Relación castellano-aragonesa desde Jaime II a Pedro el Ceremonioso [1]
 9788400074470, 8400074475

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REM.CIÓN CASTELLÁNO-ARAGONESA DESDE JAIME II A PEDRO EL CEREMONIOSO ;--:

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TEXTO Vol. I

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BIBLIOTECA DE HISTORIA: 23

Colección dirigida por: MANuEL EsPADAS BURGOS PABLO FERNÁNDEZ ALBALADEJO REYNA PASTOR MANuEL PÉREZ LEDESMA

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ÁNGELES MASIÁ DE ROS ~

RELACIÓN CASTELI.ANO-ARAGONESA DESDE JAIME 11 A PEDRO EL CEREMONIOSO TEXTO Vol. I

CONSFJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS BARCELONA, 1994

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Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del «Copyright», bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción rotal o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo público.

is CSIC

© CSIC © ÁNGELES MASIÁ DE ROS ISBN : 84-00-07445-9 (Vol. 1) ISBN : 84-00-07447-5 (Obra completa) Depósito Legal: B. 36.991-1994 Impreso en España - Printed in Spain Fotocomposición e impresión: Grafiques 92, S.A.- 08930 Sant Adrian del Besos(Barcelona)

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A la memoria de mi maestro y amigo el Doctor Don Antonio de la Torre y del Cerro

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Sus anteriores publicaciones acreditan a doña Angeles Masiá como profunda conocedora de la documentación real correspondiente a Jaime 11y sus inmediatos sucesores que se guarda en el Archivo de la Corona de Aragón. La ha estudiado ya en los aspectos referentes a las relaciones con el Norte de Africa, desde Egipto hasta Berbería, y con Granada, en dos libros separados por casi cuarenta años en lo que a su edición se refiere pero concebidos y realizados con criterios homogéneos y como parte de un proyecto único 1• Es comprensible que la autora haya querido formar un tríptico añadiendo otro en el que recoge el fruto de sus investigaciones y hallazgos relativos a la misma época pero al ámbito de las relaciones diplomáticas y bélicas entre los reyes de Aragón y Castilla desde el punto de vista de los documentos de la cancillería de Jaime 11, Alfonso IV y Pedro IV. Bastantes hechos recogidos en este libro se conocían ya aunque desde diversos puntos de vista y, a menudo, con fundamentos documentales menos seguros. Otros muchos se exponen por primera vez y, sobre todo, la perspectiva es singular porque se trata de reconstruir directamente y al hilo de la cronología el tejido de las relaciones entre Aragón y Castilla durante un periodo crucial de varios decenios, los primeros de la Edad Media tardía, en los que ambas Coronas tuvieron que plantearse sobre bases nuevas sus relaciones y las que mantenían con otros reinos peninsulares. La época de Jaime II es, sin duda, la que con mayor profundidad se trata en esta obra, aportando muchos matices al conocimiento de cuestiones centrales en la historia de aquel tiempo, desde el pleito sucesorio de Alfonso de la Cerda, pasando por la política granadina, hasta los esfuerzos y las apetencias de Jaime II sobre Murcia y, en menor grado, sobre otros puntos del trazado fronterizo con Castilla, manifestados en los años críticos de 1295 a 1304, y que, en cierto modo, intentaría reavivar Pedro el Ceremonioso durante su enfrentamiento con Pedro l. La discontinuidad de la dirección política castellana frente a la continuidad de la catalanaaragonesa -Jaime II reinó de 1291 a 1327- es la tónica general de una época turbulenta, cuajada de personalidades fuertes entre las que destacan con mayor nitidez la de don Juan Manuel y las de diversos tutores de Femando IV y Alfonso XI secundados por miembros de la alta nobleza castellana. La capacidad de intervención de Jaime 11, la complejidad de sus proyectos y alianzas matrimoniales, se pone de manifiesto claramente, siempre en un tipo de relato atenido directamente a los documentos, a los cronistas de época y a Zurita: la autora ha limitado conscientemente la referencia a artículos y monografías diversas donde se toca, de forma más

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o menos directa, algunos aspectos de los contenidos en este libro cuyo segundo núcleo, en orden de importancia, es el capítulo dedicado a las relaciones entre Pedro IV y Pedro I, en el que también hallamos precisiones documentales de gran importancia que loos especialistas recientes en la cuestión sabrán valorar. Todos sabemos que uno de los déficits acumulados del medievalismo español es el no contar con un patrimonio de investigación, ediciones documentales, cronísticas, etc. lo suficientemente denso y completo procedente de la época de la llamada historiografía positivista. Al ser en muchos aspectos el conocimiento histórico un proceso acumulativo, llenar ese déficit resulta imprescindible, aunque pueda resultar difícil o enojoso conseguirlo y atender al tiempo a las corrientes y horizontes del saber histórico que han aparecido o tomado mayor importancia en épocas más recientes. Los lectores podrán pensar que, por sus contenidos y por su estilo, este libro debería haberse elaborado y publicado hace algunos decenios, y no les faltará razón, pero no fue así aun debiendo serlo, por lo que hemos de alegrarnos de contar a partir de ahora con las aportaciones que ofrece: su fundamento y precisión documental ayudará a colmar ese déficit al que antes me refería. Obras como ésta ponen de manifiesto de la documentación relativa a cada uno de los monarcas bajomedievales; no deberíamos padecer más los malos efectos que se derivan de no haberlo hecho ya y es, por lo menos, opinable que algunas líneas de investigación donde emplean su trabajo muchos investigadores locales tengan mayor importancia o urgencia que ésta, vistas las cosas con cierta perspectiva. Por todos los motivos que acabo de enumerar, es grato dar la bienvenida a estudios documentales como el que hoy publica Angeles Masiá. MIGUEL-ÁNGEL LADERO QUESADA

julio de 1993

1 La C oro11a de Aragó11 y los estados del norte de A/rica. Poli rica de Jaime II y Alfonso IV en Egiptv, lfriquía y Tremecén, Barcelona, 1951.-Jawne 11:Aragó, Granada i Maroc, Barcelona, 1989.

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INTRODUCCIÓN

En relación con el objeto de que se trata en este libro, la constante de la historia hispánica tiene un doble sentido: el de la peninsularidad y el de la diversidad interna de las tierras, y por tanto de las gentes de la Península. No tienen por qué entenderse necesariamente ambas realidades como causas respectivas de centripetismo o de centrifu.gismo, nociones que han alterado el pulso de los españoles, algo más de lo que hubiera sido razonable y justo; han inspirado más bien y a la par la tendencia hacia la unión y el regionalismo, fenómenos cuyo sentido se corresponde mejor -nos parece- a la realidad histórica. Otra cuestión es, sin duda, que políticamente nunca se haya encontrado la fórmula justa de equilibrio entre las dos corrientes, o entre las dos vivencias, tan sentidas la una como la otra. Son los siglos medievales el período en que predomina la fragmentación política peninsular de la Historia romana. El ensayo visigodo de unidad cuaja tardíamente y con dificultades; esto no es un hecho particular de nuestro pasado, pues está perfectamente en relación con la debilidad estructural común a todas las monarquías nacionales de origen bárbaro que se forman en el occidente de Europa. La historia peninsular comienza verdaderamente a recorrer un camino original con el desmoronamiento de la armazón visigoda que supone la invasión islámica y con la formación y persistencia de los diferentes núcleos de resistencia, origen de los posteriores reinos medievales. La coyuntura histórica favorece ahora la tendencia a la disgregación, y aun cabría decir que la hace conveniente, imprescindible para que la Hispania cristiana y occidental sobreviva frente al Islam de origen oriental pero rápidamente «hispanizado», también unos siglos de vida separada dan oportunidad para desarrollar a las gentes de los distintos núcleos su propia personalidad, fundamentos cuya unidad de origen nadie rechaza. Hasta mediad~ del siglo XIII la tarea de la Reconquista es la vocación primordial de los reinos hispánicos. Los últimos nacidos se han desgajado a veces de los iniciales, incluso a veces han surgido contra ellos. La desigual intensidad del dominio islámico marca en alguna medida el momento de los primeros avances y su ritmo inicial; la orografía peninsular marca por su parte las distintas áreas de expansión futura de manera muy clara. Uno y otro factor influyen sobre el desarrollo de la Reconquis-

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ta, pero no lo determinan. Son la suerte, la fuerza y los aciertos de unas y otras personalidades los que contribuyen también a dibujar unos esquemas de distribución territorial, unos repartos, que con rectificaciones, acabarán cuajando en el futuro. Hay en algún caso vuelcos espectaculares de una situación; la Navarra absolutamente hegemónica de Sancho 111el Mayor en los primeros años del siglo XI -acabará enseguida encerrada y sacrificada por dos vecinos, Castilia y Aragón, más jóvenes y más fuertes. De mediados del XIII hasta finales del XV la Reconquista es ya una empresa secundaria, que incluso se olvida durante largos períodos. Salvo el conjunto que por comodidad llamamos Castilla y que tiene al cabo la parte mayor, las demás monarquías han llegado ya a tocar el «techo» de su expansión y realizan tanteos para encontrar una nueva vocación en el exterior, a la vez que intensifican decididamente sus relaciones diplomáticas con el resto de Occidente. Los viejos recelos entre los vecinos españoles, y en algún caso el rechazo de los repartos, se complican con las sacudidas que produce la crisis económica y social en toda Europa y más aun con la lucha sorda por una hegemonía peninsular que encaja perfectamente con el proceso general de consolidación de las Monarquías Nacionales antecedentes de los Estados Modernos. En este proceso los reinos más débiles están llamados a ser sacrificados en alguna medida a los intereses y las vocaciones de los más poderosos, al mismo tiempo que los poderes señoriales están llamados a desaparecer en beneficio de las monarquías que se van consolidando. Aunque con importantes matices diferenciales la historia hispánica sigue los mismos canales que en otros países próximos. Los reyes asturleoneses y después sus herederos castellanos apoyan su autoglorificación en el argumento de ser continuadores del Estado visigodo, pero no serán de todas formas los únicos en titularse en ocasiones «Emperadores de toda España», ni en la primera final de Castilla entre todos los reinos hispánicos pesarán más razones que su superior potencia territorial, demográfica y económica. Fracasadas las pocas ocasiones en que estuvo a punto de lograrse la unidad de los núcleos cristianos (Sancho 111el Mayor, matrimonio de Alfonso el Batallador y Urraca de Castilla), desde finales del siglo XII se hallan consolidados tres territorios con posibilidades expansivas: Portugal, León- Castilla y Corona de Aragón. Todavía las visiones de nuestra historia medieval y de las relaciones entre los distintos reinos adolecen de un apasionamiento Jamentable, de unos radicalismos historiográficos, hijos mucho más de las pugnas políticas de la época contemporánea que traducción de las de nuestros antep()Sados de siglos atrás que no pudieran sentir ni sintieron nunca la realidad hispánica con la misma tensión dramática que tantas veces ha sacudido a los españoles en los últimos 150 años. Dejando aparte el caso de Portugal, aunque alguna vez habremos de reparar entre todos esta recíproca desatención, piénsese en los decenios de castellanismos y de catalanismos y, en menor medida, de aragonesismos o navarrismos, en las inacabables disputas que de ningún modo han

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sido científicamente estériles, pero que en buena medida son responsables de que se mantengan en pie los obstáculos para una contemplación serena de nuestro propio pasado común, mucho más común, mucho más fraterno, con muchas menos contraposiciones de fondo que las que algunos imaginan; creemos que no muy distinto, en fin, del pasado de quienes desde hace siglos son conocidos como franceses o ingleses o, desde hace 100 años, italianos y alemanes. No hay otra salida seria que la de dejar trasponer a la Edad Media -o a la Edad Moderna- los recelos o las insatisfacciones que las distintas gentes de España han ido sintiendo por razones de estructura política desde hace algo más de un siglo. Nadie puede arrogarse al papel de juez y repartir razones y sinrazones, condenar o salvar a ésta o aquella línea historiográfica. Pennítasenos con todo recordar tres o cuatro hechos que nos parecen indiscutibles pero cuya consideración creemos que ayudará al lector a superar determinadas barreras psicológicas o intelectuales que historiadores de nuestra época -por no hablar de políticos- han contribuido a levantar en ánimo de muchos. A nivel bastante general perdura la confusión entre «España» y la construcción humana y política que es el «Estado Moderno» tendente al unitarismo-autoritarismo monárquico que crean los Reyes Católicos. Tal confusión tiene en nuestros días una nueva -y a veces interesada y culpable- actualidad. Confusionismo revestido de maza arrojadiza que se lanza contra el oponente político con argumentos y objetivos igualmente políticos; el estudio concienzudo de la Historia no interesa a casi nadie. Se hacen en público -incluso por quienes tienen absoluta obligación moral y científica de no hacerlas- afirmaciones que causan la autoconsideración de que los habitantes de esta tierra como españoles hubiera sido una invención gratuita que no se remontase más allá de 1500. En determinados círculos pasionales, que la coyuntura política amplía y da publicada, se mantiene el auténtico vicio de añorar una Historia de grandezas y glorias que no fueron, o fueron de otra manera distinta a como en aquéllos se imagina que debieron producirse; añoranza por supuestas o reales «ocasiones perdidas». En conexión con esto es inevitable llamar la atención sobre la ligereza con que muchos historiadores han hablado -y lo siguen haciendo en nuestros días con un entusiasmo renovado- de los regímenes de «libertades políticas populares», de la «democracia medieval» existente en los distintos reinos hispánicos (o en sólo algunos, según quien escriba). Tales conceptos no son de recibo en las escuelas historiográficas más dinámicas de nuestro tiempo; el estudio de las estructuras socio-económicas de la Edad Media impide por sí solo entregarse a tales ensoñaciones románticas; que aquí conservan aún una lozanía sorprendente. De esto último deriva la segunda cuestión sobre la que queremos atraer el interés de quien lea estas líneas. Acentuando las confusiones se carga a la cuenta de Castilla lo que debe cargarse al régimen político de una época, y además los historiadores españoles seguimos cometiendo el error de desinteresarnos por la historia de nuestros pueblos vecinos; cuando nos atrevemos a comparar es para hacerlo, por lo común, bastante m~l. Somos capaces de pasar de

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consideraciones dictadas por el complejo de superioridad a las dictadas por el de inferioridad con menos reflexión de la que sería deseable esperar, retrotrayendo las supuestas intenciones dominantes a la interpretación interesada de las relaciones entre reinos. En tercer lugar la historiografía española ha caminado entre el olvido o la interpretación exagerada de un hecho que está ahí, en las crónicas, en los anales y escritos medievales de muy variado origen; ni la invasión musulmana ni la formación de reinos independientes, ni las luchas entre éstos, entre todos ellos, notéqioslo bien, llegaron a romper la unidad moral y psicológica de los pueblos hispánicos, la conciencia de pertenecer a una comunidad. El sentimiento por la «pérdida de España» y el objetivo de su· recuperación son asumidos de manera perfectamente natural por las gentes de todos los núcleos. En todos ellos existe aproximadamente la misma noción de su descendencia de los godos, de ser «hispani»; nadie soñaba, en el siglo XIII, con negarse a sí mismo la condición de hispano, de español, y aplicar este apelativo a los habitantes de otro reino. Desde el otro lado de los Pirineos se habla de aragoneses o castellanos y a todos se les llama españoles. Las referencias continuas al solar común se hallan en Alfonso X de Castilla, en las crónicas de los navarros Jiménez de Rada, de García de Eugui, o el Príncipe de Viana, de don Lucas de Tuy, y en todos ellos con semejante fuerza que en Tusell, Muntaner, Desclot, Tomich, en la crónica de Pedro el Ceremonioso, en los «Gesta Comite Barchinonemium», en los aragoneses Fernández de Heredia o Fabricio de Vagad, por hablar sólo de los más relevantes. El «Llibre deis Feits» de Jaime I recoge algunas de las más entusiastas defensas que el monarca catalano-aragonés hizo «del honor de España». Los cronistas y poetas cantan encendidamente a su Cataluña, Castilla, Galicia o Navarra natales; cada una de ellas con «el mejor rincón de España», pero siempre entendiéndose a sí mismos y a sus coterráneos como entes de una misma casa. Son distintos monarcas abrazándoles a todos en ocasiones con el único nombre de «espanyols», de españoles, son para sí mismos y para las cancillerías europeas los «quatre reis d'Espanya» de que habla el catalán Muntaner. Como ha escrito Maravall, «no se comprende, y ciertamente las faltas de comprensión han sido graves en muchas ocasiones, nuestra pluralidad medieval sin la instancia superior de España•/ .../ La solución de la pluralidad de los reinos hispánicos representó, por detrás de su aparente incoherencia, «un procedimiento para salvar la comunidad hispánica»; es una lección aprovechable todavía. Un último recordatorio que hacer aún, el más simple de todos, es el del retraso en términos relativos en que están todavía los estudios sobre nuestra historia medieval, y en tal situación los maniqueísmos tan al uso son aún más lamentables. Hay que seguir descubriendo y reescribiendo seria y pacientemente nuestra propia Historia. A ello quiere contribuir este libro, apoyado sobre una amplísima base documental y sobre bastantes años de esfuerzo. Contemplamos las relaciones entre las dos principales monarquías integradas en la España Moderna a lo largo de los dos últimos siglos medievales, la etapa en que se

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pasa de la máxima divergencia a la comunidad dinástica (a través del «Compromiso» para todos, a la clniquitat» para algunos, de Caspe) y finalmente a la Unión. La búsqueda documental se remonta, pues, basta Jaime 11. El periodo que se extiende entre la formación de la Corona aragonesa y 1291 se recuerda en los Antecedentes a través de los elatos de Anales, crónicas y bibliografía moderna. El estudio que ofrecemos comienza con el monarca de la Corona de Aragón Jaime 11.Hemos escogido este reinado como punto de partida por considerar que presenta unas características especiales, distintas al clima en que en épocas anteriores se desarrollaron las relaciones entre ambos países. No se trata como hasta este momento de colaborar en la Reconquista, sino de algo más complejo. Jaime II y su hijo y sucesor Alfonso el Benigno, siguen el camino iniciado ya por Alfonso el Liberal, tratan de desvirtuar los tratados celebrados por Jaime el Conquistador, que limitaban la expansión aragonesa hacia el sur. Los tratados de Almizra y Biar. El logro de tales propósitos se basa en las luchas civiles de Castilla, aportando las pretensiones del infante Alfonso de la Cerda. El objetivo es Murcia, la salida al Estrecho y la obtención de una parte del litoral norteafricano. La intervención de Pedro el Ceremonioso, es más compleja a causa de los conflictos con sus hermanos, da la sucesión aragonesa por una parte y por otra, la más importante, la intervención a favor de Enrique de Trastámara en su lucha con Pedro el Cruel. También en este caso las ayudas tenían un precio a base de concesiones territoriales. A pesar de esta similitud de intereses la época de Pedro el Ceremonioso y su contemporáneo castellano Alfonso XI ofrece una característica especial. En ellas a diferencia de los reinados anteriores no se busca un equilibrio peninsular o la absorción de un estado por otro; como puede deducirse de muchas alianzas matrimoniales conducentes a este fin. En cambio la guerra de los Pedros da a la lucha un carácter internAcional. Merced a la intervención de los dos bandos que luchan entre si en la guerra de 100 años, queda rebasado el ámbito estrictamente hispano. Si analizamos el resultado de todos estos conflictos, debemos forzosamente admitir que tuvieron un resultado totalmente negativo, en todo lo referente a adquisiciones territoriales. A lo largo de las páginas que siguen se podrá apreciar, esperamos, que en las relaciones entre Castilla y Aragón privan en todo momento conflictivo los intereses de uno y otro, tal como lo sienten los monarcas respectivos o sus grupos dominantes. Muchos entre los dos países son incomprensibles si se desconocen las tendencias sociales y el estado económico de cada uno; que en todo. casi vicios y virtudes se reparten de manera bastante equilibrada entre todos los protagonistas, porque nadie se ha dedicado previamente a repartir el papel de traidor y el de héroe. Todos son intercambiables. Esta es inevitablemente una historia narrativa y política, elaborada hoy, pero sin olvidar otro tipo de realidades, para conocer bien estos temas y otros muchos de la misma naturaleza, la solución pasa inevitablemente por el conocimiento y exploración de nuestros archivos y por un estudio e interpretación serena y ecuánime. No se trata de demostrar algo

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concebido de antemano, sino de atenerse a las verdades que se pueden deducir de la interpretación de los datos. Respecto al contenido de este estudio, alguien seguramente objetará que se trata de un tema muy trillado, bastante conocido, que muchos de los detalles que surgen de la documentación inédita, aún siendo ésta mucha, algunos de ellos tienen una importancia relativa. Aún admitiendo estas observaciones, en defensa propia, apuntamos que el tema ha sido siempre tratado como una faceta de cada reinado, por lo que nos ha parecido interesante agruparlo, para ofrecer así el completo desarrollo del mismo, dejando aparte todo lo demás. También hemos procurado relacionar los acontecimientos que los permiten, con los asuntos de carácter internacional. En realidad la intervención en las luchas hispanas de los contendientes en la guerra de 100 años, inician la entrada de los reinos peninsulares, especialmente Castilla en el concierto europeo. Tenemos plena conciencia que en el estudio que ofrecemos quedan algunos cabos sueltos, que aún tratándose de asuntos importantes hemos considerado algo marginales al tema aunque forman parte de él. Algo que es tratado de manera inco~pleta, es la guerra de los dos Pedros; no ha interesado la campaña en sí misma, aunque opinamos seria del máximo interés un estudio sobre su desarrollo. Lo mismo podemos decir respecto a Portugal, a los intentos de este país para integrarse en los asuntos peninsulares, pese a su situación marginal, tema éste que reclama también un estudio de conjunto. F.stos temas voluntariamente apartados pueden dar lugar a interesantes monografías. Solo me resta dar las gracias a las muchas personas que a lo largo de los muchos años empleados en esta labor, interrumpida en varias ocasiones por diversas causas, comenzada ya en mi lejana juventud, en 1934, me han animado a proseguir, a todos aquellos que de diversas maneras me han prestado ayuda, orientación y aliento en esta labor. También mi agradecimiento a todo el personal de A C A, en todos sus estamentos. De manera especial quiero mencionar a mi buen amigo Luis Femández Antón, con quien se frustró un proyecto de colaboración que todavía lamento, a quien debo ayuda y consejo en el planteamiento de toda la obra especialmente en su comienzo. En otro orden de cosas, también debo dar las gracias a mis buenas amigas, M.ª Luz Navarro y Carmen Vila. También mi reconocimiento a la Fundación «Juan March» que al concederme una beca el año 1959 contribuyó a la superación de las dificultades que se presentaron en los difíciles años de la post guerra. Para todos, repito mi más sincera gratitud y agradecimiento, Barcelona, marzo de 1993.

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LA ÉPOCA Y SUS PERSONAJES

LA ÉPOCA

En la época que nos ocupa, los últimos años del siglo XIII y la primera mitad del XIV, las condiciones que ·ofrece la evolución política de la institución monárquica en todos los países de Europa, en el momento en que el feudalismo va cediendo terreno a la autoridad real y los monarcas conceden prerrogativas al estado llano, no puede aplicarse a todos los reinos peninsulares, especialmente en Castilla, donde la manera particular de las relaciones entre los monarcas y miembros de la nobleza, se aparta de forma notoria de la organización feudal estrictamente europea, consecuencia natural de la falta de la verdadera jerarquía feudal, circunstancia que lleva anejas ventajas e inconvenientes. Esta carencia de poderes estatuidos era compensada por estar sujetos a menos obligaciones. Cuando la autoridad suprema se debilita, la mencionada carencia desemboca en una serie de rebeldías y uswpación de atribuciones. Es posible que debido a esta carencia, sin la tradición de estar toda la nobleza unida buscando la defensa de sus intereses, actúe de manera anárquica, se divida en bandos y se consuma en luchas estériles, sin prevenir las consecuencias que podían tener para este estamento, los cambios sociales y económicos que se producen en todo Occidente, a partir del siglo XIII. Hasta la fecha que acabamos de citar, la base económica, especialmente la que sustentaba el poderío y riqueza de la nobleza, estaba vinculada a las rentas de la tierra. Con las nuevas corrientes económicas tales rentas se deterioran, y el único remedio que se intenta poner en práctica para conservar el poder adquisitivo de las rentas, fue vincularlas a los derechos señoriales. &to nos explica la tendencia que aparece en la primera mitad del siglo XIV de que la nobleza, con el fin de conseguirlo, participe, o por lo menos intente participar en todas las decisiones de la Corona, y que a ser posible lograr que el papel de ésta, quedase reducido a la simple ejecución de las decisiones de los grandes señores. La tendencia intervencionista de la nobleza castellana, comienza a manifestarse durante los cambios de opinión del Rey Sabio respecto a su sucesión en sus diversos testamentos. El encauzamiento de la opinión a favor de la candidatura del infante Sancho fue obra de la nobleza. Mucha debió ser la labor en este sentido,

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cuando se consiguió la destitución de Alfonso X y la proclamación de Sancho. A pesar de la popularidad de dicho infante, su posición falsa a causa de su matrimonio no legalizado con Maria de Molina; los conflictos de las minorías de su hijo y nieto Fernando IV y Alfonso XI, son circunstancias propicias para que la nobleza se sienta triunfante, más si tenemos en cuenta que como dirigentes de los bandos en discordia, aparecen los descendientes de Femando el Santo y Alfonso X. Los condados catalanes, los que formaron la Cataluña Vieja únicamente, ofrecen una organización feudal al estilo francés, como consecuencia de su vinculación al Imperio Carolingio, pero esta organización no se mantuvo de manera estricta en la Cataluña Nueva, pero como consecuencia de la tradición organizativa, las rebeldías de la nobleza, alcanzaron límites fuera de toda previsión, no obstante precisamente como consecuencia de su unión y consenso para unirse y defender colectivamente sus intereses, aprovechando para efectuar sus demandas en momentos de apuro, cuando los monarcas necesitaban su colaboración. De esta forma los reyes otorgaron el Privilegio General, y más tarde, el de la Unión. Los PERSONAJES: SANCHO

IV

Y MARiADE MOLINA

Aunque consideremos muy difícil poder dar un bosquejo particular de cada uno de los principales protagonistas de este estudio, podemos aventurar algo que pueda ayudar a la comprensión de los sucesos. Para ello pueden ser muy útiles los sobrenombres cuando tratan de reflejar alguna de las facetas de su carácter. Esta circunstancia se da en Sancho IV, llamado el Bravo. El apelativo con que se conoce al rey Sancho IV, el Bravo, no se le adjudicó interpretando dicho vocablo en el sentido de referirse a valentía, sino en el de irascibilidad. Posiblemente como toda persona que se deja llevar por grandes explosiones de ira, que pretenda solucionar los conflictos a base de escenas y procedimientos violentos, pero que al mismo tiempo se deja dominar por otras personas hasta extremos realmente desusados, nos atrevemos a sugerir que el rey Sancho era en el fondo un hombre tímido con alternativas violentas. Pero no nos creemos con datos suficientes para poder afirmar, como alguien llegó a pensar, que tales excesos de ira rayasen en la locura. Más bien nos inclinamos a la teoría de que sus alternativas de carácter, fueron fruto de lo que hemos indicado, unidos a la convicción de casi omnipotencia que debía tener un monarca medieval, al considerar su autoridad discutida o menoscabada. · Creemos puede servir de confirmación a este extremo, la forma en que terminó la influencia del señor de Vizcaya, muerto en Alfaro a manos del rey. Junto a la intemperancia de Sancho, el carácter apacible, mesurado y severo de su esposa, Maria de Molina, sin discusión la figura más interesante desde los puntos de vista humano y político, entre todos los personajes que veremos desfilar por estas páginas. Que la reina Maria fue una

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figura del máximo interés y eficiencia humana y política es indudable, y ello quedará demostrado en las páginas siguientes. Y creemos está en lo cierto su biógrafa, doña Mercedes Gaibrois de Ballesteros, cuando afirma que todas estas excelencias de su comportamiento, se deben a que la reina, nunca actúa como tal, sino a través de sus papeles de esposa, madre y abuela, con gran sentido de responsabilidad, y anteponiendo a todo conflicto su opinión personal los intereses del país que en definitiva eran los de sus deudos. El verdadero nombre de la reina es María Alfonso de Meneses, hija del infante Alfonso hermano de Fernando el Santo, señor de Molina. Este señorío pasó a manos de una hermanastra de María, que a su muerte lo legó a Sancho el Bravo, que a su vez lo donó a su esposa, que desde este momento usó el nombre del señorío con que usualmente se la conoce. FERNANDO IV

Femando IV es quizá la figura más anodina entre todos los personajes que intervienen en este estudio: poco hábil, indeciso, juguete de todos. En realidad no se puede ser muy severo con él, si atendemos a que no llegó a la madurez, casi ni a la plena juventud, murió a los 24 años y por tanto en agraz. Pero a pesar de que demos mucho valor a lo que pueden influir en un hombre la madurez y la experiencia, el fondo de su carácter que se puede adivinar a través de su actuación, dejándose influir por los enemigos de su madre, no son de lo más adecuado para permitir suponer un cambio de proceder, caso de haber alcanzado a vivir más tiempo. Al morir Sancho el Bravo, no se había resuelto aún el asunto de la legalización de su matrimonio con María de Molina, y en consecuencia la de sus hijos. Este problema, que no se resuelve hasta 1301, da lugar a multitud de conflictos; por un lado todo lo relacionado con la tutoría del niño Fernando y por otro las intrigas del infante don Juan que reclama el reino de León, haciendo aparecer el testamento de Alfonso X. También aparece el infante Alfonso de la Cerda, reclamando la Corona. En esta pretensión encontró valedores que como es natural ofrecen un auxilio, no gratuito, sino a base de concesiones territoriales. Ambos infantes tuvieron como principales valedores a Jaime 11, el infante Enrique y a principales miembros de la nobleza, entre los que destacan los señores de Lara y de Vizcaya. La reina María capeó todos los temporales compartiendo la tutoría con los infantes Enrique y Juan. Puso en práctica la teoría de que es más útil tener al enemigo cerca que lejos. EL INFANTE DON ENRIQUE

El infante Enrique es uno de los personajes de vida más azarosa y aventurera que se conocen. Hermano de Alfonso el Sabio, colaboró con él en la reconquista, apoderándose de las villas de Martas y Lebrija.

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Descubierta su participación en una conspiración contra su hermano se expatrió, buscando refugio en Aragón. Al negarse Jaime a otorgárselo, pasó a Túnez donde fue bien recibido. Allí reunió considerable fortuna no se sabe por qué medios. Desde Africa pasó a Italia, donde intervino en las luchas entre Güelfos y Gibelinos. Primero ayudó a los Güelfos pero al ver que Carlos de Anjou no iba a triunfar, ofreció sus servicios al bando Gibelino. Ignoramos en qué circunstancias fue nombrado senador en Roma, y de aquí procede el título con que se le conoce. En las luchas sicilianas apoyó a Conradino y tomó parte en la batalla de Tagliaccozo (1228). Refugiado en la abadía de Montecassino, fue entregado a los vencedores y permaneció preso hasta que en 1249 fue puesto en libertad. Entonces regresó a Castilla justo a tiempo para intervenir en la minoría de Fernando IV. En las cortes de Valladolid de 1295 logró ser nombrado tutor de Fernando IV. Cuando éste llegó a la mayoría de edad el infante pasó a la oposición aliándose al bando que con el apoyo aragonés, apoyaban la candidatura del infante Alfonso de la Cerda al trono castellano. EL INFANTE DON JUAN

El infante don Juan, hermano de Sancho IV es uno de los personajes más turbios que viven en esta época, pródiga en gentes de baja calidad moral. A pesar de todo, quizá puedan explicarse muchas de sus reacciones a causa de las vacilaciones testamentarias de su padre, respecto a su sucesión. En las luchas de Sancho contra su padre, Juan se pone al lado de su hermano, acudiendo a las cortes de Valladolid, donde Alfonso X es desposeido de la corona. Después de una reconciliación con su padre, éste en su segundo testamento redactado en enero de 1289, crea para su hijo Juan los reinos de Sevilla y Badajoz. Sin que esto llegase a tener vigencia, se reconcilia con su hermano, pero se alía con Lope Díaz de Haro señor de Vizcaya. En Alfaro, donde el valido pereció a manos de Sancho, el infante estuvo en peligro de sufrir la misma suerte, debiendo la vida a la intercesión de la reina María. En las luchas del señor de Lara con Sancho militó contra su hermano. Al ser derrotado pasó a Portugal de donde fue expulsado, pasando a Africa entrando al servicio de Abenjacob. & en este momento cuando interviene en el sitio de Tarifa, defendida por Guzmán el Bueno (1292). En 1293, a la muerte de Sancho, regresa a Castilla. Pretende ser rey, alegando la ilegitimidad de los hijos de Sancho. En sus pretensiones recibe ayuda de Portugal y de Aragón. Alfonso Cerda sigue llamándose rey de Castilla. Todos presentan batalla a Maria con tropas aragonesas al mando del infante Pedro, siendo derrotado en Mayorga. Cuando en 1301 el pontífice Bonifacio VIII otorga la tan deseada bula de legitimación de los hijos de Sancho y María, el infante Juan ya no tiene asidero legal para reclamar la corona castellana. Y en cuanto al reino de León, el testamento del rey Sabio, no era tomado en consideración. Convencido el infante de lo inestable de su situación y de la dificultad de lograr sus propósitos, se sometió a la reina, aliándose con el señor de Lara para procurar apartar al rey Fernando de la tutela de su madre.

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A la muerte de Fernando IV, toma parte en la lucha por la tutorla del niño Alfonso de poco más de un año. Es uno de los aspirantes a tutor, teniendo como rivales al infante Pedro, hermano del rey fallecido y a Juan Manuel. Todos al final conceden la crianza del rey a su abuela, la reina María, siendo tutor el infante Pedro. Esta candidatura es apoyada por la reina viuda Constanz.a, que se alía con el infante Pedro, a causa del antagonismo con el infante Juan. Los infantes Pedro y Juan murieron en campaña contra Granada (1319). EL INFANTE PEDRO

El infante Pedro, fue mayordomo mayor de su hermano Fernando IV. Las primeras noticias acerca de sti vida las tenemos cuando se proyecta su casamiento con María de Aragón, hija de Jaime 11. En las luchas con motivo de las tutorías de Alfonso XI, se enfrenta con el infante Juan, apoyado por las reinas, María de Molina y Constanz.a, la viuda de Fernando IV. Después de varias vicisitudes, hace las paces con el infante Juan, (Palazuelos 1314). Desde este momento, su actividad se centra en la reconquista. Junto a su tío el infante Juan murió en campaña contra los moros en la vega de Granada (1319). DoN JUAN MANuEL

Don Juan Manuel, nieto de Femando 111,hijo del infante Manuel a quien debe su apellido, heredó de éste el cargo de adelantado de Murcia. Su trayectoria política muy cambiante, está dominada por la idea· de conservar a toda costa sus posesiones murcianas. Comienm por ser fiel a Femando IV, por temor a que de llevarse a feliz término los pactos Alfonso Cerda-Jaime 11, éstos determinasen la pérdida de sus posesiones murcianas. En las victorias aragonesas, las que deciden para dicho país la conquista de parte de Murcia pierde Elche, pero se ve compensado por la cesión de Alarcón, solución que se debe a instancias del infante Enrique, en cuyo bando milita, enfrentado a la privam.a del infante don Juan. Por un doble juego dirigido a ·sus relaciones con Jaime II y Femando IV, concierta matrimonio con la infanta Constanz.a de Aragón aun en plena infancia; a cambio de este compromiso recuperará sus antiguas posesiones y la jurisdicción sobre Elche. Logra conservar Alarcón amemwmdo a Castilla con apoyar al bando Cerda, si es despojado de dicha villa, cuya propiedad obtuvo como compensación a la pérdida de Elche y demás territorios murcianos. Desde este momento pasa a ocupar un lugar relevante en la política castellana. Sus deslealtades a Fernando IV, intenta siempre justificarlas a base de supuesta actitud ofensiva del rey. Esta es la excusa que pretende justifique su abandono del·cerco de Algeciras, juntamente con el infante don Juan.

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A la muerte de Femando IV juega un importante papel en las luchas por obtener la tutoría del rey niño Alfonso XI. Los principales aspirantes a dicho cargo eran los infantes Juan y Pedro, este último tío carnal del rey. Primero militó entre los partidarios del infante Pedro, para pasar después a engrosar las filas del infante don Juan, quien al fin se repartió la regencia con su rival el infante Pedro. Cuando los dos infantes murieron en el desastre de la vega de Granada pretendió la regencia, rivalimndo con el infante Felipe, también tío del rey y Juan el Tuerto, hijo del infante don Juan. Este personaje debe su sobrenombre, no por defecto de un ojo, sino por ser contrahecho. La regencia de Alfonso XI transcurre actuando como regentes o tutores el infante Felipe, Juan el Tuerto y Juan Manuel. Pero cuando Alfonso XI alcanzó su mayor edad se rodeó de los amigos del infante Felipe. Los dos Juan, se dieron por ofendidos por su exclusión y amenazaron con desnaturarse. Alfonso decidido a neutralizar este peligro, hizo dar muerte a Juan el Tuerto, y procuró atraerse a Juan Manuel solicitando la mano de su hija Constanza, aun niña. Cuando este proyecto se deshace, al negociarse el matrimonio de Alfonso con María de Portugal, Juan Manuel se desnatura (1327). Desde esta fecha hasta 1334, hay un periodo de lucha intermitente, hasta que en esta última fecha se establece una concordia con el rey. Su hija Constama contrajo matrimonio con el heredero de Portugal, y él a su vez se titula príncipe de Villena. Mediante sus alianzas con Aragón y Portugal, pensaba erigirse en árbitro de la monarquía castellana. Alfonso XI, temeroso del poder que podía adquirir Juan Manuel impidió el viaje de Constanza Manuel a Portugal. En protesta lanzó a sus aliados contra Castilla, mientras él se fortificó en Peñafiel, pero fue derrotado, perdiendo así la preponderancia que tuvo en Castilla. En 1337 firmó una concordia con el rey y desde entonces fue un fiel vasallo. Luchó contra los musulmanes y tomó parte también en la batalla de Salado. En 1348 falleció. ALFONSO DE LA CERDA

El Infante Alfonso de la Cerda, juega también un importante papel apoyado en un principio por Aragón para obtener su reconocimiento como rey de Castilla, su causa fracasó rotundamente, por haber sido tomada su defensa como pretexto para dirimir rencores y servir ambiciones ajenas. Lo poco que podemos acerca del carácter de dicho infante, es que en realidad carecía de la firmeza y del relieve suficiente para triunfar en sus empeños. Juguete de todos, su figura no llega a alcanzar el relieve necesario para inspirar toda la compasión a que sin duda era acreedor. ALFONSO

XI

Sólo tenía un año al morir su padre y seis cuando perdió a su abuela María de Molina, que fue su tutora a la muerte de los infantes Juan y Pedro

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en la vega de Granada. Su minoridad coincide con los últimos años de Jaime 11.A los catorce años fue declarado mayor de edad y actuó enseguida por cuenta propia. Su actuación como rey de Castilla, es digna de toda alabanza. Reanuda la Reconquista, pacifica al país. En cambio personalmente se muestra duro, cruel, sin escrúpulos. Sus famosas «justicias», no siempre fueron tales, en muchos casos sólo sirvieron de justificación a vengan7.aSpersonales o atropellos, nos lo presentan poseedor de un carácter violento, irascible, quizá parecido al de su abuelo Sancho el Bravo, con la circunstancia agravante de que, en lugar de tener a su lado a una persona con la característica de su abuela, se encontró ante la discordia existente entre el bando que apoyaba a su favorita Leonor de Guzmán y la ingerencia de sus familiares en los asuntos de gobierno, y el sector contrario que consuraba su conducta y el abandono en que tenia a su esposa la infanta portuguesa Maria, persona que como se demostrará por su actuación en época posterior, durante el reinado de su hijo Pedro el Cruel, no era la persona adecuada para capear el temporal que le tocó en suerte. Su papel de esposa ofendida y vengativa prevaleció sobre todo lo demás. De la magnitud de los desórdenes de la noblem durante los reinados de este rey y de su padre Fernando IV, dan pleno conocimiento las Crónicas de los respectivos reinados. Nos parece de sumo interés subrayar, que la narración que ofrecen de estas luchas, supera en interés a todos los demás temas que quedan minimi7.ados y en algunos casos se llega a una total omisión. Los TUTORESDE FERNANDO IV Y ALFONSO XI Las turbulencias castellanas alrededor de los reyes niños Fernando IV

y Alfonso XI, fueron campo abonado a toda clase de desafueros, en los

cuales los más próximos allegados a los monarcas junto con la nobleza levantisca y ambiciosa, buscaban ejercer el mando para lograr su medro personal. Constanza de Portugal, esposa de Femando IV y madre de Alfonso XI, desposada a los siete años y casada a los doce, durante la vida de su marido apenas intervino en política. A la muerte de éste, fue juguete de los partidos que se disputaban la tutoría, que vieron en ella un instrumento para poder gobernar a su antojo. Juan Núñez de Lara y el infante Pedro, hermano de Fernando IV, son los principales personajes que intervienen en estas intrigas, hasta que el infante Pedro logró la tutoría de su sobrino. En realidad la actuación de Constanza no tuvo trascendencia, pues falleció un año después que su marido, en 1313. La esposa de Alfonso XI, María de Portugal, pasó la mayor parte de su vida apesadumbrada por las relaciones de su esposo con la favorita Leonor de Guzmán y la conducta de su hijo Pedro respecto a su esposa Blanca de Borbón. La situación de la reina es muy dificil pues por una parte apoya a su hijo y por otra defiende a su nuera. Su intervención en política fue nula. Entre los personajes castellanos que intervienen en la política cabe

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destacar al infante don Enrique, llamado El Senador hijo de Femando el Santo, y el infante don Juan hermano de Sancho IV y Juan Manuel. PEDRO EL CRUEL

El sobrenombre de este monarca, creemos que merecido, parece ser que lo puso en circulación su hermano bastardo Enrique durante la guerra que los enfrentó. Según testimonio de sus contemporáneos tenía accesos de ira, cuya violencia puede hacer pensar en brotes de locura. Tuvo una infancia triste, siempre sometido a la influencia materna, contraria a todo intento de concordia, con los bastardos hijos de Leonor de Guzmán. Al morir Alfonso XI éstos se sometieron a su hermano pero a pesar de todo la candidatura de Enrique tenía muchos partidarios. Naturalmente, esto no era viable, pero al enfermar Pedro gravemente, el problema salió a la· luz. Unos consideraban legítimo heredero al infante Fernando de Aragón, primo hermano de Pedro, mientras otros eran partidarios de Enrique de Trastamara. Todo quedó en nada cuando contra todo pronóstico, Pedro sanó. En las pretensiones del infante Femando al trono de Aragón obtuvo la promesa de ayuda. Como prenda, puso en manos de Castilla, algunos castillos, y localidades del reino de Valencia, que eran de su propiedad a causa de las donaciones de su padre el rey Benigno. Al mismo tiempo, Castilla reclama territorios castellanos que pasaron a manos aragonesas en tiempo de Jaime II y Femando IV. Vuelven a surgir dos intereses. Aragón no quiere ceder nada, antes al contrario pone precio a su apoyo, y Castilla, al no ceder, quiere fijar los límites del reino de Valencia de acuerdo con los tratados aceptados por el Conquistador. Ante tal tirantez la guerra estalló, a causa de un incidente fortuito. El envio de un Legado Pontificio no tuvo éxito. La fecha de la intervención de dicho legado es muy significativa, pues marca el momento en que la coI)tienda adquiere carácter internacional con la intervención de Francia e Inglaterra. El final es de sobra conocido. ENRIQUE DE TRAsTÁMARA

Primogénito de Alfonso XI y Leonor de Guzmán y gemelo de Fadrique Maestre de Santiago. Sus primeras pretensiones al tono de Castilla comienzan cuando el abandono de Blanca de Borbón por su esposo Pedro I y el escándalo consiguiente. Los descontentos del gobierno y conducta de Pedro formaron una Liga en la cual tomó parte Enrique, conde de Trastámara. Esta liga se proponía destronar a Pedro y sustituirlo por un infante portugués a su vez nieto de Sancho IV, que no aceptó. Después de la muerte del infante Fernando de Aragón, como consecuencia del convenio de Murviedro (1363), Enrique queda como único candidato a suceder a Pedro I. El 16 de marzo de 1366, en plena guerra civil, se coronó en Burgos. Vencido en Nájera, huyó a Francia. Cuando todo parecía perdido, la conducta de Pedro I, sus crueldades, sus desave-

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nencias con las tropas inglesas, además de la pérdida de partidarios a causa de sus arbitrariedades, dieron por resultado el regreso de Enrique, de nuevo apoyado por Aragón. la tragedia de Montiel ( 1369) dio la victoria a Enrique. Recordemos que el apoyo y ayuda que recibió de Pedro el Ceremonioso tenía un precio; concesiones territoriales que no se llevaron a término; su ascensión al trono de Castilla, desde luego jurídicamente ilegítima, le fue discutida por los duques de York y Lancaster casados con dos hijas de Pedro I y María de Padilla. También reclamaban Portugal y Navarra. Por la paz de Almazán (1375) se zanjaron todas las diferencias. En cuanto al carácter y personalidad del primer Trastámara, a través de su actuación en todos los órdenes, podemos calificarle de hábil y ponderado. El sobrenombre de las mercedes, con que se le conoce, se debe a la cantidad de concesiones y privilegios que concedió con objeto de premiar a sus partidarios y atraerse a los descontentos.

JAIMEII Cuando siendo rey de Sicilia hereda la Corona de Aragón a la muerte de su hermano Alfonso el Liberal, intenta poder conservar Sicilia y en consecuencia, al hacerse cargo de la situación política de Castilla, a pesar de que su hermano prestaba apoyo a los infantes de la Cerda, opinó que para poder atender a los asuntos italianos le interesaba paz en sus nuevos dominios y en consecuencia un acercamiento a Castilla. Pero al verse obligado al abandono de sus pretensiones sicilianas, su orientación política cambia radicalmente, y sigue la trayectoria iniciada por su hermano. Frente a los monarcas castellanos, o mejor frente a un problema de legitimidad y a otro de unos tutores y unos nobles en plena lucha para imponer su criterio, una noble7.a levantisca y una reina defensora de los intereses de sus allegados, Jaime podía presentar y presentó una política coherente, trazar un plan y buscar los medios para obtener su realización. Que al final no tuviese éxito no significa una mala dirección encaminada al logro de sus ambiciones. Los estudios dedicados a este personaje por J .E. Martinez Fernando nos permiten un bosquejo del carácter de este rey con ciertos visos de certidumbre. Buen político, calculador, con directrices claramente definidas, nada le parecía poco para conseguir sus propósitos. Prueba de ello es todo lo referente a los matrimonios de sus hijos; especialmente ante las mujeres, consideradas como un simple peón en el juego de ajedrez de los intereses políticos paternos. Constanza y María son prendas de la amistad de personajes influyentes en Castilla, Juan Manuel y el infante Pedro, tío de Fernando IV y aspirante a la tutoría de su sobrino. & verdaderamente lastimoso que tanto sacrificio y cambio de amistades no diesen el resultado apetecido.

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ALFONSO EL BENIGNO

El corto reinado de este monarca puede considerarse como continuación del de su padre. Sigue con la idea del abandono de las reivindicaciones territoriales ya iniciadas en el reinado anterior. En realidad el sobrenombre con que se le conoce, podría ser sustituido por el Débil, cuando menos ante las concesiones hechas a los hijos de su segunda esposa, Leonor de Castilla. Tales liberalidades, disgustaron profundamente al infante Pedro, primogénito del primer matrimonio de Alfonso con Teresa de Enten7.a. &tas discordias de orden familiar y político, son el germen de muchos de los problemas que tendrán lugar durante el reinado siguiente. El de Pedro el Ceremonioso. PEDRO EL CEREMONIOSO

& cosa sabida que este sobrenombre se deba a su afición al boato, a la reglamentación, especialmente la que debía marcar la pauta de la vida cortesana. También fue objeto de atención la ordenación del Archivo Real, y de la Orden de caballería de San Jorge. En su faceta humana el Ceremonioso aparece poseedor de un carácter irascible, imperativo y magnificente. Políticamente era cauto, sutil y completamente falto de escnípulos en la elección de los procedimientos encaminados a lograr sus propósitos. En contraste con estos defectos, era un hombre culto, buen orador, poeta, aficionado a la historia y a la astronomía. & casi seguro que la Crónica de su reinado sea enteramente obra suya. Físicamente era de complexión débil pero no enfermiUl, alcanzó 51 años de reinado y no hizo mella en el la epidemia de peste que asolaba toda Europa y que alcanzó gran virulencia en sus estados. Como su contemporáneo en Castilla, Alfonso XI, ofrece un gran contraste entre sus facetas humana y politica. Siguiendo las corrientes de la época, afirma su autoridad sometiendo a la noble7.a aboliendo sus privilegios y llevó a sus estados a una época de bienestar a pesar de lo complicado de la situación política. Si bien es cierto lo que venimos afirmando, estas circunstancias adversas no son sólo fruto de circunstancias foráneas, sino también consecuencia de su temperamento, propenso a conducir todos los acontecimientos por los senderos más patéticos. Parece que se complaciese en suscitar a su alrededor un ambiente de tragedia y malestar. Muchos de los problemas de su reinado podrían haberse resuelto pacíficamente, en lugar de envenenarlos como hizo. Pero si reconocemos que si mucha parte de la violencia que caracteri7.a la actuación del Ceremonioso es imputable a su carácter, también debemos admitir que parte de culpa en semejante actuación, las circunstancias que le tocó vivir, y el carácter de algunos personajes de su entorno. En este problema juegan buena parte las relaciones con su madrastra Leonor de Castilla. Parece que algunos personajes de la corte, temiendo por la vida de Pedro, intentaron sustraerle al ambiente familiar. Por las concesiones de su padre, débil de carácter ante las exigencias de una esposa, seguramente autoritaria y orgullosa, se vió despojado de parte de

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RELACIÓNCASTEI.L\NO-ARAGONESA

sus estados. Nos referimos a la donación del marquesado de Tortosa a favor del infante Femando. La cuestión sucesoria fue uno de los grandes problemas del reinado de Pedro, y que desde luego debemos unir a los que provocó él mismo. Contra toda legalidad antepuso a su hija Constanza frente el derecho ineludible de su hermano Jaiine. Muerto éste, según algunos víctima de su hermano, quedaba en primera línea, Fernando, hijo de Leonor, a quien apoyaba Castilla. Todo quedó sin efecto al nacer el infante Juan, el que será Juan I (1350). Mientras se desarrollaban las querellas alrededor de la sucesión Alfonso XI, este abandonó el apoyo al infante Fernando en sus pretensiones al trono aragonés al necesitar el apoyo naval de Pedro ante el peligro de la invasión merinita. A esta ayuda se debió la toma de Algeciras (1344). En el problema de la sucesión de Alfonso XI, Pedro ayuda a Enrique de Trastámara, contra la candidatura de su hermano el infante Femando. El interés de esta contienda radica en la intervención de tropas extranjeras. Los ejércitos inglés y francés que estaban ociosos a raíz de la paz de Bretigny, compás de espera en la guerra de Cien Años. El apoyo de Pedro de Aragón fue decisivo en la victoria que llevó al trono castellano a Enrique de Trastámara, después de la derrota de Montiel y muerte de Pedro el Cruel a manos de su hermano. En toda la intervención aragonesa en las querellas castellanas, intervención no precisamente gratuita, se busca una ampliación territorial. Las prendas de la intervención son las mismas que en vano deseaba Jaime 11.Lo mismo que éste, todo el esfuerzo del Ceremonioso por conseguirlo fue vano. LEoNOR DE CASTILLA ESPOSA DE ALFONSO EL LIBERAL Y SUS HUOS LOS INFANTES FERNANDO Y JUAN

Hija de Femando IV y de su esposa Constanza de Portugal, podemos decir que estaba predestinada a ser reina de Aragón, pues se trata de la misma Leonor, que prometida del infante Jaime, primogénito de Jaime 11, cuando se celebraron los esponsales, en 1319, inmediatamente después de la ceremonia, el novio desapareció para ingresar en la Orden de San Juan de Jerusalén. Diez años después de tan singular episodio, la desairada infanta contrajo matrimonio con Alfonso el Liberal, 111de Catalufta y IV de Aragón. Mujer de carácter autoritario influyó mucho en su esposo. Su intervención en los asuntos de estado, fue grande, especialmente buscando una situación ventajosa para sus hijos los infantes Fernando y Juan. Su ambición maternal le acarreó la enemistad de su entenado, Pedro, hijo del primer matrimonio de Alfonso con Teresa de Entenza. La cesión a Femando del marquesado de Tortosa y de varias localidades del reino de Valencia, levantaron la protesta general. La tirantez entre Leonor y Pedro, llegó a tal extremo, que ante la enfermedad de Alfonso que presagiaba su muerte, en 1336, Leonor abandonó a su esposo, pasando a Castilla con sus hijos buscando el apoyo de su hermano Alfonso XI.

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tos internacionales del conflicto franco- inglés de la llamada Guerra de los Cien Años. A pesar de todo Carlos procura mantenerse neutral en los conflictos castellano aragoneses. Esta postura la mantiene, cuando estando prisionero en Francia, su hermano el infante Luis estaba al frente del gobierno navarro. &te interviene, no como partidario de uno u otro bando sino como amigable componedor, pero a pesar de los cambios de opinión prevalece el acercamiento a Aragón, con cuyo monarca busca beneficiarse tenitorialmente a costa de Enrique de Trastámara. Las líneas que anteceden no pretende ni mucho menos una biografía de los personajes tratados, sencillamente se trata de una impresión personal acerca de los interesados. Los rasgos de carácter personal ayudan muchas veces a comprender mejor ciertas conductas y situaciones y el desenlace de ciertos acontecimientos.

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Como era de esperar, las querellas comenz.aron al negarse el nuevo rey a reconocer las donaciones hechas por su padre. A la llegada de Leonor a la Corte de su hermano, se vió involucrada en todos los conflictos que en dicho país tenían lugar, por un lado la tirantez entre las relaciones del monarca y su esposa Maria de Portugal a causa de la favorita del rey, Leonor de Guzmán, cuyos familiares eran gente influyente. Además hay que tener en cuenta a los numerosos bastardos fruto de estos amores. Uno de estos Enrique conocido como conde de Trastámara, el primogénito, pretendía la sucesión al trono de Castilla a causa de la falta de hijos legítimos de su hermano Pedro. Leonor apoyó al conde en sus pretensiones a la corona castellana, esperando que a su debido tiempo, este apoyaría a su hijo el infante Femando en sus pretensiones a la sucesión del Ceremonioso en la Corona aragonesa, candidatura realmente legítima, por haber muerto el infante Jaime, hijo también de Teresa de Entanza, madre e hijo fueron victimas de las iras del rey Pedro en 1358. En cuanto al infante Fernando, sus relaciones con su hermano el Ceremonioso y con su primo Pedro de Castilla, sufrieron diversas modificaciones. En realidad en la rivalidad entre el infante Fernando y Enrique de Trastámara en sus pretensiones al trono castellano este último ganó la partida. El infante aragonés murió por orden de su hermano en 1366. BERNARDO DE CABRERA

Fue uno de los personajes mas influyentes, en un tiempo muy apreciado por el Ceremonioso. En las querellas con Castilla, era partidario de paces con Pedro I y por lo tanto contrario al apoyo a la causa de Enrique de Trastámara. &te logró enemistarle con el Ceremonioso, que le condenó a muerte en 1366. CARLOS

II

DE NAVARRA

Conocido con el sobrenombre de El Malo, ha sido siempre considerado como persona irascible, inquieto, aventurero, impetuoso y vengativo, comparable desde todos estos puntos de vista a sus contemporáneos los monarcas de la Corona de Aragón, Castilla y Portugal. Realmente entre todos estos personajes, vistos desde el punto de vista humano, no sabríamos a cual exculpar. La conducta de Carlos respecto a las relaciones internacionales, es siempre ambigua y a menudo contradictoria. &ta falta de claridad es muchas veces consecuencia de sus reacciones con Francia, como hijo de una infanta francesa y la posesión de territorios en dicho país y sus pretensiones sobre el ducado de Angluema y los condados de Brie y de Champagne. Su relación con los reinos hispanos, estuvo siempre subordinada a los vaivenes de sus relaciones con Francia, que condicionaron siempre sus relaciones con quienes tuviesen a Francia como enemigo. Sus aliamas con Inglaterra pueden considerarse como uno de los aspee-

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ANTECEDENTES EL NACIMIENTO DE LA CORONA DE ARAGÓN Y LA SOLUCIÓN DE LOSPLEITOS PENDIENTFS CONCASTILLA. RAMÓNBERENGUER IV Y ALFONSO VII Cuando el condado de Barcelona se consolida como núcleo central de los condados catalanes, su expansión tiene la posibilidad de extenderse en varias direcciones; hacia el norte a expensas de los territorios de Occitania, al oeste por las tierras que son hoy las comarcas leridanas y Aragón, hacia el sur por el campo de Tarragona y también hacia el este buscando las rutas mediterráneas. Salvo las tierras situadas al norte, el resto estaba en manos musulmanas. Durante el gobierno compartido por los hermanos Ramón Berenguer y Berenguer Ramón, prevaleció la idea de establecer una especie de protectorado sobre los reinos musulmanes de Lérida, Zaragoza y Valencia. Era éste un proyecto de gran visión política, pero ante el conde de Barcelona aparecieron otros personajes con parecidas ambiciones; Alfonso VI de Castilla y el Cid. Ya desde tiempos anteriores, los monarcas castellanos tenían entre sus proyectos de más o menos próxima realización, apoderarse de Zaragoza. De este reino musulmán, algunos monarcas castellanos cobran parias aunque no de forma constante. El objetivo castellano era limitar la expansión de Navarra hacia el sur y de los condados catalanes hacia el oeste. Cuando el Cid abandona Castilla y se desnatura de Alfonso VI, intenta ponerse al servicio de Ramón Berenguer IV, que no lo aceptó. Vencido por el caballero castellano aliado del rey de Zaragoza en 1082 y 1090, el conde de Barcelona se ve obligado a renunciar a los proyectos de protectorado sobre los reinos musulmanes de Zaragoza y Valencia. Esta última ciudad atacada por Ramón Berenguer de acuerdo con el rey musulmán de Zaragom, está a punto de caer én sus manos, pero la llegada de tropas castellanas al mando del Cid, reconciliado con Alfonso VI, obligaron a levantar el sitio (1089). En realidad asistimos a los comienzos de la discusión sobre si Aragón y Valencia caerán sobre la órbita castellana o catalana. De momento, en lo que se refiere a Valencia, todo parece indicar que el porvenir de dicha ciudad es caer bajo la órbita castellana, pero tal previsión fracasa aun contando Alfonso con el concurso de la marina de Pisa y de Génova

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(1092). Dos años más tarde el Cid logra tomarla. Los continuos desacuerdos entre el Cid y Alfonso, impiden que se lleve a cabo la conexión de Valencia a la corona castellana. A la muerte del Cid, Alfonso no puede conservar la ciudad, que vuelve a caer en manos musulmanas, esta vez de los almoravides. En la pugna Alfonso-Ramón Berenguer, debemos considerar si fue únicamente una lucha por la supremacía hispana, o bien el deseo castellano de asomarse al Mediterráneo, y en caso de lograr dicha aspiración, quedaba limitada la expansión hacia el sur de los demás núcleos cristianos. Cuando tiene lugar la unión de Aragón y los condados catalanes, queda eliminado el problema sobre cuál de los dos grupos poseerá la cuña musulmana existente entre ambos países, y al mismo tiempo pierde fuerza la discusión sobre a quien pertenecería la conquista de las plazas situadas en el curso inferior del Ebro, camino natural y fácil desde Zaragoza. La unión de los condados catalanes y Aragón, soluciona el peligro que suponían las ambiciones castellanas sobre lo mismo. Recordemos el singular testamento de Alfonso el Batallador y las pretensiones imperiales de Alfonso VII. La entrada de éste en Zaragoza provoca la inmediata reacción de Ramón Berenguer IV. Es muy posible que en Zaragoza se discutiese sobre el pmvenir del reino. En estos momentos Ramiro sigue reinando. De su matrimonio con Inés de Poitiers tiene una hija, Petronila. El monarca castellano aspira a casarla con su primogénito, el infante Sancho, de forma que este enlace iba a resultar la anexión de Aragón a Castilla, cuya consecuencia inmediata seria el final de la expansión de los condados catalanes hacia el sur. No sabemos en realidad qué motivos tuvo Ramiro para aceptar o disponer el matrimonio de su hija con Ramón Berenguer IV, a pesar de la diferencia de edad entre ambos, 20 años. Al formalizar el enlace, Ramiro entregó al conde de Barcelona a su hija y el reino, éste no como dote, sino en propiedad (1137). La retirada de Ramiro se debe en parte a la imposición de su yerno y también a la actitud del Pontificado que no reconoce a Ramiro como rey por la sencilla razón de que no quiso otorgar validez al testamento del Batallador. En cuanto a los beneficiarios de éste, las órdenes militares de Templarios y Hospitalarios, no hacen reclamación alguna, antes al contrario, pactan con Ramón Berenguer renunciando a su favor todos los derechos que podían derivarse del mencionado testamento. Con la creación del reino catalano-aragonés, queda solventado el problema de la expansión hacia el sur y el curso del Ebro, pero permanece latente la ambición castellana de asomarse al Mediterráneo, ambición que se deja sentir con la efímera conquista de Valencia en tiempo de Alfonso VI. Debido a estos propósitos comienzan las negociaciones entre Alfonso VI y Ramón Berenguer IV para repartir las zonas que corresponderían a cada uno de ellos en las conquistas a realizar en tierras musulmanas. También hay que buscar solución al conflicto derivado de la ocupación de las plazas del Ebro por Alfonso el Emperador. Eran éstas, Zaragoza, Tarazana, Calatayud, Daroca y otros lugares. Alfonso renuncia a ellas bajo la condición de ser reconocido como soberano. Este acuerdo se toma en las vistas de Carrión (1137). En 1140, este convenio se amplia,

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mejor dicho se convierte en alianza por la cual ambos monarcas se comprometen a llevar a cabo la conquista de Navarra y luego repartírsela. &te proyecto no sigue adelante, pues Alfonso se entrevista con García de Navarra, concertándose el matrimonio de la infanta Blanca de Navarra con Sancho heredero de Castilla. Más adelante, por el tratado de Tudilén (1151), se fijan los límites de las partes que corresponderían a cada monarca de los territorios en manos musulmanas. A Ramón Berenguer se le adjudican Valencia y Murcia, con la condición del reconocimiento de vasallaje a Alfonso como «Imperator tocius Hispanie». Alguien pondrá reparos a ésta sumisión, pero en realidad esta aceptación lo era de una dependencia puramente nominal que puede ser rechazada en momento propicio, mientras que tal proceder aleja la posibilidad de que los reinos aludidos sean objeto de conquistas castellanas. &ta conducta de Ramón Berenguer puede considerarse como la base de una actuación que trata de conseguir un equilibrio, cosa imposible de intentar de no tener en perspectiva un fundamento territorial. La buena relación Ramón Berenguer IV-Alfonso VII, inaugura la cooperación de la Corona de Aragón a la Reconquista Castellana. Comienza con la intervención en la efímera conquista de Almena (1147), en la que también intervienen García Ramírez de Navarra y naves genovesas. &ta colaboración aragonesa, prestada sin obtener compensación alguna no supone ninguna ventaja. Aunque parezca insólita tal intervención, en realidad existían poderosas razones para que sucediese en dicha forma. Obligaba el deber feudal contraído al reconocer la soberanía de Alfonso sobre Zaragoza, pero en realidad no todo fueron inconvenientes, pues las victorias obtenidas, aunque oficialmente sólo favorecieron a Castilla, contribuyeron de momento a debilitar las piraterías musulmanas que asolaban las costas catalanas. & muy posible que la victoria sobre Almena facilitase la empresa de Ramón Berenguer contra Tortosa. La escuadra genovesa que estuvo presente en Almeria, se comprometió a participar en los proyectos de Ramón Berenguer. ENTRELA CONQUISTA DE CUENCA Y LAS NAVAS DE TOLOSA. ALFONSO 11, PEDRO II DE ARAGóN Y ALFONSO VIII DE CASTILLA

El nuevo rey de Cataluña-Aragón, comiell7.a su reinado siguiendo la política de su padre, persistiendo en la aliama con Castilla, amistad que se consolida mediante su matrimonio con Sancha, hermana de Alfonso VII. El primer fruto de esta amistad y parentesco, es la intervención en la conquista de Cuenca ( 1177), resultando de tal colaboración, la supresión del vasallaje que se debía a Alfonso por el reino de Valencia, pero esta concesión, no es gratuita, al contrario, tiene un precio; la renuncia aragonesa al reino de Murcia, extremo que se regula en el tratado de Cazola ( 1179), cuya consecuencia fue la limitación de la conquista .aragonesa hacia el sur, desvirtuándose uno de los éxitos de Ramón Berenguer IV. El tratado de Cazola, se firma en un momento en que Alfonso VIII necesita la colaboración aragonesa para recuperar algunos territorios

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que Navarra había invadido. Al pactar la ofensiva contra Navarra se estipula que las conquistas que se realicen se repartirán entre ambos. Cabe preguntarse si la renuncia a Murcia de Alfonso el Casto no se hizo pensando que era más conveniente poseer tierras de Navarra. Pero el pacto de reparto no se cumplió. Alfonso de Castilla se quedó con todo lo conquistado. Desde este momento, la tradicional amistad con Castilla se deteriora, y comienza a perfilarse un acercamiento a León y Portugal. Navarra entra también en dicho ámbito. Si examinamos detenidamente las consecuencias del tratado de Cazola y comparamos la actuación del rey Alfonso con la de su padre Ramón Berenguer, veremos que el hijo, contrariamente a la opinión de su padre, prefirió asegurar la supresión de un vasallaje, puramente nominal, a la posibilidad de adquisiciones territoriales. No supo esperar a que los vínculos mencionados se deshiciesen por si mismos. A pesar de todo, en 1186 ambos monarcas firman los pactos de Agreda, por los cuales se proyecta de nuevo ir contra Navarra y los Ruiz de Azagra señores de Albarracín. Pocos meses después de los pactos de Agreda, reunidos en Verdejo, ambos monarcas acuerdan que Alfonso ceda Ariza al castellano, a cambio de una hipotética adquisición de Albarracín por parte de Aragón. Tal adquisición dependía de que el señor de Albarracín Ruiz de Azagra, rompiese el pacto que le unía a Castilla. Dicha plaza era ambicionada por Castilla y Aragón, y su posesión será objeto de litigio en reinados posteriores 1• Las concesiones de Alfonso II respecto a Castilla, determinan que todos sus sucesores se encuentran comprometidos por su proceder y de aquí derivan todos los conflictos referentes a la posesión de Murcia. Cuando todavía el rey Pedro I, sucesor de Alfonso II reinaba bajo la tutela de su madre Sancha de Navarra, cumpliendo la voluntad del padre de que la tutela materna durase hasta que Pedro cumpliese 20 años, en 1294, se celebraron vistas entre los monarcas Alfonso VIII y Pedro II en el campo Susano, en la zona fronteriza entre Agreda y Tarazana, con objeto de delimitar de forma definitiva la frontera entre ambos reinos. Los árbitros nombrados al efecto, dos de cada parte, decidieron que correspondía a Aragón toda la vertiente del Moncayo que envía sus aguas hacia este reino por la Laguna Negra, Peña Amarilla, Peña Roya y otras localidades donde deberán ponerse los mojones para marcar los límites entre ambos reinos. La derrota cristiana de Alarcos y la siguiente campaña almoravide contra Talavera y Toledo, produjo una gran conmoción, no sólo en los reinos hispanos, sino en todos los países europeos. Inocencia 111,que en estos momentos patrocinaba la cruzada contra los Albigenses, prestó oídos a las súplicas de Alfonso VIII, otorgando categoría de Cruzada a la guerra hispana contra los moros. Respondiendo a este carácter acudieron en ayuda de Castilla milicias francesas al mando de los obispos de Narbona, Burdeos y Nantes. &ta colaboración sirvió de bien poco, incluso podemos considerar que fue contraproducente, a causa de la crueldad de los cruzados acerca 1

Para todo lo correspondiente a Albarracfn, V. nota 20 capitulo 11.

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de los musulmanes de las pla7.a5 conquistadas. Ante los reproches de Alfonso, optaron por repatriarse, decisión que llevaron a cabo los obispos de Burdeos y Nantes. Con la colaboración de Navarra y la Corona de Aragón se obtuvo la victoria de las Navas de Tolosa en 1212.

EL GRAN AVANCE REcONQUISTADOR. F'ERNANDo EL SANTO Y ALFONSO EL SABIO. JAIME I Y EL TRATADO DE Al.MIZRA.PEDRO EL GRANDE Y ALFONSO EL LIBERAL. LA CUESTIÓN DE MURCIA

Durante los reinados de los monarcas castellanos Fernando 111 y Alfonso X, y de los reyes de la Corona de Aragón Jaime I, Alfonso el Liberal y Pedro el Grande, ambos estados viven un periodo de extraordinaria pujanza, correspondiente en ambos reinos al éxito obtenido en actuaciones dirigidas hacia direcciones totalmente opuestas, o mejor independientes. Las grandes conquistas castellanas en el valle del Guadalquivir y la expansión mediterránea de la Corona de Aragón. Después de la conquista de las Baleares, Jaime abandona el ámbito mediterráneo, para dedicarse a los asuntos peninsulares; la conquista del reino de Valencia. Aquí surgieron las primeras dificultades con Castilla. En las campañas de Alfonso X como infante, y el avance de Jaime II por tierras de Alicante, sus ejércitos casi llegaron a juntarse por pretender ambos apoderarse del mismo territorio. Pero en lugar de luchar, llegaron a un acuerdo; el tratado de Almizra de 1244. En él quedaron para Castilla: Alicante, Bussot, Villena y el territorio situado al otro lado de los puertos de Biar, Almansa y las lindes de la sierra de Monte Mayor. Por este tratado, el territorio del reino de Valencia terminaba en la divisoria de los ríos Júcar y Segura, quedando el reino de Murcia fuera de la órbita aragonesa. A pesar de todo, cuando más tarde en 1266 tuvo lugar el gran levantamiento contra Castilla de toda Andalucía y de Murcia, Alfonso X ya reinaba y estaba casado con Violante de Aragón hija del Conquistador. El reino de Murcia pasó a manos de Castilla en tiempos de Femando el Santo, pero pocos años después, reinando ya su hijo Alfonso el Sabio, tuvo lugar la mencionada revuelta de los musulmanes en poder de Castilla. El peligro que tal movimiento suponía era muy grande, puesto que estaba apoyado y alentado por Granada. Tan importante fue este levantamiento, que por un momento se temió el desmoronamiento de la obra del rey Sabio. Algunas ciudades como Sevilla y Córdoba resistieron, pero el reino de Murcia se redimió totalmente de la soberanía castellana (1266). &ta situación de extrema gravedad decidió a Alfonso X a solicitar la ayuda de su suegro el Conquistador. Consecuencia de dicha cooperación fue la recuperación de Murcia, que fue entregada a Castilla después de que Jaime repoblase con gentes propias la región de Elche, Alicante, Orihuela, Guardamar y Cartagena, entonces la capital. La generosidad de Jaime fue objeto de criticas. En realidad sus súbditos, especialmente los nobles que habían participado en la campaña, no podían aceptar tanta esplendidez, en una época de pleno triunfo, además

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considerando que tal actitud podía tomarse como una aceptación de la idea castellana de considerar obra exclusivamente suya la continuación de la Reconquista. & muy posible que en esta ocasión comeI17.aSea penetrar en el ánimo de los descontentos por la liberalidad de Jaime, la idea de rectificar los acuerdos existentes sobre los límites de la reconquista adjudicados a Aragón. Pedro el Grande, uno de los principales participantes en la campaña murciana siendo infante, sería el iniciador de las medidas políticas encaminadas a dejar sin efecto los tratados sobre la delimitación de zonas de influencia, intentando que las cosas volviesen a los límites fijados y aceptados por Ramón Berenguer IV. A pesar de las protestas más o menos manifiestas sobre la entrega de Murcia a Castilla, Jaime opinó que había actuado en auxilio de su yerno, y que además estaba obligado a obrar en consecuencia, en virtud del tratado de Almizra, concertado con Alfonso cuando éste era todavía infante. Por el tratado de Almizra, la Corona de Aragón ve limitada su expansión hacia el sur, ha agotado sus posibilidades, mientras que por el tratado de Corbeil reconoció el fracaso de los proyectos de creación de un estado pirenaico galo-hispano, buscó otros caminos de expansión. Por otra parte, el estancamiento de la Reconquista castellana después de Fernando 111y Alfonso X, determina que a partir de este momento las relaciones entre ambos reinos discurran por otros cauces. La política de Pedro el Grande respecto a Castilla comienza con su intervención en las luchas interiores de este reino a raíz del testamento del rey Sabio, la subida al trono de Sancho IV y el pleito sobre los derechos de los hijos del infante Fernando de la Cerda. La reina Violante, esposa de Alfonso el Sabio y hermana de Pedro el Grande, fue la causante de la ingerencia aragonesa en este asunto al abandonar Castilla junto con su nuera Blanca de Francia y sus dos hijos, los infantes Alfonso y Fernando. Aunque Pedro no fue el organizador de la fuga de su hermana, la acogió bien, quizás pensando que tener en su poder a los infantes De la Cerda podía reportarle algún beneficio. Pronto las cosas tomaron otro cariz, Pedro, de acuerdo con Sancho IV, se comprometió a mantener en su poder a los infantes y a su madre para que no pudieran pasar a Francia en busca de protección. Dicho acuerdo se tomó en una entrevista que Pedro y el infante Sancho celebraron en Buñol (diciembre de 1279). Dos años más tarde, marzo de 1281, Pedro 111y Alfonso X se reunieron en Campillo, lugar fronterizo entre Agreda y Tarazana. A dicha conferencia, que continuaron poco después en Agreda, asistieron los herederos de ambos monarcas; los infantes Sancho y Alfonso. En estas conversaciones, aparte de los planes para conquistar Navarra y repartírsela, Sancho prometió que al reinar cedería Requena a Pedro o a su sucesor. El resultado práctico de tales encuentros fue la promesa de Pedro el Grande de mantener en el castillo de Játiva a los infantes De la Cerda, que disputaban a Sancho el trono castellano. A este importante servicio, correspondió Sancho prometiendo a Pedro ayuda para apoderarse de Albarracín, que detentaba el señor de Lara Juan Núñez, casado con Teresa hija de Alvar Pérez de Azagra, señor de dicha ciudad. Valoraremos en su justa medida este acuerdo, si recordamos que, pocos días antes, en

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la primera de las citadas entrevistas Pedro el Grande había renunciado a la tan discutida plaza a favor de Alfonso el Sabio. En realidad el valor de las donaciones de Sancho es muy relativo, como todo aquello cuya entrega queda subordinada a una más o menos hipotética posesión. Recordemos que cuando Pedro el Grande, aun infante, interviene en la conquista de Murcia, no vió con agrado la esplendidez de su padre al hacer entrega de todo a Castilla. Si bien legalmente Jaime el Conquistador obró rectamente, Pedro comienza ya a buscar como hemos dicho, la manera de deshacer el contenido del tratado de Almizra. Su sucesor Alfonso inicia las gestiones encaminadas a sacar el máximo provecho del conflicto sucesorio de Castilla, para recuperar Murcia y tener participación en el reparto de las tierras peninsulares en poder de musulmanes. A lograr dichas pretensiones los monarcas aragoneses en especial Jaime 11 aprovechan todos los acontecimientos castellanos que puedan servir a sus fines. Uno de los principales asuntos era la cuestión sucesoria de Alfonso X. Tal cuestión en sí misma no era grave, puesto que legalmente considerada no ofrecía dudas. El heredero debía ser el primogénito de Femando de la Cerda; el infante Sancho no aceptó tal legalidad, como tampoco la creación para el infante Alfonso de un reino de Jaén como vasallo de Castilla. Tal solución era aceptada por Felipe II de Francia, tío de los infantes huérfanos. De esta circunstancia arranca la rebelión de Sancho contra su padre y la intervención en esta lucha de Granada y Marruecos. En la conducta de la nobleza en el duelo paterno filial, en esta contradanza de amistades que se aunan y se rompen, podemos ver el germen de problemas y actuaciones posteriores. F.s a partir del planteamiento de estos problemas cuando se inicia el estudio al que estas líneas sirven de introducción, con el deseo de presentar toda la problemática de las complejas relaciones entre la Corona de Aragón y Castilla.

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CAPITULO I JAIME 11 Y SANCHO IV

l.

LASUBIDA

AL TRONO DE JAIME

11. PRIMERAS ORIENTACIONES

DEL REINADO

La inesperada muerte de Alfonso 111 (18 de junio de 1291) abría necesariamente un breve paréntesis en el proceso de puesta en práctica del Tratado General de Tarascón, firmado poco antes y del que el monarca aragonés había sido artífice principal. Era necesario conocer cuáles eran las aspiraciones y los rumbos que quería imprimir a su diplomacia su hermano Jaime, rey de Sicilia y por ello mismo pieza sacrificada por Alfonso, si bien con su acuerdo personal, en beneficio de la paz internacional. Pocos días después de la muerte de éste, el caballero Ramón de la Martesa embarcaba en Barcelona hacia Sicilia para llevar la noticia y procurar el regreso del nuevo rey. Según Muntaner esta misión la lleva a cabo Hugo conde de Ampurias. Los asuntos más perentorios quedaban en manos del infante Pedro, que se apresuró a tomar medidas para guardar las fronteras con Castilla y Francia 1• El testamento de Alfonso 111,en el que se marcaban las mismas directrices que en el de Pedro el Grande en orden a mantener a Sicilia como reino independiente, señalaba que para que Jaime II ocupara el trono de la Corona aragonesa era imprescindible que renunciara al de la isla, que había de pasar al tercer hermano, Federico. Era el único medio de que los Estados peninsulares quedaran al margen de la lucha armada por la hegemonía mediterránea y se respetara el status definido en Tarascón. Jaime, no obstante, se opuso desde el primer momento a tales planes y se apresuró a declarar que se hacía cargo del trono aragonés en virtud del testamento de su padre y no del de su hermano. Así pues un monarca que se caracterizaría enseguida como realista y prudente, parecía iniciar su gestión con un error grave; la anulación del 1 ACA. Reg. 85, fol. 185 v. Publ. por GONZÁLEZ ANTÓN. Lu reuniones aragonesasy las Cortes del reino. 1283-1301. T. 11 Ap. 290.

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Tratado de Tarascón tan laboriosamente conseguido y complicar de nuevo a sus estados hispánicos en la guerra sin fin con el Papado, con Francia y quizás con su vecino castellano, interesado en mantener buenas relaciones con esas mismas dos potencias. Su decisión era también un tanto peligrosa de cara al interior porque aun había suficientes rescoldos de oposición aristocrática en Aragón como para que pudiera reverdecer la revuelta-unionista, como, efectivamente, estuvo a punto de ocurrir 2• Pero Jaime II era también un frío y calculador diplomático; detrás de una decisión tan arriesgada y aparentemente sin sentido probablemente estaba el plan de abandonar más adelante la causa de su hermano menor y de Sicilia -con no más sinceridad que la empleada poco antes por Alfonso 111- pero a cambio de una compensación territorial de parecido valor estratégico y político para afirmar la potencialidad mediterránea de la Corona de Aragón, como llegarla efectivamente a ocurrir pocos años después. También era cierto, por otro lado, que los acuerdos de Tarascón solo eran un principio de entendimiento con el soberbio Papa Nicolás IV y con Carlos de Salemo, pero que no habían sido formalmente aceptados ni por Felipe IV de Francia ni por Sancho de Castilla, cuyas tropas se hallaban precisamente acantonadas junto a la frontera aragonesa al sobrevenir la muerte de Alfonso 111.& en esta dirección, la de Castilla, en la que Jaime II imprime un primer giro decisivo a la política seguida por su antecesor 3• 2. PANORAMAPOÚTICOENTREARAGóNCASTILLA

Y FRANCIAALADVENIMIENTO DE JAIME 11. TRATADODE LYON Y ENTREVISTADE BAYONA.

El problema que representaba el apoyo aragonés a la causa de los infantes de la Cerda, quedó solucionado en los últimos días del reinado de Alfonso el Liberal, mediante los acuerdos con Francia. Por el de Lyon entre Sancho el Bravo y Felipe el Hermoso, quedó zanjado el peligro presentar para Castilla, que Francia pudiese asignar a la corona de dicho país, invocando el testamento de Alfonso el Sabio. Además de la renuncia a dichas posibles pretensiones, Felipe el Hermoso se obligaba a no prestar apoyo a los infantes Cerda, en sus pretensiones al trono de Castilla. Aparte del interés para el rey Bravo tener de su parte al rey de Francia, cuya influencia en el pontificado podía ayudarle a resolver el pleito de legitimación del matrimonio Sancho Maria de Molina, y en consecuencia la de los hijos de ambos. En pro de la alianza con Francia, triunfó la perseverancia de Maria, quien a pesar de los agravios recibidos de parte del rey francés, que 2

RHODE: Sizilia 11 - El biógrafo de Jaime 11,J.E. MNZ FERRANDO afirma (por ej. en su Jaime II o el seny catalá. Alfons el Benigne, pag. 100) que los criterios de Alfonso eran equivocados, SOLDEVII.A, llevado de su habitual apasionamiento, aprueba también la decisión de Jaime en cuanto • rebutja la política de particions/ .../ que havia pesar desastrosament damunt de Catalunya• y habla de una «Sicilia unida a Catalunya» (Historia de Catalunya, I pág. 297). No tiene en cuenta que la voluntad de mantener Sicilia como reino aparte tenia muy poco o nada que ver con la política de repartos patrimoniales, y que en todo caso, la unión de Sicilia lo era a la Corona de Aragón y no a Catalunya. 3 GLZ. ANTÓN, loe. cit. I, cap. XXII.

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incluso quiso separarla de Sancho para casar a este con una de sus hermanas, la reina Maria hizo caso omiso de detalles de esta naturaleza, pues estaba convencida, de que para obtener la solución de su problema matrimonial, la amistad y el apoyo francés eran imprescindibles. Al fin la entrevista con Francia, tan deseada por Sancho, iba a tener lugar. Se celebró en Bayona en abril de 1292. El tratado resultante es casi unicamente la ratificación de los acuerdos de Lyon de 1290. Como es natural, quedan excluidas las cláusulas relativas a los infantes Cerda, anuladas ya practicamente por incumplimiento por parte de los interesados de todo lo establecido. Pero algunas cláusulas se mantienen. Felipe el Hermoso, debía ayudar a Sancho contra ellos si estos se rebelaban contra él. En realidad la parte más prolija de este tratado, es la que puntualiza las relaciones entre Blanca de Borbón y el rey Sancho, así como el reconocimiento a favor de Blanca, de algunas propiedades que pertenecieron a su marido, el infante Fernando 4 • 3. LA NUEVA

ALIANZA JAIME II SANCHO IV. ACUERDOS EN LAS VISTAS DE MONTEAGUDOY SoRIA. PRESENCIA DE AR.AGÓNEN EL SITIO DE TARIFA

Durante todo su reinado Jaime II se mantuvo sustancialmente fiel a la línea de amistad con los demás reyes españoles para enfrentarse desde esa posición de fuerza tanto a las nuevas acometidas musulmanas -que suponían un peligro para todos- como a las intrigas de Francia y de un Papado afrancesado. Por su parte Sancho IV de Castilla tampoco podía hallarse cómodo cuando Roma seguía sin legitimar al cabo de varios años su matrimonio con Maria de Molina, y Felipe el Hermoso condicionaba demasiado sus turbios apoyos a que Sancho luchara con su pariente aragonés, que a fin de cuentas seguía teniendo en sus manos al pretendiente Alfonso de La Cerda. En paz con Portugal, Granada y Tremecén, al rey Bravo le preocupaban también las amenazas berberiscas y para neutralizarlas era más práctico contar con la marina catalana de Jaime que con las buenas palabras de París y Roma. El acercamiento sincero Castilla-Aragón aparecía, pues, como solución deseable para ambos reinos. Si para Jaime, según se desprende de su actividad futura, tenía primacía absoluta la orientación mediterránea, necesitaba asegurar otra vez sus espaldas y aun contar con el acuerdo castellano para proseguir la penetración en Norteáfrica. La amistad inglesa -aunque poco decidida- y el apoyo de numerosos grupos proaragoneses, repartidos un poco por toda Italia, podían seguir siendo bazas interesantes mientras se estaba a la espera de cambios de orientación en la corte papal 5• Desde los primeros momentos de su estancia en la Península, Jaime 11 4 5

Gaibrois. 11 fr. 39 cita a Damiel pp. 189 y 198. En este sentido apunta SAI.AVERTI ROCAV. «Jaime II es quwís el primer soberano aragonés que de un modo meditado y consciente dirige sus esfuerzos hacia la expansión marítima / .../ mota característica y esencial del ideal político de este rey» (El Tratado de Agnani y la expansión mediterránea de la Corona de Aragón. En EEMCA,T.V., pág. 271). Vid también LACARRA-GUANTÓNUBIETO.La Corona de Aragón 1213-1336 en el Vol. XIII de la H.E. dirigidapor R.M. Pidal.

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se apresura a ordenar quietud a las fronteras occidentales, aludiendo en numerosas cartas al parentesco próximo que le unía al rey de Castilla y a la carencia de motivos de enfrentamiento con él. Sancho suscribía órdenes semejantes a los jefes de sus tropas. Por su parte el infante Alfonso de la Cerda conoció bien pronto las intenciones del nuevo monarca aragonés; apenas desembarcado Jaime, el Pretendiente acudió a verle tanto para ponerse a su servicio como para renovar los pactos que había firmado con Alfonso 111a raíz de la proclamación de Jaca. Parece que Jaime enfrió más o menos diplomáticamente las esperanzas del infante castellano, cuya causa veía él que «andaba muy desfavorecida, así en fuerzas como en reputación», mientras el rey Bravo estaba bien afirmado en su trono y contaba con la fidelidad de todos 6 • En este ambiente se prepara la celebración de las vistas que ambos monarcas se disponen a celebrar en Monteagudo y Soria, a partir del 20 de noviembre de 1291. Sobre cuál de los dos monarcas inició el contacto hay diversas opiniones. Según la Crónica de Sancho IV fué Jaime, en cambio Zurita opina que la iniciativa partió el rey de Castilla. Nos inclinamos hacia la primera de dichas hipótesis, teniendo en cuenta que si el Tratado de Tarascón pretendió a su manera despejar la situación mediterránea, tal solución quedaba en entredicho ante la actitud de Jaime poco o nada dispuesto al abandono de Sicilia. Lo complicado de las relaciones de Jaime con el Pontificado, Francia y los Anjou, no podía más que favorecer a Sancho en sus intentos de tener paz en sus fronteras peninsulares, paz que por lo que respecta a Francia y Portugal estaba ya establecida en 1291. Por tanto la incertidumbre para Sancho, era la actitud que podia adoptar Aragón. La paz era en estos momentos muy necesaria para Castilla, a causa de noticias alarmantes procedentes de Andalucía. Quiza por un descuido de la escuadra castellana, un cuerpo de ejercito Benimerin babia pasado el &trecho y puesto sitio a Vejer, en septiembre del mismo año 1291. &ta circunstancia aumenta el deseo de Sancho de tener paz con Aragón y poder dedicarse sin complicaciones peninsulares a la reconquista. Con tal incertidumbre y buenos deseos se inician las conversaciones que no podían transcurrir de manera más cordial 7 • El 29 de noviembre se firmó en Monteagudo el tratado de alianza, reforzado por el compromiso matrimonial entre el rey Jaime II y la infanta castellana Isabel, hija de Sancho y Maria, a la sazón niña de ocho años, que debía pasar a educarse y vivir en la corte de su futuro esposo, una vez celebrados los esponsales, ceremonia que tuvo lugar en Soria el 1 6

ACA. Reg. 90 fol. 146, de 21 de sepbre. de 1291. Mem. Hco. Esp. T. 111,4GO y ss.GAIBROIS, loe. cit. 11, 137, recoge varias cartas más con fechas de mediados del mismo mes. De hecho algún tiempo atrás, cuando Alfonso 111estaba en guerra con Castilla, Jaime había sugerido desde Sicilia a Sancho su cambio de línea y su matrimonio con Isabel, la heredera de Molina, iniciativa que el Bravo rechazó quiuí pensando que ambos hermanos, Alfonso y Jaime estaban de acuerdo y que lo único que pretendían era la incorporación del señorlo de Molina a Aragón- Vid. ZURITA, Anales I 339 y GAIBROIS, loe. cit., T. 11pág. 27 - De todas maneras el detalle parece mostrar que Jaime era ya entonces partidario de un entendimiento Aragón-Castilla. 7 ZURITA, Anales, IV cap. 424 CAIBROIS, loe. cit 11, 137. MUNTANER,Crónica, 176 imagina una respuesta muy poco probable de Jaime: «E ho senyor rei conforta'}, e li dix que sabés per cert que ell no el desempararia, ans li faria tot aquell secors que fer-li pogués».

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del mes de diciembre inmediato 8 • En la misma fecha se formaliza la dote que Jaime concede a la infanta Isabel su futura esposa. Tal dote consiste en 30 mil sueldos de reales anuales a recaudar de la talla del peso de Valencia y otros derechos de Zaragoza y de Sentín en Sicilia. En otro orden de cosas se confirman los tradicionales acuerdos relativos a Navarra: ambos monarcas se comprometen a no acoger en sus respectivos reinos a vasallos infieles del vecino y a no firmar ninguna paz separada con los enemigos del aliado sin consentimiento de éste, ni siquiera quedaba el pontificado 9 • Apendice 1. Como primera garantía del tratado hubo entrega recíproca de 1O castillos de cada reino que serán gobernados por otros tantos nobles elegidos libremente, los castellanos por Jaime y los aragoneses por Sancho quienes prestaron los correspondientes juramentos de fidelidad a los monarcas. 10• Apendice 2. Se determinaron también las condiciones en que cada uno de los interesados ayudaría militarmente al otro a partir del mes de enero siguiente, con la salvedad de que se preveía con carácter inmediato el concurso de 20 galeras catalanas para rechazar los ataques de Marruecos. Finalmente Jaime se comprometía por su parte a no liberar a los hijos de Carlos de Salema, que tenia en rehén, sin el acuerdo del rey Bravo. 11• Pocas fechas después, tras la ceremonia de esponsales en Soria los dos monarcas siguen reunidos en Calatayud y es entonces cuando Sancho hace de mediador entre su futuro yerno y la alta aristocracia aragonesa, muchos de cuyos miembros se habían mostrado reticentes en las Cortes de septiembre anterior a aceptar como soberano a Jaime 11. Tal mediación redondeaba el efecto de los acuerdos de Monteagudo y contribuyó sin duda a potenciar la imagen del castellano como aliado sincero 12• 8 9

Pergamino Jaime II nº 60 y 61, l-XII-1291, Gaibrois Sancho IV doc. 385 y 386.

Pergamino Jaime n nº 59 fi¡b. por GU Anton obr. cit II cap 304. Rg. 55 fol 50 y 50v. publicados por Memorial Historico Español T 111pag. 452 453 y Gomalez Antón II ap. 308 y folios «Los castillos aragoneses fueron Borja, Rueda, Daroca, Somed, Ama, Uncastillo, Malon, Berdejo, Alquezar y Monclus. Los castellanos Cartagena, Hita, Agreda, Cervera y Alfaro. Jaime añadió la cesión especial de otros diez castillos muy importantes Morella, Biar, Uxo, Jativa, Montesa, Castalló, Alpuente, Boiaren, Jijona y Penágirila. Entre el 4 de I y el 31 de 111 de 1292 se garantiz.an los pactos establecidos y se fonnalimn las tenencias de algunos castillos. Apéndice l. Se trata de un largo e interesante relato de las vistas de Monteagudo y de los acuerdos tomados a continuación en Calatayud. Gaibrois (Sancho IV T. 111doc. 384) publica un documento de otra procedencia. Zurita se hace eco de todo en libro IV caps. CXXIV y CXXVI. Los días 19 y 20 de I de 1292 el infante don Juan y Pero Diez de Castañeda garantwm los pactos establecidos con Sancho IV. Perwm!ino Jaime 11 198 y 186. Sancho Iv T. 111doc. 605, 606. Apéndice 1. ACA.Reg. 55, fol. 56 y Pergaminos de Alfonso 111nº 388. Vid. GLZ -ANTON, loe. cit. I cap. XXIII y II Apds 309 y 31O. Zurita libro IV ap. CXXV. Según dicho autor, los nobles de un bando son Bernaldo Guillen de Entenza, Atho de Foces, Gimeno de Urea, Artal de Alagón y su hermano Blasco, Sancho de Antillón, Ruy Ximénez y Jimeno de Luna, comendador de Montalbán y sus hijos Rur Ximénez y Jimeno de Luna, Jaime de Xérica, Jaime Pérez señor de Segorbe, hermano de rey, Gonzalo Ximenez de Arenós y sus hermanos Jimen Pérez y Ferran Ximénez, Pero López de Oteyza y Lope Ximenes de Atonillo. Los de otro bando, Lope Ferrench de Luna, Pero Femandez de Hijar, Guillen de Anglesola, Pero Ferry, Pero Sesé, Artal Duarte y Sancho Duarte. Alamán de Gudal, Guillén de Pueyo y otros caballeros. Apéndice 2. 12 Salavert y Roca Vicente. Cerdeña y la expansión mediterránea de la Corona de Aragón, vol. l. pag. 86.

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Con todo y con ello la vigencia de los pactos de Monteagudo estaba de raíz amenazada por la compleja situación internacional de cada uno de los firmantes; seguramente ambos fueron sinceros y los intereses mediterráneos de uno y los de la lucha antimusulmana del otro, que no entraban en conflicto, podían ser defendidos mucho mejor aunadamente. Pero ambos monarcas tenían que estar pendientes de otros muchos centros diplomáticos de donde sí podían llegar amenazas para su alianza, porque ni a Francia ni a Roma convenía un frente único castellano-aragonés, y no iba a resultar difícil que en una u otra cancillería se intentara sacar provecho de los consabidos recelos de fondo que inevitablemente había de sentir Jaime y Sancho. Los dos estaban convencidos de haber protegido muy bien sus intereses con la alianza, pero quizá tiene razón Salavert cuando escribe que «en lo interesado de estas miras residía el germen del fracaso que iba a enfrentar a los dos contratantes cuando uno y otro intentaran desarrollar sus planes». Está claro cuando menos que, hasta que no hubiera una ruptura de hostilidades en torno a la cuestión de Sicilia, Sancho iba a sacar un provecho más inmediato de los recientes acuerdos que su pariente y que incluso su mayor experiencia política le permitió conducir los negocios más a su favor. Una carta a Sancho firmada el 18 de diciembre, recuerda que «vos don Jaymes nos disteis poder cumplido que pudiesemos tratar paz entre el Papa de Roma e los reyes de Francia e de Jherusalem». &tos detalles y algunas consideraciones que hace sobre sus relaciones con París, mal interpretadas en nuestra opinión, hacen escribir a Martínez Ferrando que el Bravo no tenía a Jaime II sino como un puro juguete en sus manos 13• Todo esto al margen, uno de los primeros y más importantes frutos prácticos de Monteagudo fue la decisiva colaboración aragonesa en la toma de Tarifa. Diez galeras salieron de Barcelona a primeros de mayo de 1292 al mando de Alberto de Mediona con autorización expresa de Jaime 11 de servir de portavoz del rey de Castilla, si éste así lo quería, ante el sultán de Marruecos para hallar un acuerdo diplomático; Sancho prefirió aprovechar los preparativos bélicos ya realli.ados y tomar la pléWlpor las armas. La campaña fue un exito, y muy rapida. Las capitulaciones se inician el día de San Mateo, 21 de septiembre, y el 13 de octubre don Sancho entraba en la ciudad. La colaboración aragonesa se mantuvo algún tiempo, puesto que Jaime II ordenó que las naves permanecieran al servicio de Castilla mandadas por el Almirante Montoliu en la misma carta en que manifiesta deseos de entrevistarse con su pariente y aliado. La razón parece que era la de conocer en directo el estado de las negociaciones de Sancho con París 14• Apendice 3. 4.

FRANCIA AL FONDO. TRATOS DE SANCHO

IV Y FELIPE IV EL HERMOSO

-La reciente alianza, Castilla Aragón, quebraba en buena parte el espíritu de los acuerdos de Bayona, pero a Sancho no le interesaba en modo 13 14

Jaime II o el seny catala. Alfons el Benigne, pg. 109. ACA.Reg. 252, fol. 45v. Apéndice 3. La integraban Juan Femandez y el Conde Federico.

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RELACIÓN CASTEI.L\NO-ARAGONESA

alguno una ruptura con París. Seguramente con objeto de tranquilizar al rey de Francia, poco después de los acuerdos de Monteagudo, Sancho envía una embajada con el encargo de explicar a Felipe los motivos que le inclinaron a obrar como lo hizo. La noticia de tal misión, el conocimiento de quienes la llevaron a cabo, así como el contenido de sus propuestas, los conocemos unicamente a través de la respuesta francesa 15• El documento que contiene dicha respuesta, carece de fecha, pero según apuntamos más adelante, es muy posible que las gestiones a que aludimos, tuviesen lugar a fines del 1291 o a principos de 1292. La respuesta de Felipe el Hermoso a través de sus enviados manifiesta de forma inequívoca el disgusto y la sorpresa que la actuación de Sancho produjo en el animo de Felipe, al mismo tiempo que dejaron muy claro, a pesar de haber sido formulada en una velada advertencia, de que recordasen en Castilla que en sus manos estaban los hilos que se debían mover para resolver la espinosa cuestión de la legitimización del matrimonio de Sancho y María y en consecuencia la de los hijos de dicho matrimonio. El rey francés hace valer su influencia en un pontificado afrancesado 16• & muy posible que Sancho, en su deseo de quedar en buena situación y de sincerarse ante Felipe, le explicase que uno de los motivos que le llevaron a sellar una alianza con Aragón fue evitar que Jaime llevase a cabo un trato amistoso con los musulmanes del sur, y también para tener manera de influir a favor de los hijos de Carlos de Salemo retenidos como rehenes en Cataluña. También son motivo de disculpa las reacciones familiares y la necesidad de evitar el escándalo que se derivaría de una alianza de un monarca cristiano con infieles para combatir a sus consanguíneos. Por último -explicaba Sancho- la alianza le había colocado a él mismo en inmejorables condiciones para influir en el arreglo de las deterioradas relaciones de la Casa Real aragonesa con Roma y Francia. Sancho intentaba, pues, mantener buenas relaciones con todos, aprovechando que ni el Papa ni Felipe parecieran desear por el momento la reanudación de una guerra por causa de Sicilia y preferían presionar diplomáticamente a Jaime II para que renunciara al trono de la isla. Nada justifica las acusaciones de insinceridad que algunos historiadores, en particular Martínez Ferrando, han lanzado contra Sancho IV 17• El castellano aun envía una segunda embajada a París para ampliar las explicaciones ya dadas a los enviados de Felipe IV. La gestión de los embajadores resultó positiva, puesto que Felipe el Hermoso dio por buenas las explicaciones que se le ofrecían, aceptó el hecho consumado de la alianza firmada en Monteagudo incluso pareció aceptar la posibilidad de un arbitraje de Sancho en la ya vieja contienda de la Casa Real de Aragón con Francia, si bien poniendo por condición para que Carlos de Valois 15 Se tratabadel Arcediano de Brujas, maestre Juan, y el comarlengo Hugo de Bouville, señor de Miley de Gatiorays. 16 GAIBROIS, loe. cit. t. 11, 154-159 resume a Daunet- Uidem, t. 111.doc. 445 incluye las instrucciones de Felipe el Hermoso a sus emb¡qadores. 17 Así lo interpretan tanto Rhode como Salavert, y los acontecimientos posteriores parecen darles la razón.

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renunciara al trono aragonés que le había concedido Martín IV en 1283 que Jaime abandonase sus derechos sobre Sicilia 11• Así las cosas y, tomada ya Tarifa con ayuda de Aragón, como hemos señalado más arriba, parecía necesario que Sancho y Jaime volvieran a analizar juntos el panorama diplomático en el que ambos estaban inmersos y reconsideraran las líneas de acción a seguir en el futuro inmediato. Sustancialmente nada había variado desde los días de Monteagudo pero el mismo hecho de que la retención de Sicilia por el rey de Aragón no hubiera puesto ya en movimiento otra vez la «cru7.ada»contra él, dejaba a Jaime II un buen margen para la esperan:za de sacar fruto de la situación. De todos modos la superior experiencia de Sancho el Bravo había de jugar también su papel 19• 5.

VISTAS DE GUADAi.AJARA Y NEGOCIACIÓN DE PONTOISE

En enero de 1293, concertada ya con su pariente una reunión Sancho parte de Córdoba hacia Guadalajara donde aquella debía tener lugar. Aparte la cuestión de Sicilia, los dos reyes debían estudiar allí otra vez las amenazas de los musulmanes de Granada e incluso la actitud de algunos ricos hombres aragoneses, que habían acabado reconociéndose vasallos de Carlos de Valois y ofrecido ayuda para conquistar el reino. Sancho IV, que había mediado entre Jaime II y sus barones en 1291, no había conseguido evitar pasos tan comprometidos como éstos 20 • El 21 de enero Jaime llega a Peñalver, donde le espera el rey de Castilla y ambos se encaminan a Guadalajara. Allí se encontraba ya Bonifacio de Calamanda, prior de la Orden de San Juan y encargado por el papa Nicolás IV -que había fallecido justamente unas fechas atrás- para que encauzara en su nombre las negociaciones sobre la cuestión mediterránea. Sancho era también, en una cierta medida, portavoz en la reunión de los puntos de vista de Felipe el Hermoso de Francia, con lo que los tratos iban a complicarse inevitablemente. Una de las primeras cuestiones que se pusieron sobre el tapete fue, como era lógico, el incumplimiento por Jaime del casi olvidado tratado de Tarascón y, en consecuencia, la exigencia de Roma y Paris de que abandonara Sicilia como condición «sine qua non» para seguir adelante y llegar a un acuerdo efectivo. Jaime 11, un tanto sorprendido ahora, rechaza de manera tajante tal posibilidad y empie:za a comprender que no podrá encontrar en Sancho de Castilla el apoyo preciso para lograr una solución más en consonancia con sus aspira~iones. El aragonés sugiere entonces el arreglo de casar a su hermano Federico, Gobernador de Sicilia, con Blanca de Anjou, hija de Carlos de Salemo, que aportaría en dote el trono de la isla, quedando el reino bajo la soberanía aragonesa. La solución tenía la ventaja de restituir 11

Para esta delicada misión escogió al Arzobispo de Toledo, Don García, al juez de Corte Pascual Martinez de Cuenca y al maestro Nicolás, médico de la Corte, quienes emprenden su viaje a últimos de abril de 1292. GAIBROIS, loe. cit. T Il, 163. 19 GAIBROIS, loe. cit. 11, 188, sigue detalladamente a RHODE. 20 Vid. GU. ANTÓN loe. cit. I, cap. XXIII, y II Apds. 305, 312 y 315.

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RELACIÓNCASTELLANO-ARAGONESA

formalmente Sicilia a la dinastía Anjou, destronada en las Vísperas Sicilianas y por la conquista de Pedro el Grande, y al mismo tiempo reconoce «de facto» los derechos adquiridos por la Casa de Aragón sobre la misma. La propuesta introducía una perspectiva nueva sobre la que poder apoyar la resolución del envenenado pleito, pero de momento no se llegó a nada, porque obviamente ninguno de los reunidos en Guadalajara tenía autoridad suficiente para aceptar en nombre de Roma (en sede vacante) los Anjou-Salemo y Francia. Se pensó en una nueva junta a celebrar en Logroño, a la que se procuraría la asistencia de Carlos de Salemo, y en tanto Sancho consiguió que, como prueba de buena voluntad, Jaime 11 pusiera en sus manos a los hijos del propio Salemo que aun guardaba en rehén. A cambio de su actuación, el castellano obtenía de Felipe el Hermoso su promesa de abandonar definitivamente la causa de los infantes de La Cerda, que hacía ya tiempo que habían dejado de significar un peligro real 21 • Al terminar la reunión de Guaclalajara, el 5 de febrero, Sancho es huésped de Jaime en Tarazana hasta el día 20, fecha en que regresa a su reino, llevando consigo a los hijos de Salemo, Luis, Roberto y Ramón Berenguer. Desde estas mismas fechas el Bravo realiza los preparativos para la reunión de Logroño, y a fin de asegurar su éxito envía otra vez emisarios a Francia, cuyas gestiones se resolvieron en el acuerdo para entrevistarse en Pontoise los representantes del rey de Castilla, Carlos de Salemo, Carlos de Valois, «el del Chapeo», Bonifacio de Calamanda en nombre de la Santa Sede y el obispo de Segorbe, representante de Jaime 11y de sus hermanos Federico y Pedro. De los debates de Pontoise no salió sino un principio de acuerdo a dos entre Sancho IV y Salema, comprometiéndose ambos en buscar la solución para hallar paz entre Aragón, la Iglesia, Francia (en cuanto sostenedora de los pretendidos derechos de Carlos de Valois) y el mismo Salema. &te se comprometía especialmente a obtener del nuevo Pontífice la derogación de las penas eclesiásticas que aun pesaba sobre los estados aragoneses y la dispensa para el matrimonio de Jaime e Isabel, concertado en Monteagudo, como también la renuncia de Carlos de Valois. Con respecto a Francia sólo se contemplaba la devolución por Jaime II de los prisioneros y de las conquistas conseguidas tras la cruzada de 1285. El acuerdo definitivo anjouvinos-Aragón pasaba, como no, por la renuncia de Jaime a Sicilia, pero no aceptaba la idea de la alianza matrimonial sugerida por el propio Jaime en Guadalajara aunque con un tono menor: uno de los hijos de Carlos de Salema casarla con Violante de Aragón y serían duques de Caserta, pero para nada se hablaba de la boda de Federico y Blanca, que era la que encerraba mayor significación. A fin de cuentas, sólo eran unas propuestas que quedaban en el aire, un plan demasiado estrecho como para que el rey de Aragón lo aceptara. Las últimas esperan7.a5 seguían centradas en la entrevista de Logroño pero, tal y como se iba desenvolviendo los negocios, los augurios no podían ser buenos 22 • 21 22

ZURITA.Anales l. v caps. V, GAIBROIS,loe. cit. 1, pág. 200 RHODE: Sizilia. El obispo Martín de Astorga y el chantre de Palencia.

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ÁNGELF.SMASIÁ

En efecto; en Guadalajara Jaime II se había mostrado dispuesto a ponerse en razón a base de que Sicilia fuera el reino de una Anjou y un príncipe catalano-aragonés, acuerdo salomónico susceptible de contentar a las dos partes. En Pontoise Carlos de Salemo se condujo como un negociador duro, pero falto de realismo; su única «concesión• era la de convertir a una hija de Jaime en duquesa de Caserta y terminar con las aspiraciones, un tanto cómicas ya, de Carlos de V alois a ser rey de Aragón. Y en tanto, Sancho IV no pudo, o no supo, alcanz.ar unos acuerdos más aceptables para Jaime 11. En el plano menos difícil de las relaciones directas con el monarca aragonés, Sancho seguía actuando con toda sinceridad, como demuestra a principios de 1293 con ocasión de las banderías nobiliarias que agitan el reino vecino y en las que interviene en apoyo claro de Jaime 11 -de los principales responsables del conflicto, don Artal de Alagón y Pedro Fay de Hijar a quienes don Jaime desposee de la tenencia de los castillos de Játiva y Cartalla, al primero y de Morella y Briac al segundo, que les había sido confiados en las vistas de Monteagudo en garantía de los pactos entonces concertados- Sancho IV no sólo acepta de buen grado los cambios sino que reprende a Artal de Alagón por atacar lugares reales, el «aver del Rey de Aragón e de la reyna nuestra filla, sin su mandado e contra su voluntad» reclamándole además la entrega inmediata de los castillos que tenía en rehén desde 1291 23• Cuando Jaime II consiguió reducir a la obediencia al levantisco ~stócrata, Sancho interviene de nuevo esta vez para conseguir un perdón bastante generoso. Dejando de lado este incidente, el asunto que pesaba decididamente en las relaciones Aragón-Castilla era el de la negociación internacional, como veníamos señalando, y aquí los fracasos de Sancho empezaban a alimentar en Jaime II más sospechas razonables sobre su sinceridad. Las consecuencias no se harían esperar. 6.

LAsVISTAS DE LoGROÑO Y LA NUEVA CRISIS DE LA AMISTADCASTELLANO• ARAGONESA

Con estas bases de partida, las vistas de Logroño estaban destinadas al fracaso, y la acción mediadora de Sancho IV también, por mucho empeño que pusiera en ella: estaba demasiado ligado a todos los contendientes como para salir airoso del trance. Enfrentándose a Francia y Salemo se alejaba la posibilidad de que su matrimonio con María de Molina fuese legitimado y se obtuviera la dispensa para la boda Isabel-Jaime; romper con el aragonés era condenarse a luchar solo con los musulmanes, y resucitar tanto las pretensiones de Alfonso de la Cerda, como el pleito en tomo a las tierras de Alicante y Murcia, a las que aragoneses y catalanes nunca habían renunciado del todo. Ciertamente el rey de Castilla no tenía las cosas fáciles. 23 Los cuatro castillos se ponen ahora en manos de Bernardo de Sarriá, Ramón de Vilanova y Alberto de Mediona.

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RELACIÓN CASTELLANO-ARAGONESA

El 22 de junio (1293) se inician las vistas de Logroño sobre las que contamos con un interesante testimonio documental. En principio Carlos el Cojo ratificó su propuesta de matrimonio de uno de sus hijos con la pequeña Violante de Aragón, aunque añadiendo al condado de Caserta, ofrecido en Pontoise, los de Provenza y los de Folcalquier, pero seguía negándose al de su hija Blanca con Federico. Lo que la documentación llama «tercera razón» esto es, la cesión de Sicilia, la plantea Carlos el Cojo con más dureza que nunca: entrega de la isla en el plazo de un año, una vez conseguído el beneplácito del Papa. Jaime II se contenta de forma sorprendente con exigir que se espere a que haya un nuevo Pontífice y que, en todo caso, el plazo se amplie a tres años. Quizás empieza ya a confiar seriamente en que el tiempo acabará jugando a su favor y en que las realidades del momento no le dejaban a fin de cuentas en posiciones tan débiles como sus antagonistas afectaban creer. Ni Carlqs de Valois ni las condenas eclesiásticas eran ya en absoluto temibles y Felipe IV nunca se había manifestado dispuesto a repetir una cruzada como la que le había costado la vida a su padre en 1285 24• Jaime 11,pues, comienza a suavizar su postura pero en la seguridad de que el resultado final de las negociaciones sigue estando casi tan lejos como 5 6 6 años atrás. «En la corte de Roma e casa del rey de Francia e del rey Karles» no se admitía que se titule rey de Sicilia, pero tal pretensión es rechazada de plano ante los perjuicios que podía depararle la renuncia al título, si los sicilianos llegaban a tener conciencia de ello; esos sicilianos que en estas mismas fechas estaban enviando embajadores a su rey mostrándole su fidelidad y su absoluta repugnancia a volver a ser gobernados por un anjevino 25 • Apendice S. Las vistas se terminaron sin acuerdo alguno, pero en realidad no se puede hablar de un fracaso de nadie. El intento había demostrado sencillamente que la solución no podían encontrarla los contendientes en una mesa de negociación en la que faltaba el Papado y los sicilianos; que Francia no estaba ya en condiciones de imponer sus intransigentes puntos de vista y que, en cualquier caso, la dinastía catalano-aragonesa no estaba en un apuro verdadero. Los acontecimientos posteriores se encargarían de demostrarlo y de hacer buena la resistencia de Jaime 1126 • Hemos estado refiriéndonos al pleito de Sicilia y a las posiciones de las potencias implicadas en él dejando aparte el tema que aquí nos interesa más; las relaciones Jaime-Sancho. &te último no ha conseguído abrir brecha en las duras posiciones de los Valois y los Anjou; Jaime empieza a desconfiar de su pariente y de un posible doble juego del que él seria victima principal. Su lógica suspicacia, para la que en el fondo no podemos estar seguros de que hubiera razones suficientes, se traduce enseguida en un cambio de tono en las relaciones entre ambos. En el campo aragonés no faltan quienes pretenden que las tropas del séquito de Sancho resultan excesivas y que se prepara una encerrona contra el rey 24

ACA.Pergamino Jaime 11, nº 233 - GAIBROIS, I 469 y II doc. 465. A. Hco. N. Leg. 634. Cat. de Toledo Rg 252/45/v Gaibrois Sancho IV -494-495. A~ndice 4. 26 El documento lo suscribió en su cámara ante los caballeros Ramón de Vilanova y Tomás de Prócida y sus privados Ramón de Manresa y Pedro Costa. 25

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Jaime. & probable que lo lucido del acompañamiento castellano se debiese tan sólo a la llegada de la reina María que queria aprovechar la reunión de Logroño para volver a ver a su hija Isabel, que residía desde 3 años atrás en la corte de su prometido 27 • El caso es que los recelos eran grandes y Jaime II se decide a hacer una protesta secreta de que cuando tuviera que conceder en esta ocasión no tendría valor alguno, puesto que se sentía coaccionado. Ello explica el que se mostrara tan condescendiente y que el 21 de agosto firmara un acuerdo según el cual renunciaba al socorro castellano de 500 jinetes a cambio de 200.000 maravedís. Sancho se veía así liberando de un apoyo que le comprometía mucho a los ojos de Felipe de Francia y sus aliados. Consiguió también la firma de una promesa especial que aseguraba, de parte de Jaime, los derechos de su aun prometida Isabel, de tal manera que «en todos los días de nuestra muger e vuestra fija, donna Isabel, reyna de Aragón e de Sicilia, que non podamos con otra casar nin casemos», se fijen de nuevo las arras y la dote de la princesa castellana y se llega a tratar de la sucesión de los reinos e incluso de la posibilidad de que la infanta quedara viuda. Promesas inútiles de Jaime pero que le facilitaron una partida inmediata de Logroño, llevándose de nuevo a los tres infantes anjevinos que meses atrás había puesto en· manos de Sancho IV 28• Apendice 6. En ese momento, y a tenor de lo ocunido en la etapa siguiente, se puede afirmar que la alianza entre los dos reyes españoles estaba rota. ¿Tenía ya entonces Jaime II la esperanza de entenderse más fácilmente con el nuevo Papa y con Salerno, dejando de lado tanto a Francia como a Castilla? ¿Abrigaba Sancho IV el temor de que fuese así, de quedarse aislado, y ese temor era lo que le había llevado a presionar a su pariente? & probable que la respuesta a ambos interrogantes fuese la afirmativa y que deban ser matizadas las críticas que algunos han dedicado al rey Bravo. Parece que el propio Jaime, que no ha conseguido la dispensa de consanguinidad para casarse con Isabel, pero que sigue reteniéndola en Aragón se aprovecha bien de la promesa de matrimonio cuando no parece, ya por ahora, demasiado dispuesto a cumplirla, puesto que ha llegado a plantearse su boda con una hermana de Felipe IV. 29 7.

JAIME

II PACTADIRECTAMENTECON LOS ANJEVINOS Y FRANCIA

A fin de cuentas lo que ya no ofrece dudas de ningún género es que después de la reunión de Logroño la alian7.a de Monteagudo está rota y que Jaime II decide apartar de las negociaciones internacionales a Sancho IV, cuyo fracaso como mediador es claro. En consecuencia el monarca aragonés imprime inmediatamente un nuevo rumbo a su diplomacia y 27

ACA. Pergaminos Jaime D, nº 275 - Lo publica GAIBROIS, loe. cit. T. 111, doc.

491.

28 Torre do Tombo. Gaveta 17 Ma~o 4, nº 12. Vid GAIBROIS, loe. cit. I 490. & el único ejemplar conocido de este acta, que Jaime II debió de enviar a sus hermanos Isabel y Dionis de Portugal. Apendice 5. 29 Para todas estas cuestiones, vid GAIBROIS, loe. cit. T II cap. XVIII. ZURITA, Anales V, 6•7, SAI.AVERT,etc.

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RELACIÓN CASTELLANO-ARAGONESA

acepta encantado ( 14 de noviembre) la sugerencia del representante de Roma, Bonifacio de Calamanda, de entrevistarse con Carlos el Cojo unos días después en la villa fronteriza de la Junquera. La utilidad de un entendimiento directo de los viejos rivales se traduce enseguida en la modificación esencial de las posturas sostenidas por ambos hasta poco antes. Como primera medida se concierta en la Junquera el matrimonio de Jaime con Blanca de Anjou, la novia antes querida por él mismo para su hermano Federico cuya causa abandona ahora hasta el punto de que ni logra para él compensaciones territoriales. Jaime se compromete por fin a abandonar Sicilia en el plazo de tres años a contar desde el 1 de noviembre de 1294. Con todo el monarca aragonés sigue demostrando una visión clara de la realidad y parece empeñado en guardarse siempre algún triunfo: Sicilia no será devuelta en ningún caso a la Casa de Anjou, sino sólo a su legítimo soberano, es decir, al Papa, quien al cabo de poco tiempo acabaría cediéndola inevitablemente a quien quisiese. Cabe afirmar que Jaime II tenía intención de entenderse después con Roma o, en todo caso, que quería que se volviese a repetir la situación planteada antes por la renuncia de Alfonso 111el soberano de Aragón se desentendía oficialmente de la suerte de la isla y lograba con ello la paz, pero dejando en Sicilia a un miembro de su Casa en situación de defenderse con éxito. De momento las perspectivas de que se cumpliese este plan parecieron oscurecerse con la elección de un conocido teócrata como Bonifacio VIII, cuya aspiración máxima era la de someter a su control toda Italia y frenar el creciente regalismo de los reyes de Francia. Después de las últimas experiencias -vistas de Guadalajara y LogroñoJaime II parece estar ya plenamente convencido de que nunca podrá ser rey a la vez de Aragón-Cataluña y de Sicilia, y esto es lo único que viene a reconocer en La Junquera, sin comprometerse a nada más. De hecho los términos y el alcance del posterior Tratado general de Agnani, así como el triunfo final de la Casa Real de Aragón, quedaban ya prefigurados en la entrevista con Carlos de Salema 30 • 8.

RUPTURA ENTRE JAIME

II

Y SANCHO

IV

Todavía se mantiene el trato oficial cordial con Sancho de Castilla, y Jaime se apresura a comunicarle lo sucedido en La Junquera enviándole como embajador a Ramón Despuig, quien fue acogido mal en la corte castellana y volvió con una misiva llena de «frases fuertes» que ofendiendo mucho a Jaime, según escribió éste más tarde a su pariente, al tiempo que le anunciaba el viaje de O- María Femández Coronel, ama de la joven princesa Isabel y mujer a la que Jaime II parecía apreciar mucho 31 • Sancho IV tenía motivos para sentirse ofendido, por lo que significaba para él el que Jaime rompiera su compromiso matrimonial con su hija

º

3

31

ACA. Reg. 252, fol. 76v. Vid. GAIBROIS, loe. cit. I, 506. Apéndice 6.

ACA. Reg. 252, fol 77. Vid GAIBROIS, loe. cit. 1- 510. Mª Fda. Coronel, a quien se confió la infanta desde su nacimiento, y que la acompañó a Aragón, era ademú gran amiga personal de la reina María de Molina, lo que la convertía en una figura de gran interés para evitar el rompimiento entre los dos reinos.

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Isabel, noticia que sentó muy mal en toda la corte de Castilla. Pero es que además tenía otros motivos graves de preocupación, avivada porque ya por estas fechas se sabía enfermo de cuidado. Aparte el sempiterno problema del reconocimiento de su matrimonio y de su hijo y heredero, asunto por el que no queria enfrentarse ni a Roma ni a Francia, los acuerdos que firman por ahora Granada y Marruecos significaban una amenaza muy inmediata, precisamente cuando Jaime II decide prescindir de él y cuando ha expirado ya el plazo de cesión de la armada catalana. En estos momentos la reina Maria gestiona cerca del rey de Aragón el mantenimiento de su apoyo naval, pero ya muchas de las galeras habían abandonado el &trecho y estaban en los puertos de Barcelona y Valencia. Castilla había de pagar buenos dineros para volver a contar con la flota. La urgencia del apoyo de Jaime se palpa de inmediato, cuando granadinos y marroquíes intentan recuperar la plaza de Tarifa, sitiando en ella a su defensor Alfonso Pérez de Guzmán. Mientras Sancho IV se ve retenido por otros problemas internos en tierras palentinas, la reina Maria desde Sevilla, insiste cerca del aragonés en busca de su ayuda. La embajada de Ferrán Pérez Marimón «canciller de la poriclat», o del sello secreto, obtiene éxito y en agosto la flota catalana obliga a los musulmanes a levantar el cerco de Tarifa, tras el lamentable episodio provocado desde el campamento sitiador por el infante Juan y que le ha dado fama al defensor de la plaza 32 • A partir de octubre siguiente y hasta los días inmediatamente anteriores a la muerte de Sancho IV (abril de 1295) hay un casi continuo ir y venir de enviados entre las dos cortes vecinas; muchas de las cartas credenciales se repiten en los registros de la cancillería aragonesa por haberse perdido los originales, permitiendo la impresión de que Jaime 11,conocedor del grave estado de salud de su tío Sancho, buscaba dilatar las explicaciones que se esperaban de él por los compromisos suscritos en La Junquera. Posiblemente también la reina Maria trataba de disimular ante su marido el estado real de la situación 33 • La primera embajadora que llega a Castilla fue, según ya estaba previsto y anunciado, María Coronel, que ya no abandonarla la corte, pero sobre cuyas gestiones apenas estamos informados sino por los formularios cartas de presentación. Maria Coronel era quizás un testigo muy cercano de la posición real en que estaba Jaime 11,y éste confiaba en que convencerla a Maria de Molina de que no había encontrado otra salida. Posteriormente Jaime agradeció a la dama sus gestiones y le envió a García de Pancorbo y Ponce de Mataró para que le explicaran «nuestra intención sobre feyto de la reyna nuestra con la reyna de Castilla» y así 32

GAlBROIS: Tarifa y la política de Sancho IV. Vid también Sancho IV, 11, 275. Para todas las incidencias de las negociaciones con Aragón V. Rg. 252 fol. 77-78v. 105 y 106/v/l. Gaibrois Sancho IV II doc. 510,522,423,572. Reg. 252 fol 107 Sancho IV -574. Se refieren dichos documentos a la embajada que se encomienda a Pondo de Mataró y a Maria Femández Coronel, aya de la princesa Isabel de Castilla, que van a Castilla con objeto de aclarar conceptos desagradables que no se especifiqua quien, dijo a Sancho IV dejando en mal lugar al rey aragonés. También le dice que don Diego [López de Haro] habfa llegado a Vizcaya cpara fazer mal». Sobre este hecho ha pensado algo que le comunicaron de su parte los citados embajadores, si no le parece bien que diga su opinión. 33

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siguiera ejerciendo sus buenos oficios. Jaime necesitaba ganar cuando menos el tiempo suficiente como para que cuajaran sus negociaciones con Francia y Roma y poder justificarse así de manera más completa ante la corte vecina 34 • Con todo María de Molina, cada vez más angustiada pide al rey de Aragón una entrevista que en principio se prepara para el 2 de febrero, pero Jaime logra retrasarla para mediados del mismo mes con la disculpa de unas bandecias nobiliarias de las que tenía que ocuparse. La entrevista no se celebraría al fin 35 • Además del revés diplomático que significaba la quiebra de la amistad con Aragón y la ruptura del enlace matrimonial, el comienzo de las querellas nobiliarias para ocupar posiciones de cara a la minoría que aparecía como inminente vinieron a ensombrecer aun más los últimos días de Sancho IV. Algunos viejos revoltosos como Juan Núñez el Mozo, se acercan ahora a la corte; otros, como López de Haro, señor de Vizcaya, que llevaba varios años residiendo en Aragón como el gran apoyo del Pretendiente Alfonso de La Cerda, prepara operaciones de más altos vuelos y anuncia sus deseos de esperar acontecimientos desde Inglaterra. En este ambiente tenso muere Sancho IV el 25 de abril de 1295 -abriendo con ello una larga etapa de crisis en Castilla que Jaime II se preparaba ya a aprovechar en su beneficio 36 •

34 Reg. 252. fol. 11 - 1. Carta de 13 de enero. Vid. GAIBROIS, loe. cit. I, 512 otros documentos sobre lo mismo en Reg. 252, fol. 18 y 78 de fechas 19 y 23 de febrero, GAIBROIS op cit. pag. 518-523. 35 Jaime comunica a Castilla estas intenciones del de Haro al tiempo porque promete retenerle y mantener informada a la reina - ACA Reg. 252. fol. 11-2. Sancho IV, I pág. 513. 36 El 24-111y en previsión de los acontecimientos ya había ordenado a Rodrigo Giménez de Luna que se mantuviera atento en la defensa de la frontera por la zona de Daroca. ACA C.R./D. Jaime II caja I, nº 266.

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Femando, que condicionó su apoyo al nuevo monarca a la obtención de la tutoria. También grandes personajes castellanos como los Núñez de Lara están dispuestos a sacar ventajas de la situación, al prestarse a servir de mediadores en los conflictos en que puede verse envuelta la reina madre. Si es cierto que cuando el rey Sancho viéndose morir intuyó que cuando él faltase su viuda se encontraría en situaciones difíciles y sin apoyo ninguno, estaba en lo cierto, pues muy pronto, cuando la reina salió de Toledo, antes de los cuarenta días del fallecimiento de Sancho, comenzaron a llegar noticias que no presagiaban nada bueno para el futuro. El infante Don Juan intentaba ser reconocido como rey de León invocando el testamento de su padre, contando para poder llevar adelante su empeño con tropas musulmanas y la alianza del monarca portugués don Dionís, que llega al extremo de declarar la guerra a Castilla. También seria motivo de preocupación para María, la actitud de los señores de Vizcaya, los López de Haro, refugiados en Aragón, desde donde no dudarían en aprovechar tales circunstancias para recuperar su perdido señorío, del que fueron desposeídos tras la tragedia de Alfaro. La delicada situación planteada por la rebelión del infante don Juan se solucionó gracias a la mediación del infante don Enrique, quien consiguió que el rey de Portugal retirase las cartas de desafío que envió a Castilla a cambio de que se le concedieran las localidades de Serpa, Mora y Serón. También dicho infante logró que su sobrino don Juan reconociese al niño Fernando como soberano renunciando a sus pretensiones sobre León. Los Núñez de Lara y los López de Haro abandonaron su actitud rebelde gracias a la intervención de la reina María. Pero el pleito homenaje que don Diego López de Haro hizo a Femando IV, fue generosamente recompensado con la importante suma de trescientos mil maravedises, que fueron compartidos con los Núñez' de Lara. En todo ello no debemos ver más que un pugilato entre los nobles, deseosos de influir en la reina a través del ejercicio de la tutoría del rey niño. Consciente de tal situación la táctica de María consistía en procurar atraérselos a todos, quizá partiendo del principio de que teniendo al enemigo cerca se le puede vigilar mejor 2• Mientras tienen lugar los acontecimientos que narramos, cuya enumeración no tiene más objeto que presentar el estado en que se encontraban los asuntos internos de Castilla, Jaime II prosigue las líneas de conducta ya iniciada de acercamiento a Francia con objeto de buscar una solución al pleito siciliano. Ésta se obtiene mediante la paz de Agnani. 2.

RUPTURA DEL COMPROMISO MATRIMONIAL JAIME-ISABEL Y DE LOS PACTOS DE MONTEAGUDO

Una de las consecuencias que se derivan de la solución dada al pleito Fernando IV. En las cortes de Valladolid de 1295 logró ser nombrado tutor del rey niño. Cuando Fernando IV llegó a la mayoria de edad el infante pasó a la oposición, uniéndose al bando de los que pretendían el trono de Castilla para el infante Alfonso de la Cerda. 2 Benavides. Crónica de Femando IV, T. 1, cap. 1 passim Gaibrois Maria de Molina.

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"' CAPITULO 11

JAIMEIIYFERNANDOIV LA nrroJúA DE FERNANDO IV y EL COMIENZO DE LA INTERVENCIÓN

1.

EN CASTILLA

Si recordamos la nueva orientación que Jaime II imprimió a su política peninsular y los recelos que tal linea de conducta produjeron en el rey Bravo, la muerte de este monarca acaecida el 25 de abril de 1295, no pudo tener lugar en momentos más críticos. Tal situación aumentaba considerablemente el peligro de que la precaria situación de la amistad castellano-aragonesa terminase por quebrarse del todo. Nos referimos al grave peligro que suponía el hecho de que el fallecimiento de Sancho ocurriese antes de que se hubiese solucionado satisfactoriamente el pleito de la legitimación matrimonial de Sancho y Mana de Molina. En consecuencia el nacimiento ilegal de Fernando IV podía ser aducido como bandera de discordia por muchos; por el infante don Juan que podía invocar el testamento de su padre Alfonso el Sabio nombrándole rey de León, y por los infantes de La Cerda, cuya causa iba a servir de nuevo como pretexto para defender ajenas ambiciones. Y a todos estos peligros no dejaban de sumarse las intrigas encaminadas a obtener la tutoría del rey niño Fernando IV. El primero que ambicionaba tal cargo era el infante don Enrique I el turbulento hijo de San 1

Hermano de Alfonso X. 1230?-1304. Su primera actividad conocida es la conquista de Lebrija y Martos en 1235, que le encomendó el rey Sabio. Dichas villas le fueron concedidas en señorio. Poco después en 1235 tomó parte en una conspiración contra el rey. Al ser descubierta su actuación se expatrió, buscando refugio cerca de Jaime I de Aragón. Ante la negativa de éste fue a Túnez, donde fue bien recibido. Parece ser que allí reunió considerable fortuna, no sabemos por qué medios. Desde África pasó a Italia donde intervino en las luchas entre Güelfos y Gibelinos. Primero ayudó a Carlos de Anjou pero al ver que éste no iba a triunfar, ofreció sus servicios al bando Gibelino. Fue nombrado senador en Roma, y de aqut procede el título con que se le conoce. En las luchas sicilianas apoyó a Conradino y participó en la batalla de Tagliacozzo (1268). Después de dicha derrota se refugió en la abad.fade Montecassino. Entregado a los vencedores, permaneció preso hasta que en 1294 fue liberado. Es cuando se repatrió, justo a tiempo para poder intervenir en la minoria de

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siciliano, es el rompimiento del compromiso matrimonial entre el monarca aragonés y la infanta Isabel de Castilla. El primer paso dado en este sentido fue la promulgación de la bula pontificia mediante la cual Bonifacio VIII, declaraba nulos los juramentos, homenajes y toda suerte de compromisos a que Jaime se había obligado por los esponsales celebrados con la infanta Isabel, nulidad que era consecuencia del parentesco de tercer grado entre los presuntos contrayentes 3• La fecha de dicha Bula, 24 de junio de 1295, comparada con la del 9 del mismo mes en que se firmó la paz de Agnani, demuestra claramente, que Jaime comenzaba a obrar en los asuntos peninsulares, volviendo a las orientaciones que fueron causa de las primeras desavenencias con el rey Bravo. 3.

EMBAJADAA CASTill.A

Al mismo tiempo que se concertaba la boda de Jaime II con Blanca de Anjou, se trató de resolver el espinoso asunto de la notificación a Castilla de la ruptura del proyectado enlace, y de la devolución de la infanta a su madre. Tan poco lucida misión fue encomendada al franciscano Domingo de Jaca, y al caballero aragonés Simón de Azlor, del consejo de Jaime 11.&tos personajes, fueron a Burgos donde se encontraba la reina María de Molina y su hijo Fernando IV 4 • Además de la credencial que les acreditaba ante los reyes, eran portadores de otras dirigidas al infante Enrique y a maestro Nicolás, «físico» de los reyes de Castilla, y persona de la confian;za de María de Molina 5• Según las instrucciones que recibieron, que lo mismo que las credenciales acreditativas de su calidad de embajadores llevan la fecha de 5 de agosto de 1295, deben hacer constar ante la reina madre de Castilla y su hijo Fernando IV que la causa primordial que ha obligado a Jaime a cancelar el compromiso contraído con la infanta Isabel, es no haber podido obtener la dispensa pontificia, necesaria a causa del parentesco entre ambos contrayentes. Otro de los argumentos que los embajadores deben esgrimir ante la reina María de Molina, era recordarle que cuando se concertó la boda en cuestión, se supeditó que pudiera llevarse a feliz término, a la obtención de la previa dispensa pontificia, pero como este requisito no pudo lograrse, ni de Celestino V ni de su sucesor Bonifacio VIII, el compromiso matrimonial no podía continuar. Respecto al proyecto de enlace de Jaime con Blanca de Anjou, los emisarios encargados de su tramitación, no deben tratar de disimularlo, sino justificar la rapidez que se imprimía a la negociación a causa de la actitud de los súbditos que no veían con buenos ojos que el rey estuviese sin esposa 6 • La ruptura del citado compromiso matrimonial, obligaba a resolver la 3

ACA Bularios Legajo 19 nº 28. Benavides T 11 doc 11. Benavides T 11 doc XIX. 5 CRD Jaime II caja 1 nº 239, 240, 242. 6 Rrg 252, fls 19-23. Ofrece las instrucciones Benavides T 11 docs X y XI. Zurita Anales libro V cap XI. 4

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cuestión de los castillos que fueron puestos en rehenes como garantía de que se cumpliría lo pactado en las vistas celebradas el 26 de noviembre de 1291 7 •

Los acuerdos que acabamos de comentar no son más que la consecuencia natural de la ruptura de unos anteriores, pero una serie de providencias que toma el rey de Aragón en las mismas fechas en que tiene lugar la embajada a Castilla, demuestran que la orientación que servirá de pauta a las relaciones de Jaime con dicho reino, no seria precisamente de buena convivencia y amistad. La política que adoptó su hermano y antecesor Alfonso, orientada hacia la revisión de los tratados de reparto, aparecerá de nuevo. No olvidemos que seguirán en pie dos circunstancias que podrán ser causa de graves preocupaciones para Maria de Molina, siempre que Jaime II se propusiese ponerlas en juego. Nos referimos a la ilegitimidad del nacimiento de Fernando IV, y a las pretensiones de los infantes de la Cerda. Y por si estas dos bazas en manos del rey de Aragón no fuesen bastante importantes, quedaban en pie todas las posibilidades de intervenir en las ambiciones de los magnates castellanos descontentos, como los Núñez de Lara, los López de Haro y tantos otros, sin olvidar tampoco al infante don Juan y sus pretensiones al reino leonés. 4. INTRIGAS Y AMENAZASCONTRA CASTIUA POR LA TUTORÍA DE FERNANDO IV

Justificación documental de lo que acabamos de apuntar, nos la ofrecen una serie de cartas de Jaime a otros tantos personajes castellanos, en las cuales, con la misma fecha de las credenciales de los embajadores Domingo de Jaca y Simón de Azlor, el 5 de agosto, el rey de Aragón pide ayuda para proceder contra Castilla, amparándose en que Sancho IV no acudió en su ayuda contra Francia, violando de esta manera los pactos establecidos entre ambos. Quienes reciben tal requerimiento son, el infante don Juan, don Juan Alfonso de Haro, don Juan Núñez de Lara, señor de Molina y Mesa, don Nuño Dieguez, don Juan Alfonso de Alburquerque, don Tello Gutiérrez, don Sancho Diez de Bustamante, y don Pedro Dieguez 8 y no contento con estos preludios de guerra, amparándose en el mismo motivo, pretende que le sean entregados algunos de los castillos en tercería, que respondían del cumplimiento del desdichado proyecto matrimonial. Don Diego Martínez de Guadalajara, don Juan 7

Zurita Libro V cap XI. Reg SS fl SOV nota 8 cap 1. Recordemos que los rehenes que Jaime entregó lo fueron bajo la condición de que si faltaba a lo estipulado, o sea si llegaba a efectuarse el proyectado matrimonio, los castillos entregados como rehenes debían quedar propiedad de la infanta Isabel. Dichos castillos eran Somet, Borja, Ari7.a,Uncastillo, Daroca, Rueda y Verdejo, entregados en tenencia a Lope Ferrench de Luna, menos el último que quedó en manos de Pedro Pérez de Escatron. En el caso de que la reina de Castilla renunciase a declarar libres dichos castillos, el rey de Aragón debían entrar en posesión de aquellos que en Castilla se pusieron en terceria, o sea de los Cervera, Alfaro y Agreda, en manos de Alfonso de Haro. Atienza cuya tenencia se encomendó a Garci López de Saavedra, el de Arcoa a Tello Giménez, el de Hita a Rodrigo Martínez de Guadalajara, Cartagena a Sancho Díaz de Buatamentar, Alicante a Nicolás Pérez de Murcia, Orihuela a Pedro Ruiz de San Cebrián y Monteagudo a Juan Femández de Bañares. 8 CRD Jaime II. Caja l. 241, 243, 244 a 249.

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Alfonso de Haro, don Pedro Roi~ de San Cebrián, y don García López de Saavedra, reciben órdenes de entregar a Simón de Azlor los castillos que cada uno tiene encomendados 9 • Que los castillos no pasaron a manos del rey de Aragón, lo demuestran las gestiones que éste repite a 11 del mes de febrero del año siguiente de 1296. Don Juan Alfonso de Haro recibe orden de que tres días después de Pascua, debe entregar los castillos que guarda a Rodrigo de Figueruelas, procurador de Jaime, y en la misma fecha, se escribe a doña María de Molina, dándole cuenta de que dos enviados de Jaime 11,Miguel Pérez de Javierre y Domingo de Aran, irían a verle para tratar de la devolución del castillo de Daroca y de los demás que están en rehenes. O sea que de las dos cartas que ofrecemos, podemos deducir que ni los castillos aragoneses habían pedido su calidad de rehenes, ni los castellanos que respondían de los que estaban en tercería, habían cumplido las órdenes de entrega que acabamos de comentar 10 Ap. 7. Que tal estado de cosas permaneciese, no debe extrañamos si consideramos que todavía la infanta Isabel estaba en el reino de Aragón, donde permaneció hasta el 11 de febrero, precisamente la fecha de las últimas gestiones encaminadas a resolver la cuestión de los castillos. Que estas cartas reales se fechasen en Daroca, ciudad desde donde la infanta Isabel emprendió la última etapa de su viaje de regreso a su patria, nos hace suponer que Jaime II acudió a despedirla. No creemos le guiase la cortesía ni la consideración a la niña que se ausentaba, mas sí que tuviese interés en recoger la renuncia que ésta hizo, de todo lo que era debido a causa de la concertada y deshecha boda. Isabel declara que obra previo consejo de su madre, de su hermano el rey de Castilla, del infante Enrique y de su aya doña María Femández Coronel 11• También se anula la venta que le hizo Jaime de la Villa y alquerías de Almenara 12• También la fiel D.ª María, renuncia a sus derechos sobre la villa de Liria que le había donado el monarca aragonés 13• Éste es el último y triste capítulo de la flamante alianm castellano-aragonesa. Si recordamos todos los factores que en ella intervinieron, no podremos por menos de reconocer que no podía terminar mejor. A partir de este momento, la política hostil de Jaime II hacia Castilla comenmria a manifestarse abiertamente, como si sólo hubiera esperado para comenmr a actuar haber celebrado sus bodas con Blanca de Anjou, una vez devuelta a su madre la infanta Isabel. Y no podemos dejar de reconocer que las circunstancias por que atravesaba Castilla en aquellos momentos, sólo podían alentar al rey de Aragón. El infante don Juan, de acuerdo con don Juan Núñez, a quien le unía un lazo de parentesco pues éste había casado con una hija del infante, ya en su poder a pesar de ser una niña de sólo tres años, junto con el infante 9 Id. nº 237, 238, 250, 251, 253. La carta nº 250 se repite en Reg 252 fol 112 y la cita Benavides T 11 doc XII. lO Reg 252 fols 128/1 y 2. Apéndice nº 7. 11 Pergaminos Jaime II año 1295 nº 108. Benavides T 11, doc XLIV. 12 Id. Jaime II año 1296 nº 86 y 110. Benavides T 11 doc. XL. 13 Pergaminos Jaime II año 1296 nº 109. Reg 252 fol 1117. Benavides T 11 Doc.

XXVIII.

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Alfonso de la Cerda y la reina Violante, la viuda de Alfonso el Sabio, comenzaron a actuar con el propósito de apoderarse de los territorios castellano- leoneses, y repartirlos entre ambos infantes. Los reinos de León, Galicia y Sevilla para el infante Juan y los de Castilla, Jaén, Córdoba, Toledo y Murcia para Alfonso de la Cerda. Para llevar adelante tales proyectos, contaban los pretendientes con el apoyo de muchos nobles y de los monarcas de Portugal, Granada y Aragón. Además, parece ser que el infante don Enrique, aunque tutor del niño Femando IV y guardador de los reinos, estaba de acuerdo con el despojo que a su protegido le preparaban propios y extraños. Con el fin de comenzar a actuar, el infante don Juan convocó a los más destacados personeros de las principales ciudades y villas a una reunión que iba a tener lugar en Palencia, bajo la especie de que allí se iban a tratar asuntos de suma importancia. Pero la hábil actuación de la reina María, tutora del niño Femando IV desvirtuó tales propósitos haciendo correr la voz de que la finalidad que perseguía el infante era la de pedir un yantar de cuantía superior a la que según las Cortes estaba reconocida, con la circunstancia agravante de que semejante servicio sólo tenía derecho a percibirlo el rey. Tal estratagema tuvo éxito pues los habitantes de Palencia se negaron a recibir en la ciudad al infante don Juan y a sus acompañantes. Viendo el fracaso de sus gestiones para atraerse a los procuradores de las villas leonesas, el infante don Juan cambió de táctica rotundamente. A los pocos días de haberse negado a recibirle los de Palencia, el infante desde Toledo, villa que le pertenecía, se puso de nuevo en comunicación con los palentinos, pero esta vez dijo que no quería permanecer en la ciudad, sino que una vez hablase con las autoridades allí reunidas, regresaría a su posesión. Todos de acuerdo, el infante y los personeros se reunieron en el convento de Predicadores de la villa y allí, suponemos que ante el asombro de los hombres buenos, don Juan después de aprobar el reconocimiento que hicieron de Femando IV como rey, opinaba que siendo él quien era «que le habían de atender para que fuese con ellos en aquello que finieran en ordenar de fecho de la guarda del rey e de los reynos, ca no había ninguno que tan gran debido deviere de la haver como él». Y decidido a ganarse las voluntades de los personeros leoneses, llegó a prometer que los defendería en el caso de que su sobrino el rey, la reina Maria de Molina o el infante don Enrique, intentasen cometer con ellos algún desafuero. Tantas amabilidades, no lograron que los reunidos prometiesen al infante, mediante pleito homenaje, estar a su lado en el caso de que «quisiesen ser contra él» el rey, o la reina, o el infante don Enrique. Indudablemente, los partidarios de la reina Mana, trabajaron bien. _Otro extremo que salió a relucir en las conversaciones que comentamos fue la cuestión del señorío de Vizcaya a cuya posesión aspiraba el infante en nombre de su esposa, doña Maria Díaz, hija del conde don Lope, el que murió a manos de Sancho IV en Alfaro. El señorío estaba entonces en manos de Diego López de Haro, hermano de don Lope como único varón de la familia. El infante don Juan no obtuvo el apoyo deseado, y sí la lógica respuesta de que la solución del asunto, la que se diese a sus

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reclamaciones, únicamente correspondía al rey, y en este caso a sus tutores. De momento parece que la situación quedaba solventada, pero nada bueno se podía esperar del infante, que salió de Palencia de muy mal talante, posiblemente decidido a todo 14• 5. NUEVOS ACUERDOSJAIME 11-AI.PONSO DE LA CERDA Mientras tienen lugar en Castilla los acontecimientos que acabamos de narrar, en las fronteras con Aragón no hay paz 15• Pero si los castellanos estaban al corriente de lo que tramaba el rey de Aragón, no extrañaremos su conducta. El infante Pedro recibe poderes de su hermano el rey para tratar con Alfonso de la Cerda. Y éste, a cambio de ayuda para apoderarse de Castilla, concede a Jaime II el reino de Murcia y el señorío de Molina y Requena. También intervino en este acuerdo el infante don Juan, a quien se reconocía como rey de León, Galicia y Sevilla, quedando el resto de los dominios castellanos para el infante de la Cerda. No podía faltar la presencia de la reina Violante, la viuda de Alfonso el Sabio, tenaz defensora de los derechos de sus nietos. Granada y Portugal se sumaron también. Para afianzar tales alianzas, la infanta Violante, hermana de Jaime 11, debía casarse con Alfonso de la Cerda, y éste como rey de Castilla, donó al infante Pedro, en agradecimiento al 14

Benavides T 1 cap. 1. Gaibrois. Maria de Molina caps. VI y VII. El señor de Vizcaya, D.

Lope Diaz de Haro sucedió en la privanm del rey Sancho IV al abad de Valladolid D. Gómez García, a raíz del fracaso en la preparación de una entrevista de Sancho con Felipe el

Hermoso de Francia. El encumbramiento de D. Lope no fue del agrado de muchos nobles, ni tampoco por la Reina Maria. Recordemos que uno de los problemas que más preocupaba a los reyes de Castilla era la obtención de la bula pontificia que legitimase su matrimonio y en consecuencia a sus hijos. En estos momentos es cuando Castilla debe decidir si opta por una alianza con Francia o con Aragón. Francia podía contribuir de forma decisiva en la obtención de la tan ansiada bula pontificia, pero no debemos olvidar que Felipe el Hermoso era primo hermano de los infantes de la Cerda, y que Alfonso de Aragón no ocultaba su hostilidad hacia Castilla, declarándose abiertamente defensor y partidario de las ambiciones de los infantes de la Cerda. Pero en realidad en el trasfondo de la cuestión se ventilaba entre los Lara y los Castro. Los primeros partidarios de la amistad con Francia y los segundos inclinados a una aliam.a con Aragón. Según la reina Maria la aproximación a Francia era lo más conveniente, pues atendiendo al asunto clave de la obtención de la bula papal solo podía solucionarse a través de Francia. Pero el rey Sancho, no tenía las ideas tan claras como su esposa, o no se atrevía a enfrentarse abiertamente con su valido, no atreviéndose a una decisión definitiva, decidió celebrar una asamblea consultiva, con objeto de decidir según sus resultados qué partido tomar. Tal asamblea se celebró en Toro y de ella salió la decisión del acercamiento a Francia. &ta decisión fue la causa inmediata de la ruptura entre el rey Sancho y D. Lope. Poco después, en Alfaro, villa perteneciente al señorío de Vizcaya, se discute de nuevo sobre las alianzas internacionales. En realidad creemos poder deducir que nos encontramos ante una encerrona que el rey preparó al conde. Sancho cuyo carácter irascible y colérico conocemos, increpó duramente a su valido y demuestra intención de detenerle. Cuando éste procura defenderse, muere a manos del rey. La pronta intervención de la reina Maria evitó que el infante Don Juan corriese la misma suerte. 15 Reg 252, fol 123/1. Benavides T 11 doc XXXIX. Jaime II se queja de que gentes de armas de Castilla «contra usum et consuetudinems ispanie habeaturquod vos ignorare non credimus» penetraron en tierras de sus estados por la parte de Calatayud. Como represalia Jaime dispone que tropas aragonesas penetren en tierras de Castilla. Se cursan órdenes en este sentido al Justiciado Calatayud al Bayle General de Aragón y al Infante Alfonso de la Cerda.

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favor que le prestaron él y su padre Pedro el Grande, la ciudad de Cuenca, y las villas y castillos de Alarcón, Moya y Cañete. Fernando de la Cerda, confirmó tal donación. Todo ello se estableció el 21 de enero en Bordalva, aldea de Ariza, y se confirmó en León el 4 de febre·ro de 1296 16• Como podemos apreciar esta donación es más amplia que la que en su día se concedió a Alfonso el Liberal 17• Y que dichas donaciones no eran letra muerta, lo demuestran las provisiones de Alfonso de la Cerda notificando a las ciudades el cambio de soberano 18• Claro que todo ello es muy problemático, pues estos alardeas de autoridad del pretendiente, eran gratuitos, Murcia, en manos de Juan Manuel será tenazmente defendida. También entra en juego el infante don Enrique, quizás el más turbulento, taimado y peligroso de estos personajes, a quien Maria de Molina de acuerdo con su claro juicio y forma de proceder, conservaba como tutor de su hijo, con el único fin de tenerle cerca. Pero el infante de acuerdo con su peculiar manera de ser, en lugar de guardar lealtad al rey niño y a su madre estaba en secreta inteligencia con el bando aragonés 19• 6.

EL PLEITO DE ALBARRACÍNY LA CUF.STIÓN DEL SEÑORIO DE VIZCAYA

La entrada de Don Juan Núñez en el bando aragonés para sumarse al apoyo a la causa Cerda, estaba condicionada a que se le restituyese el señorío de Albarracín. Veamos el proceso de las avenencias entre Jaime II y el turbulento magnate castellano, para constatar a través de este proceso la prudencia y sagacidad con que el rey de Aragón procura garantizar la permanencia en sus filas del señor de Lara, a base de hacerle una serie de concesiones, pero todas a largo plazo. El encargado de negociar los acuerdos entre Jaime II y el noble castellano fue Fernando Yanes de Vayunter. A éste en lugar de entregarle la credencial destinada a servir de confirmación a uha serie de instrucciones transmitidas verbalmente, credencial que comúnmente contenía la fórmula «creed lo que os diga de mi parte», el enviado de don Juan Núñez es portador de un memorial en el que éste expone sus pretensiones, y de la misma forma el rey aragonés contesta a ellas, punto por punto. La cesión de Albarracín, clave de la cuestión, se fija a largo plazo, a más de año y medio, puesto que las negociaciones llevan fecha de 18 de marzo de 1296 20 • Jaime II tiene de plazo para la entrega hasta la fiesta de San Miguel del año siguiente. 16 17

Reg. 252 fol. 126/v. Benavides T 11 doc XLI. Zurita L V cap. XI. Giménez Soler, A. Juan Manuel doc. 11.Se trata de una Carta perteneciente a Alfonso 11. Giménez Soler la presenta sin signatura y nos ha sido imposible su identificación. 18 Benavides T 11 doc XLII nos da sin indicar su procedencia la notificación a los hombres de Orihuela. 19 Reg. 89 fol 156. Benavides T 11 doc CXIII. Reg. 89 fol 158. Benavides T 11 doc XLIV.L.XLVII. 20 Reg. 252 fol 186. Benavides T 11 doc CXIII. Giménez Soler, Juan Manuel doc. 17/2. Almagro Basch Martín. El señorío de Albarracín bajo la casa de Lara. El señorío de Albarracín proyectado desde las alturas de cordillera ibérica hacia las tierras de Levante siguiendo los cursos de los ríos Palancia y Guadalaviar, nació ocupando el

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Naturalmente don Juan pide garantías, que Jaime II discute y no sabemos que en concreto se resuelva nada, es decir, es imposible que esto sucediese así, dada la índole delicada y complicada del asunto. Como territorio de una antigua Taifa musulmana que se transformó en señorlo cristiano independiente por cesión que el rey Lobo de Valencia hizo a Pedro Ruiz de Azagra señor de Estella en pago de la ayuda que éste le prestó contra Alfonso VIII de Castilla y Alfonso 111de Aragón. Los monarcas aragoneses estuvieron siempre interesados en anexionarse dicho señorlo que muchas veces pudo conservar su independencia gracias a la ayuda de Navarra. También Castilla lo codiciaba por su situación fronterim entre ambos reinos. A causa de esto los soberanos de Albarracín se inclinaban hacia uno u otro país según las circunstancias lo aconsejaban, pero siempre sin hipotecar su independencia. En 1241 Pedro Femández de Azagra ayudó al rey Santo contra Granada. También eran buenas las relaciones con Aragón hasta que Alvaro Pérez de Azagra se apartó de Jaime el conquistador acercándose a Castilla. Dicha actitud culminó con el matrimonio de Teresa, hija de don Alvaro con don Juan Núñez de Lara, gran señor castellano. La causa de la separación de Aragón creemos debe buscarse en la postura de los nobles rebeldes y en el caso que nos ocupa la defensa de la independencia del señorío. Las posesiones de la casa de Lara eran las villas de Lerma, Villalpando, Palenzuela, Anaya, Dueñas, Tordehumos, ToJTClobaton, Ameyugar, Moya, Cañete amén de otras villa y lugares de menor importancia en León, Castilla y la montaña. A todo esto se unió el señorío de Albarracín donde don Juan actuó siempre como si fuera el soberano, prescindiendo de su esposa Teresa. Ignoramos la fecha de dicho matrimonio y por tanto si al llevarse a cabo ya fallecido don Alvaro o en vida de éste, aunque nos inclinamos por este último supuesto. Sea de un lado y otro, tal unión no debió ser bien vista en Aragón. Qui7.áspara contrarrestar este mal efecto, la segunda hija, Elfa o Elvira, casó con Jaime de Xerica, hijo bastardo de Jaime el Conquistador y de Teresa Gil de Vidaurre. Su padre le legó los territorios del valle medio del Guadalaviar, con Chelva como centro y los lugares del valle de Palancia, con el lugar de Altura fortificado y cerca de Segorbe. Como consecuencia del matrimonio de Teresa, Albarracín comenzó a vivir en continuo sobresalto, consecuencia de las dificultades que ofrecían las rivalidades entre Castilla y Aragón, mas si tenemos en cuenta lo que ya hemos dicho acerca de la actuación del señor de Lara como si fuese el verdadero soberano y no sencillamente el consorte. En 1275 muere el heredero de Castilla el infante Fernando de la Cerda, cuando iba a ponerse al frente de las tropas de Andalucía. Entre los nobles que le acompañaban estaba el señor de Lara, a quien el infante hizo prometer que defendería los derechos al trono de su hijo el infante Alfonso, heredero legal según las leyes de las Partidas. La muerte del infante Fernando dejó a todo el mundo anonadado, y al ejército preparado para la campaña sin dirección. La llegada del infante Sancho, acompañado del señor de Vizcaya Lope Diaz de Haro, salvó la situación, pero al mismo tiempo infundió recelos pues dio claras muestras de que se consideraba heredero y actuó como tal con el beneplácito de la mayoría. Para explicamos tal postura, debemos recordar que los castellanos consideraban al monarca como un caudillo militar y en consecuencia no aceptaron ni comprendieron las ambiciones imperiales de Alfonso el Sabio. La decisión de éste reconociendo a Sancho como heredero tuvo como consecuencia la división de Castilla en dos bandos; los partidarios del Infante Sancho y los que defendían los derechos de los hijos del heredero fallecido, pero en realidad lo único que entró en juego fueron las ambiciones y odios personales de unos y otros. Esto dio lugar al enfrentamiento de los dos magnates más significativos en cada uno de los dos bandos, los señores de Lara y de Vizcaya, enemigos tradicionales. Recordemos que siempre Albarracin fue codiciado por Aragón y por Castilla a causa de su situación. En las vistas del Campillo entre Agreda y Tarazona celebradas entre Pedro el Grande y Alfonso el Sabio el 27 de mano de 1281, el rey aragonés renunció a sus pretensiones y derechos sobre Albarracin, a cambio del valle de Ayora y otras villas, amén de sus pretensiones sobre Navarra, este extremo completamente gratuito, pues allí estabaya instalado el rey de Francia. Pero para que podamos apreciar el grado a que había llegado la descomposición de Castilla, al día siguiente de la firma de tal acuerdo, el infante Sancho dice no aceptarlo y promete Albarracín al rey de Aragón cuando él suba al trono. Sabedor de tal promesa Don Juan Núñez busca el apoyo de Francia, uniendo asi sus ambiciones a la defensa de los derechos de los infantes de La Cerda, sobrinos de Felipe el Atrevido. &te, en continua discordia con Aragón y deseoso de intervenir en Castilla, ve en el

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Albarracín interesaba a varios, entre ellos al rey de Aragón, la cuestión, como hasta ahora, se mantenía en el aire. De esta manera, todos los pretendientes al señorío subordinarán su conducta a las posibilidades de señor de Albarracín un buen instrumento para defenderse en Navarra y atacar a Aragón. A causa de eso el señor de Lara tiene en Navarra su refugio en momentos diff ciles. Desde Cañete y Moya, posesiones del señorío de Lara se atacan las tierras de Teruel y Valencia y desde Albarracín las ribereñas del Jalón y del Jiloca. Todo ello demuestra la toma de posiciones contra Aragón y en favor de Francia. Aunque sea un asunto marginal no debemos olvidar la cuestión siciliana. Cuando Pedro el Grande regresa de Sicilia, procura atraerse a don Juan Núñez sin lograrlo. & la guerra a no tardar. Cuando el rey de Aragón emprende la campaña contra Albarracin y tiene sitiada dicha plua, muere Alfonso X en abril de 1284. Inmediatamente Sancho va contra Albarracín, ya sitiado por Aragón, quien a cambio de la renuncia castellana a dicha pla7.a accede a mantener presos a los infantes de La Cerda. Éstos, junto con su madre y abuela, habían buscado refugio en Aragón. La reina María de Molina, siempre más clarividente que su marido, no aprueba la alianza entre Sancho y Pedro contra don Juan Núñez. Se da cuenta de lo que significa la segregación de Albarracín de los dominios de la casa de Lara, aparte de ver en el trasfondo de todo esto la cuestión de los infantes de la Cerda, y también ve apoyando al señor de Albarracín a Francia y más que nada al papa Martín IV, el francés que no acepta el matrimonio anticanónico de María y Sancho. La conquista de Albarracfn por el rey de Aragón en septiembre del 1284, puede ayudarnos a comprender la actitud neutral de Castilla cuando Felipe el Hermoso invadió Aragón en 1285 y su apoyo al señor de Albarracín cuando éste intenta recuperar su señorio al tener lugar la excomunión de Pedro a causa de la incori>oración de Sicilia a su corona. Entre la fecha de la conquista de Albarracín y la muerte de Pedro, en 1285, la ciudad y sus aldeas pasaron por donación real a manos de Fernando hijo bastardo de Pedro y de Inés Zapata, conservando la independencia que siempre tuvo. Alfonso el Liberal tendrá también complicaciones sobre dicho señorío, que a partir de este momento forma parte del juego de la política internacional. No olvidemos que Navarra había sido el refugio de don Juan Núñez y recordemos también los vínculos familiares de dicho reino con Albarracín. Doña Teresa Alvarez de Az.agra, esposa de don Juan Núñez, era nieta de Teobaldo I por su madre doña Inés, y el parentesco de la casa de Francia con Navarra culminó con la boda de María la hija de Enrique I de Navarra con Felipe el Hermoso. Durante la minoridad de esta niña es cuando Aragón y Castilla quieren intervenir en Navarra e incluso proyectan repartírsela. El parentesco de los monarcas franceses con los infantes de La Cerda y la lealtad a su causa que demostró siempre Don Juan Núñez fueron causa de la intervención de Francia en los asuntos peninsulares. Uno de los motivos que tenia Castilla para intentar tener propicia a Francia era la cuestión de la legitimación del matrimonio de Sancho-María. Muerto ya Pedro el Grande, Sancho se considera desligado de los compromisos con el reino aragonés y busca la amistad con el desposeído señor de Albarracin el hijo de Teresa Alvarez de Azagra llamado también Juan como su padre. La reina Maria es la que hace ver a su marido que es preciso apoyar a don Juan Núñez en sus pretensiones para poder de este modo contrarrestar el poderío del señor de Vizcaya Lope Diaz de Haro, el magnate más poderoso de Castilla. Aceptando esta norma de conducta, en julio de 1286, ya reinando Alfonso, Sancho firma pactos con Francia con la condición que se reconociesen los derechos del señor de Lara sobre Albarracín. Tal medida que parece preparar el encumbramiento de don Juan Núñez en la corte de Castilla disgustó en gran manera al señor de Vizcaya hasta el punto que abiertamente proyectó desnaturalizarse de Castilla pasándose a Aragón en vista de que el rey Alfonso pensaba tomar una posición hostil hacia Sancho. Tal proyecto no se llevó a cabo, pues la reina María logró atraérselo de nuevo a través de su hermana, esposa de don Lope. La reconciliación, que no debió ser gratuita, alcanzó límites insospechados, pues don Lope pasó a ocupar el primer puesto en la Corte. Tal predominio no fue del agrado de muchos personajes ni de la reina; también Dionis de Portugal y su esposa la reina Isabel fueron del mismo parecer buscando hacer ver a Sancho que había obrado muy ligeramente al conceder tantas prerrogativas al señor de Vizcaya. En cuanto al porvenir del señorío de Albarracin, Castilla está convencida de que desde el momento en que don Alvaro Pérez de Azagra casó a su hija con el señor de Lara, el destino del codiciado señorío está ligado a Castilla. A

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poseerlo, y podrá ser el anzuelo que asegure la permanencia de la familia Núñez de Hara en el bando aragonés. La adhesión a la desdichada causa de los infantes de la Cerda de muchos magnates castellanos, descontentos unos, y otros deseando únicamente aumentar su poderío, estaba condicionada al logro de sus ambipesar de que lo que acabamos de apuntar parece verosímil, el señor de Lara entra en tratos con Alfonso de Aragón. Es el momento en que dicho rey se encuentra acosado por la nobleza a la que tiene que conceder el Privilegio de la Unión, deseoso de tener paz acepta pactar con don Juan Núñez, con Francia e incluso con Castilla con la cual existe siempre un motivo de roce a causa de los infantes de la Cerda. Pero a pesar de los deseos de Aragón se llegó a la ruptura, pues era imposible llegar a un acuerdo a causa de la gravedad de los motivos de desavenencia. El apoyo prestado a las pretensiones de los infantes de La Cerda, presos en Aragón, y la cuestión de Albarracín a cuya pérdida no se resignaba el señor de Lara. Tras la tragedia de Alfaro, julio de 1288, se llevó a cabo una alianza de Castilla con Francia, con el consiguiente acercamiento de Sancho y don Juan Núñez-. Otra consecuencia de tal suceso fue que Diego López de Haro, hijo del conde muerto, consiguió que Alfonso de Aragón pusiese en libertad a los infantes de La Cerda. Y no sólo en libertad sino que Alfonso el primogénito fue proclamado rey de Castilla en Jaca a primeros de septiembre de 1288. El señor de Lara, que en estos momentos es Adelantado y fronterizo mayor contra Aragón y ha combatido durante todo el año 1289, cae en una trampa urdida por sus enemigos: sencillamente acusan al rey Sancho de querer darle muerte. Todo se aclaró por intervención de la reina, pero las relaciones entre los monarcas y tan quisquilloso personajes se hicieron imposibles. Ignoramos por qué causa concreta don Juan abandonó Castilla y se fue a Navarra, naturalmente no con fines pacíficos. Como en realidad lo único que realmente le interesaba era recuperar Albarracín, es posible que no le pareciesen suficientes las promesas de Castilla conducentes a ayudarle a recuperar dicho señorío. También influyó en su alejamiento de Castilla el acercamiento a dicho reino de don Diego López de Haro y esto decide al señor de Lara a no apoyarse más en Castilla. Se pasa al bando aragonés, pactando con el rey Alfonso y los infantes de la Cerda; 1290. Pero al ver don Juan que la cuestión de Albarracín no alcanzaba una solución definitiva, rompió con Aragón y regresó al bando castellano. & entonces cuando la reina María, buscando la adhesión de tan levantisco y tornadizo personaje, le ofreció la mano de su sobrina Isabel, hija de su hermana Blanca de Molina, y heredera del señorío de Molina. Tal adquisición podía compensar la pérdida de Albarracín tras la derrota de 1295. Molina no es un señorío como la pérdida Albarracín, pero si un enclave con gran autonomía y fuerte poder gracias a su situación entre los reinos Castilla y Aragón. El propósito de la reina Maria, aparte de procurar a tan inquieto personaje era la posibilidad de que tan codiciada Albarracín algún día pudiese separarse de Aragón. Para sustentar esta idea recordemos que la reina nunca aprobó los pactos de Ucles entre Sancho y Pedro, origen de la ocupación aragonesa del señorío y ciudad de Albarracín. Poco después de estos acontecimientos muere Alfonso de Aragón, el 18 de Junio de 1291, y hereda el trono su hermano Jaime rey de Sicilia. El nuevo monarca, deseoso de paz en sus nuevos reinos, busca un acercamiento a Castilla. En las vistas de Monteagudo, celebradas el 29 de noviembre del mismo año 1281, se concierta el matrimonio de Jaime con la infanta Isabel de Castilla. Boda que como sabemos no llegó a celebrarse oficialmente a causa de no haberse obtenido la necesaria dispensa pontificia. En realidad la ruptura tuvo como causa el cambio de rumbo en la política de Jaime II. · La entrada del señor de Lara en el bando aragonés tuvo como consecuencia inmediata la calidad de la familia de los López de Haro, pretendientes al señorío de Vizcaya. El cabeza de familia a que nos referimos es Diego López de Haro, hermano menor de Lope Diaz de Haro, el que murió en manos de Sancho el Bravo en Alfaro. Diego se consideraba heredero de su hermano por ser el único varón. A tono con sus pretensiones sobre el señorío, en los comienzos del reinado de Fernando IV apareció por tierras vizcainas en son de guerra. En una entrevista que se celebró en Burgos en 1295 a instancia de la reina María, ésta logró apaciguarle mediante la promesa de reconocer sus derechos al señorío, cosa dificil pues a la ~ón estaba en manos del infante don Enrique, quien finalmente se la arrebató. También se le prometieron las posesiones castellanas que reclamaba D. Juan Núñez en nombre de su esposa Isabel de Molina.

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ciones. Aparte de los infantes Don Juan y Don Enrique más importantes fueron don Diego López de Haro, señor de Vizcaya, el suspicaz don Juan Núñez y su hermano Nuño González. Todos ellos "ersátiles como ya sabemos, obraron en consecuencia a dicha condición, cambiando de parecer de acuerdo con sus intereses y según las circunstancias del momento. Más leales a los compromisos contraídos fueron otros, entre los que cabe destacar a Pedro Díaz de Castañeda, Lope Rodríguez, ~uiz Gil de Villalobos, Fernán Ruiz de Saldaña y Ferrán Ruiz de Castro. 7.

PREPARATIVOSDE ARAGÓN CONTRACASTILLA

Ante la inminencia de la guerra el infante Pedro fue nombrado general de las tropas aragonesas. A partir de este momento los acontecimientos se precipitan. · El 17 de febrero de 1296 es enviado un requerimiento a los nobles y feudatarios reales de la Corona de Aragón para que acudan con sus tropas en defensa de Alfonso de la Cerda. El 11 de mayo debían encontrarse todos en Ariza para iniciar la campaña. 8.

DESAFÍO A CASTILLA

Antes de comenzar las hostilidades, Jaime II correcto y ceremonioso en la misma fecha en que convocó a sus nobles y feudatarios, 17 de febrero de 1296, envió un embajador a Castilla, con la misión de desafiar a su rey en nombre propio y en el de los soberanos de Granada, Francia, Sicilia y Portugal. A estos se unió el pretendiente infante Alfonso de la Cerda. En las credenciales de que era portador el embajador Juan Ruiz de Moros, se negaba el título real a Femando y a su madre, usándolo en cambio al referirse a Alfonso de la Cerda 21• La sorpresa que tal medida debió producir en la reina María y en sus consejeros y leales, debió ser grande, pero no hubo más remedio que afrontar la situación y seguir adelante, puesto que el plazo concedido por Aragón estaba a punto de terminar 22 •

21 22

Reg 252 fol 133/v. 17-11-1296 Gaibrois. María de Molina pág. 110. Reg 252 fol 130/2. Benavides T 11 doc. LXVIII. Con la misma fecha que en las credenciales al embajador Ruiz de Moros. 17-11 más tarde, el 22 del mismo mes el rey da cuenta de este asunto a Bemat de Sarriá, su almirante a quien encarga se apodere de Alicante y Murcia. Le envía dinero para que prepara doce galeras. Dicha providencia es para Jaime de gran interés. Que los preparativos de guerra eran en realidad nos lo confirman diversas noticias; el infante Pedro, lugarteniente del rey desde Ariza, el 19 de marzo de 1296 requiere a Ramón Folch de Cardona, a otros personajes y a feudatarios de Cataluña y Aragón que junten sus tropas para acudir a Castilla en apoyo de Alfonso Cerda. Reg 89. fol 156 Benavides T II doc. XLII. Id fol 158. El 19 del mismo mes de marzo, el lugarteniente Infante Pedro ruega a Pedro de Moneada, al conde de Urgel y a otros nobles que se presenten en Ariza con sus huestes para acudir en apoyo a la causa Cerda.

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9. BUSCA DE ALIANZAS

Contemporáneas de los preparativos guerreros que acabamos de comentar, son las gestiones que en busca de alianzas llevan a cabo ambos bandos. A Castilla le interesaba el apoyo portugués; Jaime intentaba atraerse al poderoso señor de Lara don Juan Núñez. La documentación utili7.ada nada nos dice acerca de los motivos que indujeron a Dionís de Portugal a no prestar ayuda a María de Molina, a pesar de que dicho auxilio fue solicitado formalmente por el embajador Alfonso Michel, que fue a Portugal el 12 de mayo de 1296 23 • 10. CONTIENDAABIERTA.CAMPAÑADE LEóN. MAYORGA Ultimados los preparativos guerreros aragoneses llevados a cabo por el infante Pedro y el pretendiente Alfonso, el ejército aragonés que el cronista Ramón Muntaner cifra en sesenta mil hombres, entró en Castilla por las partes de Almaz.án y Monteagudo. En San Esteban de Gonnaz encontraron a las tropas del infante don Juan y otros ricos hombres de Castilla partidarios de Alfonso de la Cerda, entre los cuales se hallaba don Juan Núñez de Lara. El propósito era llegar a León, para entregárselo al infante don Juan, y desde allí emprender la conquista de todo lo que debía formar el nuevo reino leonés, para luego apoderarse de Castilla que debía entregarse al infante Alfonso de la Cerda. León se entregó a los emisarios enviados con objeto de requerir obediencia al infante don Juan, y éste fue allí proclamado solemnemente rey de León, Galicia y Sevilla. Desde León fueron a Sahagún, donde tuvo lugar el reconocimiento de Alfonso de la Cerda como soberano de los reinos de Castilla, Toledo, Córdoba y Jaén. En este momento hay diversidad de pareceres sobre la conducta a seguir pues unos quieren ir a Burgos considerada cabeza de Castilla, y apoderarse de ella para Alfonso de la Cerda. Pero al final prevaleció el parecer del infante don Juan, deseoso de asegurar su parte y se cercó Mayorga, cerca de León. El cerco que los aragoneses pusieron a Mayorga duró tres meses y medio, desde primeros de mayo a mediados de agosto de 1296 y mientras tuvo lugar, los sitiadores recorrieron la comarca, apoderándose de Tordehúmos, Villagarcía, Tordesillas, Medina de Rioseco, La Mota y Villafáfi23 Reg 252. fol 186. Giménez Soler. Don Juan Manuel. Apéndice 17/2. Benavides T 1 cap 11y T 11 doc CXII. Zurita libro V. cap XXII. Dicha embajada invocaba pactos establecidos anteriormente entre Dionis de Portugal y Femando IV de Castilla. Dichos pactos consistían en la cesión de las villas de Serpa y Mora y el proyecto de matrimonio entre el rey castellano y una infanta portuguesa. La actitud de Dionís de Portugal fue ambigua, seguramente debido a gestiones aragonesas. No tenemos datos suficientes para opinar sobre el interés que podía tener para Dionfs la posesión de plazas situadas entre el río Cea y Ciudad Rodrigo, que le propuso en nombre del infante Pedro de Aragón su hijo Sancho. Todo quedaba subordinado a una victoria aragonesa sobre Castilla, por lo demás muy problemática. En apoyo a la actitud ambigua de Dionis, podemos ofrecer que este no acudió al cerco de Mayorga al tener noticia de la muerte del infante Pedro y del levantamiento del cargo a dicha localidad. Tampoco Dionfs acudió a Valladolid pues muchos de sus caballeros eran contrarios. Así pues, en consecuencia, los aragoneses regresaron a su patria y lo mismo hizo Dionis de Portugal.

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la 24• Ante el avance enemigo por la Tierra de Campos, María de Molina que se encontraba en Valladolid, llamó al infante don Enrique, a Don Diego de Haro, a don Nuño de Lara y a otros personajes para que defendiesen Mayorga, y luego pensasen en la solución del grave conflicto que pesaba sobre Castilla. Don Enrique, el primero en llegar, expuso a la reina viuda la grave situación en que se encontraba el reino, y con objeto de remediarle, propuso una peregrina solución, que según el tornadizo infante, debía ser el final de toda la guerra, y además solucionaría para siempre el enojoso asunto del apoyo aragonés al infante Alfonso de la Cerda. Se trataba nada menos que del casamiento de María de Molina con el infante Pedro de Aragón, jefe del ejército enemigo, que a su vez estaba casado, nada menos que con doña Guillerma de Moneada, la rica heredera con fama de «fea y brava», que desairase en otros tiempos Sancho IV. Tan descabellada proposición, sólo debe tomarse en consideración, pensando en que el taimado infante, debía andar en tratos con los rebeldes buscando algún medro personal. Decimos esto, no amparados únicamente en la mala fama de este personaje, indigno hijo de su santo padre, sino porque cuando don Diego López de Haro y don Juan Alfonso de Haro estuvieron dispuestos a salir en auxilio de Mayorga, el infante se opuso. Tenía gran empeño en ir a Granada para negociar sobre la suerte de Tarifa. A pesar de todos los recursos empleados, María de Molina no puede disuadirle del viaje. A su lado quedan tan sólo don Diego López de Haro y don Juan Alfonso de Haro; este último no salió a reunirse con la hueste real, hasta que se le entregasen los Cameros. Ante la actitud de la nobleza, cuya mayoría militaba en el bando contrario, la reina se vio obligada a confiar en el estado llano, los «hombres buenos» de las ciudades a los que confía a todos sus hijos como prenda de alianza y prueba de reconocimiento a su lealtad 25 • El cerco de Mayorga seguía y su fracaso no fue obra de las armas, según Muntaner, y sí de una epidemia de peste que se cebó en el campo sitiador, siendo sus víctimas principales el infante don Pedro, Ximeno de Urrea y Ramón de Anglesola. Tal desastre fue causa de que los aragoneses se retirasen. A su paso por Valladolid, llevando los cadáveres del infante Pedro y de los principales personajes, la reina Maria les dio «finos paños de tartan» para cubrir los ataúdes, y salvoconducto para poder regresar sin molestias a su patria. Así terminó la campaña que estaba destinada a poner en manos de los infantes don Juan y don Alfonso los reinos de León y Castilla. 11. ALIANZACON GRANADA

Queda ·ahora por dilucidar lo que puede participación en el desafío a Castilla de los como decididos a colaborar con él. Cuesta Sicilia quisiesen intervenir directamente en demasiado, y mucho menos considerando 24 25

haber de cierto acerca de la reyes que Jaime II presenta mucho creer que Francia y asunto que no les interesaba que estaban ya zanjadas las

Zurita. Libro V cap XV. Bcnavides T 1 Cap ll.

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RELACIÓNCASTELLANO-ARAGONF.SA

diferencias que ambos tuvieron con Aragón. Tampoco estaría muy seguro Jaime de Granada puesto que en fecha posterior al desafío, el 29 de marzo, escribe a Mohamed tratando de que tome partido por Alfonso de la Cerda, al que llama, como siempre, rey de Castilla. Francisco Despi, va como portador de la carta con amplios poderes para firmar la paz solicita-

da 26.

&te tratado, que puede servir como muestra de lo que serán los posteriores sobre el mismo asunto, es la consagración del cambio político del rey de Aragón sustituyendo la amistad castellana por la granadina, contribuyendo con ello a que la minoria de Femando IV, fuese uno de los periodos más difíciles de la corona de Castilla. Si consideramos que ambos monarcas aspiraban a reivindicaciones territoriales contra Castilla, nos permite considerar que si era muy difícil el mantenimiento de la artificiosa amistad Aragón-Castilla, es natural sea inmediata consecuencia de tan inestable situación el acercamiento de quienes deseaban algo del enemigo común. Granada aspira a recuperar lo que pueda entre las plazas perdidas en tiempos de Alfonso el Sabio, sin olvidar Tarifa, defendida por Alfonso Pérez de Guzmán, y recordemos también, que Jaime 11 aspira a Murcia, cuya cesión es la base de su apoyo a la causa de los infantes de la Cerda. Cuando en virtud de los pactos debidos a la embajada de Francisco Despí, Granada y Aragón no tienen nada que temer recíprocamente, pueden comenzar las hostilidades. Mientras, Jaime II lleva a cabo la campaña sobre Murcia, Granada inicia sus correrlas sobre Andalucía, dedicando su atención a Tarifa, defendida por Alfonso Pérez de Guzmán. Pero de este asunto trataremos más adelante. Lo interesante del acercamiento granadino-aragonés estriba más que en la alianza misma, que no será duradera, víctima de la inestabilidad de todos los factores e intereses políticos de musulmanes y cristianos, es que demuestra el interés que desde este momento concede Jaime II a los asuntos peninsulares. Liquidada la cuestión siciliana, y el pleito con Francia referente a la infeudación de los señores aragoneses, el único campo de expansión que a Jaime II le quedaba libre, era el peninsular, y a ejercer en él su predominio dedicará todas sus fuerzas. Una vez el pleito siciliano quedó solucionado ya no era necesario mantener una paz con Castilla y por lo tanto la petición de reivindicaciones frente a Castilla se presentaba bajo unas condiciones tan tentadoras, que hubiera sido suicida no aprovechar, aún a costa de la siempre precaria amistad con los musulmanes. 12.

CAMPAÑA DE MURCIA

Al mismo tiempo que se llevaba a cabo la acción sobre Mayorga, Jaime emprendió la tarea de apoderarse del reino de Murcia, que le cedió el pretendiente Alfonso de la Cerda como pago a su ayuda para obtener el trono castellano. Recordemos que uno de los primeros actos del preten26

Reg 252 fols 145 y 145/v. Benavides T 11 docs UII y LIV.

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diente fue la revalidación a favor de Jaime de la cesión de dicho reino que anteriormente hizo a su hermano Alfonso 27• Además de esta circunstancia, aún en vida de Sancho adució Jaime que el rey de Castilla no había cumplido los pactos de Monteagudo y por esta causa Jaime intentó apoderarse de los castillos quy Sancho había entregado en rehenes. La muerte de Sancho IV fue la ocasión para que el rey aragonés emprendiera una acción guerrera contra Castilla. La campaña de Mayorga encaminada a satisfacer las ambiciones del infante don Juan y las pretensiones de Alfonso Cerda fue contemporánea de la acción empei.ada sobre Murcia dirigida personalmente por el rey. La decisión de Jaime de hacer efectiva la cesión que de Murcia le hizo el pretendiente Alfonso Cerda iba a ponerle frente a dos poderosos magnates, el infante Alfonso Sánchez de Portugal, hermano bastardo del rey lusitano Dionís, casado con Violante Manuel, hermana del personaje castellano, apoyado por Dionis. La dote de Violante Manuel eran las villas de Elda y Novelda. Por ellas el infante debe reconocer el señorio de Jaime, cosa que el portugués dilata todo lo que puede 28 • En cuanto a Juan Manuel, sus relaciones con el rey aragonés deben considerarse en una doble vertiente como resultado de presentar el noble castellano la doble cualidad de adelantado por Castilla en dicho reino levantino, al frente de varias localidades siendo las principales Calpe, Chiva, Monovar y Elche. La campaña comenzó rápidamente y pronto concluyó con éxito para las armas aragonesas que entre el 22 de abril y el 28 de junio de 1296 se apoderaron de numerosas plazas y castillos 29• Las posesiones de Juan Manuel, salvo Elche, fueron unidos al señorío sarraceno de Crevillente, al mando del arraez Abenhudell, fiel servidor de Jaime. Elche fue conquistada el 27-28 de julio del mismo año. Mientras tenía lugar el sitio de Elche emisarios de Juan Manuel quienes en realidad llevaban la dirección de todo por ser éste menor de edad (catorce años), iniciaron contactos con Jaime Il con objeto de parlamentar. Resultado de dichas negociaciones, fue el pacto de avenencia entre 27 28

Véase nota 17 de este capitulo. Reg 340, fols 32/v 156 y 158/v. Alfonso Sánchez solicita ayuda de Jaime II para defender unos castillos. Jaime se niega a causa de que el solicitante no babia reconocido como soberano de Castilla a Alfonso Cerda. En estos términos justifica Jaime su actitud ante Dionfs de Portugal cuando éste se interesa por su hermano. 29 Zurita. Libro V. Cap. XXI. Juan Manuel del Estol. El reino de Murcia bajo Aragón 1296-1305. 1ªparte.Alicante cayó en manos de Jaime el 22 de abril de 1296. Entre esta fecha y el 28 de junio del mismo año corrieron la misma suerte Guardamar, Almoraci, Callosa de Segura, Albanillo, Orihuela, Molía y el resto de localidades situadas en las cuencas de los rios Segura y Mundo. Son Hellfn, Cieza, Ricote, Lorqui, Ceuti, Alcoa7.a5y Catral. También se apoderó del reino musulmán de Crevillente y de las localidades de Cox, Albatera, Aspe, Chinosa y Monovar. Estas dos últimas localidades pertenecían a Juan Manuel. Todas fueron ocupadas en la primera quincena de mayo. La ciudad de Murcia y los castillos de AlcamrNasir y Monteagudo, lo fueron entre el 17-19 de mayo y los primeros días de junio. Mula y Librilla el 2 de junio. Cartagena el 2 de junio y el 23 de julio su castillo. El 27-28 del mismo mes cayó Elche. Difícil fue la posesión de Alhama de Segura y de Lorca. la primera de dichas localidades no fue ocupada hasta 1298. En cuanto a Lorca, su cerco comenzó el 29 de mayo de 1296 y no capituló hasta los últimos días de 1300. En cuanto a la posesión por Jaime de las villas de Elda y Novelda no podemos comprobar documentalmente lo que dice Zurita, acerca de que estuvieron bajo dominio aragonés.

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Jaime II y Juan Manuel, mediante el cual, en espera de que este último tuviese veinte años, el primero quedaba como señor de todas las villas conquistadas y se comprometía a devolver a Juan Manuel sus posesiones en el reino de Murcia, cuando éste cumpliese la edad mencionada de veinte años, a cambio del reconocimiento de Jaime como soberano de dicho reino. La aceptación por don Juan Manuel 30 de tal estado de cosas, fue contemporánea del dominio de Jaime II de todo el reino de Murcia, que se le rindió, salvo Lorca, Mula y Alcalá. La capital, se ofreció a Jaime sin combate el 2 de agosto. Según Zurita fue recibido como rey y Señor con grandes muestras de afecto, manifestando los vecinos de la ciudad que se le debía tal reconocimiento por ser nieto del rey que la conquistó a los musulmanes. 31 Asegurada la posesión de Murcia, prosigue la enbestida contra Castilla, procurando llevar a la realidad la desmembración del reino Castellano a favor de Alfonso de la Cerda y el Infante don Juan a quien Jaime 11 titula rey de León cuando la anima a que preste su apoyo al infante Alfonso de la Cerda, y en consecuencia de declara enemigo de la reina madre Maria de Molina 32 El pacto privado que establecieron el monarca aragonés y el defensor de Tarifa, no pudo hacerse público a causa de la amistad de Jaime II con Granada, pero la ayuda que el rey aragonés prometía estaba condicionada a que Guzmán el Bueno se confederase con él contra Femando IV. Con esta condición, Jaime abandonaría la amistad granadina. Tan extraordinario orden de cosas, nos demuestra que las correrías granadinas por Andalucía llevadas a cabo a raíz del pacto de los musulmanes con Aragón debieron ser importantes y que si, junto a esto, tenemos en cuenta las intrigas del infante don Enrique, las preocupaciones del defensor de Tarifa y sus providencias que no podemos por menos que calificar de extremas, nos parecen explicables. En efecto, don Enrique, que deseaba vender Tarifa a los granadinos, buscaba ambiente propicio a sus pretensiones. En las Cortes que a la sazón se celebraban en Cuéllar, solicitó el apoyo de los personeros de las villas y ciudades para sus proyectos, alegando que les libraría de muchos pechos y tributos. Pero Maria de Malina, conocedora de las aviesas intenciones del tutor de su hijo, consigue convencer a los procuradores en Cortes de la importancia de Tarifa, conquistada con tanto esfuerzo, y cuya situación era clave para la seguridad de Andalucía. las gestiones de Guzmán el Bueno buscando el apoyo de Jaime II se llevan a cabo de acuerdo con la reina, y a pesar de que este rey estaba ligado con Granada, y condicionaba su apoyo a que Pérez de Guzmán le ayudase contra Femando IV, bueno era tener la seguridad de que por lo menos el primer momento de peligro quedaba a salvo. Maria de Molina y sus leales servidores debieron pensar que tampoco interesaba al rey de Aragón que Tarifa volviese a manos musulmanas, y que esto 30 Zurita. Libro V cap XXI. Reg 292. fol l. Gim~ncz Soler. Juan Manuel. Copia parte del documento en el apéndice nº VI. La avenencia sobre Elche tuvo lugar el 27 de Junio y no el 25 como dice Zurita libro V cap XXI. El 5 de agosto los habitantes de Elche reconocen como rey a Jaime. Pergaminos Jaime II nº 679. Giménez Soler. Juan Manuel apéndice VII. 31 Zurita. Libro V cap XXI. 32 Reg 105 fol 179/V. Giménez Soler. Juan Manuel. Apéndice nº X.

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podría condicionar su apoyo, buscando obtener ventajas a cambio. En realidad, ¿qué podía importarle a Jaime que el logro de sus reivindicaciones tenitoriales se llevase a cabo por complacencia del bando de los Cerda o por avenencias con María de Molina? 33 • En este momento las actividades del monarca aragonés concernientes a Castilla sufren una interrupción debido al viaje a Roma, del que regresó con la investidura de Córcega y Cerdeña, y convencido de que su hermano el infante don Fadrique estaba decidido a conservar Sicilia en su poder 34· 13. INTRIGASEN CASTILI..A.AUMENTODEL PARTIDOQUE APOYAA LOS INFANTESDE LA CERDA

Una vez de nuevo en sus dominios hispanos, Jaime II se dedica de lleno a las cuestiones con Castilla. Las intrigas del tutor de Fernando IV, el infante don Enrique, que en realidad trabajaba más en contra que en favor de su pupilo, fueron causa de que el bando que apoya al infante de la Cerda se viese engrosado con figuras tan importantes como don Alfonso de Haro, hijo del magnate del mismo nombre, señor de los Cameros 35 • &te, junto con don Juan Núñez de Lara, son las figuras más importantes que en Castilla apoyaron al infante Alfonso de la Cerda. Don Juan Núñez fue sitiado por la reina madre en su villa de Ampudia, de donde escapó; al mismo tiempo, Alma7án cae en poder de Alfonso de la Cerda, y desde allí se pone en circulación una acuñación falsa de moneda castellana, con el consiguiente entorpecimiento comercial y encarecimiento de la vida 36 • Pero a pesar de que todo parecía allanar el camino a la intervención aragonesa en los asuntos castellanos, Jaime II se muestra muy cauto, alegando siempre antes que adoptar una plena decisión, la consulta con el pretendiente castellano. Así lo hace al recibir la adhesión de don Alfonso de Haro 37 • La situación en Castilla no era buena, viéndose agraviada económicamente al ser puesta en circulación la moneda de baja ley que Alfonso de la Cerda y sus partidarios acuñaron en León, Castrojerafe, Dueñas y otros lugares del infante don Juan 38 • Aquí anduvo también la mano de Jaime 11, puesto que fue quien envió a los maestros monederos 39 • Ap. 8. Qui7.á 33

Zurita. Libro V. cap. XXVIIl. Benavides T l cap 11. Gaibrois. Maria de Molina. pág.

116.

34 Zurita. Libro V. cap. XXVIII. La estancia de Jaime en Roma fue corta; desde últimos de marzo a primeros de mayo de 1297. La ceremonia de la investidura tuvo lugar el 4 de abril. 35 Reg. 252. fol 164/v. Lérida 5 junio 1297. Jaime comunicaba a Juan Alfonso de Haro hijo, que no ha recibido a su enviado que según parece era portador de noticias referentes a su intención de pasar al servicio de la causa Cerda. Está muy contento, acepta su adhesión siempre que el pretendiente esté de acuerdo. Cuando regrese de Pallars estará en Aragón y desde allí podrán intercambiar embajadores cE nos endre~aremps el fecho en manera que vos end seredes pagado•. 36 Gaibrois. Maria de Molina. pág. 120. Benavides T 11 doc L 37 Véase nota nº 35. 31 Benavides T 11 doc. U. 39 Reg 252 fol 178 y 128. Apéndice nº 8.

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RELACIÓNCASTEllANO-ARAGONESA

buscando una mejora en tan críticos momentos, don Diego López de Haro, propuso al rey de Aragón una entrevista con objeto de concertar tregua durante dos o tres meses. Tal insinuación, conocida sólo por la contestación de Jaiine al castellano, no fue acogida, pero tampoco abiertamente rechazada. Lo que tiene ocupado al rey son las vistas que debe celebrar con Alfonso de la Cerda y sus valedores, y luego ir a Valencia a pasar las fiestas de Navidad. Después podrán reunirse en Requena donde el castellano puede ir acompañado del infante don Enrique, pero insiste en que no otorgará la tregua sin consentimiento del pretendiente de la Corona de Castilla 40 • Ap. 9. Tal ordenación sólo podrá servir para confirmar a los castellanos que Alfonso de la Cerda contaba con el apoyo aragonés, pues será muy cándido suponer que el desgraciado Alfonso, que nada real puede ofrecer, intentase hacer prevalecer su opinión.

14.

NUEVOS PACTOS ENTREJAIME II Y ALFONSO DE 1A CERDA

Que Alfonso de la Cerda, confiaba únicamente en la ayuda que podía proporcionarle el rey de Aragón es cosa sabida, pero tampoco deja de serlo ni debemos olvidar que el apoyo que al pretendiente castellano prestaron todos no fue nunca desinteresado, sino que estaba condicionado a que sirviese a los fines particulares de cada uno. El magnate castellano don Juan Núñez al sumarse al bando de Alfonso de la Cerda pensaba recuperar la plaza de Albarracín. Todo ello es causa de que se produzcan dilaciones en la celebración de las entrevistas entre los tres personajes clave: Alfonso de la Cerda, el rey de Aragón y don Juan Núñez. El primero, el más interesado en ello, insiste, mientras que el rey de Aragón no se decide. A mediados de septiembre de 1297 se excusa de no poder acudir a Teruel a causa de una enfermedad y otras razones que no expone. Y el apl87.81Dientono es corto, puesto que se lleva hasta primeros del año siguiente, condicionado además a que pueda acudir también don Juan Núñez 41 • Ap. 1O. Pero a pesar de la fecha que se fija para una entrevista, de la documentación que poseemos parece desprenderse que Jaiine II pudo hablar con Cerda a poco de escribir la carta que anteriormente comentamos, puesto que así se lo comunica a don Juan Núñez el 11 de octubre, cuando le dice que habló con el infante y el caballero Alfonso Rodríguez, enviado de don Juan Núñez para tratar del pleito de Albarracin, castillo que procurará le sea concedido 42 • Ap. 11. No tenemos noticia de la entrevista a que alude Jaime II y creeríamos pudo tener lugar cuando en fecha desconocida, que puede ser primeros de octubre, Alfonso de la Cerda le hace donación de la ciudad de Cuenca y de las villas de Moya, Alarcón y Cañete, que fueron del infante Pedro de Aragón, a las que se añadieron las de Molina y Requena 43• Pero la carta que Jaime II escribe a Alfonso de la Cerda el 7 de 40 41 42 43

Reg 252 fol 183/1. Apéndice nº 9

Reg. 252 fol 183/2. Apéndice nº 10 Reg 252 fol 176/2. Giménez Soler, Juan Manuel apéndice nº 17/3. Apéndice 11 Zurita.LibroV cap XXXII. El pleito homenaje lo recibe el procurador de Jaime el 19 de octubre. Lógicamente la posible entrevista debió tener lugar entre el 18 de septiembre y

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ÁNGELES MASIÁ

noviembre diciéndole que no puede estar más días en Teruel esperando su llegada pues debe ir a Valencia a la boda de Jaime de Xérica, y aplazando la entrevista hasta después de Navidad, nos hace dudar acerca del primero de dichos contactos, o cuando menos hubiese tenido lugar en fecha muy próxima a las que nos ocupan 44 • Lo que no ofrece lugar a dudas, repetimos, son los deseos que Alfonso de la Cerda y sus partidarios tenían de celebrar la tan aplamda entrevista. La fecha de finales de año debió parecerles demasiado remota, y proponen otra más cercana, tampoco aceptada. Así interpretamos sendas cartas del monarca aragonés, fechadas el 29 de noviembre de 1294, en las que comunica a Alfonso y Fernando de la Cerda, al infante don Juan y a don Juan Núñez, que sus muchas ocupaciones le impiden ir a Calatayud a reunirse con ellos 45 · Las múltiples ocupaciones que sirvieron de excusa para demorar la tan deseada entrevista podemos presumir fuesen las negociaciones que independientemente de sus aliados llevaba a cabo Jaime II con los magnates castellanos, atento siempre a intervenir en los problemas que suscitaba la minarla de Fernando IV, de los cuales cabía al rey aragonés mucha culpa. 15. DE

NUEVO ALBARRACÍN

Otra cuestión de suma importancia ocupaba en estos momentos la atención de Jaime 11. Albarracín y las pretensiones de don Juan Núñez sobre el señorío de dicho lugar, para cuya obtención el magnate no reparaba en medios. Ya sabemos fue el precio de su adhesión al bando de Alfonso de la Cerda, del mismo modo que no podemos olvidar el interés del rey de Aragón en no enajenar tan importante villa y fortaleza. A juzgar por los documentos que hacen referencia a este asunto, nunca dejó de ocupar la atención real, menudeando las negociaciones y contactos entre Jaime y don Juan Núñez. Mucha consideración merecía éste al monarca aragonés, cuando el 18 de febrero de 1298 le envió nada menos que a Roger de l.auria con plenos poderes para tratar sobre Albarracfn. La causa de tal medida se debía a que el caballero que acudió antes no tenía poderes para tratar sobre tal asunto 46 • Una vez más, Jaime trata de ganar tiempo antes de decidirse. En verdad sólo así puede interpretarse el no facultar a su enviado para tratar sobre tal asunto que era para don Juan Núñez objeto de primordial interés. Y tampoco esta vez se debió sacar nada en limpio, puesto que cuando al poco tiempo el 25 de marzo, el rey la fecha citada, en la que el rey se excusa de no poder acudir a Teruel por encontrarse enfermo. 44 Reg 252. fol 178. 45 Reg. 252 fols 178/v /1/2/3; de las cartu en cuestión se deduce que Gómez de Agonciello fue a ver a Jaime de parte de los infantes de La Cerda y Juan Núñez. Jaime a su vez ordena a Juan Ruiz de Aguilar que se entreviste con Agonciello y le cuente sus puntos de vista. Para ello deberá ir a Teruel donde se encontrará Jaime el 15 de enero y allf deben acudir Alfonso Cerda y Juan Núñez. A Femando Cerda no se le convoca. 46 Reg. 252 fol 184/3. Benavides T 11 doc LXXXIV. Da eJT6neamente el fol 185.

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de Aragón escribe al infante Alfonso de la Cerda y a don Juan Núñez que permanecería en Játiva desde el 26 al 30 de marzo de 1298, para que Ramón de Molina pueda ir a verle, es de suponer que una de las cuestiones a tratar fuese la pretensión del señor de Lara sobre Albarracín y su castillo, precio de la entrada de don Juan Núñez en el bando que apoyaba las pretensiones de Alfonso de la Cerda al trono castellano 47 • Ap. 12. La situación de Albarracín en los momentos que glosamos era muy a propósito para que don Juan Núñez procurase poseerlo. En virtud de la concordia celebrada entre el rey Alfonso el Liberal y doña Inés Zapata, pasó en tercería a poder de don Lope de Gurrea. Se cumplían a la sazón los diez años, de plazo después del cual, Albarracín debían entregarse a don Femando, hijo de dicha Inés Zapata y el rey Pedro el Grande. Aún antes de expirar dicho plazo de diez años, los reyes habían tratado vanamente que D.ª Inés accediese al trueque de Albarracin por otras heredades en tierra llana, y en este momento, se presentaba el problema de que el ingreso de don Juan Núñez bajo las banderas aragonesas no admitía más solución que la cesión de Albarracín. Y para hacer valer sus derechos, don Juan no dejaba de recordar que no había más que reclamar algo que le pertenecía, como hijo de D.ª Teresa Alvarez de Azagra, señora de la tan codiciada plaza fuerte. Decidido Jaime II a favorecer a don Juan, ordenó que se hicieran preparativos guerreros para posesionarse del castillo, cuando en la fiesta de San Miguel del año en curso 1298 se cumpliesen los mencionados diez años. La fecha coincidía además con la que le dio Jaime II a don Juan Núñez, como vimos anteriormente. Ante la irrevocable decisión que manifestaban las medidas mencionadas, doña Inés accedió a las pretensiones del rey, cuando éste en el mes de agosto del mismo año 1297 envió como emisarios a doña Inés, a don Pedro Femández, señor de Hijar y a don Sancho de Antillón, quienes quedaban facultados para tratar de la compensación que debía darse. Solucionado el problema de manera pacífica, el rey de Aragón entró en posesión de la villa, torres y castillo de Albarracín. Entonces fue cuando don Juan Núñez fue a Valencia el 7 de abril de 1298 a prestar pleito homenaje de que él y los suyos serían leales y fieles vasallos, 'I!! ayudarían en la guerra contra los hijos de Sancho IV, y jurar.ían como rey de Castilla al infante de la Cerda. Pero la tan discutida fortaleza no pasó a manos de su nuevo dueño, sino a las de Pedro Jiménez de Iranzo, que les recibió para tenerlos en tercería durante diez años, en nombre de Jaime 11y de don Juan Núñez. Pasado este tiempo debía eniregarlos a su legítimo dueño, el señor de Lara, con la salvedad de que si el rey de Aragón durante el plazo de dichos diez años entrara en posesión de Cuenca o Molina o hiciese paces con los hijos del rey Sancho, Pedro Jiménez de Iranzo debía entregar los castillos a don Juan, haciendo reconocimiento por ellos al uso y costumbre de Cataluña. Si don Juan no cumplía lo estipulado, perdería todo derecho sobre Albarracín. Mientras durase la guerra con Castilla, el nuevo señor de Albarracín, ·recibiría sesenta mil sueldos anuales. Por último, don Juan Núñez en su nombre, y en el de su madre y hermanas, Juana y Teresa, reconocía que Albarracín y su castillo 47

Reg 252 ful 189/v/1. Apéndice nº 12.

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ÁNGELESMASIÁ

eran y habían sido siempre de la jurisdicción del reino de Aragón. Jaime 11 envió a Ramón de Molina para que entregase en su nombre tan discutida ciudad a don Juan Núñez. Pleito tan importante tuvo trascendencia en la marcha de los acontecimientos a causa de la relevante personalidad del noble castellano. La primera consecuencia fue el ingreso en el bando aragonés de algunos caballeros castellanos encargados de guardar la frontera con Aragón desde la villa de Almazán. Estos hicieron algo más que cambiar de bando, pues entregaron la villa al infante Alfonso y le acogieron en ella. Al reunirse con ellos don Juan Núñez, fueron a posesionarse de Deza, que también les fue ofrecida por Juan Muñoz, el caballero que la tenía bajo su custodia 48 • A pesar de las providencias que hemos comentado la cuestión de la cesión de Albarracín quedó zanjada sólo de manera temporal, a causa del interés demostrado por los soberanos aragoneses en retener tan valiosa plaza, y además porque documentalmente podemos apoyar tales suposiciones. Alfonso de la Cerda, era naturalmente quien hacía presión acerca de Jaime II para que don Juan Núñez fuese complacido, mientras el soberano aragonés procura no dejar de la mano el espinoso asunto. Así quiere ver a Ramón de Molina su procurador en la entrega de Albarracín, según manifiesta en cartas al señor de Lara y al pretendiente castellano 49 • Del resultado de tal entrevista nada sabemos, pero seguramente no debía ser más que un cambio de impresiones entre el rey y su enviado. Pero que la cuestión estaba siempre en el primer plano de la actualidad lo demuestra que medio año después de lo que relatamos, en octubre de 1298 Alfonso de la Cerda opina que es conveniente una entrevista entre él, Jaime II y don Juan Núñez. El objeto de tal reunión es Albarracín. Según parece desprenderse del documento que nos sirve de base para nuestro parecer, Jaime no se mostraba muy propicio a los intereses de don Juan Núñez. Por esta causa Alfonso Cerda quiere intervenir cerca del rey de Aragón a favor de don Juan. Es Jaime quien participa a don Juan los deseos del pretendiente castellano de celebrar una entrevista, deseo que está dispuesto a complacer, pero en realidad el compromiso de entregar Albarracín no lo acepta claramente. Del análisis de una serie de frases ambiguas contenidas en la carta que comentamos podemos deducir que no está dispuesto a la entrega de la villa en cuestión 50 • 16.

VIAJE DE JAIME

II A SICIUA Y ABANDONO DE LA CAUSASICILIANA

Lograda una estabilización, aunque no una paz duradera en los asuntos peninsulares, pudo Jaime prestar atención a los asuntos sicilianos, que en realidad nunca habían dejado de interesarle, pero dada la complejidad de los diversos asuntos que reclamaban la atención real era necesario procurar que los conflictos italianos y peninsulares no se presentasen paralelamente. No es cuestión de dilucidar aquí si al pasar Jaime a Italia pensaba 48

Zurita. Libro V. Cap XXXII. Reg. 252 fl 189/v/2. so Reg. 252 fl 176. Giménez Soler. Juan Manuel Doc. 17/3.

49

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RELACIÓN CASTELLANO-ARAGONESA

cumplir las promesas hechas a la Santa Sede de ayudar a su hermano Fadrique, o procurar apoderarse de la isla para sí mismo. Sólo interesa a nuestro objeto constatar que dicho monarca, queriendo atender personalmente los asuntos que en los diversos países reclamaban su atención, se verá obligado a una acción intermitente. La primera estancia de Jaime en Sicilia tuvo lugar desde octubre de 1298 hasta mayo del año siguiente 1299. La derrota sufrida en el sitio de Siracusa aconsejó la retirada y abandono de la empresa al menos hasta el verano siguiente. En realidad es muy posible que si Fadrique hubiese aceptado las condiciones de paz que su hermano le ofrecía (devolución de prisioneros a cambio de la promesa de no regresar nunca más a Sicilia), la cuestión hubiese quedado zanjada, mas no fue así 51• Cuando el monarca aragonés regresó a sus dominios peninsulares estuvo en Valencia con objeto de abastecer a las ciudades limítrofes para que pudiesen defenderse de los posibles ataques procedentes de Granada y de las plazas castellanas de Molina y Cuenca. Con los granadinos se proclaman treguas hasta la fiesta de San Miguel, estado de cosas que se prolongó luego hasta dos años después 52• Asegurada la paz o cuando menos una estabilidad, Jaime se consideró de nuevo con las manos libres para atender a los asuntos sicilianos. Embarcó de nuevo, estando ausente hasta primeros de diciembre de 1299. Fruto dt la campaña contra su hermano Fadrique fue la victoria obtenida en el cabo Orlando el 4 de julio de 1299. Tal triunfo parece que daba a Jaime la posesión de Sicilia y el rumor público más extendido era que si Jaime hubiese querido su hermano hubiese sido hecho prisionero. Y como lo recordó más tarde el Papa, de haber seguido la lucha, los sicilianos le hubiesen obedecido, o sea, que hubiesen estado en la órbita buscada por el papado; la Iglesia y la casa de Anjou. Pero los jefes de la expedición, que ya aconsejaban al rey no comenzar la lucha, presentaron grandes inconvenientes tales como la defección de muchos caballeros, falta de vituallas y el posible incumplimiento de las promesas papales. Los escrúpulos que Jaime podía aducir respecto al incumplimiento de sus compromisos con sus aliados, quedaron acallados diciendo que al haber dejado a su hermano en la imposibilidad de resistirles, quedaba cumplido. Se retiró de la lucha, dejando incluso a Roger de Lauria a las órdenes de los angevinos. Según Zurita quedó en desgracia de los franceses y aborrecido de los sicilianos. ¿Cuál fue en realidad la causa del abandono de Jaime y su regreso a la Península? Creemos que varios factores: uno considerar que a pesar de su retirada su hermano Fadrique quedará en Sicilia, puesto que sin el apoyo de la escuadra catalana era imposible que nadie pudiese apoderarse de la isla; así lo debieron considerar el Papa Bonifacio VIII y Carlos de Anjou, que se mostraron muy disgustados 53 ·

51 52

53

Zurita. Libro V. cap. XXXV y XXXVII. Zurita. Libro V. caps. XXXVIII y XXXIX. Zurita. Libro V. cap. XXXIX. Finke. H. Acta aragonensia T 1 pág. 57 y 58.

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ÁNGELES MASIÁ

17. DoN JUAN NúÑEZDE lARAY SUS RELACIONES CON ARAGON Y CASTILLA. Su PRISIÓN. Sus PACTOS CON MAlúA DE MOUNA. su NUEVO ACERCA· MIENTOA JAIME 11

También influiría en esta norma de conducta el desarrollo de los acontecimientos peninsulares, puesto que a pesar de los trajines, las hostilidades no cesaron. Las autoridades de Cataluña están alarmadas: esto se desprende de la carta que el vizconde de Cardona Ramón Folch, procurador de Cataluña, escribe al rey poco después de la batalla de Orlando (13 de agosto), diciéndole que si no regresa pronto, sus estados sufrirán daños y qui7á merma por parte de Castilla 54 • Ap. 13. & muy posible que los acontecimientos que alarmaron al procurador de Cataluña fuesen las actividades del infante Alfonso de la Cerda que desde Dueñas mantiene la guerra, y lo mismo hace el infante don Juan procurando hacer efectivo su titulo de rey de León. La suerte les fue adversa, perdieron varios castillos entre los que podemos citar los de Monzón y Becenil de Campos. Ya en fecha cuya exactitud desconocemos pero que podemos fijar con bastante referencia entre últimos de abril y primeros de mayo de 1299, don Juan Núñez entró a correr Castilla causando grandes daños en las tierras del obispado de Calahorra que don Juan Alfonso de Haro tenía en nombre de Fernando IV. En el encuentro que ambos magnates tuvieron entre Chacil y Alfaro, el de Lara fue vencido, hecho prisionero y encerrado en el castillo de Nalda propiedad del de Haro. Algunos de los aragoneses entre los cuales se encontraba Jaime de Xérica intentaron libertarle sin lograrlo. Comunican también que Tarifa está sitiada y se dice que María de Molina tratará con Marruecos 55• Ap. 14. La prisión del poderoso y suspicaz castellano, debió disgustar grandemente a Jaime 11,pues conocedor de su manera de ser y del interés que suponía para el bando castellano fiel a Femando IV recuperar la adhesión de don Juan, podía presumir que la reina madre procuraría por todos los medios atraerle de nuevo, y mas cuando pudo cerciorarse de que todos andaban remisos en comenzar a poner en juego los procedimientos encaminados a apoderarse de los lugares que don Juan retenía en Castilla, como se demostró al pretender apoderarse de la villa de Palenzuela, que fue cercada durante tres meses 56 • Algo temería la reina de la poca lealtad de todos los que la rodeaban, cuando pensó que la mejor medida seria libertar al señor de Lara, naturalmente bajo prome~ de entregar los lugares que poseía, que eran, además de Palenzuela, Osma, Amaya, Dueñas, Fuentepudia, Tordehumos, La Mota y Lerma. Los nobles castellanos no quisieron aceptar tal solución, pero mientras el cerco de Palenzuela seguía su curso, el infante Enrique, tutor del rey menor de edad, abandonó la frontera de la que era Adelanta54 55

CRD Jaime II caja 4, nº 634 Apéndice nº 13. CRD Jaime 11, caja 135 nº 422, el 9 de agosto de 1299 Bemat de Segalarsse lo comunica al rey. Benavides T 1 cap. V. Apéndice nº 14. 56 Ignoramos la fecha exacta del cerco de Palenzuela pero según documentos que cita Benavides T 11 doc XV tuvo lugar entre el 15 de agosto y el 5 de octubre de 1299.

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RELACIÓN CASTEU.ANO-ARAGONESA

do y presentándose ante la reina Maria, trató con ella de que don Juan Núñez fuese puesto en libertad, pero de tal manera que esto se llevara a cabo únicamente por ambos. Además el inquieto y valetudinario infante, exigía la mano de doña Juana, hermana del prisionero, conocida con el sobrenombre de «La Palomilla». A todo ello accedió Maria de Molina. La Crónica de Fernando IV, añade a las noticias que anteceden que don Alfonso de Haro, no quiso entregar el prisionero al infante, puntualimndo que únicamente a petición de la reina y a ella misma lo entregaría. Gracias a las gestiones de don Enrique, la reina acompañada del tutor fue a Sto. Domingo de la Calzada, donde se entrevistaron don Juan Alfonso de Haro, quien accedió a entregar el interesante prisionero, no sin exigir recompensa. Juan Alfonso y un vasallo llamado Gonzalo Alonso de Quintana, recibieron algunos lugares, y el hijo del de Haro, del mismo nombre, y el yerno Felipe de Castro, recibieron cada uno 700.000 maravedises en metálico. Enseguida el prisionero salió del castillo de Nalda, y en la misma calidad permaneció en poder de la reina, hasta que hubo llevado a cabo la entrega de los lugares que poseía, accedido a la boda de su hermana con el infante don Enrique, y hecho pleito homenaje de servir al rey durante seis años, y que si pasado este plazo «lo oviese de deservir» lo hiciese como era fuero y no de otro modo. Además don Juan juró reconocer como herederos al infante don Pedro, al infante don Felipe, y a las infantas Isabel y Beatriz. Sencillamente se cerraba la posibilidad de todo reconocimiento para reinar a la rama de los infantes de la Cerda. Cumplidas todas las formalidades y atados todos los cabos, don Juan Núñez debía ser puesto en libertad. La reacción de Jaime II ante la prision de su reciente aliado y su posterior liberación, fué necesariamente negativa. La quiebra de esta amistad,debió disgustar en gran manera al monarca aragonés, si recordamos que antes de estos acontecimientos, don Juan era consultado antes de tomar ciertas decisiones. Sirva de ejemplo lo que aconteció cuando el maestre de Calatrava, fray García López propuso una tregua de dos meses. La respuesta del rey de Aragón es que no puede decidir nada sin antes consultar a Alfonso Cerda y al señor de Lara, para conocer su opinión. Como este estaba ya detenido en Camlla, Jaime trata de que la reina Maria le autorice para que este escriba dando su opinión 57• Ap. 16. Además conocemos contactos entre Jaime II y Juan Alfonso de Haro señor de los Cameros, su hijo del mismo nombre, y Gonmlo Alfonso, su vasallo. Estos junto con el portaestandarte de Navarra Fortum Almunacid, reciben al emisario aragonés, canonigo de Tudela Pedro López Dandava, La carta que le sirve de credencial está fechada el 4 de noviembre; posiblimente Jaime estaba seguro de la pronta liberación del prisionero, puesto que el 5 de diciembre, el alcayde de Albarracin Pedro Ximénez de hanzo recibe orden de entregar a Juan Núñez, Albarracfn las torres y el castillo de Rodenas, «afeu honrado» segun costumbre de Cataluiia y Usatges de Barcelona 58• ~ disposiciones resultaron prematuras, puesto que el 12 de diciembre el famoso prisionero aun no estaba en libertad. 57 58

Reg 252 8 204/v. Apendice n.0 16. Reg 252 fol 197/v. Jaime II escribe a don Juan lamentándose de que aun est~ preso. 12 diciembre 1299. Benavides T 1 pág. 69- 71. Giménez Soler. Juan Manuel Cap. XX.

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RELACIÓNCASTELLANO-ARAGONESA

Lo que sucedía en Albarracín debió ser fruto de las circunstancias comentadas, y de la disparidad de criterios ante ellas. Juan Ruiz de Heredia, sobrino del alcayde Pedro Ximénez de Iranzo, a cuya custodia estaba encomendada una de las torres, la llamada del Andador, se rebeló y se hizo fuerte en ella. Además toda la comarca estaba en armas y la gente de Albarracín dividida y en lucha. &ta proporcionó graves preocupaciones al rey, pues no se le ocultaba que en todo ello podía mediar la mano de don Juan Núñez, cuyos pactos con la corona de Castilla eran conocidos, y cuya inmediata consecuencia debía ser la nulidad de los celebrados entre el monarca aragonés y el magnate castellano. Por esto, recelando don Jaime que los disturbios interiores de Albarracín pudieran deberse a manejos de don Juan Núñez, dispuso que el procurador general de Aragón Lope Ferrench de Luna juntase las gentes de armas de Calatayud, Teruel y Daroca para ayudar a Jiménez de Iranzo, en caso necesario. También Ximeno Pérez de Urrea recibe encargo sobre lo mismo, pero éste debía acercarse a Albarracín, fingiendo que se disponía a realizar una cabalgada por las tierras castellanas fronterizas con la región del bajo Aragón. En estos momentos, ya don Juan Núñez estaba en libertad, y por lo tanto apremiaba una pacificación 61 • Ap. 19. &ta no se hizo esperar. Juan Ruiz de Heredia, que a pesar de las diferencias con su tío, el alcayde, no se puede probar que intentase violar la fidelidad al rey, se avino a entregar la torre del Andador siempre que su tío hiciese lo mismo con la villa. Cuando a los pocos días se hizo pública la concordia de don Juan Núñez con la reina María de Molina, como ésta quebrantaba los acuerdos entre el caballero castellano y el rey de Aragón, éste se dispuso a entrar en posesión de Albarracín y sus torres, enviando para ello como delegado a Alaman de Gudar, ayudado por las gentes de armas al mando de don Lope Ferrench de Luna. El 19 de enero de 1300, Lope Alvarez D. Espeyo, recibe juramento de fidelidad al rey de Aragón, de Juan Rodríguez de Heredia, alcayde de la torre del Andador 62 • Más adelante, el 29 de junio de 1300, Jaime II en persona está en Albarracín, para ser reconocido como soberano y señor de la ciudad 63. A pesar de todos los intentos y negociaciones que venimos narrando, hemos visto como Jaime de Aragón acabó perdiendo a quien consideraba como poderoso aliado, pero nos atrevemos a dudar si la plena posesión de Albarracín compensaba aceptar la pérdida de un aliado, poderoso desde luego, pero cuyo carácter díscolo y suspicaz no permitía nunca fiarse de sus propósitos. Lo que sí debemos confirmar y aceptar, es que una vez más la política de apaciguamiento y atracción de la reina de Castilla, triunfó una vez más. El turbulento, suspicaz y poderoso personaje, quedó 61 Reg 252. 8. 205. El 5 de enero de 1300 se notifica la libertad de D. Juan Núñez el justicia de Calatayud Pero Sánchez. Esta carta es de igual tenor que la dirigida a Urrea el día 5 del mismo mes. Apéndice nº 19. 62 Reg 252 fol. 208/v. 63 Reg 232 8 23°. Benavides T 11 doc CLXII.

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ÁNGELF.SMASIÁ

No podemos decir que proposicion hacia Jaime al señor de los Cameros por mediación del canonigo de Tudela, pero lo que si podemos afirmar, es que el rey de Aragón tuvo relación con el prisionero contestando a las proposiciones que de su parte le hizo su enviado Roy Pérez, cuya misión fué tratar del «Fecho de Albarracín». A nadie puede sorprender que el señuelo con que Jaime contaba poder atraerse de nuevo el magnate castellano era la muy codiciada y discutida plaza de Albarracín, que hasta el momento, si muchas veces había sido objeto de negociaciones nunca fué cedida de manera absoluta. Para poder conocer los entresijos del problema en los momentos que glosamos, debemos analizar la labor de Roy Pérez el enviado de Juan Nuñez al rey, como hemos dicho, encargado de solucionar el «fecho de Albarracín». No sabemos a ciencia cierta a que conclusiones llegaron el emisario Roy Pérez y el rey Jaime. pero si recordamos las disposiciones enviadas al alcayde de la ciudad en cuestión, podemos claramente decidir que Jaime jugaba la carta de Albarracín para conseguir que el señor de Lara faltase a las promesas hechas a la reina Maria de Molina 59 • Ap. 17. Pero a pesar de todo Jaime procuraba no cometer actos irremediables. En la carta a Juan Núñez, el rey opina que es necesaria la presencia del señor de Lara para que lo que siempre se llama «el fecho de Albarracin», pueda llevarse a término. Realmente la presencia del prisionero era necesaria para que tomase posesión de lo que se le concedía, o bien era todo ello un subterfugio para ganar tiempo, para dejar que el asunto se pudriese. Las negociaciones llevadas a cabo verbalmente por medio de intercambio de emisarios nos impiden conocer el proceso con detalle, y en el caso que nos ocupa, poder analizar qué interés tenía, mejor dicho, que perseguían los intercambios entre el rey de Aragón y los de Haro, encargados de la custodia del prisionero, cuya alianza era estimada por todos. Lo único que aparece claro en todo este asunto es que todos los nobles encartados en él atendían primordialmente, casi podríamos decir exclusivamente, a un medro personal. Y debemos también tener en cuenta que la corona de Castilla tenía puestos sus ojos en la estratégica ciudad. Ni olvidar tampoco que Jaime II entregaba Albarracín como precio de la adhesión de don Juan Núñez, pero que su verdadero deseo era conservar la ciudad en su poder. Lo que venimos diciendo puede ser justificado por los acontecimientos que durante los días que reseñamos tenían lugar en la mencionada ciudad y su fortaleza, cuya guarda estaba encomendada a Pedro Jiménez de Iranzo, en espera de que se cumpliese el plazo de un año, después del cual, don Juan Núñez, su madre doña Teresa Alvarez de Azagra y sus hermanas, debían presentarse ante Jaime II a reconocerle como soberano, y tomar posesión de la ciudad. Y precisamente el plazo mencionado se cumplía en aquellos días, y fue ésta según Zurita, la circunstancia que motivó el regreso de Jaime 11, abandonando los asuntos sicilianos 60 • Ap. 18. 59 60

Reg 252 fl. 198/v. Apéndice nº 17. Reg 262 8s. 199-204.Varios doce sobre las reweltas de Albarracin entre diciembre de 1299 y enero de 1300. Zurita libro V. Cap. XL Apéndice nº 18.

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ÁNGELES MASIÁ

de momento cuando menos, al lado de Femando de Castilla, Femando IV 64 • 18.

MEDIACIÓN PORTUGUESA ENTRE ARAGÓNY CASTillA

El año 1300 se inaugura con la inteivención portuguesa en los asuntos castellanos, y de rechazo en los aragoneses, puesto que el rey Dionis, cuya hija Constanza es prometida en matrimonio al niño Femando IV 65 , se prestó a servir de mediador en la querella entre Aragón y Castilla, igualmente que para poner fin a las cuestiones castellanas alrededor de las ambiciones de los miembros de la familia real, sobre la tutoría de Fernando IV, y las pretensiones del infante don Juan de proclamarse rey de León. El deseo manifestado por el rey Dionís de intervenir en esta querella, no fue consecuencia de las vistas de Ciudad Rodrigo celebradas con la reina Maria de Molina en febrero-marzo de 1300 66 • La documentación referente a dichas vistas, muy escasa, no nos permite deducir, ni mucho menos afirmar que en ellas se trata también de la querella castellano-aragonesa, pero sí podemos afirmar que en fechas similares y anteriores a la entrevista, pero ya solicitada ésta, sabemos que se trataba de la intervención de Dionis. La reina Isabel de Portugal, hermana de Jaime, le dice que el conde de Barcelos Juan Alfonso de Albuquerque, encargado de preparar las vistas castellano-portuguesas, le enviara noticias por medio de Ramón de Montros arcediano de la Guardia quien no sabemos por qué motivos se encontraba en Portugal. No podemos dar noticia de lo que se trató en tal entrevista pero por la correspondencia de Portugal, se puede deducir que en ella se habló de la mediación portuguesa en los conflictos castellano-aragoneses, cuya aceptación en principio, agradó mucho a Dionis 67 • Ap. 19. Tampoco podemos decir nada de la embajada portuguesa confiada a Gonzalo Pérez comendador de Santarém, según envía Dionís a 6 de mayo del mismo año 1300 68 • De todos estos cambios de impresiones nada en definitivo resultó, y es normal que así aconteciera puesto que a Jaime II no le interesaba en manera alguna que llegasen a una solución sus conflictos con Castilla, del mismo modo que la reina María de Malina no podía aceptar verse obligada a ceder parte de Murcia como precio de una concordia. 64

Benavides. T 1 pag. 72. Rg 252 ft. 198/v. 66 Las vistas de Ciudad Rodrigo se convocaron a instancia de Dionis de Portugal, que las solicitó a finales de 1299 y se celebraron en febrero-mano del año siguiente. En ellas se trató únicamente de obtener «recabdo» para la dispensa necesaria para que pudiese celebrarse la boda castellano-aragonesa, enlace doble pues se trataba del matrimonio Constam.a-Femando y del heredero de Portugal Alfonso con la infanta Beatriz de Castilla. Benavides T 1 pgs. 71-72. 67 CRD Jaime II caja 25 nº 3246. 2 enero 1300. id caja 87 nº 10683 y 10688. Estas cartas fechadas por nosotros y por Benavides los días 11 y 15 de febrero de 1300 pueden ayudamos a poner en claro algunos aspectos confusos de estas vistas. También nos atrevemos a dar casi como seguro que Dionis no acudió a Ciudad Rodrigo. Sólo podemos ofrecer la primera de dichas cartas dado el mal estado de conservación de la otra. De las partes legibles puede deducirse que la reina de Portugal, la remitente, insiste acerca de su hermano el rey de Ara¡ón en los mismo términos que ofrece la carta de Dionfs de igual fecha. Apéndice nº 19. CRD Jaime 11. Caja 94 nº 11453. 65

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RELACIÓN CASTEll.ANO-ARAGONESA

19. HACIA LA PACIFICACIÓNDE A JAIME 11

CASTILLA.

EL INFANTE DON JUAN ABANDONA

No olvidemos que la mediación de Portugal se produce, a causa de las pretensiones de Jaime II sobre Murcia, cuya conquista prepara, con objeto de hacer efectiva la cesión que de dicho reino le hiciera el pretendiente Alfonso de la Cerda. En todo el pleito alrededor de Murcia, también estaban interesados en que no se solucionase,además de los personajes anteriormente citados, el infante don Juan y los magnates castellanos, entre los cuales se contaba don Juan Manuel, adelantado de Murcia por Castilla, y propietario de Elche, cuya conquista por Jaime µ causó gran quebranto al patrimonio de don Juan, que intenta ser resarcido mediante la cesión de la villa de Alarcón. Como siempre, todos atentos a pescar en río revuelto. En todo ello, la única verdaderamente interesada en una estabiHmción era la reina madre Maria de Molina. Pero este sosiego y paz no podían llegarle a la animosa viuda del rey Sancho más que por un camino, y era éste la legitimación de sus hijos. &te asunto solucionado, quedarían sin base alguna todas las pretensiones a la corona de Castilla ostentadas por los infantes de la Cerda y don Juan. Así pues, mientras tenían lugar los escarceos diplomáticos ya mencionados, Maria convocó Cortes en Valladolid, con el fin de obtener los subsidios necesarios para poder sufragar los gastos que ocasionaría la tramitación de la soñada bula de legitimación. Los subsidios solicitados, fueron concedidos en mayo, y esto disgustó al tutor infante don Enrique, a quien cualquier robustecimiento de la autoridad real molestaba profundamente, por cuanto podía significar una merma en sus atribuciones de tutor 69 • Siguiendo la narración que nos ofrece Benavides, podemos añadir a estas noticias, otra aún más interesante: el reconocimiento que el infante don Juan hizo a su sobrino como rey de Castilla renunciando a sus títulos de rey de León, y pidiendo alguna compensación por los dominios de Vizcaya que fueron de doña Maria Díaz, su esposa. El reconocimiento a favor de Fernando IV y de sus posibles herederos llevaba implicita la exclusión de los derechos que podía alegar en cualquier momento el pretendiente Alfonso de la Cerda. La parte negativa que para María de Malina y su hijo Fernando IV podía representar la conducta del infante, fue que para poder complacerle en sus exigencias económicas, se tuvo que emplear la cantidad que las cortes de Valladolid habían concedido para poder sufragar los gastos que ocasionara la Bula de legitimación de los hijos de Sancho IV y Maria de ~olina, y por lo tanto se prolongaba la situación anómala consecuencia de dicha circunstancia 70 • Podemos casi asegurar que su espectacular reconciliación con su cuñada y sobrino, que le convirtió «de rey en alfil-, según pintoresca frase del almirante aragonés Bernardo de Sarriá, fue guiado por no sabemos qué discordias, o mejor dicho pretensiones desatendidas por el rey Jaime 11a Alfonso de la Cerda, comunicando haber remitido la carta del preten69 70

Benavides T 1 pág. 74. &tas vistas se celebraron lo que en ellas se trató. Benavides T 1 pag 75.

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diente «sobre el fecho de don Juan» y recibido a los enviados del infante que tienen ya su respuesta 71 • Ap. 20. Si aceptamos la fecha de las cartas de Valladolid que da Benavides, o sea los meses de mayo y junio, la carta que comentamos del 1O de marzo del mismo año nos permite la suposición aceptada, no siendo tampoco deleznable el pensar que dicha reconciliación fuera llevada a cabo con el beneplácito de Jaiine 11.En todo caso no podemos ya conjeturar a qué intereses más o menos legítimos pretende servir 7lbis. Ap. 21. 20. ALBARRACÍNPARAARAGóN A pesar de que la ausencia del infante don Juan de las filas aragonesas pudo ser un contratiempo, otros asuntos van viento en popa para Jaime 11.

Uno de ellos, es la definitiva incorporación a la corona de Aragón de la villa de Albarracín, junto con su castillo y el de Ródenas. Todo ello consecuencia natural de la reconciliación de don Juan Núñez con Femando IV. Lo que no deja de ser curioso es que don Juan reclamara al tener noticia de la incorporación al patrimonio real aragonés de las tan codiciadas villa y castillo. Jaime II apoya su actitud en que don Juan «nos havedes fallecido en las posturas e convenencias havidos con vos». Así se lo escribe al anunciarle ha recibido a sus enviados, quienes le contarian todo lo ocurrido 72 • Buena muestra de la honradez política de unos y otros. No sabemos qué ad.mirar más; si la reclamación de don Juan Núñez o la actitud de Jaime 11,demasiado ceremonioso por tratarse de tan rebelde vasallo. 21. MURCIA: CAMPAÑADE LoRCA A pesar del poco éxito de la mediación de Portugal en el conflicto castellano-aragonés alrededor de Murcia, prosiguen paralelamente las gestiones de mediación encaminadas a lograr un arreglo y la preparación de la campaña por si fracasaban los medios pacíficos. La primavera y verano de 1300 están ocupados en preparativos guerreros, dirigidos a dos objetivos principales: el reino de Murcia y la defensa de la frontera con Castilla especialmente por la región de Calatayud y Molina de Aragón 73 • El objetivo principal es el castillo y villa de Lorca, defendidos por don Juan Manuel, quien pudo encerrarse en el castillo antes de que las tropas aragonesas al mando de Bemat de Sarriá pudiesen sitiarle formalmente 74 • 71

~ 252 8 218/2. Apéndice nº 20.

71 bis

CRD Jaime II caja 8 nº 1101/1102/1104. Apéndice nº 21. Reg 252 fl. 217/v /2. 22 mano 1300. id fol 231 y Benavides T 11 doc CLXII. El 29 de junio ael mismo año 1300 los caballeros escuderos concejo y cabildo de Albarracfn, reunidos ·en la iglesia de San Salvador de dicha ciudad hicieron pleito homenaje a Jaime 11. A~ndice nº 22. 73 CRD Jaime II caja 8 nº 1119. El 29 de mayo de 1300 ordena que 100 hombres de Catalayud deben estar en Calamocha a primeros de junio. 74 CRD Jaime II caja 8 nº 1096. Gonzalo de Fúnez debe unirse a Lope de Gurres para la defensa de las fronteras con Castilla. 72

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RELACIÓNCASTELI.ANQ.ARAGONESA

Según el almirante aragonés encargado de la guerra, en Murcia corren voces de que las fuerzas con que cuentan los de Lorca son alrededor de los trescientos jinetes. El ejército sitiador puede oponer otros tantos, además de cuatro mil infantes, de los cuales 800 son ballesteros. Pero por gentes que han abandonado Lorca, sabe que las cifras no son ciertas, y que si Jaime II se presentase en Lorca, la ciudad se rendiría, por lo cual seria conveniente que acudiese pronto 75 • &tas noticias, del 3 de junio, van seguidas de otra, en que tres días después Bernardo de Sarriá dice saber que tropas castellanas se preparan para obligarle a levantar el cerco 76. A partir de este momento conocemos algunas provisiones que nos demuestran una actividad encaminada a preparar la campaña: tropas que marchan a Murcia a últimos de junio, algunas no de buena gana por cierto 77 • Peticiones de dinero y apremios para que paguen sus acreedores, nos dicen que las medidas que tomaba Jaime II estaban encaminadas a comenzar una campaña 78 • Todo preparado, el mando del ejército destinado a la defensa de la frontera castellana se encomienda a Raimundo a Ausa 79. 22.

SIGUE 1A INTERVENCIÓNPORTUGUESA

A pesar de las vicisitudes guerreras favorables a Jaime, la actividad diplomática de Portugal no se interrumpe a partir de las embajadas citadas anteriormente. Cada vez queda más patente el deseo del rey de Aragón de buscar la intervención de personajes castellanos que están conformes con las medidas encaminadas a favorecer a los infantes de la Cerda y naturalmente que el reino de Murcia siga en sus manos. Así creemos se nos permite poder interpretar el contenido de la embajada que encomendada a Ramón de Montros va dirigida a Dionis de Portugal, Alfonso Pérez de Guzmán, Juan Ozores maestre de Santiago, Juan Alfonso conde de Barcelos y señor de Alburquerque y Diego López de Haro. La notificación de tal embajada tiene lugar el 5 de mayo de 1300 y las credenciales las recibe Montros el 31 del mismo mes 80• En realidad no se puede hablar de credenciales puesto que no existe minuta estricta. Simplemente se le debe prestar crédito a lo que diga de parte de Jaime 1181.

Fruto de esta eµibajada Dionís de Portugal envió a Castilla a un emisa75

CRD Jaime II caja 8 nº 1098. Jaime Il ordena a sus capitanes Pedro Pérez y Gomalo de Funez permanezcan en Alma7.án esperando su llegada, en el caso de que los castellanos intentasen forzar las fronteras de Molina. 23 agosto 1300. 76 Zurita. Libro V. XLV. n CRD Jaime II caja 8 nº 1133. 3 junio 1300. 78 CRD Jaime II caja 8 nº 1134. 79 CRD Jaime II caja 8 nº 1130. A los hombres de Montesion que se niegan a ir a Teruel para unirse al ejército que va a Murcia, el sobrejuntero Rodrigo de Molina debe decirles que se les puede exigir «Pene seu fonsedierum et inde eas pignorare campellat-. 80 Benavides T 1 pag 75 y notas 14 y 15 del texto. 81 CRD Jaime II cap 8 nº 11OSy 1103. El rey pide ayuda económica a la villa de Luna y reclama a los Hospitalarios lo que le deben.

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rio, según le comunica a Jaime II el 23 de julio 82 • A pesar de las promesas de Dionfs al rey de Aragón de tenerle al corriente de lo que resulte de sus gestiones, nada sabemos directamente pero podemos confirmar, si tenemos en cuenta los acontecimientos posteriores, que se trataba de obtener una tregua con objeto de que durante su transcurso pudiesen celebrarse vistas entre los dos bandos en discordia. Dicha tregua $e publica el 18 de septiembre de 1300 y con la misma fecha el infante don Enrique obtiene salvoconducto para poder asistir a las vistas. Deberán acompañarle el infante don Juan y don Diego López de Haro 83 Y 84 • Ap. 23. La tregua en cuestión no se respetó 85 Y 86 • Almazán, propiedad de Alfonso de la Cerda, ciudad donde el pretendiente solía residir y donde organizó una pequeña corte fue sitiada por Castilla sin éxito ninguno. Ante tal fracaso, se pensó en una entrevista entre ambos bandos para buscar una solución al espinoso asunto de Alfonso de la Cerda. Por parte de éste, o sea Jaime II su valedor, acudieron a dicha reunión los infantes Juan y Enrique, mientras Dionís de Portugal estaba representado por el conde de Barcelós y doña Vataza· De nada sirvió la reunión citada, puesto que las condiciones que imponía Castilla no favorecían al pretendiente Alfonso. Asi Jaime está dispuesto a continuar la guerra, según le comunica al rey de Granada, en aquellos momentos su aliado 87 • Los acontecimientos que narramos tienen lugar durante la primera mitad de septiembre de 1300. No olvidemos que oficialmente la causa de todas las gestiones y actuaciones que se llevan a cabo, tiene por objeto resolver el pleito de los infantes de la Cerda, nunca en vías de una buena solución. ¿Buscará Jaime II obtener alguna solución aceptable a base de una intervención francesa? Nos permite tal suposición el hecho de que el infante de la Femando, desde Parls, el 2 de diciembre del mismo año le da las gracias a Jaime por la carta que ha escrito el rey de Francia a propósito de su hermano 18 • 82

Reg 252, fol 220, 223/v/1. El 15 de mayo antes de que la embajada tuviese lugar Jaime ruega al comendador de la orden de Calatrava Gutiérrez Pérez que procure sea dada a uno de los infantes de la Cerda la encomienda de Alcaftiz, sin especificar a cual de los dos infan. tes. 83 CRD Jaime II caja 148 nº 422. Extra Serie. 84 Reg 252 O 236/v. 1/2/3. Apéndice nº 23. 85 CRD Jaime II caja 8 nº 114. El 20 de septiembre, dos días después de la publicación de la tregua, García López de Rueda va a Castilla a preparar la entrevista. Recibe 200 sueldos jaqueses para gastos de viaje. 86 CRD Jaime II Caja 8 nº 1109. Se pide al infante D. Enrique la devolución de un hombre de Lope Ximénez de Urrea. 87 BenavidesT 1 pág. 76 id T 11 doc CLXII. Reg 252 8 64/v.16octubrede 1300. Carta en la cual se relata el estado de las relaciones entre Castilla y los infantes de la Cerda, anunciando el envio de Jaime de Segalars como embajador. Anticipa noticias sobre el sitio de Almuán y de las vistas de Ariza, celebradas por indicación de Dionis de Portugal, del conde de Barcelos y de Doña Vataza. La vista no aportó solución alguna puesto que lo que exigían los castellanos no favorecía a Alfonso de La Cerda, de manera que Jaime piensa insistir en la guerra. De todo esto debe hablar el embajador, y además sobre cuestiones referentes a cautivos y mercaderes. 88 CRD Jaime II caja 8 nº 1117.

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RELACIÓN CASTELLANO-ARAGONF.sA

23.

MANuELEN MURCIA. Smos DE LoRCA Y MURCIA. FRACASOCASTFJ.J...ANO. INTENTosDE CASTIU..A PARARECUPERARMURCIA

CONDUCTA DE IX>NJUAN

En lo que se refiere a la cuestión de Murcia, preocupa la conducta que puede adoptar don Juan Manuel. Al mismo tiempo que éste pide salvoconducto para que unos caballeros vayan de su parte a ver a Jaime 11,el vizconde de Castellnou desde Valencia expresa su temor de que el noble castellano, desde sus posesiones de Garci-Muñoz hostilice Murcia 89 • No olvidemos que la actitud de tal personaje es de gran interés por múltiples razones: por su parentesco con la familia real de Castilla, por su cargo de adelantado de Murcia y las posesiones que en este reino poseían él y su hermana Violante. Ésta, casada con Alfonso Sánchez, bastardo portugués hermano de Dionís, llevó como dote las villas de Elda y Novelda. Pero si bien contar con Juan Manuel en las filas del rey de Aragón y del infante don Alfonso de la Cerda podía ser importantísimo para Jaime 11, no debemos olvidar que para Juan Manuel los asuntos referentes a su patria castellana, o más aún los que podían repercutir en sus intereses en ella, tenían primordial interés, e intentar siempre valerse de las cuestiones aragonesas como un medio encaminado a prestarle ayuda en su intervención en los asuntos castellanos. Si damos crédito a la carta de Jaime II a Dionis de Portugal con fecha 14 de noviembre del año en curso 1300, vendremos en conocimiento de que la reina Maria de Molina, intenta una nueva mediación de Portugal, en busca de una solución de las diferencias castellano aragonesas. Para tratar de todo ello el 14 de noviembre de 1300 le envía de nuevo al incansable mensajero Ramón de Montros 90• Que las relaciones epistolares y de embajadas entre Aragón y Portugal no cesaron jamás, nos lo demuestra la carta que acabamos de comentar en la que se hace referencia a «otras cosas que vos nos enviastes dezir, como sobre estas, e sobre otros afferes nuestros». También noticias sobre emisarios intercambiados entre Jaime 11,el conde de Barcelos y O- Vatam, nos demuestran que existieron muchos contactos desconocidos, a causa del sigilo con que debían llevarse muchas cosas, y del carácter confidencial de todo ello. Pedro de Soler, comendador del Hospital de Zaragom, el 18 de septiembre de 1300, se envió de nuevo al conde de Barcelós y a O- Vataul, sobre los mismos asuntos que motivaron su primer viaje, después de haberlo oído 91 • Como resultado de las gestiones de Ramón de Montros creemos puede interpretarse la carta sin fecha de año, pero de mes y medio después de las credenciales entregadas al arcediano de La Guardia, Ramón de Montros, en la cual la reina Isabel de Portugal notifica a su hermano que un caballero portugués ha ido a ver a Maria de Molina, y éste irá a Aragón después de celebrada dicha entrevista 92 • Mientras tenían lugar estos escarceos diplomáticos y epistolares, Jai19 CRD Jaime U caja 6 nº 811. Giménez Soler. Juan Manuel docs 25 y 26. E.ste último documento lo o&ece sin signatura. No lo hemos podido identificar. 90 Reg 334 8s 5 y 5/v Apéndice nº 24. 9 1 Reg 252 f1 236/v/2. 92 CRD Jaime II Caja 26 nº 3259.

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me II conquistó Lorca, que se rindió el 18 de diciembre de 1300. El primero de enero de 1301, llegó la noticia a la reina de Castilla, pero especificando que el castillo estaba aún resistiendo, con la condición de que si en el plazo de treinta días no llegaba socorro castellano, su alcaide lo entregaría. Al natural deseo de la reina de que el castillo de Lorca fuese socorrido, pues con su conservación se lograría la recuperación de la villa y quizá de todo el reino de Murcia, los infantes don Enrique y don Juan opusieron toda clase de pretextos. Ante la decisión de la reina de ir personalmente junto con su hijo, los infantes no tuvieron más remedio que acompañarla, pero el castillo de Lorca se rindió antes de cumplirse el plazo. Fue ello un contratiempo muy grande, pero la reina María quiso aprovechar las tropas que tenía apercibidas para recuperar los castillos de Lorca y Mula, poniendo en gran peligro al rey de Aragón, que estaba en Murcia. De no mediar la actuación de los infantes, impidiendo el ataque a dicha ciudad, ésta hubiese podido ser fácilmente recuperada. &te era el deseo de la reina Maria y de los hombres buenos, pero las maniobras de los infantes lograron que su propósito prevaleciese, hasta el punto de que la hueste abandonó el sitio de Murcia a los tres días de iniciado. Cuando la reina lo supo, «tomó ende muy grand pesar, e sopo cierta que lo fisieron don Enrique e el infante don Juan porque el rey non hoviese derecho del rey de Aragón, e porque se acabare el pleyto de que ellos havian comen~ado a tratar en ra~ón de la guarda de los reyno que la hoviese en toda su vida» 93 • No olvidemos que las pretensiones a una tutoría vitalicia eran el eje alrededor del cual giraban todas las actuaciones del anciano infante. Si no tuviésemos más información que la procedente de la crónica de Femando IV y Zurita, podríamos creer que todo el asunto relativo al fracasado intento castellano sobre Murcia, había terminado sin pena ni gloria, pero los documentos nos demuestran todo lo contrario. Las tropas de Castilla, a la vez que están alerta temen un ataque aragonés. Tales noticias proceden de los espías al servicio del Almirante Bernardo de Sarriá 94 • Ap. 25. Como un deseo de comenzar la guerra, o sencillamente consecuencia natural de la actuación de las gentes de armas concentradas cerca de la frontera, los castellanos violaron muchas veces la tregua concertada como preparación a las vistas de lo que debía resultar la mediación de Portugal en el conflicto 95 • Ap. 26. Que todo rompimiento del estado de tregua debe cargarse en la cuenta del ejército de Castilla, no indica que el bando aragonés estuviese limpio de culpa, sino únicamente que esta visión unilateral se debe a la procedencia documental de fuente aragonesa. Al mismo tiempo que las comentadas reclamaciones, ocupan la atención de Jaime II a la sazón en Murcia, el abastecimiento y fortificación de \ 93

Zurita. Libro V cap XLV y Benavides T 1 pgs. 77 y 78. No coinciden en los detalles acerca de la rendición de Lorca, pero si en la opinión de que a causa de los manejos de D. Juan y D. Enrique los castellanos se abstuvieron de atacar Murcia. 94 CRD Jaime II caja 86 nº 10553. Apéndice 25. 95 Reg 292 fol 10/v. Murcia 10 enero 1301. Giménez Soler, Juan Manuel. Doc 10. Reg 292 fol 11. Reg. 292 fol 11/v. Giménez Soler. Juan Manuel. Doc 30/2. Apéndice nº 26.

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villas y castillos 95 Y 96 • Ap. 27 y procurar pasen a militar en sus filas personajes castellanos 97 • Ap. 28. El ambiente que según los documentos podemos presumir reinaba en Murcia en aquellos primeros días del año 1301 era francamente de guerra. Los espías dicen que hay tropas castellanas congregadas en la frontera. Bernardo de Sarriá pensaba ir a Valencia donde se encontraba el rey, pero no se atreve a salir de Murcia, pues sabedor de que en Castilla estaban enterados de sus proyectos de viaje teme que su ausencia sea aprovechada para poner en movimiento los trescientos hombres que tienen preparados para ir contra las villas de Mula y Alcalá 98 • Ap. 29. También están en peligro la villa y castillo de Cieza, tomadas por el maestre de Ueles del 22 de abril de 1301. El consejo y universidad de Murcia que dan la noticia al rey, están muy asustados, pues temen que la correría castellana se prolongue y sea talado todo el trigo 99 • Ap. 30. 24.

ALIANZACON GRANADA

Antes de que transcurriesen las vicisitudes que acabamos de narrar, estando el rey de Aragón en Lorca, a últimos del año 1300 fueron a visitarle embajadores de Mohamed V de Granada para tratar alianzas entre ambos y Alfonso de la Cerda contra Femando IV. El precio de la ayuda granadina era pedir al infante de la Cerda Medina-Sidonia, Tarifa, Béjer, y Alcalá, que según el granadino Castilla ocupaba sin derecho alguno. Por encontrarse el infante Alfonso en Francia, en busca de apoyo a su causa, el rey de Aragón pudo despedir a los granadinos con vagas promesas de procurar su interés. Las escaramuzas reseñadas, en sí poco importantes, adquieren relieve, cuando vemos que por querer mantener a toda costa sus posiciones, Jaime II apelando a todos los medios busca alianza con Granada, con quien firma el 29 de abril un tratado de paz y amor contra Femando IV y sus aliados y valedores. Después de las cláusulas de rigor en todo documento de esta índole, referente a prestarse ayuda mutua de jinetes, tropas y galeras, se especifica que si Castilla da a Granada algún lugar, Jaime II no se verá obligado a romper sus compromisos, siempre que el objeto de la donación no pertenezca al reino de Murcia 100• Ap. 31.

95 Reg 292 fol 10/v. Murcia 10 enero 1301. Giménez Soler, Juan Manuel. Doc 10. Reg 292 fol II. Reg. 292 fol 11/v. Giménez Soler. Juan Manuel. Doc 30/2. Apéndice nº 26. 96 CRD Jaime II caja 8 nº 1099/1100/1107 /1108. Se refieren a reparaciones en las fortificaciones de Momport y Elche. Apéndice nº 27. 97 Reg 334 fol 11/ 1/2. Ingresan en bando Cerda los comendadores de Calatrava y Montesa, Gutier Pérez y Fraant Sánchez, junto con Sancho Martínez de Roda. Apéndice nº 28. 98 CRD Jaime II caja 8 nº 1132. Apéndice nº 29. 99 CRD Jaime II caja 1O nº 1342/ 1343/ 1354. Apéndice nº 30. 100 Pergamino Jaime II nº 1555. Benavides CLXXXI. Zurita libro V cap XLLX. Apéndice nº 31.

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25. GESTIONES DIPLOMÁTICASEN PORTUGAL,FRANCIAY CASTILLA Y ya en marcha todo, con la misma fecha en que se firma el tratado con

Granada el 29 de abril comienzan las gestiones cerca de Portugal. Un hospitalario de Calatayud, fray G. de Loret es el encargado de hablar de parte del rey de Aragón, con Dionís de Portugal, su esposa la reina Isabel, 0- Vataza y seguramente camino de Lisboa, con los infantes castellanos don Juan y don Enrique 101• Nada sabemos del resultado de este viaje, a causa seguramente de la transmisión verbal de las noticias. Posiblemente hace referencia a ello, pero tampoco nada nos dice, la noticia de Jaime a Dionis, 25 de septiembre acusando recibo de su carta, de la que es portador el comendador de Santarem. Con respuestas, se envía a Berenguer de Uoret, comendador de Daroca, que hablaría también con la reina y el conde de Barcelós, don Juan Alfonso de Alburquerque 102• Ap. 33. Situado Jaime II en la vertiente diplomática procura por este camino atraerse la benevolencia de los castellanos. Para ello da licencia a Alfonso de la Cerda para que en su nombre pueda dar tregua a los castellanos que habitan en la frontera 103• Ap. 34. Dicha tregua no fue respetada, cuando menos de momento puesto que pocos días después el 27 del mismo mes de mayo, el Maestre de Santiago Juan Osares se queja del ataque aragonés al castillo de Cie:za,conquistado anteriormente por el Maestre de Uclés. Osores se queja también de que le han pedido pleito homenaje por varios castillos que no enumera. A esto se puede acceder, pero subordina su puntualidad a la devolución de Cieza y todo lo que le fue tomado 104• Ap. 35. Aducimos este dato como prueba de que las escaramuz.as guerreras no dejaban de tener lugar y seguramente con mucha más frecuencia de lo que permiten suponer los documentos que a ellas se refieren. Puestas ya las cosas en el ritmo guerrero, la preocupación del bando aragonés es buscar apoyo en Castilla, pero más que lo que efectivamente pudiera resultar de todo ello, creemos que el primordial interés de Jaime 11 era sembrar discordias y producir intranquilidad. Y siguiendo la corriente de las negociaciones, en las mismas fechas en que acontece lo que acabamos de comentar, a fines de abril de 1301, Jaime II inició una ofensiva cerca de Felipe el Hermoso, buscando le prestasen ayuda en el pleito de los infantes de la Cerda, que no era justo gravitara totalmente sobre Aragón. Para tratar de todo ello, fueron a París Jimeno de Lienda comendador de Harta, y Pedro de Balsenis, arcipreste de Zarago:za. Las propuestas de que estos eran portadores no podían ser más claras, puesto que invitaban a Felipe el Hermoso a definirse claramente, uniéndose a 101 102 103

Reg 334 fl 15/1/2. Apéndice nº 32. Reg 334 ft 3/9. Apéndice nº 33. CRD Jaime 11.Caja 10 nº 1319. id. Caja 14 nº 1806/1807. Para contribuir a las paces con Castilla se pacta una tregua entre Femando de La Cerda y los hombres de Molina el 22 de mayo de 1301, pero según notifica a Jaime Royc;Rodrlguez de Villel, dicha tregua no se res~ta. La noticia pertenece al dfa 25 del mismo mes. Apéndice nº 34. 04 CRD Jaime II caja 10 nº 1351. Presentamos este documento como Apéndice nº 35.

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RELACIÓN CASTELLANO-ARAGONESA

Jaime en la guerra contra Castilla, hostilizando las fronteras desde Navarra e influyendo cerca del Papa para que no concediese la bula de legitimación de los hijos de Sancho IV. Además Jaime contaba también con la posibilidad de ganarse mediante dádivas y concesiones a muchos de los nobles castellanos que estaban junto a la reina Maria y su hijo. Nada se sacó en claro, pues las tajantes proposiciones aragonesas recibieron respuestas del todo anodinas. Los nobles castellanos no se comprometen y el rey de Francia dice esperar embajadores de Castilla con los cuales pensaba tratar de obtener una buena concordia entre el hijo de Sancho IV y sus primos los infantes de la Cerda. Al resultado negativo de las gestiones que venimos apuntando, debemos añadir el poco éxito que tuvieron las gestiones que cerca de su hermano Felipe el Hermoso llevaba a cabo la reina Blanca, madre de los infantes Alfonso y Femando. Así interpretamos la circunstancia de que dicha señora seguramente desengañada acerca del apoyo que sus hijos pudiesen obtener del monarca francés, se retiró a un convento 105• Consecuencia de tal estado de cosas, del fracaso de la busca de apoyos exteriores a la causa Cerda podemos comprender la promesa que Jaime hace al infante Alfonso de estar dispuesto a ayudarle si sus enemigos le atacan 106• Ap. 36. Mientras se suceden los acontecimientos que venimos narrando, tienen lugar las Cortes de Burgos. A pesar de que la situación de Castilla es muy mala, con gran escasez de lo más indispensable, la reina María obtuvo los subsidios necesarios para hacer frente a dos problemas esenciales: la bula de legitimación de sus hijos y el pago de las soldadas a los caballeros encargados de la defensa y custodia de las fronteras aragonesas. El peligro mayor era que el partido aragonés ayudado por Granada llegase a imponer al infante Alfonso de la Cerda como rey de Castilla. Y como la falsa situación de Fernando es evidente, la reina madre no tiene más remedio que procurar mantener buenas relaciones con todos. Por esto, con objeto de hacer frente a todas las vicisitudes que puedan surgir, María no rompe con nadie, antes al contrario mantiene relaciones con el granadino, y procura no romper con el aragonés. Como hemos apuntado anteriormente, al comentar la carta que Sarriá escribe al rey, antes de terminar las Cortes de Burgos, llegaron a la ciudad castellana embajadores de Felipe el Hermoso. Aunque el motivo del viaje eran reclamaciones por ataques castellanos en la frontera del reino de Navarra, se murmuró mucho acerca de tal misión, llegándose a sospechar que su verdadero y oculto objeto era tratar de la posible boda de Fernando IV con una de las princesas francesas, y la de Alfonso de la Cerda con Isabel de Castilla. Lo único que parece ser cierto es, que todo no eran más que manejos franceses para tomar el pulso a la situación en Castilla. Pero si concedemos valor a los regalos que María de Molina hizo a los embajadores, debemos concluir que reinó gran cordialidad entre Maria de Molina y los enviados franceses. Aunque según la crónica de Fernando IV no quedaba descartada la sospecha de que todo ello no tos Zurita. Libro V cap L. Gaibrois María de Molina. Pg. 131. 106 CRD Jaime II caja 10 nº 1368. Apéndice 36.

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ÁNGELF.sMASIÁ

fuesen más que maniobras políticas. Que fue así, lo veremos más adelante 101. La incansable actividad de los espías aragoneses en Castilla nos permite conocer el estado de cosas en este país. Bernardo de Sarriá, el almirante aragonés encargado de la defensa de las tierras de Murcia escribe desde Alicante el 20 de junio de 1301 dando cuenta del estado en que se encuentran varios asuntos relacionados con don Juan Manuel y con Castilla. Un escudero del Adelantado de Castilla en tierras de Murcia ha visitado al almirante Sarriá, solicitando de parte de su señor que interceda cerca del rey de Granada para que éste le firme treguas por cinco o seis años, solicitando también que procure que en dicha tregua tome parte el rey de Aragón. Pero el celoso Bernardo de Sarriá, no ha querido tomar ninguna iniciativa sin antes poner al rey en conocimiento del asunto, pero a pesar de este detalle, se permite aconsejar que en el caso de acceder a las pretensiones del Adelantado de Murcia sea con la condición de que la tregua que Granada conceda al noble castellano no sea superior a la que tiene concertada con Aragón. A estas noticias añade que don Juan Manuel va a las Cortes de Castilla con gran acompañamiento, pues cree le han indispuesto con Femando IV y su madre a causa de su amistad y relaciones con el infante su homónimo. Según cuenta el escudero portador del mensaje del Almirante Sarriá, es opinión corriente que de las Cortes no saldrá ninguna concordia 108 • Asistimos al desarrollo de complejas relaciones diplomáticas en las cuales cada uno de los contendientes busca aliados y procura minar el campo enemigo. Podemos ofrecer como muestra la visita que realii.a Bernardo de Segalars a las merindades de Baeza y Jaén con objeto de obtener de dichas entidades la firma de posturas a favor de los infantes de la Cerda. &ta gestión que se lleva a cabo a comienzos de la segunda quincena de septiembre de 1301, creemos puede ser interpretada como una réplica a las posibles alianzas entre Castilla y Francia en detrimento de la causa Cerda 109 • Ap. 37. 26.

JAIME

II

Y LA UNIÓN. CORTES DE ZARAGOZADE

1301

En estos momentos, Jaime II asiste al desarrollo de un problema interior: la rebeldía de algunos ricos hombres de Aragón, que se han alzado contra su rey, por causas de índole económica. El monarca les debía diversas cantidades por razón de las caballerías que tenían y por otras causas, y como no bastase el dinero del impuesto sobre la sal que se había otorgado al rey para que pudiese satisfacer sus deudas, los ricos hombres se juramentaron comprometiéndose a prestarse ayuda mutua ~asta que todos fuesen satisfechos en sus demandas. Además los ricos hombres se comprometían a no percibir cantidad alguna hasta que no 107

CRDJaime II caja 97 nº 11818. GiménezSoler. Juan Manuel doc. 34. Gaibrois María de Malina pg. 123. 1º8 Benavides T 1 pg. 84. Gaibrois pgs. 130-133. 109 Reg 334 fl 35/v/2 y 36. Apéndice 37.

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RELACIÓN CASTEUA.NO-ARAGONESA

fuesen satisfechas las deudas a los caballeros y mesnaderos. Todos ellos nombraban jueces encargados de llevar adelante sus demandas y se aseguró todo mediante la entrega de castillos en rehenes. Los personajes que llevaron adelante todo este asunto, fueron principalísimos, y además cercanos al rey por los cargos que ocupaban. Bastaría citar al procurador general en el reino de Aragón Lope Ferrench de Luna, Jaime de Xerica alférez del rey,junto con el mayordomo Sancho de Antillón. Y junto a estos, los representantes de las grandes familias aragonesas: Luna, Urrea, Gúdar, Ahonés, Jiménez de Arbe; citamos estos como muestra de una lista interminable. La reunión de los levantiscos nobles tuvo lugar el último día de abril de 1301 en Zaragoza, donde se tomaron los acuerdos citados. Para proceder contra ellos, el rey juntó Cortes en Zaragoza, en las cuales se decretaron ilegales los procedimientos usados por la nobleza para llevar a cabo sus reclamaciones. Las Cortes declararon de suma gravedad el juramento de ayuda mutua, pues pudo darse el caso de que un castillo sitiado por el rey fuese socorrido por otro vasallo, resultando de ello que podían considerar cosa lícita el ir contra la persona de su soberano. Para suprimir este peligro el Justicia de Aragón opinó que la declaración de la deuda en la forma en que se hizo, así como todo lo demás, era ilícito y por tanto debía ser revocada, reservándose el rey la imposición de las penas en que hubiesen incurrido. Resultado del procedimiento legal a que fuesen sometidos, los reos de la rebelión resultaron culpables y sancionados aquellos que según el Justicia estaban sujetos a la merced del rey. La pena impuesta a Lópe Ferrench de Luna, fue destierro por cinco años, tres a Sancho de Antillón, dos a Juan Jiménez de Urrea, y de uno a Lope Jiménez de Urrea, Artal de Huerta, Guillén de Pueyo, Martín de Foces y algunos otros. &ta sentencia fue dictada en Zaragoza el 1º de septiembre de 1301. Los personajes que acabamos de citar y algunos otros, abandonaron el reino de Aragón antes de que la sentencia fuese pronunciada 110• 26 bis.

DISENSIONES CASTELLANAS. AYUDA GRANADINA A ARAGóN. POSTURA AMBIGUADEL INFANTEDON JUAN

Terminadas las Cortes castellanas de Burgos, Maria de Molina fue a Avila ciudad donde debía entrevistarse con un emisario que de manera oficiosa le enviaba Bernardo de Sarriá, el almirante aragonés. Al regreso de Pedro de Montagut, que así se llamaba el enviado aragonés, Sarriá notifica a Jaime II que la reina Maria no quiere oír hablar de paz si antes no se le devuelve Murcia. Según el almirante, la reina quiere especular con la rebelión de los nobles aragoneses para preparar un ejército y apoderarse de Murcia, por lo cual se permite aconsejar al Monarca, preste mucha atención al conflicto interior y trate de solucionarlo a toda prisa. La misiva de Sarriá que acabamos de citar no tiene desperdicio; nos demuestra que este fiel servidor del rey de Aragón estaba al corriente de 110

Zurita. Libro V cap. U.

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ÁNGELFSMASIÁ

todos los asuntos y trataba de solucionar todos los conflictos que se presentasen. Así añade dos noticias interesantes: una que el rey de Granada ha notificado que puede prestar ayuda de cuatro a cinco mil hombres de armas. Como esto es de gran interés, Sarriá aconseja que el infante Fernando de la Cerda, que se encuentra junto a su hermano, vaya a Granada muy prontamente. La otra noticia muy digna de tener en cuenta es la reacción del infante don Juan; en ella se contiene la posibilidad de que los nobles aragoneses desavenidos con su rey pasasen a Castilla. En tal caso, el infante se pondrá al servicio del rey de Aragón, guardando como señor a Fernando de Castilla, pero si don Juan Núñez y don Diego López de Haro le prestasen su valimiento, entonces el infante se pasara con armas y bagajes al campo aragonés. Para asegurar la veracidad de las noticias, Sarriá insiste en que su enviado Pedro de Montagut estaba presente cuando el infante se expresó en los términos citados ante la reina Maria de Molina 111• En la actitud del infante Juan, se deja ver una vez más su deseo de contemporizar con el rey de Aragón. 27.

BULA DE LEGITIMACIÓN DE LOS HUOS DE SANCHO

IV

El otoño de 1301 fue portador para la reina Maria de una visita que podemos considerar como una de las más gratas que la excelente reina recibiese en su vida: nos referimos al embajador portador de la bula de legitimación de sus hijos, otorgada al fin por el pontífice Bonifacio VIII. Esta solución que representaba un arma moral extraordinaria en manos de la reina, tuvo de momento la virtud de exasperar a todos aquellos que hasta el momento pudiesen medrar, precisamente a causa de la inseguridad de los derech~s del hijo de Sancho IV. La primera confusión se produjo ante la especie lanzada por el infante don Enrique, que daba como falsos los documentos pontificios. En realidad esto fue una nube de verano, pues la reina salió al paso de tales infundios, mandando que la bula fuese solemnemente leída en la catedral de Burgos 112• Disipada esta intriga como podía esperarse dada su poca consistencia, el infante don Enrique, viendo que su preeminente postura peligraba, y segurisimo además de que la principal interesada a alejarle de tal posición era la reina Maria, atentó a su interés y ambición, procuró apartar al rey de su madre, con objeto de poder seguir urdiendo las cosas, a su modo y conveniencia. No es aquí ocasión de narrar despaciosamente el proceso seguido por el infante Enrique y su camarilla, interesados en apartar al rey del influjo de su madre, cosa que momentáneamente consiguieron. Pero no tardaron en surgir desavenencias entre los cómplices, especialmente entre los infantes don Juan y don Enrique y don Juan Núñez de Lara, cada uno de 111

CRD Jaime II caja 103 nº 12840. Giménez Soler, Juan Manuel doc. 34 segunda par•

te.

112 La Bula en cuestión fue otorgada el 6 de abril de 1301. Además de la lectura que citamos efectuada en Burgos también se hizo publica en el Concilio de Peñafiel el 2 de abril de 1302. Benavides T 11 doc CXCVIII copia un documento que el P. Burriel presenta como procedente de la Biblioteca Real.

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ellos ambicionando la guarda y tutoría del rey, para poder llevar las cosas a su gusto y talante. Todo desembocó en la pérdida de influencia de don Enrique, a cambio de un alza en el papel de don Juan el infante, que logró apoderarse de la voluntad del rey. Prueba de la primacía del infante, es que éste a partir de últimos del año 1301, comienza a actuar políticamente, pero con gran cautela, para no comprometerse demasiado. Decimos esto amparados en una carta a Jaime II de la que se deduce que éste pretendía que el infante apoyase sus pretensiones ante la reina María. La contestación, nos da a entender el apartamiento que media entre don Juan y la reina, cuando dice que no pudo obtener de ella lo que el aragonés pretendía. Si Jaime quiere vivir en paz con Femando IV, está dispuesto a entablar un compromiso, siempre que precise algo «en razón», es decir aceptable para Castilla. De no ser así, sintiéndolo mucho, el infante se excusa de no intervenir 113• Que estaba en el ambiente la idea de una concordia entre los soberanos cristianos, nos lo demuestra el recelo del comendador de Ricote, Juan Alvarez, quien debía dudar de la seguridad de sus posiciones, cuando Jaime desmiente haber celebrado con Castilla ningún acuerdo, y por tanto él debe «llevar los feytos mas enfortidamente que nunca» en ayudar a los infantes de la Cerda IIJbis. Ap. 38. 28.

SOBRE UN POSIBLE ACERCAMIENTO A CASTILLA

La solución que la bula pontificia dió al asunto de los hijos de Sancho IV tuvo que variar forzosamente, como hemos dicho, la postura de María de Molina a base de la seguridad que proporciona la defensa de una causa que legalmente no puede ser discutida. Así la presencia en Castilla de los nobles aragoneses en malas relaciones con su rey, pudo ser para la reina María un arma poderosa, tanto si pensó en utilizar sus servicios en la guerra, como para disuadir de ella a Jaime 11,y poder llegar así mediante un compromiso a la solución del caso de Murcia, a cuya pérdida Castilla no se resignaba, caso difícil de compaginar con las ambiciones que sobre dicho reino mantenía el rey de Aragón. Todo ello dará como resultado una actividad diplomática extraordinaria y más si no olvidamos que alrededor de tales asuntos se desarrollaban todas las actividades que de cerca o de lejos se relacionaban con el caso de Alfonso de la Cerda. &te y el rey de Granada estaban interesados en que una concordia castellanoaragonesa no tuviese lugar, pues para ambos suponía un contratiempo. Alfonso de la Cerda vería su caso abandonado, mientras el rey de Granada no podía esperar otra cosa que una acción conjunta contra el de Castilla y Aragón, que cuando están separados por alguna diferencia no dejan de procurar su amistad. Mientras el infante don Juan comunica a Jaime sus deseos de vivir en paz con su sobrino Femando. Jaime inicia sus contactos con Granada, enviando a Bemat de Segalars quien regresa con cartas firmadas según comunica Jaime a Alfonso Cerda. Tal embajada se debió a 113

CRD Jaime II caja 10 nº 1367. Benavente 29 diciembre 1301. Reg 334 f1 49/1. Apéndice 38.

113 biA

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las noticias de las buenas relaciones de Castilla con Francia, a la bula de legitimación de los hijos de Sancho y María de Molina y a los proyectos de matrimonio entre el rey de Castilla y los infantes de Portugal. Fernando con Constanza y la infanta de Castilla Beatriz con el heredero portugués. Esto según opinión de Jaime no debe influir para nada en que todos procuren que el pretendiente Alfonso no vea abandonada su causa ni mermados sus derechos. Además la opinión general es de que estos acuerdos no serán duraderos. Pero no se menciona el verdadero peligro que para la causa Cerda suponía el reconocimiento de los hijos de María y Sancho 114• Ap. 39. Fruto de estas posturas, durante el año 1302 se producen una serie de vacilaciones e intentos de alianzas de parte de todos los interesados en los complejos asuntos que se intentaba solucionar: cada uno de los interesados buscando el logro de sus propósitos. Los principales personajes son los reyes de Aragón y Castilla, los infantes de la Cerda y Granada, sin olvidar la importancia que tienen las ambiciones de los magnates castellanos, el infante don Juan, Juan Manuel, Diego López de Haro y Juan Núñez. 29.

POSIBLE AVENENCIA FERNANDO

IV Y DE LA CERDA. GRANADA

En los momentos que glosamos adquiere interés la postura de Granada siempre fluctuante en sus alianzas con los reinos cristianos 115• Ap. 40. También hay que tener en cuenta el papel que puede jugar Portugal, cuyos intentos de relación ya conocemos. Conviene recordar además que el enlace de Fernando IV con la infanta portuguesa Constanza, tiene lugar a primeros de 1302. 115 cap. 40. La sentencia pontificia legitimando a los hijos de Sancho IV y Maria de Molina fue un golpe para la causa de los infantes de la Cerda; la trascendencia de este acto a nadie se le podía ocultar. El primero que tuvo exacto conocimiento de tal importancia fue el propio pontífice, quien buscó una solución al caso de los infantes de la Cerda. Como artifices de una mediación entre estos y Femando IV fueron nombrados el arzobispo de Toledo y el obispo de Sigüenza. Pero el rey de Castilla se niega a toda negociación en vista de la actitud del pretendiente que aliado con Granada recorre las líneas fronterizas, circunstancia que esgrime para justificarse ante Roma 116. Estas realidades empero no eran obstáculos para que en idénticas fechas el emisario castellano Fernán Pérez se encontrara en Granada negociando tratados de paz. ¿Qué se tramarán entre todos cuando Alfonso Cerda solicita de parte de Pérez, sean enviadas a Granada copias de los tratados de este reino con Aragón? Si la iniciativa del asesoramiento a base..de los documentos mencionados procediese de Alfonso de la Cerda, es explicable puesto que éste buscaría una actitud no lesiva a sus intere114 115 116

Reg 334 fols 46/1/2. 18 y 19 de abril 1302. Apéndice nº 39. Reg 334 fl 48 25 febrero 1302. Apéndice nº 40. Benavides T 11 doc CCXIII.

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ses, pero tratándose de iniciativa castellana, podemos ya pensar en la intención de que no se cortasen las posibilidades hacia una inteligencia posterior entre ambos 117 • Pero estas conjeturas, todas posibles gracias a la poca firmem de todas las alianzas ajustadas entre los personajes que nos ocupan, no podemos justificarlas, puesto que las paces entre Granada y Castilla, según el parecer del procurador de Valencia, eran perjudiciales para Jaime 11. De llevarse a cabo un acuerdo, es natural que resultase así 118• Ap. 41. 30.

JAIME II Y LOS MAGNATES CASTELLANOS REBELDES A FERNANDO SIÓN ENTRE DICHOS NOBLF.S

IV. DIVI-

A pesar de todo, las negociaciones entre el rey de Aragón y los magna-

tes castellanos, no demasiado fieles a la causa de su pupilo Fernando IV, siguen adelante por medio de emisarios. la mayoría de las veces sólo tenemos constancia de que actuaron, pero no conocemos al objeto concreto de su viaje; mas a través de dichos indicios y pequeñas noticias, se puede llegar a la conclusión de que el objeto de todo ello era siempre el mismo: procurar el apoyo castellano a la causa de Alfonso de la Cerda, mediante cuyo triunfo esperaba el rey de Aragón poder llegar a la posesión del reino de Murcia. Uno de los extremos que ambos bandos en discordia no podían dejar en el olvido era buscar el apoyo de los nobles descontentos con sus respectivos monarcas: mientras María de Molina procuraba atraerse a los aragoneses desavenidos con su rey a causa de los incidentes ya citados, Jaime II procuraba lo propio cerca de los castellanos descontentos. Lope Ferrench de Luna y Juan Jiménez de Urrea ofrecieron a la reina de Castilla, en nombre propio y de los demás caballeros que seguían su opinión, que seiscientos hombres y treinta villas y castillos que poseían en Aragón estaban a disposición de Maria de Molina, hasta que su hijo recuperase la parte de Murcia en poder de Jaime. Como garantía de este apoyo, ponían en rehenes en poder de la reina María a los hijos de muchos de ellos y algunos castillos 119 • En estos momentos la reina de Castilla tenía que atender a problemas más arduos y espinosos. Los hechos que comentamos son contemporáneos de los manejos del infante don Juan, de don Juan Núñez y de los secuaces de ambos, buscando apartar al rey de la influencia de su madre. &to conduce a que el infante don Juan sea el árbitro de los destinos de Castilla. Éste junto con don Juan Manuel recibe al embajador aragonés fray Gil de Sixto o de Giscón quien es nombrado de ambas maneras. Poco podemos decir acerca de la misión encomendada a fray Sixto.

4:j:

117 CRD Jaime 11 14 nº 1803 7 de julio de 1302. Alfonso Cerda pide a Jaime que envie con copia de los tratados de paz celebrados anteriormente. Los un mensajero a Gran pide Ferrant Pérez emisario castellano que está en Granada negociando un tratado de paz. Gasmr Remiro. El negocio de Ceuta. 18 CRD Jaime 11. Caja nº 1792. Gaspar Remiro, M. El negocio de Ceuta. Apéndice nº 41. 119 Zurita. Libro V caps. UV y LVII. Gaibrois Maria de Molina. Cap XIX. Benavides T 2 cap IX.

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Sólo que se trataba de buscar la posibilidad de que se concertase una tregua en Murcia entre el rey de Aragón y don Juan Manuel, adelantado por Castilla en dicho reino. Tampoco podemos decir nada acerca del resultado de tal misión que consideramos difícil si tenemos en cuenta las fechas en las que el infante don Juan y don Juan Manuel comunican de que se han entrevistado con el embajador los días 26 y 28 de agosto. El 21 de diciembre es cuando Jaime II da cuenta a doña Vataza que ha recibido a fray Gil de Sixto, quien le ha puesto al corriente de todo lo que entre ambos fue tratado 120• Ap.42. A pesar de los proyectos de tregua, los atropellos y escaramuzas fronterizas no cesaban. Al mismo tiempo seguían adelante las gestiones aragonesas y castellanas buscando ambos apoyo en la nobleza desafecta a sus respectivos monarcas. Dado el estado en que se encontraban los asuntos interiores de Castilla, es muy natural que el monarca aragonés buscase obtener una veraz información. La misión de todos los emisarios que van a Castilla consiste principalmente en entrevistarse con los posibles aliados al mismo tiempo que hacerse cargo de la situación general. Muy interesante es la actuación de Bernardo de Sarriá y de Alamán de Gudar, encargados por Jaime de procurar obtener el apoyo de los ricos hombres castellanos. Pero el rey aragonés, cauto como de costumbre, sugiere que la propuesta de adhesión no se presentase como iniciativa suya, sino de los emisarios 121• Además no nos atrevemos a desechar del todo la razón según la cual Jaime II decidido a obtener sus dos objetivos, uno eregirse en árbitro de la política peninsular y el otro obtener la posesión de Murcia, procure llegar a obtener dichos resultados por sus propios medios. No tenemos mas que recordar las gestiones llevadas a cabo por fray Gil de Sixto, encaminadas a sacar provecho de las dificultades interiores que Castilla atravesaba en aquellos momentos 122• 12º CRD Jaime II caja 14 nº 1802/1809/1810. Giménez Soler. Juan Manuel doc XXVIII. Como prueba de amistad interpretamos la noticia acerca del envío de un halcón gerifalte, que no se remite por no poder ser blanco como Jaime había prometido, pero el destinatario se conforma con que sea pardo. Reg 334 fl 99/1/2/3. Apéndice nº 42. 121 Reg. 334 fl. 45/v. C R D Jaime II caja 14 nº 1802/1808. El primero de dichos documentos, del 24 de diciembre de 1302 es la contestación del rey a una desconocida carta de Pedro Comel que sin duda alguna debía referirse a las noticias del momento acerca de la división de pareceres existentes entre los magnates castellanos, buscando poder aprovechar dicha situación para favorecer a las pretensiones aragonesas y en apoyo de los infantes de La Cerda. Nos permitimos y creemos que no gratuitamente dicha suposición basándonos en las respuesta que da el rey Jaime en dicha carta, opinando sobre la conducta a seguir cerca de los ricos hombres castellanos que tenían intención de sumarse al bando aragonés. Parece ser que Bernardo de Sarriá y Alamán de Gudar eran partidarios de hacerles ofrecimientos. Al rey no le parece oportuno, pero acepta dicha solución en el caso de ser absolutamente necesario, pero que al tantear el terreno esto se hiciese de forma que pareciese que la iniciativa partía únicamente de Saniá y Gudar, sin que se trasluciese para nada el consentimiento e intervención del monarca. En cuanto al segundo documento. Pamplona 15 enero 1303. Alfonso Cerda comunica a Jaime que por el Maestro del Hospital eran partidarios de Maria de Molina y de su hijo Femando. Esto le preocupa y solicita del rey de Aragón que haga lo posible para que estos presuntos transfugas sigan en su partido. 122 CRD Jaime II caja 14 nº 1814. 13 de julio de 1302. Como muestra del deseo de Jaime 11 de erigirse en árbitro de las contiendas interiores de todos los reinos peninsulares, podemos ofrecer la negativa de Fernando IV a firmar el compromiso de aceptar al rey de

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Dadas las circunstancias, una tregua era muy necesaria y más que nada que ésta fuese duradera. La causa de tal necesidad debemos verla en el reciente fallecimiento del rey de Granada Mohamed 111cuyo sucesor, pensaba hostilizar la frontera murciana 123• Pero a pesar de tal necesidad, pensar que tal concordia podía llevarse a cabo, era punto menos que imposible a causa de los muchos intereses particulares que a ello se oponían. Desde este punto de vista, era normal que se produjese un abandono de las diferencias existentes y aprovecharlas para elaborar una concordia, pero las ambiciones políticas y personales de unos y otros, no permitieron que se obrase de la manera que parecía ser la más conveniente, lógica y natural. Además, teniendo en cuenta la intención de Jaime II de erigirse en árbitro de la política peninsular, nos atrevemos a suponer que pensaba en aprovechar las circunstancias que apuntamos para llevar a cabo la posesión de Murcia, como ya sabemos, su gran ambición. A partir de los primeros días de mayo de 1303, vemos como Jaime comiem.a una serie de actividades encaminadas a lograr alianzas con el infante don Enrique y sus parciales 124• Recordemos también a los personajes que, como consecuencia de la privanza cerca de Fernando IV, del infante don Juan y don Juan Núñez, se vieron apartados de los asuntos de gobierno de Castilla. Fueron el infante don Enrique, don Juan Manuel, el Señor de Vizcaya Diego López de Haro y Juan Alfonso de Haro Señor de los Cameros. Como es natural, la reina Maria de Molina no podía arriesgarse a que su hijo se apartase de ella para caer bajo la influencia de su tío, cosa que tenía como inmediata consecuencia que el poco recomendable infante don Juan tuviese oportunidad para imponer sus opiniones en el gobierno de Castilla. Los nobles mencionados se ofrecieron a la reina, concertándose entre si, de manera que si el rey les quisiera tomar sus posesiones y fuese requerido por los interesados para que los desgraviara se negase a ello, se saldrian de su servicio, como era costumbre el hacerlo en tales circunstancias 125• 31.

PREPARACIÓNDE LAS VISTAS DE SAN EsTEBAN DE GORMAZ

Durante todo el mes de mayo de 1303 prosiguen los contactos entre los nobles castellanos y Jaime 11. El infante don Enrique y Lope Díaz de Aragón como árbitro de sus querellas con Portugal sobre el señorío de los castillos de Serpa, Mora, Castel Rodrigo, Sabugal, Ribar de Cort, Huynelli, Campo Mayor y Olivenz.a. Para tal pretensión Femando alegaba que no estaba dispuesto a aceptar que este pleito se pusiese en manos del Papa, puesto que ni éste ni el monarca aragonés tenían poder ni autoridad para confirmar las sentencias y resoluciones tomadas. 123 CRD Jaime II caja 1S nº 1918. Gaspar Remiro, M. El negocio de Ceuta. Apéndice nº 43. 124 CRD Jaime II caja 14 nº 1812. A~ndice nº 44. 125 CRD Jaime II caja 89 nº 10911. 8 marzo 1303 y caja 15 nº 1916 y 1926. Con la misma fecha, desde Olmedo, el Infante Enrique y Lope Dfaz de Haro comunican a Jaime que acuse de las cosas ocurridas, que no pueden confiarse ni a cartas ni a mandaderos, los remitentes y junto con don Juan Manuel. Diego López de Haro y_su hijo don Lope, han acordado verse con él. A lo que decidantodos ellos se sumarán Alfonso de Haro señor de los Cameros y algunos más a quienes no nombre. Apéndice nº 45.

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Haro son partidarios de celebrar una entrevista, pues opinan como de costumbre que los asuntos a tratar no son susceptibles de ser confiados a cartas y menos a mensajeros. Los interlocutores deberán ser el infante don Enrique, don Juan Manuel, los López de Haro padre e hijo y don Alfonso de Haro señor de los Cameros. No conocemos la fecha exacta que se celebró la entrevista de San Esteban de Gormaz, pero podemos deducir que tuvo lugar a primeros de mayo de 1303 126• Ap. 46. Se reunieron en dicha villa don Artal de Azlor y Sancho Garcés, enviados del rey Jaime, con el infante don Enrique y don Diego López de Haro. Allí se acordó que ellos junto con otros nobles celebrarian una entrevista con el rey de Aragón en Ariza. Parece ser que Jaime accedió a un encuentro con Juan Manuel en Játiva para el 8 de mayo. De lo que trató la reunión de los personajes citados nos lo dan a conocer Zurita y otros autores. Allí se acordó el apoyo a la causa Cerda, pero en realidad éste no tuvo lugar de manera tan unilateral, pues su complejidad se debió a una serie de circunstancias que los nobles castellanos consideraron llenas de peligro. También podemos aceptar que uno de los motivos que pudieron inclinar a ciertos nobles castellanos a ofrecerse al bando aragonés en contra de su rey pudo ser el miedo a que la intervención de Portugal y la perspectiva acerca de la que pudiese derivarse de las vistas de Badajoz, próximas a celebrarse entre Dionís de Portugal y su yerno Fernando de Castilla se buscase la forma de perderlos. &te temor no carecía de fundamento si tenemos en cuenta la conducta tortuosa de todos estos personajes, atentos únicamente a buscar su medro personal 126• 32.

INTERVENCIÓN PORTUGUESA EN LAS QUERELLAS ENTRE FERNANDO

IV Y

EL INFANTEALFONSO DE LA CERDA

La intervención del rey de Portugal tuvo como objeto tratar de conseguir una tregua previa a un arreglo amistoso entre el rey de Castilla y el pretendiente Alfonso de la Cerda. Dicha intervención se llevó a cabo con el consentimiento de Jaime quien para tratar de dicha tregua dio poderes a Domingo García de Echauri y a Juan Garcés de Alagón 4-111-1303 127• 126 Reg 334 8 110 y 118 v. Zurita libro V. caps LIV, LVII, LIX. Gaibrois. Maria de Molina cap. XIX. Benavides T 1 cap IX. Apéndice 46. 127 Rg 334 8s 104/105/106 3 v. En la misma fecha de los citados poderes, 4 de marzo de 1303, se áa cuenta de ello a Dionís de Portugal, a la reina Isabel, al infante Juan, al conde de Barcelos, a Doña Vataza Braga y a Juan Simón, merino mayor de Portugal. También fueron participes de la noticia el infante Enrique, Diego López de Haro, Juan Núñez y Gómez Ferrando, alcayde de Molina. No sabemos si algo ocurrió ni si la embajada aludida llegó a llevarse a cumplimiento, puesto que el 23 del mismo mes de marzo, Jaime notifica a los reyes de Portugal, al infante Alfonso, a Doña Vataza y a Lope de Gurrea, vicegerente del primogénito de Aragón, que Ramón de Monrós, Arcediano de la Guardia, va como embajador a Portugal. Rg 334 fl 51. Dicha embajada si tuvo lugar, puesto que Dionis acusa recibo de ella, pero no contestará hasta que se haya entrevistado con el rey de Castilla. C R D Jaime 11 caja 91 nº 11149 y caja 148 Extra Serie nº 492. Villaviciosa 4 abril 1303. El 29 del mismo mes dice no poder contestar a las propuestas del Arcediano por no haber deliberado con su consejo. Cuando esto haya tenido lugar dará noticias. Rg 334, t1 61. No podemos saber el alcance que pueda tener la noticia que comunica el infante D. Juan a Jaime desde Badajoz el 18 de mayo. Dice que sus asuntos y los de sus amigos respecto al rey de Castilla marchan muy bien. B N Madrid. MAS 18635/21.

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RELACIÓN CASTELLANO-ARAGONESA

El único éxito que tuvieron las gestiones del rey de Portugal fue la tregua que aceptaron Aragón y Castilla. &ta alcam.ará a un período grande, más de un año; desde el 1 de junio del año en curso 1303, hasta el 24 del mismo mes del año siguiente 1304 128• Una embajada encomendada a Ramón de Monrós, arcediano de la Guardia, es posible que se redujese a la decisión de algunos nobles castellanos de pasarse al bando que defendía los intereses Cerda. Nos permitimos esta suposición, pues aunque las noticias oficiales llevan fecha algo posterior pueden ser el resultado de que algo de esta especie estaba ya en el ambiente. A falta de instrucciones escritas, nada podemos afirmar acerca de la misión de dicho arcediano, pero sí podemos presumir de qué se trataba, pues entre finales de marro y principios de abril de 1303, se confirma la adhesión a la causa Cerda de algunos personajes castellanos. Si analWUllos desapasionadamente la colaboración que pudieron prestar a la causa Cerda algunos personajes castellanos, no creemos que podrá desembocar en nada efectivo. De momento tal promesa pudo entusiasmar al infante Alfonso, pero no podemos dejar de considerarla muy poco realista; muy iluso debía de ser cuando se entusiasma con la noticia de que ciertos de estos personajes tienen la intención de reconocerle como rey. Y decimos de nuevo que dicho infante era muy iluso, cuando la noticia de su reconocimiento le llega de manera vaga, casi en forma de rumor. Así se lo comunica a Jaime con posterioridad a la embajada de Monrós a Portugal. Diego García de Echauri, prior de Sta. Cristina y Artal de Azlor no llegaron a emprender el viaje proyectado puesto que con la misma fecha de su nombramiento como embajadores llega carta del infante don Enrique diciendo que cree conveniente una entrevista suya con el rey de Aragón a la que asistiesen también Diego López de Haro, Juan Manuel, Juan Alfonso de Haro y otros nobles y «hombres buenos• pero que lo que en dicha entrevista se acordase entre todos «sea firme e lo llevemos adelanb 129• Por su parte también Juan Manuel insiste sobre la necesidad de una entrevista, alegando que las cosas que ocurren no son aptas para ser dichas «nin por carta nin por mandadero». Los enviados de Juan Manuel, Pedro López de Ayala, Diego Ruiz de Ayllon y Sancho Núñez su canciller sólo tienen la misión de preparar la entrevista 130• 128 Rg. 334 8s 106/v/l/2. 108/108/v/2. 108/v/3. C R D Jaime II caja 15 nº 1927/1940 y l 043. Alfonso Cerda notifica a Jaime que el 3 de abril que el infante D. Enrique, D. Diego López de Haro, Juan Manuel y otros que no especifica, han resuelto a su bando y reconocerle como rey el 28 de marzo de 1303. Pocos días después, e 4 de abril, Jaime 11 contesta a la carta citada anteriormente, anunciando al pretendiente la visita de Die,o García, prior de Santa Cristina y de Artal de Azlor con la misión de tratar acerca de o contenido en la carta en cuestión. Ambos emisarios son nombrados procuradores para «tomar la vos» y firmar convenios entre los nobles castellanos que se suman al bando Cerda y al~ de Aragón. 129 Rg 334 ft s 110/1 y 110/2. El infante escribe desde San Esteban de Gormaz el 31 de mano. la carta es contestación a la del rey de Aragón de la que fue portador Gom.alo Femández de Almaz.án. Aunque desconocemos dicha carta, estas noticias son confirmadas por Zurita. Libro V. cap U. 130 CRD Jaime II caja 17 nº 2202 y caja 15 nº 1930. La primera está fechada en Montalvanero el 5 de abril y la segunda desde Zafra el 11 del mismo mes. Juan Manuel anuncia de Jaime que le remite cartas que para él le han enviado el infante D. Enrique y don Lope. Son sus portadores Pero López de Ayala y Pero Montesinos su canciller. Giménez Soler. Juan Manuel docs. L y LV.

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cartas que deben firmar los castellanos, la más explícita habla claramente de la intención que abrigan de sumarse al bando del infante Alfonso de la Cerda 136• Ap. 48. La segunda, redactada en términos muy ambiguos, aplam las decisiones para cuando tengan lugar las vistas 137• Ap. 49. Las gestiones que acabamos de comentar, nos obligan a rectificar la noticia de la Crónica de Fernando IV, según la cual, los acuerdos de los nobles castellanos determinando ofrecerse al rey de Aragón y a la causa Cerda, tuvieron lugar como consecuencia de los acuerdos tomados en las vistas de Badajoz, celebradas entre Dionís y Femando IV, en los momentos en que el joven rey estaba entregado a la influencia del infante don Juan, y enemistado con su madre. Estas vistas precisamente tenían lugar paralelamente a las gestiones mencionadas. Lo que parece imposible, conociendo la manera de ser de la reina Maria, es que los nobles castellanos capitaneados por el infante don Enrique pretendiesen que la reina se sumase a sus planes. Para decidirla presentaron la posibilidad de que el infante Pedro casase con infanta aragonesa, ocupando el trono de Castilla, al mismo tiempo que la infanta Isabel, la niña cuyo proyecto de boda con Jaime II había fracasado, pasaría a ser la esposa de Alfonso de la Cerda, dándose a ambos el título de reyes de León, todo ello con el consentimiento de la tierra, del Pontífice y del rey de Francia. La reacción de la reina Maria respecto a los proyectos de boda de sus hijos, fue sencillamente desecharlos, o mejor apartarlos amparándose en la poca edad de los infantes, y cuando fracasó este medio de negociación, propusieron que la reina Maria les acompañase a las vistas con el rey de Aragón, para lo cual Jaime acudiese a Medinaceli, villa de la reina de Castilla. A esta propuesta doña Maria contestó que teniendo en cuenta lo bien que ella se había portado con Jaime y el daño que siempre recibiera del rey de Aragón, no estaba dispuesta a entrevistarse con él de ninguna manera. También se negó a otorgar cartas en las que se autorizasen los proyectos y avenencias que llevasen a cabo con Jaime de Aragón, alegando que según su opinión la conducta de todos ellos era equivocada. Según parecer de María, que desde luego no era compartido por los atemori:zados nobles, cuando su hijo regresase de las vistas de Badajoz, procuraría que todos volviesen a su partido. Pero los seguidores del infante don Enrique, convencidos de que el rey de Castilla «procuraría perderles», y de que la reina nunca se sumaria a sus intenciones, se prepararon a las vistas con el rey de Aragón, sin dejar de insistir cerca de la reina María para que accediese a acompañarles. A pesar de que María comprende que allí hay especial interés en comprometerla, sus consejeros se hallan divididos en sus opiniones: a unos parecía prudente que no asistiese, ya que no consentirla en unirse a los acuerdos tomados por los nobles, en cambio otros sustentaban el parecer de que aún admitiendo la certe:za de lo que acabamos de decir, su sola presencia podia imprimir a las negociaciones un matiz de moderación. Ante tal disparidad de criterios, la solución que la reina adopta es intermedia: decide ir a Cuellar y notificar su estancia en dicha villa al 136

137

Rg. 334. ft 112/v/2. Apéndice 48. Rg. 334 8 113 y 113/v. Apéndice 49.

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Jaime II, cauto como de costumbre no quiere comprometerse, quizá prematuramente y en lugar de acudir a las vistas solicitadas por el infante don Enrique delega en Artal de Azlory Jaime García de Loriz, los mismos personajes que anteriormente demoraron su partida. Pero la novedad de esta embajada es que se anuncia por medio de carta pública, especificando que su misión es concertar vistas con el infante don Enrique y demás personajes castellanos 131• Parece que el rey de Aragón estaba decidido a obrar y a comprometerse. ¿Pueden haberle inducido a tan explícita postura las manifestaciones de Dionís de Portugal ante los embajadores, o la línea de conducta de este rey? No debemos olvidar su calidad de suegro de Femando IV y por lo tanto que supedite la respuesta a Jaime a la terminación de las vistas que celebrará dentro de poco con la corte castellana 132 • Teniendo en cuenta este extremo, de poca importancia debían ser las noticias de que eran portadores los emisarios que regresaban. Mejor parece ser todo ello una fórmula habitual en la redacción del documento. La notificación al infante Enrique de la salida hacia Castilla de los representantes de Jaime II Artal de Azlor y García de Loriz lleva la misma fecha que la promulgación de la carta pública enunciando las vistas 133• Ap. 47. Las instrucciones que se les entregan, muy minuciosas como veremos, demuestran que Jaime II estaba interesadísimo en este asunto. De acuerdo con las normas recibidas, Artal de Azlor y García de Loriz no deben pasar de Almazán hasta estar seguros de que los personajes a quienes se dirigen están reunidos para recibirlos. Que no cambien de proceder aún en el caso de que el infante Alfonso de la Cerda les indicase algo en este sentido. Una vez reunidos, procuren que los castellanos hablen primero exponiendo el por qué de sus gestiones. Si se ve que las cosas toman camino de poder llegar a un fin práctico, accedan a unas vistas con Jaime 11,pero exigiendo que los nobles castellanos se comprometan a ello mediante carta sellada, cuya minuta llevan a prevención, minuta que va acompañada de otra, sin tanto requisito, que debe sustituir a la primera, caso de que los castellanos se nieguen a tanta formalidad 134• También llevan preparada una carta de salvoconducto para que el infante don Enrique y sus acompañantes puedan entrar en Aragón, pero sólo la entregarán en el último extremo pues deben decirles que pueden circular libremente. Después de insistir sobre los extremos que el rey aragonés consideraba más interesantes, ordena no pasar de Almazán, antes de estar seguros de encontrar reunidos por lo menos a tres de los personajes castellanos, y no entregar ninguna carta, salvo la credencial al infante don Enrique, sin cerciorarse plenamente de que cumplirían lo pactado. Termina insistiendo a que se le tenga al corriente de todo lo que suceda, por medio de los correos que a este fin los acompañan 135 • En cuanto a las 131

Rg 334 fl 110/v 10 abril de 1303. Véase nota nº 129. 133 Rg. 334 fl 111. 1O abril 1303. Apéndice 47. 134 Rg. 334 fl 111/v /2 Zurita. Libro V cap LIX. 135 Rg. 334 fl. 112/v / 1. Salvoconducto a los ricos hombres castellanos para que acudan a las vistas con el rey de Aragón. t 32

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infante don Enrique y a don Juan Manuel por si querían ir a verla y hablarle, sustentando una mínima esperanza de que en el caso de que estos se presentasen, poder influir en su ánimo separándoles del camino que habían emprendido. En realidad, la única actitud firme y decidida era la de la reina madre, que nunca pensó en separarse de su hijo, ni abandonar su causa 138• Muy desanimada debía quedar doña María, cuando el mismo día de su llegada a Cuéllar, enviados del infante don Enrique le manifiestan que éste y sus partidarios están ya camino de Aragón. Ante la gravedad del caso, la reina envió a dos caballeros que hablasen con los rebeldes, especialmente recordándoles las muchas mercedes recibidas de su hijo y los pocos años de Femando, culpable dicha circunstancia de muchos de sus despropósitos. Mientras la reina María planeaba la forma de atraerse de nuevo a los disidentes, don Juan Manuel cuyas posesiones en el reino de Murcia eran causa de una relación especial con el rey de Aragón, fue designado por los restantes componentes de su bando para que llevase a cabo una entrevista con Jaime, antes de que se celebrasen las vistas de Ariza entre los nobles castellanos y el rey de Aragón. F.sta petición fue comunicada por Jaime a Artal de Azlor y Sancho García de Loriz el 28 de abril y concertada su celebración el 8 de mayo en Játiva. Los solicitantes de que fuese Juan Manuel el interlocutor de Jaime, fueron el señor de Vizcaya, don Diego y su hijo don Lope y Juan Alfonso de Haro señor de los Cameros. El 9 de mayo se redactó el documento resultado de la mencionada entrevista, que en realidad tuvo como principal resultado, las negociaciones sobre las condiciones sobre el matrimonio concertado entre Juan Manuel y la infanta Constanza de Aragón, condicionado a la previa dispensa pontificia. Recordemos que la celebración de tal matrimonio era a largo plazo: a causa de la edad de la infanta, su realización debía esperar ocho años. En consecuencia Jaime promete que transcurrido dicho tiempo después de la próxima fiesta de Pentecostés, si la dispensa pontificia se ha conseguido, la infanta será entregada a Juan Manuel en calidad de esposa. Entonces se la dará como dote cinco mil marcos de plata y Jaime devolverá a su futuro yerno Elche, el puerto de Santa Pola, Aspe, Chinosa, Monovar y el resto de los lugares del reino de Murcia que antes de pasar a manos de Aragón pertenecían a Juan Manuel, pero con la condición expresa de que Jaime fuese reconocido como rey de Murcia. En el caso de que la dispensa pontificia no se obtuviese, cada una de las partes del pacto recobraría plena libertad. Si la dispensa pontificia se obtuviese, la entrega a Juan Manuel de los lugares mencionados tendría lugar bajo la condición del reconocimiento de Jaime como rey de Murcia. Otra cláusula del compromiso que quedaba vigente, hacía referencia a la ayuda que el monarca aragonés debía prestar a Juan Manuel contra todos sus enemigos, especialmente Femando IV a quien se menciona de manera especial. Quedaban exentos de esta medida, los soberanos de Francia y de Mallorca y los infantes de la Cerda. la dote de la infanta Constanza será asegurada por Juan Manuel. El 138

Benavides T 1 cap IX.

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monarca aragonés podía también contar con la ayuda de su yerno contra sus enemigos, pero de esa condición no disfrutaban Fernando de Castilla, su madre María de Molina y los infantes Juan y Enrique y los López de Haro padre e hijo. Ante tales condiciones nos permitimos dudar acerca de la eficacia de tales ayudas y aún más de los supuestos enemigos ante los cuales se iba a manifestar. Como garantía del cumplimiento de tales acuerdos, ambos contratantes se hicieron homenaje de manos y boca y como garantía se dieron rehenes. Alicante Montesa y Biar por el rey de Aragón y Villena Xorure y Sax por Juan Manuel. Juan García señor de Alcaudete. Pedro López de Ayala y Alvar Ruiz de Alviellos, son los encargados de tenerlos en fidelidad para ambos firmantes. El mismo día 9 de mayo se puntualizó que si el rey de Castilla embargaba las rentas de Murcia de que disfrutaba Juan Manuel, Jaime se las abonaría con la ya conocida condición de ser reconocido como rey de Murcia 139• Además se le prolonga a Juan Manuel el tiempo de disfrute de las rentas de Elche y otros lugares. El infante Alfonso Cerda se ve obligado a aceptar la entrevista de Jativa como justificante de que el rey de Aragón no acudiese a las vistas de San Esteban de Gormaz el 10 de mayo, donde el pretendiente a la corona de Castilla debía entrevistarse con Jaime II para darle cuenta de la marcha de las vistas de Badajoz 140• El 9 de mayo, día de la entrevista Juan Manuel Jaime 11,éste notifica al infante Enrique, a Diego López de Haro y a su hijo don Lópe y a Juan Alfonso de Haro señor de los Cameros que han decidido que a mediados del próximo mes de junio se celebraran vistas en Ariza, con objeto de «ordenar los fechos a honra e pro de nos e de vos e de los amigos de ambos». Al mismo tiempo se envía a Castilla a Pedro Martínez a averiguar si los hombres buenos están interesados y dispuestos a mantener lo que prometieron. Que les informe de lo tratado entre el rey de Aragón y Juan Manuel 141• Ap. 50. 33.

VISTAS DE BADAJOZ - ACUERDOS DE PORTUGAL Y ARAGÓN

Para poder hacernos cargo del verdadero estado en que se encontraba el embrollado asunto que nos ocupa, nos resta ver qué ocurrió en Badajoz, o mejor aún el papel que en todo ello desempeñaban el rey de 139 Reg 334 fls 113/v 114/1 Giménez Soler. Juan Manuel doc 42 y pag. 19. Reg 292. fols 12/13/17 y 21/v. C R D Jaime II caja 15 nº 1931. Confirman noticias de Zurita Libro V cap

LIX. 140 Rg. 292. fls 15/17/v/2 y 18. Los personajes son Jaspert de Castellnou, Bemat de Sarria, Gonzalo García, Pero López de Ayala, Juan García de Alcaudete y Alvaro Ruiz de Avilés, que reciben los castillos de Biur, Alicante, Montesa, Requena, Villena y Sax. Las rentas de Elche, Aspe, Chinosa y Monovar serán percibidas por Juan Manuel a partir de las fiestas de Pentecostés del año en curso hasta 8 años. Juan Manuel está facultado para nombrar bayles. 141 Reg 292 fls 13/16/v y 17. Reg 334 fls 114/1/2 114 v. 9.15. 17 Mayo 1303 y 144/1. Giménez Soler. Juan Manuel docs. 49 y 41 / 1/2. Reg. 1521 fl 62/v. Rg. 334 fl. 114/ l. Juan Manuel doc. XLII id fls. 104/2 114/v y 114/v /2. Apéndice 50.

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Portugal y el infante don Juan a la cabeza del grupo enemigo de la privanza de don Enrique, Jaime no podía ignorar el interés de Dionís en fortalecer la posición de su yerno, y no olvidemos nunca que el infante de la Cerda, era sólo un medio para satisfacer particulares apetencias. La fiel doña Vataza, aya de la reina niña Constanza, atenta siempre a informar a Jaime 11, el 5 de abril le notifica que Dionís le envía a dos embajadores. Juan Louredo y Ferrant Martínez 142• Sería interesante poder conocer si las instrucciones dadas por la fiel aya de la reina Constanza estaban de acuerdo con las ideas que sobre el particular tenía el infante don Juan, quien lejos de mostrarse alejado del rey de Aragón, se porta como fiel amigo, al rogarle excuse las vistas que con él solicitan celebrar el infante Enrique y sus seguidores, y proceda según los consejos que por medio de unos mensajeros le envía el rey de Portugal 143• Ap. 51. La fecha de la aceptación de la tregua por dicho rey es de 30 de abril 144• No debemos extrañar que los manejos castellano-portugueses intrigasen a Jaime II y que éste procurase informarse. La fiel Vataza, se apresura a comunicarle que ha visto a los conocidos emisarios, el sacristán de Tarazana, el Arcediano de la Guardia y Juan Garcés de Alagón, quienes le darán noticias. La reina de Portugal, le da cuenta a su hermano de las vistas y que han decidido enviarle al infante don Juan con objeto de tenerle al corriente de lo ocurrido. En iguales términos se expresa el rey Dionis. Mucho se debía comentar y murmurar a causa de tal entrevista cuando le recomiendan que no haga caso de nadie más. Lo que nos permite tal suposición es el intento de la reina Isabel de tranquilizar a su hermano diciéndole que tal como sabrá por sus mensajeros, las comentadas vistas se llevarán a cabo «por endre~ar os vossos feytos que por outra cosa• 145• ¿Era sincera la reina Isabel con su hermano? También seria interesante conocer si la opinión de doña Vataza estaba de acuerdo con la que en aquellos momentos tenía sobre el particular el infante don Juan, quien como hemos visto era partidario de aceptar la solución portuguesa. Desde luego si no olvidamos que junto a Dionis se encontraban el sacristán de Tarazona y el Arcediano de la Guardia, no extrañaremos que se produzca un acercamiento entre los monarcas que regían los reinos marginales de la Península Ibérica, interesados ambos en las querellas 142 CRD Jaime II caja 91 nº 11156. 5 abril 1303. naVata7.a a Jaime 11.Documento muy estropeado que no permite saber que emisarios envía Vatam al rey de Aragón, con instrucciones verbales. Suponemos se trata de noticias referentes a las vistas de Badajoz, por estar fechada la carta en dicha localidad. 143 CRD Jaime 11, caja 15 nº 1928. 6 abril 1303. Apéndice 51. 144 CRD Jaime 11, caja 15 nº 1991 y 1993. Giménez Soler. Juan Manuel doc LV/2. 145 CRD Jaime II caja 93 nº 11373 1 (mayo 1303 y caja 25 nº 3245 2 mayo. Caja 94 nº 11440, 5 mayo id nº 11450, 6 mayo. «E creede irmano que el rey de Portogal oviere vistas con el rey de Castiella mayormente veho y por endre~ar os vosos feytos que por outra cosa. E poseronse en como estos vosos mensajeiros con vos falaran». Caja 15 nº 1939. 8 mayo 1303. Juan Manuel. Ap. LXVI. Caja 91 nº 11063, 25 mayo. Y en medio de esta contradanm de noticias, el 9 de mayo Jaime le promete a Juan Manuel que si el rey de Castilla le despoja de los caballeros que posee en dicho reino, él le indemni7.ará con 200 mil maravedís anuales a condición de que le reconozca como rey de Murcia. Además le serán devueltas Elche, Santa Pola, Aspe, Chinosa y Monovar. Rg 292/17. Caja 91/11063, 25 mayo. D8 Vatam anuncia noticias por medio del Sacristán de Tarazona.

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RELACIÓNCASTELLANO-ARAGONESA

interiores de Castilla alrededor de la tutoría del rey niño Fernando IV a la vez que estaban convencidos de que su intervención a favor de cualquiera de los bandos en discordia, podía ser decisiva. Lo malo es que tal intervención era interesada y como esta circunstancia no era ignorada por nadie, de ella deriva lo inseguro de la situación. La frase de Zurita al enjuiciar la conducta del rey de Aragón, de quien dice «andaba al mismo tiempo entreteniendo a los unos y a los otros, para sacar el mejor partido que pudiese», nos parece muy justa, y perlectamente aplicable a los momentos que glosamos, en los cuales mantenía tratos con todos los bandos en discordia. A pesar de su apoyo a la causa del infante Alfonso de la Cerda, no deja de relacionarse con Fernando IV ni con Dionís de Portugal. El doble juego del rey de Aragón queda patente, clarísimo en su correspondencia con los infantes Juan y Enrique y el rey Dionís a raíz de las vistas de Badajoz. Respecto al infante don Juan ya sabemos que éste le habrá indicado que se apartase del infante Enrique. Aunque este consejo le puso en guardia, las amistades no se quebraron; le tiene al corriente de sus relaciones políticas y familiares con Juan Manuel, y en cuanto a los ruegos de no relacionarse con el infante Enrique, no puede atenderlos pues se ve obligado a causa de los pactos que tiene con él y Alfonso de la Cerda, a quien no deja de llamar rey 146• Y con la misma fecha 15 de mayo, el infante Juan, que aún se encontraba en Badajoz, daba cuenta de las treguas concertadas y de haber recibido el mensaje que el rey aragonés le enviase 147• ¿De qué se tratarla? & posible que lógicamente Jaime estuviese molesto con el rey Dionís al imponerle unas condiciones que le obligaban, caso de aceptarlas, a no poder cumplir sus compromisos, pero en realidad no es así, o por lo menos no lo demuestra la carta que envía a Portugal. Su tono es muy suave, no protesta; al razonar su rechazo de la tregua invoca los compromisos que tiene con el infante Alfonso y termina prometiendo que procurará que éste acepte los puntos de vista de Dionís 148• 34. PREPARATIVOSDE

lAS VISTAS DE

ARlzA

Todo lo acordado en las vistas de Badajoz, podemos calificarlo de pura diplomacia, cuyo fin era únicamente mantener buenas relaciones con todos. Así podemos interpretar la renovación de los contactos con los nobles castellanos que se dicen afectos a la causa Cerda. Como siempre las gestiones del rey Jaime se dirigen al infante Enrique, a Juan Manuel y a la familia López de Haro (Juan Alfonso de Haro, Lope Diez de Haro y Diego López de Haro ). Es Juan Manuel el emisario encargado de contar a los personajes citados lo que se acordó entre ambos 149• En cuanto al infante Enrique le recuerda que siempre le aconsejó que no se acogiese a las pleitesías de paz y tregua que le ofrecía el rey de 146 147 148 149

Rg. 292 8 20/v. CRD Jaime II Caja 15 nº 1935. Juan Manuel. Apéndice 50.

Rg 334 8 114/v/3. Rg 334 8 116.

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ÁNGELF.S MASIÁ

Castilla Fernando, pues él le haría el rey más honrado que nunca hubo. Le recuerda que anteriormente ya se había propuesto una reunión de los personajes en cuestión. Que sobre esto Juan Manuel envió un emisario a Aragón pero que al fin se entrevistaron directamente, con el fin de responder de los tratos entre los nobles castellanos. Ahora, al reanudarse los contactos entre dos partidarios de la causa Cerda, Jaime propone de nuevo unas vistas a celebrar en Ariza a mediados de junio. La carta que comentamos lleva la fecha del 14 de mayo. El 21 del mismo mes Diego López de Haro es quien sigue a Jaime Ii que asiste a las vistas de Ari7.ael 11 de junio, vistas que se celebraron por acuerdo del remitente y del infante Enrique. A ellas asistieron además de los ya citados, Juan Manuel, Lope Diez de Haro, Juan Alfonso de Haro y el rey de Castilla. Todos prometen no celebrar paces con Castilla hasta esta fecha y mejor que Jaime proceda de la misma manera 150• ¿Qué podemos pensar de todo ello?. Ap. 52. La iniciativa de la entrevista parece partir de dos partes distintas: por un lado del rey de Aragón y por otro de los nobles a quienes dicho monarca tenía como adictos a su política. Dadas las circunstancias, nos atrevemos a opinar que nadie se fiaba de nadie, y si tenemos en cuenta que Jaime no acudió a la entrevista de San &teban de Gonnaz, que solicitaba Alfonso Cerda, es muy posible que éste y sus partidarios llegasen a pensar en un cambio de parecer del monarca aragonés. Sin embargo las noticias posteriores pertenecientes a los primeros días de junio demuestran que es Jaime II quien lleva la iniciativa de las vistas y que sigue apoyando la causa Cerda. Así interpretamos el salvoconducto que se otorga a los castellanos que acuden a Ariza lo sea en nombre del rey aragonés y del pretendiente al trono de Castilla 151• &tamos pues en un momento en el que todos los implicados en el asunto de las vistas quieren aparecer como los promotores, o cuando menos demostrar una independencia y libertad de movimientos. Antes de que la comentada vista comenzara, continúan las actividades diplomáticas, posiblemente dedicadas al doble juego que todos practicaban en mayor o menor escala. Tenemos que considerar los constantes viajes a cargo de los embajadores de siempre: el Arcediano de la Guardia y el sacristán de Tarazona que regresan de Portugal con credencial de la reina Isabel. Entre otras cosas darán noticia de ciertos asuntos que interesan por igual a Castilla y Aragón de los cuales habló con el infante don Juan 152• Ap. 53. Como hemos dicho otras veces, la circunstancia de que todas las actividades diplomáticas se realizasen verbalmente por medio de emisarios, dificulta enormemente poder calibrar debidamente, no su contenido que- se adivina, sino su alcance y los pormenores.

º

15 151

Rg 334 fl 115 y C R D Caja 15 nº 1936. Juan Manuel doc. 52. Apéndice 52. Rg. 334 fls 116/2 y 116/v. Jaime está muy contento de que los castellanos acepten las vistas de Arii.a. Así se lo comunica al infante Enrique. La fecha de celebración será ocho días

antes de San Juan y no el día 4 de junio, como habían fijado los enviados del infante Enrique. A instancias de Diego Ruiz de Ayllon uno de los mensajeros del infante Jaime, que en el plazo a transcurrir hasta la celebración de las vistas no pondrá pleito ning1ino con Femando IV y el infante D. Juan ni D. Juan Núñez ni quienes puedan representarles. 152 CRD Jaime 11. Caja 26 nº 3253. 8 junio 1303. Apéndice 53.

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RELACIÓN CASTEIJ..ANO-ARAGONESA

La convocatoria de las vistas de Ariza debía alarmar a la corte castella-

na. Seria muy natural si tenemos en cuenta los que a ellas asistieron. Prueba de ello es que cuando Jaime II se dirigía a Ariza, se presenta un caballero del Sr. de Lara, Germán García de Hermosilla participándole que don Juan venía a verle de parte del rey de Castilla y por lo tanto solicitaba dónde y cuándo podían verse. La respuesta de Jaime fue que esperase a que las vistas de Ariza hubiesen terminado 153• Y cuando esto ocunió, estando Jaime en Daroca el 24 de mayo esperando encontrar allí a don Juan Núñez, éste no comparece y justifica su actitud diciendo que el rey de Castilla reclamó urgentemente su presencia. Esto se lo cuenta Jaime al infante Enrique a quien ruega haga todo lo posible para asegurarse de que María de Molina y Juan Alfonso de Haro estarían dispuestos a mantener lo que tanto interesa al bando aragonés 154• 35.

VISTAS DE

ARIZA

Comenzó dicha reunión a mediados de junio de 1303. Acudieron a verse con el rey de Aragón el infante D. Enrique, don Diego López de Haro, señor de Vizcaya, su hijo D. Lope y don Juan Manuel. En dichas vistas se iba a buscar una avenencia entre Fernando IV y Jaime II a favor del infante Alfonso de la Cerda. Los acuerdos tomados fueron: obtener que el rey de Castilla le diese al infante Alfonso de la Cerda el reino de Jaén y además Valdecorneja, Pedraza, Almamll y las demás villas que poseía en Castilla en juro de heredad. A su hermano al infante Fernando lo que se acostumbraba a dar a un infante en tierras y heredamientos. A don Juan Manuel, Alarcón con sus términos, independiente dicha donación de la obtención de Elche. En cuanto a Jaime II se le otorgaba el reino de Murcia incluyendo Requena (26-VI-1303) 155• Con la misma fecha los castellanos que estuvieron en las vistas, o sea el infante D. Enrique, el señor de Vizcaya y su hijo y don Juan Manuel, se obligaron a obtener que antes del 15 de agosto del año en curso, firmen y acepten dichos pactos la reina María de Molina, los infantes D. Felipe y D. Pedro, don Juan Alfonso de Haro, el infante Alfonso de Portugal, Fernando Ruiz de Castro, Pero Ponce, Alfonso Molina, Alfonso Pérez de Guzmán y algunos más 156• Ap. 54. Como podemos fácilmente deducir, el caso que obtuvo peor solución fue el de los infantes de la Cerda. En realidad si se conseguía que por las buenas D. Juan Manuel y el rey de Aragón viesen calmadas sus ambiciones ¿a qué proseguir con luchas y guerras?. En 153

CRD Jaime 11.Caja 13 nº 1722, Zurita. Libro IV cap UX id caja 15 nº 1937. Giménez Soler. Juan Manuel doc 6°. Lo que no dice Jaime al infante Juan es el compromiso de boda Infanta Constan7.a-Juan Manuel, ni las condiciones proyectadas. 154 Rg 292 f124. Daroca 24 junio 1303 «que aguciándoles feytos segund que acordado es e puesto fue entre nos e vos certifiquedes de la reyna de Castiella e de don Alfonso si los troveredes en aquello que mester fazer segund que los feytos lo requieren». 155 Rg 292, fl 22. Pergamino Jaime 11. 1891. Benavides T 11 doc. CCXXXIV. Juan Manuel doc 68, lo publica incompleto. Zurita libro IV cap UX. 156 Reg. 292 8 23. Apéndice 54.

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realidad no nos atrevemos a creer que todos aceptasen de buen grado la idea de que el rey de Castilla se mostrase dispuesto a dotar a sus primos y servirles con la esplendidez que se le pedía, después de sacrificar Murcia a favor de Aragón. Pero como veremos más adelante, estas cuestiones siguen pendientes de solución efectiva. 36.

EMBAJADAA PORTUGAL

Si no como un contratiempo, sí como una dificultad respetable, se presentaba la necesidad de convencer al rey de Portugal para que aceptase la solución emanada de los pactos de Ariza. Con este intento, pocos días después de su celebración, el 27 de junio de 1303, fueron a Lisboa nuestros conocidos Ramón de Montrós y Gonzalo Pérez, cuyo viaje es anunciado a muchos personajes. Además de los monarcas portugueses, reciben cartas los obispos de Lisboa, Silves y Coimbra, el infante Alfonso, el conde de Barcelos, el merino mayor de Portugal y el maestre del Temple. También reciben noticia del viaje doña Vataza y el infante don Juan m_ Las instrucciones que reciben dichos embajadores son muy minuciosas; en ellas se relata con todo detalle el transcurso del proceso referente a los nobles castellanos que se ofrecieron a defender la causa de los Cerda, las vistas de Ariza, y la no proclamación de la tregua concertada por Dionís entre Jaime II y Femando IV, de forma en que el infante Alfonso, aparece como el personaje principal, y Jaime II actuando, si no en segundo término, sólo en virtud de los acuerdos establecidos con el pretendiente a la corona de Castilla. Pero mejor será resumir aquí la pieza maestra de las instrucciones, en las cuales sin faltar a la verdad, Jaime 11 procura arreglar las cosas de manera que puedan sino favorecerle, al menos comprometerle en una parte mínima. Comienzan las instrucciones diciendo que el principal objeto de la embajada es el deseo de Jaime de que Dionís esté bien informado de todas sus cosas, «como aquel de qui muyto fia e tiene en conta de hermano». En el mes de marzo de 1303 fue a verle el infante Alfonso, acompañado de mandaderos del infante Enrique, portadores de cartas en las cuales dicho personaje rogaba a Jaime quisiese entrevistarse con D. Juan Manuel, don Diego López de Haro, su hijo don Lope Díaz de Haro, y don Juan Alfonso de Haro señor de los Cameros sobre cosas que serían provechosas para todos. Pero Jahne rehusó la entrevista. En los mismos días, llegaron noticias de Portugal por medio de don Ramón de Montrós, a las cuales se envió respuesta por éste mismo y el comendador de Santarem. En esta respuesta se decía que los infantes de la Cerda aceptaban todo lo que el rey de Aragón acordase por sí mismo o por medio de sus embajadores, o sea que en buenas palabras, admitían la mediación o intervención portuguesa. Pero antes de que el rey Dionis pudiese contestar, los nobles castellanos y Alfonso Cerda opinaron que los acuerdos de Jaime II con éste, le obligaban a entrevistarse con el infante don Enrique y los suyos. En cuanto a la no publicación de la 157

Rg 334 fl 117.

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RELACIÓN CASTEUANO-ARAGONESA

tregua, de cuyo cumplimiento había salido fiador Dionis, Jaime se excusa amparándose en la negativa de los infantes que consideraron, muy cuerdamente decimos nosotros, que hacerlo así les perjudica mucho. Las instrucciones terminan narrando, de acuerdo con lo que sabemos, la conducta de don Juan Núñez. Añade que según noticias posteriores, el fallo de tal entrevista no ha tenido importancia. Las instrucciones, redactadas en tono muy suave, terminan insistiendo en que el deseo de Jaime es tener a Dionis informado de todo. De lo que según su opinión convendría hacer en adelante en provecho de todos, van informados los embajadores. Como estas proposiciones debían estar subordinadas a la reacción del rey Dionis, se creerla prudente no confiarlas al papel 158• Ap. 55. El tono de las instrucciones que acabamos de comentar, la forma en que el rey de Aragón trata de justificarse, mejor dicho de no aparecer como principal responsable de los hechos nos permiten pensar que tenia en gran interés en que sus relaciones con el rey Dionis fuesen buenas y que éste obligase a su yerno a ceder. También es posible que se buscase un apoyo para procurar la aceptación castellana de los pactos de Ariza en la comunicación al arzobispo de Toledo 159• En realidad, para obtener de Castilla la aceptación de los acuerdos de Ariza, era indispensable ganarse la voluntad de la reina Maria, pues todos estaban seguros de que lo que ella aceptase marcaría la pauta de la marcha de los acontecimientos, o procurar que no sucediese colaboración alguna de los firmantes del pacto, especialmente el infante D. Enrique y don Juan Manuel. El primero, encargado de atraerse a la reina madre Maria de Melina, dice estar seguro de sus gestiones, el 5 y 7 de julio; pero dos días más tarde confiesa su fracaso; no vio a la reina, sino que envió a un mensajero que no tuvo respuesta satisfactoria. Que vea el rey aragonés si puede remediarlo 160• Qué ocurriría para que a últimos del mismo mes de julio Don Juan Manuel comunique que la reina Maria se alegraba de lo que entre todos habían acordado? 161• Ap. 56. Recordemos que aquí se ventilaban muchos intereses y la causa de la proclamación como rey de Castilla del infante Alfonso quedó abandonada pues sus valederos oficiales se dedicaron únicamente a defender sus intereses 162• Consciente de ello debía estar el pretendiente, quien aunque 158 159 160

Rg 334 8 118/v. Apéndice 55. Rg 292 8 24/2.

CRD Jaime II Caja nº 1934. 5 de julio 1303. Juan Manuel ap. 75. Caja 21 nº 2739, 7 julio. Juan Manuel ap. 73. Caja 15 nº 1942, 9 julio. Juan Manuel Ap. 77. Id 1925. 15julio. Juan Manuel ap. 78/1/2. Reg 292 8 24/v/2. Gaibrois. Maria de Molina XX. Nos dice que en entrevista con dos Lope de Haro, le disgustó mucho que diese el titulo de rey al infante Alfonso Cerda. 161 CRD Jaime 11.Caja 15 nº 1920. Juan Manuel. Ap. LXXVIIl. Zafra 22 mano de 1303. Juan Manuel acusa recibo de unas cartas de Jaime II y a su vez le envía que ha recibido del infante D. Enrique y de D. Diego López de Haro. La reina Maria se alegra de lo que entre ambos han concertado. Rg 292 fl. 24. Juan Manuel doc. 78/4. Jaime II comunica a Juan Manuel que la reina Maria está de acuerdo en lo que antes trataron con los ricos hombres de Castilla, salvo en lo que se refiere a la boda de Alfonso Cerda con una infanta cutellana, y en que este se titula rey. Apéndice 56. 162 Rg 292. 8 24/v/2. Miedes 7 agosto 1303. Jaime na Diego López de Haro. «Recibiemos vuestras letras que nos embiestes sobre) fecho de la mandaderia quel infante D. Enrique

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muy iluso, buscó una solución distinta. A su pretensión de entrar en hostilidades con Castilla naturalmente ayudado por Jaime 11, éste procura disuadirle; no se puede tomar este camino mientras no se haya recibido respuesta de Femando y su madre. Le recuerda que están ligados por treguas aún en vigor 163 • Ap. 57. En estos momentos empieza a cobrar importancia la figura de don Juan Manuel, cuya presencia en Ariza puede ser considerada como su presentación en la vida política. A los veintiún años, sus condiciones eran brillantes: adelantado de Murcia, poseedor de grandes tenitorios y prometido a la infanta Constam.a de Aragón, es por un momento la pesadilla de Maria de Molina, pues ésta teme lleguen a sus manos las villas y castillos que fueron donados vitaliciamente al infante don Enrique, las diversas veces que hubo que reducirle a obediencia 164• Cuando el infante y Don Diego López de Haro se dirigían a ver a la reina María, el primero enfermó en Roa, a primeros de julio. Su avanzada edad hizo temer el fatal desenlace, que tuvo lugar el 11 de agosto de 1304. Durante el tiempo que duró la enfermedad, alrededor del infante se tramaron una serie de intrigas y presiones, encaminadas, las que obedecían a los intereses de la reina Maria, a obtener un testamento que devolviese al rey lo que pertenecía a la Corona, procurando a su vez don Juan Manuel, que cumpliendo lo que muchas veces le ha prometido el moribundo, lo nombre heredero universal. Pero al fin el punto de vista de la reina triunfó y Femando IV recuperó lo que le perteneció como rey. Con estas disposiciones además de cumplirse la ley, se evitaron las complicaciones consiguientes a que don Juan Manuel aumentase su poderío en Castilla. Pero más que nada, contribuyó a que se aclarase el horizonte, la desaparición del turbulento infante 165 • 37. ASUNTOS A RESOLVER COMO RESULTADO DE LAS VISTAS DE ARIZA. D. JUAN NúÑEZ, EL SEÑORÍO DE VIZCAYA Y LAS PRETENSIONES DEL INFANTE DON JUAN

Cada vez resulta más evidente que las decisiones tomadas en Ariza no a vos uviestes enviado al rey don Ferrando en razon del pleyto que avedes con nos. Et tambin de la vista con don Johan Alfonso. Et entendiemos muy bien qunato nos enviastes dezir. Ende vos fazemos saber que plego a nos mucho lo que vos en aquestas cosas fecho avedes». Que le tenga al corriente de lo que ocurra y que «trayed cabalmante aquestos fechos•. «A lo al de don Jo han Alfonso plezer nos ha mucho que el ovies convusco el pleyto que vos hi avedes. Mas si el non quisier esto es en su mano. Empero nos e vos non lixiaremos por ende traher los fechos a aquel cabo que traher los debemos en guisado que a nuestra honra e vuestra vava adelante•. 163 Rg- 335 fl 301/v/l/2. Apéndice 57. 164 Gaibrois. María de Malina. Ap. XX. Benavides T 1 cap IX. 165 Rg 292. fl 25 C R D Jaime II caja 99 nº 12325. Rg 335. fl 301/v/1/2. 13 y 15 de agosto de 1303. Correspondencia entre Jaime II y Diego López de Haro. Jaime dice. «E assi don Diego faze menester que lo comensadao es vaya cabo adelant bien e enfortidament que con en bien derecho e la razon que mantenemos los mios fechos e los vuestros veman si Dios quiere a buen acabamiento. A su vez el señor de Vizcaya participa a Jaime que el rey de Castilla está muy molesto por las posturas celebradas entre ambos, y mas que nada por haber dado a Alfonso Cerda el título de Rey. 13 y 15 de mayo de 1303. En esta última fecha Jaime acusa recibo de la noticia que le da el infante Juan de que algunos hombres buenos de Castilla se ponen al seivicio de Alfonso Cerda.

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podrán ser aceptadas por Castilla. Descartando la posibilidad de la subida al trono de Alfonso de la Cerda, ni en la totalidad del reino ni en parte de él, quedaban en pie muchos asuntos, siendo los principales los referentes al señorío de Vizcaya y a la ciudad de Albarracín. Lo mismo D. Diego López de Haro que D. Juan Núñez buscaban que sus pretensiones fuesen defendidas por Castilla o por Aragón, siempre con el telón de fondo de la defensa de los derechos de la causa Cerda. El infante D. Juan está en malas relaciones con D. Diego López de Haro, a causa de la reclamación de los derechos de su esposa Maria Díaz, hija de Lope Díaz de Haro, de la parte que le correspondía del señorío de Vizcaya. D. Juan Núñez era muy inconstante y vulnerable en sus fidelidades, a causa de sus pretensiones sobre la villa de Albarracín. La cuestión de las pretensiones del infante D. Juan sobre Vizcaya, determinan que éste vuelva a entrar en escena. Aunque la desaparición de su rival el infante D. Enrique podía hacemos presumir que sus nuevas actuaciones responderían a actitudes más claras, no fue asi. & natural que procediese de tal forma, pues lo mismo que el Sr. de Lara se verá solicitado por el rey de Castilla, para restar partidarios a la causa Cerda; al mismo tiempo Jaime II desea tenerles a su lado para que ayuden al pretendiente a la corona de Castilla. La correspondencia de ambos con Jaime II nos dice sustancialmente muy poco pero para ambos reinos era preciso atraer a los nobles descontentos 166• Todo lo que acabamos de decir permite asegurar claramente una vez más que la guerra con Castilla a causa de Alfonso de la Cerda no tendrá lugar; ésta no conviene a nadie, pues en ella todos salvo el pretendiente tenían más cosas positivas que perder que problemáticas por ganar, de tal manera que a pesar de ciertas protestas, a todos incluso Dionis de Portugal, les parece de perlas un arreglo, concediendo gran interés a la reconciliación del señor de Vizcaya con Fernando IV; en realidad con don Juan Núñez y su homónimo el infante de Castilla 167• Y por si fuera poco la confusión producida alrededor del señor de Vizcaya, don Juan Manuel, es a su vez motivo de discordia. Fernando IV está disgustado por sus pactos con los aragoneses, y no le perdonará hasta que estos sean anulados. Y para complicar las cosas un poco más, no sabemos de dónde ha salido la noticia de que el rey Fernando quiere matarle en una entrevista concertada entre ambos. Jaime II le avisa por medio de Gonzalo Garcia, el sacristán de Tarazona, don Juan se niega a ponerse a tiro del rey de Castilla, y

166

CRDJaimell.Caja

101 nº 12550. l0septiembre

1303.GiménezSoler.JuanManuel.

Ap. 83. 167

CRD Jaime II caja 104 nº 12931. Juan Manuel ap. 86. Zurita libro V. cap LIX. Los documentos que venimos reseñando, pertenecientes a los últimos meses de 1303 dan noticias muy escuetas, fragmentarias y distanciadas, hasta el punto que no permiten una reconstrucción de los hechos de forma sistemática. Jaime II conoce la marcha del pleito del Sefior de Vizcaya, gracias a las noticias que le proporciona el propio interesado. Oui7.ála clave de la actitud del infante D. Juan sea su desacuerdo con D. Juan Núñez, precisamente después del fallecimiento del infante D. Enrique.

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decide ir a ver al rey aragonés. Mucho miedo debe tener cuando va de camino desde su villa de Alarcón, simulando una cacería 168 • 38.

NUEVA INTERVENCIÓNPORTUGUESA

A pesar de que todas estas cosas presagiaban acuerdos, más o menos duraderos, más o menos bien intencionados, sí podernos ofrecer dos noticias que nos permiten mantener la idea de que todo marchaba por vías de paz. Una de ellas es que Maria de Malina comienza a negociar con Jaime 11169, y la otra que éste vuelve a sus tratos con Dionís de Portugal buscando un arreglo, una especie de rebaja a las condiciones exigidas en las vistas de Ariza. Éste es el resultado de muchas cartas y embajadas, la mitad de ellas sólo vislumbradas a través de esporádica documentación. Según las instrucciones citadas, Portugal envía emisarios a Aragón, con el encargo de concertar paz en las discordias y guerras que están en curso. Sobre esto se ha tratado en el consejo del rey, «que ya ha fecho en estos aferes cuanto ha podido pugnando en baxar de su entendiemiento al rey don Alfonso, senyaladamente en aquella vista que fue en Fariza•. Jaime dice que «flexo lo que podía», pero no puede hacer más, y es posible que tampoco Fernando IV consintiese en ello. Pero a pesar de esta postura los embajadores deben dar a entender claramente que el rey no quiere alejarse de lo razonable. El consejo de Jaime es que los hechos deben pasar a un arbitraje, a base de los principios siguientes: que Dionís o Jaime u otra persona solvente, decidan que deben poseer en Castilla los infantes de la Cerda, renunciando a toda reclamación posterior, la cuestión de Murcia, que Jaime cree poseer con pleno derecho, sea puesta en manos de Dionís y dos personajes más, clérigos o seglares, uno nombrado por Castilla y otro por Aragón, con la promesa de someterse a las decisiones de ellos emanadas, y asegurando este cumplimiento mediante la entrega de rehenes. Para comenzar a encauzar las cosas, se pacta tregua entre los dos bandos, y si parecen necesarias vistas para el arreglo de estos asuntos, comiencen a prepararse 170 • Ap. 58. La ausencia del infante Alfonso de la Cerda en todas estas negociaciones que tan directamente le atañían, nos ayudará una vez más a convencemos de que su causa, tomada como bandera para dirimir rencores ajenos, dejaba de interesar. Pero lo cierto es que don Alfonso estaba en Aragón, actuaba, a su manera, y posiblemente confiaba en que los acuerdos de Ariz.a,se llevarían adelante y le convertirían en rey de Jaén. A pesar de que ya conocemos la actitud castellana respecto a los pactos de Ariz.a, 168 CRD Jaime II caja 22 nº 2780. Juan Manuel ap. 85. 22 octubre 1303. id caja 15 nº 1944 nº 1948. Juan Manuel ap. 87. 14 noviembre 1303. Reg 235 fl 304/v /3. 6 septiembre 1303. 169 Rg 235 fls 304/2 y 305. El 9 de octubre de 1303 Jaime comunica a la reina María de . Molina que de momento no piensa entrar en Castilla en son de guerra. «Mas cada que lo fiziessemos en aquello que nos embiates dezir o en otras cosas fariamos e faremos por vos en guisa que nos auredes de gradescer». El 15 del mismo mes acusa recibo de la visita del obispo de Osma y procurará que todo discurra «assosegamiento o buen estamento de la cristiandat•. 17º Rg 334. tls 120 y 122 y C.R.D. Jaime II Ap. 15/ 1946. Apéndice 58.

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el pobre iluso, cree que el obispo de Osma, que va a ver a Jaime de parte de Fernando IV y de su madre, va a presentarle pleitesía, y a pedirle treguas para las hostilidades en las fronteras de Molina. Y junto a tales ilusiones, se permite el lujo de dar consejos a su protector sobre la manera de ser llevadas las negociaciones 171 • 39. ABANDONODEL APOYOA ALFONSO DE 1A CERDA Conocido el proceso de las relaciones de Aragón con Castilla y Portugal encaminadas a un acuerdo, no es de extrañar que el infante Alfonso, sea abandonado: envía embajadas que no son escuchadas ... , en los apuros guerreros no es ayudado; y muestra de la angustiosa situación en que debía encontrarse es que en Deza no tenia qué comer; Almazán, cercado necesita tropas de auxilio que no llegan, y Morón le ha sido tomada falta de defensores 172• Ap. 59. A esta angustiosa petición de auxilio, contesta Jaime al cabo de quince días, el 28 de diciembre de 1303, excusando el envío de tropas, pues él las necesita para la guerra en las fronteras 173 • Para corroborar estos asertos podemos ampararnos en una explícita carta de Jaime al rey Dionís. Después de decirle que se extraña mucho de que le hubiese parecido tan mal que no publicara la tregua que firmó con don Enrique, don Diego y don Juan Manuel, le dice que en realidad con ello no se hizo menosprecio de Portugal, ni de nadie. Pero, dice, no se puede hacer de otra forma, «por razón del rey don Alfonso», que exigió le fuesen guardados los conventos establecidos, alegando que sus asuntos estaban en buen momento. Cree Jaime que la paz entre si y el rey de Castilla «es cosa asaz razonable», resultando también Portugal beneficiado con ella 174• Ap. 60. Creemos no hacen falta más testimonios para calificar de pérdida la causa del infante Alfonso. Al fin, así debió considerarla él mismo cuando transige y acepta someterse al arbitraje que sobre sus diferencias con Femando IV, pronuncian los reyes de Aragón y Portugal. Su representante el rey de Aragón recibe poderes para firmar tregua por un año con Castilla, o por más tiempo si así lo cree conveniente 175• &tos poderes llevan la fecha de 10 de enero de 1304. El 20 de febrero, el infante don Juan los recibe de su sobrino y pupilo el rey de Castilla, para ajustar paces en su nombre, en todo lo que hace referencia a los infantes de la Cer-

da 176.

En el período que transcurre entre las dos fechas que acabamos de citar ( 1O de enero y 20 de febrero de 1304), tienen lugar diversas actividades del pretendiente al trono de Castilla y de su hermano Fernando, especialmente de este último buscando un arreglo por su cuenta, es decir, 171 172

CRD Jaime II caja 15 nº 1946. Caja 16 nº 2004. CRD Jaime II caja 15, 1921. 1946 Caja 16/2004. Zurita libro V. cap. LXIII dice que Jaime envió socorro para cercar Morón. Apéndice 59. 173 Rg 335 fl 309/v. 174 Rg 335 fl 309. Apéndice 60. 175 Pergamino Jaime II nº 1944 y 1945. Benavides T 11 doce CCLI y CCLII. 176 Pergamino Jaime II nº 2138. Benavides doc CCLV.

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a espaldas de Jaime 11, cosa que éste procura que no ocurra. F.sposible que el menor de los infantes, más clarividente que su hermano, pensase que tratando directamente su pleito podía salir más ganancioso que haciéndolo a través del rey de Aragón, quien como es lógico hace todo lo posible para que esto no suceda 177 • Para que los infantes estuviesen alarmados acerca de su suerte sobraban motivos, pues indudablemente conocían los contactos que mantenían el rey de Aragón y el infante don Juan, antes de que este último recibiese el nombramiento de procurador de Femando IV en las diferencias a dirimir, como también las ingerencias en todo ello de Dionís de Portugal 178• Muy alarmado debía estar el infante Femando Cerda, cuando Jaime le tranquiliza diciéndole no prestará oídos a todo lo que contra él y su hermano diga el infante don Juan 119. 40.

TIRANTEZ EN LA FRONTERA

Mientras tienen lugar las cosas que acabamos de narrar, la situación en la frontera castellano-aragonesa no es de paz. Hay cabalgadas aragonesas en tierra castellana, con el consiguiente temor a represalias. Las incursiones aragonesas son casi todas ellas debidas a los caballeros granadinos que al abandonar su patria a causa de las luchas interiores, se pusieron al servicio de Aragón. Muchos de estos caballeros estaban en los reinos de Valencia y Murcia, y junto con las tropas aragonesas lo mismo hostilizaban a Castilla, realizando misiones fronterizas, que guerreaban contra su propia patria, Granada. Los pactos que tenían con Jaime 11 fueron ayudarle en las guerras que éste sostuviese con los reyes de Granada y Castilla o cualquier otro enemigo, moro o cristiano. Jaime les cedió, para su seguridad los castillos de Negra, Lorchi y Capti para que los tuviesen para él en las mismas condiciones en que todos sus vasallos tenían los castillos. También se les daban todos los castillos que tuviesen en Granada. Como garantía del cumplimiento de los compromisos adquiridos, dichos caballeros daban a sus hijos como rehenes 180• 41.

VISTAS DE CALATAYUDY PREPARACIÓNDE LAS DE CAMPILLO. DON JUAN

NúÑEZ Las negociaciones a que acabamos de referirnos, dan como resultado Rg 235 fls 9/2 9/v/2 y 10/v/1. CRD Jaime II caja 17 nº 2218. Juan Manuel Ap. 90. El infante D. Juan ha recibido a Fray Gil de Sixto y a Ramón de Montrós, enviados de Jaime 11.Después de hablar con ellos ha decidido que Montrós vaya a ver al rey de Portugal. Rg 334 fls 122/v y 123. Jaime le dice al infante que vaya cerca de Calatayud para tomar parte en la entrevista que se celebrará en Campillo. En realidad el verdadero motivo del viaje de Ramón de Montrós a Portugal fue el deseo de Femando IV de enterarse del contenido de una embajada que a dicho pafs envió Jaime. Este en carta a Dionís le dice que «si estos fechos an a venir a bien que aura de ser vista entre nos e vos la qual deseamos mucho». 179 Rg 235 fl 20/v/2. 180 Reg 235 fls 7/v/4, 12 y 19. Zurita libro V. cap LXIII. 177 178

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una tregua entre Aragón y Castilla, que deberá ser el pretexto de unas vistas que tendrán lugar en el lugar llamado el Campillo, entre Agrede y Tarazona 181• La tregua no se guarda, dando lugar dicho quebrantamiento a múltiples reclamaciones. Uno de los personajes más reacios en guardarlaes el infante Fernando de la Cerda quien se muestra receloso del comportamiento del infante don Juan 182• Ap. 61. Y aunque no sepamos a qué pueden referirse en concreto tales aprensiones, sí podemos afirmar que entre el infante y el rey aragonés existían constantes intercambios epistolares, e incluso llegaron a entrevistarse en Calatayud en fecha anterior al 13 de mano 183• Resultado de la entrevista fue el proyecto matrimonial de la infanta Beatriz de Castilla con el duque de Calabria, enlace que no llega a efectuarse. Y para tratar de las diferencias que sobre Murcia tenían Aragón y Castilla, y el caso de la dotación de los infantes de la Cerda, se decidió que los litigantes se obligasen a someterse al juicio y decisión que pronunciasen ciertos personajes. Para la preparación de dicho arbitraje se acordó que los monarcas de Aragón, Castilla y Portugal se reuniesen con objeto de preparar dicho arbitraje 184• Se acordó celebrar las vistas en el lugar llamado el Campillo, ubicado entre Agreda y Tarazana. Antes de que las vistas del Campillo se celebrasen, vuelve a entrar en escena don Juan Núñez. ¿Qué cosas debe contarle de su parte a Jaime fray Gil de Sixto?. Recordemos siempre que el personaje en cuestión no podrá resignarse a la pérdida de Albarracín, y aunque ninguna noticia concreta podamos ofrecer sobre este particular, apoyándonos en testimonios documentales, la sugerencia nos parece oportuna atendiendo a las múltiples cuestiones que se iban a ventilar dentro de poco 185• Creemos que a causa de ambiciones particulares, tuvo interés el infante don Juan en poder verse con el rey de Aragón antes de las vistas oficiales. También es deseo del infante poder hablar con los hermanos Alfonso y Femando de la Cerda y el Maestre de los Templarios. Pero la entrevista, no tuvo lugar y seguramente el culpable de ello fue Jaime, 181

Rg 235. fl 38. 9 marzo 1304. Jaime II notifica a Alfonso Cerda la tregua celebrada con Castilla hastael 1 de mayo, rogándole que la respete. Lo mismo se comunica a Calatayud, Daroca, Tarazana, Albarracin, Teruel, Ariza, Cela, a los procuradores de Valencia y Murcia y_ a Alabe~ Abenrraho, jefe de los caballeros granadinos al servicio de Aragón. Rg 334 ft 123/v/2 en Calatayud el 13 de marzo Diego García y Gom.alo García reciben poderes de Jaime II para concertar tregua. Id en Pergamino II nº 1987. Benavides T 11 doc CCLIX. Antes de esta entrega de poderes, el 8 de marzo, Jaime II se reunió con el infante D. Juan en Calatayud. Juan Manuel doc XCIII. 182 Rg 235 fol 30/1 31/1 y 37/v. El rey de Aragón se queja al infante D. Juan de que la tregua no se respeta. Hubo incursiones en Serón y Torrijas. También es amonestado Femando Cerda por el mismo motivo. C R D Jaime II caja 17 nº 2226. Femando acusa recibo de la carta del rey de Aragón aconsejándole que no crea lo que en contra suya dice el infante D. Juan. Este, CRD Jaime II caja 17 2219, el 23 de marzo le comunica que se dirige a Burgos a entrevistarse con Femando IV y promete darle cuenta de cuanto de lo que se haya hablado entre ambos. Gaspar Ramiro. El negocio de Ceuta. Juan Manuel ap. 93 y 94. Apéndice 61. 183 Rg 334 fl 123/v 13 marro 1304. «Post vistas habitas inter dominum regem et infantem Johanem in Calatayud», Jaime envia a Portugal a Gomalo Pérez, comendador de Santarem para que le cuente al rey Dionis lo que ocurrió en la entrevista. 184 Zurita, libro V. cap. LXVI. 185 CRD Jaime II caja 17 nº 2225.

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cauteloso como siempre. Así interpretamos la excusa de que no pudo llegar a Tarazana en la fecha prevista por haber tomado un purgante 186• Ap. 62. Pocos días después de tales excusas, el 15 de abril, comienzan a perfilarse los preparativos para las vistas. Se pacta tregua hasta el 15 de agosto, entre Castilla por una parte y Aragón y los infantes de la Cerda por la otra. Además el infante don Juan recibe poderes del rey de Castilla para que en su nombre pueda ajustar paz y amor con don Alfonso de la Cerda 187• Ap. 63. Hemos mencionado los intereses particulares que el infante don Juan podía aspirar a defender en el transcurso de las vistas y sus preparativos. Lo mismo que a él les ocurrió a los magnates castellanos don Juan Núñez de Lara y don Diego López de Haro, alrededor de sus pretensiones sobre Albarracin el primero y sobre Vizcaya el segundo. El infante y don Diego estaban en desacuerdo acerca del señorío de Vizcaya y de las villas de Orduña y Valmaseda y otros heredamientos que fueron del conde don Lope, y que Fernando IV había prometido entregar al infante don Juan si se llevaba a cabo la concordia con Aragón, al mismo tiempo que Bureba y Rioja fueron prometidas a don Juan Núñez. Y para asegurar mejor la permanencia de éste a su lado, muy necesaria desde el momento en que el señor de Vizcaya se negaba a la aceptación de la solución que a sus reclamaciones daba el rey Fernando, el infante don Juan apeló al infalible procedimiento de mencionar Albarracín, a base naturalmente de procurar que el rey de Aragón la cediese a su antiguo poseedor. La forma mediante la cual esto debía tener lugar, era procurar que el asunto fuese tratado con las próximas vistas 188• Mucho le convenía al infante don Juan no perder amigos, pues la postura levantisca de don Diego López de Haro podía tener funestas consecuencias, al desbordar los límites de una querella interior. Y decimos esto a causa de que don Diego, junto con don Juan Alfonso de Haro señor de los Cameros, se ofrecieron al rey de Aragón, diciéndole que si éste quería «haver pleyto de amor con ellos» le ayudarían a conservar Murcia. La contestación de Jaime es que le place mucho el ofrecimiento, pero no se compromete a nada. En realidad el obrar en tal sentido hubiese sido cosa muy imprudente, si tenemos en cuenta lo adelantados que estaban los preparativos para las vistas, tanto, que la contestación de Jaime a los nobles castellanos es sólo anterior en una fecha al comienzo de tal reunión 189• Ap. 64.

186 187

Rg 235 fl 46/v/2 y CRD Jaime II caja 17 nº 2233 y 2232. Apéndice 62. Rg 1521 1/v. CRD Jaime II caja 26 3331/1 15 abril 1304. Jaime II y Femando IV pactan tregua hasta el 1 de agosto. Rg 1521 fl 113, 15 abril Femando de Castilla da poderes al infante D. Juan para que solucione sus diferencias con los infantes de La Cerda. Idem en Pergamino. Jaime II nº 1304 y Benavides T 11 doc. CCLXIII y CRD Jaime 11. Caja 26 nº 333 V@2·24 abril. Jaime II publica la tregua. Apéndice 63. 1 8 Benavides T 1 cap IV. Zurita. libro V cap LXVI. 189 Rg 235 fl 54. Apéndice 64.

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RELACIÓN CASTELLANO-ARAGONESA

42.

REUNIÓN DE TARAZONA

El día 20 de abril de 1304, reunidos en Tarazona, los reyes de Castilla y Aragón y el infante don Alfonso de la Cerda, acordaron aceptar como árbitros de sus querellas al infante don Juan, al rey Dionis de Portugal y al arzobispo de Zaragoza don Jimeno de Luna. Como garantía de que aceptarían lo que dichos delegados acordasen se pusieron castillos en rehenes. Aragón puso los de Verdejo, Somet, Borja, Malón y Ariza y Castilla los de Alfaro, Ceivera, Aetón, San Esteban y Atienza. La entrega de dichos rehenes se llevó a cabo con todas las formalidades de rigor: compromiso hecho por escribano público y sellado con sello de plomo. El plazo para dictar sentencia finaliza el 15 de agosto y en el período que media hasta dicha fecha, las partes en discordia se otorgan mutuamente una tregua, cuya publicación tiene lugar el 21 de abril 190• Ap. 65. Nos consta que se procuró que fuese mantenida 191, y que los castillos en rehenes fueron entregados previa promesa de no hostilizarlos 192• Ap. 66. 43.

EMBAJADAARAGONESAA PORTUGAL

Si analizamos el pleito que se pretendía solucionar, veremos que tenía razón la reina Maria de Molina, al considerar que a su hijo le corresponderla la peor parte en la solución que se diese, a causa de los compromisos previos entre el rey de Aragón y el infante don Alfonso, cuya dotación seria siempre a costa de Castilla, aunque en el mejor de los casos se le concediese el reino de Murcia, retenido por Jaime. Pero como el consentimiento lo había dado el rey sin consejo de su madre, y ésta consideró que ya la cosa no tenia remedio, se siguió el camino emprendido. Y como para ello era necesario «ayuntar el pleyto del rey de Aragón y el de don Alfonso» y como éste no era factible si primero «no se ayuntasen de consumo el rey de Portugal con el rey de Aragón», se acordó enviar al infante don Juan con objeto de procurarse una entrevista entre ambos monarcas 193• Que un acuerdo entre ellos era necesario, fue también el parecer de Jaime, quien al día siguiente de la promulgación de la tregua, el 22 de abril, envió embajadores a Portugal. Fueron estos Domingo de Echauri, sacristán de Tarazana y el Arcediano de la Guardia, nuestro viejo conocido Ramón de Montrós 194• Lo mismo la visita del infante don Juan 190 Ante la dificultad de desmenumr en notas parciales todos los documentos que hacen referencia a la cuestión narrada, por contener todos ellos noticias que se refieren a todos los aspectos de la negociación, los citaremos conjuntamente, advirtiendo que todos están comprendidos entre los días 20 y 29 de abril de 1304. Rg 1521 Os 6, 6/v, 7/v, 8/vy 113/v. CRD Jaime II caja 26 nº 3331/1/3/4 y 3332/1/2/3/5/6/7. Ac. de la Historia. Madrid. Colección SalazarA 2 fls 80 y 152. Benavides T 1 pag 52. Apéndice 65. 191 CRD Jaime II caja 17 nº 2207 y 2208. 192 CRD Jaime II caja 26 nº 3331 y 3332/3/4/5/6/7 /8. El nº 3331 son 8 documentos que ofrece la colección Salazar a la Academia de la Historia. A 2 fls 150-153 y Benavides T 11 docs CCLXIX y CCLXVIII. Los documentos procedentes de Femando IV fueron otorgados en Roa, donde llegaron el rey de Castilla y su madre el 29 de abril. Estos documentos confirman a Benavides 1 pág. 130. Apéndice 66. 193 Benavides T 1 pag. 130. 194 Rg 334 fl 125. El anuncio se hace también extensivo a la reina Isabel, al infante

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que la de los enviados aragoneses, deberán conseguir lo que de ellos se esperaba, y buscar un arreglo a los múltiples problemas que en realidad eran de difícil solución. El infante D. Juan, uno de los encargados de procurar que el rey de Portugal quisiese intervenir en la solución de los pleitos castellano-aragoneses, logra que Femando IV esté de acuerdo en acudir a las vistas que tendrán lugar entre Agreda y Tarazona. Don Juan es del parecer que el rey de Granada entre también en la tregua que se intenta establecer 195 • Y mientras estas actividades de alto copete tienen lugar podemos ofrecer una muestra de que al mismo tiempo los personajes en cuestión se ocupaban de la parte de material, especialmente de la provisión de vituallas 196• La actividad del rey Dionís no cesa. &ta actividad es una prueba del interés que tiene en que se arreglen los asuntos de Castilla. No olvidemos que el rey Fernando es su yerno. Según Dionis le dice a Jaime, suegro y yerno han decidido encargar al infante D. Juan que busque el modo de conseguir un acuerdo entre dicho infante, el rey de Aragón y Alfonso Cerda. Pero D. Juan enfermó siendo sustituído por D. Juan Núñez de Lara. En realidad lo que busca Dionís es que prevalezca su criterio 197 • No sabemos si por esta circunstancia o por otras razones Dionís está muy satisfecho de que haya paz entre Castilla y Aragón 198 • A partir de primeros de junio de 1304 hasta la celebración de las vistas son muy numerosas las cartas y noticias de toda clase que intercambian entre sí los reyes de Aragón y Portugal directamente, y más que nada por mediación del infante don Juan 199• Alfonso de la Cerda convocado también, subordina su asistencia a que se le envíe socorro para presentarse a ellas de manera conveniente. Sin que conozcamos contestación a tal carta, una quincena después de su fecha, el dos de julio, el pretendiente envió a su alcaide Domingo Pérez a recoger el socorro prometido, no sabemos si escuchado en sus reclamaciones 200• Ap. 67. Alfonso, al conde de Barcelos, a la reina de Castilla, obispos de Braga y Lisboa, al custodio de los minoritas en Portugal, a M.P. de Fontova canónigo de Lisboa, al Comendador de Santarem y a Simon consejero del rey Dionfs. 195 CRD Jaime II caja 17 nº 2215. Juan Manuel Ap. 96. Gaspar Remiro. M. El negocio de Ceuta. pag. 196 CRD Jaime II caja 17 nº 2215. Los judíos de Biel deben pagar 500 sueldos jaqueses para comprar carneros para las vistas. 21 mayo 1304a id nº 2171. A los vecinos de Anyona no deben exigírseles mas que 50 patos por haber dado voluntariamente el resto. Id nº 2172· 2177 cenas y pagos que para la celebración de las vistas efectúan diversas localidades. 197 CRD Jaime II caja 95 nº 11555. Santarem 18 mayo (1304). 198 CRD Jaime II caja 148. Extra Serie 423. Coimbra 1junio 1304. La noticia de la paz es comunicada a Dionís de Portugal por los emisarios Domingo Garcia, Ramón de Montrós y el infante don Juan. 199 CRDJaime II caja 17 nº 2256 y 2263. Visto 16junio 1304. FJinfante D. Juan comunica al rey de Aragón el envío del Sacristán de Tarazona Domingo García y del Arcediano de la Guardia, Ramón de Montrós. En las cartas de que estos eran portadores le recomienda que «non entreredes por esta tierra de aca quantos podiessedes porque el rey de Portogal se pueda veer conwsco lo mas ayna que pudier ser». EJrey de Portugal saldrá de Sabugalcal otro dia de San Juan» y calcula llegar a San &teban de Gonnaz a los quince dias. Rg 235 8 90/2 contiene la lista de los personajes convocados para asistir a las vistas, unos 80 en el bando aragonés. La carta caja 17 nº 2256 la publica Giménez Soler. Juan Manuel ap. 19/2. 200 CRD Jaime II caja 17 nº 2248 y 2236. Apéndice 67.

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Paralelamente a estas gestiones que pudiéramos calificar de protocolarias tienen lugar otras, más interesantes, puesto que su fin es sondear el ánimo de personajes cuyo parecer interesaba conocer a las partes en discordia. Fueron estos el rey Dionís y la reina Maria. Para sondear a la reina madre de Castilla Jaime le envió como embajadores: el sacristán de Tarazona y el Arcediano de la Guardia. Conocemos el viaje de dichos emisarios porque Maria les da credencial a su regreso 201 • Resultando de los para nosotros desconocidos extremos de dicha misión, Gonzalo García, el sacristán de Tarazana, es enviado a Portugal para que cuente el estado de las relaciones de Jaime con Castilla 202 • También como preparación de las vistas de Campillo, durante el mes de junio envía emisarios a Portugal, no con credenciales para tratar con los reyes de este país, sino con objeto de preparar unas vistas previas, que debían celebrarse en San &teban de Gonnaz. Y lo más interesante es que los emisarios castellanos, coincidieron en la corte portuguesa con los embajadores que envía Aragón 203 • Lo que en tales entrevistas interesaba a Aragón lo envió a decir a su hermano la reina Isabel, por medio de Martín Pérez de Fontova, encargado, junto con Gonzalo García de contestarle. Y como era de esperar en este momento, se pone al corriente de todo al infante don Juan 204 • 44.

VISTAS DEL CAMPIUO.

PUBLICACIÓN DE l.A SENTENCIA ARBITRAL

PRONUNCIADA

En la segunda quincena del mes de junio se llevan a cabo los preparativos de viaje por parte de todos los asistentes a las vistas. La actividad de Jaime es muy grande, y demuestra el gran interés que para él tenía lo que en el arbitraje se decidiese. Se preocupa de toda clase de detalles; el lugar escogido para la celebración no le parece adecuado para alojar a los asistentes 205 ; de que la tregua concertada con Castilla sea mantenida en la frontera, contra lo que sucede por culpa de Fernando de la Cerda. Que este quebrantamiento de tregua debió ser algo más que unas escaramuzas esporádicas, se desprende del nombramiento de dos personas, una por cada parte en discordia para tratar de dichas cuestiones 206 • La última preocupación y actividad del rey de Aragón fue la llamada a todas las personas que debían acudir a las vistas acompañándole, lo mismo nobles y caballeros que clérigos y hombres buenos de diversas ciudades y conce20 1 202

CRD Jaime II caja 17 nº 2247. Rg 235 8 93. Además del rey Dionfs se anuncia la visita del embajador a las reinas Isabel de Portugal, Maria de Molina y Constam.a, al infante D. Juan y a doña Vataza. Reg 235 fl 93&2. Al infante Alfonso Cerda se le envía al arzobispo de Zaragom. 2 3 CRD Jaime II caja 17 b 0 2205 y 2246. Giménez Soler, Juan Manuel. Ap CII. 204 Reg. 235 fl 93/2 y 112/3. En esta última carta de 13 de julio de 1304 dice saber por mediación de Ramón de Montrós que el rey Dionís se prepara para asistir a las vistas. 205 Rg 235 fl 112/4. 206 Rg 235 fl 113/v y Reg 1521 fl 43/v/1. F.stos quebrantamientos de tregua tenían lugar en Murcia, Orihuela y Lorca según cuentan al rey los enviados de Orihuela, quienes además de contar los atropellos de que son victimas piden dinero para proveer a la defensa de Lorca y pagar a los caballeros que defendían Murcia. C R D Jaime II caja 16 nº 2046 y 2047 recto.

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jos 207 • Y para que nada falte, la parte material es también atendida cuidadosamente. Los navarros, solícitos, ayudan a Jaime dejando pasen por su tierra las vituallas necesarias para las vistas, al mismo tiempo que el comendador Alfonso de Rovray se pone a la disposición de Aragón 208 • El rey Dionis de Portugal, dispuesto a mediar en el conflicto castellano-aragonés, se puso en camino. Cruzó Castilla, desplegando gran aparato y fastuosidad. Llegó acompañado de su esposa y unos mil caballeros de linaje. En la frontera le esperaba Diego García, canciller del sello de la puridad de Castilla, con encargo de acompañarle y de procurar le prestasen homenaje todos los castillos y villas por donde pasaban. Pero el rey Dionis, no sólo rehusó esta distinción, sino que ni siquiera quiso aposentarse en ninguna de las localidades del trayecto ni tomar vituallas de dichos lugares ni de los oficiales del rey. Se aposentó la comitiva en las tiendas que llevaba, y todo lo necesario lo compró, conducta que merece de Zurita el sabroso comentario de que a pesar del carácter mediador con que venia el rey de Portugal, parecía que lo hiciese en son de guerra 209 • Desde Medina del Campo, fueron juntos hacia Soria Dionis y Femando IV. En Soria estaba la reina Maria y desde este punto, no podemos decir si también dicha señora, fueron a Agreda donde permaneció la corte castellana durante el transcurso de las vistas y celebración del arbitraje. El rey de Aragón residía a su vez en Tarazona, celebrándose las entrevistas no en Torrellas, como dice Zurita sino en Torrijos, lugar de la falda del Moncayo, entre Agreda y Tarazona, según se desprende de los documentos que · dan fe de lo allí transcurrido. Los autores que hasta este momento han tratado de esta cuestión, especialmente Zurita y la Crónica de Femando IV tantas veces utilizados por nosotros, dan fe más o menos detallada del transcurso de las vistas, y de su resultado, como en su lugar veremos, pero no se detienen a examinar el ánimo que a las vistas llevaban los principales interesados en el asunto a debatir, interesados que a pesar de todo, lo eran en mayor grado los infantes de la Cerda. Nos referimos a los soberanos de Castilla y Aragón, de cuyos dominios tenía que segregarse lo que se concediese a los primos de Femando. Muchas veces hemos calificado de causa perdida la de Alfonso de la Cerda, y en estos momentos, podemos apoyar nuestro aserto en la opinión que sobre la solución del caso sustentaba su protector oficial, el rey de Aragón. Una carta al rey de Francia sobre este asunto, nos permite opinar acerca del espíritu con que el aragonés acudía a las vistas. Proba-

º Rg 235 fl 116 eón fecha 18 julio 1304 el rey de Aragón convoca a las vistas que van a celebrarse en Monreal, cerca de Arim a Jaime de Xerica, Gomblado de E.ntel17.8,Pero Femández de Hijar, Pero de Ayerbe, Ximeno Comel, Pero Martín de Luna, J. Ximénez de Urrea, Ramón de Cardona, Arnau de Horta Comendador de Montalbán, Guillem de Puig y Bemal Cardona Maestre del Temple. C R D Jaime II caja 17 nº 2234 el rey remite al obispo de Valencia cartas del de Zarago:za que tratan de lo que se dice en Castilla. Le pondera que acuda a las vistas de Monreal de Arim. Que procure que todos los barones invitados se reúnan con el Jueves próximo. Id nº 2237 el concejo y el juez de Teruel dan credencial de Domingo de Sarriá que va a ver al rey para tratar de los seis hombres que la ciudad debe enviar a las visw mencionadas. 208 CRD Jaime II caja 108 nº 13495 y 13496. 209 Zurita libro V cap LXVI. 2 7

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blemente había trabajado el ánimo de los árbitros en la querella puesto que toda la labor de Jaime a favor del infante Alfonso, se dirigirá a procurar que Castilla le ceda lugares con «mero y mixto imperio», a cambio de que renuncie a llamarse rey, y en consecuencia lógica reconozca a su primo Fernando como soberano legítimo 210 • Ap. 68. Conocida la actitud de Castilla, intransigente en la cuestión de reconocer el título real a Cerda, podemos deducir que Jaime 11,a cambio de poder aparecer como persona que transige, procure que el abandono de las pretensiones de su pupilo, le allanen el camino para conseguir el sueño dorado de la anexión de Murcia, si no en totalidad, en parte, como en efecto ocurrió. Pero a pesar de todo, como la presencia del infante Alfonso era necesaria, o cuando menos interesante, Jaime 11,desde Tarazana y el último día de julio, le encarece se presente en dicha ciudad, donde acaba de llegar el rey de Portugal. Y por fin las demandas de auxilio de Alfonso son atendidas: el portador de la carta le entrega dos mil tomese de plata 211 • El 30 de julio comienzan las formalidades necesarias para la celebración de las vistas. Son las primeras los nombramientos de procuradores y representantes por ambas partes. Jaime II y los infantes de la Cerda nombran para ambos cargos a Gonzalo García, Femando de Castilla nombra procurador y representante a su tío el infante don Juan 212 • Al mismo tiempo le otorga poderes para oír, probar y rectificar las sentencias pronunciadas en el arbitraje llevado a cabo por el rey de Portugal a dicho infante, al arzobispo de Zaragoza, a Ferrant Gómez, canciller y notario mayor de Toledo, y a Diego García de Toledo, «canciller del sello de la puridad» 213 • Para llevar a la práctica las resoluciones tomadas en la sentencia que comentamos, ambas partes designaron al infante D. Juan 214 • Los primeros ocho días de agosto de 1304, transcurrieron durante la elaboración de sentencia arbitral que resumimos, y de la cual ha quedado abundante testimonio documental, que viene a confirmar lo que sustancialmente recoge Zurita, y más parcamente la Crónica del monarca castellano. La sentencia pronunciada por los árbitros, Dionís de Portugal, el infante don Juan y Ximeno de Luna arzobispo de Zaragoza, alcanzó a la cuestión de Murcia y a las pretensiones del infante Alfonso de la Cerda, de este modo: según opinión del cronista de Femando IV, todo se hizo «así como quiso el rey de Aragón». Cartagena, Guardamar, Alicante, Elche con su puerto y términos, Orihuela, Elda y Novelda; y en líneas generales, todos los lugares que están situados en la ribera izquierda del Segura, desde que este río entra en el reino de Valencia, hasta su desembocadura excepto las ciudades de Murcia y Molina, quedando como límite septentrional del territorio adjudicado a Jaime. Elche, lo mismo que Villena era 21 º Rg 1521. fl 43/v/2. La carta está fechada en Zaragoza el 21 de julio, o sea en plena preparación de las vistas. Caja 26/3332/5. Apéndice 68. 21 l Rg 235 fl 120/v/3. 212 Rg 235 fl 83/3 y rg 1521 fl 114. 213 Rg 1521 fl 9 Benavides T 11 doc CCLXXVI. También publica el doc Cole. Salzar A 2 fl 154/v. Ambos documentos son sustancialmente el mismo. CRD Jaime II caja 26 nº 3332/10 añade a los procuradores mencionados a la reina Constanza de Castilla. 214 Benavides T 11 doc CCLXXVII y Colee. Salaz.ar A 2 fl 156.

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de don Juan Manuel, quien conservará su propiedad, pero bajo la jurisdicción y señorío aragoneses. Lo mismo ocurriría con cualquier persona, iglesia o entidad que poseyese lugares o castillos dentro de los mencionados términos. En iguales condiciones quedaban Elda y Novelda, propiedad de oaViolante Manuel, esposa de Alfonso Sánchez bastardo portugués hermano de Dionís 215 • Ap. 69. La parte más espinosa del asunto, que siendo en apariencia la causante la reunión que comentamos, quedó relegada a segundo término, fueron las ambiciones sobre Castilla del infante Alfonso de la Cerda, zanjadas de acuerdo con la opinión sustentada por el rey de Aragón cerca del de Francia, según hemos apuntado. ¿Cómo no iba a solucionarse el pleito en este sentido si tenemos en cuenta que los árbitros que en tal cuestión intervinieron fueron escogidos por Jaime II y Dionís? Si bien en la dotación adjudicada al infante de la Cerda entraban exclusivamente dominios castellanos, quedando intacta la parte de Murcia adjudicada a Jaime, en la misma fecha, el rey Dionís, debía conformarse con dicha solución a cambio de una tranquilidad interior en los dominios de su yerno. Así pues Alfonso de la Cerda por razón del derecho que le asistía como infante de Castilla, recibió las villas de Alba de Tormes, Bejar, Valdecomejo, Manzanares y Gibraleón con sus términos respectivos. Además, Algava, los montes de la Greda de Magán, Puebla de Sarriá con su alfoz, y la tierra de Lemos; Rabaina que está en el Aljarafe, la mitad de laAtuneria de Aladra y · la parte de los molinos de Hornachuelos que fueron de Nuño Fernández de Valdenebro, la Ruzafa y los molinos de Córdoba y los molinos y la isla de Sevilla que fueron de Juan Mathe de Luna. No obstante Alfonso Cerda queda obligado a entregar a Fernando IV Almazán, Serón, Deza y Alcá7.ar en el plazo de un año 216 • Dos días después de esta sentencia, el 10 de agosto, el rey Femando promete que si los lugares cedidos a Alfonso de la Cerda no alcanzan a producir una renta anual de cuatrocientos mil maravedises, le aumentará las donaciones hasta alcanzar dicho límite 217 • Coincidimos con el parecer 215 Rg 1521 fls 9/v a 21 recogen toda la marcha del arbitraje y contiene también la sentencia que de este emana. Otros dos ejemplares de dicha sentencia podemos ofrecer. CRD papeles por incorporar caja 28 sin nº, un cuaderno de 5 fls. Tarazona 8 agosto 1304. Caja 26 nº 3331/4 y 3332/11. Pergamino Jaime II nº 2062 publicado por Benavides doc CCLXXIX. Ofrecemos en apéndice el texto de caja 26 3332/11 que se repite en nº 3331/4. Rg 1521 fl 115 contiene el arbitraje que aparece también en Benavides T 11 doc CCLXXX procedente de la Crónica de Mossen Diego de Valera. Rg 1521 t1 117/v confirma a Zurita. Libro V cap LXVI y Benavides T 1 pg 135, todos con la fecha de 8 de agosto de 1304. Que la solución dada por los árbitros era difícil que contentase a todos lo demuestra la dispersidad de criterios acerca del caso de Elche. A los dos días de la sentencia arbitral, el 10 de agosto, los reyes de Castilla y Aragón están de acuerdo en que Jaime cambie Elche por otra localidad que rente lo mismo y tenga el mismo número de habitantes. Rg 1521 fl 25/1. Apéndice 69. 216 l{g 1521 t124/v /2 y Benavides CCLXXXIV da el mismo documento como procedente de la colección Salazar de la Academia de la Historia de Madrid. Zurita libro V cap LXVI y Benavides T 1 pg 135. Este autor cita como localidades a entregar Alma7.án, Soria, León, Deza y Almenara (es muy posible, nos atrevemos a decir, que León sea una mala lectura de Serón). Conocido el proceder del infante D. Juan creemos sintomáticos la noticia de que Jaime le conceda 20 mil contos de plata anuales el 9 de agosto. CRD Jaime II caja 154 nº 982. 217 Rg 1521 fl 117/v.

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expresado por Zurita, acerca del cuidado que se tuvo al elegir las villas que se dieron al infante Alfonso, buscando que en lugar de formar un todo compacto, estuviesen repartidas por toda la geografía castellana, gallega, y andall.17.a,lejos de la frontera con Aragón. Así se vería obligado a devolver Serón, Almazán, Alcázar y Dem, y Jaime 11,promete solemnemente a Fernando IV, no prestar ayuda al infante Alfonso en el caso de que éste quiera retener dichos lugares, o no cumplir cualquiera de los extremos de la sentencia arbitral. Otra de las promesas a que se vio obligado el infante Alfonso, fue a no usar armas de castillos y leones, acuarteladas como las reales, sino diferenciadas 218 • Al día siguiente de que se puntualizasen los extremos de la concordia entre el infante Alfonso y el rey de Castilla, el 9 de agosto, en Agreda, los reyes de Castilla, Portugal y Aragón, junto con el infante don Juan, firmaron capítulos de alianza y amistad, que al día siguiente se renuevan, admitiendo Aragón y Portugal ser amigos de Granada aliado de Castilla 219 • Ap. 70. Al mismo tiempo, los reyes de Aragón y Castilla pactan por separado. De su alianza quedan exceptuadas el pontífice y el rey de Francia. Se comprometen especialmente a no dar acogida en sus respectivos reinos a ricos hombres o caballeros en rebeldía contra su respectivo soberano 220 • &te extremo, dirigido sustancialmente contra una posible reanudación del caso Cerda, dejaba a éste, por lo menos legalmente, sin posibilidad de contar con ningún apoyo. En la castellana Agreda y en el lugar llamado el Campillo, entre dicha localidad y la aragonesa Tarazona, tuvieron lugar las formalidades legales de reconocimiento y ratificación de las sentencias y arbitrajes, absolución de pleito homenaje a los habitantes de los lugares que pasaban a formar parte de otro reino, devolución de prisioneros, y de los castillos que estaban en rehenes para responder de las treguas concertadas antes de las vistas 221 • Ap. 71. En el último de los días en que van desarrollándose las formalidades enumeradas, aparece por primera vez, ya era hora, el nombre del infante 218 Benavides T 11 doc. CCLXXN. Tarazona 1Oagosto 1304. Documento procedente de la colección SalazarA 2 fol 164 y Benavides T 1 pag. 165. 219 CRD Jaime II caja 26 nº 3332/12. Publicado también por Benavides procedente de la colección Salazar. A 2 8 59. Apéndice 70. 22 CRD Jaime II caja 125 nº 1815. Juan Manuel doc 104. «Pleyto de postura e paramiento» entre Fernando IV y Jaime 11.Se excluyen de la aliama el Papa y el rey de Francia. «Et otrosi que anemos al rey de Granada e que queramos su honra e su pro en quanto mas pudiessemos que como a aquel que es vuestro amigo e vuestro vasallo». Rg 1521 8 24/v. Benavides T 11 CCLXXXVI procedente de la colección Salamr. A 2 pg. 164. 221 CRD Jaime II caja 26 nº 3332/4 y Benavides T 11 doc CCLXXXVIII. 10 agosto 1304. Reg 1521 fls 20 22/1 22/2. El 13 de agosto Fernando de Castilla reconoce los lugares que se mencionan en la sentencia arbitral. Además devuelve los castillos que tenia en rehenes. Según Benavides T 11 doc CCXCIII los castillos son Morella, Biar, Jativa, Alpuente, Penágtilla, Bocairente y Uxo. El 9 de agosto en Agreda se elaboraron los términos de la concordia. Rg 1521 fl 23. En virtud de la sentencia arbitral pasan a manos de Aragón, Cartagena, Guardamar, Alicante, Elche, Orihuela, Elday Novelda, además de otros lugares. Si el infante Alfonso Cerda no prueba el arbitraje, dichos lugares serian restituidos en la fiesta de San Lucas y si lo aprueba serian entregados por San Martín. Lo mismo sucederá respecto a los lugares que deben pasar de Aragón a manos de Castilla. Rg 1521 fl 25/v. El rey de Aragón nombra al infante D. Juan procurador para que reciba en su nombre el juramento de los nobles castellanos que se especifican, en cumplimiento de las avenencias resultantes del arbitraje comentado. Apéndice 71.

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Alfonso de la Cerda, causante oficial, no nos cansaremos de recordar, de todo lo que venimos narrando. La copia de la sentencia arbitral referente al reparto de Murcia que lleva la fecha más adelantada, 13 de agosto, condiciona la vigencia de los extremos en ella contenidos a que Alfonso de la Cerda apruebe los extremos de su acuerdo con Castilla, según el convenio elaborado por Jaime II y Dionis de Portugal, que ya conocemos 222• Ap. 72. La aprobación tuvo lugar el 16 de agosto 223• Ap. 73. Todo ello pura fórmula, pues no debemos olvidar que los reyes de Aragón y Castilla, anteriormente a esta fecha se habían aliado, y comprometido a no ayudar a vasallos rebeldes. Al infante Alfonso no le quedaba más remedio que aceptar los hechos, y procurar que se cumpliesen las promesas que se le hicieron al heredarle en Castilla. La parte formal de los acuerdos que acabamos de comentar tenia lugar mientras los soberanos de Aragón, Castilla y Portugal, que acudieron a las vistas acompañados de sus respectivas esposas, se dedicaron a intercambiar visitas y convites para celebrar las paces concertadas. María de Molina, que desde Soria asistió al transcurso del arbitraje, fue a Agreda donde recibió a los reyes de Aragón y Portugal, en visita protocolaria. Los monarcas y sus esposas comieron juntos, huéspedes de Castilla, y al día siguiente María de Molina sentó a su mesa a las reinas de Aragón y Portugal y a su nuera la reina Constam.a. Al día siguiente, todos salvo la reina Maria de Castilla fueron a Tarazona donde fueron obsequiados por Jaime de Aragón. No podemos por menos de intentar deducir cuáles fueron los pensamientos íntimos que al final de todo experimentaron los principales interesados, especialmente la reina Maria, el rey de Aragón y el infante don Juan. &te último podía considerar que había triunfado haciendo que su cuñada aceptara su punto de vista. Muy dolida debió quedar la reina al verse obligada a la aceptación de unas condiciones, que no tenían para Castilla ninguna ventaja. Pero mujer inteligente y acostumbrada a toda clase de luchas, no debió parecerle mala solución dejar mnjadas dos espinosas cuestiones: la guerra con Aragón y el pleito de los infantes de la Cerda 224• 222 CRD Jaime II caja 26 nº 3332/13/15. Tarazona 12 agosto 1304. Notificación de la sentencia arbitral sobre el caso de Murcia pronunciada en Campillo el 9 de agosto, Rg 1521 8 20/v. Agreda? agosto. Femando IV acepta la sentencia arbitral sobre dicho reparto. CRD Jaime II Caja 16 nº 2045 2045/a/h Tarazona 13, 16 y 17 agosto. Orden de pregonar la paz con Castilla a las autoridades de Calatayud, Daroca, Teruel, Albarracín y al procurador de Valencia. Notificación a las autoridades de Murcia del reparto del reino. Notificación al procurador y al bayle de Murcia que pasaban a depender de Castilla. Rg 1521 8 40/v 2. Orden a los bayles de Orihuela y Lorca que sean devueltos ciertos lugares ocup~dos por la guerra a su dueña, la esposa de Diego Gómez de Castaiier, se trata de la «medietatem» de Almoradi Saca La Dayna y Charaviella. Rg 1521 t141/3. Se notifica la concordia con Castilla a Amaldo de Luna. Gombaldo de Enten7.a Señor de Ayerbe, Femando de Ixar, Juan Ximénez de Urrea, Jacobo Perez hermano de su consejero, Artal de Alagón, Ximeno Cornel, Ximen de Fontibus, Sancho de Antillon, Guerau de Puig, Pero López de Ote¡lJª' Pero Martín de Luna, Martín Gil de ....... y Gombau de ....... Apéndice 72. CRD Caja 17 nº 2259. Es la minuta del testimonio de la lectura en presencia de Alfonso de la Cerda, Jaime II y otros testigos de la carta sellada en la que se contiene la solución dada al pleito del infante Alfonso por Jaime II y Dionfs de Portugal y la aprobación que de ella hace el interesado. Sin fecha de lugar pero si del día 16 agosto. Debemos suponer que dicha lectura tuvo lugar en Tarazona o en Agreda. Apéndice 73. 224 Gaibrois. Maria de Molina cap. XXI. pág. 170. Zurita libro V cap. LXVI.

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el cumplimiento de la sentencia arbitral. Que todo ello fue trabajoso y difícil puede apreciarse teniendo en cuenta la cantidad de intereses que entraban en juego, muchos de los cuales iban a quedar lesionados. Así, es natural que los que en tal situación se hallaban hiciesen todo lo posible para no renunciar a sus posiciones y prebandas. También pudo ser causa de tales dilaciones, el deseo de salvar lo que se pudiese; Bertrán dez Vall junto con el baila general de Valencia Ferrer dez Cortell, tienen que ocuparse de recuperar y salvar las armas y arneses en los castillos que deben ser entregados 227 • 45.

DEVOLUCIONF.S A LA REINA MAIÚA DE MOUNA

Además de las entregas de villas y castillos situados en el reino de Murcia tuvo lugar la devolución de localidades pertenecientes al señorlo de Molina, propiedad de la reina Maria. Eran estos los lugares de Milmarros, Algar y Labros aldeas del término de Molina. Tampoco esta devolución se lleva a cabo pacíficamente, pues al final de la negociación, que dura desde primeros de septiembre a mediados de diciembre, el rey se ve obligado a ordenar a las autoridades de Calatayud que si Rodrigo Femández de Villel, Rodrigo Pérez y Gonzalo de Funes se negaban a entregar al procurador de la reina Maria, Gómez Fernández de Orozco, los lugares de Algar y Labros se proceda contra ellos 228 • Ap. 76. Todo se desarrolla en un clima de recelos y suspicacias. Lorca, Molina, Alcalá y Alhama, como tampoco habían sido devueltas a los Templarios y Hospitalarios los castillos que les pertenecían. Rg 1521856/1. Rera que no se tenia noticia en la carta de la entrega de Lorca y Alcalá, efectuada ante Domingo de Fraga, notario público de Murcia el día 21?. Tal noticia de la entrega procede de Benavides T 11 docs CCCXIV y CCCXV y CCCXVI, procedente de la colección Saluar A 2 8s 170 170/v y 173. Según Rg 1521 fl 56/1 Bernardo de Sarriá y Jaime de Besora retenían Calasrarray Archena. Todas estas disposiciones muestran a Jaime altamente conciliador, y e mismo talante demuestra cuando intenta que los de Orihuela y Murcia no resuciten viejas disputas acerca de los límites de una acequia o manda recoger en un memorial los daños que se causaron a Castilla con posterioridad a la firma de la paz. Rg 1521 fls 29/v 56/3 56/v /2. Todos estos documentos confirman los datos de Zurita libro V cap LXVI y completan detalles. Apéndice 75. 227 Rg 1521 ft 53/v/2. 228 CRD Jaime II caja 17 nº 2240 6 setiembre 1304. Femando IV ruega a Jaime II de parte de su madre que se entreguen al procurador de ésta, Gómez Femández, que tiene por ella Molina, los lugares de Milmarros, Algar y Labros que pertenecen a dicha villa. Parece ser que quien los detenta se niega a devolverlos sino se le indemni7.a del valor de una yegua que le tomaron gentes de Cuenca. Id nº 2242 el 13 de noviembre es la reina Maria la que repite la reclamación. Rg 1521, en fecha desconocida por deterioro del documento, pero podemos asignarla al mes de octubre, Jaime dice al rey de Castilla estar dispuesto a la devolución de los lugares en cuestión. Reg 1521 fls 49/v/2/3 y 50. Jaime ordena a Sancho Ramirez de Villel que para cumplir la sentencia arbitral en lo referente a la devolución de los lugares en cuestión se los entregue a él, que a su vez se los dará a Gómez Ramirez de Orozco, encargado de recibirlos. Lo mismo se dice a Gonzalo de Funes, Rodrigo Pérez y Ruiz Gon:zález de Villel, disposiciones que se notifican al procurador de la reina con la misma fecha de 26 de octubre. CRD Jaime II caja 16 nº 2079. 15 diciembre Rey Gonmlez de Villel recibe orden real de entregar Labros a Gómez Fernández de Orozco, procurador de la reina Maria. CRD Jaime II caja 17 nº 221 Oy rg 1521 ft 58/2/3. Con la misma fecha las autoridades de Calatayudreciben orden de intervenir si los que detentan los lugares mencionados se niegan a entregarlos. Rg 1521 tl 57/v/2. Apéndice 76.

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En todo este asunto, la ventaja estuvo siempre de parte de Jaime,

ayudándole en sus ambiciones sobre Murcia. Se nos podrá objetar que no logró enteramente su objetivo, pero creemos no es pequeño el éxito conseguido, pues aparte conservar territorios donados por quien no los poseía, consiguió que su antiguo protegido y aliado, fuese dotado por el monarca a quien pretendía despojar. Se nos podrá decir también, que Jaime se contentó con una parte de Murcia, pequeña por cierto, y renunció a muy caras reivindicaciones como la capital, pero la política es arte de realidades, y en este caso, Jaime no pudo menos de hacerse cargo de una muy grande: la impopularidad de la causa Cerda en Castilla, y el abandono internacional que tuvo, especialmente desde que Felipe el Hermoso se desentendió de sus sobrinos. Un pedazo de Murcia a cambio de la paz, quedando además Jaime como árbitro de los destinos peninsulares, no puede ser considerado como un mal negocio. ¿Quedó todo solucionado con la aceptación de las sentencias de Tarazona y Campillo? En líneas generales sí; y prueba de la buena voluntad de todos en admitir las consecuencias de ello derivadas, son las innumerables disposiciones encaminadas a ponerlas en vigor; la notificación a todos por medio de pregones, cartas a los personajes importantes del reino, y a los municipios interesados, van acompañados de las gestiones encaminadas a verificar las entregas a sus respectivos soberanos de las localidades sujetas a cambio 225 • Ap. 74. Los comisionados para tal menester son Juan Ozores, comendador de Santiago representante de Castilla y el de Montalbán, Artal de Urrea comisionado por Aragón. La restitución mutua de lugares, debía hacerse el día de San Lucas, 18 de octubre, si tal fecha le parece bien a don Alfonso de la Cerda, y de no ser así, se aplazarla hasta San Martín el 11 de noviembre. Las negociaciones, largas y prolijas, se prolongaron hasta después de estas fechas; el 22 de noviembre (no el 16 como dice Zurita), se entregó Murcia y seguidamente Lorca, con sus castillos de Alcalá, Monteagudo y Alhama y la villa y castillos de Negra, que eran de la orden de Uclés. Poco a poco se fueron entregando Archena y Calasparra pertenecientes a los Hospitalarios, Caravaca, Bullas y Cehegin que eran del Temple, amén de otros lugares y castillos en poder de diversos personajes. El maestre de Santiago recibió estos lugares condicionando su entrega a Fernando IV hasta que éste cumpliese sus compromisos con el infante Alfonso de la Cerda 226 • Ap. 75. Al fin todo parecía encauzarse hacia 225

CRD Jaime II caja 16 nº 2045 2045/a/b Caja 17 nº 2203/11204/1139. Rg 1521 8 40/40/v 41/3 43/v/2 46/50/2 53/3 54. Benavides T 11 CCCL Publica procedente de[ Archivo de Murcia la solución de fidelidad que a sus habitantes hace Jaime 11. 2 agosto 1304. CRD Jaime II caja 26 nº 3332/9 20 octubre 1304. Demuestra la intervención del infante D. Juan en nombre del rey de Castilla. Apéndice 74. 226 Rg 1521 fl 48/2. Disposiciones acerca de Juan Ximénez y Lope Ximénez de Urrea que no quieren reconocer la paz con Castilla y quieren continuar la guerra. Las univenidades de Arim, Cetina, Calatayud, Daroca, Albarracin y Teruel con sus respectivas aldeas reciben orden de no prestarles ninguna ayuda. Id Rg fls 45, 49, 50/3 52/v y 53/2, son cartas del rey a Juan de Osores disponiendo la entrega de los lugares que deben pasar a Castilla, con fecha 1 y 2 de noviembre. Id rg fols. 56 y 56/v a 11 de noviembre entrega de Murcia, Lorca, Molina Negra y Alhama. Id en Benavides T 11 doc CCCIV publica estas disposiciones procedentes de la colección Salazar A 2 fl 167/v. A pesar de las disposiciones que citamos según rg 1521 fl 55/2, el 28 noviembre aun no se habian entregado Murcia, Monteagudo,

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46.

EL PROBLEMA DE LOS INFANTES DE LA CERDA SIGUE SIN SOLUCIONARSE

Si el cumplimiento de todo lo anteriormente expuesto, fue un paso importantísimo para el logro de la tan ansiada paz, no fue algo definitivo, pues quedaron en pie varios problemas, de más difícil solución, por ser los interesados no directamente los monarcas de Castilla y Aragón, sino terceras personas, con los intereses y exigencias consiguientes: el más acuciante de estos asuntos fue el referente a la dotación del infante Alfonso de la Cerda. A través de la escasa documentación referente a esta cuestión, podemos deducir el poco interés de Castilla por cumplir sus compromisos y constatar que la defensa de los intereses de don Alfonso en manos de Jaime II no era demasiado eficaz. En aquellos momentos, Jaime había conseguido mucho de lo que se proponía; el infante don Juan logró contentar a su amigo el rey de Aragón, aparecer como árbitro y personaje principal en las vistas del Campillo, y por si esto fuera poco, impuso su criterio a la reina María. ¿Extrañaremos pues que el asunto de las dotaciones a don Alfonso haya dejado tan poca huella, que sea casi imposible reconstruir su proceso? Durante todo el mes de agosto, Jaime y Femando tratan del cumplimiento de los compromisos, pero nada definitivo se acuerda 229 • Ap. 77. Y así las cosas el infante quiere ir a Francia. Para ello pide a Jaime el dinero y las cartas que para el caso prometió darle 230 • El viaje se realizó, pero conocida por nosotros la actitud de Felipe el Hermoso, este detalle no tiene mayor importancia, pues la cuestión no varía de aspecto. La única noticia que tenemos, la que nos dice que el viaje se llevó a cabo, es el ruego que desde Saint Marcel, localidad cercana a París, donde la viuda del infante Fernando de la Cerda se retiró al claustro, Alfonso ruega a Jaime recabe del rey de Castilla el cumplimiento de sus compromisos 231 • Ap. 78. Falta hacía que se procurase mover al rey de Aragón, que poco antes había intentado cumplir el plazo estipulado con el rey de Castilla, para que ambos cumpliesen las disposiciones acordadas en las vistas del Campillo 232 • Al fin el 15 de octubre parece ser que Fernando de Castilla está dispuesto a que se entreguen a su primo Alfonso las villas de Bejar, Valdecorneja y Manzanares. También los montes de Greda. El infante don Juan es el encargado de actuar en este pleito en nombre de su soberano. 229 Rg 1521 fl 42/v / 1. 12 agosto 1304. Jaime II envía a Castilla a Jaime de Alfajarín para tratar de las donaciones que se adjudicaron a Alfonso Cerda. Se trata de dilucidar si este debe recibir juras y homenaje de los hombres de Castilla. CRD Jaime II caja 17 nº 2238 24 de agosto, sobre si los castillos de Alcaz.ar, Monteagudo, y Almazán pueden tener mandos de Señorío. CRD Jaime II caja 26 nº 3332/9 / 13. Femando IV a Jaime II sobre el cumplimiento de los pactos celebrados entre ambos acerca de los intereses de Alfonso de la Cerda. Apéndice 77. 23 CRD Jaime II caja 17 nº 2245. Almazán 25 agosto 1304 Alfonso de la Cerda anuncia a Jaime II su propósito de pasar a Francia para entrevistarse con el r~. Pide el socorro y las cartas que le prometió cuando le habló de este proyecto. Rg 186 fl 181/v /2. El 1 de junio de 1306 Jaime II insiste cerca de Femando IV procure que Alfonso Cerda pueda percibir los derechos de los lugares que le fueron adjudicados, pues los arrendadores · de Femando los tomaron. 231 CRD Jaime II caja 23 nº 2927. Caja 17/2217. Apéndice 78. 232 CRD Jaime II caja 17 nº 2264.

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Discrepancias entre el rey de Castilla y Alfonso Cerda acerca de los lugares asignados determinan que el infante don Juan acudiese al rey de Aragón para que éste influya cerca de Alfonso Cerda para que éste acepte algunos cambios que en dicha dotación propone Fernando. Las razones que aduce el infante D. Juan para que Alfonso acepte la propuesta son que hasta el presente Castilla cumplió siempre lo prometido entregando Valdecornejo, Manzanares y Alba de Tonnes a los representantes del interesado. La reacción del monarca aragonés ante dichas noticias fue enviar a Ramón de Monros el conocido Arcediano de La Guardia. No sabemos la misión que fue encomendada pero podemos deducirla de lo que el infante dice al rey de Aragón. Éste quiere que sea él quien se ocupe de todo, «que aquella guisa que entendier que querides que veniésse por mi ante que por otro ... gradescolo vos mucho ... e cierto seed que non ha omme en el mundo que mas quisiere vuestro bien e la vuestra pro que yo sin mas fiziere por lo ayuntar» 233• Ap. 234. ¿Qué pretendía Jaime en este acuerdo? ¿Qué servicios estaba dispuesto a prestarle al infante? Nos parece sintomático que no se mencione al interesado en este pleito. En realidad todo parece dirigido a las relaciones Jaime-Infante Juan; el interés por Alfonso es pura fórmula, se diluye y desaparece del primer plano respecto a quienes lo utilizaron como trampolín para lograr sus ambiciones que a pesar de no alcanmr los limites deseados llegaron a ser bastante aceptables. 47. D. JUAN MANuEI..Y SU HERMANAVIOI.ANTE,ESPOSADEL INFANTEALFoNSO DE PORTUGAL. LA CUESTIÓN DE ELcHE Y IAS VIUAS DE ELDA Y NOVELDA

Más dificil que el asunto Cerda es el arreglo con D. Juan Manuel, que

intenta no tener que renunciar a nada. Y como a Femando IV tampoco debía parecerle cosa muy conveniente darle una compensación, procura que conserve lo que antes de la guerra poseía en los lugares de Murcia que en virtud de la sentencia arbitral pasaban a manos de Aragón 234 • Ap. 80. &to ocurre más tarde, después de que inmediatamente a la sentencia de Campillo se hubiesen llevado a cabo una serie de disposiciones encaminadas a que éstas entrasen en vigor 235• La cuestión de Elche debía plantearse enseguida, mejor dicho desde el primer momento. La solución de la sentencia no será del agrado de Femando IV, puesto que con la misma fecha de la firma, el 8 de agosto, Jaime II asigna al rey de Castilla cuatro mil torneses de plata anuales 233 CRD Jaime II caja 105 nº 13117 y caja 17 nº 2217. 22 octubre 1304 y nº 2252, 13 noviembre 1304. Los cambios propuestos eran Pedram y sus aldeas, las salinas de Adema cuya renta alcan1.aba a 80 mil maravedises, pero el infante prefiere que el trueque se haga por Cangas, Trujillo o Cáceres. El infante D. Juan ruega a Jaime que aconseje al interesado, que acepta la propuesta. Las razones que aduce parecen convincentes. Apéndice 79. 234 CRD Jaime II caja 17 nº 2243. Valladolid 6 octubre 1304. Femando IV pide a Jaime n que en cumplimiento de lo pactado entre ambos mande entregar a Gómez Femández de Orozco, ayo de Juan Manuel, lo que este poseía antes de la guerra en Elche, Orihuela y otros l~ de Murcia que pasaron a manos de Aragón. Apéndice 80. 235 Rg 1521 8 41/v el 18 agosto comunica al Bayle general de Valencia Ferrer dez Cortell que Elche y su puerto pasan a poder de Castilla.

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como compensación a las rentas de Elche. Que el rey aragonés estaba dispuesto a cumplir su oferta es la orden a las autoridades de Elche y a los aljamas de moros y judíos que guarden integras las rentas y contribuciones que en adelante deberá percibir D. Juan Manuel o cualquier otro según pactos celebrados con Castilla. Debe proceder de la misma forma en el resto de lugares que deben ser devueltos 236 • Todo muy en orden, muy pacifico en apariencia, pero en realidad lleno de dificultades y recelos de todos. A esta actitud creemos responde la orden de fortificar los lugares de Murcia que quedan en manos de Aragón 237. Otra cuestión similar a la de Elche es la que se derivó de la posesión por Aragón de las villas de Elda y Novelda. Eran éstas propiedad de doña Violante Manuel, que las heredó de su madre la infanta Constanza, hija de Jaime el conquistador. &taba casada con Alfonso Sánchez, bastardo de Alfonso 111de Portugal y por tanto hermano de Dionís. Posiblemente por intervención del infante don Juan, buen abogado de la causa de Jahne de Aragón, se intenta que la poseedora de Eld.a y Noveld.a, se avenga a cambiarlas por Pedraza. Jahne II teme que Fernando IV quiere hacerlo así con objeto de quedarse con las codiciadas villas; Alfonso de Portugal, se muestra reacio al cambio, tanto que Femando reclama la intervención del rey de Portugal para que trate de convencer a su hermano. También a Castilla le conviene llegar a un acuerdo, pues la entrega de Murcia queda apla7.ada hasta que dicha cuestión se solucione 238 • Ap. 81. A través de la documentación utilizada, se percibe claramente, que el clima en que se desenvolvían los trámites derivados de las vistas, no era precisamente cordial; se producen roces entre el Maestre de Santiago y el procurador por Aragón de las tierras «dellá Sexona», y hay quien se dispone a defender castillos que se oponen a volver a manos castellanas 239• Ap. 82. 236 CRD Jaime II caja 154. Extra Serie nº 1030/1. Tarazana 8 agosto 1304. Jaime II otorga a Femando IV 4.000 tomeses de plata al año. Id 2. Agreda 10 agosto 1304. Aliam.a entre Castilla, Portugal y Granada. Esta entra a petición de Castilla. Id caja 16 nº 2045/by c. Tarazana 17 y 18 agosto 1304. Jaime participa a las aljamas de judíos y moros de Elche y a los hombres buenos y cristianos de Murcia que deben recoger las rentas que de ellos proceden para que pueda percibirlas. D. Juan Manuel por haberse asf convenido en los pactos celebrados con Castilla. 237 CRD Jaime II caja 16 nº 2045/d Gallur 18 agosto 1304. Ordenes a Ferrer dez Cortell y Pedro Scriba, vecino de Elche para que se ocupen de la reparación de las fortificaciones de los h1,ares del reino de Murcia que quedan en poder de Aragón. Rg 1521. fols 46/2, 47, 47 /v, 48/1, 48/v, 52/2 y 54/v. Este último documento es la carta a Dionis de Portugal. Rg 1521 8 26. Artal de Horta, comendador de Montalbán recibe de Castilla Elda, Novelda y Elche, en presencia de Domingo de Fraga, notario de Murcia el 15 de noviembre de 1304. Las reclamaciones posteriores llevadas a cabo por los interesados y D. Juan Manuel demuestran que no están conformes con el cambio y que aun no habfan tomado posesión de los lugares que este cambio suponía. CRD 105 nº 13159, caja 17 nº 2253, caja 107 nº 13292-13292. Juan Manuel doce 107, 108, 109 y 110. Rg 5121 ft 58/v/2 demuestran que Castilla cobró las rentas de Elda y Novelda, en contra de lo dispuesto. Apéndice 81. 239 CRD Jaime II caja 16 nº 2051 y pg. 1521 8 59/2. Jaime ordena que la prohibición de acudir en ayuda de J. Pérez de Urrea que la ha solicitado para acudir a la defensa de Monteagudo, se haga extensiva a otros quince nobles entre los que figuran Jaime de Xerica, Artalde Luna, Gombaldo de Entenz.a, Pedro de Ayerbe y Pero Femández de Hijar. Demuestra que el caso era grave o que el rey no estaba dispuesto a que los acuerdos tomados

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EL SEÑORÍO DE VIZCAYA Y LA CUF.sTIÓN DE ALBARRACÍN

Al mismo tiempo que se desarrollan las vistas del Campillo y enla2.ado con toda la problemática que en ellas se intenta solucionar, aparece también el pleito sobre el señorío de Vizcaya. Por consiguiente debemos considerar las malas relaciones entre D. Diego López de Haro y el infante D. Juan, casado como sabemos con naMaria Díaz, hija de D. Lope Díaz de Haro, a causa de la reclamación de Maria de la parte de Vizcaya que le correspondía. Para defender sus derechos naMaria dio plenos poderes a su esposo el infante. Éste contaba con el apoyo decidido del rey de Aragón, baza muy importante, y también será necesario tener en consideración las buenas relaciones con D. Juan Núñez pretendiente a Albarracín y yerno de D. Diego. Recordemos que el infante D. Juan cuando se preparaba lo que cristalizaría en las vistas llamadas del Campillo, prometió a don Juan Núñez que procuraría que en tal reunión se ventilase el asunto de Albarracín, con la idea de atraer a su facción al importante y turbulento personaje. Posiblemente lo hubiese logrado al precio de darle Albarracin, pero es muy posible que tal solución no pareciese bien al rey de Aragón, muy contento con la unión a sus dominios de tan codiciadas villa y fortaleza. Pero en la complejidad y poca consistencia de las relaciones entre los monarcas y los nobles y de estos últimos entre sí, hay momentos en los cuales a juzgar por los datos que podemos ofrecer, parece que el rey Fernando se inclina hacia don Diego. No se sabe a causa de qué tratos existentes entre éste y el rey, Jaime promete enviar al infante tropas de infantería y caballeria, al mando de Juan Jiménez de Urrea y Artal de Luna. Lo importante de esta propuesta, más que ella misma, es la fecha en que tiene lugar: el 4 de agosto, en plena marcha de las negociaciones y a punto de reunirse la comisión que dictó la sentencia 240 • Pero nada se decidió. Los asuntos de Vizcaya y Albarracín quedan al margen. Más adelante, en febrero de 1305, cuando se celebran las vistas del Monasterio de Huerta, destinadas a buscar la manera de que fuesen puestas en práctica las resoluciones emanadas de las vistas del Campillo, surge de nuevo el tema de Albarracín. Es de suponer que en los preparativos de dichas vistas, encomendadas en mucha parte a Ramón de Montrós, Arcediano de la Guardia, se mencionase el tema de Albarracín. Éste va a Castilla a mediados de noviembre y regresa a Aragón a últimos del año 1304 241 • Es de suponer que dichas gestiones fueron conocidas por D. Juan Núñez y que éste fuese el motivo de su viaje a Valencia a verse con Jaime y reclamar su señorio. El rey aragonés, cauto como de costumbre le contesquedasen sin cumplimiento. 12 febrero 1305. El maestre de Santiago y Pero de Montagur, procurador de las tierras «della Xexona» han prohibido que de sus tierras salgan vituallas, oro loplata. 2 enero 1305. Apéndice 82. 2 Rg 236 fl 65/v. Artal de Luna es gobernador de Aragón por el primogénito D. Jaime. Si a causa de este cargo no puede acudir será sustituido. 241 Reg 254, fl 66/v (numeración romana moderna 15-XII-1304. Jaime accede a la petición de Castilla de aplazar las vistas y cambiando el lugar de su celebración, de lu cercanías de Valencia a las de Arim. Id. al infante Juan a las reinas Maria y Constam.a, Vataza, Femando Gómez canciller de Castilla, Diego García del sello secreto, Lope García y Samuel Almoxarife mayor de Castilla.

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tó que dadas las circunstancias y la importancia del señorío, dicho asunto tenía que consultarse con los prohombres aragoneses, pero si estos se mostrasen contrarios a la devolución, D. Juan seria compensado en otra parte. Esta decisión la notifica el rey de Aragón al infante D. Juan mediante una carta, pero dada la circunstancia de que cuantas veces va Montrós a Castilla, el infante recibe noticia del viaje creemos no estar lejos de la verdad al opinar de esta forma 242 • La reacción del Sr. de Lara ante la ambigua respuesta del rey de Aragón, si bien podemos asegurar que fue de disgusto, no produjo una ruptura: D. Juan sabía que su adhesión a la causa aragonesa era muy valiosa y que un cargo de Adelantado de la frontera castellana le colocaba en situación muy ventajosa. Seguramente a estas rupturas debe responder la comisión que encomendada a Fray Gil de Sixto o de Giscon, que de ambas maneras se le nombra. &te viaje iniciado el 2 de febrero de 1305, coincide con la plenitud de las vistas de Sta. Maria de Huerta 243 • 49. VISTAS DEL MONASTERIO DE STA. MARíADE HUERTA. BUSCA DE SOLUCIONES A LOS PROBLEMAS DE LAS Vlll.AS DE ELDA, Y NOVEL.DA

Los acuerdos tomados en las vistas del Campillo, si bien parecía que solucionaban los asuntos a que dieron lugar, en la práctica no fue así. Los intereses de todos los afectados no quedaron resueltos a gusto de todos, además de que muchas cláusulas de la sentencia arbitral, especialmente las referentes a limites se prestaban a confusión. Para llegar a solventar estos asuntos, los monarcas de Castilla y Aragón intercambiaron mensajes encaminados a celebrar una nueva reunión con objeto de aclarar todos los asuntos existentes, en particular los que se referían al reparto de Murcia. Dicha reunión son las vistas celebradas en el Monasterio de Huerta, en tierras de Soria, cerca de la frontera con Aragón, en febrero de 1305 244 • Las relaciones entre Aragón y Castilla son en estos momentos cordialísimas. Las reinas intercambian cartas de cumplido 245 • A pesar de todo el infante D. Juan sigue actuando en primer plano. Cuando Fernando recibe un mensaje de Jaime, no se resiente en notificarle que le contestará cuando su tío el infante le envíe respuesta a su consulta. Nos referimos a los viajes de Ramón de Montrós, ya comentados al tratar anteriormente del problema acerca de la devolución a D. Juan Núñez de Lara del señorío de Albarracín. Los encargados de llevar a la práctica los acuerdos emanados de las entrevistas celebradas en el Monasterio de Huerta, que como sabemos afectaban especialmente al reparto de Murcia, en la parte que se adjudicaba a Jaime, a los infantes de la Cerda Alfonso y Femando y la solución de las posesiones de Violante Manuel, la esposa del infante portugués Alfonso Sánchez, fueron por parte de Castilla Diego García de Toledo, canciller CRD Jaime II caja 17 nº 2214 y 2216. CRD Jaime II caja 17 nº 2209. Reg 235 8 168. Reg 1521. fl 57. Fecha de día insegura por deterioro del documento. 24 s CRD Jaime II caja 17 nº 2222. 242 243 244

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mayor del sello de la puridad y GonWo García, consejero de Jaime II en representación de este monarca. Suponemos que los habitantes de las localidades sujetas a cambio de dominio debieron protestar, puesto que al mismo tiempo que los nombramientos antes citados, Juan Martínez de Aguilar y Pedro Sánchez de Calatayud reciben el cargo de procurador para que en el lugar fronterizo que consideran más a propósito intenten resolver las querellas entre los habitantes de la frontera. En la reunión que comentamos, no se trató de la aplicación de la sentencia arbitral, que en realidad era cuestión de simple trámite, pero sí de las ciudades que en dichas zonas poseían Violante Manuel, y su hermano Juan, y del espinoso asunto de la dotación que se concede al infante Alfonso de la Cerda 246• Ap. 83. Para llevar a la práctica el reparto de Murcia y poner en vigor todos los extremos emanados de la sentencia arbitral los mencionados delegados recibieron poderes de sus respectivos monarcas, poderes que no se otorgaron inmediatamente a la celebración de las vistas 247• Tal dilación se deberla a presiones de Juan Manuel y el infante Alfonso de Portugal, su cuñado, afectados ambos en sus posesiones murcianas. 50.

LA CUESTIÓN DE LAS VILIAS DE ELDA Y NOVELDA

Difícil y complicada fue la tarea encomendada a Diego García de Toledo y GonWo García. Reunidos en Elche para llevar a la práctica el contenido de la sentencia arbitral, surgieron dudas acerca de la interpretación de la frase que se refería a la entrada del río Segura en términos del reino de Valencia. Faltaba el mojón y había diversidad de pareceres respecto al lugar donde éste estuvo situado. El notario de Elche fue el autor de la aclaración 248• Ap. 83. También fueron objeto de litigio la delimitación de los términos de Elche, Jurnilla y Alcaudete 249 • Ap. 84. Como es lógico, la mayor complicación la presentaron las cuestiones derivadas de las cesiones de ciudades pertenecientes a don Juan Manuel y al infante Alfonso Sánchez de Portugal que según la sentencia debía pasar 246

CRD Jaime II caja 118 nº 990. Benavides T 11 des. CCCXXIV y CCCXXV, publica doce, procedentes de la Ac. de la Historia. Colección Salamr A 2 fls 178 y 178/v. Todos estos dos llevan la fecha de 26 de febrero, comienzo de las vistas del monasterio de Huerta. Reg 1521, fl 62/2. 247 Reg. 1521. O 35/v/l. Poderes al representante de Aragón. Zaragoza 8-111-1305. Benavides T 11 doc CCLVII. Ac. Hria, Colección Sala7.ar A 2. 8 177. Reg 1521 O 61/1/2 en la misma fecha Jaime le escribe al delegado castellano que va a Valencia a reunirse con Gonzalo García y procedan al reparto de Murcia. En día desconocido del mismo mes de marzo Femando comunica a Jaime que ha enviado a su representante a Valencia. CRD Jaime II caja 109. nº 13595. 248 Reg. 1521 fls 3 y 37. El primero de dichos documentos. Juan Manuel doc. CXIX y_ Benavides T 11. CCCXXXVII procedentes de «Privilegios de Cartagena• Ac. Historia C 12 t1 606. CRD Jaime II caja 150 nº 664 confirman a Zurita libro V cap LXVII. Apéndice 83. 249 CRD Jaime II caja 95 nº 11552. Gonzalo García comunica a Jaime II que han arreglado la cuestión de los términos de Elche, Jumilla y Alcaudete, Los comisionados de Castilla no quieren entregar Yecla a pesar de que está enclavada en el territorio adjudicado a Aragón, porque pertenece a Juan Manuel, que si se ve despojado de tal villa pedirá indemnimción al rey de Castilla. Elda y Novelda serán devueltas cuando reciban órdenes del infante Alfonso de Portugal. Apéndice 84.

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a manos aragonesas. Nos referimos a las ciudades de Yecla y Elche, propiedad del primero, y Elda y Novelda, de la esposa del segundo, doña Violante Manuel. Es casi seguro que los viajes del Sacristán de Tarazana tuvieron también por objeto tratar de la cuestión de las ambiciones de Jaime de Aragón sobre las plazas murcianas en poder de los hermanos Juan y Violante Manuel. Las ambiciones de Jaime II sobre este caso eran muy difíciles de conseguir, puesto que deseaba que los despojados poseedores de Elda, Novelda y Elche fuesen compensados por el rey de Castilla. Y para estos asuntos, repetimos, mas que para llevar a cabo el reparto establecido, tuviesen lugar las embajadas mencionadas y otra a cargo del sacristán de Tarazana 250 , contemporáneas de la reunión de Santa María de Huerta. No es de extrañar que Jaime, político sagaz y amigo de Dionís, contase con este para la solución que podía darse al caso de Elda y Novelda, o sea al trueque que podía compensar a sus poseedores. Así pues, cuando en el Monasterio de Huerta, se conviniera que dichas villas se cambien por las de Medellín y Arroyo del Puerco, en Extremadura 251 , fuese tenido en cuenta el parecer de Dionís 252• Ap. 85. La negativa del infante portugués a entregar sus posesiones murcianas, da lugar a una serie de reclamaciones aragonesas a Castilla y a Portugal 253• A Dionís le parece insuficiente la compensación que se ofrece a su hermano, pero ésta no es sólo la causa de la dilación en el cumplimiento de los pactos establecidos. &ta obedece a causas más profundas, no intentaba nada menos que cambiar Elda y Novelda por Cartagena, y dar esta última al infante portugués en lugar de Medellín. Esta noticia la conocemos a través de un informe de Ramón de Montrós, y por carta confidencial, sin fecha ni encabezamiento que nos atrevemos fundadamente a suponer procedente de Diego García, el delegado castellano para el reparto de Murcia, fiel amigo del rey de Aragón, a quien se envía al sacristán de Tarazana Domingo García de Echauri 254 , comisionado también para ir a Castilla. El gran número de personajes que reciben noticia de la embajada, nos dará idea del enorme interés que para Aragón tenia la defensa de su punto de vista, en la cuestión murciana. Y que algo se esperaba de las presiones de la reina madre y de sus parciales, contrarios como sabemos a toda pérdida territorial, nos lo demuestra que el citado embajador tuviese el encargo de visitar especialmente a doña María, a su nuera Constanza y a las infantas Vataza y Lascara, desprecia al mismo tiempo al rey Femando y los personajes que estaban junto a él 255• Ap. 86. Posiblemente a causa de las gestiones del embajador García de Echauri, ayudadas por lo que pudieron hacer por la causa aragonesa los valedores que tenía en Castilla 256, se pudo obtener la orden de que Elda y 250

fl 179. Reg. 1521 fl 61/1. Reg 1521 fls30/vy31. Rg. 235 fl 176. Jaime II a Dionís de Portugal acerca del cambio que se concedió a Violante Manuel y a su marido Alfonso de Portugal. Apéndice 85. 253 Rg. 1521 fls. 35/v/2 46/v/2 y 60/v/3. 254 C R D Jaime II caja 94 nº 11452 caja 94 nº 11420-11527. 255 Rg. 1521 fls 63/2 63/v/1. CRD Jaime II caja 120 nº 1156. Apéndice 86. 256 C R D Jaime II caja 123 nº 1613 y caja 122 nº 1490. Reg. 235

251 252

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Novelda fuesen entregadas al representante aragonés 257• Pero a pesar de esta orden, su posesión no fue fácil; Juan García de Loyasa que las tenía por el infante portugués no quiere entregarlas directamente, cosa que Jaime II reclama invocando sus avenencias con Castilla 258 • Ap. 87. Alfonso se siente lesionado, y el rey de Aragón trata de tranquilizarle: no está provisto de animosidad ninguna contra él ni contra su esposa Violante, pero quiere recibir Elda y Novelda por formar parte este requisito del cumplimiento de sus compromisos con Castilla. Seguramente como demostración de buena voluntad, Jaime les cede los cuatro mil sueldos que su bayle ha cobrado sobre las rentas de dichas villas 258• Pero a pesar de tales concesiones y explicaciones, no se consigue que el despojado se resigne, pues además hay dificultades por parte de los de Medellín, que se niegan a pertenecer a Alfonso y Violante 260 • Estos intentan retener las villas de Elda y Novelda, pero no consiguen nada a través de las gestiones que realizan por medio de don Juan Manuel y el rey Dionis 261 • Ap. 88. 51.

LA CUESTIÓN DE YECLA, ELCHE Y CARTAGENA

Conocido es de todos, que don Juan Manuel poseía en Murcia las villas de Y ecla y Elche. Esta última según la sentencia arbitral, pasaba a ser aragonesa según el señorío o la jurisdicción, pero como la propiedad seguía en manos del noble castellano, no recibía indemnización, a pesar de todo lo que hizo por conseguirla. Temeroso el infante don Juan de que su homónimo se aliase con don Juan Núñez, buscó un arreglo. Éste fue procurar que el rey de Castilla se resignase a la pérdida de Alarcón, concedida a don Juan Manuel en las vistas de Ariza a cambio de Elche, siendo compensado mediante la adquisición de Cartagena, ciudad que sería segregada de los dominios aragoneses. Jaime justificó la entrega de tan codiciada ciudad como una compensación a la entrega de Alarcón a Juan Manuel. La cesión no debió ser muy del agrado de todos puesto que Femando IV declara que nunca fue su intención quebrantar las decisiones de la sentencia arbitral 262 • Ap. 89. Entre los muchos cabildeos y consultas que debieron preceder a la adopción de tal solución, creemos poder asegurar un acuerdo entre Jaime II y Juan Manuel. El incansable sacristán de Tarazona es el intermediario entre ambas partes. La entrega de Cartagena es de primeros de 257 258 259

Rg 235 ft 222/2. Rg 235 8 222/1 y 222/v/2. CRD Jaime II caja 120 nº 1158. Apéndice 87. Rg 235 t1 227. 5/ºunio 1305. Carta que se repite dirigida a Violante Manuel.

Itg 235. 8 228/v 3. CRD Jaime II caja 19 nº 2436. El 11 de agosto Juan Manuel le pide a Jaime II que interceda para que su hermana Violante no sea despojado de Elda y Novelda. Medellfn, q~e debía serle entregada a cambio de dichas localidades está aun en su poder. Juan Manuel dic. CXXXII. Rg 236 tls 40/2 y 41/v contesta a la carta anterior, 16 de setiembre, dice que no puede renunciar a dichas villas por ser donación del rey de Castilla. Que haga efectiva la entrega de Medellfn a su hermana. Apéndice 88. 26 2"' Rg 1521 ft 37 /v. Pergamino II nº 36 año 1305. Benavides T 11 doc CCCXXXVII. Apéndice 84. 260 261

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junio de 1305 y conocemos las actividades del sacristán desde el 26 de mayo 263. También en el caso de Yecla, Jaime II se vio despojado a causa de la actuación del noble castellano. Al trazar la frontera consecuencia del reparto, Yecla quedaba en parcela aragonesa, pero Diego García aprovechando que no se hacía mención de ella en la sentencia arbitral, no quiso separarla de la jurisdicción castellana, temeroso de las compensaciones desmesuradas que don Juan Manuel se apresuraría a reclamar 264• Ap. 90. Contra lo que seria razonable considerar, no quedó zanjada la cuestión de Murcia en lo que hace referencia a las heredades de don Juan Manuel. Cartagena no se entrega ~ rey de Castilla pues surgen dificultades por parte de Juan Manuel para que dicha ciudad levantina se cambie por Alarcón 265 • Ap. 90 bis. Así no podemos dar por terminada la cuestión del reparto de Murcia. A pesar de todo, si nos detenemos a analizar sus resultados, podemos constatar que Jaime de Aragón obtuvo ventajas, si bien no todo lo que se proponía.. Debía dolerle mucho la pérdida de Cartagena, pero debía compensarla sobradamente que dicha pla7.a fuese el precio de una concordia con don Juan Manuel, a quien interesaba tener propicio por varias causas, no siendo la menor de ellas la promesa de matrimonio que mediaba entre el castellano y la infanta Constanza de Aragón.

52. REcLAMACIONES CASTELLANASSOBRE MURCIA Otra de las derivaciones o consecuencias de la entrevista celebrada en el Monasterio de Huerta, fueron las reclamaciones de la reina Maria de Molina acerca de los heredamientos que su hijo le diese en tierra de Murcia. Atenta a la defensa de sus intereses, María envía a fray Gil de Sixto al rey de Aragón, tres días después de las vistas reales, o sea el 29 de febrero 266• Es de creer que nada e,caz se hiciese, pues cuando el embajador Domingo García de Echauri estuvo en Medina del Campo para tratar acerca de la cuestión de Cartagena y Alarcón, debió recibir quejas o reclamaciones de la reina madre, pues ésta escribe a Jaime reclamando unas casas de Orihuela, y los caseríos de Albogeen y Beni-Moro, que fueron de la reina Violante y le dio a ella su hijo. También estaba pendiente la rectificación de fronteras en los términos de Molina y Daroca y cambio de estas ciudades 267 • Ap. 91. Exactamente igual que en las nego263

CRD Jaime II caja 19 nº 2449 caja 18 nº 2349. Juan Manuel docs CXXII y CXXIII. CRD caja 17 2241. 264 CRD Jaime II caja 95 nº 11552. Juan Manuel pag. 26 y nota 157. Apéndice 90. 265 Rg 1521 t1 65/3 10 marzo 1306. Apéndice 90 bis. 266 CRD Jaime II caja 17 nº 221. Burgos 28-11-1304.Maria de Molina anuncia la embajada de Frav Gil de Sixto. 267 CRD Jaime II caja 17 nº 2236, caja 19 nº 2424 y 2491. A la reclamación de las casas de Orihuela, contesta Jaime que están en poder de un tal Pedro de Dios, a quien se las dio Femando de Castilla en tiempos de tregua. María opina que esto no es cierto y por tanto que le debe ser devuelto lo que le pertenece. Apéndice 91.

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ciaciones referentes al caso de Murcia, éstas se alargan durante todo el año en curso de 1305, en un incansable forcejeo 268 • 53. LA DOTACIÓN DEL INFANTE ALFONSO DE. LA CERDA Una de las cuestiones más difíciles y complicadas que tenía que ser resuelta en la reunión de Sta. Mª de Huerta, era todo lo referente a la dotación del pretendiente a la Corona de Castilla. No era ésta la primera vez que se trataba de tan complicado asunto, aireado o abandonado según las circunstancias y los intereses de sus presuntos defensores. Del caso se habló en las vistas de S. Esteban de Gonnaz, pero no considerándolo como asunto de primordial interés. Se atendió principalmente a resolver las cuestiones de la dote de Violante Manuel, esposa de Alfonso de Portugal. Las vistas de Arim decidieron que el rey de Castilla entregase a su primo y antagonista el reino de León, Valdecorneja, Ped.nu.a, Almazán y las demás villas que poseía en Castilla por juro de heredad. A su hermano el infante Fernando se le debían conceder en tierras y heredamientos lo que se acostumbraba a dar a un infante. Como hemos visto oportunamente, no se cumplieron las decisiones tomadas en las vistas de Arwl y tampoco se sacó nada positivo de las que más tarde se celebraron en el Campillo, lugar entre Agreda y Tarazana. Naturalmente el cumplimiento de las sentencias que mencionamos debía costarle mucho al rey de Castilla puesto que todas las donaciones que debía recibir el pretendiente eran de su exclusiva propiedad, y también era natural que el rey de Aragón, principal responsable de todo este asunto, procurase en cierto modo que su protegido obtuviese lo que según su propio dictado se le concedía en la sentencia arbitral ya mencionada. Pero no debemos olvidar que el pleito del pretendiente a la corona de Castilla no era el único que se ventilaba y por tanto su solución estaba supeditada a la marcha de los acontecimientos y de los intereses que afectaban a otros personajes; el rey de Aragón, Juan Manuel, el infante Don Juan y las querellas alrededor del señorío de Vizcaya y la ciudad de Albarracin. Estos eran entre muchos los más importantes. Cuando estos personajes lograron solucionar sus conflictos en mayor o menor grado, el caso Cerda, que como sabemos se utilizó para servir ambiciones y sanciones ajenas, deja de interesar. Consecuencia de esto es que la solución de este caso es lenta y marcha al compás del vaivén de las relaciones entre Castilla y Aragón. Si recordamos lo narrado anteriormente sobre las relaciones entre los infantes y el rey de Aragón 269 , veremos que estos, especialmente Feman268 Rg: 236 fts 7 y 7/2. Jaime comunica a la reina madre de Castilla que están en camino los caballeros que deben intervenir en la entrega de Molina y Daroca. En la misma fecha, 23 de marzo, el alcaide de Molina, Diego Femández de Orozco, que fue ayo de Juan Manuel, recibe carta de Jaime diciéndole que «en cuanto al fecho de Molina no puede quebrantar lo acordado en las vistas sobre las entregas que deban hacerse mutuamente Castilla y Aragón. No se habia cumplido nada, puesto que en Noviembre la reina Maria y su hijo el rey, reclaman Daroca, Molina y unos heredamientos en Orihuela que habían pertenecido a la reina Violante. CRD Jaime II nº 2497 y 2485. La primera reclamación, verla en nota 267. 269 Véase el texto correspondiente a las notas 177, 178 y 179.

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do, no confiaban demasiado en la eficacia del apoyo aragonés y buscaban un arreglo directamente con Castilla, cosa que Jaime II trata de impedir, asegurando que piensa dar a la causa Cerda todo su apoyo y «no excusar nuestros vasallos, nin lo nuestro ni aún nuestro cuerpo». Todo esto tenía lugar durante el cerco de Almazán a mediados de enero de 1304 270 • Ap. 92. Para que se cumpliesen los acuerdos de Ariza y sacar el asunto de su estancamiento, Jaime envía a Castilla como embajador a su escribano Pero Martínez, conocedor de todo el asunto a resolver. Esta embajada fue preparada con sumo cuidado, pues antes de que se le entregasen a Pero Martínez las instrucciones pertinentes, dicha misión se notificó al infante don Juan, a Diego García de Toledo, a Doña Vataza y a otros personajes a los cuales Martínez debía referir todo lo relacionado con la misión que le era encomendada 271• Ap. 93. Nada se sabe acerca del resultado de esta embajada que nadie ha mencionado hasta este momento, pero nos inclinamos a admitir un resultado negativo si tenemos en cuenta el estado de las relaciones castellanoaragonesas en aquel momento. Ambos países firman una tregua que debe durar hasta el primero de mayo, tregua que el infante Alfonso dice haber publicado en Deza y Serón. Recordemos que en este momento tienen lugar las negociaciones acerca de Ceuta y por consiguiente los asuntos Cerda quedaron relegados a segundo término como de costumbre. Una prueba evidente de que nada se resolvió nos la proporciona la petición de ayuda pecuniaria que hizo el infante para poder acudir a las vistas. Y nos parece sintomático que el pobre acuda a la reina de Aragón para que interceda cerca de su marido 272 • Y otro dato que nos confirma en la no solución del caso Cerda es que en septiembre del mismo año, el infante se encontraba en Deza, villa que debía abandonar al recibir la dotación que le fue asignada 273 • Ap. 94. Curiosa por demás es la noticia, que caso de ser cierta, demuestra que

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CRD Jaime II caja 18 nº 2336. Contestación de Alfonso Cerda, a la que de parte de Jaime le entrega Alfonso Romero. Rg 1521. fl 61 v/4. Jaime reclama a Castilla el cumplimiento de lo que en las vistas se le concedió a Alfonso Cerda. Inicios de 1304. Tampoco se llegó a una solución puesto que Jaime le concedió a Cerda 10.000 sueldos a cargo de la judería de Zaragoza, cantidad que no había percibido el 13 de abril. 1304. C R D Jaime II caja 18 nº 2331. El 2 de julio Alfonso pide ayuda económica a Jaime para poder asistir dignamente a las vistas «do tantos e tantos se han de ayuntar». C R D Jaime II caja 17 nº 2236. El pleito sigue hasta que el 11 de septiembre el infante D. Juan pide que se le envíe a alguien para que en nombre de Alfonso tome posesión de los lugares que en Castilla deba entre~arle Fernando IV. CRD Jaime II caja 17 nº 2241. Apéndice 92. 27 Rg 1521 fl 123/v. Sobre la entrega que Castilla debe hacer al infante Alfonso de la cantidad que falta para que las rentas de los lugares que se le concedieron alcancen la cifra de 400 mil maravedís. Rg. 1521 fls 66/v y 64/v. Después de recibir al obispo de Oporto enviado de Dionís, Jaime dispone que dicha cantidad sea entregada a Pero Martínez que va a Castilla a reclamar el cumplimiento de los compromisos adquiridos el 31 de julio. Rg 1521 Os 64 y 64/3. La gestión de Pero Martínez se anuncia también al infante Juan, a Pero Pon~, a Lope García de Torquemada, a Ferrant Gomef; canciller de Castilla, Diego García, a na Vata7.a y al Almojarife mayor. Apéndice 93. 272 CRD Jaime II caja 17 nº 2220 y 2249. 273 CRDJaime II caja 19 nº 2488 y 2491. Rg 1521/66/2. Alfonso Cerda otorga credenciales al prior de los predicadores de Calatayud Fray Pedro García, que envía a Jaime. Aunque no se especifica el motivo de la visita, suponemos que era reclamar. Apéndice 94.

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el infante Alfonso, desengañado de los que creyó eran sus valedores y amigos, busca solución por sí mismo a su anómala e insegura situación, tratando de procurar que Murcia y Lorca se alzasen en su favor ayudadas por Granada. Tan inesperada y singular noticia no podía provocar en el rey de Aragón otra reacción que la que tuvo. Ordenar a quien le notificó tal noticia que se buscase al escudero encargado de la misión y que a su llegada «se le pusiese a buen recaudo» 274 • Ap. 95. Nada se puede conjeturar acerca de lo que sucedió como consecuencia de tan peregrina noticia y de las medidas tomadas para que tal intención no surtiese efecto. Unicamente se puede decir que las noticias referentes al pretendiente al trono de Castilla desaparecen de la escena política. Reaparecen en febrero de 1306, y que esta noticia haga referencia a la preocupación del rey de Aragón para que el de Castilla cumpla sus compromisos, permite suponer que tan insólita tentativa jamás existió y de ser así, únicamente en la mente exaltada de algunos portadores de noticias, que si no las inventaron íntegramente, mezclaron, exageraron y tergiversaron noticias diversas. Fruto de las preocupaciones que aquí se comentan debió ser el compromiso que aceptó el rey de Castilla de entregar a Alfonso Cerda, los 400 mil maravedís, con objeto de que éste devuelva a Castilla las localidades de Deza, Serón, Alca7.ar, amén de otros lugares según se especificaba en la sentencia promulgada en Torrijos el 8 de agosto de 1304 y aceptada por Femando IV en Agreda el 10 del mismo mes 275 • Ap. 96. Como podemos ver las buenas intenciones de todos los comprometidos en buscar una solución al caso Cerda no pasaron de aquí; pero como en aquellos momentos las relaciones Aragón- Castilla eran amistosas, siempre que hay ocasión se insiste acerca del cumplimiento de los compromisos contraídos, incluso en algunas ocasiones, se llega al envío de embajadas especialmente dedicadas a este asunto. A primeros de abril de 1306 salió Miguel Palazín, quien además de tratar del asunto Cerda debe averiguar qué pensaba Fernando de la celebración de las vistas que se consideraba convenían a ambos 276 • Ap. 97. Las gestiones mencionadas no tuvieron éxito, en parte debido a que el infante Alfonso Cerda deseaba introducir algunas modificaciones. Todo ello dio lugar a una nueva embajada, encomendada a Juan del Gay, quien recibió las instrucciones pertinentes el 1 de junio de 1306. El enviado tenía como misión aconsejar a Fernando IV «en los feytos del infante Alfonso», pero el objeto principal de tal embajada es recabar el cumplimiento de lo acordado en las vistas de Ariza 277 • Ap. 98. 274 275 276

CRD Jaime II caja 117 nº 876 recto y verso. Apéndice 95. CRD Jaime II caja 20 nº 2575, 2545 y 2582. Apéndice 96. Rg 236, fls 103/v 109/v y 148. Sobre las vistas a celebrar Diego García de Toledo es enviado a Aragón. Sobre lo que esto ha dicho a su regreso y para tratar el asunto Cerda, Jaime envía a Castilla todo lo que se le debe. El viaje de Palazín se anuncia también al infante Juan, a Diego García, a Sancho Sánchez de Velasco, al canciller Ferrant Núñez y a la reina Constama. A Alfonso Cerda se le comunica que Palazín va en lugar de D. Juan Núñez y también Jaime le aconseja que acepte sin más las ofertas que le haga Femando «E enviamos vos dezir que por poca sos non querades conteder con el rey•. 8 abril 1306. Apéndice 97. 277 Rg 236 fl 181/v/1/2/3 y 182. Jaime notifica a Diego García, canciller de Castilla que ha recibido su carta y le envía a Juan del Gay para que de su parte aconseje a Femando IV en

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No debieron ser muy satisfactorios los resultados de las embajadas que acabamos de comentar, ya que entre los meses de agosto y noviembre del mismo año 1306 se vuelve a insistir sobre lo mismo. Se trataba de la cuestión de Monforte que el rey de Castilla tenía como propia y no la quería entregar a pesar de estar incluida en la sentencia, pero de ser así Jaime opina que el valor de dicha plaza situada en tierra de Lemos debía ser compensado con otros lugares que renten lo mismo. Nada se debió solucionar puesto que el infante sigue reclamando. A quejas formuladas a través de un escudero, Jaime contestó que siendo inminente la celebración de una entrevista con el rey de Castilla, ruega al infante que el caso de Monforte sea sobreseido hasta que tenga lugar dicha entrevista. Y respecto a las entregas que el rey de Castilla le concede por medio de Palazín, el consejo de Jaime fue que los acepte sin protestar. También el rey de Aragón procura que el infante don Juan influya cerca de Fernando para que éste solucione favorablemente el caso Cerda 278• Ap. 99. En cuanto a los compromisos adquiridos, no debieron cumplirse a pesar de que Juan del Gay y Martin Ruiz de Foces, acreditaron haber recibido del rey de Castilla diversos lugares a cuenta de los 400 mil maravedís. El 7 y 8 de septiembre de 1307 y el 6 de noviembre del mismo año, Alfonso, que se encontraba en Poitiers, dice no haber recibido lo estipulado, por lo cual reclama le sean devueltos Deza, Serón, Alcazar y los demás lugares que él había entregado cumpliendo las disposiciones de la sentencia arbitral aprobada por Dionís y Jaime 11. Alfonso, muy dolido, opina que si no se hubiese adelantado a devolver a Femando IV las plazas en cuestión, el pago de lo que se le debía se habría llevado a cabo sin demora ni problemas 279• Ap. 100. A pesar de sus fundadas quejas el infante procura siempre actuar de forma que todo esté dispuesto para que, caso de que se cumpla lo pactado pueda entrar en posesión de lo que se le otorgó. A esta actitud se debe el los asuntos relativos a Alfonso Cerda. El objeto principal que Juan del Gay debe solucionar es la compensación que se debe dar al pretendiente •por la mitad de la atuneria por 1O mil maravedís». «Ey non quisieramos que de esta meetat quel devedes agora en conto de 20 mil maravedís menoscabase tanto si ende fuesse dampnificado o que sobre esto nos vos enviassemos rogar». Otra de las reclamaciones encargadas a Juan del Gay, fue la entrega de los lugares de Torreblanca y Siete Colinas, «francos e quitos». Alfonso se queja de que los arrendadores reales siguen cobrando las rentas. Esta reclamación hecha por carta al rey de Castilla, se dirige también al infante Juan y a Diego García canciller. Donde podemos ver claramente el conjunto de reclamaciones, es en los capítulos de instrucciones que se le entregan a Juan de Gay, Reg. 336 fl 182. El infante Juan se interesa por el asunto Cerda y anuncia vistas para el 15 de agosto. Es muy posible que tanta solicitud se deba a la posible ayuda que el rey de Castilla necesite para proceder contra D. Juan Núñez y Diego López de Haro. C R D Jaime II caja 21 nº 2262. Apéndice 98. 278 Rg. 235 fl 224. 8 agosto 1306. Jaime II le escribe a Alfonso Cerda sobre la cuestión de la villa de Monforte. Esta podía ser donada si el rey como cosa suya, pero no si la poseía por otros medios y no como cosa ganada. En dicha circunstancia, Monforte no podía ser incluida en la donación de la tierra de Lemos. Como no se sabía en virtud de que circunstancias Fernando poseía la villa de Monforte «cuydamos que fincase deliurar para la vista». CRD Jaime II caja 22 nº 2802/a/b/c. Apéndice 99. 279 CRD Jaime II caja 23 nº 2954, 2955, 2953, 2892. Entre las fechas de 5 de mayo y 6 de noviembre de 1307, Alfonso Cerda estaba en Poitiers. Sin duda pertenece a esta estancia, la carta que sin fecha de año envía este personaje al rey de Aragón el 20 de junio, diciendo que •avernos muy bien adobados nuestros esguardos con el rey de Francia. CRD Jaime II caja 159 nº 1423. Apéndice 100.

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nombramiento de Juan del Gay como procurador para tomar o recibir la cantidad que se le entregue a cuenta de lo que se le debe 280 • Ap. 101. &ta mención de dinero en lugar de villas o lugares, hace pensar en la posibilidad de un cambio de criterio, cuya trayectoria es desconocida. Creemos que dicho procurador nada obtuvo puesto que se producen nuevas recomendaciones del rey de Aragón al de Castilla para que éste cumpla los compromisos adquiridos. Este último justifica su demora en las exigencias de Alfonso que pide le sea concedido en vasallos lo que se acordó darle. Fernando espera poder tratar de todo con Jaime en la entrevista que próximamente iban a celebrar ambos. Nada sabemos acerca de la entrevista mencionada, pero nos inclinamos a creer que de celebrarse, nada positivo salió de ella. En carta de 8 de agosto de 1308, el rey de Castilla expone al de Aragón las razones por las cuales algunos de los extremos de los compromisos contraídos no se habían cumplido. Y después de tales disculpas, reclama la entrega de los lugares que Alfonso Cerda debía entregarle a cambio de una compensación en metálico 281 • Ap. 102. Mientras, el infante Alfonso está en Poitiers, desde donde envía a Lope Sánchez y a Juan de Rocaforte para que cuenten al rey de Aragón los atropellos de que son víctimas sus posesiones en Castilla y en Galicia 282 • ¿Debemos considerar que Alfonso había recibido algo? En las vistas celebradas en el Monasterio de Sta. Mª de Huerta durante el verano de 1308 se vuelve a insistir sobre la dotación del infante, es decir que se pongan en práctica las decisiones anteriormente tomadas al respecto. Así se lo notifica el infante de parte de Jaime a Lope de Penaguila 283• Ap. 103. Tampoco esta vez se cumplió lo estipulado. Prueba de ello es que siguen las reclamaciones. El infante Fernando se queja de que su hermano no le ha entregado lo estipulado en el ordenamiento elaborado por Jaime y Dionís de Portugal 284 • Aunque parezca lo contrario, entre los hermanos reinaba una buena armonía; en realidad si Alfonso no había entrado en posesión de lo que se le debía, no podía cumplir los compromisos que otros le adjudicaron. Ya conocemos la precaria situación económica que atravesaban. La afirmación de que nada se resolvió procede de las quejas de Alfonso a Jaime acerca del incumplimiento de las promesas que se le hicieron. Martín de Penaguila fue el portador de estas reclamaciones. 20-11-1309 285•

º CRD Jaime II caja 20 nº 2545. Poitiers 25 mayo 1308. Alfonso Cerda delega en Juan el Gay para que este reciba el honor de Sarria como compensación de la deuda de 30 mil maravedis. Pero Martíriez recopila los acuerdos anteriores sobre este asunto. Apéndice 101. 281 CRD Jaime II caja 27 nº 3469 y 3475. Apéndice 102. Caja 26/3308. 282 CRD Jaime II caja 28 nº 3582. Desde Poitiers el 8 de julio 1308, Alfonso Cerda envía a Jaime II a Lope Sánchez a contarle los muchos agravios de que es víctima. Muchas de sus quejas anteriores no fueron atendidas. 83 Rg 1521 fls 127 y 128/2. Desconocemos la fecha exacta de la embajada de Penáguila, a causa del deterioro del folio, pero creemos que se puede situar a últimos de 1308. Apéndice 103. 28 4 CRD Jaime II caja 25 nº 3159. 285 CRD Jaime II caja 30 nº 3736. 28

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54. INTERVENCIÓNARAGONF.sAEN LAS QUERELLAS

DE LOS NOBLES

CASTELLANOS

Mientras transcurría el tiempo en que se desarrollaron los incidentes que acabamos de narrar, o sea llevar a feliz término la solución de los asuntos pendientes del reparto de Murcia entre Jaime II y Alfonso de Portugal, y la dotación de los infantes de la Cerda, prosiguen los incidentes que por otras causas dan lugar a relaciones entre castellanos y aragoneses. Puede afirmarse que todo gira alrededor de las ambiciones de los nobles. D. Juan Núñez y sus pretensiones sobre Albarracín y Diego López de Haro en pugna con el infante don Juan acerca del señorío de Vizcaya. En el mes de abril de 1305 se reunieron Cortes en Medina del Campo, donde el rey babia convocado a los nobles en discordia sobre la posesión del señorío de Vizcaya, según notifica a Jaime II el infante don Juan. Pero antes de la reunión de dichas cortes, el 17 de enero de 1307, desde Olmedo, el infante Enrique, que en estos momentos apoya las pretensiones de los López de Haro al señorío de Vizcaya contra las del infante don Juan como representante de su esposa Maria Dfaz, busca la protección e influencia de Jaime. Solicita una entrevista junto con los López de Haro padre e hijo y Juan Manuel «para tratar de algunas cosas que han sucedido y no pueden ser confiadas ni a cartas ni a emisarios». Nada podemos decir acerca de la solicitada entrevista si es que llegó a tener lugar, pero lo que sí podemos afirmar es que nada se resuelve, puesto que a las mencionadas Cortes sólo se presentaron el infante Juan y su esposa. A primeros de junio el pleito seguirá igual y según opinión del Maestre de Calatrava, se rumorea que el infante Juan quiere demandar a Diego López de Haro, pero todos afirman «que lo fazen por perluenga», o sea, para darle largas al asunto 286 • Con la cautela que caracteriza toda la actuación del monarca aragonés, éste no deja de intervenir en todas estas cuestiones más o menos directamente. Sirvan de confirmación a estas suposiciones .el envío de mensajeros al arzobispo de Toledo, al mismo tiempo que muchas alusiones que hacen referencia a negocios politicos en cartas de Juan Manuel que entre otras cosas le da las gracias por el envío de un halcón 217• Las relaciones con Juan Manuel son buenas; se consolidan con la llegada de la dispensa papal para la boda con Constan7.a de Aragón 288• Ap. 104. Aparte de esta relación de tipo familiar, son importantes las embajadas que envían el infante don Juan y el canciller de San Salvador de Zaragoza Pedro López de Luna, al finaliz.ar las Cortes de Medina del Campo 289 • Aunque las cartas y embajadas cruzadas entre el rey de Aragón y los castellanos, no dicen de qué manera procuraba Jaime II favorecer a su amigo el infante, designan ser cierto que Femando aconsejado por su madre fue partidario de que en lugar de resolver el pleito judicialmente, se procurase una concordia. Doña Maria es la encargada de buscar una 286

217 288 219

CRD Jaime CRD Jaime CRD Jaime CRD Jaime

II II II II

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caja caja caja caja

18 nº 19 nº 18 nº 21 nº

2384. 2453. Juan Manuel. Doc. CXXIII/2. 2356, caja 19 nº 2505, 2510. Apéndice 104. 2728, caja 19 nº 2424.

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solución muy difícil desde luego, puesto que no es sólo el señor de Vizcaya quien tiene cuestiones con Femando. Su yerno don Juan Núñez está en desgracia con el rey de Castilla, y en malas relaciones con su viejo amigo el infante don Juan, al que hacía responsable de que en la paz celebrada con Aragón hubiese pedido al señor de Lara la renuncia al señorío de Albarracín. Pero después de muchas gestiones y entrevistas, fracasadas unas y con mediano éxito otras, la reina madre logró una tregua de dos años entre don Diego López de Haro y el infante don Juan. Fue en este momento, cuando el infante rogó a su sobrino el rey, que en vista de lo mal parado que quedaba en el pleito de Vizcaya, quisiera darle gusto en dos cosas: guardando buena amistad con Aragón y cumpliendo los compromisos que tenía adquiridos para dotar al infante Alfonso de la Cerda, a lo cual accedió Femando 290• 55.

JAIME

II

Y LAS QUERELLAS DE LOS NOBLES CASTEUANOS. 1306-1308

La parquedad de fechas de la Crónica de Femando IV y la misma carencia en muchas de las cartas pertenecientes a Jaime II que se guardan al A C A, no nos permite suponer con certeza en qué momento tuvieron lugar una serie de viajes encomendados a diversos personajes aragoneses con la finalidad de averiguar el desarrollo de los conflictos y complicadas relaciones entre el rey de Castilla y la noble:za levantisca. Nuestro antiguo conocido, el Arcediano de La Guardia, incansable embajador, estuvo en Castilla en fecha que no se puede saber exactamente. Es muy probable que su viaje se llevase a cabo en agosto de 1303, puesto que el 11 de septiembre, Jaime notifica a Femando de Castilla que se da por enterado de lo que dicho personaje le manifestó de su parte. Muy interesante debió ser la narración del Arcediano puesto que se anticipa a diversos personajes. Nos permitimos suponer que tal embajada debió ser consecuencia de la carta que desde Palencia, el 18 de abril escriben el rey de Aragón, GonWo García y el Arcediano en cuestión. Aunque estos dicen que piensan permanecer en Palencia hasta que todo se resuelva, es posible que el viaje del Arcediano que estamos comentando se produzca como consecuencia de los informes que anteriormente transmitió. También es muy probable que el viaje de Pero Martínez, escribano real aragonés, esté en relación con lo mismo. Ignoramos la fecha exacta del inicio del viaje de dicho escribano, pero podemos deducir que la estancia de Pero Martínez en la corte castellana coincidió con la del Arcediano, pues el 23 de septiembre Fernando IV da cuenta de haber recibido a dicho personaje. &te, como de costumbre en estos asuntos, no estaba provisto de instrucciones escritas. Se recomienda se dé crédito a lo que diga 291• Ap. 105. Indudablemente tales embajadas deben tener relación con las quere290

Benavides T 1 cap XI. CRD Jaime II caja 92 nº 11254. Rg 236 p> 40/1. Se notifica además a la reina Constan7.a, al infante Juan, a la infanta Blanca dueña de las Huelgas de Burgos, a oaVataza, a Sancho Sánchez de Velasco y a otros. CRD Jaime II caja 109/13597. Apéndice 105. 291

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Has de los nobles castellanos y el interés aragonés que suscitaban. Es primordial conservar la amistad con el infante Juan y tener a raya a Don Juan Núñez en sus pretensiones sobre Albarracín además de procurar que Alfonso Cerda sea heredado cumplidamente. Don Juan Núñez, pesadilla de todos, es posible que se encontrase comprometido en «cosas que eran en deservicio del rey en el fecho de Albarracín». No sabemos de qué se trataba, pero no sería sin causa, que Jaime enviase al alcayde y hombres buenos de Albarracín, a Ferrant Sánchez Ducha procurar que nada ocurriese 292• Pero comprometido o no don Juan Núñez en algo que levantó suspicacias en el monarca aragonés, no pier~e su contacto con éste, permitiéndose enviarle a Gil Ruiz de Medina, a contarle ciertas cosas 293• ¿Cuáles pudieron ser éstas? A juzgar por la fecha, 11 de febrero de 1304, deben ser noticias acerca del arreglo con los infantes de la Cerda y de Portugal. Es de suponer que la misma causa, y probablemente al tratar del ya conocido asunto Cerda, motivase el viaje de Diego García de Toledo, y el de Rodrigo Gil que va desde Aragón a ver el infante don Juan 294 • Ap. 106. García pide unas vistas, y para concertarlas y hablar de los asuntos Cerda, va a ver a Femando de Castilla Guillermo Palazín, de forma que este asunto lo conocemos sobradamente para insistir de nuevo sobre él 295• Al 29 de marzo pertenece un documento que no sabemos cómo interpretar: si como testimonio de una crisis en la amistad de Jaime de Aragón con el infante don Juan, o como todo lo contrario, o sea aprovechar una buena relación con objeto de sacar provecho. Se trata de que la esposa del infante, doña Maria Díaz reclama la herencia que puede corresponderle por su abuela Constanza, y envió un mensajero a recogerla 296 • 56.

DISPENSA MATRIMONIAL ENTRE JUAN MANUEL Y LA INFANTA CONSTANZA DEARAGÓN

En estas mismas fechas, tiene lugar un acontecimiento que contribuirá a que el rey de Aragón se encuentre más comprometido en los asuntos castellanos. Se trata de que al haber transcurrido el plazo de tres años dado para obtener la dispensa pontificia necesaria para la boda Juan Manuel- Constanza, y obtenido este requisito, se formaliza el compromiso matrimonial. A pesar de que la infanta no tiene aún 6 años, los cumple el 1º de abril. No será entregada a su esposo hasta que tenga edad núbil ( 12 años), residirá en Villena, se le dan como dote cinco mil marcos de plata. Juan Manuel le dará como arras dos mil quinientos marcos de plata, asegurados sobre Villena, Ixar y Salvatierra. El responsable de la guarda de la infanta en Villena es Ramón de Urg. Prenda del cumplimiento del compromiso por parte del novio, son los castillos de Sax y Salvatierra que 292 293 294 295

Rg 235 fl 87 /2/3. CRD Jaime II caja 20 nº 2579. Rg. 335 f1319 Rg 236 f> 143 y 165 . CRD Jaime II caja 21 2728, 2651, 2652. Apéndice 106. CRD Jaime II caja 21 nº 2653 caja 22 nº 2793. De esta última carta puede deducirse buena armonía y disposición para pagar la dotación asignada. 296 Rg 292 f> 44. Benavides T 11. doc CCCLIX.

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ÁNGELES MASIÁ

don Juan poseía en Aragón, tenidos por alcaides aragoneses; Rodrigo de San Adrián y Guillermo de Frexa. Por los castillos de Y ecla y Almansa, en

territorio castellano, respondían caballeros de dicho país. Por su parte Juan Manuel absuelve de los juramentos prestados por los castillos que tenían en custodia, a Gombaldo de Entenza por el de Biar, a Bernardo de Sarriá por el de Alicante y a Gonzalo García por el de Montesa 297• 57.

DON JUAN NúÑEZY ALBARRACÍN.DON JUAN MANuELY SU INTERVENCIÓN EN lAS QUERELLAS DE LOS NOBLES CASTEU..ANOS

Mientras Juan Manuel sigue ostentando su cargo de Adelantado de la frontera y con este título reclamó el cumplimiento de las sentencias pronunciadas por los procuradores de Aragón y Castilla, acerca de los daños que los aragoneses habían causado a los vecinos de Mora y Cañete, villas que no eran reales sino de Don Juan Manuel 298 • Si el cargo del noble castellano puede hacemos suponer que en Castilla reinaba la paz, y que las querellas interiores provocadas por ambición de unos y otros habían terminado, no estaríamos en lo cierto. Que reinase la paz era el deseo de la reina Maria pero no del infante Juan que utiliza al Señor de Lara como aliado para actuar contra el señor de Vizcaya. Tan seguro estarla el infante de que su sobrino el rey estaba dispuesto a seguir el camino que él deseaba, que llega a pedir al rey Jaime que le preste ayuda de tropas a Femando, que está dispuesto a proceder contra Juan Núñez y Diego López de Haro 299 • Ap. 107. Las huestes del Infante, no debían estar muy lejos de la frontera aragonesa, cuando se ordena a los jurados de Daroca, Albarracín y Calatayud, que se abstengan de prestar toda clase de ayuda a Núñez de Lara o a sus partidarios 300 • Esta disposición que corresponde al 27 de abril y otra del 3 de mayo, prohibiendo la salida de vituallas para dichos personajes o sus parciales, nos indican que la guerra si no había estallado, era inminente. Es muy probable y casi se puede considerar como cierto, que con el fin de buscar la tan deseada y necesaria paz en los asuntos internos de Castilla la reina Maria envió al incansable mensajero Palazin a fin de que hablase de su parte con el rey de Aragón de ciertos asuntos. No se puede afirmar, repetimos que la misión encomendada a Palazin tuviese relación con los proyectos de pacificación, aunque sí nos atrevemos a considerarlo como seguro, dadas las circunstancias, pero aún admitiendo dicha hipótesis, no osamos decir que la intervención de dicho emisario, obtuviese un resultado que pudiese complacer a la reina Maria 301 • Para conjeturar que nada positivo resulta de la misión encomendada a Palazin, nos apoyamos en la actitud del rey de Aragón, quien antes de que Palazin pudiese reunirse con él, desde Valencia donde se encontraba mantiene una abundante 297 Reg. 292 8s 48, 52/v. El 8 51/v contiene certificación de la edad de Constanm, seis años. Rg 292 8s 43/v x 5 52/1. Juan Manuel dbc CXLIII. 298 CRD Jaime II caja 20 nº 2554. 8 abril. 299 CRD Jaime II caja 21 nº 2662. Apéndice l 07. 300 Rg 236 8 168/v. 301 CRD Jaime II caja 21 nº 2672.

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corresP,ondencia con personajes castellanos. Las fechas del viaje de Palazin y las de la correspondencia de Jaime, el 30 de abril se anuncia el viaje del emisario, y el 3 de mayo comienza la correspondencia del rey. Es por tanto imposible una entrevista entre ambos. Jaime escribe a Ferrant Gómez camarero mayor de Fernando, a la reina Constanza, a Sancho Sánchez de Velasco y a Diego García, canciller. Al primero de dichos destinatarios le dice que la respuesta a su carta la podrá recibir en las que envía al rey y al infante don Juan. A Diego García, persona incondicional a su servicio, le ordena que abandone todo lo que en aquel momento tenga entre manos, y vaya a prestar ayuda al rey de Castilla. Al mismo tiempo dispone que Enyego Ruiz, portero de la reina, envíe a alguien para hacerse cargo de las cartas dirigic;las al rey y al infante Juan 302 • Ap. 108. La causa y razón de los consejos belicosos que el rey de Aragón da a Castilla, nos la aclara la correspondencia entre éste y Juan Manuel, quien le notifica la actitud de franca rebelión de don Juan Núñez cuya hermana, contra la prohibición expresa del rey, levanta un castillo en Villafranca de Montes de Oca. También el señor de Vizcaya da revuelta, no se sabe dónde. En ayuda de su rey Juan Manuel va a Castilla, circunstancia que da lugar a las alabanzas que le prodiga su suegro. Un proyecto de entrevista de Jaime con Diego García nos permite afirmar el gran interés del rey aragonés por intervenir en los asuntos internos de Castilla, donde como se puede deducir de la correspondencia citada tenían muchos y buenos valedores 303 • Ap. 109. A pesar de su clara adhesión a la causa de Fernando, Juan Manuel no se separa de las tierras del obispado de Cuenca ya que esta situación permite un doble objetivo. Por un lado guardar sus posesiones murcianas y por otro hostilizar al señor de Lara, so capa de la defensa de la causa real. Pero a pesar de estas argucias, no puede dejar de acudir a Aranda, donde Fernando tiene cercado a don Juan Núñez. Pero como su deseo es no alejarse de las posiciones citadas demora su viaje a Aranda con el pretexto de evitar que lleguen refuerzos a Moya y Cañete. Su suegro está contento con este modo de proceder y no sabemos si en el fondo también le complace que la guerra se generalice 304 • Ap. 11O. Entre la levantisca nobleza castellana en rebeldía contra el rey, destacan los ya con'ocidos personajes, Juan Núñez de Lara y Diego López de Haro, suegro del primero. Ambos nobles en otros tiempos distanciados, están ahora de acuerdo, incluso en la aversión que ambos sentían por el infante don Juan. El señor de Lara le hace responsable de la pérdida de Albarracín que como sabemos pasó a manos de Aragón. El señor de Vizcaya a causa de las pretensiones del infante sobre su señorío, que según él debía pertenecer a su esposa, hija de don Lope, la víctima de Alfara. Por estas razones y otros accidentes de menor cuantía que no es necesario enumerar, Femando de Castilla, se decide a seguir los consejos 302 303

Rg. 236 fls. 167, 166, 166/165/v. Apéndice 108. Rg. 236 fl 175/1 y 2. Y 195 «havemos por buena vuestra ida al rey de Castiella pues su

mandado avedes avido•. Apéndice 109. . 304 CRD Jaime U caja 21 nº 2688 y 2681. Juan Manuel doc CXLV y CXLIX. Apéndice 110. Rg 235 fl. 110.

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ÁNGELF.SMASIÁ

de su madre, partidaria de huir de violencias y por tanto buscar un arreglo que congracie a los rebeldes. De acuerdo con esta idea el rey Fernando pretende que su madre le ayude en la difícil tarea de reconciliar al infante con el señor de Lara, aunque en realidad, lo único que persigue el rey Fernando es enemistar al señor de Lara con su suegro. Las gestiones llevadas a cabo para llegar a este estado de cosas no tienen éxito, pues Diego López de Haro, no accede a separarse de su yerno sin causa que justifique semejante actitud. La reina Maria, clarividente como de costumbre, adivina la maniobra política de su cuñado el infante, quien fomentando la hostilidad del rey contra el señor de Lara, piensa que de esta forma Fernando atacará a ambos personajes y como consecuencia de la victoria real, entrará en posesión del codiciado señorío de Vizcaya. Pero a pesar de los consejos maternos, el infante don Juan logra que su sobrino opte por seguir su criterio y en consecuencia comenzó la guerra. & en este momento cuando se inicia el cerco de Aranda contra el señor de Lara y la guerra se generaliz.a en toda la región. El fracaso del cerco de la mencionada localidad y otros incidentes más o menos secundarios, hacen que Fernando comprenda lo acertado de los consejos de su madre y le ruega vaya a Pancorbo a dialogar con los rebeldes. En dicha localidad ambos nobles se entrevistaron con María llegando a un acuerdo en mayo de 1306. La noticia de este acuerdo la recibe el rey de Aragón un mes después; los días 16, 18 y 19 de junio 1306 305 • 58.

INTENTOS DE ENTREVISTA ENTRE JAIME II Y FERNANDO IV ACERCA DEL COMPORTAMIENTO DE JUAN NúÑEZ Y DIEGO LóPEZ DE BARO

Al mismo tiempo que llegan a Jaime las noticias de las paces de los nobles castellanos con su rey, se prepara una entrevista entre ambos monarcas, que tendrá lugar cuando Fernando se haya visto con su tío el infante don Juan 306 pero antes de que esto ocurra van a Castilla Guillermo Palazín y Ramón de Montros «en razón de la pleytesía que aquellos ricos hombres havían fecho con vos, e de las vistas que vos nos embiastes rogar que vos e nos oviesemos». La misión a que nos referimos se notifica también a las reinas Constama y Maria, al infante don Juan, a doña Vataza, a Juan Manuel, a Alfonso Pérez de Guzmán, a Sancho Sánchez de 305 CRD Jaime 11.caja 21 nº 2717. Juan Manuel doc CLII. El 16 de junio desde Pancorbo el rey de Castilla notifica al de Aragón que ha recibido a Palazin. Con este le envía respuesta sobre el auxilio que le prestó Aragón en la guerra que mantiene contra Diego López de Haro, su hijo Diego y D. Juan Núñez. Cree necesario que se entrevisten antes de que ambos se alejen de la frontera. Que le envía respuesta por el mismo Palazín. Caja 23 nº 2918. Juan Manuel doc CLIII. Bernardo de Sarria dice que parece que Juan Manuel convoca a sus gentes y se especifica que había «adob•, o sea, arreglo entre el rey de Castilla y el Sr. de Lara por mediación de la reina Maria. DRD caja 21 nº 2720. Juan Manuel doc CLIV. Juan Manuel desde Atienza el 18 de junio, notifica las paces entre el rey y sus díscolos vasallos. Ignora las «posturas de la abenencia•. Se lo comunicará en cuanto las sepa. CRD Jaime II caja 21 nº 2733. Juan Manuel doc CLIV/2. Cuenta detalles de las pleitesía que hicieron el rey los mencionados y conocidos personajes. Después de ocuparse otros asuntos de Castilla dice que «todos fablan al rey en la guerra de los moros e el que dize que lo ha muy cora~on». 306 CRD Jaime II caja 21 nº 2726. 27 junio 1306.

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Velasco y a Diego García de Toledo 307 • Por lo visto a Jaime le interesaba tener la versión regia de los acuerdos de Femando con los nobles castellanos, pues no se le ocultaría la posibilidad de una interpretación apasionada de parte de los disgustados infante Juan y Juan Manuel. La notificación del viaje de Palazin a Guzmán el Bueno, y una carta de Jaime a dicho personaje con la misma fecha que las notificaciones anteriores, 1 de julio 1306, nos demuestra que Palazín estuvo antes en Castilla, donde se entrevistó con el defensor de Tarifa que le confió correspondencia para el rey de Aragón. Podemos asegurar, a tenor de la contestación que se trata de la guerra contra moros, a la que Guzmán está dispuesto a colaborar 308 • las cartas que comentamos, no aluden claramente al motivo que da lugar a las mencionadas vistas reales. La vaguedad de los términos de la convocatoria, pudo dar lugar a pensar que estaban destinadas a buscar una solución al pleito que sostenía el infante Alfonso Cerda con su primo Femando IV, pero aunque este asunto puede considerarse como uno de los motivos de dicha reunión, podemos asegurar que en el fondo había algo más grave, complejo y preocupante para Castilla. Nos referimos al descontento del infante don Juan al tener noticia de la solución que tuvieron las cuestiones pendientes entre su sobrino el rey de Castilla y sus díscolos vasallos don Juan Núñez y don Diego López de Haro. La reacción violenta del infante no se hace esperar. Al tener noticia de lo ocurrido se encontraba en Carrión. Allí reunió a sus parciales, quienes se aliaron entre sí contra los López de Haro padre e hijo y el señor de Lara. Lo más peregrino del caso es que pretendiese que el rey de Castilla se sumase a su bando, cosa que no tuvo lugar. Que el infante se atreviese a tan descabellada proposición, demuestra la gran influencia que como ya conocemos tuvo sobre su sobrino. Aunque es posible que en este caso el rey Femando obrase con sentido común, no descartamos la idea de que por hallarse la reina María cerca de su hijo, éste escuchase sus consejos y estuviese convencido de que la postura guerrera con el señor de Vizcaya era perjudicial para todos. Una vez más la reina María, cede a ruegos de su hijo e intenta limar asperezas entre el infante y el señor de Vizcaya. La gestión de la reina madre no tuvo éxito. Don Diego no aceptó la solución propuesta y una vez más el señor de Lara no quiere abandonar a su suegro, a pesar de que el rey le ofrecía el mayorazgo «e le fazia otros bienes muchos•. Pero la negativa no es rotunda, deja en pie la posibilidad para un arreglo posterior 309 • Ap. 110. Rg. 236 8 201/v. Zaragom. 1 julio 1305. Embajada a Castilla de Ramón de Montrós y Guillem Palazin. Por Palazin que regresa de Castilla ha sabido de su parte la concordia a que ha llegado con los nobles y del deseo de Femando de celebrar una entrevista. Sobre esto y muchas otras cosas, la hablarán el dicho Palazin que regresa a Castilla acompañando a Ramón de Montrós Arcediano de La Guardia. La embajada se comunica también a las reinas Maria y Constanz.a. a los infantes Juan y Pedro, Vataza, Alfonso Pérez de Guzmán, Juan Manuel, Sancho Sánchez de Velasco. Diego García de Toledo, canciller del sello de la purida, Diego Canieri merino e Zaragoza, Pedro Garcés de Visa, Bayle de Calatayud o a su lugarteniente. 308 Rg 235. B 204 y 202. Zarago7.a.7 julio 1306. Jaime II notifica a Alfonso Pérez de Guzmán que ha recibido la carta que le envía por medio de Palazin.Sabe que está dispuesto a servirle. 309 Rg. 334 fl 204. CRD Jaime II caja 21 nº 2744. Valderas 14 julio 1306. El infante Juan 307

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La misión de Pero López da como resultado el viaje del Sacristán de Tarazana, del cual tenemos noticia por la respuesta que dan al rey de Aragón, el de Castilla y el infante don Juan. Se trata entre otros asuntos, de las vistas a celebrar 313• Mientras tanto tiene lugar la querella ya narrada entre el rey Femando y don Juan Núñez, cuyo desarrollo es de gran interés para el infante don Juan. Debe ser para este negocio que el canciller del infante, Francisco de Ronceo, sale hacia Aragón; con las credenciales, o mejor dicho carta de presentación para Jaime, se advierte a éste que puede hablar con entera libertad. Y podemos asegurar que el tema de conversación eran asuntos internos de Castilla, especialmente la cuestión de la nobleza revuelta, y la actividad de don Juan Núñez. Este personaje, al que dejamos en Tordehumos sitiado por el rey, vuelve a la gracia del soberano. Alrededor de este hecho, se han enzan.ado los nobles, contribuyendo en gran manera a enredar las cosas el infante don Juan, quien tal como sospechaba la reina madre, obraba de tal forma «por andar en tratos encubiertos» con el señor de Lara. Y si esto fuese poco, una nueva complicación surgió a cuenta del infante don Juan, en discordia con el rey a quien le reclamaba su villa de Ponferrada, ocupada por el infante don Felipe, el menor de los hijos de Sancho IV. No deja de ser significativo que Jaime, encargue a su fiel embajador el sacristán de Tarazana, haga presente al rey de Castilla que aunque «los fechos han mudado», a Jaime las vistas le merecen el mismo · interés. En cuanto al infante don Juan, Jaime envía a decirle lo disgustado que está con su conducta, y lo perjudicial que ésta puede resultar para el mismo interesado 314 • Ap. 111. Para procurar remediar el malestar existente entre los nobles, la reina va a Valladolid a reunirse con su hijo. Los grandes señores que habían firmado un pacto entre ellos, ruegan a los reyes que vayan a Palencia. Cerca de la ciudad, en Quintanilla, se presentaron con gran aparato de gentes de armas, contrastando con el rey que ha acudido con muy poco séquito, piden hablar con la reina. En la primera entrevista, se quejan de muchas cosas entre otras, de que a algunos de ellos, el rey lo quiso matar. La reina logró tranquilizarles pero accediendo a conferenciar de nuevo, cosa que tiene lugar en Grijota. Esta vez las reclamaciones son ya concretas; llevados de su deseo de intervenir en los negocios del gobierno, se quejan de que ~l rey «trae muy mal su fazienda», a causa de que su consejo está formado por «malos ornes» y que mientras estos no sean cambiados, no se pondrán a su lado. Estas quejas van dirigidas contra tres fieles servidores del rey, gentes del estado llano. Entre ellos se encuentra Diego García de Toleda, con quien comparten el odio de la nobleza Sancho Sánchez de Velasco y Fernán Gomes Carpentero. A pesar de las razones aducidas por la reina que pide cargos concretos y no vagos, los nobles siguen en su postura; el rey vacila, y al fin por miedo 313 314

CRD Jaime II caja 24 nº 3104 y 3101. 22 y 24 de febrero de 1308. CRD Jaime II caja 24 nº 3091 Rg. 238 f1 50 Juan Manuel doc CXCIII. Apéndice

111.

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En todos estos escarceos, transcurren el otoño e invierno de 1306 y los

primeros meses del año siguiente, hasta que en la primavera se convocan cortes en Valladolid. El rey enferma y doña María procura poner fin al asunto de Vizcaya, lográndolo a base de hacer entrar en las negociaciones a su hermana doña Juana, viuda de la víctima de Sancho IV, y suegra del infante don Juan. El arreglo es el siguiente: Que don Diego disfrute de Vizcaya hasta su muerte, pasando luego el señorio a Doña Maria o a sus herederos. Pero si ésta muere antes, heredará el hijo de don Diego... Lo más difícil de conseguir, la aquiescencia del infante don Juan se obtuvo después. Para evitar que don Juan Núñez, contrario a toda avenencia se entere de lo que se trama, dichas negociaciones se llevaron a cabo con todo sigilo, pero tal circunstancia ofendió gravemente a don Juan Núñez que brusco como de costumbre, se marchó de la corte sin despedirse de la reina, después de tener un altercado con el rey. El infante Juan busca calmarle y no lo consigue. Ante la duela de lo que hará don Juan Núñez «que facia meter armas e viandas en sus castillos e fortalezas», el rey le expulsa de Castilla; el magnate se niega a salir y se fortifica en Tordehumos, asedio que lleva a cabo con toda puntualidad el rey Femando y que se prolonga hasta el mes de febrero del año siguiente 1308. En estas fechas, la villa de Moya, perteneciente también al señor de Lara, estaba cercada por don Juan Manuel. Pero todos estos aparatos guerreros, de poco sirven pues una vez más, la querella terminó mediante una concordia 310 • En todos los hechos que acabamos de narrar, el rey Jaime de Aragón, no interviene activamente, a pesar de que está al comente de la situación, en parte por los viajes de los embajadores que en estas fechas acuden a Castilla con motivo de la solución del asunto de las dotaciones concedidas al infante Alfonso de la Cerda, y para preparar las vistas entre los soberanos de Castilla y Aragón. También Femando, su esposa y los principales personajes castellanos, envían sus embajadores a Aragón. Lástima que una vez más, nada se confiase a instrucciones escritas, que nos permitan conocer a ciencia cierta el motivo de tales embajadas 311 • Sin embargo, una carta de Femando a Jaime, fechada en León el 11 de enero, más explícita, nos da a entender que una de las causas que motivaron el intercambio de embajadores, era la preparación de unas vistas entre ambos monarcas, las que Femando trata de apla7.ar hasta Pascua, enviando para tratar de varios asuntos de interés al alcalde y notario mayor de Castilla Pero López 312 • participa a Jaime II que lo mismo que el rey, ha recibido por mediación de Juan del Gay, informes para la solución del pleito de Alfonso Cerda. Femando iba a entrevistarse con Jaime 11,pero ha desistido en vista de que éste se ha ido a Barcelona, de lo que Juan se extraña. Ni al rey de Portugal ni a ninguno de sus partidarios le parece bien que Alfonso Cerda vaya· a ver al Papa. Pregunta a Jaime II su parecer sobre este asunto. Apéndice 110. 310 Para todo este asunto de las rebeldías de los nobles castellanos véase Benavides T 1 cap XI, XII y XIII. CRD Jaime II caja 25 nº 3182, recto y verso. Juan Manuel doc CLXXVI,s refiere al cerco de Moya. 311 CRD Jaime II caja 24 nº 3060, 3066 y 3079. Abril de 1307. Femando de Castilla, Constan7.a y Vataza, notifican el envío del embajador Gimén Pérez de Oblit. CRD Jaime 11 caja 22 nº 2869. 312 CRD Jaime II caja 25 nº 3131 y 3182. 11 de enero. Los reyes de Castilla notifican la entrega de credenciales a Pérez de Ohlit.

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a una asonada de los nobles acaba por ceder. La reina Maria no aprueba tal actitud, pero viendo que no puede lograr que su hijo se muestre intransigente, le aconseja haga público que obra coaccionado. Así lo hace cuando le notifica su decisión a Jaime 11,especificando que los dirigentes de la cuestión fueron el infante don Juan y don Juan Núñez 315 • Se ignora por qué razones, tales medidas no se llevaron a cabo, o cuando menos fueron derogadas inmediatamente. Nuestros lectores podrán constatar que los personajes en cuestión siguen apareciendo en la misma forma que hasta el presente. Grande debió ser la contrariedad del rey de Aragón ante tal medida, puesto que los altos funcionarios contra los cuales se desataban las iras nobiliarias, eran fieles seividores de la causa aragonesa. Aparte las veces que oficialmente reciben las visitas de los embajadores aragoneses en Castilla, podemos pensar que en otras ocasiones, o en estas mismas, descubren o proporcionan noticias de interés. Como testimonio de la devoción de estos personajes a la causa aragonesa creemos pueden ser tomados algunos testimonios 316 elegidos entre los más representativos, todas cartas sin fecha de año, y algunas completamente desprovistas de toda indicación de esta índole. Es significativo que estos personajes, sean casi exclusivamente, los que tienen relaciones de tal índole, con el rey de Aragón, y en determinados momentos, de forma más o menos clara reclaman favor o recompensa. 59. PROYECTODE UNIÓN DE CASTIU..AY ARAGóN CONTRAGRANADA.NUEVAS VISTASJAIME11-FERNANDOIV. EL SEÑOR DE LARA Y EL INFANTEDON JUAN EN SUS RELACIONESCON FERNANDO IV. INTERVENCIÓNDE JAIME 11 Como queda claramente demostrado en todo lo narrado anteriormente, al rey de Aragón le interesaban enormemente las cuestiones internas de Castilla, pues de su intervención directa o indirecta, dependía en gran parte, casi totalmente, que pudiesen llegar a feliz término, dos de sus proyectos, qui.7.álos más deseados y ambiciosos. La anexión de Murcia y el cumplimiento por parte de Castilla de los compromisos adquiridos en la solución del pleito del infante Alfonso Cerda. Pero a pesar de todo, su 315

CRD Jaime II caja 26 nº 3339. Juan Manuel doc CLXXIX/1. Benavides T 1 cap XIII.

La carta de Femando a Jaime es del 22 de marzo. 316

CRD Jaime II caja "92nº 11204. El canciller de Castilla Diego García suplica al rey de Aragón que cuide de su hacienda. En caja 125 nº 1880, dice «yo soy aquel que ayde e ayudo a lo vuestro que escaeee en Castiella cuanto yo puedo e paso con ello lo mio por vos servir». Caja 107 nº 13345, Sancho Sánchez de Velasco dice. «E pido vos senyor que lo que yo de vos tenia que lo tengo a que me lo mandedes dar que io os miro muy buenamente». Fernán G~omez es del único de quien no podemos ofrecer peticiones, pero si podemos asegurar que los embajadores trataban reservadamente con él, a la vez que recibía noticias. Caja 12 nº 1356 ruegan a Jaime que haga todo lo que le pidan el rey de Castilla y el infante Don Juan, sin especificar de que se trata. Caja 124 nº 1673. Manifiesta que ha recibido a Palazin y que Fernando IV no quería hacer nada «en el fecho de don Juan Núñez» sin antes notificárselo a Jaime. Caja 113 nº 452. Carta sin fecha en la que comunica a Jaime II de algo que éste le contrata. Imposible identificar la fecha de esta noticia pero su valor como testimonio no decae por esta circunstancia.

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interés se orienta de forma preferente hacia todo lo relacionado con los problemas de índole internacional dentro del ámbito peninsular y concretamente con el reino de Granada. Recordemos que una vez este reino dejó de ser una amenaza y un peligro para los reinos cristianos limítrofes, la idea de reconquista pierde vigencia como cuestión de alta política; solo se mantiene en parte en las zonas fronterizas, a causa de los atropellos y saqueos, que a pesar de no producir mermas territoriales, afectaban grandemente a sus habitantes en su tranquilidad y en su economía. Del tal estado de cosas resulta que el reino de Granada es considerado, no como un enemigo, sino como otro país y en calidad de tal es un elemento más en el concierto político general hispano, siendo unas veces amigo y otras enemigo, al ser utili7.ado como aliado por unos y otros. Incluso algunas veces Granada entra en pactos que en diversas circunstancias firman Castilla y Aragón. Recapitulando los acontecimientos narrados, especialmente los que hacen referencia a la cuestión de las ambiciones aragonesas sobre Murcia, debemos tener presente que al firmarse paz entre Aragón y Castilla, Granada entró también en ellas. &te extremo no agrada a Jaime, pero consiente, forzado por las circunstancias, pero no abandona la idea de que Granada es la culpable de su fracaso ante la anexión total de Murcia y piense ir contra ella en cuanto tenga ocasión. El primer intento de Jaime II contra Granada no pasó de proyecto de ayuda al sultán de Marruecos que solicitó el auxilio contra el reino musulmán peninsular. Guillem Palazín es el encargado de participar a Castilla de tal petición, pero ante el deseo de que se respeten las alianzas existentes nada cambió, a pesar de que el infante don Juan afirma que después de la respuesta que se dio a Palazín «los fechos se han removido» y pide que de nuevo se envíe a dicho embajador o a otra persona para que hable con él 317 • Apéndice 112. No podemos presentar el motivo que determinó este cambio de opinión, pues estaban vigentes los tratados de paz de los reinos cristianos con Granada. Aunque este extremo se tuviese en cuenta como hemos visto, no olvidemos que los monarcas cristianos no habían abandonado la idea de la reconquista y que para lograr esta empresa, y neutrali7.ar el posible apoyo de Marruecos a Granada, era primordial el dominio del &trecho. En los momentos que glosamos, apaciguados los nobles y quizá buscando un aglutinante que interesase a todos en una empresa común, surgió la idea de una acción conjunta de Castilla y Aragón. La frecuencia de incursiones granadinas contra las fronteras cristianas, son seguramente el origen de un clamor popular, constante en la frontera, y no siempre atendido. &te estado de opinión se suma a un deseo formal de proceder contra Granada que se manifiesta en las noticias que da Juan Manuel a Jaime, al mismo tiempo que le comunica detalladamente los acuerdos de Fernando de Castilla con la nobleza sublevada 318 • Apéndice 112 bis. 317

CRDJaime II caja 22 n. 0 2814. Toro 8 marzo 1306yn. 0 2826. Zamora 17 marzo 1306. El ~rimero de dichos documentos, aparece en Juan Manuel doc CLXII. Apéndice 112. 18 Véase nota 308. CRD Jaime II caja 21 n. 0 2722. Juan Manuel doc CLIV-2 y Rg 237 /ft 24/3 y 19/v. Apéndice 112 bis.

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Sospechamos que los viajes de los emisarios aragoneses a Castilla especialmente del sacristán de Tarazana Domingo García de Echauri, tenían por objeto, no solamente obtener noticia de la marcha de las querellas interiores de Castilla, sino también de los proyectos de Fernando contra Granada y que este era el asunto primordial a tratar. Nos permite tal suposición el consejo que el rey de Aragón da al de Castilla de que desista de armar las galeras que tiene en proyecto con el fin de no alarmar a los moros. Que todo preparativo guerrero quede en suspenso hasta que ambos se hayan entrevistado para decidir sobre este asunto 319. &ta postura de cautela no se mantiene. Correrías granadinas por tierras de Valencia y Murcia, así como repercusiones de lo que Jaime denomina «el fecho de Ponferracla» desavenencias entre el infante don Juan y el rey de Castilla acerca de la posesión de dicha localidad, amén de otras cosas de menor fuste, determinan que Jaime por su cuenta se apresure a preparar una defensa. Ferrer de Cortell Bayle General de Valencia da gran importancia a la defensa de castillos y ciudades antes de comenzar los preparativos guerreros, opinión que es del agrado del rey 320 • Los ataques granadinos debieron ser importantes puesto que fueron la causa de que Jaime desistiese de un viaje a Nápoles para visitar a su suegro. Al mismo tiempo dio cuenta de su decisión y de sus causas al rey de Castilla, al infante don Juan y a su yerno Juan Manuel 321 • De acuerdo con tales propósitos y cambio de opinión en correspondencia con el rey de Castilla y su almirante, el aragonés en lugar de frenar los acontecimientos como hizo anteriormente, ofreció ayuda de tropas 322 • El viaje del sacristán de Tarazona, coincide con la estancia de la corte castellana en Burgos siendo recibido por el rey Fernando, las reinas Constanm y María y el infante don Juan. De lo que se trató con las reinas nada sabemos; otra de las muchas ocasiones en que los resultados importantes no se confían a un escrito 324 • En cambio, el rey y el infante envían, por medio del emisario, copia de la concordia a que llegaron Fernando y su madre con el infante y Juan Manuel al mismo tiempo que encargan al embajador que cuente al monarca aragonés todo lo que se habló sobre el negocio de las vistas a celebrar que en realidad era este el principal objeto del viaje 325 • Apéndice 113 bis. El rey de Castilla, el infante Juan y Juan 319

CRD Jaime II caja 24 nº 3087. Valencia 23 marzo 1308. Jaime II comunica a Femando IV que ha recibido la carta que le envía con Gonzalo Zapata pidiendo gente para armar más galeras. Jaime le aconseja desista de momento para no alarmar a los moros, aplazando dichas medidas hasta que ambos se hayan entrevistado. Tres días más tarde se escribe en iguales términos a Diego García. RG 237 fl 24/3. 3lO Rg 238 fols 51/v y 52. 321 Reg 237 fls 35/v Giménez Soler. El sitio de Almena pg. 31 322 Rg 237 fl 17/v. 323 CRD Jaime II caja 27 nº 3478. Caja 28 nº 3498. Caja 27 nº 3470. Juan Manuel doc CLXXXI. Apéndice 113. 324 CRD Jaime II caja 28 nº 3514 y 3522. 325 CRD Jaime II caja 28 nº 3510, 3513, 3516, 3518 y 3519. Burgos 28 mayo 1308, Femando IV por medio del sacristán de Tarazana, manda a Jaime II copia de las «posturas• que ha tomado, junto con su madre el infante Juan y Juan Manuel, a consecuencia de la rebelión de Juan Núñez. Pedro Ponce y otros que se han alz.ado contra su autoridad. Apéndice 113 bis. Rg 1521 fl 70/v.

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Manuel, le piden a Jaime de Aragón acceda a «asegurar y reconocer» las posturas y acuerdos que daban solución a dicho pleito, o sea que saliese como fiador 326 • Apéndice 114. Este reconocimiento, pedido el 28 de mayo, es otorgado el 12 de julio. Anejo a dicho reconocimiento se considera la entrada de los dos Juanes en la alianui existente entre Aragón, Castilla y Portugal. Al mismo tiempo Jaime se compromete a proceder contra cualquiera de los firmantes que contravenga dichos pactos 327 • Apéndice 115. Aun teniendo en cuenta la lentitud de comunicaciones de la época, parece excesivo el tiempo transcurrido entre la demanda de la fianz.a y su concesión. Considerando lo mucho que debió complacer a Jaime el papel de árbitro en asuntos castellanos y teniendo presente su amistad con el infante y las relaciones familiares con Juan Manuel, adelantado de Murcia, es de suponer que el rey de Aragón, haciendo uso de su acostumbrada cautela empleó el lapso de tiempo a que hemos aludido en obtener noticias que le orientasen acerca de la actuación a seguir; y si esto nos parece un exceso de suspicacia, se puede achacar la mencionada demora a considerar conveniente, disimular un interés excesivo. ¿Cuáles son los motivos de las componendas que llevaron a cabo los personajes que acabamos de mencionar? Sencillamente el eterno pleito de las rebeldías, incongruencias y genialidades del señor de Lara, menos hábil que su suegro don Diego López de Haro, y de mayor categoría moral que su encarnizado enemigo el infante don Juan. Sabemos que don Juan Núñez hizo las paces con su rey, lo cual no agradó al infante. Alarmado por rumores de que el rey le quería matar, don Juan fue el principal promotor de la entrevista con la reina Maria donde tan desconsiderada y exigente se mostró la nobleui. Lo desorbitado de tales exigencias motivó la deserción del infante de las filas de los nobles, comenzando así la etapa nueva de fidelidad al sobrino, avalada con las informaciones sobre los planes rebeldes. Pero atento a su credo, el infante, a pesar de su reanudada amistad con el rey, junto con don Juan Manuel, busca que a su bando se unan otros nobles, especialmente don Diego, pero procurando que don Juan Núñez quede excluido. En Burgos, donde se dirigen los reyes y sus parciales con objeto de celebrar alli la gran asamblea con los nobles, nada se aclaró pues no se presentó el principal elemento de discordia, don Juan Núñez. Y desde la cabeza de Castilla es informado el rey de Aragón de la marcha de los acontecimientos y del pacto ya citado entre los reyes y don Juan Manuel y el infante del mismo nombre. Provisto de las cartas mencionadas y de su experiencia personal, además de haber conversado largo y tendido con los monarcas y magnates castellanos, el sacristán de Tarazana debió salir de Castilla a primeros de mayo. Se pueden considerar como del mes de Junio de este año 1308, dos cartas con fecha incompleta, en las cuales el sacristán desde Calatayud el 24 de Junio, y un día de Julio imposible de identificar, escribe a Jaime sobre los mismos asuntos que le llevaron a Castilla. Que el embajador residiese en Calatayud y digese a Jaime «vino un home mio de Valladolit» nos induce a pensar en una red de espionaje al servicio de Aragón, 326 327

CRD Jaime II caja 28 nº 3517. Juan Manuel doc CXXXIII. Apéndice 14. Rg 1521 fl. 70/v 73/3 CRD Jaime II caja 97 nº 11875. Apéndice 115.

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con su cuartel general en la fronterwl Calatayud. Por dichas cartas, Jaime se entera de las paces que han celebrado el infante don Juan y el señor de Lara, y de que el parecer del primero de dichos personajes, es que los reyes se entrevisten, pero sin que Jaime haga mención del «fecho de Albarracín». Pero el sacristán, en cuanto a las vistas, aconseja a Jaime no acceda a ellas sin antes tener un objetivo concreto de que tratar. La noticia que nos permite fechar dicha carta es la próxima maternidad de la reina Constanza 328 • Apéndice 116. las noticias procedentes del espía vallisoletano, cuentan que el rey de Castilla se muestra partidario de celebrar vistas rápidamente, en el mes de Julio, fecha de la carta. La razón de esta conducta parece ser una embajada enviada al monarca por don Alfonso Pérez de Guzmán 329• Apéndice 117. Con las informaciones precedentes, que seguramente no harían mas que completar las que verbalmente proporcionaría el sacristán de Tarazona a su regreso de Castilla, Jaime, se dispone a contestar al rey Fernando sobre lo que aquel le comunicó. La primera carta dirigida a Castilla lleva la fecha del 7 de julio, y del doce del mismo mes el reconocimiento de la concordia ya mencionada, demuestran que el rey de Aragón tomó las cosas con calma, pensando sus decisiones, y como siempre sin comprometerse a fondo. Indudablemente el peligro de las incursiones sarracenas por Murcia había pesado, de momento al menos, ya que Jaime vuelve a mostrarse mesurado y sin prisas, tanto que deja a Fernando, muy ocupado en Burgos, que fije a su placer la fecha de las vistas. Justifica esta calma, el haberse desmentido el rumor de que Granada se preparaba contra ambos. Asimismo afirma haberse negado a satisfacer la petición del Sultán de Manuecos de que Aragón reali7.ase incursiones contra Granada, alegando que como Castilla, está en paz con dicho país 330 • Apéndice 118. El 8 de julio, con una celeridad que desmiente la aparente flema del rey de Aragón ante este asunto, vuelve a salir de viaje el infatigable Diego García de Echauri, con la misión de preparar las vistas. Después de barajar los nombres de dive~ localidades se lleva a la conclusión de que tengan lugar el primero de noviembre en las cercanías de Monreal o en Santa María de Huerta 331 • F.ste último lugar fue el elegido. 60.

NUEVAS VISTAS ENTREARAGÓN Y CASTILLA, EN EL MONASTERIO DE SANTA

MAR1ADE HUERTA

En el Monasterio de Santa María de Huerta, escenario de unas vistas CRD Jaime n caja 96 nº 11763 y caja 93 nº 11369. Apéndice 116. CRD Jaime II caja 117 nº 813. Apéndice 117. 330 Rg 335 8 330, 331/v. En iguales términos se escribe al infante D. Juan 7 julio 1308. A~ndice 118. 331 Rg 1521869/v y 3/70. CRD Jaime Il caja 100 nº 12423. Caja 26 nº 3321, 3327. Juan Manuel doc CLXXXVII caja 26 nº 3363 caja 2 nº 360. Juan Manuel doc CLXXXVIII caja 27 nº 3404. El infante Juan dice a Jaime que sabe por el rey de Castilla que se ha negado a aplaz.ar por 15 días las vistas que ambos deben celebrar, le envía a Diego García para ver si éste puede conseguir que el apl87.8.D1ientosea solo de ocho días. Alcalá 12 noviembre 1308. 328 329

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RELACIÓNCASTEUANO-ARAGONF.sA

anteriores, en 1305, se reúnen de nuevo los reyes de Aragón y Castilla, este último acompañado del infante Juan. En dicho lugar permanecen los monarcas dos días, yendo luego a Monreal, donde se lleva a término la cuestión del heredamiento del infante don Alfonso de la Cerda. Ya en fechas anteriores, durante las primeras vistas celebradas en el mismo lugar, el rey de Castilla se había comprometido a cumplir las obligaciones contraídas respecto a su primo. El incumplimiento de dichos compromisos queda demostrado ante la nueva insistencia acerca de este extremo, hasta el punto de ser el rey Jaime quien especifique lo que debe darse al infante Alfonso, para que las rentas de éste, alcancen la conocida suma de los 400 mil maravedis 332• Contra lo que era de esperar de todas estas gestiones, el rey de Castilla, no cumplió lo estipulado, cuando menos en su totalidad. 61.

AMISTADCASTELLANO ARAGONESA.COMPROMISOMATRIMONIAL JAIMEDE ARAGóN-LBONOR DE CASTII.LA. ALIANZA CONTRA GRANADA

A partir de las vistas que acabamos de comentar, se inicia una época de amistad y colaboración entre Aragón y Castilla. Ambos países viven estrechamente unidos y preparan una acción conjunta contra Granada. Jaime forzado por las circunstancias abandona todo intento de expansión territorial a costa de Castilla. En consecuencia el único campo de expansión es Granada y aceptando este estado de cosas, Jaime intenta prestar ayuda a la reconquista castellana, a cambio de obtener una compensación territorial. Todo ello era resucitar los acuerdos establecidos con Sancho IV, cuando ambos soberanos se repartieron las tierras africanas en el tratado de Monteagudo y Soria en 1294. En suma que lo mismo en paz que en guerra, Jaime no se resigna a vivir al margen de los asuntos concernientes a Castilla. Le interesa, no el papel de mero espectador. Quiere colaborar y si es posible dirigir, como en tantas otras ocasiones. Desaparecidas las causas que anteriormente enfrentaron a los monarcas de Castilla y Aragón asistimos a una nueva era amistosa, cuyo comienzo da lugar a dos compromisos, uno de índole política y otro de carácter

332 Rg. 1521 fl 129/v deben darsea Alfonso Cerda 10.000 maravedís del port87.go de la puerta Bisagra de Toledo, 18.000 de la martiniega de Madrid y 12.000 de la Medina del Campo, como cambio de unas tercias, no dice de qué. Además 233.000 maravedís que se le deben al Infante, no sabemos por qué concepto. Todo debe entregarse antes del día de Pascua, en la casa de los predicadores de Calatayud. Además insiste en que se le prestan al Infante los homenajes que se le deben. Calatayud 7-XII-1308. CRD Jaime II caja 25 nº 3159. Poitiers 28-1-1308. CRD Jaime II caja 25 nº 3159. Poitiers 28-1-1309. El infante Femando insiste cerca de Jaime para que éste procure que su hermano le entregue lo estipulado. Más adelante, en 1310, sabemos que Femando no cumplió, además de no pagar hostilim los

dominios de Alfonso. Como podía pagar su hermano sus haberes no estabanen su poder?. Jaime, como no, vuelve a actuar de mediador, pero esta nueva intervención tampoco resulta

eficaz.

333 Rg 1521 Os 83, 86/v y 91. F.ste último de fecha ilegible, pero como todos de 1311, es el que resumimos. El infante Felipe hermano de Femando IV sale fiador de éste acerca del cumplimiento de las condiciones que se aceptaron entre la infanta Leonor de Camlla y el primogénito de Aragón infante Jaime.

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familiar 333 , concertados ambos en las mencionadas vistas celebradas en el Monasterio de Santa María de Huerta. Dichos compromisos son el proyecto de enlace matrimonial entre Jaime heredero de Aragón y la infanta castellana Leonor, a la sazón niña de poco más de un año; 334-335 y en cuanto a los acuerdos políticos se perfile una acción conjunta contra Granada. La principal cuestión a delimitar es lo que se asignará al rey de Aragón por su intervención en la campaña contra Granada. En un principio se piensa en darle la sexta parte del reino de Granada, naturalmente realiulda su conquista, pero una vez las vistas terminaron y el rey castellano de regreso a su país celebró entrevistas con su consejo, los principales personajes del reino, su madre y su esposa, todos contrarios a dicha solución, se cambia el proyecto, y la parte de Granada adjudicada anteriormente, se sustituye por el reino de Almería cuya extensión se considera equivalente a la porción granadina antes citada. Si la superficie almeriense es inferior, dicha extensión será completada, sin especificar de qué forma, o a costa de quién. De la parte que se adjudica a Jaime se deben deducir, Quesada, con sus términos, Bedmar con el Val y sus aldeas, Alcaudete Locavin? y Arenas que pertenecieron a Castilla por conquista y que Granada recuperó 336 • Al analizar la solución dada a la colaboración aragonesa a la guerra contra Granada, a primera vista, parece que no podía interesar a Jaime, dada la circunstancia de la falta de una continuidad territorial, pues el reino de Almeria queda aislado de los dominios murcianos en manos aragonesas, pero contrariamente a lo que de momento se podía pensar, el interés de Jaime se mantiene, pues la interrupción territorial que deberá permanecer si los proyectos cristalizan, no deja de existir la comunicación marítima y también hay que tener en cuenta los asuntos comerciales. Considerando este factor, los contactos Castilla-Aragón se producen al poco tiempo de las vistas de Sta. Maria de Huerta. A primeros de diciembre del mismo año 1308, dos emisarios de Jaime, el almirante Bernardo de Sarriá y Gomalo García consejero real, van a Castilla provistos de plenos poderes para tratar el inicio de una colaboración en la campaña contra Granada 9-XII-1308 337 • La misión encomendada tiene éxito, y no 334 Rg 1521 84/v. Monasterio de Sta. María de Huerta. El 1 diciembre 1308, se estableció un compromiso matrimonial entre el heredero de Aragón y la infanta Leonor de Castilla,a la sazón única hija de Fernando y Constama. La dote se entregará a la infanta «en aver amonedado en oro o en plata o en vaxiella de oro• deberá alcan7.ar la cuantía de dos contos. Además se le dará Requena, Moya, Cañete, De:za y Serón, con sus aldeas y Agreda con sus rentas y las calonias de moros y judíos. Los jurados de Calatayud son informados de que su ciudad forma parte de las arras que Aragón concede a la infanta Leonor. 335 Reg 1521 fl 81. Femando IV está conforme con el casamiento de su hija Leonor con Jaime_ el· p'rimogénito de Aragón cuando éste cumpla 12 años. Como garantía de este compromiso, da en rehenes los castillos de Atien:za, Gormaz, Cañete, San Esteban de Gonnáz y Monteagudo, éste en Murcia. Por su parte Aragón da en rehenes los castillos de Qorja,Ari7.a,Verdejo, Somet y Malón, si una vez obtenida la necesaria dispensa pontificia el matrimonio no se lleva a cabo, el incumplidor del compromiso perderá los rehenes. 336 Reg 1521, fl 90/v. En fecha ilegible por deterioro del doc., pero en 1309, Fernando IV concede a Jaime II el reino de Almena a cuenta de la sexta parte del de Granada, después de que este sea conquistado con la ayuda aragonesa. Se especifica el modo como deberá compensarse el exceso o defecto territorial que de dicho cambio pueda resultar. 337 Rg 1521 ft 88. Rg 335 f1 247.

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RELACIÓNCASTELLANO-ARAGONESA

fue difícil conseguirlo. Diez días después de la concesión de poderes, se llega al compromiso de comenzar la campaña contra Granada a partir de la fiesta de San Juan del año próximo 1309. También en este momento se acuerda la parte que a cada monarca le corresponde en la empresa. Aragón debe contribuir con diez galeras y cinco leños armados. El mismo número de galeras y solo tres leños aportará Castilla. También se especifica que ninguno de ambos monarcas, puede concertar paces o treguas separadamente con el enemigo. Unicamente el rey de Aragón queda en libertad para concertar «posturas y conveniencias» con Marruecos contra Granada 19-XII-1308 338 • Apéndice 119. Al anali7.ar la política aragonesa contra los musulmanes españoles, puede parecer gratuita, dada la falta de fronteras con musulmanes, pero debemos insistir una vez mas en que la linea básica de Jaime, incluso la de su hermano y antecesor Alfonso, es desvirtuar los trabajos de partición que limitaban la expansión aragonesa. Recordemos los tratados de Cazola, Almizra y Biar en tiempos de Jaime el Conquistador. También contribuyó a ello el deseo de perjudicar a Mohamed 11, a quien Jaime hacia responsable de su fracaso al intentar la posesión de Murcia en su totalidad. Y para entusiasmarle en tales proyectos hay que tener en cuenta otro factor favorable. La petición de auxilio que repetidas veces había hecho el Sultán de Marruecos, precisamente contra Granada. La última vez que Abenjacob se dirige a Jaime en petición de ayuda es en 1304, cuando los granadinos intervinieron en la rebelión de Ceuta y se apoderaron de dicha ciudad. Volviendo al inicio de los planes para llevar a cabo una acción conjunta Castilla-Aragón contra Granada, la mencionada gestión de Bernardo de Sarriá, como ya hemos indicado fue un éxito; tan grande debió ser la satisfacción de Jaime, que no pudo menos que comunicar al rey Fernando al infante Juan, al arzobispo de Toledo y a Juan Manuel lo mucho que le babia complacido el relato de sus enviados. Una de las gestiones encomendadas a los mencionados emisarios, era procurar que el infante don Juan influyese en su sobrino el rey castellano, para que éste envíe embajadores al pontífice y que estos al emprender el viaje se entrevistasen con el rey de Aragón. Tal extremo no se lleva a cabo; el infante se excusa por no estar siempre junto a su sobrino, como Jaime supone. El arzobispo de Zamora es el enviado que va al papa y según los deseos de Jaime le verá antes de emprender el viaje 339 • Apéndice 120. A pesar de todas las manifestaciones de adhesión a los deseos de Jaime, éste no debía estar convencido de su veracidad, puesto que no cesa de enviar a Castilla personas de confiall7.8, seguramente con el encargo de procurar una imagen verídica del estado de opinión respecto a sus planes. 338 Rg 339 Rg

1521 fl 89, 90/1/2. A~ndice 119.

335 8 245/v 15-1-1309. Jaime II participa al rey de Castilla ha recibido a sus embajadores Bernardo de Sarriay Gonzalo García. Está muy contento de lo que le contaron acerca de las conversaciones mantenidas por Femando con ellos. En iguales términos a Juan Manuel, al infante Juan y al Arzobispo de Toledo. Rg 238 8 17. Huesca 19-1-1309. El escribano real Pero Martínez va a informar de las intenciones de Jaime, al rey Femando, a la reina Constam.a, al infanteJuan, a Juan Manuel, al arzobispo de Toledo y a Diego López de Heredia. A~ndice 120.

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Pero Martínez, escribano real es el primero de los enviados. Su viaje se participa a los mismos personajes que recibieron la noticia del viaje de Sarriá y Gom.alo García, sumándose esta vez la reina Constanza y Diego López de Haro 340 • Mayor importancia tiene el envío del Sacristán de Tarazona, uno de los personajes de la máxima confianza de Jaime y conocedor de todas sus intenciones. Prueba de ello es la cantidad y calidad de quienes reciben el anuncio de su viaje y consiguiente entrevista 341.

En la empresa destinada a aunar voluntades y conseguir que la resolución de guerrear contra Granada fuese aceptada por los nobles castellanos, no todos de un mismo parecer, destacan Gom.alo García y el sacristán de Tarazona Domingo García de Echauri. Por ellos se conoce la buena armonía existente entre el infante Juan y el arzobispo de Toledo y que los asistentes a las cortes de Madrid convocadas con el fin de pedir subsidios para la campaña, temen que el rey de Granada, conocedor de los proyectos en su contra, «faga adobo con Marruecos e tambien por el poco recabdo aue han» 342 • Apéndice 121. Desde luego, la Crónica del rey Fernando proporciona infinidad de testimonios sobre lo precario de la situación económica de Castilla. El Rey, está consciente de tal situación, y opina que si el papa no le otorga los diezmos no puede emprender el cerco de Algeciras según se había programado. Duda obtener dinero del papa, pero en este aspecto Jaime se muestra francamente optimista. & muy posible que en esta opinión de Fernando, sin dejar de ser considerada como muy realista, influyese el infante Juan. Que éste era contrario a la empresa nos lo manifiesta la carta que le envía el rey de Aragón, intentando convencerle de lo conveniente del comienzo del cerco de Algeciras, para inclinar al papa a mostrarse dadivoso 343 • Apéndice 122. Los motivos que el díscolo infante podía tener para oponerse a dicha empresa, no los conocemos, y no parece normal tal actitud en quien estuvo presente en las vistas de Santa Maria de Huerta y en el preámbulo del tratado resultante, que se redactó y llevó a cabo, mediante su consejo y conocimiento. Pero si tenemos en cuenta lo complicado de las relaciones nobiliarias y el encono que entre los nobles había, y la particular manera de ser del ambicioso y tornadizo infante, este cambio de actitud, puede ser debida a la negativa del rey a darle Ponferrada. También puede 340 CRD Jaime 11, caja 30 nº 3752 2-11-1309. El infante Juan dice haber recibido a los mensajeros aragoneses 'quienes se han enterado de las conversaciones que mantuvo con Bernardo de Sarria y Gonmlo García. Como no está siempre con el rey como Jaime supone, no ha podido influir para que se apresure en mandar mensajero al papa y que estos se entrevisten con Jaime antes de emprender el viaje. uno de los emisarios será el obispo de Zamora. Caja 24 nº 3102. Cuellar 17-11-1309. El infante Enrique ruega al rey de Aragón que no concierte ningún tratado de paz con el infante Juan. Solicita el envio de un caballero de confianza para recibir instrucciones. 341 Rg 238 fl 31/v. Además del rey reciben anuncio del viaje las reinas Maria y Constanza, el infante Pedro, Juan Manuel, Diego López de Haro, Gomalo arzobispo de Toledo, Vataza, Diego García, Ferrant Gome~ camarero de la reina Constama, Sancho Sánchez de Velasco justicia de la casa del rey y Ferran Romero canciller de Femando IV. 21-111309. 342 CRD Jaime II caja 90 nº 10977. Caja 89 nº 10927. Apéndice 121. 343 Rg 238 tls 104 y 104/v. Apéndice 122.

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achacarse a las buenas relaciones del rey Fernando con Diego López de Haro o cualquier otra razón de esta naturaleza. Que el infante andaba metido en manejos y que su conducta deja de ser clara nos lo demuestra el viaje de Berenguer de Castro quien va a informar al rey de Aragón del estado de cosas en Castilla, la frase que figura en la carta de presentación o anuncio del embajador, debida a un para nosotros desconocido personaje, diciendo a Jaime que no recele de la lealtad del infante, es suficiente para que podamos dudar acerca de las intenciones del tío del rey de Castilla. Y conste que decimos esto sin dejamos influenciar por acontecimientos posteriores que acabarán dándonos la razón 344 • También debemos hacer constar que en Castilla los preparativos de guerra habían producido revuelo e inquietud. Las cortes de Madrid convocadas obligatoriamente con objeto de pedir subsidios para la guerra, fueron la causa natural de que el secreto sobre la campaña no pudiese ser guardado, presentan graves inconvenientes. Además de considerar muy corto el plazo dado para prepararse, de alegar la gran penuria que reinaba en todo el país, circunstancias que justificaban la poca adhesión a la empresa, hay que tener en cuenta otro factor negativo. El gran revuelo que había entre los nobles, a causa de la intervención en la empresa del rey de Aragón. Opinaban que el pacto que regulaba tal circunstancia, les hacía tributarios de Jaime. Tan soliviantados estaban los ánimos que se llegó a pedir la pena de muerte para Diego García de Toledo a quien se hacía autor y responsable del compromiso. Al fin las Cortes de Madrid votaron su aportación 345• Apéndice 123. Para apretar más el cerco, Jaime buscó la colaboración de las reinas Maria y Constanza, y también la de doña Vatam para que influyan cerca de Fernando para sitiar Algeciras, insistiendo en la colaboración marítima de Aragón que a su vez, en cumplimiento de los compromisos contraídos emprenderá el cerco de Almeria 346 • 62. GF.STIONES ENCAMINADASA CONSEGUIR LA DÉCIMAPONTIFICIA PARAAPLICARLA A LA CONQUISTA DE GRANADA

Una vez decidida la colaboración castellano-aragonesa para proceder a la conquista del reino de Granada se trata por ambos monarcas de conseguir la colaboración económica del pontificado, dándole a dicha empresa la categoria de cruzada. Las primeras gestiones que conocemos las lleva a cabo Jaime II a últimos de 1307. Según Bernardo Jordá señor de lila, que se encuentra en Aviñón por dicho motivo, en la Curia no están decididos a la concesión de la décima, dan largas al asunto objetando que de acceder, tendrlan que actuar de la misma manera respecto a otros peticionarios, cosa económicamente ruinosa. De la misma opinión es 344 345

Rg 238 8s 50 CRD Jaime II caja 29 nº 3659. Rg 238 8 74. Jaime II notifica a Dionis de Portugal que Marruecos le ha pedido aliam.a contra Granada. Gomalo García y Bernardo de Sarria ha concertado con Castilla de

acuerdo con dicha prouesta. Se lo notifica pues cree que puede interesarle. apéndice 123. 346 Rg 238 fls. 96 t 106/v.

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Juan Burgundi sacristán mayor de Vic que así lo comunica en febrero de 1308. A pesar de estas noticias no muy alentadoras por cierto, Jaime no se da por vencido, puesto que unos nuevos embajadores Poncio obispo de Lérida y Bemat de Fonollar están en Aviñón, donde han coincidido con emisarios castellanos, encargados de la misma misión. No creen que esta coincidencia sea un contratiempo para nadie (13 mano 1308). Esta optimista opinión parece no obedecer a la realidad, puesto que el 22 del mismo mes comunican que el papa es de la opinión de que la conquista de Granada es cosa privativa de Castilla, y que en las cartas que Castilla presenta, no hace constar que piensa contar con la colaboración aragonesa. Estas noticias, ciertamente no muy esperamadoras, no impidieron que la labor de Aragón cesara, y muy bien debían trabajar los enviados de Jaime, cuando el pontífice Clemente V, concede 10 bulas, respuesta a la petición de Jaime dando categoría de cruzada contra Granada, a llevar a cabo junto con Castilla. En ellas se hace especial mención de la conquista de Almería. Anteriormente hemos hecho mención del mal estado de la hacienda pública de Castilla manifestado por las Cortes de Madrid y lo impopular que resultó la colaboración aragonesa en la empresa granadina, aunque a pesar de todo el asunto se llevó adelante. Pero la indecisión castellana debía seguir a causa de la actitud anti-aragonesa de la nobleza o al menos de una parte. Ambas posturas son la causa de que Femando de Castilla comunique a Jaime que si no obtiene la concesión del diezmo pontificio no puede mantener el proyecto del sitio de Almería. Esta desconocida carta de Femando podemos conjeturarla por la respuesta de Jaime, que no duda de que lo mismo que a él le será concedido el diezmo, que los emisarios castellanos que se encuentran en la corte pontificia obtendrán también respuesta satisfactoria 347 • Apéndice 124. 63. COMIENZO DE LOS smos DE ALME.RfA Y ALGECIRAS. RlvALIDADES ENTRE LOS NOBLES CASTELLANOS Y EL REY. MEDIACIÓN DEL REY DE ARAGóN. LEVANTAMIENTO DE LOS smos

Ultimados ya los proyectos sobre la colaboración marítima de Castilla y contando con la aportación económica del Pontificado, desde los primeros días de abril de 1309 comenzaron los preparativos guerreros. Conocida la actitud de Castilla no extrañará que Jaime procure estar bien informado. A este propósito se debe seguramente el envio a Castilla del incansable Miguel Palazín, con el propósito de pulsar el estado de opinión de los principales personajes de la corte 348 • En cuando a estas actividades legales, es muy posible que tuviesen lugar las destinadas a obtener informes procedentes de otras fuentes, sencillamente de espionaje más o 347

CRD Jaime II caja 90 nº 10950 y 11041. Caja 108 nº 13398. Rg 238 tls 7 4 y 104. V también Masía de Ros Angels Jaime 11: Granada i Marroc. el cap. correspondiente a la publicación de las bulas de Clemente V, dando categorfa de Cruzada a la guerra contra Granada para la conquista de Almeria y Algeciras. Apéndice 124. 348 Rg. 238 Os.65/v y 104.

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RELACIÓN CASTELLANO-ARAGONF.sA

menos encubierto, o de los personajes castellanos adictos a la causa aragonesa. Esto nos explica que Guillem Palazín sea enviado a Castilla con instrucciones para el sacristán de Tarazona 349 • Se ignoran las instrucciones que el rey de Aragón dio a sus fieles servidores, pero el tono de las cartas mencionadas nos afirma cada vez más en el supuesto de que el rey Jaime llevaba la iniciativa y dirección de esta empresa, ·cuando menos que deseaba que imperase su punto de vista. Seguramente antes de que Palazín pudiese llegar a Castilla, dos días no son suficientes para el viaje, Femando pide a Jaime que envíe sus galeras al Estrecho, donde se encuentra ya su almirante Diego García, y también que envíe sus tropas a Valencia donde se reunirán con las castellanas que saldrán de Toledo. La fecha prevista para comenzar los preparativos de campaña era San Juan, pero los acontecimientos se adelantan a causa de la actitud de Granada que conocedora de los pactos de Santa Maria de Huerta, comienza sus preparativos guerreros 350• La discreción que se pensó guardar acerca de los preparativos de la campaña fue imposible mantenerla, la resolución de las Cortes de votar subsidios para la guerra, llegó a oídos de Granada como era fácil de prever. La divulgación de la noticia de la ali.ama castellano-aragonesa contra Granada, obligó a que no se pudiese tener ignorante al rey Dionís de Portugal. Pero para que éste no se molestase por haberle tenido al margen del acontecimiento, Jaime le cuenta todo el proceso, desfigurándolo. Asegura que si bien es cierto que en la vista de Santa Maria de Huerta se trató de la guerra contra los moros, fue de forma vaga e imprecisa, para fechas indeterminadas y lejanas, pero que al regreso de las vistas, se encontró con cartas del Sultán de Marruecos solicitando ayuda contra Granada y en vista de tal oportunidad que considera beneficiosa para su reino y para el de Castilla y también para Portugal, ha enviado a Castilla a sus embajadores, que han concertado las posturas que tiene sumo gusto que Portugal conozca, a pesar de que Castilla recibió el encargo expreso de hacer partícipe a Portugal de tales pactos y solicitar si quería entrar en el compromiso. Insiste Jaime en que la celebración de las Cortes de Madrid habían impedido a Fernando celebrar vistas con Dionís para proponerle entrar en la alianza, pero que de interesar este extremo a Dionís todavía estaba a tiempo. A mediados de Junio la flota aragonesa estará en Port Fangós dispuesta para la guerra 351 • Esta fecha no se mantiene pues ya hemos dicho que la campaña se adelanta. Las galeras salen de Barcelona el 2 de mayo de 1309 352 • Desde este momento toda la actividad diplomática de Jaime se dirige a impedir una posible ali.ama Granada-Marruecos, cosa que era de temer, dada la reacción que en los países musulmanes produjo la noticia de la ofensiva cristiana. Es Castilla la que teme esta confederación y Jaime se 349 350

Rg. 238 8. 69. 16 abril 1309. CRDJaime II caja 29 n. 0 3683. Rg. 238 8. 61/v/3. El 30abril 1309 Jaime II comunica a Diego García que el proyecto que piensa llevar a cabo es muy dificil por tierra y ha decidido ir por mar con 1.000 caballos armados. Cada caballo llevará 8 infantes, 2 ballesteros y 2

escuderos, destinados al lugar que deba ser conquistado con prioridad. 351 CRD Jaime Ii caja 29 n. 0 3650. 8-VI-1312. 352 Rg. 238 ft. 77/v 2-V-1309.

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apresura a desmentir, o desvirtuar la certeza de tales aprensiones. Es posible que guarde relación con este asunto, el viaje que emprende Diego García, almirante y Canciller de Femando a la corte aragonesa, después de que Jaime procura tranquilizar a Femando sobre el particular. Como garantía de ayuda consideramos la comunicación a Castilla de que Aragón piensa dedicar el diezmo papal concedido durante tres años, al mantenimiento de galeras que guarden el Estrecho 353 • Para impedir en lo humanamente posible que la temida alianza Granada-Marruecos, llegue a cristalizar, a la vez que para procurar atraerse a Marruecos, si no como aliado al menos conseguir su neutralidad, el rey de Aragón comienza la tarea, sacando a relucir el problema de Ceuta, causa de roces y malentendidos entre los musulmanes de allende y aquende el Estrecho. En época inmediatamente anterior a la que nos ocupa, el sultán marroquí había pedido galeras al rey de Aragón con objeto de recuperar Ceuta, pero nunca obtuvo más que buenas palabras, sin llegar a una negativa formal, pues la variedad y movilidad de los pactos existentes entre unos y otros, hacían posibles las situaciones más o menos ambiguas. Pero en las circunstancias del momento, decidido Jaime a contar con el apoyo marroquí, se adelantó a ofrece su cooperación naval. Aceptada ésta, la escuadra aragonesa al mando del almirante Jaspert de Castellnou contribuye a la toma de Ceuta que tiene lugar el 21 de julio de 1309. Esta victoria, importante en si misma, no tuvo efectos prácticos para la causa cristiana, antes al contrario pues fue la causa de que Marruecos y Granada se uniesen con objeto de hacer frente a la esperada ofensiva 354 • Además del contratiempo que supone la pérdida de la amistad o neutralidad marroquí, existen otros factores que serán la causa de que la empresa iniciada termine en fracaso. Una vez más hay que tener en cuenta las rivalidades de los nobles castellanos entre sí y las malas relaciones de muchos de ellos con su rey. Además hay que tener en cuenta la forma negativa con que fue recibida en Castilla el proyecto de alianza con Aragón y la cesión del reino de Almería. Recordemos que cuando en las Cortes de Madrid convocadas con objeto de pedir subsidios para llevar a cabo la empresa de Algeciras. Diego García, principal negociador del tratado, fue condenado a muerte. Aunque la sentencia no se llegó a cumplir, ni el presunto reo cayó en desgracia, tal circunstancia es un dato muy elocuente para ilustramos sobre el clima que en Castilla imperaba en relación con dicho proyecto 355 • Mientras tiene lugar el asedio y conquista de Ceuta, suceso que debe ser considerado como algo previo a los objetivos principales, la conquista de Algeciras y Almeria, comienzan los preparativos de la campaña, al mismo tiempo que prosiguen las actividades diplomáticas. Así creemos debe ser interpretada la embajada de Ramón de Monrós a Portugal. La 353 Rg. 238 fl. 85/v 8-11-1309. Esta noticia se hace extensiva a la reina madre, infante Juan, Juan Manuel y arzobispo de Toledo. CRD Jaime Ii caja 29 n. 0 3706. El 17-V Diego García almirante de Castilla es enviado a Aragón. 354 Zurita, Libro V cap. LXXIX. Giménez Soler. La Corona pag. Gaspar Remiro. El negocio de Ceuta. Masiá de Ros Angeles Jaume II Granada y Marroc. 355 Giménez Soler. La Corona pag. 127-136. 137 158-162.

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RELACIÓN CASTELI.ANO-ARAGONESA

falta de instrucciones escritas al emisario determina que no se pueda comentar el alcance de dicha misión, pero si recordamos el interés del Rey de Aragón en tener propicio al rey Dionís, nos permite conjeturar que estaba relacionada con la campaña que iba a comenmr 356• Mientras tiene lugar el asedio a Ceuta comienzan los preparativos para la campaña que deben llevar a cabo conjuntamente Aragón y Castilla, sin olvidar los contactos diplomáticos. A esta naturalem creemos pertenece el envío a Portugal de Ramón de Montrós, aunque desconozcamos sumotivo 356 • Castilla inicia el sitio de Algeciras el 27 de julio. El 11 de agosto, Fernando envía una carta a Jaime por medio de un emisario del vizconde de Castellnou: dice que en ella podrá ver el estado en que se encuentra el pleito, sin decir cual es 357 • Conocido el estado de opinión reinante en Castilla y las querellas entre los nobles, se puede insinuar que se trata de este asunto y mas nos inclinamos hacia esta suposición, si tenemos en cuenta la actitud del infante Juan, principal culpable de tal estado de cosas 358• También podemos conjeturar que el objeto del viaje de Rodrigo Gil a Castilla se refiere a la busca de solución a los conocidos problemas 359 • Si se tienen en cuenta los acontecimientos posteriores, se puede asegurar que todas las gestiones llevadas a cabo, no fueron eficaces, ya que no creemos que sean causa de tranquilidad para el rey de Castilla, los contactos que mantienen con el monarca aragonés, el infante Juan y Diego López de Haro. El infante relata pormenores acerca del destino de los fondos del diezmo eclesiástico, que el rey Femando quiere entregar al vizconde de Castellnou pero el almirante aragonés no quiere aceptar dicho dinero sin el beneplácito de su soberano. &ta circunstancia nos confirma en nuestra suposición de que Jaime era considerado como el promotor de toda la empresa. El señor de Vizcaya cuenta pormenores del sitio de Algeciras mostrándose muy adicto 360• Apéndice 125. Corrobora lo que venimos diciendo la noticia de Alfonso Pérez de Guzmán sobre la llegada de castellanos a Gibraltar y su inteivención en la guerra. 12-IX-1309 361 • Apéndice 126. 356 Rg. 238 8. 120/2. El viaje de Monros se anuncia al rey Dionís a la reina Isabel al infante Alfonso de Portugal, a los obispos de Usboa y Praga y a los consejeros Martín López y Juan Simón. 357 CRD Jaime II caja 29 n. 0 3637. 358 Benavidcs. T. 1. cap XV. Según la crónica, el infante anduvo desavenido con el rey «por algunas cosas que andavan haviendo entre ellos, pero que algunas vegadas venia asosegar, e quando las gentes cuydavan que estavan asosegados, tantos eran los que habian sabor de meter mal entre ellos que los deseIVirian e andando el pleito desta manera, ovieron a desavenir al rey e al infante don Juan e luego se fue el infante don Juan del Real e non quiso fincar. E vinieronse con el don Alfonso su fijo e don Juan fijo del infante don Manuel e don Ferran Royz de Saldaña en guisa que eran partido bien quinientos cavalleros. E esto lo fizo el cuydando que puesto el se venia que non podia el rey fincar en la cerca•. 359 CRD Jaime Ii caja 30 n. 0 3782. Desde Algeciras Femando acusa recibo de la embajada de Rodrigo Gil. Según la opinión de Zurita, libro V cap. LXXX, éste es un juez de Corte que va a Castilla a causa de que el infante avisó al rey de Aragón su desavenencia con su sobrino. Con esto entendió Jaime que el Infante y Juan Manuel querlan abandonarel cerco. la misión de Gil era procurar la paz. 360 CRD Jaime II caja 29 n. 0 3632. Caja 101 n. 0 12531. Apéndice 125. 361 CRD Jaime II caja 107 n. 0 13340. Apéndice 126.

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No es verosímil que tantas idas y venidas, tantas consultas y confidencias tengan como causa o motivos asuntos estratégicos o guerreros. La realidad es más triste y compleja. Fruto de las eternas rivalidades de los nobles, en el sitio de Algeciras reina gran malestar, debido especialmente este estado de intranquilidad y desasosiego, al inquieto e intrigante infante don Juan. Al fin tuvo lugar lo que ya se sospechaba que ocurriese: el abandono del sitio de Algeciras por el infante y Juan Manuel 362 • La reacción de Jaime II ante tal estado de cosas es emprender una serie de negociaciones encaminadas a que los rebeldes vuelvan al redil después que Fernando de Castilla le notificase la deserción de ambos personajes 363 • Apéndice 126 bis. Pero Giménez de Loria, es encargado de visitar a los rebeldes personajes, recriminarles por su proceder, al mismo tiempo que les indicase que lo más sensato que podían hacer era reintegrarse al sitio de Algeciras. Con la misma fecha, 22 de noviembre. Pero Ponce de Castellón es enviado a Castilla con la misión de enterarse de todo lo concerniente al asunto. Aparte de averiguar de buena fuente la causa de la deserción de dichos nobles, participar al rey que ha enviado al pontífice un mensajero encargado de explicar las razones que aconsejaron el abandono de los sitios de Almería y Algeciras. También debe relatar el resultado de la embajada de Pero Giménez de Loria a Juan Manuel y al infante. A la llegada del enviado aragonés el infante estaba ausente, pero antes de que este llegase ya ambos rebeldes habian acordado que Juan Manuel de su parte se entrevistase con Jaime, pero «non teniendo guisado de venir una vez llegó a verle» Pero Ximene~, le encargó la misión de decir al rey aragonés «que havian voluntad de fincar en la frontera si sus oficiales les viesen dado lo que el mandava o menester avian». Así pues Pero Garcés debe aconsejar a Femando que procure no dar ocasión de que la gente proteste. «A ellos o a sus amigos ond ellos se oviesen a mover a su deservicio mayormente porque esta pa~ ahun no ha cumplimentado ni de la part suya ni la del dicho rey de Aragon ni saben los fechas que venran». También debe decir el enviado que Jaime ha procurado a su vez enterarse de lo que piensan hacer ambos personajes, al mismo tiempo que les ha afeado su proceder, intenta apartarles de todo mal entendimiento 364 • Don Juan Núñez y don Diego López de Haro, señores de lara y de Vizcaya respectivamente, eternos rivales del infante Juan y de Juan Manuel, tienen una nueva ocasión de enfrentamientos. En el reparto de las rentas de Andalucía que se dieron a los nobles para que se empleasen en 362 CRD Jaime II caja 111n. 0 192 y caja 104 n. 0 12914. Juan Manuel CXCVII. El 1 de octubre Aymerich de Bellvehy, desde Algeciras reclama salarios y víveres. En cuanto a la actitud de los nobles respecto al sitio, opina que sólo Juan Núñez es fiel a Femando. Según sus opiniones sobre la actitud de los nobles se puede ya vislumbrar el final de dicha empresa. Él 17 del mismo mes el almirante aragonés Jaspert de Castellnou da noticia del estado del sitio de Algeciras y de la deserción de Juan Manuel y del infante Juan. CRD Jaime II caja 104 n.0 12914. Juan Manuel doc. CXCVII. La retirada de dichos personajes no debe ser aún efectiva puesto que Juan Manuel escribe a Jaime II desde la plaza sitiada el 20 de diciembre. CRD Jaime II caia 29 n. 0 3624. 363 Rg. 335 ft. 347/2 Juan Manuel doc. CXCVIII y CC. &te último doc. tiene una sigJ!atura equivocada, que no se ha podido rectificar. Apéndice 126 bis. 364 CRD Jaime II caja 102 n. 0 12672. 22-IX-1309.

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RELACIÓN CASTELLANO-ARAGONESA

la preparación de las tropas, para la guerra, los cuatro rivales merecieron un trato parecido. Tal medida que parece destinada a eliminar diferencias, sirvió para soliviantar a Juan Manuel y al Infante. Recordemos sus quejas a Pero Ponce de Castellón. Cabe esta conducta levantisca, los señores de Lara y Vizcaya tuvieron un comportamiento ejemplar. Este último, partidario de continuar la guerra, además de dar detalles de la campaña al rey de Aragón, le anuncia que en una incursión llevada a cabo por Alfonso Pérez de Guzmán y el arzobispo de Sevilla, se llegó a unas diez leguas de Granada, demuestran creemos, el interés de muchos por el mantenimiento del cerco y las ventajas que de una victoria se podían obtener 365 • Varios acontecimientos se suman para que Jaime pensase en la conveniencia de abandonar el cerco de Algeciras aunque nada se puede decir acerca de la misión encomendada a Rui Pérez de Soto, enviado de Castilla 366 ni del motivo de la entrevista que Jaime prepara con el infante Pedro 367 , varios acontecimientos se suman para que el rey de Aragón piense seriamente en el posible abandono de la empresa almeriense. Una de ellas el desánimo que le produjo el fracaso de la misión encomendada a Ximene~ de Loria. Otra el conocimiento del mal estado del abastecimiento del ejército castellano, calamidad a la que hubo de sumar la persistencia de lluvias torrenciales. Otro factor de desánimo para Jaime es el fallecimiento de dos de los principales personajes castellanos, partidarios de continuar la guerra, el señor de Vizcaya y Alfonso Pérez de Guzmán. Este último, muerto en acción de guerra pocos días después de la conquista de Gibraltar que tuvo lugar el 12 de septiembre. Se ignora la fecha exacta de este suceso, pero debemos situarla después del 22 del mismo mes, día en que Diego López de Haro notifica a Jaime el éxito de la expedición que le condujo cerca de Granada. A todos estos factores negativos para continuar la guerra, debemos añadir el inicio de negociaciones castellano- granadinas, de las cuales el rey de Aragón era conocedor. El abandono de los sitios de Almeria y Algeciras, que ya se divisaba en el horizonte, se lleva a cabo de común acuerdo entre ambos soberanos. En realidad cuando Castilla pacta con Granada el levantamiento del sitio de Algeciras, a cambio de la devolución de Quesada y Bedmar, el mantenimiento del cerco de Almería se convierte en una empresa muy difícil, aún considerando que el ejército aragonés no tiene problemas de abastecimiento, ni existan discrepancias de criterio entre quienes ostentan la jefatura del ejército. El cerco de Algeciras se levantó a primeros de Enero y el de Almería el 26 del mismo mes.

365 366

CRD Jaime II caja 29 n. 0 3611 y 3612. 9-XII-1309. CRD Jaime II caja 151n. 0 737. 27-XIl-1309. Deberán entrevistarse en Cetina o Ariza en Navidad. 36 7 Véase nota n. 0 365.

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ÁNGELES

64.

MASIA

NUEVOS INTENTOS DE JAIME II PARA RECONCILIAR A LOS REBELDES CON FERNANDO IV. PROYECTO DE ENLACE MATRIMONIAL ENTRE EL INFANTE PEDRO DE CASTILI.A, HERMANO DEL REY Y MAR1A DE ARAGÓN, HUA DE JAIME 11

Después del fracaso de la empresa contra Granada, en la cual Aragón no gana nada estando en mejores condiciones que Castilla para mantener el asedio, las relaciones amistosas existentes entre ambos monarcas no sufren alteración alguna. Jaime sigue inmiscuyéndose en los asuntos castellanos, especialmente en todo lo que hace referencia a la mala inteligencia entre el rey y los desertores del sitio de Algeciras. Deseando estrechar los lazos de amistad se proyecta el matrimonio del infante Pedro de Castilla hermano del rey, con la infanta María hija del rey de Aragón. Esta efemérides político-familiar, nuevo proyecto de guerra contra moros y el envío de una embajada al pontífice para relatar el poco éxito de la campaña contra Granada, que solo podía presentar como hecho positivo la toma de Gibraltar, colman el tiempo que transcurre entre el abandono de los sitios de las mencionadas ciudades andaluzas y la muerte de Fernando IV ocurrida en tierras de Jaen en setiembre de 1312, en el transcurso de una campaña contra Granada. Una vez solucionados los asuntos pendientes del levantamiento del sitio de Almerla la primordial preocupación de Jaime es la reanudación de relaciones con su yerno Juan Manuel y el infante Juan, procurando también la reconciliación de ambos personajes con el rey de Castilla. Pero Garcés de Castellón es el encargado de comunicar a Castilla el proyecto de embajada que Jaime envía al pontífice para explicarle los motivos que aconsejaron el levantamiento de los sitios de Almeria y Algeciras, así como buscar una solución a las posturas rebeldes del infante Juan y de Juan Manuel 368 • Apéndice 127. La embajada que acabamos de citar puede ser considerada como el inicio de las actuaciones de Jaime. No sabemos con qué objeto al Arcediano de Tarazana se le remiten cartas de Juan Manuel y de Saurina de Bezers aya de la infanta Constanza, prometida de Juan Manuel 369 • A pesar de que en todo la iniciativa es de Jaime, no se puede asegurar que Fernando permanece siempre en actitud pasiva. & muy posible que a cierta desconfianza respecto a la actuación aragonesa, responda el trato directo de Fernando con el consejero de Jaime, el conocido Gonzalo García 310. Aparentemente, no parece que la misión de Jaime encuentre serias dificultades, puesto que en el fondo, todos los personajes protagonistas de la discordia, deseaban que ésta terminase, utilmlldo como mediador al rey de Aragón. El infante Juan envía sus emisarios a Jaime, pero éste no le 368 369

Rg. 335 8. 349. Valencia 20-11-1310. Apéndice 127. CRD Jaime II caja 30 n. 0 3827. Jaime II ordena a su escribano Bernardo de Averson que envfe al arcediano de Tarazona copia de las cartas de Juan Manuel y de Saurina de Berzers aya de la infanta Constanm, prometida de Juan Manuel. 26-11-1310. 37 CRD Jaime II caja 31 n. 0 3860. Femando envía a Pero García a Gonz.alo García consejero mayor de Jaime. Luego de que ambos hablen deberán hacer participe de lo tratado al rey de Aragón. 10-IV-1310.

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contesta, alegando que espera entrevistarse con Juan Manuel. No sabemos si antes o después de esta noticia, que carece de fecha de día, pero si en el mismo mes de abril de 1310, Jaime participa al infante su satisfacción por el proyecto de entrevistarse con la reina Maria y Sancho Sánchez de Velasco que estará junto a la reina en representación del rey. Juan Manuel se une al infante en la visita regia. El consejo que ambos reciben es que «fagades en guisa que pongades todo buen sosiego entre el rey evosotros» 371 • Es muy posible que estos consejos disuasorios de Jaime, se debiesen en parte a indicaciones procedentes de Castilla. Nos permitimos esta suposición a causa de la embajada castellana a Jaime, encomendada a don Juan Núñez, aun sin conocer las instrucciones pertinentes. Sirve de apoyo a dicha suposición que esta embajada es anterior a la correspondencia de Jaime con el infante don Juan. Aparte de las cuestiones concernientes a Juan Manuel como súbdito castellano, tienen lugar las relaciones entre Jaime II y Juan Manuel, derivadas de su relación familiar. El cuidado de la hacienda de su futuro yerno, determina que se ordene le sean devueltas las tierras que le tomó el almirante Bemando de Sarriá, de quien salió fiador 372 • Apéndice 128. También se discute la permanencia en Villena de la infanta Constanza, la prometida de Juan Manuel 373 • 65.

ARAGÓN Y CASTILLA CONCIERTAN PACES CON GRANADA

A partir del levantamiento de los sitios de Algeciras y Almeria, el rey de Castilla permanece en Sevilla, seguramente ocupado en la elaboración de los capítulos de paz con Granada en los cuales también interviene Aragón. Dichos capítulos se firman el 26 de mayo de 131Oy el 29 se anuncia a Jaime el envío de Diego García de Toledo, cuya misión es hacer partícipe al monarca aragonés de las paces firmadas con Granada en nombre de ambos reinos 374 • Apéndice 129. Estaba de acuerdo Jaime con su inclusión en dicha paz? En todo caso, no parece muy clara su actitud. Ignoramos cuando llegó a su poder la carta de Femando que acabamos de mencionar, pero lo que si es seguro es que dicha paz se firmó sin que el parecer de Aragón fuese solicitado. Una prueba de la ignorancia de Jaime nos la proporciona la noticia de que el rey aragonés hace partícipe a Bernando de Fonollar de que corren rumores acerca de que Castilla ha celebrado paz con Granada y le da instrucciones acerca del comportamiento que debe adoptar 375 • 371 Rg. 238 fls. 132 y 152/v. abril 1310. Juan Manuel doc CCIII. CRD Jaime II caja 31/3863 y 3859. 372 CRD Jaime II caja 32 n. 0 3989. Valencia 17-IV-1309. Apéndice 128. 373 CRD Jaime II caja 31 n. 0 3876 y 3877. Juan Manuel CCVI y CCVII. 374 CRD Jaime II caja 21 n. 0 2744, caja 31 n. 0 3890. Apéndice 129. 375 Rg. 238 fl. 160. Teruel 10-VI-1309. Jaime II participa a Bernardo de Fonollarque hay rumores de que el rey de Castilla ha celebrado paces con Granada. Por esto no debe acompañar a don Juan Núñez que va a ver al pontífice, pues si resulta que los rumores de paz se confirman el viaje no tiene objeto.

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Anteriormente hemos mencionado una embajada castellana encomendada a Don Juan Núñez, sin noticia de su contenido. La carta mencionada de Jaime a Fonollar nos da a conocer cuando menos una parte de su misión. Ir a la corte pontificia con un doble encargo; justificar el abandono de los sitios de Almeria y Algeciras y procurar que continuase la concesión de la décima para seguir aplicándola al mismo fin. No sabemos si don Juan llegó a emprender el viaje, lo que sí es cierto que se encontraba en Barcelona procurando que Fonollar le acompañase, posiblemente antes de que Diego García de Toledo contase a Jaime los pormenores de la paz. Los rumores de paz que alarmaron a Jaime, fueron causa de que el viaje de Fonollar acompañando a Núñez no se llevase a cabo, pues Jaime, desde luego con mucha lógica, opina que si la paz llega a firmarse huelga la petición y por tanto el viaje. El tono áspero de la carta, nos confirma en la idea anteriormente apuntada, de que el monarca aragonés estaba dolido, y disgustado de que la paz con Granada se hubiese llevado a cabo sin que se solicitase su intervención ni su parecer.

66.

BUSCA DE SOLUCIONA LAS DESAVENENCIAS DE LOS NOBLES CASTELLANOS CON FERNANDO IV ESPECIAIMENTE CON EL INFANTE DoN JUAN Y JUAN MANUEL

A partir del mes de junio de 131Ocontinúan los intentos de solución de las querellas entre el rey de Castilla y los nobles, especialmente con los eternos descontentos Juan Manuel y el infante del mismo nombre. Los emisarios que se envían a Castilla con dicha misión, deben ocuparse principalmente de dos asuntos, sondear el ánimo de los rebeldes buscando esclarecer las causas que motivaron su reprobable proceder y negociar las bases para llevar a feliz término el enlace matrimonial de los infantes Pedro de Castilla y Maria de Aragón, enlace concertado anteriormente, junto con el de Jaime heredero de Aragón y Leonor de Castilla. Aunque el asunto de los matrimonios, no tenía la importancia del primero, al presentarlos conjuntamente, pudo contribuir a aclarar ciertos aspectos y a compulsar opiniones. En la cuestión de los matrimonios, ambas cortes se mostraban muy complacidas, de tal modo que la cuestión de la dotación de los contrayentes no podía representar obstáculos de importancia. En realidad los únicos contrarios a tales enlaces fueron los desertores de Algeciras, temerosos de que con este matrimonio el infante Pedro adquiriese excesiva preponderancia y polari7.a5e en su favor la influencia y el apoyo del rey de Aragón, en unos momentos en que las discordias están en su punto máximo. Conocido el afán intervencionista del rey de Aragón en los asuntos castellanos, no es de extrañar que ésta se llevase a cabo de manera -más intensa, al relacionarse familiarmente con el hermano del monarca. Según veremos de aquí en adelante en todo lo que hace referencia a las rebeldías de los nobles castellanos, la intervención aragonesa es tan

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grande, tan frecuentes las idas y venidas de sus emisarios intentando aunar voluntades, que da la sensación de que sea Jaime la máxima autoridad en Castilla, pues solo ante sus indicaciones o amenazas, los descontentos se avienen a razones. Como es natural, los primeros sobre los que recae la acción del rey aragonés son sus tradicionales deudos y amigos Juan Manuel y el infante del mismo nombre. A Jaime interesa en grado sumo que la situación de rebeldía de estos personajes con su soberano llegase a una pronta solución, opinión que es compartida por la reina madre Maria de Molina. La crónica de Femando IV nos habla de una entrevista entre los descontentos y la reina, de la que nada positivo resultó, y nosotros podemos dar testimonio de la primera embajada aragonesa, que a primeros de Junio de 1310 se encomienda a Guillermo Palazín escribano del rey aragonés 376 • Para poder asegurar que la entrevista de los rebeldes con Maria de Molina era debida a sugerencias de Jaime, falta una vez más por una parte la precisión cronológica de la Crónica citada y por otra la también frecuente falta de instrucciones escritas a los emisarios que iban a Castilla. Sin que osemos pronunciamos acerca de la intervención aragonesa en el proyecto de concordia ante los dos Juanes y el rey por medio de la reina Maria, sí creemos poder afirmar que entre las desconocidas misiones encargadas a Palazín, figuraba la de entablar negociaciones a sus preliminares, sobre la boda de los infantes María y Pedro. &to nos explica que el disgusto que tal proyecto causó a don Juan Manuel moviese a éste a redactar un capítulo de cargos contra el rey de Aragón. Examinando detenidamente tales quejas veremos que a la buena armonía con Jaime, atribuyó don Juan todos los sinsabores que amargaban su vida: la enemistad de la familia real obedecía a la parte de Murcia que retenía Jaime y al desaire de que fue objeto la infanta Isabel al romperse el compromiso matrimonial. Don Juan Núñez le hacía responsable de la pérdida de Albarracín, y la mala voluntad del infante don Juan, eran fruto de la envidia que le causaba que otro compartiese el valimiento de un rey que siendo extraño a Castilla tenía en dicho país influencia y amistades. Y en pago de tales desventuras, todas sufridas por la causa de don Jaime, este cruzado de brazos, le dejaba entregado a las iras de los castellanos. Añade que el rey de Aragón «buscara a ver amigos en Castiella aquellos que sabe que son nuestros contrarios» «tenemos que nos fase en ello un muy gran tuerto», desde luego la carta no tiene desperdicio y estas frases se incluyen únicamente con objeto de proporcionar a nuestros lectores a pesar de que vayan incluidas en el Apéndice. Otra queja de Juan consiste en considerar que si Jaime le promete servirse de él como mediador en los asuntos castellanos todos aceptarán sus propuestas, no por proceder de si mismo sino por saber claramente que están inspiradas por el rey de Aragón. También opina que contribuye a su desprestigio, que cuando a Jaime se le preguntó acerca de la conducta de su yerno, en lugar de comunicarle al interesado que la aprobaba, lo hizo a la reina Maria y al infante don Juan. Surge también el problema de la mayordomía de Casti376

CRD Jaime II caja 31 n. 0 3900. Juan Manuel doc. CCVIII.

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lla que se le había prometido y en las vistas de Ama, siguiendo el parecer de Jaime siguió en dicho cargo el señor de Vizcaya. Respecto al abandono del sitio de Algeciras, dice fue a causa de tales desengaños y por ser él el único que no estaba en contra del parecer del rey de Aragón, ya que cuando le avisó del estado de ánimo de los sitiadores a su respecto, Don Jaime, no le hizo caso. Y percatado el rey de Castilla del menosprecio que de su yerno hacía el de Aragón, cada vez le alejó más de sí, lo mismo que al infante don Juan: ellos continuaron enviando sus cartas, y don Jaime sin hacer caso de ellos, aun cuando se le dijo que si se veían obligados a abandonar el cerco, su ausencia representaba el levantamiento del campo castellano ante Algeciras, que fatalmente deberla producir el de Almeria 377 • Apéndice 130. El capítulo de reclamaciones que comentamos carece de fecha, debe situarse entre el 19 de junio, fecha de la carta de Juan Manuel al rey y la misma fecha de julio. Por tanto podemos situarla en cualquier día entre ambas, ignoramos los motivos que tuvo Giménez Soler para fecharla en 18 de julio. Paralelamente a estos acontecimientos, debemos considerar que el rey de Aragón seguía sus negociaciones. De otro modo no tendría razón de ser la negativa de Juan Manuel a la entrevista que de parte del rey de Aragón solicita Guillem Palazín 378 • Apéndice 131. Las razones a que alude para negarse, son las que ya conocemos, añadiendo que está dispuesto a dar Albarracín a don Juan Núñez por un cambio que promete darle Femando de Castilla. Toda la sarta de reclamaciones y quejas termina solicitando respuesta «de lo que envíe dezir el rey de Aragon convusco ca es cosa que me cumple». La interpretación que se considera más verosímil para dicha misiva, teniendo en cuenta el capítulo de agravios que los díscolos nobles atribuyen al rey de Aragón, nos permite suponer que ambos personajes vieron con disgusto el proyecto de enlace de los infantes Pedro y Maria. Juan Manuel, temeroso, pensando que perdería el apoyo de Jaime en todo lo concerniente a Castilla, o cuando menos debería compartir con otro la amistad y favores del monarca aragonés. En cuanto al infante Juan debe estar molesto por parecidas razones. La contestación que Juan Manuel solicita de su corresponsal, la obtiene directamente de Jaime, y es un auténtico varapalo. Amargado y dolido, Jaime comienza por negar haber querido perjudicarle. En cuanto al asunto de Albarracín opina que sabe más que él mismo y respecto al enlace su hija María con el infante Pedro, reconoce que se han intercambiado embajadores sobre el caso y que se llevará a feliz término, si según parece es del agrado de todos 379 • Contrariamente a lo que parecía verosímil, considerando lo tenso de la situación, la ruptura no se produce, ni siquiera un distanciamiento entre Juan Manuel y su suegro. Aun contando con un vínculo tan fuerte con Castilla como era el enlace Pedro-María, interesaba a Jaime no tener allí enemigos de la talla y condición de los dos Juanes. Desde luego su 377

378 379

CRD Jaime II caja 119 n. 0 1102. Juan Manuel doc. CCDC.Apéndice 130. Juan Manuel CCX. Apéndice 131. Rg. 238 ft. 240 20-VIIl-1310. Juan Manuel doc. CCXII.

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condición y comportamiento les hacen merecedores de la máxima atención. Creemos que muchas veces el apoyo que reciben para lograr ventajas y posiciones relevantes se debe más que por sus buenas cualidades al cariz negativo de su condición. La reprimenda epistolar de Jaime, da como resultado el comienzo de una aproximación. &ta se inicia indirectamente, a través de Guillem Palazín. Por este mediador, Jaime se entera de que el infante Juan y Juan Manuel, conocedores del disgusto de Jaime por su comportamiento en Algeciras, dan la culpa de todo al rey de Castilla. Según dice, este les menosprecia en todo momento. Además están seguros de contar con la malevolencia de la reina Constanza y de su influyente aya doña Vataza. &ta afirmación no parece verosímil, conociendo la adhesión de dicha señora al rey de Aragón. Todo esto es resultado de las gestiones del sacristán de Tarazana, Domingo García de Echauri encargado por Jaime de informarse en secreto de los verdaderos motivos que fueron causa del abandono del sitio de Algeciras por los personajes en cuestión 380 • Apéndice 132. No satisfecho Jaime con la labor encomendada el sacristán de Tarazana, persona de su máxima confianza, el infatigable Palazín debe buscar lo mismo, hablando con los interesados 381 • Apéndice 133. &ta vez Palazín fue recibido y una vez habló con el rey, conversación que desconocemos, es enviado de nuevo a informar a sus interlocutores de la voluntad de Jaime 382 • La misión encomendada al sacristán de Tarazana demuestra una vez más que Jaime obra de acuerdo con la condición de árbitro elegido por todos los personajes en discordia. Sus protegidos Juan Manuel y el infante Juan, amansados por las reprimendas conocidas, le tie_nenal corriente de pormenores a veces insignificantes 383 • A finales de 131ODiego García de Toledo trata con Jaime de unas vistas con Femando, solicitadas por Aragón. Castilla accede y acepta que tengan lugar en Requena a causa del clima templado. A pesar de que no se menciona el objeto de dicha reunión es verosímil que después de tener la versión de varias procedencias Jaime quiera enterarse directamente de la postura de Femando respecto a los desertores de Algeciras 384 • Femando escribe desde Toledo, y desde allí va a Burgos para asistir a la boda de su hermana Isabel, la novia frustrada de Jaime de Aragón, con el duque de Bretaña. En Burgos el ambiente es aparentemente alegre, como corresponde a la ceremonia que se iba a celebrar, pero en realidad, aunque disimulados, hay toda clase de intrigas y odios. Femando pese a la intervención de su madre y del rey de Aragón, no ha perdonado a su tío la 380 381 382

Rg. 336 8. 13/2. Juan Manuel doc. ccxm y Rg. 292 fts 72/2. 2-IX-131O. Apéndice 132. Rg. 336 8. 16 20-IX-1310. Apéndice 133. Rg. 238 8. 40. J Manuel doc. CCXII. Rg. 336 8. 17 l-XI-1310. La distancia entre estas dos fechas, nos permite la suposición de que en este periodo de tiempo puedan haberse producido contactos que desconocemos. También esta demora puede atribuirse a la cautela de Jaime, no olvidar sus asuntos aun~ue sin demostrar demasiado interés. 3 3 CRD Jaime II caja 30 n. 0 3763 y caja 32 n. 0 3985. El infante pide a Jaime que se interese para que se le entreguen las cartas de juras y homenajes que se le concedieron a raíz del arbitraje del rey de Portugal. Juan Manuel le comunica que ha cambiado de procurador. Éste es Francisco de Aliar, aragonés. 384 CRD Jaime II caja 32 n. 0 3982 Juan Manuel doc CCXV.

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pero espera verle para contarle todo; el segundo, entre chismes y habladurías de la corte, dice que en ella los partidarios de Aragón son García Suárez, García Lasso y Diego García. &te último no necesita presentación 385• Apéndice 134. Cuando Femando regresa de la infructuosa persecución de su tío, cae enfermo con un brote de las tercianas que padecía y seguramente, al quedar confinado, al rememorar todo lo acaecido puvo apreciar, darse cuenta de que todo ello podía representar el comienzo de una gran discordia y perturbación en todo el reino. Y una vez más acude a su madre solicitando su intervención en el arreglo de todo el embrollo, para procurar que el infante deponga su actitud y vuelva a su obediencia. La reina Maria, después de hacerse rogar, escarmentada y dolida por la conducta de su hijo al quebrantar el seguro que diera al infante, inicia gestiones que terminan con resultado positivo, ya que el infante accede a entrevistarse con su sobrino. La entrevista tuvo lugar en Grijota a primeros de mayo de 1311, pero nada positivo se logra, debido a una nueva enfermedad del rey. En el tiempo que transcurre durante la intervención de la reina Maria, el monarca aragonés, atento a todo lo que en Castilla acontecía inicia una serie de gestiones encaminadas a lograr sus propósitos. El interés primordial se dirige a conocer la versión exacta de los sucesos, no como simple información, sino buscando poder intervenir en ayuda de sus intereses. Ignoramos a quien va dirigido un memorial que nos da a conocer la opinión del rey Jaime. A las exigencias de Juan Manuel y del infante de que el rey Fernando les de satisfacción en sus peticiones, es conveniente que esto tenga lugar si las cosas en realidad sucedieran como cuentan los interesados, pero si los acontecimientos no corresponden a lo que estos cuentan, que Fernando se abstenga de complacerles, pero obrando de manera que pueda mantenerlos a su servicio 386 • Apéndice 135. Cartas de Jaime a varios personajes pertenecen al 26 de febrero. Al infante Juan y a Juan Manuel les pide relación de los sucesos de Burgos recomendándoles encarecidamente que abandonen su actitud rebelde ofreciendo su colaboración al rey. A éste le comunica el profundo pesar que estos sucesos le causan y le participa los consejos que da a los rebeldes, de que vuelvan a su obediencia. Enterado que Juan Alfonso de Haro señor de los Cameros piensa sumarse al bando rebelde, le aconseja que permanezca fiel a su rey 387• Apéndice 136. Respecto a Juan Manuel, Jaime cambia de opinión, y solicita una entrevista con su futuro yerno, quien accede rápidamente 388• También interviene la reina Constam.a, seguramente a causa de la enfermedad de su marido. Los emisarios aragoneses, el Arcediano de Játiva y el de la Guardia, son portadores de un mensaje verbal 389• 385 CRD Jaime II caja 87 n. 0 10616. Juan Manuel doc CCXVI. Gaibrois Maria de Molina cap. XXIV. Benavides T. 1 cap. Apéndice 134. 386 Rg. 292 8. 73 y 73/v/1. Apéndice 135. 387 Rg. 337 8s. 319/1/2. 319/v/1 y 3 Rg. 239 82/2. Juan Manuel doc. CCXVIII. Apéndice

136.

388 389

Rg. 337 ft. 319/v/2. CRD Jaime II caja 32 n. 0 4019 24-11-1311.

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ÁNGELFS MASIÁ

defección de Algeciras. La víspera de la llegada de Femando a Burgos, el infante le sale al encuentro en el camino, para decirle que asistirá a la boda de la infanta si le concede la posada de San Juan, donde solían alojarse los señores de Vizcaya. El rey accede, pero Don Lope Díaz de Haro, hijo del difunto don Diego, ya estaba instalado. Entonces el infante se fue a Quintanadueñas sin hacer caso del deseo de su sobrino, de que se quedase en Burgos. El infante teme por su seguridad, pero ante la insistencia de Fernando opta por escribir a la reina María pidiéndole seguro, requisito indispensable para que consienta entrar en Burgos. Maria, ignorante acerca de las intenciones de su hijo respecto al infante, le pide explicaciones para obrar en consecuencia. Fernando dice que quiere pensar lo que decidirá. Burgos está en plena fiesta. Los ricos hombres de León y Castilla y el séquito del novio, Juan duque de Bretaña, rivali7.an en riquem y ostentación. Pero en medio de este clima festivo, el bullicio y la alegria natural en una fiesta como la que va a tener lugar, las damas y caballeros de la corte comentan la actitud temeraria del infante y las reiteradas llamadas del rey para que entre en Burgos. En la ciudad comenzaba a correr la voz de que el rey le quería matar. Pasados los festejos, la reina María vuelve a ocuparse del asunto de su cuñado. El hijo se aviene a las paces y a dar seguro al infante. Con tal garantía don Juan con sus hijos y séquito llegó a Burgos, comenmndo a visitar a la reina, a la que encuentra bien dispuesta. El que no estaba decidido a perdonar es el rey, y aprovechando esta actitud algunos le aconsejaron que lo matase, haciéndole ver que nunca estaría tranquilo ni gobernaría a su gusto mientras el infante viviese. Fernando, flojo de carácter, veleidoso y de una calidad humana bastante deficiente, se acogió a esta idea, pensando únicamente en como llevarla a cabo. Sin que sea aquí ocasión de narrar detalladamente las incidencias acaecidas, nos limitaremos a decir que don Juan Núñez fue contrario a tal acción, por ver en ella mucho peligro para el monarca. Pero una vez más, la reina María tiene que ser la protectora de su poco agradecido cuñado. Sabedora por su canciller, el abad de Santander, don Nuño Pérez de Monroy, que su hijo estaba dispuesto a matar al infante, le avisó de manera bastante clara del peligro que corría: «Que por ninguna cosa viniese a ella ni al rey, y que pusiese su cuerpo a salvo•. Para llamar la atención lo menos posible se planea una pequeña comedia: dos halconeros llegaron con la noticia de unas ganas en un arroyo cercano y don Juan intrépido cazador salió corriendo tras ellas. Y el episodio de las ganas fue la versión que se envió al rey para explicar la súbita ausencia del infante. A pesar de ser perseguido, pudo ponerse a salvo. Además otros caballeros abandonaron Burgos, entre ellos don Juan Manuel que cabalgó una noche entera hasta llegar a Peñafiel, que era de su propiedad. Todos estos sucesos, que narra con gran lujo de detalles la crónica del rey de Castilla, los conoce Jaime de Aragón por cartas de sus embajadores Palazín y Sacristán de Tarazona, que se encontraban en Burgos para asistir a la boda del duque de Bretaña con la infanta Isabel. A las noticias narradas, los embajadores añaden otras de interés particular para su soberano. El primero dice, habló largamente con Vata7.a

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ANGELES MASIÁ

En la contestación a la carta de Jaime pidiendo explicaciones de su conducta, Juan Manuel se justifica ante el comportamiento de su soberano. Los agravios que sufrió son muchos. Fue relevado de su cargo de Adelantado de la Frontera, y parte de sus posesiones fueron adjudicadas a terceros. Tal forma de proceder, le hizo temer por su vida y ante el ejemplo de los sucesos acaecidos alrededor del infante Juan la huida de Burgos le pareció no sólo lo más razonable, sino indispensable. No ataca a Femando, antes le disculpa pues cree que está mal aconsejado 390 • Apéndice 137. La mencionada entrevista Jaime II Juan Manuel no se llevó a cabo. Según éste, el pleito del infante Juan con su sobrino el rey, «esta va por se librar». En este momento está enfermo con unas cuartanas. Cuando sale, irá a verle donde Jaime disponga, 25 marzo 1311. En iguales términos o sea suponiendo inminente una solución al pleito del infante, escriben al rey de Aragón, Diego García de Toledo y el Arcediano de Tarazana, a su regreso de Castilla 391 • La larga permanencia en Castilla de los enviados aragoneses que acabamos de mencionar queda comprobada hasta últimos de mayo. Cuando se trataba de la reconciliación del infante Juan con el rey y antes de que su enfermedad demorase la entrevista concertada para mediados de junio, los emisarios aragoneses estaban en Castilla. Como prueba de dicha permanencia se puede presentar una muestra de la correspondencia confidencial que tan a menudo debía circular en los agitados tiempos que glosamos. Dicha carta sin remitente ni destinatario desde Soria el 2 de abril de 1311, anuncia que el 4 el infante Juan estará en Tarazona. El desconocido remitente, alguno de los agentes secretos u oficiales de Aragón en Castilla, le pide al rey, que trate al infante de la mejor manera posible, «que sea muy bien acollido, tan bien o mellor que la otra vegada ca esperan~a avernos que los feytos venran en buena manera» ... E semella al infant e a nos que embiassedes por el rey don Alfonso e su hermano» 392 • Apéndice 138. El intento de resucitar este pleito, ya completamente fuera de actualidad, encaja perfectamente en la manera de ser y obrar del turbulento infante. Conocida ya la marcha de las negociaciones encaminadas a reconciliar al rey Femando con sus díscolos vasallos y familiares, y el empeño del rey de Aragón para que pudiese lograrse una reconciliación, no es de extrañar que la sugerencia acerca de la reanudación del asunto Cerda quedase sin encontrar el eco necesario. Para afirmarnos en esta suposición, descartando que la falta de noticias pueda deberse a un fallo en los documentos, podemos presentar nuevas reclamaciones del desdichado pretendiente, por incumplimiento de los compromisos adquiridos a su favor. En estas reclamaciones el rey de Aragón se presta a representar el papel de amigable componedor 392 • En estos momentos es cuando comienzan a verse los resultados de las gestiones ·de la reina María, que por segunda vez, cediendo a las peticio390 391 392

CRD Jaime II caja 32 n. 0 4020. Peñafiel 5-VI-1311. Apéndice 137. CRD Jaime II caja 89 n. 0 10892. Seron 3-111-1311.Juan Manuel doc. CCXX. CRD Jaime II caja 91n. 0 11128. Soria abril 11-1311. Apéndice 138.

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nes de su hijo intenta buscar solución al problema del infante don Juan. La entrevista celebrada en Grijota anteriormente, no dio resultado alguno, pero antes de que tal entrevista se celebrase, después de que Juan Manuel diese por segura la concordia entre el infante y el rey Fernando, noticia que creemos fue precipitada, o bien de no ser así que surgieron complicaciones posteriores. Dejando aparte estas suposiciones, lo cierto es que algo más tarde, el 18 de abril, los enviados aragoneses escriben al rey sobre todo este asunto. De la noticia se desprende que para que todo el asunto se llevase a buen término debía celebrarse una entrevista entre ambos soberanos, esta quedó frustrada, primero por enfermedad de Fernando y después porque en la ocasión presente Jaime no podía dejar de acudir a la frontera. La solución de que este enviase un representante, no quiso aceptarla el infante, por ser del parecer de que nunca el rey de Aragón diría a mandaderos lo que él en persona manifestara. El infante deseoso de que se llevasen a cabo dichos contactos, busca una solución de compromiso. Solicitar a su sobrino una entrevista a celebrar directamente entre ambos, en Palencia dentro de ocho días. Según cuentan los enviados aragoneses que permanecen en Castilla, Femando «rogonos muy afincadamente» que se quedasen hasta que la entrevista en cuestión terminase ya que «entendían él y su madre la reina e todos los de su conseyllo que sin vos no podía el fecho venir a cumplimiento». Cuando parece estar en vías de arreglo, el infante protesta, exige la intervención de Jaime y para él un seguro de parte de Fernando 393 • Apéndice 139. Qué sucedió, no se sabe, únicamente se puede constatar una vez más que en manos del rey de Aragón están todos los hilos de que depende la solución de tan embrollado asunto. Con la correspondencia del infante y de la reina Constanza con Jaime queda demostrado que han recibido personalmente a Diego García y al sacristán de Tarazona. Lo que nos parece demostrativo de la política cauta del rey de Aragón es su propuesta de que el rey de Castilla acepte una entrevista con Gonzalo García en Peñafiel, adonde irá desde Palencia 394 • Se ignora si llegó a realizarse este viaje y consiguiente entrevista. Según la crónica, Fernando después de la entrevista de Grijota a que hemos aludido, celebrada a primeros de mayo, regresa a Palencia, donde enferma gravemente. Después de unos días de incertidumbre acerca de su estado, empieza a mejorar, «pero tuvo tantos accidentes que llegó muchas veces a punto de muerte». 67.

ENFERMEDAD DE FERNANDO

IV

NUEVAS REBELIONES DE LOS NOBLES

La salud del rey de Castilla inspiraba serios cuidados y este estado era de general conocimiento. Según confidencias de los adictos a la causa aragonesa, «estaba aparellado a tisigo e a otros accidentes periglosos». Este estado de cosas da lugar a que se especule abiertamente sobre la salud de Femando, y ante esta posibilidad los nobles comienzan a tomar posiciones. En estas circunstancias se debe tener en cuenta un aconteci393 394

CRD Jaime II caja 93 n. 0 11254. Palencia 18-IV-1311. Apéndice 139. Gaibrois m. 0 de molme Cps. XXIII y XXIV.

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ANGELES MASIÁ

miento importantísimo: la aparición de la reina Constanza, que a partir de la enfermedad de su marido inicia su intervención e los asuntos políticos, influenciada por don Juan Núñez y todo el bando contrario a la reina madre. Esta está muy alarmada pues es consciente de las complicaciones que se presentarían si la probable muerte de su hijo, encontraba a la noblez.a dividida. En cuanto a la intervención del rey de Aragón, no sabemos si a su buen sentido le complacía demasiado, a pesar de que todo estuviese dirigido a buscar el acercamiento y armonía entre los disidentes y de todos con su hijo, siempre teniendo en cuenta su precario estado de salud 395 • Además no creemos escapase a la perspicacia de muchos y de la reina Maria en particular, conocedora hasta la saciedad del talante de su cuñado que seguía manteniendo sus tratos con Aragón, no idealmente, sino buscando la defensa de sus intereses 396• El estado físico de Femando sigue siendo objeto de gran preocupación. Según su tío el infante, el parecer de los «físigos es que aun está en periglo». Ante este sombrío panorama fracasa un intento de concordia entre los dos Juan, y de Juan Alfonso de Haro y sus partidarios con el infante Pedro, todo por culpa del señor de Lara. &te que «se havia asonado a furto» en lugar de ser perseguido por el rey, como era de razón, recibe de su parte la colaboración de sus hermanos los infantes Pedro y Felipe y de muchos mas» «concejos caballeros escuderos e aun fasta los cocineros» con el fin de que colaborasen en «estragar» a Juan Ruiz de Saldaña, solo por tener la certem de que éste se sumarla al bando de don Juan Núñez. El infante está muy asustado y esto es la causa para que insista en que una actuación enérgica de Jaime es lo único capaz de poner las cosas en orden. También opina el infante sobre la conveniencia de solicitar la intervención del rey de Portugal, propicio siempre a representar su papel de mediador 397 • Apéndice 141. La salud de Fernando sigue siendo precaria y esta circunstancia no es nada propicia para que terminen las rencillas entre nobles, seguramente preparando su intervención en la minoridad del futuro rey. Según le cuenta el rey de Aragón Juan Manuel, .la reina Maria, consciente de la situación procura aunar voluntades. Existe una rivalidad entre el infante Pedro, hermano del rey y su tío el infante Juan, Juan Núñez y Juan Alfonso de Haro. El infante Juan, en este momento de acuerdo con la reina madre, es el encargado de procurar la concordia. No solamente fracasa en su empresa, sino que las cosas sufren un cambio completo, puesto que se suma al bando partidario de Jaime de Aragón 398 • Apéndice 142. El intento de agrupar a los nobles alrededor del infante Pedro, fracasa en el caso de Juan Manuel; esta circunstancia no es del agrado de Jaime, si recordamos que ambos estaban destinados a contraer matrimonio con infantas ·aragonesas. Pero si tenemos en cuenta el precario estado de salud de Fernando, podemos asegurar que el monarca aragonés continuaría interviniendo en los asuntos castellanos, derivados del luctuoso 395 396 397

Caibrois, Maria de Molina. Cps. XXIII y XXIV. Caibrois, Maria de Molina. Cps. XXIII y XXIV. CRD Jaime 11,caja 33 n. 0 4098. Juan Manuel doc. CCXXVI, incompleto. Apéndice

141.

398

CRD Jaime II caja 33 n. 0 4095. Juan Manuel doc. CCXXVII. Apéndice 142.

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RELACIÓN CASTElLANO-ARAGONESA

acontecimiento que se esperaba en un plazo no muy lejano, le interesaba que las relaciones entre los infantes Juan y Pedro fuesen buenas. Para procurarlo el arcediano de Tarazona recibe el encargo de reprender al infante, afearle su conducta y proceder con su sobrino. También le pesa a Jaime que el infante Pedro se haya portado mal con su hermano el rey, recordándole lo mucho que le debe. Con la misma fecha que al sacristán de Tarazona, Jaime escribe a ambos infantes. La misiva al infante Juan nos da la clave del cambio en la conducta de dicho personaje. Fernando está dispuesto a darle Ponferrada con tal de vivir en buena armonía, pero a los pocos días de este acuerdo, le presentó pleito con don Juan Núñez. Tales noticias las conoce Jaime directamente de Fernando. Con esto, tenemos una nueva muestra de la ingerencia del rey de Aragón en los asuntos de Castilla 399 • En los deseos del rey de Aragón de entrevistarse con su yerno Juan Manuel, es posible que hubiese otros puntos de interés que tratar, aparte de enterarse de manera fidedigna de todo lo acontecido en Burgos. &tán en juego los amigos y servidores de Jaime, nuestros conocidos embajadores y los personajes castellanos, quienes con sus constantes viajes y contactos epistolares trataban de ver claro el espinoso y embrollado asunto castellano. En estos sucesos aporta valiosas noticias la Crónica del monarca castellano, pero estas quedan completadas y sobre todo sit11adas cronológicamente, a base de la documentación de los fondos aragoneses, o sea el conocimiento de las gestiones llevadas a cabo por Jaime alrededor de los sucesos que la Crónica relata con las ausencias cronológicas de siempre. El nacimiento del futuro Alfonso XI, ocurrido el 3 de agosto de 1311, es otro factor que pone en franca evidencia la división existente entre los magnates castellanos, ante la perspectiva de una próxima tutoría. Ya antes del nacimiento del niño Alfonso, cuando el rey estuvo en peligro de muerte, la reina Constanza se puso de acuerdo con el infante Pedro, Juan Núñez y Lope Díaz de Haro, «en razón de la tutoría del hijo que naciese», que fuese tutor el infante Pedro, y que todos se ayudasen entre si, incluyendo en el pacto a la influyente Vata7.a. Cuando nace Alfonso, su padre ya restablecido se ocupó de la criama de su hijo y expresa el deseo de que sea su madre, la reina María, la que se ocupe de la criam.a del nieto. Durante el tiempo que transcurre entre el nacimiento del heredero de Castilla, 3 agosto 1311, y el fallecimiento de su padre 7 septiembre de 1312, no cesa la relación entre Jaime, Fernando, los infantes Juan y Pedro y Juan Manuel, siempre con la eterna cuestión de buscar una reconciliación entre el monarca castellano y sus díscolos vasallos. Todo ello con el trasfondo de la preocupante salud de Femando y la consiguiente espera de un fatal desenlace, es natural que todos busquen aflamar o mejorar sus posiciones. Son múltiples las actividades que todos los interesados llevan a cabo, Jaime actúa y por diversos conductos le llegan informes acerca de la situación. Juan Manuel es quien merece la máxima atención 400 • Apén399

CRD Jaime II caja 32 n. 0 4019. CRD Jaime II caja 34 n. 0 4318. Juan Manuel doc. CCXXX. CRD Jaime II caja 35 n. 0 4359. Apéndice 143. 400

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ANGELF.SMASIÁ

dice 143. El maestre de Calatrava envía noticias a Gonzalo García, consejero de Fernando y fiel servidor de la causa aragonesa. Muy informado debe estar cuando solicita una entrevista con Jaime, pues opina que mucho de lo que sabe sobre la actuación de los rebeldes no quiere confiarlo a una carta 401 • Apéndice 143 bis. Es muy verosímil que las noticias reservadas hagan referencia al estado de salud de Femando, circunstancia que deja entrever Diego López de Haro, al mismo tiempo que indica a Jaime la conveniencia de que se acerque a la frontera. Quizás Femando intenta una entrevista 402 • Ante tal estado de cosas, el rey Jaime está profundamente disgustado, pero sigue en su postura de mediador, aumentando su ingerencia en los asuntos castellanos. La actuación de los infantes Pedro y Juan le ha disgustado profundamente. El sacristán de Tarazana es el encargado de afear a Pedro el comportamiento con su hermano, diciéndole que es mayor el compromiso de lealtad que tiene con él que con sí mismo. Tampoco escapa de una reprimenda el infante Juan. Y para que no cupiese ninguna duda acerca del enfado de Jaime, éste les escribe usando términos mucho más duros con el infante Juan que con su futuro yerno 403 • Apéndice 144. Por sugerencia del rey Jaime, que en realidad coincidía con el parecer de la reina Maria, sobre la necesidad de terminar todas las posturas rebeldes mediante una nueva sumisión de los infantes y sus secuaces, las gestiones encaminadas a lograrlos son causa del aplazamiento de una vista entre ambos monarcas 404 • El sacristán de Tarazana, incansable componedor, es el encargado de aunar voluntades, limar aspere:zas y concertar a todos. Han recibido su visita, además de los infantes, la reina Maria y Juan Manuel: La reina Maria, prudente, no confía al papel asuntos de importancia, pero al anunciar el relato que de su parte le hará el arcediano, lo hace de forma que permita presumir que todo marcha por vías de conciliación. Cuando menos el infante Pedro está de nuevo en buenas relaciones con su hermano, esta noticia complace mucho en su futuro suegro 405 • Las alteraciones de Castilla llegan a oídos de Dionís de Portugal atento siempre a los acontecimientos de este país, a causa de su vinculación familiar, como suegro del rey de Castilla y hermano del infante Alfonso, marido de Violante Manuel, con posesiones en el reino de Murcia. Aunque en estas fechas el pleito sobre Elda y Novelda ya está liquidado, el interés de Dionís queda limitado al futuro de su hija, pues nadie ignoraba el precario estado de salud de Fernando. En consecuencia está atento a cualquier eventualidad. Muy alarmado notifica a Jaime sus noticias sobre los disturbios en Castilla. Jaime le tranquiliza, diciéndole estar ya enterado 406 • 401

Juan Manuel doc. CCXXXI. Este doc., con toda seguridad una carta, sin signatura como todas las que aparecen en dicho estudio no ha podido ser identificada. CRD Jaime 11 caja 121 n. 0 1261. Juan Manuel CCXXXII. Apéndice 143 bis. 402 CRD Jaime II caja l 03 n. 0 12845. r 403 Rg. 239 fl. 156/v / l y 2. Apéndice 144. 404 CRD Jaime II caja 35, n. 0 4354. 405 Rg. 239. t1 167. 406 CRD Jaime II caja 35 n. 0 4358, 4359. Rg 336 fl 64/2. doc. repetido en Rg. 292 tl. 80.

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RELACIÓN CASTEUANO-ARAGONESA

68.

ENLACE MATRIMONIAL DE LOS INFANTES PEDRO DE CASTILLA Y MAR.1A DE

ARAGóN El proyectado enlace matrimonial entre los infantes Pedro y Maria da lugar a las negociaciones propias del caso. El conocimiento de los acontecimientos relacionados con dicho suceso, nos llevará de nuevo a considerar que Aragón lleva la iniciativa en todo lo referente a las relaciones con Castilla. En este caso como en otros similares, Jaime se sirve de sus hijos como peones para preparar su juego político. La infanta Constanza era ya prometida de Juan Manuel. Con el enlace de Maria y Pedro quedarán robustecidos los vínculos con Castilla. Teniendo en cuenta que necesariamente todo el mundo obraba ante la perspectiva de la próxima muerte de Fernando cuya consecuencia seria una minoría, es muy natural que el rey de Aragón aprovechando las buenas relaciones del momento, busque la manera de situarse con miras al futuro. Cuando se habla por primera vez de la posibilidad del enlace matrimonial de Pedro y Maria es en Alcalá de Henares, cuando se puntualiza el acuerdo de la guerra contra Granada, con el objetivo concreto de apoderarse de Algeciras y Almeria, proyecto esbozado anteriormente en las vistas de Sta. María de Huerta de 1308. El paréntesis que exista entre la puntualización del compromiso y la iniciación de las formalidades para su realización, no indica que el asunto de la boda quedase relegado u olvidado. Esta indiferencia aparente se debe a que acontecimientos más urgentes ocupaban la atención de ambas cortes; los sitios de Algeciras, Almería y Gibraltar, y todo lo relativo al comportamiento de los magnates que abandonaron su puesto. Dadas las circunstancias del momento, examinando las relaciones castellano-aragonesas y la situación interna de Castilla, ¿cuál es el trasfondo de toda la cuestión alrededor del proyecto matrimonial Pedro-Maria? La actuación del monarca aragonés encaminada a que los rebeldes Juan Manuel y el infante Juan, fuesen perdonados por el ofendido monarca, debió contribuir a que en Castilla se viese con agrado dicho enlace, buscando que de esta manera, la solicitud que Jaime mostraba a los rebeldes, no fuese en merma de la amistad entre ambos soberanos y del apoyo aragonés al rey Fernando. El mismo temor, pero a la inversa, tenían ambos Juanes, especialmente el infante, siempre enemistado con su sobrino, teme que el predicamento que pudiese adquirir el infante Pedro a causa del parentesco, ocasionase una mengua en el apoyo que él pudiera recibir del rey de Aragón. Todo este tejido de suspicacias y recelos, no hacen más que apoyar el afán intervencionista de Jaime y es también muy natural que viese con sumo agrado la buena acogida castellana al matrimonio de su hija Maria. Las negociaciones formales para el matrimonio se inician en junio de 1310 con la relación que Fernando envía a Jaime de las villas que su hermano llevará al matrimonio como dote. Santander, Cifuentes, Medina de Rioseco y Viana 1 junio 1311 407 • Prueba del afecto y amistad hacia 407 CRDJaime Ilcaja31n. 0 3891. El 1 de junio de 1310,señalalasvillasquesedarán asu hermano el infante Pedro como dote, al contraer matrimonio con la infanta Maria de Aragón. Santander, Medina de Rioseco, Alcacer Cifuentes y Viana.

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ÁNGELES MASIÁ

Jaime es la esplendidez de Femando con su hermano. Mú adelante, el 9 de agosto, Diego García de Toledo ha estado en Aragón pero regresa acompañado del sacristán de Tarazana 408 • Apéndice 145. Jaime no está de acuerdo con las villas que recibirá el infante Pedro, y el sacristán a su regreso de Castilla vuelve a salir de nuevo con otras propuestas aragonesas. Jaime pide como heredamiento para su futuro yerno el condado de Molina integro, y si esto no puede ser Medinaceli, Cifuentes, Salmerón, Viana Serón, Monteagudo, Deza, Quesada, todas estas localidades con sus términos y aldeas. También el arcediano debe pedir, simulando que dicha sugerencia es suya, que a la infanta se le asigne un buen lugar en Castilla para la renta de su cámara y que además la infanta sea dotada en los lugares citados. Por su parte Jaime dará a su hija diez mil marcos de plata, descontando de dicha cantidad el valor de sus joyas; de momento entregará dos mil 409 • Los principales personajes de Castilla reciben anuncio de los embajadores encargados de ultimar los detalles de la dotación del infante 410 • Con la misma fecha, 12 febrero 1311, se le notifica la embajada a Fernando especificando la dotación de Pedro. Será heredado con Alma7.án,Salmerón, Monteagudo, Alcocer, Cifuentes, Viana, Serón y Deza con sus aldeas, términos y pertenencias. Alcocer, Cifuentes y Viana no pueden ser concedidas por estar en poder de la infanta Blanca, como tampoco Dem y Serón que las tiene el infante Alfonso Cerda, se dará en prenda Berlanga hasta que Pedro entre en posesión de los citados lugares 411 • Los forcejeos alrededor de la dotación del infante castellano se prolongan en un incesante tira y afloja, pues hasta el mes de abril, el 28, no se puede aceptar una solución definitiva. En dicha fecha Femando de Castilla sale fiador de los compromisos adquiridos por su hermano al concertar su boda con Maria de Aragón. Se aseguran dote, ajuar, viudedad y mantenimiento de cámara 412 • En cuanto a la discusión sobre las villas concedidas al infante Pedro 408 Rg. 292 8 72 y Rg. 336 O 13. Intercambio de embajadores Diego García de Toledo y Domingo García de Echauri. Se notifica el viaje a la reina Constam.a y a Vataza. Apéndice

145. 409 Rg. 292 tl 72/v. Solo interesa el final del doc. Jaime II no está de acuerdo con las villas adjudicadas a Pedro y pide el condado de Molina integro, pero si éste no puede ser Medinaceli, Cifuentes, Salmeron, Viana, Dem, Seron, Monteagudo y Cuchala, todas ellas con sus términos. 410 Rg. 336 ft 14/v doc. repetido en Rg. 292 8 73/v/2. 411 Rg. 292 8s 73/v/2 y 75. Nuevos cambios en la petición de Aragón en las localides asignadas a Pedro. Jaime desea que sean Almazán, Salmeron, Monteagudo, Alcacer, Cifuentes, Viana, Serón y Dem, con sus aldeas, términos y penenencias. Pero como Alcocer, Cifuentes y Viana están en poder de la infanta Blanca y De7.ay Serón las tiene el infante Alfonso Cerda, Femando de Castilla dará en prenda Berlanga, hasta que el infante Pedro entre en posesión de dichos lugares. Los lugares mencionados pueden cambiarse por Alrnazán, Berlanga y Monteagudo. También pueden ser objeto de cambio Medinaceli, Monteagudo, Salmerón, Deza, Cuchela o el condado de Molina. La propuesta de este nuevo cambio se encomienda a Domingo García de Echauri, sacristán de Tarazona y a Die,o García. La importancia que el rey de Aragón daba a sus pretensiones, lo demuestra a cantidad y calidad de los personajes a quienes se notifica la embajada. La reina Maria, Constanm, los infantes Juan y Pedro, Juan Manuel, Vataza, Juan Núñez, Lope Diaz de Haro, Diego Muñoz Maestre de Santiago, Sancho Sánchez de Velasco Adelantado Mayor de Castilla, Femando Gómez camarero mayor de Femando IV, Juan Sánchez mayordomo de la

reina Constama, y Guillen Palazin (julio 1311). 412 Rg. 292 8 87 /v.

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RELACIÓN CASTELLANO-ARAGONESA

por el rey su hermano, no se puede decir cuales eran en realidad después de los cambios que se pretenden. Zurita recoge tocias las variaciones que se han visto pero tampoco da datos definitivos sobre su solución 413 • Que todo marchaba por buen camino lo demuestra el comienzo de las formalidades que debían preceder a la boda. El novio otorga poderes a Diego García de Toledo, para que en su nombre acepte el compromiso matrimonial, entregándole cartas selladas y en blanco 414 • &te procurador, como ya sabemos, gran partidario de la causa aragonesa, se inclinarla a las exigencias de Jaime y en consecuencia se puede afirmar que el infante Pedro estaba dispuesto a aceptar cuanto su suegro opinase o sugiriese. Pero a pesar que con el viaje de García de Toledo todos los extremos debieron quedar ultimados, Jaime exige y el procurador promete que el infante asistirla a las vistas que Jaime y Fernando celebraran el día de Todos los Santos en Zaragoi.a o en otro lugar, 3 julio 415 • En las mismas fechas en que tienen lugar las desavenencias entre Fernando de Castilla y Juan Manuel y los infantes Pedro y Juan cuya solución busca Jaime por medio de sus embajadores, siguen las negociaciones sobre la boda PedroMaría. A pesar del clima de cordialidad que parece reinar, no cesa el forcejeo, acerca de las villas adjudicadas al infante Pedro. La actividad diplomática entorno a este problema es considerable. La presión de los enviados aragoneses en este asunto, actúa sobre los principales personajes de la corte castellana, dándose el caso de que una vez, al anunciar el viaje del sacristán de Tarazana no se incluye al rey Femando, precisamente, en el momento en que se insiste en un nuevo cambio en las localidades adjudicadas como dote al infante Pedro. Julio 1311 416 • Si comparamos la situación geográfica de las localidades que en primer lugar ofrece Castilla con las que Aragón propone como cambio, podremos observar que dicho trueque se propone siempre con localidades próximas a la frontera. El máximo interés por el condado de Malina y las localidades cercanas a Soria demuestran esta opinión. Pero después de tantas vicisitudes no podemos asegurar cual fue la definitiva solución. V. notas 404, 411 y 416. 413 414 415

Zurita. LV cp. CCXXXI Rg. 292 77/v/2. Rg. 292 8 77. El 3 de julio 1311 en carta pública Jaime II se compromete ante Diego García embajador de Castilla a cumplir todo lo previsto referente al enlace matrimonial de los infantes Pedro y Maria, según los compromisos aceptados por Pedro en Valladolid el 14 de mayo de 1311. 416 Rg. 292 fl 7 5/v el 6 de julio de 1311 el sacristán de Tarazona recibe instrucciones para su embajada a Castilla. Entre los personajes a quienes debe dirigirse, no está incluido el rey Fernando. Lugar preferente ocupan los infantes Juan y Pedro. El resto de los destinatarios son las reinas Maria y Constanza, Juan Manuel, Juan Núñez, Vataza, Ferrant Gómez camarero mayor de Fernando IV, Sancho Sánchez de Velasco mayordomo mayor de la reina Constama, Gon~alo Roi~ notario mayor de Castilla y alcalde de Toledo, y Nuño Pérez abad de Santander; este último, persona de gran confiana de la reina Maria. El sacristán debe procurar que Fernando asista a la boda, acompañado de los caballeros que tendrán en homenaje los castillos que se den al infante Pedro: Mayorga, Vera y Berlanga. &tas dos primeras localidades serán devueltas si en el plazo de dos años el infante Pedro entre en posesión de Salmerón. Otra de las misiones encomendadas al embajador en procurar la reconciliación entre el rey Fernando y el infante Juan. También debe procurar que Castilla pague los 16 mil maravedís que debe, pues a Jaime le disgustarla tener que reclamar •os rehenes» «los hostatjes». doc repetido en Rg 336 8 33.

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La reclamación de la deuda por muy legal que sea, inadecuada por el

momento en que se formula, da idea del estado precario de la economía aragonesa, nada próspera como aseguran otros detalles, pero tal reclamación no representa ningún obstáculo para que simultáneamente continúe todo el movimiento alrededor de los preparativos matrimoniales, cuando todo permitía presumir que estos llevaban un ritmo apresurado, las noticias que hacen referencia a las vistas reales y a la celebración del matrimonio se interrumpen hasta el 20 de noviembre, fecha en la que se entregan instrucciones a Miguel Pérez de Arbe, que va a Castilla con objeto de averiguar la razón por la cual el rey Femando no acudió a las proyectadas vistas que debían celebrarse en Zaragoza el primer día del dicho mes de noviembre. A pesar de que esta ausencia contrarió mucho a Jaime, éste acaba consintiendo que citas y boda queden aplazadas hasta Navidad y que ambas tengan lugar en Calatayud. La causa de tanta comprensión es la relación, debida a .Domingo García de Echauri, de los conflictos interiores de Castilla. Y según refiere dicho embajador acerca de la celebración de la boda, a Jaime no le parece bien que se celebre en Almazán pues desea que tenga lugar en sus estados. Pero lo que más preocupa al monarca aragonés es que su futuro yerno cumpla los compromisos adquiridos. No se puede decir si a causa de su intervención en los asuntos interiores de su patria, o sencillamente porque su matrimonio le dejaba indiferente o le era poco grato, la actitud no muy solícita del infante Pedro a este respecto preocupa y desagrada a su suegro. Tampoco debemos olvidar que esta boda era de interés y este no estaba de parte de los contrayentes sino de los reyes de Castilla y Aragón por las razones ya conocidas. De forma que es muy posible que su celebración quedase subordinada a la marcha de los intereses generales. Por todo ello, el sagaz rey de Aragón cuando presume que su enviado puede encontrar a la reina María de Molina procure que esta adivine sus intenciones, y en el caso de que ésta se encuentre en la corte a su llegada, Arbe debe decirle que su viaje se debe únicamente a saber si el rey acudirá a las vistas que deben celebrarse en Navidad. Y para que esto no levante suspicacias en el ánimo de Juan Manuel y del infante Juan debe decirles lo mismo. El que en estos momentos recibe un trato más desconsiderado, es el infante Pedro, para quien el embajador no lleva carta particular. Si se encuentra con la corte, debe excusarse dicha omisión por ignorarse su paradero. En cambio reciben el mismo trato que el rey la reina Constanza, Vataza y como no, Diego García de Toledo. En esta embajada comienza a tratarse también el posible enlace matrimonial del heredero de Aragón con la infanta castellana Leonor hija de los reyes de Castilla. Hay un forcejeo acerca de la entrega de dicha infanta, muy niña, a la corte aragonesa, entrega que el rey de Aragón desea ardientemente 417 • Apéndice 146. Fruto de las gestiones llevadas a cabo en Castilla por Miguel Pérez de Arbe es la respuesta del rey Femando. Accede a que la boda se celebre en Aragón, pero las vistas concertadas para Navidad en Calatayud, deben ser

417

Rg. 292 fls. 79-80. Embajada de Miguel Pérez de Arbe a Castilla. Apéndice 146.

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aplazadas una quincena 418 • También la reina Constanza vio, a Pérez de Arbe. Da respuesta a las cartas de que este era portador 419 • Ignoramos que noticias llegaron a oídos de Jaime mientras Pérez de Arbe estaba en Castilla, pero algo debió suceder, cuando el tono de enfado que aparece en las instrucciones dadas a dicho emisario desaparece para dar paso a un tono de comprensión y benevolencia en la correspondencia dirigida a Diego García de Toledo. Jaime es partidario de ceder en la cuestión de los aplazamientos, porque siempre se le avisó con la debida antelación 420 • Cuando podemos dudar del regreso de Pérez de Arbe con noticias, dada la premura del tiempo transcurrido, el 18 del mismo diciembre, sale hacia Castilla el hombre de confianza del rey de Aragón, Domingo García de Echauri, sacristán de Tarazona. Las instrucciones que éste lleva permiten deducir que la corte castellana consiente en la entrega de la infanta Leonor, pues Jaime pide que la acompañe doña Vataza hasta que la niña se acostumbre a su nuevo ambiente. Y en cuanto a la boda del infante Pedro, es misión del arcediano procurar que este asista a las vistas, «con recaudo» de todo lo necesario para la boda. Y como el rey de Aragón no solía perder de vista los negocios, aun sin olvidar que como tales consideraba los matrimonios de sus hijos, desea que en la dotación dada al infante Pedro, el lugar de Magayna, se cambie por Santander. La embajada se participa a toda la corte, incluso al novio y a su mayordomo mayor 421 • Después de este nuevo aplazamiento, la corte castellana llega a Calatayud, donde se celebró la boda de Pedro y María, previa lectura de la dispensa pontificia, necesaria a causa del parentesco de los contrayentes 19 enero 1412 422 • Pocas fechas después, a partir del 22, se regula la parte económica de la dote. Para que haga efectiva la cantidad de 12 mil marcos de plata, se comienza admitiendo el infante el traspaso de la deuda que su hermano el rey tenía con su suegro, deuda que alcanzaba poco más del tercio de la dote de la infanta 423 • Las villas que ésta recibe de su marido son Aguilar de Campóo, Fuentepudia, Almazán, Berlanga, Monteagudo, Deza y Serón, todas ellas con sus aldeas, rentas y pechos. Sus concejos prestan homenaje y juramento a la infanta 424 • El infante Pedro, entrega a Pérez de Arbe la carta de compromiso acerca de las cantidades que pagará a su esposa 100 mil maravedís de moneda nueva, especificando de donde procederá dicha cantidad. A su vez el infante renuncia a los 1O mil marcos 4 1a

CRD Jaime II caja 35 n. 0 4334 y 4374. CRD Jaime II caja 35 n. 0 4375. Rg 336. t1 64/3. La celebración de la boda Pedro-Maria se aplazó tres veces, parece ser ~ue debido a que Femando quería asistir. Rg. 292 fl 80/3 repite el doc. 4 1 Rg. 336 8 64/v repetido en Rg 292 ft 80/v. 422 Rg. 336 8 65 y Rg. 292 fl 81. La boda se celebró en Calatayud en la iglesia de Santa Maria el 20 enero 1312. 423 CRD Jaime II caja 124 n. 0 1746. Rg. 292 fl 87 /v. El infante Pedro acepta el traspaso de la deuda que su hermano el rey tiene con su suegro. 424 Rg. 292 t1 82. Carta dotal de Pedro a su esposa. Id fl 84. Jaime reconoce no haber pagado la totalidad de la dote a su hija y fija los plazos para la entrega del resto. El Maestre de Calatrava recibirá en rehenes objetos de oro y plata que podrá vender para pagar, si Jaime no cumple sus compromisos. 4 19 420

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de plata que debía entregarle su suegro a favor de su esposa 425 • La única nota emotiva o familiar que se puede constatar en todo lo concerniente al proyecto matrimonial, es el ruego de Jaime a su futura consuegra, la reina Maria, recomendándole que trate como a una hija a la recién casada y la cariñosa respuesta de la reina madre de Castilla 426 • Para ultimar todo el tira y afloja existente alrededor del enlace sale a relucir el asunto de las joyas que Jaime debe entregar al maestre de Calatrava, para que estas respondan de la cantidad que falta por entregar de la dote de la infanta Mana. Parece ser que no se han entregado aun por estar «en lugar muy redrado». Como nota curiosa damos el inventario 427 • Apéndice 147. 69.

FRUSTRADO PROYECTO DE ENLACE MATRIMONIAL ENTRE EL INFANTE JAIME, HEREDERO DE ARAGÓN Y LA INFANTA LEoNOR DE CASTILLA

El compromiso matrimonial entre los infantes Jaime de Aragón y Leonor primogénita de Castilla se concierta al mismo tiempo que el de los infantes Maria y Pedro, cuando Leonor podía ser considerada como heredera de Castilla, siendo la única hija de Femando y Constanm. Al tener lugar la boda de estos infantes en Calatayud, cediendo a instancias de Jaime llevaron consigo a la infanta Leonor y consintieron en que quedase en la corte de su futuro esposo, esperando la celebración del matrimonio cuando la infanta llegase a la edad nubil. En este momento tiene tres años. La circunstancia de ser heredera de Castilla la infanta Leonor cuando se formaliza el compromiso matrimonial y pasa a residir en la corte de Aragón, no tiene trascendencia política puesto que el futuro· Alfonso XI nace en el mismo año, no deja de ser significativo el interés de Jaime de que Leonor quedase en su poder. Siguiendo el protocolo debido, el 26 de enero de 1312, en la iglesia de predicadores se celebran los esponsales de Jaime y Leonor 428 • Se le asignan como dote a la infanta, Daroca, Montblanch, Tárrega, Huesca, Játiva y Castellón, cuyos jurados prestan homenaje a la infanta que está en Valencia 429 • Poco tiempo después, en abril Fernando ruega a Jaime que Daroca sea cambiado por Calatayud, cosa a la que Jaime accede 430. Todos estos preliminares matrimoniales no surtieron efecto, puesto que el novio renunció a la Corona para entrar en religión y por tanto al 425 Rg. 292 f1 92/2. El maestre de Calatrava promete hacerse cargo de los objetos que deben ~nder de los seis mil 238 marcos de plata que faltan pagar a la infanta Maria. Rg 292 8 92/2. Compromiso del infante Pedro con Miguel Prez de Arbe. 426 Rg. 292 ... Fl 86·y CRD Jaime II caja 37 n. 0 4472. 42 7 Rg. 292 fl 86/v 92/v y 93. Apéndice 147. 428 Rg. 1521. t1 105. El compromiso matrimonial de Jaime de Aragón y Leonor de Castilla se inició en las vistas de Sta. Maria de Huerta en 1308. En las notas 333,334,335 y 336 y Apéndice 118, figuran todos los detalles del compromiso, así como la dotación que se asi~a a la infanta. 29 Rg. 1521. fl 1OO.16 y 19 de abril 1312. Los procuradores de las ciudades objeto de la dote acuden a Valencia a prestar homenaje a la infanta Leonor. do Rg. 1521 8. 102/2 18 junio 1312. Las autoridades y Concejo de Calatayud publican la decisión real de que la villa pase a formar parte de la dote de la infanta Leonor.

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RELACIÓN CASTELl.ANO-ARAGONFSA

matrimonio. Esta renuncia se produce de manera teatral pues cediendo a instancias de su padre Jaime accedió a contraer matrimonio, ceremonia que se celebra en Gandesa el 18 de octubre de 1319. Celebrada la ceremonia, aprovechando un tumulto y confusión de gentes huyó de la villa a galope tendido 431 • el 22 de diciembre del mismo año 1319 el infante hizo total renuncia de sus derechos, a favor de su hermano Alfonso, quien viudo de Teresa de Entenza tomó por esposa a dicha infanta Leonor 432. 70.

ENLACE MATRIMONIAL ENTRE DON JUAN MANUEL Y 1.AINFANTA CONSTANZA DE ARAGóN

En las mismas fechas en que se lleva a cabo el enlace matrimonial de los infantes Pedro y María, el rey Jaime le participa a Juan Manuel que su prometida cumple 12 años en abril y que por tanto debe solemnizar su enlace 433 • Según los deseos de Jaime, la boda tuvo lugar en Játiva. A la ceremonia acudieron el rey y los hermanos varones de la desposada 434• 71.

DIVERSAS INCIDENCIAS HASTA EL FAILECIMIENTO DE FERNANDO IV. NUEVOS RECELOS DEL INFANTEDON JUAN. REAPARICIÓNDEL CASO CER-

DA. MEDIACIÓNARAGONF.SAENTRE CASTILLAY PORTUGAL

A pesar del clima de cordialidad que aparece en todo lo relacionado con los enlaces matrimoniales, no todo eran perspectivas halagüeñas. La grave situación interior de Castilla sigue. Juan Manuel podía considerarse seguro del apoyo aragonés, una vez consumado su matrimonio con la infanta Constanza. En cambio el inquieto infante don Juan, de nuevo se considera abandonado de todos y perseguido por su sobrino, al que de nuevo atribuye intenciones hostiles respecto a su persona. Mientras Fernando de Castilla se encuentra iniciando el sitio de Alcaudete, donde espera que se le reúna el infante, este no pensaba acudir. Según le comunica al Rey de Aragón el 2 de septiembre, se ha retirado a sus estados pues cree que de nuevo su vida peligra 435 • Ni la Crónica de Fernando ni la documentación referente a estas fechas, dan razón a estas suspicacias, pero todo se podía esperar de la manera de ser del infante y del permanente estado de discordia entre ambos personajes, sin olvidar tampoco todos los intereses en juego alrededor de las rivalidades de toda la nobleza entre si. 431

Zurita L VL. cap XXXII. Narra todas las incidencias de la fracasada boda. Zurita L VL. cap LXXV. El 28 de octubre 1327 muere Teresa de Entenza. Id L. VII 5 febrero 1329 en Tarazona se celebra el matrimonio de Alfonso rey de Aragón con la infanta Leonor. 433 Rg. 292 8. 53. Rg. 251 8. 31/3. CRD Jaime II cap. 37. 4600 434 Rg. 292 8. 53/v, 54 y 56/v. Rg. 251 8. 33/v. CRD Jaime II cap. 36.4476. Cap. 36.4493. 435 CRD Jaime II caja 35 n. 0 4442. 432

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ÁNGELES MASIÁ

El sacristán de Tarazona Domingo García de Echauri es enviado a Castilla en diciembre de 1311 con objeto de ultimar los preparativos de la celebración del matrimonio Pedro-Maria, también debía procurar enterarse del estado de las relaciones de los nobles con su soberano. Inmediatamente a su llegada al vecino reino, el 4 de enero de 1312, da cuenta detallada al rey de Aragón de las actividades encaminadas a llevar la paz a Castilla, noticias muy pesimistas sobre la salud de Femando, que según los médicos que le atienden es de suma gravedad. Además, según la crónica de su reinado, Fernando es un enfermo difícil y caprichoso, cosa que tiene muy alarmada a su madre 436 .. Apéndice 148. Dadas las circunstancias, recordando y examinando el estado de las relaciones castellano-aragonesas, y sobre todo la situación interior de Castilla, cual era el trasfondo de toda la cuestión alrededor de la proyectada boda. Es indudable que la situación del rey de Aragón procurando que el de Castilla perdonase a dos rebeldes infantes Juan y Juan Manuel, iba encaminada indudablemente a los objetivos; atraerse a los díscolos personajes, y al mismo tiempo que Femando IV desease que la actitud pacificadora de Jaime continuase, apoyada por el enlace matrimonial de su hermano con la infanta aragonesa. Además debernos tener en cuenta que lo mismo el infante Juan que Juan Manuel, estaban celosos del predicamento que el infante Pedro podía adquirir en el ánimo de su suegro en detrimento del propio. Al mismo tiempo Femando siempre en malas relaciones con su tío el infante, temía también que el apoyo que este recibiera de Aragón fuese causa de una merma en la amistad entre ambos. Esta circunstancia, unída al afán intervencionista de Jaime en los asuntos castellanos, es natural que la boda Pedro-María, fuese del agrado de ambos soberanos. Para ultimar los detalles del mencionado enlace y la preparación de unas vistas que debían tener lugar en Calatayud, el infatigable sacristán de Tarazana, comunica que Femando saldrá de Burgos el 10 de enero, para llegar a Calatayud el 25 437 • El grave problema de la solución del pleito de los infantes de la Cerda, que se arrastra a través de todo el reinado, tampoco obtiene solución en el corto periodo de vida que le queda a Fernando. En páginas anteriores ya se ha citado un posible intento de sacar de nuevo a la luz la candidatura del infante, durante el momento cumbre de las diferencias entre Fernando, el infante don Juan y don Juan Manuel, así como vuelven a aparecer nuevas gestiones del rey de Aragón intentando paliar las diferencias actuando de mediador para que Castilla cumpla los compromisos adquiridos. Todo debió quedar sin solución de ninguna especie, pues a primeros de febrero de 1312, aparecen de nuevo noticias de actividades alrededor de lo mismo. En los proyectos de arreglo, a base de las reclamaciones del infante Alfonso, el monarca aragonés es quien intenta que las cosas se 436

Burgos 4 enero 1312. El Arcediano de Tarazona da cuenta de las negociaciones llevadas a cabo para lograr la paz con Castilla. F.stá muy pesimista respecto a la salud de Fernando. F.ste doc. seguramente una carta que como todas aparece en Juan Manuel sin signatura, no ha podido ser identificada. Juan Manuel doc CCXXXVI. Apéndice 148. Reg. 292 8. 89/2. 437 Rg. 339 8 198/v. CRD Jaime II caja 35 n. 0 4419.

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RELACIÓN CASTELLANO-ARAGONESA

solucionen. Según parece Alfonso se queja del incumplimiento de los pactos establecidos. Jaime admite que él tampoco se ha portado de manera correcta, pues sigue insistiendo en llamarse rey y usando emblemas con leones y castillos. Le ha reñido por esto y el pretendiente ha prometido enmendarse, llamándose duque o conde de algunas de las plazas que se le han adjudicado, previa autorización de Fernando. Jaime aconseja a Femando que cumpla lo prometido para que el infante Alfonso «no aya siempre razon de querellarse». Es muy posible que esta vez no se interesó por pura fórmula, pues se preocupa de que los infantes Juan y Pedro le den cuenta de la reacción de Fernando ante su carta 438 • Desgraciadamente no podemos considerar desinteresadas las gestiones del rey de Aragón. &taban en juego Deza y Serón, localidades incluidas en las donaciones a Alfonso Cerda, que a pesar de esto se incluyen en la dotación que se dio al infante Pedro con motivo de su matrimonio. Ahora podemos ver que el problema que podía presentarse ante dicha dualidad, se solventó a cambio de una compensación económica, solución que al no ser cumplimentada deja en el aire toda la cuestión 439 • Noticias posteriores permiten reconstruir los hechos. El rey Femando justifica la ocupación de las tierras de Alfonso, alegando que éste vendió algunas posesiones sin poder hacerlo. El infante cuenta a su vez que su hijo de nombre Juan enviado a Castilla con objeto de reclamar, en el camino «fue salteado y encalsado». También fueron detenidos y despojados unos mesnaderos portadores de las rentas que Alfonso debe percibir en Sevilla 440 • Los atropellos que se citan y la totalidad del pleito, debieron trascender a la esfera internacional, a pesar del abandono que de sus allegados hizo la corte de Francia. Las diversas estancias en París de Alfonso fueron seguramente la causa de la divulgación de su caso. También es posible que el conocimiento de todo lo referente al problema en su conjunto, diesen lugar a una intervención pontificia, pero el interés demostrado, no se lleva a cabo mediante gestiones directas sino a través del rey de Aragón quien recibe el encargo de procurar que se termine de una vez el enojoso asunto, cumpliendo al infante todo lo que se le prometió. El parecer del pontífice es que se concedan al infante tierras francas y libres, con mero y mixto imperio 441 • Como de costumbre no podemos ofrecer la solución del caso, si es que algo se hizo para resolverlo. Las cartas de Jaime a Femando y Constanza llegan a Castilla después del fallecimiento del rey. Pocos días después de tal luctuoso acontecimiento, Constanza promete ocuparse de ello en las próximas cortes. También anuncia que el infante Pedro se entrevistará con Jaime para tratar de este asunto y de todos los de Castilla 442 • Que la joven reina viuda fiaba mucho en su cuñado el infante Pedro, lo dice ya en la carta en que comunica el fallecimiento de su esposo 443 • Apéndice 149. 438 439

Rg. 1521 tl 130/v/2 y 131/v. Rg. 240 fl 29/v.

Rg. 239 fl. 219. Rg. 239 fl. 248 y 248/v 5 abril y 23 junio 1312. Rg. 240 fl. 62, 63. 442 CRD Jaime II caja 36 n. 0 4532, 4533. 443 CRD Jaime II caja 36 n. 0 4536. Juan Manuel doc. CCXLIV. CRD no identificada. Juan Manuel doc. CCXXXVI. Apéndice 149. 440 441

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ÁNGELFS MASIÁ

La última intervención de Jaime en los asuntos castellanos, antes de la muerte de Fernando es la mediación entre Castilla y Portugal, enfrentados a causa de la posesión de ciertas localidades y castillos. El problema tiene sus orígenes muy lejanos. A la muerte de Sancho IV su viuda la reina María y el infante don Enrique, repartieron el Algarbe, quedando para Portugal Serpa Mora y Olivenza. Al poco tiempo Portugal se apoderó de Setubal. Cuando más tarde se celebró el acuerdo Castilla-Portugal y se concierta la boda Femando-Constanza, Dionis mantuvo en su poder la plaza de Setubal. Todo quedó en tal situación hasta que en los momentos que glosamos Femando quiere invalidarlo todo alegando que todo se hizo durante su minoría de edad. Se ignora por qué razón Jaime solicita que ambos monarcas pongan en sus manos la solución del conflicto mediante su mediación. La solu.ción que propone el rey aragonés es que Dionís se quede con todo lo que en el momento posee, compensando a Femando con dinero que pueda ser aplicado a la guerra contra Granada. Como garantía deben quedar castillos en rehenes. & el infante Juan de Aragón, hermano de Jaime quien es enviado a Portugal con las propuestas citadas 444 • Ignoramos qué gestiones llevó a cabo el infante aragonés, estas no debieron ser demasiado fáciles, ni tampoco se sabe que final tuvo este asunto. La notificación comentada pertenece al 13 de febrero. El 20 de abril Jaime da las gracias a Dionís por haber aceptado su mediación 445 • Las noticias que acabamos de comentar son las últimas que se refieren a la intervención de Jaime II en los asuntos castellanos. Quienes hayan tenido la paciencia de seguir este relato, habrán podido constatar, como nosotros, que a partir del abandono de los sitios de Algeciras y Almeria, las relaciones que podríamos llamar de carácter internacional, desaparecen, para dar lugar a intervenciones en los asuntos interiores de Castilla, buscando una influencia a base de vínculos de tipo familiar. Este carácter subsiste durante el resto del reinado de Jaime, que coincide con la minoridad del hijo de Femando IV, Alfonso XI. Esto forma parte del capítulo siguiente.

444 445 446

Rg. 335 fl 84, 85/v y 86/v. Rg. 336 fl. 87.

Rg. 335 fl 86/v.

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11#

CAPITULO 111

JAIME 11 DURANTE LA MINORIDAD DE ALFONSO XI

1. LUCHA ENTRE LOS INFANTES JUAN Y PEDRO PARA LA OBTENCIÓN DE LA TUTOIÚA

Los últimos años de la vida de Jaime 11, coinciden casi de manera absoluta con la minoridad de Alfonso XI. En este periodo el monarca aragonés, sigue la misma táctica que durante la minoridad de Fernando IV, aunque en realidad los problemas no eran tan acuciantes, pues Jaime renunció ya a reivindicaciones territoriales, y se había esfumado el conflicto de las pretensiones de los infantes de la Cerda. La intervención aragonesa, queda reducida al ejercicio de árbitro entre los aspirantes a la tutoria. Conocedor Jaime de la marcha de los asuntos castellanos, las rivalidades entre los aspirantes a tutor, puede presumir fácilmente las dificultades que se presentarán para decidir acerca de la tutoría del rey niño, y que su intervención será decisiva. En realidad todo comienza a polarizarse alrededor de las reinas Maria y Constama, abuela y madre del niño Alfonso. Esta última inexperta, voluble y de poco criterio como se ha podido constatar en la conducta que adoptó durante la enfermedad de su esposo, y de gran experiencia la abuela, pero forzosamente en segundo plano, ya que no podía ocupar el lugar que natural y legalmente correspondía a la madre del monarca. Por esta causa la minoría de Alfonso XI iba a ser tan dificil como lo fue la de su padre, a pesar que además de los problemas que como hemos dicho habían desaparecido, no existía el grave escollo de la legitimidad que fue causa de muchos sinsabores de María de Molina y Sancho IV. Que en todos los avatares de la tutoría de Alfonso XI, jugaría un papel importante el rey de Aragón, lo demuestra que la misma reina viuda al participar el fallecimiento del esposo, pide ayuda a Jaime al mismo tiempo que manifiesta lo mucho que confía en el infante Pedro. También era de la misma opinión la reina de Portugal, al solicitar de su hermano que mire por los intereses de su hija la joven reina castellana. Y sintomático

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ÁNGELES MASIA

n.-sulta también la pregunta del bayle general de Valencia, sobre si la muerte del rey de Castilla será causa de que cambiase su manera de proceder 1• Si tenemos en cuenta los familiares que rodeaban al huérfano rey de Castilla, veremos que la tutoría no podía dejar de ejercerse por el infante Pedro, tío del rey. Esto era lo legal y además lo que interesaba al rey de Aragón, cuya experiencia anterior podía dejar preveer que alrededor de la tutoría se encendería de nuevo la lucha de los nobles castellanos. Recordemos que ya se inició dicha querella cuando se temió por la vida del rey Fernando. Así las cosas no es más que natural, que Jaime 11,al dar el pésame a su yerno y a los principales personajes de la corte, insista cerca de Pedro que «procure el assossegamiento en los reynos, e el buen estado de la tierra». Que la carta registrada sea la dirigida al infante y los otros destinatarios, incluida la reina Constanza sean citados como «similiter», nos demuestra el papel predominante que Jaime adjudica a su yerno. Y que estaba decidido a intervenir, se deduce del anuncio que hace a su hija la infanta Maria de que piensa acercarse a la frontera con Castilla 2 • Otra demostración de las medidas tomadas por Jaime acerca de sus partidarios en Castilla es que don Juan Alfonso de Haro, contesta a un mensaje recibido, prometiendo guardar sus compromisos. Cree además que harán lo mismo todos los hombres buenos de Castilla 3 • Al mismo tiempo que esto ocurre, Jaime y Constanza llevan adelante los asuntos pendientes: se hace pleito homenaje en relación al cumplimiento de lo pactado en el proyecto matrimonial de Leonor de Castilla con el heredero de Aragón 4 y se promete al infante Pedro enviar la mitad de la cantidad estipulada como dotación de su esposa 5 • Jaime siempre en mala situación económica, procura ponerse al corriente con su yerno; debió obrar así pensando en atraerse la voluntad de éste por todos los medios. Nuestros lectores, extrañarán, seguramente, que entre los destinatarios de la carta de pésame comentada, no figura la reina María: indudablemente ésta recibiría carta particular, lo mismo que Constanza, pues de no ser así, no podía haber contestado agradeciendo la atención. Nos inclinamos a creer, que en la misma fecha que Jaime escribe a la reina Constanza 6 lo hiciese a María. A la primera le aconseja busque el apoyo del infante Pedro. Y por la contestación de la segunda podemos deducir que Jaime al escribir la carta para nosotros desconocida, daba consejos o bien ofrecía su apoyo. María, prudente, dice que para asegurar el trono de su nieto cuenta con el apoyo de los infantes Pedro y Juan 7 , Apéndice 150. Mucho 1

CRD Jaime II caja 36 nº 4536, fechada al día siguiente de la muerte de Femando IV, 8-IX-1412. Id. caja 66 n. 0 12692 y caja 104 n. 0 1356, 13-IX. 2 Rg. 240 tl. 73 y 73 vto. 23-IX-1312. Los personajes que reciben carta en términos parecidos son, infantes María, Juan y Felipe, éste hijo de Sancho IV, reina Constanz.a, Juan Núñez, Alfonso hijo del infante Juan, Alfonso de Haro, Alfonso hijo del infante de Molina, hermano de la reina María, v los Maestres de las órdenes militares. 3 CRD Jaime II caja 35 ñ.0 4440. 4 Rg. 1521 fl. 9 2. 5 Rg. 240 tl. 93/2 l 2-X-1312. 6 Rg. 240 tl. 75 vto. l 1-X-1312. 7 CRD Jaime li caja 35 n. l 4434 7-XI-1312. Apéndice 150.

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RELACIÓN CASTELLANO-ARAGONESA

debió complacer al rey de Aragón, que su yerno le manifestase que «el rey e la reina, con su voluntad están en nuestro poder». Para dar esta grata noticia llegó de Castilla Gil Roi~ 8 • En cuanto a la voluntad del rey de Castilla para decidir en algo, debemos recordar que para nada podía contar su opinión pues era niño de un año. 2.

PRINCIPALF.SPRETENDIENTESA LA TUTORÍA.RlvALIDAD ENTRE LOS INFANTES JUAN Y PEDRO Y SUS PARCIALES.IMPoRTANCIADE LA ACTITUDDE JUAN MANUEL

En las discusiones y bandos que se van a formar alrededor de la tutoría del rey niño, todos se agrupan alrededor de dos figuras principales: el infante Juan, y el infante Pedro. Al bando del primero se sumaron don Juan Núñez, el infante Felipe, otro de los hijos de Sancho IV y los infantes de la Cerda. Al infante Pedro seguían el hermano de la reina Maria, don Alfonso, junto con su hijo Tello y Juan Alfonso de Haro, señor de los Cameros, entre otros menos importantes. Dos de los más ambiciosos y levantiscos, el infante Juan y Juan Núñez van a suplicar a la reina Maria que acepte la tutoría. Con la experiencia de la minoría anterior, tienen el convencimiento de que el pueblo acata a doña Maria y que estar a su lado es estar en el partido que más probabilidades tiene de llegar a gobernar. Los dos magnates, ofrecen su apoyo incondicional a María, que rehúsa aceptar, alegando que en su calidad de abuela no le corresponde la tutoría. Los dos personajes amena7.an con sublevarse si la tutoría se otorga al infante Pedro. Maria, no se compromete, antes al contrario promete procurar que todas las cosas se hagan mediante concordia entre todos. Seguramente para estar al quite de cualquier contingencia, don Juan Núñez queda en Valladolid junto a la reina 8• Al morir Femando IV, su hijo el niño Alfonso estaba en Avila al cuidado de doña Vataza. Como apoderarse de la persona del rey era interesantísimo para los aspirantes a la tutoría, don Juan Núñez se alarmó ante la noticia de que el infante Pedro y la reina ConstanU\ pensaban ir a Avila para apoderarse del niño Alfonso. Don Juan pretende que la reina Maria le autorice para recoger a su nieto, cosa que ésta, no se atreve a llevar a cabo, pues ve claramente que alrededor de este hecho se moverá la guerra pero que lo mismo acontecerá, si el rey niño permanece en manos de la reina ConstanU\ y el infante Pedro. Maria procurando apla7.ar todo lo posible el comienzo de la discordia, y al mismo tiempo para demostrar confianz.a a don Juan Núñez, le encarga vaya a Avila para procurar que nadie se apodere del rey, que debe permanecer allí mientras no se reúnan las Cortes con objeto de decidir sobre la tutoría. Doña Vataza, temerosa de que al rey niño le ocurriese algo desagradable, antes de la llegada de don Juan, le había puesto en manos del obispo electo de Avila, pariente de la reina Maria. Lo que hizo don Juan Núñez, fue reunir a los procuradores de las principales villas para que todos hiciesen pleito 8

Rg. 240 fl. 75.

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ÁNGELES MASIÁ

homenaje de que no entregarían la persona del rey a nadie hasta que se reuniesen las cortes y éstas designasen el tutor o tutores encargados de la crianza del niño Alfonso y del gobierno del país. Los hombres buenos, celosos de su compromiso, se negaron a entregar al rey niño a su madre y al infante Pedro, que fueron a recogerle. Alfonso XI, de poco más de un año, comenzó su reinado guardado celosamente entre las sombrias paredes de la iglesia de San Salvador de Avila 9 , Apéndice 151. Ahí coincidieron el infante Pedro y don Juan Núñez, aunque no se vieron. El primero fue a Valladolid a reunirse con su madre 10, pero antes de esto, don Pedro solicita apoyo de su suegro, pidiéndole que influya para que el infante su tío, deje de obstaculizar su acceso a la tutoría, a la vez que agradezca en su nombre la adhesión de don Juan Manuel. Todo ello, debe ser fruto del desengaño de Pedro, al ver que en Avila no se le acepta como tutor de su sobrino, mientras las Cortes no se pronuncien en este sentido. De la entrevista de madre e hijo, pudo salir un principio de concordia, según comunica ésta a su consuegro el rey de Aragón, a no ser que el optimismo de María sea ficticio, encaminado únicamente a no dar sensación de intranquilidad fuera de Castilla, como puede desprenderse de la carta del infante a su suegro anteriormente comentada 11• La intervención de Jaime 11,es aceptada y bien vista por todos: la reina Maria le envía a Vasco Payez, encargado de contarle lo sucedido en Avila y el comportamiento del infante Pedro. El emisario se cruzó en el camino con Diego Gonzalbez, enviado a Castilla a recibir información. Las noticias de Payez satisfacen a Jaime, que no deja de recomendar a su yerno Juan Manuel, procure que don Juan Núñez no salga demasiado favorecido en todo ello. Le alegra mucho los buenos términos entre Maria de Malina y el infante Pedro, pero junto a estas muestras de interés, al parecer platónicas, se apresura a enviar un embajador, y también dinero a su yerno el infante. Algo que complace en extremo al monarca aragonés, es el buen acuerdo de su yerno el infante con Constanza, madre del niño Alfonso XI 12, Apéndice 152. Como de costumbre, el que más reacio se mostraba en la adopción de una política de apaciguamiento, era el infante don Juan; con el fin de lograrlo el rey de Aragón le envía a nuestro antiguo conocido Guillermo Palazín 13• Suponemos que con idénticas miras, fue a ver a la reina Constanza el repostero del rey aragonés Diego González 14• En estos momentos, se había producido ya un acercamiento entre las dos reinas. El infante Pedro, llevó a su cuñada Constanza a Valladolid, donde el buen recibimiento que le dispensó la reina Maria, disipó los recelos que pudiese tener la reina viuda. Con este clima de sosiego, unidas las dos reinas por la 9

CRD Jaime II caja 36 n. 0 4556 y 4560. Juan Manuel doc. CCXLIX. Mana de Molina pg. 207-308 y 211 y Zurita L.V CII. Apéndice 151. 1º CRD Jaime II caja 35 n. 0 4437. 11 CRD Jaime Ii caja 35 n. 0 4435. 12 Rg. 251 fl. 54, 54/2 y 8. 55, 55/vto. 2 éste último Juan Manuel doc. CCLIII. Apéndice 152. 13 Rg. 240 2.ª parte fl. 123. 14 CRD Jaime II caja 35 n. 0 4430.

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RELACIÓN CASTELLANO·ARAGONESA

desgracia, el amor al hijo y nieto, y con la confianza depositada en el infante don Pedro, termina el año 1312. El año siguiente, comienza con una entrevista del infante Pedro y el rey de Aragón, en la fronteriza villa de Ariza. Allí el infante informó al rey aragonés del derecho preferente que le asistía para desempeñar la tutoría del rey, su sobrino, derecho que le reconocían las reinas y la mayor parte de los representantes de las villas y ciudades. Convencido el rey, prometió ayudar a su yerno, incluso procurando la intervención del rey de Portugal, padre de la reina Constanza, para que éste procurase que el infante don Juan y sus parciales dejasen de oponerse a que la reina viuda criase a su hijo, junto con el infante Pedro como tutor 15• Mientras el infante Pedro está en las vistas con su suegro, el infante don Juan actúa como si fuese el tutor del rey: reúne una asamblea en Benavente, convoca Cortes en Sahagún para el mes de febrero, y envía a don Juan Núñez a Portugal. Lo más grave es que después de visitar a las dos reinas, actuó como si contase con el apoyo de la reina María para llevar a cabo sus gestiones en el reino de León. Jaime II está enterado de todo por el mismo infante, prueba de que todos estaban reconociendo una vez más el papel decisivo que representaba la postura aragonesa. Así sabemos que en Benavente los reunidos por el infante, le nombraron tutor 16• Por la contestación de Jaime, no parece que le contrariase demasiado la actitud del infante 17, quizá porque tenía versión de los hechos por otros conductos: uno la propia reina María, que cauta como siempre, le envía un mensajero para que relatase lo sucedido, y el otro la relación del infante Pedro, que nos viene a suplir lo que seguramente contaría el enviado de su madre. Por este relato, sabemos que el reconocimiento del infante como tutor, que según él llevaron a cabo los representantes de los consejos leoneses, no fue tal, pero que las reinas, aceptaron los hechos consumados para evitar discordias, cosa que no es lo mismo que complacerse con ellos. Al narrar el infante Pedro la conversación que el infante Juan mantuvo públicamente con las reinas, dice que éste manifestó claramente que nunca le aceptarían por tutor, pero que luego, cuando se entrevistó privadamente con la reina María ante el abad de Santander y un escribano, propuso compartir la tutoría con su sobrino, cosa que la reina aceptó en principio, pero no otorgó plenamente sin antes consultar al interesado. Este punto y la relación de otras maniobras de sus enemigos, es lo primordial de la larga carta del infante Pedro a su suegro. Añade se dirige a Toro a ver su madre, acompañado de su cuñado Juan Manuel 18, Apéndice 153. En la citada villa leonesa de las márgenes del Duero, estaba también la reina Constanza, en contacto con el rey de Aragón, al que suplica no se aparte de las fronteras de Castilla 19• Que dicho ruego sea consecuencia de 15 Rg. 333 y fl. 192. Pedro Pérez de Arbe sale hacia Portugal con credenciales fechadas el 13 de enero 1313. Las reinas de Castilla y Vata7.a,son también informadas del viaje. & de su~ner, que en interés de su hija Dionis procurase complacer al rey de Aragón. 16 CRD Jaime II caja 36 n. 0 4468. J. Manuel doc. CCLXII. . 17 Rg. 240 8. 144/v. 18 CRD Jaime II caja 37 n.0 4639 y 4688. Juan Manuel doc. CCLXVCCLXIV.Apéndice 153. 19 CRD Jaime II caja 37 n. 0 4679.

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RELACIÓN CASTELLANO-ARAGONESA

ofrecía garantías de mantener una posición segura: la posibilidad de apoderarse del rey niño, era, creemos nosotros, lo que hacía que el infante Juan aceptase la entrega del niño a su madre, cosa que la abuela desaprobaba. Todo esto quizá nos ayude a comprender un hecho que se produce en plenas cortes de Palencia; el ingreso de la reina Constanza en las filas del infante Juan, abandonando a la reina abuela y al infante Pedro. Rumores que llegarán a oídos del rey de Aragón le decidirán a la embajada que comentamos, que no llegó a producirse, pues las cortes de Palencia se disolvieron antes de que llegasen a dicha ciudad 23• Para explicar el cambio de opinión de Constanza, sale hacia Aragón Miguel Pérez de Arbe o Ayerbe, que de ambos modos es citado dicho personaje, desprovisto de instrucciones escritas, pero esta falta queda compensada por carta de doña Vataza, con una fecha de anterioridad al anuncio del viaje. Según la fiel amiga de Jaime, el infante Pedro «erró en todas las cosas que con la reina puso», y se alió con varios personajes, para que Constanza no tuviera consigo al rey niño, y éste lo tuviese la reina María. El infante Pedro engañó a su madre, pues está dispuesto a proclamarse rey, desheredando a la infanta Leonor, si el niño Alfonso llegase a morir 24• La división de los principales personajes que asisten a las cortes, lleva consigo la falta de unidad de los representantes del pueblo que se suman a cada uno de los bandos, que se reúnen por separado; en Dueñas los que siguen a don Juan y en Valladolid los fieles a don Pedro. Ambas fragmentarias cortes, redactan sus respectivos cuadernos; unas eligen como tutor al infante don Juan; las otras a la reina María y al infante Pedro. Coinciden en que el rey se críe en Avila, unos al cuidado de su madre y otros encomendado a los «hombres buenos» de la ciudad. Los cuadernos llevan la fecha de junio de 1313, y una vez disueltas las cortes, la reina Maria envía a Gonzalo de la Guardia al rey de Aragón, para que éste sepa todo lo ocurrido en Palencia 25• El infante Pedro, le cuenta cómo los de Avila que guardan al rey están de su parte, y que también los de la frontera, o sea los habitantes de Andalucía, le han reconocido como tutor. Como ampliación de esta carta podemos considerar el viaje de Zag, enviado a Jaime 1126_ La frase final de la carta del infante Pedro a su suegro comentando las

incidencias alrededor de la guarda del rey niño, termina diciendo que se habían iniciado negociaciones entre los bandos en discordia. Así debe interpretarse la frase de que «la reina Constan~a, el infante don Johan e don Johan Nunnes traen su pleito conmigo». &to era la prueba de que el infante Pedro ganaba adictos, y que la reina María era un poderoso centro de atracción hacia el que acudían todos los interesados verdaderamente en lograr una solución. Con objeto de decidir la fórmula de la avenencia, se celebró en Sahagún una asamblea, pero durante su transcurso fallecía 23 24

Rg. 240 2.ª parte, fl. 237 vto. CRD Jaime Ii caja 38 n. 0 4728 24-V-1313 y caja 86 n. 0 10459, esta última carta Juan Manuel doc. CCXCIX, aparece con fecha 23-V-1314, en lugar de 1313. Lo 1.0 no puede ser, puesto que Constanza fallecía en Sbre. de 1313. 25 Gaibrois M. de Molina pg. 218 y todo el cap. XXVI. 26 CRD Jaime II caja 37 n. 0 4612.

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haber oído al embajador aragonés Pérez de Arbe, puede demostrar que éste informase a la reina madre de cuestiones acerca de la tutoria de Alfonso XI, de las que Jaime II era quizás el mejor informado. De todas las conversaciones y discusiones que tuvieron lugar en Toro, quizá la decisión más importante fue la de enviar a la reina Constanza a Portugal, a ver a su padre. No podemos desechar la idea de que este viaje fuese sugerencia aragonesa, pues la reina promete a Jaime tenerle al corriente de todo por medio del embajador Pérez de Arbe 20 , Apéndice 154. Cuando doña Maria habló con su hijo de la propuesta de su tío el infante don Juan para compartir la tutoría, pareció al infante cosa conveniente aceptar. Esta solución agrada al rey de Aragón. Éste, enterado de lo ocurrido por las cartas que conocemos y por Palazín, el embajador que permanecía largo tiempo en Castilla, no se limita a predicar concordia, sino que se sincera ante su yerno, de las especies que circularon, respecto a su aprobación de los actos que llevó a cabo el infante don Juan en Benavente y Sahagún 21 • En este ambiente de desconfianza, recelos y suspicacias comenzaron las cortes de Palencia. El principal motivo de discordia fue la actitud de don Juan Núñez, dispuesto a evitar la concordia entre los infantes Juan y Pedro, posiblemente esperando que si estos no se ponían de acuerdo, la tutoría podía recaer sobre él. Es casi seguro que esta actitud del turbulento señor de Lara, motivara el viaje a Castilla de los embajadores aragoneses sacristán de Tarazana y Lope Sánchez de Luna, que deben procurar llegar a Palencia cuando todavía las cortes están reunidas 22 • Las instrucciones de que van provistos, son un modelo de diplomacia y más que de ésta, casi podríamos calificar de equilibrio sobre la cuerda floja, el delicado trabajo encomendado a los emisarios, encaminado a procurar concordia entre los aspirantes a tutor. De tales instrucciones podemos deducir que en las cortes se trata de quién debía guardar al niño Alfonso XI. El rey de Aragón es partidario de que éste se entregue a su madre. Los infantes Pedro y Juan deben ser apaciguados; al primero darle a entender que en su mano está la pacificación de Castilla, adulándole un poco, al segundo hacerle ver que el rey de Aragón vela por su interés y que sólo puede serle provechoso que la reina Constanza tenga al rey niño. La intromisión de Jaime en este asunto, en el caso de que cause extrañeza al infante Juan, debe ser explicada diciendo que el interés aragonés procede del hecho de que la infanta Leonor prometida del heredero aragonés, sería la llamada a ocupar el trono castellano, en el caso de que el rey Alfonso XI falleciese. Esta explicación debe darse al infante don Juan. En cambio a la reina María debe decírsele únicamente el interés de Jaime para que Castilla se sosiegue. La circunstancia de que se recomienda a la reina Maria, bondadosa de suyo y amiga de concordia más que de rencillas, que trata a Constanza con todo cariño y consideración materna, debe ser a causa de la oposición de la abuela a que su nieto saliese de Avila y de la custodia de los «homes buenos• de la ciudad. La voluble e infantil reina Constanu, no

º

2

21

22

CRD Jaime II caja 40 n. 0 4693. Apéndice 154. Rg. 240 2.ª parte, fl. 164 y 164 vto. Rg. 240 2.ª parte, fl. 213 y 217 vto.

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la reina Constanza (18-XI-1313). La desaparición de la joven reina tuvo políticamente importancia muy escasa. Sólo tenía valor su desaparición para el infante don Juan; el ser la madre del rey daba fuerza a su partido, que desde ahora se verá muy quebrantado; a pesar de todo el pleito de la tutoría sigue en pie pero en mejores condiciones para llegar a una solución, siempre con la intervención del rey aragonés, solicitado por ambos bandos, lo mismo en las cuestiones acerca de la tutoría 27, como en las querellas de toda índole: así le veremos disponer sobre las discusiones entre el infante Pedro y su cuñado Juan Manuel 28 , alegrarse de las buenas relaciones entre los infantes Juan y Pedro, y además se dispone a enviar un emisario a las cortes de Castilla, «para procurar que los fechos vengan en buen estado». Como verán nuestros lectores, esto es algo más que un interés por lo que sucede; es una intervención directa en todo lo que concierne a la vida interna de Castilla 29 , Apéndice 155. Fiel a esta pauta se muestra contento de que la reina Maria y el infante Pedro hayan sido admitidos como tutores, y de que se hayan puesto de acuerdo con el infante don Juan y el señor de Lara. El enviado aragonés a las cortes de Castilla asistirá, a ruegos del infante don Juan. Es este Pero Garcés de Castellón, quien debe procurar se lleve a cabo el acuerdo sobre la tutoría de Alfonso XI, buscando que nadie sospeche pueda influir más que en procurar suceda «aquello que sea razón e guisado, e servicio del rey e sosiego de la tierra• 30 , Apéndice 156. En estos escarceos epistolares, transcurren los primeros meses de 1314. A últimos de abril se han reunido en Dueñas los dos bandos en discordia llegando a un acuerdo sobre la tutoría del rey niño Alfonso. A estas reuniones, asiste el enviado aragonés; los acuerdos se firmaron en Palazuelos el 4 de mayo, y se llevaron a cabo al mismo tiempo la entrega de castillos en rehenes 31 • A pesar de las buenas noticias que anteceden, la cuestión de la tutoría no debió ser asunto fácil y cómodo puesto que los encargados de gobernar en nombre de Alfonso XI, no fueron nombrados hasta el mes de septiembre, siendo las elegidas la reina Maria, su hijo el infante Pedro, y su cuñado el infante don Juan 32 • El rey Alfonso sigue en Avila junto a María de Molina, don Juan Núñez y la infanta Maria de Aragón esposa de 27

CRD Jaime II caja 36 n. 0 4649. Rg. 241 fl. 128 J. Manuel doc. CCLXXXVI. 29 Rg. 241 fl. 144 vto./2. Apéndice 155. 30 Rg. 241 tl 147 y 151 vto. Apéndice 156. 31 CRD Jaime Ii caja 39. n. 0 4879. El 21-IV, desde Dueñas el infante Juan comunica a Jaime II que ha recibido a Pero García «sobre estos fechos en que estamos», en Valladolid están la reina María el infante Pedro, Juan Núñez «e otros homes buenos de la nuestra part». CRD Jaime II Caja 39 n. 0 4880 el 28 del mismo mes desde Valladolid Maria de Molinada cuenta a Jaime II que los infantes Juan y Pedro están de acuerdo y que también está «assosegado• don Juan Núñez, caja 39 n. 0 4881, el infante Pedro comunica a Jaime que tiene esperan1~ de que se llegue a un acuerdo entre él, el infante Juan y Juan Núñez. 1 de mayo desde Valladolid, donde Pedro acudió a ver a su madre después de recibir carta y mensajero de parte de su suegro. CRD Jaime II Caja 93 n. 0 11401, Pero Garcesel 3 de mayo comunica el proceso de las paces entre los pretendientes a la tutoría de Alfonso XI. Los resultados obtenidos están de acuerdo con la opinión de Jaime. 32 CRD Jaime II caja 39 n. 0 4896. 28

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Pedro. La asociación

entre la reina Maria y su nuera agrada mucho a Jaiine 11.Dicha infanta mujer algo dificil, o mejor dicho independiente de· criterio, debió chocar alguna vez con las imposiciones ajenas 33 • Como en verdad en esta ocasión se cumple el refrán de que no hay bien ni mal que cien años duren, la armonía conseguida viene a romperse por dos motivos, familiar uno de ellos y político el otro, auttque no pasen ambos de nubes de verano: fue el primero el rumor que llegó a la corte castellana, acerca del abandono del proyecto matrimonial de Leonor de Castilla con Jaiine de Aragón, para casar al infante aragonés con una hermana del rey de Chipre; rumor que el monarca se apresura desmentir varias veces 34 • En cuanto al problema político, se trata de desavenencias entre los dos yernos del rey de Aragón; por incumplimiento por parte de Pedro de las promesas hechas a don Juan Manuel para que le ayudase a conseguir el nombramiento de tutor. Juan Manuel obra por su cuenta atacando Castilla desde sus posesiones y dejando que los moros hagan lo mismo, cosa que provoca la indignación de Jaime que le riñe duramente, pero acaba prometiendo influir cerca del infante para que sea nombrado adelantado de Murcia. Más que el incumplimiento de promesas más o menos hacederas, debió causar enojo en don Juan Manuel verse aislado del circulo influyente: en la plenitud de su vigor y energía, pues contará a la sazón treinta y dos años, ansioso de mandar y figurar, no podía contentarse con permanecer al margen de los acontecimientos. También es cierto que el infante Pedro no pone demasiado empeño en complacerle 35, dando lugar a una serie de incidentes, en los que como es de rigor tiene que intervenir el rey de Aragón a quien los castellanos hacen partícipe de cuanto ocurre 36 • Los años de 1315 y 1316 transcurren sin grandes acontecimientos que reseñar: quizá los más importantes sean la muerte de don Juan Núñez de Lara, ocurrida en Burgos, mientras asistió a las cortes que se celebraban con asistencia de los tres tutores del rey Alfonso. El señor de Lara no dejó sucesión, pero no tardará en aparecer otro del mismo nombre, sobrino suyo, hijo de la famosa Juana Núñez de Lara, «la Palomilla» que casó con el infante Enrique y luego con Fernando de la Cerda, que heredó de su tío, no sólo el nombre sino también el carácter discolo y revoltoso 37 • 3. PROYECTOSCONTRA GRANADA.PETICIÓN

DE SUBSIDIOS AL PAPA. MUERTE

DE LOS INFANTESJUAN Y PEDRO

En las cortes de Burgos, se presentó el asunto de la lucha contra los moros de Granada, aprovechando las discordias interiores del reino. Por noticias aragonesas, sabemos que los granadinos no estaban quietos, y si 33 Rg. 242 8. 8 v/2 y 112 vto. 34 Nota anterior y Rg. 242 8. 113. A~ndice 157. 35 Rg. 242 fts. 10 vto., 10/2, 44 vto., 57 vto., y 94. Rg.

241 ft. 235, Gaibrois, Maria de

Molina pg. 225, 226. La discusión de este tema tiene lugar durante los meses de octubre, noviembre y diciembre de 1314. 36 Maria de Molina. 226-229 confirma noticias de ACAde interés para nosotros secundario. 37

Id. que nota anterior.

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hostilimban las fronteras de Murcia 38 , Apéndice 158, es normal que hiciesen lo mismo con las de Castilla. Por esta causa o por aprovechar las discordias internas granadinas como hemos dicho, se busca la colaboración aragonesa, solicitada por el infante don Juan, quien alaba grandemente al rey de Aragón, diciéndole «que tiene gran lugar en &panya», señal evidente del interés en conseguir la ayuda aragonesa 39 , Apéndice 159. A lo mismo debe referirse la consulta del infante Pedro, sobre lo que debe hacer «en razón de lo de la frontera», y el viaje de éste y su esposa Maríaa la zona en peligro 40 , en el mes de enero del año siguiente de 1317. Allí permanecen todo el año, organiz.ando desde Córdoba una entrada en la vega de Granada. Con objeto de alegar recursos para la guerra, el infante quiere pedir socorro económico al Papa, junto con el rey de Aragón. Éste no cree prudente pedir nada a causa de haber molestado mucho con la cuestión de los bienes del Temple 41 , pero más tarde debió cambiar de opinión, pues envió a Roma a Pedro Boyl, con la misión de pedir socorro, y éste conseguirá tres mil maravedíes anuales durante tres años. &ta cantidad parece exigua a Boyl, que dice procurará se aumente 42 • A todo esto, la guerra con los moros seguía, con éxito cristiano, mientras el infante don Juan «anclaba bulliciando» contra su sobrino, a causa de haber sido excluido de la participación en las mercedes concedidas por el Papa. Esto contraria a Jaime después de mostrarse muy satisfecho de que una vez más sus dos yernos Pedro y Juan Manuel estuviesen de acuerdo. En los momentos que glosamos, últimos de junio de 1318, comiell7.a una época de tranquilidad en Castilla, aprovechada para preparar la guerra contra Granada, una vez se pusieron de acuerdo los dos infantes acerca de la utilimción del subsidio pontificio. Qui7.álos éxitos castellanos movieron a Jaime a intervenir en la guerra, pero en las fronteras de su reino, o sea actuando conjuntamente con Castilla, siempre que obtuviese dinero del Papa. Mucha esperanza tendría de obtener tal merced, cuando se niega a prestar dos galeras a su yerno Juan Manuel. Se excusa diciendo que las ha cedido a Barcelona y Valencia que las han armado a su costa y no tiene otras disponibles 43 • Este estado de cosas permanece hasta que el 25 de junio de 1319 tuvo lugar la desgraciada muerte de ambos infantes luchando en la vega de Granada. 4.

EL INFANTE JAIME DE ARAGóN SE NIEGA A CONTRAER MATRIMONIO CON LA INFANTALEONOR DE CASTIUA

Un suceso desagradable ocurre en estos momentos, con peligro de enturbiar las relaciones castellano-aragonesas. Uno de ellos es la posibilidad de que no pueda llevarse a cabo la boda de Jaime de Aragón con 38 39

Rg. 242 8. 120/2 y 120 vto. Apéndice 158. Rg. 242 8. 206/2. Apéndice 159. 40 CRD Jaime II caja 43 n. 0 5373 y 5377. 41 Rg. 244 ft. 222. 8-1-1318. 42 43

Rg. 244 8. 315 27-VI-1318. CRD Jaime II caja 34 n. 0 4245. Maria de Molina, pg. 237.

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Leonor de Castilla, a causa de la decisión de Jaime de entrar en religión. Según Guillermo Desprats dice a Jaime, la noticia ha sentado muy mal en Castilla, pues piensa la reina María, su hijo Pedro y la mayoría de la gente, que todo ello no es más que una excusa para deshacer la boda. La reina podía recordar el desaire a su hija Isabel y temer que se repitiese el caso con su nieta Leonor, mas en este caso no tenía nada que temer acerca de las intenciones de Jaime 11,pues esta idea de su hijo le contraria grandemente y piensa que la boda se celebre cuanto antes 44 • La llegada de la dispensa pontificia llegó el 21 de marzo de 1319, es cuando la novia alcanza la edad de 12 años considerada como mínimo para contraer matrimonio, y de acuerdo con los deseos de Jaime se llevó a cabo la celebración de esponsales que tuvo lugar en Gandesa el 3 de octubre de 1319. Vana precaución fue tal ceremonia, pues el infante declaró su firme decisión de entrar en religión. La notificación del rey Jaime a la reina Maria, 23-X-1319 demuestra que tal estado de cosas ha disgustado profundamente en Aragón; para alejar posibles suspicacias en el ánimo de la reina de Castilla, Jaime le cuenta con todo detalle lo ocurrido, insistiendo particularmente sobre las presiones ejercidas en el ánimo del infante. La carta del rey de Aragón, de gran sinceridad y pesadumbre, convenció a Maria de absoluta veracidad de todo lo relativo a ello, pero el rey aragonés, deseando quedar en buen lugar, encargó al canónigo de Toledo Gonzalo Gonsalvez que le hiciera del caso una completa relación (diciembre de 1319) 45 • Pero aunque la reina Maria se convenciese de la inocencia de Jaime en todo este asunto, el fracaso del noviazgo de Leonor la llenó de pesadumbre. Lo lamentó por el desaire que sufrió la nieta, niña de doce años, y también disgustó mucho a doña Maria la pérdida del vínculo familiar con Aragón cuya permanencia cree muy necesaria para su nieto, más que nada para contrarrestar el apoyo de Jaime II a don Juan Manuel. Mientras vivió el infante Pedro, el rey de Aragón mostró especial interés en no distinguir a ninguno de sus yernos, pero desaparecido uno de ellos, era de temer el peso de la influencia aragonesa, pues desde que falleció el infante Pedro, se percibió claramente el aliento y apoyo que Jaime prestó a don Juan Manuel, animándole a tomar parte activa en los asuntos castellanos. Si el rey de Aragón intervino muchas veces en Castilla sin motivo justificado que abonase esta conducta, no podemos extrañar procurase hacerlo a través de su yerno. 5. NUEVAS CUESTIONESACERCADE LATlffORíA DESPUÉS DE 1A MUERTE DE LOS INFANTESJUAN Y PEDRO

La intervención de Jaime de Aragón en los asuntos castellanos, su adhesión y apoyo, son cotizados por todos. Aparte de las relaciones entre sus yernos, los maridos de las infantas aragonesas Constan7.a y Maria, que 44

45

Rg. 1521 8. 106. Rg. 244 ft. 271 vto y Rg 245 fl. 112 y 112 vto.

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pueden ser interpretadas exclusivamente como asunto de índole estrictamente familiar, a la muerte del infante Pedro adquirirán otro carácter a causa de la tutoría. Además, antes de que esto ocurra, el infante Juan tiene miedo de que Jaime le haya perdido el cariño que siempre le profesara; está molesto porque no recibe cartas, ni embajadas. Causa del retraimiento del rey de Aragón, son las diferencias entre los dos tutores, que Jaime lamenta mucho, y está dispuesto a intervenir en ellas si llegan a adquirir mayores proporciones 46 • La muerte de los tutores del rey de Castilla en la derrota de la vega de Granada, no tiene consecuencias de orden militar; el peligro estaba en las cuestiones interiores y en los peligros de guerra civil a causa del eterno problema de la tutoría, aunque las circunstancias son menos adversas que a la muerte de Femando en 1312. Han desaparecido los principales cabecillas de los bandos rivales y ésta es una de las causas de que la lucha por alcanzar la tutoría sea menos espectacular que la que conocemos alrededor de la de su padre Femando IV. Tampoco existen en este momento problemas marginales, como eran las pretensiones de los infantes de la Cerda, y el apoyo que a estos prestaba Aragón. Ahora Jaime adopta una actitud más pasiva, forzado por las circunstancias. Fue don Juan Manuel quien se dio, perfecta cuenta de las necesidades de Castilla y acudió a ellas. Una vez tomadas las medidas militares contra posibles sorpresas en la frontera de Andalucía y Murcia, busca la manera de tener en sus manos el gobierno y la tutorla. En estas ambiciones le apoyaba su suegro el rey aragonés. Atiende a la guarda y defensa del reino y del monarca, contando siempre con que Jaime le ayudará. &te prudente, después de celebrar las medidas tomadas le aconseja obre con suma cautela, para ver «como se asentará el ordenamiento de la tierra• 47 • &te consejo era prudente, y más si atendemos a la reacción de la reina Maria, que se apresura a afirmar que según lo acordado en Burgos, la tutoría quedaba en sus manos, y por tanto las villas del reino deben abstenerse de pactar con nadie acerca de ella, hasta que reunidas nuevas cortes, se acordase lo que se debía hacer. Prudente medida, pues a la reina no se le ocultaba que iba a ser victima de toda clase de presiones por los aspirantes a la tutorla, en especial Juan Manuel, apoyado por el rey de Aragón, que muestra en este asunto una intromisión y un celo algo exagerados 48 • Como es natural el rey de Aragón procuraba que la vacante en la tutorla castellana recayese en Juan Manuel, parecer no compartido por otros aspirantes.como eran el infante Felipe, y don Juan el Tuerto, hijo del infante don Juan. &tos intentan aprovechar todas las ocasiones que se presentan para indisponer a la reina María con don Juan Manuel, y de éste que quiere hacerse indispensable. Asi se va perfilando poco a poco un nuevo período de luchas, con personajes nuevos, tan ambiciosos como los que ya fallecieron, pero de menor altura política y humana. El ambicioso don Juan Manuel, contando con unos competidores de Rg. 244 8. 314 vto. Rg. 245 8. 12 vto. Que las ciudades armen galeras no quiere decir que sean destinadas a la~eJTa, pueden serlo también a la defensa de las costas contra los piratas. Mana de Molina pag. 242 y cap XXIX. 46

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RELACIÓNCASTEU.ANO-ARAGONESA

menor altura, se había situado en el vértice y era objeto de la atención general. Sin escrúpulos se había fabricado un sello real, con el cual autorl7.aba toda clase de documentos titulándose tutor. Pero lo grave del caso, era que a estos desmanes había que unir la enemistad entre Juan Manuel y el infante don Felipe. La reina Maria, alarmada, procura que ambos rivales se reconcilien, llegando al acuerdo de compartir la tutoría con ella. Según Juan Manuel comunica al rey de Aragón, la reina María se avino únicamente a pactar con él en vista de los muchos partidarios que tenía 49 • Y terminamos aquí nuestro relato acerca de las discusiones castellanas, por no intervenir en ellas el monarca aragonés. 6.

DEVOLUCIÓNA CASTIILADE 1A INFANTALEoNOR Y 1A CUESTIÓNSOBRE 1A RFSIDENCIADE LA INFANTAMAR1A Y SU HUA BLANCA

Mientras estos acontecimientos transcurren, Jaime II tiene hondas preocupaciones familiares. Una de ellas no es más que la natural consecuencia de la muerte de Pedro, o sea proveer a la viudez de María, que es encomendada a García Lasso de la Vega, y a dos monjas del monasterio de Sigena encargadas de hacerle compañía. En realidad su misión será vigilar a la infanta, cuyo carácter independiente podía proporcionar disgustos 50 , Apéndice 160. El otro asunto familiar y además político que ocupa la atención del rey de Aragón, es el rompimiento del compromiso matrimonial de su hijo Jaime con la infanta Leonor de Castilla. Nos referimos a la devolución a su madre de la infanta castellana y la designación de residencia para la infanta María, viuda de Pedro. Al regreso a Castilla de la infanta Leonor, se oponen don Juan Manuel y su esposa Constam.a, contra el parecer de Jaime 11, que encuentra muy natural que, desaparecidas las circunstancias que aconsejaban la permanencia de la infanta a su lado, sea devuelta a su madre, deseosa de recuperar a su hija. Ésta acompañada del rey Jaime, emprendió el viaje de regreso. De parte de su madre la recibió el alcaide de Molina Gil Ruiz, en cuyo poder quedaría hasta que fuesen a recogerla los enviados de su Madre 51 • Según las fechas de las disposiciones de la reina Maria respecto a su nieta, ésta llegó a Molina a mediados de julio de 1320. En la entrevista que tuvo Jaime II con el alcaide de Molina, se trata del espinoso asunto de la dote de Leonor; su madre desea que ésta pueda disfrutar de todas las rentas que le fueron asignadas, cosa sobre la cual los juristas consultados no están de acuerdo; pero que Jaime concede a causa del gran cariño que tiene por la infanta 52• Más complicado que el caso de la infanta Leonor, fue el de María, la viuda del infante Pedro. En otra ocasión hemos apuntado la sospecha de que la infanta tuviese 49

Rg. 245 8s. 153 vto y 160. Rg. 1521 8. 106 CRD Jaime II caja 49 n. 0 6125. Caja 50 n. 0 6133. Apéndice 160. Rg. 245 fls. 253/2 299 vto. 1/2/3 368/2 CRD Jaime II caja 52 n. 0 6446 y 6444. Maria de Molina pgs. 256, 257 de la vida particular de Jaime 11. Martinez Ferrando j.E. Jaime 11. 52 Rg. 246 8. 52 vto/2. 50 51

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un carácter difícil, casi más que esto, independiente, y en las circunstancias de la viudez, ésta fue la causa de graves preocupaciones. En los primeros momentos, la infanta residió en Castilla, y el padre insiste acerca de sus relaciones con la reina Maria, preocupándose incluso de si la ruptura de la boda de Leonor y Jaime puede ser objeto de roces entre suegra y nuera. Que esto sucediese es muy difícil teniendo en cuenta el carácter de la reina María y por lo tanto nos permite afirmamos en las sospechas apuntadas, y más si tenemos en cuenta que dos monjas de Sigena que van a residir con la infanta, Inés de Montleó y Geralda de Villanueva, tienen orden de no separarse nunca de ellas 53• No se solucionó con esta providencia la cuestión de la infanta. No sabemos por qué motivo, el padre desea que vaya a vivir a su lado, cosa que a la reina Maria no le parece bien. Las tierras del infante Pedro, que pasan a manos de Blanca, su hija, radican en Castilla y por esto parece lógico a la reina Maria que la propietaria esté junto a sus bienes. En estas discusiones, Maria fue a visitar a su padre y se quedó en Aragón, creemos que más por voluntad paterna que por propia, y desde luego contra el parecer de Maria de Molina. Muy significativo nos parece que el rey Jaime se disponga a enviar a su consuegra un caballero encargado de salir al paso de las informaciones tendenciosas que puedan llegar a oídos de la reina, procedentes de los servidores de Maria que regresaron a Castilla 54 • Preocupación del rey de Aragón, es la intención de Maria de Molina de que la nieta de ambos, Blanca, hija de Pedro y Maria quede en Castilla aún en el caso de que su madre resida en Aragón. Y junto a esto la preocupación por los bienes de la huérlana, que Jaime desea sean entregados a García Lasso de la Vega, procurador de la infanta Maria, y representante de la niña Blanca. Estas cuestiones motivaron las embajadas a cargo de Pedro Sánchez de Calatayud y Gil Ruiz de Miño, en el mes de julio de 1320 55 • A últimos del mismo año surgen reclamaciones, a causa de que García Lasso de la Vega, no recibe las rentas que pertenecen a sus administrados. Junto con las reclamaciones de índole económica, se trata de la posibilidad de que la infanta vaya a residir junto a su padre. La reina María desea que permanezca en Castilla, a causa de las rentas que le dejó su marido. A Jaime le parece normal que sin renunciar a estos emolumentos, su hija regrese a Aragón 56 • 7.

LA REINA MARÍA Y SU ACTITUD ANTE LA PROVISIÓN DEL ARZOBISPADO DE TOLEDO

No es aquí cuestión de tratar detalladamente de todo lo concerniente a la provisión del arzobispo de Toledo en la persona del infante Juan hijo del rey de Aragón, pero si relatar las causas por las cuales su nombramiento era visto con desagrado, especialmente por la reina Maria. 53 Rg.

245 fls. 198 vto, 228/3. Juan Manuel doc. CCU. Zurita libro VI cap. XXXII recoge con detalle las incidencias de este caso. Maria de Molina pg. 248-250. 54 Rg. 245 8. 201/2/3. 266 vto/2. 55 Rg. 246 8. 51 vto 71, 13, 110/3. 56 Rg. 246 fls. 133 vto., 135, 135 vto.

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Si tenemos en cuenta que el arzobispado toledano llevaba anejo el cargo de la Cancillería castellana, sin cuyo conocimiento no se podía proveer nada, a causa de estar en manos del canciller los sellos llamados de la «poridab, o sea los secretos, comprenderemos el temor de la reina Maria de que el infante aragonés, al ocupar cargo tan importante velase exclusivamente por los intereses de su padre. Además, la circunstancia del parentesco con Juan Manuel ayudaba a los temores de la reina, que no podía ver con agrado la posibilidad de que en todas las querellas alrededor de la tutoría del niño Alfonso XI, el arzobispo apoyase a su cuñado. &tos debieron ser los motivos de gestiones de María en la curia pontificia, gestiones que don Juan Manuel conoce y notifica rápidamente a su suegro, quien opina que María «faze muy grant desaguisado», al actuar contra la candidatura de su hijo, mas si se tiene en cuenta que el Papa no se dejará influenciar por nadie en dicho asunto 57• Más adelante veremos cómo los temores de la reina Maria eran infundados: el arzobispo, y su cuñado Juan Manuel, tuvieron grandes desavenencias, precisamente a la muerte de la reina abuela, llegando Alfonso XI a prestar valimiento a este último. El infante fue despojado del cargo de Canciller, terminando después de sufrir múltiples vejaciones por resignar la silla toledana trasladándose a la de Tarragona, con la dignidad de Patriarca de Alejandria. Otro aragonés, Jimeno de Luna, titular de Tarragona en aquellos momentos, pasó a ocupar la mitra toledana 58 , Apéndice 161. 8. INTERVENCIÓN DEL LEGADO PONTIFICIO, CARDENALDE SANTA SABINA La violencia que alcan7.aron las luchas entre los nobles alrededor de la tutorla de Alfonso XI, provocaron la intervención del pontífice Juan XXII que envió a un legado, el Cardenal de Santa Sabina con objeto de dirimir tanta discordia. A principios del año 1321, el cardenal llegó a Valladolid para entrevistarse con la reina María, que tenía grandes esperanzas en la gestión del purpurado, poseedor de armas conminatorias para proceder contra todos los nobles díscolos que perturban el país con sus ambiciones. Los principales culpables de la intranquilidad que reinaba en el momento eran Juan Manuel y el infante don Felipe. Al rey de Aragón interesa que en el pleito de la tutoría salga ganancioso su yerno, y confía que así suceda, gracias a las intervenciones del cardenal legado y el arzobispo de Toledo. También confía en la intervención del rey de Portugal y de su esposa Isabel, no dejando de interceder personalmente cerca del cardenal de Santa Sabina 59 , apéndice 162. Pero lo grave del caso para el éxito de la candidatura de don Juan Manuel para el cargo de tutor del rey, era su impopularidad, agravada ésta por la s7 Rg. 246 ft. 167/vto 169 vto 171, 177.

58 El abad de Monteragón comunica el asesinato de Diego García con toda clase de detalles el 17-V-1321.Juan Manuel doc CCCLXVIII. CRD que no hemos podido identificar y que como de costumbre en todas las cartas aparece sin signatura en la obra mencionada. A~ndice 161. 59 Rg. 246 fl. 221/1/3. J.M. CCCLXIX. Apéndice 162.

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prevención que contra él tuvo legado pontificio, convencidq de que la mayoría de los disturbios castellanos eran debidos a la excesiva ambición de dicho personaje. El infante don Juan de Aragón, arzobispo de Toledo, no es partidario de su cuñado, y cuando éste se queja al rey de Aragón, éste justifica al hijo, alegando que no le queda más remedio que obedecer al pontífice, que no ve con buenos ojos la candidatura de Juan Manuel para el cargo de tutor 60 • Antes de que la misión del cardenal legado terminase falleció la reina Maria el 1 de julio de 1321, en Valladolid, cuando su nieto Alfonso XI, sólo contaba diez años. Éste por voluntad expresa de su abuela, quedó encomendado a los caballeros y hombres buenos de Valladolid, hasta que alcanzase su mayorla de edad, a los catorce años. La muerte de la reina Maria de Molina en el momento cumbre de la querella alrededor de la tutoría de Alfonso XI, precisamente durante la permanencia en Castilla del legado pontificio cardenal de Santa Sabina, agudizó el malestar existente, especialmente a causa de la impopularidad de la candidatura de don Juan Manuel a quien el enviado pontificio, con razón desde luego, consideró culpable de tal estado de cosas. Las ambiciones sin medida de los aspirantes a la tutoría, especialmente el infante Felipe, don Juan Manuel y Juanel Tuerto, hijo del difunto infante del mismo nombre, señor de Vizcaya, fueron causa de una época de graves turbulencias, que duraron hasta que en 1326 el rey Alfonso XI fue declarado mayor de edad. 9.

EL CARDENALLEGADOY JUAN MANuEL

No conocemos la fecha en que se vieron el cardenal y Juan Manuel, pero debió ser en mayo de 1321, antes de que la reina Maria convocase las cortes de Valladolid y el legado el concilio de Palencia. Temiendo don Juan por su tutoría, fue a Toledo con el fin de imponerse por la fuerza a dicha ciudad, o dicho en otros términos al Arzobispo que se negaba a presentar en las cortes su candidatura como tutor. Pero ni las súplicas ni las amenazas, lograron torcer la voluntad de Diego García, viejo amigo y partidario de Aragón durante el reinado de Femando IV, a aceptar como tutor a Juan Manuel, y éste airado hasta extremo inconcebible, mandó dar muerte a Diego García dentro del Alcazar, haciendo arrojar su cadáver a la calle desde lo alto de una torre. Como tal acto no podía quedar impune, el violento caballero intentó justificarlo culpando a la victima de maquinaciones contra el rey. &te episodio, interesante en sí mismo, sirve para explicarnos las relaciones en extremo tirantes a que habían llegado el arzobispo de Toledo, infante don Juan de Aragón y su cuñado. Recordemos la parte activa que jugó el desdichado García en la elección del infante aragonés como arzobispo, y tengamos también en cuenta que Diego García era un vasallo del prelado 61 • 60 61

Rg. 246 8. 279 vto/1. Rg. 1521 8. 132.

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A pesar de que los hechos de la naturaleza del que acabamos de comentar, no eran los más propicios para las buenas relaciones entre el rey de Aragón y su yerno, éste no renuncia a que el suegro le favorezca, quejándose de la actitud del infante Juan arzobispo de Toledo, negándose a apoyar su candidatura. A quejas de este tipo, contesta don Jaime justificando la actitud del arzobispo, que se ve obligado a obedecer al pontífice, contrario a la candidatura de don Juan Manuel. Pero· las relaciones entre ambos personajes, no por esto cambian: las familiares en particular prosiguen su curso, y el rey de Aragón, paga parte de la dote de su hija. Al remitir treinta mil sueldos, excusa que la cantidad no puede ser mayor 62 • Deben ser en agradecimiento a tantas atenciones las devastaciones que don Juan Manuel, junto con su compañero en la tutoría don Juan el Tuerto, llevan a cabo en las tierras de la infanta Maria de Aragón y su hija Blanca 63 • 10.

PROYECTOS MATRIMONIALES DE LOS HUOS Y NIETAS DE JAIME

11

Ante el temor de verse desplazado del círculo influyente cerca de Alfonso XI, Juan Manuel busca la forma de poder seguir interviniendo en los asuntos castellanos, y para ello planeó una especie de cerco al joven rey a base de unos cuantos matrimonios. Una de las presuntas novias fue la infanta Blanca, hija del infante Pedro de Castilla y de María infanta de Aragón. Blanca debía ser la esposa de Juan el Tuerto. Este personaje, llamado así por ser contrahecho, era hijo del infante del mismo nombre, el de Tarifa, y de Maria López de Haro de quien heredó el señorío de Vizcaya. Esto no pasó de un proyecto en la mente de Juan Manuel. Es posible que un freno a este proyecto fuese que el influyente Diego García de Toledo pensase en Blanca como futura esposa de Alfonso XI. Otros matrimonios que pensaba don Juan se llevaran a cabo, fueron el de Alfonso XI con Violante de Aragón, la hija menor de Jaime 11,y el del que fue Pedro IV, con Leonor, la desairada prometida del primogénito aragonés. Era muy difícil que estas proyectadas uniones pudiesen llevarse a cabo, a causa del parentesco entre los contrayentes, pero Juan Manuel no cesó de trabajar para conseguir que pudiesen realizarse por considerarlos muy convenientes para su medro personal. Para poder negociar el matrimonio de la infanta Violante con el rey de Castilla, don Juan se entrevista con Bernardo de Sarriá, presenta la propuesta de boda, condicionada a que la infanta llevase como dote la parte del reino de Murcia que pasó a manos aragonesas en 1304. Para que el rey de Aragón aceptase tal solución alegaba que la inteivención de Alfonso XI, era deshacer la obra de los árbitros que tal cesión llevaron a cabo, en cuanto rigiese Castilla por el mismo. Para inclinar el ánimo del rey de Aragón a la aceptación de tal estado 62

Rg. 1521 fl. 133, 133 v., 134. Rg. 244 fl. SS. CRD Jaime II caja 35 n. 0 4348. CRD Jaime II caja 67 n. 0 8282, caja 68 n. 0 8338. Rg. 249 fls. 71/v/3, 77 vto. y Reg. 250 fl. 19 pertenecientes a octubre y noviembre de 1325. 63

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de cosas, se mostró sumiso y cariñoso, tanto que llegó a ofrecer ayuda al suegro si se presentaba la ocasión de que se tuviese que poner coto a las ambiciones castellanas sobre Murcia. La respuesta de Jaime II a los capítulos que le enviaron Sarriá y don Juan, fue tajante, no estaba dispuesto a desprenderse por ningún concepto de la más pequeña parte del reino de Murcia, del que se consideraba legítimo dueño. El almirante Bernardo de Saniá, conocedor del problema, de los hombres, y en particular de don Juan Manuel, le hizo saber a éste su opinión: que los que aconsejaban a Alfonso XI en tal sentido, lo hacían para distraerle de los muchos daños que le habían causado durante su minoridad. Aunque, cauto y político, decía creer que entre tales consejeros, no se encontraba don Juan. La guerra por Murcia, no estalló, y los matrimonios proyectados, de momento quedaron sin que se llegaran a entablar negociaciones sobre ellos 64 • 11. DE NUEVO EL CASOALFONSO CERDA

Además de intervenir en el asunto de la tutoría de Alfonso XI, el cardenal legado se vio obligado también a buscar solución al caso del infante Alfonso de la Cerda. En páginas anteriores, hemos dicho cómo se resolvió el conflicto, en tiempo de Femando IV. En realidad, la solución fue teórica únicamente; prueba de ello es que al morir el rey Emplazado, Jaime II aconseja a la reina María que procure, como tutora de Alfonso XI, dar al asunto una verdadera solución. Esto ocurre en febrero de 1313 65 , Apéndice 163. Fracasadas bodas las gestiones encomendadas al rey de Aragón, el desdichado infante Alfonso, quiso enviar algún mandadero a las cortes de Valladolid de 1325. Así se lo comunica Jaime de Aragón a Dionís de Portugal, y de acuerdos desconocidos entre ambos monarcas, nació la idea de enviar un embajador a Alfonso XI, con la misión de procurar que en las cortes de Castilla se atendiera al caso del infante Alfonso 66 • Pero nada positivo se consiguió: en realidad el interés de Jaime II en este asunto, era escaso, por no decir nulo, cosa que el fracasado pretendiente a la corona de Castilla, no quiso nunca comprender. La intervención aragonesa en todo lo que concierne a los infantes de la Cerda, se manifestó de nuevo a la llegada a Castilla del Cardenal legado; pero entonces a la verdad debemos reconocer que la petición que el rey Jaime hace a la reina Maria, a Juan Manuel y al mismo cardenal, es resultado de una petición de ayuda que el infante Alfonso hace al rey de Aragón. En lugar de enviarle dinero o señalarle una pensión, Alfonso debe contentarse con que su antiguo protector se ocupe de su caso cerca de quienes puedan solucionarlo 67 • 64

65 66

67

Zurita L. VI cap. LXIV. &tos acontecimientos pertenecen a 1326. Para todo el asunto Cerda ver los capítulos anteriores relativos al mismo asunto. Juan Manuel fls. 78-80. CRD Jaime II caja 116 n. 0 753. BI arzobispo de Toledo da a entender a su padre que la

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Nada debió resolverse, puesto que en 1317, Jaime II interviene para que pueda ultimarse la entrega de la villa de Deza al infante Pedro, quien se conforma a entregar dinero por ella. El infante Alfonso de la Cerda acepta los tratos, pero su hijo no es del mismo parecer. No sabemos si los buenos oficios del rey de Aragón consiguieron algo 68 , Apéndice 164. 12. ALFONSOXI MAYORDE MANuEL

EDAD. PROYECTO MATRIMONIAL CON CONSTANZA

Cuando Alfonso XI, fue proclamado mayor de edad, don Juan, lo mismo que los demás tutores, fue conminado a dejar la tutoría, presentándose en Valladolid, para tal cesión a primeros de septiembre de 1325. Allí junto con don Juan el Tuerto, hijo del infante don Juan, surgió la primera sospecha de que podían no ser gratos al rey, pues a ellos no les parecieron bien los consejeros de que Alfonso XI se había rodeado; Garcilaso de la Vega, Alvar Yañez y el abad de Santander. Sin que mediase motjvo que lo justificase, los ex-tutores se pusieron de acuerdo para poder intervenir en los asuntos del reino y alterar la paz. Parece ser que hubo proyecto de fortalecer la unión de ambos Juanes, mediante el matrimonio de la hija de Juan Manuel con el otro ex regente. &to era muy peligroso y problemático y con el fin de conjurar los males que por esta unión pudiesen sobrevenir, los consejeros de Alfonso XI proyectaron el casamiento de éste, con la hija de don Juan Manuel, llamada Constanza como su madre, y procuraron además atraerse al padre dándole intervención en el regimiento del reino. Tal proposición, que halagaba al ambicioso don Juan de manera que nunca pudo creerlo, no le dejó ver que lo que en realidad buscaban los consejeros del rey, era perderle, utilizando el procedimiento de explotar su ambición. Lo primero era conseguir separarle de don Juan el Tuerto, lo demás, vendría por sus pasos contados. Lo esencial para conseguirlo estaba en la ceguera de don Juan, que no supo ver lo dudoso de tales proposiciones, precisamente en el momento en que su conducta equívoca, no se prestaba ni mucho menos a tales distinciones 69 , Apéndice 165.

La actitud de Jaime II ante la conducta de su yerno podemos deducirla a través de las cartas que ambos intercambian con motivo de los proyectados enlaces. El rey de Aragón se mostraba cauto y receloso: conocía a don Juan y la medida de sus ambiciones y no se mostró boda Blanca-Juan no es del agrado de nadie, y tratará de ponerle toda clase de obstáculos. A pesar de todo durante las negociaciones, en especial tratando de obtener dispensa pontificia. Esto es muy dificil de lograr, por existir otra anterior autorimndo el enlace de Blanca con el infante portugués nieto de Dionís e Isabel. Se insiste mucho en la curia hasta que se logra. Apéndice 163. CRD Jaime II caja 84 n. 0 10281 caja 98/11904 y Rg. 339 fls. 210-216 vto. y 225. Zurita Libro VI, LXXII y LXXIII resume todo el asunto de los matrimonios. 68 Juan Manuel pg. 74-78 id doc CCCLXXXVcontiene los celebrados entre Juan Manuel y Bernardo de Sarriá. CRD Jaime II caja 67 n. 0 8173. Apéndice 164. 69 Rg. 1521 fl. 132. Apéndice 165.

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dispuesto a ser instrumento para que pudiera llevarlos a cabo. Una de las mayores contrariedades que proporcionó al rey de Aragón su levantisco yerno, fue que sus discordias con el arzobispo de Toledo, llegasen a conseguir que el rey de Castilla le retirase el cargo de Canciller 70 • Pero ambos vuelven a estar en buenas relaciones, en el mes de marzo de 1326 71 • La primacía que concedía a don Juan Manuel la proyectada boda de su hija Constam.a con Alfonso XI, fue causa de gran disgusto en don Juan el Tuerto, quien para aumentar su poderío, y demostrar que podía contar también con poderosos valedores y auxiliares, buscó una novia capaz de proporcionarle lustre y apoyo. Fue la elegida Blanca, la hija póstuma del infante Pedro de Castilla y María de Aragón. &ta boda, mal vista en Castilla desde un principio, lo fue más desde que Jaime II procuró que Alfonso XI ratificase las paces que por él y por su padre Fernando se habían celebrado con el rey de Portugal, y el infante don Juan y sus sucesores. El rey de Castilla excusó estos extremos ante el embajador aragonés que los reclamaba, alegando estar ausentes los principales personajes con quienes debía aconsejarse sobre el asunto, especialmente don Juan Manuel, su futuro suegro. Quizás esta exigencia del rey de Aragón, fue la causa del trágico fin del prometido de su nieta Blanca. Alfonso XI quiso entrevistarse con el señor de Vizcaya. &te exigió toda clase de seguridades, pero a pesar de haberle sido concedidos murió por orden del rey de Castilla, en Toro, donde acudió invitado por Alfonso (1326) 72 • La victoria que la desaparición de don Juan el Tuerto supuso para el bando anti-aragonés, le animó a proseguir su labor, esta vez encaminada a conseguir que el propio monarca castellano rompiese el compromiso con la hija de don Juan Manuel, nieta también de Jaime 11, para casarse con una infanta portuguesa, nieta de los reyes Dionís e Isabel. Ya veremos como al final lo consiguen. La actitud del rey de Aragón ante el asesinato del prometido de su nieta, clara muestra de la impopularidad de la causa aragonesa en Castilla, no provocó en él ninguna reacción violenta, a pesar de que tuvo como consecuencia inmediata que se rompiesen las negociaciones que debían desembocar en otra boda: la de la infanta Leonor, la desairada novia del heredero de Aragón, con otro hijo de Jaime 11:el infante Pedro, conde de Ribagorza y Ampurias. El interés por este enlace, así como la necesidad de regular los asuntos económicos de la niña doña Blanca y de su madre la infanta aragonesa, fueron causa de la actitud pacífica del rey de Aragón, quien poco tiempo después, reanuda sus actividades. Alfonso XI accede a la boda de Pedro- Leonor, pero exige que Blanca no contraiga matrimonio sin su consentimiento. Jaime II accede, pues de momento interesaba ante todo regular la situación económica de Blanca y de su madre pues a causa de todas las querellas de Aragón con Castilla, no disfrutaban de todo lo que les pertenecía como herencia del infante Pedro y dote de su 70

Rg. 246 fls. 175/4, 175 vto. 176/1. CRD Jaime II caja 75 n. 0 9223. Caja 76 n. 0 9253 Rg. 339 fl. 226, 227 vto., 237-238 v. Rg. 410 fls. 126, 128/2 133, 149. 72 Rg. 410 fls. 146 147. 71

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esposa al contraer matrimonio. Lope Sánchez de Ceresuela es el aragonés enviado a Castilla con la misión de poner fin a los constantes atropellos y robos de que eran objeto las posesiones de madre e hija 73• En realidad la principal causa de tanta discusión era la exigencia de Jaime II de que su hija y nieta residiesen a su lado, mejor dicho, estuviesen recluidas en el monasterio de Sigena, disfrutando de todos los bienes que en Castilla poseía Blanca como herencia de su padre el infante Pedro. También era parte importante en todas estas desavenencias, la poca armonía entre la infanta María y su administrador García Lasso de la Vega quien sigue en su cargo, una vez todo queda arreglado, debiendo retirarse cuando Blanca cumpla doce años 74 • Como si comenzasen a soplar aires de paz después de tanta discusión y guerra, Aragón y Castilla deciden reparar todos los daños que mutuamente se causaron en las fronteras desde la muerte de Femando IV. Gil Roi~ de Minyo y Pero Roi~ de A~agra son los aragoneses que por disposición del infante Alfonso representarían a Aragón 75 , Apéndice 166. Nada sabemos acerca del resultado de lo que acabamos de anunciar, y creemos que no pasarían de buenos propósitos, pues en estas mismas fechas, aparece de nuevo en escena don Juan Manuel, que trata de utilizar los buenos oficios de su suegro, para ver de conjurar el peligro en que se encuentra la proyectada boda de su hija con Alfonso XI. Ignoramos si por mediar algún disgusto entre suegro y yerno, o sencillamente por dar importancia al primogénito Alfonso, que ya comenzaba a figurar en las tareas del gobierno, junto a su padre, don Juan se dirige a él apuntando por primera vez la sospecha de que Alfonso de Castilla se disponga a romper el compromiso matrimonial contraído con su hija. En realidad más que compromiso, pues los esponsales de Alfonso y Constanza, se habían celebrado ya. Ante tal peligro, el rey Jaime interviene: trata de tranquilizar a su yerno, y toma sus precauciones escribiendo a Portugal, patria de la presunta novia del rey de Castilla 76 • Desde luego, malos vientos soplaban en Castilla para don Juan Manuel. Según informes del fiel y celoso almirante Bernardo de Sarriá peligraba su adelantamiento de Murcia, y enterado seguramente de los manejos de don Juan, recomienda prudencia y que se celebre cuanto antes la boda Pedro-Leonor 77 • Razón tenía Sarriá con sus recomendaciones, pues don Juan procuraba aliarse con Portugal, temeroso de la actitud del rey de Castilla, alianza a la que Portugal no quiere comprometerse sin el beneplácito y colaboración aragonesa. Conseguidas ambas cosas, estamos ya en disposición de comenzar de nuevo la guerra 78 • Pero antes de romper las amistades abiertamente, Jaime II trata de actuar de amigable componedor 79 , Apéndice 167. Difícil es esta vez su misión pues en la 73 74 75 76 77

Rg. 410 fls. 149 v. 150 Rg. 339 fl. 234/1/2. CRD Jaime II caja 77 n. 0 9382. Rg. 41 O fl. 181 vto. Apéndice 166. Rg. 250 fls. 19, 19/r, 26 vto., 27. Zurita L. VI cap. LXXIX. Confirma noticias de Rg. 339 fls. 234/3 235/r 235 vto 237 /r. CRD Jaime II caja 49 n. 0 6611, 6612, 9630. 78 Rg. 519 fl. 29. 79 Rg. 246 fl. 71. Apéndice 167.

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corte portuguesa se veía con simpatía la boda de la infanta Beatriz con el rey castellano. A pesar de todos estos buenos oficios y de haberse celebrado ya los esponsales entre Alfonso XI y Constanza, la boda fue deshecha, y la novia, que era ya considerada como reina, pues tenía sellos como tal, fue encerrada en Toro para ser devuelta a su padre. Siguiendo la costumbre de la época que cuadraba muy bien a su carácter revoltoso e inquieto, don Juan Manuel se desnaturó del rey de Castilla y comenzó la guerra desde sus posesiones. Es natural que don Juan contase que su postura rebelde seria apoyada por el rey de Aragón, que en poco tiempo viera desairadas a dos de sus nietas; pero en realidad no fue así. Don Jaime procuró obtener algo por caminos de conciliación, alegando que si bien don Juan estragó las tierras de Castilla, fue por haber tenido conocimiento del trato dado a su hija, y del comienzo de las negociaciones para llevar a término el compromiso matrimonial con la infanta portuguesa. Si Alfonso XI dejaba estas negociaciones y se casaba con Constanza, el rey de Aragón respondía del buen comportamiento de su yerno. Como por este camino nada se consiguió pues las violencias iban en aumento se procuró obtener algo alegando otras razones, como la dispensa pontificia. Y mientras se llevaban a cabo tales negociaciones, la guerra civil se encendió en Castilla, siendo ayudado el revoltoso don Juan por algunos caballeros aragoneses, figurando entre ellos don Pedro y don Jaime de Xérica. Ante el peligro que suponía que el rey de Aragón tomase abiertamente la defensa de su yerno, Castilla y Portugal procuraron impedirlo, buscando ambos paises que el rey de Aragón se confederase con ellos. Antes de que ninguna alianza pudiese tener lugar, y también sin que se hubiese llevado a cabo la boda del infante Pedro de Aragón con la castellana infanta Leonor, fallecía Jaime 1180 •

80

Juan Manuel pg. 70.

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CAPÍTULO IV

ALFONSO EL BENIGNO Y ALFONSO XI

1.

ALFONSO EL BENIGNO Y SUS PRIMEROS CONTACTOS CON CASTILLA

A la muerte de Jaime II ocurrida el 2 de noviembre de 1327, quedan por resolver una serie de asuntos de índole familiar: las proyectadas bodas; la de la infanta castellana Leonor, la desairada novia del infante Jaime, primogénito de Aragón, con su hermano el infante Pedro conde de Ribagon.a y Ampurias. Este enlace no llegó a reali7.arse, pues el infante fue desbancado por su hermano el rey, viudo de Teresa de Entenza, fallecida pocos días antes que su suegro, el 28 de octubre. Otros enlaces matrimoniales estaban en proyecto. Blanca la hija de los infantes Pedro de Castilla y Maria de Aragón con el heredero de Portugal y el de Constanza Manuel con Alfonso XI 1• Apéndice 168. El rey de Castilla renunció a su compromiso y este desaire es la causa de que se produzcan una vez más malas relaciones entre ambos personajes. En esta situación Juan Manuel pide ayuda a su cuñado, quien se presta a actuar de amigable componedor, procurando que Alfonso de Castilla acepte los compromisos adquiridos. Dificil se presentaba la actuación pacificadora al estar en guerra ambos personajes. Alfonso XI sitiaba Escalona y Juan Manuel Huete. En esta situación la actuación del rey Benigno es del todo imparcial, no toma partido por Juan Manuel como se temía en Castilla. Prueba de su neutralidad es que al contar a Juan Manuel el proceso de los intentos de mediación que ha llevado a cabo, implícitamente le da la razón al rey de Castilla, para terminar recomendándole que deponga su actitud rebelde 2 , Apéndice 168 bis. El comportamiento de Alfonso en este caso, nos da ya un esbozo del talante que adoptará en sus relaciones con Castilla en lo relacionado con 1 Rg. 562. 8s. 4 a 15 v. En estos docs. que abarcan las fechasentre XI de 1327 y I de 1328, se trata también del matrimonio de Blanca la hija de los infantes Pedro y Maria con Pedro heredero de Portugal. Apéndice 168. 2 Rg. 520 fl. 262 v. Apéndice 168 bis.

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las querellas interiores que son la continuación de las que motivaron la intervención de su padre. Pero en todo lo referente a colaboración en la empresa de la Reconquista, su apoyo fue total. Dicha actitud no es más que la lógica consecuencia del abandono de reivindicaciones tenitoriales de Jaime II a raíz de los fracasos de los sitios de Algeciras y Alme-

na.

Algo que ignoramos debió ocurrir entre Alfonso XI y Juan Manuel después de la intervención del rey Benigno. Posteriormente al fracaso de las gestiones de Alfonso de Aragón, éste siguiendo en su papel de amigable componedor envía a Castilla a Blasco Maza, con encargo de ver al rey, al conde de Trastamara, a García Laso de la Vega y a Martín Fernández ayo del rey para procurar que entre todos vean el procedimiento capaz de hacer cesar las discordias entre Alfonso XI y Juan Manuel 3 , Apéndice 169. El resultado de tales gestiones fue nulo. Alfonso XI después de oír a Blasco Maza, informa al rey de Aragón de los muchos atropellos de que ha sido víctima por parte de su recomendado; Juan Manuel le ha talado tierras, apresado gentes, quemado casas e iglesias, razones suficientes para negarle su perdón y para solicitar al rey de Aragón que le retire su amistad y protección y proceda contra él. Lo pide en gracia a la buena amistad que reina entre ambos 4 , Apéndice 170. Durante este constante tira y afloja de solicitud y negación de perdón, siguen su curso los cercos de Huete y Escalona. Pero mal talante debían presentar los asuntos de Juan Manuel cuando de nuevo solicita el apoyo de su cuñado. Casi podemos decir que lo exige. Dice que Alfonso tiene obligación de ayudarle en virtud de la antigua alianza política y militar que los une. Es muy posible que Juan Manuel esperase algo positivo de la inteIVención aragonesa, conocido el talante pacífico y negociador de su cuñado. A pesar de las negativas de ayuda y del fracaso de la misión encomendada a Blasco Maza, Juan Manuel se muestra muy sumiso, y contrariado por no poder asistir a la coronación de Alfonso. Vanas esperanzas las de Juan Manuel. Al rey de Aragón le interesaba primordialmente conseIVar la buena relación con Castilla y decididamente le dice a su cuñado que no puede ayudarle 5 , Apéndice 171. En realidad la causa de Juan Manuel y su posible amistad no interesaba en Aragón desde el momento que se abandonó la idea de reivindicaciones territoriales. El deseo de vivir en paz con Castilla, es con vistas a una colaboración contra Granada. A Castilla interesaba la buena relación con Aragón, por dos motivos. Impedir el apoyo a Juan Manuel en sus rebeldías y una colaboración marítima en el caso de que llegasen a realizarse los proyectos contra Granada. 3 4

Rg. 264 fls. 17 y 18/v 20 11-1328. Juan Manuel CCCLIV. Apéndice 169. CRD Alfonso 111.Caja 2. n. 0 275 y 277. Juan Manuel docs CCCUVyCCCLVI. Apéndice

170. 5 Rg. 562. fl 17, 18, 19. 22-IV-1328. Alfonso IV notifica a Juan Manuel que no puede ayudarle en sus conflictos con el rey de Castilla, CRD. Alfonso 111caja 3 n. 0 390. Juan Manuel docs CCCCLX el 24 de mayo Juan Manuel insiste de nuevo en pedir ayuda a Alfonso, invocando los vínculos políticos y familiares que les unen. Este socorro lo pide desde el cerco de Huete; su villa de Escalona no puede ser sitiada por Castilla a causa del descubrimiento del Tajo. Alfonso XI proyecta sitiar Huesca. Apéndice 171.

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REIACIÓN CASTEU.ANO-ARAGONESA

2. AsESINATO DE GARCíA LAssoDE LA VEGA El estado de violencia a que habían llegado las relaciones entre el rey de Castilla y la díscola nobleza, obedecía a dos causas; por un lado las ambiciones de muchos y por otro y muy especialmente la actuación de los partidarios de la causa aragonesa. Garcilaso era Merino Mayor de Castilla y administrador de los bienes de la infanta Maria y de su hija Blanca. Parece ser que los abusos y crueldades cometidas en el ejercicio de su cargo provocó el alzamiento de muchos, que le dieron muerte en Soria junto con sus acompañantes. La noticia de la muerte de García Laso llegó a conocimiento del rey de Aragón por varios conductos. El arzobispo de Toledo infante Juan de Aragón se lo comunica a su padre 6• Otra vía de comunicación debe proceder de los agentes aragoneses en Castilla. &te llamado Pero Abarca, conoce la noticia por medio de un tal Diego Pérez. Abarca es quien escribe al rey de Aragón con toda clase de detalles. Atento a los intereses de su monarca le aconseja de manera que obre de tal forma que pueda sacar partido de los acontecimientos. Le anima a una intervención en Castilla pues parece que según sus noticias «se alza toda la gente e todas las villas se privan por don Juan» de tal modo que el rey de Castilla verla con buenos ojos que este asunto estuviese en sus manos. Posiblemente para decidir al rey a una intervención, comenta la precaria situación en que se encuentran la infanta María y su hija Blanca, sin nadie que se ocupe de sus asuntos 7 • Sin que podamos afirmar hasta qué punto eran dignas de crédito las noticias de Pero Abarca, insistimos en la idea de que las intenciones del rey Benigno no iban por el camino de intervención directa en los asuntos interiores de Castilla.

3.

NUEVO INTENTO DE ACERCAMIENTO CASTILLA-ARAGóN

Cuando Alfonso XI alcanza la mayorla de edad, sus consejeros temen que Juan Manuel obtenga el apoyo aragonés y en consecuencia tratan de neutralizar esta posibilidad procurando estrechar los lazos de amistad con Aragón. Una vez terminadas las fiestas de coronación del rey aragonés, que tuvieron lugar en Zaragoza en el mes de abril de 1328, se envió una embajada al rey Benigno. &ta se encomendó a Gil Roi~ de Minyo quien debía procurar dos cosas: que el proyectado enlace matrimonial concertado entre el infante Pedro de Aragón y la infanta Leonor de Castilla no se llevase adelante, con el fin de procurar que quien tomase 6

CRD Jaime II caja 143 n. 0 LXVI. CRD Jaime II caja 143 n. 0 LXI. Las cartas de esta caja carecen de fecha y muchas de ellas no pertenecen al titular. La muerte de Garcilaso de la Vega debió tener lugar en Soria a últimos de febrero de 1328, pues el arzobispo de Toledo se lo notifica a Alfonso el 5 de marzo CRD Jaime II caja 60 n. 0 10877. Respecto a la causa del asesinato de Garcilaso y de los caballeros que le acompañaban, nada dice la crónica de Alfonso XI, muy atenta en cambio en dar cuenta de la justicia que pesó sobre los autores. La crónica tampoco proporciona datos que permitan puntuali7.ar la fecha. 7

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como esposa a la infanta castellana fuese el rey, ya viudo de Teresa de Entenza. Por si este vinculo familiar no pareciese suficiente a Castilla, se debía procurar una renovación de los pactos de amistad y alian7.a que en tiempo de Jaime II existieron entre Castilla, Aragón y Portugal 8 , Apéndice 172. Tales propuestas debieron ser del agrado del rey Benigno puesto que Blasco Ma~a de Vergua y Rodrigo Pina, son los encargados de contestar a las propuestas de Minyo. No dudamos en considerar que tal respuesta fue afirmativa, puesto que dichos embajadores reciben instrucciones referentes a la proyectada boda Alfonso- Leonor 9 , Apéndice 173. &te enlace matrimonial se celebra en Tarazona a primeros de febrero de 1329, con asistencia del rey de Castilla y su esposa la infanta Maria de Portugal. Pocos días antes en Agreda en reunión de los monarcas de Aragón y Castilla, se renovaron las «posturas y avenencias» entre los monarcas de Aragón, Castilla y Portugal en la misma forma en que estuvieron establecidas entre sus antecesores, o sea Jaime 11, Femando IV y Dionís. Otro motivo apareció para hacer más firme la concordia entre los soberanos peninsulares. Alfonso XI declara haberse ocupado del matrimonio de su prima la infanta Blanca, con el heredero de Portugal, el infante Pedro. Antes de que los reyes se separasen dando por terminadas las fiestas nupciales, el 8 de febrero, ambos se pusieron de acuerdo para guerrear contra Granada 10• A pesar de tanto acuerdo y promesas de amistad resultantes de las entrevistas de Agreda y Tarazona, no podía faltar en las conversaciones celebradas el tema de las discordias entre los nobles castellanos y el rey, y en especial de Juan Manuel, que rebelde como de costumbre, se queja de que no se cumple lo estipulado para que permanezca en paz. Como siempre, Alfonso de Aragón es solicitado como mediador. Contesta que ya habló de dicho asunto en las vistas de Tarazona pero está dispuesto a insistir, haciendo hincapié en que a pesar del incumplimiento de los pactos se abstuvo de guerrear contra Castilla 11• Descartando estas reclamaciones las relaciones Aragón- Castilla, transcurren dentro de la mayor placidez, reafirmadas además por nuevos vínculos familiares. Una vez abandonadas las reivindicaciones territoriales de su padre, Alfonso el Benigno no tenia razón ninguna para valerse de los castellanos descontentos, causa ésta de las cordiales relaciones entre ambos reinos. Así pasa a primer plano una acción conjunta contra Granada a pesar de que Aragón no tenía frontera con musulmanes. 4.

CAMPAÑACONTRA GRANADA.EMBAJADASAL PON11FICE

La decisión de una acción conjunta contra Granada tomada en las entrevistas de Agreda y Tarazana presentaba un grave inconveniente para 8 9

Rg. 562. fls 18/v y 20. Apéndice 172. Rg. 562. fls 21 a 29. Confirman a Zurita L VII cap. IV. Más detalles sobre la boda Rg 562, 8 236. Apéndice 173. 10 Zurita L VII cap. IV y VII. 11 Rg. 521 ft. 3/v.

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la colaboración militar castellano- aragonesa. El trazado de fronteras de 1304 dejaba entre los territorios de Granada y Aragón una estrecha franja de tierra castellana que forzosamente debía cruzar Aragón para entrar en tierra granadina. En esta zona estaban situadas las plazas y fortalezas que debían servir de apoyo a quien quisiese penetrar en tierra granadina. Para solucionar este caso ya en las vistas de Tarazana y Agreda, se estableció que Murcia, Lorca, Alicante, Orihuela y todas las fortalezas de sus distritos acogerían indistintamente a castellanos y aragoneses. Todos recibirían víveres, servicio de atalayas y todo lo necesario para el mantenimiento de la guerra y las gentes de armas. Para que esta disposición no quedase en letra muerta, se dispuso que las autoridades de dichas plazas, prestasen juramento homenaje de fidelidad. Para recibirlo fueron designados por parte aragonesa Jofre Gilabert de Cru1lles y por Castilla Pero López de Ayala. A pesar de tan buenas perspectivas, en realidad, las cosas no se desarrollaron de la forma plácida que cabía esperar. Era muy difícil que dichas disposiciones fueran acatadas; las tropas aragonesas no debían ser un huésped agradable, a pesar de que Gilabert de Cru1lles diga al rey de Aragón que reciben un buen trato y el rey Benigno felicitase a Pero López de Ayala; pero en realidad, éste desde su cargo de Adelantado de Castilla en el reino de Murcia, se considera el personaje principal; está en territorio propio, se siente en su casa y en consecuencia lleva la batuta. De acuerdo con esta convicción comunica al rey de Aragón su temor ante una invasión musulmana, y pide refuerzos, cuando lo normal hubiese sido que fuese Gilabert de Cruules quien debiese tener a su soberano al corriente de los acontecimientos. Que Ayala no presta a Cniilles la deferencia que le debía en relación a su cargo, nos lo demuestra que no atiende sus ruegos, cuando le pregunta acerca de los caballos que serán necesarios para la campaña. Al mismo tiempo hay quejas de habitantes del reino de Valencia víctimas de atropellos de sus vecinos del reino de Murcia. Otra muestra de que Ayala se considera el principal personaje, es que a pesar de las disposiciones tomadas en Agreda, por su propia iniciativa ha concertado paces con Granada. & Alfonso de Aragón quien le ordena que dicha tregua sea revisada 12• Apéndice 174. &ta conducta de López de Ayala, no debe considerarse como un caso insólito, antes al contrario pues era cosa corriente que las zonas fronterizas expuestas a continuos ataques, talas y saqueos, actuasen por su cuenta buscando remedio a la inseguridad en que vivían. En noviembre de 1329 Aragón, Castilla y Portugal celebraron reuniones para decidir su colaboración contra Granada; en realidad no se trataba de nada nuevo sino de actuali:iar y perfilar los acuerdos tomados en Agreda y Tarazana en 1328. En dicha reunión se insiste en que nadie pue_da firmar paz o tregua separadamente, y también en las facilidades que deben darse a las tropas aragonesas a su paso por territorio castellano 13• Aunque parezca incomprensible, el interés de Alfonso el Benigno por la guerra de Granada lo demuestra el hecho de que antes de la 12 Rg. 522 fl. 196. Giménez Soler Juan Manuel pg. Rg 1521 fl 33/. Rg. 541 fl. 116/r. A~ndice 174. 13 Rg. 522, fl 196. Rg 521 8 49/v/3. Rg 541 fl. 26/v.

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reunión de Agreda que acabamos de mencionar, se preocupe de que se vigile el paso de Cañaveral, lugar por donde se vadea fácilmente el rio Segura 14. En las reuniones celebradas con objeto de puntualizar los acuerdos de Agreda, se trató también de la posibilidad de obtener apoyo económico del pontificado. Dionís de Portugal presenta un candidato para realizar tal cometido, pero el Benigno, es partidario de que la petición se haga conjuntamente por los tres monarcas, y que las instrucciones que cada uno de los embajadores lleve a Roma sea portador de peticiones coincidentes 15• A primera vista parece que hubo unanimidad entre los monarcas, pero en realidad no fue así, pues mientras se elaboraba el acuerdo hubo intentos particulares de cada uno de los monarcas implicados. Aragón envió dos embajadas la primera en mayo de 1329 y otra en agosto del mismo año. La primera a cargo de Ben et Jordá señor de lila y de Can et y la segunda encomendada a Rodrigo Ma~a de Vergua y García Pérez de Carrión, portadores estos de instrucciones detalladas. Es posible que para tratar de lo mismo se envía a Castilla a Ximen de Tovia 16, Apéndice 175. En preparativos guerreros transcurre la mayor parte del verano de 1329, y ya entrado otoño el rey de Castilla envió a Aragón al obispo de Cartagena con objeto de ultimar los detalles de la campaña. A raíz de esta visita comien7.an las actividades aragonesas. Para contestar a las proposiciones del prelado cartagenero el 25 de noviembre sale hacia Castilla Martín lnyegues de Eslava. La importancia que el rey Benigno daba a la campaña queda demostrada por los personajes a quienes se notifica. Ante la posibilidad de que cada monarca actue por su cuenta, el rey de Aragón es del parecer contrario, o sea de llevar a cabo una acción conjunta, según se acordó en Tarazana. También se discute la forma de llevar la guerra; si primero se procede a talar el contorno de las plaulS a sitiar o se procede directamente al asedio. Se da gran importancia a la guarda del mar; para ello el rey de Aragón se compromete a esta operación con la ayuda de diez galeras. Es de gran interés que Castilla cumpla el compromiso de ayudar a las tropas aragonesas que deben cruzar territorio castellano, cosa muy factible si tenemos en cuenta que en estos momentos Juan Manuel está en buenas relaciones con su soberano 17• Apéndice 176. La nueva reconciliación Juan Manuel-Alfonso XI se fragua mientras tienen lugar los preparativos guerreros mencionados. Tal acuerdo se ha llevado a cabo prescindiendo del rey de Aragón; éste se muestra ofendido, pero su cuñado trata de calmarle diciendo que ha exigido a su soberano que le deje cerca del rey de Aragón, según dice «para catar lo que fuera mas vuestro bien e nuestro pro». Nada tiene de particular que nos encon14

Rg. 541 t1 16/v/2. Rg. 541 fls 26 y 37 /2 3 y 8-XI-1329. Alfonso IV insiste cerca de Alfonso de Portugal que en vista de la coincidencia de peticiones que formulan al Papa Aragón, Castilla y Portugal cree prudente que todos ellos obren conjuntamente. 16 Rg. 541 fls. 40/2. Rg 562 fl. 91. CRD. Alfonso 111caja 7 n. 0 882. La suposición sobre el viaje de Tovia se apoya en la fecha 31 de agosto, pocos días después de que se entregasen las instrucciones a los embajadores que van al Pontífice. Apéndice 175. 17 Rg. 522 fl. 212/v. Rg 562 fl. 114. Confirman a Zurita LVII cap. Apéndice 176. 15

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REI.ACIÓN CASTEllANO-ARAGONESA

tremos con una nueva veleidad del díscolo personaje, convertido de nuevo en súbdito fiel, que consciente de su importancia se permite condicionar su colaboración 18• Apéndice 177. Que de cierto había en la ignorancia que el rey aragonés dice tener respecto a los proyectos de amistad de los que se dice desconocedor, no nos atrevemos a afirmar ni negar nada, dada la versatilidad de todos, pero desde luego si podemos decir que Juan Manuel, consciente de que su adhesión era deseada por todos sigue practicando un juego poco limpio. La contrariedad de Alfonso IV por haberle tenido apartado de la elaboración de la concordia no creemos que fuese duradera ni importante, y de haberlo sido se debió desvanecer como resultado de las gestiones del Deán de Cuenca Ferrer García. No podemos dar detalles porque como de costumbre toda la gestión fue verbal 19• Durante los últimos meses de 1329 y los primeros de 1330, tienen lugar los preparativos para la campaña contra Granada, cuyo comienzo se situaba en el próximo mayo. Aragón se compromete a colaborar con 20 galeras, cuatro de las cuales deben ser ligeras, y se convoca a diversos personajes para que acompañen al rey 20 • Es en este momento cuando empiei.an a surgir problemas; ciudades castellanas que se niegan a suministrar ayuda a las tropas aragonesas, y algunas de éstas que se niegan a obedecer a López de Ayala 21 • A pesar de estas dificultades, cuyo alcance es muy dificil precisar, la campaña iniciada por Castilla fue un éxito. Se ganaron algunos castillos y las localidades de Teba, Cañete, Ordales, Priego, durante el mes de marzo de 1330 22 • Al mismo tiempo que se desarrolla la campaña mencionada, no cesan las querellas entre Alfonso XI y sus súbditos rebeldes Juan Manuel y el señor de Lara. El primero desde su cargo de Adelantado de Murcia y el segundo desde el de Alférez Mayor. No podemos decir por qué causa concreta el rey les otorga un seguro. Como de costumbre el rey de Aragón sale fiador de que se cumplirá el compromiso 23• Es muy posible que esta nueva intervención pacificadora de Aragón sea consecuencia de las buenas relaciones castellano-aragonesas, en una fase completamente idílica; se intercambian regalos, cartas de amistad y noticias familiares 24 • El 18

CRD Alfonso 111caja 8. n. 0 1O11. Apéndice 177. Rg. 522 ft. 187/2. Rg. 541 fl. 26/v 53 y 53/v. 2º Rg. 5418. 34, 37 /v, 38/2, 52/v. &muyposiblequepara tratar de la guerra de Granada sean convocados Jaime y Pedro de Xerica, Ximeno Comel, Juan Ximenes de Urrea, Pedro de Luna, Pedro Cornel y Atho de entre otros. Durante todo el mes de mayo se dan diversas disposiciones para la preparación y reparación de naves, y también para que éstas estén provistas de los aparejos necesarios «exarcia». 21 Rg. 541 fl. 18/v. Alfonso IV decidido a que se cumpla este requisito ordena a Jofre Gilabert de Crui1les que se ponga de acuerdo con López de Ayala para que se ordene el cumplimiento de lo estipulado respecto a la ayuda que se debe prestar al ejército aragonés a su ~o por tierras de Castilla. Zurita l . VII cap. XI. Crónica de Alfonso XI LXXXIX: estas localidades corresponden a la actual provincia de Málaga. Cañete debe ser Cañete la Real. 23 Rg. 524 Os 239 y 292. Crónica de Alfonso XI. LXXXXIX. 24 Rg. 523 fts. 10 y 14/2 y 2. Alfonso XI recibe como regalo del aragon~ dos sillas de montar, dos piems de armadura y varia, prendas de vestir. id. 8. 82/v el rey Benigno recibe replos de los maestres de Montesa y Calatrava: dos yeguas y se le anuncia el envio de un caóallo. Además Alfonso de Aragón le al almirante de Castilla un caballo, un rocín jinete y 19

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almirante de Castilla Alfonso Jofre Tenorio se sintió muy espléndido. Según dice Alfonso de Aragón al dar las gracias por el regalo recibido, éste constaba de un rocín completamente enjaezado y ensillado, y espada adarga, bacinete y espuelas; tres pares de borceguies, una alcandona blanca, otra de seda y un alfarem del mismo tejido 25• Opinamos que muchos motivos de agradecimiento debía tener quien tan espléndido se mostraba. 5. TREGUA CON GRANADA. COMPLICACIONES ARAGONESASEN ITALIA La pérdida de Teba, Cañete y las demás plazas andaluzas fue un gran quebranto para Granada al extremo que pidió tregua durante un año, haciéndose también vasalla de Castilla. Alfonso XI accedió por sí y por Aragón, comportamiento que desagradó profundamente a este último, dispuesto únicamente a firmar la paz por separado. Una prueba de que Alfonso XI se tomó atribuciones que no le correspondían la tenemos en la circunstancia de que el rey de Granada le pide directamente si quiere adherirse a la paz y tregua, cosa a que Alfonso accede 26 • La tregua con Granada era algo ventajoso para Aragón a causa de las complicaciones surgidas en Italia; la revuelta sarda, obligó a Alfonso a dejar en segundo plano los asuntos granadinos para prestar la máxima atención a la isla de Cerdeña. Pero no debemos pensar que el abandono de la causa granadina fue total. Ni por un momento la actitud del rey Benigno es egoísta, sigue colaborando en todo. Con la mejor buena fe hace gestiones cerca del Pontífice y del rey de Francia, buscando apoyo económico y colaboración militar 27 • Al mismo tiempo promete diez galeras, aportación interesantísima si tenemos en cuenta la superioridad de la armada aragonesa sobre la castellana 28• Sobre los preparativos de la guerra de Granada se envía a Castilla a Andrés Martínez de Peralta con una desconocida misión. Sólo podemos dar testimonio de su viaje, porque el rey Benigno está extrañado de no dos «adara~as• de lanza, buenas, que son para él. Rg. 523 fl 83. Petición similar se le hace a Juan Martínez de Leyva Merino mayor: un caballo y una «adara~a•. 25 Rg. 524 fl. 154/v /2. 26 Rg. 562 fls. 199 y 199/v. La reacción de Alfonso IV ante el proceder del rey de Castilla al obrar éste de forma que podía ser todo como representante del monarca aragonés fue de disgusto. Esto que en algunas circunstancias no tendría demasiada importancia, la tuvo en el caso que glosamos, pues demuestra el cambio que había experimentado la dirección de los acontecimientos, pasando de manos aragonesas a las castellanas. La iniciativa que en todos momentos demuestra Alfonso XI es un proceder opuesto a las iniciativas de Jaime 11 ace~tadas por sus contemporáneos castellanos. 7 Rg. 562 fls 99/v/2 199 y 199/v. Rg 524 tl. 295. Giménez Soler. La Corona de Aragón y Granada pg 154 y sig. Las negociaciones para la firma de la paz tienen lugar entre febrero y julio de 1331. Crónica de Alfonso XI: XCL. Durante este período hay indicios de que Granada prepara una incursión por tierras de Valencia. El rey se lo comunica a su almirante Jofre Gilabert de Cruilles, a la vez que le pide noticias sobre este supuesto a la vez que la guarda de la frontera. Rg. 533 fl 150/v. En términos parecidos se escribe a Bernardo de Saniá sobre la defensa de Alicante. id. fl. 1S 1. 28 Zurita, L. VII cap. XI. Miret y Sans Negociacions diplomatiques d' Alfons 111amb el rei de Fran.;a pera la croada contre Granada 1328-1332. An inst. d'Estudis Catalans 1908, pag 265-333.

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RELACIÓNCASTELLANO-ARAGONESA

tener noticias de sus gestiones y las reclama por medio del portador de dicha carta (2 enero 1331) 29 • Apéndice 178. No tenemos noticia de la contestación de Martínez de Peralta, pero sí sabemos lo que respecto a la guerra comunica directamente Alfonso XI. Confía mucho en la colaboración aragonesa así como con la de Juan Manuel 30 • Apéndice 179. A pesar de tanto preparativo, la guerra contra Granada sufre un aplazamiento. Castilla no puede aceptar la fecha de marzo propuesta por Aragón a causa de los muchos gastos que le ha producido la constante defensa de los ataques granadinos, que sin llegar a guerra abierta, han supuesto un gran quebranto, puesto que hasta el presente, las escaramuzas no han cesado. Respecto a la firma de la paz representando al rey de Aragón, el de Castilla se sincera diciendo que a pesar de los'avances granadinos, nunca ha querido recibir a los enviados del monarca musulmán a pesar de que estos buscaron intermediarios que facilitasen las entrevistas 31 • Apéndice 180.

El aplazamiento de la campaña es aceptado por Aragón, pero no deja de solicitar de Castilla que procure comenzarla lo antes posible, que le avise para poder actuar conjuntamente. El intercambio de enviados prosigue, lástima que en la mayor parte de las veces se tratan los asuntos verbalmente, sin que los embajadores de tumo reciban instrucciones escritas. Así no podemos saber qué misión debía llevar a cabo en Aragón Lope Díaz de Rufas, pero la podemos deducir de la respuesta encargada a Sancho de Tovia. Debe pedir una carta mediante la cual el rey Benigno pueda acreditar ante sus vasallos el aplazamiento de la guerra 32• Contemporáneos de las negociaciones para lograr un emplazamiento de la guerra contra Granada tuvo lugar una invasión sarracena en el reino de Valencia. La entrada se realizó por Orihuela, llegando la incursión hasta Guardamar, localidad que fue quemada y saqueada el día de San Lucas, o sea el 16 de octubre. También corrieron peligro otras localidades pues contando con la tregua existente su defensa estaba harto descuida-

da 33.

No podemos saber cuál era la misión encomendada a los enviados aragoneses Juan Ruíz de Moros y Ruy Pére~ de Alma~án que van a Castilla 29

Rg 562 8s 186, 187, 189/v 1-XII-1329 y 2-1-1231. En esta última carta Alfonso reclama noticias acerca del resultado de su embajada. Debe contestar por medio del correo portador de dicha carta. La respuesta la da el mismo rey de Castilla. Ha recibido propuestas de paz de Granada y para que tenga conocimiento de todo le envía a Roi~ de Moros. _CRD Alfonso III ca~ 11 n. 0 1427. Sevilla 20-111-133.Apéndice 178. 30 CRD Alfonso III caja 11 n. 0 1406 y 1416. En este momento las relaciones AragónCastilla se desarrollaban en un clima de gran placidez pues en estas fechas de primeros del año 1331, el rey de Castilla y su almirante Alfonso Jofre Tenorio reciben como obsequio «tres falcones numesinos e uno lebrel» con sus halconeros Mateo Ginoy y Bernardo Oriol. Rg. 524 8 194, 23/3. Apéndice 179. 31 Rg. 562 ft 208, 209 y 90. Apéndice 180. 32 Zurita L VII cap XV. 33 Rg 525 fls 61 61 /v 1 y 2. Además del rey se notifica el viaje a la reina Mana a Beatriz de Portugal a Isabel reina vieja de Portugal o sea Isabel la esposa de Dionis, Juan de Leiva Adelantado de Castilla, Ferran Rodrlguez prior de Santiago, Alfonso Jofre Tenorio Almirante de Castilla y otros cargos de la corte castellana. 6-IX-1331.

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consultar antes al arzobispo de Zaragoza y a los hombres buenos de Aragón y Cataluña 39 • Sencillamente un compás de espera. Con objeto de aclarar la postura aragonesa frente a Granada y más que nada concretar los extremos y compromisos inherentes a la colaboración aragonesa, salieron hacia Castilla los embajadores Juan Ruíz de Moros y Rui Pérez de Alrna~án, con la misión de no comprometerse a una intervención directa, buscando al mismo tiempo que el aplazamiento de la guerra contra Granada, diese la sensación de un deseo de colaboración con Castilla. Los asuntos con Génova aconsejaban tal decisión. Los emisarios debían procurar una entrevista -entre ambos monarcas. Alfonso XI accede y desea que la reunión tenga lugar entre Molina y Albarracín. La misión de Rufz de Moros y Pérez de AlmmD no debió ser fácil ni agradable; decimos esto considerando el tiempo que permanecen en Castilla. Reciben las tn5tnrcciones el 12 de julio y el 13 de septiembre, aún en Castilla, no han podido averiguar qué partido tornará Alfonso XI acerca de lo que le han expuesto. De esa lentitud procura sacar partido el rey aragonés, recomendando a los emisarios, que aparte procurar obtener una respuesta, regresen cuanto antes, aprovechando estas circunstancias para lograr que las proyectadas vistas no lleguen a celebrarse. «E pus conoscedes que la vista escusa el rey de Castiella, dat a este lugar cuanto podredes que se escusa queja sabedes por quantas razones cumple que se ascusa quanto al tiempo dagora». &tas son las palabras de Alfonso de Aragón. No necesitan comentario 40 • Apéndice 181. Algo que desconocemos debió ocurrir cuando el 1O de octubre todavía los embajadores en cuestión estaban en Castilla. En dicha fecha les escribe el rey diciendo que recuerden que el principal motivo de su viaje fue procurar que Castilla «echase la tregua a los Moros», pero que si Alfonso XI no quiere hacerlo regresen enseguida. En postdata y en tono un poco agrio, les comunica que no está de acuerdo con las vistas, pues considera que sólo serían necesarias en caso de «gran misión». Pero conciliador como siempre, a pesar de que está muy molesto porque no ha accedido a las vistas entre ambos soberanos, se muestra dispuesto a acudir si en aras de la armonía se considera necesario 41 • No podemos afirmar si fue realmente por haber seguido los consejos aragoneses, como pretendió Alfonso XI o por haber mediado otras circunstancias, Granada al ser requerida para el pago de las parias pendientes contestó con una incursión por tierras de Caravaca. Se robaron ganados, hubo talas e incendios, y en consecuencia la frontera quedó guarnecida de jinetes 42 • &to tiene lugar a mediados de noviembre de 1332. 7. GIBRALTAR Las acometidas granadinas contra Castilla revistieron mayor impor39 40 41 42

Rg Rg Rg Rg

526 562 534 534

8. 224 Rg 533 ft. 186/2 Zurita nota anterior. 8 232. Apéndice 181. ft 68/v/3 CRD Alfonso In caja 14 n. 0 2070. 15..x1 y 4-XII-1332. fl 117/v CRD Alfonso 111caja 14 n. 0 2010.

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«por algunas cosas que son a nos muy necesarias•. Por los personajes a quienes va dirigido el anuncio de dicha embajada los asuntos a tratar debían ser importantes. Posiblemente tengan relación con los ataques granadinos al reino de Valencia que acabamos de comentar, y más nos inclinamos a esta solución si recordamos que los ataques granadinos tuvieron lugar en período de tregua (6-XI- 1333) 34• 6. REANUDACIÓNDE LA GUERRACONTRAGRANADA Hemos comentado la petición de tregua por parte de Granada a raíz de la pérdida de Teba, Cañete y otras plams, y también la campaña de Alfonso de Aragón a raíz del rompimiento de dicha tregua por parte de Granada. También sabemos que a aausa de la rebelión sarda y la preparación de una armada contra Génova, Aragón vio con gusto el aplammiento de las hostilidades. V. nota 3. Debido a estas circunstancias las primeras noticias acerca de la preparación de la guerra, pertenecen a enero de 1332, cuando Sancho de Tovia va a notificar que Alfonso está de acuerdo en apla7.ar la guerra hasta marzo del año siguiente o sea 1333 como plazo mínimo, pues el cambio de fechas solo podrá ser aceptado si es posterior. Pero para demostrar plenamente que es fuerza mayor lo que obliga a una demora en su intervención en la guerra, Alfonso no tiene inconveniente en que si los castellanos quieren practicar por su cuenta «Guerra guerreiada», puedan hacerlo. Con esta medida se mantendrán unas hostilidades más o menos esporádicas, en espera de llevar a cabo una campaña formal 35 • Una prueba fehaciente de que la guerra se preparaba son las negociaciones que entablan directamente el almirante castellano Alfonso Jofre de Tenorio y el rey de Aragón 36• Una incursión granadina por tierras valencianas que culminó con el cerco de Elche, el 1 de abril de 1332, pudo hacer variar la postura de inhibición del rey aragonés, de no haber sido levantado dicho sitio, al tener noticia de que el rey se preparaba para acudir en socorro de dicha localidad 37• El ataque a Elche se producía al mismo tiempo que otros dirigidos contra Castilla y se comem.aba a temer por la suerte de Gibraltar. Alfonso XI, pensó aprovechar el momento de peligro que experimentaba Aragón, para obtener una clara colaboración de parte aragonesa. Con esta finalidad se envía a Rui Páez de Almazán a primeros de abril 38• El interés de Castilla acerca de la colaboración aragonesa, lo demuestra el hecho de que además Alfonso XI insiste por carta sobre lo mismo, preguntando abiertamente y con gran interés cuál seria la postura aragonesa. A esta pretensión el rey Benigno contesta que nada puede decidir sin 34

Rg 562 fl 208. Esta embajada Zurita la da como correspondiente al año siguiente o sea

1333.

35 Rg 523 fl. 91/v/2. No podemos decir de qué se trataba pues las negociaciones se llevaron a cabo por medio del escudero castellano Juan López. 36 Rg 526 8. 162/v. 37 Zurita L VII cap XVIII. 38 Rg 526 fl 186 Zurita nota anterior.

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tancia y virulencia que las dirigidas contra tierras aragonesas. Se comprende esto fácilmente, considerando la situación fronteriza. La lucha por la posesión de Gibraltar no cesa de tener actualidad, y en los momentos que glosamos, Granada pide ayuda a Marruecos. Con ayuda del marroquí, Granada puso sitio a dicha plaza, en poder de Castilla desde el reinado de Femando IV. El sitio comienza en febrero de 1333 en circunstancias muy criticas para Castilla, en dichos momentos, ocupada en reducir las rebeldías de Juan Manuel y Juan Núñez. El rey de Aragón estaba enfermo, pero a pesar de esta circunstancia, el concurso de Alfonso no dejó de prestarse, especialmente contribuyendo a la vuelta a la obediencia de los díscolos personajes 43 • Apéndice 182. Y en cuanto a colaboración guerrera permitiendo que súbditos aragoneses colaborasen en la empresa de Gibraltar, en grave situación en aquellos momentos, sitiada por mar y tierra por el sultán de Marruecos Abd-al-Malich 44 • Apéndice 183. La colaboración aragonesa a la defensa de Gibraltar, tuvo como protagonista a Jaime de Xérica. Y respecto a la forma en que se prestó dicha colaboración, desistimos del parecer, mejor dicho del testimonio del siempre veraz Zurita quien dice que Xérica fue enviado a Castilla por su soberano, después de que Alfonso XI le pidió auxilio especialmente naval. En realidad los documentos nos dicen que Xérica espontáneamente, fue a ofrecerse a Alfonso XI, sin que mediase permiso de su soberano. De no ser así no tendría razón el perdón que éste le otorga 45 • Apéndice 184. Mientras tenían lugar los preparativos para llevar ayuda a Gibraltar, su defensor Vasco Pérez de Leyva la entregó al sultán de Marruecos cosa insólita, pues no había motivos para tal determinación pues la plaza estaba avituallada y constaba de una guarnición suficiente para resistir hasta la llegada de tropas de socorro. Estos acontecimientos pertenecen al mes de julio de 1333 46 • La reacción lógica de Castilla ante dicha pérdida, fue dirigir todos sus esfuerzos para procurar la recuperación de tan codiciada e interesante plaza. Tal actividad comienza por un asedio. En éste jugó un importante papel el aragonés Jaime de Xérica. Así se deduce de las noticias de un tal Corbalán al rey de Aragón 47 • Apéndice 185. Muestra del predicamento del noble aragonés en el sitio de Gibraltar nos lo ofrece la embajada que manda al rey de Aragón, confiada a Bartolomé Sánchez, con objeto de pedir socorro de galeras. Tal petición la hace junto con Xérica el almirante castellano Alfonso Jofre de Tenorio. Por medio de un emisario, Xérica da consejos a su soberano sobre la forma en que debe contestar a dicha petición, que se formula después de que Xérica estuviese al corriente acerca de la gran necesidad de armada que tiene Aragón a causa de la 43

Crónica de Alfonso 111 cap. XI CVII CXI y CXII. Juan Manuel DXIV. CRD sin si~atura que no hemos podido identificar. Apéndice 182. 44 CRD Alfonso 111caja 19 n. 0 2270. Real sobre Gibraltar. 9-Vl-1333. Apéndice 183. 45 Rg 527 fls. 122 23-Vl-1333. Apéndice 184. 46 Crónica de Alfonso 111cap. XI, CXI, CXIII, CXIV, CXV, CXXI. Zurita libro VII cap. XVIII. 47 CRD Alfonso 111caja 19 n.0 2330, 2331. Cerca de Gibraltar 8-VII-1333. Juan Manuel doc. DXIV/2. Apéndice 185.

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guerra con Génova. Pero como según la opinión de Xérica la situación castellana necesita una urgente colaboración a causa de su gravedad, recomienda que a ser posible se haga un esfuerzo 48• La contestación aragonesa llega formulada según las indicaciones de Xérica. Tales sugerencias dan como resultado que el rey de Aragón adopta el socorrido método de nadar y guardar la ropa. Dice tener todas las naves ocupadas, pero dispuesto a colaborar anuncia gestiones cerca de Barcelona y Valencia rogando a dichas ciudades envíen al &trecho todas las naves armadas de que dispongan. Alfonso de Aragón muy protocolario da esta contestación al monarca castellano en lugar de enviarle a quienes le hicieron la petición de ayuda 49 • Apéndice 186. Desde luego podemos afirmar que fue atendida y la noticia dada a Alfonso XI no fue una fórmula de cortesía para salir del paso y dejar en buen lugar a los almirantes. El Bayle General de Valencia recibe orden de que las galeras se pongan en condiciones para ser entregadas y el Maestre Racional debe atender a los gastos que tal medida ocasione 50• 8.

ABANDONO DEL CERCO DE GIBRALTAR. ACTUACIÓN DE LA NOBLEZA CASTELLANA

El sitio de Gibraltar tuvo que levantarse y la situación se regularizó mediante la firma de treguas con Granada y con Marruecos 51• En la paz con Granada, Castilla sufrió un grave quebranto, pues además de admitir la pérdida de Gibraltar, tuvo que hacer lo mismo respecto a las parias y el reconocimiento de vasallaje 52• También Granada por su parte solicitó treguas con Aragón, medida debida a los acontecimientos interiores; el asesinato de Mohamed IV y la subida al trono de Yusuf l. Alfonso de Aragón no quiere firmar dicha paz si en ella no entra Castilla 53 • Apéndice 187. También por su parte Alfonso XI quiere que Aragón entre en la paz que él celebra con Marruecos. Para negociar este asunto viaja a Aragón el deán de Salamanca. Alfonso de Aragón accede, aunque hace constar que el asunto no le interesa directamente a causa de que sus tierras no «comarcan con Marruecos»; firma por entender que así favorece a Castilla 54 • Todo ello así como el interés del rey Benigno de que en sus estados sea respetada la tregua con Granada ss, no es más que un compás de espera, durante el cual ambos contendientes preparan sus posiciones: la última tentativa marroquí para dominar terrenos peninsulares y el lógico interés cristiano por impedirlo. Son los preparativos para la invasión benimerin y su consiguiente rechazo. Aunque Gibraltar podía considerarse perdido después de la defección 48 49 50 51 52 53 54

CRD Alfonso 111 caja 16 n. 0 2336. Rg 534 8 199/v/3. Rg 528 8 167. Rg 529 8 17/v. R 555 8 14. Apéndice 186. Rg 535 8 50/2. Crónica de Alfonso XI cap CXXVI. Rg 544 fl 36. Teruel 18-11-1334. Apéndice 189. Rg 529 8 43. CRD Alfonso 111 caja 22 n. 0 2644. Apéndice 187. CRD ~onso 111caja 22 n. 0 2611. 20-IV-1334. Anuncio del envío del Deán de Salaman-

ca. 55

Juan Manuel pg. 105 y sig.

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de Vasco Pérez de Leyva, en la decisión de levantar el sitio tuvo gran importancia el comportamiento de los nobles descontentos; Juan Manuel, el señor de Lara y Juan Alfonso de Haro señor de los Cameros. Al comenzar el sitio de Gibraltar y llegar las demandas de socorro de su alcaide, Alfonso XI opinó seria cosa muy peligrosa acudir en auxilio de la plaza, dejando en Castilla a los nobles enemistados que no dejarían de aprovechar la ocasión para encender la lucha. Buscando un apaciguamiento en especial en lo referente a Juan Manuel, envió emisarios sobre las posibles negociaciones sobre el caso del matrimonio de Constanza Manuel. Prometió avalar su palabra con rehenes. Todo buscando colaboración para el sitio de Gibraltar. Juan Manuel respondió a dichos requerimientos cumpliendo con su deber. Quiso someterse, pero no gratuitamente. Impuso condiciones, y para dilucidar el caso pidió celebrar vistas con el rey a las que debía asistir su cuñado el rey de Aragón. La entrevista tuvo lugar en Villaumbrales con pleno éxito y en la concordia resultante, entró también el señor de Lara Juan Núñez. Tan buena disposición duró unas pocas horas. No se sabe por qué conducto el señor de Lara tuvo malas noticias sobre su persona, y tuvo miedo de ser asesinado. El mismo temor se apoderó de Juan Manuel y ambos abandonaron el teatro de las vistas y fueron a refugiarse en sus respectivas villas de Lerma y Peñafiel. A esta ciudad como huésped de su vasallo, acudió el rey para convencerle de su asistencia al sitio de Gibraltar 56. Los señores de Lara y de Cameros recibieron del rey un trato menos condescendiente que el que se aplicó a Juan Manuel. Estos no aceptaron condiciones. La paz se celebró únicamente con Juan Manuel actuando como mediador el arzobispo de Burgos 57• La poca seguridad que daba la actitud de los citados personajes decidió el levantamiento del sitio. Ante esta situación Juan Manuel tuvo miedo de que los ataques granadinos se dirigiesen contra Murcia, por no estar dicha región expresamente nombrada en el tratado de paz firmado. Se dijo que estos rumores quedaban confirmados a raíz de unas correrías granadinas por el campo de Lorca, con las amenazas de sitiar a dicha villa y a Cartagena. Dichas correrías que en realidad existieron, no fueron espontáneas, sino una respuesta a previas incursiones del Adelantado en territorio granadino, seguramente con el fin de dar veracidad a sus temores de que la paz con Granada la celebró el rey con el único fin de tener las manos libres para proceder contra sus vasallos rebeldes. De acuerdo con semejante línea de conducta, Juan Manuel intenta que el rey de Aragón se alarme ante la repercusión que una invasión de Murcia pueda repercutir en el reino de Valencia 58 • No sabemos hasta qué punto el rey de Aragón tomó en consideración tales noticias, pero algo peligroso debía ver cuando recomienda a Alfonso XI que dejando a un lado las discordias con los nobles, acuda a socorrer 56

Crónica de Alfonso XI cap. CXXII y CXXV.

s7 Rg 544 t1 37. Mano 1334. Apéndice 190.

58 CRD Alfonso 111caja 22 n. 0 2666 y 2673. Sancho Manuel hijo de don Juan escribe al rey desde Lorca. También a Jaime de Xerica.

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RELACIÓN CASTELLANO-ARAGONESA

Cartagena y Lorca 59 • Hasta aquí parece que la estratagema de Juan Manuel daba sus frutos, pero en realidad todo debía quedar en su punto exacto, cuando Alfonso XI asesora a Alfonso IV diciéndole que no se alarme, que nada hay que temer, pues como Murcia le pertenece, queda incluida en la paz general celebrada con Granada a raíz del abandono del cerco de Gibraltar. Además está al corriente de la verdad de lo sucedido, el ataque granadino es una represalia de los cristianos 60 • Apéndice 188. El tortuoso procedimiento de Juan Manuel quedó al descubierto. A partir de este momento hasta la muerte de Alfonso de Aragón en enero de 1336, los contactos entre ambos reinos se reducen a asuntos de índole familiar. Se trata de intervenir cerca de Alfonso XI en sus relaciones con Leonor de Guzmán. Por otra parte comienzan a entrar en juego las desavenencias entre la reina de Aragón hermana del rey de Castilla con sus hijastros a causa de las donaciones hechas al infante Femando hijo del segundo matrimonio del rey Benigno con Leonor de Castilla. Leonor antes de enviudar en una entrevista con su hermano el rey de Castilla busca apoyo ante la hostilidad de su entenado, el futuro Pedro el Ceremonioso 61 •

59 60 61

Rg 529 fl 52. CRD Alfonso 111 caja 23 n. 0 2697. Apéndice 188. Rg 536 fl 16/l. Juan Manuel doc DXXVIII.

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CAPITULO V

PEDRO IV Y ALFONSO XI (1336-1350)

1.

CONFLICTOS A CAUSA DE LAS DONACIONES DEL REY ALFONSO IV A LOS HUOS DE LEONOR DE CASTILLA. ALFONSO XI NO SE COMPROMETE A AYUDARA SU

HERMANA

A la muerte del rey Benigno, a la juvenil edad de 37 años, los destinos de la Corona de Aragón, pasaron a manos de Pedro el Ceremonioso, hijo de la primera esposa de Alfonso, Teresa de Entenza. El largo reinado de Pedro, 1335-1387, fue contemporáneo de cuatro monarcas castellanos; los últimos años de Alfonso XI, la totalidad de los reinados de Pedro el Cruel y de Enrique de Trastamara, y buena parte del de Juan I, aunque en realidad, durante el reinado de este último, nada interesante ocurriese para el asunto que nos ocupa. En la primera parte del reinado de Pedro, o sea la que corresponde al del castellano Alfonso XI, que termina en 1350, las relaciones entre ambos reinos giran alrededor de las querellas familiares entre Pedro y su madrastra, a causa de las múltiples donaciones que el rey Alfonso hiciera a los hijos nacidos en su segundo matrimonio con doña Leonor de Castilla, la hija de Femando IV que estuvo prometida al infante Jaime, el heredero aragonés que profesó en una orden religiosa. La mala inteligencia que hubo desde un principio entre el primogénito aragonés y su madrastra, fue causa principal de que esta buscase heredar a sus a sus hijos en los estados paternos, para poder hacer frente a los ataques del hermano. En esta política, estaba la reina ayudada e inspirada por doña Sancha Canilla, ya que la acompañó al casarse. El primer obstáculo que había de vencer, para que fuesen reconocidas las donaciones citadas, era desvirtuar la promesa que hiciera el rey antes de contraer segundas nupcias de no enajenar bienes de la Corona. Para salvar este obstáculo, la reina obtuvo del papa un rescripto, mediante el cual este encargó a los obispos de Valencia y Lérida y al patriarca de Alejandría, el infante don Juan, hermano del rey, se cerciorasen de si la voluntad de Alfonso al comprometerse a no enajenar bienes de la Corona,

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fue considerar si quedaban incluidos en tales extremos la reina Leonor y los hijos que de su matrimonio con dicha señora, pudiesen resultar. Y en el caso de que el rey opinase no haber sido esta su intención quedase absuelto del juramento, pues era natural que los hijos participasen de los bienes del padre, y no era cosa nueva que los reyes usasen de tal liberalidad con sus esposas e hijos. Resultado de tan hábiles maquinaciones fue el heredamiento que se hizo al infante Femando, de la ciudad de Tortosa, con el título de marqués, seguido de los de Alicante, Elda, Novelda, Orihuela, Guardamar y Albarracin junto con sus aldeas. Según opinión de Zurita, que compartimos plenamente, la importancia de estas villas era más que por su calidad intrínseca, por su situación en las fronteras del reino, circunstancia que hacía las donaciones doblemente peligrosas. Pero después de muchas protestas, los ricos hombres las aceptaron y juraron al rey ayudar al infante Femando a conservar dicha donación. Poco después pasaron a manos del hijo de Leonor, Játiva, Alcira, Murviedro, Castellón y Burriana. Tal perjuicio al patrimonio real, fue causa no solo del levantamiento de los afectados, mas de todo el reino de Valencia, decidido a que los oficiales reales no pudiesen llevar a cabo su cometido 1• Mientras estaban en pie las discusiones alrededor de las donaciones reales al infante Femando, el rey Alfonso, adolecía de grave enfermedad. La reina Leonor, procuraba que sus partidarios se apoderaran de algunos castillos fronterizos con Castilla, con objeto de tener oportunidad de dar entrada a las gentes de su hermano si tenia necesidad de su ayuda para obligar a su entenado a mantener en vigor todas las donaciones de su padre. También con esta medida buscaba la reina seguridad personal, para el caso de que arreciase contra ella la persecución del hijastro. Se trataba de los castillos de Verdejo y Somet, en la frontera aragonesa, que después de muchas vicisitudes cuya narración consideramos gratuita, fueron retenidos por el infante Pedro, en el momento en que compañías de gentes armadas castellanas, llegaban a la frontera dispuestas a hacerse cargo de las mencionadas fortale7.aS.&to ocurría a mediados de enero de 1336, pocos días antes de la muerte del rey Benigno, acaecida como sabemos el 24 de dicho mes. La reina no estaba junto a su esposo, ocupada en abastecer los castillos de su hijo, y buscando residir en algún lugar fronterizo desde donde pudiese pasar fácilmente a Castilla si así lo considerase necesario para su seguridad personal. La muerte del rey Alfonso, sorprendió a su esposa camino de Fraga. Desde esta ciudad quiso pasar a Tortosa, pero evitando la persecución de su hijastro, por la sierra pasó a Teruel y Albarracín; etapas de su camino a Castilla, donde pasó acompañada de don Pedro de Xerica. La marcha de la reina Leonor de Castilla, no se llevó a cabo por ruptura con su hijastro, pues antes de salir de territorios aragoneses, y el conocerse la muerte del rey Alfonso, Leonor envió a su hijastro al rnayordomo mayor, Gonzalo García, a participar que toda su intención era de obrar de acuerdo con él y el interés de ambos y de la tierra. Para que esto pudiera llegar a suceder rogaba la reina viuda a su entenado, quisiese este no prestar oídos a las muchas personas cuyo afán 1

Zurita. lb VII cap. XVII.

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RELACIÓN CASTEU..ANO-ARAGONESA

era únicamente poner cizaña entre ambos. Pero la concordia no iba a ser cosa fácil, puesto que las donaciones hechas al infante Fernando no se habían confirmado a la muerte del rey Alfonso, y los que tenían los castillos y ciudades objeto de dicha donación eran partidarios acérrimos del nuevo monarca 2• Ante tales disposiciones, la reina Leonor viendo cosa dificil, mejor dicho imposible, que el rey Pedro reconociese las donaciones hechas por el rey difunto a sus hijos, pensó que Alfonso XI su hermano, se encargase de defender su causa. El embajador castellano que fue a interceder por la causa de Leonor, López de Toledo, estuvo en Aragón durante el mes de marzo de 1336. En respuesta, salió al mes siguiente el aragonés Juan Ruiz de Moros, encargado de notificar que el rey de Aragón estaba dispuesto a tratar con toda clase de consideraciones a su madrastra y hermano; pero en todo lo referente a confirmar las donaciones paternas, Pedro no se comprometía a nada; es más decía claramente que tales pretensiones no tenían fundamento legal alguno, pero que deseando cumplir estrictamente lo que tuviere por obligación, estudiaría el caso. No se puede negar, desde luego, que la intención del rey de Aragón, alentada por sus consejeros y allegados, era no comprometer el patrimonio real. La situación en que se encontraba en aquellos momentos Alfonso XI, no era de lo más propicio para que intentara luchar con el hijastro de su hermana defendiendo las intereses particulares de ésta; estaba en su mayor apogeo la rebeldía de don Juan Núñez encerrado en su villa de Lenna. Contaba también como enemigo a don Juan Manuel, parapetado en su castillo de Garci-Muñoz, a causa de la negativa de Alfonso a consentir en el casamiento de Constanza, hija del noble castellano, con el heredero de Portugal. Esto unido al comportamiento del rey de Castilla con su esposa, la infanta portuguesa, Doña María, determinó que Dionís se confederase con los rebeldes castellanos. Cuando don Juan Manuel tuvo noticia del cerco de Lerma, se dirigió desde Garci-Muñoz a Peñafiel, pensando desde allí ayudar a su amigo el señor de Lara, temiendo que la frontera portuguesa, seria hostilizada por el monarca del vecino país. En efecto, Badajóz fue cercada, pero pronto se levantó el sitio, de tal manera que temeroso don Juan Manuel de que el rey tomase Lenna y luego se dirigiese contra Peñafiel, abandonó esta villa cautelosamente, dirigiéndose por lugares extraviados a Aragón. Esto fue causa de que Alfonso XI prestase toda su atención al cerco de Lerma, que se rindió, haciendo las paces el rey y don Juan Nuñez. También don Juan Manuel acaba reconciliándose con su soberano. Todo esto ocunió durante el verano de 1336 3• Al mismo tiempo que los acontecimientos castellanos que acabamos de narrar, Pedro de Aragón iniciaba sus tareas de gobierno, reuniendo cortes a catalanes y valencianos, para ser jurado como rey por sus súbditos. Estando en Valencia ocupado en tales actividades, llegó un embajador de Castilla, Juan Ruíz de Gaona, encargado de presentar un extenso 2

3

Zurita. Lb VII cap. XXVII. Zurita. LB VII epa, XXX Crónica de Alfonso XI CLXX y CLXXII.

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capitulo de reclamaciones contra una serie de atropellos de que se decía víctima la reina viuda doña Leonor. La respuesta dada por el Ceremonioso, fue diplomática pero muy dura; las donaciones que se pretendía confirmara no quiso acceder a ello, alegando que no se podía exigir lo que únicamente dependía de su liberalidad. Y en cuanto a reclamaciones de otra índole, se escudó siempre en haber intentado salvaguardar ante todo la jurisdicción y presminencia reales. El tono de estas respuestas, según opinión de Zurita desagradó sobradamente al rey de Castilla, hasta el punto que se hubiese llegado a una guerra de no encontrarse ocupado en la represión de las rebeldías de don Juan Manuel y de don Juan Núñez de Lara 4 • Cuando Alfonso XI tuvo las manos libres para actuar a causa de haber vuelto a su gracia los personajes aludidos y haberse firmado treguas con Portugal por mediación de legados pontificios, los obispos de Rennes y Rodez, tampoco se dispuso a defender abiertamente con las armas la causa de su hermana. Movimientos de tropas musulmanas mejor dicho benimerines buscando el rompimiento de la tregua que tenían con Castilla fue la principal causa de que Alfonso procurase solucionar el pleito de su hermana con su hijastro Pedro el Ceremonioso, mediante una negociación 5• A pesar de su postura intransigente, también el Ceremonioso deseaba resolver pacíficamente el conflicto que suponía la fuga de la reina Leonor en busca del apoyo de su hermano Alfonso de Castilla y el más dificultoso de las donaciones de su padre a sus hermanos los infantes Fernando y Juan. También estaba en juego la conducta de Pedro de Xerica, acompañante y protector de los fugitivos. Al estar de acuerdo los representantes de los dos personajes en litigio en buscar una solución pacífica, se llegó al nombramiento de dos compromisarios, estos fueron por parte de la Reina Leonor Juan Manuel y el Ceremonioso nombró para tan delicada misión a su tío el infante Pedro, conde de Ribagorz.a y Ampurias. En la reunión de ambos personajes en Daroca en fecha indeterminada de otoño de 1337 se tomaron los siguientes acuerdos, Pedro de Xérica obtenía el perdón real, a cambio de libertar a quienes tenía presos en su poder desde cuando intentaban impedir la fuga de la reina Leonor y los infantes. &tos eran personajes, Bernardo de Cabrera Gilabert de Cnülles y Lope de Gurrea. La parte correspondiente a las donaciones de Alfonso el Benigno a su esposa, y a los infantes Fernando y Juan fueron objeto de trato diverso. A la Reina se le confirmaron las donaciones de su esposo, pero únicamente en el disfrute de las rentas, reservándose el monarca la jurisdicción. Al infante Juan se le reconoce la posesión de las localidades de Castellón de la Plana, Burriana y Liria pero con la salvedad de que si el rey le convenía, pueden ser cambiadas por algo que tenga el mismo valor 6 • El cumplimiento de estos extremos, ofrecía múltiples dificultades, a causa de la actitud del Ceremonioso que ya sabemos no estaba de acuerdo 4 5 6

Zurita LB VII cap. XXXII de lo que el rey de Castilla envía decir al de Aragón. Crónica de Alfonso XI cpt. VII y CLXXXVI. Zurita. LB VII cap XL y XLII. Concordia entre Pedro el Ceremonioso y Pedro de Xerica cómplice de la fuga de la reina Leonor a Castilla.

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con tal solución, pero se veía obligado a su aceptación debido a las circunstancias. Lo mismo que Castilla, veía con recelo los movimientos de los Benimerines, quienes en posesión de Algeciras y Gibraltar tenían base suficiente para iniciar una campaña por toda Andalucía, no descartando la posibilidad de que fuese atacada la costa de Valencia. La pretensión de Alfonso XI de que el asunto de su hermana y sobrinos se solucionase con presteza, debió ser así al principio, pero el desarrollo de todo el trámite legal no deja de encontrar obstáculos. El 6 de marzo de 1339 se confirman las donaciones del rey Benigno a la reina Leonor y a sus hijos 7 • Apéndice 191. Esta sentencia no fue del agrado del Ceremonioso que como sabemos aceptó los acuerdos de Daroca forzado por las circunstancias pero siempre intentó desvirtuar dichos acuerdos. Según Zurita 8 , hubo reclamaciones al efectuarse la entrega de Castellón de la Plana, Burriana y Liria al infante Juan. Dichas localidades protestaron pues no deseaban salir de la jurisdicción real. Como en los acuerdos de Daroca se especificaba que el Ceremonioso podía proponer una permuta; Pedro hizo uso de esta cláusula para dar gusto a los habitantes de dichas localidades y al mismo tiempo arreglar las cosas a su manera. La solución del caso se puso en manos de los infantes Pedro y Ramón Berenguer tios del Rey. El 30 de agosto de 1339 dichos personajes pronunciaron una sentencia arbritral en virtud a la cual Ramón Berenguer conde de Prades, consintió en ceder al infante Juan Elche y Crevillente, con las mismas condiciones en que dicho infante tenía Castellón y Liria; la primera en franco alodio y la segunda «a feu honrab. Pero como dichas localidades rentaban más que los que eran objeto del trueque, para equilibrar las cosas, el infante Juan se vio obligado a ceder Burriana, renunciando al legado paterno. El infante Ramón Berenguer recibió compensación a su cesión de las citadas localidades, Almenar en Cataluña y Coslada en Valencia. En realidad en la citada concordia no quedaba tratado y por lo tanto sin resolver, todo lo relativo a las concesiones hechas a la reina Leonor por su esposo el rey Benigno. Es natural que esta buscase el apoyo e intervención de su hermano el rey de Castilla. Ya sabemos el poco deseo del Ceremonioso de liquidar este asunto, que le obligaba a desprenderse de algo. Al mismo tiempo convencido de que su actitud era insostenible, se decidió a enviar a Castilla a su tío el infante Pedro para que de acuerdo con Alfonso XI buscase una solución a las diferencias con su madrastra Leonor, en octubre de 1339, o sea después de la sentencia arbitral pronunciada por los infantes aragoneses. De la entrevista mencionada salió la solución del asunto de Leonor. Obtuvo la posesión de las rentas de Huesca, Calatayud, Játiva, Morella, Castellón, Murviedro, Alcira, Montblanch y Tárrega, que le habían sido asignadas como dote por su esposo 10• Es muy posible que fruto del entendimiento del infante Pedro con el monarca castellano sea la aceptación del Ceremonioso de la sentencia 7 8

Zurita, LB VII, cap. XLII. Crónica de Alfonso XI cap. CLCIV. 9 Pergamino de Pedro 111carpeta 243 nº 446 C R C Pedro 111Caja 28, nº 3441. Zurita LB VII caps: V, VII, VIII, XXVI, XXXII y XXXIX. IO Zurita LB VII cap XLVII. Concordia por la donaciones a la reina Leonor.

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pronunciada por los infantes Pedro y Ramón Berenguer respecto a la permuta de la posesión asignada al infante Juan, 11 de septiembre de 1340 11• Pocos días después, el 17 de octubre, la reina Leonor como representante de su hijo el infante Juan recibe Elche y Crevillente en virtud de la permuta mencionada. En cuanto a la renuncia que debía formalizar el infante en cuestión de las donaciones hechas por su padre, tuvo lugar el 17 de enero de 1341 por medio del procurador de la reina Leonor 12• Apéndice 191. Todas estas medidas legales, no podemos asegurar que diesen un resultado práctico. Ya sabemos que las ciudades enajenadas no estaban de acuerdo con su nueva situación y tampoco creemos que el Ceremonioso tomase medidas para el cumplimiento de los acuerdos adoptados. A esta actitud debemos añadir que la hacía comprensible el estado de la cuestión interior de Aragón, donde estaba en forma efervescente el asunto de las querellas de la noble:za con el monarca. Nos referimos al conflicto Corona Unionistas. A pesar de que los infantes Juan y Fernando junto con su madre Leonor residían en Castilla, el Ceremonioso sabía que apoyaban a los unionistas o cuando menos simpatizaban con su causa. Hasta 1345 no tenemos noticia de que Alfonso XI se interesase por la causa de su hermana y sobrinos. Diego de Toledo, portero mayor del rey de Castilla fue a Perpignan «sobre la diferencia que el rey Pedro nunca acababa de concordar con los infantes Fernando y Juan 13• A partir de estos momentos las diferencias entre el Ceremonioso y Alfonso XI, no son a causa de las relaciones con los infantes y su madre Leonor. Pedro está muy preocupado con la cuestión de Mallorca y el apoyo que a este país da Francia; tampoco son cordiales las relaciones Ceremonioso Infante Jaime. Otra ocasión de malentendidos fue el proyecto de casamiento de la infanta Leonor de Portugal. Alfonso XI deseaba casarla con el infante Fernando pero el Ceremonioso, recientemente viudo, aspiraba también a dicho matrimonio. Zurita y la crónica del Ceremonioso nos aclaran el motivo de la oposición de Alfonso XI a dicho enlace. El 11 de junio se confirmó el matrimonio. La boda tuvo como siempre en estos casos un interés politico. La oposición del Ceremonioso, al proyecto castellano que deseaba un enlace Fernando-Leonor, era por el favor y ayuda que de Castilla recibían los infantes hermanos del Ceremonioso. No creemos que influyese en la elección del Ceremonioso la opinión de Zurita, según la cual «la infanta era muy hermosa y de gentil disposición y grandes de persona y de muy excelentes virtudes» 14• El año 1347, es pródigo en incidentes. Los unionistas de Aragón y Valencia se unen, se protesta por la designación de la infanta Constama como heredera contra los derechos del infante Jaime. Además, también 11

C R D Pedro 111Caja nº 28 3841 Reg 870 Fl 53. C R D Pedro 111caja 9 nº 1203. Apéndice 191. 13 Zurita LB VIII cp 1. Diego García de Toledo portero mayor de Alfonso XI va Perdignan para procurar de agili7Jlr las gestiones que allí realim el rey de Aragón sobre la solución de sus diferencias con sus hermanos los infantes Femando y Juan. 14 Zurita LB VIII cp. 12

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REI.ACIÓN CASTEllANO-ARAGONESA

el intrigante Juan Manuel toma parte en estos asuntos. Vasallo de Castilla, adelantado de Murcia y gran señor de Castilla, como de costumbre nada entre dos aguas. En los momentos difíciles que atravesaba el Ceremonioso, le envía un mensaje en el que le comunica que en la corte castellana recelan de él y le ocultan todo lo que puede tener importancia para Aragón. Pero ha podido saber que Alfonso piensa atacarle lo mismo que a Portugal, con objeto de ganar tierras para favorecer con ellas a los hijos de Leonor de Guzmán y para tener las manos libres buscaba paz con Granada y Marruecos. Los consejos de Juan Manuel eran que el Ceremonioso se preparase, y a su vez le ofrecía servirle con dos mil hombres a caballo y veinte mil peones. La respuesta de Pedro fue muy cauta, dando a entender que no creía que el rey de Castilla pensase en atacarle, pero que si era necesario aceptaba su ofrecimiento 15• Al surgir el conflicto de la Unión, los infantes Fernando y Juan se unen a los rebeldes aportando quinientos hombres a caballo donados por el monarca castellano. Por imposición de los unionistas Pedro se vio obligado a mostrarse condescendiente acerca del reconocimiento de las donaciones hechas por su padre. A su madrastra Leonor se le reconoce la posesión de la baronía de Fraga y de los lugares de Villalobar y Penell «et de omnium jure alodiario de clirecte dominio adrundem cum publico instrumento», en los mismos términos de la donación del Benigno 16• Apéndice 192. Con la misma fecha también Leonor recibe el castillo de Ayerbe, y Ayora Goclalest y Bordia, en el reino de Valencia 17• Las concesiones del Ceremonioso alcanzaron también a los unionistas, que vieron confirmados algunos de los privilegios anteriores. El 1 de septiembre de 1347 tuvo lugar la concesión y el 6 se llevó a cabo la confirmación y la entrega de castillos en rehenes 18• Después de la victoria unionista, el Ceremonioso intenta atraerse a su hermano Femando ofreciéndole el cargo de Procurador General del reino de Valencia, cosa que el infante no acepta. Pedro insiste y consciente de su situación de inferioridad, muerto ya el infante Jaime confirma a Fernando su condición de primogénito y le ofrece de nuevo la Procuración y Gobernación General, oferta que de nuevo es rehusada, a pesar de que el Ceremonioso envió embajadores a Castilla para que el monarca intentase convencer al infante Fernando de que desistiese de acudir en apoyo de los unionistas valencianos 19• No sabemos si como resultado de las gestiones de los enviados a Castilla o por considerar el Ceremonioso que debía apurar todos los medios a su alcance para reducir a su obediencia a su hermano, el 21 de octubre de 1347, le ratifica las donaciones que le hizo su padre en Montblanch el 23 de agosto de 1333, de las veguerías, castillos y lugares de Santa Línea, Laurencio, Camarasa, Cubelles, Montgay y Liminyana con todos sus honores 20 • 15 16

Rg 1 Rg 1532, fls 1 a 7, Zurita LB VIII cps VII y XV. Rg 1532 tls 32/v a 40. Apéndice 193. 17 Rg 1532 Os 41/v a 44/v. 18 Zurita LB VIII cap XV. 19 Zurita LB VIII caps, XX, XXIII, XXV y XXVX. 2º Rg 1532, fl 27 /v ratificación por el Ceremonioso de las donaciones de su padre el infante Femando en Montblanch el 27 de agosto de 1333.

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A pesar de tantas concesiones, el infante Femando sigue apoyando a los unionistas valencianos. &tos enviaron embajada a la reina Leonor pidiéndole que enviase al infante Juan para que se pusiese al frente de sus tropas. No pudo ser porque según la reina todos estaban con Fernando en Valencia, si el infante Juan podía reunir más tropas estaría dispuesto a acudir 21 • Durante la lucha y discordia entre el Ceremonioso y el infante Fernando, tuvo lugar el alboroto de Murviedro contra los caballeros catalanes que tenía el rey en su consejo. No es ocasión de comentar las diversas versiones que existen sobre este suceso; solamente interesa la intervención de todos los que procuraron su solución. Fueron estos el rey de Castilla, la reina Leonor y el legado pontificio Guido abad de Mer, encargado de procurar acuerdo entre el Ceremonioso con los infantes sus hermanos y con sus súbditos. &tos junto con el infante Fernando buscan un arreglo, el rey castellano envió a Femán Pérez de Porto Carrero para tratar de la concordia entre los dos hermanos y de parte de la reina Leonor y de su hijo el infante Fernando intervino Lope Pérez de Fontecha Deán de Valencia. El Ceremonioso cedió a las presiones de estos enviados y concedió al infante Femando el cargo de Procurador General tal como le correspondía en su calidad de heredero. Muñoz López de Tauste fue enviado a Castilla para que Alfonso XI mandase al infante que despidiese a la gente castellana que le acompañaba. Normalmente parece que esta solución debía ser algo definitivo, pero no lo fue. Considerando la manera de ser del Ceremonioso y lo complicado de la situación en todos sus aspectos, creemos acertada la opinión de Zurita de que el Ceremonioso aceptó la solución comentada esperando que sus gentes pudiesen juntarse para así poder proceder contra los unionistas y especialmente contra sus hermanos, con quienes estaba más indignado 22• En vista del mal cariz que tomaban los acontecimientos, el legado pontificio cuidó de considerar que un arreglo definitivo sólo podrá lograse mediante una entrevista de los monarcas interesados, y propone una reunión de Pedro y Alfonso entre Moya y Adenuz o entre Sinarcas y Utiel para el 20 de abril del corriente 1338. Previamente Bertran de Lam.17.afue a Zaragoza con cartas de Alfonso de Castilla y del infante Femando para procurar que por lo menos se pactase una tregua entre ambos. Pero las cosas no estaban muy propicias para terminar con soluciones de paz. Siguen las discordias de Murviedro y su continuación en Valencia. La reina Leonor, la nueva esposa del Ceremonioso, hizo su entrada en Valencia el 1 de abril. Las fiestas celebradas para festejar el acontecimiento se vieron alteradas por motines incontrolados entre partidarios y contrarios a los unionistas. El alboroto debió alcan7.ar proporciones importantes, ya que el Ceremonioso salió a la calle, y enseguida todo terminó y en el tumulto se encontraron cara a cara el Ceremonioso y el infante Femando cuando este al conocer el alboroto salía de la ciudad con tropas de caballería castellanas. Los que ·estaban junto al monarca temieron por su seguridad, y formaron una barrera para protegerle. En este momento el infante salió de las 21 22

Zurita LB VIII cp XXII. Rg 1532 1 Zurita LB VIII cp. XXIII El legado pontificio Guido de Mer. Apéndice 193.

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RELACIÓNCASTEU.ANO-ARAGONESA

filas de sus tropas y pasó a hacer reverencia al rey. Este le recibió muy bien y le besó. Según testimonio del mismo rey dice que procedió en tal forma para apaciguar a todos y demostrar al mismo tiempo el gran cariño que profesaba a su hermano. A que se debió esta actitud, nada nos dice la Crónica del Ceremonioso, pero conociendo los procedimientos del rey Pedro, no nos atrevemos a conjeturas que fue en modo de salir del paso en aquellos momentos y ver que sucedería en adelante 23• Nada positivo resultó de esta reconciliación más o menos teatral, puesto que el infante siguió apoyando a los de la Unión. En la batalla de Epila, 21 julio 1348 el infante fue hecho prisionero por García de Albornoz, castellano al servicio del Ceremonioso. Albornoz quiso evitar que el infante cayese en manos de su hermano y lo entregó al rey de Castilla 24• La guerra de los unionistas continuó hasta que la federación valenciana fue vencida en Mislata el 1O de diciembre del mismo año. En el intervalo entre las dos victorias del Ceremonioso contra los unionistas, el infante Fernando siguió militando en este bando, pero mientras hubo intentos de acercamiento entre Alfonso XI y el Ceremonioso. En este momento comienza a hablarse de Enrique de Trastamara, primogénito de Alfonso XI y Leonor de Guzmán. Su padre pretendía casarle con una hija del Ceremonioso. En realidad Alfonso buscaba una concordia con el Ceremonioso, pero las condiciones que ambos pretendían no fueron aceptadas por ninguno de ellos. Pedro no consideró del caso perdonar a los de Valencia o cuando menos que se sobreseyesen la causa contra ellos hasta que Enrique de Trastamara y el infante Fernando se entrevistasen con el Ceremonioso. De la primera de estas condiciones el Ceremonioso se negó a tratar aduciendo que los desobedientes y rebeldes debían ser castigados. En cuanto al matrimonio de Trastamara con una infanta aragonesa, no se especifica con cual de ellas, el Ceremonioso pone como condición que su presunto yerno lleve como dote el reino de Murcia y algunas localidades en la frontera de Aragón, y que se le entregasen los rebeldes aragoneses refugiados en Castilla. Nada en limpio resultó 25 • Consideramos punto menos que imposible un entendimiento basado en una cesión de Murcia. Las ambiciones de ambos monarcas al respecto eran irreconciliables. Siempre lo habían sido. En todo a la relación del Ceremonioso con su hermano el infante Femando existen momentos en que parece que el primero busca o desea una aproximación. Dado el carácter de Pedro, su proceder tortuoso no sabemos si se puede interpretar negativa o positivamente, una lista de regalos que le envía, por medio de Berenguer de Calamanta de la cámara del infante 26 • Apéndice 194. La condición del portador del obsequio, objetos personales, nos permite suponer que se trata de una iniciativa de acercamiento por parte de Fernando, bien acogida por el rey. Por la fecha de este envio, 23 de marzo de 1349, ya liquidado el problema unionista 23 24 25 26

Reg 1532, fls 1 a 4. Zurita LB VIII cp. XXV. Zurita LB VIII cp. XXIX Epila 21 julio Mislata 1O diciembre de 1348. Zurita LB VIII cp. XXIX. Rg 1532 8 4 7/v Apéndice 194.

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quizá pueda considerarse como un intento de acercamiento duradero. Y también debemos considerar que en estos momentos fallecido el infante Jaime y sin heredero varón el Ceremonioso, el futuro Juan I no viene al mundo hasta el 27 de diciembre de 1350, cuando Alfonso XI había ya muerto ante los muros de Gibraltar. 2.

COLABORACIONCONTRAMUSULMANES

Las gestiones para llegar a un entendimiento entre Castilla y Aragón para actuar contra musulmanes, concretamente contra el peligro benimeri, puede considerarse que comienzan a partir de 1337. Recordemos que las concesiones del Ceremonioso en la solución del conflicto de las donaciones a sus hermanos y a la reina Leonor fueron a causa del peligro que suponían los proyectos de Marruecos respecto a la península. & en estos momentos 1337, cuando el Ceremonioso decide formar una armada junto con el rey de Mallorca. Pedro consideraba muy alarmante la posesión de Vera por el marroquí; en dicha localidad granadina había gran acopio de víveres y armas. Además su situación cerca de la costa de Valencia y más aún de Murcia, hacía muy necesario proveer a la defensa de ambos territorios mediante la creación de una armada. Para conseguirlo, se envió a Mallorca a Pedro Jordán de Urriés, tesorero del rey de Aragón 27• Que la preocupación era grande lo demuestra la petición de la décima pontificia. También es significativa la petición al Pontificado rogando que intervenga cerca de los genoveses para que desistan de ayudar a Manuecos, a quien habían prometido 30 galeras. Esta súplica debía hacerse separadamente a los cabecillas de los partidos Güelfo y Gibelino, el rey Roberto y el común de Génova. También se' inicia la fortificación del reino de Valencia. Consecuencia de las gestiones llevadas a cabo por Pedro Jordan de Urries en Mallorca se prepara una armada que constara de 30 galeras entre aragoneses y mallorquines que se unirán a efectivos castellanos 28 • El año 1338 está enteramente ocupado en preparativos guerreros que no creemos de interés detallar. Es en 1339 cuando Castilla y Aragón comienzan a establecer contactos con vistas a una posible acción conjunta contra musulmanes, mejor dicho contra los proyectos benimerines. Aragón tiene noticia de que tropas de caballerías pertenecientes a Marruecos, estaban en Granada. El Ceremonioso comienza a moverse, enviando emisarios a Castilla. Se trata de Gon7.alo García, hijo del gran amigo y servidor de Jaime II del mismo nombre. Este junto con Ferran Sánchez de Valladolid se entrevistaron en Castellfabid y Daroca. La alian7.a castellano-aragonesa se firmó el 3 de abril 1339. El capítulo más importante era que si se presentaba ocasión de firmar paz o tregua, esta 4ebia ser asentada conjuntamente. Para comenzar la campaña inmediata27 28

Zurita LB VII cp XL. Zurita LB VIII cp. XL. petición al pontificio de la décima para aplicarla a la guerra contra musulmanes.

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RELACIÓN CASTELLANO-ARAGONESA

mente babia una dificultad. Lo mismo Aragón que Castilla tenían tregua con Granada y Marruecos, aún en vigor, a muy largo plazo puesto que alcam.aba a 1342; para Castilla en mayo y para Aragón en abril. &te tratado de amistad y aliam.a es más concreto y determinado que los elaborados anteriormente. Ya no se comprometen a combatir por separado, sin especificar qué clase de auxilios debían prestarse mutuamente guardando cada uno por su lado la palabra empeñada a los moros. Aquí surge como siempre el problema de que para que el reino de Aragón pueda guerrear contra Granada por tierra se ve obligado a cruzar Murcia, territorio Castellano. En dicho tratado, Alfonso XI se compromete a no dejar paso por sus tierras murcianas a los ejércitos musulmanes, pero en cambio accede a que Aragón tenga paso libre por territorios murcianos en caso de guerra. También se especifica en dicho tratado que la paz o tregua que se firme debe hacerse conjuntamente por ambos monarcas. Lo esencial del tratado fue la solución de la cuestión naval, ya que el problema fundamental a resolver era impedir el paso del &trecho a los efectivos marroquíes. Para ello se toma la siguiente solución. Castilla pondría en el Estrecho 20 galeras durante los meses de mayo,junio,julio, agosto y septiembre y 8 en los restantes meses del año. Aragón contribuye con menos efectivos, 10 galeras en los meses mencionados en primer lugar y 4 en los restantes 29 • Tanto preparativo hacía presumir que las treguas en vigor no se respetarían como así sucedió. El almirante castellano Alfonso Jofre de Tenorio, y el aragonés Jofre Gilabert de Cru1lles, comenzaron la guarda del &trecho y por consiguiente entablaron lucha con las naves que intentaban llegar a las costas de Granada. A los pocos días de un gran éxito de la armada aragonesa impidiendo la llegada de una expedición naval a las costas de Granada, falleció el almirante Cru1lles en una escaraml.Wl por tierra. Le sucedió en el cargo Pedro de Moneada 30 • La colaboración aragonesa contribuyó a la victoria del Salado (30 octubre de 1340). Como es natural Marruecos prepara el desquite. A la demanda de ayuda por parte de Alfonso XI, el Ceremonioso no accede a atacar Granada por tierra, pero sí envía galeras, a pesar del problema mallorquín que interesaba a Pedro mucho más que los asuntos con los musulmanes. Las malas noticias acerca de los preparativos de Marruecos no eran gratuitas puesto que procedían del almirante Pedro de Moneada. Decía que según rumores que desde luego no se atrevía a confirmar pero que afirmaba proceder de buena fuente, 30 o 35 galeras de Marruecos guarnecían Algeciras y se daba como seguro que el propio Sultán estaría en dicha plua el primero de marzo. A pesar de tales noticias, alarmantes desde luego, 10 galeras aragonesas abandonaron las aguas del &trecho, so pretexto de perseguir a unos piratas. No fueron sustituidas. Este proceder del Ceremonioso, es natural que disgustase al rey castellano, quien recuerda al aragonés que «la guerra de los moros no es cosa que deba poner 29 Rg 1378 8 155/v 2 y 9 abril 1339 id fol 156/v tratado de amistady alianm, id fl 167/v Embajada a cargo de Juan &cribá 21 enero 1348. 30 Zurita LB VII cp. L Muerte del almirante Gilabert de Cruilles.

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en olvido por las cosas que vos bien entendes que ende pueden recrecen. (1 enero 1342). Y el 22 de febrero, Alfonso dice que «las otras dies galeas que deciades que enviavades no son llegadas» 31 • Asombra la ligerem del Ceremonioso, de que a pesar de sus muchos problemas no se percatase de que aquellos momentos, eran uno de los más críticos y peligrosos en la relación de los estados cristianos de la península con los musulmanes. Ya sabernos que Granada en diversas ocasiones se sirvió de Marruecos contra cristianos en momentos de peligro. Pero también que los africanos no se limitaban a su papel de aliados. Africa nunca se resignó a no poder prolongar su poderío en las costas europeas de la Península Ibérica, al mismo tiempo que los cristianos, concretamente Castilla, no quería convertirse en parte de un imperio africano, recordando que cada vez que los musulmanes españoles estuvieron el peligro, el socorro había llegado de callen mar». En estos momentos tenía razón Alfonso en recordar estos eventos, más dándose la circunstancia de que el Sultán Benimeri, aunque derrotado en su aventura peninsular, su poderío en Africa estaba intacto y por lo tanto podía preparar otra campaña. La derrota del Salado fue solamente esto; los vencidos se retiraron el Sultán se refugió en Gibraltar y desde allí pasó a Ceuta. El rey de Granada regresó a su tierra. Después de la victoria del Salado, Alfonso XI guerreó contra Granada durante todo el año 1341, acompañado de la escuadra aragonesa al mando de Bernardo de Cabrera, consejero del Ceremonioso, este fue como enviado del rey de Castilla a recabar ayuda de su soberano, pues se tenían noticias de que Marruecos pensaba pasar a la Península el verano siguiente, a cuyo fin preparaba una gran armada, cuyo principal objetivo era apoderarse de Algeciras. Por lo tanto se pedía que el Ceremonioso aumentase el número de galeras que estaba obligado a enviar al &trecho y entrase por tierra a hostilizar a Granada. La respuesta del Ceremonioso no fue satisfactoria. Se excusa diciendo que el rey de Mallorca le pide socorro contra Francia que pretende sus dominios galos. La excusa seria legitima si respondiese a la verdad, pero en realidad los preparativos guerreros que decía ser en ayuda del rey de Mallorca iban contra él. Ya conocemos la conducta de Pedro respecto a este problema 32 • En 1342, Alfonso XI inicia el sitio de Algeciras. La escuadra aragonesa al mando de Pedro de Moneada estaba en aguas del Estrecho con 20 galeras. Por orden de su soberano se dirigió a Valencia pues el Ceremonioso quería que corriese a su cargo la empresa de Mallorca. Esta marcha produjo un gran revuelo en las tropas castellanas. Alfonso quiso impedir la marcha de Moneada, pero al final accedió a base de que este rogase a su soberano el envío de otra escuadra. Pedro Mercer, fue el que acudió al mando de diez galeras 33 • El sitio de Algeciras se inicia en 1342. Granada y Marruecos posiblemente escarmentadas por la derrota del Salado, al tener noticia de los preparativos bélicos contra Algeciras, mejor dicho cuando ya estaba sitia',

31 32 33

Zurita Lb VII cp UII Gimenez Soler. La Corona ... pg 268. Zurita LB VII cp LXII. Zurita LB VII cp LXII Pedro de Moneada abandona la zona del &trecho.

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RELACIÓN CASTELLANO-ARAGONESA

da la plaza, después de la victoria del Palmones en 1343, propusieron negociaciones que no fueron aceptadas, como tampoco una tregua de 20 años. &tas condiciones las conoce el Ceremonioso por medio de su almirante Mateo Mercer, en carta de 25 de febrero de 1344, o sea poco antes de la rendición de Algeciras 34 • Apéndice 195. La contestación del Ceremonioso es del 19 de abril o sea después de la victoria sobre Algeciras. Da noticias de la tregua concertada y se muestra muy satisfecho porque los estandartes de Castilla y Aragón entraron al mismo tiempo en la conquistada plaza 35 • Apéndice 196. La conquista de Algeciras, no fue una meta, sino un episodio de toda la intención castellana de llegar a buen término la conquista de las plazas del &trecho. A preparativos de esta índole se debe seguramente a la embajada que el Ceremonioso envía a Alfonso XI el 29 de enero de 1346, por medio de Juan Ecriva. Tiene noticias acerca de los preparativos guerreros de Marruecos, todas fidedignas por proceder de espías y personajes dignos de crédito. La minuciosidad de los detalles que aparecen en las instrucciones permiten deducir que posiblemente nos encontramos ante los preludios de la preparación de la campaña destinada a la recuperación de Gibraltar 36 • Apéndice 193. No conocemos el resultado de dicha embajada pero las circunstancias nos permiten deducir que no fue desatendida. En estos momentos habían ocurrido novedades en la corte Benimerín. El Sultán fue depuesto por su hijo y se apoderó de todo el territorio en las posesiones de aquende y allende mar, o sea que estaban en manos del rebelde, Ronda, Zahora, Gibraltar, Jimena, &tepona y Marbella. Entre Castilla y el depuesto Sultán existía una tregua, pero desde el momento en que el imperio había pasado a otras manos el rey de Castilla consideró que tal compromiso ya no tenía vigencia. Amparado con este razonamiento Alfonso se dispuso a sitiar Gibraltar. Para llevar a cabo tal empresa solicita el apoyo aragonés. También Granada tenía tregua con Aragón y en este caso no había motivo alguno para poder considerar, la inoperante, pero el Ceremonioso desatendió su compromiso enviando 4 galeras al mando de Ramón de Vilanova, este abandonó las aguas del &trecho con algunos de sus ballesteros de desembarco. Después de la ausencia del almirante Vilanova, acudió a Gibraltar Bernardo de Cabrera con 4 galeras 37• Apéndice 194. &tas providencias no tuvieron ninguna utilidad. Alfonso XI murió víctima de la epidemia de peste que en aquellos momentos asolaba a toda Europa, el 23 de marzo de 1350 38 •

34

Rg 1509 fl. 109. GRD Pedro 111carat identificar. Pub por Gimenez Soler La Corona .... pg 275, Mateo Mercer, comunica al rey Pedro las condiciones que acepta Castilla 25 de febrero 1344. Apéndice 195. 35 Rg 1059 fl. 109/ 1 6 abril 1344. contestación de Pedro a Mateo Mercer. id fl 115 y 109/2 felicitación a Alfonso de Castilla: Apéndice 196. 36 Rg 1378 8 167 Embajada a cargo de Juan Escribá 29 agosto 1349. Zurita LB. VIII cp XXXV. 37 Rg 1134 8 1/v Nuevas aliamas a causa del sitio de Gibraltar. Gimenez Soler. La Corona ... pg. 285. Apéndice 197. 38 Zurita Lb VIII cp. XXXV.

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CAPITULO VI

PEi>RO EL CEREMONIOSO Y PEDRO EL CRUEL

1. BUENAS RELACIONF.SCASTILLA-ARAGON

Cuando el rey de Castilla Alfonso XI murió de la peste ante los muros de Gibraltar, (30 mano 1350), las relaciones castellano-aragonesas eran cordiales; recordemos como el peligro que suponía la invasión Benimerin tuvo la virtud de conseguir que para conjurarlo se solucionasen por la vía de la concordia, las querellas entre Pedro de Aragón, su madrastra Leonor de Castilla y sus hijos los infantes Fernando y Juan. Al iniciarse el reinado del Ceremonioso, éste sin sucesión masculina, el infante Jaime, conde de Urgel, ostenta el titulo de Gobernador General, inherente a su calidad de presunto heredero. La idea de Pedro de nombrar como heredera a su hija Constanza, violando toda ley establecida, fue la causa de que el infante Jaime se opusiese abiertamente a su hermano, uniéndose a los nobles de la Unión, rebeldes al monarca. Su muerte en 1347 dejó el campo libre a los enemigos del nombramiento de la infanta Constanza como heredera. De acuerdo con la tradición al faltar Jaime, el heredero debía ser el infante Fernando, hijo de la segunda esposa del rey Benigno, Leonor de Castilla. En estos momentos todavía reinaba en dicho país Alfonso XI, quien había acogido a su hermana y sobrinos, cuando temerosos de la animosidad del Ceremonioso se refugiaron a su lado. Con objeto de simplificar el contenido de dichas notas hemos reducido al mínimo la redacción de las signaturas cuando ha sido posible y lo hemos considerado oportuno. Esta simplificación atañe a Tratado de Pedro 111con Castilla. Varia 68, queda citado únicamente como Varia 68, lo mismo que el Varia 434, que no tiene ningún título especifico. Ambos, como todos los Varia, pertenecen a Cancilleria. Zurita en las citas de sus Anales de Aragón, lo mismo que Pero López de Ayala en su Crónica de Pedro I y Francisco de Aleson en sus Anales de Navarra y la Crónica de Pedro el Ceremonioso, vienen citados únicamente con el nombre, y como identificación el n. 0 del Libro y el del capitulo. De ninguna de estas fuentes citadas la edición utilizada, pues creemos mucho más fácil para quien desee su consulta o com~robación dar cuenta de Libro, del capítulo y en caso necesario de los apartados correspondientes.

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ÁNGELES MASIÁ

Poco después en 1359, cuando sube al trono castellano Pedro I se inician las querellas interiores a causa de la actitud de los bastardos de Alfonso XI y Leonor de Guzmán. Al principio nadie discute el derecho de Pedro a la corona y los bastardos están en buenas relaciones con su hermano y en consecuencia a nadie se le ocurre que pueda ser esgrimido el derecho que a la corona castellana pueda alegar el infante Femando de Aragón, hijo de la infanta castellana y primo hermano de Pedro. En cambio dicho infante tenía muy claro sus derechos a la corona aragonesa. Por esta circunstancia no es de extrañar que el Ceremonioso, ante el temor de que Pedro de Castilla prestase ayuda al infante Fernando, que desde la suerte de Jaime no cesaba de hostilizar la frontera, a pesar de hallarse en su apogeo la guerra de Génova, tomase las medidas pertinentes para impedir una sorpresa desagradable, especialmente por las partes de Molina y Albarracín. 2.

CRISIS DE 1350 EN CASTILLA Y SUS REPERCUSIONES EN ARAGÓN. EL CEREMONIOSO Y PEDRO I BUSCAN LA AMISTAD DE NAVARRA.

Una circunstancia imprevista fue causa de la reavivación de los problemas existentes. En agosto de 1350, pocos meses después del comienzo de su reinado, Pedro enfermó gravemente. El presunto fallecimiento desató antes de tiempo las ambiciones de los aspirantes a la sucesión puesto que Pedro no tenía hijos legítimos. Cuando contra todos los pronósticos Pedro se restablece, las ambiciones de los presuntos pretendientes no cesan y dos bandos se disputan la posible herencia. Uno tiene como candidato al infante Fernando de Aragón cuyo derecho procedía de su madre Leonor, que ya había sido jurada como heredera de Fernando IV. Figuraba en dicho bando Juan Alfonso de Albuquerque y de manera general todos aquellos que estaban en contra de la influencia de la familia de los Guzmán y sus sucesores. El otro bando apoyaba al Sr. de Vizcaya, Juan Núñez de Lara hijo legítimo del segundo Femando de la Cerda, a su vez nieto de Alfonso X. Lo curioso del caso es que ambos trataban de que Maria de Portugal, la viuda de Alfonso casase con el pretendiente. Todo quedó en meras especulaciones pues contra todo lo previsto Pedro se recuperó. En estos momentos el rey Pedro de Castilla aún no repuesto del todo abandonó el gobierno en manos de Albuquerque y otros privados. Según el cronista Pedro López de Ayala, el rey «no se entretenía en ningunos libramientos sino en andar a cazar con halcones altaneros» 1• No es cuestión de detallar el estado de desgobierno reinante en Castilla alrededor de los bandos que se disputaban influir en el ánimo del rey. La ingerencia en todos los asuntos de la reina María, la viuda de Alfonso XI, la reina viuda de Aragón Leonor y todo el bando alrededor de Leonor de Guzmán, naturalmente deseosos de conservar su influencia. Todas estas circunstancias dan lugar a una serie de medidas de prudencia del Ceremonioso. Recordemos que estaban en juego las sucesiones de ambos 1

Zurita. Lb. VIII. cp XVLVII. Ayala. Crónica años 1350 y 1351.

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RELACIÓN CASTELLANO-ARAGONESA

monarcas. El Ceremonioso por no tener hijos varones y Pedro el Cruel por no tener descendencia legitima. En estos momentos el Ceremonioso está en Perpignan desde donde ordena convocatoria de tropas y el envió de espías a Castilla. Con medidas contra los proyectos del infante Fernando, se convoca las huestes de varias ciudades y también a personajes diversos directamente 2 • las previsiones de Pedro de Aragón eran justificadas. El infante Fernando, cree que el nuevo monarca castellano le apoyará en todo. La primera actuación de Pedro I en favor del infante Fernando fue pacífica. Pero López de Ayala, es enviado a Aragón para pedir que al infante Fernando se le otorgue el cargo de procurador general. Berenguer de Palau es el encargado de dar una respuesta negativa. Fernando por su comportamiento queda inhabilitado para el cargo. Y en cuanto a la devolución de los bienes confiscados a los partidarios del infante, los acuerdos de las cortes impiden tal devolución 3• En estos momentos se inicia lo que podemos llamar la internacionalización del conflicto. Nos referimos a la entrada de un tercero en discordia, o mejor dicho al interés de ambos contendientes en obtener la ayuda de Navarra. Según Zurita el motivo de que el Ceremonioso buscase alianzas con Carlos el Malo, era el temor de que se adelantase el rey de Castilla pues de esta unión podían resultar graves daños. Se envía una embajada a cargo del conde Lope de Luna y del Castellan de Amposta Juan Fernández de Heredia. las propuestas eran varias, una de ellas procurar que el monarca navarro casase con una de las hermanas de la esposa del Ceremonioso Leonor de Sicilia, y que «moviesen secreta platica para atraer a su amistad a algunos Grandes de Castilla que los siguiesen, porque con esto el rey don Pedro se recataría más de no emprender contra ellos y le tenían a raya•. Del proyecto matrimonial no resulto nada positivo, pero como al navarro le parecía muy bien la amistad aragonesa, se concertó una vista de ambos monarcas 4 • La entrevista proyectada por Carlos de Navarra, fue doble pues al verse solicitado por ambos contrincantes quiso sospesar las condiciones de cada uno. En Burgos, la entrevista discurrió plácidamente, pero no llegó a firmarse ninguna liga ni confederación. En Montblanch el Ceremonioso tampoco sacó nada en concreto. Quiere una alianza que Carlos no acepta. Se limita a prometer que si el caso se presenta, actuara como mediador entre Castilla y Aragón 5 •

2 Rg. 1532. fls 56/v, 47 /va 50/v 54. Los días 6 y 17-XI- 1350. Orden a los jurados de Zaragom, Huesca, Teruel, Jaca, Tarazona, Daroca y Calatayud y a varios personajes para que

junten tropas con objeto de acudir contra el infante Femando. 3 Rg. 1138. fls. 67/v y 66/v Ferrer Maillol des. 4 y 5, Memorial de la embajada de Berenguer de Palou que va a Castilla. 17-IX-1351. Contestación a las propuestas del embajador Pérez de Ayala sobre el reconocimiento del infante Femando como Procurador General y la confiscación de los bienes de sus partidarios. 4 Zurita, lb VIII cp XLIV. Embajada a varios de Navarra, Vistas de Montblanch. A1iama con el conde de Foix. 5 Aleson. Anales de Navarra. T. IV. Lb. LXXX cps 1 a 111. 7. Vistas de Pedro de Castilla en Burgos y con el Ceremonioso en Montblanch (1351).

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3.

ÁNGELES MASIÁ

PEDRO I Y SUS HERMANOS BASTARDOS. LA REINA VIUDA Y LEoNOR. DE GUZMAN. ACTITUDCASTELI..ANAANTE EL PLEITO SUCESORIO ARAGONas. VISTAS DE TARAZONA

En estos momentos de aparente tranquilidad a pesar de las precauciones que toman ambos Pedros, tuvo lugar un suceso de amplia repercusión. Nos referimos al asesinato de Leonor de Guzmán, la favorita de Alfonso XI y madre de múltiples bastardos, víctima de la venganza de la reina viuda de Castilla, María de Portugal. Después de este suceso, uno de los bastardos, Tello Maestre de Santiago buscó refugio en Aragón, huyendo de las represalias de su hermano. Temeroso Pedro el Cruel de que los demás hermanos siguiesen el mismo camino, decidió abandonar la causa de su primo el infante Femando, aspirante a la sucesión al trono aragonés y buscar un entendimiento con el Ceremonioso. F.sta alianza se concertó en las llamadas vistas de Tarazo. na. En la preparación de la entrevista de los dos reyes intervinieron, por parte castellana Juan Alfonso de Albuquerque y el obispo de Palencia Vasco, por parte aragonesa llevaron a cabo dicha misión el justicia de Aragón Juan López de Sesé, Roger Revenach y Jaime Pérez de Uncastillo. El resultado de la entrevista se publica el 4 de octubre de 1352 y el mismo día fue ratificada en Agreda. A pesar de que los procuradores antes citados estuvieron presentes en la reunión, en realidad la voz cantante corrió a cargo de Albuquerque y Bernardo de Cabrera. Los pactos que interesan a nuestro propósito son los referentes a la relación de Pedro de Aragón con su hermano el infante Fernando. F.ste se verá libre de represalias por los actos cometidos contra su servicio. También es promesa del Ceremonioso, devolver a dicho infante y a su madre, la reina viuda Leonor todas sus rentas y propiedades. A la petición de Femando de que se le otorgase la procuradoría general del reino, el Ceremonioso dió respuesta ambigua y poco esperam.adora, puesto que subordinaba dicha concesión a que el interesado formulase la demanda en su corte por si o por procurador. Pedro de Castilla se encargó de participar estas condiciones al interesado. Este mismo debía dar la respuesta pertinente 6 • Apéndice 198. 6

Varia 434 8s 9 a 12. En septiembre de 1352 se inician unas gestiones para procurar una concordia. Para ello Pedro 1 nombra como procuradores a Suer Tellez de Maneses y Ferran Sánchez de Valladolid. F.sel acuerdo firmado en Tarazona en IX-X de 1352, muchas veces llamado de Soria por haberse redactado en dicha ciudad el 8-X y en Tarazana el 16. F.smuy abundante la documentación referente a los asuntos que en dicho Tratado se contemplan, en especial la regulación de las relaciones Ceremonioso-Infantes a instancias de Alfonso XI. En el mencionado Varia 434 ft. 12/v encontramos una primera redacción del Tratado · elaborado por Juan Alfonso de Albuqucrque y Bernardo de Cabrera, firmados en Santisteban el 18 y el 15 en Zaragom. Pedro 111caja 41 n. 0 5135 ofrece el texto de la concordia el 4-XII, en lo que se refiere a la confirmación por el Ceremonioso de Alfonso de Aragón a su esposa Leonor y a sus hijos. Varia 68 fls. 2 a 17 repetido en los fts. 19 a 28, id. 8. 28/v Zaragom 16-IX-1352 texto del tratado. Apéndice 198. El Tratado lo ratifica Pedro I con la misma fecha Pergamino Pedro DI n. 0 1736 Sitges. pgs. 101 a 106. Con la misma fecha el Ceremonioso confirma el tratado de paz firmado con Aragón y especifica las alianzas concertadas. Son contra todos, pero de parte castellana se exceptúan Francia y Portugal y de parte aragonesa Navarra y Francia. Ferrer Maillol documento 7. Los infantesPedro y Ramón Berenguer hermanos de Alfonso el Benigno confirman las donaciones hechas por éste a Leonor y a sus hijos con fecha Valencia

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ÁNGELFS MASIÁ

ejército de sus enemigos, mas poderoso que el suyo, siendo esto causa de que se fuese a Ureña donde dejó a María de Padilla, temeroso de que pudiese ocurrirle algo desagradable. Aprovechando la marcha del hijo, la reina madre envió cartas a los rebeldes, notificándoles dicha ausencia y ofreciéndoles asilo en Toro. Entre los que acudieron al llamamiento de la reina Maria, figuran los bastardos de Alfonso XI, los infantes de Aragón, Femando y Juan y su madre doña Leonor. Todos estos personajes, capitaneados por las reinas acordaron citar al rey, «para ordenar las cosas que cumplían a su servicio•. A pesar de lo peligroso que era para Pedro ir a Toro a ponerse en manos de sus enemigos, sus partidarios le aconsejaron que lo hiciese, pues de no acudir ponía en peligro su reino. No olvidemos que Pedro no tenia sucesión legítimamente reconocida, y que entre los que se encontraban en Toro estaba el infante de Aragón don Fernando, con grandes probabilidades de ser elevado al trono. Fué este peligro, lo que movió al rey de Castilla a notificar al de Aragón, así como a su tío el infante don Pedro, puesto que el Ceremonioso estaba en Cerdeña, todas las andanms del infante don Femando y de los castellanos agrupados alrededor de don Alfonso de Albuquerque. No poseemos la carta del rey de Castilla, pero si la respuesta del aragonés. De esta, fechada en Caller el 22-1-1335 podemos deducir su contenido que era la notificación «de las rebeliones de sus vasallos, y de las malas obras que los infantes don Fernando y don Johan han feyto contra vos». Ante tales noticias, el aragonés ofrece ayuda, que creemos estaba dispuesto a prestar, puesto que le envía a su repostero Diego Gonmlbes, a ver si le parece conveniente que ambos celebren sus entrevistas en los alrededores de Melina de Aragón 7 • Apéndice 199. 5.

REcELOS DE ARAGóN ANTE LOS ACONTECIMIENTOS CASTELLANOS. RECONCILIACION DEL CEREMONIOSO CON SUS HERMANOS

Durante el tiempo en que el rey permaneció en Toro prácticamente prisionero de sus enemigos, el infante don Pedro, lugarteniente de Aragón que gobernaba por estar el rey ausente, prestó gran atención a las fronteras con Castilla. Causa de la preocupación que los sucesos de Toro ocasionaron en Aragón, era el temor de que según el cariz que tomase la rebelión contra el rey, la solución que se diese a tal conflicto pudiese ser la proclamación del infante don Femando como rey de Castilla, y que este, pudiese contar con todo el poder que esto suponía para intentar apoderarse de los reinos de su padre. También suponía un peligro, el casamiento de dicho infante con la infanta portuguesa, doña María, nieta de Juan Manuel. A pesar de que el séquito de doña Leonor figuraban gentes que aconsejaban a su hijo velando por los intereses aragoneses, o sea que no perdiese sus buenas relaciones con el rey castellano, el conjunto de circunstancias, unido a la ambición de la viuda de Alfonso el 7

Papeles por incorporar Carpeta A 2. Legajo A 2 n. 0 22. Apéndice 199.

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RELACIÓNCASTEUANQ.ARAGONESA

La concordia que acabamos de comentar duró poco, siendo causa de

su rompimiento la repercusión que tuvieron las querellas anteriores de Castilla motivadas por la conducta del rey con su esposa doña Blanca de Borbón, a quien abandonó para vivir junto a Maria de Padilla, dama con quien contrajo matrimonio antes de que la princesa francesa llegase para celebrar sus bodas. Y antes también nació la primera hija, la infanta Beatriz en marzo de 1353. Se dió el caso peregrino de que se celebrasen al mismo tiempo fiestas por el nacimiento de la hija de Maria de Padilla y por la llegada de la infanta doña Blanca, prometida del rey, de quien este no hizo caso alguno. la importancia política que tuvo la unión del rey Cruel con doña Maria de Padilla, derivó de la gran influencia que los parientes de dicha dama adquirieron, poniendo en peligro el valimiento que antes disfrutaron otros, en especial don Juan Alfonso de Albuquerque, hijo del bastardo portugués Alfonso Sánchez, gran amigo del rey, casi podriarnos decir su valido. También la reina madre, la portuguesa doña Maria, vió con desagrado la inclinación amorosa de su hijo. 4.

VISTAS DE 1'EJADII..l.A

Con la idea de recuperar la influencia en el ánimo del monarca y seguir teniendo en sus manos la dirección de los asuntos castellanos, ambos personajes, procuraron por todos los medios que el rey de Castilla accediese a vivir con su esposa Blanca. A este partido se sumaron los bastardos de Alfonso XI, y los hermanos de Pedro el Ceremonioso. La actuación de todos ellos dá lugar a la formación de una liga contra el monarca castellano, y a la celebración de las vistas de Tejadilla, localidad cercana Toro. En ellas, don Pedro, procuró apaciguar a sus contrarios prometiendo honrar a su esposa como era de rigor y dar cargos a todos los nobles; esto debió agradar mucho a los coaligados contra el rey, pues no debemos olvidar que la principal causa del descontento, era la privan7.a de los deudos de Maria de Padilla. Según cuenta Ayala, y desde luego los hechos posteriores lo corroboran sobradamente, Pedro hizo estas promesas procurando desarmar a sus contrarios, y aun dividirlos, atrayéndose a muchos con quienes ya tenía relación, pero desde luego sin pensar en cumplirlas. Después de las vistas, el rey regresó a Toro, y los de la liga a sus campamentos situados alrededor de la villa de Morales. Viendo que las promesas quedaban incumplidas, los de la liga se marcharon a Zamora, El rey desde Toro, pudo presenciar el desfile del 4-VI-1335. Varia 434 fts 1 a 6. El 29-X en Atiell7.8y el 4 en Tarazona Pedro I reconoce a sus posesiones en Castilla a los infantes Femando y Juan y a su madre Leonor. Pergamino Pedro 111n.0 1736, Sitges pg. 107 lo publica. Con la misma fecha 29-X se confirman las donaciones concordia de Ruzafa 6-111-1339 y Gibraltar 29-VIII-1349. CRD Pedro 111caja 41 n. 0 5141 y con la misma fecha Pedro I ratifica algunos acuerdos firmados por sus procuradores y los del rey de Aragón. Varia 434, fl. 9 y Pergamino Pedro 111n.0 1736. Un buen resumen de la concordia o Tratado de Tarazana puede verse en Zurita lb. VIIl cp. XLIL La crónica de Alfonso XI y la de Pedro I dan poca importancia a los asuntos referentes a los infantes y a su madre Leonor. Apéndice 198.

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RELACIÓN CASTELLANO-ARAGONESA

Benigno, justificaba la presunción de que desde Aragón eran observados los acontecimientos castellanos 8 • El recelo del Ceremonioso aumentó considerablemente al tener noticia de que su hermano el infante Femando, había donado a Pedro I, los castillos de Alicante, Orihuela y otros del reino de Valencia, que formaban parte de las donaciones de su padre el rey Benigno, pero sujetos a la soberanía y potestad aragonesas. Esto ocurrió estando el rey en Cerdeña, y a su regreso procuró que los castellanos que ocuparon los castillos citados se retirasen. Para ello hizo gestiones cerca del rey Pedro, de los infantes sus hermanos y de la reina viuda Leonor 9 • Respondiendo a estos recelos corresponden los preparativos guerreros que realiza Aragón durante los años 1354 y 1355. Se tiene noticia de que caballeros castellanos están dispuestos a acudir en ayuda del infante Femando para que lograse sus propósitos de conseguir los derechos que le correspondían y que se le habían otorgado por sus hermanos en Murviedro 9 bis. Durante este tiempo el Ceremonioso está en Cerdeña, y el infante Pedro, su tío, actúa como Gobernador General. Este en noviembre de 1354, ordena al Gobernador de Valencia García de Loriz que ponga en estado de defensa los castillos fronterizos, pues tiene noticia de que Enrique de Trastamara y otros nobles ayudaran al infante Fernando en sus intentos de atacar la frontera posiblemente por Valencia 10• Estas órdenes contrastan con las noticias de García de Loriz al Ceremonioso pocos meses antes, el 4 de agosto. El gobernador de Valencia dice que en el reino hay paz, que no hay que temer nada procedente de Granada. También relata los acontecimientos castellanos. El abandono de la reina Blanca por su marido el rey y que los infantes Femando y Juan son atacados por Alfonso de Albuquerque y enrique de Trastamara 11• Este cambio de panorama se debe al comportamiento del monarca castellano ante los acontecimientos de Toro, que le pusieron en precaria situación y en manos de su madre y sus aliados, pensó en abandonar la causa de su primo el infante Fernando, y buscar el apoyo aragonés. El infante Pedro encargado del gobierno de Aragón en ausencia del rey recibe carta del rey castellano invitándole a hostilizar al infante Fernando para justificar tal petición Pedro menciona los agravios recibidos de sus primos quienes a pesar de los cargos que ostentaban, Femando adelantado mayor de la frontera y Canciller mayor y Juan Alferez Mayor, no han tenido reparo en unirse a los rebeldes 12• Apéndice 200. Las órdenes dadas para poner las fronteras en estado de defensa, demuestran que el infante Pedro no valoró positivamente las insinuaciones del rey Pedro de Castilla; 8 9

Crónica de Pedro I año 1354. Zurita Lb. VIII cps. XLIX y LVI. Rg. 1541 fls 1 a 32. Abril y mayo 1354. Ordenes para el armamento de 20 galeras para la guerra con Castilla. Se certifica el nombre de cada una así como los nombres de los patronos y los comitres. Estas precauciones son a causa de los disturbios castellanos, la muerte de Albuquerque y el apoyo que Pedro el Ceremonioso dio a los bastardos castellanos y también por el peligro que suponía la ayuda que muchos caballeros castellanos querían prestar al infante Femando contra su hermano el rey. Zurita Lb. VII cp. LVI. 10 Rg. 1603 fl 198. Tarazona 8-11. Ferrer Maillol doc. 11. 11 CRD Pedro III caja 43, n. 0 5336. Ferrer Maillol doc. 10. 12 Zurita Lb. VIII cp. LVI. Copia la carta que insertamos, no identificada en ACA. Apéndice 200.

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ÁNGELES MASIÁ

pero no se produjo ninguna ruptura. Al castellano le interesaba conservar buenas relaciones con el Ceremonioso, hasta el punto que aconseja al infante Pedro que inste a su tío a que regrese pues cree es de interés mutuo que ambos mantengan una entrevista 13• La situación de Cerdeña en aquellos momentos no era de los mas propicios para que el Ceremonioso se ausentase, pero el cariz que iban tomando los asuntos peninsulares era natural que aconsejaran al infante Pedro tener informado a su sobrino. A este fin va a Cerdeña Mateo Adria, con la misión de informar al Ceremonioso de la liga armada por sus hermanos los infantes y los nobles rebeldes a Pedro para ir contra él. Se dice que en primavera atacarán posiblemente por la frontera de Valencia. (19 enero 1355) 14 • En este momento se inicia una correspondencia entre los dos monarcas. El castellano envía a un ballestero con cartas en las que relata las rebeldías de sus súbditos, según el Ceremonioso le cuenta a su tío el infante Pedro. Al mismo tiempo, le envía unos capítulos que debe firmar Pedro de Castilla, pero desea que antes de que le sean enviados algún experto los examine 15• En cuanto a las respuestas del Ceremonioso a su homónimo castellano, son muy diplomáticas, muy amables pero en realidad no comprometen a nada. Lamenta el comportamiento desleal de sus hermanos, le ayudarla si no se encontrase «della mar». Podrán verse a su regreso, en las partes de Molina. Le envía a su repostero Diego Gon~alves. Propone que ambos celebren un pacto de ayuda mutua especialmente contra sus hermanos los infantes Femando y Juan, también solicita ser absuelto del juramento hecho por mediación de Bernardo de Cabrera de no proceder contra sus hermanos 16 • La realidad no era tan apacible como puede hacer suponer la actitud de ambos monarcas que por diversas y particulares circunstancias considerasen vivir en paz, a pesar de que muchas cosas podían desembocar en un conflicto. El Ceremonioso no cree que Castilla le ataque. Ante el temor de que esto suceda, manifestado por los Consejos Reales de Barcelona, Valencia y Mallorca, el rey opina que los infantes Pedro y Ramón Berenguer y los Trastamara Enrique y Tello pueden hacer frente a cualquier eventualidad. Solo en el caso de grandes peligros debían enviarle barcos para regresar y al mismo tiempo enviar a alguien para sustituirle en Cerdeña. 17• Razón tenían los del Consejo Real en sus temores, y también consideramos acertada la política ambigua del Ceremonioso. Pedro después de los escarceos diplomáticos que acabamos de ofrecer, surge un nuevo conflicto, protagonizado por los infantes de Aragón, que entregan a Castilla sus posesiones en el Reino de Valencia 18• El comportamiento de los infantes de Aragón con el rey de Castilla, según puede colegirse de lo que venimos narrando podrá dar a entender la existencia de un clima de cordialidad, pero si esto fue en un momento, 13 14 15 16

17 18

CRD Pedro III caja 44. n. 0 5399. Ferrer Maillol doc. 12. CRD Pedro III caja 44. n. 0 5409. Caller 19-1-1355. Ferrer Maillol doc. 13. Rg. 981 fl. 7/v Caller 23-1-1355. Ferrer Maillol doc. 16. CRD Pedro III caja 44 n. 0 5410. 12-1-1355. Ferrer Maillol doc. 16. Rg. 1293. fls 9 a 16. Ferrer Maillol doc. 18. Rg. 1605 fls 32 a 34/v. Valencia 10-VI-1955. Ferrer Maillol docs. 19 y so.

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RELACIÓN CASTEU.ANO-ARAGONESA

no dejó de ser fugaz, naturalmente sujeto a la complicada situación de las relaciones personales de todos los personajes interesados. Pocos meses después de la entrega de las plazas valencianas a Castilla, en julio de 1355, el Ceremonioso comunica al infante Pedro que sus hermanos solicitan su perdón y entrar en su servicio. Pedro acepta pero impone condiciones, la principal la entrega de las plazas valencianas 19• También dicha donación fue causa de la reclamación que el Ceremonioso hizo a Pedro de Castilla, le conmina a que no tome posesión de ellos y caso de haberlo hecho que anule dicho acto 20 • En cuanto a los motivos que dieron lugar a la conducta de los infantes son muchos. Creemos de suma importancia las represalias que se cebaron en todos los que siguieron el partido de la reina Blanca y de estar ellos mismos por esta y otras causas expuestos a las iras de su primo, quisieron reconciliarse con su hermano. 6.

INTENTO DE ASESINATO DE ENRIQUE DE TRASTÁMARA

Mientras tales cosas sucedían, el conde de Trastamara, que se había retirado a sus tierras de Galicia, pidió salvoconducto a su hermano para salir del reino y pasar a Francia, cosa que logró burlando las siniestras intenciones que fueron causa de haberle sido autorizada la salida de los reinos; sencillamente matarle en el camino. Don Enrique enterado del peligro que corría, en lugar de seguir la ruta normal por tierra se dirigió a Asturias donde embarcó para pasar a Francia a ofrecer su servicio al bando francés. Allí permaneció hasta que el Ceremonioso preparando la guerra contra Castilla le hizo ofrecimientos para atraerle a su bando 21• 7. TIRANTEZ EN lAS RELACIONESCASTELLANO-ARAGONESAS. INCIDENTE EN SANLUCAR. PREPARATIVOSDE GUERRAEN ARAGÓN

Al clima de desconfianza reinante, fruto de las actuaciones poco claras de los infantes de Aragón y de los bastardos castellanos, las relaciones de todos ante las arbitrariedades del rey Cruel, hay que añadir los atropellos de toda índole por parte de todos. Uno de estos atropellos igual a otros muchos, sin que revistiese en si mismo capital importancia, tuvo la virtud de ser el que actuó como causa aparente de la declaración de guerra, lucha enconada, estéril y apasionada que ensangrentó a estos países entre 1356 y 1369. Fue el suceso que comentamos, el ataque a unas naves placentinas, llevado a cabo en Sanlucar de Barramecla por el almirante Francisco de Perellós, aragonés, que después de servir a su rey en la guerra contra Génova, se dirigía a Normandía para intervenir en la guerra de los Cien

21.

19

Rg. 1293. 8s. 23 a 123. Zurita Lb. IX cp. l. Caller 4- VII-1355. Ferrer Maillol doc.

20 21

Rg. 1030. ft. 9 Caller 21-VII-1355. Fen-er Maillol doc. 22. Crónica de Pedro l. cps. 111,V, VI y VII. Zurita Lb. IX, cap. l.

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ÁNGELF.SMASIÁ

Años apoyando al rey de Francia. Al mismo tiempo que el almirante aragonés, llegó a Sanlucar el rey de Castilla, dispuesto a solaz.arse con la pesca del atún en las Almadrabas. Conocedor del atropello, requirió a Perellós a que devolviére lo confiscado en atención a él y por no ser las naves propiedad de genoveses corno pretendía el aragonés, para justificar su conducta, a causa de la guerra que su patria sostenía con Génova. La petición real no fue atendida por Perellós, quien además se mostró descortés diciendo que solo a su rey debía dar cuenta de sus actos. Tras otras tentativas de concordia y envío de emisarios, se amenazó con detener a los mercaderes catalanes residentes en Sevilla y confiscarles sus bienes. Tampoco el almirante aragonés atendió a estas súplicas y amenazas, pues se dispuso a cargar parte de lo apresado, tirando al mar el resto, en presencia del rey castellano. Y no contento con esto, remontó el Guadalquivir unas cuatro leguas robando lo que pudo. El atropello llevado a cabo por el almirante Perellós, dió lugar a intercambio epistolar entre los monarcas afectados. Pedro de Castilla escribe una larga carta donde relata minuciosamente la actuación de Perellós mostrándose muy contrariado. En contestación a esta carta, fechada en Sevilla el 8 de agosto de 1356, el Ceremonioso hace constar que llegó a sus manos estando en Perpignan el 4 de septiembre. Sometida a su consejo, hubo en él opiniones contrarias respecto a la postura a adoptar con Castilla. La crónica del Ceremonioso cuenta que parte del consejo era partidario de enviar un emisario a Castilla, procurando limar asperezas y continuar en buenas relaciones. Otros consideraron que la carta en cuestión constituía un desafio que sería gran vergüenza, mengua y deshonor el envío de mensajeros, pues no se podía correr el riesgo de que el rey Pedro, que era sumamente soberbio no quisiese recibir al emisario. Dicha opinión sustentada principalmente por Bernardo de Cabrera fue aceptada y a él se debe la redacción de la carta respuesta, escrita el mismo día en que se recibió la del rey de Castilla. A la correspondencia que comentamos siguieron otras, que no nos detendremos a analizar con detalle, pues consideramos de mas utilidad ofrecerlas en apéndice 22 • Apéndice 201. Es muy general tomar el ataque de Perellós a las naves placentinas como la causa inmediata y principal del comienzo de la guerra que asoló Castilla y Aragón durante diez años, pero el examen detenido de todos los autores que de tal caso se ocupan, especialmente la Crónica de Pedro López de Ayala referente a Pedro l. La Crónica del Ceremonioso, y posteriormente Zurita, opinión seguida por la mayor parte de los autores posteriores, nos permiten apuntar la especie de que dadas las circunstancias generales, de la política de ambos reinos, consideramos que pretendei: que la piratería de Perellós fue la causa, sino única, la principal del comienzo de las hostilidades, nos parece excesivamente simplista y más, lo parecerá si tenemos en cuenta la complejidad de los problemas que se 22

Crónica de Pedro I, año 6. 0 ( 1356); cps. VII, VIII y IX. Zurita Lb. IX cp. l. Rg. 1379 fls 12/v y 13/v. Sitgcs pg. 219. Apéndice 20 l. Rg. 1379 fl. 120.

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RELACIÓN CASTELLANO-ARAGONESA

debatían en Castilla y la oportunidad que la intervención en ellos ofrecía a Aragón para poder llevar a feliz término su ambición de siempre. Entrar en posesión de Murcia y de territorios de Molina y Cuenca. Los acontecimientos posteriores confirmaron este supuesto. Hay una serie de circunstancias que permiten desechar la teoría de que los preparativos de guerra del Ceremonioso, comenzaron a raíz de las reclamaciones de Pedro I desde Sevilla el 8 de septiembre. Estas dieron comienzo desde el primero de dicho mes. Hay motivos fundados para considerar que el episodio protagonizado por Perellós, fue el detonante que hizo estallar un conflicto latente desde mucho antes. La situación de Castilla en estos momentos era muy delicada. El rey estaba en Toro prácticamente prisionero de su madre y de los partidarios de que se reuniese con su esposa Blanca, cosa que no se logró. Ya hemos citado los intentos de aproximación entre los infantes Femando y Juan con el Ceremonioso cuyo precio era la recuperación por Pedro de Aragón de los castillos de Orihuela y Alicante entregados a Castilla. Esto y el apoyo que el Ceremonioso prestó a Enrique y Tello de Trastamara, huidos a causa de la persecución de su hermano, fueron causa de las medidas tomadas por el Ceremonioso, pues la guerra que iba a comenzar estaba en el ambiente. No podemos decir con certeza cuales fueron las causas que originaron el fracaso de la reconciliación Fernando-Pedro. Que algo grave debió acontecer es indudable pues Pedro Femandez de Ixar, encargado de llevar a cabo las negociaciones para la reconciliación, recibe orden de interrumpirlas (30 agosto 1356 ). Más adelante en plena preparación de la campaña, el 18 de octubre, son confiscados los bienes del infante. Anteriormente, se tomó la misma medida con los bienes de castellanos residentes en los condados de Rosellón y Cerdaña 23• Es muy posible que tuviera mucha parte en estas medidas la negativa del Cruel a devolver Alicante y Orihuela que podían ser utilizadas como residencia de tropas castellanas en pleno dominio aragonés. Desde el 1 de septiembre, el Ceremonioso inicia los preparativos para la campaña. Se dan órdenes a las autoridades, a las corporaciones locales, y a la nobleza. El motivo que el Ceremonioso esgrime para justificar la campaña contra Castilla se basa en el incumplimiento por parte de Pedro de los pactos establecidos así como las incursiones, talas, incendios y toda clase de atropellos en las zonas fronterizas de Aragón, Valencia y Murcia. Son muchas las medidas tomadas en este sentido, orientadas a la doble misión de reclutamiento de tropas y a la consecución de fondos para la financiación 24 • Objeto de especial atención con las disposiciones relati23

Rg. 1148 fl. 104, Ferrer Maillol Apéndice n. 0 22. Rg. 1379 fl. 6 Reg. 1532. fls. 56 a

58.

24 Rg. 1379. fl. 11/v 1-IX-1356. Primeras providencias para la preparación de la campaña. Ordenes a Gelaber de Centellas a Gilabert de Codinachs, Maestre Racional y a Johan doctor en leyes y a otros varios componentes del Consejo Real residentes en Valencia, enumerando las tropas que deben aportar los nobles que se citan. ~ta carta parece contestación a consultas de las citadas autoridades temerosas de un ataque castellano en su frontera. Rg. 1379 fls. 16/v y 19/v. Sitges pg. 219. Los infantes Pedro y Ramón Berenguer, tíos del rey, reciben copias de las cartas del rey de Castilla así como de la respuesta del Ceremonioso.

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vas a los Reinos de Mallorca y Valencia. &te último a causa de su situación fronteriza, pues se tenia noticia de concentración de tropas castellanas. las Baleares eran objeto de atención, a causa de los preparativos navales de Castilla, que no solo arma galeras, sino que parece que cuenta con el apoyo de Génova y Granada 25• Mientras tenían lugar los preparativos guerreros de Aragón el monarca castellano se ocupa de enviar un embajador al Ceremonioso encargado de relatar los agravios recibidos. Fue este emisario Gil Blázquez de Segoviaalcalde de Corte. las quejas eran varias; el no haber sido ayudado cuando se encontraba ante el levantamiento que algunos realizaron contra él, que galeras aragonesas impidieran la llegada de naves con trigo a Castilla diciendo que su actuación era contra los genoveses. Tantos fueron estos atropellos que las naves no se atrevían a descargar en Sevilla o Cádiz y lo hacían en Lisboa. También se queja de intromisiones del Ceremonioso en el nombramiento del Maestre de Calatrava, que siempre lo babia sido por Castilla. la respuesta del Ceremonioso fue muy ambigua, siempre quiso quitar importancia a las reclamaciones, diciendo que no las consideraba lo bastante importantes como para iniciar una guerra. Tales respuestas no satisficieron al embajador, quien dijo que puesto que Pedro no cumplía lo que tenía por obligación en vista de las paces firmadas, habría guerra. Cuando el rey Pedro de Castilla tuvo noticia del resultado de la embajada, le envió una carta de desafío. El Ceremonioso la recibió en Perpignan el 4 de septiembre. Cuando los del Consejo Real conocieron tal ·carta, hubo diversidad de pareceres sobre la respuesta que debía dársele. Unos eran partidarios del envío de una embajada que dando satisfacciones al Rey de Castilla, se evitase la guerra. Otros opinaban que la carta era un desafio y que seria gran mengua y deshonor tal mensaje, y que también había que contar con que Pedro, hombre de gran soberbia, no quisiese aceptar tal componenda, máxime cuando antes de que estas cosas ocurriesen ya el Rey Cruel La misma noticia se envía a Jordan Pérez de Urries Gobernador de Aragón, Pedro de Moneada procurador de Cataluña, Artal de Foces, Gobernador de Mallorca, y entre otros personajes destacan Elfo de Procida, Galcerán de Fon ollar, Lope conde de Luna, señor de Segorbe, Hugo conde de Pallars, Juan Femández de Hereclia, castellano de Amposta, Cecilia condesa de Urgel y Vizcondesa de Ager, Lope Arzobispo de Zaragom. Rg. 1380 8. 13/v. El Ceremonioso da una orden que lo mismo puede interpretarse como el resultado de penuria económica, que a no querer comprometerse a fondo desde el primer momento. El rey puntuali:za a García de Loriz gobernador de Valencia, que ante el peligro de una invasión castellana, la defensa correspondiente debe correr a cargo de los nobles y a sus expensas, quedando en su podér el botín que obtengan. En el caso de que los gastos sean sufragados por la Corona, a ella corresponderá en beneficio que se consiga. Zurita Lb. IX, cp. 111,da una relación de los comienzos de la guerra, sin precisar fechas, circunstancia que podemos atestiguar. Desde este momento advertimos al lector que no siendo nuestro propósito narrar todo el desarrollo de la guerra, cosa que escapa a nuestro fin, utilizaremos los docs. más representativos, relacionados con el tema que nos ocupa. Sirva esta advertencia para todo lo relacionado con acontecimientos ~licos. La documentación sobre esta guerra, es de un volumen impresionante. Los Rgs. que más interesan a este respecto son 1379 a 1388. Guerras Castella. Rg. 1394 y 1395. Pacium et treguarum. Rg. 1357 a 1390. CRD Pedro 111varias cajas especialmente los números 41. 25 Ayala Crónica año 7.° Cp. XL Zurita Lb. IX. Cp. 111

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babia comenzado la campaña hostilimndo las fronteras por las partes de Murcia y Molina. Con es~ condiciones el Ceremonioso aceptó el desafio, respondiendo al rey Cruel que no le tuviese por amigo 26• La guerra comenzó por los ataques castellanos a las fronteras de Valencia y Murcia, como hemos apuntado, antes del desafío, siendo también confiscados los bienes de los mercaderes. Las aldeas de Daroca fueron incendiadas, saqueados el campo de Gallocanta, el término de Fuset y muchas aldeas del término de Calatayud. la campaña fue favorable al rey de Aragón especialmente en las partes de Requena y Molina. Según Zurita considerando el Ceremonioso que su enemigo era muy poderoso, envió pedir ayuda al rey de Navarra, al conde de Foix y al vizconde de Castellbó, a estos últimos a causa de ser feudatarios suyos. En cuanto a Navarra, como anteriormente hemos visto era solicitada por ambos contendientes, pero el infante don Luis supo en este caso mantenerse neutral. Las simpatías del regente eran para el Ceremonioso, pero por temor a las reacciones violentas del rey de Castilla, firmó con Aragón un tratado secreto, obligándose a no prestar ayuda a Castilla 27• la imprecisión cronológica de Ayala y Zurita, no permiten fijar la fecha exacta de las campañas que acabamos de comentar. Pero si nos permite asegurar, que la victoria del Ceremonioso fue algo importante, puesto que el 18 de octubre el rey Cruel escribe al Ceremonioso lamentando no tener respuesta a la embajada de Gil Blázquez. El tono de la carta al quejarse de los ataques a sus fronteras, y de los intentos de un intercambio de emisarios deja entrever el interés castellano para que la guerra no pase adelante 28• Apéndice 202. Dadas las circunstancias del momento, es natural que este intento de negociación cayese en el vacío. Posiblemente pudo influir en tal resultado el inicio de las relaciones amistosas de Enrique de Trastamara desde Francia. 8. COMIENZODE LA GUERRA

Desde Perpignan, donde reside el Ceremonioso desde el 1 hasta el 24 de septiembre de 1356, escribe a las autoridades de toda clase disponiendo los preparativos de la campaña. Las razones que da para justificar su postura bélica son en especial el incumplimiento por parte de Pedro de Castilla de los pactos establecidos. Han sido numerosas las incursiones en los lugares fronterizos. Las disposiciones alcanzan a Almirante, Vicealmirante, Concejos de las ciudades, sobrejunteros, nobles, especialmente a sus tíos los infantes Pedro y Ramón Berenguer a quienes envía copia de la correspondencia intercambiada con Castilla. Especifica los hombres de armas, lo mismo infantes que caballeros, que debe aportar cada noble o ciudad; todos deben estar preparados para reunirse con él el 20 de septiembre. Pero, mas adelante, el 12 del mismo mes, la fecha para la llegada 26

Zurita Lb. IX cp. 11. Ayala. Año 7. 0 cps. IX y X.

27 Zurita Lb. IX e¡,. 111. 28 Rg. 1379. 8. 83/v Sevilla

18-X-1356, en 8. 84. La contestación del Ceremonioso desde Calatayud 6-XII-1356. Rg. 1543 8. 42/v repite la carta de respuesta, Apéndice 202. Sitges pgs. 253.

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del rey para dirigir la campaña queda aplazada hasta el 15 de octubre: Ordenes de 7 y 12 de septiembre 29 • No podemos decir las causas de dicho aplazamiento, pueden ser muchas y qui7.á no sea muy aventurado pensar en posibles contactos con Trastamara o sus representantes, teniendo en cuenta la proximidad de las fechas en que se puntuali7.aron los términos de la entrada de este último en las filas aragonesas. La preparación de la campaña es objeto de toda clase de atenciones, pero debemos anotar algunos indicios de que no todo el mundo estaba de acuerdo con ella. Pedro reprende al conde de Osona, su consejero, por no haber actuado con la debida prontitud en la concentración de tropas que deben ir a Valencia. En igual sentido escribe a Albert ~atria, Gilabert de Cruilles y Francesc de Cerviá, caballeros. También recibe una buena reprimenda el Maestre de Montesa F. de Tous. Además de esto, no había armonía entre los componentes de la hueste, pues el Conde de Osona y todos los que van en su compañía reciben la recomendación de que entre ellos no haya peleas ni discusiones «batalla brega e remor» 30 • A pesar de las adversidades y reprimendas reales sigue la resistencia. Los Gobernadores de Rosellón y Cerdaña y los vegueres de Barcelona, Cervera, Gerona, Besalú i Vallespir, Rosellón, Tarragona, Montblanch, Berga, Bergadá, Manresa, Lérida y Pallars, Villafranca del Penedés, Vallespir, Conflent y Cerdeña. Parece ser que se muestran remisos en alistarse muchos de los que prometieron hacerlo 31 • Qui7.á pueda explicarse la resistencia a formar parte del ejército la respuesta del Ceremonioso a Pedro Alonso de Luna, señor de Segorbe, a su petición de que el monarca vaya a la zona de guerra; dice no ser misión del rey y si de los barones defender la frontera y guerrear. La fecha de esta carta, primeros de septiembre, puede explicar la postura de muchos 32 • Especial atención merecen los posibles ataques navales a la isla de Mallorca, donde parece haber disparidad de criterios entre los de la capital y los de la isla. El rey tiene noticia de que catorce galeras y algunas naves han estado en la isla y delante del muelle de la ciudad. &to es peligroso, más si se confirma la noticia de que Castilla ha pactado alianzas con Granada, Marruecos y el Común de Génova 33 • (24-IX-1356). A principios de noviembre aparece un cambio en la marcha de los acontecimientos. En todos los frentes se registra una gran actividad. Suponemos que puede ser consecuencia de la llegada del conde de Trastamara, no sabemos en que fecha. El Ceremonioso está en Pina y en aquella zona está Trastamara con sus tropas. Por la forma en que el rey pide a los hombres buenos y jurados de Zaragoza que les trates bien y les den alojamiento en los lugares elegidos como residencia, Peñaflor, Villamayor y Villanueva de Manubles, 6-XI-1356 34, permite afirmar que el 1379.fts. 8/v ~ 20/v/2. 1379 fts. 5/v/2 y 29/v/2. Rg. 1380 8s 12/2 y 20/1/2. 31 1543 fts. 3, 3/v, 5, 7 y 7/v. Crónica de Pedro 111Lb. VI. cp. 3.0 32 1380. fl. 13/v, Rg. 1379 fl. 6/v. 33 1380 fl. 24/v. 34 1379. 8s 57/v 6-IX-1356. is fl. 59 y 59/v. En estos dos docs. se entrega dinero a Enrique de Trastamara, a cuenta del sueldo de sus tropas, por un valor de 10.000 sueldos barceloneses. 80 florines de oro, se envían al veguer de Cerdaña para el mismo fin. 29 30

Rg. Rg. Rg. Rg. Rg. Rg.

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conde llegó acompañado de tropas, circunstancia verosímil si tenemos en cuenta la cantidad de mercenarios que en el río revuelto de la guerra de Cien Años se alistaban con el mejor postor. El seis de noviembre el Ceremonioso se encuentra en Denia y en aquella zona está Trastámara con sus tropas. Desde dicha fecha del seis de noviembre son muchas las disposiciones destinadas a la preparación de la campaña. Los sobrejunteros de Ribagorza y sus valles, el Maestre de La Litera, el Gobernador de Valencia y el Justicia de Aragón, el Merino de Zaragoza, los infantes Pedro y Ramón Berenguer y muchos más, reciben órdenes de diverso alcance con objeto de alertar a la defensa de las fronteras por Daroca y Calatayud, amenéWldas por el rey de Castilla que se encuentra en Molina. & muy posible que la aparición de Trastamara influyese en la ofensiva castellana que comenzó ~ atacar por tres frentes distintos: Játiva, Requena y Soria. El sector correspondiente a Játiva se encomendó al infante Fernando. Comenzó por sitiar Biar, declarando desde allí, mediante instrumento público, que renunciaba a la fidelidad que debía a su hermano el rey de Aragón 35 • Sus intentos de atraerse a los valencianos recordando sucesos anteriores y reprochando las guerras a que el Ceremonioso les había arrastrado, no tuvieron éxito. Los ataques a la frontera aragonesa devastaron el campo de Gallocanta, dando lugar a una serie de disposiciones mediante las cuales el Ceremonioso se prepara a defender sus dominios 36 • La primera actuación del infante Fernando fue desgraciada. No sólo fracasó en sus intentos de atraerse a los valencianos que en otros tiempos le habían secundado en sus campañas a favor de la Unión, sino que perdió la villa de Alicante que cayó en manos del conde de Denia y de don Pedro de Xerica acompañados de los mas relevante de la nobleza. La efusiva felicitación que a todos envía el Ceremonioso, es muestra palpable de la satisfacción que produjo la conquista de la ciudad, cuyo abastecimiento fue preocupación del rey 37• En cambio la fortuna favoreció a los castellanos en las fronteras de Aragón, apoderándose de varios castillos en una incursión en el campo de Gallocanta. Se dispone también la defensa de Daroca y Calatayud y otras plazas susceptibles de ser atacadas desde Molina, donde esta el rey de Castilla con un gran ejército 38 • Apéndice 203. Tal estado de cosas dió como resultado una serie de disposiciones encaminadas a la defensa de la frontera, al nombramiento de los jefes de la campaña. El infante Pedro, 35 Rg. 1379 fls. 35/v a 77. Contienen las órdenes destinadas a la preparación de la campaña. Cabe destacar la orden que se da al justicia de Aragón y al Merino de Zaragom, para que envíen a Daroca, toda la caballería que han tomado a sueldo. Id. ft 55/v/l a los hombres buenos de Egea. Id. 8. 56/2. El Maestre de Calatrava y el Comendador de Montalban, deben dirigirse a Daroca, donde el Ceremonioso va a trasladarse. 36 Zurita. lb. IX cp VI. 37 Rg. 1380. fl. 8. Rg. 1379. f1 83/v. Zurita. lb. IX, cp. VII 8. 84 respuesta de Pedro

111.

38

CRD Pedro 111caja. 46 n. 0 5744 y 4747. Caja n. 0 5866. Esta caja consta de dos ejemplares, uno en catalán y otro en castellano. Reproducimos este último a causa de su mejor estado de conservación. Apéndice 203.

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conde de Ribagorza y Prades, fue nombrado capitán general del reino de Valencia 39 • A partir de este momento hay una especie de calma, mejor dicho, un compás de espera, que, como veremos más adelante, sirve para preparar una guerra que, por sus múltiples connotaciones, no podía dejar de ser larga y compleja. No olvidemos que estaba en juego la sucesión de Castilla. Pero a partir de principios de 1357 las actividades de todo tipo comienmn de nuevo. Junto a los preparativos bélicos ambos bandos buscan alianzas en el extranjero. Todo ello demuestra el interés que despertaba en las monarquías extranjeras el gran problema peninsular circunstancias que dieron comienzo a la internacionalización del asunto. Recordemos el pleito con Francia a causa de la actitud de Pedro de Castilla con su esposa Blanca, junto con las repercusiones de la guerra de los Cien Años. Es el momento en que se perfilan las posturas que adoptaran todos los implicados en el conflicto y los que pensaban obtener ventajas de su intervención. También será e_lmomento en que el pontificado piense en la necesidad de intervenir con ánimo apaciguador. 9. REANUDACIÓNDE 1A GUERRA La principal preocupación del rey de Aragón durante todo el mes de enero de 1357 fue atender el peligro de que fuesen atacadas sus fronteras por la parte de Molina, pues corren rumores de que los infantes don Juan y don Fernando junto con el maestre de Santiago, don Tello, hermano del conde de Trastamara, iban a reunirse con el rey de Castilla para entrar en Aragón por Malina o Soria 40 • La primera incursión, desde Aranda, cogió desprevenidos a los aragoneses; por falta de tropas, el encargado de la frontera, Juan Martinez de Luna, no pudo defenderse ni contraatacar. Asi se lo cuenta el rey a los condes de Trastamara y Luna, encareciendo acudan y lo mismo se hace cuando a los pocos días se repite la agresión. Y ante el temor de que los ataques a las fronteras se generalicen, procura también sean objeto de atención Calatayud y sus aldeas, lo mismo que Daroca y Teruel 41 • Disposiciones como W que contamos son abundantisimas, no faltando W que ordenan a diversas poblaciones aragonesas retirar sus ganados hacia lugares seguros pues los castellanos podrían apoderarse de ellos. Y después la atención del rey Pedro se dirige a los consejeros de reinos, gobernadores generales, principalmente personajes civiles y ecleswticos, maestros de W órdenes militares, sobrejunteros, justicW, etc 42• 39 . Rg. 1380. 8s 124, 125/v y 126. Zurita Lb. IX, cp. VII. En la misma fecha del nombramiento como Capitán General del conde de Ribqo17.a, 7-1-1357, dicho nombramiento se notifica a los principales personajes y autoridades ael Reino de Valencia. Rg. 1380. 8s 125 y 126. Zurita IX, cap. VII. 40 Zurita Lb. IX cp. VII. 41 Rg. 1379 fts. 111/v, 102/v, 118, 121/v 122, 123/v y 135/v/2. Rg. 1380 fts. 143. Cartas fechadas entre el 21 y el 30-1-1357. 42 Rg. 1379, 8. 111.

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A primeros de febrero deben encontrarse Zarago:za 43.

las tropas concentradas en

Una veleidad amorosa del monarca castellano, fue causa de que la campaña de Aragón sufriera un retraso: Don Alvar Pérez Guzmán, señor de Olvea, que junto con don Luis de la Cerda sitiaban el castillo de Serón, abandonaron su puesto, marchando a Andalucía con ánimos de correr el país. Fue causa de ello el temor de que el rey quisiera apoderarse de la esposa de Alvar Pérez, Aldonza Coronel, hermana de la esposa de don Luis de la Cerda, llamada Maria de la Cerda. &to nos cuenta la crónica de Pedro el Cruel, pero no añade la noticia que nos dá Zurita acerca del abandono del sitio de Serón y la marcha hacia Andalucía se llevó a cabo de acuerdo con el Ceremonioso, según se convino en la entrevista que dichos caballeros celebraron con los enviados aragoneses Lope de Gurrea, Berenguer de Palau y Jaime de &lar. Luego de guerrear en Andalucía, se desnaturaron del rey de Castilla, pasando a súbditos aragoneses, comprometiéndose el Ceremonioso a darles paga para ochocientos hombres de a pie y otros tantos caballeros durante dos meses, prorrogables por otros tantos cuantas veces fuese necesario mientras durase la guerra. Compensación a la pérdida de sus dominios castellanos la obtendrán en los condados de Ceivera, Manresa y Berga 44 • La deserción de los magnates castellanos tuvo lugar a finales de enero de 1357. &ta fue la causa de que el rey de Castilla abandonase momentáneamente la campaña para salir en su persecución, pero a los pocos días regresó a las fronteras de Molina, según participa el Ceremonioso al consejo real de Valencia, al mismo tiempo que dispone medios para obtener dinero para pagar a las tropas del conde de Osona y de Francesc de Cerviá y a los ballesteros y hombres de armas que están en Alicante. El dinero saldrá de la venta a Felipe Boyl del castillo de la Vall de Uxó por mil libras. Sobre la nueva presencia del rey de Castilla en la frontera de Molina, sabe que estuvo allí muy secretamente acompañado del infante Juan con dos mil o dos mil doscientos hombres a caballo. &to ocurrió el viernes 27 de enero; el lunes siguiente, o sea el 30, salió de Molina para entrar en Aragón. &tuvo en un castillo suyo llamado Val de Salza y el martes siguiente durmió en un castillo llamado Si~amo, donde pernoctó. Allí tuvo noticia de que don Juan, hijo de don Luis, y Alvaro Pérez de Guzmán habían salido de sus puestos en la frontera y lo mas rápidamente que podían se iban para «alzarse en bandiclage en Andalusia».Pedro de Castilla sali