Más Allá de la Ciencia y de la Fantasía [25]

Table of contents :
MAS ALLA DE LA CIENCIA Y DE LA FANTASIA Vol. 2 Nro. 25 JUNIO de 1955
Revista mensual de aventuras apasionantes en el mundo de la magia científica
SUMARIO
NUESTRA PORTADA Espejo solar en la Luna. Durante el largo día lunar (dos semanas terrestres) el enorme calor concentrado de los rayos del Sol, no filtrados por atmósfera alguna, producen energía para las actividades de la Base Lunar.
novelas cortas:
EL VIEJO DE LAS ESTRELLAS, por J. F. BURKE
La angustia tremenda de la inmortalidad..110
UNA MUJER AL VOLANTE, por RANDALL GARRET
Una historia humorística terriblemente seria..14
cuentos:
MEGALOCOSMOS, por McLEOD ROBERTSON
El infinito torbellino donde la vida se repite..71
EL PICNIC DE UN MILLON DE AÑOS, por RAY BRADBURY
La absurda apariencia de la verdad eterna..77
EL ABONADO, por PHILIP K. DICK
El color del tiempo es su dimesión aparente..96
aventuras de la mente:
LA PRIMERA LOCOMOTORA ATOMICA Lámina..3
EL FIN DEL MUNDO, por KENNETH HEUER (VI)..46
POBRE QUEEN MARY..108
novedades cósmicas:
CORRESPONDENCIA: Proyectiles dirigidos y respuestas científicas..88
ESPACIOTEST..86
SIN APELACION..170
UNA BATALLA GANADA (editorial)..12

Citation preview

PLANTA DE ENERGIA ATOMICA

El desarrollo de la en er· gía atómica plantea a la humanidad el dilema m ás crucial de todos los tiem· pos. Si sigue adelante en sus intentos de extraer del núcleo del átomo toda la potencia que éste es capaz de suministrar, el dominio de la naturaleza se acrecentará más a1lá de cualquier límite, por remoto que parezca. Pero tam bién aumentará peligrosamente la probab ilid ad de que algún desliz p olítico precipite l a catástrofe de nuestra extraordinaria ci\'ilización. La maqueta de la fotogra fía ilustra uno de los primeros pasos en el camino de la utilización pa_cífica de la energía atómica: se trata de la u sina atómica que se está constnl\'en do en Ct'imbcrland .

A~O

#

mas allá

2 • N9 U

JUNIO

1955

DE LA CIENCIA Y DE LA FANTASJA

REVISTA MENSUAL DE AVUIT\llA.S APASIONANTU EN

r novelas cortas:

t L MUNDO PI LA

EL VIEJO DE LAS ESTRELLAS, por J. F. BuRU La angustia tremenda d~ la inmortalidad . . . . 110

MAGIA CIEHTIFICA

UNA MUJER AL VOLANTE, por

RANDALL GA-

RRET

Una historia humorística terriblemente seria

14

cuentos: MEGALOCOSMOS, por McLEoD RoBERTSON

El infinito torbellino donde la vida se repite EL PICNIC DE UN MILLON DE AROS, 'PO" RA y BRADBURY

NUESTRA PORTADA"" Capelo 1olar en la Lun a. Durante el .. reo dla lunar {dos iemsnu terrestre•) ti eziorme calor con. jrntrado de 106 raros del Sol, no flJ... tndoe por atmólfe:a ¡tlguna, producl; energía para lae tctlvldades de la

La absurda apariencia de la verdad eterna . . .

77

EL ABONADO, por PHILIP K. D1ox El color del tiempo es su dimemi6n aparente

96

aventuras de la mente: LA P.RIMERA LOCOMOTORA ATOMICA

JiaJ• Lunar.

. sumario

71

Lámina.. ... .................. . .

,

EL FIN DEL MUNDO, par K E NNETH HEUER (VI)

3 46

POBRE QUEEN MAR\' . . . . . . • . . . • • . . . . • . • • l 08

novedades cósmicas: CORRESPONDENCIA: Proyectiles dirigidos y resledocclb y AdmlRilt. : Edltorlo1 Abrll S. l. · ~ .• AY, Al&m 884, ~ 81. As .• Rep. Argtatlno

puestas científicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

88

ESPACIOTEST • . . . . . . . • . . . . . . . • . • • . . . . • . .

86

SIN APELACION . . . . . . . . . . • . . . . • . . • . . . • . 170 UNA BATALLA GANADA (editorial) ..... ... .. .

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acontecimiento qtte ha comt1011i· el mundo ha s1do el reciente cinuncio de la comprobaci6n de la eficacia de la vacuna co'titra la parálisis infantil, Todos los diarios y revistas han dedica~ páginas y columnas a comentar esta vicwria de la ciencici organizada, de la ciencia denwcrática financiada por l11s infinitas modesiísimas contribuciones de particulares, de la ciencíci bienhechora, MAS ALLA considera éste un acontecimiento épico de la historia del mundo. No es solamente una prueba más de la capacidad del hombre de elevarse a la altura de fos problemas .•e se le enfrenten, sino también la aemostraci6n ele que, para conseguir el triunfo, lo que se requiere, ante todo, es la voluntad de triunfar. Y el triunfo es inevitable cuando esta voluntad es colectiva en tm pueblo. Hace diez meses, cuando el doctor Jonas E. Salk y el doctor Thonias Fran· cis eran conocidos s6lo por un restringido m~wero de especialistas, y s6lo 14nas pocas publicaciones médicas 11abían mencionado el experimento · en curso, MAS ALLA (v. N9 15, p. 95-96) pti· blicó un artículo redac~ par. si' Sección Científica bajo el título: ¿Es esto el fin de la parálisis infantil? En él se exponían los pritl(;ipios, las dificultades y los métoMs empleados en ese esfuerw en pro de la salud humana, y concluía con una nota de optimismo: "Los días de Ja poliomielitis están contados.

U do N

una batalla

ganada

12

MAS ALLA

El triunfo está al alcance de la mano". LA profecía se ha realizado, y el coraz6n se nos llena de humanísimo org14/lo. Hoy, el mismo título que MAS ALLA publicó en ·agosto de 1954, ha t1parecido -sin puntos de int.errogad6n- en todos los periódicos del mundo.

recordarán LA CONQUISTA DEL ESPACIO, publicada en los primeros 9 números de MAS ALLA. LAs autorizadas palabras de Willy Ley hacían digno marco a las maravillosas ilustraciones de Chesley Bonestell, en ese incomparable estudio sobre las posibilidades y las probabilidades de los viajes interplanetarios. A partir del pró:\:imo número se iniciará la public1:1Ción de ESPACIO SlN FRONTERAS, una obra qtle es la lógica continuaci6n de LA CONQUISTA DEL ESPACIO. ESPACIO SIN FRONTERAS es el resultado de la colaboración de los más conocidos expertos en astronáutica y ciencias afines: Joseph Kaplan (profesor de física de la Universidad de California) estudia la composición de la c11pa de gases que rodea nuestro planeta, la primera barrera que se pre.~enta a los conq1iistadores del infinito; Wemher von Braun (Jefe de la Sección Desarrollo de proyectiles Dirigidos del Ejército de Estados Unidos, uno de los constmctores de la V-2) expone los problemas técnidos de la constrUcción de una esvacionave; Heinz

U

STEDES

EDITORIAL

Haber (Profesor de Astrofísica de la Universidad de California) analiza la resistencia del organismo humano ante los requerimientos tremendos de los viajes en el vado; Willy Ley describe en detalle el proyecto de la estaci6n espacial; Osear Schachter (Vice Director del Departamento Legal de las Naciones Unidas, experto en derecho internacional) conte_sta a la pregtmta: ¿a quién pertenece el espacio?; Fred L. Whipple (Presidente de la Fac14-ltad de Astronomía de Harvard,_ descubridor de seis cometas) aclara el rapel del astr6nomo en la conquista de infinito. E, ilustrando dramáticamente los conceptos expuestos por este grupo realmente formidable de hombres de ciencia, volverán a los lectores las impresionantes obras maestras de Ches1ey Bonestell, el mago del pincel al servicio de la ciencia, jtmto con 11umerosísimos dibujos, gráficos, fotografías y diagramas. Apenas termine ESPACIO SIN FRONTERAS, publicaremos LA CON~ QUISTA DE LA LUNA, por Wernhcr von Braun, Fred Whipple y Willy Ley, también ilustrada por Cliesley Bonestell. No quiero agregar adjetivos para calificar a esta obra, qiie describe a los vehículos que se em-plearán en el viaje de Tierra-Luna, la base lunar, los trajes espaciales, los tractores lt1nares, los métodos de exploración, los mil detalles tle la más grandiosa ai•entura de los hombres de este sip,lo.

+

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ilustrada

por

M. D. TORR~T

•

una mujer al volante por RANDALL GARRET

Cuando llamamos al autor de este relato para felicitarlo por su admirable trabajo, pleno de humor y gracia, resopló irritado y bramó: "¿Qué quieren decir con eso de humor y gracia? ¡Hasta la última línea lué escrita con absoluta seriedad!" De modo que le advertimos: cuando lea usted esta historia . . . ¡ni siquiera sonría! . ..

iE 1

STE es uno de los momentos dos esperábamos, el doctor Samuel culminantes en la historia de Cartwrigtb, J.efe de la expedición. Y la co~uista del espacio por el hom- qfü, detrás e él, agitando b. mano, bre! -la voz del locutor resonó en los está Cbanning Cosmith, segundo je· televisores de toda la naci6n-. ¡Faltan fe." eJCactamente veinte minutos para meLas pantallas mostraron sus rostros. dian?che, y acaban ustedes de pre- Cartwrigth era un hombre musculoso, senciar el descenso oo Aires, la nave de alrededor de cuarenta años, cabello que ha transportado la Primera Expe- grisáceo y ojos almendrados que se destacaban entre una red de finas arrudición a Mane, ida y vuelta! " ¡Atención! ¡La puerta de la cá- guillas, ronnadas de tanto fruncirlos mara reonática se está abriendo! ¡Cá- ante ese mismo cielo marciano que mara .. . , un poquito más cerca . . . , tostara su piel con rayos ultravioletas eso es! apenas filtrados. Channing Gosmith, más delgado "¡Aquí está/ El hombre a quien to14

MAS ALLÁ

que Cartwrigth, tenía el cabello rubio y ·abundante, sonrisa placentera y un fulgor indefinible en los ojos. El locutor se dirigió hacia ellos, llegando primero donde estaba Gosmith. - ¡Señor Gosmithl ¿Querría usted decir alguna palabra'? ¿Cómo es Marte? Gosmith sonrió hacia 111 cámara. -Igual que Texas: llano, seco y sin

cerveza. -Muchas gracias. ¿Y usted, doctor Cartwrigth'? -Cómo no -asintió éste-, ¡Hola, Merrilynl Eñ-seguida iré a casa. -Ejem ... , muchas gracias, doctor. Merrilyn es la hija del doctor Cartwrigth, y está aguardándolo ahora en su casa. Me imagino que en este momento es la muChacha más feliz de la tierra ... Existen pruebas fehacientes de que el locutor estaba en un error al hacer esas afirmaciones. Merrllyn no aguardaba en su casa, no era feliz y no estaba siquiera en Ja tierra.

E Nllas

una nave, a tres billones de mide la Tierra, dos hombres estab:m verificando señales espectrales del sol. De acuerdo con estos signos, Koreil había llegado a la conclusión de que el sol se hallaba en trance de convertirse en una nova, o estrella temporaria. Observó las cifras en el calculador, apretó otros dos operadores y volvió e mirar. - j Hola! -exclamó volviéndose hacia Bort-. Otro petardo en cierne. Va a estallar dentro de seis semanas. -Bueno -asintió Bort-, Supongo que tendremos que observar su marcha. Koreil ubicó la nave en una órbita espiral que los llevaría hacia el sol en el planó de la eclíptica. Cuando una astronave galaxiana, de reconocimiento, localiza una estrella que está a punto de descargar unos cuantos billones de billones conocer algo más del asunto. ¿Están seguros que obtendremos asiento para el regreso a la Tierra~. porque no queremos permanecer mucho tiempo en el espacio Interestelar. ¿Cómo estaremos a cubierto de los rayos cósmicos? ¿Contaremos con ropas especiales? ¿Cuánto tiempo nos quedaremos en la Luna? ¿Y d611de nos alojaremos una vez llegados? ¿En la misma nave aérea?". Precauciones similares son las que preocuparon a veinte jóvenes del cuarto gradQ de la Escuela de la Comunidad Norteamericana de París. Están de acuerdo en visitar la Luna, Marte, Júpiter y Saturno, pero primero quisieran " . . . saber si los anillos de Saturno no nos cortarán a peilazos". Una pregunta que planteaban mu· chas cartas, era el costo del viaje. Un alemán que mostraba todo el sentido práctico de su pueblo, escribió: "Supongo que el costo de ese viaje ser:\ muy alto. Si un viaje intercontinental resulta de 60 a 70 dólares, estimo en unos 45,000 dólares el viaje de ida y vuelta a la Luna". Sin embargo, cuando los viajes interplanetarios hayan superado la .!tapa de la ficción, probablemente el costo de un viaje a la Luna estará al ak.mce de todo el mundo. En verdad, la Era Atómica dará nacimiento a una sociedad en la que cada individuo tencld los privilegios que ahora están úni::a· mente al alcance de los millonanos. Muchas cartas llegaron acompañadas por fotografías de los remitentes. Una carta llegada de Berlín daba esta explicación: "Sí es necesario ,un pasaporte para un viaje a las estrellas, cosa que no creo, aunque uno nunca sabe, en d sobre adjunto una fotografía". El n:Í'>mo remitente deseaba saber ". . . en cuánto se cotiza nuestro marco occidenMAS ALLA

tal en la Luna". Otro remitente, también de Berlín, se interesó en el problema del pasaporte. Sugirió que ". . . el Vaticano es la única oficina competente en esta ma-

.". tc:ia

Los mnos siempre se han mostrado remisos a abandonar sus mascotas. Se recibieron dos cartas en las que se preguntaba. si los perros debían abona!' un pasaJe extra. Un pensamiento común a muchas cartas, es el exvresado por una muier casada de Harrisburb, Pennsylvania, Estados Unidos: ''Pienso que aún estaré en condiciones cuando se oreanice el primer viaje. Sin embargo, si el destino me obliea a hacer un viaje soJitario antes, solicito autorización para 3signar mi reserva a cualquiera de mis herederos que muestre interés en participar de la excursión". Los enfermos mentales y físicos dieron la bienvenida a esta oportunidad de deiar este mundo, v cosa semeiante hicieron los hombres ancianos. Se ofrecieron como voluntarios: "Durante veinte años -escribi6 un hombre de Nueva York- he pensado en un vi:iie a la Luna o a cualauier otro lucrar. No como pasaiero. sino como voluntario fn el primer viaie experimental dt' la nave a~rea ... , pero, dt>ho recorcfarle una cosa .. . , teneo parálisis infantil". Otros dt'•"an formar narte de la tripuJaci6n. "Dt'~arfa Tt':ilizar este viaje en c:irácter dt> c11N'llfo - t'scribe un nrt'lado dt' la M isi6n Cat61ica dPl Pakistfo occident~ f-. Mientras Tos nas11ieros t'•tén ocun:idos con sus inclivicl11~les nrohlema~ terrPStrPs. vo estaré viaifando sus asuntos espirituaJes. Los pasajeros t'5nPran lle2ar a l a Luna sin que i:e pmfluzcan iicciclentes v con pleno éxito. En nuestro viaie a la Luna, espero que nuestro obieto final no sea la Luna. Espero aue esté mucho m ás allá. Mucho más allá de Saturno, mucho más allá del Sol, e incluso más allá del

EL FIN DEL MUNDO

Alfa del Centauro. Nuestro destino fina es Dios, el Creador de todos estos mundos y de su infinita belleza. T engo entendido que no h ay agua en la Luna. Bien, propon~o llevar este precioso líc¡uido para poder administrar el sa_grado b autismo a todos los que nazcan

ahí. .. " La rnavorla de las reservas recibidas Por el Planetarium fueron para Marte y la Luna. Marte a causa de l:is enormes posibilidades de que exista vida sobre ese nlaneta. En cuanto a la Luna, los h ombres auieren ir " ... porque es el destino 16eico para un viaie de este tipo tratándo~ del cuerpo celeste más cercano a la Tierra ... " o ". . . porque me {!Ust11rla saber hasta qué altura puedo saltar". Por supuesto que la Luna v Marte tien en otros encantos. Una niña h ace su reserva a l\farte " . . . porque me gusta todo lo rojo".

E

N períodos de tra nsicinn como el :J que vMmos (a pes:ir de la advertencia de Shakesueare de no cambiar enFe rmedad conocida P(JT descon ocida), muchos sienten que "ualouier cosa sería meior oue este conflil'tual planeta. Un hombre de Suecia solicita un