Marx y la pedagogía moderna (M.A. MANACORDA)

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Y LA

IMUMOn M. A. M A N A C ' O R D A

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ESTRELLA ROJA [email protected]

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Versión castellana de P R U D E N C IO COM ES

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MARX Y LA PEDAGOGÍA MODERNA

M. A. MANACORDA

oikos-tau, s. a. - ediciones A P A R T A D O 5347 - B A R C E L O N A V IL A S S A R D E M A R

- BARCELO N A

- ESPAÑ A

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Primera edición castellana 1969 Título original de la obra: “ M A R X E L A P E D A G O G IA M O D E R N A ” (g) Copyright b y Editori R iuniti - R o m a

Depósito Legal: B - 1 . 144-1969

© oikos-tau, s. a. - ediciones Derechos reservados para todos los países de habla castellana Impreso por Industrias Gráficas García Montserrat, 6 bis - Vilassar de M ar (Barcelona - España)

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índice

P r e f a c i o ..............................

P rim era P a r t e .

...................................................' ................................

7

LA «PEDAGOGÍA» M A R X IA N A

I. Enseñanza y trabajo.............................................................................. 1. 18 4 7 -4 8 : Los «Principios del comunismo» y el«Manifiesto» . . 2. 18 6 6 -6 7 : Las «Instrucciones a los delegados» y «E l Capital» . . 3. 18 7 5 : La «Critica al programa de Gotha»..................................... 4. Lenin «discípulo» de M a r x ............................................................. II. ¿Que es el tr a b a jo ? ......................................................................... 1. E l trabajo: una expresión negativa.......................................... 2. L a actividad vital o manifestación de sí mismo...................... 3. Continuidad de esta te m á tic a .................................................. 4. Objeciones provocadas por esta an tin o m ia .............................. 5. E l reino de la libertad ...............................................................

19 21

31 44 46 49 49 53 56 59 62

III. El hombre om nilatcral..................................................................... 73 1. Unilateralidad del proletario y del capitalista.......................... 76 2. Una moral d iv id id a ......................................................................... 81 3. Aspectos positivos del hombre unilateral.................................. 83 4. L a imagen del hombre omnilatcral........................................... 87 IV. Escuela y sociedad: el contenido de la enseñanza.................... 97 1. Enseñanza tecnológica y trabajo infantil................................... 101 2. L a relación de la escuela con la sociedad, el Estado y laIglesia. 106 3. Objetividad de la e n s e ñ a n z a .................................................. 110 4. Opciones pedagógicas y contenidos educativos........................... 116

LA «PEDAGOGÍA» M A R X IA N A FREN TE A LAS O T R A S PEDAGOGÍAS

Segunda P a rte.

I. Por un intento de situación histórica............................................ 1. Escuela y no-escuela en la historia................................................. 2. L a unión de enseñanza y trabajo en la h is to ria ........................ 3. M arx y las pedagogías postm arxianas ........................................ 4. E l marxismo y los problemas actuales de laenseñanza . . . .

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125 127 133 13 s 140

" • u £ , d! ? ^ marxista en Italia: Antonio Gramsci. . ' e PJ^marxismo de Lakriola al marxismo de Gramsci

145

2 ' ^ ,¡ SCf a*'¡za y ,ra^aj os en G r a m s c i ................................. 3eSc\rrollo armonioso e integral del individuo . . . 4- on ra ¡nnatismo y el individualismo .........................

148 152

-1'

cuela de rigurosos principios. ' i de una lectura «gramsciana» de M arx

145

154 157 159

A pén d ice

Discutiendo

^on lectores y críticos de Marx 1. a ¿e¡la Volpe : trabajo y libertad 2. Lambe,Vio Borghi: ¿puede surgir la libertad de la necesidad? 3. Roberto *\> M azzetti: la relación de M arx con los utopistas 4. Los ca 5

E d ic io n es

. tilicos y la pedagogía marxista: una ocasión perdida, “ discusión a varias v o c e s .................................................

en

LENGUA CASTELLANA DE OBRAS CITADAS

ÍNDICE DE NW e s >

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Prefacio

Este trabajo pretende indagar si existe y cómo se configura una pedagogía marxiana. Y , dado que los dos términos de esta expresión pueden exigir una aclaración, es preciso decir en seguida — por cuanto atañe al adjetivo — que marxiana es entendida en sentido propio, esto es, inherente al pensamiento de K arl M arx, excluyendo por consiguiente de la investigación la pedagogía de la tradición marxista, tal como se ha venido configurando en los países socialistas, en los cuales más de un tercio de los individuos humanos reciben educación en instituciones y según principios que suelen denominarse así. En cuanto a lo que deba entenderse por pedagogía, se puede disentir siempre, aunque no esté exclusivamente en rela­ ción con aquel adjetivo, ya que todavía hoy algunos autores experi­ mentan la necesidad de iniciar sus tratados acerca de si la educación es un arte o una ciencia, si la pedagogía en general debe ser una filosofía de la educación, y qué relaciones debe tener con otras cien­ cias tales como la psicología, la sociología o la biología (que es lo que hace, por ejemplo, R ené Hubert en su Trattato di pedagogía, traducción italiana, Armando, Roma, 19 6 3). Por otra parte, una constante tradición filosófica, que cruza límites de escuelas y co­ rrientes, se ha mostrado y se muestra todavía propensa eii Italia a poner en duda la licitud y la misma existencia de una pedagogía como ciencia filosófica o, simplemente, como ciencia, hasta tal punto, que un autor tan cauto como Geymonat, siente la preocupación de prefaciar la versión pedagógica de su manual de historia de la filo­ sofía con una autodefensa en la que declara que «existen, se quiera o no, una problemática y una literatura específicamente pedagógicas, por cuanto están en conexión obvia con todo el complejo de la pro­ blemática y de la literatura filosófica...» (Ludovico Geymonat y Renato Tisato, Filosofía c pedagogía nclla storia della civiltá, M ilán, Garzauti, 1963, pág. y). Pero una respuesta a estas cues­ tiones vendría siempre dada por las ideas de quien las plantea, e ESTRELLA ROJA [email protected]

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MARX Y LA PEDAGOGÍA MODERNA

implicaría, además, una aclaración tanto sobre el sitio que le corres­ ponde a la investigación pedagógica en la serie de actividades teóricoprácticas del hombre, como sobre sus estructuras epistemológicas, que trascendería con mucho los fines de esta investigación y la capacidad de su autor. Podemos, pues, limitarnos a constatar que, en el contexto de la investigación acerca de la naturaleza y los fines del hombre — que ha constituido gran parte de la búsqueda filosófica, sino la propia búsqueda filosófica kat’exokhén, y que actualmente no puede re­ nunciar al diálogo con otras ciencias, antiguas o nuevas — ha de caber una investigación específica sobre los modos de crecer del hombre como individuo dentro de la serie de las generaciones y como generación dentro de la historia humana, y no tan sólo la determina­ ción del tipo de intervención de la generación adulta en este proceso en que se halla implicada la generación adolescente. E l hombre no nace hombre. Esto lo saben actualmente incluso la fisiología y la psicología. G ran parte de lo que hace hombre al hombre se forma durante su vida, durante su largo aprendizaje para devenir él mismo, durante el cual se acumulan sensaciones, experien­ cias y nociones, se elaboran las aptitudes, se construyen estructuras biológicas — nerviosas y musculares — , no proporcionadas a priori por la naturaleza, sino que son fruto del ejercicio que se desarrolla con el intercambio social, gracias al cual el hombre llega a realizar actos, tanto «humanos» cuanto «innaturales», como el hablar o el trabajar según un plan y un fin . O , tal vez, el hombre nace hombre; pero sólo en cuanto posibilidad que, para actualizarse, exige, preci­ samente, un aprendizaje en un adecuado contexto social y que ha sido expresado con sintética claridad en palabras de Luporini, según el cual «el hombre nace de hecho en la sociedad, pero no nace social; llega a serlo con la educación, que le hace asumir poco a poco su situación de hecho y originaria» (cf. Le «radici» della vita morale, en Morale e societá, volumen miscelánea, Rom a, Editori R iu niti, 1966, pág. 6 1). No es fruto, pues, de la pura casualidad, el hecho que la huma­ nidad haya «inventado» en el transcurso de su historia situaciones específicas para la educación al margen de las «naturales» (entre las ESTRELLA ROJA [email protected]

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PREFACIO

que se incluye, por ejemplo, no a la fam ilia, que lo es muy poco, sino más bien a la convivencia indiferenciada de los adolescentes con los adultos), y que entre estas situaciones específicas y las demás instituciones sociales — actualmente, entre escuela y fa m ilia, escuela y producción — o, en resumidas cuentas, entre escuela y sociedad, se establecen relaciones en constante búsqueda de nuevas adecuaciones. Dado que estas situaciones específicas se han configurado en el trans­ curso de la historia, el modo como tienden actualmente a reconfigu­ rarse constituye ya una materia imprescindible para la específica investigación pedagógica. Y parece que el primer presupuesto de toda investigación de este tipo ha de ser, precisamente, la constata­ ción de la historicidad y, por consiguiente, de la ineluctable transitoriedad de toda formación existente; y también de su arbitrariedad con respecto a la racionalidad humana, en cuanto ningún resultado orgánico de su historia ha sido, hasta el momento, querido y dispuesto por el hombre. N o existe, pues, un motivo racional para hallarse a sus anchas en cualquier relación social de las que existen; más bien deberíamos mos­ trarnos inclinados a percibirlo (aunque fuera «de un modo ilustrado») como casual y arbitrario. Y, aun cuando nos hubiésemos dado cuenta de las razones históricas que lo han determinado, sería razón de más para sentir la exigencia de que esto debe dejar de existir; aunque sólo sea por el hecho de que, habiendo comenzado a existir y exis­ tiendo