El Muerdequedito: Estudio preliminar, versión paleográfica y notas de Arnulfo Herrera y Flora Elena Sánchez Arreola. 9783954876808

Juan de la Villa y Sánchez (1683-1760) fue uno de los intelectuales novohispanos más importantes de su siglo. Aquí se in

154 90 9MB

Spanish; Castilian Pages 168 [165] Year 2016

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Polecaj historie

El Muerdequedito: Estudio preliminar, versión paleográfica y notas de Arnulfo Herrera y Flora Elena Sánchez Arreola.
 9783954876808

Table of contents :
Índice
Presentación
Estudio preliminar
EL MUERDEQUEDITO
Bibliografía

Citation preview

Juan de la Villa y Sánchez El Muerdequedito Estudio preliminar, versión paleográfica y notas de Arnulfo Herrera y Flora Elena Sánchez Arreola

muerdequedito.indd 3

08/09/16 10:51

E l Pa r a í so en el N u e vo Mu n d o , 1 Colección patrocinada por el Proyecto CB SEP-Conacyt 2012: 179178 El Paraíso en el Nuevo Mundo contribuye al reconocimiento del pasado colonial hispanoamericano a partir de ediciones, críticas o anotadas, de textos significativos de los siglos xvi-xviii. Su nombre no solo recuerda aquella homónima obra de León Pinelo en la que el Edén estaría situado en las Indias Occidentales, sino también el que su autor fue recopilador de un primer repertorio bibliográfico indiano en 1629, su famoso Epítome de la bibliotheca oriental i occidental […], en el que consignara los títulos hasta entonces publicados por las imprentas virreinales. La obra de Pinelo reúne entonces los dos polos de aquella metáfora borgiana que concebía el Paraíso Terrenal como una biblioteca, metáfora que esta colección pretende evocar a la manera de un nuevo y letrado Jardín de las Delicias. Dirección Manuel Pérez Consejo editorial Ignacio Arellano (Universidad de Navarra, Pamplona) Aurelio González (El Colegio de México) Karl Kohut (Katholische Universität Eichstätt-Ingolstadt) Antonio Lorente Medina (Universidad Nacional de Educación a Distancia, Madrid) Beatriz Mariscal (University of California, Santa Barbara) Martha Lilia Tenorio (El Colegio de México) Martha Elena Venier (El Colegio de México) Lilian von der Walde (Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa, México)

muerdequedito.indd 4

08/09/16 11:34

Juan de la Villa y Sánchez

El Muerdequedito Estudio preliminar, versión paleográfica y notas de Arnulfo Herrera y Flora Elena Sánchez Arreola

Iberoamericana - Vervuert - 2016

muerdequedito.indd 5

08/09/16 10:51

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47).

Derechos reservados © Iberoamericana, 2016 Amor de Dios, 1 – E-28014 Madrid Tel.: +34 91 429 35 22 Fax: +34 91 429 53 97 © Vervuert, 2016 Elisabethenstr. 3-9 – D-60594 Frankfurt am Main Tel.: +49 69 597 46 17 Fax: +49 69 597 87 43 [email protected] www.iberoamericana-vervuert.es ISBN 978-84-8489-855-9 (Iberoamericana) ISBN 978-3-95487-434-7 (Vervuert) Depósito Legal: M-31335-2016 Impreso en España Diseño de cubierta: Ruth Vervuert Este libro está impreso íntegramente en papel ecológico sin cloro.

muerdequedito.indd 6

08/09/16 10:51

Índice

PRESENTACIÓN Manuel Pérez ..............................................................................................................

9

ESTUDIO PRELIMINAR Apunte preliminar .................................................................................................... En torno al asunto de El Muerdequedito ....................................................... El autor .......................................................................................................................... Sobre la transcripción de El Muerdequedito ................................................. Características externas .................................................................................... Características internas .................................................................................... Tipo de transcripción realizada ....................................................................

13 15 29 37 37 38 39

EL MUERDEQUEDITO ........................................................................................................ Delantar de la obra ................................................................................................... Capítulo primero ...................................................................................................... Conticuere omnes ..................................................................................................... Capítulo segundo ......................................................................................................

43 45 51 83 101

BIBLIOGRAFÍA ......................................................................................................................

105

muerdequedito.indd 7

08/09/16 10:51

muerdequedito.indd 8

08/09/16 10:51

Presentación

Hemos querido iniciar esta colección con la edición de un texto simple, divertido y significativo, no solo para la rica tradición de sátiras dieciochescas, sino también para la historia de las polémicas sobre la legitimidad y el poder en la Nueva España. El Muerdequedito es producto de la discordia y el talento y es, por tanto, buena muestra del tratamiento literario que solía darse a las emociones políticas en esos años. Se trata de un texto que abre, como ha reconocido Méndez Plancarte, el siglo xviii de la literatura novohispana, con su cauda de humor satírico, su erudición falsa y sus frecuentes usos jurídicos y políticos de todo sino. Esta es la primera edición de un texto (cuyo manuscrito también se reproduce aquí) que constituye a nuestro juicio una magnífica forma de comenzar, por su carácter paradigmático, su gracia y su oportunidad; además, viene de la mano de un par de buenos conocedores de la literatura novohispana como son Arnulfo Herrera y Flora Elena Sánchez Arreola, los editores del texto, lectores sensibles y lúcidos. Con su trabajo, seas pues bienvenido, querido lector, a esta biblioteca en el Paraíso. Manuel Pérez, Universidad Autónoma de San Luis Potosí

muerdequedito.indd 9

08/09/16 10:51

muerdequedito.indd 10

08/09/16 10:51

Estudio preliminar

muerdequedito.indd 11

08/09/16 10:51

muerdequedito.indd 12

08/09/16 10:51

Apunte preliminar

Queremos agradecer el apoyo institucional que nos brindó el Instituto de Investigaciones Bibliográficas para consultar el manuscrito. También queremos agradecer a los amigos y colegas que nos apoyaron en la aclaración de los pasajes difíciles y nos orientaron en la búsqueda de las lecturas auxiliares. En primer lugar al señor Liborio Villagómez (†) y al maestro Artemio López Quiroz, que nos acercaron el manuscrito cuya existencia conocíamos por las noticias del padre Alfonso Méndez Plancarte; esto ocurrió en 1993 y, aunque han pasado muchos años desde entonces, no olvidamos nuestra deuda original. La copia del manuscrito permaneció en nuestras manos sin que durante todo este tiempo hiciéramos más que notas marginales y apuntes en torno a los pasajes más llamativos. Una vez que decidimos realizar la publicación, nos dimos cuenta que no sería una labor sencilla, puesto que tanto los pasajes latinos como los españoles presentaban dificultades poco comunes en los documentos del siglo xviii. Fue así como, buscando la ayuda de otros especialistas, contrajimos más deudas y por eso también queremos expresar nuestro reconocimiento al doctor José Quiñones Melgoza, del Centro de Estudios Clásicos, por su valiosa asesoría para entender los pasajes latinos más complicados. Sin su ayuda habría sido imposible descifrar las frases mal copiadas y reconocer las palabras que aparecían incompletas o estaban pegadas a otras palabras. También agradecemos la lectura de las doctoras Carmen Fernández Galán Montemayor, de la Universidad de Zacatecas, y Patricia Villegas Aguilar, de la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México. Todas sus observaciones fueron incorporadas al borrador final. A nuestros alumnos y colegas del Seminario de Literatura Novohispana del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM también les debemos observaciones muy puntuales y pertinentes.

muerdequedito.indd 13

08/09/16 10:51

14

JUAN DE LA VILLA Y SÁNCHEZ

Naturalmente, todos los desaciertos y las fallas que al final hayamos podido tener se deben a nuestras propias limitaciones.

muerdequedito.indd 14

08/09/16 10:51

1 En torno al asunto de EL MUERDEQUEDITO

Entre las muchas páginas que relatan la enconada lucha de los criollos en América contra el permanente agandalle de los gachupines, destaca por su gracia y desenfado —y porque fue una de las pocas escaramuzas que ganaron los mexicanos— el episodio referido en un manuscrito que nos legó el fraile dominico fray Juan de la Villa y Sánchez. Con el título de El Muerdequedito, el pasquín emplea irónicamente la retórica erudita de su época para satirizar la elección del vicario provincial de los dominicos en la Puebla de los Ángeles. El capítulo se celebró el jueves 5 de mayo de 1714. Como es de suponer, no comprendía solamente los establecimientos dominicos de la ciudad poblana, sino toda la “angélica provincia”, que abarcaba, más o menos, lo que hoy es el actual estado de Puebla, una parte de Tlaxcala y otra de Oaxaca. Es decir, había un buen número de conventos en el tapete político. Sospechosamente, ese día (los poblanos parecen tener eventos especiales los días 5 de mayo) las elecciones recayeron en el padre Bartolomé Manzano, figura respetada e importante en el instituto dominico del cual habría de ser provincial unos años más tarde, pero no en esa precisa ocasión. El problema con la elección de este fraile fue que en aquellos días se encontraba ausente y que seguiría estando alejado de la región angelical, puesto que había sido comisionado por los superiores como “definidor de la provincia en los reinos de Europa”. Según los estatutos, en su ausencia, automáticamente la designación se trasladaba al prior del convento más importante de la provincia: este

muerdequedito.indd 15

08/09/16 10:51

16

JUAN DE LA VILLA Y SÁNCHEZ

prior, jovencísimo sujeto, era ni más ni menos que fray Antonio de Vera, el hermano pequeño del provincial en funciones. Aun cuando los padres electores se dieron cuenta de lo poco conveniente que resultaba la elección y el sospechoso relevo (seguramente fue una elección “cabildeada” por el provincial Diego de Vera para inclinar después la balanza en favor de su hermano), calificaron como “canónico” el proceso y condescendieron a efectuar la ceremonia de investidura. Sin embargo, esta ceremonia estuvo opacada por la discordia, puesto que se llevó a cabo sin el consenso de la facción española de los dominicos, quienes, encabezados por fray Antonio RuiDíaz, alegaban que no se había respetado la “alternativa” y que, para dar cumplimiento a una elección estatutaria, habría sido factible elegir a un “viceprovincial” español que sustituyera al religioso ausente y, de este modo, mantener la alternancia en el gobierno.1 Los criollos no aceptaron la propuesta porque no se encontraba contemplada en los reglamentos la figura del “viceprovincial” (suponemos que en esta estricta observancia encontraron la ocasión de ganarles una a los gachupines) y se mantuvieron rígidos en la postura acordada inicialmente. Después de un intercambio de buenas y malas razones, no se pusieron de acuerdo los frailes y las diferencias en la tribuna llegaron a las manos; en efecto, terminaron “a puñadas” en una colectiva y pintoresca golpiza. Los peninsulares, raspados y descalabrados, capitaneados “por su Cid”, Rui-Díaz, quien había sido provincial entre 1706 y 1710, pidieron asilo en el convento de San Francisco y se refugiaron en él para promover desde ahí la resistencia ante las autoridades civiles de la capital. Para pronunciar el sermón de la ceremonia estaba programado el padre Antonio Rui-Díaz, pero, dada la sorpresiva elección y estallado el cisma dominical de aquel jueves, el predicador debió ser sustituido nada menos que por fray Alonso Gil, reconocida figura de los dominicos, mientras que —según el Muerdequedito— el padre Rui-Díaz “se fue a predicarles a los corcovados como él”, quienes componían una 1.

muerdequedito.indd 16

Como sabemos, desde 1572 se estableció la “alternativa” en los conventos y demás instalaciones del clero regular novohispano, como medida obligatoria para evitar las frecuentes rencillas entre religiosos criollos y peninsulares por los puestos de la administración. En muchas ocasiones no se respetó la regla y ello causó airadas protestas y prolongados alegatos internos que lograron muy poco efecto y gran escándalo.

08/09/16 10:51

EN TORNO AL ASUNTO DE EL MUERDEQUEDITO

17

cuarentena de frailes que se habían refugiado con los franciscanos. El muy reverendo padre maestro fray Alonso Gil, natural de Cholula, había sido prior del convento de Puebla y después sería del de Izúcar, era calificador del Santo Oficio2 y nuestro gracioso perro dice que “predicó en término de una hora (que aun es mucho tiempo para su mucha sabiduría […])”, y agregó que, seguramente, para probar la legalidad del proceso, se remontó al Antiguo Testamento y puso como ejemplo la elección de David. Por su parte, el padre Antonio Rui-Díaz había hecho estudios en España, en la Real Universidad, y fue lector de Sagrada Teología en el Colegio de Santo Tomás de Las Filipinas; por eso lo apodaban “El Chino”. A pesar de su mediocre currículum, había llegado a convertirse en provincial de Puebla en 1706 porque tuvo el apoyo del padre Juan de Gorospe —un ex provincial a quien traicionaría después—, y lo eligieron porque la caballada de los gachupines estaba muy flaca y no encontraron otro sujeto en su partido a quien confiar el gobierno de la provincia. Como resaltó el Muerdequedito, el más notorio de los muchos defectos que ostentaba este neo Cid de los predicadores peninsulares estaba en las inmensas corcovas que lo hacían ver como “un gusano entre paréntesis”,3 por ello le asestó este tremendo pastiche del celebrado soneto que Quevedo había hecho a un narizón: Érase un hombrecillo que asomaba De allá de lo profundo de una jiba, Y érase una corcova tan altiva Que cuasi con las nubes se rozaba. Era un nuevo Babel que se labraba, La cuesta de Maltrata era hacia arriba; Érase una corcova infinitiva, Corcova perdurable, que no acaba.

2.

3.

muerdequedito.indd 17

José Mariano Beristáin de Souza, Biblioteca hispanoamericana septentrional [ed. facs.], México, UNAM/Claustro de Sor Juana/Instituto de Estudios y Documentos Históricos, A. C., 1980. Esta comparación no fue del Muerdequedito. Se la confeccionó Quevedo a Juan Ruiz de Alarcón en la letrilla a “Corcovilla”.

08/09/16 10:51

18

JUAN DE LA VILLA Y SÁNCHEZ

Érase El Escorial de las corcovas, Era el Cáucaso monte inaccesible, El Olimpo y el Osa y Pelión; era. Las Siete Maravillas de jorobas: Corcova tan atroz y tan terrible, Que a la espalda de Atlante la rindiera.

Conocido ya por nosotros gracias a que Alfonso Méndez Plancarte lo incluyó en su benemérita antología,4 el texto tiene ingenio, gracia y hasta color local con la inclusión de las Cumbres de Maltrata, pasaje en el camino hacia Veracruz que se haría famoso en el siglo xx para los viajeros del hoy desaparecido ferrocarril. Y no es que el padre RuiDíaz no tuviese una nariz digna del soneto quevediano, lo que pasa es que su nariz era tan grande como sus fechorías y no le ajustaba el poema del madrileño. No le llegó a la talla el cuarteto de Jacinto Polo que viene en la Fábula de Pan y Siringa5 ni el octavo epigrama que Baltasar del Alcázar dedicó a la “hermosa Clara”, ambos citados por el Muerdequedito. Junto a él, un jesuita narigón como Peralta (“Pera altísima”, lo llamó) debería concursar con las “naricillas mocosas de don Chombito de Bárcena”, y la nariz del regidor Rivas, tan grande “como la de un emperador romano”, era la de un “potrico caballete” que se comparara con el caballo de Troya, en quien cupieron “todas las traiciones y máquinas de los griegos”. Y, para que no quedara “en alegoría de pintura”, nuestro perro le compuso su etopeya en un soneto propio y adecuado a sus tremendas narices: ¿Viste locuras nunca imaginadas? ¿Vistes canas y letras abatidas? ¿Viste las pocas prendas escogidas? ¿Y las más eminentes desterradas? ¿Ya vistes las ciudades alteradas? ¿Y vistes las Audiencias afligidas? ¿Vistes excomuniones atrevidas Contra aquellas personas más sagradas? 4. 5.

muerdequedito.indd 18

Poetas novohispanos. Segundo siglo (1621-1721), México, UNAM, 1945, Parte segunda, p. 290. Es el texto que empieza “Dice Ovidio en sus consejas…”.

08/09/16 10:51

EN TORNO AL ASUNTO DE EL MUERDEQUEDITO

19

¿Viste barrabasadas que ha intentado, Que de tan grandes males fueron raíces? ¿Has visto, has oído ya y has contemplado Aquel tropel de casos infelices, Aquel inmenso daño que ha causado? Pues todo se lo puso en las narices.

El soneto se explica porque, cuando estuvo en el cargo de provincial (1706-1710), Rui-Díaz gobernó como el más siniestro de los tiranos. Se dedicó a cometer atropellos, y a los que protestaron, así fueran personajes importantes, les redujo la dieta al mínimo, o los desterró de la provincia y les anuló sus títulos universitarios o de plano los excomulgó. A “los sujetos venerabilísimos, beneméritos sabios de edad y ancianos de letras… los privó con anticipada malicia… los trasquiló de borla, los tusó de magisterio…”. Así le sucedió a fray Alonso Rodríguez, “que había traído su magisterio de Roma” y había sido el segundo definidor en el capítulo de 1706, cuando el ingrato Rui-Díaz salió electo: “lo degradaron, lo caparon, que ya que cagándole no le quitaron lo que Dios le dio, le quitaron lo que le dio el vice Dios”. Según nos lo pinta el Muerdequedito, el buen viejo se quedó meditando estos soliloquios: Por lograr de maestro el grado Con un Breve pontificio Vine con todo mi juicio De allá de Roma cargado. A saber que un corcovado, Con razones que acumula, Los Breves del Papa anula, Mil veces le hubiera roto, Que para irritarme un voto No he menester yo la bula.

Hubo muchas otras víctimas de Rui-Díaz, pero destacaron, entre todas, las notables personas de los padres Gorospe y Sebastián de Santander. Dice nuestro perro: Lo que cuentan del castor que, en lo más ardiente e inevitable de la persecución, se cercena con los dientes los testículos porque con natu-

muerdequedito.indd 19

08/09/16 10:51

20

JUAN DE LA VILLA Y SÁNCHEZ

ral instinto siente que le persiguen por ellos, ni faltó un castor que diese este ejemplo entre los padres dominicos.6 El sapientísimo y ejemplarísimo maestro fray Juan de Gorospe persiguióle el chinito7 Rui Díaz y el padre Veraza;8 persiguiéronle con cárceles, con excomuniones, y como toda esta persecución no suponía en el padre maestro otra cosa que ser entero, le obligaron a que se capase a sí mismo. Renunció la voz, renunció el voto para que cesasen de perseguirle.

Reducido Gorospe, desterraron a Santander a la provincia de Oaxaca porque “así conviene que en las comunidades haya muchos hombres sabios; no sea pues pródiga de sus maestros la provincia de la Puebla, repita sus Santanderes a Oaxaca, que no son tales sujetos que se pueden dar de barato”.9 Para consolarlo, el Muerdequedito le hizo también un soneto: A los hijos que Roma engrandecía Un pregonero de metal les daba, Que con silencio eterno pregonaba La gloria que a sus nombres se debía. Solo Catón de estatua carecía, Pero el grande varón se contentaba Con la estatua mental que le labraba Quien dudaba el por qué no la tenía.

6.

7. 8. 9.

muerdequedito.indd 20

Esta creencia fue muy común desde la Antigüedad latina. En España la confirma Juan de Aranda en su famosísimo libro Lugares comunes de conceptos, dichos, y sentencias, en diversas materias. Sevilla, Juan de León, 1595. Dice: “hay un animal que se dice Castor en Latín, del cual se derivó el nombre de castrado, porque se castra con sus dientes, cuando se ve muy perseguido de los cazadores, para poder correr mejor”. Véase la página 209 v. Covarrubias pone orden a esta creencia popular y explica lo que, según él, realmente sucede con este animal cuando es perseguido. Véase Sebastián de Covarrubias Orozco, Tesoro de la lengua castellana o española, ed. de Ignacio Arellano y Rafael Zafra, Madrid/Frankfurt, Iberoamericana/Vervuert, 2006. Lo llama “chinito” porque venía de las Filipinas. A los filipinos también se les decía “chinos”, como sucedió con Catarina de San Juan, la famosa China poblana. Fray Diego de Vera. “Dar barato”, es “dar propina”. El “barato” es un tipo de dádiva que los jugadores daban a los empleados en las casas de juego cuando la suerte les era favorable.

08/09/16 10:51

EN TORNO AL ASUNTO DE EL MUERDEQUEDITO

21

Santander, las preguntas te dan gloria, Y con dudas tu nombre significas, Pues los que no supieron de tu historia, ¿Dónde dicen estás, que no te explicas? Y tantos gritos das a tu memoria, Cuantas las veces son que no te explicas.

Rui-Díaz manejó a su antojo las instituciones democráticas de los religiosos y manipuló todas las votaciones, gracias a que se hizo de un séquito de votantes que por temor a las represalias accedían a sufragar su voto en el sentido que él indicaba. Por eso el Muerdequedito les compuso esta cuarteta: Estos padres doctrineros, Que hacen tales elecciones, Bien merecían ser capones Pues no saben ser enteros.

Como ocurre cuando el poder corrompe a los hombres, Rui-Díaz se fue rodeando de priores incondicionales para gobernar la provincia a su antojo y perpetuar su poder, incluso entre los sucesores y, como también afirma el Muerdequedito, en el proceso de ganar adeptos “se enamoró” de fray Diego de Vera y lo crió provincial en el capítulo de 1710. Seguramente Rui-Díaz siguió gobernando a través de esta su criatura y apoyó el nombramiento de fray Antonio de Vera como prior del convento de Puebla. No esperaba que el apocado padre Vera resultara un aventajado discípulo de las intrigas y fuese capaz de promover la elección de un fraile ausente para hacer que lo sucediera su hermano en el gobierno de la provincia. Por eso, nuestro perro dice que RuiDíaz murió “de veras”, y compuso este soneto del pino y la calabaza cuya idea proviene de la tradición y fue estampada por Andrea Alciato en su epigrama CXXIV dedicado a la felicidad efímera (“In momentaneam felicitatem”). Tal vez este soneto contenía aún los tintes renacentistas que le dio el jurista italiano al emblema, pero lo más importante es que seguramente anticipaba el tono moralista hispánico de las fábulas que consagraron a los Moratines, a Iriarte y a Samaniego y, para ser más precisos en el localismo y hacer eco de Méndez Plancarte, era un anticipo de nuestro gran fabulista José Rosas Moreno:

muerdequedito.indd 21

08/09/16 10:51

22

JUAN DE LA VILLA Y SÁNCHEZ

Con fuerte brazo asida estrechamente, La vana calabaza que, arrogante, Al pie nació de un pino y, al instante, Encaramarse quiso hasta la frente. Hallose ya en la cumbre, ¡qué eminente! Con aquella hojarasca, ¡qué elegante! Y al verse tan lozana y tan galante Vanidades presume, aunque no siente. Tan erguida del pompanage vano Le miraba un ciprés funesto y tierno Y, al ver el boato del verdor lozano, ¡Qué bueno fuera —dijo—, a ser eterno! Gozad de vuestro tiempo, que es verano, Mas sabed calabazas que hay hibierno.

El Muerdequedito sufre con los problemas internos de su congregación y, como él dice, intenta sanar las diferencias surgidas entre los padres dominicos con sus “graciosas mordeduras”. Lamenta que los intereses económicos y de poder se sitúen por encima de los valores religiosos y hasta de los preceptos cristianos. En un momento de desesperanza evoca el orden y buen gobierno que guardan otros institutos, como el de los jesuitas, a quienes pone de ejemplo: ¡Ah, gloriosísimo padre san Ignacio que, como buen soldado, hasta los golpes ajenos te acuchillaron! ¡Ah, sacratísima apostólica Compañía de Jesús, a qué buen tiempo que viniste al mundo! Quién pudiera hacer que tu discretísimo gobierno se observara en todas las sacratísimas religiones (f. 130 v).

Es probable que hacia 1714 Juan de la Villa y Sánchez, el Muerdequedito, no hubiera conocido los escritos del padre Juan de Mariana sobre la materia, aunque desde mediados del siglo xvi circularon varias copias manuscritas de textos que debieron estar completos en 1624, año en que murió el jesuita y se publicaron como Discurso de los grandes defectos que hay en la forma de gobierno de los Jesuitas (Bordeaux, 1625); seguramente después, al final de su vida, el fraile poblano pudo

muerdequedito.indd 22

08/09/16 10:51

EN TORNO AL ASUNTO DE EL MUERDEQUEDITO

23

conocer el texto del jesuita sobre el gobierno de la Compañía. En este caso, al Muerdequedito podríamos aplicarle (en un sentido muy positivo) las palabras que san Francisco de Borja le expresó a Carlos V en Yuste cuando se refería a los sucesos internos de la Compañía y a las opiniones equívocas de los que juzgaban sin conocimiento los hechos: se debía dar “mayor crédito a los que vivían en la Compañía que a los que estaban fuera, y la miran de lexos, y murmuran de lo que no saben…”.10 En efecto, los jesuitas, como cualquier otro instituto, habían tenido y tendrían los mismos problemas que los dominicos de la provincia angelical, porque las dificultades y los motivos de escándalo están en la naturaleza humana y en las formas de establecer las vidas colegiadas en aquellos siglos. Y aún más problemas —según el padre Mariana— tendría la Compañía por su manera particular de llevar los asuntos de gobierno. A pesar de que Mariana fue calumniado, desacreditado y perseguido no solo por sus propios hermanos sino por las autoridades civiles (con Felipe III y el duque de Lerma a la cabeza11), de todos fue bien conocido y reconocido que era “amigo de Aristóteles y de Platón, pero era más amigo de la verdad”. Y, así, terminaron por negar que hubiese sido el autor del opúsculo sobre el gobierno de la Compañía. Pero llegada la segunda mitad del siglo xviii, con la Compañía de Jesús en las miras de Aranda y Campomanes, salieron a la luz todos los documentos, panfletos, acusaciones, calumnias y demás denuestos que, falsos o verdaderos, dejaron ver, entre otras cosas, que los jesuitas eran una tremenda máquina de poder, intereses y riquezas y 10.

11.

muerdequedito.indd 23

“Prólogo a esta edición” (sin firma de autor), en Discurso de las enfermedades de la Compañía por el P. Juan de Mariana, con una disertación sobre el autor y la legitimidad de la obra. Y un apéndice de varios testimonios de jesuitas españoles que concuerdan con Mariana, México, Ignacio Cumplido, 1841, p. XIII. Discurso de las enfermedades de la Compañía […], Madrid, por Gabriel Ramírez, 1768. En las páginas preliminares de este libro hay una “Disertación sobre el autor y la legitimidad de este discurso”, sin firma, que hace un recuento de los avatares padecidos por Mariana y sus obras. En lo que respecta a la persecución del rey Felipe III y su privado, el duque de Lerma, dice: “En el año 1609 imprimió en Colonia Agripina sus siete Tratados, en que está el De la mutación de la moneda. Se notaron en él varias expresiones que ofendían al Ministerio de España. El Rey Católico se quexó a la Santidad de Paulo V, y este Pontífice dio comisión al Nuncio Apostólico, en cuya virtud le mandó prender. El Licenciado Gilimón de la Mota le puso la acusación, que se dio a la Prensa, y señaló las proposiciones, que le constituían reo de lesa Magestad, y por las que era acreedor a la pena ordinaria… Giraldo refiere que el duque de Lerma no tuvo valor para ver impresos sus excesos, y le movió una persecución tan terrible…” (pp. 52-53).

08/09/16 10:51

24

JUAN DE LA VILLA Y SÁNCHEZ

que, como las demás religiones, también tenían discrepancias internas y enormes defectos en todos los niveles de su gobierno. Lo importante para el modesto caso que nos ocupa son las coincidencias con El Muerdequedito. Por ejemplo, en lo que respecta a la juventud de los prelados como inconveniente del que se desprenden muchos males, citemos las palabras de un panegirista del padre Mariana que suscribiría puntualmente el Muerdequedito: Unos rectores mozos aspiran a la independencia en el manejo; no tienen docilidad para creer su insuficiencia, ni para reconocerse inferiores al que miran como súbdito, y hacer una confesión tácita de que ignoran un arte en que se imaginan consumados por verse preferidos; se juzgan en posesión del mérito que no tienen, y así no busca el consejo que miran con desdén, y presumen que no lo necesitan […]. En el tiempo en que escribió Mariana se conferían los empleos a los jóvenes, y esta elección manifestaba que los tenían por aptos para estos ministerios; siendo así, que la edad en que eran promovidos, no era compatible con la práctica, ni con la observación…12

El Muerdequedito hizo una copiosa enumeración de los defectos que veía en la extrema juventud de Antonio de Vera, el nuevo provincial electo con las trampas de su hermano. Sacó ejemplos bíblicos y grecolatinos para ilustrar la conveniencia de que en los gobernantes se juntaran los conocimientos y la experiencia, aunados con la prudencia y el tacto que solo podrían adquirirse con los años. Y aunque se había burlado de los gachupines refugiados en San Francisco (de los “jorobados” como su líder Rui-Díaz), no se dejó llevar por el criollismo y deploró que por la ambición, la mezquindad y los “zurrapates” de un grupo, una cuarentena de sus hermanos se hubieran declarado en rebeldía. Otra vez coincide con el padre Mariana quien, hablando de las revueltas ocurridas en la Compañía, revueltas que fueron “ocasión de grandes disgustos”, el sabio jesuita señala que todos los males provienen del mal gobierno. A reserva de que el lector se acerque a uno de los documentos más importantes sobre el tema, conviene hacer una larga cita del padre Mariana que ilustrará perfectamente las corrientes literaria e histórica que dieron sustento a El Muerdequedito:

12.

muerdequedito.indd 24

Mariana, 1841, p. 43.

08/09/16 10:51

EN TORNO AL ASUNTO DE EL MUERDEQUEDITO

25

23. La primera ocasión de revueltas fue la elección del primer Provincial de Andalucía, que embió nuestro Padre General desde Roma, luego al principio de su Generalato: era persona muy impropria, y siempre los que le conocimos temimos los daños que resultaron. Este inconveniente tienen las elecciones que se hacen sin información, o por la de uno, o por la de pocos: debiole de aprobar el Asistente, a quien sucedía en el Provincialato, y con quien tenía amistad, manera ocasionada a ficciones, y engaños. Resultó, que los Padres más graves de la Provincia no debieron de aprobar sus cosas: acusólos a el General, y hízolos desterrar a todos, entre ellos a algunos de los Provinciales pasados, y todos a una mano los más buenos, y mejores de la Provincia. 24. No es buen Gobierno que se tenga por inquieto el que no aprueba todo lo que el Superior hace, y que se tenga por desunión el no decir, que es blanco lo que es negro; porque la verdad, y virtud han de andar sobre todo. Bien se puede entender el disgusto que esta resolución causó en todos los que lo supieron. Poco adelante sucedió en Salamanca cierta diferencia entre el Rector, y un Padre que había sido Provincial, y por su persona, y canas muy grave: llegó la pesadumbre a que aquel Padre escribió al Rector una carta sin firma con alguna libertad, y que parece tocaba algo en el linaje (lenguaje muy fuera de nuestra profesión, y de gente espiritual). De la ocasión que el Rector dio no se sabe más que de muchos años hubo gran mano en aquella Provincia: que es persona muy conocida, por de no mucha prudencia; y que, a título de espiritual, tiene dictámenes extravagantes. Paréceles a esta gente que todo lo que conciben, se puede, y debe executar, sin mirar la diferencia que hay entre la especulación, y la práctica. 25. Resultó, que nuestro Padre general hizo prender aquel Padre, y le tuvo preso por más de un año. Esta resolución hinchó de amargura el pecho de muchos, en especial de aquella Provincia, y de ésta; porque le tenían en buena figura, y tenía muchos amigos, y la resolución de Roma se tuvo por rigurosa: daño que hasta hoy no está reparado, antes las revueltas de aquella Provincia han siempre crecido. 26. Animado nuestro Padre General13 con que se executó en las dos Provincias lo que ordenó en los dos casos ya dichos, y ayudado de su natural, y del favor de Gregorio XIII (que se entiende que hizo mucho daño), determinó de chocar con los Padres antiguos de esta Provincia de 13.

muerdequedito.indd 25

El padre Mariana viene hablando del quinto padre general Claudio Aquaviva, quien gobernó la Compañía entre 1581 y 1615. Aunque no lo dice, al principio, el asunto de la juventud causó alguna polémica entre los jesuitas más antiguos. Aquaviva ocupó el cargo a la edad de treinta y ocho años y duró treinta y cuatro años en él.

08/09/16 10:51

26

JUAN DE LA VILLA Y SÁNCHEZ

Toledo, y comenzó por dos Padres de esta Casa Profesa. Toda la ocasión fue, que avisaron al General de algunas faltas, que debió ser con alguna libertad; quiso (a lo que pareció) vengarse por este camino, y embiarlos desterrados: al uno, de esta Provincia; y al otro, de esta Casa: no le salió bien, porque el Cardenal Quiroga defendió al uno, avisado, no sé por quién, de lo que pasaba, y de la intención de nuestro Padre General. El otro salió a Castilla, y ya se sabe lo que pasó en el camino. Allá se juntó con otros disgustados, que pusieron a la Compañía en harto aprieto, tanto, que para aplacarle fue necesario hacerle Rector de Segovia por todo el tiempo que él lo quiso ser, y restituirle a esta Provincia, y a esta Casa, a donde murió sin reconocer jamás en vida, ni en muerte su yerro, creo, por entender había procedido debidamente. 27. Demás de esto, la elección del Padre Antonio Marcen en Provincial de esta Provincia, fue uno de los mayores yerros que jamás en la Compañía se hicieron: era Provincial de Castilla, y estaba a la sazón denunciado a la Inquisición por haberse entremetido en cosas que tocaban a aquel Santo Tribunal. No fue esto tan secreto que no se supiese: para reparar el riesgo, determinaron mudarle, y honrarle; más bien se mostró que sabían poco de los humores de acá, y que confiaban demasiado en el favor de allá, que no les valió; hiciéronlo con tanta resolución, y secreto, que nadie lo supo, hasta que le vimos entrar por nuestras puertas; temían que aquella resolución pareciera mal, y que si daban lugar, replicarían: resultó, que prendió la Inquisición al dicho Padre Provincial, y a otros tres: uno de los cuales fue aquel Padre Rector de Salamanca, en que se entendió quisieron los hombres, o Dios, vengar el rigor de que se usó contra aquel Padre su encontrado. Fue esta prisión muy nueva, y muy grave, tanto más de sentir, que se encaminó a lo que se dixo por los mismos de la Compañía, y que entraron a la parte los dos Padres desabridos, el preso de Salamanca, y el echado de Toledo.14

Si miramos bien, no tenemos en toda la literatura novohispana conocida (que es muy poca) un solo texto como El Muerdequedito. Fuera de la literatura que Alfonso Reyes llamó “ancilar”, aquella de los festejos religiosos a la Inmaculada o alguna otra festividad religiosa, o la literatura de las ceremonias oficiales que celebraban el Cabildo de la ciudad, la Universidad o la Catedral a la llegada de un virrey o un arzobispo, fuera de la literatura que lloraba la desaparición de un gobernante o de la que aparece en las páginas preliminares de los libros, fue14.

muerdequedito.indd 26

Mariana, 1841, pp. 99-104.

08/09/16 10:51

EN TORNO AL ASUNTO DE EL MUERDEQUEDITO

27

ra de esa literatura panegirista, burocrática, formularia y convencional, prácticamente no tenemos nada. Es curioso que esta joya de las letras coloniales haya permanecido prácticamente inédita15 y sumamente desconocida para el público general. Como también señala Alfonso Méndez Plancarte, El Muerdequedito abre el siglo xviii de la literatura novohispana, puesto que contiene todos los ingredientes que habrán de caracterizar a la literatura dieciochesca. Sonetos satíricos que anticipan el espíritu mordaz y moralizador del siglo, junto a sonetos todavía barrocos; fábulas al más puro estilo de los mencionados Tomás de Iriarte y Félix María de Samaniego. El Muerdequedito pone en evidencia la vida ociosa que llevaban los religiosos regulares y se mofa de cuanto ocurre cotidianamente. No es gratuito que este siglo, el siglo de Voltaire, pero también el de Feijoo, haya adoptado el humor cáustico y lúdico de Quevedo para criticar a la sociedad y sus costumbres. Y solo un letrado capaz de ver equilibradamente el mundo, pudo ser capaz de satirizar con gran ingenio e imparcialidad la crisis de gobierno que se manifestó en el capítulo dominico de 1714 celebrado en Puebla; legal sí, pero indudablemente injusto. ¿Quién fue el autor de este opúsculo?

15.

muerdequedito.indd 27

Méndez Plancarte menciona la edición que hizo Carlos María de Bustamante en La Marimba de México, suplemento número 1, 25 de febrero de 1832, con un manuscrito de Tehuacán, fechado en 1761.

08/09/16 10:51

muerdequedito.indd 28

08/09/16 10:51

2 El autor

Con la factura de su Bibliotheca Mexicana, Juan José de Eguiara y Eguren no solo se propuso refutar las palabras del deán alicantino Manuel Martí, quien afirmaba con un tono enfático, sobrado de audacia, que en América no había libros ni bibliotecas ni maestros ni siquiera estudiantes o personas capaces de cultivar las letras. Especialmente en México, no podía haber nadie con el más mínimo deseo de aprender las cosas que tanto gustaban a su joven amigo Antonio Carrillo. En su magna obra, el protobibliógrafo novohispano tomó por su cuenta también la empresa de desmentir la Réplica que Salvador José Mañer había hecho al padre Feijóo sobre una idea muy extendida acerca del Viejo Mundo: que los hispanoamericanos desplegaban “una inteligencia clara y brillante en su juventud”, pero que caducaba temprano “y en la edad madura perdía su esplendor y viveza, si es que no trocaba en mentalidad obtusa y chocha”.1 Las pruebas que don Benito Jerónimo había expuesto en su Teatro crítico universal (“Españoles americanos”, 1734) sobre la falsedad de esta tesis fueron rebatidas con el argumento 1.

muerdequedito.indd 29

Hermenegildo Corbató, “Feijoo y los españoles americanos”, cit. por Agustín Millares Carlo en la “Noticia bibliográfica” que precede a su edición de los Prólogos a la Biblioteca Mexicana de Juan José de Eguiara y Eguren (México, Fondo de Cultura Económica, 2ª. ed., 1984). Sobre la extendida costumbre europea de suponer que los americanos tenían una naturaleza perezosa que era producto del medio ambiente y el clima, recordemos que es un viejo tópico. Se encuentra desde muy temprano en autores como el médico sevillano Juan de Cárdenas: Primera Parte de los Problemas y secretos maravillosos de las Indias, México, por Pedro Ocharte, 1591. También está, por supuesto, en el enemigo público de las Indias, Cristóbal Suárez de Figueroa (El Pasajero) y hasta en el ponderado Baltasar Gracián (El Discreto). La lista podría hacerse inmensa.

08/09/16 10:51

30

JUAN DE LA VILLA Y SÁNCHEZ

de que “sólo uno de los catorce [personajes] citados [por él] había pasado su vida en América, mientras que los restantes, por haber residido en Europa, recibieron de esta el vigor y la firmeza del espíritu”. Es así como Eguiara entró a la polémica en defensa tanto de sus paisanos americanos como del ilustrado español Feijóo y esbozó una extensa galería de hombres ilustres —entre los que por supuesto figuraba el propio Eguiara— quienes, a pesar de su avanzada edad, habían continuado produciendo en las tierras mexicanas una obra que podría parangonarse con la de cualquier intelectual europeo. El primero de los nombres con que Eguiara había de iniciar su enorme lista de sabios ancianos que florecían en estas tierras fue precisamente Juan de la Villa y Sánchez, autor del manuscrito titulado El Muerdequedito, y autor, además, de muchas obras devotas que merecieron el honor de la reimpresión durante el siglo xviii y que incluso se siguieron imprimiendo ya bien entrado el siglo xix, tanto en la Ciudad de México como en la ciudad de Puebla. Decía Eguiara en el número XIII de sus “Anteloquia” a la Bibliotheca Mexicana: En la Puebla de los Ángeles florece y brilla el dominico fray Juan de la Villa y Sánchez, que aun siendo más que septuagenario, escribe y publica libros, predica todos los domingos desde el púlpito a los cofrades del Rosario y asiste a muchos otros negocios.2

Estas palabras datan de 1755 y podemos confiar plenamente en ellas, puesto que Eguiara conocía muy bien al fraile poblano Juan de la Villa y Sánchez, de la Orden de Predicadores. En 1750, su hermano, Manuel Joaquín de Eguiara, había dictaminado una obra de este religioso, el Sermón del nacimiento del glorioso precursor de Cristo, San Juan Bautista, que fue publicada en la capital mexicana, en la imprenta del Nuevo Rezado de Doña María de Rivera. Dos años más tarde, Villa y Sánchez dictaminaría un opúsculo para cuya impresión fue necesario vencer algunos reparos de la ortodoxia eclesiástica y someterlo al examen de los mayores teólogos de la época. Se trata del sermón panegírico titulado La redentora del mundo preservada por sí misma que había escrito el doctor Nicolás José Luis Fernández de Pomar, discípulo de Juan José de Eguiara. Este sermón se imprimió en la casa edi2.

muerdequedito.indd 30

Eguiara, 1984, p. 144.

08/09/16 10:51

EL AUTOR

31

tora más moderna que por entonces tenía la Ciudad de México: la del Colegio de San Ildefonso, establecida por los jesuitas pocos años después que los hermanos Eguiara trajeran a la Nueva España su propia imprenta para estampar en ella la Bibliotheca Mexicana. Como es sabido, esta obra bibliográfica daría su nombre y su prestigio a la casa impresora de los hermanos Eguiara y Eguren, pues con el tiempo se le llamaría “La imprenta de la Bibliotheca Mexicana”, y habría de funcionar, igual que la de los jesuitas, hasta 1767, cuando sobrevino la expulsión de la Compañía decretada por el rey Carlos III. Pero volviendo a la dictaminación del opúsculo mencionado, no es extraño que se haya pedido a fray Juan de la Villa y Sánchez su parecer respecto a La redentora del mundo si se toma en cuenta que el dominico estaba muy ligado a las causas poblanas. Fernández de Pomar, el autor de este controvertido sermón, era juez eclesiástico en la parroquia de Santa Isabel Cholula; además, era natural del obispado de Puebla, había estudiado en el Colegio de San Ignacio de aquella misma ciudad y, por oposición, al igual que Juan José de Eguiara y Eguren muchos años antes, había concluido sus estudios con los jesuitas de San Ildefonso en la capital mexicana. Existieron más nexos de los hermanos Eguiara y Eguren con el dominico Juan de la Villa. En 1754 la imprenta de la Bibliotheca Mexicana reimprimió el Rosario de agonizantes, una obra piadosa en la que el fraile poblano de Santo Domingo recomendaba una serie de oraciones como ejercicio para la buena muerte. En 1755, esta misma casa editora publicó varios sermones del doctor Andrés de Arce y Miranda, cura beneficiado de la parroquia de la Santa Cruz en Puebla y obispo electo de San Juan de Puerto Rico; el impreso llevaba un dictamen de Manuel Joaquín de Eguiara y la aprobación encomiosa del padre Juan de la Villa y Sánchez. Ese mismo año, la activa imprenta de los Eguiara publicó el Sermón de nuestro glorioso padre Santo Domingo, opúsculo del fraile poblano Villa y Sánchez que, otra vez, llevaba entre los pareceres el que don Manuel Joaquín de Eguiara había formulado a principios de 1755. Se pueden desprender dos características de estas estrechas relaciones editoriales. La primera es que fray Juan de la Villa y Sánchez estuvo ligado a la imprenta de la Bibliotheca Mexicana como autor y como dictaminador. La segunda es consecuencia de la primera: que los dictámenes del dominico están vinculados a los autores nacidos en el obis-

muerdequedito.indd 31

08/09/16 10:51

32

JUAN DE LA VILLA Y SÁNCHEZ

pado de Puebla y que publicaron sus obras en la casa de los hermanos Eguiara o estaban relacionados con ellos. Es así como se explica que en 1758 fray Juan haya participado en las honras que se hicieron a la madre María Ana Águeda de San Ignacio, primera priora y fundadora del convento de las dominicas recoletas de Santa Rosa en Puebla, un opúsculo de cincuenta y ocho páginas que precede al texto de esta monja titulado Marabillas del divino amor, selladas con el sello de la verdad. Este volumen, hecho en las prensas de la Bibliotheca Mexicana, aparece encabezado con el nombre del jesuita José Bellido, de origen español pero también ligado al obispado de Puebla, quien llenó las trece páginas preliminares con la biografía de sor Águeda de San Ignacio. (Para Villa y Sánchez este volumen representó la segunda edición de su trabajo, que se había publicado dos años antes, en 1756, con un dictamen de José Bellido en la imprenta poblana de la Viuda de Miguel de Ortega y Bonilla.) Y es así también como se explica que, en ese mismo año de 1758, un año de intensa actividad editorial en la Nueva España, apareciera uno de los libros de mayor belleza tipográfica que haya salido de las prensas mexicanas: la primera parte del Rosario mental de fray Juan de la Villa y Sánchez, publicado por la imprenta de la Bibliotheca Mexicana y dictaminado por Juan José de Eguiara y Eguren. Manuel Toussaint, en su “Printing in Mexico during the xviii century”,3 incluyó un facsímil de la portada de este libro cuyos primores no solo se pueden hallar en la tipografía y el diseño a dos columnas, sino en sus índices, en su composición toda y acaso en su piadoso contenido, tan alejado de los gustos actuales. Como señalamos arriba, para fray Juan esta fue la obra más importante de su vida. Planeó hacerla en tres partes, pero solo pudo llegar hasta la segunda, que se editó póstumamente, en 1764. En este libro apareció un soneto laudatorio de sus hermanos de religión que habla de las consideraciones dispensadas al ilustre fraile poblano: ¡Quién fuera Villa, para hablar de Villa! Exclama su provincia edificada; Pues solo su cabeza, tan graduada, Dignamente alabara tal capilla:

3.

muerdequedito.indd 32

En Mexican Art & Life. In the 409 th. Anniversary of Printing in Mexico, 1939, nº. 7, p. 13.

08/09/16 10:51

EL AUTOR

33

Solo el que, haciendo púlpito su silla, Predicó esta pasión no predicada, Pudiera sin pasión dar adecuada Alabanza a las luces con que brilla. Mas si de Christo muerto, moribundo, Tuvo una inteligencia relevante, De sus Virtudes no, por el profundo Abatimiento, que ostentó constante; Pues no ignorando cosa de este mundo, Solo fue de sus prendas ignorante.

Ligado, pues, fray Juan de la Villa y Sánchez a las causas poblanas, el erudito alemán Hugo Leight, en su extraordinario libro sobre Las calles de Puebla, publicado por primera vez en 1934, lo cita a propósito de la cédula real de 1741, en la que se pedía a los alcaldes mayores que informaran acerca de los pueblos de su jurisdicción. El ayuntamiento de Puebla encargó al poblanófilo Diego Antonio Bermúdez de Castro4 y a Juan de la Villa y Sánchez que elaboraran el informe solicitado por el virrey conde de Fuenclara en enero de 1746. Pero Bermúdez estaba ya muy enfermo y murió antes de que ambos terminaran este trabajo. Fray Juan lo acabó en septiembre de ese año y lo entregó al ayuntamiento, el cual a su vez lo remitió al nuevo virrey, pues el conde de Fuenclara había dejado el mando en el mes de julio. Casi un siglo después, en 1835, el que fuera alcalde de la ciudad de Puebla hasta 1834, Francisco Javier de la Peña, adicionó con extensas notas el informe de Bermúdez de Castro y Juan de la Villa y lo publicó con el título de Puebla sagrada y profana.5 4.

5.

muerdequedito.indd 33

Bermúdez de Castro nació hacia 1692 y murió en 1746. Estudió en los colegios de la Compañía de Jesús, fue escribano y notario en la curia eclesiástica del obispado de Puebla. Su importancia como bibliógrafo es capital para la conformación de la Bibliotheca Mexicana de Eguiara. Cfr. Hugo Leight. Las calles de Puebla, Puebla, Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado de Puebla, 1999, p. XIX, 5ª reimpresión. Hay una edición moderna de este informe: Fray Juan de la Villa y Sánchez, Francisco Javier de la Peña. Puebla sagrada y profana. Informe dado a su muy ilustre ayuntamiento el año de 1746, Puebla, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, 1997. Desgraciadamente es una edición facsimilar; hace falta una edición anotada y precedida de un buen estudio introductorio para la inteligencia clara de las materias ahí tratadas.

08/09/16 10:51

34

JUAN DE LA VILLA Y SÁNCHEZ

Por cierto que Leight proporciona como fechas de nacimiento y muerte del padre Juan de la Villa y Sánchez los años de 1697 y 1751. Agrega, además, una litografía del siglo xix con el retrato borroso del fraile dominico que perteneció al historiador Francisco Pérez de Salazar. Se trata de un retrato muy convencional pues, sospechosamente, los rasgos del padre Villa y Sánchez son muy similares a los del padre fray Bartolomé de las Casas y muy cercanos a los que portan las efigies de santo Domingo. Lo cierto es que no pudo haber nacido en 1697, porque El Muerdequedito data de 1714 y, aun cuando no es imposible que a los diecisiete años se puedan escribir obras extraordinarias, es muy difícil que a esa edad se consiga un tono de autoridad moral y a la vez de desenfado, así como de imparcialidad y de erudición controlada como el que despliega el autor del manuscrito. En cuanto a la fecha de su muerte, ya se ha visto que en 1755 Eguiara lo menciona en sus “Prólogos” a la Bibliotheca Mexicana como uno de los principales autores ‘dinogerontes’ que se encuentran activos en las tierras mexicanas. Allende, por supuesto, del gran trabajo editorial que realiza con los hermanos Eguiara y Eguren. La noticia que permite inferir las fechas biográficas más probables del padre Juan de la Villa y Sánchez se encuentra en la dedicatoria que hizo el doctor Andrés de Arce y Miranda a Juan José de Eguiara y Eguren en el tercer volumen de sus Sermones publicado por la imprenta de la Bibliotheca Mexicana en 1761. Refiriéndose a la polémica entre Feijóo y Mañer, en la que Eguiara había tomado partido más por la causa americana que por el autor del Teatro crítico, Arce y Miranda decía: Sin embargo, V. S. en sus antiloquios ha esforzado más el argumento, añadiendo a los ejemplares que agrega el ilustrísimo Feijóo, otros muchos no menos ilustres y de data más reciente, entre quienes descuellan los venerables varones Juan Antonio de Oviedo, Francisco Javier Solchaga y fray Juan de la Villa y Sánchez, de los cuales, los dos primeros, acaban de morir prope nonagenarios, y el tercero falleció en este presente año en la edad de setenta y siete...

Si las palabras de Arce y Miranda están fechadas en septiembre de 1760 y ese fue el año en que murió Juan de la Villa, entonces este notable varón nació en 1683 y escribió El Muerdequedito a la edad de treintaiún años. Ya no era, desde la perspectiva de aquella época, un hombre

muerdequedito.indd 34

08/09/16 10:51

EL AUTOR

35

joven. Vivió, como diría Beristáin, “admirado de los sabios de su tiempo y perseguido de los que no lo eran”; y murió “llorado de todos”. Con estas credenciales, Juan de la Villa y Sánchez, el Muerdequedito, se une a Pedro de Avendaño y Suárez de Souza y la otra sátira de la literatura novohispana que llegó hasta nuestros tiempos. No obstante la indudable importancia de ambas obras para la literatura mexicana, no han tenido la difusión que merecen. La sátira de Avendaño (conocido en sus tiempos de predicador como “el Vieyra mexicano”) se titula Fe de erratas, y fue escrita para satirizar la predicación del 2 de febrero de 1703 que hizo el arcediano de la Metropolitana, Diego Suazo de Coscojales. Aun cuando podamos decir que la Fe de erratas abrió el siglo xviii, por su tono, su contenido y los géneros literarios que maneja no podemos argumentar que se trate todavía de una obra dieciochesca. En cambio, El Muerdequedito, escrito casi una década después, es una obra que contiene ya todos los tonos y los géneros que habrían de utilizarse en el siglo de la Ilustración. Es una obra ilustrada que no ha dejado aún sus ropas barrocas. Es también una admirable ventana hacia el interior de los claustros y una contribución a los arbitrios que sobre los gobiernos de los religiosos había inaugurado el padre Juan de Mariana.

muerdequedito.indd 35

08/09/16 10:51

muerdequedito.indd 36

08/09/16 10:51

3 Sobre la transcripción de EL MUERDEQUEDITO

Características externas La letra del manuscrito está trazada con tinta negra que al paso del tiempo se ha tornado color sepia en algunas de sus partes. Hay caracteres que fueron caligrafiados con tinta roja: es el caso de unos pocos subrayados y de las letras capitulares (no de todas) que se colocaron al comienzo de las estrofas de los poemas intercalados en el texto, como si se hubiera tratado de figurar acrósticos. Las capitulares no solo aparecen al comenzar los capítulos, también se dibujaron al principio de algunos párrafos, especialmente los que sucedían a los poemas. También se escribieron con tinta roja algunas palabras o incluso frases completas que no tienen ninguna significación especial ni revelan algún criterio específico. El manuscrito compone un cuadernillo que mide 14,5 centímetros de ancho por 22 centímetros de largo. Los márgenes laterales tienen un promedio de 11 milímetros y los de arriba promedian unos 5. El cuadernillo está integrado por 33 fojas, sin carátula y el “Delantar” de la obra. La foliación se hizo con números arábigos sobre la esquina superior derecha y va de la foja 128r a la 160r. Está en un magnífico estado de conservación y se encuentra en el Fondo Reservado de la Biblioteca Nacional de México con la clasificación MS29.

muerdequedito.indd 37

08/09/16 10:51

38

JUAN DE LA VILLA Y SÁNCHEZ

Características internas El manuscrito está dividido en dos capítulos. Tiene párrafos extensos en latín. Algunas de estas frases latinas están subrayadas. Hay numerosos errores de copia en las frases latinas y también en las españolas, aunque en menor cantidad en estas últimas. Por momentos parece que los amanuenses se quedaran dormidos y escribieran mecánicamente sin atender a la coherencia de los enunciados. A lo largo del texto hay apostillas en ambos márgenes. Con respecto a la forma de la letra, encontramos tres variantes de itálicas: una apretada y uniforme que presenta enlaces entre una palabra y otra, se caracteriza por el uso de la doble “T” y la doble “S”, así como por el punto sobre la “i” que semeja una coma; otra variante más, tendida y escrita con menos presión, cuyos rasgos suelen prolongarse al final de cada renglón; y por último una tercera variante que podría describirse como intermedia y que presenta poca uniformidad en la manera de abreviar algunas palabras (es el tipo de letra que se usó con mayor abundancia en los documentos del siglo xviii). Estas tres variantes de la letra se intercalan de manera indistinta a lo largo del documento y dejan la impresión inicial de un manuscrito compuesto de numerosos tipos de letra. Hay algunas palabras (sobre todo al final del renglón) que aparecen con una o varias letras sobrepuestas, pero no es porque se presenten abreviadas. Es el caso de palabras como “defectos”, “César”, “mando”, “dicen”, etc. Algunas palabras vienen testadas. Se utiliza de manera indistinta el punto y el punto seguido de un signo de igual. Las abreviaturas empleadas no son pocas. Las hay para escribir algunas preposiciones, conjunciones, adverbios, adjetivos y sustantivos de uso frecuente tales como “para”, “por”, “cuando”, “señor”, “padre”, “que”, “por qué”, “reverendo”, “fray”, “Joan”, “padres” (abreviado “Pes.” o “P.Pes.”), “religiosos”, “maestro”, “san”, “provincial”, “Francisco”, “Antonio”, “Baptista”, “padre”, “Dios”, “religiosísimo”, “santísimo”, “santo”, “quien”, “su majestad”, “México”, o bien apellidos como “Sandoval”, “Santander”, etc. Hay variantes en la forma de abreviar, por ejemplo: “maestro” de “Mo” a “Mro”; “San” “S” o “Sn.” “Santo”, “Sto”; la abreviatura de

muerdequedito.indd 38

08/09/16 10:51

SOBRE LA TRANSCRIPCIÓN DE EL MUERDEQUEDITO

39

“que” es una “q” terminada con un rasgo hacia arriba como un pequeño gancho, en otras ocasiones es un rasgo que va hacia la izquierda y concluye hacia la derecha.

Tipo de transcripción realizada Para hacer más accesible la lectura del manuscrito se hizo una transcripción literal modernizada: En el texto español se eliminaron las consonantes dobles, básicamente las letras “T” y “S”. Se desataron las abreviaturas. Se anotaron mayúsculas de acuerdo con las normas de la ortografía actual y lo mismo hicimos con el uso de las minúsculas. Se modificó la ortografía de algunas palabras. Así, sustituimos la “x” por la “j”; la “v” por la “b”; la “i” por la “y”; el grupo “th” por la “t”. Por otra parte se puso la “h” donde hacía falta. Se pusieron los acentos faltantes. Para una mejor comprensión del texto modificamos algunas palabras. Intercalamos entre corchetes y con la leyenda “Al margen:” las apostillas que venían en ambos márgenes a lo largo del texto. Cuando la palabra nos pareció dudosa anotamos sic o una interrogación entre corchetes. Se cambió completamente la puntuación de acuerdo con los criterios actuales. Las anotaciones obedecen a los conocimientos que pudo haber tenido el autor en su época, por ello intentamos tomar las nociones históricas y culturales de los libros que Juan de la Villa y Sánchez debió tener en su biblioteca.

muerdequedito.indd 39

08/09/16 10:51

muerdequedito.indd 40

08/09/16 10:51

El Muerdequedito

muerdequedito.indd 41

08/09/16 10:51

muerdequedito.indd 42

08/09/16 10:51

Al autor de este papel, intitulado

El Muerdequedito

1

Canta su amigo: “Oye recio” este

SONETO,

Dete o cane quod canicanit Ovidius:2 Pro Cane sidereo canis hic imponitur aræ Et, quare fiat, nil nisi nomen habet3

1.

2. 3.

muerdequedito.indd 43

El dicho es “como el perro que, ladrando fuerte, muerde quedito”. Así aparece en el título de otra obra novohispana: El perro moral y crítico, que ladrando recio, muerde quedito del franciscano Gonzalo Díaz Cardeña (1778). Aquí, el autor, fray Juan de la Villa y Sánchez (quien jamás revela su identidad en el texto), señala que habrá de morder y criticar las cosas públicas, pero sin hacer daño a sus hermanos; sin “descarnar los huesos” ni sacar sangre; “toda mi mordedura (insiste) ha de quedar en la superficie del pellejo”. La autoría del manuscrito se debe al señalamiento de Beristáin, quien lo consigna al final de las obras de Villa y Sánchez y anota: “opúsculo muy apreciable, en que el Autor satirizó con sumo ingenio y gracia los defectos é intrigas de un Capítulo Provincial”. “De ti, oh perro, canta lo que cantó Ovidio”. Ovidio, Fastos IV, versos 941-942. “En lugar del can celeste, se impone un perro sobre el altar /Y nada tiene porque parezca, sino el nombre” (traducción libre). Es la descripción de un sacrificio donde se quemaban las asaduras de la oveja y las tripas del perro para paliar la canícula y en remembranza de un fasto dedicado a la fundición del bronce. Es un rito muy complejo que está vinculado a varios mitos, principalmente los de Dédalo, Ícaro y su primo Talos. Véase el libro de Robert Graves, Los mitos griegos, Madrid, Alianza 2004, vol. I, pp. 420-423 (92: 3-12). Col. Humanidades, nº 4100.

08/09/16 10:51

44

JUAN DE LA VILLA Y SÁNCHEZ

Mejor que el Can Celeste4 el cielo giras5 Y su provincia angélica6 procuras Sanar con tus graciosas mordeduras Porque enciendes en rabiosas iras. Ladras y muerdes, pero no respiras Un aliento nocivo a las criaturas. Las llagas lames, los enconos curas Cuando a la unión con tanto celo aspiras. Coloquen tu lengua ya en las aras, Que en su trono ilumina a las esferas Y peinen a tu pluma luces claras,7 Porque puedes prestar a las lumbreras Del Cielo de Domingo luces raras, Cuando muerdes quedito tan de veras. 4.

5.

6.

7.

muerdequedito.indd 44

Se refiere a la constelación del Can Mayor. El perro que se hace llamar “Muerdequedito” es otro can que gira mejor que el can celeste en el cielo de la religión de Santo Domingo. Los dominicos son Domini canis: “los perros del Señor”. Un juego de palabras que ellos mismos fomentaron y que está en la divisa que colocaron en sus templos y conventos en señal de humildad y porque en algún momento de la historia fueron perseguidores de herejes. La lengua latina se prestó a muchos juegos de palabras semejantes. Muy seguramente fueron los jesuitas quienes inventaron el “Si cum dominicanis canis, nunquam cum Domino canis” (“Si cantas con los dominicos, nunca cantas con el Señor”). Fue en respuesta a que los dominicos habían cifrado un juego similar: “Si cum jesuitis itis, nunquam cum Jesu itis” (“Si vas con los jesuitas, nunca vas con Jesús”). Ricardo Palma consigna estos juegos de palabras en la cuarta serie de sus Tradiciones peruanas y, al parecer, de ahí viene la fama moderna de estos juegos que citamos. En la iconografía de santo Domingo hay un “can celeste” que parece girar un globo sobre una antorcha o sobre alguna de sus patas delanteras. Gira el globo o cielo (de los dominicos) para calentarlo o quemarlo durante la canícula, pero también para juzgarlo o criticarlo. Otro juego de palabras: la “provincia angélica” podría ser la provincia celeste donde residen los ángeles porque alguien está girando en el cielo mejor que el can celeste; sin embargo, por lo que viene después, sabemos que se refiere a la provincia poblana (“La Puebla de los Ángeles”) de Santo Domingo, que es la región que debe ser sanada por las graciosas mordeduras del Muerdequedito. “Peinen a tu pluma luces claras”, dice el “Oye recio”, quien se dirige al “Muerdequedito” para desearle —como haría cualquier escritor de la época a otro escritor— “luces claras” con que iluminar a los dominicos más conspicuos a fin de que puedan resolver el litigio referido en el opúsculo.

08/09/16 10:51

Delantar de la obra

Varias cosas hay, lector mío —cándido o purpúreo; pío o urbano—, unas cosas hay que se saben porque se dicen, otras que se dicen porque se saben, otras que se saben sin decirse y otras que se dicen sin saberse. ¿Qué apostamos que tú no conociste a Esopo? ¿Qué, que no viste de tus ojos a Ovidio ni a Virgilio, sino retratados en las puertas de sus obras? ¿Cuánto va que no alcanzaste a Artaxerxes, aquel rey grande, que fue en tiempo del otro rey que rabió?8 ¿Qué va que no soñabas nacer (si es que el nacer se sueña) cuando reinaba en Grecia Antígono9 y el tirano Dionisio en Sicilia?10 ¿Qué va que nada de esto viste? Y con todo eso sabes que el finísimo Esopo era esclavo, y que aquél tan ingenuo11 espíritu animaba un cuerpo servil. Sabes que Ovidio tenía un palmo de nariz y, después que lo desairaron y desterraron, al punto (si

8.

9.

10.

11.

muerdequedito.indd 45

“El rey que rabió”, dice Gonzalo Correas que se usa “para decir que una cosa es muy vieja, principalmente si es pasada muy antigua”. Véase el refrán 1261 en Vocabulario de refranes y frases proverbiales, edición digital de Rafael Zafra, Pamplona/Kassel, Universidad de Navarra/Edition Reichenberger, 2000. Antígono Monóftalmos fue uno de los generales que iniciaron con Alejandro Magno la conquista de Asia y después se convirtió en uno de sus más poderosos sucesores. Hubo dos Dionisios en Sicilia (padre e hijo) y ambos fueron contemporáneos de Antígono; si nos atenemos a los saberes de los siglos xvii y xviii, Dionisio Siracusano, o “el Joven”, según Covarrubias, fue hijo de Dionisio el Viejo “a quien sus mismos soldados mataron a traición y esos mismos favorecieron al hijo dándole el reino” (Sebastián de Covarrubias Orozco. Tesoro de la lengua castellana o española, Madrid/Frankfurt, Iberoamericana/Vervuert, 2006). Juan de Aranda, usando como fuente a Valerio Máximo, dice que este Dionisio fue de los personajes antiguos que murieron de risa (Lugares comunes de conceptos, dichos, y sentencias, en diversas materias, Sevilla, por Juan de León, 1595, f. 53 v). Quiere decir “ingenioso” y no “ingenuo” en el sentido que lo entenderíamos nosotros. A pesar de ser ingenioso de espíritu era esclavo.

08/09/16 10:51

46

JUAN DE LA VILLA Y SÁNCHEZ

con la vergüenza le creció) tendría nariz de dos palmos.12 ¿Sabes que Virgilio (como cosa que se prueba por sus efectos) se probaba a posteriori que era italiano legítimo por arriba y por abajo, por delante y por detrás?13 ¿Sabes que Artaxerxes (sin ser liberal ni aporreado14) era manilargo, que tenía un brazo más largo que otro, y de aquí vino el llamarle Longímano?15 ¿Sabes que Antígono (en competencia de Virgilio que tenía tres ojos abiertos) tenía uno cerrado, es decir, era tuerto, y que el discretísimo Apeles, para disimularle su defecto, le pintó de medio lado?16 ¿Sabes que Dionisio era el Garatusa17 de aquel tiempo, ladrón con gracia que, para quitar una capa de oro a la estatua de Apolo, dijo: “Esta capa, para el verano está muy pesada y, para el invierno, muy fría”? Todas estas cosas sabes y no las vistes, y las sabes y se saben porque se dicen. Otras cosas hay que se dicen porque se saben. ¿Por qué día aqueste le diría Spurinna al César que se guardase de las calen-

12.

13.

14.

15.

16.

17.

muerdequedito.indd 46

Ovidio fue desterrado en el año 8 a.C., a la edad de treinta y cinco años, cuando ya era un poeta de gran fama. Pasó el resto de su vida en el exilio y, pese a todos sus afanes, jamás logró el perdón de Octavio. Su cognomen, nombre familiar o sobrenombre era nada menos que “Nasón”. Hay demasiada insistencia en el “se probaba a posteriori que era italiano” y “por arriba y por abajo y por delante y por detrás…”, y más abajo subraya que “tenía tres ojos abiertos”. No sería difícil la insinuación de que Virgilio era “itali-ano”, un juego de palabras que se usó mucho en la España aurisecular para burlarse de los homosexuales, especialmente si procedían de cualquiera de las naciones italianas. Covarrubias dice que “aporrearse” es golpearse a sí mismo y que los perdigones (perdices) “cuando nuevamente los encierran en la jaula suelen golpearse. Y de aquí tomaron una manera de hablar, que el que se halla en alguna estrecheza donde la han puesto y se congoja, dicen que se aporrea en la jaula”. En efecto, Artajerjes fue llamado “Longímano” y “Asuero”. No es que fuera “mano larga” por generoso, el chiste es que era “longímano” por tener un brazo más largo que el otro. Apeles fue el pintor favorito de Alejandro y bien pudo hacer uno o más retratos de Antígono. Es posible que haya una confusión entre Antígono y Filipo, padre de Alejandro, de quien sabemos con certeza que también era tuerto y fue pintado por Apeles. Por otro lado, en lo que se refiere a pintarlo de “medio lado”, desde la Antigüedad se pintaban de perfil los retratos de los muertos porque no se conservaban íntegramente los rasgos del difunto. Un perfil requiere menos detalles que un retrato frontal. Martín Garatusa fue un famoso ladrón novohispano que vivió en el siglo xvii y gozó de enorme popularidad. Fue sinónimo de ingenio e inteligencia. “Garatusa” es una palabra que proviene del juego de cartas; podría equivaler a robo, trampa o estafa.

08/09/16 10:51

DELANTAR DE LA OBRA

47

das de marzo,18 sino porque supo era día fatal, y día para el César de pesar, porque lo supo, porque lo adivinó o el Diablo se lo dijo? Asimismo hay otras cosas que se saben sin decirse. ¿Quién te dijo a ti que Midas tenía orejas de asno, como estudiante modorro?19 ¿Quién te lo dijo? Allá se cuenta que unos canutos20 de la tierra lo publicaban, porque hasta la tierra es soplona, y de pitos y flautas se arma un chisme; y lo que parece que no había sentido la tierra, abre bocas para decirlo.21 El agua tiene lenguas en el mar, en las fuentes22 también hay malas lenguas que murmuran y, como estas murmuraciones llegan a oídos de las paredes,23 por eso se saben las cosas que no se dicen. 18.

19.

20. 21.

22.

23.

muerdequedito.indd 47

Las calendas corresponden aquí al primer día del mes de marzo; debe ser una confusión del autor (a Julio César lo asesinaron en los idus de marzo, es decir, el día quince). Spurina fue el agorero que durante un sacrificio le advirtió que se guardase de un peligro que lo amenazaba para ese día. Camino del Senado (donde lo esperaban los puñales de los senadores asesinos), Julio César se topó con Spurina y, burlándose, le dijo que habían llegado los idus y no había sucedido nada. Spurina respondió que habían llegado, pero aún no habían transcurrido. La anécdota fue referida por Plutarco y por Suetonio, pero solo este último es el que consigna el nombre del arúspice. Véase De vita Cæsarum I, LXXXI. Modorro es el que tiene somnolencia, “y algunas veces se dice del hombre muy tardo, callado y cabizbajo” (v. Tesoro). Aquí se desprende que se trata de un estudiante castigado por no hacer bien el trabajo, un “burro”, diríamos hoy como entonces se decía “modorro”. Cañutos. La fuente que explica estas palabras está en las Metamorfosis de Ovidio, libro XI, capítulo IV. En la competencia del dios Pan con Apolo por la superioridad de sus respectivos cantos, el juez Etmolo declaró vencedor a Febo. Con este juicio estuvieron plenamente de acuerdo todos los presentes, excepto el rey frigio Midas, quien había asistido por azar a la audición. “Entonces, el dios de Delos no quiso que unas orejas tan burdas conservaran la forma humana… el castigo sólo alcanza una parte de su cuerpo: se le ha provisto de las orejas de ese animal de paso lento, el asno”. Midas traía la cabeza cubierta con unas tiaras de púrpura para esconder su vergüenza, pero el peluquero que solía atenderlo estaba al tanto de su secreto. Al principio trató de callarlo, sin embargo no logró contenerlo. Apartado, se puso a cavar la tierra y, sobre el agujero, contaba a la tierra el tipo de orejas que tenía su amo. Luego tapaba la cavidad con tierra, como si hubiera enterrado sus palabras. Con el tiempo creció sobre el lugar un bosque de cañas que maduraron los meses y, cada vez que soplaba el viento, las cañas repetían las palabras que había enterrado el peluquero, con lo cual vinieron a enterarse todos del castigo que había recibido Midas. La ninfa Aretusa se convirtió en fuente cuando estaba huyendo de Alfeo. Ella fue la que informó a Ceres que su hija Proserpina había sido raptada por Plutón. V. Ovidio. Metamorfosis, libro V, cap. IV. “Las paredes tienen oídos”. Se trata de un refrán muy antiguo que se refiere a la imposibilidad de comunicar un secreto sin que este deje de serlo al instante, incluso comunicándolo en un lugar cerrado.

08/09/16 10:51

48

JUAN DE LA VILLA Y SÁNCHEZ

¿Quién te dijo del otro que quemó el gran templo de Diana? Si se mandó que ninguno lo contara (porque no se saliera con la suya de hacerse en el mundo célebre), y ninguno lo contó; todos lo callaron y se supo sin decirse.24 Y de la misma suerte hay cosas que se dicen sin saberse; y esto de muchas maneras porque unos no saben lo que se dicen, otros dicen lo que no saben si es o no es, y otros dicen lo que saben que no es. ¿Qué dijeras tú al oírle decir a aquel loco de Pitágoras que quería que las almas remudaran cuerpos como camisas?25 “Yo me acuerdo —dice— de que cuando estuvo mi alma en otro cuerpo en el tiempo de la guerra de Troya era yo Euferbo, hijo de Pantho, por señas que me mató el hijo de Astria”.26 Ipse Ego (nam memini) Troiani tempore belli Phantoïdes Euphorbus eram: cui pectore quondam Haesit in adverso gravis hasta minoris Atridae27

¿Qué dijeras al oír semejante disparate sino que Pitágoras era un loco, y que no sabía lo que se decía? Otros dicen lo que no saben,

24.

25.

26.

27.

muerdequedito.indd 48

Eróstrato quemó el templo de Artemisa en Éfeso; aquel templo había sido una de las siete maravillas del mundo antiguo. Aunque trataron de ocultar su identidad para impedir que lograse el propósito de inmortalizarse (así fuera por una canallada), su nombre llegó a la posteridad porque diversos historiadores antiguos registraron el hecho y consignaron el nombre del pirómano. Esta creencia es muy antigua y tiene un enorme prestigio filosófico-literario. Entre los griegos se conoce como “metempsicosis”, tradicionalmente se habla de la “transmigración de las almas”. El Muerdequedito tomó su referencia de la parte del libro XV de las Metamorfosis, versos 158-159, en la que Ovidio hace que Pitágoras exponga la idea de que “las almas son inmortales y una vez dejada su sede anterior, viven en nuevas casas después que son recibidas en ellas”: “Morte carent animae; semperque, priore relicta/ sede, novis domibus vivunt habitantque receptae”. No debemos olvidar que la palabra “camisa” (agregada por el Muerdequedito) es una prenda de vestir íntima y por tanto aquí hay un sentido peyorativo. “Astria”, debe ser un error del copista (hay muchos errores de copia en las frases latinas y también en las españolas, aunque un poco menos en las últimas). El texto dice “Asttria”, debe decir “Atridae”, o sea “de Atreo”, el “minus Atridae” es el menor de los Atridas o hijos de Atreo, Menelao, rey de Esparta y esposo de la raptada Helena. Ovidio. Metamorfosis, XV, 160-162. “Yo mismo (lo recuerdo) en tiempos de la guerra de Troya, era Euforbo, hijo de Panto, cuyo pecho fue atravesado por la pesada lanza del menor de los Atridas”.

08/09/16 10:51

DELANTAR DE LA OBRA

49

como Caifás, a quien se le caían de la boca las profecías.28 Y aquel papagayo de cuatro pies (digo la Burra de Balán) a quien le nacían en la boca las palabras.29 Otros dicen lo que no saben si es, como Atalo, que se atrevió a llamar espurio a Alejandro, cosa que solo podía saber su madre Olimpia, y culpa que no sabría quizá su camisa, porque pudo cometerla desnuda.30 Otros dicen lo que no saben que no es, como aquel astuto romanito Papirio que, preguntado de su madre qué se había tratado en el Senado, a que había asistido el muchacho, “tratose —dijo (para no violar el secreto)— si sería más conveniente que tuviesen las mujeres muchos maridos, o que los maridos tengan muchas mujeres”. Así lo dijo el muchacho que tenía ya edad para mentir, o mintió con dispensa de la edad, y dijo lo que sabía que no era, por no decir lo que era y lo que sabía.31 Supuesta pues esta división —lector mío— yo 28.

29.

30.

31.

muerdequedito.indd 49

Dice Covarrubias que Caifás en hebreo significa “investigator, vomens ore, aut vomitus oris”. Es el personaje que aparece en el Evangelio de san Juan (XI, 4953): “Entonces los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron consejo y decían: ‘¿Qué hacemos? Porque este hombre [Jesús] realiza muchas señales. Si le dejamos que siga así, todos creerán en Él y vendrán los romanos y destruirán nuestro Lugar Santo y nuestra nación’. Pero uno de ellos, Caifás, que era el Sumo Sacerdote de aquel año, les dijo: ‘Vosotros no sabéis nada, ni caéis en la cuenta que os conviene que muera uno solo por el pueblo y no perezca toda la nación’. Esto no lo dijo por su propia cuenta, sino que, como era Sumo Sacerdote aquel año, profetizó que Jesús iba a morir por la nación y no sólo por la nación, sino también para reunir en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos. Desde este día, decidieron darle muerte”. Desde la antigüedad más remota se considera que el papagayo es un animal parlante, por eso los griegos lo llamaron antropoglotón (“lengua de hombre”); sin embargo, como señala Covarrubias, se le nombra papagayo “al que habla algunas cosas bien dichas, pero que se conoce no ser suyas…”. Es la razón por la cual el autor de El Muerdequedito llama “papagayo de cuatro patas” a la burra de Balaam; como sabemos, el animal habló porque Jehová le “abrió la boca” para impedir que su amo la siguiera azotando. V. Números, 22: 28. Este es un chiste; hoy diríamos algo así como: “culpa que no sabrían sus calzones porque se los quitó para cometer su falta”. Si no lo sabían sus calzones, mucho menos lo pudo saber Atalo. Se dice que fue la misma Olimpia quien divulgó el rumor de que su hijo Alejandro no era hijo de Filipo y esta versión fue aprovechada por el propio Filipo para repudiar a Olimpia y por los enemigos de Alejandro para buscar desheredarlo del trono de Macedonia. Otra vez se hace evidente que la erudición de Juan de la Villa proviene de fuentes secundarias o de las conversaciones entre los frailes. En sus Noctes Atticae, Aulo Gelio aclara el origen del curioso cognomen de Papirio Pretextato (I, 23), origen que es el quid de esta historia cuya fuente estaba en uno de los discursos de Marco Catón. El apodo le vino de que, siendo niño, lo llevaba su padre a las sesiones del Senado y, al igual que otros muchachos, iba vestido con la toga prætexta y es-

08/09/16 10:51

50

JUAN DE LA VILLA Y SÁNCHEZ

entro, con tu licencia, a tratar, no de las cosas que se saben, ni tampoco de las que se dicen sin saberse, entro —¡Dios y enhorabuena!— a tratar de las cosas que se saben sin decirse. ¿Por qué piensas tú que me llamaría yo Muerdequedito? Porque a ninguno le he de descarnar los huesos, a nadie he de sacar sangre; toda mi mordedura ha de quedar en la superficie del pellejo, y solo he de morder aquellas cosas que son públicas en notoriedad, de hecho o de derecho. Algunas cosas también condenaré que parecieren dignas de reprensión, supuesto que puedo tirar el sermón y esconder la mano, pero echarás de ver en mis palabras que no hay encono, y que no muerdo con rabia. Y para no cansarte más, no quiero que se estire mi delantal32 que parezca de gamuza, ni que digas de mí que tengo muy lindos principios para herrero porque escribo a machamartillo.33 Manos a la obra. Vente conmigo y entremos en el…

32. 33.

muerdequedito.indd 50

cuchaba las discusiones de los legisladores. Un día, su madre lo interrogó sobre el contenido de la discusión de aquella jornada. Como sabía que estaba obligado a ser discreto, ante la demasiada insistencia de la madre se vio obligado a mentir; inventó que los senadores habían tratado si sería más conveniente para los intereses de la República que los hombres pudieran tener una o dos esposas o, por el contrario, las esposas uno o dos maridos. Alarmada, la mujer se comunicó con otras matronas y todas se manifestaron públicamente en la entrada del senado para exigir que se impidiera a los hombres tener dos esposas. Extrañados los legisladores por la demanda de las mujeres, averiguaron la razón de la protesta tan desmesurada y rieron mucho de la ocurrencia del niño. Desde entonces se prohibió a los senadores que llevaran a sus hijos a las sesiones de la asamblea, solo a Papirio se le siguió permitiendo la entrada en premio a su discreción y a partir de ese momento se le colgó el curioso apodo de “Pretextato”. O “delantar”, como ha llamado el Muerdequedito a esta introducción. Decir que algo se hace “a machamartillo” es referirse a “lo labrado firme y fuerte y bien hecho” (Correas, refrán 577: “por alusión a las cosas hechas a mazo y escoplo… como las cosas que encarecemos por bien hechas, que decimos que están hechas a machamartillo y a mazo y escoplo; y del oro se dice que es oro de martillo lo que es labrado a golpe de martillo, por bueno y puro…”). El juego de palabras que usa el Muerdequedito es que, por tanto, insistir o por tanto “martillar” tiene lindos principios para herrero porque escribe a machamartillo, pero no porque lo haga bien, sino porque con tanta insistencia estira su delantar como si fuera de gamuza (hace la homonimia entre “delantar” o “babero” y “delantar” o “prólogo”), los delantales solían ser de cuero pero, si el cuero era gamuza, se estiraba como su prólogo, es decir, hasta la impertinencia.

08/09/16 10:51

Capítulo primero El de los padres dominicos en que se celebró y celebra, la elección, del padre fray Antonio de Vera en vicario provincial

Ya sabes, lector mío, que la sacratísima, religiosísima, siempre venerable provincia de predicadores de la Puebla celebró su capítulo provincial el día cinco de mayo de este año de 1714, en que salió electo provincial el padre fray Bartolomé Manzano, ausente ultramarino, que está de definidor de la provincia en los reinos de Europa y cuyas voces quedó acá supliendo el reverendo padre fray Antonio de Vera, prior del convento de la Puebla.1 Todo esto, lector mío, bien lo sabes, sin que yo te lo dijera; sabes también que tuvo cierta conmoción e inquietud, y que cerca de cuarenta religiosos se refugiaron en el convento del señor san Francisco, sabes que los cachupines2 capitaneados de su Cid, Rui-Díaz, controvierten que se debe elegir un vice-provincial cachupín, porque no 1.

2.

muerdequedito.indd 51

En ausencia del provincial electo (fray Bartolomé Manzano), el nombramiento recaía en el prior del convento mayor de la provincia. En este caso, fue nombrado automáticamente el prior del convento de Puebla, el padre Antonio de Vera, hermano de fray Diego de Vera, quien era el provincial saliente. Los “cachupines” o “gachupines” son los españoles peninsulares que residen en México. Desde la segunda mitad del siglo xvi se les aplicó de manera despectiva el nombre a los colonos que mantenían su acento castellano y sus costumbres y dedicaban su tiempo a criticar las cosas del Nuevo Mundo y renegar de su condición de emigrados; se les decía gachupines a los que aborrecían las cosas que los sustentaban aunque hubieran nacido en México. Aplicado en diminutivo era un término cariñoso; se le decía “gachupincito” al Niño Dios y a los niños españoles, o a los españoles adultos que no despreciaban las cosas de la nueva tierra.

08/09/16 10:51

52

JUAN DE LA VILLA Y SÁNCHEZ

se invierta el orden y la ley de la alternativa.3 ¿Sabes todo esto? Pues yo sin contarte nada de nuevo, solo he de adelantar el discurso. Lo que el padre maestro Gil,4 literatísimo y doctísimo sujeto de dicha provincia, probó en el sermón de la celebridad del capítulo que predicó en término de una hora (que aún era largo término para su mucha sabiduría porque el padre Rui-Díaz, a cuyo cargo estaba el sermón, se fue a predicar a los corcovados como él5) fue que la elección era canónica, porque era hecha en el ausente. Probaríalo acaso (que no lo sé) con la elección de David. Había Samuel de elegir por mandato de Dios a uno de los hijos de Isaí; vino Celiab, vino animado Aminadab, vino Samaá; ninguno es el escogido, vinieron todos, siete, entonces y solo, vino David,6 y extendido el profeta en contorno la mano, y señalándolos a todos con el dedo, ninguno de estos —dijo— es el escogido de Dios, non eligit Dominus existtis, no está presente el electo que es debido, porque cuando Dios escoge entre presentes y ausentes, así podía levantarse el presidente de su capítulo, y señalando con el dedo a Avidias, a Fernandis y a los demás, decir: non elegit Dominus existtis.7 3.

4.

5.

6.

7.

muerdequedito.indd 52

Como sabemos, desde 1572 se estableció la “alternativa” en los conventos y demás instalaciones del clero regular novohispano, como medida obligatoria para evitar las frecuentes rencillas entre religiosos criollos y peninsulares por los puestos de la administración. En muchas ocasiones no se respetó la regla y ello causó airadas protestas y prolongados alegatos internos que lograron muy poco efecto. El muy reverendo padre maestro fray Alonso Gil, era natural de Cholula, había sido prior del convento de Puebla y después sería del de Izúcar; era calificador del Santo Oficio y eminente predicador. De él se conserva impreso el Sermón eucarístico por el nacimiento del serenísimo príncipe Luis I. Heredero de las Españas. Puebla, Diego Fernández de León, 1708. Véase José Mariano Beristáin de Souza. Biblioteca hispanoamericana septentrional, ed. facs., México, UNAM/Claustro de Sor Juana/Instituto de Estudios y Documentos Históricos, A. C., 1980. Como se verá más adelante, el padre Rui-Díaz era corcovado y narizón. Por ser homónimo de Rodrigo Díaz de Vivar, era el Cid y capitán de los gachupines. Fue a predicarle a los “corcovados como él”, es decir, a los que habían sido afectados en el proceso de la sustitución del provincial. Por mandato de Dios, Samuel fue a Belén para escoger al sustituto del rey Saúl entre los hijos de Isaí (o Jesé). Al primero que vio fue a Eliab (o Celiab), pero Dios le dijo que no era el elegido. Y así sucedió con los otros seis, ninguno era el elegido de Dios. Hasta que mandó Samuel por el más pequeño, que se había quedado a cuidar de las ovejas, y ese muchacho, de nombre David, resultó ser el ungido. Como suelen hacer los hombres, Samuel solo se fijó en las apariencias y por eso no pudo encontrar a primera vista al elegido de Dios (Samuel 1, 16: 1-13). Esta frase latina (“No está presente el elegido del Señor”) viene reiterando la historia de la elección de David.

08/09/16 10:51

CAPÍTULO PRIMERO

53

Esto diría el maestro Gil, que no necesita de fiadores, ni yo pudiera serlo, abonado que soy, muy lego y muy llano; uso yo de mis dientes y déjole a sus ladridos litigar;8 si fue o no canónica la elección, no es de mi propósito. Lo que sí diré, y digo, es que no dejaría de ser con asistencia del Espíritu Santo que, cuando no asistiera especial o personalmente, asistiría por poder, tendría los poderes del Espíritu Santo9 el padre Castro, (¡qué sagaz y astuto para unir afectos!¡para concordar voluntades!) o, lo que es más cierto, tendría los poderes el padre fray Diego de Vera,10 provincial (como plátano) pasado, porque en estos casos a quienes se dan los poderes para criar, se dan los poderes para elegir. Tenía el padre Vera su criatura de Castro, a quien crió prior de San Pablo.11 Tenía sus criaturas en esos pueblos de la Amisteca,12 y por título de la creación tenía dominio en las voluntades.13 ¡Ah, gloriosísimo padre san Ignacio que, como buen soldado, hasta los golpes ajenos te acuchillaron! ¡Ah, sacratísima apostólica Compañía de Jesús, a qué buen tiempo que viniste al mundo! Quién pudiera hacer que tu discre8. 9.

10.

11.

12.

13.

muerdequedito.indd 53

“Uso yo de mis dientes y déjole a sus ladridos litigar”, recordemos que estamos entre perros, como se consideran a sí mismos los dominicos. Tradicionalmente, Dios, la Divina Providencia o el Espíritu Santo asisten las elecciones. Una de las más famosas elecciones fue la del apóstol Matías, quien sustituyó a Judas Iscariote (Hechos, 1: 23-26). Con este suceso se explica el cuarteto del soneto satírico que Góngora dedicó al jesuita fray Juan de Pineda: “Consuelo me daréis, si no paciencia,/ porque en suertes entré, y fui desgraciado,/ en el mes que perdió el apostolado/un Justo por divina providencia”. La fiesta de san Matías se celebra en España el 24 de febrero, mes en el que Góngora perdió el certamen poético frente Arguijo. El chiste es que, en la elección del provincial poblano, el Espíritu Santo asistió por poder y fue el provincial anterior, fray Diego de Vera, el que tenía los poderes de representarlo y elegir a su hermano fray Antonio de Vera. Fray Diego de Vera era el provincial en aquel momento. Había sido “criado” como provincial por fray Antonio Rui-Díaz, quien primero lo nombró prior del convento de Puebla, cargo en el que permaneció hasta 1710, cuando se convirtió en provincial. Fray Antonio de Castro, prior de San Pablo, un dominico sin más méritos que tener una “voz de matraca” (como se verá más adelante) y ser incondicional de fray Diego de Vera. Parte occidental del actual estado de Oaxaca, una región muy rica e influyente por el cultivo de la seda y la producción de cochinilla. Las fundaciones dominicas de esa región tenían abundantes recursos económicos. “Por título de la creación tenía el dominio de las voluntades”, quiere decir que fray Diego de Vera, como provincial, había criado a los priores de varios conventos y, por tanto, tenía las voluntades de estos a su favor puesto que eran sus “criaturas”.

08/09/16 10:51

54

JUAN DE LA VILLA Y SÁNCHEZ

tísimo gobierno se observara en todas las sacratísimas religiones.14 ¡Oh capítulos, estrago y relajación de la regular observancia! En todas las sagradas religiones, si los provinciales son los que hacen los pretores15 y los priores son los que hacen los provinciales, ¿cómo en esta remutación no se han de hacer grandes trampas cuando está tan adelantada la malicia? No hubieran el padre Vera y el padre Rui-Díaz hecho el surrapate16 acá, de prior a provincial y de provincial a prior, si otro repartiera los lugares, y a fe, a fe que no tuviera el padre Vera tanto copete si no se lo hicieran aquellos a quienes hizo la barba. Las Gracias —como sabes lector mío— eran tres mujeres puestas en rueda, que cada una cogía la mano de la una y, de estas gracias, tuvo mil el padre Vera; a ninguno dio la mano de quien no la recibiera; “doite mi mano para que me des la tuya; y hágote la gracia para recibirla de ti”.17 A estas criaturas del padre Vera no les hallo yo otra que aquella comparación: similis ettis pueris ludentibus i no foro.18 Dime, lector mío, ¿fuiste muchacho?, ¿algún día jugaste aquello de frailes al convento que manda la Orden? Pues cata aquí que el jueves, a las cuatro 14.

15. 16.

17.

18.

muerdequedito.indd 54

“Religiones” por “órdenes religiosas”. Seguramente el Muerdequedito desconocía los problemas narrados por el padre Juan de Mariana (1536-1624) en su Tratado del gobierno de la Compañía de Jesús (manuscrito) y en su Discurso de las enfermedades de la Compañía, Madrid, Gabriel Ramírez, 1768. El segundo fue un texto famoso del cual existe una edición mexicana hecha por Ignacio Cumplido y fechada en 1841. Priores. “Zurrapate”. Las zurrapas son los “pelillos” que se forman en el asiento de las cubas del vino. El término está utilizado en el sentido de escoria, de algo vil y despreciable que se formó o se hizo. Las “Gracias” son tres hermanas, Aglais (o Aglaya, “alegría”, “brillo”), Eufrosina (gozo) y Talía (flor), que representan el triple ritmo de la generosidad: dar, recibir y devolver. Se les pinta desnudas (porque no engañan) y enlazadas de las manos porque suponen una danza eterna donde todos los hombres dan y reciben. Algunos autores piensan que dos de estas hermanas están de frente y una de espaldas porque de cada aportación o regalo que hacemos, recibimos dones por partida doble. El Muerdequedito alude a esta idea sublime de los humanistas, pero lo hace para contrastar el intercambio de dones que se está dando entre los frailes tramposos. Para la figura de las Gracias, véase la excelente monografía de Edgar Wind, “Las Gracias de Séneca”, en Los misterios paganos del Renacimiento, Madrid, Alianza, 1998, pp. 39-48 (Col. “Alianza Forma”, nº 144). Otra cita imprecisa: “Similis est pueris sedentibus in foro…” (Mateo, 11: 16). “Similis sunt pueris sedentibus in foro…” (Lucas, 7: 32). Es la comparación que hace Jesús al juzgar a los hombres de su generación que se parecen a los niños que se gritan unos a otros en la plaza: “Os hemos tocado la flauta,/ y no habéis bailado;/ os hemos entonado endechas,/ y no habéis llorado”.

08/09/16 10:51

CAPÍTULO PRIMERO

55

de la tarde, suena la campana que llama a los frailes al convento (que se ha hecho circunstancia que en todos los capítulos haya de haber campanadas). Ves aquí que vienen a ver lo que manda la Orden y, después de preceptos y obediencias que van y vienen, salimos con hacer una niñada y con arañarse unos a otros, se juntan como hermanos y pelean como enemigos. Los juegos de los niños son capítulos de jugando. Y los capítulos de los frailes se han hecho unas ficherías de Veras.19 Díganme por amor de Dios ¿dónde podía Tonchi20 de Vera ser fray uno sino en juego de trinos?21 Y aun en juego de muchachos le dieran por sus yerros más culillo con campanas,22 y ha permitido Dios por culpas de unos trinos de cien años que un bellaco se haya hecho dueño del hato. Ahora hicieron un capítulo, que parece al juego de pan y queso, aguardando a que el otro volviera las espaldas para ocuparle el lugar llevándose Tonchi el respecto de provincial, hecho Manzano el provincial de respecto para que el maestro Sedeño23 —que siempre anda echando como sea más— diga que el padre Manzano: “Señor mío no es como se llama, porque se llama como es”. Y para que el reverendo padre maestro Malpartida24 diga infinitas de sus gracias, si acaso puede hablar cuando giganttes gemunt sub aquis.25 ¿Es posible reverendos 19. 20. 21.

22.

23.

24.

25.

muerdequedito.indd 55

Este juego de palabras va a ser repetido en varias ocasiones: “ficherías de Veras”, para decir “de verdad” y para mencionar las fechorías de los hermanos Vera. Hipocorístico de Antonio. Parece jugar con la conocida proposición teológica Unus de Trinitate passus est in carne… Fray Antonio de Vera solo podría ser “fray Uno” en el juego de trinos, donde intervinieran las otras personas: su hermano y las criaturas de su hermano. El refrán que consigna Correas con el número 820 dice: “¿A qué tañen las campanas? A culadas, a culadas, a culadas”. Luego señala que es juego de niños; a este juego o al refrán mismo debe referirse el Muerdequedito. En 1681, el muy reverendo padre presentado fray Gregorio Sedeño era lector de Sagrada Teología en la Orden de Predicadores; para este año de 1714 era uno de los miembros destacados de la misma por su antigüedad en ella. El reverendísimo fray Juan de Malpartida fue calificador del Santo Oficio y provincial de los dominicos poblanos entre 1694 y 1698. Fue el primer definidor en el capítulo poblano de 1706, cuando salió electo provincial Rui-Díaz. “Ecce gigantes gemunt sub aquis et qui habitant cum eis…” (Job, 26: 5). El contexto en que se solía utilizar este pasaje es muy diferente al bíblico, se refiere a la conciencia sobre el mundo. Solo los gigantes gimen bajo las aguas porque saben del peso que se les ha encomendado; los que no son gigantes, ignoran el hecho y no gimen: “los que no son gigantes no gimen, porque no le alcanzan; los que son gigantes gimen, porque le comprenden. Si fuera este peso material, no se necesitaba de discurso para el sentimiento; pero no es este peso material: no es carga del cuerpo, sino gravamen del ánimo…” (fray Bue-

08/09/16 10:51

56

JUAN DE LA VILLA Y SÁNCHEZ

padres electores que no consideráis que Antoñito es muy lindo para prelado y que por eso no es bueno? Aunque es verdad —ya que he hablado de lindura— que la pulcritud de Tonchi es como la del universo que se compone de tinieblas, de monstruos y de defectos y pecados. Y siendo estas unas feísimas partes, hacen un hermoso todo. Mira a Tonchi, verás una boca rasgada que da gusto, que no hay otra con quien pudiera besarse la tarasca;26 los ojos de abujas,27 una tocada a imán que mira al norte y la otra que mira al sur;28 en la frente ya pasó la procesión y se quitaron los arcos, y finalmente buena cara y buen todo, hecho de feísimas partes, por eso hablando de sus letras no te diré que no sabe adónde tiene la cara porque si ella es buena la tendrá muy estudiada, y si acaso tiene dos, sabrá los adóndes y meditará los cuándos. Son sus letras buenas y él pensará que es eminentísimo como Thomás de Vio Cayetano29 pero ya tú sabes, que sabe lo que cada hijo de vecino; si replica, aprieta y no concluye; si responde, agrada y no admira. Al púlpito se ha dado poco, o sea porque conoce que se hila muy delgado (hablo de los que hilan al huso) que es menester mucho trabajo y estudio para predicarles a los que están hechos a oír al padre Joan Carnero,30 cuyos sermones si vivenciaron se anduviera escuchando

26. 27. 28. 29.

30.

muerdequedito.indd 56

naventura de San Agustín, “Tercera oración fúnebre panegírica en las honras que hizo la Santa, y Cathedral Iglesia de la Ciudad de Sigüenza al ilustrísimo, y reverendísimo señor D. Fr. Thomas Carbonel […]”, en Vida, y virtudes del Illmo. Señor Don Fr. Thomas Carbonell […], Madrid, por la Viuda de Francisco Nieto, 1695, p. 58). Es una serpiente de cartón o de tela para los carnavales o las fiestas populares. Agujas. Padece un estrabismo mayúsculo. Tomasso de Vio, “Gaetano” (1469-1534). Nacido en Gaeta, Nápoles (de donde le viene al apodo de “Gaetano”), su verdadero nombre era Giaccomo, pero adquirió el nombre de Tomasso cuando ingresó con los dominicos de su ciudad natal en 1584. Destacado estudiante de Teología y Filosofía, fue profesor en las universidades de París y Roma. Se convirtió en general de la Orden en 1508 y llegó a ser cardenal presbítero de Santa Práxedes y obispo de Palermo en 1517. Un año después, fue nombrado obispo de Gaeta. Desempeñó misiones muy delicadas, como delegado pontificio en la elección del emperador del Sacro Imperio en 1519 (cuando salió electo Carlos V), embajador ante Lutero (1519), juez en la sentencia sobre el matrimonio de Enrique VIII con Catalina de Aragón (1534). Fue famoso por su sabiduría y buen juicio. El padre Juan Carnero nació en México el 30 de agosto de 1660. Fue hijo del pintor Nicolás Rodríguez Carnero y de Bernarda Pinto. Ingresó ya grande de edad a la Compañía de Jesús, en 1684. Se ordenó sacerdote en 1690. Fue prefecto de la congregación de la Santísima Virgen y fundador de la Buena Muerte en el cole-

08/09/16 10:51

CAPÍTULO PRIMERO

57

para aprender a los que oían a los Seguras,31 y doctos maestros Torres,32 Giles33 y Corderos,34 que te aseguro que el cordero es un carnerito chiquito, o sea porque ve que ha de sudar si quiere hombrear con estos, o sea porque conoce que se le caen las palabras, que tiene una botillería en la garganta, que habla a garrafas como otros hablan a cántaros que hecha garapiñadas las razones35 que con decirte “Jesús te convidó a

31.

32.

33. 34.

35.

muerdequedito.indd 57

gio del Espíritu Santo de la Ciudad de los Ángeles, donde había sido maestro de “medianos” desde su noviciado. Murió el 2 de diciembre de 1722. De fray Antonio de Segura y Troncoso dice Toribio Medina que fue “natural de la Ciudad de México, maestro teólogo del militar Orden de Nuestra Señora de la Merced, rector del Colegio de S. Pedro Pascual, y comendador del convento grande de México, visitador y provincial de la provincia de la Visitación de la N. E. y calificador de la Inquisición. Fue gran escolástico, muy versado en la lectura de los SS. Padres, orador y poeta muy acreditado, y estableció en México una academia de poesía, de que era presidente”. Véase el vol. IV, p. 23, de La imprenta en México (1539-1821), Madrid, UNAM, 1989. Edición facsimilar de la chilena de 1912. Debe referirse a fray Antonio de Torres, “natural de Teposcolula en la Misteca alta, en la Diócesis de Oajaca”. Fue lector de prima en el convento de Santo Domingo de Oaxaca y conocido predicador. “Pasó a España como procurador de su provincia de San Hipólito y de allí a Bolonia, donde fue vocal del capítulo que se celebró en 1725…”, en que salió electo general de la Orden Tomás Ripoll. Por la mediación de este general se hizo en Roma la imagen de la Virgen del Rosario que costeó Torres y la envió a su provincia; hoy se venera en la capilla de Antequera, en Oaxaca. Antonio de Torres fue autor de dos famosos sermones impresos en la Puebla: uno dedicado a san Francisco y a santo Domingo (Imprenta de Diego Fernández de León, 1694) y el otro dedicado a santo Tomás de Aquino (Imprenta del capitán Juan de Villarreal, 1695). Véanse página 16 y nota 4 en página 52. Es probable que se trate de fray Antonio López Cordero y León, natural de Cholula, donde nació en 1679. Estudió Latinidad en el Seminario Palafoxiano y Filosofía en el Real Colegio de San Luis de Puebla. En 1696 tomó el hábito de Santo Domingo de mano del ilustrísimo fray Diego Gorospe. Enseñó muchos años Teología, fue maestro de novicios y provincial en 1728. Dice Beristáin que “acreditó en su gobierno un celo apostólico y una integridad digna de su santo instituto, no siendo fácil decidir cuál fue mayor en este prelado, si su paciencia religiosa de Cordero, o su fortaleza cristiana de León”. Murió el 3 de octubre de 1730 y su oración fúnebre estuvo a cargo de Juan de la Villa y Sánchez (el Muerdequedito) quien también imprimió la obra que el maestro Cordero había dejado manuscrita y que llevó por título Vida de la esclarecida Virgen Dulcísima Esposa de N. Señor Jesu Christo. Santa Inés de Montepoliciano […], Puebla, por la Viuda de Miguel Ortega y Bonilla, 1744. Impreso que contiene datos históricos interesantísimos agregados por el padre Villa y Sánchez. “Echar las razones garapiñadas”, es decir, hablar con optimismo, destacar la parte buena de algo malo, o poner las cosas malas junto a las buenas para atenuar sus efectos. Por eso en la redondilla de abajo dice con un juego de palabras que en su cátedra de prima “siempre dictaba flores” pues leía “primavera” (la cátedra de

08/09/16 10:51

58

JUAN DE LA VILLA Y SÁNCHEZ

dulce y frío”, por esto no se ha dado a predicar; pero, porque no diga que le murmuro lo malo y no le alabo lo bueno, que soy como el perro de Lázaro, que solo en las llagas pongo la lengua, quiero alabarle su lindo genio escolástico en esta redondilla: Tuvo aplausos en la esfera De su cátedra, y primores Pues siempre dictaba flores Cuando leía Prima Vera.

Y aunque yo no ignoro sus buenas prendas, me admira, sí, que siendo estas, aunque buenas, nada excelentes, nada aventajadas, y quizá inferiores a muchas, en tan poca edad se haya encampanado36 y entronizado, y que un niño esté haciendo ruido, que había de estar sonando. Mucho desdicen los pocos años en un prelado y con especialidad religioso. ¿Es posible que la provincia de la Puebla, con tantos años, no tiene canas en su cabeza? Cosa es de notar que a ninguno le salgan las canas en los muslos ni en los brazos ni en las costillas, que fue providencia y doctrina de la naturaleza que las canas se hiciesen para las cabezas, y las cabezas se hiciesen para las canas; son las canas la borla blanca con que se corona y se honra consumada la humanidad, con que se honestan aquellos a quienes hicieron maestros el tiempo y las experiencias. Cuando Dios en forma humana quiso, para juzgar y gobernar a los hombres, mostrose como anciano, antiquus dierum ceditt.37 Cuando Cristo en el Apocalipsis vino a juzgar a los obispos de la Asia, el ornamento de su autoridad judiciaria fueron las canas en la cabeza: Capilli erant candidi, tanquamlana alba, et tanquam nix.38 El Evangelista, para cargar la

36. 37.

38.

muerdequedito.indd 58

prima se dictaba por la mañana; era opuesta a la “cátedra de vísperas” que se leía por la tarde). “Se haya encampanado”, o haya merecido el honor de las campanas. Otra vez la cita de memoria o el error del copista: “Antiquus dierum sedit/ Vestimentum eius quasi nix candidum,/et capilli capitis eius quasi lana munda” (Daniel, 7: 9). Tanto en la pronunciación italiana como en la clásica (“chedit” o “kedit”) y la palabra “sedit” del texto bíblico hay una gran diferencia. Este pasaje está relacionado con el anterior, pero proviene del Nuevo Testamento, concretamente del Apocalipsis de san Juan Evangelista: “sus cabellos eran blancos, como la blanca lana, como la nieve; “caput autem eius et capilli erant candidi tamquam lana alba, tamquam nix, et oculi eius velut flamma ignis” (Apocalipsis, 1: 14).

08/09/16 10:51

CAPÍTULO PRIMERO

59

consideración a la candidez de las canas, dobló las comparaciones: tanquam lana, tanquam nix. Cristo, señor nuestro, murió de treinta y tres años porque vino a enseñar a los hombres y a obedecer a su Padre, y de los pocos años es propio obedecer y servir; pero una vez que el Señor vino a corregir y a juzgar, las canas que no llevó de la tierra, las trajo de allá del cielo; y las que no le dio el tiempo, le prestó la gernidad,39 de suerte que si hallaran hoy hombres que se sentaran a vivir adrede y se engulleran cinco siglos de una sentada como Gastón, o que se vivieran tres siglos, como deán Juan, criado del emperador Carlo Magno, cuentan las historias humanas, y de san Severo40 las eclesiásticas, estos antiquísimos hombres, discípulos de las edades, aprendices de los siglos, habían de ser escogidos para regir y gobernar a los hombres. Díganme ¿por qué aquel supremo tribunal de Roma se llamaba Senado, derivado para la autoridad el nombre de este santo y venerable: vejez? La razón la dio Cicerón en el libro que compuso De Senectute: nisi concilium esset et ratio insenibus non summum consilium maiores nostria appelassent Senatium41 si el consejo y la cordura no estuviera depositada en la vejez y en los viejos, no llamaran nuestros mayores Senado al supremo de los tribunales de Roma; y prosigue: Quod siau39.

40.

41.

muerdequedito.indd 59

No hay lugar a dudas sobre la transcripción paleográfica porque en este punto la letra es muy clara; por el contexto deducimos que significa “vejez” y podría tratarse de un neologismo derivado del griego geron, gerontos. O bien, mucho más fácil: el copista se equivocó y debió poner la palabra “eternidad”. Hay muchos santos con ese mismo nombre. Quizás se refiera a san Sulpicio Severo, obispo de Bourges, en Aquitania, Francia. Se sabe poco de su vida y suele confundírsele con el escritor Sulpicio Severo, que nació en el 363 y murió en el 425, pero no fue santo. San Sulpicio Severo vivió entre los años 520 y 585 (pues participó en el Concilio de Mâcon). Se dice que murió alrededor de los ochenta años de su edad. Para la Iglesia es ejemplo de tenacidad y determinación, pues habiendo sido un jurista de cierta importancia y habiendo contraído matrimonio, no desoyó el llamado de su vocación y abandonó su vida civil. Se convirtió en asceta y desempeñó un papel muy importante en la conversión de la Galia. El autor debió hacer la cita de memoria y no tuvo en cuenta que su recuerdo del texto era ya muy nebuloso. El pasaje que quiere citar dice: “quae nisi essent in senibus, non summum consilium maiores nostri appellassent senatum” (Catón o de la vejez, 19). Poco antes ha dicho el viejo Catón a Escipión (hablando del abuelo de este) que no se ejercitó en las pesas ni en los saltos, ni en el uso de las lanzas y las espadas, pero sí en el consejo, el razonamiento y el juicio. Ya en la frase citada dice: “si estas cualidades no hubieran estado presentes en los ancianos, nuestros mayores no hubieran llamado Senado al Supremo Consejo”.

08/09/16 10:51

60

JUAN DE LA VILLA Y SÁNCHEZ

dire vultis externa exempla, maximas res publica abadole sentibus labefactatas, a senibus substenta et instituta reperictii.42 Si queréis oír —dice— ejemplos forasteros, extended los ojos y los oídos, y a las mismas piedras oiréis quejar de las ruinas que causaron los moros en las repúblicas, y ellas mismas desde las paredes que labran hermosas fábricas clamarán agradecimientos al consejo de los ancianos, que son el fundamento sobre que estriban. Ejemplo sea (ya que Cicerón no nos lo da) el reino de Israel perdido en Roboam por seguir los consejos de los mozos, desechado el de los ancianos.43 ¿Por qué digo? Cuando todo el mundo lo perdió un hombre que había poco tiempo que lo era, la vejez es la prenda más necesaria para el gobierno. En la vejez —decía Solón— que se confiaba para reprender la tiranía de Pisístrato.44 Cecelio hablaba con libertad en alabanza del César en tiempo de sus enemigos, confiado en su mucha edad.45 Y a Carbón Cónsul, que le decía a Castricio, magistrado de Placensia: “Yo tengo muchos cuchillos”.46 Respondía Castricio: “Y yo muchos años, porque los años son armas para la defensa, libertad para la virtud y valor para la reprensión”. No quiero irme de pluma como de boca, baste para acusar de no muy cuerdo el dictamen que escoge mozos para el gobierno. La estatua de Nabucodonosor que fue ejemplo de las repúblicas, también dechado de las ruinas, ella tenía como la provincia de la Puebla 42.

43. 44.

45. 46.

muerdequedito.indd 60

Otra vez el mismo caso de la cita latina anterior. Quiso decir: “Quod si legere aut audire voletis externa, maximas res publicas ab adulescentibus labefactatas a senibus sustentatas et restitutas reperietis” (Catón o de la vejez, 20). “Porque si leen o, más aún, quieren escuchar casos del exterior, grandes repúblicas se han debilitado por los (gobernantes) adolescentes y se han restituido y sustentado por los ancianos”. Reyes, 12. Solón era primo segundo de Pisístrato y advirtió a los atenienses de la llegada inminente de un tercer período de gobierno de este (hacia el 549 a.C.); después de un ejercicio ejemplar de gobierno y de trabajo político que culminó en la promulgación de importantes leyes civiles y políticas, Solón dejó Atenas durante diez años y confió en que los hombres experimentados sabrían regular los excesos de su primo (en el caso de que los hubiera). Es probable que se trate de Quinto Cecilio Metelo, apodado Pío, nacido en el 130 a.C. y muerto en el año 63 a.C. Hay dos personajes con este nombre que llegaron a ser cónsules: Cayo Papirio Carbón, quien sucedió a Graco en el cargo (121 a.C.) y se envenenó al ser acusado por Licinio Craso de proteger al asesino de Emiliano Escipión (El Numantino); el otro fue Cneo Papirio Carbón, del partido de Mario, que ocupó el consulado en los años 85-86; fue ejecutado por Pompeyo.

08/09/16 10:51

CAPÍTULO PRIMERO

61

una cabecita bermeja: caput ex auro47 por eso duró poco y no llegó a peinar canas, porque no las tuvo desde el principio, en una comedia jocosa dice un gracioso vejete Yo me he de esconder, que debo Pues nací, con estas canas Dar a todos buen ejemplo.

Esto que es chanza en los hombres, es seria necesidad en las comunidades; han de tener en sus cabezas canas desde que nacen, mientras duran, y no llegan a acabarse, pero cabecitas de oro, se ven por tierra las estatuas traslado a las nuestras. Miren si le vino como pedrada en ojo de vicario el descalabro en los pies; cerca de cuarenta religiosos desmembrados de una provincia tan corta, vean si están arriesgados a dar con la estatua en tierra, no te quiero lector traer Faetones,48 caballos y precipicios ¿para qué? Porque me dirá Juana Inés que hasta los niños icarizan y faetonizan. Otro ejemplo te he de traer muy casero. Dime ¿has estado en hacienda de ganado?, ¿has visto partidas?, ¿y en alguna has visto algún torete, algún novillo, un becerrico que sirva de cabresto? No lo habrás visto; siempre los cabrestos son aquellos bueyes viejos, los decanos de la universidad de toro, los archibueyes, los protorreses. Y entre dos mil cabezas verás que se escogen los más graduados de aquellos venerables cuadrúpedos, que ha muchos años que están rumiando para enseñar a los otros; los que ya su senectud tiene jubilados del yugo; los primeros bonetes de la bueyada, cuyas magistrales puntas autorizan las frentes de los hombres más honrados y los doctores de la Brama de cuya facultad algunos son bachilleres. Pues dime, lector (así yo te vea graduado en esta universidad) si para guiar 47.

48.

muerdequedito.indd 61

“Huius statue caput ex auro optimo erat…” (Daniel, 2: 32). Es el pasaje donde Daniel (Baltasar) le describe a Nabucodonosor la estatua que había soñado, su destrucción y el advenimiento de las edades y del reino indestructible que gobernará a los demás. Como lo describe la frase latina, la estatua tenía la cabeza de oro (o bermeja como dice el Muerdequedito) y, por no tener canas, no duró mucho. Faetón es el joven que quiso guiar el carro del Sol, pero perdió el control y para no causar un accidente cósmico, Júpiter lo fulminó con un rayo. Al igual que Ícaro, cuya imprudencia lo hizo volar más alto de lo que su padre le había prescrito y el Sol derritió la cera con que estaban ensambladas sus alas artificiales y lo hizo caer desde las alturas. En el Renacimiento y el Barroco, Faetón e Ícaro representaron a los jóvenes que pretendían realizar hazañas superiores a sus fuerzas. Por eso dice sor Juana, en su romance 43, que hasta los niños icarizan y faetonizan.

08/09/16 10:51

62

JUAN DE LA VILLA Y SÁNCHEZ

brutos al pasto o al río se desechan los pocos años ¿cómo serán bien escogidos para gobernar religiosos?, ¿cómo hará buen cabresto el torito de Xarama49 de fray Antonio de Vera? Aguardar a la edad, aguardará el tiempo porque Tempore ruriculæ patiens fit taurus aratri, […] Tempore Pœnorum compesciturira leonum Necferitas animo, quæ fuit ante, manet.50

Pero ahora ¿no fuera bueno que debajo del yugo se le quebrantara la cólera?, ¿que el aguijón y la garrocha le enseñaran paciencia?, ¿no fuera bueno que atado a un bramadero (como hacen con sus toretes) con el ayuno y con la inedia se amansara su petulancia? Se oyeran entonces con lástima sus mugidos, sus bramidos con risa, no se oyeran sus bufidos con impaciencia. Teniendo en una ocasión Júpiter junto todo el vulgo de los brutos, les dijo: “Yo os crié para servicio del hombre, escoged vosotros el oficio en que queréis servirle”. El buey dijo: “Yo, señor, me aplicaré a labrador”. Escogió ser cargador el vizcaíno51, aplicose a ser pastor el mastín; a bufón, el mono; a cantor, el silguerillo.52 Llegó, erguida la cerviz, sacudiendo la cerneja53 y batiendo el pecho con la pezuña, un hermoso lozano potro, criado a las orillas del Betis54 y, en presencia de Júpiter, relinchó de esta manera: “Yo, señor, supuesto que tú me diste una índole generosa, un corazón altivo, será bien que lo ejercite en quebrantar la soberbia de los brutos, y así quiero aplicarme a domador”. No respondió Júpiter a la propuesta, 49.

50.

51. 52. 53. 54.

muerdequedito.indd 62

Es una frase coloquial que en el texto no tiene significado digno de notar. Los toros que crecían en las riberas del Jarama (Madrid) tenían una tradición muy antigua de magnífica alzada y gran bravura. Corregimos la cita porque también está mal copiada: Ovidio, Tristes, libro IV, elegía VI, versos 3, 5 y 6. “Con el tiempo se sujeta al toro que cultiva el campo al arado […] Con el tiempo se refrena la ira de los leones y no se queda la fiereza que antes hubo en su ánimo”. La elegía habla del tiempo como un elemento eficaz para suavizar todas las cosas, aunque también es capaz de agravarlas. El asno. El jilguerillo. Las cernejas son “las cerdas cortas y espesas que los caballos tienen sobre las cuartillas de pies y manos, señal de ser fuertes” (Covarrubias). El Guadalquivir. En los Siglos de Oro hubo fama de que la región criaba los mejores caballos.

08/09/16 10:51

CAPÍTULO PRIMERO

63

sino que —entre impaciente y risueño— mandó poner un freno a aquella boca atrevida y desde entonces se vio poner freno a los caballos. Contemplen señores un potrico domador spectatam admisiriss um veneatis amici:55 todo mozo, por honesto, virtuoso y religioso que sea (como no puedo negar que lo es el padre fray Antonio de Vera), es potro cerrero56 porque en todos respinga la naturaleza, corcovea la humanidad; los jinetes se tienen y los que no, se caen. Pues Tonchi, si eres cerrero ¿quién te mete a domador? No te conviene la silla cuando aún has menester alza rienda. Dime ¿esos cachetitos colorados están predicando penitencia?, ¿los habititos blancos y encarrujados, aconsejan pobreza? Y, finalmente, ¿tu carita alegre y tu cabecita bermeja, causan respeto?, ¿enseñan honestidad y compostura? Pues Tonchi ¿quién te mete a domador? Deja eso para los hombres. ¿No está ahí el reverendo padre fray Joan Baptista que podía ser domador del Bucéfalo57 de Alejandro? ¿No está ahí fray Melchor de Almonacir,58 que le pusiera una xaquima59 y una falsa rienda al Pegaso?60 Dos sujetos ejemplarísimos, y entre todos ejemplos de religión y virtud. Yo te aseguro, Tonchi, que si Melchor te ensillara, que habían de temblarte las corazas,61 y sé muy bien que si aquel santo varón con su carita de Elías te unciera62 a su carro63 que, ensillado y enfrenado, habías de ir con él 55.

56. 57.

58.

59. 60. 61. 62. 63.

muerdequedito.indd 63

Como en otros casos, hay un error en la cita; la frase correcta es: “spectatum admissi, risum teneatis, amici” (“ante tal espectáculo, ¿podrían contener la risa, amigos?”), y proviene del Arte Poética (verso 5) de Horacio. Potro salvaje, no domado. Es, junto con Babieca del Cid, el caballo más famoso de la historia. Según cuenta la leyenda, Bucéfalo (“cabeza de buey”) fue siempre indomable, solo se dejó montar por su amo, Alejandro Magno y, cuando fue herido en la batalla, no expiró hasta dejar a salvo a Alejandro. El único dominico con este apellido que figuraba en las listas de la provincia en aquellos años era fray Ignacio de Almonacir. Fue tercer definidor en el capítulo de 1706. Jáquima, el cordel con que se laza un potro por la cabeza. El caballo alado que domara Belerofonte. Las corazas son las armaduras de los soldados. “Poner a temblar las corazas” significa “poner a alguien en aprietos porque sus capacidades no son muy fiables”. En el original dice “venciera”. Los enemigos vencidos eran atados al carro del vencedor, quien los arrastraba por el campo de batalla (recuérdese a Aquiles arrastrando el cadáver de Héctor por los alrededores de Troya). Quedó como referencia cultural y, por ejemplo, en las representaciones renacentistas, Cupido arrastra en su carro guiado por palomas a todos los seres vivos porque nadie puede sustraerse a la potencia generativa para conservar la especie, es decir, a la fuerza del Amor.

08/09/16 10:51

64

JUAN DE LA VILLA Y SÁNCHEZ

al cielo; pero este sujeto y otros no son prelados porque en las elecciones se mira si son graduados. Decidme, reverendos electores, ¿los escogéis para anteojos?64 ¡Abuso perversísimo introducido de Satanás que en la religión se hayan de anteponer las letras a la virtud! ¡Que haya de valer más para una prelacía un ergo que un silicio; una consecuencia que una disciplina, y un distingo que un milagro!65 ¡Oh, disipe Dios y arranque esta cizaña que en la mejor parte de su campo sobresembró el Enemigo!66 ¡Oh, infame y atonte Dios los consejos de estos Aquittopheles67 que quieren quitar la corona del pueblo de Dios a sus escogidos Davides para ponerla en las temerarias cabezas de los vanos Absalones! Por estos herrados68 fue provincial el padre fray Diego de Vera, para que con la masa en las manos hiciera a su hermano prior, al tiempo que va dispuesta la maraña, hicieron provincial al otro que estaba en España para que Antonio quedara con el gobierno y los padres dominicos sentenciados a Veras como a galeras por diez años.69 Así hicieron que el provincialato sufriera ancas,70 que fuera prelacía 64.

65.

66. 67. 68.

69.

70.

muerdequedito.indd 64

Si no van a ser anteojos, ¿por qué tendrían que estar graduados? La queja del Muerdequedito es contra la extendida idea de poseer un grado académico para aspirar a una prelacía. Desde el siglo xvi fue motivo de quejas la ventaja que tuvieron los frailes que vivían en las ciudades como México y Puebla sobre los “doctrineros” que ejercían su ministerio en los lugares más apartados y estaban lejos de las universidades y los reales colegios. Los grados académicos se ponían por encima de la predicación y la vida pastoral. “Ergo”, “consecuencia” y “distingo” como partes de las disquisiciones filosóficas en la universidad; estos elementos intelectuales, escolásticos y oratorios se presentan opuestos a los elementos prácticos, que son los “silicios”, las “disciplinas” y los “milagros”, instrumentos de aflicción y oración con que los virtuosos logran obtener el favor de Dios. El enemigo es Satanás como lo advirtió unas líneas antes el Muerdequedito. Nombre paródico para los filósofos vanos. Un juego de palabras frecuente en los Siglos de Oro. “Herrar” (proveniente del hierro o fierro) y “Errar” (de errar) se escribían indistintamente, véase en Covarrubias que ambos términos tienen la misma entrada y ahí se explican las dos procedencias. Los autores suelen jugar con la disemia de este vocablo y sus derivados. “Sentenciados a veras como a galeras”. Los “Veras” son los hermanos Diego y Antonio, aunque también se dice “veras” a las verdades. Las sentencias “a galeras” para “apalear sardinas”, “batir agua” o remar eran comúnmente de diez años; los Veras solo gobernarían por ocho años (cuatro para cada uno, que eran los años correspondientes a los prioratos y los provincialatos). Se dice de las bestias (caballos, mulas y burros) que “no sufren ancas” o que no se dejan montar. El provincialato dominico de la Puebla, sin embargo, sí debió sufrirlas.

08/09/16 10:51

CAPÍTULO PRIMERO

65

Géminis y un provincial Gerión con tres cuerpos, porque también el padre Vera con el oficio quería tener sus dos manos, haciéndonos los padres provincial,71 que es solecismo en romance, como en semejante ocasión cantó Marcial. Unus cum sitis, duo, Calliodore, sedebis? Surge soloikismón,72 Calliodore, facis…73

Pero ahora se seguía lector que tú me reprendieras a mí. ¿Yo tengo atrevimiento para culpar y reprender un capítulo compuesto de los más escogidos de una sacratísima, religiosísima provincia? ¿Yo tengo osadía para poner la lengua en una venerabilísima comunidad? No lector, yo no bajo a los inocentes con los culpados. Mira, en este capítulo reclamaron algunos sujetos; ¿demos que a los capuchinos se les impute la ambición qué se le imputara a fray Joan de Alba? ¿Sabes que es un virtuosísimo y religiosísimo sujeto, a quien su misma religión le puso en el oficio de maestro de novicios, para que en aquel lugar donde se crían los sujetos sirviera (como las varas de Jacob74) de ejemplar que trasladasen en sí los que son en la religión recién nacidos? ¿Y te parece que no había muchos que siguiesen el justo y acertado dictamen de aqueste ejemplar varón? ¿Consentiría por ventura esta elección de provincial que se hizo en el padre fray Diego de Vera el reverendo padre maestro Malpartida?75 71.

72.

73.

74.

75.

muerdequedito.indd 65

“Fuera prelacía Géminis”, es decir, dos individuos para una sola prelacía y un provincial de tres cuerpos como el monstruoso pastor Gerión a quien Hércules le robó su ganado (en su décimo trabajo). En el texto de Marcial la palabra está en griego. Como se verá en la siguiente nota, un solecismo es un error de sintaxis, aquí se refiere a la falta de concordancia entre un sujeto singular y un predicado plural. Es el epigrama 38 del libro Quinto de Marcial. El texto es difícil de traducir al español inteligiblemente. Caliodoro era un personaje cuya familia tenía un solo sitio en la orden ecuestre, sin embargo quería partir la silla para que su hermano ocupara el sitio con él. El solecismo consiste en tener un sujeto singular (una sola silla) con la asignación de un predicado plural; es un juego: “tienes un sitio ¿y lo haces dos Caliodoro?”. Así hace Diego de Vera con los “veras”, es un provincial de dos padres (o sujetos), un “solecismo en romance”. Génesis, 30: 37. Eran unas varas verdes de álamo, almendro y plátano que Jacob labró con unas muescas blancas y las puso en el abrevadero para calentar las reses de su tío y suegro Labán. De este modo los animales engendraban crías listadas, pintas o manchadas con las que Jacob iba formando sus propios hatajos, pues su suegro dijo que le daría los animales que nacieran con estas características. Ver arriba nota 24 en página 55.

08/09/16 10:51

66

JUAN DE LA VILLA Y SÁNCHEZ

¿Consentiría el maestro fray Joan Baptista?76 ¿Consentirían los otros padres maestros y otros venerables sujetos de quien yo no tendré noticia? No puedo creerlo de su celo y religión, de estos hemos de creer que algunos contradijeron y otros que quizá no hablaron palabra, replicaron hacia adentro, que reclamaron entre cuero y sangre, que degollaron las protestas y, viendo rasado los magisterios y borlas de sus vecinos, se temieron de que estaban los suyos remojados.77 Yo me explicaré. En el cielo había veinte y cuatro ancianos y cuatro animales; los ancianos daban su voto y decían que el Cordero era digno de honra y gloria, etcétera. Y los animales decían: “Amén, amén”. Eran los ancianos más y los animales menos. Si se trocaran los números y los animales fueran veinte y cuatro y cuatro los ancianos, los animales echarán la voz por el León o por el Cordero y los ancianos dijeran, “amén”, “amén”. Déjame y permíteme hablar con un poco de desahogo. Yo estoy tan mal con los frailes doctrineros, como con las doctrinas de los frailes, ¿te he de decir mi opinión? Pues siento habértela de decir y no poderla probar, porque yo soy Muerdequedito. Mi opinión es que las doctrinas de los frailes son bien de los obispados y de los feligreses, y mal de las religiones. Ya veo que te reirás pero ofendes a un indefenso, y condenas a quien no oyes. Dicho sien mala hora en que, quitadas las doctrinas, se recogieran todos los religiosos a conventos regulares: Ordinis haec virtus erit et venus, aut ego fallor.78 Así cuidarán de sus almas, descuidados de las ajenas y no que puede ser (¡oh desgracia digna de lágrimas de sangre!) que les suceda lo que de sí confesaba la esposa: Vineam meam non custodivi ponurant me custodem in vineis.79 Vienen, pues (como te decía de mi cuento), vienen por ese camino de la Amisteca unos y otros animales, y unos animales sobre 76.

77. 78. 79.

muerdequedito.indd 66

Por el contexto podría estar refiriéndose al franciscano fray Juan Bautista (1555c. 1615), uno de los nahuatlatos más importantes que han existido. Maestro del Colegio Imperial de la Santa Cruz en Santiago Tlatelolco y maestro del historiador Torquemada. Alude al viejo refrán (que es ligeramente distinto al nuestro): “El que viere las barbas de su vecino rapar, ponga las suyas a remojar”. Horacio. Arte poética, verso 42: “Ésta será la fuerza del orden, o yo me engaño”. En estos pasajes es donde se aprecia que, muy probablemente, los amanuenses no tuvieran ninguna cultura latina y hayan copiado mal las frases de esta lengua, aun en los lugares comunes. El texto del Cantar de los Cantares (1: 6) dice: “filii matris meae pugnaverunt contra me, posuerunt me custodem in vineis, vineam meam non custodivi” (“mis hermanos se enfadaron conmigo, me pusieron a guardar las viñas, y mi viña no supe guardar”).

08/09/16 10:51

CAPÍTULO PRIMERO

67

otros, unos hombres que podían hacer lindas elecciones de fiscales porque conocen bien sus indios, pero ni conocen ni tienen noticia de los sujetos y mejor razón darán de las costumbres de los alcaldes mayores que de la religiosidad de su padre provincial, pues, si los ancianos son cuatro ¿cómo no los han de atropellar veinticuatro animales? Y ¿cómo no han de ser los viejos los que a todos digan amén? No condeno en estos padres ni culpo falta alguna para las almas que están fiadas a su cuidado, antes muchas veces el amor a sus doctrinas y el temor que de ellas los remuevan, los hará no repugnar los dictámenes que no parecieren muy justos; condeno a esta parte la poca constancia y entereza, por esta no debieran tener el voto que no han de poder defender con libertad en las elecciones, sino que (como dicen en lengua frailesca cuando a uno le privan de su voz en el capítulo) los debieran capar y así les diremos: Estos padres doctrineros, Que hacen tales elecciones, Bien merecían ser capones80 Pues no saben ser enteros.

Verdaderamente, si por las exhortaciones de los prelados alguna vez falta la libertad para votar lo que es justo, prudentísimo medio es en quien puede ceder voluntariamente el voto. Lo que cuentan del castor que, en lo más ardiente e inevitable de la persecución, se cercena con los dientes los testículos porque con natural instinto siente que le persiguen por ellos; ni faltó un castor que les diese este ejemplo entre los padres dominicos: el sapientísimo y ejemplarísimo maestro fray

80.

muerdequedito.indd 67

Hay un juego de palabras implícito que viene dándose en el discurso del Muerdequedito: las elecciones se hacen en los “capítulos”, los capítulos, en el sentido exacto que señala Covarrubias, son una congregación de religiosos, a capite; porque cada uno hace cabeza por sí, en cuanto vota con libertad; y así acontece cumplirse el dicho trillado, quod capita tot sententiae. Cuando no se es cabeza (esto es, cuando no se llevan ideas propias), se es capón en la lengua frailesca que señala el autor. Además, los padres doctrineros conocen bien a sus feligreses, pero desconocen por completo la moral de los provinciales y demás funcionarios, temen que los quiten de sus doctrinas, por eso votan cualquier dictamen, aun cuando a todas luces sea injusto. No son libres.

08/09/16 10:51

68

JUAN DE LA VILLA Y SÁNCHEZ

Juan de Gorospe.81 Persiguióle el chinito Rui-Díaz82 y el padre Veraza;83 persiguiéronle con cárceles, con excomuniones y, como toda esta persecución no suponía en el padre maestro otra cosa que ser entero, le obligaron a que se capase a sí mismo. Renunció la voz, renunció el voto para que cesasen de perseguirle. Ves aquí un castor que había se ser como el hermano de Pólux,84 colocado entre las estrellas; o como el otro castor adorado de los cretenses por el buen ejemplo con que crió y enseñó la juventud. Caso raro fue la voz del reverendo padre Gorospe en los capítulos, más celebrada que la infanta en los coros. Y la de su ilustrísimo hermano el señor Gorospe85 en los altares era la voz que moderaba y que regía las capillas, entonces nada desdecía, nada desentonaba, ninguno excedía en sus líneas y se cantaba compaz.86 Entonces era cuando segundaba el orden jerárquico en la angélica provincia en sus coros, los tronos, las dominaciones en su orden. Venían los que querían ser hombres y, ofreciendo sus votos, preces y suplicaciones, gastaban con el maestro Gorospe estos prefacios: Cumquibus et nostras voces ut admitti jubeas deprecamur.87 Vino el padre Rui-Díaz, turbose todo el coro, alterose la música y descompúsose la capilla y las que antes eran voces del trono, se hicieron voces del carro. La voz de las alas de los que volaban a donde se subieron, la 81.

82. 83. 84.

85. 86. 87.

muerdequedito.indd 68

El muy reverendo padre maestro fray Juan de Gorospe e Irala fue natural de Puebla, donde ingresó en la Orden de Predicadores. Fue rector y regente del Colegio Real de San Luis de la Ciudad de los Ángeles (h. 1684-1685), prior del convento grande de Santo Domingo en México (la provincia de Santiago), vicario general de la provincia de San Miguel y Santos Ángeles, es decir, provincial de la Puebla entre 1690 y 1694. Recordemos que Rui-Díaz es “chinito” porque pasó muchos años en las Islas Filipinas. Fray Diego de Vera. Los “Dioscuros” o “Gemelos Divinos” (Cástor y Pólux) ascendieron al cielo y forman la constelación de Géminis. El padre Gorospe, que se portó como el castor del bestiario en que se da cuenta de la automutilación, no debía ser un castor cualquiera, sino Cástor, el hermano de Pólux, y estar en el cielo convertido en estrella. Fray Diego de Gorospe, quien estaba como prior en el convento de Puebla y fue nombrado obispo de la Nueva Segovia (Filipinas). Es un juego de palabras: “se cantaba con paz” y “se cantaba compás”, es decir, se cantaba ordenadamente al ritmo de un director. Es una parte de la misa, donde rezan todos los asistentes con el sacerdote en acompasado coro: “Te rogamos que, con sus alabanzas (las de los ángeles, las dominaciones, las potestades, los cielos, las virtudes de los cielos, los serafines), recibas las nuestras…”.

08/09/16 10:51

CAPÍTULO PRIMERO

69

voz de las avenidas que inundaron la provincia de Siales, la voz del rayo que haría envidiosa en las cumbres feriunt summos fulgura montes.88 ¡La voz de la muchedumbre y de la morusa de que se hizo el séquito de Rui-Díaz! ¡La voz de las Españas de las guerras, más que civiles, que introdujeron sus necedades, las voces de los Castros, qué mayor matraca, ni qué espectáculo que así atolondre, desvanezca y haga perder los sentidos!89 Ya de esto Joanes in vinculis, Juan en poder de los Herodes en su reclusión en San Pablo porque en los capítulos era el que decía: non licet. Ni se contentaron los Herodes con su reclusión en San Pablo hasta que ya que no le pudieron cortar el cuello, le cercenaron la voz y aquel Joan, que a tantos se la dio, quedó como Zacarías: perdidi prompte modulos loquile.90 Así ha quedado Juan, entero y en eterno silencio, hecho vocal en desierto que es lo que vemos en medio de tantas persecuciones.91 ¿Qué vemos en este yermo de San Pablo?: arundinem vento agitatam?92 Vemos un hombre constante, un 88.

89. 90.

91.

92.

muerdequedito.indd 69

Los versos son: “Feriunt summos fulmina /fulgura montes” (Horacio, Oda II, 10). En las culturas latina, renacentista y barroca se volvió un lugar común: “los rayos hieren los montes más altos”. Tenía un sentido moral: los rayos hieren primero a los soberbios que se han encumbrado. Las guerras civiles entre los seguidores de Rui-Díaz (“la muchedumbre y la morusa”) y los Castros (por fray Antonio de Castro, fanático de Diego de Vera). Según el Evangelio de Lucas, Zacarías fue el padre de Juan Bautista. No había podido tener hijos con Isabel, su mujer, y ya viejo, un ángel le anunció que nacería un hijo suyo a quien pondría por nombre Juan. Quedó mudo en castigo por titubear ante las palabras del mensajero Gabriel y solo recuperó la voz cuando nació su hijo. Esta frase constituye el verso 10 del Himno a san Juan (Ut quænt laxis…) que se canta el 24 de junio en la fiesta del santo. Fue compuesto por el monje casinense Paulo Diácono. La cita correcta es: “Perdidit promptæ modulos loquelæ” (“perdió la forma del habla clara”). Es obvio que Juan es el padre Juan de Gorospe, quien estaba en aprietos (in vinculis), pues fue recluido en el convento de San Pablo y silenciado por las amenazas de los “Herodes”, porque en los capítulos decía “non licet” (“no es lícito”); lo dejaron mudo como a Zacarías cuando preguntó al ángel por las señas de su hijo. “¿Qué salisteis a ver en el desierto? ¿Una caña agitada por el viento?”. Son palabras de Jesús en el Evangelio de Lucas (7: 24; en la Vulgata 11: 7), un poco antes de la parte que el Muerdequedito citó más arriba (véase la nota nota18 en página 54). Jesús lo dijo a propósito de que Juan le mandó preguntar con sus discípulos: “¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?”. Después de curar a muchos enfermos y obrar varios milagros los envió de regreso para que contaran a Juan lo que habían visto; luego se dirigió a la gente y les dijo las palabras citadas para señalar la inconstancia de un hombre que dudaba del Mesías después de haberlo anunciado claramente. Es un tópico muy comentado desde san Pablo (Epístola a los hebreos) hasta la era barroca.

08/09/16 10:51

70

JUAN DE LA VILLA Y SÁNCHEZ

hombre obediente, un verdadero y perfecto religioso, un hombre a quien ni las injusticias lo inclinan, ni las persecuciones lo doblan, ni los trabajos lo tuercen y un roble en quien siempre hallan resistencia los huracanes.93 Constancia, virtud y prudencia dignas de eternizarse en las memorias de todos; y porque su nobleza, su literatura, su religión, su madurez, la conocen todos y la alaban los grandes y los pequeños, le dedico esta alabanza de una voluntad gigante y de un entendimiento pigmeo. SONETO Si tus prendas, Gorospe, se han ajado, Si tus canas tormentas han corrido, Nunca los grandes hombres han salido Mejor tratados de lo cruel del hado. Gloriosamente humilde has imitado A los que espejo de virtud han sido, Con que los golpes solo te han servido De dejarte entre todos señalado. Y pues la gloria de tu nombre aumentas Y sufrir tu paciencia los obligas, en hora buena a tu venganza asientas. Condenando pasiones enemigas, Si así con tus azotes los afrentas, Y con lo que padeces los obligas.

Es cierto que no podía haber sacado otro fruto el maestro Gorospe de haber hecho provincial al padre fray Antonio de Rui-Díaz: hinc prima male labes.94 No fue tan triste y tan fatal para Dido la hora en que zarparon sus áncoras las troyanas naves en que vino Eneas a Cartago, como para la provincia de la Puebla la hora en que llegó el padre 93. 94.

muerdequedito.indd 70

A diferencia de Juan Bautista, Juan de Gorospe siempre se mantuvo firme a pesar de todas las persecuciones. “De aquí el principio de la desgracia…” son las famosas palabras de Sinón en la Eneida para convencer a los troyanos de que introdujeran el caballo de madera a la ciudad. Libro II, primera parte del verso 97: “Hinc mihi prima mali labes” (“De aquí el principio de la desgracia”). Fue un lugar común desde la Antigüedad y hasta el siglo xix.

08/09/16 10:51

CAPÍTULO PRIMERO

71

Rui-Díaz a los puertos de nuestra América y así debiera la provincia usurparle los lamentos a la reina: Excelis heu nimium felix si litora tantum Nunquam Dardanide tetigitent ntra carine.95

Faltando sujetos cachupines para llenar la dura ley de la alternativa, se hubo de echar mano (supongo que con parecer y aprobación del maestro Gorospe cuyos dictámenes se veneraban entonces) de la Gatica de Mari Ramos,96 del padre Rui-Díaz, que se traían consigo aquella recomendación de misionero de Filipinas que, para aplacar la sed insaciable de almas, se había echado apecho dos mares, que había venido desde España con empleo de paciencia que feriar por los tormentos de los chinos y las lanzas de los japones. Y cualquiera pensara que le había venido a la provincia de la Puebla, y sufra Bartolomé Navarro de San Antonio.97 Este juicio se hicieron, pero después el padre Rui-Díaz se vengó y les castigó la gran culpa de haber esperado cosa buena de aquella cara. Empero, irritado de que le hubiesen tenido por bueno, toda su ira convirtió contra el autor de aquel bien, corcoveaba impaciente de la primera silla, y todos sus coros disparaba sobre Gorospe. Así se desempeñó el padre fray Malco98 retribuyendo bofetadas por 95.

96. 97.

98.

muerdequedito.indd 71

Versos 657-658 del libro IV de la Eneida; otra vez la transcripción está muy mal hecha: “Felix, heu nimium felix, si litora tantum/ numquam Dardaniae tetigissent nostra carinae!” (“Feliz, oh feliz en exceso, si a mis litorales no hubieran llegado nunca las naves de los troyanos”). Son las palabras de la reina Dido lamentando la desgracia de haber conocido a Eneas. Se trata de un viejo refrán: “La gata de Marirramos que se hacía muertecina para cazar los ratos”. Es el refrán 10230 en el diccionario de Gonzalo Correas. Había venido a la provincia de Puebla y no a la de México, representada por su provincial Bartolomé Navarro de San Antonio. Dice Beristáin que este personaje fue natural de la Ciudad de México y profesó con los dominicos de la provincia de Santiago (México) en 1671. Pasó por todos los grados literarios y empleos hasta que llegó a provincial en 1705. Fue doctor en Teología por la Universidad de México y catedrático de Santo Tomás. Murió en 1752 a la edad de 94 años. Con todo ese prestigio que traía Rui-Díaz del extranjero, debió irse para la provincia de México, donde gobernaba fray Bartolomé Navarro, pero se fue a la de Puebla para “dolor” de los dominicos de la Ciudad de México. Según el Evangelio de San Juan (18: 10), Malco se llamaba el siervo del sumo sacerdote a quien san Pedro cortó con una espada el lóbulo de la oreja derecha en el prendimiento de Jesús. Con este pasaje bíblico, el Muerdequedito alude a la extrema ingratitud de Rui-Díaz, porque actuó contra Gorospe como Malco, pues, a pesar de ser curado por Jesús, ejecutó la aprehensión ordenada por los sacerdotes y los fariseos.

08/09/16 10:51

72

JUAN DE LA VILLA Y SÁNCHEZ

beneficios; cosa, es cierto, que me hace perder el juicio; que después de haber sido pública y notoria en toda la Puebla esta ingratitud (que de hombre a hombre fue la suma) que después de haber sabido todos los pasos, diligencias, cuidados, ruegos que le costó al maestro Gorospe hacer provincial a Rui-Díaz y después de haber sabido todos cómo Rui-Díaz le pagó ¿se atreviese este hombre (así conocido por el más ingrato de los mortales) a aparecer entre gentes?, ¿con qué cara salió a ser visto de los hombres? Pero ¿qué pregunto? Salió con aquella suya, y con razón que no había de espantar con aquella fealdad (aunque nefanda) de su desagradecimiento que no había espantado con la fealdad herética de su rostro. ¡Qué cara! ¡Si la ves te harás mil cruces! Estoy por decirte que de los dos daños, más vale ser descarado como Judas, que carado como Rui-Díaz. Parece fealdad de mano de Zeassi, fealdad de botica, con fealdades ingredientes de varios simples, todo el estuche de la pasión trae en el gesto: ojos Pilatos, narices Caifases, frente Anás con boca de Herodes. Una legión de Luteros revestida en aquella feísima cara. Él es lampiño de cascos, zurdo de ojos, muy lacio de narices, guineo de boca, entre calvo de barba, longino de rostro, bermejo (Vera sea sordo), cándido y boquirrubio. Ya habrás leído en Quevedo la pintura de Pothino, pues esta: un vellacón azotado, bermejo, con mucha cara y poca barba, cabeza con acontecimientos de calvo, hacía bizco con resabios de zurdo.99 Hételo ahí; él por él, que lo pintó Quevedo como si lo hubiera parido. Pues qué cuerpo, qué figurilla. ¿Has visto pintado un sátiro que empieza en pito100 de persona y acaba en brinco101 de cabra? Un chillido de naturaleza en dos pezuñas, que dicen que es la pintura del dios Pan. Pues ni más ni menos Rui-Díaz con un cuerpo de 99.

Photino o Potino, el eunuco que fue tutor de Ptolomeo XIII, el hermano de Cleopatra, autor de la muerte de Pompeyo para entregarle su cabeza a Julio César y causante de la guerra civil en Egipto, fue descrito por Quevedo en el Discurso de todos los diablos o infierno enmendado (Milán, Juan Bautista Bideli, 1634, p. 67) como “un bellaconazo, todo vermexo, con mucha cara, y poca barba, cabeza con acometimientos de calvo, hacía vizcos con resabios de zurdo, propio para persuadir maldades, abriendo la sima de las injurias, por boca, y ladrando…”. Es evidente que el Muerdequedito utilizó como modelo al poeta madrileño en esta y en otras descripciones que se verán más adelante. 100. Por su voz aguda. 101. “Brinco” por pata. Empieza sonando su voz como un pito y brincando como cabra.

muerdequedito.indd 72

08/09/16 10:51

CAPÍTULO PRIMERO

73

Pan y con una cara de hombre. Decirte que es corcovado, es mentira; no es sino corcova todo, es un hombrecillo corcovadoso; todo él es un Dominguejo de su corcova, un rapesjo de su giba, parece su personilla estilación, lágrima, legaña; parece grano nacido de su joroba, y para que sepas cuánto es, oye: habiéndose ido a refugiar a san Francisco (ya sabes que es “y Roxas” el reverendísimo padre guardián) a ley de caballero (que es la ley primera que trae don Amadís de Gaula, que cita a don Belianís de Grecia) con magnificencia de príncipe lo recibió con otros cuarenta religiosos, por desfacer tuertos del padre Rui-Díaz (cosa para que era menester todo Dios) e102 por socorrer la cuita de aquellos religiosos, maguer103 se derramase la sangre, ca104 de mala guisa,105 los tratasen los superiores, obligose a mantenerlos, sustentarlos y defenderlos, pero sacó a Rui-Díaz este destajo, que aunque se obligaba a mantener los cuarenta religiosos, que advirtiese Rui-Díaz que las fuerzas de aquel pobre convento no eran tan grandes como un corazón de Sandoval, y así que le perdonara su reverendísima porque ni el dicho padre guardián ni todo el convento se hallaba suficiente para cargar y sustentar su corcova y que, así todo, todo, hasta su persona, corriese de cuenta de aquel convento, pero la corcova que la cargase y sustentase él solo; y así fue que la tara de la corcova la sustentó el convento de San Francisco, pero la corcova neta la cargó él solo y sin algún cirineo.106 Yo disculpo al padre guardián porque ¿cómo podía el “pobre caballero” (“caballero” por hijo de Sandoval y “pobre” por hijo de san Francisco), cómo podía echarse esta carga a cuestas? Mucho hizo en mantener tanto religioso. A mí me parece —salvo el parecer del padre Xardón107— que hecho con debida moderación y sin 102. Esta “e” en función de conjunción copulativa (por “et”) inicia una serie de arcaísmos que, ligados a la citas del Amadís y el Belianís, parecen referirse a un caballero como Sandoval y Rojas (escrito a la manera antigua “Roxas”) que está haciendo lo que el don Alonso Quijano de Miguel Cervantes: rescatando una caballerosidad totalmente fuera del mundo real. 103. “Aunque”, ya para el siglo xvi “maguer” era un arcaísmo. 104. “Así”, también era un arcaísmo. 105. “De mala guisa”, también era una expresión arcaica, aunque un poco más usada que las anteriores; significa “de mala manera”. 106. “Ayudante” de estibador. Por Simón Cirineo, que ayudó a Jesús a cargar la cruz. 107. Jesuita. Antonio Jardón. Nació en la Ciudad de México y profesó con los jesuitas en 1673. Dice Beristáin que fue maestro de Latinidad, Retórica y Filosofía; fue catedrático de Teología moral, expositiva y escolástica. Fue rector de los colegios de San Ildefonso de México, de Puebla y de Guatemala. Fue nombrado provin-

muerdequedito.indd 73

08/09/16 10:51

74

JUAN DE LA VILLA Y SÁNCHEZ

faltar al precepto de los otros prelados religiosos, es acción heroica y caballerosa amparara los religiosos súbditos que buscan amparo del rigor y molestia de sus prelados, y en esta parte fuera sandovalería del reverendísimo padre guardián muy digna de alabarse si no le faltara la debida moderación; no a cualquiera que pide favor contra su prelado se le ha de dar, sino solo al injustamente vejado; pero que quiera el padre Rui-Díaz una manifiesta injusticia y alborote cuatro muchachos inocentes ¡me tome a san Francisco, que llueve! Y porque entra pidiendo favor al cachupín (y aquí del Sandoval y Roxas me llamo), cata que el padre guardián desnuda el san Pablino o san Francisquino (que el montante de san Francisco es lo mismo que el de san Pablo) y téngase el mundo, y téngase a Sandoval, ¿y quién viene a Roxas? No cabe: sosiéguese el caballero de a pie; de a pie dije, y dije bien, porque este es el caballo de san Francisco. Envaine seo108 Sandoval, apeese de su asno y caerá de su caballería. ¿Pobre guardián? Lo temo; tiene apoplejía de nobleza hecha mucha sangre por la boca; no hay cosa tan noble como serlo, ni fame109 como jactarlo; solo el delincuente de sus propias acciones se acoge al sagrado de sus padres;110 los niños, cuando se hallan culpados, corren a esconderse en las naguas de nana. No se deben de hallar muy inocentes de acciones los que luego se acogen al nacimiento y quieren recular la vida, hasta esconderse en los riñones de sus abuelos; bueno será, y muy honroso que el padre guardián sea Sandoval y Roxas, pero le conjuramos, por san Francisco, que no nos quiebre la cabeza con referirnos siempre su ejecutoria; mire que preciarse de hijo de Sandoval un hijo de san Francisco, o es injuria de su santísimo padre, o es apostasía de boca. Yo le aseguro de mí que adoro aquel santo sayal y reverencio sumamente la capa del labrador sobre cualquiera donado, pero su sangre, cial de la Nueva España en 1709 y murió siendo prefecto de estudios del Colegio Máximo de México en 1719. 108. Forma coloquial de decir “señor”; se atribuía al lenguaje de los soldados. Aquí lo dice para mofarse de una investidura que el franciscano Sandoval y Rojas no tiene por ser fraile. 109. Capaz de proporcionar fama, afamar. Es lo contrario de “infame”. 110. “Acogerse a sagrado”: los delincuentes y toda persona (perseguida justa o injustamente) que quería ponerse a salvo de las autoridades se refugiaba en las iglesias o los conventos y desde adentro negociaba su inocencia o culpabilidad. En España llegó a convertirse en una costumbre abusiva, como refiere Quevedo paródicamente en el último capítulo (XXIII) de El Buscón.

muerdequedito.indd 74

08/09/16 10:51

CAPÍTULO PRIMERO

75

por ser muy limpia, no la querrá ni para hacer morcillas un tocinero. Y descanse el padre guardián y volvamos sobre la corcova que no quiso sustentarle a Rui-Díaz, y porque yo no me hallo insuficiente para ponderarte aquella corcova verdeja, aquella corcova primogénita y mayorazga de todas las corcovas del mundo, diré, algo en este SONETO Érase un hombrecillo que asomaba De allá de lo profundo de una giba, Y érase una corcova tan altiva, Que cuasi con las nubes se rozaba. Era un nuevo Babel, que se labraba, La cuesta de Maltrata era hacia arriba, Érase una corcova infinitiva, Corcova perdurable que no acaba. Érase El Escorial de las corcovas, Era el monte Cáucaso inaccesible, El Olimpo, el Osa, el Pelión, era. Las siete maravillas de jorobas. Corcova tan atroz y tan terrible, Que la espalda de Atlante, la rindiera.111

Apenas sale un hombre rendido y fatigado de caminar la corcova de Rui-Díaz, cuando la espera (¡válgame Dios qué trabajo!) a traspaso bien peligroso. Dios me saque con bien de las narices, te aseguro que es cosa tan hermosa y tan admirable que, para ver sus narices, se pueden alquilar sus ventanas. Unas hermosas narices pintó Jacinto Polo de esta manera Para ir de un ojo a otro, Según la nariz se alarga,

111. El modelo de este soneto es evidentemente el “Érase un hombre a una nariz pegado” de Quevedo. Más adelante, el Muerdequedito aludirá al soneto quevediano pero, por tratarse de un personaje “afrentosamente chato” comparado con la nariz de Rui-Díaz, escribirá su propio soneto de las grandes narices.

muerdequedito.indd 75

08/09/16 10:51

76

JUAN DE LA VILLA Y SÁNCHEZ

Se rodea por delante, No es tan lejos por la espalda.112

En cualquiera que fuese, por quien dijo esto Jacinto Polo, era un hipérbole enano, y solo probaba una narinilla mayor que una cabeza; dicho que Rui-Díaz tiene una significación valiente. ¡Qué nariz tan grande! ¡Qué nariz tan desmedida! ¡Qué jornada de nariz la que tuvo más andadura que aquella inmensa corcova! También a una narigonísima Clara dijo Baltazar de Alcázar Tu nariz, hermosa Clara, Todos vemos claramente113 Que parte desde la frente, No hay quien sepa dónde para. Mas puesto que no haya quién, Por derivación se saca Que una cosa tan bellaca No puede parar en bien.114

Lindamente no me desagradan las profecías que contienen narices de Cid o Cides de las narices, Dios os tenga de su inmensa mano (que no hay otra de quien podáis ser tenida), mirad narices que a uno, siendo poco riesgo, no es el menor mal que os amenaza estrellaros contra una piedra. Yo te confieso lector que me he andado haciendo reacio y marrajo contra Alcázares y Polos, por haber la dificultad de oír algo de estas narices, ¡materia dificultosa! ¡Cosa ardua! Y mucha cosa, que las narices de Clara que se les veía su principio en la frente, cosa es de chanza. Estas tienen una nariz aparte post, y otra naricidad aparte ante. Era esa una naricilla roma en comparación de esta Babilonia de nariz. El hombre de Quevedo a su nariz pegado, si compitiera a nariz, quedara afrentosamente chato; el más pintado y estirado de nariz, vá112. En el manuscrito del Muerdequedito está mal transcrita la cuarteta, quizás porque el autor la repite de memoria. Forma parte de la Fábula de Pan y Siringa que empieza “Dice Ovidio en sus consejas…”. 113. Existe otra variante de estos versos: “Tu nariz, hermana clara,/ ya vemos visiblemente”. 114. Es el “Epigrama VIII” del llamado “Marcial Sevillano”, Baltasar del Alcázar.

muerdequedito.indd 76

08/09/16 10:51

CAPÍTULO PRIMERO

77

yase a echar narices como piernas a un cementerio, todos los profesores de trompeta y alquitara no saben el abc para quien ha llegado al total de las narices. Quítese allá Pera-altísima; digo (me equivoqué) Peralta,115 el doctísimo jesuita con toda la teología que le cargó en las ternillas,116 quítese allá, que no sabe dónde tiene las narices y vaya a campar de pirámide con unas naricillas mocosas como las de don Chombito de Bárcena. Y qué pensaba el regidor Rivas, que porque tiene cara de emperador romano ¿se había de llevar el laurel? Vaya de ¡ay!; y rebocese117 sus narices que querría competir un potrico caballete con aquel caballete troyano en quien caben todas las traiciones y máquinas de los griegos. No hay cosa a que esta tenga comparación. Reverendísimos padres dominicos hec in vestros fabricataest maquinamurrus.118 De este caballete salió el incendio de vuestra Troya, no fue el mal intestino, vosotros con vuestras mismas manos lo colocasteis en el Alcázar. Sic jacta ferebant.119 Este fue el que empezó a estornudar armas, a bufar Aquiles y a respirar incendios, pero, porque no quede en alegoría la pintura, quiero yo también decir mi versito para dar a conocer la capacidad de aquel narigadísimo infinitivo por la amplitud de su buque. Va mi soneto

115. El jesuita Antonio Peralta nació en el pueblo de Zumpango de la Laguna, del arzobispado de México, el 10 de abril de 1668. Enseñó Filosofía y Teología en la Puebla de los Ángeles y en la Ciudad de México. Gobernó las principales casas de la Compañía de Jesús y en 1736 fue nombrado provincial de México. Falleció estando de visita en el colegio de Pátzcuaro. Dice Beristáin: “fue el P. Peralta un teólogo comparable a los más sutiles ingenios que tuvo la Compañía de Jesús en las Academias de Europa, y habría sido uno de los más útiles maestros de la teología, si el genio de su siglo no hubiese sido todavía en la América el del escolasticismo”. 116. Las ternillas son los cartílagos, el material de que están hechas las orejas y las narices. 117. “Tápese”, de enrebozarse o cubrirse la cara con el rebozo. 118. La cita del verso completo y correcto es “aut haec in nostros fabricata est machina muros” (Eneida, II, verso 46). Son las famosas palabras de Laocoonte cuando advierte a los troyanos de la trampa que encierra el caballo de madera que dejaron los aqueos en las costas de Troya: “O es la máquina que, entrando a los muros, se dispone a dominar las casas… en todo caso es un fraude”. 119. Otra vez una mala transcripción. Por el contexto se puede deducir que esta frase forma parte del famoso pasaje de la descripción del “caballo de Troya” que está en el libro II de la Eneida. Es el final del verso 34. El verso completo dice: “sive dolo seu iam Troiae sic fata ferebant”. La frase del Muerdequedito (“sic fata ferebant”) se puede traducir como “así el Hado lo pedía”.

muerdequedito.indd 77

08/09/16 10:51

78

JUAN DE LA VILLA Y SÁNCHEZ

¿Viste locuras nunca imaginadas? ¿Vistes canas y letras abatidas? ¿Viste las pocas prendas escogidas? ¿Y las más eminentes desterradas? ¿Ya vistes las ciudades alteradas? ¿Y vistes las Audiencias afligidas? ¿Vistes excomuniones atrevidas Contra aquellas personas más sagradas? ¿Viste barrabasadas que ha intentado, Que de tan grandes males fueron raíces? ¿Has visto, has oído ya y has contemplado Aquel tropel de casos infelices, Aquel inmenso daño que ha causado? Pues todo se lo puso en las narices.

Y para qué más lo que cupo en aquella desaforada ternilla, no te referiré pleito con religiosos, con seculares, con provisores y con obispos, cosas que tú sabes y has visto por tus ojos, porque ya sabes que ha tenido más pleitos que batallas Julio César y que es un Alejandro por escrito. Solo te referiré las que tocan a nuestro asunto. Aquella violencia con que con mano y cuchillo herodiano tocó a degüello de borlas (¿cómo pudo quitar los grados que da el Generalísimo de la religión en Roma, con qué pretexto o causa? No lo he podido saber ni averiguar). Ya aquellos sujetos venerabilísimos, beneméritos sabios de edad y ancianos de letras, aquellos que para nosotros, los de afuera, son los de la primera estimación, a estos, o de estos a los que privó con anticipada malicia que no habían de concurrir con sus votos a sus locuras, a estos los trasquiló de borla, los tusó de magisterio y les aserró aquellos maestros puntales para poder torearlos120 sin peligro.

120. Por lo visto es una costumbre antigua despuntar, “rasurar”, a los toros para lidiarlos en las corridas. Hoy sabemos que un cuerno rasurado o “romo” no tiene punta, pero es más peligroso; lo que realmente ocurre es que el animal ya no embiste porque queda traumatizado por el dolor.

muerdequedito.indd 78

08/09/16 10:51

CAPÍTULO PRIMERO

79

Del número de estos mochos fue el buen viejo de fray Alonso Rodríguez121 que había traído su magisterio de Roma, lo degradaron, lo caparon, que ya que cagándole no le quitaron lo que Dios le dio, le quitaron lo que le dio el vice Dios, cosa no solo injusta sino inicua, escandalosa, es indigna de contarse, el privilegio que concedió la cabeza de la iglesia de plenitudine potestatis.122 ¿Hubiera prelado tan temerario y atrevido que se adelantase a anularlo? ¿Qué bien pareciera, no digo yo un hombre benemérito como el maestro Rodríguez, sino un aguador de claustro votando en capítulo por respeto a la Santa Sede Apostólica si le concediera este privilegio? Siento ciertísimamente que dentro de los claustros de Santo Domingo hubiese un semi luterano prelado (¡hola hermano que apretáis mucho el diente!123); digo lo que ninguno ignora y celo la suma y ciega obediencia al vicario de Jesucristo. Ahí quedó el buen viejo, pensando a obscuras, discurriendo a ciegas, e imaginando a tiento, y creo tendrá consigo estos soliloquios Por lograr de maestro el grado Con un breve pontificio Vine con todo mi juicio De allá de Roma cargado. A saber que un corcovado, Con razones que acumula, Los breves del Papa anula Mil veces le hubiera roto, Que para irritarme un voto No he menester yo la bula.

Entró también en esta desmochada general el maestro fray Sebastián de Santander, grande, famosísimo y flaquísimo sujeto.124 Si lo ves, 121. Fray Alonso Rodríguez fue el segundo definidor en el capítulo de 1706 donde salió electo provincial Rui-Díaz. 122. “Con plena potestad”. 123. El Muerdequedito se reconviene a sí mismo porque, al hacer una crítica muy fuerte (llama luterano a algún prelado que indudablemente es Rui-Díaz), aprieta mucho el diente. 124. Dice Beristáin que el padre maestro fray Sebastián de Santander nació en la Puebla de los Ángeles, fue prior del convento de la Recolección de San Pablo y notable orador sagrado. El Muerdequedito señala más adelante que fue el mejor

muerdequedito.indd 79

08/09/16 10:51

80

JUAN DE LA VILLA Y SÁNCHEZ

parece raíz de filósofo que, sembrada en buena tierra, dieron ciento por uno los Aristóteles. Sujeto salado como róbalo cuya galga persona parece que vino a traer embajadas de los muertos; es primo hermano de las piernas de san Ferbanz, bien conocido porque tiene parentesco por línea recta con las del doctor Veguellina. Es, pues, meritísimo maestro, celebérrimo orador, viendo el cuento mal parado y que acá lo exorcizaba y conjuraba el maestro Langosta, como quien dice otates ¿para qué os quiero? Lió las de Villa Sebastián, y dio con toda su huesamenta en Oaxaca para refugiarse, mientras en Roma se veía su justificadísima causa. Ahora ¿y por qué excomulgaban a nuestro Santander? Porque no se dejaba capar y andaba amparándose a dos manos y diciendo que no quería que le quitasen sus borlas, que él era maestro de muchas campanillas y que había de defenderlas, que no quería que le atiplasen la voz, que bastaba que su persona alta y delgada era triple en su capilla, que si Bernardito, el de la catedral, había dejado caparse, era por tener buena voz, y que porqué a él lo habían de capar, pero ¿quitarle su voz? No, no, —decía— capen a Faustino que es lampiño y habla en tiple y harán un capón como si lo hubiera sido a nativitate,125 o capen a Bustamante que parece monacillo de misa, y harán un gran ministril, pero yo no quiero ser individuo vago; no quiero ser hermafrodita per defectum, como otros lo son per exesum, que en el medio consiste la perfección. No quiero ser bulto, entre barchilón y dueña; no me han de capar, que no he de ser yo carnero trasañejo y capón como carnero. Y porque se defendió y no se dejó capar y trasquilar con paciencia ovejuna el magisterio, sin decir esta lana es mía, Catulo metido en un garabato en el infierno, con un admirable y doctísimo papel en las manos con que defendía su derecho (con el cual supimos los que leímos las declaradísimas injusticias que entonces se hicieron), con este papel en las manos andaba el buen Santander, reo de tejamanil, buscando un juez de palo que le hiciera justicia, y no lo halló, si como buscaba juez de palo lo buscara de popote, le hiciera justicia el teniente don Diego de la Veguellina, en quien sumamente ha adelgazado la verdad; si lo buscara de trapo, Ballartita; si de palma, Petatillo; si de plomo, Álvarez; en fin, envió a México y en la Real Sordencia126 no halló oídos, yo no sé por qué seorador de los dominicos. Agrega Beristáin que fue vicario de Talistaca, en la provincia de Oaxaca, y que falleció a los 81 años de su edad. 125. De nacimiento. 126. “Real Sordencia” por Real Audiencia, dado que “no halló oídos”.

muerdequedito.indd 80

08/09/16 10:51

CAPÍTULO PRIMERO

81

ría, quizá porque el duque de Alburquerque127 se hizo oídos de mercader. ¡Hay qué desdicha de los pobres religiosos! Estar tan lejos del nuncio, aquel Sic volo, sic iubeo128 tiene muchas ensanchas en los prelados de las Indias, decía muy bien Santander. ¿Yo no he de defender mi derecho natural? Aunque soy religioso, no soy de pergamino o de hueso, ¿no siento? Todavía estoy vivo, todavía tengo el alma en el esqueleto. Este bonete me lo dio el reverendísimo padre general de mi Orden para que tapara la calva que se me hizo dejando el cabello sobre los libros; estas borlas blancas son lanas de gusanos que me salieron a puro estudio. Si el estudio me viene podrido, vengan mis gusanos; si viejo, mis canas quiero; yo soy y quiero ser el maestro Job, emparentado en primer grado con sus gusanos; y si él tuvo paciencia para que se los repelara una china, yo no quiero que el chino129 me rape y me repele los míos. ¿He sido yo lector de mala muerte, cuando por bueno me pedían sacar en el carretón el Viernes Santo? ¿O lectorcillo de mal pelo como el padre Vera? ¿O como por otro que por una letrita no es castaño? Yo soy lector de sangre en el ojo, he estado, era que era, veinte años en las cátedras y en los púlpitos. ¿Vendrá Gonet130 del otro mundo a pedirme el magisterio por suyo, porque lo dicté crudo sin comerlo, ni beber lo necesario ni digerirlo en los generales?131 ¿Yo fui el doctor Chupamir127. Francisco Fernández de la Cueva, duque de Alburquerque, marqués de Cuéllar y Cadereita, conde de Ledesma y de Huelma (1666-1733). Grande de España. Fue el trigésimo cuarto virrey de la Nueva España y ocupó el cargo de noviembre de 1702 a noviembre de 1710. 128. “Así lo quiero, así lo mando”. La expresión se usa para referirse a la arbitrariedad de alguna instancia o persona. Proviene de un pasaje famoso de Juvenal (Sátiras, 5, 223): “Hoc volo, sic iubeo, sic pro ratione voluntas”: “aquí lo quiero, así lo mando, sirva mi voluntad de razón”. 129. Chino y china, Job, 1: 21 y 2: 8. Hay un juego de palabras. Cuando después de muchas desgracias, Job recibe la noticia de la muerte de sus hijos, se rapa los cabellos; después, cuando Yahvé permite que Satán llene de úlceras malignas el cuerpo de Job, este se las quitaba raspándose (presumiblemente con una piedra) sentado en un estercolero (“Qui testa saniem radebat, sedens in sterquilinio”). Job se “raspaba” o “rasuraba” las llagas o los gusanos de las llagas con una piedra o “china” (véase Covarrubias). Santander no quiere que le rasure los cabellos el Chino, apodo de Rui-Díaz por haber vivido en Filipinas. 130. Jean-Baptiste Gonet (1616-1681), fue un importante teólogo francés de la Orden de los dominicos que pasó la mayor parte su vida como profesor de Teología de la Universidad de Burdeos. Fue un tomista recalcitrante. 131. “Los generales” son las lecciones públicas y los salones donde se imparten estas lecciones, y son generales porque están destinadas a todas las personas interesadas, sin importar la especialidad que tengan. Véase abajo la nota 18 en página 88.

muerdequedito.indd 81

08/09/16 10:51

82

JUAN DE LA VILLA Y SÁNCHEZ

tos que andaba sacando la miel de los autores para cifrarla en lengua latina en las clases?132 Pues decir que yo he predicado como cualquiera es chanza, que al más pintado, diré yo por autoridad para qué sabe de la prédica la media. ¿Me he graduado yo de maestro de sastre para andar haciendo sayos de las camisas ajenas o, por hacer sermones de pedazos, como banderas de guerra? Lo que yo he predicado, y lo que de todos me han oído, con tantas bocas abiertas (aun los mismos envidiosos que no me podían tragar), lo queme han escuchado todos, mirándome de hito en hito, con las nueces empinadas como quien mira un eclipse, todo lo saqué de esta cabeza. Si yo, cuanto digo en mis sermones, es escritura, engarzando y explicando unos lugares con otros, a imitación de san Bernardo, mi trabajo me ha costado, que a calvas enjutas no se aprenden las escrituras; pues que ¿no andan aquí con zangas mangas, con dimes ni diretes? Levante el dedo hacia arriba el que pensare que merece mejor que yo el magisterio.

Es probable que la frase tenga un matiz escatológico porque también se les llamaba “generales” a las letrinas. 132. Era (y sigue siendo) muy común valerse de otros autores para impartir una clase o predicar un sermón. El problema salta cuando las ideas ajenas se hacen pasar por propias y la tesis general es también plagiada o cuando las ideas están mal digeridas. Recordemos la letrilla de Góngora: “Que sea el padre presentado/ predicador afamado,/ bien puede ser;/ mas que muchos puntos buenos/ no sean estudios ajenos,/ no puede ser”.

muerdequedito.indd 82

08/09/16 10:51

Conticuere omnes1

Yo no hago aprecio a tanto doctísimo sujeto como tiene la provincia de la Puebla, digo lo que todos ingenuamente confiesan; es cierto que exceptuando al ilustrísimo señor Gorospe, aquel infeliz criollo a quien Dios con especial y regular providencia puso en el candelero para esconderlo debajo del celemín,2 excepto este señor de quien pensara yo (si se pudiere creer la transmigración de Pitágoras) que la majestuosa alma del gran general jesuita el padre Joan Pablo de la Oliva3 había transmigrado al cuerpo de su Ilustrísima, excepto pues el señor Gorospe es indubitable, por confesión de los mismos maestros dominicanos (más sabios cuando lo confiesan así) que el maestro Santander se llevó la palma de la oratoria. ¿Y que sea posible que la provincia de la Puebla haya tolerado la pérdida de este sujeto, y juntamente la de su hermano el maestro fray Manuel de Santander, tan famoso en la cátedra como en el púlpito? ¿Es posible que esto acontezca entre sapientísimos maestros, que saben el valor de la sabiduría? Leemos que Felipo4 de Macedonia capitulaba en los atenien1.

2.

3.

4.

muerdequedito.indd 83

“Enmudecieron todos…”. Lugar común que proviene del comienzo del libro II de la Eneida: “Conticuere omnes intentique ora tenebant” (“enmudecieron todos, conteniendo el habla, ansiosos de escuchar”). Es el pasaje donde Eneas cuenta sus avatares desde la salida de Troya y los siete años que hasta entonces anduvo errante con sus hombres. San Mateo 5: 15. San Agustín, Confesiones, libro XIII, capítulo XIX: “Vosotros sois la luz del mundo, y no estáis debajo del celemín” (“Vos enim estis lumen mundi, nec estis sub modio”). De origen genovés, fue general de los jesuitas entre 1661 (o 1664) y 1681. Fue considerado uno de los hombres más sabios de su tiempo y durante su mandato se reorientó la promoción del arte encomendado por la Compañía hacia el Barroco para abandonar la austeridad que habían seguido hasta entonces. Tuvo amistad con Bernini. Al margen del manuscrito hay una nota impresa que refiere a san Isidoro, dice: “Vid: lib. 1, Ethimolog. Cap. 26”.

08/09/16 10:51

84

JUAN DE LA VILLA Y SÁNCHEZ

ses que como lo diesen diez oradores levantaría el cerco que le tenía puesto a Atenas. Juzgo por mayor daño quitarle sus sabios que destruirle; una de dos: o Felipo los pidió por hacerse bien a sí, o por hacer mal a Atenas. Si por su bien, le pareció que mayor utilidad y gloria conseguiría volviendo a Macedonia cargado de sabios que de despojos; si por el mal de Atenas, juzgó para mayor daño quitarle sus sabios que destruirle, y con este parecer se conformó la misma universidad, pues quiso antes que entregar sus sabios padecer y tolerar el asedio. Leemos que Darío, en medio de Tebas,5 clamando a sus soberbios soldados, les decía: “Domum Pindari ne comburite”,6 para preservar al poeta de aquel estrago común. Leemos al César que vencida la mayor parte del Asia, retrae el pie de la casi rendida Alejandría que le resta, porque le viene a la memoria que fue patria del gran Felipe Arión ¿y que en la misma oficina de la sabiduría, en el taller de los doctos, sean los primeros abrazados los Píndaros?, ¿destruidos los Arianos? Vos, Demóstenes ¿los primeros echados de los claustros? Me dirán que donde hay tantos no hacen falta los Santanderes ¡Qué poco avaro es de letras el que piensa que hay sabios que no hagan falta! No creo que me dará esta respuesta ninguno que sea docto y celoso de la sabiduría; llueva Dios hombres doctos en las sacratísimas religiones, y derrame el espíritu de la sabiduría sobre el estado eclesiástico, que yo sé que quien conoce el bien, muy cerca está de seguirlo. Quién duda que en la antigüedad Diógenes fue como una mal pintada imagen de san Francisco, Séneca de san Pablo, Zenón y Sócrates que empezaron a emprender lo más heroico de la vida como Cristo despreciando riquezas y mundo, ¿quién duda que tuvieron, un como apóstol en su mismo entendimiento, y que la razón natural (más viva en ellos que en los demás) los enseñó a ser confusión de muchos de los cristianos? En fin, la sabiduría es el pasamano de la virtud y, cuando quiere hacer un san Ignacio, hace de un soldado un sabio, para hacer de un sabio un santo. “Bonita5. 6.

muerdequedito.indd 84

Hay otras dos notas al margen que son prácticamente ilegibles. “No quemen la casa de Píndaro”. Fue el mayor poeta lírico de la Antigüedad griega y este hecho de que los invasores quemaran toda la ciudad, menos la casa de Píndaro, fue narrado por los historiadores antiguos y revela que el poeta no era contrario a la invasión persa, lo cual podría significar, no tanto que a Darío le gustaran sus poemas, sino que favorecía los intereses de su patria, Tebas (contrarios al panhelenismo), aunque según se cree, nació en Cinoscéfalas, Beocia.

08/09/16 10:51

CONTICUERE OMNES

85

tem, et diciplinam et scientiam”7 dijo David y así conviene que en las comunidades haya muchos hombres sabios; no sea pues pródiga de sus maestros la provincia de la Puebla, repita sus Santanderes a Oaxaca, que no son tales sujetos que se pueden dar de barato;8 mas ahí nos den diez fray Diegos de Vera, si los tienen, y cobren un Santander. Y como fray Antonio de la Vera lo haga, crea que logrará aplausos entre hombres de buen sentir la niñada, y diremos que Cani sant sensus hominis;9 entretanto quiero consolar al maestro Santander explicándole los buenos deseos y afectos de los que estiman sus prendas. SONETO A los hijos que Roma engrandecía Un pregonero de metal les daba, Que con silencio eterno pregonaba La gloria que a sus nombres se debía. Solo Catón de estatua carecía, Pero el grande varón se contentaba Con la estatua mental que le labraba Quien dudaba el por qué no la tenía. Santander, las preguntas te dan gloria, Y con dudas tú nombre significas, Pues los que no supieron de tu historia. ¿Dónde, dicen, estás que no te explicas? Y tantos gritos das a tu memoria, Cuántas las veces son que no te explicas.

7.

8.

9.

muerdequedito.indd 85

Paráfrasis del salmo CXVIII (Libro de los salmos, 118: 16): “bonitatem et disciplinam et scientiam doce me quia mandatis tuis credidi” (“Enséñame bondad, disciplina y sabiduría pues creo en tus mandamientos”). “Barato” es un tipo de dádiva o recompensa que dan los jugadores cuando ganan en una mano o en toda una jornada a los sujetos que les proporcionan los servicios. La cita correcta es “cani autem sunt sensus hominis” (Sabiduría, 4: 8), “La venerable vejez no es la que dura mucho tiempo, ni la que se cuenta por el número de los años, las canas del hombre son la prudencia” (“senectus enim venerabilis est non diuturna,/ neque annorum numero computata:/ cani autem sunt sensus hominis”).

08/09/16 10:51

86

JUAN DE LA VILLA Y SÁNCHEZ

Y si me preguntas qué causa o qué razón, qué motivo o qué fin tuvo el padre Rui-Díaz para hacer esta general desmocha, así como el hacerlo fue culpa de sus narices, así el fin con que la hizo fue desacierto de sus ojos. Enamorose del padre fray Diego de Vera, dio en que había de hacerlo provincial, y para esto fue desmontando de maestros para allanar el camino. ¿Quién es el padre fray Diego de Vera? Mira la noticia del padre Vera, entró por los ojos, como el nombre del camaleón y por los oídos; si yo, cuando oigo este campanudo nombre, ignorara la cosa significada, solo de oírlo mentar, me suspendiera, no supiera dónde meterme; ¿camaleón? ¡Jesús mil veces! Una chiquera, un monstruo, un centauro hecho de camello y de león; venido a ver en sí es una despreciable sabandija. Pues así oirás, con tus mismos ojos, un sujeto más campanudo y más representativo que este nombre camaleón, y no tiene tantas letras el significado de aquella voz devuelto. Es un sujeto de buen aire, lo verás proferirse como voz de oráculo en el sagrario más escondido; propalarse como el sanctosanctórum de entre cortinas; y, si lo llegas a conocer, verás que lo que en aquel sagrario se adora son unos como accidentes de sacramento, una cuantidad sin sujeto. Lo verás salir del trono de los leones, como del cuarto, y en verdad que aquel trono no es de ningún Salomón. Ajústale bien la comparación de nuestro poblano vulgo “tan largo como la torre de la catedral”; pocas letras, y esas tan gordas que se leen desde abajo; verás que se abre la gran puerta de su celda y al salir se inclina aquella deidad, porque sale a ser vista de los hombres; comienzan sus paseos y se estremecen los dormitorios, los pasos muy cortos, por no poner como el ángel del Apocalipsis una columna en el mar y otra columna en la tierra; el cuerpo muy grave por la mucha cantidad. Es serenísimo como el príncipe, porque se lo debe a su alteza;10 es tan derecho que le quieren todos curas [sic]; de pies a cabeza anda despacio; de pies, por lo serio del movimiento, y de cabeza porque con ella ocupa el imaginario. Algunas veces sacude el polvo del capote porque le hacen cosquillas las estrellas, con que le parece que topa. Es circunspecto de sí proprio, que quiere decir (como sabes) que se mira al derecho y alrededor, y aunque se mira los soles en la mucha pluma que ha criado, es 10.

muerdequedito.indd 86

Es obvio que el Muerdequedito juega con la disemia: “alteza” (por su enorme estatura) y “alteza” por la supuesta nobleza (al menos así lo cree él) que le confiere su rango de provincial.

08/09/16 10:51

CONTICUERE OMNES

87

un pavón que nunca se halla defecto;11 así va por el convento y por los claustros, hidrópico de sí mismo, hinchado y lleno de sí, que se debió de ver en la fuente de Narciso.12 De cuando en cuando tose para que su campanilla avise, como la del Santísimo Sacramento, que adoren a la deidad si topa con algún hombre. No le habla porque dice (como a Eneas le dijo Venus) satis est potuise videri13 pero si alguno merece su coloquio, aquí sí es cosa de risa porque todo es estear [sic] misterios, chiflar enigmas, silbar Apocalipsis, con unas palabras vírgenes con barriga de trapo hasta la boca, unas veces pica en grave y sentencioso, otras en chistoso y agudo, y es que le parece, o ha soñado que Dios le hizo un ramillete de los mayores talentos, que en él se junta la seriedad y magisterio del señor Gorospe, con la gran viveza del maestro Malpartida, aquel venerable y agudísimo anciano que parece que ha ochenta años que se afila. Malpartida ceniza de Escoto, Rufo de pergamino, orejón de Séneca, carne momia de Solón. Pues el señor Gorospe, Cicerones rellenos, tonel de Quintilianos; y le parece al padre Vera que tenía una capacidad marcuerna14 de estos talentos y como Arrenquín15de entrambos: cuando se quiere hacer como el señor Gorospe no le caben por la boca las palabras como la tarasca de Moya. Y cuando quiere decir delgadezas16 como Malpartida, hecha las palabras éticas.17 Es mez11.

12.

13.

14. 15. 16. 17.

muerdequedito.indd 87

Es un pavón porque se “pavonea” o se “ufana” de la dignidad de su cargo; por eso “ha criado mucha pluma”. Las plumas de los pavos reales tienen manchas muy parecidas a los ojos y la ecuación metafórica “soles” = “ojos” fue muy común en el Renacimiento y el Barroco, pero fue magistralmente explotada por Góngora en los famosos versos de su Fábula de Polifemo y Galatea y es evidente que el Muerdequedito está pensando en esa segunda parte de la octava XIII: “Son una y otra luminosa estrella/ lucientes ojos de su blanca pluma:/ si roca de cristal no es de Neptuno,/ pavón de Venus es, cisne de Juno”. “Hidrópico de sí mismo”, hinchado por su propia vanidad después de mirarse en el estanque de Narciso. Aunque referida a otro defecto de la personalidad, es muy probable que la imagen literaria también provenga de Góngora, aquí de la Primera Soledad: “No en ti la Ambición mora,/ hidrópica de viento” (versos 108-109). No dijo Venus a Eneas esta frase. Son palabras de Sileno en la Égloga VI, verso 24, de Virgilio: “Solvite me, pueri; satis est potuisse videri” (lo traduciríamos como “Soltadme, niños; contentaros con que hayáis podido verme”). Probablemente “capacidad mancuerna” o “capacidad doble”. Arlequín, por los distintos colores con que está hecho el traje de este personaje de la comedia del arte. Sutilezas. “Ética” (“hética” o “héctica”) llamaban los médicos a la calentura crónica que normalmente terminaba matando al sujeto que la padecía. Por extensión, el término se aplicaba a las personas y a los animales débiles y de aspecto enfermizo,

08/09/16 10:51

88

JUAN DE LA VILLA Y SÁNCHEZ

quino de razones, parece que las vende según las mide porque dirá que derramarse por la boca (y echará un buen de palabras) es bueno para los mascarones de pila como Castro, que los hombres hablan a gotas como alquitara, tan bien dirá hablen los demás a cuartillos, que todo cuanto dicen es agua de borrajas y a escrúpulos que yo hablo confecciones de perlas y de jacintos. Todas estas palabras se animan con aquellos larguísimos dedos que por ellos se conoce el Gigante de Apeles. Extendida la mano con tres dedos cerrados y el índice y el que llaman del corazón, abiertos, y con estos dos morillos va apuntalando las razones para que no se le caigan en él o levanta para arriba el palo mayor y el trinquete para que le sirva a su gran copete de peine. Así conversa, así replica, así ahora lo verás llenar un general,18 estremecer a gritos una clase, el argumento que sale de aquella gran portada de iglesia no le falta para procesión sino el estandarte y la campanilla; con gran garbo, con gran voz, con gran despejo arguye y replica, pero por qué un medio pleno y macuquino,19 que entre gente entendida no pasa frecuentísimamente, elige este que es su argúyelo todo: ex duabus contradictoriis altera debet esset vera.20 Esta es en casi en todas sus réplicas la mayor de sus silogismos. Válgate Dios por Vera ¿que en ningún argumento suyo haya premisa en paz? Que siempre haya de argüir proposiciones güelfas y gibelinas, zegríes y abencerrajes,21 mas porque vea el padre Vera que aquella su proposición universal tiene también su excepción le diremos Que no haya contradicción Verdadera en dos extremos Cosa es que todos sabemos,

18.

19. 20.

21.

muerdequedito.indd 88

anémico. También se aplicaba a las cosas muy delgadas o poco sustanciosas (cfr. Tesoro). Covarrubias lo explica muy claramente: “en las universidades es el aula adonde se leen las liciones públicas, y díjose general por ser común a todos los que quieren entrar a oír”. “Macuquina” era la moneda cortada de oro y plata. Algo “macuquino” era algo excelente. De dos proposiciones contradictorias, si una es falsa, la otra, por fuerza, tiene que ser verdadera. Aquí juega con el “vera” (verdad) y el apellido de fray Antonio de Vera. Véase abajo la nota 47 en página 97. Se dice así de los enemigos irreconciliables, como fue el caso de los güelfos y los gibelinos en la Italia del siglo xii y de los zegríes y los abencerrajes en el reino de Granada durante el siglo xv.

08/09/16 10:51

CONTICUERE OMNES

89

Y lo enseña la razón. Y aunque con tanto tesón Tomas esto siempre a cargo, Yo he encontrado, sin embargo, Aun a la vista primera, Contradicción en ti, Vera, Que eres muy corto y muy largo.

De su gracia y habilidades por la prédica, sí te diré que hace muy bien su papel. Ya ves aquella personaza en el púlpito, está como quien se lava los pies, porque el labio del púlpito no le pasa de los tobillos, no oírle sino verle hablar es para dar gracias a su Criador; nunca le he visto abrir la boca que no diga admirado: ¡válgame la inmensidad de Dios! Tendrá su boca de largo, por reglas de buena geometría, el cuádruplo y semi de la boca de fray Antonio de Vera; y de alto el duplo y cuadrante de la jeta de fray Antonio de Castro, ¿qué tal? De este hiato y este veratro, empiezan a salir los nortes del evangelio, como cuando los sacó Dios del abismo, (y nota los nortes del evangelio) ese hombre no imita de chanza, allá anda para buscar el norte buscando el rumbo de guerra, y ¡qué bien! Pero yo no lo quiero murmurar, sino alabarlo; diga lo que quisiere, que se le puede perdonar por aquel garbo, aquel aire, y especialmente aquella voz con que lo dice, ¡qué voz tan clara!, ¡qué alta!, ¡qué sonora!, ¡qué agradable! Es un Orfeo de vezado.22 Pero ¡qué lástima! Para asistir a un sermón suyo es menester prestarle los oídos y enviar el entendimiento a un mandado, porque no se esté durmiendo en el sermón o comiéndose las uñas. Este es el padre fray Diego de Vera que te he retratado de balde, y lo que siento es que yo lo he acreditado contigo y el padre fray Diego de Vera no me lo ha de agradecer. Yo te he dicho que ha ocupado una cátedra en su Orden, que ha gritado en los generales, que ha hablado media hora o una en el púlpito, que ha tenido el título de regente, ¿mas que tú no pensabas tanto de él? Porque tú, lector, sabes el proverbio de los griegos anus homacros23 que es lo mismo que amens quelongus,24 esto es, en buen griego y en buen latín, que en buen ro22. 23. 24.

muerdequedito.indd 89

Es un Orfeo por lo vezado o —como se dice ahora— avezado. Es sabido que Orfeo tenía tal capacidad para el canto que conmovía y atraía hasta a las fieras άνυς ό μακρός. “amens, qui longus”.

08/09/16 10:51

90

JUAN DE LA VILLA Y SÁNCHEZ

mance quiere decir que todo hombre largo no tiene migaja de entendimiento, lo mismo habrás leído en Cicerón: Valentissimo quisque corpore longe abest a sapientia. No ignoras la razón que trae Aristóteles en el libro De animalibus: Carnis pondus, tardiorem redit, et mentem sensum communem;25 que está pesado en el entendimiento, cargado de mucha enjundia; según esto tú por la fisonomía del padre Vera, y según el cuerpo valentísimo juzgábazlo gallina de entendimiento, lo tenías por totalmente idiota e ignorante, y por el fénix de la modorrera, entre las águilas de la sabiduría por el único y peregrino en Santo Domingo, en donde todos son doctos, yo te he sacado de este error, te he dicho que no es ignorante, ni idiota, sino que es, no digo yo como Cordero, pero ni como su hermano Verita, ni como leemos, ni como Valverde, ni como Sánchez, que todos estos son unos mozos que podían ser catedráticos en Salamanca, sino que, entre estos lectores salamanquinos, el padre Vera es un catedrático bolonio, de este pues gigantón de nube de bulto, entre fantasma y coloso, de este hombre frisón, de este reverendo fray Polifemo (y no te desagrade el nombre que aunque dos ojos tenga, como tiene metido el uno dentro del otro, es cíclope de dos ojos) de este y de sus legañas (por amor a su semejante) se enamoraron los dos ojos de Rui-Díaz. Entre tuertos anda la chanza; tuerto Rui-Díaz, tuerto Vera y fray Antonio también aprendiz de tuertos. Dios les dé a los padres dominicos quien los mire con buenos ojos; a este tal fue a quien dio el padre Rui-Díaz [en]26 que había de hacerlo gente y rebisgente y tataragente, y para que creciese este bulto (¡oír y admirarte!) le hizo 25.

26.

muerdequedito.indd 90

“Carnis pondus tardiorem reddit mentem, & sensum communem…”. Tanto este pasaje latino como el anterior de Cicerón, así como los pasajes correspondientes a las notas 22 y 23 de la página anterior fueron tomados de la página 64 del libro que lleva por título Viridarium sacrae, ac profanae eruditionis del jesuita Francisco de Mendoza. Fue editado por Gabriel Boissat y Socios, en 1635. La disertación sobre la corta inteligencia de los hombres grandes ha sido apenas resumida por fray Juan de la Villa del cuarto libro titulado “De floribus philosophiae”, problema II: “Quaenam praestantior sit hominis statura”. Libros como este forman parte de las fuentes que usaban los hombres del Barroco para nutrir sus escritos de las notas más insólitas, constituyen la erudición prestada que daba solidez a los textos de los poetas, los predicadores y los científicos. Para no alterar la lectura original del verbo “dar” es necesario agregar la preposición “en”; “dar en algo” es muy típico del habla antigua y así se conserva el matiz de obstinación que tuvo Rui-Díaz en criar provincial a fray Diego de Vera.

08/09/16 10:51

CONTICUERE OMNES

91

chapines de Gorospes y de Rodríguez, con suelas de Almonacires y Santanderes, y como a las estatuas o bultos se le suelen poner en las peanas epígrafes, versos y letras, así puso las mayores y mejores letras de Santo Domingo por peanas de esta figura y un serafín (como se usa en los colaterales) por pedestal de un pedazo de madera. No hizo cosa Rui-Díaz que no tuviese antes anticipada la naturaleza en a quien su torpe rostro aquella cara era y es un almanaque o repertorio, que desde luego pronostica las infelicidades futuras; ni se hallara en aquel deforme semblante día que no sea prohibido para el acierto. Yo no soy quiromántico, ni sé deletrear sucesos por las palmas de las manos, pero mirando aquel gesto, aquel testuz, aquella catadura, aquellos ojos, aquella nariz, aquella corcova, había de adivinarle todas sus barrabasadas, como si hubiera estudiado ojimansia, narimansia y corcobimansia. ¿No le ven aquellos ojos encontrados? ¿Pues cómo había de tener amistados a los religiosos, quien tiene a sus mismos ojos reñidos? ¿Cómo pondría unión entre tantos hombres, quien a sus dos niñas no puede poner en paz? La nariz se compone de dos, mitad y mitad, porque no alcanzó a hacerse de una pieza y en el medio aquella gran raya que señala como juntura de dos trozos de nariz para que la división de su nariz esté prometiendo cisma; pues si media nariz suya contenta no está con la otra y cada una tira por su lado para levantarse a nariz, si esto consiente que hagan sus narices con su cara ¿por qué cualquiera mocoso no hará lo mismo en sus barbas? Nada menos el Calvario se la está jurando de cruz a toda sabiduría, aunque sea caída del cielo. Pues la corcova medirán, aquella corcova ut sic que está amenazando contraerse para jorobar a todo el género humano, y aquella personilla, que a raíz de su gran corcova y giba parece calaverita puesta al fin de una gran tumba, está imaginando réquiem y pronosticando kiries a todos los que en él ponen los ojos. Y quien se trae consigo estas profecías mira ¿qué acierto podría tener en sus elecciones? Es verdad que no te puedo negar que así, intruso el padre Vera por Rui-Díaz en el provincialato pasado, lo hizo mejor de lo que lo podía esperar, veta vetu la que venisti tempore crisis. Ya no le había dejado Rui-Díaz desorden qué cometer. ¿Hubo paz en su tiempo? Sí, pero porque no había ya quién hiciese oposición; estaban apagados o desterrados, los primeros sujetos no leían, no vivían ni aun respiraban, y así, destruida, acabada y muerta la provincia, tenía necesaria paz porque le diremos

muerdequedito.indd 91

08/09/16 10:51

92

JUAN DE LA VILLA Y SÁNCHEZ

Halló Vera la provincia Difunta de tantos males, Y al comenzar el oficio Dijo: Requiescat in pace.

El acierto y la aceptación no es absoluto, sino las más veces correlativo a los antecedentes y sucesos; por eso el juiciosamente malicioso Tácito, intérprete de los corazones cesáreos, comentándole el alma a Augusto en la elección de su entenado Tiberio, antepuesto a Agripa y a Germánico, sus sobrinos, para la elección del imperio da esta razón: ne Tiberium quidem charittattem autt rei publice curam aseveritt sue colorem, sed quoniam arroganttiam sebittiam que cius incons pexeratt comparattione de tterrima sibi gloriam quesiviese;27 conociendo la arrogancia y crueldad de Tiberio quiso que echasen menos a Augusto, y fundó una capellanía de suspiros sobre la arrogancia del entenado, y presto se vería bienquista a costa de los yerros del sucesor, pero ¿quién me mete a mí con Césares? Hubiera sido admirable provincial y llenado las partes de su oficio en la ilustrísima provincia de México el venerable y religioso vizcaíno Chavarría si no hubiera sido sucesor de fray Bartolomé Navarro de San Antonio,28 pero ¡qué lástima! Que aquel doctísimo y celosísimo padre (que creemos goza de Dios y que le habrá eternizado la vida que sacrificó su majestad haciendo de la silla ara) que se quitara, digo, la vida el maestro Navarro por reducir la santa provincia de México a aquel esplendor que deseamos todos en todas las del sacratísimo Orden Dominicano, y que después de este desvelo viniera el maestro Chavarría y se acostara a dormir. Vuelvo a repetir ¡qué lástima! Y más cuando pudo poner por almohada Chavarría los trabajos de Navarro, pudo dormir sobre vigía y acostarse se-

27.

28.

muerdequedito.indd 92

“Ne Tiberium quidem caritate aut rei publicae cura successorem adscitum, se quoniam adrogantiam deterrima sibi gloriam quaesivisse…”, Tácito, Anales, I, 10, 8. “Que ni siquiera Tiberio había sido adoptado como sucesor por afecto, o por cuidado de la República, sino, dado que había examinado cuidadosamente su arrogancia y su crueldad, había buscado para sí la gloria con la peor de la comparaciones” (traducción de José Tapia Zúñiga. Cayo Cornelio Tácito, Anales. México, UNAM-Instituto de Investigaciones Filológicas, 2002. Col. “Bibliotheca Scriptorum Graecorum et Romanorum Mexicana”, s. n.). Augusto necesitaba de un sucesor ruin para que saliera ganando en las comparaciones que haría la posteridad. Véase la nota 97 de página 71.

08/09/16 10:51

CONTICUERE OMNES

93

guro sobre lo que había velado su antecesor; con que el maestro Chavarría dijera. Como hasta aquí ajustara parte de la corona de Navarro a sus sienes; hubiera tenido los aciertos por herencia; hubiera cogido el fruto de lo que el otro sembró y hubiera tenido en sus trojes cernidos los trabajos de Navarro, pero qué hemos de decir, y qué decimos los seculares29 que veíamos ayer en aquel hábito penitente y grosero, en aquella túnica estrecha, resplandecer y lucir el oro de aquel primitivo siglo en que floreció el rigor del Instituto, y vemos hoy las ensanchas que se han soltado a los hábitos;30 los seculares somos sastres de estado religioso, ocupados en cortarles de vestir y para cada pulgada que crece el traje regular tenemos luego prevenida la tijera.31 Me dirá el padre Chavarría que “¿qué importa (si el hábito no hace al monje) que desatendiese esas exterioridades si cuidó, veló dentro de los claustros el rigor de la observancia, y si (aunque no lo hubiera celado) aquella santa provincia es siempre una, siempre con igualdad observante y sin descaecer32 religiosa?”. Así me dirá el maestro Chavarría, y dirá muy bien, pero podrá negarme que estas exterioridades son la mano que señala el interior concertado, el movimiento del reloj, son la tez y color rozagante que parta las santidades del cuerpo; si nosotros los seculares no penetramos con vista [de] lince las paredes de los claustros, no tenemos celosías en los conventos, ¿cómo hemos de hacer juicio del interior moderado régimen, si no se nos dé traslado con lo exterior? ¿Cuál fue el mayor sermón de san Francisco de Borja? Sin duda fue aquél cuando diciendo a su compañero “vamos a predicar”, salió del colegio, rodeó las calles, corrió las plazas, visitó los templos, entró en los palacios, siempre silencio, siempre mudo, pero gritándoles a los 29.

30.

31.

32.

muerdequedito.indd 93

El Muerdequedito insiste en el “nosotros los seculares” como si fuera un diocesano el que hablara de lo ocurrido en los conventos dominicos y lo hiciera con la información filtrada al exterior. En el manuscrito dice “habidos”. Por el sentido de la palabra “ensanchas” (Covarrubias dice que las “ensanchas son las que se añaden a los vestidos que vienen apretados al cuerpo”) corregimos con “hábitos” y con ello damos coherencia a lo que se viene diciendo. Los hábitos se han ensanchado y los seculares se encargan de censurar la conducta de los “regulares” (es decir, los frailes del convento), por ello tienen siempre lista la tijera. El Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) dice que es un verbo intransitivo desusado cuyo sentido es “ir a menos, perder poco a poco la salud, la autoridad, el crédito, el caudal, etc.”.

08/09/16 10:51

94

JUAN DE LA VILLA Y SÁNCHEZ

ojos, modestia, mortificación, compostura, y de esta manera no poco fruto sacó de aquel su sermón de bulto. Ahora son (no lo niego) los padres mexicanos verdaderos religiosos y verdaderos predicadores; predicadores ahora, entonces eran sermones en aquel feliz tiempo en que había la predicación en los templos, se vía muchas veces obligado a hacer en la calle el acatamiento a una misión negra y blanca;33 estas voces detalla enmudeció el maestro Chavarría; o descuido sería, o inadvertencia de un hombre que conocemos tan religioso (así le valga esta disculpa, en el día estrechísimo de la cuenta34), ahora advierto que si se hubiera trocado la suerte y el maestro Chavarría fuera el vigilante y el dormido el maestro Navarro, lo quisiera despertar el amor del cachupinismo.35 Criollada, criollada dijera, pero ¿qué dijeron a estos los Argos de nuestros defectos36 y Cupidos de los suyos? En otra ocasión puede ser que les abramos los ojos. El padre Vera, para ser en todo dichoso, fue sucesor de Rui-Díaz; alábesele (y se le debe alabar) que fue prudente religioso y celoso de los argumentos de su convento; hizo aquellas obras que vemos. Si yo fuera crítico y malicioso, dijera que le movería aquello de celebremus nomen nostrum,37 que quería estampar en las piedras sus manos como Absalón, pero no me meto yo en escudriñar corazones; hizo portada, hizo ambulatorios, hizo portería, hizo capítulo, hizo librería; yo supongo (claro está) que todo esto se hizo después de proveídos abundantísimamente los religiosos todos sus menesteres, porque si yo supiera o pensara lo contrario, convirtiera en murmuraciones las alabanzas; las paredes tienen oídos, pero no boca, ni habrá quien haya oído decir a una pared 33.

34. 35. 36.

37.

muerdequedito.indd 94

El sentido de este pasaje es oscuro, pero quizás ayude a la comprensión saber que una de las acepciones de la palabra “misión” es “serie o conjunto de sermones fervorosos que predican los misioneros y varones apostólicos en las peregrinaciones evangélicas” (DRAE). Por otro lado, el hábito de los dominicos es blanco y se lleva con una capa con esclavina y capucha negras. El día del Juicio Final. “Capuchinismo” por “gachupinismo” en oposición a “criollismo”, o “criollada” como dice en seguida. Argos por “vigilante”. Argos Panoptes fue el monstruo de cien ojos que vigilaba a Ío. Sus ojos descansaban por pares y así se mantenía permanentemente en vigilia. El perro de Odiseo se llamaba “Argos” en honor a esta cualidad que a veces tienen los canes. “Hagamos célebre nuestro nombre”. El contexto de la frase está en el Génesis (11: 4). Es el pasaje donde los hombres deciden construir una ciudad y una torre cuyo remate llegue hasta el cielo (Babel) con ladrillos cocidos al fuego.

08/09/16 10:51

CONTICUERE OMNES

95

“denme una viga” y mucho menos a un convento “yo quiero bóvedas”, pero cuando un religioso —o de modesto o de prudente— no desprenda sus labios, si el prelado no le provee, se le abrirán en el hábito mil bocas, y la ropa con su lengua tartajosa38 y de trapo condenará la improvidencia de su superior. Doctísima exhortación y digna de andar en las manos de los prelados religiosos, aquella que en sus pláticas domésticas hacía el gran general padre Juan Pablo de Oliva a los jesuitas.39 Que los superiores han de alimentar y los súbditos han de obedecer. Jeremías vio una olla encendida y puesta al fuego y una vara que velaba. ¡Oh, qué linda vara la que vela sobre la olla!40 Finalmente, porque lo supongo así de la costumbre del prudentísimo gobierno dominicano como de la cordura del padre Vera, que no emprendería tales obras, sino de lo que sobraba al decentísimo alimento, vestuario, viático y lo demás necesario y decente a los religiosos, le alabo las obras con que aumentó su convento, especialmente la obra heroica, la obra insigne, la obra digna de perpetua recomendación y alabanza, la obra merecedora, no solo del agradecimiento de sus religiosos, sino de toda la Puebla, porque al primor de su templo le añadió la perla del sagrario, esta fue la obra de la sala de Capítulo Panteón y sepulcro de los religiosos. ¡Qué heroica! ¡Qué cristiano! ¡Qué religioso aquel a quien asiste el celo de la decencia de las cosas de Dios! Yo confieso de mí que cuantas veces entro en aquel capítulo me causa indecible regocijo el primor del culto con que en aquel oratorio está colocada la majestad de Cristo Señor Nuestro Sacramentado, y alabo con mil bendiciones el bien empleado cuidado del padre fray Diego de la Vera. Y por ocupar algún rato con mucho gusto en alabar la buena obra, hice este malo y bien empleado soneto. SONETO Si el oro, el jaspe y el cristal tu celo En tan lucida fábrica ha juntado, Breve hermoso compendio ha fabricado De la deidad celeste tu desvelo. Heroica empresa y tan glorioso anhelo, Que cuando tal morada a Dios has dado, 38. 39. 40.

muerdequedito.indd 95

Que no habla claramente. Covarrubias dice que es lo mismo que tartamudo. Fue el undécimo general de los jesuitas entre 1664 y 1681. Jeremías, 1: 11-13.

08/09/16 10:51

96

JUAN DE LA VILLA Y SÁNCHEZ

El Cordero de Dios sacramentado Por ti no echará menos todo el cielo. En urna igual reposa la ceniza, El trono que feliz el alma alcanza, Y aún ese panteón se ve divisa De lo que hay en la bienaventuranza. En él, Vera, tu nombre se eterniza Y se oirá entre los muertos tu alabanza.

Esta fue la obra buena del padre Vera, y de bono opere non lapidamus,41 los que entran allí reconocen con sus ojos aquel primor, aun no ven todo lo que encierra la obra; ¡qué bien dorado—dicen— está el capítulo! No dicen bien, que son tres capítulos los dorados, aquel capítulo que ven, el capítulo que vimos ahora ha cuatro años, y el que vimos ahora en mayo, con aquel oro han tomado buen color muchos yerros, no es el buen Vera ningún simple como Rui-Díaz, persuádete lector. Aquí Rui-Díaz es un feria,42 un simple de toda solemnidad, pero simple doble y no sencillo, es tordillo43 entrepelado de cándido y doncellaco, y crepúsculo de tonto y de malicioso, ni le sabe alumbrar la malicia ni le acaba de amachear la tontera; ahora quiso tener contrición de sus disparates pasados, y tuvo un arrepentimiento de Judas que no supo hacer penitencia sin pecado, no supo dorar sus yerros sino aumentarlos con ruidos, con alborotos y escándalos, pretendiendo disparates, solicitando imposibles. La elección, aunque fuese 41.

42.

43.

muerdequedito.indd 96

“No apedreamos por la buena obra” (Juan, 10: 33). Son las palabras de los judíos que querían apedrear a Jesús por la blasfemia de haberse proclamado el hijo de Dios, aun cuando reconocían las obras buenas (los milagros) que había hecho antes. Parece utilizar esta palabra en el sentido de “ingenuo”. Este significado proviene de los galanes que “daban ferias” a las mujeres que cortejaban (el cortejo en los Siglos de Oro gravitaba en regalar a las damas cuanto se les antojara); el hecho de “dar feria” consistía en abrir el crédito en una tienda para que las damas tomaran lo que quisieren, además de lo que les instigara el comerciante. Dice Covarrubias en su Diccionario: “y algunas son comedidas y toman mesuradamente, otras son inconsideradas y codiciosas, que suelen dejar destruido al galán necio y pródigo”. Es simple de dos colores, como los tordillos, es decir, los caballos que tienen el pelambre cenizo, entre blanco y negro, entre cándido y doncellaco. Por eso Gonzalo Correas, en su refrán 3.668 (“blanco como ala de tordo”), dice que es ironía cuando el pueblo alude a la blancura de este pájaro.

08/09/16 10:51

CONTICUERE OMNES

97

en sujeto ausente, fue canónica, porque no hay ley que la prohíba; en su posición de la ciencia del electo, dícese recaer en el prior del convento principal o capital el gobierno, por estatuto o ley de los padres. ¿Con qué fundamento quiere Rui-Díaz que la Audiencia y el duque de Linares44 den leyes a Santo Domingo, y en todo caso a favor de su corcova para que el replantigue45 en la silla? Es un simple, porque si tal autoridad de dar leyes a las religiones hubiera en Indias, la tuviera don Juan de Veitia.46 ¿Qué importa que diga Rui-Díaz que hubo trampa? La hubo, pero legal, y no de las trampas que ve Dios y las ve todo el mundo; el padre Vera tenía la masa en las manos e hizo muy bien de repartirla a su modo; usó de su derecho, y si no la hubiera hecho así, en el libro del arzobispo de Toledo borramos a Rui-Díaz que tiene el primer lugar, y escribiéramos a fray Antonio de Vera. Llegó el caso de que los mismos Veras, a quien Rui-Díaz puso en el trono, se ven obligados a perseguirlo y echarlo de su convento, y este para mi asunto es argumento fortísimo. O el echarlo es por malignidad de Rui-Díaz, vean los Veras quién y qué tal es su hacedor; si es malignidad de los Veras, vea Rui-Díaz que tales son sus hechuras. Si Rui-Díaz es el malo, el dictamen de engrandecer a Vera fue suyo; y si Vera fue el malo, el dictamen con que RuiDíaz lo eligió no fue bueno. En una de las puntas de este dilema se han de clavar, o que Rui-Díaz no fue tan buen elector suyo, o que ellos no fueron buenos elegidos de Rui-Díaz. Si le hallara solución el padre Rui-Díaz con aquello de ex duabus contradictoriis.47 El pobre simple 44. 45. 46.

47.

muerdequedito.indd 97

Fernando de Alencastre Noroña y Silva (1641-1717), duque de Linares, trigésimo quinto virrey de la Nueva España. El DRAE consigna el verbo “repanchigar” con el sentido de “arrellanarse en el asiento y extenderse para mayor comodidad”. Lo conjuga como reflexivo. Don Juan José de Veytia y Linaje llegó a Puebla como alcalde mayor en 1699. De inmediato desplegó una gran autoridad y se hizo cargo de acumular todos los poderes civiles y judiciales de la localidad. Su misión era cobrar las alcabalas y, gracias a los privilegios de su nombramiento, podía embargar los bienes de los morosos o de los evasores sin apoyo del poder judicial, esto es, sin que el Cabildo de la ciudad, el virrey o la Real Audiencia pudiesen intervenir. Por esta omnipotencia del funcionario peninsular, el Muerdequedito señala que, si hubiera alguna autoridad para dar órdenes a los religiosos regulares de las Indias, esta caería en Veytia mucho antes que en el virrey o el arzobispo, a quien curiosamente ni menciona. “Ex duabus propositionibus contradictoriis una necesario vera est, et altera falsa”, en filosofía es el principio de la contradicción que parte de que, en dos proposiciones contradictorias, la una es verdadera y la otra es falsa.

08/09/16 10:51

98

JUAN DE LA VILLA Y SÁNCHEZ

de Rui-Díaz pagara en todo caso las penas de su candidez notado de ingratísimo, motejado de bullicioso; inquieto es verdad, que siendo el hombre en todas sus demás acciones religioso, cometer estos defectos, débesele atribuir a tontera. Yo discurro que él se salva por conciencia invenciblemente errónea, y que en el cielo tendrá su silla en el candidísimo coro de los títulos y de los ferias. Él se gobierna con aquella su cabeza; él aprende immobiliter, en él viven juntos el intentar y el obrar, y apenas mal piensa, cuando mal obra; débome persuadir a qué tan grandes desaciertos no los hace a mal hacer. ¡Sálvele Dios su interior!, que nosotros le condenamos sus obras; por ellas le echan y le condenan los Veras. Tales son sus desaciertos que no hallan disimulación en sus mismos beneficiados, y así se ven obligados los Veras a ser rigurosamente justos con quien se debieran mostrar agradecidos. Convino que padeciese una justicia con visos de ingratitud, para que con riguroso talión corresponda el castigo a su pecado. Están vengando a Gorospe los Veras; él los juzgará por ingrato, porque en aquel su pecho y corazón hasta la justificación vestirá con colores de ingratitud. Cuando hubiera nacido otro hombre tan ingrato como Rui-Díaz, ese había de ser destinado para su castigo, pero porque no se puede hallar él, se da la misma pena, sintiendo y juzgando por desagradecimiento la razón y la equidad; y solo así consigue que lo castigue el hombre más ingrato del mundo. No se da otra pena a los aventajadamente ingratos, por eso a Judas que fue Achitophel de Cristo y Achitophel que fue el Judas de David, no les hallaron más acomodados verdugos que ellos mismos. Ya pues cayó RuiDíaz; trasladó a los que se juzgan a los pies de la Santísima Trinidad; todas las cosas del mundo son inconstantes. Las cosas de la religión no son cosas del mundo porque son cosas de sueño. Las prelacías, las dignidades ¡con qué brevedad se acaban! ¡Unos puestos abortivos que aún no son puestos cuando son quitados; unas dignidades relámpagos, oscuridad de una noche y resplandor de un instante! Aún no ha el prelado calentado la silla, cuando el sucesor le levanta. El tiempo le despide y no el tiempo anciano y viejo (como lo pintan), sino un tiempo tan niño que no llega al uso de la razón pues no pasa de cuatro años. Y que haya religioso que se engría y desvanezca con una dignidad de tan poca duración, admirable emblema el de Alciato a este propósito. Aeream propter crevisse cucurbita pinum Dicitur, et grandi luxuriasse coma:

muerdequedito.indd 98

08/09/16 10:51

CONTICUERE OMNES

99

Cum ramos complexa, ipsumque egressa cacumen. Se praestare aliis credidit arboribus. Cui pinus, Nimium brevis est haec gloria: nam te Protinus adveniet, quae male perdet, hiems.48

No puede ser mejor el ejemplo para nuestro caso que este de la calabaza, que creció arrimada al pino y se desvaneció ufana de tanta altura, sin acordarse de lo poco que le había de durar aquella gloria. Buen ejemplo a nuestro caso. Cuando él, el padre Rui-Díaz, era un agigantado pino, el padre Vera era una pobre calabaza que creció arrimada al pino. Trocáronse después las suertes, empinose Vera y calabazose RuiDíaz. Volviéronse a trocar, y Rui-Díaz por descabezado se secó, y el padre fray Diego quedó arrimado al pino de oro de fray Antonio de Vera, pero estos pinos se vuelven calabazas y las calabazas se transforman en pinos; acuérdese de que esa variedad no durará mucho tiempo. Con que dándoles con la ceniza en la cara y volviendo en romance el memento. Calabaza de Alciato, les diremos. Con fuerte brazo asida estrechamente, La vana calabaza que, arrogante, Al pie nació de un pino y, al instante, Encaramarse quiso hasta la frente. Hallose ya en la cumbre, ¡qué eminente!; Con aquella hojarasca, ¡qué elegante!; Y al verse tan lozana y tan galante Vanidades presume, aunque no siente. Tan erguida del pompanaje vano Le miraba un ciprés funesto y tierno, Y, al ver el boato del verdor lozano, 48.

muerdequedito.indd 99

Es el epigrama del emblema CXXV (In momentaneam felicitatem) de los Emblemas de Andrea Alciato. En la traducción de Bernardino Daza Pinciano el mote está traducido como: “Que la bienaventuranza de esta vida no dura más de un momento”. Y el epigrama dice: “Creció una calabaza a tanta altura,/ Que se encimó a la cumbre de un pino,/ Y de ver su verdor, tan gran locura/ Y vanagloria a su pensar la vino./ Que pensó ser la principal criatura./ Mas esta gloria no será contino/ (Díjola el pino), que verná el invierno/ Que seque tu verdor caduco y tierno”. Para evitar los errores del copista, lo hemos copiado directamente de Alciato, Emblemas, Madrid, Akal, 1985, p. 164.

08/09/16 10:51

100

JUAN DE LA VILLA Y SÁNCHEZ

¡Qué bueno fuera —dijo—, a ser eterno! Gozad de vuestro tiempo, que es verano, Mas sabed, calabazas, que hay hibierno.

¿Qué sabes lo que te sucederá en viniendo Manzano?49 En una ocasión hicieron los árboles su capítulo. Eligieron a la oliva y renunció, a la higuera y no quiso, a la parra y no admitió. Vinieron finalmente al espino y, aceptando, respondió: “Si con verdad y sencillez me elegisteis, yo os haré sombra; pero si no, fuego ha de salir del espino que abrace a los más soberanos cedros”. Así lo dijo el espino y ¿qué fuera que lo dijera así el Manzano? “Sí, veré si sin trampa me elegisteis por elegirme y no por gobernarlo vosotros. Sí, veré si lo hicisteis por estar vosotros cargados de frutos mientras estoy acá, cargado con mis espinas, venid y descansad a mi sombra, pero si non vultis, si no queréis ni deseáis ni mi sombra ni mi cuerpo: Egrediatur ignis etc.”.50 Quiera Dios que el padre Manzano acierte a conservar a todos los religiosísimos padres en paz, que atienda y venere los sujetos que desatendió Rui-Díaz, que se restituyan los maestros Santanderes a honrar su provincia. Que en todo se atienda al mayor servicio de Dios y lustre de aquella sacratísima religión,51 columna de la paz, escudo de la cristiandad y gloria de la católica Iglesia. Y con esto, lector, adiós, así y el

49. 50.

51.

muerdequedito.indd 100

Recordemos que la elección como provincial de fray Antonio de Vera se debió a que fray Bartolomé Manzano se encontraba ausente de México. Jueces, 9: 15 y 20. Son las palabras de la zarza cuando los árboles decidieron elegir a uno de ellos como su rey: “Si con sinceridad venías a ungirme a mí para reinar sobre vosotros, llegad y cobijaos a mi sombra, y si no es así, brote fuego de la zarza y devore los cedros del Líbano”. Covarrubias pone esta parte como ejemplo de “apólogo” donde los animales y las cosas cobran vida y dialogan como humanos. “Religión” por la Orden de los dominicos poblanos.

08/09/16 10:51

Capítulo segundo

¡Pecados míos! Pensé que no te acordabas. Has de cuenta lector que se me olvidó en el tintero, porque cuando tomé la pluma meditaba hacer brevísima esta obra que, por la fecundidad de la materia, creció a tan dilatado molesto volumen. Sucediome al revés de lo de Horacio, porque yo meditaba una vinajera y me salió una tinaja.1 Y así discurrí que si añadía el capítulo segundo (que según mis bártulos no es menos fecundo que el primero) había de hacer una tarasca de papel; y por eso sin el capítulo segundo lo presento y ofrezco a tus serenísimos ojos, pásalos todos por él, mira que será sin razón que negándole los dos, le concedas el tercero. Después que lo leas apúntalo y ponle ojo dónde y cuándo gustares, que él ya lleva adelantado su paradero. Yo totalmente no me despido, oiré primero tú parecer, que yo mismo te lo he de sonsacar. Prevéngote que murmures con prudencia para cuando topes conmigo en la calle. Y si por contingencia lo leyeres acabado de dormir, y por tener el entendimiento lagañas no lo juzgares tú tan digno de desprecio como lo juzgo; en tal caso, morder y murmurar, todo es empezar. Yo mis dientes me tengo (gracias a Dios) que me los santiguo todas las mañanas, y me los ensalmo contra facciones de fierro, y porque Tamayo el barbero no me haga mal de mano, ni porque he dicho estas verdades se ha lastimado mi boca, he oído decir a algunos: “¡Quién tuviera una boca de vidrio para decir lo que siento! Y que luego se quebrara”. Son unos tontos; habían de decir “unas voces de pie1.

muerdequedito.indd 101

Es una paráfrasis de los versos 21-22 de Arte Poética de Horacio: “Amphora coepit institui; /currente rota cur urceus exit?” (“¿Comenzaste a hacer un ánfora y ya con la rueda en movimiento te salió una ollita?”). Es un tópico que se refiere a que un gran intento se puede convertir involuntariamente en algo muy modesto o pequeño y ridículo. Al Muerdequedito, según él afirma, le salió al revés: quiso hacer una ollita y le salió un ánfora.

08/09/16 10:51

102

JUAN DE LA VILLA Y SÁNCHEZ

dra y sus orejas las rotas, y que mi boca siempre quedase sana”. Eso es lo que yo he querido hacer, tirarles mis pedradas, y que a quien le diera que querasque (sic). Si no te cuadrare a ti, murmúrame también, y morder que van mordiendo; solo te ruego que si dijeras que, pues tal escribí, soy un simple por amor de Dios, que más que me compares a aquel tonto de Nicolás que de veras se muere, como no me compares (por vida tuya) a Rui-Díaz, que demás simple ahora se muere de Veras y como esto hagas por mí, en lo demás, lo que te agradare. Si dijeres que me ha faltado la gracia, no importa, pues no me ha faltado la justicia, que yo te prometí morder quedito. He mordido a Verita que para prelado es mozo, defecto es ligero y que se le quitará con el tiempo; que es helado y frío para predicar, lo mismo tiene la limonada y se gusta. He murmurado a fray Diego de Vera de grave, pero esto mi murmuración no lo imita que es breve, he dicho que no es sujeto aventajado, docto de primera clase, que no hace coro con los literatísimos catedráticos, esto no le debe de hacer fuerza, pues no estudia. Dije el pecado irremisible de Rui-Díaz que es simple (y digo irremisible porque es pecado de que nunca se ha de enmendar). Dije que es simple, es gracia que Dios le ha dado, ninguno pierde por simple, como no sea descompuesto. Dije que quitó el bonete a muchos maestros, es cortesía; que la borla les ahorró ese gasto, y es providencia; les quitó las voces en el Capítulo, se oyeron las del vulgo. Revolvió la provincia toda, lo mismo hizo un ángel en la piscina, volvió lo de arriba, abajo. También lo hace la inteligencia mortis que es ingrato pero desconocido. Que Chavarría (dije) no fue tan celoso como Navarro, era mejor para marido; que se durmió, es anciano; que no conservó el rigor que su antecesor había establecido, no gustaría de rigores en conserva. Estos son los efectos que he notado, si tú alguno no sabías de mí, sabe que soy un mordaz y un maldiciente. Pero si estas cosas son chisme y conversación de sí mismos, no les debe hacer fuerza el verlas, sino el oírlas en sus manos. He escrito (es verdad) muchas cosas por la enmienda y el enfado y fastidio de que está lleno el corazón, me ha chorreado por la pluma. Quiero ser intérprete de los corazones de todos, y poner en la noticia de estos religiosos aquello que, si los hombres tuvieran pecho de cristal como él mismo quería, habían de ver en todos los corazones. Quiero que sepan lo mucho, lo mucho que ofenden y escandalizan las disensiones de los capítulos, y con razón. ¿Es posible que unos hombres que con heroica resolución dejaron por

muerdequedito.indd 102

08/09/16 10:51

CAPÍTULO SEGUNDO

103

Dios todo el mundo, anden ahora peleando por sus migajas? ¿Que los que renunciaron como los apóstoles a sus redes, que podían ser barrederas de muchos bienes, traben ahora disensiones sobre los corchos? Después de una determinación tan heroica como esta, las contiendas (quis maior est in regno caelorum?2) esto es ser ambiciosos: que, a los que les pareció cuando lo dejaron indigno de sus deseos y de sus pretensiones el mundo, aspiren a la mayor del cielo. ¿Qué parecen unos religiosos —y religiosos de Santo Domingo— en las audiencias litigando prelacías? No niego yo, ni dudo, que las razones pueden ser justificadas, pero acá fuera parecen de otros colores vestidas. Serán —no lo dudo— hijas de celo, pero acá se juzgan por hijas de la ambición. ¿Qué le mueve al padre Rui-Díaz para irse —tan cargado de razón como de espaldas— a la Audiencia a mover cuestión3 a su prelado legítimo? Doy ya el caso imposible que a ojos cerrados hubiesen atropellado los padres la cédula de su majestad y no eligiesen (como eligieron) cachupín, sino criollo. Le hacemos peso al padre RuiDíaz en el fuero de su conciencia, la determinación real que la quietud y serenidad de su ánimo reclamara la nulidad y metiérase en su celda. Pero juzgó que debía en conciencia dividirse de sus hermanos, ponerse en camino, irse a México, arrastrarse por los zaguanes de los oidores, contemplar sus cocheros, enfadar los amigos, irritar a sus prelados, causar gastos inevitables a su provincia, distraerse y perder su interior regimiento para que la cédula se entendiese y observase a su modo, pues ves que hay lector para que sepa Rui-Díaz cómo el mundo abomina, execra, detesta, reprueba, condena, acusa y murmura sus disparates y dictámenes; y el padre fray Diego de Vera vea que como ahora que defiende su derecho y litiga con justicia, así le reprueba que litigó y fue provincial sin ella; y les cauce empacho, vergüenza y sentimiento hacer y haber hecho acciones tan dignas de censura, he sacado esta murmuración inscriptis. Ayúdame, por vida tuya (si te parece que tengo razón) en confesármela, no me la niegues que te tendré por necio, y 2.

3.

muerdequedito.indd 103

“Quis putas maior est in regno caelorum?”, Mateo, 18: 1 (“¿Quién piensas que es el más importante en el reino de los cielos?”). Es una pregunta que hicieron los apóstoles a Jesús. “Mover cuestión…”. Expresiones como “mover guerra” o “mover cuestión” suenan poco lógicas a nuestro entender y son propias del español antiguo, pero nosotros tenemos unas equivalentes en México, como “echar pleito”. Quizás esa sería la traducción moderna para “mover cuestión” y quedaría algo como: “¿qué mueve a Rui-Díaz a echar pleito a su prelado legítimo?”.

08/09/16 10:51

104

JUAN DE LA VILLA Y SÁNCHEZ

de esta suerte, para reprensión y escarmiento, los anotamos con la lengua y los sacamos en carta a la vergüenza. Réstame ahora pedirte perdón de mis defectos. Mi mayor desgracia será que nada, nada de cuanto te he dicho te cuadre, que con tal que alguna cosilla te hubiera parecido buena, entonces había yo cumplido con mi obligación y hecho mi deber, y hubiera un victor mayor que una casa, y en verso compuesto nada menos que por Marcial. Suntt bona, sutt quedam mediocria suntt mala que legis hic alitter fitt avitte liber.4

Si, cuando lo empezaste a leer, esperaste algo bueno y no lo hallas, no te rías de mí sino de ti, que creíste que te habían de rogar con cosa buena; si no lo esperabas, alégrate de que nacistes en viernes y mira, no seas tonto, y digas que Dios te libre de mí, si no di te libre a ti de ti; no de que yo te murmure, sino de que hagas cosas dignas de murmuración y de que las muerdan los pícaros como yo. YO //

4.

muerdequedito.indd 104

Epigramas. Marcial I, 16. “Sunt bona, sunt quaedam mediocria, sunt mala plura / Quae legis hic: aliter non fit, Avite, liber”. “Hay cosas buenas, hay algunas medianas, son malas la mayoría de las que lees aquí, un libro no se hace, Avito, de otra forma” (cito por la traducción de José Guillén, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 2003).

08/09/16 10:51

Bibliografía

Agustín de Hipona, san, Confesiones, tr. Pedro R. Santidrián, Madrid, Alianza, 2011. Alcázar, Baltasar del, Poesías, Madrid, Cátedra, 2001. Alciato, Andrea, Emblemas, Madrid, Akal, 1985. — Los emblemas de Andrea Alciato traducidos en rimas españoles (por Bernardino Daza Pinciano), Barcelona, J. J. de Olañeta, 2003. Aranda, Juan de, Lugares comunes de conceptos, dichos, y sentencias, en diversas materias, Sevilla, Juan de León, 1595. Beristáin de Souza, José Mariano, Biblioteca hispanoamericana septentrional [edición facsimilar de la princeps], México, UNAM/ Claustro de Sor Juana/Instituto de Estudios y Documentos Históricos, A. C., 1980. Biblia de Jerusalén, Bilbao, Desclée de Brouwer, 2009. Biblia Vulgata Latina traducida al español y anotada conforme al sentido de los Santos Padres y expositores católicos, Madrid, Imprenta de Sancha, 1815. Buenaventura de San Agustín, fray. “Tercera oración fúnebre panegírica en las honras que hizo la Santa, y Cathedral Iglesia de la Ciudad de Sigüenza al ilustrísimo, y reverendísimo señor D. Fr. Thomas Carbonel […]”, en Vida, y virtudes del Illmo. Señor Don Fr. Thomas Carbonell […], Madrid, por la viuda de Francisco Nieto, 1695. Cárdenas, Juan de, Primera Parte de los Problemas y secretos maravillosos de las Indias, México, por Pedro Ocharte, 1591. “Carlos María de Bustamante en La Marimba de México”, suplemento número 1, 25 de febrero de 1832, con un manuscrito de Tehuacán, fechado en 1761.

muerdequedito.indd 105

08/09/16 10:51

106

BIBLIOGRAFÍA

Cicerón, Marco Tulio, Catón el Mayor: De la vejez, tr. Julio Pimentel Álvarez, México, UNAM-Instituto de Investigaciones Filológicas, 1997 (Bibliotheca Scriptorum Graecorum et Romanorum Mexicana, s. n.). Correas, Gonzalo, Vocabulario de refranes y frases proverbiales, ed. digital de Rafael Zafra. Pamplona/Kassel, Universidad de Navarra/ Edition Reichenberger, 2000. Covarrubias Orozco, Sebastián de, Tesoro de la lengua castellana o española, ed. de Ignacio Arellano y Rafael Zafra, Madrid/ Frankfurt, Iberoamericana/Vervuert, 2006 (Biblioteca Áurea Hispánica, 21). Díaz Cardeña, Gonzalo, El perro moral y crítico, que ladrando recio, muerde quedito (ms. De la Biblioteca Nacional de México, 1778). Eguiara y Eguren, Juan José, Bibliotheca Mexicana. Prólogos a la Biblioteca Mexicana, ed. de Agustín Millares Carlo, México, Fondo de Cultura Económica, 2ª ed., 1984. Gelio, Aulo, Noches áticas, tr. Santiago López Moreda, Madrid, Akal, 2009. Gil, Alonso, Sermón eucarístico por el nacimiento del serenísimo príncipe Luis I. Heredero de las Españas, Puebla, por Diego Fernández de León, 1708. Góngora y Argote, Luis de, Obras completas, Madrid, Aguilar, 1972. Gracián y Morales, Baltasar, El Discreto, Huesca, por Juan Nogues, 1646. Graves, Robert, Los mitos griegos, Madrid, Alianza, 2004 (Humanidades, 4100). Horacio, Quinto Flaco, Epístolas Arte Poética, tr. Fernando Navarro Antolín, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 2002. Juvenal, Sátiras, tr. Bartolomé Segura Ramos, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1996. Leight, Hugo, Las calles de Puebla, Puebla, Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado de Puebla, 5ª reimpresión, 1999. López Cordero y León, Antonio, Vida de la esclarecida Virgen Dulcísima Esposa de N. Señor Jesu Christo. Santa Inés de Montepoliciano […], Puebla, por la viuda de Miguel Ortega y Bonilla, 1744. Marcial, Marco Valerio, Epigramas, tr. José Guillén, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 2003.

muerdequedito.indd 106

08/09/16 10:51

BIBLIOGRAFÍA

107

Mariana, Juan de, Discurso de las enfermedades de la Compañía por el P. Juan de Mariana, con una disertación sobre el autor y la legitimidad de la obra. Y un apéndice de varios testimonios de jesuitas españoles que concuerdan con Mariana, Madrid, Gabriel Ramírez, 1768. [Hay edición mexicana de Ignacio Cumplido, 1841.] — Tratado del gobierno de la Compañía de Jesús (manuscrito s. f. de la Biblioteca Nacional de España). Medina, José Toribio, La imprenta en México (1539-1821) (edición facsimilar de la edición chilena de 1912), México, UNAM, 1989. — La imprenta en la Puebla de los Ángeles (1640-1821) (edición facsimilar de la chilena de 1908), México, UNAM, 1991. Méndez Plancarte, Alfonso, Poetas novohispanos. Segundo siglo (1621-1721). Parte segunda, México, UNAM, 1945. Ovidio, Publio, Fastos, tr. José Quiñones Melgoza, México, UNAMInstituto de Investigaciones Filológicas, 1986 (Bibliotheca Scriptorum Graecorum et Romanorum Mexicana, s. n.). — Metamorfosis. Libros I-VII, tr. Rubén Bonifaz Nuño, México, UNAM-Coordinación de Humanidades, 2008 (Bibliotheca Scriptorum Graecorum et Romanorum Mexicana, s. n.). — Tristezas-Pónticas, ed. de Eulogio Baeza Angulo, Madrid, Akal, 2010. Palma, Ricardo, Tradiciones peruanas, edición de Julio Ortega, Madrid et al., ALLCA XX, Colección Archivos, 23. 1993. Plutarco, Vidas paralelas, tr. María Antonia Ozaeta Gálvez, Madrid, Alianza, 1998. Polo de Medina, Salvador Jacinto, Obras en prossa, y verso, de Salvador Iacinto Polo de Medina, natural de la Ciudad de Murcia. Recogidas por un aficionado suyo, Zaragoza, por Diego Dormer, 1670. Quevedo y Villegas, Francisco de, Discurso de todos los diablos o infierno enmendado, Milán, por Juan Bautista Bideli, 1634. — El Buscón, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 2007. Suárez de Figueroa, Cristóbal. El Pasajero, . Suetonio, Los doce césares, México, Porrúa, 2003 (Sepan Cuantos..., 355). Tácito, Cayo Cornelio, Anales, tr. José Tapia Zúñiga, México, UNAM-Instituto de Investigaciones Filológicas, 2002 (Bibliotheca Scriptorum Graecorum et Romanorum Mexicana, s. n.).

muerdequedito.indd 107

08/09/16 10:51

108

BIBLIOGRAFÍA

Toussaint, Manuel, “Printing in Mexico during the xviii century”, en Mexican Art & Life. In the 409 th. Anniversay of Printing in Mexico, nº. 7, 1939. Villa y Sánchez, Juan de la, Puebla sagrada y profana. Informe dado a su muy ilustre ayuntamiento el año de 1746, ed. de Francisco Javier de la Peña, Puebla, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, 1997. Virgilio, Obras completas, tr. Aurelio Espinosa Pólit, Arturo Soler Ruiz, Pollux Hernúñez, 3ª ed., Madrid, Cátedra, 2008. Wind, Edgar, Los misterios paganos del Renacimiento, Madrid, Alianza, 1998 (Alianza Forma, 144).

muerdequedito.indd 108

08/09/16 10:51

muerdequedito.indd 109

08/09/16 10:51

muerdequedito.indd 110

08/09/16 10:51

muerdequedito.indd 111

08/09/16 10:51

muerdequedito.indd 112

08/09/16 10:51

muerdequedito.indd 113

08/09/16 10:51

muerdequedito.indd 114

08/09/16 10:51

muerdequedito.indd 115

08/09/16 10:51

muerdequedito.indd 116

08/09/16 10:51

muerdequedito.indd 117

08/09/16 10:51

muerdequedito.indd 118

08/09/16 10:51

muerdequedito.indd 119

08/09/16 10:51

muerdequedito.indd 120

08/09/16 10:51

muerdequedito.indd 121

08/09/16 10:51

muerdequedito.indd 122

08/09/16 10:51

muerdequedito.indd 123

08/09/16 10:51

muerdequedito.indd 124

08/09/16 10:51

muerdequedito.indd 125

08/09/16 10:52

muerdequedito.indd 126

08/09/16 10:52

muerdequedito.indd 127

08/09/16 10:52

muerdequedito.indd 128

08/09/16 10:52

muerdequedito.indd 129

08/09/16 10:52

muerdequedito.indd 130

08/09/16 10:52

muerdequedito.indd 131

08/09/16 10:52

muerdequedito.indd 132

08/09/16 10:52

muerdequedito.indd 133

08/09/16 10:52

muerdequedito.indd 134

08/09/16 10:52

muerdequedito.indd 135

08/09/16 10:52

muerdequedito.indd 136

08/09/16 10:52

muerdequedito.indd 137

08/09/16 10:52

muerdequedito.indd 138

08/09/16 10:52

muerdequedito.indd 139

08/09/16 10:52

muerdequedito.indd 140

08/09/16 10:52

muerdequedito.indd 141

08/09/16 10:52

muerdequedito.indd 142

08/09/16 10:52

muerdequedito.indd 143

08/09/16 10:52

muerdequedito.indd 144

08/09/16 10:52

muerdequedito.indd 145

08/09/16 10:52

muerdequedito.indd 146

08/09/16 10:52

muerdequedito.indd 147

08/09/16 10:52

muerdequedito.indd 148

08/09/16 10:52

muerdequedito.indd 149

08/09/16 10:52

muerdequedito.indd 150

08/09/16 10:52

muerdequedito.indd 151

08/09/16 10:52

muerdequedito.indd 152

08/09/16 10:52

muerdequedito.indd 153

08/09/16 10:52

muerdequedito.indd 154

08/09/16 10:52

muerdequedito.indd 155

08/09/16 10:52

muerdequedito.indd 156

08/09/16 10:52

muerdequedito.indd 157

08/09/16 10:52

muerdequedito.indd 158

08/09/16 10:52

muerdequedito.indd 159

08/09/16 10:52

muerdequedito.indd 160

08/09/16 10:52

muerdequedito.indd 161

08/09/16 10:52

muerdequedito.indd 162

08/09/16 10:53

muerdequedito.indd 163

08/09/16 10:53

muerdequedito.indd 164

08/09/16 10:53

muerdequedito.indd 165

08/09/16 10:53

muerdequedito.indd 166

08/09/16 10:53

íso en el Nuevo Mundo

El paraíso en el

1

Juan de la Villa y Sánchez (1683-1760), autor de El Muerdequedito, nació y murió en la Puebla de los Ángeles. Fue uno de los intelectuales novohispanos más importantes de su siglo. Miembro de la orden de predicadores, desplegó una gran actividad como dictaminador de impresos y como autor de libros piadosos que alcanzaron el honor de la reimpresión. Admirado por sus contemporáneos, dejó una obra muy extensa que ha sido poco estudiada.

Arnulfo Herrera y Flora Elena Sánchez Arreola son académicos del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México. Desde hace muchos años trabajan en el arte y la literatura de la Nueva España.

EL MUERDEQUEDITO Estudio preliminar, versión paleográfica y notas de Arnulfo Herrera y Flora Elena Sánchez Arreola

EL PARA

Juan De La Villa y Sánchez

El Muerdequedito (1714) trata sobre la fallida elección de un provincial dominico en la Puebla de los Ángeles, importante territorio de la Nueva España. Al margen de la anécdota (curiosa, llena de humor), es este un documento que permite entrever los lugares comunes de los hombres cultos en aquellos años, las intrigas de la política monástica y, sobre todo, anuncia los géneros y los tonos satíricos que habrían de caracterizar a la literatura novohispana del siglo xviii.

EL MUERDEQUEDITO

Juan de la Villa y Sánchez

ÍS O

L

NU

E

Paraíso 1_def.indd 1

EN

Paraíso Mundo El en el Nuevo

EV OM

UND O

16/09/2016 15:44:21