Autopublicar : los nuevos circuitos para autores e investigadores 9788491165873, 8491165878

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Autopublicar : los nuevos circuitos para autores e investigadores
 9788491165873, 8491165878

Table of contents :
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Autora
A quién va dirigido este libro
Índice
Introducción
Historia de la autopublicación
¿Por qué autopublicar? Ventajas e inconvenientes
Ventajas
Inconvenientes
La calidad en la autopublicación
Paso a paso de un libro autopublicado
Fijar un objetivo
Escribir el libro
Editar el libro
Diseñar la cubierta
Elegir el formato
DRM
Seleccionar metadatos
Derechos
Identificadores
Establecer el precio
Promoción
Distribución
Venta
Plataformas, servicios y aplicaciones
Futuro
Bibliografía

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Autopublicar Los nuevos circuitos para autores e investigadores Almudena Mangas-Vega

Director de la colección: Javier Guallar

Diseño de la colección: Editorial UOC Diseño de la cubierta: Natàlia Serrano Primera edición en lengua castellana: noviembre 2016 Primera edición en formato digital: diciembre 2016 © Almudena Mangas-Vega, del texto © Javier Guallar, de la edición © Editorial UOC (Oberta UOC Publishing, SL) de esta edición, 2016 Rambla del Poblenou, 156, 08018 Barcelona http://www.editorialuoc.com Realización editorial: Oberta UOC Publishing, SL ISBN: 978-84-9116-587-3 Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño general y la cubierta, puede ser copiada, reproducida, almacenada o transmitida de ninguna forma, ni por ningún medio, sea éste eléctrico, químico, mecánico, óptico, grabación, fotocopia, o cualquier otro, sin la previa autorización escrita de los titulares del copyright.

Autora Almudena Mangas-Vega Graduada en Información y Documentación, máster en Sistemas de Información Digital e investigadora del Grupo E-Lectra: Edición Electrónica y Lecto-escritura Digital.

A QUIÉN VA DIRIGIDO ESTE LIBRO

Este libro te interesa si quieres saber: • Qué es la autopublicación, cuándo y cómo surgió y qué puede ofrecer en el contexto actual. • Qué ofrecen las diferentes plataformas de autopublicación. • Cuál es el paso a paso para autopublicar un libro. • Cómo mantener la calidad en un libro autopublicado. • Si la autopublicación será una realidad también en el ámbito científico.

Índice

A QUIÉN VA DIRIGIDO ESTE LIBRO

7

INTRODUCCIÓN

11

HISTORIA DE LA AUTOPUBLICACIÓN

19

¿POR QUÉ AUTOPUBLICAR? VENTAJAS E INCONVENIENTES Ventajas Inconvenientes

31 32 43

LA CALIDAD EN LA AUTOPUBLICACIÓN

49

PASO A PASO DE UN LIBRO AUTOPUBLICADO Fijar un objetivo Escribir el libro

61 62 63

9

Editar el libro Diseñar la cubierta Elegir el formato DRM Seleccionar metadatos Derechos Identificadores Establecer el precio Promoción Distribución Venta

64 67 69 70 71 72 74 75 76 78 79

PLATAFORMAS, SERVICIOS Y APLICACIONES

81

FUTURO

97

Bibliografía

105

10

INTRODUCCIÓN

En 1759, ante la negativa de un impresor local, Laurence Sterne tuvo que gestionar y pagar él mismo la impresión de los dos primeros volúmenes de su famosa obra The Life and Opinions of Tristram Shandy, Gentleman. Hoy está considerada una de las mejores obras cómicas en lengua inglesa, y la mejor de las que escribió este autor, por delante de otras muchas que tras su éxito sí fueron aceptadas por los impresores de la época. La obra acabó teniendo nueve volúmenes en total y el prestigio y reconocimiento de Sterne fue mundial. En la época de Sterne, a mediados del siglo XVIII, las figuras de autor y editor ya están firmemente establecidas y delimitadas. Atrás ha quedado un largo camino en el que el autor ha pasado del mayor de los anonimatos en la época clásica, en la que el aval de una obra venía dado por la antigüedad, a la necesidad nominativa con derechos añadidos que ya se afianzaban en el XVIII. Por su parte, la figura del editor ha 11

ido tomando diferentes formas: copista, técnico impresor, librero-impresor, librero-editor... hasta finalmente aparecer como profesión reconocida. Es en este momento, tal y como apunta José Afonso Furtado, cuando se puede hablar del concepto de autopublicación, y no antes, a pesar de que económicamente muchos autores durante siglos hubieran sufragado sus propias copias. Es innegable que el papel que el editor ha desarrollado a lo largo de los siglos ha tenido un efecto altamente positivo en la cadena del libro. Y su presencia en muchos ámbitos sigue siendo indiscutible. Pero, como suele ocurrir en aquellas profesiones en las que un ser humano ha de convertirse en elemento de filtrado, muchos y notables han sido los rechazos desafortunados. Rechazos ante los cuales algunos autores decidieron autopublicar sus obras. Listas y listas de autores rechazados y/o autopublicados viajan por la red; han sido incluso objeto de exposición, como la titulada DO or DIY, de Londres (2012). En ellas se puede encontrar nombres como Virginia Woolf, Derek Walcott, Herman Melville, Mark Twain, Upton Sinclair, Jane Austen, Nathaniel Hawthorne, Thomas Paine, Ernest Hemingway, D. H. Lawrence, Emily Dickinson, Walt Whitman, Alejandro Dumas, Edgar Allan Poe, Beatrix Potter, James Joyce, Orson Welles, Martin Luther, Marcel Proust, José Lezama Lima, José Martí, Lord Byron, Lyman Frank Baum, William Blake, Elizabeth Barrett Browning, Willa Cather, Pat Conroy, 12

Stephen Crane, T. S. Eliot, Lawrence Ferlinghetti, Benjamin Franklin, Thomas Hardy, Rudyard Kipling, Anaïs Nin, Irma Rombauer, Carl Sandburg, George Bernard Shaw, Alfred Lord Tennyson o Laurence Sterne, con el que comienza este libro, pero también otros más recientes como J. K. Rowling, Stephen King, Christopher Paolini o Jorge Bucay. A pesar de que estas listas cuentan con escritores ilustres, en muchas ocasiones, para vencer el desánimo de los principiantes, suelen omitir los nombres de otros tantos escritores mucho menos ilustres, que vieron rechazados sus trabajos por acertadas decisiones editoriales y cuya vanidad les llevó a costear la impresión de libros que acabaron en casa de amigos o almacenados en cajas en algún que otro desván. Así, la acción de autopublicar adquirió la denominación de vanity publishing o «edición de vanidad», una bolsa en la que por siglos han entrado merecedores y no merecedores y que ha dejado una mancha de desprestigio injusta sobre la autopublicación que aún perdura hasta nuestros días. Está documentado que la desacertada intuición de algunos editores nos pudo dejar sin obras cumbres de la literatura como Moby Dick, Orgullo y prejuicio o Rebelión en la granja, sin algunos premios Nobel de Literatura, sin algún que otro Pulitzer o incluso sin grandes adaptaciones cinematográficas como El mago de Oz y sus respectivos premios Óscar. Pero no todos los autores que aparecen en las listas de autopublicados lo hicieron por rechazo. Muchos de ellos trataron de 13

buscar un camino paralelo a la cadena del libro existente en aquel momento, aunque en la mayoría de los casos, finalmente acababan sucumbiendo a la venta de sus derechos a alguna editorial porque el esfuerzo, el coste y la organización del trabajo dejaban al editor en una posición con la que un escritor por sí solo no podía competir. Hoy en día, vuelve a cuestionarse si la figura del editor es un elemento prescindible. Y es que la aparición de las nuevas tecnologías y los recientes sistemas de autopublicación están modificando por completo la tradicional cadena del libro. Además, subsanan una de las principales carencias con las que contaban los vanity publishers: la ausencia de visibilidad. El carácter social es un componente, además, cada vez más requerido por el público final y aporta un valor añadido que en muchos casos hace que el lector se decante por la versión electrónica frente a la de papel de una misma obra. En muchos casos, la obra acaba convirtiéndose en un trabajo en evolución en el que el autor puede girar en torno a los comentarios y sugerencias de los propios lectores. Otra de las grandes ventajas para el autor es el aumento del porcentaje económico, su ganancia por ejemplar. Y la posibilidad de volver a poner en el mercado obras que ya habían sido descatalogadas, como se está haciendo con la colección Ibuku, creada por seis agencias literarias. Aparecen nuevas y numerosas opciones para los autores en la mayoría de las plataformas de autopu14

blicación: editar obras impresas, obras digitales, edición mixta en papel y en digital, con o sin intervención del autor en la difusión de la obra o en su venta, diferentes financiaciones (por el autor, por la editorial, por los usuarios...). Nótese que muchas de estas ventajas van asociadas al hecho de que la publicación se realice en formato digital, lo que explicaría, de forma simple, que la explosión de la autopublicación en los últimos años haya coincidido con la consolidación de los libros electrónicos y las tecnologías asociadas a los mismos (Cordón-García, 2011). Este crecimiento explosivo de libros autopublicados se ve reflejado en el informe «Self-Publishing in the United States, 2008-2013», de Bowker, en el que se puede comprobar que la cantidad de libros autopublicados pasó de 85.468 en 2008 a 458.564 en 2013 (un 437 % más). Y dentro de estas cantidades, los libros electrónicos pasaron de representar el 9,75 % de los libros autopublicados en 2008 al 34 % de los libros autopublicados en el año 2013. Es una tendencia que no se debe despreciar; de hecho, se trata de un modelo de negocio que nadie quiere dejar escapar. Los editores ya no miran con reticencia a la autopublicación, ahora la consideran una línea complementaria por la que obtener ingresos. Muchas editoriales han creado plataformas para los autores que deseen optar por esta forma de publicación. La oferta de servicios es variada: recibir apoyo técnico con la edición o la realización de parte de la misma, facilitar el contacto con los lectores y las 15

redes sociales, asesoría legal, gestionar el marketing y la promoción o la distribución a los puntos de venta. Incluso otros medios de comunicación están utilizando su infraestructura para comercializar ebooks. Sin embargo, sigue persistiendo en la sociedad y en los mercados la idea de que una obra autopublicada tiene menos calidad. Pero si nos atenemos a todas las opciones existentes, no tiene por qué ser así. En este libro se pretende sintetizar cuál ha sido la evolución de la autopublicación y de los sistemas que se han utilizado a lo largo del tiempo, poniendo especial énfasis en los actuales y en cómo un autor podría sacarles el máximo provecho. Con esta finalidad se ha dividido la obra en varios capítulos. En el primero de ellos, se repasará la historia de la autopublicación y cómo los diferentes hitos de la misma han ido conformando el sistema de trabajo que conocemos actualmente. El segundo capítulo repasará los pros y los contras de elegir este sistema para publicar una obra. En el tercero se reflexionará sobre la calidad de las obras autopublicadas, tanto en contenido como en forma y se revisará qué opciones existen para mantener o aumentar la calidad. Se analizará especialmente el caso de las obras científicas, para las que la calidad ha de ser acreditada de forma especial. El cuarto capítulo constará de una guía para que cualquier autor pueda autopublicar una obra. Y en el quinto capítulo se ampliará la información práctica 16

con un análisis de herramientas y recursos que pueden facilitar la labor. Finalmente, el capítulo cinco recoge tendencias o trabajos sobre la autopublicación, aplicaciones presentes y futuras de la misma, y en especial aquellos proyectos que se desarrollan en el ámbito científico, donde la autopublicación puede ser un factor clave para la diseminación de la ciencia en el contexto actual.

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HISTORIA DE LA AUTOPUBLICACIÓN

«The publishing story is still being told» Douglas Eisenhart

Dicen los lingüistas que un elemento deviene real cuando aparece un sustantivo que lo nombra. Si tal es el caso, el término que define lo que hoy llamamos autopublicación resulta digno de estudio: ninguna de las grandes academias de la lengua de los idiomas más hablados contiene un vocablo para referirse a este fenómeno; sin embargo, está presente en el día a día del sector del libro, y de los usuarios, como se puede comprobar con herramientas de tendencias de búsqueda, como la de Google Trends, o simplemente leyendo las últimas noticias. Esto hace que muchos piensen que la autopublicación es algo nuevo; en contraposición, otros alegan que lleva siglos en funcionamiento. Ninguna de las afirmaciones es cierta, aunque ninguna es completa19

mente falsa. En primer lugar, porque es cierto que la autopublicación no es un fenómeno nuevo, pero y, en segundo lugar porque antiguamente no se entendía como se entiende ahora. El término más empleado hasta la fecha es autopublicación en español, self-publishing en inglés o auto edition en francés. Atrás ha quedado el antiguo vanity publishing con todos los tintes negativos que, a lo largo de la historia, ha ido generando en torno a esta práctica. También parece decaer en uso el español autoedición. El término se mueve, tiene vida. Esto, según los especialistas, indica que el elemento en sí empieza a ser relevante. Analicemos brevemente cuál ha sido el recorrido histórico de la autopublicación, de sus términos y, también, cómo no, de los elementos que la rodean. Una revisión en profundidad de los autores y obras autopublicados muestra que la historia del término y la del fenómeno no tienen tanto en común como podría parecer a priori. Podría decirse que la autopublicación existe desde tiempos antiguos si nos apegamos a la definición de publicar que ofrece la Real Academia de la Lengua Española: «Difundir por medio de la imprenta o de otro procedimiento cualquiera un escrito, una estampa, etc.». Existen registros en los que el propio autor deja patente esta práctica incluso en el título, como es el caso del médico romano Galeno y sus obras Peri ton idion biblion y Peri tes taxeos ton idion biblion (alrededor del año 190 d. C.), que actualmente son conside20

radas como los primeros trabajos autobibliográficos de los que se tiene constancia. ¿Por qué, entonces, muchos especialistas consideran que la autopublicación es un fenómeno de reciente aparición? La respuesta nos remonta hasta la revolución de la impresión tras la aparición de la imprenta (s. XV ). El control de calidad se convirtió en un factor importante y, ante el exceso de manuscritos, se empezó a hacer selección. Es en ese momento cuando los procesos de publicación y edición se separan generando nuevos agentes intervinientes y conformando el modelo de cadena del libro que ha permanecido casi invariable durante más de cinco siglos. Y, a la par, también surgió la función de autoeditar. Son numerosos los ejemplos de autores famosos que autopublicaron –y en algunos casos, autoeditaron– sus obras, están al alcance de cualquier escritor que quiera iniciarse en esta empresa. Algunas de esas historias permiten intuir qué se entendía por autopublicación hace siglos o en qué consiste ahora. Entre 1732 y 1758 Benjamin Franklin escribió y publicó por sí mismo el folleto anual Poor Richard’s Almanack, que contenía ensayos, calendarios, previsiones meteorológicas, consejos caseros, aforismos, poemas, rompecabezas, problemas matemáticos o proverbios. No lo hizo porque los editores lo rechazaran –su reputación era ya notable y este almanaque fue un éxito total–; lo hizo porque le gustaba hacerlo, 21

disfrutaba con todos y cada uno de los pasos del proceso de creación, publicación y difusión de una obra. Alrededor de 1789, William Blake autopublicó algunos de sus trabajos más conocidos. En este caso, Blake, además de escribir el texto, se encargó de hacer las ilustraciones, colorearlas (iluminarlas) e incluso añadir algún grabado de cobre; ninguna editorial de la época contemplaba técnicamente esa posibilidad, así que lo publicó él mismo. El caso de Jane Austen podría ser uno de los mejores ejemplos de la historia sobre desconfianza editorial (con razones de peso para ello). En 1797, los editores rechazaron su novela Orgullo y prejuicio. En 1903, una editorial le compró la obra La abadía de Northanger, pero no la publicó; seis años después, Austen pidió explicaciones, pero recibió como respuesta la petición del mismo importe de la compra a modo de «rescate» si quería recuperar los derechos y poder publicarla en otro sitio. No es de extrañar que esta mala experiencia editorial generase en ella una severa desconfianza en el proceso editorial habitual. Eso a su vez pudo ser el detonante para que en 1811 Austen pagara a un editor por publicar Sentido y sensibilidad, lo que constituye una forma de «autopublicar» una obra. Fue gracias a la autopublicación de esa primera obra cuando Jane Austen, hoy incluida entre los «clásicos» británicos, comenzó a obtener buenas críticas y ofertas por sus trabajos. En 1913, Marcel Proust pagó por publicar el primer volumen de À la recherche du temps perdu (en espa22

ñol, En busca del tiempo perdido), tras haber sufrido el rechazo junto con durísimas críticas de una editorial francesa. Los siguientes seis volúmenes fueron publicados por Gallimard. Así pues, no es este un caso de pasión por el proceso de elaboración sino de orgullo de autor (con acierto final). En 1917, el matrimonio formado por Leonard y Virginia Woolf fundó la editorial Hogarth Press. Ubicada en el salón de su propia casa, fue concebida casi como un entretenimiento de la pareja para publicar sus propias obras, pero pronto comenzaron a publicar también los amigos cercanos y finalmente acabó siendo una editorial pionera en obras de psicoanálisis y traducciones de obras rusas. Incluso llegaron a rechazar el Ulises de Joyce. De Nuevo, fue la ilusión por realizar todo el proceso lo que generó su autopublicación. Ernest Vincent Wright fue otro de los autores que recurrió a la autopublicación. En 1939 sacó a la luz su obra Gadsby, una novela de cincuenta mil palabras que no contiene intencionadamente la letra «e». Este apasionado de los lipogramas buscó sin éxito durante dos años una editorial que quisiese publicarlo y finalmente lo hizo él mismo (según se dice, unos meses antes de morir). Este tipo de autopublicación fue catalogado en aquella época como vanity press (edición de vanidad). Más recientemente, hay varios casos destacados de autores reconocidos y anónimos que han autopublicado sus obras. Los diferentes matices que apare23

cen entre las formas de proceder de unos y otros reflejan un proceso, una cadena del libro con variedad de elementos y opciones. Durante años la evolución de la autopublicación se mantuvo constante, pero en los últimos tiempos, especialmente con la aparición de los libros electrónicos, se ha convertido en un fenómeno al alza. Por ejemplo, Stephen King, en el año 2000, publicó directamente en internet The Plant, obra digital con la que se apartaba de la fórmula habitual de presentar el libro impreso antes de ofrecerlo en la red. En 2001 decidió prescindir de la editorial y comercializar por su cuenta en internet el libro Riding the Bullet; vendió más de cuatrocientos mil ejemplares en un solo día. En 2011 decidió probar otra forma de llegar a los lectores: escribió un libro, Mill 81, y lo regaló a un determinado número de perfiles influyentes de Twitter (aunque él mismo reconocía no ser usuario de esa red social) a la vez que lo ponía a la venta en la red por 2,99 dólares para aquellos que no alcanzasen los requisitos de influencia para recibirlo de forma gratuita. Los foros de fanfic (fan fiction), relatos de ficción creados por los admiradores de un libro, película, videojuego u otro tipo de obra, se han convertido en un buen terreno de cultivo para numerosos libros autopublicados. Es el caso, por ejemplo, de la archiconocida novela Cincuenta sombras de Grey, que surgió como un fanfic de capítulos diarios basado en la saga Crepúsculo que su autora, E. L. James, escribía a diario 24

en el foro fanfiction.net (otra de las formas actuales de autopublicación). A raíz del éxito obtenido en el foro, la editorial Random House ofreció a la autora la publicación tradicional. Otro caso citado con cierta recurrencia por los defensores de la autopublicación es el de Amanda Hocking, una autora anónima que, en un momento de desesperación por conseguir unos 300 dólares que necesitaba para un viaje, puso a la venta en Amazon una novela que había escrito de forma privada. En tan solo unos meses ya eran nueve los libros puestos a la venta y más de un millón las copias vendidas. Muchos afirman que parte de ese gran éxito se debe al precio ajustado de sus obras, desde 0,99 dólares. Precio que la autora puede permitirse porque ese sistema de autopublicación en ebook le deja un beneficio del 70 %. Teniendo en cuenta los numerosos casos de éxitos autopublicados –clásicos y contemporáneos–, cabe preguntarse si la mala prensa de la autopublicación es infundada. Tal vez sí y tal vez no. Por muy grande que parezca esta lista sobre el papel, se trata solo de una mínima parte de los innumerables libros autoeditados que carecían y carecen de calidad y que, en muchos casos, solo vieron la luz para curar el maltrecho orgullo de su autor. Pero hay que admitir que el desconocimiento hace que muchas y buenas obras no reciban el valor que merecen. 25

Ese desconocimiento lleva de nuevo al plano lingüístico. El significado de autopublicación y los términos relacionados en cada idioma tiene tantos matices y tan diferentes que la idea final que reciben los autores y lo usuarios resulta totalmente dispar, como también lo es la relevancia que este fenómeno cobra según los territorios. En español, además de no tener definido el término autopublicación, tampoco aparecen recogidos los antiguos publicación de vanidad o prensa de vanidad. Muchos especialistas como José Martínez de Sousa han tratado de diferenciar los procesos publicar y editar, definiendo el primero como el hecho de difundir o hacer público algo y encuadrando en el segundo diferentes pasos técnicos previos a la publicación (Martínez de Sousa, 2005). Sin embargo, en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española aparecen las siguientes definiciones: Publicar: 5. tr. Difundir por medio de la imprenta o de otro procedimiento cualquiera un escrito, una estampa, etc. Editar: 1. tr. Publicar por medio de la imprenta o por otros procedimientos una obra, periódico, folleto, mapa, etc.

Este tipo de definiciones poco ayudan a que la sociedad distinga y comprenda los diferentes pasos, técnicas y agentes envueltos en la cadena del libro y a que la autopublicación asiente sus bases de forma firme en la sociedad. 26

Por otro lado, la estrecha relación que existe hoy día entre la autopublicación y los libros electrónicos tampoco resulta lingüísticamente favorable en español, ya que estos últimos aún no han logrado hacerse con el lugar que merecen debido, entre otras cosas, de nuevo a la falta de una definición específica y correcta. Incluso en el diccionario de la Real Academia Española se puede notar la confusión entre libro electrónico y lector electrónico. Esta falta de especificación se traduce en muchos casos en una visión ambigua, recelosa y carente de valor por parte de los usuarios, y en mala prensa. En inglés, a pesar de que la autopublicación (selfpublishing) cuenta con cierto tinte peyorativo heredado de los antiguos vanity publishing y vanity press, sí aparecen definidos de forma inequívoca los términos relacionados publicar (publish), editar (edit), libro electrónico (ebook) y lector electrónico (e-reader), por lo que al público final la idea le llega más formada y clara, lo que mejora su predisposición al uso. En francés, además, se evita el matiz negativo, ya que para la publicación de vanidad se utilizaba la forma l’édition à compte d’auteur (edición por cuenta del autor), que se relacionaba más con el gasto económico que con la calidad de la obra. En China, el auge de los libros autopublicados se ha dado con una mayor incidencia en los libros electrónicos comercializados en internet. De hecho, ya existe un término para definirlos, cuya traducción es novela de internet. Las plataformas de comercialización 27

como quidian.com se han convertido en referentes. Y su éxito es tal que son habituales los programas de televisión, los juegos en línea o las películas basadas en estos libros. Más allá de los grandes éxitos autopublicados, de las trabas, de la mala prensa o de los autores reconocidos que la publicitan, estamos ante el mejor momento de la historia de la autopublicación, como lo confirma que en 2009 el 76 % de los libros fueran autopublicados (Alonso-Arévalo y otros, 2014). Este auge ha dado lugar a diferentes formas de autopublicar, que, según Cordón García (2015), se clasifican siguiendo la siguiente estructura: • Autopublicación clásica (de larga tradición, sería el modelo que responde a la denominada vanity publishing) – Autor-imprenta – Autor-editor – Impresión bajo demanda • Autopublicación electrónica – Directa (innovadora, se aleja por completo de los procesos anteriores) – Blog – Página web – Wiki 28

– Prepublicaciones – Work in progress – Narrativa: narración tradicional, fanfiction, transmedia, crossmedia, crossover – Audiolibros – Ensayo – Derivada (la que surge del uso de recursos existentes en una plataforma) – Wikipedia – Grabmybooks Las bonanzas de todos estos tipos de autopublicación empiezan a ser aprovechadas en todos los ámbitos, incluidos los académico-científicos cuyos procesos implican una complejidad mayor pero que pueden verse muy beneficiados. Incluso en el ámbito editorial, las reticencias iniciales se han convertido en nuevos caminos de mercado, nuevas oportunidades de recuperar una presencia comercial que poco a poco había ido menguando sin remedio.

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¿POR QUÉ AUTOPUBLICAR? VENTAJAS E INCONVENIENTES

«Pueden impedirte ser un autor publicado, pero nadie puede impedirte ser un escritor, o incluso ser mejor escritor cada día. Todo lo que tienes que hacer para ser un escritor es escribir» Katherine Neville

La autopublicación de un libro tiene muchas ventajas, pero implica un arduo trabajo que muchos autores no pueden o no quieren sobrellevar. No sería muy razonable ni ventajoso que un autor decidiera autopublicar su obra mediante un servicio que así se lo permita para después contratar todas y cada una de las etapas del proceso; en ese caso, sería más lógico acudir a una editorial tradicional. Por lo tanto, las ventajas de autopublicar solo serán tales si el autor las aprovecha. Es por eso que ha parecido oportuno indicar cuáles son los beneficios de la autopublicación y cuáles sus desventajas. Ana31

lizando ambas, un autor puede decidir cuáles quiere aprovechar y qué partes del trabajo pueden resultar tan difíciles de asumir que sea mejor delegar la labor.

Ventajas • Ventaja económica: El margen de beneficio es mayor. En primer lugar, porque el autor normalmente evita el gasto –aunque también el trabajo– de los distribuidores y minoristas vendiendo directamente al lector. Habitualmente, los porcentajes en la edición tradicional están distribuidos de la siguiente manera: alrededor del 30 % para el editor, alrededor del 60 % para el distribuidor y puntos de venta, y el resto, alrededor del 10 % o como mucho el 20 %, para el autor. A través de los sistemas de autopublicación, el porcentaje mínimo para el autor se sitúa por encima de esos valores, sobre el 30 %, y puede llegar hasta el 70 % en algunos casos, como ofrecen Kindle o Apple entre otros. Estos elevados porcentajes se dan para el caso de libros electrónicos. Pero incluso en el caso de los libros autopublicados en papel a través de estos sistemas, el margen que recibe el autor es mayor que el ofrecido por las editoriales tradicionales. Sería el caso por ejemplo de Amazon, que ofrece alrededor del 20 % para libros autopublicados en papel sin preguntar si el autor es 32

conocido o no, si es su primer libro, si se dirige a un público reducido o si va a ser lo único que escriba en su vida. • Control de precios: Esta segunda ventaja, añadida a la primera, está siendo el principal caballo de batalla de los sistemas de autopublicación para ganar clientes. En los sistemas tradicionales, poco o nada puede decir el autor sobre el precio al que se vende su libro. En los sistemas de autopublicación, un autor puede decidir a qué precio quiere vender sus obras, definiendo con ello estrategias de mercado más precisas en función, sobre todo, del público potencial al que va dirigido el libro. Por ejemplo, una estrategia habitual es la de vender los libros a un precio muy económico, alrededor de 0,99 euros para así ganar en visibilidad y número de ventas. Tras un profundo estudio, los profesores y especialistas en marketing Z. John Zhang y Vibhanshu Abhishek, de la Universidad de Wharton, y Kinshuk Jerath, de la Universidad Carnegie Mellon, concluyeron que los nuevos modelos de comercio dictaminan en muchos casos el precio que se puede pedir por un producto sin caer en el fracaso de la venta. Uno de sus estudios se centró en el análisis de casos concretos de aplicación de dos modelos de comercialización, a saber, modelo mayorista (en el que el fabricante distribuye a través de un mayorista que después sirve a un minorista y este al clien33

te final) y modelo de agencia (también llamado de plataforma, en el que el fabricante vende sus productos directamente al consumidor fijando él mismo el precio. En el caso editorial, los especialistas concluían que el modelo de agencia (en este caso el fabricante es el autor) proporciona la flexibilidad de precios y la libertad de acción necesaria para invertir en innovación, lo que permite producir ebooks con las tecnologías más avanzadas; algo beneficioso para todos los implicados, aunque el precio del libro electrónico en este sistema se encareciese levemente. Otros estudios posteriores han tratado de encontrar los mejores precios según el tipo de libro para intentar ayudar a los autores a generar buenas campañas de comercialización. Los resultados han sido los siguientes: para el libro de ficción, los más vendidos han sido los libros cuyo precio se situaba entre 3 y 3,99 dólares, seguidos de aquellos cuyo precio está entre 2 y 2,99 dólares, y en tercer lugar los que costaban 0,99 dólares. En el caso de los libros de no ficción, los más vendidos tenían un precio de 0,99 dólares, seguidos de aquellos cuyo precio oscilaba entre 2 y 2,99 dólares, y en tercer lugar, los que costaban entre 9 y 9,99 dólares. Así pues, por ejemplo, si un autor novel publica su libro a través de los sistemas tradicionales, en los que el precio del libro ronda los 9,99 euros, conseguiría un 10 %, es decir, 0,99 euros por libro, 34

mientras que si lo publica y vende directamente a 2,99 dólares (actualmente unos 2,60 euros), por ejemplo, en Amazon con el 70 % de beneficio ganaría 1,82 euros por libro y, a menos precio, en teoría, accedería a un mayor número de clientes potenciales. Otra ventaja adicional es que el autor puede cambiar el precio de sus libros cuando quiera, lo que le permitirá reorientar rápidamente sus estrategias de venta en función de los resultados. • Control sobre la obra: El autor tiene un control sobre el contenido, la calidad, el diseño, la promoción, la distribución, etc. Y además puede decidir si ese control es total (realizando él mismo todas las tareas) o si delega una parte contratando servicios. Los autores de novelas saben bien hasta qué punto la cubierta de un libro es importante para las ventas. Una encuesta realizada por la editorial Random House en 2008 indicó que el 52 % de los usuarios consideraban determinante la cubierta de un libro a la hora de elegir comprarlo o no. Otros estudios como los de la empresa de marketing Taleist muestran que quienes deciden autopublicar su libro pero contratan el diseño de su cubierta a un profesional obtienen alrededor del 18 % más de beneficios que aquellos que deciden diseñarla por sí mismos, bien porque la cubierta le infiere al libro un grado mayor de calidad, lo que 35

permite poder subir su precio sin perder ventas, o bien porque los usuarios, como decían las otras encuestas, se ven más inclinados a comprar ese libro por el diseño de la cubierta. No hay que olvidar que en los libros en papel, el lector tiene muchos datos cuando hojea un libro: lo que le sugiere la cubierta, el tamaño, la maquetación y tipografía del texto..., pero un usuario de libros electrónicos, en el primer vistazo, solo accede a la cubierta, y si esta no le atrae, es difícil que intente averiguar más datos para decidir su compra. En el caso de trabajos académicos o científicos, este control permite al autor elegir el formato en el que quiere mostrar la información, sin tener que encorsetarse en cajas de texto que interfieran en la legibilidad de los gráficos y tablas. • Ahorro de tiempo: Un libro electrónico autoeditado con el sistema de Amazon Kindle Direct Publishing puede estar listo para la venta en uno o dos días. Un libro autoeditado comercializado en cualquiera de los sistemas que ofrecen la opción de impresión bajo demanda puede llegar a los lectores, incluso en papel, en unas pocas semanas. Sin embargo, a una editorial tradicional le cuesta más de seis meses poner en funcionamiento el engranaje necesario para lanzar un libro en papel, y no es frecuente que una editorial tradicional publique el libro electrónico antes de haber comercializado la versión en papel. 36

• Reducción de riesgos: Algunas de las reticencias de las editoriales tradicionales, a la hora de publicar ciertos libros en papel, nacían de la necesidad de imprimir tiradas de cierto tamaño para rentabilizar la impresión. Con el sistema de impresión bajo demanda se pueden imprimir las copias de un libro en la medida en la que los clientes las vayan pidiendo. Si bien es verdad que con este sistema se incrementa el precio de cada libro, ni el autor ni el sistema o editorial encargado de la impresión arriesgan económicamente. En la actualidad los tiempos se han reducido considerablemente, por lo que en muchos casos un lector puede recibir el libro solicitado en unos pocos días. Este sistema favorece aquellos libros y/o trabajos destinados a un grupo específico de público y puede resultar muy interesante en el caso de obras académicas y escritos científicos. Por todo ello, empieza a ser un servicio muy extendido y cada vez más editoriales de autopublicación lo ofrecen. Otro riesgo que se evita es el de la mala recepción por parte del público. Un autor puede autopublicar un libro sin pretender vivir de ello el resto de su vida y sin la necesidad de tener un mínimo de compradores que amorticen una inversión. El hecho de que la rentabilidad ya no sea un hándicap a la publicación de un libro está haciendo que aparezcan numerosas obras sobre temáticas que tienen como destinatarios potenciales grupos de lectores reducidos y específicos. A pe37

sar del pequeño tamaño del mercado potencial, este tipo de obras están teniendo bastante éxito en ventas ya que no compiten con la edición tradicional; esos libros no se encuentran más que a través de la autopublicación. • Control legal: Este punto se refiere al control de los derechos sobre la obra. En muchos casos, las editoriales tradicionales compran por contrato los derechos –o un porcentaje de los mismos– para publicar un libro. No se trata de ninguna argucia de baja moralidad, sino de buscar la eficiencia en un proceso en el que de otra forma los plazos y requerimientos al autor se ampliarían en exceso. Es el caso, por ejemplo, en el que un libro se publica en el extranjero a través de una editorial internacional, o del que se hace una traducción. Al optar por un sistema de autopublicación, en la mayoría de los casos el autor controla en todo momento esos aspectos y consigue más beneficios al no ceder ni compartir los derechos. Hay que añadir, como ventaja extra, que en la mayoría de los casos las editoriales y los sistemas de autopublicación aceptan de buen agrado que los autores negocien con otros sistemas y editoriales. Algunos, sin embargo, siguen exigiendo cesión por contrato o exclusividad, lo que limita en diversos grados el control sobre los derechos; el autor debe decidir si el servicio que le ofrecen va a resultar más rentable que la pérdida de ese con38

trol; es el caso del sistema de Amazon Kindle Direct Publishing Select. • Facilidad de revisión: Mediante los sistemas de autopublicación, un autor puede corregir inmediatamente los errores de su obra o introducir los cambios que considere oportunos. Y si el autor ha optado por la impresión bajo demanda, los cambios se aplicarían también a las siguientes impresiones de la obra. • Alcance internacional: Un libro autopublicado puede ponerse a disposición del mundo entero a la vez desde el mismo momento en el que sale a la venta, algo que no pasa con los sistemas de edición tradicional salvo contadas excepciones de autores de gran prestigio. • Contacto con los lectores: El grado de conexión e interacción con los compradores será el que decida el autor. El intercambio de opiniones y sugerencias, unido a la posibilidad de revisar y modificar la obra con rapidez, hacen que sea muy sencillo realizar revisiones y nuevas versiones. • Aumento de la vida media del libro: En la edición tradicional, la vida media del libro es de unos meses. Durante ese tiempo, la obra será promocionada en distintos medios, pero poco a poco perderá atractivo, dejará de promocionarse y fi39

nalmente también dejará de comercializarse en las librerías. Un libro autopublicado recibirá promoción durante todo el tiempo que el autor desee hacerla. Y estará disponible para su venta mientras el autor lo desee. • Control de la comercialización: El autor recibe de forma habitual los datos sobre las ventas de sus libros, lo que le permite reorientar las estrategias de comercialización, crear nuevas campañas de promoción o modificar los precios de venta si lo cree conveniente. La mayoría de las editoriales de autopublicación ofrecen estos datos mensualmente, pero algunos sistemas ya incluyen aplicaciones que permiten al autor consultar de manera inmediata qué respuesta está teniendo su obra en el mercado. • Escaparate para el autor: La autopublicación puede hacer de escaparate para la obra de un autor, un recurso que le permite mostrarla sin grandes inversiones ni riesgos. Puede convertirse a la vez en el trampolín que le permita ser elegido por una editorial tradicional para ser publicado (si es eso lo que el autor desea). Es lógico pensar que, para una editorial tradicional, publicar una obra de un autor novel implica un gran riesgo sobre la inversión económica a realizar. Sin embargo, si ese autor, mediante la autopublicación, ha conseguido un éxito razonable, los riesgos bajan conside40

rablemente y las editoriales están más dispuestas a ofrecer contratos. De hecho, no es ningún secreto que grandes editoriales buscan entre las listas de los más vendidos de Amazon nuevos autores por los que apostar. • Control del marketing y la promoción: Cada libro tiene un público, una estrategia y un precio diferentes. Muchos autores consideran una gran ventaja de la autopublicación poder definir y llevar a cabo ellos mismos las campañas de marketing y promoción, así como poder modificar las estrategias de venta de forma inmediata si no se obtienen los resultados deseados. Esto es más importante aún si nuestra obra va destinada a un público potencial reducido, o con unas características de edad, de intereses o de aproximación a la lectura muy definidas. Sería el caso por ejemplo de los libros académicos, con un público potencial muy focalizado y en los que generalmente para el autor no prima tanto la retribución económica sino una buena difusión de la información. Sin embargo, aún se usan mayoritariamente los servicios de las editoriales tradicionales que ofrecen campañas de marketing diseñadas y probadas durante años en esta área. • Facilidad: En este caso, más que una ventaja en sí se trata de una barrera superada en los últimos tiempos. Antes (y al hablar de pasado nos referi41

mos tan solo a unos pocos años), el autor tenía la obligación de realizar todas y cada una de las tareas él solo. Los sistemas de autopublicación actuales ofrecen una gran variedad de opciones gracias a las cuales se facilitan labores como edición de la obra, marketing, asesoría legal, comercialización en distintas plataformas, etc. El coste suele ser reducido, por lo que un autor puede contratar alguno de estos servicios sin tener que hacer un gran desembolso económico. En otros muchos casos, los sistemas o editoriales ofrecen además guías y manuales gratuitos para facilitar estas labores a los autores. • Visibilidad: Los libros autopublicados suelen tener su campo de acción en internet, en soporte digital. Esto les dota de una alta visibilidad, la difusión a nivel mundial es mucho más sencilla, es instantánea y las redes sociales favorecen los comentarios y críticas a la obra. En el caso de los libros autopublicados en papel sobre los que se quiera hacer una campaña de promoción y una distribución más tradicional, encuentran en internet el medio perfecto para que el autor reciba el feedback que le permita amoldarse a las sugerencias de sus lectores. • Satisfacción personal: Hay autores que disfrutan con la realización de todas y cada una de las tareas que conlleva publicar un libro. No les im42

porta tanto el destino como disfrutar del camino. Esto no es una moda reciente, fue la motivación de Benjamin Franklin para autopublicar un folleto anual durante veintiséis años. • Control de los plazos de entrega: En los sistemas de autopublicación, los plazos los pone el propio autor, por lo que pueden ser modificados ante circunstancias extraordinarias.

Inconvenientes • Responsabilidad: El autor tiene el control de la obra y de los diferentes procesos, pero también adquiere la responsabilidad del buen desarrollo de los mismos. Una mala gestión de los derechos legales o una deficiente planificación de marketing pueden dar al traste con un excelente libro que, bien gestionado, podría haber sido un bestseller. • Adquirir conocimientos: Para llevar a cabo todas las labores necesarias para autopublicar un libro, hay que tener conocimientos sobre: – Técnicas de edición. Hace unos años, muchos autores creían que con tener la idea y las palabras bastaba, y si era un libro electrónico, con escribirlo en un procesador de texto y pasar el 43

corrector ortográfico ya estaba el trabajo hecho. En absoluto. Toda obra necesita una cuidada edición del texto, y más aún si se trata de un libro electrónico, que hay que preparar para que el lector pueda modificar el tamaño de la fuente, o para que no se desvirtúen las imágenes con los cambios de los lectores electrónicos, que los enlaces funcionen...; todo un maremágnum de opciones que el autor debe conocer y controlar si desea autoeditar su libro. La imagen de un autor son sus obras; basta con que una sola de ellas esté mal realizada para que su imagen se vea dañada en un escaparate cada vez más globalizado. – Mercado editorial, tendencias, riesgos, etc. Nadie abre un negocio sin conocer la competencia cercana; del mismo modo nadie debería lanzar a la venta una obra sin haber estudiado el impacto. – Estudio de hábitos de los potenciales compradores. De esta manera puede definir buenas estrategias de promoción, difusión o venta. – Plataformas y sistemas de comercialización. Las tendencias habituales de comercio en internet ya no se basan en transacciones vendedor-comprador sino en aparecer en plataformas de venta, marketplaces, en comparadores de 44

precios, en product ads, en plataformas de afiliación o a través de retargeting. No solo hay que conocerlos y analizar su utilidad en cada caso, sino que será necesario revisar los contratos a firmar con las empresas que los ofrecen y aprender el manejo de sus herramientas y aplicaciones. – Medios de pago. Hay que conocer los diferentes sistemas y medios de pago con sus singularidades y las ventajas e inconvenientes que tienen tanto para el vendedor como para el comprador. Después de analizarlos todos, habrá que decidir cuáles se utilizarán y firmar los contratos pertinentes. – Sistemas técnicos y tecnológicos para la implementación de ebooks enriquecidos, o los llamados EPUB de nueva generación. Son los libros que realmente pueden conducir al lector a una nueva experiencia de lectura, pero su elaboración resulta compleja. Se necesitan conocimientos de programación informática, HTML5, CSS3, JavaScript y saber manejar aplicaciones como InDesign CC o iBooks Author. – Edición. El autor ha de tener los conocimientos suficientes para realizar adecuadamente la corrección del texto (estructura, gramática, lé45

xico, ortografía, estilo, fotografía, diseño...). Son aspectos que resultan difíciles de autovalorar, de ahí que la mayoría de los sistemas de autopublicación sigan ofreciendo estos servicios profesionales, una opinión externa siempre será más objetiva. A este respecto, hay que indicar que la ausencia de buenas ediciones y la simplicidad de los sistemas de corrección ortotipográfica ofrecidos está desvirtuando el concepto de autopublicación en general. • Demasiadas opciones: El proceso de autopublicar un libro puede resultar largo. Y el hecho de tener que tomar un alto número de decisiones sobre aspectos muy diferentes entre sí (sobre edición, temas legales, marketing, precios de venta...) puede sumar un grado de complejidad importante a la tarea. • Escasa producción científica: En el caso de productos de corte académico o científico, existe un obstáculo importante aún por salvar: la verificación de la calidad científica. Esto está haciendo que los autores no se decanten por autopublicar sus investigaciones o sus libros académicos. No es por reticencia al sistema; de hecho, quizás sea la comunidad que más utiliza los recursos electrónicos o los materiales autopublicados en recursos de información especializados (blogs, repositorios institucionales...). Se trata más bien de la fal46

ta de acreditación científica de un trabajo autopublicado sobre la que después deberán rendir cuentas en la mayoría de los casos. No obstante, todo parece apuntar que este no es un obstáculo insalvable, ya que actualmente son varios los proyectos y las propuestas en marcha para establecer un sistema que permita aprovechar todas las ventajas de la autopublicación de rigor y con sistemas de acreditación de la calidad para textos científicos. • Coste: En la autopublicación, todos los costes de producción y distribución de la obra corren a cargo del autor. • Comercialización más difícil: Además de la complejidad que supone ya de por sí comercializar un producto literario, las editoriales tradicionales poseen una experiencia, unos recursos y unos contactos con los que el autor no puede contar. • Reticencia general: Siempre hay una cierta prevención contra lo nuevo. Y aunque la autopublicación lleva siglos existiendo, las formas que adopta actualmente son totalmente nuevas y desconocidas. A esta reticencia hay que añadir la mala prensa recibida por la autopublicación heredada de la antigua idea del autor vanidoso que, al no conseguir que una editorial publicase sus escritos, lo hacía él mismo por orgullo. Culpables en parte de esta mala prensa fueron muchas editoriales que veían 47

peligrar su modo tradicional de trabajo, aunque finalmente hayan descubierto en la autopublicación una vía de ingresos adicionales que, en algunos casos, ha ayudado a seguir a flote en momentos económicamente difíciles. • Exceso de libros: Contrariamente a lo que se pueda pensar, que haya exceso de libros no siempre es positivo. No todos serán buenos, muchos incluso serán de pésima calidad y destacar entre todos ellos sin el aval de una editorial con sus mecanismos de selección puede resultar una tarea muy complicada. • No todo es lo que parece: Como en otros negocios, empiezan a aparecer sistemas o editoriales de autopublicación aparentemente profesionales cuya calidad y servicios deja mucho que desear y denota una ausencia total de experiencia en el sector. También en este sector hay que ser cautos y desconfiar de los chollos o de las pócimas mágicas.

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LA CALIDAD EN LA AUTOPUBLICACIÓN

«El valor del producto se halla en la producción» Albert Einstein

La ausencia de calidad es el argumento principal de los detractores de este sistema de publicación y como tal merece un apartado especial donde se analice la realidad, qué opciones hay para mantener la calidad y qué se está haciendo al respecto. Para comenzar, no es cierto que en la autopublicación no haya calidad, lo que no hay son sistemas estructurados de evaluación de la calidad de las obras. Hay libros de excelente calidad, e incluso hay premios, como los otorgados por Digital Book World, en cuyas bases se recoge la necesidad de una cuidada edición. Sin embargo, poco y lento es lo que se está haciendo para valorar o controlar la calidad del conte49

nido de esos libros. Y es precisamente eso lo que necesitan los textos científicos: calidad acreditada del contenido. Desde el resurgimiento actual del fenómeno de la autopublicación, en 2006 según Furtado (2013), muchos son los nichos que quedan aún por cubrir. Y el científico es uno de ellos. También el académico, aunque en menor medida. Las editoriales tradicionales han avalado durante siglos la calidad de los libros que publicaban gracias a sus procedimientos de selección. De hecho, todo autor ha sido novel en un principio, un total desconocido en el mundo literario antes de la publicación de su primer libro. Era la editorial la que arriesgaba su prestigio al confiar en él. Pero en la autopublicación ese filtro desaparece. Aun en el caso en el que el autor contrata todos los servicios de una editorial de autopublicación, no es necesario pasar ningún filtro; al contrario, ahora es el autor el que elige, el que arriesga al utilizar un sistema u otro. Si la obra es buena, y gracias a la socialización con sus comentarios y opiniones, será el propio nombre del autor el que ejerza como aval de calidad en los siguientes libros. El riesgo radica en que si la obra recibe malos comentarios, el nombre de ese autor quedará marcado negativamente. La indicación «Del autor de...» presente en la mayoría de las cubiertas de los libros en papel y que cobra más sentido aún si cabe en los libros electrónicos, no es más que un sello de calidad otorgado por el público. 50

El baremo impuesto por los lectores parece resultar suficiente y útil en el caso de la literatura general, aunque cada vez son más las voces que se levantan pidiendo control de los errores (al menos de los gramaticales y ortográficos) para no generar o alimentar la decadencia lingüística. En este caso, los usuarios suelen valorar también la calidad narrativa y el estilo. La calidad del contenido queda fuera de toda valoración. En el ámbito académico, al margen de la calidad de edición, es necesario preservar la calidad del contenido y de los datos sobre los que se escribe. Y en el ámbito científico, además, esa calidad ha de ser verificada a través de los métodos establecidos como por ejemplo la revisión por pares. Por lo tanto, no a todos los tipos de obras se les exige el mismo grado de calidad ni esta se aplica a los mismos elementos. A finales de la primera década de este siglo, muchos especialistas creían que la autopublicación no era más que una moda pasajera, que alcanzaría su cota máxima en 2011 y que a partir de entonces comenzaría su decadencia. En 2012, Furtado alegó que la autopublicación seguía la trayectoria del modelo del Hype Cycle acuñado por Gartner en 1995 y que las obras autopublicadas no iban a desaparecer (Furtado, 2012). Cuatro años después, ya nadie duda de la permanencia de la autopublicación como sistema consolidado. 51

Figura 1. Clases y grados de calidad necesarios en función de la tipología textual

Fuente: Elaboración propia

Y dado que en los últimos años el libro electrónico –el mayor beneficiado por los sistemas de autopublicación– está cada vez más presente en el entorno académico (Cordón y otros, 2013; Giménez-Toledo y Román-Román, 2009), buscar los mecanismos para que también sirva como transferencia del conocimiento y medio de difusión de la investigación debería ser una prioridad. Siguiendo la metodología utilizada para evaluar la calidad de otros formatos de transmisión de información, como las publicaciones periódicas o los recursos de información en internet, el mejor sistema de evaluación de la calidad se basaría en un conjunto de indicadores definidos y sistematizados que pudie52

ran ser aplicados a las obras utilizando unos u otros en función de la forma en la que se presente el contenido: blogs especializados, redes sociales, páginas web... o libros. Por otro lado, atendiendo al notable desarrollo actual de los sistemas y/o editoriales de autopublicación, cabe la pregunta de si pueden ser utilizadas para la autopublicación de libros científicos. Algunos trabajos recientes han abordado este tema comparando un conjunto de indicadores con los elementos que ofrecen y los requisitos que solicitan las editoriales de autopublicación a los autores (se utilizaron como muestra cinco plataformas: Tagus, Kobo, Amazon KDP, Barnes & Noble y Lulú), cruzando los datos para equiparar los requisitos y generando tablas para valorar si los sistemas de autopublicación tienen en cuenta los suficientes aspectos como para que pueda aplicarse un método de evaluación de la calidad a sus obras (Mangas-Vega y Gómez-Díaz, 2015). Los indicadores revisados se dividieron en base a dos dimensiones: contenido y forma. Dentro de cada una de estas dimensiones se analizaron diferentes parámetros mediante indicadores. Los aspectos localizados en las plataformas relacionados con cada uno de esos indicadores fueron los siguientes:

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Para la dimensión «contenido», especialmente importante en los libros científicos y académicos, en los que la calidad del contenido debe estar asegurada, se definieron los parámetros: 1.1. Calidad del contenido 1.2. Calidad de la edición 1.3. Interactividad y multimedia 1.4. Criterios de comunicación 1.5. Criterios relacionados con actualizaciones 1.6. Criterios de personalización de la obra 1.7. Criterios sobre metadatos Y para cada uno de ellos, se revisaron los siguientes indicadores: Tabla 1. Comparación entre los indicadores y los requisitos de las plataformas. Dimensión «contenido»

INDICADOR

ASPECTO PLATAFORMAS

1.1.1. Calidad científica del producto

 

1.1.2. Agilidad editorial

 

1.1.3. Se dan instrucciones a los autores

 

1.1.4. Mención del cuerpo editorial

 

1.1.5. Mención del comité científi-   co 1.1.6. Apertura editorial

 

1.1.7. Apertura institucional

 

1.1.8. Internacionalización del consejo/ comité Científico

 

54

INDICADOR

ASPECTO PLATAFORMAS

1.1.9. Que los datos del proceso editorial sean públicos

 

1.1.10. Posibilidad de segmentación de la obra

 

1.1.11. Sistema de arbitraje indica-   do de forma clara. 1.1.12. Presencia de la obra en servicios de información

Promoción/ difusión

1.1.13. Elaboración de las referencias bibliográficas

 

1.2.1. Posibilidad de segmentación de la obra

 

1.2.2. Gestión de índices

Índices Tabla de contenidos y NCX. (El archivo NCX contiene la tabla de contenidos jerárquica y se representa mediante el panel de navegación en Adobe Digital Editions)

1.2.3. Sumario claro e información Ficha de autor sobre los autores Créditos 1.2.4. Posibilidad de multilenguaje Traducción del libro 1.2.5. Resumen, sumario y palabras clave en multilenguaje

Ficha del libro

1.2.6. Identificación clara de la obra

Certificado editorial digital, Certificado editorial en papel, Código de barras, ISBN, ISBN de autoedición, Copyright Portada

1.3.1. Contenido enriquecido

 

1.3.2. Posee enlaces (internos y externos)

Enlaces internos y Enlaces externos

1.3.3. Contenido interactivo

 

1.3.4. Calidad de los elementos multimedia

Maquetación profesional: (calidad de las imágenes y especificaciones para su correcta visualización, tipografía, caracteres no soportados, formato (del texto), párrafos y notas a pie de página, paginación, listas numeradas, Tablas, tamaño y orientación de la página)

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INDICADOR

ASPECTO PLATAFORMAS

1.4.1. Extimidad

 

1.4.2. Enlace a una web propia

blog personalizado Internet

1.4.3. Enlaces a la web de la edito- Enlaces internos y Enlaces externos rial 1.5.1. Posibilidad de actualizaciones

 

1.6.1. La editorial ofrece distintas versiones y formatos

 

1.6.2. Personalización del conteni- Personalización para los lectores do 1.6.3. Posibilidad de personalizar en el dispositivo los aspectos del contenido

 

1.7.1. Metadatos bien asignados.

Metadatos/ Especificaciones del OPF

Fuente: Mangas-Vega y Gómez-Díaz (2015)

Para la dimensión «forma», muy importante a la hora de conseguir una agradable experiencia de lectura, se definieron los parámetros: 2.1. Calidad de la edición 2.2. Formatos de difusión 2.3. Legibilidad 2.4. Descubribilidad 2.5. Accesibilidad para personas con necesidades especiales Y para cada uno de ellos, se revisaron los siguientes indicadores:

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Tabla 2. Comparación entre los indicadores y los requisitos de las plataformas. Dimensión «forma»

INDICADOR

ASPECTO PLATAFORMAS

2.1.1. Ausencia de errores

Maquetación profesional: (Calidad de las imágenes y especificaciones para su correcta visualización, Tipografía, Caracteres no soportados, Formato (del texto), párrafos y notas a pie de página, Paginación, Listas numeradas, Tablas, Tamaño y orientación de la página) Ausencia de errores (Texto duplicado, Contenido omitido, Contenido erróneo, Content Unsuited for Reading on Kindle (contenido inadecuado para leer en Kindle)

2.2.1. Cantidad de formatos ofrecidos

 

2.2.2. Calidad de los formatos ofrecidos

 

2.3.1. Legibilidad

 

2.4.1. Descubribilidad

 

2.5.1. Accesibilidad para personas con necesidades especiales

 

Fuente: Mangas-Vega y Gómez-Díaz (2015)

Los resultados indicaron que solo once de los treinta y siete aspectos tenía alguna presencia en las plataformas; y solo uno de los trece indicadores relacionados con la calidad del contenido, que además no era el de la revisión por pares (necesario en la validación científica). Además, no en todas las plataformas analizadas aparecían todos los aspectos a la vez. A día de hoy, las plataformas de autopublicación no están preparadas para obras con rigor científico.

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Pero sí existen iniciativas interesantes que empezarán a dar resultados en breve. La más relevante es la puesta en marcha del sello de calidad académica de colecciones de editoriales universitarias (Calidad en Edición Académica-Academic Publishing Quality, CEA-APQ). Este sello está promovido por la Unión de Editoriales Universitarias Españolas (UNE) y avalado por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca) y la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (Fecyt); en su creación han participado los grupos de investigación ELectra Edición Electrónica y Lecto-escritura Digital (Universidad de Salamanca), EC3 Evaluación de la Ciencia y la Comunicación Científica (Universidad de Granada) e ÍLIA (CSIC). Este sello será concedido a aquellas colecciones de monografías que, tras solicitarlo, reúnan los requisitos (medidos a través de un conjunto de indicadores) que establezcan los órganos evaluadores constituidos al efecto. Es un movimiento pionero en la universidad europea y supone, en palabras de Lluís Pastor (presidente de UNE), el primer hito de colaboración entre instituciones de la edición universitaria y de certificación de la calidad universitaria en toda Europa. Otros expertos, como Miguel Ángel Melón Jiménez o Mercedes Brea, han apuntado la necesidad de advertir a las agencias de evaluación y a los evaluadores españoles que las bases de datos que se toman como referencia en los sistemas de evaluación de la investigación (en su mayoría internacionales) son to58

talmente inadecuadas en la evaluación de la publicación en ciencias sociales y humanidades y, en general, como medida de calidad para aquellos que no publican en lengua inglesa. Iniciativas como la de este sello de calidad pueden cambiar el panorama y democratizar la evaluación de la investigación. Y si bien es cierto que se trata de un sello de calidad para obras publicadas a través de editoriales universitarias, puede ser un primer paso y un espejo donde mirarse para crear un sistema de indicadores que permita evaluar y validar la calidad científica de las obras autopublicadas. Al margen de las características particulares de la evaluación de la calidad en obras científicas, todas las obras autopublicadas deberían poder ser evaluadas de alguna forma. En el caso de la literatura, como hemos visto, la valoración del contenido es totalmente subjetiva, pudiendo un libro recibir tantas opiniones como lectores lo hayan leído. Pero la calidad de edición, la presentación, el diseño y la funcionalidad de los elementos añadidos sí pueden ser medidos, generando así un ranking de buenas obras que a la vez indicarían a los autores a través de qué sistemas de autopublicación se obtienen los mejores resultados. Esto respecto a la obra en sí, pero también pueden ser evaluados otros servicios como el marketing, la promoción o la facilidad de uso de los sistemas, creando en este caso un ranking de los sistemas o editoriales de autopublicación, al igual que durante años se ha hecho con las editoriales tradicionales. 59

Hay que empezar a aceptar que la cadena del libro ha cambiado. La autopublicación ha venido para quedarse, sin echar a la edición tradicional; cada una tiene su parcela de usuarios. Pero no hay que menospreciar la autopublicación basándonos en antiguos prejuicios sino más bien todo lo contrario. Ofrece muchas ventajas y en algunos casos, como el de los libros electrónicos, la simbiosis puede ser perfecta y se pueden salvar limitaciones que la edición tradicional no ha conseguido eliminar.

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PASO A PASO DE UN LIBRO AUTOPUBLICADO

«Reza como si todo dependiera de Dios. Trabaja como si todo dependiera de ti» Agustín de Hipona

Son tantas las opciones de autopublicación disponibles que sería una auténtica utopía tratar de hacer una guía completa en un solo capítulo como este, que más bien sirve para enumerar –a través de un paso a paso– los diferentes eslabones que conforman la cadena del libro autopublicado, con sus nuevos elementos y agentes:

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Fijar un objetivo El autor debe decidir, incluso antes de escribir el libro, cuál será su finalidad, ya que de la elección dependerán algunas de las decisiones que tomará más adelante. Algunas de sus opciones en este primer paso son: • Libro impreso en papel: en este caso, tendrá que tomar decisiones como el tamaño, la tipografía, el tamaño de la letra, calcular el tamaño y coste de la tirada inicial... • Libro electrónico. • Libro electrónico con la posibilidad de imprimirlo después en papel: hay que tener en cuenta que no basta con solicitar copias en papel y enviar el mismo texto del formato electrónico. El libro que va a ser impreso ha de sufrir una maquetación especial. • Libro electrónico enriquecido, en formato iBooks Author, etc.: en tal caso, hay que plantear de antemano, según el tipo de libro (narrativo, de ensayo, de ocio, académico...), qué elementos serán útiles y si está al alcance implementarlos o será necesario contratar ese servicio.

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• Audiolibro. Es un tipo de publicación que en España aún no ha logrado la cota de mercado de otros países; sin embargo, sus usuarios van aumentando progresivamente. Una de las razones de que su avance sea lento es su alto coste de elaboración. Si se quiere hacer un audiolibro –de calidad, se supone– se ha de calcular muy bien los gastos de los locutores, la sala de grabación, el equipo de sonido... Su nicho de mercado es bastante reducido, pero, esto que a priori puede ser una desventaja, facilitará al autor destacar entre todos los libros. • Libro en braille. Hay que utilizar software especializado, como por ejemplo QuickBraille, desarrollado por el Centro de Investigación, Desarrollo y Aplicación Tiflotécnica (Cidat) de la ONCE, que permite editar en braille textos en diferentes lenguas: castellano, catalán, euskera, gallego, inglés y francés. También se pueden transcribir otros textos desde formato .txt.

Escribir el libro Parece un paso obvio, pero en el mundo digital y globalizado en el que nos movemos, también existen nuevas formas de crear un libro además de la tra63

dicional (y más habitual) de abrir un procesador de textos y escribir. Por ejemplo, actualmente se puede generar un libro formado por una recopilación de artículos de Wikipedia: la herramienta para crearlos se encuentra en la propia página de Wikipedia bajo el título «Crear un libro». Si el autor se decanta por este tipo de libro, tiene que tener claro que el producto resultante ha de ser de dominio público y que el margen de beneficio que le reportará está prefijado en algunas plataformas, en Amazon, por ejemplo, será del 35 %. O también se puede crear un libro desde Twitter, recopilando tuits con aplicaciones como Twournal, Tweetbook.in o TweetBookz. Incluso existen páginas donde contratar que alguien haga un libro en PDF con nuestros tuits por 5 dólares.

Editar el libro Es uno de los pasos para los cuales los autores prefieren utilizar especialistas. En este apartado se recogen todas aquellas operaciones relacionadas con la forma del libro, con el texto visible más que con el contenido propiamente dicho. Aun así, muchos autores también encargan revisiones de contenido y estilo. En el caso de material científico, la validación de su rigor debería hacerse antes de pasar al siguiente paso. 64

Algunos puntos a tener en cuenta: • Preparar las páginas iniciales: portada (no confundir con la cubierta, ha de tener el título completo del libro y el del autor o autores, irá siempre a la derecha); página legal (donde aparecen los créditos de la autoría y los avisos legales correspondientes; si ya se tiene ISBN, va aquí; se sitúa a la izquierda, detrás de la portada), dedicatorias, introducción, índice general e índices de figuras y tablas (si se trata de un libro electrónico, habrá que revisar que todos los enlaces a las partes del libro funcionen correctamente). • Preparar las páginas finales: bibliografía, agradecimientos, apéndices, glosarios... • Dar forma al cuerpo del libro: márgenes, encabezados y pie de página, tipografía y tamaño de la letra (imprescindible en el caso de libros que vayan a imprimirse en papel), hojas en blanco... • Revisar lo que en el mundo anglófono llaman el art, es decir, todos aquellos elementos que no son texto, como imágenes, dibujos, gráficos, tablas, esquemas... Todos ellos han de tener como mínimo una calidad aceptable y han de verse correctamente en el tamaño elegido para el libro. Es imprescindible tener en cuenta que los libros electrónicos 65

pueden leerse en diferentes tamaños, desde una pantalla de ordenador a una pantalla de móvil. • Revisar otros elementos que se vayan a incluir: hiperenlaces, audio, vídeo, gráficos en movimiento, etc. Deben tener buena calidad y deben estar preparados para poder ser reproducidos en todos los sistemas en los que se vaya a leer el libro; si es necesario utilizar software adicional o disponer de condiciones especiales, se debe avisar en el texto de venta. Es posible que la implementación de ciertos elementos no pueda ser realizada directamente por el autor, ya sea por falta de medios o de conocimientos; en esos casos, sería aconsejable contactar con una empresa especializada en la creación de libros digitales. • Corrección de estilo y estructura: es uno de los apartados más complicados para el autor. Es una tarea para la que se requiere un alto grado de especialización, y no es fácil encontrar sistemas de autopublicación que ofrezcan este servicio; existen, sin embargo, empresas de servicios de edición que sí pueden realizar la labor si el autor lo desea. • Corrección ortotipográfica: un paso imprescindible que muchos autores han omitido y que ha generado numerosas críticas hacia la autopublicación. Casi la totalidad de las editoriales o sistemas de autopublicación ofrecen este servicio, la mayo66

ría de ellos, incluso lo hacen de forma gratuita o a un coste mínimo. • Prueba de lectura: en el caso de los libros electrónicos, se leerá en pantalla y suele hacerse en formato .pdf; en el caso de libros impresos, esta prueba ayudará a determinar otros aspectos como el tamaño de la letra, los márgenes o incluso el tamaño más adecuado para el libro. • Maquetación para impresión: si el libro va a imprimirse en papel, necesita una maquetación especial realizada con software especializado en la que se cuiden al detalle los márgenes, la tipografía, los interlineados, la colocación de las imágenes, etc.). Este paso suele estar compuesto de varias pruebas y correcciones hasta lograr el final adecuado.

Diseñar la cubierta Es inherente al ser humano prejuzgar las cosas por la primera impresión que le causan. No es de extrañar, pues, que, según las encuestas, más de la mitad de los lectores escojan los libros basándose en la cubierta. Esta es, después de la tarea de edición, la que más se encarga a especialistas. Y los resultados avalan esa decisión. Los autores que invierten en las tareas de 67

edición y diseño de la cubierta consiguen más beneficios que los que realizan estos pasos por sí mismos. Esto puede deberse a un mejor resultado, que atrae buenas críticas y más ventas o que permite elevar el precio sin perder tasa de venta. Si el autor desea realizar el diseño de la cubierta personalmente, habrá de tener en cuenta algunos detalles: • Es aconsejable realizar los diseños de la cubierta, contracubierta y lomo, aun en el caso de que el libro vaya a ser electrónico. De esta forma, si finalmente se desea imprimir alguna copia en papel, el diseño ya estará hecho. • Es muy importante tener presente que tanto en pantalla de ordenador como en tableta o en móvil, la cubierta del libro va a aparecer en un tamaño muy reducido. No sería aconsejable realizar diseños con muchos detalles o con tipografías poco claras. • También suele dar buen resultado utilizar imágenes profesionales; la inversión es un poco mayor, pero el resultado mejora notablemente. • El diseño de la cubierta debe mostrar un buen equilibrio de formas, letras y colores.

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Elegir el formato Aunque el formato del libro es algo en lo que el autor ha reflexionado ya desde el principio, este es el momento de plantear si el elegido es correcto sobre la base del resultado final y si podría ser interesante convertirlo a otros formatos para alcanzar a más compradores potenciales. Los formatos electrónicos más habituales actualmente son: • EPUB: permite al usuario personalizar la tipografía y el tamaño de la letra, se adapta a los cambios de tamaño y orientación de la pantalla, permite el subrayado y las anotaciones (según la aplicación de lectura); también permite incluir índices con enlaces directos a las partes de la obra. Es el formato mejor valorado por los usuarios. • PDF: fue el formato más utilizado hace unos años, pero hoy en día los lectores exigen una experiencia de lectura más cómoda. Podría decirse que el PDF es similar a una fotografía, lo que se ve es inamovible, aunque se cambie de pantalla, de dispositivo o de sistema operativo. Resulta muy útil para las pruebas de impresión, pero la escasa interacción que permite hace que los lectores se decanten por otros formatos.

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• MOBI: es el formato propietario de Amazon. Si el autor quiere que sus libros se lean en los dispositivos Kindle de Amazon, deben estar en formato MOBI. Si el autor no tiene claro que vaya a comercializar el libro exclusivamente para lectores de Kindle, es mejor que utilice otro formato, como por ejemplo EPUB, y que haga una conversión a MOBI; así dispondrá del producto en los dos formatos y ampliará el público potencial. • iBooks Author, EPUB3: son formatos para libros electrónicos enriquecidos y con contenidos, funcionalidades y posibilidades de interacción especiales. Al tratar de convertirlos a otro formato esas ventajas se perderían, por lo que no tiene mucho sentido hacerlo; cuando se da el caso de querer una versión más plana del libro, es preferible generar desde el principio otro libro con el mismo texto en el formato deseado, por ejemplo, EPUB. Este sería también el momento de plantearse la posibilidad de transliterar el libro a braille.

DRM El DRM (del inglés digital rights management) es una tecnología de control de acceso que limita el uso que se puede hacer de un material electrónico (en este 70

caso un libro). Cada vez es menos popular porque a una gran cantidad de lectores, asociaciones e incluso autores les parece demasiado restrictivo. Muchos sistemas de autopublicación, como por ejemplo Amazon, integran la posibilidad de añadir DRM al libro entre sus opciones.

Seleccionar metadatos Es un paso fundamental. Lamentablemente muchos libros autopublicados, por desconocimiento del autor, no los tienen bien asignados. No debe ser un paso al azar. Los descriptores escogidos deben definir muy bien el libro, pues son los que harán que los usuarios lo encuentren o lo descubran en sus búsquedas. Los habituales son: título, autor, idioma, ISBN, fecha de publicación, descripción de la obra, palabras clave y categoría (generalmente el sistema de autopublicación ofrece un listado). Algunos de los sistemas de normalización más utilizados son IBIC o Thema para categorías y VIAF para autoridades.

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Derechos El autor tiene derecho a proteger como considere oportuno su obra intelectual y los beneficios patrimoniales. Para ello se instauran, o no, una serie de limitaciones al uso que pueden hacer terceras personas. Lo habitual es que el autor se encuentre antes tres opciones de licencias: • Copyright: Solo el autor (o la persona o editorial a quien haya cedido los derechos) puede utilizar, modificar o distribuir la obra. Los terceros que quieran hacerlo deberán obtener un permiso del autor, que posiblemente pedirá una compensación económica. • Copyleft: En este caso cualquiera puede usar, copiar, distribuir o crear obras derivadas sin necesidad de tener el permiso expreso del autor. Aunque, en todo caso, hay que reconocer su autoría. • Creative Commons: Licencias ideadas para productos digitales, permiten la distribución sin coste pero se pueden establecer limitaciones a su uso. Las más habituales son: – Reconocimiento (by): Se permite cualquier explotación de la obra, incluyendo la finalidad 72

comercial, así como la creación y distribución de obras derivadas. – Reconocimiento, No Comercial: Se permite la creación de obras derivadas, pero no se puede hacer uso comercial de la obra original ni de las derivadas. – Reconocimiento, No Comercial, Compartir Igual: No se permite el uso comercial de la obra original ni de las posibles obras derivadas, y la distribución debe hacerse con una licencia igual a la que regula la obra original. – Reconocimiento, Compartir Igual: Se permite el uso comercial de la obra y de las posibles obras derivadas; la distribución debe hacerse con una licencia igual a la que regula la obra original. – Reconocimiento, No Comercial, Sin Obra Derivada: No se permite el uso comercial de la obra original. Tampoco la creación de obras derivadas. – Reconocimiento, Sin Obra Derivada: Se permite el uso comercial de la obra pero no la creación de obras derivadas.

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Cualquiera que sea la opción elegida por el autor, debe estar indicado en el libro.

Identificadores Se mencionan en este apartado los dos identificadores más habituales. No son los únicos, y, de hecho, hay que reconocer que en la autopublicación el uso de indicadores no está tan extendido como debiera, de ahí que sea difícil calcular la penetración real de este fenómeno en el ámbito editorial. ISBN Se trata de un código que identifica cada una de las ediciones de un libro. En España no es obligatorio y el trámite tiene un coste mínimo de 45 euros. Una vez recibido el código ISBN se puede generar el código de barras EAN-13 asociado; esto será especialmente útil si se va a tratar de un libro impreso en papel, de hecho, la mayoría de las tiendas físicas lo exigen para vender los libros. Para solicitarlo hay que acudir a la Agencia del ISBN1.

1. http://agenciaisbn.es/ 74

Si se trabaja con plataformas de autopublicación, a veces exigen que la obra ya tenga ISBN y otras veces ofrecen uno desde la plataforma (gratuito o no). RPI Son las siglas del Registro de la Propiedad Intelectual. No es obligatorio, pero sí recomendable. Al tener la obra registrada, en caso de disputa futura, el autor tendría la ventaja, no solo moral sino también legal. Para más información y solicitudes hay que acudir a la web del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte2.

Establecer el precio Una vez concluida la obra hay que decidir qué estrategia de precios se desea seguir. Habrá que valorar entre otras cosas los mercados, los precios de libros similares, el poder adquisitivo de los lectores potenciales del libro o el margen del sistema de autopublicación. En el caso de los libros electrónicos, el precio puede ser modificado en cualquier momento de forma 2.  http://www.mecd.gob.es/mecd/cultura-mecd/areas-cultura/propiedadintelectual 75

sencilla desde el panel de autor del sistema de autopublicación. Esto permite generar promociones especiales, ofertas o simplemente reajustarlo en función de las ventas obtenidas.

Promoción También habrá que diseñar una estrategia de promoción en función del público al que se quiera llegar. La mayoría de las editoriales de autopublicación ofrecen este servicio previo pago, pero son muy pocos los casos en los que la promoción se realiza realmente centrada en el libro en concreto; lo habitual es que imiten estrategias utilizadas para libros similares. Aun así, en el caso de grandes plataformas como Amazon puede ser interesante, ya que las perspectivas de visibilidad son muy elevadas. Contrate o no esos servicios, el autor puede hacer mucho más por promocionar su obra: • En las redes sociales, especialmente en Facebook o Twitter. • A través de listas de correo. Resulta especialmente útil si los lectores potenciales de la obra pertenecen a grupos concretos.

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• En un blog personal. Muchos autores utilizan blogs propios para ofrecer información relacionada con su libro. Es una forma de que los lectores se hagan una idea de lo que van a encontrar en el libro antes de comprarlo. • A través de redes sociales de lectores como Goodreads3. La mayoría de los lectores admiten que eligen sus próximas lecturas por recomendaciones de otros lectores. En estas redes sociales no solo se puede interactuar con los lectores, también existe la posibilidad de insertar publicidad u organizar sorteos. • En foros relacionados con la lectura, o foros relacionados con la temática del libro. • Realizando un booktrailer. • En el caso de libros impresos, organizando la presentación del libro u ofreciendo varios ejemplares a las bibliotecas para que pueda ser leído en clubes de lectura.

3. https://www.goodreads.com/ 77

Distribución Muchos sistemas de autopublicación ofrecen directamente entre sus servicios la distribución del libro en diferentes plataformas, por lo que sería interesante revisar cuáles son antes de empezar a trabajar con un sistema de autopublicación concreto. Por suerte, en la autopublicación de libros electrónicos no es habitual la exclusividad, todas las plataformas permiten distribuir los libros en la competencia. En España, las plataformas de venta que más lectores reúnen son Amazon, iTunes (Apple), Google Play Books, Casa del Libro y en menor medida Barnes & Noble. Así pues, es ahí donde debería distribuir su libro el autor. Además, la mayoría distribuye el libro sin coste inicial, quedándose con un porcentaje de la venta. También es posible encontrar otras plataformas como Smashwords4 que distribuyen el libro en su propia tienda y en otras, en este caso, en iTunes y en Kobo. La idea principal es llegar al mayor número posible de lectores. En el caso de libros en papel, se puede optar por la venta directa, que resulta poco eficaz y consume gran cantidad de tiempo. Respecto a las plataformas de 4. https://www.smashwords.com/ 78

venta en línea, en papel, las más utilizadas en España son Amazon, FNAC y El Corte Inglés.

Venta El trabajo de un autor autopublicado no acaba nunca. Tras la puesta en marcha de la distribución del libro, debería estar pendiente de la evolución de las ventas, valorando la pertinencia de las campañas de promoción iniciadas y modificando las estrategias según lo considere oportuno.

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PLATAFORMAS, SERVICIOS Y APLICACIONES

«La máquina de escribir no aplaude» Orson Welles

Se recogen en esta sección una serie de recursos que pueden facilitar la labor de cualquier autor a la hora de autopublicar un libro. La experiencia de cientos o miles de autores en los últimos años ha demostrado que es una quimera tratar de hacerlo todo uno solo. Aun en el caso en el que fuera posible, el tiempo invertido sería tan grande que no resultaría viable. La selección de las plataformas, servicios y aplicaciones que van a dar forma al libro es una de las decisiones más importantes que tomará el autor en el proceso, ya que de ella pueden depender la calidad, la difusión o incluso la venta. 81

Este tipo de recursos están muy desarrollados desde el punto de vista comercial, en especial para libros narrativos, pero muy poco para el ámbito científico o académico, siendo el máximo exponente del cambio el hecho de que prácticamente todos los repositorios institucionales cuenten con un sistema de autopublicación para profesores e investigadores (aunque sin posibilidad de difusión más allá del repositorio). A pesar de que, de base, las plataformas, los servicios y las aplicaciones son elementos totalmente diferentes, no aparecen claramente diferenciados en el mundo de la autopublicación. Así, es posible encontrar plataformas que ofrecen servicios, funcionalidades integradas en aplicaciones, empresas que ofrecen plataformas... Edición, promoción y venta se unen o separan sin aparente concierto. Por eso, en este apartado se tratarán todas ellas como recursos y se presentarán de forma conjunta: ACX www.acx.com/alli Marketplace que conecta autores independientes con productores profesionales de audiolibros y narradores. Permite al autor mantener el control durante todo el proceso creativo y luego distribuir el producto final a través de Audible, Amazon, iTunes u otros canales que el autor desee. Los beneficios para el autor se sitúan en torno al 40 %. 82

ALISON’S EDITING SERVICE www.alisonjack-editor.co.uk Editorial con servicios como edición de textos y corrección. Especializada en ficción. AMAZON www.amazon.com Es el recurso por excelencia en prácticamente todo, número de usuarios (lectores potenciales), número de libros, facilidades de uso, opciones de comercialización... Que sea la librería número uno no tiene por qué implicar que sea la mejor, pero en cuestión de ventas, estos datos resultan muy atractivos. Su uso es gratuito. Tiene una plataforma de autopublicación propia: Kindle Direct Publishing (KDP)5. Ofrece la posibilidad de editar el libro para Kindle (formato MOBI). Para lo cual se puede elegir entre varias opciones de gestión y margen de beneficios (desde el 35 % al 70 %). También se puede optar por diferentes estrategias de promoción y difusión. Incluso ofrece la posibilidad de impresión bajo demanda a través de su herramienta CreateSpace6. Más allá de la venta, ofrece al autor diferentes herramientas de análisis de resultados (algunas gratuitas y otras de pago). Es sencilla de utilizar y cuenta con 5. https://kdp.amazon.com/ 6. https://www.createspace.com/ 83

el mayor mercado. Un mercado, además, fidelizado gracias a su lector electrónico y a la imposición de un formato propietario. Permite crear ebooks infantiles con su herramienta Kindle Kids Book Creator. No exige exclusividad. El autor es guiado por el proceso en todo momento a través de manuales y ayudas en línea. AUTHOR ACCELERATOR http://www.authoraccelerator.com Ofrece servicios de apoyo y colaboración, intercambio de ideas, revisiones y orientación a lo largo de todo el proceso. AUTHORHOUSE http://www.authorhouse.com/ Pertenece a la marca Author Solutions (Penguin) y es el líder numéricamente hablando en autopublicaciones en papel todo el mundo. Asigna al autor un consultor personal que le guía durante todo el proceso. Posee una amplia gama de herramientas y servicios para hacer frente a la creación, edición, conversión de formatos, marketing, distribución y venta. Tiene un elevado coste en comparación con otras plataformas, por lo que a priori solo sale rentable si se tiene la firme intención de imprimir el libro.

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AVERILL BUCHANAN http://www.averillbuchanan.com/ Servicios de edición, revisión y consultoría editorial. BLURB www.blurb.es Es una plataforma de publicación independiente y de marketing que facilita el diseño, la publicación, la promoción y la venta de libros impresos y electrónicos de calidad profesional. También ofrece la posibilidad de crear libros de fotos, libros comerciales y revistas. Posibilita la venta a través de su propia tienda, a través de Amazon y en iBooks Store de Apple. Una de sus principales ventajas es el software Bookwright, una potente aplicación de diseño y composición con múltiples funciones para crear libros de fotografías, libros comerciales, revistas y libros electrónicos. Es fácil de usar y gratuita. BOOKBABY https://www.bookbaby.com/ Permite publicar ebooks y libros impresos bajo demanda. Bookbaby ofrece multitud de servicios: edición, conversión de formatos, diseño de cubiertas, promoción, distribución... En su cadena de distribución aparecen, entre otros, Apple, Amazon, Barnes & Noble, Kobo o Sony.

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BOOKRIX http://www.bookrix.com/ Ofrece flexibilidad total y la posibilidad de vender los libros en Amazon, Apple, Barnes & Noble, Google, Baker & Taylor y otras muchas tiendas en línea. BOOKSPRINTS.NET www.booksprints.net Sistema que permite la autopublicación de un libro de forma colectiva entre un grupo de autores que se unen expresamente para ese fin. El resultado es un libro electrónico del que también se puede solicitar impresión bajo demanda. BOOKTANGO http://www.booktango.com/ Plataforma de autopublicación que ofrece servicios de edición, diseño de cubiertas, tramitación de ISBN, distribución y publicación. En su red de distribución aparecen, entre otros, Apple, Amazon, Barnes & Noble o Kobo. BUBOK www.bubok.com Editorial que permite autopublicar libros electrónicos de forma gratuita. También se puede solicitar impresión bajo demanda. Ofrece numerosos servicios (de pago) como diseño de portada, maquetación profesional, programa de venta en librerías, maquetación, ISBN, código de barras, corrección profesional, 86

marcapáginas del libro, consultoría editorial, roll-up para presentación del libro, escaneo y digitalización de documentos, traducción, promoción, asistencia o certificado editorial. BYEINK de Cream eBooks https://byeink.com/ Herramienta de fácil manejo para crear y publicar ebooks. Ofrece una opción gratuita y otra de pago al precio de 50 euros. La opción de venta gratuita es la de venta por pago social (el usuario recibe gratis el libro si promociona en sus redes sociales la herramienta). La opción de venta a través de Paypal o tarjeta tiene coste para el autor. CIRCLE OF SEVEN PRODUCTIONS http://www.cosproductions.com/ Tiene herramientas de promoción, producción multimedia (booktrailer) y marketing en línea. CREA TU LIBRO (WIKIPEDIA) https://www.wikipedia.org/ Herramienta de Wikipedia que permite al usuario crear libros a partir de artículos de Wikipedia. Se pueden exportar en formato PDF u ODF y se pueden encargar impresiones. DAMONZA http://damonza.com/ 87

Empresa especializada en diseño de cubiertas (tanto para ebook, como para papel y audiolibros), material de merchandising para la promoción del libro y conversión de formatos. También ofrece creación de booktrailers. DRAFT2DIGITAL https://www.draft2digital.com/ Distribuye los libros electrónicos de un autor en múltiples tiendas y minoristas como Amazon, Barnes & Noble, Kobo e iBooks (Apple). No ofrece la opción de edición ni diseño de cubiertas directamente, pero sí provee una lista de profesionales asociados. EBOOKIT https://www.ebookit.com Plataforma que permite publicar ebooks, impresión bajo demanda, creación de web de autor y creación de audiolibros. También ofrece servicios de edición, conversión, revisión de manuscritos y distribución en una gran cadena en la que se encuentran Amazon, Apple, Google, Sony y Kobo entre otros. ESCHOLARSHIP (Universidad de California, Estados Unidos) http://escholarship.org/ Es una herramienta de autopublicación de obras científicas. Permite no solo autopublicar en su repositorio, sino que, gracias a un acuerdo con la editorial 88

Lulú, se pueden publicar los libros en diferentes formatos y con múltiples modelos de negocio. FASTPENCIL http://www.fastpencil.com/ Permite crear libros en línea y distribuirlos en una red que comprende Amazon, Apple y Barnes & Noble, entre otros. Posee herramientas colaborativas para que los autores puedan pedir ayuda con la edición o el diseño de cubiertas. IBOOKS AUTHOR www.apple.com/ibooks-author Herramienta gratuita de Apple para generar libros electrónicos con funcionalidades especiales e interacción como vídeos, gráficos o elementos HTML5. Los libros creados con esta herramienta pueden venderse en la tienda iBooks Store de Apple. INGRAMSPARK http://www.ingramspark.com/ Ofrece la publicación de ebooks en formatos EPUB, MOBI y PDF. También tiene la opción de impresión bajo demanda. Los libros, tanto los electrónicos como los impresos, pasan a una red de distribución bastante amplia en la que se encuentran, entre otros, Amazon, iBooks Store, Barnes & Noble, Kobo, Asia Books o Mintbook.com. No es gratuita, hay que pagar una cuota anual de unos 12 dólares y un extra de unos 50 dólares por 89

cada libro (aunque en este precio se incluyen los gastos de ISBN). INKFLASH http://inkflash.com/ Ofrece servicios de creación de tráileres 3D interactivos de un libro, animaciones y promoción de los libros. INKLING https://www.inkling.com/ Inkling es editor de libros electrónicos cuya misión declarada es «reinventar la publicación para la era móvil». Permite crear libros digitales en HTML5, EPUB3, CSS3 y también para productos de Apple. ISSUU https://issuu.com/ Plataforma de publicación digital con más de quince millones de publicaciones. Ofrece un plan gratuito, otro de 35 dólares al mes y uno más de 269 dólares al mes. IUNIVERSE http://www.iuniverse.com/ No es gratuita. Ofrece la publicación de ebooks y de libros impresos bajo demanda. Y también servicios de revisión, edición, conversión de formatos, diseño, producción, marketing y venta. 90

KOBO Writing Life (KOBO) https://es.kobo.com/writinglife Kobo es un minorista de libros electrónicos, tiene sus propios lectores electrónicos y aplicaciones de lectura. Permite autoeditar un libro en formato EPUB. También ofrece la edición del manuscrito y guías de uso con recomendaciones. Formatea directamente a EPUB o MOBI desde un documento de Word. Tiene un gran éxito a escala internacional, pero en España no es tan conocida. LIGHTNING SOURCE https://www.lightningsource.com/ Su cadena de distribución incluye grandes plataformas como Amazon. Además de ebooks, permite la impresión bajo demanda. Se mueve en un entorno profesional, de hecho, ofrece sus servicios a otros editores mencionados en esta lista. LITERARY TRANSLATIONS http://literarytranslations.us/ Ofrece servicios de traducción, edición y revisión de libros en inglés, francés, español, italiano, alemán y portugués. También tiene un servicio de promoción del libro en mercados de lengua extranjera. LULU https://www.lulu.com/ 91

Fue una de las editoriales de autopublicación pioneras. Permite publicar ebooks, libros impresos, libros en formato álbumes y calendarios. Su tienda de libros es internacional y cuenta con un gran mercado. Ofrece guías y participación en foros. NOOKPRESS (Barnes & Noble) https://www.nookpress.com/ebooks Nook Press permite escribir, editar y dar formato al manuscrito. Barnes & Noble es una de las librerías más grandes de Estados Unidos, y tiene sus propios lectores electrónicos y aplicaciones de lectura. Permite el trabajo colaborativo entre varios autores desde la propia plataforma. El margen de beneficios está en el 65 % para el autor. NU-BOOK http://nu-book.com/web/index.html Plataforma que permite publicar libros electrónicos convencionales y con funcionalidades especiales a través de HTML5, formularios, documentos profesionales, periódicos y revistas. PUBCODER https://www.pubcoder.com/ Aplicación que permite crear y publicar fácilmente libros digitales interactivos y aplicaciones. Permite exportar el producto final en formato EPUB, KF8 (Kindle), como App nativa para iOs y Android o en HTML5. 92

QUICKBRAILLE http://cidat.once.es/ Software que permite transcribir textos a formato braille. Dispone de un editor de textos con el que se pueden crear los documentos a transcribir, pudiendo también recuperarse ficheros en formato RTF o TXT. Quick Braille permite generar documentos en braille usando las tablas de conversión y las reglas de transcripción del catalán, euskera, gallego, inglés, francés y castellano. Además, si están instalados en el PC los drivers de las impresoras braille, se pueden imprimir directamente desde Quick Braille los ficheros una vez transcritos. SCRIVENER DE LITERATURE AND LATTE LTD www.literatureandlatte.com Software de escritura creativa. SOOPBOOK http://soopbook.com Permite crear un libro y autopublicarlo, crear libros de forma colaborativa con otros usuarios o comprar libros autopublicados en su tienda. También ofrece foros y talleres. SMASHWORDS https://www.smashwords.com/ 93

Para muchos es el mayor distribuidor mundial de libros electrónicos independientes, por encima de Amazon. Ofrece herramientas gratuitas para transformar el libro del formato .doc de Word a múltiples formatos, para comercializarlo y distribuirlo en más de quince librerías en línea (entre las que se encuentra iBooks de Apple y Kobo), herramientas de ayuda parta la gestión de metadatos y para el seguimiento de las ventas. Posee servicios especiales para novelas gráficas y libros infantiles a todo color. TAGUS http://www.casadellibro.com/ autopublicacion/landingAutopub Es el sistema de autopublicación de Casa del Libro. Tiene una modalidad gratuita y ofrece numerosos servicios adicionales de pago, entre ellos, la impresión de un número determinado de copias. T-EDITO http://www.t-edito.com Editorial digital en español que brinda el servicio de conversión a ebook y distribución en las mayores tiendas de internet: GooglePlay, iBooks Store, Amazon Kindle, Barnes & Noble y Kobo. TINYBOOKS.ES www.tinybooks.es 94

Permite generar un libro en formato PDF a partir de conversaciones de WhatsApp. También se puede editar e imprimir. TWEETBOOK.IN www.Tweetbook.in Es una herramienta que permite crear libros en formato PDF generados a partir de tuits. TWEETBOOKZ http://www.tweetbookz.com/ Permite crear libros a partir de Twitter. También se puede encargar la impresión. TWORNAL http://twournal.com/ Herramienta que crea revistas a partir de Twitter o de Facebook. Tiene opciones gratuitas. Hay muchos más recursos, entre los que se encuentran: Balboa Press: http://www.balboapress.com/ Bebookness: http://www.bebookness.com BiblioCrunch: https://bibliocrunch.com/ Bowker: http://www.bowker.com/ E-Booktime: http://e-booktime.com/ Kbuuk: http://kbuuk.com/ MakeBook: http://www.makebook.es Palibrio: http://www.palibrio.com/ Pronoun: https://pronoun.com/ 95

Reedsy: https://reedsy.com/ Trafford: http://www.trafford.com/ Wasteland Press: http://www.wastelandpress.net/ Asimismo, como se ha señalado antes, la mayoría de los repositorios institucionales tienen herramientas de autopublicación.

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FUTURO

«Te llaman porvenir porque no vienes nunca» Ángel González, A todo amor. Antología personal

Todo escritor ha sido primero lector. Según Barthes, la idea de autor tiene que ver con la posesión, la firma, con apropiarse de las ideas, pero ¿hasta qué punto son suyas las ideas que un autor plasma en su libro? Realmente, ¿cuánto crea desde cero? Más bien recrea ideas, pensamientos, hechos, pequeños retazos de una cultura general viva y cambiante que con su aportación vuelve a modificarse una vez más. La importancia no recae sobre el autor, o sí, pero no sobre el sujeto en su faceta de autor, sino en su faceta de lector. Porque, como defendía Foucault, ser autor no es más que una faceta del sujeto. El fenómeno fanfiction, la publicación colectiva o las redes sociales dejan patente que las teorías de «la muerte del autor» están más vivas que nunca. 97

Pero el autor quiere ver su nombre, quiere dejar constancia de su paso por ese punto de la cultura. Ha sido así desde siempre: los canteros egipcios firmaban sus obras, los monjes copistas dejaban su huella en el margen y el sello de los primeros impresores lucía en la portada de sus libros. ¿Sus libros? ¿O eran del autor? ¿O tal vez de ninguno de los dos, sino del lector? ¡Ah, los impresores, los editores, las editoriales! ¿Abusaron quizás de su posición? ¿O fue la propia cadena del libro, tan larga y retorcida, la que acabó por estrangularse a sí misma? Sea como fuere, el autor volvió, se liberó de las cadenas (si es que alguna vez las tuvo). Quería volver a dejar su firma, quería coger sus experiencias, modificar su cultura... Quería volver a morir, según Barthes, para que un nuevo lector se convirtiera en autor de ideas, quería hacer público lo que sabía, quería publicar, pero esta vez, autopublicar. Y aquí estamos, con autores independientes y autores que siguen con el modelo de editorial tradicional. Autores cuidadosos con el contenido y aquellos que escriben sin pensar. Autores que contratan servicios y otros que son contratados. Autores, escritores, revisores, editores, programadores, maquetadores, impresores, narradores, traductores, publicistas, distribuidores, vendedores, community managers... Un sinfín de agentes, un sinfín de posibilidades, un sinfín de opciones, un sinfín de obras. Este es el presente. ¿Y el futuro? 98

La autopublicación no es nueva, pero el fenómeno, tal y como se presenta hoy en día, sí lo es. Atrás han quedado las reticencias y las alusiones a la publicación de vanidad. Y si aún queda alguna, pronto será cosa del pasado. Las ventajas son mucho mayores que los escollos que haya que librar. Internet y las redes sociales están siendo el mejor puente para ello. En el mundo comercial la autopublicación ya ha despegado. Es cierto que en algunos países el crecimiento está siendo mucho más lento que en otros, pero sigue siendo crecimiento. Y en algunos casos, como el de España, su éxito ha resultado abrumador. ¿No es sorprendente que España, que fue de los últimos países europeos en tener la imprenta, tenga a cuarenta y nueve autores autopublicados –españoles– con un libro en el top 100 de los más vendidos en Amazon.com?7 ¿Significa esto que la autopublicación traerá la desaparición de las editoriales? En absoluto. El autor ha tardado quinientos años en decidirse a publicar por sí mismo y tan solo cinco en darse cuenta de que no puede hacerlo todo él solo. La labor editorial, en todas sus múltiples facetas, sigue siendo importante, 7. Según las declaraciones de Koro Castellano, directora de Amazon en español, con motivo de la «Amazon Academy», el primer encuentro de escritores en español que utilizan la autopublicación para dar a conocer su obra entre los lectores de todo el mundo a través de plataformas como Kindle Direct Publishing (KDP) que se celebró en octubre de 2015 en Madrid. 99

el autor necesita el trabajo de especialistas si quiere que su libro tenga calidad y destaque entre los miles de libros que salen a la venta cada día. Además, gracias a la autopublicación, muchos autores han podido ver de nuevo publicadas obras que las editoriales habían descatalogado por su baja rentabilidad (que no interés). También se ha podido llegar a nichos de mercado que, por su singularidad o su reducido tamaño, no habían visto cubiertas sus necesidades literarias hasta la llegada de sistemas de autopublicación de costes reducidos. Por otra parte, no hay que olvidar que, como indica Gómez Díaz en el libro Leyendo entre pantallas: «La autopublicación no es un fenómeno circunscrito al ámbito literario, sino que se extiende a otros sectores como el de las publicaciones científicas, donde la combinación de sistemas de autoarchivado, con la proliferación de repositorios y de acceso abierto, ha permitido a los autores contar con alternativas de difusión de la información científica de gran proyección y potencialidad» (Gómez Díaz y otros, 2016).

Se pide a los investigadores que difundan sus logros, de forma rápida y veraz. Pero se ven obligados a sufrir retrasos y carencias impuestos por un sistema editorial y de validación complicado y lento. La autopublicación, con su sencillez y agilidad, podría representar un gran avance en la difusión de la cien-

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cia. Pero su penetración en este ámbito está siendo mucho menor y más lenta que en el comercial. Varios pueden ser los motivos, pero hay uno que destaca sobre los demás, por su importancia y su dificultad: la validación del valor científico de la obra. Según el desarrollo de los sistemas de comunicación científica, toda publicación que se precie de serlo ha de ser validada por diversos cauces, siendo el principal la revisión por pares (una revisión externa a la que llegan los manuscritos tras haber pasado varios filtros). Esto, hoy por hoy, no puede darse con la autopublicación de los textos en la que todo el proceso, revisión y validación recaen sobre el propio autor. Aun así, muchos autores podrían preferir comunicar cuanto antes sus resultados de forma autopublicada, pero las agencias de acreditación investigadora, a las que de una forma u otra tienen que rendir cuentas, no lo tendrían en cuenta. Por lo tanto, hay que progresar en dos sentidos: • Creando sistemas de validación de la calidad científica de un escrito/libro. A este respecto ya son varios los proyectos puestos en marcha, como la definición de indicadores para la evaluación de la calidad de las monografías científicas, la creación de diferentes rankings de calidad de las editoriales científicas o la puesta en marcha del sello de calidad académica de colecciones de editoriales universitarias (CEA-APQ). Son varias las entidades Aneca, Fecyt, UNE, Rebiun y los grupos de in101

vestigación E-Lectra (Universidad de Salamanca), EC3 (Universidad de Granada) o ÍLIA (CSIC), que están trabajando en profundidad en este tema desde diferentes perspectivas. • Revisando y reorientando los sistemas de acreditación investigadora actuales para tratar de generar una aproximación a la realidad actual de la comunicación, la difusión y la publicación. En este sentido, los mayores avances se están llevando a cabo desde los repositorios institucionales, que están creando diferentes sistemas de autopublicación, autoedición y autoarchivo para autores y de revisión para repositorios de acceso abierto, como OPRM, en el que participan el repositorio institucional del Consejo Superior de Investigaciones Científicas español (Digital.CSIC), el repositorio del Instituto Español de Oceanografía (e-IEO), el Instituto de Investigación en Inteligencia Artificial de Cataluña (IIIA), el Laboratorio Multidisciplinario de Biblioteconomía y Ciencias de la Computación en Granada (Secaba), y una empresa de desarrollo y servicios profesionales con DSpace (ARVO). A escala internacional, los acuerdos a los que están llegando algunas plataformas comerciales como Lulú con ciertas instituciones científicas están acercando esta posibilidad de una forma muy real.

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Calidad, calidad, calidad. Es lo único que se le reprocha a la autopublicación. Y solucionarlo no parece complicado. Está en manos del propio autor, ese que quiere autopublicar, que quiere dejar una marca en la historia, modificar la cultura. La escritura debería ser, como dijo Voltaire, la pintura de la voz, algo cuidado hasta el más mínimo detalle, con técnica. Cuando pronunció esas palabras, en el siglo XVIII, desde las escuelas de pintura en muchos casos se vigilaba la calidad de las obras (maestros que hacían las veces de editores). No nos movemos en un mundo de opuestos, sino de complementarios. Deberíamos buscar las mejores fórmulas de compartir, de sumar, de seguir generando cultura, de ser lectores y morir después como autores para que otros puedan sucedernos... al menos mientras el paréntesis Gutenberg nos lo permita.

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Bibliografía

Alonso-Arévalo, Julio; Cordón-García, José-Antonio; Gómez-Díaz, Raquel (2014). «La autopublicación, un nuevo paradigma en la creación digital del libro». Acimed: Revista Cubana de Información en Ciencias de la Salud (vol. 25, núm. 1). Cordón-García, José Antonio (2011). La revolución del libro electrónico. Barcelona: Editorial UOC («El Profesional de la Información», 3). Cordón-García, José Antonio (2015). «Los libros electrónicos: principales tendencias y prospectiva». Anuario ThinkEPI (vol. 9, págs. 69-85). Cordón-García, José Antonio; Gómez Díaz, Raquel; Alonso Arévalo, Julio; Alonso Berrocal, José Luis (2013). El ecosistema del libro electrónico universitario. Madrid: Unión de Editoriales Universitarias Españolas. Furtado, José Afonso (2012). «Self-publishing: ¿tsunami o “business as usual”?». En: J. A. Cordón García y otros. Libros electrónicos y contenidos digitales en la sociedad del conocimiento: Mercado, servicios y derechos (págs. 69-92). Madrid: Pirámide. Giménez-Toledo, Elea; Román-Román, Adelaida (2009). «Assessment of humanities and social sciences monographs through their 105

publishers: a review and a study towards a model of evaluation». Research Evaluation (vol. 18, núm. 3, págs. 201-213). Gómez-Díaz, Raquel; García-Rodríguez, Araceli; Cordón-García, José-Antonio; Alonso Arévalo, Julio  (2016).  Leyendo entre pantallas. Gijón: Trea. Mangas-Vega, Almudena; Gómez-Díaz, Raquel (2015). «Los criterios de calidad y la autopublicación». Anales de Documentación (vol. 18, núm. 2). Martínez de Sousa, José (2005). Manual de edición y autoedición. Madrid: Pirámide.

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Consejo editorial

Archivos Ramon Alberch, Universitat Autònoma de Barcelona Elisa García-Morales, Inforárea, Madrid Arquitectura de la información Mario Pérez-Montoro, Universitat de Barcelona Mari-Carmen Marcos, Universitat Pompeu Fabra, Barcelona José-Antonio Moreiro, Universidad Carlos III de Madrid Bibliotecas Lluís Anglada, Consorci de Biblioteques Univs. de Catalunya Roser Lozano, Universitat Rovira i Virgili, Tarragona José A. Merlo-Vega, Universidad de Salamanca

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Comunicación Lluís Codina, Universitat Pompeu Fabra Javier Guallar, Univ. de Barcelona y Univ. Ramon Llull Lluís Pastor, Universitat Oberta de Catalunya Ramón Salaverría, Universidad de Navarra Comunicación científica e informetría Ernest Abadal, Universitat de Barcelona Isidro F. Aguillo, CCHS, CSIC, Madrid Félix De-Moya-Anegón, CCHS, CSIC, Madrid Elea Giménez-Toledo, CCHS, CSIC, Madrid Luis Rodríguez-Yunta, CCHS, CSIC, Madrid Daniel Torres-Salinas, Univ. de Navarra y Univ. de Granada Estudios universitarios y formación continuada Josep Cobarsí-Morales, Universitat Oberta de Catalunya Francisco-Javier García-Marco, Universidad de Zaragoza Carlos Tejada-Artigas, Universidad Complutense de Madrid Tecnologías Antonia Ferrer-Sapena, Universidad Politécnica de Valencia Pablo Lara-Navarra, Universitat Oberta de Catalunya Juan-Antonio Pastor, Universidad de Murcia 108

Fernanda Peset, Universidad Politécnica de Valencia Tomás Saorín, Universidad de Murcia Jorge Serrano-Cobos, MASmedios, Valencia Jesús Tramullas, Universidad de Zaragoza Sector de la información Tomàs Baiget, EPI, Barcelona Roser Leal, Oberta Publishing, Barcelona Isabel Olea, Universidad de León Web social Natalia Arroyo, Fundación Germán Sánchez Ruipérez Nieves González-Fernández-Villavicencio, Univ. de Sevilla Javier Leiva-Aguilera, consultor independiente

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Últimos títulos de la colección 17. Gestión de contenidos Ricardo Eíto-Brun 18. Documentación fotográfica Juan-Miguel Sánchez-Vigil y Antonia Salvador-Benítez 19. Documentación cinematográfica Elena de la Cuadra 20. Archivos Ramon Alberch-Fugueras 21. Inteligencia en redes sociales Eva Moya

La autopublicación no es nueva, pero el fenómeno, tal y como se presenta hoy en día, sí lo es. En este libro se sintetiza su evolución y los sistemas que se han utilizado a lo largo del tiempo, con especial énfasis en los actuales y en cómo un autor les puede sacar el máximo provecho.

La cadena del libro, invariable durante cinco siglos, está sufriendo en estos últimos años una de sus mayores transformaciones. Ese cambio se debe en gran medida a la autopublicación. Esta obra hace una aproximación a este fenómeno en auge: su historia y su presente, sus ventajas e inconvenientes, sus posibilidades en el mundo comercial y en el ámbito científico, las opciones para mantener la calidad, y sus expectativas de futuro. Asimismo, ofrece una guía paso a paso para la autopublicación de un libro que incluye un listado de recursos que pueden facilitar la labor al autor.

Autopublicar ofrece una guía paso a paso para el lector interesado en ello, así como abundante información práctica con un análisis de herramientas y recursos que le pueden facilitar la labor.

22. Bibliotecas escolares Concepción-María Jiménez-Fernández y Raúl Cremades-García 23. Marca y comunicación empresarial Pablo Medina-Aguerrebere

25. Gestión de la calidad en la biblioteca Núria Balagué y Jarmo Saarti 26. Innovación en bibliotecas Maribel Riaza 27. La intranet social Ana Carrillo Pozas 28. Los impresos antiguos Jon Zabala 29. Los sexenios de investigación Álvaro Cabezas-Clavijo y Daniel Torres-Salinas 30. Geobibliotecas Estefanía Aguilar-Moreno y Carlos Granell-Canut 31. Biblioteca pública. Mientras llega el futuro Fernando Juárez-Urquijo 32. Geolocalización on-line. La importancia del dónde Gersón Beltrán 33. Lectura digital infantil Araceli García Rodríguez y Raquel Gómez Podéis consultar nuestro catálogo en www.editorialuoc.com

Almudena Mangas-Vega

Graduada en Información y Documentación, máster en Sistemas de Información Digital e investigadora del Grupo E-Lectra: Edición Electrónica y Lecto-escritura Digital.

ALMUDENA MANGAS-VEGA

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24. El content curator Javier Guallar y Javier Leiva-Aguilera

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LOS NUEVOS CIRCUITOS PARA AUTORES E INVESTIGADORES

ALMUDENA MANGAS-VEGA

La autopublicación se presenta aquí como un sistema complementario del tradicional. En palabras de la autora, «no nos movemos en un mundo de opuestos, sino de complementarios. Deberíamos buscar las mejores fórmulas de compartir, de sumar, de seguir generando cultura». #autopublicaciónpasoapaso