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Spanish Pages [396] Year 1975
“DIMENSIÓN ARGENTI dirigida por GREGORIO WEINBERGC
Esta
Biblioteca prosigue —ampliando y enriqueciendo su horizonte— los objetivos propuestos por
EL PASADO
ARGENTINO
realizados a través de más de diez años Y sesenta obras publicadas,
Ñ
Susana
D- Con
as
de labor'
MIRON* BURGIN
a e
ASPECTOS- ECONÓMICOS DEL FEDERALISMO ARGENTINO Estudio Preliminar de BEATRIZ
Bosch
SOLAR/HACHETTE BUENOS
AIRES
Titulo THE
del original inglés:
ECONOMIC
ASPECTS OF ARGENTINE FEDERALISM (Harvard University Press, 1946) Traducción Mario
1* Edición
en la Colección
“EL
julio de
p
Reimpresión
en la Biblioteca
os
de
CALÉs
PASADO
“DIMENSIÓN.
mayo de 1969" .
«La
publicación, se hace
EDICIONES
O
SOLAR
by Ediciones Hecho
distribución por
convenio
S. A.
Y
que
*
ARGENTINA”
,.
y venta de esta especial entre
LIBRERÍA
Solar/Hachette,
el depósito
ARGENTINO"
1960
previene
HACHETTE
Buenos
Aires,
la ley N?
obra $. A.
1969
11.723
IMPRESO EN LA ARGENTINA - PRINTED IN ARGENTINA ro
ESTUDIO
PRELIMINAR
La CRAVITACIÓN del factor económico en la lucha contra la corona española, tanto como en el transcurso de las contiendas civiles posteriores, ha sido suficientemente aquilatada desde los comienzos mismos de nuestra historiografía. Ya sus fundadores se adelantáron a señalarla en más de un pasaje admonitor. Los lásicos capítulos iniciales de la Historia de Belgrano (1886),
acerca de la revolución económica,
precursora inmediata del
movimiento político de 1810, y el agudo estudio de Vicente Fiel López en torno a El Banco. Sus complicaciones con la poli-.. tica de 1826 y sus tranformaciones históricas (1891), amén de los trabajos de ensayistas. y sociólogos, indican el auge de la temática en el siglo pasado. Abonóla en las primeras décadas el actual el ilustre Juan Alvarez con sus tres excelentes obras: “Ensayo sobre la historia de Santa Fe (1910), Estudio de las gue“rras civiles argentinas (1912) e Historia de Rosario (1943). Fae«na. señera la suya, sólo vino a contar con epígonos entre las 3
«nuevas
promociones,
algunos
de cuyos
representantes
afánanse
-por' aplicar teorías o por formular síntesis mucho antes, quizás, de verificadas por entero las necesarias pesquisas documentales. . “Si nos particularizamos con las cuestiones institucionales, fácil :será comprobar la intervención de aquel factor en las ardorosas "polémicas de los contemporáneos y el rápido reconocimiento de su cuantía por sociólogos e historiadores. Fué Juan Bautista «Alberdi el primero en destacar en Estudios Económicos (1876) “el papel ejercido por el Banco y por la Aduana en la empresa de asentar la hegemonía de Buenos Aires en la República. Vein- te años después Ernesto Quesada hará hincapié en el concepto.
“La cuestión del tesoro es, en el fondo, el eje de toda la polí
.tica argentina desde la emancipación”, escribía el maestro en :1898. “Las luchas civiles, las disensiones partidistas, las compli-
“caciones políticas, el enardecimiento de unitarios y federales, de porteños y provincianos, el caudillaje mismo —añade—, todo ha
.
8
.
B£LATRIZ
BOSCH
nacido de ahí y ha gravitado. a su derredor; “es
picar: arena
Ariadna,
que
candente';
nos
guía
en
aclararla,
es
el laberinto
toca esa cuesti r.ón - *
encontrar
el. hilo
de.la política
de::.:
argen-.
> tina”,1 o, La riesgosa tarea atrajo a un universitario extranjero, Inspi: rado a la par en los aforismos del Licurgo argentino y en las diáfanas páginas del autor de La época de Rosas, Miron Burgin ' luego de serias confron taciones, relaciona el problema
institucio-.
nal originario a la defectuosa estructura económica del país. El factor económico es, a su juicio, base e ingrediente primo rdial
en el proceso histórico conducente a Caseros. Maneja un cúmulo de fuentes en su mayoría éditas —recopilaciones de leyes, estadísticas, mensajes guberñativos, diarios de sesiones, noticias pe:
riodísticas, datos de viajeros— con cuyo auxilio desentraña móvi-
-
les y atisba resultados con cabal sentido de la realidad pretér ita. Abusa por momentos del método reiterativo movido tal vez del deseo de patentizar las grandes líneas del cuadro, mas su estilo
ágil y descarnado
facilita la intelección
perseguida.
Polaco.de origen, Miron Burgin nació en Varsovia el 22 de octubr
e de 1900.2 Siguió cursos en la Facultad de Leyes y Ciencias Políticas de la urbe natal, completándolosen los Estados
Unidos de Norteamérica donde se pués de la primera gran guerra del temprano por los temas económicos, The Economic Literature of Latin
radica definitivamente dessiglo. Allá se inclina desde llegando a ser coeditor de America (1935-1936). En .
1937 viaja a estas tierras e investiga en archivos públic os y par-
ticulares de la Capital y del interior con el objeto de prepa rar
su tesis The Economic
Aspects of Argentine Federalism,
le vale el grado de Doctor en la Universidad de Harvard
la cual
(1941).
«Editada en 1946 por las prensas de dicha universidad —789 vo-
lumen de los F/arvard Economic Studies— la entrega ahora al público argentino la Librería Hachette de Buenos Aires, incor-
porándola a su colección “El Pasado Argentino”.
Consagrado a la historia latinoamericana del periodo nacio-
1 Ctr.: Ervesro Quesaba, La época de Rosas, pág. 82, Bs. As,,
Edic. del 1950, : : 2 Los datos biográficos proceden de las notas necrológ fica originales de Arthur P. Whitaker y Robert A, Potash: ica y bibliográrespectivamente, publicadas en The Hispanic American Pistorical Review, XXVI, No 5, Restaurador,
págs. 310-345, agosto 1957, Atención del Dr. José 'I'h. Criscentl,
*
ESTUDIO” PRELIMINA! A
.
Y
nal, Miron Burgin ingresa al servicio oficial; tantes cargos en la Biblioteca del Congreso. -1942:; 1948), en el Departamento de Estado (1944-1945), én el. -Dépar tamento de Comercio (1945-1946) y en la Dirección de Inves tigaciones ; de las Repúblicas Ámericanas -(1949- -1957). Laborio% y. tenaz dirige seminarios, interviene en instituciones académi-' cas y en conferencias y congresos de la disciplina, compartiendo.
la dirección de Hispanic Ámerican Review y de Handbook of. Latin America Studies (1941-1948). Eficaces servicios prestaba a. " la causa del acercamiento espiritual entre los pueblos del con- -* tinente, cuando, en plena madurez, es arrebatado a la vida el.
13 de marzo de 1957. El traslado al español de su obra principal aparece.así como un homenaje póstumo a quien penetró con . inteligencia las reconditeces de nuestro proceloso pasado.3 Miron Burgin se “alinea entre cuantos consideraron al factor económico uno de los determinantes de la caída del imperio es-
pañol en América. En las colonias. del Río de la Plata advierte la mayor resistencia al sistema restrictivo impuesto por la metrópoli. Compleja y dispar, la economía del virreinato alcanza desarrollos peculiares en unas zonas apenas vinculadas por el principio de la división geográfica del trabajo. El sistema mercantilista antaño
imperante
estimuló
las incipientes industrias
del interior, las que decayeron sensiblemente al decretarse el libre comercio en .1810. Hay desde entonces un: desplazamiento del
centro
económico
de gravedad
del interior hacia la costa.
En adelante, el país se divide en provincias ricas y en provin-
AS
cias pobres.
Las:segundas
aspirarán
en vano
a la autonomía'
económica o, por lo menos, a un régimen político que se las garantice. Han de opónerse, en consecuencia, a.todo intento de | otorgar la primacía a Buenos Aires, mira esencial del unitarismo. La provincia de Buenos Aires, en cambio, goza de situación . excepcional desde 1810. En lo económico, se.independiza del resto
del
territorio;
see liga más
a Europa,
y en particular
a:
3
3 A
3 Ricardo Zorraquín Becú adelántó la traducción del capítulo “El problema de la tarifa y la política arancelaria bajo el régimen federal” en el Anuario
de
Historia
“Historia Argentina , en inglés,
en
Argentina.
Año
1941, No
había
-..r9jo,
editado
aparecido
aún
por
la
Sociedad
la edición
de
original
ÓN
o.
sl
e
Inglaterra,
BEATRIZ BOSCH
que a las prov
incias hermanas del anti guo virrcina- .. +. tO. Cifra su riqueza en la ganaderí a y en el tráfico de ultramar, manteniendo el monopolio del come rcio exterior, . Apunta Burgin el traspié del partido unit ario al aba ndonar ' el ideal del comercio libre, así como las deficiencias de su programa en orden a la agricultura y a la industria y los fines políticos entrevistos
con
la instalación
del Banco, establecimiento - convertido pronto en “símbolo y fuente de poder de la aristocracia del dinero y del partido unit ario”.4 Niega asimismo obJetivos
de justicia
social
a la ley de enfit
eusis, a su entender, mera fuente de ingresos fiscales. Explica: “Al gobierno le estaba prohibido “por ley vender las tierras públicas, que eran mantenidas como garantía de los emprésti tos externos e internos, lo que dió como resultado que se acum ularan en las manos del gobierno grandes extensiones de tierr ás improductivas. Precisa mente para resolver los problemas de la acumulación de tierras * improductivas se proyectó la ley de la enfiteusis. El gobierno reteníala propiedad de la, tierra, cumpliendo: de: ese modo con la letra de la ley y entregando al mismo tiempo a la: explota: ción económica grandes superficies de campos”.Á propósito del. | Programa de los unitarios afirma que no podía despertar en-' tusiasmos en ninguna parte, pues, “par a Buenos Aires significaba la renuncia a las ventajas económic as y financieras logra-, * “das después de la
unitarios formaban
núcleo
compacto,
culto y homogéneo, los federales —según Burgin— no const ituían un partido pro_piamente sino grupos parciales con inter eses distintos ya menudo contrapuestos, pero con una visión más clara y certera de _las cuest iones.
No
obstante
esta cabal
observación,
el extinto -autor' defrauda nuestra expectativa, pues, deja de ofrecernos .el - cuadro dé los diversos ' “distritos” feder ales —con palabras de hoy— que dicho aserto hacía presentir. ¿A qué aspirabanlos . federales. en Córdoba, en Mendoza, en Salta ? ¿Qué separaba a los de San Juan de los de Santiago del Estero o Corrientes? Estos y otros interrogantes quedan sin respuesta. En verdad, el
investigador centra todas sus consideraciones alrededor de Bue+ Las citas corresponden
a la presente
edición,
Xx
Silos
revolución; y para las provincias equi valía a” toda esperanza de mejora de la situació n económica”.
A
abandonar
1
ESTUDIO PRELIMINAR
arancelaria de os: Aires, dedicando someras líneas a la' política Corrientes, “Tucujértas provincias —Córdoba, Entre Ríos, San Juan, Jujuy—, si bien lamenta la falta . -mán, Catamarca, por -de- continuadores de la escuela historiográfica inaugurada Fe. de Santa lyarez con el ya citado Ensayo sobre la historia que el nombre del “Protector de los
“Sorprende en extremo que siguen. Omiueblos Libres” esté ausente en los capítulos notorias las raices ión tanto o más llamativa, cuanto que son del introductor de 'tonómicas en la prédica y en las campañas instrucciones imteorías federales en el Río de la Plata. En las
Constituyente tidas a los diputados a la Asamblea General puertos de los de des:1813.se reclama la apertura al comercio y terrestre fluvial nado. y Colonia yla libertad de tráfico de equiplan un las provincias. En 1815 Artigas formula ru- * labores las de «distribución de la, tierra y de fomento las de enemigo de es'que'sus opositores utilizan para tildarlo ae
guerra ecoases propietarias”. “Hubo “además una verdadera domiLitoral el y la antigua metrópoli virreinal
ATÓMICA -entre :¿por.sus, huestes,
con
las consiguientes
restricciones
mer-
ntiles, tarifas” diferenciales, etcétera.5
tienen en las ¡Tampoco se estudian aquí las repercusiones que por el Condictadas medidas de orden económico
nas entre 1824 y greso Nacional, que funciona en Buenos Aires sobre Banco
1827, es decir, la controversia suscitada por las leyes
públicas, etc. En la [acional, “aduanas, hipoteca de las tierras se traduce en una “de: Entre Ríós, por ejemplo, el descontento
de 1826 y serie de revueltas -estalladas en los meses de diciembre : la origen neto de s rsiva nero de 1827, manifestaciones subve Banco el por do emiti da resistencia, a admitir el papel mone provincial, moJacional. El asunto se discute en la legislatura cl deba:
a en :desto recinto donde Justo ]. de Urquiza se estren dictadura rela de ador e.de la cosa pública. El futuro debel
defiende la ley relaen la circunstancia raro saber en la materia, la mo-
“censurada, mas
consiente
en suprimir la circulación de
:neda en vista de' las violencias que ella provoca 6.
era”, en Revista de His5 Cfr. Beatriz Bosch, “El caudillo y la mónton : oria,N9 2, Bs, As., 29 trimestre de 1957. diputado provincial. a, Urquiz de José “Justo BoscH, z Beatri 6 Cfr.: IV, Bs. As, Sociedad 1826-1827", en 4nuario de Historia Argentina, Vol. : “de Historia Argentina, 1947.
REATRIZ
BOSCH
Fuer tes razones obstan a una certera discrimina de los dos grandes partidos históricos. Las líneas ción teórica... que los. sepa-
ran no son siempre
netas, ni visibles. Con
pone el escritor norteamericano: los sistemas contra el otro eran Principios abstractos de las teorías sidades y aspiraciones inmediatas era natural porque las condiciones económico revolución
ruda franqueza
ex-
“Las preferencias por uno de determinadas menos por los económicas que por las necede los que optaban.Lo ' cual : fundamentales del desarrollo:
del país habían sido firmemente establecid as por la misma. Dada la dirección general del desar rollo eco-
nómico el problema era principalmente el de estab qué punto tal o cual política económica reflejaba lecer hasta las necesidades específicas y la potencialidad económica del país.” - Así
chacareros,
artesanos
y comerciantes
minoristas
Nos Aires prefirieron el federalismo, porque les depar de Bueaba mayores seguridades frente a la competencia ruinosa con el
extranjero y protegía la ganadería y las pequeñas industrias locale s. Los : unitarios enarbolaban, en vez, el ideal del comer cio libre, pero enel ejercicio del gobierno las dificultades financieras les obligaron con frecuencia a recurrir a tarifas proteccion istas. De ahí sus notables contradicciones. “Teóricamente el unitarismo era liberal y democrático —expresa Burgin—, pero en la. práctica se volvió autoritario y aristocrático; autoritario, porque el partido unitario impuso su programa económico a pesar de la creciente resistencia popular que le ofrecían en Bueno s Aires y Otras provi
ncias; aristocrático, porque el unitarismo se dirigí a principalmente a las capas más altas de la socie dad argentina,
sobre todo a los comerciantes y alos intelectuales, y no trataba de crear una amplia masa partidaria popular.”
Las provincias del interior creyeron encontrar adecu ada defensa en el aislamiento por medio de tarifas prote ctoras, adua-
nas, etc., pero como ninguna logra abastecerse por sí misma, tal política acrecienta su dependencia de Buenos Aires. Las del Li-
toral, disponían de recursos y posibilidades similares la ciudad del Plata, con la que rivalizan y luchan por a los de la apertura de los puertos. “Para el interior la revolución de 1810 fué demasiado lejos; para el Litoral no fué bastante lejos.” En el seno de la Comisión Representativa de los Gobiernos litorales, creada por el Pacto Federal del 4 de enero de 1831,
:
se puso de. resalto como
en
ningún
otro
moment
*de' nuestr
- historia, la tesis de Burgin de la vinculación íntima: :entreila estructura económica y las formas constitucionales. El prótecci nismo, el prorrateo de'las rentas de aduana y la inmediata: co
.vocatoria del congreso constituyénte «exigidos por el diputado por la provincia de Corrientes se enfrentaron con el librecambis-
mo á outrance, el monopolio fiscal y el arreglo interino del pro-' - blema institucional a través de simples convenios de alianza, preconizados por el representante de Buenos Aires. Inermes, em-
pobrecidas, sin fuerzas para sustentar su programa, las provincias debieron
“Pacto.
-
resignarse momentáneamente
al frustramiento
del
o
Aunque Juan M. de Rosas supiera del principio de la autono-
mía
política y económica
de las provincias,
lejos estuvo
en su
mente el designio de adjudicarles ventajas. “Porque Rosas —aclara sin ambages nuestro autor— personificaba tanto'la doc_trina política como el programa económico del federalismo porteño. Era un programa de aislamiento económico y dominación : .política del resto del país; prográma tan egoísta como lesivo de. - los más vitales intereses del interior y del Litoral.” - Las finanzas de la provincia de Buenos Aires durante los gobiernos de-Rosas (1829-1832 y 1835-1851) se tratan en los-capitulos séptimo y octavo del presente libro. Sobre la base de estadísticas, por desgracia fragrmentarias, se precisan y amplían en ellos los lapidarios asertos de Ernesto Quesada sobre el punto. “No fué propia y científicamente sistema económico el de Rosas —habíase expedido aquél, rotundamente—; hizo lo que la' necesidad le impuso; suprimió gastos y emitió papel moneda, sin garantía. Eso no basta imitarlo; la escrupulosidad en el ma: nejo de los dineros fiscales, la energía para no haber impuesto contribuciones
.
forzosas u otras
exacciones vistas en otros países,
es justo hacerlo notar; porque eso fué lo que le granjeó la confianza de propios y extraños, permitiéndole multiplicar las emisiones fiduciarias, sin derrumbar la moneda, antes bien logrando valorizarla y fortificando a la larga el crédito del pais, cnyos - títulos de renta
tuvo la fortuna de ver cotizar a la par.” 7
Si aquella decantada escrupulosidad existió realmente, seria . maravilla que se hubiera compadecido con el discrecionalismo 7 Cír.: QUESADA, La época de Rosas, pig. YU,
BEATRIZ
BOSCH-
- que acusan las conclusiones del investigador norteamericano. “Los cálculos de gastos que Rosas incluía en su mensaje anual a la Junta no eran, hablando con precisión —sostiene—, verda.deros presupuestos. No cercenaban de ningún modo la liber-tad de acción del: gobierno, “quedando tácitamente entendido - por las dos ramas, la ejecutiva y la legislativa, que si los gastos. excedieran:de los previstos, no se éxigiría al gobierno que requiriera la aprobación. de la legislatura. Después de 1835 la. legislatura no consideró nunca cón minuciosidad los gastos de "la provincia, Sus. actividades en este campo se limitaban a la aprobación más o menos superficial de las partes correspondien-. tes incluídas en los mensajes anuales. Sólo cuando el gobierno se encontró en dificultades financieras y- pidió nuevas sumas, se permitió a la legislatura discutir los problemas financieros de la provincia. Y ni aun entonces se-animó el cuerpo
a inves-
tigar muy detalladamente las necesidades del gobierno, constri- : -ñéndose por lo general a dar.su aprobación a “todas las medidas que Rosas juzgaba convenientes y apropiadas.” : Creemos que el aporte más novedoso del ensayo de Burgin es el capítulo relativo a la tarifa. Manifiesta al respecto: “Los aranceles no eran solamente un instrumento de política * económica, sino también' la..más importante fuente de ingresos. Y por estar centrado el comercio exterior -del.país'en el puerto -de
Buenos
Aires, las demás
provincias querían
participar
en
la
formación de-la política arancelaria. La tarifa se convirtió de este modo en un problema simultáneamente provincial y nacional, y en este sentido asumió los: contornos políticos que el gobierno porteño no podía descuidar.” Proteccionismo llegó a ser en las provincias.sinónimo de. fe_deralismo. La polémica entablada por el correntino Pedro, Ferré con los diarios porteños El Lucero y El Cosmopolita —proteccionismo o librecambismo— repercute en la legislatura bonae-rense, algunos de cuyos miembros solicitan medidas en favor de la agricultura y la industria locales. Rosas se las otorga eri leve escala, mas'las reformas de envergadura introducidas durante su primer gobierno tendieron .a. beneficiar a los productores de carne únicamente, La ley de aduanas del 18 de diciembre de 1835 representa la -máxima concesión a la política proteccionista. Por primera vez
Z
- ESTUDIO PRELIMINAR
s Aires
ereses de las tiene en vista los int sten-
ias. La simple exi ¡enestar de las clases med uida en el periola linea tradicional seg nes . ina franca ruptura de asigna amplias proyeccio le gin Bur o. ari ion do postrrevoluc yo unánime de contar ahora con el apo alíticas: “Rosas podía o enormemenad nos Aires y ver aument convirlas: clases medias de Bue cia nteras provin les. Se fro las de á all más te su prestigio de todos Jos -goen el más argentino había tió para las provincias ern el único gob ante que los coad lid rea en os, teñ al de bernantes por económicos .de la nación es se había Air nterpuesto los intereses os en El gobierno de Bu nsformó en merciantes extranjeros. al, y Rosas se tra ion
nac io Trazusta .” El historiador Jul ión Nac la de do oci “nel jefe recori cimiento tributado por los términos del agrade revelado
como
un
gobierno
o corrobora con a —Burgin añade mán, Salta y Catamarc eficiaba en las provincias de Tucu porteño, cuya ley les ben Aendoza— al gobernante e ent “quitaba el más que con €se expedi ran medida. Piensa ade gimen constitu: ré que clamaban por el ba: iento de las velas” a los el juicio de Enrique M. Bar donal.8 Sin embargo, otro de es los productos € industrias de todas Significaba la protección tutela porteña. no libraba a éstas de la as provincias, aunqué hasta prohibía la con fuertes derechos y a vab gra si , cto efe En jeros que puAires de artículos extran demás proos en Bu en n ció duc “intro de las los porteños O COn los mismo. Sólo el “dieran competir con el ndo sie uía comercial seg *+yincias, el sistema o para Aires era el habilitad puerto de Buenos vincias pro se obligaba a 1 as . ultramar, con lo que ib oh ida la de Buenos Aires. Pr marcha económica se prohibía
Buenos Aires, ciertos artículos en una palabra, en todo el país. En
el comercio
de
a sujetarse a la
in troducción de
su introducción y la la economía nacional
a los dictados rse). prácticamente, sta aju ían deb a vad comprar Y * iniciativa pri Litoral, obligado a el o tod re Sob es. a la de Rosas. de Buenos Air ajustar su economía ía deb es, Air e a os vender en Buen ble en lo que sé refier
un avance estima Con todo, significaba industria vernáculas.” 9 e -proteger la economia
trauds
Rosas a Juan Manuel de Vida politica de A, os, 1943. T atr ZUS Alb 1RA As., io JuL 8 Cfr. págs. 117-120, Bs. IL, o tom demia NaAca , en cia la tiranía”, de su corresponden A, “Fovroación de DAR M, E IQU ENR : 9 Cfr.
REATRIZ
HOSCH
Obse -el:rva referido historiador que la ley fué mial acogida
"en Santa Fe y en Corrientes.10 El gobernador de la segunda * provincia quejóse por los gravámenes aplicados a la yerba mate y al tabaco,
los que
el dictador
fundaba
en la necesidad
de re-
primir el contrabando de los productos similares del Paraguay.
Mas el bloqueo interpuesto por las naves francesas (23 de marzo de 1838 a 29 de octubre de 1839) evidencia la incapacidad de la industria nativa para abastecer al país. Juan M. de Rosas de-
siste por
tanto de sus modestas
aspiraciones de independencia
económica y restablece los aranceles normales. La tarifa de 1836 > había servido sólo para encarecer la vida, reduciendo.el nivel de las clases medias, pues, la inflación condujo a la menor demanda de los artículós de consumo. Los ricos, en, vez, volvié- .
Fonse más ricos. Burgin
cree ver en la cuestión de la tarifa el
reflejo de un sentimiento antiextranjero, que en la legislatura
tuvo un vocero en Nicolás
Anchorena.
De triunfo a lo Pirro califica Burgin al de Rosas en el lance diplomático-con Francia. Veamos: “Su multiplicado prestigio no podía compensar las pérdidas económicas sufridas por las clases industriales y agrícolas de la provincia y.del interior. Tarde o temprano la incapacidad de Rosas para establecer un equilibrio justo entre los intereses económicos de Buenos Aires y las provincias, sería descubierta de: nuevo por amigos y ene-' migos. Las provincias volverían a considerar su actitud hacia el régimen de Rosas a la luz de las exhortaciones lanzadas por Ferré diez años antes. Desde su punto de vista no había mucha diferencia entre Rosas y Rivadavia, entre el federalismo porte-:
ño y el unitarismo. Rosas se convirtió tanto coro Rivadavia en
el representante de Buenos Aires, defensor de sus intereses especiales, presto y dispuesto a sacrificar las más vitales necesidades
de.las provincias. Y para la clase media porteña Rosas se había
revelado como el campeón de los odiosos terratenientes, hacendados y productores de carne, que eran los verdaderos beneli-
ciarios del régimen federal.” Efectivamente: son-los estancieros los más gananciosos
du-
rante el mandato del hacendado de Los Cerrillos, pues, abolido
en la práctica el sistema de lx enfiteusis y ampliadis las frontecional de la Historia, Historia
págs. 179-180, Bs. As.. 1050. 10 Thidem,
pág.
182,
de la Nación
Argentina, Vol. VIT, 2% sec,
*
- ESTUDIO - PRELIMINAR: os
ras en virtud. de la política amistosa con los.-i
Otra
omisión
notable
en'esta
obra
es la relativa
a los pro-
blemas económicos generados en el Litoral por los sucesivos bloqueos franceses (1838-1839) y anglofranceses (1845-1849). Los -perjuicios irrogados a los pobladores de Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes fundamentan actitudes políticas, como la: frustrada
misión de Domingo Cullen ante los jefes bloqueadores (1838),11
el levantamiento del gobernador Genaro Berón de Astrada (1839) y los amagos de sacudir el despotismo rosista: implicitos en los tratados de Alcaraz (1846).12 Con tal motivo se actualiza el problema de la libre navegación de los ríos de la: cuenca del Plata, negada por Rosas a las provincias ribereñas del Paraná y del. Uruguay. . Corresponde a Florencio Varela la primacía en el reconocimiento, ya entre los coetáneos, de la raíz económica de la dictadura del gobernador de. Buenos Aires. En las columnás del Co-
mercio del Plata —el brioso periódico que salía a la luz en la Montévideo del Sitió —analizó con lúcidos argumentos las ver-' daderas causas “del empecinamiento del déspota en la disyuntiva. Los artículos de Varela sobresalen por el rigor de sus cláusulas encaminadas
: >
a demostrar,
sobre la base de cuadros estadísticos,
los 'beneficios obtenidos por los habitantes del Litoral con el _comercio directo. A más de un siglo de distancia sus páginas podrían complementar las del investigador estadounidense, que .lamentablemente las ignoró. “Si Buenos Aires tuviera otro go-' - bierno
que
el de Rosas
—aleccionaba
el periodista mártir-—,13
él comprendería a la primera” mirada que su interés estaba en , j
11
Cfr.:
Jos
Luis
Busanicur,
El
bloqueo
francés
de 1838 y la misión
Cu-
llen. Federalismo y rosismo, Bs. As., Huarpes, 1945, . 12 Cfr.: Beatriz Bosch, Los tratados de Alcaraz, Bs. As., Publicaciones del Instituto de Investigaciones Históricas de la Facultad de Filosofía y Letras, 1955. 13 Cfr.: Luis L. Domincuez, Escritos políticos, económicos y "literarios _ del doctor D..Florencio
Varela,
pág.
136, Bs. As., Biblioteca
América,
1859,
BEATRIZ BOSCH “* no dar entrada a cuestión” alguna, sino por el contrario, en adop? |
tár de plano la base de la libre navegación, como un principio seguro de riqueza, de desarrollo, de engrandecimiento futuro, * limitando los arreglos a las leyes de policía y aduana, para 'pro- : -teger su comiercio contra el contrabando, y para derivar del 'per-. .miso de tránsito una renta, que, sin gravar desproporcionadamente al comercio nica la navegación extranjera, crecerá y lle-* “gará a ser muy considerable, a medida que ellos se désarrolla- *. sen.” Si se accediera a la prerrogativa de marras, nada perdería' la urbe porteña, pues, conservaría las ventajas de puerto depósito, acreceritadas por” la prosperidad de los puertos fluviales. . El escritor unitario entra en recia polémica con los pendolistas _del dictador; 14 diarios de Buenos Aires, de Montevideo, de Bo-' livia y Paraguay participan en'ella con esclaretedores alegatos. . jurídicos, históricos y económicos. La posición de la provincia . : E “de Entre Ríos y la figura de su gobernador salen: al primer. plano en los comentarios del Comercio del Plata. “La importan-. cia que tiene para Entre
Ríos el comercio,
que Rosas quiere que.
renuncie, puede comprenderse por las. tablas de las exportaciones de aquella Provincia para el solo puerto de Montevideo en lós últimos doce meses.” 15 Después de presentadas, se añade: “Ese hermoso movimiento mercantil en una provincia que aca- . ba de retirarse de hecho de una guerra en que nada ganaba, explica bien las disposiciones y tendencias pacíficas del pueblo Entre Riano. Esos son los resultados de la paz y de la libertad de comercio: se hian levantado saladeros, graserías,. y otros establecimientos importantes, que: representan: grandes capitales, que dan buena ganancia á los hacendados, y proporcionan salario a la población trabajadora.” 16. * En otro'lugar 17 hemos revelado lor ardides de que se valía -el gobernador interino de Entre Ríos, Antonio Crespo, con el fin de burlar las restricciones ordenadas por Rosas al comercio del Litoral con el puerto de Montevideo, tráfico mantenido empero sin variantes hasta el mes de enero de 1848,
En el capítulo titulado “Aspectos económicos de la caída de 14 Cír.: Bosch, Los tratados de: Alcaraz, págs. 27-32. 15 Cfr.: Domincuez, 16
Escritos políticos, etc., pág. 185.
Ibidem...
17 Cfr: Bosch, Los tratados de Alcaraz, págs, 26-27,
ESTUDIO
PRELIMINAR
A
19
“Y
.
*
.
sar
*
..t
os internos y externos que "el autor alude a los conflict a asumir: las funciogobernador de Buenos Aires inolvidar momentáneaménte los: n”, es de un poder nacional y a bie o iad mas “de ó unf s. Si al cabo tri o tod el tereses de las provincia porteño de federalismo en n pues impuso el concepto nió la opi .
se al mismo tiempo territorio argentino, malquistó arrastró al pais —asevera: Bureralismo.
fed opolio ecode indignación «contra el mon o a moviada ole una en — gin E Buenos Aires. Fué un” llamad 2 nómico y financiero de litoral en ormación: del: interior y del. y los ke lizarse contra la transf los especuladores extranjeros pro en plácidos cotos de caza para o gat o'sobre todo era un ale la "comerciantes capitalistas.” Per a oní imp itativa de la carga que luevo de una distribución más equ trr pos te político económico braadaptación del nuevo ambien la economía nacional equili jonario y una reclamación dequi: ño o tid que' Rosas y SU par da. Esto fué precisamente lo EN o ] 3 ieron conceder.” menos deídos líneas. En . obra la Un párrafo más y termina enario poaparición . de Rosas del esc se hace referencia a la des nómicos eco nos dice “de los móviles - lítico rioplatense. Nada se ndida pre “em zada constitucionalista Flo: _ que coadyuvaron en la cru que lo entonces al neto parale as, . - por su debelador. Acudamos Ros de s mo a: “Habla * del
interior.
rencio Varela
“E]
trazara con pluma
maestr
y “sostiene el él es quien representa combatiéndole, porque endens, del aislamiento, de la dep principio de las restriccione uiza, Urq de s. Hablamos también
. cia comercial de las orque él es el jefe cisamente que, por “en la embocadura el primer papel en esos ríos;
provincia de aquella prede una de esas provincias, ríós interiores;su colocación sobre los dos a representar o: de :uno y otro, está llamad de comercio y n toda cuestión de navegació sufre
porque
siendo
la que
más
inmediatamente
causa Rosas, es también la que por er los perjuicios del sistema de hác de' ios med tra-hoy con más que todos conocen, se ercuen prolas a var pri dictador quiere respetar. los derechos de que el Ñ Do . vincias.”” 18 0) coloca (185 is y en Argirópol Sarmiento en Facundo" (1845) ma de la libre navegación de ÉS. re el proble en EI: ' asimismo el acento sob también el poeta José Mármol los ríos; hubo de abordarlo en
ticos, ele, pág. 210. “18 Cfr.: Domincuzz, Escritos polí
Ls Ln
,
,
DEATRIZ BOSCH
carta dirigida “a Urquiza, cuyos fragmentos más significativos dimos'a conocer nosotros _por primera vez. “El puerto de Buenos Aires, —exhorta el autor de Amalia, avizor y elocuente como buen vate— continúa siendo la llave de los puertos de esa pro-
vincia, cerrados a la bandera extranjera. Y Vuestra Excelencia sabe prácticimente todo cuanto tienen que sufrir'la industria. y él comercio de Entre Ríos, obligados a pasar sus efectos de exportación por la aduana de Buenos Aires. La multiplicación
de costos, y las demoras provincias,
no
exportación
sólo
directa, sino
nica inmediatamente especula
una
consiguientes dan al comiercio de las pérdida
considerable,
también
en relación
al desarrollo de la industria
el comercio.” 19
a la
cierta, lentitud que se comuo
sobre
,
que ' o.
-Dos folletos aparecidos en 1851, el uno en Concepción del
—Uruguay,20 el
otro, en _Gualeguaychú,?1
de la provincia
que
encabeza
muestran
la revolución
contra
lá pujanza la dictadura
del gobernador de Buenos Aires. En el segundo opúsculo se lee: “El arreglo y libre navegación de los Ríos, dejando á salvo o el derecho de dirijir las espediciones mercantiles directamente á los
puertos
ó mercados
que. mas
ventajas
les prometan,
con-
tribuirá eficazmente á:su aumento y desarrollo [del comercio],
al mas alto preciode los frutos en proporción de su mayor “demanda
y estracción.” 22
mencionada en
los
Dichas
reiteraciones
justifican
que
la
prerrogativa fuera materia de artículos especiales
convenios
de
alianza
promotores
de
la caída
de
.
la dic-.
tadura. Y confirman su gravitación extraordinaria las palabras
Pronunciadas por el diputado Lucas González al discutirse en el congreso de la Confederación Argentina la ley de derechos
diferenciales, “El sistema prohibitivo —proclama el representante mendocino en la sesión del 26 de junio de 1856— ha existido también en nuestro país, y data desde el tiempo de la do-
10 Cfr.: BEATRIZ BoscH, Presencia de Urquiza con una selección documental, págs. 18:19, Bs. As., Raigal, 1953. 20 Cfr:: PebRO SERRANO, Riqueza Entre Riana, Uruguay, Imprenta del Colejio, septiembre de 1851. : o : 21 Entre 22 sobre NUEL: tomo
Cfr.: Le M. [eIsiporo DE MarÍa?], Apuntes sobre la provincia* de Rios. [Gualeguaychú, 1851]. . Ibidem, pág. 26. El historiador Mantilla consigna por su parte datos el estado- económico de Corrientes duránte la dictadura. *(CÉr.: MaFLORENCIO MANTILLA, Crónica histórica de la provincia de Corrientes, Il, passim, Bs. As., 1929,) .
-
- ESTUDIO PRELIMINAR: a
minación
esfíañola,
habiendo “continuado
después. «durante el
tiempo de la administración de Rosas que había: cerrado las puertas de nuestros ríos al comercio extranjero. Esta. prohibi ción ha impedido sin' 'dudá” alguna el progreso de .estos pue: blos; pera ella ha cesado,*Séeñores, el día: que la tiranía desapare» : ció en Caseros. Ese día; triunfaron todas nuestras libertades - yo.
entre ellas la comercial que"ha de engrandecer con su benéfico impulso nuestro comercio y nuestra industria.” 23 Un memorialista posterior recordó, por su parte, entre las. causas
de
aquel
trascendental
acontecimiento
la
negativa
de
Rosas a «permitir: la salida de oro y la venta de la pólvora necesaria en el trabajo de las canteras.24 Ante la disparidad manifiesta entre el auténtico “federalismo de los hombres del Litoral y el pretenso del portavoz de los estancieros porteños, Miron Burgin no vacila en aprobar el mote de
“salvaje
unitafio”,
con
que
el
autor
del
Himno
Nacional
abrumó al fugitivo de Monte Caseros. Coincidimos por cierto | con la conclusión final del malogrado investigador, sin que' nuestras últimas acotaciones .aspiren a invalidar la solidez de sus planteos, ni el mérito ingente de su vivisección de un:apa-". rato. fiscal y financiero de honda huella en la vida argentina. Paraná,
octubre
de
1959.
o
“BEATRIZ
Bosch
23 Sesiones del Congreso Legislativo sobre la importante discusión de lá ley estableciendo
derechos diferenciales,
cional Argentino, 24 Cfr.: Martín
La Razón, número
1856.
pág. 23, Paraná,
Imprenta
del Nas
—'
Ruiz MORENO,
“El pronunciamiento
especial, pág. 23, Paraná,
del 1% de Mayo”,
19 de mayo
de 1898.
[NOTA DEL EDITOR. En” jodo los "casos en que: fué. -posible se cotejaron -las transcripciones * del autor .con los originales en nuestro idioma; esta tarea, tan Engorrosa como necesaria, permitió el ajuste de los textos” pues en algunos casos las, citas “eran glosas intercaladas con párrafos fieles (pág. 297-298; Contes“tación | al Lucero); en' otros se comprobó la inversión del orden de los "pasajes transcriptos (pág. 200); en otros, en fin, las citas son fragmentos
- (pág.: 189).
7
No siempre la mención del original resultó exacta; por ejemplo Burgin alude al decreto del 10 de mayo de.1827,.pero los considerandos que menciona -y reproduce, fueron tomados de La Gaceta Mercantil del 16 “de mayo de 1827. Se han: enmendado algunas: inadvertencias, erratas quizá, en materia dé fechas y nombres. Tal la renuncia de Rivadavia a la presidencia que no es del 3 de julio sino del 27 de junio de 1827 (pág. 82); donde el original inglés dice Urdinarrea. debe leerse José María Paz de Urdininea * (pág. 123); en vez de Antonio Castro debe leerse Manuel Antonio de Castro -(pág. 128).* : : También, ha sido aclarado algún episodio histórico como la designación : de Dorrego como gobernador (pág. -149), o la omisión del nombre del Dr, Manuel
Vicente
Maza
al: frente
del gobierno” de
Buenos
Aires
desde
el
19
de octubre“de 1834 al 7 de marzo. del -año siguiente (pág. 206). Esos y otros detalles fueron salvados con corchetes o notas en el lugar correspondiente. A pesar dé los esfuerzos realizados mo hemos logrado localizar algunas pocas citas, las.que'por lo tanto se: traducen del inglés. Todo este trabajo crítico persigue el único propósito de depurar un texto a todas luces excelente.]
A mi esposa, Janel Harriet
PRÓLOGO
_Las Luchas
PoLíricas
de la Argentina durante
las primeras
décadas de su independencia se concentraron principalmente en el problema constitucional. No bien hubo pasado el peligro del retorno español a-las playas del Plata, la cuestión de la oro :ganización nacional y de la naturaleza y autoridad del gobiern “central se convirtió en el problema candente
del momento.
El
. “conflicto entre los que abogaban por un gobierno central fuerte
«y los que querían salvaguardar la autonomía: local no era un
y - asunto académico que se resolvía, solamente con la persuasión
o, un la cita de reconocidas autoridades. Era, por el contrari la esen raices sus tenía que , problema intensamente práctico
tructura económica del país y cuya solución afectaba profunda-
mente
los intereses en todas las clases de la sociedad argentina
y de todas las provincias de la Confederación. en «Era inevitable que se introdujera la discusión económica cuesla que le inevitab nte la contienda política; y era igualme
doctrinaria y. tión económica influyera siempre en la posición el poder.. por lucha su en la táctica de los partidos políticos
o la interSi la economía del país hubiese sido más homogénea de la aucuestión la rada, dependencia regional mejor equilib
tonomía local, política o económica habría podido resolverse dentro del recinto de la Asamblea
Constituyente.
Pero la orga-
colo: nización económica que la Argentina heredó de la época la
nial no era homogénea ni bien equilibrada. Le faltabaa al elasticidad necesaria para permitir que el país se adaptar no;connuevo ambiente político y geográfico. La independencia en existían que tes divergen cas económi cilió las orientaciones el virreinato.
Al
contrario,
bajo
el brillante sol de la libertad
política, los contlictos engendrados por la emancipación econó-.en extensión. e intensidad. No era posible mica aumentaron cional y aislar Jos aspectos económicos de la cuestión constitu
encararlos con prescindencia del problema de la organización
ARE
MI
24
- ASPECTOS ECONÓMICOS DEL FEDERALISMO ARGENTINO
política, y'ésa fué la razón principal de que las
contiendas po-líticas de la época fueran tan agrias y tan prolongadas. 1 La historia política del período que abarca este traba jo ha sido, objeto de estudios intensivos por parte de disti nguidos eruditos,
y son
fué
la
bien
conocidos
los lineamientos
gener
ales de las luchas y las discusiones que comprende. El propósito de este trabajo es. el de llamar la atención sobre el factor econó mico que base
y al mismo
tiempo
un
ingrediente
importante
del proceso histórico que condujo a la nación argen tina de los tormento
sos días de la Asamblea Constituyente a Caseros, pasan
do por la suma del poder público. “a, El autor tiene el grato placer de expresar-s u reconocimiento
a todos
aquellos
quelo han
ayudado
a preparar
este estudio. Quedo profundamente agradecido al profesor C. H. Haring, de la
Universidad de Harvard, que me sugiri ó y animó a realizar este estudio y que siguió su desarrollo en todas sus etapas. Duranle mi estada. en la Argentina gocé del privilegio de tener a mi
disposición la erudición y la experiencia del profesor Emilio Ravignani, director del Instituto de Investigac iones Históricas.
La preparación del estudio no habría sido posib le sin la ilimitada cooperación de muchas instituciones argentinas. Deseo hacer constar mi gratitud a los directores y al personal del Archi- vo General de la Nación, del Museo Mitre; del Archivo histórico de Tucumán, del Archivo del gobierno de Córdoba y del Archivo de la provincia de Entre Ríos. También debo dar las gracias al director y al personal de la: Bibli oteca del Banco Tornquist, y a la firma Martínez de Hoz, que me permitió examinar sus archivos comerciales. No me es posible nombrar a: todos aquellos cuya amistosa hospitalidad me facilitó un mayor
conocimiento
reconocimiento Lizondo
del
páís.
Quiero,-no
obstante,.tributar mi
a los señores Ricardo
Frondizi,
Borda, Julio Trazusta, Guillermo Saravi ,
especial
doctor Manuel
doctor Francisco J. Y. Silva, doctor José María Funes, docto r Arturo Frondizi, * Alfredo J. Weiss y Victor Díaz, y a la señori ta Eilee Finalmente quiero destacar mi agradecimiento n Tynan. a mi esposa, Janet H. Burgin, que emprendió animosamente la ingrata tarea
de preparar Jos originales para la imprenta.
M. B, Washingion, diciembre de 1945,
*
CaríruLo 1
LA ECONOMÍA “DE LA INDEPENDENCLA El corifeo de la independencia no es un soldado. * Fué un ecoutunista, el doctor Moreno. JUAN BauTISTA ALBERDI. . Nuestra economía había sido por la España tancialmenle pervertida. Lucas AYARRACARAY.
sus-
1
ENTRE LAS NUMEROSAS y variadas [uerzas que causaron la de«clinación y finalmente la caída del imperio colonial español en América ninguna se destaca tanto como la económica. Así como. el crecimiento del sistema colonial fué determinado fundamen-
talmente por las necesidades económicas de la madre patria, su desintegración la ocasionó la incapacidad de España para adaptar el sistema a las cambiantes relaciones económicas de dentro y fuera del imperio. Las fuerzas que producían la discordancia obraban
en ambos
lados del Atlántico;
en uno
era la declina- :
la estructura
económica
del imperio,
administrativas
coloniales,
por
ción económica de la madre patria, en el otro la expansión de la economía colonial. Ambos procesos, cada cual a su manera, * eran' instrumentos que servían para socavar los cimientos básicos en los que reposaba
porque la creciente disparidad en la proporción del desarrollo económico entre las distintas partes del imperio iba acompañada por un debilitamiento de los lazos que las unían. La unidad política y social de la metrópoli y las colonias, por una parte,
y de
las
diversas
zonas
se fué haciendo cada vez más temtie. Al someter el intercambio económico
la
otra,
entre la madre patria.
y las colonias de ultramar auna estricta fiscalización el gobierno español perseguía un doble objetivo. En primer lugar estaba determinado a impedir el acreso de los extranjeros a las fuentes
naturales de recursos de los territorios recientemente descubier-
Y
ASPECTOS ECONÓMICOS :DEL FEDERALISMO ARGENTINO
“tos; en segundo lugar estaba empeñado en reservar todo el co: mercio
con
las
colonias
para
los españoles.
Prohibir
la
inmi -
gración a la América española desde cualquier: otro país que: no fuera España, era relativamente fácil de lograr, pero man: tener el cómercio colonial exclusivamente en manos españolas resultó una tarea mucho más difícil. de cumplir. -El tráfico. con
las colonias
estaba limitado
a dos flotas. Una
de ellas hacía
viajes anuales a Portobello y.la ótra iba'a Vera Gruz cada dos o “tres años.
Sólo
a la primera se le permitía comerciar
con
Perú,
Chile y el Río de la Plata. La limitación de los embarques, junto con otras restriccio' Nes, condujo al crecimiento de los monopolios. Desde los tiem-:. pos de Carlos V en España y Felipe 11 en Méjico y Lima, los. comerciantes
ocupados
en
el
tráfico
colonial
se
asociaban :en-:
" corporaciones privilegiadas. Como les aseguraban grandes be_'peficios, las corporaciones no oponian demasiada resistencia a las complicadas ordenanzas y los numerosos impuestos con que _el gobierno trataba de aumentar sus ingresos. La comunidad mercantil comprendía que si los mercados de las colonias y la madre patria se mantenían libres de la ingerencia extranjera, el costo de las ordenanzas y los impuestos podrían': ser: «fácil. mente transferidos al consumidor. : La persistente aplicación de ese sistema' de limitaciones produjo grandes consecuencias económicas y políticas. Para: que el sistema resultara efectivo no' fué suficiente excluir la participación extranjera del tráfico entre España y sus posesiones de ultramar. Porque cuando las colonias vieron: aumentar su población, y cuando su economía se hizo más diferenciada y _se desarroMó su capacidad productora, lograron. libraíse, mediante el comercio intercolonial, de la tutela económica de los comerciantes españoles. Con el objeto de reservar los mercados. - coloniales para el comercio y la industria nacionales, el gobierño español se vió forzado a' adoptar una política restrictivá con respecto a la vida económica interna de las colonias. No sólo “se redujo al mínimo el comercio. intercolonial'sino que aun dentro de las colonias se desalentaba firmemente, y a menudo se prohibía por completo, el establecimiento de toda industria que pudiera competir con los productos de la madre patriá. El desarrollo, por consiguiente, de la economía colonial, estaba' determinado por los intereses comerciales y fiscales de España.
LA ECONOMÍA, DE LA INDEPENDENCIA
,
a
E
s por España a la ara vez se extendían los límites impuestoue'el interés básico a de las colonias, porq
'expansión
económic
r intacta la posición ecode la metrópoli consistía en conserva el reinado de Carlos V. nómica que había adquirido durante España en su vasto imEl sistema económico establecido por nte los reinados de Carerio se desarrolló ampliamente dura o básico era el desarrollo los V y su sucesor Felipe 11. Su principi da, de la que España cerra «de una economía herméticamente , con su gran variedad torio terri nso exte ocuparía el centro. El les recursos, entre ellos los de: climas y sus al parecer inagotab el oro y la plata, parecía, rtículos más valiosos de' la época, estructura económica fuer- . uministrar una base sólida para Una de ultramar, fundado .en parte e y, bien armada. El comercio jo y en parte también en la en la división geográfica del traba e patria, parecía asegurar uperioridad industrial de la madr s componentes de la ecouna expansión continua de las parte el imperio. Y cuando a menomía y por consiguiente de todo rica y poderosa imponía el diados del siglo xvi una España protegía a sus nacionales €n respeto a su política mercantil y daba la apauctura económica alta mar y en las colonias, la estr o riencia de ser indestructible.
el sistema comenzó a dar .: Sin embargo, a fines del siglo XVI principio gradualmente, señales inequívocas de decadencia. Al XVII, Con velocidad acey luego, en la segunda mitad del siglo rumento efectivo de inst un lerada, el sistema se convirtió, de para el desarrollo y o. ácul política económica, en un serio obst ial. El derrumbe colon edad la continua expansión de la soci gobierno español, el qué to “final fué tanto más desastroso cuan dejó: de ajustarla ica, polít su ólvidando los defectos básicosde ior. exter del y ña a la cambiante situación de Espa ña le hubiera Espa a es rabl Aun en las condiciones más favo Cuando las ial. colon ema sist sido difícil mantener intacto el económicamente débiles colonias estaban poco pobladas y eran la órbita de la influen_el problema de mantenerlas dentro de mente sencillo, Sin extrecia económica española era relativa cidad productiva, España mar los recursos económicos y la capa de sus colonias a cambio podía' satisfacer todas las necesidades fácil colocación. En definide metales preciosos y artículos de sión geográfica del trabajo, tiva, el sistema descansaba en la divi de
nto y la diversificación . - de modo que con el inevitable crecimie
Do
o
ASPECTOS.
ECONÓMICOS
DEL
FEDERALISMO
ARGENTINO
la economía colonial su estabilidad dependía principalmente
de un glo xvi nómica. tramar, mineras
desarrollo de la madre patria. Pero a mediados del siEspaña entró en.un periodo de aguda decadencia ecoLejos de igualar la expansión de sus dominios de ul-. España sufrió una rápida declinación de sus industrias y fabriles. El país no sólo fué incapaz de absorber la
producción de las colonias, sino que se vió frecuentemente obili-
gado a reducir las exportaciones, para proteger la estabilidad interna de los precios, ya desmedidamente altos. Aunque parezca paradójico, el buen éxito de la política mercantil en el período de la expansión colonial fué una de las: causas principales de su fracaso en el período siguiente de estabilización y diferenciación económica de las posesiones de + ultramar, Porque el alza sin precedentes de los precios en la madre patria fué la consecuencia de la rígida aplicación de la po-' lítica mercantil en el comercio transatlántico. Debido a la afluencia de efectivo
a España, los precios subieron mucho más
rá-
pidamente que en otros países de Europa. El contrabando a través de las fronteras españolas de Europa y América se con-
virtió en un negocio -sumamente provechoso y amenazó suplantar al comercio legítimo. España no tenía fuerza: para imponer
el respeto a la ley, en parte porque carecía de los necesarios recursos militares y financieros, pero sobre todo porqueya no podía cumplir sus. obligaciones económicas. con las colonias. Con los, últimos Habsburgos, Sevilla dependía de la industria extranjera para las cinco sextas partes de sus exportaciones de
ultramar, mientras en las colonias el contrabando, realizado por portugueses, franceses, holandeses, ingleses y otros merca-
- deres, superior al tolerado y hasta animado por las autorida- des, excedía al comercio legal en valor y volumen. De.este modo desapareció prácticamente el comercio transatlántico español, y el mercantilismo como principio básico de la política colonial se transformó en una cáscara vacía desprovista de todo
contenido económico y político.
Ñ
Sólo con el acceso al trono de los Borbones reconoció el go-
bierno español el fracaso del mercantilismo como instrumento
de
política
cconómica
y colonial.
Con
una
serie
de reformas
económicas y administrativas trató de ensanchar las relaciones españolas con las colonias. Los comerciantes de Sevilla fueron
privados
de sus monopolios;
en
1713 la Casa
de Contratación
-..
LÁ ECONOMÍA DE LA INDEPENDEN
fué trasladada de Sevilla a Cádiz, en 1748 se abolió :el régiméj
de la flota, y en 1764 se extendió el privilegió. del conierci;
. transatlántico a nueve puertos españoles, a los que se "agrega: ron trece más en 1778. “También en los dominios se perinitió' el comercio de ultramar y hasta cierto punto el internacional, ' con
varios
puertos
entre'los
cuales
figurabán
Buenos
Aires,
Montevideo, Valparaiso y Guayaquil. Además en 1797, mientras España estaba envuelta en las guerras napoleónicas, determinados buques neutrales fueron autorizados a comerciar con las colonias.
Pero
el liberalismo
comercial
de
los
Borbones
no
se extendió al comercio entre las colonias y los países extranje- . ros, aunque en [1701] Francia obtuvo el privilegiado derecho de importar anualmente un número fijo de esclavos y de entrar
en puertos coloniales para adquirir provisiones. Doce años más
. tarde
esta
concesión,
a Inglaterra. No importantes
en
cierto
derivaciones
- diato fué insignificante. Lás reformas
modo
obstante, y aunque políticas,
borbónicas
liberalizada,
su
valor
o no dieron
se
las concesiones una
transfirió
túvieron
económico
base
adecuada
inmepara
la solución de los numerosos problemas que afrontaban las colonias. La apertura de los puertos en la América española y en la madre patria estimuló, sin duda, el intercambio trans: atlántico,
pero
el aumento
del volumen
comercial
distó mucho
de ser suficiente. para satisfacer las crecientes- demandas colonias. En realidad para las colonias la. legalización de laciones comerciales con la madre patria había dejado un problema de cápital importancia: Lo que las colonias sitaban sobre todo era el contacto directo con los mercados diales,-
cia
porque
comercial
la interposición
entre
la América
de
España
española
en
de las las rede ser necemun-
la corresponden-
y el mundo
exterior
obraba necesariamente en perjuicio: de las colonias. Las reformas estaban destinadas a ser una acción vana mientras el avance económico
español
siguiera
a la zaga
de
Europa
Occidental
y
América del Norte y mientras sus finanzas continuaran dependiendo gravosamente del comercio de ultramar. Estimulado por la revolución industrial del Oeste europeo el desarrollo económico de las colonias sobrepasó holgadamente el mezquino . liberalismo de los Borbones. La América española ya no podía satisfacerse con simples concesiones comerciales. Lo que ne_ cesitaba y exigía era libertad económica y autonomía, y eso era.
PS
30
-'
ASPECTOS ECONÓMICOS
DEL FEDERALISMO ARGENTINO
lo único que podía asegurar la expansión de su capacidad productiva
y una
utilización
po. una
lucha
política,
más
nacional
de sus vastos
recursos
naturales. Con el régimen actual, aunque modificado por las tendencias liberales de la política borbónica, las fuerzas produc: tivas de la América española quedaban encadenadas a la economía regresiva de la. metrópoli. Para librarlas de los grilletes . que significaban los intereses económicos y fiscales de la madre patria había que abolir los viejos lazos sociales y políticos. De “ahí que la lucha por la libertad económica fuera al mismo tiempor
la lucha
la. independencia
y por
el
dominio del poder sin los cuales la reorganización de la sociedad colonial era imposible. Las condiciones sociales y políticas :
para esa reorganización ya estaban maduras a: fines del siglo xvi,
pero sólo cuando llegaron al continente las noticias.de la revuelta de España fué cuando el “grito de libertad” lanzado en Buenos Aires repercutió en los rincones más alejados del imperio español de últramar. 2
De las colonias españolas del Nuevo Mundo ninguna se adaptó
menos a la política comercial y económica, columna vertebral . “del sistema, coloniahespañol, que las provincias, luego virreinato; del Río de la Plata. Integrando los últimos territorios agre- gados al imperio colonial, retirados de las rutas establecidas del comercio transatlántico y pobres de minerales fácilmente explotables, los vastos territorios del Río de la Plata fueron descuidados desde el principio. porla madre patria. No podía ser de “otro modo. No sólo las nuevas colonias eran insignificantes como -fuentes de ingresos sino que, por su posición “geográfica, constituían una permanente amenaza para la integridad de la .
o
política colonial española. Fué
te conservar precisamenpara
intacto
el sistema mercantil
que 'el gobierno español “sacrificó, y lo consideró justificado, los más fundamentales intereses económicos del territorio del: Río de la Plata. Casi inmediatamente después de la segunda fundación de Buenos Aires, en' 1580, la provincia tuvo que afrontar serias dificultades para establecer un contacto comercial directo con España o el mundo exterior, Buenos Aires y
-
LA ECONOMÍA
DE LA INDEPENDENCIA
31
sometidas a la: ley toda la región del Rio de la Plata estabanamar por otros puerultr de 1561; que prohibía el comercio de
:
ente para ello. Cualtos "que no fueran los indicados expresam una dispensa especial ría : quier infracción legal a la ley reque se concedían de tannsas dispe de la Corona. Es verdad que esas a alcanzaban a nunc y adas to en tanto, pero eran siempre limit provincia. Así, la de s idade satisfacerni las más inmediatas neces ión al Brartac expo la tió - por ejemplo, en 1602 la Corona permi (valuada sebo y carne a, harin de sil de una cantidad fija anual ropa, calzado, ferretería y en unos 12.500 pesos), en cambio de permaneció en vigor duotros artículos. Esa disposición, que por otro período similar en 4. Pero cuando en 1620 don
asta a veces intensificadas.
de. Lima, tanto como las Los intereses de los comerciantes la política española en las pro"razones fiscales, determinaron las En to puer un tura-de “ vincias del Río de la Plata. La aper ecuencia: la de convertir cons sola una ría tend - costas del Plata este de Los Andes en zona coa todo el territorio situado al Aires. Luego, para reservarle mercialmente tributaria de Buenos de Córdoba, Tucumán, Salta al comercio de Lima Jos mercados s se trans-
y
Jujuy formara Además, cía muy
Aire era imprescindible evitar que Buenos s europeas. ione rtac impo las de en un punto de tránsito portugueses hay como la proximidad de los puertos en Buenos Aires, difícil la vigilancia del contrabando
y como
la balanza
comercial
del Plata
era forzosamente
adver-
antiles a Buenos Aires tenía sa, la concesión de privilegios merc ente parecía,
|
tica prud que producir pérdidasal erario, Una polí | comercio. del ión ibic proh por lo tanto, exigir la total ñol espa io y los del erar Los intereses del comercio peruano a nto 'ate oído na prestaba “combinaban perfectamente. La Coro o grad buen de ba convencer los comerciantes peruanos y se deja surada para el tráfico de clau ser a debí s de que Buenos Aire
PoR
ASPECTOS ECONÓMICOS DEL FEDERALISMO ARGEN TINO
ultramar. doba
Y cuando
y Tucumán
se descubrió que en los mercados
se introducían
productos
de Cór-
extranjeros,
a pesar” de las prohibiciones légales reforzadas “con penas rigurosas, se: *' tomaron medidas
para detener el contrabando imponien do gra-
vámenes
adicionales
sobre las mercaderías
en
tránsito
hacia: el oeste y restringiendo severamentela corriente de dinero del interior a Buenos Aires. En 1622 se estableció en Córdoba la llam ada “aduana seca”. Se
impuso un gravamen del 50 % ad valorem sobre todos los
artículos qué pasaran por la ciudad, situada
a mita
d de camino .€ntre Buenos Aires y Tucumán. Esa muralla arancelaria tenía por objeto aislar a Buenos Aires de los mercados internos. Y
para combatir la amenaza de la competencia porteña en su otí* gen, en 1623 se prohibió por ley la importación a la región del Río de la Plata de metales preciosos de cualquier forma.
en 1661
Sólo
se modificó, ligeramente, la leyde 1623, para aliviar
la agud
a escasez de moneda en el litoral. Pero la “adu ana seca” o de Córdoba se mantuvo hasta 1695, año en que se trasladó a
Jujuy.
La solicitud de España por el bienestar del comercio peruano a €xpensas de Buenos Aires y su rígid a
mercantilista,
casi estrangularon
adhesión a la doctrina el desarrolló económico de la
m
región del Río de la Plata. Incluída en el sistema colonial, pero ' separada de sus mercados por la dista ncia y las ordenanzas especiales, y restringida por la ley y la natur aleza a la agricultura y el pastoreo, la colonia siguió “tan pobre como remola”. Para sobrevivir se vió obligada a sostener una lucha constante aunque subrepticia contr nómica
sustentada
a los sofocantes electos de la polít ica ecopor la madre patria. Derrotada en el Con-
sejo de Indias, donde
trató de obtener la modificación
de las rigurosas leyes mercantiles, volvió a valerse de subterfugios, ayu-
dada e instigada por las autoridades local es y los comerciantes
- €xtranjeros.
En
trabando,
a pesar
las costas del Plata comenzó a flore cer el conde
mercadería extranjera
del puerto y el Río
de Buenos de.la
Plata.
los
esfuerzos
de
la Corona
española.
La
no sólo traspuso las murallas exteriores
Aires sino que Eludió
cruzó además
la “aduana
seca”
de
el Paraná Córdoba
y penetró en los mercados interiores dond e comp itió victo riosa : mente con los artículos de Lima. -Des afiando todas las prohibi-
-
“0 LA ECONOMÍA DE LA INDEPEND
ciones el oro. y la plata siguió circulando hacia el: :este;en' d
:
rección a Buenos Aires.
“
EN:
«La colonia del Río de la Plata, y en particular Búenos Aires; - llegó. a ocupar un lugar especial en la organización impérjal.
Parte integrante de esa organización, Buenos Aires fué,noobs-
«tante
una
de
las fuerzas
que
con
más
persistencia
procuraban nos
su desintegración. Mientras la colonia se mantuvo .económica- . mente débil y poco poblada la amenaza contra la integridad “del . sistema colonial fué leve. España podía correr el riesgo; no'sólo ” . por su fuerza enormemente superior, sino también porque la * colonia cumplía la importante funciónde proteger al imperio : contra la expansión portuguesa. Los contactos con el Brasil,:y' por medio del Brasil coni los países extránjeros, eran, desde lue- go, inevitables, pero la madre patria esperaba neutralizar“el peligro aislando a Buenos Aires del oeste. Sin embargo,el ais“ lamiento .económico
nunca
fué
completamente “satisfactorio
ni
pudo ser mantenido indefinidamente. Con el aumento de la población y: de la riquezade la colonia cobró fuerza la presión
“ ejercida contra las. barreras ¡legales que rodeaban la región del “Plata, yy como el. ataque directo al sistema era impracticable se
recurrió.'a la- evasión conjunta de las leyes que sostenían al sistema..De.ese modo, y-mientras seguía montandó guardia por la integridad territorial del imperio, Buenos Aires minaba al mis -mo;tiempola exclusividad económica del imperio. +: «+ Las prohibiciones con las cuales España tratabá de reforzar el ¡aislamiento económico de Buenos Aires fueron 'rescindidás en .el transcurso del: siglo xvur. La liberalización dela
política
económica española.en la región del Río'de la Plata comeñzó * en 1695 con el traspaso de la aduana seca' de Córdoba: a-Jujúy. A. principios del siglo xvur España adoptó-la práttdé ica con ceder permisos especiales a los*barcos destinados a pasar “por el . puerto de Buenos Aires.«Un tal Andrés Martinez de ¡Arúrbua -obtuvo la autorización en el año "1716. Al principio lós permi» sos. fueron pocos y muy espaciados; Juego “aumentaron; en “la segunda mitad del siglo. En 1752 entraron doce barcos en “el puerto de Buenos Aires. Después de 1742 se autórizó a los "bu: .Ques españoles a viajar hacia el Callao por el' cabo de Hornós, y se les permitió detenerse en Buenos Aires, pero“ño pódían dejar la carga destinada a las provincias del interior, En 1768 se , estableció un servicio “postal directo entre Buenos Aires y Es.
.
o
Cd
a ES e
Le
“'. ASPECTOS ECONÓMICOS DEL FEDERALISMO ARGENTINO
-+'
paña, y para cubrir el déficit resultante se permitió a:los barcos tomar carga en y para Buenos Aires. Ocho años más tarde, - en 1776, .el decreto real de 1774 que legálizaba el intercambio | comercial
entre
Perú,
mala se extendió a del Río de la Plata _ el establecimiento Pedro de Cevallos noviembre
de
Nueva
España, Nueva
Buenos Aires. obtuvieron la del virreinato fué. el "primer.
1777,
confirmado
1778, se legalizó la importación
Granada
y Guate-
El mismo año las provincias autonomía administrativa .con del Río.de la Plata, del que virrey? Por decreto del 6 de ' por
el
gobierno
español
en
por Buenos Aires para las pro-
vincias del interior (Pucumán, Salta, etc.), contra la enérgica oposición de los comerciantes peruanos. Ese decreto completó . la serie de medidas que produjo la autonomia económica de * Buenos Aires y los territorios integrantes del nuevo virreinato. Las reformas administrativas y comerciales de los Borbones. . constituyeron un poderoso estímulo para el desarrollo econó: mico del Río de la Plata, y especialmente de Buenos Aires. Libre de la jurisdicción económica y administrativa de Lima, el , pais estuvo por fin en condiciones de utilizar las ventajas de llegar a los mercados por la ruta más directa del puerto de Bue: nos Aires. La derogación de las leyes que prohibían el comercio interprovincial dió como resultado un rápido crecimiento del' comercio basado en la división territorial del trabajo. Hubo una considerable rebaja en los precios de importación y un simultáneo aumento de los artículos destinados a los mercados de ultramar. Por primera vez el país estuvo en condiciones de aprovechar amplia y abiertamente los vastos recursos ganaderos que . se habían acumulado durante los dos siglos anteriores. Este
proceso
de
expansión
económica
fué
encabezado
holga-
damente por Buenos Aires, tanto la ciudad «como la provincia. La provincia, y en general la pampa, fué el más importante productor
de
artículos
de
exportación
del país,
y la ciudad
se
convirtió en el único puerto importante de un vasto territorio, término
y punto
de
tránsito.de
un comercio
interprovincial y: .
ultramarino amplio y en constante crecimiento, La gran aldea de “cuatrocientas casas” que era Buenos Aires en la segunda mitad del siglo xvn, cuando Azcarate du Biscay visitó al. país,se convirtió en una ciudad'de más de 25.000 habitantes en 1779 y de unos 40.000 en 1801. Era ahora la capital del virreinato y el
centro financiero y comercial del país. Se había transformado
35
LA ECONOMÍA DE LA INDEPENDENCIA
en
“una
nueva
ciudad
con
dedicada,
el advenimiento
de la li-
ción de los negocios, habertad de comercio, á la. pacífica aten es las costumbres que biendo adoptado sus belicosos habitant mercahtiles”. suelen caracterizara las comunidades omía de Buenos Aires ' Sin embargo, a fines del siglo, la écon tardó en hacerse evidente amenazaba estancarse de nuevo. No. sacciones directas con los que la prohibición de establecer tran serio para el desarrollo muy -palses extranjeros era un obstáculo que ahora afrontaba el lema prob El ia. colon la económico de alrededor de la capamás virreinato del Plata giraba una vez ucción de la colonia prod la cidad:de España para absorber toda ndas de artículos a precios y para satisfacer las crecientes dema iciones. de cumrazonables.
La madre
patria no, £staba
en cond
Aunque había sido grande plir ninguno de esos dos requisitos,segunda mitad del siglo XVIU su resurgimiento económico en la no fué suficiente
para llenar
las exigencias
de la colonia, La
ña fué la de servir de inter única función que desempeñó Espa países extranjeros, fun:
los _ mediaria entre el Río de la Plata y vista de la facilidad con en a, rflu costosa como supe
tan diréctas Con los mercados que se podían. establecer relaciones la necesidad de comerciar por internacionales. Para Buenos Aires inicua cuanto que no era intermedio de España era tanto más umidora de la producción España sino Inglaterra la mayor cons más importante de los : fuente de la colonia, como también la a Buenos Aires a comerciar gar Obli artículos que necesitaba. ña significaba, en realidad, con Inglaterra por la ruta de Espa beneficios producidos por el robar a la colonia casi todos los comerciaba con los mercacomercio internacioral. El dominio eran
ción
que recibía O “pagaba dos internaciomales, pero los precios España y los monopolios su mayor parte por
determinados en llamaba la atención de la domésticos; Esta situación anormal el. régimen del Reglamencolonia casi a diario, porque aun con seguía siendo una actividad :to de comercio libre el contrabando locales co-
- sumamente
tanto
provechosa,
mo para los extranjeros. Considerado
desde un
punto
para
los
comerciantes
de vista puramente
económico
lé. Dado el alto costo delos el problema era relativamente simp intermediaria del comercio España
como
prestaba intercambio dila colonia, la prohibición del de de ultramar un aprovechamiento más comrecto dificultaba forzosamente servicios que
cla e,
36.
ARA
ASPECTOS ECONÓMICOS DEL FEDERALISMO ARGENTINO
pleto de los recursos naturales del país. Como
la explotación
de las vastas riquezas ganaderas, acumuladas en el período del aislamiento económico, requería una cantidad mínima de tra
bajo y prácticamente" ningún capital, el país podía afrontar sin dificultades el recargode llegar a los mercados europeos: por. la vía de España. Péro cuando disminuyó el excedente de ga-nado, la tierra se hizo relativamente escasa y aumentó el costo
“de producción, la colonia ya no se pudo permitir desprender-..
se de una parte importante de sus ganancias. Era fundamental : que los precios recibidos por los artículos exportados y los que “se pagaban por la importación estuvieran en una relación más estrecha, porque de ella dependía la continua expansión de la industria ganadera, columna vertebral de la economía de la colonia. Lo: cual a su vez implicaba la eliminación de la metrópoli como intermediaria de las relaciones comerciales entre la colonia y los países extranjeros, la apertura del puerto de Buenos. : Aires para todo comercio y la abolición de la camarilla exterior que mantenía la economía imperial. Si se hubiese podido limitar el problema a sus aspectos eco nómicos,
se habría
logrado
solucionarlo
sin dañar
seriamente
la unidad politica del imperio. Pero los aspectos sociales y políticos del "movimiento del .“comercio libre” eran en realidad “inseparables de los aspectos económicos. E igualmente importan- ' tes. £ntre otras cosas la apertura del puerto, y por ende de la calonia, para todo el comercio, era una amenaza directa a lá se-
guridad económica y.social de los que siempre habían ocupado una posición privilegiada con respecto al comercio de ultramar. Los comerciantes
monopolistas que junto con los funcionarios
de la Corona formaban lá capa superior de la sociedad colonial, vieron en el “comercio libre” el fin de su poder económico y político. Porque.el “comercio libre” no sólo eliminaría el lucro monopolista, sino que promovería indudablemente el bien-
estar económico y con él el prestigio social y político de los que serían los beneficiarios directos de la expansión del comercio, o sea los comerciantes no monopolistas y los terratenientes ganaderos. Y no eran los monopolistas de Buenos Aires los únicos que se oponian al “comercio libre”. Porque la apertura del -puerto de Buenos Aires afectaría las industrias de Córdoba, Tucumán y las provincias de Cuyo. Además significaría la muerte del comercio pernano en Jos mercados del nordeste del vi-
La EcoNomÍA PELA INDEPENDENCIA
6 o concibie “rreinato. Por consiguiente lo que al principi la. de io camb le simp defensores del “comercio libre” cómo un
amento del comer- * política económica, una ampliación del Regl en un problema ente ualm -cio libre, se fué transformando grad paso del pro-. un a a estab sólo de autonomía económica, que o libre” se convirtió en blema de la emancipación. “Comerci conservación, sinónimo sinónimo de libertad en general, y su de
independencia
política.
AS y
3
sn
e ;
el [22] de mayo de 1810 La proclamación del Cabildo abierto lucionario. No sólo fué fué un acto inconfundiblemente revo paso hacia la independenesa decisión de “autonomía el primer serie de profundos cam»«cia, sino también el comienzo de una a y social del yirrelómic econ bios introducidos en la estructura ecuencia de la miscons on nato.. Algunos de estos cambios fuer Buenos Aires y las. : a parte ma revolución. Limitados en gran on con relativa facilidad. Pero provincias del litoral, se cumplier echamente interior, relacionadas más estr
en las provincias del tación al nuevo ambien: con el imperio colonial español, la adap da. Involucró la des: lica te económico fué más dificil y comp la revolución tenían su de antes que cosas trucción de muchas odación a un nuevo objetivo y su razón de ser; “exigió la acom ser favorables o .no an juego de factores geopoliíticos, que podí : ón. a la potencialidad económica de la regi hubiese Plata del to eina virr * Si la superficie que abarcaba el ganae ment orme unif más omía sido menos extensa, o su econ a se enci a la independ dera, la transición-del. estado colonial seria ue Porq violencia. habría podido cumplir sin demasiada la ocar prov era que pudi relativamente fácil obviar el desájuste eco: la Pero les. comercia repentina abolición de las restricciones ni «simple. El virreinato orme unif era no to eina nomía del virr es, cada cual con sus gual estaba dividido en varias régiones desi rrollo determinado desa un propias características de desarrollo; habilidad para el la y as físic nes por una parte por las condicio as de la política colonial” trabajo, y por la otra por las exigenci Ja economía del virrei-.”. española. La unidad que podía tener Ja división territorial del en mato se basaba fundamentalmente
ómICOS -DEL FEDERALISMO ARGENTINO
rabajo:-De
'ahí..que la aboliciónde las restricciones cómercia:
Tes produjera
desajustes
:algo más
simplemente
que
que eran
inevitables
temporarios.
y que
En realidad
fueron
el efecto
«inmediato de la revolución fué el de anular en algunas partes : del país
muchas
de
las
conquistas:
obtenidas
en
los
años
an-
.. terlores. . a ' "Los sectores de la economía del virreinato que más se bene ..ficiaron
con la revolución
de 1810
fueron
los de la industria
ganadera y los del comercio de ultramar, y esa porción del co. mercio interregional que procedía de Buenos Aires o pasaba + por ella. La industria ganadera en todas sus formas respondió Tápidamente a la apertura del país al comercio extranjero. Hubo una ampliación del mercado de cueros y otros subproductosde industria. Aumentó el valor de la tierra,y los hacendados y los*:¡productores de' cárne prosperaron. El comercio siguió a la ganadería. El hecho de que el país pudiera obtener mejores - precios .por sus exportaciones
y estuviera
en libertad
de com-
“prar.en los mercados-más baratos, incrementó el volumen del comercio y lo hizo en condiciones más ventajosas que hasta en-: tonces. Aunque una parte de estos beneficios la aprovechaba el 'consumidor,' otra buena porción quedaba en manos de la : clase mercantil. De ese modo y en lo concerniente a las pro-
.
vincias del litoral Yla ciudad de Buenos Aires, las esperanzas de los protagonistas de la revolución de 1810 quedaron ampliamente justificadas. Allí, más que en cualquiera otra parte de la * Argentina, la emancipación
política no sólo consolidó las con-
quistas de las décadas precedentes 'sino que preparó además el terreno para el progreso posterior. o .Las provincias
del interior presentaban
un cuadro
diferente.
En esas regiones. la ganadería, aunque importante, no era la única fuente de subsistencia. En parte por su mayor variedad de recursos naturales y én parte por el aspecto altamente protector de la política comercial y administrativa de España, las provincias del interior habían conseguido un grado más alto de integración económica y de aptitud propia. Atrasadas como .eran, lograron no obstante desarroMar ciertas 'industrias..que, además
de satisfacer las necesidades locales, producían exceden-.
tes para exportar a otras: partes del imperio colonial -español. En las misiones jesuíticas, las de Córdoba y de otras provincias,
. se fabricaban
tejidos toscos en grandes cantidades;
en Cata-
.
LA ECONOMÍA DE LA INDEPENDENCIA
39
marca hacían géneros de lino de regular calidad; Corrientes suministraba al virreinato fajas; la producción de vino y coñac alcanzó un gran desarrollo en Mendoza, San Juan, La Rioja y Catamarca; en Tucumán y Mendoza utilizaban la madera local para fabricar carros; y en Tucumán se producía azúcar. "Podas "estas provincias estaban en estrechas relaciones comerciales con Buenos Aires y con Lima, actuando ambas ciudades como puntos terminales y de tránsito del considerable comercio de mulas, que se realizaba entre la región del Río de la Plata y el Perú, Precisamente
porque
el sistema
colonial
era
mercantilista
y
'proteccionista, las provincias del interior alcanzaron cierto grado de prosperidad económica. El alejamiento de los principales puertos del comercio exterior, la presencia de numerosos obreros,
:debida a-la incorporación de las tribus indias al sistema econó: :mico colonial y la abundancia de materia prima (algodón, vino, madera, etcétera), más la. disponibilidad de los mercados “internos, fueron factores que condujeron a la formación de una “economía discretamente integrada. Debe advertirse, no obstante, que dadós los primitivos métodos de producción, la industria tenía poca fuerza para sobrevivir. A pesar de la economía. de la mano'de
obra, la industria nativano podía sostener la
competencia extranjera mi con el costo ni con la calidad de la producción. La declinación del sistema colonial español estaba, por lo tanto, destinada a producir un efecto particular: mente perjudicial en la estabilidad económica de esa región
del virreinato platense.
o
Ss ' El proceso de la dislocación económica, amenaza constante =.. por la permanente afluencia de artículos de contrabando, había comenzado
en el último
cuarto del siglo xvi,
después
de ha-
ber sido designada Buenos Aires como puerto de entrada para los barcos españoles. Como consecuencia del Reglamento del ; comercio libre las provincias del interior se vieron obligadas a :" retirarse
de
de los mercados
Buenos
Aires.
La mercadería es-
pañola y extranjera triunfó fácilmente en la competencia con los productos domésticos en la zona del Río de la Plata, y amenazó invadir las provincias del interior. La expansión del comercio interprovincial, que siguió a la apertura de Buenos Aires, fué sólo una compensación parcial por la.pérdida de los mercados.
.período
La economía
del interior entró de ese modo en un
de descomposición
gradual. Y la revolución
de 1810
aceleró el -proceso. Abrió las puertas a una inundación de a
tículos que pronto
empantanó
al. país, Azúcar y arroz de Bra-
sil, viño y .coñac de España y Portugal,
facturas
de
Inglaterra. y Europa,
3h
tejidos y otras manu-
afluyeron
en
cantidades
cre-
cientes a Buenos Aires, de donde «fueron distribuidos hasta los rincones' más lejanos del país. Las peores. predicciones de los
que “antes de 1810 se habían opuesto
al “comercio libre”
co: *
mehzaron a materializar “La. industr se.ia doméstica se hallaba al borde We la ruina. Las dificultades económicas del interio r
Se agravaro,
porque poco'después de la revolución las relacio:
nes comerciales con Perú, lo mismo-que con los territo rios con-
tiguos de Bolivia y Chile, quedaron
durante
badas
tículos
las
guehras.de
después.
totalmente interrumpidas -
la independencia
o seriamente
pertur-
de que
los ar-
Koco consuelo: ofrecía el. hecho
extranjerós “pudieran
comprarse
ahora
a precios
*
muy:
inferiores a los dé ántes de 1810, porque el interior $e acercaba rápidamente a una situación en la que los precios más bajos :
serían
demasiado hltos.. Para esas provincias de la joven repú- :
blica la revolución _do por €so tanto
tuvo poco valor económico inmediato, sien-- * más notable que estuvieran dispuestas a sa-
crificar hombres. y Hinero por la causa de lá independenci a. . “Los aspectos políticos del proceso de desintegración de la economía' nacional eran bastante claros. Frente a un comercio y
una industria en declinación, las ciudades del interior y sus: territorios tributario; trataron de conservar el statu quo adqui-
riendo el grado másjalto posible de autonomía económ ica. De- $€0505, por una parte, de mantener e incrementar su partici - pación en el comercio nacional, y de proteget por la otra industrias 'y su agrichltura contra las: intrusiones extran sus jeras, las provincias
recurrieron
a. las
tarifas
especiales,
al
impuesto
_ sobre el tránsito, a lo gravámenes diferenciales, y a la legisla- * ción económica. directa. Pero pronto-se hizo eviden te que una política. económica cor tantas reminiscencias del mercan tilismo y tan ofensiva para los intereses comerciales: de Buenos no podría sobrevivir más que con una bastante amplia Aites nomía política de cada provincia. De ahí la tendencia auto"provincias a circunscribir el poder político de Buenos de las Aires; de ahí también su oposición a todas las tentativas. de organiza-
. ción nacional y económica
que diera a Buenos. Aires la direcc ' polític ióna:
del país.
De
ese modo
la. defensa
económica
se
.
LA ECONOMÍA DE LA InDÉrENDENeS convirtió
en-uno
de los
factores
más
importantes: de
los qu
produjeron. la aparición de ese particularismo político cuya: expresión programática fué la concepción federalista de la or” ganización nacional. Y el problema económico se transformó en una cuestión política en. la que los derechos de los Estados. se
cuadraron
contfa
la
centralización.
Alrededor
de
esta
cues-
tión giraron las luchas políticas y sociales durante las primeras cuatro décadas de la independencia argentina. Las luchas no. se limitaron a las relaciones interprovinciales. Del mismo modo que los cambios introducidos en la economía nacional atra: dea
vesaron las divisiones administrativas, asi también
e. E d
de la formá que se daría a la organización nacional arrasó las fronteras provinciales. Por corisiguienté'el conflicto político ad-
la: a
quirió solidez y significado sólo cuando las doctrinas de federalismo y unitarismo reflejaron intereses y tendencias, econó- .
E
micos. En Buenos Aires 'el surgimiento del particularismo económico se produjo por un conjunto de circunstancias distinto. Allí el. federalismo extrajo su fuerza y su vitalidad del deseo de monopolizar los beneficios económicos de la revolución. La nacionalización del puerto de Buenos Aires y de las rentas provenien.tes del comercio exterior no. podian tener otro efecto 'que-el de privar a la provincia de la supremacía económica y financiera, y "echar una pesada carga de impuestos sobre la. población rural y sobre los pequeños comerciantes y artesanos de la ciudad. Por útra parte el programa de la centralización, que prometía eliminar
los aranceles
interprovinciales
el problema
y hacer más
accesibles.
-los mercados internos para los artículos extranjeros, expresaba, | en términos políticos los intereses de todos aquellos que desea: -bañ la expansión del comercio local y exterior. De'ese modo; dentro de la provincia de Buenos Aires el problema de la organización del Estado se concentró en la lucha de dos tendencias, una de las cuales sostenía que el comercio era la fuente. de la riqueza nacionál y la base de la, , Prosperidad económica mientras que la otra proyectaba la expansión de la industri ganadera en la provincia, relegando .el comercio a un. plano. secundario,
pe
GANO
o
“LA ECONOMÍA
DE
CarítuLo
Il
BUENOS
AIRES,
DE
1821 A 1829
Las repúblicas del Plata. .. deben en gran: parte su nacimiento a las necesidades del comercio libre.
JUAN BAUTISTA ÁLBERDI. Buenos Aires nació, creció y floreció al calor : del comercio
externo.
EMILIO
HANSEN.
1 IENTRAS EN LOs LEJANOS Andes los ejércitos de la, república el país se braban las últimas batallas de la independencia, en pluma y la' con lisqutía el problema de la organización política esfuerzos tenaces la espada, y las provincias del interior hacían de que para recuperar, y quizá ampliar, la relativa prosperidad en ri- * gozaban antes de 1810, Buenos Aires crecía rápidamente
ni las lujueza e importancia. Ni la guerra con España y Brasil
detener chas políticas y sociales de la provincia y el país pudieron ansiosa estuviera si Como la marea de la expansión económica. durante perdido había ¡por resarcirse de las oportunidades que a toda prisa a -la dominación española la provincia se lanzó geográfica, posición su aprovechar las ventajas que le ofrecían de Después político. Je sus recursos naturales y el nuevo, orden proprovincia 1a “abolir el sistemade restricciones económicas por otro nuevo, «cedió a reemplazar el antiguo orden económico económi: más apropiado a sus necesidades y sus posibilidades España, de cas. Primera de las provincias que se desprendió “Buenos Aires fué también la primera que se unió a Europa, en el campo de esa Europa .cuyos' representantes eran Inglaterra terreno del pensa* de la actividad económica y Francia en el el abismiento político y social. Y al acercarse más a Europa, más hizo se país mo que separaba a la provincia -del resto del
y Francia pa: profundo. Económica y culturalmente Inglaterra
44
>
ASPECTOS ECONÓMICOS D£L FEDERALISMO ARGENTINO
recían estar más cerca de Buenos za, y hasta Córdoba.
Aires que Tucumán,
Mendo,
En la configuración económica de la joven república Bue: nos Aires ocupaba una posición que era única por más de un
concepto.
Vastos
recursos
naturales,
un
mercado
interno
rela:
tivamente grande, acceso al mar libre y directo, eran ventajas que ninguna de las provincias hermanas poseía en grado similar. La explotación de las riquezas naturales requería compa-
rativamente poco capital. El cuero, la carne, el sebo y Otros subproductos de la industria ganadera encontraban fácilmente
mercados
en Europa,
Brasil,
Cuba
y América
del Norte.
En
estos mismos mercados obtenía la provincia los «artículos elaborados y alimentos que no podía producir. De este modo Bue-
nos Aires era en cierta medida económicamente independiente
del resto del país,
-
Además,
en cualquier
o
o
o
convenio que se establecía entre el in-
terior y Buenos Aires, las condiciones eran forzosamente más ventajosas para esta última. Como consumidora de la produc: ción y la industria del interior y como
intermediaria de su co-
rriente comercial con los países extranjeros, Buenos Aires gozaba de una posición semimonopolista. Lejos de depender del, interior para los artículos de consumo, como vino, tejidos ba: ratos, cuero, crudo,
ner
fácilmente
Norteamérica,
azúcar,
esos
etcétera,
Buenos
Aires
podía
obte-
próductos' en los mercados.de Europa-
y a precios
que
rivalizaban
ventajosamente
y
con
los que pedían los productores nacionales. Por otra parte, el. interior no tenía contacto comercial directo con los países extranjeros, sólo lo establecía por intermedio del puerto: de Bue.
nos Aires.l Como
exportadores
de artículos consumidos
en el
mercado de Buenos Aires los productores del interior estaban sujetos a una severa competencia del exterior. Y como consu-
midor de artículos extranjeros +1 interior estaba obligado a abonar los servicios de los comerciantes porteños, regulatlores exclusivos del tráfico.
:
.
La posición privilegiada de Buenos Aires dependía por lo tanto de la extensión con que. los acontecimientos postrrevolu-
1 Es cierto que el comercio exterior podía hacerse por medio de Chile algunas provincias, como Mendoza pleaban ocasionalmente csas rutas, Pero el alto costo del y -Tucumán, emtransporte obstaculizaba "seriamente el desarrollo del tráfico por esas vías. . y Perú, y en realidad
cionarios de la provincia se adaptaran a las necesidades econó: micas del pais como tal. Libre de las restricciones del “sistema: colonial español la provincia se fué acomodando rápidamente' a los requisitos de la-economía europea. Este proceso de reorganización económica asociado y Basado 'en la expansión comercial
guna á a a 3 ]
A
3
j nl .
e industrial
no se: limitó
a Buenos
Aires;
pero
en nin-
otra parte de la república se resolvió el problema
del
reajuste económico tan sencilla y fácilmente como en la provincia. Y cuando aumentó la diferencia entre el ritmo de expansión de Buenos Aires y el interior, la base y el alcance del desarrollo económico
de
la primera
traspasó
las posibilidades
in-
mediatas del pais en su conjunto. Buenos Aires formaba parte de'la' república; pero los intereses de la provincia no siempre - coincidían con los de da nación, y a veces eran hasta contrarios. - Tratando de conservar sú posición superior la provincia, pro: .curaba mantenerse alejada. de los problemas que acosaban al país en la atribulada época del reajuste político y económico. ' Pero era un alejamiento parcial, porque Buenos Áires rara vez vaciló en utilizar su supremacía económica para satisfacer sus propios intereses. No hay duda que el interior obtuvo beneficios sustanciales con el crecimiento económico de Buenos Aires, Pero es igualmente
cierto que esas ganancias eran indirectas y lige-
ras, y estaban subordinadas
a la política diaria de Buenos Alres.
- Desde el punto, de vista del interior la expansión económica de Buenos
Aires no fué, por
lo tanto, una
gran suerte; porque
dependía mayormente de la provincia y “de la política que perseguía su gobierno el que el interior fuese un activo participante del restablecimiento económico nacional o un simple recipiente pasivo de las oportunidades económicas que .Buenos . Aires quisiera o pudiera concederle. No es extraño, por lo tanto, que
el interior llegara a interesarse
profundamente
en los
asuntos económicos y en la política de Buenos Aires, ni que la provincia y sus relaciones con el país se convirtieran en un problema nacional casi inmediatamente después de la revolución de 1810, “Tampoco es sorprendente que el problema llegara. a ser en definitiva el eje central alrededor del cual se desarrollaron las primeras etapas de la lucha entre unitarismo y federalismo. La cuestión era inevitable, Estaba en el mismo pro. ceso
del
desarrollo
económico,
desarrollo
cuya
irregularidad
S
GONÓMICOS DEL
FEDERALISMO
ARGENTINO.
Agendró. fricciónes y discordancias y originó la formación * de upos: antagónicos y de «intereses regionales. ' : 2
. Durante el gobierno de Martín Rodríguez (1821- 1824), el 'térritorio. de:la provincia de Buenos Aires se extendió hacia ho el sur y el oeste, desde las costas del Plata y la orilla del mar . hasta donde se lo' permitió la resistencia de las tribus indias. Pero'los. límites de la provincia no quedaron determinados con exactitud. La pampa era principalmente territorio de colonización y el. movimiento hacia el sur y el oeste se mantuvo, a pe+ sár de los frecuentes retardos que sufrió por la escasez, de hombres y recursos. En 1823 el área de la provincia se expandió “considerablemente, hasta más allá del.río Salado, llegando por “el sur hasta Tandil.? E] territorio comprendido entre la costa y una línea trazada desde el fuerte de Veinticinco de Mayo hasta Patagones quedó bajo la jurisdicción del gobierno pro: vincial.3 En 1821. el nuevo Departamento Topográfico estimó, la superficie de la provincia en 1.518 leguas cuadradas, o 'sea: unos 41.000 kilómetros cuadrados. Pero como. lo. consigna el Registro Estadistico, los establecimientos ganaderos eran bastante frecuentes al sur del paralelo 36.4 En 1826, según: Ramos _Mejía,5 las estancias cubrían una. extensión de unos 102.688 kilómetros. cuadrados, dentro de una línea que partía de Mar del Plata y pasaba por Tandil, Azul, Alvear, Veinticinco de Mayo, Bragado, Junín, Rojas, Pergamino y el norte de San Nicolás de los Arroyos.6. Al término de la expedición de 1827-28 la superficie explotable se extendió aún más. Se estableció un contacto directo por vía terrestre con Bahía Blanca y Carmen de Patagones, situadas en la extremidad ssur de la provincia. 2 La frontera corría por una línea que iba de Melincué, al sudeste;' . hasta Federación (hoy Junin), y seguía hasta “Independencia (hoy Tandil), .
y luego
por
el noroeste: hasta
el Atlántico:
3 La mueva frontera iba de Melincué a Federación (Junín), Veinticinco, de Mayo, Bahía Blanca y Patagones. + Registro Estadístico, NO 1' (febrero 15 de 1822). 5 J. M. Ramos MEJÍla, Rosas y su tiempo, Bs, As., 1907, págs. 158-159. $
Ramos
Mejía
afirma
que sus cálculos
" de fuentes fidedignas; pero no señala "qué modo llegó a la cifra mencionada.
oa
están
basados
la naturaleza
en datos tomados
de las fuentes,
ni de
LA ECONOMÍA
DE BUEÑOS
AIRES, 1821-1829
No entra en los objetivos de nuestro estudio el examen: detalado del proceso de la expansión territorial; pero creemos que es importante indicar de qué manera se produjo esta expan* sión, no sólo porque refleja la naturaleza de la economía pro“vincial de la provincia, sino también porque revela algunos aspectos de los antecedentes económicos y. sociales que promo- vieron las.luchas políticas de la época. Los movimientos coloni“zadores de Buenos Aires no fueron fundamentalmente expedicionesde iniciadores impulsados por necesidades económicas. - Aunque esta presión económica desempeñó efectivamente su pa8, pel en el proceso de la expansión territorial, las causas reales le? estaban estrechamente relacionadas con los cambios.que se ha;bían producido en la estructura social y económica de la provincia. Con la apertura del país al comercio exteriorla ganadería se convirtió en el sostén principal de la vida económica de la provincia, de tal modo que al ampliarse el mercado de se ultramar de cueros y carne, se hizo más apremiante el problema de lograr una adecuada provisión «de tierras. En un/' sentido muy real la adquisición de nuevas tierras a expensas. de os indios era un problema de acrecentar el capital del país, le incluir territorio en el sistema de las relaciones productivas capitalistas. Esa adquisición, por lo demás, sólo podía ser obte-
nida mediante operaciones militares.de importancia contra los indios. La penetración gradual de pioneros colonizadores, aunque pudiera. ser sostenida, sería más bien. un estorbo que un: estímulo para la expansión de la ganadería, que era fundamen. talmente una empresa de gran cuantía. También'el gobierno estaba vitalmente interesado en la extensión del territorio de la provincia. El problema de proteger
el comercio
$3.
interprovincial contra los ataques
indios era de
primordial importancia. Las constantes incursiones de las beli42 Cosas tribus indias, acompañadas de. vastos pillajes, constituía una seria amenaza contra los intereses económicos de la pro-
vincia. Para defenderse de los ataques había que mowilizar hombres y recursos en una: escala que nadie, excepto el gobierno, podía emprender con alguna esperanza de buen éxito. Y la : protección. contra los ataques de los indios llegó 2 ser considerada. como una tarea fundamental del gobierno.7 La acción - 7 “Entre los deberes sagrados que se ha impuesto el Gubierno, considera que el poner a cubierto las fronteras de la provincia de la incursión de los
A UTA
48
.
ASPECTOS ECONÓMICOS DEL FEDERALISMO ARGENTINO
|
gubernativa efa tanto más urgente cuanto que había otras pro
vincias que servían de mercados para el ganado robadoen las”: .€stancias de Buenos Aires,8 o Las dificultades financieras unidas a las pérdidas económicas provocadas
razones
que
porla guerra
indujeron
financiar expediciones
con
Brasil
al gobierno
contra
suministraron
provincial
nuevas
a organizar:y '
los indios. La guerra del Brasil, -
- Que :a pesar del triunfo militar terminó con un. arreglo diplo-. mático y político, fué desde el punto de vista de los intereses ecoriómicos
nacionales. un
completo
fracaso. La
Confederación -
perdió una rica provincia y un puerto importante; y se creó.en -cambio un formidable competidor industrial y comercial. Porque como un
capital de un Estado independiente
rival de Buenos
Aires -mucho
más
Montevideo ,era
peligroso que. como
capi-
tal de una provincia argentina. Además, después de tres largos
añosde
lucha,
la provincia
quedó
con
las arcas
vacías,
el cré-
dito excedido hasta.el agotamiento y la economía gravemente conmovida.
La
rehabilitación
financiera
y económica
se
con-
que
de-
“virtió en uno de los mayores problemas que debía afrontar el gobierno. Y la solución, como éste la veía, debía consistir no solamente en una mejor administración de los fondos públicos, sino
también: en la ampliación
de la base enla
bería descansar la prosperidad económica de. la provincia.: La adquisición de nuevos territorios se consideraba, por lo tanto,
la mejor,
si no la única
que acosaban
bárbaros, son
manera
de librarse de las dificultades
a la provincia. Las nuevas
es de los más
inaplicables
urgentes
mientras
no
Aires
y Santa
tierras proporciona-
y privilegiados.
vuelven
Las medidas
ordinarias,
a organizarse regimientos «de lina, y)
los puntos fortificados se rehábilitan de medios de conservación y de defen:: sa, aniquilados durante la guerra civil." Del preámbulo al decreto dexi9 de septiembre de 1829 (RO-118; L-8; No 8). e A 8 En 1824 el gobierno de Buenos Aires dió instrucciones a sus Tepresentantes en Córdoba para que reclamaran de esta provincia medidas contra los comerciantes y terratenientes que compraban ganado robado 'por los indios en Buenos
Fe. La
protesta estaba basada
en informes
provenientes de los distintos distritos provinciales. Uno de ellos, fechado el 21 de abril de 1824, dice en parte: “Demasiado constante y notorio es el
pillaje que so
número
los bárbaros de
ganado;
en la de Córdoba cueros
del
3 No 3)
ganado
han
y es
hecho en Santa Fe y esta Provincia, de inmenvoz
pública
que
van
a
efectuar
su
venta
C,
20
y que entre ésta y la de Buenos Aires hay tráfico de
robado.”
(Archivo
General
de
la Nación,
Ant.
.
A.*
NARA POR
A
EN
AS PA
'rian-una importante fuente de ingresos inmediatós,“Un estímulo
para el desarrollo de la industria ganadera y uña base para“ la”,
.€xpansión
del
comercio.
El. gobernador
Manuel Dorrego:
no '
hizo más que interpretar la opinión de sus electores cuando . en un mensaje a la Asamblea Legislativa de la provincia se refirió a las nuevas fronteras en los siguientes términos: -
La nueva línea de froñteras se halla establecida. Esta obra tan deseada como importante, se ha emprendido con los mejores auspicios: Los bárbaros, con quienes el gobierno continúa las medidas de paz y conciliación con los más felices resultados, no cometerán impunemente más depredaciones, y
la. inmensa
propiedad
territorial
que se ha adquirido,
ha
doblado
la ga-
rantía a la Deuda Pública, de modo que esta carga puede hacerse desaparecer en poco tiempo, si se halla por conveniente. Pero lo más importante
es que al establecerla hemos ocupado la interesante posición de Bahía Blan-* ca, la cual está circundada
de puertos cómodos,
tierras feraces y grandes bos-
ques. Su costa maritima, proveída de abundantes pescas y algunos puertos, nos pone en aptitud de tener para lo futuro una marina vigorosa que sea el broquel
de la República.
La
comunicación
por
tierra
con
el Estado
de
Chile, desde aquel punto es la más cómoda y breve, y la navegación del río Colorado acaso permitirá una exportación más fácil a los frutos de algunas
provincias
del
interior.
.
-
Pocas o ninguna de estas esperanzas se materializaron. Pero
ellas revelan el espiritu con que se abocó el gobierno de la pro-
vincia al problema de la expansión territorial. Y sia Legislatura, compuesta
en su mayoría
por estancieros y' comerciantes,
se mostró algo menos pródiga para alabar la iniciativa del' gobierno, no fué porque no supiera apreciar la importancia de la empresa, sino porque tenía más concienciade la magnitud de la tarea y de los, tremendos sacrificios que exigiría su realización. Los estancieros, dentro o fuera de la Asamblea Legislativa, comprendieron perfectamente las consecuencias que trae. rían las operaciones contra los indios; sabían también que ellos 9 de.le
FHrracLiO “nación
1810-1910.
MABRACAñÑA, argentina,
Publicación
Los
redactada
autorizada
mensajes.
Historia:
cronológicamente
por
la
Comisión
del
desenvoluimiento
por
sus
gobernuntes,
del CentenaNacional
rio, (Bs. As., Talleres gráficos de la Compañía General de Fósforos, 1910, , 6 vol.) T. J, págs. 258-230. Mensaje del 13 de junio de 1828,
INÓMICOS. DEL FEDERALISMO ARGENTINO - * an+los principales benéficiarios de las campañas.10 De ahi la"prontitud con que la Legislatura votó las sumas necesarias para costear las expediciones; de ahí también su conformidad para votar
impuestos
especiales
al ganado.11
En
pocas
ocasio-
" nes fué apoyado -el gobierno con tanta unanimidad por todas las clases de la población, y particularmente por los ganaderos y los productores
de carne.
El hecho de que en el periodo referido la agricultura, no fue. ra un factor importante en la vida económica de la provincia se debió principalmente al papel insignificante que desempeñaron los agricultores en el proceso de la expansión territorial. También se debió en no poca medida a la actitud de los ganaderos. Los hacendados sabían muy bien que una agricultura fuerte y próspera podía tener una influencia adversa en los precios, debido a la creciente demanda de tierras. La expansión
- agrícola amenazaba minar la posición; monopolista de los ha: . : cendados, que hasta entonces eran los únicos compradores o arrendatarios: importantes de la propiedad pública. Nó es' extraño, por lo tanto, que la Legislatura: provincial aprobara sólo de mala gana los proyectos destinados a fomentar en grandes proporciones la colonización . agrícola y pastoril desde el exterior. 12
:
o
23
La expansión territorial no estuvo. acompañada por un crecimiento de población proporcionado. Después de la: abolición de las restricciones a:la inmigración el número de habitantes de la provincia aumentó notablemente, pero en conjunto la corriente inmigratoria fué insuficiente. para s satisfacer la creciente 10
C£ Diario de Sesiones de la Junta de Representantes de la Provincia
de Buenos dires, Sesión 37, del 7 de noviembre de 1827, y sigts.
11 Ley del 13 de noviembre de '1827. Autorizaba al. gobierno a percibir un impuesto de un reál por cabeza de ganado vacuno y caballar, El impuesto debía regir durante los años 1828 y 29 (RN-2232). 12 Cf, Diario de Sesiones, reyniones 68-76, y particularmente las 74, 75 . y 76: (febrero 14, 15 y 16 de 1828). También la ley del 16 de febrero «de 1828. Fué característica al respecto la actitud de Tomás Anchorena, jefe partamentario de los hacendados, quien pidió que se negara a los extran- Jeros el derecho
de recibir
tierras
en
arrienda
divectamente
del gobierno,
LA ECONOMÍA
DE “BUENOS
AIRES, 4821:1929
:
oc
b1
a demanda de hombres. No hay datos exactos sobre el crecimiento Rede la población enla provincia de Buenos Aires. Las cifras. que se han publicado ' son poco menos que conjeturas basadas 'en padrones más o menos incompletos y casi seguramente ime«xactos, formados de tanto en tanto en varios distritos de la 'Provincia. Según un informe presentado en 1779 por Gregorio Ramos Mejía á Juan José de Vértiz y Salcedo, la población total de la ciudad de Buenos Aires y del territorio de su jurisdicción. llegaba a la cantidad de 37.130 habitantes, de la que 24.205 re-
idían en la ciudad y los restantes 12.925 en el campo.13 En 801,
Félix
0.000
de Azara
habitantes,14
calculó
y nuéve
la población años
más
de
tarde
la ciudad
Mariano
en
Moreno
ijaba en 35.000 el número de. residentes de la ciudad, exluidos los suburbios.15 Otros dos cálculos posteriores se pue. en ver en el informe preparado por los delegados de Estados Unidos, Caesar Augustus Rodney y John Graham.16 Uno de 13 "Estado general que manifiesta el "número de habitantes que hay n esta ciudad, capital del Virreinato del Río de la Plata y su jurisdicción, e que es dignísimo Virrey, Gobernador y Capitán General el kxmo. Sr. D. uan José de Vértiz y Salcedo, Caballero Comendador de Puerto Llano en l1.Orden de la. Calatraba, y Teniente General de los Reales Ejércitos, 'y de rden de S. M. comunicada por S..E. a este lustre Cabildo, y se ha formado
ie;
individualizando
los casados,
viudos,
solteros,
párvulos
de
umbos
sexos,
así de Españoles, como de las demás: castas, incluyendo igualmente los foasteros habitantes, sacados todos de los padrones particulares, que se' han hecho en el año pasado de mil setecientos setenta y ocho y de comisión de ¿dicho lustre Cabildo, lo ha hecho su Regidor más antiguo, arreglándose n cuanto le ha sido posible a la orden de 5. M. según lo ha permitido la ariación de los citados padrones.” Cf. Revista del. Plata, N9 2. 14
FÉLIX
DE
AZARA.
Viajes por
la América
meridional...
mandante de los límites españoles en el Paraguay Publicados
con
arreglo
a
tos
manuscritos
ju vida y sus escritos, por C. A. G. Cuvier, Traducida del francés
comisario y "cO-
desde” 1781 hasta 1801..
del: autor,
con
una
noticia
sobre.
Walckenagr, enriguecidos con notas por por Francisco de las Barras de Aragón.
Madrid, Calpe, 1923, vol. 2, cap. 1/, cuadro frente a la pág. 204, titulado: Cuadro de población del gobierno de Buenos Aires.” : 16 Revista del Plata, lug. cit. Es difícil apreciar la fidelidad de la «cifra : dada por Moreno; ni es posible decir hasta qué punto influyó Azara en Moreno.
El
que
no difiera grandemente
ueda aceptar la estimación como
del
cálculo
de Azara
hace
que se
bastante aproximada.
19 CAESAR AUGUSTUS RODNEY y JOHN GRAHAM, The Reports on the preent state
of the
/comimnissianers sent
United
Provinces of South America;
lo Buenos
Aires
by
the government
drawn
up
by..
of North" América
:
52
ASPECTOS ECONÓMICOS DEL FEDZIRALISMO : ARGENT INO;
los cálculos: se refiere al año 1815 y señala en unos 96.000 el número de los habitantes. de la provincia “excluyendo. :a las tropas, los pasajeros y los indios”. La cifra mencionada , dice.
Graham,
se
basa
en
un .“censo
imperfecto,
tomado,
según
se.
cree, .en 1815”. Otro cálculo algo posterior citado por Graham
determina la población de la provincia: en 120.000 habita ntes, “excluyendo a los indios”.:El delegado no: dice a qué año se refiere ese cálculo posterior, ni, expresa ninguna opiriión acerca de cuál
de
los dos cálculos
es más
exacto.
El de
Graham
es
algo inferior a la cifra publicada por el Registro Estadístico. *. Fundándose en el porcentaje de mortalidad el Registro llega a . la cantidad de 143.496 habitantes. De este número 68.896 residían en la ciudad y 74.600 en el campo.17 Este cómputo fué ,Beneralmente aceptado por los contemporáneos como autorizado. Es posible,no obstante, que el cálculo del Registro haya sido demasiado optimista, sobre todo si se considera que el porcentaje de mortalidad debe de haber sido superior al normal en aquella época perturbada.18 Pero aunque el Registro Esta- :. dístico haya
tendido
a exagerar,
el error no
fué demasiado
ex-
cesivo. Los datos del Registro son por lo demás más diferen-
ciados,
consignándose por
separado
las cifras
de la ciudad y
del campo. e El examen qué antecede no sería completo si no .mencionáramos los cálculos preparados por Diego de la Fuente y publicados en el folleto Primer Censo de la República Argen-
tina, 1869.19 No cabe duda de que De la Fuente empleó otros
cómputos
contemporáneos
como base de'sus. propias cuentas,
lo que explicaría por qué sus cifras coincidén tan ajustadamen-
te con los cálculos citados más arriba. Las cantidades presentadas por De la Fuente figuran en el Cuadro N? 1, en el que aparecen los diversos cálculos en orden cronológico.
and laid before the Congress of the United States; with their ¡accompa nying documents; occasional notes by the editor and'an introductory dís-
.Coursé... Londres, 1819,
:
- 17 N0 12, (Marzo de 1823.) : . 18 La Revista del Plata (octubre de 1853), basándose - estadísticas de nacimientos y muertes de 1824 publicada los cálculos en las s por el mismo Registro, llega a la cantidad de 96.000. Desgraciadamente si esa cifra se refiere a: toda la provincia o únicamente la Revista no dice a la ciudad. : 1% Buenos Aires, 1872, pág. 23,
Parecería por los diversos cómputos que la. pl 'viricia:
un serio déficit de población. Desde
páde luego, en” tina" econ c!
ómi preponderantemente ganadera es normal que haya una “den: sidad de población relativamente ' baja, pero debe tenerse eh: . * cuenta que más
del 50 9%, de los“habitantes residían en la: car pital y otras ciudades. Es verdad que en el período 1779-1 823 la población aumentó en el campo más rápidamente que en ha capital (12.295 a 74.600 en el primero contra un crecim iento de 24.205 a 68.896 en la segunda), pero la diferencia en la tasa
CUADRO N> 1 . CRECIMIENTO Año
DE LA POBLACIÓN
.
DE LA PROVINCIA
Ciudad
Campo
VITO cc 1801 ........ 1809 0.00...
24.205 40.000
12.925
1810
35.000 *
........
1815 ,....,.. AB
Provincia
: 92.000
-
98.000 120.000
2....... ........
68.896 96.000 £
1829 ........ 2 Tomado
125.000
74.600.
— 143,496 o
153.000
de
la
Revista
del
Plata,
AIRES,
1779-1829
Calculado «por
37.130
1819 ........ 1823 1824
DE BUENOS
.
'”* +
.
Gregorio Ramos Mejía * Félix de Azara : . Diego de la Fuente?
Tn .
Mariano
CE
Moreno
Rodney y Graham* — Graham
CS
'' Diego de la Fuente Registro Estadístico Revista del Plata
Diego de la Fuente
: o o,
cv
N0
la Rep. Argentina, 1869, Bs, Aires, 1872, 2, octubre de 1859, b Primar Censo de * Sin los suburbios. d Sin las tropas. * Cálculo basado en listas incompletas de 1815. £ Sin los indios. £ La Revista no dice un censo que se supone tomado en si- la cifra corresponde a la: provincia o solamente a Ja ciudad de Buenos Aires. ]
de crecimiento disminuyó rápidamente después de 1810, y probablemente desapareció por completo en. la tercera década del siglo xix. En realidad, el fracaso de la política colo niza del gobierno, se' debió, al menos en parte, a la tendencia dora de los inmigrantes a establecerse en la ciudad de Buenos Aires. El campo y la ciudad se disputaban la mano de obra dispon ible. - Y como la ciudad estaba en condiciones de ofrecer mejore s larios y un nivel de vida superior, no es extraño que despuésas . de haber llegado
a las costas
del Plata: los inmigrantes
prefiri
eran quedarse en lá capital. La relativa escasez de población y la expansión simultánea : de la actividad económica en la ciudad y en el campo-originaro n
: Mi
ECONÓMICOS .DEL FEDERALISMO ARGENTINO
blema:de la falta de trabajadores. A principios:del año : 20
:fué:bastamite
serio
como
para
justificar” «la intervención
del
obieérno. En 1821 y 1823, respectivamente, se aprobaron las leyes: que reglamentaban el empleo de aprendices y peones.20 -Tenfan.:por objeto impedir que los obreros abandonaran el empleo, antes de que expirara el contrato y también para reducir la, competencia de los empleadores. "Tratóse igualmente de aumientar-la provisión de mano de obra por medios indirectos. En 1822 el gobierno decretó que los obreros procedentes de - Otras provincias no serían enlistados en Buenos, Aires para el servicio militar mientras durasen sus empleos. 21 Por otra parte, . se “sometió
la
mendicidad:
a
una
estricta
reglamentación
me-
' diante un decreto (febrero 28 de 1823) que negaba autorización. para mendigar a toda persona capaz de mantenerse tra- bajando.22 Con esto queda agotada la lista de las: medidas que afectaban. directamente a los trabajadores. Los años que siguieron al gobierno de Martín Rodríguez fueron años de inquietud política. y social, y no hubo tiempo ni ocasión para realizar una-amplia y consecuente política obrera. Es probable que ni aun. las pocas medidas mencionadas hayan sido impuestas,23 y que en su propósito de aliviar la insuficiencia de.mano de obra su
eficacia
haya sido más bien
dudosa.24
Y no'podía
ser
20. Ley del 17 de noviembre de 1821. (RO-82); Decreto del 17 de julio de '1823 (RO-516). 21 Decreto del 7 "de diciembre de 1822 (RO- -426). 22 *RO-465 (artículo 9). : 23 El diputado Benítez, por ejemplo, se quejaba, en 1828 de que no era posible contratar obreros en otras provincias, porque los empleadores no podían garantizar satisfactoriamente' que los obreros no serían obligados a prestar servicios militares. C£, Diario de Sesiones, sesión 21 (6 de febrero de 1828). :24 Durante todo el período fueron frecuentes las quejas contra los reclamos de salarios altos que formulaban los peones de los establecimientos rurales. No es posible determinar hasta qué punto eran justificadas estas quejas, expresadas principalmente
por los hacendados.
En
los últimos
años
de la. década del. 20 era de esperar que los salarios subieran en peso papel, dada' la «depreciación del papel moneda. La cuestión es si. este aumento de los salarios en dinero superó el encarecimiento de la vida. Es dudoso que. . fuera así. Para dar un punto de referencia, presentaremos aquí unas escalas. de salarios, obtenida de diversas fuentes. De la lista de sueldos de una fábrica de armas de propiedad del gobierno: Peones, 4 reales por día; capataces, "10 reales por
día; armeros,
de 8 a 10 reales por día;
limadores, 51% reales
por día. Esta escala regía en 1818 y 1819. El salario mensual más bajo pa-
LA ECONOMÍA
NE BUENOS
AIRES,
.
1821-1829 '
55.
V
de otro modo; porque los factores que provocaban la escasez de trabajadores no estaban al alcance de la legislación. Algunos
eran completamente ajenosal sistémia económico. Las guerras en las que estuvo envuelta
mente
la“provincia, casi iriinterrumpida-
desde el estallido de la revolución, realizaron una cons-
tante succión en las reservas disponiblesde hombres de trabajo.
El efecto de este factor fué enorme, porque en ningún momento
tuvo el país exceso de población. Pero más importante, aunque menos visibles, fueron las causas propias y las derivadas de la clase de expansión económica que estaba experimentando Bue:
.nos Aires. El “Buenos Aires,
factor significativo del desarrollo económico de como el de todo país nuevo, consistía en esa ex-
ansión territorial, y el rápido. crecimiento de la industria” galadera no estuvo acompañado por un simultáneo aumento de a provisión de trabajadores. La adquisición de nuevas tierras e pastoreo se realizó a “expensas de los indios, que no entraon enel cuadro de la economía provincial. Y como la expanión económica se distribuyó con bastante uniformidad en toos los sectotes de la economía, la escasez de mano de obra fué
eneral. El problema nose podía resolver transfiriendo obreros :de los empleos en los que abundaban 2. aquellos donde faltaban (aunque esa distribución indudablemente se hizo), sino aumentando el riúmero total de obreros. Y ninguna medida proporcionó
una
solución
satisfactoria
la inmigración en cantidad.25
al problema,
fuera
de
gado en una estancia a los peones era de doce pesos. (Declaración de Rosas, Terrero $ Cía. citada por SaLoías, Confederación, t. 1, pág. 45, nota 4). :En .1823 el gobierno”fijó la remuneración de los cargadores en 2 reales por hora (decreto del 7. de'enero de 1822). El presupuesto de la asamblea Je«gislativa de la provincia de Buenos Aires para 1828 contiene los siguientes “puntos: “Un portero, 35 pesos mensuales; un sirviente, 16 pesos mensuales; un ordenanza con caballo, 35 pesos mensuales.” (Diario de Sesiones, sesión , 17, septiembre de 1827.) El mismo año (diciembre de 1827) a los maestros carpinteros se les pagaba tres pesos por día; a Jos maestros albañiles, -3 -Pesos; alos peones albañiles, 2 pesos (Relación de'los carpinteros, albañiles y peones empleados en la obra de la Catedral. Archivo General de la Nación, Ant. C. 29-A. 1 N9 3). En los establecimientos rurales, protestó el diputado “Obligado, se pagabu a los capataces dos mil pesos por año, “sueldo que «Equivale a uno de los empleos que hacen la subsistencia de cualquier individuo
¡-
decente”,
(Diario
de Sesiones,
reunión 40, noviembre
13 de
1827.)
25 Por los repetidos esfuerzos realizados para estimular la inmigración en' gran cantidad es evidente que los distintos gobiernos de la provincia “concebían el problema en forma similar, : '
56.
ASPECTOS ECONÓMICOS DEL FEDERALISMO ARGENTINO :;'
4 El. proceso
transformador
*
de la economía
de
Buenos
Aires*
precedió muchos años a la revolución de 1810. Los acontecimientos del año 10 y la consiguiente declaración de independencia dieron sanción política a los cambios económicos que
_ ya.se habían
realizado,
y proporcionaron
un poderoso
estímulo
a la posterior modernización de la vida económica de la provincia. Dentro de los límites de la economía provincial el pro- .: . ceso, de crecimiento y reajuste fué bastante general. Afectó a la ciudad
y al campo,
al comercio
y a la industria; y al capital
y al trabajo. Desarrolló una nueva forma de relaciories eco-.-nómicas y sociales. La.economía misma. se hizo más compleja, _más diferenciada; sus instituciones más numerosas, sus funcio-
nes más variadas. Y al mismo tiempo la interdependencia de las distintas partes integrantes de la estructura económica se + fué haciendo más intima, aunque de ningún modo más ar- moniosa. o o En el campo, o campaña, el desenvolvimiento económico encontró su expresión no solamente en la expansión territorial y, el aumento de los establecimientos ganaderos sino también en la - . * transformación de las estáncias en empresas capitalistas. La cría .: . de vacunos se prosiguió con
dirección y fiscalización industria:
_ les. “Tierra, ganado y «carne ya no se obtenían con sólo tomarlos. Aunque todavía no. se conocían los cercados, mayormente por
los gastos
que. implicaban,
la imposición
del
derecho
de
propiédad de tierras y añimales se fué.haciendó'cada “vez más: estricta. El. engrandecimiento de las estancias 26 significó -ma*
yores inversiones de capital; el ganado vacuno comenzó a ser. .criado no solamente por el cuero, sino también por la carne, .
los cuernos, el sebo y las pezuñas. Comenzó
_choso
pagar
a los peones
a ser más. prove-
un sueldo fijo, y cobrarles la carne
que comian.27 Estimulados por los precios en alza yla creciente ' * 26 tierras
La ley de enfiteusis del 16 de febrero de 1828 permitía cesiones de .' de propieda
. cuadradas.
d
No
había
estanciasde cuarenta
gubernamental
hasta .una
límite
cesiones
leguas.
para
las
superficiede doce
en
firme.
:
:
No
eran
leguas
raras
las
co
27 JUAN ÁLVAREZ, Estudio sobre las guerras civiles argenti nas, Bs. As.,' 1914, passim. Hablando de los cambios introducidos después de la revolu-
“demanda de cueros y carne, los ganaderos camente más activos que nunca. damentalmente motivo de presti formó. en ima empresa comerc estanciero fiscalizaba los medios
CUADRO CUENTA
DE
LAS
"TRANSACCIONES
DE BUENOS
Año.
Número
:
de
1803/08
...............
1809 coco
L.oo.noo............
: 936
ccoo
occ
AN 1818
1819
-
: 7
315
1813
ABI
.
474 447 520
BL
] .
de cabezas
ganado
.....0....... Lo... coco...
ABMA ccoo
.......o............
L.o.ooooccoccccc.....
UNA
ESTANCIA
D£ LA
Aires, 1803/08-1819 «
¿1810 18%
MIR coc
DE
N9 2
608
427
885
775
791
(en
*
:
total
pesos
Por
1.431.00
-
o
.
3 *
1.257.00.1.934.560
2.387.50. 4.211.20
1,196.20
3.166.70
.
4.084.20* .
cabeza
"30
0.33 .
-2,8 3,7"
39
45
2,8
3,6
5,3
4.934.30
6,9
11.213.70
11,2
7546.20
*
Término medio
oro)
1.041.00
709 1.000
Valor
vendidas
PROVINCIA
9,6
* Registro Estadístico, No 3 (abril 1822), pág. 53, dección3, Tabla 8. “Es enrioso, obserya el Registro, y por lo tanto lo publica mos, observar la siguiente progresión de una de nuestras estancias, fundad a la prolijidad de llevar y conservar una cuenta en 1803, y cuyo dueño ha tenido anual exacta.” :
ción en la economía argentina, dice "Alvarez: “Ocurri ó entonce s (a los ga" naderos) que lo más importante del novillo tué la carne, y hubo que 'discutirsi la seguirán comiendo los gauchos del litoral, "dida .en provecho de los hacendados a los propietarios o si debía ser ven. * -de esclavos del Brasil, + África y las Antillas. El sistema de cazar vacas sin otro cargo que el entregar los cueros al propietario de la estancia iba a ser sustituído por el de trabajar algunos meses en el saladero y comprar con el jornal la carne que se pudiese al precio marcado por los consumidores del extranjero” (pág. 98).
Ñ
1819. Los preciós “altos se. mantuvieron durante la segunda écada, asegurando una continuada prosperidad .a la industria. “Nuestra industria rural, anunció el gobierno en 1823, crece rápidamente, y la afluencia de capitales a la campaña es tan grande que promete aumentos y riquezas incalculables.” 28 Ni «siquiera la guerra de' 1825 al 28, con su bloqueo de Buenos NN "Aires,
causó
... cuencia
serios
desequilibrios
en la economía
en
la
industria,
de la provincia.
y
en
A priticipios de
conse-
1828.
.* el.diputado Anchorena señaló en la legislatura provincial que . + habían sido tomadas casi todas las tierras aptas para la gana-.dería que él gobierno había ofrecido en enfiteusis; y el diputado Viamonte reconoció, aunque de mala gana, la próspera -situación de los estancieros.29 -.
La
introducción
de
la cría de
ovejas,
industria
casi
descono-
cida antes de la révolución, fué un signo elocuente de la clase de desarrollo económico que. estaba experimentando Buenos Aires. La primera oveja merino se importó del exterior. en 1813, _ y en la segunda década del siglo la cría de ovejas y la producción de lana ya habían pasado la. etapa experimental.30 Es yer- . dad que en ningún momento del período a que 'nos estamos re““firiendo llegó a ser la cría de ovejas una fuente importante. de. ingresos nacionales. En 1829 la exportación de lana ascendía a unas 30.000 arrobas (cerca de 750.000 libras), valuadas en $.91.000. Revela, no obstante, una tendencia hacia una ma-
": yor diferericiación dé la estructura agrícoloindustrial del país,31 En contraste con la ganadería, la agricúltura progresó poco durante las primeras décadas posteriores a la revolución. Hubo, desde luego, algúri aumento en el número de granjas, lo mismo . que en la extensión total de la superficie cultivada, peró en su - conjunto.el 'aumento_no alcanzaba al índice general de la expansión. La provincia carecía: de los elementos más necesariós para hacer -de la' agricultura un campo provechoso para: la in28
MABRAGAÑA,
de 1823.)
o
ob.
cit.,
t. I, págs.
179-80, (Mensaje
29. Diario de Sesiones, reuniones 68 y 69
.. 30 C£. Revista del Plata, N9.1 * 31
Para
un
estudió
detallado
(1853).
de
la
5 de
mayo
(enero 28 Y 30' de 1828).
industria
ovina en
«véase E, GIBSON, The history and the present day sheep
in the Argentine Republic, Bs. As., 1893.
dei
la
Argentina,
breeding industry
Ñ 59
o
ECONOMÍA DE BUENOS AIRES, 1821-1829
"LA
:
versión de capitales y trabajo. La falta de caminos y el costo
generalmente prohibitivo del transporte impedían que tividades agrícolas se extendieran más allá de un radio vamente corto, alrededor de las ciudades y los pueblos, la tierra era bastante cara.32 La situación económica de
: bradores .era precaria, aun
en las proximidades
las acrelatidonde los la-
de Buenos
Ai-
Ñl res. Expuestos a la competencia extranjera én un mercado su*. mamente sensible incluso a las fluctuaciones relativamente leves . de la provisión de trigo y harina, los agricultores porteños se veían frecuentemente obligados a vender el' grano a un precio que apenas cubría el costo de ' producción. Ansiosos por manal nivel
eN tener ese costo
más
bajo
posible,
los agricultores
vaci-
labanen hacer inversiones complementarias para adquirir he-
rramientas más eficaces o mejorar los métodos de cultivo.33 Fal:
fué la única ttándole el incentivo del beneficio,. la agricultura que quedó as económic es actividad de caímpos de los distintos inestable el en r mantene pudo se penas duras a y estancada,
.
A
ambiente económico. — *
. Ni siquiera el gobierno logró vencer las “dificultades que se interponían en el camino de la agricultura. Comprendiendo la importancia de la explotación agraria y deseoso de poblar .el
“campo, el gobierno proclamó un ambicioso programa de colo- “nización. Demasiado
ambicioso,
en realidad.
Contrató
con nu-
:merosos promotores el traslado y establecimiento de centenares
de inmigrantes con sus familias, tomando a su cargo el pago de los gastos de transporte, el suministro de tierras adecuadas, y la provisión
alimentos.34 - 32
a los inmigrantes
El
de ganado,
agrícolas, y
enseres
cumplimiento de esos planes. exigía desembol-'
CÉ P. SCHMIDTMEYER, Travels into Chile, over the Andes, in the years
1820 and 1821, Londres, 1824; E. A. CONI, La verdad sobre Rivadavia, Bs. As., 1927. En las inmediaciones de Buenos
la enfiteusis deAires, la tierra:
pública para labranza estaba avaluada oficialmente en $ 20 la cuadra, o :$ 75.000 la legua cuadrada (Ley de enfiteusis, 16 de julio de 1828). Compárese con la valuación de $ 3.000 la legua cuadrada de tierra de pastoreo. “33 Arsine IsapeLtE, Voyage á Buenos Aires et ú Porto Alegre, par la Banda Oriental, les Misiones d'Uruguay el la province de Rio Grande do Sul, El Havre, 1835. “Faites moi le plaisirde me dire —exclama el autor— si au temps de Janus, á l'époque de cet heureux áge d'or dont nous parlent les poétes, ...dites moi, je vous prie, si les instruments étaient plus imparos : “faits, plus barbares?” 0
34
Cf
J. A.
B.
BEAUMONT,
Travels
in Buenos
Aires
and
the
adjacent
provinces of the Rio de la Plata, Londres, 1838. [Hay versión castellana en
ASPECTOS
sos
que
estabán
ECONÓMICOS
muy
DEL
lejos
FEDERALISMO
de los
recursos
ARGENTINO
financieros-y
econó-
.
micos del gobierno provincial. Si por el año 20, y siguientes, o sea en una época de expansión y consolidación económica, el gobierno pudo haber tenido alguna .razón para creer en la practicabilidad
financierade su programa
colonizador,
esas ilu-
siones ya no pudieron ser mantenidas después de la guerra de 1825-1828. Como lo reconoció posteriormente el mismo gobier-. no (1829) “solamente el costo del transporté de inmigrantes excedió los ingresos ordinarios de la provincia”.35 Además, como lo reveló la experiencia, no había ninguna seguridad de que
"los inmigrantes, una vez llegados a Buenos Aires, se dedicaran . : a la labranza. El porvenir de la agricultura en esa época no era muy
halagador,
y era natural
que los inmigrantes
“ran a establecerse en pueblos y ciudades, donde dades
económicas
perior.
eran
más
numerosas
Estas consideraciones,
junto
tendie-
las oportuni-
y el nivel
de vida
su--
con la actitud hostil de
los estancieros, que veían en la colonización una amenaza contra.
su posición privilegiada con respecto'a la distribución: de la tierra, indújeron al gobierno a abandonar completamente el programa. Mediante un decreto emitido el 2 de enero de 1829 el gobierno dió por terminados todos los contratos que existían con los colonizadores.38
o
Sería un error atribuir el fracaso del programa gubernativo de colonización
únicamente
a la falta de recursos monetarios.
Por importante que haya sido este factor, e indudablemente lo fué,
su
influencia
decisiva
dependió
de la incapacidad del
go-
bierno para formularuna política agricola coherente. No bastaba estimular la inmigración; había que hacer lucrativas las labores agricolas. Lo
cual a su turno
dependía
en gran
parté
de la existencia de un mercado interno amplio y estible. De esta misma Entre Ríos
Luis 35
y
colección “El Pasado Argentino": Viajes - por Buenos Aires, la Banda Oriental (1826-1827); traducción y «notas de José
Busaniche, El
costo
prólogo del
de Sergio Bagú.]
transporte incluía
las ganancias
oo
"
de los promotores.
: Los
contratos estipulaban generalmente el pago por inmigrante. El contrato con cierto Francisco
Morales, por
ejemplo,
que se comprometió
a traer colonos *
de las Islas Canarias, estipulaba el pago de cien pesos, en oro o plata; por cada inmigrante mayor de quince años, y cincuenta pesos por cada granite menor de esa edad. Merece advertirse que el promotor no otras obligacipnes más que las de traer a los inmigrantes hasta .la occidental del Rio de la Plata. (4rchivo General, Ant. C, 29-A. 10 N9 30
RO-1076;
1-8, N"
1:
.
inmitenía orilla 5,)
LA ECONOMÍA DE BUENOS “AIRÍ ?
contra la competencia extranjera se convirtiera en «Una: part integrante de la política agrícola. El gobierno conocía indudablemente la importancia de adoptar uria política arancelaria': conveniente con respecto a la agricultura. Ya en la primera . lista
general
de
tarifas
se.había
incluído
una
escala
móvil
de
impuestos para los, cereales y la harina de origen extranjero.37 Por, el trigo se pagarían
$ 4 por fanega cuando
el precio local
fuera de $ 6, pero no se impondría ningún impuesto sobre el. trigo extranjero cuando el precio en el mércado interno excediera ción
de $ 9. En cuanto libre
cuando
a la harina,
los precios
locales
se permitía excedían
la importa-
de $ 10 por .fa-
nega. El principo de la escala móvil de gravámenes se mantuvo con ligeras excepciones durante toda la década, aunque comenzando con la tarifa de 1822 el impuesto fué algo más elevado.38 Los
aranceles
eran
suficientemente
altos
para
dar
protección
adecuada a los mercados de cereales y harina locales, pero sús. efectos quedaban anulados por los frecuentes cambios y las re«vocaciones totales de las tasas establecidas. El hecho es que en las luchas políticas de ese períodoel precio del pan se convirtió en una cuestión política, y el amplio proyecto de protección agrícola se perdió en la maraña de los problemas politi' cos inmediatos. 5 El sector rural de la economía provincial se desarroHó simul-' - táneamente con un, movimiento paralelo que se produjo en la ciudad y puerto de Buenos Aires. La expansión de la industria ganadera tuvo su contraparteen .el. incremento del comercio exterior e interprovincial, el crecimiento de la población, la mayor especialización y el surgimiento de -las industrias artesanas. Las dos últimas circunstancias estimularon el desarrollo de la ciudad de Buenos Aires y apresuraron su transformación en el centro financiero y comercial de la nación. : 37 38
Ley del 15 de diciembre de 1321 (RO-114, L-1). Decreto del 28 de noviembre de 1822 (RO-420); ley del 25 de noviembre de 1822 (RO-423). Para un estudio detallado de la legislación arancelaria de Buenos Aires véase el Capitulo TT,
* .,
arios “factores se combinaron para elevar a la ciudad de uenos Aires a la posición de preeminencia económica que aduirió sobre
todas
las ciudades
de la república,
sin excluir
a
"Montevideo con su puerto superior. Para empezar, ninguna ciudad de dimensiones similares, salvo Montevideo, estaba tan “bien provista como Buenos Aires para atender el. comercio :ex“terior. Las mismas condiciones que con el dominio español estancaron el crecimiento de la capital virreinal promovieron ahora su rápida expansión. De ciudad apartada de los mercados mundiales se convirtió casi de la mañana a la noche en un puerto, con un inmenso territorio subordinado,'en contacto directo con el mundo exterior. El crecimiento comercial de la .
“capital de la provincia fué estimulado. por el hecho de que Bue“nos Aires se convirtió en el puerto de entrada señalado para . todos
los. buques
extranjeros. Esta política,
recuerdo,
en
cierto
modo, de las prácticas comerciales españolas y que sólo rara-: mente fué modificada por los distintos gobiernos provinciales * . y nacionales, dió a. Buenos Aires lo que equivalía a un monopolio del comercio exterior. La expansión dela cría de ganado - en: Buenos Aires y las provincias contiguas suministró las .ba-.ses materiales, para
el. crecimiento
de la ciudad
en riqueza
€.
- importancia. Grandes cantidades de mercaderías exportables' afluían continuamente desde la pampa hasta el puerto, para ser despachados al exterior; y era también la' pampa la que proveía
mercados
disponibles
para
una
gran
tículos importados. De ahí las demandas que 'en la ciudad de almacenes, créditos y mano e inexperta, para atender los numerosos y que exigía el creciente volumen -mercantil. la ciudad
grande -Por
formaba,
por derecho
parte
propio,.un mercado
para los "productos tanto extranjeros como
su naturaleza
unilateral
de los ar-
se multiplicaron de obra, experta variados servicios La población de
la economía de
bastante
vernáculos..
la provincia
ne-
cesitaba importar no sólo mercancías sino también comestibles, parte de los cuales eran producidos o cultivados en el interior. Esta
necesidad
sentó
las
bases
para
el intercambio
comercial
entre Buenos Aires y las provincias del interior, relación en la que tuvo la ciudad de Buenos Aires un papel preponderante. De este modo una gran parte de la república vino a quedar baja la. hegemonía comercial del puerto más grande del. país, y los intereses de la ciudad, a su vez, tendieron a trascender los
. *
LA ECONOMÍA
DE BUENOS
AIRES, 1821-1829 - *
63.
límites comparativamente estrechos de la provincia de la que era capital. Comerciantes, capitalistas y todos aquellos cuyo bienestar estaba más o menos íntimamente relacionado con el comercio aprendieron bien pronto a pensar en función de la economía
nacional,
En - este “punto
sus
intereses
entraron
en
conflicto con los intereses de los ganaderos, cuyas actividades económicas rara vez traspasaban los límites provinciales. :
La falta de informaciones detalladas impide realizar un aná-
lisis completo del comercio bonaerense de' ultramar. Las cifras relativas al comercio exterior cuando no son imposibles de obtener son incompletas y no siempre exactas. De las fuentes secundarias
de
información
la que
inspira
más
confianza
es la
de Woodbine Parish, cuya descripción de la Confederación Argentina es una de las obras clásicas de la materia.39 Como + cónsul inglés en Buenos Aires, Parish tenía 'acceso-a las estadísticas oficiales. Debe
notarse,
no obstante,
que la presentación
:del material de Parish: difiere algo de la-que puede verse en las publicaciones del gobierno: Parish separa las exportaciones en efectivo de las exportaciones de artículos de consumo (distinción desconocida en las estadísticas oficiales del comercio), aunque luego las reúne para obtener el total general del valor de las exportaciones. Esta operación produce confusiones, por“que las remesas de dinero en un año determinado no indican
forzosamente el déficit del balance comercial de ese año. Con
respecto a Buenos Aires, debe considerarse además que aunque el oro y la plata estaban sujetos a impuestos de importación, salía del país una búena cantidad de dinero clandestinamente.
Más
seria
es la
forma
con
que
Parish
emplea
los
precios
en
oro para llegar al valor de las exportaciones de 1829. Después -de 1826 la moneda de Buenos Aires se depreció. y con "muy «pocas excepciones los precios se cotizaban en pesos papel cuyo 39 WOODBINE ParisH, Buenos Aires and the Provinces of the Rio de la Plata, from their discovery and conquest by the Spaniards to the establishment of their political independence. With some account of their present «state, trade, debt, etc.; an appendix of historical and statistical documents; and a description of the geology and fossil monsters of the pampas, Londres, l.
852. [Hay versión castellana en esta misma
colección “El Pasado Argenti-
o": Buenos Aires y las Provincias del Rio «e la Plata, traducción y no-
tas de Justo Maeso
y-estudio preliminar
de José
Luis Bosaniche.]
"
valor en oro'sufría grandes fluctuaciones»de un mes a otro.+0
Las
cifras del
movimiento
comercial
de
1829
compiladas
por
el gobierno y basadas en las listas del recaudador general de' réditos aduaneros figuran en papel moneda. Difieren fundamentalmente del cálculo de 'Parish, cuya lista de precios oro (aparentemente precios de promedio anual) es apenas algo más que una simple conjetura. A pesar de sus defectos el material reunido por Parish' oes. bastante exacto y detallado y permite extraer significativas con-
clusiones
sobre
el comercio
de
exportación
de
Buenos
Aires
entre los años 1820 y 1830. El valor total de las exportacio- . nes aumentó de pesos oro 3.641.814 en 1822 a pesos oro 3.999.079 en 1825 y a pesos oro 4.477.045 en 1829. Al mismo tiempo las remesas de dinero, ias que fueron registradas, decrecieron de pesos 1.358.814 en 1822 a pesos ora 722.965 en 1829.41 Cueros, reses, cuernos, cerdas, sebo, etcétera, todos productos de la in-
dustria ganadera,
formaban
el grueso de las exportaciones. So-
lamente los cueros de buey constituían casi el 65 9%, del total de las exportaciones de 1822; en 1829 la proporción subió a más del 759%. (Véase Cuadro N9 3.) Debido a las fluctuaciones"de llos precios el importe de las exportaciones no siempre-revela decididamente cambios significativos del desarrollo 'económico en periodos de años. En estos casos el volumen del comercio es un índice más claro. Por ejemplo, la exportación
de reses decreció de pesos oro 350.652 en 1822 a pesos oró - 329.638 en 1829. Esta disminución de los valores totales se de-
bió enteramente a la declinación de los precios, porque en 1829 la provincia exportó casi doble número de reses que en 1822. Lo
mismo
ocurrió
con los cuernos.
El aumento
del valor fué
inferior al 100 %; mientras que el volumen de las exportaciones
aumentó casi 150 9. eN Las informaciones sobre las im portaciones son tan escasas que
- *0
En
1829
el
valor
del
peso: papel
oscilaba' entre
26,72%
(término medio del mes de enero) y 16,58%, de la par mensual de octubre). Véuse el Capítulo 111, Cuadro 14, 41
Estos son los datos
de Parish. En
los informes
de
(término
oficiales de 1829
la
par
medio .
figu-
Ya en pesos papel el valor de las exportaciones; incluso el del numerario. El total
de' las exportaciones -excluyendo el numerario sumaba pesos papel 21.425.588. Las exportaciones de efectivo de ese año fucron calculadas ofi-
cialmente en pesos papel 4.135.352, de los cuales más de la mitad pesos papel) eran imonertas de oro,
(2.762.691 :
.:*
:
o.
cerro
0,
.:
Fuente:
Export.
efect,
....
87.663 673.000 38.137 62.400 38.417 5.824
9.914
.
1.358.814
118.780 3.541.185.
124.800 33.417 2.912
47.110 114.411
350.652
29.742
590.372 2.361.488 421.566 421.566 - 9.077 36.308
Valorforo
1822
Volumen
84.117 [3.985.079] 1.551.921
2.939
5.879 o
521.444 93.228 134.028 . 18.250
170.350
2.621.020 339.703
130.361 1.553.880 - 44.776 -12:167
36.670
* 655.255 339.703
1825 "Volumen Válorforo
WooDBINE PARISH, Buenos Ayres and the Provinces of the Rio
en
Valor total ............
Varios
Má,
Harina, fanega
CUADRO NO 3
Las EXPORTACIONES DE BUENOS AIRES DE LOS
Badana . Tasajo, quintal . Cuernos, mil. ...... Cerda, -arroba ..... Sebo, » Po... Lana, a .. peña” Corteza, libras ....
nutria
(doc.
........
¿romano
A
caballo
Pielesde
de
Pieles de chinchilla
Cueros
Cueros de buey
Artículo,
ATAR
$
164.818 1.500,905 26.682 ' 21.757 30.334.
854.799 64.563. - 6.625 5.756
[4.477.055] 722.955
123,333
329.638 * 90.000 110.046 65.271 30.534
3.419.196 .96.844 33.125 :179.268
1829 Volumen Valorforo
Años 1822, 1825 y 1829 1825
2,11
0,08.
2,33. 3,56 0,46
13,04
446"
- 65,56. 8,60 -.
% del total
100,00 . 100,00
3,10
3,24 3,44 0,94 0,08
1,29
9,65
11,58 1,00 0,82
64,86:
1822
en los pocos . datos Lipombles Woodbine Parish calculó el valor de las "importaciones de 1825 en 1.550.000 libras esterli7
nas,
o ¿ea unos
7.825.000
pesos
oro.
Este
total
lo dividió
entre
* :las diversas regiones exportadoras de la forma que indica-el Cuadro N? 4. En 1829 las importaciones fuéron valuadas en pesos papel 36.836.601, de acuerdo con el informe «del recaudador general. Según el promedio de intercambio de ese año indicaría un total aproximado, de 8.900.000 pesos oro. Más “de la mitad de las importaciones, un 55 %, consistían en artículos de lana y algodón, calzado y ropa. Comestibles y bebi.. das constituían el 30 % del total, integrando el 15 %, restante artículos
elaborados,
“y productos
maquinarias,
semielaborados,
como
CUADRO VALOR
DE. LAS IMPORTACIONES
Origen
Gran Bretaña Francia :
Gibraltar, España
........... ....
aonsanoro
....oooooomomocrrron...
a Y, _PARISH,
0d.
cit.,
hierro,
militares
plomo
“.
púg.
ss
y
navales'
y cobre.
N? 4 ARGENTINAS
DE
1825 :a
* Libras esterlinas
Europa Septentrional ...........: Estados Unidos . Lon... Brasil e... Habana y otras regiones ......... Total
equipos
800.000 110.000
115.000 85.000 180.000 190.000 85.000
1.565.000
“Pesos
.
oro
4.000.000 550.000
575.000
425.000 900.000 . 950.000 . 425.000 7.825.000
361.
- Las cifras disponibles sobre el comercio y otros datos indican que durarite la década de referencia la provincia fué un importador equilibrado. El excedente de.las' impórtaciones fué pagado con exportaciónes de oro y plata. Los años de los que hay estadísticas de exportación, los envios de oro y "plata fueron considerables. Pero esas cifras es muy probable que no reflejen la situación real. Coritinuamente se embarcaban mercaderías que -valían grandes sumas, sin registrarlas. El hecho de que en la segunda mitad del decenio la provincia hubiese quedado casi completamente agotada de dinero, pese a la cons-.
LA. ECONOMÍA DE -BÚENOS
tante
afluencia
de numerario
AIREs,
del
1821-1829
interior,
hace
:
presumir
sÉmucho fundamento que la salida de metales preciosos nte copiosa: El excedente de las importaciones sobre seee portaciones fué: parcialmente cubierto.con. los réditos dy préstito londinense. Este empréstito, que produjo a la a unos 3.500.000
pesos oro fué consumado
67
con
era bas:las exdel emprovin-
en 1826, de modo
que su influencia en la balanza nacional de pagos no se hizo sentir hasta la segunda mitad del decenio. >, “Ya hemos
señalado
que
el comercio
extérior de Buenos
Ál-
es no se limitó a la provincia..Como también que una parte
e las exportaciones se originó en el interior y en el litoral, de jodo
que
sólo
una
pequeña
parte del
comercio
del
interior
con .países extranjeros se hacía directamente. La mayor parte e las provincias producia escasos artículos exportables, y muy pocas de ellas poseían oro' y plata. El problema de las provinas. era encontrar mercados internos en los que pudieran vender:sus productos por dinero o por artículos exportables. BueJMos' Aires, precisamente porque
su estructura económica se ha-
laba adaptada «a las exigencias de los mercados extranjeros, estaba en condiciones de resolver el problema. La provincia les importaba para su consumo interno los: productos «agrícolas e Sn dustriales del interior, remitiéndole en pago artículos extranros, los que a” su: vez obtenía a cambio 'de cueros, carne y Otros subproductos de la industria ganadera. Esta parte del «comercio era, por lo tanto, triangular, ocupando os Aires, ciudad y provincia.
el centro Bue-
El plan del comercio interprovincial con Buenos Aires lo dsdeterminaba la división geográfica del trabajo. Buenos Aires importaba de Córdoba cueros, tejidos, pieles de nutria, alfalfa, igodóny fruta; Mendoza le enviaba vino, aguardiente y fruta seca; de Tucumán y San Juan llegaban cueros, suela, algodón, madera, queso, dulces, fruta seca, almidón, azúcar, vino y aguar-
Esdiente.42 En cambio Buenos Aires enviaba a esas y otras proincias
de
tejidos,
productos
de
ropa,
consumo.
máquinas
Algunos
y
otros
artículos
articulos,
como
extranjeros,
cuero,
suela,
Etcétera, estaban destinados a los mercados extranjeros; pero el' ;
.£2 De un inforrue producido en 1828 por el Colector General : (Archivo que 6-A, 7 N9 2). Como había otras provincias del interior Ant. eneral, a pr comerciaban con Buenos Aires por Córdoba o Tucumán, no aparecen espeAe cificamente mencionadas en el informe del colector. -
68
:
ASPECTOS
ECONÓMICOS
DEL
FEDERALISMO
grueso de las importaciones 'era consumido las provincias vecinas.
ARGENTINO
en Buenos
Aires Y:
No es posible determinar la extensión del comercio de Bue-
nos Aires con el interior. A diferencia de la información sobre ' el comercio exterior, las referencias del tráfico terrestre 'no indican el valor de los productos que entraban o salían de la ciudad. Las distintas medidas que se empleaban para régistrar
el tráfico eran el número * lumen
total,
el número
de carretas y arrias, el: peso del vo-
de
hombres
empleado
en
cada
envío
o recua y la cantidad de bestias usadas,. datos 'todos ellos muy
sutiles, Además
estas clases de estadísticas erán sólo esporádi-
camente archivadas, y muchos de los datos se han perdido. La más antigua referericia estadística del comercio interpro-
. Vincial de Buenos Aires puede verse en el Registro Estadístico. -: de marzo de 1823 (N9 12). Según el Registro las importaciones
de
los últimos
nueve
meses
de
1822
alcanzaron
a 75.942
quintales, para los que se emplearon 1.259 carretas y 190 arrias. Las exportaciones del mismo periodo sumaron. 34.684 quinta- .
les, con 1.042 carretas “y. 82 recuas de mulas. En 1825, según la misma fuente, Buenos Aires importó del interior 178.827 arrobas, sumando las exportaciones 61.316 arrobas.t3 Las estadísticas mercantiles de 1828 están incompletas. El informe. del re-
caudador contiene las cifras de las importaciones de los prime-
ros once meses del año, pero los datos de las exportaciones son'..
tan fragmentarios que resultan completamente inútiles. En cambio erinforme detalla por separado las importaciones de cada - -*% provincia, procedimiento no usado en ninguna compilación anterior. El volumen total de las importaciones fué estimado por el recaudador en 180.627 arrobas, de las cuales 49.587 procedían de Córdoba,
74.474 de Mendoza,
32.550 arrobas de Tu-
cumán y 24.016 arrobas de San Juan.t4 Las relaciones comerciales con las provincias del litoral eran algo diferentes. La división del trabajo, aunque base del comercio de Buenos Aires con el interior, desempeñó un papel secundario en las relaciones con el litoral, Con respecto a Buenos Aires la economía de las provincias de la ribera del Paraná era competidora tanto como complementaria, y su dependen43 Registro "Estadístico,
a veinticinco libras, 1%
números
18 y 19 (1826).
Una
.
arroba
equivale
:
Informe de 1328 del Colector General. 4rchivo General, lug. cit.
LA ECONOMÍA
DE BUENOS AIRES, 18'
cia de Buenos Aires estaba subordinada a su. necesi dad de usar. el puerto de la ciudad como puntode contac to con: los mer.”
cados extranjeros. Es importante advertir, no obstante, que des-
de el punto de vista del litoral la utilización de Buenos Aires como puerta de' comunicación con los mercados de ultram ar
era económicamente superflua, ya que el Paraná era accesi ble a :los buques de navegación marítima. Pero dada la polític a comercial del gobierno de Buenos Aires (nacional y provincial),
y el hecho
Paraná,
de que
Buenos
las provincias
nancieramente
Aires fiscalizaba la entrada
del litoral se volvieron
dependientes
de Buenos
del río
comercial y fi-
Aires. Las mercaderias
exportables de esas provincias se enviaban a Buenos Aires para ser despachadas a log mercados extranjeros. El mismo procedimiento se adoptó para los artículos distribuidos en el interior. El Paraná sirvió como medio de comunicación, el mejor y más barato, . y la mayor parte de la mercadería era transportada por medio de barcos que rara vez pasaban de las cien toneladas de desplazamiento. ON , Es imposible calcular ni aun aproximadamente el volumen del comercio que se practicaba entre Buenos Aires y el litoral. No se llevaban registros oficiales ni del valor ni de la cantidad «de las mercaderías que circulaban'entre los puertos de Buenos Aires y del Paraná. Por diversas razones no es posible usar'como índice del tráfico interprovincial las estadísticas del pequeño tonelaje o de los barcos nacionales que entraban o salían de Buenos Aires. En primer lugar los informes de las autoridades portuarias o del' recaudador general no hacen distinción entre los barcos dedicados al comercio interprovincial, los que servían los diversos puertos interiores “de la. provincia de Buenos Aires y los que viajaban a Montevideo y Buenos Aires. En segundo lugar, es sumamente difícil apreciar el volumen del comercio por el número de embarcaciones, ni aun suponiendo que cada una de ellas llevase la.carga máxima, debido a las grandes diferencias de tamaño de los barcos. Y finalmente existen indicios cátegóricos de que en algunos de los primeros informes se omitieron ciertas clases de barcos.
o
A
.
.
oy
ECONÓMICOS -DEL FEDERALISMO ARGENTINO ,
6 Indiscutiblenmente
importante del
la expansión
progreso
comercial
experimentado
: proviricia después de la revolución.
fué
por
el factor. más
la capital de la
Pero sería un error definir
la estructura económica de la ciudad únicamente por el tráfico
exterior e interprovincial. Hubo
otros: factores, además del men-
cionado, que contribuyeron a hacer de Buenos Aires la urbe más populosa y económicamente la más completa de. la. república. El aumento de la riqueza y el crecimiento de la población fundamentan la división del trabajo en el terreno de la actividad industrial. El incremento del comercio en volumen y variedad creó la demanda
de servicios especializados y abrió
2%
nuevos campos para la inversión de capital. El desarrollo tuvo ES dos faces. Por un
lado hubo un aumento
en él número
de em-
¿ee
.-presas industriales; por el ótro, ún' crecimiento de nuevas empre- + sas para responder a la. coristante expansión del mercado in-
706.140 56.011 "106.665 12.055.249
10.276.340
114 :
014.
294 . 3% 234, 6
1830
434 2 4 014
:387.788 614 131.749 0 1.196.971 014
9.131.712 5 388.210 2
Pesos papel
13.0 1.842.983 62.9 5.317.919 0.6 299.881 3.8 588.360 19.8 2.216.624
%
o
No 2; L-9, No 4; L-2, No 13, *
754 73% 614 73% 034 014
1829
54 3 3 214
-220.343 7 58.235 3148.716 64
6.474.520 634 186.373 31%
papel
%
Años 1822, -1824, 1829 y 1830
Pesos
LOs
1.255.749 6.133.095 61.763 -11.2 376.189 20.8 - 1:925.205 100.0 * 9.752.805 No
"INGRESOS
2.032.945 5% 118.907 3
Pesos
N9 7
AIRES DURANTE
CUADRÓ
DE BUENOS
2.596.040 21%
mo
100.0
446.140 214 843.935 6
Pesos
- 1822
2.408.242 034
99
2.1
51,870 39
235.868 7..
1.0 14
23.210 0 35.3035
%
PROVINCIA
82.5 3.1
1822
DE LA
314 74.7892
.. 1987.1199 5
Pesos
Y Gastos
ía; anque bastante ¿telantadas; todavía no se habían comletado, Aún no había hecho su aparición el derecho de patente, el'impuesto al- capital era apenas algo más que un experimen“to y el diezmo seguía formando parte del sistema impositivo. El último año de la administración de Martín Rodríguez (1824), reflejó más cabalmente las reformas financieras comenzadas en 1821. El diezmo desapareció totalmente como fuente de ingresos, registrándose por separado las rentas producidas por Otras fuentes distintas (intereses de títulos poseídos por el gobierno, arrendamientos y productos de la venta de tierras públicas). : El período comprendido entre los años -1825 y 1828. fué en: todos los aspectos .anormal. Para empezar, la provincia perdió: una gran' parte de su anterior indépendencia política y finan-
ciera.: La ciudad: de Buenos Aires fué transformada en capital
federal, y la aduana, la fuente más importante de ingresos, que-: dó nacionalizada. La guerra cori Brasil y el bloqueo del puerto: de Buenos Aires tuvieron un efecto adverso en la posición económica y financiera de la provincia.
Imposibilitado
de costear la: -
. guerra con los: ingresos ordinarios, el gobierno nacional recu-: rrió al empréstito interno que al fin terminó por minar la. estabilidad monetaria de la provincia. El peso papel, emitido» por el Banto Nacional, comenzó a perder valor a principios de. 1826, y hacia fines de 1828
] o O.
se cotizó el oro en.la
bolsa de
Buenos Aires a 60 pesos la onza.16 La llamada “aventura presi-dencial”. concluyó a mediados del año 1827, pero la paz con: Brasil no se hizo hasta septiembre del año siguiente.17 Compa-rados cor 1822 y. 1824 los dos últimos años del decenio fueron: Imuy poco normales. La provincia, es cierto, recuperó su .antiguó statu dentto de la Confederación, pero tenía ahora la carga de una gran deuda y un.enorme déficit acumulado durante la presidencia y la guerra con Brasil. Políticamente la situación era-sumamente precaria. La lucha por la supremacía entre unitarios
y federales
en una
gobernador 16 17
A:la
se hizo- más
intensa
que
nunca,
culminando
franca rebelión de los unitarios, con la ejecución del Manuel
Dorrego
par el peso valía Y
Bérnardino
Rivadavia
y
la
asunción
del
poder,
en
di-
de onza de oro.
renunció a
la" presidencia
de
las
- Unidas.el (27 de junio] «de 1827, y el 12 de agosto de 1827 Manuel asumió el cargo de gobernador«de la provincia de Buenos Aires. ss
Provincias
Dorrego
LAS REFÓRMAS FINANCIERAS EN BUENOS AIRES” 1829,
de
ciembre
por
Juan
Manuel
de
Rosas.
Entretanto.lá
-
provincia se vió obligada a asumir la. responsabilidad de los billetes emitidos por el Banco Nacional. Para contrarrestar el firme proceso de depreciación el gobierno anunció el retiro gradual de los billetes en' circulación. Esta medida sería cum- plida mediante fondos obtenidos con un gravamen especial, . el impuesto 'nuevo, aplicado a las importaciones de ultramar,18 De este mado «el comercio tuvo que aportar una parte mayor ' aún de los ingresos totales. dela provincia. Y podríamos añadir, de- paso, que sólo un pequeño: porcentaje de los nuevos in-
gresos se empleó para la finalidad que había hecho establecer e el nuevo impuesto. El plan de gastos no requiere. muchos comentarios. Todas las inversiones eran agrupadas eri 'tres capitulos correspondien: tés a los cuatro departamentos administrativos.19 Los pagos
de intereses 'y amortizaciónes de la deuda pública se adjudica-
ban al Ministerio de Hacienda. -dinarios y extraordinarios. no se cada' ministerio, especialmente : posición fondos discrecionales.20 de 1821 y 19 de diciembre, de - específica de la legislatura para _ temente se hacía caso omiso del «mitad
de
la
década
La distinción entre gastos orconocía, aunque en la práctica el de guerra, tenia a su dis Las -leyes del 5 de septiembre 1822 exigían una autorización todos los' gastos, pero frecuenrequisito. Durante la segunda'
la legislatura
se conformaba
con
partidas
' globales. La distribución de los gastos entre los distintos departamentos da una idea interesante de las causas que produ-
jeron las dificultades monetarias en las que se vió envuelta la provincia hacia el final del decenio. En 1822.el Ministerio de
Guerra consumíael 38,4 % «de los gastos de la provincia. Esta proporción subió en 1824 al 42,29%, y en 1829 casi las dos
terceras partes del total de los desembolsos
(el 77 % de todos
los, ingresos) correspondieron a: las fuerzas militares y navales. de la:provincia. Al mismo tiempo el presupuesto del Ministerio de Gobierno, que tenía a su cargo todas las actividades no
asignadas
expresamente
is Ley del 2 "de'octubre de 19 Hasta 1824 las relaciones del ministro de gobierno. 20 Por ejemplo, en 1829 los sumaban $ 2.470.484, sobre un
a los demás . departamentos,
fué re-
, 1829 (RO-1239, L-8, 'N* 10). exteriores de la provincia estaban a cargo. . e gastos especiales del Ministerio de Guerra total .de-$*6.133.095 TY%.
considerablemente. La parte que le correspondió del
ido
decreció del 20 Y
total de gastos
en 1822 y casi el 46 %
|
1824," al 13 %, en 1829 y el 18% en 1830.
en
2 La reforma financiera promovida por Rivadavia y García habría sido incompleta si se hubiese limitado a la reorganización del sistema fiscal. De igual importancia fué la cuestión de la deuda pública de la provincia. Cuando Martín Rodrí-
guez se hizo cargo del gobierno provincial la deuda de la provincia
consistía
en
billetes
de
tesorería
emitidos. a cuenta
de
“futuros ingresos, bonos de'la Caja Nacional de Fondos Públicos de Sud América 21, obligaciones emergentes de .empréstitós .forzosos y varias otras reclamaciones. El monto de estas
últimas reclamaciones se desconocía, y el problema de establecer la suma debida por la tesorería era urgente. Encomeninforme
so-
metido al gobierno en 'octubre de 1821 dividió la deuda la provincia en los siguientes capítulos: 22.
dóse la tarea a una
comisión
especial, que en un
de
Letras de tesorería ......omoo.o.. eroomamos co $ Bonos de la Caja.Nacional (todos cupones) .. 1» - Empréstitos :del gobierno (1813-1821) ........ s». “Reclamaciones por esclavos liberados ......... » Recibos otorgados por provisiones ....... ecos - Salarios impagos (ejército y funcionarios) ...... » Total
La 21
comisión La
de
la
deuda
se cuidó
Caja Nacional
....oooommommor.... + .$
de señalar
192.837 342.151 332,464 28.922 569.696 132.052
3% 7 43% 31, 0 4% .
1.598.224 414
que las referencias
de Fondos Públicos de Sud América
anotadas
fué creada
en
1819, Estaba autorizada para emitir certificados (acciones) sobre depósitos de bonos del tesoro, títulos reconocidos del gobierno, y dinero éfectivo. Los
certificados llevaban cupones del 8, 12 y 15%. Los depósitos en efectivo tenían derecho al 159%, los bonos emitidos en pago de provisiones recibian el 12%, y los bonos de tesoreria emitidos en virtud del decreto del 29 de marzo de 1817, devengaban un interés del 89,. El gobierno garantizaba el pago. del interés y el capital. Para el servicio de los bonos se destinaba el producto de una sobretasa del 6% sobre todas las importaciones. Los
certificados de la Caja eran negociables, pero no se podía retirar el capital salvo con la aprobación del gobierno, Cf. RN-1224.
22 RO, L-1, págs. 114-116.
no eran exactas. En primer lugar, una pár e siderable de los bonos de la Caja ¡Nacional de Fondos Públicos ya no.es-* taba pendiente de pago. Casi $ 130.000 habían sido 'amorti- '
zados
o aceptados
aduaña.23
En
por el gobierno en pago
segundo
lugar,
el monto
de
de derechos “de
las letrasde
tesore-
ría fué calculado al 26 de julio de 1821, fecha en que la comi-
sión comenzó su labor. La cifra del informe, por. lo: tanto,: debería
ser reducida
en la suma amortizada
en
el lapso
duró la tarea de la comisión.2£ En tercer lugar, menos de los empréstitos forzosos incluídos en el había sido casi enteramente pagado.25 Finalmente, destacó que no había logrado, determinar lá suma “dada por provisiones y. salarió3.*Por-to:tanto, los
puntos del detalle anterior érári"en «realidad
que
uno por lo informe ya la comisión total adeudos. últimos
mayores.26 Ha-
biendo tomado :en consideráción todós*esos factores la comisión estimó:la deuda total de la'provincia en unos $ 2.000.000.27.
La estructura de la deuda pública':de la provincia era muy súma total 'adeuidada sólo una pequeñísi-” inconveniente. De-la
ma parte era á largo plazo. El resto formaba un nutrido 'montón: de letras negociables, que entorpecía seriamente las operaciones de crédito monetario.. Además, como las letras y otras “obligaciones de. corto plazo volvieron a la tesorería en pago de derechos de aduana y otros gravámenes, el gobierno se vió obligado a emitir,de nuevo las letras. De este modo la deuda flotante de la provincia se transformó virtualmente en una deuda de largo. plazo, sin las ventajas.de esta última forma de débito. Las obligaciones del gobierno,. al crecer en números y . variedad,
se hicieron
objeto de especulación,
en
la que
tanto
el gobierno como los tenedores originales sufrieron pérdidas considerables.28 Extinguir lla deuda de corto plazo mediante la aceptación de todas las letras en pago. de impuestos era, por. supuesto, imposible. El monto de las letras pendientes de pago 23. Lug. cit., nota 2, 24 Lug. cit., nota 3. 26 26
Lug. Lug.
cit., nota cit., nota
4. 5.
primitivos
tenedores
con
27 Lug. cit., nota 6,. : 28 Los especuladores compraban un
descuento
: . las obligaciones del que
llegaba
al 60%,
gobierno
a sus
y las vendian
a los comerciantes; quienes: devolvían los bonos a la tesorería en pago de los derechos de aduana, por su valor escrito. .
PECFOS "ECONÓMICOS DEL FEDERALISMO ARGENTINO * era demasiado grande, y el gobierno necesitaba ttodos los ingresos” que podía obtener. La solución estaba 'en la consolidación de la deuda total y su conversión en una deuda de largo plazo. La conversión se realizó hacia fines de 1821... La ley del 30 de octubre de 1821 autorizó al gobierno a emi. tir bonos hasta la suma de $ 5.000.000, de los que 2.000.000 serían en certificados del do» y 3.000.000 en certificados con
cupones del 6 %.29 'El recaudador general recibió instrucciones de realizar transferencias anuales de trescientos mil pesos a la Caja de Amortización para la atención de los empréstitos. Estas transferencias debían ser-hechas con preferencia a cual- Quier otra obligación de la: administración de aduanas. La verdadera operación de consolidación fué llevada a cabo'con "la base del decreto emitido
el 19 de noviembre de 1821,30 Todos
los títulos originados antes-del 1% de júliode 1821 estaban ' - sujetos a conversión.31 Los títulos originados antes del 25 de mayo de 1810 debían ser cambiados por.bonos del 4 %. “Todos los demás acreedores recibieron bonos del 6 %. Los poseedores - de títulos adquiridos directamente al gobierno tenían derecho a una bonificación adicional del 25%. Durante el proceso de
_la conversión se comprobó que la emisión de bonos de 1821 no
erá suficiente para cubrir todos los títulos peridientes de pago. La legislatura autorizó, por lo tanto,.la emisión de dos nueyos . empréstitos, uno de. 1.800.000 en 1823 y otro de 300.000. en 1824.82 Con esas emisiones se completó la consolidación. Péro . antes de que terminara el decenio la deuda consolidada de la . provincia aumentó nuevamente.en $:6,260.000,33 En 1825 el gobierno hizo una emisión de: 260.000 ,en- bonos del 6%, y22 C£ RO-69, L-1, págs. 118-124, La ley tenia seis capítulos. El capítulo I establecía la inauguración de un Libro de Fondos Públicos; el capitulo 11
disponía una inmediata emisión de cinco millones de' pesos; el' capítulo : III creaba la Caja de Amortización para la administración y servicio de éste y otros empréstitos futuros; el capítulo 1Y definía las funciones de lla Caja; el V trataba de la amortización y servicio de los títulos emitidos corrientemente; y el VI regulaba las futuras emisiones de. bonos.
30 RO-85, L-1, págs. 85 y 86.
31
Ñ
La fecha se cambió por la del 19 de septiembre de 1821. Decreto del
28 de noviembre de 1821.
32 Ley del 17 de diciembre
. de noviembre
de 1824
(RO-707,
de 1823 L-4, N9
(RO-574, L-3, N9 12).-
18); ley del 10
33 Ley del 14 de diciembre de 1825 (Registro oficial de la provincia de Buenos Aires, año 1325, Buenos Aires, 1874, pág. 58). ”
LAS: REFORMAS FINANCIERAS EN BUENOS AIRES.:"
*-
en 1827, poco después de la renuncia de Rivadavia, el gobierno
puso en. circulaciónel empréstito de 6.000.000,34 Hacia el fi-
nal de la década la deuda
que seguía pendiente
consolidada
de pago alcanzaba a la suma de $ 10.817.541, como puede: verse o en el Cuadro N? 8. CUADRO - La
Fecha
1821
CONSOLIDADA DE LA PROVINCIA DE BUENOS AL 31 DE AGOSTO DE 1829
49, equivalentes a .Octubre 30, bonos del -. .ooncccrmo 2... E Diciembre 17 ...... * Noviembre 10 ..... > Diciembre 14 ...... Septiembre 29 ......
* 1823 1824 1825 :1827 Total
...ooocooconcrocons.
Tuente:
The British Packet
.
Monto
de emisión
Octubre 30, bonos del
::1921
No
DEuDA
N? $
.
1.933.333
"
3.000.000 1.800.000 300.000 260.000 6.000.000
Amortización
Redimido al 31 de agosto de 1829 ... . : Pendiente
j .........
News,
1.875.792
10.817.541 :12.693.533
:
12.693.333 * and Argentine
ÁIKES
septiembre
26 de 1329, vol. 4,
162.
El análisis de la deuda de largo plazo de la provincia: quedaría incompleto si no mencionáramos el llamado empréstito. de Londrés. Al principio el gobierno trató de obtener 3 Ó 4 millones de pesos oro para emplearlos en la construcción de un " puerto en Buenos Aires, en el establecimiento de nuevas colonias junto a la frontera india, y en la instalación de aguas corrientes en la capital.35 El monto del empréstito fué luego aumentado a la suma de 5.000.000 de pesos oro, y el gobierno: quedó autorizado para celebrar convenios con Baring Brothers, “de Londres, con la condición de que la provincia recibiría no menos del 70 % del valor de.paridad de los títulos, de que la tasa del interés no excedería-del 6 % anual,y de que la amortización se establecería a razón de Ya % anual.36 El empréstito se realizó en 1824, y la provincia recibió 3.000.000 de' pesos 34 Ley del 17 de septiembre de 1827 (RO-850, No 3). 35 Ley del 19 de agosto de 1822 (RO-403, L-2, N9 22). _56 Ley del 25 de noviembre de 1822 (RO-450, L-2, N% 22).
:
e: haber sido deducidos el interés y la amortizá: spondían hasta el 12 de enero de 1827.37 No es . _hecesario que nos detengamos aquí en. la historia posterior del .empréstito, aunque sea interesante. Será suficiente con decir que «la progresiva declinación de la situación financiera de la . provincia en la segúnda mitad del decenio obligó-al gobierno a postergar los pagos del servicio de interés y amortización. En 1827 se hizo un esfuerzo para evitar la suspensión lisa y llana, pero sin resultado.$8 Sólo hacia el año 1844 se reanudó parcialmente
el servicio
del empréstito,
pero únicamente para
ser sus-
pendido de nuevo en 1845, y yuelto a reanudar en 1849. No - €s extraño, por eso, que el precio de los títulos argentinos en la Bólsa de Londres haya declinado .del 937% en enero de. 1825 al 20 % de la par en octubre de 1829. Con este lenguaje lacónico la City expresaba sus -esperanzas y sus desengaños por las perspectivas financieras y económicas de Buenos Aires. - (Véase Cuadro N? 9,) :
3 La
reorganización
fiscal
no
fué
solamente
un
problema
de
reforma administrativa. Mucho más importante era la cuestión -. de. la capacidad de la economía para sostener la nueva organi- . zación financiera. Los problemas fiscal y económico eran real. - mente inseparables. Porque la prosperidad económica resultaba ser esencial para el éxito del programa gubernativo de recons-.: trucción fiscal, pero la expansión económica misma dependía al menos en parte del sistema monetario y de crédito en vigor. El gobierno también estaba directamente interesado en la mo- . dernización del mecanismo financiero. En primer lugar, la tesorería era siempre un gravoso solicitante de préstamos de corto 37
Penro
AGOTE,
Informe
del presidente
del crédito
público
don Pedro
Agote, sobre la deuda pública, bancos y emisiones, de papel y acuñación de monedas de
la
República
Argentina,
Bs.
As.,
1881,
t. 1, págs.
12-15.
. 38 El 6 de agosto de 1827' treinta y un hacendados y comerciantes garantizaron el pago de los intereses y amortizaciones hasta un año después de terminada la guerra con el Brasil: Pero no condujo a nada. El 5 de abril de 1828 el gobierno autorizó la venta de dos fragatas (Asia y Congreso) , para abonar con el producto a cuenta de los intereses atrasados al 12 de enero de 1827. Cf, Acore, lug. cit.
+
o plazo.
¡LAS REFORMAS" FINANCIERAS “EN E 0 En segundo lugar, la consolidación:y aversión
. de la *
deuda flotante tenía más posibilidades de biúén*éxito habiendo dinero
abundante
y adecuadas
facilidades
de crédito.
No
obs-
tante, y precisamente a causa de la expansión comercial e industrial, el dinero se volvió relativamente escaso. El mismo proceso del desarrollo ecoriómico acentuó la falta de facilidades CUADRO COTIZACIÓN
MEDIA
MENSUAL
DEL
PRÉSTAMO
N0 Y DE 1824 EN
LA BOLSA
DE LONDRES
(En porcentajes de la par)
ENeTO
..omoom...
Febrero ....m...m. Mar20 .....o.... Abril ...... po... MAayO .ococcocco.. Junio ..... eo... Julio :..... Lo... ÁBOSÍO co0.oomoc os Septiembre ..... . Octubre ..... ... “Noviembre ...... Diciembre ..... . Fuente: Agote sobre de Monedas
PEDRO
1825
1826
1827
3%
74
584
92
824
914 ' 59% 91 61 91% 60. Y , 58% 9244 50 88 52 64 58 83 - 62 78 63 73% 64 ÁGOTE,
Informes
y
1820
43
52%
del
Orédito
Emisiones de Papel Bs. As., 1881, t. 1V,
1830
47
384%
5414 34% 58. 3414, 6034 389, 61 " 43% 6014 451% 64 43 TA 4. 454% 484 48 48 49 48
del Presidemie
la Deuda Pública, Bancos de la República Argentina,
1828
30%
. 3734.
29
29% 23 25 24% 23 20 24 25 24 27
31 35 389 33 451% — 25V - 2414 22 —
Público
don
Pedro
Moneda y Acuñación págs. 97-98. .
“de crédito con relación a las exigencias de la economía.39 Para satisfacer las necesidades financieras de la provincia y facilitar sus propias operaciones de crédito, el gobierno estimuló la fundación de un Banco de descuentos, “Las conversaciones destinadas a crear ese establecimiento ha: bían comenzado en 1821. Hacia mediados del año siguiente el gobierno envió a:la Asamblea Legislativa un proyecto de ley 39 Nunca hubo en Buenos Aires mucho dinero disponible para présta- * mos, pero después de la revolución la relativa escasez de capitales aumentó considerablemente. No eran los intereses del 4 y el 5%, mensuales en los préstamos privados, y del 2 y 39% mensuales en los del gobierno. Los siy
*
CONÓMICOS' DEL FEDERALISMO "ARG
Que otorgaba. a una compañía particular el derecho exclusivo de establecer un Banco de descuentos. El proyecto fué aprobado _por la legislatura el 22 de junio de 1822.40 El Banco, conocido oficialmente
como. Banco
de
Buenos
Aires,
comenzó
a operar
el 6 de septiembre de 1822, y asumió rápidam ente una posiciór.
central en el sistema financiero y económico dela provincia. La reglamentación: de la ley definió las actividades yla estructura financiera del Banco de Buenos. Aires, El Banco tenía : Que poseer:un capital de 1.000.000 dividido en 1.000 acciones.41 Los accionistas sólo abonarían por cada acción $ 200 en el momento
de la
suscripción,
200
más
dentro
de
los
60
días
si-
guientes a la apertura del Banco, y el restó en las épocas seña: ladas por el directorio, -pero siempre en cuotas de $ 200 pagaderas en plazos de 60 días. El capital invertido en acciones del Banco quedaba exento de la contribución directa. La 'prin-
cipal actividad del Banco consistía en operaciones de descuen-
“to, depósitos, de
cambio
cobranzas
extranjero,
por cuenta
etcétera.
El
de' terceros,
Banco
transacciones.
actuaba. también
-co-
mo agente de la tesorería provincial. Además podía emitir bi-
lletes de valor no inferior a $ 20.42 Los billetes eran canjeab les guientes promedios mensuales de tasas de descuento del mercado bonae: rense se basan en las cotizaciones semanales del British Packet and Árgentine News:
: 1829
1828 ÉMerO ...oooocoococon... FEbDIErO ...oo.oooooo.o.o.. ¡UE Abril ............ e...
MAYO cooccccorcccnnoo JUNIO ..0.omocoooo.ooo... Julio ......... rr ÁBOosto ..... Loba. Septiembre ..0..io.....
.
%0 “C£. RO-735. años. +1
. El capital
1,750 1,875 1,906 - 2,000 2,000
:
Octubre ............ LP... Noviembre ............. 1,821 Diciembre ,..........mo. 1,969
2,300 2,594 2,500
El monopolio fué concedido del
Banco podía
1830
ser,aumentado
*
por un periodo por
.
2,640 2,500 * 2,687 3,375 * 3,650 3,250 2,650 2,562 2,244 2,525 2,375 2,344
2,166 2,250 1,625 1,666
el voto
de veinte
de la
asam-
blea general de accionistas, con la áprobación de la legislatura provincial.' 42 Esta atribución se amplió Juego extendiéndose' a los billetes de menor valor, En 1834 pasó al Banco la emisión de vales, que tenta a su cargo el gobierno. En 1826 los' vales en circulación sumaba n $ 587.186 frente a
ES
OS LAS: REFORMAS FINANCIERAS EN BUEN
AIRES.
de. billetes de Banco y a vista por oro. Los falsificadores falsificadores de moneda mbres bancarios serían considerados ese crimen. tos a las perialidades previstas para
“estarían suje
electivo, constituido por nueobernaba el Banco un directorio rito totalmente el capital y ye miembros antes de haberse susc o. : . ece después. gobierno es-
o emisor el - Con el establecimiento de un Banc lugar, creía que el banco : er eraba lograr dos objetivos. En prim de dinero en metálico, sute rtan impo suma movilizaría una la expansión del dinero circuministrando una base firme 2 que la expansión del dinero ante. En segundo lugar, esperaba política liberal de descuentos ' circulante acompañada por una de situación del crédito dentro diviaria considerablemente la tiern el y con Esas esperanzas no eran antojadizas, a provincia.. " iera siqu no se cumplieron ni po podian haberse realizado. Si iliestab influencia “escala, si lejos de ejercer una : convirtió en carmnse o Banc el al zadora en la economia provinci desenfrenada y €n centro, de bio en objeto de especulación se debió en parte a los aconteénconadas controversias políticas, a y en parte al ambiente cimientos políticos de la provinci financiero del Banco. o fué débil desde el comienzo ¿La situación financiera del Banc iguió atraer una cantidad contrariando las esperanzas no cons de febrero de 1825, después considerable de numerario. El 28 el efectivo que poseía alcande más de dos años de existencia, momento el capital del Banco zaba apenas a $ 300.000. En ese do, pero sólo porque una había sido totalmente suscrito y paga abonada, con los mismos gran parte de las acciones había sido por consiguiente, nunca pudo dineros del Banco.13 El Banco, en el mercado financiero, y asumir una posición dominante de su capital se vió frecuente: * debido a la estructura endeble ión de billetes. mente tentado a recurrir a la emis fedel Banco de Buenos Aires, 29 de los $ 150.000 de 1824. (C£. Balance de brero de 1826.) de la mitad del capital se pagó 43 Agustín de Vedia cree que Cerca dinero sacar so echo prov era ue porq ñar, este modo. Lo que no es de extra aun al 129,, y comprar acciones que o ÍN DE en préstamos del Banco al 9%, en 1824 y 1914 en 1825. C£. AGUST 22 y _abonaban dividendos del 19% 18, del , Argos págs: 513 , XVIL Venía, Banco Nacional, Bs. As., 1890, ); Diario de Sesiones, sesión 210 (12 Aires 25 de diciembre de 1924 (Buenos : de Nicolás Anchorena. de septiembre de 1830), discurso.
e pécto: al dinero circulante y al crédito los progresos del ancono fueron. mucho más tranquilizadores. En el término de tres años la emisión
de billetes subió de $ 290.000 a $ 2.694.856,
“mientras que el depósito de numerario declinó de $ 270.937.a $ 250.000.
Al
final
de los
tres años
el porcentaje
de' reserva
era inferior al 10%. La posición era sumamenté vulnerable, porque la menor demanda de cambio de billetes por oro, de-
manda que podría ser provocada por una balanza comercial - desfavorable, obligaría al Banco a suspender los pagos. Que esa depreciación -de los billetesde Banco no ocurriera mucho . CUADRO N9 10 Posición
FINANCIERA
DEL BANCO
DE BUENOS
AIRES EN PERÍODOS
FIJOS: .
1823-1826 *
Períodos
-
Capital
Bonos
1833, Agosto 31'..,
445.000
1824 Febrero 28 ...
469.000.
1.000.000
1825 Febrero 28.... Agosto 31 ...
. 1.000.000 1.000.000
1826
Descuentos
|
gordos
291.000
270.937
705.28t
53.400
E” 12
- 910.000
154,192
. 1,352,464
46.900
10
2,457,233 - 2.594.532
Ñ 100.000 95.000
10. EA
255.000 3.280.536
115.000
1114
:
Agosto 31 ...
Febrero 28...
Efectivo
1.680.000
204.629 :
.
1.698.000 285.267 1.934.000” 253.035
1.000.000 2.604.856
2.565.525
90.000
2 PEDRO AGOTE, 0. cit.; 1, 90,
A
.
9
o
:
antes de que el Banco publicara su último informe semestral se debió, muy probablemente, al hecho de que una gran parte de los billetes satisfizo una auténtica demanda de moneda. circulante. Pero cualquier acrecentamiento de esa continua demanda sólo podía afectar adversamente el valor del oro. Ese extremo se alcanzó al parecer a principiosde julio de 1826, : porque en febrero de ese año el oro se vendía con un interés del .6 %. Este hecho señaló el comienzo de un prolongado
pro-
ceso de depreciación que hacia el final del decenio hizo' bajar el valor del peso al 15 Y, de la par.t4 A
Véase “el Cuadro
N9
10.
-
Como otorgador de crédito barato el Bané sólo parcial. El aumento de los descuentos de 1823 a $ 3.280.526 en 1826 parecería indicar
que el Banco se-
guía una política liberal en materia de descuientos. No obstante la calidad de sus operaciones de descuentos «dejaba mucho que desear. En primer lugar, como el Banco no podía hacer descuentos. por plazos mayores de 90 días, sus actividades queda" ban
forzosamente
limitadas
a las transaccion.es
comerciales.
Así,
por. ejemplo, la industria ganadera, con sus ciclos lentos de. "producción, no podía utilizar libremente los créditos ofrecidos por el Banco. En segundo lugar, gran parte de los fondos del Banco eran empleados en actividades especuilativas o en opera: ciones puramente financieras. Además, un importante porcen- taje de los préstamos resultaba en realidad a largo plazo, porque: “el Banco"se veía frecuentemente obligado a, conceder prórrogas periódicas, lo que traía como consecuencia. la virtual inmovilización de una gran parte de su capital. ¿El acortamiento de los créditos se'hizo sumamente difícil, y la ¡actividad del Banco . tuvo que reducirse al cobro de los intereses. Los dividendos del Banco eran tomados «omo
elementos
de
juisio para considerar al Bánco como una empresa de gran prosperidad. Directores y accionistas tenían gramdes motivos para confiar en su futuro. Pero la cuenta de gamancias y pérdidas no es la única base, rii siquiera la más importánte, para juzgar el papel que desarrolla un Banco en el proceso del desarrollo económico, sobre todo'si el "Banco. mantiene una posición monopolista. Es más importante el hecho «de «que el Banco contribuya o no al mejoramientode las condiciones de crédito de . la provincia. En este aspecto -el Banco defraudó las esperanzas "tanto del gobierno como de la comunidad industrial y comercial. Lejos de convertirse en un factor de estabilización el Banco tendióa alentar la especulación, y con su descuidada política: monetaria debilitó en realidad el sistema monetario de la
"provincia. A fines del año 1825 el estado financiero del Banco " empeoraba rápidamente. Cuando la guerra con Brasil puso a prueba los. recursos financieros del gobierno provincial, hubo . que hacer grandes desembolsos fuera de los límites de la provincia, donde .£6
Las
no. eran aceptados
tentativas que se hicieron
billetes de Banco
en otras provincias
los billetes.de Banco.t5 para
estimular
La de- '
la circulación de los
no dieron resultado.
La
sucursal que
.'ASURGTOS ECONÓMICOS
DEL FEDERALISMO ARGENTINO
manda de oro aumentó rápidamente, y el Banco se vió obligado a solicitar al gobierno
la suspensión
de la cláusula de conver:.
sión,+6 El Banco se salvó del desastre sólo porque a la sazón ya
se habían completado los planes para el establecimiento de . Otro Banco. A principios de 1826 el Banco de Buenos Aires
dejó de existir.
Ñ 4
El Banco que
Nacional
el de su antecesor,
fué un
proyecto
el Banco
de
mucho
Buenos
más
Aires.47
ambicioso Las nuevas
prerrogativas del Binco lo mismo que la' forma con que habría . de operar fueron también defiñidas con más cuidado en. el' acta de habilitación del 28 de enero,de 1826.18 El capital del
-Banco
sería
de
$
10.000.000,
divididos
en
50.000" acciones
de
aparite de las suscritas; así comoel de vender
to-.
“más
acciones,
das o parte de las que tenía. Las actividades: del Banco quedaban definidas de:l siguiente modo: descuento: de documentos comerciales con dos firmas; operaciones de cambio exteriory letras de crédito; aceptación de depósitos en moneda nacional o extranjera; cobranzas por cuenta de terceros; acuñación de el Banco abrió en Entre Ríos (octubre 1825) tuvo que ser liquidada cuatro meses después (febrero de 1826). Los billetes que se emitían en pago “de los suministros de otras provincias volvidh rápidamente a Buenos Aires y eran presentados al Banco. o o " 46 El efectivo que poseía el Banco fué puesto a disposición del gobierno por decreto, del 9 de «nero de 1826, Se ordehó”al -Banéo -que' suspendiera las emisiones de billétes. Los que estaban a'li“saz6H en “circulición se haÑ o
llaban garantizados 'por el Banco Naciónál:*CE, Registro Nacional, vol. 2,
: No —
1877. *T El nombre
del
Banco
era
: Banco
:
de
las
o Provincias
e Unidas
del
Rio
de la Plata. Banco Nacional'es la denominación empleada con más frecuencia en los actos oficiales. . *8 Registro Nacional, vol. II, N* 1881. 9 Decreto del 13 de marzo de 1826 (Registro Nacional, vol. Tf, N0 3911.)
SS Lt
-E
7
»
$ 200 cada una.:El gobierno se comprometía a suscribir 15.000 acciones, y el Banco Nacional se haría cargo del capital del Banco de Buenos Aires mediante un cambio de acciones en la proporción de siete acciones de las nuevas por una de las viejas.£9 Los $ 5.600.000 restantes serían obtenidos por suscrip-. ción pública, El gobierno se reservaba el derecho de adquirir
ci
e
“LAS
de
acuerdo
FINANCIERAS
REFORMAS
las
con
EN
BUENOS
características
AIRES
y
las
condiciones
emisión de billetes de Banco ÁFdeterminadas por la legislatura; A cambio de su franquicia el convertibles en oro a la vista.50 a actuar sin remuneración CoBanco Nacional se comprometió a descontar los bonos erimo agente financiero del gobierno, favor un:crédito de $:2.000.000 en tidos por la tesorería y a abrir fisestampillado del eximido "del gobierno. El Banco quedaba acciones del Banco abonaría en las é cal, y el capital invertido directa. El estatuto del Bancontribución la tasa minima de la una ley especial de la legisco era por diez años, requiriéndose l “ latura para prolongarlo, (febrero operaciones comenzó sus - Cuando el Banco Nacional a $ 1.400.000 recibidos del Ban“de 18268, su capital ascendía suscritos por el gobierno. De : co de Buenos Aires, y $ 3.000.000 efectivo, y el resto en bonos en -esta última suma sólo $ 20.000 el Banco comenzó su carrera palabras, En'otras de tesorería. un interés más bien apático. sin fondos. El público le demostró «se suscribieron 1.706: acciosólo Hasta el 1? de julio de 1826 finalizar el año la participación al y ofrecidas, Ennes de las 38.000 siendo inferior a $ 500.000.51 crépública en el Banco seguía un a abrir al gobierno tretanto el Banco se vió obligado los descontar estatutaria), y 2 dito de $ 2.000.000 (condición aperla de de dos mieses después bonosde Tesorería. En menos los adelantos al gobierno aumeny tura del Banco los descuentos Poca duda cabe de que taron de $ 3.280.536 a $ 7.553.226.52 a los adelantos a la Tecasi todo ese aumento correspondió : o sorería. carrera, en circunstanmoneda
El Banco
Nacional
comenzó,
pue s, su
Aires. *
Qué las del Banco de Buenos s a “ cias menos auspiciosas aún gado al Banco de Buenos Aire A las causas que habian abli crelos que Por ió otra nueva. suspender la conversión se añadedían al gobierno equilibrar el imp cientes gastos de la guerra es en oqueo hacía serias irrupcion -bl el presupuesto. Además; obtepara , rría recu la Tesorería las rentas de la provincia, y mos sta pré s Esto o. plaz de corto ser fondos, a los préstamos 50 El gobierno se tes que podía emitir billetes estaría sujeta 61 Véase Cuadro 52
Véase
Cuadro
los bille-*
er el monto de reservó el derecho de establec eriormente la emisión el Banco el primer año. Post iva. slat legi n ació a la fiscaliz : N* 11. N*
12.
de
Apude ij
BANco
NACIONAL:
CAPITAL
Fecha 1826
Febrero Abril Mayo Junio Julio Agosto Septiembre Octubre Noviembre A
PACADO,
N?
Bonos
11
PEE
CUADRO
sE
5
ASPECTOS ECONÓMICOS' DEL, FEDERALISMO “ARGENTINO
EMITIDOS
Capital pagado 11 Do .. ON Lo Lo Do 1 ........ o. >
5, (marzo
29,
abril
1%
de
1828);
.
LAS
REFORMAS
FINANCIERAS
EN
BUENOS
AIKES*
:
-
4Uy
más riguroso de gravámenes Y el cobro vos nue de n ció osi imp los antiguos. de 1826 y ión comenzó en febrero. lac inf la «de o ces pro El de 1830. Al ente hasta mediados
rrumpidam continuó casi ininte ró impulso en la ión fué lenta, pero cob iac rec dep la pio nci " pri d financiera del 6, cuando la inestabilida
evidente. En segunda mitad de 182 orería se hizo cada vez más casi 200 %tes la y al ion Nac nco “Ba imponía un interés de diciembre de este 'año el oroervalo el peso retomó: en julio de int Después de un breve mo año el peso te. En octubre del mis den cen des 1827 su marcha marzo de 1828 “de la par. En febrero y se cotizaba a unos 24 % dido el año per ia todo el terreno que hab o efímero, Com " el peso recuperó -casi retorno, tan repentino rego de Dor de - anterior. El espectacular A la cautelosa política a preó enz se debió principalmente com El horizonte financiero de las n sió pen contención y economía. sus misorio después de la ejela y e all sentarse nuevamente proPer Lav n o la rebelión de Jua fiión uac “hostilidades con Brasil. sit la o socavaron totalmente " cución de Manuel Dorreg precio del oro en la bolsa de Buenos . El “nanciera de la provincia 102 la onza en ocnte hasta llegar a $ me ua in nt co 500 A: El - Aires. subió a el interés alcanzaba al pués de túbre de 1829. Con esa sum des . mpo do durante Un tie €n abril precio continuó ascendien y no, ier el de Rosas el gob te por par haber asumido Juan Manu en go, 12,39, de la par. Lue ca de íti de 1830 el peso bajó al pol la por en parte también -la estabilización política y el valor del peso. subió lentamente as, estricta econoinía de Ros diciembre de 1830.66
la par en más que “hasta llegar al 15,2 %, de ero circulante fué mucho - La depreciación del dinfinanciero. Lo que al principio pare: toma de desajuste , desun sín
desequilibrio
temporal
del
mecanismo
monetario
o el disproceso de reajuste de tod erior A embocó finalmente en un ant o iod económicas del per olucró positivo de las relaciones inv cia tan €n última ins
cía
un
o, que la inflación. Este proces ales, fué provoión de las rentas nacion “cambios en la distribuc cios de los ar pre modificaciones de los
cado por una serie de aumento de sueldos y las ganancias. El tículosde consumo, los aunque fué el, pap linación del peso precios que siguió a la dec igual en, todas las clases de mercageneral, no se repartió por 66
Véase
Cuadro
NY
14,
ASPECTOS ECONÓMICOS' DEL FEDERALISMO ARGENTINO -
derías y
servicios. Los artículos de consumo subieron “en con: *
junto más rápidamente. que los sueldos y salarios,. con “el resul-.
_tado de que los ingresos reales de los asalariados decrecieron,
tanto relativa como absolutamente. Por otra parte no todos los. * precios de los artículos de consumo sintieron de la misma for-
ma la depreciación de la moneda. -Los, productos del comercio
07
exterior, ya sea de importación o de exportación, respondieron
fácilmente-a“las Hucuiaciones del precio del”oro, mientras que 7 CUADRO NO 14 Precios MEDIOS MENSUALES Y ANUALES PÁCADOS POR UNA ONZA DE ORO
EN LA BOLSA DE' ÑUENOS AIRES ato
Mes
1826
O Febrero ........ .... MAarZO r.e.oomooco so.
Abril ........... vo EN
Junio
“Julio
ABOBto
............ ¿
...... eos
.o.o...o.... >.
18 ln
234
- 30
1829
1830
707%
633%
50 45
104
663% 39%
61% 62 ..
ny 128%
“40
53%
284.
1828
"Bk
50%.
223%
Noviembre “........ "48% ...
.
193%
' Diciembre ........ 03% anual
-
18%
Septiembre ........ 344 Octubre ........... 46% Promedio
1827
Y
. 56% 60%
67% 70
424%:
—'
TIA
484
11%
48.
82%
391% 394
67%
138
"1244
TY
:481%
60." "50
: 99%
10034
1153%
.
-17
'
112%
794”
11434
117%
Fuente: PaDRO AGOTE, Informe del Presidente del Crédito Público don Pedro
' Agote sobre la Deuda Pública, Bancos y Emisiones de Papel Moneda y Acuñación » de Monedas de la República 4rgentin a, Bs. As., 1881, t. 1, págs. 128-127.
los. artículos producidos y consumidos dentro de la provincia"
marchaban a'la zaga de la orientación: general. Parecería, por«consiguiente, que los industriales y los comerciantes, sobre todo
los artesanos y los que fabricaban artículos para los mercados
locales, hubiesen
monetaria.
Por
soportado
otro lado,
la mayor
carga
los ganaderos
de
-.
. 116%
881%- - > 116% 102% 116:
464%
571%. 56%
66%
494
. .
la depreciación
estaban. en una
posi-
ción más favorable; y lejos de ver disminuidos sus ingresos, reales, probablemente obtuvieron beneficios'con la. depreciación del peso. Los ganaderos y productores de carne .se beneficia-
-
ron
no
solamente
como
empresarios
de*trabajo's:
é
"como contribuyentes y exportadores. En esta última categoría los hacendados obtuvieron 'sus mayores ventajas, especialmente ' por la forma-con «que eran' gravadás-las exportaciones de “los productos ganaderos. Los hacendados, por lo tanto, estaban en mucho mejor situación que. los comerciantes, de modo-que la ' posición económica de aquéllos mejoró no solamente de manera. absoluta. sino también en relación con la posición de los úl”
6 Los aranceles constituyen quizá el ejemplo más ilustrativo de que la depreciación monetaria” tendía a hacer pasar de un grupo al otro la carga de los impuestos. En los aranceles se * reflejaban, como en un espejo, no sólo la política fiscal y co.mercial del gobierno, sino también el efecto que producía la inflación sobre los intereses de distintos grupos económicos, invalidando al mismo tiempo todo el sistema fiscal de la .provincia. Ñ eN La política comercial externa de Buenos: Aires se guió por : dos consideraciones. Primero, la de que era necesario encontrar mercados extranjeros para la producción ganadera. Segundo, la
“" de que en vista de la aguda escasez de artículos, manufactura- dos que sufría el pais era muy.conveniente a la importación. Pero esta tendencia hacia se vió mitigada por consideraciones.fiscales. “siado débil, financieramente, para prescindir " terior
como “fuente
de
ingresos,
porque
de
abrir la provincia el comercio libre El país era demadel comercio extodas
las
fuentes
disponibles había demostrado ser la más fértil y la más segura. : El atraso industrial y la oposición de los hacendados eliminó la posibilidad. de aumentar los impuestos internos y de levan* tarle de .ese modo la carga impositiva al “comerció exterior. Por " consiguiente el gobierno se vió obligado a conciliar el entusias mo por el comercio libre con las exigencias financieras del mo: :
mento, con el resultado de que los tributos fueron impuestos
: tanto sobre la importación como sobre la exportación. El primer arancel general entró en vigor el 1% de enero de
"7
TOS ECONÓMICOS ASPEC
106
LEL' FEDERALISMO
ARGENTINO
1822.67. Estipulaba una' tasa básica del 15 % ad valorem sobre
7
todas. las importaciones
+,
de ultramar.
Exceptuóse,
no. obstante,
una considerable serie de artículos que recibió una consideración especial. Mercurio, herramientas agrícolas, maquinarias de minería, lana y pieles semimanufacturadas, yeso, materiales de
construcción, carbón, seda, relojes, libros, objetos de arte, cal, la-
drillos, salitre y-joyas abonarían un impuesto único del 5%
valorem.
o : o
Pólvora,
pedernales,
armas,
alquitrán,
pertrechos
ad
na-
vales, arroz y seda cruda, pagaban el 10%. Por otro lado se impuso una tasa del 20% sobre los siguientes productos im-
portados: azúcar, café, cacao, yerba mate, té y sustancias alimenticias. Muebles, relojes de pared, coches, calzado, vinagre, sidra,' espejos, sillas de montar, ropa, vinos, cerveza y tabaco tenían una carga del 25 %. Finalmente, el 309% tributaban el:
coñac, los licores y la caña. Había cuatro artículos que figura-ban con un impuesto especial. Los sombreros importados debían abonar el importante gravamen de $ 3 cada uno. En cuan-
to a la sal, el trigo y. la harina se:les aplicaba el principio de la escalá móvil. El impuesto máximo sobre la sal se estableció. en $ 1,50 por fanega cuando el precio interno fuera de $ 2 la fanega. Con el aumento de los precios del mercado interno dis: minuyó “automáticamente el impuesto, de modo que cuando la sal 'se vendió a $5, el producto importado no pagaba im- :
puesto.
El trigo
importado
sufría un impuesto de $:4, cuando
.el precio interno era de $ 6. Cuando
'
aumentó el precio. del:
trigo'a.$ 9, el impuesto fué rebajado a $ 1, por fanega. La
importación libre de trigo se permitió cuando el precio subió a más arriba de $ 9 la fanega. Para la harina.la escala sólo difería en cuanto al límite de las importaciones libres. El im- puesto máximo de $ 4 por quintal se aplicó cuando el: precio _del mercado
fué de $ 6 o menos.
Con el precio de $ 10'la'ha-
:
rina pagabaun impuesto de $ 1 por quintal, no cobrándose ninguno cuando.el precio subió 'a más de $ 10 el quintal.68 . Las tasas anteriores se referían exclusivamente a las. impot-
tacionesde ultramar. El: comercio interprovincial se estipuló
por separado. El derecho básico para las importaciones de otras | * provincias de la Confederación. se fijó en el 49, ad valorem. 67 Ley del 15 de diciembre de 1821 “(RO-1, N* 114). Había, desd E luego, listas de aranceles antes de 1822, pero ninguna tan amplia. * o . . 68 Lug. cit., Cap. 1, art. 1-7. cc
S BRINuo mu NCIERA«LN LAS REFORMAS FINA
es, Mi. a mate de Corrient o del rb ye La as. poc n s era sujetos a UN tribut a "Las excepcione atel tabaco, estaban Y , ay gu ra Pa y en tanto que otros el dil> siones a, os abonaban 20 Y,
y. los cigarr ada, el arroz, dera, la came sal ma la mo co s ulo tíc nO pagaban el coñac y los vinos , das cer las , ón od “alg . 10%
la lan tasa de im-
cho más ortación.69 exportaci ón era mu a tasa de. os ch re de los a un El arancel de mas estaban sujetas ti rí ma s ne io ac rt dían los po simple. Las ex excepciones “compren Los cues La Y%4 del m re . general ad valo rtos otros artículos s preciosos y cie dio el caballar, cueros, los metale real el vacuno y me un derecho de un de n zó ra a ros pagaban ban “sujetos a ta y el oro esta e, cereales, carne cada cuero; la pla 1%: respectivament nO pagaban imel y % 29 del n oradas exportació harina y pieles elab porta: salada, bizcochos de bía impuestos que gravar an las ex ha eración.T0 “puesto. Tampoco cias de la Confed de afrontar las necesiin ov pr as Otr ra ciones a mi se hizo con la país. La tarifa de 1822 provincia como del pre la de to tan s le ia nc Aires no siem - dades reales y pote atos de Buenos
ses inmedi nía que Ser Y como los intere cias, la tarifa te in ov pr as otr de protegía coincidían, con los Así, Por ejemplo, , y la o. di me o in rm «é Y San Juan forzosamente UN y coñac de Mendoza de los consúmidono vi del a ri st du in la a expensas (Paa de Tucumán rba mate del pais “industria azucarer
ye crecía es. El tabaco y la res de Buénos Air nsideraba provincia argentina), que ay), co gu ra . Taguay todavía se res (en Corrientes, Misiones y Pa Ai las maqui“ fuera de Buenos a. El mercurio y ci en er ef pr de o nt ovincias del recibían tratamie de Córdobay las pr de una terra ne mi a ri st du in * náarias para la diante el pago trar en el país me en an dí po te es ro no '' a normal, reflejaba cera parte de la tas económica la -tarifa provincial ca íti pol de o nt me Como instru reales necesidades de la economía an e es de los que dirigi no solamentlas as y aspiracion nz ra pe del es ad las ed st n país. La va sino. tambié Y económicos del turasus recursos na los destinos políticos de n. tensió
ex que debía de ser. desconocida, de lo . ó: por n, ió es pr im la capacidad econ _les, y la la idealización de un od ba pr la mu o id ti nt es se en este ilimitada, Las exageraciones a. ci in ov pr la «mica de territorio,
la
desconocida
. ML, art. 14 . 69 Lug cit, Cap Capts. 11 y IV.” :
10 Lug. cit.,
ho.
108
jeron
ASPECTOS ECONÓMICOS DEL FEDERALISMO ARGENTINO *
un “menosprecio
más
o menos
serio de los intereses
in-
mediatos de la industria: vernácula. Los aranceles contemplaban: . ina amplia y continua. afluencia de capitales extranjeros; pero alentaban a la industria pesada en gran escala, como la minería, . y dejaban al mismo tiempo de suministrar una protección ade-
cuada a las industrias locales o de asegurar un mercado estable *
a los cereales y la manufactura del país. Habia, no' obstante,
importantes excepciones: Por—ejemplo; “las"industrias-sombre=rera y del calzado recibían una pequeña protección, y la industria
ganadera,
muy
especialmente,
era objeto
de todas
las:
consideraciones posibles. Los derechos de exportación del cuero
erah moderados y la carne no pagaba ningún derecho. Al mismo tiempo se mantenía el impuesto sóbre la importación de la sal en un nivel relativamente bajo. Con ciertas modificaciones, limitadas en su mayor parte a los aranceles de importaciones, la tarifa de 1822 se conservó durante todo el resto' del decenio. Para el año 1823 se revisó
la tasa de escala móvil de los cereales y la harina, para encarar: más efectivamente las necesidades agrícolas, El nuevo .arancel contenía un derecho mínimo
de $ 2 por fanega de trigo 'o por, ;
quintal de harina, y el precio.al que sería aplicable ese' mínimo: se redujo a $ 7 pará el trigo y a. $ 8 para la harina, Especial-
mente
significativo fué el cambio
a la sal. La
escala móvil
quedó
introducido en el impuesto .
totalmente
abolida, imponién”
dose una tasa fija de medio peso. por fanega.T1
o
En la tarifa para 1824 se hicieron nuevas. reformas.. En el arancel de las importáciones se amplió la clase del 59% para
incluir la madera, que anteriormente pagaba el 15 %,.y la: caña, que hasta entonces estaba sujeta a un derecho del 309%. La . tasa para licores y coñac se redujo del 30 al 25 %. En:el aran- cel de las exportaciones de ultramar se'conservó la tasa “básica del 4 9,, pero la lista de los artículos de exportación librese * amplió para incluir la lana y los productos de consumo de manufactura
doméstica.
derecho de nacionales. 1%. En el un cambio
exportación a menos que fuera enviada El impuesto a la exportación del: oro se arancel de las importaciones terrestres,se completo, Con excepción de la yerba mate,
Por
otra
71 Ley del 28 de noviembre de 1822
parte
la carne-salada
(RO-420).
pagaría :
en. barcos redujo al introdujo el tabaco
y los cigarros la, importación: de' artículos “de:otras provincias: fué declarada libre de todo gravamen. El derecho de la yerba” * mate y el tabaco se mantuvo, y en cuanto a los cigarros la tasa * «fué reducida del 20 al 10 %, siempre que el valor no excediera ' de 20 pesos por arroba.72 * : o En la tarifa del año 1825 las modificaciones fueron pocas. De ácuerdo-con el nuevo arancel los artículos que en. 1824 pa-. -— --gaban-un-derecho. del 25.9%. .ahora-abonarian_30 9%, y-se reem-_— .. plazó la tasa de escala móvil para la importación de harina por un derecho fijo de $ 3 por quintal. Las restantes: disposiciones de la: tarifa de 1824 no variaron.73 Después la lista arancelaria fué
renovada
anualmente
hasta
1829,
año. en
que se-hicieron
varias importantes modificaciones.74
o
Los cambios introducidos durante los años 1823 al 25 fueron casi todos dictados por el deseo de ajustar mejor la tarifa
a las exigencias económicas de la provincia. Así, “por” ejemplo, el aumento
del
en
59%,
los
de
derechos
numerosos
artículos,
como sillas de montar, calzado y muebles, tuvo por objeto proteger la industria de los artesanos contra la competencia extranjera, en tanto que la reducción del impuesto a la caña del 25 al 59% estaba ampliamente justificada porque la caña se producía exclusivamente dentro de la Confederación (San Juan . y Tucumán), y no la amenazaban las importaciones del exterior. La abolición de los impuestos a las importaciones de ultramar fué un paso acertado, porque hizo el puerto de Buenos Aires más fácilmente accesible a las provincias del interior, y estimuló al mismo tiempo la expansión del comercio en la tcapital de la provincia. El cambio del gravamen a la sal fué muy : probablemente beneficioso para las industrias ganadera y de la carne, aunque sería difícil determinar el alcance preciso de la
ventaja.
o
.
Durante los tres años del lapso 1825-28 la tarifa no fué variada.. Sin embargo,
su eficacia se alteró fundamentalmente
en
varios aspectos debido a la progresiva declinación del valor en oro del peso y el aumento paralelo de los precios. En Jos “casos de impuestos específicos el efecto de la depreciación de 72 Ley del 25 de noviembre de 1822 (RO-423), . 73 Ley del 16 de agosto de 1824 (RO-662, L-4, NO 8), 74 Debido a su carácter temporario se han dejado “de considerar algu- > nas de las disposiciones
arancelarias,
:
110
.
¡ASPECTOS ECONÓMICOS
la moneda
DEL FEDERALISMO
"ARGENTINO
fué el de invalidar la tarifa: como medida
de pro:
tección y como fuente de ingresos. Así, por ejemplo, el. impues-
to de $ 3 por quintal a la harina importada resultó poco menos que nominal frente al aumento al triple del precio de la harina. La misma suerte le tocó al impuesto a los cueros. Antes de la inflación un derecho de un real sobre cueros de buey . correspondía a una tasa ad valarem de 2 6 3 %, y al precio' de $ 4 a $ 6 por cuero. Pero en rioviembrede 1828 el precio medio de los cueros de buey era de $ 11,50 y en diciembre de ese año
los cueros de mejor
calidad
se vendían'a
$ 14,30,
A:
estos precios el derecho equivalía a poco más del 1% en:noviembre y al 0,87 %, en diciembre. e Con respecto a los impuestos ad valorem la influencia de la depreciación
de
la moneda
fué menos
directa.
Como
esos im-
Puestos eran calculados sobre una proporción fija del valor del artículo, subían con el aumento de los precios. Pero el aument o
de los precios, aunque
fué general, no afectó de manera
uni:
forme a todos los artículós. Y los impuestos, precisamente porque eran proporcionales, tendían a acentuar la desigualdad.
La depreciación del dinero circulante era por sí misma úna barrera impuesta a la importación de los artículos que competían con los productos de fabricación local, debidoa que
los precios
locales subian
con más
lentitud
que los internacio-
_nales.Y como los impuestos ad valorem eran en realidad im- Puestos de oro diéron como resultado ensanchar la separación existerite entre los precios locales y los internacionales, Además la extensión de la diferencia estaba determinada 'en gran parte por la altura de la tasa. Por consiguiente, y desde el punto de vista de la industria
vernácula,
la depreciación
monetaria, que
tendía a destacar más ampliamente los: aspectos protectores de - la tarifa de 1825, no carecía de méritos. : Sólo a fines de 1829 se hizo una tentativa destinada a enfrentar la situación creada por la depreciación del peso. La decisión del gobierno de introducir cambios en los aranceles se basó en dos consideraciones. En primer lugar, la “Tesorería necesitaba desesperadamente fondos; en segundo lugar, era cada vez
más
evidente
que
los
derechos
especificos
en
vigor
des-
de 1825 ya no eran defendibles. La revisión se limitó especialmente a los impuestos específicos. Los derechos a la exportación de cueros fueron elevados de un real a un pesa por cuera
:
e
LAS REFORMAS FINANCIERAS
(aumento del 700%).
“EN.
os | aboliéndose la distinción : entré cuer los: de ón aci El derecho de import
vacunos y cueros de caballo. ado 2 $ 9, representando por sombreros extranjeros fué elev rior un aumento del 200 %. La comparación con la tasa ante to de $ 2, en lugar del medio ues * sal importada pagaría un imp riores. El impuesto a los cigaante años "peso que pagaba los ia valorem.15 De mayor importanc “tros se aumentó al 20 % ad fué ía nom eco la Tesorería y de desde el punto de vista de la adi1829, que impuso derechos de bre el decreto del 2 de octu ca bási tasa La ón. de importaci 2 «cionales sobre ciertos artículos % 4 del to ues imp un añadióse fué aumentada del 15 al 17 %o; ente se cargó un derecho adialm la clasificación del 20 % y fin culos que antes del decreto paartí los e sobr 9%, És cional del 10 ES ] j : gaban el 30 %.T6 1829 fué principalmente una El decreto del 2 de octubre de Las rentas de los impuestos adimedida de carácter financiero. urar billetes de Banco de la circ cionales se reservaron para reti mejo cación en cuanto hubiese lación, debiendo 'cesar la apli sido an hay Pero cualesquiera que rado la situación monetaria.77 nómiierno las consecuencias eco los planes financieros del gob ecprot de acentuar los aspectos cas de los impuestos fueron las imse no to. Debe advertirse que tores de la tarifa en su conjun as gorí cate a los artículos de las pusieron derechos adicionales as eri mat ellos figuraban ' ciertas inferiores del arancel .Entre erlaacturados, maquinarias, mat primas y artículos” semimanuf dos ina erm . Al mismo tiempo det vi"les de construcción, etcétera , tar mon ado, ropa, sillas de roductos extranjeros, como calz % 40 del to sujetos ahora a un impues nos, etcétera, quedaron l obtuvieron loca a saní arte la de De este modo las industrias ra. producción extranje una mayor ventaja sobre a
N* 9); decreto re de 1829 (RO-1200, L-8, o 15 Decreto del 8 de septiemb 9). N? (RO-1201, L-8, del 18 de septiembre de 1829 NO 10). L-8, , 1239 (RO1829 de y de su pro76 Ley del 2 de octubre ios nunca fueron vevocados, 31 Los derechos complementar purte para el rescate del circulante. ueña ducto sólo se empleó una peq
Capítulo IV: - - EL
EXPERIMENTO de
OS
UNITARIO
¡La muerte de la provincial Sí, señores, la muerte * la provincia,
triunfal
de
su
cuya resurrección
territorio
en
la
será
marcha
la entrada nacional,
y
. que ocupará un lugar en la historia grabado con caracteres de luz inmortal. Vásquez, Asambleas Constituyentes, sesión del 24' de febrero de 1826. .
£
1
AUNQUE
ya
habían
pasado
diez
años
desde
el momento
en
. Que la colonia había desafiado la autoridad de España, seguía aún en la angustia de una profunda inquietud política y eco-*
nómica. El Congreso de
Tucumán proclamó
la independencia .
¡del país, pero no resolvió. el problema vitalmente importante - . de la organización nacional. Lejos de facilitar el proceso de la reorganización política, la Constitución de 1819 impuso -al país un
sistema
político
que,
aunque
republicano
en
la
forma,
se
parecía mucho al régimen colonial. La Constitución reafirmaba - la supremacía de Buenos Aires, cercenaba la “autonomía política y fiscal de las provincias, excluía al pueblo de la vida - política de la. nación y aseguraba el dominio político a un grupo de hombres cuyas convicciones e inclinaciones monárquicas eran ampliamente conocidas. Las provincias del litoral, que tenían tendencias autonomistas más fuertes y una desconfianza a Buenos Aires más profundamente arraigada, fueron las primeras en desafiar la autoridad del Congreso
de Tucumán
y Francisco
Ramírez,
de
(Estanislao López, de Santa
Entre
Ríos),
que
mientras
los
autores de la Constitución de '1819 retuvieran el dominio po-
lítico de Buenos
: la satisfacción
Aires, la democratización
de la revolución
de las demandas políticas y económicas
y
de las
|
|
y la dirección de Buenos Aires, No
dudaban -los jefes de la oposición Fe,
o,
oa
-114
ASPECTOS
ECONÓMICOS -DEL FEDERALISMO ARGENTINO
provincias sería imposible. Mientras el gobierno no renunciara a sus pretensiones
de autoridad
fuera de los límites de la pro-
“vincia no se podría dar ningún paso más hacia la organización
nacional. La igualdad absoluta de los gobiernos provinciales era
. un requisito previo fundamental para cualquier arreglo interprovincial felativo al porvenir político del país. Y no era me"nos: fundamental esa medida para garántizar la integridad de las instituciones políticas provinciales. Precisamente por no haber reconocido la Constitución de 1819 el derecho de las provincias a la autonomía desafió Ramírez la autoridad del Congreso y del gobierno central. En Buenos Aires, la derrota de Cepeda señaló: el comienzo de un período de confusión política. Durante los ocho meses que siguieron a la batalla de Cepeda se instalaron y fueron derri- bados no menos de trece gobiernos. Por lo menos en tres opor- tunidades el gobierno volvió al cabildo, y en una ocasión dos
gobernadores reclamaron el derecho de presidir los destinos de la provincia.1 Lo único que cóntenía.las actividades desenfrenadas
de los facciosos
era la: permanente
amenaza
de invasión
de las victoriosas tropas de Ramírez y López. La situación, política de Buenos Aires comenzó a mostrar signos de estabilidad sólo despuésde la elección de Martín Rodríguez,? quien logró asegurarse el apoyo de lós terratenientes y la benévola neutralidad de Estanislao López.3 o UN La crisis de 1820 no solucionó los apremiantes problemas del país debido a varias razones. Para empezar, todavía no se había definido claramente ni el problema de la organización nacional ni el de la: adaptación económica al nuevo ambiente político. Por este motivo era imposible determinar la nueva norma de las relaciones económicas y sociales y anticipar una : Aproptada estructura política. Además, el proceso de transformación de la sociedad colonial con el tiempo se agrandó; las 1 ANTONIO ZINNY, Historia de.los gobernadores de las provincias argentinas, Bs. As., 1920-21. Edición reordenada, con un prólogo de Pedro Bonastre, t, II, págs. 21-40. 2. 26 de septiembre de 1820, ._ 5 Para un estudio detallado de los acontecimientos de 1820 véase V. F. «.Lórez, Historia de la República. Argentina, Bs. As., 1883, vol. 11; ApoLro SaALbías, Historia de la Confederación Argentina, Bs. As., 1911, t. L, págs.
"33-127; 59
ed.,
Ricarno
vol.
TI,
LEVENE,
Cap.
XII,
Leccionesde historia argentina,
Bs. As.
1920,
.
EL EXPERIMENTO
UNITARIO
o
115
€n las primeras etapas: capas más bajas de la población, que s que simples espec: de la revolución habían sido poco meno n mayor €n la foració tadores, reclamaban ahora una particip o. Este movimiento ómic econ y ico polít mación del nuevo orden rrollo del proceso revoinyectó un nuevo elemento en el desa degenerara én una mera Tucionario. Impidió que la revolución a la superficie fuerzas que _ reforma política y económica, y sacó agonistas de 1810, En ese : trastornaron los cálculos de los prot resolver el problema de la - sentido la crisis de 1820, lejos de complejo. En cierto aspecto - organización nacional, lo hizo más Puso fin a las inútiles y cos“aclaró, sin embargo, la situación. uctura social del régimen tosas tentativas de conformar la estr ticoy económico. Se veia polí colonial con el nuevo ambiente de la organización nacional " ahora claramente que la cuestión a; cuanto menos resuelta, no podría ser ni siquiera formulad alcanzado cierto grado de es- hasta que la economía hubiese la solución que se'lograse, tabilidad; que cualquiera que fuese eses de las clases que hasta debería tener en cuenta los inter la vida política del país. de entonces habían sido excluidas ria de histo la nueva fase en En este aspecto la crisis inició una a poaren la vez entraban en la joven república. Por primera como asi y los chacareros, lítica la población rural, los gauchos .que nto insti ades. Más por las clases media y baja de las ciud osas recel icas, rinas polít or evaluación consciente de las doct ectual y comercial, esas intel ia ocrac arist sobre todo de la nueva jefes como Ramirez, López, clases dieron decidido apoyo a los icos y programas ecornómiQuiroga y otros cuyos ideales polít cos estaban más cerca del suelo. política del país presentó un Pasada la crisis, la situación siderablemente simplifica aspecto más ordenado, Aunque 'con mismo el problema que habla do, siguió, desde luego, siendo el desarrolladas durante la sido la base de las luchas políticas a en torno de pringirab no década anterior. La discusión ya reconocían que haas inci prov -cipios fundamentales. Todas las onal en la primera opotbía que establecer un gobierno naci que el país debía seguir en tunidad.4 Se coincidía, en general, cisco 23 de 1820), celebrado entre Fran gOtea, 4 El tratado del Pilar (febrero Sarra M. y las provincias del litoral, Ramírez, jefe del ejército de en el término pulaba, entre otras cosas, que esti , Aires os Buen de bernador San Lorenzo, en irán reun se el pucto, de sesenta días después
de ratificado
116
"ASPECTOS ECONÓMICOS DEL FEDERALISMO ARGENTINO
siendo una'república.s
Pero todavía quedaba por definir más
detalladamente la forma “especifica que tendría nacional. Era evidente quela cuestión tenía una
el "gobierno. importancia
más que académica, que estaban en juego los más vitales inte_ reses de la nación, y que, cualquiera que fuese la solución fi-
nal, afectaría profundamente los intereses económicos y la situación política de los distintos grupos sociales y de regio nes * enteras. No disminuía la complejidady complicación del pro-
blema
el hecha
de que los intereses económicos
de los grupos
sociales no siempre concordaban con los de la provincia. La. alineación política sobre el problema de la organización nacional a veces coincidía con los límites interprovinciales y otras
veces los
crúzaba.6 Esta circunstancia, no obstante, no mitigaba . . la intensidad de la lucha. Si algún efecto tenía era el de agravar los conflictos interrios de los partidos, destruyendo la posi-* bilidad
de arreglos entre estos últimos.
se volvieron
más
inútil. La nación civiles,
intransigentes
cayó o
una
Y cuando
la discusión
vez más
se hizo
en una
serie
los partidos menos
que
de guerras *
3
' Santa
Fe,
los representantes
de las provincias,
para
convoca
r una convención constituyente en una fecha futura. Este tratado era el primer convenio interprovincial que se ocupaba de problemas constitu cionales. El artículo T garantizaba, aunque indirectamente, la forma republi cana de gohierno. Para un análisis detallado de éste. y otros pactos posterio res relativos a la
organización la República
6 Puede
nacional, véase EMILIO RAVICNAN1I, Historia cónstitucional de Argentina, Bs. As., 1926, 3 vols., vol. I, Capts, 15, 16 el seg.
advertirse aquí que las tendencias monárquicas,
tan evidentes del Congreso de Tucunián, no habían desapar después de 1820, Adolfo Saldías parece creer que con motivoecido del todo de la Megada a Buenos Aires, el 4 de diciembre de 1820, de los comisionados reales de . España, algunos miembros de la legislatura provinc ial planeaban restau-en
rar,
la época
con
ciertas
SALoÍAs, La
condiciones,
la
evolución republicana
autoridad
durante
del
trono
español.
la revolución
Cf.
ADOLFO
argentina, Madrid, 1919, Cap. XIL Saldías sugiete también que había tendenc ias monárquicas latentes en el Congreso Constituyente. 7bíd., Cap. XIIL, págs. 178-9. 6 Asi, por ejemplo, no era raro que en el Congreso Constituyente: repre.Sentantes de provincias cuya legislatura apoyab a una constitución federal, adoptaran una fuerte posición unitaria. En muchos casos la actitud de los constituyentes hacia determinados proyectos la decidían únicamente los "intereses de la provincia que representaba, y no el hecho de que esos proyectos
"fueran
de contenido
federal
o unitario.
. EL EXPERIMENTO UNITARIO”
2 Cuando Bernardino Rivadavia invitó a las. provincias a que enviaran representantes para integrar una asamblea constituyente, los aspectos políticos del problema de la organización nacional habían cristalizado lo ¿uficiente como para permitir el surgimiento
de partidos
políticos basados más
bien en doc-
trinas que en influencias personales. La cuéstión era en sus - lineamientos generales relativamente simple, porque dentro del' marco republicano el problema de la organización se reducía a una opción entre sólo dos formas: establecimiento de un 'sistema estatal centralizado (doctrina unitaria), o unión de provincias encabezadas por un gobierno federal (doctrina federal) . . Los unitarios sostenían que para dar-al país estabilidad po* lítica, incluyendo los diversos grupos regionales en un 'solo or-
PEA:
ES ENE
_ ganismo
político,
era fundamental
establecer un gobierno
na:
cional investido de amplios poderes políticos y económicos. Con ' este punto de vista la organización estatal centralizada era el “único sistema capaz de asegurar una distribución equitativa de _los beneficios obtenidos. con la «consolidación política del país. Los territorios económicamente “atrasados, especialmente. los que carecíari de experiencia para gobernárse por sí mismos, y que re-: “clamaban educación y. capacidad políticas, ganarían mucho con el sistema centralizado, aunque dicho sistema implicara. la . abolición total ó una considerable mutilación de la autonomía provincial. Las provincias quedarían reducidas a la posición de distritos administrativos cuya autonomía,
si se-la permitían,
sería estrechamente vigilada y fiscalizada por. el gobierno cen- * tral. La teoría unitaria justificaba el sacrificio de la autonomía provincial no solaménte por la economía de esfuerzos y recursos sino también con el argumento de que la centralización" eliminaba eficazmente la fricción política interna. El regionalismo,, económico o político, era peligroso, porque incluía in-: tereses opuestos a los de la nación y porque perjudicaba *1 eficiencia y. el pacífico funcionamiento de la administració nacional.7 7 Estos puntos de vista estaban contenidos en el capítulo 7 del proyect final de la constitución de 1826, rechazado por las provincias, El texto con:
*
118
ASPEUTOS
Aunque
ECONÓMICOS
DEL FEDERALISMO
ARCENTINO
la doctrina federalista no negaba la necesidad ni la
utilidad de una.autoridad política central, defendía la más am-
plia autonomía
económica, fiscal y política para cada provin-
cia. El gobierno autónomo, sostenían los federales, estaba arralgado en la tradición: del pueblo argentino. Era, por lo tanto,
un error creér que se podría mantener la integridad política de la mación sin dejar intacto el principio de la independencia política dentro de las provincias. Si bien era cierto que la autonomía provincial establecía límites definidos a los. poderes y la autoridad del gobierno 'central, no debía inferirse que dentro de su órbita señalada el gobierno nacional sería forzosamente ineficaz. Lejos de engendrar la anarquía el sistema federal de la organización del Estado consolidaría políticamente
o
a la nación,
porque
el federalismo,
reflejaba -los ideales. democráticos
a diferencia
rio. Los federalistas rechazaban. el argumento,
.
del'unitarismo,
del movimiento
revoluciona-
frecuentemente
.esgrimido por los unitarios,de que la nación no tenía ni los re-
Ñ
- Cursos necesarios ni la experiencia para instaurar un complicado sistema de autoridades superpuestas. Sin negar la.mayor com-' plejidad
,
del sistema
federal,
insistían
no
obstante
en que
era
adaptable a las condiciones argentinas, dada la vastedad del territorio nacional y su consiguiente regionalismo económico y Político. Además las provincias ya habían demostrado su capacidad para establecer y mantener gobiernos locales, no pudiendo aducirse, por lo tanto, su inexperiencia política, . Ni el unitárismo ni el federalismo contenían un cuerpo de. doctrina económica claramente definido y sólido. Pero esa falta no era tun defecto grave, porque las más importantes derivaciones económicas de ambos sistemas políticos eran: bastante claras. Las preferencias por uno de los sistemas contra el otro : eran determinadas menos por los principios abstractos-de las ' _ teorías económicas que por las necesidadés y aspiraciones in-mediatas de los que optaban. Lo cual era natural porque las condiciones fundamentales del desarrollo económico del país pleto de la. constitución puede verse en el Registro Nacional, vol. 1, No 2104, Para un estudio detallado, véase E. [¡RAVICNANI, ob. cit.,. vol, 3, passim. Puede verse un informe completo de los debates sostenidos en el
congreso constituyente en: E, RAVIGNANI, Asambleas constituyent“ar: es gentinas, seguidas de los textos constitucionales, legislativos y pactos inter- * provinciales
“vols.; vol. 3,
que
organizaron
:
politicamente
la
nación,
Bs.
As.,
1937-38,
6
EL
EXPERIMENTO
UNITARIO
misma. habían sido firmemente establecidas por la revoluciónel proble-.
mico Dada la dirección general del desarrollo econó punto tal o qué hasta ma era principalmente el de: establecer ficas y especí s idade neces - cual política econórnica reflejaba las la aptite guien consi Por la potencialidad económica del país. l deestata ón izaci organ tud de uno u otro sistema político de
de la estructura pendia, en última instancia, de la naturaleza micas determieconó iones - económica argentina. Las contradicc se las
intensificar naron y nutrieron los conflictos políticos, y al la lucha por el ta violen más contradicciones tendió a hacerse manejo del Estado. trajo consigo El cambio del estado político del virreinato de 1810 ución revol la e aunqu serios trastotnos económicos y, en gepaís del mico econó ollo estimuló grandemente el desarr orienparte La io. dictor contra y al neral, el progreso fué desigu grado nor en.me y Aires s Bueno nte tal del “territorio, especialme con on iciar benef se más que las n fuero las provincias del litoral, español fué el co-. el cambio. Allí el derrocamiento del dominio en el interior * Pero mica. econó mienzo de una era de expansión ron muy dislas ventajas. del comercio exterior directo queda y extranjeros minuidas por la pérdida delos mercados locales las provinde tar bienes el parte gran de los que dependía en cias. En
esa Ona,
donde
la emancipación
nacional
se obtuvo
so de adaptaal precio de la declinación económica, el proce y costoso. dificil fué co póliti fico ción al nuevo ambiente geográ aria se ucion revol postr tina Argen la de El desarrollo económico
ento ' caracterizó, por lo tanto, por un desplazami
del centro eco-
cido por la nómico de gravedad del interior a la costa, produ retroceso del rápida expansión de la segunda y el simultáneo primero. bocó en El carácter desigual del desarrollo económico desem se perpe-. lo que fué hasta cierto grado “una desigualdad que pobres .y cias: tuaba a sí misma. El país se dividió en provin obligadas provincias ricas. Las provincias del interior estaban 4 a ceder
porciones
cada vez mayores
de las rentas nacionales
se apresuraban Buenos Aires y otras provincias del Este, que áfica” y de sus geogr a aprovechar las ventajas de su posición por detener, arse esforz al mayores ' posibilidades monetarias. Y sos que recur os rvarl conse y el flujo de riquezas hacia el litoral ñte corrie una. en ron entra todavía les quedaban, las provincias
-:120
:
¡ASPECTOS ECONÓMICOS DEL FEDERALISMO ARGENTINO
de aislamiento
económico.
Al
mismo
tiempo
reclamaron
una:
distribución más equitativa de la parte de las rentas nacionales que Buenos Aires monopolizaba bajo la forma de derechos de aduana.
Las provincias contemplaron, pues, el problema de la orga-
nización política a la luz de las referidas circunstancias. Con respecto a la propuesta del: unitarismo de nacionalizar los ingresos derivados del comercio interior y exterior,.la actitud de las provincias era uniformemente unitaria.8 Las provincias sostenían que desde el momento que ellas contribuían a formar
el volumen
total
del
comercio
que
pasaba
por
Buenos
Aires,
tenían derecho a participar de los ingresos obtenidos por esa: fuente, sobre todo porque no se podía emplear ningún otro
puerto para el comercio de ultramar. Pero aunque “apoyaban “la nacionalización de los derechos de aduana 'se oponían no obstante a toda acción destinada a cercenar la autonomía fiscal de las provincias. Y eso era precisamente lo que el partido .
unitario se proponí
a hacer. La Constitución de 1826 negaba . a las provincias el derecho de obtener réditos de contribuciones
indirectas.9 Las provincias
miraban
. con' bastante
E o recelo la tendencia de
los capitales extranjeros y porteños a respaldar la explotación
de
cualquier
recurso
natural
que
ellas poseyeran.
A
las pro-
. vincias les disgustaba ceder a los extraños ingresos provenientes de esas fuentes o concederles privilegios de monopolio. 'Si esta tendencia a defender los intereses económicos locales de la intrusión del exterior se hubiese limitado a la gran industria,
como
la minera
de
La
Rioja,
Catamarca
o
Córdoba,
la
cuestión podría haber sido résuelta relativamente .con pocos rozamientos. Pero lo cierto es que el regionalismo económico
8 La ley de nacionalización de las rentas aduaneras (Registro Nacional 1912, marzo 13 de 1826) fué aprobada por el Congres o Constituyente. por treinta votos contra uno. C£. Asambleas Constit uyentes, 9 Cf. Texto de la Constitución (Registro Nacional), t. IL, págs. 901, 911. Cap. 7. La posición de las provincias en la
cuestión de las finanzas nacionales no fué manifes -. tada en el Congreso Constituyente, sin duda porque los diputados' eran en su mayoría unitarios. Pero es razonable creer que la solución apropiada
del problema
era dividir los ingresos entre las provincias.
a prorrata. Este: punto de vista fué expresado claramente cinco años más tarde durante la discusión del congreso interprovincial de 1831, reunido en Santa Fe. Cf, Relaciones interprovinciales, La liga litoral. Esta fase de la lucha unitaria federal será analizada en los capitulos siguientes.
:
:
y la rivalidad interprovincial eran demasiado mitir
una
solución
fácil.
Las
provincias
sos para pé
se empeñaron
en .tra--.
tar de proteger su industria y comercio contra la competericia foránea
desde
comercio cambio
el mismo
momento
exterior y quedó
en
que
se abrió
virtualmente suspendido
comercial con Perú. Y desde el punto
provincia la competencia
el país:al
el inter-
de vista de cada
foránea estaba representada no so-
lamente por el capital y el comercio extranjeros, sino también por el capital y 'el comercio “de las demás provincias. Cada:
provincia se esforzaba por alcanzár el mayor grado posible de independencia económica, para independizarse de ese modo po-' lítica y financieramente de las otras provincias y especialmente del gobierno de Buenos Aires. Es verdad que esta política de aislamiento económico nunca fué llevada hasta.el fin, aunque más no fuera que por la razón de que las provincias carecían de los medios necesarios para sostenerse solas económicamente. No obstante, esa política logró formar intereses creados que se nutrían
con
el aislamiento.
Lós
chacareros,
los artesanos y
los comerciantes locales estaban todos fundamentalmente in- * teresados en que continuara con buen éxito la política de ex“clusivismo económico. Estos grupos, cuando tuvieron que elegir entre unitarismo y federalismo, optaron por este último, porque les ofrecía mayor seguridad económica y era más probable que eliminara los peligros de la competencia extranjera y extraprovincial. Para estos grupos el unitarismo significaba la abolición de las tarifas protectoras, una mayor expansión del comercio exterior a expensas de las industrias locales, el descuido de la agricultura
y.cargas
financieras más pesadas sobre
- la industria ganadera. Aunque en sus líneas generales la lucha entre unitarismo y federalismo tenía el mismo carácter en todo el país, los términes precisos del conflicto variaban de una provincia 2 Otra, y de región en región. Por consiguiente, las formas de organización y los movimientos tácticos de los partidos unitario y federal diferían en muchos puntos fundamentales. El “partido unitario,
que
destacaba
los
problemas
nacionales
a expensas
de
-las cuestiones locales, alcanzó un alto grado de homogeneidad, “tantoen la organización como -en la doctrina, Era numéricamente reducido, pero lo que'le faltaba: en ese sentido lo compensaba con exceso con la “calidad de: sus dirigentes. Muchos
“199
de
ASPECTOS ECONÓMICOS
ellos
eran
DEL. FEDERALISMO: ARGENTINO
excelentes oradores
y hábi
les parlamentarios, y casi todos estaban profundamente convencidos de que el partido unitario era el único que podía conducir al país a un porvenir económico y político. mejor. Los unitarios estaban en minoría, pero era una minoría comp acta y homogénea, muy unida, consciente de. sus objetivos y colocada en una Pposicióri estratégica en la sociedad y la: econ omía. El partido. federal no tenía ninguna de esas características. El particularismo político . y económico: impedía decidida mente la formación de un organismo permanente en escala nacional . El partido era apenas una federación imprecisa de: organiza ciones seccionales, unidas en la oposición a los unitarios, pero al mismo tiempo libres de perseguir sus propios objetivos dentro de las provincias. Con Una gran parte de la población reunida bajo sus banderas, el partido representaba un conglomerado . de intereses sociales: y regionales divergentes, sumamente ines table desde el punto de vista político y de organización.La doctrina política y económica del partido se concretaba a los aspe ctos más generales'del problema de la organización nacional , porque dentro de cada, Provincia o grupo' de provincias el fede ralismo tenía objetivos' Propios dictados por las características locales. No obstante, ni la heterogeneidad de la composición socia l ni la divergencia de los objetivos económicos impidió el triunfo del partido en la lucha por el poder. Por el contrario, la misma ausencia de una doctrina especificada dió al partido federalista una flexibilidad y una
libertad
de
acción;
periodo crítico del Congreso Pos que lo siguieron. Apto condiciones locales y para federalista fué el vocero de sociedad argentina.
que
resultaron” inapreciables: en
el
Constituyente y los primeros tiemde ese modo para adaptarse-a las “ampliar su.base social, el partido las. fuerzas más importarites de la :
3 En Buenos Aires los efectos de la batalla
de Cepeda y la con-: siguiente serie de violentos: camb ios políticos que culminaron con la elección de Martín Rodrígue z, no fueron totalmente ad-
versos al prestigio
y al bienestar
de la .provincia.
El gobier-
1
EL
quedó
no
privado
.
EXPERIMENTÓ
de su
UNITARIO
'
.
*
carácter: nacional; pero
123
el cercena-
miento. de sus poderes políticos y. administrativos quedó más
que compensado con la estabilización política del país y de la provincia. La provincia no perdió, ni económica ni financieramente, ninguna de las ventajas que poseía antes del pacto in-
" terprovincial.
Porque,
por la amplitud
con que
el "Trátado
de
Pilar dejaba al gobierno de Buenos Aires el manejo del puerto
. más
grande
del
país,
o sea
de la: fuente
importante
más
de
ingresos de la nación, la provincia, lejos de sacrificar ninguno de sus vitales intereses económicos,
obtenía
en realidad
la me-
jor tajada del arreglo, La derrota política y militar se convirtió. en una victoria económica y financiera, que a su turno animó al gobierno provincial a pujar una vez más por la dirección política de la nación.
La
disposición
del Tratado
.
de Pilar que: ordenaba
la con:
vocatoria de una convención nacional dentro de los sesenta días de la ratificación, se dejó “caducar, por la razón de que
para fecha tan: próxima, a muchas de las provincias, y espe'* cialmente a Buenos Aires, les faltaba totalmente la preparación la necesaria para afrontar el serio y complicado problema de s organización nacional. Se admitía generalmente que mientra polas condiciones políticas siguieran siendo inseguras no se recamente auténti l naciona a asamble - dría organizar ninguna ración conside la ar posterg le preferib presentativa, y que era rse del problema de la organización nacional antes que arriesga la estabilidad a un fracaso casi seguro. Buenos Aires no alcanzó ez en Rodrígu Martín de política hasta después de'la elección
la orgaseptiembre de 1820;.en otras provincias el proceso de Estero del o Santiag aún. nización autonómica fué más lento
rca se separó de Tucumán a principios de 1820, pero Catama1821. de agosto hasta a segund siguió bajo la jurisdicción de la dencia
Las provincias de Salta y Jujuy declararon su'indepen cortó sus del gobierno central en .agosto de 1821. San Juan del enero en sólo pero 1820, de lazos con Mendoza en marzo encaal tucion consti rno gobie un año siguiente se estableció litoral la Re-bezado por [José María Pérez de Urdininea]. En el nentes desública de Entre Ríos se disolvió én sus partes compo mo de la Supre Jefe ez, Ramír sco pués de la muertede Franci ncia autónoma ' república. Entre Rios se transformó en una provi
124
: ASPECTOS ECONÓMICOS
DEL FEDERALISMO
ARGENTINO
,,
en diciembre de 1821 *; Corrientes hizo lo mismo cuando el 11 de diciembre de 182] adoptó su primera constit ución provisional, Más importante
que
: la
inestabilidad
o política
de
las
dis-¡'
tintas provincias fué la actitud de Buenos Aires, primero tibia: * y luego completamente hostil a la inmediata convocatoria de. un Congreso Constituyente. Bustos, gobernador de Córdob a, hi--.
zo un serio. esfuerzo para organizar un. Congreso Nacio nal, in-
vitando
a las Provincias
representantes
en: noviembre
a la capital
de
1820
a que
enviaran
de la provincia. El Congreso pro-.
puesto debía iniciar las sesiones el 24 de marzo de
1821; pero”. para esa fecha las provincias de Tucumán, Salta, Santiago del: Estero y Catamarca ni siquiera habían nombrado representan-
tes. Los diputados reunidos decidieron postergar la inaugura-. ción del Congreso hasta que llegaran las delegaciones que fal- :
taban, pero- entre tanto Buenos Ajres, que nuncá había apoyado * mucho entusiasmo el Congreso,
con
prohibió
a sus
tantes que discutieran o se comprometieran en cualqu represen-* ier cues:
—tión constitucional. Poco después (24 de septiembrede 1821) , y contr
a la enérgica oposición de la provincia de Córd oba,el : | de su delegación, El retiro de la diputación de Buenos Aires quebró la colum vertebral del Congreso de Córdoba antes de .que comenz na” ara a: funcionar. Fueron inútiles los frenéticos esfuerzos de Córdoba: para evitar el fracaso del Congreso, el que recibi ó el nal a principios de 1822, con la firma del Tratado golpe fi-del Cua: * drilátero, cuyo artículo 13 impedía a las provincias signatariasgobiernode Buenos Aires ordend:el regreso
participar del “diminuto
Congreso reunido
Por varias razones había observado
Aires su política obstruccionista
en Córdoba”.10*
la provincia de Buenos
hacia el Congreso de Córdoba. Por lo pronto Buenos Aires comprendía que ese Congr eso es-
taría dominado totalmente por Córdoba. Advert ía, asimismo, que el gobierno de Córdoba haría todo lo que estuviera en
sus manos para asegurar una solución federalista al probl ema
* [El movimiento subversivo de Lucio Mansilla rriana se produjo el 23 de septiembre de 1821..N contra la situación. entre. del E.] ] 10 El tratado fué firmado el 25 de enero de natarias fueron: Buenos Aires, Santa Fe, Corrientes1822. Las provincias sigy Entre Ríos, Para un análisis detallado
la República
del tratado véase E. RAVIGNAN1, Historia consti tucional de Argentina, Bs. As., 1997, t, I, págs. 200 y siguientes. :
constitucional, y que en vista de la desconfianza que inspira ban
las intenciones
de Buenos
Aires,
a Córdoba
no
le sería:
difícil lograr ese resultado. Además, si el Congreso se proponía
adoptar el programa' político federal probablemente lo haría sin tener en cuenta la posición peculiar de Buenos Aires en la economía nacional.La política económica y financiera que * sin duda seguiría un Congreso federalista debilitaría. inevita.blemente a Buenos Aires en'el orden político, lo que a su vez : ' amenazaría la misma existencia del partido unitario. Porque era
evidente
que
después
de
constituido
el país
sobre
bases
federales, el partido unitario ya no podría recuperar el dominio : político como no fuera por la rebelión. Precisamente para evi-
tar esa eventualidad se opuso activamente el gobierno de Buenos Aires a la-convocatoria del Congreso de Córdoba. La oposición de Buenos Aires al Congreso de Córdoba fué más una cuestión de oportunidad que de principio." Los unitarios, que dirigían y fiscalizaban el gobierno provincial, consideraron prematura la convocatoriade Bustos, no tanto porque creyeran que el país se hallaba incapacitado para encarar . el problema de la organización política como porque el par- * tido no estaba
todavía
en condiciones. de asegurar
la victoria
de su programa económico y político. Lo que el gobierno de Buenos
Aires quería
era
no
solamente la
postergación,
sino
que el Congreso Nacional se reuniese en la ciudad de Buenos Aires. Los dirigentes del gobierno de Buenos Aires creían, no sin razón, que con uno o dos años de trabajos preparatorios _ podrían :mejorar grandemente sus posibilidades de obtener una considerable
ban mantener
mayoría
el statu
unitaria
quo
en
el futuro
Congreso.
Ansia-
creado por el Tratado de Pilar,
con la esperanza de reforzar. entretanto su dominio
en Buenos
v
> pa O
TOA
AS
Aires y poner una vez más a la provincia en una posición política y económica rectora. Confiaban en su capacidad para realizar la reorganización económica y financiera de Buenos Aires, y esperaban demostrar con ella la practicabilidad y. las ventajas de la política unitaria y su programa económico. Razonaban
que si tenía buen éxito el gobierno de Martín Rodrií-
guez y sus ministros Rivadavia y García, otras -provincias de la Confederación estarían mejor dispuestas a aceptar la dirección de Buenos Aires, y que de este modo un Congreso Nacional reunido en Buenos Aires podría ser inducido a aprobar una
ASPECTOS
ECONÓMICOS
DEL
FEDERALISMO
ARGENTINO
S
constitución unitaria. EleTratado:del Cuadtiláteto era, por consiguiente, desde el punto de vista unitario y dado que tendía a invalidar el Congreso de Córdoba, una señalada victoria política, :
El gobierno de Martín Rodríguez suele señalarse como el más notable de la historia nacional. Nunca hasta entonces, y pocas veces después, fué Buenos Aires escenario de una acti-
vidad legislativa y administrativa tan variada y de tan vastos alcances. Casi no hubo un solo sector de la economía provin-
cial que no haya sido reformado. En algunos sectores las refor-
mas se, limitaron por
la revolución;
a confirmar y sancionar cambios en
otros
campos
se realizaron
efectuados
serios
esfuer-
205 para reemplazar instituciones antiguas por otras nuevas; y en otras se anticiparon futuros perfeccionamiéntos. Estás retormas e innovaciones no se hicieron al azar; estaban todas íntimamente relacionadas; cada una de ellas formaba parte de un sistema económico social trazado sobre el modelo de la Europa Occidental. Sus creadores eran hijos espirituales de los filósofos sociales y económicos de Inglaterra y Francia. Aceptaban los principios fundamentales de la economía política clásica
como
universales,
convencidos
de
que
solamente
una
po-
lítica económica basada eri esos principios sería capaz de asegurar el progreso continuo y la prosperidad. Desde el punto de
vista
unitario
el atraso económico
y social de la Argentina
se
debía no tanto a su falta de recursos materiales como a la política económica y fiscal del régimen español, Las restricciones impuestas a la producción gulación de las actividades
y la distribución, la minuciosa reeconómicas, los impuestos abruma-
dores, todo lo cual cáracterizaba la política económica de España, eran contrarios a los mejores interesés ño solamente de . la colonia sino también de la madre patria. La. política de restricciones se basaba en el «concepto de que los intereses del Estado (la Tesorería) eran opuestos a los del individuo. Era Un concepto erróneo.y perjudicial, porque en.realidad ese antagonismo, no existía. El bienestar del Estado dependía del bienestar del individuo, que lo determinaba. La prosperidad 'individual era la base.dela fuerza económica y política del Estado.
De ahí que este último debía interferir lo menos posible en las actividades
rienda
económicas
del individuo.
Y debía, en cambio,
libre a las leyes naturales cuya actuación
dar
no estorbada
EL EXPERIMENTO
UNITARIO
A
127
la economía nacional resultaría en un armonioso desarrollo de económica significó como un todo. De este modo la libertad nacional, sino tamen la Argentina no sólo la emancipación la política económica bién una nueva orientación radical de al laissez faire. interna. El mercantilismo daba paso el gobierno de MarCon estas premisas generales construyó económicos. Tomando tín Rodríguez su. política y programa punto de partida el el programa revolucionario de 1810 como reconstrucción genede gobierno lo extendió a un programa de la reconstrucción plan El . ncial provi ral de la economía de las instituciones o ntin requería el trasplante al suelo arge dental,al mismo Occi pa y las normas económicas de la Euro : económica Coctura estru la tiempo que exigía la abolición de el menor: plazo en n ació lonial. Era el programa de la europeiz "Para apresu. eudal semif y posible de una economía atrasada vino actiinter rno gobie el rar el proceso de la reconstrucción del desción direc la y grado vamente en la determinación del estrucla en ios camb los arrollo. económico, En muchos casos fiat por os ducid intro n fuero tura económica de la provincia a so impu rno gobie el del gobierno. Pensando en el porvenir, a necesidad
había inmediat la economía reformas de las que no poco desconcierto en el no y que ocasionaron, forzosamente, as y sociales. *
económic mecanismo existente de las relaciones gobierno hacia el prodel Precisamente esta acitud paternal fué la que hizo contra: blemade la reconstrucción económica Teóricamente el unidictoria la posición del partido unitario. la práctica se volvió En tarismo era liberal y democrático, pero ue el partido uniporq o itari autor autoritario y aristocrático; a pesar de la creciente tario impuso su programa económico Buenos Aires y Otras resistencia popular que le ofrecian en rismo se dirigía prinprovincias; aristocrático, perque el unita la sociedad argentina, socipalmente a las capas más altas de ectuales, y no trataba de bre todo: a los comerciantes y los intel lar. No obstante, la con- * crear una amplia masa partidaria popu . Confiados en que su ciencia liberal de los unitarios era clara una economía riaciosistema era el único que podía asegurar que cualquier sacride nal integrada, y convencidos asimismo n estaría justificado ació pobl la a pedir que ficio que hubiera unitarios atribuían los _por la ventaja final que traería al país, su doctrina y su de lar a la ignorancia la reprobación. popu
ea
128
--
asPecros ECONÓM DEL. ICO FEDERA S" LISMO ARGENTINO
Política. Los-unitarios aducían que si la nació _Eilosofía económica y política no era porqu n rechazaba su e la doctrina o la .-* política fueran perjudiciales o
gauchos,
impracticables, sino porque los y los artesanos eran simplemente in-
los chacareros
capaces de pensar en función del bienes tar nacional. Los unitarios creían, por lo tanto, que era incum bencia de ellos ilus-
trar al país, por la fuerza, los
padres
obligar
a los
si fuera necesario,
niños
remolones
como
lo era de
a concurrir
cuela. A la acusación de que esa actitud engendraba a la esuna aristocracia pecuniaria los unitarios respondían que esa. clase de aristo cracia era inevitable y útil. 11
.
Aunque los unitarios confiaban en que el pais poseía : todos. . los recursos necesarios para el desarrollo final de una bien equilibrad a
economía,
” inmediatas
que
tenían
debían
una
clara noción de las dificultades.
afrontar.
.Comprendian
que
no
sería
Posible avanzar verdaderamente hacia la integración económica mientras el país no tuviera capital abundante, mano de obra y la necesaria capacidad técnica. El programa de la reconstruc- . ción económica podría ser cumplido únicamente removiendo “los obstáculos Que retardaban la realización de los destinos del. * país, estimulando un crecimiento mucho más rápido de la població
n, aumentando el' consumo y la producción, y tando las ganancias que incensificarían el intercambi acreceno y acele 11
Esta posición
fué inequívocamente
expresada
por
[Manuel] Antonio [de] Castro, miembro influyente de la Comisi ón de Negocios Constitucionales del Congreso Constituyente. “Se dice —decla ró Castro— que de este modo se introduce insensiblemente una aristocracia,. la más perjudicial, que es la aristocracia del dinero. Antes he dicho, y ahora repito, y siempre repetiré una que no puede dejar
verdad,
mientras
“nunca
haya
puede
leyes, y es de
dejar
de haber
de ser mientras
que,
si no
haya
se iamuta
esa aristocracia,
hombres
y gobiernos,
la naturaleza
y
de las cosas,
Un monstruo tan perjudicial a la sociedad, que se quiere. aparecer como . la sociedad y el orden según ella esté estable que es la que hace conservar cida. Hay ciertas aristocracias, que son de las que debemos huir; pero hay otras a las que'debemos dar valor
y dejarlas
correr
como
un
torrente,
y el atajarlas seria perjudicial. La aristocracia. de sangre, hereditaria, monárq uica, esas sí son peligrosas, Porque se oponen a las leyes y a un sistema libre; pero aquellas aristo-. eracias que nacen de la naturaleza de las cosas, no hay poder en la tierra que pueda
vencerlas, ¿Quién podrá hacer que el ignorante sea igual al que talento, o al hombre sabio? Dios no lo puede hacer, porque Dios ha puesto esa misma desigualdad en tiene
plicancia.” Asambleas de
septiembre
de
Constituyentes,
1825)
las cosas, y no puede obrar con jm» t. 1IL págs. 738-739 (Sesión del 25
*
EL EXPERIMENTO UNITARIO
rarían obtener
la circulación ni
capitales
de la riqueza' '12 ni
capacidad
Y com
técnica
0: se: podía”
de: origen
nacional *
.en cantidad suficiente, había que buscarlos en. el «exterior. -Se argiía, por lo tanto, que había que abrir ampliamente el país al comercio exterior y a las inversiones extranjeras, y alentar por todos los medios de que dispusiera el gobierno la coloniza-
ción y la inmigración. Y si por distintas razones esas medidas resultaran inadecuadas o de efecto demasiado lento, el gobierno debería emprender por sí mismo las actividades económicas y financieras
que no estuvieran al alcance
de la comunidad.
Esas eran las premisas principales de la doctrina económica unitaria. El razonamiento, era sin duda sólido y estaba en con: "cordancia con los postulados más adelantados de las teórías eco-
nómicas contemporáneas; pero era también demasiado abstracto-y la política económica a la qué daba fundamento se achicó al primer contacto con la realidad argentina. Incluso con respecto al comercio exterior los unitarios se vieron obligados a transigir casi desde el principio. El problema del comercio extérior fué la chispa que puso en marcha el movimiento de la -eman- * * cipación económica y política; parecía que la cuestión de la política comercial sería de fácil “solución, pero.en realidad el trazado de una apropiada orientación comercial presentó serios' inconvenientes. Porque si bien en 1810 era unánime la opinión de: que el país debía tener libertad para comerciar con otros . paises además de España, la unanimidad era menor cuando se trataba de determinar el grado de libertad que habría que - acordar al- comercio
exterior.
De
acuerdo
con
la teoría unita-
ria esa libertad debía ser-la más amplia posible. ¿Acaso la: libertad de comercio no era, en el sentido clásico de la expresión, .la política ideal? El comercio libre acretentaría el consumo,
aceleraría la circulación de la. riqueza y atraería 'a lós comerciantes capitalistas extranjeros a las orillas del. Plata. Sin em-' bargo, el comercio
libre no era realizable inmediatamente. El *
nuevo Estado tenía constantes dificultades financieras y no podía por lo tanto prescindir de las rentas que producían los . .
derechos aduaneros,
Hasta
que se pudieran
crear otras fuentes.
de iingresos los impuestos a la importación y la exportación eran . 12 Cf, Preámbulo
al decreto del 24 de noviembre
de 1823, que anunció
la formación de una: tompañía minera para la explotación * mientos-de oro de La Rioja. Registro Nacional, UI, 46,
de los yaci-
-
Ñ ASPEGTOS ECONÓMICOS DEL FEDERALISMO ARGENTINO o
Ñ
inevitables. Pero esos impuestos no debían tener otros fines que los de producir rentas, y sobre 'todo no debían estorbar la entrada y salida de mercaderías del país. A pesár de todo, ni siquiera un comercio libre modificado era totalmente practicable. Había que tener en cuenta los intereses de la industria 'nacio: nal, y en ese sentido
fué la protección
más
que
los réditos el
principio fundamental que guiaba la formación de los aranceles. La primera lista general de aranceles.ya presentaba características proteccionistas,
o Rodríguez
mo
porque
el gobierno
de Martín
considerara deseable el proteccionismo, sino más bien'
Porque prefería evitar. complicaciones políticas en sus tratos con las demás
provincias.
Pero si bien
los unitarios
se vieron
obli-
.gados a abandonar su posición teórica por razones políticas, no ocultaron
en cambio
su impaciencia reclamando
un proteccio-
nismo total, Y fué precisamentela negativa de los unitarios a. admitir las limitaciones de la economia nacional la que tornó el problema de los aranceles en una cuestión política. En la etapa en que se hallaba de su desarrollo económico, el país como * tal no estaba preparado para aceptar el comercio libre. Ni estaban
dispuestas
vinciales,
1as provincias
almenos
hasta que
a'abolir
hubiese
los aranceles interpro-
sido resuelto
satisfactoria-
mente el problema de la distribución de las rentas producidas
por el comercio de ultramar.
l
La impracticabilidad del programa económico unitario se hizo
Especialmente
evidente
en su políticade industrialización y co-
lonizáción. A pesar del optimismo oficial el país ofrecía pocas - Oportunidades para la inversión de capital en empresas indus-
. triales, porque carecía de los elementos esenciales: para la industrialización, como ser carbón, mena de hierro y materiales de construcción. Además el mercado interno era demasiado pe-
queño para asegurar al desembolso del capital una producción * - en gran escala. Las industrias de extracción eran: en ciertó modo más promisoras,
y fué
este campo el que
atrajo primeramente
al capital extranjero; Con el estimulo del gobierno de Buenos
_Aires se formó en Londres una compañía para explotar minasen La Rioja-y las provincias yecinas. La aventura no: pasó de
. los cateos* preliminares, mayormente por la' oposición de los” capitalistas nacionales tanto del interior como: de Buenos Ali-
gr EXPERIMENTO UNITARIO: .
y
ómica ni políticamenres.13 La empresa no era segura, ni econ ómicos en territote, Concediendo importantes privilegios econ el gobierno de ón, rios que no estaban dentro de su jurisdicci ncias. El arprovi las en -Buenos Aires provocó resentimiento sido dictada a habí n acció gumento de los unitarios de que esa stencia, ya consi tenía no por razones puramente económicas, y económiicos polít tos quea juicio dé las provincias los aspec | es. arabl insep eran cos del problema constitucional mucho metuvo no rios unita los - La política colonizadora de los unitarios llenar la brejor éxito. Tampoco aquí supieron ica. No era lo mismo chi existente entre la teoría y la práct estimular la formación y * nombrar una comisión de colonización el traslado de los fuar coste que s, de compañías colonizadora establecersé.14 El hecho es turos colonos y darles tierra para los gastos de transportar y que el gobierno no podía afrontar estaba tampoco preparado establecer inmigrantes, y el país no socialmente. La política de * para absorberlos ni económica ni erno, lejos de reforzar la la colonización costeada por el gobi capital que estaba haciendo economía nacional, inmovilizó un arse utilidades inmediamucha falta y del queno podían esper iciones imperantes se cond tas. Además €s dudoso que, en las nización en gran escala. colo una te amen ómic justificara econ agricultura tendía a elevar Porque si bien la expansión de la al mismo tiempo a auel precio de la tierra, también tendía trias ganaderas. No indus mentar el costo de producción de las de los hacendados ría la mayo es extraño, por lo tanto, qué colonizadores del s plane los mostrase tan poco entusiasmo por de Rivadavia. onal naci erno gobierno de Rodríguez y del gobi 13 La Compañía
de Minas
de lás Provincias
Unidas
del Río de la
ado 24 de diciembre de 1824. "Abandon Plata se organizó en Inglaterrael compañía reclamaron al gobierne de s el proyecto, los promotores de la presumiblemente gastados en los cateo (ReBuenos Aires la suma de £ 52.520, to
de
del 24 de noviembre
1823
CÉ. Decre Dorrego Mensaje del gobernador Manuel - gistro Nacional, 1704, 11, 46-47); racaÑa, L. Í, (MaB 1827 de e einbr septi de 14 a la Junta de Representantes, through EWS, Journey from Buenos ÁyTes pág. 231); y también .JosepH ANDR by the e thenc i, Potos to man and Salta the provincés of .Cordóva, Tucu de Chili and ago Santi to ly, quent subse and _deserts of -Coronja. to Arica, Mining Ássof of the Chilean and Peruvian Coquimbo, undértaken on behal : es, 1827. ciation in the ycars 1825-1826, Londr ados, no señal sido han ya ón izaci colon la 14 Los aspectos financieros de preliminares
de las minas.
siendo necesario
repetirlos
(véanse págs. 79
y sigls).
:
:
ASPECTOS
La propensión dad económica
ECONÓMICOS DEL FEDERALISMO
ARGENTINO *
de los jefes unitarios de exagerar la capaci-
de la economía
argentina se manifestó una vez
más en su política financiera, especialmente en el establecimiento de un Banco central provincial y luego nacional. Las consideraciones teóricas que impulsaron a los unitarios a fomentar
la organización En
una
de'un
economía
Banco
de rápida
de emisión expansión,
eran bastante claras. en la que
el comercio '
y la industria debían desempeñar un papel cada vez más im-
- portante, el mecanismo financiero del régimen colonial: ya no era adecuado: En'el comercio, más que en ningún otro campo de la actividad económica, el crédito era esencial. Si bien las Operaciones de crédito eran indudablemente comunes en Bue:
nos Aires en el período prerrevolucionario, se basaban generalmente en la relación personal de deudor y acreedor, faltándoles por consiguiente la estabilidad y continuidad que sólo puede dar una institución pública como el Banco. El Banco no sólo pondría
firme, "para
el mecanismo
sino que el comercio
del crédito del país sobre una base más.
crearía además y la industria,
nuevas facilidades de crédito
Movilizaria
fondos
disponibles
para préstamos que hasta entonces estaban desparramados en la provincia y el pais, aliviaria la escasez crónica de capital e
impondría una baja en la tasa de intereses, habitualmente alto.
El buen éxito del programa de reorganización fiscal y de con-. solidación de la deuda pública de la provincia dependió en ' gran parte del grado de liquidez del mercado de capitales de. Buenos Aires. Aunque sólo húbiese permitido al gobierno com-
pletar la reforma fiscal, la treación del Banco.ya habría tenido
su más amplia justificación. Durarite la guerra con Brasil, cuando el bloqueo de Buenos Aires privó a la Tesorería de gran. “parte de sus ingresos normales, fué cuando más falta hacían los servicios. de una institución central de crédito. El ministro de gobierno 'urgió la aprobación del estatuto del Banco Nacional, diciendo: r 3% Es
imposible
desembarazarse
en
tales circunstancias,
si no se comienza
por
apoyar en primer lugar la industria del país, para fomentar la fuerza productiva, y de este modo lograr medios, no sólo de obtener las contribuciones necesarias, sino también de obtener todo aquel crédito, sin el cual no se
Pueden levantar las sumas precisas para acudir a las necesidades de la guerra
*
.
.
E,
y alos gastos de la administración; sin este medio sería “preciso levantar; , Puestos insoportables y bien presto imposibles de pagar.15 A .
Luego
para el ministro
-
.
.
de gobierno
se
Ñ
im
la alternativa era au--
mentar los impuestos o aumentar la producción mediante la' expansión, del crédito, siendo característico del enfoque uni- .
tario el que no fuera donsiderada para nada la tercera y más evidente posibilidad: lalextensión al gobiérno de créditos 'basados en la emisión ración
que
desde
de Dilletes de Banco.
el punto
Había
de vista unitario
otra conside-
favorecía
categóri-
camente el establecimiento de un Banco Central, y era que ese Banco, con sucursales en todas las provincias, sería un fac- tor poderoso para la unificación política del país. La comunidad de intereses económicos” desbrozaría el camino al entendimiento político entre las provincias, y ningún instrumento cumpliría esa tarea con más facilidad y más completamente que el Banco National. El Banco, según un prominente unitario, sería el más fuerte lazo de unión de las provincias y sus habitantes; consolidará los intereses individuales y neutralizará todos los reclamos. Desde el momento en que esas ventajas comiencen a. ser apreciadas, poco o nada le quedará por hacer al Congreso para llevar a cabo la nacionalización de las provincias.16
*
7
:
El Banco fué concebido, por lo tanto, no sólo como un instrumento de estabilización económica y financiera sino también como un medio de fiscalización política..Por esta razón los unitarios no vacilaron en propiciar la más estrecha vigilancia gubernativa de las actividades del Banco.17 15 Asambleas Constituyentes, TIL, 407 (Sesión del 7 de enero 16 JuLiÁN S. DE AciEro, sesión del 19 de enero de 1826 Constituyentes, 11, 431). 17 En apoyo del art. 7 del estatuto del Banco, que daba al autoridad decisiva en lo que concernía al pago de dividendos, S. de Agiero:
“Se dice que
es un asunto
puramente
de 1826). (Asambleas . gobierno 1 dijo Julián *
económico.
¿Y quién
ha dicho que en un establecimiento de esta naturaleza, de la primera entidad, no debe tener intervención la primera autoridad? Sí, señor, debe tenerla; porque un establecimiento de esta clase tiene una trascendencia tal que sólo de él depende la prosperidad de todo el país, su quietud, su .sosiego y la estabilidad del gobierno mismo. Él (el Banco) tiene la clave, y es el resorte por donde se mueven todas las ruedas de la sociedad; todo
está a su disposición.” de enero
de
1826.)
(Asambleas
Constituyentes, 11, 449; sesión :
:
del 20 .
ASPECTOS ECONÓMICOS
DEL FEDERALISMO ARGENTINO:
Adviértase que los unitarios que defendían el Banco Nacional no planteaban la cuestión de si el estado de la economía provincial o nacional no haría superflua o preímatura la creación de un Banco semejante. Desde el punto de':vista unitario estaba de más este planteo. Porque la. utilidad: del Banco la determinaban
no solamente
las necesidades
actuales sino sobre
todo la contribución que el Banco podría prestar en lo futuro al desarrollo económico del país. Dudar de la utilidad de un . Banco Central de emisión equivalía por lo tanto a poner en duda la posibilidad de expansión de la economía nacional. Porque de acuerdo
nómico,
del desarrollo
con la concepción
unitaria
se convertiría
en la fuerza
el Banco
eco-
del cre-
motriz
cimiento industrial de la nación. Si esta afirmación de los unitarios era acertada, y hasta qué punto, es una cuestión que
_no puede ser contestada fácilmente. Ni el Banco de Buenos Aires ni el Banco Nacional tuvieron oportunidad de. probar o refutar la tesis unitaria. Pero es importante hacer notar que la mayor parte de las esperanzas y predicciones unitarias acerca de los Bancos fueron desmentidas por la realidad. Ninguno de los dos Bancos logró. movilizar grandes porciones de los:recursos capitalistas del país. El dinero efectivo del Banco de
Buenos Aires nunca pasó del 28 14 Y% del capital,18 y el Ban: co Nacional
tuvo
menos
éxito aún
que
De los su predecesor..
$ 5.600.000 que se ofrecieron a la suscripción pública, sólo se tomaron $ 704:800. Las tentativas del Banco de aumentar sus reservasd2 oro mediante compras realizadas en el interior y. en Chile,
frucasaron,
con
el resultadode que
el Banco
Nacional
se vió obligado a suspender la conversión casi inmediatamente después de abrir las puertas.19 En ningún momento fué el Banco Nacional un factor importante en la vida económica de la provincia,
salvo quizásal suministrar 'un mecanismo
conve-
niente para la realización de la política monetaria del gobier-
no. Desde que nació el Banco estuvo. “sujeto a las exacciones
del gobierno y del país”.20 13 Para un análisis más detallado de la estructura del capital del Banco de Buenos Aires y el Banco Nacional, véase supra, Cap. UL. 19 Carta del directorio (marzo' 30 de' 1826) al ministro de hacienda (Archivo General, Ant. C, 20, A9, N* 2, Legajo 2.) o 20
cia
ANDRÉS
Lamas, Estudio
histórico y científico del Banco
de Buenos Aires, Bs. As., 1886, pág. 17.
de
la Provin-
UNITARIO
EL EXPERIMENTO
135
*
fué inevitaEl dominio del Banco. Nacional por el gobierno de la guecias ble, e indudablemente justificado por las exigen .
rra con Brasil.No obstante, el hecho
de que no hubiese cum-
la Tesorería plido otra finalidad que la de proveer fondos a desarrollo del factor - convirtió en insignificante su utilidad como por olio monop el o económico. El grado a que había llegad Na-. Banco del o crédit de . parte del gobierno de las facilidades que entregó ducional se ve claramente a la luz de las sumas más activos de los iones, rante sus dos primeros años de operac recibió de su Banco el que ntos su historia. La cartera de descue de 1827 enero de 1? El 000. 3.250. predecesor sumaba más de $ an pasab cio comer al y ería Tesor los adelantos del Bánco a la de los $ 12.000.000,
de los cuales
$ 3.270.000 -eran
préstamos
particulares bacomerciales. Seis meses después los descuentos al gobierno sujaron a $ 3.156.000, mientras que las entregas a $ 10.300.000,
bieron
El
19 de enero
de 1828
los .préstamos
y en agosto comerciales del Banco se redujeron a $ 2.540.000, No todos de este año bajaron a poco menos de $ 2.200.000.21 de buena comerciales los adelantos del Banco eran préstamos préstamo del Banco en dos retira fondos los “fe. En muchós casos operaciones de: se emplearon para especular. Por otra parte las a noventa días crédito del Banco estaban limitadas por la ley
rias cuyo pecon pagaré. No podía ofrecer créditos a las indust la indus- : como ríodo .de producción: excediera de tres meses, del dades activi y la agricultura. De ahí que las tria ganadera pequeño pero Banco se limitaran a un sector relativamente 2 Era, por cial.2 sumamente concentrado de la economía provin considados hacen _lo tanto, natural qué los agricultores y los tamsino luo superf deraran el Banco Nacional no solamente me-. había no e porqu bién políticamente peligroso; superfluo la de o crédit de s cione jorado de manera destacada las- condi
21
Véase supra, Cap. 11,
Cuadro
N?9 12; también
Archivo
Genéral, Ant.
'
: . C. 21, A6, NO 3. + del Banco Na- * torio direc el 1828 de enero de. 28 del e inform 22 En su a particulares y emprecional declaró que había 371 préstamos acordados era de $ 32.221. grande más mo sas, por un total de $ 2.229.815..El présta acciones del Banco. por izados garant n estaba mos présta estos de Gran parte acciones del Banco como En 1830 se empleó más de la tercera parte de las un valor nominal de n entaba garantía de préstamos. Las acciones repres de febrero de 1830. 4 del al Nacion Banco del ación $-625.000. C£. Declar Archivo
General
(Ant.C. 22, A2, N9
5).
* "ASPECTOS.
ECONÓMICOS DEL
provincia; y peligroso,
porque
FEDERALISMO
se había
ARGENTINO
convertido, .en rrianos :
del gobierno nacional, en un instrumento de opresión política. Era el símbolo y la fuente de poder de la aristocracia del
dinero y del partido unitario, El hecho de que al definir las funciones del Banco no se hu-.
biesen reconocido las necesidades y los intereses de la agricul... tura
y la ganadería,
no
se debió a descuido
alguno.
Clara
y:
minuciosa en los problemas del comercio, la industria y. las fi- —nanzas, la doctrina económica unitaria era singularmente «frag- *
mentaria e insegura en las cuestiones relativas a la agricultura, la ganadería y la distribución de la tierra. En este-cámpo, más.
que en ningún otro, los unitarios dejaban de apreciar correctamente la situación y de formular una política consecuente con .. las tendencias imperantes en el desarrollo económico de la Ar-gentina. Esta falta de comprensión del sector agrícola de: la economía
provincial,
aunque
extraña,
no
es
inexplicable.
Se-
gún la concepción unitaria del desarrollo económico el papel preponderante lo desempeñaba el comercio, y no lá agricultura. La importancia de la industria ganadera era indiscutible, mientras que el cultivo de cereales, por ser demasiado insignificante, sólo merecía una atención momentánea. La grandeza económica . de la Argentina no residía en la agricultura sino en el desarrollo de la industria y, sobre todo, en el comercio. En el programa unitario relativo a la agricultura y la gana-
dería no había medidas de vasto alcance que llegaran hasta la introducción del sistema de la enfiteusis.23 Este sistema reposaba en el principio de la posesión pública de toda la tierra que no fuera de propiedad privada; no permitiéndose, por lo tanto,
la venta
de
tierras públicas,
salvo
con
pecial de la legislatura, Esas tierras podían
personas O corporaciones
por un número
autorización
ser arrendadas
determinado
es-
a
de años
y Por un arrendamiento fijo. El alquiler de los campos usados para pastoreo se fijó en el 8 % de su valor, y el de la tierra agrícola en solamente el 49%. Se designaron comisiones espe- ciales (jurados) encargadas de determinar el valor corriente de -la tierra en cada distrito. El período de arrendamiento era. de veinte -añós, pero el gobierno se .reservaba el derecho de. cam23 El sistema de la enfiteusis fué introducido en la provincia de Buenos Aires durante el gobierno de Martín Rodríguez. En 1826 el Congreso Constituyente extendió el sistema a otras provincias,
biar los alquileres después de diez años. Los-“arrendatariosrio. " podían ser desalojados salvo por falta de pago del'. alquiler, -y ' “tenían derecho de prioridad si la tierra era' ofrecida en venta.. .Les
estaba
permitido,
además,
vender
los
derechos
a terceros,
“y fraccionar el lote para tomary subarrendatarios.24 o Muchos
historiadores
argentinos sostienen
:
.
o
que el sistema de
la enfiteusis, que en su mayor parte se debió a Bernardino Ri-.* * vadavia, tenía por objeto” suministrar un método permanente para el desarrollo de la economia. nacional. Se supone que el propósito de Rivadavia y los unitarios era el de instituir un sistema de impuesto único de las finanzas públicas basado en los arrendamientos y el incremento del valor de la tierra. Algunos
-autores
afirman
incluso
que
por
medio
de-la enfiteusis
Rivadavia y sus colaboradores esperaban impedir el crecimiento. de- los latifundios. : eS Es muy dudoso que Rivadavia y el partido unitario se hubiesen propuesto hacer de la enfiteusis la base de un sistemade impuesto
único
de las finanzas
públicas.
Si fuese así no hubie-
ran defendido la adopción de la contribución directa. En rea.. lidad lo que esperaban los sostenedores de la enfiteusis era que el arrendamiento
de la tierra creara
con el tiempo
una
impor-
tante fuente de ingresos. En otras palabras, creían que el alquiler . de la tierra junto con la contribución directa haría que la Teso. rería no dependiera tanto de los derechos de aduana, asegurando de ese modo una mayor estabilidad financiera. Estas esperanzas no se materializaron. Hasta el año 1827 los ingresos provenientes de esa fuente apenas si. pasaron de los ¡cinco mil pesos!25 Este lastimoso resultado no se debió meramente a la 24 Ley del 18 de mayo de 1826, Recopilación de las leyes y decretos promulgados en Buenos
Aires desde
el 25
de mayo
hasta fin:de
diciembre
de
1835, con un Índice general de materias, Bs. As., 1886, 2% parte, pág. 797; véase también .el decreto del 27 de junio de 1826, Ibid., págs. 798-801: 25
EmiLiO
A. CONt, La verdad sobre. la enfiteusis de Rivadavia,
Bs. As.,
1927, pág. 36. Se deduce de un informe preparado por la contaduría general (septiembre 19 de 1827) que hasta fines de agostode este año la mayoría de los arrendatarios 'no había pagado el arrendamiento de enfiteusis desde 1825, uno de ellos lo debía desde 1823 y otro desde 1822, Cf. Archivo General, Ant. C. 21, A6, N9 3. En un informe sometido al gobernador de Buenos Aires (14 de febrero de 1828) el recaudador general manifiesta que a once de cuarenta y cinco cesionarios no se les podía reclamar el pago del arrendamiento, porque era imposible determinar con exactitud la ubicación y el área de las tierras que retenían en enfiteusis. Los treinta y cuatro res-
*
q
ECONÓMICOS DEL FEDERALISMO 'ARCENTINO
gligencia en la cobranza de los arrendamientos; medió también la circunstancia de que los arrendamientos fuéron fijados
sobre las valuaciones de las comisiones de terratenientes, y no . de los funcionarios del gobierno. Por otra parte, no hay razón
para creer que los unitarios adjudicaran a la enfiteúsis un significado' social tan profundo “como el que suele asociarse con la ideología del impuesto único. Ni una sola vez durante los cinco días que duró la discusión de la ley del 18 de mayo de 1826,26 se refirieron sus defensores a la enfiteusis como a - úna medida destinada a lograr una distribución más equitativa - de los dividendos nacionales. Los argumentos de la Comisión de Negocios Constitucionales, lo mismo que los razonamientos de los
. Jefes unitarios más prominentes que defendieron el proyecto, giraron sobre todo en torno de los aspectos económicos y jurídicofinancieros de la ley. La ley de la enfiteusis la explican más bien
das necesidades económicas que la justicia social, Al gobierno le estaba prohibido por ley vender las tierras públicas, que eran mantenidas como garantía de los empréstitos externos e. internos, lo que dió como resultado que se.acumularan en las manos del gobierno grandes
extensiones de tierras improductivas. Pre-
cisamente para resolver ese problema de la acumulación de tierras improductivas se proyectó la ley de la enfiteusis. El go-
7 A
bierno
retenía
la propiedad
de
la tierra,
cumpliendo
de
ese
modo con la letra de la ley, y entregaba al mismo tiempo a la explotación económica grandes superficies de campo. De ahí : que encontrar en la ley de enfiteusis una ideología social del tipo y de la complejidad que informa el movimiento del im-. puesto único es atribuir-un carácter romántico no solamente . A los dirigentes del partido unitario sino también a la realidad: económica de la Argentina de los comienzos del siglo.xix. Si. la intención de los autores de la enfiteusis era la de impedir o reducir el crecimiento de los latifundios, la medida resultó singularmente ineficaz. Ni como fué presentada pór el ministro de gobierno, Julián Segundo de Agúero, ni en su forma: final,
contenía la ley disposiciones que limitaran la extensión de las
0
Ñ
tantes
debían
permanecía
abonar
impaga
C. 21, A9, NO 2, 26
Asambleas
$
4.076
($ 7.602
por
con
Constituyentes,
12, 16, 17 y 18 de mayo
de 1826,
año,
514
pero
reales).
casi
el
doble
C£. Archivo
t. 1L, págs. :1196-1268,
o
o
de
esa
General,
sesiones
del
suma
Ant. 10,
11,
“EL EXPERIMENTO UNITARIO
tierras mantenidas
Tampoco prohibía. la ley la
en enfiteusis.
El venta a terceras personas de los derechos de arrendamiento. eu-
de enfit gobierno no desconocía la posibilidad de que-la ley tenía ninno pero s, undio latif los de sis estimulara el desarrollo n explofuese s tierra las ras mient les guna objeción que hacer que las dir impe de el era rno gobie del " tadas. El propósito o de objet en an rtier convi se s tierra de grandes acumulaciones pago del sito requi el que de do enci conv - especulación; y estaba de un
eficazmente
refrenaría
arrendamiento
tenden-
cualquier
.27 Esa cia que pudiera surgir hacia el monopolio de la tierra rno, al apli. fué quizá la razón más importante de que el gobie peligro del car la ley, mostrara tan poca preocupación por el que trans_ monopolio de la tierra. Durante los dos años y medio nada ran currieron desde -1824 hasta mayo de 1827 no fuero
superiores a las 10 le-. : Tas las concesiones individuales de terrenos
(66.710 acres) 28 En el preámbulo del decreto:
gúas cuadradas
en defensa del 27 “Si-el canon que se les imponga —adujo Agiero una parte dejar que tendrán ellos regular, es sto— propue 89%, de alquiler ión proporc en esté que aquella án retendr sólo y que no pueden poblar, módico, ellos la “con su fortuna para poderla poblar. Si el canon es muy esperanza de que conservarán porque es poco lo que les cuesta, y con la la población se que ión proporc en a demand mañana aumentándose la enajenar su deaumente, y según que suba el valor de las tierras podrán recho
un
grandes ventajas, O subarrendar'a
con
canon y a una
renta enor-
reducido a cero, me.” “...si se adopta el 4%... el canon viene 2 quedar en grandes tierras las de ón ocupaci la y lio monopo el á resultar aquí de y 12 de porciones.”
mayo 28
Asambleas
C£
de 1826.
El
Constituyentes,
Siguiente,
cuadro
11,
1231-1232;
: extraido
la Relación
de
sesión
del
los terrenos
de
conce-
el 1% de mayo didos en enfiteusiz desde el 27 de septiembre de 1824 hasta el pe-
is durante de 1827, muestra la distribución de las tierras de enfiteus 0b. cit., páConi, A. E. por pta transcri es n _ ríodo indicado. La. Relació a
:
ginas 171-175." Superficie
de
1,5000 — 2,9999
las concesiones
leg. cuad.
3,0000 — 5,9999, 1. 6,0000 — 9,9999 , 10,0000 —19,9999 20,0000 y MÁS
1.1. . . 2” o
........
...m.... +....... ........ +.nm.ms-
Superficie
Núm. de conces. .
22 22 16 10
112
total
83,5022 leg. cuad.
42 *
90,2853 159,2918 213/9959 368,7833
5» 5, >», »
» ».. » »
915,8585 leg. cuad, '
cuadradas no Adviértase que las concesiones de menos de 1,55 leguas eran otorganes concesio €sas que supone Se cuadro. el están incluídas en
"140-
PEGTÓS ECONÓMICOS -DEL FEDERALISMO "ARGENTINO
A del 16'de“mayo de 1827, el gobierno se preocupaba por la: fo ma de actuar de la leyde enfiteusis. La ninguna limitación —decía el gobierno— con que hasta ahora se han «concedido en enfiteusis las tierras de propiedad pública en-toda la extensión
que
empiezan
se
ya
ha
solicitado, ha
a sentirse.
Se
dado
lugar
denuncian
a
un
campañas
abuso,
cuyas
inmensas,
consecuencias
sin" intención
y sin posibilidad de poblarTas, pero con.la seguri dad de vender muy luego a «buen precio el derecho que se ha adquirido a tan poca costa. Así es que toda
la extensión de tierras, comprendida dentro la nueva línea de frontera,
aunque
en su mayor
La acumulación
parte despoblada,
está ya casi enteramente
repartida.
de tan vastas campañas en pocas manos va a retard ar for-
2osamente su población y cultivo. No es justo, por otra parte, que unos pocos: se aprovechen exclusivamente de un' benefi cio que la ley proporciona por :
favorecer la industria
de
todos. El gobierno
ha deseado
establecer
reglas
que,
facilitando la distribución de las tierras en la proporción que era de desear, evitase “aquellos inconvenientes; ha pedido al departamento topográfico los
conocimientos prácticos que le da el desempeño de sus funciones; mas: hasta ahora no ha podido arribarse a una resolu ción que llene aquel objeto, Mientras esto se consigue, es de la obligación del gobierno proceder en reparto de las tierras con alguna más economía, y no permitir que los campos
de propiedad pública vengan a ser el patrim onio de unos pocos, con grave.: perjuicio de la prosperidad pública y de la industria particular de la clase más numerosa.29
Esta decisión estaba bien justificada pero era en cierto 'inodo” tardía, porque ya se había adjudicado la mayor parte de las.” tierras públicas. Casi mil leguas.cuadradas, o sea más de 6.500.000acres habían
sido entregadas
en enfiteusis;
no quedaba
Por lo tanto, para proteger de la codicia de los monop mucho, olistas y
especuladores de tierras.30 das más bien a los
granjeros que a los ganaderos. Coni calcula que en el. periodo analizado había 86 concesiones de esta índole, con una superficie total de unas 85 leguas cuadradas. Debe destaca rse asimismo que el núme..
era mayor que deseaba se le daban dos o más personas que recibieron tierras en Ibid. 29
Recopilación,
etc., parte
el de beneficiarios, porque a quien lo concesiones. Según Coni fueron 85 las enfiteusis durante ese período. Cf. Cont, > :
1l, págs.
859-860.
: 30 La nueva política de restricciones se inició con dos decretos. El pri: mero (5 de mayo de.1827, Registro Naciona l,-2154, 11, 187), se refería a. las zonas fronterizas, Limitaba las concesiones a.los colonos. Tenía dere-
*:
r
o
z
C7+
Po
7
EL EXPERIMENTO UNITARIO 2.
2.
tos
0
z
e
14d
. El. programa económico unitario tenía objetivos nacionales. :: Aunque los unitarios se limitaron al principio a Buenos Aires, nunca abandonaronla idea de extender su política 'a las demás provincias.
Constitución
La
unificación
política,
tal
como
la formulaba
de 1826, significaba el establecimiento
la
de un go-
bierno central y simultáneamente el cercenamiento de la auto- * nomía provincial, política y fimanciera. Se esperaba que por' estos medios el sistema económico instituído en Buenos Aires se extendería a todo el país. Antes de que el Congreso de 1826 resolviese el problema constitucional el partido unitario ya ha-
bía iniciado el proceso de la unificación económica y financiera . del país. El Banco
de Buenos
a dar paso al Banco
Aires, provincial, se vió obligado
Nacional,
que
con sus sucúrsales
instala-
das en todas las provincias de la.república sería el factor unificador central dela economía nacional. Del mismo modo la ley provincial de enfiteusis se extendió a las tierras públicas de' otras provincias. La nacionalización
de los derechos
de aduana
acción similar y otros sitios. federalizaba la de unificación
4
ENE
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E RS PE eL E
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ERA:
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de la provincia de Buenos Aires presagiaba una con respecto a Mendoza, Tucumán, Catamarca. Y, finalmente, con la aprobación de la ley que ciudad y el puerto de Buenos Aires, el proceso quedó prácticamente completado. :
La oposición federalista al programa unitario .cristalizó -rápidamente cuando este último asumió las proporciones de un: sistema económico y político nacional. Por primera vez se vieron claramente los aspectos económicos del problema de la “organización nacional. El gobierno promulgó una serie de me- * cho a recibir concesiones de 2.500 varas y una quinta, si se dedicaría a la agricultura, o 0,75 de legua cuadrada de tierra pastoral, si se proponía ins“talar.un
rante
establecimiento
un periodo
ganadero.
de ocho
Los
años, pero
colonos'no
pagarían
estaban obligados
casa y cultivar la tierra, o conseguir por lo menos
alquiler
du-
a construir -una
200 cabezas de ganado.
.No podían vender sus derechos de enfiteusis ni subarrendar la tierra durante los primeros ocho años. El segundo decreto (10 de mayo de 1827). sometía las concesiones de derechos de posesión en cualquier parte del país a la investigación previa del departamento topográfico, reservándose el gobierno
el derecho
de rechazar
cualquier: petición.
o.
o
142
"ASPEGTOS ECONÓMICOS DEL TEDERALISMO ARGENTINO
. didas concretas que revelaban en toda su amplitud el programa económico y la política del partido unitario. Ya no se podía hacer oposición al unitarismo sólo con fundamentos generales, como
la democracia
y la “autonomía provincial.
Ahora
los fe-.
derales estaban obligados a examinar los postulados principales del programa unitario y a formular objeciones específicas, tanto en el Congreso Constituyente como en las provincias. El enfoque federal de los problemas económicos y políticos del momento difería fundamentalmente del unitario. En primer lugar el partido federal era un partido, opositor. Se man-
tenía firme en su demanda -de autonomía provincial, pero esta-
ba de acuerdo en dejar la solución de los problemas económicos al Congreso Constituyente. La «cuestión constitucional dominaba a todas las demás, rales,
-
definir
el método
de
los fede-
las relaciones
económicas interprovinciales antes de haber resuelto los. problemas políticos fundamentales. Establecida la Constitución; el principio de la autonomía provincial determinaría :pso facto la estructura
a
y era por ló tanto inútil, aducian
más detalladamente
económica
del país.
Este
razonamiento
habría
sido
correcto si el Congreso se hubiese dedicado exclusivamente a - redactar la Constitución. Pero lo cierto es.que el Congreso postergó el problema constitucional casi dos años. Estableció en cambio un gobierno nacional que procedió a desarrollar un programa claramente: unitario. De ahí que la minoría federal se viera obligada a definir su posición con respecto a los temas específicos antes de que se formulara la cuestión más general de la organización nacional. En segundo lugar, el federalismo, a diferencia del unitarismo, contemplaba el problema de la organización nacional desde el punto de vista de los intereses provinciales y regionales. La autonomía provincial implicaba la no intervención en la política económica de los góbiernos " provinciales. Por consiguiente, el partido federal se.negó a considerar problemas que no fueran de importancia nacional, El partido reconocía la existencia de intereses económicos divergentes en las distintas provincias y grupos de provincias, y se
abstuvo de defender cualquier política económica qué supusiera uniformidad de desarrollo económico en todo el país. En puridad de verdad 'no había uno sino varios partidos federalistas en la Argentina, todos ellos unidos por su oposición al “sistema
unitario
de organización
económica,
pero
contrarios
en-
EL EXPERIMENTO
UNITARIO
1435
tré sí con respecto a div ersos aspectos de la pol ítica económica, Los distintos grupos fed erales representaban dif erentes intere-
En Buenos Aires la opo sición al Programa eco nancierode los unitarios nóm era especialmente fuerte ico y fitritos rurales, entre los en los disganaderos y los agriculto res tanto como
jera. Por
otra parte, la imposi ción de derechos iban del 20 al 30 Zo Sob de re vino y diversos comest aduana que ibles tendía a elevar el cos
to
de
la vida
en la
ciudad
de Buenos
Aires.
El
CONÓ
Bl FEDERALISMO ARGENTINO
rior ni en -Búe] - Aires. Para Buenos Aires-significaba la re-/.'.nuncia a las ventajas económicas y financieras logradas después de
la
revolución;
y para
las
provincias
equivalía
a
abando-
nar toda esperanza de mejorar la situación económica. La bre-
cha
que
existía
entre
el programa
econóniico
unitario
y las
verdaderas posibilidades de la economía nacional obligó al partido a recurrir a las componendas, política que no satisfizo a nadie y enemistó a la mayoría de la población. Tampoco
era popular
entre los hacendados
porteños
la po-
lítica financiera y bancaria de los unitarios. Apoyaron voluntariamente al Banco de Buenos Aires cuando creyeron que el Banco podría mejorar el crédito del mercado monetario de Buenos Aires. Pero cuando el Banco dé Buenos Aires fué.reem¿plazado por el Banco Nacional, la actitud de los' ganaderos cambió radicalmente. Se: hizo evidente que el nuevo Banco daría poca o ninguna de
servir
áyuda
los intereses
de
a. la industria ganadera, y que lejos
la provincia
de
Buenos
Aires. haría
peligrar la autonomía económica de esa y Otras provincias. Ade- más "los. jefes federales sabían que el Banco Nacion al suminis-
traba fondos a la administración unitaria, y que después de la caída de Rivadavia en julio de 1827 prestó apoyo a la causa unitaria. Los federales acusaron al Banco de. hacer emisio nes
clandestinas e ilegales de billetes, de especular con la caída: del peso, y de haber causado las dificultades «económicas del pe-. ríodo .postpresidencial, Al mismo -tiempo que inculpaban al Banco
(injustamerite, podría agregarse) de todos los _ la: inflación, los federales se oponían a-la política de males de deflación propiciada por el Banco y por los poseedores de títulos del gobierno y otras obligaciones financieras de la tesorer ía. Para los federales, y en general pará los grandes núcleo s populares, el Banco Nacional simbolizaba la aristocracia dinero, grupo «de “quebrados y cambistas” que abusaba de del la confianza del. pueblo y conspiraba continuamente contra las autoridades -constituídas.31 De ahí la demanda de una amplia investigación de las actividades realizadas por el Banco durante el período de la “presidencia”; de ahí también la sugestión de que en ade“lante el Banco estuviese sujeto a una estricta fiscal ización gu31 Véase la carta de Rosas a Estanislao López, fechada el 12 de diciem- . bre de 1828. British Packet and Argentine News, 17 de enero de 1829; también MANUE L
BILBAO,
Historia.de
Rosas,
Bs. As,
1868.
EL
bernamental.
4, ] 4
:
No
EXPERIMENTO
es, por
145.
UNITARIO.
lo tanto, de
extrañar la forma
arbi-
traria con que la legislatura provincial ordenó al Banco que extendiera nuevos créditos a la administración de Dorrego.32 La
clase media,
o sea los comerciantes, los artesanos
y los agri-
.cultores, lo mismo que los empleados del gobierno, soportaron el ataque llevado por los federales contra el Banco. Sobre estas
capas de la población cargó el Banco la responsabilidad de una inflación cuyas consecuencias
fueron los primeros
en sufrir.
La política unitaria de colonización y distribución de la tieTra, derrochadora
a fuerza
de ser liberal, provocó
bastante
des- *
contento entre los terratenientes y los hacendados. Estos últimos
Ñ
reclamaron
más
prudencia
y circunspección
en la administra-
ciónde la ley de enfiteusis. Insistian en. que se exigiera a los beneficiarios de las concesiones de enfiteusis la introducción en sus tierras de un número
determinado
de cabezas
de gana-
do. Algunos ganaderos llegaron hasta a pedir que se denegara a los extranjeros el derecho a recibir tierras en enfiteusis directamente
del Estado. Esta demanda
se hizo con la forma
de
una enmienda en un nuevo proyecto de ley de enfiteusis presentado en la legislatura provincial por Manuel Dorrego. Lo defendió Tomás Anchorena, calurosamente: apoyado por prominentes federales, como Felipe Arana, Juan José Viamonté y Grela. El gobierno tuvo que emplear todo el peso de su autoridad
para
derrotar
una
moción tan .poco de acuerdo
tradición democrática de la Argentina.33 En general, los hacendados
y los chacareros
con la
o, estaban
conven-
cidos de que con los gobiernos de Rodríguez y Rivadavia los + distritos rurales no habían recibido la atención que les corres...pondía. Creían que la carga de los impuestosno había sido distribuída por igual entre la ciudad y el campo, y que los unitarios tendían a favorecer a la ciudad, y especialmente al comercio exterior. El diputado Obligado protestó en la legislatura provincial: * 32 La posición del partido federal con respecto al Banco Nacional quedó “inequívocamente expresada durante la discusión de un proyecto de ley
presentado por el diputado Grela. Véase Diario de Sesiones, vol. 79-85 (Sesiones del 1£ de enero de 1828, 25, 26, 27, 28 y 29 y 19 y 5 de marzo de 1828). 83 C£. Diario de Sesiones, vol. TV, Nos,.74-76 (Sesiones del de febrero de 1828). La moción presentada proponía agregar un + 8, al proyecta remitido por el gobierno.
4, Nos. 62, de febrero 14, 15 y 16 artículo, el
Es
Así es que la campaña hay
una
decisión
a que
liene un recargo grande, sole lo cual parece que y. ella lo cargue
todo,
cuando
debía
tenerse
conside-
-
_ración no sólo a los gravámenes que ella sufre, sino a que esto recae sobre * gente miserable que toda la vida ha vivido en miseria, y que hoy recién le- . gan a verse en estado de ponerse una. camisa; y no es justa que apenas empiezan a adquirir algo se les estreche de esta suerte, y que el beneficio
que hoy puede reportar Buenos Aires.34
la campaña
haya
de disfrutarlo
el capitalista de
y]
No es fácil determinar si las injusticias proclamadas por'el diputado Obligado eran reales o imaginarias. El cargo.de que los gobiernos provincial y nacional estaban predispuestos en favor de la ciudad y contra el campo en materia de impuestos quizá haya sido fundado, pero es dudoso que la carga de los impuestos haya sido realmente abrumadora. Los grandes terra“tenientes, los que.más se quejaban de todas las clases furales, ' eran probablemente los que menos derecho tenían a pedir' ali* vio. No obstante'el hecho de-que ese grupó hubiese creído conveniente abogar por la causa ae la población campesina indica - que había en los distritos rurales bastante resentimiento contra la política del régimen unitario, — ' : 'Vampoco los hacendados estaban de acuerdo con los objeti-
Po a ;
vos más amplios del partido unitario. La solución unitaria del problema constitucional era claramente desventajosa para los
intereses de' la industria ganadera” y de la carne. Porque la centralización política significaba la nacionalización de 10s de_rechós de aduana, lo cual, a su vez, significaba que el gobierno provincial,
privado,
de
su
fuente. más
"se vería obligado a imponer
importante
de
mgresos,
nuevas contripuciones y aumentar
las anteriores.La nacionalización del puerto de Buenos Aires y la apertura
el río Paraná
de otros puertos
para
la navegación
anularían casi seguramente
marítima
las ventajas
que
en
los
_ productores porteños de cueros y carne poseían sobre sus competidores de Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos. Además era pro34
C£
Diario
de
Sesiones,
vol.
IV,
N%
69
(Sesión
del
30" de
enero
de
1828). Discusión del art. 6 del proyecto -de ley de enfitensis que, presentado * por Dorrego, rechazado por la legislatura,
del 15 al 20% por legua cuadrada.
imponía
un gravamen
a la tierra
- EL EXPERIMENTO UNITARIO
l dedicaría bable que en un régimen unitario el gobierno centra ollo del desarr al os recurs la totalidad de su tiempo y todos sus terriexpansión interior, en lugar de continuar el programa de
era infundado. torial hacia el sur. Este temor de los federales no , los unicapital la de Coma voceros de los intereses comerciales despotierras de ición tarios veían poca ventaja en la adquis allá más as situad valor, sin bladas, y por.ende comercialmente conios unitar los de pal princi - de la frontera india. El interés os y conectarlos sistía más bien en extender los mercados intern de Rivadavia, rno gobie El s. con Buenos Aires y otros puerto
las recomendaciones demasiado ocupado para tomar en cuenta de proteger las dad necesi la sobre de Juan Manuel de Rosas
indios, dedicó mayor fronteras de Buenos Aires de los ataques uniera los rios Berque canal un ” atención al proyecto de abrir y para la podados hacen los mejo y Paraná.35 Era claro para lejos de sas Aires, blación en general que la provincia de Bueno
sobre una base lir ganando con la consolidación política: hecha privilegiáda
a la posición . Unitaria, se vería obligada a renunciar
.
que
ocupaba
hasta entonces
dentro
de la Confederación.
Y si
esperar la provincia Iguna duda quedaba sobre lo que podía s de la elección despué poco el régimen unitario, fué disipada cuando el goencia, presid de Bernardino Rivadavia. para la el proyecto, de eso Congr bierno sometió a: la consideración del Gualesquiéra cia. provin la ley que federalizaba la. capital de no naciogobier al que hayan sido las razones que condujeron s Aires, y “nal a pedir la federalización
de la ciudad
de Bueno
e, fueron poco conlas “aducidas .en' el Congreso Constituyent el toque' de difuntos de la -vincentes 36; la medida sonó. como publicado por ADOLFO SALbÍas en un -35.El memorándum de Rosas fué , t. 1. Rosas señalaba que sería con-. apéndice de su libro Rosas y su épota ial para la frontera india. El goespec o ionad comis . veniente nombrar un memorándum. Cf. CARLOS ÍMARGUREN, bierno ni siquiera. acusó recibo del págs. 134-136, Sobre el plan, para la Juan Manuel de Rosas, Bs. ÁS, 1930, IO Prapo Y Rojas, Leyes y deAUREL construcción del canal Bermejo véase de Buenos Aires desde ncia provi la en dos ulga prom cretos
1810 hasta 1876,
: es Bs. As., 1877, t. 3, págs. 192-193. stro de gobierno las siguient 36 Entre las razones aducidas por € 1 mini ridad en auto de cía care e dent resi el Pp eran las más importantes: primera, as a inciales estaban inclinad la provincia; segunda, las autoridades prov nal; tercer a, la provincia se nacio
obstaculizar negaba,
las actividades
a: ceder
su
ejército
del «gobierno
yeterano
al
gobierno
nacional;
y cuarta,
el
go-
148; 0 *. ASPECTOS
ECONÓMICOS DEL: FEDERALISMO ARGENTINO
*
os
: provincia. “Este proyecto que trata ahora el Congreso, declaró “Gregorio Funes, diputado por Córdoba, decapita de un solo” golpe a la provincia de Buenos Ajres, dejándola en una posi-
ción imposible, despojadade las instituciones qué forman la . base de.su fuerza y su integridad.”.37 Gregorio Funes no exageraba, porque como expresara Juan José Paso, diputado por Buenos Aires, desmembrada de ese modo la provincia, perdería más
de
las
tres
cuartas
partes
de sus
riquézas.38
En
realidad,
la federalización de la ciudad de Buenos Aires significaba para la provincia la pérdida, primero, de una parte considerable de su territorio * (comercialmente la más importante), segundo, de un cincuenta por ciento de la "población y una proporción mucho mayor de sus riquezas, y tercero, de casi todos sus ingresos.
Ese era el precio que se le quería hacer pagar a la provincia . por la solución unitaria del problema de la organización nacional. En aquel entonces el precio parecía particularmente exorbitante, porque de todas las provincias de la Confederación Buenos' Aires
era tanto
económica
como
financieramente
la más'
fuerte, y también la mejor equipada para mantener su posición económica del período anterior a la reunión del Congreso. Era, por lo tanto,
natural
que hasta los diputados
-
unitarios de Bue-..
nos Airesse resistieran a aprobar la ley.39 No es de extrañar * : que a los ojos.del pueblo el partido federal, que. se opuso :enérgicamente
al proyecto,
integridad
ecoriómica
fuera. el campeón por excelencia de la' y política
de
la provincia.
Además,
co-
-mo la ley de federalización se aprobó en evidente contraven-
ción de la ley del 23 de enero de 1825, que garantizaba la.integridad política e institucional. de las provincias hasta que se: "bierno nacional no tenía ingresos. C£.
Asambleas Constituyentes, t. 11, págs.
.
: 697 y sigts. (Sesión del 22 de febrero de 1826.) [Valentín] Gómez, prominen- *
te miembro del partido unitario y. uno de los principales sostenedores del : proyecto de ley, reconoció que el-argumento de los unitariosno era convincente. “Yo no me extenderé a decir —manifestó—, quelas demostraciones '* que se han aducido en favor del proyecto 'hayan sido completamente victoriosas, pero lo que sí es verdad, es que la' matería está agotada, y que.a*. este respecto al congreso ya:no le queda más que pronunciarse.” Ibíd., 11, . 772 (Sesión.del 27 de febrero de 1826). A 37 Ibid., 11, 769 .(Sesión del 27 de febrero de 1826)... '* 38 Ibíd., 178 (Sesión del 27 de febrero de 1826). + o . 39 Asi, por ejemplo, Mariano Sarratea, Juan José Paso, Vicente López,, Félix
Castro,
Asambleas
todos
unitarios
o simpatizantes, - votaron
Constituyentes, 11, 815. y sigts.
en
contra.
Véase.
(Sesión del 19 de marzo de 1826).
EL. EXPERIMENTO" UNITARIC
rocedimieñto*
¡doptarala Constitución, la responsabilida
legal fué echada
unitario. *
La división
Ñ .:
del partido: con justicia sobre los hombros:
de la provincia. de Buénos
Aires
tuvo realmente.
:...
poca: vida. Dieciséis meses después de promulgada la ley de - federalización el Congreso Constituyente se encontró frente a un país hostil. La mayor parte de las provincias se negó a acep- star la Constitución redactada por el Congreso- Ante una situa: ción política imposible Bernardino Rivadavia renunció a la
a
_ presidencia, y el Congreso, sidencial' en las manos
después de poner la autoridad pre-
de Vicente
López,
declaró su disolución.
ICA Vicente López ocupó el cargo durante cuatro días, y luego,. convencido del derrumbe del régimen unitario, pidió a Manuel.
z.
Ñ
Dorrego,
el
jefe
del
parlamentario
partido
federal, que
asu-
:
miera las funciones de gobernador de la reconstituída -provin- , cia de Buenos Aires.* Fué la primera gran victoria del federa-
lismo . porteño. OS o El aislamiento político del gobierno nacional de Rivadavia
fué causado tanto por sus propios errores como porla acertada
. apreciación por parte del partido federal de las tendencias eco- * nómicas y sociales imperantes en la provincia. En su puja por
el poder público los federales apelaron principalmente a los
intereses inmediatos del pueblo. Libres de doctrinas abstractas, sumamente prácticos en sus métodos y objetivos, se mantenían en estrecho contacto con la: realidad económica y social “del momento, El partido tenía pocos prejuicios ideológicos y no * se suscribía, por lo tanto, a ningún sistema establecido de dog: mas.
No
contemplaba
ninguna
transformación radical
de la
estructura gconómicosocial de la provincia o del país; no abo- gaba por ningún cambio revolucionario del sistema que existía para las relaciones económicas; no ofrecía planes trascendentes de reconstrucción institucional inspirados en modelos europeos. Dentro de la provincia de Buenos Aires el partido federal no pensaba en el statu quo * _nador
[No fué ése el procedimiento por
la Junta
económico, buscaba
seguido. Dorrego
de Representantes.
N.
del
E.]
solamente
fué designado
goher-
A
Atinua: expansiónde la industria ganadera. El programa . federal: de: désarrolló económico, aunque múcho menos .especfacular que el fórmulado porel partido unitario, no: dejaba. : de ser suficientemiente
serio como
pára atraer los recursos y la *
atención del gobierno y del pueblo de.la provincia. Tenía también la ventaja de que sus beneficios podían ser obtenidos in- . .mediatarhente. Era un programa que todos entendían y en el que todos estaban fundamentalmente interesados. Postulaba la expansión
territorial
hacia
el sur,
la incorporación
de
nuevas
tierras a la economía de la provincia, la defensa contra los ataques indios mediante la colonización interna en las cercanías de los fuertes construidos en la frontera. Además, prometía la . expansión del comercio exterior, y de que sus beneficios queE daran en la provincia en lugar de engrosar la economía nacio- o .nal. Tampoco se desinteresaba el partido de las condiciones en ; . Que se hallaban la agricultura y la industria .locales.: Aunque E “el programa federal relativo a este sector de la economía pro-
vincial era en cierto modo vago e incierto, el partido.se hallaba
o ui. Cbr * e io +. NN
empeñado en.realizar serios estudios sobre el problema de la protección de los mercados locales. Luego, en el campo de los valores económicos, la: lucha federal contra el unitarismo de Buenos Aires aparecía a los ojos del pueblo como una lucha en defensa de la primogenitura económica de la provincia. Los habitantes de la .provincia tenían que optar entre la probabili7 dad de uma economía provincial fuerte y próspera, con o sin la nación, o una serie de sacrificios económicos y financierós, en beneficio de una posible prosperidad nacional en un tiempo futuro más o menos lejano. Pocas dudas caben sobre cuáles . fueron las preferencias de la mayoría, porque el porteño medio, al mismo
tiempo que encontraba
los ideales económicos
y
que. había alcanzado
en -
sociales de los unitarios visionarios y hasta ranárquicos, veía el. . Programa de los federales como algo concreto, práctico y 'arraigado en las tradiciones de la época. La actitud del partido frente al problema de la organización nacional estaba determinada principalmente por los intereses inmediatos.de la economía provincial. Con respecto a esto es * importante recordar que Buenos Aires no quería introducir ningún
-.
cambio en- la posición. económica
la era postrrevolucionaria. Por el cóntrario, lo que la provincia deseaba era la estabilización de la estructura política generada
EL EXPERIMENTO UNITARIO *' ¿despúés de la crisis de 1820. Con el dominio exclusivo de la política, relativa al comercio exterior del país, la provincia era “al mismo tiempo la receptora de todos los ingresos provenien" tes del
tráfico
exterior.
Es decir,
que
Buenos
Aires
era
eco-
nómica y financieramente independiente del resto del país. Por consiguiente,
cualquier cambio
que involucrara
la nacionaliza-
.ción de los derechos de aduana o del puerto, redundaba en desventaja de la economía provincial. Y la solución unitaria del problema constitucional implicaba precisamente esc cambio; aunque debiera añadirse que ni aun con un sistema federalista de organización estatal podía Buenos Aires tener la se-
guridad de que no se vería obligada a renunciar a su posición * de privilegio. Los federales porteños no se hacían ilusiones acerca de la actitud que asumirían las provincias del interior y del litoral sobre el problema de lás finanzas nacionales. Ni des-
conocían que cuslquier concesión que hicieran en este punto mutilaría el programa de la expansión territorial de la provincia. De ahí la negativa de Buenos Aires a sancionar la nacionalización de los derechos de aduana; de ahí también su demanda de que se prohibiera al gobierno nacional tomar em_préstitos garantizados con las rentas provinciales.t0 Aquí resi-
- día la peculiaridad del federalismo porteño; Buenos Aires que-
ría gozar de su autonomía política y económica, y estaba en condiciones de practicarla. En ese aspecto estaba a mucha distancia de sus provincias hermanas. Aunque eran principalmente representantes de los intereses y aspiraciones de la industria ganadera, los tcderales se dirigían al mismo
mo en los que nómica. “nocían tían su
tiempo
a las clases inferiores;
tanto en el campo 'co-
la ciudad. En los distritos rurales los estancieros eran repartían los empleos y garantizaban la seguridad ecoHablaban el lenguaje de los gauchos y los peones, coíntimamente sus costumbres y preferencias y compartradicional desconfianza a'la ciudad. Económicamente
£0 Al preparar las instrucciones para sus delegados a la próxima convención nacional, la junta provincial tuvo cuidado de destacar que consi. deraba que los derechos de aduana eran propiedad de la provincia. Cuan“do el diputado Aguirre arguyó que las reclamaciones de las provincias sobre
los ingresos
provenientes
de
las rentas
aduaneras,
no
eran
del
todo
infundadas, fué inmediatamente reprochado por Felipe Arana y la mayonía an legislatura. Cf. Diario de Sesiones (reunión del 2 de noviembre e
).
:
y
Durante
los años
del Congre
emocráticas del federalismo so Constituyente las tendencias * porteño eran bastante gen - Manuel Dorrego y Manuel uinas: Mor eno, dos jefes destacados ala federal del Congreso, del : " ralismo y unitarismo com concebían la divergencia entre fede: o una disparidad entre una demo- -: Cracia como la. que había adoptado Estados Unidos, Pública constituciona] cen tralizada, gobernada y fis y una recalizada por los representantes de la llamada “ari Ningún otro sistema
nado
que
fuera, por la era el único aceptable parrazón suficien a la mayoría del pueblo, federal, declaró Dorre *
ucación s
gobernarse solas, y experiencia Políticas, o por
discursos pronunciados en como en sus numerosos artí el culos Publicados en El Tri Congreso buno, DoNsistir que las provincias, y entre ellas
“153 "nización nacional.42 Luego, a menos pedido que
de. democracia-y autonomía
se produjera'.otro
período
que- fúera”
satisfecho. el
provincial,
era inevitable
de sangrientas guerras
civiles.
Dorrego ocupó el cargo sólo durante diecisiete meses, lapso en el que: los problemas económicos y financieros y la guerra con Brasil hicieron pasar a segundo
término
la cuestión de la
organización nacional. La paz con Brasil no se estableció hasta agosto de 1828, y ante una situación financiera desesperada, agravada por-el desarrollo de una crisis económica, era muy poco lo que el gobierno podia hacer en beneficio de-la pacifi-
cación política. La legislatura provincial, aunque favorable al | gobierno de Dorrego, era mucho más conservadora y estaba mucho
menos
inclinada
hacia la reconciliación
con
el partido
unitario. La posición del ala derecha del partido federal se hizo evidente en el transcurso de las deliberaciones sobre una serie de proyectos de ley, enviada por Dorrego, acerca del Banco Na-
cional y la enfiteusis. Nicolás Anchorena acusó al Banco Nacional de lanzar emisiones claridestinas de billetes, y apoyó el pedido” de Grela de que las actividades del Banco fueran sometidas a una estricta vigilancia. gubernativa; y. con su violenta denun-
cia de los capitalistas y terratenientes extranjeros, injertó -en la ideología federal una nota nacionalista destinada a transformarse con Rosas en xenofobia. Dorrego logró perfeccionar la ley de enfiteusis de las tierras pastoriles y poner las tierras: agrícolas bajo uh sistema similar. Logró también superar algunas de las dificultades financieras que afrontaba la Tesorería,
aunque no sin la enérgica oposición de “ambos sectores de la legislatura, Pero no tuvo ni la oportunidad ni los medios para poner a prueba en la práctica politica sus planes de reconstrucción política y económica. La triunfante revuelta de los
: initarios encabezados por Juan Lavalle, a la que siguió el 13 de
diciembre de 1828 la ejecución de Dorrego, hizo imposible la reconciliación y la cooperación de los dos partidos. -La rebelión del 1? de diciembre fué una clara demostración .
del aislamiento político y social del partido unitario. Además socavó la posición del ala dorreguista moderada del partido federal. Dentro del partido, después de la ejecución de Dorrego | la dirección pasó a las manos de Juan Manuel de Rosas, quien,-. 22 Dorregoy el federalismo argentino, documentos históricos. Con introducción del doctor ANTONIO DELLEPIANE, Bs. As., s/f., págs. 113-181.
-como- jefe «de las "milicias rurales,
dirigió las operaciones mili:
. tares y políticas contra los unitarios, La guerra civil terminó con el acuerdo celebrado entre Lavalle y Rosas (24 de junio y
24 de agosto de 1829),
según
el cual ambos
jefes convenían'
en mantener un gobierno provisional hasta que se pudieran rea:
lizar elecciones.
En realidad el pacto Lavalle-Rosas fué clara-
mente una victoria federal, porque
el gobierno
provisional era
evidentemente antiunitario. No hizo más que preparar el camino para una administración federal dirigida por Juan Manuel de Rosas. El partido federal obtuvo de ese modo su segunda gran victoria. Pero esta vez el poder político pasó a manos extremistas que veían ahora vindicada su política de intransigencia hacia los unitarios. En consecuencia, la solución del problema
de la organización
nacional
se hizo más
difícil, porque
cuando el federalismo porteño aumentó su poder se sintió menos inclinado que antes a entenderse con lasdemás provincias «de la Confederación.
CaríruLO V
LAS PROVINCIAS . «La
envidia. que excitaba una ciudad poderosa
y rica entre sus vecinos
pobres
y atrasados, hablaba
de federación. Los intereses materiales gritaban contra el comercio libre; la presidencia parecía una do. minación extranjera. D. F. SARMIENTO, Los caudillos, El géneral fray Félix Aldao (Buenos Aires, 1928.)
El federalismo ción,
época
ha
sido
una
de Rosas
argentino evolución.
no ha sido una ERNESTO
inven-
QUESADA,
La
(Buenos Aires, 1898,)
1 OS HISTORIADORES. argentinos suelen atribuir el buen
éxito del
ederalismo a diversos factores que tuvieron al parecer por efecto “intensificar el aislamiento económico de las provincias que inegraban. la Confederación. Los factores más frecuentemente mencionados son la dispersión de la población, la escasez de :medios de transporte y comunicación, y, con relación a la inde:pendencia de las provincias, el nivel relativamente bajo de vida. De acuerdo con el argumento, la independencia económica en-
gendraba el. aislamiento político. Y la expresión ideológica de . ese aislamiento éra el federalismo. Con-este concepto, el fedetalismo argentino, enraizado en la pobreza y la ignorancia de -la multitud, no era ni un sistema ni un programa, sino: más bien un instrumento de opresión política en beneficio de los caudillos y sus satélites, Apenas distinto de la facción, el fede.ralismo era una cortina de humo para el engrandecimiento político y económico de los caudillos. Las luchas y las guerras que se libraron
desde
los comienzos
de
1820 hasta la caída
de Rosas
carecieron por lo tanto de todo significado social, como no sea €l de señalarla degeneración del naciente Estado en un conglomerado de feudos. Luego, para una escuela de historiadores, lfederalismo del período de Rosas fué una reproducción ar'éntina del feudalismo europeo, o mejor aún de la restauración
At,
francesa; para'otra, el federalismo er a un sistema
enel” el*
indisciplina: espontánea del gaucho sólo podía equipararse la autoridad ilimitada del gobernante. De ahí que: se' haya,
mado a la época de la supremacía federal la edad media de:1 historia argentina, el intermedio bárbaro entre un período pri o mitivo y otro posterior de civilización y progreso.! | la” de Desde luego, no puede negarse que la desintegración menoro economía nacional en zonas provinciales con mayor capacidad de independencia fué en gran parte la causa de que' surgiera el federalismo como programa económico y' doctrina política. Pero también actuaron otros factores. Porque si bien
* el programa federal reclamaba la autonomía económica y polípolítica. integridad la también defendía tica para las provincias,
del país como
ínente
que
nación.
el aislamiento
Las
provincias
perfecta-'
comprendían
no era, deseable
ni posible. Y el miis-.:
mo hecho de que no quisieran ni pudieran independizarse eco: *-nómicamente, como el Paraguay, era un argumento convincente en
favor
del
federalismo.
Las
provincias
se volvieron
hacia la*
solución federalista del problema constitucional precisamente para evitar las consecuencias económicas del aislamiento. Los - federales rechazaban la centralización sin perder de vista la in-, terdependencia económica y política de las provincias. Al mismo tiempo que afirmaba la necesidad de la unidad nacional, la doctrina federal reconocía la existencia de intereses provinciales específicos, complementarios de los intereses de la nación
como tal y compatibles con ellos. Con respecto a este punto el federalismo estaba mucho más cerca de la realidad argentina: que el unitarismo, porque demostraba poseer una visión más clara de la compleja estructura que caracterizaba la economía argentina y de los procesos del desarrollo económico del país. . ¿Qué era este país? No se puede determinar con exactitud ni. “la población ni la superficie de las trece provincias que junto * con Buenos Aires formaban las Provincias Unidas del Río 'de la Plata.2 Los datos disponibles sobre la población son poco me- '
mo argentino, 1 Para estudios que destacan estos aspectos del federalis Bs. Ás., 19165. 1845; Santiago, ed., 1% Facundo, , SARMIENTO TF. Dominco véanse
evoAnbrés Lamas, La época de Rosas, Bs. As., 1910; José INGENIEROS, La lución de las ideas argentinas, Bs. As., 1918-20, 2 vol.; LUCAS
AYARRAGARAY,
o, La anarquía argentina y el caudillismo, Bs. As., 1904. 2 El territorio de la Confederación Argentina sufrió considerables modificaciones después de la revolución. En la época del Congreso Constitu-
.
, LAS PROVINCIAS, nos que apreciaciones,
157.
a menudo muy
exageradas. Rodney, el
comisionado de Estados: Unidos que visitó las Provincias Unidas en 1819, estimó la población en 1.300.000 habitantes. Esta ci-
fra no incluía 700.000 indios civilizados,de modo que según el cálculode Rodney la población total sería de unos 2.000.000 de habitantes.3 El comisionado Graham, que' presentó un informe por separado, fué mucho más modesto en sus cálculos. Estimó
la población de once de las catorce provinciasen 523.000 habitantes, distribuidos del siguiente modo: 4
.CUADRO N? 15 CÁLCULO
-
DE LA POBLACIÓN DE BUENOS AIRES Y LAS PROVINCIAS DEL INTERIOR EN 1819*
Provincia
.
l
Número
Buenos ÁlTeS ...ooooocosonoocromorroorom=.. Córdoba ....o.oooomoocmooo.. er Tucumán ....ooooodcccanccancan ro nr
«Santiago del ESterO Catamarca
de habitantes
120,000 75.000 45.000
.....oooooooomooo». los.
60.000
....oooocccnconconorcncancna raso
- 40.000
2 En el informe de Graham el cuadro lleva el siguiente título: “Cálculo de la población de las provincias de Buenos Aires, Córdoba, : Tucumán, Mendoza o Cuyo y. Salta, por los. nombres de las. distintas «ciudades o: distritos que enviaron representantes al Congreso.” En una 'nota agregada al cuadro de Graham se llama la átención sobre el' hecho de que Corrientes, Santa We y Entre Ríos, lo mismo que - “ciertos distritos de algunas otras provincias” no están" incluídas en la estimación. Graham no dice a qué año se refiere la .estimación. Ñ Fuente: C. A, RODNUY y J. GRAHAM, 0d, cif,
yente la Confederación
incluía la provincia, luego república, del Uruguay,
*
la de Tarija, y su pretendida soberanía sobre el Paraguay. El territorio de Misiones habia recibido statu de provincia. . o " -3 C. A RODNEY y J. GRAHAM, The reports on the present state of the United'Provinces of South America; laid before the Congress of the United States with accompanying notes by the editor; and an introductory discour-
... z
Se, Londres, % Ibid.
1819, pág. 19.
.
A
+
'ASPECTOS'
de
' El cuadro
ECONÓMICOS DEL FEDERALISMO ARGENTINO
con -los cálcu-.
ser completado
podría
Graham
re
los de la población de las provincias del litoral. Ignacio Benito. Núñez, cuyo Account fué publicado en 1825, adjudicaba,
20.000 a 30.000 habitantes a la provincia de -Entre Rí8s,5 y J. P. Robertson, que escribió en 1821, calculó.la población,de - Corrientes en 50.000 habitantes.6 Para el país Núñez calcula Graham,
al de
muy inferior
número
habitantes,
527.000
ya qués
la apreciación de Núñez incluía las provincias del litoral.7 Esta fué
última
cifra
primer
censo
la Fuente
De
de la Fuente,
por Diego
aceptada
de.634.000
población
tenía una
" bitantes en 1829 y de 768.000 en 1839.8
crecimiento
de.la población
CUADRO
1809 1819 11829 11899
Buénos
Total
_
Año
1809-1839 13
Aires”
92.000 125.000 153.000 180.000
406.000 527.000 634.000 768.000
¿.o......... t.o..... ........... Pon... ¿.....o.o... «ou... ...ooooooommo.o.. . .
AS
NY 16
-EN LA ARGENTINA: DE LA POBLACIÓN
CRECIMIENTO
del a
o
.
-
ha-
en las trece provincias, entre los
.
años 1809 y'1839:
cuadro
el siguiente
obtenemos
Áires
de Buenos
Aparte
del
los cálculos: de
Según
(1869).
de la Argentina la Argentina
director
Provincias
- 914.000 402.000 481.000 580,000
* * *
7
Fuente: DIEGO DE (Buenos Aires, 1872.)
Existen
LA
PUENTE,
motivos para
Primer
censo. de “e
creer que
la República
los" cálculos
Argentina, 1869 ops
de. Graham
y
de la Fuente eran exageradamente” optimistas. El inglés Ándrews, que viajó extensamente por el interior, consideraba la
cantidad dé Graham de 50.000 habitantes para Salta, enorme6
lconacio
BeNrro
NÚÑEz,
Account
historical,
political and
statistical
of
the United Provinces of Rio de la Plata, Londres, 1825, pág. 246. 6 J. P. RoserTsON y WiLLiAm P. ROBERTSON, Letters on South America, comprising travels on the banks of the Parand .and Rio de la Plata, Lono dres,' 1843,
T. Icnacio
ob. cit., pág..-248. BENITO NÚÑEZ,
8 Dieco DE La FUENTE, Primer censo de .la República Argentina, 18695".
Bs. As., 1872, págs. 20 y sigts.
-
* y que debía fijarse en pudiera realizarse un cenpoblación de 57.876 habi”
con
uma dada-por Graham para chmidtmeyer, que calcu te se.podría reducir sin riesgo d diez provincias del interior en un obre "esta base da poblaci Docaren que sesionaba € : garía a unos 450.000 habitantes. una os ríam tend s, ntando Buenos Aire de 600.000
habitantes
desparramados
en
a Men-
respecto
. población de meuna
vasta
super-
ntico al oeste hasta .que se extendía desde la costa, del Atlá a l' frontera sudoeste cordillera de los Andes, y desde la actua m0 alla* hasta lo que es ahora el Bolivia y sur de Paraguay y Bolivia Pampa y Neuquén. La ite. norte de los territorios de La ser determinada exactatensión de esta- superficie no puede. s los límites norte nte, porque no estaban claramente definido Buenos Aires, Córur de la república. Grandes porciones de del Estero y Coóba y Cuyo, al sur, y de Santa Fe, Santiago entes,
al
norte,
estaban
ocupadas
por' numerosas
tribus
in-
ridad que la de sus “dias, que no solían reconocer más auto extensión territorial la de aciques. Cualquier cálculo correcto ir las tierras ES
e las Provincias
Unidas
por lo-tanto,
debía,
inclu
3. 9 JosepH ANDREWS, Ob. cit., págs. 301-30 de la provincia ntes senta repre de sála la Acta.de
10
CE,
de
Tucumán
Sesión del 25 de julio de 1825). del Territorio y productos de 11 CE, Noticias oficiales de la estadistica de el decreto del 26 de noviembre También,
] 12
PrTER
SCUMIDIMEYER,
820 and 1827, Jondres,
Travels
into
1824, pág. 183.
Chile over the Andes
in the years
160
ASPECTOS ECONÓMICOS
DEL FEDERALISMO
ARGENTINO.
ocupadas pór indios hostiles. Pero por el área que
tenían las
provincias la densidad de la población no pasaba mucho de un habitante por milla cuadrada. La distribución de la población en las provincias, por un lado, y en el campo y la ciudad, por'el otro, era desigual. Una tercera parte del total de la población se hallaba concentrada en Bueno s Aires y Córdoba. De las
restantes provincias Tucumán y Mendoza tenían probablemente los mayores núcleos de población con relacióna sus
superficies, estando
La disparidad pronunciada
menos pobladas las provincias del noroeste.
entre la población urbana y la rural era más
en Buenos
Aires, donde
el 50 %, del
total de ha- .
bitantes residía en la capital.13 En otras provincias,
especial-
“mente en aquellas cuya capital era la única ciudad importante ,
la población cipales
urbana
citaremos
las
estaba en minoría.
provincias
del
Como
oeste y
ejemplos prin-
el .noróeste,
como
San Luis, San Juan, La Rioja y Catamarca. En las provincias.
del
litoral
la situación
era diferente,
porque
en
esta región
la
apertura del país al comercio exterior dió como resultado la ex-
pansión del tránsito fluvial, que a su vez contribuyó al crecimiento de los puertos fluviales. Rosarioen Santa: Fe, y Gua-
leguaychú y Concepción del Uruguay (Arroyo de la China) en Entre Ríos, en el término de veinte años después de la emancipación se convirtieron en importantes centros comerciales, haciendo que en esas provincias el proceso de urbanización fuera particularmente rápido. o Las ciudades y pueblos más importantes estaban situados a . lo largo de las dos principales rutas comerciales que unían Buenos Aires
con
Chile y Perú.
Ambas
pasaban
por Santa
Fe y'
Córdoba. Saliendo de Córdoba la ruta a Chile atravesaba. San Luis y Mendoza, habiendo entre Córdoba y Mendoza una dis : tancia de unas 120 leguas (580 kilómetros). Otro' camino que
partía de Córdoba iba hasta Tucumán
Estero Jujuy
a través de Santiago del
(160 leguas, ó 780 kilómetros) y de ahí hasta Salta y
(unas
100 leguas, o 480 kilómetros).
El transporte y las
comunicaciones por “esas rutas eran difíciles y costosos. El tránsito por las llanuras,
que
llegaba
hasta
Córdoba
y aun
hasta
Mendoza, se hacía con carros tirados por cuatro u ocho bueyes . y provistos de enormes ruedas para poder pasar por:los pan-”
13 Véase supra, Capitulo 1.
". LAS” PROVINCIAS”
tanos. En las regiones montañosas del oeste de órdoba.se
pleaban para el transporte recuas de mulas.14 El costo .del-tr ez an porte variaba de una región a otra, dependiendo
del tértitorio
a Salta
mientrás
que había que atravesar.El costo de una tonelada por legua. entre Salta y Chuquisaca era de pesos plata 1,200. Entre*Mendoza y Chile la tarifa era de peso plata 0,300. De Buenos Aires el precio
medio
era
de
de Buenos Aires a Córdoba
pesos
se cobraba
oro
0,374,
que
por el transporte a ra-
zón de pesos plata 0,259: Al mismo tiempo el costo del trans-. porte por agua de- Buenos Aires a Corrientes era de pesos plata 0,060 por legua de tonelada, y sólode 0,006 a los puertos ' europeos.15
En
1826 el gobierno
de Buenos Aires pagó $ 140 en
éfectivo por el transporte de una carga de 150 arrobas desde Mendoza a la capital. Lo que indica un promedio de pesos
plata 0,300, más o menos, por leguade cálculo publicado en La Gaceta Mercantil
advierté claramente
de qué
modo
tonelada.16 Por un de Buenos Aires se
esos costos influían en -las
normas del cometcio interprovincial y exteri El or. cálculo, aun-
que limitado a un pequeño conjunto de artículos del merca do
de Buenos Aires, representa las condiciónes imperantes en toda la república, ' o. .
Por ejemplo, los productores de vino de San Luis recibían menos de la mitad del precio obtenido en el mercado de Buenos Aires. Los productores de vino de Mendoza, San Juan y Tucumán sufrían trabas más serias todavía. Si no hubiése sido por los gravámenes impuestos a los vinos importados, los mercados de Buenos.Aires y las provincias del litoral habrían sido 1% Para descripción.de los métodos de transporte véanse Á. CALUCLEU GH, Travels in South America, Londres, 1825; J. ANDREWS, 0D. cit.; E. E, VIDAL,
Picturesque
illustrations
of Buenos
twenty four views; accompanied
dires
with
and
Monte.
Video,
consisting
of”
descriptions.of the scenery and of
the costumes, manners, etc.,-0f the inhabitants of those cities virons, Londres, 1820.
and their en.T
15 Estas tasas son tomadas de un artículo anónimo titulado “Vías públicas” y publicado en La Gaceta Mercantil, N9 3236, 11 de marzo de 1834. Véase 16
|
también Revista del Plata, N9 4, diciembre Orden de pago del Ministerio de Hacienda
de 1853: o a la Contadur
ía General (Archivo General, Ant. C-28-A-10,N9 5). El artículo de La Gaceta Mercantil daba una cotización de 0,182 pesos plata para el transport e de Mendoza a Buenos Aires. Esta cotización, extraordinariamente baja eh. compa-
ración
con
las tarifas de otras rutas
terrestres, es probáblemente
..de imprenta. Debía decir sin duda 0,282, .
un error
mpletamente “inaccesibles para la industria vinícola del' país. *
un
así:el gravamen del 25 %, ad valorem impuesto por Bue-
nos: Aires al vino importado se consideraba insuficiente ¡para asegurar beneficios adecuados. a la industria propia. Con res“pecto
al comercio
de
exportación
“del: interior” era igualmente
la posición
desventajosa:
de
las provincias
De los
artículos
ex-
“y
CUADRO
>
N?* 17
*
DISTANCIAS A LAS CUALES EL CosTo DEL "TRANSP ORTE ERA IGUAL A LA MITAD __ DEL PRECIO DE CIERTOS ARTÍCULOS EN EL MERCAD O DE BUENOS AIRES * - Artículo
Ladrillos .
Maíz
o
o
ooo
rro
Distancia
ooo .....
6 leguas
TABA co TN A Lo Tasajo ........... Crovrccss erersanas os *. Vino local occ ronca. o... o... SEDO , Caña
roccocacno crono... de Mendoza A
Cueros salados
"
1... ai.o
60
renorons.
(MÁxtas)
+
226,"
........ Cr
e... LADA cicorocncccocnnccccnnoo ono. OA Cerdas E
»”
E 3,» 200" ,, 240
400
.......... conmañanarnl
.
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GB, 5l5.->,,
* El cuadro jleva el siguiente titulo: “Distan cia a que los productos de cam- Paña con destino a Buenos Aires no sino la mited del valor en esta capital pueden tener en el lugar: de gu extracción, por causa de los gestos de .conducción.” * Fuente: La Gaceta Mercantil, No 3235, y
: portables, como tasajo, cueros (secos y salados), sebo, 'lana y cerdas, sólo los cueros, .la lana y las cerdas podían afrontar los largos viajes terre
stres. Las provincias del interior no tenían ninguna: participación en el comercio de expo rtación de tasajo, ni siquiera
en el de sebo. Y el: precio que recibían por los cue- ros secos,.la laná o las cerdas era un 20 ó 30 por. ciento inferior al
que obtenían
los productores de Buenos Aires, Las provincias' del litoral estaban en mejor situación. Aunque también ellas estaban oblig
adas a comerciar con los países extranjero s por intermedio de Buenos Aires, el costo de los envíos por vía fluvial no
era
exces
ivo. No obstante, los dores de las provincias del litoral comprendganaderos y exportaían que su posición
-
A
PS
o
ET
LAS PROVINCIAS
163.
de competencia mejoraría considerablemente si los ríos Paraná y Uruguay estuvieran abiertos para los embarques del exterior. El establecimientode puertos de navegación marítima en el Paraná no sólo haría superfluos los servicios del puerto de Buenos Aires, sino que desviaría además una parte del comercio exterior del interior, de Buenos Aires a las provincias del li- toral.17
:
:
:
El rápido progreso de la emancipación política tuvo poco efecto en la economía del interior. Las formas y modos de producción y distribución desarrollados durante el régimen colonial continuaron dominando, prácticamente sin cambios, la vida
* económicade las provincias. Lo que hizo la revolución de 1810 - fué transformar el ambiente político y geográfico que produjo el progreso y desarrollo de la economía del interior. La revo-: lución abolió el mercantilismo como instrumento de política económica; sustituyó la competencia con la reglamentación y la protección paternales; enlazó la economía del país con los mercados
de
ultramar,
al
mismo
tiempo
que
separaba
el in-
terior de zonas de las que era parte integrante en la época «colonial. Todos estos cambios estaban de acuerdo con la línea fundamental de desarrollo de lo que había sido la porción oriental del
Virreinato
del
Rio
de
la Plata,
pero
eran
contrarios
a
las necesidades y los intereses de las provincias occidentales. Porque el crecimiento y desarrollo de la economía del interior dependía precisamente de que se mantuviera intacto el régimen político y administrativo prerrevolucionario. Por sus recursos naturales y su posición geográfica, la economía
del interior de-
pendía menos del comercio exterior que de la preservación de la. unidad política con. las zonas vecinas. Las provincias del . Interior estaban interesadas en que se abriera el país al comer, cio exterior sólo porque podía producir una provisión más abundante
de artículos
a precios
razonables.
Pero en «cuanto
el comercio directo entre el Río de la Plata y Europa puso en peligro la seguridad de las industrias locales, la emancipación política en las provincias del: interior ocasionó dificultades económicas y financieras. Estas dificultades se intensificaron por la circunstancia de que quedaron fuera de la Confederación - 17 Por ejemplo, la apertura de Rosario o de Santa Fe al-comercio exterior reduciría el transporte terrestre de las exportaciones de Córdoba en unas
cincuenta
leguas
y abarataría
el costo en
tn
veinte por ciento,
_ Argentina“ territorios que antes de la revolución eran económicamente complementarios del interior. La “economía del inte"rior no sólo quedó expuésta a la devastadora competencia de las industrias
extranjeras
en los mercados
orientales, sino tam-
bién privada de los mercados en los que la competencia europea era menos efectiva, o sea Bolivia y Perú, La' adaptación al nuevo ambiente político podría haber sido menos difícil si el
interior hubiese podido igualar la industria de, Europa occidental. Pero estaba-mu lejos de ello. En sus métodos. dé produc-
ción y organización mente
industrial el interior se mantenía
colonial. Para
y las relaciones
el interior,
comerciales
rígida-
por lo tanto, la emancipación
sin restricciones
con
Europa
equi-
. valían a un considerable cercenamiento de producción de gunas de sus más importantes industrias, al aniquilamiento su comercio trasandino:y a la reducción de su comercio terprovincial, NN El problema económico que afrontaban «las provincias
alde in: del :
interior era fundamentalmente diferente del que encaraba Bue..
nos Aires. En Buenos nada
más
que
Aires la solución del problema
el establecimiento de un apropiado
exigió
mecanismo '
administrativo y fiscal. Porque la misma abolición del régimen colonial
ya
era un
paso
adelante
en el «desarrollo
económico
de la provincia. El problema del interior era el de conserva r
el statu quo prerrevolucionario, integramente o en su mayor par-
te. Era
.
un problema
de procurar*los medios
adecuados
para
defenderse contra los abusos: de la industria y el comerci o extranjeros, y de limitar el porcentaje y el-alcance de la declinación económica y la decadencia financiera. La revolución y la
mancipación. política habían "producido irreparables pérdidas -
al interior. Fué impósible, por. ejemplo,
"mulas
que se realizaba entre
revivir el tráfico de
el litoral y Perú, o restablecer el
comercio con Bolivia, Chile o Perú en su nivel prerrevo lucionario. Las provincias podían ejercer cierto. grado de fiscalización de los mercados internos. Podían reducir al mínimo el
impacto de las importaciones sobre las industrias vernáculas. y realizar de este modo un ajuste: ordenado de la estructura
económica. En las industrias de vino y coñac de Tucumá n y las provincias de Cuyo, las fábricas de artículos de cuero de San-. tiago del Estero y Córdoba, la industria textil de Córdoba y finalme nte en las industrias de artesanía, en todos. esos sectores
LAS PROVINCIAS
|
de la economía nacional una política de protección podría -mi*
.tigar al menos el proceso de la declinación económica. Esta . política, suponiendo que fuera de alcance naciorial, no sólo: podría salvar de la ruina la industria nativa, sino también: permitir una gradual modernización de los equipos industriales del interior, Porque era razonable suponer que teniendo. . os
beneficios
asegurados
las industrias locales estarían
en con-
" diciones de buscar con.buen éxito los recúrsos rionetarios y: . el personal técnico necesarios para elevar el nivel de la produc-
ción industrial. La protección haría subir indudablemente
precio de
un-cambio
los
artículos de
consumo,
pero
también
el:
provocaría*
en la distribución de los ingresos nacionales favo-
rab al le interior, logrando.de
ese modo
una economía
nacional :
más equilibrada. OS o Pero una política comercial proteccionista en escala nacional era irrealizable, precisamente por las mismas razones que condujeron al interior a solicitarla. El dominio por parte de Buenos Aires del puerto marítimo del país fué'el factor decisivo. Buenos Aires sólo aceptaría el proteccionismo con la condición de que ella saliera ganando con la medida tanto como el interior. Pero eso estaba descartado. De todas las provincias de la Confederación, Buenos Aires era la que .mienos interés . tenía en alentar una política comercial restrictiva, Una política de aranceles elevados: que redujera 'el volumen del: comercio *
exterior y elevara el precio
de los artículos de consumo,
sería
* inconveniente y económicamente perjudicial.Si el aumento del
costo de la vida hiciera aumentar los salarios, la carga de los. mayores aranceles recaería sobre los patronos, o sea los gana: '
deros, los productorés de. cueros y “carnes y los comerciantes.
“Tampoco a una
estas clases
tenían. la menor
eventualidad semejante,
intención
tanto más
cuanto
de someterse que
era muy
:
había muchas
:
improbable que la baja' del porcentaje de ganancias pudiera ser compensada con un aumenent el-volumo en'de la produc- . ción-o del comercio
exterior.
Por
el contrario,
razones para prever la reducción tanto.de las exportaciones co:. mo de las importaciones, y por. consiguiente del volumen de
la producción industrial. El argumento de que la pérdida sufrida por Buenos Aires quedaría más'que compensada con el Té tablecimiento de la actividad industrial en el interior, y que er definitiva el dividendo naciónal ganaría en el balance, no com:
a
ASPEGTÓS ECONÓMICOS DEL: FEDERALISMO ARGENTINO
. venció a los porteños. Porque no era de ningún «modo seguro que una política comercial más estricta estimuláría la expansión industrial en escala suficiente para contrapesar la reducción de. la actividad económica de Buenos Aires. Bien.o mal fundadas estas dudas, había una cosa: evidente: que Buenos Aires no tenía.
nada
que
ofrecer, salvo
servicios
de intermediario,
-los
cuales con un régimen protéccionista serían en gran parte innecesarios, El “porvenir económico de Buenos Aires dependía, por lo tanto, más bien del fortalecimiento de sus “relaciones comerciales
con
Europa
que
de la expansión
de las provincias
del interior. La adopción de una política de protección, como- la que pedía el interior, presentaba para Buenos Aires la perspectiva' de restablecer las condiciones que regían*antes de la
revolución. Por lo' tanto, a Buenos Aires no le quedaba otra alternativa que la de mantener abierto el puerto. No habiendo podido- obtener la cooperación de Buenos Aires, las provincias del interior abordaron el problema de la protección más bien sobre la base de los intereses provinciales y regionales que de: los nacionales. Las tarifas provinciales y las reglamentaciones especiales destinadas a proteger los.mercados locales y las industrias nativas se introdujeron en reemplazo de una
política comercial nacional. Al mismo
tiempo las
provincias trataron dé: animar el tráfico interprovincial por . medio de tratados comerciales. Con estos métodos las provincias del interior esperaban contrarrestar el liberalismo 'comercial de Buenos Aires y detener el proceso de la desintegración económica, Carentes de condiciones para arrostrar una. reorganización social y económica completa, las provincias buscaban
alivio
en
el aislamiento
econiómico.
Sin
embargo,
no
es-
taban preparadas para seguir con firmeza esa política, porque ninguna de ellas podía tener la esperanza de llegara bastarse a sí misma.
El 3islamiento,
lejos de vigorizar la: situación
eco-
nómica de las provincias, intensificó su dependencia de Buenos Aires.
Quizá
por
esta razón
al
mismo
tiempo
más
que por
ninguna
otra
querían
las provincias'terminar la organización nacional de un modo que les garantizara la autonomía económica y-política y esta-
bilizara
las
relaciones
económicas
interpro-
vinciales. ' Ñ o SN o ._ En el litoral el proceso de adaptación:al ambiente postrrevolucionario tuvo sus características propias. Con respecto 'a los
LAS" PROVINCIAS.
A
recursos y las posibilidades económicas las provincias del lito ral, especialmente Santa Fe y Entre.Ríos, se parecían a Buenos . Aires. Lo mismo que Buenos Aires, las provincias costeras eran grandes productoras de cueros, carne y otros productos complementarios de la industria ganadera. Y también lo mismo. que Buenos Aires, una parte considerable de los ingresos de esas provincias dependía de los mercados extranjeros. Parecería, por lo tanto,
que las perspectivas
económicas
abiertas por la revo- .
lución de 1810 hubiesen sido tan brillantes para el litoral como lo: fúeron para Buenos Aires. Perola verdad es que el progreso
' económico de las provincias ribereñas fué desalentador com:> parado con el de Buenos Aires. Tampoco puede atribuirse la diferencia del: desarrollo: económico de Buenos Aires y el litoral a la incapacidad del litoral para adaptarse a las nuevas circunstancias postrrevolucionarias. El litoral no contaba con . una estructura industrial. comparable a la que tenían las provincias centrales y occidentales.De ahí que sus problemas fue-
ran de un orden distinto al de las cuestiones que debía resol. ver el interior. Todos esos problemas tenían su origen en.el . desconcierto creado por la misma-revolución de 1810. Para: el in-
terior la revolución de 1810 fué demasiado lejos; para el litoral no fué bastante lejos. Como la reforma económica no pasó de la apertura.de Bueños Aires al comercio exterior, la revolución “no alcanzó a satisfacer lá reclamación básicade las provincias de comercio”. La : del' litoral, lo sea la demanda de “libertad limitación del comercio exterior al puerto de Buenos Aires no podía dar otro resultado que el de subordinar los intereses co-
. merciales y financieros de las proyincias del litoral a los de Buenos Aires. OS ll . Desde el puntode vista del litoral Buenos Aires había monopolizado
las
ganancias
económicas
de
la revolución.
Aunque
la provincia fiscalizaba el comercio. exterior de la nación su - política comercial estaba: determinada más por el bienestar pro-. -vincial que por.el nacional. Este regionalismo de Buenos Aires provocó un agudo resentimiento en las provincias ribereñas, eri parte porque estas últimas competían con -Buenos Aires en - los mercados extranjeros, pero sobre todo porque a diferencia
del interior podían prescindir fácilmente de los servicios por-
"tuarios de Buenos Aires. “Tantoel río Paraná como el Uruguay . .eran ,accesibles para"los
barcos
marítimos,
siendo por
lo tatito
ASPECTOS .ECONÓMICOS
perfectamente practicable .cadosde ultramar
Buenos
Aires
DEL
FEDERALISMO:
el comercio
y las provincias
conocía
de
tan bien como
ARGENTINO
directo entre los merSanta
Fe y Entre
Ríos.
el litoral las consecuen-
cias económicas y financieras que traería la apertura del Paraná y el Uruguay a la navegación exterior. Ante todo el contacto directo con los mercados extranjeros eliminaría los costos del transporte y otros gastos del mercado de Buenos Aires. Costos que no eran despreciables. Comprendían la diferencia entre las tarifas de transporte de grandés y pequeños tonelajes desde . los puertos fluviales hasta Buenos Aires, el costo de la recarga, los derechos de tránsito y las comisiones de los mayoristas. porteños. De igual modo se beneficiarían con la navegación flu- * vial las importaciones del comercio exterior del litoral, Ade- más, los
puertos
como
Rosario
y Paraná
podrían
fácilmente
extender su zona tributaria fuera de los límites provinciales, ' husta regiones que, debido al alto costo de los transportes, estaban prácticamente segregadas de los mercados extranjeros. En general, la apertura de los ríos Paraná y Uruguay a la na- vegación exterior prometía ventajas tanto a: los productores como a los consumidores de las provincias ribereñas. Es por eso que
el programa económico
de la revolución
era para
el
litoral mucho más amplio que el realizado bajo.la égida de Buenos Aires. El postulado económico más importante de la revolución
era el de la “libertad de
comercio”,
pero la inter-.
pretación demasiado estrecha «que Buenos Aires dió. al. comercio: libre redujo al litoral a“una posición muy similar a la que ocupaba Buenos Aires antes de 1810. Durante el régimen .
colonial Buenos Aires había tenido que luchar contra los comerciantes monopolistas del interior y de Lima; del mismo mo- do en la Argentina independiente las provincias costeras se rebelaban
contra
problema era en y
guerra
civil,
el
ahora
asfixiante
más
monopolio
complejo,
más enconada,18
de Buenos
y la lucha,
Aires.
El
transformada "
18 Para conocer más detalladamente la vida económica de la provincia durante las dos primeras décadás posteriores a la revolución, el lector de"berá remitirse a las descripciones contemporáneas de los visitantes extranjeros del país. Sin agotar la lista, podemos mencionar las siguientes obras: J. ANDREWS, 0b. cit.; SCHMIDTMEYER, ob: cit.; RODNEY y GRAHAM, Ob. cit.; A. B. Braumonr, ob, cit.; S. B. HEAD, Reports relating to the failure of the Rió Plata Mining Association, formed under an authority signed by his excellency Don B. Rivadavia, Londres, 1827; A. CALDCLEUCH, Travels in
- LAS-PROVINCIAS”
*
2 Tan importante como la protección 'y la navegación fluvial * era la cuestión de las finanzas. También aquí tanto el interior como el litoral encaraban una situación cuya urgencia y complejidad imponía una severa sangría en los recursos económi.cos y políticos de esas provincias. De una manera general el problema tenía dos aspectos. Por un lado éra necesario realizar una revisión más o: menos extensa de los principios que ' regían el régimen fiscal anterior a la revolución. Por otro lado cada provincia trató de establecer un régimen fiscal apropiado a sus necesidades económicas. Ambos aspectos del problema eran, desde luego, inseparables. Porque en la época en que.la reorganización del régimen: fiscal se había hecho impostergable, ya se había. completado el proceso de la: diferenciación política del país en provincias autónomas, Por consiguiente; el establecimiento
de
las
tesorerías
provinciales
estaba
estre>
chamente relacionado con la reorganización del mecanismo fi- * “nanciero heredado del virreinato. Esta reorganización fué más *
allá de una simple reforma administrativa, porque involucró
un punto .de vista concreto con respecto al problema económico “central de las provincias. Fué un factor causal por derecho propio, capaz de'influir en el volumen y la dirección del -desarrollo económico. o o mo La reforma financiera era una necesidad universalmente .admitida' en todas las provincias. Éstas comprendían que el régimen
colonial
de impuestos
ya no
correspondía
a la. realidad *
South America, during the years 18r9-20-2A, containing an account of the: present state of Brazil, Buenos Áyres and Chile, Londres, 1825; S. HAIcH, Sketches of Buenos Ayres and Chile, Londres, 1829; E. E. VIDAL, ob. cit, En
/ .
Economic literature of Latin America, preparado por la Harvard Bureau for Economic Research. in Latin America, Cambridge, 1935, t. 1, págs. 39-87, podrá encontrarse una bibliografía más completa sobre la literatura pertinente. No
hay
prácticamente
ningún
estudio
monográfico
sobre la histó-
_ ria económica de las provincias. En los archivos provinciales hay un vasto . material no tocado por los historiadores argentinos, a quienes hasta ahora les interesaba” principalmente la historia política y militar del país. Es realmente lamentable que Juan Alvarez, cuyo excelente estudio sobre Santa Fe apareció en 1910, no haya encontrado émulos entre los historiadores
argentinos.
“económica
de la Argentina .Ppostrrevolucionaria.19 Pero
el al-
cance que había que darle a la reforma no lo veían tan clara- mente. El ejemplo del gobierno de Buenos Aires les hacía creer”
que bastaría con la acción legislativa. Pero esta creencia descansaba en la tendencia a exagerar la eficacia de la política fiscal adoptada en Buenos Aires; no dando importancia a las condiciones particularmente favorables en que se encontró la provincia después.de la revolución.20 Lo que había sido posibleen
Buenos
Aires,
con
su creciente
comercio
exterior y su
expansión económica general, no daba la pauta de lo'que era
practicable
en las provincias económicamente
las provincias las guerras
cuyos
civiles
recursos
y otras
eran
estancadas. Y en
relatiyaménte
emergencias
mente los planes de reforma financiera.
abundantes,
trastornaban
-
continuá-'
_ La posición financiera de todas. las provincias, con .exclusión “de Buenos Aires, fué siempre precaria. Era un año 'excepcional aquel en que alguna tesorería proviricial podía jactarse de que había tenido superávit. Los déficit aparecían 'cón «monótona regularidad, y las cajas vacías eran lo normal. La escasez de fondos obligaba a menudo a los gobiernos . provinciales 19 “Los legisladores antiguos tiva de Córdoba presentó a la objeto que el engrosamiento de Puesto, bajo diferentes nombres, Sos pretextos.«Pero la
ignorancia
—dice el informe que la comisión 'legislalegislatura provincial— no tuvieron otre sus arcás; y éste es el ¡origen de tanto imy por diferentes y las más veces especioles hacía
adoptar
unos
medios
del todo.
opuestos al fin que se proponían y aquí está la'causa de la confusión com-
- Plicada
del
sistema'
de
rentas, por
lo
mismo
opresivo :y
con;el
que. no
1912-1914, o
X, 261 :
Puede existir por tiempo la provincia.” Cf. Archivo de la Honorable Cáma-
. ra de Diputados de la provincia de (Sesión del 4 de octubre de 1824).
Córdoba, .
Córdoba, :
20 El caso de la provincia de San Juan es instructivo al respecto.:En un' enviado
mensaje de
reformas
a la legislatura en 1829 el gobernador sugirió una
destinadas
. finanzas provinciales.
a hacer
Propiciaba
de
la contribución
la abolición
directa
la base
de los derechos
serie
de
las
de julio de 1829,
.
:
e,
.
o
+
mn .
diezmo ninguna de las restantes innovaciones llegó a materializarse. Cf. Registro oficial de la" provincia, de San Juan , año 1829,. Mensaje del 30
A gn E
tina de los impuestos y las contribuciones”. Comercio libre en el sentido clásico de la' frase, consolidación de la deuda pública; abolició n del diezmo, * “publicidad de las cuentas erari los principales aspectos del plan de reforma _ financiera, Se contradecía hasta tal puntocon - las. posibilidades ofrecidas Por el desarrollo económico de lá provincia-que con excepció n de la 'aboli- ción del
y IN
“que han sido llamados el sistema del contrabando y los monopoarancelarios. lios”, y la * adopción del impuesto directo, único capaz de suprimi f “la fastidiosa ru-
ds E
LAS PROVINCIAS
a suspender
de
cl servicio
públicas,
las deudas
a' reducir. los
sueldos de los funcionarios civiles y militares y a limitár La actividades de la administración a lo más indispensable. Los informes financieros anuales de los gobiernos provinciales y los considerandos de los decretos relativos alas finanzas públicas estaban llenosde frases como éstas: “arcas exhaustas”, “falta
de crédito”, “necesidad de economías”. administración: hicieron,
sin
su
duda,
El derroche y la mala
parte,
pero
en
el con-
s: ser responsables de junto eran demasiado insignificantepara las dificultades financieras que padecían las tesorerías provinciales. El problema tenía raices. más profundas. Residía en el progresivo empobrecimiento de las poblaciones provinciales. La cuestión fundamental en muchas provincias no era la de. economizar, porque los gastos ya habían sido reducidos al mínimo, derrumbe sino la de obtener las rentas suficientes para evitar el
total de la maquinaria administrativa. Por' ejemplo, el presupuestode Jujuy para el año 1839 fijaba en $ 9.040 los. gastos al totales de la provincia. De esta suma correspondían.$ 2.860 ministerio
de gobierno,
incluído
el sueldo
de $'1.500
del go-
bernador. ¡La provincia destinaba 480 pesos para instrucción más pública! 21 Es verdad que Jujuy era una de las provincias situala. s provincia otras en pero ción, pobres de la Confedera más ción no era mucho mejor. Córdoba, una de las provincias ha-: 60.000 en estimada población una con grandes del interior, que comercial ruta e important más la en bitantes y situada unía
la costa
con
los Andes,
tenía
en
1824
una
renta
de un
-poco más de $ 70.000. Este mismo año los ingresos de Buenos
Aires pasabande los $ 2.500.000.: Lo que percibía Buenos Aires solamente por derecho de sellado y patentes excedía: en. más del 50 % los ingresos totales de la provincia de Córdoba. Ni las provincias
más
prósperas,
como
Corrientes y Entre
Ríos,
. podían compararse con Buenos “Aires, El término medio de los
ingresos anuales de Corrientes durante el lapso. de trece años comprendido entre 1827 y 1839 fué de unos $ 115.000, yendo de 68.000 en 1827 a 152.000 en 1835.22
112. 21 Registro. oficial de la provincia de Jujuy, Libro 1, pág. proceden22 Las rentas de'la provincia de Corrientes incluían entradas. figuraban en periódicos, no ingresos otros con junto que, préstamos tes de reales de la el rubro de eventuales (véase Cuadro N* 21). Los ingresos no sé aunque indicados, los que provincia eran, por lo tanto, menores . . proporción. qué en podría concretar
ASPECTOS ECONÓMICOS DEL.:FEDERALISMO” ARGÉNTIA
La mayor“ parte de los ingresos de -lás provincias . provenía.. _-.de los derechos de aduana. Los gravámenes se imponían a las . importaciones y las exportaciones, lo mismo que a las merca.derías en tránsito. La proporción de los ingresos procedentes de esas fuentes
variaba
de una
provincia
aduana
sumaban
a veces
a otra y de un año
a
otro. En algunas provincias, como Corrientes y Entre Rios, los
derechos
de
el 70 %
de
los
ingresos
totales, y muy pocas veces.menos del 50 9%. En las provincias del interior el comercio interprovincial y con el exterior tenía
Un papel menos importante como fuente de ingresos. En San Juan los derechos de aduana alcanzaban solamente al.40 9%, del. total de ingresos, y en Córdoba la proporción era de un 60 %.
A los derechos de aduana les seguían en importancia los derechos de sellado yde patentes. Las provincias imponían: esas”. cargas siguiendo el ejemplo de Buenos Aires. Los aranceles de * *
estos impuestos variaban de una provincia a otra, habiendo a. veces disposiciones que otorgaban tratamiento preferencial q los o
nativos contra los extranjeros y los habitantes de otras provin- .
cias.23
En casi todas
las provincias se conservaron
algunos de
los impuestos coloniales, como el diezmo y la sisa. Como fuente
de ingresos
el diezmo
era el más importante
de los dos, y los .
gobiernos provinciales no se sentían muy dispuestos a 'abolirlo, . En momentos de urgencia los gobiernos de provincia restable- ”., cían a menudo otros impuestos especiales y extraordinarios con .
diversas
denominaciones
(impuésto
nuevo,
impuesto
extraor-
dinario). A menudo' esas exacciones, adoptadas como medidas temporarias, pasaban a formar parte del régimen fiscal. En todas las provincias había ciertos ingresos procedentes de las ventas de tierras públicas, de las multas por transgresiones alas . ordenanzas policiales, del arrendamiento de las propiédades del.
gobierno, etcétera. Pero las rentas de esas fuentes eran relativa-
mente insignificantes.24 : Ya hemos señalado anteriormente que por regla general .los ingresos provenientes de los impuestos y otras fuentes mo al: *
23 Cf. Arancelesde la provincia de Santa Fe del año 1821, capítulo ““Alcabala”, Registro oficial de la Provincia de Santa Fe, 1, 61''(21 de febrero
de 1821). o. 24 Véanse Cuadros 18, 19, 20, 21 y 22. No ha sido posible obtener datosseparado
-.
s de cada provincia de la Confederación. No obstante las compila» . : ciones referentes a Córdoba, San Juan, Tucumán y Corrientes parecen su-
ficientemente representativas del país en su conjunto.
:
de
*
........
.......
... .
Oficial
de de
15.849 154
la Provincia
ooon.oo.
4.696 03%
8.005 0
1952 1. 1.195 0
San Juan.
100,0
5
os
- 100,0 .
134
19.8767
12222 3%
100,0 11826114 .
1.009 44: :
45742.
11,0
453
'
4.354 544 1887 534*
302 13,5
459 1/4
3.685 25% 1.6520
%
5,1
36,1 10,0
5539 5%
Pesos
1,345 34
%
! 1836
16,3
:
376
18
996 2/4 1.931-0 8 2% 6
GASTO
544 54,
3.484 3
3.641 4%
Pesos
3667.04 ' 842: 346614 10.733: 54 — 100,0 11.188 6%
27,6
33,1
%
o,
1837":
10
de ce
Registro
.««
+
ooceoa rn
.
.
Pesos
1823
7,5
119 O
2.966 14
3.555 6
Pesos
:
2
Fuente:
Total ......
OHTOS
Guerra
Gobierno Hacienda
.
100,0
69% *20.009 31%
3.273 yA
5308 0 8153
190 : 16,3
3.798 34
0%
%
262 14
OUTOS conconcccncconocnaannos - 20754 014 Tolal a rcccrorncoccarnroro 17.246-5Y4
Impuesto a la export, de cueros
Papel sellado y patentes .....
Derechos de aduana ....com...
Pesos
1824 1836
DURANTE Los ¡AÑos 1823, 1824, 1836 y 1837
INGRESOS
INGRESOS Y (GASTOS DE LA PROVINCIA DE SAN JUAN
CUADRO N? 18*
es ES TEE
Total de ingresos
de
o pago
aduana
impuesto provincial; más importantes de
Patentes ingresos,
de
servicio
solamente,
estos
de
el
los
período
bajo
1822-38
siguientes
(del 30 en ndelante); Diezmo del Estado. aparte de los derechos de aduana: Ramo
en
figuran
empréstitos.
años
lós
AS
de la Provincia; Derecho de tránsito. Los puntos más importantes de este rubro
el
-
85 10,3 8,9 50
T%
Impuesto
. al
s o
47
ultramar;
las
la
aa Préstaja;
sellado;
fueron las o
.
.
República;
57,4 74,8 71,3 77,9 60,8 53,5
o
del.papel
de
siguientes
Impuesto
Entrada
$ 13.133 65% $ 247534 — 327.551 73 $ 56.218 lg $ 16.391 11% $ 16.620 714
Gastos de guerra
33,1 $ 12458 3814 43,14 392 $ 8.125 4% 347 65,0 $ 7.944 0 31,1 226: 310 30,5
25,1 643 72.5 6019 54,8 61,0"
%
* . aguardienle;
de
7.993 5% 8.590 13% 14.695 19% 7557 214 93554 8.299 314
4273 03% 14.263 712 28.013 334 46045 11.711 44 88744
Entrada
?
$ $ $ $ $" $
$ $ $ "$ $ $
" Otros imp. 1
Durante los años 1844 al de propios; Papel sellado.
son:
:
títulos:
.
1.322 2 91 39,0'$ 6.732 734 27,9 356 $ 5.515 714 252 19,2 $ 3.290 73% 14,8 774 69,0 + 695 .
12050 2.273 01% 3.459 7 378 6
Impuesto extraord.
1 Nuéy
fuen
Extrác
+
ciones ¿
meses
Los
LOS AÑOS
O a A Up A dp Y
derechos
Once
Incluyendo
DURANTE
oo
Packet and ArgentiOficial; L'11, No 6;
os
o
_ CUADRO N0 27: Incresos Y DESEMBOLSOS DE La CAJA DE AMORTIZACIÓN, 16 DE NOVIEMBRE DE 1829 — 3] DE DICIEMBRE DE 1832 Ingresos
Desembolsos
Papel sellado” ....... $
252.565 5
Patentes
315.533
Corrales
¿....oooco»-
quemados
(16 de enero 1830)
$
-131.460 0
Transfer. a Tesor.:
Derechos de arancel . $ 2.447.845 1 Descuentos bancarios . $ 109.508 7/4
Mayo 28, 1832.... Junio 30, 1832....
$ 2.849.509 5y $ 150.000 0.
..... ao
Confiscación ........ Caja ..ocooommomoco..
$
Billetes
4
661.445 34
Pregonería
........ pedían Brasil, Cuba y España. Lo.mismo ocurría en otras pro- . vincias y con otros productos. Luego, si las provincias insistian en excluir los artículos extranjeros, debían estar para afrontar la contracción del mercado interno
preparadas y la ruina
final de muchas industrias que habían surgido después de la apertura de Buenos “Aires al comercio exterior. - El proteccionismo, y en mayor grado aún el prohibicionismo,
_Ocasionarían más .bien perjuicios que beneficios a las grandes
; 10 Decreto del 27 de julio de 1837. C£. Recopilación:
Aires,
:
1841),
ETOS- ECONÓMICOS
+
320,
DEL -FEDERALISMO" ARGENTINO
. El derecho “dentro de los dos meses de promulgado el' decreto 16 de
enero
fueron declarados
de :1838
los derechos”:
perdidos
de ciertas categorías de enfiteutas y la tierra ofrecida en venta”.
al mejor postor.11
Cuando llegó el momento de la renovación de los contratos (enero de 1838), el gobierno hizo nuevas incursiones en el sis-
*
* tema. El 28 de mayo de 1838 anunció por decreto la renovación . pero años, diez de de los contratos de enfiteusis por un período
el alquiler aumentaba en un 100 %, pagaderos mitad en moneda
circulante y mitad en bonos de Tesorería. No óbstante, una. gran:
superficie que comprendía las partes más pobladas y las más valiosas
económicamente
de
sujeta a-la
estaba
no
la provincia
ley de enfiteusis. Todas las tierras de esa superficie 12. retenidás en enfiteusis volvían al Estado y quedaban destinadas ala venta ' de acuerdo con las disposiciones de la ley del 10 de mayo de 1836. El gobierno justificó su decisión de limitar la enfiteusis a las tierras apartadas de la provincia con los siguientes fundamentos:
primero, el tesoro provincial se encontraba en apuros financieros .* y deseaba
los
aumentar
ingresos;
segundo,
el gobierno
estaba”.
convencido de que la propiedad privada era más conducente “la * para lograr el bienestar. de la sociedad y del Estado; tercero, de: da deman la ntado acrece había ría ganade la de ión expans tierras; y finalmente, el precio establecido por la ley del: 10'de mayo de 1836 era tan razonable queel requerimiento de que los enfiteutas adquirieran las tierras que ocupaban no resultaba. :
o
difícil de cumplir.13
No es posible determinar si se hicieron nuevos contratos de: enfiteusis después de 1838. La información al' respecto es muy escasa. La faltade referencias a la enfiteusis en los mensajes de
Rosas a la legislatura bonaerense o en las más importantes compilaciones de las leyes provinciales hace pensar que la práctica de las cesiones territoriales cayó en desuso poco después de 1838. “11, CF. Recopilación
(Acuerdo).
modo: * 12 La superficie fué definida en el art. 4 del decreto del siguiente de Desde el Riv:de la Plata, siguiendo la costa, hasta Lobería Grande;
aquí la línea seguia desde las Sierras del Volcán
Tapalqué,
por el río Las
Flores
y Tandil
hasta su confluencia
con
hasta
Azul y
el río Salado,
y
. de aquí a Cañada de Tío Antonio, Pergamino y Arroyo del Medio. también y 1838, de mayo de 28 del decreto del Considerandos Cf. 13” ManacaÑa,
>
ob.
cit., t, T, págs.
305-396
(Mensaje
del
27
de
diciembre
de:
LA ECONOMÍA DE LA DICTADURA
v:
c+,
7
821
“Lo cual no debe sorprender, porque al depreciarse la moneda
bajando a menos del'49%, de la par, el precio de $ 3.000 6 $ 4.000 la legua cuadrada: ya no era un: obstáculo serio para adquirir la tierra en propiedad. La enfiteusis murió de muerte. natural, aunque
después de un proceso lénto.
El paso a la própiedad privada. de la tierra “fué. motivado tanto:por razones financieras como por consideraciones de orden económico. La legislatura provincial y el gobierrio esperaban restaurar el equilibrio financiero de la provincia con: lo que produjera
la venta
de las tierras
públicas.
Pero
sus
cálculos
resul-
taron erróneos, Durante los siete.meses que siguieron a la pro-
mulgación de la ley del 10 de mayo de. 1836, sólo se vendieron 400 leguas cuadradas,. por un total de más o menos $ 1.500.000.14 Después «de este primer impulso, la demanda de tierras dismi: . nuyó, y el gobierno buscó otros medios para estimular la distribución del campo. No podía reducir los precios, fijados por . la ley, pero permitió el pago con bonos de Tesorería, y con: ganado, hasta el 50 % del: valor de la tierra comprada.15 Pero.
quedaban
.
todavía grandes extensiones de campos desocupadas.16
La incapacidad del gobierno para distribuir con mayor celeridad las tierras públicas puede atribuirse a factores tanto eco-
nómicos como técnicos. La transferencia de los títulos debía ser forzosaménte un proceso lento y complicado. La tramitación de
las transferencias requería a menudo.la intervención judicial. El gobierno trató de simplificar el proceso de la adquisición de tierras. instituyendo la inspección sistemática de las tierras pú--. blicas. Pero estas inspecciones tomaban mucho tiempo, sobre . todo en los distritos alejados. El factor económico era más 'importante aún. La explotación de la tierra se limitaba en la provincia principalmente a: la ganadería y en menor grado 2-la. cria de ovejas. Pero la industria del pastoreo dependía en defi_hitiva de los mercados extranjeros. De modo que si la demanda “extranjera de cueros, tasajo o lana no aumentaba considerable1% 15
16
MABRACAÑA, ob. cil., t, L, pág. 332 (Mensaje del 19 de enero de 1837). Ley del 27 de julio de 1837, Artículos 3 y 4. MABRACAÑA,
de 1837).
00.
cit.,
t. 1, pág.
366
(Mensaje:
del 27
de' diciembre
:
.
AC
resultados satisfactorios, En
CA
estas concesiones no dieron .tampoco
un mensaje enviado a la legislatura Rosas admitió que a pesar de haber experimentado un fuerte aumentoel valor de la tierra, -
o
.5-
m
nte,
la cría de
ECONÓMICOS
Ñ
DEL* FEDERALISMO.
animales' llegaría
muy
7
ARGENTINO
os
pronto. al límite
:
de
E
la
“expansión provechosa. El acceso a los mercados del exterior -. desempeñaba por fuerza un papel importante en la suerte dela industria. Pór eso cuando en 1838 y 1839 la flota francesa cerró el puerto de Buenos Aires, la demanda de tierras descendió al mínimo. Al cabo de dos años de aprobada la ley del 10 de mayo de 1836, se vió claramente que el gobierno no vendería toda la tierra que - tenía a su disposición. La provincia seguía siendo:el mayor te* rrateniente, aunque sin obtener beneficios financieros o económicos del extenso dominio público. Para que esas superficies que incorporarlas
a la econo-.
tes prometió
donar
tierras:a
las tropas leales. Las donaciones
fueron definidas en la ley del 9 de noviembre de 1839, 17 y fueron cumplidas a mediados de 1840, cuando Rosas ordenó a la Contaduría General que emitiera los certificados correspon-
a
ingreso habría
|
ss A
algún
mía. Y como no podía vender la tierra, el gobierno decidió regalarla. El motín de Dolores.y. Monsalvo ocutrido el 29 de octubre: de 1839 ) suministró. la ocasión para una transferencia general de “tierras a la. propiedad privada. Deseosa de sofocar la revuelta 10” más rápidamente posible la Junta de Representan-
Errar,
produjeran
0 -
dientes.
El decreto del 9 de julio de 1840 señaló el punto culminante _ de la política de Rosas en materia de tierras. En el concepto de la clase de los estancieros, esta política había obtenido un éxito excelente.
En un plazo
relativamente
breve
Rosas
había
cum-
-j E
plido con toda amplitud los postulados más importantes del programa económico federal, Abolió virtualmente el sisterna de
E $
la enfiteusis; extendió
¿
las fronteras australes de la provincia; y”
aseguró a la industria ganadera una abundante provisión de tie-
E
rras a precios razonables.
Sólo por. esto Rosas mereció la gratl-
z
tud de los ganaderos y los productores. de carnes y cueros. Ningún otro grupo social obtuvo mayores beneficios del régimen rosista, ni hubo ningún otro. que estuviera más interesado €n
¿
mantenerlo incólume. 17 RO-1350, L-18, N* 11. El art. 5 de la ley señalaba del siguiente modo. las normas a seguir para las. donaciones: generales, seis leguas cuadradas; coroneles, cinco; tenientes coroneles, cuatro; comandantes, dos; capitanes,. una; otros. oficiales, civiles, un cuarto.
tres
cuartos :
de
legua
cuadrada;
suboficiales,
media;
LA ECONOMÍA
DE LA DICTADURA *
2 La solicitudde Rosas por el-bienestar de la industria del pastoreo contrastaba
violentamente
con su actitud
más
y el: partido
federal
bien
tibia
hacía otros sectores de la economía provincial. Parecería como si la preocupación por esta única industria hubiese agotado los recursos
del gobierno,
o que: Rosas
hubiesen
sido incapaces de proyectar un programa y una política económás equilibrada de la eco; micos que contemplase la expansión s a la industria del acordado os privilegi Los al. provinci “nomía pastoreo
costó a la Tesorería
una buena
parte de sus. ingresos.
La reducción o abolición, por ejemplo, del impuesto al ganado, o del grávamen
a la sal importada,
imponía
el mantenimiento
de otras cargas, por pesadas que fueran, y aun
de su aumento.
Las excesivas consideraciones que tenía con los estancieros “y * los saladeristas obligaban al gobierno a ser muy prudente cuando se «trataba de dar una. ayuda al chacarero y al industrial. Tampoco lograron Rosas. y $us colaboradores conciliar las diversas tendencias de la economía provincial. .Como era natural, los jefes federales tendían
a identificar
los intereses
de la industria
. pastoril con los de la provincia. Su: programa económico se basaba en la teoría de que aquello que convenía a los estancieros, convenía a la sociedad en general, y por lo tanto a cada uno de sus componentes. Lo cual era quizá inevitable, pero también era, inevitable que los jefes políticos del régimen rosista se hubiesen acostumbrado
a ver los problemas
económicos
del momento
en
una falsa perspectiva. Era, asimismo, ineludible que su política ' estuviese mezclada con una fuerte dosis de oportunismo. Los estancieros cumplieron la mayor parte de sus postulados económicos aun antes de que Rosas comenzara su segundo período gubernativo. En lo sucesivo el objetivo principal de Rosas fué el de prevenir cualquier cambio radical del orden estableci" do, de mantener y si era posible reforzar el statu quo económico E. y politico. El gobierno y la legislatura eran reacios a trazar nue" Yos senderos de ideas económicas, y siempre
que el gobierno se
veía obligado a salir de los. límites relativamente estrechos de : Jas normas económicas establecidas, lo hacía sin entusiasmo ni “convicción. Los dirigentes federales tenían. poca fe en la. efica-
pro- . * cia: de la protección. Tampoco estaban seguros de que la. ciones. importa las de dir vincia pudiera eventualmente prescin
extranjeras de granos y harina. Pero comprendían que una po: económico
lítica de nacionalismo
exigía
representa-
sacrificios
- dos por el alto costo de la vida, encarecimiento del costo de disminución .de los, beneficios.
producción
y posible
arancelaria
de Buenos Aires cuando
Los gana-*
deros y exportadores de carnes y cueros no estaban dispuestos a hacer estos sacrificios, y Rosas sólo accedió a revisar la política continuar resistiendo las re-
clamaciones de proteccionismo podia resultar peligroso. Su conversión al proteccionismo era, no obstante, superficial, y Rosas, abandonó la nueva política aun antes de que pudiera ser conscientemente
experimentada.
A
.
La política agrícola del gobierno rosista reveló con mayor claridad la imposibilidad del partido federal de salir de los redu-
cidos límites de los intereses de clase, y su incapacidad para re_solver las contradicciones que lentamente fueron minando el régimen, Antes de Rosas -los sucesivos gobiernos porteños habían -
luchado
infructuosamente
de granos.
Ni
siquiera
con el problema “de la producción
el gobierno
de Martín
tan
Rodríguez,
ansioso de desarrollar los vastos recursos del campo, logró elevar
la agricultura doméstica a'un nivel económico de: mediana importancia. En aquellos años de progreso exuberante el gobierno ' albergó ideas grandiosas. Se trazaron planes para poblar las pam-
pas, extender la superficie de cultivo y.dar independencia: agrícola a la provincia y al país. Tomando apenas en consideración la situación financiera y económica de la provincia, el gobierno '
* se embarcó en una política de. inmigración
subvencionada.
Pero
calculó con gran exageración sus recursos y la capacidad económica de la economía provincial. Confió demasiado en el dinamismo de la libre empresa y la disponibilidad de tierra fértil. Estos dos factores fueron considerados suficientes para asegurar la prosperidad duradera a la agricultura, del mismo modo que.. habian asegurado la sostenida expansión de la ganadería. Pero los dirigentes unitarios no advirtieron que la agricultura del país no tenía ninguña de las ventajas de que gozaba la gana: dería. Primero, la agricultura requería una mano de obra pro-. porcionalmente mayor, y ésta era escasa y cara. Segundo, se emn-
pleaban métodos de cultivo primitivos, y el rendimiento era bajo
-a
pesar
de
la excelente
calidad
del suelo.
Para
aumentar
el
LA ECONOMÍA
DE LA DICTADURA
,
325
rendimiento el chacarero tendría que invertir más capital en la
adquisición de maquinarias y herramientas agrícolas. Tercero,
:-€l alto costo del transporte obligaba al chacarero a trasladarse a "lugares más próximos a las ciudades, donde, lógicamente, -la - tierra costaba más. Y finalmente, los agricultores, a diferencia de los ganaderos, tenían que luchar con la competencia, que era.a: menudo
ruinosa,
:
o
Este último factor tenía una importancia superlativa. El mercado local era limitado, y como
el trigo y la harina. importados
solían ser habitualmentede mejor calidad, los chacareros nacionales tenían escasas posibilidades de sobrevivir. El problema principal que debía encarar el gobierno no era, por lo tanto, el
de aumentar el número de agricultores, sino más bien.el de ase-
gurar al granjero una ganancia razonable mediante la adecuada
Protección -de los mércados internos. Pero ni Martín Rodríguez -
ni sus sucesores enfocaron el problema bajo ese aspecto. Lá protección como instrumento”de -política económica era inácepta“ble en términos generales. Resultaba particulirmente desagra“dable con respecto a la agricultura, porque una política orientada hacia el aumento de precios-del trigo y la harina sería una política impopular. o o La agricultura siguió, por lo tanto, ocupando una: posición menor en la expansión económica de la provincia. Y-én lugar de realizar algún progreso se fué arruinando hasta que la producción de granos llegó :al borde de convertirse en una empresa
inútil. La consecuencia fué que cualquier situación meteoroló-
gica medianamente
desfavorable
causaba
una
seria
escasez
de
trigo y harina. Asi, por ejemplo, en 1829 el gobierno provincial
"se vió obligado a comprar unós 1.500 barriles de harina, a $ 97
- el barril, para distribuirlos a los panaderos, “quienes no deberán aprovecharse de las actuales fluctuaciones del mercado para variar ni'la calidad ni'el tamaño del pan”.18'Quédaba descartado que aprovecharan los 'agricultores el precio alto del trigo, porque antes de que sus cosechas llegaran al mercado ya las importaciones del exterior harían bajar los precios hasta un nivel que apenas cubriría el costo de producción. * No
es, pues, de extrañar que los chacareros
se sintieran amar-
gados y desilusionados, y que perdieran la confianza en el régide
18 British 1829).
Packet
and o
Argentine
News,
vol. IV, N? :
164
(10 de octubre : :
en de-liberalismo económico tan resueltamente defendido por. los unitarios.Ni es extraño que en la lucha por el poder de unitarios
y federales
los chacarerosse alistaran
- el campo
federal. Siguieron
. confiaban
2n dos unitarios,
sin: vacilación
a Rosas no solamente
porque
sino. también, y principalmente,
en
no por-
que esperaban que el gobierno federal prestaría mayor atención a sus dificultades económicas. El. partido federal se manifestó siempre interesado en la integridad económica de la población nativa y se oponía al programa unitario de europeización de la “economía nacional, y aunque, los jefes federales nunca se pro-' . nunciaron
«abiertamente
por
el
proteccionismo,
censuraron
en
cambio los perjudiciales efectos de la competencia extranjera. Por eso los agricultores, lo mismo que los artesanos, veían.en el régimen federal una promesa de tiempos mejores.. Z. Uno de los. primeros actos del gobierno rosista «fué el de disolver la Comisión de Inmigración, creada en 1824. Rosas fundó este paso en el argumento de que la Comisión no había hecho
nada concreto, y que
los resultados obtenidos no justificaban
los desembolsos que ocasionaban.19 Pero a este acto inicial, que parecía ser el anuncio. de una nueva política agrícola, le siguió.
un prolongado silencio. Tal vez el gobierno, había postergado el examen del problema agricola hasta otra oportunidad más propicia. El país sufría los efectos de una intensa sequía, 20 y
el gobierno poto podía hacer para ayudar a los agricultores. Al mismo tiempo se había hecho necesario vigilar los precios del trigo y"la harina, para evitar la intranquilidad política y social. En enero de 1831 el gobierno revisó lós derechos de importa* ción de la harina, pero dejó sin cambioslos impuestos a la importación del trigo de 1826.21 Desconforme, al parecer, con las - perspectivas de:la cosecha, el gobierno decidió dejar las puertas abiertas a la importación del exterior. En efecto, a fines de 1831. el precio. del trigo comenzó
a.subir con firmeza. Alza que pro-
siguió durante todo el año 1832. En octubre de 1881 el trigo se “vendió
a $ 32,40
la fanega,
y en
noviembre
de
1832
el precio
19 Decreto del 20 de agosto de 1830 (RO, L-9, NO 9, págs. 5-6). 20 "La
sequía
estancias; muchos
de esta- temporada 'fué' sumamente propietarios
ordenaron
matar
el
perjudicial
ganado
de
para las
sus
pose-
siones, por la falta “de agua y pasto para mantenerlos.” British Packet and Argentine News (8 de mayo de 1830), vol. IV, N? 194, " 21 Véanse más arriba. Cap. 111, págs. 90 y sigts., y Cap. IX, págs. 282-283...
LA ECONOMÍA
DE LA DICTADURA'
subió a $ 51,50, En diciembre del mismo año el trigo se vendió a $ 72,70 la fanega.22 A principios de 1833 el precio del trigo bajó fuertemente hasta unos 32 pesos la fanega, y en 1334 osciló entre $ 20 y $ 30, aunque la cosecha no fué muy prometedo-
ra.23 En 1835 los precios bajaron más aún, hasta unos $19 la fanega, y en enero al bajísimo precio de $ 13. El fuerte aumento “de $ 13 en enero a cerca de $ 20 en febrero se debió muy probablemente ala revisión del impuesto al trigo.2% La nueva tarifa no resolvió. el problema de la agricultura local en su conjunto, “ya que sólo aseguraba beneficios a las chacras económicamente más fuertes, pero estabilizó el mercado interno del trigo. Al año siguiente .el gobierno reafirmó su política de precios estables para el trigo. Como dijera el recaudador general de aduanas, la tarifa del 18 de diciembre de 1835.25 se proponía “dar una pro-
tección efectiva a la agricultura local, que se estaba arruinando la aceleradamente”, y también proteger a la población contra
posible escasez de trigo y harina.26 La prohibición de importar
trigo no afectó materialmente los precios en 1836 ni en 1837. Durante estos dos años las cosechas fueron tan abundantes que “la provincia exportó trigo y harina a otras provincias y al exterior. En 1836 las exportaciones al exterior de trigo y harina se valuaron en $ 192.633, y en 1837 y 1838 las exportaciones a los mertados
extranjeros sumaron
$ 506.894, y $ 438.706, respecti-
vamente. Al mismo tiempo la provincia exportó trigo y harina al interior por la suma de $ 404.606 en 1837 y $ 275.622 en . 22 “Véase más adelante, Cuadro N9 43, 23 1bíd., el Diario de la Tarde dijo lo siguiente, acerca de las perspectivas de la cosecha de 1834: “Tenemos entendido que el gobierno ha pedido a los jueces de campaña le infórmen sobre el estado de la próxima cosecha, sin duda con el' objeto,de anticipar las disposiciones convenientes. Ignoramos el resultado de aquella demanda, pero hemos oido asegurar particularmente,
que
la cosecha
no será
tan abundante
como
se esperó
hasta
me-
diados de noviembre, porque algunos incidentes que sobrevinieron han desmejorado la calidad de los granos, y ocasionado la pérdida de muchos sembrados.” (4 de enero de 1834, N9 780.)
24 “Véase más arriba, Cap. IX, págs. 287-288.
: : 25 Véase más arriba, Cap. IX, pág. 303. 26 Archivo General, Ant. C.23-A.5, NO 5, legajo 2. “Dos objetos se propuso la ley vigente de aduana... El uno fué prestar una protección efi-
: caz a la agricultura del país que iba .en decadencia progresiva por. no poder competir con el extranjero en Ja venta de aquellos artículos. Y el
otro no exponer a la población a la carencia. de-.ellos, por cualquier accidente, o a que los comprase a un precio exorbitante por su escasez.”
1850 1851
1849
1845 1846 1847 1848
-1844
-1843
: 1839 1840 1841 1842
1831 1832 1833 1834 1835 1836 1837 1838
133.90
91,10 170,30 154,00 76,00 47,20 109,00
70,10
272,50 121,00
.159,30
276,40 143,60 77,60 85,00 161,00 157,00 88,20 45,00 81,60
73,00 * 142,10 286,50 _112,40 77,440 116,80 176,00 . 144,00 67,50 49,60
772,90
55,50 92.40 79.20
27,60 17,30 20,40
42,50
Junio
fanega)
79,00
304,00.
189,80 - 309,00 120,60 114,50 103,00 123,40 184,40 164,00 186,00 188,00 142,50 158,00 57,50 65,00 51,40 * 48,00
162,00
51,50. 83,650
"383,30 79,50.
33,00 68,00
26,00-* 18,70.
41,70
Mayo
18,90
Abril
pesos por
20,00 : 29,30
31,80 30,60
. Marzo
(En
131,60. * 47,60 53,50
84,30 137,00 170,60 204,60.
200,00 "314,00
- 58,00 99,00 83,30
28,50
41,50
Julio
DE
239,00
830,00
100,90 103,50
89,00
21,40
22,40
- 19,40
Sept.
60,00
57,00
66,60 35,00
*
1831 A 1851
81,20 105,20" 163,30 135,30 148,00 155,00207,20 259,00 181,00 114,00
254,80 294,00
69,00 103,50 102,00
22,30 19,70. 21,70
39,00
Agos.
DE BUENOS AIRES
N? 43
Corizapos. EN EL MERCADO
23,50 19,80 23,00
Feb.
“28,00 41,60 53,30 -
31,20 70,00 20,90 13,40
Enero”
PRECIOS DEL TRICÓ
CUADRO
342,80 212,50 792,20 138,50 - 18400 " 240;00 129,00- : 79,00 90,00 . 144,00
"19,00
21,50
. 28,00 51,10
N ov.
ARA
LA EdONOMÍA DE-LA DICTADURA
1838.27 Es verdad que estas exportaciones sólo: desempeñaron sun papel nominal en el comercio exterior de la provincia. No obstante, el hecho de que la agricultura local fuera capaz de dar exceso de producción se consideró como un significativo paso adelante en el desarrollo económico de la provincia. El gobier-
no advirtió inmediatamente la creciente potencia de la- agricultura y la calificó de nueva fuente de prosperidad en rápido crecimiento.28 .
Estas esperanzas no se materializaron. En 1838 la flota francesa sitió el puerto de Buenos Aires, ocasionando la virtual ce_sación: del comercio exterior. Los precios comenzaron a subir en Buenos Aires muy rápidamente, participando el trigo de lleno en el movimiento. En marzo de 1838 el trigo se-vendió a $ 33 la _ fanega, y eri septiembre los $ 89. El gobierno
de ese año el precio del trigo llegó a
« comenzó
por
prohibir
la exportación
de
trigo y harina al interior, pero revocó esta orden"cuando a“prin-
Cipios de 1839 se hizo evidente que la cosecha cubriría con exceso las necesidades 'de la provincia.
En-1839,
1840 y 1841 se
otorgaron con bastante liberalidad permisos para exportar trigo a las provincias, aunque el precio del trigo subió a veces a más de $ 100 la fanega.29 Pero las exportaciones cesaron en 1842. El trigo 'subió fuertemente de $ 159 en enero a $ 344 la fanega .en
octubre de 1842...Estos precios de escasez se mantuvieron durante todo el año 1843, En 1844 llegó el alivio con las abúndantes cosechas que aseguraron una vez más el suministro necesario para el consumo local. En.la segunda mitad de 1845, cerrado por segunda -vez Buenos Aires al comercio exterior, el -trigo volvió a escasear. En 1846 y 1847 los precios se mantuvie-
- ron altos, pero a principios de 1848, cuando el bloqueo se hizo * menos efectivo y la amenaza de la competencia norteamericana más probáble, los precios cedieron hasta que en 1849 estuvieron oscilando entre $ 80 (en enero) y $ 48. (en julio). Con algunas - excepciones estos precios siguieron rigiendo todo el año 1850. Poco se sabe sobre la situación del granjero porteño durante 27 Véase 28: Tramo
Registro Oficial, L-16, N9 10; L-17,N9 5; L-18, N9 3; L-18, N9 5. Cuadro N9 44, Cf. La Gaceta Mercantil, 29 de enero de 1838 (NO 4385). “Así este que antes estaba en la mayor nulidad ha tomado un incremento que
' aumenta con rapidez.” 29 Cf. Archivo General, Ant. C.23-A.6, N9 4; Ant. C.23- Al, No 1; y Ant.
C.23-A.7, N9 2.
ASPECTOS ECONÓMICOS DEL” FEDERALISMO * ARGENTINO
$3
a
amúltima década del gobierno de Rosas. A juzgar por los deba: -tes de la legislatura provincial y los informes anuales remitidos
a la Junta; apenas si había agricultura en Buenos Aires. En los primeros
años
de su segundo
período
Rosas
solía ver con mu-
cho optimismo el porvenir de la agricultura. Confiaba en la protección para hacer de la agricultura una industria fuerte y próspera.30 Pero la protección no era siempre defendible; ni tan eficaz como se había creído en un comienzo. Y al no haber logrado encontrar, una solución adecuada al problema agrícola, Rosas se volvió más reticente y también menos concreto en sus
E +
Seda A
declaraciones públicas. Ni siquiera cuando se hizo evidente que formular
una
nueva
política
logrado dar a la agricultura
un papel estable como cáampo.provechoso de-la actividad económica, Rosas y su partido habrían sometido 1 nuevo examen su concepción del futuro económico
de la provincia. Pero como la»
noe Ria FE Lts y A
de
pa:
la necesidad
agrícola. Si la protección hubiese
Er,
el proteccionismo ya no era una medida aconsejable sugirieron . Rosas'o la Junta
agricultura no dió señales de potencia económica los dirigentes - federales no se sintieron inclinados a sacrificar recursos y prestigio político por lo que ellos consideraban un espejismo econó: * mico.
Después
de
todo,
los
chacarerós
no
eran
más
«que
una
parte insignificante de la sociedad provincial, una parte económicamente débil-y políticamente desarticulada. En enero de 1836 los zapateros de Buenos Aires pidieron al: gobierno que prohibiera la importación de: calzado extranjero. Los
fabricantes
extranjeros,
decían
productos a precios sumamente
los zapateros,
vendían
sus :
bajos
ya sea porque en Europa la materia prima cuesta poco, o porque los salarios son bajos, débido a la excesiva abundancia de obreros,.o porque 30 Convendría citar a este respecto la opinión del colector general. “de aduanas, que solía expresar el pensamiento del gobierno. Dijo el colector: “Muy
noble
fué
el
objeto
que
tuvo
la
ley
en
vista
(la
de
aranceles
de
1835) para prohibir la importación de granos y harinas, cual era el fo-. mento de la agricultura y labranza de la provincia: en la certidumbre de . Que ella poseía en sí misma los medios y recursos necesarios para proveer superabundantemente el mercado de aquellos artículos que su consumo
diario
y permanente
hace
ya una
necesidad
de
ellos. Lo
contrario
sería
haberla sancionado para hostilizar a la población igualmente acreedora a que se le proteja haciéndola carecer de unas producciones de cuyo uso no puede ya prescindir,y que suplen en gran parte la falta de otros alimentos.” 18 de enero de 1842. Archivo General, Ant. C.23-A.8, N9.6.:
qe 08
09 e da ER:ES ESE ;
PIERO
LA ECONOMÍA DE LA DICTADURA
y5l
emplean maquinarias que aquí no conocemos; +
los métodos
extranjeros
de producción;
331
nosotros no podemos imitar
ni podemos competir
con los fabri-
/ cantes extranjeros sin sufrir la ruina inmediata, porque no tenemos ningu.no de los factores necesarios para llegar a reducir el costo de producción.31
Lo cual era exacto no sólo con respecto a la industria del calzado, sino también a toda la industria porteña.32 La tarifa. de 1835 evidenciaba que el gobierno de Rosas reconoció los apuros de los productores locales, y accedió a la reclamación general de protección efectiva. No es fácil determinar si Rosas se había própuesto hacer de la revisión de la tarifa la piedra angular de una nueva política económica o si la revisión se hizo
.sólo por razones de conveniencia política. En sus mensajes Rosas habló de la importancia
de la protección, y expresó la esperan-
. .za de que la nueva tarifa estimularía la expansión industrial. * Pero estas declaraciones no siempre reflejaron la verdadera opi-' :: nión de Rosas y sus colaboradores. Eran escritos políticos desti_nados a defender los actos del gobierno y no revelaban necesariamente Jos. planes y convicciones íntimos del gobierno. Las - referencias a la industria y la política industrial contenidas en los mensajes eran apenas algo más que observaciones de rutina. Y en la última etapa de su gobierno rara vez mencionó Rosas el teria de la política industrial y económica. Este silencio con_trastaba
vivamente. con'su
locuacidad
sobre
cuestiones
políticas
y militares. De lo cual parece desprenderse inevitablemente, primero, que Rosas.no tenía ningún programa industrial claramente definido, y segundo, que después de haberse derrumbado bajo la presión del bloqueo francés su primera tentativa proteccionista, no logró desarrollar una política consecuente de largo alcance. Los-jefes federales no tenían tampoco suficiente interés para reclamar una definición imás o menos precisa de la posición del gobierno acerca de la expansión industrial. En este asunto, como en muchos otros que no afectaban directamente a la industria pastoril, Rosas prefirió seguir la línea de menor resistencia. El oportunismo de Rosas en materia de política industrial y comercial no era cuestión de preferencias. Rosas, como todos los .
31 32 bido «lista
CE. Archivo General, Ant. C.23-A2, No 2. : Los zapateros asumieron el papel de portavoces de la industria dea. que en la ley de aranceles de 1835 no fué incluido el culzado en la de “artículos prohibidos.
ganaderos y productores de carne, era
partidario
del
comercio
sólo porlibre: La política del laissez faire le: convenía más, no pastotrias que estaba de acuerdo con los. intereses de las indus
riles, sino también porque-era la menos
costosa, Si Rosas y sus
inclicolaboradores hubiesen estado en libertad de seguir sus
liberalisnaciones habrían continuado la política unitaria del la polí- ' ente librem trazar podía no Rosas Pero mo económico.33 alismo ' nacion el tica económica de la provincia.La proteccióny
económico eran deudas políticas, que tarde o temprano debían
con compulsión, ser pagadas. Rosas pagó la deuda, pero la pagó .
- Había otro factor que viciaba la doctrina económica federal
fedeLa dictadura política, como la que habían instaurado los
*
reglamen- ' rales en marzo de 1835, propició la intervención y la actividad |
tación por parte del gobierno de aquel los campos de
quedarían fuera de los límites de :
el la fiscalización gubernativa. -El absolutismo político engendró a pedían iales industr € paternalismo económico. Empresarios ión protecc la de s Privado o. menudo la intervención del gobiern an de la ley y de las garantías constitucionales no se animab
a
invertir dinero en ningún negocio sin c ontar con la aprobación el expresa del gobierno. Porque esta aprobación proporcionaba polímínimo necesario de seguridad contra súbitos cambios de . tica. Y precisamente porque el gobiern o ejercía una autoridad. * justicia de “ilimitada llegó a ser considerado como dispensador y de privilegios espéciales.
económica
También las razones políticas indujeron al' gobierno a establecer su fiscalización del comercio y la industria. Así, por ejem-
plo, cuando un tal Joaquín B. de Acu ña quiso establecer una: fábrica de grasa y sebo
en Lomas
de San Fernando,
el gobierno
.34. El exigió que no hubiera unitarios empleados en la empresa
hecho de que el régimen. federal no estuviese bien dispuesto hacia los extranjeros era por sí mismo un importante obstáculo 33 Convendría recordar que taban el liberalismo económico
económica
de
europeización Estado.
34
Rivadavia
de
la
iba
federales porteños no objecritica federal a la política, dirigida. principalmente contra la obligada | los dirigentes como tal. La
economía: bonaerense .
mediante
la
intervención
del
CE. Archivo General, Ant. C.23-A.10, N9 4 (13 de diciembre de 1844).
vapor de sebo *Se concede... el permiso... para establecer una fábrica de administrada y Brasa... con calidad precisa de que la casa no podrá ser
ni servida por persona o personas salvajes, unitarios.”
a Eb ESA
que en condiciones normales
ECONOMÍA
DE
LA
333
DICTADURA
para el desarrollo industrial. El“ capital nativo porlo general
pastoriles y en el
en industrias
preferentemente
era empleado
comercio, donde los riesgos eran normales y los beneficios se-. * guros. Para aventurarlos en los.campos inexplorados de la fabricación éra preciso contar con 'el estímulo de los mercados garan-
'tizados y de la protección contra la competencia. Así, por ejemplo, en 1837 un tal Hugo E. Fiddis estaba dispuesto a instalar molino
un
- monopolio Lezica,
un
harinero
de vapor,
de diez años.85 En rico
comerciante
siempre
le concedieran
que
un
1842, para citar otro -caso, Pedro propuso
porteño,
instalar
una
fá-
brica de estearina y velas, siempre que el gobierno le garantizará una bonificación del 10 % sobre las exportaciones por un período de cinco años:36 Lézica decía que aunque la producción emprenderla en Buenos
no era una actividad nueva, dé estearina
_ Aires involucraba grandes riesgos debido a que los fabricantes extranjeros estaban fuertemente afirmados en el mercado local. - El recaudador general de rentas no apoyó la solicitud de Lezica aduciendo que los privilegios como los que pedia Lezica engendraban
los monopolios,
los
que
sofocaban
la
iniciativa
indivi-
. dual y comprometían el bienestar de la sociedad. Habiendo una verdadera demanda de productos locales, seguía diciendo el re- caudador, la industria no necesitaba garantías extraordinarias de ninguna clase. Y si una nueva empresa no lograba arraigar, se debía a que su industria era superflua, y en tal caso era preferible que encaminara el capital invertido hacia otros derro:
:
_teros.37
:
Es muy posible que en los últimos años de su gobierno Rosas hubiese dejado.de creer en la eficacia de la protección absoluta como instrumento de política económica. Si después de varios años de estricto proteccionismo la industria local no pudo superar su desventaja inicial en la lucha por los mercados inter-
nos, parece inevitable la sencilla conclusión de que las fábricas. extranjeras estaban mejor equipadas para satisfacer las necesidades de la provincia. El argumento de las industrias jóvenes 35
Cf. Archivo
30" C£. Archivo
General, Ant. C.23-A.3, N9
l.
General,
6,
Ant.
C.23-A.8,
N?
37 Ibíd. “El empresario prosperará sin duda si el uso de esta manulactura conviene a los consumidores y-les es útil que éstos le: protejan comprándole, es a lo que ha de aspirar, y le comprarán si les es provechoso. Si así no sucede,
de esta industria
no necesita
el país,
es extemporánea,
y el
da
capital empleado cu ella que lo dedique a otra clase de negocio.” res
=>
- LA
erdió indudablemente valor posteriormente al año 40, después de haber gozado -la mayoría de las empresas locales, a partir de 1836, de la más decidida protección.35 “La experiencia...
—dijo
el recaudador general en un informe fechado el 4 de octubre de 1843— demostró 'que (la prohibición) más bien entorpece que estimula el progreso de la industria y la riqueza de la nación.” 32 .Era natural que Rosas considerara invalidadas por la' misma industria nacional las reclamaciones que pudiera hacer a la sociedad. El régimen
federal, pudo aducir Rosas, dió alos fabrican-
"tes y artesanos nacionales la oportunidad de hacerse una firme posición en Buenos Aires, Durante los cinco años que transcu-
rrieron entre 1836 y el fin del sitio francés la: industria local pudo
haberse
frente
a la competencia
desarrollado
suficientemente
extranjera.
como
El hecho
de
para que
no
hacer estu-
* viese en condiciones de competir con la industria extranjera era prima. facie una
prueba
de su bajo
valor vital.
Los
bloqueos
francés y anglofrancés demostraron sin ninguna duda que la industria local era incapaz de satisfacer las necesidades de la provincia ni aun en las más favorables condiciones. Los industriales nativos aprovecharon: las alzas de los precios, pero hicieron poco o nada para acrecentar la producción o mejorar'su cali-
"dad. Pero el gobierno no podía permitirse seguir una política de . escasez como tampoco cercenar deliberadamente la corriente del comercio exterior. Porque del mismo modo que la prohibición imponía cargas indebidas a los consumidores,
también
el cerce-
namiento “del comercio exterior minaba la estabilidad financiera de la Tesorería. o CN Ya hemos dicho que Rosas entendía muy poco de los problemas y las necesidades de la industria porteña. Lo. que más le hacía
falta a la provincia,
según
un
autor
anónimo, era
bilidad, iniciativa y capital, para poner en marcha
“ha-
nuestros re-
38 El bloqueo francés fué tan eficaz para alejar de Buenos Aires a Jos sea prstidores extranjeros como la ley arancelaria del 18 de diciembre de 39
CE Archivo
General,
Ant.
C.23-A.9, N9 4. El informe
del recaududor
general se refería a la petición preseritada por Juan Pablo Granca y Vicente Risoto, fabricantes de almidón, Los solicitantes pedían la revisión del decre- * . to del 21 de diciembre de “1841, que había - lista de articulos de importación prohibida.
eliminado
el
ulmidón
de
la
LA "ECONOMÍA DE LA DICTADURA
835: *
cursos propios”.10 Ninguno de estos elementos abundaba en la . . provincia, El capital para entregar en préstamo era crónicamente escaso en Buenos Aires, a pesar de la política inflacionista de
Rosas, +1 y habilidad e iniciativa eran igualmente escasas en un país sin tradición industrial. Estos factores de producción tenían . que ser buscados en el- exterior, pero el régimen rosista,' lejos de estimular la afluencia de capitales y obreros extranjeros siguió una sostenida política antiextranjera. Además, las guerras civiles y la imprecisión dela dirección personal constituían una efectiva barrera
que se oponía a la inversión
de
capitales
ex-
tranjeros en la Argentina, La insuficiencia de mano de obra representó otro obstáculo: para el desarrollo industrial. Las quejas de que los salarios eran altos fueron muy.comunes:durante todo el gobierno de Rosas. Rosas trató de resolver el problema de la falta de obreros aumentando
el
número
anual
de
días
laborables. En' noviembre
de
1832 se redujeron «a diez, incluido uno de media fiesta, los días
festivos complementarios de los. domingos.12 Dieciséis años más . tarde se ericontró necesario reducir aún más'los feriados '“porque
cualquier interrupción del trabajo en el campo o en las fábricas 40, Cf. “Reflections on the .Present Situation . “Buenos Aires”, en British Packet and Argentine (2 de marzo de 1839). "1 Promedios anuales de las tasas mensuales Aires, que el British. Packet. and Argentine News " nes de cada mes: us 1830 1831 1832 1833 1834 1835 1836 18387 1838
...oooooooo.o.. ........oooo... ....ooo.moomo... 0...o.moommom... c...ooor codo. .....ooommocro.. .....oooo.o.... .....oooooo.o.. ...co.o..omm.o...
2,031 2,739 2,167: 1,906 2,031 2,250 1,790 1,750 1,750 1,854
1839 1840 1841 1842 1843 1844 1845 1846 1847
and Future Prospects of News, vol, XII, N9 654 de descuentos de Buenos publicaba el tercer vier-
....commoom.o... .oooommmmmmos.. ...0ommm.m.oo... .......mommm... ..o.oooooommomo .....o.o.coo.o... o..ooooomooooo ...cooommm.o.o.. o..cocomoo....
1,376 1,250 1,489 1,542 1,625 1,844 2,010 2,146 1,479
42 RO- 383, L-11, N? 11. Es interesante destacar los siguientes conside- . randos: “Que las pasiones sofocadas con el trabajo entre semana, se en.Ssanchan criminalmente en los días festivos, con notable degradación de la . sana mora); Que las artes, el comercio y la agricultura que son el alma de los Estados, padecen un enorme quebranto con la multiplicidad: de los -días festivos.”
.*
336"
. resultaba
C'“AsPECTÓS ECONÓMICOS DEL FEDERALISMO caro,
debido
ARGENTINO
los salarios eran
a que
altos y la mano.
que la mano dede obra escasa”.43 Se adujo en Buenos Áires era bajo. “No vida la de obra no era escasa, sino que el costo ÁAmericano;. vo Archi el aba afirm faltan obreros en nuestro país, de la. fa-. ecuencia si los salarios son altos es más bien como cons ia con danc cilidad “que existe para la subsistencia, por la abun
necesarios para la. ue se suministran los principales artículos ad la afirmación verd vida.” 44 Indudablemente tenía. mucho de nto medio era |. suste del del Archivo Americano, porque el costo la causa, la * sido haya que uiera realmente bajo.t5 Pero, cualq nte insufialme norm era Aires os existencia de obreros en Buen la escasez era basciente para satisfacer la demanda, y a veces
rno revocó tante seria. En octubre de 1831, por ejemplo, el gobie bía la .improhi “parcialmente la ley del 4 de febrero de 1831 que deró justificada en ortación de esclavos. Esta revisión se consi En 1843 el recau*6 razón de la escasez local de mano de obra. para trabajar en os obrer dador general, no pudiendo obtener" soldados.+7 Pa-. ran toma se la isla de Martin García, sugirió que obreros no era * de falta recería por estas y otras pruebas que la una baja artificial de por un fenómeno temporario producido n provocar los los precios de los alimentos, como la que suele sitios, sino más
bien una situación crónica, ocasionada
en parte
la població por haber crecido la economía más velozmente que
os Cf. Decreto del 2 de enero de 1849. pág. 229. Véase 11, t. 1845), de abril de (30 o American C£ Archivo : 1839). N? 4694. también La Gaceta Mercantil (15 de Febrero de instruces 1838, año del peones, tres 25 La siguiente cuenta de gastos de que deben hacer los tres - tiva. Lleva el siguiente título: Razón del gasto camino de la boca del el en e ntement permane peones que deben quedar: 43 44
Ls
:
Riachuelo los 24 días de trabajo del mes:
24, a $l.. Por carne media arroba en cada día de los expresados .omomoo... Conmano Por pan, 4 rs. a 2 r. en los mismos 24 AÍAS 0... .. on .... o. Por 2 ys. diarios de leña. en los dichos 24 días ...+... .....ooooo... Por sal en los mismos 24 días un cuartillo por AÍA ccrrerrtess hn... Por sevolla un real en uno de los 24 días ....ooo
Ct. Archivo General, Ant. C23-A.5, N? 5, legajo 2. 46 47
C£ La CE
Caceta
Archivo
Mercantil, 28 de octubre de 1831.
Ceneral,
Ant.
C.
23-A.
9, N*
3.
.
- LA ECONOMÍA -DE LA DICTADURA."
0]
887
y en parte por la circunstancia de que un gran' porcentaje de la - población fisicamente apta se hallaba inmovilizada más o menos permanentemente en el ejército. La solución del problema no estaba en el mayor precio de los alimentos, .como parecía sugerir el Archivo Americano, sino en abrirel país a la inmigración
extranjera.
Rosas
se negó a acordarla.
4
El fracaso de la industria porteña en sus esfuerzos para ocupar sun lugar más prominente dentro de la economía provincial no alteraba mayormente
a Rosas
y al partido
federal.
Rosas
con“
testó a sus críticos muy justificadamente que Buenos Aires no
- estaba
aparejada
para
convertirse
en
una
economía
industrial, .
y de que en otros campos del esfuerzo económico se habían lo¿ grado destacados progresos. Señaló la expansión de la industria pastoril, el crecimiento de las industrias del cuero y de la carne,
y se refirió al creciente volumen del comercio exterior. Estos éxitos correspondían. realmente todos ellos a un campo de actividades en el que siempre se había destacado Buenos Aires. Pero esta circunstancia no disminuía a los ojos de los federales porteños
la
importancia
de
las
realizaciones
rosistas.
Si
acaso
añadía al gobierno de Rosas el prestigio de haber sido el 'primero que supo valorar correctamente las ¡posibilidades económicas de la provincia. Porque Rosas había hecho que se cumpliera el destino económico de la provincia. Había quitado las últimas barreras quese oponían a la expansión de la industria básica provincial, dando a esta última mayores perspectivas y nue¿ VOS CAmMpos para conquistar. Rosas no se aventuró a traspasar las fronteras establecidas. Le ¿fal lataba imaginación y-la audacia de Rivadavia: Era un hombre práctico, no un doctrinario; un comerciante por sobre todo. La grandeza económica
de Buenos Aires, su riqueza y su fuerza
; Procedían de su suelo,.y también el suelo era el que debía asegurar el porvenir. Buenos Aires no alzó el estandarte de la rebelión económica contra la metrópoli en nombre de la industrialización al estilo europeo. La revolución económica, que precedió muchos añosal Cabildo Abierto del 25 de Mayo de 1810, germinó en el país, en los pastos de las pampas, entre los hacendados.
ECONÓMICOS. DEL' FEDERALISMO 'ARCENTIÑO «:fué*en:el tinuar
campo donde la revolución :estaba destinada a con-
su' obra de transformación
social y económica.
En
este:
:,
sentido Rosas -y'los federales fueron los guardianes de la tradición
revolucionaria. Ellos,
y
no
los
unitarios,
expresaban
£
los
verdaderos intereses económicos de la provincia, y por el mismo sino eran también los más firmes defensores del statu quo económico. Z En realidad,
poco
cambió. la economía
del país durante los
veintidós años de casi ininterrumpido gobierno federal. En Buenos Aires la ganadería
conservó su posición de preeminencia, y
la provincia siguió dependiendo proveerse
de los países extranjeros para
de la mayoría de los productos
manufacturados que
consumía. El comercio exterior de la provincia reflejaba muy claramente esta situación. Lo mismo que antes, la ganadería ' suministraba el mayor y abrumador porcentaje de la exporta- . ción provincial, o Desgraciadamente no hemos podido obténer informaciones "completas sobre.el comercio exterior de Buenos Aires. En 1836 el gobierno
porteño
comenzó.a
publicar en el Registro
Oficial
informes detallados. sobre' el comercio exterior de la provincia, pero abandonó la práctica en 1840 por razones de economía. El período que comprendía la primera serie corría desde julio de . 1835 hasta junio de 1840. Pero las cifras relativas a los años 1838, 1839 y la primera mitad de 1840' no son útiles, principalmente por «el sitio que sufrió Buenos Aires durante ese lapso. Para los últimos tres años y medio del gobierno de Rosas (julio 1348-diciembre
1851), disponemosde la compilación preparada
por Woodbine Parish. Esta compilación no es tan amplia ni exacta como el informe del recaudador general. Para empezar Parish expresa el valor de las exportaciones bonaerenses en li“bras esterlinas, más que en pesos papel. Segundo, las cifras dadas por Parish se basan en precios medios. Para obtener el valor de:
las exportaciones de cueros Parish multiplica el número de cueros expórtados
cada año por 10 chelines. Pero el precio de los
cueros estaba lejos de ser estable. En enero de 1850, por ejemplo, los cueros de buey se vendían a 35,50 pesos papel, mientras que en junio del mismo año el precio subió a 42,75 pesos pa-
pel, alcanzando en mayo de 1851 la suma de 48,50 pesos papel. .Además,.el valor oró del dinero circulante porteño sufría oscilaciones bastante
grandes
de mes
en mes y de año en año. En
'
de: 24'
oro era. de' . 1850 el preció término medio de una “onza
pesos papel, y la referencia de los 10 chelines indicaría un precio de 36,25 pesos papel. Pero en realidad el' precio de los cueros en 1850 era un 10 % más alto, siendo término medio de 40,37 pesos * papel.48 La misma reserva puede hacerse con respecto a los demás “artículos que exportaba Bueños Aires. n la proLo que caracterizaba al comercio de exportació«de En cueros. de ción exporta la de ia vincia era-la preponderanc 1836
y 1837,
años
los últimos
normales
anteriores
al bloqueo
francés,” los. cueros de todas clases comprendían el 68,40 y. 64,20 9, del valor total de las exportaciones porteñas. Durante - los dos últimos años del gobierno de Rosas el valor de las 2xportaciones de cuéros correspondió al 65 9, en 1850 y al 64,90% en 1851. Las cifras mencionadas no reflejan totalmente la im: portancia que túvo-la ganadería en el “comercio exterior bonaese ve «más claramen-.
rense. La posición de la industria ganadera
te agregando a: las exportaciones de cueros las de carne, cerda y cuernos. Con ello alcanzaría la contribución de la ganadería. a las exportaciones porteñas al 82,80 %, en. 1850, el 76,10% en 1837,
el 78,50 %, en 1850 y el 78:9% en
nar dos cambios que sufrió el' cuadro naerenses.
mencio-
1851. Debemos
de: las -exportaciones bo-
de ellos fué el «crecimiento relativamente impor-
Uno
variaba
diferencia
de
año
en año
y de mes
en
mes,
se ve
como
La del cuero de buey sa- en el cuadro siguiente. Los precios medios mensuales and Argentine” News, Packet British del ones lado, basados en las cotizaci dados por Woodbine los ran figurañ en la columna 1. En la ll se encuent Cuadro N? 49.) (Véase e. corrient cambio de tasa la a papel Parish en pesos 43
-
Enero ..... . Febrero ... .... Marzo ..... Abril Mayo ..... Junio ..... ....-. * Julio ¿AGOsto. .... Septiembre. .. Octubre --Noviembre . Diciembre . . Promedio
1851
1850
"1849
1848 1
TI
I
10N
1
u
46,50 43,50 4350 43,50 39,50 4550 45,50 46,50 43,50 4175 40,00 4550 13,73
: 57,75 41,00 48,00 522% 53/00 54,00 49,75 4700 50,00" 51,75 51,75 51,75 5200
4400 39,00 38,00 4100 43/00 42,50 39,00 40,50 40,50 41,50 39,00 37,50 310,16
51,00 35,75 .47,65 46,20 48,00 44,00 43,50 43,25 42,00 41,62. 40.50 38,00 45 DO
3550 36,50 38,00 39,00 41,50 42,75 42,25 42,50 3950 4250 40,50 44.00 40,37
36,50 37,25 36,75. 38,00 37,50 36,25 34,12 33,50 35,00 35,15 24,25 53,07 36,25
1 42,50 40,50 43,00 43,550 48,50
2
n 33,75 36,00 38,75 40,75
-
.
enos
Ayres
and
1835 :
VALOR
Oficial:
Río
núm.
of the
L-15,
25.264.934
the provinces
11.115.059
17.280.915 974.206 2.391.911 252.301 545.595. 95.120 1:913.592 6.930 172.623 1.476.285
8.859.410 467.211 660,701 105,999 113,873 21.561 365.004. 3.240 35.060 483.065
:
11;
L-16,
de la Plata
7,
31.436.634
20.200.586 1.328.186 2.302.909. 120.904 971.053 93.775 3.498.477 8.870 506.894 1.938.465
papel
1837
papel
. -
núm.
6,
(Londres,
19.371.090 N9
pág.
L-17,
1852),
10;
3.848.518
1.200.407
379.415 - 106.720 461,670 17.565
891.636 111.348 -: 106.720
5;
núm.
.736.621
237.482
"L-18,
*
-106.072 40.000 6.250 .
"257.587. 29.230
.
3,
5;
L-19,
5.458.020
9.705
681.800 :
2922545 186.600 418.870 25.080 1.213.460.
y
No
5;
:
L-20,
12.689.105
38.420
7.856.255 444.100 1.119.935 54.175 1.840.820 : 1.335.400 .
N9
y
.
9.
WOODBINE
. 26.800
1.055.000
6.150.740 505.900 781.460 52.715
oro
1850
Pesos
oro
Pesos oro
Pesos papel
+
papel
1849
papel
"1848:
,
Pesos
354.
.
(2% mitad)
1840:
AIRES
(19 mitad)
1839
BUENOS
(22 mitad), 1849, 1850' y 1851
POR
Pesos
1838
(1% mitad), 1848
EXPORTADOS
N? 44
Pesos
1840
ARTÍCULOS
1839,
9.186.016 844.491 2.289.707 50.283 2.007.940 ' 144.366 '3.208.688' 40.377 * 438.706 851.651
1838,
PRINCIPALES
1837,
DE LOS
1836,
papel
1836
mitad),
Pesos
:
(2%
Pesos
(2rppitad)
Registro
.....
Fuentes:
Total
da ....... A cc iZ. ...... igo y harina DOS romo...
, .
.
1835
CUADRO
e
o
PARISH
"42.63
LA ECONOMÍA
CUADRO N9 45 VALOR
DE
Las
IMPORTACIONES
BONAERENSES
1837
7
Pesos papel
Tabaco
Sal
..........
...... La
Hierro y hojalata
O
Otros
1837-1839
1838
1839
' Pesos papel
%
315 79 6,9 5,8
5421815 1.697.225 — 1.453.517 924.258
328 10,3 8,7 56
803.416
1,9
748.790
767.290
1,8
746.762
+
'
Pesns papel
%
4.326.103 1.691.385 2.219883 2.169.285
4,551.
3l4 12,3" 16,1 J5,7
1.122.541
8,2
85.420
0,6
4,5
315.736
0,7
18.176.154
110.393
43,5
5.485.293
“329
2.059.592
14,9
.........
41.812.772
100,0
16.517.853
100,0
13.788.100
100,0
Fuentes: Repistro No 12; L-19, N9 5.
0,7
Oficial, L-16, No 10; L-17, No
CUADRO
A
ULTRAMAR:
...
articulos
Total
.
DE
%
Textiles ........ « 13.178.172 . Bebidas .......... 3.292.746 AZÚCAL .co...oooo.. 2.841.778 Yerba mate ...... 2.437.480
VALOR DEL COMERCIO
EXTERIOR
TON
ER
1837:
CUETOS ..ooo.ooo.o.. Cerdas ....ooooo.a Lana .....ooo..o.. : SEDO ..0.o.oomoo.., Suela ........ PA Carne ........ ho. Tabaco ..... ..... Yerba mate ...... Bebidas .......... Ponchos .........
.
113.600
5; L-18 núm.
0,8
3, 5; L-18,
NO 46 DE BUENOS
AIRES:
(Importaciones terrestres)
TS
O
DE LA DICTADURA | ;%s
1838
Pesos papel
%
Pesos papel
. 6.982.864. 770.876 722.904 777.078 462.283 1.167.765 489.049 893.903 204.222 252.156
454 5,0 47. 5,1 3,0 7,6 3,2 5,8 1,3 1,6
' 3.586.999 336.780 399.631 296.657 464.390 376.443 188.478 1.060.903 517.979 257.221
1837-1839 .
1839
*
%
Pesos papel
40,0 3,8 45 3,3 5,2 4,2 2,1 11,8 “ 5,8 2.1
1.587.205 267.520 376.492 41.495 780.009 3.500 672.953 1.118.450 649.896 344.562
-
% 20,0 ' 3,9 5,4 0,5 11,2 9,7 16,1. 9,4 5,2. —
Trigo y harina
...
205.313
Otros
* 1,3
...
2.454.257
160
1.340.982
150
1.275.000
18,3
.........
15.382.670
100,0
8.955.133
100,0
6.945.671
100,0
artículos
Total
Fuentes:
Véase
Cuadro
No
45.
128.670
14
28.580
0,t:
si
sel
ASPECTOS:
ECONÓMICOS
Fo
DEL
o
FEDERÁLISMO
CUADRO
ARGENTINO
N9 47
VALOR DEL COMERCIO EXTERIOR DE BUENOS AIRES: 1837-1839 (Exportaciones -
1837
:
Pesos papel
%
Tejidos _ Yerba
Tabaco
mate
.
.....
terrestres)
,
.
/
- Harina y trigo"...
-
/
Ponchos
1838
1839
Pesos papel
%
Pesos papel
1.774.139
470
3.510.980
454
2,6
423.311
5,5
40
324275
14
140
:
83.978.
3,1
.1,11
-:
156.167
42
“0273692
16
292.751
'
103.935
35.
579.698
118.566
1,5
"64.242
5.236.196
40,3
3.003.227
38,8
2.557.357
12.981.092
100,0
7.737.959
100,0.
5.528.289
e
Fuentes:
Véase
Cuadro
No. 45.
tante del sebo y la lana. Lo cual reflejaba por una parte la ex' pansión de la cría de ovejas en Buenos Aires y las provincias + del litoral, y por otra el acelerado perfeccionamiento de los métodos de producción. El segundo cambio que cabe destacar es la desaparición
del grano -y la harina de la lista de artículos ex-
portables. Los progresos logrados por la agricultura en los últimos años de la década
del 30 se perdieron, al parecer, en los
,
CUADRO VALOR
N* 48
DE LAS EXPORTACIONES DE BUENOS ÁIES EN PORCENTAJE DEL TOTAL.
EN
CieRTOS
AÑOS 1850
. Cerdas Carne
65,0 5,1 7,9 05. 10,5
; :
z
0,3 100,0
100,0
LA ECONOMÍA DE LA DICTADURA
a
siguientes. La grandeza
agrícola de la Argentina
“siendo un acontecimiento del porvenir.
seguía:
o
Los datos sobre las importaciones extranjeras son aún más fragmentarios que las estadísticas de las exportaciones. El Registro Oficial no comenzó a publicar informaciones sobre esta fase del comercio exterior de la provincia hasta el año 1837. £l período que abarcó comprende solamente tres años y medio, de ae los cuales dos y medio fueron años de sitio. Parish no consiguió E obtener más informaciones acerca de las importaciones bonae-
e Ls
PLA
al
Ee
A AS
JyA 4) Ed
años
-
ciones
entre Buenos Aires, Montevideo y otros puertos del Río
¿de la Plata, y no pueden ser, por corisiguiente, aceptadas. La úniSe Ca información que se podía extraer de esta fuente era el plan hasl Elo: Ditual de las importaciones porteñas; ya que los regímenes ecoq “nómicos de Buenos Aires y las otras regiones del Río de la Plata eran muy parecidos. . cambió poco dubonaerenses es importacion las El plan de Aug primeros años los en que mismo Lo Rosas. de gobierno el e Tante eran arprovincia la importaba más que lo ia independenc la s de aliproductos ciertos y tabaco licores, dos, manufactura so tículos bloqueo al anterior normal año último el 1837, En * menticios. francés, los tejidos solos cubrían casi el 31 Y% de las importaciones. Vino y licores constituían cerca del 8 %, y el tabaco y la
yerba mate el 7,70 9% del total. La provincia importaba azúcar
Ag en grandes cantidades, principalmente del Brasil, y sal que com+ petía con las salinas de la Patagonia. La importación de hierro ln y hojalata para'las industrias mecánicas bonaerenses no alcanzadt: ba al 19 del total. El resto de las importaciones comprendía d .artículos manufacturados no textiles, maquinarias y utensilios va: de todas clases. : ii De igual modo que en los años anteriores a Rosas, Buenos Aires siguió siendo la intermediaria entre las provincias del inliz des terior y del litoral, y los mercados de ultramar. Una parte no ¿despreciable de los artículos importados del exterior iban a parar fa los mercados provinciales. En 1837, por ejemplo, cerca del 40% . “de los artículos textiles traídos a Buenos Aires fueron reexportados al interior, en donde también se distribuyeron más del 5 9% de los restantes productos de fábrica. Buenos Aires enviaa asimismo al interior grandes cantidades de azúcar, yerba
Enero.
Feb.
Marzo '
y
PEDRO
de
Informes
Monedas
AGOTE,
d.cuñación de
Fuente:
Moneda
N? 49
Abril
Mayo
.
Junio
la República
Argentina
del Presidente del Orédito
(Buenos
lo aan E Aa
A.
27
la 18581),
“sobro Aires,
Público...
1,
*
Pública, Bamcos 126-127.
Deuda
y
Emisiones
117%. 18 - “118%. — 11634 -1373% 117% ' 116% 138 + 132% 144 ' 1434 177 -133% 15214 179 293 265% .280% . 292 343. 43434 42914 328 2874 283% 296 303 26854 2724 28B44g 2844 245 253% 265% 257 211% “206% 222% 218. 362% “314% 273 252 380Ys * 380Ys 342%” 329 390 . 3054 - 39354 39734 34044 352% 352% 35014 2864 83 27614 — 258% 2384 ¿"9 233- . 228 352% 31.4 33114 3151 274%. 262% 261%, 274% 118 116% 14614 139% 24334 49094 —— ' 274% 26154 233 2464 27414 3644. 33034: -294% 227% 38014 283%
Dic
117% 1184 133% 14314 24344 B143% 301% 265% 2655% 222% 2284 317% 38114 339% 296 232% 296y, 2864
Noy.
Sept.
Agosto
Julio
Octub.
Y ANUALES PAGADOS POR ONZA DE ORO EN LA BOLSA DE BUENOS ÁIRES
118: 119 1204 119% 11834 119%p 1835 12114 120%. 119% 120% 119% 120 1836 131% 12334 124% 120% 116% 117 .1837 150% ' 146 . 146% 12934. 136/% 130 1838 246 227% 2114 253 - 251% 239 1859 3465 349%, 3814 298% 291 282 “1840 . 30314 3063% 298% 322% 350Y . 33634 1841 254Y% 278% 27620314. 291% - 284% 1842 270. 26414 271/44" 269%' 276 282 1843 225%- 218% 222 . 220 2444 2414 1844 208. 250% 223% 229. 196% 109" 1845 3745% 38434 4145 374/34 398% 37414 1846 1847 — 325% 316% 32814 311% 293% 310/% 1848. ' 39314 2793% "3264 349 351% 3652 1849 347% 2484 33434 3l4Y4 336% 299 1850 249 .2544 250% 258% 2554 24714 1851 2304 — 244 — 26414 277 -2831%4 2184 25% — — — CT 1852.
Año
Precios MEDIOS MENSUALES
CUADRO
Papel
118%: 118% 130% 147 254 374%g 3534. 27714 26514 2244 : 248% 362% .-*. 350% ” . 353Y4 306 247 .299 ' 27414 * os
de
*
LA ECONOMÍA DE LA DICTADURA ¿+-'' mate, tabaco y hasta trigo y harina. A cambio
en su mayoría
de manufactura
345.
de estos artículos,
extranjera, las provinzias remi-
tían a Buenos Aires carne, lana y sebo para reexportar, lo mismo
que otros artículos destinados al mercado porteño. De estos úl-. timos
los más
importantes
eran
alimentos,
licores,
vino,
fruta,
tabaco y yerba mate, y tejidos ordinarios. En los cuadros 46 y £7
puede verse el conjunto y el valor del comercio bonaerense con el interior,
durante
el trienio
1837-39.
Si bien el comercio de Buenos Aires varió muy poco en su es, tructura, creció en valor y volumen durante el lapso del régimen
rosista. La falta de datos -hace imposible su examen detallado, pero hay suficiente información para precisar su tendencia ge-
neral. En 1837, por ejemplo, Buenos Aires exportó 823.635 cueros de buey, y en 1851 se vendieron en el exterior 2.601.140 cueros. Un crecimiento similar puede notarse en la exportación de carne,
cuyo volumen
aumentó
de 178.877
quintales en
1837 a
- 431.873 en 1851. Las exportaciones de lana y sebo aumentaron con mayor rapidez aún. En 1829 Buenos Aires vendió en el extranjero 30.334 arrobas. Las exportaciones de lanas subieron de . 164.706 arrobas en 1837 a 201.312 en 1843, 49 y a unas 640.000 arrobas en
1851.50
El aumento
de las exportaciones
de sebo fué
igualmente espectacular. En 1829 el país exportó 21.757 arrobas;
en 1837 la exportación se había casi quintuplicado, totalizando 100.249 arrobas. Y hacia el final del régimen salieron del puerto
de Buenos Aires unas 60.000 arrobas en dirección a los merca-
“dos de ultramar. . : . El aumento de volumen del comercio porteño de ultramar se -: reflejaba en el número de barcos mercantes que entraban en el
Ed
A
_.—puertó de Buenos Aires. En el cuadro N9 50 podrá advertirse que el número de barcos que llegaban anualmente a Buenos Aires entre los años 1829 y 1837 era bastante inferior a 300. * Pero al final del- bloqueo francés esté número casi se duplicó. En los catorce meses transcurridos desde el 19 de noviembre de
1840 hasta el 31 de diciembre de 1841, arribaron al puerto de
RA RAN O O
Buenos Aires no menosde 642 barcos. Y aunque en 1842 la cifra
Y
ES 5
bajó a 400, fué un decrecimiento solamente temporario, ya que en los dos años. siguientes se registraron en el puerto de Buenos
Aires más de 500. buques por año, ' 49 C£. Archivo Americano, IL, 25 50 'WOODBINE ParIsH, lug. cit.
(15 de marzo de 1846), pág. 13. :
ASPECTOS ECONÓMICOS DEL FEDERALISMO ARGENTINO El valor del comercio
porteño,
exterior € interprovincial, no
es.un indice infalible de desarrollo económico. El hecho de que
el precio del oro subiese de unos 77 pesos la onza en 1829 a -.306 en 1849 señala que la comparación
es engañosa y a menudo
de los totales absolutos
carente de significado. En 1849 el Mi-*
nistrode Hacienda sugirió la-publicación de un artículo editorial para destacar que el comercio provincial se había triplicado | CUADRO * Barcos
MERCANTES
EXTRANJEROS
N0 50
QUE LLEGARON
AL PUERTO
DE BUENOS
ÁJRES .
% Año
Norte- Ingles. Amer.
Franc.
Brasil. Sardos
Otros
Total
1829
....
97
78
28
15
15
12
1830
....
83
73
16.
38
23
24
257
1831:.... 1832 ....
77 55
44 48
10 22
42 44
20 26
14 18
207 213
1883 1834 1835 1836 1837
.... .... .... .... .-...
91 67 51 37 40
74 61 54 49 61
17 47 10 43 14. 42 19 39 24 - 42
30 43 23 21 20
35 43 29 35 41
294 261 213 200 228
1838
....
20
18
:6
8
2
16
70
1841
....
106
178.
.56
87
49
166.
642
1842
....
.82
41
60
* 44
117
406
62.
-
245
1848-..0%
75
. 127
54
64
69
186
575
1844
88
100
38
56
47
(185
. 512
....
Fuentes: British Packet and Argentine News, números 802,
856,
- desde
912,
el año
. hasta
el 28/3/1838
Comenz. en
nov. 1840.
:
os
363, 386, 438, 489, 620,
960.
1837.51
Esta
declaración no
podía
ser negada
con
. fundamentos formales, como puede verse fácilmente en el cuadro N? 51. Pero la impresión que el Ministro quería dar o sea de que el capital invertido en el comercio había aumenta-
do al triple en el transcurso de los doce años, era falsa. Sim61
Cf,
Archivo
General,
Ant.
C.24-A.4,
N9'6.
El
editorial
debía
decir,
en parte: “Con sólo fijar la atención que en el año 1837 la importación marítima era de 40 millones y de 10 la' terrestre, siendo equivalente el valor de la exportación, -y el giro anual en aquel año de 100.000.000 de _pesos comparado este capital con el que representan en el año corriente las importaciones y exportaciones se ve que ha triplicado.” :
LA ECONOMÍA
:
347
E
plemente porque la unidad de valor usada en 1849 no era la misma de 1837. Era en realidad casi 60 %, menor y, expresado en función del peso de 1837, el comercio aparece en 1849 mucho menos próspero que lo queel editorial trataba de insinuar. - Si los valores se hubiesen expresado en oro, se habria obtenido
EL
PEE
EE
ae
RE ESES
'
DE LA DICTADURA
UN cuadro mucho más exacto del. desarrollo comercial bonaeren-
de
ción
ai
Ss. A
dd
se. Tomando
el precio medio
encontramos que
del oro como base de compara-
el valor
del
comercio
en
1829
era
de
$. 13.416.913, y de $ 13.282.767 en 1837, y que en (1849 subió : a $ 16.255.394. Debemos decir, no obstante, que ni aun el oro
es un patrón satisfactorio, sobre todo porque no toma en cuenta . CUADRO VALOR ño
As 1829 a AL1837
........ c.oooocoo
1849
,.......
1838 ........ 1839 .........
los cambios
DEL
COMERCIO
DE
Importación
*
36.836.704 : 37.195.442
BUENOS
NS 51 AIRES
Exportación
EN
DETERMINADOS
.
Total
25.561.940 44.417.726
25.472.986 20.733.780
27.109.049 9.376.807
139.962.448
152.634.646
ÁÑOS
62.398.644 101.613.168
52.582.035 año 30.110.587 año
de de
bloqueo bloqueo
292.597.094
que experimentan las relaciones de los precios. No
solamente supone que todos los precios subieron uniformemente al depreciarse el peso, sinó que postula además que el precio del oro permaneció estable durante los veinte años, Ambas . ¡afirmaciones carecen de fundamento. El precio del oro no se mantuvo estable. Ni la depreciación de la moneda afectó uniformemente el precio del papel. Los artículos extranjeros, por :ejemplo, subieron en proporción con el alza del oro. Los pre-
. Una
cosa parece
ser cierta. Es evidente
que la afirmación
del
SPECTOS ECONÓMICOS DEL.FEDERALISMO ARGENTINO
en el informe citado más arriba, era gran.
Ministro, formulada
demente exagerada. Sin duda la economía provincial se expan-
*
los veinte años de gobierno federal. Pero- también
dió durante
que el progreso no fué tan espectacular como pa-: es indudable
rece sugerir el' informe. “Todo lo contrario, disturbios de variada: y
recesos
intensidad,
crisis,
visitantes
fueron
frecuentes
de
las:
playas del Plata. Y si al final del régimen la provincia pudo'
jactarse de haber logrado mesuradas ganancias en el campo eco en. nómico, fué por el notable: poder de recuperación latente
Mes
.
la economía.
Sólo podemos tratar de presentar” aquí. una simple relación. cronológica de la variable suerte que le cupo a la economía
provincial. En 1830 el British Packet and Argentine News informó que “en las regiones rurales de la provincia hubo una. sequía, que produjo en algunas estancias pérdidas inmensas de,
ganado”.52 La situación debió de haber mejorado poco después porque no se encuentran quejas en los años que siguieron. Más;
aún, a fines de 1832 “las partes sur y sudoeste de la provincia; de Buenos Aires (presentaban) un- aspecto muy halagieño.”.53: Pero la prosperidad de la industria ganadera no dependía sola
mente del buen tiempo sino también de la situación del mer: cado bonaerense. El comercio porteño, siempre sensible a lo cambios políticos, sufrió duramente después de concluido e
primer período de Rosas, sobre todo cuando se hizo evidenti
que la: permanencia de Balcarce en su cargo era insegura. A principios de 1834 el Diario de la Tarde reclamó que se toma:
ran medidas para revivir el comercio, estancado durante un tien po,54
y cerca
el British Packet
de dos años después
and
Argen
tine News se quejó por la “falta de confianza en el mundo co mercial ocasionada por la quiebra de la casa: Lezica”,56 una: de las firmas comerciales más importantes de Buenos Aires. Los
efectos de la quiebra de Lezica se fueron disipando gradua mente y cuando el régimen federal consolidó su posición 1 provincia no sólo recuperó el equilibrio económico sino que: logró hacer rápidos progresos en el comercio y la industria. 82
23
de
de
octubre
(vol.
1830
V,
N*
63 British Packet and Argentine News VII, N? 327. 5 28 de enero 65
10
de
octubre
218).
(24 de noviembre :
de de
1834, 1835,
N9
799,
vol. X, N9
477.
E
o:
de 1832), vol.
LA ECONOMÍA DIE LA DICTADURA
o
349
El bloquéo francés puso fin bruscamente: a laprosperidad en marzo de 1838. El sitio duró cerca de tres años, y. aunque nunca fué totalmente efectivo infligió graves nomía provincial. Los precios -de los artículos sufrieron una fuerte baja. Durante el año 1839, francesa se mostró particularmente activa, muy sé hicieron, y después de terminado el blóqueo
daños a la ecode exportación cuando la flota pocos negocios la recuperación
fué lenta y difícil, impedida en no poca medida por la, expe-" dición de Juan
Lavallé y la rebelión
del sur de la provincia.
La estabilidad económica fué. luego estorbada por la política del gobierno .de abierta y sostenida inflación. No bien se había adaptado la economía provincial a las nuevas
condiciones
monetarias'
cuando
el gobierno
porteño
se en-
.
IS
* contró nuevamente envueltoen un conflicto con potencias europeas. En enero de 1845 el comercio.de Buenos Aires sé vió
A
duramente castigado por las violentas fluctuaciones de la tasa . - de intercambio.56 En septiembre del mismo año la flota anglo¿francesa .cerró Buenos Aires al comercio exterior. El bloqueo
IT
O
A
A A
A AN
causó estragos
en
el comercio
porteño.
El comercio
y el oro
extranjeros imponían tarifas de carestía y.los precios de los artículos importados les siguieron. El aumento de los precios fué nominal, porque era difícil hallar 'compradores.57 Al mis- mo tiempo los precios de los artículos de exportación dejaron de responder a la creciente tasá de intercambio.58 A fines del : año 1846 la situación mejoró, cuando la llegada a Buenos Aires * del plenipotenciario británico amplió las perspectivas de finálización del conflicto; después de retirada la flota inglesa del - 66
En
teño
Martínez
una
carta
enviada
de Hoz
a Londres
a C. Murrieta;
describe la situación
el comerciante
de Buenos
por-
Aires con los si-
guientes términos: “Con motivo de una gran desmoralización en los cambios en ésta se halla la plaza sumamente abatida y de consiguiente las transacciones que se hacen son forzadas...” (20 de enero de 1845).
57
De Martínez de Hoz
ADOLFO,
La
evolución
republicana
durante
la revolu-
ción argentina, 409 págs. [Ed. Ayacucho] (Madrid, 1919).
9
%
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y
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auLiocRarÍA
descrifitior” Of the scenery and of the costumes, manners, ete. Of the inhabitants of those cities and
- 115 págs.
their environs, xv,
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Bonastre, 5 vols,
reordenada,
con
un prólogo
(Bs. As., ,1920- 1921)..
de Pedro
ÍNDICE Aceite, derecho
de importación,
ANALÍTICO* 303.
"Acero, Buenos Aires, derecho de importación,
302.
:
.
administración,
" gresos, 78-79, 242.43; * ción, 187-88. E
o:
de la
Arana,. Felipe,
Acuña, Tadeo, 200. Aduana,
46.
242-43;
deuda. pública,
Buenos Aires, 85-87. Anchorena, Nicolás, 91, 153, 206, 289. Anchorena, Tomás, 50, 145, 206, 218.
Acevedo, Manuel Antonio, 189,
* Acuña, Joaquín B. de, 332,
Alvear;
Amortización
in-
nacionaliza-
145,
151.
Aranceles, Buenos Aires, 105-11; 302. 279-80; cereales y liarina, 61, 106-
“Aduana seca”, .Córdoba, EN : gricultura, Buenos. Aires, 58;
acti-
tud.de los estancieros; 50; competencia extranjera, 3525-26; estado de la producción, 324; expansión de la, 306-07; labradores, 58-59; política “del partido Federal, 324; política del partido Unitario, 136;' . -precio de-la tierra, 58-59, .318-19; ... protección, 60-61, 282-83, 305-06. Aguardiente, artículo exportado de - Mendoza, 67, 296; protección del, * 296, 2%: Agúero, Julián S. de, 133, 139, 191. Aguirre, Pedro, 151, 285.
07, 283; cueros, 108, 110.11; dere“chos adicionales, 83, 111, 309; derechos especificos,. 110-11; exportación de ultramar, 107; importación del interior, 106-07; importación de ultramar, 106-07; impuesto nuevo, 83; 111; interprovinciales,-41; lista prohibida, 303; reducción de las' " tasas, 309; tratamiento preferen- cial delas importaciones terior, 106-08; Catamarca,
del in-* 133-84;
Córdoba, 180-81, 182, 183; Corrientes,
182-33;
Entre Rios,
83; Tucumán,
181,
182-
182."
Área, provincia de Buenos Aires,. 46. Argentina, 317-18. Aislamiento económico, Buenos AÁires, virreinato, 33; provincial, 121. . Armas, Buenos Aires, derecho de in1portación,, 106; Córdoba, . derecho Albarellos, Ruperto, 102. de importación, 181, Alcabala de venta, Buenos “Aires, :
Arpillera, derecho de importación, + 303. . AITOYO. Medio, 320. Alfalfa, 67. : " Alfaro, Pedro, 102. Artesanías, 70-73, 30-31; véase también Manufacturas, Algodón, derecho de importación, .. 303. . Asamblea Constituyente, véase ConAlianza de Buenos Aires con Santa greso Constituyente, . Fe, 196. Autonomía, 37, 123, 166, 197, 316, 0 Alquitrán, Buenos Aires, derecho. de 855; opinión federalista, 118, Azara, Félix de, 51. importación, ' 106, 303. . abolición de la, 78.
Aldao, Félix,
* Este
138:
*
Índice, para
de > Siviny.
*
- . 09; aspecto político de los, 1130-31,
la edición
castellana, ha
sido
preparado
por
Juana
ÍNDICE ANALÍTICO “Azúcar,
derechó
Buenos
de
ciero, 269, 271; efecto sobré ingresos, 242-43; eficacia de "los 349-51. Bolivia, 164.
importación en
Aires, 106,
303;
.en
“Gór-
doba, 181; en Entre Ríos, 181; exportación, 343; importación, 343; elaboración de, 39. Azul,
46,
320.
. Badana,
Brasil,
.
.
importación
a Buenos
Aires,:
causas
del
fracaso,
93-94;
estructura
di-
del ca-
pital, 90-91; ganancias,-93; operaciones, 90-93; propósito de la fun. dación, 89-92. “Banco Nacional, 80, 82, 94- 100; actitud de los hacendados, 135; aspecto político, 98-99, 133; causas del fracaso, 98-100; condición “financiera, :235-36; emisión de bonos,
96-97, 233, 235; empréstitos+al go«bierno, 98, 100, 135, 214; estabilización monetaria, 218; estructura del capital, 94-95; «informe de
José María Rojas, 238-39; liqui-"
. dación,
236-37, 238-39;
operacio-
nes, 95; operaciones de descuentos,
97; participación del gobierno, 94;. participación privada, 95, 134; política
de
+ política
créditos,
unitaria,
95,
132,
97-98,
135;
133; :rela-
ción con el gobierno, 97-100,.13436; reorganización propuesta, 236-
37;
suspensión
oro, 97; tasa Barcos, , 345-46;
de
los
pagos
de descuento; Buenos Aires,
en 215. 312;
protección a los, 288, Baring Brothers, 87. Bernal, Pedro, 252, Bloqueo anglofrancés, 309-13; efecto económico del, 311-12; eficacia del, 349-51. Bloqueo de Buenos Aires, 82. Bloqueos: de Buenos Aires, anglofrancés, 309-13; brasileño, 58; efecto económico, 311-12; efecto finan-
comercio
con
Buenós
Aires
44
Bronce,
206, 218, 221, -
Banco de Buenos Aires, 90:04, 144- . videndos, 92-93;
31,
:
j 208. Bahía Blanca, 46, 317. Balcarce, Juan Ramón, 236. 45;
Bragado, +6.
:
derecho
de-importación,
303
Buenos Aires, ciudad, .aislamient anterior-a la independencia, .31- 33
comercio de ultramar bajo" el: do: minio
español,
lización, comercial,
33-34;
191;
61-63;
51-53. Buenos
31,
147-48,
federa
hegemoni:
población,
- 34
Aires, provincia, ' actitud -Tés
pecto a la Comisión “Representa tiva, 201-02; actitud respecto :a Congreso de Córdoba, 124-25; acti tud
respecto
al
proteccionismo
281-82; actitud respecto al uni tarismo, 143-44; agricultores, véasi labradores;
agricultura, 58-59
cabala de venta, 78; alianza € * Santa Fe, 196; área en 1826, 46: artesanías, 330-31; Banco de Bi | nos Aires, 90-94, .143-44; Ban
- Nacional, 80, 82,' 94-101, 144.45,
215:
129,
131,
con
las
67- 68,
317-18;
provincias,
166;
67, 207,
colonización,
145- 46,
cómercio
338-45;
comi
38-39, de exterior, : :63:
condiciones
ex
nómicas, 207-10, 345-50; contri ción de comercio, 78; contribuci directa, 78-79, 137, 246-51; co
. de la vida, :336; cría de ovejas, déficit, 101, 213,- 221, 224; defl ción, 226-27; derecho de patente 80, 243; derecho de puerto, 243 “derecho de saladeros y corral . 253, 255;. desarrollo económico,-34 56, 61-62; deuda con el Banco MN cional, 98-100, 135; deuda de corto
plazo, 85, 221, 223; deuda pública 84-86, 102, 221, 223, diezmo, 82; división,
224, 228-30; 149;- efectos
de la emancipación, 37-38, 118-*9; enfiteusis, 80, 136-40, 256, 258, 259,
EN
ÍNDICE ANALÍTICO
o “319-20; 45;
estructura
expansión
económica,
territorial,
317; exportaciones “-
cias, 68-69;
2 las
exportaciones
fiscal, 78-79;
+4
provin-
Cabildo abierto, 37, 337-38.
--de lana,
- 58, 340-42; exportaciones de ultra: .mar, 64, 339-42, 343, 345-46; ganadéría, 38, 56, 57, .58; gustos, 77, 81, 83,.222; 260-63; gobierno de Martín .Rodríguez, 125-27; 'hegemonía política en la Confederación,
196-97;
* provincias, taciones
importaciones
de ultramar,
343, 345; impuesto
industria
de
los
cereales,
59-60; ..ingresos, 77, 78-83, 222, -:242-50, 258; ingresos de aduana, 78-79, 242; inmigración, 50-51, 59-. - 60, 326; Junta Administrativa de ¡Crédito : 59;
Público,
Café, Buenos
portación,
mano
de
Aires, derechos de im-
106, 303; Córdoba,
86.
-
214-17;
préstamos
al
importación, 106; importación, 66; Córdoba, derecho de importación, 181; Entre Ríos, derecho dé -im- portación, 181. Caña, derecho de importación, 108.
obra,
Capital, 57-58. Capital
extranjero,
interior, - 120-21.
"78; movimientos colonizadores, 47; obreros, véase mano de obra; opu
arbón,
derecho
provincias,
de
Carne, .exportación,
particularismo económico, 40-41, .164-66, 209-10; Partido Federal,
«recho
354-55;, po-' arancelaria, 289-90, 302105-11, 129-
Carpinterías,
Confederación,
Catamarca,
de la
tierra, 58-59, ' 318-19; presupuesto, -
financiera,
con
75; 'rela-
tativa,
201-02;
sisa,
78;
sistema
148.
Manuel
Nacional,
las -pro-
vincias, -44; rentas, véase ingresos; retiro de la Comisión. Répresen-
' :
Antonio
autonomía
de,
de,
128.
123-24;
factura de lino, 38-39; minería, 120. Centralización, función del Banco
127; programa económico del Partido Unitario, 118-19, 125-33; reeconómicas
de-
.
* derecho de exportación, 183, derecho de importación, 182-83; derecho de tránsito, 183-84; manu- -
-77, 231; programa económico del _gobierno -de Martín Rodríguez,
ciones
108.
71.
Castro, Félix, Castro,
construcción
salada,
Casa de -Contratación, 28-29. Casa de Moneda, 264, 269, 276-77,, 350.
31, 164:66, 291-93, 301-08;- política: indústrial, “70-71; “.posición en la:
precio
345;
de exportación,
del
importación,
106, 302. sición al. Congreso de Córdoba, Carlos V,.27. 124-25; panorama económico de, 197-98; papel sellado, 80, 243-45; .- Carmen de Patagones, 46.
358;
.
gobierno,
215-16; suspensión, 234. Caja Nacional de Fondos Públicos . de Sud América, 84-85. y - Calzado, Buenos Aires, derecho de
53-54, 55, 335-36; manufacturas, 70-73, 332; media anata de oficios,
-121-22, -149-52, 195:97, “blación, 50-53; política ” 105-111, 150, 165-66, ..08; politica comercial,
de-
Caja de “Amortización de Billetes de Banco, 214-17, 224; operaciones,
102; :labradores,
límites, 46;
106,
importación,
recho de: importación, 181. Caja de Amortización, “Buenos Aires,
64, 66, 83,
nuevo, 83, 111;
de
derecho
303.
impor-
impuestos, 77-80, 82-83, 111, 137-38, 172, 245-52, 255; indios, 47-48, -159-60;
Cacao,
de las
67-68, -207-08;
tasas"de los intereses,
89, 213-14, 230-31. -
46-51,
.
132-33;
punto
de vista
federal, 118, 142-43; punto-de ta unitario, 117-18. Cepeda, batalla de, 114.
vis-*-
.
'
ÍNDICE “ANALÍTICO
" Cerdas, derecho de importación, 288;
Concepción del Uruguay,- 160.
exportación, 64; importaciones q Buenos Aires, 208. : Cerveza, derecho de importación, Buenos
Aires,
106;
Córdoba;
Aires,
107,
109,
"Condiciones: económicas, res, 207-10, 348-50.
181.
. Cevallos, Pedro de, 34, Cigarros, derecho de importación, * Buenos
doba,
111;
181.
Cór-
:
sas del fracaso, taria,
bién
130-31,
131; política
145-46;
uni-
véase
con
Brasil
antes
de
345;
interprovincial,
la
Comercio
fluvial, 286-87.
libre,
nos
292-93, .
300-02;
tido Federal,
del
280-81.
Buenos
de
198-99,
la
el,
:
. Cultura, 61, 105.08, 282-983, 324-26.
*. Concejo de Hacienda, Buenos Aires, 229, 231.
Cr Buenos
a
79-80,
247-48,
251;
in
greso de, 124, 125, 126; derecho de exportación, 183; derecho de. las importaciones” de ultramar,
181-82;
derecho de tránsito,
empréstitos taciones, gresos,
internos,
67-68;
industria
171-72;
178;
183;
expor-
finanzas,. 172, 175;
textil,- 38,
164,
307; in-.
minería,
tas, véase ingresos,
120;
:
ren-
o
Corrientes, autonomía: de, 124; dere-
cho: de exportación, 183; derecho
de importación, 182; finanzas, 171-
201-02.
.
--
Córdoba, “aduana seca”, 32; campaña contra los indios, 318; Con:
Compañía de Minas de las Provinclas Unidas del Río de la Plata, 131.
113-15.:
31-32. : de comercio,
cidencia, 246-47, Pos Convertibilidad, 95-97; suspensión;.. 94, 96-97. * * ER Coñác, derecho de importación, Bue . nos Aires, 106, 108; Córdoba, -181; Entre Ríos, 181; Tucumán, 182.
Par-
Competencia extranjera, 39-40; agri-
a; A
de 1819,
nistración,
Argentina,,
disolución,
Bue:
agitación.
Aires, abolición, 77-78.
Aires, importa-
República
353-54;
200-02;:
Contribución directa, Buenos Aires, 78, 95, 137, 246-49, 251-53; admi
ción, 66, 343, —* Comisión de Inmigración, 326, Comisión Financiera, posición respecto al comercio exterior, 312, Comisión Reguladora de los Capitales, 251. . Comisión Representativa de los Gobiernos de las. Provincias Litora-
les
. '
199-201.
Cónstitución
Comercio por tierra, costo del transporte, 161. * Comestibles,
del,
- Contrabando, Contribución
38-39,
para
posición
113.
Nacional, actitud de
Aires,
causa
*
argumento
Buenos Aires, 125; fracaso, 124-
Congreso
44-45, 67, 68-82, 166, 207-08; posición de la Comisión Financiera, 312-13,
Comercio
federal, 142. 124; actitud '
25. Congreso de "Tucumán,
independencia, 31; con Chile, 44, 49; con España antes de la inde. Ppendencia, 30-31; expansión después de la emancipación, 37-38; . Exportación, . 64, 68-69, 3329-42, 345-465; exportación de lana, 58, 345; exterior, 63-67, 207, 338-45; importación de ultramar, 64, 66,
.343,
Congreso Constituyente, 142, 188-92; ' de
tam-
Inmigración,
Comercio,
Conferencia de Santa Fe, 198, Conflicto entre Buenos Aires y las provincias, la cuestión arancela- * ria, 290, * ON
posición del partido Congreso de Córdoba,
«Colonización, 60-61, 145-46, 317; cau-
Buenos Ai. e
72, 176; industria
:
de fajas, 39; in:
gresos, 171-72, Costa, Braulio, 102. Costo de la vida, 336. a Crédito, 92-94 intereses, 89-90; política del Banco Nacional, 94-95, 97-98, 185, * 2
Ae
ÍNDICE ANALÍTICO o . Cria de ganado, véase Ganadería, Cría de ovejas, 58, 270. * Crisis de 1820, 115.
exportación
“taciones
a
64;
255. Derecho de tránsito. Buenos Aires, 313-14; Catamarca, 184; Córdoba, 183-84; Entre Ríos, 184. Derechos específicos, 110-11; harina, 106-07, 108, 110, 283; sombreros, 106, 111, 284, 285, 303; trigo, 106, 108, 287, 303. Desarrollo económico, Buenos Aires, provincia, 61-62; virreinato, 34-35.
Aires,
impor208.
Cueros, derecho de. exportación, 107, 108, ción
110, 111, 286, * 304; exportade, 64, 339; fuente de ingre-
sos, 255-56; «nos Aires, 110-11.
importaciones
a Bue-
67,
precios,
Cueros de: buey, precios, 338.
207-08;
exportación,
“Cuestiones constitucionales, “pecto económico, 197-98;
«político; 196-97.*
Aires,
Derecha de saladeros y corrales, 253, importación,
de,
Buenos
Aires, e
243.
" Cruz de Guerra, 317, Cuba, 44. Cuernos, derecho de
. 288;
Derecho de patente, Buenos 80, 243. " Derecho de puerto, Buenos
345;
Deuda
a corto plazo, 84-85, 215-16,
228-30. Deuda a largo plazo, 263-66. Deuda pública, Buenos Aires, 84-86, 101-02, 221, 223, 225, 228-30, 263-
41; asaspecto
* Argentina, 44,
64, 265-66; amortización de la, - 85-87, 264-66; Caja..de Amortiza-.
éficit, Buenos Aires, 101, 213, 221, : 224. .
ción, 86; Caja Nacional de Fon: dos Públicos de Sud América, 84; consolidación de la, 85-87, 229-30; a corto plazo, 84-85, 215-16, 22124, 229-30; a largo plazo, 84-86,
Chile,
comercio: con
“49, 164.
“Deflación, 226-27; actitud de los es* tancieros,
218;
aspecto
económico,
263-64; empréstito del Banco Na- '
-218; posición del gobierno de Ro" sas, 216; posición: del Partido Fe-
cional, 97-100, 135; empréstito de “la Caja de Amortización de Billetes de Banco, 215-17; emprésti-
déral, 214-19; programa de Juan “José Viamonte, 214-15; propuesta reorganización del Banco Nacional, 237-38. Depreciación
de
la
moneda,
to dito 179;
63-64,
: 82, 91-92, 213-14, 219, 265-71. Derecho de exportación, Buenos Aires, abolición del, 286, 288; hari-
londinense,
87-88;
estructura;
85; Junta Administrativa
.
de Cré-
Público, 102; Córdoba, Entre Ríos, 179.
Dictadura, público.
véase
Suma
del
178,
poder
Diezmo, Buenos Aires, 82. ' Dinero, véase Moneda. Dislocación económica, 39-40. Dividendos, Banco de Buenos Aires, Derecho de importación, Buenos Ai92-93. res, abolición del, 286, 288; hariDivisión de Buenos Aires, 1148-49. na, 106-07, 108, 110, 283; recargo, Dolores, 322. 287; sombreros, 106, 111, 285, 303; Dorrego, Manuel, 49, 82 , 100, 103, . Catamarca, 183; Córdoba, 181; Co145, 149, 152, 153, “" rrientes, 182-83; Entre Ríos, 183; Tucumán, 182. Económico, par ticularismo, 4l, 164«Derecho de importación de coches, 65, 166, 209-10. Emancipación, aspecto político, 39. 106. + 64; reducción del, 286-87; Cata“ marca, 183; Córdoba,:183; Corrientes, 183; Entre Rios, 183,
abierto; 37; efecto eco-
nómico, * úenos Aires; 37-38,
"
119;
Fajas,
provincias del interior, 38-39, 162. 64; provincias del litoral, 166-67, Empréstito londinense, 67, 87, 89; precio de los banos, 89; servicio” - "del, 87-88.
Empréstitos, Nacional,
Buenos
Aires,
política, 118, 142.43; surgi en las provincias del inter
Banco
56, 187; variante porteña Federalización de Buenos Air 191; oposición del partido'
67; londinense, 67, 87-88; Córdoba, 178; Entre Ríos, 178-79, : Enfiteusis, Buenos Aires, 80, .139-4 1; to
político.y
objetivos,
258-59;
financiero,
137-39;
derecho
aspec-
138-40;
de exportación,
: 123-24;
España, comercio con Buenos Aires,
30-31. :* o. Especulación, 93. . Estabilización de la moneda, 218. Establecimiento, véase Colonización. Estancieros, actitud respecto a la-
agricultura, 50;. actitud respecto al Nacional, : 135-36;
actitud
"respecto de la colonización ' 59-60, , 145-46; actitud respecto a.la defla-
ción, 218; actitud respecto al. programa del Partido Unitario, 14546; depreciación de la moneda, 104-05;
” pansión
derecho'de
comercial,
la sal, 143; ex-.
tervitorial,' 48-49; política 2830-81;
posición
econó- -
mica en Buenos. Aires, 56-58; pro-". grama económico, 323-24, * * Estructura industrial, 79, Europa, 44-45, 164, o : Expansión territdrial, 46-51, 317.18;
actitud de los estancieros, 49, Exportación, Buenos Aires, 64; -a las
provincias, 68/69; harina, 327, 329; " lana, 58, 345 ultramar, 64, 339.49.
Extranjera, cempetencia,
39-40.
,”
*
NE
ja de Amortización,
183; de- *
recho de importación, 181; derecho de tránsito, 184; empréstitos internos, 178-79; ingresos, 171-72; Población, 158; rentas, véase ingresos, !
Banco:
ral, 148,
Felipe 11, 27. . : Ferré, Pedro, 198, 199, 201, 2 Fiddis, Hugo, E., 333, .- A Finanzas, Buenos Aires, 2137
restricción, 319-
20; sistema, 136. .. Entre Ríos, autonomía de,
|
Federalismo, doctrina econórn. . 40, 118-19, 142.43, 149-51;
dos Públicos, 221, 224.25; interno, .
256,
AS
Federación, 317.
97-99; exterior, 67; Fon-
administración,
manufactura ..de
tes, 39.
Reguladora
de los
86; Co Capitale »
contribución directa, 79; dé 101, 213, 221, 224; deuda Pú
84-85, 228-530,
tarias,
102, 215-16, 221,22 263-64; emisiones;
92,: 96, 266-74; gastos
222, 260-63; gobierno de.Do:
152-53; informe de la - Córnisié de Cuentas, 242; media andió oficios,
78;
organización
. 78-80; reconstrucción, 75:76 tas aduaneras, 76-77, * 78-1
di
242-51, 259; Córdoba, 171-72 Corrientes, * 171-72, 176%. : 171; San Juan, 172, 173.-..: Fondos Públicos, Buenos “Aire 8
" 85, 86, 214, 226, 264, 265-66;"arñorija tización,
zación, - .264-65, “Frank,
85,
86;
Jorge,
. Frías, Manuel,
86;
de
Ai
214, “225
102.
31.
Frontera, Buenos de la, 46, Fruta seca, 67. Funes,
Caja
precio,
Aires,
expans
.
Gregorio148, ,
*
Ganadería, Buenos Aires, críad ovejas, 58;' expansión de “la;:*38 56; latifundios, 130; precio, de ganado, 57-58; prosperidad, 58: :; Ganado, Buenos Aires, precio del
57-58,
-García,- Baldomero, 285. o
José
Manuel,
76,
82,
215, americanas, 27-29.
García Fraga, Juan, 102. [8
Importación, de las provincias, :6768, 207-08; de ultramar, 64, 66,
*- Gastos, Buenos Aires, 83, 22], 260-63. : Gobierno: de Rodríguez, programa . “económico, 127. Gómez, Valentin, 148. * Gorriti,
Juan
Ignacio,
343-45. .
181.
Graham; John, 51-52. Granca, Juan
Pablo,
334.
“Grasa, importaciones “res, 208, Gravamen
a la
a Buenos
importación
Ai-
o a-la
exportación, véase derecho de “im: ..
portación
p: de
exportación. -
Gualeguaychú, 160., "Guatemala, 34.: Guerra con Brasil, 48, Gutiérrez,
Miguel
.
bala
Buenos
. derecho
61,.106,
61,
108;
106, -
- 108, 283; exportación, 327;' mer“ma, 325; prohibición de exportar,
> 309; Córdoba, tación,
181..
Hegemonía
-contribución
sa, 78. 159-60;
317-18;
campaña
defensa
7
:
contra
los,
de los, 47;
inva-..
siones en Buenos Aires de, 47-48. Industria, véase Manufacturas,
Industria del calzado, 72, 330-31. derecho: de impor- - Industria del cuero, Santiago del Es-
de Buenos Aires, 353.
Herramientas
78;
.111; incidencia de los, 245-46; provincias del interior, 171-72; si“
Ambrosio,. 102... Aires,
venta,
de saladeros y corrales, 253, 255; diezmo, 82; impuesto nuevo, 83,
:
de importación,
de
de comercio, 78; contribución directa, 79-80, 137, 246-49, 251-53; derecho -de patente, 80, 243; derecho de puerto,' 243; derecho
“Indios, : Harina,
:
Impuesto nuero, “Buenos Aires 83, 111. Impuestos, Buenos ' Aires, adminis. tración de los, 77-78, 245-46; alca-
derecho
de
importación, 106, 303. . : -Hilo,' derecho ' de importación
agricolas,
en
¿Córdoba,. 181.
Hojalata, Buenos Aires,' derecho “de importación, -302.
tero, 164.” Industria de los cereales, Buenos AÁirés, 58-60; protección de la, 60-61,
108. Industria de estearina y velas, 333. Industria del sebo,.332.
Industria del vino, 39; Tucumán, 307. 7 Industria textil, Córdoba, 38-39, 164, Amperio colonial español, abolición 307. “del sistema régimen de la flota, Industrialización, 70-71; actitud del . 28-29; Casa de Contratación, 28-29; ' Partido Unitario, 130-31; política causas de la declinación del, 25, del Partido Federal, 331-33.
27-28; comercio intercolonial, 26. 27; contrabando, 28, 31-33; exten“sión de los privilegios del comercio las
de - ultramar, 29; fracaso de reformas económicas; 28-29;
'mercantilismo, mercial,
25-27;
27-30;
política
política
co-
económi-
ca, 25, 26-27; posición del -virreinato de Buenos -Airés, 30-31; posición económica de Lima, 31; principio del comercio imperial
Inflación,
Buenos
Aires,
efecto
eco-
nómico. de la, 103-04; efecto sobre. los * aranceles, 110-11; emisiones monetarias,
91-92,
96,
265-74:
in-
cidencia de la, 219; política de la Junta de Representantes, 102-03, 227-28. . Ingresos, Buenos Aires, administración de los, 77, 222; alcabala de “wnventa, 78; Banco Nacional, 80; contribución de comercio, 77-78;
.
. ÍNDICE ANALÍTICO
83,
222,
242.43,
263;
Leiva, Manuel, 199, 200, 291. Letras de tesorería, 84, '215-16, 231. Lezica, Pedro, 333.
derecho
de patente, 80, 243-44; derecho de puerto, 243; derecho de saladeros - y
corrales,
efecto
del
253,
255;
bloqueo
diezmo,
Córdoba,
171*72;
72;
Ríos,
Entre
Inmigración,
Libros, derecho de importación, 106. Liga
82;
Corrientes, 171-72.
50, 59-60,
326;
Lomas de San Fernando, 332.
Lomos negros, 205. " López, Estanislao, 113, 114, 144, 196, 203. López,
171-
véase
171. Junín,
106,
autonoraía
302;
Mansilla, Lucio V., 190, 231, 23 268. Manufacturas, Buenos Aires, do: 73, 331-32; industria del calzado, -33
finanzas,
46.
Junta Administrativa de Crédito Pú-
31; industria
ba, 307; Tucumán,
Materiales
Ladrillos,
derecho
de
derecho
Las Flores, 320. Latifundios, Buenos
os 96.
Juan,
Áires,
103, 153,
181. 139.
154, :195,
.
construcción,
derecho,
106.
Maza, Manuel V. de, 229, 231. Media anata de oficios. Buenos AL res, 78. *
importación,
de importación,
de
de importación,
posición
106, 302. " Laguna Blanca, .319. Laissez faire, doctrina unitaria, 127. Lana, Buenos Aires, derecho de importación, 288, 303; en bruto, derecho de "importación, 302; expor"tación, 58, 340, 342, 345; Córdoba,
307.
Maquinarias, importación, 66, 106, Mar del Plata, 46. Marín, Juan Bautista, 199, 200, 0 A 291. Martínez de Arurbua, Andrés, 33:
rios a Rosas, 204-05; política monetaria, 101:04, 227-28. Aires,
del sebo, 332; indu
tria sombrerera, 106, 108, 111,-28 303; protección de las, 307; Córd:
blico, 102. : Junta de Representantes, Consejo de Hacienda, 229; emisiones monetarias, 266-74; informe de la Comisión de Cuentas, 242; otorgamiénto de poderes extraordina-.
Labradores, Buenos “económica, 59-60.
149,
larios, 54-55.
Tucumán,
de, 123;
Vicente, 148,
Madera, derecho de importació 288. Mano de obra, Buenos Aires, esc: sez de, 53-55, 335-36; legislación: bajo Martín Rodríguez, 53: 54; 5
Joyas, derecho de importación, BueAires,
196.
Lino, Catamarca, 39. Lobería Grande, 320.
también Colonización. Intereses, 88-89, 213-14, 229-30.
nos 182. July
Unitaria,
Límites, Buenos Aires, provincia, ás.
anglofrancés,
242-43; enfiteusis, S0,- 256, 258; impuesto nuevo, 83, 111; media anata de oficios, 78; nacionalización de la aduana, 41, 197; papel sellado, 80, 144; sisa, 78; venta de ” cueros, 256; venta de tierra, 259;
"
111, 195...
Lavalle- Rosas, pacto de,
«contribución directa, 9, 246-49, 251-53; derecho de aduana, 78, 81, 82,
:
-
Mendoza, comercio con. Chile, 4%; exportación, 67; industria del vino;
296; población, 159.
'
Mercado del capital, Buenos Aires, Fondos Públicos, 86, 225, 264, 2655 intereses,. 89-90. . Mercantilismo, 40-41. _ Mercurio, derecho de
importación;
G 302... Metales preciosos, Buenos Aires, “der recho de exportación, 107.
ÍNDICE ANALÍTICO:
pública Argentina, 198-99, 201-02, 353; Conferencia de Santa Fe, 198; Congreso Constituyente, 142, 188-
"Molina, Alejandro de, 102, " Moneda, Banco de Buenos Aires, 92;
Amortización
de
Caja
lletes de Banco, 214-17, 224, 234;”
Casa de Moneda, 264, 269, 271-717; convertibilidad de la, 96-97; de. Flación, 226-27; depreciación, 63, "
82,
92,
-
91-92,
de,
110;: emisiones
265-71;
219,
214,
109-10,
efecto sobre los impuestos
de la,
96, 265-.
." 74; estabilización de la, 214, 218; : política de la Junta de Represen“tantes, 102, 103, 227-283; retiro de Ta,
"
215,
* Monopolios, 353, * Monsalvo, 322.
: Moreno,
303;
Aires,
Mariano,
Córdoba,
181;
51, 316.
derecho
importación,
de
Buenos Aires, 106, 303; 181; Tucumán, 182. Mulas, uáfico de, 164.
Pacto
del Litoral,
Nueva Granada, 34, Núñez, Ignacio" Benito,
158,
198.
Ai-
de Buenos
económico
.
Papas, Buenos Aires, derecho de iraportación, 303. j Papel sellado, 80, 244, Paraguay, 107, 156, 157, 159. Paraná, 69. Buenos económico, Particularismo Aires, 41, 164-65, 166-67, 209-10. Partido Federal, Buenos Aires, 122,
149-52, la
355;
actitud
autonomía
respecto
provincial,
de
117-18;
actitud respecto al Congreso Constituyente, 142; actitud respecto a
159.
la
ferencias
214-19;
internas,
actitud
205-06;
na, 118; estructura, -
económico,
agrícola,
324; política
280-891;
*
121-22;
nalismo
res-
política
332;
doctri-
paterpolitica
económica,
$31-32,
de.
149.
Partido Unitario, —3l Congreso de
|
arancelaria,
336-38; política Financiera, 144-45; política industrial, 3531-33; prograJíticas,
201.
Operaciones de descuentos, . Banco " Nacional, 97-99. . . .Organización nacional, actitud de Buenos Aires, 150-52; actitud de las provincias, 185-87; Comisión Re-
de Jos Gobiernos
deflación,
pecto a la organización nacional, 150-51; apoyo popular, 151-52; di-
- ma económico, 142, 150; provincias del interior, 186; tácticas po-
Nutria, pieles de, 67, 208. Ramón,
107;
Pacheco, Ángel, 206.
Córdoba,
neras, 41, 198; actitud de las pro: _vincias, 120. Navegación del Paraná, 167-68, 169. . Navegación fluvial, 198. Nueva España, 34. *
presentativa
150-51.
Oro, derecho de exportación, precio, 92, 104, 220, 339,
. “Nacionalismo económico, Buenos Ai: 0% - “yes, 299-300. Nacionalización de las rentas adua-
Olavarrieta,
federal,
res, 197-98,
Tucumán, 182, Moreno, Manuel, 152.
' Muebles,
ción
Organización política del país, 19697: actitud de las provincias del interior, 165-66; Congreso de Cór- * doba, 121, 125. Orihuela, Paulino, 200.
Punorama
v1 Montevideo, competencia con Buee y nos Aires, 48, Monturas, derecho .de importación, - Buenos
93; Congreso de Córdoba, 124-253; Congreso de Tucumán, 113; solu-
Bi-
de
Litorales de la Re-
las Provincias
Córdoba,
Minería, Catamarca, 120; 120; La Rioja, 120, * : Misiones, 107.
actitud respecto Córdoba, 124-25;
actitud respecto a las provincias, 186-87; aspecto paternalístico del, 127-30; Banco Nacional, 132-383; crítica del sistema colonial espa-
.
“> ÍNDICE ANALÍTICO
.
ñol, 126; ctrina, 117, 118; doctrina política, 117-18; fracaso del
Porcelana,
programa
Precios, 346-47; bonos de- Fon Públicos, 214, 230, 265; 110; cueros de buey,
económico,
dustriatización, re, 127;
129-42;
130-831;
jn-
laissez fai-
nacionalización
Córdoba, derecho
portación,
de las ren- .
tas aduaneras, 120; política comercial, '129-30; política de coloriización, 128-29, 131, 145-46; política de intercambio, 129-30, 150-51, 190-91; política de la tierra, 136-
efectos
181.
de
la
inflación,
a
338-39; tierra, 59, 318-19; t 287, 309, 326-27, 328, 329..
dl
40, 145-46; politica financiera, 131-.. 32; posición de los estancierós, 145-46; posición en Buenos Aires, 143-44; programa económico, 118-
portación, 303. Prohibición de importar, . abolic de' la, 310- 11.
19, 125-33.
y
«Paso, Juan José, 148, Patagones,
46,
Patagonia,
285,
130-31, 280-82, 28-90, 294-98,: 3( 06, 334-35; actitud de las provi
285.
286,
cias del interior, 164-66, 293 agricultura, 60-61; manufactur;
Paternalismo, 332.
* sombreros, 108; oposición al, 93; política unitaria, 129-30,“
Patrón oro, 234, 239. Paz, José María, 196. Pedernales, derecho de importación, 106. Pergamino,
46,
51, 190-91;
.
Provincias
320.
'
159;
Salta,
: 280-81;
partido.
unitario,
129-30;
véase también. Aranceles, Política económica, Partido Federal, 331-32, 336-38; Partido Unitario, 118-19, 125-32. Política financiera, Comisión de
Cuentas, 242; Consejo de Hacienda, 229; partido federal, 144-458; partido unitario, 132.
Pólvora, Buenos Aires, importación, 106,
derecho
de
tonomía 66-68,
interior,
económica, Buenos
69,
tranjera,
Población, Argentina, 156-58; Buenos Aires, ciudad, 34.35, 51-53; Buenos Aires, provincia, * 51-53; distribución de la; 160; Entre
Mendoza,
:
del
cio con
portación, '288.
157; Tucumán, 159. Politica comercial, “Buenos Aires, 105-11, .129:31, 164-66, 291-94, 302-08; actitud de los estancieros,
tederal, : actitud 3
pécto a Buenos Aires, 120-21;:
Perú, 34, 121, 164, Plata, derecho de exportación, Buenos Aires, 107. . Plumas de avestruz, derecho de im-
Rios, 158;
programa
51,.323-24.*
:
166;
40,
38-40;
co:
Aires, .38-39, 44;
competencia”
163-64;. desar
económico, 162-66; deteriora económica, 39-40, 162-64; doctr; políticas, -186-88; efectos .de emancipación, - 38-39, 162-64;. nanzas, 169-81; impuestos,-1 industria del vino, 39, 161:62,;;] manufacturas, 38-39; particul:
mo
económico,
39:41; Partid
deral,. 186; -población,: 156-59
pobreza, 189-90; política arancel ria, 166, 180-84; política comercia 165-66,
293;
política
económi;
39-40, 121-22; política fiscal, :18 "81; problemas económicos, 163 reclamación de protección, 165-6 281; relaciones con Buenos «Ai
40-41.
Provincias Buenos
del litoral, Aires,
68-69;
comercio. co comercio
é
terior, 167; efettos econámicos .d Ja emancipación, 166- 67; estr
a :
ÍNDICE "ANALÍTICO
" tura económica, 166-67;. finanzas, . 169-80; oposición a Buenos Aires, :- -199:200; población, 157-60; políti- Ca arancelaria,
«económico
problema
179.81;
cal,
171-72; política" fis-
«de las, 166-68, o. Quiroga, Juan "202, 203,
115, 201,.
318.
" . presupuesto, 77, 28l. . Regionalismo, 117-18.
Regionalismo- económico, Reglamento de comercio
"37, 39, .
11-19, libre, 35,
.
Relojes,
Buenos
Vicente, Aires,
derecho
de
. .: ción, 288; exportaciones, 64.
delos restauradores, 238.
. Rio 'Silado, 46, 319, 320. Rioja, La, minería, -120, Risoto, Vicente, 334,
+ Rivadavia,
Bernardino,
117, 137, 147,
149, 192.
76, 80, 82
446, 54,
:
76,
81,
82, 84, 114, 122, 123, 125, 180, 131,
24-25. 0 - Rojas, .José María, 298-389, 291-9%; 293. Ropa,
303, Rosario,
derecho
: 160,
de
de importación,
Bue-
cios, 284; producción nes, 285. : «Salitre,
derecha
de
Salta,
autonomía
San
Juan,
:
123-24;
autonomía
portaciones,
Patago-
importación,
de,
ción, 359.
en
de,
106.
pohla123;
67; finanzas.
ex-
172-73;
¿industria «del aguardiente, 296. San Luis, 161. :
. San Nicolás de: los “Artoyos, 46, Santa «Fe, 1549-60; actitud respecto
196.
o
Santiago del Estero, 307; antonomía de,
123-24;
industria
164.
"
Sarratea,
Mariano,
del
.
115, 148,
cuero, o
Sebo, derecho le importación, 288: exportación, 6t, 342, 345; 'mpor-.
taciones a Buenos Aires; 208... Seda, derecho de importación -eh
"Robertson, J. P.. 158, Rodney, Caesar Augustus, 51, 157. : Ródriguez gobierno, programa eco-
-nómico, 127, >. Rodríguez. Martín,
160-62.
a ta Comisión Representativa,. 201:02, alianza con Buenos. Aires,
201.
. “importación, 106, 302, . “Relojes de pared, derecho de imporvotación, 106, e :Reses, tasajo, derecho de importa-
. Revolución
comerciales,
Rutas
nos Aires, 111, 284, 303, 323; posición de los ganaderos, 148; pre. >
¿Reforma financiera, Buenos Aires, .Causas “del fracaso, 216; deflación, 2211-15, 218; economía en “los gastos,- 219; ingresos, 76-77; plan de “Garcia, 226-28; plan de Mansilla, 231-32; plan de Senillosa, 232;
José
35
851, 353-55, 357-59.
Sal, derecho
Ramírez, Francisco, 113, 114, - Ramos Mejía Gregorio, 51,
Reinafé,
—
321-294, 815, 317.18, 337-39, 343,. 345, 348,
. 305-14, - 330-35,
Rosas, Terrero y.Cia., 55.
Facundo,
291,
239-46, 249, 252:53, 255, 936, 2 65, 269, 275-78, "281-352, 284,-
importación, .
106,
Rosas, Juan Manuel -de, 83, 103, 1905-96, 201-10, 216, 218-21,. 233-36,
Buenos
ba, 181,
Senillosa,
Aires, 106, 303; eú
É Felipe,
Córdo-
. 102,
.
232,
285,
Sierra del Volcán, 319, 320. Sist, Buenos Aires, abolición
la, 78,
Sistema
fiscal,
Buenos
Aires,
287,
de
76-78.
Sormbreros, Buenos Aires, derecho de importación, 106, J]l, 284, 285,
303; Córdoba, derecho de impor tación, 181; “Tucumán. derecho de importación, 182. .
Suma
del poder público, 206; aspec-
to económico de da, 209.10; vazones de la, 209.10. :
Superficie, vincias
Buenos del
Aires,
interior,
46;
159-60,
pro-.
ÍNDICE anártrico” a
Tratado" del Pilar, 115%, 123: Tabaco,
Buenos . Aires,
derecho
de
Tribunal de. “comercio, "224... Trigo, Búejios “Aires, «derecho “de 'importación, -61, 106, 108; -281, 309; MES
“importación, . 107, 303, 304;'expor"tación, 345; importación, 343; Cór-"+ doba,' derecho “de importación, 181;
Entre
Rios;
escasez de, 325; .precio,
derecho! de im-
portación, . 181. > Tandil; 46, 319,
28:
527-30; prohibición: de: .EXpi 309; protección, 325..
320. *
«Tucumán, comercio con Chile, +4, * $13-14; derechos de importación, -
Tapalqué, 320. Tarifa, véase Aranceles. Tasa de descuentos, Banco Nacional, 215. Tasa de interés, Buerios Aires, 89,
182; empréstitos, ción,
67;
179-80; .exporta-
industria del. vino,, 307;
población, 157, 159. : 213-14, 229, * . Veinticinco de Mayo, 46: Te, derecho de importación, Buenos Aires, 106, 303; Córdoba, .180-81;.. Viamonte, - Juan José, :58, 15. 195 Tucumán, 182... 206, 213, 221, 253. oa Terrero, Nepomuúceno,, 206. Vértiz y Salcedo, . Juan José, 5 Tesorería General, - aholición de la. Victoria federalista, 195-96, 97. Vino, .Buenos Alrtes,. derecho* “des: Textiles, impor taciohes de Córdoba, portación, 106, 288; exportación 67; del exterior,-34], 342, 343. de Mendoza, 67; protección; 29
- Tierra, Buenos de la, 317-18;
Aires," distribución: an£iteusis, 30, 140,
319-21;- latifundios,
Córdoba, 181.
139;¡e
derecho
de” importació
: Wilde,. Santiago, 235: 144-46;
precios, 59,
¡sión de, 317; venta 259, 319-20, 321-22. Tráfico, véase
318-19;. provi-
pública
Comercio. costo, 161-62;
“Transporte, de, 161; por tierra, 68. Tratado del Cuadrilátero, EN del 4 de enero ]
Yerba mate, Buenos Aires, derechos de importación, 106,"107, 303, :304;
de,
exportaciones, medios
124.25. de. 1831,
-
ciones, 343;
343,
Córdoba,
345;
importa"
derechos: de
importación, 181; Tucomán, chos dé importación, 182. - Yeso,.. derecho
302.
dére:
de * importación, .1 06,
.
-
ÍNDICE . 1. Crecimiento
, . . ;
de
Ja
DE
población
de
CU ADROS la
provincia
de
Buenos
Aires,
ITPDABRÍ cocino cre rr . Cuenta de las transacciones de una estancia de la proviucia de . Buenos Alres, 1803:08-1819 ...... r rr Las. £xpor taciones de Buenós Aires de los años 1822, 1825 y 1829 Valor de las importaciones argentinas en 1825 ...o..oomo..». Número de comercios y fábricas de Buenús Aires existentes en 1822 Número de comercios y Fábricas existentes en Buenos Aires en 1830 años 1822, 1824, 1829 y. 1830 ....... e "La deuda “consolidada de la provincia de Buenos Aires ul 31 de agosto de 1829 oioccccccocccrcr error rr rar Cotización media mensual del préstamo de 1821 en la Bolsa de Londres ..tocoocooomonmnor ro os. rr rr .
10. Posición
financiera
del
Banco
de
Buenos
Aires
en
periodos
£ijos:
1829-1826 ....o.moo.ooo.. consramanos Lon... Cerannr em - Banco Nacional: capital pagado, bonos emitidos y/ en circulación 32. Banco Nacional: sus entregas al comercio y al gohierdo ......* 33. Crecimiento
acumulativo
del déficit de Tesorería
de Buenos
Aires:
ATA ... EA I'recios medios mensuales y anuales pagados por una onza de - 7 -0ro en la Bolsa. deó Buenos Aires ...... error P...o J3y Cálculo de la población de Buenos Aires y'las provincias del JIoterior
en
1819
....... rr
aonmoa.n..»
-16, Crecimiento de la población en a Argesitina: 1809-1839 ...... .. i 517. Distancias a. las cuales el costo del transporte era igual a la mitad
del
precio. de ciertos
artículos
en
el mercado
de
Buenos
AVES osnonccnnodeccannnananancn inn ...... Lonaoaranos e... 18. Ingresos y gastos de la provincia de San Juan durante los años 1823,
ES
1824,
9. Ingresos
1836
y
1837
......... e oooonoto Losnnrnaconiane.s
y gastos de la provincia
de Tucumán
durante los años
1822, 1824, 1826, 1827, 1829, 1831, 1835, 1838, 1844, 3843 y 1817 0. Entradas” y salidas “de la provincia de Córdoba durante los años ” 1824, 1825, 1826 y 1836 "............... een... Corona sc.»
L Entradas :
1827
de a
la
1839
provincia
de
Corrientes
durante
el período
de
...ooomooccccccrorcorn o rro nor errar
ÍNDICE" DE CUADROS. 29: Salidas: de' ta provincia de
Corrientes
durante
el periodo
' de 1807
a 1839 ............ er rra 23. Empréstitos
internos
de la provincia
de
Córdoba:
1827- 1844
24. Empréstitos del gobierno de Entre Ríos de 1821 a 1832 25. Volumen
de
"Buenos
Aires
los
artículos
en
exportables - conducidos
1824, 1825, 1827,
al
1830 y 1831
..
......... ”.
mercado
de.
Billetes
de*
.:
26. Fondos recolectados por la 'Caja de Amortización Bañico 27. Ingresos y desembolsos de la Caja de Amortización, bre de 1829-31 -de diciembre de 1832
de
16 de novicm-
28. Precios medios mensuales y anuales pagados por una onza de oro -
en
la Bolsa
29. Entradas
años 30, Deuda
1830,
de Buenos “Aires
y salidas
1830,
1831.
pública
1831,
de
la
1832,
1833 y 1834
de la provincia
1832
.o00occoccocnoconccorcanar
provincia
de
Buenos
Aires
durante
los”
.....o.ooooccooorocconococ
de Buenos
Aires de
“:£
e
los años 1829;,'*
y 1833
* $1. Crecimiento «del déficit de Tesorería
durante
el periodo
1830-1833
32. Precios ceales'de los honas internos del 6 €, cotizados en la Bolsa” '
de Buenos 33. Crecimiento Aires y su 34. Ingresos de
35. Ingresos
"Aires el tercer viernes de Cada mes ...o0oooooocoo.. de los empréstitos internos de la provincia de Buenos. amortización al 3] de diciembre «e 1885 ............. 2 la provincia de Buenos Aires: 1840,1850 .........
de la provincia
de Buenos Aires: 1340» 1850
(porcentajes.
del tOtaD) co ooocccccccancocccn cdo Doro no nanonnccc n canoas 2
|
36. Gastos de la provincia de Buenos Aires: 3840-1880 ........ CO 37. “Gastos de. la provincia de Buenos Aires: 1840-1850 (Porcentajes CN : 38. La deuda pública de largo: plazo (Fondos Públicos) de la provincia de Buenos Aires: 1IB40-1850 ...ooocooioconccocccncncanan cos 39.- Amortización del empréstito del 4 % (Fondos Públicos) de la. provincia de Buenos Aires: -1840- 1850 ...
: 40. Amortización provincia
42, 43. 44.
del
«de
empréstito" del 6 :
Buenos
Aires:
(Fondos
Públicos)
de
la:
1840- 1850
en el mercado de Buenos Aires durante los años 1829. 1848 .. Circulante emitido durante el gobierno de Rosas .............. Precios del trigo cotizados en el mercado de Buenos Aires: de 1831 a 1851 Valor de los principales artículos exportados por Buenos” Aires 1825 (2% mitad), 1836, 1837. 1838, 1839. 1840 (12 mitad), 1848,
(2% mitad), 1849, 1880 y TBBD
;
coooocooooonoconnoncc cara
45. Valor de las importaciones bonaerenses de 16, Valor del comercio exterior de Buenos Aires: * ciones terrestres)
ultramar: 1837-1839
1837-1899 * (importa- *
:
ÍNDICE DE CUADROS * _47.:Nalor del comercio exterior de Buenos Aires: 18371839
¡exporta-
3 ciomes - LeyTestreS) .acocccooooooco... corr rr 48. Valor de las exportaciones de, Buenos Aires en ciertos años en porcentaje del total ............. Ponomomoso rr Po .....
49: Precios
.
medios
mensuales
y anuales
pagados
por
onza de oro
én la Bolsa de Buenos Alres .l...ooooocoocconccocornoncoo e
50. .
Barcos mercantes extranjeros que llegaron al puerto de Buenos LOÁÍTOS cocccoccnrncc rr rr Pr 51,-Valor del comercio de Buenos Aires en determinados “años .....
3
ÍNDICE
.L— La ECONOMÍA PELA Res ¿NDENCÍA¿El
fa posición — sistemir «colonial español, =-2.
nómica
de
% desixrollo
1
la Atgentina
colonial, — e
«Eco:
Factores del. --
económito * e . Srgentiaz.. EN
bo
Eap. :
Po
eto o
o
Gt
..... IÓN
¿Prólogo
o
io
Estudio Preliminar de-BeaTRiZ Boscu a o o
E.
—k Fr ECONOMÍA
“1, Buenos, Aires, y la, Confederación Argentina: _ 2. ¿Espanción rérritorial de ta Provincia. — 3: Crecipad de ¿gaiado y el 4 a . Industri ia ..
48
BUENOS AIRES 1coión financiera. - o2
El Banco de Buénos Añé «deficit. Tá Anflación,
3
>: 6
La.
Aranceles
y política
pctriña económica y el
. Pro sima! “del unitarismo,, -— “do” -Aspectos económicos Jederalista, = -.5- La. «caída del unitaj
113 V,— LAS PROVINCIAS 1. La economía. — 2. El problema financiero. — 3. El Ñ federalismo en las provincias r..cooomoorcerrrrrscos:
ÍNDICE EL PRIMER GOBIERNO FEDERAL DE BUENOS AIRES l.La salida constitucional. — 2. De la democracia a la
Cap.
dictadura
195
V1L. —Las FINANZAS FEDERALES DE BUENOS -ATRES DE 1829 a 1835
1. El programa
de deflación. - 2. La. politica de la
Junta
Cap.
VIE
— Las
Ñ
FINANZAS PORTEÑAS 'CóN ROSAS
.
dl Las rentas en Buenos Aires. — 2. Los gastos en " Buenos Aires. --3, Préstamos y política monetaria ..
Cap.
“IX: — ARANCELES, EMISIONYS Y POLÍTICA |
1. Política arancelaria en, 1829:1835. — 2. El gran dle-
batewde' los aranceles, —
3, Proteccionismo
Aires. — 4, El fracasó del proteccionismo
Cap.
Buenos
X.—LA ECONOMÍA. DE La DICTADURA ' l. La política de la tierra, — 2. Agricultura. — 3, In- *.
dustria, — 4, Comercio
Cap.
en
.........
XI — ÁsprCTOS: ECONÓMICOS
Bibliogt afía Índice
añalítico Mn...
Andie
de cuadros
ps DE-LA
CaÍDa
DE
ROSAS.
COLECCIÓN
“DIMENSIÓN
ARGENTIN a”
* diri sida por
GREGORIO! WEINBERG Títulos
publicados
ALBERDI, JUAN B., Fragmento preliminar al estudio del Derecho. Estu-. "dio Preliminar:de Bernardo Cánal Feijóo. (Agotado) 'ARLT, ROBÉRTO, Nuevas aguafuertes purteñas. Estudio Preliminar. de
:
Pedro
BARROS,
7
C/ Orgambide.
ÁLVARO,
" Estudio
Preliminar
: BEAUMONT,
J,
" Oriental.
!
A.
B.,
Estudio
de. José. Luis
(Agotado)
Fronteras
y
de Álvaro Viajes
e
territorios
federales
Yunque.
por
Buenos
Preliminar
de
de
las
pampas
del
.sur.
(Agotado)
Aires,
Sergio
Entre
Bagú.
Ríos
y
la
Banda
«Traducción. y Notas,
Busaniche.
o
- 'BURGIN, MIRON, Áspectos económicos del tederalistno: argentino. Estudio Preliminar de Beatriz Bosch. Traducción de Mario Calés. (2% edición) * BUSANICHE, «José Lurs; Estampas del Pasado. Letturas de Historia Argentina. 1527-1910. (Agotado). * Historia Argentina. Advertencia Preliminar de Gregorio. “Weinberg. (2% edición) . CALDERÓN DE LA
BARCA,
PEDRO,
La
Preliminar de Ricardo Rojas. 'Canciónero * Tradicional, Argentino, .
-Notas:y
Bibliografía
2 Correspondencia
entre
de
Horacio
Rosas,
aurora
en
Copacabana.
Estudio
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Quiroga
y
Becco.
López.
Recopilación,
Notás y
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Las víboras, de Rodolfo González Pacheco; T, Weisbach; Los afincaos. de Enzo Aloisi Arrili.)
ÉBÉLOT, .
Jons.
"ELFLEIN,
Estudio
ALFRED, Estudio
ADA
Preliminar
Relatos
de
Preliminar
MARÍA,
De
de
la y
Notas
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tierra adentro.
de
la América
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nals Frau.
Traducción
y Notas
Paz, de la
El guaso, de Alberto y Bernardo González
Ordaz.
frontera.
Preliminar de Julieta Gómez - FALKNER, P. Tomás. Descripción
tiguas
Luis
flor del Berruti;
Traducción Alicia
de
V.
D.
Carrera.
Cuentas y Tradiciones. Patagonia
Sud.. Estudio de Samuel
y
de
Preliminar Lafone
Bouril.
las
de
Estudio
partes
Salvador
Quevedo.
ton-:
Ca-.
(Agotado)'