Del Conventus Carthaginensis a la Chora de Tudmir. Perspectivas de la Historia de Murcia en los Siglos III-VIII

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Del Conventus Carthaginensis a la Chora de Tudmir. Perspectivas de la Historia de Murcia en los Siglos III-VIII

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JA investigación sobre la ciudad tardo-romana de Begastri nos ha hecho plantearnos toda una serie de temas acerca de la época en la que esta ciudad fue sede episcopal y de tales planteamientos surgió la idea de dedicar un esfuerzo colectivo para actualizar lo que en las investigaciones de cada uno había que contribuyera a forjar la imagen de la historia del S. E. peninsular para los siglos de la Antigüedad Tardía y etapa visigótica. El resultado de este esfuerzo colectivo es lo que aquí ofrecemos. La novedad más importante de los trabajos aquí reunidos creernos que, por encima del numeroso material nuevo puesto en circulación, es la comprobación desde muy diversos puntos de vista del hecho que ya hace muchos años señalara Abadal: la vida de estas zonas costeras mediterráneas al margen de los acontecimientos que se venían desarrollando en el centro y norte de la península. En efecto no sólo hemos puesto de relieve que no hay noticias de la presencia de invasiones en la zona de la provincia Cartaginense al este del sistema Ibérico, al subrayar el hecho de que la única intervención grave que las fuentes documentales atestiguan, la destrucción de Cartagena por los vándalos, es un golpe de mano dado desde el mar. Al parecer los visigodos, como invasores sólo pisan suelo levantino cuando dirigidos por Leovigildo primero y por sus sucesores más tarde, especialmente por Sisebuto y Suintila, consiguen echar de la península a los bizantinos. Esta independencia práctica viene comprobada por los restos arqueológicos aquí reunidos: la cerámica tardoantigua, a juzgar por su distribución hasta ahora conocida parece entrar desde la costa hacia el interior. Las monedas encontradas proceden de cecas orientales, no de las del interior de la península. La política pontificia de la creación de los vicariatos papales en tierras costeras parece ir en la misma dirección. Pero si es vida independiente, en modo alguno es vida depauperada. Los estudios de poblamiento, aunque sin pretensiones de ser exhaustivos, ofrecen una panorámica de prosperidad y riqueza de la que sabemos todavía poco, pero se presiente mucho. Las ciudades de Begastri y de La Almagra, las villas tardías de la zona de Begastri y de la zona de La Almagra y muy en particular Viilaricos, todos los aledaños de la sierra de Calumbares en las cercanías de Murcia, con los monumentos de Algezares y La Alberca, así como los establecimientos

costeros desde los que la cerámica y otros productos de importación parecen haber penetrado hacia el interior son indicios a estudiar pero que por sus perspectivas parecen augurar una imagen histórica de considerable altura, dentro de las coordenadas de la época. Más difícil es, hoy por hoy, precisar si el poblamiento de la zona del S. E. peninsular, cuya historia de los siglos TV-VI se muestra peculiar, presenta rasgos de esta peculiaridad en sus estructuras arquitectónicas. Si no parece haber habido invasiones ¿están aquí fortificadas las ciudades y las villas? Las ciudades sí, a juzgar por lo que hasta el momento podemos decir en el caso de Begastri. Las villas aún no lo sabemos, pero Viilaricos que va a comenzar pronto a ser excavada es probable que nos pueda decir algo. El Castillico de los Garres ciertamente es un nido de águilas y aparece por lo menos como un punto de retirada y refugio para villas o ciudades del tipo de Algezares, situada en su inmediata cercanía. El problema de repliegue de las poblaciones de los lugares bajos a refugios naturales o cuevas se plantea en este libro, pero todavía de modo incipiente. Hay en el S. E. habitat monacales en cuevas, de los que aquí presentamos el de Tobarra y en otros lugares hemos hablado varias veces de la cueva de La Camareta cerca de Agramón, Heliín. Hay cuevas con estructuras similares en Villatoyas, Albacete, límite con la provincia de Valencia, en la cuenca del río Cabrici y por supuesto en la zona de Guadix y Baza; pero ¿cuál es el carácter de estas cuevas? ¿Se dan también en el territorio de la actual provincia de Murcia? El muestreo recogido en este libro a propósito de las cuevas con yacimiento romano en el N. O. de la provincia no permite todavía sacar conclusiones. Vale sólo como primera toma de contacto con el problema. Los restos monacales que comienzan a tomar cuerpo ante nuestros ojos, así como las perspectivas que se pueden entrever en el estudio de la toponimia y de la hagiografía nos permiten acercarnos aunque todavía de modo balbuciente al problema de la vida cristiana en los siglos de la Antigüedad Tardía. La epigrafía también ayuda a confirmar la comunidad de temas y de sentimientos con el resto de la península. Las fuentes escritas tampoco son muy ricas, pero sí lo suficiente como para que podamos esperar que en un futuro próximo se pueda empezar a elaborar una síntesis rica en sugerencias y matices. Por primera vez los excavadores de Cartagena ofrecen aquí una perspectiva de restos bizantinos de la ciudad, seguramente de la muralla que mandó construir Comenciolo. Es un capítulo glorioso del período del dominio bizantino, del cual hasta ahora sólo se tenían noticias literarias amén de epigráficas. He aquí una primicia de gran interés en la historia de esos siglos. Hemos completado el cuadro recogiendo cosas sabidas sobre las estructuras de la administración tardorromana y la configuración de geografía eclesiástica, pero han quedado muchos puntos sin que hayamos podido incluir en esta obra alusión alguna: el casón de Jimilla, el mausoleo de La Alberca, la basílica paleocristiana de Algezares, los restos tardorromanos de varios puntos de la gografía murciana, los monumentos de Elche, los sarcófacos de la región, el problema del origen de las actuales ciudades y villas, las modificaciones en las vías de comunicación, temas de industria o artesanía, problemas de agricultura, sabidos unos y por descubrir y precisar otros, todos son elementos que habrá que desarrollar y potenciar en un intento de actualizar los datos el día en el que se pretenda realizar la gran síntesis a la que nos vamos aproximando.

Un problema clave es el de la continuidad o ruptura entre el mundo tardorrornano y el mundo visigodo con el mundo árabe que viene tras la invasión y capitulación con Teodomiro de Orihuela. El trabajo del Dr. García Antón entra en el problema. Es también un tema con horizonte que se irá perfilando cuando se pueda hacer un elenco de yacimientos árabes asentados sobre poblado tardorromano subyacente y estudiarlos comparativamente con los asentamientos nuevos de época musulmana. El tema está en estudio, pero hay que esperar. Creemos que este libro constituye un hito en la investigación de la historia de los siglos ni-VIII de nuestra era en la zona de Murcia-Albacete-AlicanteValencia y como la lectura de los trabajos aquí recogidos deja ver estamos dispuestos a continuar con la investigación de forma que superando etapas podamos llegar a un conocimiento rico, preciso y coherente de la historia de estos siglos de los que todavía hoy tenemos ideas muy vagas e imágenes muy difuminadas. Murcia, septiembre de 1985 Antonino González Blanco

.A M U R C I A T A R D O A N T I G U A KN LA Í I I S T O K Í O G K A F I A

R. C. Alonso de la Cruz P.A. Alvarez Azorin M.L. Castillo Meseguer R.M. Esquerdo Laib R. González Fernández M. D. Hidalgo Moreno J. López Oliva P. Martínez Caverò M. L. Morales Ulan J. C. Oliva Mompeán J.A. Sánchez Pravia A.M. Sanjosé Ramírez Tras de las breves noticias que nos ofrecen las crónicas antiguas, como Idacio, o las historias epitomadas de los siglos hispano-visigodos y aun altomedievales, la primera imagen de la historia de los siglos tardoantiguos en lo que al Levante peninsular se refiere, parece que hay que buscarla en la Crónica General del Rey Sabio. Asegura éste que Constantino dividió a España en seis "arzobispados", siendo el cuarto el de Toledo, entre cuyos obispados estaban los de Lorca y Cartagena. Recoge los datos de las fuentes sobre los pueblos bárbaros que entran en España y precisa que los alanos tomaron la provincia de Luzenna ("que es eli Algarve") "et la de Carthagena" cosa que sucedió en el 453 ( = 415) con el alano Resplendial. En el 459 ( = 421) Gundcrico les haría abandonar ambas provincias, pero los alanos, después de muerto Vualia, rey go^o, vuelven de nuevo y esta vez "a manera de labradores et de pecheros de los'romanos". En el 466 ( = 428) "quando andaua el regno de Gunderico en quinze, e el de Hermcrico en vcyntiuno, e ell imperio de Thcodosio en dieziocho, e el de Valentiniano en uno, llego el rey Gunderico con sus huestes a la prouincia de Carthagena. que mantenien los alanos, et robóla toda, et destruxola; et desi cerco la cibdat que era entonce llamada 'Carthago la dell esparto', et dcstruxo lo toda otrossi bien cuemo la destruyera ya eli otra uez Scipio affricano después que ouiera destroida a la grand Carthago la de Affrica. E segund cuentan las

estorias, en aqueila cibdat de Carthagena fuera antiguamiente la onra ei la dignidat que es agora en la eglesia de Toledo, ca después que la ouieron assi destroyda los vuandolos, muearon la los godos en su tiempo e la eglesia de Toledo, et muchas uezes es llamada la eglesia toledana en las escripturas la eglesia de Carthagena". Luego acepta la hitacion de Wamba y da la relación de los 19 obispados sufragáneos del arzobispado de Toledo y entre ellos enumera a "Eli obispado de Vrgi, esta es Almaria, tenga desde Gestan fasta Cartagin, et de Castro fasta Midan Eli obispado de Bagastre tenga desde Pugilla fasta Solonia, et de Setabis fasta Lunba - E l i obispado de Ylici, esta es Berga, tenga por los termirios de Begastra et de Setabis et de Denia..." Y aimquc asegura que son 19 los obispados solo cita 17*''. Es la primera y la que se va a convertir en "canónica" esta visión que nos da el Rey Sabio. Veamoslo. El primer autor que en serio hace un tratado sistemático de la historia de España en nuestra época ya en pleno Renacimiento es Ambrosio de Morales (1513--1591). Reaccionando con firmeza frente al ambiente crédulo y patriotero de su época, al que luego aludiremos, nos ofrece una imagen, revisada en serio, de los siglos que historiamos. Hace una presentación casi "etnográfica" de los godos. Se enfrasca luego en la polémica, posiblemente viva entre los eruditos de la época, sobre si la diócesis de l'oledo pertenecía a Cartagena o no. Sostiene que Toledo era independiente y que su grandeza enlaza con la destrucción de Cartagena, cuando "Toledo quedó al cargo espiritual de todo aquello que quedaba desierto". "Se pasó toda la dignidad de aquella iglesia asolada a Toledo, por estar dentro de aquella provincia". Y defiende que tras la destrucción de Cartagena, los obispos que en adelante hubo en la ciudad fueron meramente titulares. Afirma que el rey Rechila conquistó la Carpetania a los Alanos, rehizo la Carthaginense, "hizo paz con los romanos y volvióles la provincia de Cartagena para vivir en más sosiego y seguridad". Hace luego una descripción muy imaginativa del rey Teodorico y dice que a su muerte, "la Tarraconense, con lo de la provincia de Cartagena y la Carpetania tengo por cierto, que era todavía de los romanos"'^*. Todas estas intuiciones son geniales, pero no llegan a su total expansión porque las ideas de la destrucción de Cartagena y las preocupaciones de la capitalidad de Toledo no se lo permiten. Mucho menos crítico es Mariana de cuya obra apenas si se puede sacar una imagen peculiar de algo relativo a nuestra región'^'. E^n Mariana enmudece la voz de la tierra para dejar paso a la fantasía de la imagen aventurera de los líderes de los diversos bandos en pugna. IL H I S T O R I O G R A F Í A P A T R I Ó T I C A Y P R I M E R A S

PRODUCCIONES BIBLIOGRÁFICAS MURCIANAS En el trasfondo de las obras de Morales y de Mariana está el espíritu del Renacimiento que las anima y para entenderlas es preciso atender al mismo. El afán por "esta otra vida tercera" que cantara el poeta tiene una dimensión política y patriótica por toda Europa y unos procedimientos de exaltación que puso muy de relieve Annio de Viterbo en el siglo XV'"". En el caso concreto de Ivspaña el patriotismo ideológico y cultural lleva a exaltar todo lo hispano hasta 12

un grado inadmisible en modo alguno para una mente clara actual, pero en aquellos tiempos fue moneda común. Las obras de todos los historiadores de crónicas generales de España acusan esta característica. Así Ocampo "quiere presentar una España primitiva digna de la majestad de la Eispaña contemporánea"*^'. Pedro de Medina en su Libro de grandezas y cosas memorabies de España, en el que "como indica el título, es más claramente apologética que las historias propiamente dichas y refleja el entusiasmo patrio de nuestro período de plenitud"*'^' y otros autores por el mismo estilo. Y no sólo el patriotismo se refiere a la gran Patria, sino también a las patrias chicas y es en este contexto en el que hay que situar las obras de Cáscales: Discurso de ¡a ciudad de Cartagena, Murcia 1598. Discursos históricos de ¡a Muy NoMe y Muy Leal ciudad de Murcia y su Reino, Murcia 1621. Y también las obras: Gaspar García, Anales de ¡as chronicas de Murcia. Francisco Martínez Paterna, Tratado de ¡a fundación de Orihuela, 1.612. No podemos olvidar el tratamiento que de temas locales se hace en los episcopologios y en las historias que aunque se llamen a veces "generales" son más bien la suma de los episodios particulares o de las historias particulares, como por ejemplo: Alfonso Sánchez, Magistri Alfonsi Sanctii. De rebus Hispaniae anacephalaosis libri septem A condita Hispania ad annum 1633... Compiuti 1634; Gil González Davila,Teaí:ro Ecclesiàstico. De ¡as Iglesias Metropolitanas, y Catedrales de los Reynos de las dos Castillas. Vidas de sus arzobispos, y cosas memorables de sus sedes... Tomo L Que contiene ¡as Iglesias de Santiago, Sigüenza, Jaén, Murcia, Leon, Cuenca, Segovia y Valladolid, Madrid 1645. En lo que se refiere a la iglesia de Murcia empieza su tratado con todos los indicios de exaltado patriotismo''. Afectada no solo por el patriotismo sino también por el espíritu humanista a lo largo del siglo XVI la biografía experimenta una cambio sensible: "pierde terreno la colectiva tan bellamente cultivada por Pérez de Guzman y Hernando del Pulgar y lo gana la individual. No sólo dan tema las vidas de señeras figuras, como Cisneros y Don Gil de Albornoz, objeto éste de una excelente historia humanística, sino que cortos períodos de la existencia de otros personajes son considerados también dignos de reseñarse, lo que se enlaza con ¡a gran amplitud antes aludida, que obtuvo la literatura de fiestas y ceremonias""". Es sin duda en este contexto en el que hay que situar también el auge de la biografía hagiográfica y en el que podemos encuadrar la obra de Melchor de Huélamo, Libro primero de ¡a vida y milagros del glorioso confesor Sant Ginés de ¡a Xara. Y de algunas cosas notables que hay en el monasterio, consagrado y dedicado a su santo nombre, sito en el Reyno de Murcia... Murcia 1607. Pero tanto en este tipo de literatura como en los reseñados más arriba hay que contar con el influjo, que todo lo invade, de los falsos cronicones. IIL E L INFLUJO DE L O S F A L S O S CRONICONES A la vez que el patriotismo lleva a ponderar y encomiar la historia antigua de toda España y de cada una de sus partes, como se ha escrito "Cuanto en la historia política había dicho anteriormente la perniciosa labor de Annio y sus secuaces, es poca cosa comparado con el actual desbordamiento de falsedades, más difíciles de atacar por la santidad de los temas en que se enquistaban. El 13

caso de España no es único en la historia de este tiempo. Pero aquí adquirió tan graves caracteres y tal persistencia, que no se remedió hasta fines del siglo XVIII. Y no totalmente pues quedaron restos fabulosos en tradiciones locales, que la prudencia de los historiadores juzgó no convenía extirpar la raiz..." "Fué siempre el interés local, las rivalidades de pueblos y de diócesis, lo que sostuvo el interés por los falsos hallazgos, aunque estos se refiriesen a puntos de historia religiosa. Desde el encuentro del pergamino y reliquias en la Torre Turpiana de Granada, en 1588, y de los plomos del Sacromonte, en 1595-1597, hasta la condenación definitiva de esta falsificación, dos siglos después, pasando por los repetidos engendros del P. Román de la Higuera y de sus imitadores, toda la trama se dirige en realidad siempre a prestar antigüedad ilustre a determinados lugares, a dotarlos de santos patronos imaginarios, a apoyar sus pretensiones contra derechos alegados por otros. Como puede imaginarse la genealogía acudió también al filón, para proporcionar nobles ascendientes a plebeyos vanidosos. Los falseadores, con laboriosidad digna de mejor empleo, forjaron larguísimos cronicones en los que se deslizaban, junto a datos verdaderos, los que daban satisfacción a lo que se pretendía establecer. La tónica de la falsedad alcanzó el suficiente refinamiento para allanar todos los caminos a la credulidad. Crónicas de diversas procedencias afirmaban los mismos hechos. Aludían unas a los supuestos autores de otras y completaban las noticias de su vida y actividad. Otras preparaban el terreno para nuevas falsías, formando en total una red en que las varias fábulas se prestaban mutuo apoyo. No obstante es lo más probable que sólo la masa del vulgo les daba fé..." "El confinarse la ficción en la historia religiosa y afectar más directamente a las antigüedades locales no impidió que el daño se extendiese a todo el campo de la historiografía..."''". El influjo de los falsos cronicones en la historia de la región murciana en época tardoantigua ha de verse sobre todo en la forma en que tratan de su historia eclesiástica y muy en particular en los problemas relativos a su episcopologio. La Diócesis de Cartagena tenía un primer problema y es el de su final, consecuente a la destrucción de la ciudad por los godos. El cronicón de M. Máximo escribió que Liciniano no fué el último obispo de Cartagena, sino que le sucedió en la silla Domingo, presbítero de Sevilla, del cual dice que asistió al Concilio III de Toledo, como metropolitano de Cartagena. Y aún con más ruido y trascendencia la historia tardoantigua se vio afectada por la controversia sobre si S. Fulgencio fue o no obispo de Cartagena, tema que si no fue inventado por los autores de los falsos cronicones si que fue aprovechado por ellos y ha llenado ríos de tinta, para engrandecer y basar la antigüedad y pervivencia de la Diócesis'"". Es claro que una vez hallado el camino del engrandecimiento de Cartagena y de España por su medio la corriente ya no había de dejar de fluir y son numerosos los libros que o tratan directamente del tema o lo introducen de algún modo en su contenido. Por citar sólo algunos recordemos los que cita el F. F'iorez en sus discursos. Los resultados del influjo de las enseñanzas y modos de hacer de los falsificadores pueden verse no sólo en las obras citadas en el párrafo anterior sino mucho más clara y pormenorizadamente en trabajos del tipo de Fray Gregorio de Argaiz, Soledad Laureada por San Benito y sus hijos en las iglesias de España. Teatro monástico de la Provincia Cartaginense, Madrid 1675pal Begastri, Madrid 1879. YI.2.3. Lorca Francisco Cánovas y Cobeño, Historia de ¡a ciudad de Lorca, escrita por correspondiente de la Real Academia de la Historia. Notablemente arreglada, corregida y aumetUada con arreglo a los últimos descubrimientos hechos por ¡os historiadores modernos y acompañada de unas curiosas e instructivas efemérides y la relación de los suscriptores a esta primera edición, Lorca 1891i-Zl a-D-9t 0-91 d-9l 0-91 N-91 W-91

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Gráfica acumulativa de material cerámico de la Cueva del Calor, niveles I, general y II. La línea continua superior responde a la cerámica común en unidades, la punteada a la gris, las barras a la de pasta bícroma, la línea continua inferior a la sigillata Clara A, y las barras a la Hispánica.

Escasos fragmentos de cerámicas pintadas y otros metálicos que podrían c o r r e s p o n d e r a fíbulas a n u l a r e s , n o s h a c e n s u p o n e r con ciertas r e s e r v a s , u n m o m e n t o i b é r i c o t a r d í o e n esta c a v i d a d . E s t e m o m e n t o ' cultural d e c a r á c t e r i n d í g e n a , p o d r í a e n t r o n c a r s e con el f r a g m e n t o d e c e r á m i c a d e p a r e d e s finas del s. I d . C . E n e s t e m a r c o d e h i p ó t e s i s , el g r u e s o d e los h a l l a z g o s , q u e p a r e c e n s i t u a r s e e n los s. Í I - I I I d . C , r e p r e s e n t a r í a la p e r v i v e n c i a a n t e r i o r , si bien incrementada. P o r o t r a p a r t e , los c a d a vez m á s n u m e r o s o s hallazgos d e c e r á m i c a s p i n t a d a s e n y a c i m i e n t o s d e é p o c a I m p e r i a l y B a j o I m p e r i o r o m a n o , j u n t o a la p o c a c o n s i s t e n c i a q u e r e p r e s e n t a u n ú n i c o f r a g m e n t o d e p a r e d e s finas, y a la t a r d í a c r o n o l o g í a d e los s u p u e s t o s f r a g m e n t o s d e fíbulas p o n e , c u a n t o m e n o s , e n serias d u d a s u n a o c u p a c i ó n a n t e r i o r a finales del s. I, q u e s e r í a r e a l m e n t e c o n s t a t a d a d u r a n t e los s. II y I I I . E l s e n t i d o d e la c u e v a n o s v i e n e d a d o p o r la n a t u r a l e z a d e los hallazgos m a t e r i a l e s . L a c e r á m i c a , el m a t e r i a l m á s a b u n d a n t e , con f o r m a s m a y o r i t a r i a m e n t e d e m e s a y d e p e q u e ñ o t r a n s p o r t e d e a l i m e n t o s ( b o t e l l a s , ollas, c u e n c o s , p l a t o s , . . . ) , es del t i p o c o m i i n , gris y p i n t a d a . L a s q u e p o d r í a m o s c o n s i d e r a r finas, la t e r r a sigillata, s o n escasas y d e p o c a c a l i d a d , lo q u e e n c o n j u n t o r e p r e s e n t a u n m a t e r i a l h u m i l d e , utilizado p a r a u n a escasa c a n t i d a d d e a l i m e n t o s , a l g u n o s d e ellos p r e p a r a d o s e n la m i s m a vasija, c o m o se d e s p r e n d e d e a l g u n o s f r a g m e n t o s q u e p r e s e n t a n c a r b ó n a d h e r i d o e n su i n t e r i o r . E l r e s t o d e los m a t e r i a l e s a r q u e o l ó g i c o s está f o r m a d o p o r p i e z a s d e difícil justificación e n u n a c u e v a d e c a r a c t e r í s t i c a s m o r f o l ó g i c a s c o m o E l C a l o r : llav e s , clavos d e h i e r r o , b o t o n e s o r e m a c h e s d e c o b r e , anillos, e t c . A d m i t i r n o s t a m b i é n la p o s i b i l i d a d d e q u e e s t a s p i e z a s m e t á l i c a s t u v i e r a n la r e l a c i ó n e n t r e si q u e d a el h a b e r p o d i d o p e r t e n e c e r a u n a m i s m a o b r a . L o s hallazgos d e la c u e v a n o p e r m i t e n d e m a n e r a r o t u n d a justificarla c o m o c u e v a - s a n t u a r i o o d e h a b i t a c i ó n e s t a c i o n a l . P a r e c e d e s c a r t a r s e q u e se t r a t e d e u n a e s t a n c i a p r o l o n g a d a e n la c u e v a , ya q u e faltan e l e m e n t o s tales c o m o vasij a s d e a l m a c e n a j e , si b i e n , el difícil a c c e s o d e la c u e v a p o d r í a r e e m p l a z a r é s t a s p o r o t r o s c o n t e n e d o r e s m á s livianos. A l g u n o s d e los f r a g m e n t o s c e r á m i c o s h a n a p a r e c i d o p a r c i a l m e n t e q u e m a dos en a m b a s caras y sección, circunstancia ésta que podía deberse a una incor r e c t a utilización d e la vasija ( n o son a p t a s p a r a s o m e t e r l a s al f u e g o ) , o b i e n a otro tipo de prácticas que desconocemos. E s t a sencillez d e m a t e r i a l e s c o n t r a s t a c o n o t r o s e s c a s o s y m á s finos: v i d r i o y hueso pulido.

S I E R R A D E LA P U E R T A ( C e h e g í n ) Al N o r t e d e C e h e g í n y e n el l í m i t e con el t é r m i n o m u n i c i p a l d e M o r a t a l l a , se d i s t i n g u e u n a franja m o n t a ñ o s a q u e r e c i b e el n o m b r e d e Sierra d e la P u e r t a o P o y o M i ñ a n o . E n la v e r t i e n t e S u r e s t e se a b r e n n u m e r o s a s c u e v a s d e c a r a c t e rísticas similares a P e ñ a R u b i a . E n la c i m a se e x t i e n d e n u n a s e n t a m i e n t o r o m a n o y o t r o m e d i e v a l ' ' A los pies d e la s i e r r a , el e x t e n s o valle d e l r í o A r g o s c a r a c t e r i z a el paisaje y sirve d e v í a n a t u r a l d e c o m u n i c a c i ó n .

321

Cueva del P u n z ó n E s d e t o d a s las c a v i d a d e s d e P o y o M i n a n o la m á s e x t e n s a y con m a y o r a m p l i t u d d e niveles o c u p a c i o n a l e s , e s t u d i a d o s a t r a v é s del m a t e r i a l r e c u p e r a d o e n su r e m o v i d o i n t e r i o r . L a c u e v a se a b r e s o b r e u n p l a n o d e estratificación casi h o r i z o n t a l p e r o d e c r e c i e n t e h a c i a el i n t e r i o r , con u n d e s n i v e l m á x i m o d e 2 m . L a b o c a es e s p a ciosa y o b s e r v a b l e d e s d e los a l r e d e d o r e s . L a c u e v a I t i e n e u n r e c o r r i d o s u p e rior a los 30 m . y u n o s 224 m ^ d e superficie p r a c t i c a b l e , t o d a ella c o n d e p ó s i t o a r q u e o l ó g i c o . La c u e v a II es d e m e n o r e s d i m e n s i o n e s , con sólo 9 m . d e longit u d y u n o s 45 m". d e superficie. El nivel f u n e r a r i o e n e o l í t i c o p a r e c e ser el d o m i n a n t e , p r e c e d i d o d e u n N e o l í t i c o F i n a l . E l e s t r a t o r o m a n o se c r e e c o n s i d e r a b l e p o r los hallazgos h a s t a ahora realizados: un botón de ámbar, cerámica pintada con motivos geométricos y v a r i o s f r a g m e n t o s d e t e r r a sigillata"". C u e v a del D a d o P r ó x i m a a la a n t e r i o r , se e n c o n t r a b a , h a s t a h a c e p o c o esta c u e v a , h o y t o t a l m e n t e d e s t r u i d a p o r la e x p l o s i ó n d e c a n t e r a s q u e afectan a t o d a la S i e r r a . C o n o c e m o s , n o o b s t a n t e , el h a l l a z g o d e d o s d a d o s d e j u e g o y " c e r á m i c a s r o m a nas". Cueva de la Hoja E s t a c a v i d a d se e n c u e n t r a , al igual q u e las a n t e r i o r e s , p a r c i a l m e n t e a g o t a d a . T i e n e s o b r e el nivel e n e o l í t i c o m a t e r i a l e s r o m a n o s , e n t r e los q u e d e s t a c a m o s f r a g m e n t o s d e p a r e d d e c e r á m i c a c o m ú n , u n a l u c e r n a y u n a cucharilla d e bronce"".

RIO SEGURA (Calasparra-Cieza) B a j o e s t e e p í g r a f e e n g l o b a m o s u n c o n j u n t o s i t u a d a s en los t é r m i n o s m u n i cipales d e C a l a s p a r r a y C i e z a , e n a m b a s m á r g e n e s del r í o S e g u r a a su p a s o p o r las calizas y m a r g a s q u e f o r m a n las s i e r r a s del M o l i n o , P a l e r a y L o s L o s a r e s " " . E n e s t a z o n a , el r í o q u e d a f u e r t e m e n t e e n c a j o n a d o e n a b r u p t o s paisajes d o n d e s o n n u m e r o s a s las o q u e d a d e s y a b r i g o s h a b i t a d o s d e s d e la P r e h i s t o r i a . Cueva de la Tierra Se e n c u e n t r a e n el T é r m i n o M u n i c i p a l d e C a l a s p a r r a , a m e d i a a l t u r a d e la S i e r r a del M o l i n o y, p o r t a n t o , n o e n la m i s m a orilla del r í o c o m o s u c e d e r á con las r e s t a n t e s o q u e d a d e s " ' " . L a c u e v a es e s p a c i o s a y p o s e e u n d e p ó s i t o a r q u e o lógico casi a g o t a d o , d e d o n d e se h a n e x t r a í d o f r a g m e n t o s d e c e r á m i c a c a m p a n i f o r m e y u n a g r a n vasija casi c o m p l e t a d e t e r r a sigillata, p o s i b l e m e n t e h i s p á nica. C u e v a s del P o z o P r ó x i m a s a la a n t e r i o r , e n la m a r g e n i z q u i e r d a del r í o y frente a los a b r i g o s r u p e s t r e s e s q u e m á t i c o s d e E l P o z o , se a b r e n v a r i a s c u e v a s d e p e q u e ñ a s d i m e n siones o r i e n t a d a s al S u r , c o m p l e t a m e n t e i n a l t e r a d a s " " . E n superficie h e m o s r e c o g i d o a l g u n o s f r a g m e n t o s d e p a r e d e s d e c e r á m i c a c o m ú n y gris. 323

G-G*

p ~

p.F

K-IC

SIMA-CUEVA

DE LA SERRETA

(CIEZA)

:.Ά SERRETA

II]

Cueva de Los Almadenes T a m b i é n e n la m a r g e n i z q u i e r d a d e l r í o , d e n t r o del T é r m i n o M u n i c i p a l d e C i e z a , e n c o n t r a m o s el salto d e L o s A l m a d e n e s , d o n d e el r í o ha 1 a j a d o las m a r gas m á s d e u n c e n t e n a r d e m e t r o s e n vertical. E n el t e r c i o s u p e r i o r d e e s t o s a c a n t i l a d o s hay n u m e r o s a s c u e v a s d e dificultoso a c c e s o c o n r e s t o s d e vasijas c o m u n e s r o m a n a s , sin f o r m a s d i f e r e n c i a d a s . D e e n t r e t o d a s ellas, la c u e v a s i m a d e la S e r r e t a e s la d e m a y o r e s d i m e n s i o n e s " " ' . Sima-Cueva de L a Serreta L a s i m a d e L a S e r r e t a p r e s e n t a u n acceso m u y dificultoso q u e c o n s t a d e u n a p r i m e r a e n t r a d a vertical d e u n o s 12 m . q u e h a d e p r a c t i c a r s e e n e s c a l a d a artificial, é s t a lleva a u n a g a l e r í a e s p a c i o s a q u e c o n d u c e a u n a s e g u n d a b o c a c o n u n a a p e r t u r a e x t e r i o r d e m á s d e 9 m . d e luz, s u s p e n d i d a m á s d e 80 m . e n vertical s o b r e el S e g u r a . L a g a l e r í a p r i n c i p a l t i e n e u n o s 35 m . d e l o n g i t u d , c o n u n a superficie d e u n o s 200 m^. L a c u e v a e s t á p r o t e g i d a m e d i a n t e u n a g r u e s a reja p o r las r e l e v a n t e s p i n t u r a s r u p e s t r e s e s q u e m á t i c a s d e su i n t e r i o r y su d e p ó s i t o a r q u e o l ó g i c o i n a l t e r a d o . L o s m a t e r i a l e s e s t u d i a d o s se refieren a los h a l l a d o s p o r el S . E . L S . d e la E x c m a . D i p u t a c i ó n d e M u r c i a en 1972, fecha e n q u e se d e s c u b r e y estudia""'. P o s t e r i o r e s visitas n u e s t r a s h a n p r o p o r c i o n a d o o t r o s m a t e r i a l e s t a m b i é n d e s u p e r ficie. C o m o p r i m e r a h i p ó t e s i s d e t r a b a j o , p o d r í a m o s decir q u e la c u e v a - s i m a d e La Serreta contiene cerámicas eneolíticas, y otras a torno de un m o m e n t o i b e r o - r o m a n o , e n t r e las q u e d e s t a c a m o s u n a c a m p a n i e n s e A .

LA BARQUILLA (Caravaca) A u n o s 5 k m . al N o r o e s t e d e C a r a v a c a , a r r o p a d o e n t r e altas m o n t a ñ a s con c o t a s s u p e r i o r e s a los mil m e t r o s , n a c e u n p e q u e ñ o m a n a n t i a l q u e r i e g a u n a s r e d u c i d a s t i e r r a s e n el lugar c o n o c i d o c o m o L a Barquilla'^"'. A u t o r e s locales d e s d e 1722 h a s t a n u e s t r o s d í a s , h a c e n r e f e r e n c i a s al p a r a j e y, e n c o n c r e t o , a la c u e v a q u e lleva el m i s m o n o m b r e y q u e p a s a p o r ser la m á s a m p l i a y "fantástic a " c u e v a d e la Comarca'-'*. N o t e n e m o s noticias d e hallazgos a r q u e o l ó g i c o s h a s t a 1972 e n el q u e se r e a l i z a n p r o s p e c c i o n e s p o r el G r u p o L o c a l d e la O . J . E . , las c u a l e s n o s sirven c o m o b a s e d o c u m e n t a l . E n e s t a s p r o s p e c c i o n e s , se d e s c u b r í a n las c u e v a s d e L a Fila y L a D o n c e l l a , p r ó x i m a s a la p r i m e r a . C u e v a de L a Barquilla S e localiza a m e d i a a l t u r a e n u n a d e las l a d e r a s q u e d a n vista a la f u e n t e d e L a B a r q u i l l a . L a b o c a se a p r e c i a c o n c l a r i d a d bajo u n o s p e ñ a s c o s ; m o d e r n a m e n t e se ha l e v a n t a d o u n a p a r e d e n la b o c a a m o d o d e redil. La z o n a a r q u e o l ó g i c a c o m p r e n d e vínicamente las p r i m e r a s salas d e la c u e va, d o n d e h a y t a m b i é n p e q u e ñ a s p o c e t a s d e a g u a . T i e n e el lugar u n a superficie d e u n o s 500 m ' . , q u e r e p r e s e n t a u n a o c t a v a p a r t e del t o t a l s u b t e r r á n e o . La estratigrafía arranca de un m o m e n t o n e o y eneolítico m u y extendido t o p o g r á f i c a m e n t e , m i e n t r a s q u e el h o r i z o n t e r o m a n o se localiza e n las z o n a s p r ó x i m a s a la b o c a , d o n d e llega la luz n a t u r a l . L o s r e s t o s d e c u l t u r a m a t e r i a l c o r r e s p o n d e n a f r a g m e n t o s d e p a r e d d e c e r á m i c a c o m ú n y gris, d e s c u b i e r t o s al 326

c

-

L'

1

Ί

Ί

'VZX

r'ZL

0

CUEVA DE LA PILA

(CARAYACA)

1

2

3

CUEVA DE LA DONCELLA (Caravaca)

a b r i r u n a n u e v a b o c a q u e o b s t r u í a el p a s o e n t r e d o s salas (vid. p l a n o d e plant a ) . E n la salita B 2 y e n superficie, t e n e m o s u n f r a g m e n t o d e c e r á m i c a c o m ú n d e b o r d e e x v a s a d o , y a l g u n o s o t r o s con p a s t a d e seccic3n b í c r o m a . C u e v a de la Pila A mil t r e s c i n t o s m e t r o s d e a l t u r a y o t r o s t a n t o s d e distancia e n l í n e a r e c t a , se situa esta c u e v a q u e sólo t i e n e u n a salita d e e s c a s a a l t u r a , con u n o s 70 nr'. d e superficie, e n d o n d e se h a l l a r o n e s p a r c i d o s u n f r a g m e n t o d e p a r e d d e cerám i c a gris con o t r o s m e d i e v a l e s y p o s t e r i o r e s en c r o n o l o g í a . Cueva de la Doncella E s la s i t u a d a m á s el S u r e s t e d e L a B a r q u i l l a , e n la m a r g e n i z q u i e r d a del B a r r a n c o del A g u a y j u n t o a los Siete P e ñ o n e s . L a b o c a d e acceso es m u y r e d u cida y difícil d e localizar. P a s a d a é s t a , se a c c e d e a u n a e s p a c i o s a sala d e u n o s 60 m ^ e n u n p l a n o i n c l i n a d o d e s c e n d e n t e , c o n a c u m u l a c i ó n d e b l o q u e s e n la superficie. L o s h a l l a z g o s a r q u e o l ó g i c o s se r e d u c e n e x c l u s i v a m e n t e a p o c o s f r a g m e n t o s d e c e r á m i c a c o m ú n y u n b o r d e d e c e r á m i c a gris e x v a s a d o .

A u n o s 2 k m . al l i s t e d e C a r a v a c a , s o b r e u n a p l a n i c i e e n la vega d e l r í o A r g o s , se a b r e u n a h o q u e d a d circular c o n r e s t o s d e c o n s t r u c c i ó n e n t o r n o a ella. Sin p o d e r p r e c i s a r , c o n e x a c t i t u d , el o r d e n d e e j e c u c i ó n , hay u n a p a r t e d e la c u e v a h e c h a a r t i f i c i a l m e n t e , q u e a p r o v e c h a u n a p e q u e ñ a c u e v a s u m i d e r o d e escaso desarrollo. E n los a l r e d e d o r e s d e la c u e v a h a l l a m o s , e n p r o s p e c c i ó n superficial en 1974, f r a g m e n t o s d e c e r á m i c a c o m ú n d e b o r d e n e g r i t o , gris d e c o c i n a , con superficies p i n t a d a s con m o t i v o s g e o m é t r i c o s , así c o m o f r a g m e n t o s d e sigillata aretina e hispánica. E s t o s h a l l a z g o s n o s c o n d u c e a p e n s a r e n la utilización d e la c u e v a c o m o y a c i m i e n t o m i n e r o o c o m o s a n t u a r i o e n c u e v a . E n el s u p u e s t o d e ser u t i l i z a d o c o m o m i n a s u p o n d r í a el p r i m e r c a s o c o n o c i d o e n la z o n a , d e é p o c a r o m a n a , sin p o d e r p r e c i s a r la n a t u r a l e z a del m i n e r a l b u s c a d o . E s m e n o s p r o b a b l e q u e se t r a t e d e u n a c u e v a s a n t u a r i o ' ' ' ' .

ALTIPLANO E n t o d o el a l t i p l a n o J u m i l l a - Y e c l a . sólo h e m o s p o d i d o c o n s t a t a r la c u e v a del P e l i c i e g o o d e los M o r c e g u i l l o s c o n m a t e r i a l e s r o m a n o s . Cueva del Peliciego S e sitúa e n la v e r t i e n t e m e r i d i o n a l d e la S i e r r a d e L a s G r a j a s , e n la S o l a n a d e L a A l q u e r í a , a u n o s 7'5 k m . d e J u m i l l a . E n la e n t r a d a a m p l i a , u n e s p a c i o d e u n o s 25 m \ d a p a s o a u n a n g o s t o pasillo q u e n o s c o n d u c e al r e s t o d e la c u e v a . E n el v e s t í b u l o d e e n t r a d a h a y p i n t u r a s r u p e s t r e s d e estilo n a t u r a l i s t a . El d e p ó s i t o a r q u e o l ó g i c o p o d r í a a r r a n c a r e n el E p i p a l e o l í t i c o , p a r a e x t e n d e r s e e n niveles e n e o l í t i c o s , a r g á r i c o s , i b e r o romanos y medievales. 329

0

1

2

3

OExcavaciones

CUEVA

DEL

PELICIEGO

(JUMILLA)

D e c e r á m i c a ibérica se h a n r e c u p e r a d o n u e v e f r a g m e n t o s d e p a r e d d e p a s t a b í c r o m a . L a sigillata está p r e s e n t e gracias a u n f o n d o d e pie bajo d e s u d gálica. L o m á s significativo es el h a l l a z g o d e u n m e d i a n o b r o n c e y u n tesorillo d e u n o s 40 p e q u e ñ o s b r o n c e s d e 1965, bajo las p i n t u r a s ; la c r o n o l o g í a del h a l l a z g o se sitúa e n t r e .341 y 4 0 8 ' " ' .

CONCLUSIONES P a r e c e definitiva la existencia d e u n a p r i m e r a asimilación d e las c u e v a s e n é p o c a i b é r i c a p a r a i n t e g r a r l e s d e n t r o del s u b s i s t e m a religioso c o m o c u e v a s - s a n turio. M u r c i a , al igual q u e o t r a s r e g i o n e s del á r e a i b é r i c a , c u e n t a con c u e v a s - s a n t u a r i o c l a r a m e n t e d e f i n i d a s e n L a N a r i z d e M o r a t a l l a d e los s. I L I a.C.'^'''. E s t a c r o n o l o g í a q u e p a r e c e s e r , d e m o m e n t o , la m á s a n t i g u a , es l i g e r a m e n t e a v a n z a d a p a r a el inicio d e e s t e ritual e n el á r e a l e v a n t i n a , q u e ya se d o c u m e n t a e n el s. V a . C , c o n u n a e x t e n s i ó n t e m p o r a l q u e llegará h a s t a la r o m a n i z a c i ó n ' ^ " . Se h a d e f i n i d o c o m o c a r a c t e r í s t i c a s d e las c u e v a s - s a n t u a r i o i b é r i c a s , el difícil a c c e s o sin c o n d i c i o n e s d e h a b i t a b i l i d a d , a g u a e n el i n t e r i o r y los v a s o s c e r á m i cos n o f u n c i o n a l e s , v o t i v o s o d e r e d u c i d o tamaño'""'. A l i n t e n t a r u n a a p r o x i m a c i ó n g l o b a l al f e n ó m e n o d e las c u e v a s c o n evidencias culturales de época r o m a n a , h e m o s de tener en cuenta dos factores n e g a t i v o s : el c o n o c i m i e n t o d e las c u e v a s se d e b e a p r o s p e c c i o n e s y t a m b i é n a e s c a s a s e x c a v a c i o n e s , p o r lo q u e c o n s i d e r a m o s q u e n o n e c e s a r i a m e n t e resp o n d e la d i s p e r s i ó n d e é s t a s a las q u e p o s t e r i o r m e n t e se d e s c u b r a n y p u e d a n m o d i f i c a r la d i s t r i b u c i ó n espacial a c t u a l . E l s e g u n d o factor v e n d r á d a d o p o r la p a r q u e d a d d e las e v i d e n c i a s r e c o g i d a s e n c a d a u n a d e las c a v i d a d e s e x p u e s t a s . P a r t i e n d o d e estas p r e m i s a s , q u e n o e l e v a m o s a definitivas, la p o s t e r i o r discusión e s t a r á sujeta a las c o r r e c c i o n e s y a m p l i a c i o n e s q u e n o d u d a m o s se p r o d u cirán e n b r e v e . La dispersión de cuevas con depósito arqueológico en grupos de dos o t r e s , se localiza e n el i n t e r i o r d e la R e g i ó n , si e x c e p t u a m o s el caso d e C u e v a d e la H i g u e r a e n C a r t a g e n a . D e e n t r a d a , p u e d e p a r e c e r u n a c o n t r a d i c i ó n la disp e r s i ó n d e e s t a s c u e v a s , c u y a d i s t r i b u c i ó n es i n v e r s a a las z o n a s m á s r o m a n i z a d a s , o localizadas allí d o n d e el e l e m e n t o i b é r i c o se m a n i f i e s t a con m a y o r a r r a i goL a s escasas d o s p i e z a s n u m i s m á t i c a s d e la C u e v a del C a l o r y el tesorillo d e C u e v a del P e l i c i e g o , é s t e ú l t i m o d i s o c i a d o del r e s t o d e los m a t e r i a l e s d e c r o n o l o g í a a n t e r i o r y q u e tal v e z r e s p o n d a a u n a o c u l t a c i ó n , v i e n e a d e s t a c a r la escasez d e h a l l a z g o s n u m i s m á t i c o s e n ei t i p o d e c u e v a s a q u í r e c o g i d a s . E l conjunto d e evidencias culturales adscritos a época r o m a n a , p u e d e n d a t a r s e e n los s. 11 y I I I d . C , a ú n c u a n d o p o d r í a m o s a d e l a n t a r la c r o n o l o g í a y r e t r o c e d e r l a al s. I. L o s m a t e r i a l e s d e e s t a s c u e v a s , m u y h e t e r o g é n e o s , h a n sido e n c o n t r a d o s junto a cerámicas de mesa y de reducido t a m a ñ o , a lucernas, dados de juego, llaves, e t c . L a p r e s e n c i a d e l u c e r n a s v i e n e c o n s t a t a d a p o r la c u e v a d e la H o j a y p o s i b l e m e n t e p o r L a s C o n c h a s y E l C a l o r . El t e s t i m o n i o d e u n o d e los a n t i g u o s v i s i t a n t e s , c o n f i r m a q u e s o b r e la superficie d e la c u e v a a p o y a b a n v a r i a s lucernas. 331

L a escasez d e e l e m e n t o s d e i l u m i n a c i ó n artificial, j u n t o a la p o c a p r o f u n d i d a d d e l d e p ó s i t o r o m a n o , n o s s u g i e r e la posibilidad d e q u e la a c t i v i d a d s u b t e r r á n e a se d e s a r r o l l a s e e n e s c a s o t i e m p o . D e ser h a b i t a c i ó n , la m a y o r p a r t e d e la a c t i v i d a d h u m a n a se r e a l i z a r í a e n el e x t e r i o r , y d e ser s a n t u a r i o , las p r á c t i c a s se l i m i t a r í a n a sencillas y b r e v e s o f r e n d a s e n el i n t e r i o r . C o m o c a r a c t e r í s t i c a s g e n e r a l e s , las c u e v a s p o s e e n d i m e n s i o n e s q u e p e r m i t e n , e n m u c h o s c a s o s , la h a b i t a b i l i d a d t e m p o r a l . E s c o m ú n el difícil a c c e s o q u e p r e s e n t a n t o d a s ellas y el n o m a n i f e s t a r s e c l a r a m e n t e e n el paisaje. E s t a s c a r a c t e r í s t i c a s , c o i n c i d e n con las n e c e s i d a d e s q u e el ritual f u n e r a r i o e n e o l í t i c o e n c u e v a s n a t u r a l e s e x i g í a , p o r lo q u e p u e d e q u e d a r así justificada la c o i n c i d e n c i a d e o c u p a c i ó n , sin q u e n e c e s a r i a m e n t e exista u n a r e l a c i ó n e n t r e el c a r á c t e r f u n e r a r i o e n e o l í t i c o y su p o s t e r i o r elección e n é p o c a s ibéricas y r o m a n a s . U n e j e m p l o e x c e p c i o n a l d e utilización d e c u e v a s e n é s t a ú l t i m a c u l t u r a , v e n d r á r e p r e s e n t a d o p o r la C u e v a N e g r a d e F o r t u n a , d o n d e se h a n l o c a l i z a d o i n s c r i p c i o n e s e n v e r s o l a t i n o q u e h a c e n s u p o n e r la e x i s t e n c i a d e u n s a n t u a r i o d e d i c a d o a las n i n f a s ' ' " . L a utilización d e las c u e v a s q u e n o s o c u p a , d a d a la c r o n o l o g í a y el s e n t i d o p a r a la s o c i e d a d del m o m e n t o , s e r á d i f e r e n t e a la p o s t e r i o r o c u p a c i ó n , q u e r e s p o n d e r á a o t r o t i p o d e e x i g e n c i a s : defensivas o d e p r o t e c c i ó n , p r i n c i p a l m e n t e e n los s. I I L I V d . C , o c u e v a s m o n a s t e r i o q u e l l e g a r á n h a s t a el s. X ' ^ ' .

NOTAS (10) Depío. de Historia Antigua. Begastri 1984, Antigüedad y Cristianismo. Universidad de Murcia. (11) LILLO CARPIO, P. y RAMALEO ASENSIO, S. (1984). La Colección Arqueológica y Etnológica Municipal de Cehegín (Murcia). Excmo. Ayuntamiento de Cehegín. Pág. 15. (12) SAN NICOLAS DEL TORO, M. (en prensa). "Prospecciones arqueológicas en Sierra de la Puerta (Cehegín, Murcia)". Comunidad Autónoma de Mur eia. (13) Materiales depositados en el Museo Arqueológico Municipal de Caravaca por F. Navarro Mateo. (14) Datos facilitados por gentileza de F. Navarro Mateo, vecino de Murcia. (15) Servicio de Exploraciones e Investigaciones Subterráneas (1972-73). Comunicaciones sobre el carst en la provincia de Murcia. F.xcina. Diputación de Murcia. Págs. 3-88. (16) SAN NICOLAS DEL TORO, M. (en prensa). "El conjunto rupestre de 'El Pozo' (Calasparra, Murcia)". Caesaraugusta. Zaragoza. (17) Vid. nota 16. (18) SAN NICOLAS DEL TORO, M. y MARTINEZ S A N C H E Z , C. (1983). "El conjunto rupestre del Segura (Mur-

(1) LILLO CARPIO, F. (1981), El poblamiento ibérico en Murcia. Universidad de Murcia-Academia Alfonso X el Sabio. Págs. SV-IS. (2) BELTRAN, A. y SAN NICOLAS, M. (1985). "Las pinturas rupestres de las cuevas de Peña Rubia de Cehegín (Murcia)". Rev. de Arqueología, 53. Págs. 9-18. (3) SAN NICOLAS DEL TORO, M. (1980). Aportación al estudio del Arte Rupestre en Murcia. Tesis de í^icenciaíura. Universidad de Murcia. (4) Materiales depositados en el Museo Arqueológico Municipal de Caravaca. (5) El resto de materiales lo componen fragmentos de cerámica ibérica con motivos geoníétricos y vegetales, además de siete fragmentos de cerámica gris. Sala L vitrina 4. (6) Prospección efectuada en 1978, acompañados por su descubridor el P. Javier Ortíz del Convento de Franciscanos de Murcia quien la visitó en 1972. (7) Sala I. vitrina 3. (8) Excavaciones dirigidas por nosotros, cuyos materiales están depositados en el Museo Arqueológico de Murcia, en fase de estudio. (9) Comunicación personal de M. Lechuga, director de las excavaciones de urgencia.

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eia)". Comunicación al 1 Congreso Internacional sobre Arte Rupestre Esquemático. Salamanca. Vid. notas 15 y 18. SAN NICOLAS DEL TORO, M. (1982). La investigación arqueológica en Caravaca (Síntesis), Excmo. Ayuntamiento de Caravaca. Págs. 27-29. CUENCA FERNANDEZ-PINERO, M, (1981). Historia Sagrada de ¡a Stma. Cruz de Caravaca. Imp. Gonzalo de Maro y Martínez. Caravaca. SAN NICOLAS DEL TORO, M. (1982). Ob. cit. págs. 51-52. MOLINA GRANDE, M.C. y MOLINA GARCIA, J, (1973). Carta arqueológica de Jumilla. Excma. Diputación Provincial de Murcia. Págs. 156160. Vid. LECHUGA, M. "Numismática tardorromaiia en la Región de Murcia. I. Ocultaciones y conjunto monetarios", en esta obra. LILLO CARPIO, P. (1981). Ob. cit. pág. 37 y del mismo autor "Valoración

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religiosa en época ibérica de las cuevas funerarias eneolíticas". A.U.M. de Preh. y Arqueología, Universidad de Murcia. APARICIO PEREZ, J. (1976). "El culto en cuevas en la religión valenciana". Homenaje a García Bellido. Rev. de la Universidad Complutense, voi. XXV. Madrid, Págs. 9-30. T A R R A D E L L , M. (1973). "Cuevas sagradas o cuevas santuario: un aspecto poco valorado en la religión ibérica". Inst. Arq. y Preh. de la Universidad de Barcelona. Págs. 25-38. GONZALEZ BLANCO, A. (1981). "Las inscripciones romanas de Cueva Negra (Fortuna, Murcia)". Mem. de H". Antigua. Univ. de Oviedo. GONZALEZ BLANCO, A. et alli (1981). "La Población de la Rioja durante los siglos obscuros (ÍV~X)". Inst. de Estudios Riojanos. Logroño. Págs. 81-111.

MAPA D E DISPERSION DE CUEVAS NATURALES D E OCUPACIÓN R O M A N A EN MURCIA 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18.

Cueva de !as Conchas (Cehegín) Cueva de Los Siete Pisos (Cehegín) Cueva de las Ruinas (Cehegín) Cueva del Camino (Cehegín) Cueva del Calor (Cehegín) Cueva del Punzón (Cehegín) Cueva del Dado (Cehegín) Cueva de la Roja (Cehegín) Cueva de la Tierra (Calasparra) Cuevas del Pozo (Calasparra) Cueva Serreta III (Cieza) Cueva-sima La Serreta (Cieza) Cueva de La Barquilla (Caravaca) Cueva de la Pila (Caravaca) Cueva de la Doncella (Caravaca) Cueva del Canal (Caravaca) Cueva del Peliciego (Jumilla) Cueva de la Higuera (Cartagena)

DEL SE. PENINSULAR. EL CONJUNTO RUPESTRE DE LA MUELA DE ALBORAJICO (Tobarra, Albacete) Juan Francisco Jordán Antonino González

Montes Blanco

O, INTRODUCCIÓN 0.1. Consideración inicial (Cf. Lámina I) Destacamos para comenzar, ia milenaria tradición que ha existido en la comarca de Hellín-Tobarra en la realización de trabajos rupestres a causa de las relativamente favorables condiciones y características de la geología local. Ya desde la Prehistoria se observa este fenómeno en los grabados o insculíuras de El Canalizo de El Rayo y en algunos poblados del Bronce-ll y Final que ostentan profundas perforaciones artificiales en el interior de sus recintos'". Todo el sistema de prensas, molinos, sitos, depósitos, canalizaciones, escaleras... etc. del Tolmo de Minateda, fue labrado en la roca viva, en la arenisca miocènica de la meseta donde se asienta tan importante ciudad ibero-romana'"'. El extraordinario descubrimiento de la cueva de La Camareta, eremitorio cristiano con el que posteriormente intentaremos establecer paralelismos, manifiesta esta tendencia'''. Y en fin, multitud de viviendas rupestres, ya excavadas y ocupadas por las familias más humildes de la comarca, campesinas en su mayoría, durante los siglos XIX y XX, en Tavizna, Camarillas, Tolmo de Minateda, Las Minas... etc., nos hablan de la pervivencia de esta actividad humana''*'. Por tanto, este nuevo conjunto rupestre de la Muela de Alborajico se inserta perfectamente en una costumbre o recurso arquitectónico y cultural propio de la región. Como indicábamos, la geología de sus terrenos, areniscas y calizas afines a las cretas, permiten sin demasiado esfuerzo por parte de los canteros, el realizar labores de extracción o de creación de habitáculos. Las numerosas explotaciones de canteras en toda la comarca es bien ilustrativa en este sentido'^'.

LAMINA I

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RUPESTRES

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0 . 2 . Localización geográfica (Cf. Lámina II) El conjunto rupestre detectado se situa en la Muela de Alborajico"", pequeña montaña situada entre los pucblecitos de AIjubc al N. y Alboraj al S. y que ofrece una peculiar e inconfundible silueta, al hallarse inclinada y ascendente en altura de W. a E. El paraje se localiza en lo que antaño fuera la confluencia de dos pequeños arroyuelos, el de AIjubé, fruto de la unión de varios y caudalosos manantiales y que descendía desde el N. y el de Alborajico u Ojuelo que fluía desde una fuente enclavada al oriente, en las inmediaciones de la sierra del Tomillo. Así, la Muela de Alborajico quedaba perfectamente rodeada por las vegas que originaban ambos caudales. Ulteriormente, consideraremos las influencias del medio geográfico en las estancias rupestres. La distancia respecto a la ciudad de Tobarra es de 5 kms. al E. Y sus coordenadas son: 38? 35' 40" latitud N. y 2? 03' 15" latitud E. (meridiano Madrid).

L DESCRIPCIÓN FORMAL 1.1. Introducción El conjunto rupestre consta de tres estancias, muy diferentes entre sí en dimensiones. Las estancias las designaremos con números romanos. Las que denominamos con los números 1 y II se emplazan en la vertiente occidental de la muela y apenas separadas por 7'5 mts. la una de la otra y abiertas en el mismo frente de cantera. La estancia que nombramos con el número III se sitúa en la ladera meridional de ¡a muela y distante de las dos primeras apenas 100 mts. Pese a esto, es evidente la unidad cultural de todo el conjunto rupestre debido a la semejanza de técnicas constructivas y de elementos arquitectónicos que describiremos a continuación. 1 . 2 . Estancia I (Cf. Lámina III) Se trata de la mayor de las estancias del conjunto. Su longitud es de 26 mts. y su anchura ronda los 5. La altura del techo oscila entre los 2'5 mts. de la entrada y los 3 del fondo de la nave subterránea. En todas sus paredes se advierte con suma claridad el trabajo que los golpes de los picos efectuaron perforando el vientre de la montaña. La orientación del rectangular aposento es N E . Los autores o inspiradores de la obra debieron aprovechar el frente ya abierto de unas viejas canteras, acaso romanas*'*. Analizamos a continuación los diferentes elementos de la estancia I. A. El acceso La entrada a la estancia I, se hace mediante una puerta tallada de forma trapezoidal de una altura de 250 cms. La anchura en la parte superior del vano es tan solo de 125 cms. mientras que en la inferior alcanza los 155. Un gran acopio de derrubios ante y en ella misma, algunos procedentes de sucesivos tapiados de la abertura, impiden de momento mayor precisión hasta que no se realice una limpieza general del recinto. A ambos lados de la abertura de acceso aparecen dos toscos nichos en forma piramidal que seguramente serán naturales pero que hacemos constancia de ellos por si fueran de interés. Y rodeando el vano de la puerta hay talladas hasta cuatro cruces latinas con los extremos de sus brazos detenidos por cortos trazos transversales. Contem338

L A M I N A III

piando la entrada, hay dos a mano izquierda, hacia la parte superior del vano. Las dimensiones de la mayor son de 30 cms. la línea vertical y 20 la horizontal. La menor es de 20 x 13. En la parte superior de la puerta y cortada quizás en la época de la construcción de ja nave por falta de previsión o por rotura accidental de la roca, se encuentra otra cruz semejante a las anteriores. Lo que le resta del trazo vertical son 24 cms. mientras que el horizontal, completo, son 25. Y ya en la parte derecha de la puerta se observa la mayor y más nítida de todas las cruces: 42 x 27 cms. Otros rasgos muy confusos todavía parecen entreverse en torno a las cruces. B. Pared izqeierdsi de la estancia I. Elementos (Cf. Lámina IV) En todo el muro se observan dos tipos de labor de extracción y talla de la roca que también se manifiestan en el resto de los paneles rocosos. Se distingue un trabajo rápido y recio de un pico metálico y otro de rebaje llegando en ocasiones a un pulido bastante esmerado. D e momento apenas podemos intuir el porqué de esa diferenciación entre sectores de los muros. - A 2.40 de la puerta y a 1.90 mts. del suelo actual de estiércol sin excavar, aparecen dos hornacinas cuadrangulares más anchas en sus bases que en sus cimas las cuales va se confunden y se unen con ia bóveda. La más próxima a la entrada parecía estar en sus orígenes encuadrada por un marco tallado. Ambas cslan separadas por una banda de 18 cms. La altura de las dos hornacinas es de 60 cms., su anchura de 85 y su profundidad de 30. Bajo la vertical de la banda de separación aparece otra pequeña cavidad tallada en la roca, y de forma cuadrangular (30 cms. de altura, 20 de anchura y 15 de profundidad). - A 5.50 de la puerta y a 0.50 mts. del suelo actual, un espacio rectangular de 200 X 75 cms., exento de las marcas de picado por una abrasión intencionada. - A 8.55 de la entrada y a 0.90 mts. del suelo actual tres hornacinas sucesivas en horizontal de 60 cms. de altura, 50 ó 40 de anchura y 20 de profundidad. Están separadas por filetes de 6 a 8 cms. Las hornacinas presentan la peculiaridad de disponer de una especie de recipiente inferior, tallado en la roca y oculto a una contemplación a una altura de 90 cms., como si hubieran estado destinados a recibir algún objeto. - A 14.10 de la entrada y 0.50 mts. del suelo actual otro espacio rectangular alisado de 200 x 70 cms., semejante al primero. - Un gran poyo o banco adosado al final del muro izquierdo y acoplado con ia pared del fondo de la estancia. Su longitud es de 165 cms. (hay una parte derruida o a medio debastar en el extremo libre del poyo) y su anchura de 65. La altura estimada hasta lo que hoy es visible, del suelo cubierto de canchal y limo, es de 80 cms. En la parte correspondiente al muro frontal, el poyo presenta un resalte también tallado en roca, de sección circular con una longitud de 25 cms. y una altura de 15, siendo su anchura ia correspondiente al lecho de la roca. El poyo con el resalte ofrece la imagen de un lecho con almohada; pero sobre este tema insistiremos posteriormente. Sobre este banco se abre una hornacina cuadrangular de 40 cms. de altura por 30 de anchura y 20 de profundidad. Le separan de la superficie horizontal del lecho 165 cms. y de la vertical del muro del fondo 135.

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