la izquier­ da, que también se dirige contra los mismos líderes y los partidos socialdemócratas «mod erados» cuando la ocasión lo demanda, como se hace en tiempo d e eleccion es generale s, o cuando algún tipo de gobierno de izquier da e stá e n el poder. La diferencia esta­

ría en la gran virulen cia con que serian atacados un gobierno genwnam ente radical y todas s obr pocas palabras, la ll.eaacm

•& 14.l�Ó

ino q

l'gr

-P411nnal d 1 aparato d

Y

...... u.,

n u conjunto co mo U np la . gobierno. al Habría opuesto pro bablemen . bl y unánim ment 1pi al m no , un número de personas del mun do indus.. t , al p trial, financiero y comercial que estarían dispuestas a esperar y ver, y algunas incluso estarían dispuestas a cooperar con el gobier­ no. & en este área donde es más relevante la obseivació n que se hizo antes sobre el modo como enfoca el gobierno la realización undo d

r al

lo n gocio



·

de sus políticas. Dos fuerzas profundamente contradictorias esta­ rían operando aquí. Por un lado, el gobierno necesitaría introducir muy pronto algunas de las medidas con las que estuviera comprometido y que serían vistas con adversidad por la «comunidad de los negocios» dentro y fuera del país. Por otro lado, el gobierno necesitaría conseguir también tanta cooperación como fuera posi­ ble del mundo de los negocios.

La buena disposición del gobierno a buscar y lograr una coo­

peración de los negocios estaría impuesta en cualquier caso por echo de que tal gobierno habría llegado al poder en un ambien� !•

llh idmlm"ruulo por el poder empresarial. El escape inmediato de

�.-1 -� C18Jlllí 0 li00 seria el equivalente, en términos económicos, de

•m.- el aparato e tatal», es decir, la nacionalización de ·

1pales medios de la actividad económica

un

y la

••at d la gente que hasta entonces hubiese dirigido al

enos la destitución de todo el que

no

M8ta G!Alll.lm ente en favo de lo que se e tuvi ra haciendo IMl•llM•.Xm uiime wºata no e posible en las co dici es este tema no sería en absolu o

•\ tr.wu•, llelilt>le.

_.. .. . ...

ello

·

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1

7

co

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aD&muto SIOll d O

ubestimar la importancia ,.,..

pitali ta a escala global, o cuán

rm1n111

awrmt mucho tiempo lo que de hecho es l uu.Jllt(fl• """"'aua · rn'l'!llU'ft acional; sólo se quiere decir que eata

....,,. 1"6

••

mucho menos asegurada en el futuro que en

que, por consiguiente, será menos capaz de oponerse de

a.; ••

forma radical. Sin duda, alguno países, eao-•

1 «mundo en desarrollo», son más wlnerables

· � que otros; y el internacionalismo de izqui1•M · c1Mm11�

•-.1e111e hoy día en gran parte en el sentido de aa.-i • --- •omw · Itas de cualquier parte del mundo y •• gobiernos y los agentes capi1talil· • · ·asa& � om!Jefljoa o a descstab1w

••

, , .r.�116�

n

i

22

i Id mó cra tas tra dic ion almente i rn han . tado t 8 cuan e os n m to le1 a uy sacrificar los inte . ir ii de b di pu lación po asalari la de ada f s con re p s ol to tic c a de «austos se todOS y « recortes». A pesar d e l a retón. ca de «igualdad . 'd ad » de sacn. . n te . y « e n l a práctica siempre ha si anificad austertº d ad », o ause- . » 0 fic1 adora trabaj , con se desem pleo ' reducción del ' . para la cla . 1 . . te nd a d ctivos co cios y sociale sem s, congelación sala� bl ico e n . gasto pú cc ió n de los beneficios sociales y todo el conocido con­ ri al, re d u as que forma parte de tales políticas. Un gobierno o de medid . · un t J o, estan,a ab solutamente decidido desde contra n l e or p a, st ali i soc a prod ucir una m ejora real en las condiciones de vida el princip io , por medio de avances visibles en la prestación de la gran mayoría y abordando como un asunto sumamente de se rvicios colectivos de la sociedad -desempleo, pri­ urgente los males m ás obvios vamente-. El gobierno vaciones, carenc ia de hogar y así sucesi que mueve a los gobier­ abordaría esta tarea con el mism o espíri tu as menores, por nos en relación con la guerr a. Hast a las guerr e extraordinario no hablar de las mayo res, prod ucen un desp liegu dispouci6n de de recursos, de los que se dice que no están a s/Malvin en fines pacíficos. Para sufragar l a expe dició n Falldand que no bal!tl-11 198 1 , se encontró de repe nte que billo nes de hbr Y tr11•d estado disponibles para salu d, educ ació n, viviendas existían a pesar de todo . Asim ismo , el gobierno d v Unidos, que no tenía los recursos para ciudades de la degradación contin , en4;c>ll�UO

· llOllR. MI � u

enviar medio millón d e soldad a tra a lrak de Kuwait, y embarcarse e la U..qil\ l*M

Estratégica, conoci d a también CODlO costó b illo nes de billone de ao.1uci• ona ld Reagan, y ah



sido un proyec to '1else8belllG�MU ve a los gobi e tare s mov eda a las cond iciones 11 • •• Tal guerra •• COnsi de rar1 que ca 110a1111� d

llite11•

s��''"i.t""' para te ca tu gobierno sociab ta eon el .an . .t101 9 neceait:1aira h 11 n� be a un incli ción «e taf a» o «een trtllat.. prop ia acción del gobie la flUO 0 us posibil idades de 6xito. P or minaría D

.:

elemen to crucial en u dec" ' ie o que ación depender ía del apoyo que tenga y tuviera ujeto por parte de grupos Fi••atto. siones las que de u programa. Estas presiones son un e.-. eato por el conjunto . No obstante, es al gobierno al que recaerfa c1a: e inevitablement e la responsabilidad última de decidir qué hacer y cómo hacerlo en cualquier momento particular. Sin duda el bastan política y e

g

·

·

emo haría un proceso de consulta lo m ás amplio posible

pre­

vio a las decisiones que se tomaran, y actuaría también sobre la base de un mandato firme del partido o partidos a los que repre­ sentara. Esto es un parte esencial del proceso democrático

que

el gobierno estaría comprometido a seguir, y que necesitaría enn­ auot:er mediante la ampliación, tanto como sea posible de las

•WIDKllaOrl para la participación efectiva de todo el que qwera �' :" A'111Clll 1e al final, y por muy detallada y cabalmente que democrático y las p e iones e � la política, las dec1s1one

pnn.�1r.11111go

cmmacias a la gente que tiene a u cargo 1

poder

6

Todo lo que se ha dicho aquí sobre las perspectivas de super­ vivencia y éxito de un gobierno socialista está basado en una supo­

sición que seguramente será desagradable para los socialistas: la

suposición, que se h izo ya en el capítulo

111, de que en un primer

período, necesariamente de duración incierta, el poder ejecutivo

del Estado necesitaría ser muy fuerte. Sin duda, esto es contrario a la muy pronunciada i nclinación antiestatista que ha caracteri­

zado al pensamiento de la mayor parte de la izquierda en las últimas décadas . Esto e s una comprensible retirada de la expe­ riencia de los régimenes comunistas, donde el Estado, o el Par­

tido-Estado, dominó la sociedad implacablem ente; y ello también ado se sustenta en una fuerte y sana creencia en que el b en cual quier caso, una probabl fu nte d arbi

cracia y defon naci one antid em nifica preem ine nte 1 pod CDlfeaaQt>I d el poder

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y . time� · •••• dlr.teto. 11U11i1°1 't aria d.eaocr•maw , :¡É,2.. ar .. YO se puede - aoae r � a historia del .e&pmillll8 ._ ·

1ttrlli uae11a ri o c.iuo un 1obieme radioal y eouUUt radica l hiciera n infinit ament e m ejor l o que el CIDUJa sta ha sido obligad o a hacer de mala gana dur ante .... Un poder ejecutivo fuerte seria esencial si un gobierno --- - - !.a!

q · ·era perdurar y hacer progreso, pues de otro ma.,.a. QQ1111& bacor fronte a las emergencias que afron taría casi G.11Wll condiciones de cri sis aguda, un gobierno r� litaz'la catar provi to del tipo de poderes que aiempre haa

�C11111011"m"16n

de los gobierno

burgueses e n tiempos de



taa poco se dice en las descripciones ortodmM • • ..U>Qr.acia liberal 2 1 • Batos poderes son notablement e ••11

•• on tiempos de paz, y en circunstan cias d e l as ...-�

lfirman que constituyen una cmoraoa lltii •mra. OllOI podere s son verdad eramon t

rlíll•:llll•_. -.� ,.-

t :. M...1'*1 *-all.m e nte podere s i l imitad os .. .. .,

q

pnte de l a izquior·na ... ... l8Al • .a.1111ma a1¡u no • al m , de 1 Mll·ll ...... ao 1ma11DO: n te o

n

rvi

ia

227

d l d m ocra cia capitalist a al auto rit arismo por gu 10 n m n sos y discrecionale s poder es que ellos i habí an u emergen cia de 'd o nes ( situaciones declaradas . en si tu acio , 1 e rc 1 ° . Las for�as d emocr át'teas perm �n�cteron, aunq ue su 0 tales) � tn co . on am ie nto estuviera severam ente restnng1do. Las libert ades 1 c n tu ¡· . . , . taban su1 etas a 1m1tac1ones .d er·.1n1'd as, pero no fueron ' c1V1cas es m1nad as. E stas l 1m1tac1ones pued en ser toleeh e nt e m ta . cotnPle ' d l b l ' apoya l o que el gobie rno na e a po ac1on mayo la do . radas cu an . opone activamente se a " l no E e . ste o ha , sido ndo genecie tá ha estados de emergencia proclam ados por me nte el caso en ; particular mente en tiempos de guerra. obiemos burgueses, Cuand o este apoyo falta, y cuando hay una oposici ón fuerte, la r

/

·



·



e:i

imposici ón de un estado de e mergencia es probable que exacerbe la crisis y produzca condiciones que no estén muy lejos de la guerra

civil. Lo que esto significa para un gobierno socialista es que nece­ sita imperiosamente el apoyo de una parte sustancial de la pobla­

ción en favor de lo que está haciendo, y esto es así en particular si él necesita invocar poderes de emergencia. En cualquier caso, sería necesario que estos poderes estuvieran cuidadosamente limi­ tados en cuanto a tiempo, suj etos a examen parlamentario cui­ dadoso y que fueran renovables sólo cuando se hubiese producido

un caso fuerte que j ustificara su renovación. Todos los gobiernos, cuando se les presiona mucho, han estado tent ados de conducirse de modo arbitrano , y un gobierno alista, enfrentado a una multitud de pr bl m gr � to tambié n a esta ten tac ión . li0 mi1t&CJ&• t tivas al ejercicio del oo¡¡ e r asimismo que la reatltZm:�OD form ar el ormm �QA •

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se multiplican; el aa._� problemas · 11ea � "-� -1·...... una tozuda ealidad; l erm . tando y lo mismo, en relación con ello, la exte ión de la gobi mos actuando conjunta y ni los gobiernos solos ni l son capaces de cambiar esto. Pero esto deja al domin io del capita l intacto y virtualmente sin desafío; hoy día ningún partido IOCia1 demócrata está interesado en plantear un serio desa fío a e ste dominio. En cuanto a los gobiernos conservadores , sus políti caa .

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están diseñadas para fortalecer el capital, no para debilitarlo. Durante algún tiempo, esto seguirá siendo la realidad fund amen­ tal de los países del mundo capitalista avanzado. Un país capitalista importante cuyo futuro en los próximos años sigue siendo muy incierto es Suráfrica. Pero sería un socialista muy optimista quien pudiera creer que un gobierno dominado por el Congreso Nacional Africano (ANC) sería capaz de empezar en serio la realización de un programa socialista. Esto no quiere que tal gobierno no constituiría un gran progreso, pero es

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improbable que un gobierno dominado por el ANC pueda r

algo más que extraer del capitalismo surafricano suficientes públicas como para asegurar avances reales en vivienda,

melóln.. salud, transporte y otros servicios para la población

otras palabras, cambiar el capitalismo surafricano en aproxime al capitalismo del bienestar que hasta ahora •Ida reseivado para los blancos. Esto sería realmente un :� •mc:e, tanto que incluso esto puede resultar demasiado optimlS­ - dadas todas las dificultades y las resistencias que dicho gobierencontraría por parte de una m inoría blanca atrin .r

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