Las transformaciones de los exvotos pictográficos guadalupanos (1848-1999) 9783964563040

Los exvotos pictográficos han sufrido transformaciones en su estructura material y composición, en sus formas pictóricas

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Las transformaciones de los exvotos pictográficos guadalupanos (1848-1999)
 9783964563040

Table of contents :
Índice
Prólogo
Introducción
1. El exvoto guadalupano. Características del corpus
2. El exvoto pictográfico: un género discursivo en transformación
3. Cambios en la práctica enunciativa del exvoto: de testimonio público a diálogo íntimo y petición personal
4. Una historia mediada por la lógica narrativa del milagro. Viejos y nuevos temas
5. El exvoto pictográfico tradicional y sus subgéneros pictóricos
6. El exvoto pictográfico moderno y sus nuevas reglas de verosimilitud
7. El exvoto pictográfico. Una visión comunicativa y discursiva
Bibliografía
Consideraciones sobre el disco compacto interactivo Las transformaciones de los exvotos pictográficos guadalupanos

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Las transformaciones de los exvotos pictográficos guadalupanos (1848-1999) M A R G A R I T A Z I RES (COORDINADORA)

LOS OJOS EN LAS MANOS Estudios de Cultura Visual 3

L

os ojos en las manos, paráfrasis de la sinestesia con la que el poeta mexicano Xavier Villaurrutia calificaba la obra fotográfica de su paisano Manuel Alvarez Bravo, al que sentía avanzando así entre las cosas, cual santo medieval decapitado que caminara acarreando su cabeza bajo el brazo, ampara una colección de publicaciones que realicen una similar traslación y cruce de sentidos. Reúne estudios en los que se produzca la interacción de lenguajes visuales con otros modos y maneras de la codificación cultural: fotografía y arte urbano, cine y publicación impresa, plástica y tecnología, performance y arquitectura, o cualquiera de las maneras interconectadas e híbridas en que la representación moderna marcha, como un Dionisio contemporáneo, con su cabeza entre los dedos.

DIRECTORES BEATRIZ GONZÁLEZ-STEPHAN

Luis

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Las transformaciones de los exvotos pictográficos guadalupanos (1848-1999)

MARGARITA Z I R E S (COORDINADORA)

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Diseño de cubierta: Alejandro López Vivero Hie paper on which this book is printed meets the requirements of I S O 9706 Este libro está impreso íntegramente en papel ecológico sin cloro Impreso en España

Indice

PRÓLOGO

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INTRODUCCIÓN

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1.

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E L EXVOTO GUADALUPANO. C A R A C T E R Í S T I C A S DEL CORPUS

Margarita Zires 1.1. Marco institucional 1.2. Lugar de procedencia de los exvotos guadalupanos analizados 1.3. Períodos de producción de los exvotos estudiados 1.4. Donantes de nuestro corpus: edad y sexo 1.5. Características de producción del corpus: su dimensión anónima y colectiva 1.6. Estilos de exvoteros y apropiaciones singulares de las reglas del género 1.7. Diferentes tipos de exvotero o milagrero 2.

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E L EXVOTO PICTOGRÁFICO: UN G É N E R O D I S C U R S I V O E N T R A N S F O R M A C I Ó N

Margarita Zires y Cecilia Pernasetti 2.1. Un exvoto artesanal-canónico versus un exvoto casero-no convencional 2.2. Material y técnicas de producción 2.3. Tamaño y forma 2.4. Composición del cuadro: relación texto/imagen 2.5. Composición de la imagen 2.6. Composición del texto

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3-

C A M B I O S EN LA P R Á C T I C A E N U N C I A T I V A DEL EXVOTO: D E T E S T I M O N I O PÚBLICO A DIÁLOGO Í N T I M O Y P E T I C I Ó N P E R S O N A L

Margarita Zires 3.1. Dar fe. De las designaciones y definiciones de la acción enunciativa 3.2. Dos actos principales de enunciación: narrativo testimonial y de diálogo 3.3. Modalidad impersonal y personal en la narración testimonial escrita 3.4. Modalidad objetiva e intersubjetiva en la narración testimonial visual 3.5. Tendencias de enunciación en diferentes épocas: hacia una relación más cercana y próxima con la Virgen 3.6. El enunciatario y enunciador del exvoto. Su dimensión pública y comunitaria 3.7. Representaciones múltiples de los devotos y de la comunidad de fieles 3.8. La dimensión espacial en el exvoto 3.9. La dimensión temporal en el exvoto 3.10. Tendencias en las modalidades de enunciación narrativa en diferentes épocas 3.11. Transformaciones y desplazamientos en la práctica enunciativa 4.

III

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U N A H I S T O R I A M E D I A D A POR L A L Ó G I C A N A R R A T I V A D E L M I L A G R O . VIEJOS Y NUEVOS T E M A S

Margarita Zires y Yael Merino 4.1. Clasificación temática 4.2. Salud 4.3. Accidentes 4.4. Agresiones 4.5. Fenómenos naturales 4.6. Fenómenos sociopolíticos 4.7. Pérdidas y recuperaciones 4.8. Favores recibidos 4.9. Peticiones: solicitudes de ayuda moral 4.10. Viejos y nuevos temas 4.11. Mecanismos narrativos de dramatización y construcción de verosimilitud 4.12. El género discursivo del milagro. Marco de interpretación de la realidad

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5.

E L EXVOTO PICTOGRÁFICO TRADICIONAL Y s u s SUBGÉNEROS PICTÓRICOS

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Cecilia Pernasetti y Margarita Zires 5.1. Grados de metonimización en el relato visual 5.2. Subgénero pictórico que narra el momento del milagro 5.3. Subgéneros pictóricos que narran la acción de gracias y la imploración 5.4. Subgéneros pictóricos que narran el acontecimiento dramático 5.5. Procesos de coexistencia, yuxtaposición y fusión de metonimias visuales 6.

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E L EXVOTO PICTOGRÁFICO MODERNO Y s u s NUEVAS REGLAS DE VEROSIMILITUD

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Margarita Zires y Cecilia Pernasetti 6.1. El certificado en el exvoto y el exvoto certificado 6.2. La fotografía en el exvoto. Variaciones en su uso 6.3. El diseño gráfico y el exvoto: testimonio público o anuncio religioso 6.4. El lenguaje del cómic transforma la composición del exvoto 6.5. El lenguaje cinematográfico en el exvoto 7.

E L EXVOTO PICTOGRÁFICO. U N A VISIÓN COMUNICATIVA Y DISCURSIVA

Margarita Zires y Cecilia Pernasetti 7.1. Intercambio simbólico con la divinidad y testimonio público 7.2. Documento de fe y devoción 7.3. Documento histórico y artístico 7.4. Reflejo de una época o documento mediado por el lenguaje 7.5. Medio de comunicación 7.6. Práctica de enunciación 7.7. Clasificación temática 7.8. Género discursivo 7.9. Régimen narrativo del milagro 7.10. El exvoto y lo verosímil

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BIBLIOGRAFÍA

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C O N S I D E R A C I O N E S SOBRE EL DISCO COMPACTO I N T E R A C T I V O

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Prólogo

Este libro no es el resultado de un proyecto planeado, totalmente estructurado desde principio a fin. Surgió como muchos otros libros gracias a una buena dosis de azar. Experimentó distintas fases de inicio, reinicio, desarrollo, pausa y aceleración. En la década de los noventa me encontraba estudiando las representaciones contemporáneas del símbolo de la Virgen de Guadalupe, sus nuevas versiones pictóricas en el arte de México y Estados Unidos, sus interpretaciones fílmicas, así como las plasmadas en las historietas y en los videos de amplia difusión. Los exvotos no formaban parte de ese proyecto de investigación que estaba desarrollando dentro de mis funciones en la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco (UAM-Xochimilco). En ese entonces, tenía un presupuesto de investigación que no sabía cómo terminar y dos alumnos de servicio social a quienes no sabía qué tarea encomendarles: Norma Hernández y Paul Vélez, estudiantes en esa etapa de la licenciatura de Comunicación Social.Tuve oportunidad de ir al Museo de la Basílica y me encontré nuevamente con los exvotos que colgaban en el pasillo de entrada. M e pareció interesante usar el presupuesto haciendo una colección de fotos de dichas formas votivas y dejar una colección al museo. En 1995 hablé con el director de éste, Jorge Guadarrama Guevara y le pregunté si les interesaba dicha colección y si podían apoyar su realización. Aceptaron gustosamente y ayudaron al proyecto instalando andamios para poder fotografiar cada uno de los exvotos que colgaban y permitieron tener acceso a aquéllos que no estaban colgados y formaban parte de su acervo clasificado. Las fotos resultaron de muy buena calidad y el objeto de ellas me cautivó: los exvotos, como testimonios visuales y escritos que hablaban de la milagrosidad de la Virgen de Guadalupe. M e parecía que merecían un análisis detenido, pero no contaba con tiempo para ello.

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PRÓLOGO

E n 2000 recibí apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología ( C O N A C Y T ) para realizar un proyecto de investigación, en el cual estaba contemplado llevar a cabo -entre otros- un análisis cualitativo y cuantitativo de los exvotos guadalupanos, una base de datos y un disco compacto interactivo. E n esa parte del proyecto se incorporó Cecilia Pernasetti Brizuela, estudiante en ese entonces de la maestría en Comunicación y Política de la UAM-Xochimilco y becaria de este proyecto del C O N A C Y T (actualmente doctorante y profesora de la Universidad Nacional de Córdoba y la Universidad Blas Pascal también en Córdoba). Dicho proyecto terminó en 2004 con la realización de un disco interactivo que ahora incluimos en este libro. Este disco fue de gran utilidad para la investigación posterior, que continuó intermitentemente hasta 2009 debido a proyectos de otras investigaciones académicas coyunturales relacionadas con la religiosidad popular y los movimientos sociales. Cecilia Pernasetti y yo formulamos y redactamos gran parte de la investigación que se presenta en este libro y que fue realizada hasta finales de 2004. Dos capítulos fueron añadidos después de ese año, así como otras reformulaciones teóricas y empíricas. El capítulo 4 fue elaborado con Yael Merino, actual estudiante del doctorado en Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco. En suma, este libro ha sido fruto de múltiples lecturas y relecturas de parte de sus autoras y de gente muy querida. Gracias, Carmen, Sarah, Reyna. Quiero expresar un agradecimiento especial a J. Michael Walker, artista y amigo querido por la revisión del diseño de este libro: por sus sugerencias y propuestas que lo reaniman. Muchísimas gracias a la arquitecta Laura Janka Zires, mi hija, por ayudarme a rescatar las ideas trabajadas con Michael y concretarlas precisamente en el momento en que esta tarea me parecía imposible. Gracias también a Alejandro López, diseñador y amigo por todo su apoyo en la edición de muchas imágenes y a los tres por jugar conmigo con los textos, motivos y figuras múltiples que habitan los exvotos hasta largas horas de la noche. Un gran reconocimiento a Miguel Angel Hinojosa, del Departamento de Publicaciones de la División de Ciencias Sociales de la UAM-Xochimilco por la revisión de todo el texto y la edición en su conjunto. Gracias a la casa editorial Iberoamericana/Vervuert por su trabajo y por retomar gustosamente nuestras sugerencias. Incluyo en esta parte un exvoto que me impacta por su sencillez y me evoca un recuerdo muy cálido: la infancia de una niña que encontraba un gran consuelo al rezar y encomendar a toda su familia y a ella misma a Dios; esa niña recibió con gran emoción la primera comunión en la Basílica de la Virgen de Guadalupe. Ya no soy esa niña, pero qué alegría verla retratada en esta forma votiva tan hermosa.

Exvoto 238.

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PRÓLOGO

CRÉDITOS Y AGRADECIMIENTOS

Fotografía: Paul Vélez Pérez y Norma Hernández Gómez. Digitalización de imágenes: Alejandro López Vivero. Edición de imágenes: Alejandro López Vivero y Esther Labrada Martínez. Modelado de la base de datos en Access: Daniel Juárez Torres. Captura de la base de datos: Waldo Fabián González, Angélica Chong Martínez, Cecilia Pernasetti Brizuela, Yael Merino Velásquez y Roberto Carlos López Flores. Revisión y corrección de la base de datos: Yael Merino Velázquez y Margarita Zires Roldán. Análisis cualitativo de los exvotos: Margarita Zires Roldán y Cecilia Pernasetti Brizuela. Apoyo: Yael Merino Velázquez. Análisis cuantitativo de los exvotos con base en el resultado de la base de datos: Margarita Zires Roldán, Cecilia Pernasetti Brizuela, Gonzalo Rosado Briseño y Yael Merino Velázquez. Programación del disco compacto interactivo: César Ordóñez Rodríguez. Diseño de arte del programa del disco compacto interactivo: Esther Labrada Martínez. Se agradece al Museo de la Basílica de la Virgen de Guadalupe el apoyo recibido en la realización de este proyecto en sus diferentes fases desde 1995 hasta 2004 y, sobre todo, a: Mons. Guillermo Schulenburg Prado, abad de la Basílica de Guadalupe hasta 1996. Mons. Francisco Antonio Macedo Tenllado, rector interino de la Basílica de Guadalupe de 1996 a 2000. Mons. Diego Monroy Ponce, vicario general y episcopal de Guadalupe, rector del Santuario de 2000 a 2010. Jorge Guadarrama Guevara, director del Museo de la Basílica de Guadalupe. Rosario Inés Granados Salinas, investigadora del museo en 2001 y 2002. Armando Ríos Ramírez, Carlos Reséndiz Cruz, Guillermo Lara Hernández y José Cardona Betancourt.

PRÓLOGO

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Este proyecto fue financiado por la División de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco y el Consejo nacional de Ciencia yTecnología (CONACYT): Recibió el apoyo administrativo y financiero del Departamento de Educación y Comunicación de la UAM-Xochimilco. El director del Centro de Cómputo de la UAM-Xochimilco, Gonzalo Rosado Briseño apoyó en el rediseño de la base de datos, presentación de resultados e interpretación de datos cuantitativos. Colaboraron en él alumnos de servicio social de la licenciatura en Comunicación Social de la UAM-Xochimilco en diferentes fases del proyecto (Norma Hernández Gómez, Paul Vélez Pérez, Waldo Fabián González, Angélica Chong Martínez, Yael Merino Velázquez). El apoyo financiero del CONACYT al proyecto de investigación N°. 30508- S "El símbolo de la Virgen de Guadalupe. Un análisis de sus representaciones contemporáneas y de su apropiación en diferentes grupos sociales de México y Estados Unidos", permitió que participaran en su desarrollo los siguientes becarios: Cecilia Pernasetti Brizuela, de la maestría en Comunicación y Política de la UAM-Xochimilco y Angélica Chong Martínez, de la licenciatura de Comunicación Social de la misma universidad. Aunque dicho proyecto terminara en 2004, su apoyo siguió dando resultados. La producción del disco compacto interactivo fue financiada por el Consejo Nacional de Ciencia yTecnología (CONACYT).

Introducción

En las últimas décadas, los exvotos pictográficos han sufrido grandes transformaciones en su estructura material y composición, en sus formas pictóricas, maneras de narrar milagros, dirigirse a la divinidad y expresar inquietudes y miedos propios de la sociedad contemporánea en México. En este libro mostraremos algunas de esas transformaciones a partir de un estudio de los exvotos que forman parte de la Colección del Museo de la Basílica de la Virgen de Guadalupe. Entendemos por exvotos aquellas formas votivas dedicadas a las figuras religiosas que sirven para pedir, agradecer y dar testimonio de algún milagro recibido. Existen múltiples objetos que cumplen esta función votiva que están elaborados de materiales y formas diferentes, como las figuritas de metal que imitan partes del cuerpo, ropa, trofeos, cabello humano, diplomas, etcétera. A nosotros nos interesan los exvotos pictográficos que se caracterizan en general por contener una imagen en donde se ilustra el suceso dramático que suscitó el milagro y un texto en donde se especifica frecuentemente el lugar, la fecha, el nombre del que recibió el milagro y el del donante que ofrece el exvoto como acción de gracias. A partir de la observación de regularidades en su forma y contenido, consideramos que sería muy fértil concebir el exvoto como expresión de un género discursivo al regirse por reglas particulares que establecen cómo comunicar un testimonio de agradecimiento público de un milagro dentro de la comunidad católica (Bajtín 1979). Ahora bien, como las normas no se cumplen en todos los exvotos pictográficos, ni de la misma manera, nos interesamos en indagar precisamente en la recurrencia de estas reglas y en sus cambios en las últimas décadas, tomando como caso de estudio a los exvotos guadalupanos.

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MARGARITA

ZIRES

Muchos autores han denominado a los exvotos que nosotros analizamos como exvotos pictóricos, poniendo el énfasis en la imagen y dejando de lado el texto en sus consideraciones. A nosotros, en cambio, nos parece importante señalar la íntima relación entre ésta y el texto, de ahí que los llamemos pictográficos. Además, en algunos exvotos que sólo cuentan con texto, éste cumple claramente una función irónica, ya que el texto responde a un diseño y una disposición espacial sobre la lámina o material que le sirve de soporte.

Exvoto 251.

Los exvotos pictográficos reunidos en la colección del museo abarcan el período de la década de 1840 hasta nuestros días. Nuestro corpus de investigación suma 1.094 exvotos y comprende las fechas de 1848 a 1999. El interés fundamental de este libro es mostrar la transformación de estas formas votivas a partir de un análisis comparativo de los exvotos antiguos y modernos. En nuestro estudio consideramos antiguos a aquellos que están fechados de 1840 a 1949, y modernos a aquellos

INTRODUCCIÓN

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que van de la década de 1950 hasta la de 19901. Ahora bien, la transformación de los exvotos no es mecánica y el criterio cronológico no es el único. Por eso distinguimos entre los exvotos tradicionales, que se guían por las reglas de producción que se establecieron en Europa y fueron retomadas en México, y los no convencionales, que rompen con dichas reglas. En ese sentido, puede haber exvotos tradicionales y al mismo tiempo modernos, así como antiguos y no convencionales. Encontramos exvotos guadalupanos producidos entre las décadas de 1990 y 2000 que respetan las reglas tradicionales. Asimismo, hallamos algunos ejemplos de exvotos no convencionales antes de la década de 1950. La idea era encontrar tendencias generales y cambios paulatinos que le van otorgando una significación diferente al exvoto. Los procesos de la modernidad han contribuido a que se generen nuevos tipos de religiosidad en la sociedad contemporánea. No ha desaparecido la religión, como algunos sociólogos pensaban, desde una perspectiva evolucionista y eurocéntrica. Asistimos a una reconfiguración del campo religioso, una mayor separación del ámbito religioso frente a las esferas de lo económico, político y sociocultural. Blancarte señala que en México, a partir de los años cuarenta, los creyentes vivirían una religión ritualista con baja presencia sacerdotal, con poca influencia doctrinal. Esta tendencia implicaría un alejamiento de los creyentes en relación con las normas doctrinales eclesiales, un proceso de individualización de dichas creencias (2001: 58-59). Consideramos que esto alude sobre todo a los sectores incorporados al contexto de modernización (urbano e industrializado). Por otro lado, hay que tomar en cuenta, dentro de la reconfiguración del campo religioso, cierto debilitamiento del monopolio religioso de parte de la Iglesia católica y la creciente pluralidad religiosa que cobra fuerza desde los ochenta en México. Además, a partir de los cincuenta, el proceso de industrialización y de urbanización empieza a dejar huellas en la cultura religiosa y los lenguajes de las nuevas tecnologías comunicativas (prensa, historietas, revistas, publicidad gráfica, cine y televisión) inciden en las formas de concebir, producir, diseñar, pintar y redactar los exvotos. Frente a la idea imperante de que el exvoto está en vía de extinción, nosotros nos apartamos y más bien consideramos que el exvoto convencional posiblemente esté en vía de extinción, pero no la práctica votiva, ni el exvoto pictográfico en sus nuevas variantes. Este tipo de exvoto no responde más a las tradiciones pictóricas de la iconografía religiosa que se utilizaba en los antiguos retablos dedicados a los santos, ni a las reglas que se reconocen como arte popular legítimo en los museos

1. En este último período vemos más claramente el impacto de la modernidad en la religiosidad de la sociedad contemporánea en México. Las razones de esta periodización serán tratadas más ampliamente en el capítulo 2.

22

MARGARITA

ZIRES

que los albergan, pero siguen produciéndose. La práctica votiva continúa. La necesidad de pedir y agradecer a la divinidad no se ha perdido, a pesar de las tendencias de modernización y de secularización de nuestra sociedad contemporánea.

B R E V E S ANTECEDENTES HISTÓRICOS

Testimonios de exvotos se han encontrado en todo lo ancho del globo y desde los orígenes de la civilización. Es por eso que sus formas materiales son muy diversas, desde pinturas en las paredes, hasta objetos varios dejados en templos o lugares sagrados. La necesidad del ser humano de establecer un vínculo con la divinidad y de solicitarle favores, así como de agradecerle su ayuda trasciende todas las fronteras físicas, sociales y culturales. Se han hallado ejemplos múltiples en el mundo antiguo mediterráneo, entre los egipcios, griegos, asirios, romanos (Creux 1979: 7-8) o en los restos de la cultura prerrománica de las Galias, en Francia (Calvo 1996a: 32). Encontramos también evidencias en las culturas mesoamericanas (Durand/ Massey 1990: 20-23; Sánchez Lara 1990: 27-28). Hernán Cortés, en la "Tercera carta de relación", del 15 de mayo de 1522, dirigida al emperador Carlos V, describe una ofrenda de los indios que cumplía la función de exvoto en el pueblo de Tesuico, ya que agradece una victoria sobre los españoles: ... Y como al tiempo que esta vez entramos en Tesuico hallamos en los adoratorios y mezquitas de la ciudad los cueros de los cinco caballos con sus pies y manos y herraduras cosidos, y tan bien adobados como en todo el mundo lo pudieran hacer, y en señal de victoria, ellos y mucha ropa y cosas de los españoles ofrecido a sus ídolos y hallamos la sangre de nuestros compañeros y hermanos derramada y sacrificada... (Cortés 1993:336-337).

Los exvotos pictóricos también poseen una larga historia. Calvo ofrece una cita de Cicerón, que demuestra que, ya en el siglo i a.C., las religiones precristianas utilizaban las tablas pintadas, aunque éstas seguramente no incluían textos escritos: "Tú, que piensas que los dioses se desentienden de los asuntos humanos, ¿no te has dado cuenta, ante tantas tablas pintadas, que muchos, gracias a sus votos, han evadido la fuerza de la tempestad, llegando salvos al puerto?" (Calvo 1996a: 32). Evidentemente, la tradición de las tablas pintadas o exvotos pictóricos fue adoptada por el cristianismo. Según diferentes estudiosos, los primeros exvotos pictográficos -el tipo al que nos dedicamos en este libro— se remontan al siglo xv en la Italia central (Kriss-Rettenbeck 1958:109-113; Cousin 1983: 23-26). En estas formas votivas ya se encontraba la representación del donante y de la divinidad invocada, así como una división entre el espacio terrenal del donante (abajo) y el espacio celeste de la divinidad (arriba); además, incluían un texto escrito que explicaba el milagro o brindaba algún

INTRODUCCIÓN

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dato al respecto2. Dicha tradición se expandió rápidamente al sur y norte de este país durante el siglo xvi (Cousin 1983: 24). Y de ahí se difundió a otras regiones como Francia, España, Portugal, Alemania, Austria. En el tiempo de la Reforma, esta práctica votiva se interrumpió en Alemania y Austria por algunas décadas, pero en el resto de la Europa católica continuó (Kriss-Rettenbeck 1958:109). Los modelos de la pintura que permitieron el desarrollo pictográfico del exvoto fueron, por un lado, los cuadros en donde aparecía la figura religiosa y el donante arrodillado —por lo general de clases acomodadas- y, por otro, las pinturas en donde se daba fe de episodios milagrosos o edificantes de la vida de Cristo, de la Virgen y de los santos. Ambos modelos incluían frecuentemente algún texto que contaba lo ocurrido. Calvo se refiere al modelo pictórico del donante arrodillado: En el marco urbano de esa época, se estaba desarrollando una clase burguesa rica, que gustaba de aparecer en los cuadros religiosos arrodillada con fingida humildad. Las primeras tablas pintadas (entonces sobre madera) que nos han sido conservadas (Italia, Provenza, Cataluña), retomarían esta actitud, la cual sobrevive en la inmensa mayoría de los exvotos contemporáneos, a través de la acción de gracias... (Calvo 2000) 3 .

Según Cousin, este tipo de pintura del donante arrodillado es testimonio de una relación individual entre el protector celeste y el devoto. En este siglo de la devotio moderna y del humanismo, donde, por lo menos a nivel de la élite, el individuo retoma un lugar esencial, se comprende que el exvoto pintado aparezca como una forma nueva, personalizada de acción de gracias. Las condiciones necesarias parecen estar reunidas en la Italia del Renacimiento para que se materialice, bajo la forma de un cuadro, un agradecimiento que es al mismo tiempo relato (Cousin 1983:24).

En los siglos xv y xvi se fijan las reglas del género de los exvotos pictográficos, que permanecerán con pequeñas variaciones hasta avanzado el siglo xx 4 . A partir de entonces, las huellas se vuelven claras y los exvotos pictográficos pueden ser encontrados en toda la Europa y América católicas.

2. Kriss-Rettenbeck muestra varios ejemplos con ilustraciones de Italia producidos alrededor de 1460 a 1480 y del santuario de Altótting, en Baviera, de 1501 y 1517. E n todos ellos nos encontramos los tres elementos fundamentales del exvoto pictográfico tradicional que señalamos arriba (1958:108-134). 3. Apartado "Una historia universal". 4. Aquí conviene aclarar que en Europa hay muchos exvotos producidos o mandados hacer por colectividades o agrupaciones de peregrinos que al llegar a los santuarios querían dejar testimonio de su visita.

24

M a r g a r i t a Zires

La historia de la difusión del exvoto pictográfico en México no está muy clara. No se sabe cómo se inicia esta tradición y cómo se difunde exactamente. Algunos indicios en el campo de la pintura, sin embargo, muestran ese proceso lento que duró varios siglos. Contamos con algunos ejemplos de exvotos del siglo xvn que muestran que las castas acomodadas (peninsulares y posiblemente criollos), ya pedían a pintores especializados que reprodujeran escenas milagrosas, en las que ellos estaban involucrados. Uno de los exvotos más antiguos que se conservan, sino es el más antiguo, data de 1690 y narra un milagro de San Miguel del Milagro concedido a una novia que se cayó de un caballo "por el camino de San Martín" (Gonzalbo Aizpuru 1996:54). En relación con los exvotos pictográficos dedicados a la Virgen de Guadalupe, es interesante señalar que en la representación pictórica considerada más antigua de la Guadalupana -la tan famosa lámina del pintor belga Samuel Stradanus, de alrededor de 1615- se hallan grabadas ocho escenas que narran milagros concedidos por la Virgen (Cuadriello 1989: 101). Existe, además, una pintura célebre del siglo x v m , que forma parte de la Colección del Museo de la Basílica de Guadalupe, en donde se narra visualmente un milagro concedido a don Antonio Carvajal, sobre el cual se refiere la historiadora del arte Vargas Lugo: Se trata de un exvoto cuyo tema es un milagro que se fecha en 1555; su representación se basó en los textos del siglo xvii y la ejecución -sin duda con objeto de recordar e inmortalizar los primeros favores concedidos por la Virgen- se hizo en el xvm. El asunto narra la peligrosa caída que de un caballo sufrió el hijo de don Antonio Carvajal, prominente miembro de la sociedad novohispana, y su salvación por obra divina e intercesión de la Guadalupana. Este es uno de los milagros que Stradanus representó en su grabado, el cual como se dijo se considera la primera representación guadalupana en serie (Vargas Lugo 1988:127) s .

Existen múltiples ejemplos de exvotos pictográficos dedicados a diferentes figuras religiosas en el siglo x v m en México, los cuales forman parte de colecciones particulares y de acervos de diferentes santuarios, y muestran la difusión de estas formas votivas entre los sectores acomodados de la sociedad novohispana 6 . E n -

5. Nosotros dudamos que esta pintura y el grabado de don Antonio Carvajal puedan ser considerados exvotos en su sentido literal y funcional, en tanto producto de un "voto" o promesa a la Virgen de parte de alguien que haya solicitado un milagro y lo obtuvo. Creemos que se trata más bien de representaciones pictóricas y grabados de relatos de milagros que circularon en la sociedad novohispana. 6. Véase el catálogo de la exposición que se exhibió en el Centro de Arte Contemporáneo en 1996: Dones y promesas: 500 años de arte ofrenda (el exvoto mexicano) (1996), Fundación Cultural Televisa, México.

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tre ellos encontramos algunos de muy bella manufactura dedicados a la Virgen de Guadalupe que se han conservado hasta nuestros días (Gonzalbo Aizpuru 1996). Sin embargo, no será hasta el siglo xix cuando el exvoto se constituya en un vínculo religioso popular y se expanda por otros sectores sociales menos favorecidos, mientras la élite tiende a dejar esta práctica votiva (Durand/Massey 2001:24). En México, volvemos a insistir, a diferencia de lo que sucede en Europa, la práctica del exvoto pictográfico continúa activa e incluso se extiende con la misma vitalidad hasta la primera mitad del siglo xx. De acuerdo con Calvo, el proceso de secularización vivido en Europa desde finales del siglo xix ha provocado "una paulatina pérdida de afición al gesto votivo" (Calvo 2000) 7 . Sin embargo, la investigación realizada en el Museo y Santuario de la Basílica de la Virgen de Guadalupe, además de las visitas a otros santuarios como el de San Juan de Los Lagos, nos permiten sostener que, aunque en general en las últimas décadas no se lo ha promovido desde las propias iglesias o templos, la práctica del exvoto sigue viva incluso en los primeros años del siglo xxi, aunque el exvoto pictográfico asume ahora otras manifestaciones visuales e incorpora otros recursos de expresión, como la fotografía. A esto se suma que últimamente los exvotos tradicionales empezaron a ser considerados como piezas valiosas de arte popular y testimonio histórico de gran riqueza, por lo cual el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) decidió incentivar su resguardo, buen almacenamiento, clasificación y registro, como veremos en el capítulo 1. El exvoto más antiguo que encontramos en nuestro corpus del Museo de la Basílica de Guadalupe es de 1848. Existen otros exvotos guadalupanos más antiguos en otros museos y colecciones particulares del siglo x v m . Algunos de ellos se encuentran reproducidos en revistas y libros sobre exvotos8. Se trata en general de formas votivas hechas con técnicas pictóricas más elaboradas y que permiten su conservación, como el óleo sobre tela. Otros exvotos más antiguos de otras figuras religiosas procedentes de México se pueden observar en el libro Dones y promesas (1996); datan del siglo xvn y, sobre todo, del x v m , pero en general podemos afirmar que los santuarios mexicanos resguardan exvotos sobre todo del siglo x x y algunos pocos del xix, como es el caso del acervo de la Basílica de Guadalupe.

7. Apartado: "Una historia universal". 8. Véase un exvoto de enfermedad de 1795 que se encuentra en el Museo Histórico de Acapulco, Fuerte de San Diego, Acapulco, Guerrero (óleo sobre tela) en: Dones y promesas. 500 años de arte ofrenda (exvotos mexicanos), 1996: 57; o, en la página 55, el exvoto de 1795 que reproduce una caída de caballo de la colección Xavier Torres Ladrón de Guevara, Guadalajara, Jalisco (óleo sobre tela), ambos de pintores anónimos.

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A N Á L I S I S CUALITATIVO Y C U A N T I T A T I V O

El exvoto en México ha sido muy poco estudiado y todavía menos el exvoto guadalupano; sin embargo, algunos análisis en las últimas décadas han constituido un fuerte impulso a su investigación. Sobresale el estudio pionero en los ochenta de González (1986), que trabaja el exvoto como medio de comunicación, así como su significación socio-cultural. En los noventa destacan los trabajos de Durand (1990,1995) sobre los exvotos de los migrantes como una vía para reflexionar sobre la migración y los de Calvo (1996a, 1996b) que vinculan el análisis de los exvotos con el estudio de las mentalidades, y los de Bélard y Verrier (1996). Dentro de los estudios más recientes conviene señalar la investigación sobre el exvoto y la mujer en los siglos xix y xx de Arias y Durand (2002). En relación con el exvoto guadalupano existe solamente un trabajo amplio, que es también reciente, de las historiadoras del arte Elin Luque Agraz y Mary Michele Beltrán, el cual está basado en una selección de exvotos del Museo de la Basílica (2003), así como otros trabajos anteriores de estas autoras sobre estudios de exvotos de diferentes santuarios (1996 y 2000). Los historiadores del arte habían dejado de lado al exvoto al considerarlo una obra popular que no alcanzaba los parámetros de la obra plástica de las "bellas artes". En esta investigación estudiamos los lenguajes del exvoto guadalupano, las reglas o convenciones sociales que rigen tanto su lenguaje pictórico como el escrito, la relación entre imagen y texto, sus diferentes géneros pictóricos y de escritura. Partimos de la concepción de que el exvoto es un medio de comunicación y un documento social, histórico, cultural, artístico, tal como lo han considerado los historiadores y sociólogos, pero un documento particular, mediado tanto por los lenguajes escritos y visuales que lo configuran como por el género narrativo del milagro. Analizamos también la manera como los exvotos guadalupanos se han transformado a partir de la expansión de las tecnologías comunicativas en México (fotografía, prensa, cine y televisión) y sus lenguajes respectivos (escrito, visual y audiovisual). Consideramos que dichas tecnologías y los discursos que éstas han puesto a circular en la sociedad mexicana desde los años treinta y cuarenta han configurado, en las últimas décadas, los nuevos exvotos guadalupanos. Además, han transformado las reglas que establecen lo que es verosímil contar en un exvoto, así como la manera de plasmarlo, introduciendo nuevas reglas de verosimilitud. En todo este tipo de reflexiones cualitativas retomamos distintos aportes de las disciplinas del lenguaje (de la semiología, del análisis del discurso, de los estudios sobre los géneros discursivos, de la retórica de la imagen, así como de la teoría de la enunciación y de la pragmática).

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Si bien para este estudio no se llevó a cabo una etnografía sobre las prácticas votivas, ya que ése no era nuestro objetivo, fue necesario hacer un pequeño trabajo de campo de corte etnográfico en la Basílica de la Virgen de Guadalupe, así como en otros santuarios religiosos como el de la Virgen de San Juan de los Lagos, para conocer los recintos a donde el devoto lleva los exvotos y en donde éstos son resguardados. Era de interés reconocer el ámbito institucional que apoya e incita la práctica votiva. Se realizó también un análisis cuantitativo para poder establecer si las reglas particulares encontradas en el análisis cualitativo de algunos de los exvotos eran recurrentes, si se podían establecer generalidades o no, diferencias en las recurrencias, así como excepciones que invitaban a ser analizadas de una manera cualitativa. Los distintos aspectos o variables cuantificados se entrecruzaron con la variable de la fecha de producción del exvoto o del suceso milagroso con el fin de poder encontrar cambios o diferentes tendencias en esos 151 años de producción votiva guadalupana, ya que uno de los objetivos principales de la investigación era dar cuenta de las transformaciones que estaban sufriendo los exvotos guadalupanos. Se creó una base de datos que reunía alrededor de 40 campos o variables, en la que se inscribieron datos generales de ubicación de los 1.094 exvotos que componen el corpus, como su número de registro en nuestra base y el número de registro en el catálogo del Museo de la Basílica, así como características particulares de cada uno9. Cabe aclarar que no todos los campos arrojaron resultados fructíferos para el análisis que nos habíamos propuesto porque partimos de premisas infundadas, así que fueron dejados de lado.

9. L o s objetivos más importantes de la creación de la base de datos fueron: 1) establecer características generales de la muestra de estudio de los exvotos en relación con su lugar de procedencia, fecha de producción, fecha del acontecimiento milagroso, edad y sexo de los donantes, producción anónima o de algún exvotero; 2) encontrar regularidades y cambios en la configuración del exvoto como medio de comunicación y género discursivo, para lo cual se tomó en cuenta: la distinta materia con la cual estaba elaborado el exvoto; su tipografía; el tamaño y forma del exvoto; la composición del cuadro que implicó ver la relación texto/imagen, así como la composición del texto y de la imagen (que llevó a analizar la interrelación entre el espacio donde se ubica la representación religiosa y la representación del acontecimiento dramático que suscita la ayuda divina, o sea, entre el llamado "espacio terrenal"y el "espacio celeste" dentro de la misma imagen); 3) saber cuáles eran los temas de los sucesos milagrosos más socorridos en los exvotos guadalupanos.

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Dentro del análisis cualitativo nos pareció fundamental estudiar la práctica enunciativa del exvoto. Partimos de la idea de que narrar un milagro conllevaba muchos actos de enunciación de acuerdo con la manera como éste se narraba. Un acto de enunciación es un acto de lenguaje que instaura una relación entre los diferentes interlocutores otorgándole un sentido a lo enunciado. No es lo mismo narrar un milagro como acto testimonial público dirigido a la comunidad o como acción de gracias y diálogo íntimo con la Virgen de Guadalupe o como un recuerdo personal.

A N Á L I S I S COMPARATIVO ENTRE EXVOTOS DE S A N J U A N DE LOS L A G O S Y OTROS EXVOTOS EUROPEOS

En el año 2000, el Centro Francés de Estudios Mexicanos y Centroamericanos (CEMCA) y la Dirección General de Servicio de Cómputo Académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) produjeron un disco compacto interactivo con una base de datos de 500 exvotos dedicados a la Virgen de San Juan de los Lagos que incluía sus imágenes, sus textos y algunos campos que se podían relacionar con nuestra base de datos: México en un espejo. Los exvotos de San Juan de los Lagos. En dicho disco se vertió el trabajo de campo y fotos de Marianne Bélard, así como la investigación pionera de Thomas Calvo en México sobre el valor de los exvotos como una vía para conocer no sólo creencias religiosas, sino costumbres de la sociedad mexicana en diferentes épocas. Dicho disco compacto fue muy útil para nosotros y nos permitió comparar en muchos aspectos los exvotos guadalupanos con los de San Juan de los Lagos, con la idea de mostrar la generalización de reglas en la creación de los exvotos en México. Esto nos animó a realizar también un disco compacto que permitiera futuros estudios comparativos. Cabe destacar que el disco compacto que se anexa a este libro incluye sólo una parte de la base de datos que trabajamos en nuestra investigación debido al espacio reducido de dicho CD. Por ello, se seleccionaron los campos que nos parecieron de mayor interés general. Asimismo, se realizaron comparaciones con exvotos europeos más antiguos que los nuestros, reproducidos en algunos libros con el fin de mostrar la persistencia de algunas reglas de producción de exvotos pictográficos. Los libros sobre exvotos franceses provenzales de Bernard Cousin (1983) y Lenz Kriss-Rettenbeck (1958,1973) en la Alemania católica fueron de una gran ayuda para esta parte de nuestro estudio.

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N U E V A S FORMAS DE PRODUCCIÓN DEL EXVOTO Y GÉNEROS INÉDITOS RECIENTES

A lo largo de la investigación nos adentramos en las múltiples reglas que rigen el género discursivo del exvoto pictográfico, desde su forma material significante, hasta la estructuración básica de su composición; las convenciones de la escritura de los textos que anclan su sentido, así como algunos de los modos visuales de narrar los diferentes sucesos que se cuentan en los exvotos que llamamos subgéneros pictóricos^ .Todas estas reglas han perdurado hasta nuestros días, aunque no siempre se respeten. Sin embargo, en las últimas décadas constatamos nuevas formas de producción. El exvoto está dejando de ser una creación artesanal o de un pintor que posee mínimas habilidades pictóricas para convertirse en una elaboración casera que se alimenta de las prácticas cotidianas del devoto, así como de la estética urbana popular y de los discursos de los medios de comunicación. Las reglas del género se han transformado, las formas de narrar y el contenido se han alterado. Esto se puede ver claramente en los capítulos 2 y 6. Han surgido nuevos materiales además de la lámina convencional que se pueden conseguir en la tlapalería, papelería, tienda de artículos religiosos, como: el cartón, el papel, las estampas religiosas, los marcos de fotos, las placas de metal, etcétera. Técnicas mixtas y tipo collage desplazan la técnica pictórica. El tamaño y la forma del exvoto han cambiado al adquirir dimensiones relacionadas con los nuevos materiales. Paralelamente a estos cambios, se ha alterado la relación clásica entre la imagen y el texto en el exvoto tradicional, que establecía un mayor espacio para la imagen en una sociedad analfabeta. Después de los cincuenta, el texto ocupa mayor espacio, y, por ello, planteamos aquí que el impacto de la escritura en la religiosidad popular de una sociedad menos analfabeta, se deja entrever en las formas votivas. En el capítulo 6, señalamos que el exvoto es cada vez más una práctica citadina y el universo de discursos que impregna el mundo urbano impacta al devoto y sus formas de expresar su petición y agradecimiento a la Virgen. Tanto los discursos de instituciones sociales que rigen la vida cotidiana, como los que circulan por los medios de comunicación y mediante la mercadotecnia se convierten en puntos de referencia pictográficos que configuran la forma y su contenido. Los modelos pictóricos religiosos del siglo xv - q u e todavía se mantienen como patrones en algunas formas votivas actuales- dejan de ser los referentes primordiales para la configuración del exvoto en las últimas décadas. Aquí vemos muy claramente el impacto de la secularización y la modernidad a partir del desplazamiento de los puntos de refe-

10. Véase capítulo 5.

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renda del devoto en su práctica no sólo secular, sino en su quehacer religioso y votivo. Por ello, verificamos -después de los cincuenta- las huellas en los exvotos de la retórica de la imagen fotográfica y de la publicidad, así como de los modos de narrar de los cómics, del cine y de la televisión. De la misma manera, podemos apreciar cómo el lenguaje de los certificados moldea ciertos exvotos y, en ese sentido, advertimos cómo los códigos que utiliza la burocracia para ratificar algo como verdadero en nuestra sociedad permean las formas votivas guadalupanas. En el extremo de las transformaciones que está sufriendo la producción votiva tradicional constatamos la generación de nuevos géneros de exvotos, con reglas particulares de creación: el exvoto papel-foto-estampa, el exvoto elaborado sólo con una foto y texto encima o atrás, el exvoto certificado, el exvoto placa de metal y texto, el exvoto de papel hecho en computadora de manera digital y otras formas en las cuales vislumbramos sentidos diferentes que todavía desconocemos. En cuanto al contenido o la temática de los exvotos viejos y modernos -presentados en el capítulo 4— encontramos que la salud y los accidentes siguen siendo los temas más recurrentes, como lo señalan estudios anteriores; sin embargo, las percepciones de ciertas enfermedades cambian con la época y después de 1950 la desconfianza a la ciencia médica disminuye, por lo cual no sólo se agradece a la Virgen, sino también al médico tratante. Esto lleva a pensar que el discurso médico ha penetrado todos los confines de nuestra sociedad hasta los espacios más religiosos de la práctica votiva, pero no por ello ha llegado a hacer inverosímil el actuar milagroso de la Virgen, ya que, como se advierte en algunos exvotos, ella actúa a través del médico. Hay un exvoto único en cuanto a su contenido que apunta a un proceso de modernidad y de pluralidad religiosa en México: se agradece que la Virgen haya devuelto la fe a los donantes del exvoto y se les ve con un rosario en la mano. Todo indica que los donantes regresaron al catolicismo. Esto habría sido inverosímil de contar en los exvotos más antiguos de nuestro corpus: la falta de fe o el cambio de fe, pero es verosímil en los exvotos más recientes11. Además, en las últimas décadas constatamos dos tendencias temáticas: por un lado, mayor número de formas votivas refieren milagros relacionados con logros en los estudios y éxitos profesionales que muestran "un ascenso social" del devoto, preocupaciones de una sociedad moderna. En algunos de ellos se recurre al tipo "exvoto-certificado" que analizamos en el capítulo 6. Por otro lado, aumentan los exvotos que agradecen y piden ayuda psicológica, emocional o moral, la mayoría de ellos de manufactura casera y que recurren a modos de escritura nuevos, en los

11. En el capítulo 4 se hace mención a este exvoto, así como en las conclusiones del capítulo 7.

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que se entremezclan expresiones de agradecimiento con peticiones y plegarias. Las formas votivas, entonces, no expresan solamente milagros ocurridos, sino que sirven para pedir perdón, formular alabanzas y demandar más milagros. Esto último se debe ver relacionado con una tendencia actual en las modalidades de enunciación narrativa en el exvoto guadalupano -que planteamos en el capítulo 3—: los exvotos tienden a perder su calidad testimonial, en el sentido que dejan de registrar y dar constancia de los datos de un suceso milagroso como algo pasado y se limitan a dar fe de la acción de agradecimiento por un milagro que sólo se menciona escuetamente en el presente de la enunciación. En algunos casos más radicales se proyectan al futuro al pedir más milagros o prometen serle fieles a la Virgen, en donde lo que se registra es sobre todo la ilusión y la esperanza de seguir recibiendo los beneficios milagrosos. Los exvotos petitorios o propiciatorios ya existían desde el siglo xix, como señala Cousin (1983), pero eran la excepción, mientras que en la década de 1990 una quinta parte de nuestro corpus de exvotos guadalupanos era de este tipo, ya sea que sólo solicitaban milagros o los agradecían y demandaban otros más.

¿ D I F E R E N T E RELACIÓN CON LA DIVINIDAD?

La configuración particular de la imagen en el exvoto tradicional que implica la manifestación de un diálogo entre el devoto y la divinidad se ve modificada radicalmente en la actualidad. Esto se aprecia claramente en el capítulo 2. El exvoto clásico mostraba una articulación particular entre el cielo y la tierra, o sea, entre el espacio celeste (dedicado a la figura religiosa, arriba) y el espacio terrenal (dedicado a la representación de la figura humana, abajo). En algunos exvotos de corte no convencional se altera el lugar de colocación de la figura celeste y por ello podemos admirar la figura de la Virgen abajo o al lado de la figura terrenal, como en el exvoto 1.009, configurado de acuerdo con reglas del periodismo clásico, siguiendo otros modelos pictográficos alejados de la pintura religiosa, como señalamos antes. En otros exvotos de las recientes décadas nos encontramos además con la ausencia de la representación divina o de la representación humana o terrenal en el exvoto. El diálogo entre el donante y la Virgen se deja de representar pictóricamente. Cousin (1983) advierte este mismo cambio en los exvotos provenzales y lo interpreta como parte de un proceso de secularización en la sociedad francesa12.

12. Sin embargo, como señalamos antes, consideramos que en el caso de la sociedad mexicana no se trata de ausencia de creencia religiosa, sino de una recomposición religiosa,

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Al final de esta investigación, consideramos además que esta ausencia visual del diálogo hay que relacionarla también con la manera como se registra dicho diálogo de forma escrita en los textos de los exvotos. Los resultados de nuestro estudio sobre los actos de enunciación en el exvoto guadalupano -presentados en el capítulo 3 - , muestran cómo el exvoto, después de 1950 y sobre todo después de 1990, tiende a convertirse cada vez más en un acto de diálogo entre un yo y un tú, en una interlocución directa entre el donante y la Virgen en exvotos que relatan la acción de gracias o narran la petición de milagros. Posiblemente se pudiera hablar de un traslado de un lenguaje a otro: actualmente se tiende a registrar de forma escrita ese diálogo entre el sujeto y la divinidad mientras que antes se representaba visualmente. Sin embargo, este traslado o traducción no es inocuo, trae consigo matices y adquiere sentidos particulares. Por una parte, implica un desplazamiento genérico: no sólo un traslado de lenguaje, sino de géneros; del género testimonial al género epistolar anclado en el acto de diálogo interpersonal, entre el devoto y la Virgen. El exvoto antiguo tendía a ser un acto testimonial público que narraba de forma escrita el milagro en tercera persona a un sujeto que no se explicitaba (a la comunidad de fieles). Después de los cincuenta, este acto testimonial tiende a transformarse y empieza a cobrar formas más autotestimoniales, en donde se narra desde el "yo" que sitúa la experiencia del sujeto en el centro de la narración. Paralelamente, el exvoto como acto de diálogo entre el donante y la Virgen cobra cada vez mayor relevancia y adquiere matices epistolares, nos encontramos, por ejemplo, con exvotos escritos tipo carta con una foto o estampa al lado. Por otra parte, constatamos en las últimas décadas que el vínculo entre el donante y la Virgen cobra formas de enunciación más cercanas e íntimas, así como expresiones de cariño, que antes eran una excepción. En el capítulo 3 señalamos que los exvotos antiguos concebidos como testimonios narrativos tendían a parecerse a actas notariales que conllevaban formalidad y solemnidad. Esto cambia en los exvotos de las últimas décadas que se basan en actos de diálogo. La solemnidad y formalidad tienden a disminuir. E n el testimonio narrativo tiende a tratarse de un vínculo distante entre el cielo y la tierra. E n el acto de diálogo de épocas recientes se trata más bien de un vínculo más terrenal, personal con una madre a quien se le platican los problemas cotidianos y se le pide ayuda moral.

de una diferente religiosidad desinstitucionalizada, más alejada de los marcos institucionales de la Iglesia católica y de sus patrones pictóricos tradicionales y más cercana a una discursividad y estética urbanas.

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De ahí que nos preguntemos si esto tiene que ver con el nuevo catecismo católico que se introduce después del Concilio Vaticano II, en el cual la visión de un dios-amor debe prevalecer sobre la noción de un dios que infunde miedo.

H U E L L A S DEL PROCESO DE INDIVIDUALIZACIÓN EN E L EXVOTO

Los procesos de la modernidad y de individualización han dejado sus huellas en los exvotos. Esto se revela claramente tanto en su lenguaje escrito como visual: por ejemplo, en lo que ya señalamos antes, en la forma como la experiencia de un sujeto individual, de un "yo", se coloca en el centro de la narración escrita en los exvotos autotestimoniales y en los que están concebidos como actos de diálogo, entre un "yo" y un "tú" en interlocución, desplazando después de 1950 la narración testimonial "objetiva" en tercera persona a un lugar secundario o casi inexistente. En las imágenes de las formas votivas en las últimas décadas se puede observar un fenómeno parecido a través de la inserción de la fotografía del beneficiado por el milagro en el exvoto. E n general se trata de su retrato, a través del cual se subrayan los rasgos particulares de una persona, se destaca su identidad individual. Antes se pintaba, a ese sujeto en la cama, arrodillado, en la prisión, de una manera imprecisa, sólo se indicaba su sexo, se trataba de una figura colectiva, un devoto como muchos que rendía su agradecimiento a la Virgen. Los datos particulares se registraban de forma escrita, en la parte del texto. Ahora, se añade además, su retrato fotográfico, que funge evidentemente como comprobante de la identidad del beneficiado en una sociedad de mayor anonimato. Se introduce un nuevo tipo de verosimilitud, nuevas reglas que establecen lo que se puede narrar en un exvoto y cómo contarlo. La foto de identidad es el comprobante de la existencia del sujeto y, por lo tanto, de que el milagro ocurrió. En algunos de esos exvotos el retrato fotográfico se inserta sin alterar la composición del exvoto, pero en otros se altera totalmente al faltar la representación pictórica del espacio terrenal o la representación de la Virgen o ambas representaciones, en cuyo caso, nos encontramos con un desplazamiento narrativo a nivel de la imagen: ya no se cuenta quién hizo el milagro, ni de qué milagro se trató, sino solamente quién fue beneficiado. Existe otro tipo de fotografías, tipo recuerdo o de estudio, que también se utilizan en exvotos modernos y que introducen cambios particulares de verosimilitud, en las cuales no se sabe tampoco qué milagros cuentan, pero en el espacio de un exvoto queda claro que narran que de esas personas específicas se trató algún milagro. El individuo singular es lo que se destaca. Este tipo de exvotos no sólo va en aumento en nuestro corpus en las últimas décadas estudiadas, sino en los diferentes santuarios en México de acuerdo con nuestras observaciones recientes.

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L A LÓGICA NARRATIVA DEL MILAGRO COMO MARCO DE INTELIGIBILIDAD DE LA REALIDAD

En el capítulo 4 dirigimos nuestra mirada a los acontecimientos históricos y a los hechos de la vida cotidiana que se cuentan en los exvotos guadalupanos. Retomamos, en ese sentido, el interés del historiador de las mentalidades y del sociólogo al analizar el exvoto como un documento histórico y social, así como de una época. Sin embargo, nosotros planteamos que esta noción de documento se debe replantear, ya que el exvoto encierra un tipo de historia social y cultural muy particular: aquella que está mediada por el género discursivo del milagro y por su lógica narrativa. A partir de este señalamiento, nos preguntamos cuáles son los hechos de la vida cotidiana y de la historia pública que reclaman o invitan a verse como un resultado de la ayuda divina en los exvotos guadalupanos. Esto nos llevó a tomar en cuenta sus temas, tal como lo hacen los sociólogos e historiadores, pero consideramos necesario estudiar también la manera como se narran los exvotos, sus mecanismos de dramatización, así como la noción implícita de milagro en cada uno de esos temas y la forma en que construía su verosimilitud. Un hallazgo particular fue verificar algo que la narratología plantea, a saber, que la "realidad" o los "hechos" son una construcción social, producto de una interpretación narrativa. Nosotros constatamos claramente que el acontecimiento que se narra en el exvoto no es un milagro en sí, en esencia, sino es resultado de una elaboración narrativa. La manera de nombrar, describir o relatar un hecho es lo que le otorga una significación especial. La perspectiva es la que hace que un evento lo consideremos un fracaso, triunfo, un hecho cotidiano o algo excepcional, resultado de la suerte, del destino o fruto de una intervención divina, y, por lo tanto, milagroso. Esto nos quedó claro al analizar algunos exvotos, en los que la historia que se contaba podía parecer tener un final infeliz o trágico, pero estaban concebidos y eran relatados claramente como milagros. A partir de esos ejemplos aislados pudimos ver que un evento puede convertirse en milagro si se narra como un producto de la ayuda divina, aunque el creyente no haya logrado lo que imploró y pidió, por ejemplo, la sobrevivencia de un ser querido. En ese sentido, podemos afirmar que la lógica narrativa invita a ver milagros no sólo en acontecimientos felices, sino hasta en los eventos no tan felices, ayuda a ver el lado positivo de posibles "tragedias" (consideradas así, desde otra lógica narrativa y discursiva). Contribuye a reconsiderar a la posible "víctima" de un desenlace "infeliz" como elegida de la divinidad, una estrategia de construcción de una identidad legítima en la comunidad de fieles católica.

Exvoto 1.060.

"... esper yegar a tu basílica y recibir tu vendición y me regreses a León". Exvoto 681.

1. El exvoto guadalupano. Características del corpus Margarita Zires

Cada corpus de estudio posee ciertas características, permite iluminar algunos aspectos del fenómeno social a estudiar y deja de lado otras dimensiones. En este capítulo nos interesa abordar las características de los exvotos guadalupanos estudiados en este libro para que el lector reconozca el objeto de estudio de una manera más clara. Como ya señalamos en la introducción, se trata de 1.094 exvotos que forman parte del acervo del Museo de la Basílica de Guadalupe. Por ello, nos parece importante dar a conocer el marco institucional del cual forman parte y que contribuye a otorgarle un sentido. Asimismo es de relevancia señalar el lugar de procedencia de estas formas votivas, los períodos históricos que comprenden y las particularidades de los sujetos que donan y mandan producir esos exvotos por género y edad. Para comprender este fenómeno de la producción del exvoto es necesario señalar que ésta implica a varios sujetos: 1) el que sufre una desgracia y es beneficiado por un milagro; 2) el donante, el que implora por ayuda divina y promete un exvoto como agradecimiento a la divinidad; y 3) el productor del exvoto, exvotero o milagrero. Los tres sujetos pueden corresponder a tres personas diferentes o fundirse en una misma. Esto significa que el beneficiado por el milagro puede ser al mismo tiempo el donante y productor de la forma votiva. En algunos casos, el beneficiado y el donante pueden ser la misma persona, pero el exvotero puede ser otra o al revés

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(el beneficiado es una persona y el donante y exvotero, otra). Y en otros casos, los tres sujetos son tres personas distintas. En este capítulo es de importancia también reconocer diferente tipo de productores de exvotos y los criterios de autoría en la producción votiva guadalupana, así como reflexionar —a partir de este corpus— sobre la manera como los exvoteros se apropian de las reglas más clásicas de elaboración del exvoto, juegan con ellas y las recrean.

I. I. M A R C O INSTITUCIONAL

El exvoto no es un producto espontáneo. El marco institucional desempeña un papel importante en la definición y redefinición del exvoto. Los santuarios que albergan exvotos poseen espacios diferentes de recepción de las formas votivas, lugares que por su ubicación, tamaño y forma están organizados de acuerdo con criterios distintos de entrega, almacenamiento, exhibición y eliminación de los exvotos. L o que está claro es que existe una administración del exvoto y normas más o menos explícitas que según el tipo de gestión, varían. Los exvotos están hechos para ser exhibidos en los santuarios, donde se venera el santo implorado. Es ahí en donde el exvoto se convierte en tal, en donde cumple su función y pasa a ser testimonio público de un milagro. El exvoto reclama un espacio y el espacio invita al exvoto a acudir a él. Sin embargo, no toda forma votiva se exhibe. Cada santuario impone ciertas condiciones para ello. Define qué es un exvoto legítimo al no mostrar todos, al eliminar con el paso del tiempo algunos y mantener otros. A partir de la manera como organiza su exhibición -por ejemplo, de acuerdo con su material, tamaño y/o criterios temáticos o cronológicos, entre otros—, impone ciertas normas de elaboración y construye una mirada y claves de cómo interpretarlo. Existen santuarios como el de San Miguelito, en la ciudad de San Felipe, Guanajuato, en donde los exvotos en 2001, año en que lo visitamos, estaban exhibidos en un pasillo que rodeaba un patio exterior al santuario. Los devotos tenían acceso directo sin necesidad de entrar a la iglesia. Ellos mismos podían colgar sus formas votivas. Había todo tipo de exvotos pictográficos, algunos de corte tradicional elaborados con lámina y dibujados al óleo y otros con cartón, papel, con materiales caseros más al estilo moderno. Muchos de ellos se veían muy deteriorados al encontrarse casi al aire libre. Había otros que estaban colgados en las paredes del coro de la iglesia y, según información dada por los cuidadores de ésta, estaban siendo guardados para ser clasificados por gente del Instituto Nacional de Antropología e Historia.

E L EXVOTO GUADALUPANO. C A R A C T E R Í S T I C A S DEL CORPUS

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También está el Santuario de la Virgen de San Juan de los Lagos, que en su interior tiene un camarín, al lado derecho del altar, repleto de múltiples formas votivas (ropas, trofeos, objetos de todo tipo, cuadros), así como exvotos pictográficos, los cuales tapizan sus paredes. El devoto tiene acceso a este cuarto al entrar a la iglesia, puede leerlos, puede llevar sus exvotos y colgarlos él mismo cuando hay espacio o dárselos al encargado para que lo haga1. En caso de que el devoto no lleve ningún exvoto, tiene la oportunidad de escribir en un gran libro sus agradecimientos. A pocas cuadras del santuario se encuentra el recinto del "Pocito", al lado de una capilla, en donde se guardan ofrendas pictográficas más antiguas seleccionadas de aquéllas que se exhiben en el camarín (de corte tradicional, elaboradas a lámina) y que funciona como un museo. Muchas de las láminas que estaban ahí en nuestra visita se hallaban en proceso de clasificación. De acuerdo con Arias y Durand: "El Obispado de San Juan de los Lagos ha hecho una selección de retablos de los siglos x v m y xix que suele prestar para exposiciones" (Arias/Durand 2002:32). Las lógicas de producción y exhibición del exvoto, así como del intercambio entre la divinidad y el devoto están configuradas por el marco institucional religioso y —no pocas veces— por los criterios de conservación, clasificación y exhibición de los museos que albergan pintura religiosa, dado que muchos santuarios guardan dicha pintura y exvotos en recintos que funcionan como museos. En las últimas décadas, los exvotos tradicionales (los más parecidos a los retablos pictóricos realizados por pintores académicos más o menos reconocidos) empezaron a ser considerados como piezas valiosas de arte popular y testimonio histórico de gran riqueza. Debido a ello, el Instituto Nacional de Antropología e Historia decidió estimular el rescate, la conservación, registro y clasificación de los exvotos. Consecuentemente se incentivó en algunas parroquias con tradición votiva la forma tradicional de producción en lámina y por medio de un exvotero. De ahí que en un templo antiguo, dedicado al Señor de Villaseca, situado en la mina de Cata, en las afueras de Guanajuato, se encontrara en el año 2001 un anuncio en el cual se conminaba a los devotos a acudir a un exvotero de la región para que les produjera sus exvotos a la manera tradicional (con lámina y pintados al óleo). Este anuncio se encontraba pegado en una de las paredes de la iglesia, al lado de la puerta que conducía al recinto de resguardo de un gran número de exvotos dedicados al Cristo de la localidad 2 .

1. En 2003 el encargado del camarín de los exvotos dijo que una vez que se llenan las paredes, se retiran algunos para dar lugar a los que van llegando. 2. Al preguntar por el lugar donde podría encontrar al productor de exvotos recomendado en el anuncio, el vendedor de artículos religiosos de esta misma parroquia me advirtió

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MARGARITA

ZIRES

No sólo en San Juan de los Lagos existe un recinto especial de exhibición de algunos exvotos seleccionados que funciona como un museo, también en Talpa, Jalisco, existe el Museo de la Virgen de Talpa, en donde se exhiben algunos de los exvotos rescatados. Una buena colección de éstos se encuentra en el Museo de Frida Kahlo, en la Ciudad de México. En Zapopan, Jalisco, nos encontramos también con una pequeña sala de exhibición de exvotos tradicionales seleccionados y dedicados a la Virgen de Zapopan. En el caso de la actual Basílica de Guadalupe, la situación es un tanto particular. La propia arquitectura moderna de ésta permite la asistencia de grandes cantidades de devotos, peregrinos, pero no procura ni la intimidad, ni dispone, como otras iglesias, de la posibilidad de acercarse a las imágenes, tocarlas e insertar algún exvoto. De hecho, la imagen de la Virgen sólo se puede admirar "de cerca" colocándose en una banda que se desplaza eléctricamente. A diferencia de otros santuarios no existe un espacio fijo, estipulado, dentro de la propia iglesia donde el donante puede llevar sus exvotos. En la entrada lateral derecha a la basílica existe un área externa en donde el creyente puede colocar sus veladoras y tocar una imagen de la Guadalupana, pero eso es todo. Los exvotos pictográficos que forman parte del corpus de análisis de esta investigación se encontraban resguardados en el Museo de la Basílica, que forma parte del inmueble de la antigua basílica. Alrededor de 1938 se habilita el pasillo de entrada como espacio de exhibición de los exvotos, poco después de las obras de remodelación de la sacristía de dicha basílica3. L a mayoría de los exvotos estaban colgados en las paredes del pasillo de entrada de tal museo, que lleva a las salas interiores de éste. Se trata de un recinto estrecho, de 29 metros de largo y amplias paredes de unos 6 metros de altura. Al recorrer dicho recinto uno puede descubrir cierta clasificación temática a partir de sus representaciones pictóricas. Se encuentran los exvotos de acción de gracias, los de enfermedad, los de operaciones, los de accidentes de todo tipo de transporte, los de caídas, etcétera. Los exvotos que en el museo se exhiben poseen las características de los exvotos pictográficos tradicionales, elaborados a lámina la mayoría y al óleo o con otro tipo de pinturas, de dimensiones precisas, como de una hoja de tamaño carta, tal como los caracterizamos en el capítulo 2. No se exhiben ropas, trenzas, objetos diversos, fuera de los trofeos de algunos deportistas en una sala contigua. Los exvotos de corte más moderno no estaban siendo exhibidos en el momento en que

que era "costoso" mandar hacer un exvoto de tales características, aunque no me pudo precisar la cantidad que eso significaba exactamente. 3. D e acuerdo con la información proporcionada por Jorge Guadarrama Guevara, director del museo en el momento de la investigación.

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constituimos nuestro corpus, posiblemente al no considerarlos obras de arte, pero estaban almacenados en el museo. Dado que a nosotros nos interesaba mostrar precisamente su proceso de transformación, tomamos en cuenta algunos de sus exvotos almacenados, aunque no estuvieran exhibidos, ni clasificados. Algunas veces los devotos que llevan algún exvoto a la basílica se acercan al museo y piden al personal de vigilancia que les permitan colgar sus exvotos o les preguntan dónde los pueden entregar para su exhibición y éstos les indican que deben ir a las oficinas de la basílica actual. Ahí los conducen al área externa de colocación de las veladoras y el encargado de esa sección los guarda, aunque no sean exhibidos ahí. Algunos de esos después son reenviados al museo. De acuerdo con esto, podemos afirmar que el dispositivo espacial actual de la basílica no alienta de forma particular la producción votiva en general, ni su exhibición, como podría ser el caso del Santuario de San Juan de los Lagos u otros. Dado que no hay otro lugar de exhibición aparte del Museo de la Basílica, existe un filtro de selección en los exvotos que elimina de su exhibición a casi todos los que no son pictóricos, y, dentro de éstos, a aquellos que se alejan más de los cánones de las obras artísticas de la pintura académica. Convendría investigar más detalladamente los distintos mecanismos de entrega, selección, guardado y exhibición de los exvotos en futuros estudios para comprender mejor el papel diferente que desempeña el marco institucional religioso en la producción votiva.

1 . 2 . L U G A R DE PROCEDENCIA DE LOS EXVOTOS GUADALUPANOS ANALIZADOS

Con el fin de dar a conocer las características de nuestro corpus de estudio nos pareció fundamental exponer el lugar de procedencia de estas formas votivas: ¿de qué regiones de la república mexicana y de qué otros países provienen los exvotos analizados? Los datos de la base nos desvelaron que un poco más del 60%, o sea, 697 de los exvotos, no registraban el lugar de procedencia del donante. A pesar de ello, consideramos que el análisis del resto del corpus, con 397 exvotos, permitía realizar algunas reflexiones interesantes, dialogaba con otros estudios que vale la pena comentar aquí y permitía plantear nuevos interrogantes. Si analizamos el mapa siguiente podemos constatar que los exvotos de nuestro corpus provienen, sobre todo, de lugares cercanos al santuario guadalupano, a la zona aledaña a la Ciudad de México, al centro y centro poniente de la república mexicana. Cabe aclarar que muchos de los exvotos, sobre todo aquellos fechados antes de 1950, llevan escrito como lugar de origen "México", denominación que se ha utiliza-

Baja California

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PROCEDENCIA D E LOS E X V O T O S

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Aguascalienles Guanajuato —

Michoacán Colima Morelos

- Querétaro Yucatán Hidalgo