Dialéctica de lo abstracto y lo concreto en El capital de Marx

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E v a l d V a s í l i e v i c h Iliénkov

D I A L É C T I C A D E LO A B S T R A C T O Y LO C O N C R E T O EN " E L C A P I T A L " D E M A R X

T r a d u c c i ó n d i r e c t a del r u s o p o r Víctor A n t o n i o C a r r i ó n

EDITHOR

- TEMPLANDO

EL ACERO

2017

- INICIATIVA C O M U N I S T A

Dialéctica de lo abstracto y lo concreto en "El Capital" de Marx Evald Vasílievich I l i é n k o v

Título original: Dialektika abstraknogo

i korikretnogo

v "Kapitale" K. Marksa

Traducción directa del r u s o por Víctor Antonio C a r r i ó n Portada: "¡Proletarios de todos los p a í s e s unios!" , c a r t e l original de Viktor Semiónovich Ivanov, 1958. Diseño y diagramación: E D I T H O R . Primera edición: j u n i o 2017. EDITHOR - TEMPLANDO EL A C E R O - INICIATIVA COMUNISTA

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INDICE GENERAL PRESENTACIÓN 1 3

Iliénkov. La batalla a c t u a l de la revolución 15 Iliénkov. La batalla a c t u a l de la ciencia 24 Las c o n s e c u e n c i a s del método de Marx 29 E V A L D VASILIEVICH ILIÉNKOV: VIDA E IDEAS 3 3

Primeros a ñ o s 33 La primera l u c h a de ideas 35 Primeras obras 40 En b ú s q u e d a de la lógica dialéctica 46 La discusión económica 50 Educación, alienación y propiedad privada 54 El ideal terrenal 57 Lógica y s u s t a n c i a 63 Un legado todavía por e s t u d i a r 71 N O T A DEL T R A D U C T O R 7 5

DIALÉCTICA DE LO ABSTRACTO Y LO CONCRETO EN " E L CAPITAL" D E M A R X PREFACIO 7 9

CAPÍTULO PRIMERO L A CONCEPCIÓN DIALÉCTICA Y LA CONCEPCIÓN METAFÍSICA DE LO CONCRETO 8 1

La determinación de lo concreto en Marx 81 Sobre la relación de la representación con el concepto 89

El concepto de "humano" y a l g u n a s conclusiones de este a n á l i s i s 106 Lo concreto y la dialéctica de lo general y lo individual 115 La u n i d a d concreta como unidad de c o n t r a r i o s 137 CAPÍTULO S E G U N D O L A UNIDAD DE LO ABSTRACTO Y LO C O N C R E T O E S UNA LEY DEL PENSAMIENTO 1 5 1

Lo abstracto como expresión de lo concreto 151 La concepción dialéctica y la concepción ecléctico-empírica del estudio multilateral 156 El carácter en espiral del desarrollo de la realidad y s u reflejo t e ó r i c o 167 La abstracción científica (concepto) y la práctica 181

CAPÍTULO T E R C E R O A S C E N S O DE LO ABSTRACTO A LO CONCRETO 1 9 3

Contribución al planteamiento de la cuestión 193 La concepción hegeliana de lo concreto 209 El punto de vista de Marx sobre el proceso de desarrollo del conocimiento científico 220 La fundamentación materialista del método de a s c e n s o de lo abstracto a lo concreto en Marx 230 La inducción de Adam Smith y la deducción de David Ricardo: los puntos de vista de Locke y Spinoza en economía política.. 242 La deducción y el problema del historicismo 2 6 0

CAPÍTULO C U A R T O DESARROLLO LÓGICO E HISTORICISMO CONCRETO 2 6 9

Sobre la diferencia entre los métodos lógicos e históricos de investigación 2 6 9 El desarrollo lógico como expresión del historicismo concreto en investigación 276 Historicismo abstracto y concreto 281

CAPITULO Q U I N T O E L MÉTODO DE A S C E N S O D E LO ABSTRACTO A LO CONCRETO EN " E L CAPITAL" DE M A R X 2 9 3

Plenitud concreta de la abstracción y análisis en calidad de condición de la síntesis teórica 2 9 3 La contradicción como condición del desarrollo de la ciencia...305 Las contradicciones de la teoría valor por trabajo y s u resolución dialéctica en Marx 3 0 9 La contradicción como principio de desarrollo de la teoría 3 2 8

ANEXOS LA CONCEPCIÓN D E LO ABSTRACTO Y LO CONCRETO EN LA LÓGICA DIALÉCTICA Y EN LA LÓGICA FORMAL 3 7 1

1. Las categorías de lo abstracto y lo concreto en la lógica formal 372 2. La historia de los conceptos de lo abstracto y lo concreto 376 3. El enfoque de los conceptos de lo abstracto y lo concreto en la lógica dialéctica 398

ABSTRACCIÓN4 1 3 L o CONCRETO 4 1 5 INTERACCIÓN 4 2 0 CORRELACIÓN 4 2 3 L o UNIVERSAL 4 2 5

GLOSARIO DE NOMBRES 4 3 6

PRESENTACIÓN

"Los filósofos se h a n limitado a interpretare1 m u n d o de distintos modos; de lo que se trata es de transformarlo." Karl Marx 1 Constituye u n a satisfacción p a r a Edithor realizar la segunda edición de la obra, "Dialéctica de lo Abstracto y lo Concreto en 'El Capital' de Marx" de Evald Iliénkov. Es n u e s t r a convicción, como el lector c o n s t a t a r á , que este libro, por su profundo contenido, g u a r d a g r a n importancia de c a r a a los problemas políticos y científicos del m u n d o contemporáneo. El autor de "Dialéctica de lo abstracto y lo concreto en 'El Capital' de Marx" aborda u n aspecto poco estudiado o debatido por científicos, políticos y militantes del movimiento obrero, la cuestión del carácter científico de la teoría y del método dialéctico que Marx aplicó al investigar y exponer "El Capital". Iliénkov al realizar este trabajo sigue la senda m a r c a d a por Lenin en sus obras filosóficas, en especial "Materialismo y Empiriocriticismo" y "Cuadernos filosóficos", en las que abordó la cuestión de la u n i d a d de la dialéctica, la lógica y la teoría del conocimiento y, sobre todo, la necesidad del estudio de la Lógica de "El Capital" de Marx, p u e s "si Marx no nos dejó u n a 'Lógica' (con m a y ú s c u la), dejó en cambio la lógica de El Capital, y en este problema debería ser utilizada a fondo" 2 . Al realizar esta labor, Iliénkov, como todo marxista, comprende que el esfuerzo intelectual solo es digno de tal nombre si tiene como objetivo (se dirige a) que los trabajadores descubran, c o m p r e n d a n y utilicen las a r m a s teóricas del materialismo cien1 Marx, Karl: Tesis VI sobre Feuerbach, en La Ideología Alemana, Ediciones Pueblos Unidos, Buenos Aires, 1985, pp. 668. 2 Lenin, V. I.: Cuadernos Filosóficos, Ediciones Estudio, 2" ed., Buenos Aires, 1974, p p . 3 0 9 .

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tífico, de la dialéctica materialista, p a r a e s t u d i a r la r e a l i d a d concreta y a partir de ello formular s u política de e m a n c i p a c i ó n y humanización del trabajo, de t r a n s f o r m a c i ó n de las relaciones sociales de producción en búsqueda de e l i m i n a r las condiciones opresivas y explotadoras del capitalismo. A j u i c i o de Iliénkov, la teoría no puede permanecer sin dueño: "La teoría en virtud de su n a t u r a l e z a y e n o r m e rol en la v i d a social, bajo ninguna circunstancia p u e d e alejarse, en g e n e r a l , de la práctica. Ella solo puede alejarse de tales o c u a l e s f o r m a s de práctica. Pero en este caso otra práctica h a c e u s o de ella inmediatamente. La teoría es u n a cosa d e m a s i a d o valiosa c o m o para permanecer mucho tiempo sin dueño. Y ese d u e ñ o sólo puede ser u n a u otra clase. Si el teórico no v i n c u l a el c u r s o d e su razonamiento con la fuerza práctica del proletariado, si e s t e no pone conscientemente la teoría al servicio de la a c t i v i d a d práctica del proletariado revolucionario m u n d i a l , s u s ' s u e ñ o s ' muy rápidamente se volverán objeto de codiciosa atención de l a s fuerzas contrarias 3 y reales del m u n d o contemporáneo, los p r á c ticos y los ideólogos del imperialismo y la reacción. E s t a es u n a ley objetiva que no depende de la voluntad y de la consciencia del teórico, las más nobles intenciones no lo s a l v a r á n , n i lo excusarán" 4 . La verdad de esta afirmación se evidencia a c t u a l m e n t e p o r la forma en que muchos autores se e s f u e r z a n en r e i n t e r p r e t a r la obra teórica de Karl Marx. Al e x a m i n a r a t e n t a m e n t e estos e s fuerzos salta a la vista que ellos no son producto del a m o r d e s interesado por el conocimiento. La g r a n mayoría de q u i e n e s e s criben sobre el marxismo se orientan a d e m o s t r a r la s u p u e s t a caducidad del materialismo dialéctico y de las tesis del socialismo proletario. De tal forma, u n o s s u p o n e n que el m a r x i s m o nunca pudo captar la esencia de la n a t u r a l e z a e t e r n a del ser h u mano, otros argumentan que lo dicho por Marx y Engels n o se ajusta a las realidades del capitalismo "post-industrial" y la "sociedad del conocimiento", y existen, a d e m á s , quienes a f i r m a n que el verdadero Marx n u n c a había sido entendido y q u e a e s t e 3 Karl Marx afirmó que los enemigos del pueblo trabajador tienen u n a g r a n c a pacidad para tomar provecho de las corrientes oportunistas de derecha, y en caso de la Iglesia, señaló que ahí se comprueba como los enemigos de los t r a bajadores recluían a los mejor dotados. 4 Iliénkov, Evald: Dialéctica de lo abstracto y lo concreto en *El Capital" de Marx, Edithor, 2" cd., Quito, 2017.

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"Marx desconocido" lo e s t á n descubriendo ellos, en s u s respectivos escritos, estos epígonos a b u n d a n , pero citemos el caso de teóricos de moda, como Harvey, Dussel y Kohan.

ILIÉNKOV. LA BATALLA ACTUAL DE LA REVOLUCIÓN

"...el materialismo moderno ve en la historia la evolución m i s m a de la h u m a n i d a d , cuyo movimiento se halla sometido a leyes que es fuerza reconocer." Friedrich Engels 5 T r a s la contrarrevolución en la Unión Soviética, alrededor del m u n d o t o m a r o n fuerza las corrientes de pensamiento metafísicas y, en especial, los p u n t o s de vista del positivismo y del posmodernismo que a l c a n z a r o n la posición de predominio. En el seno de las corrientes de pensamiento que se reclaman marxistas, tuvo lugar u n proceso de revisión del m a r x i s m o bajo el supuesto de saldar c u e n t a s con los errores de la llamada "doctrin a oficial" soviética. Este proceso fue, en esencia, la profundización y expansión de las posiciones ya esbozadas entre los a ñ o s 6 0 - 8 0 por los teóricos de la filosofía de la liberación, la filosofía de la praxis y los althusserianos. Tal revisión del m a r x i s m o - e n s u s rasgos esenciales- tiende a la contraposición de los criterios de Marx y de Engels, a la negación del materialismo y la dialéctica del m u n d o objetivo. Es necesario recordar que d u r a n t e la Guerra Fría, en Europa Occidental, se realizó u n a feroz crítica de Engels a quien se le a c u s ó de ser portador del "materialismo dogmático" (Rubel, Henry, Colleti) cuya influencia esterilizaba el pensamiento vivo y creador de Marx. Argumento recogido luego por los filósofos de la praxis. De tal modo, el mexicano Gabriel Vargas Lozano sostiene que las tesis referentes a la dialéctica, planteadas por Engels, "tienen u n a orientación diferente a las que podemos extraer de Marx" 6 , puesto que, según lo a r g u m e n t a Sánchez Vásquez, e s t a s pretenden "sistematizar la filosofía marxista" 7 , es decir, convertir al m a r x i s m o en u n sistema teórico cerrado. 5 Engels, Federico: Anti-Dühring, Editorial Ayuso, 2" ed., Madrid, 1975, pp. 28. 6 Vargas Lozano, Gabriel: Los sentidos de la filosofía de la praxis. 7 S á n c h e z Vásquez, Alonso: Filoso/la y circunstancia, Anthropos, 1" ed., Barcelona, 1997, pp. 41.

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Tónica semejante la encontramos en las d i a t r i b a s de Ludovico Silva, en cuya opinión, "Engels, a quien n a d i e puede a c u s a r d e mala fe, desfiguró el verdadero sentido q u e p a r a Marx t e n í a la dialéctica" 8 ; de Néstor Kohan, en c u y a opinión la raíz de todo el pensamiento dogmático está en los escritos del g r a n amigo d e Marx, pues a ...la vulgata priorizó siempre en su sistematización dogmática los trabajos de Engels por sobre los de Marx" 9 ; d e J e s ú s M. Vivas, que atribuye a Engels h a b e r tergiversado los criterios políticos de Marx y defender u n a concepción r e f o r m i s t a que "creó serios obstáculos teóricos en el m a r x i s m o y dio pie a las propuestas socialdemócratas" 10 ; o de Dussel, s e g ú n q u i e n , Engels cae en "afirmaciones ontológicas indemostrables" q u e lo llevan a divinizar la materia y c r e a r u n a "religión ontológica materialista" 11 . En la presente obra, aunque escrita a ñ o s a n t e s de que se e s grimiere la argumentación arriba descrita, se sientan las b a s e s para impugnar la versión revisionista (Bernstein) de los "renegados" del marxismo (Kautsky) y así d e m o s t r a r la coherencia y unidad fundamentales del p e n s a m i e n t o de Marx, Engels y Lenin. El filósofo soviético recalca en v a r i a s ocasiones que "Marx es, primero y ante todo, u n materialista" porque "él p a r t e de q u e t o das esas abstracciones, con cuya a y u d a por el c a m i n o de la s í n tesis el teórico reconstruye mentalmente el m u n d o , son de p o r sí copias mentales singulares de esa m i s m a realidad de los objetos que es sacada a la luz por medio del análisis" 1 2 . Y al ser M a r x u n materialista, u n materialista dialéctico, s u concepción " p r e s u pone, primero, la existencia de lo concreto impensado, s e g u n d o , la actividad práctica y objetal del ser h u m a n o social que se d e sarrolla independientemente del p e n s a m i e n t o y tercero, la f o r m a directamente sensible de reflejo de lo concreto objetivo e n l a 8 Silva, Ludovico: Anti-manualpara uso de marxistas, marxólogos y marxianos. Monte Ávila Editores Latinoamericana, Biblioteca Básica de A u t o r e s Venezolanos, 1" ed., Caracas, 2009, pp. 46. 9 Kohan, Néstor: Marx en su (Tercer) Mundo, Centro de Investigación y D e s a r r o l l o de la Cultura Cubana J u a n Marinello, 2" ed., La Habana, 2003, pp. 251. 10 Vivas, J e s ú s M.: El Estado (V), www.aporrea.org, 24-10-2014. 11 Dussel, Enrique: Filosofía Ética Latinoamericana V. Arqueológica. Universidad Santo Tomás, Centro de E n s e ñ a n z a Desescolarizada, B o g o t á 1980, Pág 46. 12 Iliénkov, Evald: Dialéctica de lo abstracto y lo concreto en *El Capital9 Marx, op. cit.

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consciencia, esto es, la consciencia empírica, la contemplación y la representación, que además se h a n formado de modo totalmente independiente y previo a la actividad teórica especial. En otras palabras, al pensamiento teórico se antepone la existencia no solo del m u n d o de los objetos, sino también de las otras form a s de consciencia que se forman directamente en el curso de la actividad práctica-sensible, el modo de asimilación del mundo por el espíritu práctico, como lo llamó Marx" 13 . La concepción de Marx en tanto presupone "la existencia de lo Concreto impensado", reconoce la precedencia del m u n d o objetivo, no solo respecto del pensamiento teórico, sino también respecto de otras formas de consciencia. De tal forma, queda desb a r a t a d a la argumentación que pretende divorciar a Marx de Engels sobre el supuesto de que la "materialidad de la que nos habla Marx es la praxis social" 14 y que por lo tanto es u n error, u n "sesgo gnoseológico", a f i r m a r que el m u n d o objetivo "existe independientemente de cualquier espíritu, finito o infinito, pero no a la inversa" 15 . En realidad, es todo lo contrario, la concepción m a r x i s t a tiene como premisa el materialismo, tal y como lo define Engels, esto es, aquella concepción del m u n d o que afirma: la materia no es un producto del espíritu, y el espíritu mismo no es más que el producto supremo de la materia16. Por eso, Iliénkov en s u defensa del p u n t o de vista marxista, señala que lo "más importante en la determinación m a r x i s t a de lo concreto consiste en que este resulta ser, en primer lugar, u n a característica objetiva del objeto de estudio, considerado de modo absolutamente independiente a cualquier evolución que proceda del sujeto que conoce. El objeto es concreto de por sí, 'en sí', independientemente de si este es concebido en el pensamiento o asimilado por los órganos de los sentidos. El carácter concreto no se crea en el proceso de reflejo del objeto en el sujeto, ni en el nivel sensible del reflejo, ni en el lógico-racional" 17 . Esta concepción de lo concreto (que es "primero y a n t e todo" materialista), es la base p a r a la resolución de las contradiccio13 Iliénkov, Evald: Dialéctica de lo abstracto y lo concreto en *El Capital' de Marx, op. cit. 14 Kohan, Néstor: Marx en su (Tercer) Mundo, op. cit., pp. 82. 15 Kohan, Néstor: Marx en su (Tercer) Mundo, op. cit., pp. 43. 16 Engels, Friedrich: Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofia clásica alemana. 17 Iliénkov, Evald: Dialéctica de lo abstracto y lo concreto en mEl Capital* de Marx, op. cit.

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nes que sofocaron al materialismo metafísico p r e - m a r x i s t a en razón de su incapacidad p a r a e n c o n t r a r "el eslabón m e d i a d o r real entre la realidad objetiva y la consciencia", en otras p a l a bras, "el rol de la práctica". Marx y Engels "al hallar este eslabón mediador entre la cosa y la consciencia" resolvieron "el problema concretamente, explicando la actividad misma del sujeto a partir de u n solo principio universal, que también hizo pleno el principio del materialismo en la concepción de la historia." Y al encontrar el vínculo mediador e n t r e el ser y el espíritu, "el m a t e rialismo dialéctico de Marx, Engels y Lenin pudo resolver e s t a contradicción, preservando la tesis primicial de todo materialismo, pero al conducir c o n c r e t a m e n t e esta tesis en la comprensión del proceso de nacimiento de la consciencia a p a r t i r de la activa actividad sensible y práctica que cambia las cosas" 18 . De esta forma el autor soviético al estudiar la aplicación de la dialéctica m a r x i s t a en la investigación de la sociedad capitalista, tal y como se realiza en la o b r a f u n d a m e n t a l de Karl Marx, "El Capital", puede concluir q u e en la base de las ideas de los fundadores del materialismo dialéctico se encuentra la comprensión de que todo progreso h u m a n o descansa, surge, se despliega y es producto del desarrollo de las fuerzas productivas, es decir, de la aplicación del t r a b a j o h u m a n o a la industria, la agricultura, la ciencia y la tecnología. La concepción del materialismo dialéctico e histórico de M a r x y Engels, que los actuales revisores del marxismo m e n o s p r e c i a n con la etiqueta de "ontologismo", d e m u e s t r a su fuerza al p e r m i tirnos estudiar y elevar a la calidad de teoría diversos a s p e c t o s antes irresolubles p a r a la conciencia teórica como son la religión, el arte, la ciencia, la política, el derecho, la moral y las t r a diciones, mostrándolas no sólo como manifestaciones de la con-

18 Iliénkov, Evald: Dialéctica de lo abstracto y lo concreto en "El Capital" de Marx, Edithor, 2" ed., op. cit. Esto llevó a que Engels afirme: "La n a t u r a l e z a es la piedra de toque de la dialéctica, y preciso es decir que las ciencias m o d e r n a s de la naturaleza h a n dado para tal p r u e b a materiales s u m a m e n t e ricos, c u y a masa aumenta cada día, y h a n probado también cómo en u n a última i n s t a n c i a la naturaleza procede dialécticamente y no de modo metafísico. Sin e m b a r g o , al presente se puede contar con los dedos los sabios que han aprendido a p e n sar dialécticamente, y el conflicto entre los resultados adquiridos, y el m é t o d o tradicional explica la inefable confusión que domina actualmente en la ciencia teórica de la naturaleza y desespera a maestros y discípulos, a escritores y lectores." (Engels, Federico: Anti-Dühring, op. cit., pp. 27)

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ciencia h u m a n a , sino también como reflejos de su actividad de transformación de la naturaleza: "Marx y Engels al investigar las contradicciones de la división del trabajo mercantil-capitalista y s u s perspectivas, descubrieron la principal regularidad y perspectiva del desarrollo de la ciencia y el a r t e desde el p u n t o de vista de nuestro tema. La ciencia en general (y su expresión socialmente e s t r u c t u r a d a : la lógica), de u n lado, y el arte, del otro, se presentaron en el resultado de su análisis como 'formas alienadas del desarrollo hum a n o ' "19. Las ideas de Marx y Engels al surgir como u n a crítica a lo desarrollado por los grandes pensadores económicos de la b u rg u esía, en especial David Ricardo y Adam Smith, s u p e r a n las limitaciones metodológicas y científicas de aquellos, al lograr explicar el funcionamiento concreto del modo de producción capitalista, lo que incluye el observar "siempre y en todas partes las s u p e r e s t r u c t u r a s que corresponden a estas relaciones de producción". De tal forma, la concepción m a r x i s t a no solo describe las características económicas, también "cubrió de carne el esqueleto e inyectó s a n g r e a este organismo" y así pudo most r a r "al lector toda la formación social capitalista como organismo vivo: con s u s diversos aspectos de la vida cotidiana, con la manifestación social del evidente antagonismo de clases propio de tales relaciones de producción, con su s u p e r e s t r u c t u r a política b u r g u e s a que protege la dominación de la clase de los capitalistas, con s u s ideas b u r g u e s a s de libertad, igualdad, etc., con s u s relaciones familiares burguesas" 2 0 . Es por ello que, en opinión de Iliénkov, "El Capital" no solo describe el organismo económico, sino que explica la raíz y esencia de los restantes fenómenos p u e s d e m u e s t r a "que e s t a s relaciones, de facto, no pueden ser otras en tanto en la b a s e de toda la vida social yazca la economía mercantil-capitalista de apropiación privada, al igual que u n a p e r s o n a con c o l u m n a vertebral oblicua no puede ser bien proporcionada. Sólo la s e p u l t u r a puede corregir estas relaciones de facto. Mientras actúe la ley de la plusvalía son inevitables las crisis, es inevitable el desempleo, es inevitable la pauperización relativa y absoluta de las m a s a s trabajadoras, es inevitable el 19 Iliénkov, Evald: Iskusstvo i Kommunisticheskii Ideal (El arte y el idea comunista), Iskusstvo, 1" ed., Moscú, 1984, pp. 226. 20 Lenin, V.I.: ¿Quiénes son los "amigos del pueblo" y cómo luchan contra los socialdemócratas?, Editorial Progreso, Moscú, 1979, pp. 17.

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embuste y la hipocresía en la ideología, en el ser, en la vida privada, pues todas estas son simplemente las formas de exteriorización de la esencia m á s profunda del organismo m e r c a n t i l - c a pitalista: las contradicciones del proceso de a c u m u l a c i ó n d e plusvalía" 21 . Pero los enemigos del marxismo opinan que esta f o r m a d e concebir y estudiar el mundo es u n absurdo dirigido a t e ñ i r la realidad de "ideología" y ello sería producto, s u p u e s t a m e n t e , d e ese destructivo mito romántico "dentro del cual se desenvolvía el propio Marx" 22 , mito que por s u utopismo lleva las c o s a s a u n racionalismo extremo que termina por d e s h u m a n i z a r al individuo h a s t a convertirlo en u n engrane dentro de la m a q u i n a r i a del totalitarismo racionalista "socialista". Por este camino los teóricos anti-marxistas llegan a r e c h a z a r no solo la revolución socialista, sino toda forma de t r a n s f o r m a ción revolucionaria del mundo. En su concepción, como los hombres son "individuos y, por lo tanto, impredecibles" 23 , el p e n samiento n u n c a podrá a l c a n z a r el conocimiento científico d e la sociedad, por lo que toda pretensión revolucionaria no p u e d e s e r más que u n a tendencia fatal de los hombres que "los convierte en tiranos de s u s semejantes" y puede ir a dar en la d e s t r u c c i ó n de la civilización 24 . Por ello, afirman, no solo que el p r o y e c t o marxista, sino todo proyecto revolucionario es u n mito, u n a u t o pía empeñada "en b a r r e r todas las formas naturales t r a d i c i o n a les para sustituirlas totalmente por otras nuevas, c r e a d a s e n l a mesa de planificación y diseño de los comités centrales y s u s i n genieros sociales" 25 , y siendo así, toda revolución, se q u i e r a o no, desemboca inevitablemente en u n sistema "de coacción m e t i c u losa sobre los cuerpos y sobre los espíritus" 26 . Al llevar e s t a l í n e a de pensamiento a su conclusión lógica, el ideólogo de la c o n t r a 21 Iliénkov, Evald: Dialéctica de lo abstracto y lo concreto en "El Capital" de Marx, op. cit. 22 Echeverría, Bolívar: Ensayos Políticos, Ministerio de Coordinación d e la Política y de los Gobiernos Autónomos Descentralizados, 1" ed., Quito, 2011, pp. 167. 23 Misses, Ludwig: The Free-Market and Its Enemies, Foundation For E c o n o m i c Education, 1" ed., New York, 2004, pp. 12. 24 Hayek, F.V.: La pretensión del conocimiento. 25 Echeverría, Bolivar: Ensayos Políticos, op. cit., pp. 167. 26 Furet, Francois: Pensar la Revolución Francesa, Ediciones Petrel, 1" ed., Barcelona, 1980, pp. 24.

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rrevolución en la Unión Soviética, Alexander Yakovlev, a f i r m a que "en la base de la teoría marxista, de la que creció el bolchevismo, se incluye en sí todo aquello que sirve a la práctica de u n sistema mundial violento" 27 . De tal m a n e r a , al conceptuar que el conocimiento concreto de la sociedad es imposible, los teóricos anti-marxistas concluyen lo siguiente: la acción práctica de trasformación revolucionaria de la sociedad capitalista es u n acto arbitrario y, finalmente, imposible. Esta tesis, que reduce el hecho histórico revolucionario a u n acto de violencia a b s u r d a , se s u s t e n t a en u n a concepción metafísica del conocimiento e Iliénkov lo entendió en su momento y por ello escribió: "El a r g u m e n t o 'de la infinita complejidad y confusión' del m u n d o que nos rodea es quizás el argumento m á s corrientemente empleado por los filósofos b u r g u e s e s contemporáneos en contra de la teoría marxista-leninista del desarrollo social" 28 . Iliénkov d e m u e s t r a que esta línea de pensamiento tiene su p u n t o de a r r a n q u e en la concepción metafísica de lo concreto la cual niega la posibilidad de a b a r c a r al objeto en el conj u n t o de s u s aspectos necesarios y considera inadmisible la u n i d a d de la teoría y la práctica. Razón por la que todas las tendencias contrarrevolucionarias tienen en común el aborrecimiento hacia toda forma de reconocimiento "de la posibilidad de prever, de t r a z a r u n plan y g a r a n t i z a r la u n i d a d de las acciones prácticas de las personas", y con la m i s m a vehemencia que niegan esta posibilidad, a f i r m a n que el marxismo es solo u n a utopía, u n a pseudociencia 2 9 . 27 Yakovlev, A.N.: Gorkaya chascha, Yaroslav, 1994, p. 121. 28 Iliénkov, Evald: Dialéctica de lo abstracto y lo concreto en "El Capital' de Marx, op. cit. 29 "Los a r g u m e n t o s f u n d a m e n t a l e s de la profecía histórica de Marx son inválidos... La razón de su fracaso como profeta reside enteramente en la pobreza del historicismo como tal, en el simple hecho de que incluso si hoy observamos lo que parece ser u n a tendencia histórica o moda, no podemos saber si esta tend r á la m i s m a apariencia m a ñ a n a . " / "Este punto de vista hace claro porque t a n t o s estudiosos de la historia y su método insisten en que es el evento particular el que les interesa y nos las llamadas leyes históricas universales. Desde nuestro p u n t o de vista, no puede haber leyes históricas... porque las teorías o leyes universales de la ciencia generalizadora introducen la unidad y u n 'punto de vista'" / "No existe historia de la h u m a n i d a d , solo existe u n indefinido n ú mero de historias de los varios aspectos de la vida h u m a n a . . . (...) ¿Pero no hay acaso cosa a l g u n a como la historia universal en el sentido de historia concreta de la h u m a n i d a d ? No puede haberla". (Popper, Karl: Miseria del historicismo)

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El conocimiento c o n c r e t o de la sociedad, n o s dicen los c o n t r a rrevolucionarios, es u n a q u i m e r a que c o n d u c e a u n régimen de "dominio total" del individuo, sin embargo, e s t a s m i s m a s p e r s o n a s g u a r d a n u n silencio cómplice respecto del h e c h o real del dominio "total" del c a p i t a l i s m o c o n t e m p o r á n e o sobre los individ u o s hoy existentes, y a n t e eso, Iliénkov s e ñ a l a : "contra e s t a 'totalidad' e n t e r a m e n t e real d e s c r i t a por Marx y Lenin en toda s u falta s u atractivo, n a d a dicen... Ellos se e s f u e r z a n por pers u a d i r n o s q u e e s t a 'totalidad', en general, no existe, que é s t a es solo u n a ilusión, solo 'conocimiento imaginario', u n a f o r m a q u e h a sido copiada de Hegel, y s o b r e p u e s t a de m o d o grosero 'sobre el contenido e s p e c í f i c a m e n t e m o d e r n o ' " 30 . Los contrarrevolucion a r i o s no r e s p o n d e n c u a n d o se f o r m u l a n las p r e g u n t a s sobre qué es y cómo f u n c i o n a e s t a "totalidad" l l a m a d a capitalismo, en su opinión, e s t a s p r e g u n t a s n o solo q u e no se p u e d e n responder, sino que ni siquiera se d e b e r í a n r e a l i z a r : "El c u r s o de s u s digresiones, escribe Iliénkov, es e n todo l u g a r u n o solo: en la m e d i d a en que u n 'todo ú n i c o ' j a m á s p o d r á s e r a b a r c a d o por el p e n s a miento en razón de s u i n f i n i t a complejidad, es entonces n e c e s a rio contentarse con el ' c o n o c i m i e n t o p a r t i c u l a r i s t a ' , con la asignación, m á s o m e n o s a r b i t r a r i a , en g r u p o s de h e c h o s esenciales y hechos secundarios" 3 1 . Jamás p o d r e m o s conocer las leyes q u e rigen la historia h u m a n a , e i n c l u s o p u e d e q u e nunca e n t e n d a mos qué es la h i s t o r i a h u m a n a . Tal es toda la s a b i d u r í a de los contrarrevolucionarios, y p o r eso s e ñ a l a n al m a r x i s m o como u n a d o c t r i n a u t ó p i c a q u e d e s e a i m p o n e r s e de f o r m a voluntarista 3 2 . Ante la a c u s a c i ó n a n t i - m a r x i s t a , Iliénkov r e s p o n d e y r e c a l c a que el "carácter c o n c r e t o de la t e o r í a (...) es en la concepción d e 30 Iliénkov, Evald: Dialéctica Marx, op. cit.

de lo abstracto

y lo concreto en "El Capital* de

31 Iliénkov, Evald: Dialéctica Marx, op. cit.

de lo abstracto

y lo concreto en "El Capital" de

32 "En cierto sentido, por s u p u e s t o , e s cierto q u e el h o m b r e h a h e c h o su civilización. Es el r e s u l t a d o de s u s a c c i o n e s o, m á s bien de las acciones de c i e n t o s de generaciones. Pero eso n o significa q u e la civilización s e a el r e s u l t a d o d e u n proyecto h u m a n o , q u e el h o m b r e h a a p u n t a d o a lo q u e h a producido o inclusive que sepa cómo h a surgido, o d e q u é d e p e n d e s u f u n c i o n a m i e n t o y c o n t i n u i dad". / "Los métodos científicos d e investigación no son a d e c u a d o s p a r a s a t i s facer todas las n e c e s i d a d e s de c o n o c i m i e n t o explícito sobre el que e s t á b a s a d o el funcionamiento de la sociedad". / "En g r a n medida, la libertad individual s e sustenta en el reconocimiento de n u e s t r a inevitable y f u n d a m e n t a l i g n o r a n c i a en relación con la mayoría de los f a c t o r e s d e los q u e depende la consecución d e

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Marx y Lenin precisamente hostil y ajeno a cualquier 'superposición de la forma del conocimiento' sobre el material, sobre la diversidad real de los fenómenos", ya que la concepción materialista dialéctica de lo concreto pone al descubierto "los hechos constatados, los hechos indiscutibles en su peculiar conjunto de ligámenes, hechos tomados en su totalidad, en su condicionalidad histórico concreta" 33 . Esta condicionalidad histórico concreta, a la que Iliénkov se refiere, no es u n a quimera surgida de mentes febriles, sino que, en tanto reflejo del m u n d o en la teoría, es el producto del estudio concienzudo del objeto y por tal razón, como lo explicase Engels en su momento, "no vale construir concatenaciones p a r a imponérselas a los hechos, sino hay que descubrirlas en éstos, y, u n a vez descubiertas y siempre y c u a n d o ello sea posible, demostrarlas sobre la experiencia" 34 . Por tanto, la concepción materialista dialéctica no es u n cuadro imaginario que de modo voluntarista reemplaza a los hechos reales, es, m á s bien, la exigencia de que en el t r a n s c u r s o de la investigación se tome en c u e n t a al conjunto de hechos y fenómenos esenciales que a estos se los considere ubicándolos en el lugar y en la relación en que se e n c u e n t r a n con respecto a los d e m á s hechos y fenómenos, y de este modo reconstruir la realidad objetiva en toda s u riqueza y dinámica. Esto es lo que Lenin l l a m a b a el análisis concreto de la realidad concreta. Evald Iliénkov, en u n a obra posterior, a h o n d a en esta problemática y al t r a t a r la cuestión de la lógica en sí escribió lo siguiente: "En el cuerpo de las determinaciones lógicas del pensamiento entra lo excepcionalmente universal, lo conocido en el curso de los milenios de desarrollo de la c u l t u r a científica y de u n a objetividad probada en el crisol de las categorías y leyes (esquemas) prácticas socialmente h u m a n a s de desarrollo del m u n do objetivo en general, los esquemas, lo común, tanto lo n a t u r a l mente n a t u r a l como el desarrollo socio-histórico" 35 . De tal forma nuestros objetivos y nuestro bienestar". (Hayek, Friedrich: La pretensión conocimiento)

del

3 3 Iliénkov, Evald: Dialéctica de lo abstracto y lo concreto en 'El Capital' de Marx, op. cit. 34 Engels, Federico.: Dialéctica de la naturaleza, 1" ed., Editorial Grijalbo, México D.F., 1961, traducción de Wenceslao Roces, pp. 27. 35 Iliénkov, Evald: Dialekticheskaya Loguika: ocherki istoríi i teorii [Lógica dialéctica: ensayos de teoría e historia), Editorial de Literatura Política, 2" ed., Moscú, 1984, pp. 201-202.

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que la lógica, la dialéctica y la teoria del conocimiento n o s o n i n fundios artificiosos elaborados por el p e n s a m i e n t o , e s t o s s o n el reflejo de eso que se h a extraído a lo largo de siglos de p r á c t i c a social, los e s q u e m a s , formas y leyes u n i v e r s a l e s q u e la h u m a n i dad h a conocido y comprobado a lo largo de la h i s t o r i a y q u e s e h a n fijado en la consciencia teórica. Por eso Iliénkov r e c a l c a , e n varias ocasiones, que la dialéctica es el reflejo en la c u l t u r a e s piritual h u m a n a de la forma en que se mueve la n a t u r a l e z a , l a sociedad y el propio p e n s a m i e n t o y no u n juego de p a l a b r a s i n ventado por el viejo Hegel, y por ello la dialéctica tiene c a r á c t e r objetivo. De allí que p a r a él, t a n t o el m a t e r i a l i s m o c o m o la d i a léctica son indispensables al m o m e n t o de f u n d a m e n t a r , d e s a rrollar y defender la práctica, el ideal y la teoría de la r e v o l u c i ó n proletaria. ILIÉNKOV. LA BATALLA ACTUAL DE LA CIENCIA

En el año 2001, el venezolano S a m i R o z e n b a u m r e a l i z ó el s i guiente diagnóstico: " N u e s t r a época a t e s t i g u a u n a u g e r e n o v a d o de las creencias m á g i c a s , sin p r e c e d e n t e s desde la e r a p r e c i e n tífica"36. Diez a ñ o s a n t e s , el m a r x i s t a h ú n g a r o A n d r á s G e d o a d vertía que "en a ñ o s recientes u n a característica i m p a c t a n t e d e l pensamiento b u r g u é s t a r d í o h a sido u n a oleada en a l z a d e a t a ques a la ciencia", a t a q u e s q u e se dirigen "a la c i e n c i a c o m o c o nocimiento, en s u r a c i o n a l i d a d y objetividad" 37 . E s t e c l i m a i n e lectual de a c e n t u a d o i r r a c i o n a l i s m o a b a r c a desde la s u p e r s t i c i ó n y el mito convertido en negocio lucrativo h a s t a la r e f i n a d a r e flexión de la "intelectualidad aristocrática y sutil, q u e r e n u n c i a al intelecto; de anti-intelectualismo atractivamente 38 intelectual" . ^ Las exaltaciones i r r a c i o n a l e s de las creencias m á g i c a s s o n a. ciles de encontrar en el a c t u a l debate interno de la i z q u i e r a. ecuatoriana, en él, no son r a r a s las locuciones de este tipo. 36 Rozenbaum, Sami: Ciencia, seudociencia y anticiencia: cómo los medios colaboran con la desinformación del público. 37 Gedo, András: The Contemporary Attack on Science [El a t a q u e c o n t e m p o r á neo sobre la ciencia), N a t u r e , Society a n d Thought, vol. 3, no 2, 1990. 38 Gedd, András: The Contemporary Attack on Science (El a t a q u e c o n t e m p o r á neo sobre la ciencia], op. cit.

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"El ser no hace a la conciencia (marxismo) es la conciencia la que hace al ser. La conciencia i n m a n e n t e en cada ser de la creación que como holograma reproduce a la totalidad viviente. La vida no es producto de la materia inerte, es emanación de la conciencia infinita (física quántica)" 3 9 . "El f u n d a m e n t o gnoseológico del S u m a k Kawsay estaba basado en la noción del equilibrio, que se lograba con la participación de todos los elementos en la u n i d a d del fenómeno; cada cierto tiempo había u n Pachacutik, u n proceso de cambio, que esencialmente consistía en u n regreso al equilibrio, pero en u n nivel superior, en u n a espiral que no tenía fin"40. Ideas de este calibre se e n c u e n t r a n ligadas a la corriente milenarista clerical que desde los tiempos de la Conquista se h a arrogado la pretensión de expresar las ideas filosóficas de las civilizaciones precolombinas. No siendo este el lugar p a r a discutir a profundidad la validez de esta pretensión en base a u n examen del método u s a d o por s u s partidarios p a r a construir su doctrina, llamamos la atención sobre ciertas p o s t u r a s que resultan f u n d a m e n t a l e s en las construcciones especulativas de la auto-denominada "Lógica Andina". La existencia de esta corriente, que proclama ser la expresión de la filosofía a u t ó c t o n a de los pueblos del Ande, se liga al creciente nacionalismo reaccionario, expresión primitiva de la conciencia nacional que se rebela a n t e la acción del imperialismo. Pero que no se reduce a u n a simple consciencia ingenua; en su forma contemporánea, es la apelación a nociones culturales que desde la lingüística, desde la oralidad, fueron desarrolladas por intelectuales que perseguían cimentar las tesis políticas de la b u r g u e s í a reformista, labor que se apoyó en los partidarios de la concepción antropologista del clero, que al recuperar los ideales milenaristas 4 1 de Europa, se retrotrae a la idea de que la felicidad h u m a n a se encuentra en la vida pastoril. De tal m a n e r a , al abordar el tema de la categoría de lo concreto, el suizo Josef E s t e r m a n n establece la siguiente contraposición: a) en la filosofía occidental lo concreto "es preferentemente u n producto secundario (en el ordo essendi)" de lo abstracto "y 39 Oviedo Freire, Atawallpa: Los repetitivos errores de la izquierda, descolonización y descivilización; II Parte, lalineadefuego.info, 26-11-2012. 40 Oviedo Rueda, Jorge: El Sumak Kawsay revolucionario (SKR): base conceptual de una nueva civilización, nucanchisocialismo.com, 4-06-2013. 41 Véase las ideas de Bernardino de S a h a g ú n y Bartolomé de las Casas.

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universal (ante rem)y s e a en f o r m a idealista o teísta"; b) en la filosofía andina, en c a m b i o , lo c o n c r e t o es la concreción de la r e a lidad "a través de la r e l a c i o n a l i d a d i n t e g r a l (holística)", los e n t e s son concretos "en la m e d i d a en q u e r e a l m e n t e son 'concrecidos', o sea: interrelacionados". Lo a b s t r a c t o , en cambio, se c o n c i b e como "un ente t o t a l m e n t e s e p a r a d o y aislado... u n 'no-ente' " y en consecuencia, s e g ú n E s t e r m a n n , en la filosofía a n d i n a " n o puede haber n i n g ú n 'ente' c o m p l e t a m e n t e c a r e n t e d e relaciones" 42 . Esta concepción de lo c o n c r e t o e s la b a s e p a r a definir la i n t e rrelación como u n a f o r m a c o n t i n g e n t e , en la que "cada 'ente', acontecimiento, e s t a d o de c o n c i e n c i a , sentimiento, hecho y p o s i bilidad se halla i n m e r s o e n m ú l t i p l e s relaciones con otros ' e n tes', acontecimientos, e s t a d o s d e conciencia, sentimientos, h e chos y posibilidades". La r e a l i d a d existe como conjunto d e "seres" y acontecimientos i n t e r r e l a c i o n a d o s . Pero "la relacionalidad en sentido a n d i n o n i e s d e t i p o 'lógico'... ni 'contiguo' e n u n sentido de contacto d i r e c t o o c a u s a l . . . en el p e n s a r a n d i n o ; l a mayoría de los tipos r e l a c i ó n a l e s s o n no-causales... La r e l a c i o nalidad a n d i n a es... 'esencial', p e r o n o necesaria" 4 3 . En las tesis de E s t e r m a n n y d e o t r o s p a r t i d a r i o s de la filosofía andina, el p u n t o d e p a r t i d a e s la suposición a r b i t r a r i a d e l monolitismo de lo q u e s e c o n c i b e c o m o el némesis por e x c e l e n cia, a saber, la filosofía o c c i d e n t a l . T é n g a s e en c u e n t a q u e s i n este némesis pierde t o d a j u s t i f i c a c i ó n la existencia m i s m a de e s a doctrina por ellos c o n s t r u i d a y q u e la q u e se a f i r m a es la filosofía de los pueblos a n d i n o s . No o b s t a n t e , e s t a operación i n t e l e c tual se e n c u e n t r a c o n u n p r o b l e m a : ignora la historia r e a l y hace tabula rasa de l a s v e r d a d e r a s divergencias y contradicciones en la historia del p e n s a m i e n t o filosófico. Evald Iliénkov al e x a m i n a r la h i s t o r i a de las categorías d e lo abstracto y lo c o n c r e t o e n el p e n s a m i e n t o filosófico europeo, e x pone que la c o m p r e n s i ó n d e e s t a s se h a modificado s u s t a n c i a l mente y se c o r r e s p o n d e a d i v e r s a s e s c u e l a s de p e n s a m i e n t o m u chas veces c o n t r a p u e s t a s e n t r e sí. La escolástica m e d i o e v a l e m p l e ó el t é r m i n o concreto como s i nónimo del c u e r p o s i n g u l a r , "de la c o s a percibida d i r e c t a m e n t e por los órganos de los sentidos", significado que sería m a n t e n i 42 Estermann, Josef: Filosofía andina, I n s t i t u t o Superior Ecuménico A n d i n o de Teología, 2" ed., La Paz, 2 0 0 9 , pp. 126-127. 43 Estermann, Josef: Filosofía andina, op. cit., pp. 130.

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do y desarrollado por las tendencias del empirismo y que se concibió "en dependencia de la posición gnoseológica tanto objetivamente (Gassendi, F. Bacon, Hobbes, los materialistas franceses del siglo XVIII) como de m a n e r a subjetiva idealista (Hume, Berkeley)",pero también m a n i f e s t a d o en la propuesta de los físicos, a principios del siglo XX. Al ser interpretado de modo idealista subjetivo, lo concreto se transformó en sinónimo de "estado de consciencia". El concepto de lo concreto fue re-evaluado por la filosofía clásica a l e m a n a . Para Kant, las categorías de lo abstracto y lo concreto "expresan los grados de determinación de los conceptos en el contexto de u n razonamiento o u n a teoría"; en tanto Hegel concebía que lo concreto era toda "unidad de lo diverso", la unidad teóricamente c o n s t r u i d a de la definición del concepto cosa que se enlaza con la idea hegeliana de "que la verdad abstracta es u n sin sentido, que la verdad siempre es concreta". Obviamente en Hegel lo concreto solo se d a en el proceso del autodesarrollo dialéctico de la idea 44 . Como vemos, la afirmación de E s t e r m a n n de que en la "filosofía occidental" lo concreto es u n producto secundario de lo abstracto, puede ser correcta en c u a n t o a las ideas de la escolástica medioeval y el idealismo subjetivo de Berkeley, pero no lo es en relación a Kant y Hegel, p a r a quienes, con s u s diferencias, u n concepto concreto, p a r a ser tal, debe ser u n o interrelacionado. En tal sentido, la contraposición f u n d a m e n t a l de los teóricos de la "lógica andina", entre lo occidental y lo andino, en cuanto a la concepción de lo concreto se m u e s t r a como u n a falsificación de las posiciones e ideas reales en la historia de la filosofía europea. Falsificación que resulta f u n d a m e n t a l en el propósito de hacer p a s a r esta concepción irracionalista mística como si fuese la filosofía de los pueblos precolombinos. El irracionalismo de la filosofía a n d i n a se evidencia en su concepción de lo concreto como lo inmerso en múltiples relaciones pero con la observación de que e s t a s relaciones no tienen carácter necesario (causal). Es decir, lo concreto, según esta tendencia, es u n conjunto de relaciones que no son susceptibles de ser comprendidas en forma racional, puesto que solo pueden ser vivenciadas en la forma místico-ritual. El filósofo húngaro Gyórgy Lukács observa que en el irracionalismo "el mito representa u n a 44 Ver: Anexo "Lo concreto" en Iliénkov, Evald: Dialéctica de lo abstracto y lo concreto en "El Capital* de Marx, Edithor, 2" ed., Quito, 2016.

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actitud, u n a relación con el m u n d o q u e sería, por así decirlo, d e u n a esencia superior a la q u e se accede por medio del conocimiento científico, y q u e llega h a s t a negar los resultados de la ciencia" 45 . Y en definitiva, todo irracionalismo presenta a la r a zón como impotente e i n h u m a n a frente a u n a realidad ininteligible y "superior" q u e solo es accesible por medio de la relación mística. La teoría de la filosofía a n d i n a se corresponde a esto, p u e s se presenta a sí m i s m a como la ú n i c a d o c t r i n a capaz de c a p t a r a lo concreto como "lo i n m e r s o en múltiples relaciones", y al hacerlo a r g u m e n t a que la asimilación de lo concreto requiere ineludiblemente de la r e n u n c i a a t o d a relación lógica (cognoscitiva) p a r a con el mundo: "La relación p r e d i l e c t a del runa/jaqi con esta r e a lidad no es entonces la relación cognoscitiva, ni la relación i n s trumental (tecnológica, productiva), sino la relación ritual y c e remonial (danza, canto, rito, acto, simbólico)..." 46 . Sin embargo, pese a lo d i c h o p o r los cultores de la filosofía a n dina, en la concepción m a t e r i a l i s t a dialéctica se "determina a lo concreto como la s í n t e s i s d e m ú l t i p l e s determinaciones" y ello "presupone la concepción d i a l é c t i c a de la u n i d a d , la diversidad y las relaciones de lo u n o con lo otro." Teniendo en c u e n t a q u e la unidad, en dialéctica, c o m p r e n d e el vínculo, esto es "la correlación e interacción de d i s t i n t o s f e n ó m e n o s en el cuerpo de cierto sistema, de cierta totalidad". E n f o r m a correlativa, lo a b s t r a c t o se entiende como s i n ó n i m o d e ese conocimiento unilateral q u e no toma en c u e n t a la correlación e interacción de los f e n ó m e n o s en la totalidad b a j o e s t u d i o . Sin e m b a r g o , a diferencia de la lógica andina, e s t a s definiciones n o c o n d u c e n al materialismo d i a léctico a a f i r m a r que el m u n d o objetivo no es susceptible de s e r conocido o comprendido de m o d o racional, todo lo contrario. L a dialéctica de Marx, E n g e l s y L e n i n a f i r m a que el conocimiento científico requiere n o del e n t e n d i m i e n t o abstracto, sino de l a comprensión concreta, "es decir, d e s d e el p u n t o de vista de s u lugar y rol en u n s i s t e m a d e f i n i d o de fenómenos en interacción, en u n sistema q u e c o n s t i t u y e u n cierto todo coherente. Un c o n cepto existe allí, donde se t o m a consciencia de lo individual y lo particular no simplemente c o m o lo individual y lo p a r t i c u l a r (aunque estos se r e p i t a n u n a y o t r a vez) sino por medio de s u s 45 Lukács, Georg: La crisis de la filosofía 1958, pp. 15. 46 Estermann, Josef: Filosofía andina,

burguesa,

op. cit., pp. 106.

Editorial Siglo Veinte,

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vínculos m u t u o s , por medio de lo universal entendido como expresión del principio de estos vínculos" 47 . Por lo tanto, en el materialismo dialéctico se resuelve de forma racional la cuestión de la reproducción de lo concreto objetivo en el pensamiento teórico-científico. Y esto demuestra que concebir al objeto o fenómeno "inmerso en múltiples relaciones" no supone, necesariamente, profesar u n a cosmovisión místico-irracional. Pues, como Marx lo d e m u e s t r a en su investigación de la economía política, al aplicar el método de ascenso de lo abstracto a lo concreto, el pensamiento h u m a n o es capaz de reflejar la realidad en toda su complejidad. De tal forma, la obra de Iliénkov constituye u n a reafirmación del método científico en contra de las tendencias anti-científicas y místicas hoy en boga.

LAS CONSECUENCIAS DEL MÉTODO DE M A R X

En la obra de los españoles Manuel Atienza y J u a n Ruíz Mañero, "Marxismo y filosofía del derecho", encontramos las siguientes líneas: "Hasta hace no m u c h o s a ñ o s , el m a r x i s m o era u n a de las concepciones generales que p o d í a n orientar el trabajo de los científicos sociales y de los filósofos -y, por tanto, de los filósofos del d e r e c h o - en los países occidentales, y desde luego, la ú n i c a posible p a r a quienes desarrollaban s u labor en los países del este. Hoy sin embargo 4 8 , podría decirse que el marxismo ha pasado a ser la única corriente de pensamiento que no se puede adoptar*9> al menos por quien aspire a que s u s trabajos gocen de u n a cierta respetabilidad académica". Si tal cosa sucede, no es por el supuesto carácter pseudo-científico de la obra de Marx ni por s u eurocentrismo o racionalismo totalizante, m á s bien, lo que hace de la dialéctica materialista la ú n i c a corriente que los académicos no pueden adoptar si desean acceder a becas, subvenciones o alcanzar la ansiada respetabilidad académica, es, en realidad, el conjunto de conclusiones ext r a í d a s del análisis m a r x i s t a de la sociedad burguesa. Estas 47 Iliénkov, Evald: Dialéctica Marx, op. cit.

de lo abstracto

48 Luego de la d e r r o t a soviética. 49 La cursiva es n u e s t r a .

y lo concreto en *El Capital" de

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conclusiones son las que se consideran inaceptables en la c u l t a sociedad académica. Al estudiar la obra de Marx desde el punto de la lógica, Iliénkov describe el modo en que éste formuló las categorías de a n á l i s i s que describen el funcionamiento, las leyes de la sociedad capitalista y como estas rigen las relaciones capital-trabajo. M a r x y Engels estudian la génesis del capital, su madurez y su crisis, pero a esta última no la deducen de los malos gobiernos, de los pésimos políticos, de los dirigentes corruptos, de la m a l a s u e r t e , sino que ven en las leyes de la producción mercantil, en la c o m petencia desenfrenada entre los mismos capitalistas, el origen tanto de la prosperidad como de la crisis capitalista. La producción capitalista l a n z a incesantemente productos al mercado, y estos necesitan imperiosamente t r a n s f o r m a r s e e n dinero p a r a que el ciclo reproductivo del capital continúe. E n la venta, los capitalistas se e n f r e n t a n con otros productores similares, pues el capitalismo es el conjunto de productores a i s l a d o s cuya totalidad constituye el trabajo social. Esta confrontación entre productores obliga a b a j a r los costos de producción de l a s mercancías, cosa que se obtiene de tres formas: a) explotando a los campesinos al pagarles bajos precios por los productos a g r í colas a ser procesados en la fábrica; b) obligando al t r a b a j a d o r a producir m á s mercancías m e d i a n t e la prolongación de la j o r n a da de trabajo o incrementando la productividad del trabajo m e r ced al perfeccionamiento de los medios de producción, y c) disminuyendo el salario h a s t a el mínimo, es decir, a s u valor natural que s u s t e n t a solo las condiciones m í n i m a s en las q u e el trabajador puede sobrevivir p a r a c o n t i n u a r trabajando y r e p r o duciendo a la clase obrera. E s t a rebaja de los costos de p r o d u c ción (de costo de la fuerza de trabajo) inevitablemente d e s e m b o ca en que la posibilidad, siempre presente, de que la m e r c a n c í a no se realice (no se logre intercambiar por dinero), se convierta en u n a realidad que genera perturbaciones en el organismo e c o nómico h a s t a m u d a r en crisis de sobreproducción real y universal. Obviamente, esto no es del gusto ni de la academia, ni de los custodios del capital. Y como dice la frase "está en lo c o r r e c t o pero va preso", por lo que el marxismo es desterrado de la c á t e dra burguesa no porque esté errado, sino porque está en lo cierto. "Los nuevos hechos nos h a n obligado a someter la h i s t o ria entera a nuevos análisis, y entonces se h a podido ver q u e la

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historia entera no es sino la historia de la lucha de clases y que e s a s clases que combaten entre sí no son sino el producto de las condiciones de producción y de cambio; en u n a palabra, de las condiciones económicas de la época, y que cada vez la e s t r u c t u ra económica de la sociedad constituye la base real que permite, en último análisis, explicar toda la s u p e r e s t r u c t u r a de instituciones políticas y jurídicas, así como la ideología religiosa y filosófica de cada período histórico" 50 . El materialismo dialéctico no proclama hipócritamente su neutralidad en la lucha de clases, sin embargo, su cosmovisión "no se apoya en postulados éticos, sino en la comprensión científicamente labrada de los hechos." Es lógica de principio a fin ya que fue el método de investigación de Marx el que le permitió comprender "las premisas reales históricamente necesarias del surgimiento de la economía b u r g u e s a , b r i n d a n d o así la llave p a r a la comprensión teórica tanto de la historia empírica de su nacimiento como la de su evolución." Y al comprender y describir la tendencia histórica general del capitalismo, Marx arribó a la concepción de este "como u n sistema de p r e m i s a s que al mad u r a r históricamente engendra otro sistema de relaciones sociales nuevo y muy superior: el socialismo" 51 . No se puede s e p a r a r lo u n o de lo otro. "Tras haber aceptado el método de Marx ya no es posible no aceptar todas las conclusiones de 'El Capital' "52, afirmó Iliénkov. Por ello, el estudio del método, de la Lógica de "El Capital" es de t a n t a importancia p a r a quienes a s p i r a n a encontrar la salida a los problemas de la sociedad contemporánea, este no es u n ocioso ejercicio intelectual, es, por el contrario, u n deber de compromiso científico y social. De a h í la importancia de esta obra que Edithor pone hoy a consideración de sus lectores. Los Editores Octubre 2016

50 Engels, Federico: Anti-Dühring, op. cit., pp. 30. 51 Iliénkov, Evald: Dialéctica de lo abstracto y lo concreto en 'El Capital' de Marx, op. cit. 52 Iliénkov, Evald: Dialéctica de lo abstracto y lo concreto en mEl Capital' de Marx, op. cit.

EVALD VASÍLIEVICH ILIÉNKOV VIDA E IDEAS PRIMEROS AÑOS

Evald Iliénkov nació el 18 de febrero de 1924 en la ciudad de Smolenks. S u s p a d r e s fueron el escritor Vasili Pavlovich Iliénkov y la profesora Elizabet Ilinichna. Su nombre (Evald) no consta en los santorales de la Iglesia Ortodoxa Rusa, signo inequívoco de que, como todo buen hijo de la Revolución de Octubre, no fue bautizado. Respecto de la personalidad de s u s p a d r e s y abuelos, existe el siguiente testimonio: "La m a d r e de Evald era m a e s t r a r u r a l . Por s u s anécdotas es posible a f i r m a r que ella en verdad a m a b a su profesión y los niños le correspondían. P r u e b a de ello son hechos como que ciertos a l u m n o s suyos le escribían c a r t a s y no se olvidaban de ella. C a r t a s así las recibió incluso c u a n d o ya p a s a b a los 80...7 "Tanto Elizabeth (Ilinichna) (madre de Evald) como s u padre, Vasili Pavlovich, no h a b l a b a n m u c h o de s u s padres. Sé, por lo que me contó el propio Evald, que s u s dos abuelos eras popes 1 de pequeñ a s aldeas r u r a l e s y a m b o s fueron excomulgados por s u s sermones candentes..." 2 . Sobre el padre, Vasili Pavlovich Iliénkov, se puede decir (de modo breve): siendo muy joven se unió al Ejército Rojo en 1917 e ingresó al siguiente a ñ o en el Partido Comunista de Rusia (bol1 Pope: sacerdotes del rito bizantino en la Iglesia Ortodoxa Rusa. 2 Salimova, Olga: Carta a Igor Manuilov, 1 de enero de 1984 en Evald Vasilievich Iliénkov v vospominaniyaj\Evald Vasilievich Iliénkov en los recuerdos). Sociedad Filosófica "Dialéctica y Cultura", Moscú, 2 0 0 4 . (Todos los textos citados, salvo que se indique lo contrario, h a n sido traducidos por el autor de este estudio biográfico).

34 EVALD ILIÉNKOV

chevique). Encabezó u n par de periódicos locales y fue Secretario de Organización de la Asociación de Escritores Proletarios (R A P P 3 ) entre 1930 y 1932. Publicó su primera obra en 1929 y en el período de la guerra contra los nazis sirvió como corresponsal de los periódicos Estrella Roja y Pravda. Su novela El gran camino le hizo acreedor en 1950 al Premio Stalin. En 1928 la familia Iliénkov se mudó a la primera Comuna de Escritores en Moscú. Evald Iliénkov se graduó de la s e c u n d a r i a en 1941 e ingresó en septiembre de ese mismo año a la Facultad de Filosofía del Instituto de Filosofía, Literatura e Historia. Al poco tiempo abandonó su deseo inicial de estudiar literatura por influencia del jefe del Instituto Boris Stepanovich Chernischiov, quien despertó en él la pasión por la filosofía clásica alemana y la dialéctica de Hegel. El 22 de junio de 1942 la Alemania fascista invade la Unión Soviética. Evald Iliénkov ingresa, como toda su generación, al Ejército Rojo y es enviado a la Escuela de Artillería de Odessa. Por sus méritos en el frente fue ascendido en noviembre de 1943 a teniente y luego obtuvo el grado de comandante de ametralladoras. Combatió en los frentes I o y 2 o de Bielorrusia, y participó de la liberación de territorios soviéticos ocupados por las t ro p as alemanas; posteriormente en la toma de Kónigsberg y finalmente en la caída de Berlín. Como miembro de las tropas vencedoras, fue nombrado en agosto de 1945, corresponsal de la publicación oficial del Ministerio de Defensa de la U . R . S . S . : Estrella Roja. Desmovilizado a inicios de 1946, en febrero de ese mismo a ñ o retoma sus estudios en la Facultad de Filosofía de la Universidad Estatal de Moscú. Durante su tiempo como estudiante conoce a Valentín Korovikov y Alexander Meshcheriakov (este último u n estudiante de psicología), cercanos colaboradores suyos en la futura labor científica. En 1950 termina los estudios de pregrado, ingresa a las filas del partido comunista y contrae m a t r i m o nio con Olga Salimova, pedagoga de profesión, con quien t e n d r í a una hija, Elena.

Rossiiskaya Assotziatziya Proletarskij Pisatelei (Asociación Rusa d e Escritores Proletarios), unión artística f u n d a d a en 1925. Entre s u s miembros más destacados se encontraban Dimitri Furmánov, Alexander Fadeiev y Vladimir Ermílov. Desde 1930 todas las agrupaciones literarias se unificaron en la RAPP. Su órgano de crítica literaria fue Na Literaturnom Postu (En el despacho literario). 3 RAPP:

35 VIDA E I D E A S

Bajo la dirección científica de Teodor Ilich Oizerman defiende en 1953 su tesis, Algunas cuestiones de la dialéctica materialista en la obra de K. Marx aContribución a la crítica de la economía polítican\ y obtiene la c a n d i d a t u r a a Doctor en Ciencias 5 Filosóficas . En el trabajo a n t e s mencionado se a d e l a n t a n ciertos problem a s que serían desarrollados a profundidad en s u primera obra de magnitud, Dialéctica de lo abstracto y lo concreto en "El Capital" de Marx. Entre ellas tenemos el entendimiento materialista de las categorías de lo abstracto y lo concreto, la relación entre lo lógico y lo histórico, etc. En las conclusiones de su tesis se a f i r m a que Marx resolvió de modo materialista la cuestión de la lógica y de la teoría del conocimiento como premisa a la realización de su crítica de la economía política clásica, pues solo así la "lógica y la gnoseología materialista dialéctica, desarrollada sobre esta base, comenzó a j u g a r u n rol en verdad activo en el proceso de desarrollo de la comprensión científico concreta de la sujeción a leyes de la naturaleza y la sociedad".

LA PRIMERA LUCHA DE IDEAS

Corría el a ñ o 1953, Valentín Korovikov e Iliénkov ejercen la cátedra en la Facultad de Filosofía, no obstante, a los dos a ñ o s se ven obligados a dejar la universidad al verse involucrados en la disputa académica iniciada en derredor del profesor Zinovi Beletzki y su círculo cercano. Este suceso en la vida Evald Iliénkov es u n o de los m á s discutidos y documentados. Para entender los hechos, u n a fuente importante es el reporte Resultados de la inspección de la Facultad de Filosofía de la Universidad Estatal de Moscú, enviado a la sección de Ciencia y

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3 6

E V A L D ILIÉNKOV

C u l t u r a del C . C . del P . c . u . s . 6 , c o n f e c h a 2 9 de abril de 1955 y firmado p o r A. R u m i a n t z e v . E n e s t e s e r e a l i z a u n a d u r a c r í t i c a a l a s s e c c i o n e s j u v e n i l e s del p a r t i d o - d e la F a c u l t a d - por s u f a l t a de iniciativa, s u d e s i n t e r é s e n o r g a n i z a r c u r s o s de f o r m a c i ó n y u n a deficiente o i n c o r r e c t a e d u c a c i ó n política. Los p r o f e s o r e s y m i l i t a n t e s del p a r t i d o , T e o d o r Ilich O i z e r m a n y Zinovi Yakolevich Beletzki s o n , a s u vez, c e n s u r a d o s por s u p a s i v i d a d a n t e e s t a s i t u a c i ó n , a u n q u e e n ú l t i m a i n s t a n c i a el r e p o r t e e n d i l ga la m a y o r r e s p o n s a b i l i d a d a Zinovi Beletzki, en ese e n t o n c e s , jefe del D e p a r t a m e n t o d e M a t e r i a l i s m o Dialéctico. Además, el r e p o r t e s e ñ a l a a B e l e t z k i c o m o el i n s p i r a d o r y p r i n cipal s o s t é n de l a s i d e a s d e I l i é n k o v y Korovikov. En a b r i l d e 1954, a m b o s filósofos h a b í a n e s c r i t o y d i s c u t i d o a n t e los a l u m nos y d o c e n t e s l a s Tesis sobre la cuestión de la correlación de la filosofía y el conocimiento de la naturaleza y la sociedad en el proceso de su desarrollo histórico7. E n la valoración del r e p o r t e , las tesis se r e t r a t a n c o m o l a e x p r e s i ó n d e p u n t o s de vista e r r ó neos defendidos p o r B e l e t z k i y s u c í r c u l o , y e n tal sentido, c o m o u n a de las c a u s a s d e l o s p r o b l e m a s e n la a c t i v i d a d política d e l a sección juvenil p u e s s u c o n t e n i d o c o n t r i b u í a a la "confusión t e ó rica" entre los e s t u d i a n t e s . R u m i a n t z e v lo r e s u m e de e s t a f o r m a : "El contenido del i n f o r m e d e K o t c h e k o v y d e l a s tesis de Korovikov e Iliénkov son u n a r e c i d i v a del i d e a l i s m o m e n c h e v i q u e q u e el partido h a c e m u c h o d e r r o t ó y r e p r o b ó " 8 . 6 Comité C e n t r a l del P a r t i d o C o m u n i s t a d e la U n i ó n Soviética. 7

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8 En enero de 1955 F. K o t c h e t k o v , c a t e d r á t i c o c e r c a n o a Zinovi Beletzki, p r e sentó el i n f o r m e " S o b r e la e s t r u c t u r a d e l c u r s o d e m a t e r i a l i s m o dialéctico", e n este escribió: " H a s t a a h o r a s e a s e v e r a q u e el m a t e r i a l i s m o dialéctico e s la c i e n cia sobre el m u n d o e n s u c o n j u n t o . C o n e s t e p u n t o d e v i s t a yo estoy c a t e g ó r i c a mente en d e s a c u e r d o " . / " l a s t e s i s q u e s e f o r m u l a n e n la filosofía... t i e n e n v a l o r significativo p a r a el p e n s a m i e n t o y n o p a r a o t r a cosa". / " l a s t e s i s de la d i a l é c tica no son leyes de la r e a l i d a d " . Ver: R u m i a n t z e v , A: Resultados de la inspección de la Facultad de Filosofía de la Universidad Estatal de Moscú, e n v i a d o a l a sección de C i e n c i a y C u l t u r a del C . C . del P . c . u . s . , c o n f e c h a del 2 9 d e a b r i l d e 1955. Al h a b l a r de " i d e a l i s m o m e n c h e v i q u e " el a u t o r del r e p o r t e h a c e r e f e r e n c i a a la tendencia de A b r a m D e b o r i n , r e v o l u c i o n a r i o y filósofo, q u e tuvo u n a p o s i ción p r e - e m i n e n t e e n t r e l o s a ñ o s 1 9 2 0 - 1 9 3 1 . El i n t e l e c t u a l soviético M i j a í l Lifschitz r e c u e r d a al r e s p e c t o : "... e n l o s a ñ o s 3 0 inició la d i s c u s i ó n q u e t u m b ó la posición de monopolio d e D e b o r i n , la p r e d o m i n a n c i a d e la e s c u e l a d e b o r i n i s -

37 VIDA E I D E A S

Al recordar el episodio, Teodor Oizerman retrata a Beletzki como u n dogmático de poco talento cuyo círculo cercano 9 planteaba que la filosofía era la ciencia del pensamiento y no u n a ciencia sobre el m u n d o en su conjunto y que, por lo tanto, las "tesis de la dialéctica no son leyes de la realidad" 10. En opinión de Oizerman, el que "de inmediato se señaló que ideas análogas eran defendidas por mis a s p i r a n t e s E. Iliénkov y V. Korovikov. Evidentemente se hizo a t r a n c a s y barrancas" 1 1 . Según su relato, la confrontación por divergencias filosóficas y personales que él sostenía con Zinovi Beletzki y el decano de la facultad, Vasili Molodtzov, desencadenó u n a vendetta personal (las cuales, lamentablemente, son muy c o m u n e s en los centros académicos de todo el mundo). Molodtzov, aprovechando su posición de autoridad, solicitó la intervención de la Sección de C u l t u r a y Ciencia, logrando de ese modo remover a Beletzki y a s u s partidarios de la facultad, a p a r t e de conseguir d e s e m b a r a z a r s e de Iliénkov y Korovikov, pupilos de Oizerman. La destitución de los jóvenes filósofos provocó reacciones a nivel nacional e internacional. El filósofo búlgaro Todor Pavlov12, muy respetado en el ambiente académico soviético, enviaría u n a c a r t a de protesta al Comité Central de P.c.u.s., pidiendo se proteja a los jóvenes filósofos de acusaciones falsas e injustas. Cosa semejante realizaría el Secretario General del Partido Comunista ta en el campo de la filosofía se quebrantó como lo hizo la de grupos análogos en el campo de la investigación literaria, artística, etc. Naturalmente, no seria veraz desde el punto de vista histórico olvidar que la discusión anti-deborinist a fue posible solo gracias a la intervención de Stalin. Esta fue u n a 'revolución desde arriba'. No obstante, m u c h a gente de la generación joven que se ocupaba de la filosofía y que cursó estudios en los institutos de Profesores Rojos, apoyó la crítica a la escuela deborinista. Se comprende toda la unilateralidad de esta c a m p a ñ a , no obstante, no hay que lamentar el pasado". (Lifschitz, Mijail: Izavtobiografii idei Besedy M.A. Lifschitza (De la autobiografía de ideas, Conversación con M.A. Lifschitz], Nauka, Moscú, 1988). 9 Entre ellos e s t a b a n personalidades que luego llegarían a ser muy conocidas como V. Kelle, M. Kovalzon y F. Kochetkov. 10 Citado por Rumiantzev, A: Resultados de la inspección de la Facultad de Filosofía de la Universidad Estatal de Moscú, enviado a la sección de Ciencia y C u l t u r a del C.C. del P.c.u.s., con fecha del 29 de abril de 1955. 11 Mitrojin, L.N.: 90 a ñ o s del natalicio del académico TJ. Oizerman, Voprosy Filosofii, 2005, No. 5, pp. 33-77. 12 "Teoría del reflejo*, libro escrito por Todor Pavlov en 1936, y ampliado en su s e g u n d a edición en 1945, se consideraba u n a obra de referencia en la e n s e ñ a n za filosófica en los países del Este de Europa.

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E V A L D ILIÉNKOV

I t a l i a n o , P a l m i r o T o g l i a t t i . D e s d e el I n s t i t u t o de Filosofía d e la A c a d e m i a d e C i e n c i a s d e la U . R . S . S . , llegaría el apoyo de p a r t e d e B o n i f a t i Kedrov, M a r c R o s e n t a l y Pavel Kopnin 1 3 . E s n e c e s a r i o , p a r a e n t e n d e r m e j o r lo q u e llevó a la s a l i d a d e Iliénkov d e la c á t e d r a , s e ñ a l a r c i e r t o s a s p e c t o s de la p e r s o n a l i d a d d e Zinovi B e l e t z k i . H o m b r e f o r j a d o e n la Revolución y l a G u e r r a Civil, m i e m b r o del P a r t i d o B o l c h e v i q u e d e s d e 1918, s e g r a d u ó d e m é d i c o e n 1 9 2 5 y r e a l i z ó e s t u d i o s de filosofía e n el I n s t i t u t o d e P r o f e s o r e s Rojos. C o n o c i d o c o m o el "profesor rojo", inició s u l a b o r d o c e n t e e n 1934. D e s d e los a ñ o s 4 0 h a s t a s u s a lida e n 1955, f u e c a t e d r á t i c o d e filosofía en la U n i v e r s i d a d E s t a t a l d e M o s c ú . S u e x p e r i e n c i a e n la G u e r r a Civil dejó u n a i m p r o n t a e n él q u e lo c a r a c t e r i z ó c o m o u n a p e r s o n a c o m b a t i v a y u n r e v o l u c i o n a r i o a p a s i o n a d o , c o n v e n c i d o de q u e la c o n f r o n t a ción c o n s t a n t e e r a el m e j o r m o d o d e h a c e r a v a n z a r l a s i d e a s m a r x i s t a s y la p r o p i a r e v o l u c i ó n . E s t a posición lo c o n d u j o a e n f r e n t a r s e filosófica, i d e o l ó g i c a y p e r s o n a l m e n t e con m u c h o s d e los n o m b r e s m á s d e s t a c a d o s d e s u é p o c a , G. Alexandrov, A. Losev, F. K o n s t a n t i n o v , B. Kedrov, T. O i z e r m a n y o t r o s m á s . S u a l u m n o S. G u e r m a n r e m e m o r a q u e , t r a s la d i s c u s i ó n filosófica de 1947-49, la a c t i t u d d e l o s c í r c u l o s filosóficos p a r a con el " p r o fesor rojo" e r a n e g a t i v a c a s i e n s u t o t a l i d a d y se decía q u e e r a u n o s c u r a n t i s t a . No o b s t a n t e , s e g ú n G u e r m a n , e n r e a l i d a d e r a u n a p e r s o n a de p e n s a m i e n t o a u t ó n o m o q u e e n s u s c l a s e s p e r m i t í a l a discusión y l a s d i s c r e p a n c i a s . S u s a l i d a d e la c á t e d r a filosófica se inició con el d e b a t e s o b r e l a n u e v a política a g r a r i a e n la a s a m blea p a r t i d a r i a e n l a F a c u l t a d d e Filosofía. Al s u r g i r p o s t u r a s e n c o n t r a d a s , la c o m i s i ó n d e la S e c c i ó n d e C u l t u r a y C i e n c i a i n tervino por solicitud d e M o l o d t z o v y r e s p o n s a b i l i z ó al " p r o f e s o r rojo" de los p r o b l e m a s i n t e r n o s : " E n s u d i s c u r s o a n t e el c o n s e j o docente... i n t e n t ó f u n d a m e n t a r s u s c r i t e r i o s . . . [pero] el C C s t a linista y a n o e x i s t í a p a r a d e f e n d e r l o " . Beletzki f u e r e m o v i d o d e l a Facultad de Filosofía, s e g ú n l a i n t e r p r e t a c i ó n d e a l g u n o s h i s t o riadores, c o m o p a r t e del i n i c i o d e l a c a m p a ñ a a n t i s t a l i n i s t a e m prendida por J r u s c h o v p r e v i o al X X C o n g r e s o del P c u s d e 1956 14 . 13 Korovikov, V a l e n t í n : Inicio y primer pogromo e n Evald Vasilievich Iliénkov v vospominaniyaj [Evald V a s i l i e v i c h I l i é n k o v e n los r e c u e r d o s ] , S o c i e d a d F i l o s ó f i c a "Dialéctica y C u l t u r a " , M o s c ú , 2 0 0 4 . 14 B a t y g u i n , G.S. & D e v i a t k o , I.F.: Délo professora profesor Z.Y. Beletzki], S v o b o d n a y a Mysli, 1993.

Z.Ya. Beletzkogo

[El c a s o d e l

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La p u g n a suscitada en contra del "profesor rojo" terminó por involucrar a Iliénkov y a su colega Valentín Korovikov, víctimas indirectas de u n conflicto del que no formaban parte, pero t a m bién en razón de las divergencias entre corrientes en el pensamiento filosófico soviético. En las polémicas tesis, Iliénkov y Korovikov sostenían: "La filosofía solo puede investigar y concretar las leyes de la dialéctica en su pureza y abstracción como categorías lógicas, como leyes del pensamiento dialéctico. La filosofía solo al convertir en objeto el pensamiento teórico, el proceso del conocimiento, incluye en s u consideración las características m á s generales del ser, y no a la inversa, como a menudo se lo pinta. La filosofía es la ciencia sobre el pensamiento científico, sobre sus leyes y formas" 15 . La aspereza de las discrepancias en el m u n d o filosófico soviético se ilustra en la crítica realizada a las tesis por Vasili Molodtzov. É s t a s a s u criterio n e g a b a n al materialismo dialéctico s u calidad de cosmovisión y s u carácter partidista, concibiendo a la filosofía como u n sistema hegeliano sin n i n g u n a relación con la lucha de clases. Ante tales críticas, y d u r a n t e los debates en la Facultad, Evald Iliénkov puntualizó: "Las tesis fueron escritas p a r a u n a estrecha sección de la cuestión. Nosotros, en las tesis, no decimos m u c h a s cosas que son esenciales p a r a la correcta comprensión y auténtica resolución del problema. E n este sentido las tesis no resuelven ese problema que ellas e s t a b a n p r e d e s t i n a d a s a resolver. A estas tesis no las considero en modo a l g u n o como u n documento en el cual se dé u n a r e s p u e s t a a la cuestión". Y e s t a cuestión, la define de la siguiente m a n e r a : "La filosofía es cosmovisión, la filosofía es u n a ciencia partidista, la filosofía a ú n tiene u n a m a s a de formulaciones y determinaciones. Esto es importante p a r a nosotros y p a r a mí, en particular, como p a r a cualquier hombre que trabaj a en el área de la historia de la filosofía"16. Posteriormente, en u n a c a r t a dirigida a la redacción de Cuestiones Filosóficas, Iliénkov rechaza u n a vez m á s las acusa-

15 Iliénkov, Evald & Korovikov, Valentín: Strastipo tezisam: opredmetefilosofii 1954-1955 [Pasión por las tesis: sobre el objeto de la filosofía 1954-1955J, Editorial "Kanon+ B , Moscú, 2016, pp. 146. 16 Iliénkov, Evald & Korovikov, Valentin: Strasti po tezisam: o predmete filosofii 1954-1955, op. cit., pp. 40.

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ciones de Molodtzov, e s t a vez a p r o p ó s i t o d e u n a r t í c u l o p u b l i c a do en e s a r e v i s t a : "Protesto r e s u e l t a m e n t e e n c o n t r a d e e s a m i x t u r a e n u n solo bulto, q u e es u n a m o f a p a r a m i p e r s o n a , d e m i s criterios s o b r e l a s c o s a s con e s o s g a l i m a t í a s q u e d u r a n t e m u c h o s a ñ o s colgaron de la c á t e d r a de Beletzki c o n s u s a l u m n o s " . / "Exijo del m o d o m á s r e s o l u t o q u e e n el a r t í c u l o s e d e s l i n d e de la f o r m a m á s p r e c i s a m i n o m b r e y m i s c r i t e r i o s del n o m b r e de Beletzki" 1 7 . E n la c a r t a s e o b j e t a , a d e m á s , l a s c o n c l u s i o n e s d e Molodtzov p a r a q u i e n : "Iliénkov d i c e q u e l a s c i e n c i a s e n g e n e r a l n o n e c e s i t a n de la filosofía, q u e la c i e n c i a e n sí e s filosofía". La v e r d a d r e s u l t a b a s e r todo lo c o n t r a r i o , p u e s t o q u e "al t e x t o e n t e r o d e l a s tesis, de inicio a fin, lo a t r a v i e s a el p e n s a m i e n t o d e q u e s i n la filosofía, la ciencia, e n g e n e r a l , n o p u e d e d a r u n paso" 1 8 . El objeto d e la filosofía, la c u e s t i ó n d e si la filosofía e s o n o u n a cosmovisión, s u r e l a c i ó n c o n l a s c i e n c i a s n a t u r a l e s y el rol d e l a herencia h e g e l i a n a e n l a s c o n c e p c i o n e s m a r x i s t a s . T a l e s l a s cuestiones q u e f u e r o n c e n t r o del d e b a t e e n 1 9 5 5 y c o n t i n u a r í a n en el corazón d e la p o l é m i c a e n d é c a d a s s i g u i e n t e s , é s t a s s e e x p a n d i r í a n m á s a l l á del á m b i t o d e l a s i m p l e d i s c u s i ó n filosófica a medida que el d e b a t e s o b r e l a s t a r e a s i n m e d i a t a s , n e c e s a r i a s p a r a s e n t a r l a s b a s e s del c o m u n i s m o , p e r m e a r o n a t o d a la s o ciedad soviética.

PRIMERAS O B R A S

Tras s u s a l i d a d e la u n i v e r s i d a d , Korovikov, u n a p a s i o n a d o d e la geografía, p a s ó al p e r i o d i s m o , l l e g a n d o a s e r c o r r e s p o n s a l d e Pravda e s p e c i a l i z a d o e n c u e s t i o n e s a f r i c a n a s . Iliénkov, p o r r e comendación de O i z e r m a n y M a r c R o s e n t a l , e n t r ó a l Departamento de Materialismo Dialéctico del Instituto de Filosofía de la Academia de Ciencias de la U.R.S.S., d o n d e t r a b a j a r í a el resto de s u vida. En la ú l t i m a m i t a d d e l a d é c a d a d e l o s a ñ o s 1950, E v a l d Iliénkov publica v a r i o s a r t í c u l o s e n r e v i s t a s y e n c i c l o p e d i a s : Sobre la dialéctica de lo abstracto y lo concreto en el conocimien17 Iliénkov, Evald & Korovikov, V a l e n t í n : Strasti 1954-1955, op. cit., pp. 5 0 .

po tezisam:

opredmete filosofii

18 Iliénkov, Evald & Korovikov, V a l e n t í n : Strasti 1954-1955, op. cit., pp. 51.

po tezisam:

o predmete filosofii

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to científico-teórico (Cuestiones Filosóficas, 1955), Sujeto y Objeto (Gran Enciclopedia Soviética, 1956), El joven Hegel (reseña del libro de Gyorgy Lukács, (Cuestiones Filosóficas, 1956)), y las traducciones al r u s o de ¿Quién piensa abstractamente? de Georg Hegel (Cuestiones Filosóficas, 1956) y Criterios económicos de Hegel en el período de Jena de Gyorgy Lukács (traducción de u n a sección del libro El joven Hegel, Cuestiones Filosóficas, 1956). Los artículos y conferencias que el filósofo dedicó a la cuestión de la contradicción en el pensamiento merecen especial atención. En Contribución a la cuestión de la contradicción en el pensamiento (Cuestiones Filosóficas, 1957) y Sobre el rol de la contradicción en el conocimiento (Intervención en la conferencia El problema de la contradicción a la luz de la ciencia y práctica contemporánea, Instituto de Filosofía de la Academia de Ciencias de la U . R . S . S . , 2 1 - 2 5 de abril de 1 9 5 8 ) , afirma: "... [la] contradicción prepara al pensamiento p a r a la búsqueda, pone frente a él ese problema real a resolver. Y el problema es formulado bajo la apariencia de u n a contradicción, que se resuelve no por medios formales, no por la vía de sustituir los 'términos c o n f u s o s ' por los 'precisos', sino por la vía de descubrir en la realidad empírica a ese hecho determinado, con cuya ayuda el desarrollo real, en efecto, lleva a la práctica la solución de la contradicción revelada anteriormente por el pensamiento. "La contradicción lleva a la lógica dialéctica hacia adelante, por el c a m i n o del sucesivo movimiento del pensamiento desde lo abstracto a lo concreto. "La contradicción h a c e que la lógica formal dé u n paso hacia a t r á s , a comprobar, u n a y otra vez, las abstracciones que ya se posee. Esta vía no lleva hacia lo concreto, sino que solamente conduce a la modificación verbal de e s a s m i s m a s abstracciones" 1 9 . La dialéctica materialista tiene su categoría central en la contradicción, como motor del progreso de la teoría, la solución de contradicciones y su reflejo como u n i d a d de opuestos en el pensamiento teórico es el rasgo esencial de la reproducción de lo 19 Iliénkov, Evald: O roliprotivorechiya v poznanii [Sobre el rol de la contradicción en el conocimiento], Estenograma del informe y palabras finales de E.V. Iliénkov en la conferencia "Problemas de la contradicción a la luz de la ciencia y práctica contemporáneas", Instituto de Filosofía de la A . C . de la U . R . S . S . , 2 1 25 de abril de 1959.

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concreto, es decir, la comprensión teórica de la realidad objetiva en el pensamiento. La solución de la contradicción en la dialéctica no como procedimiento formal (lingüístico, m a t e m á t i c o o gramatical), sino en cuanto investigación en el m u n d o m a t e r i a l del modo en que la contradicción se resuelve en los hechos, e s el f u n d a m e n t o por el cual, en dialéctica, se ligan la teoría y la práctica. De esta manera, la dialéctica materialista es c a p a z de captar el movimiento y desarrollo de la realidad en t o d a su riqueza. Las tesis desarrolladas en los artículos de este período, form a n parte, aunque no siempre con el mismo nivel de desarrollo específico, del manuscrito de 1956 Dialéctica de lo Abstracto y lo Concreto en el pensamiento científico-teórico, estudio de los escritos económicos clásicos del m a r x i s m o desde el punto de vista filosófico, cuyo objetivo era a v a n z a r en la comprensión de la Lógica dialéctica aplicada por Karl Marx en El Capital. Esta obra le fue p r e s e n t a d a a Piotr Nikólaievich Fedoseiev, por entonces, director del Instituto de Filosofía de la A.C. de la U.R.s.s., quien criticó la p o s t u r a desarrollada en el libro de q u e el método de ascenso de lo a b s t r a c t o a lo concreto es el m é t o d o del pensamiento teórico-científico. La posición de Piotr Fedoseiev forzó la modificación del m a n u s c r i t o , que fue reducido a u n a tercera parte de su extensión original. Esto demoraría s u publicación por cuatro años, h a s t a q u e con el auspicio y a y u d a de Marc Rosental (que escribió la presentación), Pavel Kopnin y Bonifati Kedrov 20 , la obra sería e d i t a d a bajo el título de Dialéctica de lo abstracto y lo concreto en "El Capital" de Marx?l. Iliénkov, con este trabajo, f o r m a p a r t e de la corriente de investigación en la filosofía soviética q u e en la segunda mitad del siglo XX se orientó a f u n d a m e n t a r l a s tesis de la lógica dialéctica. El pensador kazajo-soviético Z h a b a i j á n Abdildin describe el a m biente intelectual en la primera m i t a d de los años 50:

20 Arslanov, V.G. & Mareiev S.N.: Marxismo y neomaxismo, Marx y R u s i a , diciembre 2003. 21 Traducciones de este libro se publicarían en Italia (ediciones Feltrinelli, 1961), Japón (1969), Yugoslavia (1975), Alemania (1979), Estados Unidos (1982). En 1973 los preparativos p a r a u n a edición en castellano en Chile se f r u s t r a r o n por el golpe de estado del general Pinochet. E D I T H O R publicaría su p r o p i a t r a ducción al castellano (Ecuador, 2007, 2016) y Aakar Books su versión u s a n d o la traducción al inglés de 1982 (India, 2008).

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"Entonces, la gente que se dedicaba a la lógica dialéctica era muy poca, todavía se discutía sobre la lógica formal y la lógica dialéctica, en la ciencia oficial dominaba la lógica formal, el est a t u s de la lógica dialéctica era indeterminado" 2 2 . Según recuerda Abdildin, a inicios de los a ñ o s 60 la filosofía soviética no h a b í a asimilado de modo suficientemente profundo El Capital de Marx y esta comprensión erudita y p r o f u n d a de la dialéctica comenzó a d a r s e solo a finales de los a ñ o s 50. 23 En este momento es importante recordar que Vladimir Lenin ya señaló en s u s "Cuadernos Filosóficos" la importancia del análisis, desde el p u n t o de vista filosófico, de El Capital: "Si Marx no nos dejó u n a 'Lógica* (con mayúscula), dejó en cambio la lógica de El Capital".2* En 1955, Marc Moiseievich Rosental publicó el libro La dialéctica de "El Capital" de K. Marx, obra que dio inició al ciclo investigación de los problemas de la dialéctica materialista. A la obra de Rosental le seguiría, primero, el escrito de Iliénkov sobre la dialéctica de lo abstracto y lo concreto, y luego se s u m a r í a n títulos como: La lógica de "El Capital" de K. Marx (Viktor Vaziulin), El monismo como principio de la lógica dialéctica (Lev Naumenko), Las categorías lógicas en "El Capital" de K. Marx (Lev Mankovski), El método de ascenso de lo abstracto a lo concreto en "El Capital" de K. Marx (Veniamin Tipujin), K. Marx y la lógica dialéctica (Zaid Orudzhiev), La contradicción como categoría de la lógica dialéctica (Genrij Batishchev). En este contexto, se comprende mejor el significado de las palabras que Marc Rosental consignó en su presentación al libro de Iliénkov Dialéctica de lo abstracto y lo concreto en "El Capital" de Marx: "Los debates creadores y las discusiones científicas por estas cuestiones sobre la base del estudio de la gran herencia de los clásicos del marxismo-leninismo y de los datos contemporáneos 22 Abdildin, Zhabaiján: Ya nikogda nie skazhu plojogo pro Marksa ili Lenina, ili pro Sovietskuyu vlast, dlya menya eto budet koshchunstvenno (Yo n u n c a diré n a d a malo de Marx o de Lenin, o del poder soviético, para mí eso seria sacrilegio], entrevista a Zhabaiján Abdildin en las XIII Conferencias Iliénkov, 13-07-2012. 23 Abdildin, Zhabaiján: Ya nikogda nie skazhu plojogo pro Marksa ili Lenina, ili pro Sovietskuyu vlast, dlya menya eto budet koshchunstvenno, op. cit. 24 Lenin, V. I.: Cuadernos Filosóficos, Ediciones Estudio, 2" ed., Buenos Aires, 1974.

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d e l a s c i e n c i a s n a t u r a l e s y la p r á c t i c a social s e r á n i n d u d a b l e m e n t e m u y p r o v e c h o s o s y o t o r g a r á n u n i n f l u j o benéfico e n el d e s a r r o l l o p o s t e r i o r d e la lógica dialéctica" 2 5 . Previo a los s u c e s o s q u e l l e v a r o n a s u s a l i d a d e la c á t e d r a u n i v e r s i t a r i a , I l i é n k o v c o n f o r m ó , j u n t o a a l g u n o s de s u s a l u m n o s , u n g r u p o e s t u d i o d e d i c a d o a d e s e n t r a ñ a r la relación e n t r e l a l ó g i c a h e g e l i a n a y la d i a l é c t i c a m a t e r i a l i s t a . 2 6 H e l m u t Seidel r e s a l t a e n s u s m e m o r i a s q u e l a s n o t i c i a s p o r él t r a í d a s a c e r c a d e l o s d e b a t e s filosóficos e n la R e p ú b l i c a D e m o c r á t i c a A l e m a n a , m o t i v a r o n e n Iliénkov el i n t e r é s p o r t r a d u c i r al r u s o la o b r a El Joven Hegel del filósofo h ú n g a r o G y o r g y L u k á c s . 2 7 El 2 0 s e p t i e m b r e d e 1955 el g r u p o d e c i d e e s c r i b i r u n a c a r t a a L u k á c s , q u i e n p o r e s e e n t o n c e s vivía e n B u d a p e s t , la e x c u s a e r a p e d i r s u a y u d a r e s pecto de ciertos vocablos hegelianos y s u correcta i n t e r p r e t a c i ó n p a r a la t r a d u c c i ó n , 2 8 e n r e a l i d a d , c o m o lo t e s t i m o n i a L e v N a u m e n k o : "La c u e s t i ó n n o e r a n l a s d u d a s , s i n o s i m p l e m e n t e conocer a la p e r s o n a " 2 9 . E n l a m i s i v a , e s c r i t a p o r H e l m u t S e i d e l , se m a n i f i e s t a lo s i g u i e n t e : " E n l o s ú l t i m o s t i e m p o s n o s h e m o s f a m i l i a r i z a d o c o n s u t r a b a j o , e n p r i m e r l u g a r , c o n 'El J o v e n Hegel'y 'El A s a l t o a l a R a z ó n ' , y n o s h a i n s p i r a d o la p r o f u n d i d a d del a n á l i s i s , y l a r i q u e z a d e p e n s a m i e n t o . E n la a s i m i l a c i ó n d e la filosofía del m a r x i s m o y s u f u e n t e s —en p a r t i c u l a r la filosofía hegeliana- nos h a a y u d a d o enormemente"30. L u k á c s r e s p o n d i ó a l a s i n q u i e t u d e s d e los j ó v e n e s filósofos, pero se m o s t r ó s o r p r e n d i d o d e p o r q u e ellos b u s c a b a n t a n l e j o s , si en Moscú p o d í a n c o n t a c t a r a Mijaíl Lifschitz, p e r s o n a c a p a z de s o l u c i o n a r c u a l q u i e r d u d a r e s p e c t o a la t r a d u c c i ó n . S e i d e l r e c u e r d a al r e s p e c t o : " S o b r e L i f s c h i t z solo s a b í a h a s t a el m o m e n to que L u k á c s le h a b í a d e d i c a d o c o m o a m i g o s u o b r a 'El J o v e n Hegel'y q u e h a b í a d o c u m e n t a d o l a e d i c i ó n d e ' M a r x y E n g e l s s o 25 Iliénkov, Evald: Dialéctica de lo abstracto y lo concreto en "El Capital" de Marx, E D I T H O R , Quito, 2 0 1 6 . 26 Entre los m i e m b r o s d e e s t e c í r c u l o s e h a l l a b a n Lev N a u m e n k o y H e l m u t Seidel. 27 Publicada en c a s t e l l a n o e n 1 9 6 3 p o r la E d i t o r i a l Grijalbo. 2 8 En p a r t i c u l a r p r e g u n t a b a n p o r l a t r a d u c c i ó n d e Entáusserungy Entfremdung. 29 Entrevista a Lev N a u m e n k o p o r Mijaíl N a i d e n k i n (en ruso), 7 - 1 1 - 2 0 1 2 . 30 Seidel, Helmut: Treinta y cinco años atrás: recuerdos e n Evald Vasilievich Iliénkov v vospominaniyaj [Evald Vasilievich Iliénkov e n los r e c u e r d o s ] , S o c i e d a d Filosófica "Dialéctica y C u l t u r a " , M o s c ú , 2 0 0 4 .

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bre el arte y la literatura' "31. Con tal recomendación, Iliénkov, Naumenko y Seidel se dirigieron al sitio de trabajo de Lifschitz (en esa época, encargado de redactar u n a enciclopedia) y le manifestaron s u s dificultades sobre el libro que traducían. Lifschitz los invitó a su casa. Lev Naumenko, relata sobre ese día: "... fuimos los tres esa tarde de abril a donde vivía Lifschitz. En aquella época residía en la zona del Tretiakov (al fondo a la derecha). Llegamos. Abrió la puerta Lidia Yakovlevna 32 : 'Entren'. Mijaíl Alexandrovich había ido a algún lugar que era depósito libros, volvió al poco tiempo. En las manos, u n diccionario regordete. Lo ojee y vi a cierta abadesa (no recuerdo ahora) de u n monasterio en la E s p a ñ a del siglo XIV. Mientras conversábamos, Lidia Yakovlevna (con u n vestido de terciopelo negro y u n medallón dorado en el pecho) p r e p a r a b a la mesa. Tocan al timbre en la puerta, abren. E n t r a n dos, u n o alto, sacándose el abrigo gris oscuro, ya desabotonado, de ojos (¿me parecían?) muy claros, casi blancos (¿o era algo en mis ojos?); el u n o TVardovski, el otro Satz 33 . Con decisión, de los bolsillos a derecha y a izquierda, sacan botellas de vodka y las ponen en la mesa. (Creo que no los esperaban). Nos presentaron: 'Jóvenes filósofos. Este es Iliénkov, el profesor. Estos son s u s estudiantes'. Tvardovski nos miró de frente y dijo riendo entre dientes: 'De tí no nos habló el poeta'. Se ríen y se sientan a la mesa. Comenzaron a recordar al padre de Evald Vasilievich, Peredélkino 3 4 a n t e s de la guerra, la guerra..." 3 5 . Este suceso, casi fortuito, tendría gran repercusión en el desarrollo teórico de a m b o s pensadores: "En el tiempo que nos conocimos, en m á s de u n a ocasión retomamos nuestro diálogo filosófico", escribiría Mijaíl Lifschitz a ñ o s después de la p r e m a t u r a muerte de Iliénkov 36 . 31 Seidel, Helmut: Treinta y cinco años atrás: recuerdos, op. cit. 32 Se refiere a Lidia Yakovlevna Reingardt, experta en arte y esposa de Mijaíl Lifschitz. 3 3 Alexander Tvadorvski, uno de los m á s destacados poetas soviéticos; Igor Satz, critico literario cuyas ideas eran muy cercanas a las de Lukács y Lifschitz. 34 Peredclkino: colonia de escritores en Moscú, establecida por iniciativa de Máximo Gorki en 1934. 35 Naumenko, Lev: Mifologiya zhivaya i mertvaya (Mitología viva y muerta), alternativy.ru, 02-07-2010. 36 Lifschitz, Mijaíl: En memoria de Evald Iliénkov en Evald Vasilievich Iliénkov v vospominaniyaj (Evald Vasilievich Iliénkov en los recuerdos], Sociedad

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E N B Ú S Q U E D A D E LA LOGICA DIALÉCTICA

A inicios de la d é c a d a d e 1960, el I n s t i t u t o d e Filosofía d e l a de la U . R . S . S . se convirtió e n el m o t o r del e s f u e r z o d i r i g i d o a f u n d a m e n t a r la lógica d i a l é c t i c a . E n t r e q u i e n e s i m p u l s a r o n e s t a labor, se e n c o n t r a b a n : Pavel K o p n i n , E v g u e n i S i t k o v s k i i , M a r c R o s e n t a l , Lev M a n k o v s k i y B o n i f a t i Kedrov, a d e m á s d e E v a l d Iliénkov y s u p u p i l o Lev N a u m e n k o . A p a r t e d e los t r a b a j o s d e i n v e s t i g a c i ó n y m o n o g r a f í a s , g r a n p a r t e de la f a e n a del I n s t i t u t o s e d i r i g i ó a c r e a r n ú c l e o s d e e s t u dio e n l a s u n i v e r s i d a d e s . B a j o e s t a i n f l u e n c i a s e c o n f o r m a r o n g r u p o s d e d i c a d o s al d e s a r r o l l o d e l a l ó g i c a d i a l é c t i c a e n Kiev, Rostov del Don y A l m a - A t a . 3 7 Z h a b a i j á n Abdildin r e m e m o r a q u e a l l l e g a r a M o s c ú s i e n d o u n joven recién g r a d u a d o s e e n c o n t r ó c o n u n a a t m ó s f e r a c r e a t i v a en la que todos p o d í a n h a c e r p r e g u n t a s y c o l a b o r a r a c t i v a m e n te, a d e m á s de p a r t i c i p a r d e r e u n i o n e s i n f o r m a l e s c o t i d i a n a s e n las que t e n í a n l u g a r i n t e r e s a n t e s d i s c u s i o n e s . E s t o lo i n s p i r ó para, al r e g r e s a r a s u r e p ú b l i c a n a t a l , i n i c i a r s u l a b o r d e p r o f u n d i z a r o n en la lógica d i a l é c t i c a y e n e s t e c o m e t i d o c o n t ó c o n la a y u d a del I n s t i t u t o d e l a c a p i t a l s o v i é t i c a : "Kazajistán llegó a s e r u n c e n t r o d e d e s a r r o l l o d e l a l ó g i c a d i a léctica en g r a n p a r t e g r a c i a s a s e m e j a n t e a p o y o d e p a r t e d e E . Iliénkov, M. R o s e n t a l y B. K e d r o v . T o d o s n u e s t r o s s i m p o s i o s , conferencias i n t e r n a c i o n a l e s f u e r o n o r g a n i z a d o s c o n l a p a r t i c i pación d i r e c t a de Iliénkov, e n c a d a f o r o él h a c i a u n g r a n i n f o r m e plenario W38 . Evguenia B o s e n k o , e s t u d i a n t e d e filosofía e n los a ñ o s 6 0 , r e memora u n e p i s o d i o del m i s m o p e r í o d o e n Kiev, q u e i l u s t r a e l papel de Iliénkov e n la f o r m a c i ó n d e n ú c l e o d i a l é c t i c o d e l a c a p i tal u c r a n i a n a : A.C.

Filosófica "Dialéctica y C u l t u r a " , M o s c ú , 2 0 0 4 . 37 Alma-Ata (Kazajistán): Zhabaiján Abdildin, Aguin Kasymzhanov, M a m i y a Bakanidze, a ellos s e les u n i e r o n Lev N a u m e n t o y E v g u e n y S i t k o v s k i i . Kiev (Ucrania): Pavel Kopnin ( d i r e c t o r d e l I n s t i t u t o d e F i l o s o f í a d e la A.C. e n U c r a n i a ) , Maria Zlotina, Valeri B o s e n k o y A n a t o l y K a n a r s k i . Rostov del Don (Rusia): Y u r i Zhdanov (rector d e la U n i v e r s i d a d d e R o s t o v d e l Don), Alexei S h c h i t o v , A r t a b a z d Minasian y Alexei P o t i o m k i n . 3 8 Abdildin, Z h a b a i j á n : Ya nikogda nie skazhu plojogo pro Marksa ili Lenina, pro Sovietskuyu vlast, dlya menya eto budet koshchunstvenno, op. cit.

ili

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"Cada visita de Iliénkov a Kiev era todo u n suceso. Pero ese octubre lo recuerdo de modo especial. Apenas había salido a luz su trabajo De ídolos e ideales y era muy popular 3 9 . Él viajó p a r a ser oponente en la disertación p a r a la c a n d i d a t u r a a Doctor del dirigente de nuestro círculo de estética A. Kanarski". / "La sala de actos del Instituto estaba llena a reventar. Los jóvenes de pie en los pasillos y los a f o r t u n a d o s sentados al filo de la ventana. Después de la defensa, los e s t u d i a n t e s de la Facultad de Filosofía del círculo de estética pusieron u n a g u i r n a l d a de flores am ari llas en la cabeza de su dirigente y lo llevaron a la plaza del Komsomol... Mientras festejaban al joven candidato a Doctor, Iliénkov, a quien los miembros del círculo querían llevar a u n a de sus reuniones, se había esfumado. No lo hallaron en los piquetes instalados en el Instituto de Filosofía y en la Universidad, ni en el hotel "Mir", donde se hospedaba". / "A la noche, u n o de quienes lo b u s c a b a n lo reconoció en c a s a de s u s padres j u n t o con V. S c h i n k a r u k y otros filósofos de Kiev"40. No obstante, su febril actividad trajo otras consecuencias, la de chocar con quienes sostenían p o s t u r a s contrarias. En 1960 dio inició la labor de edición y redacción de la Enciclopedia Filosófica e Iliénkov tomó p a r t e de esta iniciativa primero como autor y luego como redactor científico (no titular) de la sección "Materialismo Dialéctico" 41 . Al p r e p a r a r s e el tercer tomo de la Enciclopedia, el redactor principal Fiodor Konstantinov decidió reducir los materiales dedicados a las categorías de la dialéctica y enfatizar en la lógica formal. Ante esto, Iliénkov protestó de modo airado y presentó su renuncia. 4 2 El desarrollo vertiginoso de u n a nueva ciencia, la cibernética, tuvo u n subproducto indeseado al ver renacer u n a práctica h u 39 Esta obra se publicó en 1968. 40 Bosenko, Evguenia: Filosofiya kak sovmestno-razdelnaya deyatelnost (La filosofía como actividad conjuntamente dividida], propaganda-journal.net, 15-04-2010. 41 Publicada en cinco tomos entre 1960 y 1970, la "Enciclopedia Filosófica* tiene u n carácter monumental y multifacético (incluye cerca de 4500 artículos) y debe ser tomada en cuenta como u n a de las obras f u n d a m e n t a l e s para el estudio de la historia de la filosofía en el siglo XX. Iliénkov es autor de los artículos: Abstracción, Interacción, Correlación, Lo universal, Realidad, Lo individual, Unidad, Error, Lo ideal, Idealidad, Lógica de 'El Capital', Cantidad, Lo concreto, Lo lógico y lo histórico, Sustancia. 42 Maidanski, Andrei: Metamorfosy idealnogo |La metamorfosis de lo ideal), situation. ru, noviembre-diciembre 2005.

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m a n a de milenarismo a u n q u e no religioso sino cibernético, cosa igual ocurrió, por ejemplo, con los cañones de largo alcance y los delirios f u t u r i s t a s en la I G u e r r a Mundial, pero en el caso soviético, la nueva ciencia se entrelazó con las disputas en el m u n do filosófico. Varios académicos, científicos e intelectuales afirm a b a n que el verdadero desarrollo de la filosofía lo debía g u i a r la lógica matemática y el enriquecimiento de la lógica formal, al incorporar en ésta los hallazgos de las ciencias naturales. P a r a Igor Narski, la teoría de Kant era muy superior a la c o n f u s a p a labrería idealista de Hegel, en s u opinión, la lógica dialéctica solo era u n a metateoría de la lógica formal y debía ser d e p u r a d a del elemento de la contradicción. Avenir Uiomov planteó r e e m plazar a la lógica por u n a teoría del funcionamiento de s i s t e m a s complejos que pudiese ser p r o c e s a d a en u n computador. Dimitri Gorski elaboró u n nuevo modelo de abstracción en base de la "teoría de conversión lambda". Alexander Zinoviev, a n t i g u o alumno de Iliénkov, propuso u n a n u e v a lógica extraída de la indeterminación cuántica. 4 3 El filósofo Alexei Potiomkin recapitula: "Con los esfuerzos conjuntos de muchos filósofos, y no en el último lugar, de los lógicos, y bajo la supervisión vigilante y la sabia dirección de los académicos Ilichiov, Konstantinov, Mitin y Fedoseiev, la c o n t r a dicción dialéctica fue limpiada (inmunizada) de conformidad con la ley lógico formal de 'prohibición de contradicciones'. La propia dialéctica fue convertida en u n a construcción filosófica 'no contradictoria' bajo cuyo techo m a d u r ó el equipo de ' m á q u i nas que piensan' de los cerebros p e n s a n t e s de los f u t u r o s 'perestroikos' y 'reformadores' " 44 . Este ambiente de auténtica divinización de la " m á q u i n a q u e piensa" llegó a convertirse en la negación del atributo h u m a n o del pensamiento, la m á q u i n a tenía derecho a pensar, el ser h u mano no. "Cuando B.M. Kedrov en s u d i s c u r s o en la C a s a de los Científicos (...) trató de defender este derecho [el derecho h u m a no a pensar sobre la filosofía], los a d m i r a d o r e s de las m á q u i n a s que piensan lo abuchearon y e x p u l s a r o n de la tribuna" 4 5 .

43 Potiomkin, Alexei: Kisa v chernon jashchike [El gato en la caja negra), Conferencias Iliénkov "Iliénkov y Hegel", Rostov del Don, 2007, pp. 12-14. 44 Potiomkin, Alexei: Kisa u chernon jashchike,

op. cit., pp. 12-14.

45 Potiomkin, Alexei: Kisa v chernon jashchike,

op. cit., pp. 12-14.

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Alexander TYardovski, que era redactor principal de la prestigiosa revista literaria Nuevo Mundo4G, le planteó a Iliénkov abord a r la hipótesis de u n a m á q u i n a m á s inteligente que el ser humano. De esta inquietud nació el artículo El secreto de la caja negra. No obstante, c u a n d o lo presentó p a r a su publicación, Tvardovski consideró que no era el momento adecuado. Iliénkov, contrariado, le comentó de la situación a su amigo Alexei Potiomkin, quien contactó con el rector de la Universidad Estatal de Rostov del Don, Yuri Zhdanov. 4 7 Tras leer el manuscrito, Zhdanov tomó de inmediato medidas p a r a que se lo publicara y discutiera en las p á g i n a s de la revista oficial de la universidad Por la ciencia soviética.48 En efecto, así sucedió y El secreto de la caja negra salió al público en el N°8 del 21 de marzo de 1964. Muchos a ñ o s después, Yuri Zhdanov resaltaba la importancia de El secreto de la caja negra: "...se t r a t a b a del latente dominio en las profundidades de la consciencia de las m a s a s de las representaciones metafísicas, antidialécticas, que repudian la especificidad del pensamiento, que se mueven en medio de las contradicciones, que repudian la compleja senda del conocimiento infinito, y el propio infinito. Que lo r e p u d i a n con referencia a las novísimas ciencias, a la cibernética y al enfoque de información". / "...Iliénkov no estaba en contra de los métodos de la teoría de la información, ni en contra de la cibernética..." / "A Evald Vasilievich le preocupaban los problemas de la interrelación de los mecanismo de trabajo del cerebro, fisiológicos y electrofisiológicos, con la concepción de lo ideal, la consciencia y el pensamiento. Ante esto, previno en contra de la consideración simplona y positivista de estas categorías, se puso en g u a r d i a contra de los peligros del materialismo 'cibernético' como u n a subsistencia a la moda del mecanicismo" 4 9 . Resulta necesario, en este punto, llamar la atención que el debate que suscitó el desarrollo de la cibernética, no era u n a dis46 No vi Mir. 47 Químico de profesión e hijo del politico Andrei Zhdanov. Fue miembro de la dirección ideológica del P.c.u.s. a inicios de los a ñ o s 50. Sería destituido por la facción de J r u s c h o v y Suslov, que decidieron alejarlo de Moscú al enviarlo a Rostov del Don. 48 Za sovietskuyu nauku. 49 Zhdanov, Yuri: Vzgliad vproschloie: vospominaniya ochevidtza (Mirada en el pasado: recuerdo de u n testigo), Feniks, Rostov del Don, 2004.

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cusión b i z a n t i n a , e s t a b a í n t i m a m e n t e vinculado a p r o b l e m a s sociales c o m o el p e r f e c c i o n a m i e n t o de la dirección de la p r o d u c ción, la m e j o r a de los m e c a n i s m o s de la planificación s o c i a l i s t a , las f o r m a s e s p e c í f i c a s q u e t e n d r í a superación de la división e n tre el t r a b a j o m a n u a l e intelectual. 5 0 Resultado de l a s v i c i s i t u d e s de El secreto de la caja negra, e n los a ñ o s v e n i d e r o s la colaboración, a m i s t a d e intercambio d e ideas entre Evald Iliénkov y Yuri Z h d a n o v fue constante.

LA DISCUSIÓN ECONÓMICA

Desde finales de los a ñ o s 1950 los problemas planteados p o r el gran crecimiento d e la e c o n o m í a soviética 51 y las t a r e a s d e l a transición del s o c i a l i s m o a l c o m u n i s m o intensificaron l a s d i s crepancias teór ic as e n t r e los teóricos, científicos y, s o b r e t o d o , entre los e c o n o m i s t a s soviéticos. El problema de la e c o n o m í a (los problemas de la p r o d u c c i ó n , distribución y c o n s u m o ) , n o e n c o n t r a b a solución en las n o c i o n e s de los e c o n o m i s t a s del c a p i t a l i s m o , ni en las f u n d a m e n t a c i o n e s de las d i s t i n t a s e s c u e l a s d e la e c o n o m í a política b u r g u e s a , q u e en definitiva r e s u l t a b a n i n s u f i c i e n t e s en la nueva situación d e l desarrollo socialista ( c o m u n i s t a ) , pero al no poder e n c o n t r a r el punto central, primicial, de la investigación - c o m o o c u r r e c o n frecuencia-, en m u c h o s e c o n o m i s t a s soviéticos nació la t e n t a ción de utilizar l a s e s c u e l a s y la lógica b u r g u e s a como i n s t r u mento p a r a la resolución de los p r o b l e m a s presentes y f u t u r o s . En esta c i r c u n s t a n c i a , el m é t o d o de la economía política, l a s categorías e c o n ó m i c a s f u n d a m e n t a l e s , el rol del plan y la p r o ducción mercantil, l a s f o r m a s de o p t i m i z a r el desempeño e c o n ó mico, la contabilidad, la c u e s t i ó n de la definición del costo d e l a producción, el m e r c a d o , los p a g o s a los trabajadores, en d e f i n i tiva, todo problema q u e s u r g í a a la p a l e s t r a pública p r o v o c a b a enconadas controversias. Al c a l o r de la l u c h a se perfilaron d o s

50 Ver: Gluschkov, Viktor: Cibernética, cálculo electrónico, planificación y dirección, E D I T H O R , Quito, 2 0 1 3 , passim. 5 1 En 1 9 6 6 en la U . R . S . S . e x i s t í a n 3 0 0 r a m a s de producción, 4 7 mil e m p r e s a s y 12,800 organizaciones de p r o d u c c i ó n p r i m a r i a .

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tendencias de pensamiento económico (aunque esto se dice grosso modo): mercantilistas y antimercantilistas. 5 2 "La discusión sobre el carácter de la producción socialista inició mucho a n t e s de emprender directamente la construcción socialista, no se extinguió en el curso de la construcción y desarrollo del socialismo en la U . R . S . S . , y obtuvo nuevos a r g u m e n t o s de la práctica, c u a n d o u n a de las concepciones teóricas - la concepción de los llamados HovarnikV - fue colocada en los f u n d a mentos de las transformaciones prácticas y condujo a la destrucción del socialismo, al aniquilamiento de la U . R . S . S . y la restauración del capitalismo en Rusia y en los otros países de la C.E.I.* 53 . En 1961, la publicación del libro Dialéctica de lo abstracto y lo concreto... provocó la reacción adversa de los economistas del ala mercantilista, en especial de J a c o b Kronrod, quien rechazaría la tesis, sostenida por Iliénkov, que el valor es la categoría primicial de El Capital y que, por lo tanto, las conclusiones que Marx extrajo de s u análisis, rigen p a r a toda economía de tipo mercantil 54 . Esto condujo a Kronrod, en u n a obra posterior, a afirmar respecto del método de investigación que Marx empleó en El Capital: "En c a d a de u n a de las e t a p a s el conjunto de relaciones de producción se investiga en las formas m á s y m á s concretas y multiformes de s u desarrollo. Este método de ascenso de lo abstracto a lo concreto lo dicta el propio contenido de la producción capitalista...". / "Desde el p u n t o de vista metodológico, el análisis de Marx de las relaciones de producción del capitalismo cons u m a la correlación de las formas de movimiento específicamente históricas de lo abstracto a lo concreto (...) con las formas generales del ascenso de la producción a la distribución, del intercambio y el c o n s u m o como s u u n i d a d bajo el rol predominan52 Mercantilistas (tovarniki o rinochniki), entre s u s principales representantes e s t á n J a k o v Kronrod, Evgueni Liberman, Nikólai Petrakov, Stanislav Schatalin, Konstantin Ostrovitianov, G u e n n a d i Lisichkin, Alexander Birman, Leonid Abalkin. Antimercantilistas (netovarniki), entre s u s principales r e p r e s e n t a n t e s se e n c u e n t r a n Nikólai Tzagolov, Albert Eriomin, Richard Kosolapov, Anatoly P o k r yt an, Nikólai J e s s i n , Vasily Elmeiev, Nikólai Moiseienko, Enrique Andres, Alexander K a s h c h e n k o y el a f a m a d o diseñador de aviones Olcg Antonov. 5 3 Popov, Mijaíl Vasilievich: Ot zakona stoimosti k zakonu potrebitelnoi stoimosti (De la ley del valor a la ley del valor de uso). 54 Ver: Iliénkov, Evald: La lógica económica del socialismo, E D I T H O R , Quito, 2012, pp. 69-88.

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te (primacía) de la producción". / "La investigación del movimiento de las relaciones de p r o d u c c i ó n s o c i a l i s t a s contiene en sí s u s propios e s c a l o n e s e s p e c í f i c o s d e a s c e n s o de lo a b s t r a c t o a lo concreto" 55 . Kronrod no e r a el ú n i c o q u e s o s t e n í a tal a r g u m e n t o . En 1964, el veterano bolchevique, K o n s t a n t í n Ostrovitianov 5 6 , en u n a r t í culo titulado Cuestiones metodológicas de la economía política del socialismo, a t a c a a la c o r r i e n t e a n t i m e r c a n t i l i s t a y p r e t e n d e r e f u t a r s u s f u n d a m e n t o s m e t o d o l ó g i c o s . S e g ú n Ostrovitianov, el método de Marx de a s c e n s o d e lo a b s t r a c t o a lo concreto es t a m bién u n ascenso de lo p a r t i c u l a r a lo g e n e r a l , q u e va de la relación mercantil simple a l a s r e l a c i o n e s c a p i t a l i s t a s d e s a r r o l l a das. "El primer capítulo de El Capital, a f i r m a Ostrovitianov, es j u s t a m e n t e el reflejo del p r o c e s o h i s t ó r i c o del s u r g i m i e n t o del capitalismo en f o r m a de c a t e g o r í a s lógicas". Y e s t e a s c e n s o de lo particular a lo g e n e r a l "no e s a p l i c a b l e a la e c o n o m í a socialista" 57 . Iliénkov se p r o n u n c i ó a favor d e la t e n d e n c i a a n t i m e r c a n t i l i s ta 58 , al señalar la d e b i l i d a d d e la a r g u m e n t a c i ó n m e r c a n t i l i s t a desde el p u n t o de v i s t a h i s t ó r i c o y lógico-dialéctico. "...antes de a b o r d a r el t r a b a j o c r í t i c o d e d e s a r r o l l o teórico e n la región de la e c o n o m í a política, M a r x s e p r e o c u p ó de la Lógica. 55 Kronrod, Jacob: Zakony politicheskoi ekonomii sotzializma (Leyes de la economía política del socialismo], Mysl, M o s c ú , 1966, pp. 191-192. 56 La obra económica de K o n s t a n t í n O s t r o v i t i a n o v d e b e a n a l i z a r s e de modo balanceado, tanto en s u s a p o r t e s c o m o p i o n e r o e n el e s t u d i o d e la economía política del socialismo y su evolución t a r d í a h a c i a l a s p o s i c i o n e s m e r c a n t i l i s t a s . 57 Ostrovitianov, K o n s t a n t í n : Metodologuicheskie voprosy politicheskoi ekonomii sotzializma en Izbrannye Proizvedeniya ( O b r a s E s c o g i d a s ] , t. 2, N a u k a , Moscú, 1973, pp. 432. 58 Las coincidencias, así c o m o l a s d i v e r g e n c i a s , q u e Iliénkov tuviera con los economistas a n t i m e r c a n t i l i s t a s e s u n a c u e s t i ó n q u e m e r e c e u n detallado e s t u dio aparte. Aquí solo c i t a m o s a l g u n a s t e s i s a n t i m e r c a n t i l i s t a s (netovarniki): "El sistema científico de la e c o n o m í a p o l í t i c a p u e d e c r e a r s e solo por la vía de la aplicación del método dialéctico d e a s c e n s o d e lo s i m p l e a lo complejo, de lo a b s tracto a lo concreto. La creación del s i s t e m a c i e n t í f i c o e s la b a s e n e c e s a r i a d e superación del retraso de la e c o n o m í a p o l í t i c a del s o c i a l i s m o de los r e q u e r i mientos de la práctica de la c o n s t r u c c i ó n c o m u n i s t a " . (Tzagolov, Nikólai: Voprosy metodologii i sistemy policheskoi ekonomii ( C u e s t i o n e s de la metodología y el sistema de la economía política], E d i t o r i a l d e la Universidad de Moscú, Moscú, 1982, pp. 170); " C u a n d o la c u e s t i ó n t r a t a s o b r e el m é t o d o de uEl Capital* entonces se tiene en c u e n t a no el e s q u e m a lógico c o n c r e t o de c a t e g o r í a s sino l a esencia del propio método de la c i e n c i a . . . E s j u s t a m e n t e e n e s t e sentido q u e s e puede hablar sobre su significado i m p e r e c e d e r o , s o b r e s u u n i v e r s a l i d a d c o m o

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Y esta lógica fue desarrollada por la vía de la modificación crítica y materialista de la concepción lógico hegeliana. El problema de la Lógica de El Capital en forma general fue, de esa m a n e r a , resuelto de modo independiente y previo a la teoría económico-política propiamente dicha"/ "El Capital es Lógica aplicada, como en cualquier otra teoría. Y aquí se aplicó u n a teoría lógica del todo determinada, a saber, la hegeliana t r a n s f o r m a d a del modo crítico y materialista" / "...solo desde este punto de vista, es posible en la t r a m a m i s m a de El Capital s a c a r a la luz esos esq u e m a s de movimiento del pensamiento investigador que pueden, de seguro, ser considerados lógicos - e s decir, universales-, que en lo absoluto vienen dictados por el material específico. Aquellas formas lógicas en sí, que no solo podemos, sino que debemos 'aplicar' al análisis de cualquier otro material, sea este economía política del socialismo, biología o mecánica cuántica" 5 9 . Con base en este f u n d a m e n t o , Iliénkov impugno tesis mercantilistas tales como: "la producción socialista es producción mercantil de u n tipo e s p e c i a r 6 0 , "la economía socialista planificada crea la posibilidad de la combinación i n i n t e r r u m p i d a del crecimiento de la salida de productos y la sistemática ampliación del mercado p a r a su realización", 61 "las relaciones mercantiles-mon e t a r i a s son orgánicamente inherentes al modo socialista de producción" 62 . En opinión del filósofo estos argumentos, por su f u n d a m e n t o metodológico, son "ilógicos", divagaciones escolásticas sin valor teórico. Para Iliénkov, el "socialismo es solo la primera fase del comunismo" y la forma valor "no solo no tiene n a d a en común con la organización c o m u n i s t a del trabajo social, sino que es, en sí, su método del conocimiento teórico". (Pokrytan, Arkady (redactor): Metodologuicheskie voprosy politicheskoi ekonomii sotzializma [Cuestiones metodológicas de la economía política del socialismo], "Vishchaya Schola", KievOdessa, 1979, pp. 13). 59 Iliénkov, Evald: La lógica económica del socialismo, E D I T H O R , Quito, 2012, pp. 42-43. 60 Kronrod, Jacob: Zakony politicheskoi ekonomii sotzializma, op. cit., pp. 192. 61 Ostrovitianov, Konstantín: K voprosu. o tovarnomproizvodstvepri sotzializme en Izbrannye Proizvedeniya (Obras Escogidas], t. 2, Nauka, Moscú, 1973, pp. 517-518. 62 Birman, Alexander: Operezhnaya vremya (Un adelantado a su tiempo), Nauka, Moscú, 1990, pp. 17.

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c o m p e t i d o r y a n t a g o n i s t a , a u n q u e e n el c u a d r o e m p í r i c o a m b a s s e e n t r e t e j e n d e u n m o d o t a n e s t r e c h o , a c o m o lo h a c e n d o s l u c h a d o r e s e n la a r e n a del c i r c o , y a u n q u e la f o r m a c o m u n i s t a d e o r g a n i z a c i ó n del t r a b a j o s o c i a l i n c l u s o p o r c i e r t o t i e m p o (y h a s t a el p r e s e n t e ) a c t ú a b a j o l a s v e s t i m e n t a s del valor". P u e s t o q u e "allí donde el trabajo está realmente socializado no existe valor", y p o r ello los m e r c a n t i l i s t a s lo ú n i c o q u e h a c e n e s i n t e n t a r exp r e s a r la r e a l i d a d s o c i a l i s t a s i n c o n t r a d i c c i o n e s "por m e d i o d e c a t e g o r í a s q u e p o r p r i n c i p i o le s o n a j e n a s , y q u e e x p r e s a n la medida de la inmadurez de la formación c o m u n i s t a y d e s a p a r e c e n al s o n d e los p a s o s v e r d a d e r o s h a c i a a d e l a n t e p o r la s e n d a d e l a s o c i a l i z a c i ó n r e a l (y n o solo f o r m a l ) del t r a b a j o " 6 3 . La e c o n o m í a soviética, s e g ú n Iliénkov, e s t a b a " c a n s a d a de esperar el a n á l i s i s teórico r i g u r o s o d e l a s e s t r u c t u r a s e c o n ó m i c a s ya conformadas, las categorías. Creo inclusive q u e en este a n á lisis v a m o s r e t r a s a d o s , y q u e lo ' i n m a d u r o ' n o e s la e c o n o m í a , sino j u s t a m e n t e lo c o n t r a r i o , s u r e t r a t o teórico" 6 4 . El p r o b l e m a de la c o r r e c t a c o m p r e n s i ó n d e l m é t o d o d e la e c o n o m í a p o l í t i c a m a r x i s t a e r a e s e n c i a l p a r a c a p t a r t e ó r i c a m e n t e la r e a l i d a d s o viética, la c u a l , e n o p i n i ó n del filósofo, p r e s e n t a b a e n s u s u p e r ficie u n c u a d r o e n r e d a d o y c o n f u s o e n el q u e i n t e r a c t u a b a n f e n ó m e n o s y t e n d e n c i a s e c o n ó m i c a s c o n t r a d i c t o r i a s ; y la t a r e a d e la economía política e r a j u s t a m e n t e l a d e s e p a r a r l a s r e l a c i o n e s y categorías p r o p i a s d e l a f o r m a c i ó n s o c i a l i s t a , e s decir, l a s q u e t e n d í a n al c o m u n i s m o , d e a q u e l l a s q u e e x i s t í a n c o m o h e r e n c i a del capitalismo, e n p a r t i c u l a r , l a f o r m a valor, la m e r c a n c í a .

EDUCACIÓN, ALIENACIÓN Y P R O P I E D A D PRIVADA

En I960, Iliénkov e s c r i b i ó : " L a d i v i s i ó n del t r a b a j o e n c l a s e s antagónicas convierte a c a d a individuo en u n ser h u m a n o extremadamente unilateral, u n ser h u m a n o 'parcial'. Este d e s a rrolla a l g u n a s de s u s f a c u l t a d e s a e x p e n s a s d e e l i m i n a r la p o s i bilidad de d e s a r r o l l a r o t r a s . C i e r t a s f a c u l t a d e s s e d e s a r r o l l a n en u n o s individuos, y o t r a s e n o t r o s , y e s j u s t a m e n t e e s t e d e s a rrollo unilateral el q u e v i n c u l a a l o s i n d i v i d u o s los u n o s c o n l o s

63 Ver: Iliénkov, Evald: La lógica económica

del socialismo,

op. cit., p p . 3 7 - 6 8 .

64 Ver: Iliénkov, Evald: La lógica económica

del socialismo,

op. cit, p p . 3 7 - 6 8 .

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otros como personas, resultando ser esta la forma en que tiene lugar el desarrollo universal" 6 5 . La división entre el trabajo m a n u a l y el intelectual es u n a de las premisas y u n a de las formas históricas de existencia de la propiedad privada. En su forma m á s desarrollada ésta división se convierte en "cretinismo profesional", mismo que no es otra cosa m á s que "la propiedad privada sobre determinadas capacidades" 66 . Y si bien la revolución socialista liquida a la propiedad privada en su forma capitalista, a ú n no liquida a la propiedad privada en general y sus premisas históricas. "La transformación comunista de las relaciones sociales, escribe Iliénkov, consecuentemente, es inconcebible sin u n cambio decisivo del viejo modo de división del trabajo entre los hombres, del viejo modo de división entre ellos de las capacidades activas, de los roles y las funciones en el proceso de la producción social, tanto material como espiritual" 6 7 . Y, por lo tanto: "En este plano la tarea de la completa eliminación de la 'enajenación' coincide con la tarea de la creación de condiciones de trabajo directo y de educación tales, dentro de las cuales c a d a individuo - y no solo a l g u n o s - alc a n z a r á plenamente las c u m b r e s contemporáneas de la cultura teórico-espiritual, técnica y moral. Pues solo en este caso él puede llegar a ser dueño auténtico, y no formal, de todo el m u n d o de la c u l t u r a creado en los m a r c o s de la 'enajenación' "68. En consecuencia, las t a r e a s que a f r o n t a n la psicología y la pedagogía son de esencial importancia en la transformación o mantenimiento de las relaciones de producción. Para el pensador soviético, la posición verdaderamente materialista y dialéctica debía concebir la totalidad de las relaciones y condiciones que d a b a n lugar al desarrollo psíquico del individuo (en coincidencia plena con los descubrimientos de los psicólogos Serguéi Rubinstein y Alexéi Leontiev). "La filosofía y la psicología materialista hace mucho que dejaron por sentada aquella circunstancia esencial: la facultad de p e n s a r no la hereda la persona con su cerebro, ésta capacidad no está 'codificada' en su genética, en su biología. Esta es 'heredada', transmitida de 65 Iliénkov, Evald: Marx, op. cit. 66 Iliénkov, Evald: 67 Iliénkov, Evald: 68 Iliénkov, Evald:

Dialéctica de lo abstracto y lo concreto en *El Capital* de K. De ídolos e ideales, traducción de Rafael Plá León. De ídolos e ideales, traducción de Rafael Plá León. Hegel y la "enajenacióntraducción de Rafael Plá León.

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generación a generación, por u n a vía a b s o l u t a m e n t e distinta, p o r m e d i o d e l a s formas del mundo de los objetos c r e a d o s p o r el t r a b a j o , por m e d i o del c u e r p o d e la civilización"69. S e g ú n M a r x c a d a i n d i v i d u o m i r a y c o n o c e a t r a v é s d e los ojos de otro, s e llega a c o n c e b i r el m u n d o solo a l l o g r a r c o l o c a r s e sob r e los h o m b r o s de a n t e r i o r e s g e n e r a c i o n e s . El n i ñ o c o m i e n z a s u v i d a r e l a c i o n á n d o s e c o n el m u n d o , a p a r t i r d e l a s m ú l t i p l e s c o n c a t e n a c i o n e s d e la r e a l i d a d t r a n s f o r m a d a e n u n s i s t e m a de a p r e n d i z a j e q u e e n f a t i z a el rol del i n d i v i d u o s e g ú n l a c l a s e s o c i a l a la q u e p e r t e n e c e , p o r eso, la e x p r o p i a c i ó n d e los m e d i o s d e p r o d u c c i ó n y de vida a la c l a s e c a p i t a l i s t a d o m i n a n t e e s u n h e c h o e d u c a t i v o q u e i m p u l s a a la h u m a n i d a d h a c i a la l u c h a e n c o n t r a de la "enajenación" h i s t ó r i c o s o c i a l . E n 1963, en Z a g o r s k , A l e x a n d e r M e s h c h e r i a k o v 7 0 f u n d ó u n a escuela e s p e c i a l i z a d a en n i ñ o s c i e g o s y s o r d o s . Iliénkov j u n t o a Vasili Davidov y Alexei Leontiev p a r t i c i p a r í a n d e la e x p e r i e n c i a . Su e s p o s a Olga S a l i m o v a r e c u e r d a : " s a c r i f i c a b a (eso p r e c i s a mente, sacrificaba) s u t i e m p o d e t r a b a j o p a r a ir a t o d a s l a s i n s tancias, p a r a h a c e r q u e i n g r e s e n e n la U n i v e r s i d a d E s t a t a l d e Moscú... Manifestó u n a s c a p a c i d a d e s t a l e s d e o r g a n i z a d o r , q u e exigía y literalmente t o m a b a del c u e l l o a a q u e l l a g e n t e , d e la q u e dependía el d e s t i n o d e e s t o s m u c h a c h o s , a l o s q u e n o s o t r o s d o s nos debíamos" 7 1 Al lograr q u e los c u a t r o j ó v e n e s g r a d u a d o s e n la e s c u e l a d e Zagorsk c u l m i n e n s u s e s t u d i o s e n l a U n i v e r s i d a d d e M o s c ú , s e cumpliría el p r i n c i p a l objetivo d e e s t a e x p e r i e n c i a p e d a g ó g i c a . En los a ñ o s de la Perestroikaf m u c h o d e s p u é s d e la m u e r t e d e Iliénkov y M e s h c h e r i a k o v , s u s o p o n e n t e s y c r í t i c o s a c u s a r o n al experimento de ser u n a f a l s i f i c a c i ó n . S e g ú n e s t o s d e n u n c i a n t e s , el experimento p r o c l a m a b a h a b e r e d u c a d o a n i ñ o s s o r d o s y ciegos de nacimiento, c u a n d o e n r e a l i d a d s e lo h i z o c o n i n d i v i d u o s que perdieron e s t o s s e n t i d o s a e d a d e s t e m p r a n a s . U n o d e los "niños de Zagorsk", S e r g u é i S i r o t k i n , s e s u m ó e n 1 9 8 9 a la crítica de las c o n c e p c i o n e s p e d a g ó g i c a s d e s u s m a e s t r o s . E n c o n 69 Iliénkov, Arseniev, Davidov: "La m á q u i n a y el h o m b r e , c i b e r n é t i c a y filosofía" (Maschina y chelovek, kibernetika i filosofía) e n La teoría leninista del reflejo y la ciencia contemporánea, Moscú, 1966, pp. 2 6 3 - 2 8 4 . 70 Hasta su m u e r t e c a b e z a d e la i n v e s t i g a c i ó n e n e d u c a c i ó n d e n i ñ o s s o r d o s , ciegos y con problemas de a p r e n d i z a j e p a r a t o d a la U n i ó n S o v i é t i c a . 71 Salimova, Olga: Carta a Igor Manuilou minaniyaj, op. cit.

e n Evald

Vasilievich

iliénkov

v vospo-

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traposición, Alexander Suvorov, otro de los jóvenes educados en Zagorks, salió a la palestra a defender la validez de la experiencia y la honorabilidad de quienes participaron en ella. Pasado el ambiente turbio de la Perestroika y los a ñ o s 90, las publicaciones científicas evaluaron de forma m á s equilibrada los hechos, reconociendo que los datos del experimento pedagógico de Zagorks fueron proporcionados de forma detallada y fidedigna por el propio Meshcheriakov en s u s libros y artículos científicos. Por tanto, la acusación de falsificación era u n a calumnia. Si bien, en la Rusia contrarrevolucionaria de hoy, no es posible negar del todo el valor de los descubrimientos pedagógicos de la era soviética, si es chic considerar u n "fraude" a la interpretación m a r x i s t a "excesivamente optimista de soñadores utópicos" como Iliénkov y Meshcheriakov 7 2 .

E L IDEAL TERRENAL

En agosto de 1964 y 1966, Evald Iliénkov participó de los Congresos Filosóficos Hegel (en Zalsburgo y Praga, respectivamente), luego, en septiembre de 1970, estaría presente en el Congreso Internacional de Filosofía en Berlín. En 1965, la Academia de Ciencias le otorgó el premio Chernichevski por s u labor de investigación en la historia de la dialéctica. El 26 de noviembre 1968, defendió s u tesis p a r a obtener el doctorado en ciencias filosóficas: Sobre el problema de la naturaleza del pensamiento (sobre la base del análisis de materiales de la dialéctica clásica alemana)73. Yuri Zhdanov, recuerda al respecto: "Cuando nos conocimos, Evald Vasilievich era candidato a Doctor en ciencias filosóficas, lo que claramente no se correspondía ni a s u potencial creativo, ni a su contribución en la filosofía, ni a su autoridad en el medio científico. Por eso nosotros, 72 Puschaev, Y.V.: Istoriya i teoriya Zagorskogo eksperimenta (I) & (11), Voprosy Filosofii; Bocharikov, Oleg: "Zagorskii eksperiment* i osnovy chelovecheskogo myschleniya, newtonew.com, 09-02-2016; Psi-Press: Eksperiment dlinoyu v zhizn: put i slovo Aleksandra Suvorova, psypress.ru; Vasilova, T.A.: Teoreticheskaya razrabotka i prakticheskaya realizatziya sistemy obucheniya slepoglujij A.I. Meshcheriakovym, Kulturno-istoricheskaya psijologija, 2008, N* 3, pp. 17-24. 73 K voprosu o prirodie myschleniia (na materialaj analiza nementzkoi klassicheskoi dialektiki).

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s u s a m i g o s , e n u n i ó n c o n O l g a I s m a i l o v n a - s u s a b i a y persever a n t e e s p o s a - f u i m o s a l a t a q u e : d e f e n d e d la tesis doctoral. Él fog o s a y r e s u e l t a m e n t e n o s c o n t r a d i j o , d e c l a r a n d o q u e el título en c i e n c i a e s u n d i s p a r a t e . E n t o n c e s lo p r e s i o n a m o s , s e ñ a l a n d o q u e él n o r e a l i z a r í a s u s p o s i b i l i d a d e s e n l a s b a t a l l a s filosóficas s i n el g r a d o d o c t o r a l . Y e n g e n e r a l , si se vive con lobos, a a u l l a r c o m o lobo". / "A fin d e c u e n t a s , c o n s e g u i m o s q u e b r a r s u r e s i s t e n c i a . Yo m i s m o di u n p a s o t e m e r a r i o : a c e p t e ser u n o de s u s o p o n e n t e s oficiales. E r a e v i d e n t e lo i n a d e c u a d o de la s i t u a c i ó n , p e r o n o h a b í a d e otra" 7 4 . Los p r e s e n t e s e s e d í a r e c u e r d a n q u e la s a l a e s t a b a r e p l e t a y el bullicio e r a t r e m e n d o , Pavel K o p n i n , q u i e n p r e s i d í a el acto, dijo e n voz a l t a : " ¡ C a m a r a d a s ! L a d e f e n s a n o e s n i u n a c o r r i d a de tor o s ni u n p a r t i d o d e f ú t b o l , a u n q u e s e r á m u y i n t e r e s a n t e . . . Empecemos". T r a s la e x p o s i c i ó n , u n o d e los o p o n e n t e s , E v g u e n i Sitkovskii, dijo: "Iliénkov e n la t e s i s n o d e s c u b r e ni u n p l a n e t a , ni u n a p a r t í c u l a d e la m a t e r i a , s i n o el a n á l i s i s de los filósofos, es refrescante". La v o t a c i ó n del c o m i t é f u e d e 2 6 a favor y 3 e n contra de o t o r g a r el d o c t o r a d o 7 5 . E n t r e la opción p o r a l c a n z a r l a s n u b e s del r e c o n o c i m i e n t o académico o d i r i g i r s e a l t e r r e n a l p ú b l i c o " n o filosófico", Iliénkov prefirió esto ú l t i m o y s e d e d i c ó a t r a b a j a r e n libros, a r t í c u l o s d e p r e n s a y c o n f e r e n c i a s d i r i g i d a s a e s t u d i a n t e s , a c t i v i s t a s políticos y t r a b a j a d o r e s . E r a u n m i l i t a n t e ( s i e m p r e l l e v a b a e n s u bolsillo el c a r n e t de m i e m b r o del P a r t i d o C o m u n i s t a ) 7 6 , y e s e c o m promiso g u i a b a s u a c t i v i d a d d e r i g u r o s o a p e g o a la ciencia. En s u o b r a De ídolos e ideales d e 1 9 6 8 , q u e gozó de g r a n p o p u l a r i d a d por s u estilo a m e n o y s e n c i l l o , el filósofo a f r o n t a p r e guntas tan complejas como: ¿ P u e d e p e n s a r u n a m á q u i n a ? ¿Qué es el ideal? ¿ Q u é e s la r e l i g i ó n ? Un ideal, esto es, u n a i d e a q u e s u r g e y t i e n e a c o g i d a e n la s o ciedad, no se p u e d e c o n s i d e r a r u n a s i m p l e i l u s i ó n de p e r s o n a s bienintencionadas, "por v í a d e u n a n á l i s i s j u i c i o s a m e n t e c i e n t í fico, objetivo del e s t a d o d e l a s c o s a s e n l a e s f e r a d e la s o c i e d a d 'civil' Marx llegó a la c o n c l u s i ó n d e q u e b a j o la f o r m a d e ' u t o p í a s ' 74 Zhdanov, Yuri: Vzgliad vproschloie: vospominaniya ocheuidtza, op. cit. 75 Iz stenogrammy zashchity dissertatzii E.V. Iliénkova na soiskania uchenoi stepeni doklora filosofskij nauk [Del e s t e n o g r a m a d e l a d e f e n s a d e t e s i s d e E.V. Iliénkov p a r a a l c a n z a r el g r a d o d e d o c t o r e n c i e n c i a s filosóficas]. 76 Según lo r e c u e r d a Lev N a u m e n k o .

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c o m u n i s t a s en la conciencia de los hombres se expresaba u n a necesidad real, m a d u r a . . . no u n a c r u z a d a ordinaria de u n a secta de caballeros del ideal, embriagados con sueños sobre la felicidad universal, sino u n real movimiento de m a s a s , convocado por las condiciones del desarrollo de la industria de maquinaria" 7 7 . El ideal c o m u n i s t a es el principio de solución de las contradicciones actuales, tiene u n f u n d a m e n t o terrenal presentido e intuido por los utopistas y científicamente f u n d a m e n t a d o por Karl Marx y Friedrich Engels 78 . Sin embargo, la cuestión no se agota con el descubrimiento de que todo ideal tiene u n a base terrenal, esto implícitamente conduce a otro agudo problema filosófico, la idealidad. Para Igor Narski la idealidad es producto de la materia y "se le contrapone como lo espiritual... lo psíquicamente-ideal... lo que es conscientemente conocido y realizado de modo social y práctico", en definitiva, la materia posee carácter primario y produce su reflejo "ideal" en la consciencia 7 9 . David Dubrovski concibe a la idealidad como u n a "realidad exclusivamente subjetiva que 'nace y existe' solo en la cabeza de la persona, no f u e r a de s u s límites, a u n q u e esta cualidad, n a t u r a l m e n t e , se vincula con la influencia externa, m á s precisamente, con el m u n d o exterior, con la activa actividad del hombre como ser social... la categoría de la idealidad se designa específicamente p a r a la representación psíquica del hombre y s u acción en el plano subjetivo, a diferencia de la acción objetiva que produce cambios en los objetos materiales" 8 0 . Iliénkov encontró que e s t a s concepciones de la idealidad eran muy problemáticas. Si lo ideal es convertido en u n sinónimo de lo psíquico, del reflejo en la consciencia, esto obligaría a incluir entre los objetos materiales a "todas las formas materialmente cristalizadas, objetivadas, de la consciencia social". A toda esa serie de "objetos" que e s t á n f u e r a de la cabeza del individuo y que se le contraponen de u n a m a n e r a corpórea y tangible, "los 77 Iliénkov, Evald: De ídolos e ideales, traducción de Rafael Plá León. 78 Ver: Iliénkov, Evald: De ídolos e ideales, traducción de Rafael Plá León. 79 Narski, Igor: Dialekticheskoieprotivorechiey logikapoznaniya (Contradicción dialéctica y lógica del conocimiento], Moscú, 1969, pp. 54. 80 Dubrovski, David: Psijicheskie jauleniya i mozg (Los fenómenos psíquicos y el cerebro], Nauka, Moscú, 1971, pp. 187.

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libros, l a s e s t a t u a s , los i c o n o s , los d i b u j o s , las monedas de oro, la c o r o n a del z a r , l a s b a n d e r a s , los e s p e c t á c u l o s teatrales y s u argumento dramatúrgico"81. A f i r m a r q u e u n v o l c á n e s objetivo, material, en contraposición a la p s i q u e i n d i v i d u a l , n o p r e s e n t a p r o b l e m a s , pero a f i r m a r q u e las leyes, el derecho, s o n i g u a l d e materiales y objetivas que el volcán, r e s u l t a a b s u r d o , "la s i m p l e i n d i c a c i ó n de que u n a c o s a d e t e r m i n a d a y la f o r m a d e l a c o s a e x i s t e n f u e r a de la conciencia, y no d e p e n d e n d e la v o l u n t a d i n d i v i d u a l , no resuelve a ú n la cuestión sobre la o b j e t i v i d a d d e a q u e l l a s en s u sentido m a t e r i a lista serio" 82 . E s evidente, p a r a el i n d i v i d u o el derecho es algo que existe i n d e p e n d i e n t e m e n t e d e s u v o l u n t a d y c o n s c i e n c i a , pero este n o existe al m a r g e n d e la h i s t o r i a . A d e m á s , el derecho es u n "objeto" con el q u e la h u m a n i d a d h a l i d i a d o s i n t e n e r clara consciencia de su n a t u r a l e z a , o r i g e n y e s e n c i a l r e a l . Que algo se conozca conscientemente y s e lo r e a l i c e e n la p r á c t i c a no implica q u e se lo comprenda. Derecho y j u s t i c i a a p a r e c e n h e r m a n a d o s como p a l a b r a s - s e gún Platón- q u e p u e d e n a p l i c a r s e a l o s a c t o s y acciones c o m u nes y que, sin e m b a r g o , r e v e l a n l a e x i s t e n c i a de u n poder q u e s e apoya en los d o s - c o n s t i t u i d o s e n s i s t e m a s - c i e n c i a - p a r a d e f e n der la convivencia e n s o c i e d a d , y q u e s o n revelados como u n a potencia en la Ley: p r o p i e d a d , f a m i l i a y E s t a d o . Lo primero s e materializa en c o s a s , o b j e t o s y t r a b a j o , l a s e g u n d a se limita a una necesidad d e r e p r o d u c c i ó n h u m a n a , ideal social y m o r a l , mixtificación del p a r a í s o r e l i g i o s o , y l a t e r c e r a se coloca por e n cima de la sociedad o r d e n a n d o l a s u p e r e s t r u c t u r a y r e a l i z a n d o la base material. En resumen, el E s t a d o , el r é g i m e n p o l í t i c o de la sociedad, los sistemas morales, l a s l i m i t a c i o n e s m o r a l e s y j u r í d i c a s , las n o r mas de c o n d u c t a s o c i a l y l o s c r i t e r i o s y n o r m a t i v a s estéticas, lógicas, etc. Todo e s t o c o n f o r m a el p l a n o d e la idealidad. P a r a el idealismo filosófico la p r á c t i c a c o t i d i a n a del derecho (y de t o d o el plano de la idealidad), d e l s i s t e m a d e leyes, solo se c o n o c e y toma en consideración c o m o " e x p r e s i ó n e x t e r n a de la a c t i v i d a d espiritual, como e n c a r n a c i ó n e x t e r n a e n la n a t u r a l e z a s u s t a n cial de aquellos p l a n o s q u e m a d u r a r o n p a r e c e q u e en los e s c o n 81 Iliénkov, Evald: Dialéctica 82 Iliénkov, Evald: Dialéctica

de lo ideal, de lo ideal,

t r a d u c c i ó n d e E d u a r d o Albert S a n t o s . t r a d u c c i ó n d e E d u a r d o Albert S a n t o s .

61 VIDA E I D E A S

drijos del pensamiento e imaginación creadoras" 83 , y al hacerlo se "metamorfosea a la idealidad en u n a sustancia autónoma, que existe independientemente de la viva actividad h u m a n a en calidad de su prototipo suprasensible e incorpóreo" 84 . El idealismo al no reconocer la actividad material práctica tiende a "asimilar la imagen ideal solo de modo formal, solo como u n esquema rígido y procedimiento de operaciones, sin comprender s u s orígenes y vínculo con la realidad verdadera (no idealizada)" de modo que el m u n d o objetivo (social y natural) se identifica de modo inmediato con las concepciones e ideas que las personas tienen sobre este. 85 Karl Marx, en El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte, dejo sentado lo siguiente: "Sobre las diversas formas de propiedad y sobre las condiciones sociales de existencia se levanta toda u n a s u p e r e s t r u c t u r a de sentimientos, ilusiones, modos de pensar y concepciones de vida diversos y plasmados de u n modo peculiar. La clase entera los crea y los forma derivándolos de s u s bases materiales y de las relaciones sociales correspondientes. El individuo suelto, a quien se le imbuye la tradición y la educación, podrá creer que son los verdaderos móviles y el punto de partida de su conducta (...) Y así como en la vida privada se distingue entre lo que u n hombre piensa y dice de sí mismo y lo que realmente es y hace, en las luchas históricas hay que distinguir todavía m á s entre las f r a s e s y las figuraciones de los partidos y su organismo efectivo y s u s intereses efectivos, entre lo que se imaginan ser y lo que en realidad son" 86 . Esta diferencia, sutil pero importante, entre el imaginar y el ser en realidad nos da la clave p a r a resolver el problema de la idealidad, ese f a n t a s m a que parece habitar en los objetos que nos rodean. "La idealidad existe de modo inmediato solo como forma (modo, imagen) de la actividad del ser h u m a n o social, es decir, u n a existencia plenamente objetal, material, dirigida al m u n d o exterior". La idealidad surge únicamente en ese sistema "de la h u m a n i d a d social en u n i d a d con ese m u n d o objetal por medio del cual ella cristaliza su actividad vital h u m a n a especí83 Iliénkov, Evald: Idealnoie [Idealidad], 219-227. 84 Iliénkov, Evald: Idealnoie [Idealidad], 85 Iliénkov, Evald: Idealnoie [Idealidad], 86 Marx, Karl: El Dieciocho Brumario de

Enciclopedia Filosófica, t. 2, 1962, pp. op. cit., pp. 219-227. op. cit., pp. 219-227. Luis Bonaparte.

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E V A L D ILIÉNKOV

fica". Es u n a función particular del ser h u m a n o como "sujeto d e la actividad social-laboral que se efectúa en las formas c r e a d a s por el desarrollo precedente" 87 . La idealidad, en la compresión materialista dialéctica, es la forma de las cosas, pero fuera de ellas, en el ser h u m a n o , en l a s formas de su actividad. Lo que u n a sociedad es lo d e t e r m i n a , e n última instancia, su modo de vida, las relaciones de producción, la actividad práctica social que se e n c a r n a en u n m u n d o de objetos y productos, "la forma del trabajo realizada - ' e n c a r n a d a ' , ' e n a j e n a d a - en la sustancia de la n a t u r a l e z a y, por e s t a r a z ó n se halla presente ante su propio creador como forma de la c o s a misma o como relación entre cosas, relación en la que h a n sido puestas por el hombre, por s u trabajo, y que n u n c a h u b i e r a n contraído por sí mismas" 88 . La idealidad "como forma de actividad h u m a n a existe solo en la actividad, y no en s u s resultados", existe allí, donde "la propia forma de la actividad, que se c o r r e s ponde a la forma del objeto externo, se convierte p a r a el h o m b r e en un objeto especial" 89 . Dubrovski objetó que Iliénkov, y otros que c o m p a r t í a n s u p u n to de vista, caían en el error de "hipertrofiar los vínculos s o c i a les del sujeto" llevando a la desaparición del único sujeto real, el individuo, reemplazándolo por la "sociedad en s u c o n j u n t o , como sujeto" 90 . Narski, por s u p a r t e , a c u s ó a Iliénkov de " a b s o lutizar e hipertrofiar el aspecto social de la consciencia", de c o n traponer lo social a lo material y reducir lo social ú n i c a m e n t e a la idealidad. 91 En la postura de Dubrovski se replica el error del m a t e r i a l i s mo vulgar de "identificar d i r e c t a m e n t e a la idealidad con el m a terial de las e s t r u c t u r a s y f u n c i o n e s neuro-fisiológicas del c e r e bro", reteniendo al materialismo en la n a t u r a l e z a , sin llevarlo a la historia 92 . De tal forma, los problemas sociales se s u s t i t u y e n por cuestiones biológicas, y en lugar de investigar en la h i s t o r i a humana para encontrar el verdadero origen del derecho, se q u e 87 Iliénkov, Evald: Idealnoie [Idealidad], op. cit., pp. 219-227. 88 Iliénkov, Evald: Dialéctica de lo ideal, traducción de Eduardo Albert S a n t o s . 89 Iliénkov, Evald: Idealnoie [Idealidad], op. cit., pp. 219-227. 90 Dubrovski, David: Psijicheskie jauleniya 91 Narski, Igor: Dialekticheskoie 71-72.

i mozg, op. cit., pp. 185.

protivorechie y logika poznaniya, op. cit., p p .

92 Iliénkov, Evald: Idealnoie [Idealidad], op. cit., pp. 219-227.

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rrá e n c o n t r a r u n a zona del cerebro y decir "éste lóbulo fábrica leyes", algo así como u n a especie de mítica glándula jurídica. La posición de Narski, en cambio, reduce la cuestión filosófica básica, la relación entre el ser y la idea, a la relación entre el m u n d o exterior y la consciencia (entendida como fenómeno psicológico). Tal forma de entender las cosas cae, quiérase o no, en la robinsonada b u r g u e s a de oponer el individuo al "resto del mundo", ignorando que el individuo real y concreto no se relaciona con el m u n d o objetivo (natural) directamente, sino que lo hace solo en t a n t o y en c u a n t o es u n ser social. El m u n d o de la c u l t u r a espiritual, creado por las generaciones anteriores, u n m u n d o organizado de representaciones históricamente establecidas, socialmente cristalizadas en objetos, es la idealidad. Pero la idealidad solo se e n c u e n t r a en la interrelación entre la sociedad h u m a n a y los objetos creados por la actividad h u m a n a , en la actividad como acción viva, real. De allí que el derecho penal, que m a n d a a miles de pobres a la cárcel diariamente no se e n c u e n t r a en ese librito titulado Código Orgánico Integral Penal, ni en los edificios de las cortes, sino en el modo de actividad de u n período histórico que requiere del Derecho punitivo como forma de regulación social, y esta actividad del derecho se cristaliza en u n a serie de objetos q u e forman parte de ese sistema, que en la sociedad capitalista es instrumento de opresión y sometimiento de la mayoría trabajadora.

LÓGICA Y SUSTANCIA

El Grupo Praxis de Yugoslavia y la llamada filosofía de la praxis consideraban que la actividad creadora libre p a r a ser tal, no debía s u b o r d i n a r s e a n i n g u n a ley o necesidad material, y en tal sentido la tesis materialista de que el ser es primario y la idea s e c u n d a r i a se juzga como la negación de la práctica h u m a n a , de la libertad, el pensamiento y la cultura. Para ellos, la categoría central del m a r x i s m o es la praxis que "no es u n a actividad material opuesta a la espiritual, sino la e s t r u c t u r a de toda actividad h u m a n a m i e n t r a s sea libre" 93 . Si la praxis es categoría central y esta se define como la actividad creadora libre, por medio 93 Ver: Petrovic, Gajo: El materialismo histórico, la filosofía de la praxis y el pensamiento de la revolución en Praxis y filosofía: Ensayos en homenaje a Adolfo S á n c h e z Vázquez, Grijalbo, México D.F., 1985.

6 4

EVALD ILIÉNKOV

d e la c u a l el s e r h u m a n o s e m o d e l a y m o d e l a s u m u n d o , h a b l a r d e u n a n a t u r a l e z a q u e e x i s t e p r e v i a e i n d e p e n d i e n t e al p e n s a m i e n t o y a la h u m a n i d a d e s o c i o s o y d a ñ i n o . E n o p i n i ó n d e Adolfo S á n c h e z V á z q u e z , u n o d e los t e ó r i c o s m á s i m p o r t a n t e s d e la filosofía d e la praxis, la d o c t r i n a d e M a r x exige q u e s e d e b e r e c o n o c e r la " m a t e r i a l i d a d , t a n t o e n la a c t i v i d a d e n sí c o m o e n s u s p r o d u c t o s " y e s t e e s u n " n u e v o m a t e r i a l i s m o " e n el q u e "la objet i v i d a d e s social", e n t a l s e n t i d o , l a n a t u r a l e z a (el m u n d o objetivo) n o e s nada, " p u e s t o q u e p a r a el h o m b r e e n c u a n t o t a l solo e x i s t e c o m o objeto d e s u a c c i ó n o c o m o p r o d u c t o d e s u actividad" 9 4 . Concepciones como las a r r i b a d e s c r i t a s d e s n u d a n s u esencia al ser c o n f r o n t a d a s c o n la c o n c e p c i ó n m a t e r i a l i s t a d i a l é c t i c a d e idealidad e x p u e s t a p o r Iliénkov, a l e v i d e n c i a r s e q u e e l l a s c a e n e n ese giro del p e n s a m i e n t o , c a r a c t e r í s t i c o del i d e a l i s m o e n general: "El m u n d o m a t e r i a l r e a l , e x i s t e n t e a n t e s , f u e r a e i n d e p e n d i e n t e m e n t e d e la ' e x p e r i e n c i a ' y d e s u e x p r e s i ó n e n l a s f o r m a s de e s t a 'expresión' ( i n c l u y e n d o el l e n g u a j e ) , s e p i e r d e t r a n q u i l a m e n t e de v i s t a , y b a j o el n o m b r e d e ' m u n d o r e a l ' c o m i e n z a a fig u r a r el m u n d o p r e v i a m e n t e i d e a l i z a d o , y a a s i m i l a d o p o r los hombres, y a c o n f o r m a d o p o r s u a c t i v i d a d , el m u n d o q u e c o n o cen los h o m b r e s , t a l y c o m o s e r e p r e s e n t a e n l a s f o r m a s e x i s t e n tes de s u c u l t u r a , y a e x p r e s a d o ( r e p r e s e n t a d o ) e n l a s f o r m a s d e la experiencia h u m a n a e x i s t e n t e " 9 5 . En el d e s e o d e r e s o l v e r p r o b l e m a s r e a l e s d e l a t e o r í a y p r á c t i ca socialista, t e n d e n c i a s c o m o el G r u p o Praxis o f r e c i e r o n s o l u ciones que e r a n u n r e t r o c e s o r e s p e c t o d e l o s l o g r o s filosóficos del m a t e r i a l i s m o d i a l é c t i c o . S e g ú n E v a l d Iliénkov, al n e g a r el m a t e r i a l i s m o s e t r a n s f o r m a la d i a l é c t i c a e n s o f í s t i c a 9 6 , y a u n q u e se p a r t a de la p r e m i s a v e r d a d e r a d e q u e el s e r h u m a n o c r e a u n m u n d o social p o r m e d i o d e s u a c t i v i d a d , e s t a s c o n c e p c i o n e s "piensan" a la m a t e r i a d e m o d o i m p e r f e c t o a l n e g a r l e u n o d e s u s atributos, el p e n s a m i e n t o (reflejo). E s t o c o n v i e r t e a l a p r á c t i c a h u m a n a en d e m i u r g o g e n e r a d o r d e l m u n d o 9 7 . P o r e n d e , la pra94 Ver: S á n c h e z Vázquez, Adolfo: Filosofía de la praxis, G r i j a l b o , 3" ed., México D.F., 1980. 9 5 Iliénkov, Evald: Dialéctica de lo ideal, t r a d u c c i ó n d e E d u a r d o A l b e r t S a n t o s . 9 6 Iliénkov, Evald: La dialéctica leninista y la metafísica del positivismo, Edithor, 1" ed., Quito, 2014, pp. 5 3 . 9 7 "El p e n s a m i e n t o es, s e g ú n L e n i n , la f o r m a s u p e r i o r d e d e s a r r o l l o d e e s t a propiedad u n i v e r s a l y e x t r e m a d a m e n t e e s e n c i a l p a r a la m a t e r i a , e s t o e s , u n

6 5 VIDA E I D E A S

xis no es práctica real, no es la acción real, de seres h u m a n o s reales en el m u n d o material, sino la abstracción imaginaria de esa práctica. Iliénkov, por el contrario, recalca que el entendimiento m a r x i s t a es ajeno a esta contraposición entre materia y praxis, p u e s "la práctica de la h u m a n i d a d h u m a n a es u n proceso enteramente concreto (particular) y, al mismo tiempo, universal. Él incluye en sí, como sus momentos abstractos, a todas las otras formas y tipos de movimiento de la materia y se realiza en concordancia con s u s leyes. Por ello, las leyes generales de la modificación de la n a t u r a l e z a por el ser h u m a n o , resultan ser leyes generales del cambio en la propia naturaleza, elucidadas por la actividad h u m a n a y no prescripciones ajenas a ella dictadas desde a f u e r a . Las leyes universales del cambio de la n a t u raleza por el ser h u m a n o son también leyes universales de la naturaleza, y solo en concordancia con estas el ser h u m a n o puede lograr modificarla. Al t o m a r consciencia de ellas surgen también como leyes de la razón, como leyes lógicas" 98 . Pero si el m u n d o objetivo, la materia, es reemplazado por el m u n d o y a idealizado (ya conformado por la actividad humana), la ciencia y la filosofía corren el riesgo de e s t a n c a r s e y empobrecerse. Ludgwig Wittgenstein, el famoso positivista lógico, dijo que los problemas de la filosofía no e r a n otra cosa m á s que la "falta de comprensión de la lógica de nuestro lenguaje". Y la lógica, p a r a él, era simple y sencillamente el modo de hablar "de la n a t u r a l e z a m i s m a de los signos", de forma tal que todas las proposiciones de la lógica e s t á n ya d a d a s si "conocemos la sintaxis lógica de u n l e n g u a j e de signos cualquiera". En consecuencia, la filosofía debía reducirse a ser el método p a r a señalar los errores en el lenguaje, n u e s t r a s imprecisiones al expresarnos. Wittgenstein, no tranquilo con esto, infiere de s u s premisas que "los límites de mi lenguaje significan los límites de mi mundo", el "mundo es mí mundo", " m u n d o y vida son u n a sola cosa" y "Yo soy mi mundo" 9 9 . E s decir, yo soy el mundoy u n mundo que tiene s u lógica en el lenguaje, y el único lenguaje admisible es atributo. Y si se le niega a la materia este atributo suyo, entonces la pensaremos, como lo e x p r e s a r e Spinoza, 'de modo imperfecto', o, como escribieron Engels y Lenin, simplemente de modo erróneo, unilateral y mecanicista*. (Iliénkov, Evald: Dialekticheskaya Logika [Lógica dialéctica], Editorial de Literatura Política, 2" ed., Moscú, 1984, pp. 43). 98 Iliénkov, Evald: Dialekticheskaya Logika (Lógica dialéctica), op. cit., pp. 187. 99 Wittgenstein, Ludwig: TYactatus Logico Philosophicus.

6 6 E V A L D ILIÉNKOV

aquel conformado por las proposiciones de la ciencia natural. Tal es, en pocas palabras, el programa filosófico positivista. El positivismo y su influencia en las ciencias naturales, y en el marxismo, fue combatido por Iliénkov y por ello rechazó el materialismo cibernético, el neokantismo o la pretensión de reducir a la filosofía a ser u n a simple generalización de los últimos descubrimientos de las ciencias n a t u r a l e s . En su obra p o s t u m a , La dialéctica leninista y la metafísica del positivismo, escribió: "...la lógica y la teoría del conocimiento majista sugieren a las ciencias n a t u r a l e s modos imaginarios y p u r a m e n t e verbales de resolver los desacuerdos, conflictos y contradicciones surgidos en su interior, puesto que los m a j i s t a s ven la presencia real de las contradicciones solo dentro de la formulación verbal, terminológica del conocimiento, pero no en la esencia de la propia composición de estos conocimientos, no en la definición de los conceptos (pues u n concepto en el lenguaje de la filosofía dialéctica no es 'el significado de u n término', sino la comprensión de la esencia del asunto)" 100 . La lógica positivista al sugerir a la ciencia la armonización de la expresión verbal, b u s c a e l i m i n a r las contradicciones no mediante u n a mayor y m á s p r o f u n d a investigación, sino mediante las manipulaciones verbales. Al hacerlo, el positivismo a s u m e u n rol en esencia reaccionario y apologético p a r a con el estado alcanzado de los conocimientos científicos, " g u s t a n así expresarse en nombre de las ciencias n a t u r a l e s c o n t e m p o r á n e a s e incluso en nombre de toda la ciencia c o n t e m p o r á n e a , a u n q u e ellos en realidad solo h a b l a n por u n a u o t r a clase de tendencia, corriente o escuela, que ellos a c e p t a n y d a n por p a t r ó n universal de la cientificidad en general. Y c a d a vez s u orientación no es a la esencia del asunto, sino h a c i a la terminología que les es propia, a la manera de expresarse. A la f o r m a literaria y verbal que está en boga, hacia el estilo de p e n s a r de moda" 1 0 1 .

100 Iliénkov, Evald: La dialéctica leninista 1" ed., Quito, 2014, pp. 197. 101 Op. cit., pp. 198-199.

EDITHOR,

y la metafísica

del positivismo,

67 VIDA E I D E A S

Años 20: Evald Iliénkov y s u h e r m a n a Aida.

1927: Evald Uiónkov j u n t o a s u p a d r e e n Brianks.

9 de m a y o de 1945: Berlín t r a s el t r i u n f o s o b r e los f a s c i s t a s a l e m a n e s .

68

EVALD ILIÉNKOV Inicios de la d¿cuda de 1950: joven e s t u d i a n t e en la Facultad de Filosofía.

1953: j u n t o a su e s p o s a Olga Salimova y s u hija Elena.

VIDA E I D E A S

1953: S c h r a g u i n , Evald Iliénkov (en el centro) y Valentín Korovikov.

C o n g r e s o Hcgcl (Austria, 1964): N. Motroschilova. A. Quliga, A Dergiuguina y Evald Iliénkov.

70

EVALD ILIÉNKOV

-No c o n s i d e r a b a p o s , b l e (al m e n o s p a r a mí) f i j a r e n vina i m a g e n el p r o c e s o d e l a c r e a c i ó n . E n e l m e j o r Pero he^iqui l a fotografía d e l c o n o c i d o filósofo E v a l d V a s i l i e v i c h I l i é n k o v . ¿ É l p i e n s a . . . o e l a p a r a t o reflejó el p e n s a r ? "

Mediados de la d é c a d a d e 1 9 7 0 : E v a l d I l i é n k o v y s u e s p o s a O l g a S a l i m o v a .

Yuri R o s t , f o t ó g r a

71 VIDA E I D E A S

U N LEGADO TODAVÍA POR ESTUDIAR

Llegaba a s u fin la década de 1970 y el ambiente intelectual en la Unión Soviética se enrarecía, el quietismo de dogmáticos y la actitud c a d a vez m á s beligerante de la intelectualidad liberal hicieron mella en el estado de á n i m o del filósofo. En palabras de Richard Kosolapov, en esa época, los liberales, a n t e cualquier manifestación de inteligencia, l a n z a b a n la acusación de "stalinista" y los dogmáticos no d u d a b a n en endilgar el cargo de "revisionista" 102 . En 1971, muere Pavel Kopnin y tres a ñ o s después Bonfati Kedrov es destituido como Director del Instituto de Filosofía. La nueva j e f a t u r a del Instituto, con Boris Ukraintzev y Elena Modrzhinskaya a la cabeza, era adversa a Evald Iliénkov desde hacía m u c h o tiempo. En 1968, a s u artículo Marx y el mundo occidental lo h a b í a n tachado de a n t i m a r x i s t a y antisoviético porque en este se t r a t a b a el fenómeno de la alienación en el socialismo, en esa ocasión, con el apoyo de Kopnin 103 se rechazó esas acusaciones sin f u n d a m e n t o . Ocho a ñ o s después, la situación era diferente. 104 "Y la última vez que nos vimos, recuerda Richard Kosolapov, fue diez días a n t e s de la trágica pérdida de Evald Vasilievich. En ese entonces nadie, salvo Kommunisty lo publicaba". Intrigantes querían crear distancias entre los a l u m n o s del experimento Meshcheriakov y él. En el Instituto de Filosofía, Boris Ukraintzev, se negó seis veces a publicar el artículo El Problema de lo Ideal. "Iliénkov d e s e a b a m u d a r de lugar de trabajo, continúa Kosolapov, y yo lo comprendía: la atmósfera de aquellos a ñ o s en los medios académicos realmente e s t a b a muy viciada. Yo también, c u a n d o pude alejarme, refugiándome en la labor del aparato del C.C. del P.c.u.s., sentí u n grado m u c h o mayor de libertad" 105 . S u s amigos, conscientes de s u situación, intentaron ayudarlo a c a m b i a r de trabajo, fue muy tarde, el 21 de marzo de 1979 se 102 Kosolapov, Richard: Ob odnon "brezhnevskom" iubilee I.V. Stalina |Un jubileo de I.V. Stalin a a lo Brezhnev"], prometej.info, 11-01-2010. 103 En esa época director del Instituto de Filosofía. 104 Tolstyj, V.I. (red): Evald Vasilievich Iliénkov, Rosspen, 1" ed., Moscú, 2009, pp. 149-151. 105 Un científico devoto, intervención de Richard Kosolapov en la mesa redond a organizada por el periódico "Zavtra" sobre el destino de la herencia filosófica de E. V. Iliénkov, N° 10, 8 de marzo 2006.

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E V A L D ILIÉNKOV

conoció la i n e s p e r a d a n o t i c i a d e l s u i c i d i o d e Evald Iliénkov. A partir de febrero de 1980, Vladislav Lektorski, su a l u m n o y a m i g o , se e n c a r g ó d e o r g a n i z a r e n el I n s t i t u t o d e Filosofía u n s e m i n a r i o a n u a l e n m e m o r i a d e l p e n s a d o r . E n 1990, d o s d e s u s d i s c í p u l o s , S e r g u e i M a r e i e v y G u e n n a d i Lobastov, d e c i d e n c o n v e r t i r el s e m i n a r i o e n u n a C o n f e r e n c i a Filosófica de m a y o r nivel, así n a c e n l a s Conferencias Iliénkov c e l e b r a d a s h a s t a el presente. E n los a ñ o s p o s t e r i o r e s a s u m u e r t e , Lifschitz, N a u m e n k o y otros, p u b l i c a r í a n a r t í c u l o s y r e s e ñ a s e n h o m e n a j e a s u l e g a d o . V a r i a s de s u s o b r a s i n é d i t a s v e r í a n l a l u z , c o m o p o r ejemplo: El problema de lo ideal (1979), El arte y el ideal comunista (1987), Cosmología del Espíritu (1988), Dialéctica de lo abstracto y lo concreto en el pensamiento científico-teórico (1997). E n c o n m e moración del 6 0 a n i v e r s a r i o d e s u n a t a l i c i o se e d i t a r í a la v e r s i ó n íntegra de Lógica Dialéctica (1984) y el a r t í c u l o Dialéctica y cosmovisión (Kommunist, f e b r e r o 1984). Quienes lo c o n o c i e r o n , lo r e c u e r d a n c o n a f e c t o y r e s p e c t o , lo describen c o m o u n a p e r s o n a d i s c i p l i n a d a , q u e se l e v a n t a b a temprano e i n i c i a b a s u t r a b a j o d e d i c á n d o s e a e s c r i b i r t o d a l a m a ñ a n a ; le g u s t a b a s e r m i n u c i o s o y n u n c a e n t r e g a b a n i n g ú n material a m e n o s q u e lo c o n s i d e r a r á s a t i s f a c t o r i o . Solía r e u n i r se en las t a r d e s c o n s u s a m i s t a d e s , s u h o g a r en M o s c ú e r a r u i doso y alegre, c o n el b a r u l l o d e n i ñ o s , e s t u d i a n t e s y filósofos v e nidos de p r o v i n c i a s a q u i e n e s s e d a b a h o s p e d a j e , e r a c o m ú n encontrar a e m i n e n c i a s c i e n t í f i c a s e i n t e l e c t u a l e s de visita 1 0 6 . "Comprendía p e r f e c t a m e n t e q u e e n filosofía solo p e s a el p e n samiento, el r e s t o s o n p a l a b r a s , p a l a b r a s y p a l a b r a s . P e r o p a r a él, el p e n s a m i e n t o n o e r a u n í d o l o e n sí m i s m o . Q u e r í a ser, e n primer lugar, u n c o m b a t i e n t e d e i d e a s , u n p r o p a g a n d i s t a d e l a forma de v i d a c o m u n i s t a , n o d e l a b u r g u e s a , q u e r í a q u e el c o m u n i s m o f u e r a e n t e n d i d o p o r l a a m p l í a m a s a del pueblo" 1 0 7 . 106 Zhdanov, Yuri: Vzgliacl v proschloie: vospominaniya ochevidtza [ M i r a d a e n el pasado: r e c u e r d o d e u n t e s t i g o ] , F e n i k s , Rostov del Don, 2 0 0 4 . A b d i l d i n , Zhabaiján: Ya nikogda nie skazhu plojogo pro Marksa ili Lenina, ili pro Sovietskuyu vlast, dlya menya eto budet koshchunstvenno, 13-07-2012. Salimova, Olga: Carta a Igor Manuilov, 1 d e e n e r o d e 1984 en Evald Vasilievich iliénkov v vospominaniyaj [Evald V a s i l i e v i c h I l i é n k o v e n los recuerdos], S o c i e d a d Filosófica "Dialéctica y C u l t u r a " , M o s c ú , 2 0 0 4 . 107 Lifschitz, Mijaíl: En memoria de Evald Iliénkov e n Evald Vasilievich Iliénkov v vospominaniyaj [Evald V a s i l i e v i c h I l i é n k o v e n los recuerdos], S o c i e d a d Filosófica "Dialéctica y C u l t u r a " , M o s c ú , 2 0 0 4 .

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Ecuador necesita de la filosofía, mucho se habla de ciencia, tecnología y educación, pero la mayoría del tiempo eso se hace sin reconocer valor alguno al pensamiento teórico científico. La enfermedad del desprecio a los clásicos h a hecho mucho daño, y nos hace susceptibles a los d i s c u r s o s y frases de moda que se disfrazan de p r o f u n d a sabiduría. Sobre la filosofía de la a n t i g u a Grecia, el materialismo f r a n c é s del siglo XVIII o la filosofía clásica a l e m a n a a ú n no se h a dicho la última palabra. Los clásicos universales, y los clásicos nacionales, deben ser reivindicados, leídos y estudiados, tanto los u n o s como los otros, no solo los universales, ni solo los nacionales, sino todos en su conjunto, pues de no ser así solo se lograría u n resultado unilateral, magro y pobre. Y c u a n d o se dice que es necesario leer, estudiar y reivindicar, esto supone no u n a práctica p l a n a y sin resultado, es decir, no u n a ciencia retórica que en vez de i n s t r u i r a las masas se reduce a u n a jerigonza llena de mitos y fábulas utilizada p a r a per s uadir las de verdades eternas, cuya m á x i m a expresión es la negación de su papel en la historia y cuyo objetivo es sostener la división entre trabajo m a n u a l y trabajo intelectual para a p u n t a l a r el modo de producción capitalista como si fuere la etapa final e insuperable de la historia. De tal modo, al mirar a la filosofía soviética es evidente que ésta es u n momento en el desarrollo del p e n s a m i e n t o todavía demasiado reciente, demasiado cercano y subestimado, pese a su gran valor, y por lo tanto, la labor de su investigación está todavía en pañales, si bien es muy necesaria. Una anécdota relata que a n t e la p r e g u n t a de u n a l u m n o "¿Qué se debe leer p a r a llegar a ser filósofo?" Iliénkov respondió "escriban" y a continuación dictó los nombres: Platón, Aristóteles, Descartes, Spinoza, Rousseau, Kant, Hegel, Feuerbach, Marx, Plejánov, Lenin 108 . Este camino, el de estudiar a los grandes pensadores del p a s a d o es, a nuestro parecer, el adecuado p a r a a r r i b a r a la comprensión de la historia de la filosofía en el siglo XX. Por eso, este recorrido breve por la vida de Evald Iliénkov espera aportar, u n poco, al acervo cultural universal de nuestro pueblo. Víctor Antonio Carrión Noviembre 2016 108 Bosenko, Evguenia: Filosofiya kak sovmestno-razdelnaya cit.

deycitelnost,

op.

J

NOTA DEL TRADUCTOR La traducción p a r a la primera edición en castellano de la obra "Dialéctica de lo a b s t r a c t o y lo concreto en 'El Capital' de Marx" se la realizó en base a la versión en inglés de Sergei Kuzyakov, publicada en 1982 por Progress Publishers y disponible en el Marxists Internet Archive ( M Í A ) . Al plantearse la posibilidad de realizar u n a s e g u n d a edición, quien escribe, consideró a d e c u a d o cotejar la traducción con el texto de la edición soviética original: "ZlnaAeKTHKa aGcTpaKTHoro H KOHKpeTHoro B „KanHTaAe" MapKca" (Dialektika abstraktnogo i konkretnogo v "kapitále" Marksa), Editorial de la Academia de Ciencias de la U R S S , M O S C Ú , 1 9 6 0 . Esto con la creencia inicial de que solo sería u n trabajo menor que a y u d a r í a a pulir ciertos detalles p u n t u a l e s . Sin embargo, al c o m p a r a r los textos era evidente que la traducción al inglés, en la que se basó la versión en castellano, difería en a s p e c t o s m u y importantes del texto original. Tales discrepancias me llevaron a investigar y concluir que no existe justificación p a r a estas alteraciones en razón de que no se encontró evidencia de que estos cambios fueren autorizados por Evald Iliénkov. De tal forma, todo d a a suponer que Sergei Kuzyakov modificó el texto s e g ú n s u propia opinión al traducirlo del r u s o al inglés. Si bien toda traducción implica el aporte del traductor p a r a q u e la obra pase del idioma original a la versión traducida con n a t u r a l i d a d y desenvoltura, esto no puede hacerse alterando el contenido, e s t r u c t u r a o estilo del texto original. En el texto de la versión inglesa se modifica de forma significativa el estilo literario del libro quitándole gran parte de su belleza y versatilidad original. Por otra parte, se eliminan citas y se incluye secciones enteras en el Capítulo I1, sin que exista do1 El articulo "La concepción de lo abstracto y lo concreto en la lógica dialéctica y en la lógica formal" aparece como primera sección del Capitulo I, esto en la versión inglesa, a u n q u e no consta asi ni en la edición original de 1960, ni en la edición de 2 0 1 1 de la Editorial U R S S . Este articulo en realidad fue publicado

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NOTA DEL TRADUCTOR

c u m e n t o alguno que certifique Iliénkov consintiera tales cambios en su obra. Más importante, la traducción al inglés altera, sin razón aparente, varios términos filosóficos u s a d o s en el texto original 2 , lo cual p e r t u r b a el contenido del texto. Algo inaceptable en cualquier traducción. Todo esto me llevó a la convicción de que el trabajo de traducción debía realizarse desde cero, a p a r t i r del texto original. Lo que fue u n a labor por demás interesante y que espero haber cumplido de la mejor forma, d a d a s las características de u n a obra de gran envergadura y significado universal como la de Evald Iliénkov. No puedo terminar esta nota sin dejar c o n s t a n c i a de mi agradecimiento al Dr. Rafael Plá León, quien con s u s conocimientos supo orientarme en la interpretación de a l g u n o s p a s a j e s y términos. Además de su invaluable a p o r t e al corregir todas las traducciones de los anexos incluidos en la p r e s e n t e edición. Con el fin de ampliar ciertas c u e s t i o n e s y explicar a l g u n o s matices de la traducción he incluido v a r i a s n o t a s al pie que espero ayuden al lector a u n a mejor comprensión. En el caso de los anexos, los detalles pertinentes se explican en los pies de página correspondientes. El traductor, convencido de que t o d a labor de este tipo es s u s ceptible de perfeccionamiento, e s p e r a los comentarios y observaciones respecto a este trabajo. Víctor Antonio Carrión Octubre 2016

aparte en la recopilación "Dialéctica y Lógica. F o r m a s del Pensamiento" (Moscú, 1962). Si bien este trata sobre los problemas a b o r d a d o s en el libro, tal cosa no justifica alterar la e s t r u c t u r a de la obra original, por e s t a razón, el texto se incluye al final de la presente edición como u n anexo. 2 En calidad de ejemplo, podemos citar lo siguiente: "npeACTaBAeHHH" (predstavleniya) se traduce al inglés como "notion", es decir, "noción", y a u n q u e u n a de las acepciones de este vocablo r u s o es la de "noción", esto resulta i n a d e c u a do dado que la palabra r u s a se corresponde m á s bien a "representación" (forma usual de traducir el término a l e m á n Bestimmung) que e s la expresión u s a d a por Hegel y Marx. De igual forma, en el c a s o de "rHoceoAorHn" (gnoseologi), en la versión de Kuzyakov se utiliza la p a l a b r a "epistemology", o sea, "epistemología", cuando la traducción correcta es "gnoseología", siendo necesario t o m a r en cuenta las divergencias, en cuanto al uso de u n o u otro vocablo, entre los filósofos soviéticos y occidentales.

A K A A E M Í Ü ^

AMAAEKTMKA ABCTPAKTHOR) W KOHKPETHORO B „KAILMTAAE" M A P K C A

F a c s í m i l de l a p o r t a d a d e l a e d i c i ó n o r i g i n a l d e 1960.

PREFACIO El presente libro pertenece a u n joven científico que h a dedicado su investigación a las cuestiones de la lógica dialéctica. No es necesario detenerse especialmente aquí en el significado de la elaboración de esta i m p o r t a n t e á r e a de la ciencia filosófica marxista. Tanto el desarrollo ulterior de las ciencias n a t u r a l e s y sociales como las exigencias de la práctica social contemporánea promueven imperiosamente los problemas de la lógica dialéctica a primeros planos. V. I. Lenin ya señaló la necesidad de que los filósofos m a r x i s t a s pongan la m á x i m a atención a estos problemas. Lenin ya en s u s "Cuadernos filosóficos" y en otros trabajos legó valiosas indicaciones relativas sobre cuál era la línea en que debía tener lugar este trabajo. Entre las afirmaciones leninistas, gran significado tiene su pensamiento sobre la m á x i m a utilización de "El Capital" de Marx p a r a el desarrollo subsecuente de la lógica y la teoría del conocimiento dialécticas. Como es conocido, Lenin dijo que esta gran obra del socialismo científico es en si la lógica "con L mayúscula"; esto es, que Marx aplicó la dialéctica en toda su riqueza al estudio de la economía política del capitalismo y dio f u n damento ineluctable a la transformación revolucionaria de la sociedad. Lenin recomendó con perseverancia e s t u d i a r onmilateralmente la dialéctica de "El Capital": este modelo clásico de cómo es necesario comprender y aplicar el método m a r x i s t a del conocimiento. En el libro de E. V. Iliénkov se estudia u n a de las a r i s t a s m á s esenciales e interesantes del método dialéctico, que el propio Marx caracterizó como el método de ascenso de lo abstracto a lo concreto. A n u e s t r o criterio, el trabajo realizado por el autor es digno de la atención del lector que se interese en la filosofía marxista, y h a logrado u n lugar en la literatura que estudia el significado filosófico de "El Capital". J u n t o a u n enfoque general acertado p a r a con el problema de la dialéctica de lo abstracto y lo concreto, en el libro a d e m á s se

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M A R C ROSENTAL

hallan contenidas ciertas tesis q u e exigen u n a discusión ulterior. Efectivamente, es poco probable que el propio autor del libro pretenda la completa infalibilidad de todas sus afirmaciones. Lamentablemente, no f u e sino h a s t a hace poco que las cuestiones de la lógica dialéctica atrajeron n u e s t r a atención, en consecuencia estas no h a n sido sometidas a la discusión necesaria. Los debates creadores y las discusiones científicas en est a s cuestiones sobre la base del estudio de la g ran herencia de los clásicos del marxismo-leninismo y de los datos contemporáneos de las ciencias n a t u r a l e s y la práctica social serán indudablemente muy provechosos y o t o r g a r á n u n influjo benéfico en el desarrollo posterior de la lógica dialéctica. Profesor

M. Rosental

CAPÍTULO PRIMERO

L A CONCEPCIÓN DIALÉCTICA Y LA CONCEPCIÓN METAFÍSICA DE LO CONCRETO LA DETERMINACIÓN DE LO CONCRETO EN M A R X

Como es bien conocido, Marx determinó a lo concreto como a la síntesis de múltiples determinaciones" 1 . Desde el punto de vista de la tradicional lógica formal e s t a definición puede parecer paradójica: en efecto, la reducción 2 de la diversidad carnalmente dada 3 en u n i d a d se presenta, a primera vista, como la tarea no de la confección de lo concreto, sino j u s t a m e n t e de lo inverso, del conocimiento abstracto de las cosas. Desde el punto de vista de esta lógica tener consciencia de la u n i d a d en la diversidad de fenómenos sensiblemente asimilados, quiere decir poner de manifiesto aquello q u e es abstracto y general, lo idéntico, eso de lo que todos estos fenómenos e s t á n dotados. Esta unidad abstract a m e n t e a b s t r a c t a 4 , fijada en la consciencia con el auxilio del término c o m ú n , también se presenta, a primera vista, como esa 1 Marx, Karl: Contribución a la crítica de la Economía Política, ed. Estudio, B u e n o s Aires, 1975, pp. 213. 2 En r u s o el t é r m i n o "cBeACHue" (svedenie) tiene varias acepciones como son unificar, agrupar, reducir, contraer. (N. del trad.) 3 En el original "HyocTBeHHo-AaHHoro MHoroo6pa3Ha" (chuvstvenno-dannava mnogoobraziya) lo q u e p u e d e t r a d u c i r s e como 'diversidad (variedad) sensiblemente dada", "diversidad (variedad) c a r n a l m e n t e dada". En todo caso la expresión se refiere a lo percibido por los órganos de los sentidos y q u e existe mater ial m ent e (carnalmente). (TV. del trad.) 4 En el original " a ó c T p a K T H O OTUAENENHOE CAHHCTDO* (abstrakno otbliochennoie edinstvo). (TV. del trad.)

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EVALD

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mismísima " u n i d a d " a c e r c a d e l a c u a l , e n l ó g i c a , e s la ú n i c a sobre la que p u e d e d e c i r s e a l g o . Ciertamente, si se v a a c o m p r e n d e r l a t r a n s i c i ó n d e s d e la contemplación viva y la r e p r e s e n t a c i ó n h a s t a el c o n c e p t o , desde el nivel sensible del c o n o c i m i e n t o a l r a c i o n a l , s o l o c o m o u n proceso de reducción de la d i v e r s i d a d s e n s i b l e m e n t e d a d a a simple unidad a b s t r a c t a , a q u e l l a d e f i n i c i ó n d e M a r x p a r e c e r á , sin falta, u n a expresión i n j u s t i f i c a b l e d e s d e el p u n t o d e v i s t a de la terminología "lógica".Toda e s t a c u e s t i ó n e s , n o o b s t a n t e , el parecer de Marx y d e s c a n s a e n u n a n o c i ó n a b s o l u t a m e n t e diferente acerca del p e n s a m i e n t o , a c e r c a d e s u s o b j e t i v o s y d e s u s tareas, de aquella sobre la q u e s e f u n d a m e n t ó a l c o n s t r u i r s u teoría la vieja lógica no dialéctica. E s t o s e r e f l e j a n o s ó l o e n la esencia de la resolución de los p r o b l e m a s l ó g i c o s , s i n o t a m b i é n e n la terminología. Y de modo i n e v i t a b l e : " T o d o n u e v o a s p e c t o d e u n a ciencia, implica u n a r e v o l u c i ó n e n s u s t é r m i n o s t é c n i c o s . " 5 Si Marx d e t e r m i n a a lo c o n c r e t o c o m o l a s í n t e s i s d e múltiples determinaciones, a q u í s e p r e s u p o n e l a c o n c e p c i ó n dialéctica de la unidad, la diversidad y l a s r e l a c i o n e s d e lo u n o c o n lo otro. La unidad en dialéctica s e c o m p r e n d e e n p r i m e r l u g a r como el vínculo, como la c o r r e l a c i ó n e i n t e r a c c i ó n d e d i s t i n t o s fenómenos en el cuerpo de cierto s i s t e m a , d e c i e r t a t o t a l i d a d , y en lo absoluto como la s e m e j a n z a a b s t r a c t a d e e s t o s f e n ó m e n o s , es decir, de los unos con los o t r o s . E s t a a c e p c i ó n d i a l é c t i c a del término "unidad", también se p r e s u p o n e e n l a d e t e r m i n a c i ó n de Marx. La determinación de lo c o n c r e t o , d a d a p o r M a r x , si s e desdoblara en algo su breve f ó r m u l a a f o r í s t i c a , d e n o t a r á , a l pie de la letra, lo siguiente: lo concreto, el carácter concreto, e s , a n t e s que nada, sinónimo del v í n c u l o r e a l d e l o s f e n ó m e n o s , d e t r a b a z ó n e interacción de todas l a s a r i s t a s y m o m e n t o s d e l o b j e t o , d a d o s a la persona en c o n t e m p l a c i ó n y r e p r e s e n t a c i ó n . L o c o n c r e t o se concibe como esa m i s m í s i m a t o t a l i d a d i n t e r n a m e n t e d e s m e m b r a d a de distintas f o r m a s d e e x i s t e n c i a d e l o b j e t o d e e s t u d i o , combinación sin par, la c u a l e s c a r a c t e r í s t i c a s o l o a l o b j e t o e n cuestión. La unidad, así e n t e n d i d a , s e c r i s t a l i z a e n l a r e a l i d a d n o a través de la semejanza de los f e n ó m e n o s , l o s u n o s c o n l o s otros, sino

5 Engels, Friedrich: El Capital, Prefacio 1886, E d i t o r i a l C i e n c i a s del Hombre, 1" ed., Buenos Aires, 1973, pp. 3 8 , t r a d u c c i ó n d e F l o r e a l M a z i a .

8 3 L A D E T E R M I N A C I Ó N D E LO C O N C R E T O E N M A R X

j u s t a m e n t e a la inversa, a través de s u s distinciones y antítesis. Tal concepción de la u n i d a d en lo múltiple (o de lo concreto), evidentemente, no solo que no coincide con aquella concepción de la cual e m a n a la vieja lógica, sino que le es directamente contradictoria. Aquí ella se halla próxima al significado del concepto de integridad, y Marx a menudo también emplea en calidad de sinónimo de lo concreto al término "totalidad", el cual en idiom a r u s o se corresponde j u s t a m e n t e a las palabras "integridad" o "en su conjunto" 6 . A estos términos recurre Marx en aquellos casos, c u a n d o se aproxima a la caracterización del objeto como u n todo único, coherente en todas s u s múltiples manifestaciones, como "sistema orgánico" de fenómenos interdependientes los u n o s de los otros en antítesis a la noción metafísica acerca de estos como u n agregado mecánico de inalterables p a r t e s integrantes, v i n c u l a d a s entre sí solo de m a n e r a externa, m á s o menos fortuita. Lo m á s importante en la determinación marxista de lo concreto consiste en que este resulta ser, en primer lugar, u n a característica objetiva del objeto de estudio, considerado de modo absolutamente independiente a cualquier evolución que proceda del sujeto que conoce. El objeto es concreto de por sí, "en sí", independientemente de si este es concebido en el pensamiento o asimilado por los órganos de los sentidos. El carácter concreto no se crea en el proceso de reflejo del objeto en el sujeto, ni en el nivel sensible del reflejo, ni en el lógico-racional.En otras palabras, "lo concreto" es, en primer lugar, en si mismo, u n a categoría objetiva del objeto de estudio, como lo es cualquier otra categoría de la dialéctica materialista, como lo es "necesidad" y "casualidad", como lo es "esencia" y "apariencia". Ésta expresa en sí la forma universal de desarrollo de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento. En el sistema de ideas de K. Marx, "lo concreto" bajo n i n g ú n concepto es sinónimo de lo sensiblemente palpable, de lo directamente contemplado. En la medida en que "lo concreto" se opone a "lo abstracto", esto último también es tratado por Marx materialmente. Para Marx, éste en n i n g ú n caso es sinónimo únicamente de lo "puramente mental", solo del producto de la actividad intelectual, solo del fenómeno subjetivo psicológico que tiene lugar ú n i c a m e n t e 6 E n el o r i g i n a l , " t o t a l i d a d " : TOTaAbnocTb ( t o t a l i n o s t i ) . " I n t e g r i d a d " : UCAOCTHOCTb ( t z e l o s t n o s t i ) . " E n s u c o n j u n t o " : u e A o i c y n H o c T b (tzelokupnosti). (N. del trad.)

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en el cráneo del individuo. M a r x m u y a m e n u d o utiliza este término en calidad de c a r a c t e r í s t i c a d e l o s f e n ó m e n o s y relaciones reales que existen a j e n a s a la c o n s c i e n c i a , independientemente de si ellas se reflejan o n o e n l a c o n s c i e n c i a . Así, por ejemplo, Marx habla en "El Capital" d e " t r a b a j o a b s t r a c t o " . Aquí "lo abstracto" surge como c a r a c t e r í s t i c a o b j e t i v a d e la f o r m a adquirida por el trabajo h u m a n o en l a p r o d u c c i ó n mercantil-capitalista desarrollada. El a u t o r de "El C a p i t a l " c o n p e r s e v e r a n c i a subraya que la reducción de l a s d i s t i n t a s v a r i e d a d e s de trabajo a trabajo desprovisto de d i s t i n c i ó n a l g u n a , h o m o g é n e o , sencillo, "es una abstracción que se c u m p l e d i a r i a m e n t e e n el proceso de la producción social". E s t a "no e s m e n o s r e a l ( u n a abstracción) que la conversión de t o d o s los c u e r p o s o r g á n i c o s en el aire." 7 En la definición del oro c o m o " s e r m a t e r i a l d e la riqueza abstracta" se expresa t a m b i é n s u f u n c i ó n e s p e c í f i c a en el organismo de la formación m e r c a n t i l - c a p i t a l i s t a , d e f o r m a a l g u n a en la consciencia del teórico o p r á c t i c o . S e m e j a n t e e m p l e o del término "abstracto" no es ni p o r a s o m o u n c a p r i c h o terminológico de Marx; ello se liga con la e s e n c i a m i s m a d e s u s criterios lógicos, con la concepción d i a l é c t i c a d e l a r e l a c i ó n e n t r e f o r m a s de pensamiento y formas m a t e r i a l e s , d e l a r e a l i d a d objetiva con la concepción de la práctica ( a c t i v i d a d s e n s i b l e - m a t e r i a l ) como criterio de veracidad de las a b s t r a c c i o n e s d e l p e n s a m i e n t o . Menos aún, este uso de las p a l a b r a s p u e d e e x p l i c a r s e c o m o u n "atavismo hegeliano": j u s t a m e n t e e s e n c o n t r a d e H e g e l q u e se dirigen las conocidas tesis de M a r x s o b r e q u e " l a c a t e g o r í a económica m á s simple-digamos el valor d e cambio—... n o p u e d e n existir j a m á s como no sea bajo la f o r m a d e u n a r e l a c i ó n unilateral y abstracta de un todo concreto, vivo, y a d a d o . " 8 L o " a b s t r a c t o " en semejante contexto, b a s t a n t e f r e c u e n t e e n M a r x , a d q u i e r e el sentido de a lo simple", no d e s a r r o l l a d o , u n i l a t e r a l , f r a g m e n t a r i o , "lo puro" (es decir, sin el influjo d e c o m p l i c a c i o n e s q u e lo deforman). No hace falta decir, que "lo a b s t r a c t o " e n e s t e s e n t i d o puede intervenir plenamente en c a l i d a d d e c a r a c t e r í s t i c a objetiva del fenómeno real, y no sólo c o m o u n f e n ó m e n o d e l a consciencia. "El estado de pureza ( d e t e r m i n a c i ó n a b s t r a c t a ) en que aparecieron en el mundo a n t i g u o l o s p u e b l o s c o m e r c i a n t e s -fenicios, cartagineses- está d e t e r m i n a d o p o r el p r e d o m i n i o de los pue7 Marx, Contribución a la Crítica de la Economía

Política,

pp. 19, ed. cit.

8 Marx, Contribución a la Crítica de la Economía

Política,

p p . 213, ed. cit.

8 5 L A D E T E R M I N A C I Ó N D E L O C O N C R E T O EN M A R X

blos agricultores" 9 y esto, por supuesto, no fue por el predominio del "poder abstracto del pensamiento" de los fenicios o de los académicos que escribieron la historia de Fenicia. Lo "abstracto" en el sentido dado no es, en n i n g ú n momento, producto y resultado de la actividad mental. Este hecho depende del pensamiento en t a n poca medida como la circunstancia de que "la ley abstracta de la reproducción solo existe p a r a p l a n t a s y animales". Según Marx, lo "abstracto" (como s u concepto opuesto, lo "concreto") es u n a categoría de la dialéctica, como ciencia de las formas universales de desarrollo de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento; y ya sobre esta base, es también u n a categoría lógica, p u e s la dialéctica es la Lógica del marxismo. Semejante interpretación materialista de la categoría de lo abstracto dirige la p u n t a de s u polémica en contra de toda variedad posible de lógica y gnoseología neokantiana 1 0 , que groseramente contrapone, a la m a n e r a metafísica, las "formas p u r a s de pensamiento" a n t e las f o r m a s de realidad objetiva. Para estas escuelas en lógica, "lo abstracto" es solo u n a forma del pensamiento, al tiempo que "lo concreto" es u n a forma de imagen sensiblemente palpable. Esta interpretación estrechamente gnoseológica, característica a todos los representantes de la tradición m i l l - h u m e a n a y k a n t i a n a en lógica (como por ejemplo, Chelpanov y Vvedensky en Rusia), es del todo a j e n a y hostil a la esencia misma de la dialéctica como lógica y teoría del conocimiento. En la filosofía b u r g u e s a contemporánea se halla sólidamente establecida e s t a estrecha interpretación gnoseológica (es decir, en esencia psicológica, a fin de cuentas) de las categorías de lo abstracto y lo concreto. He aquí u n ejemplo fresco, las definiciones del "Diccionario filosófico" de Max Apel y Peter Ludz: "ABSTRACTO: sustraído de cierta correlación dada y considerado por sí mismo (fur sich allein). De este modo, lo abstracto tiene el sentido de lo conceptual, pensado en antítesis a lo contemplado de modo evidente. 9 Marx, Contribución a la Critica de la Economía Política, pp. 221, ed. cit. 10 Neokantismo: corriente idealista surgida en la segunda mitad del siglo XIX, en Alemania, con el lema de "¡Vuelta a Kant!". El neokantismo reproduce y desarrolla los momentos idealistas y metafísicos de la filosofía de Kant, haciendo caso omiso de s u s elementos materialistas y dialécticos. Los revisionistas utilizaron el neokantismo en su lucha contra el marxismo y lo convirtieron poco menos que en el dogma filosófico oficial de los oportunistas de la 1! Internacional. (N. del editor)

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" A B S T R A C C I Ó N : actividad lógica, por intermedio dc l a cual se d e j a d e l a d o c i e r t o s r a s g o s e l e v á n d o s e d e s d e lo evidente e n la c o n t e m p l a c i ó n d a d a a u n a n o c i ó n g e n e r a l , y d e s d e u n c o n c e p t o d a d o a u n o m á s g e n e r a l . La a b s t r a c c i ó n red u c e el c o n t e n i d o y e x t i e n d e el v o l u m e n . O p u e s t o a la determinación. " C O N C R E T O : c o n t e m p l a c i ó n d i r e c t a , evidente. Los conc e p t o s c o n c r e t o s i n d i c a n e s o q u e e s c o n t e m p l a d o , los obj e t o s s i n g u l a r e s d e l a c o n t e m p l a c i ó n . O p u e s t o a lo abstracto." 1 1 E s t a definición u n i l a t e r a l (la a b s t r a c c i ó n es, n a t u r a l m e n t e , p r e s c i n d i r i n t e l e c t u a l m e n t e , p e r o e n n i n g ú n c a s o se r e d u c e a aquello) va, con i n s i g n i f i c a n t e s v a r i a c i o n e s , d e d i c c i o n a r i o e n diccionario, y c u a l q u i e r a q u e s e a la v a r i e d a d d e i d e a l i s m o e s t a n o le p e r t e n e c e al a u t o r . H a s i d o p u l i d a a t r a v é s d e d o c e n a s d e ediciones y h a llegado a s e r u n i v e r s a l m e n t e a d m i t i d a e n t r e los filósofos b u r g u e s e s . E s t o , n a t u r a l m e n t e , n o c e r t i f i c a e n lo a b s o luto s u j u s t e z a . Solo c e r t i f i c a h a s t a q u é p u n t o s o n a j e n o s a la dialéctica los filósofos y l ó g i c o s b u r g u e s e s c o n t e m p o r á n e o s . Un "concepto c o n c r e t o " e s r e d u c i d o p o r e s t a s d e f i n i c i o n e s a ser "designación" d e c o s a s i n d i v i d u a l e s c o n t e m p l a d a s de m o d o evidente, a u n s i m p l e s i g n o o s í m b o l o . E n o t r a s p a l a b r a s , e n el p e n s a m i e n t o "lo c o n c r e t o " e x i s t e sólo n o m i n a l m e n t e , sólo e n c a lidad de " n o m b r e d e n o m i n a d o r " . P o r o t r o lado, "lo c o n c r e t o " e s convertido en s i n ó n i m o d e lo " s e n s u a l m e n t e d a d o " i m p e n s a d o , desconocido. Ni lo c o n c r e t o , n i lo a b s t r a c t o , d e a c u e r d o a e s t a s definiciones, p u e d e n s e r e m p l e a d o s e n c a l i d a d d e c a r a c t e r í s t i cas del c o n o c i m i e n t o t e ó r i c o e n r a z ó n d e s u c o n t e n i d o r e a l m a terial. Estos c a r a c t e r i z a n s ó l o l a " f o r m a del c o n o c i m i e n t o " : "lo concreto" es la f o r m a d e c o n o c i m i e n t o s e n s i b l e ; y "lo a b s t r a c t o " es la forma del p e n s a m i e n t o , l a f o r m a d e l c o n o c i m i e n t o r a c i o n a l . En otras p a l a b r a s , s e r e l a c i o n a n a d i v e r s a s e s f e r a s p s í q u i c a s , a distintas m a t e r i a s . Allí, d o n d e e x i s t e lo c o n c r e t o n o e x i s t e lo abstracto, y viceversa. H e a q u í t o d a l a s a b i d u r í a d e e s t a s definiciones. La cuestión de la r e l a c i ó n d e lo a b s t r a c t o y lo c o n c r e t o t i e n e u n aspecto t o t a l m e n t e d i f e r e n t e d e s d e el p u n t o d e v i s t a d e M a r x ,

11 Philosophisches W ó r t e r b u c h . D - r M. Apel, D - z P. L u d z , Berlin, 1958, p. 4 — 5 , 162.

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desde el punto de vista de la dialéctica, como lógica y teoría del conocimiento. Este problema solo a primera vista podría parecer como u n a cuestión ú n i c a m e n t e "gnoseológica", como la cuestión de la relación entre la abstracción intelectual con la imagen asimilada de modo sensible. En efecto, su contenido real es mucho m á s amplio y profundo que eso, y en el curso del análisis inevitablemente deviene en u n problema completamente diferente, el problema de la relación del objeto de estudio p a r a consigo mismo, es decir, la relación entre los distintos momentos de la realidad material, los u n o s con los otros, dentro del cuerpo de u n cierto todo concreto. Por ello, esta cuestión se resuelve, en primer lugar, en el plano de la dialéctica objetiva, en el plano del estudio de las form a s universales y las leyes de desarrollo de la naturaleza, la sociedad y del propio pensamiento, y no en el plano estrechamente gnoseológico, como en los neokantianos y en los positivistas. Por c u a n t o aquí t o m a m o s a Marx en el aspecto gnoseológico del problema, es que por abstracto se entiende a todo lo extrem a d a m e n t e unilateral, incompleto, al reflejo unilateral del objeto de estudio en la consciencia; en antítesis al conocimiento concreto, como conocimiento desarrollado, profundo, completo. Careciendo de toda importancia, en que forma psicológica subjetiva este conocimiento s u r j a como "vivencia" del sujeto; sea en forma de imágenes sensiblemente palpables o en forma verbal abstracta. La lógica (dialéctica) de Marx y Lenin, establece s u s distinciones no desde el p u n t o de vista de la forma subjetiva de la vivencia, sino desde el p u n t o de vista del sentido material y objetivo, y de la i m p o r t a n c i a conocimiento. Bajo el aspecto de imágenes palpables bien se puede estudiar u n conocimiento ext r e m a d a m e n t e pobre, magro y unilateral. La lógica en este caso debe calificarlo como conocimiento "abstracto", a despecho de toda su a p a r i e n c i a palpable. Al contrario, en forma verbal abstracta, en el lenguaje de las fórmulas, de modo estupendo se puede e x p r e s a r u n conocimiento extremadamente rico, desarrollado, p r o f u n d o y completo, es decir, concreto. Lo "concreto" no es ni sinónimo, ni privilegio de la forma sensible figurativa de reflejo de la realidad en la consciencia, como lo "abstracto" t a m p o c o es u n a característica específica del conocimiento racional teórico. Si bien es cierto que, muy a menudo, h a b l a m o s de imagen sensible concreta y de pensamiento abstracto.

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P e r o e s t a b a e n lo j u s t o el p r o f u n d o p e n s a m i e n t o d e Kozmy Prutkov: "Antonov come fuego, pero esto no es una ley, como para que el fuego siempre le pertenezca a Antonov". La i m a g e n s e n s i b l e , la i m a g e n d e la c o n t e m p l a c i ó n , d e m a n e r a m u y f r e c u e n t e p u e d e s e r e n e x t r e m o a b s t r a c t a . B a s t a c o n recordar u n diseño geométrico o u n a obra de p i n t u r a a b s t r a c t a . Y v i c e v e r s a , p e n s a r e n c o n c e p t o s n o solo s u e l e ser, s i n o q u e d e b e s e r c o n c r e t o e n el c o m p l e t o y e s t r i c t o s e n t i d o d e la p a l a b r a . S a b e m o s q u e "no h a y v e r d a d a b s t r a c t a " , q u e "la v e r d a d s i e m p r e e s c o n cr eta" . Y e s t o e n a b s o l u t o s i g n i f i c a q u e sólo e s v e r d a d la i m a g e n c a r n a l m e n t e p a l p a b l e , la c o n t e m p l a c i ó n d e u n a c o s a singular. Lo concreto en el p e n s a m i e n t o s u r g e , e n efecto, a c o r d e a la d e finición de Marx, con la f o r m a d e c o m b i n a c i ó n (síntesis) d e n u m e r o s a s definiciones. Un s i s t e m a lógico c o h e r e n t e se d e t e r m i n a j u s t a m e n t e y e s a q u e l l a f o r m a " n a t u r a l " e n la c u a l s e r e a l i z a la verdad c o n c r e t a en el p e n s a m i e n t o . C a d a u n a d e s u s d e t e r m i n a ciones, al e n t r a r a e s t e s i s t e m a r e f l e j a n , s i n n i n g u n a d u d a , solo u n a parte, u n f r a g m e n t o , u n m o m e n t o , u n a s p e c t o d e la r e a l i d a d concreta, y es por ello q u e e s t a s , d e p o r sí, t o m a d a s e n a i s l a m i e n to de las o t r a s definiciones, s o n a b s t r a c t a s . E n o t r a s p a l a b r a s , lo concreto en el p e n s a m i e n t o se c r i s t a l i z a e n l a r e a l i d a d a t r a v é s d e lo abstracto, por m e d i o de s u c o n t r a r i o y s i n e s t e le s e r í a i m p o s i ble. Pero en d i a l é c t i c a , e n g e n e r a l , e s t o n o e s l a e x c e p c i ó n s i n o la regla. La n e c e s i d a d s e h a l l a p r e c i s a m e n t e e n i g u a l r e l a c i ó n c o n la casualidad, y la e s e n c i a c o n el f e n ó m e n o , etc. Por otro lado, c a d a u n a d e l a s n u m e r o s a s d e t e r m i n a c i o n e s que e n t r a n en la c o n s t i t u c i ó n d e l s i s t e m a d e c o n c e p t o s d e u n a ciencia c o n c r e t a , p i e r d e n lo q u e t i e n e n d e a b s t r a c t o a l l l e n a r s e con el sentido y s i g n i f i c a d o d e t o d a s l a s o t r a s d e f i n i c i o n e s v i n culadas a ésta. Las definiciones a b s t r a c t a s s i n g u l a r e s se completan, r e c í p r o c a m e n t e , u n a s a o t r a s , g r a c i a s a lo c u a l s e s u p e ra el c a r á c t e r a b s t r a c t o p r e s e n t e e n c a d a u n a d e e l l a s t o m a d a s por s e p a r a d o . E n p o c a s p a l a b r a s , e n e s t o c o n s i s t e l a d i a l é c t i c a de la relación e n t r e lo a b s t r a c t o y lo c o n c r e t o e n el p e n s a m i e n t o , que es el reflejo d e lo c o n c r e t o e n l a r e a l i d a d . L a d i a l é c t i c a d e lo a b s t r a c t o y lo c o n c r e t o e n el p r o c e s o d e e l a b o r a c i ó n t e ó r i c a d e los d a t o s de la c o n t e m p l a c i ó n v i v i e n t e , e n el p r o c e s o d e t r a n s f o r -

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mación de la contemplación y representación en conceptos, es el objeto de investigación del trabajo aquí presente. Naturalmente, no podemos pretender la completa elucidación del problema de lo a b s t r a c t o y lo concreto en todas las etapas del proceso del conocimiento en general; en todas las formas del reflejo. El c u r s o de formación de la imagen carnalmente palpable de u n a cosa, t a m b i é n posee s u propia dialéctica de lo abstracto y lo concreto y u n a q u e es en extremo complicada, y lo es m á s en la formación de la representación vinculada al lenguaje, a las palabras. La memoria también juega u n rol colosal en el proceso del conocimiento, y en su constitución incluye relaciones no menos complejas de lo a b s t r a c t o con lo concreto. Estas categorías a t a ñ e n a d e m á s al proceso de creación artística. Nos vemos forzados a desatender todos estos aspectos, como objeto de investigación especial. El camino del conocimiento, c a m i n o que va de la contemplación viviente al p e n s a m i e n t o abstracto, y de aquel a la práctica, es u n c a m i n o b a s t a n t e complejo. En cada u n o de s u s eslabones se realiza u n complicado proceso dialécticamente contradictorio de transformación de lo concreto en lo abstracto y de lo abstracto en lo concreto. Incluso la sensación "coagula" la realidad concreta, al igual que el proceso de percepción directa que es poseedor de s u s momentos de transición, desde lo concreto en la realidad h a s t a lo a b s t r a c t o en la consciencia. Y la transición desde la contemplación viviente al pensamiento abstracto no es, en modo alguno, lo m i s m o que el movimiento "de lo concreto a lo abstracto". De n i n g ú n modo se reduce a este momento, a u n q u e este momento en sí, siempre está presente. Ambos son lo mismo solo p a r a aquellos que entienden lo concreto como sinónimo de u n a imagen d i r e c t a m e n t e palpable, y lo abstracto como sinónimo de lo mental, lo conceptual. Pero en nuestros días, en este punto de vista sólo se a t a s c a n las frivolas escuelas del neokantismo y positivismo. S O B R E LA RELACIÓN D E LA REPRESENTACIÓN CON EL CONCEPTO

La lógica pre m a r x i s t a (ajena al enfoque dialéctico sobre la relación entre la e t a p a (forma) empírico sensible y la racional del conocimiento) fue incapaz de brindar, pese a todo su a f á n , u n a so-

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i u c i ó n c l a r a al p r o b l e m a d e la r e l a c i ó n d e l a s r e p r e s e n t a c i o n e s c o n los c o n c e p t o s . El c o n c e p t o f u e d e f i n i d o c o m o el s i g n o v e r b a l d e la g e n e r a l i d a d e n u n a serie de i d e a s s i m p l e s ( r e p r e s e n t a c i o n e s ) , c o m o n o m b r e - t é r m i n o (Locke, Hobbes), e s t o s i m p l e m e n t e e s c u a l q u i e r "rep r e s e n t a c i ó n de u n a c o s a e n n u e s t r o p e n s a m i e n t o " (C. Wolff), c o m o "algo c o n t r a r i o a la c o n t e m p l a c i ó n , q u e c o m o t a l e s u n a c i e r t a r e p r e s e n t a c i ó n g e n e r a l o u n a r e p r e s e n t a c i ó n d e e s o q u e es c o m ú n a m u c h o s o b j e t o s d e la c o n t e m p l a c i ó n " (I. Kant), c o m o " u n a r e p r e s e n t a c i ó n d e lo d e f i n i d o , d e u n a a c e p c i ó n , e s t a b l e y q u e h a sido fijada e n u n s i g n i f i c a d o g e n e r a l del l e n g u a j e " (C. Sigwart), como "la r e p r e s e n t a c i ó n d e l a r e p r e s e n t a c i ó n " (A. S c h o p e n h a u e r ) . U n a a m p l i a d i f u s i ó n t i e n e e n la a c t u a l i d a d la definición del c o n c e p t o c o m o s i m p l e " s i g n i f i c a d o s e m á n t i c o d e u n término", lo q u e s e a q u e e s t o s i g n i f i q u e . Los n e o p o s i t i v i s t a s a menudo r e c h a z a n de f o r m a g e n e r a l resolver la cuestión de la relación e n t r e c o n c e p t o y r e p r e s e n t a c i ó n , p a s a n d o a l p l a n o d e las definiciones p u r a m e n t e f o r m a l e s del c o n c e p t o , c a l i f i c a n d o a l concepto como "la f u n c i ó n d e u n a d e c l a r a c i ó n " , "la f u n c i ó n p r o posicional", etc. E n g e n e r a l , e n l a filosofía y lógica b u r g u e s a m o derna esta cuestión se h a m a n t e n i d o en extremo c o n f u s a . E s s i n g u l a r m e n t e típico el e n f o q u e e x p r e s a d o e n el " D i c c i o n a r i o Filosófico" d e H. S c h m i d t . El c o n c e p t o e s d e f i n i d o a q u í c o m o "el contenido s e m á n t i c o d e l a s p a l a b r a s " , y e n u n " s e n t i d o lógico" m á s estricto, c o m o e s e c o n t e n i d o s e m á n t i c o d e u n a p a l a b r a " q u e está depurado de todo aquello q u e p e r t e n e c e a u n a percepción individual, de t a l m a n e r a q u e p u e d e s e r t r a n s f e r i d o a o t r a s p e r cepciones en c a l i d a d d e signo" 1 2 . E n el " D i c c i o n a r i o d e c o n c e p tos filosóficos b á s i c o s " d e K i r c h n e r - M i c h a e l i s s e h a c e el t o r p e i n tento siguiente p a r a e v a d i r i d e n t i f i c a r el c o n c e p t o c o n la representación: "El c o n c e p t o n o s ó l o e s u n a r e p r e s e n t a c i ó n p e r feccionada, como t a l e s t e s u r g e d e l a s r e p r e s e n t a c i o n e s solo p o r la vía de e q u i p a r a r y s u s t r a e r lo c o m ú n e n ellas" 1 3 . El lógico k a n t i a n o r u s o A. V v e d e n s k y p r o c e d e a p a r t i r d e la suposición de q u e u n a r e p r e s e n t a c i ó n d i f i e r e d e u n c o n c e p t o n o "en el m o d o psicológico d e l a vivencia", p a r a él e n la r e p r e s e n t a ción las c o s a s s o n p e s a d a s " d e s d e c u a l q u i e r lado", m i e n t r a s e n 12 Philosophisches W ó r t e r b u c h von H. S c h m i d t , A. K r o n e r V e r l a g , Leipzig, 1934. 13 Kirchner-Michaels W ó r t e r b u c h d e r p h i l o s o p h i s c h e n G r u n d b e g r i f f e . Leipzig, Verlagvon P. Meiner, 1911.

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el concepto lo son sólo "desde el lado de sus signos esenciales". Esto pese a que en la página siguiente él mismo da muerte a esta diferenciación con la característica digresión de que, "desde u n p u n t o de vista, u n a cosa es esencial, y desde otro punto de vista, lo es u n a cosa absolutamente diferente". Pero el problema de c u á l e s signos son "esenciales" o "no esenciales" se resuelve allende los límites de la lógica, como disciplina formal, en algún lugar en la "gnoseología", en la ética o en a l g u n a disciplina semejante. De este modo, la lógica con todo derecho, sin alambicar demasiado, considera como concepto a toda "generalidad" verbalmente fijada, a todo término desde el aspecto de su significado. Semejantes consideraciones (bastante típicas de la lógica no marxista, anti-dialéctica) conducen a fin de cuentas, con m á s o menos subterfugios, a u n o y el mismo final: bajo la denominación de "concepto" se considera a toda manifestación verbal de la "generalidad", a toda abstracción terminológicamente consolidada de la diversidad d a d a de m a n e r a sensible, a toda noción de eso que es c o m ú n a los m u c h o s objetos de la contemplación directa. En otras p a l a b r a s , t o d a s las versiones anti-dialécticas de "concepto" finalmente r e t o r n a n , al fin y al cabo, a u n a y la mism a fuente clásica de origen, a la definición lockeano-kantiana, y a l g u n a s veces inclusive v a n m á s allá, a la definición del nominalismo medieval, que en general no diferencia a la "palabra" del "concepto". La flaqueza, por principio, de la concepción lockeano-katiana consiste en que s u s intentos de diferenciar a la representación, como la forma de conocimiento sensiblemente empírico, del concepto, como la forma de conocimiento racional, se hallan sólidamente f u n d a m e n t a d o s en la robinsonada gnoseológica. El sujeto del conocimiento p a r a si, esto es, u n individuo h u m a n o , aislado, s e p a r a d o del entrelazamiento de los vínculos sociales que es c o n t r a p u e s t o a "todo lo demás". Por ello, a la relación de la consciencia con la realidad objetiva aquí se la entiende de u n modo t r e m e n d a m e n t e estrecho, solo como u n a relación de la consciencia individual reiterada u n a y otra vez con todo lo que se halla f u e r a de esta consciencia, y no depende de su existencia y arbitrio. Fuera e independientemente de la consciencia y voluntad del individuo, no se halla solo la naturaleza material, sino que ade-

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m á s t e n e m o s la compleja e s f e r a d e la c u l t u r a m a t e r i a l y espirit u a l de la humanidad h i s t ó r i c a m e n t e m o l d e a d a , la s o c i e d a d . Al d e s p e r t a r a la vida c o n s c i e n t e e n el s e n o d e la s o c i e d a d , el individuo e n c u e n t r a en t o r n o d e sí u n " a m b i e n t e e s p i r i t u a l " c o n s u mado, la c u l t u r a e s p i r i t u a l e n c a r n a d a d e m o d o objetivo. E s t o ú l timo se c o n t r a p o n e a la c o n s c i e n c i a d e l i n d i v i d u o c o m o u n objeto particular, el c u a l d e b e a s i m i l a r , t e n i e n d o e n c o n s i d e r a c i ó n a esta n a t u r a l e z a , c o m o algo t o t a l m e n t e objetivo. Un s i s t e m a d e formas de consciencia s o c i a l (en el s e n t i d o m á s amplio, incluye a las f o r m a s de o r g a n i z a c i ó n p o l í t i c a d e l a s o c i e d a d , el d e r e c h o , la moral, el ser cotidiano, etc., a d e m á s d e l a s f o r m a s y n o r m a s de actividad en la e s f e r a del p e n s a m i e n t o , l a s r e g l a s s i n t á c t i co-gramaticales de e x p r e s i ó n v e r b a l d e l a s r e p r e s e n t a c i o n e s , gustos estéticos, etc.) 14 o r g a n i z a d e s d e el p r o p i o inicio el d e s a rrollo de la consciencia y v o l u n t a d d e l i n d i v i d u o , m o l d e á n d o l o a su imagen y s e m e j a n z a . E n c o n c l u s i ó n , c a d a u n a de l a s i m p r e siones sensibles a i s l a d a s q u e h a n s u r g i d o e n l a c o n s c i e n c i a del individuo es siempre p r o d u c t o d e l a r e f r a c c i ó n d e l a s i n f l u e n c i a s externas a través del c o m p l e j í s i m o p r i s m a d e l a s f o r m a s de c o n s ciencia social q u e h a a s i m i l a d o . E s t e p e c u l i a r " p r i s m a " e s p r o ducto del desarrollo h u m a n o s o c i a l . El i n d i v i d u o solitario c a r a a cara con la n a t u r a l e z a y el a n á l i s i s d e l a s r e l a c i o n e s de ese i n d i viduo aislado con la n a t u r a l e z a s o n i n c o n c e b i b l e s . Lo que es m á s , la " r o b i n s o n a d a " g n o s e o l ó g i c a se a t o r m e n t a precisamente, con s e m e j a n t e t e s i s d e f á b u l a , p o r c o m p r e n d e r el mecanismo de p r o d u c c i ó n d e r e p r e s e n t a c i o n e s y c o n c e p t o s conscientes. La n a t u r a l e z a s o c i a l d e c u a l q u i e r a c t o de p r o d u c ción de r e p r e s e n t a c i o n e s c o n s c i e n t e s , i n c l u s o d e l a s m á s elementales, es i g n o r a d a a q u í d e s d e el p r o p i o inicio, y a la c u e s t i ó n se la imagina de tal g u i s a q u e el i n d i v i d u o i n i c i a e x p e r i m e n t a n do impresiones s e n s i b l e s s o l i t a r i a s , p a r a l u e g o i n d u c t i v a m e n t e abstraer de las m i s m a s u n a c i e r t a g e n e r a l i d a d , a la q u e d e n o m i na con u n a p a l a b r a , y e n t o n c e s a s u m i r u n a p o s e de "reflexión para con esta g e n e r a l i d a d , y a l c o n s i d e r a r s u s p a r t i c u l a r e s a c ciones intelectuales y los p r o d u c t o s d e l a s m i s m a s , s o n l a s "ideas generales" (o lo q u e e s lo m i s m o , l a s r e p r e s e n t a c i o n e s g e nerales fijadas en el l e n g u a j e ) l a s q u e s o n o b j e t o e s p e c í f i c o d e i n vestigación. En p o c a s p a l a b r a s , l a c u e s t i ó n e m p i e z a a s e r p r e sentada de la m a n e r a c o m o la d e s c r i b i ó J o h n L o c k e en el " E n s a y o 14 A esto también «e le suele d e n o m i n a r s u p e r e s t r u c t u r a . (N. del editor)

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concerniente al entendimiento humano", el clásico y el sistematizador de esta concepción. Pero la n a t u r a l e z a h u m a n a social de la consciencia individual, que e s t a teoría no deja e n t r a r por la puerta, se cuela por la ventana. La "reflexión" es: la consideración de los productos de la actividad intelectual y de las operaciones con los mismos (silogismos deductivos, raciocinios que se apoyan sólo en "conceptos"), y de inmediato m u e s t r a que estos productos contienen u n cierto resultado, que por principio no es explicable a partir de la estrecha experiencia personal. En la medida en que, además, a la experiencia h u m a n a social, aquí se la interpreta sólo como la experiencia personal reiterada u n a y otra vez, como u n a simple s u m a de experiencias aisladas (y no como la historia de toda la cultura h u m a n a ) , es exactamente en la m i s m a medida que todas las formas de consciencia, que h a n m a d u r a d o en el difícil y contradictorio desarrollo de la c u l t u r a , empiezan a parecer, si se parte de la experiencia, como inexplicables en general, como u n "apriori" previo a la experiencia. De la experiencia individual, por necesidad, é s t a s j a m á s s e r á n deducidas y, pese a todo, determinan, de u n modo muy activo, a la experiencia dándole la forma en la que discurre. Esta noción se f u n d e a fin de c u e n t a s en la doctrina de I. Kant sobre "la u n i d a d de la apercepción trascendental", en relación con la cual Kant d a su determinación del "concepto", como "representación de lo general, o representación de eso que es general y propio a m u c h o s objetos de la contemplación". Naturalmente, la doctrina de Kant sobre el concepto no se reduce a esta sencilla determinación; sin embargo, esta subyace en el f u n d a m e n t o de todas s u s teorías y de las limitaciones ligadas a ellas. A primera vista, esta determinación concuerda con la interpretación unilateralmente empírica del concepto en Locke. Esto sí es en realidad así. Pero el estrecho empirismo, de forma inevitable, se complementa con su contrario, la figuración sobre la procedencia al margen de la experiencia empírica de toda u n a hilera de importantes conceptos de la razón, las categorías. Las categorías de la razón son en sí el producto m á s complejo de los miles de a ñ o s de desarrollo de la c u l t u r a del pensamiento h u m a n o , y estas ya no pueden ser interpretadas simplemente como las representaciones generales, como las representaciones sobre eso que es general y se obtiene de entre muchos objetos, dados en la contemplación al individuo h u m a n o .

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Los conceptos universales, las categorías15 (causa, calidad, p r o p i e d a d , c a n t i d a d , p o s i b i l i d a d , n e c e s i d a d , etc.) n o c o n c i e r n e n a " m u c h o s " o b j e t o s d e la c o n t e m p l a c i ó n , s i n o a t o d o s y sin exc e p c i ó n . E n c o n s e c u e n c i a , d e b e n c o n t e n e r e n sí la g a r a n t í a de u n i v e r s a l i d a d y n e c e s i d a d , g a r a n t í a d e q u e se c o n s i d e r a imposible e n el f u t u r o q u e e n el c a m p o v i s u a l h u m a n o se precipite, ni p u e d a p r e c i p i t a r s e , u n c a s o q u e le s e a c o n t r a d i c t o r i o (un fenóm e n o "sin causa", o u n a c o s a q u e e s t e d e s p r o v i s t a de "calidad", "propiedad" y q u e n o a d m i t a m e d i c i ó n c u a n t i t a t i v a , etc.). La a b s t r a c c i ó n e m p í r i c o i n d u c t i v a , n a t u r a l m e n t e , n o p u e d e incluir e n sí s e m e j a n t e g a r a n t í a ; e s t a s i e m p r e s e h a l l a b a j o la a m e n a z a de ser c o n t r a r i a d a , c o m o s u c e d e c o n el j u i c i o "todos los c i s n e s son blancos". Por ende, e n el p r o b l e m a d e s e m e j a n t e t i p o d e c o n c e p t o s K a n t abraza u n a definición por principio distinta, interpretándolos como f o r m a s a p r i o r i d e l a a p e r c e p c i ó n t r a s c e n d e n t a l , y en lo a b soluto como " r e p r e s e n t a c i o n e s g e n e r a l e s " . El d e s g a r r e d u a l i s t a se realiza de t a l f o r m a q u e a t r a v i e s a a l p r o p i o "concepto de concepto". Aquí t e n e m o s e n r e a l i d a d d o s d e f i n i c i o n e s m u t u a m e n t e excluyentes. Por u n l a d o , el c o n c e p t o e s s i m p l e m e n t e identificado con la r e p r e s e n t a c i ó n g e n e r a l , y p o r el o t r o lado, e n t r e concepto y r e p r e s e n t a c i ó n s e fija u n p r e c i p i c i o del todo h u e c o . La forma "pura" del c o n c e p t o ( " t r a s c e n d e n t a l " ) , e s u n a c a t e g o r í a de la razón q u e r e s u l t a s e r c o m p l e t a m e n t e a p r i o r i i , y al c o n c e p t o ordinario se lo r e d u c e s i m p l e m e n t e a l a r e p r e s e n t a c i ó n general. Este es el inevitable c a s t i g o p a r a el p e c a d o del e m p i r i s m o miope, del c u a l n o p u e d e e s c a p a r n i u n a s o l a e s c u e l a q u e en lógica identifique al c o n c e p t o c o n el s i g n i f i c a d o d e u n t é r m i n o c u a l quiera, con la a c e p c i ó n d e u n a p a l a b r a . La d i a l é c t i c a m a t e r i a l i s t a d e M a r x , E n g e l s y L e n i n resolvió de modo m a g n í f i c o l a s d i f i c u l t a d e s v i n c u l a d a s a la definición del concepto y s u r e l a c i ó n c o n l a r e p r e s e n t a c i ó n , e x p r e s a d a en el 15 Categoría: c o n c e p t o c u y a p r i m e r a d e f i n i c i ó n , e n u n s e n t i d o filosófico técnico, fue h e c h a por A r i s t ó t e l e s , p a r a q u i e n , u n a c a t e g o r í a e s u n p r e d i c a d o q u e puede ser aplicado a t o d o objeto: n o a f i r m a n i n i e g a n a d a y sólo t i e n e s e n t i d o c u a n d o se aplica a u n o b j e t o d e t e r m i n a d o . I m m a n u e l K a n t empleó, en Crítica de la razón p u r a (1781), u n c o n c e p t o d e c a t e g o r í a s i m i l a r al de Aristóteles, a u n que p e n s a b a q u e la c a t e g o r í a n o c o r r e s p o n d e t a n t o a u n objeto, s i n o al m o d o en que ese objeto p u e d e c o n o c e r s e . E n la a c t u a l i d a d s e e n t i e n d e p o r c a t e g o r í a a los conceptos f u n d a m e n t a l e s q u e r e f l e j a n l a s p r o p i e d a d e s , f a c e t a s y r e l a c i o n e s m á s generales y e s e n c i a l e s d e los f e n ó m e n o s d e l a r e a l i d a d y l a cognición. (N. del editor)

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lenguaje, en vista de que este materialismo tomó en cuenta de m a n e r a integral al carácter social y h u m a n o , social e histórico de todas las formas y categorías del conocimiento, incluyendo a las formas de la e t a p a empírica del conocimiento. Gracias al lenguaje el individuo "ve" al mundo, no solo y no tanto con s u s propios ojos, c u a n t o con millones de ojos. Por eso, Marx y Engels siempre entendieron por representación algo diferente a la retención en la memoria del individuo de las imágenes sensibles de las cosas. La representación desde el punto de vista de la gnoseología surge del individuo social, es u n a realidad, u n a vez m á s , social. En el cuerpo de la representación penetra aquello que es retenido en la memoria social, en las formas de esta memoria social, y e s t a s formas se manifiestan, en primer lugar, como u n lenguaje, u n idioma. Si u n individuo adquirió la representación sobre u n a cosa de otros individuos, que la h a n observado directamente, esto que él adquirió es solo esa forma de consciencia sobre la misma, que hubiera obtenido en el caso de que él, con s u s propios ojos, hubiese contemplado ese hecho, esa cosa. Poseer u n a representación significa poseer u n a contemplación de la que se tiene consciencia socialmente (esta es e x p r e s a d a o es c a p a z de ser e x p r e s a d a en el lenguaje). De ahí, que yo - gracias al lenguaje - contemplo la cosa con los ojos de otro individuo u otro individuo contempla la cosa con mis ojos, pero merced a esto ni yo, ni el otro individuo adquirimos, todavía, el concepto de e s t a cosa. Hemos entrecruzado representaciones. Una representación es precisamente la contemplación verbalmente expresada 1 6 , el "ser verbal" del objeto, como lo dijera Marx. La contemplación y la representación en sí m i s m a s surgen como categorías q u e expresan el carácter social e histórico de lo sensible, de las formas empíricas del conocimiento, y no de los estados psicológicos individuales. En el cuerpo de la representación siempre penetra solo aquello que yo, en mi contemplación individual, percibo de modo social; esto es, soy capaz, por medio del lenguaje, de poner a mi alcance la consciencia social de otro individuo, y mediante el lenguaje este puede hacer lo mismo, para con mi persona, como individuo que h a contemplado de forma social. Y saber expresar los hechos, sensiblemente con16 Se puede establecer u n a gran diferencia entre este entendimiento científico de la "representación" y la teoría actual de las 'lecturas". [N. del editor)

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t e m p l a d o s , e n el l e n g u a j e , s i g n i f i c a p o d e r t r a n s f e r i r la c o n t e m plación i n d i v i d u a l , al p l a n o d e l a r e p r e s e n t a c i ó n c o m o c o n s c i e n cia social. Pero esto todavía n o c o i n c i d e d e n i n g ú n m o d o c o n la habilid a d , con la f a c u l t a d d e e l a b o r a r conceptos, c o n la h a b i l i d a d de e f e c t u a r la t r a n s f o r m a c i ó n l ó g i c a d e la c o n t e m p l a c i ó n y la representación en c o n c e p t o . E s t o n o d e n o t a a ú n l a h a b i l i d a d p a r a ir d e s d e el p r i m e r p e l d a ñ o del c o n o c i m i e n t o , s e n s i b l e , al p e l d a ñ o de s u asimilación lógica. C u a n d o el a s u n t o e n c u e s t i ó n t r a t a d e l p r o c e s o d e elaboración teórica de los d a t o s s e n s i b l e s , e n t o n c e s M a r x concibió en calid a d de estos d a t o s , c l a r o e s t á , n o s o l o y n o t a n t o , eso q u e el individuo realiza en e s t a e l a b o r a c i ó n l ó g i c a , q u e e s t á viendo directamente con s u s ojos o tocando c o n s u s d e d o s . M a r x s i e m p r e tuvo en mente t o d o el conjunto d e l o s h e c h o s , de conocimientos empíricos, de la contemplación efectuada de manera social. Ante el teórico y a c e n , e n c a l i d a d d e m a t e r i a l p a r a la a c t i v i d a d lógica, en calidad d e d a t o s s e n s i b l e s , n o s o l o y n o t a n t o , eso q u e él, como individuo, h a c o n t e m p l a d o d i r e c t a m e n t e , c u a n t o todo aquello que él c o n o c í a a c e r c a d e l o b j e t o m e d i a n t e todas las otras personas. A d e m á s , él p u d o c o n o c e r t o d o e s t o d e o t r o s h o m b r e s solo gracias a l l e n g u a j e , g r a c i a s a q u e m i l l o n e s d e h e c h o s contemplados y a h a n e n c o n t r a d o s u e x p r e s i ó n e n r e p r e s e n t a c i o n e s sociales. Esto d e t e r m i n a u n a d i v i s i ó n d i f e r e n t e e n la c o m p r e n s i ó n del proceso del c o n o c i m i e n t o , a a q u e l l a q u e p u e d e e s t a b l e c e r s e d e s de el p u n t o de v i s t a d e l a c o m p r e n s i ó n n o m i n a l i s t a del p e n s a miento y de s u r e l a c i ó n c o n lo s e n s i b l e : l a c o n t e m p l a c i ó n y la representación q u e p a r a M a r x c o m p r e n d e n ú n i c a m e n t e el p r i m e r peldaño, sensible, e n el c o n o c i m i e n t o . Y e s t o s e d i f e r e n c i a de modo ostensible d e l a s i n t e r p r e t a c i o n e s d a d a s a la e t a p a s e n s i ble del conocimiento, q u e s o n c a r a c t e r í s t i c a s a los s e g u i d o r e s de Locke y Helvecio. E s t o s ú l t i m o s , d e m a n e r a inevitable, f o r z a d o s por sus p o s t u r a s q u e p a r t e n d e l a n o c i ó n a b s t r a c t a y a n t r o p o l ó gica acerca del s u j e t o del c o n o c i m i e n t o , le a t r i b u y e n a e s a f o r m a de consciencia, q u e M a r x l l a m a r e p r e s e n t a c i ó n , el s e r la e t a p a racional, lógica del reflejo. El dialéctico Hegel e s t a b l e c i ó l a p r i m e r a d i f e r e n c i a c i ó n n í t i d a , y lo que es m á s , c o n u n p u n t o d e v i s t a lógico (cosa q u e n a d i e h a bía hecho h a s t a el m o m e n t o ) , e n t r e el c o n c e p t o y la r e p r e s e n t a ción general e x p r e s a d a e n p a l a b r a s . Y él h i z o esto, j u s t a m e n t e a

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c a u s a de que su p u n t o de p a r t i d a en lógica no fue el individuo aislado, sino la h u m a n i d a d en su conjunto, en su desarrollo. Hegel s e ñ a l a en n u m e r o s a s ocasiones que si el proceso del conocimiento es considerado desde el punto de vista psicológico, con la a p a r i e n c i a con q u e este tiene lugar en la cabeza de u n individuo aislado, en s u criterio "es lícito limitarse a describir cómo se comienza por sensaciones e intuiciones, cómo el entendimiento s a c a de esta materia múltiple lo universal o lo abstracto" 1 7 . A este t r a m o del c a m i n o Hegel lo denomina de transición desde la contemplación a la representación, esto es, a u n a cierta forma c o n s t a n t e de consciencia, a u n a imagen general abstracta, la cual h a recibido la denominación correspondiente, la expresión en el lenguaje, en u n término. No obstante, p a r a el p e n s a m i e n t o que comprende la verdad, esta forma de la consciencia, no es en lo absoluto, ni u n a de sus metas, ni de s u s resultados, sino simplemente u n a premisa, solo el material de su actividad específica. La vieja lógica, anota Hegel, c o n s t a n t e m e n t e c o n f u n d e las premisas psicológicas de u n concepto con el concepto en sí mismo, tomando por concepto a cualquier representación a b s t r a c t a y general, en vista de que la m i s m a h a logrado ser expresada en u n término, en u n a palabra, en el lenguaje. Para la vieja lógica, toda representación abstracta y general, fijada en u n a palabra, y a es u n concepto y u n a forma de conocimiento racional de las cosas. Para Hegel, solo es u n a premisa del concepto real, de la forma de consciencia que expresa la n a turaleza g e n u i n a (dialéctica) de las cosas. "...en tiempos recientes a ningún concepto le h a ido peor que al concepto mismo, al concepto en y p a r a sí. En efecto, a c o s t u m b r a entenderse por concepto u n a determinación abstracta y unilateral de la representación o del pensamiento, con lo cual, ciertamente, no puede h a c e r s e consciente por el pensamiento ni la totalidad de lo verdadero, ni la belleza concreta en sí."18 El concepto, aclara Hegel, esta lógica lo interpreta de modo en extremo u n i l a t e r a l y estrecho; a saber: se lo considera solo des17 Hegel, G. W.: Lógica, Editorial Ricardo Aguilera, 2" ed., Madrid, 1973, pp. 280, traducción de Antonio Zozaya. 18 Hegel, G. W.: Lecciones de estética (Volumen í)t Editorial Peninsula, 1" ed., Barcelona, 1989, pp. 85, traducción de Raúl Gabás.

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d e el l a d o q u e le e s p r o p i o p o r i g u a l t a n t o a l c o n c e p t o como a la representación general. E s t a m a n e r a d e e n f o c a r el p r o b l e m a del c o n c e p t o , en esencia, lo p o n e al m i s m o nivel q u e la s i m p l e r e p r e s e n t a c i ó n general, y t o d a s a q u e l l a s c a r a c t e r í s t i c a s e s p e c í f i c a s del c o n c e p t o , debido a las cuales este resulta c a p a z de e x p r e s a r la n a t u r a l e z a concreta del objeto, q u e d a n f u e r a del h o r i z o n t e d e la vieja lógica. "Lo q u e t a m b i é n s e l l a m a c o n c e p t o s , y p r e c i s a m e n t e concept o s d e t e r m i n a d o s , p o r e j e m p l o s e r h u m a n o , c a s a , a n i m a l , etc., son d e t e r m i n a c i o n e s s i m p l e s y r e p r e s e n t a c i o n e s a b s t r a c t a s , a b s t r a c c i o n e s q u e sólo t o m a n d e l c o n c e p t o el m o m e n t o de la u n i v e r s a l i d a d y d e j a n d e l a d o l a p a r t i c u l a r i d a d y la s i n g u l a r i dad, de tal m o d o q u e é s t a s n o s e e n c u e n t r a n d e s p l e g a d a s en aquellas a b s t r a c c i o n e s y p o r e s o p r e c i s a m e n t e a b s t r a e n del concepto." 19 No r e s u l t a difícil v e r c ó m o e s t a d i s t i n c i ó n s e h a l l a í n t i m a m e n te vinculada c o n l a c r í t i c a h e g e l i a n a a l a m e t a f í s i c a en lógica y en teoría del c o n o c i m i e n t o . E n m o d o a l g u n o s e n i e g a el hecho, totalmente evidente, d e q u e el c o n c e p t o s i e m p r e e s algo a b s t r a c to en c o m p a r a c i ó n c o n l a i m a g e n s e n s i b l e c o n c r e t a de u n a cosa. Hegel d e m u e s t r a a l m i s m o t i e m p o t o d a l a s u p e r f i c i a l i d a d del criterio, que r e d u c e el c o n c e p t o a u n a m e r a e x p r e s i ó n del rasgo, signo o relación a b s t r a c t a m e n t e i d é n t i c o , a b s t r a c t a m e n t e general en u n a serie e n t e r a d e f e n ó m e n o s . E s t a r e d u c c i ó n n o n o s explica en lo m á s m í n i m o l a f a c u l t a d d e c o m p r e n d e r la n a t u r a l e z a del objeto de m a n e r a m á s p r o f u n d a , m á s c o r r e c t a y m á s completa que en la c o n t e m p l a c i ó n y l a r e p r e s e n t a c i ó n . "Sin d u d a , si se e m p l e a c o m o signo o carácter lo q u e en u n ser concreto f e n o m e n a l d e b e s e r r e f e r i d o a l a n o c i ó n , u n c a r á c t e r tal no podrá ser s i n o u n a d e t e r m i n a c i ó n s e n s i b l e e i n d i v i d u a l del objeto..." 20 . La distinción e n t r e l a i m a g e n d e l a c o n t e m p l a c i ó n viva y el concepto se r e d u c e , d e e s e m o d o , a u n a d i s t i n c i ó n p u r a m e n t e cuantitativa. El c o n c e p t o s o l o e x p r e s a , y s i e n d o m á s preciso, designa a u n a de l a s c u a l i d a d e s s e n s i b l e s d e l f e n ó m e n o , m i e n t r a s que la imagen s e n s i b l e c o n t i e n e e n s u s e n o a u n a serie i n t e g r a de ellas. El c o n c e p t o e s , e n c o n c l u s i ó n , ú n i c a m e n t e c o n s i d e r a d o 19 Hegel, G.W.F.: Enciclopedia de tas ciencias filosóficas, 1" ed., 2" r e i m p r e s i ó n , Alianza Editorial, M a d r i d , 2 0 0 5 , p p . 2 5 0 , t r a d u c c i ó n d e R a m ó n Valls P l a n a . 20 Hegel, G. W.: Lógica, p p . 2 8 0 , e d . c i t .

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como algo m u c h o m á s pobre que la imagen de la contemplación viva, es solamente u n a expresión abstracta, unilateral de esta imagen. A la transición desde la imagen de la contemplación al concepto se la e x a m i n a , de esta m a n e r a , sólo como la destrucción de lo concreto dado de modo sensible, como la eliminación de toda la m a s a de propiedades percibidas de modo sensible en provecho de u n a sola de ellas. "Según este modo de entender la cosa y de proceder, dice al respecto Hegel, a b s t r a e r consiste en tomar en el ser concreto tal o cual carácter solamente p a r a n u e s t r a comodidad subjetiva y en creer que, s e p a r a n d o del objeto u n número cualquiera de propiedades, n a d a se le quita de s u valor e importancia, sino que, en c u a n t o real, el objeto conserva por su parte todo su valor y su n a t u r a l e z a entera. Y no es sino el entendimiento, en su impotencia de a b r a z a r el ser concreto en su integridad, que se ve obligado a moverse en abstracciones vacías" 21 . La transición desde la contemplación concreta a las abstracciones del p e n s a m i e n t o se presenta, en resumen, sólo como u n alejamiento desde la realidad, d a d a en la contemplación directa, y solo como manifestación de la "incapacidad", de la flaqueza del pensamiento. No resulta asombroso que Kant, partiendo de esta concepción, llegue a la conclusión de que el pensamiento es incapaz de a l c a n z a r la verdad objetiva. Lenin tomó concienzudamente a p u n t e s del razonamiento hegeliano citado, a n o t a n d o a propósito del mismo: "En esencia, Hegel tiene toda la razón frente a Kant. El pensamiento que a v a n z a de lo concreto a lo abstracto -siempre que sea correcto (NB) (y Kant, como todos los filósofos habla del pensamiento correcto) - no se aleja DE la verdad, sino que se acerca a ella.'* 2 En otras p a l a b r a s , el concepto puede ser algo abstracto en comparación a lo concreto percibido de m a n e r a sensible, pero su fuerza y s u superioridad sobre la contemplación no se deduce en forma a l g u n a de aquello. El ascenso desde lo concreto contemplado de modo sensible a la expresión a b s t r a c t a del mismo, solo es la forma en la c u a l se cristaliza en la realidad u n proceso mu21 Hegel, G. W.: Lógica, pp. 279, ed. cit. 22 Lenin, V. I.: Cuadernos Filosóficos, Ediciones Estudio, 2" ed., Buenos Aires, 1974, pp. 163.

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cho m á s rico en contenido; el proceso de a l c a n z a r la v e r d a d , cosa que la contemplación no e s t á en posición d e c a p t a r . Al c o mentar a Hegel, Lenin señala q u e l a s a b s t r a c c i o n e s c i e n t í f i c a s (es decir, correctas, serias, no a b s u r d a s ) , reflejan la n a t u r a l e z a no sólo de m a n e r a m á s p r o f u n d a , n o solo de f o r m a m á s fiel q u e la representación o contemplación viva, sino también de forma, más completa. Y m á s completa en el l e n g u a j e de la lógica d i a l é c tica, no significa otra cosa que de f o r m a m á s c o n c r e t a . "Por consiguiente, (continua Hegel e n el p a s a j e c i t a d o p o r Lenin) el pensamiento abstractivo n o d e b e s e r c o n s i d e r a d o c o m o u n simple a p a r t a m i e n t o del m a t e r i a l sensible, d e c u y a r e a l i d a d se dice que no es d i s m i n u i d a con ello; s i n o q u e s u s u p e r a c i ó n , y su reducción (como simple a p a r i e n c i a ) a lo e s e n c i a l e s lo q u e s e manifiesta ú n i c a m e n t e en el concepto" 2 3 . En este proceso, en f o r m a a l g u n a se p i e r d e lo c o n c r e t o , c o m o piensan Kant y los empiristas 2 4 ; p o r el c o n t r a r i o , s u s i g n i f i c a d o y contenido real, es s a c a d o a la luz p o r el p e n s a m i e n t o . P o r e l l o Hegel considera la transición d e s d e lo c o n c r e t o c o n t e m p l a d o d e modo sensible al concepto, c o m o u n a f o r m a d e m o v i m i e n t o d e s de la apariencia a la esencia, del efecto a s u c a u s a . Un concepto, de a c u e r d o a Hegel, e x p r e s a la e s e n c i a d e l f e n ó meno contemplado. Y e s a e s e n c i a b a j o n i n g ú n c a s o p u e d e r e d u cirse a lo idéntico y a b s t r a c t o , q u e p o s e e n d i f e r e n t e s f e n ó m e n o s , a lo idéntico que se o b s e r v a en c a d a u n o d e los f e n ó m e n o s , t o mados por separado. La e s e n c i a del objeto s i e m p r e s e h a l l a e n l a unidad de momentos d i s t i n t o s y o p u e s t o s , e n s u t r a b a z ó n y d e pendencia m u t u a . Por e s t a r a z ó n Hegel dice a c e r c a del c o n c e p to: "Por lo que se refiere a la n a t u r a l e z a del c o n c e p t o c o m o t a l , en sí mismo éste no es, por ejemplo, la u n i d a d a b s t r a c t a f r e n t e a las diferencias de la re alidad, s i n o q u e , c o m o c o n c e p t o , e s y a l a unidad de determinaciones d i f e r e n t e s y c o n ello u n a t o t a l i d a d concreta. Así las r e p r e s e n t a c i o n e s "hombre", "azul", etc., n o h a n de llamarse en primer l u g a r c o n c e p t o s , s i n o r e p r e s e n t a c i o n e s abstractas y generales, las c u a l e s solo s e c o n v i e r t e n c o n c e p t o s 23 Lenin, V. I.: Cuadernos Filosóficos, pp. 162, ed. cit. 24 Empiristas: seguidores de t o d a s las t e o r í a s e p i s t e m o l ó g i c a s q u e c o n s i d e r a n a la experiencia sensorial como ú n i c a f u e n t e del s a b e r ; a f i r m a q u e t o d o c o n o c i miento se fundamenta en la experiencia y se a d q u i e r e a t r a v é s d e l a e x p e r i e n cia. La limitación del empirismo consiste en s o b r e v a l o r a r m e t a f í s i c a m e n t e e l papel de la experiencia, a la vez que s u b e s t i m a el de l a s a b s t r a c c i o n e s y t e o r í a s científicas de la cognición. (N. del editor)

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c u a n d o se m u e s t r a en ellas que contienen aspectos diferentes en u n a u n i d a d , p u e s esta u n i d a d determinada en si m i s m a constituye el concepto" 25 . Si el p e n s a m i e n t o de la persona se reduce simplemente a la imagen c a r n a l , concreta del objeto, a u n a definición abstracta y unilateral, solo se produce u n a representación general y no u n concepto. La comprensión como transición desde la contemplación a la representación es u n proceso completamente n a t u r a l y normal. Pero si se lo toma como lo que no es, a saber, como la transición al concepto, q u e d a sin explicar la característica m á s importante en e s t a transición en particular. Lenin recalcó, en m á s de u n a ocasión, que el pensamiento de Hegel de la transición desde la representación al concepto debe ser considerado en lógica, en primer lugar, desde el punto de vista de que esta es la transición desde u n conocimiento poco profundo a u n conocimiento m á s profundo, completo y justo. "El objeto en su existencia sin pensamiento y concepto es u n a imagen o u n nombre: es lo que es en las determinaciones del pensamiento y concepto", dice Hegel y Lenin hace u n a nota marginal: "¡Correcto! IMAGEN Y PENSAMIENTO, el desarrollo de ambos nil aliud" (Nada más) 26 . Al a n a l i z a r los razonamientos hegelianos a propósito de la relación de la representación con el pensamiento, Lenin estima necesario señalar, de modo particular, que es j u s t a m e n t e en este p u n t o donde el idealismo de Hegel no se pone de manifiesto: "Aquí, en el concepto de tiempo (y no en la relación de la representación sensible con el pensamiento), está el idealismo de Hegel"27. El pensamiento f u n d a m e n t a l de Hegel se reduce a que las abstracciones racionales no s a c a n a la consciencia de los confines de la etapa empírica del conocimiento, que éstas son formas de consciencia sensible empírica y no del pensamiento en el sentido estricto de la palabra, son representaciones y no conceptos. Es más, el c o n f u n d i r a las u n a s con las otras, identificando a la representación con el concepto basándose en que a m b a s son 25 Hegel, G. W.: Lecciones de estética (Volumen 1), pp. 98, ed. cit. 26 Lenin, V. I.: Cuadernos Filosóficos, pp. 213, ed. cit. 27 Lenin, V. I.: Cuadernos Filosóficos, pp. 216, ed. cit.

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abstracciones, es u n signo muy característico de lo m e t a f í s i c o en lógica, de la lógica del pensamiento metafísico. Mao Tse-Tung en su trabajo "Sobre la práctica" n o s o f r e c e u n a h e r m o s a fórmula que determina la relación e n t r e el p e l d a ñ o sensible del conocimiento (la esfera de la c o n t e m p l a c i ó n y l a s r e presentaciones) y el peldaño de la comprensión lógica (la e s f e r a de los conceptos) desde el p u n t o de vista de la d i a l é c t i c a materialista: "Repetimos: el conocimiento lógico difiere del c o n o c i m i e n t o sensorial en que éste concierne a los a s p e c t o s a i s l a d o s , l a s a p a riencias y las conexiones e x t e r n a s de las c o s a s , m i e n t r a s q u e aquel, dando u n gran paso adelante, a l c a n z a al c o n j u n t o , a l a esencia y a las conexiones i n t e r n a s de l a s c o s a s , p o n e a l d e s c u bierto las contradicciones i n t e r n a s del m u n d o c i r c u n d a n t e y puede, por consiguiente, llegar a d o m i n a r el d e s a r r o l l o d e l m i a n do circundante en su conjunto, en las conexiones i n t e r n a s d e t o dos sus aspectos." 28 Por eso la primera t a r e a de la lógica como c i e n c i a q u e e s t u d i a el proceso de elaboración lógica de los d a t o s e m p í r i c o s e n c o n ceptos (transición desde la contemplación y la r e p r e s e n t a c i ó n a l concepto), es la demarcación e s t r i c t a m e n t e objetiva del c o n c e p to y de la representación e x p r e s a d a v e r b a l m e n t e . Esta demarcación no es en lo a b s o l u t o u n a s u t i l e z a t e ó r i c a . L a misma tiene u n enorme significado t a n t o p a r a la t e o r í a d e l c o nocimiento como p a r a la pedagogía. El p r o c e s o d e f o r m a c i ó n d e representaciones a b s t r a c t a s generales e s en sí u n p r o c e s o b a s tante complicado y contradictorio. Como tal, e s t e e s o b j e t o d e u n estudio aparte, a u n q u e no en lógica. La tarea de la lógica como ciencia, n o s m u e s t r a l a s e x i g e n c i a s reales del conocimiento que se d e s a r r o l l a de los f e n ó m e n o s d e l mundo circundante. La p r e g u n t a con la c u a l la p e r s o n a p e n sante acude ante la lógica como ciencia, en m o d o a l g u n o s e r e duce a la pregunta de cómo producir u n a a b s t r a c c i ó n e n g e n e ral, de cómo ins tr uirse p a r a a b s t r a e r eso q u e es a b s t r a c t a m e n t e común en los hechos d a d o s de m a n e r a sensible. P a r a h a c e r t a l cosa, no se necesita en lo absoluto pedir el c o n s e j o d e l o s l ó g i c o s . Es suficiente, p a r a hacer esto, poseer u n a l e n g u a m a t e r n a y l a

28 Mao, Tsc-Tung: Obras Escogidas, 1972, tomo 1, pp. 321.

ediciones en l e n g u a s e x t r a n j e r a s , P e k í n ,

103 S O B R E LA R E L A C I Ó N D E LA R E P R E S E N T A C I Ó N C O N EL C O N C E P T O

habilidad de c o n c e n t r a r toda la atención en las similitudes y diferencias d a d a s de f o r m a sensible. La p r e g u n t a con la cual la persona recurre ante la lógica, y a la cual ella, y solo ella, p u e d e d a r respuesta, resulta ser u n a tarea cognoscitiva m u c h o m á s compleja: ¿cómo se forja u n a abstracción tal, que exprese la esencia objetiva de los hechos dados en la contemplación y en las representaciones? Cómo moldear semejante generalización sobre el f u n d a m e n t o de la transformación de la m a s a de h e c h o s empíricos evidentes y expresar la naturaleza g e n u i n a del objeto bajo estudio. He aquí el problema real, cuya resolución converge con la resolución de la p r e g u n t a que versa sobre la n a t u r a l e z a de los conceptos y lo que los diferencia de las representaciones a b s t r a c t a s y generales. Si a los conceptos se los define como reflejo de lo en esencia general, entonces el materialismo en lógica impone, de modo inherente, el distinguir entre lo que es esencial p a r a el sujeto (sus deseos, aspiraciones, m e t a s , etc.), de lo esencial p a r a la definición objetiva de la n a t u r a l e z a del objeto, en forma absolutamente independiente de las aspiraciones subjetivas. La lógica n e o - k a n t i a n a escamotea conscientemente esta distinción, t r a t a n d o de d e m o s t r a r que el criterio p a r a diferenciar entre lo subjetivamente esencial y lo esencial desde el punto de vista del objeto en sí mismo, no puede ni ser hallado, ni ser dado. Este criterio sobre el concepto, tiene u n desarrollo m á s consecuente en las concepciones pragmatistas 2 9 e i n s t r u m e n t a listas. Todo concepto es interpretado como u n a proyección de los deseos, aspiraciones y motivos subjetivos sobre el "caos" de los fenómenos d a d o s de m a n e r a sensible. Es claro que aquí no solo se borra la frontera entre lo subjetivo y lo objetivo, sino t a m bién la frontera entre la representación, que h a llegado a formarse e s p o n t á n e a m e n t e , y el concepto, entre el conocimiento empírico y el lógico racional. 29 Pragmatismo: doctrina filosófica desarrollada por los filósofos estadounidenses del siglo XIX Charles S a n d e r s Peirce, William J a m e s y otros, según la cual la p r u e b a de la verdad de u n a proposición es su utilidad práctica. No obstante el pragmatismo no entiende por utilidad práctica la confirmación de la verdad objetiva mediante el criterio de la práctica, sino aquello que satisface los intereses subjetivos del individuo. En el pragmatismo la verdad objetiva se identifica con la "experiencia" subjetiva mientras que la división entre sujeto y objeto del conocimiento se establece únicamente dentro de esta experiencia. El pragmatismo fue la primera filosofía de Estados Unidos desarrollada de forma independiente. [N. del editor)

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A modo de ilustración, citemos a u n espécimen característico del filosofar contemporáneo a propósito del problema de lo abstracto y lo concreto; u n artículo de R. Schottlaender, teórico alemán-occidental, que refleja, tal cual u n espejo, el nivel del pensamiento b u r g u é s moderno en la región de las categorías dialécticas 3 0 . Su estudio empieza y termina con la oposición de lo abstracto y lo concreto como categorías que se hallan en relación con dos esferas por principio distintas. Para Schottlaender, lo abstracto es ú n i c a m e n t e "un modo de acción del sujeto del conocimiento". Además, aquí a lo concreto se lo e q u i p a r a de cabo a rabo con la imagen carnalmente palpable de la contemplación viva, al objeto f u e r a de la consciencia en general no se lo diferencia de su vivencia sensible. El sujeto "saca", "extrae", "resta" de lo concreto ciertos rasgos generales abstractos, guiado al parecer por u n objetivo puramente subjetivo, y construye u n concepto a partir de estas señas. Según Schottlaender, el que los rasgos abstraídos sean esenciales o inesenciales, es algo que lo determinan por entero las m e t a s del sujeto del conocimiento; s u actitud "práctica" p a r a con la cosa. Es imposible h a b l a r de lo esencial desde el punto de vista del objeto en sí mismo, acorde a Schottlaender, sin retrotraerse a las posiciones de la "quintaesencia" escolástica, de la "esencia real". Lo abstracto y lo concreto r e s u l t a n , así mismo, distribuidos de modo metafísico entre dos m u n d o s diferentes: el m u n d o del "sujeto del conocimiento", y el m u n d o del "objeto del conocimiento"31. Por estas razones Schottlaender opina q u e lo racional es, en modo general, desechar el problema concerniente a la relación de lo abstracto con lo concreto como cuestión lógica, pues esta última estudia al m u n d o del sujeto. En tanto y c u a n t o el meollo de la cuestión es la lógica, lo contrario a lo abstracto no es lo concreto sino el "Subtrahendum", inventado para el efecto, es decir, todo lo q u e el sujeto, que extrae u n a abstracción, consciente o inconscientemente hace de lado, todo el residuo de riqueza no utilizada en la imagen de la cosa contemplada de modo sensible. Y a d e m á s se cree oportuno, en el espíritu de la m o d e r n a tradición s e m á n t i c a , c a m b i a r de 30 R. Schottlánder. Recht u n d Unrecht der Abstraction. "Zeitschrift f ü r philosophischen Forschung", Bd. VII. 1953. 31 Cognición: proceso de observación, abstracción y formulación de conceptos. (N. del editor)

105 S O B R E LA RELACIÓN D E LA R E P R E S E N T A C I Ó N C O N E L C O N C E P T O

nombre a lo abstracto en "Extrahendum" (esto es, lo que es extraído e introducido en el contenido del concepto). Un análisis de tal agudeza de espíritu conduce a u n a a g u d e za de espíritu m u c h o mayor en la conclusión: puesto que u n a síntesis completa de las abstracciones, que se c o r r e s p o n d a a la infinita totalidad de imágenes sensibles, es inasequible, t a n t o más toda justificación filosófica de cualesquier abstracción ("Extrahendum") puede consistir solo en la indicación de aquel objetivo meta o valía, merced a la cual el sujeto del conocimiento h a hecho la extracción. A la totalidad de cosas que son c a p t a das de modo sensible e intuitivo, descontando el "Extrahendum", se las denomina "Subtrahendum". A este último, el sujeto del conocimiento lo m a n t i e n e "por si acaso" en la reserva p a r a el momento, c u a n d o a la luz de otros objetivos, valores o aspiraciones resulte q u e "lo esencial" e s t á j u s t a m e n t e allí. Y aquí se agota esta concepción. La exposición de este entendimiento va a c o m p a ñ a d a de u n a reverencia h a c i a los existencialistas como fructíferos a nivel de la teorización, y por observaciones despreciativas en contra de Hegel, quién h a b r í a "sobreestimado" lo concreto en perjuicio de lo abstracto y h a b r í a e x p r e s a d o las ideas lógicas en u n a terminología impropia. Este ejemplo n o s m u e s t r a c u a n t o se h a degradado el pensamiento b u r g u é s c o n t e m p o r á n e o en el c a m p o de la filosofía y la lógica si se lo c o m p a r a con los inicios del siglo XIX. Ya que ante el problema decide n e g a r la existencia del mismo, y lo sustituye por u n problemilla diferente, simple y de menor cuantía, con u n carácter en p a r t e psicológico, en p a r t e ético y moral. ***

En el p l a n t e a m i e n t o de la cuestión referente a la relación del concepto con la r e p r e s e n t a c i ó n se debe, aparentemente, tomar íntegramente en consideración la circunstancia de que la representación, como f o r m a y e t a p a del reflejo de la realidad objetiva en la consciencia de la p e r s o n a , es también u n a abstracción en cuya formación tienen p a r t e n u m e r o s o s factores, y en primer lugar, el interés práctico directo, las necesidades de la persona y la meta q u e l a s refleja de f o r m a ideal. Los v í n c u l o s del concepto - l a abstracción teórica que expresa la esencia objetiva del o b j e t o - con la práctica son muy vastos,

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profundos y complejos. En el concepto el objeto es abarcado no desde el punto de vista particular, de los objetivos y necesidades estrechamente pragmáticos, sino desde el p u n t o de vista de la práctica h u m a n a en todo su volumen y desarrollo histórico universal. Solo este p u n t o de vista coincide en s u perspectiva y consideración del objeto con el p u n t o de vista del objeto en sí. Solo desde este ángulo sé está en posición de diferenciar las determinaciones esenciales y objetivas del objeto, "eso por lo que objeto es, lo que es"; en otras palabras, constituir la abstracción de u n concepto. Según parece, solo en este plano se puede buscar, como es debido, los criterios p a r a diferenciar al concepto de la representación. E L CONCEPTO DE "HUMANO" Y ALGUNAS CONCLUSIONES DE ESTE ANALISIS

¿Qué es u n humano? A primera vista, e s t a p r e g u n t a parece ser risiblemente simple. Cada u n o de nosotros vincula esta palabra con u n a clara representación, y en lo f u n d a m e n t a l , esta representación diferencia fácilmente a u n h u m a n o de todo otro ser u objeto. Desde el punto de vista de la lógica pre marxista, esto significa que cada individuo sensato está en posesión del "concepto" de humano. No obstante, parece ser que n i n g ú n otro concepto provoca discusiones tan e n c a r n i z a d a s entre los filósofos, como éste 32 . De acuerdo al criterio metafísico (anti-dialéctico) no es nada laborioso definir este concepto, como no lo sería con cualquier otro. Para hacerlo se debe a b s t r a e r eso que es común, propio por igual a cada u n o de los r e p r e s e n t a n t e s aislados del género h u m a n o y que no es propio a n i n g ú n otro ser. Un intento de hacer realidad esta recomendación, no obstante, se tropieza de sopetón con u n a serie de dificultades que tienen por principio u n significado filosófico. Resulta que, previo a extraer tal generalidad, es conveniente resolver con antelación: a qué seres vivientes se puede, y a cuáles no se puede, atribuir

32 Desde los albores de la lucha entre el materialismo y el idealismo, el hombre, o el ser h u m a n o h a sido el centro de u n a e n c o n t r a d a controversia que luego ha concretado en el origen del hombre, p a s a n d o por el del mundo, y llegando a la materia, y la vida. {N. del editor)

107 E L C O N C E P T O DE " H U M A N O " Y ALGUNAS C O N C L U S I O N E S . . .

el ser p a r t e del género humano 3 3 . Pero aquí ipso facto e n t r a n en acción razones que e s t á n lejos de tener u n carácter formal. Aristóteles, por ejemplo, no tomó en c u e n t a a los esclavos, c u a n do forjó su célebre definición del h u m a n o como "ser político". A los esclavos se les atribuyó el ser parte de u n "género" diferente, a saber el de los "instrumentos", si bien, "parlantes". Para Aristóteles, como ideólogo de s u clase 34 , solo la actividad vital de u n c i u d a d a n o libre era "auténticamente h u m a n a " . Los análisis elementales del concepto de "humano" exteriorizan de inmediato que estos se hallan vinculados por miles de hilos con la existencia, la lucha y cosmovisión de las clases; con un entendimiento determinado de h u m a n i s m o , que n u n c a h a sido ni será a p a r t i d i s t a o p u r a m e n t e académico. El régimen b u r g u é s al a f i r m a r s e en la lucha contra el derecho estamental y feudal, perseveró en s u superioridad porque, y solo porque, "se correspondía a la auténtica n a t u r a l e z a del ser h u mano", m i e n t r a s el feudalismo d e s c a n s a b a en nociones perversas y erróneas sobre la m i s m a . Los ideólogos del imperialismo contemporáneo se e s m e r a n por d e m o s t r a r que el socialismo es incompatible con "las necesidades n a t u r a l e s de la naturaleza humana", y que e s t a s necesidades obtendrán satisfacción solo bajo las condiciones de la "libre empresa", como llaman diplomáticamente, en s u s libros, al sistema de esclavitud a s a l a r i a d a de las clases trabajadoras. Hace poco entre nosotros se editó la traducción del panfleto-novela "Los a n i m a l e s desnaturalizados" 3 5 del escritor progresista f r a n c é s Vercors. En la novela se describe graciosamente el típico p u n t o de vista sobre el h u m a n o que choca con el m u n d o moderno. La t r a m a es la siguiente: en las e s p e s u r a s de la selva tropical se descubre a u n a comunidad de e x t r a ñ a s criaturas. Según u n o s criterios existentes en la ciencia moderna, estos son simios antropoides, s e g ú n otros, son u n pueblo primitivo. Una cosa es clara, esta es u n a forma peculiar, no observada con a n terioridad, de transición del m u n d o animal, biológico al m u n d o 33 Este es el debate desde la c a p t u r a del enemigo, pasando por el esclavismo, desembocando en las formas colonialistas y enraizándose en los conceptos de superioridad racial. (iV. del editor) 34 Pero a partir de este, todas las clases poseedoras, b a s a d a s en la propiedad privada h a n realizado la misma definición y/o descripción. (N. del editor) 35 Les Animaux dénaturés, escrita por Vercors (seudónimo literario de J e a n Bruller) en 1952.

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h u m a n o , social. La p r e g u n t a e s e n t o n c e s ¿ h a n d a d o e s e p a s o casi imperceptible h a c i a a d e l a n t e en la f r o n t e r a q u e s e p a r a a l ser h u m a n o del a n i m a l , o todavía no h a n t e n i d o t i e m p o d e hacerlo? E s t a cuestión a p a r e n t a ser p u r a m e n t e a c a d é m i c a , y l a m i s m a solo p u e d e a g i t a r a los biólogos o antropólogos. Pero e n n u e s t r o s d í a s no hay p r e g u n t a s q u e s e a n o p u e d a n ser p u r a m e n t e a c a d é micas. El tropi 36 (como se l l a m a a l a s c r i a t u r a s i n v e n t a d a s p o r el autor) m u y pronto deviene en objeto de conflictos d e m u c h o s intereses distintos, y por lo t a n t o de v a r i a d o s p u n t o s d e v i s t a . L a p r e g u n t a teórico a b s t r a c t a , "¿son h u m a n o s o a n i m a l e s ? " , d e m a n d a u n a r e s p u e s t a d e t e r m i n a d a y del todo c o n c r e t a . E l h é r o e de la novela de f o r m a consciente m a t a a u n o d e e s t o s s e r e s . S i los tropi son h u m a n o s , e n t o n c e s él es u n a s e s i n o q u e e s s u j e t o de ejecución. Si son a n i m a l e s , n o h a y corpus delicti. E s t a c u e s tión martiriza, a d e m á s , a u n viejo s a c e r d o t e . Si los t r o p i s o n h u manos, está obligado a s a l v a r s u s a l m a s , s o m e t i é n d o l o s a l r i t o sacro del bautismo. ¿Pero si r e s u l t a q u e e s t o s solo s o n a n i m a les? En tal c a s o se a r r i e s g a r í a a r e p e t i r el s a c r i l e g i o d e S a n . Mael, quién debido a s u c e g u e r a b a u t i z ó p i n g ü i n o s . A d e m á s , i n tervienen aquí los p o d e r o s o s i n t e r e s e s de u n a c o m p a ñ í a i n d u s trial que ve en el tropi u n a f u e r z a l a b o r a l ideal. A n i m a l e s a m a e s trados que desconocen de s i n d i c a t o s , l u c h a de c l a s e s o d e necesidades que s e a n s u p e r i o r e s a l a s fisiológicas ¿ q u é p o d r í a ser mejor desde el p u n t o de v i s t a d e u n c a p i t a l i s t a ? La compañía en cuyo territorio f u e r o n d e s c u b i e r t o s l o s t r o p i se afana en d e m o s t r a r q u e e s t o s son a n i m a l e s , y l o s m i s m o s constituyen propiedad privada. El d e b a t e s o b r e la n a t u r a l e z a d e los tropi a r r a s t r a a s u órbita a c i e n t o s de p e r s o n a s , d e c e n a s d e teorías y doctrinas q u e se e x t i e n d e n y c o m p l i c a n , t r a n s f o r m á n dose en u n a discusión sobre c o s a s y v a l o r e s t o t a l m e n t e d i f e r e n tes. Los héroes de la novela se ven f o r z a d o s a r e f l e x i o n a r a c e r c a del criterio, sobre cuya b a s e s e r í a posible resolver l a c u e s t i ó n d e modo riguroso y simple. R e s u l t a ser, q u e e s t o n o e s t a n f á c i l d e hacer como parecía a p r i m e r a v i s t a . Si se da preferencia a a l g u n o s " r a s g o s d e h u m a n i d a d " , e l t r o pi cae en la categoría de h u m a n o , y si s e les d a p r e f e r e n c i a a 36 Desde Weber o quizá desde antes, la noción de h o m b r e c o r r e s p o n d i ó a l o s d e las zonas frías, en donde sí se desarrolla el p e n s a m i e n t o ; y e n l a s z o n a s c á l i d a s , habitan los "tropicalismos", que son c a u s a y c o n s e c u e n c i a d e l a a u s e n c i a d e d e sarrollo. (N. del editor)

109 E L C O N C E P T O D E " H U M A N O " Y ALGUNAS CONCLUSIONES.

otras, no. No e s de a y u d a el t r a t a r a profundidad tales rasgos, pues en este c a s o surge la cuestión sobre el aspecto cuantitativo de los m i s m o s , p e r m a n e c i e n d o indemne el obstáculo. Al a m pliarse el n ú m e r o de rasgos de "humanidad", contando entre ellos, esos q u e los tropi no poseen, los tropi quedan automáticamente f u e r a de los límites del género humano. Al estrechar el número de rasgos, r e s t a n d o ú n i c a m e n t e aquellos que poseen tanto las p e r s o n a s de las que hemos tenido conocimiento como los tropi, se obtiene u n a definición según la cual los tropi se inscriben en la familia h u m a n a . El pensamiento se precipita en u n circulo vicioso: p a r a definir la n a t u r a l e z a del tropi es menester definir con antelación la n a t u r a l e z a h u m a n a . Pero no se puede ni definir al h u m a n o , ni es posible responder de antemano ¿se debe o no se debe considerar al tropi como u n a variedad del "homo sapiens? Aparte de esto, la interpretación en relación a cada u n a de estos signos enciende de inmediato la discusión. ¿Qué se entiende por p e n s a m i e n t o ? ¿Qué se entiende por lenguaje? ¿Qué se entiende por t r a b a j o ? y así sucesivamente. En u n sentido de estos conceptos, los tropi poseen t a n t o pensamiento como lenguaje, y en otro sentido, no. En otras palabras, a propósito de cada u n o de los rasgos de la p e r s o n a d a inicio nuevamente la misma discusión que t r a t a sobre la "persona" en sí. Al debate no se le ve final, a l c a n z a la esfera de los conceptos filosóficos m á s generales, y u n a vez a q u í se enciende con nueva fuerza y encarnizamiento. El debate deviene s i n g u l a r m e n t e mordaz t a n pronto se agita la cuestión de c u a l e s modos de actividad vital deben ser considerados como "genuinamente humanos", ¿qué organización de vida es "acorde a la n a t u r a l e z a humana", y dónde reside esta "naturaleza"? Todas las tentativas de elucidar ese "rasgo general y esencial", sobre cuyo f u n d a m e n t o se podría distinguir de modo preciso al h u m a n o del n o - h u m a n o chocan, u n a y otra vez, con el viejo obstáculo. Rasgo semejante solo puede ser establecido en caso de que se esboce con antelación el límite entre el ser h u m a n o y el a n t e p a s a d o a n i m a l m á s cercano; ¿cómo se puede esbozar esta línea límite sin tener en la cabeza ese mismo "rasgo general" que es necesario e n c o n t r a r ? No es n a d a difícil diferenciar al a g u a muy fría del a g u a muy caliente; ¿pero cómo se hace con el a g u a calentada? Una piedra no constituye u n montón de estas y dos

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EVALD ILIÉNKOV

tampoco. ¿ C u á n t a s piedras se r e q u i e r e p a r a h a c e r u n m o n t ó n ? ¿Dónde e s t á la frontera, t r a s la c u a l u n h o m b r e q u e s e e s t á q u e d a n d o calvo llega a ser calvo? ¿Existe a q u í u n l í m i t e p r e c i s o , e n general? ¿No es simplemente u n a línea i m a g i n a r i a , c o n v e n c i o nal, esbozada solo p a r a comodidad en la c l a s i f i c a c i ó n ? ¿ S i e s t e es el caso, por dónde debe p a s a r ? "Debe p a s a r allí, p o r d o n d e d e seen trazarla los que son todopoderosos", es la c o n v i c c i ó n d e l héroe de la novela. Ciertamente, la d o c t r i n a s u b j e t i v a i d e a l i s t a , (pragmatismo, i n s t r u m e n t a l i s m o , etc.), e n e s t e p u n t o a r e s o l v e r , entrega la c a u s a a los t r i b u n a l e s de los "que s o n t o d o p o d e r o s o s " . La voz de los que son todopoderosos se c o n v i e r t e e n el c r i t e r i o d e la verdad; todo se p l a n t e a en d e p e n d e n c i a d e s u a r b i t r a r i e d a d y capricho. "Todas las d e s d i c h a s s o b r e la t i e r r a p r o v i e n e n d e q u e h a s t a el momento las p e r s o n a s n o h a n c o m p r e n d i d o q u e e s e l ser humano, y no h a n llegado a u n a c u e r d o a c e r c a d e c ó m o q u i sieran verse", así filosofa el p r i n c i p a l h é r o e d e la n o v e l a . Habiéndose cerciorado en la p r á c t i c a , q u e el r a s g o g e n e r a l y esencial del h u m a n o n o e s t a n fácil d e e n c o n t r a r , c o m o p a r e c í a en u n inicio, los h é r o e s de la novela se ven o b l i g a d o s a b u s c a r u n a solución en concepciones filosóficas y s o c i o l ó g i c a s . ¿ P e r o dónde se halla el criterio de v e r d a d de e s t a s ú l t i m a s ? Y t o d o e m pieza nuevamente desde el comienzo. Vercors y s u s h é r o e s e s t á n familiarizados con la r e s p u e s t a m a r x i s t a a la p r e g u n t a . P e r o esta respuesta les p a r e c e "unilateral". Vercors p i e n s a q u e u n a concepción que p a r t e de "las r e l a c i o n e s r e a l e s d e los h o m b r e s e n el proceso de la producción m a t e r i a l " i g n o r a " o t r a s f o r m a s d e s o lidaridad h u m a n a " , en p r i m e r lugar, a la "filosofía r i t u a l " : " h a n visto la luz no p o c a s t r i b u s , c u y a s o l i d a r i d a d h u m a n a n o s e construye sobre la producción m a t e r i a l , s i n o s o b r e l a c a c e r í a , las guerras o los r i t u a l e s fetichistas"; "el m á s f u e r t e l a z o q u e une hoy en día a 3 0 0 millones de h i n d ú e s , e s s u f i l o s o f í a r i t u a l y no su agricultura a t r a s a d a " . Los h é r o e s d e la n o v e l a , a v o l u n tad del autor, se agitan e n t r e la definición m a r x i s t a y l a i d e a l i s ta cristiana de los rasgos g e n e r a l e s y e s e n c i a l e s del s e r h u m a n o , sin decidirse por a d o p t a r ni la u n a , ni la o t r a . S e e s f u e r z a n p o r hallar u n a tercera, que reconcilie al m a t e r i a l i s m o d i a l é c t i c o c o n la cristiandad 3 7 . 37 Esta es la vía seguida por las c l a s e s m e d i a s en el m u n d o y e x p r e s a d a e n l o s partidos internacionales de los c a p i t a l i s t a s , d e s d e los c r i s t i a n o s d e m ó c r a t a s hasta los socialdemócratas. [N. del editor)

111 E L C O N C E P T O DE " H U M A N O " Y ALGUNAS CONCLUSIONES.

"Cada ser h u m a n o es u n h u m a n o primero y ante todo, y solo después es seguidor de Platón, Cristo o Marx", escribió Vercors en el epílogo de la traducción r u s a . "En mi opinión, en el momento presente es m u c h o m á s importante m o s t r a r cómo, y a partir de qué criterios, se pueden hallar los p u n t o s de contacto entre m a r x i s m o y cristiandad, m á s que poner de manifiesto s u s discrepancias". La esencia del ser h u m a n o , como tal, independientemente de las discrepancias ideológicas, no se deduce de la fidelidad a tal o cual doctrina. ¿Pero de dónde puede ser deducida?: que el " h u m a n o es u n h u m a n o primero y ante todo". He aquí toda la r e s p u e s t a que Vercors tuvo fuerzas de contraponer al "unilateral" criterio del materialismo dialéctico. De hecho, semejantes "respuestas" nos llevan de regreso al punto de partida, a la simple denominación, carente de cualquier contenido determinado. Para d e s m a r c a r s e de la tautología, es conveniente comenzar el r a z o n a m i e n t o nuevamente, desde el inicio. La posición t a n vivida y graciosamente bosquejada por Vercors expresa b a s t a n t e bien el estado de espíritu de aquellas secciones de los intelectuales occidentales que cavilan dolorosamente de frente a los ardientes problemas de la contemporaneidad, si bien, ni ellos m i s m o s se h a n respondido a ú n la pregunta: ¿dónde está la vía p a r a salvar los ideales superiores del humanismo? Claramente divisan que el capitalismo es orgánicamente hostil a estos ideales. Pero todavía no se deciden a aceptar el comunismo, por recelo a perder con este s u "independencia de opinión", el imaginario "privilegio de la p a r t e p e n s a n t e de la humanidad". Mientras estos oscilan dolorosamente entre los dos polos reales del m u n d o moderno, toda u n a serie de cuestiones teóricas, que no son t a n complicadas, crecen en su intrincación y devienen en problemas del todo irresolubles; y las tentativas de solucionarlos con la a y u d a de los m á s refinados procedimientos de la lógica formal conducen, en conclusión, a la tautología: A = A, el humano es h u m a n o . No lleva, ni puede llevar a otra cosa, esta búsqueda de la definición de "humano" por la vía de hallar ese rasgo abstracto e idéntico, que posee c a d a u n o de los representantes singulares de la h u m a n i d a d contemporánea. Aquí, la lógica que parte de s e m e j a n t e axioma es absolutamente impotente de hacer cosa a l g u n a . La esencia h u m a n a , la cual es menester expresar en u n a definición universal, en n i n g ú n caso es lo "abstracto, inherente a c a d a individuo", ni es lo idéntico que cada representante individual del género h u m a n o posee por separa-

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do. Por e s t a vía es imposible obtener la definición universal de "humano". Aquí es imprescindible otra lógica, la lógica que se b a s a en la concepción materialista dialéctica de la relación entre lo universal y lo individual. Es imposible hallar esta esencia en la serie de rasgos abstractos y generales de c a d a u n o de los individuos. Aquí no se descubrirá lo universal, no importa c u á n t o se busque. Es estéril la b ú s q u e d a por esta vía, incluso en caso de que la m i s m a se realice con la a y u d a de la lógica m á s refinada. A modo de brillante ilustración de lo anterior puede servir el libro "Dialéctica" 38 del filósofo norteamericano Gustav E. Mueller. Por lo visto, este autor a l g u n a cosa h a aprendido de Hegel. Inclusive h a asimilado las tesis hegelianas sobre el engarzamiento m u t u o de los contrarios, sobre el rol de las contradicciones en el desarrollo de tesis científicas, sobre la relación de la consciencia con la auto-consciencia, y m u c h a s otras cosas. Pero toda esta erudición formalmente dialéctica t r a b a j a en el vacío, y viene a d a r en u n resultado enteramente huero. "El hombre no p u e d e concebir lo que el hombre es, ni identificar al hombre consigo mismo; sin embargo y del mismo modo, el hombre no puede tener experiencias sobre el hombre, si no puede diferenciar en sí mismo eso q u e experimenta, lo cual pertenece a su fuero íntimo" 39 . Una serie de "identificaciones" y "diferenciaciones" que el ser h u m a n o de Mueller efectúa en s u ser, acorde a todas las reglas de los e s q u e m a s formalmente dialécticos, lo dirigen a construcciones en extremo ininteligibles y enredadas, que ni su propio creador p u e d e descifrar. El resultado de esta lógica pseudodialéctica es: el ser h u m a n o es u n ser t a n complicado y contradictorio, q u e en t a n t o m á s lo estudies, menos esperanzas tienes de entender lo que este es. El único "rasgo general" que Mueller h a conseguido s a c a r a la luz en el "complicado complejo" de individualidades i n t e r a c t u a n t e s consiste, como lo m u e s t r a n s u s conclusiones, en las "facultades de reflexión" y "amor por la reflexión". "En este poder de reflexión reside la genuina h u m a n i d a d . Y c u a n t o mejor se conoce a sí misma esta personalidad, m á s d u d o s a e i n d e t e r m i n a d a r e s u l t a ser la misma. Y lo que a b a r c a a este d u d o s o absoluto, es y e s t á en

38 G. E. Mueller. Dialectics. New York, 1953. 39 G. E. Mueller. Dialectics, pp. 214.

113 E L C O N C E P T O D E " H U M A N O " Y ALOUNAS CONCLUSIONES..

aquello que Platón l l a m a Bros o amor. El verdadero Yo del hombre es el amor" 4 0 . Es difícil d e s c u b r i r en semejante conclusión el "poder de reflexión". Mucho mayor aquí es la impotencia. A la esencia h u m a na, por supuesto, a q u í ni se la huele. En esto solo se enuncia la esencia del filósofo que se n u t r e del amor por reflexionar sobre eso que él h a reflexionado. Difícil e inútil sería endilgarle esto a Mueller. De la impotencia de s u pensamiento son culpables, a n tes que n a d a , aquellas condiciones que crearon tal psicología unilateral y a b s t r a c t a , la psicología de u n intelectual carente de todo contacto con la vida y l u c h a real de las m a s a s , la psicología de u n a p e r s o n a que reflexiona solo sobre sus reflexiones. Si acaso Mueller ve en e s t a reflexión de la reflexión la "genuina h u manidad", es comprensible: lo necesita a u n q u e sea como consuelo. No obstante, es d u d o s o que la h u m a n i d a d real (trabajadora y combatiente) concuerde con que a su esencia se la equipare con la personalidad de u n filósofo personalista, que se entrega en soledad al a m o r por la impotente reflexión y a la reflexión de este impotente amor. La esencia de la h u m a n i d a d moderna, y lo que es más, u n a definición universal de "humano", claro está, constituye u n objeto de lo m á s digno p a r a la atención cuidadosa de u n filósofo. Condición indispensable p a r a el enfoque justo de este problema es, en primer lugar, u n a clara posición ideológica 41 . Pero aquí se requiere u n a lógica m á s perfeccionada de aquella que ve la vía para su resolución en h a l l a r el "rasgo general y esencial" inherente a cada u n o de los r e p r e s e n t a n t e s individuales de la humanidad m o d e r n a , t o m a d o s por separado, y que reduce lo universal simplemente a lo idéntico. Aquella lógica no puede conducir nada m á s que a i n s u l s a s tautologías. Además, la consigna abstracta "encuentra lo general y adquirirás el conocimiento de la esencia", deja r i e n d a suelta a la arbitrariedad y subjetivismo, al limitar el á r e a de h e c h o s de los cuales se abstrae esta generalidad.

40 G. E. Mueller. Dialectics, pp. 230. 41 En el original "HCHaa MHpoB033peHMecKa« no3HU,HH* (yasnaia mirovozzrerxchesfcaíaposi'ízíi/a), sedebctomarencuentaqueelvocablo"MHpouo33peHHecKaH* tiene dos acepciones: concepción del mundo (cosmovisión) e ideología. [N. del trad.)

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Todo esto n o s dice h a s t a q u é p u n t o s o n o r g á n i c o s l o s v í n c u l o s e n t r e : lógica y cosmovisión 4 2 , d e l a s o p e r a c i o n e s d e g e n e r a l i z a ción y d e u n a posición p a r t i d i s t a d e t e r m i n a d a e n l a v i d a y e n filosofía. Un s i s t e m a m á s e l a b o r a d o d e r e g l a s f o r m a l e s d e g e n e r a lización, no g a r a n t i z a u n a g e n e r a l i z a c i ó n v e r í d i c a si é s t a no coincide con p r i n c i p i o s i d e o l ó g i c o s c l a r o s y d e a v a n z a d a . Lo otro n o es m e n o s cierto. U n a c o s m o v i s i ó n d e a v a n z a d a no p u e d e ser c o m b i n a d a d e f o r m a m e c á n i c a c o n e s a l ó g i c a q u e erige e n v i r t u d s u a c t i t u d d e n e u t r a l i d a d p a r a c o n c u a l e s q u i e r cosmovisión y q u e se l i m i t a a e l a b o r a r r e g l a s a b s t r a c t a s t a l e s , q u e bien p u e d e n ser u t i l i z a d a s a s í y a s á , e n d e p e n d e n c i a d e la a d h e sión emocional i r r a c i o n a l p a r a c o n u n a u o t r a c o s m o v i s i ó n . La cosmovisión m a r x i s t a - l e n i n i s t a n o s e a p o y a e n p o s t u l a d o s éticos, sino en la c o m p r e n s i ó n c i e n t í f i c a m e n t e l a b r a d a d e los h e chos. E s lógica de p r i n c i p i o a fin. P e r o l a l ó g i c a , c o n c u y a a y u d a e s t a cosmovisión se h a l a b r a d o , c o m p r e n d e t a m b i é n u n d e t e r m i n a d o principio ideológico, e n s u i n t e r i o r , e n s u s p r o p i a s t e s i s p a r t i c u l a r e s , y n o e n a l g ú n l u g a r a f u e r a d e e s t a s . L a m á s fogos a y emocional fidelidad p a r a c o n l a c l a s e t r a b a j a d o r a y l o s i d e a les del c o m u n i s m o n o s a l v a r á n a l t e ó r i c o , si a c a s o e s t e h a c e u s o sin r e s q u e m o r e s ú n i c a m e n t e d e l a v i e j a l ó g i c a f o r m a l q u e p r e tende b a s a r s e e n el "no p a r t i d i s m o " . T a l t e ó r i c o n u n c a a r r i b a r á a conclusiones y g e n e r a l i z a c i o n e s v e r d a d e r a s 4 3 . E s t o lo d e m o s t r a r e m o s con u n s e n c i l l o e j e m p l o s o b r e e s a m i s m a d e f i n i c i ó n universal de " h u m a n o " . En s u s tesis s o b r e F e u e r b a c h , M a r x c o n t r a p o n e s u c o n c e p c i ó n materialista dialéctica de la e s e n c i a d e la p e r s o n a a todos los intentos previos p o r d e f i n i r e s t a c a c a r e a d a e s e n c i a , y lo h a c e c o n las p a l a b r a s : "Pero la e s e n c i a h u m a n a n o e s a l g o a b s t r a c t o e i n m a n e n t e a c a d a i n d i v i d u o . E s e n s u r e a l i d a d , el c o n j u n t o d e l a s relaciones sociales" 4 4 . A q u í s e e x p r e s a n o s o l o u n a c o s m o v i s i ó n , u n a verdad sociológica, s i n o t a m b i é n u n a p r o f u n d a d i r e c t i v a y principio lógico, u n a d e l a s t e s i s m á s i m p o r t a n t e s d e l a lógica 42 En el original " A O T H K H H M H P 0 B 0 3 3 P E H H H " ( l o g u i k i i mirovozzreniya) traducible como "lógica e ideología". [N. del trad.)

también

4 3 A p a r t i r de la s e g u n d a g u e r r a m u n d i a l , l o s i n t e l e c t u a l e s y a r t i s t a s e l a b o r a ron u n a s i n u o s a tesis, q u e e n l o s h e c h o s l e s p e r m i t í a v i v i r d e l b a n q u e t e b u r gués: el no p a r t i d i s m o , s u p u e s t a m e n t e el p a r t i d i s m o m a t a b a l a c r e a t i v i d a d ; d e s d e luego e r a n los d í a s d e la c r í t i c a a l r e a l i s m o s o c i a l i s t a . (N. del editor) 4 4 Marx, Karl, Tesis VI sobre Feuerbach, en La Ideología Pueblos Unidos, B u e n o s A i r e s , 1 9 8 5 , p p . 6 6 7 .

Alemana,

Ediciones

115 L O C O N C R E T O Y LA D I A L É C T I C A D E LO G E N E R A L Y LO INDIVIDUAL

dialéctica. Esta tesis, como es fácil de percibir, presupone u n a concepción completamente distinta de las categorías de lo abstracto, lo concreto, lo general y lo individual, a aquella subyacente en los f u n d a m e n t o s de la vieja lógica no-dialéctica. Al traducirla al lenguaje de la lógica, esta tesis significa: es inútil buscar las determinaciones universales que expresan la esencia de u n género, por la vía de la separación a b s t r a c t a de esos rasgos idénticos que posee c a d a representante individual de este género. No hallareis la expresión de la esencia de u n género en u n a serie de "abstractos", no i m p o r t a c u á n t o busquéis, pues a la misma no podréis deducirla en lo absoluto de esta serie. La esencia de la n a t u r a l e z a h u m a n a en general, y lo que es más, la genuina n a t u r a l e z a h u m a n a de cada persona, puede salir a la luz solo m e d i a n t e u n a investigación enteramente concreta del "conjunto de las relaciones sociales", a través de u n análisis concreto de aquellas r e g u l a r i d a d e s bajo las cuales rezuma el proceso de nacimiento y desarrollo de la sociedad h u m a n a como u n todo, al igual que el desarrollo de cada individuo humano. La sociedad h u m a n a es el caso m á s típico de u n a comunidad concreta, y la relación del individuo h u m a n o con la sociedad es un caso característico de la relación de lo individual con lo universal. La índole dialéctica de e s t a relación surge aquí de manera en extremo clara y a g u d a , y el problema concerniente a la relación de lo a b s t r a c t o con lo concreto está íntimamente entretejido con el problema de la relación de lo universal con lo particular y lo singular 4 5 . L o CONCRETO Y LA DIALÉCTICA DE LO GENERAL Y LO INDIVIDUAL

La b ú s q u e d a de la e s e n c i a h u m a n a por la vía de igualar idealmente a las p e r s o n a s en el concepto del género presupone u n a 45 En el original "BonpocoM 06 OTHOLUCHHH Bceo6mero K ocoSeHHOMy H oTACAbHOMy" (voprosom ob otnoschienii vseobscheva k osobiennomu i otdielinomu), p a r a u n a mejor comprensión es necesario tomar en cuenta los matices de los vocablos "oco6eHHbiñ" (osobeniio) y "oTfleAbHbift" (otdeliniio), si bien ambos pueden t r a d u c i r s e como "particular", osobeniio g u a r d a la connotación de "especial", "peculiar", "original" y "singular"; en tanto otdieliniio se refiere a "suelto", "aislado", "apartado", "separado". (JV. del trad.)

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concepción metafísica 4 6 sobre la relación de lo universal con lo individual. Para el metafísico sólo lo i n d i v i d u a l es concreto, sólo la cosa, el objeto, el fenómeno, el a c o n t e c i m i e n t o o el individuo h u m a n o aislado que es percibido i n d i v i d u a l m e n t e de m a n e r a sensible. Para él, lo a b s t r a c t o es la a b s t r a c c i ó n intelectual que en la realidad se corresponde a la a f i n i d a d de m u c h a s (o todas) las cosas, fenómenos u p e r s o n a s individuales. De acuerdo a e s t a p o s t u r a lo g e n e r a l , en la realidad, solo existe en la apariencia de la s i m i l i t u d de m u c h a s c o s a s individuales, solo en calidad de u n o de los a s p e c t o s de la cosa concreta individual; pero aislado de la c o s a i n d i v i d u a l , como tal, solo se verifica en la cabeza de la p e r s o n a , solo b a j o el a s p e c t o de la palabra, solo bajo el a s p e c t o del s e n t i d o y acepción de u n término. A primera vista, este e n f o q u e s o b r e la relación de lo general y lo individual parece ser el ú n i c o m a t e r i a l i s t a y razonable. Pero esto es solo a p r i m e r a vista. El a s u n t o e s q u e e s t a p o s t u r a ignora por completo, en el m i s m í s i m o p l a n t e a m i e n t o del problema, a la dialéctica de lo general y lo i n d i v i d u a l de l a s c o s a s en sí, en la realidad, fuera de la c a b e z a . Esto puede ser d e m o s t r a d o del m o d o m á s evidente con el ejemplo de la antítesis e n t r e l a s c o n c e p c i o n e s f e u e r b a q u i a n a s y m a r xistas-leninistas sobre la e s e n c i a h u m a n a . Feuerbach criticaba de modo agudo a Hegel p o r s u idealismo, por s u concepción del "pensamiento puro" como e s e n c i a h u m a n a , pero resultó que Feuerbach no tenía las f u e r z a s p a r a c o n t r a p o n e r a esto el entendimiento de esa dialéctica q u e se d e d u c e en las relaciones de humano con h u m a n o y del h u m a n o con la n a t u r a l e z a en la producción material de la v i d a social. Por ello, tanto en sociología c o m o e n teoría del conocimiento, él repitió el punto de vista del i n d i v i d u o abstracto, a despecho de su propia aserción de q u e s u p u n t o de v i s t a e r a el ser h u m a n o "concreto", "real" y "verdadero". R e s u l t ó q u e este ser h u m a n o solo era "concreto" en la i m a g i n a c i ó n de F e u e r b a c h . Él no p u d o discernir lo v e r d a d e r a m e n t e c o n c r e t o del ser h u m a n o . Y esto, entre otras cosas, significa q u e los t é r m i n o s "concreto" y "abs46 Metafísica: modo antidialéctico de p e n s a r , como r e s u l t a d o de la unilateralidad y del subjetivismo en el conocimiento, como m a n e r a de ver las c o s a s y los fenómenos considerándolos a c a b a d o s e i n v a r i a b l e s , i n d e p e n d i e n t e s u n o s de otros, negando las contradicciones i n t e r n a s en c a l i d a d de f u e n t e de desarrollo en la naturaleza y en la sociedad. (N. del editor)

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LO CONCRETO Y LA DIALÉCTICA DE LO OENERAL Y LO INDIVIDUAL

tracto", Feuerbach los empleó en u n sentido contrario en lo que toca a su genuino sentido filosófico: aquello que él llama concreto es de hecho, como demostraron de modo brillante Marx y Engels, e x t r e m a d a m e n t e abstracto y viceversa. Feuerbach l l a m a concreto al conjunto de cualidades percibidas de modo sensible, inherentes a cada individuo y comunes a todos los individuos. Es en b a s e de estas cualidades que él construye su representación sobre el ser h u m a n o . Desde el punto de vista de Marx y Engels, desde el p u n t o de vista dialéctico, este es un retrato del ser h u m a n o de lo m á s abstracto. Marx y Engels fueron los primeros en demostrar, desde el punto de vista del materialismo, en que consiste lo auténticamente concreto en la existencia h u m a n a , que en sí es realidad objetiva y a la filosofía le asiste el derecho de aplicarle el término "concreto" en la plenitud de su significado. Ellos dedujeron la esencia concreta del ser h u m a n o , no en la serie de propiedades c o m u n e s a c a d a individuo, sino en el conjunto del proceso de la vida social y en las leyes de su desarrollo. El problema de la n a t u r a l e z a concreta del ser humano, ellos lo plantean y lo resuelven como el problema del desarrollo del sistema de relaciones sociales del h u m a n o con el humano, y del h u m a n o con la n a t u r a l e z a . El sistema universal (socialmente concreto) de interacción entre las p e r s o n a s y cosas surge en relación al individuo aislado como s u realidad h u m a n a propia que se ha formado f u e r a e independientemente de él. La n a t u r a l e z a como tal no crea absolutamente n a d a "humano". El ser h u m a n o con todos s u s rasgos específicamente h u m a nos es, de principio a fin, resultado y producto de su propio trabajo. Aún el a n d a r erguido, lo cual parece ser, a primera vista, u n rasgo "natural", anatómico e innato particular al ser humano, es en realidad el resultado de la crianza del niño en el seno de u n a sociedad y a establecida; u n niño aislado de la sociedad a la m a n e r a de Mowgli 47 (y tales casos no son raros), prefiere a n dar en c u a t r o p a t a s y hacerlo perder esta costumbre cuesta mucho trabajo. En otras p a l a b r a s , solo aquellos rasgos, propiedades y peculiaridades del individuo, las cuales, a fin de cuentas, son producto del t r a b a j o social, se incluyen entre las específicamente 47 Mowgli: personaje ficticio de la novela de Rudyard Kipling "El libro de la selva". Mowgli era un niño criado en la selva por lobos. (N. del editor)

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h u m a n a s . Por s u p u e s t o , e s la m a d r e n a t u r a l e z a la q u e p o n e las p r e m i s a s a n a t ó m i c a s y fisiológicas. No o b s t a n t e , la f o r m a espec í f i c a m e n t e h u m a n a q u e e l l a s t i e n e n c o m o r e s u l t a d o , e s el prod u c t o del t r a b a j o y solo a p a r t i r d e e s t e p u e d e n s e r c o m p r e n d i d a s , " d e d u c i d a s " . A la i n v e r s a , t o d a s a q u e l l a s p a r t i c u l a r i d a d e s h u m a n a s q u e n o s o n p r o d u c t o d e l t r a b a j o (por e j e m p l o , los lóbulos c a r n o s o s del oído, a u n q u e e n sí s o n u n " r a s g o específico" propio a c a d a h u m a n o y n o s o n i n h e r e n t e s a n i n g ú n o t r o ser vivo) n o se i n c l u y e n e n t r e l a s p a r t i c u l a r i d a d e s q u e e x p r e s a n la esencia h u m a n a . Un i n d i v i d u o q u e d e s p e r t ó a l a a c t i v i d a d v i t a l h u m a n a , e s decir, se convirtió d e c r i a t u r a n a t u r a l y b i o l ó g i c a e n c r i a t u r a social, e s t a forzado a a s i m i l a r p o r l a s e n d a d e l a e d u c a c i ó n t o d a s l a s f o r m a s de e s t a a c t i v i d a d . Ni u n a s o l a d e e l l a s le e s h e r e d a d a biológicamente. S e le h e r e d a s o l o l a p o s i b i l i d a d fisiológica de a s i m i l a r l a s . E n u n inicio, é s t a s s e le o p o n e n c o m o algo e x i s t e n te f u e r a e i n d e p e n d i e n t e m e n t e d e s u s e r , c o m o a l g o e n t e r a m e n t e objetivo, c o m o u n o b j e t o p a r a l a a s i m i l a c i ó n , la i m i t a c i ó n . E n el c u r s o de la e d u c a c i ó n , e s t a s f o r m a s d e a c t i v i d a d vital, s o c i a l e s y h u m a n a s se c o n v i e r t e n e n u n p a t r i m o n i o p e r s o n a l , individual, subjetivo e i n c l u s o s e fijan fisiológicamente: u n h u m a n o adulto y a n o e s c a p a z d e a n d a r e n c u a t r o p a t a s , a u n q u e quisiera hacerlo, y ello n o s e d e b e e n lo a b s o l u t o a q u e p u e d a s e r ridiculizado p o r esto; l a c a r n e c r u d a le p r o v o c a n á u s e a s . En o t r a s p a l a b r a s , t o d a s a q u e l l a s p a r t i c u l a r i d a d e s , c u y o c o n junto constituye la c a c a r e a d a e s e n c i a h u m a n a , son resultado y producto (a fin d e c u e n t a s , n a t u r a l m e n t e ) d e la a c t i v i d a d vital laboral social y h u m a n a . El h u m a n o n o s e s o m e t e a la n a t u r a leza como tal, m e n o s a ú n , a u n a f u e r z a s o b r e n a t u r a l , s e a q u e s e la llame dios o c o n a l g ú n o t r o n o m b r e ( p o r e j e m p l o , l a idea). Solo se somete a sí m i s m o , a l t r a b a j o d e t o d a s l a s g e n e r a c i o n e s q u e le h a n precedido. E n g r a d o a ú n m a y o r , q u e c o n el a n d a r e r g u i d o , esto a t a ñ e a l a s f o r m a s m á s c o m p l e j a s d e a c t i v i d a d vital h u m a na, t a n t o sensible y o b j e t i v a ( m a t e r i a l ) c o m o e s p i r i t u a l . Históricamente, el d e s a r r o l l o d e l a c u l t u r a h u m a n a p a r a el individuo c o n t e m p o r á n e o s u r g e c o m o a l g o p r i m a r i o y e s d e t e r m i n a n t e en relación a s u a c t i v i d a d v i t a l i n d i v i d u a l y h u m a n a . P o r ello, desde el p u n t o d e v i s t a c i e n t í f i c o ( m a t e r i a l i s t a ) a l i n d i v i d u o , a la p e r s o n a l i d a d h u m a n a s e l a d e b e c o n s i d e r a r c o m o la e n c a r nación individual d e l a c u l t u r a h u m a n a u n i v e r s a l , t a n t o m a t e rial como e s p i r i t u a l . N a t u r a l m e n t e , e n el i n d i v i d u o e s t a c u l t u r a

119 L O C O N C R E T O Y LA DIALÉCTICA D E LO O E N E R A L Y LO INDIVIDUAL

siempre se cristaliza de m a n e r a m á s o menos unilateral e incompleta. En q u é medida el individuo puede t r a n s f o r m a r a las riquezas de la c u l t u r a en s u patrimonio personal no depende solamente de él; en u n grado m u c h o mayor esto depende de la sociedad, del modo de división del trabajo propio de esa sociedad. La verdadera asimilación de u n a u otra región de la cultura, de u n a u otra forma de actividad vital h u m a n a significa enseñorearse de ella a tal p u n t o q u e p u e d a continuar desarrollándola de forma creadora, por sí m i s m o y de modo individual. No se puede asimilar n a d a ú n i c a m e n t e por la vía de percepción pasiva, esto es igual a a r a r en el mar. La asimilación sin el ejercicio activo y enérgico no lleva a a l g ú n resultado. Por ello, la forma en que el individuo asimila la c u l t u r a h u m a n a universal está determinada por la forma de la división del trabajo. Por supuesto, hay unilateralidad y unilateralidades. El principal mérito de Marx y Engels fue, en el plano de la resolución de este problema, su concienzuda y concreta investigación de las contradicciones en la división b u r g u e s a del trabajo. La división del t r a b a j o en clases antagónicas convierte a cada individuo en u n ser h u m a n o e x t r e m a d a m e n t e unilateral, u n ser h u m a n o "parcial". Este desarrolla a l g u n a s de sus facultades a expensas de eliminar la posibilidad de desarrollar otras. Ciertas facultades se d e s a r r o l l a n en u n o s individuos, y otras en otros, y es j u s t a m e n t e este desarrollo unilateral el que vincula a los individuos los u n o s con los otros como personas, resultando ser esta la forma en que tiene lugar el desarrollo universal. Aquí la plenitud concreta del desarrollo de la h u m a n i d a d se cristaliza en la realidad precisamente a expensas de la plenitud del desarrollo personal, individual, a expensas de que cada individuo, tomado por separado, resulte ser menguante, unilateral, es decir, u n ser h u m a n o abstracto. Si Feuerbach consideraba a este individuo objetivamente abstracto como el h u m a n o "concreto", esto no se deducía solo de las limitaciones de u n teórico b u r g u é s , de la ilusión ideológica que esconde la situación g e n u i n a del asunto, sino de la debilidad lógica de su enfoque. Para establecer la representación concreta de la esencia h u m a n a , del h u m a n o como tal, Feuerbach se abstrajo de t o d a s las distinciones reales, desarrolladas a lo largo de la historia, y b u s c ó esa generalidad inherente por igual para el modisto y el pintor, el cerrajero y el escribano, el cerealista y el clérigo, el obrero a s a l a r i a d o y el empresario. Procuró descubrir

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la e s e n c i a h u m a n a e n l a r e t a h i l a d e p e c u l i a r i d a d e s p o r i g u a l de c o m u n e s a los i n d i v i d u o s d e t o d a s l a s c l a s e s y t o d a s l a s profes i o n e s . S e a b s t r a j o j u s t a m e n t e d e t o d o a q u e l l o q u e c o n f o r m a de h e c h o la esencia real d e l a h u m a n i d a d , l a c u a l s e h a d e s a r r o l l a do por medio de c o n t r a d i c c i o n e s , c o m o totalidad de determinac i o n e s r e c í p r o c a s e n los m o d o s d e a c t i v i d a d v i t a l h u m a n a . S e g ú n la lógica d e M a r x y E n g e l s , la r e p r e s e n t a c i ó n teórica c o n c r e t a del h u m a n o , la e x p r e s i ó n c o n c r e t a d e la e s e n c i a h u m a n a p u e d e m o d e l a r s e s o l a m e n t e p o r l a v í a d i r e c t a m e n t e inversa, por la vía de c o n s i d e r a r e x a c t a m e n t e a q u e l l a s d i s t i n c i o n e s y c o n t r a d i c c i o n e s (de c l a s e , p r o f e s i ó n e i n d i v i d u a l e s ) , d e l a s c u a les retira la m i r a d a F e u e r b a c h . L a e s e n c i a h u m a n a e s r e a l solo como u n s i s t e m a d e s a r r o l l a d o e i n t e r n a m e n t e d e s m e m b r a d o de facultades, c o m o u n c o m p l e j o s i s t e m a d e d i v i s i ó n del t r a b a j o que moldea a los i n d i v i d u o s e n c o n c o r d a n c i a c o n s u s n e c e s i d a d e s : como m a t e m á t i c o s , c a r p i n t e r o s , t e j e d o r e s , filósofos, obreros a s a l a r i a d o s , e m p r e s a r i o s , b a n q u e r o s , l a c a y o s , etc. E n o t r a s p a l a b r a s , l a d e t e r m i n a c i ó n t e ó r i c a d e la e s e n c i a h u m a n a , ú n i c a m e n t e p u e d e c o n s i s t i r e n s a c a r a la l u z la necesidad 4 8 q u e e n g e n d r a y d e s a r r o l l a t o d a s l a s v a r i a d í s i m a s m a n i f e s taciones y m o d o s d e a c t i v i d a d v i t a l h u m a n a s o c i a l . Si h a b l a m o s s o b r e l a c a r a c t e r í s t i c a m á s g e n e r a l d e e s t e sistem a , sobre la " d e f i n i c i ó n u n i v e r s a l " d e l a n a t u r a l e z a h u m a n a ; e s t a c a r a c t e r í s t i c a d e b e e x p r e s a r el f u n d a m e n t o r e a l , objetivo y u n i v e r s a l , s o b r e el c u a l c r e c e p o r n e c e s i d a d t o d a la r i q u e z a de la c u l t u r a h u m a n a . El h u m a n o , c o m o e s b i e n s a b i d o , se a i s l a del m u n d o a n i m a l c u a n d o c o m i e n z a a t r a b a j a r c o n a u x i l i o de h e r r a m i e n t a s de t r a b a j o q u e el m i s m o h a c r e a d o . La f a b r i c a c i ó n de h e r r a m i e n t a s d e t r a b a j o e s la p r i m e r a f o r m a (en e s e n c i a y en el tiempo, lógica e h i s t ó r i c a m e n t e ) d e a c t i v i d a d vital h u m a n a , de existencia h u m a n a . Tal q u e el f u n d a m e n t o r e a l y u n i v e r s a l d e t o d o lo h u m a n o en el h u m a n o es la f a b r i c a c i ó n d e i n s t r u m e n t o s d e p r o d u c c i ó n . Justamente, como c o n s e c u e n c i a de esto, se desarrollaron todas las diversas c u a l i d a d e s r e s t a n t e s del s e r h u m a n o , i n c l u y e n d o a

4 8 Desde el p u n t o d e v i s t a d e l a filosofía l a n e c e s i d a d s e d e s p r e n d e d e la e s e n cia i n t e r n a de los f e n ó m e n o s , d e s i g n a l a ley, el o r d e n y la e s t r u c t u r a d e los m i s mos. La n e c e s i d a d e s lo q u e h a d e o c u r r i r o b l i g a t o r i a m e n t e e n u n a s condiciones dadas, [N. del editor)

121 L O CONCRETO Y LA DIALÉCTICA D E LO OENERAL Y LO INDIVIDUAL

la consciencia y la voluntad, al lenguaje y al pensamiento, al a n dar erguido y todo lo demás. Si se intentase d a r u n a definición universal del ser h u m a n o en general, el concepto brevemente definido sonaría así: "el hombre es u n a n i m a l que fabrica herramientas" 4 9 . Este sería u n ejemplo característico de u n a determinación concreta y universal, un concepto. Esta definición, desde el p u n t o de vista de la vieja lógica, es prohibitivamente "concreta", demasiado como p a r a ser universal. En efecto bajo ella, merced a la simple abstracción formal y con la ayuda de figuras silogísticas, no podrían cobijarse j a m á s representantes t a n indudables del género h u m a n o como Mozart o Rafael, P u s c h k i n o Aristóteles. Por otro lado, la determinación del h u m a n o como "un animal que fabrica h e r r a m i e n t a s " sería clasificada por la vieja lógica como u n a determinación e x t r e m a d a m e n t e particular de humano, no sería universal, y se la e s t i m a r í a como la determinación de u n tipo, clase u profesión totalmente particular: solo de los trabajadores de las fábricas o talleres constructores de maquinaria. ¿Cuál es el meollo a q u í ? El meollo es que la lógica de Marx, sobre cuyo f u n d a m e n t o se forjó e s t a definición universal y concreta, se f u n d a m e n t a en u n a noción diferente a la que tiene la lógica no dialéctica, sobre la correlación entre lo universal, lo particular y lo individual (lo único, lo singular). La fabricación de h e r r a m i e n t a s de trabajo, de herramientas de producción es v e r d a d e r a m e n t e u n a forma real y por lo tanto totalmente específica de existencia h u m a n a . Pero, al mismo tiempo, eso no la h a c e u n f u n d a m e n t o menos real y universal de todo el resto del desarrollo h u m a n o , u n f u n d a m e n t o universal genético de todo lo h u m a n o en el h u m a n o . La fabricación de h e r r a m i e n t a s de trabajo como forma primera y universal de actividad vital h u m a n a , como fundamento objetivo de todas las d e m á s p a r t i c u l a r i d a d e s h u m a n a s , sin excepción, como forma m á s simple y elemental del ser h u m a n o del humano, he a q u í lo que se e x p r e s a bajo el aspecto de u n concepto universal de la esencia h u m a n a en el sistema de Marx y Engels. Pero siendo la b a s e objetivamente universal de toda la complejísima realidad social h u m a n a , la fabricación de herra49 Franklin citado por Marx, ver El Capital I, cap. 7, pp. 189, cd. cit.

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m i e n t a s de trabajo es al mismo tiempo, tanto hace mil años como ahora, y como lo será en lo f u t u r o , u n a forma totalmente particular de actividad vital h u m a n a que se lleva a cabo en la realidad bajo el aspecto de acciones p a r t i c u l a r e s en la actividad de personas individuales. El a n á l i s i s de la acción social de la fabricación de h e r r a m i e n t a s de t r a b a j o debe s a c a r a la luz las contradicciones internas de este acto, el carácter de su desarrollo, en cuyo resultado nacen facultades h u m a n a s tales como: el lenguaje, la voluntad, el pensamiento, la sensibilidad artística, y además, la división en clases del colectivo, el surgimiento del derecho, la política, el arte, la filosofía, el Estado, etc. En la concepción dada, lo universal no se opone de u n a manera metafísica a lo particular y lo individual, como abstracción intelectual de la plenitud del fenómeno dado de modo sensible, sino que se opone como unidad real de lo universal, lo particular, lo individual, como u n hecho objetivo frente a todos los otros hechos igual de objetivos, en el seno de u n o y el mismo sistema concreto que se h a desarrollado históricamente, en el caso dado, la realidad histórica y social del ser h u m a n o . El problema de la relación de lo u n i v e r s a l con lo individual se presenta en este caso, no solo y no t a n t o como el problema de la relación de la abstracción intelectual con la realidad objetiva dada de modo sensible, c u a n t o como el problema de la relación entre los hechos dados de forma sensible con otros hechos dados igualmente en forma sensible; como la relación interna del objeto con sí mismo, de s u s diferentes a r i s t a s , u n a s con otras; como el problema de la distinción i n t e r n a de lo concreto en el objeto, dentro de sí. Y ya sobre este f u n d a m e n t o y a c a u s a del mismo, como el problema de la relación e n t r e los conceptos que expresan en sus vínculos la d e s m e m b r a c i ó n objetiva de lo concreto. Para determinar si se h a a b s t r a í d o el universal abstracto, de modo correcto o incorrecto, es n e c e s a r i o observar si bajo él se conduce directamente o no, por medio de la simple abstracción formal, a cada hecho p a r t i c u l a r e individual, sin excepción. Si no es de este modo significa q u e nos h e m o s equivocado al creer que la representación d a d a era universal. Las cosas son diferentes c u a n d o se t r a t a de la relación del concepto universal concreto con la riqueza de h e c h o s particulares e individuales dados de m a n e r a sensible. P a r a dilucidar si u n a definición del objeto, que h e m o s conseguido con la a y u d a

123 L O CONCRETO Y LA DIALÉCTICA D E LO GENERAL Y LO INDIVIDUAL

del concepto dado, es o no es universal, resulta imperioso efectuar u n análisis m u c h o m á s complejo y rico en contenido. En este caso se debe p l a n t e a r la pregunta: si ese mismo fenómeno particular que se expresa directamente en la definición, ¿es al mismo tiempo el f u n d a m e n t o genético universal de ese d e s a r r o llo por el cual pueden ser comprendidos en su necesidad todos los otros fenómenos igual de p a r t i c u l a r e s del sistema concreto dado?¿Es o no es el acto de la fabricación de h e r r a m i e n t a s de trabajo esa realidad social a p a r t i r de la cual pueden ser deducidos en su necesidad todos los d e m á s rasgos h u m a n o s ? De la respuesta a esta p r e g u n t a depende el carácter lógico del concepto como universal o no universal. El análisis concreto del contenido del concepto en el caso dado, nos b r i n d a u n a respuesta afirmativa. El análisis del m i s m o concepto desde el p u n t o de vista de la lógica a b s t r a c t a m e n t e racional b r i n d a u n a respuesta negativa. Bajo este concepto no se cobijan directamente la mayoría aplastante de individuos que son, evidentemente, representantes del género h u m a n o . Desde el p u n t o de vista de la vieja lógica no dialéctica, este concepto es excesivamente "concreto" p a r a que j u s tifique el poseer la calidad de universal. Empero esto, desde el punto de vista de la lógica de Marx, el concepto dado es u n concepto g e n u i n a m e n t e universal, precisamente a c a u s a de que aquí, en este, se refleja d i r e c t a m e n t e el f u n d a m e n t o objetivamente fáctico de todos los d e m á s rasgos del ser humano, y es a partir de este f u n d a m e n t o universal concreto que se desarrolló histórica y realmente, en los hechos, todo lo que es humano. En otras p a l a b r a s , el problema de la universalidad del concepto se t r a s l a d a a otra á r e a , a la esfera de la investigación del proceso real de desarrollo50. El p u n t o de vista del desarrollo deviene en sí, en p u n t o de vista de la lógica. Al punto de vista del desarrollo se vincula, a d e m á s , la tesis dialéctica materialista de que el concepto no debe reflejar lo a b s t r a c t a m e n t e universal, sino lo universal, y esto, s e g ú n la j u s t a fórmula de Lenin; es lo "que abarque en sí la riqueza de lo particular, de lo individual, de lo singular", esto es el universal concreto en sí. La riqueza i n d i c a d a de lo particular y lo singular no la abarca, n a t u r a l m e n t e , el concepto como tal, sino la realidad objetiva 50 Aquí estriba u n a diferenciación f u n d a m e n t a l en el concepto de Marx para la definición del concepto histórico de sociedad, fuerzas productivas y del mismo proyecto h u m a n o . (N. del editor)

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q u e el c o n c e p t o refleja, a q u e l l a r e a l i d a d p a r t i c u l a r (e inclusive i n d i v i d u a l ) d a d a d e m o d o s e n s i b l e , c u y a s c a r a c t e r í s t i c a s son a b s t r a í d a s en f o r m a de definiciones de u n concepto universal. Y así, n o e s el c o n c e p t o del h u m a n o c o m o s e r q u e f a b r i c a h e r r a m i e n t a s d e t r a b a j o el q u e c o n t i e n e e n sí a t o d o s los d e m á s c o n c e p t o s d e l a s p a r t i c u l a r i d a d e s h u m a n a s , s i n o el h e c h o real d e f a b r i c a r h e r r a m i e n t a s d e t r a b a j o e s el q u e c o n t i e n e e n sí la n e c e s i d a d del s u r g i m i e n t o y d e s a r r o l l o d e e l l a s . Así, n o e s el c o n c e p t o d e m e r c a n c í a n i el c o n c e p t o d e v a l o r los q u e c o n t i e n e n en sí t o d a la r i q u e z a de l a s r e s t a n t e s d e t e r m i n a c i o n e s t e ó r i c a s del capitalismo, sino que es la f o r m a m e r c a n c í a real al v i n c u l a r a los p r o d u c t o r e s , la q u e e s el e m b r i ó n d e s d e el q u e s e d e s a r r o l l a , p o r n e c e s i d a d , t o d a la " r i q u e z a " , i n c l u y e n d o l a m i s e r i a d e los t r a b a j a d o r e s a s a l a r i a d o s . J u s t a m e n t e p o r ello M a r x f u e c a p a z de s a c a r a la l u z "todas l a s c o n t r a d i c c i o n e s d e l a s o c i e d a d m o d e r n a " (Lenin), e n s u a n á l i s i s d e l a c i r c u l a c i ó n s i m p l e d e m e r c a n c í a s c o m o u n h e c h o q u e s u c e d e a n t e n u e s t r o s ojos, u n a r e lación e n t r e p e r s o n a s q u e s e c o n t e m p l a d e m o d o p a l p a b l e . E n el c o n c e p t o d e m e r c a n c í a , n a t u r a l m e n t e , n o e s p o s i b l e exteriorizar esto. El p r o p i o M a r x s e vio f o r z a d o a p o n e r d e m a n i fiesto en la p o l é m i c a c o n los c r í t i c o s b u r g u e s e s d e "El C a p i t a l " l a c i r c u n s t a n c i a d e q u e l a s p r i m e r a s s e c c i o n e s d e e s t e l i b r o n o exponen en lo a b s o l u t o el a n á l i s i s d e l c o n c e p t o d e m e r c a n c í a , s i n o de "la m á s s i m p l e c a r a c t e r í s t i c a e c o n ó m i c a c o n c r e t a " d e n o m i n a d a relación m e r c a n t i l , u n h e c h o r e a l q u e s e c o n t e m p l a d e m o d o sensible, y n o u n a a b s t r a c c i ó n q u e e x i s t e e n l a c a b e z a . Por ello la universalidad d e l a c a t e g o r í a v a l o r e s la c a r a c t e r i zación, no solo y n o t a n t o , del c o n c e p t o , d e l a a b s t r a c c i ó n i n t e lectual, c u a n t o y e n p r i m e r l u g a r : del rol objetivo q u e j u e g a l a forma m e r c a n c í a e n el p r o c e s o d e f o r m a c i ó n del c a p i t a l i s m o . Y solo a c o n s e c u e n c i a d e e s t o r e s u l t a q u e l a u n i v e r s a l i d a d e s u n a caracterización lógica del c o n c e p t o y e x p r e s a e s a r e a l i d a d y s u rol en la c o n s t i t u c i ó n del t o d o b a j o e s t u d i o . La p a l a b r a "valor" y la r e p r e s e n t a c i ó n m u y d e f i n i d a q u e a e s t a p a l a b r a le c o r r e s p o n d e , n o f u e r o n c r e a d a s n i p o r Petty, n i p o r Smith, ni por R i c a r d o . C u a l q u i e r m e r c a d e r d e la é p o c a d e n o m i n a b a valor a todo lo q u e p o d í a s e r c o m p r a d o , v e n d i d o o t r o c a d o , a todo lo q u e cuesta algo. Si l o s t e ó r i c o s d e l a e c o n o m í a p o l í t i c a intentaron, en la m i s m a c u e s t i ó n , e l a b o r a r el c o n c e p t o p o r l a v í a de a b s t r a e r la g e n e r a l i d a d q u e p o s e í a c u a l q u i e r a d e e s o s o b j e tos, en los q u e c o m ú n m e n t e s e u s a b a d e s d e a n t a ñ o e s a p a l a b r a

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y se los d e n o m i n a b a "valor", es evidente, n u n c a habrían creado tal concepto. Sencillamente h a b r í a n descubierto en el significado de la p a l a b r a "valor" exactamente ese mismo sentido que todo mercader d a b a a la m i s m a . Simplemente habrían enumerado los rasgos de aquellos fenómenos a los cuales es aplicable la palabra "valor". Y todo se h a b r í a reducido al esclarecimiento de los límites en la aplicación de esta palabra, de esta denominación, al análisis del significado de la denominación. Sin embargo, todo el problema se halla en que estos plantearon la cuestión de modo totalmente diferente, la plantearon de tal forma que la r e s p u e s t a resultó ser u n concepto. Y Marx demostró con claridad la verdadera esencia de semejante planteamiento de la cuestión. Los clásicos de la economía política, comenzando por Petty, de forma a l g u n a se rebajaron a abstraer abstractos de todos los h e c h o s individuales que se observan en la superficie de la circulación mercantil capitalista, en la que com ú n m e n t e se u s a , en v a r i a s oportunidades, las palabras movimiento de "valores". Ellos p l a n t e a r o n , lisa y llanamente y de forma directa, la cuestión del origen real de la propiedad valor que tienen las cosas, de la sustancia del valor. Y su principal mérito consistió j u s t a m e n t e en que ellos intentaron resolver, en verdad, la cuestión de la sustancia del valor f u n d a m e n t á n d o s e en el estudio de los fenómenos de la circulación simple de m e r c a n c í a s . Es gracias a esto que ellos percibieron a la s u s t a n c i a del valor en el trabajo social. En la elaboración del concepto valor; de verdad estudiaron de forma atenta el cambio de u n a m e r c a n c í a por otra, e intentaron entender por qué, sobre qué b a s e objetiva y en el interior de cuál sustancia concreta tiene lugar, en realidad, la equiparación de u n a cosa con otra. En o t r a s p a l a b r a s , estudiaron en realidad, sin tener claramente consciencia del significado lógico de s u s operaciones, a u n hecho del todo específico y particular del movimiento de valores, a saber, el hecho de la circulación simple de mercancías. El análisis de este hecho - particular - dio como resultado el concepto valor. William Petty, el primer economista inglés, extrajo el concepto valor r a z o n a n d o así: "Si u n hombre puede transportar hasta Londres u n a onza de plata extraída de las e n t r a ñ a s de la tierra

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en el Perú en el mismo tiempo que necesitaría p a r a producir un bushel de trigo, lo u n o sería el precio n a t u r a l de lo otro" 51 . Reparemos en que esta digresión no menciona la palabra "valor" en n i n g ú n momento, se habla del "precio natural". Pero aquí se realiza j u s t a m e n t e el nacimiento del concepto valor; como encarnación en u n a mercancía de la c a n t i d a d de tiempo de trabajo socialmente necesario. Es u n concepto, pues es u n concepto de verdad, no u n a representación general que simplemente se h a e x p r e s a d o en u n término, sino que expresa p e r p e t u a m e n t e lo concretamente general, no lo abstractamente general, es decir, refleja u n a realidad tal, que siendo u n fenómeno del todo p a r t i c u l a r ("particular" entre u n a retahila de "particulares"), es al m i s m o tiempo u n elemento verdaderamente universal, c o n c r e t a m e n t e universal, la "célula" de los demás fenómenos p a r t i c u l a r e s . Los clásicos de la economía política b u r g u e s a de forma espontánea, a tientas, descubrieron la vía j u s t a p a r a definir al valor. No obstante, ni ellos mismos comprendieron bien el significado genuino de semejante c u r s o de p e n s a m i e n t o . La filosofía de Locke sobre la cual se orientó s u p e n s a m i e n t o en forma consciente, no brindaba la llave p a r a el p r o b l e m a de la determinación de conceptos universales. Esto los llevó a u n a serie de paradojas, muy aleccionadoras desde el p u n t o de vista de la lógica, a u n a serie de dificultades de principio, cuyo genuino significado solo fue aclarado por el a n á l i s i s de Marx. La diferencia c a r d i n a l entre el a n á l i s i s m a r x i s t a del valor, como fundamento universal de t o d a s las d e m á s categorías de la economía mercantil-capitalista, y ese a n á l i s i s h a s t a el cual pudo llegar la economía política b u r g u e s a , consiste precisamente en que Marx modeló las definiciones científicas del "valor en general", "valor como tal" f u n d a m e n t á n d o s e en el estudio concreto del cambio sin mediar dinero de u n a m e r c a n c í a por otra. Al hacer eso, Marx se a b s t r a j o en f o r m a r i g u r o s a de todo los otros tipos de valor que se h a n desarrollado sobre la m i s m a (de la plusvalía, de la g a n a n c i a , de la r e n t a , del interés, etc.). El error fundamental de Ricardo, Marx lo vio p r e c i s a m e n t e en que al estudiar el "valor como tal" no p u d o "olvidarse de la g a n a n 51 Petty citado por Marx en Teorías sobre la Plusvalía I, O b r a s F u n d a m e n t a l e s de Marx y Engels, 1" ed., Fondo de C u l t u r a Económica, México D.F., 1980, pp. 163-64, traducción de Wenceslao Roces.

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cia", y por ello s u abstracción resulto ser incompleta, insuficiente, "formar. En Marx, dentro de las determinaciones de "valor en general" entran solo e s a s d e t e r m i n a c i o n e s que son reveladas vía el a n á lisis de u n tipo de valor, j u s t a m e n t e de aquel que viene a ser t a n to lógica como h i s t ó r i c a m e n t e (esto es, tanto en la esencia como en el tiempo) el m á s simple, el primordial. En calidad de producto, su análisis brindó las determinaciones genuinamente universales del valor en general, u n a s determinaciones tales que poseen el significado de determinaciones concretamente universales tanto en relación al dinero como con relación a la g a n a n cia. En otras p a l a b r a s , e s t a s son definiciones concretas y universales de todos los otros tipos p a r t i c u l a r e s de manifestación del valor. Este es el m á s espléndido ejemplo de u n concepto concreto y universal. Que e x p r e s a en s u s determinaciones a esa generalidad verdadera, real (y n o formal), la cual se constituye en la m á s simple esencia "genérica" 5 2 de t o d a s las restantes categorías particulares. E s t a s d e t e r m i n a c i o n e s genuinamente universales se reproducen n u e v a m e n t e en el dinero, en la ganancia, en la renta, constituyéndose en determinaciones comunes a todas estas categorías. Pero, como M a r x lo demostró, j a m á s se hubiera tenido éxito en s a c a r a la luz e s t a s determinaciones por la vía de la simple a b s t r a c c i ó n f o r m a l de las particularidades de la mercancía, del dinero, d e la g a n a n c i a y de la renta. Las d e t e r m i n a c i o n e s u n i v e r s a l e s del valor coinciden directamente en "El Capital", con la expresión teórica de las particularidades del intercambio simple de m e r c a n c í a s y de las leyes que expresan e s t a s p a r t i c u l a r i d a d e s . Esto sucede porque la particularidad de la f o r m a m e r c a n t i l simple consiste justamente en ser el f u n d a m e n t o g e n u i n a m e n t e universal de todo ese sistema, su "célula elemental", la p r i m e r a forma real de manifestación del "valor en general". Al e s t u d i a r e s t e h e c h o en particular, Marx por intermedio de su análisis, por i n t e r m e d i o del "poder de la abstracción", pone en evidencia en s u interior a las definiciones universales del valor. El a n á l i s i s del i n t e r c a m b i o de lino por lana (a primera vista, un caso individual), n o s ofrece en calidad de conclusión a las 52 Una comprensión mejor de e s t a expresión se logra si se toma en cuenta que el vocablo r u s o "POAODOH" (rodovoi) se t r a d u c e como: "patrimonial", *de abolengo", "genérico". (N. del trad.)

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determinaciones universales, no las individuales. A ojo de pájaro este ascenso de lo individual en lo universal, se diferencia de m a n e r a radical, del simple acto de la abstracción formal. Aquí a las particularidades de la forma mercantil simple que son las que la diferencian de la g a n a n c i a , la r e n t a y otros tipos de valor, no se las deja de lado como si f u e s e n algo no esencial. Por el contrario: el análisis teórico de e s t a s p a r t i c u l a r i d a d e s va a p a r a r en la formación de u n concepto universal. Este es, en efecto, el camino dialéctico de elevar lo individual en universal. La vieja lógica no dialéctica podría r e c o m e n d a r en este caso u n a vía diferente. De acuerdo a s u s principios, la determinación de "valor en general" debería f o r m a r s e por el c a m i n o de la abstracción de las p a r t i c u l a r i d a d e s de todos los tipos de valor, incluyendo al intercambio simple de mercancías; por la vía de separar eso que es idéntico, que poseen al m i s m o tiempo la mercancía, la ganancia, la renta, el interés, etc. La p a r t i c u l a r i d a d de la form a mercantil del valor h a b r í a sido omitida como "no esencial". Lo general habría sido tomado por s e p a r a d o de lo particular. En Marx vemos realizarse u n a concepción totalmente distinta. Si lo universal en realidad existe ú n i c a m e n t e a través de lo particular y lo individual, t a n solo p u e d e ser s a c a d o a la luz por medio de u n detallado a n á l i s i s de lo p a r t i c u l a r , y no por el acto de abstraemos de él. Lo u n i v e r s a l es la expresión teórica de lo particular y lo individual, la ley de s u existencia. La realidad de lo universal en la n a t u r a l e z a : es la ley de la existencia de lo particular y lo individual, y no la simple s e m e j a n z a formal de los fenómenos que en tal o cual relación sirve de f u n d a m e n t o p a r a incluirlos en u n a clase. La dialéctica de Marx es j u s t a m e n t e la q u e permite poner en claro el contenido general, verdadero, real t a n t o de la forma mercantil como del dinero, de la g a n a n c i a y de t o d a s las otras categorías. El acto de la simple a b s t r a c c i ó n formal no tiene fuerza como para poner de manifiesto a e s t a generalidad. Este último es útil, solo c u a n d o se t r a t a de la clasificación inicial del fenómeno. Es insuficiente c u a n d o en el orden del día se plantea u n a tarea de lo m á s seria, la de e l a b o r a r d e t e r m i n a c i o n e s teóricas objetivas y universales, los conceptos, y lo q u e es m á s , si se lo aplica como receta no d a r á solución a la t a r e a . Aquí es indispensable u n método m u c h o m á s p r o f u n d o . Es significativo que Hegel, cuyo e n f o q u e estuvo m u y cercano a u n a concepción dialéctica j u s t a del p r o b l e m a de lo concreta-

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mente universal, no e s fiel a la dialéctica en el punto decisivo, y precisamente a c o n s e c u e n c i a de esto, el idealismo es su concepción. En la explicación de s u concepción de la dialéctica de lo universal y lo particular, Hegel comenta las bien conocidas digresiones de Aristóteles sobre las figuras geométricas. De acuerdo a Aristóteles, "entre las figuras, solamente el triángulo y las otras figuras definidas, t a l e s como el cuadrado, el paralelogramo, etc., son r e a l m e n t e algo verdadero, pues lo común, la figura general (es decir, la 'figura en general' - E.I.), es u n algo pensado y vacío, solamente u n algo abstracto. El triángulo, en cambio, es la p r i m e r a figura, la figura verdaderamente general, que se da también en el c u a d r a d o , etc., como la figura reducida a su determinación m á s simple... Así, pues, de u n a parte, el triángulo aparece como u n a figura especial al lado del cuadrado, del pentágono, etc.; pero, por a d e m á s - tal es el gran sentido que anima a Aristóteles - como la figura verdaderamente general." 53 A primera vista, Hegel percibe la principal diferencia entre el concepto concreto y u n i v e r s a l y la abstracción vacía, en que el primero tiene el sentido d i r e c t a m e n t e objetal y expresa u n a cierta cualidad c o n c r e t a empíricamente d a d a . Sin embargo, el propio Hegel advirtió, a m e n u d o , que la relación entre lo universal, lo particular y lo individual, en n i n g ú n caso, puede compararse a las imágenes m a t e m á t i c a s (incluyendo las geométricas) y a sus relaciones. E s t a s ú l t i m a s en sí son, de acuerdo a su explicación, ú n i c a m e n t e u n a d e t e r m i n a d a alegoría del concepto: están demasiado " s o b r e c a r g a d a s con lo sensible". Lo genuinamente universal, lo q u e Hegel i n t e r p r e t a de modo excluyente como concepto, debe ser p e n s a d o de modo totalmente puro y libre de "materia sensible", de " s u s t a n c i a sensible". Desde este punto de vista, Hegel recriminó a los materialistas que s u interpretación de lo universal liquida en e s e n c i a a lo universal, lo metamorfosea en "un p a r t i c u l a r en medio de otros particulares", en la expresión de cierta realidad "finita", "limitada". Lo universal como tal, como universal que abarca en sí la riqueza de lo p a r t i c u l a r y lo singular, existe según Hegel, solo como u n concepto, solo en el éter del pensamiento puro, en ningún caso, en la esfera de la "realidad exterior". En esta última 53 Hegel, G. W.: Lecciones sobre la historia de la filosofía (II), Fondo de Cultura Económica, 1" ed., 5" reimpresión, México D.F., 1995, pp. 297, traducción de Wenceslao Roces.

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solo existen las "enajenaciones p a r t i c u l a r e s de lo universal". Por ello, precisamente, Hegel creía que el materialismo no era posible como filosofía (pues la filosofía es la ciencia de lo universal, y lo universal es pensamiento y n a d a m á s que pensamiento). Por esa m i s m a razón, p a r a la lógica hegeliana la determinación del h u m a n o como ser que fábrica h e r r a m i e n t a s de trabajo es simplemente inaceptable en calidad de definición universal, tal y como lo era p a r a la lógica que le precedió. También desde la p o s t u r a de Hegel, ésta solo es u n a determinación particular del h u m a n o , de u n a forma p a r t i c u l a r de revelación de su naturaleza "pensante" universal. La concepción idealista de lo universal, s u interpretación como u n concepto en forma exclusiva, condujo a Hegel directo al mismo resultado que en la concepción metafísica. Si la lógica hegeliana en su variedad prístina dogmática se aplica al análisis de "El Capital" de Marx, todo el c u r s o de pensamiento de Marx parecería errado. De acuerdo a Hegel, no p o d r í a n obtenerse las determinaciones del valor tal como las obtuvo Marx. Un adepto del hegelianismo diría sobre los primeros capítulos de "El Capital" que en este a las determinaciones de u n a forma particular de valor se las acepta como si f u e s e n definiciones universales del valor, a u n q u e no son definiciones universales. Además, recomendaría "deducir" las determinaciones universales del valor de las determinaciones de la voluntad racional (tal y como las deduce Hegel en "La filosofía del derecho"). Todo esto nos dice que la lógica hegeliana, pese a toda su superioridad sobre la vieja lógica metafísica, no puede ser aceptada entre las a r m a s del materialismo sin u n a crítica elaborada desde la raíz, sin la radical eliminación de todos los vestigios de idealismo. La categoría de valor en Marx se diferencia en principio tanto de la mera abstracción formal como del "concepto puro" hegeliano. Claramente se h a l l a "sobrecargada de lo sensible" y surge como expresión teórica de lo particular. El valor, como lo dice Marx, tiene u n c a r á c t e r "sensible y suprasensible", cosa que desde el p u n t o de vista hegeliano, no p u e d e ser. Además, la forma simple (universal) del valor, como Marx lo puso de manifiesto, no era ni por asomo la forma u n i v e r s a l de las relaciones económicas, ni desde siempre ni desde el inicio. Solo el desarrollo capitalista la convierte en u n a f o r m a universal.

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El intercambio directo de mercancías, como fenómeno que al estudiarse p u e d e b r i n d a r u n a definición universal de valor, como u n fenómeno en el q u e el valor se presenta en su aspecto puro, se cristaliza en la realidad sólo en el momento c u a n d o se dejan ver el dinero, la plusvalía y otras formas particulares del desarrollo del valor. Esto significa, aparte de otras cosas, que la forma de relaciones económicas que en el capitalismo en realidad devienen v e r d a d e r a m e n t e generales, se realizaban h a s t a entonces como u n fenómeno completamente particular, e incluso como u n fenómeno individual fortuito. En realidad siempre sucede que este fenómeno, el cual m á s tarde llega a ser universal, s u r g e al comienzo como u n fenómeno que es individual, excepcional, particular, como la excepción a la regla. No p u e d e s u r g i r realmente por otro camino. De lo contrario, la historia a d q u i r i r í a u n aire en extremo místico. Así, como todo nuevo perfeccionamiento en el proceso de trabajo, todo nuevo modo de actividad de ser h u m a n o en la producción, antes de llegar a ser de u s o general y universalmente reconocido, surge en u n comienzo como cierta divergencia respecto de las n o r m a s h a b i t u a l e s y legítimas 5 4 . Solo al haber surgido en calidad de excepción individual a la regla en el trabajo de u n a o varias personas, la n u e v a f o r m a es a c e p t a d a por otros y se transforma con el tiempo u n a n u e v a norma universal. Y si acaso la nueva n o r m a no surgiera desde u n comienzo justamente así, n u n c a se h a r í a r e a l m e n t e universal, sino que existiría solamente en la f a n t a s í a , solo en el dominio de los buenos deseos. Así como el concepto que e x p r e s a lo realmente universal comprende d i r e c t a m e n t e en sí a la concepción dialéctica de la metamorfosis de lo individual y lo p a r t i c u l a r en lo universal expresando de forma directa a este individual y a este particular; que en la realidad, f u e r a de la cabeza de la persona, se constituye en forma universal del desarrollo. Lenin, en s u s s u m a r i o s y n o t a s a propósito de la lógica hegeliana, todo el tiempo r e t o r n a a u n o de los puntos centrales de la dialéctica: a la concepción de lo universal, como lo concreto y universal en contraposición a las abstracciones universalmente abstractas del intelecto. La relación de lo universal con lo particular y lo individual, desde el p u n t o de vista de la dialéctica, se 54 En efecto en derecho, en economía, en sociología, los hechos anteceden a la ley, la norma y la categorización. (N. del editor)

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expresa de modo "bello", en p a l a b r a s de Lenin: "No solo u n universal abstracto, sino u n universal que a b a r c a en sí la riqueza de lo particular". "Cf. El Capital" Lenin hace u n a nota al margen de esta fórmula, y luego continua: "Bella fórmula: ¡'No solo u n universal abstracto, sino u n universal que a b a r c a en sí la riqueza de lo particular, de lo individual, de lo singular' (¡toda la riqueza de lo p a r t i c u l a r y lo singular!)! Tres bienl"55. Lo universal concreto expresado en el concepto, a b a r c a en sí toda esta riqueza, claro está, no en el sentido de e s t r e c h a r entre s u s brazos a todos los hechos p a r t i c u l a r e s y aplicarse a los mismos en calidad de denominación general. Hegel combatía justamente a ese tipo de concepción metafísica, y es precisamente a eso a lo que Lenin da s u aprobación. Un concepto concreto universal comprende "la riqueza de las p a r t i c u l a r i d a d e s " en s u s determinaciones concretas, y es m á s , en dos sentidos. En primer lugar, u n concepto concreto y u n i v e r s a l expresa en sus determinaciones el contenido específicamente concreto (la estructura interna c o n s t r u i d a acorde a leyes), de u n a forma por entero determinada de desarrollo del objeto bajo estudio. Este abarca en sí "toda la riqueza" de l a s d e t e r m i n a c i o n e s de esta forma, de su e s t r u c t u r a , de s u específica peculiaridad. En segundo lugar, este no expresa en s u s d e t e r m i n a c i o n e s a cualquiera de entre las formas de desarrollo, del objeto en s u integridad, que entran en su c a m p o de visión, sino solo aquella y j u s t a m e n te solo aquella que viene a ser la b a s e r e a l m e n t e universal, el fundamento, el terreno sobre el c u a l crece "toda la riqueza" de las formaciones restantes. La categoría valor en "El Capital" es u n ejemplo muy notable de este tipo de concepto. Este concepto es el r e s u l t a d o del análisis exhaustivo de u n a característica, j u s t a m e n t e "de la m á s simple característica económica concreta" del m u n d o mercantil-capitalista, el intercambio directo (sin dinero) de u n a mercancía por otra. La particularidad de e s t a f o r m a consiste en que dentro de sí, al igual que en u n a "célula", en u n embrión, se esconde toda la otra riqueza de las f o r m a s de relación capitalista m á s complejas y más desarrolladas. E s a c a u s a de esto q u e "en ese simple fenómeno (en esta 'célula' de la sociedad b u r g u e s a ) el 55 Lenin, V. I.: Cuadernos Filosóficos, pp. 98-99, ed. cit.

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análisis revela TODAS las contradicciones (o los gérmenes de todas las contradicciones) de la sociedad moderna" 56 . El resultado y producto de este a n á l i s i s se expresa en las determinaciones de la categoría valor, y por ello b r i n d a la llave p a r a la comprensión teórica de toda la riquez a (y por supuesto, de toda la miseria) del mundo mercantil-capitalista. Lo que diferencia a e s t a categoría de las simples abstracciones (al estilo de "muebles", "coraje" o "dulzura") tiene u n a índole de principio. En e s t a s ú l t i m a s , claro está, no encontramos en n i n guna parte a la "riqueza de lo p a r t i c u l a r y lo singular". Esta "riqueza" se halla cobijada solo de u n modo externo, tal y como s u cede con las denominaciones generales. Semejantes conceptos no pueden e x p r e s a r e s t a riqueza en definiciones concretas. En el concepto de mueble en general solo se fija lo idéntico que poseen tanto u n a silla como u n a alacena, etc. En este no surgen las características específicas ni de la silla, ni de la alacena. En sus determinaciones no se e x p r e s a n las variedades de este género. En cambio, la categoría valor comprende en sí la expresión más exhaustiva de lo específico de esa especie, cuya particularidad consiste en ser al m i s m o tiempo u n género. Por supuesto, esto no m e n o s c a b a en forma a l g u n a el significado y rol cognoscitivo de las simples abstracciones "racionales" generales. Su rol es grande: sin e s t a s no es posible n i n g ú n concepto concreto y universal. Ellas vienen a ser la premisa y la condición del surgimiento de los conceptos científicos complejos. Un concepto concreto y universal es también u n a abstracción, en el sentido de que este no fija en s u s determinaciones a lo absolutamente individual, lo ú n i c o en s u género. Este expresa la esencia de lo típico y en este sentido de lo general, lo observado por las m a s a s , el fenómeno que se h a repetido miles de millones de veces, u n suceso individual tal que en este se expresa la ley universal. Al a n a l i z a r la forma simple del valor Marx, sin duda, no se interesó en las particularidades individuales de la lana o el lino. Con todo eso, la relación de la l a n a y el lino se la tomó como objeto de a n á l i s i s directo, y esto es así precisamente porque es u n c a s o típico (y en este sentido, general) del intercambio simple de mercancías, u n caso que se corresponde a las particularidades típicas del t r u e q u e sin dinero. "Por lo demás, 56 Lenin, V. I.: Sobre el problema de la dialéctica, Obras Completas, Ediciones Salvador Allende, 2" ed., México D.F., pp. 328-329, tomo 42.

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e n este e s t u d i o global s i e m p r e s u p o n d r e m o s q u e l a s relaciones e c o n ó m i c a s r e a l e s c o r r e s p o n d e n a s u concepción, o, lo q u e es lo m i s m o , las relaciones r e a l e s se e x p o n d r á n a q u í en m e d i d a en q u e t r a d u c e n s u propio tipo g e n e r a r 5 7 . Por ello, n a t u r a l m e n t e , los c o n c e p t o s c o n c r e t o s y u n i v e r s a l e s se p a r e c e n a las a b s t r a c c i o n e s r a c i o n a l e s s i m p l e s en relación a q u e estos siempre e x p r e s a n d e por sí c i e r t a n a t u r a l e z a general de c a s o s , c o s a s y f e n ó m e n o s s i n g u l a r e s , y son t a m b i é n p r o d u c to del " a s c e n s o de lo individual en universal". E s t e m o m e n t o (aspecto), e m p a r e n t a al concepto científico con c u a l e s q u i e r a b s tracción elemental, p o r s u p u e s t o , e n él s i e m p r e se h a l l a n p r e s e n t e s , y d e s c u b r i r l a s n o es difícil. T o d a la c u e s t i ó n e s t á en q u e ese m o m e n t o n o c a r a c t e r i z a de m o d o a l g u n o lo específico, ni e x p r e s a la p e c u l i a r i d a d del c o n c e p t o científico. J u s t a m e n t e a c a u s a de eso, l a s t e o r í a s lógicas q u e p o n e n s i m p l e m e n t e e n el m i s m o nivel a u n a s y o t r a s a b s t r a c c i o n e s , t a l e s c o m o el valor y la b l a n c u r a , como la m a t e r i a y los m u e b l e s , f u n d a m e n t á n d o s e en que t a n t o l a s u n a s c o m o l a s o t r a s se refieren p o r i g u a l n o a uno, sino a m u c h o s f e n ó m e n o s i n d i v i d u a l e s y en e s t e sentido son igual de a b s t r a c t a s y g e n e r a l e s , en lo a b s o l u t o s o s t i e n e n algo que s e a a b s u r d o . Sin e m b a r g o , e s t a c o n c e p c i ó n , q u e b a s t a p a r a las simples a b s t r a c c i o n e s , n o e s s u f i c i e n t e p a r a el e n t e n d i miento de l a s a b s t r a c c i o n e s c i e n t í f i c a s co m p l ej as . Si a d e m á s se la j u z g a como si f u e r e la e s e n c i a d e los c o n c e p t o s científicos, e n tonces e s t a concepción se t r a n s f o r m a en e m b u s t e , de m o d o semejante a lo q u e se d e d u c e e n la t e s i s "el valor es el p r o d u c t o del trabajo". Aquí a u n f e n ó m e n o c o n c r e t o se lo c a r a c t e r i z a de m a n e r a excesivamente general y a b s t r a c t a , y p r e c i s a m e n t e p o r ello, de modo t o t a l m e n t e inexacto. D e s d e luego, el ser h u m a n o e s u n a n i m a l , y u n concepto científico es u n a a b s t r a c c i ó n . El i n f o r t u nio de tal d e t e r m i n a c i ó n , n o o b s t a n t e , se h a l l a e n s u c a r á c t e r en extremo abstracto. La lógica dialéctica n o r e c h a z a del todo la v e r d a d d e q u e u n concepto u n i v e r s a l es u n a a b s t r a c c i ó n , q u e e x p r e s a e n sí la " n a t u r a l e z a general", el "tipo medio" de los c a s o s s i n g u l a r e s , d e l a s cosas, fenómenos, a c o n t e c i m i e n t o s i n d i v i d u a l e s , p e r o v a m á s lejos y m á s profundo, y es p r e c i s a m e n t e eso lo q u e d i f e r e n c i a s u comprensión, de l a s concepciones de la vieja lógica. El e n t e n d i 57 Marx, C.: El Capital (Libro Tercero), Carlos M a r x / F e d e r i c o E n g e l s - O b r a s Escogidas, Tomo III, Editorial Ciencias del Hombre, 1" ed., B u e n o s Aires, 1973, pp. 169-170, traducción de Floreal Mazía.

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miento dialéctico de lo u n i v e r s a l presupone la metamorfosis de lo individual en u n i v e r s a l y de lo universal en individual, lo que tiene lugar c o n t i n u a m e n t e en todo proceso de desarrollo real. Pero no r e s u l t a difícil observar que esta manera de ver las cosas presupone un punto de vista histórico sobre las cosas, sobre la realidad de los objetos q u e se refleja en conceptos. J u s t a m e n t e por eso no solo que ni Locke ni Helvecio, sino que incluso Hegel no pudieron d a r u n a solución racional al problema de la relación de lo a b s t r a c t o con lo concreto. El último no pudo hacerlo debido a que la idea de desarrollo, el enfoque histórico solo fue aceptado en relación al proceso de pensamiento, pero no en relación a la realidad objetiva m i s m a que constituye el objeto del pensamiento. En Hegel, la realidad de los objetos se desarrolla sólo en la m e d i d a en q u e viene a ser la forma externa de desarrollo del p e n s a m i e n t o , del espíritu, en vista de que el espíritu la impregna, le d a vida por dentro y le impone el moverse e incluso el desarrollarse. Pero la realidad sensible u objetal no posee u n automovimiento i n m a n e n t e propio. Por eso a n t e s u s ojos, ella no es genuinamente concreta, p u e s la vinculación m u t u a y dependencia recíproca vivamente dialéctica de s u s distintas aristas no le pertenecen de hecho, sino al espíritu que la impregna. Por lo tanto, en Hegel el concepto y n a d a m á s que el concepto es lo único concreto como principio ideal de vinculación m u t u a entre los fenómenos individuales. T o m a d a s por sí mismas, las cosas y fenómenos individuales son a b s t r a c t o s y solamente abstractos. Pero de esta concepción no se infiere solo el idealismo, sino también u n a m a n e r a dialéctica de ver las cosas en cuanto al conocimiento, al proceso de comprensión de los datos sensibles. Si Hegel llama a b s t r a c t a a la cosa, fenómeno o hecho individual, tiene s u s b u e n a s razones p a r a este uso de las palabras: si la consciencia h a asimilado la cosa individual como tal, no h a comprendido en ella toda s u vinculación recíproca concreta, adentro de la c u a l r e a l m e n t e existe, entonces la h a asimilado de modo en extremo abstracto, a despecho de haberla asimilado de modo evidentemente sensible, concretamente sensible, en toda la plenitud de s u a p a r i e n c i a c a r n a l m e n t e palpable. Y a la inversa, si la consciencia h a asimilado la cosa en s u s vinculaciones recíprocas con todas las otras cosas, hechos y fenómenos igual de individuales, si h a asimilado lo individual a través de s u s vínculos recíprocos universales, entonces por primera vez lo h a asimilado de modo concreto, a ú n en el evento de

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que su representación se adquirió no con la a y u d a de la mirada, el tacto y el olfato, sino con la a y u d a del lenguaje de otros individuos y en consecuencia, privada de u n a apariencia directamente sensible. En otras palabras, ya en Hegel lo abstracto y lo concreto han perdido la acepción de características psicológicas inmediatas, esa forma en que el conocimiento de las cosas existe en la cabeza del individuo, y llegaron a ser características lógicas (ricas en contenido) del conocimiento, del contenido de la consciencia. Si a la cosa individual no se la entiende mediante esa vinculación recíproca universal y concreta en cuyo seno ella realmente h a surgido, existe y se desarrolla. Por medio de ese sistema concreto de vinculaciones recíprocas que constituyen s u naturaleza genuina, significa que es solamente u n conocimiento y una consciencia abstracta. Si la cosa individual (fenómeno, hecho, objeto, evento) se concibe en sus vínculos objetivos con las otras cosas que conforman u n sistema íntegro de vínculos m u t u o s , esto significa que ha sido concebida, reconocida, conocida y comprendida de forma concreta, en el sentido estricto y pleno de e s t a palabra. A los ojos de u n materialista metafísico, sólo lo individual percibido de modo sensible es concreto, y lo universal le parece sinónimo de lo abstracto. P a r a u n materialista dialéctico el asunto no va por ahí. Lo concreto es precisamente y en primer lugar, desde su punto de vista, la vinculación recíproca y dependencia mutua objetivamente universal de una masa de fenómenos individuales, "\unidad en diversidad", la unidad de lo distinto y lo contrario, y no la identidad a b s t r a c t a m e n t e a b s t r a c t a , no la unidad abstractamente m a r c h i t a . Esto último, en el mejor de los casos, solo señala, solo i n s i n ú a la posibilidad de la existencia de vínculos internos en las cosas, de u n i d a d latente de los fenómenos, pero se halla lejos de ser siempre así y de n i n g ú n modo es obligatorio: u n a bola de billar y Sirio 58 son idénticas en s u s formas geométricas, u n cepillo de zapatero es parecido a u n mamífero, sin embargo, desde luego que aquí no p o d r í a m o s encontrar j a m á s u n a interacción viva y real.

58 Sirio: también llamada Estrella Can, es la estrella m á s brillante del cielo, situada en la constelación Can Mayor. La distancia de Sirio a la Tierra es de 8,7 años luz y es, por tanto, u n a de las estrellas m á s c e r c a n a s . [N. del editor)

137 LA U N I D A D CONCRETA COMO U N I D A D D E CONTRARIOS

LA UNIDAD CONCRETA COMO UNIDAD DE CONTRARIOS

Así, hemos establecido que el pensamiento en conceptos no se dirige a d e t e r m i n a r la u n i d a d abstracta, la m a r c h i t a identidad de u n a retahila de cosas, sino a s a c a r a la luz su u n i d a d viva y real, el vinculo concreto de interacción. Con todo, el a n á l i s i s de la categoría interacción manifiesta inmediatamente que la simple igualdad, la simple identidad de dos cosas individuales, no expresa en lo absoluto el principio de su vínculo m u t u o . La interacción en general resulta ser vigorosa, si en el "otro" objeto se halla el complemento de sí, aquello de lo que carece como tal. Desde luego, si la "igualdad" se e n c u e n t r a presente, siempre se presupone en calidad de premisa, en calidad de condición, bajo la c u a l se establece el vínculo de interacción. Pero no es a través de la igualdad que se realiza la esencia m i s m a de la interacción. Dos piñones se acoplan el u n o con el otro justamente a causa de que el diente de u n piñón no choca con el diente del otro, sino con el correspondiente recorte. Cuando dos p a r t í c u l a s q u í m i c a s , que h a s t a el momento eran completamente iguales, se "acoplan" en u n a molécula, en cada u n a de ellas sucede u n a d e t e r m i n a d a reorganización en su estructura. C a d a u n a de e s t a s p a r t í c u l a s al vincularse realmente en la composición de la molécula tiene en la otra a su particular complemento: a c a d a i n s t a n t e interca m b i an los electrones de sus capas exteriores, y este intercambio recíproco es precisamente el que las e n t r e l a z a en u n todo único. Cada u n a de estas gravita h a c i a la otra, a c a u s a de que en todo momento de tiempo dado en el c u e r p o de la otra p a r t í c u l a se encuentra su propio electrón (o electrones), es m á s , j u s t a m e n t e por ello "no carece" del mismo. Allí, donde no surge y desaparece constantemente semejante diferencia, no existe cohesión o interacción estable ninguna, sino q u e existe u n contacto m á s o menos fortuito y externo. Si nos figuramos u n c a s o hipotético, imposible en la realidad, el de dos fenómenos a b s o l u t a m e n t e idénticos en s u s características, entonces por m á s que nos devanemos los sesos, no tendríamos éxito ni en figurarnos, ni en p e n s a r en u n vínculo, cohesión o interacción estable entre los mismos.

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Es muy i m p o r t a n t e tener en consideración este entendimiento c u a n d o la cuestión comienza a agitarse en relación al vínculo entre dos (o más) fenómenos que tienen lugar en u n proceso de desarrollo, y son atraídos a este proceso. Desde luego, dos fenómenos completamente similares pue de n muy bien coexistir uno al lado del otro e incluso e n t r a r en determinado contacto. Pero de este contacto no surgirá j a m á s n a d a nuevo, h a s t a que el contacto provoque en c a d a u n o de ellos alteraciones internas tales que los metamorfoseen en momentos distintos y contrarios en el seno de a l g ú n todo coherente. Las economías patriarcales n a t u r a l e s , las cuales producen dentro de sí todo lo que necesitan, y producen lo mismo que sus vecinos, no necesitan las u n a s de las otras. No existen vínculos sólidos entre ellas, p u e s no existe división del trabajo, u n a organización del trabajo tal que bajo la m i s m a u n o hace eso que el otro no hace. Allí, donde surgen las diferencias entre las economías naturales, surge por p r i m e r a vez la posibilidad del intercambio m u t u o de los productos del trabajo. El vínculo que surge aquí, fija y desarrolla a ú n m á s e s t a s diferencias, y al mismo tiempo, a la vinculación m u t u a entre ellas. El desarrollo de las diferencias entre las economías que a l g u n a vez fueron iguales (y precisamente por ello, coexistían de modo indiferente), es tanto el desarrollo de los vínculos mutuos entre las m i s m a s como el proceso de su metamorfosis en órganos distintos y contrarios de u n todo económico único, de u n organismo productor único. En general, el desarrollo de las formas de división del trabajo es también el desarrollo de f o r m a s de interacción entre p e r s o n a s en el proceso de producción de la vida material. Allí, donde no hay ni siquiera u n a división elemental del trabajo, no hay sociedad, solo existe el rebaño vinculado por lazos biológicos y no por lazos sociales. La división del trabajo puede tener formas a n t a gónicas clasistas, puede tener la forma de cooperación c a m a r a deril. Pero ella siempre es u n a división del trabajo y n u n c a p u e de venir a ser la "identidad" de todas las formas de trabajo: el comunismo presupone no la nivelación, sino el m á x i m o d e s a r r o llo de las particularidades individuales de c a d a personalidad, tanto en el dominio de la producción espiritual como en el dominio de la producción material. Cada individuo deviene a q u í en u n a personalidad en el sentido pleno y superior de este c o n c e p to, y se debe precisamente a que los d e m á s i n t e r a c t ú a n con e s t e individuo que él también es u n a individualidad creadora sin p a r

139 L A U N I D A D CONCRETA COMO U N I D A D D E CONTRARIOS

y no u n ser que realiza u n a y otra vez las m i s m a s actividades y operaciones r e d u n d a n t e s , e s t a n d a r i z a d a s y a b s t r a c t a m e n t e idénticas. S e m e j a n t e s operaciones se salen, en general, f u e r a de los límites de la actividad "humana", se t r a s l a d a n a las m á q u i nas. Pero es j u s t a m e n t e por eso que aquí cada individuo es necesario e "interesante" p a r a todos los demás, en u n grado m u cho mayor que en el m u n d o de la división del trabajo mercantil capitalista. Los lazos sociales de personalidad a personalidad son aquí mucho m á s directos, sólidos y pletóricos que los lazos de la producción mercantil 5 9 . Por lo tanto, lo concreto es concebido como la expresión del vínculo vivo, verdadero y objetivo de la interacción de cosas reales individuales, y no se lo puede expresar con la apariencia de la identidad a b s t r a c t a , igualdad famélica, la semejanza pura en las cosas e x a m i n a d a s . Todo caso de interacción en la naturaleza, sociedad o consciencia, incluso el m á s elemental, infaltablemente contiene en s u c u e r p o a la identidad de lo distinto, la unidad de contrarios, no la simple identidad. La interacción presupone que u n objeto verifica s u n a t u r a l e z a d a d a y específica solo a través de s u relación recíproca con otro objeto, y no puede existir como tal f u e r a de e s t a relación, como "eso", como objeto específico d e t e r m i n a d o . Y p a r a expresar en los p e n s a m i e n t o s , p a r a comprender lo individual en s u s vínculos orgánicos con otros individuales y la esencia concreta de su t r a b a z ó n , no se debe b u s c a r el abstracto famélico, el rasgo idéntico, lo a b s t r a c t o y general p a r a cada uno de ellos, t o m a d o s por s e p a r a d o . Veamos el ejemplo m á s complejo y al mismo tiempo m á s relevante. ¿En qué consiste, por ejemplo, la ligazón verdadera, viva, concreta y objetiva entre el capitalista y el trabajador asalariado, esa "generalidad" que c a d a u n o de estos personajes económicos individuales posee en comparación al otro? Que ambos son personas, a m b o s sienten la necesidad de alimento, ropa y demás, a m b o s s a b e n razonar, hablar, trabajar, en fin. Todo esto, indudablemente, e s t á presente en ellos. Además, todo esto incluso se constituye en premisa necesaria de su trabazón como capitalista y t r a b a j a d o r a s a l a r i a d o . Pero bajo n i n g u n a circunstan59 Desde la sociedad c o m u n i s t a primitiva, h a s t a el capitalismo, y posiblemente u n a b u e n a p a r t e de la sociedad de transición, el socialismo, el hombre se encuentra sometido al reino de la necesidad; en el comunismo superior, el hombre comienza a vivir el reino de la libertad. (N. del editor)

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c i a s e c o n s t i t u y e n e n la e s e n c i a m i s m a d e s u v í n c u l o recíproco p r e c i s a m e n t e como capitalista y obrero. La r e a l i d a d d e s u vínculo d e s c a n s a j u s t a m e n t e e n q u e c a d a u n o d e e s t o s p o s e e los rasg o s e c o n ó m i c o s d e los q u e c a r e c e el o t r o ; e n q u e s u s d e t e r m i n a c i o n e s e c o n ó m i c a s s o n p o l a r i d a d e s c o n t r a r i a s . La c u e s t i ó n es q u e u n o d e ellos p o s e e j u s t a m e n t e e s e r a s g o del q u e c a r e c e el otro, y lo p o s e e p r e c i s a m e n t e p o r q u e el o t r o n o lo tiene. C a d a u n o n e c e s i t a m u t u a m e n t e del o t r o , e n v i r t u d d e l a s c o n t r a d i c c i o n e s p o l a r e s d e s u s d e t e r m i n a c i o n e s e c o n ó m i c a s c o n l a s det e r m i n a c i o n e s e c o n ó m i c a s d e l o t r o . Y e s e x a c t a m e n t e e s t o lo que los h a c e p o l o s n e c e s a r i o s d e u n a m i s m a r e l a c i ó n y los liga de u n m o d o i n t e n s o , m á s q u e c u a l q u i e r c o m u n i d a d ("igualdad"). U n i n d i v i d u o e s e s o y n o o t r a c o s a p r e c i s a m e n t e p u e s t o q u e el otro i n d i v i d u o le e s p o l a r m e n t e c o n t r a d i c t o r i o e n t o d a s s u s car a c t e r í s t i c a s . P r e c i s a m e n t e p o r e s o el u n o n o p u e d e e x i s t i r como tal, s i n el o t r o , f u e r a del l i g a m e n c o n s u p r o p i o c o n t r a r i o . M i e n t r a s el c a p i t a l i s t a s e a u n c a p i t a l i s t a , y el t r a b a j a d o r a s a l a r i a d o s e a u n t r a b a j a d o r a s a l a r i a d o , c a d a u n o d e ellos r e p r o d u c e n e c e s a r i a m e n t e e n el o t r o u n a d e t e r m i n a c i ó n e c o n ó m i c a d i a m e tralmente contraria60. Uno sale a e s c e n a como trabajador asalar i a d o d e b i d o a q u e el o t r o s e le c o n t r a p o n e a p a r e c i e n d o c o m o cap i t a l i s t a , e s decir, c o m o u n a figura e c o n ó m i c a t a l , c u y o s r a s g o s le son t o d o s d i a m e t r a l m e n t e c o n t r a r i o s . E s t o s i g n i f i c a q u e l a e s e n c i a d e s u l i g a m e n en el seno de la vinculación mutua y concreta dada, s e a p o y a p r e c i s a m e n t e e n la total a u s e n c i a d e u n a d e t e r m i n a c i ó n a b s t r a c t a c o m ú n p a r a u n o y otro. Un c a p i t a l i s t a n o p u e d e p o s e e r e n el s e n o d e e s t e v í n c u l o n i n g u n o d e los s i g n o s q u e p o s e e el t r a b a j a d o r a s a l a r i a d o y vicevers a . Y e s t o s i g n i f i c a lo s i g u i e n t e , n i n g u n o d e ellos p o s e e u n a definición e c o n ó m i c a t a l q u e p u e d a s e r a l m i s m o t i e m p o p r o p i a del otro, q u e p u e d a s e r c o m ú n a u n o y o t r o . E s e s t a g e n e r a l i d a d j u s t a m e n t e lo i n e x i s t e n t e e n el c u e r p o d e s u l i g a m e n e c o n ó m i c o concreto. S e s a b e q u e los a p o l o g i s t a s b a n a l e s , f u s t i g a d o s p o r M a r x , o b s t i n a d a m e n t e i n t e n t a r o n d e s c u b r i r la b a s e d e los v í n c u l o s m u t u o s e n t r e c a p i t a l i s t a y o b r e r o j u s t a m e n t e e n l a c o m u n i d a d de 60 La d i f e r e n c i a e n t r e d e t e r m i n a c i ó n y d e f i n i c i ó n e n m a t e r i a e c o n ó m i c a c o n s i s te en q u e d e f i n i r e s s e ñ a l a r e n f o r m a v a g a y h a s t a i m p r e c i s a , m i e n t r a s q u e desd e el p u n t o d e v i s t a filosófico el c o n c e p t o d e t e r m i n a c i ó n s e r e f i e r e a l a s u s t a n cia m i s m a d e la c o s a . (N. del editor)

141 L A U N I D A D CONCRETA COMO U N I D A D D E CONTRARIOS

sus características económicas. Desde el punto de vista de Marx, la unidad en verdad concreta de dos (o más) individuos, c o s a s particulares (fenómenos, procesos, personas, etc.), que se encuentran en relación de interacción, siempre aparece como unidad de contrarios que se excluyen mutuamente. Entre los mismos, entre las a r i s t a s de e s t a interacción concreta, no hay ni puede h a b e r n a d a a b s t r a c t a m e n t e idéntico, a b s t r a c t a m e n t e general. En el caso en cuestión, lo general, como lo concretamente general, es p r e c i s a m e n t e la t r a b a z ó n m u t u a de las a r i s t a s de la interacción en calidad de a n t í p o d a s polares que se complementan y se pr es uponen recíprocamente. E s solo por medio de la relación con su propio c o n t r a r i o q u e c a d a u n a de las a r i s t a s en interacción m a n i f i e s t a lo q u e en sí es, esto es, lo que ellas son en el cuerpo del ligamen concreto dado. Aquí el m i s m í s i m o t é r m i n o "lo generar 6 1 , no converge con el significado de "lo igual" o "lo idéntico". Si bien este uso de las palabras, característico de la lógica dialéctica, no es del todo ajeno a la u s a n z a h a b i t u a l y d e s c a n s a también en u n matiz presente por doquier en la p a l a b r a "general". Así, en todos los idiomas se denomina de general al objeto que posee lo conjunto, lo colectivo, la c o m u n i d a d . Por ejemplo, se h a b l a de u n "campo general", del "antepasado común", etc. La dialéctica en su planteamiento del problema siempre se h a apoyado en este matiz etimológico. Aquí lo "general" j u s t a m e n t e tiene la acepción de vínculo, que no converge en lo absoluto en s u contenido con lo "idéntico" que poseen distintos objetos, personas y demás cosas correlacionadas. La esencia del vínculo concreto entre personas que manejan en conjunto u n c a m p o , no se t r a t a en lo absoluto de lo idéntico que tienen entre sí. Aquí entre ellos, lo general aparece como ese objeto p a r t i c u l a r q u e c a d a u n o posee fuera de y contrapuesto a sí; ese objeto en c o r r e s p o n d e n c i a al cual ellos establecen su relación los u n o s con los otros. La esencia del propio vínculo mutuo se corresponde a u n cierto sistema de condiciones m á s amplio, u n sistema de interacción en cuyo seno pueden llevar a la práctica los roles m á s diversos.

61 En el original a o6mee" (obshcheie): común, general, global, total. (N. del trad.)

142 E V A L D ILIÉNKOV

¿Qué poseen en común u n lector con el libro que está leyendo, en qué consiste su relación reciproca? Desde luego, esta "generalidad" no consiste en que tanto el lector como el libro son tridimensionales, que a m b o s se pertenecen al conjunto de objetos d e t e r m i n a d o s en el espacio, ni tampoco en que el u n o y el otro se componen de idénticos átomos, moléculas, elementos químicos y d e m á s cosas. Lo común a estos no consiste en lo idéntico que es propio tanto al u n o como al otro. Sino j u s t a m e n t e lo contrario: el lector es lector, precisamente porque a este lo confronta verbigracia "lo leído", precisamente eso que es su contrario concreto, en calidad de condición, sin la c u a l este no es un lector. El u n o existe como tal, como u n objeto concretamente definido y dado, j u s t a m e n t e porque y solo a c a u s a de que se le confronta otra cosa en calidad de su otro concreto, u n objeto cuyas determinaciones le son todas d i a m e t r a l m e n t e opuestas. Las determinaciones del u n o son las d e t e r m i n a c i o n e s del otro con signo contrario. Solo así se expresa en el concepto la u n i d a d concreta de los contrarios, la c o m u n i d a d concreta. La respuesta a la p r e g u n t a sobre la esencia de los vínculos concretos (comunidad concreta, u n i d a d concreta), se resuelve, por lo tanto, no por la vía de d e s c u b r i r lo idéntico que es abstractamente propio a c a d a u n o de los elementos de esa comunidad; sino por u n a vía totalmente diferente. El análisis se dirige en este c a s o al estudio de ese sistema concreto de condiciones, en cuyo s e n o se e n g e n d r a n por necesidad dos elementos, objetos, fenómenos, etc., los c u a l e s se excluyen mutuamente el u n o al otro, y se p r e s u p o n e n m u t u a m e n t e el u n o al otro, todo al mismo tiempo. S a c a r a la luz las contradicciones por cuya relación m u t u a existe el sistema d a d o de interacción, la comunidad concreta d a d a , es resolver el enigma. El análisis de la comunidad dialéctica se t r a n s f o r m a , por lo tanto, en la investigación de ese proceso que crea los dos elementos de la interacción (por ejemplo, el capitalista y el t r a b a j a d o r a s a l a r i a d o o el lector y el libro) y c a d a u n o de ellos no p u e d e existir el u n o sin el otro, en razón de que u n o posee e s a característica q u e el otro no tiene, y viceversa. En el caso en cuestión, en c a d a u n o de los dos objetos que interactúa se pone de manifiesto j u s t a m e n t e esa determinación que le es propia como elemento preciso del modo concreto de interacción dado, específico y sin par. Solo en este caso, en c a d a

143 L A U N I D A D C O N C R E T A C O M O U N I D A D DE CONTRARIOS

uno de los dos objetos en relación m u t u a se exteriorizará (y se señalará por medio de la abstracción), exactamente esa a r i s t a merced a cuya p r e s e n c i a este es u n elemento de ese todo concreto dado. La fórmula de la dialéctica se manifiesta como identidad concreta, identidad de contrarios, identidad de lo diferente, la unidad concreta de d e t e r m i n a c i o n e s que se excluyen m u t u a m e n t e y, por lo mismo, se p r e s u p o n e n de forma m u t u a . Una cosa debe ser comprendida como elemento, como expresión individual de la sustancia u n i v e r s a l (lo concretamente universal). En esto reside la t a r e a del conocimiento. Y desde este p u n t o de vista se llega, por ejemplo, a comprender esos obstáculos q u e no le dieron la posibilidad a Aristóteles de descubrir la esencia, la s u s t a n c i a de la relación de intercambio, el secreto de la i g u a l d a d de u n a c a s a y cinco camas. El gran dialéctico de la a n t i g ü e d a d p r o c u r ó encontrar aquí no la identidad abstracta, sino la unidad interna de estas dos cosas. Nada puede ser m á s fácil q u e b u s c a r lo primero, mientras que lo segundo no es, ni de lejos, t a n sencillo. Al e x a m i n a r la relación de cambio entre u n a c a s a y u n a cama, Aristóteles se encontró con u n a t a r e a irresoluble p a r a s u época, no porque no p u d i e r a percibir algo c o m ú n entre u n a y otra. Un general a b s t r a c t o e n t r e c a s a y c a m a puede descubrirlo fácilmente u n intelecto no t a n desarrollado en relación a la lógica; a disposición de Aristóteles h a b í a m u c h í s i m a s palabras que expresan ese algo c o m ú n t a n t o a la c a s a como a la cama. Ambos, la casa y la c a m a , son por igual objetos de u s o diario del ser humano, condiciones p a r a la vida h u m a n a , tanto lo u n o y lo otro son cosas c a r n a l m e n t e palpables, que existen en el tiempo y espacio, a m b o s poseen peso, forma, solidez, y así h a s t a el mismo infinito. Es necesario considerar que Aristóteles no se habría asombrado en d e m a s í a si alguien hubiera llamado su atención a la circunstancia de q u e t a n t o la c a s a como la c a m a son, por igual, h e c h u r a de la m a n o del h u m a n o (o esclavo), que lo u n o y lo otro son p r o d u c t o s del trabajo h u m a n o . De ese modo, el obstáculo p a r a Aristóteles no se t r a t a b a en lo absoluto en no d e s c u b r i r u n rasgo abstracto y general entre casa y c a m a , ni en e n u m e r a r a esto y aquello bajo u n "género común", sino en s a c a r a la luz la sustancia real en cuyas e n t r a ñ a s lo uno y lo otro se colocan en u n mismo nivel independientemente del arbitrio del sujeto, de la cabeza que abstrae y de los méto-

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dos p u r a m e n t e arbitrarios inventados por el ser h u m a n o para satisfacer la necesidad práctica. Aristóteles renunció al análisis ulterior, no a c a u s a de que no estuviera en posición de reparar en que algo hay de general entre u n a c a s a y u n a cama, sino a c a u s a de que no pudo hallar e s a esencia, la c u a l de modo infalible exige para su cristalización en la realidad, p a r a su manifestación del hecho del intercambio mutuo, de la sustitución mut u a de dos objetos diferentes. Y el que Aristóteles no pudo descubrir ese algo en general entre dos c o s a s t a n diferentes, no pone de manifiesto ni la flaqueza de s u s f a c u l t a d e s lógicas, ni la carencia de espíritu de observación, sino j u s t a m e n t e todo lo contrario: la fuerza dialéctica y la p r o f u n d i d a d de su espíritu. Él no se contentó con lo a b s t r a c t a m e n t e general, y se afanó por descubrir los f u n d a m e n t o s m á s p r o f u n d o s del hecho. No se interesó simplemente por el género superior, bajo el cual se anhela poder cobijar a lo u n o y lo otro, sino por el género real, en relación al cual su propia representación f u e m u c h o m á s rica en contenido de esa por la que le hiciera responsable la tradición escolástica en lógica. Aristóteles desea hallar e s a realidad que solamente se cristaliza en los hechos con el aspecto de propiedad t a n t o de la cama y la casa, merced a la relación de intercambio entre estas, u n general tal que p a r a su manifestación requiere precisamente del intercambio. Sin embargo, todos los rasgos generales que él estudió en ellas, existen t a n t o c u a n d o estos no se h a l l a n en relación alguna de intercambio como c u a n d o lo e s t á n , en consecuencia, no constituyen la esencia específica del intercambio. Aristóteles, de esta m a n e r a , resultó ser i n f i n i t a m e n t e superior a esos teóricos que dos mil a ñ o s d e s p u é s de él vislumbraron que la esencia y sustancia de las c u a l i d a d e s del valor en las cosas estaban en su utilidad. La utilidad de las c o s a s no se vincula forzosamente con el intercambio, no exige de modo infalible del intercambio p a r a m a n i f e s t a r s e . En otras palabras, Aristóteles d e s e a h a l l a r u n a esencia tal que se manifieste solo por medio del intercambio y j a m á s se manifieste fuera del mismo, a u n q u e esto constituya la " n a t u r a l e z a latente" de las cosas. Marx demostró con claridad como lo que no dio posibilidad a Aristóteles de comprender la esencia de la relación de intercambio fue: la carencia del concepto de valor. Aristóteles no pudo comprender ni s a c a r a la luz la esencia real, la sustancia real de las propiedades de intercambio de las cosas

145 L A U N I D A D C O N C R E T A COMO UNIDAD D E CONTRARIOS

debido a que e s t a s u s t a n c i a es el trabajo social. La carencia del concepto de valor y trabajo, he aquí toda la cuestión. Señalemos además que la representación general abstracta tanto de lo u n o y de lo otro, no e s t a b a a u s e n t e en su época. "El trabajo parece ser u n a categoría m u y simple. La idea del trabajo en esta forma universal - c o m o t r a b a j o en general- es, asimismo u n a de las más antiguas" 6 2 y d e s d e luego, Aristóteles lo sabía de sobra. "Cobijar" a la c a s a y a la c a m a bajo la representación a b s t r a c t a de "productos del t r a b a j o en general" p a r a el intelecto de Aristóteles no h a b r í a sido u n poco complicado, sino u n a t a r e a lógica insoluble. Aristóteles echó de m e n o s el concepto de valor. La palabra, el nombre que contiene en sí la m á s simple abstracción de valor, desde luego q u e existía en s u época 6 3 , en s u s días existían mercaderes que c o n s i d e r a b a n a t o d a s las cosas desde el ángulo de visión de c o m p r a r y vender. Pero el concepto de t r a b a j o estuvo ausente en esa época. Esto muestra simplemente y de u n a vez que en la terminología de Marx el concepto no es la representación general abstracta fijada en u n término, sino algo totalmente distinto ¿Qué es con exactitud? El concepto de t r a b a j o (a diferencia y al contrario de la representación a b s t r a c t a m e n t e general del mismo) presupone el tener consciencia del rol del t r a b a j o en el proceso de la vida h u m a n a en su conjunto. En la época de Aristóteles, al trabajo no se le entendía como la s u s t a n c i a u n i v e r s a l de todo fenómeno de la vida social, como la "esencia real" de todo lo que era humano, como el m a n a n t i a l real de t o d a s las cualidades h u m a n a s , sin excepción 64 . El concepto de u n fenómeno en general está presente solo allí, en donde este fenómeno es entendido no de forma abstracta (esto es, no se tiene consciencia de él simplemente como u n fenómeno que se vuelve a repetir u n a y otra vez), sino de modo concreto, es decir, desde el p u n t o de vista de s u lugar y rol en u n sistema definido de f e n ó m e n o s en interacción, en u n sistema que constitu62

Marx, Contribución

a la crítica de la economía política, pp. 216, cd. cit.

63 La a n t i g u a p a l a b r a griega a§ia se corresponde con exactitud a la atem a n a uWertn: precio, valia, valor, dignidad. 64 H a s t a el feudalismo en las sociedades europeas y hasta hoy en muchas latitudes del m u n d o sub-desarrollado. (N. del editor)

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ye u n cierto todo coherente. Un concepto existe allí, donde se t o m a consciencia de lo individual y lo p a r t i c u l a r no simplemente como lo individual y lo p a r t i c u l a r (aunque estos se repitan u n a y otra vez) sino por medio de s u s vínculos m u t u o s , por medio de lo universal, entendido como expresión del principio de estos vínculos. He aquí que Aristóteles no e s t a b a en posesión de semejante comprensión del trabajo, p u e s la h u m a n i d a d de su época todavía no había elaborado a l g u n a forma de toma de consciencia d i á f a n a del rol y lugar del trabajo en el sistema de vida social. Es m á s , a los contemporáneos de Aristóteles les parecía que el trabajo era u n a forma de actividad vital que no se relacionaba en general con la esfera de la vida h u m a n a propiamente dicha. No comprendían al trabajo como la s u s t a n c i a real de todas las form a s y modos de vida h u m a n o s . No r e s u l t a sorprendente que no pudieran entenderlo como la s u s t a n c i a de las propiedades de intercambio de las cosas. Y es esto - y solamente esto - lo que significa según la terminología de Marx que no poseían el concepto de trabajo y valor y n a d a m á s , solo poseían la representación abstracta de ellos. Y e s t a representación a b s t r a c t a no podía servirles de llave a la comprensión de la esencia del intercambio de mercancías. Los economistas b u r g u e s e s clásicos fueron los primeros en comprender al trabajo como la s u s t a n c i a real de todas las form a s de vida económica, incluyendo, a n t e todo, a todas las form a s como intercambio de mercancías. Eso significa que fueron los primeros en formarse u n concepto de esa realidad; de la cual Aristóteles poseyó solo u n a representación a b s t r a c t a . La razón de esto no consistió desde luego en que los economistas ingleses resultaron ser m á s f u e r t e s en relación al pensamiento lógico que Estagirita 6 5 . El meollo de la cuestión era que los economistas conocieron esta realidad en el interior de u n a vida social más desarrollada. Marx de modo claro evidenció c u á l fue el meollo del asunto: el propio objeto de investigación (en este caso, la sociedad h u m a na) había "madurado" a grado tal que se hizo posible y necesario su conocimiento en conceptos que expresan la sustancia concreta de todas sus manifestaciones. 65 Aristóteles también es conocido como "Estagirita", debido a su lugar de nacimiento (Estagira), por m á s información ver el Glosario de Nombres. [N. del editor)

147 L A U N I D A D C O N C R E T A C O M O U N I D A D D E CONTRARIOS

El trabajo como s u s t a n c i a universal, como "forma activa" no surgiría aquí ú n i c a m e n t e en la consciencia sino también en la realidad, como el "género superior real" el cual no pudo discernir Aristóteles. La "reducción" de todos los fenómenos a "trabajo en general", a u n t r a b a j o no diferenciado cualitativamente, tiene lugar aquí por p r i m e r a vez, no solo y no tanto, en la cabeza del teórico que lo a b s t r a e , c u a n t o en la realidad misma de las relaciones económicas. El valor se metamorfosea en esa finalidad, en provecho de la c u a l el proceso del trabajo cristaliza cada cosa en la realidad, en "forma activa", en ley concreta y universal que controla los destinos de c a d a cosa singular y de cada individuo singular. Lo esencial es q u e a q u í la "reducción a u n trabajo no diferenciado cualitativamente" sale a escena como u n a abstracción, pero es u n a abstracción real que "tiene lugar todos los días en el proceso de producción social" 66 . Como Marx dice, esta "reducción" no es u n a a b s t r a c c i ó n mayor ni al mismo tiempo menos real que la resolución en el aire de todos los cuerpos orgánicos. "En realidad, el t r a b a j o que se mide así por el tiempo no se presenta como el t r a b a j o de individuos diferentes, sino que los diferentes individuos t r a b a j a d o r e s parecen ser m á s bien meros órganos de dicho trabajo" 6 7 . En esto el t r a b a j o en general, el trabajo como tal es la sustancia c o n c r e t a m e n t e u n i v e r s a l , pero a d e m á s el individuo singular y el producto s i n g u l a r de este trabajo son manifestaciones de esta esencia universal. El concepto de t r a b a j o e x p r e s a algo que es m á s grande que la simple igualdad la c u a l p u e d e ser a b s t r a í d a de las actividades laborales de p e r s o n a s s i n g u l a r e s . Es u n a ley realmente universal que p e s a sobre lo individual y lo particular, determina sus destinos, los controla, los t r a n s f o r m a en s u s órganos, les impone el llevar a la práctica tales o cuales funciones y no otras. Lo p a r t i c u l a r y lo individual en sí mismos se forman en concordancia a los requerimientos que están contenidos en lo realmente u n i v e r s a l y esto se manifiesta de forma tal que el propio individual en s u p a r t i c u l a r i d a d a c t ú a realmente como encarnación individual de lo real y universal. Las mismas diferencias entre los individuos r e s u l t a n ser u n a forma de manifestación de 66 Marx, Contribución

a la Crítica de la Economía Política, pp. 19, ed. cit.

67 Marx, Contribución

a la Crítica de la Economía Política, pp. 19, ed. cit.

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lo u n i v e r s a l , y n o algo q u e e s t á d e lado sin t e n e r r e l a c i ó n a l g u n a con el m i s m o . El c o n c e p t o e s la e x p r e s i ó n teórica de lo u n i v e r s a l . E s c o n l a a y u d a del c o n c e p t o q u e se t o m a c o n s c i e n c i a d e c a d a u n o d e l o s p a r t i c u l a r e s y los i n d i v i d u a l e s , p r e c i s a m e n t e e n e s o s a s p e c t o s q u e le p e r t e n e c e n al todo dado, y e s t o j u s t a m e n t e e s e n s í l a e x pr e s i ó n de la s u s t a n c i a c o n c r e t a d a d a c o m p r e n d i d a t a l q u e e s u n m o m e n t o en el m o v i m i e n t o q u e a p a r e c e y d e s a p a r e c e e n e l s i s t e m a c o n c r e t o específico de i n t e r a c c i ó n . A la s o m b r a d e e s t o la s u s t a n c i a en sí, el propio s i s t e m a c o n c r e t o d e f e n ó m e n o s q u e i n t e r a c t ú a n es concebido c o m o u n s i s t e m a q u e s e f o r m a y d e s a rrolla h i s t ó r i c a m e n t e . El concepto (a d i f e r e n c i a de la r e p r e s e n t a c i ó n g e n e r a l e x p r e s a d a en la palabra) n o e q u i p a r a s i m p l e m e n t e u n a c o s a ( o b j e t o , f e nómeno, evento, h e c h o , etc.) con o t r a e n el s e n o d e a l g ú n " g é n e ro superior", a n u l a n d o o a b s t r a y e n d o t o d a s s u s d i f e r e n c i a s específicas. E n el c o n c e p t o t i e n e l u g a r u n a c o s a t o t a l m e n t e d i s tinta: al objeto i n d i v i d u a l s e lo refleja p r e c i s a m e n t e d e s d e e l á n gulo de s u p a r t i c u l a r i d a d , m e r c e d a la c u a l e s t e r e s u l t a s e r u n elemento n e c e s a r i o d e c i e r t a t o t a l i d a d , u n a e x p r e s i ó n i n d i v i d u a l (unilateral) del todo c o n c r e t o . C a d a e l e m e n t o s i n g u l a r d e c u a l quier totalidad q u e h a sido d i a l é c t i c a m e n t e d e s m e m b r a d a e x presa de m a n e r a u n i l a t e r a l la n a t u r a l e z a u n i v e r s a l d e e s a t o t a lidad, p r e c i s a m e n t e p o r s u s d i f e r e n c i a s c o n los o t r o s e l e m e n t o s , y no por s u s e m e j a n z a a b s t r a c t a con los m i s m o s . Por ello el c o n c e p t o (en el s e n t i d o e s t r i c t o y p r e c i s o ) n o e s m o nopolio del p e n s a m i e n t o científico teórico. Todo s e r h u m a n o p o see el concepto y n o s o l a m e n t e la r e p r e s e n t a c i ó n g e n e r a l e x p r e sada en u n t é r m i n o , s o b r e c o s a s t a l e s c o m o : u n a m e s a o u n a silla, u n cuchillo o u n o s fósforos. Todos e n t i e n d e n p e r f e c t a m e n te tanto el rol de e s t a s c o s a s e n la v i d a c o m o s u s c a r a c t e r í s t i c a s específicas g r a c i a s a l a s q u e e s t a s j u e g a n p r e c i s a m e n t e t a l r o l y no algún otro; e s a p a r t i c u l a r i d a d m e r c e d a la c u a l o c u p a n e x a c tamente tai lugar, y no otro, e n el s i s t e m a d e c o n d i c i o n e s d e l a vida social en cuyo s e n o se l a s h a f a b r i c a d o , c r e a d o y s u r g i d o . En tal caso, el c o n c e p t o e s t á p r e s e n t e d e c u e r p o e n t e r o , y t o d a persona que se sirve c o n s c i e n t e m e n t e d e l a s c o s a s e n c o n c o r dancia a s u concepto, d e m u e s t r a q u e e s t á e n p o s e s i ó n d e l mismo. Objetos como el á t o m o o el a r t e , s o n u n a c u e s t i ó n a b s o l u t a mente diferente. No todo a r t i s t a p o s e e u n c o n c e p t o c u l t o s o b r e

149 L A U N I D A D C O N C R E T A C O M O U N I D A D DE CONTRARIOS

el arte, a u n q u e p u e d a c r e a r magníficas obras de arte. El autor del presente t r a b a j o no siente vergüenza en reconocer que acerca del átomo posee, a diferencia de u n físico, u n a representación bastante general. Pero no todo físico es poseedor del concepto de concepto. El físico q u e le r e h u y e a la filosofía es poco probable que lo e n c u e n t r e . Para evitar equívocos es n e c e s a r i a la siguiente reserva. Al hablar de p e n s a m i e n t o , en el presente trabajo, siempre se lo hace con miras, en p r i m e r lugar, al pensamiento científico teórico, esto es, al p e n s a m i e n t o tal como este t r a n s c u r r e en el proceso de investigación científico teórica del m u n d o que nos rodea. Esta limitación en la problemática de este trabajo no significa en lo absoluto que el d e n o m i n a d o pensamiento cotidiano no merezca la atención de la lógica como ciencia o que este t r a n s c u r r a según leyes diferentes. El meollo del a s u n t o es el siguiente, el pensamiento científico teórico es la forma m á s desarrollada del pensamiento. Por ello s u a n á l i s i s nos permite sacar a la luz con facilidad e s a s leyes que a c t ú a n en el pensamiento en general. Por otro lado, d e s c u b r i r en el pensamiento práctico y de todos los días, las f o r m a s y leyes universales del pensamiento simplemente es m u c h o m á s complicado: en este ellas siempre se hallan tapadas, e s c o n d i d a s por u n a m a s a de factores y circunstancias que lo complican. Aquí el proceso de reflexión a menudo es interrumpido por consideraciones que se entrometen, que a c t ú a n por la simple asociación o por motivos p u r a m e n t e individuales y emocionales. Muy frecuentemente, en él u n a serie de eslabones de la reflexión simplemente desaparecen y la laguna se rellena por a r g u m e n t o s que flotan a la memoria debido a particularidades de la experiencia vital individual; no menos frecuente es que la persona se oriente en el ambiente, en relación a otra persona o evento, con la a y u d a de g u s t o s y percepciones estéticas cultas, mientras q u e la reflexión, en sentido estricto, juega u n rol secundario, auxiliar, etc., etc. En razón de todo lo anterior, el pensamiento "de todos los días" es u n objeto bastante inconveniente p a r a el a n á l i s i s e investigación lógicos, que tengan como finalidad s a c a r a la luz las leyes universales del pensamiento en general. E s t a s leyes a c t ú a n allí de manera continua, pero es mucho m á s difícil e s t u d i a r l a s y separarlas de los momentos que lo influencian y lo complican, en comparación con el análisis del proceso científico teórico. En el curso del último mencionado, las f o r m a s y leyes universales del pensamiento en general salen

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a escena m u c h o m á s "puras"; aquí, como en todo, las formas m á s desarrolladas nos b r i n d a n la posibilidad de entender a las m e n o s desarrolladas en su a s p e c t o genuino, y a d e m á s con mir a s a la posibilidad y perspectiva de s u desarrollo en formas superiores m á s desarrolladas. El pensamiento científico teórico se e n c u e n t r a precisamente en semejante relación p a r a con el p e n s a m i e n t o "de todos los días": la a n a t o m í a del ser h u m a n o nos b r i n d a la clave para la a n a t o m í a del simio, no a la inversa, y los " r u d i m e n t o s de formas m á s avanzadas" solo pueden ser entendidos de modo correcto c u a n d o e s t a s formas m á s a v a n z a d a s son conocidas de por sí. Partiendo de esta consideración metodológica general, estudiamos las principales leyes y f o r m a s del p e n s a m i e n t o en general, teniendo en m i r a s de modo preciso el cómo é s t a s a c t ú a n en el c u r s o del pensamiento científico teórico. Así obtenemos la llave p a r a comprender t o d a s las o t r a s f o r m a s y aplicaciones del pensamiento las cuales, en d e t e r m i n a d o sentido, son m á s complej a s a las del pensamiento científico, a la aplicación de la facultad de p e n s a r en la resolución de problemas científicos teóricos, a cuestiones que están clara y e s t r i c t a m e n t e perfiladas. Se comprende de por sí que las leyes u n i v e r s a l e s del pensamiento son las mismas tanto en el p e n s a m i e n t o científico como en el denominado pensamiento "cotidiano". A p e s a r de eso, estudiarlas en el pensamiento científico es m u c h o m á s fácil, por esa misma razón es por la que las leyes universales del desarrollo de la formación capitalista a mediados del siglo XIX f u e r o n fácilmente desn u d a d a s vía u n análisis del capitalismo inglés, y no del ruso o italiano.

CAPÍTULO SEGUNDO

LA UNIDAD DE LO ABSTRACTO Y LO CONCRETO E S UNA LEY DEL PENSAMIENTO LO ABSTRACTO COMO EXPRESIÓN DE LO CONCRETO

De tal m a n e r a , h e m o s dejado sentado que la consciencia que refleja lo individual, sin i m p o r t a r si este es u n hecho que se repite reiteradamente, no a b s o r b e ni la e s t r u c t u r a interna, ni los vínculos i n t e r n a m e n t e n e c e s a r i o s que tiene con otros hechos parecidos. Este es u n conocimiento e x t r e m a d a m e n t e abstracto, incluso en caso de q u e se presente de modo evidente y carnal. Es precisamente por esto que "la ley general de los cambios de forma del movimiento es m u c h o m á s concreta que cualquier ejemplo 'concreto' s i n g u l a r de ella" 1 , e incluso los ejemplos m á s palpables no h a c e n , ni p u e d e n hacer, que u n pensamiento magro y pobre en d e t e r m i n a c i o n e s s e a concreto. Los ejemplos p a l p a b l e s q u e i l u s t r a n u n a m a g r a abstracción, solo pueden e n m a s c a r a r s u c a r á c t e r abstracto, solo pueden crear la a p a r i e n c i a , solo la ilusión de ser u n estudio concreto. Por desgracia, m u y a m e n u d o las p e r s o n a s apelan a esto y restringen la consideración teórica del objeto a ser u n amontonamiento de ejemplos. P a r a gente así, como es natural, es mucho más conveniente el i n t e r p r e t a r a lo concreto en el sentido de u n conocimiento s e n s i b l e m e n t e palpable, a como lo es según la de-

1 Engels, Federico.: Dialéctica de la naturaleza, 1" ed., Editorial Grijalbo, México D.F., 1961, pp. 188, t r a d u c c i ó n de Wenceslao Roces.

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finición de Marx, p u e s esta ú l t i m a nos impone ir a u n muy detallado análisis de los hechos. Esta p o s t u r a de hecho no tiene n a d a en c o m ú n con la postura de Marx. Hablando con mayor precisión, desde luego que existe algo "en común" y que son las p a l a b r a s "lo abstracto" y "lo concreto". Pero estas p a l a b r a s idénticas encierran u n a antítesis de conceptos sobre lo a b s t r a c t o y lo concreto, u n a antítesis sobre la concepción g e n u i n a y a p a r e n t e , del rol y lugar de lo uno y de lo otro en el proceso del pensamiento, en el proceso de elaboración de la contemplación y la representación. ¿En qué consiste, s e g ú n Marx, u n a consideración en verdad abstracta del objeto? Lo a b s t r a c t o es, como tal y desde su punto de vista, el conocimiento u n i l a t e r a l , ese conocimiento de la cosa que refleja sólo u n a s p e c t o de la m i s m a , el que es semejante e idéntico en m u c h a s o t r a s cosas. Esto es u n a cuestión totalmente distinta de la a b s t r a c c i ó n q u e e x p r e s a la n a t u r a l e z a concreta y específica de la cosa. En s u caracterización lógica semejante abstracción es algo d i a m e t r a l m e n t e opuesto a la simple abstracción, a lo abstracto como tal. ¿Qué significa el c o n s u m a r u n a g e n u i n a generalización, qué significa crear u n a a b s t r a c c i ó n objetivamente concreta del fenómeno? Significa considerar al h e c h o p l e n a m e n t e p a r t i c u l a r y que se repite reiteradamente d e s d e el p u n t o de vista de su contenido particular e i n m a n e n t e , e s t u d i a r l o "en sí", como suele decirse, abstrayéndose de todo aquello que se impone a este hecho en virtud de la totalidad de influencias e x t e r n a s de la amplia esfera de la realidad en cuyo s e n o este existe. Así precisamente obró M a r x en "El Capital" al investigar el fenómeno del intercambio de m e r c a n c í a s simple. Obtuvo las características v e r d a d e r a m e n t e objetivas del valor, "considerándolas en abstracto, esto es, prescindiendo de las circunstancias que no d i m a n a n de las leyes i n h e r e n t e s a la circulación mercantil simple..."2. Lo importante f u e en p r i m e r lugar que Marx pensó desde el inicio mismo en la finalidad general de la reproducción de lo concreto en el pensamiento, a la luz de lo cual c o n m e n s u r ó cada acción lógica aislada, c a d a acto aislado de formación de abstracciones. Cada fenómeno p a r t i c u l a r es estudiado en "El Capital" 2 Marx, El Capital, volumen I, capítulo 5, pp. 166, ed. cit.

153 L o A B S T R A C T O C O M O E X P R E S I Ó N D E LO CONCRETO

de manera directa desde el p u n t o de vista de su lugar y rol en el cuerpo de la totalidad, en el c u e r p o del sistema concreto en cuyo seno y por cuyo c o n d u c t o el fenómeno singular adquiere su determinación específica. Fijar a cada u n a de las abstracciones concretas a esta m i s m a determinación, que no es propia a cada uno de los fenómenos s i n g u l a r e s , si acaso estos existen ajenos al sistema concreto en cuestión, p u e s la adquieren solo al ingresar en este cuerpo. Marx, gracias a la consideración abstracta del fenómeno p a r t i c u l a r (prescindiendo conscientemente de todo lo que se imponga en el fenómeno dado, por la acción recíproca de otros fenómenos), de hecho, e s t u d i a precisamente los vínculos mutuos u n i v e r s a l e s del todo, esto es, el conjunto total de fenómenos p a r t i c u l a r e s q u e i n t e r a c t ú a n . A primera vista, esto p a r e c e ser paradójico: la revelación de la trabazón universal de los fenómenos se c o n s u m a a través de su contrario, por medio de prescindir del modo m á s riguroso de todo lo que u n fenómeno posee merced a s u s vinculaciones mutuas y universales con otros, todo lo que no d i m a n a de las leyes inmanentes del fenómeno p a r t i c u l a r en cuestión. No obstante, la cuestión consiste en que el derecho mismo a estudiar abstractamente u n fenómeno p a r t i c u l a r dado presupone el entendimiento de s u rol y lugar peculiar en el cuerpo de la totalidad, en el seno de la universal vinculación m u t u a , en el seno del conjunto de fenómenos p a r t i c u l a r e s recíprocamente condicionados; es p r e c i s a m e n t e porque en el intercambio de mercancías simple se e s t u d i a a b s t r a c t a m e n t e a la mercancía y a la forma m e r c a n c í a , q u e j u s t a m e n t e e n c u e n t r a su expresión lógica en el rol, a b s o l u t a m e n t e particular, que juega la mercancía en el cuerpo de la totalidad d a d a y no en a l g u n a otra. Que la m e r c a n c í a s e a considerada a b s t r a c t a m e n t e e independientemente de todos los d e m á s fenómenos de la producción mercantil-capitalista e x p r e s a de modo lógico (teórico) a su forma concreta, histórica, que es ú n i c a en su género y depende del sistema de relaciones de producción en su integridad. El meollo del a s u n t o es q u e la forma mercancía de vinculación entre p e r s o n a s r e s u l t a ser la forma m á s universal, m á s simple y elemental de vinculación m u t u a , solo en el seno del sistema desarrollado de producción mercantil-capitalista y no en algún otro sistema de relaciones de producción. En n i n g ú n otro sistema histórico concreto de relaciones de producción la mercancía

154 E V A L D ILIÉNKOV

y el intercambio de mercancías h a n jugado, j u e g a n o podrían jugar u n rol semejante. Este rol y significado específico de la f o r m a mercancía simple en el seno del capitalismo desarrollado se expresa también de modo teórico en que la consideración p u r a m e n t e abstracta de la mercancía, de s u s leyes i n m a n e n t e s , s a c a n al mismo tiempo al descubierto a la determinación teórica m á s universal de todo el sistema en su integridad, siendo expresión de su ley concreta y universal. Si el objeto de estudio teórico no f u e r a el sistema de relaciones sociales de producción mercantil-capitalista, sino otro diferente (socialismo o feudalismo, c o m u n i s m o primitivo o formación esclavista), n a d a sería m á s erróneo, desde el punto de vista de la lógica de Marx, que c o n s i d e r a r a la forma mercancía de modo abstracto, tal y como se la considera en la teoría económica del capitalismo. La consideración a b s t r a c t a de la f o r m a de mercancía no aportaría en n a d a a la comprensión teórica de la ligazón universal de u n sistema c u a n d o el desarrollo de este sistema se h a dado sobre u n a base diferente. En c a s o s e m e j a n t e , al e s t u d i a r a la mercancía de m a n e r a a b s t r a c t a , el p e n s a m i e n t o no d a r í a el m á s mínimo paso por la s e n d a de la consideración concreta del sistema económico bajo estudio, ni e x t r a e r í a n i n g u n a definición teórica concreta sobre el objeto. El teórico no tiene solo el derecho sino la obligación de estudiar a la forma mercancía en a b s t r a c t o si se h a l l a en el seno del sistema mercantil-capitalista, y no tiene derecho lógico alguno de estudiar en forma igual de a b s t r a c t a a cualquier otra forma de ligazón económica del m i s m o organismo capitalista, como por ejemplo, la g a n a n c i a o la r e n t a . Tal tentativa no conduciría a la elaboración de la comprensión teórica concreta del rol y l u g a r de la g a n a n c i a al interior de la mutua vinculación general. Esto es imposible de hacer, por principio, si con antelación no se procede a a n a l i z a r a la plusvalía, el dinero y la mercancía. Si no d e j a m o s de lado el fenómeno de la ganancia a la vez que r e a l i z a m o s el a n á l i s i s de la mercancía, el dinero, y la plusvalía, etc., sino q u e iniciamos s u estudio en abstracto, esto es, prescindiendo de t o d a s las c i r c u n s t a n c i a s que no dimanan de s u s leyes i n m a n e n t e s , al final no entenderemos nada en su movimiento. E n el mejor de los c a s o s obtendremos la descripción del fenómeno del movimiento de la g a n a n c i a ,

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su representación a b s t r a c t a pero no la comprensión teórico concreta, ni el concepto. De tal m a n e r a , el d e r e c h o a considerar en abstracto u n fenómeno viene d e t e r m i n a d o por el rol concreto del fenómeno en cuestión dentro del c u e r p o de la totalidad bajo estudio, del sistema concreto de f e n ó m e n o s q u e interactúan. Si se define de modo acertado el p u n t o de p a r t i d a de desarrollo de la teoría, la consideración a b s t r a c t a del mismo convergerá directamente con la consideración c o n c r e t a de todo el sistema en su integridad. Si no se considera en a b s t r a c t o a ese fenómeno que objetivamente constituye la f o r m a u n i v e r s a l , m á s simple y elemental del ser de ese objeto en s u totalidad, su "célula" real, en situación semejante la consideración a b s t r a c t a seguirá siendo abstracta en el mal sentido de la p a l a b r a y no coincide con la senda del conocimiento concreto. Si, por ejemplo, se t o m a al fenómeno de la ganancia en sí, se puede establecer la r e p r e s e n t a c i ó n abstracta y generalizada de la misma. Pero por e s t a vía no se obtendría el concepto concreto de la g a n a n c i a , p u e s la concepción concreta del lugar y rol de la ganancia en el proceso de movimiento del sistema de relaciones mercantiles-capitalistas presupone el entendimiento de su sustancia real i n m e d i a t a , que es la plusvalía, es decir, u n fenómeno económico diferente, y este último presupone a su momento el conocimiento de las leyes i n m a n e n t e s del movimiento de la esfera m e r c a n t i l - d i n e r a r i a , el entendimiento del valor como tal, independiente de la g a n a n c i a o la plusvalía. En otras palabras, el estudio m á s a b s t r a c t o de la ganancia solo es posible en el evento de que con antelación se analizó fenómenos que son independientes a ella. La g a n a n c i a solo puede ser entendida por medio de la plusvalía, por medio de lo "otro", en tanto que a la plusvalía se la p u e d e y se la debe entender "en sí", y en su análisis se debe prescindir r i g u r o s a m e n t e de todas las circunstancias que no d i m a n a n d i r e c t a m e n t e de s u s leyes inmanentes; y en primer lugar, es necesario dejar en paz a la ganancia. Al analizar la g a n a n c i a es imposible hacer esto, es imposible prescindir r i g u r o s a m e n t e de l a s c i r c u n s t a n c i a s que d i m a n a n de las leyes i n m a n e n t e s de otro fenómeno, es imposible estudiar a la ganancia en abstracto. De m a n e r a que la consideración abstracta de u n fenómeno, comprende en sí el enfoque concreto de este fenómeno, y expre-

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E V A L D ILIÉNKOV

sa directamente su rol al interior del s i s t e m a de fenómenos histórico-concreto en cuestión, en s u integridad. La consideración a b s t r a c t a q u e deja de lado t o d a s las circunstancias que no d i m a n a n d i r e c t a m e n t e de las leyes inmanentes del fenómeno dado se concentra p r e c i s a m e n t e en las leyes inmanentes, en el análisis del fenómeno "en sí y p a r a si n , si hacemos uso de u n a frase hegeliana. El a n á l i s i s de las leyes del movimiento de la esfera m e r c a n t i l - d i n e r a r i a en "El Capital" de Marx, es el modelo de semejante investigación. El fenómeno es estudiado "por sí mismo", abstrayéndose lo m á s e s t r i c t a m e n t e de todas aquellas influencias provenientes de otros fenómenos m á s complejos y desarrollados, que se ligan en p r i m e r lugar con la producción de plusvalía. Esto significa a d e m á s q u e es estudiado en abstracto. En esta concepción y aplicación de la consideración abstracta, no solo que no se opone de modo metafísico a la consideración concreta, sino es que con j u s t e z a la coincidencia real de lo abstracto y lo concreto, su unidad dialéctica. La consideración concreta sale a escena como e s a consideración, en la cual a ú n no se han dejado de lado todas las c i r c u n s t a n c i a s q u e no d i m a n a n de las leyes i n m a n e n t e s del fenómeno dado, sino en la que por el contrario se está obligado a e s t u d i a r l a s . La comprensión concreta del fenómeno de la esfera m e r c a n t i l - d i n e r a r i a converge con tomar en cuenta todas aquellas i n f l u e n c i a s r e s u l t a n t e s de todas las formas de relaciones e c o n ó m i c a s m á s d e s a r r o l l a d a s y complejas en el seno del capitalismo. En otras palabras, la c o m p r e n s i ó n c o n c r e t a de la mercancía a la que en u n inicio se la e s t u d i ó solo en lo abstracto, converge con la comprensión teórica de todo el c o n j u n t o de f o r m a s de la vida económica que i n t e r a c t ú a n , de toda la e s t r u c t u r a económica del capitalismo. Ello se logra solo en el s i s t e m a de ciencia desplegado, en la teoría como u n todo. LA CONCEPCIÓN DIALÉCTICA Y LA CONCEPCIÓN ECLÉCTICOEMPÍRICA DEL ESTUDIO MULTILATERAL 3

Si declaramos que lo ú n i c o c a p a z de g a r a n t i z a r u n conocimiento verdaderamente concreto es la exigencia de t o m a r en 3 En el original "/iHaAeKTHHecKoc H 3KAeKTHMecKH-3MnHpHHecKoe noHHMaHiie BcecTopoHHocTH paccMOTpeHHH" (Dialekticheskoie i eklekticheski-empiricheskoie ponimanie vsestoronnosti rassmotreniya), el vocablo "rassmotreniya" pue-

157 LA CONCEPCION DIALÉCTICA Y LA CONCEPCIÓN ECLÉCTICO-EMPLRICA..

cuenta de modo multilateral todos los hechos, todos los momentos de interacción, aquello es cierto y justo solo con la condición de que esa m i s m í s i m a exigencia de "multilateralidad" sea comprendida de modo r e a l m e n t e dialéctico. Este p u n t o es importante en razón de que con frecuencia lo reivindican precisamente, en general y con gusto, los especuladores de u n a de las formas del pensamiento anticientífico, el rastrero empirismo que a n d a disfrazado de p e n s a m i e n t o teórico. El genial m a e s t r o de la dialéctica revolucionaria Lenin, siguiendo a Marx, en m á s de u n a ocasión nos previno de c o n f u n dir la concepción dialéctica de lo concreto con la parodia ecléctica de la m i s m a , a ú n m á s c u a n d o esta confusión adquiere de modo asiduo u n significado directamente político. "Con la suplantación del m a r x i s m o por el oportunismo, el eclecticismo p r e s e n t a d o como dialéctica e n g a ñ a m á s fácilmente a las m a s a s , les d a u n a a p a r e n t e satisfacción, parece tener en cuenta todos los a s p e c t o s del proceso, todas las tendencias del desarrollo, t o d a s las influencias contradictorias, etc., cuando en realidad no d a n i n g u n a noción completa y revolucionaria del proceso del desarrollo social." 4 Es claro que e s t a s p a l a b r a s no solo a t a ñ e n al proceso de desarrollo social, sino a c u a l q u i e r región del conocimiento y actividad, y r e s u m e n en sí la propia exigencia universal y lógica. Uno de los a r g u m e n t o s m á s difundidos, adoptados por los enemigos del c o m u n i s m o científico en lucha contra la teoría de Marx, Engels y Lenin, es la imputación de que esta teoría y la línea política que de ella r e s u l t a es "obstinadamente unilateral", es "de carácter abstracto", es "carente de flexibilidad", etc. Una m u e s t r a característica de la falsificación ecléctica de la dialéctica es la posición o p o r t u n i s t a de Bujarin en el curso de la a f a m a d a discusión sobre los sindicatos en el X Congreso del partido 5 . Al i n t e n t a r t o m a r la pose de árbitro en el debate entre de interpretarse como "consideración", "examen" o "estudio", en otros pasajes de este libro dependiendo del contexto se h a utilizado alguna de estas acepciones. En el caso de este subtítulo por su contenido nos ha parecido correcto utilizar el sentido de "estudio". (N. del trad.) 4 V. I. Lenin, El Estado y La Revolución, pp. 31, Ed. En lenguas extranjeras, 1947, Moscú. 5 El Décimo Congreso del Partido Comunista (bolchevique) de Rusia tuvo lugar en Moscú del 8 al 16 de marzo de 1921. Ya en las postrimerías de la Guerra Civil el Congreso se planteó como t a r e a la discusión del fortalecimiento de la alian-

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el partido y el grupo de Trotski, B u j a r i n se a f a n ó por dar un f u n d a m e n t o filosófico a esta pose. Al desarrollar s u argumentación en contra de la cuasi risible posición b u j a r i n i a n a , Lenin demostró de modo brillante la p r o f u n d a esencia de la comprensión dialéctica del carácter concreto de la verdad. P a r a la lógica como ciencia esta historia es muy instructiva. Recordemos brevemente al lector las c i r c u n s t a n c i a s dentro de las cuales surgió este debate filosófico. Se d i s c u t í a n los principios de la política del Partido en relación a los sindicatos. La posición del Partido sobre esta cuestión, e x p u e s t a en u n a serie de documentos, se resume en lo siguiente: los sindicatos son, antes que nada, u n a "escuela del comunismo". E n e s t a breve fórmula se sobreentendía que los sindicatos por s u lugar y rol en el sistema de la dictadura del proletariado son m á s que n a d a organizaciones de m a s a s cuyo destino es la educación e instrucción de las mismas en el espíritu del c o m u n i s m o , la preparación de las m a s a s para la participación consciente en la dirección de la economía nacional 6 . En contra de e s t a concepción, Trotski presentó su plataforma, considerando a los sindicatos, a n t e s que todo, como u n "aparato técnico a d m i n i s t r a t i v o p a r a el control de la producción". Chocaron dos posiciones vivamente perfiladas, dos líneas políticas, estas fueron la política leninista del Partido y la política izquierdista del trotskismo, la célebre política de "apretar las tuercas". En estas condiciones, B u j a r i n efectúo u n a excursión a la región de la filosofía, con el a f á n de en ella tropezar con u n a motivación p a r a su posición política, u n a posición que aparenta "haber puesto de acuerdo" los e x t r e m o s en conflicto 7 . Si la fórmula del Partido Leninista definía a los sindicatos como "escuela del comunismo" y la f ó r m u l a de Trotski como "aparatos técnicos administrativos de control", Bujarin por su parte razonaba así: "No veo n i n g u n a b a s e lógica que demuestre za obrero-campesino y las formas de construcción del socialismo. En este Lenin planteo la transición del C o m u n i s m o de G u e r r a a la Nueva Política Económica (NEP) como parte de u n necesario retroceso estratégico. (N. del editor) 6 Esta es la esencia del leninismo y la razón de porque diferencia al simple huelguista del militante; y también la diferencia entre tradeunionismo y organización clasista revolucionaria. [N. del editor) 7 Muy común del oportunismo el a f i r m a r que Lenin fue u n ecléctico, que coqueteaba con el centro, con el p a n t a n o . (N. del editor)

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el error de u n a u otra proposición; a m b a s son j u s t a s y t a m b i é n una combinación de las dos" 8 . Lenin censuró con d u r e z a este raciocinio "lógico": " C u a n d o el camarada Bujarin h a b l a de b a s e 'lógica', todo s u r a z o n a m i e n t o demuestra que - q u i z á en forma inconsciente- a s u m e el p u n t o de vista de la lógica formal o escolástica, y no el de la lógica dialéctica o marxista" 9 . Lenin echando m a n o del m i s m o ejemplo sencillo, p r e s e n t a d o en la polémica por B u j a r i n , demostró de modo brillante, en b a s e a este ejemplo, la diferencia e n t r e la comprensión dialéctica del "estudio multilateral" y s u v a r i a n t e ecléctica. Un "razonamiento lógico" al estilo de "por u n lado... por otro lado", u n r a z o n a m i e n t o q u e a m o n t o n a de modo m á s o menos accidental distintos a s p e c t o s del objeto y los coloca en u n a t r a b a zón, de nuevo, m á s o m e n o s accidental, Lenin con legitimidad se mofó de cosa semejante, como u n razonamiento en el espíritu de la escuela de la lógica formal. "Un vaso es, c i e r t a m e n t e , t a n t o u n cilindro de cristal, como una vasija p a r a beber. Pero n o son é s t a s s u s ú n i c a s propiedades, cualidades, o aspectos; los tiene en cantidad infinita, tiene una cantidad infinita de interrelaciones e 'intermediaciones' con el resto del m u n d o . Un v a s o es t a m b i é n u n objeto pesado que puede u s a r s e como proyectil. P u e d e servir de pisapapeles, de receptáculo p a r a u n a m a r i p o s a cautiva, o ser u n objeto de valor por la talla o los d i b u j o s artísticos, y n a d a tiene esto que ver con el hecho de que p u e d e o no ser utilizado p a r a beber, si es de cristal, si es o no cilindrico, etc. etc." 10 Un r a z o n a m i e n t o q u e se desliza de u n a definición abstracta unilateral del objeto a otra, igual de a b s t r a c t a y unilateral, se halla en la s e n d a i n t e r m i n a b l e y sin destino de las indefiniciones. Si el Partido r a z o n a b a con respecto a los sindicatos según este principio, h u b i e r a e s t a d o f u e r a de toda posibilidad u n a línea política de principios científica y profundamente meditada. Lo que h a b r í a sido equivalente a u n rechazo total de la actitud teórica p a r a con l a s c o s a s en general. 8 Bujarin, Las tareas de los sindicatos, 1921, citado por Lenin: Obras completas, tomo 34, pp. 373, ed. cit. 9 Lenin, VI: Una vez más acerca de los sindicatos, Obras completas, tomo 34, pp. 373, ed. cit. 10 Lenin, Una vez más acerca de los sindicatos, Obras completas, tomo 34, pp. 373-74, ed. cit.

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La posición del Partido, claramente e x p r e s a d a por Lenin, en lo absoluto niega esa c i r c u n s t a n c i a de que los sindicatos en divers a s condiciones sociales, en diversas e t a p a s del desarrollo social pueden j u g a r roles distintos y servir a propósitos diversos, en conformidad a esto pueden, n a t u r a l m e n t e , m u d a r las formas de s u organización y s u s métodos de trabajo, etc. Con todo eso, el planteamiento concreto de la cuestión que e m a n a de la comprensión de ese rol, que objetivamente - independientemente al deseo o aspiración de cualquiera - juegan y deben j u g a r los sindicatos en el sistema de órganos de la dictad u r a del proletariado en el período de transición del capitalismo al comunismo, lleva a la conclusión de q u e los sindicatos no son " u n a cosa, por u n lado, y otra cosa por el otro", sino que desde todos los lados son una escuela y solamente una escuela del comunismo, escuela de u n i d a d , escuela de solidaridad, escuela p a r a la defensa por el proletariado de s u s propios intereses, una escuela de administración, escuela de dirección 1 1 . Lenin recalca esto de m a n e r a especial, como lo confirma que en el debate acerca de la errónea p l a t a f o r m a que planteara Trotski, los sindicatos se debían e s t u d i a r como u n a escuela y de n i n g ú n otro modo. P u e s en esto y solo en esto consiste su rol objetivo, su finalidad i m p u e s t a por s u lugar en el sistema de la dict a d u r a del proletariado. Si alguien u s a r a u n vaso no de la m a n e r a a d e c u a d a , ni en calidad de vaso, sino en calidad de i n s t r u m e n t o p a r a ser lanzado, no hay gran daño en ello. Pero si el "objeto" en cuestión es uno como los sindicatos, la cosa puede ir a p a r a r en u n a gran desgracia. Por aquello, el partido reaccionó de forma t a n a g u d a tanto frente a la plataforma de Trotski, de acuerdo a la cual los sindicatos son u n "aparato técnico administrativo p a r a el control de la producción", como ante la tentativa b u j a r i n i s t a de excusar esta concepción a u n q u e sea en calidad de "unilateral". Lenin defendió con éxito la tesis de que e s t a concepción no podía ser admitida ni en calidad de definición completa, ni en calidad de definición a b s t r a c t a unilateral sobre la esencia de los sindicatos. El rol histórico concreto, la finalidad y lugar de los sindicatos en el sistema de órganos de la d i c t a d u r a del proletariado solo se expresa en la posición del Partido: los sindicatos desde todos los 11 Véase Lenin, Obras completas,

tomo 34, pp. 376-777, ed. cit.

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lados en que se los m i r e son u n a escuela. Todas las definiciones restantes derivan en e s e n c i a de esta determinación f u n d a m e n tal y principal. E s t a d e t e r m i n a c i ó n expresa que en la conformación específica de la n a t u r a l e z a de los sindicatos, se halla la causa por la q u e estos p u e d e n j u g a r su rol como u n órgano de la dictadura del proletariado hombro a hombro con el Partido y el Estado y en í n t i m a c o n j u n c i ó n con estos. Por eso Lenin, prosiguiendo con la irónica analogía sobre el vaso, define la posición de Trotski como la posición del hombre que quiere u s a r el v a s o p a r a s u propósito real, como u n i n s t r u mento p a r a beber, pero d e s e a que este "no tuviera fondo". Al considerar a los s i n d i c a t o s como u n i n s t r u m e n t o de la dictadura del proletariado, Trotski, no obstante, niega precisamente lo único gracias a lo c u a l estos pue de n realizar su rol indispensable, específico y distinto al rol del Estado. "Su plataforma (la de Trotski) dice q u e u n v a s o es u n a vasija p a r a beber, pero sucede que este vaso no tiene fondo" 12 . En c u a n t o a la posición de B u j a r i n , Lenin la valora como u n eclecticismo m u e r t o y huero, es decir, como la enumeración absurda de u n a t r a s o t r a definición a b s t r a c t a del objeto, enumeración que en todo m o m e n t o p a s a por alto lo concreto y no tiene destino alguno, salvo d e s o r i e n t a r al Partido. A las dos p l a t a f o r m a s , Lenin contrapone la directiva clara, concreta y de principios del Partido: los sindicatos son u n instrumento de la e d u c a c i ó n c o m u n i s t a de las amplias m a s a s trabajadoras, u n a e s c u e l a c o m u n i s t a de u n i d a d , solidaridad, defensa de los i n t e r e s e s del proletariado a n t e los elementos burocráticos en los ó r g a n o s del Estado, u n a escuela de dirección y a d m i n i s t r a c i ó n , son u n i n s t r u m e n t o con cuya ayuda los trabajadores se convierten en constructores conscientes del comunismo. En esta d e t e r m i n a c i ó n concreta se expresa el rol objetivo de los sindicatos en el s i s t e m a de organizaciones que cristalizan en la realidad la t r a n s f o r m a c i ó n c o m u n i s t a de la sociedad, esto es, su esencia y n a t u r a l e z a independiente de los caprichos y finalidades subjetivas de q u i e n sea. El eclecticismo siempre h a funcionado como metodología del oportunismo y revisionismo, pavoneándose de su afecto para u n 12 Lenin, V.I.: Una vez más acerca de los sindicatos, pp. 380, ed. cit.

Obras completas, tomo 34,

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e s t u d i o d e s d e todos los p u n t o s d e v i s t a . Un e c l é c t i c o d e b u e n a g a n a r a z o n a r á como sigue, t o d a " u n i l a t e r a l i d a d e s n o c i v a " , e s n e c e s a r i o t o m a r en c o n s i d e r a c i ó n t a n t o a e s t o c o m o a a q u e l l o , t a n t o a los pies como a la c a b e z a . Pero en s u b o c a l a e x i g e n c i a de u n e s t u d i o m u l t i l a t e r a l d e v i e n e e n a r m a d e l u c h a c o n t r a l a dialéctica, c o n t r a el principio d e lo c o n c r e t o e n s u v e r d a d e r o significado. La vía q u e va a la c o m p r e n s i ó n t e ó r i c a c o n c r e t a e s s u s t i t u i d a a q u í por u n i n t e r m i n a b l e v a g a b u n d e o q u e v a d e u n a a b s t r a c ción a o t r a a b s t r a c c i ó n del m i s m o tipo. E n l u g a r d e a v a n z a r d e lo a b s t r a c t o a lo concreto, u n ecléctico se t r a s l a d a r á d e lo a b s tracto a lo i g u a l m e n t e a b s t r a c t o . Y e s t a o c u p a c i ó n e s t a n s e n c i lla, c u a n t o estéril. Esto no es difícil de h a c e r p u e s t o d o o b j e t o p o r m á s p e q u e ñ o e "insignificante" q u e s e a e s t á d o t a d o e n la r e a l i d a d a c t u a l d e u n infinito n ú m e r o de a s p e c t o s y l i g á m e n e s c o n t o d o el m u n d o q u e le rodea. En c a d a gota d e a g u a s e r e f l e j a t o d a l a r i q u e z a e n t e r a del orbe. Inclusive la col e n la h u e r t a p o r m e d i o d e m i l e s d e m i llones de e s l a b o n e s m e d i a d o r e s s e liga a los n a b o s 1 3 , i n c l u s o el resfriado de Napoleón f u e u n " f a c t o r e n la B a t a l l a d e B o r o d i n o " 1 4 . Si u n o entiende la exigencia del a n á l i s i s c o n c r e t o c o m o l a e x i gencia de t o m a r e n c u e n t a a a b s o l u t a m e n t e t o d a s l a s s u t i l e z a s , detalles y c i r c u n s t a n c i a s e m p í r i c a s s i n e x c e p c i ó n , q u e d e u n a forma u otra se v i n c u l a n c o n el o b j e t o d e e s t u d i o , r e s u l t a q u e lo concreto (como c u a l q u i e r o t r a c a t e g o r í a , si s e l a i n t e r p r e t a d e modo metafísico) solo e s u n a a b s t r a c c i ó n d e s n u d a , s o l o u n c i e r to ideal inaccesible q u e e x i s t e e n la i m a g i n a c i ó n p e r o j a m á s s e realizará en el v e r d a d e r o c o n o c i m i e n t o . El t e ó r i c o q u e p r o f e s a tal concepción de lo c o n c r e t o , h a c a í d o a la p o s i c i ó n d e l h é r o e d e Maeterlink p e r s i g u i e n d o a l ave a z u l , la c u a l d e j a d e s e r a z u l a l momento en q u e e s a t r a p a d a 1 5 . 13 Esta frase se t r a d u c i r í a de m o d o literal: " I n c l u s o el s a ú c o e n el h u e r t o p o r medio de miles de millones d e e s l a b o n e s m e d i a d o r e s s e liga al tío e n Kiev". E n ruso la expresión "el s a ú c o en la h u e r t a y el tío e n Kiev" s e u t i l i z a p a r a s e ñ a l a r la incoherencia en p e n s a m i e n t o o e n la c o n v e r s a c i ó n , c u a n d o s e i n t e n t a l i g a r o vincular cosas que no tienen relación, s e r í a e q u i v a l e n t e a l a e x p r e s i ó n c o l o quial "pasar de coles a nabos". (N. del trad.) 14 Borodino: nombre d a d o a la b a t a l l a q u e p e r m i t i ó a los e j é r c i t o s n a p o l e ó n i c o s marchar sobre Moscú; es c o n s i d e r a d o el p r i n c i p a l e n f r e n t a m i e n t o m i l i t a r d e l a s Guerras Napoleónicas, librado el 7 d e s e p t i e m b r e d e 1812. (N. del editor) 15 El pájaro a z u l es c o n s i d e r a d o e n la a c t u a l i d a d u n o d e l o s c l á s i c o s d e la literatura infantil, escrito por el p o e t a s i m b o l i s t a M a u r i c e M a e t e r l i n c k e n

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Y es aquí, en el p r o b l e m a de la relación de lo abstracto con lo concreto, que la m e t a f í s i c a r e s u l t a ser el puente por el que de modo inevitable el p e n s a m i e n t o llega al agnosticismo y al fin y al cabo, a la liquidación de la teoría como tal, a u n a noción en la cual la teoría se ve por siempre condenada a dar vueltas en la esfera de las a b s t r a c c i o n e s m á s o menos subjetivas, sin n u n c a atrapar lo objetivamente concreto. La concepción m e t a f í s i c a de lo concreto, como tiene en cuenta absoluta y t o t a l m e n t e a t o d a s las circunstancias empíricas presentes, de modo inevitable h a c e a la persona que la profesa muy complaciente p a r a con l a s argumentaciones de los idealistas subjetivos y agnósticos. El a r g u m e n t o "de la i n f i n i t a complejidad y confusión" del m u n do que nos rodea es q u i z á s el a r g u m e n t o m á s corrientemente empleado por los filósofos b u r g u e s e s contemporáneos en contra de la teoría m a r x i s t a - l e n i n i s t a del desarrollo social. El fundador del existencialismo Karl J a s p e r s inicia de modo frontal su ataque al m a r x i s m o con la declaración de que toda la teoría de Marx se f u n d a m e n t a "en la creencia en lo único" y tiene la índole del "punto de vista total". E s t a creencia, la creencia de que el pensamiento p u e d e a b a r c a r a s u objeto en todo el conjunto de sus aspectos necesarios, y concebirlo como "síntesis de múltiples determinaciones", es, s e g ú n él, u n caduco prejuicio filosófico al que la "ciencia m o d e r n a " h a renunciado. "La ciencia moderna opone a la ciencia marxista unitaria el particularismo"16 - proclama J a s p e r s é s t a h a c e mucho renunció y a m a n s ó su arrogancia, a h o r a sólo a b o r d a los "particulares". La "unidad del conocimiento" - p a r a J a s p e r s - es u n ideal, u n mito inalcanzable. J a s p e r s e x p r e s a de modo b a s t a n t e franco la razón de su animadversión p a r a con el " p u n t o de vista total de Marx": lo que le irrita del mismo es la " u n i d a d de la teoría" y la "unidad de teoría y práctica", a s a b e r de la práctica de la transformación comunista del m u n d o : "La política que habiéndose fundamentado en tal concepción, s u p o n e tener el poder p a r a hacer todo aquello que no h a n podido h a c e r las políticas que le precedieron. En la medida en que goza de u n p u n t o de vista total sobre la histo-

1909. [N. del editor) 16 K. J a s p e r s . V e r n u n f t u n d Widervernunft in unserer Zeit. München, p. 14.

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ria puede creerse c a p a z de confeccionar y realizar planes totales" 17 . A J a s p e r s le hace coro s u correligionario f r a n c é s Henri Niel. La concepción materialista dialéctica de lo concreto no le cuad r a por e s a s m i s m a s razones: "Sea en la forma hegeliana o en la m a r x i s t a , la dialéctica se b a s a en la posibilidad del hombre para a b a r c a r mentalmente la totalidad de la existencia", y por ello de m a n e r a ineluctable "deviene en u n a religión del plan" 18 . El aborrecimiento al plan, al reconocimiento de la posibilidad de prever, de t r a z a r u n plan y g a r a n t i z a r la u n i d a d de las acciones prácticas de las p e r s o n a s (en primer lugar, naturalmente, las políticas) es, en efecto, el motivo principal del ataque de los existencialistas a la "unidad" ("totalidad") de la doctrina de Marx. Hablando con propiedad, el existencialismo no es filosofía, simplemente son las emociones del propietario privado traducidas al lenguaje de la terminología filosófica. En el elemento anárquico y no planificado de la sociedad mercantil-capitalista se siente como pez en el a g u a . ¿Por q u é J a s p e r s y Niel no hablan del hecho de que la " u n i d a d de la existencia" se realiza ahí, en verdad, sin plan, sin propósito consciente, sino a la fuerza, a despecho de la voluntad y la consciencia, por medio de crisis, por medio de guerras, por medio de todos esos métodos con los que se a f a n a en sostener s u dominio "total" el capitalismo contemporáneo? Contra esta "totalidad" e n t e r a m e n t e real descrita por Marx y Lenin en toda su falta s u atractivo, n a d a dicen los existencialistas. Ellos se e s f u e r z a n por p e r s u a d i r n o s que esta "totalidad", en general, no existe, que ésta es solo u n a ilusión, solo "conocimiento imaginario", u n a forma que h a sido copiada de Hegel, y sobrepuesta de modo grosero "sobre el contenido específicamente moderno". Ni falta hace decir que esto es u n embuste. El carácter concreto de la teoría (que J a s p e r s y Niel con propósitos evidentemente sucios prefieren d e n o m i n a r con la sonora y a m e n a z a n t e palabrita de "totalidad") es en la concepción de Marx y Lenin precisamente hostil y ajeno a cualquier "superposición de la forma del

17 K. Jaspers. Vernunft u n d Widervernunft in u n s e r c r Zeit. München, p. 15. 18 Henri Niel. La dialectique de Hegel et la dialectique marxiste. Paris, 1956, p. 235.

165 LA CONCEPCIÓN DIALÉCTICA Y LA CONCEPCIÓN E C L É C T I C O - E M P I R I C A . . .

conocimiento" sobre el material, sobre la diversidad real de los fenómenos. Lo concreto en el p e n s a m i e n t o consiste j u s t a m e n t e en que "debemos p r o c u r a r establecer u n a base segura de hechos exactos e indiscutibles que p u e d a n ser comparados con cualesquiera de las a r g u m e n t a c i o n e s 'generales' o ' b a s a d a s en ejemplos', de las que a h o r a t a n groseramente se a b u s a en ciertos países."19 Son precisamente los h e c h o s constatados, los hechos indiscutibles en su peculiar c o n j u n t o de ligámenes, hechos tomados en su totalidad, en s u condicionalidad histórico concreta, he ahí en lo que Lenin insiste, a n t e s que n a d a , al poner al descubierto el principio m a r x i s t a de "lo concreto en el pensamiento". El pleno sentido de este principio consiste j u s t a m e n t e en que "debemos tomar no hechos aislados, sino al total de los hechos, sin una sola excepción, que se refieren al problema en discusión" 20 . En contra de este principio acomete J a s p e r s , p u e s él erige en virtud al c a r á c t e r "particularista" que parece t a n propio a la "ciencia moderna", es decir, a e s a forma t a n arbitraria de despojar a los h e c h o s esenciales y a los h e c h o s s e c u n d a r i o s de su correlación objetiva, p a r a luego interpretarlos f u e r a de s u s ligámenes, fuera de la totalidad, f u e r a de s u dependencia m u t u a , cosa que es e x t r e m a d a m e n t e característica del pensamiento burgués de nuestros días. He aquí otro p a s a j e m á s de semejante c a l a ñ a : "La realidad es en alto grado compleja y c o n f u s a . Ni el pensamiento, ni la experiencia empírica e s t á n en condición de a b a r c a r la realidad en su unidad y en s u c o n j u n t o . A la realidad en s u totalidad solo podemos vivirla" 21 . En lo que r e s p e c t a al "conocimiento", el raciocinio es el siguiente: "Toda cognición mental de la infinita realidad por el espíritu h u m a n o finito d e s c a n s a en la tácita premisa, de que solo una parte finita como tal se constituye en objeto del entendimiento científico, q u e solo é s t a debe tenerse en cuenta como 19 Lenin V.I.: Estadísticas y Sociología, Obras Completas, tomo 24, pp. 303, ed. cit. 20 Lenin V.I., Estadísticas y Sociología, Obras completas, tomo 24, pp. 303, ed. cit. 21 F. Vito. B e m e r k u n g e n ü b e r grundlegende Fragen der Wirtschaftstheorie. J a h r b ü r c h e r f ü r Nationalókonomie und Statistik. B. 153. Heft 3/4, 1941. Verlag von J. Fischer, J e n a , p. 332.

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'esencial' en el sentido de 'conocimiento valioso' " 22 . Pero lo importante es en qué debemos poner interés y qué podemos desdeñar, qué es lo "valioso" y qué no lo es, "esta es la cuestión de la valía, y por ende puede ser resuelta solo sobre la base de valoraciones subjetivas" 23 . En otras palabras, el "objeto de la ciencia" j a m á s podría ser el "todo" bosquejado y establecido objetivamente (sobre u n a base objetiva), sino solo la región de h e c h o s "particulares", cuyos límites todo científico traza a voluntad, en donde le plazca. "Escoger es siempre u n a n e c e s i d a d subjetiva. Es preocupación de cada científico por s e p a r a d o realizar la elección. Nadie puede darle prescripción a l g u n a , m e n o s a ú n aconsejarle. Pues escoger siempre se liga a valorar, y la valía no se puede demostrar" 24 . Si esto se refiere al "objeto" de la e c o n o m í a política, este punto de vista viene a p a r a r en: el objeto de la economía política es "el campo de interés de todos a q u e l l o s que se d e n o m i n a n a sí mismos economistas, o de aquellos q u e son llamados así por los demás" 25 . De m a n e r a que en el c u e r p o del objeto de la economía política, es necesario incluir todo aquello que se h a aceptado bajo esta denominación teniendo e n c u e n t a el ambiente de "todas las personas cultas". "La unidad del objeto no es u n p r o b l e m a de la e s t r u c t u r a lógica; es u n problema de los v í n c u l o s c o n c e p t u a l e s que constituyen el área de trabajo de a l g u n a ciencia" 2 6 . Este ramillete lo recogimos de l a s o b r a s de los m á s diversos autores: aquí tenemos t a n t o a e c o n o m i s t a s b u r g u e s e s contemporáneos como a filósofos e x i s t e n c i a l i s t a s y neopositivistas y a representantes de l l a m a d a "sociología del conocimiento". Ellos divergen en gran medida entre sí. A p e s a r de todo, a c t ú a n como un frente unido y único en c o n t r a de la concepción materialista 22 M. Weber. Gesammelte Aufsátze z u r W i s s e n s c h a f t s l e h r e . Tübingen, 1957, p. 171. 23 M. Weber. Gesammelte Aufsátze s u r Soziologie u n d Sozialpolitik. Tübingen, 1924, p. 420. 24 H. Tagwerker. Beitrage z u r Methode u n Erkenntni(3 in der theoretischen Nationalókonomie. Wien, 1957, p. 43. 25 E. Kannan. Der wirtschaftliche Wohlstand. S a m m l u n g Dalp, B. XII. Berlin, 1948, p. 5. 26 H. Tagwerker. Beitrage z u r Methode u n E r k e n n t n i p in der theoretischen Nationalókonomie. Wien, 1957, p. 18.

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del "conocimiento concreto". Y el curso de sus digresiones es en todo lugar u n o solo: en la m e d i d a en que u n "todo único" j a m á s podrá ser a b a r c a d o por el pensamiento en razón de su infinita complejidad, es e n t o n c e s necesario contentarse con el "conocimiento particularista", con la asignación, más o menos arbitraria, en g r u p o s de h e c h o s esenciales y hechos secundarios. "En el ámbito de los fenómenos sociales, el método m á s d i f u n dido y m á s falaz consiste en desprender hechos secundarios aislados y h a c e r m a l a b a r i s m o s con ejemplos" 27 , señaló Lenin. Este fraude es acogido por la filosofía contemporánea burguesa y lo erige en virtud. Desde luego, es m á s fácil escoger ejemplos y hechos sin i m p o r t a n c i a cobijado bajo u n a tesis sobre su "valía" presentada de a n t e m a n o y absolutamente carente de fundamento, a e s t u d i a r los h e c h o s con la minuciosidad con la que los estudió Marx, en los m á s de veinticinco a ñ o s en que reunió material p a r a "El Capital". Pero la ciencia no puede guiarse por el principio de lo "fácil" o de la "economía del pensamiento". La ciencia es t r a b a j o d u r o . Y s u principio supremo por siempre será el principio de lo concreto del conocimiento y la verdad. E L CARÁCTER EN ESPIRAL DEL DESARROLLO DE LA REALIDAD Y SU REFLEJO TEÓRICO

De esta m a n e r a , la teoría de la dialéctica materialista concibe al reflejo de todos los aspectos necesarios del objeto en su condicionalidad m u t u a , en su interacción interna. El carácter m u t u o de la condicionalidad, típica p a r a toda totalidad dialécticamente d e s a r t i c u l a d a es muy exigente para con la teoría y entrega, al m i s m o tiempo, en m a n o s del teórico los criterios claros p a r a seleccionar en la diversidad dada de manera sensible, solamente las determinaciones internamente necesarias. Esto significa de modo directo, que cada u n a de las abstracciones c o n c r e t a s (que en s u totalidad constituyen la teoría) refleja solo e s a f o r m a de existencia del objeto, que es al mismo tiempo, tanto condición u n i v e r s a l necesaria de todos los otros objetos, como t a m b i é n , consecuencia universal y necesaria de su interacción. 27 Lenin V.I.: Estadísticas cit.

y Sociología,

Obras completas,

tomo 24, pp. 303, ed.

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Esta condición la satisface, por ejemplo, la determinación de ser h u m a n o , ya a n a l i z a d a por nosotros, como ser que fábrica h e r r a m i e n t a s de trabajo. La fabricación h e r r a m i e n t a s de trabajo, la fabricación de medios de producción, no solo que es u n prerrequisito universal (tanto lógica e históricamente) de todas las d e m á s formas de actividad vital h u m a n a , sino que es también u n resultado que se reproduce de modo continuo, la consecuencia de todo el desarrollo social en su integridad. La h u m a n i d a d en c a d a momento de s u desarrollo se ve forzada necesariamente a reproducir la condición universal de existencia del organismo social h u m a n o en su integridad, esto es, suponer como producto a s u propio f u n d a m e n t o universal. Hoy, la fabricación de h e r r a m i e n t a s de trabajo que se h a desarrollado h a s t a llegar a las increíblemente complejas máquinas y grupos de máquinas, sigue siendo, por u n lado, como lo fuera en el alba del desarrollo h u m a n o , el f u n d a m e n t o universal objetivo de todo el desarrollo re ma ne nte. Pero, por otro lado, el mismo depende por esencia de s u propio engendro distante, de su propia consecuencia, del nivel de desarrollo de la ciencia, y depende en u n grado tal, que las m á q u i n a s p u e d e n considerarse (sin dejar de ser materialista) como "órganos del cerebro humano creados por la m a n o h u m a n a " 2 8 . De igual modo que la mercancía, el dinero y la fuerza de t r a b a j o "libre", no son en menor medida tanto productos del capital como c o n s e c u e n c i a s de su movimiento específico, al tiempo que son s u s p r e m i s a s históricas, las condiciones de s u a l u m b r a m i e n t o . Además, son productos de u n tipo que se reproducen en u n a e s c a l a c a d a vez m á s amplia y nunca vista h a s t a s u aparición. Esta es la dialéctica de todo desarrollo real, en el que la condición universal necesaria del surgimiento de u n objeto deviene en su propia consecuencia universal y n e c e s a r i a , este "giro" dialéctico de condición a condicionado, de c a u s a a efecto, de universal a particular, es el signo característico de la interacción interna, merced a la cual el desarrollo real adquiere la forma de un círculo, y dicho con m á s precisión, la de u n a espiral, que en cada nuevo giro amplía, en u n a e s c a l a c a d a vez mayor, su propio movimiento. 28 Marx, K.: Elementos fundamentales para la critica de la economía política (Volumen 2), Ediciones Siglo XXI, 20" ed., México D.F.-Buenos Aires-Madrid, 2007, pp. 230, traducción de Pedro Scaron.

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Al mismo tiempo, con esto se d a u n peculiar "cierre sobre si", que t r a n s f o r m a al c o n j u n t o de fenómenos individuales en u n sistema relativamente cerrado, en u n organismo concreto que se desarrolla h i s t ó r i c a m e n t e s e g ú n s u s propias leyes inmanentes. Marx p u s o de m a n i f i e s t o vividamente tal carácter de la interacción en el s e n o de s i s t e m a mercantil-capitalista de producción: "Si en el s i s t e m a b u r g u é s acabado...cada elemento puesto es al mismo tiempo supuesto, tal es el caso con todo sistema orgánico"29. Las p a l a b r a s s u b r a y a d a s expresan de modo directo la circunstancia de q u e el c a r á c t e r "circular" de la interacción no es de forma a l g u n a u n a ley específica de la existencia del capitalismo, sino la ley universal del desarrollo dialéctico, u n a ley de la dialéctica. E s e s t a la q u e subyace precisamente en el fundamento de la ley lógica de coincidencia de lo abstracto y lo concreto, en el f u n d a m e n t o de la concepción materialista dialéctica de lo concreto teórico. Pero esta m i s m a ley del desarrollo con aspecto de espiral, de los sistemas de fenómenos que a c t ú a n en forma recíproca, pone al pensamiento f r e n t e a p a r t i c u l a r e s obstáculos; obstáculos que no pueden solventarse sin el método dialéctico, en general, y sin u n a clara noción sobre la dialéctica de lo abstracto y lo concreto, en p a r t i c u l a r . Los economistas b u r g u e s e s q u e tropezaron en sus investigaciones con e s t a c i r c u n s t a n c i a , con el carácter del aspecto de espiral del condicionamiento m u t u o de las distintas formas de "riqueza" b u r g u e s a , al definir a las categorías m á s importantes, cayeron de modo ineluctable en u n círculo vicioso. Marx ya se encontró con este círculo vicioso en s u primer intento de análisis de las teorías económicas inglesas en 1844. Al analizar las digresiones de Say, exteriorizó que él, al igual que otros economistas, s u s t i t u y e por doquier el concepto del valor con la interpretación de e s o s fenómenos que él mismo da por sentado, de modo tácito, y se explica merced al valor, por ejemplo, los conceptos de "riqueza", "división del trabajo", "capital", etc. "Riqueza. Aquí el concepto de valor; que a ú n no h a sido desarrollado, e s t á ya supuesto; porque riqueza se define como 'la

29 Marx, K.: Elementos fundamentales para la critica de la economía politico (Volumen 1), Ediciones Siglo XXI, 20" ed., México D.F.-Buenos Aires-Madrid, 2007, pp. 220, traducción de Pedro Scaron - las cursivas son nuestras E.I.

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s u m a t o t a l d e valores', ' s u m a t o t a l d e c o s a s v a l o r a b l e s ' q u e uno posee" 3 0 . Q u i n c e a ñ o s d e s p u é s , a l r e g r e s a r a e s t e p u n t o , M a r x s a c a a la l u z el s e c r e t o d e e s t e c í r c u l o lógico s i n s a l i d a : "Si e n teoría el c o n c e p t o d e v a l o r p r e c e d e a l d e c a p i t a l - a u n q u e p a r a llegar a su desarrollo puro deba s u p o n e r s e u n modo de producción fundado e n el c a p i t a l - , lo m i s m o a c o n t e c e e n l a p r á c t i c a . Por ello los e c o n o m i s t a s se v e n f o r z a d o s o r a a c o n s i d e r a r el c a p i t a l como c r e a d o r de v a l o r e s , f u e n t e d e l o s m i s m o s , o r a a d a r p o r s e n t a d o q u e los v a l o r e s s o n a n t e r i o r e s a l a f o r m a c i ó n del c a p i t a l y e s t e no es m á s que u n a suma de valores en u n a función determinada."31 E s t e círculo lógico e n l a s d e t e r m i n a c i o n e s s e d a d e f o r m a ineludible y es p r e c i s a m e n t e a c a u s a d e q u e t o d o s los o b j e t o s e n la realidad s o n p r o d u c t o d e l d e s a r r o l l o d i a l é c t i c o , g r a c i a s a l cual la realidad e s t u d i a d a p o r l a c i e n c i a s i e m p r e s a l e a e s c e n a como u n s i s t e m a d e a s p e c t o s q u e s e c o n d i c i o n a n m u t u a m e n t e , como lo concreto q u e h a s u r g i d o y s e h a d e s a r r o l l a d o h i s t ó r i c a m e n t e . El capital e n r e a l i d a d d a p o r s e n t a d o t a n t o a l d i n e r o c o m o al valor en c a l i d a d d e p r e m i s a s d e s u s u r g i m i e n t o , y e n el a c t o de su n a c i m i e n t o los m e t a m o r f o s e a e n f o r m a s u n i v e r s a l e s d e su propio m o v i m i e n t o , e n m o m e n t o s a b s t r a c t o s d e s u s e r específico. En r e s u m e n , s e p r e s e n t a a n t e l o s o j o s del o b s e r v a d o r que contempla u n a r e l a c i ó n q u e y a s e h a f o r m a d o h i s t ó r i c a m e n t e , en calidad de c r e a d o r a del v a l o r . Y el o b s t á c u l o s e h a l l a a q u í e n que solo la a p a r i c i ó n del c a p i t a l m e t a m o r f o s e a a l v a l o r e n u n a f o r m a económica realmente universal d e t o d a l a p r o d u c c i ó n , d e t o d o el sistema de r e l a c i o n e s e c o n ó m i c a s . P r e v i o a a q u e l l o , p r e v i o a la aparición del c a p i t a l , el v a l o r e s c u a l q u i e r c o s a m e n o s u n a relación e c o n ó m i c a universal y p o r ello e s q u e e n él n o s e i n c l u y e u n factor esencial " p a r t i c u l a r " d e l a p r o d u c c i ó n , c o m o e s la f u e r z a de trabajo. Ningún s u b t e r f u g i o lógico, n i n g u n a m a n i p u l a c i ó n s e m á n t i c a de los c o n c e p t o s y d e f i n i c i o n e s p u e d e r o m p e r el c í r c u l o vicioso lógico en la def inición del v a l o r y el c a p i t a l , p u e s e s t e n o s u r g e en modo a l g u n o d e la " i n c o r r e c c i ó n " e n l a d e t e r m i n a c i ó n d e los conceptos, sino d e la n o c o m p r e n s i ó n del c a r á c t e r d i a l é c t i c o d e 30 MEGA. B. III, I-tc Abt. B e r l i n . M a r x — E n g e l s - V e r l a g . G M B H , S. 4 4 9 . 31 Marx, K.: Elementos fundamentales para la crítica de la economía política (Volumen 1), pp. 190, ed. cit.

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la vinculación m u t u a entre ellos y los otros, de la carencia de u n enfoque v e r d a d e r a m e n t e histórico al investigar esta vinculación mutua. Solo el enfoque histórico brinda la posibilidad de procurar u n a salida al círculo vicioso, mejor dicho, u n a entrada al mismo. En t a n t o a los economistas burgueses les sea ajeno semejante enfoque p a r a ellos este círculo no tendrá salida. El descalabro de tales tentativas se liga con la falta de comprensión de lo concreto como u n sistema de fenómenos que actúan de modo recíproco en s u interior, que se h a desarrollado históricamente y c o n t i n ú a desarrollándose como la "unidad en diversidad" h i s t ó r i c a m e n t e desarrollada. Pero fue justamente esta concepción (dialéctica) de lo concreto, lo que puso en manos de Marx la llave metodológica p a r a la resolución de los problemas teóricos básicos de la economía política, esto se vincula, en particular, con la c i r c u n s t a n c i a de que solo Marx logró resolver de modo racional el secreto del fetichismo de la mercancía. En el cuerpo concreto del m u n d o mercantil-capitalista solamente se introducen las f o r m a s objetivas del movimiento que este mundo d a por s u p u e s t a s en calidad de premisas, si bien las reproduce como s u s p r o d u c t o s específicos, presuponiéndolas como su consecuencia. En efecto, t a n t o el sol como la mercancía, como los recursos minerales, como el dinero, como la fuerza de trabajo "libre", como la existencia del m a q u m i s m o , todas son por igual premisas y condiciones objetivas sin las cuales el capital no podría ni surgir, ni existir. Pero ni las c i r c u n s t a n c i a s n a t u r a l e s de su surgimiento, ni las c a r a c t e r í s t i c a s técnicas de las máquinas, ni los rasgos antropológicos del h u m a n o con s u facultad para trabajar constituyen f o r m a s u n i v e r s a l e s y necesariamente inmanentes a la existencia del capital. El a n á l i s i s de Marx solo preserva, bajo el aspecto de características teóricas concretas, a las condiciones universales y necesarias del ser del capital que son reproducidas por el propio movimiento del capital. El capitalismo no reproduce a la fuerza de trabajo como tal, ni a los r e c u r s o s minerales y otros componentes materiales, sino a la fuerza de trabajo como mercancía, esto es, la forma social en la que la fuerza de trabajo funciona en el seno del s i s t e m a de relaciones capitalistas. La f u e r z a de t r a b a j o como tal, como el conjunto de facultades psicológicas y fisiológicas, es creada, producida y reproducida por u n proceso (o procesos) distinto. El capitalismo no la produ-

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ce, e x a c t a m e n t e de la m i s m a forma en que no produce ni la luz del sol, ni los r e c u r s o s minerales, ni el aire, etc., en cambio, este reproduce e s a s formas sociales en cuyo seno y por medio de las c u a l e s todas estas cosas comulgan con s u movimiento específico y c o n s u m a n s u movimiento en el interior de su organismo, como s u s formas. El criterio aquí aplicado por Marx p a r a diferenciar a las form a s i n m a n e n t e s del movimiento del objeto, es u n criterio en esencia lógico, universal. Esto significa que todo objeto, cosa, fenómeno o hecho individual adquiere u n a u otra forma concreta de existencia tomándola del proceso concreto en cuyo movimiento resulta estar involucrado; t o d a s las f o r m a s concretas de la existencia de todo objeto individual no se las debe a sí mismo, ni a s u naturaleza individual la c u a l se b a s t a de por sí, sino a aquel sistema de cosas concreto que se h a desarrollado históricamente, en el cual se e n c u e n t r a y en el q u e h a surgido. El oro de por sí no es en lo absoluto dinero. Lo hace dinero el proceso de la circulación de m e r c a n t i l - d i n e r a r i a , en la que el oro se halla involucrado. "Una silla con c u a t r o p a t a s y u n toldo de terciopelo es, bajo ciertas c i r c u n s t a n c i a s , u n trono; por lo tanto esta silla, u n a cosa que sirve como u n asiento; no es u n trono por medio de la n a t u r a l e z a de s u valor de uso" 3 2 , esto es, por su naturaleza inmanente, "en sí y p a r a sí", t o m a d l a en abstracción de las condiciones específicas ú n i c a s en las c u a l e s es u n trono y no será u n trono de n i n g u n a forma. Aquí se ve de modo evidente el e n o r m e significado que tuvo la concepción dialéctica de las a b s t r a c c i o n e s teóricas concretas en el proceso de s u p e r a r las ilusiones n a t u r a l i s t a s fetichistas, que encubren tanto la n a t u r a l e z a del valor como de t o d a s las formas que de este se derivan, incluyendo al interés, la r e n t a , etc. Por naturaleza el oro es t a n dinero, como por n a t u r a l e z a el carbón es combustible de locomotora, como la l u n a es protectora de los enamorados, y la p e r s o n a es u n esclavo o u n patricio, u n proletario o u n burgués, u n filósofo o u n matemático. Y buscar, por ejemplo, los f u n d a m e n t o s reales de las f a c u l t a d e s matemáticas en las particularidades fisiológicas del cerebro sería tan absurdo, como es a b s u r d o p r o c u r a r la definición del dinero por la senda del análisis químico del oro.

32 Archivo de Marx y Engels, T. II (VIII), Moscú, Partizdat, 1933, pp. 47.

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Pero en esto existe u n a sutileza que la dialéctica está obligada a tener en cuenta. Tanto el c a r b ó n como la persona, como el cerebro de la p e r s o n a deben poseer por sí mismos tales particularidades, tales c u a l i d a d e s que gracias a ellas ese proceso, en el que se hallan involucrados, puede convertirlos en formas de s u propio movimiento, de su ser. Es el oro, y no el b a r r o ni los trozos de granito, lo que resulta ser el material n a t u r a l en el c u a l se realiza la forma universal del valor. Y aquí j u e g a n s u rol las cualidades n a t u r a l e s , físicas y químicas. Pero todas e s t a s propiedades n a t u r a l e s no importan cuando se t r a t a de la esencia, la naturaleza de la forma dinerad a del valor como tal. E s t a forma se desarrolla en el proceso de circulación de m e r c a n c í a s , independientemente de las propiedades n a t u r a l e s del oro. Es j u s t a m e n t e la esfera de circulación la que desarrolla esa "forma económica pura" que "busca" en lo posterior el material m á s plástico y dócil p a r a s u encarnación. Y tan pronto como el oro resultó ser u n medio, u n a "materia" no lo suficientemente ágil y plástica p a r a expresar las nuevas y novísimas formas d i n e r a r i a s p a r t i c u l a r e s que se h a n desarrollado, este es reemplazado por papel, los billetes de banco, las cuentas bancadas, etc. Esta consideración deja ver como la realidad objetiva fue mistificada por la dialéctica aristotélica (y luego por la hegeliana), bajo el aspecto de d o c t r i n a de la entelequia, esa "forma pura" que existe f u e r a e independiente de la "materia", en la que ella encarna en lo posterior, y a la q u e "moldea" a su imagen, en concordancia con las exigencias que contiene en sí. Esto, u n a vez más, es lo concreto real objetivo como sistema de cosas que interactúan y la cosa individual al precipitarse en él se supedita a sus requerimientos, y a d q u i e r e u n a forma de existencia que con antelación no le e r a característica. La concepción m a t e r i a l i s t a dialéctica de lo concreto desbarata del todo al último refugio del idealismo inteligente, dialéctico, dando así, solución racional al secreto de la entelequia, al secreto de lo u n i v e r s a l como "causa última", como "forma pura" que se desarrolla f u e r a de e independientemente del mundo de las cosas individuales y q u e s u b o r d i n a estas cosas a su movimiento específico. La realidad q u e e s e x p r e s a d a de m a n e r a idealista y mística en la representación del concepto como c a u s a última, como forma activa, no es otra cosa m á s que lo concreto real objetivo, esto es,

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el sistema de fenómenos que se condicionan m u t u a m e n t e , que h a surgido y se desarrolló históricamente, u n a totalidad compleja desarticulada de forma dialéctica en la c u a l se incluye a c a d a cosa singular y que condiciona la n a t u r a l e z a y forma concreta de estas cosas. La categoría de interacción comprendida de modo materialist a s a c a al descubierto el secreto de la " c a u s a ultima": "...la acción m u t u a es la verdadera causa finalis de l a s cosas" 3 3 , así formuló Engels esta tesis. Lo arriba dicho requiere de u n a aclaración esencial. E s completamente claro que toda ciencia refleja en s u s categorías solo las formas y leyes específicas del sistema concreto de fenómenos que interactúan, que conforman s u objeto especial, y prescinde de todo lo restante, pese a que sin este "restante" su objeto de investigación no es posible y no es concebible. Por ejemplo, la economía política s a c a a la luz en forma sistemática la totalidad concreta de relaciones sociales de producción entre personas, dejando de lado los a s p e c t o s tecnológicos de la comunicación, las relaciones biológicas entre individuos, aunque sin estos las p e r s o n a s no existen, ni p u e d e n existir en realidad. Es perfectamente claro que t o d a s las modificaciones que tienen lugar en el interior del sistema de relaciones de producción, toda la evolución del sistema de relaciones de producción y de las formas de ligazón económica d e p e n d e n , de hecho, del proceso de desarrollo de la fuerza productiva del ser h u m a n o , y es más, las determina este desarrollo. Con todo, Marx en "El Capital" e s t u d i a al s i s t e m a de relaciones mercan til-capitalistas como "sistema motriz en sí mismo", como lo concreto que se encierra en su concha, u n sistema cuyo resorte motriz de desarrollo se e n c u e n t r a dentro de sí en sus contradicciones internas, en las contradicciones i n m a n e n t e s de las formas económicas. Aunque, es cierto, al h a b l a r de modo riguroso los verdaderos resortes motrices de la evolución del sistema de relaciones de producción no se h a l l a n d e n t r o de sí, sino en el proceso de desarrollo de las f u e r z a s productivas. Si las fuerzas productivas no se desarrollan, entonces n i n g u n a dialéctica "interna" del sistema de relaciones económicas a b r i r í a paso 33 Engels, Federico.: Dialéctica de la naturaleza, 1" ed., Editorial Grijalbo, México D.F., 1961, pp. 196-197, traducción de Wenceslao Roces.

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a su evolución. Pese a aquello, Marx estudia al modo de producción como u n todo, y por ello fija el mutuo condicionamiento dialéctico entre f u e r z a s p r o d u c t i v a s y relaciones de producción. Por lo tanto, aquí al d e s a r r o l l o de l a s fuerzas productivas no se lo toma por sí mismo, n o solo c o m o causa, sino también como efecto, resultado y p r o d u c t o del influjo inverso del sistema de relaciones de producción s o b r e l a s f u e r z a s productivas. En "El Capital" s e d a testimonio, por ejemplo, de ese mecanismo merced al c u a l el s u r g i m i e n t o de las formas económicas de la plusvalía relativa s u s c i t a el incremento de la productividad del trabajo, forzando al c a p i t a l i s t a a sustituir el trabajo m a n u a l por m á q u i n a s , y esto provoca el desarrollo de la base técnica de la producción de plusvalía. Empero, es en v e r d a d evidente (esto lo demostró el propio Marx), que es j u s t a m e n t e el surgimiento de la maquinaria, en realidad, lo q u e d a vida a la f o r m a relativa de la plusvalía, que es j u s t a m e n t e el s u r g i m i e n t o de la m a q u i n a r i a la causa genuina de esa c i r c u n s t a n c i a de q u e la forma absoluta de la plusvalía sea desplazada por s u f o r m a relativa. Claro, la plusvalía relativa se vuelve la forma dominante de plusvalía debido e x a c t a m e n t e a que esta se corresponde m á s al trabajo m a q u i n i z a d o q u e la plusvalía absoluta, cuyo acrecentamiento se liga a la simple extensión de la j o r n a d a de trabajo sin que varíe la p r o d u c t i v i d a d del trabajo. Todo el meollo del a s u n t o consiste, sin embargo, en que esta mismísima c o r r e s p o n d e n c i a entre las formas económicas de u n a etapa del desarrollo de la fuerza productiva es, a su vez, u n a c o r r e s p o n d e n c i a dialéctica. La plusvalía relativa se corresponde a la producción m a q u i n i z a d a , precisamente debido a que no p e r m a n e c e como u n a f o r m a pasiva, en cuyo seno las máquinas t r a b a j a n , sino q u e deviene en u n a forma activa, que resulta tener u n a p o d e r o s í s i m a influencia inversa sobre la producción m a q u i n i z a d a , esto es, sobre s u propia base, engendrándola, desarrollándola y creando, por ello, u n nuevo estímulo para su movimiento. Aquí tiene l u g a r e s a m i s m a metamorfosis de la causa en efecto, que es c a r a c t e r í s t i c a de todo desarrollo real. Y esta circunstancia es m u y i m p o r t a n t e p a r a comprender las vías por las cuales Marx a v a n z ó en s u investigación. Marx consideró el proceso de evolución del sistema de relaciones de producción b a s a d a s en el trabajo asalariado. Su atención

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en lo esencial, en todo momento, se dirigió a aquellas modificaciones que tienen lugar en el seno del sistema de relaciones de producción, al interior de la e s t r u c t u r a económica de la sociedad. El desarrollo por sí mismo de las f u e r z a s productivas, independientemente de tales o c u a l e s f o r m a s de relaciones de producción, no es estudiado en "El Capital 9 . Este es objeto de otra ciencia, la tecnología. Marx toma como dado el hecho que las f u e r z a s productivas se desarrollan de por sí de modo independiente a tales o cuales form a s históricas concretas de relaciones entre p e r s o n a s , y lo presupone como u n hecho que no es sujeto de investigación especial en el seno de la economía política. ¿Significa esto que el desarrollo de los s i s t e m a s de relaciones de producción es considerado, en general, f u e r a de s u s vínculos con el desarrollo de las f u e r z a s productivas? Por el contrario. En realidad, se sigue e x a c t a m e n t e a las modificaciones dentro de los sistemas de relaciones económicas que son s u s c i t a d a s por el desarrollo de las f u e r z a s productivas. E s m á s , j u s t a m e n t e por ello, que en economía política no se e s t u d i a al desarrollo de las fuerzas productivas de por sí, sino a la influencia de este desarrollo sobre el sistema de f o r m a s económicas, s u interacción con ellas se concibe de u n a m a n e r a c o n c r e t a e histórica, esto es, precisamente en ese aspecto en el q u e e s t a influencia tiene lugar dentro del m u n d o de la propiedad privada capitalista. En verdad, la índole de la modificación introducida por un nuevo incremento de las f u e r z a s p r o d u c t i v a s en el sistema de relaciones de producción depende por entero de las particularidades específicas de ese sistema, en el c u a l se introduce esa modificación. Así, el desarrollo de las f u e r z a s productivas suscitado por descubrimiento de la energía atómica, va a d a r u n a s consecuencias económicas en la U . R . S . S . y otras diametral irente opuestas en EE.UU. Exactamente igual a como la m i s m a a g u a p r o d u c e u n efecto sobre el trozo de carbón al rojo vivo, y otro totalmente diferente, sobre el trozo de sodio metálico. De tal forma, no todo nuevo incremento de l a s f u e r z a s productivas crea automática y d i r e c t a m e n t e la relación económica, las formas económico-sociales que le corresponden, lo que determina esa dirección en la que evoluciona es el s i s t e m a y a existente de relaciones económicas históricamente conformado. La situación no cambia por que el sistema de relaciones económicas pre-

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viamente f o r m a d o s e a en sí, de principio a fin, el producto de todo el desarrollo p r e c e d e n t e de las fuerzas productivas. Un sistema e c o n ó m i c o q u e se h a formado de manera concreta e histórica, s i e m p r e e s u n organismo relativamente autónomo, que tiene u n a i n f l u e n c i a i n v e r s a sobre su propia base, sobre el conjunto de las f u e r z a s p r o d u c t i v a s y que refracta todas las influencias de e s t a s ú l t i m a s por medio de su propia naturaleza específica. El c o n j u n t o de f o r m a s económicas se ligan en u n sistema único q u e se d e s a r r o l l a a p a r t i r de u n único fundamento, y se constituye a q u í en n a t u r a l e z a específica del organismo económico, el c u a l , por eso m i s m o , adquiere la capacidad relativa de b a s t a r s e a sí m i s m o en relación a las propias fuerzas productivas. La economía política c o m o ciencia especial tiene por objeto de estudio p r e c i s a m e n t e a a q u e l l a s formas en las cuales se expresa la capacidad relativa de b a s t a r s e a sí mismo del sistema de relaciones de p r o d u c c i ó n . La influencia determinada que las fuerzas p r o d u c t i v a s ejercen sobre las relaciones de producción se saca al d e s c u b i e r t o c o n c r e t a e históricamente, gracias precisamente a q u e n o se c o n s i d e r a el desarrollo de las fuerzas productivas tomado de por sí, sino q u e se considera solo a la lógica interna de la evolución de los sistemas de relaciones de producción, la lógica i n t e r n a del devenir y desarrollo de estos sistemas. Y por lo mismo, el proceso en el que las fuerzas productivas crean las relaciones de producción que les corresponden, se observa en u n a m e d i d a p l e n a m e n t e concreta. Caso contrario la investigación se q u e d a r í a en el c a m p o de las frases abstractas. Todo lo dicho no solo se relaciona a la economía política, sino a cualquier disciplina teórica. Toda ciencia está obligada a desplegar la concepción sistemática precisamente de esas formas de existencia de s u objeto q u e expresan su relativa capacidad de bastarse a sí m i s m o , y no la comunidad abstracta de este con todos los otros objetos. Las f u e r z a s p r o d u c t i v a s no se crean a cada momento de nuevo, no se empieza d e s n u d o (tal eventualidad solo es real en el alba del desarrollo h u m a n o ) , sino que estas determinan la forma y c a r á c t e r de l a s variaciones que se suceden en el seno de u n sistema de relaciones de producción ya formado. Por ahí mismo van las c o s a s al t r a t a r s e del desarrollo de todas las formas de la cultura espiritual, el desarrollo de las instituciones del derecho y políticas, la filosofía y el arte.

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"La economía no crea aquí a b s o l u t a m e n t e n a d a nuevo (a novo), pero d e t e r m i n a la forma en que el m a t e r i a l intelectual existente es alterado y desarrollado, y también ello la mayoría de las veces indirectamente" 3 4 , destacó Engels al a n o t a r en esto la más imp o r t a n t e distinción entre la teoría del m a t e r i a l i s m o histórico y la digresión a b s t r a c t a de los vulgarizadores q u e reducen toda la complejidad concreta de los procesos reales del desarrollo espiritual a la frase abstracta de q u e lo económico es lo primario, y todo lo restante es s u producto. E n consecuencia, el materialismo histórico t o m a plenamente en consideración la c i r c u n s t a n c i a de q u e el influjo predominante de la economía siempre tiene lugar "dentro de las condiciones i m p u e s t a s por la propia esfera particular" 3 5 , esto es, que uno y el mismo progreso económico p r o d u c e u n efecto en la esfera del a r t e y otro, en n a d a parecido al anterior, en la esfera del derecho, etc. 36 El obstáculo j a m á s consiste en " i l u m i n a r " la c a u s a económica de tal o cual fenómeno en la esfera del derecho o el arte. Esto no es n a d a difícil de hacer. Empero, ello no es materialismo histórico. En general, la filosofía m a r x i s t a no sostiene el p u n t o de vista de la "reducción", sino el p u n t o de la "deducción", es decir, ella nos exige comprender en c a d a c a s o concreto, p o r q u é u n progreso en la economía se h a reflejado en la política o el a r t e de una forma y no en otra. Si bien semejante t a r e a d a por s e n t a d o u n a concepción teórica de esa naturaleza específica a través de la c u a l el progreso económico se refleja, c a d a u n a de las esferas de la "superestructura" de actividad del h u m a n o social, deben ser entendidas y desnudadas como u n sistema concreto históricamente conformado con su forma específica de reflejar la economía, las esferas del ser social de la h u m a n i d a d . 34 Carta de Engels a Conrad Schmidt, Londres, 27 de octubre de 1890, en: Marx, Carlos, Engels, Federico.: Correspondencia, 1" ed., Editorial Cartago, Buenos Aires, 1972, pp. 401, Seleccionada, comentada y anotada por el Instituto Ma rx-Engels-Len in. 35 Carta de Engels a Conrad Schmidt, Londres, 27 de octubre de 1890, en: Marx, Carlos, Engels, Federico.: Correspondencia, p. 401, ed. cit. 36 En efecto, no son similares los cambios que se producen dentro de la clase obrera, en su organización conciencia y lucha; que aquellos que se producen en la clase capitalista, en su Estado, su organización, la conciencia de s u s intereses. (N. del editor)

179 E L CARACTER EN ESPIRAL DEL DESARROLLO.

Todos los principios filosóficos y lógicos que guiaron a Marx en la investigación del sistema de relaciones mercantil-capitalista, como sistema de interacción históricamente formado, son aplicables en c u a l q u i e r ciencia n a t u r a l o social. Solo consideremos u n ejemplo, el ejemplo del origen de las normas del derecho. La condición universal necesaria del surgimiento de toda n o r m a del derecho es la d e n o m i n a d a "relación factual", como l l a m a n los j u r i s t a s al hecho no jurídico, p u r a mente económico. Este hecho, tomado de por sí, se relaciona a la esfera de la economía política y se halla f u e r a de la competencia del jurisconsulto. No obstante, el meollo de la cuestión es que ni de lejos toda relación económica ni c u a l q u i e r "relación factual" engendra la correspondiente n o r m a del derecho, sino sólo aquella que objetivamente tiene necesidad de protección jurídica, es decir, d e m a n d a una sumisión forzosa de la voluntad de los individuos. En otras palabras, solo tienen necesidad de protección e s a s relaciones económicas que, con la a y u d a de la n o r m a del derecho, se afirman en lo posterior como resultado de la acción del derecho. Bajo el comunismo, por ejemplo, es precisamente por ello que el derecho y el propio s i s t e m a de n o r m a s jurídicas dejarán de ser necesarios, p o r q u e la f o r m a m i s m a de las relaciones económicas, la forma c o m u n i s t a de la propiedad (como "relación factual") adquirirá u n c a r á c t e r tal, que no le será menester su afirmación en forma j u r í d i c a . Consecuentemente, solo e s a relación económica, solo ese hecho no jurídico, q u e t e n g a necesidad de s u afirmación en forma jurídica, es u n a p r e m i s a y condición real p a r a el surgimiento de la norma del derecho. E n o t r a s palabras, siempre viene a ser condición real de la n o r m a jurídica, solo ese hecho y solamente ese hecho no jurídico, q u e es afirmado y protegido de manera activa (esto es, en calidad de efecto de la aplicación del derecho) por todo el s i s t e m a jurídico q u e está en acción. Si tal o cual "relación factual" no necesitaré de la protección y afirmación jurídica, no interviene como consecuencia de la aplicación del derecho, no es c a u s a del derecho. En u n caso asi, en general, no surgirá la n o r m a j u r í d i c a , sino que h a r á aparición u n a norma moral o de otro tipo. Esto significa q u e como premisa y condición real de la aparición de la n o r m a j u r í d i c a siempre sale a escena únicamente esa relación económica entre p e r s o n a s que la norma jurídica afirma

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como producto, como consecuencia de s u aplicación, y que aparece en la superficie como consecuencia del derecho y no como su c a u s a . En este caso n u e v a m e n t e tiene lugar el hecho de la metamorfosis dialéctica de la c a u s a en efecto, ligada con el aspecto de espiral que c a r a c t e r i z a a todo desarrollo real de fenómenos que se condicionan m u t u a m e n t e los u n o s a los otros. Y es j u s t a m e n t e este hecho real q u e al ser a l u m b r a d o y comprendido de m a n e r a unilateral, ú n i c a m e n t e desde el ángulo de la influencia inversa de la consciencia social, en t o d a s s u s formas, sobre el ser social, sobre la esfera de las relaciones económicas entre p e r s o n a s y de e s t a s con la n a t u r a l e z a , lo que engendra, a fin de cuentas, a las diversas concepciones idealistas. Es en base de la absolutización a b s t r a c t a de este aspecto de la cuestión, del influjo inverso activo del p e n s a m i e n t o sobre todas las demás esferas de actividad incluyendo a la economía y a la región de las relaciones entre ser h u m a n o y naturaleza, que se desarrolló la concepción hegeliana, en la cual, al final de cuentas, toda la vida social del ser h u m a n o , e inclusive de la propia naturaleza, a p a r e c e n como "consecuencia" y "producto" del pensamiento en conceptos, como e n g e n d r o s de la actividad lógica de la "razón universal". Hegel fija de f o r m a u n i l a t e r a l justamente al hecho de la relativa c a p a c i d a d p a r a b a s t a r s e a sí mismo tanto del pensamiento y el desarrollo lógico del ser h u m a n o , merced al cual el pensamiento r e s u l t a ser u n a influencia inversa sobre todas las regiones de la actividad h u m a n a (incluyendo la economía). Y esta u n i l a t e r a l i d a d es la q u e coincide precisamente con la interpretación objetiva idealista de la cuestión sobre la relación del pensamiento con el ser. La lógica marxista-leninista t o m a en consideración el hecho de la capacidad relativa p a r a b a s t a r s e a sí m i s m a de la esfera de la actividad lógica del h u m a n o social, el hecho de la actividad de las categorías lógicas en el proceso de percepción y análisis de los datos sensibles, al r e c h a z a r la tesis de la absoluta capacidad de bastarse a sí mismo del proceso lógico, del sistema de categorías lógicas. El p e n s a m i e n t o no es la simple copia pasiva de las "formas generales" de los h e c h o s d a d o s de m a n e r a sensible, sino que es el modo p a r t i c u l a r de la actividad espiritual del sujeto desarrollado socialmente. Las f o r m a s u n i v e r s a l e s en que transcurre esta actividad (las categorías lógicas), no constituyen un surtido fortuito de las abstracciones m á s generales, sino el sis-

181 L A A B S T R A C C I Ó N CIENTÍFICA ( C O N C E P T O ) Y LA PRACTICA

tema en cuyo s e n o c a d a categoría es determinada concretamente por medio de t o d a s l a s d e m á s . En el sistema de c a t e g o r í a s lógicas se realiza esa misma subordinación que existe t a m b i é n en el sistema de conceptos de cualquier ciencia, q u e refleja a la totalidad dialécticamente desarticulada. Esta s u b o r d i n a c i ó n no tiene el "carácter género-especie": la categoría de c a n t i d a d , por ejemplo, no es ni u n a especie de cualidad, ni u n género en relación a la causalidad o la esencia. Por ello, u n a categoría lógica n o puede por principio ser determinada por la vía de " a g r u p a r l a bajo el género superior" y señalar su "rasgo p a r t i c u l a r " . Esto solo confirma el hecho de que u n concepto verdadero solo existe en y mediante el sistema de conceptos, y se t r a n s f o r m a f u e r a del sistema en u n a abstracción vacía (que adolece de d e t e r m i n a c i o n e s precisas), en u n simple término, u n n o m b r e .

LA ABSTRACCIÓN CIENTÍFICA (CONCEPTO) Y LA PRÁCTICA

La premisa y condición u n i v e r s a l sobre cuyo fundamento surge y se desarrolla todo el complejo m e c a n i s m o de facultades cognoscitivas del ser h u m a n o q u e r e f r a c t a n activamente las impresiones sensibles siempre f u e y sigue siendo la práctica, la actividad del h u m a n o social, activa sensible y objetal. Pero tras haber surgido y h a b e r s e d e s a r r o l l a d o al grado m á s alto, las formas del sistema de actividad lógica (las categorías) vienen a tener u n influjo inverso y m u y considerable sobre la propia práctica. Es sobre este f u n d a m e n t o q u e la filosofía marxista-leninista ha resuelto el problema referente a la relación entre las abstracciones empíricas y l a s a b s t r a c c i o n e s del pensamiento teórico. En el fenómeno d e s c u b i e r t o a la contemplación directa, a cada trique las c o s a s tienen u n aire completamente distinto al que se expresa, en esencia, en el concepto. Si el u n o y el otro coincidieran recta y d i r e c t a m e n t e j a m á s , en general, sería menester en ciencia el a n á l i s i s teórico especial del fenómeno. Empero, esto se debe j u s t a m e n t e a q u e la simple referencia al hecho de que pueden c o n s t a t a r s e t a l e s o c u a l e s "rasgos generales" en el fenómeno descubierto a la contemplación directa, no puede aún servir como u n a r g u m e n t o de peso y a sea a favor o en contra de la abstracción del concepto. En aquellos tiempos, cuando J e a n J a q u e s Rousseau formuló s u histórica tesis: "El hombre nació libre,

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pero por doquier esta encadenado", la mayoría de las personas en realidad p a s a b a n todas s u s v i d a s "encadenadas", desde la c u n a h a s t a la t u m b a . La tesis de que t o d a s las personas son iguales desde el nacimiento, en esencia, no podía validarse en aquellos tiempos con referencia a generalización empírica algun a sobre la situación real. Sin embargo, histórica y teóricamente, la verdad estuvo del lado de los seguidores de las teorías filosóficas de la Ilustración y no del lado de s u s enemigos. La contemplación directa y las a b s t r a c c i o n e s que germinan en ella, siempre y en todas p a r t e s reflejan los fenómenos del mundo que nos rodea bajo el á n g u l o de visión de las relaciones prácticas existentes que se h a n formado h a s t a el día de hoy entre seres h u m a n o s y de los seres h u m a n o s con la n a t u r a l e z a . A la naturaleza la contempla u n individuo vivo, concreto e históricamente determinado que se e n t r e l a z a a u n a red de relaciones sociales, esto es, u n ser que está en u n a relación activa, práctica y objetal con el m u n d o que lo rodea, j a m á s u n sujeto ilusorio que parece "contemplar de m a n e r a pasiva". J u s t a m e n t e por ello muy a menudo a los ojos de los individuos, l a s propiedades sociales e históricas de las cosas se f u s i o n a n con s u s propiedades naturales y las propiedades p e r e c e d e r a s de l a s c o s a s y del mismo ser h u m a n o empiezan a parecer e t e r n a s , e s t a s propiedades se unen a la esencia m i s m a de las cosas. Es por lo tanto imposible que s e m e j a n t e s ilusiones fetichistas, naturalistas (el fetichismo de la m e r c a n c í a , es solo u n ejemplo de esto) y las abstracciones q u e l a s e x p r e s a n p u e d a n ser desmentidas simplemente con s e ñ a l a r a l a s c o s a s d a d a s en contemplación. Las cosas d a d a s en contemplación al individuo de la sociedad b u r g u e s a ("civil") son en la superficie precisamente tal y como él se las imagina. De n i n g u n a m a n e r a e s t a s ilusiones y abstracciones se f o r m a n solo en la consciencia del individuo de la sociedad b u r g u e s a , sino t a m b i é n en la r e a l i d a d m i s m a de las relaciones económicas y sociales q u e él contempla. Por eso Marx señaló, además, que la contemplación d e s d e el p u n t o de vista del individuo moldeado por la sociedad "civil", es decir, burguesa, no permite e s t u d i a r la realidad bajo s u luz verdadera. Desde este punto de vista (y en este se h a l l a b a , como Marx lo señaló, todo el viejo materialismo, incluyendo el feuerbachiano), las cosas saltan a la contemplación a r r o p a d a s por la neblina de las ilusiones fetichistas. En la contemplación viva el individuo siempre es activo. La "contemplación pasiva" q u e p a r e c e n o s permite

183 LA A B S T R A C C I Ó N CIENTÍFICA ( C O N C E P T O ) Y LA PRACTICA

ver de golpe a las c o s a s tal y como estas son pertenece, de h e cho, a la categoría de las f a n t a s í a s de la vieja filosofía. En la contemplación real y viva, l a s c o s a s siempre nos están d a d a s bajo el ángulo de visión de la p r á c t i c a existente. Esto, desde luego, n o significa en lo absoluto que en el p e n s a miento las c o s a s d e b a n salir a e s c e n a f u e r a de todo ligamen con la práctica, d e b a n c o n c e b i r s e "de m a n e r a p u r a m e n t e desinteresada" tal y como se lo figuraron los materialistas anteriores a Marx. Al contrario, la diferencia consiste en que las abstracciones del p e n s a m i e n t o teórico se v i n c u l a n con la práctica, no t a n directamente como l a s a b s t r a c c i o n e s de la contemplación viva, empero y en c o n s e c u e n c i a lo h a c e n de m a n e r a m á s amplia y profunda. Las abstracciones e m p í r i c a s q u e h a n surgido en la cabeza de un miembro de la sociedad b u r g u e s a que a c t ú a en la práctica son sometidas a crítica por M a r x desde el p u n t o de vista de la propia práctica. Sin e m b a r g o , la práctica m i s m a es sopesada aquí en toda s u g e n u i n a extensión y lo que es a ú n m á s importante, en perspectiva. En Marx el principio de s u p e r a c i ó n crítica de las abstracciones empíricas de la consciencia b u r g u e s a es: partir de que si nos ponemos en el p u n t o de vista de la contemplación del individuo de la sociedad b u r g u e s a , l a s c o s a s en verdad tendrán el aspecto que éste se i m a g i n a . E n consecuencia, la crítica de las abstracciones de la consciencia empírica del individuo debe iniciar con la crítica del p u n t o de vista, de la posición, desde la cual este e x a m i n a l a s c o s a s , con el desenmascaramiento de la estrechez de tal á n g u l o de visión. Un ángulo de visión m á s amplio que nos permita abarcar los fenómenos en todo s u contenido verdadero coincide en Marx con el punto de vista de la p r á c t i c a , t o m a d a en su perspectiva necesaria, m e n t a l m e n t e d e l i n e a d a en el futuro. Agrietando el ceñido horizonte de la p r á c t i c a existente (burguesa), dando u n a mirada teórica a las c o s a s q u e no rompe con la práctica (como le parecía a Feuerbach) sino solo con s u forma d a d a e históricamente perecedera. Por ello mismo, e s t a m i r a d a teórica a las cosas coincide con la p r á c t i c a en s u significado real, en su significado revolucionario y q u e revoluciona, y a c a u s a de esto, también con el punto de vista de la clase que lleva a efecto esa práctica. La gnoseología de Marx también se liga a esta concepción de la relación e n t r e l a s abstracciones con la práctica. El punto de

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vista de la práctica, como Lenin lo indicó, es el p u n t o de partida de la teoría del conocimiento. Aquí solamente es necesario recordar que se debe tener en consideración el p u n t o de vista verdadero de la práctica revolucionaria, t o m a d a en toda su extensión y perspectiva y en n i n g ú n caso el estrecho p u n t o de vista pragmático como lo pintan c a l u m n i o s a m e n t e ciertos revisionist a s que se hacen eco del comadreo de los ideólogos burgueses. Con esto se vincula también la d o c t r i n a de Marx y Lenin sobre el concepto, en p a r t i c u l a r la tesis de que la simple correspondencia de los "rasgos generales" d i r e c t a m e n t e observables del fenómeno no es todavía criterio de la verdad del concepto. Puede darse como resultado de la modificación práctica que se eclipsen del todo aquellos rasgos de la cosa, observados en form a reiteradamente repetida, como lo general, y eso que aparecía en el fenómeno abierto a la contemplación como excepción a la regla, viene j u s t a m e n t e a ser la expresión de la esencia de la cosa. Para verificar si n u e s t r a representación sobre aquello, tal como tiene lugar en el interior de n u e s t r a consciencia, es correcta o incorrecta (esto es, si n u e s t r a representación se corresponde a la cosa), b a s t a e x a m i n a r a t e n t a m e n t e a la cosa, comparar a la representación con la situación fáctica en cuestión, con lo general en los hechos. Pero, p a r a definir si e s t a generalidad le pertenece o no le pertenece a la cosa por necesidad, si esta se f u n d a en su n a t u r a l e z a concreta, se nos exige u n criterio distinto. Este criterio no se m u e s t r a en la contemplación pasiva (sin importar que t a n concienzuda y a t e n t a sea), sino en la práctica que modifica de modo activo a la cosa. La verdad del concepto no se d e m u e s t r a por la vía de comparar sus determinaciones con los rasgos empíricamente generales de los hechos, sino por u n a vía m u c h o m á s compleja y determinada que incluye en s u interior a la t r a n s f o r m a c i ó n práctica de la realidad empírica. La práctica viene a ser la instancia definitiva de comprobación del concepto. La correspondencia del concepto con el objeto se d e m u e s t r a en toda la medida solo cuando el h u m a n o logra encontrar, r e p r o d u c i r o c r e a r el objeto que se corresponde a ese concepto y a p r e v i a m e n t e formado. En tanto el concepto expresa la esencia de la c o s a y no lo abstractamente general que está abierto a la contemplación y representación, no es posible ni corroborar, ni d e s m e n t i r el concepto al referirse a si todos esos hechos individuales, d a d o s a la con-

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templación, p o s e e n o no poseen tales o cuales rasgos en el momento dado. Marx teorizó de otra m a n e r a no mirando de modo despectivo por e n c i m a del hombro, como lo hacían los economistas vulgares q u e c o n s i d e r a b a n que r e f u t a b a n u n a teoría c u a n do conseguían m o s t r a r que las cosas en el fenómeno tienen u n aspecto distinto al de la esencia expresada en el concepto: "... la MANERA DE PENSAR DE LOS BURGUESES y de los economistas vulgares, es decir, que la m i s m a proviene de lo que, en s u s cerebros, no es otra cosa sino la FORMA FENOMENAL inmediata de relaciones que se reflejan, y no las RELACIONES INTERNAS. Por otra parte, si ese fuera el caso, ¿de q u é serviría entonces u n a ciencia?" 37 . La esencia de la cosa, e x p r e s a d a en su concepto, consiste en el sistema concreto de s u s interacciones con otras cosas, dentro de ese sistema de condiciones objetivas, en cuyo seno y por medio del cual, es "eso q u e ella es". C a d a cosa individual, tomada por separado, contiene en s u c u e r p o a su propia esencia no en la forma de u n r a s g o general a c t u a l m e n t e dado, sino potencialmente, solo como elemento de cierto sistema concreto de cosas que i n t e r a c t ú a n . E s t a esencia en s u realidad no se cristaliza en los hechos como u n a generalidad directamente observable (y por ello t a m p o c o en la contemplación), sino que se verifica, en todo caso, n o de inmediato, sino en el proceso de su movimiento, cambio y desarrollo. La i m p o r t a n c i a de e s t a c i r c u n s t a n c i a se puede ilustrar claramente en la h i s t o r i a del concepto de proletariado, esta importantísima categoría de la teoría marxista-leninista. Cuando M a r x y Engels forjaron el concepto del proletariado como la clase m á s revolucionaria de la sociedad burguesa, como los s e p u l t u r e r o s del capitalismo, era por principio imposible obtener este concepto en calidad de rasgo abstractamente c o m ú n abstraído de c a d a proletario singular y de cada capa p a r t i c u l a r del proletariado. Tal abstracción formal, la cual a mediados del siglo XIX, si se lo d e s e a b a , se podía extraer por la senda de comparar a todos los r e p r e s e n t a n t e s singulares del proletariado, por la vía de la a b s t r a c c i ó n que recomienda la lógica no dialéctica, habría c a r a c t e r i z a d o al proletariado como la clase m á s oprimida, ahogada por la necesidad y la miseria, que sufre pasivamen-

37 Marx C, Engels F: Cartas Habana, 1976, pp. 172.

sobre "El Capital", ed. Ciencias Sociales, La

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te y capaz, en el mejor de los casos, ú n i c a m e n t e de u n a desesp e r a d a revuelta de hambrientos. Tal "concepto" de proletariado se lo puede e n c o n t r a r en innumerables investigaciones de aquella época, en los escritos filantrópicos de los contemporáneos de Marx y Engels, y en los trabajos de los socialistas utópicos. En e s t a abstracción, lo empíricamente general era c a p t a d o y reflejado de modo totalmente preciso. Pero ú n i c a m e n t e Marx y Engels lograron la expresión teórica de esta empeiría 3 8 , la concepción de lo que el proletariado es como "clase en sí", por s u propia n a t u r a l e z a interna expresada en el concepto, y que éste a ú n no era "para sí", esto es, en la realidad empírica d i r e c t a m e n t e reflejada en la representación, la abstracción empírica simple 39 . Esta conclusión, este concepto, q u e e x p r e s a la n a t u r a l e z a verdaderamente objetiva del proletariado como u n a clase, fue logrado por la vía de investigar todo el c o n j u n t o de condiciones, en cuyo seno el proletariado ineluctablemente se forma como la clase m á s revolucionaria, p r e d e s t i n a d a a a r r a s a r todo el sistema de condiciones sociales q u e lo engendró. El concepto del proletariado, en contraposición a la representación empírica general del mismo, no era a q u í u n a abstracción formal, sino la expresión teórica de las condiciones objetivas de s u desarrollo y contenía en sí la comprensión de s u rol objetivo, a d e m á s de las tendencias de su desarrollo. La verdad del concepto del proletariado, labrado por Marx y Engels, no podía ser p r o b a d a por la s e n d a de compararlo con los rasgos empíricamente c o m u n e s a c a d a proletario. Esto último de modo manifiesto t e s t i m o n i a b a en favor de la abstracción de los filántropos y utopistas. La verdad de este concepto lo demostró, como bien sabemos, el proceso de tr an s fo rm aci ó n real del proletariado de "clase en sí" en "clase p a r a sí". El proletariado en el pleno sentido de la p a l a b r a se desarrolló y se h a desarrollado en dirección a converger con "su propio concepto", con ese concepto que fue labrado por los clásicos del m a r x i s m o sobre la base de analizar las condiciones objetivas de s u formación, de 38 En el texto original -3MnHpHH" (empirii) p a l a b r a r u s a derivada del griego "empeiría" que significa literalmente experiencia. [N. del trad.) 39 Clase en si y clase p a r a si, son dos momentos f u n d a m e n t a l e s de la conciencia, la primera constituida por la producción capitalista; la s e g u n d a constituyéndose en clase política y social, por tanto en clase revolucionaria. [N. del editor)

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todo el c o n j u n t o concreto de las condiciones sociales de su ser como proletariado. De ser u n a m a s a de trabajadores oprimidos y embrutecidos d i s p e r s a por todos los países y dividida por la competencia se convierte en la clase monolítica que toma consciencia de s u misión histórico-universal; la abolición revolucionaria de la propiedad privada, la supresión de la forma clasista de división del trabajo, en general. Además, esa m i s m a práctica refuta la "correcta representación" que refleja de modo enteramente preciso la generalidad directamente e m p í r i c a propia a c a d a proletario, tomado por separado. Es n e c e s a r i o recalcar, de m a n e r a especial, que la consideración de este importantísimo requerimiento de la dialéctica m a t e r i a l i s t a debe subyacer en el f u n d a m e n t o de la elaboración de todos los conceptos científicos sobre el desarrollo de la sociedad. El ignorar (o tergiversar conscientemente) el punto de vista de la práctica, como p u n t o de p a r t i d a de la teoría, es exactamente lo q u e sirve en la época del imperialismo como base de las tendencias revisionistas y o p o r t u n i s t a s que c a u s a n muchísimo daño al movimiento internacional de los trabajadores. Toda la política t r a i d o r a de los "socialistas de derecha" tuvo y tiene como f u n d a m e n t o la o b s t i n a d a falta de voluntad de considerar el curso del desarrollo histórico universal de la práctica revolucionaria de los t r a b a j a d o r e s de todo el mundo. Ya a n t e s de la Revolución de Octubre de 1917, que daba comienzo a la t r a n s f o r m a c i ó n práctica del m u n d o según los principios del c o m u n i s m o científico, el progenitor del "socialismo de derecha" K. K a u t s k y se salió de la s e n d a del marxismo revolucionario p a r a ir por el c a m i n o del acomodo servil ante las fuerzas del imperialismo m u n d i a l . Inició con algo insignificante, con la suposición de la hipótesis a b s t r a c t a acerca del "ultra-imperialismo"40. Aquí se m a n i f e s t ó en s u plena medida toda la sagacidad de Lenin, q u e planteó el diagnóstico absolutamente exacto de esta peligrosa e n f e r m e d a d en el movimiento internacional de los trabajadores. La construcción teórico abstracta de Kautsky partía a p r i m e r a vista de tesis de lo m á s "marxistas". En el siglo XX el capitalismo, razonó Kautsky, se desarrollaba por el sendero de la unificación de todos los magnates del capital en u n 40 A la m a n e r a de los a c t u a l e s teóricos de la "nueva izquierda" que hablan del imperio en vez del imperialismo. Confunden la arrogancia de los actos políticos de los imperialistas, con la realidad de las manifestaciones económicas de la sociedad (Negri). (TV. del editor)

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s u p e r t r u s t único. En este súper t r u s t imperialista, según Kautsky, debía extinguirse la lucha y competencia de capitales e s t a t a l m e n t e aislados. En r e s u m e n , el sistema mundial del imperialismo se convertiría en u n a sola economía socializada, a la cual solo le q u e d a r í a ser formalmente "nacionalizada" para t r a n s f o r m a r s e en socialismo. No serían n e c e s a r i a s ni la revolución, ni la d i c t a d u r a del proletariado, solamente la sanción jurídico formal que prive al último propietario de s u propiedad privada en favor de la sociedad toda. De allí se infiere también la política que ya por ese entonces Kautsky empezaría a r e c o m e n d a r al movimiento obrero internacional: a g u a r d a r h a s t a que el propio imperialismo con sus propias f u e r z a s "socialice" la economía mundial, no ponerle trabas sino incluso ayudarle. Este principio c o n t i n ú a siendo, hasta ahora, el principio superior del "socialismo de derecha". ¿A qué h a llevado y lleva esto en la práctica? lo s a b e m o s de sobra. La política de los socialistas de d e r e c h a a y u d ó a Hitler en 1932 y actualmente a y u d a a la reacción imperialista en s u lucha contra el campo socialista. Aquello es lo m á s importante de entender, qué c a m i n o s pue de n ir a d a r a qué finales. Lenin señaló de m a n e r a infalible las m á s p r o f u n d a s raíces de toda esta teoría y política d a ñ i n a : el alejamiento del p e n s a m i e n t o teórico del desarrollo real de la práctica revolucionaria proletaria, el raciocinio abstracto. Al razonar a b s t r a c t a m e n t e , señaló Lenin, muy bien se puede p e n s a r la fase u l t r a i m p e r i a l i s t a en el desarrollo del capitalismo mundial. "Semejante fase se p u e d e concebir en abstracto. Pero, en la práctica, eso significa convertirse en u n o p o r t u n i s t a que niega las a g u d a s t a r e a s de n u e s t r o tiempo en nombre de los sueños con las t a r e a s no a g u d a s del f u t u r o . Y en la teoría, eso significa no apoyarse en el desarrollo real, sino apartarse arbitrariamente de él en nombre de esos sueños" 4 1 . Desde luego, si la cosa se limitara sólo a "sueños", bien que podríamos no darle atención. No obstante, la cuestión es que los sueños en la región de la política ineludiblemente llegan a ser u n a plataforma política práctica. La teoría en virtud de s u n a t u r a l e z a y enorme rol en la vida social, bajo n i n g u n a c i r c u n s t a n c i a puede alejarse, en general, 41 Lenin, V.I.: Prefacio al folleto de N. Bujarin "La economía mundial y el imperialismo" extraído de "El imperialismo y los imperialistas", Ed. Progreso, Moscú, pp. 50.

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de la práctica. Ella solo puede alejarse de tales o cuales formas de práctica. Pero e n este caso otra práctica hace uso de ella inmediatamente. La teoría es u n a cosa demasiado valiosa como para p e r m a n e c e r m u c h o tiempo sin dueño. Y ese dueño solo puede ser u n a u o t r a clase. Si el teórico no vincula el curso de su r a z o n a m i e n t o con la f u e r z a práctica del proletariado, si este no pone c o n s c i e n t e m e n t e la teoría al servicio de la actividad práctica del p r o l e t a r i a d o revolucionario mundial, s u s "sueños" muy r á p i d a m e n t e se volverán objeto de codiciosa atención de las fuerzas c o n t r a r i a s y reales del m u n d o contemporáneo, los prácticos y los ideólogos del imperialismo y la reacción. Esta es u n a ley objetiva q u e no d e p e n d e de la voluntad y de la consciencia del teórico, l a s m á s nobles intenciones no lo salvarán, ni lo excusarán. Al c o n t i n u a r s u a n á l i s i s crítico de las abstracciones de Kautsky, V. I. Lenin sacó la conclusión que m á s tarde se confirmaría con precisión literal en el c u r s o de los eventos y se confirmó a c a u s a de q u e el p e n s a m i e n t o de Lenin siempre tuvo como criterio s u p r e m o de j u s t e z a de las construcciones teóricas a la práctica revolucionaria real de millones de trabajadores que t r a n s f o r m a n el m u n d o . "No cabe la m e n o r d u d a de que el desarrollo (del capitalismo en el siglo veinte - E. /.) m a r c h a hacia u n t r u s t mundial único que a b s o r b e r á t o d a s l a s e m p r e s a s sin excepción y todos los Estados sin excepción. Pero el desarrollo m a r c h a hacia eso en tales condiciones, a tal ritmo y con tales contradicciones, conflictos y c o n m o c i o n e s - e n modo alguno solamente económicas, sino t a m b i é n políticas, nacionales, etc.- que antes sin falta de que se llegue a u n solo t r u s t , a u n a agrupación 'ultraimperialista' m u n d i a l de los capitales financieros nacionales, el imperialismo d e b e r á r e v e n t a r inevitablemente y el capitalismo se t r a n s formará en s u contrario" 4 2 . ¿Qué diferencia al p e n s a m i e n t o teórico de Lenin del razonamiento a b s t r a c t o de Kautsky? En primer lugar, su carácter concreto. Y esto significa, a n t e s que nada, lo siguiente: Kautsky en sus c o n s t r u c c i o n e s "teóricas" toma en consideración a la práctica del imperialismo, a s u s fuerzas y representantes y razona sobre los c a m i n o s por los que esta se dirige. Pero al hacerlo sacri42 Lenin, V.I.: Prefacio al folleto de N. Bujarin mLa economía mundial y el imperialismo" extraído de "El imperialismo y los imperialistas*, pp. 50, ed. cit.

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fica por entero u n a "baratija", que es la actividad p r á c t i c a y la lucha de las m a s a s oprimidas por el imperialismo. A la q u e no toma en cuenta ni en s u s construcciones y ni en sus pronósticos. Lenin no niega el hecho de que el imperialismo se desarrolla precisamente en esa dirección sobre la que r a z o n a Kautsky, que en el desarrollo del capitalismo moderno en verdad existe la posibilidad abstracta de la vía imperialista de "socialización" de la economía mundial, pero de m a n e r a decidida a d u c e en c o n t r a de este esquema abstracto, el principio f u n d a m e n t a l del m a r x i s m o revolucionario, que es el punto de vista de la práctica revolucionaria de las clases trabajadoras. En el caso en cuestión se ve claramente que este y solamente este p u n t o de vista, coincide orgánicamente con el punto de vista concreto sobre el proceso de desarrollo capitalista en la época del imperialismo. También se hace claramente evidente lo siguiente: el p u n t o de vista abstracto de Kautsky lleva de m a n e r a ineludible a r e n u n c i a r a la dialéctica. En nombre de su e s q u e m a teórico a b s t r a c t o él desprendió la mirada del hecho de la exacerbación de la l u c h a de clases. Más la exacerbación del a n t a g o n i s m o de c l a s e s es en efecto la forma en sí en que se m a n i f i e s t a la "socialización" de la economía mundial. En Kautsky e s t á "socialización" c o m i e n z a a tomar la apariencia de u n proceso p u r a m e n t e evolutivo de reconciliación de las contradicciones de clase. En o t r a s p a l a b r a s , en lugar de la dialéctica materialista del m a r x i s m o se m e t e de contrabando la idea típicamente hegeliana de la "reconciliación de los contrarios" en nombre de objetivos "superiores", "de toda la humanidad", "por encima de las clases". A fin de cuentas, el esquema abstracto de K a u t s k y lleva a u n a concepción que es p r o f u n d a m e n t e falsa en el sentido de s u contenido teórico, a la apología frontal del imperialismo, a u n a postura hostil para con el socialismo real, a la a p o s t a s í a sin t a p u jos. La concepción escolástico a b s t r a c t a , no revolucionaria de la teoría del marxismo mostró aquí ser el p u e n t e por el c u a l Kautsky inevitablemente arribó a la total traición al m a r x i s m o tanto en la teoría como en la política. El análisis teórico concreto de Lenin, sobre el m i s m o problema, es del todo distinto. Su principio de p a r t i d a es el p u n t o de vista de la práctica revolucionaria de las clases t r a b a j a d o r a s , de las masas. Desde el punto de vista de este principio viene a ser evidente de manera inmediata la dialéctica real, c o n c r e t a , del

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genuino proceso en t o d a s s u s contradicciones y tensiones. Con esto se vincula t a m b i é n la c i r c u n s t a n c i a de que los pronósticos teóricos de Lenin se verificaron con precisión literal t a n solo dos años después: en 1917 el imperialismo mundial "se rompió" en su eslabón m á s débil y toda la historia ulterior se verificó como la historia de la destrucción de m á s y m á s eslabones del sistema mundial del imperialismo. La dialéctica de la historia es tal que en lugar de los débiles eslabones del s i s t e m a imperialista, surgen y se refuerzan día tras días los "eslabones" de u n nuevo sistema económico y político, los eslabones de la c o m u n i d a d de países socialistas. Es j u s tamente así que se regenera el m u n d o moderno, en exacta concordancia con las predicciones teórico concretas del g ran maestro de la dialéctica, Lenin. 4 3 En esto consiste la principal lección p a r a los teóricos marxistas que p i e n s a n q u e se e s f u e r z a n por s a c a r a la luz de m a n e r a científica y p a r t i d i s t a las leyes del desarrollo social y cimentar los conceptos teóricos sobre aquel.

43 El desplome del socialismo real, como gustaban llamar los reaccionarios a la revolución soviética, no reside en la formulación teórica de Marx, Engels o Lenin, sino en la práctica incorrecta, a la hora de comprender la nueva realidad mundial c r e a d a por la revolución. Por la negación del rol leninista asignado al proletariad y sobre todo a los sindicatos como escuela del comunismo. Es un evento pasajero, que por ser tal no niega la vigencia de la revolución proletaria como evento próximo y a c t u a l de la historia mundial. (N. del editor)

CAPÍTULO TERCERO

A S C E N S O DE LO ABSTRACTO A LO CONCRETO CONTRIBUCIÓN AL PLANTEAMIENTO DE LA CUESTIÓN

Al analizar el problema del método de la economía política, Marx plantea u n a r e t a h i l a de tesis q u e tienen u n a enorme importancia filosófico general. A e s t a s se pertenece la conocida tesis sobre el "ascenso de lo a b s t r a c t o a lo concreto" como la única vía posible y correcta, la ú n i c a vía por la cual el pensamiento puede d a r r e s p u e s t a a la t a r e a específica del conocimiento teórico del m u n d o q u e n o s rodea. Lo concreto es, en la concepción de Marx, la "unidad de múltiples determinaciones". "Aparece en el p e n s a m i e n t o como proceso de síntesis, como resultado, no p u n t o de p a r t i d a , a u n q u e sea el verdadero punto de partida, y, es en consecuencia, el p u n t o de partida también de la intuición y representación... El todo, tal como aparece en la mente como todo del pensamiento, es u n producto de la mente que piensa y q u e se apropia el m u n d o del único modo posible 1 , modo que difiere de la apropiación de ese mundo en el arte, la religión, el espíritu práctico" 2 . El método de a s c e n s o de lo abstracto a lo concreto bajo el cual "las d e t e r m i n a c i o n e s a b s t r a c t a s conducen a la reproducción de 1 En el original dice literalmente "la ú n i c a posible p a r a este" - "ihm einzig móglichcn". - v c a s e K. Marx. G r u n d r i s s e der Kritik der politischcn ókonomie (Rohentwurf), p. 22. 2 Marx, K.: Elementos fundamentales (Volumen 1), pp. 21-22, ed. cit.

para la crítica de la economía política

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lo concreto por el camino del pensamiento" 3 , Marx lo define también como "el método científico correcto". Este método es, según Marx, la m a n e r a específica "de apropiarse lo concreto, de reproducirlo como u n concreto espiritual" 4 . Solamente este método le permite al teórico resolver su singular tarea, la tarea de t r a n s f o r m a r en conceptos los datos de la contemplación y la representación. En virtud de la p a r t i c u l a r i m p o r t a n c i a de estas tesis para entender el método de "El Capital", es necesario examinarlas en mayor detalle, m á s a u n siendo que no p o c a s veces se h a n vuelto objeto de la falsificación de las ideas t a n t o económicas como filosóficas de Marx por p a r t e de filósofos burgueses y revisionistas. Antes que n a d a , se debe recordar que bajo n i n g u n a circunstancia p a r a Marx, lo concreto es solamente la imagen de la contemplación viva, la forma sensible palpable de reflejo del objeto en la consciencia, ni lo a b s t r a c t o es ú n i c a m e n t e la "abstracción intelectual". Si leemos las tesis c i t a d a s de Marx, en el espíritu que caracteriza al empirismo estrecho y al neokantismo, la representación sobre lo a b s t r a c t o y lo concreto resultante es un evidente despropósito que no tiene c o n s o n a n c i a a l g u n a con la teoría del reflejo. Lo que r e s u l t a en la ilusión de que Marx supuestamente recomienda a s c e n d e r de la abstracción intelectual, como algo que es i n m e d i a t a m e n t e dado, a la imagen de la contemplación viva, como algo q u e es secundario, derivado del pensamiento. Por lo tanto, al leer a Marx es menester preocuparse en primera instancia de que e s t a lectura no se e n m a r a ñ e con las ideas t o m a d a s de modo acrítico de los t r a t a d o s de gnoseología pre-marxistas y n e o - k a n t i a n o s . Desde el punto de vista de las determinaciones que el propio Marx dio sobre lo abstracto y lo concreto, las tesis citadas caracterizan precisamente a la dialéctica de la transición desde la contemplación viva al p e n s a m i e n t o abstracto, de la contemplación y la representación al concepto, de lo concreto tal como viene dado en la contemplación y la representación a lo concreto, tal como aparece en el p e n s a m i e n t o teórico. 3 Marx, (Volumen 4 Marx, (Volumen

K.: 1), K.: 1),

Elementos fundamentales pp. 21, cd. cit. Elementos fundamentales pp. 22, ed. cit.

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Marx es, primero y a n t e todo, u n materialista. En otras palabras, él p a r t e de q u e t o d a s e s a s abstracciones, con cuya a y u d a por el c a m i n o de la síntesis el teórico reconstruye mentalmente el mundo, son de por sí copias mentales singulares de esa misma realidad de los objetos q u e es sacada a la luz por medio del análisis. En o t r a s p a l a b r a s , se presupone, como algo que no es ni necesario m e n c i o n a r , el h e c h o de que cada definición ab s t racta, tomada por s e p a r a d o , es el producto de la generalización y el análisis de las contemplaciones d a d a s de m a n e r a directa. Y en este sentido (y s o l a m e n t e en este), son el producto de la "reducción" de lo concreto en la realidad a su expresión abstractamente compendiada en la consciencia. Las d e t e r m i n a c i o n e s q u e u s ó la economía política pre-marxista, dice Marx, f u e r o n todas, de u n a m a n e r a relativa, producto del movimiento d e s d e lo concreto, dado en la representación, h a cia abstracciones c a d a vez m á s y m á s sutiles. Al describir el camino histórico s e g u i d o por la economía política, Marx lo caracterizó como el s e n d e r o q u e empieza de lo real y concreto y conduce p r i m e r o a "abstracciones c a d a vez m á s sutiles" y solo entonces, de las " a b s t r a c c i o n e s c a d a vez m á s sutiles" al sistema, a la síntesis, a la combinación de las abstracciones en el cuerpo de la teoría. La "reducción" de la plenitud concreta de la realidad, a su expresión c o m p e n d i a d a (abstracta) en la consciencia, no hay que decirlo, es la p r e m i s a y condición sin la cual n i n g u n a investigación e s p e c i a l m e n t e teórica p o d r í a t r a n s c u r r i r e inclusive dar inicio en general. E s m á s , e s t a reducción no solo es la "premisa", ni solamente e s la condición histórica previa del dominio teórico del mundo, sino q u e es t a m b i é n u n momento orgánico del proceso mismo de c o n s t r u c c i ó n del sistema de determinaciones científicas, esto es, de la actividad de síntesis del intelecto. No hay ni q u e decir q u e l a s determinaciones, que los teóricos agrupan en el s i s t e m a , en lo absoluto las toman ya listas del anterior estadio (o "etapa") del conocimiento. Su tarea en lo absoluto se r e s t r i n g e a la unificación p u r a m e n t e formal, según las normas c o n s a b i d a s p a r a tal unificación, de las "abstracciones cada vez m á s sutiles" ya c o n s u m a d a s . Al a g r u p a r en u n sistema las a b s t r a c c i o n e s c o n s u m a d a s , obtenidas con antelación, el teórico siempre las a n a l i z a críticamente, las lleva nuevamente ante los h e c h o s y u n a vez m á s practica el proceso de ascenso desde la realidad c o n c r e t a a lo abstracto en el pensamiento. Asi que

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este ascenso es, no solo y no tanto, u n a "premisa" de la construcción del sistema de ciencia, c u a n t o u n momento orgánico de esta mismísima construcción. Las determinaciones a b s t r a c t a s s i n g u l a r e s cuya síntesis nos d a "lo concreto en el pensamiento", se f o r m a n en el c u r s o mismo del ascenso de lo abstracto a lo concreto. De tal m a n e r a , el proceso teórico que nos conduce a a l c a n z a r el conocimiento concreto, tanto en cada u n o de s u s eslabones aislados como en su totalidad, siempre es al mismo tiempo u n proceso de reducción de lo concreto a lo abstracto. En otras palabras, es posible decir q u e el a s c e n s o de lo concreto a lo abstracto es, por u n lado, t a m b i é n el ascenso de lo abstracto a lo concreto, y por el otro, son dos f o r m a s mutuamente p r e s u p u e s t a s del proceso de dominio teórico del mundo, del proceso de "pensamiento abstracto". C a d a u n a las cuales se cristaliza en la realidad solo por medio de s u contrario y en unidad con el mismo. El ascenso de lo a b s t r a c t o a lo concreto sin su contrario, sin el ascenso de lo concreto a lo abstracto, se transformaría en la trabazón p u r a m e n t e escolástica de abstracciones cada vez m á s sutiles, ya c o n s u m a d a s y a d o p t a d a s acríticamente de a l g u n a parte. A la inversa, la reducción de lo concreto a lo abstracto irreflexivamente derivada, al azar, sin u n a idea general de investigación c l a r a m e n t e consciente, sin hipótesis, no puede dar y no d a r á u n a teoría. Solo d a r á u n g r u p o inconexo de abstracciones cada vez m á s sutiles. Y bien, ¿por qué Marx define, a u n t o m a n d o todo esto en cuenta, al "ascenso de lo abstracto a lo concreto" precisamente como el único método científico posible y correcto en relación al dominio (reflejo) teórico del m u n d o ? La razón es que la dialéctica (a diferencia del eclecticismo) no r a z o n a en b a s e al principio de "por u n lado, por el otro lado", sino que siempre, en todos los casos, señala la arista d e t e r m i n a n t e , d o m i n a n t e , ese momento en la unidad de contrarios que en el caso en cuestión resulta ser la guía, lo determinante. Esto es u n a x i o m a de la dialéctica. La condición específica y característica del proceso de dominio teórico (a diferencia de la simple familiarización empírica con los hechos), es precisamente que c a d a "abstracción" tomada por separado se forma al e n t r a r al c a u c e del movimiento general de la investigación en u n proceso de movimiento hacia u n a concepción del objeto cada vez m á s y m á s completa y multilateral, esto es, concreta. Cada generalización aislada (cuya fórmula es

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"de lo concreto a lo abstracto") tiene significado en esto solo bajo la condición de q u e e s t a s e a u n paso adelante por el sendero a la comprensión c o n c r e t a de la realidad, por el sendero del movimiento de a s c e n s o d e s d e el reflejo abstracto del objeto en el pensamiento a s u expresión c a d a vez más y m á s concreta en el concepto. Si u n acto a i s l a d o de generalización no es de modo concomitante u n p a s o a d e l a n t e en el desarrollo de la teoría, u n paso por el sendero q u e va d e s d e el conocimiento ya alcanzado a u n conocimiento nuevo y m á s completo, si este no hace avanzar a toda la teoría en s u integridad, no la enriquece con nuevas determinaciones g e n e r a l e s (sino q u e simplemente reitera lo que ya se conoce), r e s u l t a q u e simplemente es u n sinsentido desde el punto de vista del desarrollo de la teoría. En o t r a s p a l a b r a s , lo "concreto" (esto es, el movimiento ininterrumpido h a c i a u n a c o m p r e n s i ó n teórica cada vez más concreta), aparece a q u í como la finalidad específica del pensamiento teórico. Lo "concreto" e n calidad de finalidad también determina, como ley, el m o d o de acción del teórico (naturalmente que aquí nos r e f e r i m o s a la acción intelectual) en cada caso en particular, en el c a s o de la generalización aislada. Además, lo " a b s t r a c t o " r e s u l t a , desde este punto de vista, no ser la finalidad, sino s o l a m e n t e el medio del proceso teórico, y cada acto a i s l a d o de generalización (esto es, la reducción de lo concreto a lo abstracto) a c t ú a como algo subordinado, como u n momento "desapareciendo" en el movimiento general. En el lenguaje de la dialéctica u n "momento desapareciendo" significa un momento q u e n o tiene significado de por sí, desgajado de los otros m o m e n t o s , sino solo en trabazón con ellos, en viva acción recíproca con ellos, en transición. Esta es t o d a la cuestión. E s j u s t a m e n t e por eso que Marx es dialéctico, p u e s él no se limitó a la simple constatación del hecho, de ese h e c h o q u e tiene l u g a r en el proceso del pensamiento teórico como movimiento de lo concreto a lo abstracto y también como movimiento de lo a b s t r a c t o a lo concreto, sino que, en primer lugar, escogió a e s a forma de movimiento del pensamiento que en el c a s o en cuestión r e s u l t a ser la guía, la dominante, que d e t e r m i n a la i m p o r t a n c i a y significado de la otra, de su contrario. El " a s c e n s o de lo a b s t r a c t o a lo concreto" es precisamente esa f o r m a en el proceso de investigación especialmente teórica.

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E s t a es, por lo tanto, la forma específica del pensamiento teórico. Y esto, desde luego, no significa en lo absoluto que en el proceso de p e n s a m i e n t o no se dé p a r a n a d a la otra forma, la contraria. Esto no significa otra cosa m á s que la reducción de la plenitud concreta de hechos a s u expresión a b s t r a c t a en la consciencia no es todavía ni la forma específica, ni, menos aún, la forma determinante de reflejo teórico del m u n d o . El ser h u m a n o come p a r a vivir, no vive p a r a comer. Pero solo u n loco s a c a r í a de aquí la conclusión de que el ser h u m a n o puede prescindir totalmente del alimento; a d e m á s , sería u n a tontería a f i r m a r que este aforismo "hace de menos" el rol de la comida. Haciendo la analogía en esto. Solo u n a p e r s o n a en extremo inculta en ciencia puede admitir q u e la absorción de la plenitud sensible y concreta de hechos en las e n t r a ñ a s de la abstracción, es la forma principal y d e t e r m i n a n t e de la actividad intelectual del teórico. En ciencia esto es solo u n medio necesario para el cumplimiento de u n a t a r e a m u c h o m á s seria, esa t a r e a que es específica p a r a el dominio teórico del m u n d o y constituye la gen u i n a finalidad de la actividad del teórico. La reproducción de lo concreto en el p e n s a m i e n t o es e s a finalidad, que determina la importancia y significado de c a d a acto aislado de generalización. Sin duda, lo concreto en el p e n s a m i e n t o no es el objetivo de por sí, el objetivo final. La teoría en s u conjunto también es, únicamente, u n "momento desapareciendo" en el proceso real de intercambio práctico objetal de m a t e r i a entre ser h u m a n o y naturaleza. De la teoría se lleva a cabo la transición a la práctica y esta transición también puede ser calificada como la transición "de lo abstracto a lo concreto". La práctica no tiene ya u n a finalidad superior f u e r a de sí misma, ésta en sí s u p o n e s u s propias finalidades y a c t ú a como finalidad en sí. Y es j u s t a m e n t e debido a ello que cada paso aislado, c a d a generalización singular, en el curso de la elaboración de la teoría, es a d e m á s constantemente conmensurado con lo demostrado por la práctica, comprobado por esta, correlacionado con la m i s m a como finalidad suprema de la actividad teórica. Por ello Lenin, al h a b l a r del método de "El Capital", señala u n o de s u s rasgos m á s característicos: "La

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prueba por los h e c h o s , respective 5 por la práctica, se encontrará aquí en cada p a s o del análisis" 6 . La correlación p e r m a n e n t e de "cada paso" del análisis con la dirección del s e n d e r o de la investigación científica en su integridad y al fin y al c a b o con la práctica, se liga a la esencia misma de la concepción m a r x i s t a de la especificidad del dominio teórico del m u n d o . C a d a p a s o aislado del análisis, cada acto singular de reducción de lo concreto a lo abstracto debe, desde el mismísimo comienzo, t e n e r en consideración a ese "todo" que se encuentra e n la r e p r e s e n t a c i ó n , en la contemplación viva y cuyo reflejo es la finalidad s u p r e m a de la labor teórica (naturalmente, esto es así, solo m i e n t r a s la cuestión se refiere a la labor teórica, mientras la p e r s o n a se relacione únicamente de u n modo teórico con el mundo). En esto consiste el p r o f u n d o sentido dialéctico de la tesis de Marx de que el " a s c e n s o de lo abstracto a lo concreto" es precisamente el r a s g o específico e inherente del proceso teórico, es el único método posible, y por ello el único científicamente correcto de desarrollo de l a s d e t e r m i n a c i o n e s científicas, el método de elaboración de los d a t o s de la contemplación viva y la representación en conceptos. Eso significa a d e m á s q u e t o d a s las determinaciones en verdad científicas, no a b s u r d a s , ni v a c u a s y abstractas, no aparecen de modo a l g u n o en la cabeza h u m a n a como resultado de u n a reducción de lo concreto a lo abstracto irreflexiva y completamente al azar, sino ú n i c a m e n t e como resultado del avance sistemático del conocimiento en el cauce del proceso de desarrollo de la ciencia c o n f o r m e a leyes generales, en el curso de la concretización del conocimiento que se posee, por medio de su transformación crítica. No debemos figurarnos la cuestión, como si cada ciencia debiera iniciar a t r a v e s a n d o el estadio de la actitud analítica unilateral p a r a con el m u n d o , el estadio de la reducción puramente inductiva de lo concreto a lo abstracto, y solo entonces, tras todo esto, al h a b e r finalizado esta labor del todo, se puede comenzar a "vincular" las abstracciones así obtenidas en u n sistema, "ascender de lo a b s t r a c t o a lo concreto".

5 Respective:

respectivo, relativo, particular.

6 Lenin, V.I.: Cuadernos

Filosóficos, pp. 310, ed. cit.

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C u a n d o Marx refiere en la historia de la economía política b u r g u e s a , el hecho de que ésta en su surgimiento verdaderam e n t e transitó por la s e n d a analítica unilateral y solo mucho m á s t a r d e se colocó en el c a m i n o "científicamente correcto", él, desde luego, no quería decir que toda ciencia moderna debía seg u i r este ejemplo, esto es, iniciar a t r a v e s a n d o el estadio puram e n t e analítico, y solo entonces emprender el ascenso de lo abstracto a lo concreto. El método analítico unilateral, que es en verdad característico de los primeros p a s o s de la economía política burguesa, no es de n i n g u n a m a n e r a u n a virtud que p u e d a recomendarse en calid a d de modelo a imitar. Aquí m á s bien se tradujeron las inevitables limitaciones históricas de la economía política burguesa, condicionadas en particular, por la carencia de u n método dialéctico perfeccionado de pensamiento. La lógica dialéctica en m a n e r a a l g u n a recomienda a la ciencia m o d e r n a que empiece por realizar u n análisis puro, reducción p u r a de lo concreto a lo abstracto, y solo entonces p a s a r a la síntesis m á s depurada, al ascenso p u r o de lo abstracto a lo concreto. El conocimiento concreto no será obtenido por semejante camino, y si se lo obtiene, esto solo será resultado de esos m i s m o s vagabundeos que tuvieron lugar en el desarrollo de la economía política burguesa antes de Marx. El ejemplo, citado por Marx, es m á s bien u n argumento a favor de la tesis de que la ciencia hoy desde el inicio mismo debe colocarse en la s e n d a científicamente correcta y no repetir los vagabundeos del siglo dieciocho, es necesario desde el inicio mismo utilizar el método dialéctico de a s c e n s o de lo abstracto a lo concreto, en el cual análisis y síntesis se ligan orgánicamente, y no el método analítico unilateral. E s u n a r g u m e n t o a favor de que le es menester a la ciencia, desde el inicio mismo, elaborar s u s determinaciones a b s t r a c t a s con cálculo tal que cada u n a de ellas resulte ser a la vez u n p a s o por la s e n d a del progresivo avance hacia la verdad concreta, h a c i a el conocimiento de la realidad como u n a totalidad ú n i c a coherente en pleno desarrollo. Si la economía política b u r g u e s a en s u s primeros momentos no procedió así, imitarla es algo que no se debe hacer jamás. La ciencia necesita desde el inicio mismo, si es ciencia verdadera y no la simple recopilación de hechos y conocimientos, reflejar su objeto y desarrollar s u s determinaciones por el método

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que Marx caracterizó como el único científicamente posible y correcto, y no dejarlo a de postre" p a r a la exposición literaria de los resultados y a e n c o n t r a d o s , como aconsejaban hacer los revisionistas n e o k a n t i a n o s del tipo Cunow, Renner y otros semejantes. Más adelante h a b l a r e m o s en detalle de estas tentativas de tergiversar la esencia del p e n s a m i e n t o de Marx acerca del método de ascenso de lo a b s t r a c t o a lo concreto, que presentan a este método como si solo f u e s e u n a f o r m a literaria de exposición de resultados c o n s u m a d o s , q u e al parecer h a n sido obtenidos de modo p u r a m e n t e inductivo. Desde luego, el método de a s c e n s o de lo abstracto a lo concreto a c t ú a de m a n e r a m á s evidente en aquellos trabajos de Marx en los cuales b r i n d a u n a "exposición" sistemática de su teoría: en "Contribución a la crítica de la economía política", en "Elementos f u n d a m e n t a l e s p a r a la crítica de la economía política" ("Grundrisse der Kritik der politischen Okonomie") y en "El Capital". No o b s t a n t e , esto en m a n e r a a l g u n a certifica que la "exposición" es a q u í por principio u n a cosa distinta del método, que la "investigación" y el método aplicado, con cuya ayuda Marx realizó su investigación, sea diametralmente opuesto al método con el c u a l e x p u s o los "resultados de la investigación". Si así fuera, el a n á l i s i s de la lógica de "El Capital" no nos podría brindar a b s o l u t a m e n t e n a d a con motivo de la comprensión del método de investigación, del método de procesamiento de los datos de la contemplación y la representación aplicado por Marx. "El Capital" en c a s o semejante solo sería instructivo en el sentido de la forma de exposición literaria de los resultados consumados y bajo n i n g u n a c i r c u n s t a n c i a en el sentido del método de su obtención. En tal c a s o el "método de investigación" de Marx no debería ser r e c o n s t r u i d o sobre la base del análisis de "El Capital", sino sobre la base del examen de los borradores, resúmenes, bosquejos y consideraciones que surgieron en la cabeza de Marx en el c u r s o de la familiarización directa y original con los hechos económicos. En tal caso, se llegaría a estar de acuerdo con la i n s u l s a aserción del autor de innumerables panfletos anti-marxistas, el teólogo Fetscher, que proclama: "El método que Marx siguió en 'El Capital' es en esencia el mismo, aplicado por los académicos 'burgueses*. La dialéctica fue u s a d a por Marx, como lo dijo él mismo en su prefacio a la s e g u n d a edición de 'El Capital', solo como u n 'método de exposición'. Método que ciertamente tiene n u m e r o s a s ventajas, las cuales no debemos

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considerar aquí en gra n detalle" 7 , como tal no g u a r d a relación a l g u n a con el problema del método del conocimiento. Fetscher tergiversa aquí de f o r m a f r a u d u l e n t a la conocida afirmación de Marx sobre el hecho de q u e la exposición de la teoría en s u forma desarrollada no puede m á s que ser distinta del curso de todas aquellas b ú s q u e d a s q u e en ella se resumen; sin embargo, la "diferencia formal" e n t r e lo u n o y lo otro, de la cual habla Marx, de m a n e r a a l g u n a toca a la esencia del método de pensamiento, al modo de t r a n s f o r m a c i ó n de los datos de la contemplación y la representación en conceptos. Este modo de análisis continúa siendo u n o y el mismo, a saber, el dialéctico: tanto en el c u r s o del t r a t a m i e n t o p r e l i m i n a r de los datos como en el c u r s o de s u t r a t a m i e n t o final, a u n q u e , desde luego, también fue perfeccionado a m e d i d a q u e se a v a n z a b a hacia adelante en la creación de "El Capital". La principal ventaja del "método de exposición", que ni por asomo tiene u n c a r á c t e r literario estilístico, consiste justamente en que el autor de "El Capital" no expone de m a n e r a dogmáticamente didáctica los r e s u l t a d o s c o n s u m a d o s , sin saber cómo se los obtuvo, sino que e j e c u t a a n t e los ojos del lector todo el proceso de obtención de estos r e s u l t a d o s , todo el proceso de investigación que conduce a ellos. El "lector q u e quiera realmente seguirme deberá estar dispuesto a r e m o n t a r s e de lo particular a lo general" 8 , prevenía y a Marx en s u prefacio a la obra "Contribución a la Crítica de la Economía Política". El método de "exposición" dirige al lector de la comprensión de los p a r t i c u l a r e s aislados, de lo abstracto, a u n a m i r a d a c a d a vez m á s concreta, desarrollada, general, que engloba a la realidad económica a lo general como resultado de combinar los p a r t i c u l a r e s . Naturalmente, el proceso de investigación no se reproduce con todos los detalles y desvíos que tuvieron lugar a lo largo de más de veinticinco años de investigación, sino solo en esos puntos principales y decisivos que, como la propia investigación demostró, en verdad hicieron a v a n z a r al p e n s a m i e n t o por la vía de la comprensión concreta. En el t r a t a m i e n t o final de los hechos con motivo de su publicación, Marx ya no reitera las n u m e r o s a s desviaciones respecto del t e m a principal de investigación, las cuales son inevitables en la labor de todo científico. En el curso de 7 "Christen oder Bolschewisten". Stuttgart, 1957, p. 89. 8 Marx, Karl: Contribución a la critica de la Economía Política, ed. cit.

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la investigación r e a l con f r e c u e n c i a se examinan hechos que no tienen relación d i r e c t a con el asunto: en efecto, solo su análisis puede d e m o s t r a r si se r e l a c i o n a n o no con la cuestión. Además, el teórico a c a d a t r i q u e debe, u n a y otra vez, reanudar el examen de esos hechos, los c u a l e s , p a r e c í a n ya haber sido investigados de modo completo. Todo esto lleva a que la investigación no tiene aquí u n c a r á c t e r s i s t e m á t i c a m e n t e progresivo, sino u n a forma de movimiento m u c h o m á s compleja y embrollada, regresivamente progresiva, q u e en todo momento se desvía a los lados. Semejante r e t a h i l a de momentos, naturalmente, no son reproducidos en la exposición final. E s gracias a esto que el proceso de investigación a p a r e c e en s u aspecto genuino, depurado de eventualidades y desviaciones. Aquí a este es como si se lo "pusiera derecho", a d q u i e r e el c a r á c t e r de movimiento sistemáticamente progresivo, en c o n c o r d a n c i a con la naturaleza y el movimiento de los propios h e c h o s . Aquí el pensamiento ya no pasa del análisis de u n h e c h o al a n á l i s i s del siguiente, sin antes haber en verdad agotado el hecho; en virtud de aquello, éste ya no se ve obligado en esto a r e a n u d a r reiteradamente lo mismo, u n a y otra vez, a fin de a c a b a r lo inacabado. De esa m a n e r a , el "método de exposición" del material en "El Capital", no es o t r a c o s a que el método de su investigación "rectificado", al m i s m o tiempo, la rectificación no es arbitraria, sino que está en r i g u r o s o a c u e r d o con las exigencias y leyes dictadas por el proceso de investigación en sí mismo. En otras palabras, el método de exposición en el c a s o en cuestión es el método de investigación d e p u r a d o de todos los momentos secundarios, que los oscurecen, o el método de investigación que concuerda estrictamente con l a s leyes objetivas de la investigación. Este es el método de investigación p r e s e n t a d o en su aspecto puro, en forma s i s t e m á t i c a m e n t e verificada, que no está cubierta de eventualidades y desviaciones. Además, las "diferencias formales" sobre las que Marx habla en el prefacio a la s e g u n d a edición de "El Capital", conciernen a c i r c u n s t a n c i a s totalmente diferentes, en particular, al hecho, de que Marx en persona se familiarizó con varios de los círculos del infierno m e r c a n t i l capitalista, no en la sucesión que se corresponde a las leyes de s u propio desarrollo y se exponen en "El Capital".

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El método de ascenso de lo a b s t r a c t o a lo concreto no se corresponde a ese orden, en el que tales o c u a l e s aspectos del objeto de investigación cayeron, por u n a u o t r a razón, en el campo visual tanto del teórico s i n g u l a r y también de la ciencia como un todo. Este se orienta exclusivamente a esa secuencia que se corresponde a las interacciones objetivas de los distintos momentos en el cuerpo de lo concreto ("la totalidad") bajo investigación. Y de esta secuencia genuina no se tiene consciencia (esto ni qué decir) de inmediato. Por ello la justificación del método de ascenso de lo abstracto a lo concreto, no se puede h a l l a r en los hechos que se refieren a la biografía científica de tal o cual teórico, e inclusive del proceso de desarrollo histórico de la ciencia como un todo. La ciencia como u n todo también llega a s u genuino punto de partida, ú n i c a m e n t e como r e s u l t a d o de u n a larga y ardua búsqueda. El propio Marx, por ejemplo, a r r i b ó al a n á l i s i s y comprensión de las relaciones económicas desde la investigación de las relaciones m u t u a s , tanto políticas y j u r í d i c a s , entre personas. La esfera del derecho y la política r e s u l t a r o n ser p a r a él, "punto de partida" de la investigación de la e s t r u c t u r a del organismo social. En la "exposición" m i s m a de la teoría del materialismo histórico, Marx exige p a r t i r del entendimiento de las relaciones económicas, materiales, y de a h í a v a n z a r al entendimiento del derecho y la política. Los teóricos, semejantes a I. Fetscher, p u e d e n por esta razón declarar que las tesis de Marx, s e g ú n las c u a l e s el punto de partida del entendimiento de todos los fenómenos sociales debe ser la economía y no el derecho o la política, se relacionan solo con las peculiaridades de la "forma de exposición literaria" de la teoría de Marx, y en la "investigación" Marx y los m a r x i s t a s hacen exactamente lo mismo que cualquier otro científico burgués. La cuestión, no obstante, consiste en que la esfera del derecho y la política, a u n q u e f u e e x a m i n a d a por Marx, a n t e s de emprender, en general, la investigación económica, sólo comprendió esta esfera de modo científico (materialista) y correcto, después de analizar la economía, a u n q u e sea en s u s rasgos más generales. Lo mismo es del todo correcto en relación a los p u n t o s de vista de Marx en economía política. Marx estudió las leyes del movimiento del dinero, la g a n a n c i a y la r e n t a m u c h o a n t e s de lograr entender la naturaleza genuina, d u a l , de la mercancía y del

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trabajo que p r o d u c e e s t a m e r c a n c í a . No obstante, mientras él no entendió la n a t u r a l e z a real del valor, su concepción tanto del dinero como de la r e n t a siguió siendo incorrecta. En "Miseria de la Filosofía" él a ú n c o m p a r t e l a s ilusiones de la teoría r i c a r d i a n a del dinero y la r e n t a . Y solo la c l a r a comprensión de la n a t u r a l e za del valor, a l c a n z a d a e n los a ñ o s cincuenta, mostró t a n t o al dinero como a la r e n t a b a j o s u verdadera luz. Antes de esto, no era posible por principio c o m p r e n d e r al dinero. A inicios de los a ñ o s c i n c u e n t a , Marx gastó mucho tiempo hasta comprender l a s c o m p l i c a d a s colisiones de la circulación dineraria en é p o c a s de crisis y de "prosperidad". Y fueron j u s t a mente estas t e n t a t i v a s las q u e lo condujeron a la conclusión de que no era posible e n t e n d e r l a s leyes de la circulación dineraria si con antelación n o se e l a b o r a en todos los detalles el concepto del valor. Y solo al e l a b o r a r el concepto del valor, se cercioró que hasta entonces él c o m p a r t í a u n a serie de las ilusiones de Ricardo. El método de a s c e n s o de lo a b s t r a c t o a lo concreto, como método p a r a e s t u d i a r los h e c h o s , n o puede justificarse por ello con referencias al o r d e n en el c u a l t r a n s c u r r i ó históricamente el estudio del material. É s t e e x p r e s a la sucesión en la que se cristaliza en la consciencia del teórico, el entendimiento objetivamente correcto q u e se c o r r e s p o n d e al objeto, y no la sucesión en que, por u n a u o t r a r a z ó n , t a l e s o c u a l e s aspectos de la realidad llaman la atención del teórico y c a e n en el campo visual de la ciencia. El método de a s c e n s o de lo a b s t r a c t o a lo concreto expresa esa ley interna del desarrollo de la comprensión científica, que en el curso del desarrollo histórico se abrió c a m i n o en medio de u n a masa de c a s u a l i d a d e s , desviaciones y frecuentemente con rodeos, desconocidos p a r a los propios teóricos. Por eso no es tan fácil de d e s c u b r i r e n la superficie del desarrollo científico (esto es, en la propia consciencia los teóricos). Esta ley en la consciencia de los teóricos por m u c h o tiempo puede que no aparezca en lo absoluto, o se p u e d e m a n i f e s t a r en u n a forma tal que sea irreconocible. Un r e p r e s e n t a n t e singular de la ciencia, como lo indicará Marx, m u y a m e n u d o posee u n a representación completamente falsa de q u é y cómo h a c e lo que hace. En virtud de esto, no se debe j u z g a r al p e n s a d o r por lo que este piensa de si mismo. Es m u c h o m á s i m p o r t a n t e (y complicado) sacar a la luz el

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significado objetivo, objetal de s u s p u n t o s de vista, y de su rol en el proceso de desarrollo de la ciencia como u n todo. Por aquello, el significado genuino de los h e c h o s de la biografía científica, y la genuina sucesión del desarrollo de las determinaciones científicas, no pueden ser exteriorizadas por la send a de u n estudio p u r a m e n t e biográfico. A menudo, el progreso verdadero del conocimiento científico (esto es, los avances sistemáticos del p e n s a m i e n t o hacia la verdad concreta), se alejan s u s t a n c i a l m e n t e de la simple sucesión cronológica. Lenin en su f r a g m e n t o "Sobre el problema de la dialéctica" 9 señaló acerca de este hecho, que en el análisis de la lógica del desarrollo del conocimiento " u n a cronología de las p e r s o n a s " no es obligatoria, p u e s e s t a no siempre converge con el orden real en que el pensamiento p r o f u n d i z a en el objeto. Al tomar en c u e n t a todo esto se p u e d e s a c a r la conclusión de que todos los rasgos característicos del método de investigación de Marx aparecen con mayor claridad y p u r e z a precisamente en "El Capital" y de n i n g u n a m a n e r a en los bosquejos o en los extractos y consideraciones que surgieron d i r e c t a m e n t e a su cabeza en el curso de la familiarización con los hechos económicos. Es aquí exactamente donde se d e s c u b r e la g e n u i n a sucesión del desarrollo de las determinaciones científicas que brotaba, en el curso del estudio preliminar del material, solo poco a poco e incluso el propio Marx no siempre f u e c l a r a m e n t e consciente de esto. Marx siempre tuvo como rasgo s i n g u l a r m e n t e característico la sobria autocrítica: m á s de u n a vez los errores y omisiones cometidos en estadios previos del estudio los resolvió correctamente "post factum". Se puede distinguir, en general, con rigurosidad objetiva al germen de la verdad objetiva en las formas en las que apareció primitivamente en la consciencia, solo post factum; los rudimentos de u n a f o r m a superior solo pueden ser entendidos correctamente c u a n d o e s t a f o r m a superior ya es conocida. De esta m a n e r a , si se t r a t a de r e c o n s t r u i r el método de investigación de Marx no a p a r t i r de "El Capital", sino partir de la m a s a de bosquejos y consideraciones que dejó en s u s archivos, entonces solo se complicaría la labor. Esto equivale a que para entender esta m a s a de modo correcto se debe a n a l i z a r con ante9 " 'Circuios' en filosofía: (¿es esencial u n a cronología de las personas? |No!]*. Lenin, V. I.: Sobre el Problema de la Dialéctica en Cuadernos Filosóficos, pp. 330, ed. cit.

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lación a "El Capital". Si no es así, simplemente no se discernirá en ellas los " r u d i m e n t o s de u n a forma superior". Además, es del todo incomprensible porque en semejante estudio se deba preferir u n a forma precoz, preliminar de expresión del p e n s a m i e n t o a su forma de expresión ulterior, m á s pulida y m a d u r a . Eso solamente iría a d a r a q u e e s t a forma precoz de expresión sea tomada por el ideal, y a la forma ulterior como u n a variante desfigurada. Las formulaciones y el método de su desarrollo en "El Capital" en verdad d e b e r í a n ser cargadas a cuenta del "modo de exposición literario", de s u perfeccionamiento, y no a c u e n t a de la profundización del p e n s a m i e n t o , de la concepción y el método de investigación. (A propósito, este torpe método es u s a d o con mucha diligencia por los revisionistas modernos al declarar que el "marxismo verdadero" debe buscárselo en los manuscritos del joven Marx, y no en s u s t r a b a j o s de madurez. En conclusión, "El Capital" es pintado como "la f o r m a de expresión depravada" de la concepción del l l a m a d o " h u m a n i s m o real" desarrollado por Marx y Engels en 1843-1844). Precisamente por eso V. I. Lenin señaló que en la elaboración de la "Gran Lógica" del m a r x i s m o se debe tener en cuenta en primer lugar a "El Capital", y el "método de exposición" aplicado por Marx en "El Capital" debe ser el modelo de la compresión dialéctica de la realidad y modelo del estudio y elaboración de la dialéctica en general. Sobre la base de e s t a s consideraciones preliminares es posible p a s a r a u n e x a m e n m á s detallado del método de a s c e n s o de lo a b s t r a c t o a lo concreto, como método correcto en la a c t i t u d científica de modelar las determinaciones científicas, como el método de procesamiento teórico de los datos de la contemplación viva y la representación. Solo recordemos u n a vez m á s en e s t a ilación que por datos de contemplación viva y representación, de n i n g ú n modo tenemos en mente a q u í solo lo que el propio individuo en persona contempla y se figura en la forma de imágenes carnalmente palpables. Tal interpretación, característica de la filosofía pre-marxista y de la r e p r e s e n t a c i ó n antropológica sobre el sujeto del conocimiento, es e n t e r a m e n t e falsa y en extremo limitada. Por datos de la contemplación y la representación, Marx tuvo en mente a toda la m a s a entera de experiencias empíricas socialmente a c u m u l a d a s , toda la m a s a colosal de datos empíricos que el teórico conoce de los libros, boletines, tablas estadísticas, periódicos y testimonios. Pero en el almacén de la memoria social

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todos estos datos se conservan, como es m á s q u e evidente, con u n aspecto ya abreviado, reducidos a s u expresión abstracta. Estos ya están expresados en el lenguaje, en la terminología, en las cifras, las tablas y otras f o r m a s igual de "abstractas". La tarea especifica del teórico que p a r t e de toda e s t a información sobre la realidad, no consiste, desde luego, en b r i n d a r l e a esta expresión "abstracta" u n a forma a ú n m á s a b s t r a c t a . Al contrario, su trabajo siempre da inicio con el a n á l i s i s crítico y la re-evaluación de las abstracciones de la e t a p a empírica del conocimiento, con la superación crítica de e s t a s a b s t r a c c i o n e s , y el moverse hacia adelante por medio de la crítica de la u n i l a t e r a l i d a d y subjetividad de estas abstracciones, por medio de d e s n u d a r las ilusiones que estas contienen, desde el p u n t o de vista de la realidad en su integridad, en s u c a r á c t e r concreto. En este sentido (pero sólo en este sentido) la transición del estadio empírico del conocimiento al racional, emerge t a m b i é n como la transición "de lo abstracto a lo concreto". Desde luego, desde u n consabido p u n t o de vista, el ascenso desde el sencillo conocimiento de la f o r m a m e r c a n c í a simple a la comprensión de formas d e s a r r o l l a d a s de "riqueza" b u r g u e s a tales como el interés, también emergen como el movimiento desde "lo concreto" a las formas abstractas de s u exteriorización en los fenómenos de la superficie. El interés, por ejemplo, expresa en su lenguaje impersonal cuantitativo al proceso m á s complejo y profundo de la producción capitalista. En el interés, la plusvalía halla la forma en extremo "abstracta" de s u exteriorización, de su manifestación. Y esta forma a b s t r a c t a m e n t e cuantitativa solo tiene explicación a p a r t i r de s u contenido concreto. Pero esto también nos dice que todo m o m e n t o a b s t r a c t o de la realidad solo viene a dar con su explicación g e n u i n a en el sistema concreto de condiciones que lo e n g e n d r a r o n , y solo por medio de él puede ser entendido de m a n e r a a c e r t a d a . Así, el interés en sí mismo es entendido concretamente (científicamente) solo en la conclusión, solo en el resultado, m i e n t r a s q u e en la superficie fenoménica este aparece como u n a f o r m a d e m a s i a d o "abstracta". Todo esto debe también ser tomado en c u e n t a . En relación a esto es que Marx formuló s u s ideas referentes al método de ascenso de lo abstracto a lo concreto en el curso de u n a franca polémica con su interpretación hegeliana, sería muy útil ilustrarnos críticamente sobre e s t a ú l t i m a . Al contraste con

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ella, el c a r á c t e r m a t e r i a l i s t a del método de Marx se pone de particular relieve y a p a r e c e de m o d o evidente. LA CONCEPCIÓN H E G E L I A N A D E LO CONCRETO

Hegel, como s a b e m o s , f u e el primero que comprendió el proceso de desarrollo del c o n o c i m i e n t o como proceso histórico, subordinado a leyes q u e n o d e p e n d e n ni de la voluntad ni de la consciencia de l a s p e r s o n a s . Él descubrió la ley del "ascenso de lo abstracto a lo concreto", e n calidad de ley que gobierna el curso universal del d e s a r r o l l o del conocimiento. Esta ley la descubrió, en primer lugar, en c a l i d a d de u n simple hecho constatado de manera empírica, el h e c h o del desarrollo progresivo de la cultura espiritual de la h u m a n i d a d . E s indiscutiblemente cierto que la cultura e s p i r i t u a l , el m u n d o espiritual del ser humano, llega paulatinamente a u n a g r a n riqueza, gran complejidad y variedad y es en este sentido m á s concreto. Pese a lo anterior, el mundo espiritual del ser h u m a n o , sin importar toda su complejidad, sigue siendo u n m u n d o ú n i c o el c u a l está gobernado por u n a s y las m i s m a s leyes, y es en sí, de esa manera, u n a genuina unidad en múltiples d e t e r m i n a c i o n e s . El movimiento de lo a b s t r a c t o a lo concreto aparece en Hegel, antes que n a d a , como la f o r m a n a t u r a l empíricamente indiscutible, en la c u a l se verifica el proceso de construcción del "reino del espíritu". N a t u r a l m e n t e q u e en s u s inicios este reino (la esfera de la c u l t u r a h u m a n a ) es m u y simple, con formas pobremente constituidas, esto es, en extremo abstracto, y con la tendencia de a lo largo del tiempo devenir m á s complejo, rico y variado, es decir, m á s concreto. No es difícil entender que esto no tiene, hasta aquí, a ú n n a d a ni de dialéctico ni de idealista. El idealismo, al tiempo q u e la dialéctica específicamente hegeliana, d a inicio ulteriormente, c u a n d o Hegel confronta la cuestión de los r e s o r t e s motrices del desarrollo del "reino del espíritu", la esfera de la consciencia. La particularidad específica de la filosofía h e g e l i a n a es que la idea del desarrollo es en la plena medida a p l i c a d a ú n i c a m e n t e a los fenómenos de la consciencia. En su opinión, la n a t u r a l e z a que existe fuera e independientemente del espíritu no se desarrolla. Ésta se confronta a la consciencia como u n c u a d r o petrificado en el tiempo, inmóvil por los siglos de los siglos. Al e x a m i n a r de m a n e r a activa este cuadro

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inmóvil, este reino de las cosas en q u e las c o s a s se hallan etern a m e n t e en u n a y la m i s m a relación las u n a s con las otras, es que la consciencia realiza s u propia n a t u r a l e z a activa e inquieta. La m i s m a actividad se hace consciente como tal e incluye en su propio seno el resorte motriz de s u propio desarrollo. El espíritu surge aquí como lo ú n i c o concreto, esto es, como el único sistema de fenómenos vivientes q u e i n t e r a c t ú a n y que se convierten los u n o s en los otros. E s t a p a r t i c u l a r i d a d , en su opinión, es por completo impropia de la n a t u r a l e z a . Para él la nat u r a l e z a es por esencia a b s t r a c t a de principio a fin, es metafísica de principio a fin: todos s u s fenómenos t r a n s c u r r e n uno al lado del otro, aislados los u n o s de los otros, "externos" los unos a los otros. Ésta en sí, como Hegel lo pone, se precipita en sus propios momentos abstractos, en las cosas, objetos y procesos aislados que existen u n o al lado de los otros e independientes los u n o s de los otros. En la n a t u r a l e z a , en el mejor de los casos, solo se refleja, se trasluce v a g a m e n t e la g e n u i n a dialéctica. Aquí claramente se pone de manifiesto el c a r á c t e r idealista de la filosofía hegeliana: las limitaciones m e t a f í s i c a s de la ciencia n a t u r a l de su tiempo, el conocimiento sobre la naturaleza, él lisa y llanamente las atribuye a la naturaleza misma, y además en calidad de propiedades eternas. Así, donde la ciencia n a t u r a l de s u tiempo y a empezaba medrosamente a tomar consciencia de la dialéctica de las cosas en sí, él también ve "rudimentos" de lo r e a l m e n t e concreto, de la viva dialéctica de la interacción entre fenómenos. Así, Hegel vio en la vida orgánica u n a forma i m p e r f e c t a de lo concreto. En ésta descubre la viva interacción q u e v i n c u l a a todos los elementos del organismo a n i m a l en u n s i s t e m a único, en cuyo interior cada elemento s i n g u l a r existe y tiene sentido merced únicamente a su propia interacción recíproca con los otros, pero no puede existir, en general, f u e r a de esta interacción. U n a m a n o amputada se descompone, c e s a de ser u n a m a n o incluso en la forma externa. Por separado, en lo a b s t r a c t o , é s t a n o p u e d e existir. Aquí Hegel ve u n a débil s e m e j a n z a con ese c a r á c t e r concreto, que él considera es patrimonio exclusivo del m u n d o espiritual. Pero en el reino de la química, s e g ú n s u opinión, la interacción recíproca todavía es débil, si bien en ella t a m b i é n se tienen indicios. Aquí el oxígeno, por ejemplo, p u e d e existir y existe junto con el hidrógeno, sin e s t a r v i n c u l a d o s obligatoriamente entre sí en el agua. En el organismo es imposible s e m e j a n t e relación, la

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mano no p u e d e existir s e p a r a d a m e n t e de la cabeza, tanto la cabeza como la m a n o existen solo a través de su interacción reciproca, sólo en el s e n o de s u trabazón y condicionalidad m u t u a . La partícula q u e ú n i c a m e n t e gracias a sus propiedades mecánicas sigue siendo u n a y la m i s m a , que no cambia en nada lo que es, en tanto a c t ú a e n ese vínculo mecánico con otras partículas semejantes. Al ser a i s l a d a , e x t r a í d a de este vínculo, esto es, al ser a b s t r a í d a , se m a n t e n d r á como antes, u n a y la misma, y no se corromperá, ni se p u d r i r á , como la mano al ser abstraída del cuerpo. El sistema hegeliano de la n a t u r a l e z a está construido en efecto como u n s i s t e m a d e niveles, que inicia con la esfera abstracta del m e c a n i s m o h a s t a la esfera relativamente concreta de la vida orgánica. A t o d a la pirámide la corona con "el espíritu", como esfera cuyo s e n t i d o total consiste justamente en lo concreto, en la a b s o l u t a condicionalidad m u t u a de todos sus fenómenos. ¿En d ó n d e y a c e la f a l s e d a d de esta construcción hegeliana? En primer lugar, e n q u e a d o p t a las representaciones históricamente l i m i t a d a s de la ciencia n a t u r a l de s u época, las que en realidad a ú n n o c o n t e n í a n en sí la dialéctica consciente por características a b s o l u t a s de la propia naturaleza. Además del h e c h o de q u e la n a t u r a l e z a en su conjunto es el único s i s t e m a e n el q u e en realidad se desarrollan las formas de movimiento de la m a t e r i a q u e se condicionan mutuamente las u n a s a l a s o t r a s , q u e e s j u s t a m e n t e la naturaleza en su conjunto, incluyendo al ser h u m a n o , lo concreto objetivo real, y Hegel mixtifica este h e c h o en la f o r m a de su sistema, en el que lo abstracto, es decir, el "mecanismo", es la exteriorización del espíritu concreto. No c o n s i d e r a c o m o i n m a n e n t e m e n t e concreta a ningunas de las f o r m a s de movimiento de la real condicionalidad m u t u a de los f e n ó m e n o s e n el s e n o de u n todo natural, salvo al movimiento de la r a z ó n p e n s a n t e , salvo a la esfera de los conceptos. De modo s e m e j a n t e es q u e Hegel examina a la esfera de la vida económica de la sociedad. P a r a él, esta es la esfera de "la necesidad y la razón", la esfera donde interactúan individuos singulares a i s l a d o s los u n o s de los otros, y c a d a uno actúa en trabazón con el otro solo debido a que requiere preservarse a sí mismo como individuo s i n g u l a r abstracto, como u n peculiar átomo social.

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Aquí tampoco es difícil notar que Hegel tomó como si las limitaciones metafísicas de la economía política de s u tiempo (tenía g r a n conocimiento de los teóricos ingleses) f u e r a n el carácter metafísico, a b s t r a c t a m e n t e racional de la esfera económica en sí. En la esfera de la vida económica, en la esfera de la sociedad civil reinaba y d o m i n a b a lo racional, esto es, en la terminología hegeliana, la forma de la consciencia a b s t r a c t a y unilateral. En esta esfera, los contrarios siguen siendo indirectos, irreconciliables, y chocan los u n o s con los otros, rechazándose mut u a m e n t e y permaneciendo en e s a m i s m a contradicción metafísica. Por ello dentro de esta esfera no es posible u n desarrollo verdadero. Aquí se reproducirá, por los siglos de los siglos, una y la m i s m a relación, la e t e r n a relación de la necesidad con los medios de su satisfacción. Por lo tanto, la ú n i c a forma posible de transición hacia una etapa superior, en c u y a s e n t r a ñ a s todos los extremos abstractos de la esfera económica e n c u e n t r e n s u resolución, es la transición a la realidad jurídica. El derecho comparece como eso que es concreto en grado superior, eso que al interior de la esfera económica se manifiesta parcelado en s u s momentos abstractos. Aquí es evidente como la lógica de Hegel, su dialéctica, es al mismo tiempo la concepción m á s idealista sobre lo concreto y lo abstracto que sirve a los fines de la apologética de lo existente. Si en ciencia n a t u r a l la noción hegeliana inmortaliza el nivel dado del conocimiento sobre la n a t u r a l e z a , en la sociología esta da sustento a la actitud apologética p a r a con la forma económica de propiedad y el derecho, d a su beneplácito a esta propiedad. La actitud de Hegel p a r a con la economía política debe ser examinada con gra n atención. Es ejemplar por partida doble: por u n lado, es j u s t a m e n t e aquí, precisamente en la concepción de lo concreto, que se deja ver c l a r a m e n t e la contraposición entre la dialéctica idealista de Hegel y la dialéctica materialista de Marx, y por otro lado, se deja ver muy vivamente el hecho de que la dialéctica idealista justifica por entero el c a r á c t e r metafísico del pensamiento de los clásicos de la economía b u r g u e s a (Smith, Ricardo y otros), al negar el c a r á c t e r g e n u i n a m e n t e dialéctico del objeto mismo de la economía política, d e c l a r a n d o que en esta esfera las definiciones intelectuales a b s t r a c t a s se corresponden plenamente al carácter del objeto.

2 1 3 L A C O N C E P C I Ó N HEGELIANA D E LO CONCRETO

En otras p a l a b r a s , el idealismo de la dialéctica hegeliana va a dar, finalmente, en ese m i s m o resultado que en Smith, Ricardo y Say es c o n s e c u e n c i a de su método metafísico de investigación. ¿Qué es lo p r i m e r o q u e s a l t a a los ojos en su enfoque? El hecho de que la esfera de la vida económica p a r a Hegel no es u n a esfera concreta, no e s u n sistema de interacción entre hombres y cosas, que se h a desarrollado históricamente y puede ser entendido como u n a esfera r e a l m e n t e concreta. Para Hegel, la e c o n o m í a solamente es u n a de las m u c h a s manifestaciones del "espíritu concreto", esto es, la exteriorización abstracta de u n a cierta n a t u r a l e z a h u m a n a de tipo superior. Y esta n a t u r a l e z a "de tipo superior" se manifiesta unilateralmente también en f o r m a de actividad vital económica, no es n a d a más que la voluntad que actúa en dirección a un objetivo, esta es la s u s t a n c i a del derecho y de la vida económica, política y todo lo demás. La voluntad en dirección a u n objetivo (racional) surge como la s u s t a n c i a c o n c r e t a que se manifiesta abstracta y unilateralmente en s u s f r u t o s , en s u s modos: en la económico, jurídico, político, etc. Y u n a vez que es tomada como punto de partida, se p r e s e n t a a la voluntad en dirección a u n objetivo (o sencillamente a la razón, p u e s la voluntad p a r a Hegel es la forma en que existe la razón en el ser humano) como sustancia universal c o n c r e t a de t o d a s las formas de actividad social vital, entonces, n a t u r a l m e n t e , él ve en la economía solo eso que puede ser i n t e r p r e t a d o en calidad de manifestación de la voluntad racional, en calidad de u n a de s u s m u c h a s exteriorizaciones, en calidad de m a n i f e s t a c i ó n u n i l a t e r a l (abstracta) de la razón y de la voluntad del individuo social. Por ello, t o d a s las definiciones de la economía, todas las categorías de la vida económica - valor, ganancia, salarios, etc. comparecen como m o d o s a b s t r a c t o s de la voluntad racional, como f o r m a s p a r t i c u l a r e s , específicas de su ser social. En economía la r a z ó n s u r g e en u n a forma tal que no se corresponde a su n a t u r a l e z a universal, sino que solamente se corresponde a su exteriorización unilateral, abstracta. La voluntad universal concreta c r e a u n a f o r m a a d e c u a d a a su naturaleza solo con el aspecto del derecho y el Estado. El Estado es, según Hegel, la realidad c o n c r e t a de la voluntad universal que abarca en su seno a t o d a s las formas particulares, específicas y por lo tanto

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a b s t r a c t a s , de s u exteriorización, incluyendo a la economía, a la esfera de las "necesidades", al "sistema de necesidades". En el interior de la economía la s u s t a n c i a universal concreta de todo lo h u m a n o - la voluntad racional - a c t ú a de modo en ext r e m o unilateral, se deja ver de m a n e r a en extremo abstracta. La esfera de la actividad vital económica de las personas no es, por lo tanto, u n sistema concreto de interacción entre personas y c o s a s que surge y se desarrolla independientemente de la voluntad y consciencia de los individuos. E s t a n o puede constituirse en objeto de u n a ciencia particular, sino que solo puede ser e x a m i n a d a dentro del sistema de determinaciones universales de la voluntad racional, es decir, en el seno de la filosofía del espíritu, en el seno de la filosofía del derecho estatal. En este sistema, ella surge como u n a de las esferas específicas de la actividad de la razón, como u n a forma a b s t r a c t a de la razón que a c t ú a en la historia. En este momento no es difícil observar la diametral contraposición entre los p u n t o s de vista de Marx con los p u n t o s de vista Hegel, sobre la economía, sobre el c a r á c t e r de s u ligazón mutua dialéctica con todas las r e s t a n t e s m a n i f e s t a c i o n e s de la vida social, de su rol en el c u e r p o del todo social. En este p u n t o en cuestión Marx se c o n t r a p o n e a Hegel, en primer lugar, como materialista. Si bien a q u í el rasgo m á s interesante consiste en que es j u s t a m e n t e el materialismo el que le brinda la posibilidad de d e s a r r o l l a r u n criterio m á s profundo sobre la dialéctica del objeto. Para Marx la esfera de la interacción económica de las person a s surge en toda la medida, como u n a esfera concreta de la vida social que es poseedora de s u s leyes de movimiento propias específicamente inmanentes. En o t r a s p a l a b r a s , esta comparece en toda su relativa a u t o n o m í a con respecto a t o d a s las otras form a s de actividad vital social de las p e r s o n a s , y es precisamente por esta razón que a p a r e c e como objeto de u n a ciencia particular. Además, el sistema de la interacción económica entre person a s surge como u n sistema que h a surgido y se desarrolla históricamente, en el que todos s u s a s p e c t o s e s t á n mutuamente ligados los u n o s a los otros por s u u n i d a d de procedencia (genética). Es importante a d e m á s recalcar que el sistema de relaciones económicas surge como u n sistema que no solo es relativa, sino también absolutamente autónomo e independiente de la volun-

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tad y la consciencia de los individuos, a u n q u e llega a formarse con la activa participación t a n t o de la voluntad como de la consciencia. El c a r á c t e r m i s m o de e s t a participación de la voluntad consciente en el proceso de formación del sistema no se halla determinado por el lado del "espíritu de la naturaleza", con antelación y desde el exterior, sino nuevamente por ese mismo sistema de relaciones e c o n ó m i c a s , en cuyo interior se encuentran personas dotadas de v o l u n t a d y consciencia. En otras palabras, la voluntad y r a z ó n en sí a q u í comparecen como modos de a l g u n a otra s u s t a n c i a diferente, como s u s manifestaciones, como s u s frutos abstractos. T o d a s l a s determinaciones de la voluntad y la consciencia de los individuos q u e son a r r a s t r a d o s en el proceso de desarrollo del s i s t e m a económico, son deducidas literalmente del carácter del automovimiento interno del sistema como u n todo, comprendiéndolas como productos del movimiento de este sistema. De tal m a n e r a q u e d e s d e este p u n t o de vista todo luce a la inversa y si se lo coteja con la construcción hegeliana todo está puesto p a t a s a r r i b a . Y es p r e c i s a m e n t e el materialismo el que actúa aquí como c a u s a y condición principal de esa circunstancia, de que la dialéctica se ponga en práctica p a r a la comprensión de la e c o n o m í a en u n grado m á s completo, m á s amplio y profundo, de lo q u e en general es posible hacerlo desde las posiciones h e g e l i a n a s . Para Hegel la categoría de lo concreto se aplica solo, allí y entonces, donde y c u a n d o la cuestión trate de la voluntad consciente y de s u s p r o d u c t o s ú n i c a m e n t e en la esfera del espíritu y de s u s f r u t o s . Desde el p u n t o de vista de Marx, esta importantísima categoría de la dialéctica es p l e n a m e n t e aplicable en todo lugar; en cualquier esfera del ser natural y socialy independientemente de cualesquier espíritu, s e a el que sea, y ya sobre esta base es aplicable al fenómeno de la vida espiritual misma, es decir, al desarrollo de t o d a s las e s f e r a s de la consciencia social, incluyendo al pensamiento, a la esfera de la lógica. De a c u e r d o a la construcción hegeliana, en correspondencia con su p u n t o de p a r t i d a idealista, n i n g u n a de las formas de movimiento en la n a t u r a l e z a pueden ser entendidas como formas concretas, como u n sistema en cuyo seno los fenómenos interact ú a n y que h a surgido históricamente y se desarrolla en sí mismo. Toda esfera de índole tal, ú n i c a m e n t e adquiere cierta reía-

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ción con lo concreto en el momento en q u e se incorpora en el cauce del proceso espiritual, c u a n d o se tiene éxito al interpretarla en calidad de fruto del espíritu, en calidad de modo de la s u s t a n c i a espiritual. Lo concreto r e s u l t a ser patrimonio monopólico exclusivo del espíritu que se d e s a r r o l l a en sí, la naturaleza de por sí (incluyendo el aspecto m a t e r i a l del ser h u m a n o social) no tiene en forma a l g u n a c a r á c t e r concreto en su propia existencia. La trabazón m u t u a , a los ojos de Hegel, es posible en general únicamente como siendo de tipo p u r a m e n t e ideal, solo del espíritu, solo del concepto d e t e r m i n a d o . Por esta razón la categoría de lo concreto, u n a de las categorías centrales de la dialéctica, es d e j a d a a tal p u n t o sin contenido, que es imposible aplicarla a la ciencia n a t u r a l o a la concepción materialista de la sociedad. En p o c a s p a l a b r a s , la categoría de lo concreto, y en consecuencia, la dialéctica en general, que es inconcebible sin esta categoría, r e s u l t a ser inaplicable para lo que sea, salvo la esfera del espíritu. P a r a todo lo r e s t a n t e ésta es aplicable, en tanto y cuanto, a este residuo se lo interprete de manera puramente idealista, como u n a de l a s manifestaciones del espíritu universal, como la exteriorización u n i l a t e r a l (abstracta) del espíritu concreto, de "la c o n c r e t a plenitud y riqueza" del espíritu absoluto, de la idea a b s o l u t a . E s t a limitación idealista de la concepción hegeliana de lo concreto, la estrechez de esta concepción se e n c u e n t r a indisolublemente e n l a z a d a con la representación de que la n a t u r a l e z a es algo que no se desarrolla, que el desarrollo le pertenece ú n i c a m e n t e al espíritu. Lo concreto, efectivamente, e s t á indisolublemente ligado al desarrollo, y además, al desarrollo dialéctico, al "desarrollo propio mediante contradicciones". A lo último Hegel lo veía sólo en la consciencia y en n i n g ú n otro lugar. He aquí la estrechez de su concepción de lo concreto, concepción q u e con toda su estrechez, luego se extendió sobre toda el á r e a de la n a t u r a l e z a . La interpretación hegeliana del método de a s c e n s o de lo abstracto a lo concreto se liga a esto. S e g ú n s u propia boca, este significa que toda la realidad, incluyendo a la n a t u r a l e z a y a la historia, es el proceso de "ascenso del espíritu" a sí mismo, un proceso que va por u n a serie de e t a p a s desde el "mecanismo", como la esfera de las exteriorizaciones puramente abstractas de la espiritualidad, al espíritu h u m a n o concreto. El a s c e n s o del espíritu absoluto, sobrehumano, divino h a c i a sí mismo. Como tal, este espíritu se concreta a sí mismo, a c a d a paso, como la

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forma a b s t r a c t a m e n t e exteriorizada de sí bajo el aspecto de "mecanismo", "quimismo" y "organismo". A c a u s a de esto la "lógica p u r a " en el sistema de Hegel se a n tepone a la consideración filosófica de la naturaleza. La n a t u r a leza comparece como u n a r e t a h i l a de etapas, en las cuales el espíritu lógico concreto se exterioriza a sí mismo m á s plena y concretamente, en f o r m a de espacio y tiempo. El proceso de a s c e n s o de lo abstracto a lo concreto coincide por ello en Hegel con el proceso de engendramiento del m u n d o por la idea lógica. Aquí, de tal m a n e r a , la ley de la reconstitución espiritual del m u n d o por el poder y los medios del pensamiento se presenta d i r e c t a m e n t e como la ley de la creación de este m u n do por el poder creador del concepto. En el f u n d a m e n t o de e s t a ilusión hegeliana, como Marx lo demostró, simplemente s u b y a c e el parecer unilateral del filósofo-lógico sobre la realidad. Hegel, como lógico ex professo, se interesa en todo lugar y a n t e todo "no por la lógica de la cuestión, sino por la cuestión de la lógica". Y desde este punto de vista, el ser h u m a n o es e x a m i n a d o ú n i c a m e n t e como sujeto de la actividad lógica y teórica, y el m u n d o exterior, solo como objeto, solo como m a t e r i a l que e s t a actividad labra. En lógica, semejante abstracción es legítima dentro de ciertos límites, y en tanto la lógica no se olvide de estos limites, no existe todavía n a d a de idealista en s e m e j a n t e abstracción. No obstante, Hegel s u p r i m e estos límites en su enfoque de la cuestión. Él considera al pensamiento, no solo y no simplemente, como u n a de las facultades del ser h u m a n o , sino además como la f u e n t e de origen s u s t a n c i a l de todas las otras facultades y tipos de actividad h u m a n a s , como s u principio esencial. Él también i n t e r p r e t a como u n a manifestación de la base pensante en el ser h u m a n o a la facultad de modificar de manera práctica el m u n d o exterior (la n a t u r a l e z a f u e r a del ser humano). El proceso real de la t r a n s f o r m a c i ó n práctica del mundo se presenta en s u filosofía como u n a consecuencia y manifestación de la actividad p u r a m e n t e espiritual, que en el análisis final es puramente lógica, y toda la c u l t u r a material de la h u m a n i d a d es u n producto del p e n s a m i e n t o , es u n "concepto reificado", es el "otro ser del concepto". Si bien en realidad la base directa real del desarrollo del pensamiento no es la n a t u r a l e z a como tal, sino que es precisamente la t r a n s f o r m a c i ó n de la n a t u r a l e z a por el hombre social, la

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práctica. Si a d e m á s a esta base práctica objetal del pensamiento se la presenta como producto del p e n s a m i e n t o , como el pensamiento en su cristalización objetal, se obtiene que el pensamiento se involucra con la materialidad solo en apariencia, pero de hecho, en esencia, solo está consigo mismo, con s u "otro ser" particular. Las determinaciones lógicas, esto es, aquellas determinaciones en las cuales el m u n d o e x t e r n o de los objetos se debe al pensamiento, comienzan a a p a r e c e r las ú n i c a s y absolut a s determinaciones de este m u n d o . En Hegel, el p u n t o de vista de la lógica se m e t a m o r f o s e a en el p u n t o de vista absoluto y universal. Si la esencia del ser humano se juzga que está en el p e n s a m i e n t o , y la esencia de la realidad de los objetos es ser producto del p e n s a m i e n t o , u n "concepto enajenado", entonces la ley de desarrollo del pensamiento surge como ley de desarrollo del m u n d o real. Por e s t a razón el "hombre" y el "pensamiento en conceptos" r e s u l t a n ser para Hegel sinónimos completos, e x a c t a m e n t e igual a con el "mundo" y el "mundo en los conceptos", el " m u n d o lógicamente asimilado". La ley que de hecho ú n i c a m e n t e d e t e r m i n a la actividad de la cabeza teóricamente p e n s a n t e se m e t a m o r f o s e a en ley suprema del desarrollo y práctica del ser h u m a n o y del m u n d o de los objetos. El objeto real de la lógica hegeliana sigue siendo, de hecho, en todo momento - a despecho de s u s ilusiones - ú n i c a m e n t e el proceso de asimilación teórica del m u n d o , el proceso de reproducción mental del mundo. En c u a n t o Hegel e s t u d i a a este objeto llega a descubrimientos verdaderos. Además, a medida en que toma a este objeto no como lo q u e es en verdad, sino por algo m á s grande, por el proceso de formación del mismísimo mundo, es que toma el camino de la comprensión errónea no solo del mundo, sino también del propio p e n s a m i e n t o . Él se despoja a sí mismo de toda posibilidad de comprender el mismísimo proceso del pensamiento. Al tiempo que las condiciones reales que engendran a la actividad lógica son r e t r a t a d a s como si fuesen su producto y consecuencia, q u e d a n d o ellas en el aire, o con más precisión, "en el éter del p e n s a m i e n t o puro". El hecho mismo de la aparición del pensamiento y las leyes de s u desarrollo se vuelve del todo inexplicable. Carece de todo f u n d a m e n t o f u e r a de si. Se juzga que este f u n d a m e n t o e s t á dentro de sí. Por tal razón Hegel se ve forzado finamente a i n t e r p r e t a r la facultad lógica la facultad p a r a diferenciar y unificar conceptos - como algo pa-

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recido a u n "don divino", como la actividad del "concepto" que se desarrolla de por sí, " e n s i m i s m á n d o s e en sí y desarrollándose desde sí". T a m b i é n q u e d a sin explicación la ley de ascenso de lo abstracto a lo concreto, p u e s t a al descubierto por Hegel en el movimiento del c o n o c i m i e n t o teórico. A la pregunta de por qué el pensamiento se m u e v e así, y n o de otro modo, la filosofía hegeliana d a u n a r e s p u e s t a en esencia tautológica; tal es la n a t u raleza primitiva, e i n c r e a d a del p e n s a m i e n t o . La tautología a q u í

cesa de ser solo u n a tautología y se transforma en u n a falacia idealista. A este p u n t o dirige M a r x el golpe de su crítica, señalando que en esencia no existe a q u í n i n g u n a explicación, pues a la carencia de explicación se la p r e s e n t a como explicación, y esto es equivalente a idealismo. Al r e c h a z a r la concepción hegeliana sobre el pensamiento como demiurgo 1 0 del m u n d o de los objetos, Marx, sin embargo, no rechaza e s a ley q u e Hegel p u s o en evidencia en el movimiento del conocimiento teórico, a u n q u e le dio u n a falsa interpretación idealista. El método a s c e n s o de lo abstracto a lo concreto, afirma Marx, r e a l m e n t e no es n a d a m á s que él único método, con cuya a y u d a el p e n s a m i e n t o h u m a n o asimila la realidad concreta que existe f u e r a e independiente de él. Como tal, este método p r e s u p o n e , primero, la existencia de lo concreto impensado, segundo, la actividad práctica y objetal del ser h u m a n o social que se d e s a r r o l l a independientemente del pensamiento, y, tercero, la f o r m a d i r e c t a m e n t e sensible de reflejo de lo concreto objetivo en la consciencia, esto es, la consciencia empírica, la contemplación y la representación, que a d e m á s se h a n formado de modo t o t a l m e n t e independiente y previo a la actividad teórica especial. En o t r a s p a l a b r a s , al pensamiento teórico se antepone la existencia n o solo del m u n d o de los objetos, sino también de las o t r a s f o r m a s de consciencia que se forman directamente en el c u r s o de la actividad práctica-sensible, el modo de asimilación del mundo por el espíritu práctico, como lo llamó Marx.

10 Demiurgo: en la filosofía idealista de Platón y en la mística de los neoplatónicos, creador del mundo, hacedor del universo; es uno de los atributos de la divinidad. Hegel convierte en demiurgo al proceso del pensar, al que transforma en fuerza independiente y diviniza. (N. del editor}

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En Hegel, a todas estas p r e m i s a s del pensamiento teórico se las retrata como sus productos y consecuencias. Marx pone las c o s a s en su lugar. Desde este p u n t o de vista materialista, como Marx lo demostró, el método de ascenso de lo abstracto a lo concreto puede y debe ser entendido de u n a m a n e r a completamente racional, sin misticismo alguno, como ese único método con cuyo auxilio el pensamiento puede reconstituir en conceptos, en el movimiento de los conceptos, a lo concreto que se h a formado históricamente, que existe f u e r a e independientemente de los conceptos, el m u n d o que existe y se desarrolla f u e r a e independientemente del pensamiento. E L PUNTO DE VISTA DE M A R X SOBRE EL PROCESO DE DESARROLLO DEL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO

Como sabemos, la cuestión referente a la relación de lo abstracto con lo concreto en el p e n s a m i e n t o surgió a n t e Marx a la luz otra cuestión m u c h o m á s general: "¿con qué método había de tratarse la ciencia?" 11 . Ya en la propia formulación de la cuestión se presupone un punto de vista tanto sobre el desarrollo científico como sobre el proceso histórico n a t u r a l . Marx, en general, siempre fue decididamente ajeno al p u n t o de vista izquierdista sobre el desarrollo de la c u l t u r a espiritual que ignora t o d a s las conquistas del pensamiento h u m a n o que le precedieron. En ciencia, como también en las otras regiones de la c u l t u r a espiritual, el verdadero movimiento hacia adelante siempre se cristaliza en la realidad por la vía del desarrollo ulterior de esos valores que crearon todos los desarrollos precedentes, y no en el vacío, ni con la "tabula rasa9 lockeana, sino con u n a cabeza teóricamente culta 1 2 . Sin n i n g u n a d u d a la asimilación de los r e s u l t a d o s del desarrollo teórico precedente no es el h e r e d a r las fórmulas ya he11 Ver Contribución a la Crítica de la Economía Política. 12 "La fuente de los logros artísticos de los m e j o r e s r e p r e s e n t a n t e s de la vieja cultura debe b u s c a r s e no en su apoyo de é s t a opresión [la opresión de la sociedad capitalista, la sociedad de t e r r a t e n i e n t e s y la sociedad burocrática), aunque era históricamente n e c e s a r i a y condicionada, sino en s u participación en el proceso histórico de liberación de la limitaciones p a t r i a r c a l e s y civilizatorias" - Lifschitz, Mijaíl.: Literatura y Lucha de Clase en Literature and Marxism, Critics Group, 1" ed., New York, 1938, pp. 85. [N. del editor)

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chas, sino u n complejo proceso de re-evaluarlas criticamente desde la posición de s u correspondencia con los hechos, la vida y la práctica. U n a n u e v a teoría, sin importar lo revolucionaria que esta p u e d a ser por s u contenido y significado, siempre nace en el curso del t r a t a m i e n t o crítico de las conquistas de los desarrollos teóricos q u e le precedieron. Lenin también recalcó esta circunstancia en la l u c h a c o n t r a los puntos de vistas izquierdistas de la proletkult, de a c u e r d o a los cuales la cultura proletaria debe d e s a r r o l l a r s e " d i r e c t a m e n t e de la vida", dejando de lado a todas las c o n q u i s t a s del p e n s a m i e n t o h u m a n o como inútiles trastos viejos 13 . Cuánto m á s revolucionaria sea la teoría, en m á s alto grado es heredera g e n u i n a del desarrollo teórico del pasado, y tanto mayor es el grado en q u e a s i m i l a los "gérmenes racionales" acumulados por la ciencia h a s t a el momento. Esta es u n a ley necesaria del desarrollo de la ciencia, de la teoría. Una nueva concepción teórica de los h e c h o s empíricos d a d o s surge, siempre y en todo lugar, solo e n el c u r s o del t r a t a m i e n t o crítico revolucionario de la vieja concepción teórica de estos hechos. "Ajustar c u e n t a s de modo crítico" con las teorías previamente desarrolladas no es en lo absoluto u n a ocupación de importancia accesoria, s e c u n d a r i a , sino u n momento necesario en la elaboración de la teoría m i s m a , u n momento en el análisis teórico de los hechos. Y no f u e en modo alguno, c a u s a del azar que "El Capital" t e n í a u n subtítulo, u n segundo título que era: "Crítica de la economía política". Aquí el a n á l i s i s de los conceptos desarrollados por toda la historia precedente de la economía política, converge orgánica y esencialmente con el a n á l i s i s de los hechos tozudos de la realidad económica. Estos dos aspectos de la investigación científico-teórica convergen, se m a n c o m u n a n en u n solo proceso. Ninguno de estos es concebible y posible sin el otro. Así como el análisis crítico de los conceptos es imposible fuera del análisis de los hechos, el a n á l i s i s teórico de hechos es igual de imposible si no existen conceptos mediante los cuales estos puedan ser 13 Proletkult: abreviación de Proletarskie kulturno-prosvetitelnye organizatzii (Organización de educación c u l t u r a l proletaria), fue u n a organización de masas ligada a la difusión de las a r t e s que existió en el período 1917-1932 cuyos principios d o c t r i n a l e s fueron elaborados por A.A. Bogdánov, A.K. Gastev, V.F. Pletniov y se sintetizan en la tesis de Bogdánov: *la experiencia proletaria es distinta a las de las viejas clases". (TV. del editor)

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expresados. La lógica dialéctica de Marx toma plenamente en c u e n t a la importancia de esta c i r c u n s t a n c i a . Por ello en dialéctica ya se verifica la convergencia consciente y premeditada de los momentos inductivos y deductivos, como momentos de investigación que son inseparables y que se presuponen m u t u a m e n t e . La vieja lógica fue la que entendió de forma m á s o menos consistente a la inducción como el a n á l i s i s de los hechos empíricos, como el proceso de formación de las determinaciones analíticas del hecho. Por eso, la inducción a d e m á s resultó ser la forma básica, sino que, en todo caso, la ú n i c a de a l c a n z a r nuevo conocimiento. La deducción fue considerada en modo general, como el proceso de análisis del concepto, como el proceso de establecimiento de las distinciones en el seno del concepto. En tal calidad se la concibió, por excelencia, como el proceso y la forma de explicación y exposición del conocimiento ya existente, conocimiento ya presente en la cabeza, y no como u n a forma de moldear nuevo conocimiento, nuevos conceptos. La cuestión es que el ser h u m a n o (con la condición, n a t u r a l m e n t e de que en verdad comprenda los hechos) n u n c a e m p r e n d e el análisis de los hechos empíricos a p a r t i r de u n a consciencia "en blanco", sino desde u n a consciencia cultivada en el c u r s o de la educación. En otras palabras, él siempre se a p r o x i m a a los hechos desde el punto de vista de tales o c u a l e s conceptos. Lo quiera o no, sin esto él no puede en general comprender y entender activamente los hechos, a lo sumo, solo puede contemplarlos pasivamente. En la propia generalización simple, la inducción se liga indisolublemente con la deducción: el ser h u m a n o expresa los hechos en conceptos, y esto significa que u n a nueva determinación analítica de los hechos se forma, al mismo tiempo, como u n a determinación nueva y m á s concreta de ese concepto, con el punto de vista con el cual él comprende estos hechos. Caso contrario, no se forma generalmente u n a determinación analítica del hecho. Lo quiera o no la persona, c a d a nueva determinación inductiva del hecho se forma a la luz de tal o cual concepto o sistema de conceptos ya existente, que de u n modo u otro h a adquirido de la sociedad. Siendo así, quien cree e x p r e s a r los hechos "de forma absolutamente imparciaF, sin concepto a l g u n o "aceptado de antemano", en realidad no e s t á libre de aquello. Todo lo contrario, de modo inevitable viene a ser esclavo precisamente de los conceptos m á s b a n a l e s y a b s u r d o s .

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Aquí también la libertad no consiste en alejarse de la necesidad, sino en el dominio consciente de la misma. La imparcialidad genuina no se h a y a en expresar los hechos en general, sin algún concepto "aceptado de antemano", sino en expresarlos con la a y u d a de los conceptos correctos asimilados de u n modo consciente. Engels demostró e s t a c i r c u n s t a n c i a de m a n e r a e s t u p e n d a , en relación a las categorías filosóficas, en su crítica al empirismo: un n a t u r a l i s t a q u e se pavonea de su "libertad" con respecto a todas las categorías lógicas, por regla general, se halla prisionero de las m á s b a n a l e s nociones sobre las mismas. Él mismo, personalmente, no e s t á en posición de moldear las categorías lógicas "directamente de los hechos", esto sería la pretensión de realizar algo q u e solo p u e d e ser realizado por la h u m a n i d a d en su desarrollo. Debido a eso, en realidad, éste siempre toma prestadas categorías lógicas de la filosofía. La pregunta viene a ser entonces de qué filosofía: de u n mal sistema de moda, o de u n sistema que es en sí la v e r d a d e r a c u m b r e del desarrollo, de u n sistema q u e se f u n d a m e n t a en la investigación de toda la historia del p e n s a m i e n t o h u m a n o y de s u s logros. Esto, n a t u r a l m e n t e , n o solo se refiere a los conceptos de la ciencia filosófica. Lo m i s m o s u c e d e con las categorías de cualquier otra ciencia. El ser h u m a n o n u n c a empieza a pensar "desde el principio", "directo de los hechos". Sin ideas en la cabeza no podrás ver en general los hechos, dijo I. P. Pavlov. La "contemplación" sin sentido y la "inducción" c a r e n t e de ideología son u n a fantasía, al igual q u e el " p e n s a m i e n t o puro". El empírico cree o p e r a r solo a b a s e de hechos incontrovertibles, pero en realidad "sólo o p e r a con las ideas tradicionales, con los f r u t o s en g r a n p a r t e s u p e r a d o s del pensamiento de sus antecesores..." 1 4 . Por e s t a razón, el empírico confunde fácilmente las a b s t r a c c i o n e s con la realidad y la realidad con las abstracciones, fácilmente a d o p t a las ilusiones subjetivas por sí fuesen hechos objetivos, y los h e c h o s objetivos y los conceptos que los e x p r e s a n por si f u e s e n abstracciones e ilusiones. Como regla, él c o n c r e t a la d e t e r m i n a c i ó n de los hechos con el aspecto de abstracciones c o m u n e s .

14 Engels, Federico.: Dialéctica de la naturaleza, 1" ed., Editorial Grijalbo, México D.F., 1961, pp. 112, traducción de Wenceslao Roces.

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En consecuencia, la "inducción empírica" m i s m a se lleva a efecto como proceso de concretización de aquellas representaciones y conceptos, con las cuales se comenzó a examinar los hechos, esto es, como deducción, como proceso de rellenar los conceptos de p a r t i d a con nuevas y m á s d e t a l l a d a s determinaciones obtenidas de los hechos por la s e n d a de la abstracción. En la dialéctica materialista se h a "abolido" racionalmente a la vieja contraposición entre deducción e inducción. La deducción deja de ser el método de s o n s a c a r formalmente las determinaciones contenidas a priori en el concepto y se metamorfosea en el método del desarrollo real del conocimiento sobre los hechos en su movimiento, en su interacción interna. Tal deducción incluye orgánicamente en si al momento empírico y se realiza precisamente a través de u n riguroso a n á l i s i s de los hechos empíricos, a través de la inducción. Si bien en este caso, los nombres "deducción" e "inducción" ú n i c a m e n t e expresan la semej a n z a externa, formal entre el método de la dialéctica materialista con los métodos correspondientes de la lógica racionalista. En realidad, esto no es ni inducción ni deducción, sino u n tercero que incluye como s u s "momentos abolidos" a lo u n o y a lo otro. Aquí ellos se realizan de forma s i m u l t á n e a como contrarios que se presuponen m u t u a m e n t e y que j u s t a m e n t e merced a su interacción modelan u n a forma de desarrollo lógico nueva y muy superior. Y esta forma muy superior, que combina orgánicamente en sí al proceso de análisis de los hechos con el proceso de análisis de los conceptos, es ese método de a s c e n s o de lo abstracto a lo concreto del cual habla Marx. E s t a es la forma lógica del desarrollo del conocimiento, que es la ú n i c a que se corresponde a la naturaleza objetiva del objeto. La cuestión radica en que solamente con su ayuda, lo concreto objetivo puede ser reproducido en el pensamiento, como realidad que surge y se desarrolla históricamente. Ningún otro método puede cumplir este cometido. Como tal, el método de ascenso de lo a b s t r a c t o a lo concreto no es bajo n i n g ú n concepto solamente u n método de exposición de los conocimientos presentes, obtenidos previamente de u n a u otra manera, como frecuentemente lo pintaron los revisionistas de la doctrina de Marx, que tergiversaban el método de "El Capital" en el espíritu del n e o - k a n t i a n i s m o b a n a l . Asi interpreta, por ejemplo, R. Hilferding al método de ascenso de lo abstracto a lo concreto. Citando u n extracto de la

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"Introducción" al t r a b a j o de Marx "Contribución a la crítica de la economía política" ("El primer procedimiento h a reducido la representación plena a definiciones abstractas; con el segundo, las definiciones a b s t r a c t a s conducen a la representación de lo concreto por medio del pensamiento." (p. 146)). Hilferding lo comenta así: "Ya d e s d e a q u í es claro, c u a n falso es equiparar a la deducción y a la inducción como fuentes del conocimiento con igual valor. La deducción es m á s bien solo u n método científico de representación, el c u a l debe, al fin y al cabo, p a s a r en realidad desde la representación de lo general a lo particular, solo que bajo u n a condición, de q u e en el pensamiento ya le haya precedido la inducción." 1 5 Al l l a m a r deducción al método de ascenso de lo a b s t r a c t o a lo concreto e interpretarlo de manera extremadamente u n i l a t e r a l , solo desde el p u n t o de vista de su semejanza e x t e r n a con la deducción tal como es entendida tradicionalmente, R. Hilferding le niega el mérito de método de investigación de los h e c h o s reales y lo reduce a ser simplemente una forma de exposición sistemática del conocimiento ya existente, conocimiento q u e debe, al parecer, ser previamente obtenido de o t r a forma, a saber, por la vía inductiva. El conocido a u s t r o m a r x i s t a Karl Renner dirige su razonamiento por el m i s m o c a m i n o en el prefacio a su "Teoría de la economía capitalista". Él r e d u c e la esencia del método de ascenso de lo abstracto a lo concreto aplicado en "El Capital", a "la forma de exposición de los filósofos a l e m a n e s " que Marx adquirió de sus contemporáneos. E n c u a n t o ésta forma de exposición parece se h a b í a vuelto por completo e x t r a ñ a a las generaciones de lectores de hoy, Renner t a m b i é n considera oportuno sustituirla por otra f o r m a de exposición. "No conozco libro que deba su origen a tal m a s a de experiencia, como 'El Capital' de Marx, - dice Renner - , y conozco a ú n m e n o s libros cuyo método de exposición, pese a esto, s e a t a n deductivo y abstracto" 16 . En razón de esto, Renner cree conveniente "exponer" el contenido de la teoría de Marx de otra forma, u n a forma que "parte de los hechos de la experiencia, los observa directamente, los sistematiza y luego se

15 R. Hilferding. El enfoque histórico de la economía política de Marx. "Problemas f u n d a m e n t a l e s de la economía política". Moscú, 1922, pp. 235 (las cursivas son n u e s t r a s - E. I.). 16 K. Renner. Teoría de la economía capitalista. Moscú, 1926, pp. XIX.

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eleva paso a paso al nivel de los conceptos abstractos" 1 7 , esto es, inductivamente. En este caso, Renner e s t i m a q u e la forma de exposición se corresponderá al método de investigación, mient r a s que en "El Capital", el uno contradice al otro 18 . Como resultado, Renner generaliza de m a n e r a totalmente acrítica los fenómenos empíricos del capitalismo moderno, en ese aspecto en que estos se evidencian en la superficie, y luego hace p a s a r s u s generalizaciones por expresión teórica de la esencia de estos fenómenos. Por e s t a vía d e s c u b r e , por ejemplo, que el trabajador al comprar acciones comienza a apropiarse de los medios sociales de producción, de lo c u a l r e s u l t a de modo totalmente automático la "democratización del capital", y la "socialización" de la producción social 1 9 lo que h a c e innecesaria la revolución. El propio Renner d e m u e s t r a que el meollo de la cuestión no está solamente en la forma de la exposición. Renner bajo el disfraz de modificar la forma de exposición, reemplaza fraudulentamente el método de Marx, el método de investigación de los fenómenos, por el método de la apologética. No basta que el método de a s c e n s o de lo a b s t r a c t o a lo concreto pueda ser interpretado como u n método de síntesis puramente lógica de las abstracciones ya existentes (obtenidas anteriormente, de u n modo p u r a m e n t e analítico) en u n sistema. Esta noción de que el c u r s o del conocimiento debe empezar a realizarse por el análisis "puro", en cuyo trayecto se elaboran numerosas abstracciones, y solo d e s p u é s se procederá a u n a síntesis igual de "pura"; se pertenece a las f a n t a s í a s de la gnoseología metafísica, igual que la noción de la inducción sin deducción. Al establecer este p u n t o de vista, de c u a n d o en c u a n d o se aduce en calidad de ejemplo al desarrollo de la ciencia en los siglos XVII y XVIII, si bien al hacerlo se violenta los hechos de modo involuntario. Incluso si estuviésemos de a c u e r d o en que lo que en verdad caracterizó a ese período era la f o r m a de relación 17 K. Renner. Teoría de la economía capitalista. Moscú, 1926, pp. XIX. 18 Muchos trabajos de la discípula de Althusser, la chilena M a r t h a Harnecker, podrían tener la misma línea de conducta, p u e s intenta p r e s e n t a r como un compendio didáctico el método de Marx. (N. del editor) 19 Teóricos como Drucker, y partidos de ultraderecha, como el PP en E s p a ñ a o el Social Cristiano en Ecuador, toman e s t a s tesis p a r a p o s t u l a r su "capitalismo popular", bien sabido es que la "distribución del capital" a través del accionariado obrero es la base de la concentración de la mayoría de acciones en manos de unos pocos magnates del capital. [N. del editor)

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analítica p a r a con los h e c h o s (aunque de hecho la síntesis, a despecho de las ilusiones de los teóricos, también aquí se llevó a cabo), no se p u e d e olvidar que este fue el escalón inicial en el desarrollo científico de la h u m a n i d a d , y que ese mismo "análisis unilateral", característico de e s a época, presupone a la ciencia griega a n t i g u a en calidad de premisa. Y precisamente p a r a e s t a ciencia a n t i g u a - p a r a el verdadero estadio inicial del desarrollo científico de E u r o p a - e s m u c h o m á s característico el p u n t o de vista "sintético generalizador" sobre las cosas. Si nos referimos a la historia de la m e t a f í s i c a de los siglos XVII y XVIII, no se debe olvidar q u e é s t a en sí no es la primera, sino m á s bien la segunda gran época de desarrollo del pensamiento. Siendo así, es más bien la síntesis, y n o el análisis, el que aparece como primer estadio histórico en la elaboración de los hechos en el pensamiento. De tal m a n e r a q u e este ejemplo n o s d e m u e s t r a justamente lo opuesto a eso q u e se quería d e m o s t r a r con s u ayuda. El análisis y la síntesis son (y siempre h a n sido) contrarios internos al proceso del p e n s a m i e n t o , igual de inseparables como lo son la deducción y la inducción. Si acaso en u n a u otra época se sobreestimó a u n o en detrimento del otro, esto no debe ser erigido en ley a la q u e el p e n s a m i e n t o se debe subordinar en lo futuro, en u n a ley lógica, en u n a receta s e g ú n la cual toda ciencia debe iniciar, al parecer, p a s a n d o por u n estadio "puramente analítico" del desarrollo, y solo luego y en base a esto iniciar la síntesis. Pero es e x a c t a m e n t e en b a s e a e s t a noción que se fundamenta la opinión de q u e el método de ascenso de lo abstracto a lo concreto p u e d e ser aplicado ú n i c a m e n t e allí y entonces, cuando previamente se h a c o n s u m a d o por completo el proceso de "destilación" de lo concreto en lo abstracto. El método de a s c e n s o de lo abstracto a lo concreto es, en primer lugar, u n método de a n á l i s i s de hechos empíricos reales. Como tal, este incluye orgánicamente en si al movimiento "opuesto", e n calidad de su contrario internamente necesario, cada p a s o por s e p a r a d o en e s t a senda no es otra cosa que un acto de a s c e n s o de lo concreto dado de m a n e r a sensible a su expresión a b s t r a c t a m e n t e teórica. Por tal razón, el proceso de ascenso de lo a b s t r a c t o a lo concreto en el pensamiento es al mismo tiempo u n movimiento que se r e a n u d a continuamente desde

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lo concreto en la contemplación y la representación hacia lo concreto en el concepto. Las determinaciones a b s t r a c t a s de los h e c h o s dados de modo sensible, que son sintetizadas en u n s i s t e m a por el sendero de a s c e n s o hacia la verdad concreta, son m o d e l a d a s en el curso de este mismo movimiento. En n i n g ú n caso, se las toma ya listas en calidad de productos de estadios precedentes del conocimiento lógico, que s u p u e s t a m e n t e son p u r a m e n t e analíticos. Si tuviese a l g ú n sentido la a f i r m a c i ó n s e g ú n la cual el ascenso de lo abstracto a lo concreto p r e s u p o n e la unificación puramente analítica de lo concreto sensiblemente empírico en la expresión a b s t r a c t a , como fase p a r t i c u l a r de la actividad lógica que se antepone tanto en el tiempo y esencia, entonces ese sentido consistiría en que el e x a m e n teórico de la realidad ya presupone la existencia de u n bien d e s a r r o l l a d o bagaje de palabras, u n a terminología que se forma e s p o n t á n e a m e n t e , u n sistema de representaciones a b s t r a c t a m e n t e generales. Este estadio "puramente analítico" del reflejo en la consciencia de la realidad de los objetos, es ú n i c a m e n t e la p r e m i s a de la actividad lógico-teórico, pero no es su primera fase. De suerte que podemos h a c e r el b a l a n c e : el método de ascenso de lo abstracto a lo concreto e s la f o r m a específica de actividad del pensamiento, de elaboración lógica de la contemplación y la representación en conceptos. En n i n g ú n caso es u n procedimiento artificioso, ni u n a f o r m a de exposición de conocimiento ya existente, ni u n método formal de unificación en u n sistem a de las abstracciones ya disponibles. Este es, primero y a n t e todo, u n a ley " n a t u r a l " del desarrollo teórico de la h u m a n i d a d , sacado a la luz por la filosofía y transformado luego en u n método conscientemente aplicado al desarrollo de la teoría. Cada generalización "inductiva" t o m a d a por s e p a r a d o (según la fórmula: de lo concreto en la contemplación a lo abstracto en el pensamiento), de hecho, siempre se cristaliza en la realidad en el contexto de movimiento general del conocimiento, y es en este sentido solo u n "momento desapareciendo" en el curso del movimiento general hacia la verdad concreta. Tanto el ascenso de lo abstracto a lo concreto en el p e n s a m i e n t o como la dialéctica del pensamiento son dos c o s a s q u e e s t á n indisolublemente ligadas.

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No es por a z a r q u e Lenin copió minuciosamente u n a larga definición d a d a por Hegel en la ú l t i m a sección de su "gran" Lógica sobre el sendero d e s d e lo a b s t r a c t o a lo concreto y la caracterizo del modo siguiente: "Este e x t r a c t o n o es del todo malo como u n a especie de resumen de la dialéctica" 2 0 . La definición, c i t a d a por Lenin, caracteriza precisamente al Proceso del p e n s a m i e n t o como proceso de ascenso de lo abstracto a lo concreto: "Así el conocer se m u e v e de contenido en contenido. Este progreso se d e t e r m i n a , primero, de esta manera, en el sentido de QUe p a r t e de d e t e r m i n a c i o n e s simples y cada u n a de las subsiguientes e s m á s rica y m á s concreta. Porque el resultado contiene su propio comienzo, y el desarrollo de este comienzo lo h a enriquecido con u n a n u e v a determinación. Lo universal es la base; Por lo t a n t o el p r o g r e s o no debe ser entendido como u n fluir de Uno a otro. E n el m é t o d o a b s o l u t o el concepto se conserva en su ser otro, y lo otro u n i v e r s a l en s u particularización, en el juicio y en la r e a l i d a d ; eleva a c a d a e t a p a posterior de determinación toda la m a s a de s u c o n t e n i d o precedente, y por su progreso dialéctico no sólo n o pierde n a d a ni deja n a d a detrás, sino que lleva consigo todo lo q u e h a adquirido, enriqueciéndose y concentrándose e n sí mismo." 2 1 Son j u s t a m e n t e e s t a s secciones de la Lógica de Hegel, en las que se e x p o n e la idea de a s c e n s o desde u n a determinación abst r a c t a m e n t e u n i v e r s a l del objeto a s u encarnación cada vez más y m á s c o n c r e t a , las q u e Lenin destacó en s u s sumarios como las Secciones en l a s q u e el idealismo se pone menos de manifiesto, y donde la e s e n c i a de la cuestión es en primer lugar la del método dialéctico. "Es d i g n o de mención el h e c h o de que todo el capítulo sobre la 'idea a b s o l u t a ' a p e n a s dice u n a p a l a b r a sobre Dios (casi nunca se h a deslizado por accidente u n 'concepto' 'divino*), y aparte de eso -esto NB-> casi no contiene n a d a que sea específicamente IDEALISMO, sino q u e tiene por t e m a principal el método DIALÉCTICO. La s u m a , la ú l t i m a p a l a b r a y la esencia de la lógica de Hegel es el método de dialéctico - esto es extremadamente nota20 Lenin, V.I.: Cuadernos

Filosóficos, pp. 219, ed. cit.

21 Lenin citando La lógica de Hegel en Cuadernos filosóficos, pp. 218-219, ed. cit.

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ble. Y u n a cosa más: en e s t a obra de Hegel, la MÁS IDEALISTA de todas, hay MENOS idealismo y MÁS MATERIALISMO que en ninguna otra. ¡Es 'contradictorio', pero es u n hecho!" 22 Bajo el p u n t o de vista dialéctico sobre el proceso del conocimiento, el método de a s c e n s o de lo a b s t r a c t o a lo concreto desde la determinación universal teórica del objeto, dado en la contemplación y la representación, a s u s determinaciones m á s y más concretas, sale a e s c e n a a d e m á s como la forma correcta de la elaboración teórica de los hechos empíricos en el concepto. Así lo c o n s i d e r a b a n Marx en s u "Introducción" a la obra "Contribución a la crítica de la economía política", y Lenin en s u s notas y apreciaciones a propósito del último capítulo de la Lógica de Hegel. L A FUNDAMENTACIÓN MATERIALISTA DEL MÉTODO DE ASCENSO DE LO ABSTRACTO A LO CONCRETO EN M A R X

El método de a s c e n s o de lo a b s t r a c t o a lo concreto fue formulado por Hegel, en calidad de ley u n i v e r s a l a la c u a l se subordina el proceso de desarrollo científico. Pero solo en Marx se le dio f u n d a m e n t a c i ó n m a t e r i a l i s t a a e s t a ley y ella llegó a ser útil como método real de desarrollo del conocimiento científico concreto, m i e n t r a s que en Hegel (precisamente a c a u s a de su interpretación y aplicación idealista) ésta a p a r e c e exclusivamente como u n método de construcción de u n a especulativa ciencia de ciencias, u n sistema absoluto del " m u n d o como u n todo". Marx no sólo f u n d a m e n t ó e s t a ley en el plano teórico general sino que la aplicó realmente en el perfeccionamiento de u n a de las ciencias concretas: la economía política. Con su a y u d a creó "El Capital" y este contiene dentro de sí la demostración concreta, desplegada en la práctica, de la necesidad de este método, de su f u n d a m e n t a c i ó n materialista real, como el único método que concuerda con la dialéctica del desarrollo de la realidad objetiva de la materia. El análisis de "El Capital" desde el p u n t o de vista del método de investigación aplicado en el mismo debe d e m o s t r a r también la esencia concreta del método de a s c e n s o desde lo abstracto a lo concreto. Este método debe ser demostrado como tal, como el único que puede garantizar la resolución de la t a r e a central de la investigación científica, como esta es delineada desde el pun22 Lenin, V. I.: Cuadernos

Filosóficos,

pp. 2 2 2 , ed. cit.

231 LA FUNDAMENTACION MATERIALISTA D E L MÉTODO DE ASCENSO.

to de vista del m a t e r i a l i s m o dialéctico, como la tarea del estudio te la m u t u a c o n d i c i o n a l i d a d de los fenómenos que crean su sistema de interacción el c u a l s u r g e y se desarrolla históricamente y continúa d e s a r r o l l a n d o f o r m a s nuevas y novísimas de su existencia, f o r m a s n u e v a s y novísimas de interacción interna. Ningún otro m é t o d o p u e d e d a r solución a esta tarea. Cualquier °tro método n o se c o r r e s p o n d e a la naturaleza objetiva del objeto que es r e p r o d u c i d o e s p i r i t u a l m e n t e con su ayuda. Sería c o m p l e t a m e n t e e r r ó n e o percibir la necesidad del método de ascenso de lo a b s t r a c t o a lo concreto, únicamente en que la consciencia del ser h u m a n o no puede abarcar de golpe toda la complejidad del objeto, y por f u e r z a tiene que "ascender" desde ta representación i n c o m p l e t a y unilateral (abstracta) del objeto al conocimiento c a d a vez m á s completo y multilateral del misólo. Tal explicación s i m p l e m e n t e sería del todo insuficiente. Para ser m á s preciso, e s t a n o sería u n a explicación sino la simple referencia a u n h e c h o conocido por todos. Es de por sí evidente que la consciencia es en verdad así. Pero a ú n más, son todas estas propiedades y r a s g o s específicos de la consciencia en sí las que requieren de u n a explicación materialista. Además, tal referencia a la n a t u r a l e z a de la consciencia en general no h a explicado a b s o l u t a m e n t e n a d a e n específico sobre el método de ascenso de lo a b s t r a c t o a lo concreto como método de investigación teórico-científica. La simple familiarización con el objeto, con el fenómeno y el sistema de f e n ó m e n o s t a m b i é n tiene lugar como u n proceso de asimilación g r a d u a l y sucesiva de nuevos y novísimos detalles y pormenores, como proceso de transición desde u n a representación u n i l a t e r a l y pobre acerca del objeto a u n a representación multilateral (si bien, como antes, p u r a m e n t e empírica) del mismo. El proceso de a c u m u l a c i ó n de agrupamientos empíricos, por medio de los c u a l e s la realidad se vuelve algo determinado, pero q u e todavía no se h a conocido, también tiene lugar como el proceso de desarrollo desde el conocimiento unilateral al conocimiento o m n i l a t e r a l . De esta m a n e r a , esta interpretación solo h a s e ñ a l a d o aquello a b s t r a c t a m e n t e idéntico, que el proceso de reproducción teórica de lo concreto en el concepto tiene en com ú n con la simple familiarización empírica con los fenómenos, y no e x p r e s a lo q u e tiene de específico ni lo uno, ni lo otro. El método de a s c e n s o de lo abstracto a lo concreto es simplemente la f a c u l t a d de reflejar la realidad concreta en el pensa-

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miento, de n i n g u n a m a n e r a es la f a c u l t a d de s u creación con la fuerza del pensamiento, como lo r e t r a t a r a Hegel. Es precisamente por ello que no depende en lo a b s o l u t o del pensamiento, en donde este método d a r á inició y en q u é orden proseguirá el desarrollo lógico de los conceptos. Como Marx lo demostró, esto depende exclusivamente de la relación en la c u a l se hallan los diversos aspectos del todo concreto, los u n o s respectos de los otros. El método de desarrollo lógico debe corresponderse por ende al método de desmembración i n t e r n a de e s t a totalidad, a la dialéctica del devenir de lo concreto al m a r g e n del pensamiento, esto es, a fin de c u e n t a s , al desarrollo histórico de lo concreto, a u n q u e , como lo d e m o s t r a r e m o s m á s abajo, e s t a coincidencia no es simple, inerte y especular, sino que concierne únicamente a los momentos u n i v e r s a l e s del desarrollo. La fórmula del materialismo en teoría del conocimiento y lógica es justamente la inversa a lo a n t e s citado: el objeto es tal q u e a este solo le corresponde esa, y n i n g u n a otra, f o r m a de actividad de la consciencia, el objeto es tal que solamente p u e d e ser reflejado en la consciencia con la a y u d a de este método. En otras p a l a b r a s , la cuestión referente al método de la actividad lógica se m e t a m o r f o s e a a q u í t a m b i é n en la investigación de la naturaleza objetiva de la realidad de los objetos, en el descubrimiento ulterior de la categoría de lo concreto como categoría de los objetos23 que e x p r e s a la f o r m a u n i v e r s a l de existencia de la realidad. Y aquí r e i n a el principio de coincidencia de la lógica, la teoría del conocimiento y la dialéctica: u n a cuestión que a primera vista es p u r a m e n t e lógica es, en esencia, u n a cuestión de las formas universales, en l a s c u a l e s tiene lugar el devenir y desenvolvimiento de la c u a l i d a d objetivamente concreta. La f u n d a m e n t a c i ó n m a t e r i a l i s t a de la j u s t e z a y necesidad del método de ascenso de lo a b s t r a c t o a lo concreto, solo puede consistir en m o s t r a r aquellas leyes u n i v e r s a l e s reales que subordin a n por igual el devenir de c u a l q u i e r s i s t e m a concreto de fenómenos i n t e r a c t u a n t e s (sistema mercantil-capitalista de relaciones sociales o s i s t e m a solar, la f o r m a de interacción química o biológica, etc.). Si bien a q u í u n a vez m á s tropezamos con la consabida dificultad dialéctica: la dialéctica influye en la form a de plantear la cuestión de la propia dialéctica. La elucida23 En el original: "npeAMeTHoñ KaTeropHH" ( p r e d m e t n o y kategorii). (N. del trad.)

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ción y expresión teórica de las leyes universales del devenir de todo lo concreto, a p a r e n t e m e n t e , no es factible por la vía de la generalización inductiva, por la vía de la abstracción a b s t r a c t a de lo general, de lo idéntico q u e tienen en común el sistema mercantil-capitalista con el solar planetario, de la forma biológica de interacción en la n a t u r a l e z a con la electromagnética, química, etc. Plantear la c u e s t i ó n así, significa ponerse al frente u n a t a r e a que es por s u propia n a t u r a l e z a absolutamente irresoluble. Es verdad, no solo el a u t o r de este trabajo no conoce todos los casos de interacción c o n c r e t a en la infinita naturaleza, sino además la h u m a n i d a d en s u c o n j u n t o h a s t a ahora está lejos de ello. Y con todo e n c a r a m o s la t a r e a de poner en claro precisamente las leyes universales del devenir de todo sistema objetivo de interacción concreta. E n o t r a s p a l a b r a s , hemos retornado u n a vez más a u n o de los "eternos" problemas de la filosofía: es posible o no forjar u n a generalización r e a l m e n t e universal e infinita sobre la base de la investigación de u n círculo limitado y por necesidad finito de h e c h o s . A f o r t u n a d a m e n t e , la filosofía n u n c a h a intentado procurarse semejante e n t e n d i m i e n t o por la vía inductiva. El desarrollo real de la ciencia y la filosofía d e s d e hace m u c h o resolvió y resuelve de forma práctica e s t a "antinomia", que parece ser por principio irresoluble solo, e n t o n c e s y c u a n d o , es formulada de modo metafísico. En realidad, la h u m a n i d a d h a p r o c u r a d o las generalizaciones y conclusiones u n i v e r s a l e s , "infinitas", no solo en filosofía sino en toda o t r a á r e a del conocimiento, no por la vía de la abstracción de lo idéntico q u e tienen entre sí todos los casos posibles, sino por la vía del análisis de a u n q u e sea u n caso típico. Baste recordar en e s t a ilación l a s p a l a b r a s de Engels en la "Dialéctica de la Naturaleza": "Un ejemplo p a l m a r i o de cómo la inducción no puede pretender ser la f o r m a ú n i c a ni siquiera la predominante de los descubrimientos científicos n o s lo ofrece la termodinámica: la máquina de vapor h a probado del modo m á s concluyente cómo se puede, m e d i a n t e el calor, obtener movimiento mecánico. 100 000 m á q u i n a s de vapor no p r u e b a n esto m á s que una sola, pero van e m p u j a n d o m á s y m á s a los físicos hacia la necesidad de explicarlo. El p r i m e r o que se lo propuso seriamente fue Sadi Carnot. Pero n o por inducción. Estudió la máquina, la analizó,

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encontró que el proceso de que se t r a t a b a no se presentaba en ella de u n modo puro, sino encubierto por diversos procesos accesorios, d e s c a r t ó e s t a s c i r c u n s t a n c i a s concomitantes indiferentes p a r a el proceso esencial y c o n s t r u y ó u n a máquina de vapor ideal (la m á q u i n a de gas), en rigor imposible de construir, como no p u e d e n construirse, por ejemplo, u n a línea o una superficie geométricas, pero que, a s u modo, presta el mismo servicio q u e e s t a s abstracciones m a t e m á t i c a s , al presentar ante nosotros el proceso en su forma p u r a , como u n proceso independiente y sin falsear." 24 No es la inducción dirigida a b u s c a r abstracciones lo que exp r e s a lo m á s general p a r a todos los c a s o s particulares, sino el análisis p r o f u n d o de u n c a s o en p a r t i c u l a r que se dirige a poner en evidencia el proceso b u s c a d o en s u aspecto "puro", tal ha sido el sendero de la filosofía siempre y en todo lugar, donde y c u a n d o de verdad esta h a a r r i b a d o a descubrimientos objetivos. Son gente del tipo Comte y Spencer los que intentaron ir por la s e n d a de la inducción y la abstracción. Pero, en consecuencia, los resultados de s u s empeños vinieron a ser los concordantes. La filosofía siempre h a resuelto s u s problemas específicos de u n a m a n e r a distinta, en esencia, a eso q u e ambiciona hallar lo a b s t r a c t a m e n t e general q u e u n cocodrilo tiene en común con Júpiter, y el sistema solar lo tiene con la riqueza. La filosofía siempre h a tenido s u s propios p r o b l e m a s de seriedad, en el curso de su resolución a v a n z a al d e s c u b r i m i e n t o de la sujeción universal a leyes de todo lo q u e existe, a poner e n evidencia el contenido de las categorías. Marx, como sabemos, sometió a a n á l i s i s crítico el sistema hegeliano de categorías universales, de n i n g u n a forma fue por la senda de c o m p a r a r e s t a s categorías con e s a generalidad, entre la h u m a n i d a d y el núcleo atómico, y e n t r e estos dos con el gran esquema universal. La superación crítica del sistema hegeliano de categorías se consumó por la vía de s u confrontación crítica con preponderancia a u n caso de desarrollo dialéctico (si bien, la cuestión está en que sea u n o típico) con la dialéctica de las relaciones sociales de producción en u n a de las e t a p a s de s u desarrollo. La superación crítica de las categorías universales históricamente desarrolladas por la filosofía desde el p u n t o de vista del 24 Engels, Federico: Dialéctica de la naturaleza,

pp. 194, ed. cit.

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análisis p r o f u n d o de al m e n o s un caso típico, esta es la senda real, por la c u a l siempre se h a consumado la evolución en el entendimiento del c o n t e n i d o de l a s categorías universales. La tarea básica del a n á l i s i s teórico de lo universal siempre se reduce realmente al a n á l i s i s de lo individual desde el punto de vista de lo u n i v e r s a l . E s n e c e s a r i o únicamente saber escoger en lo individual aquello q u e constituye no la individualidad y particularidad de este caso, sino s u universalidad. Es justo en este punto que se r e q u i e r e con precisión la máxima relación consciente p a r a con la a b s t r a c c i ó n y p a r a con las vías de su obtención. De hecho, el error m á s acostumbrado de la investigación teórica consiste en q u e se t o m a por forma universal del hecho individual a eso q u e de h e c h o se relaciona solo con la confluencia d a d a de c i r c u n s t a n c i a s transitorias, en cuyo seno se dio la contemplación de e s t a f o r m a realmente universal. Y en la m e d i d a en q u e la cuestión p a s a por el contenido de esta categoría u n i v e r s a l , q u e es lo concreto, p a r a ser sacada a la luz del modo m á s completo, é s t a es u n a t a r e a tal que no solo puede sino que debe de resolverse por la vía de la investigación de al menos u n c a s o típico de u n sistema vivo que se desarrolla dialécticamente en cuyo seno los fenómenos objetivos interactúan. El sistema de relaciones mercantiles-capitalistas entre personas es el caso típico de tal tipo de sistema que se desarrolla por sí mismo, relativamente autónomo (lo concreto). A este lo tomaremos en calidad de c a s o directamente particular de lo concreto en general, en el c u a l puede y deben hacerse manifiestos los contornos u n i v e r s a l e s de todo lo concreto. Al investigarlo nos valdremos del m a t e r i a l de otras á r e a s solo en la medida en que estos también s e a n típicos. La elección de este material la determina no el capricho subjetivo u o t r a s inclinaciones personales. Una circunstancia de mucho mayor peso a favor de e s t a elección es que ninguna otra cualidad c o n c r e t a h a sido comprendida todavía por el pensamiento con tal plenitud, como h a sido comprendida ésta. Todavía n i n g ú n otro s i s t e m a concreto de interacción ha sido puesto frente a n o s o t r o s en toda la complejidad y plenitud de su dialéctica interna, en t o d a la complejidad de su estructura, como lo ha sido el s i s t e m a de relaciones mercantiles capitalistas, puesto al descubierto en "El Capital" y en otras obras de los clásicos del marxismo-leninismo, j u s t a m e n t e por ello lo m á s racional es

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e x a m i n a r con b a s e en este material las características universales de todo lo concreto, develar la categoría de lo concreto en general. Tal método de estudio coincide por completo con eso q u e hiciera el propio Marx en su práctica cognoscitiva. C u a n d o Marx se planteó a n t e sí la t a r e a de d e s n u d a r la ley u n i v e r s a l del capitalismo como tal, como u n sistema históricam e n t e d e t e r m i n a d o de producción social, no tomó la senda de la comparación inductiva de todos los casos, sin excepción, del desarrollo capitalista que se dio sobre el globo terráqueo en su época. Él procedió de otra m a n e r a , procedió como u n dialéctico: él tomo el caso más característico y más desarrollado, a saber, la realidad mercantil-capitalista inglesa y su reflejo teórico en la lit e r a t u r a económica inglesa, y desplegó u n a teoría económica universal, primordialmente sobre la b a s e de la detallada investigación de este único caso. Él entendió a d e m á s q u e las leyes universales del desarrollo del capitalismo son u n a s y las mismas p a r a todo país, y q u e Inglaterra como p a í s que había caminado m á s lejos que los otros por la s e n d a del desarrollo capitalista exponía todos los fenómenos en s u a s p e c t o m á s palmario. En ella, todo eso que en otros p a í s e s tenía la a p a r i e n c i a de u n indicio débil y muy difícil de distinguir, p u e s t o que solo era u n a tendencia que no t e r m i n a b a de ponerse de manifiesto, recubierta y complicada por c i r c u n s t a n c i a s a c c e s o r i a s e x t e r n a s , se presentaba en su forma m á s desarrollada, clásica y d i á f a n a . Marx se aproximó a materiales que c a r a c t e r i z a b a n al desarrollo capitalista de otros países solo en c a s o s p u n t u a l e s (para s u análisis de la renta, por ejemplo, se valió de n u m e r o s o s m a t e r i a l e s del desarrollo económico del c a m p o ruso). Si bien e s t a vía, la vía de revelar de m a n e r a directa lo c o m ú n que existe entre c a s o s diferentes del desarrollo capitalista no era la vía m a g n a sobre la que él desplegó la teoría universal del desarrollo capitalista. La vía magna de s u investigación todo el tiempo continúo siendo la investigación de la realidad económica inglesa y la crítica constructiva de la economía política inglesa. E s t a s m i s m a s consideraciones deben, evidentemente, guiar la m a n e r a de p l a n t e a r la cuestión referente a las categorías de la dialéctica. Ciertamente que la realidad mercantil-capitalista, puesta a descubierto teóricamente en "El Capital" y en otros trabajos adyacentes (tanto del propio Marx, c u a n t o de s u s mejores discípulos y adeptos, en primer lugar de Engels y Lenin), se halla ante nosotros como el c u a d r o m á s p l e n a m e n t e desplegado de

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lo concreto que s u r g e y se desarrolla históricamente, como el caso más típico de lo concreto en general. Además "El Capital" es, hasta el presente, u n modelo sin par de aplicación consciente del método dialéctico, de la lógica dialéctica en toda la extensión de su contenido. Este expone a m u c h a s otras ciencias s u porvenir, expone en f o r m a clásica y p u r a todos esos aspectos del método que todavía n o se h a n realizado de modo tan consecuente en otras ciencias. Debe a n o t a r s e t a m b i é n que la crítica constructiva de las teorías precedentes, q u e es en sí u n momento inalienable de la elaboración teórica de los problemas científicos modernos, p r e s u pone haber p a s a d o por la asimilación critica del material teórico ("mental") de mejor calidad, los modelos verdaderamente superiores de la comprensión de e s a realidad que en el caso dado actúa en calidad de objeto de atención e investigación. Cuando el c e n t r o del d e b a t e t r a t a b a sobre la elaboración de la teoría económica, entonces, los principales oponentes teóricos con quienes, al debatir Marx, desplegó su entendimiento de la realidad, vinieron a ser los clásicos de la economía política burguesa, y no los r e p r e s e n t a n t e s de la economía vulgar y de la "forma profesoral de la descomposición" de la teoría, que eran contemporáneos de Marx. Estos últimos fueron contemporáneos a Marx solo en lo temporal, pero no desde el punto de vista de la penetración teórica en el objeto. En relación a la teoría ellos e s t a b a n m u y por debajo de los clásicos, y no podían en si ser contradictores teóricos dignos de u n a impugnación seria. Y al desplegar s u comprensión teórica de la realidad bajo la forma de u n debate serio con los clásicos, Marx simplemente se mofa, de paso, de "teóricos" t a l e s como Senior, Bastiat, MacCulloch, Rosher, etc. A estos ú l t i m o s solo era posible pasarles cuentas críticamente c u a n d o la comprensión teórica del objeto en sus momentos decisivos y a h a b í a sido desplegada en lo esencial. C u a n d o la cuestión p a s a por las categorías filosóficas, por las categorías de la dialéctica, entonces h a s t a el día de hoy la filosofía clásica b u r g u e s a sigue siendo el único oponente teórico digno y serio de la filosofía del materialismo dialéctico, lo que, claro está, no solo q u e no remueve del orden del día la tarea de la lucha m á s a g u d a e implacable en contra de los sistemas reaccionarios m o d e r n o s , sino que a d e m á s ayuda a desnudar su vacuidad, s u a f á n de o c u l t a r s e cobardemente de los grandes problem a s filosóficos.

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La actitud de Marx, Engels y Lenin p a r a con Hegel o Feuerbach f u e por principio distinta, que con S c h o p e n h a u e r o Comte, con Mach o Bogdanov. Al criticar con severidad las especulaciones de estos idealistas p e q u e ñ o s e insulsos, n u n c a se esforzaron por h a l l a r "gérmenes racionales" en ellos. Lenin al d e s e n m a s c a r a r la c o n f u s a argumentación sofística de los majistas 2 5 la lleva y trae, en primer lugar, a su expresión clásica y d i á f a n a , de principios, q u e e s t a posición impugnada a l c a n z a r e en Berkeley y Fichte. Y esto no es solamente un procedimiento polémico sino que es el método m á s veraz para desn u d a r teóricamente la esencia de e s t a p o s t u r a . Por otra parte, c u a n d o Lenin e n c a r ó la t a r e a de la elaboración ulterior de la dialéctica materialista, dejo de lado a los m a j i s t a s como partidarios teóricos m o d e r n o s de Berkeley, y r e a n u d ó el análisis crítico de la "Ciencia de la Lógica" de Hegel como c u m b r e genuina del pensamiento b u r g u é s en el á r e a de la comprensión de las leyes universales de la n a t u r a l e z a , la sociedad y el pensamiento humano. Así, se puede h a c e r el balance: la g e n u i n a fundamentación concreta del método de a s c e n s o de lo a b s t r a c t o a lo concreto, como el único científicamente correcto en el desarrollo lógico, como el único q u e se corresponde a la dialéctica objetiva, la debemos b u s c a r en "El Capital" de Marx en el análisis de su est r u c t u r a lógica. En "El Capital" se cumple de f o r m a c o n s e c u e n t e y sistemática la coincidencia entre lógica, teoría del conocimiento y dialéctica, lo cual es el rasgo distintivo del método de investigación de Marx siendo la coincidencia de inducción y deducción, de análisis y síntesis, lo que caracteriza al método de a s c e n s o de lo abstracto a lo concreto. E x a m i n e m o s e s t a cuestión, en primer lugar, en su expresión económico-concreta, p a r a luego proceder a conclusiones metodológico generales de orden lógico. Planteemos la cuestión así: ¿es posible en general entender teóricamente (reproducir en los conceptos) la esencia objetiva de fenómenos tales como la plusvalía y la g a n a n c i a , si previa e independientemente no se h a procedido a a n a l i z a r la categoría del valor? ¿Puede entenderse al dinero, sin conocer las leyes a las que se s u b o r d i n a el movimiento de m e r c a n c í a s simple? Aquellos 2 5 Seguidores de las tesis filosóficas d e s a r r o l l a d a s por el físico Suizo, Ernst Mach. (N. del editor)

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hayan leído "El C a p i t a l " y conozcan la problemática de la onomia política, s a b e n q u e e s t a es u n a tarea irresoluble. ¿Puede m o l d e a r s e el c o n c e p t o (la abstracción concreta) del cantal por la vía de la generalización puramente inductiva de esos r asgos a b s t r a c t o s q u e se o b s e r v a n en todos los distintos tipos de c apital? ¿Sería c i e n t í f i c a m e n t e satisfactoria u n a abstracción semejante? ¿ E x p r e s a r í a s e m e j a n t e abstracción la estructura inerna del capital en general, como forma específica de la realia d económica? T a n pronto p l a n t e a m o s la cuestión así, se hace Posible responderla solo d e u n modo negativo. Una abstracción s e m e j a n t e , desde luego, que expresa eso que e ? idéntico y q u e p o s e e n el capital industrial, financiero, comercial y u s u r a r i o . Ella n o s l i b r a r á , sin reservas, de la reiteración. 1 bien con esto t a m b i é n a g o t a r á su real sentido cognitivo. Ella expresará la e s e n c i a c o n c r e t a de ninguno de estos tipos de c ?Pital y t a m p o c o se e x p r e s a r á en ella la esencia concreta de su v mculación m u t u a , de s u interacción. Pues es justamente eso lo que se h a a b s t r a í d o de ella. A u n q u e de hecho, desde el punto de v ista de la dialéctica, es la interacción concreta de fenómenos concretos lo q u e c o n s t i t u y e el objeto y finalidad del pensamiento en conceptos. El significado de lo general es contradictorio, señaló Lenin; en e l se deja sin vida a la r e a l i d a d viviente, si bien es, al mismo tiempo, el ú n i c o escalón posible en dirección a su comprensión 26 . A u n q u e en el c a s o en cuestión, como no es difícil de entender, lo general solo deja sin vida a lo concreto, únicamente se aleja de éste y no es, al m i s m o tiempo, u n paso en dirección a él. Semejante generalidad se a b s t r a e j u s t a m e n t e de lo concreto, como de algo "no esencial". Semejante abstracción no expresa la n a t u r a l e z a u n i v e r s a l concreta del capital (de todo capital tanto el i n d u s t r i a l como el financiero o el comercial). "El Capital" dem u e s t r a de m o d o palpable la circunstancia de que la naturaleza económica c o n c r e t a del capital comercial, como aspecto concreto de la totalidad capitalista, no puede por principio ser entendida, e x p r e s a d a en la abstracción teórica, si con antelación no se h a entendido en s u e s t r u c t u r a interna al capital inec

26 En el original: "nocTH^eHmo" (postizheniyu) que significa "concepción, comprensión"; este vocablo se relaciona al verbo "nocTHráTb* (posfújaft) cuya equivalencia en castellano es "concebir, comprender, alcanzar" y tiene u n a sutil diferencia de matiz con "nonnMáTb" (pom'mdfí) que tiene la acepción de 'comprender, entender". (N. del trad.)

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dustrial. El e x a m e n del capital i n d u s t r i a l en s u s determinacion e s i n m a n e n t e s coincide con el d e s c u b r i m i e n t o de la esencia del capital en general. E s igual de indudable que el capital industrial no puede ser entendido sin h a b e r entendido antes al valor, "...resulta fácil d e t e r m i n a r la t a s a de g a n a n c i a en cuanto se conocen las leyes de la plusvalía. Por el c a m i n o opuesto no es posible e n c o n t r a r ni l'un ni Vautre [ni la u n a , ni la otra]" 27 . Pongamos de manifiesto que lo f u n d a m e n t a l aquí es comprender (expresar en conceptos), dado que, n a t u r a l m e n t e , es posible c r e a r la abstracción de la g a n a n c i a en general. En este último caso b a s t a con reducir a u n a expresión a b s t r a c t a el fenómeno de la g a n a n c i a empíricamente observado. Una abstracción semejante bien puede b a s t a r p a r a diferenciar con certeza al fenómeno de la g a n a n c i a de otros fenómenos, p a r a "reconocer" a la ganancia. Todo empresario h a c e esto con iguales resultados, sabiendo distinguir de f o r m a e s t u p e n d a a la g a n a n c i a de los salarios, del dinero y así sucesivamente. Pero al h a c e r esto el e m p r e s a r i o no entiende que es la ganancia. No le es menester hacerlo. En la p r á c t i c a obra como u n partidario instintivo de la filosofía positivista y la lógica empirista. Él simplemente le otorga u n a expresión generalizada a los fenómenos que desde s u p u n t o de vista son i m p o r t a n t e s y esenciales, desde el p u n t o de vista de s u s fines subjetivos, y esta expresión generalizada de los fenómenos le sirve maravillosamente, en la práctica, en calidad de concepto y le permite diferenciar con certeza a la g a n a n c i a de la n o - g a n a n c i a . Y como apasionado positivista piensa f r a n c a m e n t e q u e todo lo que se dice sobre la naturaleza i n t e r n a de la g a n a n c i a , sobre la esencia, sobre la sustancia de este fenómeno t a n querido de s u corazón, es escolástica metafísica, es filosofar alejado de la vida. En las condiciones de la producción mercantil-capitalista el empresario no requiere saber n a d a de esto. "Cualquiera p u e d e necesitar dinero como tal dinero sin saber lo que el dinero es" 28 . El raciocinio e s t r e c h a m e n t e práctico, como Marx lo enfatizó, es orgánicamente hostil y ajeno a la comprensión (c.f. la nota re-

27 Marx, Karl: El Capital I, pp. 218, ed. cit. 28 Marx, Karl: Teorías sobre la Plusvalía III, O b r a s F u n d a m e n t a l e s de Marx y Engels, r ed., Fondo de C u l t u r a Económica, México D.F., 1980, pp. 147, traducción de Wenceslao Roces.

241 L A F U N D A M E N T A C I O N MATERIALISTA D E L MÉTODO DE ASCENSO.

ferente a F. List en el cap. 1 de la "Contribución a la crítica de la economía política") 29 . Para el e m p r e s a r i o i n c l u s o p u e d e ser nocivo el razonar sobre cuestiones t a l e s como, q u é es la ganancia. En tanto intenta comprender esto, a l g u i e n m á s a s t u t o y mañosamente práctico le arrebatará s u porción de g a n a n c i a , y el hombre de negocios nunca j a m á s t r o c a r á la g a n a n c i a real por la comprensión de lo que ésta es. Pero e n ciencia, en el pensamiento, lo importantes es j u s t a m e n t e la comprensión. La ciencia, el pensamiento en conceptos, c o m i e n z a solo allí d o n d e la consciencia no se expresa simplemente y se refiere e s p o n t á n e a m e n t e a las representaciones de las c o s a s p o r ella a c u m u l a d a s , sino cuando se esfuerza en a n a l i z a r t a n t o a l a s c o s a s como a las representaciones de manera crítica y o r i e n t a d a a u n objetivo. Comprender u n f e n ó m e n o significa poner en claro su lugar y rol al interior de ese s i s t e m a concreto de fenómenos que interactúan, en c u y a s e n t r a ñ a s este se verifica por necesidad y elucidar precisamente e s a s p a r t i c u l a r i d a d e s , gracias a las cuales, es sólo este f e n ó m e n o el q u e p u e d e j u g a r rol semejante en el cuerpo del todo. Comprender u n fenómeno significa poner en claro el modo de s u s u r g i m i e n t o , "la regla" por la que este surgimiento se c o n s u m a por n e c e s i d a d , p u e s t o u n conjunto concreto de condiciones; significa a n a l i z a r las condiciones mismas de surgimiento del fenómeno. E s t a es efectivamente la fórmula general de la formación del concepto, de la comprensión. Comprender la ganancia significa d i l u c i d a r el c a r á c t e r universal y necesario de su surgimiento y movimiento en el seno del sistema de producción m e r c a n t i l - c a p i t a l i s t a , s a c a r a la luz su rol específico en el movimiento integral de todo el sistema en s u conjunto. Tal es la r a z ó n de q u e el concepto concreto solo pueda cristalizarse en la r e a l i d a d m e d i a n t e u n complejo sistema de abstracciones q u e e x p r e s a n al fenómeno en el conjunto de condiciones de su surgimiento. 29 La nota en cuestión dice: "F. List, quien j a m á s pudo comprender la diferencia entre el t r a b a j o en t a n t o éste a y u d a a crear algo útil, u n valor de uso, y el trabajo en c u a n t o éste c r e a u n a forma social determinada de la riqueza, el valor de cambio — por lo d e m á s , la comprensión en general distaba mucho de su entendimiento i n t e r e s a d a m e n t e práctico —, divisaba por ello, en los economistas ingleses m o d e r n o s a m e r o s plagiarios del Moisés de Egipto" (Marx, Karl.: Contribución a la crítica de la economía política, 9" ed., Siglo Veintiuno Editores, México D.F., B u e n o s Aires, Madrid, 2008, pp. 20, traducción de Jorge Tula, León Mames, Pedro S c a r o n , Miguel M u r m i s y J o s é Aricó.) (Af. del editor)

2 4 2 E V A L D ILIÉNKOV

La economía política, como ciencia, d a inicio históricamente solo allí, donde los fenómenos que se repiten reiteradamente ("la ganancia", "los salarios", "el interés", etc.), no solo se fijan con la a y u d a de denominaciones al a l c a n c e de todos y admitidas por todos (esto tiene lugar previo a la ciencia y f u e r a de la ciencia, en la consciencia de los partícipes prácticos de la producción), sino q u e son concebidos concretamente, por el c a m i n o del análisis de s u lugar y rol en el c u e r p o del sistema. Siendo así, es por principio e imposible comprender (expresar en el concepto) a la g a n a n c i a , si no se h a entendido, con antelación e independientemente de esto, a la plusvalía y a las leyes de s u surgimiento. ¿Por qué es imposible? Si contestamos a esta p r e g u n t a en forma teórico general, l o g r a r í a m o s demostrar entonces la necesidad real del método de a s c e n s o de lo abstracto a lo concreto, s u aplicabilidad en toda región del conocimiento. Re c ur r imos por ello a la historia de la economía política. L A INDUCCIÓN DE A D A M S M I T H Y LA DEDUCCIÓN DE DAVID RICARDO: L o s PUNTOS D E VISTA D E L O C K E Y S P I N O Z A EN ECONOMÍA POLÍTICA

Las colisiones lógicas en el desarrollo de la economía política p e r m a n e c e r í a n ininteligibles, si no establecemos los vínculos reales entre ellas y la filosofía q u e les era contemporánea. Las categorías en las que los e c o n o m i s t a s ingleses comprendieron conscientemente los h e c h o s empíricos se a r r a i g a b a n en sistem a s filosóficos q u e tenía difusión en aquella época. Un hecho distintivo que influenció p r o f u n d a m e n t e el desarrollo del pensamiento económico en Inglaterra f u e que u n o de los primeros teóricos de la economía política resultó no ser otro m á s que John Locke, el clásico del empirismo en filosofía. "Lo que hace resalt a r m á s la importancia de la concepción de Locke es que constituye la expresión clásica de las ideas j u r í d i c a s de la sociedad b u r g u e s a por oposición a la sociedad feudal y que s u filosofía, además, servirá de base a todas las concepciones de la economía inglesa posterior; en su totalidad™.

3 0 Marx, Karl: Teorías sobre la Plusvalía n u e s t r a s , E.I.J.

/, pp. 341, ed. cit. [la c u r s i v a s son

2 4 3 LA I N D U C C I Ó N D E A D A M S M I T H Y LA DEDUCCIÓN DE DAVID RICARDO

La concepción d e Locke r e s u l t ó ser el eslabón mediador entre la filosofía del e m p i r i s m o inglés (con todas las debilidades de este último) y la n a c i e n t e teoría de la riqueza. A través de Locke la economía política se apropió, además, de los principios metodológicos f u n d a m e n t a l e s del empirismo, en particular y en especial, del m é t o d o a n a l í t i c o unilateral, inductivamente unilateral, el p u n t o de v i s t a d e la "reducción" de los fenómenos complejos a lo m á s sencillo q u e los conforma 3 1 . No obstante, al igual que en las ciencias n a t u r a l e s de e s a época, la práctica cognoscitiva real de la investigación del fenómeno económico se divorcia en lo esencial, incluso en el propio Locke, de aquella teoría del conocimiento que p u d i e r o n r e c o m e n d a r y recomendaban los seguidores del empirismo. El método con el que los economistas teóricos modelaron, de hecho, l a s determinaciones teóricas de las cosas, a d e s p e c h o de s u s p r o p i a s ilusiones gnoseológicas unilaterales, coincidía con la lógica empírico-inductiva. Al aplicar conscientemente el método analítico unilateral los teóricos de hecho partieron, sin c a e r c l a r a m e n t e en cuenta de esto, de toda una sucesión de p r e m i s a s teóricas que contradecían, por esencia, los principios del e s t r e c h o enfoque empírico de las cosas. La lógica del e m p i r i s m o p u r o f u e incapaz de cumplir con la tarea de elaborar u n p u n t o de vista teórico de los fenómenos de la realidad económica, y a q u e la verdadera realidad económica era un entrelazamiento m u y complejo de formas de propiedad burguesas-capitalistas con las feudales-estamentales. Bajo estas condiciones, la generalización inductiva directa de los hechos empíricos h a b r í a producido (en el mejor de los casos) únicamente la descripción c o r r e c t a de los resultados de la interacción de dos principios de propiedad no solo distintos sino diametralmente o p u e s t o s y hostiles el u n o al otro. El método empírico-inductivo de Locke no h a b r í a permitido llegar h a s t a el interior de la "fisiología" de la propiedad privada burguesa. Se sabe q u e el propio Locke no solo generalizó lo que vio, sino que escogió a c t i v a m e n t e en los hechos empíricos únicamente a aquellas f o r m a s y m o m e n t o s que, en su opinión, "se correspondían con la n a t u r a l e z a e t e r n a y verdadera del hombre". En otras p a l a b r a s , la propia tarea de la descomposición abstractamente a n a l í t i c a en los componentes m á s sencillos, la ta31 Es el famoso d e s a r m a r o desmontar u n todo en sus partículas, para luego volverlo a a r m a r . [N. del editor)

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rea de disgregación a n a l í t i c a de los h e c h o s empíricos, presupon í a también u n criterio universal d e t e r m i n a d o , de acuerdo al c u a l u n a s formas económicas son d e s t a c a d a s como "verdaderas", como "lo q u e se corresponde a la n a t u r a l e z a del hombre", y o t r a s son d e j a d a s de lado por "no ser verdaderas". La representación b u r g u e s a individualista sobre la " n a t u r a l e z a del hombre" sirvió como criterio a todos los teóricos b u r g u e s e s . Locke fue t a m b i é n , como sabemos, u n o de los f u n d a d o r e s de esta concepción. Claramente, esta tesis f u n d a m e n t a l u n i v e r s a l y primicial de la ciencia b u r g u e s a , desde cuyo p u n t o de vista se medían los hechos empíricos, tuvo t a n p o c a posibilidad de ser obtenida vía inducción empírica, como lo f u e el concepto de átomo. La propiedad b u r g u e s a capitalista en la é p o c a de Locke no era ni por asomo la forma de propiedad u n i v e r s a l y predominante. Ella no era u n hecho empírico u n i v e r s a l , y la representación sobre la riqueza como representación primicial de la economía política b u r g u e s a no podía f o r m a r s e , evidentemente, por medio de la generalización inductiva de todos los c a s o s y tipos particulares de propiedad "sin excepción". En su formación r e a l m e n t e t o m a r o n p a r t e consideraciones del todo distintas a las p u r a m e n t e lógicas. Y en esto la razón social espontánea resultó ser m á s f u e r t e q u e los c á n o n e s de la lógica racionalista. Diciéndolo de otra m a n e r a , la e c o n o m í a política desde su propio nacimiento encaró ese m i s m o problema lógico, ante el cual estuvo Newton en su campo: p a r a h a c e r a u n q u e sea u n a generalización inductiva, el economista debía poseer cierta concepción (aunque sea implícita), de la v e r d a d e r a n a t u r a l e z a universal (sustancia) de los fenómenos e x a m i n a d o s . Al igual que como Newton echó los cimientos de todas sus inducciones sobre la noción de q u e solo las formas geométricamente definidas de los h e c h o s son las ú n i c a s formas objetivas, los economistas supusieron t á c i t a m e n t e q u e las ú n i c a s formas verdaderas eran aquellas f o r m a s e c o n ó m i c a s q u e se correspondían con los principios de la propiedad privada burguesa. Todas las otras formas de relaciones e c o n ó m i c a s r e s t a n t e s fueron tácitamente eliminadas como f r u t o de los equívocos subjetivos de las personas, como formas que no se c o r r e s p o n d e n a la naturaleza h u m a n a genuina, verdadera, n a t u r a l y por ello objetiva. Únicamente se introducían en el c u e r p o de la teoría aquellas de-

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terminaciones de los hechos que se inferían, "eran deducidas" directamente y sin mediaciones de la n a t u r a l e z a "eterna y n a t u ral" del ser h u m a n o , pero en realidad provenían de la n a t u r a l e za específica del propietario privado, del burgués. Todos los teóricos de la economía política b u r g u e s a debieron partir, de esa m a n e r a , y en realidad partieron, de u n a tesis f u n damental u n i v e r s a l plenamente determinada, de u n a d i á f a n a representación sobre la s u s t a n c i a , sobre la n a t u r a l e z a general objetiva de los c a s o s y f o r m a s económicas particulares. Esta representación sobre la s u s t a n c i a - al igual que en la ciencia n a t u r a l - no podía obtenerse por medio de la inducción empírica si bien la gnoseología lockeana se quedó callada precisamente en este p u n t o decisivo, en la cuestión referente a las sendas del conocimiento de la s u s t a n c i a , referente a las sendas de la formación de la tesis f u n d a m e n t a l primicial universal de la ciencia. Y e s t a tesis f u n d a m e n t a l , la representación sobre la sustancia de la riqueza, los economistas (incluido el propio Locke) llegaron a forjarla de m a n e r a p u r a m e n t e espontánea, sin una clara representación sobre las vías de s u obtención. Pero de un modo u otro, la economía política inglesa, sin embargo, resolvió esta dificultad en la práctica, descubriendo (ya en la persona de W. Petty) la s u s t a n c i a universal de los fenómenos económicos, la s u s t a n c i a de la riqueza, en el trabajo que produce mercancías, en el t r a b a j o que se c o n s u m a con el objetivo de alienar su producto en el libre mercado. En la m e d i d a en q u e los economistas realmente partieron de esta representación de la s u s t a n c i a universal de la riqueza, de la cual t e n í a n m á s o m e n o s consciencia, en igual medida sus generalizaciones tuvieron u n c a r á c t e r teórico y se diferenciaban de las generalizaciones p u r a m e n t e empíricas de cualquier comerciante, u s u r e r o o m u j e r de mercado. Pero esto significa q u e el enfoque teórico de las cosas converge con el a f á n de c o m p r e n d e r las diferentes formas particulares de riqueza como modificaciones de u n a y la misma sustancia universal. No o b s t a n t e el h e c h o de que la economía política clásica en su credo metodológico consciente era p a r t i d a r i a de la filosofía de Locke se m a n i f e s t ó i n m e d i a t a m e n t e , y a d e m á s en u n a forma muy demostrativa. Esto condujo a que la investigación teórica de los h e c h o s se e n t r e l a z a r á continuamente con la simple reproducción acrítica de las representaciones empíricas.

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Tal cosa se ve de modo brillante en los trabajos de Adam Smith, el primero de los e c o n o m i s t a s que e x p r e s a r e claramente el concepto del t r a b a j o como s u s t a n c i a u n i v e r s a l de todos los fen ó m e n o s económicos. Él desplegó u n a teoría en la que a cada momento el e x a m e n teórico p r o p i a m e n t e dicho de los hechos se entretejía con descripciones en e x t r e m o a-teóricas de la empeiría 3 2 desde el p u n t o de vista de la p e r s o n a que h a sido arrastrad a por la f u e r z a al proceso de la producción y acumulación de valor. "Smith por s u parte, se mueve con g r a n simplismo en una c o n t i n u a contradicción. De u n a p a r t e , i n d a g a la concatenación interior entre las categorías económicas o la trabazón oculta del sistema económico b u r g u é s . De o t r a p a r t e , coloca al lado de esto la concatenación que a p a r e n t e m e n t e se d a en los fenómenos de la competencia y que se ofrece a la vista del observador no científico, y a los ojos del observador p r á c t i c a m e n t e interesado y obsesionado por el proceso de producción b u r g u e s a . Estos modos de concebir: - u n o de los c u a l e s p e n e t r a en la concatenación interna, o en la fisiología del s i s t e m a b u r g u é s , por así decirlo, mientras que el otro se limita a describir, catalogar, relatar y colocar bajo determinaciones c o n c e p t u a l e s e s q u e m á t i c a s lo que al exterior se m a n i f i e s t a en el proceso de la vida - no discurren en A. Smith p a r a l e l a m e n t e y sin relación a l g u n a entre sí, sino que se e n t r e c r u z a n y se contradicen continuamente." 3 3 Smith por s u p a r t e , n a t u r a l m e n t e , no notó la contradicción entre ese y otros modos de reflejo de la realidad en abstracciones. Aquí no es difícil reconocer en él a u n a p e r s o n a que se figura al proceso del conocimiento de la m a n e r a p u r a m e n t e lockeana. La teoría del conocimiento de Locke ignoraba precisamente esta distinción entre la abstracción teórica (concepto) y abstracción empírica simple, la simple expresión en el lenguaje de las semejanzas y las diferencias c o n s t a t a d a s de m a n e r a sensible. David Ricardo, como sabemos, dio u n decisivo p a s o hacia adelante, si se lo c o m p a r a con A. Smith. El sentido histórico filosófico del paso por él c o n s u m a d o consistió, en primer lugar, en que fue el primero en diferenciar consciente y consecuentemente la tarea del examen teórico de la empeiría propiamente dicho (la 32 Ver nota 105. 33 Marx, Karl.: Teorías sobre la Plusvalía II, Obras F u n d a m e n t a l e s de Marx y Engels, 1" ed., Fondo de C u l t u r a Económica, México D.F., 1980, pp. 145, traducción de Wenceslao Roces.

2 4 7 LA INDUCCIÓN D E A D A M S M I T H Y LA DEDUCCIÓN DE D A V I D R I C A R D O

tarea de s u expresión en conceptos), de la t a r e a de la simple descripción y catalogación de los fenómenos en su aspecto como estos son d a d o s de forma inmediata en la contemplación y la representación. Ricardo entendió muy bien que la ciencia (el pensamiento en conceptos) tiene u n q u e h a c e r con esos mismos hechos empíricos, y también con la contemplación simple y la representación. Pero en ciencia estos h e c h o s deben ser examinados desde u n punto de vista superior, desde el punto de vista de su trabazón interna. En Smith esto no f u e observado de forma estricta y consecuente. Ricardo requirió la ejecución rigurosa de ello. Los criterios de Ricardo sobre la naturaleza de la investigación científica n o s r e c u e r d a n m u c h o m á s al método de Spinoza que a la gnoseología empírica de Locke: en ellos se observa de modo consecuente el p u n t o de vista de la sustancia. Cada formación económica singular, c a d a forma singular de riqueza, no solo debe ser descrita sino que debe ser entendida en calidad de modificación de u n a y la m i s m a s u s t a n c i a universal. Y en esta ilación dada Ricardo y Spinoza tienen la razón en contra de Smith y Locke. Marx valoró clásica, brillante y categóricamente el rol de Ricardo en el desarrollo de la teoría económico-política: "Pero Ricardo se interpone, por último, y grita a la ciencia: jAlto ahi! El f u n d a m e n t o , el p u n t o de p a r t i d a de la fisiología del sistema burgués - de la comprensión de s u trabazón orgánica interna y de su proceso de vida - es la determinación del valor por el tiempo de trabajo. De esto p a r t e Ricardo, obligando ahora a la ciencia a dejar de lado s u pacotilla anterior y a rendir cuentas acerca de [cómo y] h a s t a qué p u n t o las restantes categorías desarrolladas, e x p u e s t a s por ella - las relaciones de producción e intercambio - corresponden a este fundamento, a este punto de p a r t i d a o se h a l l a n en contradicción con él, hasta qué punto, para decirlo en t é r m i n o s generales, la ciencia que se limita a reproducir las f o r m a s de m a n i f e s t a r s e el proceso corresponde al f u n d a m e n t o sobre el que d e s c a n s a la concatenación interna, la fisiología real de la sociedad b u r g u e s a o que forma su punto de partida y cómo se comporta, en general, ante esta contradicción entre el movimiento a p a r e n t e y el movimiento real del sistema.

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Tal es, en efecto, la gra n i m p o r t a n c i a histórica de Ricardo para la ciencia." 34 En otras p a l a b r a s , el p u n t o de vista de Ricardo no consiste ya en la unificación de fenómenos complejos en u n a retahila de sus componentes elementales, sino en la deducción de todos los fenómenos complejos desde u n a s u s t a n c i a ú n i c a simple. Pero esto p u s o a Ricardo c a r a a c a r a con la necesidad de ren u n c i a r conscientemente al método p a r a modelar abstracciones teóricas recomendado a la ciencia por la lógica lockeana. La inducción empírica no se c o r r e s p o n d í a a la t a r e a planteada ante Ricardo. Ante él se h a l l a b a la t a r e a de deducir las determinaciones teóricas a p a r t i r de u n principio riguroso detenidamente meditado, de la comprensión de la n a t u r a l e z a del valor por el trabajo. Si acaso Adam Smith - en la m e d i d a en que realmente hizo algo m á s que u n a simple descripción de los h e c h o s - inconsciente y e s p o n t á n e a m e n t e se e n c u e n t r a , a c a d a paso, en contradicción con s u s propias directrices filosóficas, asimiladas de Locke, y no hizo p a r a n a d a eso e incluso n o hizo del todo eso que pensaba, al mismo tiempo Ricardo con p l e n a consciencia tomo el camino de la deducción teórica de l a s categorías. El carácter r i g u r o s a m e n t e deductivo de s u pensamiento, hace mucho se volvió proverbial en e c o n o m í a política aunque sólo Marx hizo u n a j u s t a apreciación del significado de esta deducción mostrándola como la expresión n a t u r a l y lógica del mérito decisivo del enfoque teórico de Ricardo p a r a con las cosas, su afán de entender a t o d a s las f o r m a s de riq u eza b u r g u e s a , sin excepción, como productos m á s o m e n o s complejos y apartados del trabajo que produce m e r c a n c í a s , del t r a b a j o que produce valor y a todas las categorías de la e c o n o m í a política, como modificaciones de la categoría valor. Lo que lo diferencia de Smith es s u aspiración de examinar los hechos empíricos con c o n s e c u e n c i a y firmeza, desde uno y el mismo punto de vista r i g u r o s a m e n t e fijado en las determinaciones del concepto primicial, desde la teoría del valor por trabajo. Este punto de vista también e s t á p r e s e n t e en Smith, y por ello él es en efecto u n teórico. Pero en él no existe u n único punto de vista, y es en este p u n t o que Ricardo objeta decididamente a Smith. El examen teórico de los h e c h o s (esto es, s u análisis des34 Marx, Karl.: Teorías sobre la Plusvalía II, pp. 146, ed. cit.

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de el punto de vista de la teoría del valor por trabajo), en Smith cede el paso, también, a la descripción p u r a m e n t e empírica de los mismos. Ricardo halló e s p o n t á n e a m e n t e , a tientas, el criterio correcto sobre la n a t u r a l e z a del a n á l i s i s teórico de los hechos. De allí s u aspiración a u n e x a m e n estrictamente deductivo de los fenómenos y las categorías. Una concepción s e m e j a n t e de la deducción, como no es difícil de entender, no tiene a ú n n a d a de metafísico o de idealista o de lógica formal. En la concepción en cuestión la deducción equivale a la negación del eclecticismo en relación a los hechos. Esto significa que u n a vez establecida la comprensión de la n a t u r a l e za universal de todos los fenómenos p a r t i c u l a r e s e individuales, la sustancia debe s e g u i r siendo u n a y la m i s m a a lo largo de toda la investigación y b r i n d a r el hilo conductor p a r a la comprensión de todos los fenómenos p a r t i c u l a r e s e individuales. En otras palabras, la deducción en la concepción d a d a (¡pero solo en esta!) es sinónimo de tener u n a relación verdaderamente teórica p a r a con los h e c h o s empíricos. Cierto que el p r i m e r indicio formal de la descomposición de la escuela de Ricardo en economía política f u e j u s t a m e n t e la renuncia a i n t e n t a r d e s a r r o l l a r todo el sistema de categorías económicas p a r t i e n d o de u n principio establecido (la teoría valor por trabajo). Los r e p r e s e n t a n t e s de la l l a m a d a "economía vulgar", y en u n grado a ú n mayor los de ese "sincretismo científico y compilación sin método" al que Marx estigmatizó con desprecio bajo el nombre de "forma profesoral de descomposición de la teoría", se rebelaron, a n t e s q u e n a d a , j u s t a m e n t e en contra de la manera deductiva de investigación de su maestro. Para ellos era inadmisible eso que c o n s t i t u í a la ventaja decisiva de Ricardo como teórico, s u aspiración de entender a cada categoría particular como u n a f o r m a m e t a m o r f o s e a d a del valor, como u n a compleja modificación del t r a b a j o que crea mercancías. El principio de la f o r m a "vulgar" y "profesoral" de teorizar consiste en lo siguiente: si no se puede deducir el entendimiento de los fenómenos r e a l e s a p a r t i r de u n fundamento, común a todos (en este c a s o de la teoría valor por trabajo), sin chocar de inmediato con u n a contradicción, significa que en general no debemos i n t e n t a r h a c e r esto, significa que es menester introducir otro principio de explicación, otro "punto de vista" más. ¿Y si esto no a y u d a ? Significa que es menester introducir u n según-

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do, u n tercer principio. Se necesita t o m a r en c u e n t a tanto a esto como a eso otro, tanto a los pies como a la cabeza. "La cuestión no son las contradicciones, sino la a b u n d a n c i a " . ¿No se puede explicar el valor real de m e r c a d o (el precio) de u n a mercancía producida al modo capitalista por la cantidad de tiempo de trabajo necesario gastado en s u producción? Bien, esto solo significa que no debemos e m p e c i n a r n o s en esta unilateralidad. ¿Por qué no suponer que el valor d i m a n a de muchos m a n a n t i a l e s diferentes, y no de u n m a n a n t i a l único y universal como creía Ricardo? ¿Trabajo? Sí, t a m b i é n del trabajo. Pero no sólo del trabajo. No se puede d e j a r de tener en consideración t a n t o al rol de capital como al rol de la fertilidad n a t u r a l del suelo; es necesario tomar en c u e n t a a los caprichos de la moda, al a z a r accidentes de la d e m a n d a , al influjo de las estaciones (las botas de fieltro son m á s c a r a s en invierno que en verano), y a muchos, muchos otros, incluso h a s t a la influencia sobre los competidores del mercado de los c a m b i o s periódicos en el número de m a n c h a s solares. Marx no se mofó de n i n g u n a otra manera teorizar con u n desprecio tal como lo hiciera con la pseudo-teoría "vulgar" y "profesoral". E s t a m a n e r a ecléctica de explicar u n fenómeno complejo por m u l t i t u d de factores y principios, sin trabazón i n t e r n a a l g u n a entre estos, es en sí, según la precisa expresión de Marx, " u n a v e r d a d e r a s e p u l t u r a para la ciencia". Aquí no existe ni teoría, ni ciencia, ni pensamiento en conceptos. Solo existe la traducción al lenguaje doctrinario de la terminología económica de las representaciones superficiales m á s comunes y s u sistematización. J. M. Keynes, el a f a m a d o genio y clásico de la "ciencia" oficial moderna del m u n d o capitalista, y a no se permite hablar, en general, del "valor". En su opinión, este es u n mito, u n a palabra hueca. La ú n i c a "realidad" que reconoce es el precio de mercado. Esto último, de acuerdo a s u teoría, viene a ser determinado por la confluencia de las m á s diversas c i r c u n s t a n c i a s y factores, entre los cuales "el trabajo" j u e g a u n rol de décimo orden. La tasa de interés depende por entero de las emociones de los poseedores del capital y es u n h e c h o p u r a m e n t e psicológico. Pero esto no b a s t a p a r a Keynes: "Quiz ás sea m á s exacto decir que la tasa de interés es u n fenómeno en alto grado convencional más

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que uno en alto grado psicológico" 35 . La crisis de s u p e r p r o d u c ción según las ideas de Keynes es "la simple consecuencia de trastornar el delicado balance del optimismo espontáneo. Al estimar las perspectivas de inversión debemos tener en c u e n t a , por ende, t a n t o a los nervios e histeria e inclusive a la digestión y reacciones al clima sobre quienes depende la actividad espontánea en gr an medida" 3 6 . Aquí ya no se p u e d e h a b l a r ni de teoría ni de ciencia a l g u n a . Mientras la "economía vulgar" se o c u p a b a con preeminencia de traducir las representaciones superficiales m á s comunes al lenguaje doctrinario, creyendo que forjaba "conceptos", la moderna "ciencia" b u r g u e s a t o m a a la expresión escolástica de las emociones irracionales del capitalista por conceptos. Y eso, como reza el dicho, es el acabóse. Marx demostró con claridad que el pensamiento burgués en el área de la economía política, t r a s s u p u n t o cúspide en Ricardo, comenzó la fase de degradación. Sin d u d a , a esta degradación la enmascaran f r a s e s a l t i s o n a n t e s que c l a m a n por u n "sobrio estudio empírico inductivo de los hechos", etc. Al contraponer su "inducción" al "método deductivo de Ricardo", los representantes de la economía política b u r g u e s a en descomposición abogan, lisa y l l a n a m e n t e , a favor del eclecticismo en contra de la teoría rigurosa. Para ellos era inadmisible la aspiración de comprender todas las categorías económicas, sin excepción, desde el punto de vista firme y c o n s e c u e n t e de la teoría valor por trabajo, pues, como ellos pudieron haberlo verificado, este punto de vista en tendencia va a d a r inevitablemente en la concepción del sistema económico b u r g u é s como u n sistema de antagonismos y contradicciones irresolubles. La f u e r z a motriz de su actitud para con

35 "It might be more accurate, perhaps, to say that the rate of interest is a highly conventional, rather than a highly psychological, phenomenon" - Keynes, J.M.: The General Theory Of Employment, Interest and Money, Harcourt, Brace and Company, http://www.marxists.org/reference/subject/economics/keynes/ general-theory/index.htm, 1936, consultado el 20-11-2014. 36 "...it is the mere consequence of upsetting the delicate balance of spontaneous optimism. In estimating the prospects of investment, we must have regard, therefore, to the nerves and hysteria and even the digestions and reactions to the weather of those upon whose spontaneous activity it largely depends* - Keynes, J.M.: The General Theory Of Employment, Interest and Money, Harcourt, Brace and Company, http://www.marxists.org/reference/subject/economics/keynes/ general-thcory/index.htm, 1936, consultado el 20-11-2014.

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Ricardo y s u método deductivo, viene a ser simplemente la actit u d apologética p a r a con la realidad. De suerte que si Ricardo arribó a la necesidad de elegir al método deductivo p a r a e x a m i n a r los h e c h o s empíricos, esto no fue en lo absoluto por s u fidelidad al racionalismo. Éste método de desarrollo de las determinaciones teóricas f u e aplicado por él en virtud de que este es el único que se corresponde a su aspiración de entender al sistema económico b u r g u é s como u n sistem a u n i t a r i o coherente en todas s u s manifestaciones, y no como u n a totalidad m á s o menos fortuita de relaciones entre hombres y cosas. Ricardo desea deducir t o d a s l a s formas, particulares y peculiares, de relaciones de producción y distribución de la riqueza a p a r t i r de la teoría del valor por trabajo, de la teoría que expresa la s u s t a n c i a universal, la esencia real de todos los fenómenos económicos. Este a f á n de Ricardo se constituye en s u mérito absoluto como teórico. La r e n u n c i a a e s t a aspiración es equivalente, en general, a renunciar a tener u n a relación teórica p a r a con los hechos empíricos. Ya aquí se dibuja, de e s t a m a n e r a , la circunstancia de que el método de p e n s a m i e n t o q u e p a r t e de la expresión universal teórica de la realidad p a r t i e n d o de u n a tesis f u n d a m e n t a l rigurosamente verificada es c a p a z de g a r a n t i z a r u n a relación teórica p a r a con los hechos empíricos. En c a s o contrario, el pensamiento se deslizará inexorablemente a las rieles del empirismo ecléctico. Ricardo no repudia, ni por asomo, el momento empírico en la investigación. Por el contrario, él entiende que u n a verdadera comprensión de los hechos e m p í r i c a m e n t e dados, el empirismo auténtico (y no el ecléctico), solo se p u e d e h a c e r realidad en caso de que los hechos empíricos s e a n e x a m i n a d o s no con u n punto de vista elegido de m a n e r a a r b i t r a r i a , sino con u n p u n t o de vista que de por sí este f u n d a m e n t a d o teóricamente como él único correcto y objetivo. Así, habiendo a c a t a d o e s p o n t á n e a m e n t e la lógica de las cosas, Ricardo llega al p u n t o de a r r a n q u e de la teoría, que sería acogido m á s t a r d e por Marx de f o r m a ya plenamente consciente. Si bien este hecho, que Ricardo llegó de manera puramente e s p o n t á n e a a este p u n t o de vista sobre la realidad y sobre los modos de s u reproducción en los conceptos, sin darse cuenta claramente de la dialéctica de "lo universal, lo particular y lo singular" con la c u a l se tropezó en los hechos, no permaneció sin consecuencias.

2 5 3 L A INDUCCIÓN D E A D A M S M I T H Y LA DE DU CC I Ó N D E D A V I D R I C A R D O

Aquellas representaciones filosóficas conscientes sobre la relación de la deducción con la inducción, de lo universal con lo particular, de la esencia con el fenómeno, etc., que Ricardo tuvo a su disposición, desde luego, no quedaron de lado en el proceso real del conocimiento q u e él cristalizó en la realidad. Ellas influenciaron en el c u r s o de s u investigación de modo esencial y en determinados p u n t o s predestinaron abiertamente el fracaso de sus b ú s q u e d a s . Eso que Ricardo hizo en realidad, no fue en lo absoluto la deducción en el sentido en el cual ésta era entendida inequívocamente por la lógica metafísica de s u época, ella no era en lo absoluto la deducción especulativa del concepto a partir del concepto. En s u s m a n o s , en primer lugar, es u n modo, un método de expresión teórica de los hechos empíricos, de los fenómenos empíricos en su u n i d a d interna. Como tal, este método incluye en sí a la inducción empírica. Si bien esta circunstancia, la de q u e en s u método la coincidencia entre deducción e inducción se verificó de m a n e r a p u r a m e n t e espontánea, no queda impune. En aquellos casos, c u a n d o estuvo obligado a dar cuenta de ese método con el que investigaba los hechos, se vio forzado a r e c u r r i r a la concepción de su tiempo, de deducción e inducción, del problema de la relación de lo universal con lo particular, de la ley con las f o r m a s de s u manifestación, etc. Pero la concepción metafísica de las categorías lógicas y las vías de reproducción de la realidad en el p e n s a m i e n t o inmediatamente lo desorientaron como teórico. Para demostrarlo, a n a l i c e m o s el c u r s o de pensamiento de Ricardo. S u método consiste en lo siguiente. Se parte de la determinación del valor por la cantidad de tiempo de trabajo, como tesis f u n d a m e n t a l u n i v e r s a l de todo el sistema. Luego él intenta, f r a n c a y d i r e c t a m e n t e , emplear esta tesis fundamental universal a c a d a u n a de las categorías particulares con la finalidad de comprobar si e s t a s c o n c u e r d a n o no con la tesis fundamental universal. E n todo momento se esfuerza por demostrar la coincidencia d i r e c t a de las categorías económicas con la ley del valor. Ricardo en el m á s pleno espíritu de la lógica y la filosofía a él contemporáneas, s u p u s o que la determinación universal, sobre la que cimentó la deducción, es u n concepto directamente genérico, esto es, u n concepto a b s t r a c t a m e n t e general que comprende en su seno a los rasgos directamente comunes a todos los fenómenos por este a b a r c a d o s , y n a d a más. La relación del

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concepto valor con los conceptos dinero, g a n a n c i a , renta, salarios, interés, etc. le parecía u n a relación e n t r e conceptos de tipo género-especie. De acuerdo a e s t a noción, q u e se fundamenta en la concepción metafísica de la relación de lo universal con lo p a r t i c u l a r y lo individual, en la d e t e r m i n a c i ó n del concepto valor se debe incluir solo aquellos rasgos q u e son comunes por igual t a n t o al dinero como a la g a n a n c i a , como a la renta, como a todas las categorías restantes. E n el espíritu de esta noción él considera que toda categoría p a r t i c u l a r no se agota en los rasgos expresados en las determinaciones del concepto universal, que c a d a categoría p a r t i c u l a r poseía, a p a r t e de e s t a s determinaciones generales, otros rasgos m á s , complementarios y de especie, los cuales expresan lo específico (la particularidad) de c a d a categoría en particular. Consecuentemente, poner a t o d a s las categorías bajo u n principio universal, bajo u n concepto u n i v e r s a l determinado (en el caso dado: el valor), es q u e d a r s e a m e d i a s . E s t a operación permite discernir en la categoría p a r t i c u l a r sólo lo que ya está expresado en el ropaje de las d e t e r m i n a c i o n e s de u n concepto universal. Pero a d e m á s de poner en claro q u e determinaciones posee, e incluso ir m á s allá, a a q u e l l a s determinaciones que expresan precisamente lo distinto y n o la generalidad, ni la identidad. Esta representación lógica al ser a p l i c a d a a las categorías de la economía política, t o m a este aspecto: el dinero, por ejemplo, como todas las otras categorías, es u n a f o r m a p a r t i c u l a r del valor. De esto resulta que éste (esto es, el dinero real) se supedita en su movimiento, en primer lugar, a la ley del valor. Consecuentemente, la teoría valor por t r a b a j o se e s t a m p a directamente al dinero, en otras p a l a b r a s , en las determinaciones teóricas del dinero e n t r a n , a n t e todo, las que contienen el concepto del valor. De tal forma se d e d u c e la p r i m e r a determinación del dinero. Si bien, en realidad e s t á a b s o l u t a m e n t e claro q u e esto no agota la naturaleza concreta del dinero, a d e m á s , naturalmente, surge la tarea de comprender qué es el dinero como tal dinero, qué es el dinero m á s allá de ser u n a de las t a n t a s variedades del valor igual a las otras, por qué es dinero y n o valor simple. En este punto de la investigación, como es n a t u r a l , cesa toda deducción de la n a t u r a l e z a del dinero y de la formación de determinaciones teóricas n e c e s a r i a s del dinero como u n fenómeno

2 5 5 L A I N D U C C I Ó N D E A D A M S M I T H Y LA DEDUCCIÓN DE D A V I D R I C A R D O

económico p a r t i c u l a r . La deducción permitía ver en el dinero solamente a q u e l l a s d e t e r m i n a c i o n e s teóricas de su naturaleza que ya estaban i n c l u i d a s con antelación en el concepto del valor. ¿Y qué h a c e r a c o n t i n u a c i ó n ? ¿Cómo poner de manifiesto en los fenómenos empíricos reales de la circulación dineraria determinaciones teórica s t a l e s q u e expresen tanto las particularidades del d i n e r o como s u necesidad, al tiempo de ser "deducidas" del concepto del valor? ¿Cómo leer en el dinero real características t a l e s q u e p e r t e n e z c a n con igual necesidad, en las d e t e r m i n a c i o n e s u n i v e r s a l e s del valor, y vengan a ser, al mismo tiempo, eso q u e diferencia al dinero de todas las demás formas de existencia del valor? En este p u n t o , la deducción deviene imposible. Debemos empezar a v a l e m o s de la inducción, que tiene como su objetivo seleccionar d e t e r m i n a c i o n e s t a l e s que sean comunes por igual, sin excepción, a todos los c a s o s de movimiento del dinero: rasgos específicos generales del dinero. Ricardo se vio forzado a obrar así. Él e x t r a e l a s d e t e r m i n a c i o n e s teóricas ulteriores de la forma dinero, a través de la inducción empírica directa, a través de seleccionar lo a b s t r a c t a m e n t e general que poseen, sin excepción, todos los f e n ó m e n o s de la circulación dineraria. Él generaliza d i r e c t a m e n t e los fenómenos del mercado dinerario, en cuyo interior c i r c u l a n a la vez f o r m a s distintas de dinero: tanto las monedas m e t á l i c a s como las b a r r a s de oro, como el papel moneda, etc. Él b u s c a e s a generalidad entre las monedas metálicas, los billetes de b a n c o , las b a r r a s de oro y plata, las obligaciones bancarias, l a s l e t r a s de cambio, etc. Y en esto se halla la debilidad fatídica de s u teoría del dinero. En este p u n t o Ricardo c o n f u n d e las determinaciones teóricas del dinero como tal dinero con aquellas propiedades suyas que se deben en realidad al capital, y que se c o n s u m a n en su movimiento específico sin tener absolutamente n a d a que ver con los fenómenos de la circulación d i n e r a r i a como tal. En resumen, Ricardo t o m a por leyes del movimiento del dinero a las leyes del movimiento del capital b a n c a r i o y viceversa, a ú n a las leyes del capital financiero con las leyes de circulación simple del dinero metálico, de l a s m o n e d a s . Pero el dinero como tal, como fenómeno económico p a r t i c u l a r , p e r m a n e c e teóricamente incomprendido, mejor dicho, se lo comprende incorrectamente. Ricardo por s u p a r t e , ya se sintió insatisfecho con este método. Entendió q u e la inducción p u r a m e n t e empírica, de la cual

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tuvo que valerse en determinado punto, no brindó y no podía brindar, d a d a s u propia esencia, la conclusión necesaria sobre la n a t u r a l e z a del dinero. Y esta comprensión no surgió en él desde consideraciones p u r a m e n t e lógicas. El h e c h o es que él polemizó i n i n t e r r u m p i d a m e n t e con las a u t o r i d a d e s de bancos, con financistas, los cuales, en su opinión, no o b r a b a n con el dinero considerando su n a t u r a l e z a valor, sino a despecho de la misma. En esto vio la c a u s a de todas las d e s a g r a d a b l e s colisiones e infracciones en la esfera de la circulación d i n e r a r i a . Y esto fue, efectivamente, lo que lo movió a a c l a r a r la verdadera esencia y n a t u r a l e z a del dinero, de n i n g u n a m a n e r a el interés lógico filosófico. El c u a d r o empíricamente dado de la circulación dineraria nos ofrece la vista inmediata, no de la n a t u r a l e z a verdadera del dinero, sino precisamente de lo contrario, de la no correspondencia entre la n a t u r a l e z a del dinero con s u circulación, lo que resulta del u s o incorrecto del dinero por p a r t e de los bancos. De suerte que la inducción p u r a m e n t e empírica, como magníficamente lo entendiera el propio Ricardo, n o s b r i n d a r í a , en el mejor de los casos, u n a expresión generalizada de ese movimiento del dinero que no es el verdadero, que no se corresponde a su naturaleza; n u n c a j a m á s n o s b r i n d a r í a la expresión generalizada de ese movimiento del dinero q u e se corresponde a la ley de su existencia. En otras palabras, Ricardo quiso h a l l a r la expresión teórica de ese movimiento del dinero (oro, m o n e d a s , papel, pagarés, etc.), que responde d i r e c t a m e n t e a los requerimientos de la ley universal del valor y que no d e p e n d a (como sucede en la realidad empírica) de la a r b i t r a r i e d a d , interés propio y caprichos de las autoridades de los b a n c o s . Él b u s c a la verdadera naturaleza del dinero con el propósito de que el financista práctico no obre así, como h a obrado h a s t a el momento, sino de otro modo, no a despecho de, sino en concordancia con los requerimientos que e m a n a n de la n a t u r a l e z a del dinero. Se a f a n a en resolver e s t a t a r e a con a y u d a del sonsacamiento deductivo de las determinaciones teóricas del dinero a partir de la ley del valor, las cuales son las ú n i c a s que p u e d e n demostrar las características n e c e s a r i a s que e s t á n c o n t e n i d a s en la naturaleza misma del dinero. Aunque no logra y a deducir esos indicios distintivos específicos del dinero que como tales no e s t á n contenidos en las deter-

2 5 7 L A INDUCCIÓN DE A D A M S M I T H Y LA D E D UC CI Ó N D E D A V I D R I C A R D O

minaciones teóricas de la ley universal del valor, sino que constituyen la p a r t i c u l a r i d a d del dinero como un tipo particular de valor. Los indicios específicos del dinero ya no pudo sonsacarlos de las determinaciones del valor con subterfugio alguno. Quiéralo o no, p a r a obtenerlas, ya no debía deducirlas del principio universal de la teoría, sino ir por la inducción p u r a m e n t e empírica, a b s t r a e r lo a b s t r a c t a m e n t e general de todas las formas de circulación d i n e r a r i a sin excepción, incluyendo tanto a las m o n e d a s m e t á l i c a s como al papel moneda, como a los billetes de b a n c o s estatales, y todo lo demás. Por ello fue que, en efecto, la concepción del dinero se m a n t u v o como u n o de los puntos m á s débiles de la teoría en la escuela ricardiana. La deducción de Ricardo se mantuvo, en realidad, como u n a deducción p u r a m e n t e formal que nos permite escoger en los fenómenos solo eso q u e y a se incluye en las determinaciones del concepto universal, y la inducción sigue siendo, como lo fue antes, p u r a m e n t e empírica, p u r a m e n t e formal, no es teórica. La inducción formal no permite a b s t r a e r de los fenómenos aquellos rasgos que le p e r t e n e c e n n e c e s a r i a m e n t e , las circunstancias que se ligan con la n a t u r a l e z a del fenómeno de m a n e r a atributiva, y que no se m a n i f i e s t a n en éste en virtud de influencias externas no v i n c u l a d a s con s u n a t u r a l e z a . El carácter formal de la deducción es a ú n m á s manifiesto en Ricardo al i n t e n t a r colocar bajo la ley del valor a fenómenos tales como la g a n a n c i a y la plusvalía. Al poner a la g a n a n c i a bajo la categoría universal del valor, Ricardo tropezó con el h e c h o paradójico de que a la ganancia, por u n lado, se la p u e d e colocar bajo la categoría valor, si bien, por otro lado, f u e r a de l a s determinaciones universales reveladas en la g a n a n c i a r e s t a algo m á s que si se intenta expresar a través de esa m i s m a categoría valor ipso facto resulta estar en contradicción con la ley universal. Resulta ser algo simila r a si pusiéramos bajo la tesis "todos los h o m b r e s son mortales" a u n tal Cayo, persuadidos de que, por u n lado, él se a j u s t a a eso, si bien, por el otro, su particularidad individual consiste precisamente en y solamente en que este Cayo... es i n m o r t a l . Ésta es e x a c t a m e n t e la situación disparatada en la que se halló Ricardo c u a n d o intentó deducir las determinaciones teóricas de la g a n a n c i a p a r t i e n d o de la ley del valor, cuando intentó poner d i r e c t a m e n t e a la g a n a n c i a bajo la ley del valor. Ricardo por

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s u p a r t e , es verdad, no notó esta contradicción, aunque fue él quien la descubrió. Si bien, f u e n o t a d a de inmediato por los enemigos de la teoría valor por trabajo, en p a r t i c u l a r por Malthus. Ciertamente, c u a n t o esfuerzo g a s t a r o n los partidarios y seguidores de Ricardo p a r a d e m o s t r a r lo indemostrable, que esta contradicción no existía en verdad dentro de su sistema, y si a c a s o existía, resultaba ser simplemente a consecuencia de imprecisiones en las expresiones del maestro, a consecuencia de su terminología poco elaborada, etc., y por ello bien podía y debía ser eliminada con procedimientos p u r a m e n t e formales: mediante la modificación de las denominaciones, la precisión de las determinaciones, las expresiones y etc. Empero fueron p r e c i s a m e n t e e s t a s tentativas las que supusieron el inicio del proceso de descomposición de la escuela de Ricardo, u n proceso de r e n u n c i a fáctica a los principios de la teoría valor por trabajo, pese a e s t a r formalmente de acuerdo con los mismos. Y j u s t a m e n t e p o r q u e la contradicción lógica entre la ley universal del valor y la ley de la t a s a media de ganancia, que la teoría de Ricardo pone de manifiesto, es u n a contradicción del todo real, t o d a s las tentativas de presentarla como inexistente, como p r o d u c t o de expresiones vagas y definiciones imprecisas, no p o d í a n conducir a o t r a cosa salvo a u n real alejamiento de la esencia m i s m a de la teoría, de su núcleo racional. La señal primera y f u n d a m e n t a l de la descomposición de la escuela de Ricardo fue la r e n u n c i a , en los hechos, a la aspiración de desarrollar todo el sistema en categorías económicas, a partir de u n principio universal, de la determinación del valor por la cantidad de tiempo de trabajo, de la idea del trabajo que crea mercancías como la s u s t a n c i a real y m a n a n t i a l de todas las otras formas de riqueza. Al mismo tiempo, el desarrollo de la teoría d e s p u é s de Ricardo vino a dar, f r a n c a y d i r e c t a m e n t e , en la necesidad de hacer inteligible la dialéctica de la relación e n t r e la ley universal con las formas desarrolladas de realización, con lo particular. La teoría de Ricardo en s u desarrollo llegó h a s t a el problema de la contradicción en la esencia m i s m a de las d e t e r m i n a c i o n e s del objeto de investigación teórica. Ni Ricardo en p e r s o n a , ni s u s seguidores ortodoxos, como es bien conocido, pudieron salvar las dificultades que la verdadera dialéctica de la realidad exteriorizaba ante el pensamiento. Su modo de p e n s a r siguió siendo metafísico por

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esencia, y, n a t u r a l m e n t e , no pudo expresar la dialéctica en conceptos, ni r e n u n c i a r a s u s nociones lógicas fundamentales, incluyendo la concepción metafísica del problema de la relación de lo abstracto con lo concreto, de lo universal con lo particular y lo individual. La incapacidad y falta de deseo de expresar conscientemente en conceptos las contradicciones, la dialéctica de las cosas, se manifestó p a r a el p e n s a m i e n t o con la forma de patentes contradicciones lógicas en el seno de la teoría. La metafísica conoce, en general, solo de u n método de resolución de las contradicciones lógicas: e l i m i n a r l a s del pensamiento, interpretando a las contradicciones como p r o d u c t o de vagas expresiones, definiciones, etc., como u n m a l p u r a m e n t e subjetivo. Pese a s u enfoque correcto e s p o n t á n e o de los hechos y del proceso de su expresión teórica, Ricardo conscientemente se mantuvo en las posiciones del método metafísico de pensamiento. La deducción f u e p a r a él, como antes, ú n i c a m e n t e u n método de desarrollo de los conceptos q u e permitía ver en u n fenómeno particular solo eso q u e e s t a b a incluido en la premisa mayor, en el concepto u n i v e r s a l primicial y s u s determinaciones, mientras la inducción c o n s e r v a b a de igual m a n e r a ese carácter unilateral empírico. E s t a n o p e r m i t í a escoger esos rasgos de los fenómenos que les p e r t e n e c e n por n e c e s i d a d y modelar la abstracción teórica que exprese a los fenómenos en s u forma pura, en su contenido i n m a n e n t e . Deducción e inducción, a n á l i s i s y síntesis, el concepto universal y el concepto q u e e x p r e s a la particularidad del fenómeno; en Ricardo t o d a s e s t a s categorías siguieron siendo, como antes, antípodas m e t a f í s i c a s q u e él no lograría vincular u n a s con otras. En él la deducción e n t r ó sin c e s a r en contradicción con la tarea de generalización inductiva de los hechos; no pudo a u n a r a las abstracciones a n a l í t i c a s e n u n sistema, esto es, sintetizarlas sin chocar con la contradicción lógica; en su sistema el concepto universal (el valor) vino a e s t a r en u n a relación de contradicción m u t u a m e n t e excluyente con el concepto particular (la ganancia), etc. Ante los golpes de los enemigos, todas estas grietas internas c o n d u j e r o n en ú l t i m a instancia a la descomposición de la teoría valor por trabajo, al agrupamiento carente de sistema que solo puede p a v o n e a r s e de su obesidad empírica bajo u n a carencia total de comprensión teórica de lo realmente concreto.

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La filosofía y lógica de la época de Ricardo no brindaba ni podía d a r n i n g ú n tipo de indicación correcta sobre el cómo salir de t o d a s e s t a s dificultades. Aquí lo que se r e q u e r í a era la dialéctica consciente, c o m b i n a d a con u n a relación críticamente revoluc i o n a r i a p a r a con la realidad, u n modo de pensamiento que no tuviera miedo de las contradicciones en las determinaciones de las c o s a s y q u e f u e r a ajeno a la actitud apologética para con lo existente. Finalmente, todos estos problemas confluían en un punto: en la necesidad de entender al sistema de producción mercantil-capitalista como u n s i s t e m a histórico concreto, como u n sistema, que surge, se desarrolla y c o n t i n u a desarrollándose h a s t a ir al e n c u e n t r o con la m u e r t e .

L A DEDUCCIÓN Y EL PROBLEMA DEL HISTORICISMO

Ricardo al concebir el objeto de investigación - la economía mercantil-capitalista - como u n todo único, coherente en todas sus manifestaciones, como u n s i s t e m a de relaciones de producción y distribución q u e se condicionan m u t u a m e n t e , al mismo tiempo, no concebía a este s i s t e m a como algo q u e ha surgido históricamente, como u n c o n j u n t o orgánico de relaciones entre hombres y c o s a s en el proceso de producción que se desarrolla históricamente y que continúa desarrollándose. Todos los méritos del método de investigación de Ricardo están e n t r o n c a d o s o r g á n i c a m e n t e con el p u n t o de vista substantivo, esto es, con la concepción del objeto como u n todo único, coherente en t o d a s s u s m a n i f e s t a c i o n e s . E inversamente, todas las insuficiencias y vicios de s u método de despliegue de la teoría e n c u e n t r a n s u s raíces en la completa incomprensión de esta totalidad como u n a totalidad q u e se h a construido históricamente. La forma mercantil-capitalista de producción se le presentaba como la forma "natural", la f o r m a e t e r n a de toda la producción en general. A esto se liga el c a r á c t e r no histórico (y lo que es más: anti-histórico) de s u s a b s t r a c c i o n e s y la c a r e n c i a de historicismo en el método de s u obtención. La deducción de categorías adquiere de m a n e r a ineludible u n c a r á c t e r puramente formal, si se combina con u n e n t e n d i m i e n t o no histórico del objeto que es reproducido en conceptos g r a c i a s a ella.

2 6 1 L A D E D U C C I Ó N Y EL PROBLEMA DEL HISTORICISMO

No r e s u l t a difícil n o t a r q u e la deducción se corresponde en sí, por su forma, a la idea del desarrollo, del movimiento desde lo simple, no d e s m e m b r a d o , general h a s t a lo complejo, lo desmembrado, lo p a r t i c u l a r y peculiar. Empero, si la realidad de los objetos que es r e p r o d u c i d a en conceptos por métodos deductivos es concebida en sí como u n a realidad que carece de desarrollo, como u n s i s t e m a eterno y n a t u r a l de fenómenos en interacción, entonces, o b v i a m e n t e , la deducción empieza inevitablemente a ser solo u n p r o c e d i m i e n t o artificioso de desarrollo del pensamiento. En este caso, la lógica retorna por necesidad a ese p u n to de vista sobre la n a t u r a l e z a de la deducción que Descartes expresara en f o r m a c l a r a y clásica. Al p l a n t e a r la c o n s t r u c c i ó n de s u sistema del mundo, la deducción de t o d a s las f o r m a s complejas de interacción en la naturaleza a p a r t i r de los movimientos de las partículas más simples de la m a t e r i a , d e f i n i d a s en forma exclusivamente geométrica, Descartes especificó la j u s t e z a de método semejante de construcción de la teoría de la siguiente m a n e r a : "y su naturaleza (esto es, del m u n d o - E.I.) es m u c h o m á s fácil de concebir cuando se ven n a c e r de poco a poco de esa m a n e r a , que cuando se consideran y a h e c h a s del todo" 37 . Pero al hacerlo, no se inclinaba a e n t r a r en conflicto abierto con las doctrinas teológicas sobre la creación del m u n d o y D e s c a r t e s hizo la característica reserva: "Sin embargo, de t o d a s e s t a s cosas no quería yo inferir que este m u n d o n u e s t r o h a y a sido creado de la manera que explicaba, p o r q u e es m u c h o m á s verosímil que, desde el comienzo Dios lo p u s o tal y como debía ser" 38 . Para D e s c a r t e s , evidentemente, la forma de deducción que él aplicó de f o r m a consciente fue p r o f u n d a m e n t e afín a la idea del desarrollo, de surgimiento, de los orígenes de las cosas en su necesidad. Por ello e n c a r ó la peliaguda cuestión de cómo conciliar la deducción con la idea de que el objeto es perpetuamente igual a sí m i s m o y no proviene de lugar alguno, siendo creado por Dios de u n a sola vez. Ricardo estuvo en u n a situación análoga. Él entendió perfectamente que sólo el movimiento deductivo del pensamiento podía e x p r e s a r los fenómenos en su trabazón interna, que sólo se 37 Descartes, Rene: Discurso del Método, Colección de Autores Clásicos, Editorial Universo, Lima, 1968, pp. 39, traducción de Manuel García Morente. 38 Descartes, Rene: Discurso del Método, pp. 39, ed. cit.

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p o d í a conocer e s t a t r a b a z ó n al e x a m i n a r p a s o a p a s o el surgim i e n t o de las d i s t i n t a s f o r m a s de r i q u e z a a p a r t i r de u n a sust a n c i a c o m ú n a t o d a s ellas: del t r a b a j o q u e p r o d u c e mercancías. ¿Pero cómo p u e d e e n c o r d e l a r s e e s t e m o d o d e r a z o n a m i e n t o con la idea de q u e el s i s t e m a b u r g u é s e s u n s i s t e m a n a t u r a l y eterno, q u e en realidad n o p u e d e ni s u r g i r , ni d e s a r r o l l a r s e ? Ricardo reconcilia p l e n a m e n t e e s t a s d o s i d e a s a b s o l u t a m e n t e incompatibles por esencia. Y esto, en efecto, s e refleja e n el método de su p e n s a m i e n t o , en el método p a r a m o d e l a r l a s abstracciones. Si la teoría inicia s u c o n s t r u c c i ó n c o n la c a t e g o r í a del valor, p a r a luego proceder al e x a m e n de o t r a s c a t e g o r í a s , esto puede j u s t i f i c a r q u e la categoría del valor e s el c o n c e p t o m á s general, q u e p r e s u p o n e t a n t o a la g a n a n c i a c o m o a la r e n t a , como al capital y todo lo r e s t a n t e y e s u n a a b s t r a c c i ó n genérica, abstraída de estos f e n ó m e n o s r e a l e s p a r t i c u l a r e s e i n d i v i d u a l e s . El movimiento del p e n s a m i e n t o d e s d e u n a categoría abstract a m e n t e general h a c i a la e x p r e s i ó n d e l a s p a r t i c u l a r i d a d e s de los fenómenos r e a l e s se p r e s e n t a , p o r lo t a n t o , como el movimiento q u e t r a n s c u r r e e x c l u s i v a m e n t e e n el pensamiento, y n u n c a j a m á s en la r e a l i d a d . E n la r e a l i d a d t o d a s l a s categorías - g a n a n c i a , capital, r e n t a , s a l a r i o s , d i n e r o , etc. - existen todas j u n t a s a la vez, p e r o la c a t e g o r í a del valor e x p r e s a lo que es general a t o d a s ellas. Como t a l el v a l o r e n r e a l i d a d solo existe en la c a b e z a q u e lo a b s t r a e , c o m o reflejo d e e s o q u e e s c o m ú n entre la m e r c a n c í a y el d i n e r o , la g a n a n c i a , la r e n t a , los salarios, el capital, etc. E s t e c o n c e p t o genérico, q u e a b a r c a a t o d a s las categorías p a r t i c u l a r e s , es el valor. Ricardo a q u í r a z o n ó en el e s p í r i t u de la lógica n o m i n a l i s t a que le fue c o n t e m p o r á n e a , q u e se rebeló e n c o n t r a d e la tesis del realismo medieval, e n c o n t r a de l a s i d e a s d e los c u e n t o s creacionistas, s e g ú n los c u a l e s la g e n e r a l i d a d , d i g a m o s , el a n i m a l en general existe a n t e s q u e el c a b a l l o , el zorro, la v a c a , la liebre, antes que las especies p a r t i c u l a r e s de a n i m a l e s , y a c t o seguido se metamorfosea, se "disocia" e n el c a b a l l o , la v a c a , el zorro, la liebre, etc. Para Ricardo el valor c o m o tal solo p u e d e existir "post rem", solo en calidad de algo a b s t r a í d o i n t e l e c t u a l m e n t e de las especies p a r t i c u l a r e s del valor (de la g a n a n c i a , r e n t a , salarios, etc.), y bajo n i n g u n a c i r c u n s t a n c i a , " a n t e rem", ni c o n el aspecto de u n a realidad a u t ó n o m a q u e p r e c e d e e n lo t e m p o r a l a la aparición de s u s especies p a r t i c u l a r e s (al c a p i t a l , g a n a n c i a , renta,

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salarios, etc.). Es m á s , t o d a s e s t a s especies particulares del valor existen a p e r p e t u i d a d u n a s j u n t o a las otras, ellas bajo ningún concepto se o r i g i n a n en el valor, al igual que el caballo, en realidad, n o s e deriva del a n i m a l en general. Pero la d e s g r a c i a f u e que la concepción nominalista del concepto general, q u e con toda r a z ó n acometió contra la tesis principal del r e a l i s m o medieval, al hacer esto eliminó, al unísono y en general, del m u n d o real de las cosas individuales a la idea de su desarrollo real. En c u a n t o Ricardo se a s e n t ó sobre el punto de vista de la burguesía en la c o m p r e n s i ó n de la esencia de la economía burguesa, la concepción u n i l a t e r a l y en extremo metafísica del nominalismo en lógica, le pareció ser la m á s n a t u r a l y conveniente. Por los siglos de los siglos solo h a n existido los fenómenos individuales q u e se p e r t e n e c e n a las especies particulares del valor: mercancía, dinero, capital, g a n a n c i a , renta, etc. El valor en sí es abstracto, es lo a b s t r a í d o de estos fenómenos económicos individuales y p a r t i c u l a r e s , es uuniversalia post rem" y j a m á s tíuniversalía ante rem". Por e s t a razón, Ricardo no investigó al valor como tal, al valor en sí en r i g u r o s a abstracción de la ganancia, los salarios, la r e n t a y la competencia. Habiendo f o r m u l a d o el concepto del valor, pasa de inmediato y d i r e c t a m e n t e al e x a m e n de las categorías particulares desarrolladas, d a n d o inicio d i r e c t a m e n t e a emplear el concepto del valor en los f e n ó m e n o s de la ganancia, los salarios, la renta, el dinero, etc. Y este es el c u r s o lógico m á s n a t u r a l si se concibe a la realidad, con s u a y u d a reproducida, como u n sistema eterno de interacción de especies p a r t i c u l a r e s del valor. Claro q u e si el contenido del concepto universal, que se halla en los cimientos de todo el sistema de la teoría, es comprendido como la s u m a de los rasgos abstractamente comunes a todos los fenómenos p a r t i c u l a r e s e individuales, entonces se obrará justamente tal y como obró Ricardo. Si lo universal es comprendido como la generalidad a b s t r a c t a que es propiedad de todos los fenómenos p a r t i c u l a r e s e individuales sin excepción, en tal caso, p a r a obtener las determinaciones teóricas del valor se procederá j u s t a m e n t e a e x a m i n a r a la ganancia, a la renta y se abstraerá de ellas precisamente a su generalidad. Asi obró Ricardo. Y es j u s t o por esto que Marx lo criticó severamente, pues fue

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aquí que se e x p r e s a b a en efecto el enfoque anti-histórico de Ricardo p a r a con el problema del valor y s u s especies. Marx vio el vicio f u n d a m e n t a l del método de investigación de Ricardo en que él no investigó en especial a las determinaciones teóricas del valor como tal, en la m á s estricta independencia del influjo del proceso de producción de plusvalía, de la competencia, la g a n a n c i a , los salarios y d e m á s fenómenos restantes. El p r i m e r capítulo de la obra f u n d a m e n t a l de Ricardo, no solo trat a del intercambio de u n a m e r c a n c í a por otra (esto es, de la form a valor simple, el valor como tal), sino también de la ganancia, los salarios, el capital, la t a s a m e d i a de g a n a n c i a y otras cosas semejantes. "Como se ve, si se le r e p r o c h a r a i n c u r r i r en u n a abstracción excesiva, el reproche f u n d a d o sería c a b a l m e n t e el contrario: falta de capacidad de abstracción, incapacidad de perder de vista las g a n a n c i a s en virtud de los valores de las mercancías, hecho que la competencia se e n c a r g a de poner de manifiesto ante él"39. Empero este exigencia - la exigencia de u n a abstracción plenamente objetiva - es imposible de llevar a la práctica, sino renunciamos, p r i m e r a m e n t e , a la concepción formal metafísica del concepto u n i v e r s a l (como u n simple a b s t r a c t o sacado de los fenómenos p a r t i c u l a r e s e individuales con los cuales se está en relación), y en s e g u n d o lugar, sino p a s a m o s en la concepción al p u n t o de visto del historicismo (en el c a s o dado, al desarrollo desde valor a la ganancia). Marx requiere de la ciencia, p a r a q u e e s t a comprenda al sistem a económico como u n sistema q u e surge y se desarrolla; él requiere que el desarrollo lógico de las categorías reproduzca la historia real del surgimiento y despliegue del sistema. Pero al ser así la ciencia e s t a forzada a entender al valor, como punto de p a r t i d a de la comprensión teórica y como u n a realidad económica objetiva q u e existe y surgió previo a que puedan aparecer y existir, en general, fenómenos tales como la ganancia, el capital, los salarios, la r e n t a , etc. Por ello las determinaciones teóricas del valor no deben ser o b t e n i d a s por la s e n d a de abstraer eso que es c o m ú n a la m e r c a n c í a , al dinero, al capital, a la ganancia, a los salarios y la r e n t a , sino por u n a vía totalmente distinta. A todas e s t a s c o s a s se las p r e s u p o n e como inexistentes. Las m i s m a s no h a n existido de m a n e r a a l g u n a por siempre, 39 Marx, Karl: Teorías sobre la Plusvalía 11, pp. 169, ed. cit.

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sino que en a l g ú n sitio, en cierto punto, se originaron y es este surgimiento en s u n e c e s i d a d lo que debe ser puesto al descubierto por la ciencia. El valor es la condición real, objetiva, sin cuya presencia no es posible ni el capital, ni el dinero, ni todo lo demás. Las determinaciones t e ó r i c a s del valor como tal, solo pueden ser obtenidas en el e x a m e n de c i e r t a realidad económica objetiva, que tiene la facultad de existir a n t e s , f u e r a de, e independientemente de todos aquellos f e n ó m e n o s que con posterioridad se desarrollaron en base a ella. Es la m á s simple r e a l i d a d económica objetiva que existió mucho tiempo a n t e s d e q u e s u r g i e r a el capitalismo y todas las categorías q u e e x p r e s a n s u e s t r u c t u r a . Esta realidad es el intercambio directo de una mercancía por otra mercancía. Hemos visto q u e los clásicos de la economía política forjaron el concepto u n i v e r s a l del valor precisamente al examinar esta realidad, a u n q u e al hacerlo no tenían idea del verdadero sentido filósofo y teórico de s u s acciones 4 0 . Se podría creer q u e Ricardo h a b r í a estado muy desconcertado, si se le i n d i c a r é el h e c h o de que s u s predecesores, y él por su parte, forjaron la categoría universal de s u ciencia al examinar no u n a regla a b s t r a c t a m e n t e general, a la cual se supeditan todas las c o s a s q u e p o s e e n valor, sin excepción, sino justamente lo contrario, al e x a m i n a r una rarísima excepción a la regla: el intercambio directo sin dinero de u n a mercancía por otra. Cierto, en la m e d i d a en que hicieron esto, extrajeron la concepción del valor g e n u i n a m e n t e objetiva y teórica. En la medida en que no se m a n t u v i e r o n lo m á s rigurosamente en los confines del e x a m e n de este m o d o de interacción enteramente particular y que en el capitalismo desarrollado es extremadamente raro, es que no pudieron entender plenamente al valor. En esto consiste c i e r t a m e n t e el carácter dialéctico de la concepción de lo u n i v e r s a l en Marx, la dialéctica en la concepción del método de elaboración de las categorías universales del sistema científico. No es difícil cerciorarse que esta concepción solo es posible en base de u n enfoque de la investigación de la realidad de los objetos por esencia histórico. 40 Esto es exacto, p u e s m u c h o s de los grandes descubrimientos científicos se produjeron sin q u e s u s descubridores comprendan la lógica interna de su hallazgo. (N. del editor)

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La deducción, p l a n t e a d a en b a s e del historicismo consciente, viene a ser la ú n i c a forma lógica q u e c o n c u e r d a con el punto de vista que concibe al objeto como algo q u e s u r g e y se desarrolla, y no algo consumado. "Más a ú n , la teoría de la evolución h a a r r e b a t a d o , incluso, a la inducción toda la clasificación de los organismos, retrotrayéndola a la descendencia a la 'deducción' - u n a especie se deduce literalmente de la otra, r e s u l t a n d o t o t a l m e n t e imposible probar la teoría de la evolución por la vía de la simple inducción, ya que esta teoría es completamente antiinductiva" 4 1 . El caballo y la vaca, desde luego, q u e no se originan del animal en general, al igual que la p e r a y la m a n z a n a no son productos de la auto-alienación del concepto de f r u t a en general. Pero la vaca y el caballo, i n d u d a b l e m e n t e , tuvieron u n ancestro común en a l g ú n lugar en la p r o f u n d i d a d de los siglos, y la manz a n a y la pera también son producto de la diferenciación de cierta forma única, c o m ú n a las dos f o r m a s de f r u t a . Y este ancestro común real de las vacas, los caballos, l a s liebre, los zorros y todas las otras especies a n i m a l e s hoy existentes, sin duda existió pero no en la razón divina, ni con la f o r m a de la idea del animal en general, sino en la propia n a t u r a l e z a , como u n a especie del todo particular, a p a r t i r de la c u a l , por medio de la diferenciación, se originaron las d i s t i n t a s especies. Entonces, esta forma u n i v e r s a l del a n i m a l , si acaso, el animal como tal, no es de n i n g u n a m a n e r a u n a a b s t r a c c i ó n que consiste únicamente en lo idéntico q u e p o s e e n e n t r e sí t o d a s las especies particulares de a n i m a l e s hoy existentes. Este universal es a la vez u n a especie particular, q u e p o s e e no solo y no tanto aquellos rasgos que se p r e s e r v a r o n e n t o d o s s u s descendientes en calidad de lo c o m ú n a ellos, c u a n t o s u s propios rasgos particulares, totalmente específicos, p a r t e de los c u a l e s h a n heredado sus descendientes, y p a r t e se h a n perdido por completo y han sido reemplazados por otros diferentes. La i m a g e n concreta del ancestro universal del que proceden t o d a s l a s especies hoy existentes, no puede c o n s t r u i r s e p o r principio de aquellos indicios que son directamente c o m u n e s a t o d a s l a s e s p e c i e s actualmente existentes 42 . 41 Engels, Federico: Dialéctica de la naturaleza, pp. 192, ed. cit. 42 Los modernos datos científicos a p u n t a n a q u e los m o d e r n o s animales descienden de los eucariotas flagelados, por o t r a p a r t e , el registro fósil indica que los primeros animales propiamente d i c h o s d a t a n de 6 0 0 - 6 5 0 millones de años

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Obrar así en biología, significaría tomar el mismo c a m i n o erróneo en el que Ricardo buscó la determinación del valor como tal, la forma universal del valor, suponiendo que estas determinaciones e r a n a b s t r a c t o s extraídos de la ganancia, la renta, capital y todas las o t r a s formas p a r t i c u l a r e s del valor que se h a llaban a n t e s u s ojos. Con la idea de desarrollo, como sobre el origen real de u n o s fenómenos a p a r t i r de otros, también se entronca la concepción materialista dialéctica de la deducción de las categorías, del proceso de a s c e n s o de lo a b s t r a c t o a lo concreto, de lo universal (que en sí es u n p a r t i c u l a r plenamente determinado) a lo particular (que e x p r e s a t a m b i é n a u n a determinación universal y necesaria del objeto). El f u n d a m e n t o básico universal y primicial del sistema de determinaciones teóricas (el concepto primicial de la ciencia) expresa en sí, d e s d e el p u n t o de vista de la dialéctica, a las determinaciones teóricas c o n c r e t a s de un fenómeno típico, del todo particular; del todo determinado, dado de m a n e r a práctica y sensible en la contemplación empírica, en la práctica y la experiencia social. La p a r t i c u l a r i d a d de este fenómeno consiste en que este en realidad es (fuera de la c a b e z a del teórico) el punto de partida del desarrollo de la totalidad e s t u d i a d a de fenómenos que interactúan, de e s a totalidad concreta que, en el caso en cuestión, es objeto de reproducción lógica. La ciencia debe d a r inicio con aquello, con lo que la da inicio la historia real. El desarrollo lógico de las determinaciones teóricas debe e x p r e s a r , por ello, el proceso concretamente histórico del desarrollo y venir a ser del objeto. La deducción lógica no es nada m á s q u e la expresión teórica del proceso del devenir histórico real de lo concreto bajo estudio. Aunque la c o m p r e n s i ó n j u s t a de este principio presupone un criterio p a r t i c u l a r m e n t e concreto, en esencia dialéctico, sobre la n a t u r a l e z a del desarrollo histórico. Este es u n punto muy importante de la lógica de Marx, el de la resolución del problema de la relación e n t r e el desarrollo científico con el histórico (la relación de lo lógico con lo histórico) y debe ser examinado por sepay eran seres s i m i l a r e s a las a c t u a l e s esponjas de mar. En todo caso la determinación del " u r m e t a z o o " o ancestro común a los animales se halla todavía en fase de investigación. (N. del editor)

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rado. Sin esto es imposible i n g r e s a r a c o m p r e n d e r el método de ascenso de lo abstracto a lo concreto.

C A P Í T U L O CUARTO

D E S A R R O L L O LÓGICO E HISTORICISMO CONCRETO S O B R E LA D I F E R E N C I A E N T R E LOS MÉTODOS LÓGICOS E HISTÓRICOS D E INVESTIGACIÓN

Ya hemos r e s a l t a d o la i m p o r t a n t í s i m a circunstancia de que el análisis teórico de los h e c h o s empíricos siempre coincide orgánicamente con el a n á l i s i s crítico de los conceptos, con el desarrollo creativo de l a s categorías históricamente establecidas y que ya se posee; q u e n u n c a y en n i n g u n a parte u n a nueva concepción teórica de los h e c h o s (un nuevo sistema de categorías) surge de la n a d a , "directamente de los hechos", como desearían los positivistas y vulgarizadores, sino mediante la m á s rigurosa crítica científica del sistema de categorías a nuestra disposición. El problema de la sucesión creadora en el desarrollo de la teoría (del desarrollo histórico de la ciencia) siempre sale a u n primer plano ú n i c a m e n t e c u a n d o el problema pasa por la relación entre el desarrollo científico (lógico) y lo histórico. Engels en s u r e s e ñ a al libro de Marx "Contribución a la critica de la economía política" demostró con claridad que el problema de la relación de lo lógico con lo histórico surge de inmediato a n t e los teóricos como la cuestión referente al método de crítica de la literatura teórica a nuestra disposición. "Aún el método descubierto de acuerdo con la crítica de la Economía

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Política podía acometerse de d o s modos: el histórico o el lógico"1 Empero, en c u a n t o la elaboración de u n a n u e v a concepción teórica de los hechos puede c o n s u m a r s e ú n i c a m e n t e a través de la crítica de la literatura teórica a n u e s t r a disposición, entonces el método de crítica de la literatura teórica coincide en esencia con el modo de relacionarse con los h e c h o s . La crítica de las categorías teóricas se realiza por la s e n d a de s u confrontación con los hechos empíricos reales. Dentro de e s t a relación no existe ni puede existir diferencia a l g u n a e n t r e los m é t o d o s lógico e histórico de análisis de los conceptos y h e c h o s . La diferencia se halla en otra p a r t e . E n el método histórico de crítica de las teorías precedentes, a e s t a s teorías se las confronta con esos mismos hechos históricos, sobre c u y a base fueron creadas. Por ejemplo, si Marx h u b i e s e preferido p a r a la crítica de la teoría de Ricardo, al método histórico, h u b i e r a tenido que confrontar a esta teoría con los h e c h o s c o e t á n e o s a David Ricardo, esto es, con los hechos del desarrollo capitalista de finales del siglo XVIII e inicios del X I X . La teoría de Ricardo, s u s c a t e g o r í a s y leyes h a b r í a n sido críticamente cotejadas con los h e c h o s de u n p a s a d o m á s o menos distante, con los hechos de u n e s t a d i o i n m a d u r o de la realidad mercantil-capitalista. Mas este método de crítica presupone que los propios hechos ya fueron e s t u d i a d o s bien o así debía haber sido. Pero dentro de e s t a relación se e c h a b a de m e n o s toda labor previa. Estos hechos no solo q u e no h a b í a n sido científicamente comprendidos, sino que incluso, t a m p o c o h a b í a n sido simplemente recolectados o p u e s t o s en b a l a n c e . Bajo e s t a s condiciones, el método histórico de crítica era c l a r a m e n t e inoportuno. El mismo solo h a b r í a demorado la t a r e a . Por eso Marx prefirió el método lógico de crítica y en concordancia, al método lógico de e x a m e n de la realidad. En este método, la teoría h i s t ó r i c a m e n t e precedente es sometida a confrontación crítica d i r e c t a con los h e c h o s observados en otro nivel del desarrollo histórico del objeto, no con esos hechos sobre cuya base f u e elaborada, sino con aquellos hechos que Marx, por su p a r t e , tenía d i r e c t a m e n t e a n t e s u s ojos. 1 Engels, Federico: Reseña de la Contribución a la Crítica de la Economía Política, Obras Escogidas de Marx y Engels, Tomo 3, 1" ed., Ed. Progreso, Moscú, 1981, pp. 527.

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Este método b r i n d a dos ventajas decisivas: la primera, los hechos coetáneos a él, Marx los conocía de mejor manera y si era necesario p o d í a n ser verificados con la mayor meticulosidad, y la segunda, estos p o n í a n en evidencia mucho m á s precisa y vividamente a t o d a s las tendencias del desarrollo capitalista que los hechos c o e t á n e o s a David Ricardo. Todo aquello que a inicios del siglo XIX a ú n no se dejaba ver con u n t a l a n t e diáfano, adquirió a mediados del siglo XIX u n a forma de expresión m á s m a d u r a , baste mencionar, aunque sea, los fenómenos de la crisis. Por ello el método lógico nos permite examinar a cada fenómeno económico (en t a n t o y c u a n t o tratemos sobre la economía política) p r e c i s a m e n t e en ese punto, en donde estos alcanzan su más plena expresión y desarrollo. Evidentemente q u e en la confrontación lógica con los hechos reales del c a p i t a l i s m o desarrollado se exteriorizó con gran facilidad t a n t o la f a l s e d a d de d e t e r m i n a d a s tesis teóricas de Ricardo como s u s núcleos racionales, a la vez que se logró la expresión directa de la r e a l i d a d c o e t á n e a a Marx. En esto consisten las dos ventajas decisivas del método lógico de análisis de los conceptos y h e c h o s f r e n t e al histórico. Aunque e s t a s v e n t a j a s s e g u i r í a n siendo ininteligibles y el método de a n á l i s i s lógico, por s u p a r t e , restaría sin justificación desde el p u n t o de vista filosófico, si no se hubiese demostrado cómo y por q u é el a n á l i s i s de u n estadio superior puede de por sí y sin servirse de u n a detallada investigación del pasado (en vista de q u e en u n o s c a s o s esto es extremadamente dificultoso, y en otros c a s o s , es imposible del todo, como, por ejemplo, en la investigación de los fenómenos cosmológicos) brindar u n a concepción histórica de la realidad. En otras p a l a b r a s , cómo y por qué el análisis teórico (lógicamente sistemático) del presente puede s a c a r a la luz simultáneamente los secretos del pasado: de la historia que condujo al presente. E m p e c e m o s a n a l i z a n d o dos c a s o s posibles que pueden, por principio, t e n e r l u g a r en la relación entre el desarrollo de la ciencia y la h i s t o r i a de s u objeto. Primer caso: la teoría se e n c u e n t r a en u n a situación en la que se d e s a r r o l l a e n u n lapso de tiempo que es demasiado corto como p a r a q u e el objeto en sí s u f r a a l g u n a modificación de ca-

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rácter esencial. Este c a s o es de lo m á s p e c u l i a r p a r a las ciencias n a t u r a l e s : a s t r o n o m í a (cosmología), física, química, etc. E n c a s o semejante, la aplicación del método lógico de análisis de los conceptos y los hechos, no solo se justifica, sino que es el ú n i c o posible. Aquí los distintos estadios del desarrollo de la ciencia t r a t a n con u n a y la m i s m a e t a p a histórica en el desarrollo del objeto, con u n o y el m i s m o objeto en u n a y la misma etap a de desarrollo. Así, t a n t o Newton como Laplace, como Kant, como O. J . Schmidt, partieron de u n o y el m i s m o estadio de desarrollo del sistema solar planetario. En c a s o semejante se justifica, n a t u r a l m e n t e , la aplicación del método lógico de crítica de las categorías (un método en conformidad con la expresión teórica de los hechos). A la vieja teoría de a n t a ñ o y a s u s categorías se las concibe como la expresión incompleta, unilateral y a b s t r a c t a de la verdad. La nueva teoría comparece como la expresión teórica m á s plena, m á s concreta de la esencia de esos m i s m o s hechos, del mismo objeto. Naturalmente, el núcleo racional de las teorías anteriores se incluye en la nueva teoría con el derecho de ser s u momento abstracto. Lo único q u e se a b a n d o n a es la noción de que la vieja teoría contenía en si la expresión más completa de la esencia de los hechos. La vieja teoría se m e t a m o r f o s e a , de este modo, (desde luego, no en s u integridad, sino ú n i c a m e n t e s u núcleo racional) en u n o de los matices de la n u e v a teoría, en u n caso privativo del nuevo principio universal. Aquí el derecho del teórico de aplicar el método lógico de crítica de las teorías precedentes se f u n d a en q u e las teorías y categorías que se sometieron a análisis, desde el p u n t o de vista de los hechos a c t u a l m e n t e dados, reflejaban exactamente al mismo objeto que este tiene a h o r a a n t e su ojos. Por ello el teórico promueve u n careo entre las teorías c r e a d a s cientos de años atrás, con los hechos observados hoy, por lo c o m ú n , no se tiene dudas a propósito de s u derecho de h a c e r esto. Las cosas son m á s complejas en el s e g u n d o caso, cuando estadios diferentes en el desarrollo de la ciencia lidian con distintas etapas históricas en el desarrollo del objeto. Aquí la historia de la ciencia m i s m a surge como u n p e c u l i a r reflejo de la historia del objeto. Las m u d a n z a s en la ciencia reflejan mudanzas a gran escala en la e s t r u c t u r a del objeto en sí. El objeto se desarrolla con la suficiente velocidad y los períodos históricos de su

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desarrollo convergen con los períodos del desarrollo de la ciencia y s u s categorías 2 . Este caso, se entiende de por sí, es de lo m á s característico para las ciencias sociales. La economía política es u n ejemplo típico. En u n a situación p a r e c i d a se encuentran tanto la estética, como la ética, como la gnoseología, como la jurisprudencia. Por ello p u e d e s u r g i r la d u d a legítima: ¿Podemos aplicar aquí, en general, el método lógico de desarrollo de la teoría? ¿Cómo p o d e m o s c o n f r o n t a r a las teorías y categorías desarrolladas cientos (o incluso decenas) de a ñ o s atrás con los hechos que hoy o b s e r v a m o s ? En este caso en cuestión, en efecto, el objeto se h a modificado d u r a n t e este período de manera esencial; ¿surtirá efecto, en el c a s o dado, la aplicación del método lógico de crítica de l a s categorías? ¿Puede este conducir a equívocos, a que u n a s y las m i s m a s categorías s e a n expresión de cosas distintas, solo a la i n f r u c t u o s a logomaquia teórica? La idea del m a t e r i a l i s m o dialéctico sobre el desarrollo desvanece estas d u d a s . E s m e n e s t e r considerar que en el caso en cuestión, la ciencia en todo el trayecto de s u desarrollo lidia con hechos relacionados todos a uno y el mismo objeto; si bien este objeto comparece a n t e ella en diferentes e t a p a s y fases de su "maduración". Y esto significa directamente que aquellas regularidades v e r d a d e r a m e n t e universales y necesarias que constituyen la "esencia elemental" del objeto bajo estudio, los contornos a b s t r a c t o s de s u e s t r u c t u r a interna, siguen siendo unos y los mismos en todo el trayecto de s u desarrollo histórico. De otra parte, aquellos fenómenos y categorías que tienen lugar en las etapas t e m p r a n a s del desarrollo, si bien desaparecen sin dejar huella en las superiores, c o m p r u e b a n objetivamente, por el mismo hecho de s u desaparición, que no se pertenecen a los atributos, a la f o r m a i n t e r n a m e n t e n e c e s a r i a del ser del objeto. En su a n á l i s i s de l a s teorías y categorías económicas desarrolladas por s u s predecesores (no solo por Adam Smith y David Ricardo, sino inclusive por Aristóteles), Marx con aplomo aplica 2 Este es el criterio de verdad en ciencia. La verdad sobre u n hecho o fenómeno estudiado por la ciencia es conocido en la parte y en la forma que su desarrollo lo permite, pero el desarrollo ulterior y s u s cambios obligan a la ciencia a ser ciencia, por tanto, a prolongar el estudio a fin de lograr u n a nueva fase del conocimiento con nuevos d a t o s de la realidad proporcionando de esta forma la característica a c t u a l del hecho o fenómeno, y, sin embargo, esto no niega que lo anterior es o f u e verdad. (N. del editor)

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el método lógico p a r a su crítica, sirviéndose del método histórico solamente en c a s o s aislados y como u n auxiliar. Este método de análisis de las teorías del p a s a d o no solo es permisible, sino que a d e m á s es el m á s conveniente en el desarrollo de la teoría general del objeto, puesto q u e deja de lado de u n a sola vez a todos aquellos m o m e n t o s que ú n i c a m e n t e poseen u n significado p u r a m e n t e histórico, a los que caracteriza como c i r c u n s t a n c i a s m á s o m e n o s fortuitas, en cuyo interior se ha c o n s u m a d o el desarrollo del objeto que es de interés p a r a la teoría general. El método lógico de crítica y desarrollo de la teoría b r i n d a a Marx el criterio objetivo de diferenciación entre las categorías que se relacionan con la e s t r u c t u r a i n t e r n a del organismo mercantil-capitalista, y todos aquellos momentos ligados a formas de producción d e s p l a z a d a s o demolidas en s u desarrollo, de las p a r t i c u l a r i d a d e s p u r a m e n t e regionales del desarrollo capitalista en ese país donde surgió d i r e c t a m e n t e la teoría analizada, etc. La superioridad del método lógico de crítica de las teorías precedentes se f u n d a en que los estadios m á s m a d u r o s en el desarrollo del objeto, con los c u a l e s las teorías del p a s a d o se confrontan de m a n e r a directa, exteriorizan las f o r m a s atributivas de su e s t r u c t u r a con mayor claridad y precisión, exponiéndolas en su aspecto d e c l a r a d a m e n t e p u r o . Además "... cada factor puede estudiarse en el p u n t o de desarrollo de s u plena madurez, en su forma clásica" 3 , s e ñ a l a F. Engels sobre la superioridad del método lógico en su r e s e ñ a al libro de K. Marx "Contribución a la crítica de la economía política". Debido a esto podemos someter a a n á l i s i s crítico, por ejemplo, a la Lógica hegeliana, pero no desde el p u n t o de vista de los hechos del desarrollo de la ciencia c o e t á n e o s a la misma, sino desde el punto de vista de los q u e son c o n t e m p o r á n e o s a nosotros, y el resultado de tal crítica s e r á la aclaración dialéctica de estos hechos, a d e m á s de u n a concepción crítica y materialista de las categorías de la dialéctica hegeliana, de s u núcleo racional. Partiendo de estas consideraciones, Marx creyó no solo justificado, sino también lo m á s conveniente, u s a r precisamente al método lógico de crítica de las teorías p r e c e d e n t e s como método de desarrollo de su núcleo racional, no solo en las ciencias na3 Engels, Federico: Reseña Política, pp. 528, ed. cit.

de la Contribución

a la Crítica de la Economía

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turales, donde el objeto p e r m a n e c e inmutable durante todo el trayecto del desarrollo de la ciencia, sino además en las regiones sociales e h i s t ó r i c a s del conocimiento. No existe por principio brecha a l g u n a e n t r e las ciencias n a t u r a l e s y sociales en relación a esto. Además, en las ciencias n a t u r a l e s las cosas no son tan simples como p a r e c e n ser a primera vista: aunque Einstein lidio con "el mismo" objeto q u e Newton, eran distintos todos los hechos i n m e d i a t o s de los c u a l e s partió en la critica de la mecánica n e w t o n i a n a . La actividad sensible y práctica del ser h u m a no social, el experimento, "desplegó" ante él "ese mismo" objeto con u n t a l a n t e m á s pleno y multilateral. Así que desde este á n gulo, el derecho a aplicar el método lógico de crítica y desarrollo de la teoría en l a s ciencias sociales no tiene menor fundamento que en las ciencias n a t u r a l e s . La actividad sensible y práctica del ser h u m a n o social, tanto allá como a c á , r e s u l t a ser el vínculo mediador entre el objeto "en sí" y el p e n s a m i e n t o del teórico. A c a u s a de esto, en el análisis de la relación e n t r e l a s ciencias n a t u r a l e s y las sociales, aparece precisamente la práctica como a r g u m e n t o decisorio, con cuya ayuda se h a c e a ñ i c o s la idea n e o - k a n t i a n a sobre u n a brecha por principio e n t r e los métodos de las ciencias naturales y socio-históricas. Sin d u d a , en Marx no se excluye en lo absoluto el método histórico de crítica a s u s predecesores. Marx se sirve regularmente del mismo, al poner en claro aquellas c i r c u n s t a n c i a s históricas en cuyo seno s u r g i r í a la teoría por él criticada. Empero, el método histórico de crítica j u e g a ú n i c a m e n t e el rol de subordinado, de auxiliar. La vía m a g n a de la crítica y desarrollo de la teoría siguió siendo el método lógico. "Para a n a l i z a r las leyes de la economía burguesa no es necesario, pues, escribir la historia real de las relaciones de producción. Pero la c o r r e c t a concepción y deducción de las mismas, en cuanto relaciones o r i g i n a d a s históricamente, conduce siempre a ecuaciones —como los n ú m e r o s empíricos por ejemplo en las ciencias n a t u r a l e s — q u e a p u n t a n a u n pasado que yace por detrás de este sistema. Tales indicios, conjuntamente con la concepción c e r t e r a del presente, b r i n d a n también la clave p a r a la comprensión del pasado" 4 , escribiría Marx en 1858. 4 Marx, K.: Elementos fundamentales (Volumen 1), pp. 422, ed. cit.

para la critica de la economía política

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E L DESARROLLO LÓGICO COMO E X P R E S I Ó N DEL HISTORICISMO CONCRETO EN INVESTIGACIÓN

Arriba hemos formulado la p r e g u n t a así: ¿cómo y por qué el a n á l i s i s teórico (el a n á l i s i s de los h e c h o s , q u e se realiza por medio de la crítica de las categorías) q u e p a r t e de los resultados del proceso histórico puede b r i n d a r n o s de por sí la expresión histórica, por esencia (aunque sea lógica por s u forma), de la realidad incluso en los c a s o s en que la historia real (empírica), que va a d a r en estos resultados, no h a sido investigada directamente en s u s detalles? La r e s p u e s t a a esta cuestión sólo p u e d e obtenerse a través de u n e x a m e n de la sujeción a leyes dialécticas reales, a las cuales se somete todo proceso verdadero de desarrollo tanto en la naturaleza y en la sociedad como e n el conocimiento mismo, en el pensamiento. Si en la investigación de los resultados de determinado proceso histórico p o d e m o s d e s c u b r i r en ellos "el retrato" de la historia de s u s u r g i m i e n t o y desarrollo, si podemos reconstituir teóricamente, p a r t i e n d o de los r e s u l t a d o s de la historia, los contornos generales del c u a d r o de s u surgimiento, entonces tal posibilidad se f u n d a m e n t a , en p r i m e r lugar, en que el resultado objetivo del proceso de desarrollo p r e s e r v a en sí, aunque algo modificado, al "retrato" de s u propia historia. El problema lógico t a m b i é n se t r a n s f o r m a a q u í en el problema de la relación conforme a leyes q u e se d a e n t r e el proceso de desarrollo histórico y s u s propios r e s u l t a d o s . Arriba señalamos que los momentos v e r d a d e r a m e n t e u n i v e r s a l e s , verdaderamente necesarios, que c a r a c t e r i z a n al objeto como u n a totalidad concretamente histórica, se p r e s e r v a n en él a todo lo largo de su existencia y desarrollo, c o n s t i t u y é n d o s e en la ley de su ser histórico concreto. Así, la cuestión viene a ser la de p o n e r en claro en qué aspecto, en qué forma, se p r e s e r v a n en l a s e t a p a s superiores de desarrollo del objeto, las condiciones h i s t ó r i c a s de s u surgimiento y desarrollo. Y en esto c h o c a m o s con el h e c h o de la relación dialéctica, entre las condiciones q u e precedieron históricamente al surgimiento del objeto y las c o n s e c u e n c i a s ulteriores, desarrolladas sobre su base. La dialéctica de esta relación consiste en el p e c u l i a r "giro" de lo históricamente precedente en lo posterior y viceversa, de la

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E L DESARROLLO LOOICO COMO EXPRESION DEL HISTORICISMO..

condición en lo condicionado, del efecto en causa, de lo complejo en lo m á s simple y viceversa, etc. Merced a e s t a dialéctica objetiva se obtiene esa circunstancia que a primera vista es paradójica, de que el reflejo lógico de las leyes del proceso histórico (una concepción de los hechos que es lógica en s u forma, e histórico concreta, en su esencia) es u n cuadro inverso en comparación con ese que es "natural" y parece corresponderse al orden de desarrollo del objeto constatado empíricamente. Para entender e s t a dialéctica es indispensable tomar en consideración, a n t e todo, al siguiente hecho. Todo proceso real de desarrollo concreto (en n a t u r a l e z a , la sociedad o la consciencia) nunca d a inicio en el vacío, ni en el éter de la razón pura, sino sobre la b a s e de p r e m i s a s y condiciones c r e a d a s por otros procesos que se someten a leyes totalmente distintas, y en última instancia, por todo el desarrollo precedente del universo. Así, la h u m a n i d a d d a comienzo a s u historia especifica sobre la base de p r e m i s a s y condiciones c r e a d a s por la naturaleza antes de e i n d e p e n d i e n t e m e n t e de sí. El surgimiento de la vida (el desarrollo específicamente biológico) presupone formaciones químicas m u y complejas c o n s t i t u i d a s independientemente de la misma. Toda f o r m a cualitativamente nueva no solo que surge en el seno de e s t a s condiciones, o es c r e a d a por estas, sino que además, todo s u desarrollo ulterior d i s c u r r e al interior de esas mismas condiciones d e n t r o de u n a complejísima interacción con ellas. Esto es evidente. Pero a d e m á s , nos tropezamos con la dificultad del c a r á c t e r dialéctico de las relaciones entre las formas de desarrollo inferiores y superiores, de las alteraciones objetivas de s u rol al interior de e s t a relación m u t u a . La cuestión es q u e el resultado históricamente ulterior que surge sobre la b a s e de todo el desarrollo precedente, de modo alguno se m a n t i e n e ú n i c a m e n t e como u n resultado pasivo, únicamente en calidad de consecuencia. Toda forma de interacción surgida h a c e poco (superior) deviene en nuevo principio universal, que somete a sí a las f o r m a s que históricamente le precedieron, m e t a m o r f o s e á n d o l a s en formas derivadas y externas de su desarrollo específico, en "órganos de su cuerpo", como Marx lo expresare en relación a u n caso de este género. Empezando a realizar s u movimiento de acuerdo a leyes que les son características al nuevo sistema de interacción recíproca en cuyo interior se h a n precipitado.

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Un sistema nuevo, superior (históricamente posterior) de interacción concreta comienza por s u p a r t e a p r e s e r v a r y reproducir activamente, en s u propio movimiento, a t o d a s las condiciones positivamente n e c e s a r i a s de ese movimiento. Como si "engendrara a p a r t i r de si" todo eso q u e f u e primitivamente creado no por él, sino por el desarrollo q u e le precedió. En este caso el desarrollo t a m b i é n a d q u i e r e la forma de espiral, que ya a n a l i z a m o s en la p r i m e r a sección de e s t a obra como u n o de los rasgos m á s característicos de la interacción interna, de lo concreto en el sentido genuino de este concepto. La condición n e c e s a r i a m e n t e s u p u e s t a del surgimiento histórico del objeto deviene a d e m á s en c o n s e c u e n c i a necesariamente p u e s t a de su desarrollo específico. Con este aspecto se preservan las condiciones históricamente n e c e s a r i a s del surgimiento del objeto en s u e s t r u c t u r a en todos los derroteros de s u desarrollo, de s u movimiento específico. Todos aquellos momentos q u e si bien hicieron acto de presencia en el nacimiento de la n u e v a f o r m a de desarrollo, pero al no ser condiciones absolutamente n e c e s a r i a s de este nacimiento, finalmente no se preservan, ni son reproducidos. No se los observa en las e t a p a s superiores de desarrollo del objeto, desaparecen en el curso de s u m a d u r a c i ó n histórica, perdiéndose en las tinieblas del pasado 5 . Por ello, el e x a m e n lógico de la e t a p a s u p e r i o r de desarrollo del objeto, del sistema de interacción q u e y a se h a desarrollado, saca a la luz u n c u a d r o en el q u e se h a n preservado todas las condiciones realmente n e c e s a r i a s de s u surgimiento y evolución, y en el que e s t á n a u s e n t e s t o d a s las condiciones m á s o menos accidentales, p u r a m e n t e históricas de su aparición. Por eso, el análisis lógico no "depura" las c a s u a l i d a d e s puramente históricas y las f o r m a s históricas de r e t r a t a r aquellas condiciones de verdad universales y a b s o l u t a m e n t e necesarias, únicas ante cuya presencia el s i s t e m a de interacción en cuestión pudo surgir, y habiendo surgido, las preserva y desarrolla. Es el proceso histórico, por su c u e n t a , el q u e lleva adelante esta "depuración" p a r a el teórico y previo al teórico. En otras palabras, el proceso histórico objetivo por su cuenta hace u n a abstracción en la que se retiene solamente a los mo5 Para el presente caso vale la p e n a decir, a m a n e r a de ejemplo: como el niño en un adulto. {N. del editor)

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mentos c o n c r e t a m e n t e universales del desarrollo, d e p u r a d o s de las formas h i s t ó r i c a s que dependían de la afluencia de c i r c u n s tancias c o n f o r m a d a s de u n a m a n e r a m á s o menos fortuita. Sacar a la luz teóricamente j u s t o a estos momentos y b r i n d a r en conclusión las abstracciones concretamente históricas. Este principio guió con aplomo a Marx al analizar las categorías de la economía política. La fuerza de t r a b a j o como tal, como facultad de trabajar en general, se p e r t e n e c e a las p r e m i s a s históricas del surgimiento del capital, de igual f o r m a que la tierra, el aire y los yacimientos minerales aprovechables. É s t a se mantiene en tal calidad ú n i c a mente como p r e m i s a del surgimiento del capital, no siendo a la vez ni s u c o n s e c u e n c i a , ni s u producto. En cambio, el capital reproduce activamente (la e n g e n d r a como s u producto) a la fuerza de trabajo como mercancía, esto es, como forma históricamente concreta en la cual la f u e r z a de trabajo funciona en calidad de elemento del capital. Cosa igual s u c e d e t a n t o con las m e r c a n c í a s como con el dinero, como con la g a n a n c i a comercial, como con la renta, etc.: como tales, é s t a s se pertenecen a las p r e m i s a s "antediluvianas" del desarrollo capitalista, a s u s condiciones "prehistóricas". Ellos son p r o d u c t o s del capital, como formas históricamente concretas del ser del capital, cuyo movimiento refleja la historia específica de aquel. En r e s u m e n , se observa a t o d a s las condiciones verdaderamente n e c e s a r i a s de surgimiento del capital en la superficie del capitalismo desarrollado, como formas s e c u n d a r i a s del mismo, además, se l a s observa en u n aspecto depurado de formas históricas. Al reproducirlas como s u producto, el capital lava de ellas todo vestigio del semblante primitivo histórico. Simultáneamente, el análisis lógico también provee de indicaciones p a r a la investigación histórica. En s u s conclusiones orienta al historiador a la b ú s q u e d a de las condiciones realmente n e c e s a r i a s y de las premisas del surgimiento de u n proceso determinado, otorgándole u n criterio p a r a diferenciar lo esencial de eso q u e simplemente salta a la vista, lo necesario de lo puramente accidental, etc. La dialéctica descrita tiene lugar, desde luego, no solo en el caso del capital. E s u n a ley universal. Cosa igual podemos observar también, por ejemplo, en el proceso de formación de las formas biológicas de movimiento de la

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materia. Originalmente, el c u e r p o a l b u m i n o i d e o m á s simple surge independientemente de c u a l q u i e r proceso biológico, es, sencillamente, u n producto químico y a d e m á s u n producto muy inestable. Cómo y bajo qué condiciones c o n c r e t a s surgió esa, la más elemental formación biológica, es algo q u e h a s t a el momento no conocemos con la suficiente precisión. La q u í m i c a a ú n no ha podido c r e a r artificialmente u n c u e r p o a l b u m i n o i d e o viviente, ni h a podido crear las condiciones al interior de las que tal cuerpo surgió por necesidad. Esto significa, q u e ella no conoce todavía c u a l e s son estas condiciones. En cambio, lo que es del todo i n c o n t e s t a b l e es el siguiente hecho constatado de m a n e r a objetiva: en el interior de u n organismo biológico desarrollado, e s t a s condiciones (al mismo tiempo, en todo su conjunto necesario) se p r e s e n t a n actualmente, se verifican a c t u a l m e n t e h a s t a c u a n d o el o r g a n i s m o viva. Estas condiciones, bajo las que la m a t e r i a q u e viene del exterior es metamorfoseada en a l b ú m i n a , en m a t e r i a viviente, pueden ser establecidas aquí de modo t o t a l m e n t e objetivo y riguroso. Al mismo tiempo (partiendo del h e c h o de q u e no toda la materia puede ser asimilada por los organismos) se p u e d e n descubrir también esos productos q u í m i c o s p r i m o r d i a l e s q u e son capaces de t r a n s f o r m a r s e bajo las condiciones n e c e s a r i a s en cuerpos vivientes. Por aquello, el estudio de los p r o c e s o s q u e t r a n s c u r r e n en los organismos que p r o s p e r a n en el presente, p u e d e d a r y nos dará la comprensión del proceso de s u r g i m i e n t o de la vida en la tierra, cierto, en s u s contornos generales. De suerte que el desarrollo lógico de l a s categorías que retratan la e s t r u c t u r a i n t e r n a del objeto con ese a s p e c t o en el cual se las observa en las e t a p a s s u p e r i o r e s de s u desarrollo conduce "en el primer acercamiento" a la c o m p r e n s i ó n de la historia de sus orígenes, a la ley del proceso de formación de e s t a estructura. A c a u s a de esto, el desarrollo lógico coincide internamente con el desarrollo histórico, por la e s e n c i a m i s m a de la cuestión. Empero, tal coincidencia es p r o f u n d a m e n t e dialéctica y no es posible captarla sin u n a comprensión de e s t a dialéctica.

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HISTORICISMO ABSTRACTO Y CONCRETO

No es posible lograr u n a comprensión concreta de la realidad si no la e n f o c a m o s h i s t ó r i c a m e n t e . Pero igual es a la inversa, el historicismo privado de c a r á c t e r concreto es pura ficción, es pseudo-historicismo. En los tiempos que corren no hallaremos a u n a p e r s o n a q u e e n c i e n c i a r e c h a c e la idea del d e s a r r o l l o e n s u

forma general, a b s t r a c t a . Pero el punto de vista del historicismo que, en general, no se a s o c i a con la idea dialéctica de lo concreto, se m e t a m o r f o s e a inevitablemente en palabrería hueca. El historicismo q u e no e s concreto, esto es, abstracto, no solo que no es ajeno al m o d o de r a z o n a m i e n t o metafísico, sino que constituye u n o de s u s r a s g o s m á s característicos. El metafísico muy de buena g a n a h a c e digresiones sobre la necesidad "del enfoque histórico" de los f e n ó m e n o s , llevando a cabo u n a excursión en la historia del objeto, a p u n t a l a n d o "los cimientos históricos" de sus c o n s t r u c c i o n e s teóricas. Y el diferenciar al historicismo concreto del método de la dialéctica materialista, del historicismo abstracto de los m e t a f í s i c o s n o es algo tan fácil como puede aparentar a p r i m e r a vista. No es n a d a difícil c a e r en el p u n t o de vista del historicismo abstracto (pseudo-historicismo). Es más, este punto de vista parece ser j u s t a m e n t e el m á s n a t u r a l . De facto, ¿acaso no parece lo m á s n a t u r a l c u a n d o se quiere entender al objeto históricamente, e m p e z a r e x a m i n a n d o la historia que creó este objeto? Pero este p u n t o de vista simplón y n a t u r a l velozmente nos dirige a d i f i c u l t a d e s irresolubles. Iniciando con que toda cosa que ha surgido h i s t ó r i c a m e n t e tiene a s u s espaldas, en calidad de su pasado, a t o d a la infinita historia del orbe. Por ello la tentativa de c o m p r e n d e r el fenómeno históricamente por la vía de seguir a todos aquellos p r o c e s o s y p r e m i s a s que, de u n a forma u otra, precedieron s u nacimiento, desemboca inevitablemente en un necio infinito y por e s t a razón no será capaz de conducirnos a cualesquier r e s u l t a d o d e t e r m i n a d o y concreto. Lo q u e r á i s o no lo queráis, al ir "hacia atrás", lo adecuado es a p e a r s e en a l g ú n p u n t o , p a r a desde ahí empezar. ¿De dónde? El historicismo a b s t r a c t o no puede colocar impedimento alguno al subjetivismo y la arbitrariedad. Pero esto n o b a s t a . El punto de vista del historicismo abstracto de m o d o inevitable, y a p e s a r de nuestros deseos, viene a dar bajo la a p a r i e n c i a de enfoque histórico en el más tosco anti-his-

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toricismo. Esto no es difícil de entender. Los e c o n o m i s t a s burgueses que concebían al capital como "trabajo a c u m u l a d o en general", de la forma m á s lógica y n a t u r a l veían q u e la hora de alumbramiento histórico fue allí donde el h u m a n o primitivo tomó con sus m a n o s u n garrote. Si el capital es concebido como dinero que con su circulación trae m á s dinero, e n t o n c e s los inicios históricos del capital forzosamente se los verá en a l g ú n sitio de la antigua Fenicia. La concepción anti-histórica de la esencia, de la naturaleza del fenómeno se j u s t i f i c a en el caso dado con argumentos "históricos". Y esto no tiene n a d a de asombroso, pues la concepción del p a s a d o se e n t r o n c a íntimamente a la concepción del presente. Previo a e x a m i n a r la historia del objeto, de grado o por fuerza, debemos d a r n o s c u e n t a qué es ese objeto, cuya historia deseamos investigar. El resultado de la aplicación del principio de historicismo abstracto es: comenzamos a tomar por h e c h o s de la historia de determinado fenómeno, a hechos referidos a la h i s t o r i a de fenómenos totalmente diferentes, m i s m o s q u e lo ú n i c o q u e hicieron fue preparar históricamente su aparición. Merced a este juego de manos el fenómeno históricamente concreto en cuestión se metamorfosea ante los ojos del teórico p a s a n d o a ser si no "eterno", por lo menos muy antiguo, m u c h í s i m o m á s p a s a d o de a ñ o s de lo que es en realidad. Puede servir como ejemplo evidente de u n e n f o q u e históricamente abstracto — de esa concepción, histórica en apariencia, pero anti-histórica en esencia —, la explicación d a d a por los economistas b u r g u e s e s de la "acumulación originaria". El economista b u r g u é s a este proceso t a m b i é n lo examina "históricamente". Fácilmente e s t a r á de a c u e r d o en q u e el capital no es u n fenómeno eterno, que este debe h a b e r surgido en algún lugar y de a l g u n a m a n e r a . La historia de s u s orígenes consiste en que los medios de producción por c i e r t a s vías se concentraron en las manos de u n a s p o c a s p e r s o n a s . ¿Cómo sucedió históricamente aquello? Tales vías son e x t r a o r d i n a r i a m e n t e diversas. E n cualquier caso, el hecho es u n hecho: los medios de p r o d u c c i ó n empezaron a concentrarse en las m a n o s del f u t u r o c a p i t a l i s t a por muchas vías, salvo la explotación de t r a b a j o a s a l a r i a d o . Aquí jugo su rol tanto la c a c a r e a d a a u s t e r i d a d como el propio trabajo de la persona que m á s tarde se hizo capitalista, como l a s a c e r t a d a s

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°Peraciones comerciales, como el simple pillaje, como la herencia feudal, y e t c é t e r a , etcétera. De aquí el e c o n o m i s t a b u r g u é s saca la conclusión: esto significa que de n i n g u n a m a n e r a el capital por su procedencia, y en consecuencia, por s u e s e n c i a , e s el producto del trabajo no retribuido al t r a b a j a d o r a s a l a r i a d o . El trabajador asalariado a p a r e ció, por s u p a r t e , "históricamente" o del siervo que huyó del cruel feudal a la c i u d a d , o del a r t e s a n o arruinado por su ineptitud, o del v a g a b u n d o h o l g a z á n . E n otras palabras, el trabajador S a l a r i a d o n o f u e c r e a d o por la explotación capitalista, sino por procesos e n t e r a m e n t e distintos. Es más, el capitalista que le d a trabajo empieza a t e n e r el aire de u n benefactor. Aquí se h a c e c l a r a m e n t e manifiesto como u n a explicación histórica por s u f o r m a se m e t a m o r f o s e a en instrumento de la impúdica apología d e la situación existente. La fundamentación Histórica deviene en a r g u m e n t o a favor de u n a concepción a n ti-histórica, t a n t o del proceso de acumulación primitiva como de la n a t u r a l e z a del capital. Los a r g u m e n t o s "históricos" sirven con exactitud p a r a r e t r a t a r al capital como u n a relación "natural" y "eterna". Y la e s e n c i a de este juego de manos es que a la historia de la creación de las p r e m i s a s históricas del nacimiento del capital se l a s h a c e p a s a r directamente como si fuesen la historia del m i s m í s i m o capital en calidad de fenómeno históricamente concreto. Los inicios históricos verdaderos del desarrollo del capital, como Marx lo d e m o s t r a s e , e s t á n en ese punto, desde el cual, el capital empieza a c o n s t r u i r s u cuerpo a partir del trabajo no retribuido al t r a b a j a d o r a s a l a r i a d o . Solo aquí da inicio su historia específica y c o n c r e t a . En c u a n t o a la concentración originaria de los m e d i o s de producción en m a n o s de los futuros capitalistas, e s t a p u e d e c o n s u m a r s e por cualquier vía, sin importar cual, p u e s no tiene significado alguno para la historia del capital como capital, y t a m p o c o se relaciona con el ser de ese ser hum a n o q u e e s s u poseedor, con el ser del capitalista. En s u s orígenes se lo apropió de forma no capitalista, y los métodos con los q u e se apropiará del producto del trabajo no tienen relación a l g u n a con s u historia como capitalista. Todo esto yace en a l g ú n l u g a r allende los confines inferiores de la historia del capital, i g u a l q u e los procesos que crearon a las premisas de la vida — los p r o c e s o s químicos—, yacen allende los limites infe-

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riores de la historia de la vida, y se r e l a c i o n a n con el área de la química y no de la biología. En lógica esto también debe ser tenido en c u e n t a , para no tom a r a la historia de s u s p r e m i s a s por si f u e r e la historia del concepto (las abstracciones en general, l a s p a l a b r a s que reflejan a la generalidad en su significado, etc.). De ese modo, el principio s u p r e m o del historicismo concreto se h a c e evidente, nos impulsa, en c a d a caso, a establecer rigurosa y objetivamente ese p u n t o en el c u a l dio inicio la historia real del objeto examinado, el inicio g e n u i n a m e n t e concreto de su proceso de formación. Ya sea que hablemos del s u r g i m i e n t o del sistema mercantil-capitalista o sobre el proceso de f o r m a c i ó n histórica del ser h u m a n o , o sobre el p u n t o de e n g e n d r a m i e n t o de la vida en la tierra, o sobre la facultad de p e n s a r en conceptos: el problema sigue siendo u n o y el mismo. La consigna del historicismo a b s t r a c t o solo desorienta al teórico en este p u n t o decisivo del a n á l i s i s teórico. Como es bien sabido, en ciencia se toma con f r e c u e n c i a a la prehistoria biológica de la sociedad h u m a n a por si f u e s e u n a forma aún no desarrollada de existencia h u m a n a , y a l a s leyes biológicas por si fuesen las leyes m á s a b s t r a c t a s , simples y universales del desarrollo h u m a n o . Puede servir d e ejemplo, los intentos de sonsacar al sentimiento estético del ser h u m a n o a p a r t i r fenómenos del m u n d o a n i m a l e x t e r n a m e n t e parecidos: a p a r t i r de la "belleza" de la cola del pavo real, de las coloridas a l a s de la mariposa y de otras adaptaciones p u r a m e n t e biológicas. El historicismo del método lógico de Marx, Engels y Lenin es concreto. Esto significa que él n o s obliga a h a b l a r no sobre la historia en general, sino sobre la historia concreta del objeto concreto en c a d a u n a de las ocasiones. Esto, evidentemente, es muchísimo m á s difícil. Pero la investigación científica no puede subordinarse al principio de ligereza, el principio de la "economía de pensamiento", a despecho de las ilusiones neo-kantianas. 6 El desarrollo científico solo p u e d e g u i a r s e por el principio de correspondencia con el objeto y si el objeto es complejo, entonces qué le vamos a hacer. 6 Aquí Evald Iliénkov parece referirse a la tesis d e s a r r o l l a d a por el positivista Richard Avenarius. Véase el libro de Vladimir Lenin "Materialismo y Empiriocriticismo", y la obra p o s t u m a de Iliénkov "La dialéctica leninista y la metafísica del positivismo" ( E D I T H O R , 2014). (N. del editor)

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El desarrollo lógico de l a s categorías, en cuya forma se lleva a cabo la edificación del sistema de ciencia, debe coincidir con el desarrollo histórico del objeto, como el reflejo con lo reflejado. La secuencia de categorías debe reproducir, por su parte, a la secuencia histórica real, en la c u a l discurre el proceso de formación del objeto de investigación, el proceso en el que llega a formar su e s t r u c t u r a . Este es u n principio f u n d a m e n t a l de la dialéctica. Empero, toda la dificultad consiste en q u e no es tan fácil destacar a la historia c o n c r e t a del objeto concreto de entre el océano de hechos reales de la h i s t o r i a empírica, p u e s la contemplación y representación i n m e d i a t a j a m á s nos d a n la "historia pura" del objeto concreto en cuestión, sino u n a muy complicada t r a m a de toda u n a m a s a de p r o c e s o s de desarrollo entroncados entre sí, que i n t e r a c t ú a n e n t r e sí y q u e modifican m u t u a m e n t e las formas de s u m a n i f e s t a c i ó n . La dificultad e s t á precisamente en destacar en el c u a d r o e m p í r i c a m e n t e dado del proceso histórico en su conjunto, aquellos m o m e n t o s q u e se constituyen en puntos de e m p a l m e del desarrollo del objeto dado, concreto, del sistema concreto de interacción en cuestión. El desarrollo lógico que coincide con el proceso histórico de formación de la totalidad concreta debe establecer con rigurosidad el punto de su inicio histórico, s u n a c i m i e n t o y solo d e s p u é s proseguir a su evolución ulterior en s u s m o m e n t o s n e c e s a r i o s y supeditados a leyes. En esto consiste t o d a la dificultad. El sistema mercantil-capitalista, por ejemplo, no surge de la nada, sino sobre la b a s e y al interior de formas de relaciones económicas q u e h i s t ó r i c a m e n t e le precedieron, y su desarrollo concreto se lleva a c a b o en la lucha, en la superación de estas formas. Habiendo surgido en u n inicio como u n modo de relaciones económicas poco perceptible si bien m á s viable, este sistema transforma, p a s o a paso, a t o d a s las formas de producción que encuentra al n a c e r en concordancia con sus propios requerimientos y a s u m a n e r a 7 . Este metamorfosea paso a paso a las formas e c o n ó m i c a s q u e primitivamente eran independientes e incluso hostiles en f o r m a s de s u propia cristalización en la realidad, las s u b o r d i n a , en p a r t e , demoliéndolas de lleno, en parte, 7 Una m a l a asimilación del proceso histórico del capital lleva a muchos a considerar q u e superviven otros "modos de producción" dentro del capitalismo, cuando en realidad las f o r m a s precedentes h a n sido integradas y sometidas al desarrollo de la economía capitalista. (N. del editor)

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c o n t i n ú a (algunas veces por u n largo tiempo) a r r a s t r a n d o tras de sí s u s despojos que no h a tenido tiempo de disgregar y, en parte, desarrollando h a s t a s u pleno significado eso que con anterioridad tuvo solo el aspecto de u n a t e n d e n c i a q u e no terminab a de salir a descubierto. Como resultado, el proceso de desarrollo histórico del todo concreto, comprendido en s u e s e n c i a y e x p r e s a d o precisamente en el desarrollo lógico, no coincide con ese c u a d r o que se da sobre la superficie de los fenómenos, d e s c u b i e r t a al ojo teóricamente inerme. La esencia y el f e n ó m e n o a q u í t a m b i é n coinciden solo de m a n e r a dialéctica, ú n i c a m e n t e , por medio de la contradicción. Por eso el desarrollo lógico de c a t e g o r í a s q u e tiene como finalidad reflejar la secuencia histórica real de la formación del sistema investigado de fenómenos q u e i n t e r a c t ú a n , no puede guiarse directamente tampoco por ese orden i n m e d i a t o en el que algunos aspectos s i n g u l a r e s de la totalidad en proceso de formación se m a n i f e s t a r o n o j u g a r o n u n rol decisivo en la superficie del proceso histórico d e s c u b i e r t a a la contemplación empírica. "...sería impracticable y e r r ó n e o a l i n e a r las categorías económicas en el orden en que f u e r o n h i s t ó r i c a m e n t e determinantes" 8 , así hace Marx, categóricamente, el b a l a n c e del significado metodológico de esta c i r c u n s t a n c i a real. El teórico que se ubica en posición del historicismo concebido de forma abstracta, se g u í a p r e c i s a m e n t e por ese principio de análisis que Marx d e t e r m i n a como imposible y erróneo. Y cuando examina a los fenómenos en la s e c u e n c i a en la cual históricamente, a lo largo del tiempo, se siguen los u n o s a los otros, en la secuencia que a primera vista p a r e c e r ser la m á s natural, entonces los e x a m i n a , de facto, en u n a s e c u e n c i a invertida a la real y objetiva. La correspondencia a p a r e n t e e i m a g i n a r i a de lo lógico y lo histórico le oculta al teórico, en este lugar, s u v e r d a d e r a disparidad. Muy a menudo (con m u c h a m á s f r e c u e n c i a de lo que piensan los empíricos) la c a u s a g e n u i n a y objetiva de los fenómenos se exterioriza en la superficie del proceso histórico tiempo después a su propio efecto. Por ejemplo, la crisis de sobreproducción u n i v e r s a l en el mundo mercantil-capitalista se exterioriza e m p í r i c a m e n t e previa y 8 Marx, Karl.: Contribución a la crítica de la economía política, pp. 308, cd. cit.

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anteriormente con el a s p e c t o de perturbaciones en la esfera de los créditos b a n c a r i o s , con el aspecto de crisis monetaria, p a r a luego t o m a r por a s a l t o al comercio y solamente al final manifestarse a sí m i s m a en la esfera de la producción directa, como crisis de sobreproducción real y universal. El observador superficial, p a r a quien el principio de sucesión de los fenómenos a lo largo del tiempo es el ú n i c o principio de enfoque histórico de los hechos concluye de allí q u e la c a u s a , el f u n d a m e n t o y origen de la crisis u n i v e r s a l son l a s incomprensiones y colisiones en la esfera de los c á l c u l o s b a n c a r i o s . E n otras palabras, él toma al efecto m á s a b s t r a c t o y derivado por si fuese el fundamento verdadero de los acontecimientos, y el f u n d a m e n t o objetivo ya empieza a p a r e c e r f a t a l m e n t e la consecuencia de su propia consecuencia. Así el empirismo tosco genera el mismo resultado que la m á s refinada escolástica. El empirismo tosco se metamorfosea, en general y de m o d o ineludible, en la m á s impenitente escolástica, c u a n d o s e erige e n

p r i n c i p i o d e explicación teórica de los

acontecimientos. Aunque, d e s d e el p u n t o de vista de la ciencia, desde el punto de vista del historicismo genuino es completamente obvio que el hecho de la sobreproducción tuvo lugar, de facto, antes de que tuviere tiempo de m a n i f e s t a r s e con el aspecto de perturbaciones e incomprensiones en la esfera de los cálculos bancarios, los cuales solo reflejaron a s u modo, en n i n g ú n caso crearon, u n hecho c o n s u m a d o en la realidad. El desarrollo lógico de las categorías en el s i s t e m a de ciencia se corresponde a la secuencia histórica g e n u i n a , o c u l t a a n t e la observación empírica, si bien contradice a la a p a r i e n c i a externa, al aspecto superficial de esta secuencia. El poner de manifiesto, de m a n e r a correcta, el orden lógico del desarrollo de las categorías en el sistema de ciencia, desnuda el secreto de la s e c u e n c i a objetiva genuina de desarrollo de los fenómenos, de los a s p e c t o s del objeto, brindando la posibilidad de entender a la s e c u e n c i a cronológica en sí de forma científica, y no de m a n e r a empírica, ni pancista. El desarrollo lógico de categorías en la ciencia se contrapone a la secuencia temporal precisamente a c a u s a de que se corresponde a la secuencia genuin a y objetiva del proceso de formación de la e s t r u c t u r a concreta del objeto b a j o estudio. En esto consiste la dialéctica de lo lógico y lo histórico.

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"Lo que es históricamente precedente" en el c u r s o del desarrollo, c o n t i n u a m e n t e se m e t a m o r f o s e a en "eso q u e es lógicamente posterior" y viceversa. El fenómeno que se generó con antelación se t r a n s m u t a a c a d a momento en u n a f o r m a de manifestación de procesos que dieron inicio m u c h o m á s t a r d e . Y el inicio (el inicio genuino) de u n a nueva r a m a del desarrollo, de u n nuevo sistema histórico concreto de interacción, no puede ser comprendido como producto de la fluida evolución de formas que lo precedieron históricamente. Aquí tiene lugar u n salto genuino, u n quiebre en el desarrollo, en el que d a inicio u n a forma de desarrollo histórico concreta, novedosa por principio 9 . Además, esta nueva dirección en el desarrollo solo puede ser entendida a p a r t i r de sí, a p a r t i r de las contradicciones internas que le son propias. Todo proceso histórico concreto recientemente surgido tiene s u propio inicio histórico concreto. En relación al desarrollo económico, Marx expresó e s t a c i r c u n s t a n c i a así: "En todas las f o r m a s de sociedad existe u n a determinada producción que a s i g n a a t o d a s las o t r a s s u correspondiente rango [ej influencia, y c u y a s relaciones por lo t a n t o a s i g n a n a todas las otras el rango y la influencia. E s u n a iluminación general en la que se b a ñ a n todos los colores y q u e modifica las particulares de éstos. Es como u n éter p a r t i c u l a r q u e d e t e r m i n a el peso específico de t o d a s las f o r m a s de existencia que allí toman relieve."10 Se entiende que esta ley no limita en lo absoluto s u acción al desarrollo social, a los fenómenos sociales. E n la naturaleza el desarrollo t r a n s c u r r e por igual y no p u e d e t r a n s c u r r i r de otra forma. También aquí, u n a n u e v a f o r m a c o n c r e t a de desarrollo surge sobre la b a s e y en el seno de eso que la precede, metamorfoseándose en "el principio" c o n c r e t a m e n t e universal del nuevo

9 "Por esencia, a la b u r g u e s í a no le es n e c e s a r i a la idea de desarrollo. Y esto se da porque tal idea no se corresponde con el ser, el modo de existencia de esta clase. En ella no hay la urgencia de p l a s m a r el desarrollo en la vida (es decir, ir a su perdición), en la práctica, en la práctica de las relaciones sociales (el partido de la burguesía incluso se d e n o m i n a a b i e r t a m e n t e de conservador). Y, en la concepción materialista dialéctica, la idea es la d e ir obligatoriamente hasta su encarnación práctica." (Bosenko, Valery: Bceo6ma5i Teopna pa3BHTHH (Vseobshchaya teoriya razuitiya, Teoría u n i v e r s a l del desarrollo), 1" ed. Kiev, 2001, capítulo VII). (N. del editor) 10 Marx, Karl.: Contribución a la crítica de la economía política, pp. 307-308, ed. cit.

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eterna, y c o m o t a l , a r r a s t r a a e s a s formas que le precedieron el tiempo) al c a u c e d e s u historia específica concreta. De aquí en a d e l a n t e , el d e s t i n o histórico de estos fenómenos ^Ue le precedieron h i s t ó r i c a m e n t e comienza a ser determinado Por leyes c o m p l e t a m e n t e n u e v a s . Las sustancias químicas Arrastradas al p r o c e s o de desarrollo de la vida se comportan en e ste proceso de u n m o d o a b s o l u t a m e n t e distinto, a como se comportaban f u e r a e i n d e p e n d i e n t e m e n t e de ella. Se supeditan a la universal d e e s t a n u e v a f o r m a superior y su movimiento soemente p u e d e s e r e n t e n d i d o a p a r t i r de las leyes de la vida, de tas leyes c o n c r e t a s y u n i v e r s a l e s de esta forma de movimiento Superior de la m a t e r i a superior, y, por el tiempo de su nacimiento, ulterior. Sin d u d a , l a s leyes d e e s t a s f o r m a s m á s simples, no pueden ni ser violentadas, ni a b r o g a d a s , ni modificadas. Pero aquí adquieren u n valor n o m á s q u e s u b o r d i n a d o , u n valor de leyes abstractamente u n i v e r s a l e s q u e no pueden explicar absolutamente nada en el movimiento de e s a totalidad concreta, de la que llegó a ser u n a m a n i f e s t a c i ó n e x t e r n a . En el proceso de desarrollo la vida orgánica se m o d e l a u n "éter particular" que determina el peso específico de todo c u a n t o contiene. Y este "éter p a r t i c u l a r " , esto es, el principio concretamente universal de u n a f o r m a de movimiento nueva, y muy superior, que por s u s u r g i m i e n t o es posterior, pero que se vuelve principio dominante; debe ser comprendido en ciencia, previamente y en primer lugar, a p a r t i r de sí mismo, a partir de esas contradicciones i n t e r n a s , c o n c r e t a s y u n i v e r s a l e s que les son propias. Lo que es h i s t ó r i c a m e n t e precedente que viene a ser, en virtud de la dialéctica, u n m o m e n t o secundario, subordinado de la nueva f o r m a de movimiento, u n material peculiar en el cual se realiza cierto proceso histórico concreto, puede ser entendido verdaderamente sólo a p a r t i r de la ley concreta y universal de la forma superior, en cuyo movimiento h a sido arrastrada. Eso q u e es h i s t ó r i c a m e n t e precedente puede haber existido mucho tiempo a n t e s a eso que le es lógicamente precedente, e inclusive p u e d e c o n s t i t u i r s e en condición del surgimiento de eso que es lógicamente precedente, el fenómeno concreto y universal, que luego lo metamorfoseo en su manifestación, en s u producto. La r e n t a como u n a forma económica mercantil-capitalista no puede ser c o m p r e n d i d a antes de entender al capital. Pero el ca-

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pital puede y debe ser comprendido en s u s contradicciones int e r n a s , previamente a la renta, a u n q u e la r e n t a es históricamente m á s a n t i g u a e incluso sirvió de condición histórica a su surgimiento. En efecto, no pocos t e r r a t e n i e n t e s que acumularon r e n t a feudal, empezaron luego a utilizarla en calidad de capital. Cosa igual tuvo lugar con la g a n a n c i a comercial. El destino histórico de la r e n t a y la g a n a n c i a comercial como elementos del todo mercantil-capitalista, como formas de manifestación, como modificaciones del capital, se puede asemejar, p a r a r ser m á s claros, al destino de u n bloque de mármol a partir del c u a l el escultor talla la e s t a t u a representando a una persona. La forma concreta d a d a del bloque de m á r m o l no puede explic a r s e de n i n g ú n modo, a p a r t i r de las propiedades del propio mármol. Aunque t a m b i é n es u n a f o r m a q u e le pertenece al bloque de mármol, no obstante, por s u s u s t a n c i a real no es de ning u n a m a n e r a la f o r m a del m á r m o l como producto de la naturaleza. Este debe s u f o r m a no a sí mismo, ni a s u propia naturaleza, sino a ese proceso en el c u a l r e s u l t a incorporado; el proceso de desarrollo artístico del ser h u m a n o . El m á r m o l yació por millones de a ñ o s e n la tierra y fue engendrado m u c h o a n t e s que la p e r s o n a , n o solo a n t e s del escultor, sino también de toda la h u m a n i d a d . Pero e s a f o r m a concreta en la que existe en la s a l a del museo, es p r o d u c t o del desarrollo hum a n o que dio inicio m u c h o d e s p u é s de que surgiese el mármol como tal, como mineral. E s t a es la f o r m a activa, la actividad de ciertos procesos totalmente distintos q u e se cristalizan en el mármol y a través del m á r m o l , pero q u e n a t u r a l m e n t e no pueden ser entendidos a p a r t i r del m á r m o l como tal. La cuestión r e s u l t a a n á l o g a con la f o r m a histórica concreta del ser de la renta, el interés, la g a n a n c i a comercial y otras form a s y categorías s e m e j a n t e s . E n el proceso de la producción capitalista e s t a s son f o r m a s e c o n ó m i c a s s e c u n d a r i a s , subordinadas, son formas de m a n i f e s t a c i ó n de la plusvalía, formas que aparecieron m u c h o d e s p u é s de ella e n el tiempo. Esta forma concreta y u n i v e r s a l t a m b i é n debe ser comprendida en ciencia antes, previamente y de m o d o completamente independiente a t o d a s las d e m á s . Su historia concreta como f o r m a del ser de la plusvalía da inicio, solo allí y entonces, donde y c u a n d o , el proceso de la producción y acumulación de la plusvalía l a s a r r a s t r a hacia su

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cauce, y las t r a n s f o r m a en ó r g a n o s de su cuerpo, en modos de s u realización. A n t e s d e e s t e momento, sus destinos no tenían relación i n t e r n a a l g u n a con la historia del capitalismo, con esa historia que se e x p r e s a en la secuencia de categorías de la economía política. E s t a s existieron mucho tiempo antes de este mohiento, f u e r a de la h i s t o r i a del capital, junto a este, pero completamente i n d e p e n d i e n t e s del mismo. Empero, en el proceso de formación del s i s t e m a mercantil-capitalista se vieron metamorfoseadas en f o r m a s h i s t ó r i c a m e n t e concretas, en elementos del sistema dado, solo allí, d o n d e independientemente a ellas se h a desarrollado la f o r m a c o n c r e t a y universal del capital que expresare su propio movimiento por medio de estas. Consecuentemente, el desarrollo lógico no reproduce la historia en general, sino la historia concreta de la totalidad histórica concreta e n c u e s t i ó n , del sistema concreto en cuestión de fenómenos que i n t e r a c t ú a n de u n modo peculiar. Esta historia y s u s e c u e n c i a se corresponden, franca y directamente, al o r d e n lógico de l a s categorías científicas que lo expresan p r e c i s a m e n t e en f o r m a de generalización teórica. El desarrollo lógico de l a s categorías y s u s determinaciones concretas no pueden g u i a r s e por ello s e g ú n el principio del historicismo abstracto (pseudo-historicismo), el principio de la secuencia cronológica del s u r g i m i e n t o en la historia de los diversos aspectos del todo investigado. Y viceversa, el desarrollo lógico de las categorías que se guía por aquella relación en la c u a l los elementos con carácter concreto investigados se h a l l a n u n o a otro en el objeto desarrollado, el objeto solo e n el p u n t o s u p r e m o de su desarrollo y madurez, descubre el misterio de la secuencia genuina, objetiva del proceso de formación del objeto, de conformación de su estructura interna. Yendo por este c a m i n o siempre descubriremos el orden de desarrollo r e a l m e n t e n a t u r a l , y no el que aparenta ser tal, de todos los a s p e c t o s de la totalidad histórica concreta investigada. En caso s e m e j a n t e , llegaremos a la coincidencia verdadera entre lo lógico y lo histórico. Caso contrario, solo arribaremos a la divergencia de eso y aquello, obtendremos la expresión empírico escolástica de la historia, y no su expresión teórico objetiva reflej a d a , s u reflejo en conceptos. La investigación del sistema de producción mercantil-capitalista, q u e se realiza en "El Capital", corroboró de modo brillante

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l a j u s t e z a de este e n t e n d i m i e n t o metodológico, de los criterios filosóficos de Marx y Engels sobre la dialéctica del proceso histórico y sobre el proceso de s u r e p r o d u c c i ó n teórica. P a r a entender la formación m e r c a n t i l - c a p i t a l i s t a de manera en verdad histórica - en las leyes de s u devenir, desarrollo y perecimiento histórico - Marx investigó en p r i m e r lugar la condición en q u e existe e s t a formación, p a r t i e n d o de la situación que era coetánea, de la relación en la c u a l se h a l l a b a n unos a otros los diversos elementos de s u e s t r u c t u r a n e c e s a r i a . Desde el p u n t o de vista de e s t a situación de l a s c o s a s que existe, que constató de facto, él sometió a a n á l i s i s los conceptos y categorías de la economía política, investigó c r í t i c a m e n t e estos conceptos y desplegó sobre la b a s e de este a n á l i s i s s u concepción teórica de los hechos, el s i s t e m a de d e t e r m i n a c i o n e s teóricas. Cada u n o de los aspectos, c a d a u n o de los elementos de la est r u c t u r a del organismo m e r c a n t i l - c a p i t a l i s t a obtuvieron por ello su expresión teórico c o n c r e t a , y f u e r o n reflejados en abstracciones históricas y concretas. Las determinaciones te óric as de c a d a u n a de las categorías de la economía política f u e r o n m o l d e a d a s p o r M a r x por la vía de estudiar la historia de s u s u r g i m i e n t o , no la historia empírica, sino la historia "negada" en s u s r e s u l t a d o s . Esta investigación lo c o n d u j o d i r e c t a m e n t e a la comprensión de las p r e m i s a s reales h i s t ó r i c a m e n t e n e c e s a r i a s del surgimiento de la economía b u r g u e s a , b r i n d a n d o así la llave p a r a la comprensión teórica t a n t o de la h i s t o r i a e m p í r i c a de s u nacimiento como la de s u evolución. Por otro lado, m e r c e d a este método de investigación, la formación b u r g u e s a f u e concebida como un sistema de p r e m i s a s q u e al m a d u r a r h i s t ó r i c a m e n t e engendra otro sistema de relaciones sociales nuevo y m u y superior: el socialismo, en el que se resuelve inevitablemente bajo la presión de las contradicciones i n t e r n a s de s u desarrollo el sistema mercantil-capitalista de producción de la vida m a t e r i a l .

CAPÍTULO QUINTO

E L MÉTODO DE ASCENSO DE LO ABSTRACTO A LO CONCRETO EN " E L CAPITAL" DE M A R X PLENITUD CONCRETA D E LA ABSTRACCIÓN Y ANÁLISIS EN CALIDAD D E CONDICIÓN DE LA SÍNTESIS TEÓRICA

El examen de la e s t r u c t u r a lógica de "El Capital", al que en este momentos nos a b o c a m o s , al ser confrontado regularmente con el movimiento lógico del p e n s a m i e n t o de Ricardo, y con los criterios teóricos de los predecesores de Marx en el campo de la lógica, debe d e s n u d a r a n t e nosotros la lógica de Marx en su aplicación p r á c t i c a real al a n á l i s i s de los hechos, al análisis de los datos empíricos. Nuestra t a r e a consiste en seleccionar los momentos universales, lógicos, en el movimiento del pensamiento de Marx en los materiales económicos, las f o r m a s lógicas aplicables en virtud de su u n i v e r s a l i d a d a cualquier otra disciplina teórica. "El Capital", como sabemos, d a inicio con u n análisis muy meticuloso y atento de la categoría valor; es decir, de las formas reales de relaciones económicas que son las m á s universales y simples del ser del capital. Ante la m i r a d a intelectual de Marx se e n c u e n t r a solo u n a ú n i c a relación de facto entre personas y, como ya h e m o s anotado, es extremadamente rara en el seno del capitalismo desarrollado: el intercambio directo de u n a mercancía por otra. N a d a m á s llama premeditadamente la atención de Marx (ni el dinero, ni la ganancia, ni los salarios) en esta etapa

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de su investigación del sistema mercantil-capitalista. A todas e s t a s cosas se las presupone inexistentes al momento. Con todo, el análisis de esta ú n i c a f o r m a de relación económica brinda - c o m o su r e s u l t a d o - la expresión teórica de la forma objetivamente universal de todos los f e n ó m e n o s y categorías, sin excepción, del capitalismo desarrollado. Lo concreto desarrollado es la expresión teórica del valor como tal, la forma valor universal. El tipo de existencia m á s elemental del valor confluye con el valor en general, y el desarrollo real de e s t a f o r m a valor, examinado en los hechos, en otras de s u s f o r m a s , se constituye en el contenido objetivo de la deducción de l a s categorías de "El Capital". El carácter formal, que en Ricardo a ú n no se abandon a , se pierde en esta concepción: a q u í ella e x p r e s a directamente el proceso real de origen de u n a s f o r m a s interacción económica a p a r t i r de otras. Esto constituye j u s t a m e n t e ese p u n t o q u e no existió ni en Ricardo, ni en s u s seguidores del c a m p o b u r g u é s . La concepción del concepto u n i v e r s a l , q u e es el fundamento de todo el sistema de categorías de la ciencia, aplicada aquí por Marx, no puede ser a t r i b u i d a a la especificidad del objeto de la economía política. Ésta refleja en sí el desdoblamiento universal dialéctico sujeto a leyes de todo lo q u e tiene c a r á c t e r concreto ya sea natural, socio-histórico o espiritual. Esta concepción tiene valor p a r a t o d a ciencia moderna. Para dar la determinación teórica y c o n c r e t a de la vida como categoría primicial de la biología, p a r a r e s p o n d e r a la pregunta: "¿qué es la vida en general, la vida como tal?", es necesario obrar tal y como obró Marx con el valor en general, esto es, analizar concretamente la composición y modo de existencia de la manifestación m á s simple de la vida, el c u e r p o albuminoideo más simple. Solamente así se obtendrá la "definición" real única, se d e s n u d a r á la esencia de la cuestión. Así mismo, es posible traducir la vida en conceptos, crear el concepto de la vida como tal, de modo v e r d a d e r a m e n t e científico, de modo verdaderamente materialista, y de n i n g ú n modo por la vía de abstraer lo a b s t r a c t a m e n t e general de todos los fenómenos vivientes sin excepción, Sucede exactamente igual en la química. Al concepto de "elemento químico" en general, no lo f o r j a r á s como tal por la senda de abstraer lo común, lo idéntico que tienen entre sí tanto el he-

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lio y el u r a n i o , el silíceo y el nitrógeno y todos los elementos de la tabla de Mendeleiev. El concepto de elemento químico puede ser obtenido b a j o el detallado examen del elemento m á s simple del sistema: el hidrógeno. El hidrógeno comparece, en el caso dado, como la e s t r u c t u r a m á s simple, con cuya descomposición desaparecen, en general, las propiedades químicas de la mater a , sea que e s t a descomposición analítica se realice en realidad, e x p e r i m e n t a l m e n t e o solo "en el intelecto". Por ello, el hidrógeno es el elemento concreto y universal del quimismo. La sujeción u n i v e r s a l y n e c e s a r i a a leyes, que surge junto con él y desaparece j u n t o con él, es la sujeción a leyes m á s simple de la existencia del elemento químico en general. En calidad de lo más simple y u n i v e r s a l se lo e n c o n t r a r á tanto en el uranio como en el oro, como en el silíceo. Y por principio todo lo que e m a n a de estos elementos complejos puede ser reducido al hidrógeno, cosa que, a propósito, tiene lugar tanto en la naturaleza como en la experimentación con p r o c e s o s nucleares. Aquí, en o t r a s p a l a b r a s , se cristaliza en la realidad esa misma metamorfosis viviente y m u t u a de lo universal y lo particular, de lo simple y lo complejo, q u e observamos en el ejemplo de las categorías del capital, donde la g a n a n c i a se presenta como valor desarrollado, como desarrollo de la forma mercancía simple, a la cual la g a n a n c i a se "reduce" u n a y otra vez en el proceso de movimiento r e a l del s i s t e m a económico, y por ello, en el pensamiento q u e r e p r o d u c e este movimiento. Y aquí, como por doquier, el concepto c o n c r e t a m e n t e universal fija no a la abstracción vacía, sino la f o r m a real, objetivamente m á s simple de existencia de todo el s i s t e m a en su integridad. El "valor e n general" (como tal), la "vida en general", el "elemento químico", todos estos son conceptos en la plena medida de la concreción. Esto significa que la realidad reflejada en ellos es la r e a l i d a d q u e existe objetivamente ahora (o que existió algun a vez), y q u e existe de por sí, como el caso más simple, pero no susceptible de disolución, de lo concretamente dado. Es precisa m e n t e por ello q u e p u e d e ser escogida como objeto particular de e s t u d i o y p u e d e ser investigada y obtenida en el experimento. Si e n t e n d e m o s al valor (al igual que a cualquier otra categoría universal), a p e n a s como el reflejo de lo indicios abstractamente u n i v e r s a l e s q u e poseen todos los fenómenos desarrollados particulares, sin excepción, no sería posible investigarlo como tal,

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"de por sí", prescindiendo r i g u r o s a m e n t e de todos los fenómenos desarrollados. En caso tal, el a n á l i s i s de lo u n i v e r s a l sería imposible en n i n g u n a otra forma salvo el a n á l i s i s formal del concepto. En efecto, en el m u n d o d a d o de m a n e r a sensible no hay ni puede haber u n "animal en general", ni u n "elemento químico como tal", ni "el valor" como reflejo de los r a s g o s abstractamente universales, ellos en verdad existen ú n i c a m e n t e en la cabeza. En Ricardo no surgió la s o s p e c h a r e s p e c t o a que el valor debía ser investigado concretamente por s u f o r m a , q u e esta generalidad podía ser investigada como tal, en r i g u r o s a abstracción de la ganancia, la renta, el interés, el c a p i t a l y la competencia. Por ello, su abstracción del valor goza, como M a r x lo demostró, de u n a doble carencia: "De u n a p a r t e , h a y q u e reprocharle el que no vaya lo b a s t a n t e allá y no s e a lo b a s t a n t e completo en la abstracción, el que, por ejemplo, c u a n d o concibe el valor de la mercancía, se deje llevar también, e n t r e o t r a s cosas, enseguida, por la atención prestada a toda s u e r t e de relaciones concretas y, de otra parte, él que sólo vea en la f o r m a de m a n i f e s t a r s e , directamente, inmediatamente, la c o n f i r m a c i ó n o la expresión de las leyes generales, sin e n t r a r a desarrollarlas. Con respecto a lo primero, su abstracción es d e m a s i a d o incompleta y, en relación a lo segundo, es u n a abstracción formal, f a l s a en sí y de por sí."1 No es difícil formular el criterio sobre la categoría universal propio de Marx, presupuesto en e s t a valoración. La abstracción debe ser, primero, completa, y s e g u n d o , rica en contenido, no formal. Solo en ese caso tal será veraz, objetiva. Sin embargo. ¿Qué significa esto? Ya hemos demostrado que el c a r á c t e r pleno de la abstracción presupone que en ella se expresen d i r e c t a m e n t e no los rasgos abstractamente universales, propios a todos los fenómenos particulares sin excepción a los c u a l e s se relaciona la abstracción universal, sino algo totalmente distinto: las características concretas de ese elemento del s i s t e m a de interacción que es objetivamente el m á s simple y no p u e d e ser d e s m e m b r a d o , la "célula" de la totalidad investigada. En el caso del sistema m e r c a n t i l - c a p i t a l i s t a de interacción entre personas en el proceso de producción social de la vida material esta célula resulta ser la m e r c a n c í a , la f o r m a mercantil simple de interacción. En biología, al parecer, e s t a célula es la 1 Marx, Karl: Teorías sobre la Plusvalía II, pp. 90-91, ed. cit.

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estructura a l b u m i n o i d e a m á s simple y en fisiología de la actividad nerviosa s u p e r i o r e s el reflejo condicionado, etcétera. En este p u n t o la c u e s t i ó n sobre "el inicio de la ciencia", sobre la categoría u n i v e r s a l primicial que es el fundamento de todo el sistema de c a t e g o r í a s c o n c r e t a s de la ciencia, y que se c r u z a con la cuestión del c a r á c t e r concreto del análisis y de los límites objetivamente permisibles en el desmembramiento analítico del objeto. El análisis teórico concreto presupone que la cosa se desmiembra de forma a n a l í t i c a no sobre la base de la indiferencia con respecto a s u s p a r t e s i n t e g r a n t e s específicas, sino sobre la base de eso que c a r a c t e r i z a en específico únicamente a esa cosa, las formas de s u existencia q u e se entroncan internamente u n a s a otras por n e c e s i d a d . En este e n t r o n q u e el método analítico de Marx se contrapone polarmente al así l l a m a d o método unilateral-analítico, del cual la economía política b u r g u e s a clásica es u n ejemplo de aplicación. El método u n i l a t e r a l - a n a l í t i c o , heredado por los economistas de los siglos XVII-XVIII del n a t u r a l i s m o mecanicista coetáneo y de la filosofía del e m p i r i s m o (directamente a través de Locke), se corresponde p l e n a m e n t e a la noción de la realidad de los objetos como u n p e c u l i a r agregado de p a r t e s integrantes eternas e inmutables, i d é n t i c a s en todo objeto de la naturaleza. Entender u n a cosa significa, d e s d e el p u n t o de vista de esta noción, disolverla a n a l í t i c a m e n t e en s u s p a r t e s integrantes eternas e inmutables, y luego e n t e n d e r el modo de su interacción en el seno de la c o s a e n cuestión. En la teoría Smith-Ricardo el "trabajo", la "demanda", la "ganancia" r e p r e s e n t a n en sí, en este entronque, el ejemplo más diáfano de l a s a b s t r a c c i o n e s unilaterales y analíticas en las cuales son l i q u i d a d a s t o d a s las determinaciones histórico concretas del objeto, así es en la "partícula" física de Descartes, en el "átomo" de Newton y en sucesivas categorías de la ciencia de aquel tiempo. Tanto Smith como Ricardo intentaron entender el sistema de interacción mercantil-capitalista como u n a totalidad compleja, c u y a s p a r t e s integrantes son eternas e idénticas para toda e t a p a del desarrollo de la h u m a n i d a d , de la realidad: el trabajo, los i n s t r u m e n t o s de trabajo (capital), la demanda, el producto excedente, etc. Tal operación de desmembración analítica del objeto siempre p u e d e h a c e r s e t a n t o en el experimento como en el "intelecto", A

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u n conejo vivo es factible descomponerlo a n a l í t i c a m e n t e en sus elementos químicos, en s u s "partículas" m e c á n i c a s , etc. Pero al obtener por esta vía u n g r a n c ú m u l o de p a r t e s integrantes analíticamente seleccionadas, no p o d r e m o s realizar la operación inversa, partiendo del m á s detallado e x a m e n de estas p a r t e s integrantes, n u n c a j a m á s p o d r e m o s comprender a partir de estas, por qué ellas, a n t e s de la d e s m e m b r a c i ó n analítica, res u l t a b a n ser en su combinación p r e c i s a m e n t e u n conejo vivo. En este caso el análisis mató, aniquiló j u s t a m e n t e lo que intentábamos comprender por e s t a vía: la interacción viva, concreta y específica p a r a la cosa d a d a . El a n á l i s i s hizo imposible la síntesis. La economía b u r g u e s a clásica, la teoría Smith-Ricardo, tropezó con dificultad semejante. La síntesis - que es la concepción del ligamen necesario entre las p a r t e s integrantes del objeto tomadas de forma a b s t r a c t a (trabajo, capital, ganancia, etc.) vino a ser imposible debido e x a c t a m e n t e a q u e el análisis que seleccionó a estas categorías, f u e u n a n á l i s i s unilateral: él "desgarró" precisamente eso que constituye la forma históricamente concreta de la trabazón de e s t a s categorías entre sí. La dificultad incluida en el problema del a n á l i s i s y la síntesis ya la percibió Aristóteles. Él vio p e r f e c t a m e n t e que el análisis concebido u n i l a t e r a l m e n t e j a m á s s e r á c a p a z de resolver por sí mismo las t a r e a s del conocimiento. La t a r e a del conocimiento, anota en su "Metafísica", es doble: no solo es necesario comprender de qué p a r t e s se integra u n a cosa, sino t a m b i é n comprender por qué estas p a r t e s i n t e g r a n t e s se ligan entre sí j u s t a m e n t e así, p a r a que ellas en su combinación resulten precisamente en la cosa concreta d a d a y no en c u a l e s q u i e r otra. La cosa d a d a en la contemplación no es difícil de descomponer analíticamente en lo q u e la c o n f o r m a : la silla es negra, de madera, con c u a t r o p a t a s , es e x t e n s a , con u n asiento redondo, etcétera. Este es u n ejemplo elemental de a n á l i s i s empírico y al mismo tiempo, u n ejemplo de síntesis empírica de definiciones abstractas en el juicio sobre u n a cosa. Debe notarse que, en el c a s o en cuestión, tiene lugar también la coincidencia directa del a n á l i s i s y la síntesis. En el juicio "la silla es negra" se puede percibir t a n t o a lo u n o y a lo otro. Por un lado, este es la síntesis m á s p u r a , la unificación de dos abstracciones en u n juicio. Por otro lado es, a d e m á s , el m á s puro análisis, el escogitamiento, en la imagen d a d a de m a n e r a sensible, de dos definiciones distintas. Tanto el a n á l i s i s como la síntesis

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transcurren simultáneamente en el proceso de enunciación del juicio m á s simple sobre u n a cosa. Pero en el ejemplo d a d o la g a r a n t í a y fundamento de la juste2a del a n á l i s i s y la síntesis es la contemplación inmediata, es justamente en ella q u e a p a r e c e n unificados esos rasgos que el juicio sintetiza, y e n ella t a m b i é n se hallan los que la diferencian. La m i s m í s i m a contemplación es la base y el criterio de la justeza del e s c o g i t a m i e n t o analítico de las abstracciones que se ligan en el juicio. De tal modo q u e n o es difícil comprender la coincidencia del análisis y la s í n t e s i s en u n juicio sobre u n hecho individual, en la enunciación de la situación de facto de las cosas. Mucho m á s difícil es c o m p r e n d e r la relación entre análisis y síntesis en el juicio teórico, el c u a l obliga a apoyarse en u n fundamento m á s sólido que u n simple s e ñ a l a m i e n t o acerca de que la cosa en la Contemplación tiene el a s p e c t o de ser así y no asá. El juicio "todos los c i s n e s son blancos", no presenta ninguna dificultad p a r a la c o m p r e n s i ó n desde el punto de vista de la lógica debido j u s t a m e n t e a q u e no expresa la necesidad de la trabazón entre l a s d o s determinaciones. Cosa totalmente distinta al juicio "todos los objetos de la n a t u r a l e z a son extensos". Un cisne, para todos los efectos, p u e d e que no sea blanco, en tanto en el juicio "todos los objetos de la n a t u r a l e z a son extensos" se verifica la síntesis n e c e s a r i a de dos determinaciones. No puede haber en la n a t u r a l e z a objetos que no s e a n extensos, y viceversa, no puede h a b e r extensión si e s t a no le pertenece a u n objeto de la naturaleza. En o t r a s p a l a b r a s , u n juicio teórico es el entronque de las abstracciones, c a d a u n a de las cuales expresa u n a determinación, sin la c u a l la c o s a c e s a de ser en sí, cesa de existir como la cosa en cuestión. Un cisne p u e d e e s t a r teñido de cualquier color, el privarle de su color b l a n c o n o h a c e que cese de ser u n cisne. Pero n o p u e d e d e s g a j a r s e la extensión de un objeto de la naturaleza, sin a n i q u i l a r al objeto mismo. Un juicio teórico debe poseer, por lo tanto, en su constitución solo a a q u e l l a s a b s t r a c c i o n e s que expresan esas formas de existencia del objeto d a d o que le son necesariamente inherentes. ¿Dónde lograr la g a r a n t í a , en relación a lo anterior, de que en el juicio se v i n c u l a n precisamente esas determinaciones abstractas?

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La contemplación empírica de u n a c o s a no puede darnos la respuesta a esta pregunta. P a r a segregar la f o r m a necesaria del ser de u n a cosa, de eso que p u e d e ser o no ser, sin desmedro p a r a la existencia de la cosa p r e c i s a m e n t e como cosa concretamente d a d a (un cisne, u n c u e r p o de la n a t u r a l e z a , el trabajo, etc.) es necesario p a s a r de la contemplación al experimento sensible y práctico, a la práctica social del ser humano en todo su volumen histórico. Solo la práctica social de la h u m a n i d a d , esto es, ese conjunto de formas de interacción del ser h u m a n o social con la naturaleza que se h a n desarrollado h i s t ó r i c a m e n t e , viene a ser tanto el f u n d a m e n t o como el criterio de v e r d a d del a n á l i s i s y síntesis teórica. ¿Cómo aparece este problema real en el desarrollo de la economía política? Es e s t u d i a d o con c l a r i d a d en la categoría trabajo y las categorías del valor ligadas a este. En la medida en que la categoría del valor c i m i e n t a los f u n d a m e n t o s de toda la teoría y sirve de base teórica a t o d a s l a s o t r a s generalizaciones, es que la concepción teórica de todos los otros fenómenos del sistema mercantil-capitalista d e p e n d e de la concepción del trabajo como sustancia del valor. ¿Es verídico el juicio: "la s u s t a n c i a del valor es el trabajo"? No lo es. Este juicio teórico es equivalente por s u significación teórica al juicio: "el ser h u m a n o es propietario privado por naturaleza", la afirmación de que ser propietario privado es u n a atribución inherente a la n a t u r a l e z a del ser h u m a n o , c u a n t o la extensión lo es a u n cuerpo de la n a t u r a l e z a . En otros términos, aquí se revelan, en el e x a m e n empírico de la situación dada, u n a s c a r a c t e r í s t i c a s a b s t r a c t a s , n i n g u n a de las cuales se incluyen por necesidad en la n a t u r a l e z a del "trabajo" y el "valor". Marx brillantemente demostró en q u é consistía la cuestión. Una propiedad del trabajo que es de lo m á s t r a n s i t o r i a históricamente se toma aquí por u n a c a r a c t e r í s t i c a q u e e x p r e s a su naturaleza interna absoluta. Ni por a s o m o todo t r a b a j o crea valor, lejos está de hacerlo toda f o r m a de t r a b a j o históricamente concreta, de modo similar a cómo el propietario privado no es en lo absoluto el ser h u m a n o como tal, sino u n ser h u m a n o históricamente concreto; el ser h u m a n o en el seno de u n a forma de ser social determinada e históricamente c o n c r e t a .

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¿Pero cómo diferenciamos eso que pertenece a u n a f o r m a históricamente d e t e r m i n a d a de eso que pertenece al ser h u m a no en general? La r e s p u e s t a a esto solo nos la puede brindar u n análisis ulterior de e s a realidad, de la que emerge el juicio teórico, desde el punto de vista de t o d a la práctica de la h u m a n i d a d . Esto último actúa como el ú n i c o criterio que nos permite abstraer con seguridad, s a c a r a la luz de f o r m a analítica aquellas determinaciones que e x p r e s a n los a t r i b u t o s que le pertenecen a la forma objetiva de s u ser. Tanto en la é p o c a de Smith y Ricardo como en la época de Marx, el ser de la p e r s o n a en calidad de propietario privado era un hecho e m p í r i c a m e n t e universal. Y de igual modo era u n hecho e m p í r i c a m e n t e u n i v e r s a l la propiedad del trabajo de crear no u n simple p r o d u c t o , sino u n a mercancía, u n valor. Los clásicos de la economía política fijaron además esta situación e m p í r i c a m e n t e u n i v e r s a l en el juicio "la sustancia del valor es el trabajo"; el t r a b a j o en general, sin precisiones teóricas ulteriores q u e e x p r e s e n j u s t a m e n t e s u s determinaciones concretamente h i s t ó r i c a s ú n i c a s , dentro de las que este no crea u n producto, sino u n a m e r c a n c í a , no u n valor de uso, sino u n valor. Además, e n c u a n t o los clásicos de la economía política forjaron las d e t e r m i n a c i o n e s teórico a b s t r a c t a s con la ayuda del método u n i l a t e r a l analítico, es que estos, a fin de cuentas, no pudieron c o m p r e n d e r por q u é es precisamente el trabajo el que sale a e s c e n a ora como capital, ora como salarios, ora como renta. Esta t a r e a lógica, c o m ú n t a n t o p a r a los naturalistas de los siglos XVII y XVIII como p a r a Smith y Ricardo, es irresoluble por su esencia m i s m a . Los primeros intentaron comprender cómo y por qué los á t o m o s , l a s p a r t í c u l a s y las mónadas 2 en sus combinaciones e n g e n d r a n o r a el sistema del cosmos, ora el cuerpo de 2 Monadas: t é r m i n o filosófico con el que se designa la unidad estructural, sustancial del ser. Leibniz considera la m o n a d a como sustancia simple, cerrada y variable. Todas las m o n a d a s son entidades espirituales, pero aquellas con las percepciones m á s c o n f u s a s forman los objetos inanimados y aquellas con las percepciones m á s c l a r a s (incluido el autoconocimiento y la razón) constituyen el a l m a y m e n t e de la h u m a n i d a d . Dios es concebido como la monada de las m o n a d a s , la q u e c r e a t o d a s las demás y predestina su desarrollo de acuerdo con u n a a r m o n í a preestablecida que a c a b a en la apariencia de interacción entre las m i s m a s . (N. del editor)

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u n a n i m a l ; los segundos, el cómo y el por q u é el trabajo en general e n g e n d r a ora capital, ora r e n t a , ora salarios. Ni los unos, ni lo otros obtuvieron síntesis teórica a l g u n a , y no la obtuvieron debido j u s t a m e n t e a que s u a n á l i s i s no era concreto, sino que d e s m e m b r a r o n al objeto en p a r t e s i n t e g r a n t e s que se hallaban en u n estado de indiferencia, c o m u n e s a toda esfera de objetos o a toda forma histórica de producción. El trabajo es en general, sin reservas, la condición absolutamente n e c e s a r i a del surgimiento y desarrollo de la renta, del capital, de los salarios y de t o d a s las o t r a s categorías específicamente capitalistas. Pero t a m b i é n es la condición de s u no-ser, de s u negación, de s u aniquilación. El t r a b a j o en general se halla en u n a indiferencia tal p a r a con el capital, como p a r a su no-ser. Es u n a condición universal n e c e s a r i a de s u surgimiento, pero no es u n a condición internamente n e c e s a r i a , u n a condición tal que sea al mismo tiempo u n a consecuencia necesaria. Aquí, no es u n a forma de interacción i n t e r n a , u n a f o r m a de condicionamiento interno mutuo. Ligado a este vicio de las a b s t r a c c i o n e s u n i l a t e r a l e s analíticas forjadas por los clásicos de la ciencia b u r g u e s a , Marx comentó: "Es t a n imposible p a s a r d i r e c t a m e n t e del t r a b a j o al capital, como p a s a r d i r e c t a m e n t e de las diferentes r a z a s h u m a n a s al banquero o de la n a t u r a l e z a a la m á q u i n a de vapor" 3 . Lo que tiene cierta s e m e j a n z a con el conocido aforismo de Feuerbach: "Ni siquiera u n Regierungsrath4 p u e d e ser explicado 5 partiendo d i r e c t a m e n t e de la naturaleza" ; Marx asentado en este mismo aspecto s a c a u n a conclusión semejante: todas las dificultades del a n á l i s i s y síntesis teóricas se resuelven en realidad sobre la b a s e de la categoría histórico concreta de la interacción, del condicionamiento recíproco de los fenómenos al interior de u n todo específico que h a surgido y se h a desarrollado históricamente, dentro de u n s i s t e m a histórico concreto de interacción. En otras palabras, t a n t o el a n á l i s i s - s í n t e s i s como la deducción-inducción dejan de ser p o l a r i d a d e s metafísicas, y por ello, formas lógicas impotentes, solamente sobre la b a s e de u n punto 3 K. Marx. Grundrisse der Kritik der politischen Ókonomie (Rohentwurt). Moskau, Verlag f ü r fremdsprachige Literatur, 1939, S, 170. 4 Consejero de Estado. (N. del editor) 5 Citado por Lenin en V. I.: Cuadernos Filosóficos, pp. 58, ed. cit.

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de vista histórico consciente de la realidad investigada, f u n d a mentada en la representación sobre cualquier realidad de los objetos como u n s i s t e m a de fenómenos que i n t e r a c t ú a n y h a surgido y se h a d e s a r r o l l a d o de forma histórica. Tal perspectiva entregó en m a n o s de Marx u n criterio claro con el que a p o y a r s e en toda la historia racionalmente comprendida de la práctica h u m a n a , él con aplomo solucionó las dificultades v i n c u l a d a s con el problema del análisis y la síntesis teórica, la deducción e inducción teórica. En la p r á c t i c a de la h u m a n i d a d tomada en todo su volumen histórico, M a r x a d e m á s modelo el criterio p a r a diferenciar entre síntesis empírica y síntesis teórica, las abstracciones analíticas que fijan la situación empírica universal de las cosas y las abstracciones teóricas q u e fijan en su trabazón m u t u a los vínculos internamente n e c e s a r i o s de los fenómenos que ellas expresan. Si en S m i t h y Ricardo (e inclusive en Hegel) la síntesis puramente empírica se p r e s e n t a a m e n u d o como si fuese teórica, si ellos vieron u n a y o t r a vez a la forma históricamente pasajera del fenómeno como si f u e s e la e s t r u c t u r a interna de aquel (por si fuese s u n a t u r a l e z a imperecedera) y deductivamente - partiendo de la n a t u r a l e z a de l a s c o s a s - extraen la justificación de los hechos m á s g r o s e r a m e n t e empíricos, entonces el método de Marx lleva a d e l a n t e la c o n s t r u c c i ó n de las barreras lógicas y filosóficas p a r a u n c u r s o de p e n s a m i e n t o semejante. La deducción e inducción, a n á l i s i s y síntesis h a n demostrado tener la c a p a c i d a d de ser poderosos i n s t r u m e n t o s del tratamiento de los h e c h o s empíricos j u s t a m e n t e a c a u s a de que son puestos de modo consciente al servicio de u n enfoque de investigación por e s e n c i a histórico, y que esto se f u n d a m e n t a en la concepción m a t e r i a l i s t a dialéctica del objeto como un sistema de fenómenos q u e i n t e r a c t ú a de u n a m a n e r a particular y que ha surgido y se h a d e s a r r o l l a d o históricamente. Por ello el método analítico de Marx es el método que asciende desde la totalidad, d a d a en la contemplación, a las condiciones de su posibilidad y coincide con el método de deducción genética de las d e t e r m i n a c i o n e s teóricas, con el seguimiento lógico del origen real de u n o s fenómenos a partir de otros (el dinero a partir del movimiento del mercado de mercancías, el capital a partir de la circulación mercantil-dineraria en la cual se h a precipitado la f u e r z a de t r a b a j o y demás). Este punto de vista por esencia histórico, sobre las cosas y sobre el proceso de su ex-

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presión teórica, le permitió a M a r x p l a n t e a r claramente la cuestión referente a la s u s t a n c i a real de la propiedad de valorización del producto del trabajo, sobre la s u s t a n c i a universal de todas las otras categorías h i s t ó r i c o - c o n c r e t a s de la economía política. No es el trabajo en general, sino u n a f o r m a histórico-concreta del trabajo la que fue comprendida como s u s t a n c i a del valor. Y en ligazón a esto se replanteó la c u e s t i ó n del a n á l i s i s teórico del valor por su forma: este c o m p a r e c e como la categoría concreta universal que b r i n d a la posibilidad de c o m p r e n d e r teóricamente (concluir, deducir) aquella n e c e s i d a d c o n c r e t a m e n t e histórica y real con la que el valor se m e t a m o r f o s e a en plusvalía, en capital, salarios, renta y en todas las o t r a s categorías desarrolladas y concretas. En otras palabras, se d e s n u d ó y a n a l i z ó por primera vez el punto de partida, a p a r t i r del c u a l se p u e d e desarrollar en verdad todo el sistema de d e t e r m i n a c i o n e s teóricas del objeto con la necesidad lógica que refleja la n e c e s i d a d de la génesis real de la formación mercantil-capitalista. ¿En qué consiste este a n á l i s i s concreto del valor por su forma, ese mismo análisis que le hizo falta a David Ricardo? La respuesta a esta p r e g u n t a debe d a r n o s la clave p a r a la comprensión del método de a s c e n s o de lo a b s t r a c t o a lo concreto. El proceso de a s c e n s o desde u n a d e t e r m i n a c i ó n teórico universal del objeto a la comprensión de t o d a la complejidad de su e s t r u c t u r a históricamente d e s a r r o l l a d a (su carácter concreto) que presupone el a n á l i s i s concreto y pleno de la categoría primicial y universal de la ciencia. H e m o s visto que en Ricardo el análisis del valor al no ser lo suficientemente concreto predeterminó que se malogre s u proyecto de d e s a r r o l l a r todo el sistema de determinaciones teóricas y c o n s t r u i r todo el edificio de la ciencia en base a u n f u n d a m e n t o único, fijado sólida y categóricamente; no le dio la posibilidad de "deducir" inclusive a la categoría m á s próxima: el dinero. Ni h a b l a r de t o d a s las restantes. ¿En qué consiste la p a r t i c u l a r i d a d del a n á l i s i s del valor en Marx, que coloca el f u n d a m e n t o sólido de la síntesis teórica de categorías y le d a la posibilidad de proceder de la m a n e r a más rigurosa desde la consideración del valor a la consideración del dinero, el capital, etc.? Esta pregunta, así formulada, e m p u j a de inmediato a la lógica hacia el problema de la contradicción en las determinaciones

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LA CONTRADICCION COMO CONDICIÓN DEL DESARROLLO DE..

de la cosa, al problema que, al fin y al cabo, contiene en sí la clave de todo los d e m á s . En la contradicción, como u n i d a d y coincidencia de definiciones teóricas que se excluyen m u t u a m e n t e , Marx d e s n u d ó el acertijo de lo concreto y la senda de s u expresión teórica en conceptos. Nos trasladamos al análisis de este punto. LA CONTRADICCIÓN COMO CONDICIÓN DEL DESARROLLO DE LA CIENCIA

La contradicción lógica - la existencia de determinaciones que se excluyen m u t u a m e n t e en la expresión teórica de la cosa - es algo de lo q u e la filosofía se o c u p a desde hace largo tiempo. J a m á s h a existido u n a sola doctrina filosófica o lógica que en u n a forma u o t r a no h a y a planteado y resuelto esta cuestión a su m a n e r a . La filosofía se h a o c u p a d o e interesado todo el tiempo en esto p o r q u e las contradicciones en las determinaciones son, en primer lugar, u n h e c h o independiente a cualquier filosofía, u n h e c h o q u e se reproduce a c a d a paso y con fatídica necesidad en el desarrollo científico, en el pensamiento de la humanidad, i n c l u i d a la propia filosofía. Además, la contradicción, por s u p a r t e , es la m a n e r a inequívoca en que se exterioriza a sí misma e s a f o r m a en la que por siempre y por doquier h a tenido lugar el movimiento y desarrollo del pensamiento sobre la cosas. Los a n t i g u o s griegos e n t e n d í a n perfectamente que la verdad sólo n a c e en la l u c h a de opiniones. La crítica de toda teoría siempre se dirige a e n c o n t r a r en e s t a las contradicciones. La nueva teoría siempre se a f i r m a a sí m i s m a al descubrir el modo por el c u a l se resuelven las contradicciones que son irresolubles con la a y u d a de los principios de la vieja teoría. Empero, si este h e c h o empírico es simplemente descrito como un hecho, e n t o n c e s p a r e c e r í a que la contradicción es algo intolerable de lo q u e el p e n s a m i e n t o siempre procura librarse de u n a forma u otra. Y al m i s m o tiempo, a despecho de todas las tentativas de l i b e r a r s e de aquello, el pensamiento lo reproduce u n a y otra vez. Como s e a q u e la filosofía y la lógica no solo constatan y describen este hecho, sino q u e lo investigan, es que surge la cuestión de las c a u s a s y orígenes de s u aparición en el pensamiento: de su n a t u r a l e z a real. E n filosofía esta cuestión surge asi: ¿es per-

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misible o no la contradicción en la expresión veraz de la cosa? ¿Es de por sí algo p u r a m e n t e subjetivo c r e a d o ú n i c a m e n t e por el sujeto de la cognición, o ésta s u r g e por n e c e s i d a d en virtud de la n a t u r a l e z a de las cosas e x p r e s a d a s en el p e n s a m i e n t o ? Es j u s t a m e n t e este p u n t o el q u e se c o n s t i t u y e en frontera entre la dialéctica y la metafísica. Al fin y al cabo, la dialéctica y la metafísica vienen a ser, por principio, d o s m é t o d o s contrapuestos de resolución de las contradicciones q u e s u r g e n inevitablemente en el desarrollo científico, e n el d e s a r r o l l o del conocimiento teórico. La diferencia entre estas, e x p r e s a d a e n s u f o r m a m á s general, consiste en que la metafísica i n t e r p r e t a a la contradicción como u n simple f a n t a s m a subjetivo, q u e l a m e n t a b l e m e n t e hace su aparición a cada momento en el p e n s a m i e n t o por fuerza de sus imperfecciones, y la dialéctica la c o n s i d e r a como la forma lógica necesaria en la cual se realiza el desarrollo del pensamiento, la transición desde la ignorancia al conocimiento, del reflejo abstracto del objeto en el p e n s a m i e n t o a s u reflejo m á s y más concreto. La dialéctica también c o n s i d e r a a la contradicción con el carácter de forma n e c e s a r i a del d e s a r r o l l o del conocimiento, con el carácter de forma lógica u n i v e r s a l . Sólo así la contradicción puede m o s t r a r s e con el p u n t o de v i s t a s o b r e el conocimiento y pensamiento como u n proceso h i s t ó r i c a m e n t e n a t u r a l que es controlado por leyes que son i n d e p e n d i e n t e s de los deseos del ser humano 6 . El desarrollo del conocimiento, el desarrollo de la ciencia hacen que la filosofía retorne al p r o b l e m a de la contradicción lógica u n a y otra vez. La cuestión de la contradicción, de su sentido real, del origen y c a u s a de s u a p a r i c i ó n en el pensamiento surge precisamente allí, donde la ciencia se a p r o x i m a a la expresión sistemática de s u objeto en conceptos, donde el pensamiento lleva a cabo la c o n s t r u c c i ó n de u n s i s t e m a de determinaciones teóricas. Allí, donde t e n e m o s el r e c u e n t o sin método de 6 Es indispensable recordar que t a n t o a q u í y en lo s u b s i g u i e n t e la cuestión trata acerca de aquellas contradicciones en d e t e r m i n a c i o n e s que surgen en el curso del movimiento de u n p e n s a m i e n t o q u e es de lo m á s correcto según la lógica del objeto, esto es, sobre las contradicciones dialécticas en el pensamiento. Como Lenin lo señaló, de las contradicciones lógicas en el sentido estrecho de la palabra, esto es, de las contradicciones verbales, i m a g i n a r i a s , subjetivas, desde luego no trata esta investigación. Sobre la elaboración correcta para librarnos de semejantes contradicciones debe o c u p a r s e la lógica formal.

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los fenómenos, n o s u r g e la cuestión referente a la contradicción. m á s e l e m e n t a l intento de sistematizar el conocimiento conduce de i n m e d i a t o a l problema de la contradicción. Ya h e m o s visto e n q u é p u n t o s de la investigación el desarrollo de la teoría del valor por t r a b a j o tropezó necesariamente con este problema: en Ricardo, a p e s a r de sus deseos, surge u n sistema de c o n t r a d i c c i o n e s teóricas justamente a causa de que él se esforzó en d e s a r r o l l a r t o d a s las categorías a partir de u n solo principio, del principio q u e d e t e r m i n a al valor por la cantidad de tiempo de t r a b a j o . Él m i s m o y a notó algunas contradicciones lógicas en s u s i s t e m a , o t r a s l a s constataron con goce maligno los enemigos de la teoría valor por trabajo. El tipo f u n d a m e n t a l de contradicción lógica en torno a la que se desenvolvió la l u c h a a favor y en contra de la teoría valor por trabajo vino a ser p r e c i s a m e n t e la contradicción entre la ley universal y l a s f o r m a s empírico-universales de su propia cristalización en la r e a l i d a d . Los i n t e n t o s de d e d u c i r a p a r t i r de la ley universal las determinaciones t e ó r i c a s de los fenómenos concretos y desarrollados que se r e i t e r a n r e g u l a r y c o n t i n u a m e n t e en la superficie de la producción y d i s t r i b u c i ó n mercantil-capitalista de mercancías llevaron en c a d a p a s o a r e s u l t a d o s paradójicos. Un fenómeno (digamos, la ganancia), de u n lado se lo "pone" bajo la ley del valor, s u s determinaciones teóricas necesarias son "deducidas" a p a r t i r de la ley del valor, pero del otro lado, sus diferencias específicas r e s u l t a que están contenidas en u n a s determinaciones t a l e s q u e contradicen franca, directamente y es más, se excluyen de m a n e r a m u t u a de la fórmula de la ley universal. Y e s t a fatídica contradicción se manifiesta más agudamente, m i e n t r a s m á s se gasten fuerzas p a r a librarse de ella. La existencia d e contradicciones no es en lo absoluto u n "privilegio" de la e c o n o m í a política que estudia la realidad clasista y antagónica de l a s relaciones económicas. Las c o n t r a d i c c i o n e s son conocidas por cualquier ciencia moderna. B a s t e r e c o r d a r a u n q u e sea las circunstancias en cuyo seno nació la teoría de la relatividad. Los intentos de asimilar d e t e r m i n a d o s fenómenos, revelados en los experimentos de Michelson, con la a y u d a de las categorías de la mecánica clásica f u e r o n a p a r a r en que al interior del sistema de conceptos de la m e c á n i c a clásica aparecieren contradicciones absurdas y paradójicas, irresolubles por principio con la ayuda de sus cate-

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gorías, y es j u s t a m e n t e con el c a r á c t e r de método de resolución de e s t a s contradicciones que n a c e la genial hipótesis de Einstein. Si bien con la aparición de la teoría de la relatividad, desde luego, no desaparecieron las contradicciones de la física. Podemos señalar, por lo menos, la conocida p a r a d o j a q u e se incluye en las determinaciones teóricas del c u e r p o q u e e s t á en rotación. La teoría de la relatividad que liga l a s c a r a c t e r í s t i c a s espaciales de los c u e r p o s con s u movimiento, e x p r e s ó este vínculo en una fórm u l a s e g ú n la cual la longitud del c u e r p o se reduce en dirección del movimiento a c u a n t a m a y o r velocidad tenga el movimiento del cuerpo. Esta expresión de la ley universal del movimiento de u n c u e r p o en el espacio h a e n t r a d o en el arsenal matemático de la física m o d e r n a como u n a sólida conquista teórica. Empero, la tentativa de con s u a y u d a e l a b o r a r y asimilar teóricamente u n hecho físico real como la rotación de u n disco sólido alrededor s u eje condujo a u n a p a r a d o j a . Resulta que la circunferencia de u n disco en rotación se r e d u c e con la mayor velocidad de las revoluciones, pero la longitud del radio necesariamente se m a n t i e n e invariable. Señalemos q u e e s t a p a r a d o j a no es simplemente u n caso curioso, sino u n h e c h o en el c u a l se p l a n t e a con agudeza la cuestión referente a la realidad física de las fórmulas universales de Einstein. Si la f ó r m u l a u n i v e r s a l e x p r e s a la ley objetiva de la realidad de los objetos investigada por la física, entonces es en la realidad m i s m a que se debe a d m i t i r la relación objetivamente paradójica entre el radio y la c i r c u n f e r e n c i a de u n cuerpo en rotación - inclusive en el c a s o de la rotación del trompo infantil ya que la insignificante reducción de la circunferencia, en principio, no modifica en n a d a el p l a n t e a m i e n t o de la cuestión. La convicción de que en la m i s m í s i m a realidad física "no puede existir" semejante relación p a r a d ó j i c a equivale a negarse a reconocer la realidad física de la ley u n i v e r s a l que se expresa en la fórmula de Einstein. Y e s t a es la vía h a c i a la justificación puramente i n s t r u m e n t a l de la ley u n i v e r s a l . Si la ley sirve a la teoría y la práctica, vemos p u e s que e s t á bien y no hay que alzar la cresta con vacuos problemas de si e s t a se corresponde en algo a las "cosas en sí" o no. Se puede traer a colación no pocos ejemplos que d a n testimonio de que la realidad de los objetos siempre se pone al descubierto ante el pensamiento teórico como u n a realidad contradicto-

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ria. Independientemente de filosofía alguna, la historia de la ciencia desde Zenón de Elea 7 h a s t a Albert Einstein m a n i f i e s t a esta c i r c u n s t a n c i a como u n indiscutible hecho empíricamente constatado. Volvamos a la realidad de la economía mercantil-capitalista y al proceso de s u expresión teórica en la economía política. Este es un buen ejemplo, porque es excepcionalmente típico; d e m u e s tra de modo p a p a b l e aquel callejón sin salida al cual viene a dar, ineludiblemente, el p e n s a m i e n t o metafísico afanado en resolver la tarea b á s i c a de la ciencia: desdoblar la expresión sistemática del objeto en conceptos, en u n sistema de determinaciones teóricas del objeto, u n s i s t e m a desarrollado desde u n solo principio teórico general. Esto en primer lugar. Y en segundo lugar, y esto tal vez sea lo m á s i m p o r t a n t e , puesto que en "El Capital" de Marx h a l l a m o s la s a l i d a racional a las dificultades y contradicciones, la solución m a t e r i a l i s t a y dialéctica de esas antinomias que destruyeron la teoría valor por trabajo en s u forma clásica, ricardiana. LAS CONTRADICCIONES D E LA TEORÍA VALOR POR TRABAJO Y SU RESOLUCIÓN DIALÉCTICA EN M A R X

Recordemos q u e l a s contradicciones lógico teóricas del sistema de Ricardo son el f r u t o de s u a f á n por expresar todos los fenómenos a través de la categoría del valor, comprenderlos a partir de u n solo principio. Allí, donde n o existe a f á n semejante, no existen contradicciones. La f ó r m u l a de la "ciencia" vulgar (el capital es interés, la tierra es r e n t a , el t r a b a j o es salarios) no se contradice ni a sí, ni a los h e c h o s empíricos evidentes. No obstante, es justamente a causa de ello q u e e s t a no contiene dentro de sí ni u n a pizca de comprensión teórica de las cosas. Aquí no hay contradicciones por la simple r a z ó n de q u e e s t a fórmula no fija, en general, trabazón i n t e r n a a l g u n a e n t r e capital e interés, trabajo y salario, 7 Zenón de Elea e r a u n a f a m a d o filósofo griego, que postuló ingeniosas paradojas lógicas q u e p l a n t e a n en f o r m a negativas importantes cuestiones sobre el movimiento como "El a r g u m e n t o de la flecha" según el cual u n a flecha p a r a recorrer c i e r t a d i s t a n c i a , tiene primero que recorrer primero la mitad de la misma, pero a n t e s h a de r e c o r r e r la mitad de esa mitad, y a ú n antes la mitad de esa otra m i t a d , y, así s u c e s i v a m e n t e , u n a infinitud de mitades previas. (AT. del editor)

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tierra y renta; p u e s t o q u e al d e t e r m i n a r t o d a s estas categorías la "ciencia" v u l g a r ni siquiera i n t e n t a d e d u c i r l a s de algún principio único. E s t a s no se m u e s t r a n como distinciones necesarias que s u r g e n por necesidad en el seno de cierta sustancia común, no son c o m p r e n d i d a s como modificaciones de esta sustancia. No es de e x t r a ñ a r q u e a q u í n o exista contradicción interna algun a , sino sólo existe la contradicción e x t e r n a de cosas internam e n t e d i s t i n t a s y no contra dictoria s. Y con esta situación, el metafísico h a r á las p a c e s m a g n í f i c a m e n t e . Ellas no se contradicen las u n a s a las o t r a s ú n i c a m e n t e a c a u s a de que ellas, en general, no se h a l l a n en relación i n t e r n a n e c e s a r i a alguna. Por ello, en efecto, la f ó r m u l a de la ciencia v u l g a r tiene aproximadam e n t e el m i s m o valor teórico q u e tuvieren las m á x i m a s favoritas del conocido profesor de liceo q u e repetía constantemente que los caballos comen a v e n a y heno, y q u e el Volga desemboca en el Mar Caspio 8 . A diferencia de los e c o n o m i s t a s vulgares, Ricardo se esforzó en desarrollar todo el s i s t e m a de determinaciones teóricas a p a r t i r de los principios de la teoría valor por trabajo. Y es justamente por ello que t o d a la realidad comparece en su retrato como u n sistema de conflictos, a n t a g o n i s m o s y tendencias antinómicas que se excluyen m u t u a m e n t e ; f u e r z a s en dirección opuesta c u y a contraposición c r e a e s a totalidad que él investiga. Las contradicciones lógicas q u e los economistas y filósofos del c a m p o b u r g u é s veían como indicios de debilidad, testimonio de falta de perfeccionamiento de s u teoría, e x p r e s a b a n justamente lo contrario: la f u e r z a y objetividad de s u método de expresión teórica de las cosas. Lo q u e a Ricardo le preocupaba, en primer lugar, fue la correspondencia de l a s tesis y conclusiones teóricas con la situación real de las cosas; y solo después, su correspondencia con el consabido p o s t u l a d o del p e n s a m i e n t o metafísico según el c u a l el objeto no p u e d e contradecirse a sí mismo, y tampoco s u s definiciones teóricas s i n g u l a r e s , u n a s a las otras. Ricardo se atrevió a e x p r e s a r la situación real de las cosas (inclusive, como lo dijo Marx, cínicamente), y e s t a situación en verdad contradictoria de las c o s a s se reflejó en s u sistema con el aspecto de contradicciones en las determinaciones. Cuando sus 8 La fábula a la que se refiere el autor es "El m a e s t r o de literatura" escrita por Antón Chejov. (N. del editor)

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Pupilos y s e g u i d o r e s hicieron s u principal preocupación no tanto la expresión teórica d e los hechos cuanto la conciliación formal de las d e t e r m i n a c i o n e s y a elaboradas, se supeditaron como Principio s u p r e m o al principio de interdicción de las contradicciones en las d e t e r m i n a c i o n e s , entonces es desde este punto que inicia j u s t a m e n t e la descomposición de la teoría valor por trabajo. Al a n a l i z a r las o p i n i o n e s de J a m e s Mili, Marx constata: "A lo que él a s p i r a es a u n a concatenación lógica formal. Con él comienza, 'por t a n t o ' (¡por tanto! - E.I.), la disolución de la escuela ricardiana" 9 . De por sí, el a f á n de j u s t i f i c a r la teoría de Ricardo ante los tribunales de la c o n c a t e n a c i ó n lógica formal no dimana, naturalmente, en lo a b s o l u t o de u n a m o r platónico por la lógica formal. El estímulo de e s t e e m p e ñ o f u e otro: el afán de presentar al sistema de producción mercantil-capitalista, no como algo que surge h i s t ó r i c a m e n t e y q u e por ello puede transformarse en otra cosa, en u n s i s t e m a m u y superior, sino como u n a forma de producción e t e r n a e idéntica a sí misma por los siglos de los siglos. Entonces, si tal o c u a l fenómeno siendo expresado y concebido por medio de la ley u n i v e r s a l del valor entra súbitamente en relación de contradicción teórica (lógica) con la fórmula de la ley universal (la d e t e r m i n a c i ó n del valor por la cantidad de tiempo de trabajo), a los ojos del teórico b u r g u é s esto aparece como evidencia de s u d i s c o n f o r m i d a d con los pilares eternos e inmutables del ser económico. Y los esfuerzos se dirigen a demostrar que el fenómeno se corresponde directamente a la ley universal, la cual es concebida de por sí sin contradicciones, como u n a forma de economía e t e r n a e inmutable. Los e c o n o m i s t a s b u r g u e s e s sienten con m á s agudeza la contradicción e n t r e la ley universal del valor de Ricardo y la ganancia. El intento de e x p r e s a r el fenómeno de la ganancia por medio de la categoría valor, de colocar a la ganancia bajo la teoría del valor, ya en Ricardo exteriorizó contradicciones en las determinaciones. Y en c u a n t o la g a n a n c i a es justamente el "sanctasanctórum" de la religión de la propiedad privada 10 , es que los

9 Marx, K a d : Teorías sobre la Plusvalía III, pp. 72, cd. cit 10 Ver La Religión del Capital de Paúl Lafargue. (N. del editor)

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economistas dirigen todos sus e s f u e r z o s teóricos a conciliar sus determinaciones con las de la ley u n i v e r s a l del valor. Aunque, si lo deseado es conciliar f r a n c a y d i r e c t a m e n t e las determinaciones teóricas del valor con l a s determinaciones teóricas de la ganancia como f o r m a específica, como modificación particular (tipo) del valor; e n t o n c e s s e a b r e n d o s vías. La primera vía: modificar la e x p r e s i ó n d e la ganancia con un cálculo tal como para que a esta se la colocare sin contradicción bajo la categoría del valor, bajo s u s d e t e r m i n a c i o n e s universales. La segunda: modificar la expresión del valor; "precisarla" de tal modo que las definiciones de la g a n a n c i a s e a n colocadas sin contradicción bajo la misma. Ambas vías llevan a la descomposición de la e s c u e l a ricardiana. Para la economía política v u l g a r f u e preferible en mayor grado la segunda vía: la vía de "precisar" l a s determinaciones del valor, pues la consigna del e m p i r i s m o s i e m p r e h a sido; poner la fórmula de la ley universal en c o n c o r d a n c i a el e s t a d o de cosas indiscutiblemente empírico, con lo unívoco en los hechos, en este caso, con la forma empírica de existencia de la g a n a n c i a . Esta posición filosófica pareciere q u e a p r i m e r a vista es la m á s obvia y saludable. Pero su realización es imposible sin sacrificar las tesis teóricas universales de la teoría valor por trabajo, el concepto mismo del valor. Consideremos e n detalle, cómo y por qué ello resulta por necesidad. En la relación p a r a d ó j i c a entre las determinaciones teóricas del valor y g a n a n c i a se emperró el propio Ricardo. Su ley del valor e s t i p u l a q u e el t r a b a j o vivo, el trabajo del ser h u m a n o es la ú n i c a f u e n t e del valor, entretanto, el trabajo gastado en la producción del p r o d u c t o se constituye en la ú n i c a medida objetiva del valor. No obstante ¿qué resulta si colocamos bajo e s t a ley universal; que no puede ni ser violada, ni revocada, ni a l t e r a d a (puesto que esta expresa la naturaleza universal p r o f u n d a de todo fenómeno económico) al hecho empíricamente incuestionable de la existencia de la ganancia? Ricardo entendió de modo claro que la ley del valor no bastaba p a r a explicar la ganancia, esta no agotaba toda la complejidad de su constitución. Ricardo tomó a la ley de la t a s a media de ganancia, la norma universal de la g a n a n c i a , en calidad de factor resolutivo secundario, el cual al e n t r a r en interacción con la ley del valor podía explicar la ganancia.

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La n o r m a u n i v e r s a l de la g a n a n c i a es u n hecho puramente empírico y por eso es incuestionable. Su esencia consiste en que la m a g n i t u d d e la g a n a n c i a depende exclusivamente de la magnitud en c o n j u n t o del capital, y bajo ningún concepto de la proporción en la c u a l el c a p i t a l se reparte en fijo y circulante, en constante y variable, etc. Ricardo se vale de e s t a ley empíricamente universal p a r a explicar el m e c a n i s m o de producción de la ganancia como factor que modifica y complica la acción de la ley del valor. Ricardo no investigó a c e r c a de este factor ni de donde sale, ni en qué relación i n t e r n a se h a l l a con la ley universal. Él supuso su existencia de m a n e r a a b s o l u t a m e n t e acrítica, como u n hecho empíricamente i n c u e s t i o n a b l e . Pero el a n á l i s i s , por poco atento que sea, pondrá inmediatamente de m a n i f i e s t o q u e la ley de la t a s a media de ganancia contradice f r a n c a y d i r e c t a m e n t e (y además de modo excluyente) a la ley u n i v e r s a l del valor: la determinación del valor por el tiempo de t r a b a j o . "En vez de presuponer esta tasa general de ganancia, Ricardo habría debido m á s bien investigar h a s t a qué punto su existencia corresponde en general a la determinación de los valores por tiempo de t r a b a j o , y e n t o n c e s h a b r í a visto que, en vez de corresponder a ella, la contradice prima facie.."11. Esta contradicción consiste en lo siguiente: la ley de la tasa media de g a n a n c i a establece la dependencia de la magnitud de la g a n a n c i a exclusivamente a p a r t i r de la magnitud del capital en s u totalidad, establece q u e la magnitud de la ganancia es absolutamente i n d e p e n d i e n t e de que p a r t e del capital se gasta en salarios y se m e t a m o r f o s e a en trabajo vivo del trabajador asalariado. Pero la ley u n i v e r s a l del valor afirma lisa y llanamente que u n nuevo valor solo p u e d e ser producto del trabajo vivo y en ningún c a s o del t r a b a j o muerto, pues el trabajo muerto (esto es, trabajo objetivado con antelación con el aspecto de máquinas, edificios, m a t e r i a s p r i m a s , etc.) no crea valor nuevo alguno, sino que solamente t r a n s f i e r e pasivamente por partes su propio valor al producto. Ricardo, por s u p a r t e , vio aquí la dificultad. Aunque, la expresó e inter pr etó plenamente en el espíritu del pensamiento metafísico, como u n a "excepción a la regla" y no como u n a con11 Marx, Karl: Teorías sobre ta Plusvalía II, pp. 153-54, ed. cit.

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tradicción en las determinaciones de la ley. Pero esto, desde luego, n o altera la situación, y por lo m i s m o Malthus señaló con j u s t e z a a propósito de esto, que en el proceso de desarrollo de la i n d u s t r i a la regla deviene excepción y la excepción en regla12. Así se crea u n problema totalmente irresoluble para el pensamiento metafísico. A los ojos del teórico que piensa de forma metafísica, la ley universal solo se j u s t i f i c a como regla empíricam e n t e universal a la c u a l se s u p e d i t a n directamente todos los fenómenos sin excepción. Pero r e s u l t a q u e en el caso en cuestión, la regla universal empírica viene a ser j u s t a m e n t e algo que contradice la ley u n i v e r s a l del valor, es p r e c i s a m e n t e la negación de la ley del valor. La ley u n i v e r s a l revelada de f o r m a teórica viene a estar en u n a contradicción a n t i n ó m i c a irresoluble con la regla empírico universal, con lo empírico u n i v e r s a l en los hechos. Y a d e m á s , c u a n d o se persiste, con todo, en i n t e n t a r conciliar la ley universal con lo d i r e c t a m e n t e general, abstraído de los hechos, entonces r e s u l t a en u n problema "mucho m á s imposible [de resolver] que la c u a d r a t u r a del círculo. Es, sencillamente, de presentar como existente lo q u e no existe" 13 . El problema de la relación entre lo u n i v e r s a l y lo particular, entre la ley universal y la f o r m a e m p í r i c a m e n t e evidente de su propia manifestación (lo general en los hechos), entre abstracción empírica y abstracción teórica, se volvió, en la historia de la economía política, u n a piedra en el c a m i n o q u e la teoría burguesa no pudo sortear. Los hechos son tozudos. Y a q u í el hecho sigue siendo un hecho: la ley universal (la ley del valor) se h a l l a en u n a relación contradictoria m u t u a m e n t e excluyente con la forma empírica universal de su propia manifestación, con la ley de la tasa media de ganancia. No es posible conciliar d i r e c t a m e n t e lo uno con el otro debido precisamente a que tal conciliación, tal correspondencia entre ellas no existe en la propia realidad económica. El teórico que piensa de f o r m a metafísica al h a b e r s e tropezado con u n hecho semejante como con u n a i n o p i n a d a sorpresa, con u n a paradoja, ineludiblemente lo i n t e r p r e t a r á como el resultado de los errores permitidos en la reflexión previa, en la expresión teórica de los hechos. N a t u r a l m e n t e q u e p a r a solucionar esta paradoja irá por la vía del a n á l i s i s p u r a m e n t e formal de la 12 Véase: K. Marx. Teorías de la plusvalía, tomo II, pp. 185. 13 Marx, Karl: Teorías sobre la Plusvalía III, pp. 74, ed. cit.

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teoría, por la vía de la "precisión de los conceptos", de la "rectificación de las expresiones". El postulado, de acuerdo al cual, la Calidad de los objetos de por sí no puede contradecirse a sí misnía en s u interior, es p a r a él la ley suprema e indubitable a cuyo favor está p r e s t o a s a c r i f i c a r todo en el universo. Al d e s n u d a r el c a r á c t e r totalmente anti-científico de semejantes orientaciones, la completa incompatibilidad de aquellas Para con el e n f o q u e teórico de los hechos, Marx señaló: "Aquí, n o se t r a t a de resolver la contradicción entre la ley general y las relaciones c o n c r e t a s m á s desarrolladas mediante el descubrimiento de los e s l a b o n e s intermedios, sino incrustando y hacienda e n c a j a r d i r e c t a m e n t e lo concreto en lo abstracto. Y se pretende lograr esto, a d e m á s , mediante u n a ficción verbal, by changing v e r a r e r u m vocabula 1 4 . (Se trata, aquí, en verdad, de Verbal disputes', 1 5 p e r o q u e son 'verbales' porque se quiere resolver, por medio de f r a s e s , contradicciones reales, que no h a n sido resueltas)" 1 6 . Triunfa la ley q u e p r o h i b e las contradicciones en las determinaciones, p e r o se pierde la teoría que se h a metamorfoseado en pura p a l a b r e r í a , en u n s i s t e m a de triquiñuelas semánticas. La c o n s t a t a c i ó n de l a s contradicciones en las determinaciones teóricas del objeto n o son en lo absoluto de por sí u n "privilegio" de la dialéctica consciente. La dialéctica en modo alguno consiste en u n a f á n por a m o n t o n a r contradicciones, antinomias y paradojas en l a s d e t e r m i n a c i o n e s teóricas de las cosas. Eso lo hace con m u c h o m á s éxito (cierto, a despecho de sus intenciones) el p e n s a m i e n t o metafísico. Al contrario, el p e n s a m i e n t o dialéctico surge entonces y cuando el p e n s a m i e n t o metafísico se h a embrollado de remate y sin salida en c o n t r a d i c c i o n e s consigo mismo, en las contradicciones de u n a s de s u s conclusiones con otras. El deseo de l i b r a r s e de las contradicciones en las determinaciones por medio de "precisar" las denominaciones y expresiones es el m o d o metafísico de resolver las contradicciones en la teoría. Como tal, al final de c u e n t a s esto va a dar en la descomposición y n o en el desarrollo de la teoría. Como sea que la vida compele, pe se a todo, a desarrollar la teoría, entonces al fin 14 C a m b i a n d o los verdaderos nombres de las cosas. 15 Disputas verbales. 16 Marx, Karl: Teorías sobre la Plusvalía III, pp. 75, ed. cit.

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y al cabo siempre r e s u l t a que los intentos de construir una teoría en la que no existan contradicciones conduce a la acumulación de nuevas contradicciones, solo que a ú n m á s absurdas e irresolubles que aquellas de las q u e en apariencia nos libramos. Asi que, reiteremos, la t a r e a no puede consistir en simplemente d e m o s t r a r el hecho de que la realidad de los objetos siempre se descubre a n t e el p e n s a m i e n t o teórico como u n a contradicción viviente y que exige solución, como u n sistema de contradicciones. En el siglo XX ya no tiene lugar la demostración de este hecho, aquí nuevos ejemplos ya no p u e d e n agregar nada. Actualmente, este hecho es obvio p a r a el metafísico más inveterado y convencido. Empero, el metafísico de n u e s t r o s d í a s que partiendo de este hecho dirige todos s u s esfuerzos a justificarlo como resultado de las deficiencias orgánicas de la habilidad cognoscitiva del ser h u m a n o , como resultado de los conceptos y determinaciones "poco pulidas", de la relatividad y falta de claridad de los términos, expresiones, etc. Hoy el metafísico se resigna al hecho de la contradicción, pero solo como con u n inevitable mal subjetivo, n a d a m á s . Este igual q u e a n t e s - c o m o en la época de Kant- no puede admitir que en este hecho se expresen las contradicciones internas de las cosas "en sí", de la realidad de los objetos de por sí. Por ello, en n u e s t r o s días, la metafísica e s t á al servicio del agnosticismo y el subjetivismo de índole relativista. La dialéctica p a r t e de p u n t o s de vista d i a m e t r a l m e n t e opuestos. Esta b a s a s u resolución del problema, en primer lugar, en que el m u n d o de los objetos, la realidad de los objetos, es un sistema vivo que se desdobla por medio del surgimiento y resolución de s u s contradicciones i n t e r n a s . El método dialéctico, la lógica dialéctica obligan no solo a no tener miedo de las contradicciones en la determinación teórica del objeto, sino a demand a r f r a n c a y directamente la b ú s q u e d a consciente y la fijación precisa de estas contradicciones. Claro está, esto no es para a c u m u l a r m o n t a ñ a s de a n t i n o m i a s y p a r a d o j a s en las determinaciones teóricas de las cosas, sino p a r a h a l l a r s u s soluciones racionales. Entonces, la solución racional de las contradicciones en las determinaciones teóricas solo puede consistir en estudiar ese método con el cual e s t a s resuelven el movimiento de la propia

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realidad de los objetos, la realidad objetiva; el movimiento y desarrollo del m u n d o de las c o s a s a en sí". Volvamos a la economía política p a r a observar como resuelve Marx t o d a s e s t a s a n t i n o m i a s , las cuales fijó la escuela de Ricardo a p e s a r de s u s intenciones filosóficas conscientes. En primer lugar, M a r x se niega a las tentativas de conciliar directa y abiertamente a la ley u n i v e r s a l (la ley del valor) con las formas empíricas de s u propia exteriorización en la superficie de los fenómenos, esto es, con la expresión abstractamente general de los hechos, con lo d i r e c t a m e n t e general, que puede ser inductivamente percibido en los hechos. Tal convergencia f r a n c a y directa de lo u n o y de lo otro, como Marx lo d e m u e s t r a , no existe en la propia realidad del desarrollo económico. E n t r e la ley universal y su peculiar exteriorización empírica existe de facto u n a relación de contradicción y exclusión m u t u a . La ley del valor contradice de facto - y en lo absoluto no solo y n o t a n t o en la cabeza de Ricardo - a la ley de la tasa media de g a n a n c i a . Y al i n t e n t a r d e m o s t r a r s u convergencia franca y directa "el tosco empirismo se t r u e c a a q u í en falsa metafísica, en escolasticismo, que se e s f u e r z a en derivar de la ley general, directamente, por la vía de la abstracción formal, o descartarlos mediante la especulación, a tono con ella, u n a serie se fenómenos empíricos" 17 . Habiendo comprendido al final que hacer esto era imposible, el empírico siempre, en c a s o semejante, s a c a r á la conclusión sobre la falsedad en la formulación de la ley general, comenzará a "rectificarla". Por este sendero la ciencia burguesa emasculó de sentido teórico a la ley r i c a r d i a n a del valor, perdiéndose, como lo señaló Marx, el m i s m í s i m o concepto de valor. Esta pérdida del concepto de valor tuvo lugar, asi: p a r a conciliar la ley del valor con la t a s a m e d i a de g a n a n c i a y otros fenómenos incontrovertibles de la r e a l i d a d económica que la contradecían, MacCulloch alteró el concepto del t r a b a j o como sustancia del valor. He aquí su definición del trabajo: "Puede def inirse con razón como trabajo lo mismo si la ejecuta el h o m b r e q u e si la efectúan los animales inferiores, la ma-

17 Marx, Karl: Teorías sobre la Plusvalía /, pp. 80, ed. cit.

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q u i n a r i a o las fuerzas n a t u r a l e s , toda acción u operación que tienda a alcanzar u n resultado apetecido" 1 8 . Con ayuda de semejante definición del trabajo, MacCulloch se libra de las contradicciones de Ricardo."¡Y h a y q u i e n se atreve a decir que el deplorable Max lleva al e x t r e m o a Ricardo... ¡Quién como él pierde el concepto mismo de trabajo!" 1 9 . Así estima Marx esta digresión. Y tal "pérdida del concepto" es inevitable si se desea edificar u n sistema de determinaciones teóricas en el c u a l no haya contradicciones entre la ley universal y la f o r m a empírica de su propia exteriorización, su manifestación. Marx obra por u n principio diferente. En s u s i s t e m a no se agota y no se liquidan en las d e t e r m i n a c i o n e s teóricas esas contradicciones que horrorizan al metafísico q u e no conoce otra lógica, salvo la formal. Si se toma u n a tesis teórica del p r i m e r tomo de "El Capital" y se la confronta directamente, c a r a a c a r a , con u n a tesis teórica del tercer tomo también de "El Capital", e n t o n c e s parecería que entre estas se h a preservado, igual q u e a n t e s , u n a relación de contradicción lógica. En el primer tomo, por ejemplo, se d e c l a r a q u e la plusvalía es producto exclusivamente de e s a porción del capital que se gasta en salarios y se h a t r a n s f o r m a d o en t r a b a j o vivo del trabajador asalariado, esto es, su p a r t e variable y solo esa. No obstante, u n a tesis del tomo tercero reza: "la propia plusvalía parece provenir, de m a n e r a u n i f o r m e , de todas las porciones del capital total" 20 . De tal forma que la contradicción, y a revelada por la escuela de Ricardo, aquí no solo que no d e s a p a r e c e , sino que por el contrario se m u e s t r a como la contradicción necesaria de la esencia misma del proceso de producción de plusvalía. J u s t a m e n t e por ello los economistas b u r g u e s e s t r a s la publicación del tercer tomo de "El Capital" con solemnidad c o n s t a t a r o n que Marx no pudo resolver las a n t i n o m i a s de la teoría valor por trabajo, que él no cumplió las promesas d a d a s en el p r i m e r tomo, y que todo "El Capital" no era n a d a m á s q u e u n j u e g o de m a n o s dialécticamente especulativo. 18 Marx, Karl: Teorías sobre la Plusvalía III, pp. 162, ed. cit. 19 Marx, Karl: Teorías sobre la Plusvalía III, pp. 164, ed. cit. 20 Marx, El Capital, vol. Ill, pp.192, ed. cit.

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El i n t r í n g u l i s lógico filosófico de estas reconvenciones siguió siendo, como a n t e s , la concepción metafísica, según la cual la ley universal se d e m u e s t r a en los hechos sólo entonces y c u a n do se logra reconciliar directamente sin contradicciones con la forma fenoménica empíricamente general, con lo general en los hechos descubiertos a la contemplación directa. Pero es j u s t a m e n t e eso lo que no existe en a El Capital", y los economistas v u l g a r e s vociferan que las tesis del tomo tercero desmienten las tesis del primero, puestos que estas se hallan en una relación de contradicción m u t u a m e n t e excluyente con las otras. A los ojos de los empiristas, esta situación aparece como evidencia de la falsedad de la ley del valor, evidencia de que esta ley es la " m á s p u r a mistificación" que contradice a realidad y no tiene n a d a en c o m ú n con esta. En este punto, el empirismo vulgar de los economistas burgueses encontró apoyo en los kantianos. Por ejemplo, Conrad Schmidt c o n c o r d a b a formalmente con el análisis de Marx, pero con la reserva de que la ley universal del valor "dentro de los límites del sistema de producción capitalista, la ley del valor es ni m á s ni m e n o s que u n a ficción, aunque constituya una necesidad teórica (la cursivas son n u e s t r a s - E.I.)"21. Esta ley r e s u l t a p a r a los k a n t i a n o s u n a ficción, u n a hipótesis especulativa y artificiosa, u n a vez m á s en razón de que ella no puede j u s t i f i c a r s e por medio de lo inmediatamente general en los fenómenos empíricamente incontrovertibles. Lo c o m ú n en los fenómenos - la ley de la t a s a media de ganancia - es p r e c i s a m e n t e algo diametralmente opuesto a la ley del valor, algo que la contradice de m a n e r a m u t u a m e n t e excluyente. Por ello a los ojos de los k a n t i a n o s esta no es n a d a m á s que u n a hipótesis c o n s t r u i d a artificialmente, u n a ficción teóricamente necesaria, pero en n i n g ú n caso la expresión teórica de la ley objetivamente universal, a la cual se supeditan los fenómenos. Lo concreto, de esa m a n e r a , contradice a lo abstracto en "El Capital" de Marx, y e s t a contradicción no solo que no desaparece p o r q u e e n t r e esto y aquello se establezca toda u n a c a d e n a de eslabones mediadores, sino que demuestra ser u n a contradicción n e c e s a r i a de la propia realidad económica, y no u n a

21 Engels, Suplemento ed. cit.

y Complemento del Libro Tercero de El Capital, pp. 36-37,

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c o n s e c u e n c i a de l a s i n s u f i c i e n c i a s t e ó r i c a s de la concepción ric a r d i a n a de la ley del valor. La n a t u r a l e z a lógica de este f e n ó m e n o p u e d e demostrarse con facilidad y en b a s e del ejemplo m á s sencillo q u e no requiere c o m p e t e n c i a s especiales en el c a m p o de la e c o n o m í a política. E n la elaboración m a t e m á t i c a c u a n t i t a t i v a de determinados f e n ó m e n o s m u y a m e n u d o se obtiene s i s t e m a s de ecuaciones q u e se c o n t r a d i c e n a sí m i s m o s , en los c u a l e s hay m á s iguald a d e s q u e incógnitas, por ejemplo: x +x =2 5 0 x + 5 0 x = 103 Aquí la contradicción lógica s a l t a a la vista. Con todo y eso, este s i s t e m a de e c u a c i o n e s es c o m p l e t a m e n t e real. Su realidad se vuelve obvia b a j o la condición de q u e x oculte aquí a u n kopek 2 2 , y la s u m a de k o p e k s t e n g a l u g a r n o sólo en la cabeza, y no t a n t o en la c a b e z a , c u a n t o e n la c a j a de a h o r r o s p u e s t a a u n 3% a n u a l sobre la s u m a invertida. En e s t a s condiciones c o n c r e t a s - y c o m p l e t a m e n t e reales- la s u m a de k o p e k s se e x p r e s a con precisión en el citado sistema de e c u a c i o n e s "contradictorias". La c o n t r a d i c c i ó n e s aquí expresión directa del h e c h o d e q u e e n la r e a l i d a d s i e m p r e se someten a la s u m a (a la s u s t r a c c i ó n , a la división, a la elevación a u n a potencia y o t r a s c o s a s más), n o " c a n t i d a d e s " p u r a m e n t e especulativas, sino m a g n i t u d e s c u a l i t a t i v a m e n t e d e t e r m i n a d a s y que la adición p u r a m e n t e c u a n t i t a t i v a de e s t a s m a g n i t u d e s d a en cierto p u n t o u n salto c u a l i t a t i v o q u e r e s q u e b r a j a el proceso cuantitativo ideal y va d a r en u n a p a r a d o j a en la expresión teórica. Toda ciencia tropieza con esto a c a d a p a s o . Un ejemplo elemental. Al h a b e r esclarecido q u e al d e c r e c e r la t e m p e r a t u r a de u n g a s en I o s u v o l u m e n se r e d u c e en 1/273; en los límites conocidos el c o m p o r t a m i e n t o del g a s se c o n f o r m a e s t r i c t a m e n t e con esta ley. Sin e m b a r g o , a t e m p e r a t u r a s m u y b a j a s las cifras res u l t a n ser m u y diferentes. La c o n t r a d i c c i ó n e n t r e la ley original y la expresión m a t e m á t i c a de s u acción a t e m p e r a t u r a s muy baj a s d a fe de que en a l g ú n l u g a r a p a r e c e u n n u e v o factor, suscitado por e s a m i s m a b a j a de la t e m p e r a t u r a , el c u a l corrige la proporción, en lo absoluto de u n a "incorrección" d e l a s expresiones n u m é r i c a s q u e se c o n t r a d i c e n l a s u n a s a l a s o t r a s . La ciencia 22 El rublo r u s o se divide en 100 kopeks, e s decir q u e s o n equivalentes a los centavos. [N. del editor)

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hace mucho aprendió a relacionarse correctamente con semejantes contradicciones. Pero la falta de voluntad o la incapacidad de aplicar a q u í conscientemente la dialéctica condujeron a que la m a t e m á t i c a empiece a ser concebida como " u n a ficción teóricamente necesaria", u n i n s t r u m e n t o p u r a m e n t e artificial de la razón. Los positivistas m o d e r n o s r a z o n a n sobre la matemática que a cada p a s o c h o c a con ese mismo género de paradojas, plenamente en la m a n e r a de r a z o n a r de Conrad Schmidt sobre el valor. Ellos j u s t i f i c a n la " m a t e m á t i c a pura" también de modo puramente pragmático, i n s t r u m e n t a l i s t a : solo como u n método inventado artificialmente de la actividad espiritual del sujeto, el cual por a l g u n a r a z ó n (el por qué, no lo sabemos) conduce al resultado deseado. El f u n d a m e n t o de semejante actitud para con la matemática n u e v a m e n t e e s aquella circunstancia real de que la aplicación d i r e c t a de f ó r m u l a s m a t e m á t i c a s universales al proceso de desarrollo real cuantitativo y cualitativo de los fenómenos, a lo que tiene c a r á c t e r concreto real, siempre va a dar inevitablemente en u n a paradoja, en u n a contradicción lógica en la expresión m a t e m á t i c a . Pero a d e m á s en el c a s o en cuestión (como también en la economía política), la contradicción d a d a no es en lo absoluto el resultado de errores que a d m i t e el pensamiento en el proceso de expresión teórica de los fenómenos. E s t a es u n a expresión abierta y d i r e c t a de la dialéctica los propios fenómenos. La "solución" real de s e m e j a n t e s contradicciones sólo puede consistir en un a n á l i s i s ulterior de t o d a s aquellas condiciones y circunstancias c o n c r e t a s e n cuyo seno el fenómeno se realiza, en la puesta en evidencia de aquellos p a r á m e t r o s cualitativos que resquebrajan, en d e t e r m i n a d o p u n t o , las series p u r a m e n t e cuantitativas. En este c a s o la contradicción d e m u e s t r a que no es u n a falsedad de la expresión m a t e m á t i c a , ni s u incorrección, sino algo totalmente distinto: la falsedad de la opinión según la que esa expresión d a d a define al fenómeno de m a n e r a exhaustiva. Las e c u a c i o n e s x + X = 2, 50A: + 50x = 103, expresan de forma totalmente p r e c i s a el aspecto cuantitativo del hecho que las conj e t u r a , y p a r e c e n a b s u r d a s solo h a s t a el momento en que no hemos d e s c u b i e r t o el significado material concreto de la incógnita, y no h e m o s s a c a d o a la luz aquellas condiciones concretas en cuyo interior tiene lugar la s u m a de estas incógnitas.

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Desde luego, se puede concebir t a m b i é n u n caso tal, cuando u n a contradicción en las ecuaciones, s e m e j a n t e a la citada, venga a ser testimonio y forma de manifestación de la imprecisión o los errores permitidos por el sujeto. C o n j e t u r a r que el valor real de equis objetivamente, independientemente del sujeto que lo mide, de la escala de la medición y de la precisión del dispositivo de medición por ejemplo, es igual, por ejemplo, a 1.0286 y que variación cualitativa a l g u n a t e n d r á lugar como resultado de la s u m a de las equis. En este caso la contradicción lógica en la expresión matemática, será totalmente distinta, que en el primer caso, tanto por su procedencia como por s u significado material. En el caso dado esto sencillamente d a r á testimonio del error o la imprecisión admitida en la medición, de la insuficiente precisión del dispositivo de medición, de la r u s t i c i d a d de la escala y otras más. En el caso dado la aparición de la contradicción es culpa del sujeto y sólo del sujeto, que al medir la s u m a de dos equis no pudo c a p t a r y e x p r e s a r la diferencia entre 2 y 2.056, y al medir la s u m a de u n ciento de e s t a s equis, obtuvo u n resultado en el cual esta diferencia y a se h a exteriorizado claramente. Aquí la contradicción lógica, n a t u r a l m e n t e , se resuelve de modo totalmente distinto que en el p r i m e r caso. Sin embargo, es imposible d e t e r m i n a r precisamente con que caso nos h e m o s encontrado y por q u é vía se debe resolver la contradicción, g u i á n d o n o s ú n i c a m e n t e en la e s t r u c t u r a matemático formal de la ecuación. En a m b o s c a s o s es m e n e s t e r u n análisis concreto complementario de e s a realidad en cuya expresión se halló u n a contradicción. Lo que diferencia a la dialéctica y a la m e t a f í s i c a en este punto no consiste en modo a l g u n o en que la metafísica declara de inmediato que toda contradicción en las determinaciones del objeto es u n mal intolerable, m i e n t r a s la dialéctica declara a toda contradicción u n bien y u n a verdad. Esto es correcto en relación a la lógica metafísica. Pero la dialéctica no consiste en lo absoluto en sostener todo lo contrario. Eso no sería dialéctica, sino la misma metafísica con signo negativo, esto es, sofística 2 3 . La dialéctica en forma a l g u n a niega que en el conocimiento se pueden dejar ver y m u y a m e n u d o se d e j a n ver contradicciones 2 3 Sofística: empleo consciente, en la polémica o en las demostraciones, de argumentos falsos, los denominados sofismas, es decir, a r g u c i a s de toda clase veladas por u n a corrección formal e x t e r n a . Los procedimientos típicos de la sofistica son: s e p a r a r los acontecimientos de s u s conexiones, aplicar las leyes

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puramente s u b j e t i v a s de las que este debe librarse t a n pronto sea posible. Sin e m b a r g o , es imposible decidir en base a la forma e x t e r n a (matemático-formal o sintáctico-verbal) de la ecuación o juicio con q u e contradicción estamos lidiando precisamente en c a d a c a s o singular. Si la lógica metafísica en cualquier c a s o c o n s i d e r a a las contradicciones en las determinaciones como u n m a l p u r a m e n t e subjetivo, como el resultado de errores e imprecisiones q u e con antelación se permitió el pensamiento, e s t a s se vuelven u n obstáculo insuperable. Si por esta vía se h a p r e s e n t a d o u n a contradicción, la lógica metafísica prohibe el desarrollo ulterior del pensamiento, recomendando ir hacia a t r á s y s e a como sea descubrir en el raciocinio precedente el error q u e c o n d u j o a la contradicción. Mientras la contradicción no se evidencia como resultado del error del sujeto, el pensamiento no tiene derecho de ir m á s allá. La dialéctica en f o r m a a l g u n a niega la conocida utilidad de verificar y re-verificar el c u r s o precedente del razonamiento, ni niega que en c a s o s consabidos esta verificación demostrará que hemos c h o c a d o con la contradicción como resultado del error y la imprecisión. Lo que la dialéctica r e c h a z a es algo totalmente distinto, a saber, esa opinión de q u e es posible elaborar u n a fórmula tal que permita reconocer de inmediato las contradicciones "lógicas" (esto es, subjetivas, que r e s u l t a n de expresiones imprecisas o negligentes) p a s a n d o por alto todo el análisis del conocimiento de su contenido real y objetivo. Es j u s t a m e n t e esta pretensión la que yace en el f u n d a m e n t o de las dos formulaciones clásicas de "prohibición de contradicciones": tanto la aristotélica como la leibzniano-kantiana. S e g ú n la primera, es sujeto de prohibición toda declaración en la c u a l se exprese la contradicción del objeto consigo mismo, "en u n o y el mismo tiempo, y en u n a y la misma relación". De acuerdo a la segunda: toda declaración (o juicio) q u e a t r i b u y a a u n concepto u n predicado (indicio) que lo contradice. Bajo la prohibición e x p r e s a d a en su redacción aristotélica cae, como se esclareció hace mucho, el juicio que expresa la afamada p a r a d o j a de Zenón relativa a la flecha en vuelo. Precisamente por ello todos los lógicos que se a f a n a n en atribuir carácter abde u n g r u p o de fenómenos a los fenómenos de otro grupo. Tanto en la ciencia como en la política, la sofistica desempeña un papel reaccionario. (N. del editor)

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soluto a la prohibición en su f o r m a aristotélica, por dos mil años h a n intentado obstinada e i n f r u c t u o s a m e n t e retratar a esta paradoja como el resultado de i n c o r r e c c i o n e s en la expresión de los hechos. Se arriesgan a e s f o r z a r s e en v a n o por otros dos mil años, pues Zenón expresó en la ú n i c a f o r m a posible (y por lo tanto, la ú n i c a "correcta"), u n c a s o de contradicción dialéctica en extremo típico contenido en todo h e c h o de transición, movimiento, cambio y transformación. Por el otro lado, la fórmula Leibniz-Kant prohibiría incondicionalmente, por ejemplo, u n juicio así: lo ideal es lo material t r a n s p u e s t o y traducido en la c a b e z a del hombre. Este juicio expresa a d e m á s la transforma ción de los c o n t r a r i o s el uno en el otro. Define n a t u r a l m e n t e , por lo t a n t o , al s u j e t o a través de un predicado que no puede ser d i r e c t a m e n t e unificado con este. Lo ideal como tal no es d i r e c t a m e n t e lo m a t e r i a l , es lo no material, y viceversa. Cualquier declaración que e x p r e s e el m o m e n t o en sí, el acto en sí de la transición (y no s o l a m e n t e el resultado de esta transición), inevitablemente c o n t e n d r á en sí u n a contradicción implícita o explícita: u n a contradicción a d e m á s "en u n o y el mismo tiempo" (y j u s t a m e n t e en el tiempo de la transición, en el momento de la transición), y "en u n a y la m i s m a relación" (precisamente en la relación m i s m a de t r a n s f o r m a c i ó n de los contrarios el u n o en el otro). Es j u s t a m e n t e por esto que t o d a t e n t a t i v a de formular la prohibición de contradicciones con el a s p e c t o de u n a regla formal absolutamente incuestionable (esto es, sin relación al contenido concreto de la declaración) e s t á c o n d e n a d a de a n t e m a n o al fracaso. Tal regla ora prohibe t a m b i é n al u n í s o n o con las declaraciones "lógicas contradictorias" a t o d a s las declaraciones que expresan la contradicción del c a m b i o real, la transformación real de los contrarios, ora resuelve al u n í s o n o t a n t o las segundas como las primeras. Esto es c o m p l e t a m e n t e inevitable, pues por la forma de expresión en el lenguaje, en la declaración, no es posible en general diferenciar a l a s u n a s de las otras. La realidad de los objetos contiene d e n t r o de sí, a c a d a trique, contradicciones internas "en u n o y el m i s m o tiempo, y en u n a y la misma relación"; y a la declaración q u e se corresponde con tal situación de las cosas la lógica dialéctica la e s t i m a como completamente correcta, pese a t o d a s los lamentos de los metafísicos.

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De ese modo, si h a surgido por necesidad u n a contradicción en las d e t e r m i n a c i o n e s de la cosa como resultado del movimiento del p e n s a m i e n t o s e g ú n la lógica de los hechos que caracterizan al movimiento, c a m b i o y desarrollo de la cosa, la transformación de s u s distintos m o m e n t o s los unos en los otros; entonces esto no es u n a contradicción "lógica", aunque posea todos los indicios f o r m a l e s de aquella, sino u n a expresión completamente correcta de la contradicción dialéctica objetiva. En este c a s o la contradicción no resulta ser u n a barrera intransitable en la vía del movimiento del pensamiento que investiga, sino a la inversa, u n trampolín que permite dar u n salto decisivo h a c i a a d e l a n t e en la investigación concreta, en el proceso de t r a n s f o r m a c i ó n ulterior de los datos empíricos en conceptos. Pero este salto, característico p a r a el desarrollo dialéctico en conceptos, solo viene a ser posible ya que siempre aparece ante el p e n s a m i e n t o con el a s p e c t o de contradicción u n problema real, c u y a resolución se lleva a efecto a través del análisis concreto ulterior de los h e c h o s concretos, por medio del descubrimiento de aquellos eslabones mediadores reales, merced a los cuales y por i n t e r m e d i o de los cuales se resuelve la contradicción en la realidad. Así se h a n resuelto siempre los problemas realmente serios en la ciencia. Por ejemplo, la filosofía del materialismo dialéctico, por primera vez p u d o p l a n t e a r y resolver el problema de la consciencia j u s t a m e n t e p o r q u e lo a b o r d ó con la concepción dialéctica de la contradicción. El viejo materialismo metafísico se tropezó en u n punto dado con u n a contradicción evidente. Por u n lado, la tesis de c u a l q u i e r m a t e r i a l i s m o reza que la materia (la realidad objetiva) es lo p r i m a r i o , y la consciencia es u n reflejo de esta realidad, esto es, lo s e c u n d a r i o . Pero si se toma abstractamente el hecho s i n g u l a r de la actividad del ser h u m a n o orientada hacia u n objetivo, e n t o n c e s la relación entre la consciencia y los objetos adquiere p r e c i s a m e n t e el aspecto contrario. Los arquitectos empiezan a c o n s t r u i r la c a s a en la consciencia, y luego ponen a la realidad objetiva (con la a y u d a de las manos de los trabajadores) en c o n c o r d a n c i a con el plan ideal que h a n elaborado. Si se e x p r e s a r á e s t a situación de las cosas en categorías filosóficas, ella se h a l l a r í a , aparentemente, en contradicción con la tesis general del materialismo, en "contradicción lógica" con esta. Aquí lo p r i m a r i o es la consciencia, el plan ideal de actividad, y

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la encarnación en objetos sensibles de este plan surge como algo secundario, derivado. Los materialistas de la época p r e - m a r x i s t a en filosofía, como sabemos, no pudieron vencer esta contradicción. Cuando el meollo del a s u n t o se refería a la consciencia teórica, ellos defendieron con éxito el p u n t o de vista del reflejo, la tesis de que el ser es lo primario y la consciencia lo s e c u n d a r i o . Sin embargo, t a n pronto como el debate e m p e z a b a a agitarse respecto a la activa actividad orientada h a c i a objetivos del ser h u m a n o , el materialismo metafísico no p u d o ni dio pie con bola. No es fortuito que todos los m a t e r i a l i s t a s previos a Marx f u e r a n los m á s puros idealistas en la concepción de la historia de la sociedad. Aquí ellos adoptaron el principio primicial de explicación diametralmente opuesto, que no tenía vínculo a l g u n o con el principio del reflejo. En las teorías de los i l u m i n i s t a s f r a n c e s e s colindaban a r m o n i o s a m e n t e dos principios irreconciliables y antinómicos de explicación del conocimiento y actividad h u m a n a . Marx y Engels d e m o s t r a r o n q u e el materialismo metafísico desembocaba u n a y o t r a vez en e s t a contradicción, porque no vio el eslabón mediador real e n t r e la realidad objetiva y la consciencia: no comprendieron el rol de la práctica. Al hallar este eslabón mediador entre la cosa y la consciencia, el materialismo dialéctico a d e m á s resolvió el problema concretamente, explicando la actividad m i s m a del s u j e t o a p a r t i r de u n solo principio universal, que t a m b i é n hizo pleno el principio del materialismo en la concepción de la historia. La contradicción fue de ese modo s u p e r a d a , resuelta c o n c r e t a m e n t e y explicada en la necesidad de su aparición. El materialismo metafísico eliminó esta contradicción por medio de la unificación a b s t r a c t a de las definiciones de la consciencia con las definiciones de la materia. Pero esta "solución" dejó intacto al problema real. Los hechos que no fueron llevados directa y a b s t r a c t a m e n t e bajo la tesis de lo prim a r i o de la materia (hechos de la activa actividad consciente24 del ser h u m a n o ) , claro está, no f u e r o n eliminados de la realidad. Estos ú n i c a m e n t e fueron eliminados de la consciencia del materialista. E n conclusión, el materialismo no pudo vencer definitivamente al idealismo inclusive al interior de s u teoría.

24 En el original: " c f j a K T b i c o 3 H a T e A b i i o f i a K T H B H o ñ A e s i T e A b i i o c T H (fakty soznatelnoi aktivnoi deyatelnosti cheloveka). (N. del trad.)

HeAOBCKa"

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Por esto el materialismo metafísico tampoco eliminó ese terreno real sobre el c u a l , u n a y otra vez, surgieron las concepciones idealistas relativas a la relación m u t u a de materia y espíritu. Solo el materialismo dialéctico de Marx, Engels y Lenin p u d o resolver esta contradicción, preservando la tesis primicial de todo materialismo, pero al conducir concretamente esta tesis en la comprensión del proceso de nacimiento de la consciencia a partir de la activa actividad sensible y práctica que c a m b i a las cosas. De ese modo, la contradicción no desapareció, ni se la explicó como algo falso e imaginario, sino como manifestación de la expresión n e c e s a r i a del h e c h o real en s u surgimiento. De ese modo el idealismo f u e s a c a d o de s u refugio m á s sólido: la especulación acerca de los h e c h o s q u e se refieren a la actividad del sujeto en la práctica y en el conocimiento. Tal es en general, el método de resolución de las contradicciones teóricas en la dialéctica. E s t a s no son rechazadas, ni eliminadas sino q u e son r e s u e l t a s concretamente al interior de una nueva y m á s p r o f u n d a concepción de estos hechos, en el estudio de t o d a la c a d e n a de eslabones mediadores que encierran las tesis a b s t r a c t a s m u t u a m e n t e excluyentes. El metafísico siempre t r a t a de escoger u n a entre dos tesis abstractas, las q u e se q u e d a n igual de abstractas: este es el significado de la f ó r m u l a "por u n a y otra parte". La dialéctica impone p e n s a r s e g ú n fórmula "lo u n o y lo otro", sin en lo a b s o l u t o orientar al p e n s a m i e n t o a la reconciliación ecléctica de dos tesis m u t u a m e n t e excluyentes, como a menudo lo pintan, en el a r d o r de la polémica, los metafísicos. Ella orienta hacia u n a investigación m á s concreta de los hechos, en cuya expresión se m a n i f i e s t a la contradicción. La dialéctica va tras la resolución de la contradicción, en esta investigación concreta de los hechos, e n el estudio de toda la c a d e n a de eslabones mediadores e n t r e las contradicciones reales de u n o s con otros aspectos de la realidad. Además, c a d a u n a de las tesis, anteriormente abstractas, se m e t a m o r f o s e a en u n momento de la comprensión concreta de los h e c h o s y es explicado como u n a expresión unilateral del c a r á c t e r concreto r e a l m e n t e contradictorio del objeto; y además, de lo concreto en s u desarrollo. En el desarrollo, siempre y en tod a s p a r t e s , se d e t e r m i n a el p u n t o de aparición de u n a nueva realidad, la c u a l si bien también se desarrolla sobre la base de las

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formas que le precedieron, niega, sin embargo, a e s t a s formas precedentes al poseer características que contradicen las características de la realidad menos desarrollada. LA CONTRADICCIÓN COMO PRINCIPIO D E DESARROLLO D E LA TEORÍA

Analicemos a ú n m á s la diferencia de principio entre la extracción (deducción) de categorías en "El Capital" y la deducción lógico formal, esto es, la esencia concreta del método de ascenso de lo abstracto a lo concreto. Hemos establecido que el concepto de valor en Ricardo, esto es, la categoría universal del sistema de ciencia, es u n a abstracción que no solo es incompleta, sino que también es formal, en virtud de lo cual también es incorrecta. Al comprender al valor como u n concepto que expresa lo a b s t r a c t a m e n t e general que poseen cada u n a de las categorías desarrolladas, c a d a u n o de los fenómenos concretos que este a b a r c a , Ricardo no estudió al valor de modo especial, en la m á s r i g u r o s a abstracción de todas las otras categorías. De esa m a n e r a , aquí - e n las determinaciones teóricas de la categoría primicial universal y en los modos de su determinación- ya se contienen, igual que en u n embrión, todas las diferencias entre la deducción de categorías en la metafísica de Ricardo y el método de ascenso de lo abstracto a lo concreto en el dialéctico Marx. Marx modela las determinaciones teóricas del valor de forma plenamente consciente al a n a l i z a r detallada y concretamente el intercambio simple de mercancías, dejando de lado, como si no tuviesen relación con la cuestión, a toda la riqueza restante de categorías que se desarrollaron sobre la b a s e de este fenómeno y que expresan este fenómeno. Esto es, por u n lado, u n a abstracción realmente completa, y por el otro, verdaderamente rica en contenido, y no u n a abstracción formal ("genérica"). Sólo esta concepción que presupone u n enfoque histórico concreto de las cosas, hace posible el análisis especial de la forma valor, la investigación especial del contenido concreto de la categoría universal: el análisis del valor no como u n concepto, sino como u n a realidad concreta d a d a de forma sensible, como la cualidad económica concreta m á s elemental.

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El valor n o e s a n a l i z a d o como la abstracción intelectual de lo general, s i n o c o m o u n a realidad económica plenamente específica, que tiene l u g a r f á c t i c a m e n t e ante nuestros ojos y es por lo tanto s u s c e p t i b l e de ser investigada de modo especial como u n a realidad q u e p o s e e s u propio contenido histórico concreto, cuyo descubrimiento teórico converge además con la elaboración de las d e t e r m i n a c i o n e s del concepto del valor. Marx d e m o s t r ó q u e el contenido real de la forma valor no es la simple i d e n t i d a d a b s t r a c t a m e n t e cuantitativa de las porciones del trabajo, c o m o p e n s a b a Ricardo, sino la identidad de los contrarios d i a l é c t i c a m e n t e contradictoria de formas relativas y equivalentes de expresión del valor de las mercancías que entran en relación de intercambio. El punto en el cual la dialéctica de M a r x se c o n t r a p o n e al método metafísico de pensamiento de Ricardo e s t á j u s t a m e n t e en el descubrimiento de la contradicción interna de la f o r m a m e r c a n t i l simple. En otras palabras, el contenido de la categoría universal, el concepto concreto de valor se forja e n M a r x no en b a s e del principio de identidad abstracta, sino sobre la b a s e del principio dialéctico de la identidad de polos q u e se p r e s u p o n e n m u t u a m e n t e , de determinaciones que se excluyen m u t u a m e n t e . Esto significa q u e el contenido de la categoría valor sale a descubierto a t r a v é s de la revelación de las contradicciones internas de la f o r m a valor simple que se verifican con la forma de intercambio de m e r c a n c í a por mercancía. En la pintura de Marx la m e r c a n c í a a p a r e c e como u n a realidad contradictoria viviente designada p o r ese término; como u n antagonismo viviente irresuelto al interior de e s a realidad. La mercancía contiene contradicciones en s u seno, en s u s determinaciones económicas inmanentes. Notemos q u e , como Marx lo demostró, cada u n a de las dos mercancías, q u e se e n c u e n t r a n en el acto del intercambio, están dotadas de u n desdoblamiento interno en momentos que al mismo tiempo se excluyen y se presuponen mutuamente. C a d a u n a de ellas incluye en sí la forma económica del valor como d e t e r m i n a c i ó n económica inmanente propia. En el intercambio - e n el a c t o de sustitución de u n a mercancía por otra sólo se manifiestan, sólo se expresan, pero bajo ninguna circunstancia se crean las determinaciones económicas internas de cada u n a d e l a s m e r c a n c í a s .

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Este es el p u n t o central de c u y a comprensión depende no solo el problema del valor, sino también el problema lógico del concepto concreto como u n i d a d de d e t e r m i n a c i o n e s que se excluyen y p r e s u p o n e n s i m u l t á n e a y m u t u a m e n t e . En el fenómeno del intercambio real se d a el siguiente cuadro: u n a m e r c a n c í a es s u s t i t u i d a por o t r a en m a n o s del custodio de la mercancía, y la sustitución es recíproca. La sustitución solo puede llevarse a cabo en caso de q u e a m b a s mercancías que se sustituyen recíprocamente se e q u i p a r e n las u n a s con las otras como valores. Por ello surge la p r e g u n t a : ¿Qué es el valor? ¿Qué es esa realidad económica, c u y a n a t u r a l e z a se revela en el intercambio? ¿Cómo se la e x p r e s a en el concepto? El intercambio que se lleva a cabo f á c t i c a m e n t e evidencia que cada u n a de las m e r c a n c í a s es en sí, en relación a s u custodio, sólo u n valor de cambio y j a m á s de uso. En las m a n o s del otro custodio c a d a u n o de los p a r t i c i p a n t e s en el intercambio sólo ve, por el contrario, u n valor de uso, esto es, u n a cosa que puede satisfacer s u s necesidades. Por ello se e s f u e r z a n por poseerla. Y esta relación es a b s o l u t a m e n t e idéntica en a m b o s lados. Desde el p u n t o de vista de u n o de los custodios de las mercancías, c a d a u n a de las m e r c a n c í a s a p a r e c e en formas distintas, a saber, d i a m e t r a l m e n t e o p u e s t a s : la m e r c a n c í a que le pertenece (el lienzo) sólo es u n valor de cambio y en n i n g ú n caso de uso; si fuese diferente, no la e n a j e n a r í a , esto es, intercambiaría. La otra mercancía (la chaqueta) p a r a él, en relación a él, es lo contrario, sólo u n valor de uso, sólo el equivalente de su propia mercancía. El sentido del intercambio real consiste en la sustitución recíproca entre valores de cambio y de uso, forma relativa y equivalente. Esta sustitución recíproca, u n a m e t a m o r f o s i s polar mutua de formas económicas contradictorias del producto del trabajo que se excluyen las u n a s a las otras, es la verdadera metamorfosis fáctica que tiene lugar f u e r a de la c a b e z a del teórico y completamente independiente de él. El valor se realiza y cristaliza en los h e c h o s dentro de esta metamorfosis m u t u a de contrarios. El intercambio se presenta como la ú n i c a forma posible en la c u a l se manifiesta, se expresa en los fenómenos, la n a t u r a l e z a valorizada de cada una de las mercancías.

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Es Tácticamente evidente que esta naturaleza enigmática solo se puede manifestar, exteriorizar a través de la metamorfosis m u t u a s de los valores contrarios de cambio y de uso, por medio de la s u s t i t u c i ó n m u t u a de la forma relativa y equivalente. En otras p a l a b r a s , solo por la s e n d a de que u n a mercancía (el lienzo) a p a r e z c a c o m o valor de cambio, y la otra (la chaqueta), como valor de uso; u n a a d o p t a la f o r m a relativa de expresión del valor, y la o t r a lo c o n t r a r i o , la equivalente. Ambas formas no pueden combinarse e n u n a m e r c a n c í a , si fuese diferente desaparecía toda n e c e s i d a d del intercambio. Sólo se enajena vía intercambio eso que no es e n sí u n valor de u s o directo, sino que solo es de cambio. Esta s i t u a c i ó n fáctica de las cosas, es fijada teóricamente por Marx: " u n a m e r c a n c í a no p u e d e adoptar a la vez dos formas en la m i s m a expresión del valor. Ambas se excluyen de manera polar" 25 . El metafísico, i n d u d a b l e m e n t e , se regocija al leer esta tesis: ¡Dos d e t e r m i n a c i o n e s q u e se excluyen m u t u a m e n t e no se pueden en realidad c o m b i n a r en u n a sola mercancía! ¡La mercancía sólo se p u e d e h a l l a r en u n a de las formas económicas mutuamente excluyentes y de n i n g ú n modo en a m b a s al mismo tiempo! ¿Significa q u e el dialéctico Marx rechazó la posibilidad de la combinación de d e t e r m i n a c i o n e s polares en u n concepto? A primera vista, en v e r d a d q u e p a r e c e así. Empero, u n a n á l i s i s m á s detenido del movimiento del pensamiento de M a r x d e m u e s t r a q u e la cosa no es así de simple. La cuestión e s q u e el f r a g m e n t o citado corona el análisis de la forma empírica en q u e se m a n i f i e s t a el valor y conduce únicamente al problema del valor como contenido inmanente de cada u n a de las m e r c a n c í a s . E l a b o r a r el concepto que expresa esto último, aún e s t á por delante. El p e n s a m i e n t o fija h a s t a el momento sólo la forma e m p í r i c a en q u e se manifiesta el valor, y no el contenido interno de e s t a categoría. C o n s t a t a el hecho de que cada u n a de las m e r c a n c í a s p u e d e a d o p t a r en esta manifestación del valor, solo u n a de s u s f o r m a s polares y no ambas al mismo tiempo. Pero e s a f o r m a que adopta c a d a u n a de las mercancías que se encuentra, no es en efecto el valor, sino sólo la exteriorización 25 Marx, Karl: El Capital /, pp. 67, ed. cit.

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abstractamente unilateral de este último. El valor por sí mismo, es u n concepto sobre el cual solo se puede decir q u e es algo más, que no coincide con n i n g u n a de las dos f o r m a s polares tomadas por separado, ni con su combinación m e c á n i c a . El estudio m á s detenido del intercambio d e m u e s t r a que lo arriba señalado, la "imposibilidad" de la coincidencia en u n a sola mercancía de las dos características económicas polares que se excluyen m u t u a m e n t e , no es otra cosa m á s q u e la forma necesaria de exteriorización del valor en la superficie fenoménica. "Por tanto, la antítesis i n t e r n a de valor de u s o y valor que se alberga en la mercancía toma c u e r p o en u n a antitesis externa, es decir, en la relación entre dos m e r c a n c í a s , de las cuales una, aquella cuyo valor t r a t a de expresarse, sólo interesa directamente como valor de uso, m i e n t r a s que la otra, aquella en que se expresa el valor, interesa solo como valor de cambio. La forma simple del valor de u n a m e r c a n c í a es, por tanto, la forma simple en que se manifiesta la antítesis de valor de u s o y de valor encerrada en ella" 26 . Como sea que la cuestión y a empieza a moverse no con respecto a la forma e x t e r n a de manifestación del valor, sino con el valor mismo como realidad económica objetiva que se oculta en cada u n a de las m e r c a n c í a s que se e n c u e n t r a n en el intercambio, y que constituye la n a t u r a l e z a oculta e i n t e r n a de cada u n a de ellas, ya el a s u n t o no se p u e d e ver de modo distinto. El principio que prohibe la coincidencia directa de formas de existencia que se excluyen m u t u a m e n t e en u n a y la m i s m a cosa y en u n o y el mismo tiempo (y en consecuencia, también en la expresión teórica de esta cosa), al parecer se observa allí, donde la cuestión t r a t a sobre la forma empírica e x t e r n a de manifestación de la realidad investigada, - e n este caso, el valorpero se lo rechaza frontalmente allí, donde la cuestión t r a t a sobre el contenido interno de esta realidad, en las determinaciones teóricas del valor como tal. La naturaleza interna del valor se expresa teóricamente solo en el concepto del valor. Y el rasgo distintivo del concepto marxiano del valor es que este surge precisamente como lo que sale a la luz mediante de la identidad de determinaciones teóricas que se excluyen m u t u a m e n t e . 26 Marx, Karl: El Capital I, 2" ed., Fondo de C u l t u r a Económica, México D.F., 1986, pp. 27-8, traducción de Wenceslao Roces.

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En el concepto de valor se expresa no la relación externa de u n a m e r c a n c í a con otra mercancía (aquí la contradicción intern a n o s u r g e d i r e c t a m e n t e , sino de la disociación en contradicciones "de relaciones diferentes": "en u n a relación" - c o n s u propio c u s t o d i o - la m e r c a n c í a a c t ú a solo como valor de cambio, y en "otra relación" sólo como valor de uso, aunque objetivamente n o existen a q u í dos relaciones, sino una), sino la relación interna de la f o r m a valor. En otras palabras, la mercancía ya es considerada a q u í no en la relación con otra mercancía, sino en la relación "consigo misma", reflejada a través de la relación con la otra mercancía. En este p u n t o consiste el secreto de la dialéctica marxiana, y sin u n a c l a r a comprensión de este punto, este núcleo decisivo de la lógica de "El Capital", no es posible entender ningún concepto ni de "El Capital", ni de s u lógica. En la relación de u n a mercancía con otra sólo se manifiesta, sólo se e x p r e s a ("refleja") la esencia interna de cada u n a de las mercancías: el valor. Y este valor - u n a realidad económica objetiva - no se crea ni nace en el intercambio, sino que sólo se manifiesta al h a b e r s e reflejado unilateralmente en la otra mercancía, tal si f u e r e u n espejo, el cual es capaz de reflejar únicamente aquel lado que d a hacia él. Tal y como u n espejo ahí presente refleja solo el rostro de la persona, a u n q u e ésta también posee n u c a . Al ser "reflejado desde afuera" el valor surge además en forma de u n a contraposición externa y no coincidente en u n a mercancía: de valores de u s o y de cambio, las formas de expresión relativas y equivalentes. No obstante, c a d a u n a de las mercancías, puesto que es u n valor en sí, es u n a unidad directa de formas que se excluyen y al mismo tiempo se presuponen de forma mutua. En el fenómeno (en el acto del intercambio) y en su expresión teórica, esta n a turaleza económico concreta dual, siempre y en todo lugar, s a l e al ruedo como si estuviese disgregada en dos de sus m o m e n t o s abstractos que se contraponen el uno al otro, cada u n o de los cuales excluye recíprocamente al otro y al mismo tiempo lo supone con el carácter de condición necesaria de su existencia; condición que no está en sí sino fuera de sí. En el concepto del valor estos contrarios que se c o n t r a p o n e n abstractamente en el fenómeno se unifican u n a vez m á s , p e r o no se unifican mecánicamente, sino que se unifican p r e c i s a -

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mente tal y como lo hacen en la propia realidad económica de la mercancía: con el aspecto de formas económicas de existencia vivientes de cada una de las mercancías que se excluyen y al mismo tiempo se suponen m u t u a m e n t e , cuyo contenido inmanente es el valor. En otras palabras, en el concepto del valor se fija el "desasosiego interno" de la forma mercancía, el estímulo interno de s u movimiento, de su autodesarrollo: el contenido económico inherente a la mercancía, previo a cualquier intercambio, fuera de toda relación con otra mercancía. Partiendo del concepto de valor revelado como la coincidencia viva y dialécticamente contradictoria de los opuestos al interior de c a d a mercancía singular, Marx confiada y claramente pone al descubierto la evolución posterior de la f o r m a mercancía simple en la dineraria; el proceso de e n g e n d r a m i e n t o del dinero en el movimiento del mercado de m e r c a n c í a s simple. ¿En qué está el meollo aquí, en qué ve Marx la necesidad de la transición desde el intercambio simple, directo y sin dinero de mercancía por mercancía, al intercambio mediado por dinero? La necesidad de esta transición se d e d u c e f r a n c a y directamente de la imposibilidad de resolver la contradicción de la form a valor simple, en t a n t o no vaya m á s allá de los límites de esta forma simple. La cuestión es que c a d a u n a de las m e r c a n c í a s que entran en relación de cambio entre sí, es u n a a n t i n o m i a viviente. La mercancía A se puede e n c o n t r a r sólo en u n a forma del valor y no se puede encontrar al mismo tiempo en a m b a s . Pero si el intercambio se efectúa en la realidad, esto significa entonces que cada u n a de las dos m e r c a n c í a s e s t i m a recíprocamente en la otra esa m i s m a forma en la cual no puede h a l l a r s e puesto que ya está en la opuesta. En efecto, el otro custodio de m e r c a n c í a s lleva su mercancía al mercado no p a r a que alguien m i d a en esta el valor de su mercancía. Él por s u c u e n t a debe y quiere medir en otra mercancía el valor de la propia, esto es, e s t i m a r a la mercancía que se le contrapone como u n equivalente. Pero aquello no puede ser u n equivalente puesto que ya se e n c u e n t r a en u n a forma relativa. Tal relación es absolutamente idéntica desde a m b o s lados. El custodio del lienzo considera a la mercancía - la c h a q u e t a - solo como u n equivalente, y a s u propia m e r c a n c í a sólo como una forma relativa. Pero el custodio de la c h a q u e t a piensa justa-

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mente todo lo contrario: p a r a él, el lienzo es el equivalente, y la c h a q u e t a solo u n valor de cambio, solo u n a forma relativa. Y si el intercambio, con todo, se efectúa, eso significa (si expresamos el hecho del intercambio teóricamente) que ambas mercancías miden su valor recíprocamente en tanto son material m u t u a mente útil, en el c u a l se mide el valor. En otras palabras, tanto la c h a q u e t a como el lienzo se estiman mutuamente el u n o al otro en e s a m i s m a forma de expresión del valor, en la cual no pueden h a l l a r s e debido precisamente a que ya están en la otra. El lienzo mide s u valor en la chaqueta (esto es, hace de ella u n equivalente), y la c h a q u e t a mide su valor en el lienzo (esto es, hace de ella u n equivalente). Pero debido a que tanto el lienzo como la c h a q u e t a ya se h a l l a n en u n a forma relativa del valor, a m b a s m i d e n su valor en la otra y, en consecuencia, no pueden adoptar la f o r m a equivalente en sí. Aunque si el intercambio tuvo l u g a r en realidad, entonces eso significa que ambas mercancías midieron recíprocamente su valor la u n a en la otra, se reconocieron m u t u a m e n t e como valores equivalentes la u n a a la otra, a p e s a r de que a m b a s y a e s t a b a n previamente en la forma relativa, lo c u a l excluye la posibilidad de encontrarse en lo opuesto, en el equivalente. De tal m a n e r a , el intercambio real es a d e m á s la coincidencia real, fáctica, que tiene lugar, de las dos formas p o l a r e s y excluyentes de expresión del valor en cada u n a de las m e r c a n c í a s . Pero esto no puede ser, dice el metafísico ¿cómo es esto de que Marx sale a h o r a a contradecirse? ¿Entonces dice que la mercancía no p u e d e h a l l a r s e en a m b a s formas polares del valor, y luego dice q u e en el intercambio real ellas son constreñidas a hallarse de golpe en a m b a s ? Esto no sólo puede ser, sino que realmente tiene lugar, responde Marx. Esto es, a d e m á s , la expresión teórica del hecho de que el intercambio directo de mercancías no puede servir como la forma de intercambio social de materia en la que ésta se p u e d a efectuar fluidamente, sin fricciones, sin obstáculos, sin conflictos y contradicciones. Esto no es otra cosa m á s que la expresión teórica de la imposibilidad real en la cual se obstina el propio movimiento del mercado de mercancías: la imposibilidad de gar a n t i z a r u n a fijación precisa de las proporciones en las cuales se gasta el t r a b a j o socialmente necesario en las distintas r a m a s de la división social del trabajo, vinculadas entre sí únicamente por

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el mercado de mercancías, esto es, la expresión precisa del valor. El intercambio directo de mercancía por m e r c a n c í a resulta incapaz de expresar la medida socialmente n e c e s a r i a del gasto de trabajo en las distintas esferas de la producción social (el valor). Por ello, la antinomia del valor en los límites de la forma mercantil simple queda irresuelta e irresoluble. Aquí la mercancía tanto debe como no puede h a l l a r s e en a m b a s f o r m a s económicas recíprocamente excluyentes. De otra m a n e r a , el intercambio según el valor sería imposible. Pero e s t a no puede hallarse jamás de forma simultánea en a m b a s formas. La a n t i n o m i a sin salida no es resoluble en los límites de la forma valor simple. Y con todo eso, el genio dialéctico de Marx se mostró precisamente en que lo comprendió y expresó como tal. Pero, en la medida en que el intercambio s e g ú n el valor debe, no obstante, efectuarse de a l g ú n modo, es la medida en que la antinomia del valor debe, de u n a forma u otra, e n c o n t r a r su resolución real y relativa. Esta solución la e n c u e n t r a el movimiento del mercado simple de mercancías por su cuenta, al e n g e n d r a r al dinero, la forma dineraria de expresión del valor. El dinero en el análisis de Marx se presenta como esa forma n a t u r a l en la que el movimiento del mercado, por su cuenta, e n c u e n t r a el medio de solucionar la contradicción de la forma valor simple, del intercambio directo de u n a mercancía por otra m e r c a n c í a . En este punto aparece muy d i á f a n a m e n t e la diferencia de principio entre el método materialista dialéctico de resolución de contradicciones, y todos aquellos métodos que conoce el pensamiento metafísico. ¿Cómo obra el metafísico en c a s o de que en la expresión teórica de d e t e r m i n a d a realidad se h a y a n manifestado contradicciones en las determinaciones? Él siempre procurará resolverlo por la vía de "precisar los conceptos", de limitar más rigurosamente los términos y otros m á s , siempre p r o c u r a r á interpretarla no como u n a contradicción i n t e r n a , sino como u n a externa, como u n a contradicción entre d i s t i n t a s relaciones, cosa con la que el metafísico hace las paces magníficamente. En otras palabras, por la vía de alterar la expresión de esa mismísima realidad en la cual se exteriorizó la contradicción. Marx, en caso semejante, obra de modo totalmente diferente. Él p a r t e de que en los límites de la forma valor simple la antino-

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mia fijada en las determinaciones, no está objetivamente resuelta y no p u e d e ser resuelta. Por ello no hay que buscar su solución en u n nuevo estudio de esa misma forma valor simple. En los límites del intercambio directo de mercancía por mercancía, esta a n t i n o m i a es irresoluble tanto objetiva (esto es, en el movimiento del propio mercado de mercancías) como subjetivamente (esto es, en la teoría). Por lo tanto, su solución no debe b u s cars e por la vía de la reflexión ulterior a propósito de esa misma forma valor simple, sino por la s e n d a de la observación de esa necesidad objetiva e s p o n t á n e a con la cual el propio mercado de merc a n c í a s halla, crea y forja los i n s t r u m e n t o s reales de su resolución relativa. De ese modo, el método materialista dialéctico de resolución de contradicciones en las determinaciones teóricas consiste en la observación de ese proceso en el que el movimiento de la realidad las resuelve, por s u cuenta, en u n a nueva forma de expresión. Si e x p r e s a m o s esto desde el lado objetivo, entonces la cuestión se reduce a que por medio del análisis de nuevos materiales empíricos se observa el proceso de engendramiento de esa realidad en cuyo seno la contradicción revelada con antelación halla s u solución relativa en u n a nueva forma objetiva de su realización. Así obró Marx en el análisis del dinero. El dinero se presenta como ese modo que surge n a t u r a l m e n t e con cuya ayuda da inicio la realización de la metamorfosis m u t u a del valor de uso en valor de cambio y viceversa. Si a n t e s de la aparición del dinero c a d a u n a de las mercancías que se e n c u e n t r a n en el intercambio e s t a b a n forzadas a realizar s i m u l t á n e a m e n t e , dentro de u n a y la m i s m a relación, a m b a s m e t a m o r f o s i s m u t u a m e n t e excluyentes - d e s d e la forma valor de u s o se m e t a m o r f o s e a en forma valor de cambio y al mismo tiempo, en el interior del m i s m o acto, efectuar la metamorfosis invers a - , a h o r a todo luce distinto. Ahora esta metamorfosis a m b i g u a ya n o se cumple en la forma de u n a coincidencia directa de a m b a s f o r m a s m u t u a m e n t e excluyentes, sino inmediatamente a través de la metamorfosis en dinero, en el equivalente universal. La metamorfosis del valor de u s o en valor, ya no coincide dir e c t a m e n t e con la metamorfosis contraria: con la metamorfosis del valor en valor de uso. El intercambio de u n a mercancía por otra mercancía se disocia en dos actos contrarios diferentes,

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que ya no coinciden en u n solo punto del tiempo y el espacio. La mercancía se metamorfosea en dinero, y no en otra mercancía. El valor de u s o se metamorfosea en valor de cambio; y sólo, en a l g ú n lugar en otro punto del mercado, puede que sea en otro momento, el dinero se metamorfosea en mercancía, el valor se metamorfosea en valor de uso, es sustituido por este. La coincidencia de dos metamorfosis polarmente dirigidas en este momento se disocia en la propia realidad del intercambio en dos metamorfosis distintas que y a no coinciden ni en el tiempo, ni en el espacio: en el acto de la venta (metamorfosis del valor de u s o en valor) y en el acto de la compra (metamorfosis del valor en valor de uso). El dinero monopoliza completamente la f o r m a de equivalente económico, llegando a ser la e n c a r n a c i ó n p u r a del valor como tal, y todas las otras m e r c a n c í a s se m a n t i e n e n ú n i c a m e n t e en la forma valor relativo. Ellas c o n f r o n t a n al dinero solo como valor de uso. La antinomia en la expresión teórica del intercambio de mercancías parece h a b e r s e resuelto: la contradicción (como coincidencia directa de dos formas económicas polares que contraponen excluyentemente) a p a r e c í a a h o r a disociada entre dos cosas distintas: entre mercancía y dinero. En realidad, con el surgimiento de la f o r m a d i n e r a r i a del valor, la contradicción del valor no se h a evaporado en lo absoluto ni h a desaparecido en modo alguno, sino que sólo adoptó una nueva forma de s u expresión. E s t a , como antes, - a u n q u e también de u n modo no evidente - sigue siendo u n a contradicción interna, que penetra tanto al dinero como a la mercancía, y en consecuencia, también a s u s d e t e r m i n a c i o n e s teóricas. De facto: la mercancía que se c o n t r a p o n e al dinero, pareciera que viene a ser sólo u n valor de uso, y el dinero es la expresión p u r a del valor de cambio. Pero ya que, d e s d e el otro lado, cada mercancía en relación con el dinero, a c t ú a sólo como valor de cambio. Ella en efecto, se vende por dinero j u s t a m e n t e a causa de que esta no es en sí u n valor de u s o p a r a s u custodio. Y el dinero juega el rol de equivalente debido p r e c i s a m e n t e a que este, como antes, confronta a c u a l q u i e r m e r c a n c í a como imagen universal del valor de uso. Todo el sentido de la forma equivalente consiste además en que e s t a e x p r e s a el valor de cambio de otra mercancía como valor de uso.

339 L A CONTRADICCION COMO PRINCIPIO DE DESARROLLO DE LA TEORIA

La a n t i n o m i a revelada originariamente en el intercambio de m e r c a n c í a s simple h a conservado, de esa m a n e r a , tanto en el dinero como en la mercancía, lo que constituía previamente la esencia elemental tanto de la u n a como de la otra, si bien en la superficie fenoménica esta contradicción interna tanto de las formas d i n e r a r i a como mercantil vienen a extinguirse. "Como ya se vio (dice Marx)... el intercambio de las mercancías sólo se puede efectuar si se cumplen condiciones contradictorias, excluyentes las u n a s de las otras. Su desarrollo, que hace aparecer la mercancía como algo de doble rostro, valor de uso y valor de cambio, no elimina tales contradicciones, pero crea la forma en que les es posible moverse. Por lo demás, es el único método p a r a resolver contradicciones reales. Por ejemplo, es u n a contradicción que u n cuerpo caiga constantemente sobre otro y sin embargo h u y a constantemente de él. La elipse es u n a de las formas de movimiento por medio de la cual esa contradicción se realiza y se resuelve a la vez" 27 . De la contradicción externa de valor de uso y valor de cambio Marx p a s a a revelar la contradicción interna contenida directamente en cada una de las dos mercancías. Para él, precisamente el hecho de que la contradicción surge originalmente como u n a contradicción en relaciones diferentes (en relación a u n custodio de m e r c a n c í a s es valor de cambio, y en relación a otro es valor de uso) es señal de u n conocimiento abstracto, no lo suficientemente pleno y concreto. El carácter concreto del conocimiento consiste en la comprensión de esta contradicción externa como u n modo superficial de exteriorización de algo diferente. Y esto "diferente" viene ser la contradicción interna, la coincidencia de determinaciones teóricas que se excluyen m u t u a m e n t e en el concepto concreto de valor. Se puede explicar su significado, por ejemplo, al comparar el análisis del valor en Marx y la digresión sobre el valor en el empirista inglés Bailey. Este último, tomó a la forma externa de exteriorización del valor en el intercambio por si fuese su ú n i c a realidad económica g e n u i n a y haciendo caso de toda la palabrería acerca del valor como u n a escolástica dialéctico-abstracta, declaró: "El valor no es n a d a i n m a n e n t e y absoluto". F u n d a m e n t ó esta afirmación en que: "es imposible determinar o expresare 1 valor de u n a mer27 Marx, Karl: Teorías sobre la Plusvalía III, pp. 129-30, ed. cit.

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c a n c í a m á s que mediante una cantidad de otra mercancía cualquieran. "Tún imposible como *determinar' o 'expresar' un pensamiento más que mediante una cantidad sílabas - le responde Marx De donde Bailey concluye que un pensamiento son... sílabas" 28 . Bailey e n este caso se esforzó por p r e s e n t a r al valor como una relación de u n a mercancía con otra, como u n a forma externa de la cosa, p u e s t a por su relación con otra cosa, m i e n t r a s que tanto Ricardo como Marx se esforzaron por h a l l a r u n a expresión del valor como u n contenido interno de c a d a cosa intercambiada, de c a d a cosa que entra en la relación de intercambio. En forma de relación de u n a cosa con otra solo se m a n i f i e s t a - en ningún caso se crea - su valor inherente, propio e i n m a n e n t e . Bailey, siendo u n empirista, t r a t a de p r e s e n t a r la relación int e r n a de la cosa en sí m i s m a , como u n a relación externa de la cosa con otra cosa. Ricardo y Marx - y en esto reside el c a r á c t e r teórico de su enfoque - se e s f u e r z a n por discernir a través de la relación de una cosa con otra, la relación interna de la c o s a p a r a consigo misma; el valor como esencia de la m e r c a n c í a , que solo se manifiesta en el intercambio por medio de la relación e x t e r n a de esta mercancía con otra. El metafísico siempre t r a t a de "reducir" la contradicción intern a de la cosa en u n a contradicción e x t e r n a de e s t a cosa con otra cosa, en u n a contradicción en relaciones diferentes, esto es, a u n a forma de expresión tal, en la c u a l la contradicción señalada se elimine del concepto de la cosa. M a r x - precisamente a la inversa - siempre se esfuerza por ver en la contradicción extern a solo la exteriorización superficial de la contradicción interna, inmanentemente propia a c a d a c o s a q u e c h o c a con otra en relación de contradicción externa. En esto se m a n i f i e s t a la diferencia entre el enfoque g e n u i n a m e n t e teórico y la descripción empírica de los fenómenos. La dialéctica en efecto consiste en la d e s t r e z a de discernir la contradicción interna de la cosa, el e s t í m u l o de s u auto-desarrollo, allí, donde el metafísico sólo ve u n a contradicción externa como resultado de u n choque m á s o m e n o s fortuito de dos cosas internamente no contradictorias. 28 Marx, Karl: El Capital I, Editorial Ciencias del Hombre, 1" ed., Buenos Aires, 1973, pp. 115, traducción de Floreal Mazía.

341 L A C O N T R A D I C C I Ó N COMO PRINCIPIO D E DESARROLLO D E LA TEORIA

La dialéctica en el caso en cuestión exige el interpretar la contradicción e x t e r n a de dos cosas como u n a manifestación recíprocamente n e c e s a r i a de la contradicción interna de cada u n a de ellas. La contradicción externa se presenta como la mediación por medio de la relación con otro, como el reflejo a través de otra identidad i n t e r n a de momentos que se excluyen m u t u a m e n t e , la relación i n t e r n a m e n t e contradictoria de la cosa p a r a consigo misma, esto es, como la contradicción en u n a relación y en u n o y el mismo momento. Marx va desde la manifestación externa de la contradicción al establecimiento del f u n d a m e n t o interno de esta contradicción, va desde el fenómeno a la esencia de esta contradicción, al tiempo que el metafísico siempre se a f a n a por obrar a la inversa y r e f u t a r la expresión teórica de la esencia de la cosa desde la posición de la apariencia externa, que él considera es la ú n i c a realidad. Así obró Bailey en el razonamiento por nosotros citado. Así obra t a m b i é n el metafísico, que siempre se esmera en presentar la verdad de la contradicción al interpretarla como u n a contradicción en relaciones diferentes. Y esto siempre lleva a la muerte del enfoque teórico elemental p a r a con las cosas. En Marx el valor es considerado no como la relación de u n a mercancía con otra mercancía, sino como la relación de la mercancía p a r a consigo misma, y aquí aparece como u n a contradicción i n t e r n a viviente, no resuelta e irresoluble. Esta contradicción no se h a resuelto ya que en la superficie fenoménica surge como u n a contradicción en dos relaciones diferentes, como dos metamorfosis diferentes: como la compra y la venta. Todo el significado del a n á l i s i s de Marx consiste a d e m á s en demostrar a la contradicción del valor como irresoluble, por principio, en los límites del intercambio de mercancías simple y que el valor aquí inevitablemente aparece como u n a antinomia viviente en sí misma, sin i m p o r t a r c u a n t o se precisen los conceptos, ni c u a n t o se los estudie, ni c u a n t o se reflexione a propósito de ellos. La m e r c a n c í a como encarnación del valor no se puede encontrar s i m u l t á n e a m e n t e en a m b a s formas m u t u a m e n t e excluyentes del valor y en realidad se encuentra simultáneamente en a m b a s f o r m a s en caso de que el intercambio según el valor, pese a todo, se lleve a cabo. En e s t a a n t i n o m i a teórica no expresa otra cosa, sino la imposibilidad real con la cual se encuentra a cada instante el movimiento del mercado de mercancías simple. Y la imposibilidad es

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u n a imposibilidad. Esta no desaparece porque a ella en la teoría se la pinte como posibilidad, como algo no contradictorio. El mercado real en su movimiento deja a la zaga la forma de intercambio directo de u n a mercancía por otra mercancía. Marx al considerar vastos datos empíricos que expresan este movimiento, procede al análisis teórico de f o r m a s m u c h o m á s complejas, con a y u d a de las cuales el mercado realiza y resuelve, al mismo tiempo, la contradicción en cuestión. En esto consiste la necesidad del paso al dinero. Si al hecho se lo mira desde el p u n t o de vista filosófico, entonces viene a ser claro que en este se expresa el método materialista de Marx de resolución de contradicciones en la expresión teórica de la realidad objetiva. E n el método señalado, la contradicción no se resuelve vía su eliminación de la teoría. Por el contrario, este método parte de que la contradicción en el propio objeto no puede resolverse y no se resuelve de otra forma que en el proceso de desarrollo de la realidad p r e ñ a d a de contradicciones a otra realidad muy superior y m á s desarrollada. La antinomia del valor e n c u e n t r a s u solución relativa en el dinero. Pero el dinero, u n a vez más, no elimina a la antinomia del valor, sino que solamente crea la f o r m a en la cual esta antinomia, como antes, se cristaliza y se e x p r e s a en la realidad. Un método tal de exposición teórica del proceso real es, además, la ú n i c a forma lógica a d e c u a d a con cuya a y u d a se puede expresar teóricamente el desarrollo dialéctico del objeto: su auto-desarrollo por medio de las contradicciones. El carácter materialista de ese método, por el cual Marx "resolvió" las contradicciones teóricas en las determinaciones del objeto, es explicado bellamente por Engels en s u s comentarios: "Con este método, p a r t i m o s siempre de la relación primera y m á s simple que existe históricamente, de hecho...nos encontramos con contradicciones que r e c l a m a n u n a solución. Pero, como aquí no seguimos u n proceso discursivo a b s t r a c t o que se desarrolla exclusivamente en n u e s t r a s c a b e z a s , sino u n a sucesión real de hechos, ocurridos real y efectivamente en a l g ú n tiempo o que siguen ocurriendo todavía, e s t a s contradicciones se habr á n planteado también en la práctica y en ella h a b r á n encontrado también, su solución. Y si e s t u d i a m o s t a m b i é n el carácter de esta solución, veremos que se logra c r e a n d o u n a nueva relación,

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cuyos dos lados contrapuestos tendremos que desarrollar a h o ra, y así sucesivamente" 2 9 . Es j u s t a m e n t e la imposibilidad objetiva de resolver la contradicción entre el carácter social del trabajo y la forma privada de apropiación de su producto gracias al intercambio directo, sin dinero, de u n a mercancía por otra lo que se expresa teóricamente en forma de u n a antinomia, con el aspecto de la contradicción irresoluble de la forma valor simple, en forma de u n a contradicción irresoluble de s u s determinaciones teóricas. Es j u s t a m e n t e a c a u s a de ello que Marx no se intentó librar de la contradicción en la determinación del valor. El valor sigue siendo u n a a n t i n o m i a , u n a contradicción no resuelta e irresoluble, u n a coincidencia directa de determinaciones teóricas polarmente excluyentes. El único método real p a r a s u resolución es la revolución socialista que suprime el carácter privado de la apropiación del producto del trabajo social, la apropiación que se realiza a través del mercado de mercancías. La imposibilidad objetiva de d a r solución a la contradicción entre el c a r á c t e r social del trabajo y la forma privada de apropiación de s u s productos bajo la necesidad diaria y de cada hora de h a c e r realidad el intercambio social de materia por medio del mercado de m e r c a n c í a s , obliga a indagar por los métodos y medios n a t u r a l e s , con cuya ayuda, se puede hacer esto. Es precisamente esto, al fin y al cabo, lo que conduce al nacimiento del dinero. Como en el movimiento real del mercado de mercancías, el dinero n a c e en calidad de medio n a t u r a l de resolución de las contradicciones del intercambio directo de mercancías, así también se forjan las determinaciones teóricas del dinero en "El Capital", con el c a r á c t e r de medio de resolución de la contradicción en la determinación del valor. Aquí aparece ante nosotros el momento m á s importante, en Marx, del método dialéctico de ascenso d e s d e lo a b s t r a c t o a lo concreto, la deducción materialista y dialéctica de las categorías. El estímulo motriz del desarrollo teórico, el resorte motor del desdoblamiento del sistema de d e t e r m i n a c i o n e s teóricas de u n a cosa, viene a ser la contradicción interna de la teoría. Y ello es así precisamente entonces y c u a n d o é s t a refleja directamente la contradicción interna del objeto q u e se constituye en estimulo interno de su desdoblamicn29 Engels, F.: Contribución

a la Critica de ta Economía Mítica, pp. 528, ed. cit.

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to, de su complicación, del desarrollo de las f o r m a s de su existencia. Y, naturalmente, a la expresión teórica de este estímulo en el concepto la precede u n t r a b a j o amplio y meticuloso de selección y análisis de aquellos datos empíricos que caracterizan el desarrollo de estas formas. Desde este p u n t o de vista, toda la e s t r u c t u r a lógica de "El Capital" se nos presenta con u n a a r i s t a novedosa, y por principio de nuestro interés: todo el movimiento del p e n s a m i e n t o teórico en "El Capital" resulta algo así como cerrado entre los dos polos de expresión del valor ya p u e s t o s de manifiesto desde un principio. Ya la primera categoría concreta que le sigue al valor, - el dinero - comparece como el modo real de metamorfosis recíproca de los polos de expresión del valor, como aquella metamorfosis por medio de la que los dos polos del valor r e s u l t a n forzados a gravitar el u n o hacia el otro - al tiempo que se excluyen recíprocamente el u n o al otro - en el proceso de s u s metamorfosis mutuas. Además, esto orienta objetivamente al pensamiento, cuando este e n c a r a la t a r e a de s a c a r a la luz las determinaciones teóricas universales y n e c e s a r i a s del dinero: al considerar todo el conjunto de d a t o s empíricos, sensibles y concretos, señalando y fijando solo aquellas características que se corresponden por necesidad al proceso de metamorfosis del valor en valor de uso y viceversa; y dejando de lado todas aquellas particularidades empíricas de la forma d i n e r a r i a que no e m a n a n , ni se deducen por necesidad, de este proceso de metamorfosis recíproca. Aquí se pone de manifiesto la principal diferencia entre la deducción materialista dialéctica de las categorías y la deducción abstractamente racional. La última tiene su b a s e en el concepto genérico, abstractamente general. El mismo s u b s u m e al fenómeno p a r t i c u l a r y luego en su estudio lee los rasgos que se constituyen en particularidades distintivas de la especie en cuestión. En suma, se obtiene la apariencia de la deducción. Por ejemplo, bajo la abstracción del "caballo en general" se s u b s u m e a la r a z a "trotón de Orlov"30. En la determinación de e s t a r a z a p a r t i c u l a r se incluyen rasgos suyos tales que n o s p e r m i t a n diferenciar un 30 Trotón de Orlov: raza de caballo criada en 1775 por el conde Alexis Orlov, popularizándose con el tiempo como caballo de c a r r e r a s y p a r a tirar de carruajes. (N. del editor)

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trotón de Orlov de cualquier otra r a z a de caballos. Empero, es completamente claro, que en la abstracción del "caballo en general" no se incluyen en lo absoluto los rasgos específicos del "trotón de Orlov", y por tal motivo no se pueden deducir de él. Estos se e n g a n c h a n a la determinación del "caballo en general" de forma p u r a m e n t e mecánica. Y merced a esto, la deducción formal t a m p o c o nos da g a r a n t í a a l g u n a , a cuenta de que estas diferencias específicas s e a n correctamente leídas, que estas pertenezcan por necesidad a la r a z a e x a m i n a d a . Bien puede ser que en estos rasgos específicos del trotón de Orlov se anote algo igual de c o m ú n en u n trotón del estado de Oklahoma. Como h e m o s visto, en Ricardo con s u s definiciones teóricas del dinero se obtiene lo mismo. A p a r t i r del valor, en s u entendimiento, las diferencias específicas de la forma dineraria j a m á s se extraerían, ni se deducirían. Por eso, él tampoco estuvo en condiciones de distinguir las características económicas realmente n e c e s a r i a s del dinero como tal, de aquellas propiedades que se observan empíricamente como pertenecientes al dinero merced a que en ellas este e n c a r n a el movimiento del capital. Por ello él, a c a d a trique, toma por características específicas del dinero a las características de u n fenómeno del todo distinto: del proceso de circulación de capitales. Resulta a b s o l u t a m e n t e diferente en Marx. Aquella circunstancia de que el valor en s u teoría fue entendido en el movimiento de contrarios, que la determinación teórica del "valor en general" contiene en sí u n a contradicción, le permitió leer en los fenómenos observados empíricamente de la circulación dineraria, precisamente aquellos y solo aquellos rasgos que por necesidad le pertenecen al dinero como dinero y determinan además, de modo exhaustivo, al dinero como u n a forma específica de movimiento del valor. En Marx dentro de la determinación teórica de dinero se incluyen solo aquellos rasgos de la circulación dineraria que se deducen por necesidad de las contradicciones del valor, que se e n g e n d r a n por necesidad del movimiento del intercambio de m e r c a n c í a s simple. A esto se d e n o m i n a deducción en Marx. No es difícil en este momento c o n s t a t a r que tal deducción viene a ser posible solo en el c a s o de q u e en calidad de premisa mayor no repose u n concepto a b s t r a c t a m e n t e general, sino concretamente universal, entendido como u n i d a d , identidad de contrarios que se metamor-

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fosean recíprocamente, como u n concepto que refleja la contradicción real del objeto. Además es necesario recalcar, u n a y otra vez, que en la base de e s t a deducción teórica yace el estudio m á s detallado y omnilateral del sistema de hechos y fenómenos empíricos los cuales constituyen la realidad económica que es objeto de la teoría. Sólo por e s t a vía pudo obtenerse las abstracciones en verdad plenas y a d e m á s no formales, sino ricas en contenido y que sac a b a n a la luz la esencia específica de la forma dineraria. Marx obtuvo las determinaciones teóricas del dinero porque "hace abstracción de las circunstancias accidentales que no provienen de las leyes i n m a n e n t e s de la circulación" 3 1 . Las c i r c u n s t a n c i a s que provienen de las leyes inmanentes de la circulación de m e r c a n c í a s simple, son producto precisamente de la contradicción i n t e r n a del valor como tal, de la forma valor simple. La dialéctica de lo abstracto y lo concreto se manifiesta aquí de la m a n e r a m á s evidente y palpable: j u s t a m e n t e a causa de que al dinero se lo considera a b s t r a c t a m e n t e , se obtienen determ i n a c i o n e s teóricas concretas expresando la n a t u r a l e z a histórico-concreta del dinero como fenómeno particular. E s fácil s u b s u m i r bajo el concepto a b s t r a c t a m e n t e general de lo "esférico" t a n t o a la pelota de fútbol como al planeta Marte, como al cojinete de bolas. Pero ni la forma de la pelota, ni la form a de Marte, ni la forma del cojinete de bolas pueden ser ded u c i d a s a p a r t i r del concepto de lo "esférico en general", sin imp o r t a r los esfuerzos del p e n s a m i e n t o lógico, p u e s de ninguna m a n e r a estas formas se originan en la realidad reflejada en el concepto de lo "esférico en general", esto es, a p a r t i r de la similitud e identidad real de todos los c u e r p o s esféricos. Entonces, a p a r t i r del concepto del valor (en la concepción de Marx) se deduce la forma económica del dinero de m a n e r a igual de rigurosa. Y se la deduce j u s t a m e n t e debido a q u e en la realidad económica objetiva, reflejada en la categoría del "valor en general", se contiene la necesidad real objetiva de engendrar el dinero. Esta necesidad no es otra cosa m á s que la contradicción intern a del valor, irresoluble en los límites del intercambio simple de mercancía por mercancía. La categoría valor en Marx es una 31 Marx, Karl: El Capital I, pp. 166, ed. cit. (Las cursivas son n u e s t r a s - E.I.J.

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categoría concretamente universal debido precisamente a que ella contiene en s u s determinaciones u n a contradicción interna, p u e s t a al descubierto como u n i d a d , como identidad de determinaciones teóricas que se excluyen y al mismo tiempo se presuponen mutuamente. El c a r á c t e r concreto del concepto universal en Marx se liga indisolublemente con la contradicción en su determinación. El carácter concreto es, en general, la identidad de los contrarios, m i e n t r a s que lo a b s t r a c t a m e n t e general se obtiene por principio de la identidad d e s n u d a , la identidad sin contradicción. Si se e x a m i n a con atención el movimiento del pensamiento de Marx desde la mercancía, desde el valor en general al dinero y se lo c o m p a r a con el movimiento análogo del pensamiento de Ricardo, entonces resulta u n c u a d r o diáfano del contraste entre la dialéctica y la metafísica en la cuestión de los resortes motrices del proceso de desdoblamiento de u n sistema de categorías. Ricardo lleva adelante la contradicción entre la abstracción universal incompleta, pobre y unilateral de lo universal (el valor en general), y la plenitud, riqueza y multilateralidad de los fenómenos de la circulación dineraria. S u b s u m e al dinero (al igual que t o d a s las otras categorías) bajo la fórmula universal de la ley del valor, Ricardo se cerciora de que éste, por u n lado, se s u b s u m a bajo la categoría del valor (el dinero también es u n a mercancía), pero por el otro, éste posee a ú n m u c h a s propiedades no e x p r e s a d a s en la abstracción del valor en general. En pocas palabras, él ve que en el dinero, salvo lo común fijado en la categoría del valor, existen también diferencias que él después pone en claro. De esta m a n e r a procede en relación a todas las categorías desarrolladas. ¿Qué resulta de esto? Ya lo hemos aclarado: la empeiría se asimila en u n a forma teóricamente indigesta. En Marx es distinto. En "El Capital" el movimiento del pensamiento h a c i a adelante, hacia determinaciones novedosas no lo estimula en lo absoluto la contradicción entre la "abstracción incompleta" y "la plenitud de la imagen sensible y concreta" de la realidad. Tal representación sobre la contradicción motriz de la teoría no nos llevará ni u n paso m á s allá de la concepción lockeana del proceso de intelección teórica de la realidad e identifica totalmente al método de Marx con el de Ricardo. El desarrollo teórico de las categorías en "El Capital" se f u n d a en u n a

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comprensión m á s concreta de la contradicción q u e motiva directamente al pensamiento hacia adelante. Aquí al pensamiento lo guía el principio: la contradicción objetiva se refleja en forma de una contradicción subjetiva, - contradicción teórica, lógica y en esa forma está ante el pensamiento el problema teórico, la tarea lógica, que sólo puede ser resuelta por la vía de la investigación ulterior de los hechos empíricos, de los datos sensibles. Este examen ulterior de los hechos empíricos ya no se realiza a ciegas, sino a la luz de u n a t a r e a , u n problema teórico formulado rigurosa y concretamente. Un problema que en cada ocasión se formula con el aspecto de contradicción lógica, esto es, irresoluble formalmente. Ya hemos analizado la transición desde el estudio del valor al estudio del dinero y s a c a m o s a la luz q u e en los fenómenos reales, empíricamente d a d o s de la circulación dineraria desarrollada, Marx a p a r t a ú n i c a m e n t e aquellas y precisamente aquellas determinaciones que h a c e n al dinero inteligible como medio de resolución relativa de la contradicción i n t e r n a del intercambio de mercancías. El p e n s a m i e n t o en lo posterior encara una nueva contradicción teórica, e n c a r a u n problema teórico nuevo: el análisis de la circulación mercantil-dineraria probó que esta esfera no contiene en s u seno la condición bajo la cual la circulación del valor pudiere e n g e n d r a r nuevo valor, plusvalía. "Déseles todas las vueltas que se quiera, las cosas siguen en el mismo punto. ¿Se intercambian equivalentes? Pues no se produce plusvalía. Tampoco se la produce si se intercambian no equivalentes" 3 2 . Pero esta generalización está en relación, u n a vez más, de contradicción m u t u a m e n t e excluyente con otro hecho no menos evidente, el de que el dinero integrado en la circulación produce ganancia. Aquí también las cosas siguen en el mismo punto, "déseles todas las vueltas que se quiera", y es a d e m á s en un hecho muy antiguo, de edad igual a la del u s u r e r o , y este último es tan antiguo como el dinero mismo. En otras palabras, el análisis de la esfera mercantil-dineraria llevó a la conclusión de que no es posible el capital u s u r a r i o . Empero, este no sólo que no es imposible, sino que es u n hecho que se halla sistemáticamente no solo en el capitalismo, sino también en todos los dis-

32 Marx, Karl: El Capital /, pp. 171, ed. cit.

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tintos s i s t e m a s económicos: tanto en la formación esclavista como en el feudalismo. Entonces, esta nueva antinomia - l a contradicción del pensamiento teórico consigo m i s m o - contenía precisamente la formulación del problema, la t a r e a teórica que Marx pudo resolver por p r i m e r a vez en la historia del pensamiento económico, justamente a c a u s a de que él f u e el primero que planteó la cuestión correctamente, que él formuló correctamente el problema. La destreza de p l a n t e a r correctamente la cuestión es igual a tener la mitad de su solución. A la vieja lógica, como sabemos, en general no le interesó la cuestión como u n a forma lógica, como u n a forma necesaria del proceso lógico. Y el idealismo supo e s p e c u l a r en base a esta carencia de la vieja lógica. Así, Kant constató que la n a t u r a l e z a sólo nos responde aquellas preg u n t a s que le hacemos, y transformó a este hecho en u n argumento a favor de su concepción apriorística del conocimiento teórico: la r e s p u e s t a a u n a cuestión depende en lo esencial de cómo se formule y la formulación de s u sujeto. La destreza de hacer la p r e g u n t a correcta, de formular correctamente el problema es u n a de las t a r e a s m á s importantes de la lógica materialista dialéctica. Marx demostró concretamente en "El Capital" que significa plantear a n t e la investigación la p r e g u n t a concreta y como hallar la respuesta concreta que le corresponde. En el planteamiento y resolución de la cuestión referente al origen de la plusvalía, la lógica de Marx aparece con claridad. La cuestión se la formula aquí no de forma arbitraria, sino sobre la b a s e del análisis objetivo de las leyes de la circulación mercantil-dineraria. Y esto tiene lugar en forma tal que la investigación de las leyes i n m a n e n t e s de la circulación de la mercantil-dineraria van a d a r en u n a contradicción teórica. "En consecuencia parece desde todo punto de vista imposible que f u e r a de la circulación, sin e n t r a r en contacto con otros poseedores de mercancías, el productor-poseedor pueda valorizar el valor, o comunicarle la propiedad de engendrar u n a plusvalía. Pero sin ello no hay conversión de su dinero o mercancía en capital... La metamorfosis del hombre del dinero en capitalista tiene que producirse en la esfera de la circulación, y al mismo tiempo

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no producirse en ella. Tales son las condiciones del problema. Hic Rhodus, hic salta! [¡Aquí es Rodas, a q u í salta!]" 33 . Tal forma de plantear el problema no es c a s u a l en Marx, y tampoco es en lo absoluto sólo u n procedimiento retórico externo. Se vincula con la esencia m i s m a de la dialéctica como método de análisis concreto, como método q u e sigue el desarrollo de la propia realidad investigada la c u a l se desarrolla por medio de contradicciones. Como el desarrollo de la realidad tiene lugar por medio del surgimiento de contradicciones y s u resolución, así tiene lugar también en el p e n s a m i e n t o que r e p r o d u c e s u desarrollo. Esta particularidad del método dialéctico no solo permite hacer correctamente la p r e g u n t a , sino t a m b i é n h a l l a r su solución teórica. La investigación objetiva de la circulación de mercantil-dineraria demostró que esta esfera no contiene en s u seno la condición bajo la cual es posible y - lo que es m á s - necesario un hecho económico evidente, incontrovertible y omnipresente: la valorización del valor. Por eso, el p e n s a m i e n t o se dirige a determ i n a r e s a condición económica n e c e s a r i a real en cuya presencia la circulación mercantil-dineraria se metamorfosea en circulación mercantil-capitalista. E s t a incógnita debe concordar r i g u r o s a m e n t e a toda u n a ret a h i l a de condiciones, se debe s u b s u m i r a las mismas. Y estas condiciones de la t a r e a teórica las s a c a a relucir la investigación de la circulación de mercantil-dineraria como f u n d a m e n t o universal del sistema mercantil-capitalista. En este plano, el pensamiento se mueve en u n sentido plenamente deductivo: desde lo universal a lo particular, de lo a b s t r a c t o a lo concreto, lo que a d e m á s d a lugar a su claridad de objetivos. Marx formula así la tarea: la plusvalía es posible sin quebrantar la ley del valor, sólo es posible en el caso único de lograr encontrar "... en medio de la circulación, en el mercado mismo, u n a mercancía cuyo valor de u s o poseyera la virtud particular de ser fuente de valor de cambio, de modo que consumirla fuese realizar trabajo y por lo t a n t o c r e a r valor" 34 . En este punto se deja ver vivamente la contraposición principal de la dialéctica de Marx, como dialéctica del materialismo, y 33 Marx, Karl: El Capital, pp. 172-173, ed. cit. 34 Marx, Karl: El Capital /, vol. I, pp. 174, ed. cit.

351 L A C O N T R A D I C C I O N COMO PRINCIPIO D E DESARROLLO DE LA TEORIA

la dialéctica especulativo idealista de Hegel, s u método de cons t r u i r la realidad a partir del concepto. El principio axiomático e indubitable de la dialéctica hegelia n a es q u e todo el sistema de categorías debe ser desarrollado a p a r t i r de las contradicciones i n m a n e n t e s del concepto primicial. Si el desarrollo de la circulación mercantil-dineraria en mercantil-capitalista lo pintare u n seguidor ortodoxo de la lógica hegeliana, él h a b r í a debido probar - e n el espíritu de esta lógica- que las contradicciones i n m a n e n t e s de la esfera mercantil engend r a n de por sí todas las condiciones bajo las cuales el valor se valoriza. Marx h a c e j u s t a m e n t e lo contrario: él demuestra que la circulación mercantil-dineraria - s i n importar c u a n t a s vueltas se le d é - no puede a c r e c e n t a r el valor de conjunto de las mercancías intercambiadas, ni su movimiento puede crear las condiciones bajo las que el dinero integrado en la circulación produciría por necesidad m á s dinero. En este p u n t o decisivo del análisis el pensamiento vuelve nuevamente a la empeiría del mercado mercantil-capitalista. A saber, en la empeiría se halla aquella realidad económica, la cual metamorfosea el movimiento del mercado mercantil-dinerario en el proceso de producción y acumulación de plusvalía. La ú n i ca m e r c a n c í a que se s u b s u m e en la ley del valor - s i n lo cual se violentaría esta ley-, y al mismo tiempo hace posible y necesaria la plusvalía contradiciendo abiertamente la ley del valor, es la fuerza de trabajo. Pero aquí se pone de manifiesto nuevamente c u a n enorme imp o r t a n c i a teórica tiene ese hecho, de que la mercancía fue revelada por Marx como la u n i d a d directa, como la identidad de los contrarios de valor y valor de uso. La esencia de la mercancía fuerza de trabajo también se pone al descubierto en "El Capital* como la identidad directa de det e r m i n a c i o n e s de valor y valor de u s o que se excluyen mutuamente: el valor de u s o de la fuerza de trabajo, su cualidad específica consiste en, y sólo en que, ella en el curso de su consumo se m e t a m o r f o s e a en su propio contrario, en el valor. Las determinaciones económicas de la fuerza de trabajo dentro del sistema mercantil-capitalista de condiciones de producción incluyen en esto la u n i d a d de contrarios m u t u a m e n t e excluyentes, en su simultaneidad antinómica en u n a y la misma m e r c a n c í a , el valor de uso que consiste exclusivamente en la

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facultad de metamorfosearse en valor, a d e m á s en el acto mismo del consumo. En ese momento, c u a n d o la fuerza de trabajo figura como valor de uso (el acto de s u c o n s u m o por el capitalista), ella surge al mismo tiempo como valor que se materializa en el producto del trabajo. Esto es de nuevo u n a contradicción en u n a y la misma relación, en relación al proceso de producción y acumulación de plusvalía, la contradicción i n t e r n a del proceso capitalista. Desde el p u n t o de vista de la lógica, aquí es necesario anotar u n a circunstancia muy importante: cualquier categoría concreta de "El Capital" comparece como u n a de las formas de metamorfosis reciprocas de valor y valor de uso, esto es, de aquellos dos polos m u t u a m e n t e excluyentes que fueron revelados en el inicio de la investigación bajo el a n á l i s i s de la "célula" del organismo investigado; aquellos dos polos que en s u u n i d a d antagónica constituyen el contenido de la categoría primicial y universal, que yace en la b a s e de toda la deducción ulterior de categorías. Toda la deducción de categorías se p r e s e n t a desde este ángulo como u n proceso de complicación de esa c a d e n a de eslabones mediadores, por medio de los que deben p a s a r a m b o s polos del valor en el proceso de s u metamorfosis recíproca. El devenir del organismo capitalista a c t ú a como u n proceso de acrecentamiento de la "tensión" entre los dos polos de la categoría primicial. La s e n d a de la metamorfosis m u t u a de los contrarios de valor y valor de uso se vuelve a ú n m á s compleja. Si en el acto del intercambio simple de mercancía por mercancía, la metamorfosis m u t u a de valor y valor de u s o se realiza como un acto directo, entonces con la aparición del dinero cada uno de los polos debe empezar convirtiéndose en dinero, y solo después en su propio contrario. La fuerza de trabajo se p r e s e n t a como un nuevo eslabón mediador de la metamorfosis recíproca de las form a s del valor, como u n a forma nueva de s u cristalización en la realidad. Los polos del valor que gravitan m u t u a m e n t e el u n o hacia el otro, siguen siendo dos p u n t o s extremos entre los cuales siempre surgen nuevas y novísimas f o r m a s económicas. Cualquier realidad económica nueva adquiere sentido y significado sólo en caso de que ésta sirva a la metamorfosis recíproca de valor y valor de uso, en caso de que esta devenga en u n a forma de realización del valor como u n a u n i d a d viva a n t a g ó n i c a de sus antípodas internas.

3 5 3 L A CONTRADICCIÓN COMO PRINCIPIO DE DESARROLLO DE LA TEORIA

El valor se m e t a m o r f o s e a en el juez supremo de todos los destinos económicos, el criterio superior de la necesidad económica de c u a l q u i e r fenómeno que h a caído en el proceso de su movimiento. El propio ser h u m a n o , de sujeto del proceso de producción se t r a n s f o r m a en u n pasivo juguetito, en "objeto" del valor el c u a l viene a ser " u n a s u s t a n c i a mecánica, dotada de vida propia" del proceso en su conjunto, "para acrecentarse, por último, por v i r t u d de sí mismo" 35 . "Ya vimos q u e en la circulación simple se produce u n a separación formal entre las m e r c a n c í a s y su valor, que se presenta ante ellas con el aspecto de dinero. Ahora el valor aparece de golpe como u n a s u s t a n c i a motriz en sí misma, y p a r a la cual la m e r c a n c í a y dinero son p u r a s formas" 36 , diría Marx sobre el rol del valor en el proceso del modo de producción mercantil-capitalista. No es difícil percibir en e s t a s expresiones de Marx u n a polémica d i s i m u l a d a con la esencia misma de la filosofía hegeliana, con s u b a s e f u n d a m e n t a l en "La Fenomenología del Espíritu". En e s t a obra, q u e contiene todo el secreto de la filosofía hegelia n a , el dialéctico idealista planteó a la ciencia esta exigencia: "todo d e p e n d e de que lo verdadero no se aprehenda y exprese como s u s t a n c i a , sino también y en la m i s m a medida como sujeto" 37 . P a r a Hegel, el sujeto equivale a la realidad que se desarrolla por medio de contradicciones, la realidad que se autodesarrolla. Pero t o d a la cuestión es que Hegel no consideraba como tal a la realidad objetiva que existe f u e r a del espíritu e independiente35 En el original en r u s o consta " c a M 0 B 0 3 p a c T a K > m H M cy6T»eKT0M 3 T o r o npouecca" (samovozrastayushchim subiektom etogo protzessa) que traducido literalmente sería "el sujeto de este proceso que se acrecienta por si mismo*. En la traducción de Wenceslao Roces publicada por el Fondo de Cultura Económica el p a s a j e d e Marx es traducido asi: "el proceso en que engendra plusvalía es su propio proceso, y, por lo tanto, su valorización la valorización de si mismo9. En la traducción de Floreal Mazia utilizada como fuente de consulta el pasaje se traduce: "(el valor] cambia también de magnitud, y de modo espontáneo, como valor m a d r e , produce u n Nuevo brote, u n a plusvalía para acrecentarse, por último, por virtud de si mismo" - Marx, El Capital /, pp. 161-162, ed. cit. (N. del trad.) 36 Marx, Karl: El Capital I, pp. 161, ed. cit. 37 Hegel, G.W.F.: Fenomenología del Espiritu, 1" ed., 6* reimpresión, Fondo de C u l t u r a Económica, México D.F., 1985, pp. 15, traducción de Wenceslao Roces y Ricardo Guerra.

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mente del mismo. Para él la ú n i c a s u s t a n c i a q u e se autodesarrolla es la idea lógica, por ello en Hegel t a n t o se p r e s u p o n e , como se establece, que la exigencia de q u e "lo v e r d a d e r o no se aprehenda y exprese como sustancia, sino t a m b i é n y en la misma medida como sujeto" solo puede r e a l i z a r s e en la ciencia del pensamiento, solo en la filosofía y a d e m á s en la filosofía idealista objetiva. Al haber utilizado la terminología de Hegel en "El Capital", Marx así mismo pone énfasis en la oposición de principio de sus posturas filosóficas con las posiciones del hegelianismo, dando a conocer u n modelo de la dialéctica materialista como ciencia del desarrollo a través de contradicciones i n t e r n a s . Si con la ayuda de la terminología filosófica se e x p r e s a la rebelión en la economía política, r e a l i z a d a por Marx, entonces es posible decir: en su teoría, no solo q u e se entendió por primera vez la sustancia del valor, que es el t r a b a j o (esto también lo entendió Ricardo), sino que el valor f u e entendido, al mismo tiempo, también como sujeto de todo el desarrollo, esto es, como una realidad que se desarrolla por medio de s u s contradicciones internas en u n sistema íntegro de f o r m a s económicas. Ricardo no entendió esto último. Para entender esto, es necesario hallarse en la posición del materialismo dialéctico consciente. Solo sobre la base de tal concepción de las leyes objetivas del desarrollo, como desarrollo a través de contradicciones, se puede entender la esencia de la lógica de investigación aplicada en "El Capital", la esencia del método de a s c e n s o de lo abstracto a lo concreto. A primera vista, desde el lado de la forma externa, esto es deducción pura, u n movimiento desde la categoría universal (el valor) a las particulares (el dinero, la plusvalía, la g a n a n c i a , los salarios y demás). El movimiento externo del p e n s a m i e n t o se parece mucho a la tradicional deducción: el dinero (y en lo sucesivo, tanto la plusvalía como las otras categorías) s u r g e como u n a imagen m á s concreta del valor en general, como el ser particular del valor. El valor, a primera vista, se p u e d e presentar como concepto genérico, a b s t r a c t a m e n t e general, m i e n t r a s el dinero y los demás son especies del valor. Pero el análisis pone de manifiesto que no existe aquí la relación género-especie. De facto, el "valor en general" s a c a a descubierto su contenido como la u n i d a d d i r e c t a m e n t e contradictoria de valor y valor de uso. El dinero - y en p a r t i c u l a r el papel

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m o n e d a - y a no posee valor de uso. Este realiza en sus funciones e c o n ó m i c a s solo u n a de las dos determinaciones del "valor en general* que es la función de equivalente universal. El "valor en general" d e m u e s t r a ser m á s rico en contenido que su propia especie: el dinero. La categoría universal e s t á dotada de u n indicio tal, el cual se echa de m e n o s en la categoría particular. El dinero, de esa m a n e r a , realiza la n a t u r a l e z a dual del valor solo de forma unilateral (abstracta). Con todo eso, el dinero es u n fenómeno económico m á s concreto, m á s complejo e históricamente derivado, que el valor. Desde el p u n t o de vista de la concepción tradicional de la deducción, esto es u n a paradoja y ya no es deducción, sino algo m á s . Esto, de hecho, no es deducción en el sentido de la vieja lógica, sino u n movimiento del pensamiento tal que combina orgánicamente en sí t a n t o la transición de lo universal a lo particular como el movimiento opuesto - d e lo particular a lo universal de lo a b s t r a c t o a lo concreto y de lo concreto a lo abstracto. C a d a realidad económica reflejada en las categorías de "El Capital", - t a n t o la mercancía como el dinero, como la fuerza de trabajo, como la plusvalía y la renta-, todas ellas representan tanto a lo abstracto como a lo concreto objetiva e independientemente del proceso de su intelección teórica. C a d a u n a de estas categorías refleja plenamente la formación, el fenómeno económico concreto. Y al mismo tiempo, c a d a u n a de ellas refleja u n a realidad tal que sólo es la cristalización unilateral (abstracta) en la realidad de la n a t u r a l e z a , de ese todo del que forma parte orgánicamente, siendo u n momento que desaparece en el movimiento del mismo, su manifestación abstracta. La deducción reproduce el proceso real de formación tanto de cada u n a de e s t a s categorías (esto es, de cada formación económica real) como de todo el sistema en s u conjunto, exteriorizando los vínculos genéticos reales, la u n i d a d genética allí, donde en la superficie aparecen, a primera vista, fenómenos s e p a r a d o s e n t r e sí e inclusive fenómenos que se contradicen los u n o s a los otros. De ello d i m a n a la principal diferencia entre la deducción lógico-formal, silogística y el método de ascenso de lo abstracto a lo concreto. En la base, con el carácter su premisa mayor, yace lo abstract a m e n t e general, el concepto genérico, m á s pobre por contenido

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y m á s amplio por volumen. Se puede colocar bajo tal concepto solo a aquellos fenómenos particulares que no contengan en sí el rasgo que contradice los rasgos del concepto universal. Además de esto, bajo tal concepto no se puede colocar al fenómeno en el cual falte a u n q u e sea u n sólo rasgo que este incluido en la determinación de contenido del concepto universal. Un fenómeno tal se lo valorará, desde el p u n t o de vista de la vieja lógica, como si se relacionase con a l g ú n otro sistema, con otro "género" de fenómenos. El axioma de la vieja deducción reza: c a d a u n o de los fenómenos p a r t i c u l a r e s que pueden ser s u b s u m i d o s por el concepto abs t r a c t a m e n t e general deben poseer todos los rasgos contenidos en la determinación del concepto universal, y no deben incluir en sí u n indicio que contradiga los indicios del concepto universal. Solo los fenómenos que se corresponden a este requerimiento son reconocidos por la vieja deducción como en relación con ese género de fenómenos que el concepto universal determina. El concepto universal viene a ser aquí u n criterio de selección de los fenómenos que deben ser tomados en consideración al est u d i a r d e t e r m i n a d o tipo de fenómenos, y desde el inicio mismo, como lo expresa la lógica, predetermina el plano de abstracción, el á n g u l o de visión sobre las cosas. Pero, t a n pronto se adopta este a x i o m a p a r a con las categorías de la economía política de u n a t i r a d a se h a c e claro su extrema falsedad y subjetividad. Así, el dinero adolece de la carencia de u n o de los indicios atributivos del "valor en general". No e s t á dotado de u n valor de u s o inmediato. La circulación mercantil-capitalista contiene en sí el indicio que contradice f r a n c a y d i r e c t a m e n t e a la ley del valor, la ley del intercambio de equivalentes: la facultad de crear plusvalía, la cual no se s u b s u m i r í a sin contradicciones a la categoría del valor. Por eso, ella empieza a p r e s e n t a r s e como un fenómeno de a l g ú n otro mundo, que no es la esfera de movimiento del valor. Paradojas semejantes también llevaron a la perplejidad a los economistas b u r g u e s e s quienes no reconocen otra lógica salvo la formal, y otra deducción salvo la silogística. La t a r e a teórica planteada objetivamente por el desarrollo de la economía política pre-marxista consistía en d e m o s t r a r cómo sobre la base de la ley del valor, y sin q u e b r a n t a r l a en modo alguno, devenía no solo posible, sino a d e m á s necesario u n fenóme-

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no q u e contradice f r a n c a y directamente la teoría valor por trabajo. Ya h e m o s m o s t r a d o con detalle suficiente que esta tarea es abs o l u t a m e n t e irresoluble m i e n t r a s al valor se lo entienda como u n concepto genérico, abstractamente general, y se resuelve racionalmente bajo la condición de que al valor se lo desnude como categoría universal concreta que refleja perfectamente u n a realidad económico concreta (el intercambio directo de mercancía por mercancía) y que contiene en sí u n a contradicción. Tal concepción del valor le dio a Marx la llave p a r a la solución de t o d a s a q u e l l a s dificultades teóricas con las cuales siempre tropieza el a n á l i s i s teórico que estudia la realidad viva que se desarrolla a través de contradicciones. En el valor mismo, en la categoría primicial del desarrollo teórico, el a n á l i s i s de Marx exterioriza la posibilidad de aquellas contradicciones que surgen en la superficie del capitalismo desarrollado de u n modo evidente, con el aspecto de devastadoras crisis de sobreproducción, de u n muy agudo antagonismo entre riqueza exorbitante en u n polo de la sociedad y miseria insufrible por el otro, con el aspecto de lucha de clases directa que halla su resolución final únicamente en la revolución. En el retrato teórico esto comparece como resultado inevitable del desarrollo de esa m i s m a contradicción, la cual está contenid a en el intercambio de mercancías simple, en la "célula" de todo el sistema, en el valor, como u n embrión, como en u n germen. Se vuelve inteligible porque el valor en el curso del desarrollo teórico de las categorías de la economía capitalista resulta ser u n p u n t o de referencia riguroso que permite seleccionar abs t r a c t a m e n t e solo aquellos rasgos de la realidad estudiada, los cuales se e n t r o n c a n con ella de modo atributivo, siendo en sí formas universales y n e c e s a r i a s de la existencia del sistema capitalista. E n t r a n a f o r m a r p a r t e del retrato teórico de este sistema solo aquellas generalizaciones que pueden subsumirse bajo las determinaciones del valor. Empero, esta subsunción se cristaliza en "El Capital", por su m i s m a esencia, de u n modo ajeno a la s u b s u n c i ó n formal de u n concepto bajo otro. Si la fuerza de t r a b a j o se s u b s u m e en la categoría del valor, entonces esto refleja d i r e c t a m e n t e el hecho del proceso de formación real del sistema de relaciones capitalistas. El a n á l i s i s de este sistema demostró que la circulación merc a n t i l - d i n e r a r i a es en si la base universal, la condición m á s ele-

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mental y necesaria sin cuya existencia el capitalismo no puede objetivamente ni surgir, ni existir, ni desarrollarse. Las mismas determinaciones teóricas de la circulación mercantil-dineraria se presentan con el carácter de reflejo de a q u e l l a s condiciones objetivas universales, que debe satisfacer todo lo que, en general, pudo o puede ser incorporado u n día u otro en el proceso de movimiento del organismo mercantil-capitalista. Si u n fenómeno no se s u b s u m e a las condiciones dictadas por las leyes de la circulación m e r c a n t i l - d i n e r a r i a es que este no pudo y no puede, en general, i n c o r p o r a r s e en este proceso, llegar a ser u n a forma del intercambio de m a t e r i a en la sociedad mercantil-capitalista. De m a n e r a que en las determinaciones del valor el pensamiento teórico se e n c u e n t r a u n criterio r i g u r o s o de distinción y selección de aquellos fenómenos, de a q u e l l a s f o r m a s económicas que son en sí formas i n t e r n a m e n t e i n h e r e n t e s al capitalismo. Solo aquellos, que en realidad, independientemente del pensamiento, se s u b s u m e n a las condiciones d i c t a d a s por las leyes i n m a n e n t e s de la esfera m e r c a n t i l - d i n e r a r i a , solo aquellos que esta esfera puede absorber y a s i m i l a r p u e d e n a d o p t a r también la forma económica valor: solo aquella realidad puede metamorfosearse, en efecto, en u n a forma de movimiento del sistema capitalista. Por ello el p e n s a m i e n t o q u e a b s t r a e del inmenso océano de hechos empíricos solo aquellas determinaciones histórico-concretas que se deben al capitalismo como sistema económico, está en lo j u s t o al a b s t r a e r solo aquellos rasgos de la realidad e s t u d i a d a que se s u b s u m e n en las determinaciones del valor. Si tal o cual hecho no se s u b s u m e a e s t a s determinaciones, no responde a estas d e m a n d a s , reveladas analíticamente en el análisis de la esfera mercantil-dineraria y e x p r e s a d a s teóricamente en la categoría del valor, entonces esto es el indicio primero y categórico de que ésta no se relaciona objetivamente a ese género de hechos, sobre cuya generalización se debe edificar la teoría, el sistema de determinaciones histórico concretas del capital. Todo aquello que no puede a d o p t a r la f o r m a valor, tampoco puede metamorfosearse en capital. El significado pleno de la categoría del valor en la teoría de Marx consiste en que esta refleja el momento, el elemento, la "célula" universal y necesaria del capital, que es en sí la expresión m á s universal y m á s a b s t r a c t a de la especificidad del

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capital, si bien es, al mismo tiempo, u n hecho económico absolutamente concreto: el intercambio directo de u n a mercancía por otra mercancía. A la luz de esto, es e x t r e m a d a m e n t e demostrativa la transición teórica desde el estudio de la esfera mercantil-dineraria al análisis del proceso de producción de plusvalía. ¿En que se f u n d a la m á s estricta necesidad lógica de esta transición? En primer lugar, en que al análisis del proceso de producción de plusvalía el p e n s a m i e n t o lo enfoca partiendo de las determinaciones que revela el a n á l i s i s de la esfera mercantil-dineraria. Y, en s e g u n d o lugar, en que en el caso en cuestión se investiga analíticamente u n hecho real: el hecho de que el dinero integrado en la circulación capitalista, que h a transitado por todas s u s metamorfosis, que r e g r e s a con u n incremento, trae plusvalía. El pensamiento vuelve a a c l a r a r las condiciones de la posibilidad de este hecho. Pero u n a de las condiciones de esta posibilidad, y es más, u n a a b s o l u t a m e n t e necesaria, ya la h a revelado el análisis de la esfera m e r c a n t i l - d i n e r a r i a . E s t a es la ley del valor, en relación a la c u a l se d e m u e s t r a que, por u n lado, es u n a ley absolutamente u n i v e r s a l de la totalidad investigada, pero, por el otro, no contiene en sí t o d a s las condiciones necesarias bajo las cuales la plusvalía es objetivamente posible. El hecho económico investigado analíticamente carece, como antes, de u n a condición n e c e s a r i a . Y el pensamiento orientado hacia un objetivo empieza a b u s c a r esta condición que falta, la condición n e c e s a r i a de la posibilidad de la plusvalía. La t a r e a se f o r m u l a , como es conocido, así: esta incógnita debe ser h a l l a d a no por la vía de la construcción lógica, sino entre u n a r e t a h i l a de h e c h o s económicos reales, en la realidad empírica del capitalismo desarrollado. Qué será este hecho, no lo sabemos todavía. Pero al mismo tiempo ya conocemos algo e x t r a o r d i n a r i a m e n t e i m p o r t a n t e sobre aquel. Debe, en cualquier caso, ser t a m b i é n u n a mercancía, esto es, u n a realidad económica s u p e d i t a d a sin reservas a la ley del valor, a sus indubitables exigencias. Empero, e s t a mercancía debe estar dotada de u n rasgo p a r t i c u l a r : s u valor de uso debe consistir precisamente en s u f a c u l t a d de metamorfosearse en valor en el acto mismo del c o n s u m o . E s t a s e g u n d a exigencia, que la incógnita debe satisfacer, e s - c o m o no resulta difícil de entender- la

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condición p u e s t a al descubierto analíticamente de la posibilidad de la plusvalía, del capital. El estudio empírico de la circulación mercantil-capitalista desarrollada d e m u e s t r a que estas dos condiciones las satisface solo u n a realidad económica, a saber, la f u e r z a de trabajo. El planteamiento lógicamente correcto de la cuestión brinda aquí la ú n i c a solución posible: la incógnita que satisface las condiciones s a c a d a s a descubierto de forma teórica es la fuerza de trabajo. Esta conclusión, esta generalización teórica de los hechos reales posee todos los méritos de la inducción m á s perfecta, si se comprende por inducción a la generalización que parte de los hechos reales. Empero, esta generalización se corresponde al mismo tiempo a las m á s quisquillosas exigencias de los partidarios del carácter deductivo del conocimiento teórico-científico. El método de ascenso de lo a b s t r a c t o a lo concreto permite poner rigurosamente en evidencia y e x p r e s a r abstractamente solo a las condiciones a b s o l u t a m e n t e n e c e s a r i a s de la posibilidad del objeto dado en contemplación. "El Capital" demostró con detalle esa necesidad, con la c u a l la plusvalía se cristaliza en la realidad, si estamos al frente de la circulación mercantil-dineraria desarrollada y la fuerza de trabajo libre. El conjunto de todas las condiciones n e c e s a r i a s aparece merced a este método de análisis como u n a posibilidad real, como u n a posibilidad concreta, m i e n t r a s q u e la circulación mercantil-dineraria desarrollada se m u e s t r a como la posibilidad abstracta de la plusvalía. Pero esta posibilidad a b s t r a c t a , para el pensamiento lógico aparece como imposibilidad: el análisis de la esfera mercantil-dineraria s e ñ a l a que s u s leyes i n m a n e n t e s se e n c u e n t r a n en u n a relación de contradicción mutuamente excluyente con el hecho de la plusvalía. E x a c t a m e n t e igual a como la investigación de la n a t u r a l e z a de la f u e r z a de trabajo como tal, pone de manifiesto que no es posible ver en ella el m a n a n tial de la plusvalía. El "trabajo en general" crea u n producto, un valor de uso, pero en n i n g ú n caso, u n valor. La concepción teórico científica de la plusvalía se reduce bajo este método al esclarecimiento de semejantes condiciones necesarias, las cuales son las ú n i c a s que en su interacción histórico-concreta la hacen posible. C a d a u n a de estas, consideradas a b s t r a c t a m e n t e - f u e r a de su acción recíproca concreta con las

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otras—, e x c l u y e p o r p r i n c i p i o la p o s i b i l i d a d m i s m a de la plusvalía. P a r a el p e n s a m i e n t o e s t o a p a r e c e e n la f o r m a de u n a c o n t r a d i c c i ó n m u t u a m e n t e e x c l u y e n t e e n t r e la ley del valor (como posibil i d a d a b s t r a c t a d e l h e c h o ) y el h e c h o m i s m o : la plusvalía. L a p o s i b i l i d a d concreta e s la ú n i c a real, ú n i c a m e n t e el conj u n t o d e todas l a s c o n d i c i o n e s n e c e s a r i a s del ser de u n a c o s a en s u c o n d i c i o n a m i e n t o h i s t ó r i c o - c o n c r e t o recíproco. Y sólo por la v í a d e d e s c u b r i r el c o n j u n t o c o n c r e t o d e condiciones, p u e d e e n c o n t r a r el p e n s a m i e n t o la s o l u c i ó n v e r d a d e r a a la contradicción e n t r e l a l e y u n i v e r s a l y l a f o r m a e m p í r i c a de s u propia cristali z a c i ó n e n l o s h e c h o s , e n t r e l a a b s t r a c c i ó n y el h e c h o concreto. L a l e y u n i v e r s a l e x p r e s a d a d e f o r m a a b s t r a c t a ineludiblemente s e c o l o c a e n u n a r e l a c i ó n d e c o n t r a d i c c i ó n m u t u a m e n t e excluye n t e c o n el h e c h o i n v e s t i g a d o . Y e n esto, d e s d e el p u n t o de vista d e l a l ó g i c a d i a l é c t i c a , n o h a y n a d a e s p a n t o s o . Por el contrario, e n el c a s o d a d o , l a c o n t r a d i c c i ó n lógica r e s u l t a ser u n a s e ñ a e i n d i c i o d e l h e c h o d e q u e el o b j e t o a n a l i z a d o sólo h a sido comp r e n d i d o a b s t r a c t a m e n t e , y n o c o n c r e t a m e n t e , q u e a ú n no se h a p u e s t o e n c l a r o a t o d a s l a s c o n d i c i o n e s n e c e s a r i a s d e n t r o de las c u a l e s él e x i s t e . L a s c o n t r a d i c c i o n e s lógicas q u e s u r g e n neces a r i a m e n t e e n el c u r s o del c o n o c i m i e n t o , s o n r e s u e l t a s , de e s t a m a n e r a , ú n i c a m e n t e e n el c u r s o del d e s d o b l a m i e n t o del sistema c o n c r e t o d e c a t e g o r í a s q u e r e p r o d u c e el objeto en t o d a la plenit u d d e s u s c a r a c t e r í s t i c a s n e c e s a r i a s , de l a s condiciones objetivas de s u ser. P e r o l a c o m p r e n s i ó n c o n c r e t a n o e l i m i n a del todo, sin faltar p u n t o y c o m a , l a s c o n t r a d i c c i o n e s r e v e l a d a s . Por el contrario, e s t a d e m u e s t r a e n d e t a l l e q u e l a s c o n t r a d i c c i o n e s son f o r m a s l ó g i c a m e n t e c o r r e c t a s del reflejo d e la r e a l i d a d objetiva que se d e s a r r o l l a a t r a v é s d e c o n t r a d i c c i o n e s . El conocimiento teórico c o n c r e t o d e m u e s t r a l a n e c e s i d a d d e a q u e l l a c i r c u n s t a n c i a de q u e s o b r e l a b a s e d e l a ley u n i v e r s a l - s i n violentarla, alterarla o t r a n s f o r m a r l a e n m o d o a l g u n o - s u r g e u n f e n ó m e n o que la contradice f r a n c a y directamente. A d e m á s , t o d a s l a s c o n d i c i o n e s n e c e s a r i a s de la posibilidad del f e n ó m e n o a n a l i z a d o n o s o n s i m p l e m e n t e e n u m e r a d a s ni simplem e n t e p u e s t a s u n a s a l l a d o d e l a s o t r a s , sino concebidas en s u t r a b a z ó n m u t u a h i s t ó r i c o - c o n c r e t a , e n los v í n c u l o s genéticos de las u n a s con las otras. L a s i m p l e s u m a m e c á n i c a d e l a s c o n d i c i o n e s de la plusvalía c i r c u l a c i ó n m e r c a n t i l - d i n e r a r i a d e s a r r o l l a d a y f u e r z a de t r a b a -

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j o - no constituye a ú n su n a t u r a l e z a concreta y real. La plusvalía es el producto de la interacción orgánica de esto y aquello, es u n a realidad económica cualitativamente nueva, y s u entendimiento concreto no llega a formarse simplemente a partir de aquellas características suyas que pudieron ser obtenidas del estudio de la circulación mercantil-dineraria y la fuerza de trabajo. La fuerza de trabajo deviene en factor de la producción de plusvalía solo en caso de que esta empiece a f u n c i o n a r en aquella forma social, que desarrolla el movimiento del mercado mercantil-dinerario: en la forma mercancía. Pero la forma económica de la mercancía también viene a ser u n a forma de movimiento del capital sólo en caso de que se someta al movimiento de la fuerza de trabajo. La interacción de las leyes de la circulación mercantil-dineraria y de la f u e r z a de t r a b a j o engendran u n a cierta realidad económica nueva, que no se halla contenida ni en esa ni en la otra, t o m a d a s por separado, f u e r a de su interacción concreta. Por eso el movimiento del p e n s a m i e n t o lógico que reproduce los momentos necesarios del desarrollo de la plusvalía, no puede consistir tampoco en la combinación formal, en la síntesis de aquellas determinaciones teóricas q u e se obtienen en el análisis de las determinaciones que la c o n f o r m a n , es decir, las determinaciones de la esfera mercantil-dineraria, por u n lado, y de la mercancía fuerza de trabajo, por el otro. El movimiento ulterior del pensamiento que concibe la plusvalía, solo se puede llevar a cabo a través de u n nuevo análisis de nuevos hechos: los hechos del movimiento de la plusvalía como fenómeno económico particular, que no es reducible por principio a eso que lo conforma. Pero, por otro lado, este estudio teórico ulterior de los hechos del movimiento de la plusvalía no pudo tener lugar sin las categorías, desarrolladas en la investigación de las leyes del movimiento del mercado mercantil-dinerario, y de las particularidades de la mercancía fuerza de trabajo. Si e s t a s categorías no se desarrollan con antelación, entonces es imposible el análisis teórico de los hechos empíricos del movimiento de la plusvalía. En este caso, se obtendrían sólo las características abstractas del proceso de producción de la plusvalía, en las cuales se reflej a r í a ú n i c a m e n t e la apariencia externa de este proceso, y no sus determinaciones teóricas concretas.

3 6 3 L A C O N T R A D I C C I O N C O M O P R I N C I P I O D E D E S A R R O L L O D E LA T E O R I A

El a n á l i s i s t e ó r i c o q u e c o i n c i d e d i r e c t a m e n t e con la síntesis t e ó r i c a d e l a s d e t e r m i n a c i o n e s a b s t r a c t a s de plusvalía, previam e n t e r e v e l a d a s , n o e x p r e s a l a s f o r m a s a b s t r a c t a s superficiales s u m o v i m i e n t o , s i n o a q u e l l o s c a m b i o s n e c e s a r i o s que tienen l u g a r e n el m o v i m i e n t o del m e r c a d o mercantil-dinerario, ent o n c e s y c u a n d o , e n e s t e m o v i m i e n t o se i n c o r p o r a n u n a merc a n c í a t a n p e c u l i a r c o m o e s l a f u e r z a de trabajo. E s t a p e c u l i a r M e r c a n c í a i n t r o d u c e e n el m o v i m i e n t o d e la circulación m e r c a n t i l - d i n e r a r i a p r e c i s a m e n t e a q u e l l o s c a m b i o s los c u a l e s m e t a r n o r f o s e a n l a c i r c u l a c i ó n m e r c a n t i l - d i n e r a r i a en esfera de prod u c c i ó n d e plusvalía. P e r o l a p r o p i a f u e r z a d e t r a b a j o n o es t o m a d a a q u í como u n a c a r a c t e r í s t i c a e t e r n a ( i d é n t i c a p a r a t o d a s l a s formaciones), sino e n s u d e t e r m i n a c i ó n h i s t ó r i c o - c o n c r e t a como mercancía. Esto s i g n i f i c a q u e e n e s t a s e p o n e a l d e s c u b i e r t o (y se fija en u n conc e p t o ) , e n p r i m e r l u g a r , a q u e l l a f o r m a históricamente definida q u e e l l a a d q u i e r e ú n i c a m e n t e d e n t r o de la esfera de la circulación mercantil-dineraria. E s t o e s lo q u e d i f e r e n c i a a l p r o c e s o de reproducción científico teórica d e l a p r o d u c c i ó n d e p l u s v a l í a , d e la descripción abstracta d e e s t e p r o c e s o , d e l a s i m p l e e x p r e s i ó n a b s t r a c t a de s u s f e n ó m e n o s , d a d o s en la superficie. P a r a e n t e n d e r y expresar en conceptos la e s e n c i a de la producc i ó n c a p i t a l i s t a , d e l t r a b a j o q u e p r o d u c e plusvalía, es necesario p o n e r e n e v i d e n c i a , p r e v i a m e n t e , t o d o el c o n j u n t o de condic i o n e s n e c e s a r i a s s o b r e c u y a b a s e ese t r a b a j o viene a ser en g e n e r a l p o s i b l e , y l u e g o e x a m i n a r los c a m b i o s q u e él introduce j u s t a m e n t e e n l a s p r o p i a s c o n d i c i o n e s de s u realización. P o r e l l o el a n á l i s i s d e los c a m b i o s i n t r o d u c i d o s por la fuerza d e t r a b a j o e n el p r o c e s o d e l a c i r c u l a c i ó n m e r c a n t i l - d i n e r a r i a , e n el p r o c e s o d e l a p r o d u c c i ó n del valor, p r e s u p o n e el análisis p r e v i o d e a q u e l l a s c o n d i c i o n e s e n l a s cuales se introdujeron est o s c a m b i o s , e s t o e s , el a n á l i s i s del p r o c e s o de producción del valor: el p r o c e s o e n el q u e el t r a b a j o asalariado y a se e n c u e n t r a p r e s t o . S i n e s t o , n o e s p o s i b l e e n t e n d e r , p o r principio, el proceso d e surgimiento de la plusvalía. E s t e m é t o d o d e i n t e l e c c i ó n de los f e n ó m e n o s permite no simp l e m e n t e d e s c r i b i r l o s e n e s e a s p e c t o e n el c u a l ellos e s t á n d a d o s d i r e c t a m e n t e e n l a c o n t e m p l a c i ó n e n la superficie del estadio des a r r o l l a d o d e s u e x i s t e n c i a , s i n o q u e p e r m i t e reproducir; en el p l e n o s e n t i d o d e e s t a p a l a b r a , s u origen, s u proceso de for-

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mación, e x a m i n a r el proceso de su surgimiento y desarrollo h a s t a su estado actual, y además, sólo en s u s momentos estrictamente necesarios. El método de ascenso de lo abstracto a lo concreto se apoya en este p u n t o sobre la circunstancia real de que las condiciones realmente universales y n e c e s a r i a s del origen y desarrollo del objeto se conservan en cada momento dado en calidad de form a s de su existencia. Por ello, el p e n s a m i e n t o puede leer en el análisis del objeto desarrollado s u historia "asimilada". Y de otro modo, como con el auxilio del método de a s c e n s o de lo abstracto a lo concreto se hace posible el enfoque histórico de la investigación del objeto. Pero es por eso que el c u a d r o presentado en las secciones más a b s t r a c t a s de la teoría (por ejemplo, el primer capítulo de "El Capital"), difiere en gra n medida de aquel c u a d r o que aparece en la contemplación directa y representación del estadio desarrollado del proceso. Y a la inversa, a m á s influencias, tendencias e influjos sujetos a ley se h a g a partícipe en el c u r s o del ascenso de lo abstracto a lo concreto, m á s concreto llegará a ser el retrato, m á s y m á s cerca e s t a r á de llegar a coincidir con ese cuadro que brinda la contemplación directa y la representación. En resumen, "El Capital" de Marx d e m u e s t r a no sólo el "esqueleto económico" del organismo social, no solo s u "estructura interna". V. I. Lenin veía la gran superioridad del método de Marx en que al "explicar exclusivamente por las relaciones de producción la e s t r u c t u r a y desarrollo de la formación social dada, Marx, pese a ello, observó siempre y en t o d a s p a r t e s las s u p e r e s t r u c t u r a s que corresponden a e s t a s relaciones de producción, cubrió de c a r n e el esqueleto e inyectó s a n g r e a este organismo" 38 . "El Capital", señaló Lenin, mostró "al lector toda la formación social capitalista como organismo vivo: con s u s diversos aspectos de la vida cotidiana, con la manifestación social del evidente antagonismo de clases propio de tales relaciones de producción, con su s u p e r e s t r u c t u r a política b u r g u e s a que protege la dominación de la clase de los capitalistas, con s u s ideas b u r g u e s a s de libertad, igualdad, etc., con s u s relaciones familia r e s burguesas" 3 9 . 38 Lenin, V.I.: ¿Quiénes son los 'amigos del pueblo* y cómo luchan contra los socialdemócratas?, Editorial Progreso, Moscú, 1979, pp. 17. 39 Lenin, V.I.: ¿Quiénes son los *amigos del pueblo" y cómo luchan contra los socialdemócratas?, pp. 17, ed. cit.

3 6 5 L A C O N T R A D I C C I O N C O M O P R I N C I P I O D E D E S A R R O L L O D E LA T E O R I A

A d e m á s "El C a p i t a l " p r u e b a q u e e s t a s r e l a c i o n e s , de facto, n o pueden s e r o t r a s , e n t a n t o e n la b a s e de t o d a la v i d a s o c i a l y a z ca la e c o n o m í a m e r c a n t i l - c a p i t a l i s t a d e a p r o p i a c i ó n p r i v a d a , a l igual q u e u n a p e r s o n a c o n c o l u m n a v e r t e b r a l o b l i c u a n o p u e d e ser b i e n p r o p o r c i o n a d a . Solo la s e p u l t u r a p u e d e c o r r e g i r e s t a s relaciones d e f a c t o . M i e n t r a s a c t ú e la ley d e la p l u s v a l í a s o n i n evitables l a s c r i s i s , e s i n e v i t a b l e el d e s e m p l e o , e s i n e v i t a b l e l a pauperización relativa y absoluta de las m a s a s trabajadoras, e s inevitable el e m b u s t e y la h i p o c r e s í a e n l a ideología, e n el ser, e n la vida p r i v a d a , p u e s t o d a s e s t a s s o n s i m p l e m e n t e l a s f o r m a s d e e x t e r i o r i z a c i ó n d e l a e s e n c i a m á s p r o f u n d a del o r g a n i s m o m e r cantil-capitalista: las contradicciones del proceso de acumulación de plusvalía. Estas contradicciones son o r g á n i c a m e n t e p r o p i a s a l c a p i t a l i s m o , c o m o lo e s el i n t e r c a m b i o albuminoideo al c u e r p o viviente. E s t a s no son "manchas" en la superficie, s i n o l a p r o p i a e x p r e s i ó n d e s u e s e n c i a . E s t o lo p r u e b a "El C a p i t a l " y a ello s i r v e s u m é t o d o : el m é t o d o d e d e d u c c i ó n d e la c o m p r e n s i ó n d e l f e n ó m e n o a p a r t i r d e la c o m p r e n s i ó n d e s u esencia u n i v e r s a l ; el m é t o d o d e a s c e n s o de lo a b s t r a c t o a lo concreto. T r a s h a b e r a c e p t a d o el m é t o d o d e M a r x y a n o es posible n o a c e p t a r t o d a s l a s c o n c l u s i o n e s d e "El Capital". A c a u s a d e ello, en p a r t i c u l a r , e s t a n o d i a d o p o r los a p o l o g e t a s del c a p i t a l i s m o c o n t e m p o r á n e o . E n él s e p r u e b a q u e l a s c r i s i s de s o b r e p r o d u c ción, la e x i s t e n c i a d e u n e j é r c i t o d e r e s e r v a d e d e s e m p l e a d o s y todas l a s o t r a s f o r m a s s i m i l a r e s d e " r i q u e z a " b u r g u e s a s o n formas u n i v e r s a l e s y a b s o l u t a s del p r o c e s o d e p r o d u c c i ó n y a c u m u l a c i ó n d e p l u s v a l í a , s u s f o r m a s o r g á n i c a s , n o solo e f e c t o s , sino t a m b i é n , c o n d i c i o n e s n e c e s a r i a s q u e r e z u m a n de e s t e proceso. Por e s o l o s filósofos y l ó g i c o s b u r g u e s e s d e s d e h a c e m u c h o s e e s f u e r z a n e n d e s a c r e d i t a r el m é t o d o d e M a r x , l l a m á n d o l o "cons t r u c c i ó n e s p e c u l a t i v a " , " f o r m a d e p e n s a m i e n t o hegeliano", t o m ada p o r M a r x a c r í t i c a m e n t e , y d e m á s , a u n q u e , c o m o n o s esforzamos e n d e m o s t r a r , l a s i m i l i t u d con el m é t o d o h e g e l i a n o a q u í es p u r a m e n t e e x t e r n a y f o r m a l . E n t o n c e s , la "deducción" q u e r e alizó M a r x e s s i n ó n i m o s i m p l e m e n t e d e m é t o d o m a t e r i a l i s t a , método d e e x p l i c a c i ó n q u e p a r t e d e l a s r e l a c i o n e s m a t e r i a l e s , d e las r e l a c i o n e s d e p r o d u c c i ó n y v a a l a s relaciones espirituales-ideológicas, políticas, j u r í d i c a s , morales y otras.

3 6 6 E V A L D ILIÉNKOV

En "El Capital", Marx señaló categóricamente a c e r c a de esta circunstancia: "En efecto, es m u c h o m á s fácil e n c o n t r a r por análisis el contenido, el núcleo t e r r e n a l de las n e b u l o s a s concepciones de la religión, que hace ver por u n c a m i n o inverso, cómo las condiciones reales de la vida se revisten poco a poco de u n a forma etérea. Ese es el único método materialista, y por lo tanto científico" 40 . Este es el mismo método que s e ñ a l a la t a r e a del conocimiento científico del dinero, no en entender que el dinero es también u n a mercancía, sino en e x a m i n a r cómo y por qué la mercancía se metamorfosea en dinero. Esto es m u c h o m á s difícil, pero en cambio es m á s acertado. Este método m u e s t r a no solo aquellas relaciones de la vida real, las c u a l e s se reflejan en consabidas formas ideológicas, sino que a d e m á s explica porque se h a desarrollado j u s t a m e n t e en tal, y n o en a l g u n a o t r a forma ideológica, política, jurídica y científica. Todas e s t a s f o r m a s son "deducidas" literalmente de las relaciones de la vida real, de sus contradicciones (de "la incongruencia propia del fundamento mundano"). En esto consiste j u s t a m e n t e la p r o f u n d a diferencia entre la crítica de la forma de consciencia religiosa en Marx y en Feuerbach. En ello consiste también la v e n t a j a principal del método dialéctico de Marx, Engels y Lenin, y al m i s m o tiempo, su carácter materialista, en aplicación a c u a l q u i e r c a m p o de la investigación: de la economía política a la teoría del conocimiento y la estética. ***

"El Capital" de Karl Marx es en sí la a u t é n t i c a escuela superior del pensamiento teórico. El científico de cualquier campo puede extraer aquí p a r a sí, las ideas m á s extraordinariamente valiosas en relación al método de la investigación teórica. Los filósofos y lógicos deben aligerar el acceso a este tesoro. Naturalmente, u n autor y u n libro sólo p u e d e n d a r solución a esta t a r e a en u n a medida muy m a g r a . E n v i r t u d de su complejidad y volumen ésta tarea solo la puede a f r o n t a r u n colectivo. El libro aquí presente rellena sólo en d e t e r m i n a d o grado esta lagun a que tiene en n u e s t r a literatura filosófica, en relación a esto se desarrolla y concreta u n a de las secciones de la obra de M.M. Rosental "Cuestiones de la dialéctica en 'El Capital' de K.

40 Marx, Karl: El Capital /, pp. 362, ed. cit.

3 6 7 L A C O N T R A D I C C I Ó N COMO PRINCIPIO D E DESARROLLO DE LA TEORIA

Marx"41, la ú n i c a obra dedicada, h a s t a ahora, a esta cuestión tan i m p o r t a n t e y grave. La investigación ulterior en este plano, es necesario esperar, no la a g u a r d a r e m o s por mucho tiempo.

41 El libro "Cuestiones de la dialéctica en "El Capital" de K. Marx" (Voprosy dialektiki v "Kapitale" Marksa) de Marc Moisieievich Rosental fue publicado en 1955 por la Editorial E s t a t a l de Literatura Política (Moscú). En 1961 la Ediciones Pueblos Unidos (Montevideo) realizaría la versión en castellano bajo el titulo "Problemas de la dialéctica en "El Capital" de Marx". El propio Marc Rosental llevaría a d e l a n t e u n a revisión b a s t a n t e extensa de la obra para u n a segunda edición, e s t a vez bajo el nombre de "La dialéctica de "El Capital" de K. Marx* [Dialektika "Kapital" K. Marksa) publicada en 1967 por la editorial Mysl(Moscú). [N. del editor)

ANEXOS

L A C O N C E P C I Ó N D E LO ABSTRACTO Y LO C O N C R E T O E N LA LÓGICA DIALÉCTICA Y EN LA L Ó G I C A FORMAL 1 L o s t é r m i n o s " a b s t r a c t o " y " c o n c r e t o " se e m p l e a n en el lenguaje c o l o q u i a l y e n l a l i t e r a t u r a e s p e c i a l i z a d a de u n modo muy ambig u o . A s í , s e h a b l a s o b r e " h e c h o s c o n c r e t o s " y "música concreta", sobre " p e n s a m i e n t o abstracto" y "pintura abstracta"; sobre "ver-

d a d c o n c r e t a " y " t r a b a j o a b s t r a c t o " . E s t e u s o de las p a l a b r a s tien e e n c a d a c a s o , a p a r e n t e m e n t e , s u p r o p i a justificación en tal o c u a l m a t i z d e e s t a s p a l a b r a s y s e r í a j o c o s a m e n t e p e d a n t e exigir u n a c o m p l e t a unificación de s u uso. P e r o s i l a c u e s t i ó n t r a t a n o s o l a m e n t e de l a s p a l a b r a s , no sol a m e n t e d e l o s t é r m i n o s s i n o s o b r e el c o n t e n i d o de las categorías c i e n t í f i c a s q u e h i s t ó r i c a m e n t e s e ligan con estos términos, ent o n c e s el a s u n t o y a e s d i f e r e n t e . L a s d e t e r m i n a c i o n e s de lo abst r a c t o y lo c o n c r e t o c o m o c a t e g o r í a s lógicas deben ser estables y u n í v o c a s e n l o s c o n f i n e s d e e s t a ciencia, p u e s t o que con su a y u d a s e d e s c u b r e n los p r i n c i p i o s m á s i m p o r t a n t e s del p e n s a m i e n t o c i e n t í f i c o . A t r a v é s d e e s t o s t é r m i n o s la lógica dialéctica exp r e s a u n a s e r i e d e s u s p r i n c i p i o s f u n d a m e n t a l e s ("no hay verdad a b s t r a c t a , l a v e r d a d s i e m p r e e s concreta", y la tesis sobre el "asc e n s o d e lo a b s t r a c t o a lo c o n c r e t o " y demás). Por lo tanto, las c a t e g o r í a s d e lo a b s t r a c t o y lo c o n c r e t o t i e n e n u n significado plen a m e n t e d e t e r m i n a d o e n la lógica dialéctica, indisolublemente l i g a d o c o n l a c o n c e p c i ó n m a t e r i a l i s t a dialéctica de la verdad, la r e l a c i ó n d e l p e n s a m i e n t o c o n la r e a l i d a d , el modo de reproduc1 "Ponimanie abstraktnogo y konkretnogo v dialektike i formalnoi logike" (flOHHMaHHe aSCTpaKTHOrO H KOHKpeTHOrO B AHaAeKTHKe H C^OpMaAbHOft AorHKe) se t r a d u c e s e g ú n la v e r s i ó n i n c l u i d a en la c o m p i l a c i ó n : "Dialéctica y L ó g i c a . F o r m a s d e l p e n s a m i e n t o " ( D i a l e k t i k a y logika. Formy Myschleniya), E d i t o r i a l d e l a A c a d e m i a d e C i e n c i a s d e la U R S S , M o s c ú , 1962, pp. 172 - 210.

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ción teórica de la realidad en el p e n s a m i e n t o , y así sucesivamente. Y si la cuestión t r a t a no sobre p a l a b r a s , sino sobre las categorías de la dialéctica ligadas con e s t a s p a l a b r a s , entonces toda licencia, falta de claridad o inestabilidad en s u determinación (además de las incorrecciones), obligatoriamente desembocará en u n a concepción tergiversada de la esencia del asunto. Por esta razón también es necesario p u r i f i c a r las categorías de lo abstracto y lo concreto de todas las connotaciones que se han a r r a s t r a d o a lo largo de los siglos, sea por tradición, costumbre o simplemente por equivocación, lo que a m e n u d o obstaculiza la j u s t a comprensión de las tesis de la lógica dialéctica. 1. LAS CATEGORÍAS DE LO ABSTRACTO Y LO CONCRETO EN LA LÓGICA FORMAL

La cuestión referente a la relación de lo a b s t r a c t o y lo concreto en su forma general ni se pla ntea ni se resuelve en los límites de la lógica formal, puesto que é s t a en sí es u n a cuestión puramente filosófica, gnoseológica, que va allende l a s fronteras de su competencia. Sin embargo de aquello, c u a n d o el a s u n t o trata sobre la clasificación de conceptos, y, verbigracia, sobre la división de conceptos en "abstractos" y "concretos", la lógica formal necesariamente presupone u n a concepción plenamente determinada de las categorías correspondientes. E s t a concepción act ú a en calidad de f u n d a m e n t o de división, y por ello puede ser revelada por el análisis. En c u a n t o n u e s t r a literatura didáctico pedagógica sobre lógica formal se orienta en s u s p l a n t e a m i e n t o s gnoseológicos a la filosofía del materialismo dialéctico, es que la división tradicional de conceptos en abstractos y concretos sufre, y no en vano, u n a verificación crítica; en c u a n t o ella se justifica con el punto de vista materialista dialéctico sobre el p e n s a m i e n t o y el concepto, no requiere de la consabida "verificación", ni conserva huellas de esa tradición incompatible con la filosofía del materialismo dialéctico. De otro modo, puede acontecer que j u n t o a la distinción de conceptos en abstractos y concretos en la consciencia del estudiante se infiltre también la comprensión incorrecta de las categorías filosóficas de lo abstracto y lo concreto, lo que más tarde - e n la asimilación de la lógica dialéctica- puede llegar a ser u n obstáculo que lleva a la equivocación y confusión e incluso a la comprensión tergiversada de su tesis m á s importantes.

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El a n á l i s i s de la literatura de los m a n u a l e s pedagógicos editados entre n o s o t r o s , a lo largo de los últimos 10-15 años, deja ver que en el p u n t o en cuestión la mayoría de los autores se a d j u n tan contenta y u n á n i m e m e n t e a u n a conocida tradición, a u n q u e con d e t e r m i n a d a s reservas, con "reparos". Según este criterio tradicional, los conceptos (o pensamientos) se dividen en abstractos y concretos del siguiente modo: "Se d e n o m i n a de conceptos concretos a aquellos conceptos en los que se r e p r e s e n t a n objetos realmente existentes, objetos determinados o clases de objetos. Se denomina conceptos abstractos a aquellos conceptos en lo que se representa cierta propiedad de los objetos, m e n t a l m e n t e a b s t r a í d a de los objetos en sí mismos" 2 . "Un concepto concreto es aquel concepto que se relaciona a grupos, c l a s e s de cosas, objetos y fenómenos o cosas, objetos y fenómenos aislados. Un concepto abstracto es aquel concepto referente a las propiedades de los objetos o fenómenos, cuando estas propiedades son t o m a d a s como u n objeto autónomo del pensamiento" 3 . "Se d e n o m i n a de concretos a los conceptos cuyos objetos existen realmente en calidad de cosas en el m u n d o material... Se denomina de a b s t r a c t o s , o conceptos abstraídos, a aquellos en los cuales el p e n s a m i e n t o no es sobre u n objeto verdadero, sino sobre alguno de los rasgos del objeto, tomado por separado del objeto en sí mismo" 4 . Los ejemplos traídos a colación son del mismo tipo, en la mayoría de los casos. En la r ú b r i c a de conceptos concretos comúnmente se a d s c r i b e a conceptos como "libro", "Zhuchka" 5 , "árbol", "avión", "mercancía" y bajo la denominación de abstractos figuran "blancura", "coraje", "virtud", "velocidad", "valor", etc. De hecho (por la composición de los ejemplos) la división sigue siendo la m i s m a que en el conocido m a n u a l de G.I. Chelpánov 6 . Las e n m i e n d a s q u e se hicieron a la interpretación chelpánovia2 N.I. Kondákov, Lógica, Moscú, 1954, p. 300. 3 M.S. Strogovich. Lógica. Moscú, 1949, p. 87. 4 V.F. Asmus. Lógica. Moscú, 1947, p. 36. 5 "Zhuchka" e s u n nombre muy común de los perros de corral. (N. del traductor) 6 El "Manual de Lógica" de G.I. Chelpánov fue publicado por primera vez en 1897, tendría 6 ediciones m á s h a s t a 1911. Durante la era soviética el manual vería la luz u n a vez m á s en 1946. {N. del editor)

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n a no preocupan, como regla, a la división en sí m i s m a , sino a s u s f u n d a m e n t o s gnoseológicos, y a q u e en filosofía Chelpánov era u n típico idealista subjetivo. He aquí su versión de la división de conceptos en abstractos y concretos: "Los términos abstractos son aquellos que sirven p a r a design a r cualidades o propiedades, estados, acciones de l a s cosas. Estos designan cualidades que son c o n s i d e r a d a s de por sí, sin las cosas... Concretos son los conceptos de cosas, objetos, personas, hechos, eventos, estados de la consciencia, si los consideramos como que poseen u n a existencia determinada..." 7 . Para Chelpánov es indiferente h a b l a r sobre conceptos o términos. Los "estados de la consciencia", s e g ú n él, se h a l l a n en la misma categoría con los hechos, c o s a s y eventos. "Poseer u n a existencia determinada" es p a r a él lo m i s m o q u e tener existencia determinada en la consciencia i n m e d i a t a individual, es decir, en su contemplación, en su r e p r e s e n t a c i ó n o incluso en la imaginación. Por ello, Chelpánov tiene por concreto a todo lo q u e puede ser concebido (imaginado) en forma de u n a cosa o imagen que existe aisladamente, y por abstracto a lo que no p u e d e ser imaginado de esta forma, eso que solo p u e d e ser p e n s a d o como tal. En Chelpánov, el criterio genuino de división de lo abstracto y lo concreto viene a ser la facultad o incapacidad del individuo para representar algo. Esta división a u n q u e es vacilante desde el p u n t o de vista filosófico es, no obstante, bastante determinada. Nuestros autores intentaron e n m e n d a r la interpretación filosófico-gnoseológica de la clasificación, pero en lo tocante al cuerpo fáctico de los ejemplos, la clasificación permaneció vulnerable. Si por conceptos concretos se entiende solo a aquellos que se relacionan con las cosas del m u n d o material, entonces u n cent a u r o o Atenea caen en la r ú b r i c a de los abstractos, j u n t o a coraje o virtud, y Z h u c h k a y Marfa la Posádnitza 8 vienen a ser concretos de acuerdo con el valor de esta cosa"sensible-suprasensible" del m u n d o material.

7 G.I. Chelpánov. Manual de Lógica, Moscú, 1946, p. 10-11. 8 Véase el Indice de Nombres. [N. del editor)

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¿ Q u é s e n t i d o p u e d e t e n e r p a r a el a n á l i s i s lógico s e m e j a n t e c l a s i f i c a c i ó n ? E s t a s e n m i e n d a s d i s u e l v e n , c o n f u n d e n la clasific a c i ó n t r a d i c i o n a l , p u e s i n t r o d u c e n u n e l e m e n t o del todo a j e n o a ella. P o r o t r o l a d o , n o s e o b t i e n e u n a n u e v a clasificación estricta. No e s p o s i b l e c o n s i d e r a r a c e r t a d o s e s t o s i n t e n t o s de c o n t r a p o n e r u n n u e v o p r i n c i p i o (base) d e división al d e Chelpánov, c o m o hacen ciertos autores. N.I. K o n d á k o v o p i n a , p o r ejemplo, q u e la división d e c o n c e p t o s en a b s t r a c t o s y c o n c r e t o s d e b e e x p r e s a r " u n a d i f e r e n c i a e n los c o n c e p t o s s e g ú n s u c o n t e n i d o " 9 . E s t o s i g n i f i c a q u e los c o n c e p tos c o n c r e t o s d e b e n r e f l e j a r c o s a s y los a b s t r a c t o s l a s p r o p i e d a d e s y r e l a c i o n e s d e e s t a s c o s a s . Si la división d e b e s e r total, ent o n c e s e n el c o n c e p t o c o n c r e t o , s e g ú n N.I. Kondákov, n o p u e d e n p e n s a r s e n i l a s p r o p i e d a d e s , n i l a s r e l a c i o n e s d e l a s c o s a s . No o b s t a n t e , q u e d a e n t i n i e b l a s c ó m o e s posible, e n g e n e r a l , p e n s a r u n a c o s a o u n a c l a s e d e o t r a f o r m a q u e n o s e a p e n s a n d o en s u s propiedades y relaciones. En realidad, cualquier pensamiento sobre u n a c o s a ineludiblemente d e m o s t r a r á ser u n pensamiento s o b r e u n a u o t r a d e s u s p r o p i e d a d e s ; p u e s c o m p r e n d e r u n a c o s a s i g n i f i c a d a r s e c u e n t a d e t o d o el c o n j u n t o de s u s propiedades y relaciones. Si d e p u r a m o s a l p e n s a r s o b r e l a c o s a d e t o d o s los p e n s a m i e n t o s s o b r e l a s p r o p i e d a d e s d e e s a c o s a , e n t o n c e s de e s e p e n s a m i e n t o n o q u e d a r á n a d a s a l v o el n o m b r e . E n o t r a s p a l a b r a s , la división s e g ú n el c o n t e n i d o s i g n i f i c a e n r e a l i d a d : u n c o n c e p t o c o n c r e t o e s u n c o n c e p t o s i n c o n t e n i d o , y u n o a b s t r a c t o tiene c o n t e n i d o , a u n q u e m u y m a g r o . D e o t r o m o d o , la división n o e s plena y viene a ser incorrecta. No e s m á s a c e r t a d o e s e f u n d a m e n t o d e división q u e p r o p o n e V.F. A s m u s : " l a existencia real de los objetos de estos conceptos"10. ¿ C ó m o e n t e n d e r e s t o , q u é los o b j e t o s d e los c o n c e p t o s c o n c r e t o s e x i s t e n r e a l m e n t e y los o b j e t o s d e los c o n c e p t o s a b s t r a c t o s n o e x i s t e n ? P e r o , e n r e a l i d a d , d e n t r o de la c a t e g o r í a d e los c o n c e p t o s a b s t r a c t o s s e c u e n t a n o sólo a la v i r t u d , s i n o t a m b i é n al valor, p e s o y v e l o c i d a d , e s t o e s , o b j e t o s q u e e x i s t e n de u n m o d o n o m e n o s r e a l q u e u n a v i ó n o u n a c a s a . Si e s t o q u i s i e r a decir q u e 9 Ver N.I. K o n d á k o v , op. Cit., p. 3 0 0 - 3 0 1 . 10 Ver V.F. A s m u s , op. Cit. Pp. 3 6 .

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la extensión, valor o velocidad no existen en la realidad sin la casa, el árbol, el avión y a l g u n a s otras c o s a s individuales, entonces es verdad que también las cosas individuales solo existen sin extensión, sin peso y d e m á s a t r i b u t o s del m u n d o material en la cabeza, sólo en la abstracción subjetiva. En consecuencia, la existencia real no es m á s posible que sea, ni aquí ni allá, el criterio de división de los conceptos en abstractos y concretos. Esto solo puede c r e a r la falaz impresión de que las cosas individuales son m á s reales q u e las leyes universales y las formas de existencia de e s a s cosas. Tal concepción no tiene n a d a en c o m ú n con la realidad. Todo esto nos dice que los remiendos h e c h o s por nuestros autores a la delimitación de Chelpánov son en extremo insuficientes y formales, que los autores de estos libros de lógica no han hecho el análisis crítico y m a t e r i a l i s t a de e s t a delimitación, sino que se quedaron en u n a s correcciones p a r t i c u l a r e s las cuales no e n m i e n d a n de forma a l g u n a la clasificación tradicional y solo la e n m a r a ñ a n . Por ello, p a r a introducir a q u í algo de claridad, es tiempo de iniciar u n a p e q u e ñ a excursión en la historia de los conceptos de lo abstracto y lo concreto. 2 . LA HISTORIA DE LOS CONCEPTOS DE LO ABSTRACTO Y LO CONCRETO

La determinación de los conceptos a b s t r a c t o s , delimitada por Chelpánov, la e n c o n t r a m o s en f o r m a precisa en Wolff. Según Wolff, "los conceptos a b s t r a c t o s son aquellos conceptos que tienen en s u contenido propiedades, relaciones y estados de cosas seleccionados (en el intelecto) de las cosas", y se "los concibe como objetos autónomos" 11 . C. Wolff no es la fuente original. Él solo reproduce el criterio que se establece en los t r a t a d o s lógicos de la escolástica medieval. La escolástica llama de a b s t r a c t o s a todos los nombres-conceptos (ella tampoco diferencia al n o m b r e del concepto) que designan propiedades y relaciones de cosas, al mismo tiempo denomina de concretos a los que designan cosas 1 2 .

11 La determinación de C. Wolff se cita s e g ú n el diccionario g u í a de R. Eisler. 12 Ver Prantl K. Geschichte der Logik im Abendlande. B. 3, Berlin, S. 363.

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Este u s o de las p a l a b r a s se originó en ligazón con la simple etimología. Concreto, en lenguaje latín significa sencillamente lo mezclado, unido, compuesto, complicado; en tanto, según el latín, lo a b s t r a c t o significa lo substraído, tomado, extraído (o abstraído), e n a j e n a d o . El significado etimológico de estas palabras no contiene n a d a m á s . Todo lo d e m á s ya le pertenece al cuerpo de la concepción filosófica que comienza a expresarse a través de ellas. La contraposición de realismo y nominalismo medieval no resulta del significado d i r e c t a m e n t e etimológico de las palabras "abstracto" y concreto". Tanto nominalistas como realistas llam a n por igual de c o n c r e t a s a las "cosas" singulares, percibidas sensiblemente, r e p r e s e n t a d a s de modo palpable, los objetos individuales, y de a b s t r a c t o s a todos los conceptos y nombres que designan o e x p r e s a n s u s "formas" generales. Su diferencia reside en que los p r i m e r o s o p i n a n que los "nombres" son solo designaciones subjetivas de c o s a s individuales y concretas. Y los seg u n d o s s u p o n e n que estos n o m b r e s abstractos expresan las "formas" s e m p i t e r n a s e i n m u t a b l e s que residen en las entrañas de la razón divina, prototipos según los cuales el poder divino creó los objetos individuales. Para la cosmovisión c r i s t i a n a es característico el desprecio p a r a con el m u n d o de las c o s a s sensiblemente percibidas, para la "carne", lo que sale a relucir de modo particularmente claro en los realistas, y ligado a ello lo abstracto es enajenado de la carne, de lo sensible y se considera que lo impúdicamente pensable es m u c h o m á s valioso (tanto en el plano moral como en la relación teórico-cognoscitiva) que lo concreto. Aquí, lo concreto es sinónimo pleno de lo percibido sensiblemente, lo individual, lo c a r n a l , lo m u n d a n o , lo transitorio, (lo "compuesto", y por ello c o n d e n a d o a la descomposición, a la desaparición). Lo a b s t r a c t o a p a r e c e como sinónimo de lo sempiterno, imperecedero, indivisible, divinamente instituido, universal, absoluto, etc. Un "cuerpo redondo" singular perecerá, pero lo "redondo en general" existe e t e r n a m e n t e como forma, como entelequia q u e c r e a nuevos c u e r p o s redondos. Lo concreto es transitorio, inalcanzable, efímero. Lo abstracto vive sin cambios, constituye la esencia, el invisible e s q u e m a según el cual se construye el m u n d o .

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Ese anticuado respeto p a r a con lo abstracto se liga j u s t a m e n te con la concepción escolástica de lo a b s t r a c t o y lo concreto, de lo cual Hegel se burlaría mordazmente m u c h o después. La filosofía materialista de los siglos XVI y XVII, que dio inicio a u n a alianza con el naturalismo, demolió los pilares de la cosmovisión religioso-escolástica; al reevaluar, en esencia, las categorías tanto de lo abstracto como de lo concreto. El sentido directo de estos términos siguió siendo el mismo: lo concreto - a l igual que en las d o c t r i n a s escolásticas- denominaba, como antes, a las cosas individuales percibidas de modo sensible, y a su imagen evidente, y lo abstracto e r a n las formas generales de estas cosas, las propiedades igual de recurrentes y las relaciones sujetas a leyes de las cosas que se expresan en términos, en nombres y números. Sin embargo, el contenido filosófico-teórico de las categorías vino a ser el contrario del escolástico. Lo concreto, dado a la p e r s o n a en la experiencia sensible, llega a ser concebido como la ú n i c a realidad digna de atención e investigación, y lo a b s t r a c t o es u n a m e r a sombra psicológico-subjetiva de esta realidad, su mísero e s q u e m a mental. Lo abstracto devino en sinónimo de expresión verbal-numérica de los datos empíricos-sensibles, u n signo de descripción de lo concreto. Esta concepción de la relación de lo a b s t r a c t o con lo concreto, característica a los primeros p a s o s del n a t u r a l i s m o y la filosofía materialista, no obstante, entró m u y pronto en contradicción con la práctica de la investigación científico n a t u r a l . El n a t u r a lismo y la filosofía materialista de los siglos XVI - XVIII adquirieron, de modo cada vez m á s claro, f o r m a s mecanicistas unilaterales. Y eso significaba declarar a las características temporales y espaciales, a las formas geométricas a b s t r a c t a s por si fuesen las ú n i c a s cualidades y relaciones objetivas de c o s a s y fenómenos. Todo lo restante resultaba ser u n a simple ilusión subjetiva creada por los órganos sensoriales del hombre. En otras palabras, todo lo "concreto" fue concebido como producto de la actividad de los órganos de los sentidos; como cierto estado psicofisiológico del sujeto, como u n a copia subjetivamente teñida del original descolorido, a b s t r a c t o y geométrico. Respecto a esto se concibió la t a r e a f u n d a m e n t a l del conocimiento: p a r a obtener la verdad es necesario limpiar, lavar las imágenes sensiblemente palpables de las cosas de todo color

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^ r i s i b l e m e n t e s o b r e p u e s t o y d e s n u d a r el esqueleto geométrico A b s t r a c t o , el e s q u e m a . A h o r a lo c o n c r e t o r e s u l t ó i n t e r p r e t a d o como u n a ilusión s u b j e t i v a , c o m o u n s i m p l e e s t a d o d e los ó r g a n o s sensoriales, y el obj e t o f u e r a d e l a c o n s c i e n c i a s e m e t a m o r f o s e o en algo completamente abstracto. E l c u a d r o a s í o b t e n i d o v i n o a s e r : f u e r a de la consciencia de la P e r s o n a h a y p a r t í c u l a s geométricas-abstractas eternas e inmut a b l e s q u e s e c o m b i n a n s e g ú n u n o s y los m i s m o s e s q u e m a s e t e r n o s e i n m u t a b l e s m a t e m á t i c o s - a b s t r a c t o s , y lo concreto tien e l u g a r s o l o e n el s u j e t o , c o m o u n a f o r m a de percepción sensib l e d e l o s c u e r p o s g e o m é t r i c o - a b s t r a c t o s . De allí la fórmula: la ú n i c a s e n d a c i e r t a h a c i a la v e r d a d e s elevarse de lo concreto ( c o m o lo n o v e r d a d e r o , lo f a l s o , lo subjetivo) a lo a b s t r a c t o (como e x p r e s i ó n d e l o s e s q u e m a s s e m p i t e r n o s e i n m u t a b l e s de const r u c c i ó n d e los cuerpos). C o n e s t o s e v i n c u l a l a f u e r t e c o r r i e n t e n o m i n a l i s t a en la filos o f í a d e l o s s i g l o s XVI a l XVIII. Todo c o n c e p t o - c o n excepción de l o s m a t e m á t i c o s — f u e i n t e r p r e t a d o s i m p l e m e n t e como u n signo i n v e n t a d o a r t i f i c i a l m e n t e , u n n o m b r e q u e serviría p a r a comodid a d d e l a m e m o r i z a c i ó n , p a r a r e g l a m e n t a r los variopintos datos d e l a experiencia, p a r a comunicarlos a otras personas y demás. G . B e r k e l e y y D. H u m e , los i d e a l i s t a s subjetivos de e s a época, r e d u j e r o n d e m o d o d i r e c t o el c o n c e p t o al n o m b r e , a la denomin a c i ó n , a s i g n o s - s í m b o l o s c o n v e n c i o n a l e s , m á s a l l á de los que s e r í a a b s u r d o b u s c a r a l g ú n o t r o contenido, salvo la c o n s a b i d a s e m e j a n z a d e l o s g é n e r o s d e i m p r e s i o n e s sensibles, salvo lo "com ú n e n l a e x p e r i e n c i a " . E s t a t e n d e n c i a se e n r a i z o de modo p a r t i c u l a r m e n t e s ó l i d o e n s u e l o i n g l é s y vive a c t u a l m e n t e con el rop a j e d e l a s c o n c e p c i o n e s neopositivistas. L a d e b i l i d a d d e e s t e a b o r d a j e , c a r a c t e r í s t i c o en f o r m a c o n s u m a d a p a r a el i d e a l i s m o subjetivo, f u e propia, a d e m á s , de m u c h o s m a t e r i a l i s t a s d e e s a é p o c a . E n e s t a ligazón son c a r a c t e r í s t i c o s l o s e s t u d i o s d e J . Locke. T a m p o c o s o n a j e n o s T. Hobbes y C . A . H e l v e c i o . A q u í ella h a c e p r e s e n c i a c o m o t e n d e n c i a q u e emb o t ó s u s posiciones f u n d a m e n t a l m e n t e materialistas. L l e v a d o a l e x t r e m o , e s t o s criterios r e s u l t a r o n en q u e las c a t e g o r í a s l ó g i c a s s e d i s u e l v e n en c a t e g o r í a s psicológicas e incluso l i n g ü í s t i c o - g r a m a t i c a l e s . Así, s e g ú n Helvecio, el método de a b s t r a c c i ó n s e d e t e r m i n a d i r e c t a m e n t e c o m o la f a c u l t a d específica

3 8 0 E V A L D ILIÉNKOV

"de colocar muchos de los objetos en n u e s t r a memoria" 13 . Helvecio considera "al abuso en las palabras" 1 4 u n a de las causas m á s importantes del error. Hobbes p i e n s a de modo análogo: "Por consiguiente, como el hombre debe todo s u raciocinio verdadero al correcto entendimiento del lenguaje; t a m b i é n le debe sus errores a la mala interpretación del mismo" 1 5 . En resumen, si el conocimiento racional del m u n d o externo se reduce a la elaboración p u r a m e n t e c u a n t i t a t i v a , matemática de los datos, y en lo restante se dirige exclusivamente a reglamentar y fijar verbalmente las imágenes sensibles, entonces, naturalmente, el lugar de la lógica lo ocupa, por u n lado, la matemática, y por el otro, la ciencia de la combinación y división correcta de términos y enunciaciones, "en el u s o legítimo de esas palabras que nosotros mismos h e m o s constituido", así determina Hobbes la t a r e a de la lógica 16 . Esta reducción nominalista del concepto a la palabra, al término, y del pensamiento a la facultad del "uso legítimo de esas palabras que nosotros mismos h e m o s constituido" puso bajo ataque al principio materialista en sí. Ya Locke, clásico y progenitor de este criterio, se cerciora de que el concepto de sustancia no es posible ni de explicar, ni de j u s t i f i c a r simplemente en calidad de "lo común en la experiencia", en calidad del "universal" 13 El texto citado por Iliénkov se e n c u e n t r a inserto en el siguiente pasaje: "Pero, él podría incluso incluir en el ámbito de las sensaciones los juicios realizados, por ejemplo, sobre la excelencia mayor o menor de ciertos métodos, tales como el método de colocar muchos de los objetos en n u e s t r a memoria, o él método de las abstracciones, o ese del análisis" - "Mais, dira-t-on, faudra-t-il mettre encore au rang des sensations les jugements portés, par exemple, sur l'excellence plus ou moins grande de certaines méthodes, telles que la méthode propre á placer beaucoup d'objets dans notre mémoire, ou la méthode des abstractions, ou celle de l'analyse" (Helvétius, Claude-Adrien: De l'Esprit, 1" ed., Les classiques des sciences sociales, http://classiques.uqac.ca, 2009, pp. 28-29). (N. del traductor) 14 En francés: "l'abus des mots" (Helvétius, Claude-Adrien: De l'Esprit, op. cit., pp. 44). (N. del traductor) 15 "Wherefore, as men owe all their true ratiocination to the right understanding of speech; so algo they owe their errors to the misunderstanding of the same" (Hobbes, Thomas: Elements Of Philosophy. The First Section, Concerning Body, The English Works of Thomas Hobbes of Malmesbury, 1" ed., J o h n Bohn, Londres, 1839, pp. 36.). [N. del traductor) 16 En el original en inglés: "...in the legitimate use of such words as we ourselves constitute" (Hobbes, Thomas: Elements Of Philosophy. The First Section, Concerning Body, op. cit., pp. 531.). (N. del traductor)

381 L A CONCEPCIÓN D E LO ABSTRACTO Y LO CONCRETO EN LA LÓOICA...

m á s amplio, de abstracción de las cosas individuales 17 . Y Berkeley abrió e s t a brecha, de forma p a r a n a d a casual, volviendo a la teoría lockeana de la formación del concepto en contra del materialismo, en contra del concepto mismo de sustancia. Lo declara como u n nombre huero. Hume prosiguiendo su a n á lisis de los conceptos básicos de la filosofía, persevera en que la objetividad de conceptos tales como causalidad no puede ser demostrada, ni c o m p r o b a d a en ligazón a eso que se expresa como "lo c o m ú n en la experiencia". Pues la abstracción de los objetos y fenómenos ú n i c o s d a d o s de modo sensible, de lo concreto, puede e x p r e s a r con igual éxito solo la identidad de la e s t r u c t u r a psicofisiológica del sujeto que percibe las cosas, y en lo absoluto la identidad de las c o s a s en sí m i s m a s . La teoría empírica e s t r e c h a del concepto que lo reduce a la simple abstracción de los fenómenos y percepciones individuales, solo fija la superficie psicológica del proceso del conocimiento racional. Sobre tal superficie el pensamiento se presenta gen u i n a m e n t e como el proceso de abstraer lo "idéntico" de las cosas individuales, como el proceso de ascensión hacia abstracciones c a d a vez m á s y m á s amplias y universales. Sin embargo, tal teoría puede servir con igual éxito a concepciones filosóficas diametralmente o p u e s t a s , dejando en la p e n u m b r a el punto principal: la cuestión de la verdad objetiva de los conceptos universales. Los m a t e r i a l i s t a s consecuentes comprendieron magníficamente la debilidad del criterio nominalista sobre el concepto, su ineptitud total de c o n t r a r r e s t a r las especulaciones y errores idealistas. Spinoza subrayó, m á s de u n a vez, que el concepto s u s t a n c i a es la mayor expresión del "origen de la Naturaleza" y "no puede h a b e r concepto abstracto ni concepto general (abstráete sive universaliter), este origen no puede ser concebido por el entendimiento como m á s amplio de lo que es realmente..." 18 . El hilo rojo del pensamiento discurriendo a lo largo de todos los t r a t a d o s de Spinoza es que los simples "universales", las simples a b s t r a c c i o n e s de lo diverso dado de forma sensible, fijado en nombres y términos, son de por sí únicamente formas de cono17 En el original a a 6 c T p a K m i H O T C A H H H H H B I X B c i u e ñ * [abstraktsii ot edinichnyj veschei). El t é r m i n o "eAHHHHHbix" (edinichnyj) tiene la acepción de 'único* y "solo". (TV. del traductor) 18 Spinoza, Baruch: Tratado de la reforma del entendimiento, consultada: 31-05-2012, pp. 68.

versión digital,

3 8 2 E V A L D ILIÉNKOV

cimiento vagas e imaginativas. Las "ideas verdaderas", genuinamente científicas, no salen a escena por e s a vía. El proceso de establecimiento de las "semejanzas, diferencias y contradicciones de las cosas" es, según Spinoza, la vía de la "experiencia vaga" no dirigida por el entendimiento. "Además de que este conocimiento es h a r t o definitivo, j a m á s se percibirá por la experiencia sino los accidentes de las c o s a s (praeter accidentia) de la Naturaleza, de las que sólo tenemos idea clara si conocemos previamente las esencias" 19 . En primer lugar, la "experiencia vaga" q u e moldea los universales n u n c a está c o n s u m a d a . De m a n e r a que, todo hecho contrario puede desbaratar la abstracción. En s e g u n d o lugar, ella no incluye en sí garantía a c u e n t a de q u e el u n i v e r s a l exprese la forma universal genuinamente verdadera de las cosas, y no simplemente u n a ficción subjetiva. A la "experiencia vaga" y su justificación filosófica en las concepciones de los empiristas, Spinoza c o n t r a p o n e u n a vía superior de conocimiento que se apoya en principios estrictamente verificables, en conceptos que e x p r e s a n " a d e c u a d a m e n t e la esencia de la cosa". Estos ya no son "universales", ni abstracciones de la diversidad d a d a de m a n e r a sensible. ¿Cómo e s t á n formados y de dónde vienen? Con frecuencia a Spinoza se lo comenta así: e s t a s ideas (principios, conceptos universales) e s t á n contenidas, a priori, en el intelecto h u m a n o y son s a c a d a s a la luz por los actos de la intuición y auto-contemplación. Según esta interpretación, la posición de Spinoza viene a ser m u y semejante a la de Leibniz o Kant, muy poco parecida al materialismo. Sin embargo, esto no es en lo absoluto así e incluso no lo es p a r a n a d a . El pensamiento, sobre el cual se t r a t a en Spinoza, no es p a r a n a d a el pensamiento del individuo h u m a n o singular. En Spinoza este concepto de n i n g u n a m a n e r a se halla cortado a la medida de la auto-consciencia individual, sino que se orienta a la auto-consciencia teórica de la h u m a n i d a d , a la c u l t u r a teórico-espiritual en su totalidad. La consciencia individual se toma en cuenta únicamente en la medida en que ella r e s u l t a ser encarnación de este pensamiento, esto es, el pensamiento que concuerda con la naturaleza de las cosas. Las ideas del entendimiento no se contienen en modo alguno por necesidad en el intelecto del indivi19 Spinoza, Baruch: 7Yatado de la reforma del entendimiento,

op. cit., pp. 35.

3 8 3 L A C O N C E P C I Ó N D E LO A B S T R A C T O Y LO CONCRETO EN LA LÓGICA...

duo s i n g u l a r , y ni siquiera la m á s minuciosa auto-contemplación las p u e d e exteriorizar. Estos m a d u r a n y se cristalizan en el intelecto de la persona solo p a s o a paso, como resultado del incansable trabajo del entendimiento a f i a n z á n d o s e a s u propio perfeccionamiento. Estos conceptos n o son evidentes en lo absoluto p a r a u n intelecto que no h a desarrollado trabajo semejante. Ellos simplemente no existen. Solo el desarrollo del conocimiento racional, tomado como u n todo, forjará conceptos semejantes. Spinoza sostiene categóricamente este criterio con u n a analogía respecto del proceso de perfeccionamiento de los instrumentos del trabajo material. "Sucede a q u í lo mismo que con los instrumentos materiales, acerca de los c u a l e s se originaría u n razonamiento semejante. En efecto, p a r a forjar el hierro se requiere, u n martillo, y para tener h a y que hacerlo, p a r a eso se necesita u n martillo y otros i n s t r u m e n t o s ; y p a r a poseer estos instrumentos se requieren otros, otros a ú n , y así h a s t a el infinito. Por eso podría intentarse probar, a u n q u e v a n a m e n t e , que los hombres carecen de poder p a r a forjar el hierro."/ "En realidad, los hombres h a n podido, con los i n s t r u m e n t o s n a t u r a l e s (innatis instrumentis), y a u n q u e con m u c h o trabajo e imperfectamente, dar remate a ciertas o b r a s facilísimas. Luego pasaron a otras m á s difíciles, con m e n o s t r a b a j o y con realización m á s perfecta... También el entendimiento con s u fuerza nativa se forja instrumentos intelectuales (instrumenta intellectualia) por los cuales logra otras f u e r z a s p a r a realizar otras obras intelectuales; de éstas extrae otros i n s t r u m e n t o s , es decir, el poder de adelantar su investigación, y c o n t i n u a así, progresando, h a s t a llegar a la sabiduría" 2 0 . Por m á s q u e se quiera, este razonamiento difícilmente se comp a r a al criterio de Descartes según el cual las ideas superiores de la intuición e s t á n directamente contenidas en el intelecto; o con los criterios de Leibniz, según quien estas ideas son algo parecido a las v e n a s en el mármol. Para Spinoza son congénitas de u n a f o r m a en extremo particular, en forma de propiedades naturales, es decir, n a t u r a l e s a la personas, aptitudes intelectua-

20 Spinoza, B a r u c h : Tratado de la reforma del entendimiento, 37-38.

op. cit., pp.

3 8 4 E V A L D ILIÉNKOV

les, en perfecta analogía a como la m a n o h u m a n a e s u n "instrumento n a t u r a l " primordial. Aquí Spinoza intenta i n t e r p r e t a r de u n m o d o por principio materialista, el i n n a t i s m o de los " i n s t r u m e n t o s intelectuales" deduciéndolos de la organización n a t u r a l del ser h u m a n o y no de "dios" en el sentido de D e s c a r t e s o Leibniz. Lo que Spinoza no comprendió e s q u e los " i n s t r u m e n t o s intelectuales" p r i m o r d i a l m e n t e i m p e r f e c t o s son p r o d u c t o del trabajo material y no de la n a t u r a l e z a . Él los c o n s i d e r a b a p r o d u c t o de la n a t u r a l e z a . Y en esto, y solo en esto, se h a l l a la flaqueza de su posición. Pero e s t á debilidad él la c o m p a r t í a incluso con Feuerbach. No se p u e d e calificar a e s t a i n s u f i c i e n c i a de vacilación idealista. Ella es, sencillamente, la i n s u f i c i e n c i a orgánica de todo el viejo m a t e r i a l i s m o . Por ello, el racionalismo de S p i n o z a d e b e ser r i g u r o s a m e n t e diferenciado t a n t o del r a c i o n a l i s m o de D e s c a r t e s como del de Leibniz. P u e s consiste en q u e la f a c u l t a d del p e n s a r es congénita a la n a t u r a l e z a h u m a n a y se la e n t i e n d e a p a r t i r de la s u s t a n cia i n t e r p r e t a d a de m a n e r a c l a r a m e n t e m a t e r i a l i s t a . Además, c u a n d o Spinoza d e n o m i n a al p e n s a m i e n t o de atributo, entonces esto significa e x c l u s i v a m e n t e lo siguiente: la esencia de la s u s t a n c i a n o debe r e d u c i r s e ú n i c a m e n t e a la extensión, el p e n s a m i e n t o p e r t e n e c e a la m i s m a n a t u r a l e z a q u e la extensión, es u n a propiedad t a n i n s e p a r a b l e de la n a t u r a l e z a (de la sustancia) como lo es la extensión y c o r p o r a l i d a d . No es posible concebirlos por s e p a r a d o . Es j u s t a m e n t e con estos criterios q u e se liga la crítica spinozista de los " u n i v e r s a l e s abstractos", de a q u e l l a s s e n d a s por las que escolásticos, o c a s i o n a l i s t a s y e m p í r i c o - n o m i n a l i s t a s se a f a n a n en explicar la s u s t a n c i a . Por aquello, Spinoza valora de forma poco favorable la vía d e s d e la existencia c o n c r e t a a los u n i v e r s a l e s a b s t r a c t o s . E s t a s e n d a no tiene la f u e r z a de d e s n u d a r el problema de la s u s t a n c i a , ella s i e m p r e d e j a r á t e r r e n o p a r a c o n s t r u c c i o n e s escolásticas y religiosas. Spinoza sostiene con j u s t e z a q u e la vía q u e va de la existencia c o n c r e t a a u n u n i v e r s a l vacío, y explica lo concreto reduciéndolo a u n a a b s t r a c c i ó n h u e r a , es de poco valor en relación a la ciencia. "Por eso c u a n t o m á s se concibe la existencia en general (generalius), m á s c o n f u s a m e n t e (confusius) se la concibe y m á s fácilmente p u e d e ser a t r i b u i d a a c u a l q u i e r cosa; por el contrario, a p e n a s es concebida como la existencia m á s p a r t i c u l a r (par-

3 8 5 L A CONCEPCIÓN D E LO A B S T R A C T O Y LO CONCRETO E N LA L Ó G I C A . . .

ticularius) de u n a cosa, tenemos de ella u n a idea m á s clara y difícilmente podemos atribuirla... a otra cosa" 21 . Claramente, sin comentarios, este criterio es mucho m á s cercano a la verdad que el estrecho criterio del empirismo acorde al cual la esencia del conocimiento racional de las cosas consiste en sistemáticos ascensos a abstracciones cada vez m á s y m á s generales y h u e r a s , en a p a r t a r s e de la esencia específica concreta de las c o s a s investigadas. Según Spinoza, esta vía no conduce de lo vago a lo claro, sino, a la inversa, nos aleja del objetivo. La vía del conocimiento racional es precisamente la opuesta. Ella inicia con u n principio general claramente establecido (de n i n g u n a m a n e r a con u n universal abstracto) y t r a n s c u r r e como u n proceso g r a d u a l de reconstrucción mental de la cosa, como u n r a z o n a m i e n t o a lo largo del cual se deducen las propiedades p a r t i c u l a r e s de la cosa a p a r t i r de su c a u s a universal (a fin de cuentas, de su sustancia). En la idea verdadera debe estar contenida, a diferencia de en el simple universal abstracto, esa necesidad a cuya consecuencia se puede explicar todas las propiedades de la cosa d a d a s de m a n e r a palpable. Los "universales" fijan u n a de entre las m u c h a s propiedades m á s o menos accidentales y a p a r t i r de ellas no se infiere ninguna otra propiedad. Spinoza a c l a r a s u concepción u s a n d o u n ejemplo de la geometría, el ejemplo de la determinación de la esencia del círculo. Si nosotros decimos q u e e s t a es u n a figura en la que "las líneas t r a z a d a s del centro a la circunferencia son iguales, nadie dejará de ver q u e e s t a definición no expresa en absoluto la esencia del círculo, sino solo u n a de s u s propiedades". Si pasamos al modo correcto de definición "el círculo... u n a figura que es descrita por u n a línea c u a l q u i e r a , con u n a extremidad fija y otra móvil..." Una determinación así es la que señala el modo de surgimiento de la c o s a e incluye en sí la comprensión de la "causa" próxima, y ella m i s m a es u n modo de reconstrucción mental que d a la posibilidad de entender t o d a s las propiedades restantes de la cosa, incluyendo la a r r i b a señalada 2 2 . De s u e r t e q u e lo necesario no es comenzar desde los "universales", sino del concepto que expresa lo real, la causa genuina 21 Spinoza, B a r u c h : 7Yatado de la reforma del entendimiento, 22 Spinoza, B a r u c h : Tratado de la reforma del entendimiento,

op. cit., pp. 52. op. cit., pp. 82.

3 8 6 EVALD ILIÉNKOV

de la cosa, su esencia concreta. En esto consiste el método de Spinoza. "De modo que j a m á s debemos, m i e n t r a s se trate de e s t u d i a r las cosas reales, extraer conclusiones de conceptos a b s t r a c t o s (ex abstractis), y tendremos g r a n c u i d a d o de no mezclar lo que está sólo en el entendimiento con lo que e s t á en la realidad" 2 3 . Lo que nos lleva a la verdad no es la "reducción de lo concreto a lo abstracto", ni la explicación de lo concreto por la s e n d a de colocarlo bajo lo universal, sino a la inversa, el c a m i n o de la deducción de las propiedades p a r t i c u l a r e s a p a r t i r de c a u s a s realmente universales. En trabazón con esto, Spinoza también diferencia dos tipos de ideas generales: notiones communes o conceptos que expresan la c a u s a r e a l m e n t e u n i v e r s a l del engendramiento de u n a cosa; y las notiones generales, universales, los simples universales abstractos que e x p r e s a n sencillamente las similitudes o diferencias de m u c h a s c o s a s individuales. La sustancia se relaciona con la primera, con lo s e g u n d o se relaciona, por ejemplo, "la existencia en general". Si colocamos a l g u n a cosa bajo el "universal" general de lo que existe, esto es equivalente a no explicar a b s o l u t a m e n t e n a d a en ella. La escolástica se solía o c u p a r de e s t a á r i d a cuestión. Aún peor, cuando se deducen las propiedades de las cosas según las reglas formales de los silogismos ex abstractis: "desde los universales" 24 . Es m á s difícil e s t u d i a r y r e c o n s t r u i r m e n t a l m e n t e la s e n d a íntegra de surgimiento de todas las propiedades p a r t i c u l a r e s y específicas de u n a cosa a p a r t i r de u n a y la m i s m a c a u s a realmente universal 2 5 , expresada en el intelecto con a y u d a de las notiones communes. Una "deducción" así solo es la forma de reconstrucción en el intelecto del genuino proceso de surgimiento de la cosa desde la naturaleza, desde la "sustancia". Tal deducción se consuma no según las reglas silogísticas, sino conforme a la "norma verdadera", según la n o r m a de concordancia, unidad de pensamiento y extensión, de intelecto y m u n d o exterior.

2 3 Spinoza, Baruch: Tratado de la reforma del entendimiento, 24 En

op. cit., pp. 80.

el e s c r i t o o r i g i n a l I l i é n k o v u t i l i z a el t é r m i n o " y H H B e p c a A H H *

s i e m p r e q u e se refiere a los u n i v e r s a l e s abstractos.

(universalii)

(N. del traductor)

25 En el original Iliénkov utiliza la palabra "BceoSmeñ" (vseobshchej) siempre que trata de los universales concretos. (N. del traductor)

3 8 7 L A C O N C E P C I Ó N DE LO A B S T R A C T O Y LO C O N C R E T O EN LA LÓGICA...

Sería superfluo h a b l a r aquí de las carencias de la concepción spinozista, ellas son conocidas: e s t a s son, en primer lugar, la a u s e n c i a de comprensión del vínculo de pensamiento con actividad práctica objetal, de teoría con práctica, la incomprensión de la práctica como único criterio objetivo de la verdad de u n concepto concreto. Pero los criterios de Spinoza con s u s aspectos formales son, por supuesto, incomparablemente m á s prof u n d o s y próximos a la verdad, que los criterios de Locke. De la teoría de lockeana se pudo p a s a r con facilidad a Berkeley o Hume, casi sin alteración esencial, solo al interpretar sus tesis. La posición de Spinoza no s u c u m b e , por principio, a tales interpretaciones. Y no es c a s u a l que los positivistas contemporáneos e s t i g m a t i z a r á n a e s t a teoría como "crasa metafísica", al mismo tiempo que a Locke de vez en vez le propinan u n a gentil reverencia. En Spinoza, en la concepción de n a t u r a l e z a y la composición formal de los conceptos concretamente universales (así, quizás, sea posible t r a d u c i r s u término notiones communes) en contradicción con los sencillos universales abstractos, nos encontramos, de hecho, con brillantes c o n j e t u r a s dialécticas. Por ejemplo, el concepto de "sustancia" es u n caso típico y fundamental de u n concepto tal; c l a r a m e n t e se lo concibe como unidad de dos determinaciones que se excluyen m u t u a m e n t e y que, al mismo tiempo, se p r e s u p o n e n de forma m u t u a . Entre p e n s a m i e n t o y extensión - d o s atributos, dos modos de realización de la s u s t a n c i a - , no hay ni puede existir ningún general de carácter abstracto26. En otras palabras, no existe ese rasgo q u e se incluye tanto en el cuerpo de las determinaciones del p e n s a m i e n t o como en el cuerpo de las determinaciones del m u n d o exterior ("mundo extendido"). Un rasgo tal que sea lo m á s "universal" y que en su vastedad incluya las determinaciones del m u n d o exterior y las determinaciones del pensamiento. Un rasgo así no lo podrían sustentar ni la n a t u r a l e z a del pensamiento, ni la naturaleza de la extensión. No se correspondería con n a d a real fuera del intelecto. La representación de "dios", característica de los escolásticos, está const r u i d a precisamente a p a r t i r de "rasgos" de este tipo. 26 En el original ua6cmpaKmHO-o6u¿eaon (abstraktno-obshchego) también interpretable como "abstractamente-general", "abstractamente-común". (N. del traductor)

3 8 8 E V A L D ILIÉNKOV

Según N. Malebranche, tanto las c o s a s e x t e n d i d a s como las cosas ideales inician "contempladas en Dios", en lo c o m ú n que como término medio, como lo general a u n o y otro rasgo, es mediador de la idea con la cosa. Y entre p e n s a m i e n t o y extensión no existe tal cosa común (en el sentido del universal abstracto). Lo común entre ellos es j u s t a m e n t e su u n i d a d primordial. Por ello, el Dios de Spinoza es n a t u r a l e z a m á s pensamiento, la unidad de opuestos, la u n i d a d de dos atributos. Pero entonces no resta n a d a del dios tradicional. Solo se le l l a m a dios a toda la naturaleza extendida en su totalidad, que posee al pensamiento como u n aspecto de su esencia. Solo toda la n a t u r a l e z a en su totalidad posee al pensamiento como atributo, como propiedad absolutamente necesaria. Una p a r t e restringida y singular del mundo extendido no n e c e s a r i a m e n t e posee esta propiedad. Por ejemplo, u n a piedra como modo no "piensa" en lo absoluto. Pero si ella se incluye en la "sustancia" que piensa, ella es s u modo, su partícula, es del todo capaz de p e n s a r de e n t r a r en el cuerpo de la organización apropiada p a r a ello, dígase, si viene a ser u n a partícula del cuerpo h u m a n o (Así descifró Diderot la idea básica del spinozismo: ¿Puede u n a piedra sentir? Puede. Es necesario pulverizarla y cultivar u n a p l a n t a en ese polvo, y comer esa planta, metamorfoseando la m a t e r i a de la piedra en materia de u n cuerpo sensible) 27 . Empero, las brillantes c o n j e t u r a s dialécticas de Spinoza, que se combinaban con u n criterio por principio materialista sobre el intelecto h u m a n o , resultaron e n t e r r a d a s y se ahogaron en el torrente general del p e n s a m i e n t o metafísico de los siglos XVIIXVIII. La teoría lockeana de la abstracción que tendía al nominalismo resultó, por u n a serie de razones, m á s aceptable p a r a el naturalismo y las ciencias sociales de esa época. Los gérmenes racionales de la dialéctica de Spinoza solo emergieron a la superficie en los siglos XVIII-XIX, en la filosofía clásica a l e m a n a y fueron desarrollados sobre b a s e s materialistas ú n i c a m e n t e por Marx y Engels. I. Kant que hizo tentativas de reconciliar los principios del racionalismo y el empirismo, sobre la base de criterios idealistas subjetivos acerca del conocimiento, se vio compelido a llegar a la conclusión de que no era posible, en general, s e p a r a r a los con27 Véase el escrito de Diderot "Conversación entre D'Alembert y Diderot". (N. del editor)

3 8 9 L A C O N C E P C I Ó N D E L O A B S T R A C T O Y LO C O N C R E T O E N LA L Ó G I C A . .

c e p t o s e n d o s c l a s e s , d e u n a vez y p a r a s i e m p r e : e n a b s t r a c t o s y c o n c r e t o s . C o m o lo e x p r e s a K a n t , al c o n s i d e r a r u n c o n c e p t o s i n g u l a r f u e r a d e los v í n c u l o s c o n o t r o s c o n c e p t o s , f u e r a d e s u aplic a c i ó n , e s a b s u r d o p r e g u n t a r si e s a b s t r a c t o o concreto. " L a s e x p r e s i o n e s abstracto y concreto s e refieren m e n o s a l a s n o c i o n e s e n sí m i s m a s - p o r q u e t o d a n o c i ó n e s a b s t r a c t a - q u e a su uso. Y e s t e u s o p u e d e t e n e r d i f e r e n t e s g r a d o s , s e g ú n q u e s e trate a u n a noción de u n a m a n e r a m á s o m e n o s a b s t r a c t a o conc r e t a ; e s decir, s e g ú n q u e s e s e p a r e d e ella o se le a g r e g u e m a yor o m e n o r n ú m e r o d e d e t e r m i n a c i o n e s " ; dice K a n t e n s u "Lógica" 2 8 . Un c o n c e p t o , si e s u n c o n c e p t o g e n u i n o y n o u n a simple d e n o m i n a c i ó n v a c í a , el n o m b r e d e u n a c o s a i n d i v i d u a l , siempre exp r e s a a l g o e n g e n e r a l , la d e t e r m i n a c i ó n g e n é r i c a o a s p e c t u a l de u n a c o s a y, p o r lo t a n t o , s i e m p r e e s a b s t r a c t o s e a s u s t a n c i a o tiza, b l a n c u r a o v i r t u d . Por o t r o lado, c u a l q u i e r a d e estos conc e p t o s s i e m p r e e s , d e u n a m a n e r a u o t r a , d e t e r m i n a d o "dentro de sí" a t r a v é s d e u n a s e r i e d e r a s g o s . M i e n t r a s m á s d e e s o s r a s g o s - d e t e r m i n a c i o n e s s e u n i f i q u e n e n u n c o n c e p t o , aquel, s e g ú n Kant, e s m á s c o n c r e t o , e s d e c i r , m á s d e t e r m i n a d o , rico en determinaciones. Y m i e n t r a s m á s concreto sea, este caracteriza m á s p l e n a m e n t e los d a t o s e m p í r i c o s d e l a s c o s a s i n d i v i d u a l e s . Si ese c o n c e p t o s e d e t e r m i n a p o r el c a m i n o d e u b i c a r l o b a j o u n "género s u p e r i o r " , v í a la " a b s t r a c c i ó n lógica", e n t o n c e s e s u s a d o in abstracto y s e h a l l a r e l a c i o n a d o a u n m a y o r n ú m e r o d e c o s a s y e s p e c i e s i n d i v i d u a l e s , p e r o m e n o s d e t e r m i n a c i o n e s se preservan en s u constitución. "Por el u s o a b s t r a c t o s e a p r o x i m a u n a n o c i ó n c a d a vez m á s al g é n e r o s u p r e m o ; y p o r el u s o c o n c r e t o , s e a p r o x i m a c a d a vez m á s al individuo... Por n o c i o n e s m u y a b s t r a c t a s c o n o c e m o s poco en muchas c o s a s ; p o r n o c i o n e s m u y c o n c r e t a s c o n o c e m o s mucho en un corto n ú m e r o d e o b j e t o s : d e t a l modo, lo q u e g a n a m o s por u n l a d o lo p e r d e m o s p o r otro" 2 9 . De e s t a f o r m a , a q u í la c o s a i n d i v i d u a l s e n s i b l e m e n t e contemp l a d a , el f e n ó m e n o s i n g u l a r , r e s a l t a c o m o el c o n f í n de lo concreto. Con todo, el c o n c e p t o n u n c a a l c a n z a e s t a frontera. Por otro lado, el c o n c e p t o m á s a l t o y a b s t r a c t o siempre preserva en s u 2 8 K a n t , I m m a n u e l : Lógica, 1" ed., F r a n c i s c o Bavedra & Antonio Novo, Madrid, 1876, pp. 5 4 - 5 5 , t r a d u c c i ó n d e Alejo G a r c í a Moreno & J u a n Ruvira. 29 K a n t , I m m a n u e l : Lógica, op. cit., pp. 55.

3 9 0 E V A L D ILIÉNKOV

cuerpo cierta unidad, cierta síntesis de d e t e r m i n a c i o n e s diferentes que no puede desgarrarse (por medio de la comprensión de la última determinación), sin privarle de sentido, sin destruir al propio concepto como tal. Por ello, a d e t e r m i n a d o grado de concreción le es propio u n concepto genérico m á s alto. Aquí claramente se ve la tendencia del empirismo, la tradición de Locke. Con todo, Kant la e n s a m b l a con u n criterio racionalista al limite sobre la naturaleza de la "síntesis de determinaciones del concepto". Esta síntesis, la u n i ó n de las determinaciones en el cuerpo de u n concepto (es decir, el c a r á c t e r concreto del concepto), no puede orientarse simplemente, n a t u r a l m e n t e , a los diversos fenómenos empíricos sensiblemente dados. Para pretender significado teórico, e s t a síntesis debe apoyarse en otro principio que es la facultad de u n i f i c a r las determinaciones "a priori", independientemente de la experiencia empírica. Kant explica y deduce al propio "carácter concreto" del concepto (esto es, la unidad en diversidad, la u n i d a d de diferentes determinaciones que poseen u n significado universal y necesario) a partir de la naturaleza de la consciencia h u m a n a , la c u a l parece poseer la unidad genesíaca: la u n i d a d de la apercepción trascendental. Esta última es la verdadera base del c a r á c t e r concreto de u n concepto. El carácter concreto del concepto no tiene u n a relación muy sólida con "las cosas en sí", con lo concreto dado de m a n e r a sensible. Hegel también partió de que todo concepto es abstracto, si se entiende por abstracto el hecho de que el concepto n u n c a expresa en s u s determinaciones toda la plenitud de la realidad contemplada de modo sensible. En este sentido, Hegel estuvo mucho m á s cercano a Locke que a Mili o al nominalismo medieval. Él comprendió perfectamente que las determinaciones de los conceptos siempre incluyen en si la expresión de algo general; ya sea porque los conceptos siempre se realizan por medio de la palabra, y la palabra siempre es a b s t r a c t a , y siempre expresa algo general y no puede expresar lo a b s o l u t a m e n t e individual e irrepetible. Por ello todos piensan abstractamente, y a mayor pobreza en las determinaciones de aquellos conceptos que se utiliza, el pensamiento es m á s abstracto. Pensar a b s t r a c t a m e n t e no es en lo absoluto u n mérito, todo lo contrario, es u n defecto. Todo el enigm a está en que p a r a p e n s a r concretamente, p a r a expresar lo concreto, la naturaleza específica de las cosas, a través de abs-

391 L A CONCEPCIÓN D E LO ABSTRACTO Y LO C O N C R E T O EN LA LÓGICA.

tracciones no b a s t a la simple semejanza, ni lo simplemente com ú n a distintas cosas. Hegel concibe lo concreto como la u n i d a d en la diversidad, como la u n i d a d de determinaciones diferentes y contradictorias, como la expresión mental de los vínculos orgánicos, el sincretismo de las determinaciones a b s t r a c t a s singulares de u n objeto en el c u e r p o del objeto específico en cuestión. Por abstracto Hegel comprende (como Locke, pero no como Mili o los escolásticos) toda generalidad expresada en palabras y en conceptos similares, la simple identidad de u n a serie de cosas u n a s con otras, sea c a s a o claridad, sea hombre o valor, sea perro o virtud. En este sentido, el concepto "casa" no es diferente del concepto "bondad". En las determinaciones de u n o y otro se fija esa generalidad q u e es propia a toda u n a clase, serie, género o especie de cosas, fenómenos y e s t a d o s espirituales individuales, etc. Si en la palabra, en el término, en el símbolo, en el nombre se expresa solo eso; solo la similitud a b s t r a c t a de u n a serie de cosas, fenómenos o imágenes de las consciencias individuales, entonces esto a ú n no es, de acuerdo a Hegel, u n concepto. Esto no es n a d a m á s que u n a representación abstractamente general, la forma del conocimiento empírico, del escalón sensorial de la consciencia. El sentido o significado de este pseudo-concepto siempre r e s u l t a ser tal o cual representación sensiblemente palpable. El concepto en sí, no expresa simplemente a lo común, sino "a lo c o m ú n que incluye en sí la riqueza de los particulares" concebidos en s u u n i d a d . En o t r a s palabras, u n concepto genuino no es solamente abstracto (Hegel, de seguro, no negaría tal cosa), sino que es t a m b i é n concreto en el sentido de que sus determinaciones (eso que la vieja lógica llama rasgos) se combinan en u n complejo ú n i c o que expresa la unidad de las cosas, y no mer a m e n t e el e n s a m b l e s e g ú n las reglas de la gramática. S e g ú n Hegel, la u n i d a d de las determinaciones, su ligazón de matices, es lo ú n i c o por medio de lo cual se desnuda el contenido del concepto, esto es, s u carácter concreto. Evadido del contexto, la determinación verbal aislada es abstracta y solo abstracta. I n m e r s a en el contexto de la reflexión científico teórica, toda determinación a b s t r a c t a deviene en determinación concreta.

3 9 2 E V A L D ILIÉNKOV

El sentido genuino, el contenido genuino de cualquier determinación abstracta tomada por separado, sale a la luz a través de s u s vínculos con otras determinaciones similares, por medio de la u n i d a d concreta de determinaciones a b s t r a c t a s . Por eso, la esencia concreta de la cuestión siempre se expresa a través del despliegue de todas las determinaciones n e c e s a r i a s del objeto en su trabazón, no en las "definiciones" a b s t r a c t a s . Por tal razón el concepto, de acuerdo a Hegel, no existe en form a de palabra, término o símbolo aislado. Este solo existe en el proceso de s u a p e r t u r a por medio de u n juicio, por medio de una deducción que expresa al m á x i m o las ligazones de las determinaciones singulares, y a fin de c u e n t a s , solo por medio de u n sistema de juicios y deducciones, solo a través u n a teoría plenamente desarrollada. Si al concepto se lo extirpa de esa ligazón, entonces solo q u e d a de él s u tegumento verbal, el símbolo lingüístico. El contenido del concepto, s u significado, se halla fuera de él, en u n a serie de otras determinaciones, p u e s la palabra tom a d a por separado solo es capaz de designar el objeto, de nombrarlo, es capaz de servir ú n i c a m e n t e como signo, símbolo, etiqueta o señal. De este modo, el sentido concreto de u n a definición verbal aislada siempre se incluye en otra que bien p u e d e ser u n a imagen sensiblemente palpable o u n sistema desarrollado de determinaciones teóricas que expresa la esencia de la cuestión, la médula del objeto, fenómeno o evento. Si la determinación existe en la cabeza de modo aislado, separ a d a de la imagen contemplada de m a n e r a sensible, fuera de los vínculos con ella o de u n sistema de determinaciones, entonces es p e n s a d a de modo abstracto. Claro está, tal pensamiento no tiene n a d a bueno. Pensar a b s t r a c t a m e n t e es, lisa y llanamente, p e n s a r sin ilación, p e n s a r la peculiaridad aislada de u n a cosa sin comprender sus vínculos con las otras peculiaridades, sin comprender el lugar y rol de esta peculiaridad en la realidad. "¿Quién piensa abstractamente?" se p r e g u n t a Hegel, y responde: "Una persona no instruida, y sin educación". La comerciante piensa abstractamente (esto es, con determinaciones unilaterales, casuales e inconexas) al considerar a t o d a s las personas exclusivamente desde su propio p u n t o de vista estrecho y pragmático, y los ve solo como objeto de t r u h a n e r í a ; piensa abstractamente el soldadote-oficial al ver en el soldado raso solo u n objeto de t u n d a s ; piensa a b s t r a c t a m e n t e el p a p a n a t a s de la calle

3 9 3 L A CONCEPCIÓN D E LO A B S T R A C T O Y LO CONCRETO EN LA LÓGICA..

que ve a u n a p e r s o n a siendo ejecutada solo como u n asesino y no ve en ella n i n g u n a de s u s otras cualidades, no se interesa en la historia de su vida, en las c a u s a s de su crimen y demás. A la inversa, u n "entendido en las personas" que piensa conc r e t a m e n t e no se satisfaría colgando etiquetas abstractas sobre el fenómeno: asesino, soldado, comprador. Menos a ú n el "entendido en las personas" verá en e s t a s palabrejas abstractamente generales la expresión de la esencia del objeto, los fenómenos, el hombre, los eventos. El concepto que d e s n u d a la m é d u l a de la cuestión se despliega solamente a través de u n sistema, por medio de series de determinaciones q u e e x p r e s a n momentos, aspectos, propiedades, cualidades y relaciones a i s l a d a s del objeto individual, al mismo tiempo todos estos aspectos aislados se ensamblan en el concepto al ser vinculados lógicamente, y no solo enganchados gramaticalmente (con la a y u d a de palabrejas como "y", "o", "si... entonces", "es", y demás) en a l g ú n complejo formal. El idealismo de la concepción hegeliana de lo abstracto y lo concreto consiste en que él explica la facultad de síntesis de determinaciones a b s t r a c t a s como u n a propiedad genesíaca del pensamiento, como u n a dádiva divina, y no como expresión en la consciencia del vínculo universal real y objetivo, independiente de cualesquier pensamiento, de la realidad de los objetos sensibles 30 . A fin de c u e n t a s , lo concreto explicado como producto del p e n s a m i e n t o . Esto, por supuesto, también es idealismo pero mucho m á s "inteligente" que el idealismo subjetivo de Kant. La filosofía b u r g u e s a del siglo XIX se deslizó, paso a paso, hacia el positivismo r e s u l t a n d o sencillamente incapaz de hacer memoria no solo de los criterios de Spinoza y Hegel, sino incluso de Kant y Locke. Mill es u n destacadísimo ejemplo, ya que consideraba que incluso la teoría lockeana de la abstracción y su relación con lo concreto era u n "abuso" de esos conceptos, los cuales, en s u opinión, fueron establecidos definitiva e irrevocablemente por los escolásticos medievales.

30 En el original "HyBCTBeHHO-npeAMCTHoñ aeñcTBHTeAbHOCTH" (chuvstvenno-predmetnoy deystuitelinosti). E s t a expresión tiene ciertos matices que se deben explicar. El vocablo r u s o "npeAMeTHon" que se refiere a "de los objetos*, "de la materia" y e s diferente de la p a l a b r a " o 6 ' b e K T H B H o f í " (obiektivnoy) cuyo significado literal e s "lo objetivo" como en "realidad objetiva". (N. del traductor)

394 E V A L D ILIÉNKOV

"He usado las palabras concreto y a b s t r a c t o en el sentido anexado a ellas por los académicos, q u i e n e s n o o b s t a n t e las imperfecciones de su filosofía, no tienen rival en la construcción del lenguaje técnico, y cuyas definiciones, al m e n o s en lógica... pienso que si son alteradas es p a r a ser a r r u i n a d a s " . La escuela de Locke, según Mili, cometió el imperdonable pecado de extender la denominación de "abstracto" a todos "los n o m b r e s generales", es decir, a todos "los conceptos" que n a c e n "como resultado de la abstracción o la generalización" 3 1 . En s u m a Mili declara: "Entonces, por abstracto siempre quiero decir, en Lógica propiamente dicha, lo opuesto de concreto; el nombre abstracto es el nombre de u n atributo; el nombre concreto es el nombre de u n objeto" 32 . En Mili semejante "uso de las p a l a b r a s " se liga de forma íntim a con la concepción subjetivo-idealista de la relación entre pensamiento y realidad de los objetos 3 3 . Mili no g u s t a de Locke porque este considera a todos los conceptos (excluyendo los n o m b r e s individuales) como abstractos, sobre la base de que todos ellos son producto de la abstracción de u n a señal idéntica, la f o r m a c o m ú n de m u c h a s cosas individuales. Según Mili, tal u s o de las p a l a b r a s "deja a esa importante clase de palabras... sin apelativo distintivo compacto alguno", a sa-

31 *7 have used the words concrete and abstract in the sense annexed to them by the schoolmen, who, notwithstanding the imperfections of their philosophy, were unrivaled in the construction of technical language, and whose definitions, in logic at least, though they never went more than a little way into the subject, have seldom, I think, been altered but to be spoiled. A practice, however, has grown up in more modern times, which, if not introduced by Locke, has gained currency chiefly from his example, of applying the expression "abstract name* to all names which are the result of abstraction or generalization, and consequently to all general names, instead of confining it to the names of attributes*. Mill, J o h n S t u a r t : A System Of Logic, Ratiocinative and Inductive, Project Gutenberg, http://www.gutenberg.org/files/27942/27942-h/27942-h.html, consultado el 09 de julio de 2014. (N. del traductor) 32 "By abstract, then, I shall always, in Logic proper, mean the opposite of concrete; by an abstract name, the name of an attribute; by a concrete name, the name of an object* Mill, J o h n S t u a r t : A System Of Logic, Ratiocinative and Inductive, op. cit. (N. del traductor) 3 3 En el original traductor)

" n p e / i M e T H o ñ peaAbHOCTbK)"

(predmetnoy

realinostiyu).

(N. del

3 9 5 L A C O N C E P C I Ó N D E LO A B S T R A C T O Y LO CONCRETO EN LA LÓGICA.

ber, "los n o m b r e s de los atributos" 3 4 . Por atributos o rasgos, Mili entiende a q u e l l a s propiedades, cualidades o relaciones generales e n t r e c o s a s individuales, que no solo pueden sino que deben ser p e n s a d a s a b s t r a c t a m e n t e , esto es, por separado de las cosas individuales, como objetos particulares. Así, los c o n c e p t o s de "casa" o "fuego", "hombre" o "silla", no se pueden p e n s a r de otro modo que como la propiedad general de las c o s a s individuales. "Casa", "fuego", "blanco", "redondez" siempre se relacionan con u n a u otra cosa individual en calidad de c a r a c t e r í s t i c a s u y a . No se puede p e n s a r el "fuego" como algo que existe s e p a r a d o de los fuegos individuales. El "blanco" también es imposible de p e n s a r como algo particular que existe fuera e i n d e p e n d i e n t e m e n t e de l a s cosas individuales. Todas estas propiedades generales existen ú n i c a m e n t e como formas generales de los objetos individuales, solo en lo individual y mediante lo individual. Por ello p e n s a r l a s a b s t r a c t a m e n t e significa concebirlas i n c o r r e c t a m e n t e . Las d e n o m i n a c i o n e s a b s t r a c t a s , los nombres de "atributos", son o t r a cosa. Las denominaciones a b s t r a c t a s (o conceptos, lo que p a r a Mili es u n a y la m i s m a cosa) expresan aquellas propiedades, c u a l i d a d e s o relaciones generales que no solo pueden sino que deben ser p e n s a d a s independientemente de los objetos individuales, como objetos particulares, a u n q u e en la contemplación d i r e c t a a p a r e n t a n ser rasgos generales de las cosas individuales en sí, como "blanco", "inexpresivo", "fuego" o "caballero". Mili relaciona este tipo de conceptos con "blancura", "coraje", "igualdad", "similitud", "cuadratura", "visibilidad", "valor" y demás. Estos t a m b i é n son denominaciones generales. Pero no se debe p e n s a r los objetos de estas denominaciones (o como a ú n se expresa en lógica formal, el contenido de estos conceptos) como propiedades generales de cosas individuales. Todas estas propiedades, cualidades o relaciones al parecer, solo por u n error se las a d m i t e como "propiedades generales de las cosas (individuales) en sí". En realidad, estos "objetos" no se hallan en forma alg u n a en las cosas, sino fuera de ellas, existen independientemente de las cosas individuales, a u n q u e en el acto de la 34 "...leaves that important class of words, the n a m e s of attributes, without any compact distinctive appellation". Mill, J o h n S t u a r t : A System Of Logic, Ratiocinative and Inductive, op. cit. (N. del traductor)

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percepción confluyen pareciendo ser rasgos generales de las cos a s individuales. ¿En este caso, dónde existen tales objetos sino es en las cosas individuales? Mili responde: en nuestro propio espíritu. Sea este la "facultad de percepción", "estados de la consciencia", "las m e n t e s que experimentan aquellos estados", o "las sucesiones y coexistencias, las semejanzas y disparidades, entre sentimientos o estados de consciencia" 35 . Todos estos objetos también deben ser p e n s a d o s abstractamente, es decir, por separado de las cosas, j u s t a m e n t e porque ellos no son propiedades, cualidades o relaciones de e s t a s cosas. El pensarlos por separado de las c o s a s significa pensarlos de modo correcto. El vicio principal de esta delimitación consiste en que en ella u n o s conceptos deben ser p e n s a d o s en ligazón con las cosas individuales (fenómenos) d a d a s en contemplación; y los otros deben serlo fuera de este vínculo, como objetos p a r t i c u l a r e s , pensados de forma plenamente independiente a cualesquier fenómeno individual. Según Mili, por ejemplo, el valor en general, el valor como tal, puede ser concebido abstractamente, esto es, sin a n a l i z a r ning u n a de las variedades de s u existencia f u e r a de la cabeza. Esto puede y debe ser hecho, precisamente porque el valor no existe como propiedad real de los objetos f u e r a de la cabeza. El valor existe solo como u n modo artificial de evaluar o medir, como cierto principio general de la actitud subjetiva de la persona para con el m u n d o de las cosas, esto es, como u n a consabida orientación moral. Por ello no es posible e x a m i n a r l o como u n rasgo de la cosa en sí, f u e r a de la cabeza, f u e r a de la consciencia. En concordancia con esta lógica, de la c u a l Mili es u n clásico, es en razón de esto que el valor como tal debe ser considerado solo como u n concepto, solo como u n fenómeno moral a priori, no independiente de las propiedades objetivas de las cosas fuera de la cabeza y a las que se contrapone. E n c u a n t o tal, solo existe en la auto-consciencia, en el p e n s a m i e n t o abstracto. Por eso 35 "The Successions and Co-existences, the Likenesses a n d Unlikenesses, between feelings or states of consciousness". Mill, J o h n S t u a r t : A System Of Logic, Ratiocinative and Inductive, op. cit. (N. del traductor)

3 9 7 L A C O N C E P C I Ó N D E L O A B S T R A C T O Y LO C O N C R E T O E N LA L Ó G I C A . . .

p u e d e s e r p e n s a d o " a b s t r a c t a m e n t e " , y e s t o s e r í a el m o d o correcto de su consideración. Nos h e m o s c o n c e n t r a d o t a n d e t a l l a d a m e n t e e n los c r i t e r i o s d e Mill solo a c a u s a d e q u e ellos r e p r e s e n t a n la t r a d i c i ó n a n t i d i a léctica más c l a r a y c o n s e c u e n t e e n la c o n c e p c i ó n d e lo a b s t r a c to y lo c o n c r e t o c o m o c a t e g o r í a s lógicas. E s t a t r a d i c i ó n se m a n i fiesta n o solo c o m o a n t i - d i a l é c t i c a , s i n o q u e t a m b i é n es, e n g e n e r a l , a n t i - f i l o s ó f i c a . Mili c o n s c i e n t e m e n t e n o d e s e a t o m a r e n c u e n t a l a s i d e a s q u e d e s a r r o l l ó la filosofía m u n d i a l a lo largo d e los ú l t i m o s siglos. P a r a él n o solo q u e Hegel y K a n t n o e x i s t e n , s i n o q u e i n c l u s o los e s t u d i o s d e Locke le p a r e c e n u n estilo d e filosofar s u p e r f l u o con respecto a c o s a s que fueron establecidas a b s o l u t a , r i g u r o s a m e n t e y p a r a s i e m p r e p o r los e s c o l á s t i c o s m e dievales. Por e s o , p a r a Mili t o d o e s t a n sencillo. Lo c o n c r e t o e s aquello d a d o d i r e c t a m e n t e en la experiencia individual en forma d e " c o s a i n d i v i d u a l " , e n f o r m a d e v i v e n c i a i n d i v i d u a l ; y el c o n c e p t o c o n c r e t o e s e s e s í m b o l o v e r b a l , el c u a l p u e d e u s a r s e e n c a l i d a d d e d e n o m i n a c i ó n d e u n o b j e t o i n d i v i d u a l . Aquel símbolo q u e n o p u e d e u t i l i z a r s e e n c a l i d a d d e d e n o m i n a c i ó n d i r e c t a de u n a c o s a i n d i v i d u a l e s lo " a b s t r a c t o " . S e p u e d e decir: " E s a es u n a m a n c h a roja". No s e p u e d e d e c i r : " E s o e s lo rojo". Por lo t a n to, lo p r i m e r o e s c o n c r e t o y lo s e g u n d o e s a b s t r a c t o . He a q u í t o d a la s a b i d u r í a . E s a m i s m í s i m a d i f e r e n c i a c i ó n e s p r e s e r v a d a t a m b i é n p o r tod o s los n e o p o s i t i v i s t a s , c o n u n a s o l a d i f e r e n c i a , q u e lo y a b s t r a c t o y lo c o n c r e t o s e t r a n s f o r m a n a q u í (como t o d a s l a s categor í a s filosóficas) e n c a t e g o r í a s l i n g ü í s t i c a s , y la c u e s t i ó n de si c i e r t o s g i r o s del l e n g u a j e , q u e e x p r e s a n los a s í l l a m a d o s "objet o s a b s t r a c t o s " , s o n o n o p e r m i s i b l e s se r e d u c e a l p r o b l e m a del c a r á c t e r f r u c t í f e r o y r a c i o n a l d e s u u t i l i z a c i ó n al c o n s t r u i r "arm a z o n e s i d i o m á t i c a s " . E n c o n s e c u e n c i a , a q u í se e n t i e n d e p o r " a b s t r a c t o " t o d o lo q u e n o s e s d a d o e n la vivencia i n d i v i d u a l en f o r m a d e c o s a i n d i v i d u a l , y n o p u e d e s e r d e t e r m i n a d o "en términ o s d e e s e t i p o d e o b j e t o s q u e s o n d a d o s e n la experiencia", lo que no p u e d e relacionarse en calidad de nombre inmediato p a r a o b j e t o s i n d i v i d u a l e s a los q u e s e los e n t i e n d e de m o d o idealista subjetivo. S e m e j a n t e i n t e r p r e t a c i ó n d e los t é r m i n o s "abstracto" y "concreto" n o t i e n e n a d a e n c o m ú n c o n la terminología filosófica q u e s e h a c r i s t a l i z a d o e n el c u r s o d e milenios en la filosofía m u n -

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dial, y puede ser apreciada (en vista de que ella as p i ra a u n significado filosófico) solo como u n a n t i c u a d o caso chusco. 3 . E L ENFOQUE DE LOS CONCEPTOS DE LO ABSTRACTO Y LO CONCRETO EN LA LÓGICA DIALÉCTICA

La filosofía marxista-leninista que desarrolla las mejores tradiciones de v a n g u a r d i a del p e n s a m i e n t o filosófico mundial sobre el terreno del materialismo consecuente, descubrió la compleja y rica dialéctica en las relaciones entre lo abstracto y concreto en el proceso del conocimiento teórico. Naturalmente, es imposible d e s n u d a r y exponer en u n artículo todo el contenido de esta dialéctica, y como la resolución dialéctico materialista del problema de lo abstracto y lo concreto se entrelaza orgánicamente con m u c h o s otros problemas lógicos: con la cuestión referente al carácter concreto de la verdad, con la cuestión referente a la relación de lo universal con particular y lo individual, con la cuestión de la relación del pensamiento con la contemplación y la práctica, etc. 36 Aquí solo topamos u n aspecto del problema que es la cuestión referente a como e s c u d r i ñ a r e s t a s categorías en su aplicación al análisis del concepto, esto es, en ese p u n t o donde los intereses de la lógica dialéctica se intersecan d i r e c t a m e n t e con los intereses de la lógica formal. Aquí el investigador se e n c u e n t r a con u n a situación conflictiva. Resulta ser que en u n a serie de casos, tales o cuales conceptos clasificados como a b s t r a c t o s o como concretos, desde el p u n t o de vista de la dialéctica, serían encasillados a la inversa de lo dicho por la lógica formal aceptada en nuestra literatura pedagógica y de e n s e ñ a n z a . Este hecho demanda, evidentemente, u n a discusión. Sin la pretensión de sacar conclusiones definitivas, nosotros, pese a todo, consideramos necesario e n u n c i a r s u valoración de esta situación y presentar la resolución d e t e r m i n a d a que, en este punto, eliminó la posibilidad de conflicto entre lógica dialéctica y lógica formal. Lo concreto, si nos atenemos a la definición de K. Marx, no es bajo ningún concepto sinónimo de la cosa individual d a d a en contemplación directa. Este es, en primer lugar, toda la unidad 36 Un intento de iluminar la resolución m a t e r i a l i s t a dialéctica en la trabazón de e s t a s cuestiones lo emprendimos en n u e s t r a m o n o g r a f í a , véase iliénkov E.V., Dialéctica de lo abstracto y lo concreto en "El Capital" de Marx, Moscú, 1960.

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en la diversidad, es decir, la multitud de "cosas" objetivamente reales que i n t e r a c t ú a n . Bajo e s t a determinación universal (lógica), la determinación del carácter concreto conduce también, como es de lo m á s evidente, a la percepción del individuo en form a de "cosa singular", p u e s c a d a cosa individual es a primera vista de lo m á s simple, y siempre resulta ser u n a forma muy compleja al verificarla. Ni el análisis biológico, como el químico, ni el químico, como el físico h a r á n manifiesto en él tanto las p a r t e s integrantes como los modos de su unificación en u n todo, y la sujeción a leyes que gobierna s u nacimiento y desaparición, etc. Naturalmente que tal concepción del carácter concreto no puede e x p r e s a r s e en el p e n s a r con a y u d a de u n a sola determinación. En el "pensamiento" (en el concepto) lo concreto solo puede ser expresado por medio de u n complejo sistema de determinaciones lógicamente v i n c u l a d a s , en forma de la unidad de múltiples determinaciones, c a d a u n a de las cuales es u n concepto en sí mismo e x p r e s a n d o sólo u n aspecto, fragmento, u n "pedacito" concreto del todo y es, en este sentido, abstracto. El carácter concreto, en otras palabras, no le pertenece a las determinaciones aisladas, sino solo a las determinaciones en el cuerpo de la teoría, en el c u e r p o de la compleja síntesis de determinaciones a b s t r a c t a s . Lo aislado, a r r a n c a d o de s u s vínculos, es u n a determinación a b s t r a c t a en el sentido estricto y preciso de la palabra, a u n q u e se halle ligado con representaciones detallad a s palpables o a s p e c t o s concretos del todo. Hablando de modo estricto, la determinación extirpada del contexto pierde también la cualidad de determinación teórica (lógica), se metamorfosea en u n a simple denominación verbal que corresponde a la imagen sensible, la representación viene a ser la forma verbal de expresión de la representación, pero no es en lo absoluto u n concepto, sí, claro está, no se eleva al rango de concepto toda p a l a b r a que p o s e a algo parecido a u n significado umversalmente admitido. Y si p a r t i m o s de esta determinación de lo concreto y lo a b s t r a c t o que se adopta (y esto no es p a r a n a d a casual) en la dialéctica materialista, entonces la característica lógica inint e r r u m p i d a y c o n t i n u a de los conceptos resulta ser la opuesta, si se la compara, con la r e s u l t a n t e del punto de vista de las determinaciones a c e p t a d a s en literatura de la lógica formal. Se n o m b r a de abstracto a todos los conceptos en determinaciones que solo e x p r e s a n la identidad abstracta de m u c h a s "cosas" in-

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dividuales, sea "perro" o "coraje", "libro" o "utilidad". Por otro lado, ese concepto que los autores dirigidos por la lógica formal amigablemente estropean en la categoría de los abstractos, el concepto de valor, interviene como espécimen característico de u n concepto concreto, puesto que en s u s determinaciones no se expresa la simple identidad a b s t r a c t a , sino la u n i d a d concretamente universal, la ley que organiza la producción de mercancías 37 . Es exactamente igual de irracional el declarar abstracto, de u n a vez y por todas, a u n concepto como "coraje", si la ética o la psicología despliegan la comprensión científica y materialista del objeto que e s t a p a l a b r a d e n o m i n a , entonces esa determinación vendrá a ser u n concepto e n t e r a m e n t e concreto. El carácter concreto general del concepto es sinónimo de s u verdad, de la concordancia de s u s determinaciones con la determinación concreta del objeto. Ya que d e t e r m i n a r el concepto no significa en lo absoluto desn u d a r ese sentido que la gente deposita en el término correspondiente. Determinar el concepto significa d e t e r m i n a r el objeto. Desde el punto de vista del materialismo este es u n o y el mismo. Por ello, solo la u n i d a d de definiciones correctas descubre la esencia de la cuestión. Con relación al sentido o significado del término siempre se lo puede llegar a comprender, convenir, de u n modo totalmente diferente en lo que respecta al contenido del concepto. A pesar de que el contenido del concepto siempre se d e s n u d a como "significado del término", no son en lo absoluto u n a y la m i s m a cosa. Este es u n p u n t o de e x t r e m a i m p o r t a n c i a , í n t i m a m e n t e relacionado con el problema del carácter concreto del concepto, como lo concibe la dialéctica materialista (la lógica dialéctica). Para los neopositivistas el problema de la determinación de concepto se reduce a establecer el significado del término, en un sistema de términos construido acorde a reglas formales, aniquilando, en general, el problema de la correspondencia de las determinaciones del concepto con su objeto que existe fuera e independientemente de la consciencia, esto es, de la determinación. En resumen, ellos no perciben en lo absoluto la resolución del problema del así llamado "objeto abstracto". Bajo este nombre figura aquí el significado de ese término el c u a l es imposible 37 Acerca de la diferencia entre la identidad a b s t r a c t a y concreta véase el artículo de N. Karabánov y V. Lektorski en el libro: "Dialéctica y lógica. Leyes del pensamiento". Moscú, 1962.

401 LA CONCEPCIÓN DE LO ABSTRACTO Y LO CONCRETO EN LA LÓGICA..

de atribuir en calidad de denominación p a r a u n a cosa individual, dada en la experiencia directamente sensible del individuo. Notemos que esto último, es decir, la imagen sensible de la cosa individual en la consciencia del individuo denomina, u n a vez más, al "objeto concreto" cosa que concuerda plenamente con las tradiciones centenarias del empirismo radical. Ya que la ciencia real se constituye, por doquier, de ese género de determinaciones que no poseen equivalente en la experiencia sensible del individuo (es decir, s u significado tiene la calidad de u n cierto "objeto abstracto"), entonces el problema de la relación de lo abstracto con lo concreto se convierte en el problema de la relación del término general con la imagen individual en la consciencia. Así es liquidado el problema lógico en sí, p a r a ser remplazado por u n problema parcialmente psicológico, parcialmente de reglas lingüísticas formales. Pero en este plano es imposible resolver de por sí el problema referente a la veracidad material 3 8 de todo concepto, p u e s el mismísimo planteamiento de la cuestión excluye de a n t e m a n o la posibilidad de dar u n a respuesta. La "lógica" neopositivista se encerró en la investigación de la ligazón y transición de u n concepto a otro (en realidad, de u n término a otro término) y p r e s u p o n e con anticipación que no existe ni puede existir la transición desde el concepto a u n objeto f u e r a de la consciencia (esto es, f u e r a de la determinación y f u e r a de la vivencia sensible). Al p a s a r de término a término, tal lógica j a m á s puede s a c a r a relucir ese puente que no va de término a término, sino del término al objeto, a lo "concreto" en su sentido auténtico, y no a la cosa individual dada al individuo en s u vivencia directa. El único puente por el q u e es posible p a s a r del término al objeto, de lo a b s t r a c t o a lo concreto y a la inversa, y establecer también u n vínculo sólido de u n a sola acepción entre ello y aquello, es, como ya lo d e m o s t r a r o n Marx y Engels en "La Ideología Alemana": la actividad práctica material del ser material de cos a s y p e r s o n a s . Aquí el acto p u r a m e n t e teórico es insuficiente. "Uno de los problemas m á s difíciles p a r a los filósofos es el descender del m u n d o del pensamiento al m u n d o real. La realidad i n m e d i a t a del p e n s a m i e n t o es el lenguaje. Y como los filósofos 38 En el texto original " N P C A M E T H O Ñ H C T H H H O C T H " (predmetnoy istinnosti) que también se puede i n t e r p r e t a r como "veracidad del objeto", "veracidad de la materia". [N. del traductor)

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h a n proclamado la independencia del pensamiento, debieron proclamar también el lenguaje como reino propio y soberano. En esto reside el secreto del lenguaje filosófico, en el que los pensamientos encierran, como palabras, u n contenido propio" 39 , escribiría Marx ya en el año 1845, poco m á s de cien a ñ o s antes de los novedosos descubrimientos positivistas en el c a m p o de la lógica. Y como resultado de semejante operación "el problema de descender del m u n d o de los p e n s a m i e n t o s al m u n d o real se convierte así en el problema de descender del lenguaje a la vida" 40 y los filósofos de tendencias similares perciben esto como u n a tarea sujeta, u n a vez más, a u n a resolución verbal, como la tarea de la invención de p a l a b r a s especiales y m á g i c a s que, sin dejar de ser palabras, con todo y eso, s e a n algo m á s que solo palabras. K. Marx y F. Engels demostraron de m a n e r a brillante en "La Ideología Alemana" que la propia t a r e a es imaginaría, que surge ú n i c a m e n t e sobre el suelo fértil de la figuración de que pensamiento y lenguaje son esferas s i n g u l a r e s organizadas acorde a s u s reglas y regularidades i n m a n e n t e s , y no son form a s de expresión de la vida real, del ser material de personas y cosas. "Como hemos visto, todo el problema de p a s a r del pensamiento a la realidad y, por tanto, del lenguaje a la vida sólo existe en la ilusión filosófica... Este g r a n problema... tenía necesariamente que a c a b a r en que u n o de estos caballeros a n d a n t e s se lanzase a la aventura de e n c o n t r a r u n a p a l a b r a que, en c u a n t o tal palabra, f o r m a r á la transición que se b u s c a b a ; que dejase, como palabra, de ser u n a simple palabra; que, de u n modo misterioso y supralingüístico, se saliese como p a l a b r a de los marcos del lenguaje p a r a recaer sobre el objeto real por ella designado..." 41 . En nuestros días m u c h o s filósofos se a f a n a n por encontrar la transición del signo al designatum siguiendo u n c u r s o similar al "Único" del caballero a n d a n t e hegeliano de izquierda, sin recelar que el mismísimo problema que ellos resuelven es u n pseudo-problema, que surge solo sobre la b a s e de la noción de que todo el grandioso sistema de "conceptos abstractos" se crea so39 Marx, Karl, Engels, Friedrich: La Ideología Alemana, 1" ed., Ediciones Pueblos Unidos, B u e n o s Aires, 1985, pág. 534, t r a d u c c i ó n de Wenceslao Roces. 40 Marx, Karl, Engels, Friedrich: La Ideología Alemana, op. cit., pág. 534-535. 41 Marx, Karl, Engels, Friedrich: La Ideología Alemana,

op. cit., pág. 5 3 8 .

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bre u n f u n d a m e n t o t a n escaso e imperceptible como lo es la imagen individual en la percepción del individuo, como el "único individual" al que se lo denomina de objeto "concreto". Es igual a t o d a s las b ú s q u e d a s de absolutos. Pero si Hegel buscó el absoluto en el concepto, los neopositivistas lo olfatean en la esfera de l a s palabras, los signos, combinados según reglas absolutas. K. Marx y F. Engels r e c h a z a n resueltamente el idealismo en filosofía, ven en el p e n s a m i e n t o y el lenguaje "sencillamente, expresiones de la vida real" 42 , y en las determinaciones de los conceptos, las determinaciones de la realidad verbalmente fijadas. Pero ellos c o m p r e n d í a n por realidad ya no solo al m a r de cosas "individuales" de las c u a l e s los individuos únicos sacan redes de abstracciones de tales o c u a l e s determinaciones abstractamente generales, sino a la organización m á s concreta en sí, esto es, el sistema, d e s m e m b r a d o acorde a leyes, de relaciones entre las p e r s o n a s con la n a t u r a l e z a . La expresión directa (las formas de manifestación) de este sistema de p e r s o n a s y cosas es justamente el lenguaje y el pensamiento. Sobre esta b a s e Marx y Engels resolvieron también el problem a del significado material de t o d a s aquellas "abstracciones" que h a s t a a h o r a a p a r e c e n en la filosofía idealista (incluyendo la neopositivista), p a r t i c u l a r m e n t e los "objetos abstractos" que existen independientemente en el lenguaje. Todos esos conceptos a b s t r a c t o s t a n misteriosos que, según la filosofía idealista, existen ú n i c a m e n t e en la consciencia, en el pensamiento y el lenguaje; Marx y Engels los explicaron de modo materialista, hallaron s u objeto, el equivalente fáctico en la realidad concreta. El problema de la relación de lo abstracto con lo concreto cesó de ser p a r a ellos el problema de la relación de la abstracción e x p r e s a d a verbalmente con la cosa individual dada de forma sensible. Se presentó directamente como el problema de la desmembración i n t e r n a de la realidad concreta en su propio interior, como el problema de la relación, u n o s con otros, de los distintos momentos desapareciendo de esta realidad. La solución que Marx y Engels hallaron parecía de lo m á s sencilla: las determinaciones de los conceptos no son otra cosa m á s que las determinaciones de los diversos momentos de la realidad concreta, es decir, el sistema organizado según leyes de las rela42 Marx, Karl, Engels, Friedrich: La Ideología Alemana,

op. cit., pág. 538.

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ciones de persona a persona y de la p e r s o n a con la cosa. En la investigación científica esta realidad concreta debe ser obtenida por la determinación "abstracta" de los conceptos que expresan su e s t r u c t u r a , su organización. C a d a determinación abstracta del concepto debe expresar la realidad (lo objetivo), los momentos desapareciendo que se desprenden en el c u e r p o de la realidad concreta. La solución es, a primera vista, m u y simple, pero ella corta de u n solo tajo el nudo gordiano de u n problema que h a s t a ahora no puede desatar la filosofía idealista. Desde este punto de vista, lo a b s t r a c t o ya no es en lo absoluto u n sinónimo de lo p u r a m e n t e m e n t a l que h a b i t a solo en la consciencia, bajo la t a p a craneal de la p e r s o n a en f o r m a de sentido o significado de la palabra-signo. Marx, con pleno derecho, aplica también este término en calidad de característica de lo real fuera de la consciencia, por ejemplo: el t r a b a j o h u m a n o abstracto 4 3 , o el individuo h u m a n o abstracto, aislado44, o el "oro es la existencia material de la riqueza abstracta"45 y m u c h o s más 4 6 . A la lógica y la filosofía p a r a las c u a l e s lo abstracto es sinónimo de lo p u r a m e n t e mental, y lo concreto es sinónimo de lo individual, percibido de forma sensible, t o d a s e s t a s expresiones 43 Véase: Marx, K: El Capital, T. I, Moscú, 1955, pág. 4 4 (en ruso). 44 Véase: Marx, K, Engels F.: Obras Completas, 2" ed., Editorial Estatal de Literatura Política, Moscú, 1955, T.3, pág. 3 (en ruso). 45 Véase: Marx, K.: Contribución a la critica de la economía política, Editorial Progreso, Moscú, 1989, pág. 84, traducción de Marat Kuznetsov. 46 "Cuando se deja a u n lado el valor de u s o de las mercancías, sólo les queda u n a cualidad: la de ser productos del trabajo. Pero el propio producto del trabajo se metamorfosea a pesar nuestro. Si hacemos abstracción de su valor de uso, desaparecen a la vez todos los elementos materiales y formales que le daban ese valor... J u n t o con los caracteres útiles p a r t i c u l a r e s de los productos del trabajo, desaparecen el carácter útil de los contenidos en ellos y las diversas formas concretas que distinguen u n a especie de trabajo de otra especie. Por lo tanto, sólo queda el carácter común de dichos trabajos; todos se reducen al mismo trabajo h u m a n o , a u n a inversión de fuerza h u m a n a de trabajo, sin referencia a la forma particular en que se la invirtió." (Véase: Marx, K.: El Capital, Editorial Ciencias del Hombre, en Obras Escogidas de Carlos Marx y Federico Engels, T. 1, Buenos Aires, 1973, pág. 57, traducción de Floreal Mazía.) / "Feuerbach resuelve la esencia religiosa en la esencia h u m a n a . Pero la esencia humana no es algo abstracto e inmanente a cada individuo. Es, en su realidad, el conjunto de las relaciones sociales. / Feuerbach, quien no entra en la crítica de esta esencia real, se ve, por tanto, obligado:/ I o a prescindir del proceso histórico, plasmando en el sentimiento religioso de por sí y presuponiendo un individuo hum a n o abstracto, aislado./ 2 o La esencia sólo se puede concebir, por tanto, de un modo "genérico", como u n a generalidad interna, muda, que u n e de un modo

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p a r e c e r á n a b s u r d a s e i n c o m p r e n s i b l e s . Pero ello solo p o r q u e c o n la a y u d a d e u n a lógica s e m e j a n t e j a m á s se p o d r á resolver e s a t a r e a d i a l é c t i c a q u e la r e a l i d a d c o n c r e t a de l a s relaciones m e r c a n t i l e s c a p i t a l i s t a s c o l o c a a n t e el p e n s a m i e n t o . P a r a la lóg i c a a c a d é m i c a e s t a r e a l i d a d le r e s u l t a , por doquier, mística. Aquí, p o r e j e m p l o , lo " a b s t r a c t o " n o tiene el significado de a s p e c to o p r o p i e d a d d e lo "concreto", y a la i n v e r s a : lo c o n c r e t a m e n t e s e n s i b l e t i e n e el s i g n i f i c a d o exclusivo d e s e r u n a de las f o r m a s d e m a n i f e s t a c i ó n d e lo a b s t r a c t a m e n t e u n i v e r s a l . En este giro, c u y a e s e n c i a solo p o d í a e x a m i n a r M a r x , s e contienen t o d a s las v i c i s i t u d e s d e la c o m p r e n s i ó n d e la f o r m a valor: " E s t a i n v e r s i ó n , m e d i a n t e la c u a l lo e s e n c i a l m e n t e concreto s u r g e solo c o m o u n a f o r m a d e m a n i f e s t a c i ó n de lo a b s t r a c t a m e n t e g e n e r a l , y n o a la i n v e r s a , lo a b s t r a c t a m e n t e general como u n a p r o p i e d a d d e lo c o n c r e t o , c a r a c t e r i z a la expresión de valor. E s t o e s lo q u e h a c e difícil s u c o m p r e n s i ó n . Si yo digo: el Derecho R o m a n o y el D e r e c h o A l e m á n s o n a m b o s "Derechos", esto es obvio. Si y o digo, p o r el c o n t r a r i o , q u e el D e r e c h o (Das Recht), esta a b s t r a c c i ó n , se realiza e n el D e r e c h o R o m a n o y en el Derecho A l e m á n , e n e s t o s d e r e c h o s c o n c r e t o s , e n t o n c e s la relación se vuelve mística."47. Tal c o s a n o e s s i m p l e m e n t e la f o r m a e n q u e los h e c h o s se exp r e s a n d e f o r m a m í s t i c a e n el h a b l a , e n el l e n g u a j e , y tampoco es, e n lo a b s o l u t o , u n g i r o i d i o m á t i c o e s p e c u l a t i v o hegeliano, s i n o la e x p r e s i ó n v e r b a l r e m a t a d a m e n t e e x a c t a de la "inversion" r e a l l i g a n d o a los m o m e n t o s d e la r e a l i d a d u n o s con otros. En e s t a e x p r e s i ó n n o h a y o t r a c o s a q u e el h e c h o real de la depend e n c i a u n i v e r s a l , e n t r e si, d e los e s l a b o n e s s i n g u l a r e s e incomp l e t o s d e la p r o d u c c i ó n s o c i a l , u n h e c h o t o t a l m e n t e independ i e n t e d e l a c o n s c i e n c i a y v o l u n t a d de l a s p e r s o n a s . A las p e r s o n a s e s t e h e c h o p u e d e p a r e c e r l e s ineludiblemente como el p o d e r m í s t i c o d e "lo a b s t r a c t o " s o b r e "lo concreto", es decir, de la ley u n i v e r s a l g e n e r a l q u e g o b i e r n a el m o v i m i e n t o de las cosas y p e r s o n a s s i n g u l a r e s ( i n d i v i d u a l e s ) , s o b r e c a d a p e r s o n a individual y sobre c a d a cosa individual. E n e s t e g i r o " m í s t i c o " del h a b l a , q u e r e c u e r d a el modo hegelian o d e e x p r e s i ó n , s e r e f l e j a la d i a l é c t i c a r e a l de la "cosa" y las "renatural a los m u c h o s i n d i v i d u o s . " (Marx, Karl, Engels, Friedrich: La Ideología Alemana (apéndice "Tesis sobre Feuerbach"), op. cit., pág. 667.) (N. del editor) 47 D a s K a p i t a l von Karl M a r x . B. I, H a m b u r g , 1867, S. 771.

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° 6 E V A L D ILIÉNKOV

lactones" en cuyo interior ésta cosa existe. Pero, lo que es m á s interesante, es el que el carácter místico de e s t a expresión se obtiene, justamente, en virtud de que lo "abstracto" y lo "concreto" son usados en el sentido que les otorga la lógica académica. De hecho, si lo "concreto" denomina u n a cosa d e t e r m i n a d a , y lo "abstracto" determina la relación entre cosas, consideradas como objetos autónomos p a r t i c u l a r e s del p e n s a m i e n t o y la determinación, entonces u n hecho tal como el dinero, de sopetón empieza a tener u n aire e x t r e m a d a m e n t e místico. P u e s objetivamente, independientemente de las ilusiones que p u e d a n constituirse a cuenta de él, el dinero "bajo la f o r m a de u n objeto n a t u ral con propiedades determinadas, r e p r e s e n t a u n a relación social de producción..." 48 (Las cursivas son m í a s - E.I.). En virtud de esto los economistas burgueses, como lo d e s t a c a Marx, van a d a r constantemente en el asombro "cuando lo que a c a b a n de definir b u r d a m e n t e como objeto se les p r e s e n t a de súbito en calidad de relación social y, momentos después, habiendo sido catalogado en la categoría de relaciones sociales, vuelve a burlarse de ellos en la forma de objeto" 49 . Notemos que esta "mística" no es de forma a l g u n a específica p a r a la producción mercantil-capitalista. La dialéctica de la relación entre la "cosa" singular (esto es, el objeto del "concepto concreto") y esa "relación" en cuyo interior esta cosa es justamente la cosa en cuestión (es decir, el objeto del "concepto abstracto"), es u n a relación universal. En ella se manifiesta ese hecho objetivo universal de que en el m u n d o no existen, en general, "cosas" aisladas, a j e n a s a los vínculos universales, sino que las cosas siempre existen en u n sistema de relaciones de las u n a s con las otras. Y este sistema de cosas que i n t e r a c t ú a n u n a s con otras (eso que Marx llama lo concreto), siempre existe como algo determinado, y viene a ser, lo lógicamente primario en relación a cada cosa percibida de forma sensible. Merced a esta dialéctica surge u n a y otra vez esa tesis original c u a n d o la "relación" se aplica a la "cosa", y la "cosa" a la "relación". Siempre cierto sistema de cosas que i n t e r a c t ú a n aparece con la apariencia de cosas singulares percibidas sensiblemente ante la contemplación, cierto sistema de relaciones sujeto a leyes (esto es, "lo concreto"), pero solo en sus manifestaciones algo 48 Marx, K.: Contribución a la crítica de la economía política, op. cit., pág. 18. 49 Marx, K.: Contribución a la crítica de la economía política, op. cit., pág. 18.

4 0 7 LA CONCEPCIÓN D E LO A B S T R A C T O Y LO CONCRETO EN LA LÓGICA..,

f r a g m e n t a r i a s y parciales, es decir, abstractamente. Y toda la dificultad del análisis teórico consiste en que las "relaciones" entre las cosas no se deben e x a m i n a r abstractamente, como objeto singular, autónomo, ni, a la inversa, considerar a la "cosa" como algo singular, f u e r a del sistema de relaciones con otras cos a s que existen materialmente 5 0 , y comprender cada cosa como u n elemento, como u n momento de cierto sistema concreto del sistema de cosas que i n t e r a c t ú a n , como la manifestación concretamente individual de u n consabido sistema de "relaciones". Con la apariencia de giro verbal que presenta a lo "concreto" como algo subordinado a lo "abstracto" e incluso como su producto (y en esto yace la raíz de todas las mixtificaciones hegelian a s de los problemas de lo universal, singular e individual), no se expresa en realidad otra cosa m á s que el hecho consumadamente real de que c a d a fenómeno individual (cosa, evento y demás) siempre se engendra y existe en su certidumbre, y luego se pierde en las e n t r a ñ a s de tal o cual totalidad concreta, dentro de este o aquel sistema de cosas individuales que se desarrolla sujeto a leyes. El "poder" o la ley que d e t e r m i n a la acción (y la realidad universal en la n a t u r a l e z a y la sociedad también es u n a ley) con relación a c a d a cosa individual y que determina el significado del todo con relación a s u s partes, es percibida precisamente como el poder de lo "abstracto" sobre lo "concreto". En conclusión, se obtiene u n a expresión que lo mixtifica. K. Marx puso de manifiesto a e s t a mixtificación que presentaba la realidad "concreta" no en forma de cosas aisladas, sino en la imagen de u n todo, u n sistema de cosas que interactúan, que se h a desarrollado y se desarrolla, u n todo desmembrado sujeto a leyes, la "totalidad". Bajo tal concepción se eclipsa toda mixtificación. Lo concreto (y no lo abstracto) como realidad tomada en su integridad, en s u desarrollo, en s u desmembramiento sujeto a leyes; siempre es algo primario con relación a lo abstracto (enten50 En el original dice " 'Bcmb' - KaK oco6biñ, BHe cHCTCMbi O T H O U J C H H A K ApyrHM BemaM cymecTByiomHñ npeAMeT* ('veshchi* - kak osobyj, imesistemy otnoschenij k drugim veshcham sushchestvuyushchijpredmet), este pasaje pres e n t a ciertos matices que dificultan su traducción, de tal modo, bien se podría t r a s l a d a r al castellano de o t r a s formas, como por ejemplo, "considerar a la 'cosa' como algo singular, fuera del sistema de relaciones con otras cosas que son objetos existentes". Se debe tomar en cuenta la peculiaridad de la palabra r u s a "npcAMCT" (predmet) que se relaciona a todo lo que es "del objeto*, "de lo material". (N. del traductor)

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diendo a lo abstracto como lo aislado, el momento relativamente aislado o como s u reflejo mental, fijado verbalmente). Al tiempo que todo lo concreto existe solo por medio de s u s propios momentos desapareciendo (las cosas, las relaciones), como su peculiar combinación, síntesis y u n i d a d . J u s t a m e n t e por eso lo concreto se refleja en el pensamiento solo en forma de u n i d a d de múltiples determinaciones, cada u n a de las cuales fija con precisión u n o de s u s momentos, los que realmente destacan en su conformación. En consecuencia, la reproducción mental de lo concreto se lleva a cabo precisamente como el "proceso de ascenso de lo abstracto a lo concreto", es decir, como el proceso de unificación lógica (síntesis) de las definiciones parciales en el retrato teórico de la realidad en su conjunto, en su generalidad, como movimiento del pensar desde lo p a r t i c u l a r a lo general. Este proceso de separación de determinaciones aisladas (parciales) y de ligazón de determinaciones s e p a r a d a s u n a s con otras, no es de n i n g u n a forma arbitrario en su consecución. La determinación general de esta secuencia, como lo señalan los clásicos del marxismo-leninismo, la d a el proceso histórico de engendramiento, formación y crecimiento en complejidad de esa esfera concreta de la realidad que es, en el caso dado, reproducida en el pensamiento. Las determinaciones fundamentales, primiciales y universalmente a b s t r a c t a s del todo, con las cuales siempre debe empezar la construcción teórica, no se moldean aquí, en n i n g ú n caso, por la vía de la simple abstracción formal de todas las "particularidades" sin excepción que e n t r a n en el cuerpo del todo. Así, la categoría universal primicial de "El Capital" - e l valorno se determina de forma a l g u n a por medio de las abstracciones, en las cuales se retiene esa generalidad que pertenece unívocamente tanto a la mercancía como al dinero, al capital, la ganancia y la renta; sino a través de la determinación teórica m á s precisa de u n "particular", a saber, la mercancía. (Pero bajo la m á s rigurosa abstracción de todos los otros particulares.) El análisis de la mercancía - e s t a es la relación económica concreta m á s sencilla- brinda determinaciones universales (y en este sentido, abstractas) que se relacionan con todas las otras formas "particulares" de relaciones económicas. Aun así, el meollo del a s u n t o está en que la mercancía es u n p a r t i c u l a r tal, que es, al mismo tiempo, condición universal de existencia todos

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los p a r t i c u l a r e s restantes, fijados en otras categorías. Este es u n s i n g u l a r tal, que todas s u s propiedades consisten en que es universal y abstracto, es decir, no desarrollado, simple, la forma "celular" q u e se desarrollará en virtud de contradicciones inmanentemente i n h e r e n t e s a ella en otras formas, m á s complejas y desarrolladas. La dialéctica de lo abstracto y lo concreto en los conceptos exp r e s a a q u í de f o r m a c o n s u m a d a m e n t e precisa la dialéctica objetiva del desarrollo de u n a s relaciones fácticas (históricamente determinadas) entre p e r s o n a s en otras relaciones igual de fácticas, con la mediación de cosas. De allí que todo el movimiento del p e n s a r de lo a b s t r a c t o a lo concreto se da en conjunto con u n riguroso movimiento del p e n s a r según los hechos, la transición de la consideración de u n hecho a la consideración de otro, y no el movimiento "de concepto a concepto". Este rasgo del método de Marx, los clásicos del marxismo estuvieron c o n s t a n t e m e n t e forzados a enfatizarlo en sus disputas contra las interpretaciones k a n t i a n a s de la lógica de "El Capital". Este rasgo consiste en que con este método "no se trata de u n proceso p u r a m e n t e lógico, sino histórico y de su reflejo explicativo en el pensamiento, de la investigación lógica de sus relacion e s internas" 5 1 . Solo en b a s e a ese enfoque se resuelve correctamente la cuestión de la relación de lo abstracto y lo concreto en el concepto. Todo concepto es a b s t r a c t o en el sentido de que está lejos de fij a r toda la riqueza de la realidad concreta, acaso solamente uno de s u s m o m e n t o s parciales. Pero todo concepto es también concreto, y a q u e no fija los "rasgos" formalmente generales de hechos heterogéneos, sino que expresa con exactitud la determinación concreta de ese hecho al que se relaciona, su singularidad, merced a la cual j u e g a exactamente esa y no otra función y rol, tiene j u s t a m e n t e ese "significado" y no otro, en la totalidad del c u e r p o de la realidad. Por ello, todo concepto (si este es u n concepto genuinamente perfeccionado, y no m e r a m e n t e u n a representación de la generalidad fijada verbalmente) es u n a abstracción concreta, a u n q u e esta tesis suene "contradictoria" desde el punto de vista de la vieja lógica. En ellos siempre halla expresión la "cosa" (es decir, 51 Engels, F.: Suplemento y complemento del libro tercero de El Capital, Editorial Ciencias del Hombre, en Obras Escogidas de Carlos Marx y Federico Engels, T. 3, Buenos Aires, 1973, pág. 37, traducción de Floreal Mazia.

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el hecho constatado de m a n e r a sensiblemente empírica), pero la cosa desde el aspecto de su "propiedad", la cual le pertenece específicamente como elemento dado de u n sistema concreto de cosas (hechos) que interactúan, y no simplemente como la "cosa" abstracta que no se sabe a qué esfera de la realidad concreta se relaciona. La cosa considerada fuera de todo el sistema de sus relaciones concretas con otras cosas, también es abstracta y no es en n a d a mejor que la "relación" o la "propiedad" examinada como objeto singular, a i s l a d a de las cosas, de s u s representantes materiales. El tratamiento ulterior de la concepción m a r x i s t a de las categorías de lo abstracto y lo concreto como categorías lógicas (universales) lo e n c o n t r a m o s en las n u m e r o s a s obras y manuscritos filosóficos de V.I. Lenin, y también en aquellas excursiones que emprendió dentro de la lógica, al d i s c u r r i r s u consideración de los problemas sociales, económicos-políticos y políticos. Pero eso es tema p a r a u n artículo especial, u n a investigación particular. Aquí lo importante es c o n s t a t a r u n a cosa. En cualquier parte, donde la cosa se empezó a agitar en derredor de estas categorías, Lenin defendió categóricamente los criterios desarrollados por Marx y Engels, recalcando el significado material 5 2 de las abstracciones teóricas, objetando á s p e r a m e n t e las abstracciones vacuas, formales que se fijan en las formas verbales a partir de s e m e j a n z a s formales a r b i t r a r i a m e n t e elegidas, los "rasgos análogos" de lo heterogéneo, de fenómenos que en realidad no tenían vinculación a l g u n a . En este sentido, lo "abstracto" siempre fue p a r a Lenin sinónimo de f r a s e s alejadas de la vida, sinónimo de la creación formal de palabras, de determinaciones hueras y falaces que en realidad no se corresponden con ningún hecho definido. Y a la inversa, Lenin siempre insistió en la tesis del carácter concreto de la verdad, del carácter concreto de los conceptos en los que se expresa la realidad, en la ligazón indisoluble de la palabra con el hecho, pues, a d e m á s , solo esta ligazón garantiza u n a verdadera síntesis racional de lo abstracto con lo concreto, de lo universal con lo singular y lo individual. Los criterios de Lenin sobre esta cuestión son de g ran importancia p a r a la lógica y d e m a n d a n el m á s minucioso estudio y gene52 En el original "npeAMCTHoe 3HaneHHe" (predmetnoie znachenie) como ya se h a anotado el vocablo "predmet" se refiere a todo lo que es "de los objetos", "de la materia", por lo que bien se podría traducir la expresión como "el significado objetivo". (N. del traductor)

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ralización, agrupándolos en u n sistema. No es difícil notar que estos criterios no tienen n a d a en común con la delincación de u n a división metafísica, de u n a vez y p a r a siempre, de conceptos en "abstractos" (como conceptos sobre cosas y hechos aislados) y "concretos" (como relativos a relaciones y propiedades e x a m i n a d a s "aisladas de las cosas", como "objetos singulares"). Tanto a estos como a los otros conceptos, Lenin siempre los valoró como igual de abstractos, es decir, muy inferiores, y siempre exigió comprender los hechos y las cosas en su encadenamiento conjunto, en su interacción concreta (esto es, "en las relaciones"), y d e m a n d a b a que todo examen de las relaciones sociales se realice sobre la base del trato m á s meticuloso y cuidadoso p a r a con las "cosas", con el m á s riguroso testimonio fáctico de los hechos, y no como u n "objeto singular" considerado a p a r t e de las cosas y los hechos. En otras palabras, Lenin en cada caso se obligaba a p e n s a r concretamente, pues lo concreto p a r a él, al igual que p a r a Marx, siempre fue sinónimo de significado material, de la verdad de los conceptos, mientras el carácter abstracto era sinónimo de s u vacuidad. *

*

*

De lo dicho se puede s a c a r la siguiente conclusión: ni en la lógica dialéctica, ni en la lógica formal es admisible dividir los conceptos, de u n a vez y p a r a siempre, en dos clases, abstractos y concretos. Tal división se vincula a las peores tradiciones en filosofía, j u s t a m e n t e aquellas tradiciones que combatieron no solo Lenin y Marx, sino también Hegel y Spinoza, y en general todos aquellos pensadores que comprendieron que el concepto (como forma del pensamiento) y el término (el símbolo verbal), son dos cosas por esencia diferentes. Aún si es posible, con cierto f u n d a m e n t o , dividir a los términos en nombres de cosas aisladas percibidas de modo sensible por el individuo, y nombres de s u s propiedades y relaciones "generales", tal diferenciación no tiene sentido en relación a los conceptos. Esta no es u n a diferenciación lógica. Dentro de la lógica no existe fundamento p a r a ella. La conclusión d a d a se corrobora también por el análisis de la literatura educativo pedagógica sujeta a la lógica formal, y que h e m o s citado. Esta división, ofrecida en las secciones sobre la clasificación de los conceptos, no juega n i n g ú n rol en la exposi-

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ción ulterior del aparato de la lógica formal. Resulta ser superflua p a r a los propios autores. ¿Vale la pena, en general, reproducirla, si es sencillamente falsa desde el p u n t o de vista filosófico?

ABSTRACCIÓN Enciclopedia Filosófica, T. 1, pp. 12-13 (del latín abstractio: abstracción 1 ), u n o de los momentos del proceso del conocimiento que consiste en prescindir 2 m e n t a l m e n t e de u n a serie de propiedades, lazos y relaciones no esenciales. Resultado de la abstracción son conceptos, categorías, como por ejemplo materia, movimiento, desarrollo, ley, valor y demás. Las abstracciones científicas son "abreviaturas en las que cond e n s a m o s s u s cualidades c o m u n e s correspondientes, el conjunto de diferentes cosas perceptibles por los sentidos" 3 . Hablando de la abstracción se tiene en cuenta a veces u n a consideración tal del objeto, bajo la cual se prescinde haciendo reservas de a l g u n a (o de algunas) propiedad del objeto o relacion e s de este objeto p a r a con otros objetos. La abstracción la cont e m p l a n como resultado del proceso de abstraer 4 : es el concepto general. F r e c u e n t e m e n t e a la abstracción se la comprende cómo sinón i m o de lo "mental", "conceptual", en contraposición a lo contemplado de m a n e r a sensible, dado visualmente. Sin embargo, la a b s t r a c c i ó n puede ser no solo concepto, no sólo lo abstraído m e n t a l m e n t e , sino t a m b i é n imagen sensiblemente visible (por ejemplo, el contorno geométrico, u n esquema u obras de la denom i n a d a p i n t u r a abstracta). 1 En el texto original "oTBAeneHHe" (otulechenie) que significa literalmente: distracción, abstracción. (N. del traductor) 2 E n el original "oTBAeHeHHH" (otvlechenii) que deriva de "oTBACHb* (otiAechi) vocablo q u e se puede interpretar como: divertir, distraer, abstraer, abstraerse, prescindir. (N. del traductor) 3 Friedrich Engels, Dialéctica de la naturaleza, 1" ed., Enciclopedia Filosófica, Editorial Grijalbo, México D.F., 1961, pág. 200. 4 E n el texto original "aScTparnpoBamiH" (abstraguirovaniya). traductor)

(\.

del

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En dialéctica la abstracción con frecuencia tiene el sentido de lo unilateral, magro, no desarrollado, desarraigado de u n a mut u a interrelación concreta y contrapuesta a esta última. La abstracción aparece aquí como u n momento, u n lado, u n fragmento de lo concreto. El pensamiento y los conceptos son "abstractos" solo al margen del c u r s o del conocimiento en s u conjunto, de la práctica, de la realidad objetal 5 . La abstracción en el pensamiento r e p r e s e n t a en sí solo el momento que desaparece en el proceso de reflejo de la realidad concreta en su conexión y desarrollo general, esto es, en el proceso de obtención de la verdad concreta. "Los conceptos h u m a n o s son subjetivos en s u abstracción, en s u separación, pero objetivos en su conjunto, en el proceso, en el total, en la tendencia, en la fuente" 6 . El examen abstracto del objeto interviene aquí como u n escalón, como u n momento del examen concreto. La abstracción de por sí no es el objetivo, sino u n medio del pensamiento que asciende de lo abstracto a lo concreto. La dialéctica de lo abstracto y lo concreto es u n caso típico de la u n i d a d dialéctica de contrarios, de su mutua transformación. En casos consabidos el "carácter abstracto" resulta ser el rasgo de la falsedad del conocimiento, de s u a p a r t a m i e n t o de la vida, de la práctica. En otros casos el "carácter abstracto" refleja la naturaleza del propio objeto. Por ejemplo, la categoría de trabajo abstracto es deducida por Marx de la comprensión del proceso real que reduce los diversos tipos de trabajo al trabajo socialmente uniforme, al simple desgate de la f u e r z a de trabajo: "Esta reducción se p r e s e n t a como u n a abstracción, sin embargo, es u n a abstracción tal que tiene lugar todos los días en el proceso social de producción" 7 . E. Iliénkov

5 En el original "npeAMeTHoñ AeficTBHTeAbHOCTH" ( p r e d m e t n o y deystvitelinosÍí) que también se puede traducir como "realidad objetiva", "realidad de los objetos". (N. del traductor) 6 Vladimir Lenin, Cuadernos Filosóficos, 1" ed., Obras Completas, Editorial Cartago, Buenos Aires, pág. 197. 7 Karl Marx, Contribución a la crítica de la economía política, op. cit., pág. 14.

L O CONCRETO Enciclopedia Filosófica, t. 3, pp. 44-45 (del latín concretusy literalmente: que crece j u n t o con otro), el objeto real en toda la riqueza de su contenido; reflejo de la realidad en la percepción, en la representación y en el pensamiento. En el pensamiento, lo concreto se refleja en forma de sistema de determinaciones teóricas. "Lo concreto es concreto porque es la síntesis de múltiples determinaciones, por lo tanto, la unidad de lo diverso. Por eso, aparece en el pensamiento como proceso de síntesis, como resultado, no como p u n t o de partida, a u n q u e sea el verdadero p u n t o de partida, y en consecuencia, también el p u n t o de p a r t i d a de la intuición y de la representación" 1 . Lo concreto en el arte se p r e s e n t a con la apariencia de formas sensiblemente visibles, pero t o m a d a s no en s u inmediatez, sino como expresión de la experiencia socialmente consolidada. El arte tiene la dignidad de lo concreto sensible. Pero esta inmediatez aparece en el a r t e como forma de expresión de lo común, como modo de expresión del contenido generalizado. La distorsión del carácter concreto de las formas en el arte, por ejemplo en el abstraccionismo, conduce a la violación de la imagen artística y de esta forma a la destrucción del a r t e genuino. En lenguaje filosófico el término de "lo concreto" se afirmó en la escolástica medioeval. Se empleó en gran parte como sinónimo del c u e r p o singular, de la cosa percibida directamente por los órganos de los sentidos. El desprecio a todo lo sensible, carnal y m u n d a n o , es decir, a lo concreto, característico para la cosmovisión religiosa escolástica, n a t u r a l m e n t e se complemen-

1 Marx, Karl: Elementos fundamentales para la critica de economía política (Grundrisse) 1857-1858, 12" ed., Siglo Veintiuno Editores, México D.F., 1982, volumen 1, pág. 21, traducción de Pedro Scaron.

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ta con la reverencia a lo inteligible, inmaterial, sobresensible: a lo abstracto. En el significado de sinónimo de c u e r p o s i n g u l a r percibido sensiblemente, el término de "lo concreto" fue heredado también por la filosofía de la época moderna, y posteriormente por algun a s formas de empirismo. Lo concreto en este sentido se concibió en dependencia de la posición gnoseológica t a n t o objetivamente (Gassendi, F. Bacon, Hobbes, los m a t e r i a l i s t a s franceses del siglo XVIII) como de m a n e r a subjetiva idealista (Hume, Berkeley). Interpretado de modo idealista subjetivo, lo concreto se transforma en sinónimo de "estado de consciencia", de "vivencia" individual e irrepetible. Más t a r d e lo i n t e r p r e t a r o n en este sentido J. S. Mili, Mach y los neopositivistas. En J . S. Mili, por ejemplo, esta interpretación de lo concreto yace en el f u n d a m e n to de su división de los conceptos en a b s t r a c t o s y concretos, ligada además con el psicologismo idealista en el entendimiento de lo concreto como forma de percepción sensible (a diferencia de lo "abstracto" como forma de pensamiento), que es característica del positivismo de los siglos XIX-XX. En el terreno de la forma m e c a n i c i s t a del materialismo, la concepción de lo concreto en la filosofía de los siglos XVII-XVIII también se vio m á s o menos coloreada por tonos subjetivos. La representación a b s t r a c t a m e n t e geométrica de la realidad objetiva (Descartes, Hobbes, Locke y otros) inevitablemente llevaba a que lo concreto, es decir, la imagen de la cosa en la contemplación, comenzara aparecer solo u n a ilusión subjetiva, engendrada en los órganos sensoriales, u n a copia subjetivamente coloreada del original descolorido y geométricamente abstracto. Con esto se liga también la noción s e g ú n la c u a l la "evaporación" desde lo concreto hacia la distracción a b s t r a c t a 2 es la s e n d a natural a la verdad, al conocimiento de la cosa tal como ella es de por sí. En el terreno del criterio m e c a n i c i s t a unilateral, abstractamente matemático sobre la realidad objetiva, s e m e j a n t e concepción de lo concreto como la forma del simple conocimiento inmediatamente sensible permaneció insuperable. D e t e r m i n a d a s excepciones como, por ejemplo, las geniales ideas de Spinoza sobre el concepto concreto y s u s diferencias con las simples abs2 En el original aa6cTpaKTHbiM oTBAeneHHflM" ( a b s t r a k t n y m otvlecheniyam). del traductor)

(N.

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tracciones del entendimiento, se ahogaron en la corriente general del p e n s a m i e n t o metafísico de los siglos XVII-XVIII. El concepto de lo concreto fue decididamente reevaluado en la filosofía clásica a l e m a n a de fines del siglo XVIII e inicios del siglo XIX. Kant, intentando unificar los principios del empirismo y del racionalismo sobre u n f u n d a m e n t o idealista, debió r e n u n ciar a la r i g u r o s a división de los conceptos en "concretos" y "abstractos", e n l a z a d a con u n a interpretación unilateralmente empírica, nominalista del concepto. "(...) Las expresiones abstracto y concreto se refieren menos a las nociones en sí m i s m a s - porque toda noción es abstracta que a su uso" 3 , es decir, expresan los grados de determinación de los conceptos en el contexto de u n razonamiento o u n a teoría. C u a n t a s m á s determinaciones se enlisten en u n concepto, este será m á s concreto, y viceversa. El término de "lo concreto" se a d h i e r e en Kant a la doctrina sobre la actividad sintetizadora del intelecto, sobre la síntesis de determinaciones en el entendimiento y en la razón. Tal u s o de las palabras sirvió de punto de p a r t i d a también p a r a la terminología hegeliana. Por lo concreto en general Hegel empieza a comprender cualquier "unidad de lo diverso", t a n t o lo empíricamente dado, como también la unidad teóricamente c o n s t r u i d a de la definición del concepto, de la idea, esto es, t r a n s f o r m ó el término de "lo concreto" en la categoría lógica m á s importante. Sobre e s t a base Hegel reelaboró minucios a m e n t e la doctrina sobre la u n i d a d dialéctica de lo concreto y lo a b s t r a c t o en el proceso del "conocimiento pensante" e hizo de lo concreto el rasgo esencial de la verdad, del concepto verdadero de la teoría. Con esto se e n l a z a la idea hegeliana referente a q u e la verdad a b s t r a c t a es u n sin sentido, que la verdad siempre es concreta. En plena medida lo concreto se realiza, según Hegel, solo en el proceso del autodesarrollo dialéctico de la idea en f o r m a de espíritu, en el proceso p u r a m e n t e lógico de "autodiferenciación" del concepto y, al fin y al cabo, en la lógica; las ciencias p a r t i c u l a r e s , con excepción de la filosofía, no alcanzan el conocimiento de lo concreto y expresan únicamente sus mom e n t o s a b s t r a c t o s . La concepción hegeliana de lo concreto, en r e s u m i d a s c u e n t a s , resulta estar inseparablemente ligada con los principios iniciales idealistas objetivos de su sistema.

3 Kant, Immanuel: Lógica, op. cit., pp. 54-55.

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Al someter a u n a reelaboración materialista a los logros dialécticos de Hegel en el campo de la lógica, Marx y Engels repensaron la concepción hegeliana de lo concreto. Consintiendo con Hegel respecto a que lo concreto en el pensamiento siempre es resultado del proceso de síntesis teórica de múltiples determinaciones abstractas, los clásicos del marxismo-leninismo desarrollaron esta tesis sobre u n f u n d a m e n t o materialista, estableciendo que lo concreto en el pensamiento es u n resultado histórico y teórico del proceso de reflejo de lo concreto objetivo. Como ejemplo de lo concreto puede servir la formación mercantil capitalista, reproducida teóricamente en "El Capital" de Marx por el método de ascenso de lo abstracto a lo concreto. Los conceptos que reflejan las formas y leyes universales del desarrollo de lo concreto, son en esencia conceptos concretos. Por ello "la ley general de los cambios de forma del movimiento es mucho más concreta que cualquier ejemplo 'concreto' singular de ella."4 El concepto concreto refleja determinado aspecto del todo investigado desde la a r i s t a de su rol y función específica en la composición de este todo, en su vínculo e interacción con otros aspectos, en el desarrollo de las contradicciones contenidas en este. La contraposición entre lo concreto y lo abstracto es relativa. La mercancía, como la forma m á s a b s t r a c t a y universal de la producción capitalista es al mismo tiempo la concreción económica m á s sencilla, es decir, la forma que contiene relaciones internas, la contradicción entre valor y valor de uso, cuyo desarrollo metamorfosea la circulación mercantil en mercantil dineraria, y m á s allá, en circulación capitalista, como momento y fase de la producción de plusvalía. De ese modo, las determinaciones teóricas concretas de la mercancía son en esencia, al mismo tiempo, las determinaciones m á s a b s t r a c t a s del producto capitalista. El reflejo de la realidad en el p e n s a m i e n t o es verdadero solo en el caso de que este sea concreto. "(...)'No hay verdad abstracta, la verdad siempre es concreta', como g u s t a b a decir el desaparecido Plejanov siguiendo a Hegel"5. El conocimiento concreto no puede ser identificado con el conocimiento de lo singular. Cualquier hecho singular puede ser comprendido correctamen4 Engels, F.: Dialéctica de la naturaleza, op. cit., p. 188. 5 Lenin, Vladimir: Una vez más acerca de los sindicatos, Obras Completas, ed., Ediciones Salvador Allende, México D.F., s.f., pp. 374-375, t. 34.

2"

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te solo entonces c u a n d o a este se lo considere no en aislamiento de los otros hechos, sino en trabazón con ellos, es decir, no a b s tracta, sino concretamente. En este sentido el conocimiento sensible es de por sí "abstracto", ya que el objeto se refleja en él como u n a relación singular, f u e r a de los vínculos sujetos a leyes en los c u a l e s él sale a escena solo como parte integrante. Por ello el c a r á c t e r concreto del pensamiento se mide no en su concordancia i n m e d i a t a con la forma de la cosa d a d a de modo sensible, sino solo en s u correspondencia con la realidad que se realiza y se c o m p r u e b a en la práctica que t ran s fo rm a y modifica la cosa. Cualquier concepto o juicio sacado del contexto de la teoría, pierde a d e m á s s u propio c a r á c t e r concreto, deviniendo en u n a frase a b s t r a c t a vacía, a u n q u e fuere ilustrado con ejemplos palpables. E x a c t a m e n t e igual que la teoría, desligada de la vida, de la práctica, deja de ser concreta, es decir, verdadera. Lo concreto en este aspecto es sinónimo de lo verdadero; en plena medida la categoría de lo concreto sale al descubierto solo en el cuerpo y el contexto de la dialéctica materialista como lógica y teoría del conocimiento, t o m a d a en s u totalidad. La violación del principio dialéctico de lo concreto lleva al dogmatismo que opera con f ó r m u l a s a b s t r a c t a s , desgajadas de la vida, prescindiendo de las condiciones concretas de espacio y tiempo. En la vida política el dogmatismo conduce al sectarismo, al rechazo de los principios creativos del marxismo-leninismo, al subjetivismo. A. Guliga E. Iliénkov

INTERACCIÓN Enciclopedia filosófica, T. 1, pág. 250 Forma universal de vínculo de los c u e r p o s o fenómenos que se realiza en su modificación recíproca. Dos y m á s cuerpos o fenómenos que a c t ú a n m u t u a m e n t e constituyen u n sistema, en el cual se cumple el proceso de transformación del movimiento, de la c a u s a en efecto y viceversa. La c a u s a , en calidad de lado activo de la interacción, interviene primeramente como u n tipo de movimiento de aquel cuerpo en el que se centraliza el movimiento de todo el sistema, y suscita alteraciones en otro cuerpo o fenómeno, y j u n t o a ello el efecto en dirección opuesta, esto es, el contraefecto. El lado pasivo de la acción m u t u a en razón de esto se metamorfosea, a su momento, en activo y viceversa. Este e s q u e m a formal de la interacción se realiza incluso en el m á s sencillo de los casos posibles: en el sistema mecánico de dos c u e r p o s que chocan elásticamente. Sin embargo, la interacción en general no se agota en la forma m á s sencilla de interacción, consistente en la traslación del movimiento obtenido del exterior sin u n a transformación sustancial de la forma de este movimiento. Si se t r a n s p o n e el esquema de la interacción mecánica a todo problema de la interacción en su totalidad, si se le d a a este e s q u e m a u n significado lógico universal, si se le identifica con el e s q u e m a de la interacción en general, entonces esto conduce a la suposición de u n primer impulso exterior como "causa primera" del movimiento del universo. Tal concepción de la interacción se estableció en las ciencias n a t u r a l e s de los siglos XVII-XVIII (por ejemplo, Newton) y de allí se transfirió a la filosofía. La concepción materialista dialéctica de la interacción como forma universal del movimiento y del cambio presupone u n sistema tal de vínculos causa-efecto, que no le es menester el "primer impulso" que aporte movimiento desde fuera. La interacción

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es u n modo de movimiento de u n sistema tal, en cuyo interior la c a u s a interviene, al fin y al cabo, como consecuencia de su propia existencia. Tal sistema de interacción es el Universo infinito en el tiempo y en el espacio. Fuera de él no hay ni puede haber c a u s a que produzca movimiento. Las c a u s a s de su movimiento son, al mismo tiempo, las consecuencias de su propio movimiento. Ese c a r á c t e r de la interacción lo expresa brillantemente la fórmula de Spinoza: "la s u s t a n c i a es c a u s a de sí misma" (caus a sui). La forma m e c á n i c a de interacción no es de por sí universal, sino que es ú n i c a m e n t e u n caso particular de la forma universal de interacción como c a d e n a infinita de relaciones causa-efecto. La característica de la interacción como modificación recíproca de a s p e c t o s del sistema, bajo el cual el movimiento adquiere u n c a r á c t e r "circular", se relaciona también con cualquier sistem a concreto de fenómenos que actúen recíprocamente. Tal sist e m a concreto t a m b i é n interviene en calidad de "causa de sí mismo", esto es, q u e contiene en s u interior la fuente de su propio movimiento. E n t e n d i d a así la c a u s a coincide con la contradicción i n t e r n a de u n sistema concreto dado. La interacción tiene siempre u n carácter concreto en el sentido de q u e e s t a siempre es u n a relación de partes de u n determin a d o sistema íntegro, por ejemplo, el sistema solar, el reino vegetal, a n i m a l , la sociedad h u m a n a , u n a determinada formación económico-social. El contenido de la interacción está condicion a d o por la n a t u r a l e z a de los momentos que la conforman, cuya t r a n s f o r m a c i ó n m u t u a interviene también como el movimiento concreto del sistema dado. Como ejemplo de tal interacción dialéctica p u e d e servir c u a l q u i e r sistema concreto, digamos los org a n i s m o s vivos. Los organismos vivos refractan las influencias del a m b i e n t e externo por medio de la organización específica de su c u e r p o y de la correlación de los individuos de u n a especie d a d a . La sociedad h u m a n a en su desarrollo, fundamentado en r e g u l a r i d a d e s sociales específicas, puede servir como claro ejemplo de u n sistema de fenómenos que actúan recíprocamente, que se autoconserva, autoreproduce y se mueve por si mismo. La interacción es u n proceso cuya unidad interna se realiza en el cambio ininterrumpido de sus elementos, de sus aspectos. La reproducción de los fenómenos sobre la base de la interacción

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de s u s elementos propios a c t ú a también como su desarrollo (autodesarrollo). En el sistema que se autodesarrolla la c a u s a de su existencia, a fin de cuentas, resultan ser s u s propias consecuencias. La cadena de c a u s a s y acciones se cierra aquí ya no solo en u n "anillo", sino también en u n a "espiral". Ejemplo de semejante forma de interacción es el sistema de interacción de los fenómenos económicos, reproducidos científicamente en "El Capital" de Marx. En análoga relación de interacción se h a l l a n entre sí, la teoría y la práctica del hombre. La teoría no solo es consecuencia de la práctica. Emergiendo sobre la b a s e de la práctica y obteniendo en esta u n estímulo activo de s u desarrollo, la teoría ejerce u n influjo inverso sobre la práctica. La interacción se expresa, por ejemplo, en las relaciones de los trabajadores a s a l a r i a d o s y los capitalistas en el seno de las relaciones mercantiles capitalistas de producción. El capital es tanto la consecuencia de la existencia del trabajo asalariado, como la c a u s a de s u existencia concreta histórica determinada. En toda dependencia de aspectos de u n a interacción, la dialéctica obliga siempre a tener en c u e n t a que u n o de los aspectos de esta interacción es el rector. Tal aspecto rector es aquel con el que inicia cada nuevo círculo del desarrollo. Así, por ejemplo, en la relación de interacción de la teoría y la práctica, el aspecto rector es la práctica. E. Iliénkov, G. Davidov, V. Lektorski

CORRELACIÓN Enciclopedia

Filosófica, T.l, pp. 251-252

Categoría que expresa el hecho de que todos los objetos y fenómenos se e n c u e n t r a n en incontables vínculos entre sí en el proceso de variación del m u n d o material. La correlación existe como resultado transitorio y momento de este proceso. Todos los objetos y fenómenos pertenecen a u n mismo mundo material; en él surgen, v a r í a n y d e s a p a r e c e n metamorfoseándose en otros objetos y fenómenos. E s t a correlación universal, que no se inter r u m p e j a m á s en los objetos y fenómenos, o sea, la unidad del m u n d o , estriba en s u materialidad. Ello significa que todas las variaciones posibles que se llevan a cabo en cualquier objeto o fenómeno s i n g u l a r son provocadas por cambios en otros objetos y fenómenos e incitan, a s u vez, a estos últimos. Cada fenómeno singular, de ese modo, e s t á ligado con multitud de otras transiciones, relaciones, influencias que tienen carácter recíproco. El c a r á c t e r u n i v e r s a l (infinito e ininterrumpido) de la correlación lo tiene que reconocer, a u n q u e fuese formalmente, todo sist e m a filosófico, p u e s esta es u n a premisa necesaria del pensamiento y de la filosofía. Por eso la filosofía, en cuyo número de t a r e a s siempre entró el esclarecimiento de la relación entre dist i n t a s esferas del conocimiento h u m a n o , su sistematización en el c u e r p o de u n a cosmovisión, siempre supuso la presencia de la correlación universal. Solo constituyen u n a excepción las divers a s f o r m a s del pluralismo, que entroniza a la incoherencia y el eclecticismo como principio f u n d a m e n t a l del pensamiento. Con todo, la n a t u r a l e z a de la correlación universal ha sido interpret a d a de modo diferente. El materialismo deduce la correlación, la u n i d a d de los conocimientos h u m a n o s , a partir de la unidad m a t e r i a l de los fenómenos fuera de la consciencia. El idealismo subjetivo declara e s t a correlación como producto de la actividad

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subjetiva de la persona, de su consciencia y voluntad, negando su materialidad. El idealismo objetivo, al reconocer su realidad fuera de la consciencia de la persona, declara la correlación universal de fenómenos producto de la actividad de u n sujeto supraindividual (de dios, del espíritu universal, de la idea y demás). El materialismo dialéctico no se limita a sostener la tesis primicial de que "todo está relacionado con todo", sino que direcciona al pensamiento hacia el descubrimiento y develación de la correlación concreta, la u n i d a d concreta de cuerpos, de fenómenos, eventos y hechos. La correlación es u n a de las categorías m á s generales y abstractas de la dialéctica. Todas las o t r a s categorías (causa, acción, necesidad, casualidad, ley, contradicción, etc.) son tipos y modos concretos de correlación. A través de e s t a s categorías se d e s n u d a su contenido concreto. Esto lo tuvo en c u e n t a Engels al definir la dialéctica como la "ciencia de las concatenaciones" o, lo que es lo mismo, también como "las ciencias de las leyes más generales de todo movimiento" 1 , p u e s la correlación realmente se c o n s u m a solo a través del movimiento en s u s diversas formas. Sin movimiento el cambio recíproco de los cuerpos, de los fenómenos es imposible. E.Iliénkov, G. Davydov, V. Lektorski

1 Ver la obra de Friedrich Engels "Dialéctica de la naturaleza". (iV. del traductor)

L O UNIVERSAL Enciclopedia

Filosófica, t. 1, págs. 301-304

En la historia de la filosofía el término de "lo universal" sirvió p a r a la expresión de dos conceptos distintos en dependencia de cómo se concebía el problema de la relación de lo universal (de lo general) con lo s i n g u l a r y lo particular. 1) Lo universal como parecido, como lo separado abstractamente de todos los fenómenos singulares y particulares, como la identidad a b s t r a c t a de t o d a s o de m u c h a s cosas y fenómenos en u n a u otra relación u n o s con otros, como rasgo propio a todos ellos, sobre c u y a b a s e se u n i f i c a n mentalmente en u n a u otra clase, conjunto, tipo o género. En la expresión, por ejemplo, "tod a s las p e r s o n a s son mortales", la "mortalidad" aparece en calidad de rasgo general p a r a t o d a s las personas. 2) Lo universal como ley de la existencia, cambio y desarrollo de los fenómenos p a r t i c u l a r e s y singulares en su ligazón, interacción y u n i d a d . En e s t a acepción, lo universal a c t ú a como sinónimo de la "unidad en la diversidad" y se cristaliza en la realidad en forma de ley que e n l a z a la diversidad de fenómenos en u n todo único, en u n sistema. Este significado del término "universal" se apoya en el matiz etimológico de la palabra "común" 1 , contenido en las expresiones: "nuestro conocido común", "el terreno común" (es decir, el terreno labrado de común acuerdo, c o n j u n t a m e n t e , colectivamente), "el Sol constituye el centro com ú n p a r a todos los planetas", etc. Doctrinas distintas, que de u n modo diferente solucionan el problema de la n a t u r a l e z a de lo "general" y su relación con las c o s a s y fenómenos singulares, se inclinan a u n a u otra de estas acepciones de lo universal. 1 Tómese en cuenta que en r u s o los términos "común" y "general" comparten la m i s m a palabra por ello el autor al apelar a la etimología se remite al sentido de la palabra "común" y no al que en español se le asigna a la palabra "generar. [N. del traductor)

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Ya los representantes m á s t e m p r a n o s de la a n t i g u a filosofía griega que partían de u n a visión e s p o n t á n e a m e n t e dialéctica sobre el mundo de los fenómenos por ellos conocidos, se a f a n a ron en presentar toda la variedad de fenómenos percibidos sensorialmente como producto del desarrollo de u n o y el mismo principio, común a todos ellos; lo universal en este sentido como sinónimo de la u n i d a d en la infinita variedad de los fenómenos de la n a t u r a l e z a - ellos lo b u s c a r o n en algo definidamente corpóreo 2 . Tales consideraba el a g u a como ese principio universal de todo lo existente; p a r a Anaximandro, el apeyron, la materia amorfa por s u cualidad e i n d e t e r m i n a d a por la cantidad, mientras que Heráclito veía lo universal en el fuego, como ese elemento del que todo surge y al cual todo regresa. Con el fuego, como con lo universal, Heráclito relacionó también la representación sobre la ley según la c u a l tiene lugar esta circulación universal. El "Logos Universal" él lo veía concretamente en la transformación y lucha de contrarios, y no en la marchita identidad a b s t r a c t a de los fenómenos u n o s con otros. En esto consistía la dialéctica e s p o n t á n e a en la concepción de lo universal. En la a n t i g u a filosofía c h i n a lo universal era concebido de m a n e r a similar y se le d e n o m i n a b a Tao. La concepción materialista del problema de lo universal (la escuela de Mileto, Heráclito, la atomística de Leucipo y Demócrito) se desarrolló en l u c h a contra los p u n t o s de vista idealistas sobre la naturaleza de lo universal. Si los materialistas b u s c a b a n lo universal (el principio genético de las cosas) en algo corpóreo, material, entonces los idealistas, en contraposición, consideraban la realidad de lo universal en la abstracción, que expresa ya sean las representaciones m a t e m á t i c a s (el n ú m e r o como el principio del m u n d o de los fenómenos en los pitagóricos), s e a n las n o r m a s morales (Sócrates), o las formas y leyes del pensamiento teórico (las "ideas" de Platón). En el c u r s o de la lucha entre est a s dos tendencias básicas a d e m á s tomó forma la sofistica, que 2 Véase: Engels, Friedrich: Dialéctica de la naturaleza, 1955, p. 147 (en ruso). Existe edición en castellano, en el a p a r t a d o "La concepción de la naturaleza, entre los antiguos" se dice: "Tenemos ya aquí, pues, todo el originario y tosco materialismo, emanado de la n a t u r a l e z a misma y que, del modo m á s n a t u r a l del mundo, considera en s u s comienzos la unidad dentro de la infinita variedad de los fenómenos de la naturaleza como algo evidente por sí mismo, buscándola en algo corpóreo y concreto, en algo especifico..." Engels, Federico: Dialéctica de la naturaleza, 1" ed., Editorial Grijalbo, México D.F., 1961, p. 157, traducción de Wenceslao Roces.

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rechazaba, en general, la realidad de lo universal y consideraba que en verdad ú n i c a m e n t e existen las cosas singulares y las sensaciones, y lo universal es solo u n a ilusión creada por la palabra. Platón en lucha contra esta tesis de la sofística elaboró la concepción idealista objetiva de lo universal, acorde a la cual los "géneros" y "tipos" existen previamente a las cosas singulares como s u s prototipos, como "ideas" incorpóreas. Estas "ideas" no eran otra cosa que abstracciones lógicas de géneros y tipos, desgajadas de las cosas reales y absolutizadas, convertidas en esencias a u t ó n o m a s . Aristóteles sometió a crítica la teoría idealista de Platón sobre las ideas. Lenin caracterizó esta crítica como el minado de las bases del idealismo en general 3 . Sin embargo, la tentativa de Aristóteles de sortear las dificultades que yacen en la base de la teoría de las ideas percibió a s u modo el carácter dialéctico de la relación entre lo universal y lo singular, condujo a u n a solución a m b i g u a . Por u n lado, Aristóteles comprendió que no es posible p e n s a r el universal (el "género"), que constituye la "esencia" de la cosa, como u n a forma incorpórea aislada, que vive fuera del m u n d o de las cosas singulares: "(...) parece, por favor, imposible que (...) se e n c o n t r a s e u n a s u s t a n c i a que esté separada de aquello de lo que es s u s t a n c i a ; por consiguiente, ¿cómo pueden las ideas, siendo s u s t a n c i a s de las cosas, existir (1080 a ) separadas (de ellas)?" 4 . No obstante, Aristóteles se "embrolla" en la contradicción de lo general y lo singular, regresando u n a vez más y con subterfugios al p u n t o de vista de Platón. De u n lado, los "géneros" y "tipos" lógicos los concebía como formas generales abst r a í d a s de las c o s a s s i n g u l a r e s por la mente h u m a n a y consider a b a lo s i n g u l a r la "esencia primera". Pero, del otro lado, el "género" (como universal) es en él lo "secundario" solo según la consecuencia del conocimiento; en la realidad este actúa como esa realidad s u p r e m a , la ú n i c a merced a la cual son posibles las propias c o s a s s i n g u l a r e s en sí y los individuos que las perci3 Vcasc: Lenin, V. I.: Cuadernos Filosóficos, Ediciones Estudio, 2 a ed., Buenos Aires, 1974, p. 264. ["La crítica de Aristóteles a las 'ideas* de Platón es u n a crítica del idealismo como idealismo en general: porque de donde se derivan los conceptos, abstracciones, de ahi salen también la iey' y la 'necesidad', etc. El idealista Hegel eludió cobardemente el hecho de que Aristóteles había minado los cimientos del idealismo (en su critica de las ideas de Platón).*) 4 Aristóteles: Metafísica, s.d., Proyecto Espartaco, http://ww\v.proyectoespartaco.dm.cl, descargado el 21-09-2003, p. 127, traducción de Valentín García Yebra.

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ben. Lo universal, comprendido como el "género", lógicamente concebido, resulta ser en su filosofía, no sólo la "esencia" de las cosas singulares, sino además ese "objetivo", gracias al cual y por fuerza del cual ellas surgen, existen y desaparecen. En esta dualidad de las doctrinas aristotélicas se engendraron los p u n tos de partida p a r a las discusiones entre n o m i n a l i s t a s y realistas sobre la naturaleza de los universales. La doctrina platónica sobre las ideas fue asimilada por la escolástica cristiana por medio de los neoplatónicos y sirvió como u n a de las f u e n t e s teóricas de la teología cristiana. En la Edad Media el problema lo universal se planteó en base a los principios de la teología que veía en dios, en su "palabra" bíblica, la c a u s a primicial y la base universal del orden y las regularidades en el mundo. La "Palabra" ("logos") de dios se identificaba con lo universal. Los nominalistas también se figuraban lo universal sólo como la "palabra", pero no de "dios", sino del espíritu h u m a n o , r e c h a z a n d o la realidad de lo universal fuera de la palabra. Uno de los m a n a n t i a l e s de e s t a comprensión del problema de lo universal fue la lógica de los estoicos que identificaba, siguiendo a los sofistas, lo universal con el "significado de la palabra", con ese "sentido" que ellos le otorgaban. La filosofía de la modernidad comenzó, así parecía, donde había acabado la filosofía antigua, desde el escepticismo. Pero este escepticismo que dirigía s u filo contra la doctrina escolástica sobre lo universal, como verdad de las cosas en la palabra divina, se diferencia en esencia de la concepción griega a n t i g u a . Como lo admitió Hegel, este "impugna las determinaciones y leyes universales desde ahí, desde este f u n d a m e n t o , porque no se justifican por la percepción sensible", al tiempo que el escepticismo antiguo a c t u a b a en primer lugar contra la sensibilidad 5 . El carácter metafísico general del pensamiento de los siglos XVII-XVIII estaba relacionado con la pérdida de los momentos dialécticos en la comprensión de lo universal. Para la filosofía de esta época es característica la reducción del problema de lo universal al problema de la abstracción subjetivo-psicológica de la diversidad d a d a de modo sensible. La forma clásica de esta representación sobre lo universal tomó forma en J . Locke, p a r a el cual el universal sólo es la abstracción verbal consolidada de 5 Hegel, G.W.F.: Enciclopedia de las ciencias filosóficas, 1° ed., 2* reimpresión, Alianza Editorial, Madrid, 2005, p. 141, traducción de Ramón Valls Plana.

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aquello idéntico que poseen m u c h a s o todas las cosas, hechos o fenómenos contemplados de modo sensible; sólo es el "concepto", sólo es la semejanza de las cosas en u n a u otra relación, expres a d a verbalmente. "Lo general y lo universal -escribía Locke- no pertenecen a la existencia real de las cosas; sino que son invenciones y c r i a t u r a s del entendimiento 6 , hechas p a r a su uso propio y se ocupan solo de los signos, sean p a l a b r a s o ideas (...) la universalidad no pertenece a las cosas en sí mismas, estas en su existencia son todas particulares" 7 . A esta misma comprensión también se adhirieron, en general y de conjunto, los materialistas franceses del siglo XVIII, destacando, sin embargo, que a diferencia de Locke, las "palabras" generales a b s t r a c t a s tienen f u n d a m e n t o en las cosas a c u e n t a de la semejanza real, la identidad real de estas c o s a s u n a s con otras. Por ejemplo, los materialistas consideraban la extensión u n a propiedad realmente universal de todas las cosas. La ú n i c a tentativa de plantear dialécticamente el problema de lo universal en el terreno del materialismo en esta época, se e n c o n t r a b a en la filosofía de Spinoza. En su doctrina, lo universal se concibe como "sustancia", esto es, como u n i d a d universal, en cuyo seno existen cosas (modos) singulares. Lo universal (la "sustancia") es, a p a r t e de esto, causa de sí misma; es aquella generalidad de la que surgen y a la que vuelven los cuerpos, los fenómenos y los estados particulares y singulares. Las debilidades del materialismo metafísico que en la concepción de lo universal se adhería, en general, a Locke, fueron en los siglos XVII-XVIII objeto de a t a q u e s ininterrumpidos por parte del idealismo y del agnosticismo. D. Hume, renunciando a la negación lockeana de la realidad del universal en las cosas mismas, desarrolló todo u n sistema de a r g u m e n t o s en contra de la tesis sobre la materialidad del m u n d o y la posibilidad de conocerlo. La filosofía de Hume preparó el suelo p a r a las así llamad a s investigaciones críticas de I. Kant. Kant planteó con agudeza la cuestión de la naturaleza de lo universal en el saber, en el conocimiento. Kant distinguió con claridad lo empíricamente general (es decir, la abstracción de lo igual en todos los hechos que e n t r a n en el campo de la experien6 En el original en inglés 'of the understanding\ (N. del traductor) 7 Locke, J o h n : An Essay Concerning Humane Understanding, 1" ed., Project Gutenberg, http://www.gutenberg.org, 2004, Volumen II.

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cia del hombre) de la "universalidad verdadera", de ese universal que es posible extrapolar, con certidumbre y garantía, allende los limites no sólo de la experiencia presente, sino también de "toda experiencia posible". Lo empíricamente general (por ejemplo, "todos los cisnes son blancos") siempre se e n c u e n t r a bajo la a m e n a z a de la aparición de u n hecho que lo contradiga, que niegue su universalidad. El universal verdadero (según la terminología de Kant, lo "apriorístico") no puede ser refutado por experiencia alguna. Sobre este podemos aseverar de a n t e m a n o (a priori) que es imposible el caso contrario. Kant incluye entre tales juicios universales, por ejemplo, el juicio "todos los cuerpos de la naturaleza son extensos", "todos los cuerpos de la n a t u r a leza tienen peso", etc. Pero estos juicios conservan su carácter absolutamente universal no porque lo universal, en ellos expresado, realmente esté f u e r a de la conciencia, sino únicamente porque la "unidad t r a n s c e n d e n t a l de la consciencia" (la sensibilidad y el intelecto) por s u propia e s t r u c t u r a no puede percibir ni comprender los fenómenos m á s que bajo la forma del espacio y de otras categorías apriorísticas. Es desconocido, si son en realidad extensas "todas las cosas", f u e r a de la consciencia. Solo se sabe que en la consciencia ellas siempre son así y no pueden ser de otro modo. Kant, de esta m a n e r a , interpretó la realidad de lo universal como u n a "realidad trascendentalmente psicológica" y rechazó su carácter material. El hombre prescribe leyes a la naturaleza. Lo universal empírico, en su filosofía, fue contrapuesto b r u s c a m e n t e y sin transición a lo "universal a priori", como lo "universal verdadero", en lo que se reflejó el dualismo general de su concepción. Hegel sometió a crítica la doctrina de Kant desde las posiciones de u n idealismo m á s consecuente y desarrolló u n a doctrina sistemáticamente dialéctica sobre lo universal en el pensamiento. Rechazando categóricamente el apriorismo subjetivista de Kant y Fichte, Hegel planteó el problema de lo universal en base a los materiales de la historia del desarrollo de la c u l t u r a espirit u a l h u m a n a . Lo universal es comprendido en s u filosofía, en primer lugar, como "Idea", es decir, como ley del desarrollo de la c u l t u r a espiritual h u m a n a , mistificada de modo idealista. Hegel diferenciaba la "Idea" como lo "universal verdadero", de lo "simplemente general", lo "abstractamente universal" como forma de la representación h u m a n a : "Es de la mayor importancia p a r a la ciencia, lo mismo que p a r a la vida práctica, no confundir lo que

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no es sino simplemente común con lo universal..." 8 . Lo "abstract a m e n t e universal" es, según Hegel, solamente la identidad de u n a serie de fenómenos, u n o s con otros, fijada verbalmente, q u e convergen con eso que la lógica precedente, incluyendo a Kant, llamaba el "concepto del intelecto". A diferencia de eso, el universal concreto, verdadero, expresado en los conceptos de la razón, es, ante todo, ley de la existencia y cambio de u n a serie infinita de fenómenos singulares y particulares que aparecen en la representación y la contemplación. Tal universal ya no es posible comprender como la semejanza e identidad d e s n u d a de u n a serie de fenómenos, entre u n o s y otros. Por el contrario, ese u n i versal se realiza por medio de las distinciones y contradicciones de objetos, fenómenos e individuos aislados y a c t ú a como el conj u n t o internamente desmembrado de su serie infinita, como lo concreto. En calidad de ley que gobierna el proceso de transformación de los fenómenos s i n g u l a r e s y particulares los u n o s en los otros, lo universal concreto es el "alma de lo singular". Lo universal es f u n d a m e n t o y suelo, raíz y s u s t a n c i a de lo singular. Las cosas s i n g u l a r e s y las representaciones que les corresponden (les identifican), decía Hegel, "viven y mueren, nacen y pasan. Su esencialidad, s u generalidad, es el género, y éste no es u n a simple c o m u n i d a d de la naturaleza". 9 Cada u n a de las cos a s (fenómenos, individuos) s i n g u l a r e s cristaliza en el modo de ser suyo sólo cierto momento abstracto de lo universal verdadero, de lo verdaderamente universal, es la forma abstracta de su manifestación t a n t o en la "materia", como en la "consciencia". "Lo que el hombre individual es en lo particular, no lo es sino porque es, a n t e todo, hombre como tal, y porque lo es en su nat u r a l e z a general... que m á s bien penetra y envuelve en si misma toda determinación particular" 1 0 . Lenin al leer a Hegel destaca especialmente este p e n s a m i e n t o y a p u n t a en los márgenes: "Cf. 'El Capital'"; y luego: "Bella fórmula: n'No sólo u n universal abstracto, sino u n universal que a b a r c a en sí la riqueza de lo particular, de lo individual, de lo singular* (jtoda la riqueza de lo particular y lo singular!)!! 7Yés bien\"11. 8 Hegel, G. W.: Lógica, Editorial Ricardo Aguilera, 2* ed., Madrid, 1973, pp. 290, traducción de Antonio Zozaya. 9 Hegel, G. W.: Lógica, op. cit., p. 33. 10 Hegel, G. W.: Lógica, op. cit., pp. 306. 11 Lenin, V. I.: Cuadernos Filosóficos, Ediciones Estudio, op. cit., pp. 98-99.

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Al considerar la historia de la h u m a n i d a d como producto de la actividad del "sujeto universal", como proceso de realización de fines absolutos y universales de este espíritu en el m u n d o de las cosas singulares, Hegel la consideraba, al mismo tiempo, como testimonio y demostración de la realidad objetiva de lo universal y, además, como criterio de diferenciación de lo "universal verdadero" respecto de lo simplemente general. Lo universal fue interpretado por Hegel como el fin interno del desarrollo del saber y de la actividad. Como "Idea", es decir, como el plan ideal trazado en la profundidad inconsciente del espíritu universal, lo universal constituye el "comienzo" de la historia, y en calidad de lo conocido, en forma de ciencia de la lógica es su final, s u resultado. En la lógica, el espíritu universal logra el autoconocimiento, es decir, el conocimiento de la ley de su propia creación. E s t a ley también se presenta como sistema de categorías universales (lógicas), como el reino organizado del "pensamiento puro". Por ello, lo universal en la filosofía de Hegel interviene como sinónimo de concepto dialéctico, el cual se desenvuelve f u e r a de las determinaciones internamente p u e s t a s en este en forma de sistema de fenómenos únicos y particulares, y también de las representaciones del ser h u m a n o sobre ellos. Al rechazar la interpretación hegeliana de lo universal como engendro de la idea absoluta, los clásicos del marxismo-leninismo demostraron que la categoría de lo universal es el reflejo de lo realmente universal, es decir, de la u n i d a d objetiva de los diversos fenómenos de la n a t u r a l e z a y la sociedad en la consciencia del hombre. Objetivamente lo universal se refleja en el pensamiento en forma de sistema de conceptos, de definiciones. De modo abstracto, lo universal segregado por medio de la comparación de u n a m a s a de fenómenos singulares y particulares, juega en el conocimiento u n rol importante, pero limitado. Lo universal abstracto de por sí no está en condición de expresar la verdadera universalidad, ya que lo universal existe fuera de la consciencia no como simple semejanza, ni como identidad abstracta de los fenómenos, sino como el vínculo vivo concreto de cosas, fenómenos y procesos distintos y contrapuestos u n o s a otros, como ley, necesidad que incluye en su composición la casualidad, la contradicción de la forma y el contenido, etc. "La Forma de la universalidad en la n a t u r a l e z a es la ley... Y la forma de lo universal es la forma de lo cerrado dentro de sí mismo y, por tanto, de lo infinito, es la cohesión en lo infinito de m u c h a s

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cosas finitas"12. Lo universal, de ese modo, existe en la realidad por medio de lo particular, de lo singular, de lo distinto y de lo contradictorio, a través de la transición, de la transformación de los contrarios u n o s en otros; esto es, como identidad concreta, u n i d a d de contrarios y diferencias, y no como "algo abstracto inherente a cada individuo". 13 El ejemplo característico de la concepción materialista dialéctica de lo universal es la ley universal de la acumulación capitalista, p u e s t a al descubierto por Marx. Estableciendo la forma necesaria, es decir, indisolublemente vinculada con el proceso de acumulación y la condición de su acontecer, esta ley se realiza no en forma de identidad del rol económico de todos los individuos, sino precisamente por medio de la contraposición polarizada del rol de las dos clases básicas dentro de este proceso. Con esto, la ley universal de la acumulación capitalista se realiza solo a escala de todo el sistema m u n d i a l del capitalismo, y en cada caso singular proyecta, a menudo, s u accionar a través de subterfugios y enredos, c r e a n d o en s u lugar, inclusive, h a s t a la apariencia opuesta. Por eso la representación antidialéctica, formal sobre lo universal - c o m o lo a b s t r a c t a m e n t e igual para cada caso p a r t i c u l a r - es u s a d a por los revisionistas como argumento contra la universalidad de la ley. El marxismo-leninismo se f u n d a en la concreta interpretación de lo universal. La mercancía, por ejemplo, como relación universal del sistema mercantil capitalista de relaciones económicas es no la abstracción, en la cual e s t á n seleccionados rasgos iguales de todas las categorías particulares, sino, ante todo, u n fenómeno real concreto, cuyo análisis completo converge con el descubrimiento de las determinaciones verdaderamente universales de todo el sistema en s u integridad. En ella, como en u n a "célula", se encierran t o d a s las contradicciones de la sociedad capitalista que se desarrollan sobre su base. Así, la producción de los i n s t r u m e n t o s de trabajo es la base universal de todas las otras formas s i n g u l a r e s (particulares) del ser y de la consciencia h u m a n a . En este sentido materialista, el marxismo-leninismo interpreta la fórmula: no sólo lo abstractamente universal, sino lo universal que a b a r c a en sí la riqueza de lo particular, de 12 Federico Engels: Dialéctica de la naturaleza, op. cit., p. 199. 13 Karl Marx: "Tesis Sobre Feuerbach", en: Obras Escogidas, 1* ed., Editorial Ciencias del Hombre, Buenos Aires, 1973, p. 10, t. IV.

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lo individual, de lo singular. Lo universal, de ese modo, a c t ú a como f u n d a m e n t o , a partir del cual se desarrollan todos los fenómenos particulares y singulares de u n sistema concreto en cuestión y por el cual todos ellos t r a n s i t a n , al fin y al cabo. Así, tanto el dinero como el capital regresan u n a y otra vez a la forma mercantil; los tipos m á s complejos de actividad h u m a n a desarrollan, en conclusión, s u propia base universal: las fuerzas productivas. Por ello, en lógica el universal es considerado como el único y posible p u n t o primicial del cual puede desplegarse la comprensión sistemática del objeto en toda s u concreción, en la trabazón e interacción i n t e r n a s de todas las formas particulares de su existencia, movimiento y cambio, en su desarrollo de lo simple a lo complejo, desmembrado, concreto. En esta concepción fue descubierto el germen racional de la representación dialéctica de lo universal como lo "infinito verdadero", como círculo, o m á s exactamente, como espiral que retorn a constantemente de lo p a r t i c u l a r y lo singular al punto primicial, "a sí mismo", pero en u n escalón superior del desarrollo. Sobre esta base, la dialéctica de Marx y de Lenin superó term i n antem ente la estrechez de la teoría empírica del concepto como lo universal en el pensamiento. La universalidad abstracta no coincide directamente con la universalidad concreta del concepto, y en el mejor de los c a s o s solamente es u n a forma externa de revelación de la ley (de lo universal verdadero) en la superficie de los fenómenos. Lo concretamente universal frecuentemente puede hallarse h a s t a en u n a relación de contradicción directa, de contradicción con lo a b s t r a c t a m e n t e universal, con la simple igualdad de todos los fenómenos singulares. Lo universal no existe de otro modo que en u n i d a d dialéctica con lo particular y lo singular. De ejemplo de esto puede servir la relación de la ley del valor, como ley universal de la economía capitalista, con la ley general de la t a s a media de g a n a n c i a . Esta última es u n a forma p a r t i c u l a r de cristalización de la ley del valor que a c t ú a como "regla" general, al tiempo q u e contradice directamente a la ley universal, y emerge como u n a violación de la ley del valor, como la "excepción de la regla". La solución al problema, p r o c u r a d a por Marx con a y u d a de la lógica dialéctica, se reduce a encontrar toda la c a d e n a de eslabones mediadores que explican cómo lo universal p a s a a ser s u propio contrario, lo particular, hallándose en relación de contradicción respecto a este. Siendo así, ¿la dialéctica elimina la cuestión falsamente

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planteada de qué es lo "primario": lo universal o lo singular? Lo singular no surge y no existe de otro modo que no sea en u n sistema de interacción universal; su nacimiento siempre e s t á condicionado por la acción de cierto universal (de u n a ley), y lo u n i versal no existe de otro modo que en lo singular y a través de la interacción dialéctica de u n a m a s a de cosas, objetos y fenómenos singulares. Así, Lenin subrayaba la necesidad de tener en c u e n t a la peculiaridad nacional y las diferencias específicas de los países al ejecutarse en ellos la revolución socialista. Al mismo tiempo, Lenin consideraba que la revolución socialista en todos los países tiene rasgos y regularidades universales. Al desarrollar est a s ideas leninistas, los representantes de los partidos comunist a s y obreros de los países socialistas h a n descubierto las r e g u lar idades generales de la revolución socialista en la etapa contemporánea de desarrollo de la sociedad. E. Iliénkov

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GLOSARIO DE NOMBRES ( 3 8 4 - 3 2 2 a.c.): filósofo griego. D i s c í p u l o d e P l a t ó n . Tutor de Alejandro Magno. S u o b r a f u e el p r i m e r i n t e n t o d e exposición sistemática de las adq u i s i c i o n e s c i e n t í f i c a s y filosófic a s del m u n d o griego. BAILEY, S a m u e l ( 1 7 9 1 - 1 8 7 0 ) : e c o n o m i s t a i n g l é s . A u t o r del En-

ARISTÓTELES

sayo sobre el origen y la publicación de las opiniones ( 1 8 2 1 ) y de Disertación crítica sobre la naturaleza, medidas y causas del valor ( 1 8 2 5 ) , e n a m b a s obras combate las doctrinas de Ricardo. BASTIAT, F r é d e r i c ( 1 8 0 1 1850): economista f r a n c é s . Autor de

Pequeños panfletos

y Sofismas

económicos. E r a e n e m i g o del s o c i a l i s m o y el p r o t e c c i o n i s m o . S u f r a s e : "Si c a d a u n o s e p r e o c u p a d e sí m i s m o , D i o s p i e n s a e n t o d o s " , e s el t í p i c o e j e m plo d e u n p e n s a m i e n t o q u e s e s u s t e n t a en la c r e e n c i a e n la existencia de leyes e c o n ó m i c a s providenciales. BERKELEY, G e o r g e ( 1 6 8 5 1753): s a c e r d o t e y filósofo i n g l é s . O b i s po de Cloyne en I r l a n d a desde 1734. R e c h a z ó el m a t e r i a l i s m o d e los e n c i c l o p e d i s t a s f r a n c e s e s y l a s t e o r í a s d e la f í s i c a n e w t o n i a n a . S u filosofía p o s t u l a q u e el o b j e t o d e l a p e r c e p c i ó n s o n las s e n s a c i o n e s y los objetos solo e x i s t e n si s o n p e r c i b i d o s ("ser e s s e r p e r c i b i d o " ) . S u c o n -

c e p c i ó n idealista subjetiva es a n t a g ó n i c a al c o n c e p t o d e s u s t a n c i a al q u e considera ateo. BOGDÁNOV ( s e u d ó n i m o d e M a l i n o vski), A l e x a n d e r ( 1 8 7 3 - 1 9 2 8 ) : filósofo, m é d i c o y r e v o l u c i o n a rio r u s o . M i e m b r o d e la f r a c c i ó n bolchevique de 1903 a 1909. Int e n t o f u s i o n a r el m a r x i s m o c o n l a filosofía p o s i t i v i s t a , lo q u e lo llevó a a l e j a r s e del m a t e r i a l i s m o dialéctico. Fue u n o de los d i r i g e n t e s del Proletkult e n l o s p r i m e r o s a ñ o s del r é g i m e n s o viético. D e s d e 1926, o c u ó el c a r g o d e d i r e c t o r del I n s t i t u t o de T r a n s f u s i ó n de Sangre. B U J A R I N , Nikólai ( 1 8 8 8 - 1 9 3 8 ) : p o litico soviético. F u e m i e m b r o d e l a f r a c c i ó n b o l c h e v i q u e del PosDR d e s d e 1 9 0 6 . J u g ó u n p a p e l d e s t a c a d o e n l a l a b o r revolucion a r i a y llegó a s e r m i e m b r o del C o m i t é C e n t r a l y el Politburo. E n t r e 1 9 1 8 - 1 9 2 1 apoyó las posic i o n e s s e c t a r i a s del c o m u n i s m o de izquierdas, llegando a planif i c a r el a s e s i n a t o d e L e n i n . E n los a ñ o s posteriores d a r í a u n g i r o a la d e r e c h a ; s e c o n v i r t i ó e n d e f e n s o r del c a m p e s i n i s m o , la ampliación de las relaciones m e r c a n t i l e s - m o n e t a r i a s e n el s o c i a l i s m o y la a l i a n z a c o n l a s fracciones b u r g u e s a s reformist a s . F u e d e r r o t a d o p o r la d i r e c ción del P a r t i d o B olc he vique . E n 1 9 3 8 s e le e n c o n t r ó c u l p a ble d e c o n s p i r a r c o n t r a el go-

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GLOSARIO DE NOMBRES

bierno soviético. Se le considera el precursor del socialismo de mercado. CARNOT, Nicolas Léornard Sadí ( 1 7 7 6 - 1 8 3 2 ) : científico francés. En 1824 describió el concepto del motor ideal, uno capaz de utilizar toda la energía disponible, llamado motor de Carnot. Sus descubrimientos fueron elogiados por lord Kelvin y Clapeyron, en lo que describieron como el principio de Carnot. Se le considera uno de los padres de la termodinámica. C H E J O V , Antón ( 1 8 6 0 - 1 9 0 4 ) : escritor ruso. Estudió Medicina pero no ejerció la profesión y prefirió dedicarse a su pasión literaria. Sus cuentos y novelas cortas se las estima como obras maestras de literatura mundial. Es uno de los mayores exponentes del realismo en el siglo XIX. En lo social, apoyó la lucha de Emilé Zola en el caso Dreyfus y fue mentor y amigo de Máximo Gorki. CHELPÁNOV, Gueorgui ( 1 8 6 2 - 1 9 3 6 ) : filósofo ruso. Profesor de psicología y filosofía primero en Kiev y luego en Moscú. Fundador del Instituto de Psicología de Moscú. Se opuso a la aplicación del materialismo dialéctico en las ciencias psicológicas. C O M T E , Auguste ( 1 7 9 8 - 1 8 5 7 ) : filósofo francés. Discípulo del utopista Saint-Simon. Desarrolló su propia doctrina a la que llamó, positivismo. Sufrió de

u n a grave enfermedad mental que lo dejó en la miseria. Según sus ideas filosóficas los únicos hechos existentes son los fenómenos de la experiencia sensible, por lo tanto, la psicología es imposible y la "cosa en sí" es incognoscible e inaccesible. A partir de su doctrina filosófica pretendió desarrollar un nuevo tipo de religión. Cu NOW, Heinrich (1862 - 1936): político alemán. Miembro del partido socialdemócrata alemán. Inicialmente se opuso a los revisionistas. Al estallar la Primera Guerra Mundial, se une a la fracción de Scheidemann y asume u n a postura chauvinista y abrasa las tesis del revisionismo. Realizó varias investigaciones importantes en el campo de la etnografía. D E S C A R T E S , René (1596 - 1650): filósofo francés. Interesado en diversos campos científicos como la cosmogonía, matemática y física. Su obra incluye la fundamentación de la geometría analítica, la ley general de acción y reacción y el método científico. En su- concepción, el universo es un mecanismo y la causa general de todo movimiento es Dios. D I D E R O T , Denis (1713 - 1784): filósofo francés. Fue uno de los representantes más importantes de la Ilustración. En colaboración con el matemático J e a n le Rond d'Alembert realizó la pu-

4 3 9 GLOSARIO D E NOMBRESN

blicación de la Enciclopedia

diccionario

razonado

o

de las ar-

tes y los oficios, más conocida como la Enciclopedia. Sus ideas filosóficas se encuentran entre las expresiones más geniales del materialismo pre-marxista y el ateísmo. En su obra literaria se evidencian atisbos del análisis dialéctico de los problemas sociales. Sus ideas inspira-

ron la Revolución Francesa. Albert (1879 - 1955): científico alemán. Desarrolló los fundamentos de la teoría de la relatividad- Sus aportes teóricos lo colocaron como uno de los padres de la nueva física (física estadística y mecánica cuántica). Acreedor al premio Nobel de Física en 1921. En el campo social era u n pacifista convencido y partidario del socialismo. E N G E L S , Friedrich (1820 - 1895): dirigente y teórico revolucionario alemán. J u n t o a Karl Marx elaboró los fundamentos del marxismo, expuestos por primera vez en el Manifiesto del EINSTEIN,

Partido

Comunista

escrito con

Marx al calor de la oleada revolucionaria de 1848. Fue uno de los organizadores y líderes

de la Asociación

Internacional

de Trabajadores. En los últimos años de su vida combatiría las desviaciones reformistas en los partidos obreros, además de escribir diversas obras filosóficas hoy consideradas fundamenta-

les en el desarrollo del materialismo dialéctico. F E T S C H E R , Iring (1922 - 2014): cientista social alemán. Profesor de ciencias políticas en la Univer-

sidad Johann

Wolfgang Goethe

de Frankfurt, especializado en teorías políticas. Sus ideas constituyen u n a revisión del marxismo cercana a la de otros pensadores como Jürgen Habermans y Alfred Schmidt. F E U E R B A C H , Ludwig (1804 - 1872): filósofo alemán. Último representante de la filosofía clásica alemana. Realizó la critica materialista de la filosofía de Hegel y rechazó la oposición dualista entre el pensamiento y el ser. Afirmó que el cerebro es el órgano del pensamiento funcionalmente adaptado para ese fin, pero sólo concibió esta actividad como u n a actividad individual, abstraída de las relaciones sociales. F I C H T E , J o h a n Gottlieb (1762 1814): filósofo alemán. Representante de la filosofía clásica alemana. Sus convicciones políticas eran liberales y favorables a la ilustración, la Revolución Francesa y la unificación alemana. Intentó solucionar los problemas planteados por Kant infiriendo de un solo principio idealista (el sujeto absoluto, "Yo"), toda la diversidad de formas del conocimiento. Pudiendo establecer sobre la base de este principio idealista subjetivo

440

GLOSARIO DE NOMBRES

todo un conjunto de categorías del ser y el pensar. FRANKLIN, Benjamín ( 1 7 0 6 - 1 7 9 0 ) : pensador y político norteamericano. Desde joven manifestó sus simpatías por las ideas liberales en lucha contra la teocracia y la dominación de la aristocracia puritana. También llevaría a cabo u n a importante labor científica, en el campo de la electricidad. Formó parte del comité designado para redac-

tar la Declaración

de Indepen-

dencia en 1776 y fue delegado en la convención que redactó la

Constitución de Estados

Unidos.

Abogó por la abolición de la esclavitud y la supresión del comercio de esclavos. H E G E L , Georg Wilhelm Friedrich (1770 1831): representante máximo de la filosofía clásica alemana. Su pensamiento se manifiesta tanto como desarrollo de la filosofía previa y polémica política. Hegel avanzó en la especulación filosófica enunciando las leyes de la dialéctica aunque sin superar el marco de esta misma especulación. La dialéctica hegeliana es superación y continuación del pensamiento ilustrado en oposición a las tendencias reaccionarias posteriores a la Revolución

Francesa. Claude Adrien ( 1 7 1 5 francés. Representante de la Ilustración y el materialismo. Su obra principal

HELVETIUS,

1 7 7 1 ) : filósofo

(Sobre el espíritu), fue condenada y quemada, al igual que sus escritos posteriores, por considerarlos u n a afrenta a la moral pública. En base de u n a teoría sensualista, realzó la importancia del medio social en la educación del carácter del hombre y en base a ello fundamentó la necesidad de reemplazar las relaciones feudales por las capitalistas. Se le considera uno de los precursores de la Revolución

Francesa. Rudolf (1877 - 1941): político austríaco. Organizó junto a Otto Bauer el primer círculo socialista austríaco. Fue un dirigente destacado del Partido Obrero Socialdemócrata Alemán. Ocupó el cargo de Ministro de Finanzas en varias ocasiones. Fue exponente del revisionismo y argumentó que la transición al socialismo sería de carácter pacífico, producto espontáneo del propio desarrollo imperialista. Fue detenido y torturado por la Gestapo, murió a causa del maltrato. H O B B E S , Thomas (1588 - 1679): filósofo y científico inglés. Apoyó al rey Carlos I en su disputa en contra del Parlamento. En su libro (Leviatán), defiende el poder absoluto. Tras la restauración de la monarquía, en 1666, se le prohibió publicar sus obras. En su teoría, el mundo es el conjunto de cuerpos subordinados a las leyes del movimiento meHILFERDING,

GLOSARIO DE NOMBRESN

cánico. Su ideal social era el poder estatal ilimitado en la forma de una monarquía absoluta, a su juicio esto evitaría la anarquía natural que surge de la hostilidad y temor entre todos los hombres. H U M E , David ( 1 7 1 1 1 7 7 6 ) : filósofo inglés. Sentó las bases del agnosticismo. En su opinión, el problema de sí existe o no el mundo objetivo es irresoluble, siendo así, el saber no estriba en llegar al conocimiento del ser, sino en la capacidad de servir de guía para la vida práctica. J A S P E R S , Karl ( 1 8 8 3 - 1 9 6 9 ) : filósofo y psiquíatra alemán. En el exilio desde 1 9 3 7 por oponerse al régimen nacionalsocialista, tras finalizar la II Guerra Mundial emigró a Suiza y aceptó la cátedra de Filosofía en la Universidad de Basilea. Fue uno de los pioneros de la filosofía existencialista en el siglo XX. A su criterio, el método de la filosofía no es el análisis objetivo y racional sino la experiencia existencial cuya insuficiencia demuestra que el verdadero ser es trascendencia, el pensamiento de Dios. K A N T , Immanuel ( 1 7 2 4 1804): filósofo alemán. Fundador de la filosofía clásica alemana. Su obra teórica abarca varios campos. En el aspecto filosófico afirma: el origen de nuestros conocimientos es el espíritu humano, en este se hallan las

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categorías que caracterizan de forma universal el objeto concebible, el mundo tal y como pensamos en este por necesidad. KAUTSKY, Karl ( 1 8 5 4 - 1 9 3 8 ) : político alemán. En el período de finales del siglo XIX e inicios del siglo XX fue el principal teórico del Partido Obrero Socialdemócrata Alemán, como representante del marxismo consecuente. Durante la Primera Guerra Mundial pasa a defender posiciones reformistas y luego se opone a la Revolución Rusa. K E Y N E S , John Maynard ( 1 8 8 3 1 9 4 6 ) : economista inglés. Su nombre está ligado a los programas anti-crisis posteriores

a la Gran Depresión de 1929 y la reconstrucción europea, durante la post-guerra. Sus ideas abogaban por el intervencionismo estatal como forma de garantizar la renta de los grandes monopolios. LAPLACE, Pierre Simon, marqués de ( 1 7 4 9 - 1 8 2 7 ) : matemático francés. Profesor de matemáticas en la Escuela Real Militar y en la Escuela Normal Superior. Fue favorable, en un inicio, a Napoleón, pero luego apoyó al rey Luis XVIII. Laplace reunió, en una teoría conjunta, los trabajos hasta entonces dispersos de Newton, Halley, Clairaut, D'Alembert, Euler, etc., sobre las consecuencias del principio de gravitación universal.

442

GLOSARIO DE NOMBRES

Gottfried Wilhelm ( 1 6 4 6 y matemático alemán. Formuló los principios del cálculo infinitesimal y elaboró u n a concepción filosófica idealista espiritualista y dinamista. En esta se incluye su tesis sobre el optimismo: el mundo es bueno, sino que es el mejor de los mundos posibles, y el mal que en él se da es el menor mal posible. La idea del optimismo de Leibniz fue ridiculizada por Voltaire en su novela "Cándido". LENIN (seudónimo de Ulianov), Vladimir ( 1 8 7 0 - 1 9 2 4 ) : político y estadista soviético. Estuvo entre los fundadores del Partido Obrero Socialdemócrata Ruso, liderando desde 1 9 0 3 a la fracción bolchevique. Participó en la revolución de 1 9 0 5 . Toda su vida combatió a las tendencias reformistas y revisionistas en el seno del movimiento socialista internacional. Lideró la

LEIBNIZ ,

1 7 1 6 ) : filósofo

Revolución de Octubre de 1917. Fue el primer jefe de estado de la Unión Soviética. Desarrolló el pensamiento marxista tanto en sentido filosófico, político y económico, entre sus logros se incluye: la teoría del partido revolucionario, la línea general de construcción del socialismo y la resolución de la teoría dialéctica del reflejo. LIST, Friedrich ( 1 7 8 9 - 1 8 4 6 ) : economista e industrial alemán. Fue profesor de economía y política en la universidad de Tubin-

ga y diputado para la cámara de estado de Württemberg. En su obra Sistema nacional de economía política ( 1 8 4 0 ) expuso la necesidad de u n a política económica nacionalista contraria a los principios cosmopolitas y liberales de la escuela clásica. L O C K E , John ( 1 6 3 2 - 1 7 0 4 ) : filósofo inglés. Fue parte de la Revolución Gloriosa de 1 6 8 8 . El nuevo rey, Guillermo III de Orange, lo nombró Ministro de Comercio en 1696. Desarrolló la teoría del conocimiento empirista, rechazó que el carácter innato de las ideas y declaró que la única fuente de estas es la experiencia. En lo político formuló la doctrina de la separación de poderes y del Estado liberal que protege la libertad y propiedad burguesas. M A C C U L L O C H , John Ramsay ( 1 7 8 9 1 8 6 4 ) : economista inglés. Fue profesor de economía política en Londres. Era junto a John Stuart Mill uno de los principales divulgadores de las teorías de Ricardo, y representante de la decadencia de la teoría ricardiana. M A C H , Ernst ( 1 8 3 8 - 1 9 1 6 ) : científico bohemio. Profesor de matemática y física en Graz, Praga y Viena. Representante del positivismo de inicios del siglo XX. Realizó profundas investigaciones en los campos de la óptica, acústica y termodinámica. En filosofía negaba las categorías

GLOSARIO DE NOMBRESN

de sustancia, necesidad y causalidad a las que sustituía por el principio de economía del pensar. MAETERLINCK, Maurice (1862 1 9 4 9 ) : escritor belga. Se le conoce principalmente por sus obras de teatro, por las que recibió el Premio Nobel en 1911. Abordó el teatro con u n a serie de d r a m a s en que se expresan estados anímicos misteriosos, con la aparición de fuerzas oscuras y malévolas. M A L E B R A N C H E , Nicolás de ( 1 6 3 8 1 7 1 5 ) : filósofo y religioso francés. Fueundistinguidomatemático, miembrohonorariodelaAcademia de Ciencias francesa. Su filosofía intentó superar el dualismo de Descartes, al asignar u n papel extraordinario a Dios: no solo crea todo lo que existe, sino que además contiene en si todo lo existente; la intervención constante de Dios es la causa única de todas las transformaciones. M A L T H U S , Thomas Robert ( 1 7 6 6 1 8 3 4 ) : economista inglés. Contribuyó a la fundación del Club de Economía Política, que aún existe en Londres, y a la creación de la Sociedad Real de estadística. Según Malthus el aumento de la población es superior al incremento de los medios de subsistencia, por lo tanto, el número de habitantes se h a de regular de manera natural por medio de guerras, epidemias, limitación de los matri-

443

monios y otros procedimientos que contribuyan a reducir la población. Sus ideas fueron acogidas por los fascistas del siglo XX. M A R X , Karl ( 1 8 1 8 - 1 8 8 3 ) : político, filósofo y economista alemán. Principal teórico de la dialéctica materialista, misma que lleva su nombre (marxismo). J u n t o a Engels expuso sistemáticamente, por vez primera, los principios de la concepción materialista de la historia. Lideró la fundación de la Aso-

ciación Internacional

de Traba-

jadores, encabezando la lucha contra las tendencias utopistas y anarquistas en el movimiento obrero. Entre su gran obra teórica y política destaca El Capital cuyo primer tomo apareció en 1867, siendo la exposición más profunda y completa de la crítica revolucionaria a la sociedad burguesa y, a la vez, modelo de aplicación de la lógica dialéctica al campo de la historia. M I C H E L S O N , Albert Abraham ( 1 8 5 2 - 1 9 3 1 ) : científico norteamericano. Fue profesor de física en la universidad de Chicago. Determinó la velocidad de la luz y demostró experimentalmente que el éter no exisüa. Si bien, el resultado de los experimentos fue inexplicable hasta que la teoría de la relatividad basó sus principios en dichos resultados. Se le otorgó el Premio Nobel de Física en 1907.

444

GLOSARIO DE NOMBRES

John Stuart ( 1 8 0 6 - 1 8 7 3 ) : economista inglés. En el periodo 1 8 6 5 - 1 8 6 8 fue miembro del parlamento. Era partidario de las concepciones filosóficas de Hume, Berkeley y Comte. Consideraba que tanto el materialismo como el idealismo eran extremos "metafísico s". Expuso las ideas del liberalismo inglés con ciertos toques de reformismo socialista, al mismo tiempo que era partidario de la política imperialista como acto civilizatorio. M O Z A R T , Wolfgang Amadeus ( 1 7 5 6 1 7 9 1 ) : músico y compositor austríaco. A los seis años era ya u n consumado intérprete de instrumentos de tecla y u n eficaz violinista. La leyenda por la cual el compositor italiano Antonio Salieri pudo haber asesinado a Mozart carece de todo fundamento. Sus composiciones son consideradas el punto cumbre del período clásico, entre las más destacadas se encuentran: Las bodas de Fígaro,

MILL,

Don Giovannit

La clemenza

di

Tito, sinfonías de 1 7 8 8 n° 39 en

mi bemol, n° 40 en sol menor y n° 41 en do mayor, La flauta mágica y el Réquiem. Bonaparte ( 1 7 6 9 y militar francés. En 1 7 9 9 dio un golpe de estado y asumió poderes dictatoriales bajo la figura de Cónsul y en 1 8 0 4 se auto-proclamó Emperador, restaurando la monarquía.

NAPOLEÓN,

1 8 1 5 ) : político

Emprendió u n a serie de campañas militares (guerras napoleónicas), por las que impuso su dominio en toda Europa. Pese al fuerte carácter monárquico de su gobierno, las monarquías europeas lo consideraban la continuación del régimen revolucionario y le combatieron hasta derrotarlo sucesivamente en 1814y 1815. N E W T O N , Isaac ( 1 6 4 2 - 1 7 2 7 ) : matemático y físico británico. Sus principales aportes a la física fueron el cálculo infinitesimal, la naturaleza de la luz blanca y la teoría de la gravitación universal. Su concepción del universo como u n gran mecanismo fue la predominante hasta el advenimiento de la mecánica cuántica. PAVLOV, Iván ( 1 8 4 9 - 1 9 3 6 ) : fisiólogo ruso. Premio Nobel de fisiología y medicina en 1 9 0 4 por sus investigaciones en la actividad de las glándulas digestivas. Estudió la actividad nerviosa superior y definió sus leyes fundamentales, siendo pionero en describir los mecanismos e importancia del reflejo condicionado en el comportamiento animal. P E T T Y , William ( 1 6 2 3 - 1 6 8 7 ) : economista inglés. Es precursor de los autores clásicos en el siglo XVII y fundador de la aritmética política. PLATÓN ( 4 2 8 - 3 4 7 a.c.): filósofo de la antigua Grecia. De los pensa-

445 GLOSARIO D E NOMBRESN

dores de la Antigüedad es uno de los pocos cuya obra escrita se ha conservado hasta nuestros días. Fue el primer pensador que introdujo la noción de un mundo de las ideas contrapuesto al espacio y la materia: el mundo sensorial es engendrado por las ideas, y a estas últimas se las considera eternas. PLEJANOV, Gueorgui (1856 - 1918): revolucionario y pensador ruso. Considerado el primer marxista ruso, tradujo y popularizó los escritos de Marx y Engels, escribiendo valiosísimas obras en las que analizaba diversos problemas desde el punto de vista del marxismo. Participó en la fundación del Partido Obrero Socialdemócrata Ruso, aunque ciertas deficiencias en su entendimiento del marxismo lo llevaron a alinearse con los mencheviques. PUSHKIN, Alexandr Serguéievich (1799 - 1837): poeta y literato ruso. Fue perseguido y condenado al destierro y la prisión domiciliaria por las ideas liberales contenidas en sus poesías y novelas. Pese a la represión, gozó de gran prestigio lo que obligó a la autocracia zarista a revocar la condena. Murió a consecuencia de las heridas que sufrió en u n duelo, por defender el honor de su esposa. Se le considera el literato nacional de Rusia. R A F A E L , Rafaello Santi o Sanzio llamado (1483 - 1520): artis-

ta italiano. Uno de los grandes escultores y arquitectos del período del Renacimiento, la obra de Rafael ejerció gran influencia entre sus contemporáneos, y hoy se le considera u n a de las cumbres del arte universal. R E N N E R , Karl (1870 - 1950): político austríaco. Era militante socialdemócrata. Fue jefe de gobierno en dos ocasiones. Su gestión se caracterizó por u n a política de conciliación con la burguesía y la aristocracia. Vivió en la clandestinidad durante la ocupación alemana. Se encuentra entre los máximos representantes de la escuela austro-marxista que llevó hasta las últimas consecuencias el reformismo de Kautsky, llegando a realizar u n a apología del imperialismo. R I C A R D O , David (1772 - 1823): economista británico. Es junto a Adam Smith, el más grande teórico de la escuela clásica de la economía política. Su principal mérito fue el desarrollo de la teoría del valor. Se esforzó en fundamentar todo el edificio teórico de la economía politica base de la categoría valor, siguiendo la teoría ya enunciada por Petty, de que la fuente del valor es el trabajo. También examinó las consecuencias del proceso técnico sobre el empleo. R O U S S E A U , Jean Jacques (1712 1778): filósofo y político francés. Representante destacado de la

4 4 6 GLOSARIO DE NOMBRES

Ilustración. Era amigo de Denis Diderot y escribió algunos artículos para la Enciclopedia. En su famoso tratado político

El contrato social o Principios de derecho político (1762), expuso argumentos sobre la libertad civil que sirvieron de fundamento a la Revolución Francesa. Defendía la supremacía de la voluntad popular frente al derecho divino. Debido a sus ideas políticas, tuvo que pasar la mayor parte de su vida en el exilio. SAY, Jean-Baptiste (1767 - 1832): economista francés. Partidario de la revolución y, luego, opositor a Napoleón. Desarrolló la idea de que la riqueza se define en virtud de la noción de utilidad. Formuló la denominada "ley de mercado": todo lo que se produce puede ser vendido a un precio conveniente, siendo la producción la que abre naturalmente el mercado a los productos. Para Say, u n a crisis generalizada de superproducción es imposible. SCHOPENHAUER, Arthur (1788 1860): filósofo alemán. Fue profesor en la universidad de Berlín, pero luego abandonó la enseñanza para vivir en el retiro de Frankfurt. Su filosofía se inspira en el idealismo de Kant y en los filósofos de la India, rechaza la dialéctica hegeliana y enarbola u n a doctrina irracionalista sobre la representación que contiene al sujeto y al obje-

to cuya fuerza motriz es el concepto de voluntad y fuerza. S E N I O R , Nasau (1790 - 1864): economista inglés. Sus ideas son típica del período de disolución de la teoría ricardiana. Intentó redefinir la teoría del valor e introdujo el concepto de "abstinencia" para explicar el origen de la riqueza burguesa, esto último fue muy criticado por Karl Marx. SIGWART, C h r i s t o p h

von

(1830 -

1904): psicólogo y filósofo alemán. Fue profesor en el seminario de Blaubeuren y Tubinga. Según Sigwart la lógica se basa en la psicología, es u n a doctrina normativa y técnica sobre el pensar. Declaraba que la base del pensamiento necesario es la evidencia, la cual se postula con referencia a la fe. S M I T H , Adam (1723 - 1790): economista y filósofo británico. Fue catedrático en la Universidad de Glasgow. Sus ideas económicas, fundamentales en la escuela clásica, suponen que la fuente de toda riqueza es la actividad del hombre y u n a organización feliz de la economía se logra espontáneamente en toda sociedad donde el hombre pueda actuar bajo el impulso de su interés personal, en consecuencia, los gobiernos deben conceder libertad total en la producción nacional y en el comercio internacional.

447 GLOSARIO DE NOMBRESN

Herbert (1820 - 1903): filósofo inglés. Su obra filosófica está influenciada por Hume, Kant y Mili. Combinó el liberalismo con u n a concepción vulgar de las ideas de Darwin, para justificar la supremacía de la clase capitalista. Su teoría gozó de gran popularidad y fue utilizada como base filosófica del imperialismo. Según Spencer la religión y ciencia comparten una base en lo "misterioso" e "incognoscible". S P I N O Z A , Baruch (1632 - 1677): filósofo holandés. Al reflexionar los problemas filosóficos, estableció a la naturaleza como lo único que existe, la naturaleza es su propia causa (ser absoluto) que tiene sus diversos modos o cosas finitas singulares, y uno de estos seria el ser humano. Su pensamiento influyó en el desarrollo de las tendencias ateas e Iluministas de los siglos XVII y XVIII. T R O T S K I , Liev (Seudónimo de Liev Davidovich Bronstein) (1879 1940): político soviético. Militante socialdemócrata, se alineó con los mencheviques en contra de Lenin. Cumplió u n papel destacado en las revoluciones de 1905 y 1917. Fue parte de la dirección de la insurrección y la organización del ejército rojo. Tras la muerte de Lenin (1924), sus divergencias con la mayoría del partido llevaron a su expulsión de la U . R . S . S . SPENCER,

En su opinión la Unión Soviética era gobernada por la burocracia y la revitalización del socialismo requería una segunda revolución proletaria. Fue asesinado por Ramón Mercader agente de la policía política soviética. V E R C O R S , Jean BRULLER llamado ( 1 9 0 2 - 1 9 9 1 ) : literato francés. Sus obras tratan diversos problemas filosóficos, éticos y políticos desde una perspectiva humanista. Fue miembro del Partido Comunista Francés hasta 1956. VVEDENSKY, Alexander ( 1 8 5 6 1 9 2 5 ) : filósofo ruso. Fue profesor de la Universidad de San Petersburgo ( 1 8 8 8 ) y presidente de la Sociedad Filosófica. Desarrolló de manera consecuente las ideas de la filosofía kantiana, ahondando el dualismo entre fe y saber, alma y cuerpo, etc. Después de la Revolución de Octubre de 1917, luchó contra el marxismo, el materialismo y el ateísmo argumentando que no tenían raigambre en Rusia. WEBER,

Max

(1864

-

1920):

eco-

nomista, sociólogo y filósofo alemán. Enseñó economía en las universidades de Friburgo y Heidelberg. Dirigió junto a Sombart y Schumpeter la revis-

ta Archiv fur Sozialwissenschafi und Sozialpolitik. Era contrario al marxismo y condenó la revolución proletaria de 1919. Se esforzó por crear una teoría social en la que la relación cau-

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GLOSARIO DE N O M B R E S

sa-efecto histórica no dependiera de variables económicas. Sus ideas y doctrinas han tenido gran influencia en el desarrollo de la ciencia social burguesa. WOLFF, Christian von ( 1 6 7 9 1 7 5 4 ) : filósofo alemán. Fue profesor de matemáticas y filosofía natural y luego rector de la Universidad de Halle. Se lo considera un popularizador de las ideas de Leibniz, aunque descartando los elementos dialécticos de esta filosofía en favor de un resurgir de la escolástica y el formalismo. Defendió con ardor el despotismo ilustrado.

de Elea ( 4 9 0 - 4 3 0 a.c.): filósofo griego. Participó del intento de derrocar al tirano Nearcco, pero fue c a p t u r a d o y torturado h a s t a la muerte. Introdujo el uso de la forma dialogada en filosofía. Es conocido por sus paradojas lógicas que plantean en forma negativa importantes cuestiones sobre la naturaleza dialéctica del movimiento.

ZENÓN

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