Violencia y Movimiento Sindical 
El movimiento sindical frente al problema de la violencia y el terror (Perú)

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Antología Denis Sulmont Martes, 06 de Agosto de 2013 V Parte: Sindicalismo en el Perú Texto: El movimiento sindical frente al problema de la violencia y el terror__________

EL MOVIMIENTO SINDICAL FRENTE AL PROBLEMA DE LA VIOLENCIA Y EL TERROR1 Denis Sulmont 1989 Trascripción de ponencia – borrador no corregido Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.

VIOLENCIA Y MOVIMIENTO SINDICAL El movimiento sindical se ha convertido en blanco muy importante, tanto de parte de la derecha como de Sendero Luminoso. Y es necesario explicar por qué está entre fuegos cruzados y porque es absolutamente decisivo, fundamental, defender este movimiento sindical frente a este nuevo problema que se añade a la violencia clásica que se ejerce contra el movimiento sindical, por parte del Estado, de las empresas, que es este problema del terror, propiamente dicho, implementado por grupos armados: Sendero Luminoso fundamentalmente y el MRTA. Voy a tratar primero, cuál es la situación del movimiento sindical hoy día y sobre todo cómo está afectado por la crisis. Y qué significa esta crisis para el desarrollo de salidas violentistas. En segundo lugar voy a tratar el problema propiamente de la relación que hay entre movimiento sindical y violencia, que es un tema muy amplio, muy antiguo mejor dicho, que tiene que ver con los conflictos del movimiento obrero; en los destructores de máquinas, los anarco sindicalistas, ya habían algunas polémicas en este aspecto. Y pasar a explicar cómo enfrenta el problema sindical Sendero Luminoso y cómo puede resistir el movimiento sindical, frente a este nuevo problema; es decir, plantear la cuestión de autodefensa sindical. I. SINDICALISMO Y CRISIS 1.) Avances y logros del movimiento sindicalista El movimiento sindical, constituye en el Perú, incluso quizás a diferencia de otros países, un eje clave del movimiento popular nacional, que a pesar de la crisis, la recesión de muchos años, mantiene su estructura organizativa más o menos en pie con una red de organización nacional, que es la más importante del movimiento popular a mi juicio; más importante por el contingente de trabajadores que agrupa, más o menos un millón de trabajadores. Importante por el número de organizaciones de base, intermedias y nacionales, sectoriales, que reúnen, hay más de cinco mil reconocidos, hay algunos muy importantes, confederaciones, como la CITE, que todavía no es reconocida, que agrupa a más de cuatrocientos mil trabajadores, que es en realidad la central sectorial más importante. 1

Este artículo recoge las intervenciones del Profesor Denis Sulmont en un panel sobre Violencia y Movimiento sindical, organizado por la Red Peruana de Educación Popular y Sindicalismo, en junio de 1989. Y publicado en Violencia y Movimiento Sindical, en setiembre de 1989

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Este movimiento sindical es fundamental también porque tiene un nivel de centralización muy notable a diferencia de otros países de América Latina, por ejemplo hay una unidad sindical que se ha logrado alcanzar en los últimos cinco, seis años, yo diría, que es interesante; la gran mayoría de los sindicatos están afiliados a la CGTP. La CITE, por ejemplo, se afilió el ante año pasado; y los principales casos de paralelismo se han superado; incluso en uno de los últimos más importantes casos de paralelismo que es la federación de petroleros, prácticamente hay un acuerdo entre la FETRAPEP y la FENATRAP, para reunificarse un evento que debe desarrollar el mes de agosto. Esta capacidad de centralización es muy importante. Pero también, obviamente la importancia del movimiento sindical, no obedece solamente a su contingente, al número —el Vaso de Leche, también se supone tiene un millón, por lo menos de niños— sino a la fuerza de presión económica, social y política que tiene; básicamente por su capacidad de implementarla huelga y movilizaciones que afectan la producción. El grueso de la producción nacional, tiene que ver con trabajadores sindicalizados, por lo menos el noventa por ciento; y eso es un factor de poder, un factor de poder real. Yo diría que el principal factor de poder social de la clase trabajadora y del pueblo que vive del trabajo del proletariado y del campesinado también. Entre paréntesis, el campesinado en parte participa también de este movimiento sindical, muchos campesinos son trabajadores asalariados, temporales, que de una y otra manera tienen también posibilidad de participar aunque sea eventual mente en luchas sindicales. Entonces, este factor de poder, junto con esta unidad, esta organización, constituye efectivamente un elemento central del movimiento popular que no está quebrado, que existe en el país; y que creo que sobre eso se asienta básicamente la Izquierda. La Izquierda Unida, por ejemplo, nace a raíz de los paros nacionales, al calor de, y empujado por... Del movimiento sindical ha salido una cantera de dirigentes y de experiencia de democracia. Muchos dirigentes, incluso despedidos hoy en día, son dirigentes políticos, barriales, incluso diputados, o senadores, etc. Finalmente el movimiento sindical es una bisagra importante entre diferentes elementos o vertientes del movimiento popular. Por ejemplo, la vertiente de los profesionales, y la ver tiente de los trabajadores y de los sectores populares más deprimidos, más pobres. Es una bisagra también para articularlos movimientos regionales, si uno analiza las principales luchas regionales del país, los frentes de defensa, ahí donde el movimiento regional tiene una cierta hegemonía popular, es el movimiento sindical, generalmente, no en todos los casos, el que articula. 2.) Limitaciones del movimiento Ahora, todo eso no debe hacemos olvidar grandes limitaciones. Las limitaciones se pueden resumir en primer lugar, las limitaciones de tipo estructural, relacionadas con la estructura económica del país, que van a ser agravadas, como voy a explicar por la recesión. Es decir, la fuerza laboral asalariada está entre treinta y seis, treinta y siete por ciento a nivel nacional; un poco mayor el porcentaje, obviamente en las ciudades; hay gran parte del proletariado que está sujeto al empleo precario. Hay un marco económico, entonces, no muy favorable a este poder sindical. Entonces, este poder 2

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sindical tiene que ejercerse no solamente con la huelga a secas, la huelga tranquila digamos, que paraliza. Un sindicato muy importante en un sector productivo clave y donde hay estabilidad laboral, con cinco minutos de huelga, puede tener más poder, que un sindicato chico, con inestabilidad laboral, que un sector no estratégico, por ejemplo, salud, el gobierno o educación, cuyas huelgas se prolongan durante dos meses. Entonces el poder sindical para la mayoría de los trabajadores sindicalizados, nodepende principalmente y esencialmente de su peso productivo, sino de su capacidad de movilización social, de movilizar la población, de hacer movilizar las fuerzas políticas, de amenazar en cierta forma el poder político, por eso se politiza rápidamente el movimiento sindical; y rápidamente, la negociación es una negociación política, que pasa por la movilización social, que pasa por tomar las calles, que pasa por huelgas de hambre; que pasa por una serie de efectos demostrativos, que muchas veces se confunden, voy a insistir con eso, con la violencia. Por ejemplo, estudiosos como Jorge Parodi, dice: ese es un sindicalismo radical y termina diciendo que este radicalismo es expresión de violencia. Claro, si el término violencia tiene sentido amplio; incluso cuando uno trabaja para transformar la materia, por ejemplo un árbol en una mesa, hace violencia al árbol; y se hace violencia a su propio cuerpo cuando uno trabaja. Entonces hay que tener mucho cuidado, cuando se utiliza el término violencia, de ver de qué tipo de violencia estarnos ha blando. Hay violencia, totalmente normal, humana, hay violencia social aceptable; hay violencia que ya empieza a ser crítica y extrema, desde momentos particulares que voy a explicar, y hay violencia deliberada, que ya apunta a otros objetivos digamos, de confrontación social y política. Entonces, esta violencia y este radicalismo del movimiento sindical, no hay que tomarlos de manera simplista. Hay un autor que analiza esto muy bien, me parece que en los años sesenta, pero sigue siendo válido. Paine habla de “democracia por la violencia” de la manera como el movimiento sindical tiene que actuar presionando socialmente, haciendo violencia, por ejemplo, huelga de hambre, toma de locales, toma de un piso de un ministerio; cosas así, son formas de violencia, pero no la violencia armada, la violencia que busca destruir edificios, destruir personas. A eso se añade otra debilidad fundamental, que es la debilidad institucional, que es derivada en parte de lo anterior, pero también del sistema político excluyente, no democrático, que vivimos. La sociedad peruana, todavía tiene rasgos oligárquicos o semi-feudales, autoritarios. El movimiento sindical, está reconocido en el papel en la Constitución, etc. Sin embargo, cuántos, años y cuánto tiempo se necesita, cuántas luchas, muertes, para conseguir que el sindicato sea reconocido realmente. Si uno hace la historia del movimiento sindical, se da cuenta de las muertes múltiples ligadas solamente a la lucha por el reconocimiento sindical. Por ejemplo, el sindicato de Cuajone, Toquepala, actualmente el sindicato, la federación minera, reconocida, pero no completamente; la CITE todavía no es reconocida, No se reconoce la capacidad de las federaciones de negociar; por ejemplo de presentar un pliego único, como la federación minera actualmente y otras. Entonces, esta debilidad hace tan que no haya interlocutor, no haya mecanismos institucionalizados; la burguesía y el Estado peruano no han sabido institucionalizar todavía estos conflictos laborales; o lo que hay corno institucionalización es débil, precaria, sujeta a corrupción, sujeta a la coima, los acuerdos entre empresarios y autoridades del Estado, etc. También hay que decir que los 3

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propios sindicatos no logran superar debilidades organizativas propias, por razones económicas, de tiempo, dirigentes que no tienen licencia sindical, etc., que hacen que su institucionalidad no está desarrollada por su propia iniciativa. Los sindicatos, la mayoría, no logran hacerse lugar en la sociedad. Yo creo que es necesario que en el Penh hayan varios locales como el sindicato de teléfonos, algunos sindicatos así que tienen fachadas digamos, que tienen una cierta capacidad de convocatoria por tener un local, etc. Otro punto que quiero señalar es el economicismo, el caudillismo que tiene que ver fundamentalmente con una lucha sindical, que no logra superar los marcos estrechos de lo inmediato. El economicismo no es hacer reivindicaciones económicas, eso es fundamental en la lucha sindical. Pero el economicismo es no enmarcar eso dentro de objetivos más amplios y eso hace que los sindicatos no puedan tener iniciativas políticas y sociales, necesarias para convenirse en eje de alternativas programáticas frente al conjunto de los trabajadores frente a las instituciones o a los grupos sociales a nivel regional o a nivel nacional. Eso me parece una debilidad central porque aísla al movimiento sindical; sé que muchas reivindicaciones son justas como estabilidad laboral, defensa de puesto de trabajo, salario, beneficios sociales, pero al no enmarcarse suficientemente en objetivos programáticos, de desarrollo, de alter nativas para las empresas, para las regiones, pierden legitimidad en cierta forma; de ahí las políticas del APRA, que habla de las pirámides, que los trabajadores son privilegiados, etc., y trata de disociar la clase trabaja dora del resto del pueblo. Y frente a una crisis tan profunda como esta que vivimos, si la lucha económica no está acompañada de una lucha programática que se engarce con los esfuerzos de la izquierda para encontrar alternativas de gobierno y de poder, yo creo que eso es una debilidad, que aísla, al movimiento sindical. Eso está ligado finalmente al problema del caudillismo que tiene que ver con la democracia interna al interior del sindicato, que tiene que ver muchas veces con la inestabilidad, la precariedad y el miedo, ahora agudizado, seguramente con el terror actualmente de las bases. Hay falta de formación, falta de organización política, de base; por ejemplo hace muchos años que los partidos políticos de izquierda no organizan células de fábricas, prácticamente han descuidado este trabajo entonces las bases, no tienen la capacidad o la conciencia suficiente para ir al ritmo del dirigente, el buen dirigente que es hábil, o que tiene “más cancha”, o que tiene más posibilidad. Este dirigente se transforma rápidamente en alguien indispensable, muchas veces es buen dirigente; pero al ser indispensable es vulnerable y también vulnerable al caudillismo, tiene comportamientos antidemocráticos y que pueden llevar a algunas gentes a desviaciones muy graves; desviaciones de derecha, o de oportunismo político. La lucha contra el caudillismo no pasa por despreciar a los dirigentes; sobre todo, yo creo que tenemos que respetarlos. Ser dirigentes sindica les en este país, realmente es un sacrificio, es una entrega que hay que reconocer, no me parece justo tirarse contra los dirigentes en nombre de la base; yo creo que se tiene que engarzar base-dirigente, como una tenaza y eso supone un trabajo de formación, de desarrollo, de capacitación de la prensa sindical, de la formación política, de la participación de los trabajadores en eventos democráticos, internos a los sindicatos etc.

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3.) Crisis y violencia Paso a explicar cómo la crisis agudiza ahora los problemas y como va generando condiciones para que la violencia se transforme en terror, o se desboque. La crisis ha golpeado en varias oleadas, primera del setenta y cinco, setenta y siete, que culmina con el despido masivo de dirigentes, pero en esa época todavía la recesión es menor, la segunda oleada es muy importante, ochenta y dos, ochenta y tres, ochenta y cuatro, es una oleada de recesión, con política neoliberal, de desestabilización de los trabajadores; ley de inestabilidad laboral, etc., que golpea fuertísimamente los sectores sindicales, industriales principalmente. Eso lleva a una situación de debilitamiento y agudización de los problemas que señalaba; y quiero mostrar con un ejemplo como eso es favorable a una especie de ruptura, con la lógica de resistencia y de profundización del movimiento, de apertura al movimiento sindical, de alternativas más políticas y programáticas tomando un caso, que analiza Parodi en su artículo “Sindicatos en la democracia vacía”, es el caso de CROMOTEX tomo esto como uno de los múltiples ejemplos, y les aconsejo leer la reseña que hay en este trabajo, porque es bastante claro lo que está pasando. Había un sindicato clasista que hacía una lucha muy dura, muy combativa, hubo cuarenta y tres días de huelga; la empresa despide a tres dirigentes que empezaban a hacer reclamos se niega a recibir al sindicato, no arregla y empieza a querer desmantelar la fábrica, para eso quiere despedir al ochenta por ciento de los trabajadores pide carta de renuncia a los que son estables, introduce matones con armas a la planta y hace una serie de trámites, pidiendo el retiro de máquinas y empezando a no pagar los sueldos. Mientras los trabajadores hacen una serie de trámites, hay que verlos trámites que hacen, con el Ministerio de Trabajo, con el Ministerio de Industria, con la Prefectura, con el Ministerio del Interior, con el gobierno con el Presidente de la República etc.; en todos estos trámites se puede decir que “se les pelotea”, se pierde el expediente en el Ministerio de Trabajo varias semanas, después reapareces etc., y mientras tanto la empresa tiene las puertas abiertas para hacer todo lo que quería. Eso obliga a los trabajadores a tomarla fábrica en diciembre de mil novecientos setenta y nueve; la toma de fábrica no es un acto de violencia extrema, en todo caso más que violencia, es en todo caso de posesión, de torna de posesión de un espacio que legítimamente los trabajadores en ciertas condiciones tienen que reivindicar. El punto de la toma de fábrica implica una discusión, incluso legal que hay que procesar y no voy a desarrollar aquí; pero tal como se plantea esta lucha, yo opino que la toma de fábrica era un acto necesario. El Ministerio de Trabajo, las autoridades, etc., frente a este hecho tienen que agilizar los trámites y está a punto de salir una resolución favorable a los trabajadores cuando justamente setecientos guardias civiles entran a la fuerza y matan, siete u ocho dirigentes. O sea, exactamente, el día anterior, el domingo antes de que iba a salir la resolución, se produce este acto de violencia, pero ya no de toma de fábrica, si no de matanza de la fuerza policial dirigida por las autoridades políticas y directamente en coordinación con los directivos de la empresa. Murieron ahí, seis trabajadores quizás más. Se reconoció la propiedad de los empresarios pero se desconoció todo el derecho de los trabajadores alo largo de esta lucha. Qué pasó ocho años después exactamente el mismo 05 de febrero de 1987, quince tipos armados de metralleta, revólveres, etc., entran en la fábrica y dinamitan varias instalaciones,, es gente que ya optó por otra cosa. Se terminó para ellos propiamente la lucha sindical.

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Finalmente tan solo quisiera brevemente señalar qué pasa con la juventud obrera. La juventud, la mayoría que está sin estabilidad laboral, con PROEM, que no tiene trabajo. Sólo cachuelo. Hay análisis que se están haciendo sobre eso, la mayoría no opta claramente por Sendero, pero hay una cierta conformidad digamos, conformismo de dejar hacer, no oponerse propiamente, no una simpatía abierta, pero es otra forma encubierta y ambivalente porque al mismo tiempo esperan del gobierno, de la izquierda también, si es que se puede ayudar en algo. Pero ahí hay un caldo de cultivo, obviamente. II. VIOLENCIA Y MOVIMIENTO SINDICAL 1.) La violencia en la experiencia sindical ajena al terror Los rasgos de violencia presentes en la lucha obrera no forman parte de una violencia terrorista, ni es una violencia que hace daño a las personas y a las instalaciones, a los medios de producción, no destruye ni personas, ni medios de producción. Cuando el Primer Ministro se da el lujo de hablar de la lucha sindical, hablando del terror blanco, ahí hay un tema sumamente importante; porque ahí ha justificado la represión del movimiento sindical como si fuera terrorismo. El movimiento sindical no es terror blanco, no es un terror. La huelga es una medida de fuerza, pero es un derecho social, conquistado por la humanidad, es un derecho fundamental de no trabajar. Y ya expliqué que la huelga nunca es así completamente fría; hay huelgas calientes, hay huelgas con movilizaciones, toma de locales; incluso a veces en forma extrema y de ahí creo que no podemos justificarlo a priori; pero sí reconocer la existencia de casos extremos. Por ejemplo, los acontecimientos de Cobriza en 1971; hay casos extremos incluso donde muere alguna gente; por ejemplo, si uno analiza la rebelión de los mineros de Cerro de Pasco, contra el Prefecto que había golpeado a una mujer encinta, a una india en cinta, a patadas en la barriga, un tipo que tenía los víveres, que so metía a todo el mundo al hambre en la ciudad, etc.; bueno, la gente se abalanzó, el tipo terminó echado por los balcones de la municipalidad y murió. Claro, que no hay que recomendar a los sindicatos a hacer eso, pero no es terrorismo, el terror ha empezado por otro lado. Entonces, hay que reivindicar el carácter social de la lucha, el carácter de fuerza social. Quiero tomar el ejemplo de Francia en mayo setenta y ocho, hubo una huelga de un mes con diez millones de trabajadores y no hubo ningún muerto, salvo un muerto estudiantil por otras razones; pero en todo mayo del setenta y ocho no hubo más que uno o. dos muertos estudiantiles a raíz de esas cosas. Es posible una gran lucha social con contenido revolucionario, sin producir necesariamente muertes, eso tiene que ver con la manera como reacciona el Ministro del Interior, la policía, el ejército etc., en este caso fueron muy prudentes; pero obviamente el movimiento sindical no busca muerte, no busca asesinar personas, ni busca provocar represión tampoco contra sí mismo; y usa la fuerza principal que tiene, que es su unidad, que es su capacidad de presionar como productores, que tienen derecho de parar la producción. Se puede decir que la lucha de clase de los trabajadores es la mas pacífica que hay, si uno compara con cualquier guerra, santa, guerra de frontera, cualquier guerra que hay, es básica mente pacífica, y Marx mismo reconoce eso, porque no hay que confundir lucha de clase con guerra; claro la lucha de clase se puede combinar con una guerra, pero es distinto. La lucha obrera no es una lucha que usa el terror, hay una discusión muy antigua sobre eso. 6

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Quiero recordar las grandes polémicas que hubo en todos los países al interior del movimiento sindical anarquista, incluyendo el Perú. Recordamos por ejemplo que en mil ochocientos setenta y dos, un grupo anarquista fue expulsado de la primera Internacional, después de un largo debate. Quiero recordar también el caso del movimiento norteamericano, por ejemplo en la lucha de las ocho horas: las ocho horas se conquistaron antes de la masacre del parque de Hay Market en Chicago; cuando ya se a logrado la conquista, ya se había hecho la lucha, la huelga exitosa, hubo una manifestación grande, y ahí había un provocador que se sospecha que era de la policía, que lanzó una bomba y que desato una represión; de ahí, para vengarse de la conquista de los trabajadores, la burguesía norteamericana acusó a los dirigentes de ser terroristas y ahorcó a cinco de ellos. En realidad había una discusión, entre los dirigentes, justamente para usar métodos no terroristas en su lucha, y había conquistado una de las grandes conquistas de la humanidad, digamos moderna la Jornada de las ocho horas, sin terror, el terror vino provocado por agentes o por elementos que encontraron obviamente un caldo de cultivo. Entonces, creo que es una lección muy importante que el terror fundamentalmente en mi opinión es un arma antisindical usado por poderes patronales privados y estatales. Las bandas de asesinos han jugado un papel muy importante contra el movimiento sindical en Estados Unidos, si la Izquierda en Estados Unidos es tan débil es en parte porque el movimiento laboral, el movimiento proletario de este país, tan importante industrialmente, ha sido objeto de un terror continuo, si uno analiza la historia de Estados Unidos, es una historia de terror, de represión terrorista. Si uno analiza también lo que pasa en México, en Brasil sobre todo en México, en Colombia y también en Argentina en parte, se aprecia que los espacios del movimiento popular autónomo de Izquierda fueron muy recortados. El terrorismo empresarial en el Perú tiene muchos antecedentes también; he tratado de hacer una pequeña reseña sobre eso; acaba de salir un último libro de la Federación Minera que se llama: “Cuando la verdad parece mentira”, y que les recomiendo revisar, esto es un ejemplo increíble del terrorismo patronal. Cuantos dirigentes han sido asesinados así; quiero brindar homenajes a dirigentes amigos que han sufrido eso en carne propia, por ejemplo en Cerro de Pasco, un dirigente que conducía una huelga y a quien, regresando de una asamblea en la noche, tres tipos le echaron ácido en la cara y ahora esta desfigurado para el resto de su vida. Y así en la sierra central, CENTROMIN, continuando con la tradición de Cerro de Pasco, ha utilizado constante mente grupos de matones o de gente para perseguir a los dirigentes, lo que explica en gran parte porque en esta zona minera, el movimiento sindical no tiene una dirección política muy coherente, muy consistente; porque los mejores dirigentes siempre han sido objeto de esta represión de terror. Muchos han sido obligados a salir, amenazados de muerte; un dirigente estaba dando una charla y apareció el cuerpo de un dirigente abaleado. Y eso genera, en la zona central, que es tan estratégica un lugar propicio para que Sendero Luminoso continué el trabajo, con otro signo, con otra forma, etc., pero no es una cosa nueva digamos, hace tiempo se trabaja al susto por ahí. No hay la tradición democrática del respeto de la vida de los dirigentes, de respeto de la institución, alguien que se cruza en el camino de la lucha social, en realidad tiene que ser golpeado, o masacrado, o matado.

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Antología Denis Sulmont Martes, 06 de Agosto de 2013 V Parte: Sindicalismo en el Perú Texto: El movimiento sindical frente al problema de la violencia y el terror__________ 2.) Sendero Luminoso frente al movimiento sindical2 Sendero Luminoso, tiene una concepción militarizada de la política, del poder, los trabajadores no son clases propiamente dicho. No es una lógica de clase, sino una lógica de guerra cuyo elemento fundamental es el poder de las armas, no el factor de poder de la clase trabajadora; esta concepción de poder se asienta en la población ubicada sobre todo en el campo, y a partir del Congreso de febrero-87 decide, tratar de construir también bases en la ciudad; y también en el propio movimiento social, y laboral. Pero los trabajadores no son en esta concepción, tanto del campo como de la ciudad, actores políticos, sino bases de un operativo militar, una confrontación militar, esa es la diferencia fundamental. Claro, que reconocen la existencia de una clase obrera, como vanguardia, tiene todo el discurso marxista; pero en la práctica, el diseño político es distinto, la cohesión, la fuerza popular pasa por la violencia armada. No interesa el contenido social y político de las luchas y de la agitación reivindica Uva sino que genere provocación y ruptura violenta. Otro punto importante es el desprecio por desarrollar las fuerzas productivas —4igado al análisis del capitalismo “atrasado burocrático”— en la concepción de que no se trata de luchar dentro del capitalismo para transformar los medios de producción en un proyecto socialista, controlado por la clase trabajadora, sino de destruir este capitalismo y los me dios de producción. Entonces, se destruye la vida de ingenieros y trabajadores; y también los propios medios de producción; torres, puentes, instalaciones industriales, locomotoras, etc.; que son recursos de desarrollo productivo. Igualmente si uno analiza su opción de desarrollo productivo en el campo, cortar el mercado, etc. O sea, la lógica militar se impone a costa de la lucha social. Y un tercer punto importante es eso que está expresado en la frase que encontró Carmen Vildoso, parafraseando una cita de Mao, que se remonta a su vez a un texto antiguo chino que es: el pez que se toma el agua. Creo que esta frase resume bien esta situación. Sendero, quiere entrar a los sindicatos, pero al entrar destruye la sustancia social de clase en la cual quiere trabajar destruye la organización, destruye el carácter de las fueras productivas, destruye las bases mismas de la acción de clase, eso es a mi juicio la lógica de la guerra, que niega la lógica de la dialéctica de la clase. Este punto no lo desarrollo más, está bastante explicado en esta separata. Por otro lado, el ejemplo de lo que ha pasado en el pasado con la represión del movimiento sindical3, expresa también la ceguera total frente a este problema de parte de la derecha; los empresarios por ejemplo en el caso minero, para mi están locos, porque también contribuyen a destruir lo que es parte del desarrollo del capitalismo, finalmente al destruir a los sindicatos, entran en el juego de la confrontación puramente armada y piensan que con eso se va a vencer a Sendero Luminoso; es una falta de perspectiva de desarrollo. Ni la clase obrera, ni Sendero, puede construir un socialismo así, ninguna clase puede desarrollar las fuerzas productivas sin tener un modo de producción que puede ser viable en este país; sucede lo que ha pasado en Camboya, si uno analiza la situación de Camboya

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Ver al final de este artículo en el anexo: D. Sulmont y C. Vildoso “Sendero Luminoso: el pez que se roma el agua”. 3 Ver La República 30 de octubre , 88 ‘El movimiento sindical merece respeto” Sulmont Denis (articulo a raíz del asesinato de un dirigente sindical de Donofrio por un gerente de la empresa).

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después de la victoria del Khmer Rojo, es regresar a las formas más arcaicas y atrasadas, violentas de explotación del trabajo, bajo formas burocráticas además. Quiero insistir, no solamente en los asesinatos de dirigentes sino en la gravedad de lo que significa el paro armado. Para mí el paro armado, es una expropiación a través del terror de uno de los elementos fundamentales de la clase trabajadora, es la forma más increíble de sustituir la clase y de destruir finalmente su potencial revolucionario. 3.) La autodefensa Un elemento fundamental ahora es la necesidad de organizar formas de autodefensa sistemática de todo el campo popular yen particular en el campo sindical. El principio de autodefensa, supone en primer lugar que se pone por delante la organicidad popular, no es una autodefensa solamente popular, es una defensa del conjunto del movimiento sindical; y poner por delante alternativas programáticas de gobierno y poder, si no hay eso, no hay ninguna legitimidad para hacer autodefensa. La auto defensa, ya es un cuestionamiento en relación al gobierno, en relación al poder, y de este Estado vigente; es decir, que la policía tal como está, el gobierno tal como está no garantiza la defensa de los trabajadores y de las vidas; ya es un cuestionamiento muy importante. Ahora la autodefensa debe constituirse sobre la base del fortalecimiento de todas las organizaciones que se pueda; si no hay organización popular es un suicidio. Hacer un grupo de autodefensa sin una buena organización sindical, sin un sindicato que funcione es un suicidio, mejor es no hacerlo, mejor salir de la zona, salir y hacer otra cosa, protegerse de otra manera; insisto, si no hay por ejemplo una buena comunidad campesina, es un suicidio hacer una ronda; si no hay un buen sindicato, es un suicidio hacer ronda sindical de un campamento minero. Hay que fortalecer la organización teniendo por delante objetivos pro- gramáticos regionales, sectoriales, nacionales; que el sindicato tenga una propuesta para su sector, para el desarrollo de la producción, para la región, el desarrollo regional, para el país, un plan de gobierno de emergencia y todas esas cosas que tan trabajosamente se trata de sacar a la luz, no solamente a la luz, sino, que hagan carne en la conciencia de la lucha popular. La autodefensa significa entonces, a partir de la organización y dentro de este contexto, encontrar, desarrollar formas de autodefensa política, gremial y personal; insisto en las tres cosas: autodefensa, primero es política, tiene que haber una campaña política, a todos los niveles, desde el Parlamento, comisión.., todas estas cosas que se están haciendo y otras. Si no hay una ofensiva política nacional sobre este punto de autodefensa, no hay proyectos nacionales, entonces, uno hace sus cositas así en su rincón... Gremial, tiene que ver con los gremios, discutir esto, trabajarlo a nivel de CGTP, de federación, tiene que haber acuerdo, no mandarse por su lado, claro, es más fácil atentar contra iniciativas aisladas, pero si es una cosa más orgánica, bueno es más difícil. Y defensa personal también; algunos tienen que ser protegidos más especialmente. ¿Ahora sobre cómo hacer todo eso? No voy a entrar en detalle, solamente tres cosas: Primero, la inteligencia saber sobre qué piso estamos. (Una información detallada de los 9

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agresores potenciales que hay, que se sepa quiénes son; no necesaria mente para denunciarlos, depende; si se sabe que son realmente asesinos y van a asesinar, si; en todo caso, tornar precauciones). Segundo, saber ganar la policía a la defensa del gremio y no de otra cosa. Estoy ha blando de centros obreros, donde sí es posible esto. Tercero hay problema de que tipo de instrumentos de defensa son, desde pitos, palos, armas, no más armas de lo que se requiere indispensablemente; el problema no es básicamente de armas, aunque sí lo incluyo en todo lo que significa estas cosas. Y quiero mencionar también el problema de los cupos, por ejemplo en todos los centros mineros, en la carretera central se exige cupo a los alcaldes, a los concejales etc. Mi opinión es que si se cae, el primero que cae en un cupo, se friega...., no debe pagarse cupo, eso es algo categórico, mejor cerrar todo, pero creo que tiene sustento este plantea miento. Termino aquí, es mucho más amplio, pero los demás continuarán.

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ANEXO Sendero Luminoso y la clase trabajadora: El pez que se toma el agua4 Denis Sulmont y Carmela Vildoso, Lima, 1988 Un elemento importante del debate político al interior del movimiento laboral, lo constituye el papel que desempeñan las organizaciones alza das en armas. La presencia de estas organizaciones en los sindicatos y las movilizaciones obreras es relativamente restringida, pero se manifiesta de manera más activa en la actualidad. Se expresa a través del Movimiento de Trabajadores Clasistas (MOTC) en el caso de Sendero, ‘y, de manera más indirecta, a través de UDP-Pueblo en Marcha en el caso del MRTA. SL se apoya básicamente en los sectores pauperizados de la sociedad rural provinciana y de la juventud popular urbana, es decir capas sociales que insurgen contra una tradición de opresión y discriminación semi-feudal, y contra una situación de marginación en el mercado dé trabajo y en la sociedad. Para SL, el eje de la lucha se encuentra en las contra dicciones existentes entre campo-ciudad, sierra-costa y provincia-Lima, De allí que su estrategia es la de desencadenar una guerra popular del campo hacia la ciudad5. El esquema senderista pone el énfasis en el carácter atrasado del capitalismo en el país (tesis del capitalismo burocrático)6, exacerbado por la crisis actual. Este esquema recoge un aspecto importante de la realidad nacional, pero es unilateral y desconoce el papel preponderante que siguen desempeñando las relaciones capitalistas de producción, en me dio del sub-desarrollo y de la crisis. Sendero Luminoso tiene una concepción militarizada de la política y considera a los trabajadores y al pueblo en general como “masas”, cuyo papel es reconocer a su vanguardia y adherirse forzozamente a la guerra que desarrollan. Sendero afirma estar “construyendo poder” en el campo, en medio de la guerra, pero carece de una propuesta para las ciudades. Estas serían el escenario de sus acciones militares, al mismo tiempo que de la lucha económica de los sindicatos; en este esquema, los trabaja dores no existen como actores políticos.

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Extraído de: El trabajo en el Perú. Balance y perspectiva, tercera parte: el protagonismo social (por publicar). 5 Ver Carlos Iván De Gregori, 1987. 6 En la entrevista concedida al 5 en agosto de 1988, el líder de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán (“Presidente Gonzalo) define el capitalismo burocrático del siguiente modo: “...sobre una base sen y bato un dominio imperialista. se desarrolla el capitalismo, un capitalismo tardío, un capitalismo que nace atado a la feudalidad, y sometido al dominio imperialista, sen estas condiciones las que generan lo que el Presidente Mao Tse tung ha denominado capitalismo burocrático, (...) Ese capitalismo llegado a cierto momento de evolución se combina el Poder del estado y uso los medios económicos del Estado, lo utiliza como palanca económica y este proceso genera otra fracción de la gran burguesía; de esta manera se va a dar un desenvolvimiento del capitalismo burocrático que era ya monopolista y deviene a su vez en estatal, pero este proceso lo lleva a generar condiciones que maduran la revolución”. (Presidente Gonzalo rompe el silencio, El Diario, agosto 1988.)

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No obstante reconocer dogmáticamente a la clase obrera como clase dirigente de la revolución, SL no le da importancia como actor político. La guerra popular sigue una lógica distinta a la de las clases y del movimiento social. Al no articularse como movimiento populares organizados en la lucha de clases, tanto en el campo como en la ciudad, los sectores pauperizados que moviliza SL sólo encuentran su cohesión y fuerza en el uso de la violencia, con una fuerte dosis de miedo. La confrontación armada se convierte así para Sendero como único terreno de acumulación de fuerza en el periodo actual. No le interesa el contenido social y político de las luchas laborales y sus alcances democráticos y programáticos, sirio la agitación reivindicativa que sirva de elemento táctico de provocación y ruptura para la confrontación violencia. Toda lucha que se desenvuelve en otros terrenos de acumulación de fuerza es calificada de reformista, revisionista, traidora, etc. El histórico paro nacional de 1977 y las mayorías de las grandes movilizaciones que han ensanchado el campo político popular en la última década se han hecho merecedores de estos calificativos. La iniciativa de confrontación armada de SL constituye un factor propicio a la militarización y la guerra sucia que las clases dominantes usan contra el movimiento popular organizado. Otro aspecto del enfoque senderista derivado de su concepción unilateral del atraso del capitalismo, es que no toma en cuenta la interacción dialéctica que existe entre el desarrollo de las fuerzas de producción y las relaciones sociales de producción. Su concepción de guerra popular lo lleva a plantear la destrucción del capitalismo, incluyendo los medios de producción, y no la lucha desde adentro de las relaciones sociales que lo atraviesa. Por ello que la violencia senderista no sólo liquida vidas, sino también destruye medios de trabajo (torres, puentes, instalaciones industriales, etc.), sin ofrecer alternativas populares de desarrollo, ni perspectiva socialista alguna. Lo anterior explica las dificultades de Sendero Luminoso para desarrollarse en el movimiento sindical, no obstante su interés en penetrarlo y usarlo como medio de agitación y base de apoyo de acuerdo a su logística político-militar. Su labor en los sindicatos recurre a la amenaza y el temor y resulta anti-democrática y liquidadora. El reciente viraje táctico de SL apuntando a tener una mayor presencia en los sindicatos y gremios populares puede significar el reconocimiento del fracaso de una estrategia basada exclusivamente en la guerra, aunque la lógica militar continúa prevaleciendo. Según las recientes declaraciones de Abimael Guzmán: “…tenernos que decir la necesidad que tenemos de coadyuvar a que tomen cada vez más conciencia de clase, que se vivan corno lo que son, como una clase obrera o corno pueblo, con interés opuesto, antagónico a los explotadores, que sientan claramente el poder que tienen cuando con una huelga para la producción y entiendan y sientan y lleven adelante la huelga como una Escuela de Guerra, como una Escuela de Comunismo, y que siga desenvolviendo sus huelgas como una forma principal de lucha en el campo económico, porque lo es, pero que en las circunstancias actuales tienen que estar indesligablemente 12

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ligadas a la conquista del poder, así pues, unamos la lucha por la reivindicación con la lucha, con la guerra popular, por la conquista del poder... (Entrevista publicada por El Diario, agosto de 1988). El caso del MRTA, cuyas acciones armadas compiten con las de SL, responde a un proyecto político-militar diferente, pero, en la práctica, desemboca en la misma espiral de violencia destructora del movimiento popular, y contraria a la proyección política de la clase trabajadora. A diferencia de SL, el origen del MRTA es más urbano, proyectándose en el campo mediante acciones guerrilleras. Desarrolla una labor político-gremial en algunos sindicatos y federaciones, buscando promover la radicalidad reivindicativa dé las luchas inmediatas de los trabajado res; apoyó y tuvo presencia en la ANP. Trata de unir la lucha sindical a una estrategia de poder por la vía de extremar las huelgas y conflictos, pero ello sólo acarrea un desgaste del movimiento sindical, y crea un clima propicio para la represión. La estrategia de poder resulta totalmente divorciada de la de gobierno y de poder popular. Por ello, la dirección sindical de UDP-Pueblo en Marcha tiene un discurso muy radical, pero en la práctica cae en un economicismo radical y el oportunismo político de los caudillos. Tanto el SL como el MRTA buscan aprovechar el desamparo de los jóvenes trabajadores que no acceden a la estabilidad laboral y la debilidad de los sindicatos ante las ofensivas patronales. Capitalizan también la relativa desatención del terreno laboral por parte de IU. Su acción contribuye a agudizar la dispersión de la clase obrera. Al igual que las senderistas, los militantes del MRTA realizan sus acciones armadas a nombre del pueblo. Pero, luego de su intervención, se retiran y dejan el pueblo desarmado frente a la represión que se abate sobre sus dirigentes y sus organizaciones. El ideal de los comandos y columnas guerrilleras de acuerdo a la conocida cita de Mao Tse-Tung ha sido siempre el desenvolverse en el seno del pueblo “como peces en el agua”, pero, en este caso, estas organizaciones militaristas, debilitando la organización popular, son como peces que se toman el agua.

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