Secretos de las transformaciones en ajedrez
 9788493545468, 8493545465

Table of contents :
Portada......Page 1
Sumario......Page 4
Prólogo......Page 6
1. Material y tiempo: introducción......Page 8
2. Seudosacrificios......Page 11
3. Riesgos del sacrificio: la jugada intermedia......Page 30
4. Riesgos del sacrificio: el contrasacrificio......Page 36
5. Riesgos del sacrificio: la simplificación......Page 43
6. Sacrificios reales......Page 60
7. Ventaja en desarrollo......Page 131
8. Espacio y tiempo......Page 145
9. Hiperexpansión......Page 207
Índice de jugadores......Page 218
Índice de compositores......Page 224
Contraportada......Page 225

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de las transformaciones en ajedrez secretos

Drazen Marovié

EDITORIAL LA CASA DEL AJEDREZ

© Drazen Marovié © Editorial La Casa del Ajedrez Calle San Marcos, 41 Teléfono 91 521 2008 - Fax 91 531 3880 Madrid 28004 -

Email: [email protected] Dirección Internet: htto://www.lacasadelajedrez.com Título original: Secrets of chess transformations. Gambit Publications, 2004. Dirección Editorial: Andrés Tijman Marcus Consejero editorial: Daniel Elguezábal Varela Traducción: Antonio Gude Corrección: Sofía Montero Oria de Rueda - Gabriel Rojo Huertas Diseño de portada: Claudia Tijman

l S B N . (13) : 978-84-935454-6-8 Depósito Legal: M-13944-2008 .

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Impresión: Impresos y Revistas SA Impreso en España - Printed in Spain

No está permitida la reproducción total o parcial de esta publicación, ni su tratamiento informático, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopias, por registro u otros medios, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del copyright.

Sumario Signos convencionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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PRIMERA PARTE: MATERIAL

Y

TIEMPO

Material y tiempo: introducción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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Seudosacrificios. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

lO

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Riesgos del sacrificio : la jugada intermedia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29

4

Riesgos del sacrificio: el contrasacrificio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35

5

Riesgos del sacrificio: la simplificación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42

6

Sacrificios reales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59

7

Ventaja en desarrollo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 130 .

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SEGUNDA PARTE: ESPACIO Y TIEMPO 8

Espacio y tiempo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 44

9

Hiperexpansión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 206

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Índice de jugadores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2 1 7 .

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Índice de compositores. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 223

Signos convencionales

+

++ !! ? ?? !? ?!

Jaque jaque mate buena jugada jugada excelente mala jugada grave error jugada interesante jugada dudosa

Prólogo Al escribir este libro, mi intención era contribuir a esclarecer la esencia de la partida de ajedrez, sus interminables valores cambiantes, la continua metamorfosis de los tres elementos de que está compuesta: material, espacio y tiempo. Al hablar de material nos referimos a las piezas y los peones, mientras que el espacio está delineado por el propio tablero y el tiempo se manifiesta como una ventaj a en desarrollo e iniciativa. Quería, en cierto modo, completar lo que escribí en mis libros anteriores, publicados por esta misma editorial. En Comprender el juego de peones en ajedrez, se estudiaban estructuras elementales de peones. Juego dinámico de peones en ajedrez se ocupaba del centro y de su sutil vínculo con la formación de peones, mientras que Secretos del ajedrez posicional se concentraba en la fuerza y debilidad de las piezas en su relación con el espacio. Analizar estos elementos fundamentales que integran la partida de ajedrez, nos permitió agudizar nuestra conciencia ante "las profundas conexiones entre la calidad del espacio, las piezas que en él actúan, y el tiempo, que abarca el tablero y sus piezas en un todo inseparable". Este libro examina su interrelación, el constante cambio a que están sometidos y sus continuas transformaciones. Aunque, por el mero hecho de existir, peones y piezas nos recuerdan continuamente su valor nominal, su único valor real depende exclusivamente de lo que están haciendo en el tablero. Podemos hablar de su valor teórico o nominal, pero sólo en acción, en una posición muy concreta, en una muy concreta relación de piezas y en un espacio muy concreto adquieren las piezas su verdadero valor. Su propiedad esencial es su constante mutación. Aquí debo recordarle al lector el hecho de que el material es la energía potencial del ajedrez. Con el sacrificio de una pieza, bien se gana material, bien se asume la iniciativa, que conducirá a diversas formas posibles de superioridad. Las mismas relaciones de inestabilidad rigen la iniciativa y la ventaja espacial. Dependiendo la una de la otra, se incrementarán o debilitarán, extrayendo fuerza la iniciativa de la ventaj a de espacio y viceversa. Dominar espacio y desplegar la iniciativa a menudo van de la mano. El territorio conquistado refuerza el poder ejercido por las unidades en acción. Las piezas son más poderosas cuanto más espacio disponen para maniobrar y sus posibilidades activas se multiplican hasta que se produce una nueva metamorfosis, cuando la iniciativa permite ganar directamente o cuando se transforma en material o en algún otro tipo de superioridad. El ciclo de transfor­ maciones sólo finaliza cuando uno de los elementos fundamentales adquiere una abrumadora superioriclad. En la práctica, las metamorfosis sólo terminan cuando la partida termina. Consagraremos nuestra atención a estos temas en una serie de importantes posiciones. Como de costumbre en mis libros, el texto contiene numerosas partidas, que cubren más de un siglo, a partir de mi experiencia en la enseñanza del ajedrez. Al pronunciar conferencias sobre distintos temas a diferentes grupos de edad y en países diferentes, mientras enseñaba a otros, también yo he ido aprendiendo. En lo que se refiere a la selección de material, aprendí sobre todo una cosa: generaciones diferentes perciben una selección de partidas desde su propio punto de vista. Lo que resultaba blando y aburrido para las generaciones anteriores, a menudo resulta una revelación para los jóvenes de hoy y a la inversa. Armados de numerosas revistas, pantallas de ordenador, Informators y literatura técnica de todo tipo, con frecuencia encuentran que las partidas de

PRÓLOGO

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nuestro tiempo se publicitan en exceso. Naturalmente, siempre habrá un par de partidas desco­ nocidas en varias decenas, sea cuál sea la selección de un autor, a menos que uno limite la propia selección a ejemplos de segunda fila inéditos, cosa que no pienso hacer por mi parte. Además, lo que importa no es la edad que tenga determinado ej emplo ilustrativo, sino si encaj a en el tema y corrobora una opinión, sobre todo si el contexto es nuevo o el ángulo de observación cambiado (aunque sólo sea ligeramente distinto). Lo que también importa es la claridad de tales ejemplos. Por desgracia, la manía de los torneos rápidos, junto con la progresiva reducción de la velocidad de juego, se acusa en la calidad de las competiciones actuales. A menos que estemos practicando un debate frenético y exploremos minuciosamente las tendencias de apertura, cada vez hay menos material en que elegir. Las partidas importantes para muchos temas de teoría general son cada vez más escasas. Respaldados por un número de oportunistas y jóvenes de pocas miras en las filas de los jugadores profesionales, dispuestos a tirar piedras contra su propio tejado, nuestros sabios dirigentes dicen que acortar el límite de tiempo es la mejor forma de ganar posiciones en las poderosas pantallas televisivas. Se olvidan de que la fascinación por nuestro juego sigue viva desde hace siglos no porque se jugase al Blitz, sino por la gran calidad de las partidas de ajedrez clásico y, en particular, de las correspondientes al ciclo por el Campeonato Mundial, que han destruido con el celo de la crasa ignorancia y de una mentalidad provinciana. Tratan de conven­ cemos de que jugar más rápido y utilizar más las manos que el cerebro es lo que realmente importa y lo que hará que el aj edrez pueda competir con la gran familia deportiva. Sin embargo, hay un pequeño problema en el que estos hombres sabios nunca se han parado a pensar. Si alguna vez conseguimos ese "ansiado" lugar ( ¡ esperanza vana, por cierto !), debido al gradual y evidente declive en la calidad de las modernas competiciones de ajedrez rápido, si seguimos en esa dirección, en un futuro no lejano no tendremos nada que mostrar al público televisivo, ni valdrá la pena que se publiquen revistas o libros de ajedrez. Hoy seguimos siendo afortunados. Podemos continuar disfrutando de lo viej o y de lo nuevo y no deberíamos dejar escapar la ocasión, aunque haya un par de ej emplos muy conocidos y que, por tanto, tal vez resulten irritantes. Dicho eso, dejamos al lector ante una selecta experiencia de largas y ricas décadas.

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SECRETOS DE LAS TRANSFORMACIONES EN AJEDREZ

1 Material y tiempo: introducción Hemos sido educados en el respeto al material. Desde nuestros primeros pasos en aj edrez, se nos ha advertido, una y otra vez, que el material importa, que peones y piezas son valiosos. Esa simple verdad pennanece con nosotros por una buena razón, pero en los días de nuestro apren­ dizaje ajedrecístico a menudo limitaba de fonna nociva nuestra capacidad de juicio. En las primeras fases de su desarrollo, el jugador memoriza las posiciones tal cual: en su mente ve el tablero y las piezas de la forma, material y color de que están hechas . Alfred Binet, el psicólogo que se hizo famoso por sus tests de inteligencia, observó el ajedrez y los ajedrecistas y llegó a la conclusión de que, por su fonna de visualizar el tablero y las piezas, hay tres categorías de jugadores. En el nivel más bajo, los jugadores tienden a ver las piezas tal y cómo están hechas. En el nivel más alto, sin embargo, no es el material lo que memorizan, sino las funciones de las piezas. Lo que un jugador fuerte ve, en cada posición de su partida, son los efectos ej ercidos por las piezas. Sobre la base de sus funciones, memoriza y reconstruye. Como señaló Tarrasch, entiende "su significado innato". La mente de un fuerte j ugador ha sido liberada del tablero y del conjunto de piezas en él distribuidas. Sin embargo, el hecho de que las piezas sean tan visibles y tangibles realza su importancia a nuestros oj os, incluso cuando nos hemos desembarazado de sus caprichosas fonnas materiales. En el fragor de la lucha ajedrecística nos resultan tan preciosas que tememos por su destino. No es un temor fingido, porque nos identificamos con nuestro rey y sentimos una amenaza al rey como una amenaza a nosotros mismos. No sin razón, un jugador en dificultades se sonroj a y transpira, pues su ansiedad es tan real como cualquier otra. Señalo esta profunda conexión psicológica entre el jugador y las piézas que rige, porque esa relación subyace en cada operación táctica que supone un sacrificio de material. Al concebir una combinación de sacrificio, tenemos cuidado con nuestras piezas, no importa si las vemos tal cual son o por sus funciones. Antes de emprender una secuencia de ese tipo, procuramos aseguramos de que obtendremos ventaja por el material sacrificado. Estamos dispuestos a cambiar material, si eso nos reporta más material o, si es posible, un ataque demoledor. No es casualidad que la ma­ yoría de las transfonnaciones de material sigan ese modelo. Los viej os autores de ajedrez solían hablar de seudosacrificios cuando lo que obtenemos es más valioso que lo que invertimos. Nos gusta la aritmética sencilla y nos aferramos a ella con tal fervor que a muchos jugadores les re­ sulta difícil liberarse de ese hábito a lo largo de toda su carrera aj edrecística. El material sigue siendo la prioridad para estos jugadores y, en consecuencia, al concebir un golpe táctico confían sobre todo en el cálculo. Sin embargo, la idea de sacrificio no es sólo fruto del cálculo o, al menos, no lo es en el caso de los j ugadores profesionales. Hace medio siglo, un maestro y psicólogo holandés, Adrian de Groot, preparó unas pruebas para jugadores de distinta fuerza de juego. Los resultados de estos tests le llevaron a observar que un jugador fuerte primero ve la combinación y luego trata de hacerla real mediante un cálculo preciso. De Groot escribió : "Un maestro de ajedrez no calcula más que un candidato a maestro. Pero sí ve más que un candidato a maestro, sobre todo cosas de mayor importancia" . Décadas más tarde, el maestro internacional inglés William Hartston y el psicólogo Peter Wason apoyaron esa opinión: "En un bajo nivel de ajedrez, el cálculo es esencial;

MATERIAL Y TIEM P O : INTRODUCCIÓN

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a un alto nivel, sin embargo, se trata cada vez más de una aplicación de conceptos" . ¡Una evaluación correcta! Un golpe táctico que implica un sacrificio material toma forma en nuestra mente en un flash. El cuadro de varios motivos existentes en la posición provoca una· tan veloz asociación de pens�­ mientos, de forma tan rápida y sutil que no alcanzan el nivel de la conciencia. De pronto, sen­ timos que hay una solución táctica oculta en la posición. Sólo entonces comienza el proceso consciente. Debemos asegurarnos de que lo que apreciamos es cierto y comenzamos a calcular: una variante tras otra, una serie de líneas que deben confinnar la impresión intuitiva. Recha­ zando lo innecesario, combinamos las asociaciones útiles en un conjunto. Primero vemos una combinación, y finalizamos verificando su factibilidad por medio del cálculo prosaico de varian­ tes. Imaginar y ej ecutar una idea, sobre todo una complej a idea combinativa, es un proceso crea­ tivo que enriquece el ajedrez y lo distingue fundamentalmente de todos los demás juegos y deportes. Un hecho poco apreciado hoy no sólo por aquellos que nutren las federaciones nacio­ nales y la FIDE, sino, por desgracia, también por los propios jugadores. ·

En el proceso, sin embargo, siempre hay numerosos escollos que eludir. Primero, debemos estar plenamente alerta para eliminar las jugadas intermedias y contrasacrificios. Las jugadas intermedias pueden escapar fácilmente a nuestra atención, pues tendemos a ver una combinación como una secuencia forzosa, cuando una jugada intermedia interrumpe la secuencia y surge co­ mo una desagradable sorpresa. También conviene prestar gran atención al orden de jugadas : estricto, preciso, jugada a jugada, continuación a continuación. Es preferible determinar de inme­ diato todas las líneas básicas, pero debemos permanecer abiertos a ampliar la investigación, si el orden de jugadas que examinamos sugiere su necesidad. El contrasacrificio también es un arma peligrosa contra las combinaciones de sacrificio. A menudo un ahorro de material mal entendido conduce a una pasividad terminal, mientras que devolverlo suele liberar al defensor y puede reportar la igualdad o, a veces, incluso más. El flujo de jugadas obligatorias se rompe y se resta­ blece el equilibrio material, creándose también un equilibrio entre el ataque y el contraataque. La tensión decae y la iniciativa se desvanece. Nuestro siguiente paso será asegurarnos de que el oponente no pueda simplificar y pasar a un final, pues la reducción de material atenúa el ataque. Con la transición a un final, la mayor parte de la presión y la iniciativa pueden desaparecer, mientras que la importancia del material super­ viviente se incrementa. Sin embargo, el momento crítico de nuestros cálculos se produce cuando llegamos al punto en que se ha ganado material y debemos evaluar la posición resultante. Es pre­ ciso cerciorarnos de que la compensación de nuestro adversario, en forma de contraataque o de ventaj a espacial, no sea suficiente para equilibrar o incluso superar la ventaja material que hemos conseguido. Un buen criterio posicional es esencial a fin de calibrar debidamente todo el proceso. Naturalmente, hay muchos tipos de combinaciones, y la destreza táctica existe a muchos ni­ veles. Ya al comienzo de nuestro desarrollo aj edrecístico somos capaces de ver y ej ecutar for­ mas simples de sacrificios tácticos, la mayoría de los cuales son seudosacrificios. Sólo más tarde, avanzada su carrera, es capaz un maestro de ajedrez de ver más allá de las apariencias, aquellos vínculos profundamente sumergidos entre piezas y espacio, que la mayoría de los grandes juga­ dores capta de un vistazo, y que la mayoría de los mortales pasa por alto, inconscientes de su buena fortuna. Sin embargo, las transformaciones de material de que estamos hablando no constituyen un proceso independiente y no pueden entenderse al margen del tiempo en que se desarrollan. A fin de evitar malentendidos, es necesario determinar aquí con precisión a que denominamos tiempo. En ajedrez, el tiempo se mide en jugadas. Podríamos decir que las jugadas son el ritmo de la partida. Se distribuyen por igual a ambos jugadores, que siempre realizan el mismo número de movimientos. Ninguna j ugada adicional se le permite a uno u otro, pues las reglas del ajedrez excluyen tal posibilidad. Sin embargo, hay algo que afecta a ese flujo igualado de una partida de

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SECRETOS DE LAS TRANSFORMACIONES EN AJEDREZ

ajedrez y altera el equilibrio. Estoy pensando en aquellas jugadas que tienen la virtud de ganar "tiempos". Las amenazas estrechan las opciones defensivas del oponente, y propulsan nuestras acciones hacia determinado objetivo. Sentimos entonces como si el ritmo establecido por la dis­ tribución inicial de jugadas se hubiese interrumpido, como si el tiempo, momentáneamente, se hubiese detenido para el oponente y fuese más rápido para nosotros. En tales casos, el ritmo del ataque parece acelerarse, mientras que el contrajuego parece haberse congelado. Mientras acti­ vamos nuestro propio ataque, las amenazas mantienen al rival atado. Al ejecutar una idea combinativa, buscamos jugadas que sirvan a múltiples fines. En tales jugadas se basa el carácter forzado de una combinación. Las amenazas requieren una respuesta y permiten implementar nuestros planes. Ganamos tiempo. Cuanto más tiempo ganemos, más va­ liosa resulta cada jugada. De modo que los tiempos (o las jugadas) se hacen más valiosos que el material u otro tipo de ventajas. Las amenazas de mate tienen una alta prioridad y requieren inmediata atención. El ataque a piezas de mayor valor, y las amenazas posicionales (como apoderarse de una columna abierta, una diagonal, o la ocupación de una casilla vital) son formas habituales de ganar tiempos. Sin embargo, cuando confiamos en amenazas de naturaleza no terminal para forzar respuestas de nuestro oponente, debemos mantenernos alerta ante la posibilidad de jugadas intermedias, porque éstas podrían producir cambios vitales en el orden de jugadas planeado, y pueden afectar a toda la idea combinativa. Un orden de jugadas bien calculado debe tener en cuenta todas las jugadas intermedias posibles. Por decirlo en pocas palabras, el tiempo se evalúa contra el material y el espacio. La iniciativa, que es la forma básica del tiempo en la partida de aj edrez, puede desplegarse con éxito si resulta de una situación de fuerza en el sector crítico del tablero, bien porque tenemos más material en acción o porque contamos con un alto nivel de coordinación entre nuestras unidades. La inicia­ tiva puede también desplegarse si tenemos ventaj a de espacio, pues eso nos facilitará las ma­ niobras. A menudo la iniciativa se ve contrarrestada por otra iniciativa en distintos sectores del tablero : presión contra presión, contraataque versus ataque. Entonces, con un j uego correcto por ambas partes, la tensión tenderá a disminuir, alcanzándose una posición equilibrada. Pero si una iniciativa no es cuestionada, ésta cobrará fuerza y acabará resultando imparable. Sin embargo, me gustaría enfatizar de nuevo en que, en todas estas transformaciones de va­ lores, debemos prestar especial atención a la posición final en que un bando gana material, pero pierde la iniciativa. La relación entre el material ganado y la recién adquirida iniciativa del rival determina nuestra evaluación posicional. Una vez lograda ventaj a material, necesitamos asegu­ rarnos de que el contraataque no se llevará la palma, pese a dicha ventaja material. En pocas palabras, la iniciativa tiende a transformarse en otros elementos, concretamente en ventaj a material o de espacio. Dicho esto, dedicaremos nuestra atención a casos prácticos y buscaremos ejemplos concretos de estas situaciones. Los seudosacrificios serán el tema del primer capítulo de nuestra inves­ tigación acerca del material y el tiempo.

MATERJAL Y TIEMPO: INTRODUCCIÓN

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2 Seudosacrificios Los seudosacrificios suelen ser evidentes para el oj o entrenado, y en muchos casos son menos profundos y menos estéticos que un sacrificio real. Sin embargo, se producen con frecuencia en la práctica, constituyen un excelente material y son un paso importante hacia niveles más altos de metamorfosis aj edrecísticas. En primer lugar, examinaremos un peque­ ño número de ejemplos típicos que implican sacrificios de peón o de pieza.

Smirin - Nakamura Connecticut 2003 Puesto que el peón de "b6" es tabú, la po­ sición negra parece segura. Sin embargo, un elegante sacrificio de peón activa la parej a de alfiles, y la posición negra comienza a desmo­ ronarse. 30.cS! d5 A 30 . . . bxc5 , 3 l.ic4+ rJ;;e 7 32.ih4+ tt:l f6 3 3 . �b7+, y s i 30 . . . dxcS, entonces 3 l .ic4+ g2 :1'í:xf8 23 . 'it>xh3 lll f6, cuando cae el peón de "d5", ¿cómo deben las blancas abrir la posición? Alekhine aportó una respuesta muy convincente : 1 9.e4! tl)xe4 20.Wc l ! tl)ef6 21 .ixf5! Las blancas recuperan el peón con gran actividad para sus alfiles contra el rey negro. 2 1...�h8 2 1 . . . gxf5 pierde, debido a 22.lll xf5 Wh8 23 .tl)h6+. Todas las demás jugadas son igual­ mente perdedoras. 22.ie6 ia6 23.E:fel tl)e5 24.f4 tl)d3 25.E:xd3 ixd3 26.g4 Las negras se rindieron.

La clavada sobre l a gran diagonal e s una característica fundamental de la posición, y los acontecimientos que siguen se basan en ese factor. 17.a3 ! Wxa3?! Las negras debían haber rehusado el ve­ nenoso peón, aunque l 7 . . . Wc5 ( l 7 . . . W/a5 es tentar al diablo, por 1 8 . llJ f5) 1 8 .llJb3 también es dificil para las negras. 18.E:al Wcs 1 9.E:xa7 ia8 20.Wa l ! Una jugada d e gran fuerza. Desde "al " , la influencia de la dama se hace sentir a todo lo largo y ancho del tablero, hasta "a8" y "g7 " . 20... ©h7 21.:!:i:dl ! La presión sobre la gran diagonal va en aumento. El blanco amenaza 22.cxd5 ixd5 23.E:xd7 ! , por lo que las negras se ven obli­ gadas a aceptar el segundo sacrificio de peón. 2 1 ...Wxc4 22.ie2 Wc3?! 22 . . . l.Wc5, recomendada por Romanovsky, falla, debido a 23 .id3+ g6 (o bien 23 . . . 'it>h8 24.if5) 24.ixf6 llJ xf6 25 . llJ e6. 23.E:xa8 Las negras se rindieron. De nuevo hemos visto un doble sacrificio de peón, en los dos casos con resultados rápi­ dos y previsibles, sin un elemento de riesgo.

SEUDOSACRIFICIOS

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El siguiente ej emplo pertenece al mismo tipo, pero está más cerca del sacrificio real aunque, en esencia, es diferente.

Sturua - Lalic Open de Pula 1 997 Puede parecer que el blanco tiene algunos problemas, pero ha encontrado una elegante solución en el sacrificio de peón que sigue: 1 1 .0-0 ! tli cxd4 12.exd4 tlixd4 1 2 . . .ixd4 1 3 .lüd5 difícilmente podría con­ tentar a las negras. 13.ih6! El sacrificio de peón se basa en esta solu­ ción táctica. Las negras de pronto pierden los pedales. 13 ...ixh6 Tras 1 3 . . lDfS 1 4.ixg7 lüxg7 1 5 . lü d5, no hay alivio posible. 14.Wxd4 0-0 15.�dS Ahora las blancas recuperan el peón. 15 ig7 Si 1 5 . . . °Wd8, 1 6.Wh4 recuperaría el peón, pero también puede seguir 1 6.Eí:fe l . 16.� xe7+ ®h8 l 7.Wd6 Wb6 1 8.cS! 1 8 .'Wxb6 axb6 daría vida, obviamente, a la subdesarrollada posición negra. Sin embargo, las blancas no tienen la menor intención de aflojar su control, y ofrecen un peón por se­ gunda vez en la partida. 18 ... Wxb2 El final después de 1 8 . . . 'Wxd6 1 9.cxd6 ixb2 20.Eí:ab l ia3 2 1 .füd l sería muy malo para las negras. 19.l;fel Wf6 .

.•.

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Con un peón de ventaja, pero con muy po­ cas jugadas factibles, las negras buscan ali­ viarse mediante el cambio de damas. 20.l;acl En espera del cambio, la torre apunta in­ mediatamente al blanco de "c8 " . 20 ...Wxd6 21 .cxd6 i.b2 2Uk2 if6 O bien 22 . . . ia3 23.Eí:d l . 23.�dS id4 24.�ecl b6 25.�xb6 La prolongada presión de las blancas ha tomado una forma tangible. El primer sacri­ ficio de peón, rápidamente aceptado, fue un seudosacrificio, mientras que el segundo, tam­ bién un sacrificio posicional, produjo una am­ plia ventaj a de espacio y puso de manifiesto la ventaj a blanca en desarrollo, sin riesgo al­ guno.

Petrosian - Gligoric Torneo de Candidatos Bled/Zagreb/Belgrado 1 959 Las blancas tienen dos peones de ventaja, pero las torres enemigas de la segunda fila son muy amenazadoras. 41..Jfab2? 4 1 . . .fi:ac2 ! era la forma óptima de poner de relieve la fuerza de las torres negras. Sin em­ bargo, Gligoric pensaba que debía controlar el peón "b" . El castigo fue sorprendentemente efectivo. 42.b6! Después de 42 . . . cxb6 43.fi:c l fi:bc2 44.Eí:xc2 Eí:xc2, 45 .fi:g4 ! corta al rey, y la torre negra no puede contener por sí sola a dos peones pasa­ dos. Por lo tanto, las negras están obligadas a

SECRETOS D E LAS TRANSFORMACIONES EN AJEDREZ

capturar de torre, lo que cede su control por un momento precioso, que basta para que las blancas activen su torre pasiva de "h4". 42 .. Jhb6 43J�hg4 E!b8 43 . . . h5 pierde, por 44.gg7+ @h8 45 .g7g5 . 44.E!g7+ @b8 45.E!7g6 Las negras se ·rindieron, en vista de 45 . . . 'it>h7 46.f6 fü8 47.E:g7+ @h8 48 .E:xc7 . Por ej emplo : 48 . . . fü5 49.f7 E:xd5 50.E:g8+ E:xg8 5 1 .fxg8'.W+ 'it>xg8 52.E:d7, etc., o bien 48 . . . E:8xf6 49.E:d7 E:c2 50.E:b l . Los sacrificios d e peones en e l final tien­ den, en general, a simplificar la posición, pero no son tan abundantes como en otras fases de la partida. El sacrificio de pieza menor, sin embargo, es más característico del medio jue­ go, y es un medio muy utilizado para exponer el rey enemigo al ataque.

Ftacnik - Wallace Gold Coast 2000

43 . . . fxg4 44.%'xg4 es inadecuado para las negras, mientras que 43 . . .ixg2 44 .Wxg2 tam­ poco entra realmente en consideración. 44.ixd4 e5 45.gxfS! La clave del avance de peón radica en este sacrificio de pieza. 45 ...exd4 A 45 . . .ixg2 46.Wxg2+ 'it>h8, entonces sim­ plemente 47.f6 E:g8 48 .fxe7. 46.'i!Yg4+ @b8 A 46 . . . 'itf8 se replica con la prosaica 47.gxe7, o también con la más sofisticada 47.f6 E:xe l + 48.'it>f2. 47.E!xe7 :Sxe7 48.f6 lti h6 49.'i!YgS :Sti 50.'i!Yxh6 El sacrificio temporal ha sido efectivo, en virtud de la debilidad del rey negro. Las blan­ cas tienen un peón de ventaja y continua pre­ sión. Sin embargo, y como es típico, el bando débil se apodera de la iniciativa en compensa­ ción, y las blancas deben mantenerse alerta para neutralizarla. Ftacnik lo hace muy bien. 50 ...Y!Yes 51 .@fl ! 'i!Ye3 Tras 5 1 . . .ixg2+ 52.E:xg2 We3 5 3 .E:g7, el rey blanco escapa de los jaques. 52.ixa8 'i!Yxd2 53..idS Se ha producido una nueva transformación material, generando una nueva iniciativa, esta vez decisiva. En respuesta a los jaques, el rey se dirigirá a "f5 " y luego a "e6", y entonces una sencilla técnica bastará para ganar. El sacrificio de pieza, que pronto reportó bene­ ficios sin el menor riesgo, fue, en esencia, un seudosacrificio. Lo mismo puede decirse de los casos siguientes.

Esta posición se caracteriza por la superio­ ridad espacial de las blancas y la debilidad de la estructura de peones negros. Con todo, los puntos débiles de las negras están defendidos, y la presión blanca todavía no es decisiva. Las blancas deben emprender acciones para trans­ formar sus ventaj as estáticas. 43.g4! Esto incrementa la presión hasta el punto de que ya no hay jugadas indiferentes. Se amenaza 44.gxf5 exf5 45 .Wxe7, ya que las torres serían superiores a la pasiva dama rival. 43 .ixd4+ ••.

SEUDOSACRIFICIOS

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Kotov - Sorokin Leningrado 1 936 Sorokin acaba de situar su dama en la casi­ lla "c6", en una ambiciosa tentativa por incre­ mentar la presión sobre "g2 " . Su optimista planificación le impidió ver una refutación es­ pectacular . . . 30.ixf6+! ©xf6 31 .Wfh4+ ©rs 32.gd5+! exd5 33.Wfb5+ ©xf4 34.fül + if2 35.gxf2+ ©e3 Las amenazas de mate obligaron al rey ne­ gro a salir de su refugio en "e7" y el contrasa­ crificio era la última oportunidad de escapar­ se. Pero por fortuna para sus intereses, las blancas respondieron incorrectamente: 36.Wfe2+? 3 6.Wi'h4 ! mantiene al rey en red de mate. 36 ... ©d4 37.fü4+ ©c5 38Wfe3+ ©d6 39J:U6+ ©c7 40,gxc6+ dxc6 Las blancas ganan la dama, pero sólo pue­ den hacer tablas.

Capablanca Kan Moscú 1 93 5 -

Está claro, a primera vista, que l a posición del rey en "g7" es vulnerable, de modo que el sacrificio que sigue no.nos sorprende. 34 ..ixg6 ! ©xg6 35.Wf c2+ ©f6 36.Wff5+ ©g7 37.Wfxg4+ ©b7 38.©f2 3 8 .l:'!e5 ! , impidiendo la defensa de la sép­ tima fila, habría finalizado la lucha más rápi­ damente, pero la textual es lo bastante buena para simplificar a un final ganado. 38 ... Wfg7 39.Wfxg7+ ©xg7 40.e7 ges

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41.exf8Wf+ gexf8 42.f5 gh4 43.gcdl gf4+ 44.©gl gg4 45,gd3 ©f7 46.©f2 l:!h8 47,gb3 b6 48.lll e4 :Sh6 49.g3 La disposición algo torpe de las blancas en el flanco de rey se ha reparado y ahora em­ piezan a avanzar de forma ordenada. Las ne­ gras no pudieron resistir mucho tiempo.

Kotov Barcza lnterzonal de Saltsjobaden 1 952 -

Lo primero que llama nuestra atención es la torpe posición de los caballos negros, inapro­ piada para una Defensa India de Rey. A continuación nos atrae un motivo geomé­ trico . . . 2 1 .lll df5! gxf5 22.lll xf5 Wfc7 Las negras preferirían mantener la dama más cerca de su amenazado rey, pero 22 . . . We6 se contesta con 23 .ixg7 liJxg7 24.Wfg5 Wfe5 25 .éiJh6+ @h8 26.Wxe5 dxe5 27.l:'!xd8, etc. La jugada textual permite parar la amenaza sobre la séptima fila, pero el blanco ataca de otro modo . . . 23.lll x g7 lll xg7 24.if6! El peón "f' queda bloqueado, manteniendo así al rey negro desconectado de sus fuerzas defensivas. 24 ... ©h8 24 . . . lll e6 es, obviamente, inadecuado, debi­ do a 25 .f4 füe8 26.f5 l:'!d7 27.fü4, de modo que las negras se ven obligadas a entrar en la línea principal. 25.Wfg5 ggs 26.h4 gde8 27.h5 ges 28.J.xe5 dxe5 29.Wff6 No hay defensa contra h6 .

SECRETOS D E LAS TRANSFORMACIONES E N AJEDREZ

Glek - Volkov Santo Domingo 2002 Pareja de alfiles, torres mejor situadas y, so­ bre todo, el amenazador peón pasado de "c2", junto con un rey nada cómodo en el rincón, nos ayudan a comprender el motivo que per­ mite a Volkov un sacrificio de pieza ganador: 2 1 . &D d4 ! 22.&D xc5 &D xf5 23.&Dxb7 Las negras han sacrificado una pieza lim­ pia, pero la pieza blanca encerrada tiene un valor muy pequeño en la lucha ulterior. Los cambios acentúan la vulnerabilidad del rey blanco y el valor del peón pasado. 23 .. Jhh4+ 24.c!>gt gd2 Las negras amenazan 25...&Dg3, con la mor­ tal amenaza 26...1%hl ++. 25.gf2 gdl 26.gxc2 gxel+ 27.c!>f2 ge4 28 . .ie2 &D d4 Las defensas blancas han quedado total­ mente aniquiladas. ••

Furman - Spassky Campeonato de la URSS, Moscú 1957 1 9 . .id3 ? ! Esto expone a l rey blanco más de lo que pueda parecer. 1 9 .ig4 20.f3 Si 20.'l&d2, sigue 20....if3. Por ejemplo: 21.'l&g5? h6. 20 ... .ixf3 ! 2 1 .gxf3 lDxf3+ 22.c!>hl Nuevas simplificaciones, como 22.l"!:xf3 l"!:xf3 no sirven para mucho. Por ejemplo: 23 ..ie2 l"!:f2 24.'l&el Wf5, o bien 23.l"!:c2 Wh3! 22 Wh3 23.gf2? 23.1%c2? pierde, debido a 23...&Dxh2, pero es esencial 23.We2, y ahora lo mejor es 23 ...&Dxh2 (no 23 ...e4?, por 24..ixe4 &Dxh2 25.&Df6+! l"!:xf6 26..id5+). 23 ... &D el ! ! Esta hermosa y devastadora jugada fuerza la rendición inmediata. ..•

•••

Krasenkow - Kindermann Copa de Europa de clubes Panormo 2001 Con 17... c!>e8-f7, las negras han defendido el peón de "g7", y con este enroque artificial parecían estar cerca de la seguridad. Sin em­ bargo, han salido de Málaga para entrar en Malagón... 18.&Dxd5! Bonito y nada evidente. La clavada impide 18...cxd5 y, como consecuencia, se abrirá la diagonal "a2-g8". La casilla "f7" no era pre­ cisamente afortunada para el rey. Dado que

SEUDOSACRIFICIOS

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1 8 . . . ig6 falla, por 1 9. lli xf6 Wxe6 20.lli e4 y que 1 8 . . . ll*'xd5 1 9 .ib3 no puede considerarse seriamente, no hay alternativa realista a . . . 18 tb xdS 19.ll*'fS+ tb f6 20.ib3 .ig6 21.tbxg7+ ©f8 22.Wfxd7 tbxd7 23 . .ih6 Las negras se rindieron. .•.

C. Bauer - Bologan Enghien-les-Bains 200 1 El solitario rey blanco, alejado de su ejér­ cito, es un mal presagio, y lo peor sucede de inmediato: 26 ... 1xg3 ! 27.fxg3 lbxh4+ 28.gxh4 WIO+ 29.d?b2 Wff2+ 30.d?hl Si 30.h3, entonces 30 . . . g5 . 30 ...Wfxh4+ 31.@gl 3 l . g2 se contesta con 3 l . . .:!'!f6. 31...Wfg3+ 32.@fl f4 La clave. Abrir la columna "f' es la ayuda que necesitaba la dama. 33.1xe4 fxe3+ 34.d?e2 ga+ 35.d?d3 e2+ 36.d?c4 exdlWf 37.Wfxdl Wfe5 Recuperando el material con intereses. 38.tb c3 No es mejor 3 8.ll*'d5, debido a 3 8 . . . :!'!xe6. 38 Jhb2 39.Wfd7 b5+ 40.d?d3 Wfg3+ Las blancas se rindieron.

seguir 29 . . . g3 , con lo que su rey estaría seguro en "h7". Al mismo tiempo, las negras ame­ nazan 29 . . b5 y se diría que tienen razones su­ ficientes para sentirse satisfechas. Sin embar­ go . . . .

29.e4! g 3 30 ..id3 ! gxf2 31.exfS La pieza se ha entregado por una buena causa. Al estar cortado del principal contin­ gente de su ejército, el rey negro se ve obli­ gado a permanecer en el rincón. Sólo el hu­ milde peón de "f2", que controla las casillas vitales "e l " y "g l ", le ofrece algún apoyo. Sin embargo, después de 3 l . . .b5? 32.f6+ h8 33 .f7+ :!'!g7 34.;ghg l !, serviría de poca ayuda. 31 gg3? Eran más tenaces 3 1 . . .ll*'f8 y 3 1 . . ..id7 . 32.f6+ d?g8 33.fi+ ©xf7 34 . .ig6+ gxg6 35.hxg6+ d?xg6 36.gdgl+ fxglWf+ 37.gxgl+ El solitario rey está indefenso. .••

.•

Ver el diagrama siguiente Ordóñez - Vescovi Mérida 2000 Las negras han jugado 28 . . . ;ge8-g8 para im­ pedir lli xg4 y considerando que a 29.e4 podía

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Lautier - Bologan Campeonato de Francia por equipos 200 1

SECRETOS D E LAS TRANSFORMACIONES EN AJEDREZ

Las blancas acaban de realizar la agresiva jugada 1 8 .Wle2-g4. Al sentirse inseguras en el flanco de rey, las negras son reticentes a de­ bilitar su formación de peones con 1 8 . . . f5 o a perder un tiempo con 1 8 . . . 'it>h8, y jugaron . . . 18... lll f6 Sin embargo, olvídaron un viejo motivo. 19.lll xf7! Las negras están debilitadas en la diagonal "a2-g8 " , lo que hace que la línea combinativa sea calle de dirección única. 1 9 ... �xf7 1 9 . . . lLixg4 pierde, debido a 20. lLixd8 l:'!cxd8 2 l .l:'!xe6, etc. 20.%Vxe6 lll bd5 El alfil de "e7" está colgando y la diagonal debe bloquearse. 20 ... ltJfd5 provocaría la mis­ ma y destructiva réplica. 2U!e5 La presión sobre el punto vital "d5" hace insostenible la posición negra. 21. ...id7 22.�xdS .ixe6 23Jhd8+ �xd8 24.ixe6 �xd4 25 .igS �hdl+ Es peor 25 . . . l:'!b4, por 26 . .ixf6. 26.lll x dl 'it>f8 27 ..ixti @xf7 28.@fl El final está fácilmente ganado. El sacri­ ficio entregó material temporalmente, que fue recuperado con un sano peón de ventaj a. •

do prácticamente hasta el final. 16 ..ixh6! gxh6 1 7.�h3 Puesto que la otra torre está lista para ser trasladada a la tercera fila y que el peón de "fl" está paralizado por la presión sobre "e6", las posibilidades defensivas de las negras son escasas. 17 ... �xc4 1 7 . . . ltJg4 pierde, por 1 8 .Wlg3 ltJf6 1 9.:B:xh6 'it>g7 20.l:'!xf6 'it>xf6 2 1 .Wlh4+. 18.lll xc4 @g7 1 8 . . . Wlb8 impediría 1 9.Wlg3+, pero en tal caso sería decisivo l 9.Wle3 ltJg4 20.l:'!g3 . Tam­ poco sirve 1 8 . . . h5 1 9.Wlg3+ 'it>h7 20.Wlg5 i:'!:g8 (o bien 20 . . . Wld8 2 1 .itJd6), debido a 2 1 .l:'!xh5+ ltJxh5 22.Wlxh5+ 'it>g7 23 .ltJd6. 19.%Vg3+ 'it>b7 20.%Vd3+ @g7 21.�d6 %Vb8 22J�xe6! Las blancas esperan asestar el golpe de gra­ cia en "f5 " o "g6". 22 fxe6 23J:! g3+ � g4 24.�xg4+ @f6 25.%Vh7 Las negras se rindieron. No hay escapatoria posible. • . .

lordachescu - Van Wely Campeonato de Rumania por equipos 2000 Onischuk - Vescovi Poikovsky 2002 En una posición pasiva, las negras carecían de jugadas razonables cuando se atrevieron a efectuar el avance 1 5 . . . h6. Lo que sigue es un clásico seudosacrificio, que puede ser calcula-

Para defenderse del asalto contra su enro­ que, las negras depositaron sus esperanzas en 1 5 . . . ltJf6-d7, pero no pudieron impedir un violento ataque a su rey: 16.gS! � xeS 1 7.gxh6! Expuesta a fuerzas superiores, la posición del rey se ha resquebrajado por los más senci­ llos medios tácticos: la apertura de la columna

SEUDOSACRJFICIOS

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" " g

a costa de una pieza, que no es tan valio­ sa, dadas las circunstancias. 17 ... til xd3+ 17...if6 falla por 18.hxg7, y 17...lüg6 por 18.ixg6 fxg6 19.gxg6 if6 20.gdgl gn 21.hxg7, y la columna "h" se convierte en la ruta de la invasión decisiva. 18.Wfxd3 gd8 Si 18...if6, l 9.hxg7 gd8 20.Wfh3. 19J�xg7+ ©f8 20.gdgl if6 O bien 20 ... c;:t>e8 21.gxfl. 21 ..ib4+ ©e8 22.gxti Las negras se rindieron.

Obviamente, un sacrificio de pieza menor es un arma ofensiva habitual y eficaz. Las estadísticas demuestran que un jugador profe­ sional es más reticente a sacrificar una torre en el curso del ataque, aunque la versión me­ nos arriesgada -el sacrificio de calidad- tam­ bién es frecuente.

Hj artarson - Korchnoi Candidatos (1) Saint John 1988 Korchnoi, a la defensiva, acaba de realizar avance central en busca de contrajuego. La réplica de Hjartarson no se hace esperar: 24Jhe6 ! fxe6 25.tt:lxe7 .ixe4 26.gxe4 dxc3 27.tt:lg6+ ©g8 28.gd4 gxd4 29.Wfxd4 La serie de capturas ha llegado a su fin. 29 ... gh3 29...Wfxg6 falla: 30.Wfd8+ �h7 31.lügS+. 30.tll g 5 gh6 31 .tt:lf4 tll c 6 32.Wfxc3 Las negras están perdidas. un

Petrosian - Ivkov Campeonato de Europa de países Hamburgo 1965 Cerrar la columna "h" sólo les ha dado un momentáneo respiro a las negras. La siguiente jugada de nuevo eleva la tensión... 25.ic2 ! ©e7 El negro frena 26.e6, pero se encuentra con otro problema. También es malo 25...Wfxd4, por 26.e6 lLlf4 27.exfl+ Q:;>xf7 28.Wfg4, y las blancas amenazan ixg6+, mientras que 28...l:!d8 no da resultado, por 29.gdl. 26.ixg6! fxg6 27.Wfxg6 Lo que las blancas han entregado, lo recu­ peran, y con intereses. 27 ...Wfxd4 La expuesta posición del rey en "e7" no permite 27...gh8, porque decidiría 28.Wfd6+. 28.Wfxh5 Wfd3+ 29.©al gds 30.ggl gd7 31.gxg7+ ©d8 32.ggl Las negras no tienen la menor esperanza.

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SECRETOS D E LAS TRANSFORMACIONES E N AJEDREZ

Dreev - Peng Xiaomin Pekín 2000 Sin percibir el peligro, las negras, en lugar de la indispensable 24 . . . ixf4, acaban de jugar 24 . . . b6. Las blancas les sorprenden ahora con un sacrificio de calidad: 25.gxg3 ! hxg3 26J:tb3 El obj etivo, como es evidente, es el propio rey, expuesto en casillas negras y que tendrá que dejar su rincón para entrar en un campo de minas. 26 ... Wff6 27.gxg3+ @f'l 28.Wfe2 Las blancas amenazan 29.Wfh5+ y 29.ie5 . 28 ...Wfh4 Para neutralizar simultáneamente ambas amenazas, las negras sólo pueden intentar 28 . . . Wf d4+ 29.ie3 Wfh4, pero 30.Wff3 plantea nuevas amenazas que no pueden contrarres­ tarse. 30 . . . @e8 pierde por 3 l .d6, mientras que 30 . . . E:g8 se refuta con 3 l .ixf5 gxg3 32.ie6+ ©e8 3 3 .Wffl+ @d8 34.if4 Wfe7 3 5 .ic7+, etc. 29.Wfe5! Las negras se rindieron. El sacrificio ha sido gratificante. Tanto 29 . . . Wf6 30.Wfc7+ como 29 . . . E:g8 30.l:hg8 Wxg8 3 1 .Wfe8+ @g7 32.ie5+ conducen al mate.

Situar bajo vigilancia la casilla "d5" con 2 1 . . .tt::lf6 no sirve de ayuda, debido a 22.exfl+ Wxfl (o bien 22 . . . @g7 23 .h5 gxh5 24.tt::lh4) 23 .tt::lg 5+. 22.h5 Esto dañará seriamente la estructura de peones de las negras, abriendo paso a las piezas atacantes contrarias. 22 ... gxh5 Dreev demostró que 22 . . . g5 no da resul­ tado, a causa de 23.e7 ! ixe7 24.f!:dl Wf c7 25 .Wfb3+ E:fl 26 .Wfe6 f!:d8 27.í'!xd8+ Wfxd8 28 .id5 Wfe8 29.tt::le 5 tt::lx e5 30.Wfxe5 . 23.gxh5 Y!fe7 24.tt::l h4 Yffxe6 25.li)xf5 ie5 26.id5 Las negras se rindieron.

Benj amín - Browne Filadelfia 2000

Dreev - Tiviakov Dos Hermanas 2003 Aquí, de nuevo es la "aireada" posición del rey negro lo que hace posible un sacrificio demoledor: 20.ge6! ixe6 21 .dxe6 f5

Los motivos geométricos apoyan, de modo convincente, el sacrificio de material que si­ gue: 20.gxe5! ixe5 2 1 .c4! La clave oculta de la combinación. 2I ...ixc4 2 1 ...Wfd6 no servía, debido a 22.li)g4 f6 23 .Wfxh6+ @g8 24.Wxg6+ @h8 25.d4. 22.ixe5 Y!f xe5 23.dxc4 Las blancas amenazan 24.Wfxh6+, y el peón de "b2" es tabú. 23 ...Y!fd4 23 . . . Wfg7 24.h5 tampoco es atractivo para las negras, de modo que buscan ampararse en el final. 24.Wfxd4 cxd4 25.id3 @g7

SEUDOSACRIFICIOS

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La inmediata 25 . . . e5 falla, por 26.tlig4. 26.f4 Las negras están perdidas.

Taimanov - Spassky Rostov sobre el Don 1 9 7 1 Marshall - Bogolj ubov Nueva York 1 924 Cuando la dama blanca penetró por la dia­ gonal, las negras seguían esperando 26.Wh8+ ©e7 27 .Wxg7, después de lo cual 27 . . . ggg 28 .Wh7 �f8 evita lo peor, y las negras pueden buscar posibilidades de contrajuego. Sin em­ bargo, las blancas fueron cuidadosas . . . 26.g3 ! Wb6 27.ifS ! Tras haber impedido . . . Wh4, e s hora de expulsar al caballo de su posición defensiva. Costará calidad, pero reportará mucho más. 27 . . . lü f2+ 28J'hf2 ixf2 29.Wh8+ ©e7 30.Wxg7 Se amenaza mate: 3 1 .Wf6+ �f8 32.Wxh6+ ©g8 (o 32 . . . ©e7 3 3 .Wd6++) 33 .ih7+ ©h8 34.ig6+, etc., y esto gana un tiempo crucial. 30 ... ©d8 3 1 .Wf6+ ge7 32.e6! El gran táctico ha encontrado el camino pa­ ra alcanzar al rey enemigo. 32 ... id4 Ni 32 . . . fxe6 33 .gxe6, ni 32 . . .ixe l 3 3 . exfl dan resultado, mientras que 32 . . . Wd4 tampoco sirve de mucho, debido a 33 .ge5 . 33.exf7 ixf6 34.f8W+ @c7 35.gxe7+ ixe7 36.Wxa8 @d6 Las blancas habían calculado correctamen­ te que 36 . . . Wf2 pierde Ja dama, por 37 .\Wc8+ ©b6 (o bien 37 . . . ©d6) 3 8 .Wb8+, etc. 37.Whs La posición es desesperada para las negras.

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A fin d e cerrar l a columna "d", las blancas continuaron ahora con 3 1 .id3 Las blancas pueden intercalar un jaque en "h7", pero eso no cambiaría nada: 3 l .ih7 + ©h8 32.id3 gxd3 33 .Wxd3 , y ahora las negras deben evitar 33 . . . Wc6?, por 34.gbxfl, pero 33 . . . Wc8, protegiendo la última fila, es suficiente para ganar. Ahora se produce una sorpresa muy desa­ gradable para las blancas: 3 1...gxd3 ! 32.exd3 32.Wxd3 no da resultado, por 32 . .. Wc6, mientras que 32.gxb2 falla, por 32 . . . gdl + 33 .Wxd l cxb2 34.Wc2 (o bien 34.Wb l Wb6) 34 . . ..!'fü8. 32 ...Wd5 33.�xb2 cxb2 34.fül We5 35.e4 gas 36.Wb3 Un tiro al aire. 36 .. ,gal 37.@g2 �el 38.Wxti+ @h7 39.gf5 Wd6 40.e5 Wg6 Las blancas se rindieron.

Ver el diagrama siguiente Shirov - Bacrot Reykjavik 2003 Tomar en "c6" se nos ocurre tan pronto como vemos que no es atractivo retomar de alfil, por 20.ixc4+. Sin embargo, requiere cierta imaginación redondear toda la idea. A Shirov seguramente le resultó algo natural.

SECRETOS DE LAS TRANSFORMACIONES EN AJEDREZ

16.ie4 Esta jugada parece apoderarse de la inié:ia­ tiva, pero las negras responden, de forma deci­ dida, con un sacrificio de calidad. 1 6 ixd4! 1 7.gdl Tomar la calidad, haciendo l 7.ixa8 'Wxa8 1 8 .'Wxa8 :1l:xa8, sería favorable a las negras. 1 7 ... c5! Puesto que 17 . . . !!b8 cede la iniciativa a las blancas, las negras mantienen su oferta. 18.ixa8 Ahora, a 1 8 .ie3 se responde 1 8 . . . !!a7. 1 8 ...Wxa8 19.ie3 •..

19Jbc6+! gxc6 20. e 1 -fl , te­ nían in mente 7 . . . cxd5 8.ixf4 dxc4 9.ixb8, con lo que ganarían el alfil de "b4". Sin em­ bargo, hay un fleco en su idea. 7 ... cxd5 8.ixf4 dxc4 9.ixb8 llJ d5! Esta jugada cumple tres tareas : protege el alfil de "b4" contra el jaque Wa4+, amenaza . . . 'De3+, y hace inútil 1 0.if4, por 1 0 . . . Wf6 1 1 .g3 'üe3+. Las blancas, por tanto, no tienen más remedio que aceptar una posición poco prometedora. 10.'it>f2 gxb8 l l .ixc4 0-0 12.'üf3 No hay tiempo para 1 2 .Wb3 , debido a 1 2 . . . Wh4+. 12 ... lLJ f6 13.lLJc3 b5! 14.id3 lLJ g4+ 1 5.@gl ib7 Las descoordinadas piezas blancas no pue­ den soportar la presión. Gheorghiu - Stein Mar del Plata 1 965 Defensa Nimzoindia 1.d4 lLJf6 2.c4 e6 3.lLJc3 ib4 4.f3 d5 5.a3 id6

Ver el diagrama siguiente 6.e4 Las blancas quieren dominar el centro y, de paso, amenazan 7.e5. 6 c5! .•.

30

7 exd5 8.e5? Coherente con el juego anterior, pero las blancas revelan así que se les han escapado al­ gunos detalles significativos. Su peón en cuña de "e5" está apoyado por el frágil peón de "d4" y, lo que es más importante, el rey sigue en su casilla inicial. Suetin sugirió que era me­ jor 8.dxc5 ixc5 9 .ig5 . .•.

8 cxd4 9Wxd4 We7 toif4 lLJ c6 1 1.ibS 0-0! 12.ixc6 ic5! ¿Es esto lo que se les escapó a las blancas? 12 . . . bxc6 pierde, por 1 3 .0-0-0, pero esta juga­ da intermedia pone el tablero patas arriba. 13.lLJxdS .•.

Las blancas no tienen nada mejor que to­ mar el peón ofrecido. En caso de 1 3 .Wd2 bxc6, las negras han estabilizado su centro de peones, mientras que el rey blanco no tiene re­ fugio seguro. 13 ... llJ xdS 14.WxdS gd8 15.We4 bxc6 1 6. lLJ e2 Tomar otro peón en esta fase del desarrollo parece sospechoso: 1 6.Wxc6 ib7 1 7.Wb5 !!ab8, acelerando el contraataque. 16 ... ia6 17.ie3 gd5 18.f4 gad8 19.ixcS Si 1 9.@f2, entonces 1 9 . . . l:!d3 . 19 Wxcs 20.b4 Wb6 2 1 .E:n E:d2 Las blancas se rindieron. 22.l:!f2 falla, por 22 . . . ixe2. .•.

SECRETOS DE LAS TRANSFORMACIONES EN AJEDREZ

Pensaban que la posición les ofrecía más . . .

Larsen - Matanovic Zagreb 1 965 30J:k4 La idea subyacente en esta jugada, 3 l .'1Wc3, era tan obvia que, si no recuerdo mal, Mata­ novic no invirtió mucho tiempo en parar la doble amenaza . . . 30 .. .l:k8? ¡ Parecía tan simple ! : sin debilitar la posición de su rey, respondería a la esperada 3 1 .'11M c 3 con 3 l . ..!:!:xc4, reduciendo aún más el ma­ terial. Sin embargo, lo que parecía evidente se vio impregnado de furtiva imaginación. 31.'Lixe6! Esta sagaz intermedia abre la gran dia­ gonal, con lo que 32 .Wc3 ganará la torre. Las negras sólo pueden optar por la desesperada 3 1 . . .f6, o bien morir valientemente, como hi­ cieron . . . 31..Jhc4 32.'Lih6+ Las negras se rindieron.

27Jbf6? La idea era 27 ... gxf6 28.lll e4, y la debilidad del rey negro constituiría una soberbia com­ pensación por la calidad. Sin embargo, el sa­ crificio se encontró con una inesperada ré­ plica . . . 27 e4! Las negras ofrecen un peón y un tiempo para abrir la gran diagonal negra. El hecho de que la dama puede tomar parte en la defensa cambia drásticamente el panorama. 28.'Li xe4 gxf6 29.'Li xf6+ ©g7 30.'Li d7 füe8 3 1 .E:dl ©h8 .•.

Un mal paso, una inteligente jugada inter­ media y el curso de la partida se modifica bruscamente. Sin embargo, tales golpes ocul­ tos todavía hacen más daño en respuesta a combinaciones de sacrificio.

Ver el diagrama siguiente Korchnoi - Hj artarson Candidatos (4ª) Saint John 1 988 Aunque en graves apuros de tiempo, a las blancas no les satisfacía la tranquila 27.!!xa6.

La precaución es aconsejable. A 3 1 . . .!i'.e7, las blancas podrían responder 32.'11Mg4+ @h8 3 3 .lll f6, mientras que si 3 l . . .!i'.xe2, se perdería un momento precioso, permitiendo 32.!i'.d5, que crea nuevas amenazas. 32.'ilYf4 32.'11Mx f7 '11M g7 simplifica a un final ganado

RIESGOS DEL SACRIFICIO: LA JUGADA INTERMEDIA

31

para el negro. La textual prepara gd4 a fin de cerrar la gran diagonal y poner en peligro al rey negro. Sin embargo, es demasiado tarde . . 32 gxe2 33.:Sd4 fS! 34.i>h3 :Se7 Las blancas superaron el límite de tiempo. 3 5 .\Wd6, como pensaban jugar, habría perdido de todos modos, por 3 5 . . . gdxd7 36.\Wf6+ gg7 3 7 .\Wf8+ -ªg8 3 8 .\Wf6+ gdg7, etc. .

..•

26.h3 :Sf6 27.dS'iW! Una nueva jugada intermedia y una nueva .y bonita clave. 27 .. Jhd8 28.'iWaS ixe4 29.'iWxdS+ J.f8 30.f3 ifS Las negras se rindieron. Naturalmente, en posiciones tácticas más complejas, es fácil pasar por alto alguna suti­ leza oculta. En tales casos, la jugada inter­ media surge como un terremoto en el tablero.

Anand - Kasimdzhanov Copa Mundial FIDE Hyderabad 2002 Esta posición, un medio juego muy avan­ zado, tiene su historia. En buen número de partidas anteriores, después de 23.-ªad l (la torre está atacada, y ésta es la jugada que se espera) 23 . . . f5, el peón pasado perdió gran parte de su ímpetu. Anand, sin embargo, debe haber analizado en casa esta posición, y con­ tinuó con energía: 23.d7! Dos claves tácticas justifican este repentino avance. Si 23 . . .ixal (esperando 24.dxcSW ixc8, y la dama blanca queda atrapada), las blancas responderían con el contragolpe 24.ixe4 ! , ganando material en todos los ca­ sos. La otra clave la revela el curso de la par­ tida. Por supuesto, podrían evitarse ambas con 23 . . . gcd8, pero después de 24.gad l , el peón de "d7" es una espina clavada, que sobrevivirá para desgracia de las negras. 23 :Sc6 24.ixe4 :Sh6 25.WfS Wh4 Ahora era posible ganar calidad, pero tras 25 . . . Wxf5 26.ixf5 ixal 27.gxal , el peón pasado constituye una soberbia compensación. •.•

32

Beliavsky - Kasparov Belfort 1 98 8 1 7J�dl E n este punto, Beliavsky debe haber visto la respuesta, pero sus cálculos lo convencieron de que las cosas evolucionarían a su favor. 1 7 ... bS! 1 8.'iWh4 Tomar el peón de "b5 " sería buscarse pro­ blemas. Sin embargo, al trasladar su dama a una posición de ataque, las blancas tenían una interesante idea en cartera. . . 1 8... lli b4 19.ixg6 En este sacrificio depositaban las blancas sus esperanzas. Desde luego, tras 19 . . . hxg6 20. lt:l g5 ges 2 1 .fí:d7, las blancas ganan. To­ mar con el peón "f' no parece cambiar mucho en esencia, y sin embargo . . . 1 9 fxg6 20.:Sd7 Las blancas amenazan 2 1 .Wfe7, que no pue­ de pararse con 20 . . . fí:e8, debido a 2 1 .f ü d6, pues la amenaza 22.lll g5 h6 23 .Wfxh6 pende sobre su cabeza. Así... 20 V!Yes 21 .:Se7 .•.

.•.

SECRETOS DE LAS TRANSFORMACIONES EN AJEDREZ

Hasta aquí, todo bien. Doblando torres en séptima, las blancas esperaban ganar la dama. Sin embargo, se les escapó algo . . . 21.. ..ih6+! 22.'ii? b l Observe que 22 . .E1d2 no sirve, por 22 ... g5. 22 JMS Una bomba. La intermedia 2 l . . .i.h6+ em­ pujó el rey blanco al rincón y, de pronto, las negras tienen un serio contraataque. 23J:td6 Wc6 ! ! Esta oculta jugada cambia las tomas. La dama es tabú, debido al mate en " d l ", mien­ tras que 24.Wi'xh6 pierde, por 24 . . .W/e4+, con el mate ahogado. 24.a3 J:bd6 25.exd6 Wxd6 26.axb4 cxb4 27.We4 b3 Las blancas se rindieron, en vista de que 28 .Wi'e6+ no salva, por 28 . . .Wxe6 29 . .E1xe6 .E1c8 30 g e l gc2, con un final desesperado. .•

broso que 24.f.3, que parece ganar material, se refute con fuegos artificiales : 24 . . . lt:\xf.3+ 25 .ixf.3 (o 25.'it>h l ixh3 26.ixh3 fü.h3+ 27.Wg2 .E1h2+ 28.'it>xf.3 fü8+, etc.) 25 ... ixh3 ! , y las blancas sucumben. En consecuencia, las blancas no tienen elección. 24.lL! xg4 lL!xg4+ 25.Wfxg4 Wxc2 26.WlgS O bien 26.f4 lt:lf2 27 .W!f.3 .E1xh3+ 28 .ixh3 lt:l g4+, con mate. 26 ... lL!xn Y las negras ganaron.

Tregubov - Oral Selfoss 2002

Topalov - Kramnik Linares 1 997 Al atacar la dama, con 23 . .E1ab l , las blan­ cas, obviamente, esperaban 23 . . . Wxa4, en cu­ yo caso la torre penetra en séptima, con una posición complicada. Sin embargo, las negras no se retiran, sino que replican con un golpe táctico. Lo que es más : lo hacen desde una ca­ silla segura y controlada. 23 .ig4! Un rápido vistazo nos convencerá de que la dama negra está, por el momento, a salvo, y de que las blancas no pueden sortear la cues­ tión con 24.Wld2, por 24 . . . gxh3+ 25.Wgl lt:lf.3+ 26.ixf.3 ixf.3 27.lt:\g2 ixf2+. Es asom•..

Esta es una conocida posición teórica de la Defensa Grünfeld. Las blancas optan ahora por una línea con la que tratan de explotar su ventaja en desarrollo mediante acciones enér­ gicas, que tienen como objetivo a la expuesta dama de "c5 " . 1 1 .lL!bS Wlh5 12.llig3 Wfh4 13.lL!c7 Ahora que la dama ha sido alejada de la lucha, parece que las blancas pueden obtener su recompensa. A 1 3 . . . .E1b8 sigue 14.ixf7+ .E1xf7 1 5 .gxc6, ganando un peón sano. Sin em­ bargo, la posición tiene más contenido . . . 1 3 gS! Las negras contragolpean, dejando atacada la torre. 14 ..ixgS 1 4.l.lixa8 gxf4 y 14.i.e5 gb8 no son atrac­ tivas para las blancas, mientras que a 1 4 . lt:\ f5 se responde 1 4 . . .ixf5 1 5 .i.g3 l.lid4 ! , como in­ dicó Dreev. La textual, sin embargo, introdu­ cida recientemente por Dreev, parece fuerte. .•.

RIESGOS DEL SACRIFICIO: LA JUGADA INTERMEDIA

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14...Y!!fxg5 1 5.lll xa8 El caballo está por el momento fuera de juego, pero parece imposible cazarlo. · 15 ...id7 No es tentador para las negras 1 5 ... '1Na5+ 1 6.'1Nc3 Wd8 1 7.gdl id7 1 8 . lü fs. 16.Y!!fx b7 :Sb8 17.Y!!fc 7 l:ba8 18.ia6 Esto parece resolver el tema, pues 1 8 ... '1Ne5 falla por 1 9.gxc6, 1 8 ... Wa5+ por 1 9.Wfxa5 lüxa5 20.b4 lüc6 2 1 .ib7, mientras que 1 8 . . fü'8 1 9.0-0 no dej a muchas esperanzas. 1 8 ... lü e8 1 9.'1Nxd7 Wfa5+ 20.b4 ! lüxb4 2 1 .0-0 Wfxa6 22. lü f5 lüxa2 23.gc6 ! Wa5 24.lüxe7+ i>f8 25.lLic8 Y!!fb4? 26.gc4 ! fue la abrupta conclusión de la partida Dreev - Svidler (Ka­ llithea 2002), jugada dos semanas antes de la partida que comentamos. Las negras, sin embargo, encontraron un tranquilo refuerzo que les permite resistir. 18 ...Wg4 ! ! .

D e pronto, e l alfil d e "d7" está defendido por la dama, y la dama blanca está amenazada por 1 9 . . . lü d5 , que pone freno a su plan. 1 9.0-0 Las blancas reaccionan de forma precisa. 1 9.e4? no da resultado, debido a 19 ... lü e8 20.Wi'b7 gb8 . Tampoco es atractivo para las blancas 1 9 .gxc6 lüd5 20.Wb7 ixc6 2 1 .Wfxc6 '1Nb4+ 22.i>fl E:d8. t9 ... lll d5 20.Wb7 :Sb8 2t .h3 Las blancas simplifican y pasan a un final. 21...:Sxb7 Las negras no tienen elección, porque a 2 1 . ..'1Ne6 sigue 22.füc6. 22.hxg4 :Sxb2 23JUdl e6 24.e4 lll b6 Las negras han sobrevivido a lo peor. 1 3 ... g5 fue una especie de jugada interme­ dia que complicó el juego. Después vimos 1 8 . . . '1Ng4, una de esas jugadas que quien de­ fiende una posición dificil normalmente no ve de antemano. Confrontado a una línea de ataque forzada, el defensor busca desesperadamente una con­ tinuación salvadora. Considera todas las ideas críticas que puede encontrar, hasta que "tro­ pieza" con un recurso salvador. Este recurso puede adoptar la forma de una jugada tran­ quila en algún punto, hacia el fin de la se­ cuencia forzosa. Profundamente sumergidas en la posición, estas jugadas constituyen un elemento sorpresivo y, al margen de su natural impacto psicológico, a menudo también una tremenda fuerza real.

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SECRETOS DE L A S TRANSFORMACIONES E N AJEDREZ

4 Riesgos del sacrificio: el contrasacrificio A juzgar por la práctica magistral, el contrasacrificio es un arma tan peligrosa contra los sa­ crificios como las jugadas intermedias. Creo que el fenómeno se explica por la misma razón psicológica. Como una jugada intermedia, el contrasacrificio no forma parte del imaginario flujo de jugadas que debían producirse, de modo que se omite fácilmente. Sólo una mente b ien entrenada es capaz de no dejar a un lado estos detalles ni permite que se le escape nada. Una parte esencial del entrenamiento en aj edrez consiste en incrementar la disciplina mental a un alto nivel, a fin de que no se produzcan lagunas de cálculo. Estas lagunas, sin embargo, no pueden erradicarse por completo, como atestiguan las siguientes posiciones, algunas de las cuales están protagonizadas por los mejores maestros y a los más altos niveles competitivos.

Petrosian - Spassky Campeonato del Mundo ( 1 Oª) Moscú 1 966 Al entrar en esta posición, tanto el campeón como el aspirante tenían motivos para estar satisfechos. Las blancas, porque podían acti­ var todas sus piezas rápidamente y a causa del caballo mal situado de "a5 " ; las negras, debido a la prometedora ruptura que sigue: 19 ... f4! ? Las negras podían postergar este avance y jugar la lógica 1 9 . . . E:a7, pero pensaron que era ahora o nunca. Al sacrificar un peón, abren la diagonal de su alfil pasivo y eso, por el mo­ mento, les parecía más importante. 20.gxf4?

Los analistas señalaron, de forma unánime, que era mejor 20.E:xf4. La explicación es ob­ via: a la textual podía replicarse 20 . . . E:xf4, y ahora 2 1 . lll e3 (es insuficiente 2 1 .E:xf4 1Mlg5+ 22.'it>hl 1Mfxf4) 2 1 . . .'h l 'h8, entonces 42.°1Wg2 t3 43.E:f2 gana, lo que explica la respuesta de las negras. 41..,:gti 42.@gl Es fácil ver que 42.e6 °1Wxh3+ conduce al j aque perpetuo. 42 ... Wfxh3 43.Wfg2 Wfh4 44.fül O? Con las tablas al alcance de la mano, las negras se equivocan. 44 . . . ih3 45 .W'a8+ :Bf8 46.'\Wd5+ h8 47.W'D W'g5+ 48.h2 Wh4

SECRETOS DE LAS TRANSFORMACIONES EN AJEDREZ

mantendría el equilibrio. ¡ Un error puede con­ seguir más que toda una serie de jugadas ex­ traordinarias ! 45.e6 gf8 Quizá 45 . . . ixe6 46.!he6 fuese lo que las negras omitieron. 46.e7 ges 47.d7 ixd7 48.�xf.3 �g5+ 49.@fl Las negras se rindieron.

paso que abre la columna "g" como vía de ma­ te para la dama. 37.@e2 �xg2+ 38.@d3 �c2++ De lo único que debemos estar totalmente seguros es de que un golpe tan demoledor no se encuentre con un contragolpe que lo anule. Echemos un vistazo a lo que sucedió a las ne­ gras en el ejemplo siguiente.

Aucbenberg - Elgaard Faxe-Grand-Prix 1 992

Micbenka - Hagara Trinec 1 998

El blanco ha sacrificado una considerable cantidad de material. Aunque la primera im­ presión es que el negro debe tener algo en la columna "h" , esta impresión pronto se diluye, al comprobar que 29 . . . Wi'h5 pierde por 30.d6+, y que si 29 . . . gxh2 30.d6+ 'it>h8, 3 1 .gb2 ame­ naza simultáneamente 32.@xh2 y 32.gb8 que, aparentemente, no pueden pararse. Sin embar­ go, en situación tan problemática, Elgaard confió en su dama. 29 ... gxh2 ! 30.d6+ @h8 3 1.gb2 A 3 l .füc2 seguiría 3 1 . . .gh l + 32.'it>f2 lt:l c6, y las negras bloquearán los peones pasados. 31. .. ghl+ 32.@fl ibcl 33.gb8 lll c8 34.c6 Puesto que 34 . . . Ei:xc4 pierde por 35.cxd7, esto parecía el punto final a la lucha, pero las negras hacen de la necesidad virtud y encuen­ tran respuestas inesperadas . . . 34 ...�g8! Bonito, aunque no impresiona, pues parece que gana fácilmente 3 5 . cxd7. 35.cxd7 if8! ! 36.gxc8 lll bl+ Ahora vemos la clave de la jugada 34 de las negras. El alfil protege la octava fila, de

Las negras atacaron con: 22 ...ih3 Amenazan 23 . . . gxf2, además de 23 . . . ixg2, y 23 .Wi'xh3 Wfxc5 ó 23 .g3 gxf2 24.ixf2 Wi'd5 no ayudan a las blancas. Sin embargo, en el momento culminante de la tensión, se produj o una respuesta con sangre fría. 23.if8 ! ! E l sueño del negro s e rompe e n pedazos. El alfil es tabú, 23 . . . f6 falla por 24.Wi'c4+, y 23 . . . Wi'e5 no da resultado, a causa de 24.gxe2 Wi'xc3 25.bxc3 Ei:xe2 26.gxh3 �xf8 27.c7 Ei:e8 28.gb l , etc. El final fue menos poético: 23 ... g2e5 24.id6 ge3 25.if4 gxc3 26.ixg5 ges 27.if4 ic8 28.c7 Las negras están perdidas. Tal es la tremenda fuerza de los contrasa­ crificios que yacen ocultos, emboscados hasta que nos tropezamos con ellos. Tomados de sorpresa, perdemos la compostura y a menudo caemos con mayor frecuencia de la que debié­ ramos. Sin embargo, también eso forma parte vital de la fuerza psicológica.

RIESGOS DEL SACRIFICIO: EL CONTRASA CRIFICIO

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5 Riesgos del sacrificio: la simplificación La reducción de material es una de las transformaciones cruciales que caracterizan a la partida de ajedrez. Un gran número de piezas constituye una amenazadora masa de material, capaz de gene­ rar golpes tácticos y posibilidades de ataque. Al reducir esa masa, reducimos la capacidad de actuar de nuestro oponente. Hay muchas posibles razones por las que un bando puede desear cambios de material. A veces, es la mejor defensa contra un ataque amenazador, otras veces es un camino hacia la ventaja material, pero sobre todo puede ser una transición al final. El obj etivo siempre es el mismo: crear las condiciones favorables mediante la transformación de la natu­ raleza de la posición del tablero. Ese es el tema de este breve capítulo. 2 1 .Wfe4 ! '3c8 22.Wfxc6+ �bc6 23.�xa4 Como consecuencia de la variante forzada, las blancas han ganado material y creado ex­ celentes posibilidades de transformar esa ven­ taj a en victoria. Así, la reducción de material sirvió plenamente a su propósito.

Karpov - Kudriashov Campeonato de la URS S, Moscú 1 972 Un cambio de caballos en "a4" abrió la co­ lumna "b" para un posible ataque de las piezas mayores negras, y puede parecer molesto a primera vista. Sin embargo, Karpov había visto más lejos en esta posición. 17.ixcS! dxc5 18.e5 Las intenciones de las blancas están claras. En virtud de su ventaja en desarrollo, las blan­ cas comienzan a cambiar piezas. Logran redu­ cir así las posibilidades de las negras de un contraataque sobre la columna "b" y cambian el carácter de la posición, en su favor, y con­ forme a las necesidades de su caballo. 18 ...ie7 19.ixc6+ 1!Nxc6 20.1!Ne2 c4 De otro modo, sigue 2 1 .Wfc4.

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Fischer - Tal Bled 1 96 1 Retrasado en desarrollo y con su rey en precaria situación en el centro, Tal esperaba evitar lo peor, tras el cambio de damas en "e5", pero su oponente encontró una forma implacable de rematar la lucha. . . 23.fxeS! �bf6 24.exf6 Wfcs O bien 24 . . . Wfb6 25.�hfl , seguido de 25 .ixh7.

SECRETOS DE LAS TRANSFORMACIONES EN AJEDREZ

25.ixh7 %Vg5 26.ixg8 %Vxf6 27.S:hfl %Vxg7 28.ixf7+ Wd8 29.ie6 YlVh6 Después de 29: .. @c7 30.if5, doblar torres en la 'columna "d" zanjaría el tema. 30.ixd7 ixd7 3 1 .S:f7 Las blancas han alcanzado un final que se gana fácilmente.

Smyslov Tal Spartakiada de la URSS Moscú 1 964 -

Podríamos decir que en esta posición de medio juego, la mayoría de las piezas blancas está situada en casillas erróneas, señal de que las blancas cometieron numerosos errores en la fase anterior de la partida. Las fuerzas ne­ gras, por el contrario, están perfectamente coordinadas. 20 ... f5 ! La agresión lateral, que es la consecuencia lógica de la annoniosa actividad del negro. 21.exf5 lDe5! Mientras que la masa de piezas blancas es­ tá desparramada por el flanco de dama, el sacrificio de peón ha abierto la posición, creando presión sobre el rey blanco. Las negras amenazan 22 . . . ixg2 23 .@xg2 %Vb7+. 22.f4 liJ f3+ 23.ixf3 ixf3 24.S:el %Ve2 ! ! Este asombroso sacrificio oculta un propó­ sito igualmente asombroso. 25.S:xe2 S:xe2 26.YlVxe2 Preservar la ventaja material con 26.YlVc l no es muy atractivo. Por ej emplo : 26 . . . �g2+ 27.@fl �xh2 28.lD e l (o 28 .Wfb2 lDxf5) 28 ... id5 29.:1!b2 (o bien 29.liJb2 �e8 30.liJc4 ·

ixc4 3 l .bxc4 lDxf5 32.�b2 lDxg3+ 3 3 .@ g l 3 3 . . . �ee2) 2 9 . . . !!h l + 3 0 . @ f2 :1!e8, y activar sus piezas resulta tarea imposible para el blan­ co. 26 ...ixe2 27.liJb2 Las blancas no pueden pennitirse capturar un peón, con 27.fxg6 ixd3 28.gxh7+ 'tti xh7 29.:1!c l , debido a 29 . . . ixc2 30.�hc2 d3 3 1 .:1!cl d2 32.fül lD e4 33.liJb2 lDc3 34. lD d l liJ x d l 3 5 .füd l b5 , etc. 27 ... gxf5 ¡ Vaya cambio en un par de jugadas ! Sólo la estructura de peones nos recuerda que estamos siguiendo la misma partida. Esta era la posi­ ción que las negras buscaban al sacrificar la dama. Ahora sabemos que su valoración fue correcta. En este final, puede confiarse en la superior fonnación de peones y el mejor alfil contra caballo. 28.S:el ih5 29.lDc4 Tiene poco sentido penetrar por la columna abierta, porque a 29.!!e7 seguiría 29 . . . �e8, co­ mo en la partida. Es natural que el blanco cambie su pasivo caballo, pero incluso eso lle­ va agua al molino del negro, pues todos los peones blancos del ala de dama siguen estan­ do en un mismo color, que es el del alfil negro. 29 ... lDxc4 30bxc4 S:e8 3 1 .Wf2 S:xel 32.Wxel Si 32.lDxe l , entonces 32 . . . a6 3 3 . liJ f3 (tra­ tando de construir una fortaleza, con 34.liJ e5) 3 3 ... ixf3 34.@xf3 b5 , y el final de peones está perdido para las blancas. El hecho de que las blancas pierdan, tras un cambio de piezas menores, ej ercerá una influencia decisiva so­ bre los acontecimientos posteriores. 32 ...WfS 33.Wd2 We7 34.lDel a6 35.a4 a5 Las blancas no podían pennitir . . . b5, pero ahora la debilidad de "a4" es duradera. Por supuesto, 3 5 . . . ie8? 36.a5 finalizaría en tablas. 36.Wc2 ie8 37.©b3 ic6 38.Wa3 Wf6 39.Wb3 ©g6 40.©a3 Wh5 41.h3 ©g6 42.Wb3 ©g7 43.©a3 ©r6 44.©b3 ies 45.lDg2 45 .lDf3 ih5 46.liJe5 idl + 47.@a3 @e6 48.lDc6 ie2 49. ll1 e5 h6 conduce, eventual­ mente, al zugzwang. Por ejemplo: 50.@b3 (50.g4 pierde, por 50 . . . id l ) 50 . . .ifl 5 l .h4 ie2 52 .@c2 ih5 5 3 . @b3 id l + 54.'iit a3 ic2. 45 ih5 46.Wc2 ie2 47.lD el in 48.liJ f3 .•.

RIESGOS DEL SACRIFICIO: L A SIMPLIFICACIÓN

43

Si 48 .h4, entonces 48 . . . ie2 49.c;t>d2 ih5 50.c;t>c2 ie8 5 I .c;t>b3 ic6, y el rey penetra por "h5 " . 4 8...ixh3 49.lll g5 ig2 50.lll xh7+ c;t>g7 51.tlig5 c;t>g6 Las blancas están perdidas. No pueden de­ fender el peón de "a4" e impedir que el rey penetre por el flanco opuesto.

Topalov - Kramnik Dortmund 200 1 Nos encontramos en el momento sensible de la transición al medio juego, cuando nor­ malmente se toman decisiones importantes, que conforman la lucha posterior. Las negras se deciden aquí por 13 ... g5! Muchos jugadores dudarían en realizar una jugada de este tipo, o simplemente la igno­ rarían, al no apreciar su fuerza práctica. Este inesperado avance conduce a una serie de cam­ bios. Veamos cuáles son las consecuencias. 14.lll xc6 ixc6 15.ie5 lll g4 16 ..ic3 .ixc3 1 7.lll xc3 dxc4 18.dxc4 .ixg2 19.c;t>xg2 Y!ie7 Como consecuencia de estos cambios masi­ vos, la posición se ha transformado. Ahora el rey negro se siente muy seguro, a pesar del debilitamiento . . . g5, pero el rey blanco, por el contrario, se siente algo incómodo, en vista de la latente presión a lo largo de la gran dia­ gonal "a8-h l ". Por otro lado, observe que al haber jugado a3 , las blancas han debilitado su estructura de peones en el flanco de dama, en particular el peón de "c4", que deben tener en cuenta continuamente.

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20.lll e4? ! Aunque l a posición de las blancas parece muy segura, tan pronto como la examinamos con detenimiento, comenzamos a sentimos incómodos. El caballo ejerce presi ón sobre "e3 " y, por otro lado, existe la potencial debi­ lidad de la casilla " f3 " , tras 20 . . . Y!ib7+ y 2 1 . . . lll e5 . Las blancas no tienen forma de de­ sembarazarse de la presión por medios enér­ gicos. Así, 20.h3 puede contestarse con la mo­ lesta 20 . . .'.Wb7+, provocando 2 1 .e4, con lo que la casilla "d4" queda a merced de las negras, y la maniobra de caballo . . . lll e5-c6-d4 es un mo­ tivo adicional. A 20.'.Wdl sigue 20 . . . lll e5, que amenaza no sólo el peón de "c4", sino también el avance 2 l . . .g4. Es preciso incorporar la da­ ma blanca a la batalla, pero esto debería ha­ cerse vía "c2", a fin de cubrir la casilla "e4" (contra el j aque de "b7") y neutralizar . . . lll e5 . Tras 20.'.Wc2 f5 , el blanco debe jugar la enér­ gica 2 1 .'.We2 (2 1 .e4 f4 asegura la casilla "e5" para el dominante caballo negro) 2 1 . . .'.Wb7+ 22.'tt> g l (después de 22.D lll e5, las blancas quedan expuestas a 23 . . . g4) 22 . . . lll e5 23.f4. 20 ...f5 21.h3 tli e5 Si 2 1 . . .'.Wb7, entonces 22. D . 22.'.Wc3 tli d7 23.tli d2 gad8 24,gadl lll f6 25. tli f3 E l caballo queda mal situado e n "d2" y debe mover antes de que las negras doblen to­ rres. 25 ... gxd l ! 26.'tt> x dl e5 Cambiar un par de torres ha entregado a las blancas la columna "d", pero las negras han ganado un valioso tiempo para avanzar el peón y ganar espacio en el centro. Se amenaza 27 . . . '.Wb7. 27.Y!ic2 La elección de las blancas se ve limitada por la desagradable posibilidad de una clavada sobre la gran diagonal. La alternativa es 27.lll e l (27 . . . '.Wb7+ 28.c;t>g l ), aunque en "e l " el caballo no nos hace felices. 27 ... e4 28.lll gl gd8 29.lll e2 gxdl 30.Y!ixdl Y!id7 ¡ Excelente ! Al haber creado las premisas para un final superior, las negras han cam­ biado todas las piezas mayores. La ventaja espacial de las negras en el flanco de rey y

SECRETOS DE LAS TRANSFORMACIONES EN AJEDREZ

una mej or formación de peones en el flanco de dama favorecen a su caballo y a su rey. 31.tfxd7 .!LJxd7 32.b3 .!lJ e5 33 . .!lJ c3 @f7 34.g4 Reducir más el material acarrea, obviamen­ te, nuevas dificultades, pero 34.lll b 5 a5 3 5 . a4 lll f3 tampoco parece prometedor. 34 ... fxg4 35.hxg4 .!lJxg4 36.lDxe4 @e6 A pesar de la importante reducción de ma­ terial, el blanco se encuentra en serias difi­ cultades por su inferior estructura de peones. Desde la partida Lasker - Nimzovich, Zurich 1 9 34, conocemos perfectamente la fuerza del peón pasado de torre en este tipo de final. 3 7.lDc3 lD e5 38.f4 Esto permite a las negras realzar el valor de su peón pasado distante. Las blancas podían intentar 3 8 .lll b 5 ! ?, y después de 38 . . . lll c6? ! , 39.Wg3 h 5 40.f4 gxf4+ 4 1 .Wxf4 h4 42.b4 ! (42.Wg4 ofrece poca resistencia, según ana­ lizó Kramnik: 42 . . . @e5 43 .Wxh4 @e4) con­ duce a nuevas simplificaciones y concede po­ sibilidades de tablas a las blancas. Por ejem­ plo: 42 . . . h3 43 .©g3 cxb4 (o 43 . . . ©e5 44.bxc5 bxc5 45.lll c3) 44.axb4 ©e5 45.c5 . Sin embar­ go, es mejor 3 8 . . . a5 : 39lll c7+? ! ©f5 40.lll d5? ! a4 ! (40 . . . lll d3 4 1 . lll xb6 lll c l 42.b4 axb4 43 .axb4 cxb4 44.c5 ©e6 45 .c6 Wd6 46.c7), y 4 1 .f4 falla, por 4 1 . . .gxf4 42.exf4 axb3 . 38 gxf4 39.exf4 .!lJ c6 40.lDb5 h5 41.@g3 a5 Las blancas están perdidas. El peón pasado de la columna "h" costará caro. A efectos do­ cumentales, la partida terminó así : 4 2. .!lJ c7+ @rs 4 3 . .!lJ d5 .!LJ d4 44.@h4 .!LJ xb3 45.@xh5 .!LJ d2 46.lDxb6 ©xf4 47 . .!lJ a4 lDe4 Las blancas se rindieron. ••.

Pasar la lucha a un final favorable es un proceso que normalmente no termina ahí. Suele conducir a nuevas simplificaciones, que constituyen el camino natural hacia la victoria, un camino muchas veces único y que, por tan­ to, merece algún sacrificio material. El sacri­ ficio de calidad es un medio muy común en tal proceso.

Ver el diagrama siguiente La masa central de peones negros tiene el deseo natural de expandirse y liberar así al al-

fil de "d7 " . Se diría que es el momento opor­ tuno de hacerlo, pues de otro modo 24. lll d3 anularía el potencial dinámico de la formación negra. Así pues . . .

Anand - Bareev Copa Mundial de la FIDE Shenyang 2000 22 ... c5 23.dxc5 e5 El amenazador rodillo se pone en marcha. Parece que 24.lll x d5 falla por 24 . . .ib5 , mien­ tras que 24. lll d3 ghg8 no debería preocupar a las negras. Sin embargo . . . 24.lD xdS! .ib5 25.@c3 Apartándose de la minada columna abierta, las blancas sacrifican calidad. Se trata, por su­ puesto, de un seudosacrificio, con el que ob­ tienen una mayoría móvil en el flanco de da­ ma, partiendo de un material equivalente. 25 ixe2 26.:S:xe2 :S:c8? Anand indica que la correcta era 26 . . . gd8 ! 27.Wc4 We6 28.gd2 gd7, y ahora: a) Descarta 29.f4?, por 29 . . . e4 30.gd4 (30.c6 gd6 3 1 .Wc5 ghd8 32.lll c 7+ We7 3 3 . gxd6 gxd6 34.lll d5+ falla, por 34 . . . gxd5+) 30 . . . f5 3 1 .g4 ghd8 32.gxf5+ © f7 ! 3 3 .c6 gd6 34.Wc5 e3 3 5 . c7 e2 36.cxd8V*' gxd8 37.ge4 :S:e8. b) 29.c6 E:d6 30.Wc5 :S:hd8 3 1 .c7 (o bien 3 1 .lll c 7+ ©e7 32.gxd6 :S:xd6 3 3 .lll d 5+ We6 34.lll f4+ We7 ! ) 3 1 . . .gxd5+ 32.gxd5 :S:xd5+ 33 .©c6 E:d6+ 34.Wc5, con tablas. La textual evacua "d8" para la torre de rey, pero el tiempo perdido resulta fatal. 27.©c4 ©e6 •.•

RIESGOS DEL SACRIFICIO: LA SIMPLIFICACIÓN

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27 . . . a5 28.a3 no detendría el avance letal de la mayoría de peones. 2S.b4 ghdS 29.gd2 gd7 30.f4 e4 Puesto que es posible f5+, 30 . . . :B:cd8 no amenazaría nada. 31.gd4 f5 32.g4 gg7 La clave es que la planeada 32 . . . :B:cd8 ya no da resultado, a causa de 33 .c6 :B:d6 34.gxf5+ xe6 48.l;xd8 'it>eS ! ! L a clave del sacrificio: e l peón de "c3 " so­ brevive, pero no el de "c2 " . A partir de aquí, el camino hacia la victoria es sencillo. •..

Fine - Keres Torneo AVRO, Amsterdam 1 93 8 27.i.d2? Obviamente, las blancas creían que amena­ zando 28.i.xb4, seguían manteniendo en car­ tera la captura del peón de "f5 " . Sin embargo, los acontecimientos tomaron un giro diferente. 27 dS! Como ignorando la amenaza, las negras "caen" deliberadamente en la trampa. ••.

RIESGOS DEL SACRIFICIO: LA SIMPLIFICACIÓN

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28 . .ixb4 �hb4 29.tli c6 En caso de 29Jhe7 ©xe7 30.lt:lc6+ ©d6 3 1 .lt:lxb4 dxc4 32.bxc4 lt:ld7, el peón de "c4" caería, debido al activo rey negro. 29 ...dxc4! Si las blancas esperaban 29 . . . :Sb6, estaban muy equivocadas. Al sacrificar calidad, las negras crean un peligroso dúo de peones en el flanco de dama. 30.tlixb4 cxb3 3 1 .tlidS lli d3! ¡ Esto sí que es fuerte! Las negras protegen indirectamente al alfil (32.lt:lxe7 lt:\f4+), de paso que apoyan el avance del peón. 32.gd2 b2 33.:Sdl c5 También es bueno 3 3 . . . lt:l c l . 34.:Sbl c4 35.©fl .tes 36.©e2 .ixf2 37.tlie3 c3 ! Sencillo, pero bonito. 38.tlic2 3 8 . ©xd3 .ixe3 39.©xc3 .ic l paraliza la torre para siempre. 38 ... tliet El simplificador sacrificio de calidad ha re­ portado a las negras este final ganado. 39.tlia3 39.lt:lxe l .ixe l 40.©d3 .id2 no ofrece a las blancas posibilidades realistas de resistencia. Tras la textual, el negro jugó 39 . . . .ic5? y acabó ganando, pero 39 . . . .ih4 habría sellado la victoria de modo más convincente.

Pogorelov Vera Sevilla 200 l -

Aquí tenemos una posición, típicamente compleja, del Sistema Botvinnik en la Semi-

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Eslava. Las blancas eligen ahora una jugada con la que pensaban paralizar el juego negro ert el flanco de dama. 1 9.W/O . Las blancas consideraban esencial impedir que las negras activasen su juego en el ala de dama, donde poseen una mayoría de peones potencialmente peligrosa. Curiosamente, sin embargo, las negras hicieron oídos sordos a la advertencia . . . 19. . .b4! 20.tli a4 c5! A costa de un peón ( ¡ que además perderán con jaque ! ), las negras optan por una drástica reducción de material. ¿Qué esperan obtener a cambio? 21 .Wfxb7+ Wfxb7 22 ..ixb7+ ©xb7 23.tlixcS+ En vista del torpe caballo de la banda, 23 . dxc5 :Sxd l 24.:Sxd l ©c6, seguido de 25 . . . ©b5, no es realmente una opción para las blancas. 23 ... ©c6 24.:Sfel Teniendo en cuenta la continuación de la partida, era de considerar 24.f4, a lo que po­ dría seguir 24 . . . lt:ld5 ó 24 . . . :Sgg8 (25 .f5 e5). 24... :SgS Ahora vemos la clave del sacrificio de peón. Las negras han creado una peligrosa mayoría móvil en el flanco de dama, y la torre de rey se ha activado por la quinta fila para presionar al frágil peón de "d4". 25.a3 Es probable que las blancas hubiesen juga­ do 24.:Sfe l para hacer posible 2 5 . lt:l e4, pero en realidad no Jo es, por 25 . . . lt:lxe4 26.:Sxe4 :Sa5 , por lo que renunciaron a la idea. 25 ... b3 26.a4 Algunos comentaristas han atribuido a esta j ugada la derrota de las blancas, afirmando que 26.:Sc l (amenazando 27.tlixb3) 26 . . . ©b5 27.a4+ ©b4 28.f4 :Sgd5 29.lt:l a6+ ! ©a5 (si 29 . . . ©xa4, entonces 30.:Sa l + @b5 3 1 .lt:l c7+) 30.lt:lc5 :Sxd4 (30 . . . ©b4? 3 1 .lt:l a6+) 3 1 .lt:lb7+ ©b4 32.lt:lxd8 füd8 3 3 .:Se2 concedía clara ventaja a las blancas. Sin embargo, 33 . . . :Sd3 ! cuestiona esa conclusión. 26 .. J'hcS! 27.dxcS :Sxdl 28.:Sxdl c3 ! 29.bxc3 �xcS El segundo sacrificio reduj o todavía más el

SECRETOS DE LAS TRANSFORMACIONES EN AJEDREZ

material, transformando radicalmente la posi­ ción. Ahora el peón "b" pasado no puede con­ tenerse sin importantes pérdidas materiales. 30J:ld8 No es mejor 30.@fl lLJ e4 3 1 .@el ©c4 32. !!'.d8 b2 3 3 .!!'.b8 @xc3 34.h4 lLJc5 3 5 .1'%xb2 (pues, sigue 35 . . . tUb3) 3 5 . . . @xb2 36.h5 lLJd7 37.h6 lLJ f8 3 8 .Wd2 a5 , etc. 30 ... lli dS 31.E:b8 lli b6 32.E:d8 lli xa4 33Jk8+ ©bs 34J;bs+ lli b6 35.E:ds lli ds 36.E:bs+ llib6 37.E:d8 lli d5 38.E:b8+ ©c4 Las blancas se rindieron jugadas después. Un juego bien concebido y perfectamente ejecutado. A veces, ya en la apertura es posible vis­ lumbrar en la lej anía un final superior. Al­ gunos jugadores poseen un raro instinto para la posición, dirigen el juego de manera ine­ quívoca hacia el final. A la conclusión de la lucha, se tiene la fuerte impresión de que una mano invisible, pero poderosa, ha gobernado el juego sin la menor indecisión, mediante cambios y simplificaciones.

Las activas piezas blancas, sobre todo el caballo de "d6" y el alfil de "b3 ", operan en plena armonía. 20 ... lLJ b7?! Nuevos cambios no pueden mejorar las in­ natas deficiencias de la formación de peones, ¡ más bien al contrario ! Aquí era mejor, por tanto, 20 . . . lLJ e6. 21.llixb7 .ixb7 22.cxb4 cxb4 23.f3 E:fd8 24 ..ie3 Ha quedado perfectamente claro que los peones negros del ala de dama, situados en ca­ sillas de ese color, serán presa fácil para el al­ fil. Unas jugadas después, la amenaza será ejecutada. 24 ... h6? ! Es mejor 24 . . . !!d6. 25.E:edl ic6 26.E:acl .ie8 27.Wf2 E:xdl 28.E:xdl E:c8 29.g4 29 . .ib6 es prematuro, debido a 29 . . . lLJd7. La amenaza h4 y g5 obliga a las negras a to­ mar decisiones desesperadas. 29 ... .id7 30.ib6 ie6 O bien 30 . . . !'!:a8 3 l ..ic7 . 31 .ixe6 fxe6 32.E:d8+ E:xd8 33.ixd8 lli d7 34.ixa5 llJ c5 35.b3 llixb3 36.ixb4 lli d4 37.a5 Las negras se rindieron. Un hilo conductor, perfectamente reconoci­ ble, recorre todo el camino desde l 6. lLJ fxe5 hasta 32 .!'!:d8. La coherente reducción de ma­ terial puso de relieve la ventaja de la forma­ ción de peones blancos, de modo que cada cambio representaba un paso hacia la victoria.

Capablanca - Vidmar Nueva York 1 927 Aún no ha finalizado la apertura, y Capa­ blanca se embarca en una larga secuencia de jugadas simplificadoras : 16.llifxe5! ia6 1 7.ib3 dxe5 18.d6 ixd6 19.'l:Yxd6 Y:Yxd6 20.lli xd6 El efecto positivo de los cambios se reflej a e n una superior estructura d e peones y l a pa­ reja de alfiles, que pronto entrarán en acción.

RIESGOS DEL SACRJFICIO: LA SIMPLIFICACIÓN

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Karpov - Miles B iel 1 990 En la Defensa Berlinesa de la Ruy López (que posteriormente sería el caballo de batalla de Kramnik para destronar a Kasparov), Miles acaba de jugar 1 0 . . . h7-h5 . Consciente de la potencial mayoría blanca en el flanco de rey, las negras toman medidas para dificultar su avance. Al mismo tiempo, al asegurar la reti­ rada del caballo de "f5" a "h6", facilitan el de­ sarrollo de su alfil dama. Por desgracia, su última jugada debilita de forma permanente la casilla "g5", un inconveniente que, en mi opi­ nión, supera a todos los aspectos positivos del avance. 1 1J'!dl fl.e7 12.fl.gS! Si imaginamos la posición con todas las piezas cambfadas, las blancas ganarían el final de peones, sobre la base de su mayoría en el flanco de rey (pues debido a sus peones dobla­ dos, la mayoría negra en el flanco de dama carece de movilidad para contrarrestarla). El plan general de las blancas se deduce a partir de ese hecho : un proceso gradual de cambios les acercará hacia el obj etivo final. Vemos ahora por qué el cambio de alfiles (posibi­ litado por 10 . . . h5) encaja en ese plan general. Nótese también que el cambio debilita las casillas negras "c5 " y "g5 " . 1 2 ... lli h6 13.h3 11.fS 14.1l.xe7 ©xe7 15.llid4 S:ad8 1 6.S:d2 1l.g6 1 6 . . .fl.xc2 no da resultado, por l 7.lli xc6+, mientras que l 6 . . . c5 falla, por 17 .tll d5+. Sin embargo, y aunque no parece tan activa como la del texto, considero más útil 1 6 . . . fl.c8 . 17.S:adl h4?! Las negras flirteaban con . . .fl.h5 en algún momento, pero al haber preparado l 7 . . . tll f5, no había razón alguna para posponerla, y me­ nos aún para exponer potencialmente el peón "h" . En caso de la errónea 1 8 .tll ce2, Miles atacaría con 1 8 . . . tll xd4 1 9.tll xd4 c5 20.tll b 5 fl.xc2. Parece que las blancas deben elegir entre 1 8 .tll de2 !!xd2 1 9.!!xd2 !í:d8 20.!!xd8 Wxd8 2 1 .tll f4 tll e 7 22.e6 y 1 8 .tll f3 !í:xd2 (o bien l 8 . . . h4 1 9 . tll e4) 19 .!!xd2 !!d8 20.!í:xd8 Wxd8 2 1 .tll e2. Pero habrían conseguido me­ nos que en la partida.

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18.b4! Al mantener inmovilizad.os los peones ne­ gros del ala de dama, las blancas refuerzan su posición en el centro. 18 ... tll fS 19.lli ce2 lli xd4 20.lli xd4 Una nueva simplificación acerca un paso más a las blancas a su objetivo. Mientras los peones negros están inmovilizados, las blan­ cas han abierto paso para f4, que exige a las negras . . . f6, lo que llevará a otra simplifica­ ción. 20 ... f6 Observe que 20 . . . !!d5 se respondería con 2 1 .c4 (2 1 .f4 !í:hd8) 2 1 . . .!!xe5 22.tll f3 !í:e4 23 .!!d7+ Wf6 24.!!xc7 !!xc4 25 .!í:d6+ Wf5 26.!!xb7. 21.exf6+ ©xf6?! 2 l . . .gxf6, 22.c3 !!d5 es más fuerte. 22.llib3 ! Amenaza tll a5 . Las blancas siguen progre­ sando, paso a paso. 22 .. J'!xd2 23Jhd2 b6 24J:'!d7 S:c8 25.S:d4 Alejado de su base, el peón de "h4" final­ mente se convierte en blanco enemigo. 25 ...fl.xc2 25 . . . ©g5 26.!!g4+ Wh5 27.!!c4 no serviría de ayuda a las negras. 26.S:xh4 S:e8 27.S:f4+ @e5 Es peor 27 . . . ©g6 28.!í:c4 !í:e l + 29.Wh2 1l.e4 30. tll d4 fl.d5 3 1 .!!c2 !!al 32.tll xc6 !!xa2 3 3 .tll e7+, seguido de 34.!í:xc7. 28.S:ti 1l.xb3 29.axb3 Las blancas ganan finalmente material, pe­ ro los finales de torre siempre permiten alber­ gar esperanzas al defensor. 29 ... @d4 30J'!xg7 @c3 31.S:xc7 @xb4 3 l . . .Wxb3 32.füc6 Wxb4 no mejora las co­ sas. 32J'!xc6 32.!!xa7 sólo serviría para facilitar el avan­ ce de los peones negros. 32 ... @xb3 33.f4 S:f8 Karpov considera floja esta j ugada e indica 33 . . . b5 ! 34.!í:a6 !!38 3 5 . f5 Wc4 36.f6 b4 37.fl b3 3 8 . !í:xa7 !í:xa7 39.f8Wi' !í:al +! 40.Wh2 b2, con tablas . Sin embargo, en lugar de la floja 34.!!a6?, las blancas continúan con 34.f5 . Por ej emplo : 34 . . . a5 3 5 . f6 a4 36.g4 a3 37 .g5 a2

SECRETOS DE LAS TRANSFORMACIONES EN AJEDREZ

3 8.E1a6 �f8 39.h4 ! (pero no 39.g6? �xf6 ! 40.g7 al\W+) 39 . . . ©b2 40.h5 a l \W+ 4 1 .�xa l ©xal 42 .g6 b4 43 .g7 �g8 44.©h2 b3 45.f7, y las blancas llegan antes. 34.g4! Esta jugada debe haber sido una sorpresa. Sin embargo, con peones pasados que corren en ambos flancos, el tiempo es un factor cru­ cial. Ahora, después de 34 . . . b5, sigue 3 5 . �a6, entrando en la línea analizada por Karpov, pe­ ro con un impagable tiempo de ventaja para las blancas. 34 .. Jbf4 35.g5 b5 36.g6 .!;f8 36 . . . �f5 no es adecuado, a causa de 37 .h4 fü4 3 8 .h5 �h4 39 .�c5 . 37.g7 .!;g8 38 . .!;c7 a5 39.h4 a4 40.h5 a3 41.h6 a2 42.ga7 ©b2 43.©f2 b4 44.h7 gxg7 45.h8\W Las negras se rindieron. Ha sido un largo trecho, desde que las blan­ cas movilizaron su mayoría en el flanco de rey hasta este incansable avance de peón, pero todo el proceso se ha caracterizado por su co­ herencia y fuerza de voluntad.

fensa, pero, como veremos, la clave principal de la posición es otra. 17 ... élJ d4 En caso de 1 7 . . . a6, sigue 1 8 . llJ e4 élJ d4 1 9 .ig5 f6 20:ie3 . 18.�b5! élJ d7 19.� xd4 exd4 20.id2 Con esta sencilla jugada de desarrollo, las blancas se ocupan de su peón pasado. 20 ... ges 20 . . . llJ cS (o 20 . . . llJ eS 2 1 .\Wb5) 2 1 .\Wb5 \Wxd6 22.if4 ie5 23 .ixe5 \Wxe5 24.b4 costa­ ría material a las negras mientras que 20 . . . ie5 es inútil, debido a 2 1 .�ac l . 21 .gacl \Wf6 22.ib4 � e5?! Teniendo en cuenta la fuerza del peón pa­ sado, las negras deberían eliminarlo a toda costa. Era preferible, por tanto, 22 . . . b6 23.�c7 lb c5, aunque 24.\Wc4 �f8 (de otro modo, 25.�xf7) 25.�xa7 \Wxd6 26.id5 \Wf6 27.�e l mantiene la presión. 23.\Wxd4! � f3+ 24.ixf3 \Wxd4 25.gxd4 ixd4 26.d7 ged8 27.id6 La calidad ganada por las negras les ha cos­ tado cara. 27 ... gas 28.fü7 i.b6 29,gxb7 ©g7 30.gxb6 axb6 31 ..ixa8 .!;xd7 32.ieS+ Las negras se rindieron. De nuevo, y con gran consistencia, todos los esfuerzos se concentraron en el peón pa­ sado, cuyo peso específico sobre el medio jue­ go aumentó en cada jugada. El proceso simul­ táneo de reducción de material reforzó al peón pasado, hasta que las blancas pudieron forzar ganancias materiales decisivas.

Van Wely - Léko Wijk aan Zee 200 1 16.d6 gbs Parece que, tarde o temprano, el peón pasa­ do quedará en peligro, cerrando la columna "d" con . . . élJ d4, y cortando así el apoyo de la torre. Sin embargo, las blancas habían visto más lejos. 17.\Wd3 ! E l peón avanzado requiere inmediata de-

RIESGOS DEL SACRIFICIO: LA SIMPLIFICACIÓN

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Kramnik Morozevich Dortmund 200 1 -

Cuando las blancas jugaron l l .c5, deben haber considerado l l . . .b4 1 2 .e5 bxc3 1 3 .exf6 ixf6 1 4 .W/xc3 , que mantiene el control del centro, pero también tuvieron que aceptar los cambios simplificadores que siguen, y que parecen neutralizar por completo las ambicio­ nes de apertura de las blancas. 1 1 dxe4 12.lll xe4 lll xe4 13.Yffxe4 W/d5 14.WíxdS cxd5 14 . . . exd5 cedería la columna abierta a las blancas. 15.if4 lll c6 Observe que en caso de la preventiva 1 5 . . f6, las blancas continuarían con 1 6.ixb8, seguido de 1 7.ge l . 16.lll e5 ! Confiando en su superior formación de peones, las blancas juegan, de forma coheren­ te, en función de un mejor final. 16 ... lll bS 1 6 . . . lll xe5 1 7.ixe5 f6 1 8.if4 cJJ fl 1 9.ge l concede un juego satisfactorio a las blancas, mientras que 1 6 . . . gfcg l 7. lll xc6 gxc6 no crea una fortaleza, debido a 1 8 . a4 b4 1 9 .a5 . 17.'3d3 ! De paso que evacua la primera fila para la torre dama, la torre de rey incrementa su mo­ vilidad sobre una fila vacía. Antes o después, el doblaje de torres puede resultar útil. 1 7 l3c8 Si, por ejemplo, 17 . . . f6, 1 8 .lll f3 cJJ fl (o bien 1 8 . . . lll c6 1 9.ge l cJJ fl 20.gde3 lll d8 2 I .ic7) 1 9.ixb8 füxb8 20.ge l a5 2 1 . lll d2, y las blancas tienen buen juego. .•.

.

.••

18.'3el if6?! Las negras han evitado, repetidamente, de­ bilitar "e6", pero a juzgar por el curso de la partida, 1 8 . . f6 1 9.lll f3 cJJ fl 20.gde3 gc6 era una mejor solución. 19.lll g4 lll c 6 En caso de 1 9 . . .ie7, con 20.gee3 las blan­ cas desplegarían su iniciativa en el flanco de rey. Así, finalmente las negras han llevado su caballo a "c6", pero a costa de fracturar el entorno de su rey. .

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20.lll xf6+ gxf6 21 .ig3 Aunque no es difícíl de encontrar, no deja de ser una jugada excelente. El peón de "f6" será atacado desde "h4", provocando su debilitador avance. 21 cJJ g 7? ! L a alternativa contra ih4 era 2 1 . . .h6, dan­ do algún respiro al rey, y si luego 22.ih4, en­ tonces 22 . . . f5 . Aunque 22.if4 @h7 23 .gee3 mantiene la presión, sería un mal menor. ·

.••

22.ih4 lll e7 23.g4! La batalla tiene lugar en el flanco de rey, donde las fuerzas blancas son superiores en número. 23 ... lll g6 23 . . . h5 es insuficiente, debido a 24.gf3! hxg4 25 .fü4. 24.ig3 a5 25.id6 De paso que controlan la casilla "e7", las blancas despejan la tercera fila y abren paso a un avance de peones. 25 h5 Conscientes del efecto sofocante de la jugada 26.gh3 , las negras luchan por liberar­ se, pero esta aguda tentativa resulta inadecua­ da. 26.gxh5 lll h4 27.l:3g3+ @h6 28.ie7 lll f5 28 . . . gg8, que amenaza 29 . . . lll f3+, compli­ caría el proceso ganador, aunque, en esencia, no cambiaría la situación del tablero. .•.

29.i.xf6 lll xg3 30.fxg3 l:3g8 31.@g2 @xh5 32.h3 @g6 33.'3fl Las negras no pueden hacer nada contra el inevitable avance de peones. La reducción de material puede ser es­ pecialmente útil al tratar de rechazar un ata­ que. A medida que la fuerza atacante se va fragmentando por cambios, la defensa gana en fuerza, y a la larga incluso puede prevalecer. Un buen ejemplo lo tenemos en la partida Stein - Furman, Campeonato de Ucrania (K.iev 1 957), que puede encontrarse en mi libro Secretos del ajedrez posicional. La si­ guiente partida también se caracteriza por este proceso de reducción gradual del material y que, en definitiva, condujo a la refutación del sacrificio.

SECRETOS DE LAS TRANSFORMACIONES EN AJEDREZ

Kasparov - Karpov Amsterdam 1 988 Su ventaj a espacial y piezas activamente situadas, tentaron a las blancas a realizar un dudoso sacrificio de caballo. 16.�xe6?! Sin duda valiente, pero a la vista de los acontecimientos ulteriores, puede calificarse de empresa arriesgada. 16... fxe6 17.Wlxe6+ �f8 Si 17 ... �h8, 1 8.'1Wf7 plantea una clavada latente sobre la séptima fila, y las negras no pueden evitar los problemas. Por ejemplo: 18 . . . lll xh5 l 9.Wlxh5 tll f8 20.'1Wf7, o bien 1 8 . . .1f8 1 9.tll x f6, etc. 18.1xh7 Las blancas han ganado tres peones por el caballo, forzando al rey enemigo a asumir una posición precaria (amenazan mate en dos). Sin embargo, la masa de piezas negras que defien­ de a su rey puede ahora generar un fuerte con­ trajuego. 18 lll c5! 1 8 . . .Wlc6, una nerviosa tentativa por parar de inmediato la amenaza de mate, no parece acertada, en vista de 1 9.lll f4 \Wxe6 20.lll x e6+ Wf7 2 1 .lll g5+ �f8 22 ..ig6, amenazando con llevar la torre a la columna "h". Sin embargo, 1 8 . . .1c5 1 9.Wlf5 �e2 parece suficiente para mantener el equilibrio. Por otro lado, al acti­ var su caballo dama, las negras, con razón, aspiran a más. 19.Wlh3 lll x h7 Las negras inician la saludable reducción •..

de material. La amenaza .ig6 debe suprimirse. Al mismo tiempo, en caso de 20. lll x g7 1f6 2 1 .lll x e8 �xe8, se producirían nuevas simpli­ ficaciones, favorables a las negras. 20.1xg7+ 20.b4 ! ? es una seria alternativa, basada en la idea de penetrar en "d7", que también gana la casilla "e6" para la dama. Ahora: a) 20 . . . lll e6 pierde, por 2 1 .lll x g7. b) 20 . . . g6 es la recomendación de Kasparov en Informator, y aquí: b 1) El análisis de Kasparov continúa con 2 1 . lll g 7 1f6 22.lll x e8 �xe8 23 .1xf6 lll x f6 24.bxc5 Wlxc5, y la simplificación conviene a las negras, cuyo rey está bien protegido por el caballo y el peón de "g6". b2) También menciona 2 1 .bxc5, afirmando que 2 1 . . . lll g 5 concede clara ventaja a las ne­ gras, pero esto falla, por 22 .Wlc3 . La línea puede mejorarse con 2 1 . . .gxh5 22.'1Wf5+ 1f6 23 .1xf6 \Wt7. b3) Sin embargo, es más fuerte 2 1 .Wlc3 ! c) Por consiguiente, las negras deben optar por 20 . . . if6 2 1 . lll x f6 gxf6 22.bxc5 �ad8. 20 wgs 2 t.ib2 Wlc6! La batería dama+alfil ejerce una duradera presión sobre "g2", e impide que las blancas hagan lo propio sobre la gran diagonal negra. Al mismo tiempo, las negras están listas para responder a 22.'1Wg4+ (o bien 22.Wlg3+ lll g5 23 .h4 lll ce4) con 22 . . . .ig5 23 .h4 Wlxg2+ 24.Wlxg2 ixg2, y la desaparición de las unida­ des atacantes blancas aporta un respiro defi­ nitivo. 22.gd4 lll e4 Justo a tiempo de reforzar la defensa y cor­ tar la comunicación de las blancas en la cuarta fila. .••

23.E!et lll eg5 24.Wlg4 1a3 ! Al tratar de utilizar todos sus recursos en ataque, las blancas se han olvidado de su primera fila, y este brillante golpe táctico de­ bía haber decidido la lucha en el acto. La res­ puesta blanca es forzada. 25.ic3 l:bel+? Después de 25 . . . 1b2 ! ! , las blancas no ha­ brían podido recuperarse. El contraataque ne­ gro, basado en la reducción gradual de las

RIESGOS DEL SACRIFICIO: LA SIMPLIFICACIÓN

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fuerzas contrarias, habría logrado su objetivo. Lamentablemente, en apuros de tiempo, las negras omitieron esta oportunidad y la partida finalizó con una serie de errores mutuos. 26.ixel ges 27 ..id2 icl ?! Lo lógico es 27 ... ic5 . 28.h4 ixd2 29.gxd2 gel+ Aquí las negras deberían jugar 29 . . .'\Mfe4. 30.©h2 ge4? Lo mejor ahora es 30 . . . '\Mfc7+. 31 .f4 '1Mfe6? Se requería 3 I . . .ic8, confiando en 32.'\Mfg3 '1Mfe8 ó 32 .!!d8+ !!e8, y ateniéndose a la polí­ tica de las máximas simplificaciones posibles. 32.gds+ ©f7 33.gd7+ ©f8 34.'1Mfxe6 :!be6 35.hxgS Esta vez la simplificación favoreció a las blancas.

Kotov - Sokolsky Memorial Chigorin, Moscú 1 947 En la apertura, las blancas pasaron momen­ tos de inseguridad e indecisión, que un cono­ cedor de la Holandesa reconocerá por la ex­ traña posición que ocupan los caballos blan­ cos. La reacción de las negras, lógica y cohe­ rente con la idea básica de la variante, también se reconoce a la perfección. 13 ... eS! El sacrificio de peón se efectúa para liberar el alfil dama y atacar. Quizá no deberíamos calificarlo de rutinario, pero en cualquier caso, la idea es conocida en circunstancias simila­ res .

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14.lb xe4 fxe4 15.ixe4 ig4 El primer logro claro. Ahora no es posible 1 6.!!e l , por 16 . . . !!xt2, y las blancas se ven obligadas a incurrir en un indeseable debi­ litamiento de su enroque. El defensor del rey, el alfil de casillas blancas, permanece expues­ to en el centro. 1 6.13 ih3 1 7.:Sf2 exd4 18.ixd4 lbc5 1 9.lbc3 lb xe4 20.lb xe4 d5! El sacrificio ha generado una iniciativa, y ahora las negras abren la posición. 21 .g4! Antes de capturar en "d5 ", las blancas de­ jan fuera de juego al alfil. Aunque esto debi­ lita un tanto la posición del rey, los efectos positivos son más valiosos. 21 '\Mff7 22.cxdS '1Mfxd5 23 ..ib6 En el fragor de la lucha, las blancas propo­ nen simplificaciones, como por ejemplo 23 . . .ixg4 24.'\Mfxd5+ cxd5 25.fxg4 dxe4. Es, de hecho, el camino que deben tomar las negras, pero, arrastrado por la iniciativa desde que j ugó 1 3 . . . e5, Sokolsky busca sangre. 23 ...'\Mfe6? 24.'\Mfd3 ih4 25.Wf c4! En un momento en que el ataque negro pa­ rece haber superado a la defensa, las blancas simplifican para pasar a un final. Les costará calidad, pero vale la pena. 25 ...Wfxc4 26.bxc4 h5 27.gxhS! 27.lbg3 no es opción única, afortunada­ mente, porque 27 . . . hxg4 28.f4 fü6 29.gb l ie7 es bueno para las negras . 27 ... ixf2+ 28.©xf2 ie6 Si 28 . . . !!ae8, entonces 29.lbd6 ge6 30.c5, poniendo a prueba los peones del flanco de dama. En tal caso, la continuación 30 ... gh6 3 1 .lbxb7 a4 32.lba5 no puede satisfacer a las negras. 29.ggl ! El doblado peón "h", aparentemente inútil, se hace valioso, pues no hay una buena forma de parar h6. El contrasacrificio, omitido o subestimado por Sokolsky, comienza a resul­ tar gratificante. 29 ... ixc4 30.h6 g6 3 1 .:Sxg6+ ©h7 32.gd6 :Bf5 33.h4 :Sg8 34.ie3 Las negras estaban dispuestas a devolver la calidad, pero las blancas no piensan venderse tan baratas. •..

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SECRETOS DE LAS TRANSFORMACIONES EN AJEDREZ

34 .. J!g6 35J!d7+ gf7 36.gds gxh6 37 ..ixh6 ©xh6 38.iüd6 fü4 39.©g3 Las negras se rindieron. Cuando se cambiaron damas y la partida entró en un final de torres y piezas menores, las negras perdieron el impulso y el viento empujó las velas de las blancas. El proceso de reducción material, sin em­ bargo, es cuestión delicada, y el jugador debe estar alerta cuando la ocasión se presente, pues no siempre favorece al bando inferior. La ruta hacia las simplificaciones a menudo es una senda resbaladiza.

No tiene mucho sentido preservar artifical­ mente el par de torres. 1 9.E:xdS+ me parece una solución más natural. 19 g6 20.c3 as Obviamente, debe impedirse . . .b4, así como tener controlada la mayoría blanca todo el tiempo que sea posible. 21.0 h6 Esto parece una buena idea, ya que a 22.ixh6 g5 23 .h4 se replica con 23 . . . e4 ! 24.fxe4 llie5, pero como medio de simplifi­ cación, como veremos, no es muy útil. Es más natural 2 l . . . Wg7 . 22.g3 .igS 23f4 exf4 24gxf4 if6 25.g2 gS? ! Las negras buscan simplificaciones de for­ ma coherente, pero las continuas dificultades cuestionan esa política. En mi opinión, de nuevo era mejor 25 . . . �g7 . ••.

26 ..ic4 i!e8 27.i!e2 gxf4 28 .ixf4 i!xe2+ 29.ixe2 ©g7?! 25 ... g5 se podía justificar por 29 . . . .ig5 , aunque 30.�D mantiene mejores opciones. 30.ig4 .igS 31 ..ic7 Ahora la contraamenaza 3 1 . . .ic J , obvia­ mente, llega demasiado tarde, y las negras se ven forzadas a asumir una defensa pasiva. 3 1 ...idS 32 ..ig3 ©g6 33 . .icS b6 34.©0 fS 35.id7 lü e7 •

Short J. Polgar Budapest 2003 -

Al jugar 9.Wh l en su plan de apertura, las blancas no impidieron el aparentemente natu­ ral y fuerte golpe liberador central. Las negras concluyeron que era su mejor opción. 1 1 ... dS 12.exdS iüxdS 13.iüxdS .ixdS 14.füdl .ixb3 14 . . . .ie6 1 5 .llic5 lleva a nuevas simplifi­ caciones, no muy prometedoras para el negro. 1 5.axb3 �xd2 16.gxd2 gad8 17.gadl gxd2 18.gxd2 i!d8 La serie de cambios transformó la natu­ raleza de la posición, pero algunos detalles su­ gieren que el negro no ha resuelto sus pro­ blemas de apertura. La mayoría de peones en el ala de dama, móvil y apoyada por la parej a d e alfiles, así como l a duradera debilidad d e la casilla "b6", hablan a favor del blanco. 1 9 . .id3

Las blancas están claramente mejor. Sus activos alfiles y la constante amenaza de pene­ tración de su rey en campo enemigo les garan­ tizan buenas posibilidades de ganar. El cami­ no de simplificaciones elegido por las negras resultó ser largo, arduo y equivocado.

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Bologan - Motylev Campeonato de Rusia por equipos Togliatti 2003 ·

Utilizando la debilidad de "b5 ", las blancas han realizado una maniobra muy útil : lll a3-b5, reforzando su defensa y, al mismo tiempo, restringiendo a las negras. Además de "b5 ", dominan otra importante casilla, "d5 ", y pla­ nean controlar por completo "d4" con ie3 . Su ventaja espacial es incuestionable. En una si­ tuación así, con opciones limitadas, uno es­ peraría 12 . . . a4, con idea de 1 3 .ie3 Wfa5 . Sin embargo, las negras pensaron que podrían lu­ char por la casilla "d4" antes de que fuese de­ masiado tarde. 12 tli d4 ? ! 13.lll xd4 ixd4 14.ih6 ig7 1 5.ixg7 @xg7 16.ig4 Explotando la dudosa lógica de su opo­ nente, ahora son las blancas quienes siguen la misma dirección de simplificaciones, y en el momento oportuno, antes de que el alfil de casillas blancas se sitúe en su puesto natural de "c6 " . 16. . .ixg4 17.Wfxg4 a 4 18.Wfe2 Se han cambiado un par de caballos y dos pares de alfiles. ¿Para alivio de las negras? No, en su evidente detrimento. Pese a las simplificaciones, o más bien debido a ellas, se ha acentuado la ventaja de espacio y una me­ j or estructura de peones a favor de las blan­ cas. 18 Wfas 1 9.:Sacl Dado que "c4" es el único punto en la posi­ ción blanca contra el cual puede organizarse la presión, esto es correcto, pero sería más desagradable para las negras 1 9.e5 !?, en cuyo caso 1 9 . . . a3 no produce los resultados ape­ tecidos, por 20.tlib5 ! 19 ... tli d7 20.tli dS tli f6 Son necesarias nuevas simplificaciones. El caballo blanco, instalado en "d5 " , no puede tolerarse. 21.:Sfdl tli xdS 22.:SxdS Wf a6 En "a6" la dama quedará fuera de juego. Era de considerar 22 . . . Wfc7. 23.h4 Hemos llegado a un momento en que la ventaja espacial va en aumento y se transfor.••

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ma en iniciativa. Un vistazo al tablero basta para decimos que la gradual . desaparición de las ·piezas menores se ha traducido en una im­ portante ventaja de espacio para las �!ancas, que acentúa este avance de peón en el flanco de rey. 23 :Sfc8 24.hS e6 Esto crea una duradera debilidad, en forma de peón retrasado, pero dada la amenaza 25 .e5, las opciones de Motylev son limitadas. Si, por ejemplo, 24 . . . !!c5, entonces podría continuar 25.!!xc5 dxc5 26.!!dl se apodera de la columna abierta. Quizá debiera considerar­ se 24 . . . f6. 25.:Sd4 �kS 26.Wfd2 :SxhS Las negras se defienden lo mej or que pue­ den : no hay que permitir h6+. 27Jhd6 WfaS 28.WfxaS :ShxaS 29.:Sd7 :S5a7? Esta tentativa por salvaguardar la séptima fila fracasa por su pasividad. Era imperativo 29 . . . !!b8 . Por ejemplo: 3 0.!!c7 (pues de no ser así, . . . !!c5) 30 . . . b6 3 1 .!!dl (o bien 3 l .l'!c3 !!c5 32.!!a7 b5 3 3 .fü3 fü8) 3 1 . . .!!c5 32.!!dd7 !!xc7 33.!!xc7 !!d8 34.!!b7 !!dl + 3 5 .\t>h2 !!d2 36.!!xb6 a3 . 30.cS bS 3Uld6 Así, la retaguardia ha quedado protegida, pero a costa de un fuerte peón pasado ene­ migo. Como es lógico, las blancas evitan el cam­ bio de un par de torres, pues eso facilitaría considerablemente la defensa. .•.

31 ... :Sb8 32.f4 f6 33.@f2 gS 34.g3 :Sc7 3S.@e3 El rey centralizado pronto se suma al peón en su avance y marca la diferencia final. Las negras están perdidas y el resto es desespe­ rado. 35 g:xf4+ 36.gxf4 :Sg8 37.:Bc2 :Sgl 38.eS+ @rs 39.c6 :Bg3+ 40.@d4 :so 41.:Sd7 Las negras se rindieron. ••.

Ver el diagrama siguiente Las blancas acaban de jugar la provocadora 1 0.ic l -f4, proponiendo cambios y simplifica­ ciones. Ante la amenaza l 1 .lll b5, las negras aceptaron el reto . . .

SECRETOS DE LAS TRANSFORMACIONES E N AJEDREZ

27 . . . :ScdS 28.!Ll e7+ @h7 29 . .!Li efS :Sd5 30.:Scl .!Ll g4 31 .:ScS :Sxc5 32.bxcS Las negras se rindieron. El peón pasado no puede detenerse sin grandes pérdidas de material. Esta vez, las simplificaciones promovidas por las negras fueron un desastre.

Sherbakov - Yevseev Campeonato de Rusia Samara 2000 10 dxcS La jugada de espera 10 . . . a6, preparando l I . . .tt:l c6, es una buena alternativa. 11.dxcS .!Li c6 ? ! E s más lógico l l . . .ixf4 1 2.tt:lxf4 e 5 , abriendo paso a l alfil d e "c8 " . 12.'ilYxdS ixd8 13.id6 ie7 14.:Sdl ixd6 Es más fuerte 14 . . . �d8 . 15.:Sxd6 .!Lie5? Tras una serie de imprecisiones, llega esta dudosa jugada, que bloquea el normal desa­ rrollo de las negras por un tiempo. Era una necesidad evidente 1 5 . . . e5, pero en lugar de esto, las negras aceptan su pasiva posición. 16 . .!Li d4 id7 17.f4 .!Li g6 18.g3 e5 19.fxeS .!Li xe5 20.ig2! Como consecuencia de los cambios de apertura, las blancas han conseguido una evi­ dente ventaja de espacio, con una efectiva ma­ yoría de peones que espera el momento de ser movilizada. Esto constituirá una soberbia com­ pensación por el sacrificio de calidad a que las blancas se obligan con la jugada textual. 20 .!Li c4 2Ubf6 Necesario, pero obviamente planeado y fuerte. La compensación blanca es elevada, sobre todo porque después de la captura del peón de "b7", la mayoría del flanco de dama puede avanzar libremente. 21 ... gxf6 22.ixb7 :Sae8+ 23.@f2 .!Li es 24.©g2 h5 25.c6 ic8 26.ixcS :Sxc8 27 . .!Li dS •••

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Anand - Shirov León 2000 ( 1 ª) Las negras invirtieron mucho tiempo en llevar su rey a "d7 " . Una vez logrado su obj etivo, deben haber experimentado un gran alivio, de poder oponerse a las blancas en el flanco de dama, y continuaron así: 30 ... .!Li aS?! En realidad, si hubiesen esperado pasiva­ mente, se verían ante las mismas dificultades de su flanco de rey mal defendido, aunque no de forma tan drástica. 31.:Sxc7+ :Sxc7 32.:Sxc7+ @xc7 33 .!Li xgS! Buscar una buena jugada defensiva es un intento vano, pues los cambios han facilitado la tarea a las blancas, que confian en sus peo­ nes del flanco de rey. 33 ... hxgS 34.ixgS .!Li xb3 35.h4 .!Li a l Una jugada excéntrica, pero que n o carece de sentido. En caso de la negligente 3 6 .h5, se­ guiría 36 . . . b3 3 7 .ic l ih6 ! , y las negras para­ lizan a los peones pasados. Pero lo cierto es que atacar el peón de "a6" es demasiado lento y, aunque insuficiente, era algo mejor hacer 3 5 . . . tt:la5. 36.icl .!Li b3 37.ie3 tt:l a5 38.gS tt:l c4 39.icl Las negras se rindieron.

RIESGOS DEL SACRIFICIO: LA SIMPLIFICACIÓN



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El cambio de torres redundó en favor de las blancas. Tratándose de una partida de ajedrez, en las simplificaciones, como eri todo lo demás, no hay nada seguro. Hay que prestar, por tanto, especial atención al momento de las simplificaciones.

rápidamente tanto después de 1 6.ic l Wi't2+ 1 7.cj;>h l ig4, como de 1 6. id2 Wi't2+ 1 7 .cj;>hl ih3 1 8 .:e:gl . h5 ! (Réti). Sin embargo, era mej or devolver el material con 1 6 .Wi'e4. 1 6 exd4 17.:Sfl Las simplificaciones forzadas parecen ha­ ber salvado a las blancas, pero esta impresión pronto resulta ser un espej ismo. 17 Wi'xfl+ 18.Wi'xfl :Sxfl+ 19.xfl :Sb8 20.b3 :Sb5! De pronto, el retraso en desarrollo de las blancas se hace sentir, y las superiores piezas negras se apoderan de una iniciativa que de­ cide la lucha. 21 .c4 Réti señaló 2 1 .lll d2 :e:h5 22.cj;>g2 (nótese que 22.h4 se contestaría con 22 . . . g5) 22 . . . :Ei:c5 2 Hk l ia6, amenazando 24 . . id3 . 21 ...:Sh5 22.©gl c5 23. l°D d2 f7 24.:Sfl+ e7 25.a3 :ab6 26.h4 �fa6 27.:Sal ig4 28.f2 ft 'll h5 14.:axh5! gxh5 1 5.f4 En pocas jugadas, la posición ha cambiado sustancialmente, de forma tal que se han acen­ tuado las desventajas de las negras. Contra el potente centro blanco, hay una estructura des­ membrada de peones negros y piezas desple­ gadas sin la menor coordinación entre ellas. El duradero daño infligido a la estructura de peones en el flanco de rey no sería un incon­ veniente si las negras tuviesen tiempo de enrocar largo, pero la triste situación del alfil requiere invertir un tiempo adicional para pro­ tegerlo. 1 5 ... h4 1 5 . . . lll d7 1 6.\Wxh5 0-0-0 falla, por 1 7 . lll e 2 �hg8 l 8.fü3 , y el alfil está cazado.

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16.'1Wh5 � a6 1 7.\Wxf5 Eliminado el peón de "f5 " , el rey negro queda abandonado a su suerte en el centro, y la entrada triunfal del caballo de "c3 " está en el aire. 17 .. Jl: d8 18 ..ie3 � b4 19.� e4 � d5 Con el hándicap de una acusada falta de coordinación, las negras hacen lo que pueden, pero el bloqueo, lamentablemente para ellas, no puede mantenerse. 20 ..ixd5 cxd5 2U�cl \Wxcl+ 2 1 . . .Wb6 22.tll d6+ E:xd6 23 .exd6 transfor­ a � el ataque blanco en un peón pasado deci­ sivo. 22 ..ixcl dxe4 23.e6 :Bf8 24 ..id2 Las negras se rindieron. 24 . . . E:d6 25.e7 ó 24 . . . füd4 25 .Wb5+ son desesperadas. Una vez más, el sacrificio de calidad re­ portó una amplia ventaja en el centro, lo que se convirtió en un ataque ganador. En un gran número de casos, el dominio central es el fruto efectivo de sacrificios posicionales de ese tipo. Como hemos visto, los sacrificios de cali­ dad normalmente dan resultado gracias a la gradual acumulación de contraj uego. Junto con los sacrificios de peón, los de calidad han sido, a lo largo del siglo XX, una de las dos formas más comunes de apoderarse de la iniciativa y lanzar un ataque. Resulta fácil ex­ plicar su popularidad para el j ugador práctico. En valor real, el sacrificio es pequeño, pues en muchos casos se limita a torre por caballo (o alfil) más un peón. De modo que el riesgo que se corre no es muy significativo. Así, la com­ pensación, en forma de espacio o tiempo, pue­ de fácilmente inclinar la balanza por el ma­ terial ofrecido. En comparación con el sacrificio de cali­ dad, el de pieza menor es una inversión con­ siderable, que supone un riesgo importante. Aunque menos habitual que los sacrificios de peones y de calidad, sigue siendo un medio frecuente y poderoso de ataque y contraa­ taque. En una abrumadora mayoría de casos, su justificación se basa en la precaria posición del rey contrario.

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Shamkovich - Simagin Memorial Chigorin Leningrado 1 95 1 Las blancas se sentían seguras al llegar a esta posición de medio juego. Ahora, en espera de 1 9 . . .Wxd7 20.E:xd7 .ixc3 2 1 .E:xa7, propusieron tablas. Que Simagin las rehusara fue una gran sorpresa. 19 ...\Wf6! A primera vista, parece que hay varias ma­ neras de refutar el sacrificio de pieza. No obs­ tante, si comenzamos a analizar detenidamen­ te, esas opciones van cayendo, una tras otra: a) 20. tll e2 Wf3 2 1 .tll g 3 parece lo más sen­ cillo, pero tras 2 1 . . ..ih6 ! 22 ..ixa7 (con 22 . .ic5 :B:c2 23 .Wd3, las blancas tienen un dificil final), 22 . . . :B:a8 ! nos disuade rápidamente: 23.:B:e l (aún es peor 23 . .ic5 .if8 24 . .ie3 :B:axa2) pierde, por 23 . . . :B:xa2 24 . .ic5 .id2 25.:B:bl :!:'!:al 26.Wb7 .ic3 ! b) 20.:B:d3 no es satisfactorio, porque dej a l a primera fila desprotegida: 2 0 . . .W D 2 1 .:B:g l (es peor 2 1 .@gl ixc3 22.:B:xc3 :B:bb8 ! 23 .!k l füd8, etc.) 2 1 . . ..ixc3 22.:B:xc3 füb8 23 .Wxc6 (o bien 23 .Wg4 E:xf2+) 23 . . . E:d8 24.E:c l We2+ 25. @g2 Wxe3 . c) La evidente 20 ..id4 no resiste tampoco el escrutinio : 20 . . . WD 2 1 .E:g l , y las blancas se encuentran ahora con la sutil clave 2 l . . .c5 ! . Entonces, 2 2. .ixc5 (o bien 22.E:g3 Whl + 23.E:gl Wxh2 24.E:g2 Wh l + 25 .E:g l Wh4) 22 . . .\Wxc3 23 . .ixf8 Wc2 ! (con la clave 24.:B:g2 E:b 1 ) no es precisamente tan prometedor para las blancas como al principio parecía.

SECRETOS DE LAS TRANSFORMACIONES EN AJEDREZ

Alterado por golpe tan sorprendente, Sham­ kovich no ofrece gran resistencia. 20.lll a4? ! 1ha2 21,.lll cS °!Wf3 22.ci>gl O bien 22J�gl Wfe2+ 23 .©g2 Wfxe3 . 22 ..th6! Las blancas se rindieron algunas jugadas más tarde. Ya no hay defensa. .•

Moiseev - Simagin Campeonato de la URSS Moscú 1 95 1

23 ... bxc4 24.ixc4 ih6+ 25.lt:Je3 !'!:a l 26.©d2 (si 26.id3 , entonces sigue 26 . . . c4) 26 . . . Wfd4+ 27.id3 fü2. La textual priva a las negras de . . . b5, pero el caballo quedará fuera de juego. 21..J�al+ 22.ci>d2 f3 ! E l alfil d e casillas negras no tiene oposi­ ción, y lo único que necesita es otra diagonal abierta. 23.lll c2 Capitulación, pero otras opciones lo expli­ can: 23 .E:xa l conduce a una demoledora de­ rrota tras 23 . . .ih6+ 24.©dl fxe2+ 25.©xe2 ig6 26.f3 E:e8+ 27.©fl Wfe5 28.Wfdl Wfg3 29.ttJg2 fü8 30.ttJel ie3 3 l .Wfe2 id3 . No es mejor 23 .id3 , debido a 23 . . .ih6+ 24.©c2 E:xdl 25 .ci>xdl Wfg5 26.Wfc2 E:a8, y la co­ lumna abierta compensa el material sacrifi­ cado. Una divertida variante es 23 .ttJxf3 ih6+ 24.©el ic l ! , amenazando 25 . . . E:b l (Sima­ gin). En todas estas variantes, tener un caballo de ventaj a no es consuelo. Ante las descoor­ dinadas piezas blancas, repartidas por todo el tablero, el armonioso conjunto negro desplie­ ga una tremenda iniciativa. 23 ixc2 24.i>xc2 fxe2 25.a:xal °!Wg6+ El rey está cazado en un fuego cruzado, puesto que no es posible 26 .Wfd3 , debido a 26 . . . e l lt:J+, etc. Las blancas podían haberse ahorrado la humillación que sigue, pero si hay algo que no le falta al maestro de aj edrez es la esperanza. 26.i>d2 ih6+ 27.°1We3 a:xf2 28,ghel J.xe3+ 29.i>xe3 °!Wg3+ 30.i>d2 °!Wf4+ Las blancas se rindieron. ••.

Las blancas han tomado algunas decisiones dudosas en la primera fase de la partida, pero sus dos jugadas siguientes parecen asegurarles cierto alivio contra la presión rival. 17 .id4 ci>h8 18.a3 Sin embargo, la lucha tomó ahora un giro inesperado. 18 cS! Las negras ofrecen una pieza entera. A cambio, obtienen la columna abierta "a" y la parej a de alfiles que apunta al rey blanco. 19.ixf6?! Tomar el caballo a costa de cambiar el alfil de casillas negras es, obviamente, arriesgado, y el curso de la partida sugiere que las blancas podían haber rehusado el envenenado presente y jugar, en su lugar, 1 9.dxc6. 19 °!Wxf6 20.axb4 axb4 21.lll bS "a4" no está disponible, y 2 1 . lll a2 es una invitación a jugar 2 1 . . .fü7. De modo que sólo queda por examinar 2 1 .ttJ b l . Ufimtsev mostró que la línea 2 1 . . . f3 22 . .id3 b5 ! 23.ttJc2 (23 .ixf5 pierde, por 23 . . . bxc4 24.Wfc2 b3) •

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Trüunovic - Marovic Campeonato de Yugoslavia Zagreb 1 96 1 Recuerdo vívidamente el momento en que llegamos a esta posición, en el que cruzó por mi mente un pensamiento pasaj ero: ¿pueden las blancas sacrificar en "g5 "? La tranqui­ lizadora respuesta fue: ¡ Trifunovic nunca lo haría! Tal era la impecable imagen del "rey de las tablas" por entonces, de la que él mismo estaba orgulloso. Recuerdo una partida que jugó más tarde con Larsen, con blancas. Muy pronto le propuso tablas, pero Larsen hizo oídos sordos. Un poco después, al haber con­ seguido lo que era prácticamente una ventaja ganadora, Trifunovic volvió a proponer tablas, que Larsen, presionado por los hechos, senci­ llamente no podía rehusar. Cuando se le pre­ guntó por qué no había jugado a ganar, res­ pondió: " ¡ Cuando propongo tablas, hasta Larsen tiene que aceptarlas" ! Lamentablemen­ te, esta vez Trifunovic se olvidó de su proverbial precaución y siguió con: 12.lli xgS! hxg5 13Jhh8+ ixh8 14.WhS Un par de peones y la delicada posición del rey negro justifican el sacrificio. 14 ...if6?! Esperando l 5 .'.Wxf7+ o 1 5 .ixf7+, las ne­ gras ignoran lo peor. . . 15.f4! Sólo ahora comprendí que hacer 15 ... gxf4 1 6.0-0-0 e6 1 7 .gxf4 id7 l 8 .e5 ig7 l 9.ltJe4 era desesperado. 15 ... e6 16.e5 ig7 No es mejor mover 1 6 . . . ltJxeS 1 7fxe5 ixe5 1 8 .0-0-0. 17.llie4 We7 18.llixgS id7 19J�dl Mejor que el enroque. Pronto veremos por qué. 19 ... 0-0-0 20.Wxti Wxti?! Es mejor 20 ... Eie8. 21.llixti E!g8 22.lli d6+ ©c7 23.lli xb7 lli xe5 Desesperado, pero 23 . . . if8 es insuficiente, debido a 24.©f2. ·

24.fxeS ixe5 25.llixcS ixg3+ 26.©e2 .ic6 27.lli xe6+ ©b6 28.idS Las negras se rindieron.

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A. Allen - Rogers Gold Coast 2000 Si jugase el blanco, podría resolver satis­ factoriamente sus necesidades posicionales, pero la maniobra ltJd2-c4-d6 llevó algún tiem­ po y las negras fueron las primeras en golpear: 14...ixh3 ! El golpe táctico pone de manifiesto que el rey blanco no está lo bastante seguro y ahora comienzan los cálculos. 15.ixf4?! Abrir la gran diagonal al alfil de fianchetto no puede ser bueno por principios, y lo que no es bueno por principios a menudo resulta malo en circunstancias concretas. La línea directa 1 5 .gxh3 \1;!/g5+ 1 6.ig4 h5 no es muy atractiva, de modo que la única opción es 1 5 .ixa6 \1;!/g5 1 6 .'.Wf3 ig4 1 7 .'.Wg3 , que ofrece mayor re­ sistencia, aunque la tranquila 1 7 . . . bxa6 man­ tiene con seguridad las mejores opciones ( 1 8 . f3 falla, por 1 8 . . . ltJh3+). 15 ... exf4 16.gxh3 llixc5 17.llic4 E!ad8 Una fea jugada intermedia: dondequiera que vaya la dama, la esperan algunas res­ puestas desagradables. 1 8.Wc2 Ni 1 8 .'.We l \1;!/e6 l 9.ltJd2 Wxh3 20.ltJf3 ltJ d3 2 1 .Wb l ltJe5, ni 1 8 .'.Wc l \1;!/h4 1 9 .Eidl (si 1 9.©g2, entonces 19 . . . ltJ d3) 19 . . . bS servirían. t8 Wg5+ 19.©h2 t3 20.ixn b5 21.llie2 bxc4 22.Wxc4 E!d2 Elimina el caballo de "e2", después de lo cual las blancas no tienen forma de parar las amenazas de mate. ..•

SECRETOS DE LAS TRANSFORMACIONES EN AJEDREZ

forzando acontecimientos. 23 ... Wf7 24.tvb3+ gds 25.lLi eS+ J.xe5 26.gxeS tvxd4 27.tvf3+ Wg7 28.ge7+ Wg6 29.tvti+ 'it>gs 3o.ge6 Las negras se rindieron.

Azmajparashvili Dreev Copa de Europa de clubes Neum 2000 -

En posición restringida, Dreev concibió un plan que parecía prometedor. 16 bS Ahora l 7 .ixf7 (a las negras no les im­ portaría 1 7 .axb6 lLixb6) 1 7 . . . '\Wf6 l 8 .ie6 lLic5 aliviaría sus dificultades. Sin embargo, se les escapó un detalle importante . . . 17.J.xti tvf6 1 7 . . . '\We7 provocaría 1 8 .ixg6+ 'it>xg6 1 9.�ae l tvd8 , y la delicada posición del rey negro, junto con su retraso en desarrollo, pesa mucho en la lucha ulterior. Azmajparashvili pensaba continuar con 20.'\Wc2+ @f7 2 1 .d5 ! , con una fuerte iniciativa. 18 . .!Ll e4 ! tvf4 19.ixg6+ Wxg6 20.tvc2 La clave del sacrificio : al potencial j aque descubierto se suma el ataque al peón de "c6". 20 .!i:l bS 20 . . . 'it>f7 2 1 .'\Wxc6 limita a las negras a 2 1 . . .'1Wb8 (si 2 1 . . .�b8, entonces 22.g3 caza la dama en un lugar muy expuesto), y ahora 22.lLi egS+ decide enérgicamente. 21..!i:ld6+ J.f5 Después de 2 1 . . .'it>f6 22.lLieS, el rey pasa a ser huésped del centro del tablero. 22 . .!i:\xfS gxf5 23.gael Así, las negras han conservado su ventaja material, pero con la torre de "a8" y el caballo de "b8" en sus penosas posiciones están lu­ chando contra una fuerza superior y deben su­ cumbir pronto. Las blancas amenazan 24.�e4,

Lautier - Korchnoi Biel 200 1

•.•

.•.

Las negras han perdido tiempos, que se han traducido en una significativa ventaja en desa­ rrollo de su oponente, y que esperaban paliar con su última jugada, l I . . .ib4-c5 . Sin em­ bargo, les esperaba una pequeña sorpresa . . . 1 2 . .!Ll xe6! Por supuesto, la clave no es el sacrificio de dama, que no puede aceptarse ( 1 2 . . .ixe3 pier­ de, por 1 3 . lLi dc7+ We7 14 . .!i:lxd8 ic5 1 5 .lLixb7, etc.), sino la iniciativa que las blan­ cas podrán desplegar y aumentar en virtud del subdesarrollo negro. 12 ... fxe6 13.Wxe6+ ie7 La aparentemente natural 1 3 . . . 'it>f8 se con­ testa con la muy desagradable 14.ie3 ! Lau­ tier señaló 1 4 . . . lb c6 1 5 .tvfS+ 'it>e8 ( 1 5 . . . 'it>g8 pierde, por 1 6. lLi e7+ ! lLixe7 1 7 .idS+, etc.) 1 6.'\Wf4. Lamentablemente, mantener el rey en el centro ofrece otras opciones de desarrollo a las blancas. 14.if3 .!i:lf8?! Esto también parece correcto y seguro con­ tra la amenaza ih5+. Sin embargo, Lautier comenta que jugadas defensivas de este tipo sólo sirven para dar nuevo ímpetu al ataque, y busca una solución en la jugada más enérgica 14 . . . lb f6 , para responder a 1 5 . lbxf6+ con

SACRIFICIOS REALES

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1 5 . . 'i!?f8. Comparándola con la continuación del texto, quizá, pero tras 1 6.Wfxc4 i.xf6 1 7 .i.f4, los defectos de la posición negra per­ manecen. Por ej emplo : 1 7 . . . lll c6 1 8 .�ad l Wfe8 1 9.i.d6+ lll e7 ( 1 9 . . .i.e7 pierde, por 20.'\Wf4+ '1Wf7 2 1 .i.xe7+, etc.) 20.�d3 . 15.Wfe5 � e6 16.i.h5+ 'i!?f8 17.ih6 ©g8 18.ig4 Las blancas han incorporado ambos alfiles al ataque mediante una serie de amenazas di­ rectas, que les han permitido congelar el flan­ co de dama enemigo. La línea forzada con­ tinúa. 18 ... gxh6 19.ixe6+ ixe6 20.'\Wxe6+ @f8 2 Ufac1 � c6 En lugar de innecesarios j aques elaborados, las blancas podrían rematar aquí la lucha con la prosaica 22.�xc4, pero es probable que, después de 22 . . . Wfd6 23 .fü4+ @e8, omitiesen 24.�d l . .

diversas opciones de ataque. Lo único que podemos inferir es que las blancas deben ha­ cer algo y hacerlo ya (llevar el alfil a "gS ", o bien l 7.i.h3). Pero Moiseenko, sin percibir la dimensión real del peligro, cree que tiene tiempo para jugadas de desarrollo . . . 17.id3? ! Wfa3 18.ig5 � a4 19.� le2 1 9.bxa4 b3 abre, obviamente, Ja columna "b", con dramáticas consecuencias. 19 ... �n 20.\Wc2 '1Wb2+ Recuperando el material sacrificado, lo que hace que todo resulte fácil. 21.'1Mxb2 �xb2 Las blancas se encuentran en dificil situa­ ción.

Léko - Grischuk Wijk aan Zee 2002

Moiseenko - Baldan Kramatorsk 200 1 Las blancas habían obtenido una promete­ dora posición, pero en lugar de lanzarse al ataque con la natural 1 5 .i.h6, decidieron que tenían tiempo suficiente para suprimir todo contraataque basado en . . . lll a4 y jugaron 1 5 .b3 , debilitando su propio enroque. Las consecuencias fueron brutales y rápidas. 15 ...ixg4! 16.fxg4 �xg4 Al eliminar la creciente presión en el flanco de rey, el sacrificio de alfil acentuó Ja contra­ presión sobre la gran diagonal de las negras, que amenazan l 7 . . . Wfa3 1 8 .i.g5 lll a4, con

1 12

Cuando las blancas jugaron 24.'\We l -d2, incitando a las negras a jugar 24 ... g5, las con­ secuencias no parecían muy convincentes. Sin embargo, Léko demostrará que había visto muy bien. 24 ... g5? ! 25Jhb7! La primera clave de la combinación. Las negras no pueden capturar el alfil, porque tras 25 . . . gxf4 26.Wfxf4 las blancas recuperarían mucho material, siendo esencial el peón de "c7 " . 25... gcs 26.h4! Después de la partida, Léko indicó la oculta y tranquila 26.i.b5 ! gxf4 27 .�xa7, pero creo que la textual es superior por su coherencia. 26 ... gxf4 27.\Wxf4 ig7 28.Wfxf5 '!Wd8?! El cambio de damas aumentaría la fuerza

SECRETOS DE LAS TRANSFORMACIONES EN AJEDREZ

de las piezas blancas, mejor coordinadas, pero era más lógica 28 . . . '1We8, manteniendo bajo vigilancia las casillas críticas "e6" y "f7". 29.lLJgS! Conscientes del bajo nivel de coordinación de las piezas contrarias, las blancas lanzan el ataque final. 29 hxgS Observe que 29 . . .'1Wf8 no da resultado, de­ bido a 30.lll f7+. 30.hxgS '1Wf8 3 1 .'1Wh3+ ih6 32.ifS Bastaba con tomar el alfil de "h6", que hubiera sido más sencillo. 32 .. J�e8 33.:Sxc7 :Sel+ 34.h2 lLJe7 35.g4 ie6 36.Wxh6+ '1Wxh6+ 37.gxh6 lLJxf5 38.gxfS ixfS 39.fü7 ig6 40.:Sxa7 :Sel 4I .ci>g3 gxc3+ 42. f4 El centralizado rey blanco ayuda a ganar a los peones pasados. •.•

Conviene observar que pierde 2 l .ixe4 fxe4 22.'1Wxe4?, por 22 . . . füf2 23.ci>xf2 Wxh2+ 24.'1Wg2 ixg3+ 25 .We2 :gc2+. 18 lLJ h3+! Esta dañina jugada no estaba en el pro­ grama de las blancas, cuyo rey queda ahora plenamente expuesto. 19.gxh3 'IWgS+ 20.ci>fl Gelfand excluyó de sus cálculos 20. lll g4 por 20 . . . tt:lxf2. 20 ...ixeS 21.dxeS ic6 La presión se traslada a la columna "d" y la gran diagonal blanca, con importantes ame­ nazas. 22.ict Si 22.lll e3 :gcd8, las negras amenazan 23 . . . :!:l:xd3 24.'1Wxd3 '1Wf4, de modo que las blancas deben reaccionar en el acto. 22 ...Wh4 23.ixe4 fxe4 24.ie3 24. lll f4? se contesta con 24 . . . :gxf4 25 .ixf4 '1Wxh3+ 26.Wgl e3 ! , y el rey cae presa del fuego cruzado. Es hora de olvidarse de la ventaj a de material, devolverlo y entrar en aguas mansas. 24 '1Wxh3+ 25.ci>gl ixdS 26.'IWxdS Wg4+ La repetición de jugadas marca el fin de una interesante lucha, caracterizada por repen­ tinas metamorfosis de material y alternativas. •..

•..

Grischuk - Gelfand Wijk aan Zee 2002 En esta posición del medio juego, Gelfand, amenazado por la asfixiante continuación 1 5 .c5 ie7 1 6 . lll e5, concibió un largo plan de contraataque. Para empezar, un sacrificio de peón. 14 ... lLJ e6! 15cxd5 cxdS 16.lLJ xdS ges 1 7.'al Wfxe4 acaba en mate tras 28. lll x g7+ 'it>e7 29.Wfg5++. 26 ...V!ie7? Anand señala, con razón, que 26 . . . Wfe5 era más fuerte, aunque una de las casillas críticas, "d8 " , no quedase tan protegida como con la textual. En tal caso, con 27 .Wfb6 ixe4 28.gd8+ 'it>e7, se produce una posición esca­ lofriante, que parece inclinarse a favor de las negras, puesto que 29.lll f8 ? ! (a Ja que inicial­ mente Anand Je concedió un signo de admi­ ración) no es suficiente. Las blancas piensan en ideas de este tipo: 29 . . . ixc2+?! 30.©a2 l!xf8 (o bien 30 . . . lll x f8 3 1 .l!xc8 lll d7 32.Wfxa6 l!xc8 33 .Wfxc8) 3 l .füxf8 lll x f8 32.l!xc8 if5 33.l!c7+ lll d7 34.'it>xa3 a5 35 .Wfc5+ Wfxc5+ 36. lll x c5 ©d6 37.l!a7 ! lll x c5 3 8 .l!xg7, pero Jo cierto es que 29 . . . lll x f8 ! es bueno para el ne­ gro, como posteriormente indicó Anand en su colección de mejores partidas. También indicó 29 .Wfa7+ ! , que conduce a probables tablas tras 29 . . . l!c7 ! 30. lll x c7 'it>xd8 3 1 .l!d!+ id6 32.lt:Jc5 ixc2+ 3 3 . ©a2. Veamos : 33 . . .ixb3+ 34.'it>xb3 l!h3+ 3 5 .'it>a4 l!h4+ 3 6.'it>b3 ! En cualquier caso, y pese a las apariencias, con la jugada textual el rey negro es más vulnerable. 27.Vfib6 lll f8 28Jád8+ E:xd8 29.lll c7+ V!ixc7 30.V!ixc7 E:d7 3 1 .WfbS+ 'it>e7

32.\Wes+ lll e6 33.E:gl Wti 34.lll b 6 No basta con tener material suficiente, si las piezas están desperdigadas por el tablero sin orden ni concierto y el rey está expuesto. 34 ... E:hdS 35.©a2 if8 36.lll xd7 fü:d7 37.Wff5+ We7 38.E:fl ic8 39.V!iti+ 'it>d6 40.eS+ Las negras se rindieron. Hemos visto varios sacrificios de piezas menores que generaron un ataque directo. A menudo están hermanados, al menos en algu­ nos aspectos, con los seudosacrificios. En otro grupo numeroso de casos se encuentran aque­ llos sacrificios que se traducen en ventaj a es­ pacial. Por lo general, tales sacrificios espe­ culan con peones pasados centrales que com­ primen al oponente y representan una com­ pensación sustancial.

Spassky Penrose Palma de Mallorca 1 969 -

En una posición bloqueada de este tipo, normalmente un sacrificio de pieza es el único medio para progresar. Debido a la situación restringida del defensor, el riesgo no es grande. Creo que Spassky no se lo pensó dos veces cuando entregó aquí pieza por dos peo­ nes. 37.ixcS! dxc5 38.\Wxe5 lll g8 38 . . .Wf d6 39.V!ib2 Wff4 es algo mejor que mover piezas en el área restringida de las úl­ timas filas. 39.V!ibS lll ef6 La idea de esta jugada es neutralizar 40.e5 ,

1 14

SECRETOS DE LAS TRANSFORMACIONES EN AJEDREZ

a lo que sería posible un contrasacrificio en "d5 " . Podía jugarse 39 . . . lLi e7 con la misma idea y, de paso, ·vigilar la casilla "f5 " . Sin embargo, las blancas disponen de muchas ju­ gadas de espera y pueden avanzar peones, o llevar el caballo a "f5 " en el momento opor­ tuno. 40.llif5 lli e7 41.llixh6! Tres peones y una gran ventaja espacial hacen inútiles los esfuerzos de las negras .

Si 30 . . . l:l:be8, entonces 3 1 .1':l:d l . 3 U�e2 llib5 32.b4 if6 33.Wfg6 @g8 34.d6 Tras haber ampliado su ventaj a de espacio, las blancas pueden volver al mismo tema y crear un ataque de mate. Las negras no pueden parar las amenazas.

Ulibin - Bocharov Campeonato de Rusia Samara 2000 Juzman - Ramesh Open de Biel 2000 Al jugar 1 9 . . . tLi f6-d5 , las negras esperaban neutralizar la presión de su adversario, deriva­ da de su ventaja espacial. Lamentablemente, su evaluación fue errónea. 20.llixe6! fxe6 21.llixc6 ixc6 22.Wfxe6+ @h8 23.Wfxc6 llic7 24.Wfg6 Al margen de los peones ganados, la ex­ puesta posición del rey negro garantiza una clara superioridad a las blancas. 24 JU6 25.Wfg4 :Etb8 26.�el Esto subraya no sólo la debilidad de la última fila, sino también la falta de coordina­ ción general entre las piezas negras. 26 ...Wfb5 27J�acl Las torres han ocupado sus mejores posi­ ciones y ahora es posible d5 . 27 ... b3 28.a3 �:Us 29.d5 El sacrificio se ha transformado en una enorme ventaj a de espacio, que pone de mani­ fiesto el estado restringido de todo el ejército negro. 29 ig5 30Jk4 Wfa5 .•

•..

Aquí, las blancas inician de nuevo un ata­ que a partir de su ventaj a espacial. El motivo básico es exponer al rey enemigo en el centro. 19.axb5 cxb5 20.llixe6! fxe6 21.llid6+! Es esta pequeña sutileza lo que da al sa­ crificio su carácter de forzado. 21 ... ixd6 22.Wfxe6+ ie7 23.ixd5 ixd5 24.Wfxd5 Por el momento, las blancas sólo tienen un peón por el caballo, pero la dispersa estructura enemiga de peones, el inseguro rey y un tiempo importante (está atacada la torre de "a8") son factores favorables a las blancas. 24 0-0-0 24 . . . l:l:b8 25 .W/e4 l:l:b6 consigue protegerlo todo, pero a costa de exponer a la torre. Puede seguir 26.d5 lli c5 27 .ixc5 ixc5 28.d6 Wlb7 29.W/xg6+ @f8 (29 . . '\Wf7 pierde, por 30.d7+ @e7 3 1 .d8Wf+) 30.l:l:ad l , con ventaja para las blancas. 25.Wfa8+ '1Wb8 26.Wfc6+ Wfc7 27.Wf a8+ Wfb8 28.Wf c6+ Wfc7 29.Wfxc7+ @xc7 30Jha7+ @b8 En "b8" el rey es muy vulnerable. Era me­ jor 30 . . . 'it>c6 3 1 .e6 id6. .•.

SACRIFICIOS REALES

.

1 15

3 1 .füal ghe8 32.e6 lll b6 33.if4+ .i.d6 34.e7 ixf4 35.exdSW+ gxd8 36.gxf4 gxd4 37.gg7 lll a4 38.gel gds 39.ges Las negras se rindieron. ·

En la siguiente posición, las negras, que su­ fren falta de espacio y subdesarrollo, han jugado 1 5 . . . ic8-e6 para neutralizar la poten­ cial amenaza sobre la diagonal "a2-g8" . La respuesta seguramente no les satisfizo:

22.ifl lll d7 23.gcl We8 24.gc7 El resto de la partida no tiene interés para nuestro tema. El dominio de espacio propi­ ciado por la masa de peones móviles, se con­ virtió en ventaj a material por medios ·ha­ bituales. Por razones reales y psicológicas, lu­ char en tales condiciones suele resultar una tarea extremadamente ardua. Como atestiguan con elocuencia las parti­ das que hemos examinado, el arsenal del ata­ cante en el medio juego está enriquecido por sacrificios de alfil y caballo de todo tipo. La cantidad de material sacrificado no es grande en comparación con el valor y el riesgo, de ahí la frecuencia de estos sacrificios. Sin embar­ go, no podemos decir lo mismo de los sa­ crificios de torre y dama. El sacrificio de una torre entera es, en la inmensa mayoría de los casos, un seudosacrificio o, al menos, un caso emparentado. El verdadero sacrificio de torre ocurre en contadas ocasiones, y normalmente se produce como parte integral de una cascada de sacrificios, en un ataque de mate.

Kobalij a - Zaj arevich Campeonato de Rusia Samara 2000 16.lll dS! cxdS 1 7.exdS ifS 18.ic4 Las blancas sólo cuentan con un peón por la pieza, pero tienen compensación en forma de superioridad espacial y una falange móvil de peones listos para avanzar. 18 ..ig4 El desarrollo normal, l 8 . . . lll d7, sería cas­ tigado con l 9.d6 lll x c5 20.dxc7 lll xb3 2 1 .:gd8 :ges 22.lll g5 . 1 9.h3 .i.xf3 20.Wxf3 lll d6 Enfrentadas a una avalancha, las negras no encuentran nada mejor. 20 . . . a6 se replicaría con la inteligente 2 l .c6, y ahora, si 2 1 . . . lll d6, 22.b6, o bien si 2 1 . . .axb5 , 22.d6, o, por úl­ timo, si 2 1 . . .bxc6, 22 .dxc6 axb5 23. :gd7, nin­ guna de las cuales sirve a la causa negra. 21 .cxd6 Wc8 Lamentablemente, 2 1 . . .Wxc4 no da resul­ tado debido a 22.:gc l , pero bloquear la ava­ lancha no basta. Las blancas ganan ahora de forma prosaica. ••

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Spassky - Resbko Leningrado 1 95 9 Este escenario de medio juego s e alcanzó tras una inusual Caro-Kann, en la que las ne­ gras invirtieron tiempo y esfuerzos para ganar material en el flanco de dama, pero a costa de seguir con su rey en el centro y la mayoría de sus piezas sin desarrollar. Los efectivos blancos, por el contrario, están coordinados y se disponen a atacar. El sacrificio que sigue difícilmente puede considerarse una sorpresa,

SECRETOS DE LAS TRANSFORMACIONES EN AJEDREZ

aunque contiene matices ocultos. La elección es simple: atacar o sucumbir. 19J;xf6! ¡Las blancas entregan toda una torre para abrir la posición del rey negro ! La columna abierta "f" amplía las posibilidades tácticas. 19 ... gxf6 Ignorar el sacrificio, con 1 9 . . . lll b c6, falla por 20.fü/ Wc8 2 1 .Wxg7 ! Wxe6 22.ill f6+ ©d8 23 .E:x:f8+ E:x:f8 24.Wx:f8+ ©c7 25 .if4, y las piezas del flanco de dama se suman al ataque con efectos decisivos. 20.c!L\ xf6+ ©d8 21.lll d5 Y!Yd6 22.igS+ ©c8 23.ig4! La jugada clave de la idea blanca. Ahora, 23 . . . ig7 24.lll e7+ ©c7 25.lll f5 Wxe6 26.ih3 les da un fuerte ataque. 23 ... lll xg4? 24.e7 ixe7 25.Wxg4+ lll d 7 26.lll xe7+ ©c7 27.if4 lll e5 28.Y!Yg7 ©b6 29.ixeS Y!Ye6 30.ixd4+ Las negras se rindieron. El sacrificio de la torre desencadenó una tremenda energía atacante. ·

Panov - Simagin Campeonato de Moscú l 943 Las blancas han jugado su alfil a "h6", con idea de eliminar el "draconiano" alfil negro, seguido de un asalto de peones al enroque. Pero las negras rehusaron entrar al trapo . . . 12 ...ihS ! ? 13.ixf8 Y!Yxf8 No es una rara decisión en posiciones de este tipo : al cambiar una torre por el peligroso alfil blanco y preservar su alfil de casillas oscuras, las negras se sentirán más seguras en

el flanco de rey y, por otra parte, su alfil fianchettado jugará un papel importante en el contraataque sobre el enroque largo enemigo. 14.lll d 4 Mantener vigilada la casilla "c4" con 14.lll a5 se contestaría con 14 . . . lll fd7 (y caso de 1 5 .lll x b7, obviamente, seguirla 1 5 . . . E:xc3 1 6.bxc3 1Wc8), pero l 4.h4, tratando de abrir la columna "h", produce mejor impresión. 14 ic4 15.gS lLi fd7 1 6.ih3 e6 1 7.�bl lll es 18.f4?! Todo el plan elegido por Panov es poco convincente y esta jugada es especialmente dudosa, ya que permite un fuerte contrajuego táctico. Lo correcto era l 8 .Wf2 lll c 6 1 9. f4. 18... lLi f3 ! 19.lLixf3 ? ! Aquí también hay una mejor opción: el contrasacriflcio 1 9.We3 lll xd4 20.E:xd4. 19 ixc3 20.bxc3 d5! El alfil de fianchetto ha estado esperando, emboscado, durante mucho tiempo y ha apro­ vechado su oportunidad. Con sólo un cambio, las negras han elevado su inversión a toda una torre, pero la dañada estructura de peones y la visible falta de coordinación vaticinan serias dificultades para las blancas. 2 1 .Y!Ycl lL! a4 22.exdS Las blancas por fin entienden que sólo un juego enérgico puede darles una posibilidad. 22 ...ixa2+ Esto abre más la posición del rey blanco, puesto que 23 .©xa2 pierde, por 23 . . . lll x c3+ 24.©b3 Wcs . 23.@al Y!Yc5 24.dxe6 lll xc3 La amenaza de las negras es simple: cuando el alfil de " a2 " se retire, el rey blanco se encontrará en una red de mate. La siguiente jugada blanca no hace nada contra esa ame­ naza. 25.gd4? 25.exf7+? ! ixf7 26.ixc8 Wa5+ 27.@b2 Wb4+ 28.'it>al 1Wa4+ 29.©b2 lll e2 también es malo para las blancas, pero 25 .e7 ! Wa5 ! es tablas. 25 ixe6 26.ixe6 fxe6 Las blancas están indefensas. .•.

.•.

..•

Como puede suponerse, es raro que la da­ ma se sacrifique (y la mayor parte de las veces

SACRIFICIOS REALES

1 17

en que se hace, se trata de un seudosacrificio), debido a su gran movilidad y fuerza de jueg o. Cuando eso sucede, los blancos y objetivos son elevados. El blanco suele ser el rey con­ trario, y el obj etivo un ataque prometedor o una inmensa compensación de diverso tipo.

Rashkovsky - Dobrov Oberwart 2000

Alij anov - Fomichenko Krasnodar 200 l La última fase del medio juego se carac­ terizó por el avance del peón pasado, que hizo posible el sacrifico de dama que sigue. 41.ixc7! ixf6 42.exf6 La aparición de un segundo peón pasado inclina ahora la balanza. 42 ... es 42 . . . tlixc7 no da resultado, por 43 .l'!xh7 . 42 . . . Wfxc7 pierde la dama, por 43 .f7+, mien­ tras que 42 . . . h5 se produce en la partida en la siguiente jugada. 43.f3 h5 44.f7+ @(8 Si 44 . . . @g7, entonces 45 .ixe5+ 45 . . . �h6 (o 45 . . . �f8 46.c7, el golpe de gracia) 46. tll e6 . 45.ias liJ d6 46.ib4 YlfbS 46 . . . Ylfxc6 pierde, por 47.l'!c l . 47.ixd6+ °1Wxd6 48.c7 Ylfc6 49J'ibl °1Wc2+ 50.�g3 Las negras se rindieron.

Ver el diagrama siguiente En la comedia de errores que precedió a la posición del diagrama, la maniobra 2 1 . . .Wfc7h7 pareció forzar decisivas ganancias materia­ les, pero Rashkovsky tenía una carta en la manga . . .

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22.llJc6! ihe3 23Jhe3 De nuevo, un peón pasado estropea a las negras el placer de ganar la dama. 23 ... °1Wd7 23 . . . l'!d7 24l'!e8+ �f7 25l'!de l g5 26.f ü e7+ �g6 27.l'!xh7, y las negras deberán pagar un alto precio por el peón "d" . 24.llJ xdS °1Wxd8 25J'ie7 Obviamente, no 25.d7 tll g7. Las blancas amenazan ahora 26.l'!c7, seguido de 27.d7. 25 ... llJ g7 26.E:xa7 Debido a la desfavorable posición del rey negro, confinado en la octava fila, y a la pasiva dama que actúa como un bloqueador, es inevitable que se produzca algún tipo de muerte lenta. 26 ... h5 27.g3?! 27.d6 tli e6 28 .l:!d6 ©f7 29.l:!c6, y l:!c8 ga­ naba en el acto. 27 ... g5? ! 28.h3? llJe6 29.E:e7 llJd4 Eliminar el peón pasado es la única posi­ bilidad de supervivencia (si 29 . . . lll f8, enton­ ces 30.d7). 30.cxd4 \Wxd6 3 1 .E:a7 cxd4 32.E:el Un inconveniente ha sustituido a otro: el rey si gue estando en una red de mate. 32 ... @f8 El rey blanco puede encontrar refugio con­ tra los j aques. Por ejemplo: 32 . . . °1Wc6+ 33 .@d2 '.Wb5 34.b3 Wfb4+ 35 .©dl '.Wbs 36J:!ee7 Wd3+ (o bien 36 . . . Wtfl + 37.@d2 Wfxf2+ 3 8 . l:!e2) 37.�e l , y el rey escapa por "g2 " .

SECRETOS DE LAS TRANSFORMACIONES EN AJEDREZ

33J�ee7 Cuando el final de peones está perdido, normalmente también lo están los finales con piezas. 33 ... \1Nc6+ 34.©d2 '1Nf3 3SJ�ed7 Y:Yxf2+ 36.©d3 '1Nxg3+ A punto de culminar su brillante juego, en lugar de 37.©c4 b5+ 3 8 .xb5 \1Ne5+ 39.©b4, las blancas se equivocaron con 37.xd4? y tuvieron que ceder tablas.

23.liJ xd7+ @e7 24.cS Haciendo recuento, vemos que además de la compensación material, las blancas dis­ ponen de una útil mayoría de peones, que las negras podrían reducir con 24 . . . tD xa2 25.gxa2 gxd7, pero tras 26.gc l , el peón "c" sería in­ controlable. Por consiguiente, las negras de­ ben ir a por el peón de "c5 " . 24 ... liJ dS 2S.c6 Un pequeño toque simplificador, que con­ duce el juego en la dirección deseada. 2S ... :axc6 26.liJ eS :aes 27.ixd5 exdS 28.liJd3 :ac6 29.liJ f4 gS? ! En lugar d e esta jugada, que debilita l a es­ tructura de peones, era necesario 29 . . . g6. 30.liJ xdS+ ©f8 31.liJe3 :aes 32.g4 El castigo es inmediato : el caballo se insta­ la en "f5 " y el rey negro tendrá problemas.

Skembris - Solozhenkin Padua 2000 Con 1 5 . . . ib7-c6, las negras esperaban li­ berar su juego tras 1 6 .Wfa3 ixd6 1 7.gxd6 Wc7 1 8.g6d2 d5 . Sin embargo, no tuvieron en cuenta que la retirada de dama no era la única opción de las blancas . . . 16.ixe7! ixa4 1 7.liJxa4 '1Nb8 18.id6 Desde el punto de vista del valor material, dos piezas menores no compensan en absoluto la pérdida de una dama, pero en esta situación concreta las blancas están en condiciones de obtener otros beneficios. Por de pronto, esta jugada intermedia asegura que las blancas ob­ tendrán lo que se proponen en las mejores cir­ cunstancias, a saber, situar su caballo en "e5 " . Si, ahora, 1 8 . . . Wc8, seguiría 1 9.ixc5, y s i 1 8 . . . Wd8, 1 9.liJe5, l o que explica la respuesta siguiente. 18 .. Jk7 19.liJeS aS O bien 19 . . . Wa7 20.a3 . 20.liJxcS \1Na7 21 .ixfB ©xf8 22.liJ cxd7+ liJ xd7 22 . . . \t>g8 23 .a3 tD a6 24. tDc6.

S. Spasov - Spodny Correspondencia 1 998 Las blancas optaron ahora por un plan agresivo : 1S.f4 '1Nb4 Esta jugada, que amenaza 1 6 . . . tDc2, parece una apropiada jugada simplificadora. S in em­ bargo, a Spasov se le ocurrió ahora una inte­ resante idea. 16.fxeS ! liJ c2 17.exf6 \1Nxa3 Al entregar la dama, las blancas vieron que tendrían clara compensación tras 1 7 . . . liJ xa3 1 8 .fxg7 gg8 1 9. tD dS Wxb2 20.tD c7+ d8 (o bien 20 . . . @e7 2 1 .ig5+) 2 1 .gxf7. 18.fxg7 :ags 19.ib6! Es insuficiente 1 9.bxa3 ?, pero esta oscura

SACRIFICIOS REALES

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clave pone a prueba la defensa negra. 19 ...Wfxb2 20.lll d5 El rey se ve de pronto amenazado por· ja­ ques en "c7" y "f6", lo que obliga a las negras a tomar medidas no deseadas. 20 ... 8:xg7 20 . . . E:c8 2 1 . 4J f6+ Wfxf6 22.E:xf6 ic6 (o 22 . . . E:xg7 23 .ixb7) pierde, por 23 .ixc6+ bxc6 24.l:!xc6 l:!xc6 25 .l:!d8+ r:ll e 7 26.l:!xg8 l:!g6 27.ic5+ r:líf6 28.if8. Conceder más espacio al rey, con 20 . . . f5 , permite un ataque decisivo desde el otro lado: 2 1 . lli c7+ r:ll e7 22.ic5+ r:líf6 23.l:!xd7 l:!xg7 (o 23 . . . l:!ac8 24.lli d5+) 24.E:d6+. 21.�c7+ @rs 22.�xa8 La relación de fuerzas debería ser satis­ factoria para las negras, de no ser por la du­ dosa posición de su rey y la descoordinación de sus fuerzas. 22 ... f5 22 . . . Wfb5 no mejoraría la situación, debido a 23 .l:!d5 Wfa4 24.ic5+ r:ll g 8 25.�b6, mien­ tras que 22 . . . ie8 pierde, por 23 .ic5+ r:ll g 8 24.l:!d8. No es mejor 22 . . . f6, ya que tras 23 .ic5+ r:ll g 8 24.llib6 Wlb5 25 .l:!d5 ll'i b4? 26.l:!xf6, la defensa se viene abajo. 23 ..ic5+ @g8 24.id5+ @h8 25.�b6 h6 Después de 25 ...1l:Vb5 26.if2, la presión no disminuye. 26.e4 ? ! Una solución más simple era 26.ixc4. 26 ...Wi'b5?! Las negras podrían ofrecer mayor resis­ tencia con la natural 26 . . . ic6. 27.if2 c3? ! Seguía siendo mejor 2 7 . . . ic6. 28.ib3 Las negras pierden pieza y la iniciativa blanca se ve plenamente recompensada.

Ver el diagrama siguiente El conflicto estalló cuando las blancas de­ cidieron ganar espacio. 12.b4 id4 13.e5 Obviamente, las blancas esperaban forzar la retirada del caballo, puesto que 1 3 . . . lli e4 14.ll'ixe4 es un prometedor sacrificio de cali­ dad. Sin embargo, debieron afrontar inespe-

1 20

radas y peligrosas complicaciones, tras la ré­ plica de las negras.

Goldin - Chuchelov Cappelle-la-Grande 200 1 13 ... � d5 ! Las negras se hacen, de repente, con la ini­ ciativa, gracias a un detalle táctico: si 1 4.cxd5 , seguiría 1 4 . . . ia4 ! 14.�e4 Esta parece una inteligente solución a todos los problemas blancos, pero resulta que 1 4 . . .ixal l 5 .cxd5 no es la única opción de las negras. 14 ... �xf4 Ante la amenaza ll'i d6+, las negras encuen­ tran una elegante solución. 15.� d6+ Si 1 5 .ixf4, Chuchelov tenía in mente hacer 1 5 . . .ixe5, eliminando el j aque en "d6" . Des­ pués de 1 6.ixe5 1l:Vxe5 1 7.ll'ic3 ixg2 1 8 .l:!g l ic6, las negras obtendrían material suficiente por la pieza. 15 ...Wfxd6! Después de l 5 . . . ©e7 1 6.ixf4 ixa l 1 7.0-0 id4+ 1 8 .r:líh l , las blancas mantendrían una significativa ventaj a espacial y amenazas di­ rectas sobre el expuesto rey en "e7 " . 1 6.exd6 �xg2+ 17.@d2 1 7 .@fl ixa l 1 8.l:!gl ll'i h4 también es sa­ tisfactorio para las negras. 17 ... ixal 18.ib2 ixb2 19.Wi'xb2 0-0 20.l::!: g l f6 Al final de las complicaciones, las negras tienen buena compensación material por la

SECRETOS DE LAS TRANSFORMACIONES EN AJEDREZ

dama, un rey seguro y la fuerte mayoría de peones en el flanco de rey. 21 .Wfc3 2 l :Wfd4 sólo sirve para provocar el avance de los peones centrales enemigos : 2 l . . . e5 22.1Mlg4 f5, con clara ventaja negra. . 21...lll h4 Mej or que 2 L. lll f4, ya que con 22.Wg3 lll g6 23 .h4, las blancas obligan a su rival a adoptar una defensa pasiva. 22.bS ib7 23.cS En busca de contrajuego, las blancas recu­ rren al motivo táctico que surgiría tras 23 . . . gac8 24.c6 dxc6 25 .1Mlc4, creando una mayoría en el flanco de dama. 23 ... bxcS 24.Wxc5 lll g6 25.Wc7 id5 26Jkl El peón de "d7" está, obviamente, envene­ nado, pero el dominio de la columna abierta, en combinación con la mayoría del ala de dama, parece darles nuevas esperanzas. 26 ... lll es 27.Was Avanzar los peones del flanco de dama parece lento, al menos en comparación con el esperado avance del peón "f". En una si­ tuación así, ganar el peón de "a7" es muy se­ ductor, pero también demasiado lento. 27 ... fS ! 28Jk7 f4 29.Wfc3 Lamentablemente, 29.gxa7 gxa7 30.1Mfxa7 f3 3 1 .ifl f2 resulta insostenible. A 32.b6, Chuchelov señaló 32 . . . lll c4+ ! 33 .'it>d3 (pierde 3 3 .'it>e2, debido a 33 . . . lll xb6 34.Wxb6 i.c4+) 33 . . . lll xd6 34.1Mlxd7 ic4+, etc. 29 ... l:!fS 30.a4 f3 3 1 .ifl f2 32.'it>cl Al salir del potencial . . . lll f3 + y . . . lll xh2, las blancas resuelven una parte del problema. El bloqueador de "fl " no es fume, y si se cambia ese alfil, el peón pasado decidirá por sí solo. En lugar de la elaborada y errónea 32 . . ..gg5?, que pudo haber arruinado una excelente par­ tida, Chuchelov indicó 32 . . .ie4 ! , con idea de 33 . . .i.d3 . A 3 3 .gc5, sigue 33 . . . lll d3+ 34.i.xd3 ixd3 3 5 .gxf5 i.xf5 36.Wf3 gc8+, apoyando la rápida coronación en "fl " .

Ver el diagrama siguiente En el match Croacia - EEUU teníamos ra­ zones para esperar buenas noticias en el segundo tablero. Esta posición, a comienzos

del medio juego, se produjo después de la jugada 22 de las blancas. La primera impre­ sión era que Kozul podía continuar con 22 . . . Wfxc3 23 .ixb5 i.xb5 24.gxc3 i.xe2, pero tras prolongada reflexión abandonó la idea. Concluyó que 25. lll x e2 gxg2 26.gc2 ! hace posible 27.lll c3 y 28.lll d5+, con lo que el peón "b" avanza, el rey se activa por "c2-b3 " y el peón pasado "h" de las negras no representa el menor peligro. Al atardecer, comprobé las variantes de Kozul y estuve de acuerdo con él, pero había algo que me tenía intranquilo. Por la mañana, analizando con él la posición durante el desayuno, se me ocurrió que, des­ pués de 22 . . . Wfxc3 23 .ixb5, había un golpe táctico en la posición que podía cambiar las cosas: 23 . . . gxg3 ! 24.gxc3 (si 24 . .B:xg3 , entonces 24 . . .ixe4+ 25 .i.d3 gc7, con mate) 24 . . . 8:xc3 25 .i.c4 (en caso de 25 .i.xc6 gxc6, la subsiguiente 26 . . . 8:ac7 paralizaría a las blancas) 25 . . .ig5, y el peón de "e4" cae, con temas claros sobre el encerrado rey blanco. Afortunadamente, no sería la última vez que en la partida se presentaría la ocasión de un sacrificio de dama . . .

Benj amin Kozul Campeonato del mundo por equipos Lucerna 1 997 -

22 ...if4?! 23.lll hS ih6 Tomar el peón no es ni coherente ni razo­ nable: 23 . . .ixh2 24.g3 no vale la pena de te­ nerlo en cuenta. 24.ic2 l:!c7 25.l:!h3 igS 26.�hd3 l:!gc8 Kozul estuvo considerando 26 . . . d5 27.exd5

SACRIFICIOS REALES

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27 . . . ixd5 , puesto que 28.!:í:xd5? pierde, por 28 . . . '\Wxc3 , pero obsesionado con alguna posibilidad más importante, decidió esperar. 27.'l:Yel .ia8 28.h4 .ih6 29.g4 .if4 Ante la amenaza 30.lll x f6 Wxf6 3 l .g5+, las negras provocan 30.lll xf4 exf4, considerando correctamente que el final resultante de 3 l .!%xd6 '\Wxc3 está ganado. A 3 l .g5, tenían in mente 3 l . '\We5 , en cuyo caso vuelve a fallar 32.!:í:xd6, esta vez por 32 . . . !%xc3 3 3 . gxf6+ We8 34.°1Wd2 !%xb3+, con mate. 30.'l:Ye2 h6? ! 3 1 .'IWO? '\Wxc3 ! Las negras tienen la oportunidad de hacer lo que se les escapó diez jugadas atrás. 32J�xc3 l:hc3 33.\Wfl 3 3 .'\Wt2 !%xc2 34.'\Wxc2 !%xc2 3 5 .Wxc2 .ixe4+ 3 6.Wc3 es esencial, aunque incluso en tal caso 36 . . . ie3 deja a las blancas con pocas posibilidades de salvar la partida. 33 Jhc2 34.lll xf4 E:b2+ 35.Wal !13cc2 36.tD d3 De otro modo, es mate en tres. 36 ... !13xa2+ 37.c¡f¡bl .ixe4 38.\Wgl !13cb2+ Las blancas se rindieron. . .

.•

Jo. Nielsen - Larsen Copenhague 1 965 La famosa victoria de Tal sobre Bobotsov, en el Campeonato Mundial de estudiantes (Varna 1 958), debe haber influido sobre la decisión de las negras de sacrificar su dama en esta posición: 9 ... tDxdS! En comparación con otras posibilidades de las negras, ésta es una decisión valiente y fun-

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dada y, como atestigua la continuación de la partida, muy tentadora también para el opo­ nente. 10.\WxaS tD xe3 1 1 .°1Wd2 cxd4 Las negras sólo tienen dos piezas menores y un peón por la dama, pero el molesto ca­ ballo, incrustado en campo blanco, y la su­ perioridad sobre casillas oscuras también cuentan. 12.lll f4 1 2.!:í:c l provocaría 1 2 . . . e5 , cerrando la gran diagonal, pero la casilla "f4" dej aría de estar disponible. 12 ... tD b6 Es importante preservar el caballo más fuerte del tablero, que comprime a las blancas y facilita el contrajuego de peones. 13.tDdS tD bxdS 14.cxdS 14.exd5 evitaría la ruptura que sigue, pero permitiría 14 . . . e6, con la misma idea: abrir la posición sobre el rey blanco, privado del derecho a enrocar. 14 ... fS 15 ..id3 fxe4 16 ..ixe4 e6 17.!l3cl ? Una de esas jugadas "activas" que facilitan las cosas al oponente. La idea era bonita: 1 7 . . . exd5 l 8.!%c7 dxe4 1 9 .!%xg7+ cJJ x g7 20.°1Wxd4+ fü6 2 I .'\Wxe3 exf3 22.0-0, pero contenía una laguna. Desarrollar a las negras capturando peones, l 7.dxe6 ixe6 1 8 .ixb7 !%ab8 1 9.ia6 ic4, no parece inteligente. Lar­ sen opinaba que las blancas deberían haber jugado l 7.Wf2, con posibilidades equilibradas después de 1 7 . . . exd5 l 8 .id3 . Desde luego, 1 7 . . . ih6 (que más tarde, en la partida, resultó fortísimo) no tiene aquí el mismo impacto, debido a l 8 .°1Wb4. Las negras deben continuar con 1 7 . . . lll g4+ 1 8 .Wfl ( 1 8 . Wg3 pierde, por 1 8 . . .i,e5+), y pueden acogerse a unas tablas por repetición de jugadas, o respirar hondo y aspirar a más, aunque, en mi opinión, 1 8 . . . a5 , limitando la movilidad de la dama e impi­ diendo la coordinación de la primera fila, no supone ningún riesgo. 17 exdS 18.gc7 ih6! Una réplica demoledora. 1 9.g4 Las blancas recurren a medidas desespe­ radas. Si 1 9.id3 , 1 9 . . . E:e8 amenaza con ganar la dama, pero no hay lugar para ocultarla. .•.

SECRETOS DE LAS TRANSFORMACIONES EN AJEDREZ

1 9... dxe4 20.Wfxd4 gxf3 21 .Wfxe4 i.xg4 Las blancas están perdidas.

Pachman - Petrosian Interzonal de Portoroz 1 95 8 Pachman estaba satisfecho con s u posición. Al parecer, con buen motivo, pues amenazaba 1 5 .lt:Jb6, con el rey contrario aún en el centro. Sin embargo, las cosas tomaron un rumbo inesperado . . . 14 0-0! 15.lt:Jb6 Wfxdl+ 16.@xdl axb6 A cambio de la dama, las negras tienen buena compensación material, pero como ve­ remos, también tienen mejor desarrollo y posi­ bilidades de ataque contra el relativamente desprotegido rey blanco. 17.a3 Tomar un peón, con l 7 .Wfxb7, no resolvería el problema. La sencilla 1 7 . . . :gfd8 acelera el contrajuego. 17 eti dcS 18.Wfc2 e4 La apertura de la gran diagonal para el alfil de fianchetto es un mal síntoma para las blan­ cas. La casilla "d4" tendrá un mejor uso por parte del caballo de "e6", mientras que el peón de "b2" es un potencial objetivo. El refugio del rey se ha vuelto más que vulnerable. Las negras amenazan 1 9 . . . lt:J a4. 19.f3 gad8+ Parece más natural abrir la posición con 1 9 . . . exf3 20.gxf3 , y ahora sigue siendo fuerte 20 . . . lt:J a4, pero la prioridad de las negras es impedir la fuga del rey a "f2" y mantener fuerte presión sobre las abiertas columnas centrales. •..

20.@el Después de 20.iicl lt:Jd4 2 I .ixd4 ih6+ 22.iib l :gxd4, el rey aún está más expuesto al doblaje de torres en la columna "d" . 20 ... eti d4 2t .ixd4 ixd4 Privando al rey de su escondrij o en "f2". Las blancas poco pueden hacer contra la ame­ naza 22 . . . exf3 , seguido de 23 . . . :gfe8+. 22.fxe4 Si mantienen cerrada la columna "e" con 22.f4, es muy desagradable 22 . . . lt:Jd3+. 22 ... etixe4? Tras haber superado a su oponente, las ne­ gras se vuelven negligentes, lo que podría ha­ berles costado caro. 23.ie2? El contrasacrificio de dama 23 .'1Wxe4 :gfeg 24.Wi'xe8+ gxe8+ 25.iidl ixb2 26.a4 resu­ citaba las posibilidades de las blancas. 23 füe8 24.gfl ge7! Las negras recuperan el equilibrio y con­ cluyen correctamente que la columna "e" es la ruta por la que debe encauzarse el ataque fi­ nal, porque no encontrará oposición. 2s.go gde8 26J:gd3 26.iifl no da resultado, debido a 26 . . . lt:J g5 . 26 igl 27.h3 .ih2 28.if3 .ig3+ 29.@dl c!Lif2+ 30.@d2 .if4+ 31 .@c3 c!Lixd3 32.@xd3 ge3+ 33.@d4 ih6 34.cS bS 3S.ixb7 3 5 .c6 i.g7+ 36.iic5 bxc6 prolongaría un poco la partida. 35 ig7+ 36.@ds g8e6 Las blancas se rindieron. •..

•..

•..

.••

SACRIFICIOS REALES

Tal - Hecht Olimpiada de Vama 1 962

1 23

Cuando surgió en el tablero esta posición, parecía que, ante la doble amenaza 1 8 . . . b5 y 1 8 . . . llixh4, las blancas no tendrían otro reme­ dio que jugar 1 8.ixf6. Por otro lado, incluso parecía una buena solución, pues si 1 8 . . . '\Wxf6, seguiría 1 9.e5, y si 1 8 . . . gxf6, 1 9 .llie3, con buena posición para las blancas. Sin embargo, a 1 8 .ixf6 podía seguir 1 8 . . . b5, lo que atraía demasiado a Tal que, inesperadamente, se sa­ có de la manga . . . 18.e5 Esto dej a atacado al alfil de "h4" e incita a las negras a responder 1 8 . . . b5. Estaba claro que iba a producirse uno de esos huracanes concebidos por la mente de Tal con tanta faci­ lidad como inimitable rapidez. 1 8 ... b5 A Hecht no le gustaba 1 8 . . . llixh4, por 1 9.llid6+ 'itif8 20.gae l , y depositó sus espe­ ranzas en el decidido avance del peón "b". Tras la textual, ya no servía 1 9. lli d6+, debido a 1 9 . . . '\Wxd6, de modo que las perspec­ tivas de las negras parecen brillantes. Sin em­ bargo, la siguiente jugada cambió todas sus expectativas. 1 9.exf6 ! ! Los sacrificios d e Tal, ocultos, repentinos y penetrantes, ejercían un tremendo impacto psicológico sobre sus oponentes. Es como si caminaras por la calle, a mediodía, y un desconocido de pronto te diese una bofetada. No te resultará fácil entender, reaccionar y actuar tranquilamente. Sobre todo cuando el sacrificio, como en este caso, se basa en he­ chos concretos. 1 9 ... bxa4 La defensa crítica es 1 9 . . . 0-0 ! , a lo que Tal pensaba seguir con 20.gae l ! '\Wxe l 2 1 .gxe l bxa4 22.ixg6 fxg6 23.ge7, pero 23 . . . g5 (Lilienthal; no 23 . . . fü7? , por 24.llid6) parece sostener la posición: 24.gxg7+ 'itih8 25 .ig3 ia6 26.ie5 ! ixc4 27.f"/ h5 28.g4 ! hxg4 29.fxg4 gad8 3 0.h4, y lo más probable es que la lucha finalice en tablas, a pesar de la torre extra de las negras. 20.fxg7 gg8 2 1 .if5 ! E l número d e piezas "colgadas" v a e n au­ mento, pero ninguna de ellas puede capturar­ se. Lo que es crítico para los futuros acon-

1 24

tecimientos es la expuesta posición del rey negro. 21 ... llixb4 2 1 . . .°1Wxc4 22.füe l + '\We6 pierde material tras 23 .gxe6+ fxe6 24.ixg6+ 'itid7 25 .gci l + 'itic7 (no, por supuesto, 25 . . . 'itic8? 26.gd8+) 26.ig3+ 'itib6 27 .gb 1 +. Es mejor, aunque in­ suficiente, 2 1 . . .'\Wxf5 22.llid6+ rj;id7 23 .llixf5 lli xh4 24.llixh4 gxg7 25.llif5, que conduce a un final ventajoso para las blancas. 22.ixe6 .ia6 Si 22 . . . fxe6, entonces 23 .llid6+ rj;ie7 24.llixb7 gxg7 25.fü2 simplifica a un final en el que la buena estructura blanca de peones ofrece mejores posibilidades. 23.lli d6+ 'itie7 24.ic4 Un pequeño detallito: con el cambio de alfiles en la casilla "c4", las blancas manten­ drían sus piezas mejor coordinadas y una su­ perior estructura de peones en el inminente fi­ nal. 24 gxg7 25.g3 ©xd6 26 ..ixa6 lli f5?! La tormenta ha pasado, y el violento ataque se ha transformado en un final ventajoso. Observe que a la dislocada formación de peo­ nes negros, que parece la dentadura de una bruj a, se opone la sana estructura blanca, con menos islotes de peones y éstos mejor dis­ puestos. Así, dos peones blancos controlan a cuatro enemigos en el flanco de dama, lo que concede una evidente ventaj a a la mayoría del flanco de rey. Note también que en tales cir­ cunstancias el alfil blanco es superior al ca­ ballo negro, mientras que las torres negras ca­ recen de coordinación. Por otro lado, el rey en el centro no está feliz. La alternativa era 26 . . . gb8, aunque 27.gad l + 'itic7 2 8 .gd2 es fa­ vorable a las blancas. 27J�abl f6 28.füdl+ ©e7 29.gel+ 29.gb7+ 'itie8 30.gxg7 es natural y concede una clara ventaja a las blancas, pero Tal es­ peraba sacar aún mayor partido de sus activas piezas. 29 ... 'itid6 30.iif2 c4 A costa de un peón superfluo, el rey puede encontrar un buen refugio en "c5 " . 3 1 g4 lli e7 32gb7 �ag8 33.ixc4 tli d5 34.ixd5 cxd5 35.�b4 �k8? Pasar a un final de torres era lo mejor que .••

SECRETOS DE LAS TRANSFORMACIONES EN AJEDREZ

Hecht podía haber hecho, pero aquí deja es­ capar la ocasión de seguir reduciendo material con 3 5 . . . h5 . 36Jaxa4 l::!: xc3 37.l::!: a6+ @es 38.l::!: xf6 h5 La reducción de material se produce de­ masiado tarde y en peores circunstancias. Los peones pasados y unidos de las blancas de­ ciden ahora la lucha. 39.h3 hxg4 40.hxg4 l::!: h 7 41 .gS l::!: h 5 42.füS l::!: c 2+ 43.@g3 @c4 44.l::!: ee5 d4 45.g6 l::!: h l 46.l::!: cS+ @d3 47.l::!: x c2 @xc2 48.@f4 l::!: g l 49.l::!: gS Las negras se rindieron.

26 . . . ge l + es demasiado lento: 27 .ifl ge6 (27 . . . gb l aún es más lento: 28 .Wfxa5 gxb2 29Wfxc7) 28.Wfxa5 fü6 (de otro modo, 29.@g2 anularía la presión sobre "f2") 29.Wxc7 gxf2 30.Wfd8+ @g7 3 l .c7, etc. La textual acelera el contrajuego negro, en caso de que las blancas tomen en "a5 " . 27.WfxaS Éste era el momento propicio en que las blancas podían haber prevenido el contrajuego con otra jugada tranquila: 27. @ fl , poster­ gando la captura. Las negras tendrían que re­ currir, entonces, a una secuencia de jugadas únicas para poder soñar con las tablas : 27 . . . ge5 ! 28.f4 ge3 29.Wxa5 tl)c2 30.Wd2 (30.id5? falla, por la sorprendente 30 . . . ge7 ! ) 30 . . . ge l + 3 1 .Wxe l tt'ixe l 32.@xe l ixb2 3 3 .@d2 c4. Ahora, sin embargo, las negras invaden la segunda fila e inmediatamente se hacen con la iniciativa. 27 l::!: e 2 28.Wfxc7 :axn 29.@hl Gelfand indicó una interesante defensa, en caso de 29.h4, a lo que 29 . . . tl)d3 30.Vfíd8 gd2+ 3 I .@h2 gdl impide 32.c7?, debido a 32 . . .ig l +, seguido de mate. •.•

Gelfand - Anand Shenyang 2000

•.•

En muchos casos, un sacrificio de dama no forma parte de un plan profundo, sino que se trata de un desesperado recurso defensivo. Cuando el jugador se encuentra en graves apu­ ros, suele recurrir a medidas drásticas, y el sa­ crificio de dama es, desde luego, una de ellas. En la siguiente posición, Anand, aunque en posición nada envidiable a causa de un error de apertura, no abandonó la esperanza. Siguió luchando y descubrió una oculta línea de sa­ crificio . . . 20 b 6 21.tiJc6 ixc6 22.dxc6 bxc5! Dificilmente puede considerarse 22 . . . Vfffe 7 23 .EM7, y también es penoso 22 . . . Vfff f6 23 .tt'id7 Vfíe6 24.tl)xe5 Vfffx e5 25 .ih3 l::!: cd8 26.gd7 . 23.l::!: x dS l::!: c xd8 24.l::!: e l Una buena jugada tranquila. La codiciosa 24.Wxc5 se contestaría con 24 ... tt'i d3 . 2 4...id4 2s.:axe8+ laxes 26.Wfb5 @g7 . • .

29 tiJ d3 30.Wf dS? ! D e nuevo, una jugada impaciente, que omi­ te una sutil clave. Era correcto 30.id5, dando un aire vital al rey, y apuntando al peón de "f7" (30 . . . tl) e I ? pierde, por 3 l .Wxf7+, etc.) 30 ... :ac2 ! ¿Por qué es esencial esta jugada? Porque la torre debe controlar el peón pasado "c". En la secuencia 30 . . . gxb2 3 1 .c7 tl) f2+ 32.@g l tl) g4+ sigue 3 3 .Wfxd4+, y el peón pasado co­ rona. La textual amenaza 3 1 . . . tt'i f2+ y excluye esa posibilidad. 3 1 .ifl 3 I .if3 expone momentáneamente las pri­ meras filas y desprotege al rey, debido a 3 1 . . .gc l + 32.lt>g2 gc2+ 33 .@h3 (pero no 33 .ie2? gxe2+ 34.@f3 ge3+ 3 5 . \t>g4? tl) f2+ 36.@f4 f5) 33 . . . tl) f2+ 34.'tt> h4 tt'id3 ! , y las blancas se ven obligadas a repetir posiciones, porque 35 .h3? pierde ante 35 . . . gc4 ! 31 ...tiJf2+ 32.@g2 tlJ g4+ 33.'tt> f3 A 33 .ie2 seguiría 33 . . . tl)es, con j aque per-

SACRIFICIOS REALES

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petuo después de 34.c7 !!xe2+ 3 5 .Wfl fü2+, mientras que 3 5 .©h3 ? se encontraría con una refutación tipo computadora: 35 . . . tt'lf3 36:c8Wi' tt'l g l + 37.Wh4 !!e4+ 3 8 .Wg4 (a 3 8 . g4, entonces 38 . . .if2+ da mate) 38 . . . !!xg4+ 39.Wxg4 ie5 ! ! 40.a5 h5+ 4 1 .Wh4 if6+ 42.Wxf6+ ©xf6 43.a6 tt'l f3+ 44.Wh3 tt'l g5+, y el caballo alcanza al fugitivo. 33 ll! e5+ 34.We4 lll xc6 35.Wi'c7 lll b4 El juego consiste en mantener al rey en la red de mate. 36.g4 :!! f2 37.ib5 g5 Tablas. El sacrificio fue culminado con éxito, aun­ que no sin dolor e incertidumbre. •.•

En la marea de las modernas competiciones de ajedrez, seguimos encontrándonos con agu­ dos, imaginativos y bellos sacrificios de dama, a pesar de la profunda preparación de aper­ turas y la innata precaución de los jugadores profesionales. ¿No es ésta una señal para la esperanza? Para finalizar nuestro debate sobre los sa­ crificios, me gustaría llamar la atención del lector sobre un tipo de sacrificio que es, por su complej idad y naturaleza oculta, afín al sacrificio real, aunque lo cierto es que se trata de un seudosacrificio por el hecho de que no puede aceptarse sin sufrir fatales consecuen­ cias.

Anand - Topalov Torneo Melody Amber (a la ciega) Montecarlo 2003

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12 ... f5 Esta ambiciosa jugada no puede ocultar el hecho de que las negras aún no han finalizado su desarrollo, y las blancas descubren una forma sutil de poner ese hecho de manifiesto. 13.c5! Este excelente sacrificio de peón tiene dos claves. Está claro que l 3 . . . dxc5 1 4.d6 les cuesta calidad a las negras, de modo que de­ ben optar por la continuación de la partida, en la que veremos la otra idea blanca. 13 ... ixb5 14.axb5! e4 La segunda clave radica en la línea 14 . . . dxc5 1 5 .d6 ! ixd6 1 6 .ic4+ Wh8 l 7.Wd5 Wi'c7 1 8 .:gd l ie7 1 9.Wi'e6 if6 20.b6. 15.c6! Otro sutil detalle: 15 . . .bxc6 1 6.dxc6 exd3 l 7.Wi'xd3 mantiene sin perspectivas al flanco de dama negro. Los contrasacrificios en "c6" o "d7" conduce a simplificaciones inferiores, mientras que 1 7 . . . d5 1 8 .!!dl no es muy prometedor para las negras. 15 ... ll! d7 16.ie2 lll e5 l 7.f4 Tras haber obtenido ventaj a espacial, acentuada por su mayoría de peones en el flanco de dama, las blancas se mantienen aler­ ta ante el potencial contrajuego. Esta jugada es sencilla y buena. 17 ... exf3 18.gxf3 if6 19.Whl b6 20.E:a2 El peón pasado y protegido, incrustado en territorio negro, garantiza una duradera ven­ taja en el flanco de dama. Ahora es el mo­ mento de mejorar la posición de las demás piezas para llevarlas a sus mejores posiciones. La torre pasiva se dirige a "e2 " . Las negras, por su parte, están privadas de contrajuego significativo, como se evidenciará en el ul­ terior transcurso de la lucha. 20 ... Wi'c7 21.f4 lll g6 22.b3 liJ e7 23.ic4 :!! ae8 24.:!! e l lll c 8 25.:!! ae2 :!! x e2 26.:!! xe2 Y!lti 27.E:e6 E:e8 28.Y!le2 Wf8 29.ia3 E:xe6 30.dxe6 La en apariencia impenetrable posición de las negras está comenzando a mostrar impor­ tantes fisuras. 30 ...Y!!e 7 No era posible 30 . . . Wi'c7, por 3 l .e7+ Y!!x e7 32.We6, pero la continuación de la partida tampoco concede posibilidades a las negras.

SECRETOS DE LAS TRANSFORMACIONES EN AJEDREZ

31 . .idS g6 32.'1Wc2 '1Wc7 33 ..ib2 '1Wg7 34 ..ixf6 '1Wxf6 35.c7 '1Wd4 36 . .ib7 Wxf4 37.'1Wc4 La importante preponderancia espacial de las blancas se ha convertido en decisiva ven­ taja material.

30.lll fl Tras 30 . .ixf2 e3+ 3 1 ..ifS exf2 32.:gdl .ixf5+ 3 3 .Vfíxf5 fü8 , las negras ganan mate­ rial. 30 ... E:ff8 El guerrero regresa a casa triunfante. 31 ..ixgS gxgS 32.lll e3 lll d3 33 ..ie6 gm El mismo juego clásico, basado en las amenazas sobre la diagonal "h 7-b l ", paraliza a las blancas. 34.'1Wh2 ggxg3 35.gxg3 lll acS 36.lll bS gf2 37.gg2 gxg2 38.Wxg2 lll xe6 39.dxe6 c6 40.lll c3 Wxe6 Las blancas han sido superadas en toda la línea. Las negras ganaron pocas jugadas des­ pués.

lvanisevic - llincic Campeonato de Yugoslavia Herceg Novi 200 1 Las jugadas precedentes de las negras fue­ ron . . . Vfíf7-e7 y . . . .if5-h7. 24.g8 26.Wlxg3+, el rey negro sigue siendo acosado. Con 26 . . . ig7 27.ig6 ó 26 . . . Wlg7 27.Wld6, la posición negra es dificil. En caso de 24 . . . ie3+ 25.i>hl Wlg5 , puede seguir 26.Wlxd6+ i>xf7 (o bien 26 . . . i>g7 27.lll e4 Wlf4 28 .Wle7 fü8 29.lll d6) 27.gfl + �e8 28 .gde l gh6 29.l2Je4 ! 24.ih4! li!xg6 25 ..ixe7+ i>xe7 26.exd7+ fte6 27.dxcSWf Las negras se rindieron. 27 . . . gxc8 perdería material, tras 28.if5 . E n e l diagrama siguiente hay dos piezas colgando, pero las blancas ignoraron ambas.

Boto - Buntic Bosnia Herzegovina 200 1 19.g6 Las blancas suben las apuestas y se lanzan a un fuerte ataque al enroque. El esfuerzo combinado de la torre sobre la columna "g" y el alfil de casillas blancas crea las premisas para el éxito. 1 9 ... bxc3 Al entrar en las complicaciones, las blancas también habían tenido en cuenta 1 9 . . . exd4 20.Wlxf4 bxc3 2 1 .Wlh6 ! , 1 9 . . . hxg6 20.Wxf4 ! exf4 2 1 .gxg6 ! y 1 9 . . .i f6 20.Wlxf4 ! exf4 2 l .ixf6, etc. 20.Wfxf4 ! i>h8 Ya hemos visto que tanto 20 . . . if6 como 20 . . . exd4 no llegan a tiempo de defender la posición de su rey, debido a la devastadora 2 1 .Wfh6. Después de 20 . . . exf4 2 1 .gxf7+ gxf7 22.gxg7+ i>f8 23.gxf7+ i>e8 24.f6, la posi­ ción negra se desploma rápidamente. 21.gxti Las negras deben prevenir ahora 22.f6. . 21...if6 2 l . . .gxf7 22 .ixf7 if6 elimina la amenaza de un eventual gg8+, pero entonces 23 .id5 gb8 (o 23 . . . exf4 24.ixf6) 24.ixc3 gana. 22.li!xg7! Hay muchas piezas colgadas, pero todas son tabú. Las blancas amenazan 23 .gg8+. 22 ...ixg7 Tampoco sirve 22 . . . ie6, por 23 .ixe6 ixg7 24.f6 gxf7 25 .ixf7 Wlxf7 26.fxg7+ Wlxg7 27.ixc3 . 23.f6 Wfd8 24J!gl Las negras se rindieron. Demasiados motivos tácticos limitaron la defensa a jugadas pasivas. Las negras no tu­ vieron un solo momento de respiro para acep­ tar el sacrificio de la dama. El atacante intocable es una carga dema­ siado pesada. En el contexto de una dura lucha psicológica, enfrentarse a un sacrificio de pie­ za que no se puede aceptar crea una sensación de impotencia que, en sí misma, es tan nociva como todos los demás factores j untos.

SACRIFICIOS REALES

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7 Ventaj a en desarrollo Cuando nos referimos al tiempo, normalmente nos referimos a la iniciativa, pero hay otra forma habitual del tiempo en una partida de ajedrez. Es lo que llamamos ventaja en desarrollo. Si examinamos su origen, encontramos tres causas comunes en su raíz: a) Una cierta falta de armonía en el desarrollo, que normalmente descuida uno u otro flanco . b) Alguna captura codiciosa de material, que se traduce en un retraso en el desarrollo. c) Un plan que conduce a cambios negligentes que reporta ventaja al rival. En todos estos casos, el bando inferior se queda atrás en la carrera del desarrollo, y entra en la fase crítica de la partida en situación de inferioridad con respecto a las fuerzas enemigas, que ocuparán posiciones activas. Cuando se ha ganado material, la actividad generada por las piezas contrarias, sobre todo en el centro o en columnas y diagonales abiertas, puede compensar sobra­ damente el material. Esta compensación también puede tomar la forma de ventaja de espacio o un mej or control de casillas y líneas clave. Menos común, pero muy característico, es el caso de los cambios mal ponderados. La negligencia en los cambios de piezas desarrolladas puede llevar a posiciones en las que, al contar con un número inferior de piezas desarrolladas, podemos tener la impresión de que nuestro oponente ha contado con jugadas extra. ¿Por qué sucede eso? Cambiar piezas es un proceso delicado, y este hecho a menudo es pasado por alto por juga­ dores flojos durante la partida. Especialmente sensible es el cambio de piezas dominantes cen­ tralizadas. En primer lugar, un cambio así disminuye la presión y normalmente ayuda al contrario a conseguir el mismo nivel de desarrollo. En segundo lugar, de esa forma tienden a des­ perdiciarse los tiempos invertidos en centralizar la pieza, puesto que requiere tiempo crear un puesto estratégico en el centro y ocuparlo. Un fuerte puesto avanzado, una pieza por lo general centralizada, o una pieza fuerte en cualquier punto del tablero, no lo es así por las buenas. Se requiere al menos un par de movimientos para llegar a ese puesto. Su valor posicional se deriva, por tanto, del tiempo invertido. La inversión de tiempos se ha transformado en la posición privilegiada que ocupa en el tablero y, en consecuencia, en su influencia posicional. Los jugado­ res experimentados saben que deben evitarse, sobre todo, los cambios simplificadores cuando el oponente se encuentra en posición restringida. Un cambio no forzoso de una pieza así significa, sencillamente, una pérdida de tiempo. Por consiguiente, los cambios de ese tipo producen la im­ presión de que el bando inferior ha realizado menos j ugadas . En realidad, nos encontramos aquí con un caso de transformación de valores mal orientada. Nos ocuparemos de ello en las series de ejemplos ilustrativos que siguen. Para empezar, sin embargo, conviene precisar que debemos ser prudentes al emplear la ex­ presión "ventaja en desarrollo," pues podríamos ser mal entendidos. Lo que quiero decir exac­ tamente quedará más claro al comentar la partida que sigue.

Ver el diagrama siguiente En esta partida se han hecho unas pocas ju­ gadas. Lo primero que llama la atención es que las negras hayan decidido jugar una Escan-

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dinava sin mover aún sus peones, y el alfil de "g6" dificilmente puede considerarse una bue­ na razón para ello. No debe sorprender, por tanto, que los acontecimientos comiencen a resultar amenazadores para las negras.

SECRETOS DE LAS TRANSFORMACIONES EN AJEDREZ

Alekhine - Schroeder Nueva York 1 924 Simultáneas a la ciega 9.lLi c4 Wfa6 10.if4 La dama negra está en peligro y, ante la amenaza 1 1 .lli d6+, encuentra un último refugio . . . 10 ... Wfe6+ 1 1 .lLie3 0-0-0?

Esto es catastrófico, pero no podemos decir que 1 1 . . .llib6? 1 2.d5 Wfd7 1 3 .ibS ó l l . ..c6? 1 2.ic4 sean continuaciones atractivas. Sin embargo, y por extraño que parezca, las ne­ gras tenían una forma de ofrecer resistencia: 1 l . . .Wfb6 se ha jugado en varias partidas con resultados razonables. La continuación crítica es 1 2 .g5 e5 . Para más información, véase Es­ trategia ajedrecística en acción, de John Watson. 12.dS Wfb6 13.lLic4 Wfb4 14.a3 Wfc5 15.ie3 Las negras se rindieron.

Si examinamos la posición final y comen­ zamos a contar, encontramos que, desde un punto de vista formal, las negras están mejor desarrolladas que las blancas . Tienen tantas piezas en juego como las blancas y, además, han enrocado. Sin embargo, vemos también que todos los peones negros siguen en sus ca­ sillas iniciales. Al hablar de ventaja en de­ sarrollo, obviamente, está implícito algo más que movilizar piezas sin orden ni concierto. En primer lugar, se supone que el desarrollo implica un despliegue armonioso de piezas y peones. En este ej emplo, los peones y piezas de Schroeder parecen pertenecer a diferentes partidas, mientras que las fuerzas de Alekhine actúan en completa armonía. No obstante, una disparidad así, aunque no es muy frecuente en el ajedrez magistral, en­ caja bien los casos del otro extremo del es­ pectro, caracterizados por diferencias micros­ cópicas en desarrollo. Pero hasta desequili­ brios casi imperceptibles constituyen un im­ portante peligro latente. Recuerdo una vieja partida de dos Grandes Maestros soviéticos, que me tuvo confundido mucho tiempo.

Kotov - Bronstein Campeonato de la URSS Moscú 1 945 A primera vista, el equilibrio material y la relativa sencillez de la posición sugieren unas pacíficas tablas . Sin embargo, un examen más detenido revela que la buena coordinación de las piezas blancas crea algunas dificultades a las negras. El caballo centralizado de "d4" im-

VENTAJA EN DESARROLLO

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pide el normal desarrollo de las negras y man­ tiene Ja tensión en favor de las blancas. 16.Wlf3 :!:td8 17.:!:tfdl h5 18.a3 Wlb6 1 9J!d2 h4 Mientras las blancas incrementan metódi­ camente la presión, las negras invierten tiem­ po en este avance, con el que esperan entrar en un final con algunas circunstancias favora­ bles, pero por el momento no debilita real­ mente el enroque blanco. 20.:!:tadl lüf6 21.i>h2 :!:te8 22.:!:te2 Un cambio con el que se elimina una activa pieza contraria siempre resulta conveniente. 22 :!:txe2 23.W/xe2 id7 24.W/f3

diversas causas reconocemos una cierta falta de armonía en el desarrollo, cuando por una u otra razón el desarro llo de un flanco se pos­ terga y el desequilibrio posicional consi­ guiente influye durante mucho tiempo eri la lucha.

..•

Avrukh - Sutovsky Campeonato de Israel Te! Aviv 2002

24... geS ? ! Cansadas d e l a defensa pasiva, las negras deciden buscar posibilidades activas. Es una arriesgada decisión, puesto que las blancas no tienen debilidades críticas. En consecuencia, parece más lógica la paciente 24 . . �b8. 25.Wlxb7 Wid6 26.W/f3 W/e5 27.:l:td2 hxg3+ 28.fxg3 W/g5 29.icl lüe4 30.:!:tdl Wid5 31.lüc2 W/c6 32.Wld3 if5 33.lü b4 W/c8 34.W/c4 La iniciativa temporal de las negras fue lentamente diluyéndose, y no consiguieron compensación suficiente por el material sacri­ ficado. La microscópica ventaja espacial de las blancas y apenas visible ventaj a en desa­ rrollo fueron eventualmente gratificadas. Tras el cambio de damas, Kotov logró convertir su ventaj a material en victoria. .

Más a menudo, sin embargo, la ventaja en desarrollo se acentúa con fuerza. Entre sus

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Sutovsky ha esperado mucho a desarrollar su flanco de rey, y la siguiente jugada así lo pone de manifiesto. 1 0.W/g3 ! Al apuntar al peón de "g7", Avrukh deja claro que el rey negro seguirá retrasado en el centro durante algún tiempo. El peón de "d6" también está presionado, de modo que . . . g6 no es una solución para las negras. 1 0 ...ia6?! La contrapresión sobre "c4" no tendrá éxito, por lo que toda la idea es cuestionable. 1 1 .ig5 El peón de "c4" necesitará protección, por lo que procede evacuar, lo antes posible, la casilla "e l " para una torre. 11 ... W/c7 12.gcl ges 13.ie2 h6 Es mejor 1 3 . . . Wb8. 14.ie3 Wlb7?! Una nueva pérdida de tiempo. También ahora la dama estaría mejor situada en "b8" . 1 5.b3 lü f6 16.if3 Wib8 1 7.0-0 ib7 1 8.füdl Es como si las negras avanzasen en círculo, mientras las blancas mejoran la posición del modo más natural.

SECRETOS DE LAS TRANSFORMACIONES EN AJEDREZ

18...Wfa8 19.llibS Las blancas quieren cambiar el peón de "e4" por el de "d6'-' . ¿Por qué no? Ese trueque sólo puede convenir a las activas piezas blancas. Las opciones de las negras, sin em­ bargo, están seriamente limitadas, puesto que están atadas a la defensa del peón de "g7 " . 19 ...ixe4 Si l 9 . lll x e4, entonces 20.ixe4 ixe4 2 1 .if4 (pero no 2 1 .lll xd6+ ixd6 22.Wíxg7? -ªh7). 20.ie2 ! Un bonito detalle: las blancas tomarán en "d6" cuando les plazca. 20 .. J�c6 Por desgracia para las negras, no es su­ ficiente 20 . . . a6, debido a 2 1 . lll xd6+ ixd6 22.-ªxd6, ganando un peón. La textual lo de­ fiende todo, pero de forma tan engorrosa que cabe esperar que tengan inconvenientes. 2 1 .f3 . .

No es mejor hacer 24 . . . dxc5 25.Vfffa4 lll d7 26.-ªd2 ! , y las negras no pueden soportar la presión sobre la columna abierta. 25.%Ya4 llid7 26.lll xa7 �c7 Lamentablemente, 26 . . . l=í:b6 falla, por 27.l=í:xc5 . 27.llibS YlYxa4 28.lli xc7+ lt>d8 29.llixe6+ fxe6 30.bxa4 lt>c7 3 1 .ibS tll b6 32.if4 Las negras no tienen ninguna compensa­ ción por la calidad.

Bruzón - Granda Memorial Capablanca La Habana 2003

21...llihS Las negras deberían haberse decantado por 2 1 . . .ig6, pero entonces 22. lll d4 lll h 5 23 .Wfh3 -ªc8 24.lll xe6 abate las defensas. En realidad, la textual no cambia las cosas, y 22.Wfh3 ha­ bría conducido a la misma línea ganadora. Avrukh explotó su ventaja de modo más si­ nuoso, pero impresionante. 22.Wfg4 lll f6 23.Wfh4 ig6 24.cS! Cuando el bando inferior se encuentra tan retrasado en desarrollo, no es extraño que abunden los motivos tácticos. La idea es clavar desde "a4". 24 ... bxcS

Cuando los jugadores llegaron a esta posi­ ción, las negras se encontraban claramente retrasadas en desarrollo. Mientras las blancas, especulando con los juicios erróneos de su rival, instalaron sus piezas en fuertes posi­ ciones centrales, las negras derrocharon varios tiempos y ahora se enfrentan a difíciles pro­ blemas. 16 tvds Esto parece descartar el enroque largo y constituye una buena respuesta a la amenaza 1 7 .lll c4 (a lo que ahora puede contestarse 1 7 . . .ic5), pero no hace nada por mej orar el estado crítico del desarrollo negro. 17.0-0-0! A pesar de las apariencias, un oculto detalle táctico hace posible el enroque largo, real­ zando la ventaja en desarrollo de las blancas. 17 ... bS 17 .. .'\Wxa2 se castigaría con 1 8 . lll g 6 ! Las negras preferirían l 7 . . . ie7, pero ven que, •••

VENTAJA EN DESARROLLO

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también aquí, 1 8 . ctJ g6 les costaría mucho material : 1 8 . . . 1%g8 1 9.lt::i xe7 Wxe7 20.ixf6+, seguido de 2 1 .Wh7. El rey debe pennanecer en "e8" y el flanco de dama toma prioridad. 18.ghel Después de 1 8 .ctJg6 1%g8 1 9 .lt::i x f8 Wxf8 20.ixf6 Wxd3 , las blancas no habrían conse­ guido nada, porque el peón de "g2" estaría colgando. Por consiguiente, la tranquila juga­ da textual elimina . . . We4 y planea 1 9.lt::i g6 l!g8 20.ctJ f4, incrementando al máximo la pre­ sión. 18 ...id6 Necesario, a fin de excluir la maniobra de caballo mencionada, pero el desarrollo del flanco de rey llega un tiempo tarde. 19.c4! bxc4 1 9 . . . Wb7 20.c5 ie7 2 1 .c6 no es una gran alternativa para las negras. 20.lt::i xc4 ib7 2l.ctJb6 Wxa2 2 1 . . .Wc6+ 22.�b l l!d8 salvaría la calidad, pero 23 .ixf6 gxf6 24.l!xe6+ abre al rey, con ataque decisivo. 22.ixf6 A las negras no les quedan buenas jugadas.

15 ... ixc6 16.ib5? Era indispensable 1 6.ia6 l!c7 1 7 .0-0, aun­ que 1 7 : .. a4 (más fuerte que 1 7 . . . b5 1 8 .ixb5 l!b7 1 9. a4 Wb8 20.ia3 ixb5 2 1 .axb5 l!xb5 22 .Wa2 ib4 23 .!!c l ) 1 8 .Wd3 \Wa8 1 9. W e2 l!b8 promete un buen futuro a las negras. 16 ... ib4+ 1 7.axb4 ixb5 1 8.bxaS ic4 19.Wa3 1 9.Wa4 bxa5 20.ic3 plantea más cuestio­ nes. Polgar pensaba continuar con 20 . . . Wf6 ! 2 1 .'1Wxd7 Wg6, amenazando 22 . . . \Wxg2, ade­ más de 22 . . . Wc2, con una fuerte iniciativa. 19 ... bxaS 20.\Wd6?! ibS Perdida la oportunidad de enrocar y sin coordinación de piezas, las blancas tienen pro­ blemas insolubles.

Petrosian - Pachman Interzonal de Saltsjobaden 1 952

Karpov J. Polgar Wijk aan Zee 2003 -

En la transición al medio juego, las negras podían finalizar ahora su desarrollo con la natural 1 3 . . . ctJd7, pero, probablemente viendo fantasmas, querían obstaculizar el plan de las blancas, f4 y fü3 . 13 ... ge8?! 14.Wg4! Las blancas se proponen dificultar el desa­ rrollo de su rival . 14 i.d6? Esta jugada descuida el desarrollo en un punto crítico : la transición al medio juego. La codiciosa 1 4 . . . i.xc3 1 5 .bxc3 Wa3 se castigaría con l 6.l!d3 ! , seguido de 1 7 .e4 y un fuerte ataque, de modo que luego se sugirió 14 . . . f6, pero el aguj ero crónico que crea en "g6" nos hace rechazar la idea. Lo correcto es 14 . . . We6. .••

A diferencia del desarrollo natural de las negras, el retraso en el desarrollo del flanco de rey blanco llama la atención, · y no es sor­ prendente que, dadas las circunstancias, las negras abran el juego favorablemente. 14 ... c6 15.bxc6 En vista de lo que sigue, era mejor 1 5 .ie2.

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SECRETOS DE LAS TRANSFORMACIONES EN AJEDREZ

15.e4 ! Una simple y sempiterna verdad del aj edrez subyace en esta -ruptura temática: cuando la posición se abre, siempre favorece al bando más activo. Lo que es más, los aconteci­ mientos comienzan a desarrollarse de manera forzosa. El bando aétivo amplía sus opciones, mientras que el pasivo está obligado a navegar por cauces estrechos. 15 ... dxe4 1 5 . . . ixe5 1 6 .dxe5 'Wxe5 1 7.f4 'We7 1 8 .exd5 no es en absoluto atractivo para las negras. 16.lll xe4 f6 De nuevo, 1 6 . . .ixe5 1 7 .dxe5 'Wxe5 no da resultado, esta vez debido a l 8 . li:l d6 l:!f8 1 9 .b3 b6 20.l:!fe l , con una amplia ventaja de espacio y desarrollo. 17.f4! 1 6 ... f6 no logró expulsar al caballo. 1 7 ...�c7 17 . . . fxe5 1 8 .fxe5 ic7 1 9.lll f6+ no parece muy sano para las negras. Por otro lado, l 7 . . . ib4 puede responderse con 1 8 .a3 ia5 1 9 . lll g3 fxe5 20.lll f5 . 18.lll g3 !

Por fin, las negras están obligadas a aceptar el sacrificio. Considerando el penoso estado de su flanco de dama, el momento no es más apropiado que antes. 18 fxeS 19.li:lfS 'Wf6 20.dxeS h5 Es demasiado tarde para un contrasa­ crificio: 20 . . . ixe5 2 l .fxe5 l:!xe5 pierde, por 22.:B:d6 'Wg5 23 .'Wc4+ ©h7 24.'Wf?, etc. La textual sólo es un momento de respiro, pero •..

luego el juego negro se despeña cuesta abajo. 21 .'WxhS 'Wf7 22.'Wg4 ge6 23.gf3 gg6 24.'Wxg6 'Wxg6 25.lll e7+ @f7 26.lll xg6 @xg6 27.g4 lll a6 28.gd7 gd8 O bien 28 . . . l:!g8 29.h4. 29.fS+ ©g5 30.gxg7+ @h4 3 1.e6 La victoria blanca es inevitable. 31...ib6+ 32.@fl gdl+ 33.@e2 gd5 34.f6 ges+ 35.@fl lll c s 36.füS Las negras se rindieron.

Keres - Petrov Estonia-Lituania 1 93 9 13.lll es Está claro que las negras tienen problemas para finalizar su desarrollo. Por otra parte, las bien situadas piezas blancas apuntan al en­ roque enemigo, y las siguientes j ugadas tienen como tema estos dos factores. 13 ... b6 14.g4! ib7 15.g5 lll d5 No hay tiempo para 1 5 . . . ixh l , por 1 6.gxf6 ixf6 ( 1 6 . . . gxf6 pierde, por 1 7.E:g l + ©h8 1 8.'Wg4, seguido de mate) 1 7.lll d7 'Wc6 1 8.lll x f6+ gxf6 1 9 .'Wg4+ ©h8 20.'Wh4, con ataque de mate. 16.ghgl Sin dej arse tentar por 1 6.lll d7? ! , en cuyo caso 1 6 . . . 'Wc7 1 7.lll x f8 lll f4 nivela el juego. Las blancas elaboran su ataque de forma con­ sistente, preparándose para trasladar la torre a la cuarta fila. 16 'Wc7 1 7.gg4 No está claro 1 7 .ixh7+, y Keres se atiene, con buen criterio, a su plan originario. 1 7 g6 •..

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VENTAJA EN DESARROLLO

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1 7 . . . f5 no es tan bueno como algunos comentaristas parecen creer. En lugar de 1 8 .gxf6 ixf6, o de 1 8.1'!h4 id6 1 9 .lLic4 lii f4, las blancas pueden continuar con 1 8 .!!c4 VMd8 1 9.g6, con ventaj a. 18J�h4 id6 Parando la amenaza 1 9.!!xh7 i>xh7 20.Whs+. 19.tll g4

Rubinstein - Bogolj ubov Viena 1 922

Los aguj eros en tomo a su rey no pueden ser protegidos, lo que significa que las negras están perdidas, y Keres sólo necesitó unas ju­ gadas para demostrarlo. 19 J:Uc8 Si 19 . . .if4, entonces 20.lLi f6+. 20.i>bl Evitando, de nuevo, tanto 20 . . . if4 como 20 . . . ltJ f4 . 2 0 ... b5 2 Ut g l .ie7 22.tll h6+ @f8 23.tll x ti La posición negra comenzó a desmoronarse como un castillo de naipes. Esta vez la ventaja en desarrollo se transformó en una gran supe­ rioridad de espacio, que propició el ataque final. ••

Una causa característica, aunque más rara, del retraso en desarrollo son los cambios mal concebidos que pierden tiempos. Los valores posicionales implican tiempo para poder explotarlos. Siempre que ignoramos ese hecho y cambiamos piezas activamente situadas, de­ jamos escapar un tiempo precioso, invertido en la creación de esos puestos fuertes, y cada vez que sucede, el equilibrio se pone en pe­ ligro, e incluso se altera.

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Las negras no han jugado la apertura de forma ejemplar. Como consecuencia de ello, resienten la presión sobre "b7" y el flanco de dama, en general. Ante la aparición de las torres blancas en la columna abierta, es im­ perativo desarrollar el alfil dama. El fian­ chetto, con l l . . .b6, en lugar de disminuir la presión, provocaría la molesta 1 2 . a4. Parece mejor I 1 . . .ig4, para responder a 1 2.Wxb7 con 1 2 . . . !!b8 1 3 .Wxa7 !!xb2, mientras que la me­ jor respuesta a 1 2 .füc l es 1 2 . . .ixf3 1 3 .ixf3 Wd7, seguido de 14 . . . füc8. Las negras, sin embargo, pensaron que podían resolver sus problemas de otra forma. 1 1 tll e4? 12.füdl tll xd2 13Jhd2 %Yd6 Es cierto que en "d6" la dama ya no puede ser incordiada por el desaparecido alfil blanco, pero, con el tiempo perdido en el cambio, las negras han ayudado a su oponente en su plan estratégico de doblar torres en la columna "c" . 14Jtcl b6 1 5J:tdc2 .ib7 16.%Ya4! 1 6.!!c7 !!fc8 no lleva a ninguna parte, de modo que, antes de penetrar en la séptima fila, las blancas se aseguran de que su rival no pueda defenderse de esta forma. A fin de pro­ teger el peón de "a7" se requiere una nueva inversión de tiempo. 16 a6 17Jk7 b5 18.%Ya5 La ventaj a en desarrollo se ha transformado en otras ventajas: el dominio de la columna abierta y ahora pueden penetrar en un comple­ jo de fuertes casillas oscuras en campo negro. .•.

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SECRETOS D E LAS TRANSFORMACIONES EN AJEDREZ

1 8 .. Jfab8 l 8 . . . É1fc8 no es mej or, debido a l 9.f ü c5 . 19.l:HcS füd8 20.lLJeS! Las· piezas blancas invaden el campo ene­ migo. 20 if6 20 . . . ixe5 2 l . dxe5 · \Wxe5 pierde, debido a 22.É1xb7. 2 1 . .lLJ c6 e6 22.g3! 22.lLixb8 É1xb8 evacuaría "d8" para el alfil, pero las blancas pueden permitirse este tiempo para ganar calidad en circunstancias más fa­ vorables. 22 .. J:�dc8 23 .lLJ xb8 �xb8 24 ..ixbS! Se han acumulado varias ventaj as posicio­ nales que, a su vez, se han traducido en esta nueva metamorfosis. La ventaj a de espacio se ha transformado en material, y éste es el comienzo del fin. Caso de 24 . . . axb5, 25 .Wa7 gana. El resto de la partida no tiene signi­ ficación para nuestro tema. •.•



alterará el desarrollo normal de las negras, mientras que la subsiguiente Wc8 puede crear algunos momentos desagradables. Sin embar­ go, se trata más de deseos que de realidades, pues las blancas también han alterado su desa­ rrollo normal. 6 cS 7.exf7+ i>xf7 8 . .!LJO .!LJ f6 9.Wfc8 Es probable que las blancas flirteasen con 9.llJg5+ f6 1 8 .E:el (amenazando 1 9.E:xe6+), contra lo cual no hay una defensa apropiada. 1 6.icS f5 17.lt:lc4 iif7 18J:'!el liJ d7 1 9.liJ d6+ iig8 Si 19 . . . 'it>f6, entonces las blancas de nuevo continúan con 20.E:xe6+. 20J:'!xe6 axb5 20 . . . lt:l c7 falla, por 2 1 .'1Ma2 . 2U:'!e8+ W/xe8 22.ixdS+ Las negras se rindieron. Esto no difiere, en esencia, de lo que hemos visto en partidas anteriores. Se trata, con matices, de una lucha entre material y tiempo. Siempre que superamos el límite de tiempo invertido para ganar material, ofrecemos a nuestro rival una oportunidad de oro para em­ plear ese tiempo contra nosotros en forma de contrajuego. Tiempo y material se transfor­ man uno en otro continuamente. Cuál de ellos prevalecerá depende de los detalles concretos de la posición y otros imponderables. ..•

VENTAJA EN DESARROLLO

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8 Espacio y tiempo A medida que entendemos mejor el valor de las piezas y la iniciativa, aprendemos, al mismo tiempo, a conocer el valor del espacio. Aprendemos también que estos valores están interco­ nectados y que cada uno depende de los otros. Las características con que evaluamos una posi­ ción no surgen de modo espontáneo. Constituyen la suma de las interacciones entre peones y pie­ zas. Como antes se ha dicho, los factores más importantes en una posición son el resultado de los tiempos invertidos y la actividad de piezas. Requiere tiempo conseguir un fuerte puesto avanzado en una columna abierta o dominar una diagonal importante. Una ventaja espacial significa que dominamos una mayor cuota de espacio que el oponente. Es el resultado de una buena estrategia, las maniobras con un propósito y el tiempo en ellas in­ vertido. Está vinculada, en esencia, a las estructuras de peones. Una cuña de peones en territorio rival supone, por sí sola, el dominio de un mayor número de casillas en el frente de los dos ejér­ citos, porque restringe las opciones del adversario y el radio de acción de las piezas contrarias. El espacio a menudo se conquista partiendo de una preponderancia en el centro. Al limitar las posibilidades de contrajuego, constituye la base para j ugar en los flancos, lo que pone de relieve la ventaj a de espacio. La experiencia práctica también nos dice que, cuando el dominio del centro es compartido, la ventaj a de espacio sólo puede conseguirse por medio de avances de peones, normalmente basándose en ataques de mayorías o minorías. El bando que gana espacio con el avance de sus peones, suele transformar ese dominio, por lo general, en iniciativa o algún tipo de ventaj a posicional (casillas fuertes, piezas dominantes, debilitamiento de la estructura de peones enemiga, etc.). El espacio se convierte en una plataforma para nuevos valores en el proceso de metamorfosis. Más espacio significa más libertad de acción, mayor capacidad de maniobra de las P,iezas menores y mayor movilidad de las piezas pesadas. Esa libertad refuerza la iniciativa. Espacio e iniciativa son factores que dependen uno de otro. Apoderarse de espacio a menudo significa desplegar la iniciativa. Cuanto más amplio sea el espacio en que las piezas actúan, más numerosas son sus funciones. Observe que ampliar el control de espacio no sólo significa ampliar el espacio de maniobra, sino que también multiplica las funciones de las piezas. Lo contrario también es cierto, si nos movemos en inferioridad de espacio. Los elementos de espacio y tiempo se interrelacionan. En el momento crucial en que un ataque culmina, la iniciativa bien se transforma en material, bien desborda las líneas defensivas, haciendo triunfar el ataque. Naturalmente, el espacio conquistado no tiene valor por sí solo. Al dominar espacio a menudo diluimos la concentración de fuerzas o dejamos atrás debilidades potenciales, ofreciendo así al oponente obj etivos para el contrajuego. Si el espacio conquistado no se controla bien, puede convertirse en un campo de minas. En consecuencia, debe contrastarse con el tiempo y el material. Al comienzo, debemos evaluar si nuestro dominio de espacio nos ayudará a asumir la iniciativa y si las fuerzas materiales en el sector crítico son adecuadas para la acción planeada. Un mayor espacio es un triunfo significativo sólo como base de transformaciones positivas. Si éstas no se encuentran a nuestro alcance, puede convertirse en una carga. Éstos son los temas básicos que examinaremos al analizar las partidas y posiciones que siguen. En este capítulo, contaremos con la ayuda de los campeones para que nos instruyan como es de­ bido, porque sus partidas lógicas y coherentes tratan el espacio de manera más que convincente.

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SECRETOS DE LAS TRANSFORMACIONES EN AJEDREZ

Obliga a l rey blanco a situarse donde, de todos modos, quería ir. Esta jugada produce la impresión de que las negras están oprimidas y carentes de ideas. 1 9.©h2 !D e7 20.Wff3 :Bd8 21 .g4!

Smyslov - Panov Campeonato de Moscú 1 943 1 5.a3 ! Esta tranquila jugada, en el momento de la transición al medio juego, nos convence que las blancas han utilizado sus fuerzas de modo más preciso en la apertura. El bloqueo central, bien respaldado por las piezas menores, abre nuevos caminos en ambos flancos para avan­ ces de peón. Contra la fuerza móvil de peones blancos se opone, no obstante, una firme es­ tructura central, aunque inerte y sensible a agresiones laterales. Observe, en particular, el contraste entre los activos caballos blancos, que atacan casillas importantes, y los pasivos caballos negros, limitados por la cadena ad­ versaria. 15 :Sb8 1 6.b4 b6 Si las negras esperaban realizar a tiempo el avance liberador 16 . . . b5, tuvieron que renun­ ciar a la idea, a causa de la convincente l 7.cxb5 cxb4 ( l 7 . . . axb5 no es satisfactorio, debido a 1 8.a4 ! bxa4 1 9.b5) 1 8.axb4 axb5 l 9.:B:a5, y la lucha se centra en el flanco de dama, donde las blancas tienen superioridad de efectivos. Las negras, por tanto, se ven obligadas a aceptar que su rival tendrá una clara preponderancia de espacio. •••

1 7.:Sel Evacuar la casilla "fl " prepara la maniobra ifl -d3 : el alfil de rey se desplaza al puesto ideal "d3 " , desde donde supervisa ambos flan­ cos. 1 7 id7 1 8 ..ifl Wfc8 ? ! •..

¡ Qué sencillo y lógico ! La ventaja espacial de las blancas va en incremento, restringiendo aún más a las piezas enemigas. 21. !D e8 22.!Drs El caballo finaliza su larga marcha en el momento justo. Si las negras lo cambiaran, Smyslov obtendría la fortísima casilla "e4" para el otro caballo, cosa que no puede permi­ tirse. 22 Wfc7 23.:Sacl :Sdc8 24.b5 Las blancas evalúan correctamente que su vasta ventaja de espacio les garantiza un favo­ rable giro de los acontecimientos en el ala de rey y, en consecuencia, cierran el flanco de dama. 24 :SaS 25.a4 a5 Un erróneo cambio en "b5 " cedería a las blancas otra importante casilla estratégica: "c4". 26 ..id3 Wfd8 27.:Bhl :Sc7 28.:Scgl !D g6 29.g5 :Saa7 30.h4 !D h8 Las negras se han visto gradualmente supe­ radas y sus piezas, confinadas en las últimas filas, parecen sardinas en lata. Sin embargo, y antes de emprender las operaciones finales, Smyslov, en un triunfo de la paciencia, toma una decisión muy pertinente: 3 1 .©g2 g6 32.©fl Está claro que las blancas pueden entregar pieza, pues si de 32 . . . gxf5 3 3 . exf5, el enroque •.

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ESPACIO Y TIEMPO

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negro quedaría muy debilitado. Esto significa que las blancas pueden permitirse sacar a su rey del potencial peligro, y el flanco de dama es el destino idóneo para el monarca. 32 ... ic8 33.hS .E!ab7 34 . .E!h2 .E!a7 35.©el .E!ab7 36.@dl .E!a7 37.©c2 .E!ab7 38.©b3 .E!a7 39.�g3 .E!ab7 40.f4 Ahora es el momento. Es curioso que sólo ahora se cambiará el primer peón, ¡ nada me­ nos que en la jugada 40! Las blancas gozan de un abrumador dominio espacial e inician el asalto a la posición contraria. 40 ... exf4 41.ixf4 .E!a7 42.lüdl gxf5 43.exfS lüg7 44.lüe3 h6 45.f6 Las negras se rindieron. El fuerte bloqueo central creó las condi­ ciones precisas, mientras que el avance lateral de peón enfatizó en el dominio blanco de espacio, hasta el punto de que las negras no pudieron ofrecer una resistencia organizada. Estos mismos rasgos caracterizan a las posi­ ciones que siguen.

dría de un pacífico refugio en el flanco de da­ ma. 11 ... lü d7 12.0-0-0 lüf6 13 . .E!dgl a6 El negro se enfrenta a un asalto contra su enroque y su contrajuego en el sector opuesto parece lento y poco prometedor. En tal situa­ ción, era mejor 1 3 . . . ll:ig8 pues, al menos, daría sentido a la jugada precedente . . . @h8. 14.lü gs lüxd5?! Ahora era indispensable 14 . . . ll:ig8. Pronto quedará claro por qué. 15.lüxf7+ .E!xf7 16.exdS

Los cambios han dej ado a las negras con una estructura de peones inferior y a las blan­ cas con la espléndida casilla central "e4" para su caballo. Por otro lado, es obvio que las posiciones de las piezas menores negras, en particular el caballo de "g7", son notable­ mente peores.

Seirawan l. Ivanov Campeonato de EEUU Seattle 2002 -

La posición de las negras podría conside­ rarse fiable, si tuviesen tiempo para ej ecutar uno de los avances laterales . . . b5 o . . . f5, pero las blancas están atentas para prevenir estos ambiciosos planes. Aquí, el avance estándar de peones h3+g4 ha impedido un temprano . .f5 que, si se efectuase, los cambios permi­ tirían a las blancas situar un dominante caba­ llo en la casilla "e4", mientras el rey dispon.

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16 ...igS Comprensible, pues sino seguiría con fuer­ za l 7.ll:ie4. 17.ie3 ixe3+? ! Abrir la columna "f' sólo puede favorecer a las blancas, que están mejor desarrolladas. Era preciso l 7 . . . if4. 18.fxe3 id7 19.fül ! Evidente, pero fuerte. Nada puede impedir que el blanco penetre por la columna abierta. 19 ... .E!xfl+ 20Jhfl �e7 21.�f3 lüe8 Nótese que 2 I . . .@g8 22. ll:i e4 ll:ie8 no im­ pediría la penetración, por 23 . ll:i g5 . 22.�f7 �xf7 23 . .E!xf7 .E!d8 24.�e4 @g8 25 . .E!e7

SECRETOS DE LAS TRANSFORMACIONES EN AJEDREZ

La torte ha penetrado en séptima y no piensa irse. Las negras han sido superadas.

Petrosian - Bondarevsky Campeonato de la URSS Moscú 1 950 En la formación Stonewall, las negras nor­ malmente se quedan con un alfil dama pasivo. A veces, puede cobrar vida con la maniobra . . .id7-e8-h5 , pero la forma más natural de ac­ tivarlo es por fianchetto. 12 ... bS Bondarevsky pensaba que podía matar dos páj aros de un tiro y, en lugar de la modesta 12 . . . b6, avanzó dos casillas su peón "b", con idea de seguir . . . bxc4 y . . . ia6. Sin embargo, eso no iba a suceder. En realidad, Petrosian recibió un incentivo para cerrar el centro. 13.c5 c!Li f7 En "e4" e l caballo parece más fuerte, pero lo cierto es que "f7" es su lugar más lógico, pues en esta fase las negras seguramente pla­ neaban el avance . . . e5, para el que necesitaban un mayor apoyo de piezas. 14.a4! Una jugada muy molesta, que coge a las negras a contrapié y que daña su estructura de peones. 14 ... bxa4 15.13xa4 if6 16.ib2 a6 Era hora de plantearse 16 ... e5, pero es posi­ ble que a las negras no les gustase l 7.dxe5 lli fxe5 1 8 .llidxe5 (o la inmediata 1 8 .llid4) 1 8 . . . llixe5 1 9 . lli d4. Sin embargo, con la juga­ da de la partida, la posibilidad de ese avance central desaparece. En su habitual estilo de

boa constrictor, . Petrosian cierra el centro, considerando que la ventaja de espacio en la zona central ejercerá un efecto beneficioso sobre su iniciativa en el flanco de dama. 17.lLifeS! lLi fxeS 18.dxeS ie7 19.f4 Dejemos que las piezas negras choquen entre sí en las últimas filas . . . 1 9... 13b8 Encontrar un respiro en estas posiciones requiere paciencia y precisión. Me parece más apropiado iniciar contrajuego en el flanco de rey, con 19 . . . h6. 20.füal 13b5 21.b4 h5 22 ..ic3 h4 23.e3 llib8 24.c!Liel 13b7?! La torre se retira, esperando lli f3 -d4, pero era más consistente 24 . . . hxg3 25.hxg3 g5 . Bondarevsky no vio la idea de las blancas. 25.gxh4 ! Petrosian estaba considerado, en general, un jugador aburrido, pero era un camuflaje con el que muchos fueron engañados. Cuando se le presentaba la oportunidad, caía sobre su víctima derrochando imaginación . 25 ... ixh4 26. c!LJ O id8 27.h4 Wfh5 28.iel Una vez controlado el contrajuego de su rival en el ala de rey, el blanco se dispone ahora a explotar su gran ventaja de espacio. 28 ...id7? ! Era mej or 28 . . . g6. 29.Wffl @f7 30.ifl 13h8 31.ixa6 c!Li xa6 32.13xa6 La ventaja espacial de las blancas se ha transformado en decisiva ventaj a material.

ESPACIO Y TIEMPO

Capablanca - Treybal Karlsbad 1 929

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Tras algunas decisiones cuestionables de las negras en la apertura, las blancas no tu­ vieron dudas acerca de cuáles debían ser los siguientes pasos . . . 1 2 . .!Li es c!Liti 13.f4! En vista del potencial ataque en el flanco de dama, bloquear el centro está plenamente justificado. 13 id7 Los cambios irían en detrimento de las ne­ gras. Por ej emplo: 1 3 . . . tll xe5 1 4.fxe5 tll e4 1 5 . ixe4 fxe4 (o 1 5 . . . dxe4 1 6 .c5) 1 6.gxf8+, seguido de 1 7 .:!l:fl . 14.c!Li df3 füd8 Es preferible 1 4 . . . a5 , pero el negro decidió que su mejor opción era la espera pasiva. 15.b4 Típico de las posiciones caracterizadas por un centro bloqueado: avanzar peones gana espacio e iniciativa. 15 ...ie8 16.fücl a6 1 7.Wff2 ..•

24 ...id7 25.:Sc2 Wh8 26.:Sg2 :Sg8 27.gS Han quedado abiertos así do.s puntos de ruptura: "h5 " y "b5 " . 27. . .Wfd 8 28.h4 ©g7 29.hS :S h 8 30.:Sb2 Wfc7 3 1 .Wfc3 Wfd8 32.Wf2 Wf c7 33.:Sbhl l:fag8 34.Wfal :Sb8 35.Wfa3 :Sbg8 36.bS! Ha llegado el momento : las blancas des­ pejan la ruta. 36 ... axbS 37.h6+ ©f8 3S.axb5 ©e7 39.b6 Aunque ha quedado un sendero muy es­ trecho para la penetración, las negras no pue­ den defenderlo, porque carece del espacio pa­ ra maniobrar necesario. El fin es lento, pero inevitable. 39 ...WfbS 40.:Sal :Ses 41.Wfb4 :ShdS 42Jfa7 ©f8 43.:Shl ieS 44,ghal ©gS 45.l:H a4 ©f8 46.Wfa3 h7 37 .if5+ Wfxf5 3 8 .1Mfxd4 f2; etc., ganando claramente.

Petrosian - Pilnik Torneo de Candidatos Amsterdam 1 956 Aunque seguimos en plena apertura, a pe­ sar del carácter cerrado de la posición, puede apreciarse que las negras han dado algunos pasos en falso. 13.b4! Como consecuencia de este avance de peón, hay tres posibles guiones : a) bxc5 dxc5 creará un peón pasado y protegido en la columna "d". b) bxc5 bxc5 creará una mayoría en el flanco de dama. c) Las negras evitan estas posibilidades capturando en "b4", pero eso entregaría la co­ lumna "c". 13 h6 14.ixf6 Wxf6 1 5.0-0 füd8 Es dificil imaginar un activo contrajuego en el flanco de rey, de modo que las negras acep­ tan, a regañadientes, el papel pasivo que su estructura inferior de peones les impone. 16.tlJc4 Puesto que el error de las negras fue eva­ cuar la casilla "c4", estaba claro que este ca­ ballo iba a desempeñar un papel importante en el medio juego. 16 ...if8 t7.g3 cxb4 Ante una defensa tan difícil, se requiere más paciencia. Era mejor 1 7 . . . h5 . t8.Wb3 Wg7? !

Este movimiento probablemente fue moti­ vado por la animosa idea de que 1 9.Wxb4 lli e6 liberaría a las negras. De nuevo, lo co­ rrecto era 1 8 . . . h5 . 19.fücl La columna abierta hace acto de presencia. 19... h5 20.tlJe3 tlJ e8 21 .Wxb4 gdc8 22.gc6 Wds 22 . . . É1xc6 23.bxc6 llic7 frena el ataque sólo por un momento. 24.a5 b5 25.a6 no es muy prometedor para las negras. 23J'facl GLJf6 24.ifl ! Debe impedirse la planeada . . . lli d7-c5 . 24 ... É1cb8 25.ih3 a6 26.gel Iniciando un asedio al peón de "b6". Las blancas amenazan llic4 y Wb3-e3 . 26 ... axb5 27.axb5 tlJ h7 28.tlJ c4 É1a2 29.ig2 Wf6 30.É1fl tlJ g5 3 t .Wb3 Las amenazas temporales han sido neutrali­ zadas, y las negras pierden, definitivamente, el peón de "b6". 31 gba8 32.h4 tlJ h7 33.gxb6 gal 34.gc6 gsa2 35.We3 Ahora sólo algunos problemas técnicos me­ nores se interponen entre las blancas y la vic­ toria. • . .

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Gelfand Shirov Olimpiada de Estambul 2000 -

La fase inicial de la partida guarda alguna similitud en cuanto a la cadena de peones con la anterior, con parecidas dificultades. Mien­ tras que el avance de las negras en el flanco de rey está atascado por falta de planes claros, las blancas centran su atención en el flanco de

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dama. El caballo de rey se dirige a "c4", y el alfil rey pronto se trasladará a "f2". Podemos percibir ya que el flanco de dama negro caerá bajo presión. 12 lll a6 13.lll c4 lll h6 14.f3 lll ti De Shirov uno esperaría la más activa 14 . . . g5 1 5 .if2 f5 , pero sigue cavando trin­ cheras defensivas. 15.0-0 id7 16.a4 Una vez instalado el caballo rey en una magnífica casilla, las blancas reservan la otra casilla clara para su caballo dama. Como com­ pensación, por tiempo indefinido, las negras controlan las casillas de su color "b4" y "c5", aunque no pueden sacarles mucho partido. Tan pronto como el caballo se sitúe en "c5", será expulsado con b4, y el control de las blancas sobre el flanco de dama se consoli­ dará. Además, la planeada if2 servirá para acentuar la presión. 16 ...Wfbs 17.ll:l bS E:cs 18.if2 .ih6 19.Wib3 ! .•.

Las blancas amenazan la desagradable ju­ gada Wfa3 , que refuerza la presión sobre la casilla vulnerable "d6", a la vez que posibilita b4, comprimiendo aún más a las negras. 19 ... lll cs 20.Wf a3 a6? Quizá 20 . . . b6 no fuese del gusto de Shirov, pero era indispensable. Al tratar de clarificar la situación, Shirov debilita otra importante casilla ("b6"), y la réplica no se hace esperar . . 21.lll b xd6! lll x d6 22.lll b 6! El momentáneo sacrificio de pieza recogerá una buena cosecha. 22 .. .if8 23.b4 lll cxe4 24.fxe4 ie8 25.Wff3 ie7 26.lll x aS Wfxa8 27.icS .

1 52

Desde una fase temprana del medio juego, las negras se. encontraban en posición deses­ perada. A Gelfand se le sirvieron en bandej a u n par d e fuertes casillas estratégicas, y supo qué hacer con ellas. La posición negra está ahora más allá de toda esperanza.

Euwe - Milic Beverwijk 1 95 8 Las negras han cometido algunos errores estratégicos, tratando de minar el bloqueo. La siguiente jugada blanca es un fuerte golpe a su posición. 1 1.f4! exf4 No hay alternativa. 12.E:xf4 ig6 13.ll:lf3 ll:lfd7 Forzado, a causa de la amenaza 1 4 . lll g 5 , pero entorpece el natural desarrollo de las negras. 14.id3 �hf4 15.ixf4 lll f8 16.Wfe2 ixd3 17.Wfxd3 ll:l g6 18.ig3 lll d 7 19.WffS! La ventaj a blanca en desarrollo y espacio les garantiza una fuerte iniciativa. Todas las piezas blancas se sitúan en posiciones ópti­ mas. Enmascaradas en la aparente presión so­ bre "e6", existen amenazas inminentes sobre la columna abierta "f'. 19 ... lll dfS Era preferible 19 . . . lll g f8. 20.lll e4 h6 21.fül b5 Las negras hacen lo que pueden contra la creciente presión sobre su rey. 22.cxbS a6 23.bxa6 E:xa6 24.lll fd2 ! A l devolver material, las blancas aceleran su juego.

SECRETOS DE LAS TRANSFORMACIONES EN AJEDREZ

24 Jha2 25. c!LJ c4 �h6 26.Wlti+ �h7 O bien 26 . . . @h8 27.h4. 27 .ixd6! Haº llegado el momento en que la gran ven­ taj a espacial de las blancas, junto con su fuerte iniciativa en el flanco de rey, se ha transfor­ mado en material. Puesto que 27 . . . .ixd6 pier­ de, por 28.lll f6+, el resto no tiene interés. ••



Euwe - Bogolj ubov Match (6ª) Utrecht 1 928-29

. .



Las blancas han situado su caballo en "d4", con lo que refuerzan su dominio central. De­ bido a ese dominio central, la posición del rey negro parece comprometida. 15 ... g6 Impide '11Mh 5, que parece la forma más enér­ gica de proteger al rey y seguir presionando sobre el peón de "e5 " . Tales jugadas, sin em­ bargo, normalmente exponen el enroque a rupturas de peón en "f5 " o "h6" y, por tanto, era de considerar habilitar la casilla "f8" para el caballo. 16.i.h6 E:c8? ! Mantener el equilibrio material no siempre es la mejor política, sobre todo cuando tene­ mos que elegir entre esperar y hacer algo. En mi opinión, era preferible 16 . . . lll x e5 . 1 7.E:xcS+ Wfxc8 18.f4 c!LJ c5 1 9.g4 Confiando en su fuerte posición central, las blancas ganan espacio y lanzan un ataque. 19 c!LJ xd3? El comienzo de un plan erróneo. Las negras creen que pueden contrarrestar la iniciativa •••

blanca con el contrajuego en la columna "c", pero, a juzgar por el curso de los aconteci­ mientos, las amenazas sobre su enroque no pueden subestimarse. En consecuencia, se re­ quería 1 9 . f6 ! ? 20.Wfxd3 Wf c4 2 1 .Wfd2 .ib4 Observe que, tácticamente, no es posible 2 1 . . .Wxa2, porque 22.f5 está en el aire. A nivel estratégico, las dificultades de las negras se derivan del hecho de que varios finales son favorables a las blancas, debido a que su ca­ ballo centralizado es superior al encerrado al­ fil de casillas blancas. 22.Wff2 '11Md3 23.fS Wfe4 24.Wfg3 24.h3 se contestaría con 24 . . . exf5 25.gxf5 .if8 ! , rechazando todas las amenazas. 24 ... exfS No hay tiempo para 24 . . ..icS , por 25.fxe6 fxe6 26.lll x e6, y 24 . . ..ic8 es demasiado lento, por 25.fxg6 hxg6 26.h3 ga7 27.Wf2. 25.gxfS .if8 Es insuficiente 25 . . ..ic8, a causa de 26.e6 fxe6 27.V!lc7. 26 .ixfS E:xf8 27.f6!

Esta espina clavada en el entorno del rey negro crea una permanente amenaza de mate, que sólo puede evitarse con el cambio de damas. Sin embargo, ese cambio conduce a un final miserable. 27 ... hS Otros movimientos tampoco son efectivos: 27 ... h6 28.e6 fxe6 29.'11M c 7 Wg4+ 30.@h l V!le4+ 3 1 .fü'3 ; 27 . . . 2:e8 28.e6, o, por último, 27 . . . .ic8 28.Wg5 (28 .Vllf4 también es buena) 28 . . . @h8 29.2:c l .

ESPACIO Y TIEMPO

1 53

28.WfgS Wfg4+ 28 . . . Wh7 no da resultado, debido a 29. GD f5 . 29.Wfxg4 hxg4 30.e6! La elegante clave final. 30 ... Wh7 30 . . . fx.e6 pierde, por 3 l . GDxe6 :B:f7 32.GDd8 :B:d7 3 3 . f7+. 31.e7 ges 32.gcl Wh6 33.lLi e6 Las negras se rindieron. ·

Cuando piezas centralizadas forman parte de un centro bloqueado, tales piezas, por su posición misma en el tablero, irradian una fuerza que a veces se traduce en un ataque de­ vastador.

general, pero ceder una importante posición central al alfil de "b7" difícilmente puede ser recomendable. Las blancas debían admitir que no tenían ventaja y retirarse prudentemeqte, con 1 3 .Wfd l . 13 ... ie4 14.Wfc3? ! Aquí l a dama queda expuesta y , de nuevo, era mej or 1 4.Wfd l , pero las blancas son re­ ticentes a admitir que han dej ado escapar su ventaja inicial. 14 ...J.dS 15.c6 En la columna "c" no puede conseguirse nada. Convencidas de que son capaces de re­ sistir en el flanco de rey, las blancas se atienen a sus planes. 15 ... � e4 16.Wfcl �df6 1 7.0-0 Wfe8 18.bS WfhS Tras haber obtenido un completo dominio de las casillas centrales, las negras han despla­ zado su dama a una posición de ataque. La si­ tuación, obviamente, se está volviendo crítica. 1 9.Wf dl Wfh6 20.a4? El sentido del peligro de Korchnoi nunca ha sido muy acusado. Sigue creyendo que su rey está a salvo, pues de no ser así, habría op­ tado por una jugada profiláctica necesaria, como 20.GDd2. 20 � g4 21 .h3 gf6! •.•

Korchnoi - Simagin Campeonato de la URSS Leningrado 1 960 Mientras las blancas ganaban espacio en el flanco de dama, las negras conquistaron la fuerte casilla central "e4", situando en ella un caballo dominante que, en armonía con el alfil de fianchetto, crea perspectivas de contra­ juego en el flanco de rey. 12 ... � gS Una interesante solución táctica, en un mo­ mento crítico, antes de que las blancas hayan enrocado. De esta forma, las negras impiden el enroque corto y, creo, inducen a su rival a enrocar largo, que tampoco parece muy lógi­ co, ya que si 1 3 .0-0-0 GD e4 1 4 .id3 V!Je7, será dificil rechazar el ataque negro. 13.cS?! Este avance quizá sea coherente con el plan

1 54

Las negras vienen con el cuchillo entre los dientes . . . 22.hxg4 Hay que aceptar el sacrificio. 22.GDd2 y 22. � h2 pierden, ambas, por 22 . . . lLixe3 , y si 22. GD e l , 22 . . . lll gxf2 23 .füt2 VfJxe3 24.GDd3 :B:g6. Puede parecer más tenaz 22.ic l , pero

SECRETOS DE LAS TRANSFORMACION ES EN AJEDREZ

tras 22 . . . gg6 23 .°We l 'll gxf2 24.gxf2 "Wxh3, la posición blanca está hecha añicos. 22 fxg4 23.'ll h2 O bien 23 .'ll d2 g3 . 23 ... 'll xf2 24.gxf2 g3 25.'ll g4 Si 25. 'll f3 "Wxe3 26.°We l , entonces sigue 26 . . . gh6 ! , etc. 25 ... gxf2+ 26.'ll xf2 "Wxe3 27.'?Mel gars 28 ..if3 �hf3 29.gxf3 '?Mxf3 30.®fl .ic4+ 3 1 .®gl "Wg3+ 32.®hl .ids+ 33.lli e4 �:m+ Las blancas se rindieron. El bloqueo central, reforzado por el poder concentrado de piezas centralizadas, es una fuente de energía que a menudo se transforma en ataque demoledor. Otro medio habitual de ventaja espacial basada en el poder del centro es una cadena central de peones, cuya cuña, aun privada de su base y sin ser muy firme, restringe el desarrollo y el contrajuego ene­ migos. Más raro en la práctica magistral que la cuña en "e5 " , el peón avanzado de "d5 " ga­ na espacio y propicia la libertad de maniobras a su amparo. Esto es lo que nos dice la práctica de torneo acerca de estas dos forma­ ciones: .•.

·

desdeñan tomar medidas defensivas contra la evidente y muy molesta 'll h 5 . Así que, por se­ gunda vez en la partida, llevan su alfil a "b4". Ahora que el cambio obligado ha reforzado el centro blanco de peones, esperaban dislocar la estructura de peones en "c3 ", o bien forzar la pasiva 1 3 . 'll e 2. Sin embargo, nada de esto re­ sultó correcto y, a pesar del agujero resultante en "f6", 1 2 . . . g6 era una mejor opción. 13.0-0 .ixc3 14.bxc3 llib8? ! Si las negras habían coqueteado con la idea de enrocar largo, deben haberla abandonado porque, tras 14 . . . 0-0-0 1 5 .a4 'll b 8 1 6.a5 'll c6 1 7 .axb6 cxb6, su rey no estaría seguro, si bien, en comparación con la partida, hubiera sido un mal menor. 1s.lli bs La ventaja en desarrollo de las blancas, realzada por la superioridad espacial, reporta una fuerte iniciativa. La presión combinada del fuerte caballo y la torre de la columna se­ miabierta comienza a hacerse notar. 15 ... E:g8 La idea era responder al doblaje de torres en la columna "f" y defender el peón retrasado de "f7" con . . . 'll c 6-d8, después de lo cual, . . . ges, seguido de . . . c5, haría posible el de­ seado contrajuego : l 6 .gf2 'll c6 1 7 .gafl 'll d8 resultaría, pero las blancas tenían una carta en la manga . . . 16JU6!

Simagin Liskov Campeonato de Moscú 1 957 (semifinal) -

Tras algunas incoherencias y pérdidas de tiempo, las negras llegaron a esta posición, en la que amenazan . . . c5 y esperan lo mejor. Sin embargo, la lucha tomó una dirección no de­ seada para su causa. l l .g4! lli xe3 12.fxe3 .ib4?! Las negras confunden sus prioridades y

La diferencia es que 16 . . . 'll c6 se castigaría ahora con 1 7 .gh6 ! , y las negras pierden mate­ rial. Las negras tratan de arreglárselas de otra forma, pero sin éxito.

ESPACIO Y TIEMPO

155

16...Wl'e7 17.gafl La torre sigue siendo tabú, debido a la. va­ riante l 7 . . . gxf6 1 8 .lll x f6+ ©f8 1 9.Wi'h6+ �g7 20.lll xh7+, etc. 17 ... lll d 7 18J:hf7 Wfxf7 19.�xf7 i>xf7 20.lll f4 tlJf8 21 .c4! Antes de que las torres negras puedan con­ seguir el grado de coordinación necesaria, este sacrificio de peón abre la posición para la dama. 21 ...dxc4 2 1 . . .c6 no sirve de mucho, por 22.cxd5 cxd5 23.c4 dxc4 24.WS . 22.WO gd8 23.d5 exd5? ! L a jugada 23 . . . iie7 ofrecía mayor resisten­ cia. 24.tlJ h3+! @es 25.tlJ gS gd7 26.e6 lll xe6 O bien 26 . . . �e7 27 .Wfl+. 27.tlJxe6 iie7 28.Wf5 i>d6 29.tlJf4 c6 30.Wl'e6+ Las negras se rindieron.

Spassky - Yusupov Belfort 1 988 Las negras no respondieron de forma ade­ cuada a la activa 9.h4 y, varias jugadas des­ pués, tuvieron que afrontar decisiones de­ sagradables. Están restringidas por la fuerte cuña de "e5 ", su flanco de dama sigue sub­ desarrollado y su presión sobre el centro blan­ co de peones es bastante débil. 13.b4 La posición debilitada del rey negro cons­ tituye el interés esencial de las blancas, pero antes de dar pasos en esa dirección, impiden el

1 56

contrajuego rival, ganando espacio en el flan­ co de dama. 13 ... iihS 14.ib l ! f5 Con la amenaza 1 5 .Wd3 f5 1 6.g4, las blan­ cas cuestionan el avance anterior . . . f6 y obli­ gan a las negras a bloquear la posición. 15.i.d3 En una posición bloqueada de este tipo, perder un tiempo no suele significar mucho, y aquí tuvo un efecto positivo. La posición de la cuña central ha quedado reforzada y se ha consolidado la vasta ventaja espacial de las blancas en ambos flancos. 15 ...Wl'd8 16.h5 lll b 6 17.©f2 .td7 18.Wgl ! El centro de operaciones se desplaza hacia el flanco de rey, con el inminente avance g4. 18 ... tlJ c4 1 9.g4 b5 20.gxf5 exf5 21 .Wl'g6 ie8? Contra la creciente presión sobre el peón retrasado de "g7" (las blancas amenazaban �g l ), era indispensable 2 1 . . .We8, dejando que el alfil siguiese protegiendo el peón de "f5 " . L a razón pronto quedará clara. 22.Wfg2 Wd7 23J;g1 ids 24.lll g3

La defensa negra no resiste, y ahora Yu­ supov improvisa un contraataque : 24 ... tlJ xd4 25.tlJ xd4 ib6 26.ie3 lll xe5 27.ixf5 Las blancas dominan la situación.

Ver el diagrama siguiente Con sus piezas encerradas en las últimas fi­ las, las negras confiaban en . . . f6 para minar la cuña blanca, lograr algún espacio y contra­ juego, pero la ruptura llega demasiado tarde.

SECRETOS DE LAS TRANSFORMACIONES EN AJEDREZ

Las tentativas. por situar un bloqueador en "e6" fallan. 23 ... if7 no sirve por 24.l2Jxf5, mientras que si 23 . . . id7, 24.!l:g2 amenaza lo mismo. 24J:lg2 �k3 2S.l2J h4 l2J c6 Capturar en "h4" debilita las casillas negras de forma irremediable, mientras que 25 . . . !l:g8 26.l2Jhxf5 gxf5 27.lll xf5 hace pedazos el es­ cudo protector del rey. 26.l2J e6 l!g8 27.l2J xf5 %Yc8 28.l!g3! La amenaza 29 .Wxh7+ es decisiva. El fuerte control blanco del centro se trans­ formó en iniciativa y ataque. lvanchuk - Morozevich Amsterdam 1 996 t7.%\'h4 rs En el momento crítico, la salida de la dama anula las intenciones de las negras. Como di­ ficilmente puede considerarse 1 7 . . . h6 (debido a la tranquila 1 8 .1M'h3), las negras se ven obli­ gadas a cerrar la diagonal "b l -h7" . Sin em­ bargo, sí merecía consideración 1 7 . . . g6, pese a su fea apariencia. 1 8.%Yh3 lvanchuk indica que 1 8.ixa7 conduce a clara ventaja, pero ante el tablero, 1 8 . . . ixh4 1 9.ixb8 !l:xb8 podía crear cierta incomodi­ dad. En vista de la inminente g4, la jugada elegida me parece coherente y lógica. Con un centro tan fuerte y tal dominio de espacio, las blancas pueden permitirse un enfoque más lento. 18 ... l2Jb6 18 ... a6 1 9.l2Jbd4 sólo aumentaría la proba­ bilidad de un efectivo sacrificio de caballo en "e6" o "f5 " . 19.ixb6 axb6 20.g4! El cambio en "b6" era favorable en sí, pero también ganó un momento precioso para eje­ cutar este avance, que da sentido a la manio­ bra de dama sobre la columna "h" . 20 ... g6 2 1 .gxfS exfS 2 1 . . . gxf5 22.'it>hl 'it>h8 23.!l:gl incrementa las opciones de ataque de las blancas, que amenazan no sólo !l:g3 y !l:dg l , seguido de Wxh7+ con mate, sino también l2Jd6. 22J::t f2 l2J d8 23.l2J bd4 g4 12.i>b2 Los peones negros caen, uno tras otro.

14.%Vd4+ %Vb4 15.%'fd3 ! Las blancas han colocado en zugzwang a su rival.

La dama adquiere plenitud en el espacio abierto. Sin embargo, en muchas ocasiones su movimiento se ve limitado, bien por determi­ nados obstáculos bien porque el oponente crea amenazas de mate. En los finales en que cada bando cuenta con una dama, una de ellas suele ser muy activa, mientras la otra tiene una ac­ tividad limitada. Su inferioridad a menudo se debe a la falta de espacio disponible.

Kubbel Shajmatny Listok, 1 928 Juegan blancas y ganan

Prokes Sach, 1 943 Juegan blancas y ganan El tema aquí de nuevo es la desfavorable posición del rey negro en la banda. A pesar de la gran superioridad material de las negras, la falta de espacio vital del monarca conduce a una rápida derrota: 1.YlVc4+ YlVb4 2.'.Wc6+ '.Wb5 3.%Vxe4+ YlVb4 4.YlVd3 ! El negro está casi paralizado. Por las ame­ nazas de mate, sólo el peón "g" puede jugar. 4 g6 5.%Vd7+ %Vb5 6.YlVd4+ %Vb4 7.%Vd3 ! Comienza un nuevo ciclo de jaques. El propósito de esta jugada es forzar el avance del peón "g" a una casilla en la que pueda ser capturado con jaque. 7 g5 8.%Vd7+ %Vb5 9.%Vd4+ YlVb4 10.%Vd3 g4 Ahora, el peón "g" se encuentra en una ca­ silla vulnerable, y las blancas lo ganan con tiempo extra. 1 1 .YlVd7+ YlVb5 12.%Vxg4+ %'íb4 13.%Vd7+ YlVb5

Debido al hecho de que la dama negra está momentáneamente fuera de juego, las blancas pueden disponer una red de mate: 1.%'íe6! Con la amenaza de la decisiva 2.dxe7+, las blancas limitan la elección de las negras a res­ puestas forzadas. 1 ...exd6 2.%Vc8+ c!>d5 3.%Vxf5+ i>c6 4.%Vc8+ c!>d5 s.%Ve8! No hay defensa contra 6.'.We4++, pues 5 . . . '.Wxf3 pierde, por 6.'.Wa8+.

••.

.•.

ESPACIO Y TIEMPO

Rinck Bohemia, 1 906 Juegan blancas y ganan

1 99

Aunque las negras tienen ventaj a material y su rey se encuentra en el centro del tablero, un ataque de mate corona la armoniosa dispos'i­ ción de las piezas blancas y la movilidad de la dama: 1 .Wlb l ! Las blancas amenazan mate e n dos, de modo que la dama negra seguirá hibernando en "h7" al menos una jugada más. 1 . .. ©d4 2.Wlb3 ! ! Una preciosa solución. Las blancas renue­ van la amenaza de mate, pero permiten que la dama negra se incorpore a la batalla y nada menos que con j aque. 2 ...YNxe4+ 3.©d6! W/a8 Jugada única. 4.W/e3+ ©c4 S.Wlc3+ ©bS 6.Wlb3+ ©a6 7.W/a4+ ©b7 8.WlbS+ ©a7 9.©c7! Las negras no tienen opción de escapar del mate. Los estudios de finales comparten con las combinaciones el carácter de juego forzado. Jugada tras jugada, la amenaza inicial se renueva, introduciendo nuevas amenazas, que mantienen al bando inferior con las manos atadas, mientras el proceso ganador se en­ cuentra en progreso. Lo que es más, el bando defensor a menudo se ve obligado a cooperar y bailar, contra su voluntad, al son que su ene­ migo le marca. Ataque y defensa se encuen­ tran en el estudio de ajedrez en total armonía. A esa armonía debemos su seducción y nues­ tra fascinación por esas obras artísticas. En lo que respecta a nuestro tema, debido a sus formas limpias y mínimas condiciones, el estudio enfatiza en la mejor manera posible la fuerte dependencia del material de la amplitud y libertad de espacio. Los estudios, tanto como los finales prácti­ cos con torres, son excepcionalmente instruc­ tivos e ilustrativos.

Wotava Schach-Magazin, 1 950 Juegan blancas y hacen tablas Uk4+ ! ! Otras jugadas n o sirven, pero este restricti­ vo j aque crea nuevas relaciones en el tablero. 1 . .. ©b3 l . . .Wb5 no lleva las negras a ningún lado: 2 .l'!c l g2 3 .l'!b l + Wa4 4.Wc4 Wa3 5 .Wc3 Wa4 (5 . . . Wa2? 6.l'!g l !) 6.Wc4, con tablas. 2JU4 2 .l'!g4? sería diferente. Tras 2 . . . g2 3 . Wc5 ©c3 (3 . . f2 4.l'!g3+ ©a4 5 .l'!g4+) 4.l'!g8 Wd2 5 .Wd4 We l , los peones no pueden pararse. 2 f2 3. WcS g2 3 . . . ©c2 4.Wd4 Wd2 5.fü3 ! ©e2 6.:!'!e3+ también es tablas. 4.fü'3+ © a4 SJU4+ ©as 6.l'gUJ W a6 7.cbc6 ©a7 8.l;n+ Wb8 9.l::U-8+ Tablas. .

•..

Ver el diagrama siguiente El caso de las blancas parece desesperado, pero la espléndida torre blanca, en estrecha colaboración con su rey, consigue mantener a raya a los peones:

200

SECRETOS DE LAS TRANSFORMACIONES EN AJEDREZ

Kopaev (conclusión de un estudio) 1 95 5 Juegan negras y blancas ganan La elección de la primera jugada, en esta dificil posición, es bastante evidente. Puesto que l . . . l"í:c7+ conviene a las blancas y que L . ©b7 2.©d8+ ©bs (o 2 . . . ©b6 3 .l"í:e6+) 3 .d6 l"í:c8+ 4.Wd7 l"í:cl 5 .l"í:e2 decide rápidamente, sólo queda una posibilidad: 1 J:thl 2.ge2 2.d6? fallaría, por 2 . . . Wb7 3 .Wd8+ Wc6 4.d7 ©d6 . 2 .. ,gh7+ 3 .Wc6 gc7+ 4.©d6 g e l SJ':fü2 ! Por fin las blancas logran mej orar la posi­ ción de la torre. A la tentadora 5 .l"í:e8+? Wb7 6.We7 seguiría 6 . . . l"í:h l . 5 . . ©b7 La tentativa de conseguir la posición de Lasker, con 5 . . . l"í:d l , no da resultado, a causa de 6.Wc6 (no 6.@e6? ©c8) 6 .. Jk l + 7.Wd7 l"í:c7+ 8 .We6 l"í:g7 9.l"í:h8+ Wb7 1 0 .d6, con po­ sición teórica ganadora. 6J'.!th7+ ©b6 7,gh8! ©b7 8.©d7 gc7+ 9.We6 gg7 1 0.d6 Las blancas ganan. Por estos y similares ejemplos, es evidente que los objetivos se consiguen gracias a una óptima movilidad de la torre y una máxima coordinación con su rey. .•

.

Los finales prácticos no son tan nítidos ni hermosos, pero todos los valores concretos no están menos relacionados con la ventaja o la falta de espacio. Un par de ejemplos de torneo arrojará más luz sobre las relaciones entre la torre y el espacio de que dispone.

Javelle - Griessmann 1 952 t ..,ghs 2.gg6 gas! La torre recorre todo el tablero para explo­ tar su potencial. Entretanto, la torre blanca de­ be permanecer en la columna "g" para evitar que su rey sea alejado una columna más del peón. Obsérvese que 2 . . . We2? sería prematuro, por 3 .l"í:a6, y que 2 . . . l"í:b8? 3 .l"í:g7 l"í:b l no vale, por 4 .©g2 ©e2 5 .l"í:a7 e3 6.fü2+, y estamos en una posición de tablas teóricas. 3,gg7 gal 4.©g2 @e2 SJ:!b7 e3 Las negras ganan. Los jaques en la co­ lumna "b" son demasiado cercanos al rey, mientras que en otros casos, las negras con­ siguen la posición de Lucena. La dinámica to­ rre negra llevó la batuta del juego.

Ver el diagrama siguiente ¿Adónde debe jugarse la torre? Tenemos la tentación de trasladarla al otro flanco, mante­ niendo al rey cortado en la segunda fila. Sin embargo, l . . .fü2? 2 .l"í:e5 ! l"í:a8 (o 2 ... Wd3 3 .Wf4 fü2+ 4.©g3 fü8 5 .l"í:a5) 3 .-© g2 ©d3 4.@f2 conduce a tablas teóricas. No es mej or realizar l . . . l"í:h l ?, por 2.©g2 l"í:al 3 .l"í:e5 @d3 4.Wf2. Las negras, por tanto, eligen otro ca­ mino.

Maciej a - K. Rasmussen Campeonato de Europa por equipos Saint Vincent 2000

ESPACIO Y TIEMPO

201

La ventaja esencial de las blancas no es la material, sino sobre todo la superioridad de sus torres, que apoyan por detrás a sus peones y que, por su dominio de espacio y libertad de movimientos, pueden compararse con sus colegas negras, restringidas a las tareas defen­ sivas. Sin embargo, las cosas distan de ser claras. 4 1 .cS, por ejemplo, se contestaría con 4 1 . . .l:!c2 42.l:!b4 l:!g8, y 4 1 .l:!cl con 4 1 . . .l:!bb2. Potencialmente, las blancas pueden contar con sus peones pasados y avanzados, aunque estén momentáneamente bloqueados, pero es en el valioso peón "c" en el que deben depositar sus esperanzas. 41.!!hg4! Un buen primer paso es obligar a la torre negra a adoptar una postura defensiva en "g8 ". 41...!!gS 42.!!cl 42.cS sigue siendo prematuro y debe prepararse, debido a 42 . . . l:!c2 43 .l:!g6 !1xc5 44.l:!xf6 e4 45.fü8 l:!c8. 42 fS 43.!!ggl f4 El avance del peón "e" se respondería con el del peón "c", que es más rápido. Además, observe que tomar el peón "h", con 43 . . . !1h2 44.cS !1xh6 45 . c6 l:!e6 46.c7 i:!ee8, dejaría al rey en una red de mate tras la evidente 47.!1c2. ..•

44.cS O 45.c6 !!d2 Las negras deben impedir l:!gd l , dada la intención de las blancas de jugar c7. 45 . . . l:!g2 perdería, por 46.l:!xg2 fxg2 47.l:!gl 'it>:xh6 48.l:!xg2 'it>h7 49.c7, etc. 46.c7 f2 47.!!gfl Ahora, 4 7 .i:!gd l es demasiado lento por 47 . . . :!:!xd l 48.l:!xd l e4. 47 J�c8 48.!!b l ! En e l momento en que las negras esperaban parar todas las amenazas inmediatas, se ven enfrentadas a una nueva, 49.!1b8, que pende sobre su cabeza mientras ambos peones se encuentran en peligro, y el peón de "c7" y el de "h6" son tabú, precisamente por ello. 48 .. J''te2 48 . . . i:!c2 se respondería del mismo modo, con 49.l:!xt2. 49.!!xf2! !!xf2 50.!!b8 Las negras sólo disponen de un par de ja•.

202

ques inútiles. Las torres blancas prevalecie­ ron en el final porque, dadas las circunstan­ cias, disponían de mayor espacio y sus tareas defensivas eran · mucho más sencillas y no la� ataban tanto.

Schmidt - Pritchett Olimpiada de Niza 1 974 Las blancas deben su evidente ventaj a a la movilidad de su torre, lista para desplazarse por la tercera fila y ocupar la columna abierta "c", reservándose la amenaza sobre la colum­ na "a" para más adelante. 43.!!c3 Al dominar la columna crítica, la torre blanca podrá presionar. Su colega negra, por el contrario, se ve limitada a la defensa, lo que impica una seria restricción de movimientos. 43 J:US 44.bS Por el momento, la torre no puede penetrar, porque se le opondría la torre contraria, pero las blancas no tienen prisa. De momento, am­ plían sus opciones. Después de la textual, amenazan 45 .!1a3 fü8 46.b6 a6 47.l:!c3 , creando un fuerte puesto avanzado en "c7" . Con este avance de peón, las blancas incre­ mentan su control de espacio en el flanco de dama. 44 ... !!fi 45.!!a3 b6 46.!!c3 .•

Ver el diagrama siguiente La torre blanca regresa a la columna abier­ ta, una vez creada una nueva debilidad en "c6 " .

SECRETOS DE LAS TRANSFORMACIONES EN AJEDREZ

Tiviakov - Arbakov Belgorod 1 989

46 ... i>g6 47.:!ks gd7 48.Wh3 El rey también se beneficiará de la ventaja de espacio, gracias a la activa torre. 48 i>f6 Tras 48 ... WgS 49.1'%g8+ f6 (no 49 ... hS, debido a 50.g4+ h6 5 1 .h4) 50.g4, no puede impedirse la penetración del rey. Vea­ mos: 50 . @f7 5 l .1'%h8 f6 52.1'%e8, ganando. 49.Wb4 Wg6 50.:Ses :SC7 51.ge6+ i>f7 52.gxd6 gc4 53.Wg5 gxe4 54.Wf5 La victoria está al alcance de las blancas. Acuciadas por una estructura inferior y la necesidad de defender la séptima fila, la torre de las negras cedió terreno gradualmente.

Una sola jugada bastó para poner de ma­ nifiesto la vulnerabilidad del rey negro : 64.a3 ! Las negras se rindieron. 64 . . . Wfxb3 pierde, debido a 65 .WfcS+ Wg8 66.WlgS+, etc., mientras que 64 . . . W!xa3 pierde por 65 .Wfb8++. Comprometida en la tarea im­ posible de salvaguardar a su rey, la dama ne­ gra ha perdido el equilibrio, y su rey, con­ finado en la última fila, tuvo que pagar el precio.

•••

. .

Más aún que las piezas, el rey necesita li­ bertad de movimientos y acceso a espacio. En un rincón o confinado en una banda en un final más o menos común, lo normal es que el rey esté en peligro. Los ejemplos que siguen nos harán tomar conciencia de este hecho.

l. Almási - Agdestein Cappelle la Grande 1 999

Las blancas tienen por el momento un peón menos, pero pueden recuperarlo. El material no es, sin embargo, el problema más impor­ tante. Lo más preocupante son sus torres inac­ tivas y, sobre todo, su pasivo rey. 1...g5! Al mover este peón de la sexta fila, Ag­ destein quita hierro a 2.1'%ee6 (por 2 . . . 1'%al+ 3 .Wh2 1'!ddl 4.1'%xf6+ wes s .füe6+ Wd4). Al mismo tiempo, al postergar la captura del peón de "a4", sus torres siguen en disposición de doblarse en la segunda fila. Por supuesto, 1 . . . 1'%axa4 también es bueno para las negras, pero en los finales de torres la precisión es im­ prescindible. 2.:Sxb6 :Sdd2 3.gee6 Defenderse pasivamente, con 3 . :Sg l , sólo posterga lo inevitable.

ESPACIO Y TIEMPO

203

3,,,g;,f4 Preciso de nuevo. La codicia y la captura del peón lo estropearían todo tras 3 . . . :!':lxg2 4:!':lxf6+ We5 5f4+ gxf4 6:!':lbe6+ 'it>d4 7.:!':lxf4+. 4,gb4+ Wg3 5,gg4+ ©f2 6,gb6 f5 Las blancas se rindieron. El toque final: 7 .:!':lgb4 Wg3 , o bien 7.:!':lxg5 :!':ld l + 8 . Wh2 :!':laa l 9.1:'�b2+ We3 .

se deriva de sus piezas centralizadas y del es­ pacio que dominan. Es instructivo observar la rapidez con que Rubinstein despachó a su ad­ versario.

Un rey pasivo sólo puede esperar sufri­ mientos. Veámoslo en los ejemplos que si­ guen.

Rubinstein E. Cohn Karlsbad 1 907 -

Rublevsky - Spraggett Groninga 1 997 Lo que marca la diferencia en esta posición es la movilidad del rey blanco. Rublevsky ganó sin demasiado esfuerzo, limitándose a realizar jugadas prosaicas. 53.Wf5 if2 54.g5 Wf8 55. lü e4 ie3 Después de 5 5 . . . ic5 5 6.We6 We8 5 7 .lll d6+ ixd6 5 8 .ixd6, las negras deben abrir la puer­ ta: 58 . . . g6 59.ic7 tt:l c5+ 60.Wf6 tt:l e4+ 6 1 .Wxg6 lll d2 62.Wh7, y las blancas ganan. 56.We6 lü c5+ 57.lüxc5 bxc5 58.g6 Wg8 59..id6 if2 60.Wd5 ie3 61.ixc5 Las blancas ganaron poco después. La abrumadora ventaj a de espacio alfombró su camino hacia la victoria.

Ver el diagrama siguiente Podríamos decir sencillamente: cuantos me­ nos islotes de peones haya, mej or. Sin embar­ go, la verdadera fuerza de la posición blanca

204

40.gh3! h6 41.gg3 La torre provoca debilidades desplazándose por la tercera fila. 4t...Wf6 A 4 1 . ..g5 seguiría la molesta 42.h4, en cu­ yo caso 42 . . . gxh4 pierde, por 43 .:!':lg6+, mien­ tras que si 42 . . . Wf6, después de 43 .hxg5+ hxg5 44.Elf3+ We6 45 .:!':lh3 , las negras no so­ brevivirán mucho tiempo. 42. Wd5 ge6 43.:!:U-3+ We7 44.g3

Una de esas tranquilas jugadas marca ex­ clusiva de Rubinstein. Más tarde, veremos hasta qué punto es útil. 44 g6 45.ge3 Wf6 46.c4 ••.

SECRETOS DE LAS TRANSFORMACIONES EN AJEDREZ

La clave de la presión ej ercida por las blan­ cas sobre el peón de "e5" no era ganar ese peón sin importancia, sino atar a la defensa y luego . crear un peón pasado propio. 46 bxc4 47.bxc4 :Ses 48J;o+ ©g5 49.c5 e4 O bien 49 . . . Wg4 50.f!:e3 ©f5 5 1 .c6 f!:d8+ 52.Wc5 f!:dl 53 .f!:c3 c;:t>e6 54.Wb6. Ahora ve­ mos que tenía perfecto sentido mantener vigi­ lada la casilla "f4" y hacer posible h4. 50.h4+ ©g4 5Uif4+ ©xg3 52 . .!ixe4 Las negras están perdidas. El mejor rey desempeñó un papel crucial en las críticas ca­ sillas centrales.

34.f!:e3 . En consecuencia, las negras deciden adoptar un compás de espera. 34.a4 :Sti 35.a5

••.

35 ... a6? ! Era mejor una política de espera consisten­ te. Este avance facilita a las blancas la ruptura y penetración en campo contrario. 36.c6 b5 37.axb6 ttl xb6 38.:Sa3 ©e7 39Jha6 Era más preciso 39.e3, privando a las ne­ gras de todo contrajuego. El peón de "a6" está, de todos modos, sentenciado. 39 f4 40.g4 hxg4 41.ixg4 f3 Ingenioso, pero insuficiente. ..•

Alekhine Réti Semmering 1 926 -

42.ixO lU4+ 43.ie4 :Sxh4 44J�a7 ©d8 45.l'fa3 .!"ih2 46 .!"ie3 .!"ih5 El peón pasado está eventualmente perdido, pero era más fuerte 46 . . . g5 . •

Hay en la posición varios detalles favora­ bles a las blancas: sus peones del flanco de dama son móviles, sus torres (sobre todo la de la tercera fila) son más activas, y su rey participa en la lucha de inmediato. 27.©f2 ttl c8 28.c5 La amenaza de penetrar en séptima provoca algunas respuestas forzadas. 28 J3xe4 29.ixe4 füi La amenaza ha sido parada, pero a costa de una visible pasividad. Entretanto, las blancas centralizan su rey. 30.©e3 f5 3 t .io ©r6 32.©d4 .!"ih7 33.h4 :Sg7 Las tentativas de desplegar un juego activo, rebotan como un bumerán. Veamos : 33 . . . g5 •.

47 . .!"ig3 g5 48.if3 .!"ih4+ 49.e4 .!"ih2 50.:SxgS .!"ib2 51 ..!"ig8+ ©e7 52 .!"ig7+ ©d8 53.©c3 ttl a4+ Esto permite al rey penetrar por "b5 ", pero otras jugadas no son mejores. 54.©c4 ttl b6+ 55.©b5 .!"id2 56 . .!igS+ ©e7 57. .!"ib8 .!ic2 58Jhb6 Las negras se rindieron. El activo rey blanco prevaleció finalmente. El espacio a su disposición demostró ser un triunfo de valor incalculable. Como las piezas, la fuerza e importancia del rey aumentan en proporción directa con la expansión espacial y su posibilidad de acceso.

ESPACIO Y TIEMPO



205

9 Hiperexpansión Hemos examinado la significación del espacio en diversas fonnaciones de peones y maniobras típicas de piezas, que penniten la ventajosa transfonnación de valores posicionales. La larga serie de ej emplos estudiados nos enseña lo valioso que puede resultar el dominio de espacio. Note, sin embargo, que se trataba de casos concretos de relaciones entre material, espacio y acción. El espacio en sí no tiene valor fuera de estas relaciones. Adquiere significado gracias a las piezas que en él actúan. Ganar espacio no es en sí beneficioso. Sólo si puede utilizarse para maniobras y acción, podemos hablar de ventaj a espacial. Si el espacio ganado por el avance de peones está expuesto a golpes laterales o es susceptible de penetraciones por parte de las piezas enemigas, si la expansión no ha sido conducida en armonía con las piezas de apoyo, el espacio que domi­ namos puede convertirse en una carga, y no es raro que, en tales casos, estalle como una pompa de j abón. Letelier - Fischer Olimpiada de Leipzig 1 960 Defensa India de Rey 1.d4 liJ f6 2.c4 g6 3.liJc3 ig7 4.e4 0-0 5.e5 ? !

Provocadas porque las negras omitieron . . . d6, las blancas consideraron que era el mo­ mento oportuno de ganar el mayor espacio central posible. La precaución nos enseña a evitar tales avances tempranos. A continua­ ción veremos las consecuencias. 5 ... lll e8 6.f4 d6 7.ie3?! Por el curso de esta partida, aprenderemos que era preferible hacer 7 . llJ f3 , a fin de refor-

206

zar "e5 " . 7 . . . dxe5 8.dxe5 Wfxd l + 9.lDxd l es lo mej or que pueden obtener las blancas, pero la posición no ofrece más. 7 ... c5! Una vez finalizado su desarrollo básico, las negras se hallan en la privilegiada posición de atacar el hiperexpandido centro de peones. No podemos dudar de la consistencia de tal de­ cisión. 6 . . . d6 y 7 . . . c5 han minado toda la es­ tructura central de las blancas. 8.dxc5 liJ c6! Las negras disciernen claramente que su ventaj a en desarrollo se ha convertido en fuerte iniciativa y continúan introduciendo nuevas fuerzas en juego, sin pararse en las pequeñas pérdidas materiales. Las blancas, la­ mentablemente, son menos conscientes de las crecientes dificultades que las acosan. En lu­ gar de tratar de finalizar su desarrollo (con � f3 y ie2) lo más rápidamente posible, pro­ siguen en la misma vena optimista. 9.cxd6 exd6 10.liJe4? if5 1 1 . lD g3 Con 1 0. lD e4, el optimismo de las blancas alcanzó un nivel intolerable. Ahora, hasta las simplificaciones, después de l l . lDxd6 lDxd6 1 2.Wfxd6 Wfxd6 1 3 .exd6 ixb2 14.:1%dl lDb4 1 5 .'it>t"2 a5 ! (Fischer), son favorables a las ne-

SECRETOS DE LAS TRANSFORMACIONES EN AJEDREZ

gras. El peón de "a2" está comprometido, y después de que caiga, el peón pasado negro de la columna "a" se .convertirá en un auténtico incordio. 11 ...ie6 12.lll f3 V!ic7 13.V!ibl Ahora 1 3 .ie2 es muy lento. 1 3 . . . dxe5 im­ plica un sacrificio de calidad más que justi­ ficado : 1 4.ic5 Wla5+ 1 5 .b4 tt:l xb4 1 6 .ixf8 Wxf8 1 7 .0-0 exf4 concede a las negras una so­ berbia compensación. 13 dxe5 14.f5 e4! •••

Portisch - Smyslov Match de Candidatos reserva (3ª) Portoroz 1 97 1

Las blancas esperaban 1 4 . . . gxf5 1 5 .tt:lxf5 , pero esta jugada intermedia les hace perder los pedales. 15.fxe6 Con la quinta fila abierta, ahora no es sa­ tisfactorio 1 5 .Wlxe4, por 1 5 . . . gxf5 1 6.Wlh4 ixb2 l 7 . tt:l g5 tt:lf6 1 8 . tt:l h5 Wla5+, etc. 15 exf3 16.gxf3 f5 El peón de "e6" no preocupa a las negras, porque será capturado en cualquier momento. La nueva amenaza, 1 7 . . . f4, incrementa la ini­ ciativa de las negras y provoca una nueva de­ bilidad en "e4". l 7.f4 lll f6 18.ie2 füe8 1 9.©f2 :!be6 20.gel gae8 2t.if3 !be3 ! Las negras han logrado convertir su ventaja en desarrollo en una fuerte iniciativa y ahora ha llegado el momento de coronarla con un hermoso sacrificio. 22.gxe3 !he3 23.©xe3 Wfxf4+! Las blancas se rindieron. La expansión de las blancas no tenía una base lógica. Fue una reacción impulsiva y pre­ matura. •.•

Esta posición ha resultado de una Holan­ desa Leningrado, en la que las negras resol­ vieron el problema "holandés" fundamental, a saber, cambiar su alfil de casillas blancas. Aquí Portisch tomó una decisión errónea. 14.e4 Parecía que los cambios en el centro abri­ rían el juego para sus alfiles, apoderándose de una significativa ventaja de espacio para las blancas, pero la partida pronto tomó otra di­ rección. 14 ... dxc4 15.bxc4 Si las blancas cambian las damas, con 1 5 .Wlxc4 V!ixc4 1 6.bxc4, entonces si 1 6 . . . tt:l b6 l 7.c5 tt:l c4, como en la partida, las negras que­ dan con gran ventaja. Por ejemplo: 1 8.ic l fxe4 1 9 .fxe4 tt:l xe4 20.Eí:xf8+ E:xf8 2 I .ixe4 ixd4+ 22.Wg2 E:f2+ 23 .Wh3 ixc3 24.E'.b l g5 25 .E:xb7 tt:le5, y el rey blanco se encuentra en posición comprometida. 1 5 tt:lb6! De pronto, el centro de peones sufre la in­ tensa presión enemiga. 16.c5 1 6.exf5 pierde material, debido a la res­ puesta 1 6 . . . Wlxc4, mientras que 1 6.d5 entrega las casillas negras centrales y es muy molesto l 6 . . . tt:l fd7. 16 lll c4 17.ict Si 1 7 .E:ab 1 , entonces nuevamente sigue 1 7 . . . E:ad8. ..•

•••

HIPEREXPANSIÓN

207

17 gadS 18.gbl tiJ d7 Lo que era el orgullo de la posición blanca, su baluarte de peones, cae baj o una tremenda presión. 19.d5 b5 20.dxc6 En caso de 20.cxb6 'll dxb6 2 l .f4 cxd5 22.exd5 e6, cae el peón de "d5 " (23 .dxe6 �f6). 20 tiJ xc5 21.�c2 a6 ..•

..•

Petrosian - Korchnoi Match de Candidatos (9ª) Moscú 1 97 1

22.f4 22.exf5 �xf5 23 .�xf5 gxf5 24.lt.Je2 e5 pa­ rece masoquista para las blancas. 22 ...ixc3 ! 23.�xc3 �xe4 24.ixe4 fxe4 25.a4 El alfil fianchettado se entregó por una buena causa. 25 .ib2 es una tentativa por ex­ plotar su desaparición, pero las negras pueden ignorarla con 25 . . . liih 7. Después de 26.füd l E'.c8 27.a4 E'.xc6 28.axb5 axb5, amenazan 29 . . . e5. La textual todavía causa a las negras menos problemas. 25...Wd5 26.axb5 axb5 27.ib2 Era mej or 27.�b4. 27 .. J:gf6 28ial Wc5+ 29.cbh l Wxc6 30.gbdl e3+ 3 1 .©gl gd2 32.gxd2 exd2 33.Wb3 gd6 34.�c3 e5 35gd1 �c5+ 36.cbbl We3 37.fxe5 gd3 Las blancas se rindieron. La expansión de espacio parece ser una simple cuestión técnica, pero a menudo es cuestionada por ocultos golpes tácticos. De modo que, al ganar espacio, conviene mante­ nerse siempre alerta.

208

En una posición cerrada de l a Apertura In­ glesa, las blancas acaban de jugar 1 6.if3-g4, provocando 1 6 . . . f5 . En vista del transcurso de la partida, hubiera sido más prudente 1 6 . . . ic3 1 7.�'!32 a6, preparando acciones en el flanco de dama, pero las negras pensaron que po­ drían ganar de inmediato un valioso espacio en el centro. 16 ... f5 1 7.exf5 gxf5 18.if3 � f6?! 19.ig2 gad8 20,ga2 ic8 21.gel cbh8? En esta serie de movimientos, las negras pudieron intercalar varias veces . . . ic3 , pero, motivadas por su centro de peones móviles, juegan en función de una ruptura. Entretanto, las blancas han mejorado la posición de sus piezas, incrementando la presión sobre los peones centrales enemigos. El siguiente golpe táctico es fruto de una minuciosa preparación. 22.b4! Las blancas podían haber efectuado este avance ya en la jugada 1 9 . Las negras son vulnerables en la diagonal "a3-f8", hecho que explota esta ruptura. 22 ... cxb4 23.�b3! La clave de la idea. Las blancas se de­ sembarazan de la molesta clavada sobre el caballo de "d2" y se apoderan de la iniciativa. 23 ...ib6 En caso de 23 . . .ic7 24.ixc6 bxc6 25.axb4 a6 26.lll f3 , la clavada sigue ahí. 24.ixc6! bxc6 25.axb4

SECRETOS DE LAS TRANSFORMACIONES EN AJEDREZ

El caballo dama negro apoyaba magní­ ficamente a su masa de peones, y su ·elimi­ nación hace frágil esa estructura central. Por otra parte, el rey blanco no se sentirá peor por la desaparición de su alfil de fianchetto. 25 a6 26.lLJfJ e4 Los peones centrales negros son el tema dominante. Dado que a 26 . . . il.c7 seguiría 27.llixe5 il.xe5 28.f4, se provoca el avance de los peones centrales, algo que, obviamente, no cuenta con el apoyo necesario. 27.cS fJ.c7 28.lLJ fxd4 V!ff7 29.lád2 Una jugada de fea apariencia, pero útil, porque gana tiempo al amenazar 30.llixc6 y optimiza Ja coordinación de las piezas blan­ cas. 29 .id7 30 ..ib2 ©g8 31.lLJaS .ixaS 32.bxaS láb8 33 ..ial láfe8 ..•

Una masa de peones centrales es una uni­ dad sensible, a menudo susceptible a golpes laterales. El tejido de las posiciones de ajedrez es intrincado y su armonía se nutre de nume­ rosos elementos conflictivos . Con frecuencia sucede que una oculta opción táctica convierte en debilidad un factor aparentemente fuerte.

•••

Gunsberg - Steinitz Campeonato Mundial (2ª) Nueva York 1 890-9 1

La iniciativa no sólo ha reportado ventaja material, sino también unas piezas muy bien situadas. Las negras deben tener muy en cuen­ ta el largo alcance del alfil de "al ". Así, a 33 . . . Wi'd5 seguiría 34.dxe4 lLJxe4 3 5 . llixf5 Wi'xf5 36.E:xd7 Wi'xf2+ 3 7. Wh l , y el rey negro no puede protegerse. 34J�de2 V!fhS 3S.V!fd2 ©f7 36.h4 exd3 37.V!fxd3 f4 38.lLJfJ láxe2 39.V!fxe2 Wi'xcS O bien 39 . . . E:e8 40.lli e5+ Wg8 4 1 .Wi'xh5 lLJ xh5 42.E:dl i/.e6 43 .g4, etc. 40.lLJeS+ ©ts 41.lLJxd7+ lLJxd7 Ante la amenaza 42.Wi'e6 (si 42 . . . fxg3 , 43 .Wi'h6+), las negras se rindieron. Aunque móviles y, aparentemente amena­ zadores, los peones negros fueron desarticula­ dos por medios tácticos.

7.dS?! Bloquear el centro tan pronto no parece lógico, por varias razones. En primer lugar, para crear tensión en el centro, las blancas invirtieron un valioso tiempo en c3 , un movi­ miento que ahora no sirve de nada. En segun­ do lugar, el bloqueo conduce a simplificacio­ nes que favorecen al bando más restringido (Ja parej a de caballos negros comienza a sentirse bien). En tercer lugar, el centro fijo quedará, antes o después, expuesto a golpes laterales. Creo preferible la rutinaria maniobra de ca­ ballo en la Ruy López, que comienza con 7.lLJbd2. 7 lLJbS 8 ..ixd7+ lLJxd7 9.lLJa3 Las blancas planean llevar el caballo dama a "e3 ", lo que es algo lento y menos natural que 9.c4, seguido de lli c3 . 9 .ie7 lO.lLJc2 lLJ cS l l .V!fe2 En vista de la latente l 1 . . . lli f4, parece más consistente l 1 .lli e3 . l l V!fd7 12.b4 Para hacer posible llie3, hay que expulsar al caballo negro de "c5 ", pero también estará .•.

•.•

.•.

HIPEREXPANSIÓN

209

bien situado en "a4", y el avance de peón no da mucha tranquilidad. 12 ... lll a4 13 ..id2 1 3 .c4 a5 14.a3 f5 es favorable a las negras, pero la textual parece superflua. 13 ... 0-0 14.c4 fS! Los peones bloqueados centrales que no nos ayudan a organizar el juego ulterior, nor­ malmente se convierten en un blanco inmóvil. 15.exf5 Wfxf5 16.laacl laae8 17.lll fe l igS 18.g3? Las blancas estaban ansiosas por erradicar la constante amenaza . . . lll f4, pero omiten una réplica de su rival que les cuesta calidad. También era difícil para las blancas 1 8 .ixg5 Wi'xg5, por lo que sólo resta 1 8 .lt:Je3, aunque 1 8 . . . ixe3 l 9.fxe3 (o l 9.ixe3 e4) l 9 . . . We4 es una continuación satisfactoria para las negras. 18 ... lll c3 19.ixc3 ixcl 20.lll g2 Wi't3 21 .Wi'xO laxt3 22.lll ce3 ixe3 23.lll xe3 laef8 Las blancas no tienen compensación algu­ na. Ganar espacio en el centro y flanco de da­ ma resultó, en esta ocasión, contraproducente.

"e4" . Así, el baluarte blanco de peones perma­ nece firme, pero · ¿tiene alguna perspectiva de juego activo? Aunque incómoda, l 7.lt:Jg3 era la jugada correcta. 17 ... c4 ! 18.ic2 lll c6 Está claro que en una posición típicamente desfavorable para la pareja de alfiles, el ca­ ballo negro disfrutará de una espléndida vista desde "d5 " , mientras que toda la gran diagonal de casillas blancas ha quedado debilitada. 19.g4? Las blancas prosiguen en vena optimista. Este avance de peón equivale, en este caso, a una invitación expresa para contraatacar. No debe sorprender que las negras formen una in­ mediata batería sobre la gran diagonal. Las blancas debían haber jugado 1 9.É1b l lt:Je7 20.id2 lt:Jd5 2 1 .id l , con idea de llevar el alfil a " f3 " y oponerse a la siniestra presión sobre la gran diagonal. 1 9 ... lll e7 20.®h2 Wi'c6 21.lll g3 b5 22.a4 a6 23.labl Era digna de consideración 23.id l . 23 ... laab8 24.id2 bxa4 1 9 .g4 debilitó el enroque blanco, pero do­ minar la diagonal abierta no es suficiente, pues por el momento las blancas pueden de­ fender todas las casillas críticas. Smyslov, por tanto, distrae fuerzas enemigas al otro sector, abriendo la columna "b" . 25.laal ia8 26.ixa4 Wi'c7 27Jfa2 lab6 28.gxf5 exf5 29.icl ?! De nuevo se requería 29.id l . 2 9... lll d5 30.lll e2 a5 3t.ic2 lab3 ! 32.ixb3 cxb3 33J�a4 if8 34.ib2 lll e3 !

Gligoric - Smyslov Kiev 1 959 En esta posición, el blanco se encuentra a punto de transformar su centro móvil de peo­ nes en ataque, pero la falange contiene una de­ bilidad que puede explotarse: el peón de "e4 " . 15. . .lll a5 16.id3 f5 17.e5? Ante el amenazador avance f5 , las negras respondieron a las agresivas intenciones de su oponente del modo más enérgico y lograron bloquear el centro, ej erciendo presión sobre

210

SECRETOS D E LAS TRANSFORMACIONES EN AJEDREZ

A fin de mantener a raya el avance de las negras en el flanco de dama, las blancas se han visto obligadas a trasladar piezas a dicho sector, debilitando así las defensas de su rey. El caballo es, obviamente, tabú (3 5 .Wfxe3 Wfc6 cuesta calidad a las blancas), y se mueve li­ bremente a "c4", otra casilla fuerte, fruto del sacrificio anterior. 35.füal t!J c4 36. t!J g3 ie7 37.t!Jfl Wi'c6 38,gxc4? Wfhl+ 39.ci>g3 h5! Las blancas se rindieron. La superioridad sobre la diagonal finalmen­ te se vio recompensada. No puede impedirse el mate con 40 . . . h4++. El control de las negras sobre las casillas claras fue tan fuerte que al final condujo a una total parálisis. Así apren­ demos, una vez más, que un bloqueo que no puede utilizarse como punto de partida para acciones ulteriores es inútil.

que deben cerrar la gran diagonal negra con . . . e5 , las negras sitúan su dama fuera del al­ cance del salto de caballo a "d5 " . 24.gf3 i f8 25.gg3 e 5 ! 26.fS t!J d4 Las negras responden al asalto de peones enemigo con juego enérgico en el centro. Ahora vemos por qué la dama se retiró a "d8 " , y cómo l a retirada del alfil a "f8" realzó la presión de la torre de "e8" sobre el centro. 27 .ixd4 exd4 28.t!Jd5 fallaría ahora, por 28 . . . ixf5 . Puesto que 27.Wi'd l tampoco da re­ sultado, por 27 . . . t!J d3 , las blancas deben si­ tuarse de inmediato a la defensiva. 27.Wfl t!J dxb3 28.t!Jxb3 t!J xb3 29.Wel t!J cs Las negras devuelven material, en busca de nuevos objetivos. 30.Wxb4 ib7 3 1 . tiJ dS g34 La aparente amenaza sobre el flanco de rey ha perdido su ímpetu inicial, mientras que el contrajuego en el flanco de dama se está im­ poniendo. 32.Wd2 Si 32.\Wc3 , 32 . . . ia6 3 3 .t!Je3 Wfb8 ! resulta paralizante.

Bisguier - Petrosian Match EEUU-URS S (4ª) Nueva York 1 954 Las blancas han ocupado una porción con­ siderable del flanco de rey, pero por tiempo indefinido sus peones avanzados no cons­ tituyen una amenaza real, porque no existe un esfuerzo coordinado que los soporte. Las negras, por el contrario, han desplegado sus fuerzas de modo lógico. La latente presión so­ bre la segunda fila, el punto sensible de "b3 " y el centro, contribuye a la estabilidad de su de­ fensa. 23 Wi'd8 Otra buena medida defensiva. Entendiendo .•.

32 ...ixd5! Las negras no se contentan con la prosaica 32 . . . �xc4, en cuyo caso 33 .ic3 libera a las blancas. 33.Wi'xd5 �b4 La clave final. Con la clavada de la colum­ na "b", las blancas sucumben ante la creciente presión. 34.if3 \Was 35.Wi'd2 Wi'b7 36.gg2 gbs Las blancas están irremediablemente atadas y sufrirán pérdidas decisivas.

HIPEREXPANSIÓN

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La expansión en un flanco requiere un cen­ tro más seguro que el creado por el maestro Bisguier.

"g" está abierta, pero se requieren algunos tiempos para desarrollar una presión signifi­ cativa sobre la misma. Las blancas deberían haber jugado 2 1 .gxf7+, seguido de 22. lll c3 · (22 .cxb3 axb3 23.a3 lll cd3 no augura nada bueno). 22J�gl if6 23.'1!f g2 ih7 24.igs ixgS 25.'1!fxg5 f6 26.'1!fe3 bxc2+ 27.llixc2 dS!

Ganguly - Svidler Olimpiada de Bled 2002 Esta posición está definida por los enroques de distinto signo, y este desequilibrio posicio­ nal sugiere los planes para ambos bandos. Las blancas han iniciado un típico ataque a la bayoneta, ganando espacio en el flanco de rey. Las negras están atrincheradas en la séptima fila y se requiere tiempo para alcanzar la línea defensiva e iniciar la verdadera batalla. 14 bS 15.g5 lli ce5 16.h5 b4 17.llie2 aS Al producirse una expansión de flanco, siempre se plantea la cuestión de qué tipo de contrajuego podrá crear el rival en el flanco opuesto. Inmediatamente surge la cuestión ló­ gica de si el ataque propio será lo bastante rá­ pido coino para situar al oponente a la de­ fensiva, antes de que su contraataque alcance un nivel alarmante. Esta vez, el ataque negro es lo bastante rápido, pues amenaza l 8 . . a4 1 9.lll bd4 b3, que obliga a las blancas a gastar un valioso tiempo en la seguridad de su rey. 18.cii b l a4 19.lli bd4 lli c5 20.g6 b3 Si comparamos ambos ataques, vemos que los peones han alcanzado las trincheras ene­ migas simultáneamente, pero el ataque negro está mejor respaldado por sus piezas. 2 1.gxh7+?