La moral comunista

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LA MORAL COMUNISTA Una lectura de DOS NOMBRES. UNA VIDA DE ACCIÓN Y PASIÓN de Alonso Ojeda Olaechea. Especial para: Tribuna Popular Autora: Yury Weky Caracas, 2004 - 2006 La intención que nos mueve no es la de formular un tratado sobre la moral atribuida al militante de formación marxista leninista. Consideramos ésto una labor ajena a nosotros, que fungimos de críticos literarios o al menos lo intentamos como lectores. Mi mirada a este libro, que refleja la vida del autor, el camarada Alonso Ojeda Olaechea, en un período de la historia del Partido Comunista de Venezuela de la cual él fue actante y aspectos desconocidos de la historia de Venezuela porque no aparece en los tradicionales textos; me lleva a hacer una reflexión sobre la conducta no sólo del personaje narrador sino de la organización (PCV) en esos tiempos de lucha clandestina y posteriormente la actuación del camarada en el Congreso Nacional (hoy Asamblea Nacional) que devela una moral y que yo interpreto como la moral comunista. Seguir el hilo narrativo de la obra del camarada Alonso nos lleva por caminos de la historia del partido, que para la mayoría de los venezolanos es desconocido, sobre todo para las generaciones enmarcadas en la democracia representativa por cuanto es poco o casi nada lo que se podía decir sobre el PCV y su gente, sus luchas, sus fracasos, sus aciertos o desaciertos en la construcción de una realidad nacional de justicia social. En un clima de persecución, atropellos, muerte, era imposible saber de la nobleza, el trabajo, el sacrificio, el amor por la patria que movía a los comunistas para enfrentar un sistema que lejos de ennoblecer al hombre lo envilecía. La política del imperialismo entonces fue la de satanizar al comunismo. Razón que le concedo al enemigo cuando sabemos que el comunismo persigue un sistema de igualdad en el que no tienen cabida los egoístas, los explotadores y el imperialismo es la máxima representación de estas flaquezas del ser humano. Intentaré tocar algunos puntos sobre el libro que develen los altos principios morales que impulsaron a este hombre a la lucha política y aquellos que le acompañaron. En consecuencia ello nos dará una visión de la Organización. Me detengo en la moral comunista. Sólo sobre este aspecto estará mi mirada de lectora. ¿QUÉ LLEVA AL ENCUENTRO CON ESA MORAL? Detalles, frases, que pese a la simplicidad como se presentan sólo pueden estar impulsadas por esa fuerza interior, que es la unión de la idea y del pensamiento marxista -leninista y que arbitrariamente llamo moral comunista. Caminamos entonces al encuentro del relato en primera persona del camarada Alonso Ojeda Olaechea y allí al contacto de su palabra escrita vamos fortaleciendo nuestra tesis. Lo primero que destacamos es que nuestro narrador cuenta los hechos de manera sencilla, apegado a su recuerdo sin falsearlos; hechos históricos (de los cuales fue actante y de los que no se erige en héroe) como lo es por ejemplo su actuación como tipógrafo del Primer manifiesto Comunista. Es importante también destacar su renuncia a los privilegios familiares y su decisión de alistarse a las filas del PCV para la lucha por la defensa de los derechos de la clase obrera. Militancia que sólo le aseguraba el peligro, la persecución, la clandestinidad, el riesgo…pero también le garantizaba el honor de militar en una organización cuyo principal pilar es la solidaridad entre sus militantes y de lo que todo comunista ayer, hoy y siempre debe sentirse orgulloso. Es el hallazgo de la humildad desmitificada en la palabra y construida en la conducta.

¿DÓNDE HALLAMOS LA SOLIDARIDAD? La Solidaridad mueve cada una de estas casi cuatrocientas páginas y sin la cual hubiese sido imposible sobrevivir en medio de un marco histórico fabricado de odios fratricidas entre los venezolanos aupado y auspiciado por los emisarios del imperialismo. El nefastamente célebre senador norteamericano Joseph Mac Carthy fue propulsor de una campaña en contra de los marxistas en EEUU que se extendió por América y Venezuela no fue la excepción . Esa campaña conocida como el maccarthysmo no tuvo otro finque exterminar al pueblo que luchaba por la justicia social. Originó, a través de la democracia puntofijista, una caza de intelectuales, estudiantes, campesinos, obreros, familias enteras a las cuales se les prefabricaban pruebas, se chantajeaba, perseguía, torturaba, expropiaba, y asesinaba. Período en el cual la vida de un comunista no valía nada para el sistema político imperante. El enemigo del pueblo y sus reivindicaciones había detectado que sólo los comunistas luchaban al lado de la clase obrera, la clase explotada y en consecuencia eran el blanco de la persecución. Se impuso el miedo, el terror y el común de la gente (sin visión histórica ni conciencia de clase) empezó a resguardar su vida alejándose de todo lo que oliera a marxismo. LA SOCIEDAD SE DIVIDIO, NO SOLO EN EXPLOTADORES Y EXPLOTADOS, SINO EN MARXISTAS Y PERSEGUIDORES DE MARXISTAS. Hecha esta digresión retorno con mi lectura.

Se destaca en este libro cómo la solidaridad está presente entre los miembros de la organización que rayan en la temeridad, el peligro, pero también en la valentía y aunque parezca reiterativo en esa honestidad, la moral del comunista; como es el caso de la participación del PCV en la X CONFERENCIA INTERAMERICANA, el traslado de su imprenta a lomo de burro, la ayuda del camarada Gonzalo Martines Angulo para que escapara de ser descubierto por la SN el camarada Ojeda, su participación y dirección en el proceso de construcción del túnel del San Carlos para la fuga de los entonces camaradas Guillermo García Ponce, Pompeyo Márquez, Teodoro Petkoff (estos últimos hoy férreos disidentes de la causa revolucionaria). Cada tarea era un reto pero un reto compartido con solidaridad y compromiso. Los hombres y las mujeres del PCV lograban el cumplimiento de sus tareas por la disciplina y el compromiso solidario con él y la camarada para no fallar porque si se fallaba se ponía en peligro la integridad física de los hombres y mujeres comunistas que es igual a decir del PCV. Pese a las traiciones, la solidaridad salvó la vida de la organización. ¿QUIÉN FUE ALONSO OJEDA OLAECHEA? “Alonso Ojeda Olaechea ha sido uno de nuestros parlamentarios de más larga trayectoria en el Parlamento, con un trabajo de eficiencia ejemplar. Alonso es un autodidacta; él dice en su libro que conoce bien las materias de políticas agraria y sindical , pero tuvo que hablar en la Cámara sobre economía, historia, ecología, presupuesto, salud, medicina , ferrocarriles, del metro y de la ciencia militar .(…) Las intervenciones en el Congreso son orales, no se pueden llevar escritas. Y si leemos las intervenciones de Alonso Ojeda Olaechea nos encontramos con piezas bien argumentadas y con dominio de los temas.” (…) “se enteraba de todas y cada una de las materias que se iban a tratar en la Cámara , buscaba asesores apropiados y trabajaba con ellos,

preparaba su intervención , o mejor su esquema y apuntes y los llevaba al BP para que este organismo aprobara la orientación política y las posiciones concretas a tomar . Todo ésto lo cubría Alonso con disciplina comunista”… (Cita del prólogo de POD) (pág. XXI)

Estas citas que he traído merecen ser leídas con atención: primeramente por la capacidad del camarada en el ordenamiento de sus ideas y sus facultades para defender la temática responden a un hombre disciplinado políticamente, con formación ideológica y en cuanto a la búsqueda de asesores en los temas a discutir se vislumbra su humildad aunada a la responsabilidad histórica y responsabilidad ante su Organización (el PCV) que nos vuelven a poner de manifiesto la moral del comunista. Moral que hoy y siempre debemos atender para llevar ante la historia, ante el pueblo, la vanguardia en la lucha. Es importante señalar la valentía como un aspecto impulsado por la moral del militante comunista como fue la acción de Alonso un 24 de julio durante el gobierno de López Contreras cuando desafía la disposición oficial de no celebrar el 1º de mayo y el camarada coloca la bandera de la Asociación de Artes Graficas en el cruce de la carrera 17 con la calle 26 en Barquisimeto. Valentía que se visibiliza en cada una de sus temerarias acciones : No podemos obviar la distribución de un manifiesto del PCV en El Tocuyo y la colocación de un una pancarta durante una de las visitas que el dictador Marcos Pérez Jiménez hiciera a esta población larense. (pág. XII). Emocionante, riesgosa y astuta califico la acción de nuestro personaje en el rescate de la caja contentiva de EL MARTILLO, órgano del CC del PCV de un autobús para ser distribuido en Acarigua. (Pág. 14 ob. citada). Es también significativa su lucha por exigir aumento de paga para los trabajadores gráficos de EL IMPULSO pese a que ello lo llevara a su despido . En palabras textuales del autor: “… pero no me doblegué y continué en la dirección de los trabajadores gráficos y más tarde ya como organizador de otros sindicatos, como el de carpinteros, alfareros, mecánicos, etc.” (Pág. 4, Ob. Citada).

El no doblegarse, el continuar con la organización de la clase obrera y campesina, el comprometer su vida en la lucha por las reivindicaciones sociales orientadas por una ideología, son síntomas de esa moral. Presencia de ese compromiso con la clase trabajadora fue su constante; podemos referirnos aquí a su participación activa y dirigente en la huelga contra los hacendados por parte de los hombres y mujeres cañeras trabajadores en los trapiches durante el gobierno de Rómulo Gallegos, cuando gobernaba en Lara Eligio Anzola. La organización en el PCV implica no solamente trabajo en equipo sino cumplimiento de tareas con idoneidad y disciplina. Un ejemplo histórico es la VI Conferencia Nacional. (Abril 1952). La situación del Partido es delicada para el momento, muchos camaradas están presos o en el exterior, por lo tanto la conferencia tenía, entre otras cosas, que reacomodar la organización. Alonso tuvo la responsabilidad de concentrar alrededor de 70 camaradas en un lugar seguro, pese a la férrea persecución se impuso la organización y la mística comunista. “ la realización de esta Conferencia significó un gran éxito en la historia de nuestro Partido. En lo organizativo habíamos

demostrado la existencia de un Partido que sabía movilizarse en una cerrada clandestinidad, sin tener una sola baja por este importante trabajo; sirvió para reorganizar todos los organismos, desde las células hasta el Comité Central ; sirvió para reajustar la Dirección, llenando las vacantes que la represión nos había causado, pero sobre todo sirvió para elevar la moral del Partido y ratificar su firme decisión de continuar la lucha contra la dictadura perezjimenista” (Pág. 50, ob. Citada)

Alonso Ojeda además de imprimir el PRIMER MANIFIESTO DEL PCV elaborado por resolución de la Conferencia Nacional (Maracay 08-08-1937) fue Secretario de la primera Federación de Trabajadores del Estado Lara (1937) fundador del Sindicato d e Artes Gráficas de Barquisimeto. Es el quien (como señale en un párrafo anterior, coloca la bandera del sindicato de color rojo con letras azules un 24 de julio (día del trabajador). Alonso es Miguelito el bagacero, colaborador del periódico de los comunistas en El Tocuyo: EL CAMPESINO. Alonso es diputado al Congreso Nacional por el estado Lara (1947). Alonso es militante comunista, emblema de trabajo y disciplina. SU TRABAJO PARLAMENTARIO En cuanto a su trabajo parlamentario haré algunas observaciones que ponen de relieve la humildad, el compromiso, la valentía del militante del PCV. Me referiré primeramente a la oposición de Alonso a la aprobación del Tratado Interamericano de Defensa (TIAR) denunciándolo como instrumento de dominación del Imperialismo en nuestro país, a su negación a cobrar viáticos (los mismos se ordenaron posteriormente y los gastos los cubrió la Gobernación) cuando s e trasladó a Barinas para investigar lo relativo a un terraplén que obstruyó el caño Ojo de Agua y ocasionó una inundación en el municipio Santa Lucía. No solamente no cobró los viáticos sino que escribió al entonces presidente d e la Cámara de Diputados, Armando Sánchez Bueno explicándole el por qué de su negativa. Su reclamo por ante el diario El Nacional en comunicación escrita a José Ramón Medina (su director) replicando a la columna “La política en nuestros días” y en la cual señalaba (13 de abril de 1982) que la falta de quórum en el Congreso era un mal común a todos los partidos y fracciones. “esto no es verdad en cuanto al Partido Comunista de Venezuela, que represento en la Cámara de Diputados. Asisto regular y puntualmente durante los días y horas indicados para la sesión de la Cámara y a las reuniones de Congreso. Cuando por alguna circunstancia no puedo concurrir, lo hace el camarada Lino Pérez Loyo en su condición de suplente, pero en ningún momento la curul comunista está vacía” (Pag 445, ob. Citada).

Esta cita refleja la disciplina del militante, la responsabilidad ante la organización (PCV) y la valentía para enfrentarse y llamar mentiroso al representante del poder: Oswaldo Álvarez Paz, autor de la columna mencionada. Significativa la posición del camarada en cuanto a no aceptar un aumento porque el mismo no era extensivo a los demás trabajadores del Congreso Nacional (agosto 1995), como lo es también la devolución que hiciera al Instituto de Previsión Social del Parlamentario de los 201.890.00 bolívares que fueron depositados a su cuenta. “sin consultarme (…) y el día 20 del corriente mes lo reintegre (…) según recibo número 03615 y mediante cheque numero 171 69 961” (Pág. 442, ob. Citada).

Y continúa el camarada aclarando: “No es que no reconozcamos la necesidad de un aumento de la dieta parlamentaria, sino que el Partido Comunista de Venezuela, tanto en el pasado como ahora, condicionó su voto para la aprobación del aumento de dicha dieta a que se aumentaran los sueldos de los trabajadores del Congreso Nacional, a los del Estado y en general a los trabajadores que están en peores condiciones económicas que los que ocupamos o hemos ocupado una curul en el congreso“ … (Pág. 442, ob. Citada).

REVISAMOS ALGUNOS DE SUS DISCURSOS Cuando leemos algunos de los discursos del camarada Ojeda Olaechea (en diferentes tiempos) leemos al PCV. En cada uno de ellos se refleja la moral del Partido. A través de sus intervenciones es el Partido quien toma posición ante la vida legislativa de la república. El camarada es vocero y lo hace con responsabilidad, disciplina y valentía. Todo responde a la línea del partido. El diputado comunista lleva al BP el tema y luego de ser discutido y aprobado se escucha ante la Cámara su palabra. La respuesta comunista a las leyes que se discutieron en el Congreso (hoy Asamblea Nacional) desde 1948 a 1988 es la de una organización política vigilante de los derechos del pueblo, comprometida con las luchas del mismo que se pronuncia por ejemplo ante la presentación de la Ley Agraria. (1948). “…. que se dote al país de una Ley Agraria que ponga fin a la tremenda injusticia que hoy impera en el agro venezolano” (Pág. 211.ob. Citada).

Expone en un medio de adversarios (en el cual no somos mayoría y son pocos los aliados circunstanciales) sus criterios sobre el presupuesto, las partidas secretas y las partidas globales. Hace críticas con rigurosas observaciones, bien documentadas y con serios argumentos se hacen las propuestas. En 1970, levanta la voz en defensa de los recursos

naturales renovables. Sentimos al leer vibrante el nacionalismo, la conciencia patria y la responsabilidad histórica ante las futuras generaciones. Es una voz en defensa del bosque, la fauna, del ecosistema. En cada discurso se escucha el análisis, la crítica y el sentimiento patrio. “Nosotros pensamos que mientras persista la filosofía de explotar el bosque, sin importarnos mayor cosa lo que éstos significan para los recursos naturales renovables, la política forestal no es un política forestal correcta.”

Ya antes en este mismo discurso señalaba: “Nosotros nos preguntamos si ha existido en el país una política forestal (…) ¿Qué es lo que ha regido en nuestro país en relación con los recursos naturales renovables? Ha regido la filosofía del utilitarismo del bosque. (…) tiene como base la explotación del bosque para beneficio de unos cuantos, sin importarle nada lo que el bosque significa para la población…” (Pág. 215, ob. Citada).

Si estos temas los revisamos podemos afirmar que es de larga data la lucha del PCV por la tenencia de la tierra , en contra del latifundio así como es significativa la actitud visionaria de los comunistas de esa generación cuando tomaron la espada en contra de la explotación irracional de la madera y la colonización agrícola indiscriminada. Hoy día sabemos cómo la explotación de la madera por grupos económicos particulares trajeron como consecuencia el enrique cimiento de esos grupos en alianza con gobernadores o legisladores de la época y arruinaron el ecosistema en los estados donde realizaron la roza de los árboles madereros sin un política de replante de semillas. La política de deforestación fue indiscriminada e irresponsable y se caracterizó por el manejo doloso en el negocio maderero. “..nosotros tenemos que responder ante la historia por las generaciones futuras…. (…) si nosotros ahora permitimos que se devaste a Ticoporo y después a Imataca, San Camilo, El Caura y otras reservas forestales , dentro de unas décadas seguramente las generaciones dirán que somos responsables de la sequía del país y que somos responsables de que se arruinen las posibilidades de desarrollo industrial mediante la utilización de las aguas para la energía eléctrica” (Pp. 218, 219)

Otro tema en el cual fija posición el PCV que pone de relieve la moral es sobre el caso SIERRA NEVADA. (1980). En su discurso el camarada busca la raíz de la corrupción administrativa en el sistema cuyas bases son la explotación del hombre por el hombre y de los gobiernos al servicio de la burguesía. De manera directa, denuncia los males del sistema capitalista basado en la especulación, la explotación, el robo, las quiebras fraudulentas, los testaferros, el tráfico de influencias, los negociados, la doble facturación, la evasión en el pago de impuestos.

Denuncia el camarada los hechos concretos de corrupción administrativa en la construcción de la represa Las Majaguas, el puente sobre el Lago de Maracaibo, la venta de las acciones del hotel Tamanaco, el caso del Banco Agrícola y Pecuario, Cariven, Inciba, las fragatas , la compra del misil Otomat MK2 . A ésto hay que agregar los grupos económicos que se enriquecieron en los gobiernos d e Caldera y Pérez con contratos mil millonarios (Ediviagro , de Pérez Briceño, Esfera de Edgar Espejo, Life , de Ciro Febres Cordero, Concave de Enrique Delfino y el Señor Brown ligado a Pedro Tinoco). La empresa Guri en la cual participó también Pérez Briceño y Luis Pérez Olivares. Muchas de estos casos denunciados han sido borradas del recuerdo colectivo. Sin embargo fueron delitos contra la nación, que la prensa al servicio de la burguesía, minimizó en su momento. Los traigo ahora con la finalidad de resaltar la moral del dinero representada por el sistema capitalista en oposición a la moral comunista, aunada al arrojo del militante para hacerse escuchar. Toca también en su discurso un tema que es de actualidad: la injerencia del imperialismo: “Ahora Pérez (CAP) dice lo siguiente: y cuando me enteré que en las oficias del Gobierno había oficinas de la CIA, me sentí pasmado y ordené inmediatamente que se cerraran estas oficinas de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos de Norteamérica, que habían llegado a instalarse hasta en una dependencia militar” (Pág. 241, ob. Citada).

En este discurso es importante señalar la valentía con la cual el camarada dice: “ ¡No, doctor Caldera¡ usted no podía limitarse a tomar medidas para reducir al mínimo la presencia de la CIA. Su deber como Presidente de la República era inmediatamente informar al pueblo expulsarlos del país”

(Pp. 242, 243, ob. Citada). Sólo esa moral comunista impele a este hombre a levantar la voz y reclamarle al entonces Presidente la debilidad de su conducta reflejada en la cita: “quedaron apenas algunos restos a los que se les privó de toda injerencia, de toda importancia en el momento en que llegué a la presidencia de la República” Por la vigencia de la injerencia del imperialismo en las políticas de los países del Caribe, Centro y Sur América considero que lo planteado por el camarada Ojeda servirá de antecedente para tratarlo en un artículo aparte. De igual manera creo que el discurso pronunciado el 30 de abril de 1980 sobre el caso Sierra Nevada es tan fértil para el análisis diacrónico de la historia de Venezuela (gobierno de CAP) que merece un tratamiento especial. ¿QUIÉN HABLA Y QUIÉNES SON LOS INTERLOCUTORES?

Cuando escuchamos levantar la voz de Alonso en el Congreso dijimos que es la voz del PCV; no solamente lo decíamos porque Ojeda era un diputado comunista sino que muchas son las veces

en que el orador lo reitera. Suena la voz del colectivo aun cuando los parlamentarios eran sordos y en el país no se escuchaba el eco porque los medios de comunicación daban poca o ninguna divulgación a los planteamientos de la fracción comunista, pero sobre todo pese a las advertencias que hacía, la mayoría de AD y Copei terminaban aprobando leyes que sólo complacían a la burguesía y al imperialismo. Por ello considero importante traer algunas citas de los discursos pronunciados por el camarada donde él expresa que habla en nombre de la organización para que los lectores y lectoras comunistas o no conozcan o reconozcan esa guerra parlamentaria en defensa de la patria sostenida por el PCV en contra de los intereses del imperialismo y de las clases dominantes . Es de marcada importancia tener presente que el Partido Comunista hizo Oposición Política con mayúscula y que siempre sus criticas eran firmes, serias y respondían a un propósito de nación; señalamiento que hacemos por el tipo de oposición que se realiza ahora de dudosa calidad y llena de elementos falsos, maliciosos y destructivos que hacen del arte de la política una mascarada. “Yo voy a expresar, a nombre de la fracción del Partido Comunista… (…) si estos recursos de la deuda pública fueran invertidos en función de un desarrollo económico independiente del país con una administración honesta de esos recursos y oigase bien, sin que se pongan en peligro la soberanía y la independencia del país no tendríamos inconveniente en votar este tipo de crédito (…)La fracción comunista no puede, en ese sentido, contribuir a que siga este desorden administrativo y se continúen derrochando estos recursos y agravando la situación económica (Pp. 259, 260, 261,ob. Citada)

Nos sorprende citando la declaración del Buró Político del Comité Central del 22 de octubre de 1975 en su discurso sobre el Proyecto de Ley de Crédito Público y Crédito adicional . Esto nos confirma que habla el Partido. Para concluir mi lectura señalo que humildad, valentía, coraje, solidaridad, renuncia a privilegios personales excluyentes, disciplina, acatamiento a las líneas del partido, observancia del reglamento interno de la organización , cumplimiento de tareas, estos son los ingredientes de una resultante que llamo “la moral comunista” y de los cuales fue un honorable exponente nuestro camarada Alonso Ojeda Olaechea. Los epígrafes se colocan al inicio de los trabajos, no obstante voy a transgredir la norma y dejo éste del autor del libro Dos nombres una vida de acción y pasión para reflexión de los lectores y lectoras: “Cuento todo esto para que se aprecie la calidad de los hombres y mujeres que hicimos la resistencia contra la dictadura, el valor y coraje que había que tener para mantener en alto las banderas de lucha del PCV”

Alonso Ojeda Olaechea