La Explicacion Sociologica

Citation preview

I P Lexplicacii ~

1

sociobgica= - 7 - 1 una introducción a la Sociología . B:

4

1 JoséFélix Tezanos Tortajada

Políticas

1

1

8

LA E X P L I C A C I ~ NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI6N A LA SOCIOLOG~A

6. Max Weber ............................................................................................ 140 7. Nuevas tendencias en la teoría sociológica. La Sociología difusa de 15 1 la sociedad débil ........................................................................................

CAP~TULO 5. LA SOCIEDAD. OBJETO DE ESTUDIO DE LA SOCIOLOG~A ................... 157 1 . ¿Qué es la sociedad?............................................................................. 2. La estructura social .............................................................................. 3. Los grupos sociales............................................................................... 4. Las instituciones sociales ..................................................................... 5. Las clases sociales ................................................................................ 6. Estructura y conciencia de clase. Tendencias de futuro .................... 7. Los roles sociales .................................................................................. 8. Procesos sociales y formas de interacción social ................................ CAP~TULO 6. CULTURA. PERSONA. SOCIEDAD ...................................................... 1 . Cultura y sociedad ................................................................................ 2. El concepto de cultura ......................................................................... 3. Cultura y personalidad .........................................................................

25 1 254 259 265

CAP~TULO 7. SOCIEDADES HUMANAS Y SOCIEDADES ANIMALES............................ 1. Etología y Sociología ............................................................................ 2. El debate sobre el continuo social ....................................................... 3. Las sociedades animales ...................................................................... 4. Los orígenes de la sociedad humana ...................................................

277 280 283 291 301

CAP~TULO 8. LA SOCIOLOG~A Y LA SOCIEDAD INDUSTRIAL .............................. 1 . El tránsito de la sociedad estamental a la sociedad industrial .......... 2. Las consecuencias sociales de la revolución industrial ...................... 3. Principales características de la sociedad industrial .......................... 4. La cuestión social y los orígenes de la Sociología ..............................

31 3 3 15 325 332 342

CAP~TULO 9. LA ACTIVIDAD DE LOS SOCIÓLOGOS ................................................ 1. Los límites del conocimiento sociológico ........................................ 2. La actividad de los sociólogos.............................................................. 3. ¿Científicos o divulgadores?.................................................................

35 1 354 359 366

CAP~TULO 10. EL MÉTODOCIENT~FICOY EL SURGIMIENTO DE LA SOCIOLOG~A .... 377 1. Génesis y evolución de los modos de conocimiento........................... 380 2. El desarrollo del conocimiento científico ........................................ 387

La concepción de la ciencia moderna ................................................. Ciencia y sociedad ................................................................................ Los presupuestos de la ciencia ............................................................ Las características del método científico............................................ La «falsabilidad»como criterio de demarcación científica ............... Los paradigmas científicos .................................................................. El lugar de la Sociología en el conjunto de los saberes .....................

393 396 399 405 414 420 428

COMO DISCIPLINA CIENT~FICA.............................. CAP~TULO 1 1. LA SOCIOLOG~A 1. El carácter científico de la Sociología ................................................. 2. Posibilidades y dificultades de la Sociología como ciencia ............... 3. La problemática de la causación social: probabilismo, determinis.. mo y prediccion .........................................................................................

437 440 455

3. 4. 5. 6. 7. 8. 9.

463

.................... 477 CAP~TULO 12. TEOR~A E INVESTIGACI~N EMP~RICA EN SOCIOLOG~A 1. La dimensión teórica y empírica de la Sociología .............................. 480 2. El pluralismo teórico de la Sociología ................................................ 495 CAP~TULO 13. LA SOCIOLOG~A Y LOS VALORES ............................................. 509 1. El debate sobre la Sociología como ciencia libre de valores ............. 512 2. El compromiso de la Sociología .......................................................... 525

CAP~TULO 14. OBJETO Y TEMAS DE ESTUDIO DE LA SOCIOLOG~A ........................ 533 1 . Los grandes campos de estudio de la Sociología ................................ 535 2. Macrosociología y microsociología..................................................... 552 3. La Sociología y otras ciencias sociales ................................................ 556

................................................................................. 563 1. Presentación .......................................................................................... 565 2. Vídeos introductorios........................................................................... 565 3. Programa de Enseñanza Asistida por Ordenador .............................. 570

APÉNDICE METODOL~GICO

La Sociología nació en un período de grandes cambios económicos, sociales y tecnológicos que estimularon una atención prevalente por lo social. En nuestra época nuevamente se dibujan en el horizonte histórico grandes transformaciones de diverso orden que apuntan Iiacia un nuevo modelo de sociedad -la sociedad tecnológica avanzada- y que están estimulando de nuevo una viva reactualización del interés por la Sociología. La Sociología se caracterizó desde sus orígenes por intentar desai.rollar una concepción global e integradora del hombre y la Sociedad l'rente a otras visiones más parciales y limitadoras. Por ello ha podido decirse que de la misma manera que las viejas concepciones heredadas de la sociedad pre-industrial fueron sustituidas inicialmente por una concepción del horno econornicus, centrada en variables estructiirales y motivaciones personales de carácter económico, posteriormente nos pusimos en camino de superar las rigideces y limitaciones dc esta visión por una concepción más amplia del horno sociologicus. Es en este sentido en el que puede afirmarse que la explicación socio15gicu de la configuración humana permite, no sólo establecer una imagen más rica y compleja de nuestra realidad, sino que, en la medida que la Sociología está entroncada por sus orígenes con una rica tierencia del pensamiento europeo, también hace posible alcanzar una comprensión de nuestro devenir histórico y de nuestras circunstancias presentes, menos limitada por anteojeras intelectuales de intención parcializadora. Los economistas han sostenido con frecuencia que la cuesti6n social mhs importante en cualquier agregado humano es la economía. Sin embargo, la experiencia nos demuestra que no todo en el ser

12 - -.

LA E X P L I C A C I ~ NsOCIOL~GICA:UNA I N T R O D U C C I ~ N A LA SOCIOLOG~A

humano es cálculo económico y previsión racional de costes y beneficios, ni todo comportamiento se orienta únicamente por el interés económico, ni tampoco, claro está, sólo por impulsos inconscientes, ni exclusivamente por las motivaciones políticas, o religiosas o de cualquier otra índole. La realidad social humana es mucho más comple.ja y requiere una explicación más amplia. Por ello la concepción del horno sociologicus nos proporciona una vía más completa e integradora de comprensión de la realidad humana, tanto en lo que se i-efiere a la propia naturaleza social del hombre, como a su condición de actor social en un ámbito global de interacciones. Nada dc esto debe llevarnos, sin embargo, a la simplificación de creer qiic la Sociología nos puede proporcionar una comprensión omnicomprensiva y definitiva de la realidad humana, ya que, como nos recoid6 Dahrendorf, el «hombre entero no sólo escapa a la captncidn por una sola disciplina, sino que tal vez habrá de mantenerse nlcmprc como una Figura borrosa en el fondo de los esfuerzos cientíFIcosnI. Con csta reflexión, por lo tanto, no se pretende reivindicar la rccupcración de viejas pretensiones absorbentes de la Sociología, ni intentar establecer imposibles síntesis enciclopédicas de conocimientos, sino subrayar simplemente la necesidad de abordar el estudio de la realidad social del hombre desde la perspectiva de enfoques amplios y rigurosos que tengan en cuenta no sólo una faceta concreta de la personalidad humana, o una dimensión particular de la'fonna en que organizamos nuestra vida en común, sino toda la complejidad concreta de lo social. Por ello hemos titulado este libro la explicación sociológica. Por entender que la Sociología proporciona una explicación contextual bastante amplia y precisa de nuestra realidad social, de nuestros orígenes, de nuestra naturaleza y de nuestro devenir histórico. Una explicación que no debe encapsularse en sí misma, ni cerrarse en los absurdos límites de la autocomplacencia, sino permanecer abierta a las nuevas perspectivas de análisis y a la colaboración interdisciplinar.

Ralph Dahrendorf: Horno sociologicus. Instituto de Estudios Políticos, Madrid, 1973, phg. 48.

La reivindicación de la explicación sociológica nos conduce a su vez ü la necesidad de plantear la explicación de la propia Sociologia como disciplina científica. Finalidad a la que se orienta este libro. Se trata, como el lector podrá comprobar, de un libro que ha sido pensad o como manual de introducción para los estudiantes de Sociologia y cnii cl que se da respuesta a las preguntas sobre el qué, quién, cuándo, tlOnde, cómo y por qué de la Sociología. Aunque este libro pretende ser accesible para todo estudiante univci.sitario, no han querido evitarse ninguna de las complejidades de las cuestiones abordadas, intentando ofrecer en cada tema una visión pliii-al y matizada a partir de los distintos enfoques y opiniones, con la I'inalidad de que el lector pueda tener una comprensión amplia y documentada de los temas tratados, pudiendo llegar a fraguarse sus ~ii-opias opiniones. Con este libro se intenta que el alumno pueda avanzar en la compivnsión de la explicación sociológica, cimentando bien sus conociiiiicntos introductorios, en una forma que posteriormente le puedan i.csiiltar de utilidad en su progreso en el estudio de las Ciencias SociaIcs. Por ello deberá prestar una especial atención a ir asentando y iisiinilando bien las cuestiones estudiadas, ya que en cualquier disciplina, al igual que en cualquier edificación, es muy importante lograr uiia buena solidez de los cimientos. El tiempo dedicado a cimentar bicn las bases del conocimiento, aunque pueda parecer demasiada Icnto o complejo a veces, es la mejor garantía para un progreso postcrior más sólido y seguro. El estudiante o el lector que se inicia en el conocimiento de la Sociología debe ser consciente de que se encuentra ante una ciencia qiie no está exenta de complejidades y dificultades. Cuando la Sociologla es planteada y presentada de una manera rigurosa su imagen no siempre coincide con algunas visiones simplistas sobre el sociólogo y lu Sociología que suelen tener muchos ciudadanos en las sociedades de nuestros días. Al Sociólogo generalmente se le exige mucho, pero rrc sabe poco de la ciencia que practica. Se espera que los sociólogos pr-onostiquen quién va a ganar las próximas elecciones, que proporcionen diagnósticos y soluciones a los problemas de la marginación uocial, de la violencia urbana, del malestar en el trabajo o del funcionamiento de los servicios sociales. Pero pocos ciudadanos saben exactamente que es la Sociología y cómo trabaja el sociólogo. Por ello, la

14

-

LA E X P L I C A C ~ ~SOCIOL~GICA: N UNA I N T R O D U C C I ~ N

A LA SOCIOLOG~A

Sociología es una ciencia que necesita ser explicada. Y para ello el estudiante de Sociología tiene que empezar por profundizar en esta explicación, esforzándose por conocer bien todo aquello que luego tendrá que explicar, y que le permitirá explicarse más eficazmente en su quehacer profesional. Finalmente, sólo resta señalar que este libro es una nueva versión, ampliada y revisada, de la obra que con este mismo título se publicó por primera vez en 1987, y también de la segunda edición de 1996. Se trata de un libro que ha sido pensado para ser empleado conjuntamente con un paquete de materiales pedagógicos multimedia, en la forma en la que se indica en el apéndice incluido al final de estas piiginas. Estos materiales complementarios están formados por una serie de videos introductorios a cada uno de los temas, así como un Programa de Enseñanza Asistida por Ordenador (E.A.O.), con el que el ulumno puede efectuar sus propias auto-evaluaciones sobre la adqiiisici6n de conocimientos y, a su vez, repasar algunos de los conceptos y contenidos estudiados en cada uno de los capítulos de este libro. Todo este material se incluye al final de este libro en un DVD. Madrid, abril de 2006

INTRODUCCIÓNGENERAL. ES LA SOCIOLOGÍA?

La Sociología se ha convertido en una de las ciencias más populares en las sociedades de nuestros días. Los sociólogos son consultados por los políticos, por los empresarios, por los dirigentes de las grandes organizaciones. Sus opiniones se escuchan todos los días en las tertulias de radio y televisión. Las revistas y periódicos publican continuamente las opiniones y las encuestas de los sociólogos, como si fueran los nuevos gurús, o adivinos de nuestra época. Pero ¿qué es realmente la Sociología? ¿Qué hacen los soci6logos para fundamentar sus opiniones y pronósticos? ¿Cómo trabajan? ¿Cuáles son las imágenes actuales sobre el sociólogo y la Sociologia? ¿Cuáles son las dimensiones y rasgos fundamentales de la Sociologla? ¿Cómo se puede explicar la Sociología?

Si a un ciudadano común le preguntamos ¿qué es la medicina, o qué es la arquitectura?, ¿qué hace un médico, o un arquitecto?, lo 8abe perfectamente. Los médicos curan enfermedades y los arquitectos hacen casas. Pero si preguntamos ¿qué es la Sociología?, iqut hacen los sociólogos?, lo más probable es que nos encontremos con respuestas bastante dispares y confusas sobre el quehacer de los soci6logos. Fuera del circulo de los especialistas no hay ideas claras y preciras sobre qué es la Sociología. Y ésa es una de las paradojas de esta ciencia. Una ciencia que ha llegado a ser muy popular y sobre la que existen muchas expectativas, pero sobre la que se sabe muy poco.

LA ExPLIcAcI~N S O C I O L ~ G I C AUNA : INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOG~A

De los sociólogos se espera que hagan pronósticos sobre lo que va a ocurrir en la sociedad. o que diagnostiquen problemas sociales, que propongan soluciones a los elementos de malestar y desajuste propios de nuestras sociedades. que fijen criterios adecuados para los comportamientos colectivos... Pero casi nadie es capaz de explicar cómo se puede hacer todo esto y de qué manera trabajan los sociólogos. Una revista española de información general publicó hace algunos años un reportaje sobre la censura durante el franquismo, en la que se reproducían algunos de los comentarios y criterios establecidos por los censores para decidir qué películas se podían ver y quiénes podían verlas. Uno de los comentarios sobre la película de Federico Fellini La dolce vita ejemplifica de manera bastante graciosa la confusión que a película sólo veces existe sobre la Sociología. Decía el censor: está formado por las «cosas» y acontecimientos «que se manifiestan en el tiempo y en el espacio, en: a) los organismos humanos en forma de creencias; conceptos; emociones; actitudes; b) en el proceso de intcracción social entre los seres humanos, y c) cn los objetos materiales... que rodean a los organismos humanos integrados en la8 pautar de interacción socialu (Leslie A. White, en J. S. Kahn, ed.: El concepto de cultura, k t o s fundamentales, op. cit., pág. 140).

3. CULTURA Y PERSONALIDAD Una dimensión importante en la consideración de la problemática de la cultura es la determinación del influjo real de lo socio-cultural en la personalidad. Este influjo debe ser valorado teniendo en cuenta que para las ciencias sociales también el concepto de personalidad tiene un significado diferente al de individuo o al de temperamento; lo que exige algunas precisiones iniciales. En todo tipo de sociedad se pueden encontrar distintos tipos de individuos con caracteres diferentes, influidos por las propias inclinaciones innatas de carácter biológico. Sin embargo, en estos casos, lo que nos encontramos no son realmente personalidades diferentes, sino distintos tipos de temperamentos (flemáticos, coléricos, etc.).

H. M. Johnson: Sociologia, op. cit., págs. 1 1 1- 12 1. Ward H. Goodenough: Cultura, lenguaje y sociedad, en J . S. Khan (ed.): El concepto de cultura, op. cit., pAgs. 198 y SS. 26 27

LA EXPLICACIÓN SOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA

Por ello, en la consideración de esta problemática es necesario empezar por precisar que el concepto de personalidad es más amplio y rico que el de individuo. En concreto el concepto de personalidad hace referencia específicamente a los «contornos sociales estereotipados conformados por la cultura», tal como son asumidos por los individuos. La mayor parte de la gente tiene asumida la idea de que toda cultura suele influir en determinados contornos de la personalidad, como lo demuestra el hecho de que existen estereotipos nacionales bastante perfilados que se atribuyen a los habitantes de unos u otros pafses o regiones. De acuerdo a estos estereotipos se dice: el escocés es ((tacañon,el alemán «disciplinado»,el francés «chauvinista», el suizo «preciso»,el italiano «extrovertido»...; de manera que en cada uno de estos estereotipos se piensa que se encuentran reproducidas lus pec~iliaridadeshistóricas, geográficas, culturales y sociales, que representan los rasgos más significativos y de mayor identidad para cadu zona geográfica o nacional. Aunqiie la experiencia demuestra que los estereotipos nacionales

nunca se dan en toda su puridad y para todos los individuos por Igual, lo cici.to es que cuando se habla de «personalidades básicas tlgan, o u estereotipos nacionales », simplemente se está haciendo referencia u hechos tan sencillos como que en todas las sociedades existen distintas ti pologías predominantes de personalidad y que en cada sociedad existen determinadas peculiaridades más arraigadas. Por ello se dice que un zulú o un mongol son distintos de un inglés o un sueco. Con el concepto de personalidad, pues, se hace referencia a las formas más típicas de comportarse de una determinada cultura. Como ya hemos visto, toda cultura ejerce una fuerte presión en todos los individuos, que tienden a comportarse según unas determinadas personalidades, que reflejan las características propias de los contornos sociales estereotipados de dicha cultura. Esto es lo que los científicos sociales llaman personalidades básicas. Las investigaciones de Kardiner y Linton sobre varias comunidades primitivas y la sociedad norteamericana, constituyeron una fuente importante de aportaciones empíricas orientadas a intentar demostrar que cada cultura tiende a crear una cierta ((personalidad básica tipo)),formada por el conjunto de caracteristicas de la perso-

CULTURA, PERSONA, SOCIEDAD

267

nalidad concordantes con el «orden total de las instituciones))de una determinada sociedad. Tal conclusión, en la medida que coincidía también con los resultados procedentes de otras fuentes diversas de información, no era otra cosa, como el mismo Kardiner señaló, que «el perfeccionamiento de la observación de sentido común de que un hindú es «diferente»que un esquimal. Cada uno de ellos es producto de una cultura diferente^^^. Aunque las interpretaciones sobre la verdadera naturaleza y alcance del «carácter nacional», o de «la personalidad nacional)) no son unánimemente compartidas por los analistas, lo interesante de los estudios de Kardiner y Linton fue que, al centrarse en los desajustes de los individuos a las instituciones, contribuyeron a aportar luz a un campo de investigación de tanto interés como el de las relaciones cultura-personalidad. La importancia de las interrelaciones entre cultura y personalidad ha dado lugar a que los sociólogos hayan intentado situar su análisis en una amplia perspectiva, reivindicando el uso de una teoría general de la personalidad y del conocimiento de las características distintivas de las personalidades de los participantes en el sistema social, tanto en su totalidad como en sus subsistemas principales y en sus roles particulares. «Aunque la acción de los individuos en cualquier situación es personal -dirá Inkeles-, sin embargo en su mayor parte refleja determinadas influencias del contexto social. Y el contexto social, por su parte, puede ser reflejado en la acción individual sólo en la medida en que está mediatizado a través de los sistemas personales o de personalidad. En consecuencia, una comprensión plena de cualquier situación social y de sus consecuencias probables -concluirá-, debe comprender no sólo el conocimiento de los principales factores de la estructura social-cuya acumulación es presumiblemente la parte especial del estudio sociológico-, sino también de los principales factores relativos a las personalidades actuantes en determinada estructura»29.

28 Abrarn Kardiner: El individuo y su sociedad. F.C.E., México, 1968, primera edición de 1939 en inglés, pág. 442. 29 Alex Inkelcs: ~Pcrsonalityand social slructurc», en R. K. Merton, L. Broom y L. S. Cottrell (eds.):Sociology today. Busic Books, Nueva York, 1959, págs. 272-273.

268

LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA: UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA

De esta manera, pues, el concepto sociológico de personalidad debe considerarse también como uno de los elementos importantes para una adecuada intelección de lo social. En torno a este concepto se han desarrollado una buena cantidad de investigaciones en las que se ha intentado profundizar en la comprensión de los modelos sociales de personalidad propios de las sociedades de nuestro tiempo; lo que ha contribuido a dar un impulso notable a esta área de referencia. Así, por ejemplo, algunos estudios importantes de esta clase son los de Whyte sobre el «hombre organi~ación»~O, los de Karen Horney sobre la «personalidadneurótica de nuestro tiempon31. O el famoso estudio de Riesman sobre las correspondencias entre determinados ((caracteres sociales» típicos y las distintas fases de evolución demográfica y el desarrollo económico de las sociedades; lo que llev6 a distinguir entre «el tipo de personalidad dirigida por la tradicidn», propio de las sociedades agrarias y de alto potencial demogrdfico, «el tipo dirigido internamente», por sus propios criterios, que ac corresponde con las sociedades en fase de crecimiento industrial y can un crecimiento demográfico transicional, y «el tipo dirigido por /os otros))orientado desde fuera por los demás, que se localiza prlnclpalmente en las sociedades terciarizadas, altamente industriaIlzadas y en fase de declinación demográfica incipiente32. En cualquier caso, la diversidad posible de desarrollos de este campo de atención permite que los análisis puedan ser situados en varios planos analíticos diferentes. Como ha señalado Stephan Spitzer, la urelación entre personalidad y estructura social puede ser vista desde varias perspectivas. La personalidad puede verse como un producto de la estructura social, o recíprocamente, la estructura social puede contemplarse como un producto de las características de la personalidad de sus miembros. La primera perspectiva nos lleva a plantear la cuestión de cómo las instituciones sociales transmiten los valores y orientaciones, cómo se determinan las formas por

Williams H. Whyte: El hombre organización. F.C.E., MCxico, 1961. Karen Horney: La personalidad neurótica de nuestro tiempo. Paidós, Buenos Aires, 1968. 32 David Riesman et al.: La muchedumbre solitaria. Paidós, Buenos Aires, 1964.

CULTURA, PERSONA, SOCIEDAD

269

medio de las cuales la personalidad se desenvuelve y se estructura, y cómo se ejerce el control social en orden a minimizar el comportamiento desviado. La segunda perspectiva lleva a plantear la cuestión de cómo la personalidad contribuye al mantenimiento y funcionamiento de los sistemas sociales y cómo la personalidad determina las características de las instituciones sociales. Una tercera forma de contemplar las relaciones entre personalidad y estructura social es la de ver ambas como niveles de análisis separados aunque interdependientes~33. Sea cual sea el enfoque predominante que se adopte, lo cierto es que la idea de que existe una interdependencia entre los referentes de los conceptos de cultura y personalidad, y de que en toda cultura se plasman ciertas formas estandarizadas de comportamientos sociales-tipo, se basa en una serie de supuestos que es conveniente explicitar. Así, un primer punto de referencia lo constituye la convicción de que en toda sociedad existen determinadas experiencias y determinadas necesidades comunes a todos los hombres, y también determinadas formas institucionalizadas de enfrentarse con tales experiencias y de resolver tales necesidades. Por ejemplo las necesidades de reproducción y renovación de la población dan lugar a las instituciones familiares, las necesidades de socialización de nuevos individuos generan las instituciones educativas, las necesidades de mantenimiento y sustento, son resueltas mediante las instituciones económicas, e t ~ . ~ ~ Kardiner ha sido uno de los analistas que más enfáticamente ha reclamado la «universalidad de determinadas experiencias comunes a todos los seres humanos cualquiera que sea la cultura de que proceden~35,e igualmente ha subrayado que «el número de posibilidades de intentar la satisfacción de ciertas necesidades biológicas del hombre es limitadan36. Las instituciones, es decir, las modalidades

33 Stephan P. Spitzer: The sociology of personality. Van Nostrand Reinhold, Nueva York, 1969, pág. 1. 34 K. Young y R. Mack: Sociologia y vida social. Uteha, México, 1967, págs. 117 y SS. 35 A. Kardiner: El individuo y su sociedad, op. cit., phg. 93. 36 Ibid., pAg. 432.

270

LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA

fijas y aceptadas para resolver tales necesidades en cada cultura fueron divididas por Kardiner en dos grandes grupos: las instituciones primarias (organización de la familia, formación del grupo propio, las disciplinas básicas, la lactancia, el destete, el cuidado institucionalizado del niño, la educación anal, los tabúes sexuales, las técnicas de subsistencia, etc.) y las instituciones secundarias (sistemas de tabús en general, la religión, los ritos, los cuentos populares y las técnicas de pensamiento)37. Teniendo en cuenta que el ser humano es bastante moldeable y que, como hemos visto, es un producto de la cultura, podremos llegar fácilmente a la conclusión de que todo esto implica que las estructuras básicas de personalidad son imitadas fundamentalmente mediante la asunción de las pautas culturales establecidas. La experiencia, sin embargo, demuestra que aunque la mayor parte de los individuos de una sociedad se adaptan bastante bien a los tipos predominantes de personalidad -buscando una aproximación a la idea de «normalidad»,de «comúndenominador»,etc.-, siempre hay grupos e individuos no adaptados, no integrados culturalmente. Estas faltas de adaptación revelan que la relación individuo-sociedad no es siempre una relación armónica, exenta de tensiones y conflictos. Lo cual nos lleva a plantear dos cuestiones importantes y mutuamente relacionadas. En primer lugar, al hablar de las relaciones entre cultura y personalidad, es necesario precisar cuáles son los límites y el alcance de la capacidad conformadora de la cultura. Evidentemente los seres humanos poseemos importantes márgenes de libertad e independencia que, a un nivel global, garantizan las posibilidades de desarrollo dinámico, innovador y creativo de las culturas, y a un nivel particular, hacen posibles las propias singularidades personales, e incluso las «desviaciones»,por muy fuertes que sean las presiones sociales y por muy sutiles y eficaces que puedan ser los procedimientos de endo-culturación.

CULTURA. PERSONA. SOCIEDAD

271

duos los desajustes con los marcos institucionales de la cultura. En este sentido, la idea de «desajuste cultural» está abriendo en nuestros días nuevas y sugerentes perspectivas al campo de la enfermedad mental, a partir de la toma en consideración no sólo de los desajustes de los individuos respecto a la sociedad, sino también del mismo carácter perturbador que algunas formas sociales sumamente competitivas, agresivas o individualistas pueden tener en el propio desarrollo de la personalidad. Es el caso, por ejemplo, de los estudios sobre la «personalidad neurótica de nuestro tiempo» de Karen H ~ r n e y o~ la ~ , misma posibilidad, más claramente planteada por Erich Fromm, de considerar el carácter enfermo o enfermizante de determinados tipos y formas de sociedad, que no satisfacen adecuadamente las verdaderas necesidades humanas39. Sin embargo, y sin necesidad de llegar a plantear las cosas en estos términos, la realidad es que los datos empíricos en las sociedades complejas demuestran que: a) realmente existen más clases de variación en los tipos de personalidad que los que se establecen en algunas clasificaciones esquemáticas; b) en las sociedades concretas se dan distintos grados de ajuste y acomodo a las pautas culturales dominantes y que, por tanto, c) hay también bastantes tipos de desarreglos y conflictos de personalidad como consecuencia de los problemas y tensiones de ajuste entre las diversas influencias culturales posibles y hasta en las mismas diferencias en los papeles sociales que deben desempeñar simultáneamente los individuos y que, lógicamente, pueden dar lugar, como ya vimos en el capítulo 5, a distintos tipos de colisiones y conflictos de roles. El hecho de que en sociedades complejas como las actuales todo individuo tenga que desempeñar simultáneamente varios roles lleva aparejado un importante germen de conflictividad. «En cierto sentido -dirá Nisbet-, el conflicto -al menos en una medida leve- se edifica en la propia naturaleza de los roles y de su interrelación. Sólo si un individuo asumiera un rol único en su vida, y dicho rol que-

En segundo lugar, es necesario plantear cuáles son las consecuencias y cuáles los problemas que crean, o pueden crear, a los indiviKaren Horney: La personalidad neur6tica de nuestro tiempo, op. cit. Erich Fromm: Psicoanáiisis de /u sociedftd conlenipordnea. F.C.E., México, 1969. Téngase en cuenta que el tltulo origlnal de esta obra en ingles era, precisamente, The sane society. 38

.. l7

3y

---

Ibtd., págs. 432 y

SS .

272

LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA: UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA

dara aislado de algún modo de los roles asumidos por otros, resultaría posible imaginar la desaparición total del conflicto. Pero en cualquier sociedad moderna occidental han de existir -en virtud del elevado nivel de diferenciación social en tal sociedad- muchas más posibilidades de conflictos de roles. Los conflictos de rol nos van acompañando a lo largo de toda nuestra vida. Cuanto más variada sea ésta, cuantos más roles se asuman y cuanto mayor sea el número de normas y aspiraciones a las que se está expuesto, mayor será, evidentemente, el número de conflictos de rol en la propia vidan40. No resulta, pues, extraño que en estas complejas situaciones puedan surgir diversos tipos de conflictos y de colisiones de roles, que incluso lleguen a producir «incertidumbres» de conducta, comportamientos atípicos y no esperados y perturbaciones de personalidad (anemias, agresividades, pasividades, etc.). En suma, pues, todo lo hasta aquí indicado nos lleva a la conclusión de que la idea de ajuste absoluto a los patrones culturales no se corresponde con la realidad. Y no se corresponde, en primer lugar, porque la cultura absolutamente homogénea no existe en nuestro tiempo. Solamente una forma muy simple de cultura en una sociedad muy rígida daría lugar a modelos con muy pocas «desviaciones» posibles. En las sociedades complejas de nuestro tiempo, lo que en reali-

dad existe es una cultura predominante y otras culturas secundarias, más o menos diversas y plurales; lo que abre la posibilidad de que los individuos reciban las influencias de ambientes culturales diferentes y, a veces, contrapuestos. Hay, incluso, quienes opinan que se ha llegado a un punto en el que «las normas de toda sociedad forman una mezcolanza inconsistente y contradictoria (en especial en las sociedades grandes y complejas), de manera que si un individuo viola una norma es bastante posible que al mismo tiempo se esté conformando con otra~41.

40 Robert A. Nisbet: El vínculo social. Introduccibn a la Sociologia. Vicens Vives, Barcelona, 1975, phgs. 153-155. Philip Slater: aLas bases sociales de la personalidad*, en N. Smelser (ed.): Sociologia. Euramerica, Madrid, 1970, phg. 697.

''

CULTURA, PERSONA, SOCIEDAD

273

Si a todo esto añadimos que la interdependencia mundial y la revolución en los sistemas de comunicación han multiplicado enormemente en toda sociedad las posibilidades de conocimiento y de influencias- de formas culturales muy diversas, comprenderemos por qué se ha podido decir que el concepto de influencia cultural, entendido en un sentido rígido, lineal y uniforme, ha entrado en una cierta crisis. En las sociedades complejas y diversificadas de nuestros días resulta más pertinente y exacta, por tanto, la utilización del concepto de pluri-cultura. A veces, incluso, en algunas sociedades actuales, la aceleración de los cambios, el creciente pluralismo cultural, y los mismos conflictos de patrones culturales, están conduciendo a nuevas situaciones y experiencias sociales, en las que muchos individuos empiezan a sentir que han perdido criterios de orientación claros. Posiblemente la emergencia de nuevos tipos de personalidades, muy dúctiles y ~ d i r i gidas por los otros», como aquellas de las que hablara Riesman, no obedece sino a una situación en la que se conjuga un fuerte deseo de conformismo y de adaptación a los criterios mayoritarios, con la búsqueda inmediata entre los seres circundantes de los criterios y expectativas de conducta- a partir de los que poder actuar con cierta seguridad. En las sociedades de nuestro tiempo se puede constatar también la existencia de importantes tendencias culturales grupales, a partir de la acentuación de las diferencias con el conjunto social en modos de vestir, de peinarse, de actuar, etc. Un ejemplo de estos procesos de diferenciación y de identificación socio-grupa1 se está dando a través de las llamadas «nuevas tribus urbanas juveniles». En una perspectiva mucho más general el aumento de los procesos migratorios, y la mayor complejidad social, tienden también a agudizar en las mismas sociedades las interinfluencias de tradiciones culturales de raíz histórica y geográfica muy diferente. Por ejemplo, esto es lo que está ocurriendo con muchas de las influencias que se están ejerciendo en determinados sectores de la población de occidente por el pensamiento oriental, especialmente en cuanto a orientaciones religiosas y formas de entender la vida y la dialéctica hombre-naturaleza. Finalmente -y como matización a todo lo que hemos señalado hasta aquí- hay que tener asimismo en cuenta que los ajustes entre

274

LA EXPLICACIÓN SOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA

cultura y personalidad están también influidos por otro conjunto muy diverso de circunstancias, entre las que no podemos dejar de mencionar las propias cualidades innatas de los individuos, o la misma manera diferenciada en que los distintos individuos experimentan los procesos de socialización y aprendizaje, así como la eficacia relativa de los diversos sistemas de socialización, etc. Por todo ello, pues, hay que tener en cuenta que, más allá de determinados niveles básicos y elementales, realmente la cultura influye en los individuos -como ha señalado Linton- a dos niveles y por dos vías diferenciadas. Por una parte «a la cultura se debe el grueso del contenido de cualquier personalidad y, también, por el énfasis que pone en determinados intereses y objetivos, una gran parte de la organización superficial de las personalidad es^^^. Sin embargo, por otra parte, la organización central de las personalidades individuales, es decir, «los tipos psicológicos, no pueden explicarse completamente sobre la base de las influencias c~lturales»~3, ya que las personalidades en sus perfiles más concretos y detallados son el resultado de la interacción de factores extraordinariamente múltiples y variados. En resumen, y como conclusión, podemos decir que la dialéctica cultura-personalidad es una dialéctica muy compleja que se produce tanto a partir de las influencias ejercidas desde la sociedad, como a partir de opciones que pueden ser libremente desarrolladas por los individuos -e incluso pueden ser estimuladas culturalmente-, en unos contextos sociales caracterizados por unas crecientes complejidades y una considerable heterogeneidad de las influencias culturales.

42

43

Ralph Linton: Estudio del hombre. F L E , MCxico, 1961, pág. 44. Ibfd., pág. 468.

CULTURA, PERSONA, SOCIEDAD

275

1) ¿En qué se diferencian las sociedades humanas de otras sociedades animales? 2) Establecer una comparación entre la concepción del sentido común del término «cultura» y el concepto sociológico de cultura. 3) ¿Qué partes o facetas básicas implica una cultura? 4) ¿Que diferencias existen entre el concepto de «cultura» y el de «sociedad»? 5 ) Explicar qué es y en qué consiste el proceso de socialización: poner varios ejemplos. 6) Realizar un esquema de los principales aspectos de la cultura señalados por Malinowski. 7) Comparar las principales definiciones de cultura formuladas por distintos autores. 8) Hacer una clasificación de los diferentes elementos de una cultura, según las propuestas de Linton, Johnson, etc. 9) Diferenciar entre los conceptos de «individuo», atemperamento» y «personalidad». 10) ¿A qué nos referimos cuando hablamos de temperamento? Poner algunos ejemplos. 11) ¿Quése entiende por estereotipos nacionales y por (~personalidades básicas tipo»? Poner ejemplos. 12) Hacer una relación de algunos de los estereotipos regionales que se dan en la sociedad española. 13) La interacción entre la «orientación individual» de cada personalidad y el ((contextosocial», ¿suele, ser siempre armónica? {Por qué? 14) ¿Cómo se lleva a cabo la dialéctica de influencias entre cultura-personalidad en las sociedades complejas de nuestro tiempo? 15) Analizar los principales desequilibrios y conflictos que pueden darse en las personalidades de los individuos en las saciedades más avanzadas, profundizando en sus causas. Poner ejemplos.

SOCIEDADES HUMANAS Y SOCIEDADES ANIMALES

Augusto Comte, en la lección 48 de su Curso de fllosofiu positiva, al referirse al método comparativo como una de las tres gran-

des vías de la indagación científica, subrayó la manera en que dicho método podía ser empleado con provecho no sólo para comparar. «losdiversos estados coexistentes de la sociedad humana en las di ferentes partes de la superficie terrestre))', sino también para proccder -dijo- a la comparación sociológica del hombre con otros animales y sobre todo con los mamíferos superiores»2. A Comte no parecía caberle duda de que esta perspectiva analítica sería necesariamente introducida -con «utilidad permanente- en la Sociología, tan pronto como «losestudios sociales fuesen adecuadamente dirigidos por el espíritu positivon3. La importancia de la acamparación racional entre las sociedades humanas y las sociedades anim a l e s ~venía reforzada, en opinión de Comte, por el ((carácternatu. ral de las principales relaciones sociales)) y el interés en conoce1 «los primeros gérmenes de las relaciones sociales, las primera2 institu~iones»~. Después de Comte esta perspectiva ha sido objeto de un ciertc interés, aunque discontinuo y desigual, por parte de teóricos socia, les entroncados con muy diferentes escuelas, desde aquellos direc, tamente situados en la estela de la influencia de Danvin, hasta los que como Kropotkin consideraban la sociedad como algo anterior a hombre, o los que como Engels juzgaban imposible que el hombrc

1

Augusto Comte: Cours de Philosophie pasitive. Hcrmann, Paris, 1975, vol. 2, phg.146 Ibfd., pdg. 144.

Ibfd., pAg. 144. Ibfd., pdg. 145.

280

LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA: UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A

descendiera de un antepasado próximo que no fuera sociables. Incluso, más recientemente no han faltado sociólogos que han llegado a afirmar enfáticamente que ala reflexión sociológica comienza con la pregunta sobre qué diferencia al hombre de otras especies»6. El mismo Parsons, en un artículo publicado en The Amevican Sociological Review en 1964, se refirió críticamente a las «viejas perspectivas» en el análisis del sistema social y cultural, por su encapsulamiento «antropocéntrico»,por no tener en cuenta la «continuidades con el resto del mundo vivo», y por no «considerar las perspectivas humanas en directa continuidad con las sub-humanas»'.

Durante muchos años los hombres hemos intentado establecer rígidas barreras con el resto de los seres vivos. Nuestra forma de ser sociales se ha visto como una manifestación singular y única, distinta a cualquier otra forma de vida en este planeta. Sin embargo, la realidad es que los hombres no podemos ser contemplados como los únicos seres sociales, ya que, a pesar de tantas resistencias psicológicas y de otro orden, existe un cordón umbilical que nos mantiene unidos a la lógica global de lo social. Durante los últimos años una gran cantidad de estudios nos han permitido conocer mejor la realidad de otras «sociedades animales», como los hormigueros, los termiteros, las colonias de aves, las comunidades de primates, etc., dando lugar a que el debate sociológico acuse una incidencia específica importante de estos temas, a partir, entre otras cosas, de la popularidad adquirida por los estudios realizados desde el campo de la Etología, es decir, desde la ciencia que

SOCIEDADES HUMANAS Y SOCIEDADES ANIMALES

281

se ocupa del estudio de los comportamientos y las costumbres o hábitos de los animales. Las razones que explican por qué se ha producido una gran popularización de los estudios etológicos, incluso más allá del campo de los especialistas, son de dos órdenes. Por una parte, en las últimas décadas han visto la luz una considerable cantidad de investigaciones realizadas básicamente por biólogos sobre la vida social de diversas especies animales. Especialmente en los años posteriores a la 11 Guerra Mundial, la atención por la vida social de los animales se va a incrementar, ampliándose de las especies que habían merecido tradicionalmente una mayor atención (termitas, hormigas, abejas e incluso, aves), a determinadas especies de primates (macacos, chimpancés, gorilas, babuinos, etc.). Algunas de las investigaciones sobre la vida social de los grandes monos produjeron resultados llamativos, y en algunos casos incluso sorprendentes, lo que, a su vez, contribuyó a animar varias experiencias singulares, especialmente en el campo de los intentos de socialización y aprendizaje de primates y, sobre todo, en la perspectiva de intentar lograr su adiestramiento en el campo g de la comunicación y del lenguaje . A su vez, desde otra perspectiva, al impacto causado por muchas de estas investigaciones y experimentos, se unió la influencia de las nuevas orientaciones analíticas de aquellos investigadores que partiendo de unas metodologías propiamente etológicas han abordado -a veces con trabajos de considerable impacto popular- el estudio de la realidad social y biológica del hombre. Así ha ocurrido, por ejemplo, con los estudios y proyecciones de Lorenz sobre la agresividadg, con los estudios de Desmond Morris sobre el «mono desnudonlo y, con los de Tiger y Fox sobre el «animal imperial»" y, desde

8

Un resumen de la amplia bibliografía existente sobre este tema puede verse en R.

y B. Gardner, P. Lieberman, D. Premack, D. Rumbaugh y otros: Sobre el lenguaje de los 5 «No es posible d i r á Engels- buscar el origen del hombre, el más social de los animales, en unos antepasados inmediatos que no viviesen congregados» (Federico Engels: El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre, en KarI Mam y Federico Engels: Obras escogidas. Akal, Madrid, 1975, vol. 2, pág. 80). Lewis A. Coser y Bernard Rosemberg (eds.): Sociological theory. MacMillan, Nueva York, 1976, pág. 17. Talcott Parsons: ~EvolutionaryUniversals in Societyn, The American Sociological Review, vol. 29, Nueva York, febrero, 1964, pág. 339.

antropoides (Compilación de textos de Víctor Sánchez de Zabala), Siglo XXI, Madrid, 1976. 9 Konrad Lorenz: Sobre la agresión el pretendido mal. Siglo XXI, Madrid, 1980 (primera edición en alemán en 1963). ' 0 Desmond Morris: El mono desnudo. Un estudio del animal humano. Plaza Janes, Barcelona, 1969 (primera edición en ingles en 1967). 1 1 Lionel Tiger y Robin Fox: The imperial animal. Holt Rinehart y Winston, Nueva York, 197 1.

282

LA EXPLICACIÓNSOCIOLÓGICA:UNA INTRODUCCIÓNA LA SOCIOLOG~A

otra perspectiva, con los de Raymond Dart y Robert Ardrey sobre la «hipótesis del cazador» y «el mono asesino»12,etc. En bastantes de estos casos, lo que se ha perseguido en buena medida ha sido utilizar las perspectivas metodológicas de la Etología para llegar a un mejor y más amplio conocimiento sobre la realidad social humana, o como ha señalado Robert Hinde, utilizar los conocimientos que proporcionan «algunos estudios de las especies no humanas» en la medida en «que pueden ayudarnos a entender la conducta social del hombrep13.De ahí la importancia de estos temas para la Sociología. Sin embargo, en los últimos años el impacto causado principalmente por libros como el de Wilson, Sociobiología. La nueva síntesis14, o el de David Barash, Sociobiology and Behaviov15, ha contribuido a dar un sesgo distinto a estas cuestiones, al tiempo que ha pi.oporcionado un nuevo impulso a la discusión de muchos de los temas relacionados con esta problemática, sobre todo en la medida en que la Sociobiología pretende no sólo buscar, como vimos, una liindamentación biológica del fenómeno social, sino también, y especialmente, en cuanto intenta re-encontrar el cordón umbilical que nos mantiene unidos a los hombres a la lógica global de lo social. Existe -sostendrá Wilson- un fuerte hilo conductor que «va desde las conductas de las colonias de termes y hermandades de pavos hasta el comportamiento social del hombrenl6. La Sociobiología será definida por el propio Wilson precisamente «como el estudio sistemático de las bases biológicas de todo comportamiento social»17.

l2

Robert Ardrey: La evolución del hombre: la hipótesis del cazador. Alianza, Madrid,

1978. l3

Robert A. Hinde: Bases biológicas de la conducta social humana. Siglo XXI, Méxi-

co, 1977 (primera edición inglesa en 1974). l4 Edward O. Wilson: Sociobiología. La nueva síntesis. Omega, Barcelona, 1980 (primera edición en inglés en 1975). 1.5 David P. Barash: Sociobiology and Behavior. Hodder y Stoughton, Londres, 1982. Se trata de una edición corregida y aumentada de una obra publicada en 1977. 16 Ibld., pág. 133, Vid. también Edward O . Wilson: On human nature. Harvard Univcrsity Press, Cambridge, Massachusetts, 1978. ' 7 Edward O. Wilson: Sociobiologta. L . nuevu stnte.si.s, o p . cit., p8g. 4 .

SOCIEDADES HUMANAS Y SOCIEDADES ANIMALES

283

Las reacciones que han tenido lugar desde los círculos sociológicos ante tales pretensiones de absorción disciplinar y de reduccionismo biológico, a veces han combinado y acumulado- elementos de defensa de un campo de especialidad científico propio (el de la Sociología), junto con valoraciones y consideraciones críticas de mayor entidad analítica (la verosimilitud del reduccionismo biológico). Sin embargo, en ocasiones ocurre que la sensibilidad despertada por esta polémica es asociada a otras perspectivas críticas más generales sobre los enfoques evolucionistas en general -lo que ha dado lugar a que se reabran nuevamente algunos viejos debates sociológicos-, al tiempo que las específicas tesis de la Sociobiología han sido tratadas y enjuiciadas, con harta frecuencia, de manera conjunta con las perspectivas etológicas a las que nos hemos referido. De esta forma se ha llegado incluso a una cierta situación de clara «desconfianza» entre determinados círculos sociológicos ante las nuevas perspectivas abiertas desde estas, en muchos aspectos variadas y plurales, plataformas analíticas, a las que frecuentemente se pretende reducir intelectualmente a un común denominador. El tema de las relaciones, diferencias y similitudes entre las sociedades humanas y las sociedades animales no puede ser despachado de forma sencilla ni simplificadora, debido no sólo a unos mínimos imperativos de honestidad intelectual -que obligan a considerar y evaluar con objetividad e imparcialidad todos aquellos datos que sean fruto de una tarea investigadora científica y rigurosa-, sino también por importantes razones de fondo relacionadas con la significación específica de los fenómenos sociales. Por ello, antes de continuar con el hilo de nuestra exposición, parece necesario que nos refiramos aquí, siquiera sea brevemente, a algunas de las causas que nos pueden permitir comprender mejor la especial sensibilización que toda esta problemática despierta en algunos círculos sociológicos, en el contexto general del debate sobre el «continuo social».

2. EL DEBATE SOBRE EL CONTINUO SOCIAL Aparte de las razones de fondo que es posible plantear ante algunas de las tesis a las que nos hemos referido en el epigrafe anterior,

284

LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA: UNA INTRODUCCI~N A LA SOCIOLOG~A

es preciso tener en cuenta que en la reacción que en bastantes ambientes sociológicos despiertan los análisis de los sociobiólogos y los et6logos, en general, hay cierto componente de afirmación -incluso territorial, podríamos decir- de la especificidad del propio campo profesional de la Sociología. En tal sentido este fenómeno, a veces, se ha pretendido explicar a partir de la propia peculiaridad y ambivalencia de las relaciones entre la Biología y la Sociología que se han producido desde los mismos orígenes de la Sociología, debido a las necesidades de afirmación de la especificidad diferenciada de sus campos temáticos en relación con los propios de la Biología18. En las primeras etapas de desarrollo de la Sociología parecía que sc habían abierto importantes vías de comunicación y empalme con

pcrspectivas próximas a la Biología, precisamente de la mano de la inlluencia de los enfoques spencerianos. Sin embargo, la línea inicialmente abierta por Spencer vino dificultada muy pronto no sólo por la lógica de las propias necesidades internas de la Sociología para alcanzar un desarrollo autónomo y suficientemente diferenciado de otras disciplinas, sino también por la misma proyección y alcance socio-político más general que adquirieron los enfoques del llamado danvinismo social, unidos a la misma mala prensa de que gozaron algunos de los planteamientos más ingenuos del organicismo spenceriano. Lo cual en su conjunto contribuyó a bloquear muchas de las posibilidades de colaboración mutua en este campo19. Por otra parte, junto a la influencia de tal tipo de factores de descrédito histórico, a veces también se ha querido ver un componente de ((resistencia psicológica» para una consideración imparcial y distanciada de esta problemática. Sigmund Freud (1856-1939), por ejemplo, interpretó algunas de estas resistencias, como una reacción psicológica defensiva a lo que todas las teorías de la evolución pueden implicar de cierta agresión y ofensa al narcisismo humano, tal como éste se ha formado a través del desarrollo de las concepciones tradicionales sobre el hombre.

'Wilary Callan: Etologia y sociedad. F.C.E., MBxico, 1973, págs. 25 y SS. I Y Sobre algunas de las implicaciones ideológico-polftlcaa del usocialdanvinismon, vid., por ejemplo, Hans Widmer: «El danvinismo rocial. Su valor como prueba de ideologizaci6n de la concienciaw, Sistema, n." 21, Madtld, 1977, plgri. 49-67.

SOCIEDADES HUMANAS Y SOCIEDADES ANIMALES

285

«En el curso de la evolución cultural -apuntó Freud-, el hombre se consideró como soberano de todos los seres que poblaban la tierra. Y no contento con tal soberanía, comenzó a abrir un abismo entre él y ellos. Les negó la razón y se atribuyó un alma inmortal y un origen divino, que le permitió romper todo lazo de comunidad con el mundo animalJ0. Para Freud, como es sabido, las teorías evolucionistas de Danvin y sus seguidores fueron -de acuerdo con está interpretación- una de las tres grandes ofensas históricas al narcisismo de la Humanidad: «la ofensa biológica». Ofensa que, obviamente, se amplifica con la posibilidad de extender y completar el esquema biológico de la evolución al campo de lo socia121. De igual manera, otro factor de resistencia frente a la aceptación de la tesis de la continuidad de las formas sociales, procede también de la manera en que la llamada «hipótesis del cazador)),como elemento decisivo en determinadas explicaciones sobre la evolución de las organizaciones sociales en los homínidos, aparece asociada a interpretaciones que llevan a contemplar dicha hipótesis con cierta antipatía e incluso con «repugnancia». El desarrollo de la práctica social de la caza debió jugar un papel fundamental en todo el proceso de hominización, no sólo desde el punto de vista de la subsistencia, sino también en todo lo que se relaciona con el perfeccionamiento, especialización y evolución de las primeras formas de organización social, en cuanto que la práctica de la caza implicaba un desarrollo de la división del trabajo, un estímulo para el perfeccionamiento de los útiles de acoso y ataque, de despiece, de condimentación, etc., y una clara complejización de los sistemas de comunicación asociados a todo lo anterior (coordinación práctica de las tareas de acoso y ataque y organización de la producción social de útiles y herramientas propias de una «cultura de cazan).

20 Sigmund Freud: Una dificultad de psicoanálisis, en Obras completas, vol. 11, Biblioteca Nueva, Madrid, 1948, pág. 1018. 2 1 Las otras dos grandes ofensas al «amor propio))de la Humanidad han sido, según Freud, la uofensa cosmol6gica, infligida por Copérnico al refutar la ilusión de que la Tierra es el Centro del Universo, y la .ofensa psicológica» inferida por el Psicoanálisis al demostrar que el Yo no es completamente soberano (op. cit., págs. 1016-1020).

286

LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A

Sin embargo, algunos datos arqueológicos han dado lugar a la formulación de ciertas hipótesis de acuerdo con las cuales en el largo camino de la hominización, el proceso de diferenciación respecto a otras especies, tanto en la misma práctica de la caza, como en la más necesaria y enfática defensa del territorio, acabó gestando un componente social fuertemente agresivo y violento. Es lo que se conoce como la hipótesis del amono asesino». Robert Ardrey se ha referido a esta hipótesis, en tono bastante enfático, señalando que «si entre todos los miembros de los primates el ser humano es único, aun en sus más nobles aspiraciones, ello es porque sólo nosotros, a través de incontables millones de años, nos vimos continuamente obligados a matar para sobrevivir». «El hombre es hombre -dirá Ardrey-, y no un chimpancé, porque durante millones y millones de años en evolución ha matado para Algunos descubrimientos arqueológicos -especialmente los de las cuevas de Makapan en Suráfrica- en los que se encontraron restos de australopithecus junto con cráneos de papiones y restos de muchos otros animales, permitieron a Dart lanzar la hipótesis del «monoasesino)),después de comprobar que muchos de estos cráneos, tanto de papiones como de australopithecus, habían sido destrozados violentamente con instrumentos punzantes. Ciertamente, si asociamos los descubrimientos de este tipo con las prácticas de canibalismo, aún bastante recientes en el tiempo, con los sacrificios humanos, y con la inveterada y sangrienta práctica de la guerra, comprenderemos cómo se pueden formar los principales elementos de un rompecabezas, a partir del que no resulta difícil -ni extrañala presentación de nuestra evolución humana como especialmente sangrienta y violenta. Hoy en día, no obstante, las hipótesis de Dart y de los que con él coinciden, han sido objeto de una viva contrastación, tanto a lo que hace a la propia validez de las pruebas arqueológicas como a la explicación antropológica del papel de la agresividad23. Por ejemplo

22

SOCIEDADES HUMANAS Y SOCIEDADES ANIMALES

287

Richard E. Leakey ha puesto en duda que los destrozos en los cráneos de las cuevas de Makapan hayan sido resultado de acciones violentas voluntarias, sugiriendo la posibilidad de que se hayan producido como consecuencia de la presión de diversos objetos duros y punzantes como resultado del peso de los sedimentos, que llegaron a alcanzar en estas cuevas hasta 30 metro+. Sin embargo, lo que no puede negarse es que la historia conocida del hombre ha estado fuertemente marcada, junto a otras cosas, por una práctica muy intensa de la guerra y la violencia. El hombre, en este sentido, puede ser considerado específicamente como el ser vivo por antonomasia que practica la guerra organizadamente dentro de su especie. La especialización en el «arte de la violencia» de las antiguas partidas de caza y el desarrollo de los ((ejércitosorganizados~es, quizás, uno de los elementos que explica por qué nuestra especie pudo adaptarse y sobrevivir, especialmente en contextos hostiles, a pesar de la insuficiente capacidad y la parca dotación natural de elementos de ataque y defensa. ¿Y si esto ha sido así -se preguntarán algunos- en el pequeño período de historia conocido, qué no habrá sido a lo largo del dilatado período de la hominización? Por esta razón, y debido a la antipatía que despiertan estas teorías, y quizás a la misma resistencia inconsciente a profundizar en sus orígenes, se comprende la frecuencia con que las comparaciones a que se recurre para establecer la diferenciación entre los modelos sociales propios de los primates, por un lado, y los hombres, por otro, caen en la falacia simplificadora de «prescindir»de una gran cantidad de etapas y estadios intermedios que se prolongaron durante cientos de miles de años y que, sin duda, nos podrían permitir conocer mejor los orígenes remotos de las formas de lo social. Así un gran número de estudios han puesto énfasis en intentar resaltar, antes que nada, las diferencias entre las sociedades humanas y las de primates. Éste es el caso, por ejemplo, de Washburn y Devore, que en su estudio sobre la vida social de los babuinos reproducen un claro esquema en el que se reflejan muy palmariamente las diferencias entre las sociedades de babuinos y las humanas en lo que se refiere a su adecuación al «nichoeco-

Robert Ardrey: La evolución del hombre: la hipótesis del cazador, op. cit., págs. 17

Y 18. 2-n este sentido, por ejemplo, puede verse el libro de Ashley Montagu: La naturafeza de la agresividad humana. Alianza, Madrid, 1978, y Ashley Montagu (ed.): Hombres y agresidn. Kairós, Barcelona, 1970.

z4 Richard E. Leakey: La formacidn de la humanidad. Ediciones del Serbal, Barcelo-

nu, 1 YH 1 , p6gs. 223 y

SS.

SOCIEDADES HUMANAS Y SOCIEDADES ANIMALES

lógico»,a su «sistema económico»,a su «sistema social» y a su modo de «comunicación»25.Pero, en este tipo de comparaciones generalmente se piensa en términos de las sociedades humanas modernas, sin tener en cuenta la verdadera naturaleza de ciertos tipos de sociedades muy primitivas llegadas hasta nuestro tiempo, como, por ejemplo, las sociedades cazadoras-recolectorasde los K ~ n gcomo ~ ~ la , «desconocida~«tribu tasa-dayn27, o como los desaparecidos tasmanos, así como otras comunidades primitivas australianas, etc. Sin embargo, el verdadero salto en las comparaciones es el que se establece entre las comunidades de simios más inteligentes y desarrollados actualmente existentes (como pueden ser las de chimpancés y gorilas), y las de todo aquel amplio conjunto de comunidades de homínidos hoy desaparecidos, y de las que sólo disponemos de algunos pocos restos fósiles y otros indicios arqueológicos. Ciertamente, y por citar solamente a los homínidos más cercanos a nosotros, lo que sería preciso conocer, para poder establecer con rigor la verosimilitud de la hipótesis del continuurn social, es cuál f~ie la verdadera naturaleza de las sociedades de oreopithecus, de rarnapithecus, de australopithecus, de horno habiíis, etc., que vivieron en este planeta hace millones de años. Lo que, a su vez, nos lleva a reconocer la necesidad de no entender el concepto «horno»,como un concepto completamente cerrado y delimitado. En este sentido debe tenerse en cuenta, como ya hemos señalado, que actualmente se estima que el horno sapiens cuenta con más de 150.000 años de vida sobre la tierra, y que los rastros de los homínidos pueden datarse en más de cuatro millones de años28.Lo que nos obliga a considerar el proceso de hominización como un proceso sumamente dilatado en el tiempo y del que aún carecemos de mucha información. Por lo que es difícil establecer las comparaciones precisas entre las formas sociales humanas y las de los princi-

25 S. L. Washburn e Y. Devore: «Lavida social de los babuinos)),en Selecciones Scient ific American, Biología y Cultura. Herman Blume, Madrid, 1975. págs. 144-145. *"Algunas interesantes y significativas referencias al sistema social de este grupo pueden verse en Richard E. Leakey: La formación de la humanidad, o p . cit., págs. 99 y SS. 27 La existencia de esta comunidad primitiva no fue conocida hasta 197 1 . 2 W d . capitulo segundo.

289

pales primates, sin tener información sobre tan amplio conjunto de etapas y referencias intermedias. Pero los interrogantes no sólo surgen por estas vías, sino que también desde el punto de vista de las comunidades actuales de primates hay algunas cuestiones aún bastante controvertidas, y desconocidas hasta hace bien poco, especialmente las que hacen referencia a los sistemas de comunicación y a la misma fabricación y utilización de herramientas; temas de los que nos ocuparemos más adelante. Llegados a este punto, es necesario precisar aquí que el objetó de este capitulo no es profundizar en todas estas polémicas, ni tampoco, claro está, entrar directamente en la discusión sobre la Sociobiología, sino que lo que aquí nos ocupa es la consideración de las relaciones y diferencias entre las sociedades humanas y las sociedades animales con más amplitud. Como hemos podido ver en los capítulos anteriores lo social en el hombre no es un simple impulso general, ni una mera tendencia agregatoria compartida con el común denominador, o al menos con la mayoría de los seres vivos, sino que la sociedad es para los humanos parte constitutiva de su propia realidad. Por ello venimos insistiendo en que, sin lo social, sin la cultura, el hombre, lo que hoy entendemos por hombre, no sería posible, ni siquiera sería concebible como tal. De ahí que los sociólogos siempre hemos reclamado la especificidad de lo social en el hombre. No obstante, en los últimos tiempos no es infrecuente que la reivindicación de lo social-humano, como una realidad substantivamente distinta de cualquier otro fenómeno de «agregación»,haya querido ser presentada, a veces, como una reivindicación insuficientemente fundada, y ajena y desconocedora del principio general de «unidad de la lógica de lo vivienten, lógica que cada vez va a ser reclamada más enfáticamente desde otras disciplinas29. En la mayoría de los manuales de Sociología lo usual, hasta hace poco tiempo, era encontrar toda una serie de argumentos iniciales con los que se pretendía fijar unas barreras diferenciadoras cualitativamente distintas y absolutamente claras y netas entre el tipo de socie-

89 ?rati~.olsJacob: La ldgica de lo viviente. Laia, Barcelona, 1973.

290

LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A

dad humana, por un lado, y las restantes sociedades animales y un más general «estado de naturaleza», por otro. Sin embargo, actualmente y al margen de que se compartan o no se compartan algunos de los planteamientos a los que hasta aquí nos hemos referido- la verdad es que, aun reconociendo las diferencias, la «claridad»de estas líneas arguméntales tiende a quebrarse, al tiempo que las barreras de diferenciación empiezan a aparecer como mucho más difuminadas. Como ha señalado entre otros Philip Slater, «sidefinimos la existencia en sociedad (en oposición al «estado de la naturaleza») como un permanente vivir dentro de un grupo definible que se distingue profundamente de otros grupos similares, en condiciones tales que: a) sea imposible la supervivencia fuera del grupo; b) la interrupción del proceso normal de socialización impida que se alcance un comportamiento plenamente adulto, y c) el comportamiento adulto de cada día se encuentre limitado, controlado y conformado por otros miembros del grupo, habremos de admitir en tal caso que la mayoría de los primates viven en sociedades y no es un «estado de naturalezado. Hoy en día, un gran número de estudios muy pormenorizados nos permiten tener un conocimiento bastante completo sobre los fenómenos societarios, no solamente referidos a los tipos de agrupamientos más próximos a los nuestros, como pueden ser los de los grandes monos, sino también respecto a las sociedades de insectos, de castores, de aves, de lobos, etc. El desarrollo de los estudios etológicos está permitiendo, así, profundizar en los distintos tipos de relaciones sociales (las asociadas a la territorialidad, las relaciones de dominio, las de jefatura, las de cuidado materno y estimulación mutua), así como en las distintas funciones que puede cumplir la sociabilidad (desde las meras funciones de «defensa contra las presiones del medio», hasta las mayores oportunidades de organizar mejor la alimentación, de autocontrolar la reproducción en función del territorio y la escasez de alimentos, de optimizar la capacidad de adaptación mediante el establecimiento de tradiciones sociales que son transmitidas y aprendidas de generación en generación, e t ~ . ) ~ l .

30

291

SOCIEDADES HUMANAS Y SOCIEDADES ANIMALES

Sin embargo, a pesar de que resulte factible encontrar esquemas de comportamientos sociales bastante comunes en el mundo viviente, la realidad es que los tipos de agrupamientos sociales son muy diversos y, desde luego, resulta muy difícil que puedan ser comprendidos en su totalidad en la clásica trilogía formulada por algunos analistas, referida solamente a las formas de apareamiento, a los núcleos familiares y a las manadas o rebaños, como las tres grandes categorías de las formas de sociabilidad animal. En realidad en cada una de estas tres dimensiones son tan numerosas las variedades que podemos identificar que la misma clasificación llega a perder buena parte de su sentido y utilidad. La propia naturaleza de este libro nos impide desarrollar aquí esta temática en toda su amplitud y complejidad, pero, sin embargo, para lograr una adecuada comprensión de la naturaleza de lo social parece necesario detenernos, siquiera sea brevemente, en dos formas de sociedades animales que, en cuanto que constituyen arquetipos bastante diferenciados, nos pueden ayudar a comprender mejor las especificidades de la sociedad humana. Aunque un análisis más riguroso y detenido de las formas sociales en la naturaleza, nos llevaría a distinguir, al menos, tres grandes categorías (lo que Wilson califica, junto a las sociedades humanas, como «los 4 pináculos de la evolución social»): las colonias de microorganismos e invertebrados, los insectos sociales y los mamíferos no humanos32; aquí vamos a considerar específicamente, en primer lugar, las sociedades de insectos y, en segundo lugar, las sociedades de primates.

3. LAS SOCIEDADES ANIMALES Las sociedades superiores de insectos (abejas, hormigas y termitas en sus múltiples variedades) constituyen, según una opinión bastante generalizada, uno de los tipos de sociedades animales más antiguas conocidas. Algunas de estas sociedades, como las de las termitas, presentan formas de organización social muy sofisticadas, con una rígida división del trabajo que se traduce en la existencia de distintos tipos de individuos muy diferenciados entre sí (reproductores de

Philip E. Slater: p.cit., pág. 38.

528

LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UN A INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A

Algunos sociólogos no consideran suficiente la mera afirmación inespecífica de la vocación práctica de la Sociología, sino que sostienen que lo decisivo son la misma manera concreta y las garantlas en que ésta se produzca. Bottomore, por ejemplo, ha señalado que si se considera que «el objetivo de la Sociología es el descubrimiento de los mecanismos ocultos de la vida social, comunichndose entonces en la formación de una reducida élite de ingenieros sociales, se incurre en la producción y en la reproducción de una forma de dominación. Pero si se considera que el objetivo es la difusión a través de la sociedad de la comprensión del modo en que las relaciones sociales están establecidas, persisten, o pueden scr modificadas -a modo de ilustración pública- sus efectos pueden ser catalogados de liberadores»; de esta manera las preocupaciones centrales de la Sociología serán «criticar las teorías sociales con arreglo al criterio que imponen del mundo social; investigar las desigualdades y coacciones empotradas en la estructura de clases y Clites, que obstruyen el incremento de la libertad humana; y examinar el carácter y las perspectivas de aquellos movimientos sociales que contestan la estructura actual de la sociedad. Una Sociología radical así orientada -concluirá Bottomore- lleva consigo tres elementos: es al mismo tiempo teórica, empírica y política»22. Sin embargo, es evidente que de la misma manera que el trabajo crítico se puede plasmar fácilmente en una perspectiva preferentemente teórica, la aplicación práctica de los resultados científicos de una Sociología de este signo se encuentra con dificultades nada desdeñables, entre otras, las que hacen referencia a las condiciones que se dan en cada sociedad concreta, en su propia estructura social.

LA SOCIOLOG~AY LOS VALORES

529

ésta se refiere. Lo que da lugar a una singular y difícil dialéctica entre Sociología y poder. Dialéctica que tiene, indudablemente, una dimensión directamente política -que trasciende los limites de un libro como éste-, pero que tiene también una dimensión socio-profesional más general, referida a las propias posibilidades de los sociólogos, en cuanto componentes de comunidades profesionales que se enfrentan con el reto de cómo lograr engarzar realmente las dimensiones teóricas y prácticas de toda ciencia. En tal sentido, es evidente que, más allá del «activismo» o del «compromiso» de los sociólogos, en la aspiración a conectar mejor teoría y práctica hay implicado también un importante componente ~organizativon. Como ha señalado Gouldner, para enfrentarse con este reto hay que realizar un serio esfuerzo tendente a la «creación de comunidades y muy especialmente creando nuevas comunidades teóricas. En resumen, mi tesis afirma -dirá Gouldner- que es la organización, la organización social, la que hoy proporciona la mediación esencial entre la teoría social y la práctica social. Hoy la Sociología no necesita un Kar1 Marx o un Isaac Newton; necesita un V. 1. Lenin... Los teóricos sociales -concluirá Gouldner- no pueden tener verdades sobre la sociedad sin tener verdades sobre sí mismos. Y no pueden tener verdades sobre sí mismos sin saber cómo organizarse para el fomento del discurso racional, y sin aplicar este conocimiento»23.

Lo que en definitiva acaba conduciéndonos a considerar el gran tema del poder y la posición en que se sitúa la Sociología respecto a las estructuras del poder establecidas. Los imperativos de la lógica científica, que los sociólogos pretendemos aplicar a nuestro campo de estudio, producen unos efectos complejos en lo que a la congruencia con la aspiración práctica de

22

Tom B. Bottomore: La Sociologla como crítica social. Penfnsula, Barcelona, 1976,

pAgs. 10-1 1.

23

83-84.

Alvin W. Gouldner: La Sociologia actual: renovación y crítica, op. cit., p á g s .

530

LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGIA

1) ¿Cuáles son los principales elementos que están implícitos en el debate sobre la Sociología y los valores?

2) ¿A través de que vías cree Schutz que es posible alcanzar la objetividad y la neutralidad necesaria para el conocimiento científico? Valorar sus propuestas. 3) ¿De qué maneras, directas o indirectas, pueden influir los valores en la investigación sociológica? Hacer un listado de posibles influencias. 4) ¿En base a qué argumentos sostiene Gouldner que el postulado de una «Sociología libre de valores~se ha convertido en un «mito de grupo»? 5) ¿De qué diferentes maneras es entendido el postulado de una «Sociología libre de valores»? 6) ¿Quién fue el autor del famoso alegato a favor de la «neutralidad valorativa de las ciencias sociológicas y económic a s ~ ?¿En qué contexto se escribió dicho alegato? 7) Hacer un esquema con los principales argumentos sostenidos por Max Weber en torno al debate sobre la «neutralidad valorativa))de la Sociología. 8) Enjuiciar las opiniones de Gouldner sobre los valores en la Sociología, a partir de sus reflexiones sobre el hecho de que «antes de Hiroshima también los físicos hablaban de una ciencia libre de valores~y de sus advertencias sobre el riesgo de «educar a una generación dispuesta a servir en un futuro Auschwitzn. 9) ¿Cuáles fueron las reflexiones posteriores de Gouldner en torno a algunas propuestas extremas sobre el compromiso de los sociólogos? {En qué sentido utilizó el símil del mito del «minotauro»? 10) ¿A qué nos referimos cuando hablamos del «dualismo de hechos y decisiones»? ¿Es siempre posible la separación de estos dos ámbitos en la Sociología? 11) ¿Por qué razones Dahrendorf no considera tan problemática la incidencia de los valores en la Sociología?

LA SOCIOLOG~AY LOS VALORES

531

12) ¿Qué amedios lógicos» sugiere Myrdal para proteger la labor sociológica de las desorientaciones negativas de los prejuicios? 13) ¿Cuál fue la primera regla del método sociológico que formuló Durkheim? Valorar sus contenidos y su actualidad. 14) ¿Se acaba la responsabilidad de los sociólogos con su presentación neutra y no comprometida de los hechos estudiados? {Por qué? 15) ¿En qué consiste el compromiso meta-profesional del sociólogo? 16) ¿Qué implicaciones tiene el hecho de que la Sociología deba tener una orientación práctica? 17) ¿En qué consiste la práctica metodológica de la empatía? ¿Puede suponer esta práctica un peligro de distorsión en los análisis sociológicos? ¿Por qué? 18) ¿Por qué algunos sociólogos han dicho en ocasiones que lo que la Sociología necesita actualmente no es una figura como Marx o como Newton, sino como Lenin?

OBJETO Y TEMAS DE ESTUDIO DE LA SOCIOLOG~A

Una vez que hemos completado el recorrido explicativo que iniciamos en el capítulo primero de este libro en torno al qué, quién, cómo, por qué, etc., de la Sociología, nos queda pendiente solamente hacer algunas precisiones sobre los contenidos específicos de esta disciplina, es decir, sobre aquellos temas concretos de los que se ocupan los sociólogos. La razón de incluir un capítulo sobre el objeto y temas de la Sociología en un libro de introducción a esta materia obedece a la necesidad lógica de intentar ofrecer una imagen más completa sobre la propia realidad de la Sociología a aquellas personas que intentan iniciarse en su conocimiento. La Sociología es una ciencia muy dinámica, que está desarrollándose en un proceso paralelo de mutua interrelación con la emergencia de nuevas problemáticas sociales y con el surgimiento de nuevas demandas de estudio y análisis. Por ello hay que entender que los grandes campos y temas de atención sociológica aún están en un período de desenvolvimiento e irán evolucionando con el tiempo, en un continuo ajuste a las realidades concretas.

1. LOS GRANDES CAMPOS DE ESTUDIO DE LA SOCIOLOGIA En los capítulos iniciales de este libro ya tuvimos la oportunidad de referirnos a los problemas de delimitación de los campos temáticos de la Sociología, especialmente en relación con otras ciencias sociales, señalando entonces que el desarrollo práctico de esta disciplina ha venido acompañado por una singular preocupación de «búsqueda de un objeto específico».

OBJETO Y TEMAS DE ESJJDlO Dt! 1.A SOCIOLOG~A

La problemática de la delimitación del objeto de la Sociología presenta originariamente dos tipos de dificultades: por una parte, las referidas al hecho de que la Sociología se ha desarrollado históricamente a partir de un conglomerado bastante amplio de ciencias sociales poco diferenciadas inicialmente, y todas ellas aplicadas al estudio e investigación de una misma realidad: la sociedad. Por otra parte, la tendencia a la especialización progresiva de los saberes ha dado lugar a que a partir de la Sociología se hayan ido diferenciando también varias áreas de estudio concretas, que poco a poco han ido perfilándose con una entidad propia. De esta manera, el problema de la delimitación de los campos temáticos de la Sociología da lugar, frecuentemente, a un doble plano de solapamientos: en primer lugar, los que se producen respecto a las disciplinas de las que la Sociología se desagregó para constituirse como ciencia autónoma, y, en segundo lugar, respecto a las especialidades sociológicas más desarrolladas que tienden a configurarse como entidades cada vez más diferenciadas del tronco común. La cuestión, empero, resulta más compleja si tenemos en cuenta las particulares y diversas circunstancias sociales y económicas de los países en que se produjo el surgimiento de la Sociología. Existe una forma sencilla de explicar la historia de la Sociología, a partir, como hemos visto, de determinadas situaciones de intenso cambio y de desorganización social, en las que la propia dinámica de los hechos parecía demandar una «nueva ciencia» que se ocupara de la «nueva problemática» surgida del hilo de la revolución industrial. De esta manera se puede considerar que la Sociología vino a llenar un hueco real en el conjunto de los saberes, bajo la influencia directa de la mentalidad científica de una época; hueco que había quedado al descubierto por la propia insuficiencia de la ciencia económica para ocuparse específicamente de la «cuestión social». No obstante, en esta presentación de los hechos no faltan los que quieren ver un fuerte componente de autogratificación y de racionalización a posteriori, respecto a un proceso que en la realidad fue mucho más complejo y diverso, tanto en lo que hace a la manera en que se produjo la delimitación y definición del campo

-- --

.-.

- --

- - --

temático de la Sociología, como a las influencias que recibió y a las propias pretensiones de los sociólogos en las distintas fases de su desarrollo. Así, la tesis que hemos venido manteniendo a lo largo de estas páginas, a veces ha sido objeto de una lectura distinta. De acuerdo con estas interpretaciones, la ~ o c i o l b ~no í a habría aparecido a partir del surgimiento, más o menos súbito, de un campo temático claramente explicitado por la revolución industrial, y del que la Economía no era capaz de ocuparse adecuadamente, sino que se habría formado a partir de los campos temáticos que venían siendo desechados en la práctica por los especialistas de otras disciplinas. ~azarsfeld, por ejemplo, ha señalado que la Sociología «no se ha ido desarrollando a partir de un tema de estudio determinado, sino que es el resultado de una actividad residual, cuyo papel consistía en llenar los espacios vacíos del mapa intelectualnl. Es evidente que, si se lleva al extremo este tipo de argumentos se puede llegar a presentar a la Sociología en sus orígenes casi como un cajón de sastre, donde se venían a incluir cualesquiera temas sociales de 10s que no se ocupaban específicamente otras disciplinas. A su vez, este tipo de interpretaciones pueden ser utilizadas como argumentos colaterales para explicar la manera en que actualmente está teniendo lugar la tendencia a la desagregación y diferenciación de las distintas especialidades sociológicas. Éste es, frecuentemente, el punto de vista de los que consideran que lo propio de la Sociología es el matiz social que introduce en la consideración de cualquier tema concreto. De esta manera, algunos analistas han llegado a sostener que en realidad no existe una Sociología, como tal, sino un conjunto de sociologías -de la familia, de la religión, de las clases sociales, del trabajo, etc.-, que lo único que tienen en común es la atención a dicho matiz social, así como la vocación de aplicar el método científico en sus respectivos campos temáticos concretos.

1 Paul Lazarsfeld: «La Sociología», en J. Piaget, W. J. Mackenzie y P. E. Lazarsfeld: Tendencias de investigación en las ciencias sociales. Alianza, Madrid, 1973, pág. 287.

538

-

LA E X P L I C A--C I ~ NS O C ~ Q L ~ C ~ I C UNA A : I N T. R O-D-U C C I ~-NA -LA -- SOCIOLDG~A -.

- -,

OBJETO Y TEMAS DE ESTUDIO I)fr ¡.A SOCJOLOC~A

-- -.. - -. -

--

No se nos puede ocultar que, de acuerdo con estas interpretaciones, la Sociología, en si misma, no tendría un objeto ni un contenido temático específico, sino que serían las diversas sociologias concretas las que realmente lo tendrían.

Historia del derecho y la Antropo-geografía; en España -se diráfue durante un largo tiempo un apéndice de la Filosofía, en particular de la Filosofía de la historia. En los países latinoamericanos, la Sociología se diferenció de la jurisprudencia... » 3 , etc.

Una segunda fuente de dificultades para la definición de un campo temático comúnmente aceptado en Sociología estriba en la diversidad de influencias nacionales que recibieron las primeras generaciones de sociólogos, tanto por la vía de las diferentes tradiciones culturales, como debido a las distintas circunstancias socioeconómicas y las respectivas posibilidades y estímulos al trabajo sociológico que se produjeron en cada país concreto.

En cualquier caso, y más allá de los matices que pudieran plantearse en algunos países, lo cierto es que la Sociología en sus orígenes recibió de manera no uniforme unas influencias muy diversas procedentes de los campos de la Economía, de la Filosofía, de la Estadística, del Derecho, de la Biología, de la Historia ..., etc. La mayor o menor prevalencia e importancia originaria de cada una de estas áreas de conocimiento como campo efectivo para el reclutamiento inicial de los sociólogos, han dado lugar a que en los distintos países esta disciplina se haya desarrollado con ciertos matices propios, que, a veces, incluso han dado lugar a que el «pluralismo» de las sociologías nacionales haya podido ser presentado como un aspecto más del carácter pluralista de la Sociología4.

Aunque generalmente se admite que la Sociología surgió a partir de la Economía, y que sus principales antecedentes se encuentran en el «pensamiento social» y en los primeros trabajos de estadlstica social (Le Play, Quetelet, etc.), así como en las primitivas encuestas realizadas en la Francia y la Inglaterra del siglo X V I I I ~ ,lo cierto es que prácticamente en cada país la Sociología recibió un cierto tipo de influencias específicas. De esta manera se considera, por ejemplo, que en Inglaterra «la Sociología derivó principalmente de la Economía política, la administración social y la Filosofía. En Alemania tuvo también algunos de esos antecedentes y, además, tuvo importancia el Derecho comparado. En Francia, sus raíces fueron la Filosofía y, durante un tiempo, las Psicologías que allí surgieron. Entre sus variados antepasados, en los Estados Unidos se contaron el interés por las reformas prácticas, la Economía y en cierto grado la Antropología... En Yugoslavia, la Sociología se diferenció gradualmente de la Etnología, la

2 Lazarsfeld ha referido cómo en Francia los xintendentes del Antiguo Régimen» y los ((consejerosde la Convención» realizaron ya encuestas, así como los miembros de las Comisiones reales en la Inglaterra del siglo XVII (P. Lazarsfeld: La Sociología, op. cit., pág. 291). Igualmente Duncan Mitchell consigna un amplio estudio publicado por William Creech en 21 volúmenes entre 1791 y 1799 con el título de The Statistical Account o f Scotland (Duncan Mitchell: Historia de la Sociología. Guadarrama, Madrid, 1973, págs. 193-194). Goldthorpe, por su parte, considera que la primera encuesta fue realizada en 1824 por la revista Literavy Digest en USA ( J . E. Goldthorpe: Introducción a la Sociología. Alianza, Madrid, 1977, págs. 64-65). En cualquier caso, los inventarios de antecedentes referidos a varios países son bastante diversos.

Finalmente, una tercera fuente de dificultades para la delimitación de los campos temáticos de la Sociología está relacionada con las distintas orientaciones que se han dado en las diferentes etapas de su desarrollo. Así en el primer período fundacional, caracterizado por unas ambiciosas pretensiones globalizadoras y absorbentes, en las que la Sociología intentó ser presentada «como la ciencia de las ciencias» y como el verdadero núcleo central y común de todas las ciencias sociales, se produjo un gran esfuerzo de construcción de amplios y complejos sistemas teóricos. En una segunda etapa tuvo lugar una mayor amortiguación de estas pretensiones, reorientándose el trabajo de los sociólogos hacia metas más realistas y hacia objetos de estudio más concretos. En esta etapa, como ya vimos, se produjo una progresiva institucionalización y profesionalización de la Sociología. A esta fase correspondieron los primeros esfuerzos por construir unos índices de

Robert K. Merton: La Sociología de la ciencia. Alianza, Madrid, 1977, pág. 97. Diversas aproximaciones al tema de las «sociologías nacionales» pueden verse, por ejemplo, en G. Gurvitch y W. W. Moore (eds.): Sociología del siglo xu,op. cit., tomo 11, en Lazarsfeld: La Sociología, op. cit., y en Alain Touraine et al.: Ciencias Sociales: ideología y realidad nacional. Editorial Tiempo Contemporáneo, Buenos Aires, 1970. 3

4

540

---LA

E- X : INTR D-U C C I ~ NA LA SOCIOLOC~A -- P-L-I C- A C I ~ NS O C I O L ~ G I C AUNA - O. -

materias sistemáticos, como forma de precisar las distintas áreas temáticas pertinentes en la enseñanza de la Sociologfa, y. a su vez, como gufa orientativa para la investigación empírica. Por último, la tercera fase de desarrollo de la Sociología, que es en la que ahora nos encontramos, parece caracterizarse por una acusada tendencia hacia la especialización. Tendencia que se está traduciendo ya en una cierta formalización de comunidades profesionales de especialistas, aplicadas a una investigación cada vez más intensa en campos de atención sociológica bastante concretoss. En esta fase de evolución de la Sociología, la tarea de delimitación temática tiene lugar básicamente a partir de áreas bastante restringidas, de modo que lo que a buena parte de los sociólogos les interesa no es tanto marcar fronteras precisas e inmodificables, o construir inventarios exhaustivos sobre los campos temáticos propias. sino profundizar con detalle en áreas cada vez más especializadas. En cualquier caso, más allá de las variaciones circunstanciales propias de cada una de estas etapas, hay algo que es común a las tres fases de evolución de la Sociología: tener que compartir con otras disciplinas sociales un mismo objeto general de estudio (la sociedad). Este compartir un mismo objeto, a su vez, plantea dos problemas: en primer lugar, tener que considerar simultáneamente la delimitación de los campos temáticos de las otras ciencias sociales cuando se emprende cualquier intento de precisar el propio campo de la Sociología; y en segundo lugar, tener que establecer las relaciones y las vías de mutua influencia y dependencia que se producen entre la Sociología y las restantes ciencias sociales. Más adelante tendremos ocasión de referirnos a las relaciones de la Sociología con otras disciplinas afines. Pero ahora, vamos a considerar, en primer lugar, la manera en que, hoy por hoy, es posible delimitar los principales campos temáticos de esta disciplina.

Es curioso constatar cómo esta tendencia a la especialización temática se está traduciendo en la propia organización de los Congresos mundiales de Sociología, en los que se han venido estableciendo Comités y grupos «ad hoc» en temas sumamente concretos y especializados.

Las dificultades que presenta esta tarea han intentado ser obviadas, con harta frecuencia, mediante el recurso translaticio de remitir la cuestión al campo específico de la actividad profesional de los sociólogos. Así, por ejemplo, Huntington Cairms, entre otros muchos. ha señalado que «hasta que los sociólogos se pongan de acuerdo acerca de la definición del objeto de su estudio, no queda otro recurso sino el de suponer que la Sociología es lo que aquellos que se dicen sociólogos entienden por este término~6. Desde una perspectiva más amplia, Inkeles ha propuesto tres vías concretas para definir el «objeto y materia» de la Sociología: la vía histórica, la empírica y la analítica. El criterio histórico no consiste en otra cosa que en buscar «en el estudio de las obras clásicas de la Sociología la huella de las preocupaciones y problemas centrales que por tradición corresponden a la Sociología como disciplina intelectual. En pocas palabras, nos preguntamos: ¿qué dijeron los padres de la ciencia?... El empírico, por el que estudiamos las obras sociológicas de hoy para averiguar los temas a que esta ciencia otorga atención preferente. En pocas palabras, nos preguntamos: ¿qué están haciendo los sociólogos contemporáneos?... El analítico, por el que dividimos y delimitamos a nuestro arbitrio algún tema capital y lo asignamos a alguna de las diversas ciencias. Nos preguntamos en realidad ¿qué nos dicta la razón?»7. Cada uno de estos criterios de delimitación tiene sus ventajas y sus inconvenientes, pero, desde luego, ninguno de ellos puede considerarse por sí solo como elemento de referencia suficiente para clarificar satisfactoriamente la cuestión que nos ocupa. Por ello frecuentemente se propondrá utilizar estos tres procedimientos de manera conjunta y complementaria. Lo cual no quiere decir, sin embargo, que operando de tal manera queden totalmente allanadas las dificultades que presenta esta tarea. Veamos por qué. En primer lugar. en lo que respecta al criterio de referencia histórico, debemos preguntarnos hasta qué punto en los padres fun-

6 Huntington Cairms: «Sociología y ciencias sociales», en G. Gurvitch y W. E. Moore (eds.): Sociología del siglo xx, op. cit., tomo 1, pág. 2. 7 Alex Inkeles: Qué es la Sociología. Uteha, Buenos Aires, 1968, pág. 2.

542

LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA: UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA

OBJETO Y TEMAS DE ESTUDIO DE LA SOCIOLOGIA

543

dadores es posible encontrar todas las perspectivas temáticas de las que puede ocuparse una ciencia en su dinamismo histórico. De la misma manera que los contenidos y perfiles de la Física actual no pueden acotarse, por ejemplo, a partir de lo que dijo Newton, o de los temas de que se ocupó, es evidente que la vía histórica puede derivar en nuestro caso hasta convertirse en un mero criterio de autoridad rígidamente entendido, que no daría lugar sino a una concepción petrificada y desfasada de la Sociología.

La dinámica de estos interrogantes nos puede acabar situando, una vez más, ante la controvertida cuestión de la diferenciación entre lo que realmente debe considerarse como historia de la Sociología y lo que debe ser entendido propiamente como teoría sociológica actual. Lo que, a su vez, nos llevaría a plantear el interrogante de ¿en dónde se encuentran los criterios más pertinentes para una adecuada delimitación del campo temático de la Sociología?; (en la historia, o en la teoría sociológica actual?

Una visión de tal naturaleza supondría desconocer, no sólo la dinámica que implica el decurso histórico, sino también la misma lógica científica que, como ya indicamos, implica la negación de cualquier principio de autoridad que pueda suponer un entorpecimiento para el progreso del conocimiento científico.

Ciertamente, si el criterio histórico de delimitación temática es tomado con todo detalle y rigor, acabaría deviniendo, en el mejor de los casos, en mera historia; y en historia lógicamente bastante heterogénea.

Por otra parte, el criterio histórico lleva aparejada otra dificultad adicional referida a cómo lograr alcanzar un acuerdo suficiente en torno a quiénes deben ser considerados, a tales efectos, como padres-fundadores y quiénes no. Inkeles, por ejemplo, considera padres-fundadores a Comte, a Spencer, a Durkheim y a Max Weber. Pero ¿por qué solo éstos y no otros? ¿Por qué no Montesquieu, Comte, Marx, Tocqueville, Durkheim, Pareto y Weber, como nace Aron?8 ¿Y por qué no incluir también en esta lista a Simmel, como hacen otros auto re^?^ ¿Y por qué no extender simplemente -podríamos preguntarnos también- este criterio de selección patri-fundacional al elenco más amplio de todos aquellos que, de una u otra manera, también contribuyeron al nacimiento de esta disciplina?lO ¿Y por qué no ampliar también este criterio de autoridad a otros grandes teóricos de la Sociología más próximos a nuestro momento histórico?

Raymond Aron: Las etapas del pensamiento sociológico. Siglo X X , Buenos Aires, 1970, 2 vols. y Bryan R. Creen y Edward A. Johns: An introduction to Sociology. Pergamon Press, Londres, 1969, págs. 66 y SS. Asl, por ejemplo, Timothy Raison, cn su edicibn sobre los «padres fundadores*, ha incluido a un total de 24 autores. Vid. Timothy Raison (ed.): L o s padres-fundadores de la ciencia social. Anagrama, Barcelona, 1970. Obviamente, tan cumplida relación de uutores de diversas epocas no hace, en realidad, sino situarnos en el contexto preciso de la propia historia de la Sociologla en su conjunto.

Solamente mediante una práctica de exclusión parcializante de algunos de los grandes teóricos de la Sociología podría resultar alcanzable el objetivo de trazar algunas líneas claras de demarcación temática. Esto es, precisamente, lo que ocurre en la presentación que hace del tema Inkeles, quien después de afirmar que los cuatro padres fundadores de la Sociología -que él eligió«parecen estar esencialmente de acuerdo sobre cuál es el objeto de la Sociología», al final no ofrece sino un pobre y excesivamente genérico campo de identidades. «Primero-dirá Inkeles- todos aceptan, y en algunos casos reclaman, que los sociólogos estudien una amplia serie de instituciones, desde la familia al Estado... En segundo lugar, quienes representan la tradición clásica parece que coinciden en atribuir a la Sociología como objeto o materia principal el estudio de las relaciones entre las diferentes instituciones. En tercer lugar, concuerdan en la opinión de que la sociedad, en general, puede tomarse como unidad característica de análisis sociológico, asignando a la Sociología la función de explicar dónde y por qué las sociedades son semejantes o distintas. Finalmente -dirá Inkeles- entre los autores clásicos en este campo se observa cierta tendencia a enfocar la Sociología hacia el «acto social» o las «relaciones sociales», sin tomar en cuenta un contexto institucional~ll .

11

A. Inkeles: Qué es la Sociología, op. cit., pág. 14.

544

LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA

Sin embargo, la visión que nos ofrece Inkeles de la Sociología es a todas luces una visión parcial y limitada. Si hubiera incluido en su análisis a autores como Marx, como Pareto, como Simmel, etc., se hubiera encontrado con otras percepciones diferentes en lo que a la delimitación de materias se refiere. Y, desde luego, las diferencias y los matices serían mucho mayores si la aproximación teórica se produjera también en la perspectiva de las grandes corrientes de la Sociología contemporánea. El pluralismo teórico de la Sociología da lugar a una cierta diversidad de ópticas y de matices en lo que se refiere a los objetos temáticos a considerar. Desde cada uno de los enfoques sociológicos se presta atención preferente a unos u otros aspectos de la realidad, se enfatizan más o menos determinados campos y se utilizan preferentemente unos u otros métodos, de acuerdo con las necesidades de los objetos prefijados. Como ha señalado Smelser, «las escuelas en las ciencias sociales se agrupan en torno a los criterios que se emplean para describir su campo de estudio y pueden clasificarse también de acuerdo con los mismos: 1. ¿Qué aspectos de la vida social deben estudiarse? La escuela "interaccionista simbólica", por ejemplo, se ocupa sobre todo de las unidades microscópicas de la acción social y subraya los diversos procesos psíquicos que acompañan los actos; esto contrasta, por ejemplo, con el enfoque "estructuralista" que estudia los patrones institucionales sin referencia explícita a los aspectos psicológico-sociales de los actos discretos o aislados. 2. ¿Cuáles son los determinantes de la conducta social? Las escuelas que se constituyen en torno a las variables independientes pueden ser muy específicas en cuanto al foco de su interés como en el caso del enfoque del "sobre-consumo" del ciclo económico; o pueden contrariamente ser muy generales, como en el caso de las escuelas de la "geopolítica" o del "determinismo económico". 3. ¿Cuáles son los modelos o las perspectivas teóricas más apropiadas? La escuela "organicista" y la "funcionalista" descansan en parte en una visión de la sociedad según la cual ésta funcionaria como un organismo biológico; la escuela "relativista cultural" se basa en cómo es posible comparar entre si las unidades sociales, así como en nociones morales sobre el grado en que es legítimo proclamar que una sociedad es superior a otra;

OBJETO Y TEMAS DE ESTUDIO DE LA SOCIOLOGÍA

545

las posiciones "fenomenológica", "nominalista" y "realista" se basan en diferentes concepciones filosóficas sobre la naturaleza de la realidad 12. ))

En suma, pues, podemos concluir afirmando que el significado estrictamente histórico de las aportaciones de los padres-fundadores de la Sociología, junto a la pluralidad teórica actual de esta disciplina, hacen bastante difícil, e insuficiente, la tarea de dibujar un mapa preciso en el que aparezcan unívoca y específicamente trazados los grandes campos temáticos de estudio. ¿Acaso-podríamos preguntarnos entonces-puede resultar más factible esta tarea por la vía analítica a la que se refirió también Inkeles? Ciertamente el criterio lógico-racional de delimitación temática podría ofrecer ciertas posibilidades de clarificación, siempre y cuando que con este criterio resultase factible llegar en la práctica a un mínimo grado de coincidencia. La realidad, sin embargo, es que prácticamente cada sociólogo puede construir su propio esquema temático a partir del enfoque teórico particular que haya adoptado inicialmente. Lo que, en definitiva, acaba por remitirnos nuevamente al criterio sobre lo que dijeron los grandes padres fundadores, y sobre lo que postulan las grandes corrientes teóricas de nuestro tiempo. ¿Pues qué otra cosa han hecho los grandes teóricos de la Sociología sino intentar delimitar de una manera lógico-racional el campo temático específico de esta disciplina? Finalmente, el tercer criterio propuesto para definir el objeto y materia de la Sociología, merece ser objeto de una atención más cuidadosa y detenida en este capítulo, ya que los otros dos criterios, de una u otra manera, lo único que hacen es remitirnos a la propia historia de la Sociología, o al análisis de la teoría sociológica actual. El criterio de delimitación empírico tiene una clara ventaja sobre los anteriores, en la medida que nos sitúa en un terreno tan con-

' 2 Nel J. Srnobrr: uL1 Saclologla y las otras ciencias socialeun, en P. F. Lazarsfeld et al.: La Socioiopka & h profrrlonru, Paidds, Buenos Aires, 1971, pAgw. 44 y 45.

546

LA ExPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA sOCIOLOG~A

creto e inmediato como es el de la propia actividad profesional de los sociólogos. La definición de la Sociología, a partir de lo que realmente están haciendo los sociólogos, no sólo permite llevar esta discusión al plano de los datos empíricos, sino que también nos conduce a enfrentarnos directamente con la Sociología en su propio e indiscutible desenvolvimiento concreto, en su hacerse cotidiano. La imagen de lo que hacen los sociólogos puede captarse a partir de varias instancias específicas: los planes de estudios de los centros donde se forman los sociólogos, los programas de enseñanza de las asignaturas sociológicas, los índices temáticos de los manuales, las clasificaciones de los libros editados, los temas abordados en las revistas especializadas, los inventarios de las investigaciones concretas, los programas de los Congresos y Simposios, etc. De hecho, algunos estudiosos se han ocupado de inventariar y cuantificar las informaciones contenidas en las fuentes de documentación a que nos acabamos de referir, para, a partir de ellas, intentar precisar con suficiente apoyo empírico los campos temáticos de la Sociología. En las páginas que siguen vamos a referirnos, aunque sólo sea esquemáticamente, a algunas de las fuentes documentales que han venido siendo consideradas como elementos de referencia importantes para la delimitación del objeto de la Sociología. En primer lugar, una de las fuentes de documentación -aunque ya está algo desfasada- que ha merecido una mayor consideración es la propia clasificación de la Sociología formulada por Durkheim en su propuesta de programa de 1909; propuesta que adecuadamente enriquecida y ampliada dio lugar posteriormente al esquema clasificatorio «de los capítulos de la parte bibliográfica» de los volúmenes de LIAnnéeSociologique, a partir de 192513. En concreto, los títulos generales de estos capítulos -en los que se incluyen, a su vez, un gran número de sub-capítulos- son los siguientes:

l3

72-73.

A. Cuvillier: Introducción a la Sociologfa. La Pléyade, Buenos Aires, 1968, phgs.

1. Sociología general. 11. Sociología religiosa. 111. Sociología moral y jurídica. IV. Sociología criminal y estadística moral. V. Sociología económica. VI. Morfología social. VII. Varios. Otro criterio clasificatorio significativo es el propuesto por el American Journal of Sociology 14, que abarca temas como: 1 . Naturaleza y personalidad humanas. 2. Pueblos y grupos culturales. 3. La familia. 4. Organización social e institución social. 5 . Población y grupos territoriales (a. Demografía y población, b. Ecología). 6. La comunidad rural. 7. La conducta colectiva (a. El periódico, b. Recreos, conmemoraciones, festivales). 8. Grupos antagónicos y de ajuste (a. sociología de la religión, b. Sociología de la educación, c. Tribunales y legislación, d. Cambio social y evolución social). 9. Problemas sociales, patología social y adaptaciones sociales (a. Pobreza y dependencia, b. Crimen y delincuencia, c. Salud, d. Enfermedad mental. e. Higiene). 10. Teoría y métodos (a. Estudio de casos individuales, b. Teoría sociológica e historia). Por otra parte, el criterio de definir la sociología a partir de los libros de texto ha dado lugar a distintos estudios específicos sobre su contenido. En este sentido, por ejemplo, el mismo Inkeles se ha referido a la existencia de doce temas fundamentales en los que, de acuerdo con el estudio de Hornell Hert, coinciden la mayoría de los manuales. «Estos doce temas principales» son: «el método científico en la Sociologia, la personalidad en la sociedad, la cultura. las agrupaciones humanas, la población, la casta, la clase, la raza, los cambios sociales, las instituciones económicas, la familia, la instrucción y la religión))l 5. Igualmente, si nos fijamos en el conjunto de la literatura producida por los sociólogos, podemos encontrarnos también unos cri-

14 Vid. en Ezequiel Ander-Egg: Introducción a las técnicas de investigación social. Editorial Humanitas, Buenos Aires, 1969, pág. 30. 1s A. Inkeles: Qut es la Sociología, op. cit., pág. 19.

548

LA EXPLICACIÓN SOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOG~A

terios importantes de delimitación temática, a partir de uno de los principales instrumentos de explicitación de cualquier actividad científica: las publicaciones. De acuerdo con William M. Dobrinerl6, las principales áreas temáticas consideradas en las investigaciones teóricas y empíricas de los sociólogos son las siguientes: 1. Sistemas de relación: Estudio de pequeñas unidades de asociación, acción social, relaciones sociales, papeles, status y grupos primarios. 2. Instituciones sociales: Estudio de las instituciones sociales distintivas: familia, Iglesia, economía, política, educación, etc.

3. La organización social: Estudio de cómo se interrelacionan las unidades principales de la estructura social (las instituciones básicas), para formar el sistema societario. 4. Sistemas societarios: Análisis y comparación del desarrollo, estructura y funciones de los sistemas societarios. Asimismo, podemos considerar también como un elemento de delimitación temática importante los índices clasificatorios utilizados en una publicación como Sociological Abstracts, cuyo objetivo es recoger ordenadamente y de acuerdo con los criterios clasificatorios internacionales el contenido temático de todas las publicaciones que realizan los sociólogos. La amplitud y detalle de este índice nos impide proceder aquí a una reproducción literal de todos sus epigrafes y sub-epígrafes, que por lo demás pueden ser consultados directamente en dicha publicaciónl7. Finalmente, y sin que por ello pueda considerarse agotado el tema, parece obligado que nos refiramos también aquí a un elemento tan importante en la actividad profesional de los sociólogos como son los Congresos. Así, los temarios de los Congresos Internacionales de Sociología proporcionan unos elementos de juicio muy relevantes sobre la manera en que se está produciendo en la y en torno a qué temas preferentemente- la actividad práctica -

l6 William M. Dobriner: Estructuras y sistemas sociales. Trillas, Mkxico, 1975, p8g. 35. l 7 Vid. American Sociological Association et al.: Sociological Abstracts. San Diego, publicación periódica.

de los sociólogos. En concreto, los Comités de investigación que han funcionado durante los últimos Congresos han estado referidos a temas tales como: «Fuerzas armadas y resolución de conflictos», «Economía y sociedad», «Investigación sobre la comunidad local», «Sociologíade la educación),, «Relaciones,étnicas raciales y las minorías», «Sociología de la Familia., «Investigación sobre el futuro», «Historia de la Sociología», «Práctica y transformación social», «Participación,y autogestión», «Sociologíade la vejez», ~Sociología del derecho», «Sociologíadel ocio», sociología de la comunicación, del conocimiento y de la cultura», «Sociología de la salud», «Teoría sociológica^^, sociología de las organizaciones», «Sociología polítican, «Estado de Bienestar, políticas sociales y pobreza», «Sociología comparativa», «Desarrolloregional y urbano», ~Sociologíade la religión», «Sociologíade la ciencia y de la tecnología», «Ecologíasocial», c Sociolingüística», K Socio-técnica, práctica sociológica», «Sociología del deporte», «Estratificación social», «Desviación y control social», «Sociología del trabajo)), «Sociología de las migraciones», «Mujery sociedad», «Lógicay metodología en la Sociología», «Sociología de la juventud», «Análisis conceptual y terminológico», «Teoría e investigación sobre la alienación», «Sociologíadel arte», (~Biografía y Sociedad», «Sociología de los desastres», «Sociología de la agricultura», «Sociología de la población», «Psicología social», «La vivienda y el medio urbano», «Movimientossindicales», «Teoría de las decisiones», «Sociologíaclínica», «Movimientossociales y clases sociales»,«Movimientossociales, acciones colectivas y cambio social», «Enfermedady salud mental», «Turismointernacional», «Sociología de los grupos profesionalesn, c Sociología de la infancia., .Indicadores sociales», «Investigación del uso del tiempo», « Socio-cibernética y teoría de los sistemas sociales», «Movimientos nacionales e imperialismo», «Hambre y sociedad»18. Tal elenco de temas refleja bastante bien cuáles son las principales áreas de actividad investigadora de las que se está ocupando la Sociología en su desenvolvimiento práctico. O lo que es lo mismo, indican la manera en que los sociólogos se reúnen para debatir y para informar sobre aquello que realmente están haciendo.

' 8 Relación de ComitCs de Investigación, Grupos de trabajo y Grupos tematicos del Programa del XIV Congreso Mundial de Sociologia (Montreal, Canadá, 1998).

550

LA EXPLICACI~N SOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA

Posiblemente aún podríamos añadir otras fuentes de información en torno a lo que los sociólogos hacen y sobre lo que los sociólogos enseñan en los centros docentes donde se cursan materias sociológicas y sobre lo que piensan sobre los contenidos de la Sociología. Pero lo hasta aquí indicado puede considerarse como una muestra bastante representativa de los criterios clasificatorios y los temas de atención concreta de los sociólogos, más allá de los particularismo~culturales que en algunos de ellos se reflejan. Una vez llegados a este punto, habría que preguntarse si de esta manera hemos logrado solucionar de forma suficientemente satisfactoria el problema de la definición temática de la Sociología. En este sentido, es necesario tener en cuenta que el criterio de definir el campo temático de esta disciplina a partir de lo que efectivamente hacen los sociólogos, plantea también el interrogante de tiasta qué punto los sociólogos son plenamente autónomos a la hora dc regular su propia actividad profesional. Las peculiaridades de la Sociología dan lugar a que el proble-

ma dc la traducción práctica de los hallazgos científicos cree un cierto muro de distancias, que hace que los sociólogos no se sientan especialmente inclinados a abordar muchas cuestiones que implican especiales problemas de realización y sobre todo de traducibilidad práctica. Como ha señalado Richard Ofshe, «a diferencia de la mayoría de las disciplinas científicas, la Sociología se ha desarrollado hasta el momento actual sin haber logrado generar soluciones a los problemas que son ulteriormente implementados y por ello comprobados -y sin tener las ventajas que implica un proceso de tal naturaleza-. Las razones de esto son complicadas, pero probablemente la principal es que los sociólogos nunca han tenido el poder necesario como para implementar los experimentos sociales que a ellos les hubiera gustado realizar, mientras que aquellos que detentan el poder han estado más ocupados por las realidades de la supervivencia política o de la carrera personal que por lo correctamente que pudiera estar efectuándose el cambio social»'9.

La compleja intermediación que se produce entre los científicos sociales y los ámbitos de decisión social y política dan lugar, a veces, a una cierta tendencia hacia un enmarcamiento limitativo de las cuestiones a estudiar. De esta manera, los temas de que se ocupan los sociólogos no son siempre autónomamente seleccionados por la comunidad científica, sino que, con harta hecuencia, lo son por las grandes entidades y grupos de interés que los financian. Por esta razón, lo que en realidad ((hacen los sociólogos en la práctica» no tiene por qué coincidir necesariamente y efectivamente no siempre coincide- con lo que los sociólogos consideran más necesario y prioritario. La experiencia práctica demuestra que las grandes instituciones financiadoras del trabajo sociológico generan una demanda temática orientada y específica, que no pocas veces ha sido objeto de denuncias por los círculos de sociólogos más críticos e independientes, que han visto en esta dependencia financiera uno de los mayores peligros para el libre desenvolvimiento de la «imaginación sociológica»20. Esta situación ha dado lugar a que no falten los que piensan que «con unas pocas excepciones los más prominentes sociólogos de nuestros días sean las más directas criaturas financiadas -funcionalmente los sirvientes- de la soberanía civil, militar y económi~ a » ~Lol .que, en definitiva, significa que, en buena parte, el trabajo de los sociólogos se produce a partir de un conjunto de demandas específicas, más o menos latentes o expresamente formuladas. Tal marco de demandas y orientaciones predeterminadas ha dado lugar a que se hable de una «Sociología de lo posible», cuyos campos temáticos en buena medida se configuran a partir de la influencia de instancias y prioridades extra-sociológicas. Por lo que, en definitiva, el criterio de delimitar los campos temáticos de la Sociología a partir de lo que hacen los sociólogos, no puede reputarse como un criterio totalmente neutro e inclusivo, especialmente si no

Wright Mills: La imaginación sociológica. F.C.E., México, 1964. Martin Nicolaus: aThe Professional Organization of Sociology: a view from belown, en R. Blackburn (cd.):Ideology in Social Science. William Collins Sons and Co., Clasgow, 1979, phg. 5 1, 20

2'

I Y Richard Okhe (ed.):The Sociology of'the posible. Prentice-Hall, Londres, 1970, p8go. XI y XII.

552

LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A

es completado con una indagación empírica paralela sobre lo que los sociólogos creen, por sí mismos, que se debería hacer. En conclusión, podemos decir que la imagen empírica sobre la tarea sociológica «realmente existenten, obtenida a partir de los condicionantes mencionados, no debe considerarse sino como una de las dos caras de la moneda de la realidad temática de la Sociología: la cara posible de la Sociología. La otra cara es la cara de la Sociología necesaria, en la que deben reflejarse también todos aquellos campos que los sociólogos pueden «imaginar» en el libre ejercicio de su reflexión analítica, más allá de los condicionantes a que nos hemos referido.

El análisis de las áreas temáticas de las que se ocupa la Sociologla, que hemos realizado en el epígrafe anterior, puede ser objeto de algunas consideraciones críticas. En efecto, a partir del desgranamiento de cuestiones anteriormente apuntadas puede obtenerse una cierta impresión de que la labor de los sociólogos se desarrolla generalmente en torno a una casuística global poco sistematizada. Por ello, a veces, la delimitación de las áreas temáticas de la Sociología ha intentado ser ordenada lógicamente en grandes campos de referencia. Esto es lo que se ha intentado, por ejemplo, con la distinción que Sorokin estableció entre una Sociología general, dividida a su vez en una Sociología general estructural y una Sociología general dinámica y unas sociologías especialeG2,o con la clasificación temática formulada por Ginsberg en torno a tres grandes bloques: la estructura social, el control y el cambio socia123, etc. Sin embargo, uno de los grandes criterios clasificatorios utilizados con mayor frecuencia es el que diferencia dos campos básicos: la macrosociología y la microsociología.

22

La popularización de la distinción entre macrosociología y microsociología se atribuye generalmente a Gurvitch. Para Gurvitch, «los ingredientes más elementales que componen la realidad social están constituidos por las múltiples maneras de estar ligados por el todo y en el todo, o manifestaciones de sociabilidad)). «Estos universos -dirá- son unidades'reales, dependientes de la macrosociología, representan, pues, macrocosmos de las manifestaciones de sociabilidad)).En suma, las «manifestaciones de sociabilidad -dirá- son "fenómenos sociales totales" en escala micro-

sociológica^^^.

Macrosociología y microsociología son, desde esta perspectiva, dos formas de aproximarnos a un mismo fenómeno de la sociabilidad. Si el análisis está bien realizado, la una conduce a la otra. Desde la microsociología se llegará irreversiblemente a la macrosociología, y al revés; «o bien, comenzando por la sociología de los grupos -dirá Gurvitch-, se llega necesariamente, por una parte, a la microsociología, y, por otra, a la tipología de las sociedades globales. Sin embargo, si se quiere precisar, tal vez sería útil señalar que, ontológicamente, desde el punto de vista del ser social, la primacía se les debiera reconocer a las sociedades globales, mientras que, metodológicamente, la primacía más bien correspondería a las manifestaciones de sociabilidad. Es que estas últimas permiten establecer -aclarará Gurvitch- los tipos sociales más generales y más abstractos. Estos tipos se repiten con más frecuencia y facilidad que los tipos de grupos (que son tipos abstractos-concretos) y, sobre todo, más que los tipos de sociedades globales (que son tipos más concretos en sociología)^^^. Actualmente, la distinción entre microsociología y macrosociolo~ gía tiene más bien un valor clasificatorio -de la actividad de loz sociólogos y de los grandes campos de la Sociología- que analítico Por ejemplo, Duncan Mitchell, en su Historia de la Sociología, tomará dicha distinción -según nos dirá- «por la conveniencia dt dividir el tema en estudios de las sociedades totales y de complejo! institucionales principales, por una parte, y en estudios que se ocum

Pitirim A. Sorokin: Sociedad, cultura y personalidad. Aguilar, Madrid, 1969, pAg.

26. 23 Morris Ginsberg: Essays in Sociology and Social Philosophy. Penguin Books, Harmondsworth, 1968, pAgs. 7 y 8.

24

2s

Georgei Gurvitch: Parado de Sociología. Kapelusz, Buenos Aires, 1962, pág. 195 Ibtd., p10, 196,

554

LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA: UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA

pan de aspectos limitados y a pequeña escala de la vida social, por otra)).«Así,a un nivel bastante abstracto -nos dirá-algunos sociólogos estudian los órdenes normativos, los complejos con los cuales se puede constituir un sistema total o sociedad, mientras que otros se interesan más por las normas particulares, siempre y cuando influyan sobre la interacción humana, o por 'las relaciones cara a cara o por las que están próximas a ellas. De ahí que sea posible distinguir entre instituciones sociales, por una parte, y organizaciones sociales y grupos sociales por En consecuencia podemos decir que la macrosociología comprende las actividades orientadas a estudiar y comparar las sociedades globales, así como sus principales aspectos, a través de sus instituciones. Esto es lo que hicieron los grandes teóricos de la Sociología: Comte, Spencer, Marx, etc., y todos los que intentaron diseñar las líneas maestras de una «gran teoría social)). Igualmente podemos considerar como análisis macrosociológicos todos los estudios sobre aspectos globales de tales sociedades, sobre instituciones sociales, estratificación y clases sociales, familia, sistema político, etc. A su vez, la microsociología es aquella rama de la Sociología que se orienta al estudio de los grupos sociales (grupos pequeños) y las agrupaciones de tales grupos, o los ámbitos inmediatos en que se desenvuelven tales grupos (es decir, la empresa, la escuela, las pequeAas comunidades, etc.).

El análisis microsociológico, a veces, ha sido visto como un requisito prácticamente insoslayable para cualquier investigador que quiera verificar realmente sus hipótesis. El carácter ~inrnanejable))e ((inabarcable))de las sociedades globales ha sido, así, presentado como justificación del recurso a la óptica analítica microsociológica como estrategia metodológica de traslación. Es decir, el sociólogo no puede pretender empezar por intentar estudiar realidades tan amplias y complejas como las sociedades globales, consideradas en su conjunto, sino que tiene que iniciar su tarea investigadora abordando determinados aspectos, o partes concretas de la sociedad, a partir de las que ir completando y mejorando conocimientos, que

'"uncan p8g. 75.

Mitchell: Historia de la Soclolo#fa, Guadarrama, Madrid, 1973, tomo 11,

permitan comprender mejor y de manera suficientemente fundada los propios procesos sociales globales. Como ha apuntado Randall Collins: «Existen varias ventajas en la traslación de todos los conceptos sociológicos al plano de los micro-fenómenos. La primera ventaja es epistemológica. Rigurosamente hablando -dirá- no existe ninguna cosa como una "economía", una "cultura" o una "clase social". Sólo existen conjuntos de personas individuales actuando en determinado tipo de microsituaciones -conjuntos que están caracterizados por una especie de miniaturización ...-. Los conceptos sociológicos sólo pueden resultar verdaderamente empíricos mediante su ubicación en una muestra de los típicos micro-sucesos en que adquieren forma»27. Por otra parte, la ubicación estratégica en una óptica de análisis microsociológico ha sido definida a partir de la consideración de que «la dinámica de cualquier explicación causal de la estructura social debe ser micro-situacional, (debido a que) todas las macro-condiciones producen sus efectos mediante su impacto sobre las motivaciones situacionales de los actores. Los macro-agregados de las micro-situaciones pueden proporcionar el contexto y hacer surgir los resultados de dichos procesos -dirá Randall Collins-, pero el verdadero desencadenante es micro-situacional~2*. De esta manera, la distinción entre macrosociología y microsociología queda reducida en buena parte a una cuestión de grado y de óptica. El análisis microsociológico, así, estaría destinado finalmente a inscribirse en el macrosociológico, del que formaría parte constitutiva, y a cuya realidad se llegaría precisamente a partir del más inmediato, concreto y «manejable» análisis microsociológico. Sin embargo, la ubicación posible de un estudio sociológico en una perspectiva analítica microsociológica o macrosociológica no constituye una variable irrelevante. Por una parte, la realidad es que

27 Randall Collins: «On the Micro-foundations of Macrosociology», American Journal of Sociology, vol. 86, n." 5, 1981, págs. 987-988. Para un tratamiento más amplio de la problemática de la integración de los niveles micro y macrosociol6gicos, vid. K. Knorr-Cetina y A. V. Cicourel (eds.):Advances in Social Theory and Methodology. Toward an integration of Micro and Macro-sociologies. Routledge & Kegan Paul, Londres, 198 1 . 28 Ibfd., p8g. 990.

556

LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOG~A

una u otra opción se encuentran en el fondo asociadas o bien con la orientación «haciagrandes teorías globales»(macrosociología),o bien hacia «teorías de alcance medio» (más propias de enfoques microsociológicos). Por otra parte, la adopción de estos enfoques puede conducir hacia formulaciones de referencia sumamente inmediatas y concretas, resultando también fundamental desde el punto de vista de las aplicaciones generales que cada uno de ellos implica. Por ello se entiende que unos y otros enfoques hayan sido objet o de diversas críticas. De los enfoques macrosociológicos se ha afirmado que suponen una interpretación predeterminada de la configuración de la sociedad29 y que dan lugar a una formulación tan vaga y general de las hipótesis que resulta imposible su verificación. Asimismo, de los puntos de vista microsociológicos se ha dicho que no permiten situar adecuadamente los análisis en sus contextos sociales; lo que a veces ha sido presentado como algo que puede dar lugar a la paradoja de una «sociología sin sociedad»30. Igualmente, la adopción de uno u otro enfoque también ha sido vista en conexión con las dos grandes corrientes metodológicas de la Sociología actual, en sus mutuos referentes a enfoques objetivoestructurales y subjetivo-simbólicos, con todo lo que ello implica; «el holismo -subrayará Giner- adopta la visión macrosociológical mientras que el individualismo tiende al estudio de los problemas propios de la microsociología~~31.

de estudio -la sociedad- con otras ciencias, como la Antropología, la Economía, la Historia, etc., sino que obedece también a la peculiar dialéctica que se ha venido produciendo desde los orígenes de la Sociología entre esta disciplina y las restantes ciencias sociales.

3. I,A SOCIOLOGIA Y OTRAS CIENCIAS SOCIALES

Sin embargo, en las circunstancias actuales este tipo de actitudes ha dado paso a unas tendencias diferentes más orientadas a poner el énfasis en los puntos de conexión entre las diversas ciencias sociales. El intercambio de técnicas y de conceptos, la complementariedad en los enfoques y la práctica de los estudios multidisciplinares está dando lugar, así, a una sustitución de la vieja obsesión por la delimitación de fronteras, por una práctica en la que tiende a ponerse un mayor acento en las conexiones e intercambios entre las diferentes ciencias sociales. Como dirá Gurvitch, esta situación se basa en la convicción de que la «Sociología y (las) ciencias sociales exigen, en primer lugar, ser situadas en relaciones de complementariedad dialéctica»32.

Uno de los temas de referencia obligada en cualquier manual u obra introductoria sobre Sociología es el de las relaciones entre la Sociología y las demás ciencias sociales. La razón de que esto sea asi no estriba únicamente en la circunstancia de que la Sociología, como venimos repitiendo, tenga que compartir un mismo objeto general

2Y Edward Shils: aLa sociedad y las sociedades. Visión macrosociol6gica~,en T, Parsons (ed.):La Sociologia norteamericana contemporánea. Paidós, Buenos Aires, 1969, pdgs. 265 y SS. 30 Robert K. Merton: La Saciologla de la ciencia, op. cit., pAg. 118. N Salvador Gincr: El progreso de la conciencia socioldgica. Pcnfnsula, Barcelona, 1974, pAg. 22 1.

Las fronteras entre la Sociología y otras ciencias sociales no son siempre fáciles de trazar. Muchas de las disciplinas que tienen por objeto la sociedad aparecen muy directamente conectadas con la Sociología en lo que hace a su procedencia de un mismo tronco común y a su desarrollo en tiempos históricos muy cercanos. Por otra parte, como ya hemos indicado, algunas disciplinas sociales se han desgajado del tronco común de la Sociología, como consecuencia de la dinámica de especialización progresiva de los saberes. Por lo que no siempre es fácil diferenciar lo que aún conservan de común y de específico. En general, la problemática de las conexiones entre las distintas ciencias sociales ha atravesado al menos dos períodos muy diferenciados. El primero de ellos, que se corresponde con los momentos fundacionales, fue de un gran esfuerzo por marcar enfáticamente las fronteras y las especificidades. Fue éste el momento en que muchas de las ciencias sociales pugnaban por afirmar su y existencia y por conquistar unos espacios que hicieran factible verosímil- su reconocimiento público como ciencias con un status y un lugar propio en el edificio científico.

32

G. Gurvitch: Dialkctica y Sociología. Alianza, Madrid, 1969, pág. 319.

558

LA EXPLICACIÓN SOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A

En estas páginas no vamos a hacer un inventario exhaustivo y detallado de las distintas disciplinas sociales y de sus relaciones con la Sociología; pero, sin embargo, parece necesario, al menos, referirnos a los grandes alineamientos en que es dable agrupar al conjunto de las ciencias sociales. Así, por ejemplo, de acuerdo con Duverger, podemos utilizar, desde un punto de vista lógico, «dos tipos de clasificación: una vertical, según los diversos aspectos de la vida social dentro de un mismo grupo (demografía, economía, sociologfa religiosa, ciencia política, sociología del derecho, estética, etc.); la otra horizontal, según las diversas categorías de grupos sociales (etnografía o estudio de las sociedades otrora calificadas de "primitivas" o "salvajes"; historia, o estudio de las sociedades del pasado; estudio de los grupos elementales o intermedios dentro de una sociedad más vasta, etc. Estas clasificaciones-advertirá Duverger-, harto claras en principio, lo son mucho menos en la práctica, ya que frecuentemente se entreveran ..., pero a pesar de todo son útiles para fijar ideas. Vamos a examinarlas -dirá- llamando ciencias sociales particulares a aquellas que estudian un determinado aspecto particular de los grupos sociales, y ciencias sociales globales a las que estudian el conjunto de los aspectos de uno o varios grupos»33. Entre las ciencias sociales particulares, Duverger diferenciará dos grandes áreas: aquellas que se ocupan de la morfología social (Geografía humana y Demografía) y las ciencias sociales particulares específicas (Economía, Ciencia Política, Sociología del derecho, de la religión, de la moral y del arte). Entre las ciencias sociales globales distinguirá tres categorías: la primera estudia los «grupos sociales aislados en medio de grupos más vastos», la ((Sociologíade los grupos elementales» (Sociología de los partidos políticos, de los grupos de presión, de los grupos intermedios en general, Sociología de las ciudades y las comunidades, etc). La segunda categoría estudia los grupos sociales complejos que ((constituyen conjuntos más o menos autónomos)) (la "Sociología de las colectividades", la Etnología, la Historia). Por último, la tercera categoría estudia ((todos los gmpos sociales en todas las sociedades)),lo que es propio de

33

y 57.

M. Duverger: Mdtodos de las ciencias sociales. Ariel, Barcelona, 1962, ptigs. 56

«Sociología general. (Sociología general histórica, Sociología del conocimiento, Filosofía de la Historia, e t ~ . ) ~ ~ . Desde una perspectiva más atenta a diferenciar, por una parte, la Sociología de las restantes ciencias sociales, y por otra, a determinar cuáles son las relaciones que distintas disciplinas científicas pueden tener con la Sociología, Cazenueve, Akoun y Baile han propuesto diferenciar tres grupos de disciplinas: en primer lugar, las ciencias que pueden proporcionar al sociólogo instrumentos de análisis (las Matemáticas, la Estadística, la Informática y las lenguas vivas); en segundo lugar, las disciplinas auxiliares o «clientes» que pueden dar o recibir aportaciones (la Filosofía, la Historia, la Geografía, la Economía, la Ciencia Política, el Derecho, la Psicología y la Lingüística), y en tercer lugar, las disciplinas sociológicas, que son las más estrechamente conectadas con la Sociología, hasta el punto de que a veces se confunden con ella (la Etnología, la Psicología de los pueblos, la Psiquiatría social, la Psicología social y la Dem~grafía)~~. Obviamente, esta esquemática panorámica sobre las ciencias sociales no tiene más finalidad que la de resaltar la complejidad del contexto de disciplinas en que debe ubicarse la Sociología. A partir de esta situación, cualquier pretensión de absorción o de simplificación no producirá sino unos efectos parcializadores claramente negativos. De ahí que la tendencia predominante entre los sociólogos de nuestros días no sea ni la de pretender situar a la Sociología en el vértice de un sistema supra-ordenado de todas las ciencias sociales, ni tampoco hacer de ella una disciplina auxiliar de todas las demás, bien metodológicamente, bien en lo que hace a sus posibilidades de aportar el «matiz social» que le es propio. En suma, pues, podemos concluir afirmando que el talante con el que la Sociología actual afronta sus relaciones con las diferentes disciplinas sociales puede ser resumido en el conocido postulado de que «la Sociología no es ni la ama, ni la sirviente, sino la hermana de las restantes ciencias sociales».

Ibíd., págs. 57 y SS. J. Cazeneuve, A. Akoun y E Baile: Gufa del estudiante de Sociologfa. Península, Barcelona, 1974, pags. 146 y S S . 34

35

560

LA EXPLICACIÓN SOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA

E:JERCICIOS Y T ~ P I C O PARA S LA R E F L E X I ~ N 1) ¿Qué tipo de dificultades presenta la problemática de la delimitación del objeto de la Sociología? 2) ¿De qué manera ha sido influida la Sociología en sus orígenes en los diferentes países? Poner ejemplos de influencias concretas. 3) ¿Qué consecuencias han tenido estas influencias?

OBJETO Y TEMAS DE ESTUDIO DE LA SOCIOLOGIA

56 1

13) ¿Qué consecuencias e implicaciones tienen los enfoques micro-sociológicos y los macrosociológicos? ¿A qué enfoques teóricos y metodológicos se encuentran asociados? 14) ¿Con qué otras ciencias sociales comparte la Sociología el mismo campo general de estudio? 15) ¿Cuáles fueron las relaciones de la Sociología con otras ciencias sociales en las primeras etapas de su desarrollo? ¿Y cuáles son ahora?

4) ¿Cómo ha ido evolucionando la manera de entender la delimitación de los campos de estudio de la Sociología a lo largo de la historia? ¿Quéfases pueden diferenciarse? ¿Cómo se ha entendido la definición del objeto de estudio de la Sociología en cada una de estas etapas?

16) ¿Qué tipo de ciencias sociales diferencia Duverger? ¿De qué se ocupa cada una de ellas?

5 ) ¿Qué vías concretas ha propuesto Inkeles para definir el ((objetoy materia» de la Sociología? (En qué consiste cada una de estas tres vías? ¿A qué resultados y conclusiones conducen? ¿Qué inconvenientes y ventajas tiene cada una de ellas?

18) ¿Es posible y factible- en nuestros días una absorción o fusión entre la Sociología y otras Ciencias Sociales? ¿Por qué?

6 ) ¿Qué criterios propone Smelser para clasificar a las diferentes escuelas en las Ciencias Sociales? ¿Qué características presentan?

7) ¿A partir de qué elementos y bases de informacióny documentación- podemos definir y delimitar los campos temáticos de los que se ocupan los sociólogos? Hacer una relación, indicando algunas posibles clasificaciones temáticas. 8) ¿Qué virtualidad tienen los temarios y programas de los Congresos de Sociología a la hora de precisar las áreas de estudio propias de la Sociología? 9) ¿Qué se entiende por «Sociología de lo posible))?Detallar los condicionantes que mediatizan la labor de los sociólogos. 10) ¿Qué es y de qué se ocupa la macrosociologia? 11) ¿Qué es y de qué se ocupa la microsociologia? 12) ¿Qué ventajas tienen los enfoques microsociol6gicos, frente a los macrosociol6gicos? ¿En que consiste el recurso analftic0 de u translaci6nm?

17) ¿Con qué grupos de disciplinas se relaciona directamente la Sociología según Cazeneuve, Akoun y Baile?

El objeto de este Apéndice Metodológico es orientar a los alumnos en la utilización de los materiales pedagógicos multimedia complementarios al texto de este libro. Los materiales disponibles son: el Programa de Enseñanza Asistida por Ordenador (E.A.O.) y la serie de videos «La Sociologia. Una Introducción a la Sociología», con las correspondientes fichas temáticas. La materia se puede preparar empleando únicamente el texto de las Unidades Didácticas. Sin embargo, la utilización conjunta de los materiales pedagógicos disponibles puede facilitar una mejor comprensión y asimilación de los contenidos abordados.

2. VÍDEOS INTRODUCTORIOS En los vídeos se pueden encontrar algunos de los elementos y argumentos fundamentales que deberán ser objeto de un estudio sistemático y completo en las Unidades Didácticas. Por ello, debe quedar muy claro que los vídeos no sustituyen al libro de texto, ni cubren todos los aspectos que deberán ser estudiados y conocidos para poder superar correctamente los exámenes. Los vídeos pueden ser una valiosa herramienta complementaria de estudio, en la medida que presentan, de una manera sencilla, una introducción general a los contenidos fundamentales de los temas del programa, acompañada de imágenes y reflexiones que

566

LA B X P L I C A C ~ ~SOCIOL~GICA: N UNA IN'I'ROI>IJCC~~N A LA SOCIOI.OC;~A --

pueden motivar mejor en el estudio y hacer comprender más claramente la razón de ser de la Sociologia. Con la puesta a disposición de alumnos y tutores de estos materiales didácticos, la UNED avanza en la dirección de basar sus ensefianzas en paquetes de materiales multi-media integrados que permitan mejorar y facilitar el rendimiento de quienes cursan sus estudios de acuerdo a la metodología de la enseñanza a distancia.

2.1. Orientación metodológica Para la utilización de los vídeos y los otros materiales pedagógicos se recomienda seguir la siguiente secuencia en la preparación de los temas del programa: Primero visionar los vídeos y trabajar con las fichas temáticas de la manera que se explica en el epígrafe 2.3. - Una vez visionado cada capítulo de los vídeos, plantearse las cuestiones indicadas en los listados de «Ejercicios y tópicos para la reflexión» que se incluyen al final de cada capítulo, acudiendo al libro para ir completando y aclarando las cuestiones referidas. Después de una primera reflexión deberá leerse sistemáticamente el capítulo correspondiente, subrayando o resumiendo los temas y argumentos fundamentales. -

-

Después de estudiar el tema, el alumno podrá comprobar que se encuentra en mejores condiciones de responder a las cuestiones suscitadas en los listados de «Ejercicios y tópicos para la reflexión» anexos a cada capítulo.

-

Una vez estudiado cada tema, el alumno podrá proceder a una primera auto-evaluación de sus conocimientos, procediendo a elegir al azar, con el libro cerrado, uno de los epígrafes del programa, respondiendo por escrito durante una hora por cada tema. En la contestación a esta pregunta deberá atenderse al debido rigor y orden expositivo, a la especificidad de la cuestión (centrándose en la pregunta elegida, y no en otras similares o relacionadas), a la redacción y la claridad de letra, a la ortografía, etc. El propio alumno podrá cotejar su «examen simulado» con los contenidos expositivos recogidos en ese mismo epígrafe del libro.

- Cuando se hayan preparado los contenidos completos de uno de los semestres, se recomienda utilizar el Programa de Enseñanza Asistida por Ordenador (E.A.O.), como procedimiento de repaso, de auto-evaluación y de aclaración de cuestiones. El Programa E.A.O. de Sociología se podrá utilizar en un tiempo bastante breve, y repetir tantas veces como se desee, en cualquier ordenador personal que se pueda utilizar, bien en casa, bien en el lugar de trabajo, o bien en el propio Centro Asociado de la UNED (vid. el epígrafe 3). Siguiendo todos estos pasos, con regularidad y con método, se llegará a adquirir un buen nivel de conocimiento de una asignatura que, como la Introducción a la Sociología/Sociología General/Fundamentos de Sociología, puede proporcionar una base sólida para continuar avanzando en el estudio de las Ciencias Sociales.

2.2. Contenido de los vídeos Las dos partes de los vídeos «La Sociología. Una Introducción a la Sociologia. Primera Parte» y rLa Sociologia. Una Introducción a la Sociologia. Segunda Parte», comprenden los catorce temas de la Unidad Didáctica. En su preparación han participado varios profesores del Departamento de Sociología 111 (Tendencias Sociales), en colaboración con el Departamento de producciones audiovisuales de la UNED. El contenido de los vídeos es el siguiente:

LA E X P L I C A C I ~ N S O C I O L ~ G I C A .U N A I N T R O D U C C I ~ N A LA SOCIOLOGÍA. PRIMERA PARTE Capítulo 1.O: Introducción General. ¿Qué es la Sociología? (Guión José Félix Tezanos). Capítulo 2.': Hombre y sociedad (Guión: José Félix Tezanos). Capítulo 3.': Los orígenes de la Sociología (Guión: José Félix Te zanos).

568

LA EXPLICACIÓN SOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOG~A

Capítulo 4.": El desarrollo de la Sociología (Guión: José Félix Tezanos). Capítulo 5.": La sociedad, objeto de estudio de la Sociología (Guión: José Félix Tezanos). Capítulo 6.": Cultura, persona y sociedad (Guión: José Félix Tezanos y Violante Martínez). Capítulo 7.": Sociedades humanas y sociedades animales (Guión: José Félix Tezanos y Josune Aguinaga).

LA EXPLICACIÓN SOCIOLÓGICA. UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA. SEGUNDA PARTE Capítulo 8.": La Sociología y la sociedad industrial (Guión: María Rosario Sánchez Morales). Capítulo 9.": La actividad de los sociólogos (Guión: José Félix Tezanos). Capítulo 10.": El método científico (Guión: José Félix Tezanos).

Trabajo individual: Aquellos alumnos que no puedan asistir a las sesiones tutoriales en el Centro Asociado, podrán utilizar los vídeos individualmente, visionándolos en su casa en condiciones que hagan posible un grado suficiente de concentración. Especial atención deberá prestarse, en este caso, a trabajar adecuadamente con los listados de .Ejercicios y tópicos para la reflexión» una vez visionado cada capítulo. Lo más aconsejable es grabar las primeras reflexiones personales en un magnetofón, o bien realizar un breve esquema o apunte por escrito, para poder cotejar las primeras reflexiones con los criterios establecidos posteriormente, una vez estudiado el tema. Trabajo en grupo: El método aconsejable para aquellos alumnos que pueden trabajar en grupo con su tutor, es el siguiente: - Primero, el tutor realiza una presentación del capítulo de unos cinco minutos para situar lo que se va a visionar y relacionarlo con el tema o temas del programa con el que se corresponde.

- En segundo lugar, los alumnos ven el vídeo (catorcelquince minutos). -

Capítulo 11 La Sociología c o m o disciplina científica (Guión: José Félix Tezanos). .O:

Capítulo 12.": Teoría e investigación empírica (Guión: Antonio López). Capítulo 13.": La Sociología y los valores (Guión: José Félix Tezanos). Capítulo 14.": Objeto y temas de estudio de la Sociología (Guión: José Félix Tezanos).

2.3. Criterios para la utilización de los vídeos De acuerdo con los criterios generales indicados en el epígrafe 2.1, los videos pueden utilizarse de dos maneras diferentes:

- Individualmente. - En grupo.

En tercer lugar, el tutor y los alumnos realizan una primera sesión de trabajo planteándose las cuestiones suscitadas en el listado correspondiente de «Ejercicios y tópicos para la reflexión» (treintalcuarenta minutos). En esta sesión de trabajo es necesario crear un clima de confianza y que todos puedan hablar. Lo importante es que cada cual manifieste sus propias nociones o ideas previas, antes de profundizar en el estudio de la asignatura. Se trata en definitiva de interiori. zar motivadamente la problemática de referencia y plantear se las preguntas antes de estudiar las respuestas.

- En cuarto lugar, los alumnos deberán estudiar sistemática. mente el tema en las Unidades Didácticas y acudir a un2 segunda sesión de trabajo en grupo con las respuestas y refle, xiones de los Ejercicios, debidamente elaborados y razona, dos. En esta sesión (sesenta minutos) se deberá dar la opor, tunidad a que los asistentes puedan expresar nuevamente su! criterios y compararlos con los que manifestaron más espon, táneamente en la sesión anterior. En esta sesión también po, drán abordarse aquellas otras cuestiones o referencias de

570

LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A

tema que no sean objeto de atención en el vídeo o en los listados de Ejercicios. Como puede comprobarse, con este método, en catorce sesiones de trabajo se podrán preparar los contenidos del examen de cada semestre.

3. PROGRAMA DE ENSEÑANZA ASISTIDA PORORDENADOR El Programa de Enseñanza Asistida por Ordenador (EAO) «La explicación sociológica» tiene un carácter complementario a las Unidades Didácticas editadas por la UNED con este mismo título. Se trata de un sencillo programa con el que los alumnos pueden verificar la asimilación de conocimientos, cumplimentando un cuestionario tipo test en cada uno de los temas del programa. El Programa EAO, revisado desde el curso 2006-2007, dispone de cuestionarios de auto-evaluación para los 14 temas que integran el programa de Sociología General.

recomienda utilizar el Programa E.A.O., como procedimiento de repaso, de auto-evaluación y de aclaración de cuestiones.

3.2. Equipo e instalación Los requisitos mínimos del ordenador personal que el Programa E.A. O. «La Explicación Sociológica» requiere para funcionar correctamente son: que tenga instalado un Sistema Operativo Windows' 98 o versiones posteriores; que funcione con un microprocesador Pentium 11 y tenga disponibles en RAM un mínimo de 16 MB. Además, para su correcta visualización se requiere, preferentemente, una resolución de pantalla a partir de 800*600 píxeles. El CDIDVD E.A.O. «La explicación Sociológica» consta de una carpeta que contiene cuatro ficheros:

3.1. Modo de utilización del Programa E A 0 El Programa E A 0 «La explicación sociológica» es un programa pensado para que los alumnos de Sociología puedan autoevaluar sus conocimientos sobre la materia y, al mismo tiempo, precisar y aclarar conceptos o contenidos de los diferentes temas del programa. El Programa EAO, sin embargo, no basta por sí solo para estudiar la asignatura. Primero es necesario estudiar las Unidades Didácticas y, a ser posible, utilizar las fichas temáticas para la reflexión o debate en grupo en las tutorías. En este sentido hay que tener en cuenta que este programa forma parte de un paquete de materiales didácticos multimedia, que comprende también un libro y unos vídeos, que han sido pensados para que su utilización conjunta, de acuerdo al procedimiento sugerido, haga posible una mejor asimilación de los contenidos de la asignatura Sociología General. Introducción a la Sociología. Cuando se hayan cubierto las etapas de aprendizaje y se hayan estudiado los contenidos completos de uno de los semestres se

Para instalar la aplicación se deberá abrir la carpeta y pulsar sobre el fichero «setup.exe», que arrancará el proceso de instalación j guiará al usuario a través del mismo. La primera pantalla solicitará al usuario el permiso para iniciar la aplicación. Se deberá pulsar sobre el botón «Aceptar». La siguiente pantalla mostrará el directorio de instalación donde la aplicación guardará los archivos correspondientes. Para cambiar de directorio se deberá pulsar sobre el botón «Cambiar directorio» Una vez seleccionado el directorio, se pulsará sobre el icono que re. presenta una computadora para continuar con el proceso.

La siguiente pantalla permitirá al usuario seleccionar el grupo dc programas donde se guardará el enlace directo a la aplicación y per. mitirá posteriormente al usuario, a través del menú inicio, accede] directamente al Programa ESOCIOLO. Una vez seleccionado el grupc de programas, se deberá pulsar sobre el botón «Continuar».

5 72

LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A

El sistema comenzará entonces a copiar los componentes necesarios para la ejecución de la aplicación. Debido a que se debe asegurar la compatibilidad con diferentes versiones de Windows, el instalador puede que trate de copiar componentes más antiguos. En este caso, se mostrará una pantalla de aviso al usuario por si desea sobrescribir tales componentes o bien conservar los originales. Se recomienda siempre conservar los componentes actuales de cada sistema pulsando sobre el botón « S í » en cada pantalla de aviso. Si la instalación finaliza con éxito, el usuario podrá acceder al Programa ESOCIOLO a través del menú inicio (y en el grupo de trabajo que asignara). Por defecto, se accederá a través de: - Menú inicio o

Todos los programas ESOCIOLO

+ ESOCIOLO También se podrá acceder a la aplicación navegando hacia la carpeta de instalación (por defecto será «Archivos de Programa1 ESOCIOLO)))y pulsando sobre el fichero «ESOCIOLO.EXE».

5.3. Funcionamiento del Programa E A 0 Una vez que se accede al Programa E.A.O. «Laexplicación Socioldgica~,lo primero que ha de hacer el alumno es identificarse con el DNI y sus datos personales. El número del DNI será siempre la clave de acceso personal al programa, lo cual es especialmente importante cuando en el mismo ordenador trabajan varias personas. A partir de ese momento, el alumno podrá siempre utilizar un menú completo de Ayuda, que le guiará en el uso correcto de la aplicación informática. En cada tema se dispone de un cuestionario de seis preguntas, ofreciCndose en cada pregunta tres respuestas posibles, debiendo senalarse la que se estime correcta, bien con el ratón, bien con la tecla correspondiente. Cuando se elige la respuesta correcta se pasa

a la pregunta siguiente, y así correlativamente hasta completar todo el tema. Si se elige una respuesta incorrecta aparecerá en pantalla una explicación tutorial, en la que se aclararán los contenidos de la pregunta. Si no se responden correctamente las preguntas de un tema, el alumno deberá repasar nuevamente las Unidades Didácticas hasta asimilar mejor los conocimientos. Entonces deberá intentar contestar un nuevo cuestionario sobre el mismo tema que le proporciona el Programa EAO. Incluso, si lo desea, podrá emplear nuevamente este sistema de repaso contestando nuevos cuestionarios adicionales, ya que el Programa EA0 tiene un sistema que permite generar y combinar nuevas preguntas y respuestas sobre cada tema. Para ello, el alumno deberá: o bien comenzar el cuestionario con una identidad falsa, o bien reiniciar el cuestionario. iCuidado! Esta última opción borra todas las contestaciones realizadas hasta ese momento en todos los temas que ya haya realizado el alumno. El certificado del alumno que será válido para el profesorado será sólo aquel cuya identidad utilizada se corresponda con la oficial. Cuando se hayan cumplimentado correctamente todos los temas, el alumno habrá de completar su Ficha de Datos Personales. Una vez rellenados todos los campos de esta ficha, el alumno podrá imprimir su certificado y remitirlo al tutor de su Centro Asociado o, en su caso, al Equipo Docente de la asignatura, como resguardo de que ha cumplimentado correctamente todos los temas del programa, habiendo realizado un trabajo de estudio, repaso y auto-evaluación que, sin duda, será muy útil para realizar un buen examen de la asignatura.

3.4. Programa Los cuestionarios del Programa E A 0 «La explicación sociológica» han sido el resultado de una labor de equipo de los profesores de Sociología General de la UNED, coordinados por José Félix Tezanos. Los profesores que han colaborado en esta labor han sido los siguientes:

574

LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA

TEMA 1: Introducción general. ¿Qué es la Sociología? José Félix Tezanos y María Rosario Sánchez Morales TEMA 2: Hombre y Sociedad José Félix Tezanos TEMA 3: Los orígenes de la Sociología José Félix Tezanos y María Rosario Sánchez Morales TEMA 4: El desarrollo de la Sociología: Los padres fundadores José Félix Tezanos y María Rosario Sánchez Morales TEMA 5: La sociedad, objeto de estudio de la Sociología José Félix Tezanos TEMA 6: Cultura, persona y sociedad Violante Martínez TEMA 7: Sociedades humanas y sociedades animales Josune Aguinaga Roustan TEMA 8: La Sociología y la Sociedad Industrial José Félix Tezanos y María Rosario Sánchez Morales TEMA 9: La actividad de los sociólogos José Félix Tezanos TEMA 10: El Método científico José Félix Tezanos TEMA 11: La Sociología como disciplina científica José Félix Tezanos TEMA 12: Teoría e Investigación empírica Antonio López Peláez TEMA 13: La Sociología y los valores María Rosario Sánchez Morales

TEMA 14: Objeto y temas de la Sociologia José Félix Tezanos

Abel, Theodore, 41, 457 Abercrombie, Nicholas, 446, 447n Adorno, Theodor, 96n, 98, 44411, 446n Akoun. A, 559 Althusser, Louis, 371 Alum, Robert, 501n Alvira, Francisco, 362 Ander-Egg, Ezequiel, 547n Andreski, Stanislav, 2211, 458, 459 Anomia, 122, 126, 371 Suicidio anómico, 126 Apter, David, 337 Ardrey, Robert, 282, 286 Aristóteles, 49, SO, 77, 93, 94, 97, 108, 109, 384, 385n Arnaud, Pierre, 120 Aron, Raymond, 92n, 121, 12811, 139n, 140, 142n, 333, 334, 370, Arquímedes, 109, 393, 395 Ashton, T. S., 317 Asociación Norteamericana de Sociología, 20, S48 Autoridad, 145, 182-186, 38 Bachofen, 181 n Bacon, Francis, 110, 323, 408, 411 Baile, F., 559 Ballestero, Enrique, 526n Barash, David, 282 Barber, Bernard, 214, 381

Becker, Howard, 3 71, 519 Bell, Daniel, 341, 371 Bendix, Reinhard, 140 Bennet, Adrian, 306n Berelson, Bernard, 487n Berger, Peter, 445, 448, 449n Berkeley, George, 110 Berstein, Basil, 371 Biberson, Pierre, 303n Blau, Peter M., 499 Bleibtreu, Herman, 47 Bonner, John Tyler, 304 Bottomore, Tom, 2211, 27n, 87n, 9011, 131n, 13311, 198,238n, 528 Boudon, Raymond, 2211, 490 Bourdieu, Pierre, 451, 45211, 502 Braverman, Harry, 371 Brown, David, 316n, 322 Bryant, Christopher G. A., 506n Bunge, Mario, 390, 3911-1,392,406, 409,410,440,441,456,467,468, 469n. 472 Cairms, Huntington, 541 Callan, Hillary, 284n Callon, Michel, 22n Cambios, 78,81, 137, 166,325,340 económicos, 11, 79, 82, 83 históricos, 164 ideológicos, 315 políticos, 79, 114, 315

sociales, 1 1, 41, 8 1, 82, 83, 1 14, 165, 316, 317, 329, 334, 342 tecnológicos, 1 1 Camic, Charles, 50 1 n Campo, Salustiano del, 97n, 324n, 405 Capacidad adaptativa, 43-45, 56 Castells, Manuel, 371 Castillo, José, 357n Causalidad, 467,468,469,471,472 Cazenueve, J., 559 Centro de Investigaciones Sociológicas (C.I.S.), 365 Cervantes, Miguel de, 324 Chamboredon, Jean-Claude, 502 Childe, Gordon, 181n Chinoy, Ely, 194, 253 Ciencias, 480 del espíritu, 449 jurídicas, 451 natural, 449 Ciudadanía, Social, 237, 238 Clark, Colin, 341 Clases Sociales, 10, 188, 190, 193, 196, 198,205,209,211,216,220, 222 conciencia de clase, 214, 218 definición, 214-215 orígenes, 197 Cohen, M., 389, 414n Collins, Randall, 555 Comités de investigación, 549 Comte, Augusto, 18, 20, 21, 24, 79, 83-86, 95-99, 105-1 09, 111, 114, 115, 129n, 279, 329, 347, 371, 429, 444, 512 Comunicación, 54,57,68,172,284. 288, 298 animal, 305 humana, 305 sistemas de, 285, 298, 306, 307, 422

Comunidad (~;rntein.schafl),173, 328, 330, 331, 371 Condorcet, Marie-Jean-AntoineNicolas-Caritat, 1 1 1 Conflicto, 23n, 11 1, 107, 132, 235, 502 de clases, 136, 339 de roles, 230, 271, 272 social, 20 Conocimiento, científico, 387, 392, 406, 414, 425, 512, 542 modos de, 380 ordinario, 392 Consenso, 20, 23n Conservadurismo, 23 Continuo social, 283 Cook, S. W., 493n Cooley, Charles H., 166 Cooper, David, 181 n Copérnico, Nicolás, 386, 426 Cordón, Faustino, 52n, 399n Coser, Lewis A., 90, 91, 96n, 280n Crick, F. H. C., 51n Crow, J. F., 51n Cuestión social (la), 342, 344 Cultura, 38,48,53,54,55, 127,253, 254, 255, 259, 256 dimensión cultural del hombre, 50 definición, 54, 56, 258, 260 .de la mano», 66 predominante, 272 secundaria, 272 Curelaru, M., 32 Cuvillier, A., 546n Da Vinci, Leonardo, 154 Dahrendorf, Ralf, 12,344,371,522, 523 Dart, Raymond, 282, 286 Darwin. Charles. 50, 279. 285 Davis, Kingsley, 42, 43, 210, 212

De Bonald, Louis, 106 De Maistre, Joseph, 106 Deeane, Phylis, 334n Demócrito, 393 Desargues, Gérard, 323 Descartes, René, 323 Desviación, 235 activa, 234 pasiva, 236 Determinismo, 463, 468, 470 Deutsch, M., 493n Devore, Y., 28811, 294 Dilthey, W. 106, 43111, 452 División del trabajo, 110, 126, 199, 285, 333, 381 Dobriner, William M., 548 Dominación, tipos de, 186,187,188 Domínguez, R., 198n, 219n Downs, James, F., 47 Dunlop, J. T. 337, 338n Durham, William, 45n Durkheim, Emilio, 18, 25, 99, 105, 106, 107, 111, 119, 120, 129n, 140, 172,175,258,329,368,371, 444, 495, 502, 511, 525, 546 Duverger, Maurice, 455, 558 Edel, Abraham, 515 Einstein, Albert, 470, 480 Eisenstadt, S. N. 32, 346 Engels, Federico, 131, 134, 13811, 180, 220, 279, 280n, 371 Escuelas sociológicas, 31, Estado (El), 78, 87, 98, 109, 110, 323 Estado de Bienestar, 181, 216 Estado Moderno, 78, 80, 322, 338, 428 Estática social, 41, 118 Estratificación social, 140,193-196, 203, 206, 213, 214 Estrato social, 192-193, 206, 21 1

Estructura de clases, 163,201,33 341, Estructura social, 118, 135, 16 165, 177, 315, 326 definición de, 163 Etnometodología, 246, 368, 371 Etología, 46, 280, 281 Evolución, 43-45, 51, 52, 56 del hombre, 53, 63-67, 70 social, 63-67, 70, 71 teoría de la, 50 Ewald, Robert H., 47, 305 Exclusión social, 236, 237, 239 Familia, 81, 118, 176-179 orígenes, 179- 183 Farrington, Benjamin, 400, 4011 Federación Española de Sociolog (F.E.S.), 364 Fellini, Federico, 18 Fenómeno social, 18, 111 Ferguson, Adam, 97, 110, 336 Ferraroti, Franco, 86 Feuerbach, Ludwig, 106 Feyerabend, Paul K., 406, 407 Fichte, Johann, 97 Fichter, Joseph, 232n, 233n Filipón, Juan, 386, 480 Flinn, N. W., 316n Fohlen, Claude, 334n Fox, Robin, 281 Freud, Sigmund, 17211, 284, 285 Freund, Julien, 141 n Friedmann, George, 332% 33.511 Friedrichs, Robert, 20, 380, 497 Fromm, Erich, 172n, 271 Galileo, 92, 94, 323, 386, 387, 4í 408, 415, 416, 423, 456, 480 Galtung, Johan, 491 Gaos, José, 66n García Ferrando, Manuel, 506n

580

LA EXPLICACI~NSOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOG~A

Gardner, R. y B., 307 Garfinkel, Harold, 371 Gerth, Hans, 143, 245 Gibson, Quentin, 441 Giddens, Anthony, lOOn, 327,358n, 391 Giner, Salvador, 505n, 556n Ginsberg, Morris, 49211, 552 Goffman, Erwing, 246, 247, 371 Goldman, Lucien, 380n Goldthorpe, John, E., 25711, 325, 361, 371, 53811 Goode, William J., 457, 45811, 488, 494n Goodenough, Ward H., 265 Gordon, Gerald, 499 Gough, Kathleen, 179n Gouldner, Alvin W., 20n,22n, 246n, 516, 518-520, 524, 529 Gramsci, Antonio, 371 Grawitz, Madeleine, 381, 395n Green, Bryan R., 542n Greer, Scott A., 174 Gregarismo, 293 Grupos sociales, 165, 184 definición, 167 primarios, 168-1 73 secundarios, 173- 175 Guerra Mundial 11, 281, 398, Gumperz, John, 306n Gurvitch, Georges, 96, 108, 119, 133, 444, 473, 53911, 553, 557

Heráclito, 393 Herkovits, Melville, 56, 254, 262, 263n Herodoto, 97, 108 Herón, de Alejandría, 383 Hert, Hornell, 547 Hinde, Robert A., 282 Hitler, Adolf, 398 Hobbes, 97, 109 Homans, George, C., 40, 93, 167, 169n, 172, 454, 458 Hombre-Sociedad, (binomio), 32, 37, 116, 122, 166 Hombre, 62 como ser social, 49-56, 64 Horkheimer, Max, 96n, 98, 465, 466 .--

Horney, Karen, 172n, 268, 271 Horowitz, H., 51n Horowitz, 1. L., 51511, 527n Horton, Paul B., 23111, 457 Hume. David, 110 Hunt, Chester L., 23111, 457 Husserl, Edmund, 371 Huxley, Aldous, 178

Ib Jaldun, 97, 109 Illich, Ivan, 371 Ilustración, 78, 106, 111, 397 Industrialización, 32 1, 322, 337, 340, 343 Inkeles, Alex, 30,267,541,543,544, 545, 547n Habermas, Jürgen, 371, 520, 521n Instituciones, 124, 125, 152 Hamilton, W. D., 45 económicas, 176 Harbison, F. H., 337, 3381-1 educativas, 176 Harrison, M. J., 31611, 322 expresivas, 177 Harvey, William, 323 familiares, 179 Hatt, Paul K., 457, 458n, 488, 494n ideológicas, 177 Hecho social, 124, 125 politicas, 176 Hegel, 99, 106 primarias, 270 Hempel,CarlG,,412,413,415,431, secundarias, 270 432 sociales, 127, 175, 177, 548, 554

Integración, 235, 237 activa, 234 pasiva, 234 social, 241 Interacción social, 41,133,136,184, 209, 231, 232 Interaccionismo Simbólico, 371, 544 Interpretación dialéctica, 132, Investigación empírica, 477, 491 Jacob, Francois, 289n Jacobson, Leone, 371 Jahoda, M., 493n Janowitz, Morris, 36 1n Jay, Martin, 444n Jiménez Blanco, José, 506n Johns, Edward A., 542n Johnson, Harry, M., 22811,255,264, 265n, 460, Kant, Immanuel, 106 Kardiner, Abram, 266, 26711, 269, 270 Kaustsky, Karl, 106 Kawamura, S., 301n Kegan, Paul, 22n ~ e i v i nPeter, , 256n Kepler, Johanes, 323, 408 Kerr, Clark, 337, 33811, 371 Klemm, Gustav, 260 Klopfer, P. H., 290n Kluckholn, Clyde, 257, 261 Kohler, Wolfgang, 92, 303, 308 Konig, René., 18 1n Kroeber, A. L., 261 Kropotkin, Piotr, 279 Kuhn, Thomas, 89, 371, 420-428, 44211, 469, 470, 495-496, 502, 503, 506 Laing, R,D., lbln Lakatos, Imic), 379, 426, 427

Lammers, Cornelia J., 89n Lancaster, Jane Beckman, 297,306, 307n Latour, Bruno, 22n Lazarsfeld, Paul, 456,457,488,489, 537 Le Play, Frédéric, 538 Leakey, Richard, 44, 51, 287, 28811 Lefebvre, Henry, 161 n Leibniz, Gottfried Wilhelm, 97, 110, 323 Lenski, Gerhard, 43, 200, 20811 León XIII, 79, 344 Liberalismo, 323 Lieberman, P., 307n Linton, Ralph, 39, 55, 229n, 255n, 257, 259n, 262, 264, 266, 267, 274 Locke, John, 110, 323, Lockwood, David, 371 Lodahl, Janice B., 499 López Aparicio, J., 198n, 219n Lorenz, Konrad, 281 Losee, John, 416 Luckmann, Thomas, 445,448,449r Lucrecio, 180 Lukács, Georg, 106

Maciver, R. M., 255n Mack, Raymond W., 26911, 45811 Mackenzie, W. J., 537n MacRae, Donald G., 1 10n Macrosociología, 25, 552 Maeterlinck, Mauricio, 293 Magno, Alejandro, 354 Malinowski, Bronislaw, 56,261,26: Malthus, Thomas R., 111, 465 Mannheim, Karl, 371 Maquiavelo, Nicolás, 28, 78, 32: 323, 428, 511 Marsal. Francisco, 22n ~ a r s h á l lJ. , C., 30511 Marshall, T. H., 238, 239

582

LA EXPLICACI~NSOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA

Martindale, Don, 108 Mam, Carlos, 67, 89, 99, 105, 106, 107,119,129,132, 140,143-145, 172, 192, 200, 204, 21911, 220, 280n, 444, 502 marxismo, 23, 121, 161, 196,200, 368, 371, 502 Matisse, Henri, 501 Mayo, Elton, 371 Mead, George Herbert, 68,89,244, 371, 445 Melotti, Umberto, 295 Mendrás, Henri, 22011, 358 Menzies, Ken, 367, 36811, 369, 502 Merton, Robert, K., 88, 8911, 229, 230n, 24411, 371, 393, 408, 443, 462,464,465,486,487,498,499, 50011, 521, 539n, 556n Método comprensivo, 148, Metodología (métodos), 25, 26, 31, 448, 480, 491, 527 método científico, 343,377,389, 393,405,408,412,416,432,440, 471, 473, 514, en la Sociología, 428,439,441 limitaciones, 441, 461 Michels, Robert, 371 Microsociología, 25, 552 Millar, John, 110, 336 Miller, D., 344n Mills, C. Wright, 2211, 143, 17111, 245, 371, 551 Milton, John, 324 Mitchell, Duncan, 53811, 553, 554n Montagu, Ashley, 4811, 286n Montesquieu, 97, 106, 109 Moore, Robert, 371 Moore, Wilbert, 210,212,337,539n Morgan, Lewis H., 180 Morin, Edgar, 299, 307n Morris, Desmond, 281 Mosca, Gaetano, 106

Moscovici, Serge, 310 Moya, Carlos, 323n, 343n, 506n Muzumdar, Haridas T., 259n Myers, Norman, 337, 33811 Myrdal, Gunnar, 523 Nadel, Siegfried, 162, 230n Nagel, E., 389, 414n Needham, Joseph, 400 Nef, John V., 323 Newton, Isaac, 90,92,94,323,408, 416, 423, 462, 542 Nicolaus, Martin, 55 1n Nietzsche, Friedrich 106, 143 Nimkoff, Meyer F., 45811 Nisbet, Robert A., 41, 42, 90n, 92, 16911, 183, 224, 227, 233n, 271, 272, 348, 453, 500 Nouguier, Louis-René, 66 Ofshe, Richard, 550 Ogburn, William F., 45811 Organización, política, 83, social, 50 Orwell, George, 425 Ossowski, Stanislav, 164, 197, 201, 204, 205, 208, 209n Padres Fundadores, 88,91,105,152, 166, 329, 485, 542, 545 Page, Ch. H., 255n Pahl, Raymond, E., 371 Paradigmas, 20, 32, 89, 406, 420, 442, 496, 498, 503, 504 Pareto, Vilfredo, 105, 106, 121, 371 Park, Robert, E., 371 Parsons, Talcott, 162, 163, 17511, 176, 226n, 280, 371, 444, 480, 48111, 485, 486 Pascal, 323 Passeron, Jean Claude, 502

Pasteur, 94 Patterson, Francine, 307 Payne, Robert, 130n Pérez Díaz, Víctor, 93n Perinat, Adolfo, 44, 45 Personalidad, 253, 256, 269 Concepto de, 266 Petty, William, 321 Phillips, Bernard S., 256n Phillips, John, 380n Piaget, Jean, 38011, 451, 452n, 459, 489n, 537n Pitágoras, 393 Planck, Max, 424, 470 Platón, 94, 401 Plutarco, 354 Poder, 182-186, 188, 194, 206, 332, 341, 348 Popper, Karl, 94,371,389,390,417420, 467, 494 Posada, Adolfo, 26 Positivismo, 113, 116, 371, 452 Poulantzas, Nicos, 371 Predicción, 418, 463, 465, 466 Premack, D., 307n Probabilismo, 463, 472 Proudhom, 119 Ptolomeo, 425, 456 Quetelet, Adolphe, 96, 111, 538 Raison, Timothy, 542n Realidad social, 12, 18, 231, 232, 248, 503, 526 Renacimiento, 78, 109, 395, 396, 399 Revolución Americana, 112 Revolución científica, 324,423,424, 426 Revolución Francesa, 78, 112, 116, 202,315,316,329,397,404,430 Revoluci6n Industrial, 79, 84, 106, 116,193,198,202,315-320,322-

325,329,332,338,340,342,347, 396, 430, 536, 537 consecuencias, 325 Revolución Liberal, 78 Revolución tecnológica, 202, 334 Rex, John, 371, 442, 443, 484 Ricardo, David, 106 Riesman, David, 268, 273 Ritzer, George, 503, 504, 505 Rizzi, Bruno, 175 Rocher, Guy, 256n Roles sociales, 42, 173, 224, 256 definición de, 224 Rosemberg, Bernard, 9611, 280n Rosenfeld, L., 469 Rosenthal, Robert, 371 Rostow, Walt Whitman, 371 Rousseau, Jean-Jacques, 106, 262 Routledge, Paul, 22n Rubel, M., 131n Rubens, 324 Rubio Hernández, R., 25811 Rudner, Richard S., 411 Russell, Bertrand, 387, 38811, 407 441, 471

Sabater Pi, J., 29611, 307n, 308 Saint Simon, 97, 105, 106,107,111 115, 119, 120, 429 Scheler, Max, 303 Schlick, Moritz, 415n Schoeck, H., 342n Scholler, 517 Schumpeter, J. A., 132 Schutz, Alfred, 371,447, 513, 514 Schwart, Barton M., 47,25811, 301 Selltiz, C., 493n Servet, Miguel, 386 Shakespeare, William, 323, 324 Shils, Edward, 556n Siches, Luis Recasens, 39 Simmel, George, 105,106,232,35 357, 371, 444

584

LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA: UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA

Sire, Marcel, 292 Slater, Philip, E., 272n, 290 Slattery, Martin, 369, 371 Smelser, Nel J., 24, 544, 545 Smith, Adam, 97, 106, 110, 204, 207, 318, 31911, 331, 336 Social (lo), 18, 37, 39-42, 56, 61, 64, 77, 80, 280, 289, 463 Sociedad les, 53, 54, 55, 159, 127, 225, 228, 253, 254, 396 animales, 42, 280, 277, 291 cazadoras, 381 estamental, 315 humanas, 42, 277, 292, 301 industrial, 107, 128, 313, 315, 332, 338, 340 postindustrial, 340 pre-industrial, 11 recolectoras, 381 tecnológicas, 222, 224, 340 Sociedad civil, 39, 98 Sociobiología, 46-49, 282, 453 Sociología y valores, 509, 511, 512, 5 15-525 Sociología, 280 campos de estudio, 535 características científicas de la, 440, 460 como disciplina científica, 437, 443, 445, 455, 458 crisis de la, 20, 26, 27, 87 definiciones, 19, 29, 30, 546 delimitación, 98 orígenes, 75,78-79,93, 100,342, 377, 430 posibilidades, 355 postulados, 482 problemas, 23, 359, 481 término, 83-86, 96 Sociólogo definición de, 19 profesión de, 362, 439 Sócrates, 1 14

Solidaridad, 123, 126, 127 colectiva, 46 de clase, 205, 217 mecánica, 126 orgánica, 126 Sorokin, Pitirim A., 22n, 193, 194, 204, 552 Spencer, Herbert, 24,105,106,204, 284, 371, 444 Spinoza, 97, 109, 197, 323 Spitzer, Stephan P., 268, 269n Sprott, W. J. H., 174 Status, 34,195,206,207,210n,217, 218, 228, 262 Steiner, Gary A., 487n Szacki, Jerzy, 89n Tales de Mileto, 393 Teoría crítica, 371 Teoría de la alienación en Marx, 67 Teoría de la falsación, 371,4 14,418, 426, 427 Teoría de la modernización, 371 Teoría de la productividad en Marx, 67 Teoría de las elites, 371 Teoría de los roles, 162 Teoría de los tres estadios, 109, 116, 119-120 Teoría del etiquetaje, 371 Teorías de alcance medio, 25, 91, 486 Teorías del conflicto, 371, Tercera Vía, 154 Tezanos, José Félix, 67,181 n, 196n, 19811, 201n, 219n, 223n, 23811, 239x1, 339n, 341n Thierry, A., 114 Thomas, William Isaac, 244 teorema de Thomas, 244, 464 Thorpe, W. H., 302, 307n Tiger, Lionel, 281 Timasheff, Nicolas S., 141n

Tonnies, Ferdinand, 172,1731~ 328332, 371 Touraine, Alain, 204 Truffaut, Francois, 38, 55, 71n Tumin, Melvin M., 213n, 214n Turgot, 111 Tylor, Frederick, W., 56, 258, 260, 371 Urry, John, 506 Vico, Juan Bautista, 109 Wallace, Walter L., 502 Warner, Lloyd., 20811 Washburn, S. L., 28811, 294 Washington, George, 112 Watson, Tony J., 345, 346n Watt, James, 334 Weber, Max, 18, 24, 25, 89, 105, 106, 107, 119, 121, 12911, 140, 175, 185, 186, 192, 194,207,320,

321,337,368,371,444,492,49 502, 516-519 tipos de autoridad, 186-187 Whitehead, Alfred North, 395, 4( Whitley, Richard, 425 Whyte, Williams H., 268 Widmer, Hans, 284n Wilson, Bryan, 371 Wilson, Edward O., 45, 46, 69, 7 282, 291 Winter, Jack, 371 Wittgenstein, Ludwig, 415 Wolf, Kurt, 450n Worm, W., 344n Wossner, Jakobus, 23211, 301, 30. Wright, Louis, 371 Yorburg, Betty, 359, 360 Young, Kimball, 269n, 45811 Zeitlin, Irving, 143 Zetterberg, Hans, 479, 490n

LQ e ñ p t W n rodoldgka es un manual introdlKtotro para la emidlanter de áadotogla y

aeRdad~ñiel~e~~ntentahriesp~alasp~~obfedqu~qui~ardddo, dbde, cótnoypqu4de la Zadologk El llbm mItdd e para tado estwnanteunhmbrio, ofrecleh en cada tema una visión ptural a paitir de los distintos enfoquesy oplalones, con hfinalidad de que el k o r pueda tener una comprenstón ampliay documentada de lobtwnas tratados, pata I l q a a fmquarse sus pmpiás opinknes Con ese Ubro se p ~ d qw e el a l u m pue& wawr en la c o m p r d n áe hapllUd6n soddbgka,cimentando bh sus conodrnlentas i m o r , en una fwnia qü@ poderbrmente le pueda rewltaide utilidad para su progreso en d d i o de las Qendas Sotiales