Príncipes de las remotidades: Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX [1 ed.] 9789968483049

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Príncipes de las remotidades: Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX [1 ed.]
 9789968483049

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PRÍNCIPES DE LAS REMOTIDADES Ca rlos Luis Fallas

y los escritores proletarios

costarricenses del siglo XX

IVÁN MüLINA JIMÉNEZ

f Esta obra es propiedad del j

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COLECCIÓN

Historia Cultural

de 16

Costa Rica

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~ EUNED

EDITORIAL UNIVERSIDAD ESTATAL A DISTANCIA

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kiín, 1961Principcs de las remotidades: Carlos Luis Fallas y los

J\lo lin:iJimCne¿,

escritores pro!ct:irios costarricenses dtl siglo XX/ lv:ín �lolin;i Jiménez--SanJosé,C.R.: EUNE0.2016 280 p.-- (Colección Historia Cultural de Costa Rica. No.16) ISBN 978-9968-48-30+.9

l.

COSTA RICA -HISTORIA 2. FALLAS SllJAJA

J. PRHJIO NACIONAL DE -1. POLITJCA l. Tírulo J l. Serie

CARLOS LUIS. 1909-1966 LITERATURA

ISBN "978-9968-48-304-9 Primera edición Editorial Universidad Estatal a Distancia San ] osé, Costa Rica,

20 J 6

Sislema de Bibliolecas-UCR

1 1 1 1 1111111 1 11 11 111 1 1 722865

© lván Molina Jiménez

l2286t,

© Sobre la presente edición

Editorial Universidad Estatal a Distancia, EUNED



?íl17

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Diseño de portada:

Alo11So Gamboa Va/verde,

utilizando un detalle de la portada de la edición rumana de 11/amira Y1111ai (Bucure�ri, Edirnra de Srnr pentru Lirerarnrií

�¡Arca, 1955).

Impreso en Costa Rica. Reservados todos los derechos. Prohibida la reproducción no autorizada por cualquier medio, mecánico o electrónico, del contenido total o parcial de esta publicación. Hecho el depósito de ley.

o SEDUCA

La Editorial EUNED es parte .!J¡,i�� ¡¡;¡¡;�������--1 IU del Sistema E�dllitt¡¡ o:¡jri,a a!J

BIBLIOTECA Carlos Monge Alfaro

SISTEMA DE BIBLIOTECA UNIVERSIDAD DE COSTA RICA

A Calufa

PRÓLOGO POR TODOS LOS RINCONES DEL MUNDO

E

n la edición del 1 5 de marzo de 1966 del periódico

La Nación, se publicó un memorial en el que se proponía otorgar el Premio Nacional de Literatura

al escritor Carlos Luis Fallas Sibaja, firmado p or intelec­ tuales , literatos y artistas de distintas filiaciones políticas.

De acuerdo con quienes suscribían esa petición , Fallas desde su inicio como novelista, entró por la puerta grande del mundo literario y recibió, poco después, la con­ sagración continental. . . En Costa Rica, el novelista Fallas goza de un bien ganado renombre en todos los círculos literarios, y en todos los sectores sociales su obra se lee con delectación y enorme respeto En los colegios y en la Universidad Nacional se le estudia; en las antologías se le incluye, en las obras que analizan y comentan la literatura nacional, sus libros ocupan atención y lugar preferentes. Es una auténtica gloria de nuestras letra s . '

"Carlos Luis Fallas: una auténtica'', 1966: 22.

PRÍNCIPES DE

lAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

IX

Dos días después, La Nación editorializó sobre el asunto:

. . . si las obras del señor Fallas han sido favorecidas más

tras indicar que no se oponía a que se le concediera ese

que ninguna de los otros escritores nacionales, con nu­

galardón, enfatizó que Fallas era de "reconocida filiación

merosas traducciones en el exterior, sobre todo en los

marxista", que los elogios que le dedicaban eran excesi­

países comunistas, se debe ante todo a la temática que

vos, que había otros autores que también merecían ser premiados y que en la Unión Soviética había escritores

desarrollan de fondo social y político, más que a los mé­

muy superiores a él que acababan de ser condenados por expresar sus opiniones políticas. Finalmente , el editorial destacó:

la obra que más traducciones ha alcanzado es "Mamita

ritos propiamente literarios de las mismas. Precisamente Yunai" porque, como una pequeña caracola, viaja desde hace años en la cresta más alta del oleaj e anti-imperialista que el comunismo internacional ha desatado por todos los

cuando el Partido comunista se organizaba en Costa Rica,

rincones del mundo.4

por ahí de los años 28, 29 y 30, muchos intelectuales co­ quetearon con el marxismo para darse tono de inteligentes y avanzados. Este fenómeno cultural permitió al partido comunista conquistar un extraño prestigio del que no ha gozado, tal vez, en ningún país de América Latina. Pero ya eso es historia que algún día habrá que hacer.2

Lejos de ser excepcional, el fenómeno señalado por La Nación fue bastante común en América Latina, y se acen­ tuó precisamente en las décadas de 1920, 1930 y parte de la de 1940, en el contexto de constitución y ascenso del frente cultural antifascista, cuyo propósito principal era combatir la expansión del nazismo y el fascismo en Europa.3 Este proceso fundamental luego fu e olvida­ do a medida que se intensificaba el anticomunismo de la Guerra Fría (1945 -1 989). Por tal razón, no sorprende tampoco que el editorial referido insistiera en que

Pese a que La Nación procuró asociar la difusión interna­ cional de la emblemática novela de Fallas (Mamita Yunai, impresa en 1 941) con la propaganda del comunismo in­ ternacional durante la Guerra Fría, lo cierto es que esa obra fu e escrita y publicada en un contexto muy diferen­ te: el del frente cultural antifascista, poco antes de que dicho movimiento fuera consolidado por la alianza entre Estados Unidos y la Unión Soviética para enfrentar el na­ zismo. Además, tal obra fue resultado de un proceso que también escapó al editorial que la cuestionaba: los esfuer­ zos emprendidos p or los comunistas costarricenses des­ de la década de 1930 por producir -de acuerdo con los postulados del realismo socialista- una narrativa prole­ taria, iniciativas que condujeron a una de las principales innovaciones que experimentó la literatura costarricense en el siglo XX. *

"Comentarios. La dignidad", 1966: 4. 3

X

Hobsbawrn, 2011: 261-313.

4

lvAN MouNA J1MENEZ

"Comentarios. La dignidad", 1966: 4.

PRiNCIPES DE

LAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

XI

El presente libro analiza las específicas condiciones his­ tóricas que llevaron al Partido Comunista de Costa Rica (PCCR), en las décadas de 1930 y 1940, a promover la producción de un tipo de literatura proletaria que, a la vez que recuperaba las experiencias de vida de sus au­ tores -por lo general de extracción obrera o campesi­ na-, aspiraba a ser reconocida por su calidad estética, una expectativa que implicaba desafiar el canon literario prevaleciente en esa época. Hasta ahora, las principales investigaciones existentes sobre los llamados "escritores proletarios" se centran en los casos de Estados Unidos y de diversos países europeos;5 en América Latina hay ya algunos aportes,6 aunque la mayoría de los trabajos recientes enfatizan en el papel jugado por los comunistas en diversificar el mercado cultural mediante, entre otros procesos, la comercialización de periódicos, revistas, li­ bros y folletos (propios e importados), la fundación de editoriales y librerías, y la creación de espacios y proyec­ tos que facilitaron o permitieron integrar a intelectuales y artistas de vanguardia.7

su participación en la formación de sindicatos y en diver­ sos conflictos sociales o movilizaciones populares. En las últimas dos décadas, perspectivas étnicas y de género se han abierto un espacio importante en este tipo de inves­ tigaciones, por lo que no sorprende que empezaran a ser priorizados problemas relacionados con la construcción de las identidades y la elaboración de la memoria. 8 En contraste, pocos son los trabaj os que acentúan la di­ mensión cultural anteriormente referida; entre los más recientes, figuran varias publicaciones sobre el capital le­ trado de la intelectualidad cominternista (Internacional Comunista), la constitución a nivel nacional de frentes culturales antifascistas en los decenios de 1930 y 1940 y el surgimiento de una cultura impresa (libros , folletos, periódicos y revistas) específicamente comunista, y de una infraestructura para su producción, difu sión y co­ mercialización.9 Aunque ha habido esfuerzos importan­ tes por recuperar la poesía de tema popular o proletario, los poemas compuestos por intelectuales no han sido de­ bidamente diferenciados de los escritos por trabajadores,

Para Centroamérica, los estudios sobre los partidos co­

ni se ha profundizado en las condiciones y contextos en

munistas pueden ser clasificados en tres categorías prin­ cipales: los que indagan en la composición, características

que esos materiales fueron elaborados.10

y desempeño de sus dirigencias, los que se concentran en sus actividades políticas y electorales y los que examinan

5

Foley, 1993; Gorham, 1996: 412-429; Denning, 1997; Guiat, 2003: 55-84; Gómez, 8

2005; Hilliard, 2006: 37-64. 6

9

XII

10

IVÁN MOLINA JrMENEZ

Melgar Bao, 2006: 223-246; 2009 135-159; jeifets, 2014: 177-181; Molina jimé­ nez, 2010: 237-262; 2011: 43-57; Arias Mora, 2008: 65-79; 2011: 119-140.

Motta, 2005: 343-365; España, 2006: 9-26; Browarnik y Benadiba, 2007: 89-99; Subercaseaux, 2008: 221-233.

Todavía no se dispone de un balance historiográfico amplio y detallado de estas contribuciones.

Dill, 1994: 214-228; Negrín, 1998: 151-160; Saítta, 2003: 187-196; Arribasplata, 2007; Grez Toso, 2011: 9-29.

7

Inscrito en estas nuevas corrientes de investigación, el ob­ j etivo fundamental de la primera parte de este libro es analizar tres experiencias asociadas con el PCCR para las

Oliva Medina y Quesada Monge, 1993; 2007-2008.

PRiNCIPES DE LAS REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

XIII

cuales se dispone de una valiosa documentación prove­ niente del periódico Trabajo y de la revista Vanguardia. De ellas, la más exitosa consistió en la conversión en novelista de Fallas (1909-1966), un trabajador que había laborado en las plantaciones bananeras de la United Fruit Company en el Caribe costarricense. Los otros dos procesos consi­ derados, que expusieron los límites de este tipo de prác­ ticas, fueron los intentos por construir una tradición de escritura proletaria en la década de 1930 y un concurso de

En los principales estudios existentes sobre Fallas, se suele enfatizar su vinculación con el PCCR y el papel que jugó como líder de los trabaj adores, dirigente políti­ co, colaborador del semanario Trabajo y autor de varias novelas y cuentos que lograron una amplia proyección in­ ternacional, en particular después de que el p oeta chile­ no Pablo Neruda promoviera la difusión internacional de Mamita Yunaiu A diferer..c ia de tales investigaciones, la segunda parte del presente libro se propone explorar posibles áreas de tensión y conflicto entre Fallas y el

cuentos organizado por los editores de Vanguardia en 1941 con el propósito de producir, en el contexto del entusias­

PCCR, relacionadas en particular con la postergación de

mo provocado por la publicación de Mamita Yunai, más

la publicación de algunos de sus textos narrativos. Pese

narrativas afines con el modelo que ofrecía dicha obra.

a su importancia, hasta ahora esta temática no ha sido debidamente investigada.

El planteamiento principal que se desarrolla en la prime­ ra parte del presente libro es que el PCCR contribuyó a diversificar la literatura costarricense de los decenios de 1930 y 1940 al impulsar una producción narrativa que

Para cumplir con el obj etivo indicado, en los tres prime­ ros capítulos de la segunda parte se identifican los dos pe­ ríodos fundamentales en la producción literaria de Fallas,

no tenía precedentes en el país. En vista de la innova­

con especial énfasis en la diferencia entre la fecha en que

ción cultural implicada en esta iniciativa, debió apelar a nuevos criterios, basados principalmente en el realismo

finalizó la redacción sus materiales narrativos y los años en que los publicó; igualmente, se analiza por qué Fallas, pese

socialista, para promover la novela de Fallas , la corrien­ te de literatura proletaria y el certamen organizado por

a que había terminado antes la redacción de Mi madrina y de "El taller", optó por diferir su publicación y priori­

Vanguardia. Con el fin de contextualizar adecuadamen­

zar la impresión de Marcos Ramírez; y por último, se avan­ zan algunas explicaciones sobre las razones por las cuales

te el obj eto de estudio, se examina brevemente la expe­ riencia del PCCR en el período 1 931-1948; de seguido, se analizan los esfuerzos por promocionar una narrativa es­

postergó, por un período considerable, la publicación del cuento "Barreteros" y de la novela Gentes y gentecillas.

crita por trabaj adores, las condiciones que facilitaron que Fallas se convirtiera en un escritor y, finalmente, se con­ sidera el debate asociado con la publicación de Mamita

Yunai y el resultado del concurso de cuentos . *

11

XIV

lvÁN MouNA J1MENEZ

Arroyo Soto, 1973; Aguilar Hemández,1983; Picado Gómez, 1987: 219-231.

PRINCIPES DE

LAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

XV

En dichos capítulos, se presta especial atención al hecho de que, pese a que el PCCR promocionó sistemáticamente

Los dos últimos capítulos de la segunda parte analizan sis­ temáticamente unas problemáticas que inicialmente fu e­

Mamita Yunai entre finales de 1940 y mediados de 1941

ron consideradas por el filósofo Eduardo Saxe Fernández

como representativa de una corriente de literatura social y políticamente comprometida, dejó de promoverla des­

y el i nvestigador literario Víctor Hugo Fernández c uando, en la década de 1 970, iniciaron la importante rarea de sis­ tematizar los datos bibliográficos de las ediciones de los libros de Fallas Sibaja, de recuperar sus escritos in �ditos

de finales del último año indicado y no se interesó en que se realizara una segunda edición. Con respecto a dicha problemática, las principales fuentes consultadas fueron el periódico Trabaj o, la autobiografía y el prólogo que Fallas elaboró respectivamente para las ediciones mexicana (1957) y cubana (1960) de Mamita Yunai, y la correspondencia que tuvo con la traductora polaca de Marcos Ramírez. Finalmente, los dos capítulos restantes de la segunda par­ te analizan la proyección nacional e internacional alca­

con el fin de publicarlos y de identificar lo que se había escrito sobre él y su producción narrativa. Los resultádos de los esfuerzos de ambos autores fueron conocidos por mí gracias a que la Editorial Universidad Nacional (EUNA) me facilitó copia de esos valiosos materiales para preparar la edición, en dos tomos, de la obra de Fallas, De mi vida, p ublicada por esa casa editora en el año 201 3 . *

nzada por las obras de Fallas y el impacto que han tenido en el mundo académico costarricense y foráneo. Las prin­ cipales fuentes en que se basan son dos listados exhausti­ vos: el primero comprende todas las ediciones de las obras de Fallas realizadas en el país y en el exterior, y el segundo consigna los libros, tesis, ponencias y artículos de revistas especializadas que versan sobre su vida y su producción literaria y ensayística. Dichos materiales, así como una ex­ tensa cronología de Fallas, figuran como anexos al final de este libro (la recopilación de los textos periodísticos que él publicó desde la década de 1930 y de las opiniones, noticias y reportajes que la prensa dio a conocer sobre su persona y sus actividades, es una tarea ya iniciada pero no finalizada,12 que urge profu ndizar a futuro).

La preparación de este libro se llevó a cabo en el Centro de Investigación en Identidad y Cultura Latinoamericanas (CIICLA) y tuvo el respaldo financiero de la Vicerrectoría de Investigación de la Universidad de Costa Rica. Agradezco la colaboración de diversas personas e instituciones en la localización de algunos de los materiales y en la revi­ sión de las referencias bibliográficas consignadas en los anexos, en especial de María Elena Céspedes Rodríguez, David Díaz Arias, Rodolfo González Ulloa, Lucía Jiménez Gómez, Lowell Gudmundson, Sherry Gapper, Héctor Solano Chavarría, Maribel Santamaría Bonilla, Alejandra Navarro, Carlos Hernández Rodríguez, Adrian Johnson, J uan D urán Luzio, Bobray J Bordelon, Petra Metzelthin, Kroot Liivak, Mariannick Guennec, Judit Tomcsányi,

12

XVI

Las dos recopilaciones principales son: Fernández, 20U: 147-152; y Ramírez Hi­ dalgo, 2010: 46-68.

lvAN MOUNA JIMÉNEZ

Jayne Finlay, Elizabeth Mahoney, Nicole Ruggle, Peggy Kolberg, Silvia Tecchio, Valéria Szeli, Etleva Domi, Miki

PRÍNCIPES DE

IAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

XVII

·

PRIMERA PARTE

Goral, Christine Walters, Ramón Figueroa, Mayra Achío Tacsan , Benedicto Víquez Guzmán, Marianela Camacho Alfaro, Marlies Hertig, Steve Mendoza, Richard Phillips y Nancy McClements. Reconozco, además, el trabajo de mis asistentes de i nvestigación , Zaira Salazar Corrales, Leslie Chinchilla Noguera, D aniel Bonilla Matamoros y

Los comunistas

y la producción de literatura p roletaria

Marco Vinicio Calderón Blanco. Sin embargo, soy el ú ni­

artido

co responsable de los errores y las omisiones contenidos al compañero

en esta obra.

XVIII

lvÁN MouNA J1MENEZ

CAPÍTULO 1 El Partido Comunista en el período 1931-1978

Presentación de Mamita Yunai. Trabajo, 26 de junio de 1941, l.

A

d1ferencia de sus competidores electorales, el PCCR, fundado en JUmo de 193 1 , se caractenzó

por ser una orgamzaoón permanente, por dispo­ ner de una base sindical y por contar con un periódico

propio (Trabajo) que circuló una vez por semana a partir

de enero de 1 933; antes era impreso cada 22 días aproxi­ madamente.1 De esta forma, el obj etivo de lograr un buen desempeño en las urnas, pese a su fundamental impor­ tancia, era sólo parte de una dinámica más amplia, que incluía mantener una presencia constante en l a esfera pú- . blica -centrada en la denuncia de las injusticias sociales-, organizar sindicalmente a diversas categorías de trabaja­ dores y elevar el número de afiliados. E n razón de tales características, el PCCR, que compitió en los comicios del período 1932-1942 con el nombre de Bloque de Obreros y Campesinos, quedó ubicado en u na estratégica posición

para, con base en su audiencia de lectores, militantes y simpatizantes, ampliar el mercado cultural de la época.

PORTADA DE LA EDIClóN RUSA DE

MAM/TA YUNAl (1952), UNIVERSIDAD NACIONAL.

Botey Sobrado y Cisneros Castro, 1984: 113-130.

PRÍNCIPES DE lAS REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

5

Dos importantes condiciones jugaron a favor de esa amplia­ ción. La primera consistió en que la dirigencia comunista contó desde sus primeros años con el apoyo de un pequeño círculo de intelectuales y artistas -algunos ingresaron al PCCR y otros se mantuvieron apenas como colaboradores cercanos u ocasionales-, que apoyaron las tareas sindica­ les, periodísticas y electorales . Inicialmente la única inte­ lectual importante que se declaró comunista fue la presti­ giosa escritora y educadora Carmen Lyra, autora del célebre libro Los cuentos de mi tía Panchita (1920) e integrante del grupo de intelectuales radicales configurado en Costa Rica en la década de 1900. Dicha agrupación fue liderada por el poeta modernista Roberto Brenes Mesén y por el escritor y educador Joaquín García Monge, quien luego se convertiría

La segunda condición fue que desde finales del siglo XIX, Costa Rica empezó a mej orar sus niveles de alfabetiza­ ción, gracias a una creciente inversión estatal en el campo educativo, concentrada en la enseñanza primaria. Para 1927, de acuerdo con el censo efectuado en ese año, la proporción de personas de nueve años y más que sabía leer y escribir ascendía , en las ciudades principales, al 85,7 por ciento, en las villas o ciudades menores, al 66,8 por ciento, y en el campo, al 5 6 ,4 por ciento.4 El crecien­ te alfabetismo de la sociedad costarricense facilitó que el PCCR pudiera alcanzar a los sectores populares mediante diversos tipos de materiales impresos, importados o pro­ ducidos localmente.

en editor de la conocida revista Repertorio Americano. 2

Contrario a lo ocurrido en el resto de Centroamérica, en

El ingreso de Lyra al PCCR fue tan significativo que atra­

legal por casi veinte años (fue proscrito luego de la guerra

jo de inmediato la atención de la prensa de la época, al extremo de que el 7 de junio de 1931 , en primera plana,

civil de 1948, que llevó al poder al grupo liderado por José Figueres). En Guatemala y El Salvador, los partidos comu­

Costa Rica el PCCR permaneció como una organización

el diario La Tribuna informó que" . . . la espiritual escritora

nistas, fundados en 1923 y 1930 respectivamente, fueron

de nuestra Tiquicia . . . ", se había adherido al movimiento

reprimidos de manera fulminante y brutal tras el ascen­

comunista. En muy poco tiempo, el PCCR logró atraer . a j óvenes y talentosos creadores como Gilbert Laporte y

so de las dictaduras militares de Jorge Ubico ( 1931-1944) y de Maximiliano Hernández Martínez (1931-1944).5

Francisco Amighetti. A la vez, una nueva generación de literatos y artistas empezó a surgir o a desarrollarse baj o

Más moderada y paulatina fue la represión en Honduras y Nicaragua, cuyos partidos comunistas -establecidos en

el favorable alero del PCCR, como Adolfo Herrera García, Emilia Prieto Tugores , Luisa González Gutiérrez, Carlos Luis Sáenz Elizondo y el propio Fallas .3

4

Molinajiménez y Palmer, 2004: 194.

5

Taracena, 1989: 49-63; Gould y Launa-Santiago, 2008: 52-57, 170-239. Con base en la tradición unionista, reactivada por redes de políticos e intelectuales centroa­ mericanos a inicios de la década de 1920, los comunistas mexicanos impulsaron

2

Morales García, 1993: 107-185.

3

"Carmen Lyra declara", 1931: 1, 8; Malina jiménez, 2000: 43-46; 2010: 240-243;

6

IVÁN MüLINA JJMÉNEZ

que el Partido Comunista de Guatemala se convirtiera en el Partido Comunista de

Contreras Álvarez y Cerdas Albertazzi, 1988: 11-70.

Centro América; pero tal iniciativa fue efímera. Melgar Bao, 2007: 385-388; Casaús

y García, 2005: 123-205.

PRÍNCIPES DE

lAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

7

1927 en el primer caso, y en 193 1 , en el segundo- debie­

Estado, parcialmente inspirada en el "New D eal" de la

ron enfrentar la persecución de los regímenes de Tiburcio Carías (1933-1949) y de Anastasia Somoza García

primera administración de F. D. Roosevelt ( 1 932-1936), para mitigar el desempleo y la pobreza asociados con la crisis económica mundial de entonces. En p ocas pala­

( 1936-1956).6 En sus primeros años (1931-1935), el PCCR mantu­ vo una relación esporádica y tensa con la Internacional Comunista (el llamado Buró del Carib e) y combinó un radicalismo discursivo, que invocaba la teoría de "clase contra clase", con una práctica política orientada a la

"

política costarricense de entonces .9

vida de los sectores populares por medios predominan­

Desde mediados de 1935, el radicalismo discursivo tendió a atenuarse, un cambio asociado con el ingreso del PCCR a la Internacional Comunista (Comintern, vigente entre

temente legales e institucionales.7 Durante este período,

1919 y 1943) y con la adopción por parte de esta organi­

búsqueda de mejoras en las condiciones laborales y de .

bras: el reformismo social impulsado por los comunistas originó un anticomunismo socialmente reformista, un re­ sultado que fu e posible por el carácter democrático de la

los conflictos más graves en que participaron los comu­

zación de la estrategia de frente popular, que promovía la

nistas fueron un enfrentamiento entre desocupados y ga bananera de agosto-septiembre de 1934 (uno de los

alianza de los comunistas con otros partidos y organiza­ ciones de izquierda o socialmente progresistas . 10 La ten­ dencia reformista se profundizó en los años s iguientes,

principales eventos de su tipo en la Latinoamérica de la primera mitad del siglo XX), que paralizó las actividades

por lo que no sorprende que a finales de 1940 el PCCR empezara a acercarse al gobernante Partido Republicano

policías, ocurrido en San José en mayo de 1 933; y la huel­

de la United Fruit Company en la provincia de Limón.8 Las autoridades costarricenses, en vez de enfrentar al PCCR con una represión abierta, respondieron con una combinación de medidas que incluían detenciones, mul­

Nacional, que impulsaba un programa de mej oras socia­ les. Entre 1 9 41 y 1 943 , esta iniciativa, llevada a cabo con el apoyo de los comunistas y de la Iglesia católica, con­ dujo a establecer la Caja Costarricense de Seguro Social, a incorporar un capítulo de Garantías Sociales en la

tas, confinamientos en áreas distantes del país y, en casos extremos, expulsión de militantes de origen extranj ero.

Constitución y a promulgar el Código de Trabajo.

A su vez, los otros partidos políticos, el Poder Ej ecutivo

La convergencia del PCCR y el Republicano Nacional, fa­

y el Congreso impulsaron una creciente intervención del

vorecida por la lucha conjunta de Estados U nidos y la Unión Soviética contra el nazismo y el fascismo, originó

6

Euraque, 1996: 37-38; Guevara, 2008: 42-48, 58-61.

7

Gómez, 1994: 192-194; Cerdas Cruz, 1998: 227-244.

9

Molina jiménez, 2007: 87-113.

Sibaja Barrantes, 1983; Acuña Ortega, 1984; Gómez, 1994: 92-98.

10

Caballero, 1986: 49-51; Fomet-Betancourt, 2001: 172-176.

8

8

lvAN MouNA J1MENEZ

PRÍNCIPES DE

LAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

9

una alianza formal a partir de 1943: en junio de ese año,

Finalizado el conflicto militar de 1 948, se inició un pe­

la dirigencia del PCCR disolvió el Bloque de Obreros y Campesinos y fundó una organización electoral nueva, el

ríodo de fuerte represión que se prolongó durante el año 1949: por entonces , se produjo la ilegalización de

Partido Vanguardia Popular que se declaró no comunis­

Vanguardia Popular, la disolución de sus organizaciones

ta; y en septiembre, Vanguardia Popular y el Republicano Nacional constituyeron el Bloque de la Victoria. El triunfo

fraestructura cultural y el exilio, la persecución o el en­

sindicales, la desaparición de la mayor parte de su in­

de esta coalición en los comicios de febrero 1944 con­

carcelamiento de sus principales dirigentes; en contraste,

tribuyó a polarizar todavía más la política costarricense,

el asesinato de militantes fue excepcional (el caso más co­

un proceso agudizado posteriormente por el inicio de la Guerra Fría, que culminó en el conflicto armado de mar­

nocido fue el crimen del Codo del Diablo). Pese a esto, los comunistas se recuperaron rápidamente: aun en el bienio

zo-abril de 1948 u

1948-1949, publicaron varios números clandestinos de

Ya en la década de 1930, el PCCR comenzó a importar materiales impresos -periódicos, revistas, libros y folle­ tos- para comercializarlos en Costa Rica, actividad que se acentuó en el decenio de 1940, cuando los comunis­ tas, además de Trabajo, publicaron una revista dirigida al movimiento sindical llamada Vanguardia, que circuló entre 1941 y 1 942; y los semanarios Combate, órgano de

Trabajo, y a inicios de la década de 1950, disponían de un nuevo periódico semanal llamado Adelante, sustituido por Libertad en el decenio de 1960. Además, reafirmaron su liderazgo sindical, especialmente en el mundo bana­ nero, y aunque no consiguieron inscribirse para competir electoralmente, lograron una importante influencia entre las organizaciones comunales del Valle Central.13

la Confederación de Trabaj adores Costarricenses (CTCR), y Trinchera, un periódico juvenil. Además establecieron

Ciertamente el virulento anticomunismo que prevaleció du­ rante las décadas de 1950 y 1960 afectó las actividades de

una editorial y una librería y, poco antes de que iniciara

Vanguardia Popular; sin embargo, el principal problema para

la guerra civil de 1948, inauguraron su propia estación de radio, "Ecos del 56", así denominada en referencia a la lucha emprendida entre 1856 y 1857 por los centroa­

los comunistas fue que el Partido Liberación Nacional, fun­ dado por Figueres Ferrer y sus partidarios en 1951, asumió

mericanos -y liderada por los costarricenses- contra las fuerzas encabezadas por el mercenario estadounidense

intensificadas a partir de 1970. En el contexto político más

William Walker.12

11

Lehoucq, 1992 118-336.

12

Molinajiménez, 2011: 43-56.

10

exitosamente el liderazgo de las nuevas políticas sociales, abierto y tolerante que se configuró en esa época, se constitu­ yeron otras organizaciones de izquierda cuyo crecimiento fue

13

Aguilar Hernández, 1989: 71-182; González Ortega, 2005: 20-27; Alvarenga Venu­ tolo, 2005: 1-166; Solís Avendaño, 2013: 365-372; Molina Vargas, 2015; Díaz Arias, 2015: 221-230.

/VAN MOLINA J1MENEZ

PRÍNCIPES DE

lAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escrirores proletarios costarricenses del siglo XX

11

CAPÍTULO 2

favorecido por la radicalización estudiantil y la expansión de la matrícula en las universidades públicas; además, en 1975 se derogó la prohibición que impedía la participación elec­ toral de Vanguardia Popular Pese a estos logros, la izquier­ da costarricense -que formó la coalición Pueblo Unido en 1977- no consiguió recuperar la influencia electoral que tuvo en los decenios de 1930 y 1940. En las elecciones de 1978,

Pol ítica cultural

y

literatura proletaria

en las décadas de 1930

capturó apenas el 9,7 por ciento de los votos recibidos en los comicios legislativos, en contraste con el 16,2 por ciento que logró en 1942 y el 1 2 ,8 por ciento que obtuvo en 1948.14

,

,

Diversos factores influyeron para que se diera esa pérdida de la influencia electoral de la izquierda, entre los cuales cabe destacar los procesos de movilidad social ascendente pro­ movidos por las políticas sociales de Liberación Nacional, que conduj eron a una ampliación decisiva de los sectores medios; la ruptura en las tradiciones laborales de familias originalmente encabezadas por trabajadores urbanos y rura­ les, cuyos hijos e hijas tendieron a desplazarse hacia ocupa­ ciones no manuales; y el ascenso de una nueva clase obrera -formada en los colegios técnicos o en el Instituto Nacional de Aprendizaj e establecido en 1965-, cuya cultura y estilos de vida, en el marco de los procesos de urbanización, indus­ trialización y persecución sindical por parte de los empre­ sarios y del Estado posteriores a 1950, se distanciaron de­ cisivamente de los que construyeron los artesanos y obreros costarricenses en la primera mitad del siglo XX.1 5

14

Trejas Solórzano, 1983: 1-117; Salom Echeverría, 1987: 47-66, 77-88, 107-121; Pacheco Femández, 2004: 1 17-141; Obregón Quesada, 2000: 394; Molina jimé­ nez, 2001: 420-421; Sánchez Campos, 2007: 97.

15

Castro Valverde, 1995: 9-74; Hemández Rodríguez, 1999: 83-110; Donato Monge y Rojas Bolaños, 1987: 3-24.

12

lvAN

MouNA J1MÉNEZ

01

FALLAS

y

1940

P

or el momento, no se cuenta con un estudio sis­

temático y detallado sobre la política cultural del PCCR y los resultados de sus esfuerzos por produ­ cir literatura proletaria en las décadas de 1 93 0 y 1 940. En lo que sigue, se analizarán algunas tendencias corres­

pondientes a ambos decenios, que se pueden identificar con base en el análisis de diversos materiales -cuentos, poemas, obras de teatro y crónicas- elaborados por au­ tores costarricenses y extranjeros, y dados a conocer en los periódicos y revistas del PCCR: Trabajo, Vanguardia y Trinchera. Ante todo, conviene destacar que, como se

observa en el Cuadro 1 , el semanario Trabajo no logró mantener un espacio literario estable: de 753 números disponibles para el período 1 93 1-1948, una sección de ese tipo fue incluida únicamente en 37 (4,9 por ciento), con denominaciones cambiantes y concentrada en los años 1 935 - 1 93 9.1

PORTADA DE LA EDICIÓN CHECA DE MAMJTA YUNAI

(1953), UNIVERSIDAD

NACIONAL.

E l PCCR publicó 777 números d e Tmbajo e n ese periodo; 2 4 (3,1 por ciento) no pudieron ser consultados.

PRiNCIPES DE

lAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

15

CUADRO 1

podía demandar páginas completas. La situación se agra­

SECCIONES DEL PERIÓDICO TRABAJO DEDICADAS A LA LITERATURA (1931-1948)

vó después de que, a mediados de 1937, Trabajo empezó a insertar anuncios comerciales para generar nuevos ingre­ sos 2 La problemática de qué tipos de materiales debían

Título de la sección Cuentos proletarios

octubre 28, 1931

De arte y literatura

octubre 20, 1 935

Número de ediciones en que fue incluida

ser priorizados para su publicación en el semanario pare­ ce haber dado origen a una constante -aunque silencio­ sa- confrontación, como lo sugiere un informe enviado al Buró del Caribe alrededor de 1 9 39-1940:

Nuestro rincón literario

noviembre 10, 1 935

Rincón literario

noviembre 24, 1 935

el Partido funciona legalmente en todos sus aspectos.

octubre 24, 1936

Tiene un semanario "Trabajo" con nueve años de exis­

Nuestra página literaria

1111 1

Fecha en que fue inaugurada

Arte y literatura

noviembre 14, 1936

Rincón literario

febrero 27, 1 937

Página literaria

mayo 1, 1 937

Rincón literario

mayo 8, 1 937

Página literaria de autores nacionales

septiembre 1 5, 1 938

De la literatura al servicio del pueblo

mayo 13, 1 939

De la literatura que hace el pueblo

mayo 27, 1 939

Poesía nueva de Costa Rica

marzo 7, 1 942

En el frente de la cultura*

enero 20, 1 948

ciertas épocas, el principal motor del movimiento. El pe­ riódico está entregado a un cuerpo de redacción y direc­ ción compuesto exclusivamente por intelectuales, lo cual le quita combatividad, seguridad, orientación justa, y lo llena de artículos literarios, teóricos, muy extensos y de escasa importancia.3

Sin duda, la quej a precedente tenía un trasfondo amplio y profundo. D esde un inicio, según el Cuadro 1 , un sector

*Incluía textos principalmente de carácter teórico o programático. FUENTE:

tencia, el cual tiene gran importancia, llegando a ser, en

12

Trabajo, 1931-1948.

de la dirigencia del PCCR mostró interés por la literatu­ ra proletaria. En octubre de 1931 , Trabajo introduj o una efímera sección de cuentos de este tipo, aunque el relato escogido para inaugurarla, firmado con el pseudónimo

La razón principal por la que una sección de esa índo­ le no pudo consolidarse fue porque el periódico, pese a cambios de formato e incremento en el número de pági­ nas, disponía de un espacio muy limitado, que se reducía aún más durante las campañas electorales o cuando el PCCR o alguno de sus dirigentes se involucraba en con­ flictos, polémicas o proyectos, cuya exposición detallada

16

iVÁN MOLINA JIMENEZ

de As de Espadas, no parece -por su estructura, estilo y dominio de los recursos literarios- haber sido escrito por

2

Malina Jiménez, 2009a: 128-134.

3

Ching, 1998: 224. Las tendencias antiintelectuales que había entre algunos miem­ bros del PCCR, incluido Carlos Luis Fallas, se constatan también en otras fuentes. Gutiérrez Mangel, 1999: 187.

PRÍNCIPES DE lAS REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

17

un trabajador.4 Alrededor de dos años después, Carmen Lyra publicó un artículo en el que señaló que algunos mi­

Al igual que en otros países,b la producción de literatura

litantes comunistas habían empezado a escribir obras de

finales del siglo XIX, artesanos y obreros -a veces influi­ dos por corrientes anarquistas y socialistas- empezaron

teatro para representarlas en el salón del PCCR. Destacó

proletaria no empezó en Costa Rica con el PCCR: desde

que el maestro Miguel Perera tenía escritas ya varias pie­

a publicar crónicas, relatos y, sobre todo, po emas en pe­

zas, que el obrero jesús Castro había escrito un drama titulado "De la vida proletaria" y que el zapatero de ori­ gen colombiano, Gilberto Berrocal, acaba de terminar

riódicos y revistas, y algunos incluso fueron autores de folletos.7 Estas experiencias no eran desconocidas para

"Lib eración", obra que sería puesta en escena próxima­

los comunistas costarricenses; sin embargo, su interés en este asunto quizá obedeció también a que tenían algún

mente. De acuerdo con Lyra, este último

conocimiento de los esfuerzos soviéticos, realizados du­

. . . vino a leerme la suya y me gustó. Pueda ser que un crí­ tico de teatro, encuentre [en] el drama de Berrocal más de un defecto . . . Tiene para mí una virtud la pieza del com­ pañero Berrocal es un drama positivo . . . Dej a sembrada la

1111

esperanza en el ánimo del trabajador; le mete la inquietud

1 1

de luchar. .

Este teatro para los trabajadores hecho por

ellos mismos, tiene esa fuerza que hay en la planta que crece en la tierra y en el clima propicios . . Los trabajado­ res de Costa Rica comienzan a modelar su teatro con su propio barro, con el dolor sacado de la propia entraña, sin pensar en las frases de efecto . . . esas frases que el autor escribe escuchando de antemano los aplausos que arran­ carán al público que paga.5

rante la década de 1920, por constituir una nueva " in­ telligentsia" basada en escritores de extracción obrera y camp esina.8 Se debe destacar además que, aunque fue apenas en 1932 que en la Unión Soviética empezaron a ser formuladas diversas concepciones del llamado realismo socialista, se debió esperar hasta 1934 para que, bajo el liderazgo de Máximo Gorki y sobre todo de Andréi Zhdánov, esta corriente estética fuera institucionalizada: u n arte y una literatura que enfatizaran en las condiciones de vida y laborales de los trabajadores, y en el p otencial heroico de estos últimos.9 La aplicación de este enfoque, durante la puesta en práctica de la estrategia de frente popular en la década de 1 930, y luego en el contexto de la lu-

4

As de Espadas, 193 1 : 2 .

Lyra, 1933a: 2. Berrocal fue electo regidor a la municipalidad de Limón e n 1930 por el Partido Popular, algunos de cuyos líderes luego se integraron al PCCR. Cerdas Cruz, 1986: 3 1 8. Todo paréntesis así [] es mío.

18

IVÁN MOLINA JiMÉNEZ

6

Gumey, 2006: 5 1 -7 1 .

7

Oliva Medina y Quesada Monge, 1993; 2007-2008.

8

Gorham, 1996.

9

Guiat, 2003: 60; Foley, 1993: 82; Dobrenko, 2007: 18; Clark, 2000: 3-24. Las co­ rrientes realistas y naturalistas de la literatura europea de finales del siglo XlX e inicios del XX, en las que se inscribia la narrativa de Gorki, contribuyeron al proceso indicado. Hobsbawm, 2011: 247-248.

PRÍNCIPES DE

lAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

19

En Costa Rica, el impacto de estos procesos es evidente en los datos del Cuadro 2 ; pero, antes de analizarlos, es

cha armada contra el fascismo y el nazismo, fue bastante flexible, tendencia que se mantuvo hasta la fundación de

preciso aclarar varios aspectos con respecto a los materia­

la Oficina de Información de los Partidos Comunistas y Obreros (Cominform) en 1947, que se convirtió en un

les publicados y a sus autores

instrumento de las políticas de Moscú w

Primero, la categoría de crónica comporta las siguientes

1 935 , el realismo socialista fue pronto oficializado por el

variantes: 6 textos en los que predominan escenas del mundo campesino del Valle Central, no exentas de trazos

comunismo costarricense, un proceso que se constata en

idílicos; 4 que se refieren a situaciones o figuras relacio­

Con el ingreso del PCCR a la Internacional Comunista en

la edición de Trabajo del 20 de octubre de ese año. Allí fue

nadas con la Guerra Civil Española (1936-1 939) y a un

inaugurada una sección llamada"De arte y literatura", en

viaj e a Rusia; 33 contribuciones escritas por Fallas que fueron la base de su novela Mamita Yunai y de un traba­

la cual se daría . preferencia . . naturalmente, a trabaj os estéticos o litera­ rios relacionados con el proletariado y con su histórica ba­

jo sobre las vivencias en el exilio del regidor comunista de origen español Adolfo Braña (expulsado de Costa Rica después del enfrentamiento entre desocupados y policías

talla por la conquista del porvenir. Nos proponemos poner en contacto a nuestros lectores con las modernas corrientes literarias y artísticas de orientación revolucionaria u

La nueva política cultural implicó que la iniciativa de pro­

ocurrido el 22 de mayo de 1933) ; y 36 que constituyen relatos de experiencias laborales o de condiciones de vida de trabaj adores rurales y urbanos, 13 de los cuales fueron elaborados a partir de entrevistas específicamente reali­ zadas por Trabajo con ese propósito. E l antecedente de estos materiales fue una sección titulada "Ecos del taller

ducir literatura específicamente proletaria quedara ins­ crita en un proyecto más amplio, vinculado con la pro­ moción del realismo socialista, en el contexto de la puesta en práctica de la estrategia de frente popular impulsada por la Internacional Comunista. Los cambios precedentes coincidieron con el ascenso de nuevas corrientes de na­ rrativa realista en América Latina, tendencia de la que no se exceptuaron los países centroamericanos ni Panamá.12

tentemente hasta 1937, en la que los corresponsales de ese periódico daban a conocer las quejas que recogían entre los trabaj adores. Mucho más elaboradas en térmi­ nos literarios que esas denuncias, las crónicas aportaban diálogos, creaban escenarios, definían y caracterizaban personaj es e introducían tramas .

Esta obra es propiedad del UCR SI B D I

10

Guiar, 2003: 60.

11

"De arte y literatura", 1935: 2.

12

Martin, 1995: 140-148; Rodriguez, 2009: 44-75.

20

y del campo", inaugurada en 1931 y mantenida intermi­

-

e

lvAN MOLINA JrMENEZ

PRINCIPES DE

lAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del srglo XX

21

CUADRO 2

Predominantemente, las crónicas se referían a experien­

TEXTOS LITERARIOS P U B LICADOS O R E F ERIDOS

cias de trabajadores varones, pero también incorporaron,

EN TRABAJO, TRINCHERA Y VANGUARDIA SEGÚN S U TIPO

por lo menos en tres ocasiones, situaciones relacionadas con el quehacer laboral femenino, ya se tratara de muj eres

Y CO N DICIÓN D E L AUTOR ( 1 931 - 1 948)*

Año

Autores extranjeros (65) p

1 93 1

R

T

e

2

Intelectuales costarricenses

(35)

p

R

1

2

T

e

1 932

Trabajadores costarricenses (21 )** p

R

T

e

Desconocido*** p

R

2

1

T

Total general

e 8 1

1 2

1 933 1 934

1 10

9

14

11

7

9

2

12

1

1

2

3

13

1

2

1

2

2

2

1 936

19

1 937

34

1 938

8

1 939 1 940

4

2

1 941

14

1

9

6

1 942

5

1

13

3

1 943

1

1

4

1

1 944

2

1 945

7 2

1 946

2

1

1

2

2

2

2

Total

93

4 22

2

esa nueva condición social (más próxima a la de los secto­ res medios) ingresó al PCCR y colaboró activamente con

Trabajo, incluso en la elaboración de algunas de las entre­

6

2

73

1

2

5

32

vistas indicadas. Sin embargo, fue sólo a mediados de la década de 1940 que González empezó a publicar parte de

1

7

1

6

35

23

1

6

38

6

1

1

40

1

1 2

4

1

32

5

9

2

4

1

1

1 10

1

9

sus experiencias de vida en Repertorio Americano.13 Las crónicas relacionadas con las labores femeninas tam­ bién constituían un medio para atraer a más muj eres al PCCR, un interés ya evidente desde enero de 1935, cuando

Trabajo publicó un llamado a sus militantes y simpatizan­ tes varones para que colaboraran con esa importante tarea:

1

15

sin ir más lej os, camaradas, podemos ver cuánto vale para

2

2

el proletariado masculino el apoyo leal de la mujer obre­ ra. En la huelga del Atlántico, en 1934, la colaboración

3

1 3

La única excepción parcial fue Luisa González, una j oven de clase trabajadora que logró graduarse de maestra y, en

52

2

13

doméstica. Tal énfasis de género puede entenderse como una forma de compensar el hecho de que, hasta donde se conoce, no hubo una corriente de escritoras proletarias.

1

4

1 947 1 948

6

1

1

2

1

1 935

2

1

que fabricaban pantalones y camisas por encargo, de una mesera que atendía en una cantina y de una empleada

86

48

13

8

9

19

2

46

14

9

22

de las mujeres fue inapreciable. Sirvieron de correo, para

385

transportar correspondencia por entre los caminos eriza­

• p = poemas, R = relatos, T = obras de teatro, C = crónicas. Entre paréntesis se consigna el numero total de

dos de policías. Mantuvieron firmes, con su entusiasmo, la

autores en cada categoría. Los foráneos, que residían en Costa Rica cuando publicaron sus comribuciones, fueron clasificados como costarricenses. Las piezas dramáticas fueron únicamente referidas, no impresas. De todos los 385 textos, 2 fueron publicados en

Trinchera, 25 en Vanguardia y el resto (93 por ciento) en Trabajo.

** Incluye un poema escrito colectivamente por un grupo obrero antifascista. * * *Se trata de textos publicados mayoritariamente de manera anónima o con pseudónimo. FUENTE:

22

Trabajo, 1931-1948; Vanguardia, 1941-1942; Trinchera, 1946.

lvÁN MouNA JrMÉNEZ

13

lnfra, capitulo 3, nota 22.

PRiNCIPES DE

lAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

23

decisión de los huelguistas. Entorpecieron en toda forma

llegada al país de un representante de Francisco Franco. Si,

y

valiéndose de todos los medios, la labor rompe-huelga y

como es probable, algunas de las personas cuyo oficio no

canalla de la policía capitalista . . . La mujer trabajadora, que

se especificó laboraban también en el ramo de zapatería, se confirmaría, desde otra perspectiva, el importante papel

indiscutiblemente es más difícil de convencer de la necesi­ dad de luchar contra el régimen actual, es al mismo tiempo la que lucha con más decisión una vez encauzada. 14

jugado por este gremio en el PCCR en general, y en sus ac­ tividades culturales en particular.15 Entre los trabajadores, no había muj eres, y la participación femenina en lo que

En segundo término conviene aclarar que, de 2 de los 65

respecta a los foráneos fue muy limitada: 5 de los 70 escri­

escritores extranj eros y de 4 de los 56 autores de Costa

tores extranj eros; en contraste, de los 35 intelectuales cos­

Rica, no se consignó el nombre, p ero sí la nacionalidad en el caso de los primeros, y la ocupación en lo que respecta

tarricenses, 10 eran muj eres (4 maestras y 6 estudiantes).16

a los segundos. Estos datos permitieron su adecuada cla­ sificación según los criterios con los que fue organizado el Cuadro 2 . Entre los foráneos, prevalecieron los españoles (24), seguidos por los cubanos (9), los estadounidenses (6), los argentinos (5) y los mexicanos (5) ; 1 2 más eran de otros países de América Latina y el Caribe, y 9 eran oriundos de Alemania, Holanda, Inglaterra, China y la Unión Soviética. Los iberoamericanos, por tanto, repre­

Consideradas las precisiones precedentes , es claro que, entre 1931 y 1 934, el PCCR no mostró u n esp ecial inte­ rés por difundir en Trabajo textos literarios y que, entre los que publicó ese periódico, predominaron los escritos por costarricenses, con una participación bastante equili­ brada entre los materiales preparados por intelectuales y los elaborados por trabaj adores. D espués del ingreso a la Internacional Comunista, la situación comenzó a cambiar

sentaron un 78,6 por ciento del total de personas.

y, ya en 1935, los extranj eros y los autores costarricenses de extracción intelectual comenzaron a dominar las pá­

Por último, en lo referido a los costarricenses, el ala in­

ginas del semanario. La tendencia precedente se acentúo durante el conflicto civil en España y únicamente fue in­

telectual se encontraba conformada por 1 1 docentes de primaria y secundaria, 1 1 estudiantes de colegio y uni­ versitarios (2 de la carrera de Derecho), 5 periodistas, 4 empleados públicos, 3 escribientes y 1 artista; a su vez, el

terrumpida en 1940 y en 1946 cuando Fallas publicó la crónica que fue la base de Mamita Yunai y la relacionada con la experiencia de Braña.

sector trabajador estaba compuesto por 9 obreros (no se precisó la ocupación), 5 zapateros, 3 p escadores, 1 minero, 1 peón agrícola, 1 tipógrafo y un grupo de operarios anti­ fascista que elaboró un poema colectivo a propósito de la

14

24

" N o hemos hecho", 1 9 3 5 : 2 .

IVAN MOLINA JIMÉNEZ

15

Acuña Ortega, 1988: 225-227. Acerca de l a relación entre el radicalismo político de los zapateros y sus inquietudes intelectuales, véase: Hobsbawm y Scott, 1987: 144-184.

16

Para efectos d e esta clasificación, Luisa González fue considerada como pertenecien­ te al ala intelectual.

PRINCIPES DE

LAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

25

La publicación de textos literarios se concentró claramente

Entre los costarricenses de extracción intelectual, los más

entre 1935 y 1942 , período que coincidió con el conflicto

publicados fueron el profesor, literato y ex candidato pre­ sidencial del PCCR en las elecciones de febrero de 1936, Carlos Luis Sáenz Elizondo, Carmen Lyra, el periodista

civil español y con los primeros años de la Segunda Guerra Mundial. A partir de 1943, la circulación de ese tipo de materiales decreció significativamente, una baja asociada con la creciente polarización de la política costarricense y la consolidación de la alianza entre el gobierno de Rafael Ángel Calderón Guardia y los comunistas. En este contex­ to, en las páginas de Trabajo se priorizaron los contenidos relacionados con la promoción de las llamadas reformas ''

1

sociales, la propaganda electoral de cara a los comicios de 1 944, 1946 y 1948 y la búsqueda de recursos para finan­ ciar diversos proyectos y actividades del PCCR. Los más publicados, entre los autores extranj eros, fueron los poetas españoles Rafael Alberti y Federico García Lorca,

y escritor, Joaquín Gutiérrez, y Abel Dobles Chacón (se­ cretario personal del principal líder del PCCR, Manuel Mora Valverde) ; y por el lado de los trabajadores, Fallas, un pescador que utilizaba el pseudónimo de Matías el aventurero, Simón Bolívar Jiménez (autor del himno de la Unión Campesina), y un peón agrícola de la provincia de Cartago. En su conjunto, los escritores proletarios costa­ rricenses produj eron el 4,5 por ciento de los poemas, un 2 1 ,3 por ciento de los cuentos y un 58,2 por ciento de las crónicas dadas a conocer por Trabajo, así como un 13,3 por ciento de las obras de teatro referenciadas en ese periódico.

y el cubano Nicolás Guillén. En contraste con Amauta -la

Puesto que la producción escénica comunista no fue pu­

revista dirigida por José Carlos Mariátegui-,17 Trabajo prác­ ticamente no difundió la nueva literatura soviética en la dé­ cada de 1930 (apenas dio a conocer un poema de Vladimir

blicada, poco se puede analizar al respecto; sin embargo, un análisis de los títulos y los temas de las obras sugie­

hecho de que, aparte del Buró del Caribe, el PCCR tenía

re que las escritas antes de 1935 eran más "revoluciona­ rias" en sus contenidos e intenciones que las elaboradas después de ese año. Para mediados de 1937, el PCCR,

entre sus principales proveedores de materiales impresos foráneos a editores de España, México y Cuba, vinculados

según información proporcionada por Trabajo, disponía ya de una compañía teatral estable, denominada Thalía,

con los partidos comunistas de esos países. De hecho, fue

que contaba con músicos, cantantes, decoradores y acto­ res, todos a ficionados.19 Por su participación, destacaron

Maiakovski dedicado a Lenin). Tal vez en esto influyó el

sólo en el decenio de 1940 que el PCCR empezó a importar sistemáticamente obras de ficción de autores rusos;18 pese a eso, en tal período sólo un cuento y un poema de autores

Antonio y Clemencia Valerín y Salvador Castro. Aunque algunas presentaciones se realizaron en el Teatro Ideal, en el Teatro Nacional y en la Escuela Normal, la mayo­

soviéticos circularon en el semanario.

ría se llevaron a cabo en el salón del PCCR , con el doble 17

V�res, 200 1 : 1 6 - 1 7 ; véase, además: Beige!, 2003: 47-72.

18

Molinajiménez, 2010: 250-2 6 1 .

26

19

IVÁN MouNA J1MÉNEZ

"'Somos de sociedad"', 1937: 3.

PRINCIPES DE

LAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

27

dar fondos para las diversas actividades en que estaban

Si bien literariamente menos elaborados, los cuentos de los trabajadores podían ser a veces más combativos que

involucrados los comunistas. Las funciones se realizaban

los escritos por los intelectuales . Estos últimos, prove­

los domingos a las 7:30 de la noche, y las entradas te­

nientes de sectores medios rurales y urbanos e identifica­ dos con modelos literarios que reproducían estereotipos y

obj etivo de instruir y divertir a los asistentes y de recau­

nían un costo de 25 céntimos para los adultos y de 1 5 céntimos para los niños. Adicionalmente, había venta de refrescos y dulces. Entre 1937 y 1938, D obles Chacón es­

valores tradicionales, tendían a quedarse en la denuncia, como se observa en los cuentos de Carmen Lyra incluidos

cribió -como mínimo- seis piezas: "Somos de sociedad",

en la serie"Bananos y hombres". Publicados originalmen­

"El sombrerito", "Ellos y nosotros","Por un aj o", "En busca de casa" y "Educando a su amigo". Uno de los actores,

te entre mayo y de junio de 1931 en Repertorio A mericano, fu eron reimpresos por Trabajo entre diciembre de 1934 y

Elías Sánchez, contribuyó con una curiosa obra titula­

abril de 1935 , y uno de los relatos fue reproducido una

da "Avance de la televisión", y Miguel Perera y Salvador

vez más en ese periódico en septiembre de 1937.21

Castro dieron a conocer, respectivamente, "Horacio" y "El manicomio". Por último, el profesor y escritor Carlos Luis

En razón de lo anteriormente expuesto, se comprende

A diferencia de los poemas, que generalmente combina­

mej or la crítica formulada a Trabajo en el informe envia­ do al Buró del Caribe entre 1 939 y 1940; y resulta claro, además, que la estrategia de las entrevistas laborales fu e

ban la exposición de las injusticias sociales con el lla­ mado a la organización y a la lucha de los trabajadores,

diseñada no sólo en respuesta a las limitaciones de los textos escritos por los autores proletarios, sino a las pre­

los cuentos tendían a circunscribirse sólo a lo primero.

sentes también en los materiales elaborados por los inte­

Precisamente para tratar de superar ese límite, Trabajo

lectuales. Pese a que no se dispone de información acerca

Sáenz elaboró una nueva versión de "La cenicienta".

puso en práctica la estrategia de las crónicas laborales,

del proceso específico que conduj o al PCCR a utilizar un

que permitía influir en el resultado final tanto mediante

convencional recurso periodístico para tratar de produ­ cir el tipo de literatura que le interesaba, un análisis de

las preguntas realizadas a los entrevistados como a partir de la edición posterior del material. De esta manera, se

la experiencia de Fallas permite aproximarse, desde otra

podían producir relatos proletarios más acordes con los

perspectiva, a este problema.

propósitos e intereses del PCCR: narrativas seculares en las que el comunismo proporcionaba propósito y sentido a las vidas individuales, como lo expresó el título de un artículo publicado por ese semanario en enero de 1935.2º 21

20

28

Franco, 2002: 60; "E\ comunismo'', 1935: 3.

lvAN MouNA J1MENEZ

Lyra, 1 93 1 ; 1934-1935; 1935; 1937. Para otros antecedentes menos conocidos de \a narrativa bananera costarricense, véase: Sánchez Mora, 2006.

PRÍNCIPES DE

lAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

29

CAPÍTULO 3 De za patero a escritor

EL

INFIERNO

DE

LAS

BANANERAS

uego de una infancia e inicios de una adolescen­

L

cia en que terminó la escuela y cursó los dos pri­

neros años de colegio -un logro educativo aj eno a la mayoría de los niños y j óvenes de su época-, Carlos Luis Fallas se trasladó al Caribe en 1925 para laborar en

las actividades bananeras dominadas por la United Fruit Company. Su permanencia en tal área del país se pro­ longó por más de un quinquenio: en 1931, regresó a la ciudad de Alaj uela, de donde era oriunda la familia de su madre, y aprendió el oficio de zapatero. El PCCR, al que ingresó alrededor de finales de j ulio o inicios de agosto de 1931,1 le ofreció un medio apropiado para canalizar sus inquietudes políticas y sociales, en un país profundamen­ te afectado por la crisis económica de entonces .2

Arroyo Soto, 1973: 139-140; Aguilar Hernández, 1983: 49. Portada de la edición argentina de Mamita Yunai (1955), Universidad Nacional.

2

Bulmer-Thomas, 1989: 61-86.

PRiNCIPES DE lAS REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

33

Dentro del PCCR, el ascenso de Fallas fue extremada­ mente rápido, a lo cual contribuyeron su liderazgo entre los trabajadores y su inserción en la incipiente cultura im­

de Alajuel a para que se desplazaran a San José con el ob­ jetivo de conmemorar el Primero de Mayo de 1 933, le va­

presa comunista. De este último proceso, dejó constan­

lió ser escogido para participar como uno de los oradores

cia en una de sus últimas entrevistas, efectuada en abril

principales de la manifestación convocada por el PCCR

de 1966, al destacar que como Secretario de Actas del

para esa ocasión. Tres semanas más tarde, el día 22 del mes indicado, encabezó la movilización de desempleados

Comité Comunista de Alajuela tenía que . . . mandar mis notas, mis informes, las actas a San José. Casualmente ese era mi problema, porque yo no sabía escribir. Yo no dominaba la puntuación, ni la ortografía, ni nada de esas cosas . . . Poco después me pidieron notas

como dirigente: organizar a entre 200 y 300 trabajadores

que terminó en la violenta confrontación con la policía mencionada anteriormente y que proporcionó una contro­ versial excusa para expulsar del país a Adolfo Braña.5 Poco después, Apolonio Acosta, en un periódico local alajuelen­

Les recalqué que no sabía escribir. Les mostré la copia de

se llamado El Renacimiento, publicó un elogioso comenta­ rio de Fallas, que fue reproducido en la edición de Trabajo del 17 de septiembre de 1933:

sobre problemas de talleres y de barrios, para publicarlas en el periódico Trabajo. Naturalmente, quise oponerme. un acta del Comité, plagada de errores de puntuación y

este muchacho es hijo de una familia honorable de Alajuela

de faltas de ortografía, pensando que esa copia era la me­

y su niñez no ofrece otro aspecto que las travesuras de un

jor muestra de mi incapacidad, o el mej or alegato para lo

niño precoz. En el colegio llegó hasta el lI año; y no al­

que entonces consideraba mi defensa. Todo fue en vano . .

canzó el bachillerato por sus inquietudes .

Así empecé a mandar mis primeras notas para Trabajo.

y su anhelo de aventuras lo llevaron a la zona Atlántica,

Su pobreza

Cuando estas aparecían publicadas, yo me fijaba en las co­

cuando todavía usaba pantalones cortos . Allá vivió entre

rrecciones que les hacían, para evitar caer en los mismos

gentes peligrosas y en lugares horrorosos. De él se cuentan

errores. El periódico fue una gran escuela.3

pasajes en que se revela como un hombre valiente. A los 17 años [sic: a los 2 1 ] y después de muchas correrías se hace

La colaboración con el semanario se convirtió, por tanto, en la base para que profundizara la formación intelectual

zapatero. En ese estado lo encuentra la corriente marxista

ya iniciada durante su etapa de estudiante de secundaria,

los comunistas como nadie: estudia con ahínco la mañana

la cual reforzó de manera autodidacta gracias a su afición por la lectura.4 Simultáneamente, Fallas empezó a destacar

ciones se pone a pan y agua y deja de dormir. Entiende

de nuestro país y a ella se abraza con amor. . . Trabaj a entre socialista y hace zapatos para vivir. Para los días de elec­ y siente la causa de los trabajadores como el que más . . .

3

Fallas Sibaja, 1969: 5 .

4

MolinaJiménez, 2000: 48.

34

5

lvAN MouNA J1MÉNEZ

Aguilar Hemández, 1983: 59-6 1 , 65-66.

PRINCIPES DE

LAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y Jos escritores proletarios costarricenses del siglo XX

35

Pensarnos, para terminar, que si los comunistas participan en las elecciones venideras [febrero de 1 934] , allí tienen al genuino representante.6

El comentario de Acosta fue seguido, en octubre, por el primer artículo que se conoce de Fallas , impreso en Trabajo, en el que se consignó su nombre (un discurso en el que efectuó un balance de las votaciones munici­ pales efectuadas en Alajuela en diciembre de 1 932).7 En noviembre de 1 933 , Carmen Lyra, elogió a Fallas amplia­ mente en una entrevista que circuló originalmen te en el diario La Tribuna, la cual luego fue reproducida por

Trabajo.8 Por último, el semanario comunista publicó, en diciembre del último año indicado, un extenso informe de Fallas sobre las condiciones laborales de los barrete­ ros contratados por la United Fruit Company, texto que constituye un antecedente fundamenta l tanto de uno de sus relatos más conocidos como de Mamita Yunai.9 Fue en este contexto que a Fallas se le postuló como candidato a diputado para las elecciones legislativas de febrero de 1 934, en el tercer lugar de la papeleta del PCCR por la provinc ia de San josé. 1º

la carrera Si bien no resultó electo en esas votacio nes, ente sindical y política de Fallas siguió un curso ascend prin­ los de uno fue 1934, entre agosto y septiembre de i­ cipales dirigentes de la gran huelga banane ra, a propós año; ese en crónica ante to de la cual publicó una interes ión en 1938, represe ntó al PCCR en México , en la fundac Latina a Améric de de la Confederación de Trabaj adores (CTAL ); en 1940, ganó una plaza de regidor en la muni­ un cipalid ad de San José; y en 1944, finalm ente, alcanzó escaño legislativo. Fue reelect o al Congreso en 1948, pero civil no pudo asumir el puesto por el inicio de la guerra en Costa Rica; finaliza do este conflic to, en el que comba­ ser tió militar mente, fue encarce lado, estuvo a punto de fusilad o y debido a la presión interna y externa a su favor, fue liberad o a mediad os de 1949 ª Ahora bien, en el proceso de conversión de Fallas en un escritor, sin duda el año decisivo fue 1933, cuando ocurrió un hecho que jugó decisivamente a favor de su carrera literaria y al que hasta ahora no se le ha dado la importancia debida. En la entrevista que le realizó La Tribuna en noviembre de ese año, Carmen Lyra, aparte de evidenciar la profunda admiración que sentía p or el j oven comunista , aprovechó la ocasión para llevar a cabo un inesperado exp erimento narrativo. Con base en las con-

6

Acosta, 1933: 2.

versaciones que había sostenido con él, trató de producir

7

Fallas Sibaja, l 933a: 4.

un relato literario, en el que destacó que Fallas

8

Lyra, l 933b: 2. El primer investigador en recuperar esta importante entrevista fue Alfonso Chase. Lyra, 1977: 488-492.

9

Fallas Sibaja, 1933b: 4. La influencia de este informe en la elaboración del cuento "Barreteros" (cuya terminación está fechada en 1942) fue señalada por Fallas en una de sus últimas entm�stas. Berrocal y Chase, 1966: 1 0- 1 1 .

10

Aguilar Hernández, 1983: 5 3 . E n una publicación posterior, fue ubicado e n el cuar­ lü lugar. "Papeletas", 1934: l .

36

IVÁN MOUNA JiMENEZ

Esta obra es propiedad del SI B D I 11

-

UCR

Aguilar Hernández, 1983: 76-96, 1 10-114, 1 19, 125-129, 162-179, 196-201, 209-2 13.

PRÍNCIPES DE

lA5

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

37

. . . salió del colegio y se fue a rodar tierras como los prín­ cipes de los cuentos. Se metió en la zona atlántica [ , ] la que conoce muy bien. É l sabe todos los métodos y tácticas que tienen la United y los bananeros costarricenses y extranje­ ros para explotar a los trabajadores y para burlar al Estado.

capitalismo. De acuerdo con lo manifestado en la entre­ vista, a Lyra le gustaba " . . . mucho oírlo contando su vida. He pasado muy buenos ratos escuchándolo narrar sus aventuras. Podría escribir con ellas un libro como el Tom Sawyer de Mark Twain, Caballos y hombres de Sherwood

las fincas ha sido barretero y ha hecho volar hechas polvo

Anderson o Mis universidades de Gorky". Esta última referencia, fue aprovechada por Lyra para establecer un

las rocas más duras; manejó tractores en Pejibaye, ha esta­

paralelismo entre ese célebre escritor ruso y lo vivido por

do metido hasta la cintura entre el barro y llevando agua

Fallas en el Caribe costarricense:

Ha trabaj ado como cargador en los muelles de Limón y en

por días de días trabajando en los derrumbes de la línea:

esas han sido sus universidades: los bananales con sus bo­

ha volteado montaña, rodeado de alimañas y pantanos;

caracá mortíferas, sus pantanos en los que acecha el pa­

ha convivido con gente maleante, individuos resistentes



ludismo y sus ríos poblados de lagartos y tiburones; los

como piedras, sin temor de nada ni de nadie y ha salido de

muelles con sus vastos horizontes y sus barcos llenos de

su compañía siendo él mismo y dándose cuenta de lo que

sugestiones, los caminos, los trenes; los tractores; las ro­

hace la explotación del capitalismo con los seres humanos

cas y los tajos de piedra y los talleres de zapatería. Porque

y por último ha sabido lo que son las fiebres malignas y

Fallas también es zapatero y un buen montador por cierto.

el paludismo y en más de una ocasión lo sacaron entre la

Y en todas sus aventuras lo han acompañado los libros. En

vida y la muerte de aquellas remotidades salvajes que la

estos lugares ha aprendido mucho, sobre todo lo que es la

explotación yanqui ha hecho todavía más salvajes.12

injusticia del capitalismo con todo su horror. Pero también ha aprendido a rebelarse y a no p erder la fuerza necesaria

Como lo demuestra la extensa cita precedente, varios años antes que Fallas, según la acertada expresión de Rodrigo Solera, se convirtiera en "novelista de su propia vida",13 Lyra trató de novelar las experiencias que él le había rela­ tado y, al hacerlo, lo elevó a la categoría de "príncipe", que logró mantener intacta su humanidad en geografías re­ motas y monstrificadas donde la falta de civilización era intensificada aún más -y para su propio provecho- por el

12

Lyra, 1 933b: 2. L a comparación con los príncipes quizá fue una velada referencia a algunos de los personajes de Los cuentos de mi tía Panchita.

13

Solera, 1970: 403-41 0.

38

lvliN MouNA J1MÉNEZ

para luchar contra él.14

Aparte de constituir la primera biografía de Fallas, las declaraciones anteriores evidencian cuán tempranamente Lyra se percató del potencial político y literario de los relatos del j oven comunista, en quien una amplia y varia­ da experiencia de vida se aunaba con una extraordinaria capacidad narrativa. Fallas empezó a desarrollarla oral-

14

Lyra, l 933b: 2; acerca de la monstlificación del Caiibe y sus manifestaciones en la narrativa de Fallas, véase: Alias Mora, 2013: 368-439.

PRiNCIPES DE

LAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

39

mente, según se desprende de una información sobre él

de 1936- y unas tempranísimas memorias del conflicto

publicada de manera anónima con vistas a los comicios de diputados de febrero de 1948. Allí se indica que, en

bananero ya referido.16 En fin, entre finales de 1 933 y la publicación como libro de Mamita Yunai en 1941, Fallas

1931, antes de ingresar al PCCR,

no sólo desarrolló sus recursos narrativos y amplió su ex­ periencia política y sindical, sino que también expandió

. . . se hace zapatero y en Alajuela mal aprovecha el tiempo en pendencias y juergas y se constituye en un gran na­ rrador de historietas que por las noches, en la plaza de la [Iglesia de la] Agonía, cautiva y deleita a los trasnocha­ dores con los famosos 'chiles' llenos de gracia, picardía e interés que sólo Fallas sabe contar.15

La iniciativa de Lyra no pasó inadvertida para Fallas: cuando en ese mismo mes de noviembre de 1 933 Trabajo lo comisionó para investigar un accidente laboral en el Caribe, él produj o el detallado informe ya mencionado acerca de los barreteros, en el cual trató de combinar la exposición de hallazgos con un cierto estilo literario; y en septiembre de 1 93 4, dio a conocer un extraordinario balance de los primeros días de la huelga bananera de ese momento, en el que describió la geografía del Caribe

su capacidad analítica y su uso del lenguaje. Fue entonces entre 1931 y 1 933 que, a partir de la re­ lación entre Lyra y Fallas, empezó a configurarse una estrategia para producir relatos que se aproximaran a la narrativa proletaria que le interesaba al PCCR, basada en procesar literariamente la información recopilada sobre las condiciones de vida y de trabaj o de diversas categorías laborales En este campo, Lyra ya tenía alguna práctica: entre 1920 y 1931, pasó de utilizar el folclore y la cultura popular como fuente para producir literatura (Los cuentos

de mi tía Panchita)17 a emplear con el mismo propósito las experiencias de varones y mujeres asentados en las áreas bananeras como se evidencia en los relatos de la serie "Bananos y hombres".

en términos muy parecidos a los empleados por Lyra. Además, en agosto de 1935, circuló un texto suyo so­

Aunque se ha planteado recientemente que Fallas pudo

bre la situación de los mineros del distrito de Desmonte. También en este último año publicó su primera obra, El

que conforman la serie "Bananos y hombres",18 esto no pa­ rece posible porque, como ya se indicó, él ingresó al PCCR

peligro de la dictadura, un folleto que, escrito en forma de

hacia finales de julio o a inicios de agosto de 1931, y Lyra empezó a publicar los relatos en el mes de mayo anterior.19

manual y dirigido a los obreros bananeros costarricen­ ses, combinaba la denuncia del régimen capitalista con la propaganda electoral a favor del PCCR -que se prepa­ raba para competir en los comicios generales de febrero

15

40

"Quiénes", 1948: 8.

IVAN MOLINA JiMÉNEZ

influir de alguna manera en la elaboración de los cuentos

16

Fallas Síbaja, 1934; 1935a: 1, 4; 1935b.

17

Pacheco Acuña, 2004: 36-40.

18

Arias Mora, 2012: 73.

19

Supra, nota 1 y capítulo 2, nota 2 1 .

PRÍNCIPES D E lAS REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

41

Además, la evidencia disponible sugiere que probablemen­ te ambos se conocieron el 3 septiembre de ese año, cuando Lyra y las también maestras, Luisa González y Lilia Ramos,

desde inicios de la década de 1930, como resultado de las

participaron en una actividad organizada por la sección de Alajuela del PCCR, que culminó posteriormente en un en­

políticas culturales del PCCR para producir, en un primer momento, literatura proletaria , y más tarde, textos ajusta­

tusiasta desfile por las calles de esa ciudad.20

dos a la estética del realismo socialista. Fue en el marco de este movimiento que los posteriormente reconocidos

Precedidas por la estrategia puesta en práctica a partir de la relación entre Lyra y Fallas y por la experiencia acumu­ lada con base en la sección "Ecos del taller y del campo", las crónicas laborales publicadas por Trabajo se consti­ tuyeron en un tipo de narrativa ajustada al modelo del

1 11

novela corta de Adolfo Herrera García publicada en 1 939, esta nueva tendencia habría empezado a configurarse

escritores J oaquín Gutiérrez y Fabián Dobles empezaron a desarrollar sus carreras literarias, y que Luisa González comenzó a elaborar los primeros avances de su célebre novela autobiográfica A ras del suelo, que circularon en el Repertorio Americano entre 1 945 y 1 946 (la obra completa

realismo socialista, aunque no estuvieran escritas predo­ minantemente por proletarios. En efecto, de los 35 textos

fue publicada en 1970) .22

de este tipo que circularon entre diciembre de 1 933 y el

Por último, fue también entre 1931 y 1933 que, en el mar­

mismo mes de 1945, 2 2 no indicaron el nombre del autor, 3 fueron escritas por las maestras Carmen Lyra y Luisa

co de las decisivas conversaciones entre una educadora y escritora que conocía la estratégica relación que podía ser

González y 10 por diversas categorías de trabaj adores: un zapatero (Fallas), un pescador, un tipógrafo y otros que

establecida entre cultura popular y literatura, y un zapa­ tero que empezaba a publicar, Lyra sugirió a Fallas escri­

no especificaron el oficio.

bir una novela sobre sus aventuras infantiles, proyecto que casi veinte años después dio origen a Marcos Ramírez.

Si se asume que algunas de las crónicas anónimas fueron elaboradas por trabaj adores, su participación en el total de autores podría ascender, como mínimo, a un tercio. Más importante aún , la producción de estos materiales obliga a reconsiderar el origen de la llamada narrativa realista o neorrealista en Costa Rica . En lugar de surgir como habi­ tualmente se afirma con Vida y dolores de juan Varela, 21 la

Profundamente influenciado por l a política cultural del PCCR en el decenio de 1930, Fallas dejó un valioso, aun­ que tardío testimonio, de cuán importantes eran las ex­ periencias de vida de los sectores populares para produ­ cir el tipo de literatura con que él se identificaba. Entre enero y junio de 1954, publicó por entregas, en un nuevo periódico comunista llamado Adelante, su relato "El ta­ ller". A mediados de febrero de ese año, dicho semanario insertó el siguiente llamamiento de Fallas:

20

"Carmen Lyra, Luisa González", 1 9 3 1 : 4.

21

Valdeperas, 1 9 9 1 : 49 5 1 ; Rojas González y Ovares Ramírez, 1993: 225-226; 1995: 127-130; Quesada Soto, 2008: 83-87.

42

-

lvAN MouNA J 1 MENEZ

22

Rojas González y Ovares Ramírez, 1995: 126; González Gutiérrez, 2006: 108- 1 1 5 .

PRINCIPES DE

lAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletario: costarricenses del siglo XX

43

a todos los lectores y, d e manera especial, a los viej os obre­

CAPÍTULO 4

ros zapateros, Carlos Luis Fallas hace saber: que agrade­ cerá toda crítica, comentario e insinuación que se le envíe en relación con su novela 'El Taller', pues desea comprobar si el ambiente, las costumbres y el lenguaj e corresponden a la realidad vivida por los zapateros en la infancia del movimiento sindical costarricense; y desea comprobar también si la obra resulta amena o aburrida para el lec­ tor. Toda correspondencia que en este sentido se le envíe, él la comentará oportunamente en nuestro semanario. Su dirección es: Carlos Luis Fallas S., Alajuela (La Agonía).23

Finalmente, es claro que años antes de la publicación de

Mamita Yunai, varios trabaj adores dieron a conocer rela­ lli "

tos proletarios (no crónicas laborales, sino narrativas de ficción), por lo que este tipo de literatura no se inició con Fallas. En efecto, entre mayo de 1935 y marzo de 1939,

Trabajo publicó seis cuentos en los que sus autores se refi­ rieron a la problemática de la desocupación en el mundo urbano, a las condiciones laborales de los pescadores y de los cargadores de banano en las costas, a las experien­ cias de quienes cortaban manglares para vender la made­ ra como leña y a la vida cotidiana de los que trabaj aban 11

en los remolcadores de la United Fruit Company en el Pacífico sur costarricense . 24

23

"A todos los lectores'' , 1954: 7. La iniciativa de Fallas pudo tener también una mo­ tivación poLltica: la de aprovechar la publicación del relato para iniciar o restablecer contacto con antiguos miembros o simpatizantes del PCCR; infra, capítulo 7, nota 14.

24

Molina jiménez, 2012.

44

IVÁN MOLINA JtMENEZ

Descalificación y reivindicación de

Mamita Yunai

'I

E

1

n julio de 1 942 , el representante de Estados Unidos en San José, Robert M. Scotten, se refirió a Mami­

ta Yunai como "una de las novelas más inteligente­

mente escritas que Costa Rica ha producido en este siglo".1 Aunque no se puede determinar si Scotten verdaderamen­ te había leído la obra o sólo la conocía por referencia , su punto de vista es un indicador del empeño de los comu­ nistas por construirle a Fallas una identidad literaria que complementara la que ya tenía de luchador social. En la década de 1930, la reputación de Fallas entre los diplomáti­ cos estadounidenses asentados en el casco j osefino era muy distinta. El 26 de mayo de 1933, Charles C Eberhardt, al informar sobre el enfrentamiento entre desempleados y po­ licías ocurrido el día 22 de ese mes, señalaba: " los desórde­ nes . . . se dice que fueron iniciados por un tal Fallas, un lí­ der comunista de Alajuela".2 A su vez, Leo R. Sack, durante la huelga bananera de agosto-septiembre de 1934, advertía que las autoridades habían fracasado en capturar

Scotten, 1942: 2-3. Portada de la edición húngara de Mamita Yunai (1955), Universidad Nacional.

2

Eberhardt, 1933: 2.

PRÍNCIPES DE

LAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

47

a algunos de los líderes más violentos, incluyendo a

desconocido de las masas trabajadoras. Aún tenemos

Carlos Luis Fallas, quien con una cuadrilla de 50 albo­

el recuerdo de sus días de lucha en defensa de los sagra­

rotadores logró escapar. Se espera que Fallas ahora lleve

dos derechos ele los trabajadores, recordamos con orgullo

a cabo una campaña de guerra de guerrillas, golpeando

y satisfacción el nombre de 2 6 Millas [campamento en el

aquí y allá y en todas partes, con el propósito de causar

que se ubicaba el Comité que dirigió la huelga ele 1934] ,

tantos problemas como sea posible, incluyendo la quema

y recordamos que todos estos recuerdos simbolizan la ga­

de puentes, la destrucción de líneas ferroviarias, el saqueo

llarda figura de Fallas. En estos climas infernales, él supo

y la quema de comisariatos, y de aterrorizar a los vecinos.

levantar la moral y la energía ele los oprimidos. Fallas no

Costarricenses que conocen la situación están comen­

es un escritor internacional, pero sí es u n gran valor en

zando a comparar ya la tarea de capturar a Fallas y sus

nuestro suelo patrio . . .4

hombres en un país montañoso y selvático con la tarea . . [de] capturar al finado líder revolucionario Sandino, en las distantes montañas ele Nicaragua. 3

Fue por tanto en la etapa inicial de su construcción cul­ tural como escritor que Fallas participó en un concurso para escoger la mejor novela latinoamericana. Convocado

Al comenzar l a década d e 1 9 4 0 , l a situación d e Fallas era muy distinta : del mismo modo que el PCCR había con­

por la editorial neoyorkina Farrar & Rinehart, en este certamen competirían las obras ganadoras, a razón de

solidado su inserción en el sistema político y en la esfera

una por país, seleccionadas por los respectivos jurados

pública como una organización reformista y defensora de la democracia, él había sido objeto de un proceso sistemá­

nacionales. Para nombrar a estos últimos, los editores estadounidenses facultaron a la Asociación de Escritores

tico de construcción cultural, que tenía por base su con­ dición de escritor proletario. En noviembre de 1 939, en el

y Artistas de Costa Rica, que escogió al profesor y se­ cretario de tal organización, Marco Aurelio Zumbado, a

marco de una campaña electoral que enfrentaba a los co­

Alejandro Alvarado Quirós y a Rogelio Sotela, que acaban

munistas con el Partido Republicano Nacional con vistas

de ser designados Rector y Secretario General de la recién

a los comicios de febrero próximo, Fallas estuvo a punto

fundada Universidad de Costa Rica; y a las dos figuras lí­ deres de la generación de intelectuales radicales de 1900:

de batirse en duelo con el periodista Antonio Zelaya; a raíz de este conflicto, 42 obreros bananeros del Caribe se solidarizaron con él, de quien expresaron que no era

3

48

Sack, 1934: 9-10.

IVAN MOL/NA )IMENEZ

Brenes Mesén y García Monge.5

4

"Solidaridad", 1939: l; véase, además: Arias Mora, 20 13: 406-414.

5

Chase, 1975: 68-72; Herrera, 2009: 1 7 ; Tinoco Castro, 1 983 367-372, 381-382; Morales García, 1 993: 107-185. Zumbado destacó, a finales de la década de 1920, por denunciar, en términos eugenésicos, el peligro que la población afrocaribeña suponía para la sociedad costarricense. Colby, 20 1 1 : 164- 1 65 .

PRiNCIPES D E

LAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

49

Al concurso se presentaron 18 novelas; después de una re­ visión inicial, el jurado seleccionó cinco manuscritos fina­ listas: "Valle nublado", de Abelardo Bonilla, " 1 1 grados de latitud norte", de León Pacheco, "Pedro Arnáez", de José Marín Cañas, "Por tierra firme", de Yolanda Oreamuno y "Mamila Yunai", de Fallas. Posteriormente, esta última obra fue descartada, al parecer por no ser inédita, dado

poco se puede decir, porque la novela nunca se publicó y las copias que podrían existir permanecen extraviadas. Marín Cañas, a su vez, había sido celebrado en Trabajo por Carmen Lyra, quien expresó, en diciembre de 1935, que su obra, El infierno verde -cuyo trasfondo es la guerra del Chaco- " . . . es la mej or novela que se ha producido en Costa Rica". Al final de su comentario, Lyra señaló:

que, entre marzo y septiembre de 1940, una parte había sido publicada en Trabajo, bajo el título de "La farsa de las

el autor de EL INFIERNO VERDE quizá sustente la viej a

últimas elecciones en Talamanca". En esta crónica, Fallas

sentido en su conciencia de escritor honrado y el arte se

denunció las irregularidades cometidas por las autorida­ des, en los comicios de febrero de ese año, para favorecer

libro de Marín Cañas un cabo Bertrand que señale como

al gobernante Partido Republicano Nacional, y los abusos a que estaba sometida la población indígena por parte de la

el único camino: la revolución social . Pero en cambio hay

1 1 11 1

United Fruit Company y los funcionarios locales. La novela

muchas páginas del libro que invitan, empujan hacia l a

1

descalificada fue sustituida por "Aguas turbias", de Fabián Dobles, que fue una de las tres ganadoras, junto con "Pedro Arnáez" y "Por tierra firme". Al no escoger una sola obra

revolución social.8

I'

fórmula d e l arte p o r el arte, pero esta fórmul a pierde su pone al servicio de las urgencias de la época. N o hay en el en EL FUEGO de Barbusse el camino para evitar la guerra,

para enviar a Farrar &:. Rinehart, el jurado prácticamente

Del mismo modo que El infierno verde fue recuperado como una obra afín al realismo socialista, un procedi­

descalificó la participación de Costa Rica en el certamen. 6

miento similar se pudo haber aplicado a Pedro Amáez;

En relación con lo decidido por el jurado a mediados de di­ ciembre de 1940, lo primero que cabe destacar es que dos de los escritores ganadores, Dobles y Oreamuno, eran cer­ canos al PCCR, y ''Aguas turbias", por lo menos, se ajustaba al modelo del realismo socialista.7 De "Por tierra firme"

pero su publicación, en 1942 , estuvo precedida por un conflicto entre los comunistas y Marín Cañas, a propó­ sito precisamente de Mamita Yunai, el cual se considera­ rá más adelante. Al escándalo provocado porque fueron escogidos tres ganadores en vez de uno, se sumó la des­ calificación de la novela de Fallas, lo que llevó a la maes­ tra comunista Emilia Prieto Tugores a señalar el 21 de diciembre de 1940 que tal manuscrito " . . . no obtuvo ni

6

Herrera, 2009 1 7-20; Chase, 1975: 68-72.

7

Cubillo Paniagua, 2007: 197-205; 20 1 1 : 147-149; Vallbona, 2006: 2 1 , 54-55; Mo­ lina jiménez, 2008a: 273-276. La información considerada evidencia que, contrario a lo sugerido en una novela reciente, Oreamuno empezó a aproximarse al PCCR cuando tal organización ya promovía el realismo socialista; en tal contexto, esa joven escritora comenzó a interesarse por Lemas sociales. Ramirez Mercado, 201 1 : 216.

50

lvAN

MouNA J1MENEZ

8

Lyra, 1935 2 .

PRÍNCIPES D E

lAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

51

siquiera una mención de parte del jurado que falló en el asunto".9 Por su parte , el semanario Trabajo se preguntó: ¿por qué entonces el j urado pasó desapercibida la obra de nuestro compañero? Don Joaquín García Monge, miembro del Jurado dij o que la decisión de este tribunal en el pre­ sente concurso, reflej aba la lucha política del momento.

PCCR, y cuyo principal exponente literario era precisa­ mente el manuscrito de "Mamila Yunai". La descalificación de la novela preocupó mucho a los

¿Qué quiso significar el señor García Monge con estas pa­

comunistas por cuatro razones distintas, pero comple­

labras? Don Roberto Brenes Mesén, miembro del Jurado, al referirse el lunes pasado por radio, con frase elogiosa

mentarias: podía afectar la ascendente carrera política de Fallas; desconocía las diversas iniciativas emprendidas

a la obra de Fallas, declaró que por 'razones especiales'

por el PCCR para producir una literatura específicamente

no había sido considerada como novela. ¿Qué quiso decir

proletaria; cuestionaba el realismo socialista; y desauto­

con esto el señor Brenes Mesén7 Mucho le agradeceríamos

rizaba intelectualmente a Carmen Lyra. Figura clave en la política cultural del PCCR desde su fundación, Lyra tuvo -según lo declaró Fallas posteriormente- alguna in­ fluencia en el proceso de elaboración de la novela y fue

ampliara este concepto. ¿Habrá servido el jurado -sin dar­ se cuenta tal vez- a los intereses del imperialismo yanqui

J 1 11

formó alrededor de 1935, era García Monge . 1 1 Asimismo, difícilmente las personas mencionadas podían estar identificadas con el realismo socialista que impulsaba el

que andan ahora metidos hasta en la sopa a lo largo de la América Latina710

quien sugirió el título definitivo de "Mamila Yunai" (ini­ cialmente se iba a llamar ''A la sombra del banano").12

Ciertamente, razones políticas pudieron pesar en la des­ calificación de "Mamita Yunai", dado que tres de los miembros del jurado, Alvarado Quirós, Sotela y Zumbado pertenecían o estaban próximos en 1940 al Partido Republicano Nacional, ampliamente denunciado en el texto de Fallas. A su vez, Brenes Mesén acaba de regresar a Costa Rica a mediados de 1 939, después de veinte años de enseñar en universidades de Estados Unidos. El único que había tenido algún acercamiento con los comunistas,

Descartar el manuscrito de Fallas suponía, por tanto, descalificar una dimensión fundamental del proyecto cultural que el PCCR había impulsado por casi diez años y poner en entredicho el liderazgo de Lyra, la principal intelectual del PCCR, y la calidad literaria de la máxima promesa comunista en el campo de la producción de na­ rrativa proletaria: Fallas. Por si esto fuera poco, el jurado que acordó la descalificación incluía a algunas de las per­

en el contexto del frente cultural antifascista que se con-

sonas más reconocidas e influyentes del país en el campo

9

Prieto Tugores, 1940: 3. Con respecto al coníliclo con Marín (afias, véase: infra, notas 20-2 1 .

11

Arias Mora, 20 1 1 1 19-140.

12

10

"La novela", 1940: 4.

Á\varez García, 1 975: 1 1- 1 2 ; Arroyo Soto, 1973: 43-44; Berrocal y Chase, 1966: 6; Bogantes Zamora, 1990: 195.

52

lvAN MOLINA JrMENEZ

PRÍNCIPES DE

lAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escrirores proletarios costarricenses del siglo XX

53

de la cultura, en particular a Brenes Mesén y a García

1941, Ventura Cordero, Jefe de Redacción de la revista

Monge. En tales circunstancias, la respuesta inmediata del PCCR fue emprender una valorización sistemática

Vanguardia volvió a resaltar el vínculo entre la vida de Fallas y la novela, base fundamental de la autenticidad de

de Fallas y de su obra. Al comentar ese texto el 2 1 de

su narrativa; a la vez, la comparó con la obra emblemática

diciembre de 1940, Prieto Tugores enfatizó que " . . está

del escritor colombiano José Eustasio Rivera:

lleno de un legítimo dramatismo, capaz de lacerar el más duro corazón y que se produce donde quiera que se viole

coincido con muchos escritores y críticos nacionales en que esta obra literaria de Fallas es de lo mej or, en su géne­

una elemental justicia y donde se explotan, con descaro y

ro, que se haya hecho en Costa Rica. En síntesis, su novela

cinismo y para provecho de unos pocos, enormes masas humanas . . "13

posee la intensidad de "La Vorágine" y el interés de una

.

gran novela de aventuras. Pocas veces he sentido la emo­ ción y el realismo de escenas y episodios como en algunos

Simultáneamente, el periódico comunista apeló a sus co­ laboradores y contactos para producir criterios compa­

capítulos de "Mamita Yunai". Y el secreto está exclusiva­

rativos que facilitaran impugnar la decisión del jurado y

mente en que Fallas ha vivido, ha sentido, y ha visto todos

ubicar en una posición más competitiva el texto de Fallas; en un artículo publicado también el 2 1 de diciembre de

te en nuestras zonas bananeras y que son -como en los

estos acontecimientos tremendos que ocurren diariamen­ caucheros de "La Vorágine"-, un tema, u n filón precioso

1940, indicó:

para la pluma dura y veraz de un escritor sincero y valien­

Emilia Prieto, que ha leído "Mamita Yunai" y la novela

te . Fallas lo es, y por eso ha acertado en esta gran novela

de Yolanda Oreamuno que mereció un Primer Premio,

que está destinada a pasar a la historia literaria costarri­

dice que la del camarada Fallas no vale menos que la de

cense como una de sus grandes producciones.15

la notable escritora costarricense. Emilio Valverde [Vega, abogado] , uno de nuestros mejores críticos literarios que conoce la novela de Fallas y la de Marín Cañas, ha dicho que la del primero le recuerda al "Don Segundo Sombra", la mej or novela latinoamericana.14

El debate en torno a "Mamita Yunai" volvió a activarse poco antes de que el libro fuera publicado. En julio de

13

Prieto Tugores, 1940: 4; véase, además: Chase, 1975: 69.

14

"La novela", 1940: 1 , 4.

54

La campaña promocional se intensificó tras la publica­ ción de Mamita Yunai, cuya primera edición fue dedica­ da " . . . a mis excompañeros de trabajo: los 'linieros' de la Zona Atlántica", e incluía el siguiente colofón: "este libro fué escrito por un obrero para participar en el Concurso de la Mejor Novela Latinoamericana, de 1940. El Jurado Costarricense, 'por considerar que no se podía tomar en

15

lvÁN MouNA J1MÉNEZ

Cordero, 1 94 1 : 2. Para un análisis que resalta las diferencias entre L a vo1·ágine y Mamita Yunai, véase: Bogantes Zamora, 1990: 194.

PRINCIPES DE

lAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

55

cuenta como novela, lo desechó"'. te, Luego de que empezó

sea- porque carece de tesis enfilada y no tiene por parte

a circular el libro, un anuncio publicado en Trabajo lo pre­

alguna esa suficiencia de la que padecen los marxistas . .

sentó como " . . . la primer novela escrita por un obrero en Costa Rica . . . "; a su vez, en ese mismo espacio publicitario,

Es un libro sencillo, hermoso tan lleno de dolor sin aspa­

Lyra afirmó que la obra de Fallas era la " . . . de más recia musculatura escrita dentro del ambiente costarricense que yo he leído".17 El 28 de j ulio de 1941, la dirigencia del PCCR organizó una presentación-homenaj e del libro, con la participación de juan Gené, Carlos Luis Sáenz Elizondo y Manuel Mora Valverde. is El 5 de agosto, Mario González Feo, escritor, pintor y espiritista, publicó un comentario en el Diario

vientos, que ante él hay que quitarse el sombrero.20

Con este comentario, Marín Cañas inició una perspecti­ va de análisis de Mamita Yunai que , a la vez que recono­ cía el mérito literario de la novela, la desradicalizaba y la despolitizaba, al distanciarla de su origen comunista . De esta manera , se valía de un procedimiento diferente para cuestionar el proyecto cultural del PCCR. En respuesta a este nuevo desafío, el periódico Trabajo acotó: el j oven literato Marín Cañas ha escrito u n juicio sobre la

de Costa Rica en el que destacó el " humorismo trágico" de Mamita Yunai y afirmó que esta novela superaba a La vorágine.19 En esa misma edición, Marín Cañas manifestó

novela Mamila Yunai del camarada Fallas. Pero al mismo tiempo, a fin de que "el público" no lo vaya a tomar por un simpatizante del comunismo, cree conveniente hacer

que la obra de Fallas

chacota de nosotros . . . ¡ Qué cosa! Todos tenemos nuestras

. . . es una maravilla . . . No se crea que tiene por obj eto pin­

fobias. Si al j oven intelectual Marín Cañas el Comunismo

tar la tragedia de los Linieros . . . es más bien un libro ágil ,

le da cien patadas, a nosotros el Arte por el Arte nos da

sencillo, lleno de gracia, atiborrado de personajes pinto­

mil patadas . . . También los literatos pedantes y petulantes,

rescos chapaleando barro. Muestra la picardía de nuestros

miran a su prójimo de semidiós a gusano y tienen sus es­

politiquillos y fiscales cuando andan por esos rincones

tribillos como aquel de que no encadenan su pensamiento

ej erciendo los sagrados deberes ciudadanos de la políti­

a ningún ISMO: que "los ISMOS cortan las alas a los rui­

ca . . . Si sirve de algo la advertencia, la hago: por dicha no

señores y a las águilas", "los comunistas forman un reba­

es un libro comunista. A mí el comunismo me da cien

ño", "en el comunismo se pierde la personalidad" y otras tonterías por el estilo. 2 1

patadas. Y digo que no es comunista -aunque el autor lo

16

Fallas Síbaja, 194la: 5, 249.

17

"Mamíta Yunai", 194 1 : 4 .

18

" Homenaje", 194 1 : l .

20

Marín Cañas, 1 94 1 : 5.

19

González Feo, 1 94 1 : 4 ; Zavaleta Ochoa, 2004: 100.

21

"Las 100 patadas", 1 94 1 : 2.

56

IVÁN MOLINA JrMÉNEZ

PRÍNCIPES DE

lAS

Carlos Luis Fallas

REMOTIDADES

y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

57

Todo indica que la polémica que provocó la novela desde antes de ser publicada, contribuyó significativamente a su comercialización. Algunos investigadores han afirma­ do que la United Fruit Company compró toda la edición de Mamita Yunai para evitar que el libro fuera conocido en Costa Rica;22 sin embargo, esta aseveración no es res­ paldada por la evidencia. De hecho, a mediados de agos­ to, Trabajo informó que una de las células comunistas de

1933, el quehacer de Fallas dentro del PCCR fue presen­ tado nuevamente de manera novelesca y su heroicidad asociada con el martirio de su propio cuerpo: "por la cau­ sa de los trabajadores ha sufrido hambre, cárcel, miseria; se le han sangrado los pies en las interminables jorna­ das a través de los bananales para llevar capacitación o una consigna de lucha a los camaradas que viven en esas

. . como algunos compañeros no pueden comprar la nove­

remotidades . . . "24 Aunque Fallas volvió a fracasar en su intento por ganar un asiento legislativo, ya para inicios de la década de 1940 era claro que, además de ser un

la del camarada Fallas [valía dos colones, el salario diario

productor de literatura, su experiencia de vida se había

de un peón] . . han resuelto rifar, cada vez que se reúnen,

vuelto también un objeto literario.

Alajuela había decidido que,

un ejemplar entre los asistentes . . . Están propuestos los ca­ maradas de Alajuela a que Fallas sí sea profeta en su tierra y

a que se conozca bien en esa provincia la obra escrita

por un trabajador, que según opinión autorizada, no vale menos que la de Ciro Alegría [El mundo es ancho y ajeno] que fue el vencedor en el Concurso del Continente. 23

El énfasis en la doble identidad de Fallas -luchador social y escritor- fue evidente en enero de 1942 , cuando los co­ munistas lo postularon otra vez al Congreso y lo denomi­ naron " . . . el Gorki nuestro, tan inteligente y tan abnegado que lo mismo se pone al frente de la Huelga del Atlántico que escribe la novela más fuerte de Centroamérica: Mamita Yunai". Además, y en correspondencia con la tra­ dición inaugurada por Lyra en la entrevista de noviembre

22

Bogantes Zamora y Kuhlmann, 1983: 46.

23

'"Mamila Yunai' en Alajuela", 1941: 2. Acerca de los salarios en la década de 1940, véase: Cerdas Albertazzi, 1995: 125.

58

lvAN MouNA JiMÉNEZ

24

"Nuestros candidatos", 1942: 1, 4; Arias Mora, 2013: 406-41 4.

PRINCIPES DE lAS REMOT/DADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

59

CAPÍTULO 5 El concurso de Vang uard ia

E

n septiembre de 1941 , en el marco del entusias­ mo generado por la publicación de Mamita Yunai, los comunistas organizaron, con base en la revista

Vanguardia, un concurso de cuento corto, cuyo propósito

era promover la producción de narrativas afines con esa

novela . Según lo dispuesto por los organizadores, los re­ latos no sobrepasarían las 1.800 palabras y debían versar sobre asuntos nacionales ("preferibles cuestiones de ca­ rácter social") Los interesados tenían hasta el último día de octubre para enviar sus trabajos, firmados con pseu­ dónimo y el nombre en plica adjunta, los cuales serían evaluados por un jurado integrado por el p oeta Julián Marchena, el abogado Emilio Valverde Vega, el estudioso de la literatura, Abelardo Bonilla y Adolfo Herrera Gar­ cía . Se definieron tres premios. El primero suponía 30 colones en e fectivo (equivalente al salario semanal de un

Portada de la edición búlgara de

Mamila Yunai (1957), Universidad Nacional.

trabaj ador especializado) y la publicación del cuento y de la foto del autor en Vanguardia y en las revistas Bohemia (La Habana) y Norte (Nueva York). El segundo consistía en el obsequio de cuatro libros: Las uvas de la ira de John

PRiNCIPES

DE LAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

63

'1

Steinbeck, ]'awsse de André Simón, Mamita Yunai de Fa­

El resultado del concurso, sin embargo, dej ó insatisfechos

llas y Alas en fuga de Marchena. Por último, el tercer lugar implicaba una suscripción anual gratuita de las revistas

elaboraron un acta con fecha 10 de noviembre de 1941,

cubana y neoyorquina . 1

"se presentaron cincuenta trabaj os, en general de esca­

a jurados y a organizadores. Según los primeros, quienes

sa calidad literaria", de los cuales además pocos "tienen el carácter y la técnica del cuento corto, que fue motivo

E n s u edición de noviembre, Vanguardia dio a conocer a los ganadores: el artista y funcionario del Ministerio

del concurso y abundan entre ellos las crónicas y escenas

de Relaciones Exteriores, Ricardo Segura , que obtuvo

simples de la vida , que no es posible considerar como

los premios primero y tercero, y la j oven contabilista de origen libanés Maggie Breedy jalet, que se adj udicó el segundo lugar. 2 Los dos cuentos premiados de Segura fueron "Lo injusto", acerca del maltrato y el abuso expe­ rimentados por una j oven pobre del campo, y "Purruj a", narración cuyo trasfondo es el mundo de los trabaj adores de las minas de oro y plata ubicadas en el Pacífico cos­ tarricense,3 un tema sobre el cual el propio Fallas había publicado un interesante informe en 1935.4 El cuento de Breedy, "Una burbuj a", tiene por tema el descubrimiento que hace una maestra de las difíciles condiciones socioe­ conómicas y familiares en que vive uno de sus alumnos . 5

cuentos". Pese a lo anterior, los J urados (con la notable ausencia de Marchena) decidieron "escoger [algunos de] entre los p ocos que se aproximan al cuento, tomando en cuenta los aspectos psicológicos que se presentan, el am­ biente y la redacción". 6 En respuesta a un j urado que claramente había optado por premiar trabaj os sobre los cuales tenía enormes dudas, que se manifestaba en contra de las crónicas y las escenas de la vida cotidiana como formas literarias (precisamen­ te el tipo de narrativas promovidas por Trabajo), y en el que participaban por lo menos dos personas familiariza­ das con el proyecto cultural del PCCR -Herrera García y Valverde Vega-, la redacción de Vanguardia expresó: respetamos el fallo del jurado de nuestro CONCURSO DE CUENTO CORTO y reconocemos que, efectivamente, la

E n l a novela d e Ramírez Mercado se plantea que Las uvas d e l a irn, publicada origi­ nalmente en 1939, fue la pauta para la literatura bananera costarricense, afim1ación que no coincide con los datos presentados en este libro, que muestran que una narrativa de ese tipo empezó a configurarse desde inicios de la década de 1930. Ramírez Mercado, 201 1 : 2 16; supra, capítulo 2 , nota 2 1 ; capítulo 3 , nota 24; sobre las remuneraciones, véase: Cerdas Albertazzi, 1995: 125.

b aj a . Algunos de los trabaj os no tienen las características

2

"Texto del fallo'' , 194 1 : 8; Casasa Núñez, 2010; Scotten, 1942: 2-3; "Murió Maggie Breedy'', 2003: 10 A.

está muy descuidada; no se lee lo necesario, y en 2 ° lugar,

3

Araya Pochet, 1979: 42-50; Chomsky, 1998 169-195; Casúllo Rodríguez, 2009.

4

Fallas Sibaja, l 935a: 1 , 4.

5

Casasa Núñez, 2010: 3-18.

64

calidad literaria en general de los cuentos que llegaron es ni la técnica del cuento corto. Esto es debido, a nuestro jui­ cio: en primer término a que la cultura popular nacional

6

lvAN MoUNA J1MÉNEZ

"Texto del fallo", 194 1 : 8.

PRiNCIPES DE LAS REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo Y:X

65

Primero de Mayo que recuerda la conquista de la jornada

comunistas con base en un contexto que suponía carac­ terizado por la decadencia de la burguesía y el ascenso

de ocho horas para el obrero y a la Revolución de octu­

del proletariado:

bre . . . Sus meLáforas que anLes eran sencillamente bellas, ahora sirven para poner de relieve la rebeldía y tienen sa­

el arte por el arte es una manifestación clasista . . . La clase

bor áspero .

social que ahora está muriendo naturalmente , fue en de­ terminada época la fuerza revolucionaria y progresista de la humanidad . .

Su arte propio giró alrededor del alma

de cada artista. Como su régimen económico, su arte consecuentemente, se basó en recios egoísmos. Se cantó entonces al claro de luna y se lloró el desdén de la amada indiferente. Cada novelista quiso llenar el mundo entero con los destellos de su drama íntimo e individual. . . la nueva clase que se levanta a tomar el p o der tiene también su arte propio . . . En estos momentos, el escritor debe ser el intérprete casi inconsiente [sic] o involuntario a las mu­ chedumbres silenciosas.9

En diciembre de 1940, Carmen Lyra, al prologar el poe­ mario Raíces de esperanza de Sáenz Elizondo, había expre­

w

La experiencia de Sáenz es de particular relevancia no sólo porque se convirtió en el poeta oficial de los comu­ nistas, sino porque fue el caso más exitoso de un escritor formado en el canon literario dominante que se desplazó al modelo de literatura promovido por el PCCR. De esta manera, la realización de concursos como el convocado por Vanguardia para producir literatura proletaria se com­ binó con estrategias para incentivar que escritores ya co­ nocidos se identificaran con la nueva estética socialista o se aproximaran a ella. Por esta razón, tanto las páginas de la revista indicada como las de Trabajo se abrieron a las co­ laboraciones de intelectuales no comunistas como Arturo Echeverría Loría, León Pacheco y julián Marchena.

sado ya algunos puntos de vista similares a los planteados

Aunque Yolanda Oreamuno no publicó sus contribucio­

por Herrera García, al indicar que Carlos Luis Sáenz era de los poetas que cantan en her­

nes literarias en Trabajo ni en Vanguardia, investigaciones recientes han constatado una diferencia muy interesante

moso verso, al paisaje, a la estrella, a la luna, al árbol, a la

entre algunos de sus primeros artículos, en los que hay

muchacha en flor y a la risa de los niños . . . Todo iba como

un claro menosprecio por los sectores populares y su cul­ tura, y publicaciones posteriores, en las que se perfila u n

en ruedas . . . Pero en torno suyo comenzaba a sentirse el que era como un rayo de luz que sacaba de las sombras

esfuerzo p o r comprender s u s formas d e vida u Muy pro­ bablemente ese cambio fue motivado por el acercamien­

toda la barbarie de la explotación capitalista . . . Ahora can­

to de Oreamuno a los comunistas en la segunda mitad

e fecto del fermento que venía del otro lado del océano, y

ta al palero que lleva su pala al hombro, como una cruz; al

9

68

Casasa Núñez, 2 0 1 0 : 73-74.

lvAN MouNA J1MENEZ

10

Lyra, 1940: 3-5.

11

Cubillo Paniagua, 201 1 140- 1 50.

PRiNCIPES DE LAS REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

69

de la década de 1930. Cabe recordar que Scotten, en un informe confidencial fechado el 23 de j ulio de 1942, la

escrita en 1936 según Lilia Ramos, fue posteriormente caracterizada por Abelardo Bonilla como de índole au­

consideró una de las mujeres líderes del PCCR, y la ubicó

tobiográfica y compuesta por una primera parte testi­

entre Luisa González y Emilia Prieto en una lista jerár­

monial, basada en recuerdos de infancia y adolescencia,

quica encabezada por Manuel Mora 12

y una segunda parte especulativa y filosófica, en la que prevalecía "una concepción del mundo y de los hombres

De esta manera, si mediante concursos como el organiza­ do por Vanguardia se promovía el surgimiento de nuevos

pesimista, sombría y cruel ".14

escritores proletarios, por medio de comentarios como el de Herrera García y el de Lyra se proponía u n nuevo ca­

Decepcionada por la decisión del jurado, Oreamuno re­ nunció al premio el 17 de diciembre de 1940, y parece

non literario y se emplazaba a los escritores ya conocidos

que perdió todo interés en "Por tierra firme". La informa­

para que se adhirieran a él. Ambas estrategias, al comple­ mentarse, sentaron la base para que una nueva genera­ ción, constituida por autores de clase trabaj adora como Fallas, y otros provenientes de sectores medios como

ción de lo que ocurrió con el manuscrito es fragmentaria y contradictoria: según algunas fuentes, fue destruido por su autora; de acuerdo con otras, se extravió; e inclu­ so se ha sugerido que fue publicado en 1946 (algo poco

Carlos Luis Sáenz, Herrera García, Joaquín Gutiérrez y Fabián D obles, originaran una de las principales inno­

probable dada la ausencia de referencias bibliográficas al respecto). El hecho que sí está claro es que su única no­

vaciones que experimentó la literatura costarricense en el siglo XX.

vela publicada, La ruta de su evasión (1949), fue elaborada en circunstancias muy diferentes de aquellas en las que

Al final, Yolanda Oreamuno no se sumó a esta corriente realista, quizá debido a que, después del fallo dado por el j urado en el concurso convocado por Farrar &: Rinehart en 1940, empezó a distanciarse del PCCR, un proceso que obedeció a distintos factores, uno de los cuales pudo haber sido el hecho de que los comunistas concentraron sus esfuerzos en defender a Mamita Yunai, aun a expensas

escribió "Por tierra firme". En efecto, el distanciamiento o la ruptura con el medio intelectual dominado por los comunistas facilitó que Oreamuno dejara atrás el van­ guardismo literario asociado con el realismo sotialista y cultivara otro, de carácter introspectivo y dominado por una temprana y novedosa perspectiva de género.15

de "Por tierra firme" (la novela presentada por Oreamuno a ese certamen), como lo hizo Emilia Prieto .13 Dicha obra,

12

Scotten, 1 942: 2-3.

13

Supra, capitulo 4 , nota 14.

70

IVAN MOLINA JiMENEZ

Esta obra es propiedad del SI 14

Bonilla Baldares, 1957: 387; Vallbona, 1995: 22. Según nueva n�dencia, Oreamuno empezó a escribir "Por tierra firme" a finales de 1 939. Molina jiménez, 2016.

15

Cortés Zúñiga, 2011 : 5; Alvarado Vega, 2009: 223; Vallbona, 1995: 22, 49-63; He­ rrera, 2009: 18-19.

PRÍNCIPES DE

lAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

71

La deserción de Oreamuno fue, indudablemente, una de las principales pérdidas de ese informal taller literario

literatura testimonial, crecientemente estudiada en la Centroamérica de las últimas décadas.17

promovido por los comunistas; sin embargo, aun su bre­ ve aproximación a dicha experiencia, confirma que, tanto en las páginas de Trabajo como en el concurso convocado

Luego de la experiencia de Vanguardia, los comunis­ tas sólo impulsaron una iniciativa parecida en septiem­

por Vanguardia, fueron los escritores de condición intelec­

bre de 1945, cuando el Comité Ejecutivo de la Juventud

tual los que aprovecharon más y mej or las oportunidades

Vanguardista convocó a un concurso para premiar a los dos mej ores poesías y a las dos mejores caricaturas alusi­

abiertas por la política cultural del PCCR. En el caso del certamen referido, los tres premios establecidos fueron

vas al "traidor" Francisco Franco (50 colones para los dos

adj udicados a dos personas pertenecientes a los sectores

primeros lugares y 25 colones para los dos segundos pues­ tos). El jurado designado para escoger a los ganadores fu e integrado por Carmen Lyra, Carlos Luis Sáenz Elizondo

medios. Pese a esto, al desencanto de jurados y organiza­ dores y al conflicto que parece haberlos enfrentado, debe destacarse el carácter novedoso de abrir un concurso li­ terario, en una revista dirigida a los trabaj adores, con el fin de producir literatura afín con la estética del realismo

y Arturo Echeverría Loría. Según el fallo, dado a conocer el primero de diciembre del año indicado, sólo se premió

socialista e incentivar, una vez más, la elaboración de na­

ta Arturo Montero Vega, y una caricatura elaborada "en forma colectiva por los compañeros Francisco, William y

rrativas proletarias.

un poema ("España"), escrito por el estudiante comunis­

Amoldo Rivera". Pese al esfuerzo por dotar a los premios

También es preciso resaltar que, no obstante el corto pla­ zo fij ado (menos de dos meses), fueron recibidos cincuen­ ta trabajos, un número que demuestra el considerable

con sumas atractivas y a que se hizo un llamado a parti­ cipar a todos " los caricaturistas . . . y poetas nacionales", el concurso -al parecer- quedó circunscrito a los militantes y

interés que -en el contexto de la publicación de Mamita

simpatizantes PCCR, probablemente debido a la creciente

Yunai- despertó tal iniciativa. Finalmente, a la luz de lo

polarización que experimentaba la política costarricense

expresado por el jurado acerca de las características que

en esa época y que afectaba la capacidad de convocatoria

presentaban la mayoría de las obras, este experimento

de los comunistas. Aunque de acuerdo con el periódico

literario de Vanguardia, que continuaba los esfuerzos ini­

Trabajo "la mayor parte de los trabajos presentados son

ciados por Trabajo en el decenio de 1930, se constituyó en un importante antecedente de los concursos de historias

buenos", no se otorgaron segundos premios, un indicador de que este concurso, al igual que el de Vanguardia, no

de vida de campesinos y artesanos, organizados en Costa

cumplió las expectativas de sus organizadores.18

Rica en la segunda mitad del siglo XX, 16 y de la propia

16

72

Quesada (arnacho, 1989 2-16.

lvAN MouNA JIMENEZ

17

Para un balance reciente, véase: Crart, 2 0 1 0 : 3 7 1-398.

18

"Ciento cincuenta", 1945: 2; "Arturo Montero Vega", 1945: 1, 4.

PRiNCIPES DE

lAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

73

El ganador en la rama de poesía era hermano menor de Á lvaro Montero Vega, quien destacó como líder j uvenil de los comunistas. Arturo Montero Vega ( 1924-2002) pu­ blicó un primer poema en Trabajo en 1 943, y luego dio a conocer otros en 1945, antes de la convocatoria del concurso. Si bien no logró rivalizar con Sáenz Elizondo, sí consiguió combinar su profesión de abogado con un quehacer poético constante y sistemático, que dio origen a varios libros. Los primeros fueron impresos por edito­ riales afines o próximas al PCCR en las décadas de 1950 y 1960, pero ya a finales de este último decenio y en el de 1 970 , logró colocar algunas de sus obras con la empresa Lehmann y con la Editorial Costa Rica.19 Aunque no fue un escritor proletario, fue el último de los literatos cos­ tarricenses cuya experiencia inicial en el campo de las letras tuvo por base el informal taller literario puesto en práctica por los comunistas antes de 1948.

19

74

Montero Vega, 1943: 6; 1945a: 3 ; 1945b: 2 ; 1945c: 2; 1946: 6; Antillón Montealegre, 2003: 19.

lvAN MouNA JJMÉNEZ

SEGUNDA PARTE Tensiones, mercados

y estudios

CAPÍTULO 6 Períodos creativos e internaciona lización

M A C O S R A M I R EZ (A Carlos Luis Fallas. Trabajo, 2 de abril de 1938, 3.

•nfura1

Ó• un M u c li o c lt o J

E

n 1987, el investigador Manuel Picado Gómez pu­ blicó un estudio sobre Fallas en el que indicó que su actividad literaria comprendía un período apro­

ximado de doce años y fue llevada a cabo durante la etapa más intensa de su vida política, entre 1940 y 1 95 1 . Pica­

do destacó además que, con cada nueva novela, Fallas tendía a alej arse del presente: así, si la historia principal de Mamita Yunai se ubicaba muy cerca del momento his­ tórico en que fue escrita la novela, en Gentes y gentecillas la trama se situaba en 1928, mientras que Marcos Ramírez tenía por contexto la infancia del escritor, en la década de 1910 e inicios de la de 1920. De esta forma, al construir la narrativa como una regresión creciente, Fallas agotó la geografía de su pasado, lo que explicaría que, después de la última obra citada, abandonara la escritura.1

Portada de la edición argentina de

Marcos Ramirez

(1957), Universidad Nacional.

Picado Gómez, 1987: 225, 227.

PRÍNCIPES DE

LAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

79

Parcialmente en contraste con lo planteado por Picado, el Cuadro 3 evidencia que, en la producción narrativa de Fallas, es posible identificar dos períodos claramente diferenciados En el primero, que se extendió entre ini­ cios de 1940 y mediados de 1942 , escribió dos novelas y dos cuentos, ubicados mayoritariamente en áreas ru­

CUADRO 3

LA PRODUCCIÓN NARRATIVA DE CARLOS LUIS FALLAS SI BAJA: FECHAS DETERMINACIÓN Y DE PUBLICACIÓN DE SUS NOVELAS Y CUENTOS (1 940-1954) Novela o cuento

Fecha de terminación

"La dueña de la guitarra de las

Fecha de publicación

1 940, febrero 26

1 942

Mamila Yunai

1 940, noviembre

julio, 1 94 1

(en particular, la United Fruit Company). En el segun­ do período, que comprendió los años 1950-195 1 , redactó

"Barreteros"

1 94 1 , octubre 2 1

Julio-diciembre?, 1954

dos novelas y un relato largo, cuyas tramas tienen por

Gentes y gentecillas

1942, agosto

febrero, 1947

escenario principal las ciudades de Alaj uela y San José y sus alrededores, acentúan los conflictos y las tensiones de

"El taller "

1950, marzo 3

¿julio-diciembre?, 1 954

carácter familiar y comunal, y prestan especial atención a

Mi madrina

1950, abril 5

Julio-diciembre?, 1 954

las situaciones que enfrentaban a trabaj adores y pequeños y medianos patronos. En esos dos períodos, Fallas de­

Marcos Ramírez

1951, junio 27

septiembre 20, 1952

rales fuera del Valle Central y con un fuerte énfasis en la explotación de los trabaj adores por empresas extranjeras

mostró ser altamente productivo, con un promedio apro­ ximado de una novela y un cuento por año.

conchas de colores"

FUENTE: Fallas

Sibaja, 194la; 1942: 777-782; 1947; 1952, 1954; "Mamita Yunai", 1941 :

4; "Ha visto la luz pública", 1947:

L

Ambas etapas creativas se desarrollaron en contextos his­ tóricos muy diferentes. Durante la primera, el PCCR, que acababa de enfrentarse al Partido Republicano Nacional en los comicios presidenciales de febrero de 1940, se desplazó de una posición muy crítica del gobierno de Calderón Guardia a una de creciente acercamiento, en especial después de que entre agosto y septiembre del año indicado el Poder Ej ecutivo manifestara su interés en impulsar la elaboración de un código laboral. Para agos­ to de 1 942 , tanto comunistas como calderonistas habían profundizado su cooperación, con base en la promoción de las llamadas reformas sociales, con lo que el PCCR

80

lvÁN MouNA JrMÉNEZ

PRiNCIPES DE

lAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

81

consolidó la estrategia de procurar cambios sociales por vías institucionales puesta en práctica desde la década de 1930.2 La situación de Fallas durante su segundo período creati­ vo fue muy distinta: como resultado de la represión pos­ terior a la guerra civil de 1948, el PCCR fue ilegalizado,

casi trece años: al regresar al país en marzo de 1946, el PCCR lo recibió con profundo entusiasmo, ocasión que fue aprovechada por Fallas para entrevistarlo y, con base en las declaraciones que obtuvo, publicó en Trabajo, entre los meses de marzo y mayo, una crónica de las vicisitudes de Braña en España, Francia y Alemania.4

sus sindicatos fueron disueltos y Fallas -al igual que otros

Dicho texto está inscrito en una corriente de literatura

dirigentes de esa organización- fue encarcelado, estuvo a punto de ser fusilado y recobró la libertad gracias a la fuerte presión nacional e internacional a favor de su li­

internacional configurada durante la lucha contra el fas­ cismo y el nazismo, que se caracterizó por enfatizar el heroísmo de los comunistas y las atrocidades cometidas

beración. Para inicios de la década de 1950, pese a un

por sus adversarios.5 El conocimiento de estos materiales

contexto caracterizado por la intensificación del antico­

no fue ajeno a Fallas porque después de 1940 el PCCR incrementó las importaciones de productos impresos de

munismo de la Guerra Fría, los comunistas dispusieron de algunos espacios que les permitieron reanudar -con limitaciones, algunas considerables- sus actividades de otrora (a partir ele 1951 empezaron a publicar un nue­

esa índole, entre los cuales figuraban títulos como Tania, de Petr Lidov, El pueblo es inmortal, de Vasili Grossman,

vo periódico llamado Adelante), aunque no en el campo

y Vengadores, de Petr Andreevich Pavlenko.6 Por razones desconocidas, la crónica sobre Braña no fue terminada

electoral. 3

o la última parte nunca se publicó; pero es probable que

Conviene advertir que, entre los dos principales perío­ dos creativos de Fallas, existió un lapso intermedio, que abarcó el bienio 1946-1947 en el primero de esos años, escribió la crónica basada en las experiencias de Braña.

de haber sido finalizada e impresa como libro , hubiera alcanzado, en los primeros años después de que finalizó la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), una favorable acogida fuera de Costa Rica.

Electo regidor por la municipalidad de San José en di­

En 1 9 47, de acuerdo con la "Autobiografía" que publicó

ciembre de 1932, Braña fue expulsado del país después del enfrentamiento entre desocupados y policías del 2 2

en la edición mexicana de 1 9 5 7 de Mamita Yunai, Fallas escribió " . . . una novela y unos cuentos cortos, que me

d e mayo d e 1 9 3 3 . La ausencia d e Braña s e prolongó por

4

Fallas Sibaja, 2010.

2

Molinajiménez, 2007: 97-134; 2008: 285-301.

5

3

Molinajiménez, 2005 367-378; Hernández Aguilar, 1983: 209-210; 1989: 7 1 - 1 08; Cerdas Mora, 1993: 173-175.

Kirschenbaum y Wingfield, 2009: 465-489; Krylova, 200 1 : 307-331 ; Motta, 2005: 353.

6

Molinajiménez, 2010: 237-262.

82

lvÁN MouNA J1MÉNEZ

PRiNCIPES DE lAS REMOTIDADES Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

83

fueron robados y destruidos durante la represión de 1 948".7 Con respecto a este importante tema , Eduardo Saxe Fernández, en una nota escrita a propósito del boce­ to inédito de un libro provisionalmente titulado "Martín Ramírez", indicó en la década de 1970 : . . . y a tenía escrito e l libro [ luego conocido como Marcos

Ramírez] ("en tercera persona") en 1947, pero cuando [es­ talló] la guerra civil [de 1948], su casa fue registrada y, "nada más por molestar", lo dejaron sin máquina de es­ cribir, y le sustrajeron el original de "Marcos Ramírez" (¿cómo se llamaría entonces el libro7). Después de que salió de la cárcel, en el año de 1950 se dedicó a reem­

cuentos que también fueron destruidos en el contexto del conflicto armado de 1948. En todo caso, llama la aten­ ción que no hubiera referencias a dichos textos en una biografía de Fallas, publicada a inicios de 1948 para pro­ mover su nueva postulación como candidato a diputado.9 Él tampoco los mencionó en el prólogo que elaboró para la impresión cubana de Mamita Yunai de 1960, en el que se autocriticó fuertemente por no haber cumplido con sus ambiciosos proyectos literarios.10 Por último, sería nece­ sario investigar más a fondo por qué la destrucción de esos materiales no afectó al cuento "Barreteros", que tam­ bién permanecía inédito en 1947.

prender una tarea que nunca creyó poder realizar. Pero,

La autocrítica referida fue escrita por Fallas con base en

dice él, como había tanta represión y clandestinidad, tuvo más tiempo para estar en su casa, y trabajar escribien­

una reelaboración de los recuerdos asociados con su pro­ ducción narrativa, pero antes de considerar esta valiosa

do De manera que así [entrerrenglonado: ¿reconstruyó?]

información, es preciso analizar un tema fundamental

"Marcos Ramírez".8

en su carrera literaria: su internacionalización. Como se indicó anteriormente, a raíz de su fallido duelo con el periodista Antonio Zelaya, un grupo de trabaj adores del

De ser correcta, la información aportada por Saxe Fernández explicaría por qué, en un período tan corto de

Caribe, al solidarizarse con Fallas, señaló en noviembre

tiempo (de marzo de 1950 a junio de 195 1), Fallas logró

de 1 939 que él no era un escritor internacional.11 Diez

escribir dos novelas (Marcos Ramírez y Mi madrina) y un relato extenso ("El taller"). De hecho, si Marcos Ramírez

años después, esa condición estaba a punto de cambiar. En efecto, en razón del respaldo dado en 1949 por el poe­

fue la reelaboración de un texto escrito en 1947, existe

ta comunista chileno Pablo Neruda a Mamita Yunai, esta obra pronto fue publicada en otros países de América

la posibilidad de que Mi madrina y "El taller" fueran, por lo menos parcialmente, reelaboraciones basadas en esos

Latina y vertida a varios idiomas n

7

Fallas Sibaja, 195 7: página sin numerar.

9

"Quiénes", 1948: 7-8.

8

Saxe Fernández, s. f.: 4. las fuentes de este documento fueron una entm�sta publi­ cada en Grnmma el 7 de noviembre de 1965 y la que circuló en C1"átera (probable­ mente, Saxe también se basó en información proporcionada por la viuda de Fallas, Zahyra Agüero).

10

Fallas Sibaja, 1960a 9-12.

11

Supra, capítulo 4, nota 4.

12

Solera, 1970: 404.

84

lvAN MouNA J1MENEZ

PRiNCIPES DE

LAS REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

85

La versión precedente acerca de cómo dicha novela se abrió paso en el mercado internacional fue generalmente aceptada por quienes investigaron la vida de Fallas y su obra. Sin embargo, recientemente el abogado y militante de izquierda, Álvaro Montero Vega (192 1-2009), la de­ safió de manera parcial, por lo que aquí se considerará brevemente dicho cuestionamiento. En una publicación póstuma , Montero afirmó que en 1949 asistió como re­ presentante de la j uventud del PCCR " . . . al primer con­ greso de la Unión Internacional de Estudiantes (UIE), celebrado en setiembre de ese año en la ciudad de Praga, Checoslovaquia". Durante su estancia en ese país, . . . pude interesar a algunos intelectuales y funcionarios del partido comunista y el gobierno en una posible traducción

exactamente una novela muy conocida, excepto en Costa Rica, y eso entre ciertos círculos de intelectuales y tra­ baj adores. Finalmente, conviene destacar que la primera traducción publicada de la obra fue al ruso en 1 952, y que la versión en checo, que circuló en 1 953 , tuvo por base la edición chilena de 1 949.16 En contraste con lo expuesto por Montero, que se ase­ meja a ese tipo de ficcionalizaciones a que fueron dados algunos comunistas costarricenses para j ustificar o re­ saltar su participación en procesos o eventos históricos específicos,17 Solera ofrece la versión más detallada de cómo ocurrió la etapa inicial de la internacionalización de Mamita Yunai: tiempo después [de su publicación en 1 9 4 1 ] , en 1949, un

y publicación de Mamita Yunai, la más conocida novela de

amigo costarricense de Fallas mostró la novela al poeta

Carlos Luis Fallas. Esos contactos, en especial los estable­

Pablo Neruda, que entonces se hallaba en México. Neruda

cidos con un traductor de apellido Kucvalec, ayudaron a

se entusiasmó con ella y la echó a correr por el mundo,

que, en efecto, la novela fuera posteriormente editada u

abriéndole las puertas de la fama internacional. Es más, el entusiasmo de Neruda por la novela lo llevó a inspirarse

De lo expuesto por Montero, se debe empezar por acla­ rar que el Primer Festival Mundial de la juventud y los

en el personaje de Calero para uno de los p oemas de su libro Canto general . . _ 1s

Estudiantes, organizado por la UIE, ciertamente se efec­ tuó en Checoslovaquia, pero en 1947; el segundo, en cam­ bio, se celebró en Hungría en 1 949.14 Además, Mamita

Yunai fue dej ada de promocionar por el PCCR después de 1941 ,15 a medida que profundizaba su acercamiento con el gobierno de Calderón Guardia, por lo que no era

Fue por tanto gracias al respaldo de Neruda (algo que Fallas siempre reconoció) que Mamita Yunai empezó a in­ ternacionalizarse y, aparte de a los idiomas anteriormente indicados, también fue traducida -entre otros- al ale-

13

Montero Vega y Aguilar Hemández, 2013: 37.

16

14

Poynting, 1 989: 6 1 .

17

Molinajiménez, 2008a: 43-76.

15

lnfra, capítulo 8, notas 3-5.

18

Solera, 1970: 404.

86

IVÁN MOLINA JiMÉNEZ

Infra, Anexo l .

PR/NCIPES DE

lAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

87

mán, el francés, el italiano y el chino (Fallas se convirtió

Zhdánov del realismo socialista ,21 se crearon condicio­

así en uno de los primeros novelistas centroamericanos cuya obra fue vertida a esta última lengua, aunque tan

nes propicias para que, en la Unión Soviética, en Europa oriental y en países occidentales con fuertes partidos

importante dato no se consigna en el estudio pionero de

comunistas como Francia e Italia, se íncrementaran las

Guangfu sobre el tema).19 Los libros posteriores de Fallas,

traducciones de obras elaboradas por los escritores antes referidos, y nuevos autores, cuyos textos se ajustaban a

Gentes y gentecillas (1 947), Marcos Ramírez ( 1 952) y Mi ma­ drina (1954) -un volumen que incluía, además, los rela­ tos "El taller" y "Barreteros"-, conocieron igualmente una importante difusión internacional en Europa y América Latina, aunque en menor escala que su primera novela.20 Dos procesos favorecieron la exitosa difusión de la na­ rrativa de Fallas en el exterior. Por un lado, durante el período principal de la lucha contra el fascismo y el na­ zismo (1936-1945), se configuró una infraestructura bá­ sica (librerías, editoriales, publicaciones periódicas, redes de contactos y de información, entre otros recursos) que facilitó la internacionalización de las obras de aquellos

la estética promovida oficialmente, fueran incorporados a este proceso. En el caso costarricense, esta ampliación favoreció principalmente a Fallas y, de manera secunda­ ria, a Joaquín Gutiérrez. Caracterizado por una narrativa más p olifónica y experimental, que se distanciaba par­ cialmente de la tendencia realista que prevalecía en Costa Rica, 22 Gutiérrez -procedente de una familia acomodada de Limón- publicó sus primeras novelas en Chile, país en el que casó con Elena Nascimento, hij a del dueño de la prestigiosa editorial del mismo apellido, empresa en la que laboró como asesor literario. 23

escritores latinoamericanos -en particular, las de Miguel Á ngel Asturias, Pablo Neruda, Jorge Amado, Nicolás

Desprovistos de las ventajas comparativas de Fallas y de Gutiérrez, a esta internacionalización no fu eron in­

Guillén, Rómulo Gallegos, Ciro Alegría, Jorge Icaza, José Revueltas y Alfredo Varela- que militaban en los partidos

corporados el periodista Herrera García ni el profesor

comunistas o que tuvieron algún acercamiento con tales organizaciones. Por otro lado, con el inicio de la Guerra Fría, la funda­

universitario Fabián Dobles. Si en el caso del primero su exclusión podría ser explicable porque únicamente publicó una novela corta, la experiencia del segundo fu e muy distinta: entre 1938 y 1 942 , tres poesías y dos rela-

ción del Cominform y el predominio de la versión de

19

Guangfu, 1984 278-285.

20

Picado Gómez, 1987: 222-227; Arroyo Soto, 1973: 55-56; Sánchez Mora, 2010: 43-46; infra, capitulo 9.

88

IVÁN MüLINA JJMENEZ

21

Guiat, 2003: 60.

22

Quesada Soto, 2010: 63-66; Rodríguez Cascante, 2007: 227-236.

23

Supra, nota 20; y además: Pineda Lima, 2004: 9 1 -1 15; Scholz, 201 1 : 2 10; Larsen, 1992: 779-783; Talvet, 1996: 1 1- 1 5 ; Teitelboim, 2002: 47-48; Sharman, 2005: 142143. Falta investigar más el papel jugado por Gutiérrez en la edición de Mamita Yu11ai que Nascimento hizo en 1949, y si fue por mediación de él que Neruda conoció esa novela.

PRÍNCIPES DE LAS REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

89

tos suyos circularon en Trabajo; además, fue el escritor perteneciente al PCCR que más produj o en la década de 1940: tres novelas (Ese que llaman pueblo, en 1942; Aguas

turbias, en 1 943; y Una burbuja en el limbo, en 1 946); u n libro d e cuentos (La rescoldera, en 1947) y dos poemarios (Tu, voz de sombra, en 1944; y Verdad del agua y el viento,

a finales de la década de 1940: ahora, en 1960, era uno de los escritores latinoamericanos más conocidos inter­ nacionalmente. Fue con base en esta nueva condición que procuró racionalizar desde el presente por qué, en el cur­ so de su carrera literaria, había procedido de una manera y no de otra : en Mamita Yunai dej amos de lado, calculadamente,

en 1949) 24

todo el brutal trabaj o de la formación de fincas, así como

Fallas y Gutiérrez participaron, por tanto, en la más im­

el de las bananeras ya en plena producción, porque pensa­

portante internacionalización de la literatura latinoame­

ba utilizarlos en un segundo tomo cuyo argumento central

ricana ocurrida en el período inmediatamente anterior al "boom" del decenio de 1960. La difusión en el exterior de

debía ser la gran huelga bananera de 1934. ¡ Formidable argumento para una segunda novela antiimperialistal . . .

sus obras, con independencia de sus especificidades lite­

Se me quedó ese segundo tomo e n e l tintero, como e n e l

rarias, quedó asociada no sólo con la imposición de la es­

tintero s e m e han ido quedando también e l segundo tomo

tética zhdánovista, sino con temas, estilos y enfoques con­

de MARCOS RAM Í REZ y la continuación de EL TALLER,

tra los cuales la generación del "boom" elaboró sus novelas y relatos. Con el ascenso de las nuevas vanguardias litera­ rias, algunos de sus predecesores lograron integrarse con

incluído como novela corta en mi libro MI MADRINA, y novela sindical . . ¿Exceso de trabajo partidista, de diario

éxito en ellas, como jorge Amado, pero la mayoría queda­

trabajo revolucionario? No. Vergonzosa desidia mía, inj us­

ron relegados a un segundo plano, especialmente los que provenían «le áreas marginales como Centroamérica. El

volucionaria. ¡Al fin tengo el valor de hacerme esta franca

proceso indicado se profundizó entre finales de la década

y pública autocrítica! 26

que apenas es la parte primera de una proyectada amplia

tificable incumplimiento de una muy importante tarea re­

de 1980 e inicios de la de 1990, tras el colapso de la Unión Soviética y de la Europa socialista, y los nuevos avances de

La explicación anterior, sin embargo, puede ser impug­

la globalización y el capitalismo corporativo. 25

nada fácilmente en ese mismo año de 1 960, aparte del

Al hacerse la autocrítica antes referida, Fallas emprendió esa tarea desde una posición muy distinta de la que tenía

prólogo para la edición cubana, Fallas escribió un ex­ tenso y detallado informe sobre el conflicto agrario en Guanacaste,27 y apenas regresó de La Habana, elaboró un amplio ensayo acerca de la Cuba revolucionaria , que fue

24

Supra, capítulo 3, nma 2 1 ; Rojas González y Ovares Ramírez, 1995: 147; Quesada Soto, 2010: 14- 18.

25

Halperín Donghi, 1980: 3-18; Rama, 1984: 5 1 - 1 10; Larsen, 1992 779-783; Fran­ co, 2002: 1 -18.

90

lvAN MouNA J1MENEZ

26

Fallas Sibaja, l 960a: 1 0- 1 1 .

27

Fallas Sibaja, 1960b.

PRÍNCIPES DE

lAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

91

publicado, entre noviembre y diciembre , en el periódico

Adelante.28 Los anexos 1 y 2 del presente libro sugieren, a su vez, una respuesta adicional al problema planteado: en los tres lustros anteriores a su fallecimiento, el escritor co­ munista debió dedicar una parte importante de su tiem­ po a la administración de su propia obra, lo que implicó viajes al exterior, colaborar con los traductores y preparar

y políticos más que narrativos, y con las nuevas respon­ sabilidades asociadas con su condición de escritor inter­ nacional. A los factores indicados debe sumarse otro que hasta ahora no ha sido considerado por quienes han in­ vestigado la vida y la obra de Fallas: el grado en el cual su pertenencia al PCCR limitó seriamente su producción

textos adicionales para las ediciones extranj eras.

narrativa, primero como resultado de la alianza entre los comunistas y el Partido Republicano Nacional en la déca­

Fallas combinó las tareas indicadas con labores políticas

da de 1 940, y después de 1948, debido al nuevo contexto vinculado con la Guerra Fría.

y sindicales, la defensa de sus derechos constitucionales (su correspondencia fue violada en 1954 y en 1 9 62 fue apresado por portar propaganda comunista), la lucha por lograr la participación electoral del PCCR y la prepara­ ción de ensayos, informes, conferencias y artículos perio­ dísticos. 29 La " desidia" de la que se culpó en La Habana tampoco le impidió empezar a redactar dos libros más que no fueron terminados, "Rojo y verde", una crónica de su etapa inicial como líder de los trabaj adores, y "Desde el Nuevo Mundo", un relato epistolar a propósito de su es­ tancia en la Unión Soviética en 1954. Además, completó un libro de viajes, Un mes en la China roja, que publicó por entregas en Adelante en 1 9 5 7 y fue reimpreso, veinte años después, por la Editorial de la Universidad de Costa Rica. Más que como resultado de una "vergonzosa desidia", la interrupción de la carrera literaria de Fallas estuvo re­ lacionada con la realización de otras labores como diri­ gente del PCCR, con la elaboración de textos analíticos

28

Aguilar Hernández, 1983: 243-244.

29

Aguilar Hemández, 1983: 238-260.

92

IVÁN MOLINA JiMENEZ

PRÍNCIPES DE lAS REMOTIDADES Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

93

CAPÍTULO 7 Marcos Ramírez,

Mi madrina y

" El ta ller"

D

e acuerdo con lo analizado en el capítulo prece­ dente, Fallas dispuso de las mej ores condiciones

para escribir y publicar en el primero de sus pe­ ríodos creativos (1940-1942). Ahora bien, al comparar las

fechas en que terminó sus novelas y cuentos con los años en que fueron publicados, tres tendencias principales quedan de manifiesto: etapas bastante cortas, inferiores

a los quince meses, entre la finalización y la impresión, como fue el caso de Mamita Yunai y de Marcos Ramírez ; lapsos más prolongados, entre más de dos y menos de cinco años, en los que se ubican los relatos "La dueña de la guitarra de las conchas de colores" y "El taller", y las novelas Mi madrina y Gentes y gentecillas; y una posterga­ ción prolongada, de alrededor de trece años, como fue el caso de "Barreteros". Hasta ahora, no se conoce información que explique las Portada de la edición polaca de Marcos Ramírez, Mi Madrina y "El taller" (1955), Uni­ versidad Nacional.

razones por las cuales Fallas decidió publicar las obras ci­ tadas con plazos diferenciados; pero se pueden considerar varias hipótesis al respecto. "La dueña de la guitarra de

PRiNCIPES DE

lAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

97

las conchas de colores", la primera producción narrativa de Fallas, fue terminada a finales de febrero de 1 940. En ese momento, las opciones de darla a conocer en Trabajo eran muy limitadas, primero porque no se ajustaba al tipo de literatura socialmente comprometida y combativa que le interesaba al PCCR; segundo, porque Fallas estaba a punto de comenzar a publicar, en el periódico menciona­ do, la primera versión de Mamita Yunai;1 y tercero, por­ que por la época en que finalizó ese relato, había sectores dentro del PCCR que, como se indicó anteriormente, no estaban de acuerdo con la publicación de textos literarios en dicho semanario.2 Debido a las razones indicadas, el cuento señalado debió esperar a 1 9 42 para ser impreso en la antología Escritores de Costa Rica, editada por Rogelio Sotela Bonilla.3

"Barreteros", concluido en octubre de 1941 , en el contexto de la promoción de Mamita Yunai, no era fácilmente pu­ blicable por su extensión; además, quizá Fallas consideró que no era adecuado dar a la imprenta tan prontamente otro relato de tema bananero. Asimismo, puesto que te­ nía -según declaró en 1960- la intención de elaborar una segunda parte de la novela mencionada ,5 tal vez dicho cuento fue escrito como un avance de ese proyecto que , a l final, n o llevó a cabo. Después d e permanecer inédi­ to por casi tres lustros, ese texto fue dado a conocer en 1954, junto con "El taller" y Mi madrina, dos escritos que Fallas terminó a inicios de 1950, pero cuya impresión postergó mientras escribía y publicaba Marcos Ramírez, novela que finalizó en j unio de 1 9 5 1 . ¿Por qué priorizó la impresión de este último material en detrimento de los

Además, conviene tener presente que, durante buena

dos primeros'

parte del período en que ese relato permaneció sin pu­

Nuevamente, no hay información disponible que permita responder apropiadamente a dicha pregunta. No obstan­

blicar, Fallas estuvo dedicado a la redacción de la versión definitiva de Mamita Yunai. A finales de 1940, esta obra fue descalificada por el j urado costarricense, por lo que no pudo competir en el concurso para escoger la mej or novela latinoamericana, convocado por la editorial esta­ dounidense Farrar & Reinhart. En respuesta a esa situa­ ción, el PCCR inició una campaña para defender el libro y construir culturalmente el prestigio literario de Fallas, que culminó con su publicación a mediados de 1941.4

te, las cartas cruzadas entre Fallas y la traductora polaca, Elena Bychowska, evidencian que él aprovechó el viaj e que hizo a Europa e n 1951 para lograr un acuerdo con los polacos que suponía la traducción a ese idioma no sólo de Mamita Yunai, que fue impresa en 1953, sino también de Mi madrina, "El taller" y Marcos Ramírez, que serían publicados en un solo volumen en 1955 .6 El importante logro de Fallas, al conseguir que la editorial polaca apro­ bara la publicación de tres obras inéditas, puede expli­ carse, aparte de por la calidad literaria de los textos, por

Herrera, 2009: 1 5 . 2

Supra, capítulo 2, nota 3.

3

Fallas Sibaja, 1 942 777-782

4

Supra, capítulo 4.

98

lvAN MouNA JrMÉNEZ

5

Fallas Sibaja, 1960a: 10- 1 1 .

6

Bychowska y Fallas Sibaja, 1952: 203-207; "'El taller"', 1953: 5.

PRÍNCIPES DE

lAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

99

el creciente interés por el Tercer Mundo que había en los países socialistas, por el ascenso de la Unión Soviética a "superpotencia" después de finalizada la Segunda Guerra Mundial y por su competencia a nivel mundial con Estados Unidos, y por el nuevo acercamiento del PCCR a

sus aventuras infantiles, como lo había sugerido Carmen Lyra en una entrevista que fue publicada en noviembre de 1 933 en el periódico La Tribuna y reproducida luego en Trabajo,9 se convirtiera en el equivalente costarricense del

Tom Sawyer de Mark Twain. A su vez, Bychowska pudo

Moscú en la década de 1950.7

contribuir a que Fallas procediera en la forma indicada al mostrarle cuánto la había impactado esa novela: en sus

De hecho, la traducción inicial de Marcos Ramírez fue rea­

propias palabras, "Marcos Ramírez" la había dejado "pro­

lizada con base en una versión española que no era la

fundamente conmovida e impresionada".10

definitiva, como lo reconoció Fallas en la misiva que le envió a Bychowska en abril de 1952: . . . aunque trabaj ando a ratos, al fin he podido terminar una nueva copia de Marcos Ramírez, para su edición en español, y con ella el Glosario que le envío con esta carta. La copia que usted tiene fue hecha atropelladamente, en vísperas de mi viaje. En esta nueva copia de que le hablo, introduje bastante enmiendas y correcciones que, aunque no son fundamentales ni determinan cambios de gran im­ portancia, sí mej oran mucho la novela. Veré si es posible hacer una edición rápidamente, y si lo consigo, le enviaré a usted de inmediato un ejemplar, pues deseo que pueda revisar su trabaj o con el que resultó de m i última copia.8

Al priorizar la publicación de Marcos Ramírez, probable­ mente Fallas consideró que esta novela, inscrita en una tradición literaria -decisivamente influida por la cultura popular- que fue inaugurada en el país por Los cuentos de

mi tía Panchita, 11 podía ser más apropiada para reasumir su carrera literaria que Mi madrina o "El taller". Si bien Mi madrina, al igual que Marcos Ramírez, tiene como perso­ naj e principal a un niño, este se desempeña fundamental­ mente como un testigo privilegiado de la vida de los adul­ tos con los que se relaciona, más que como protagonista de su propia infancia. A diferencia de Marcos Ramírez, juan Ramón, el niño de Mi madrina, jamás domina el es­ cenario de la novela.

Por tanto, fue presionado por la urgencia de proporcionar

Con respecto a "El taller", este extenso relato tenía un

a los polacos una nueva versión de Marcos Ramírez, que Fallas optó por publicar primero este texto que los otros

claro trasfondo político, como fue reconocido p or los pro­

que había terminado antes. Igualmente, es posible que en

pios comunistas en diciembre de 1953, en u n anuncio en el que se comunicaba que sería publicado por entregas

tal decisión influyera la expectativa de que la novela sobre

7

Hobsbawm, 1995 225-256, 372-385, 435-437; Sánchez Mora, 2010: 43-46; Cer­ das Cruz, 1986: 355-359.

8

Bychowska y Fallas, 1952: 205.

1 00

/VAN MOL/NA JJMENEZ

9

Lyra, 1933b: 2.

10

Bychowska y Fallas, 1952: 203.

11

Pacheco Acuña, 2004: 33-46.

PRiNCJPES DE

lAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

101

en el semanario Adelante. De acuerdo con lo consignado

En fin, Marcos Ramírez, debido tanto al compromiso asu­

en ese aviso, dicha obra " . . es posiblemente la primera novela de carácter sindical que se ha escrito en América

mido con los editores polacos como a la recuperación que hacía de una tradición literaria de base popular y al hecho de que carecía de una intencionalidad política explícita,

Latina . . . reflej a el ambiente obrero, la vida de los zapa­ teros sobre todo, allá en los primeros años de la lucha sindical en Costa Rica".12 Así, en una época dominada por el anticomunismo y el antisindicalismo de la Guerra Fría ,13 y por el riesgo de nuevas experiencias represivas, Fallas procedió cautelosamente y optó por dar a conocer ese material en la prensa, entre enero y junio de 1 9 54. Al hacerlo de la manera indicada, Fallas corrió un riesgo importante al utilizar la publicación de su relato como un medio para iniciar o restablecer el contacto con los zapa­ teros que estaban activos en la década de 1930, muchos de los cuales habían sido militantes o simpatizantes del PCCR;14 pero compensó esta estrategia de aproximación con una sutil despolitización del cuento. En efecto, aun­ que "El taller" muestra claramente cómo, en el contexto laboral y cotidiano de la fabricación de calzado se dieron los procesos de toma de consciencia de clase,15 el PCCR y los comunistas están completamente ausentes. Tal si­ lencio contrasta significativamente con lo expuesto en la crónica, -hasta hace poco tiempo inédita- "Rojo y verde", en la que Fallas sí destacó el papel jugado por los comu­ nistas en la politización y movilización de los zapateros . 16

12

"'El taller"' , 1953: 5 .

13

Aguilar Hernández, 1989: 9 1 - 1 44.

14

Supra, capítulo 3, nota 23.

15 16

1 02

parecía una obra más apropiada que Mi madrina o "El taller" para que Fallas, en el contexto de la Guerra Fría, reasumiera su carrera literaria. Por el momento no se dis­ pone de ningún estudio acerca de cómo Marcos Ramírez fue recibida en el medio intelectual costarricense, pero en noviembre de 1958, un fragmento de la novela fue publi­ cado en Brecha, la principal revista cultural de esa épo­ ca.17 Además, en 1962, la Fundación William Faulkner, en el marco de un proyecto para escoger la mejor no­ vela iberoamericana -coordinado por la Universidad de Virginia y en el que participó también el Departamento de Estado-, confirió a Fallas un Certificado al Mérito por

Marcos Ramírez.18 La relevancia de este reconocimiento fue debidamen­ te destacada por el abogado y periodista Alberto Cañas Escalante en el periódico La República, identificado con el Partido Liberación Nacional. Este medio, con el cual Fallas ya había colaborado en 1960,19 fue el único -hasta donde se conoce- que, por medio de Cañas, dio a conocer la noticia el 1 2 de mayo de 1 9 63 :

17

Ovares Ramírez, 201 1 : 299-304. El director de Brecha era Anuro Echeverría Loría, que fue cercano al PCCR en el período anterior a 1 950.

Acuña Ortega, 1989 223-244; Zúñiga Rivera, 2009: 22-28.

18

Cohn, 2004: 5 , 9, 1 1 .

Fallas Sibaja, 2013a: 23-63; véase, además: Morales Alfara, 2000.

19

lnfra, capítulo 8 , notas 1 7-19.

/VÁN MOLINA JrMÉNEZ

PRÍNCIPES DE lAS REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

1 03

la Fundación William Faulkner. . . decidió otorgar un premio a las mejores novelas que se hubieran publicado en América Latina a partir de 1 9 45 . . Se premiaría una novela por país, pero sólo en aquellos países donde se hubiera producido alguna digna del premio. El resultado fue que de los 2 1 países latinoa­ mericanos (Puerto Rico fue incluido) la Fundación. . . consideró que sólo en 14 se habían publicado, en los últimos 18 años,

De paso, los comunistas recordaron también que Fallas era " . . . el novelista costarricense de fama y prestigio mun­ diales, el que más libros tiene traducidos a diversos idio­ mas, el que más lectores tiene en todo el mundo y cuyo valor novelístico. . . se cotiza envidiablemente tanto en los países socialistas como en América Latina, Europa y

novelas merecedoras del premio. Entre los 14 países está Costa

Estados Unidos". 22 Casi una década después del reconoci­ miento de la Fundación Faulkner, el escritor y periodista

Rica. La novela que ha recibido la distinción, es MARCOS RAM ÍREZ, de Carlos Luis Fallas, publicada en 1 952 . 20

León Pacheco, en 1 97 1 , comparó explícitamente Marcos Ramírez con Tom Sawyer (una asociación ya visionaria­

Para los comunistas el reconocimiento no sólo fue motivo de regocij o y celebración, sino también una oportunidad -que no desaprovecharon- para denunciar las persecu­ ciones de que eran obj eto en su propio país: la noticia de "La República" nos sirve para hacer una compa­

mente avanzada por Carmen Lyra en 1933),23 p ero en un contexto en el que únicamente consideraba las literaturas de Estados Unidos y de Costa Rica. Al delimitar así la cobertura geográfica, su comparación se quedó corta ya que a nivel latinoamericano no existe una novela similar a Marcos Ramírez. 24

ración entre lo que sucede con Fallas en Estados Unidos y en Costa Rica. Mientras allá, a pesar de ser el asiento de una ten­ dencia contra la democracia de América Latina, se premia a Fallas, aquí en Costa Rica se le prohíbe y se le veta . . . En Costa Rica, la novela "Marcos Ramírez", por ser de Fallas, es per­ seguida y decomisada por las autoridades de los resguardos fiscales y por los detectives. A los ciudadanos Paco Romero y Fernando Gutiérrez, de la ciudad de Heredia, en decomisos ilegales practicados-en sus residencias por los guardas fiscales contra toda la ley, se les decomisó la novela premiada en los Estados Unidos n

20 21

104

Cañas Escalante, 1963: 10.

22

"Fallas: premiado", 1963: 2.

"Fallas: premiado", 1963: 2. Aguilar Hernández (1983: 257) fue la primera investi­ gadora en localizar este artículo.

23

Supra, capítulo 3, nota 14.

24

Pacheco, León, 1 97 1 : 1 1- 18; Peña Muñoz, 2009; García Padrino, 2010.

IVÁN MOL/NA J1MENEZ

PRINCIPES D E lAS REMOTIDADES Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

1 05

CAPÍTULO 8 Gentes y genteol!as

E

1 caso de Gentes y gentecillas es mucho más comple­

jo que los analizados anteriormente. Para empezar,

se debe resaltar que, quizá en un inicio, esa obra fu e proyectada como continuación de Mamita Yunai, una afinidad que ya había sido observada desde 1970.1 Según

Fallas manifestó en 1960, la segunda parte de esta novela consideraría la problemática de la formación de fincas, la actividad bananera en plena producción y culminaría con la huelga bananera de 1 934.2 Aunque parcial y limitada­ mente, Gentes y gentecillas recuperó algunos de los temas indicados, ya que la obra inicia con la sustitución de una plantación de banano, afectada por las enfermedades, por una hacienda de café, proceso llevado a cabo por una em­ presa extranjera a finales de la década de 1920. No es posible, con base en la información disponible, confirmar si realmente dicha novela fu e planeada como

Solera, 1970: 406. Portada de la edición costarricense de Gentes y gentecillas

(1947), Universidad de Costa Rica.

2

Fallas Sibaja, 1960a: 10.

PRÍNCIPES DE lAS REMOTIDADES Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

1 09

una segunda parte de Mamita Yunai y, en el proceso de

curso con Calderón Guardia, que permitiría a los comu­ nistas participar en el programa socialmente reformista

elaboración, fue -por motivos igualmente desconocidos­ desarrollada en otras direcciones. Tamp oco queda claro

impulsado por el gobierno. Entre 1 942 y 1 943 , tal vez se

por qué, si Fallas terminó Gentes y gentecillas en agosto de 1 9 42 , esperó hasta febrero de 1947 para publicarla Una

le enfatizó que el momento histórico, dominado por la consolidación de la Caj a Costarricense de Seguro Social,

primera respuesta a tal pregunta sería que no lo hizo por­

la incorporación de un capítulo de Garantías Sociales en

que deseaba revisarla y mejorarla; pero esto no se ajus­ ta a lo ocurrido con la mayoría de sus textos narrativos,

la Constitución y la aprobación del Código de Trabajo, exigía que él concentrara su atención en el quehacer po­

que poco después de finalizados fueron impresos, como Mamita Yunai, o colocados con una editorial extranjera

lítico; y después de 1944, probablemente se le insistió en que debía priorizar su labor como diputado

(Marcos Ramírez, Mi madrina y "El taller"). Tampoco se puede descartar la posibilidad de que la de­ cisión de p ostergar la publicación de Gentes y gentecillas estuviera relacionada con el creciente acercamiento del PCCR con el gobierno de Calderón Guardia. De acuerdo

Adicionalmente, quizá a Fallas se le hizo ver que la crecien­ te polarización que experimentaba la política costarricen­ se era un contexto adverso para dar a conocer sus nuevas obras, por lo que lo más conveniente era esperar un mo­ mento más propicio para publicarlas . De todas las justifica­

con lo señalado previamente, desde mediados de la dé­

ciones que la dirigencia comunista pudo aducir, la principal

cada de 1930 los comunistas empezaron a dej ar atrás el radicalismo discursivo de sus primeros años, tendencia

habría sido, sin duda, que Estados Unidos, desde finales de 1941 , se había convertido en un aliado de la Unión Soviética

que se profundizó a inicios del decenio de 1940. En este

en la lucha contra el nazismo y el fascismo. Se configuró así

contexto, las obras literarias producidas por Fallas duran­

un contexto nacional e internacional poco favorable para

te su primer período, con excepción de "La dueña de la

una literatura que denunciaba al imperialismo estadouni­

guitarra de las conchas de colores", suponían un retorno -desde la narrativa literaria- a ese discurso radical que el

dense y, en particular, a la United Fruit Company

PCCR ya había dej ado atrás. En tales circunstancias, exis­ te la posibilidad de que la dirigencia comunista hubiera convencido a Fallas de aplazar la publicación de Gentes y gentecillas (y probablemente también de "Barreteros") por razones de carácter estratégico. Los líderes del PCCR, entre otras consideraciones, qui­ zá le indicaron a Fallas, desde finales de 1941, que su combativa literatura podía complicar el acercamiento en

110

IVÁN MOLINA JiMÉNEZ

De ser correctas, las hipótesis precedentes también ex­ plicarían por qué el PCCR dejó de promocionar Mamita

Yunai después de 1 941 y, en particular, por qué, pese a que la primera edición presumiblemente se agotó a corto plazo, el libro no se volvió a imprimir, pese a la activa política editorial que impulsaba el PCCR en la década de 1940 y a que podía existir una demanda suficiente para justificar una segunda edición. En efecto, en un artículo publicado en Trabajo en febrero de 1947, se reconocía que

PRiNCIPES DE

lAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

111

"cientos . . de hombres del pueblo [habían] .

tenido en

sus manos . . . [esa] novela y se conmovieron con la lectura de sus maravillosas páginas''.3 Una revisión sistemática de este semanario permite constatar además que, entre 1 942 y 1948, en las listas de libros para la venta o para alquiler semanal que tenía el PCCR, Mamita Yunaí sólo figuró una vez : en un listado de las obras disponibles en la biblioteca circulante del PCCR, dado a conocer en agosto de 1 946.4 Cuando en su "Autobiografía" de 1957, Fallas se quejó de que Mamíta Yunaí " . . . pasó desapercibida por años, hasta que el soplo poderoso del gran poeta Pablo Neruda la echó a correr por el mundo

. . .

",5 quizá realizaba una vela­

da crítica a sus camaradas del PCCR.

la primera aproximación de Fallas con el incipiente mundo académico costarricense fue dejada de lado por el PCCR. Si efectivamente la dirigencia del PCCR influyó en que Fallas postergara la publicación de Gentes y gentecillas, esto explicaría también que, en tales condiciones , él optara por dejar de lado la producción literaria y se concentrara esen­ cialmente en sus actividades políticas entre mediados de 1942 y 1946. Fue sólo en este último año que concursó con su segunda novela en los juegos Florales convocados por la Universidad de Costa Rica, quizá con la expectativa de que, si ganaba, eso le permitiría, en la polarizada sociedad costarricense de esa época, publicar la obra con un fuerte respaldo académico . El resultado del certamen, sin embar­

Llama la atención también que el PCCR tampoco le diera la importancia debida al hecho de que Fallas fuera inclui­

go, fue apenas parcialmente satisfactorio, como lo consignó un artículo publicado en Trabajo en septiembre de 1946:

do, en la categoría de "Los jóvenes", en la extensa antología

GENTES Y yENTECILLAS es una nueva novela de Carlos

Escritores de Costa Rica, la principal historia literaria costa­

Luis Fallas. Fue presentada a los Juegos Florales de la

rricense -ciertamente dominada por un enfoque tradicio­

Universidad de Costa Rica. Si se tratara de otro país que

nal centrado en los datos biográficos de los autores y no

no fuera Costa Rica, la novela de Fallas habría ocupado

en el análisis de tendencias- publicada en el país antes de

lugar preferente Igual podríamos decir de la novela de

1950.6 Para comprender la relevancia de esa inclusión con­ viene señalar que, desde septiembre de 1940, el editor de

para no enojar a las gentes, han dado en llamar "Mención

esa obra, Sotela Bonilla, era el Secretario General de la re­ cién fundada Universidad de Costa Rica.7 De esta manera ,

que es una buena novela y saben también que el compañe­

Fabián Dobles. A las dos las premiaron con una cosa que, Honorífica". Quienes han leído MAMITA YUNAI saben lo ro Carlos Luis Fallas es un gran escritor. T RABAJO saluda a GENTES Y GENTECILLAS, una nueva creación para el

3

"Ha visto la luz pública", 1947: l; Molinajiménez, 2009b: 189-190.

4

"De la biblloteca'', 1946: 2.

5

Fallas Sibaja, 1957: página sin numerar

6

Sotela Bonilla, 1942 885.

7

Tinaco Castro, 1983: 379-381 , 389.

1 12

pueblo y esperamos que algún día se pueda financiar su edición para verla en las manos de todos los proletarios.8

8

lvAN MouNA J1MENEZ

"Vanguardistas", 1946: 3.

PRiNCIPES DE

lAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

113

Después de que la novela fue publicada en febrero de 1947, el PCCR inició una nueva campaña dirigida a enfa­

Los comunistas, en un artículo publicado en Trabajo en

tizar en el prestigio literario de Fallas, quien fue calificado "de "celebrado autor" y, " . . . a juicio de la crítica extranjera

precisamente porque provenía de alguien que no pertene­

y nacional, el mej or novelista de Costa Rica".9 A su vez, Gentes y gentecillas fue definida como " . . . el mej or libro sa­ lido de su pluma . . . "10 Pese a estos esfuerzos, la promoción de la nueva novela no fue tan intensa y sistemática como

diciembre de 1 947, resaltaron la objetividad de esa crítica, cía a las filas del PCCR. Además, aprovecharon la ocasión para, ahora sí, resaltar el vínculo entre el mundo univer­ sitario y Fallas con propósitos abiertamente electorales: esta es la opinión que en los círculos académicos de nuestro país hay de la obra de uno de los hombres de Vanguardia

la que tuvo Mamita Yunai en 1 9 41 , a lo que probablemente

Popular, de uno de sus más queridos luchadores por el

contribuyó que la competencia electoral, con vista a los

bienestar del pueblo y por la liberación de la patria, de uno

polarizados comicios de febrero de 1948, concentraba los

de los candidatos para los próximos comicios en la planilla

recursos y la atención del PCCR.

parlamentaria de nuestro Partido. 1 2

Todo parece indicar que la Mención Honorífica lograda en los Juegos Florales fue decisiva para la publicación de · Gentes y gentecillas. Esta legitimación académica fue re­

Por la época en que los comunistas publicaron el comen­

forzada en septiembre de 1947, cuando en la Revista de la

ya se indicó, a la historia de la literatura costarricense de Sotela Bonilla, publicada en 1 942 ; apenas menciona­

Universidad de Costa Rica, una persona que firmó con las iniciales A. F. C . , dio a conocer una elogiosa reseña de esa novela, en la que indicó: a raíz de la publicación de Mamita Yunai se pudo decir que Costa Rica tenía en Carlos Luis Fallas una promesa. Ahora podemos decir que tiene un escritor hecho y derecho . . Gentes y gentecillas ocupará un lugar de preferencia en la literatura de Costa Rica . . . nunca, creemos, se había lle­ gado tan hondo a la entraña del pueblo; nunca se le había retratado mejor, ni con más cariño, ni con más talento . 1 1

tario precedente, Fallas había sido incorporado, como

do (únicamente él, no Mamita Yunai), en una nueva obra de esa índole, elaborada por Abelardo Bonilla Baldares y dada a conocer en el exterior;13 y dejado por fuera en la breve historia de la novela costarricense escrita por Francisco María Núñez e impresa en San José en 1947 M Dado que los comunistas tenían tan clara la importan­ cia de validar académicamente la narrativa de Fallas, es muy probable que, por lo menos en la década de 1940, no hubieran conocido que, en el número de mayo 1944 de la prestigiosa revista Hispania, Martin E. Erickson, de

9

"Carlos Luis Fallas e n e l banquillo", 1947: 1 , 4 ; "Valores", 1947: 3 .

10

"Quiénes", 1948: 7.

12

"Carlos Luis Fallas en el banquillo", 1 947: 4.

11

A F C , 194 7: 1 75-1 77. La última parte de la cita se refiere a una sección especifica de la obra, pero es extensible a LOda la novela.

13

Bonilla Baldares, 1945: xvi.

14

Núñez, 1947.

1 14

IVAN MOUNA JiMÉNEZ

PRÍNCIPES DE

LAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

115

Northwestern Universtiy, publicó un balance de la pro­ ducción literaria centroamericana. En ese artículo, des­ tacó a cuatro novelistas costarricenses, de los cuales tres militaban en el PCCR: en el campo de la novela . . Costa Rica supera ampliamen­

obras consideradas .16 El breve comentario de Menton fue dado a conocer en el contexto de la Guerra Fría, cuando Mamita Yunai ya había iniciado una exitosa di­ fusión internacional en el resto de América Latina y en el mundo socialista.

te a sus repúblicas hermanas. Cuatro jóvenes han hecho

Durante un seminario sobre la novela hispanoamericana

una labor encomiable en este género: [José] Marín Cañas,

que Menton impartió en la Universidad de Costa Rica a inicios de 1960, la única obra costarricense considerada

cuyo Infierno verde fue recibido con entusiasmo a lo largo de Hispanoamérica; Carlos Luis Fallas, autor de Mamita Yunai, una novela del mundo bananero; Fabián Dobles,

llamó la atención de Cañas Escalante, quien en un artícu­

representante de la novela social en Costa Rica y autor de

lo publicado en la revista Brecha señaló:

fue Puerto Limón de Gutiérrez Mangel. Esta escogencia

Ese que llaman pueblo; y Adolfo Herrera García, autor de la novela corta Vida y dolores de juan Valera, un relato de

si el Profesor Menton hiciera una encuesta entre los indi­ viduos que entienden de la materia, se llevaría una sor­

un agricultor desposeído. Todos estos cuatro novelistas

presa; porque con toda seguridad la gran mayoría de ellas

son bien conocidos en Centro América y el público espera

[sic] le diría que las novelas costarricenses que merecen

ansiosamente sus contribuciones. Costa Rica puede estar

la atención de un seminario son "Mamita Yunai" y "El , Infierno Verde". Sobre ellas dos parece haber un gran con­

orgullosa de esos escritores, porque son un buen augurio para el futuro.15

senso de opinión.17

Pasó más de una década para que Mamita Yunai volviera a ser citada en Hispania, esta vez en un artículo publica­ do por el renombrado estudioso de la literatura latinoa­ mericana, Seymour Menton, e n el número de diciembre de 1955. Sin embargo, a diferencia de Erickson, Menton, además de consignar equivocadamente el año de publi­ cación de la novela ( 1946), la cuestionó p or formar parte de una corriente centrada e n el tema de la explotación

De esta manera, ya a comienzos de 1 960, una figura cla­ ve de la intelectualidad del Partido Liberación Nacional reconocía la importancia de la obra de Fallas, un fenó­ meno que seguramente respondía en parte a la difusión internacional de sus novelas, pero también al hecho de que Cañas Escalante y Fallas eran miembros de la prime­ ra junta Directiva de la E ditorial Costa Rica, aquel como

extranj era y el antiimperialismo, tratados con tal pasión que por lo general disminuían el valor literario de las

16

Menton, 1 9 5 5 : 436. Casi una década después, al hacer una valoración general d e la narrativa de Fallas, Menton ( 1 964: 27) indicó que Mamila Yunai . . . es literariamen­ te su obra más íloj a". "

15

17

Erickson, 1944: 148- 1 54.

Cañas Escalante, 1960: 3 .

Esta obra es propiedad del SIBDI

116

IVAN MOUNA JJMÉNEZ

PRÍNCIPES D E lAS

REMOTIDADES

-

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

UCR 117

1

presidente y este como tesorero. Tal integración mereció

cultural basadas en una creciente intervención y expan­

que el periódico La Nación, en su editorial del 2 de febre­

sión del Estado. En este contexto, se configuraron condi­ ciones favorables para que intelectuales comunistas y li­

ro del año indicado, destacara la presencia de elementos comunistas, como el líder don Carlos Luis Fallas y otros [Fabián Dobles] que, si no son militantes absolutos del partido, figuran en aquella definición que catalogó a ciertos sectores como "compañe­ ros de viaje del comunismo" porque su ruta ideológica y su actuación son paralelas a las de sus camaradas rojos . . hemos apuntado la extrañeza que nos produce el hecho, bien paradógico [sic] por cierto, de que un Estado que tie­ ne colocado al comunismo fuera de la ley, les facilite a dirigentes de ese mismo partido nada menos que la direc­ ción de la única editorial nacional. . . Es indudable que los comunistas . . . y quienes con ellos tienen muchas afinida­ des, no van a ocupar esas posiciones para ayudar a que se editen obras contrarias a su ideología; y sí es de suponer. . que encontrarán apoyo y preferencia aquellos trabaj os que estén acordes, o por lo menos tengan afinidad, con la ideo­ logía de quienes, siendo buenos comunistas, profesan el credo de que las actividades artísticas de cualquier ramo

beracionistas empezaran a acercarse. En el caso de Fallas, esa aproximación se volvió a evidenciar en junio y julio de 1960, cuando publicó en el periódico liberacionista La

República la primera versión de un extenso informe sobre la problemática agraria en Guanacaste, posteriormente reimpreso con el título de Don Bárbaro.19 En el artículo publicado en Brecha, Cañas Escalante no se limitó a cuestionar a Menton, sino que también comentó varias obras costarricenses que le parecían dignas de es­ tudio, entre las cuales incluyó Gentes y gentecillas. De ella afirmó que era " . . . nuestra gran novela costumbrista", y que en el país, desde hacía mucho tiempo, no se había pu­ blicado " . descripción mej or ni vivisección más cercana ' de sus gentes, de la clase media para abajo . . . " Agregó, ade­ más, que . . contiene la reproducción gráfica más exacta y certera que se haya hecho, de la peculiar fonética del habla costarricense vulgar: la del campo y la de la ciudad". Por último, calificó la novela como un texto tan importante

que sean, son buenos instrumentos de propaganda .18

para el estudio psicológico de peones rurales y de traba­

Los cuestionamientos de La Nación son muy interesan­ tes porque sugieren que, al responder a Menton, Cañas

jadores manuales de las décadas de 1920 y 1930 como lo fueron, a finales del siglo XIX, las obras de Manuel González Zeledón y de Aquilea Echeverría. 20 Pronto estos

Escalante también contestaba a un diario que era la base de la oposición política al Partido Liberación Nacional, el cual impulsaba nuevas iniciativas en el campo social y

18

118

"Comentarios. Dirigentes", 1960: 6 (este importante documento fue localizado por Cuevas Malina, 1995: 97).

IVÁN MOLINA JIMÉNEZ

planteamientos y otros similares contribuyeron a crear las condiciones para que a corto plazo fuera posible en Costa Rica el consumo masivo de los libros de Fallas.

19

Rovira Mas, 1982 39- 1 1 7; Fallas Sibaja, 1960c; 1960b.

20

Cañas Escalante, "Guia de turistas", 1960: 4.

PRiNCIPES DE

lAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

1 19

CAPÍTULO 9 Mercados

E

n diciembre de 1953, al anunciar la publicación por entregas del relato "El taller", los encargados del periódico comunista Adelante se refirieron a la

difusión internacional que empezaba a tener la narrativa de Fallas. Efectivamente, indicaron que sus novelas . . . recorren hoy el mundo entero, MAMITA YUNAI ha sido editada en la Unión Soviética, en Polonia y en Checoeslovaquia, está siendo traducida al italiano, alemán, rumano y eslovaco, y la edición francesa saldrá en los pri­ meros meses del año entrante, tirada por una de las más grandes editoriales de París. GENTES Y GENTECILLAS, MARCOS RAM Í REZ Y M I MADRINA también se están traduciendo a varios de estos idiomas.1

Portada de la e dición cubana de Mamila Yunai (1960), Universidad Nacional.

'"El taller"', 1953: 5 .

PRÍNCIPES DE

lAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

1 23

Analizar el proceso de difusión internacional de la na­ rrativa de Fallas es un importante tema de investigación; si bien ya existen algunos avances parciales, es necesario

Los 1 5 00 marcos que le adelantaron en Alemania orien­ tal equivalían a unos 357 dólares, por lo que si se añaden los 1500 dólares pagados por los polacos, Fallas recibió

los de Fallas con las editoriales que publicaron sus obras,

en total 1857 dólares en 1951 (casi 1 7.000 dólares del año 2016). 3 La suma indicada, que correspondía únicamente a

las condiciones en que fueron editadas, el número de co­

Mamita Yunai, coloca a su autor como el escritor costarri­

pias impresas y el plazo que tardaron esas existencias en agotarse. Igualmente, sería muy provechoso realizar estu­

cense mejor pagado de esa época Pese al carácter fragmen­ tario, estos datos son importantes porque permiten aproxi­

dios comparativos, en los cuales las obras de Fallas fueran

marse a la dimensión financiera que tuvo la internaciona­ lización de la literatura latinoamericana durante la década de 1950. A Fallas su inserción en tal proceso le deparó

profundizar en esta problemática para conocer los víncu­

consideradas junto con las de otros escritores centroa­ mericanos -en particular, las del guatemalteco Miguel Ángel Asturias- cuyos libros también lograron superar las fronteras del istmo durante la internacionalización de la literatura latinoamericana anterior a la década de 1960. D e algunos de estos asuntos, el propio Fallas dej ó datos fragmentarios, pero muy valiosos e interesantes, como los relacionados con el pago de derechos de autor. En una carta fechada en Varsovia en septiembre de 1 9 5 1 y dirigi­ da a Luis Carballo, señaló: En Berlín firmé un contrato para la traducción de Mamita y me dieron mil quinientos francos de adelanto; compré algunas cosas y le ayudé a los muchachos de la delegación [costarricense al Festival de la Juventud] . Aquí, según en­ tiendo, voy a firmar contrato para la traducción de mis cuatro libros. Los traductores están muy entusiasmados con Mamita y por él me van a dar mil quinientos dólares. 2

2

1 24

ingresos excepcionales -en términos de la retribución del quehacer literario- en el contexto centroamericano. La extraordinaria difusión internacional lograda por las obras literarias de Fallas se sintetiza en el Cuadro 4, que muestra que la base de ese proceso fueron Mamita Yunai y Marcos Ramírez. Las únicas novelas publicadas en el resto de Centroamérica fueron Gentes y gentecillas (Nicaragua) y Mi madrina (El Salvador), pero tardíamente, en el con­ texto de una crisis regional caracterizada por la creciente intervención de Estados Unidos para derrotar al sandinis­ mo y detener las ofensivas revolucionarias salvadoreña y guatemalteca. La ausencia de ediciones en los otros países del istmo probablemente estuvo relacionada con que, en el período 1955-1979, prevalecieron regímenes militares anticomunistas fuertemente identificados con las políti­ cas estadounidenses; sin embargo, llama la atención que en la Guatemala de Juan José Arévalo y Jacobo Arbenz

3

Fallas Sibaja, 2013b: 47-48.

lvÁN MouNA J1MENEZ

El cálculo se hizo con base en Bidwell, 1970: 22-24; Consumer Price Jndex, 2016.

PRINCIPES DE

lA5

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

125

CUADRO 4

(1945-195 4) no fuera impresa alguna de las obras de

E D ICION E S F U ERA DE COSTA RICA DE LA NARRATIVA

Fallas , quien alcanzó una significativa proyección pública en 1949, a raíz de la solicitud que hizo el Congreso de esa nación a la Asamblea Constituyente de Costa Rica para que el escritor costarricense fuera liberado (se le condenó a cuatro años de cárcel por el robo de 54 gallinas finas durante la guerra civil de 1 948).4

DE FALLAS ( 1 949-201 4)*

Mamita Yunai

País

Albania

Gentes y

Marcos

gentecillas

Ramírez

Tres Mi madrina

cuentos **

1971

Alemania oriental

1 954, 1961

1955

Argentina

1955, 1956

1957

Bulgaria

1957

1968

Checoslovaquia

1953

Chile

1949, 1972

China

1958

Cuba

1 960, 1961, 1961, 1975, 2012

1987

El Salvador

1986, 1 989, 1993, 1995

Eslovaquia***

1954

España

1976

1999

1960, 1977

Estados Unidos

1960

Estonia

1961

Francia

1964, 1971

1956

Hungría

1955

1960

Italia

1955

Guatemala

2004, 2012

México

1957

Nicaragua

1964 1986

Perú

1 960

Polonia

1953

Rumania

1955

Unión Soviética

1952

1955

1955

1955

1958

Uruguay

1985, 1989

Venezuela

2008

Total

27

*Cada año corresponde a una edición. * ' Se trata de impresiones individuales de los cuentos, excepto la edición polaca de 1955, que .incluía en un mismo volumen Marcos Ramirez, Mi madrina y los cuentos "Ba­

4

1 26

El primero de estos docu­ Quirós Vargas, 1989: 89-9 1 ; Wells, 1949; Steins, 1949. de Guatemala difundió una mentos consigna que la Confederación de Trabajadores monografía titulada "Quién es Carlos Luis Fallas".

/vÁN MouNA JrMENEZ

rreteros" y "El taller".

***La edición de Marcos Ramírez de 1960 está en húngaro; la de 1977 en eslovaco.

FUENTE:

Anexo

PRÍNCIPES D E

l.

tAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

127

CUADRO 5

De acuerdo con lo observado en el Cuadro 5 , el perío­

EDICIONES F U ERA DE COSTA RICA DE LAS NOVELAS

do fundamental en la difusión internacional de las obras

DE FALLAS POR P E R ÍODO ( 1 949-201 4}*

de Fallas fue la década de 1950, que concentró el 43,8 por ciento de las publicaciones foráneas de sus nove­

Período

Mamita

Gentes y

Yunai

las, de la mayoría de las cuales sólo se hizo una edición.

gentecillas

Marcos

Mi madrina

Ramírez

Total

Evidentemente, un factor fundamental que posibilitó ese

1 940- 1 949

proceso fue la constitución del llamado mundo bipolar de

1 950-1959

13

19

la posguerra y el impacto que tuvo tal configuración de las relaciones internacionales en el campo cultural. 5 En la

1 960-1969

6

10

1970-1979

6 4

competencia entre Estados Unidos y la Unión Soviética,

1 980-1989

se abrieron espacios decisivos para que el arte y la litera­ tura del Tercer Mundo fueran conocidos más allá de sus

1 990-1999 2000-2009

contextos nacionales o regionales, un proceso que, en lo

2010-20 1 4

concerniente a América Latina, se profundizó luego de la

Total

Revolución cubana (1959).6

27

FUENTE:

Anexo

9

44

l.

En correspondencia con lo expuesto, la mayoría de las versiones de Mamita Yunai y de Marcos Ramirez publica­ das en idiomas distintos del español circularon en países socialistas, aunque ambos libros también fueron editados en francés, una lengua de amplia proyección internacio­ nal.7 Si bien la narrativa de Fallas fue decisivamente inte­ grada en la globalizada cultura comunista de las décadas de 1950 y 1 9 6 0 , no fue dej ada de lado completamente por el bloque contrario. En 1 9 60 y 1964, "La dueña de la guitarra de las conchas de colores'', el cuento menos político de Fallas, y poco apreciado por él según una nota

5

Waltz, 1964: 88 1 -909; Gienow-Hecht y Donfried, 2010; Endy, 2013 323-340.

6

Cohn, 2004: 5-18; Cobb, 2010: 231-250.

1 28

7

lvAN MouNA J1MÉNEZ

Sánchez Mora, 2010: 45.

PRÍNCIPES DE lAS REMOTIDADES Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

129

dada a conocer por la Editorial Costa Rica en 1 967, 8 fue reproducido en dos antologías publicadas por académicos

vínculos y comunicaciones -si las hubo- entre los comu­

estadounidenses.9

nistas de Costa Rica y sus contrapartes de Estados Unidos y Gran Bretaña. En todo caso, es claro que las políticas cul­

Igualmente, tras el reconocimiento otorgado por la

turales puestas en práctica por estadounidenses y soviéti­ cos en las décadas de 1950 y 1960, debido en buena me­

Fundación William Faulkner a Marcos Ramírez en 1962, se abrieron posibilidades para su traducción al inglés. Aunque la novela atraj o la atención de algunos editores es­ tadounidenses, por razones desconocidas la publicación en dicho idioma no se llevó a cabo w La obra indicada, pese a su potencial para captar la atención de audiencias de lectores infantiles y juveniles, circuló limitadamente en el resto de América Latina, dado que sólo fue impresa en Argentina . En contraste Mamita Yunai, fue publicada, aparte de en ese país, en Chile, Cuba y México. La dife­ rencia señalada se explica, sin duda, por la promoción de este último libro que hizo Neruda y por el hecho de que, en el contexto de la Guerra Fría, la denuncia del imperia­ lismo estadounidense era un asunto mucho más atractivo

dida a los obj etivos ideológicos que las motivaban y a las contradicciones que suponían, facilitaron que un escritor como Fallas dejara de depender exclusivamente del PCCR como base para la difusión de su producción literaria. La reactivación del conflicto entre Estados Unidos y la Unión Soviética en el decenio de 1980 no tuvo un efecto similar en la proyección internacional de la narrativa de Fallas; de hecho más bien fue en el lapso 1989-1994, cuando colapsó el mundo socialista, que dos fragmentos de Mam.ita Yunai, por vez primera, circularon en inglés, como resultado en buena parte de los nuevos intereses que se desarrollaron en el mundo académico estadounidense de 1970 en ade­ lante, fuertemente influidos por el marxismo.12

y estratégico que la excepcional crónica de las aventuras

La experiencia de la comercialización local fue muy di­

infantiles y j uveniles de Fallas u

ferente a la internacional. Finalizada la guerra civil de

El motivo por el cual no se realizaron traducciones al in­ glés de su obra narrativa es un tema que debe ser investi­ gado más a fondo, con base en un estudio que, aparte de

troamericano- de que habían dispuesto los comunistas

considerar la influencia que tuvieron la intensificación de la Guerra Fría y el ascenso del macartismo, examine los

8

Herrera García,

9

Fallas Sibaja, 1960d:

1967:

contraportada; Arroyo Soto,

costarricenses para llevar a cabo abiertamente sus acti­ vidades electorales, sindicales y culturales, variaron de manera abrupta. Aunque la etapa más violenta de la re­ presión fue de corta duración (1948 -1949), el margen de maniobra del PCCR fu e decisivamente limitado, en parti­ cular en los campos sindical y electoral. En este contexto, no hubo condiciones propicias para la reedición de las

1973: 5 2 .

75-83; 1964: 1 1 5- 1 1 9 .

10

Cohn, 2004 5 , 9 , 1 1 .

11

Sánchez Mora, 2010: 44.

130

1948, las excepcionales condiciones -en el contexto cen­

12

iVÁN MOLINA JIMÉNEZ

Bérubé, 2004

105-106;

PRiNCIPES DE LAS REMOTIDADES

Fallas Sibaja,

1989: 76-82; 1994: 1 2 1 - 1 33 .

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

131

CUADRO 6

obras de Fallas, en particular de Mamita Yunai, Gentes y gentecillas y Marcos Ramírez. De esta última novela, como

EDICIONES COSTARRICENSES DE LA NARRATIVA DE FALLAS (1941-2014}*

ya se indicó, se reprodujo un fragmento en la prestigiosa revista Brecha en noviembre de 1958 y, al parecer, circuló

Período

una versión parcial o completa impresa en mimeógrafo a

1941-1949

finales de la década de 1950 u

1 950-1959

La comparación de los datos del Cuadro 5 con los del 6

1 960-1 964

evidencia que , en el proceso para difundir y comercia­

1965-1 969

lizar las novelas y cuentos de Fallas, se pueden diferen­

1970-1974

ciar claramente dos ciclos específicos . El primero, que se

1975-1979

extendió entre 1949 y 1964, se caracterizó por el peso que tuvieron las ediciones extranj eras de Mamita Yunai,

1 980-1984

Gentes y gentecillas y Marcos Ramírez, de las cuales se rea­ lizaron 28 en 17 países ( 1 1 europeos, 5 latinoamericanos y 1 asiático). En contraste, en ese período el único libro

Mamita

Gentes y

Marcos

Yunai

gentecillas

Ramírez

4

. M'. ma dnna**

6

Tres

cuentos***

4 4

1 985-1 989 4

1 990-1 994 1 995-1 999

que fue impreso más de una vez en Costa Rica fue Marcos

2000-2004

4

Ramírez, que circuló con el sello de Trej as Hermanos en

2005-2009

4

1963; pero esto ocurrió únicamente después de darse a

2010-2014

conocer el Certificado al Mérito otorgado a esa obra por la

Total

15

25

29

27

8

Fundación William Faulkner. Además, según los comu­ nistas, esa edición fue financiada por el propio Fallas con

*No incluye las ediciones de la narrativa completa, en dos volúmenes, realizadas por la Universidad Autónoma de Centro América (UACA) en 1984 y la Editorial Costa Rica

el dinero que le proporcionó ese reconocimiento. Tales

e n el 2009.

datos obligan a cuestionar lo afirmado en marzo de 1966

* *Una de las ediciones del último quinquenio fue en el formato de audiolibro.

por quienes firmaron el memorial que promovía que a Fallas se le diera el Premio Nacional de Literatura , en el sentido de que su obra era leída y estudiada en la ense­

** *Las ediciones de 1987

y

1990 fueron publicadas bajo el título de

Barreteros y

ou-os

cuentos. FUENTE:

A nexo l .

ñanza secundaria y universitaria .14 La participación de Fallas en la Junta Direct iva de la 13

lnfra, Anexo 1, nota 32.

14

"Fallas: premiado", 1963: 2 ; supra, Prólogo, nota l.

1 32

Editorial Costa Rica, que fue motivo de preocupación para el periódico La Nación en febrero de 1960 por la

IVÁN MOUNA JJMÉNEZ

PRÍNCIPES DE

LAS

REMOT/DADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

1 33

infiltración comunista que su presencia podía implicar en esa institución estatal,15 no le facilitó la republicación

CUADRO 7

EDICIONES COSTARRICENSES DE LA NARRATIVA DE FALLAS POR EDITORIAL ( 1 94 1 -20 1 4)*

de sus libros. El Cuadro 6 muestra que el segundo ciclo de difusión y comercialización de sus cuentos y novelas inició luego de que se le confirió el Premio Nacional de Literatura y tras su fallecimiento, en mayo de 1966: entre este año y el 201 1 , circularon apenas 14 ediciones extran­ j eras de Mamita Yunai, Gentes y gentecillas, Marcos Ramírez y Mi madrina, y 91 impresiones costarricenses de esas no­ velas, más 7 de Tres cuentos.

Editorial

Mamita

Gentes y

Marcas

Yunai

gentecillas

Ramírez

Mi madrina

Tres cuentos••

Totdl

Desconocido

15

Editorial Costa Rica

12

16

25

76

Editorial Universidad Estatal a Distancia Editorial y Distribuidora

La comercialización de la narrativa de Fallas se inten­ sificó a partir de la década de 1 970 de acuerdo con el Cuadro 7, las principales entidades involucradas en esta actividad fueron la empresa Lehmann, que controló la publicación de Mamita Yunai y Marcos Ramírez entre 1 9 7 1 y 1 9 8 3 , y la Editorial Costa Rica. Aunque esta última, e n un inicio, disponía sólo d e Mi madrina y Tres cuentos, e n 1 975 obtuvo los derechos para imprimir Gentes y genteci­ llas y, en la década de 1980, incorporó por fin a su catá­

Centroamericana Falcó Legado Lehmann

11

18

Principios Soley y Valverde Trejas Total

24

15

28

25

104

logo las dos primeras obras citadas que, además, eran las

*No incluye las ediciones de la narrativa completa, en dos volúmenes, realizadas por la

más rentables. El predominio logrado, que culminó en el 2009 con una edición en dos volúmenes de esas novelas y cuentos -la primera iniciativa de este tipo fue llevada a cabo por la Universidad Autónoma de Centro América

UACA en 1984 y la Editorial Costa Rica en el 2009. ** Incluye las ediciones con el título de Ba1Tetems y FUENTE:

Anexo

o t ros cuentos.

l.

(UACA) en 1 984-, también empezó a ser desafiado, a partir de ese año, por un impresor privado y por otro

E l éxito comercial d e las obras de Fallas , y e n particu­

público: la Editorial Legado y la Editorial Universidad Estatal a Distancia (véase el Anexo 1)

una medida considerable, por su inclusión e n las listas

15

1 34

lar de Mamita Yunai y de Marcos Ramírez, se explica, en

Cuevas Moüna, 1995: 97

IVAN MOLINA JJMENEZ

PRiNCJPES DE

lAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

135

de textos obligatorios de secundaria, 16 en una época en

hemos ido superando gracias a nuestro régimen democrá­

que la cobertura en ese nivel de enseñanza se expandía

tico, a la educación de nuestro pueblo y como consecuen­

rápidamente: la proporción de j óvenes d e 1 3 a 17 años que asistían a las aulas ascendió de 19 a 5 2 ,7 p or ciento

cia por haber tenido gobiernos moralmente fuertes frente a la fuerza de grandes empresas.19

entre 1 9 6 0 y 1 975.17 La temprana muerte del escritor en 1 9 6 6 (tenía apenas 57 años), más que los premios que se le otorgaron, fue el factor decisivo que facilitó su

Si bien dicha nota ha sido fuerte y correctamente criticada por su intención de descontextualizar la novela y de des­

rápida inserción en la cultura oficial costarricense. D e hecho, l a empresa Lehmann , a l publicar Mamita Yunai

radicalizar su contenido, 20 es claro que, j unto con estas intenciones, también había un claro interés por afirmar la

en 1 97 1 , reconocía en una nota editorial que su " . . . pro­

condición literaria de ese libro, lo que representó un paso

pósito [era] servir a profesores y estudiantes para el me­

adelante en comparación con lo planteado p or Mentan en

j or desarrollo de los programas de literatura nacional, así como dar u n aporte a la cultura y servir a una mej or

1955 y, en particular, con lo expuesto por el periódico La Nación en marzo de 1966.21 La "aclaración" publicada por

comprensión humana".18

la Lehmann en 1971 contribuyó sin duda y de manera

Fallecido el escritor, la oficialización de su obra se aunó curaba atenuar el potencial contestatario de sus novelas

de las obras fundamentales de la literatura costarricense, un cambio favorecido por el desplazamiento de la polí­ tica del país hacia una posición de centro izquierda. Ya

y cuentos. El liderazgo en esta iniciativa le correspondió

en 1 970, el Partido Liberación Nacional se aprestaba para

importante a la reivindicación de Mamita Yunai como una

con un proceso de reelaboración de la memoria, que pro­

a la Lehmann, ya que en la nota editorial incluida en la

llevar a la práctica sus más ambiciosos programas sociales

edición de 1 9 7 1 de Mamita Yunai, procuró desvincular la Costa Rica que Fallas denunciaba de la del presente:

y Manuel Mora Valverde, el legendario líder comunista, volvía a ocupar por última vez un escaño en la Asamblea

si la novela ha sido traducida a muchos idiomas, quizá

Legislativa (el decreto que había ilegalizado a su partido

con el doble propósito literario y proselitista, para noso­ tros tiene un valor u n tanto diferente: es una obra literaria

fue derogado en 1 975) n En correspondencia con esos cambios, el mundo académico empezó a interesarse en la

definitiva y tiene aspectos históricos, cuyas circunstancias

narrativa de Fallas .

16

iones poste­ El proceso que condujo a esa inclusión debería ser objeto de investigac riores para detenninar quiénes la promovieron y con base en qué criterios.

17

Molina Jiménez, 2008b: 126.

18

"Nota editorial", 197 1 : 14. Para una interpretación similar, aunque no debidamente contextualizada en ténninos cronológicos, véase: Acuña Ortega, 2009: 42.

136

lvÁN MouNA J1MÉNEZ

19

"Nota editorial", 1971: 14; véase, además: Rojas González y Ovares Ramírez, 1993: 227-228; Acuña Ortega, 2009: 42.

20

Rojas González y Ovares Ramírez, 1993: 227-228; Acuña Ortega, 2009: 42.

21

Menton, 1955: 436; "Comentarios. la dignidad", 1966: 4.

22

Trejos Solórzano, 1983: 1 - 1 17; Merino del Río, 1996: 167-194.

PRiNCIPES DE

LAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

137

CAPÍTULO 1 0 Los estudios académicos

L

a construcción cultural de Fallas como un escritor fue de particular interés para el PCCR en la década de 1940, en especial después de que Mamita Yu­

nai fuese descalificada del concurso para escoger la mej or

novela latinoamericana, convocado por la editorial esta­ dounidense Farrar & Reinhart. Como ya se indicó, entre los miembros del jurado que debían seleccionar los textos que competirían por Costa Rica, destacaban dos recono­ cidas figuras de la época: García Monge y Brenes Mesén. La descalificación referida preocupó profundamente a los dirigentes comunistas por las razones previamente anali­ zadas ; 1 sin embargo, el reconocimiento académico inicial de la obra de Fallas , tanto en Costa Rica como en el exte­ rior, fue bastante rápido.

PORTADA DE LA EDICIÓN RUMANA DE

MAMITA YUNAI (1955), UNIVERSIDAD NACIONAL

Supra, capítulo 4, notas 12-14.

PRÍNCIPES DE

lAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

141

En 1 942 , Rogelio Sotela incluyó a Fallas en su libro,

'"

militantes y amigos y sabernos bien que ellos no tienen ac­

Escritores de Costa Rica, en la categoría de "Los j óvenes";2

ceso a las páginas de la revista del Alma Máter. Ese juicio

en 1944, el profesor Martin E. Erickson, de Northwestern

proviene, y por ello es que tiene alta significación para no­

University, destacó el aporte de Mamita Yunai en la pres­

sotros, de otro campamento. Y en ello estriba j ustamente

tigiosa revista Hispania;3 y en 1 947, "A. F C ." publicó

su mérito principal, en que es el reflejo de una apreciación

una entusiasta reseña de Gentes y gentecillas en la Revista de la Universidad de Costa Rica.4 La importancia de este

a cubierto de toda sospecha de parcialidad

5

comentario, por la validación académica que implicaba,

Aunque las publicaciones de Fallas despertaron el interés

fue debidamente considerada en el p eriódico Trabajo, que señaló en su edición del 20 de diciembre del último

ya referido entre los estudiosos de la literatura costarri­ cense en la década de 1940, la fase inicial de su canoniza­

año indicado:

ción literaria se basó decisivamente , como se observa en

muchos comentarios de justo elogio hemos leído ya sobre la última novela del celebrado autor de MAMITA YUNAI. Unos de ellos escritos en Costa Rica y otros, los más y de mayor aliento, venidos de otros países en donde la obra última de Carlos Luis Fallas ha sido medida en dimensio­ nes de amplitud y holgura con la imparcialidad de quien juzga los hechos y las obras independientemente de los nexos posibles de simpatía o animadversión entre el que esos juicios escribe y el autor de las obras y los hechos. Muchos comentarios hemos leído . . . pero pocos entre ellos que tengan la significación que ti.ene . . . el ponderado juicio literario aparecido en las páginas . . . académicas de la re­ vista universitaria . . . No podemos decir que este juicio elo­ gioso por muchos conceptos para nuestro camarada Fallas venga desde las propias filas de nuestro Partido o desde

los cuadros 8 y 9, en la publicación de introducciones, no­ tas, prefacios y prólogos a sus obras, un proceso que tuvo una especial importancia en el decenio de 1950, cuando sus novelas empezaron a ser traducidas e impresas en el exterior. Todos los textos del tipo indicado, dados a co­ nocer en esa época, correspondieron a ediciones extran­ jeras, y algunos fueron escritos por figuras reconocidas, como el novelista argentino Alfredo Varela ( 1 9 14-1984) y el poeta e intelectual venezolano Carlos Augusto León (1 914-1 9 97). Durante la primera parte de la década de 1960, la tendencia precedente se mantuvo; pero ya en el quinquenio de 19 65 -1969, los textos publicados en Costa Rica empezaron a predominar, un desplazamiento favo­ recido por el Premio Nacional de Literatura que Fallas obtuvo en 1966 y por su muerte poco después.

las filas de los amigos . . . D e sobra conocemos a nuestros

2

Supra, capítulo 8, nota 6.

3

Supra, capítulo 8, nota 1 5 .

4

Supra, capítulo 8, nota 1 1 .

1 42

"Carlos Luis Fallas en el banquillo", 1947: 1, 4.

lvAN MouNA J1MÉNEZ

PRÍNCIPES DE

lAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

1 43

CUADRO 8

período considerado (1941-2014), las tesis y los estudios

BIOGRAFÍAS, SEMBLANZAS, CRÓNICAS, TESTIMONIOS, INTRODUCCIONES, NOTAS,

defendidos o publicados en el exterior representaron, respectivamente, un 52,2 y un 27,4 por ciento del total . El

P REFACIOS Y PRÓLOGOS PUBLICADOS SOBRE FALLAS Y SU OBRA EN COSTA RICA (CR) Y EN EL EXTERIOR (EXT)

Biografías y semblanzas

Período

CR

Ext

Crónicas y testimonios CR

Ext

(1 941-2014) Introducciones, notas, prefacios y prólogos CR

Total

Ext

1 94 1 - 1 949 1 950-1959

11

1 960-1964

4

11

incremento de trabajos específicamente costarricenses tuvo por contexto la apertura política y cultural que el país experimentó en el último tercio del siglo XX: después de la protesta estudiantil efectuada el 24 de abril de 1970 contra el contrato firmado por el gobierno y la transnacional ALCOA, las organizaciones socialistas y comunistas crecieron y se diversificaron; se derogó en 1975 la disposición que ilegalizó al PCCR tras la guerra civil de 1948; el Partido Liberación Nacional profundizó

1 965-1 969 1970-1974

sus políticas sociales; y fueron establecidas tres nuevas

1 975-1 979

4 6

1980-1984

instituciones públicas de educación superior: el Instituto Tecnológico (1971), la Universidad Nacional ( 1973) y la Universidad Estatal a Distancia (1977).6

1985-1 989 1 990-1 994 1 995- 1 999 4

2000-2004 2005-2009

9

6

4

2010-201 4

Total FUENTE: Anexo

13

10

17

18

62

2.

Si bien las primeras tesis sobre la obra de Fallas fueron defendidas a finales del decenio de 1950, el interés aca­ démico por su narrativa únicamente se expandió en el quinquenio 1975-1979 (véase el Cuadro 9). Para todo el

1 44

lvAN MouNA JrMÉNEZ

6

Pacheco Femández, 2004: 108-158; Cuevas Molina, 1995 : 1 3 1 - 1 39; Mesa-Lago, 2002: 424-453; Salom Echeverría, 1987: 54-66, 77-100, 107-132.

PRiNCIPES DE

lAS

REMOTIDADES

Carlos Lurs Fallas y los escritores prolerarros costarricenses del siglo XX

1 45

CUADRO 9

El aumento en la población universitaria, que ascendió de 5 ,7 a 1 5,9 por ciento de los jóvenes de 18 a 24 aüos entre

TESIS Y ESTU DIOS ACADÉM ICOS SOBRE LAS OBRAS DE FALLAS ( 1 941 -201 4)*

Período

Tesis defendidas Tesis defendidas

1970 y 1980,7 fue la base para una mayor producción acadé­

Estudios publicados Estudios publicados

Total

mica en todos los campos, incluidos los estudios literarios.

1941-1949

El proceso indicado coincidió con la publicación de las dos principales biografías de Fallas, escritas por Víctor Manuel

1950-1959

Arroyo Soto (1973) y Marielos Aguilar Hernández (1983),

en Costa Rica

en el exterior

en el exterior

en Costa Rica

con el benemeritazgo que le otorgó la Asamblea Legislativa en 1977, con el cincuentenario de la huelga bananera de

1960-1964 1965-1969

agosto-septiembre de 1934, y con la crisis político-militar

1970-1974 1 975-1979

12

1980-1984

10

..

1985-1989 1990-1994

de Centroamérica. Este proceso, que atrajo a numerosos in­ vestigadores extranjeros (especialmente de Europa y Estados Unidos), agudizó el conflicto entre los partidarios de los san­ dinistas y de los movimientos revolucionarios en El Salvador y Guatemala, y sus adversarios, por lo general fuertemente identificados con la política anticomunista estadounidense.

1995-1999 2000-2004 2005-2009

17

22

2010-2014

Total

10 11

12

17

45

*No incluye tesis ni estudios sobre la vida de Fallas, ni prólogos o introducciones a sus obras, ni historias generales o parciales de la literatura costarricense o centroamericana, ni versiones anteriores de algunos de los capítulos del presente libro. FUENTE: Anexo 2 .

85

Con el desarrollo de las Ciencias Sociales en el país, las obras de Fallas adquirieron un particular interés no solo para los estudiosos de la literatura, sino también para quie­ nes estaban interesados en temas como las condiciones de vida y laborales de los sectores populares, sus estrategias de sobrevivencia y resistencia, sus formas de organización y de lucha, y la memoria relacionada con su quehacer coti­ diano y su participación en diversas actividades y conflic­ tos. El historiador Víctor Hugo Acuña Ortega, quien utilizó las obras de Fallas para analizar primero la huelga banane­ ra de agosto-septiembre de 1934 y después las experiencias de los zapateros,8 indicaba en el año 2009:

146

lvAN MouNA J1MENEZ

7

Malina jiménez, 2008b 126.

8

Acuña Ortega,

PRiNCIPES DE

lAS

Carlos Luis Fallas

1984; 1989: 223-244.

REMOTIDADES

y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

1 47

leí Mamita Yunai hace un cuarto de siglo en el contexto del

rricense radicado en el exterior: Rodrigo Solera ; sin em­

cincuentenario de la huelga bananera de 1 934. N o recuer­

bargo, para comprender adecuadamente la importancia

do haberla leído previamente durante mis estudios secun­

de su contribución, es necesario considerar brevemente

darios o universitarios. Aquella primera lectura tuvo una

su trasfondo familiar.

doble motivación: la primera era técnica, para decirlo de alguna manera, en la medida en que me aproximé al texto

CUADRO 1 o

en mi condición de historiador y le di un tratamiento de

OBRAS DE FALLAS ANALIZADAS EN TESIS Y ESTUD IOS

fuente histórica para un trabajo de investigación que en

ACADÉMICOS ( 1 941 -201 4)*

ese entonces elaboraba. Así, me acerqué a la novela para utilizarla como un testimonio de las condiciones de exis­ tencia de los trabaj adores bananeros en los años que pre­ cedieron a la huelga. La segunda motivación de mi lectura fue más bien ética o política, en la medida en que llegué al libro con el fin de conocer, para darle vigencia en el presente, la memoria de un sector de las clases trabajado­ ras costarricenses que había cumplido un papel histórico clave y que ocupaba un lugar emblemático dentro de la historia de las luchas populares en Costa Rica 9

Poco sorprende que Acuña, quien finalizó la secundaria en 1 96 6 , no leyera Mamita Yunai durante su paso por el colegio o por la Universidad de Costa Rica, ya que fue únicamente a inicios de la década de 1 970 que la novela fue incorporada a las lecturas obligatorias de la segunda enseñanza y empezó a ser obj eto de estudios académicos sistemáticos. De hecho, como se observa en el Cuadro 10, concentró el 41 ,7 por ciento de todos los trabajos efectuados sobre obras específicas de Fallas. En el proceso de canonización literaria de su narrativa, j ugó un papel muy importante un investigador literario costa-

9

148

Período

Mamita

Gentes y

Yunai

gentecillas

Marcos

Mi

Ramírez madrina

"El Cuenta General ** Total _ 8 rana

ta11er,,

1941-1949 1950-1959 1960-1964 1965-1969 1970-1974 1975-1979

12

1980-1984

10

1985-1989 1990-1994 1995-1999 2000-2004 22

12

2005-2009

10

2010-2014

Total

36

10

12

85

20

*No incluye tesis ni estudios sobre la vida de Fallas, ni prólogos o introducciones a sus obras, ni historias generales o parciales de la literatura costarricense o centroamericana, ni versiones anteriores de algunos de los capítulos del presente libro. **Se trata de trabajos en los que se analizan comparativamente varias obras, por lo

menos una de Fallas (predominantemente, Mamita Yunai). FuENTE:

Anexo 2.

Acuña Ortega, 2009: 40.

lvAN MouNA JIMÉNEZ

PRiNCIPES DE

lAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

1 49

Julio Ceferino Solera Sibaja, tuvo una inusual carrera en el

el 2002; además, fue cónsul honorario de Costa Rica en

campo de la educación. Después de graduarse de maestro

Pensilvania entre 1 970 y 1982 . 1 1

en la sección normal del Liceo de Costa Rica en diciembre de 1913, laboró en varias escuelas de Guanacaste entre 1915 y 1918. Por circunstancias que aún deben ser investi­ gadas -quizá relacionadas con la crisis política en que su­ cumbió la dictadura de Federico Tinaco Granados (19171919)-, alrededor de 1920 viajó a Estados Unidos y consi­ guió un puesto de profesor de Español en la Universidad de Kansas. En octubre de 1923, Solera Sibaja fue nombra­ do cónsul costarricense en Kansas City. Regresó a su país natal cerca del año 1 927, laboró como profesor de Inglés en el Liceo de Costa Rica y en la Escuela Normal, y elabo­ ró una obra para la enseñanza de ese idioma en los cole­ gios, que fue declarada libro de texto en j unio de 1 945 rn

E n s u tesis doctoral, d e la que únicamente s e han cono­ cido en Costa Rica algunas secciones publicadas como artículos académicos independientes, Solera analizó el desarrollo novelístico costarricense con base en una pe­ riodización: las obras publicadas antes de 1920, las que circularon entre 1920 y 1940, y las dadas a conocer a partir de 1940.12 Al considerar el último p eríodo, se refi­ rió detalladamente a las obras de Fallas, de quien señaló que " . . . su preparación literaria es sumamente limitada y su mayor preocupación ha sido la política". Además fue crítico de las limitaciones de sus novelas, en particular

Probablemente motivado por la experiencia de su padre,

de todo lo que se relacionaba con la construcción de las tramas y con el limitado desarrollo psicológico de los per­ sonajes. Igualmente, resaltó el trasfondo ideológico de di­

Rodrigo Solera, nacido en 1928, cursó un bachillera­

chas obras, al enfatizar que en sus páginas " . . se protesta

to universitario en el Central Missouri State College, de donde se graduó en 1953. En 1958 obtuvo una maestría

contra la explotación del capital extranj ero y contra una organización social que el autor encuentra injusta". 13

en la Universidad de Kansas con una tesis en la que ana­ lizó ampliamente las obras de Fallas, Joaquín Gutiérrez y José Marín Cañas. En esa misma institución de ense­ ñanza superior, alcanzó un doctorado en 1 9 6 4 con una investigación sobre la novela costarricense, dirigida por Mentan. Al igual que su progenitor, Solera se desempeñó

Pese a lo anterior, Solera también destacó ampliamente los méritos de dicha novelística, al indicar que Fallas se mos­ traba como un consumado maestro en el manej o del habla popular y se caracterizaba por "un sentido satírico, muy

como profesor de Español en Estados Unidos, en espe­ cial en Millersville University, donde laboró entre 1970 y

10

150

Fonseca Obando, 1962: 32; "Consul", 1923: 4; Dobles Segreda, 1929: 299; "Cartera de Educación Pública", 1945: 323.

IVAN MOLINA JrMÉNEZ

11

Solera, 1964: iv-v; Faculty Senate, 2003. La importante tesis de Solera nunca se publicó; desde 1975 estuvo disponible en microficha en la Universidad de Costa Rica (agradezco este dato a los funcionarios del sistema de bibliotecas de tal institu­ ción), pero no parece haber sido consultada por los principales investigadores de Ja literatura costarricense.

12

Solera, 1964: '�-

13

Solera, 1964: 9 8 , 102-103, 105.

PRÍNCIPES DE

LAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

151

fino, que es herencia preciosa de la mejor tradición costa­ rricense". Finalmente Solera, al profundizar en una línea

género en América e ignorarlo sería restarle a l a novelística social americana uno de sus valores genuinos. 1 6

ya esbozada por Cañas Escalante en 1960, consideró las novelas de Fallas como una "genuina continuación" de la

Indudablemente, es necesaria una investigación más am­

narrativa dada a conocer previamente por Joaquín García Monge, Claudia González Rucavado, Manuel González Zeledón y jenaro Cardona; pero, agregó, "Fallas los sobre­

plia y profunda para determinar la influencia específica que tuvo el artículo de Solera en los estudios académicos -realizados dentro y fuera de Costa Rica- sobre la obra de

pasa en el interés de sus situaciones, la pintura de tipos ca­

Fallas. Por el momento, sin embargo, es claro que el aná­

racterísticos y, sobre todo, en el uso del lenguaje popular".14

lisis efectuado en ese trabaj o estableció una base sólida para reivindicar literariamente a Fallas dentro del mundo

De esta manera, al ubicar a Fallas en un contexto litera­

académico costarricense y foráneo. Como se observa en

rio más amplio, Solera logró observar mej or las especi­ ficidades y aportes de sus obras y, al hacerlo, se apartó

los cuadros 8 y 9, entre 1975 y 1989 fueron publicados

decisivamente de los cuestionamientos planteados por

ciento del total de publicaciones acerca de sus novelas; y

Mentan en 1955 y 1964 y recuperó la línea más favo­ rable de interpretación iniciada por Erickson en 1 9 44.15 Posteriormente, en septiembre de 1 970, en la prestigiosa revista Hispania, publicó un artículo fu ndamental sobre la novelística de Fallas, basado en su investigación docto­

31 estudios sobre sus obras, que supusieron un 36,9 por aunque Mamita Yunai mantuvo su predominio, los estu­ diosos de la literatura empezaron a prestar más atención a sus otros libros, en particular a Gentes y gentecillas y a

Marcos Ramírez.

ral. En dicho trabajo, afirmó decisivamente el valor litera­

La crisis del socialismo en Europa del este, el colapso de

rio de sus novelas, al considerarlas en un contexto mucho más amplio que el de Costa Rica o el de Centroamérica:

la Unión Soviética, el final de la crisis centroamericana

en el panorama literario hispanoamericano, Fallas no sólo colocó a su país en el mapa literario de América sino que, por derecho propio, su obra constituye un j alón impor­ tante y valioso de la novela social del continente. El nom­ bre de Fallas tiene derecho a figurar entre los grandes del

14

Solera, 1964: 103, 105; supra, capitulo 8, nota 20.

15

Supra, capitulo 8 , notas 15-16.

152

lvÁN MouNA J1MENEZ

y la transformación posterior de las sociedades y econo­ mías del istmo a tono con las exigencias del libre mercado y de la globalización,17 fueron el marco de una pérdida de interés por las obras de Fallas. A este proceso contri­ buyó también un cambio en los estudios literarios sobre Centroamérica, que se caracterizó por una ampliación decisiva en las problemáticas investigadas, la incorpora-

16

Solera, 1970: 4 10. Para un estudio posterior que define a Mamita Yunai como "la más importante novela proletaria centroamericana", véase: Dill, 1994: 22 1 .

17

Pérez Brignoli, 20 1 1 : 1 1 5-120.

PRINCIPES DE tAS REMOTIDADES Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

153

ción de nuevos enfoques (de género, étnicos y regionales,

y otros libros no coinciden con la realidad histórico-geo­

errtre otros) y un interés creciente en la narrativa produ­ cida durante y después de la crisis político-militar que caracterizó a la región a partir de la década de 1980. 1 8

gráfica de nuestros días . .

Mamita Yunai [en contraste]

regresa a las aulas.20

La modificación introducida en el 2001 no produjo, que Al aproximarse el centenario del nacimiento de Fallas

se conozca, manifestaciones en contra que dejaran huella

(2009), los estudios sobre su vida y su obra volvieron

documental; muy diferente, sin embargo, fue lo sucedido

a activarse, con una fuerte concentración otra vez en

Mamita Yunai, que supuso el 48,4 por ciento de todos

el 18 de junio del 2010, cuando el periódico La Nación informó que Mamita Yunai ya no formaría parte de las

los trabajos dados a conocer entre el 2005 y el 2014. Tal

lecturas obligatorias de secundaria.21 De inmediato en las

fenómeno no es inusual en el caso costarricense como

redes sociales (especialmente en Facebook), que apenas

lo muestran las investigaciones sobre figuras históri­ cas y eventos asociados con la guerra de 1 8 5 6 - 1 85 7.19 Convertidas en procesos y espacios fundamentales de

estaban en ciernes una década antes cuando el acceso a Internet en Costa Rica se encontraba en una etapa toda­

recuperación -selectiva y parcial- de la memoria, dichas conmemoraciones pueden dar origen a importantes de­ bates y conflictos culturales e intelectuales, y la expe­ riencia de Fallas no fu e la excepción.

vía inicial,22 se configuró una fuerte oposición contra la exclusión de esa novela. La protesta conduj o al Ministro de Educación, Leonardo Garnier Rímolo, a reconocer el 2 1 de junio . . . el clamor prácticamente unánime porque no se exclu­ yera de la lista oficial la gran novela de Carlos Luis Fallas

Desde que sus novelas fueron incorporadas a los progra­ mas de estudio de secundaria, a inicios de la década de

(Calufa): Mamita Yunai. Literalmente miles de personas

1970, las autoridades educativas tendieron a rotadas, de

han manifestado por diversos medios, pero espe cialmen­

manera que si se leía una, no se leía otra. Precisamente,

te en las redes sociales que se expresan vía Internet, su

en j unio del 2001 , el periódico La Nación informó que, a

solicitud vehemente de que Mamita Yunai se mantenga

partir del año siguiente,

como parte de esta lista . Al parecer, esta lectura es sen­ tida y apreciada por los costarricenses como un símbolo

. . . Marcos Ramírez no estará bajo los ojos de los estudian­

básico de nuestra identidad nacional, de nuestra histo­

tes de secundaria. La novela . . . quedó por fuera de la lista

ria y nuestro carácter, además de representar una de las

de textos de lectura obligatoria del 2002 . Según un análi­ sis realizado por un grupo de profesores y filólogos, este 20

Gólcher Beirute, 200 1 : 1 6 A. Rodríguez S., 2 0 1 0 : 1 9 A . Siles González, 2008: 2 1 3-269.

18

Cortez, Ortiz Wallner y Ríos Quesada, 2 0 1 2 .

21

19

Molina jiménez, 2 0 1 4 : 2 1 -57.

22

1 54

IVÁN MOLINA JIMÉNEZ

PRINCIPES DE

LAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

1 55

obras cumbre de nuestra hteratura. Como reconocimien­ to a esta reacción tan espontánea como masiva, el día de

ya en el 2009 el politólogo Jaime Ordóñez Chacón, en un artículo publicado en el Diario Extra, se pronunció en

hoy -lunes 2 1 de junio de 2010- el Consej o Superior de

contra de la exclusión de Marcos Ramírez de la lista de

Educación ha tomado en firme l a decisión de mantener

textos que debían leer los estudiantes de colegio:

a Mamita Yunai, de Carlos Luis Fallas, dentro de la lista

desde hace más de una década me vengo preguntan­

oficial de lecturas para la Educación Diversificada, a nivel

do qué pasó con Marcos Ramírez, ese [sic] extraordina­

de undécimo año D

ria obra de nuestro Carlos Luis Fallas . . estoy convenci­ do desde hace muchos años de que la mej or novela de la

Para entender la movilización ciberespacial a favor de Mamita Yunai, es preciso considerar el siguiente contex­

historia de Costa Rica es, sin duda, Marcos Ramírez. El otro día, conversando con Sergio Ramírez -el gran narra­

to. En el marco de la conmemoración del centenario del ..

dor nicaragüense- me decía lo mismo. Que, a su juicio,

nacimiento de Fallas, al tiempo que los investigadores

la mejor novela de la literatura costarricense es Marcos

sociales y literarios empezaban a analizar sus novelas Y cuentos desde perspectivas étnicas, ecológicas, lingüís­

Ramírez . . . La última noticia que tuve de Marcos Ramírez es que algún burócrata del MEP -hace más de una década

ticas, de género y regionales, varias revistas académicas

[sic: en el 200 1 ] - había decidido sacarla de la lista de lec­

costarricenses publicaron números o secciones especiales

turas obligatorias de educación secundaria, y la razón era

con motivo del centenario. Dicha iniciativa tuvo por tras­

totalmente absurda: que su contexto ya no correspondía a

fondo una nueva oleada de movimientos nacionalistas y antiimperialistas relacionados con el creciente desen­ canto con los partidos políticos, con las frecuentes de­ nuncias de corrupción que involucraban a funcionarios públicos y empresarios y, en particular, con las recientes luchas contra la privatización de instituciones públicas y el Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica, República Dominicana y Estados Unidos.24

la Costa Rica de hoy. 25

¿Por qué las redes sociales se movilizaron tan fuertemente a favor de Mamita Yunai en el 2010 y no de Marcos Ramírez en el 2009? La respuesta se relaciona con dos factores. El primero y principal fue el carácter emblemático de la primera de esas novelas como una obra antiimperialista por excelencia (una condición que atenúa los estereotipos

Antes de que las redes sociales se manifestaran de mane­ ra tan contundente a favor de Mamita Yunai en el 2010,

racistas y de otra índole resaltadas por académicos nacio­ nales y foráneos), de manera que su eliminación de la lista de textos obligatorios podía ser fácilmente interpretada por círculos nacionalistas y de izquierda como parte de

23

24

1 56

Garnier Rímolo, 2 0 1 0 ; 20 14: 73; Segura Cano, Cajina Vázquez y Villalobos Trigue­ ros, 2010: 1 1 1 ; Consejo Universitario, 2010: 4. 25

Alvarenga Venutolo, 2005: 263-298; Rayner, 2008: 7 1 -87.

lvAN MouNA J1MÉNEZ

Ordóñez Chacón, 2009: 3; supra, nota 20.

PRINCJPES DE

lAS

REMOT/DADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

1 57

E PÍLOGO LA FACETA DESCONOCI DA

una conspiración neoliberal impulsada por el gobernan­ te Partido Liberación Nacional.26 En segundo término, la exclusión de Mamita Yunai fue dada a conocer como una noticia de actualidad en La Nación, periódico con ma­ yor proyección entre los grupos más educados del país, y en medios electrónicos (sobre todo en el Diario Digital

Nuestro País) cuyas audiencias de lectores están consti­ tuidas predominantemente p or intelectuales y universi­ tarios n En contraste, el comentario de Ordóñez sobre Marcos Ramírez fue publicado en el Diario Extra, dirigido principalmente a los sectores populares La protesta ciberespacial del 2010 evidencia cómo las for­ mas de comunicación, asociadas con el creciente acceso a Internet, han dado origen a nuevos espacios de constitución de la memoria histórica, con los conflictos y luchas que son inherentes a dicho proceso. Si en la superficie la confronta­ ción referida parecía oponer a los lectores y admiradores de Fallas y a las autoridades educativas, en el fondo supuso un enfrentamiento entre visiones distintas de esa construcción cultural que es la nación costarricense. Para unos, Mamita

E

n enero de 1941, Fallas publicó un amplio comen­ tario en Trabajo sobre "Vía crucis de un pueblo",

nombre con el que se estrenó en algunos países de América Latina la película de john Ford basada en la cé­ lebre novela de john Steinbeck, Las uvas de la ira. Después de analizar cómo el filme rompía con la imagen idílica de la vida en Estados Unidos, Fallas señaló: ¡ cómo nos recordaban aquellos camiones [de los agri­ cultores emigrantes] cargados de chécheres, a los carros

Yunai era perfectamente prescindible en el 2010 como lo fue Marcos Ramírez desde el 2001; para otros, esas novelas se ha­

de tranvía en que los 'linieros' arrastran sus bártulos y

bían convertido, desde hacía mucho tiempo, en fuente reno­

banano. .

vable de la identidad nacional y de las identidades de clase.

trasladados a Parrita o a otros lugares del Pacífico, para

sus familias hacia el corazón de las sombrías fincas de Centenares y miles de trabaj adores han sido

encontrarse luego sin trabaj o y sin comida; aguijoneados por la desesperación, se han entregado a contratistas sin conciencia que, en regiones infernales, los han obligado a trabajar por salarios ridículos.1 26

27

1 58

Navarro, s. f.: 9-10. Acerca del racismo, véase: Powell, 1985; Sharman, 2005: 1 4 1 1 4 2 ; Zumoff, 20 1 1 : 2 2 3 ; y para un enfoque que contextualiza históricamente el problema: Grinberg Pla y Mackenbach, 2006: 167-173. "MEP elimina", 2010 (al parecer, este archivo ya no es accesible).

IVÁN MOLINA JJMÉNEZ

Fallas Sibaja, 1 9 4lb: 4. La expresión de Fallas evoca la novela de joseph Conrad, El cornzón de las tinieblas -de la cual había traducciones al español ames de 1940-, pero no es claro si él la conoció; véase, además: Kirsten, 2004: 44; Arias Mora, 2012: 80.

PRiNCIPES DE

LAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

1 59

Al comparar las condiciones de los trabaj adores estadou­ nidenses y costarricenses, expropiados y explotados por "el pulpo capitalista", Fallas volvió a demostrar que po­ día desplazarse sin dificultades entre una narrativa de ficción, basada principalmente en sus propias experien­ cias personales, y una narrativa analítica, que también se fundamentaba en esas vivencias, pero que además tenía otras fuentes, como la preparación académica que tuvo en los dos años de secundaria que cursó y, particularmente, sus lecturas de temas históricos y políticos, incluidas las que versaban sobre teoría marxista. En pocas palabras: el novelista y cuentista fue también un destacado investiga­ dor social, una dimensión que tendió a ser opacada por el reconocimiento que alcanzó como escritor.

Fue por tanto en ese específico contexto político y cultu­ ral que el PCCR, en un primer momento, procuró incenti­ var la producción de literatura específicamente proletaria, iniciativa que, a partir de 1935, quedó circunscrita en un proyecto más amplio, dominado por la estética del rea­ lismo socialista y cuyo marco internacional fue la puesta en práctica de la estrategia de frente popular. Aunque los textos literarios dados a conocer o referidos por Trabajo fueron dominados crecientemente por autores extranje­ ros e intelectuales costarricenses, el interés por elaborar narrativas con base en las condiciones de vida y laborales de los sectores populares de las ciudades y el campo lle­ vó a los comunistas a experimentar con otros recursos, como las crónicas laborales. De esta manera, en torno al periódico Trabajo se creó,

*

en la segunda mitad de la década de 1930, un informal Más que limitarse a ser una organización política de ca­

taller literario que fue la base de la corriente realista en la literatura costarricense y en el que algunos trabaj ado­

rácter esencialmente electoral, el PCCR se convirtió, des­ de su fundación a inicios de la década de 1930, en un

res urbanos y rurales pudieron dar a conocer sus textos .

pequeño y activo complejo institucional, decisivamente

Fallas, un ex obrero bananero y un zapatero con un logro

articulado con el movimiento sindical, las luchas p opula­

educativo superior al promedio, con un particular gusto

res, la vida cívica y la cultura impresa de Costa Rica. E n tales circunstancias, se explica que tuviera un impacto

por la lectura y con un especial talento narrativo, encon­ tró en este contexto un terreno favorable para desarrollar

fundamental en la sociedad y en la cultura, en particular

su capacidad literaria. Mediante la construcción cultural

al promover cambios por vías institucionales que reforza­

de Fallas como escritor, los comunistas desafiaron el ca­ non literario prevaleciente, al promover una narrativa de

ron la orientación socialmente reformista de la democra­ cia costarricense de esa época. Dado que algunos de los artistas, escritores e intelectuales más destacados del país se afiliaron al PCCR, o simpatizaron con sus luchas, la influencia comunista se extendió también a la literatura y el arte.

carácter testimonial que enfatizaba en las experiencias populares. En este proceso, Fallas destacó muy tempra­ namente, primero como potencial objeto de ese tipo de literatura, y luego como productor de ella, con base en sus propias vivencias.

Esta obra es propiedad del SIBDI 1 60

lvÁN MouNA JrMÉNEZ

PRÍNCIPES DE

lAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

-

UC 161

1

Como lo demostró el concurso organizado por la revista

Vanguardia a finales de 1941, la experiencia de Fallas no era fácilmente generalizable. A diferencia de la mayoría de quienes participaron en ese certamen literario, Fallas había pasado por un decisivo proceso de aprendizaje como colaborador de Trabajo, en el curso del cual desa­ rrolló sus capacidades narrativas y comenzó a intelec­ tualizarse. Esta especificidad explica que permaneciera como el único escritor del PCCR, procedente de las clases trabajadoras, que logró hacer una carrera literaria, a lo

Las limitaciones impuestas por el PCCR empezaron a evidenciarse a inicios de la década de 1940: en un con­ texto en el cual tal organización política comenzó a acercarse al gobierno de Calderón Guardia p rimero y después formalizó una alianza electoral con el Partido Republicano Nacional, los comunistas dej aron de pro­ mocionar Mamita Yunai. Fallas, a su vez, p ostergó la pu­ blicación de su cuento "Barreteros" y de la novela Gentes y gentecillas, que recuperaban la línea de crítica radical

largo de la cual se convirtió en uno de los novelistas cen­

al sistema capitalista y al capital extranjero. Luego de la guerra civil de 1948, el PCCR parece haber intervenido

troamericanos más difundidos en el exterior.

nuevamente en la carrera de Fallas, y quizá le hizo ver lo

Sin duda, el PCCR tuvo una influencia crucial tanto en promover como en limitar la carrera literaria de Fallas, quien evocaba con entusiasmo, al final de su vida, única­ mente lo primero En abril de 1966, en una entrevista que le realizaron Enrique Mora V y Herrera García, y que fue parcialmente publicada en mayo de 1969, afirmó:

del PCCR con respecto a la Unión Soviética se profun­ dizaba,3 el proyecto narrativo de Fallas habría resultado

¡en el Partido fue donde aprendí a escribir. . . El Partido me obligó a escribir' Pero a la vez me dio una nueva moral que

incentivar las críticas tanto por parte de sus enemigos

no me ha fallado nunca. Ni en los momentos más difíciles

costarricenses como de sus camaradas del exterior. Tal

de mi vida . . . En fin, el Partido ha sido para mí como una escuela . . Más aun la universidad donde yo me gradué de

vez esta fue la razón principal por la que Fallas nunca terminó ni publicó "Rojo y verde", una crónica de sus

hombre y de ciudadano, donde aprendí a pensar y a es­

primeros años como militante comunista.4

debo a mi partido".2

1 62

cotidiano del Partido, de sus dirigentes y de sus militan­ tes . En el decenio de 1950, a medida que la dependencia

contraproducente. Al recuperar un pasado en el que el PCCR se conducía de manera más independiente, podía

cribir mis pensamientos Todo, absolutamente todo, se lo

2

inconveniente que sería, en el marco de la Guerra Fría, que él convirtiera en ej e de sus narrativas el quehacer

Si la hipótesis precedente es correcta, "Roj o y verde" evi­ denciaría que Fallas intentó desarrollar nuevas narrati­ vas basadas en su experiencia como militante comunista,

Fallas Sibaja, 1969: 5.

/VÁN MOLINA JJMENEZ

3

Cerdas Cruz, 1986: 355-359.

4

Fallas Sibaja, 2 0 1 3a: 23-63.

PRÍNCIPES OE

lAS

REMOTJDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

1 63

pero que esta iniciativa no prosperó debido a l a presumi­ ble oposición del PCCR. Igualmente, quizá dicha orga­ nización influyó en que, al empezar a ser difundida in­ ternacionalmente Mamita Yunai, Fallas instrumentalizara esa novela en función del Partido, al agregarle, en 1957 y como parte cuarta, un discurso a propósito de l a huelga bananera de 1 955 que, entre otros aspectos, recuperaba la versión oficial del PCCR sobre el pasado reciente de Costa Rica. En fin, "Roj o y verde" parece haberse consti­ tuido en el límite que separó las experiencias personales que Fallas pudo utilizar para su producción narrativa, de

en los que analizaba las condiciones laborales y de vida de las clases trabaj adoras. Una de sus primeras contri­ buciones firmadas, que circuló en Trabajo en diciembre de 1933 , trató sobre la situación de los barreteros en el Caribe y sus conflictos con la United Fruit Company. Este estudio constituye un antecedente fundamental del relato "Barreteros", que terminó de escribir en 1 9 41 y publicó en 1954. En una línea similar, cho a conocer, a i nicios de septiembre de 1934, un balance de la fase inicial de la huelga bananera de ese año; y en un informe publicado en agosto de 1 935, exploró el mundo social de los mine­

las que, por un probable imperativo partidario, quedaron

ros de Desmonte y de los campesinos de las áreas ale­

fuera de su alcance, con lo cual el escritor, al no poder explotar más sus vivencias anteriores al ingreso al PCCR

extranj eros.6

(como lo sugirió Picado en 1987), se quedó sin su materia prima fundamental.

dañas, enfrentados con los intereses de dos empresarios

Fue precisamente en 1935 que Fallas publicó su prime­ ra obra, un folleto dirigido a los trabajadores del Caribe

*

costarricense, elaborado en función de los comicios de febrero de 1936. Aunque se trata de un texto escrito a

Prácticamente en todos los estudios sobre Fallas su carre­ ra en el mundo de las letras se asocia con la elaboración

manera de un catecismo marxista, también incorporó as­ p ectos específicos de la situación de Costa Rica y unas

de Mamita Yunai, actualmente considerada como la obra

tempranas memorias acerca de la huelga bananera de

fundacional de la novela bananera y, se puede agregar,

agosto-septiembre de 1934, que permiten vislumbrar la

un texto que redefinió decisivamente la "banana repu­

extraordinaria capacidad narrativa de Fallas . En sus pro­

blic" -un término utilizado originalmente por O Henry en Coles y reyes (1904) , al enfatizar en el protagonismo

pias palabras, los huelguistas fueron condenados " . . . a in­

de los trabajadores, en su capacidad de lucha y en su po­ tencial para cambiar sus condiciones de vida y labora­

abandonadas sus familias, comiendo raíces, durmiendo a la intemperie en los zuampales, expuestos a las lluvias

les. 5 Debido a tal asociación, se dej a de lado que Fallas se

torrenciales y a la picadura de moscos y zancudos".7

-

ternarse en las montañas, acosados como fieras, dejando

inició en la cultura impresa con la producción de textos

Grinberg Pla y Mackenbach, 2006: 1 6 1 ; Pérez Brignoli, 2006: 127- 1 4 1 .

1 64

lvAN MouNA J1MÉNEZ

6

Supra, capítulo 3, notas 9, 16, 23.

7

Fallas Sibaja, 1935b.

PRÍNCIPES DE

LAS

REMOTIDADES

1 65

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

-

--



---

En el resto de la década de 1930 y en el decenio de 1940,

Las publicaciones no literarias de Fallas evidencian que,

Fallas mantuvo la producción de textos analíticos para

aparte de desarrollarse como escritor de manera autodi­

Tmbajo (incluido un valioso informe sobre un viaje a

dacta , él también logró, por la misma vía, convertirse en

Guanacaste efectuado en 1944) e incursionó en 1946 en una nueva experiencia narrativa, al escribir una extensa crónica sobre las vicisitudes de Adolfo Braña en la Europa

un imaginativo investigador social y político, cuya expe­ riencia en este campo como precursor podría ser recla­ mada tanto por sociólogos y politólogos como por antro­

dominada por los nazis .8 Dicho texto, aunque no fue fi­

pólogos e historiadores. Desde sus primeras contribucio­

nalizado -o la parte final nunca fue publicada-, constitu­

nes en la década de 1930 se constata en las publicaciones

yó una innovación importante, ya que la materia prima no

de Fallas un esfuerzo sistemático por observar, describir,

eran sus propias vivencias personales, sino que se basaba

recoger testimonios, revisar documentos, verificar la in­

en testimonios producidos mediante entrevistas (una me­ todología ya puesta en práctica por Fallas en algunos de

formación obtenida, ordenarla, comparar resultados y analizarlos. Las capacidades indicadas encontraron su

los materiales publicados en el periódico del PCCR)

mejor expresión en Don Bárbaro, que destaca por una

De ser correcta la hipótesis planteada anteriormente en relación con "Rojo y verde", Fallas, al no poder desarro­ llar nuevas narrativas basadas en su experiencia como militante del PCCR, y al agotar las vivencias de su etapa precomunista con la elaboración de Marcos Ramírez, Mi

mayor exhaustividad en la recolección, sistematización y análisis de los datos. Ricardo Fernández Guardia , entre finales del siglo XIX e inicios del siglo XX, se convirtió en una figura funda­ mental de la literatura y de la historiografía costarricen­

madrina y parcialmente de "El taller", optó por concentrar

ses; entre las décadas de 1930 y 1960, Fallas repitió esa

sus esfuerzos en la producción de análisis y de crónicas más que de novelas y cuentos. Así, durante la década de

experiencia al liderar una de las principales rupturas en

1950 y mediados de la de 1960, escribió dos libros de via­

originales precursores de las Ciencias Sociales en el país . Ahora bien, si Fernández Guardia se desplazó de la litera­

jes ("Desde el nuevo mundo" y Un mes en la China roja); dos importantes y extensos estudios de carácter social (La

gran huelga bananera del Atlántico de 1934 y Don Bárbaro), un

la narrativa literaria y al destacar como uno de los más

tura a la historia, Fallas , en contraste, primero pasó de la

detallado informe acerca de los logros de la Cuba revolu­

investigación social a la literatura, luego combinó ambas prácticas, y finalmente se concentró en la primera. En el

cionaria publicado por entregas en el semanario Adelante y

caso de Fernández Guardia el historiador se impuso al

varios ensayos de carácter histórico y político.9

escritor, sobre todo gracias a la influencia de su célebre

Cartilla histórica publicada en 1909 y convertida en un 8

Fallas Sibaja, 1944; 1960b.

9

Fallas Sibaja, 201 3c; Aguilar Hemández, 1983: 243-246.

1 66

lvAN MouNA J1MENEZ

PRiNCIPES DE

LAS

REMOTIDADES

Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

1 67

FUENTES

texto escolar básico w En el de Fallas, en cambio, el inves­ tigador quedó baj o la sombra del escritor, un fenómeno

Y

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PRiNCIPES D E lAS REMOTIDADES Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

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ANEXO 1 Bibliografía de Carlos Luis Fallas Sibaj a

Narrativa

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Algunas ediciones posteriores tienen como subtítulo: "una novela" o "el infierno de las bananeras'' . La dedicatoria original desapareció en las ediciones de la Editorial Costa Rica: "Dedico este libro a mis excompañeros de trabajo: los 'linieros' de la Zona Atlántica". 2

Incluye una nota editorial que desvincula la Costa Rica de la novela de la de 197 1 , la cual fue reproducida en las ediciones posteriores de la Lehmann y en la de Castellote.

PRÍNCIPES DE lAS REMOTIDADES Carlos Luis Fallas y los escritores proletarios costarricenses del siglo XX

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4

La reseña probablemente fue escnta en la década de 1960, del libro de Anet García, hay varias ediciones en español (2002, 2004, 2005 y 2007) y una versión en inglés (2004)

5

El primer apellido aparece como Herrera.

1997. Sobre literatura y arte. La Habana, Arte y Literatura,

226

/VÁN MOLINA J1MENEZ

PR/NCIPES DE

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Carlos Luis Fallas

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