Aprender jugando 3: dinámicas vivenciales para capacitación, docencia y consultoría [3] 978-968-18-4360-1

Serie de tres volúmenes cuya finalidad es proporcionar a instructores y facilitadores de programas de formación de recur

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Spanish Pages 245 [129] Year 2015

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Aprender jugando 3: dinámicas vivenciales para capacitación, docencia y consultoría [3]
 978-968-18-4360-1

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A e EV EDO

BIBLIOTECA CENTRAL

LIMUSA

11III ACEVECO V ASOCIADOS

la serie Aprender Jugando (dinámicas vivenciales), de Alejandro Acevedo, constituye un valioso instrumento para las organizaciones empresariales e institucionales, así como para aquellos profesionistas que se preparan o se desarrollan en el ámbito de la capacitación. La importancia de estas obras radica en elevar la calidad y el servicio en la información integral de los recursos humanos, creando así elementos de alto nivel competitivo tendientes a consolidar cada día metas más sólidas de productividad. La experiencia del autor en conducción de grupos, y su perfil formativo, dieron como resultado estas. obras donde se conjuga la capacidad lúdica con las necesidades empresariales, pretendiendo un cambio en la actitud total de los sujetos en beneficio del prestigio y desarrollo organizacional. Su método ... Aprender Jugando Volum·en :3 El instructor encontrará las técnicas adecuadas que le permitirán manejar el fin último del proceso grupal: la autogestión. Tendrá la habilidad de enseñar a un grupo a manejar sus propios conflictos, a experimentarlos y a enfrentarlos asertivamente con el fin de encontrar soluciones satisfactorias para sus integrantes.

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J dinámicas vivenciales y consultoría

, Compilación y estudio prelimlinar Alejandro Acevedo Ibáñez

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ACEVEOO V ASOCIADOS

83 Acevedo Ibáñez, Alejandro Aprenderjugando 3 : Dínámícas vívencíales para capacítacíón, docencía y consultoría / Alejandro Acevedo Ibáñez. - 2a ed. México: Límusa, 2015 248 p. ; 21 x 14 cm. ISBN: 978-968-18-4360-1

1. Comunicación interpersonal 2. Productividad 3. Competencia 4. 'LIderazgo Le: HM291

Dewey: 650.1 I 22/ A 174a-3

DISEÑO DE PORTADA TOMADO DE LA OBRA ORIGINAL

LA PRESENTACiÓN Y DISPOSICiÓN EN CONJUNTO DE APRENDER JUGANDO. TOMO

3

DINÁMICAS VIVENCIALES PARA CAPACITACiÓN, DOCENCIA Y CONSULTORíA SON PROPIEDAD DEL EDITOR. NINGUNA PARTE DE ESTA OBRA PUEDE SER REPRODUCIDA O TRANSMITIDA, MEDIANTE NINGÚN SISTEMA

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YENDO EL FOTOCOPIADO, LA GRABACiÓN O CUALQUIER SISTEMA DE RECUPERACiÓN Y ALMACENAMIENTO DE INFORMACiÓN), SIN CONSENTIMIENTO POR ESCRITO DEL EDITOR. DERECHOS RESERVADOS:

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J dinámicas vivenciales y consultoría

ESTUDIO PRELIMINAR A MANERA DE La dinámica vivencial es, básicamente, unjuego cuya disposición, en tanto estructura lúdica, permite que un determinado grupo humano pueda hacer emerger experiencias, tanto como inmediatas, para transformarlas en aprendizaje. tJsta conceptualización implica considerar al aprendizaje como un proceso, por medio del cual los conocimientos, que el hombre puede establecer como propios, son creados por él, a'través de transformar su experiencia en contenidos significativos, tanto para sí mismo como para aquellos agrupamientos sociales en los cuales participa. Ciertamente, una perspectiva de tal naturaleza está sujeta a un cambio radical de la forma en que por tradición se ha apreciado la educación en el seno de las sociedades industriales, como ejemplo, se puede citar, el énfasis puesto en los procesos de individualización a los que se ve sometido el sujeto en la pedagogía tradicional, versus, la focalización dei análisis que la pedagogía participativa viene realizando en los procesos de interacción grupal. La dinámica vivencial es una herramienta inscrita en la pedagogía participativa, y como tal HO puede dar sus mejores frutos si se le trata de ceñir a un enfoque tradicional del aprendizaje, porque con ella se detona un proceso en los sujetos que aprenden, que no puede ni ser medido ni ser transformado esquemáticamente en conductas observables; pues este proceso es, antes que nada, un estado mental al que se arriba, sustentado en la observación y registro colectivo de la historicidad del suceso humano y las implicaciones que de éste se desprenden. Al realizar una dinámica vivencial se está demarcando un espacio en el cual la acción humana tiene forzosamente que teatralizarse para que simple y llanamente ocurra. Ocurrir, que en efecto, se desenvuelve porque se ha propuesto para su realización una cierta estructura y uno o varios tópicos relacionados con la temática que se encuentra en proceso de análisis. En otras palabras, la acción humana se eleva 7

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En el estudio preliminar del tomo dos de Aprender j1¿gando hicimos hincapié en dos elementos que ayudan a asegurar los resultados didácticos de una dinámica vivencial: por un lado, el desarrollar un desempeño de-faeilit~dor de procesos grupales, y por el otro, el ceñir la realizacIón del juego a un ciclo de aprendizaje. En este tomo tres, t~care­ mos un tercer elemento igualmente importante: los mveles de análisis de la dinámica vivencial. Los niveles de análisis a los que puede prestarse una dinámica vivencial se encuentran determinados por el grado de involucración que los miembros de un grupo han alcanzado a desarrollar. Es de esperarse que un facilitador de procesos grupales, posea una conceptualización, lo más amplia posible, sobre la noción de grupo, pues es a través de formar al grupo y propiciar su crecimiento como tal, lo que le permitirá acceder a un nivel de análisis cada vez más profundo.

otros, por el grado de satisfacción que procura a sus integrantes; otros más, por la existencia de ligas afines que emocionalmente unen a las personas y que generan líneas o canales de comunicación, más o menos definidos, que se resuelven en interacción concreta. No obstante, estas aproximaciones y muchas otras similares, sólo son descripciones de algunos de los diversos aspectos de los grupos y no podría ser de otra manera, pues el término "grupo" es una noción con la cual se trata de globalizar un conjunto de hechos relativos a la acción colectiva, o lo que es lo mismo: es un seudoconcepto de carácter empírico. Y lo que normalmente se dice del grupo, en consecuencia, son comentarios que nacen de la observación del comportamiento de las personas hacia el interior de un determinado agrupamiento social. Según sea la disciplina profesional del observador, será la tónica del enfoque. El modelo grupal que hemos empleado para evitar que el análisis de la· experiencia a la que da cabida una dinámica vivencial, se disperse por caminos no deseados, parte de la consideración operacional de que el grupo, en tanto noción vívida de un determinado' 'nosotros", al igual que el "yo", puede hacerse inteligible como una serie de capas que protegen una cierta nudearidad. En el caso del individuo, el núcleo es el propio "yo", y las capas que lo protegen solemos agruparlas bajo dos grandes rubros: el primero, que reúne los niveles de estatus o mérito personal del individuo, y el segundo, que reúne los niveles alcanzados en el manejo de los roles o papeles que desempeña el individuo en su entorno social. En el caso del modelo dimensional del grupo que presentamos, el núcleo que protege ese determinado "nosotros" es la idea del hombre, que presupone tal agrupamiento. La pri.mera capa que le protege, es la que corresponde al tiempo del grupo. La segunda, es la que contempla todos los procesos del grupo. La tercera, es la que contiene la tónica de participación grupal. Y la cuarta, la más superficial de todas y que presp.rva a las demás, está constituida por lo que Kurt Lewin llamabafeed-back, y que se suele traducir como retroalimentación o retroinformación.

Algunos autores consideran que los grupos humanos se definen por el grado de interdependencia de sus miembros;

Estableciendo una analogía, podría pensarse en una cebolla, cuyas capas sucesivas siempre están alrededor del nú-

por encima del presente, ubicando los diversos comportamientos que concurren al ocurrir el juego como merarepresentación. Es aquí donde cada sujeto que interviene en la dinámica vivencial, tiene que hacer uso de toda su experiencia primero para poder estar en la realización de la acción y d~spués, p~ra poderla analizar desde el mero hecho social práctico. La calidad del análisis que sustenta el procesamiento de la experiencia es, en definitiva, responsabilidad del facilitador del aprendizaje grupal. Sin embargo, muy frecuentemente, más de lo que sería deseable, es fácil enc?ntrar un mediocre procesamiento de este análisis. Hay ocaSIOnes, por ejemplo, que a un instructor con un deficiente manejo d.e la dinámica vivencial, se le escapa de las manos un determmado ejercicio: una simple ruptura de hielo se convierte. ~n un proceso catártico de graves implicaciones para los partIcIpantes, o un análisis sistemático, ya sea de liderazgo, de comunicación intra o intergrupal, o de manejo de conflictos, etc., se pierde en vaguedades, justificaciones o incluso confrontaciones de corte personalizado.

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cIeo. En el caso del grupo, estas capas son las dimensiones las cuales se da el desempeño de sus miembros, definiendo, en la propia actuación de los mismos, el grado de integración en el cual se encuentra el grupo. La amplitud y profundidad de conocimiento real, que los miembros del grupo posean de cada una de estas dimensiones determinan la madurez y alcances de la acción colectiva, pues esta conciencia actúa corno fuerza de cohesión, en tanto que la inconsciencia o desconocimiento actúa corno fuerzas de dispersión.

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