Lógica dialéctica. Ensayos de historia y teoría

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E. V. Iliénkov

. LOGICA DIALECTICA

·

Ensayos de historia y teoría

EDITORIAL PROGRESO Mo sc:ú 1977

Traducido por

jorge Bayona

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Tradncción al g·ica formal. Puede ocurrir, como resultado ele la comprobación, que la contrarlicción lógica ciada realmente sea producto sólo ele un error o inexactitud cometido en alguna parte. 1 lege], naturalmente, no pensó nunca negar este caso. El tiene en cuenta, lo mismo que Kant, única­ men te aquellas antinomias qu e aparecen en el pensamiento como resultado del juicio más "correcto" e irreprochable en el aspec to formal.) Hegel supone que la contradicción debe ser no sblo revelada, sino también resuelta. Y se resuelve por el mismo pensamiento lógico, que la revelú en el proceso de evolución de las determinaciones del concepto. Hegel interpreta de otra manera tanto el origen, como el modo de resolver las contradic­ ciones lógicas. Lo mismo que Kant, comprende que e llas no surgen de ninguna manera por negligencia o falta de conciencia de las perso­ nas que piensan. A diferencia de Kant, comprende que las contradicciones pueden y deben hallar su s o l u c i ón y no deben conservar siempre el aspecto de antinomias. Sin embargo, para que el pensamiento pueda resolverlas, debe, previamente, fijarlas aguda y correcta­

mente

como

aquí

antinomias, como contradicciones

lógicas, como contradicciones reales, y no imaginarias, en las determinaciones. La dialéctica, según Hegel, es la forma (o el método, el esquema) del pensamiento, que 210

incluye en sí tanto el proceso de esclarecimiento de las contradicciones, co mo el proceso de su solucicín concreta en la estructura del estadio

más elevado y profundo del conocimiento racional del mi�mo objeto, en el camino de la investigación ulterior de la esencia del asunto, es decir, en el camino del desarrollo de la cien­ cia, de la técnica y de la "moral", de toda la esfera que para él es el "espíritu obj eti vo ". Tal comprensión provoca inmediatamente avances constructivos en todo el sistema de la lógica. Si para Kant la dialéctica es apenas la tercera y última parte de la lógica (la doctrina sobre las formas de la razón), donde se trata, propiamente, de la comprobación de las antino­ mias lógicamente insolubles

del

conocimiento

teórico, para Hegel la cucstiún luce de otra manera muy distinta. La esfera de lo lógico se

divide en él

en tres partes fundamentales, en ella se distinguen tres aspectos: 1) ab st ra cto o razonador, 2) dialéctico o negativamente racional, y

3) especulativo, o positivamente racional. Hegel subraya especialmente que los tres

aspectos mencionados "no constituyen en nin­ g(m caso tres /Jartas de la lógica, sino son mo­ mentos de todo lo lógico real, es decir, de todo concepto o de todo lo verdadero en general"20. En la historia em píri c a del pensamiento (como en cualquier estado concreto suyo alcan­ estos tres aspectos apare-

zado históricamente) W

Ibídem, S. 104. 211

cen como tre s "formaciones" sucesivas, o como tres sistemas distintos de la lógica que están cerca entre sí. De aquí re s ulta la ilusión como si ellos pudiesen ser esbozados en tres partes distintas, que se suceden una a otra, de la lógica. Sin embargo, la lógica como un todo, no se puede obtener mediante la unión simple de los tres aspectos ya indicados, cada uno de los cuales se toma en el mismo estado en que se desarrolló en la hi sto r i a n desdeíia la oposición entre lo subjcti vo y lo objetivo (entre el pensamiento y el ser), y por eso hace pasar de manera sofística los esquemas específicamente lógicos del pensa­

miento por determinaciones ontológicas de las cosas fuera del pensamiento y, viceversa, las determinaciones universnles de la real id ad 21, G.

s. 8·1. 214

Hegel. Siimtlichc Werke, Bd. 8, Stuttgart, 1929,

fuera del p e n sa m i e n t o por e s q u e ma s del proceso l ógico . Ella, pues, comete un doble pe c ado : " hipostas i a" l as formas lógica s , y, de otra parte, "logicaliza" l a reali d ad . S i el pecad o o riginal del hegel i anismo con­ sisti ese realmente en u n a cegued ad s imple e ingenua c on respecto a la oposición e n t r e el p ensami ento y la r eali d ad, entre e l concepto y su obj eto, e nt o n c e s el dualismo k a ntiano sería l a cima de la s abiduría filosófica. En realidad, el " error" de Hegel está l ej os d e ser tan senci l l o y n o s e caracteri z a en absoluto con la ap recia­ ción a r riba ci tada. La d i ferencia y, lo que es tod avía más importante, la contradi cci ón (oposi­ c i ó n ) entre el mund o d e l as co s as fue ra el e l a co n ciencia y e l m u n d o d e l pensami ento (el mun do en el p ensa m i ento, e n la ciencia, en el concef>to) , Hegel la veía y l a comprendía mucho mús agud amente que sus i ngenuos crí ti­ cos kantian os, y ya, e n todo caso, le atribuía a esta opos i c i ó n much a más i mportancia para l a lógica que, d i gamos , l os positivistas ( l o s cuales. espec i al mente en ló gica, ident i fican de mod o ah i ert o el concepto y el objeto del con ­

cepto) . El a s u n t o

es completamente distinto, surge otro enfoque del problem a de la comprensión esp ecíficam e n te hegeliana J e t'1vas . . . "29) Así pue s , la fras e acerca de que p a r a l a lógica no ex iste diferenci a entre lo subjetivo y lo obj etivo, e n labios de Hegel n o significa más que l a a firm a c ió n de que l a lógica está obliga d a i n teriormente, en e l i n t e r i o r d e s u teoría a estudi ar y atar en un sol o sistema todos los esquemas re al mente lógicos d e la actividad del pensami ento, comenzan do por l as c a t e g o rí as y te r m i n a n d o por l as figuras del j uicio y l a deducci(m . E n s u composición deben hallar s u lugar t anto aquellos esque mas q u e antes d e Kant s e considerab an como determinaciones sólo de l as cosas fuera de la concienci a, así como los que h abitualmente s e consi d e ra n "específicos" p ara la co nciencia y no ti enen, al parecer, ninguna relación con las cosas fuera d e la concienci a . Hegel, n aturalmente, n o piensa refutar la diferencia entre los esquemas categori al es, dados en las determin aci ones de las categorías , y las fi guras lógi c a s formal e s . Pero exige esclarecer y descubrir es ta diferencia e n el in terior d e l a misma lógi ca, y no suponerla ele antemano, i mitan do, sin c rítica, a la v i ej a metafísica y, por ende, a la lógica. El exige incluir a un os y otras en la l ó g i c a , críticamente recl ahorad o s . "La relación d e formas tales .

29 C. Marx. El t . 23 , pág. 86.

22 2

Ca/iital.

C. Marx y F. Engcls.

Obras,

por ej emplo,

con cepto, j ui cio y d c clu cci6n por ej e m plo, c ausal id ad, c te . , puede re velarse únicamente en la m isma com o ,

co n o t ra s fo rmas como,

lógi ca":.10 . H egel , pues , no i n c l uye en la lúgica d e n i n­ guna m anera las d e terminaciones d e l as co sas, como ell as existen fu era de l a conciencia o en l a conciencia h abitual, sino exclusivamente aquellas d etermi naciones que ap a r e c en ante l a concienci a e n la ciencia, e n l a c onci e nci a teórica , q u e "han sido fij adas" o formuladas jJOr el /Jensamiento mismo. Por c uanto la cien­ cia es fuerza realizada (capacidad) del pen s a ­ mien to, trah aj o teórico espiritual plasmado, por tanto, Hegel ve en las de terminaciones d e las cosas, ante todo, determinaciones " obj etiviza­

d as " del fJensamiento. Por eso la exigencia de incl uir en la lógi ca t o d as las categorías equivale a exigir el análi­ sis crítico ele aquellas a cc io n es del f1ensamíento q ue están plasmad as e n conceptos d e l a viej a metafísica, el descub r i m i ento de la lógica del f1ensamiento, realizad a antes en forma de d istintas " esquemáticas univers ales" y, por ende , l a comprensión crítica de todas aquell a s categorí as q u e la lógi ca ant e r i o r a