Teoría de los colores

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Teoría de los colores

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JOHANN WOLFGANG vox GOETHE

=== TEORIA

E COLOR ES== Sig. Tcp.

7. 044.4 G 62 No de inv.

4620

Colección Luz y Sombra

EDITORIAL POSEIDON . BUENOS AIRES

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Reservados todos los derechos. Queda ¡hecho el depósito que

A

previene la ley N? 11723. Copyright 1945, by Editorial Poseidon,

Sociedad

de Responsabilidad Limitada, Buenos Aires. Impreso en la República Argentina

Perú 973,

E

e

Contenido q

Título del original alemán:

o

“Zur FARBENLEHRE”

|

ro á

PARTE DIDÁCTICA

Esbozo de una teoría de los colores. Introducción

Capítulo primero: Los colores fisiológicos* Capítulo segundo:

Los colores: físicos

Capítulo tercero: Los colores químicos Capítulo cuarto:

a

Página 19

0:27

;

::61

'' *

11143 j

185

Nociones generales

Capítulo quinto: Relaciones con otras disciplinas

193

Capítulo sexto: El efecto sensible-moral del color

205

Los colores entópticos

237

ds

3

,

Las dobles imágenes' del espato: cálcico de Islandia- 237

Los elementos de: los: colores entópticos Colores entópticos"

.

y

0241

a

246

PARTE POLÉMICA Denunciación de la teoría de Newton Tomo primero de la “Óptica” de Newton. 1* parte

283 291

Primera proposición. Primer teorema

291

Segunda proposición. Segundo teorema

311

Tercera proposición. Tércer teorema Cuarta proposición. Primer problema. Quinta proposición. Cuarto teorema

5

Séptima proposición, Sexto teorema ¡Octava proposición. Segundo problema

Tomo primero de la “Óptica” de Newton. 2* parte * ¿Primera proposición. Primer teorema - Tercera proposición. Primer problema ' ¿Cuarta proposición. Tercer teorema

: Quinta proposición. Cuarto teorema «* Sexta proposición. Segundo problema

Séptima propósición. Quinto teorema

Octava proposición. Tercer problema

.

Novena proposición: Cuarto problema * Décirita proposición: Quinto problema '' ¡Undécima proposición. Sexto problema

da ,

Palabras finales

Parte Didáctica

¿No corresponde, al iniciar el estudio de los colores, hablar

ante todo de la Juz? He aquí una pregunta lógica, a la que nos limitamos, sin embargo, a dar esta respuesta breve, y sincera: toda vez que ya se ha dicho tanto acerca de la luz, parece improcedente repetir lo dicho o tantas veces ya repetido. Pues en definitiva tratamos en vano de expresar la esencia de una cosa. Percibimos efectos, sí, y, una historia completa de estos efectos comprendería a lo mejor la esencia de dicha

cosa. En vano mos esforzamos por describir el carácter de un

hombre; mas si juntamos sus actos y acciones, surgirá de ellos

una imagen

del carácter,

Los colores son «actos de la luz; actos y sufrimientos, En este sentido cabe esperar que nos ilustren sobre la naturaleza de la misma. Si bien los colores y la luz guardan entre sí relaciones, exactísimas, tanto aquéllos como ésta ¡pertenecen en

un. todo a la: Naturaleza; pues a través de ellos la Naturaleza

di

particularmente : al sentido de la: vista.

hasta el ruido, más ensordecedor,

hasta la armonía Sup

desde el sonido más. simpl

ra, desde el grito más frenético y

16

Teoría

Goethe

Mas con dicha tercera parte histórica no basta, Hemos agre-

gado pues una cuarta, suplementaria,

que contiene la revisión,

motivo principal de que los pár afos hayan sido dos. Pues como que en la redacción de tal trabajo se corre peligro de

omitir algunas cosas y se plantea la necesidad de suprimir otras para no distraer la atención, habiendo por otra parte cosas de

que uno se entera recién posteriormente y otras que w definición y corrección, son inevitables las adiciones y las rectificaciones. En esta ocasión hemos agregado también las citas. Por lo demás, este tomo contiene también algunos estudios individuales, por ejemplo sobre los colores atmosféricos, los cuales, tratados de un modo disperso en el curso de la exposición, aquí se estudian juntos y en un todo. Si este estudio conduce al lector a la naturaleza libre, otro

trata de promover el saber abstracto describiendo minuciosamente el material que en lo sucesivo será necesario para la teoría de los colores. ] Así como una buena pieza de teatro no puede ser puesta por escrito, totalmente, sino apenas en una mitad, quedando la mayor parte de ella librada al grado de desarrollo del arte * escénico, a la personalidad

de los actores,

la peculiaridad de sus imis y buena disposición del público, éste es aun mayor el caso con un libro que rales. Para disfrutar y sacar provecho

al poder de su voz,

aun la espiritualidad y la naturalmente en un grado trata de fenómenos natude él, el lector debe tener

presente a la Naturaleza, ya realmente o en viva imaginación. Pues en rigor el autor debiera hablar, en vez de escribir, e ilus-

trar ante todo a su público sobre los fenómenos, en parte tal como pueden ser representados con arreglo el / . k ds Sa EAS a la finalidad today diJucidación, explicación e interpretación

y palpitante.

surtiría un efecto real

Un sucedáneo de todo punto inadecuado son las láminas que suelen agregarse a tales escritos. Un libre fenómeno físico no puede ser aprisionado entre líneas y sugerido por una sección. 'A nadie se le ocurre explicar los experimentos químicos por «medio de figuras; esto es sin embargo práctica corriente respecto. | a los experimentos físicos, muy afines a aquéllos, porque es un método que da alguno que otro resultado. Mas muchas veces | esas figuras no constituyen sino conceptos; son recursos sim- |] sbólicos, modalidades jeroglíficas de transmisión, que. poco a

poco

A

al fi

ala

N:

1

e impiden

el

de los colores

17

————

. Nosotros tamez de promoverlo :ONOCI idoii ps de las láminas; mas hemos Ea Eat o utilizarse sin de hacer que puedan que puedan igura: cos y polémicos; más aun, necesario. da ial pros unto como parte del mater teebajo e Y hs Sólo nos resta señalar 2formulado s S un autor ha le tan á recientes el lector alemán de tiempos della a rara vez: i

rectius dstis,

quid novist Si his utere mecum. Candidus enpertis si non,

E

nn

ARO

RIE

.

Esbozo de una teoría de los colores; Si uera nostra sunt aut falsa, erunt talia, licet nostra per vitam defendimus. Post fata nostra pueri, qui nunc ludunt, nostri judices erunt.

Introducción Nace en el hombre

el afán de saber :al percibir grandes fe-

nómenos que atraen su atención. Para que persista este afán, debe desarrollarse un interés más profundo, que lo lleva a cohocer paulatinamente

los objetos. Recién

entonces

nos perca-

tamos de una gran diversidad que se nos presenta como plétora desconcertante y nos obliga a separar, clasificar y reagrupar. Así surge finalmente un orden que podemos abarcar más o menos satisfactoriamente,

Para hacer esto -siquiera medianamente en una disciplina, cualquiera que sea, se requiere una labor constante e intensa. Es así que los hombres prefieren dar cuenta de los fenómenos por algún concepto teórico general, una explicación cualquiera,

a tomarse el trabajo de construir un todo a través del estudio de

las ia

ta el presente, sólo dos veces se ha hecho una tentativa de enumerar y, clasificar los fenómenos cromáticos: la primera vez por Teofrasto

y la segunda

por

Boyle.

No

se negará

el *

tercer lugar a la presente tentativa. . Sobre los pormenores. nos informa la historia. Aquí sólo consignaremos que en el siglo pasado no pudo ser cuestión de tal clasificación, porque Newton había basado su hipótesis en un |. ¿Experimento complicado y derivado, al que los hombres de

20

e

Go 6 th

*

ciencia referían artificiosamente los demás fenómenos manifies-

tos que no podían escamotear y suprimir metiéndolos en situaciones comprometidas; procedimiento que tendría que seguir,

por ejemplo, un astrónomo empeñado en situar la luna en el centro. de nuestro sistema. Se vería obligado a hacer girar la Tierra y el Sol, con todos los demás planetas, alrededor de este cuerpo subalterno y disimular mediante toda clase de cálculos y conceptos artificiosos el error de su tesis básica. .Avancemos ahora en base a lo que hemos expuesto en el prefacio. Allí hemos dado la luz por cosa reconocida; aquí ha-

cemos lo mismo to al ojo. Dijimos más arriba que toda la Naturaleza se revelaba a través del color al sentido de la vista.

E

Teoría. de los colores ——_—

21

cepto al respecto. Repetimos que el color es la Naturaleza regida por: leyes respecto al sentido de la vista. Aquí también tenemos que partir del supuesto de que los hombres poseen este sentido saben que la Naturaleza obra sobre él; pues no puede ha-

blarse del color a los ciegos. Mas para atenuar la impresión de que tratemos afanosa-

mente de eludir una explicación, nos apresuramos a agregar a

mayor abundamiento que el color es para el sentido de la vista un

fenómeno

natural

fundamental,

el

cual,

como

todos

los

demás, se manifiesta por separación y contraste, mezcla y fu-

sión, exaltación y neutralización, adición y distribución, etcétera,

aserto, que el ojo en sí no percibe forma alguna, por cuanto

. y puede ser encarado y captado mejor bajo estas fórmulas generales de la Naturaleza. No podemos imponer a nadie este modo de imaginarse la

para la vista diferencia los objetos y las distintas partes del objeto. De modo que a base de estos tres factores construímos

de buen grado. Tampoco estamos dispuestos a defenderlo en lo sucesivo a través de la polémica y la disputa. Pues desde siempre

Pues bien, afirmamos,

por extraño

la claridad, la oscuridad

que acaso parezca nuestro

y el color constituyen juntos lo que

el mundo visible haciendo así posible, al mismo tiempo, la pin-

tura, capaz de representar un mundo visible mucho más perfecto de lo que puede ser el mundo real.

Debe el ojo su existencia a la luz. De subalternos' órganos auxiliares animales la luz desarrolla un órgano adecuado a ella; así el ojo se adapta gracias a la luz para la luz, para que a la luz exterior corresponda otra interior. A este respecto señalamos la antigua escuela jónica que no se cansó de recalcar que únicamente lo-afín puede reconocer lo Nadie negará este parentesco directo del ojo con la luz; cuesta más concebir el uno y la otra como una y la misma cosa. Sin embárgo, esta concepción resulta más fácil si se afirma que en el ojo está localizada una luz patente, que es excitada por el menor estímulo interior o exterior. Al conjuro de nuestra imaginación pod producir: enla idad 'las imágs más claras. En sueños se nos aparecen los objetos como en pleno día. Y en el estado de vigilia reaccionamos a la más leve sensación luminosa

exterior;

más

aun,

cuando el órgano

de la

vista experimenta una excitación mecánica produce luz y colores. Aesta altura de nuestra exposición acaso se nos objete que

hasta aquí ni siquiera hemos definido claramente la naturaleza del color. Quisiéramos eludir aquí también esta cuestión y re-

mitirnos a la disertación en que hemos explicado nuestro con-

cosa. El que lo considere cómodo,

como

nosotros, lo adoptará

el tratar del color ha comportado ciertos riesgos, al punto que uno de nuestros predecesores hasta se atrevió, en cierta ocasión,

a declarar: “El toro, cuando sele muestra un paño rojo, se enfurece; pero el filósofo, no bien se le hable del color, se pone

frenético.” Si hemos de hablar un poco de ¡aquella disertación a que nos remitimos,

señalaremos

ante todo

cómo

hemos

clasificado

las distintas condiciones en que el color.es susceptible de maif E tres modalidades de ifestación, tres clases de color o, si se quiere, tres aspectos netamente diferen»

ciados del fenómeno cromático. Consideramos, pues, en aquella disertación los colores ante todo como algo que forma parte: de.la vista y es el resultado de una acción y contraacción de la ¡misma; en segundo

término los enf« como fenó i o deriyad de medios incoloros; por último, los estudiamos como algo que podríamos imaginaros como parte integrante de los objetos. Di i los pri: colores fisiológi los di “físicos y los terceros químicos y señalamos que los primeros son necesariamente fugaces, los segundos pasajeros, pero de cierta duración, en tanto que los, terceros pueden ser fijados indefinidamente. Al clasificar y diferenciar así los colores, para los fines. di-, dácticos, en tal orden' natural, logramos al mismo tiempo presentarlos en una serie continua, ligar los fugaces con los pasa-

A

Y: E

EN

Teoría de los colores _______.25-

tenido más: no, pocostrasinconvenienun estudio iento de que lo muda lo es engañoso, ar los procesos raás entra-

l

e

visión, qu E E

'

d col , ha: estado,

causa: ha de buscarse en el hecho de que

nat

o

nente trató de la teoría de los colores y, habiéndose equivocado en el terreno de la física, movilizó: toda la fuerza, desu talento para consolidar su error. Cuando se llegue a reconocer una y otra causa, no tardará en disiparse.todo malentendido. y los matemáticos se prestarán de buen grado a contribuir particularmente al estudio: del aspecto físico de;la teoría de los colores.

"prestado un gran servicio también al pintor, al habernos esfor-

zado en la sexta parte de dilucidar los efectos sensibles y morales

Do Y

po

del color para facilitar así su uso en el dominio del arte. Si también en este respecto, como en todos los demás, no poco está tan sólo esbozado, queremos señalar que la función de toda teoría se limita, en definitiva, a insinuar los grandes linea-

mientos, que han de servir de base para la acción palpitante y fecunda.

EN

y

1. Estos

colores,

que

corresponde

considerar

en

primer

tér-

mino, toda vez que atañen por completo o en su mayor parte

al sujeto, al órgano visual; estos colores, que constituyen el fundamento de toda la teoría y mos revelan la armonía cromá-

tica que da lugar a tan enconadas disputas, han sido tenidos hasta ahora por fenómenos subalternos y casuales, por ilusión y defecto. Sus manifestaciones se conocen desde tiempos remotos;

. Pero como no se podía captar su fugacidad se los confinaba al reino de los fantasmas nocivos designándolos en este sentido con

los

nombres

más

diversos,

2. Es así que Boyle les llama “colores adventicii”, Rizetti “imaginari?” y “phantaistici”, Bufion “coul eentelles? Scherffer “colores aparentes”; algunos los denominan “ilusión Óptica” y “engaño de la vista”, Hamberger, “vitia fugitiva” y

Darwin, “ocular spectra”.

AS. Nosotros les hemos llamados “fisiológicos”, toda vez que atañen al ojo normal, y los consideramos como condición ¡n=

DA

ote

eN

;

Teoría de los colores

o

Agregamos

a renglón

4

j seguido

los colores

is patológicos,

los

aquéllos ya al cabo de un minuto, en tanto que éstos requieren

cuales, como todo estado.anormal permite comprender más Cabalmente el normal, sirven para profundizar nuestra noción de los colores fisiológicos. 1.

29

10. Quien de la luz del día pasa a un lugar bastante oscuro, por lo pronto no puede distinguir nada; poco a los ojos recobran su. sensibilidad, los agudos antes que los débiles,

dispensable de la visión, cuya correlación vital hacia dentro y fuera sugieren.

de siete a ocho “minutos.

11,

En el caso de las observaciones tientíficas, 14 insensibilidad de los ojos a las impresiones luminosas débiles como minosas débiles como consecuen consecuen-

La luz y la oscuridad con respecto al ojo.

ve

Se . La retina se halla, según que obre sobre ella la luz o la

brusco de la luz a la oscuridad, puede

galos. A,

dar lugár

por ejemplo, cierto observador cuyos

ptaban con lentitud, creyó durante un tiempo' que la madera putrefacta no era fosforecente a mediodía, niaun en

un cuarto oscuro, porque solía. pasar de la radiante luz. solár

oscuridad, en dos estados distintos, diametralmente opuestos el uno al otro.

al cuarto oscuro y no advertía la débil fosforescencia,' hasta que

6. Cuando en una habitación completamente oscura manteneros abiertos los ojos, notamos que falta algo. El órgano, librado

ciente para permitir a sus ojos adaptarse a la oscuridad. Le ocurriría igual al doctor.Wall con el brillo eléctrico del ámbar, que de día apenas podía percibir, ni siquiera en 'una

un día se le ocurrió permanecer en el cuarto el tiempo sufi:

habitación completamente oscura.

a su propia suerte, se repliega sobre sí mismo por falta de ese

contacto estimulador y grato en virtud del cual se vincula con el mundo exterior y llega a ser lo que es. 7. “Cuando luego volvemos los ojos hacia una superficie blanca crudamente iluminada, quedamos deslumbrados y por un ie E po no somos capaces de distinguir objetos discretamente iluminados. 8. Cada uno de estos dos estados extremos abarca, del modo indicado, la totalidad de la retina, de modo que no pueden coexistir en ella. En aquel caso (6)' hemos encontrado el Órgano visual en

el estado

de

máxima relajación

y sensibilidad,

éste (7), en el de una tensión e insensibilidad extremas.

n. Quien pasa de un lugar completamente oscuro a otro en que

da el sol, queda deslumbrado. El que pasa del crepúsculo a una claridad más bien discreta, distingue todos los objetos con mayor nitidez. De lo cual se infiere que el ojo reposado es más sensible a las impresiones moderadas. ? En los presos que han pasado largo tiempo en una celda oscura la sensibilidad de la retina es tan grande que ya'en la nd (probablemente en una un poco aclarada) distinguen los objetos.

en

9.

Cuando pasamos rápidamente de uno de estos dos estados

al otro, aunque

En este orden de ideas, cabe señalar también el hecho: de

que de día no se ven las estrellas, así como ese otro de que se ven mejor las pinturas cuando se las mirapor un doble tubo.

no de un extremo al otro, sino, verbigracia,

de la claridad al crepúsculo, la diferencia es muy grande, y es dable comprobar que los estados persisten durante un tiempo:

13,

En lo que damos en llamar la visión la retina se halla simultáneamente en estados dispares y aun opuestos, Al: lado de la claridad ima nodeslumbrante “actúa la oscuridadabsoluta, Al mismo tiempo, percibimos todos los grados intermedios del claroscuro y. todas-las- determinantes cromáticas. 4

30

Goethe

Teoría de los colores

14.

ahora, uno por uno, los elementos del

“Vamos a considerar del órgano visual mundo visible y dilucidar el comportamiento con respecto a ellos. Para tal fin recurriremos a las imágenes más simples.

TL. ;

tere dilatationem lucidorum; Paralip. in Vitellionem, pág. 220.

Las imágenes blancas y negras con respecto a los ojos.

El padre Scherffer opina en forma análoga,

19. Sea ello como fuere, uno y otro estado que originan tal imagen en el órgano visual están localizadas en él y persisten durante un tiempo, cuando ya ha desaparecido el motivo exterior. En la vida diaria apenas si nos damos cuenta de ello; pues rara vez se dan imágenes que forman flagrante contraste unas con otras. Evitamos mirar las deslumbrantes. Volvemos la mirada de una imagen a otra y su sucesión se nos antoja pura; no nos percatamos de que algo de la anterior se desliza en la Posterior. .

15. y la oscuridad proAsí como la retina ¡Meciona a la luz respecto a, los objetos piamerite dichas, se comporta también con si-

y negras excitan claros y oscuros. Cuando imágenes blancas retina a un tiempo multáneamente los ojos, determinan en la sucesivamente. originan oscuridad la y luz la que los estados

16. otro claro del Un objeto oscuro parece más pequeño que sobre fondo negro, mismo tamaño. Si dibujamos un disco blanco fondo blanco y a cony otro negro, de idéntico diámetro, sobre discos desde alguna tinuación miramos simultáneamente los dos párte, aproximadadistancia, éste se nos aparecerá una quinta en la proporción aumenta se Si aquél, que pequeño mente, más ambas imágenes correspondiente al tamaño de la imagen negra, parecerán del mismo tamaño.

20. Quien a la madrugada, al despertarse, que es cuando la etina está particularmente sensible, mira fijamente el crucero de la ventana, que se recorta sobre el firmamento aclarado por el al y a continuación cierra los ojos o mira hacia un lugar Completamente oscuro, percibirá durante un tiempo una «. negra sobre fondo claro. E ó

17.

que en la conDel mismo modo, Tycho de Brahe comprobó quinta parte más junción (novilunio) la luna aparecía una parece . El 1 (pl oposición que en la peq que a veces rtenecer a un disco más grande que el oscuro negra

ropa es dable distinguir en la época del novilunió. La que los veshace aparecer a las personas mucho más delgadas tidos claros. Una

luz vista detrás de un contorno

parece que

Una regla por detrás de la cual se asome la luz de

lo mellara. (Asimismo, el sol, al salir y al una vela tiene una mella aparente. horizonte. ponerse, parece que mellara la lín 18. visual El negro, representante de la oscuridad, deja el órgano

31

en estado de reposo; en cambio el blanco, lugarteniente de la luz, lo excita. Pudiera inferirse del citado fenómeno (16) que "la retina en reposo, librada a sí misma, se contrae ocupando un espacio más reducido que en el estado de actividad en que la sume el estímulo de la luz. Así, Kepler dice muy atinadamente: “Certum est, vel in retina caussa picturae, vel in spiritibus caussa impressionis exsis-

. qa

2 21. Toda imagen ocupa en la retina un lugar di eterminad n i

tensión varía en función de la distancia, Si CSITEnRO ojos en seguida de haber mirado al sol, nos sorprenderá lo Pequeña que es la imagen que persiste cn la retina.

| st

22. lo, cuando volvemos los ojos abiertos hacia una En cambio, el consideramos

la imagen que vemos flotar ante nuestra a a otros objetos, la percibiremos de tamaño tanto grande a cuanto mayor distancia de nosotros la intercepta superficie. Este fenómeno seguramente se explica por la

de la perspectiva según la cual el objeto pequeño más

32

Goethe

A

a mayor : próximo parece tapar otro más grande que se halla distancia del observador. 23. de esta

impresión

varía

con

arreglo

a la

istencia los ojos. Ella es déntica al tiempo que le lleva o a la '0sa la retina recobrar su sensibilidad al pasar de la luz términos curidad (10), de modo que puede ser expresada enpor cierto, de minutos y segundos, con mucha mayor exactitud,girar dan de la que se ha logrado hasta ahora haciendo como yueltas rápidamente una antorcha, que la retina percibe un arco luminoso.

Entra también en consideración, ante todo, la energía con La que una sensación luminosa dada excita el órgano visual.otros del

sol es la que

persiste

más tiempo;

la de

cuerpos persiste durante un lapso de tiempo que varía proporcionalmente-a su intensidad luminosa. BA

Estas imágenes desaparecen gradualmente mermando tanto E

en nitidez como en tamaño.

26.

- "Van mermando desde la periferia hacia el centro; créese haber comprobado que en las imágenes cuadradas los ángulos imagen se van achaflanando, hasta que finalmente se percibe una

redonda cada vez más pequeña.

q 27. . Tal imagen, al haberse extinguido en la retina, puede ser

resucitada, como quien dice, en ella, cuando abrimos y cerramos

los ojos alternando así la excitación con el reposo.

28.

o sensible

33

o aborrecidos con pasión traspuesta del

a la esfera ideal.

/ 29. Volviendo sobre la imagen de la cruz negra sobre fondo

cuando se mira, mientras persiste todavía dicha imión, hacia una superficie gris clara, el crucero aparece claro y el espacio configurado por el vidrio de la ventana, oscuro. En aquel caso (20) el estado permanecía idéntico, de iodo que también la impresión podía persistir idéntica; aquí, en cambio, se provoca una inversión, que atrae nuestra aten-

ción y a cuyo respecto los observadores han referido varios casos.

24.

i

Teoría de los colores _________

tos amados

El hecho de que en sujetos aquejados de una afección a la vista se ha dado el caso de imágenes que persistieron de catorce a diecisiete minutos, y aun durante más tiempo en la rétina, sugiere una debilidad extrema del órgano visual, su incapacidad para recuperar la sensibilidad, así como la visión

30. Los sabios entregados a sus estudios en las cordilleras han observado que un halo de luz rodeaba la sombra de sus cabezas proyectada sobre las nubes. Corresponde sin duda re«lacionar este caso con lo que antecede; pues cuando miraban fijamente la imagen oscura de la sombra y al mismo tiempo cambiaban de lugar, les parecía que la imagen clara postulada circuía la. oscura. Cuando se mira un disco negro sobre fondo

gris claro, a la menor modificación

de la visual no se tardará

en ver dicho disco oscuro. rodeado de un halo de luz. Yo mismo he hecho una observación similar. En circuns-

tancias en que sentado en un campo, conversaba con un hombre que se hallaba de pie a alguna distancia de mí y cuya silueta

- se recortaba sobre un cielo gris, tras haberlo mirado fijamente durante largo tiempo su cabeza se me apareció, al apartar un poco la mirada, circuída de un resplandor intenso. Probablemente sea del mismo orden el fenómeno de que las salir del sol caminan bordeando praderas morocío perciben un halo de luz alrededor de su 3 este halo puede ser coloreado, toda vez que concurren los paco de la refracción. mu también, b se ha creído ver halos claros :y algo algo coloreados coloread: a de Es sombras de globos aerostáticos proyectadas eto z padre Beccaria as algunos experimentos : d atmosférica do la ¿Se observó alrededor de ella y aun de parte del antena e

la reluciente de variable tamaño; desaparecía a veces; y

sa

_

Goethe

Teoría

cuando la cometa se desplazaba con mayor rapidez ella parecía flotar durante algunos instantes en el lugar anterior. Este fenómeno, que los observadores no supieron explicar entonces, era n oscura que persistía en la retina y sobre de la cometa la image . el fondo del cielo claro se presentaba clara. Sa ópti z En los p pticos, p los en que uno tiene que habérselas muchas veces con luces in-tensas, incoloras, o de color, hay que evitar cuidadosamente que en la observación se deslice el espectro persistente de la observación precedente confundiendo y desvirtuando aquélla. Si. Se ha tratado de explicar estos fenómenos como sigue: El lugar de la retina impresionado por la imagen del crucero oscuro debe considerarse reposado y sensible. La. superficie discretamente iluminada lo impresiona a él en mayor grado que las demás partes de la retina, que a través de los vidrios de la ventana han recibido la luz y, excitadas como están por un estímulo mucho más intenso, perciben la superficie gris sólo como una oscura. 32. Esta explicación parece por lo pronto suficiente; mas cuando id otros ft nos veremos obligados a ahond en nuestra investigación. 33. En el estado de vigilia, la vida palpitante del órgano visual se manifiesta particularmente en que tiende a variar sus estados, que en el caso más

simple

oscilan entre la claridad

y la os-

curidad. El órgano visual no puede ni quiere persistir sin cambio en un estado determinado especificado por el objeto; impulsado por una especie de prurito de oposición contrapone al extremo el extremo, a lo medio lo medio, y al mismo tiempo

une los opuestos tendiendo tanto en la sucesión como en la coincidencia tiempo-espacial a un todo. 34.

El bienestar inefable que imentamos en presencia del claroscuro bien tratado de cuadros incoloros y obras de arte similares se origina tal vez primordialmente en la percepción

altánea

de los colores

35

de un todo, que por lo demás el órgano busca más

e produce en una sucesión y, cualquiera que sea el resultado, 2 puede

fijar.

:

,

III.

Superficies e Imágenes grises.

35. Muchos experimentos cromáticos requieren una luz moderada. Consígnesc ésta en forma inmediata por medio de superficies más o menos grises, de modo que corresponde estudiar desde “Juego el gris. De más está decir que en ciertos casos una superficie blanca sumida en sombra o luz crepuscular puede ser con¡siderada gris.

36. Como la superficie gris ocupa una posición intermedia entre la luz y la oscuridad, lo, que más' arriba (29) hemos expuesto .como fenómeno se presta muy bien pára la experimentación. 37. _Si se mira una imagen negra recortada sobre una supérficie gris y, sin apartar lamirada, se 1 a, el lugar que había ocupado aparece de pronto much claro, Cuando del mismo modo se mira una imagen blanca, el lugar aparecerá luego más oscuro que la demás superficie, Si se pasa la mirada rd ¡E pestas, en ambos casos las imágenes se desplazan a la e ella. 38.

_ Una imagen gris aparece mucho más clara sobre fondo hegro que sobre fondo blanco. Miradas la una al lado de la otra, cuesta creer que las dos imágenes son de idéntico color.

Comprobamos aquí una yez más la vitalidad de la retina y el cid que todo lo vivo tiende a determinar frente a un estadeterminado. Así, la aspiración ya presupone la espiración,

a y toda sístole la correspondiente diástole. He aquí la. órmula eterna de la vida. Al serle ofrecida al ojo la oscuridad,

Pide la luz; al serle brindada la luz, pide la oscuridad. Demues

36

Gocthe

Teoría de los colores

tra su vitalidad, su' derecho a captar el objeto precisamente dando de-sí algo-opuesto al objeto.

IV.

arecía completamente de color púrpura. Al cabo de nueve segundos aparecía todo azul, y luego de otros

ocho, incoloro. Tapando y: destapando alternativa-

Imágenes deslumbrantes incoloras.

39. Si se mira una imagen deslumbrante completamente incolora, ésta deja una impresión profunda y persistente cuya gradual extinción se acompaña con un fenómeno cromático.

orificio, reavivaba ya una y otra vez la ¡; (27), que recién al cabo de siete minutos ella se borraba

etrervadores encontcuita más cortos o más prolon-

los respectivos lapsos tiempo, según que tengan la á da o más débil que yo (23). Soda en serdad

lo no obstante se llegase a establecer determinada

40.

42.

Practíquese en el postigo cerrado de una habitación oscura, cuanto más oscura mejor, un orificio de aproximadamente tres

no bien tan singular fenómeno llama nuestra atención, imos una nueva modificación del mismo. estra retina ha recibido, como arriba especificado, la

pulgadas de diámetro que pueda taparse y destaparse a voluntad, déiese penetrar el sol, en forma que los rayos den en una hoja de papel blanco, y mírese fijamente, desde alguna distancia, el disco huminoso. Si luego se tapa el orificio y se mira hacia el lugar más oscuro de la habitación, se cree percibir un disco, cuyo centro aparece claro, incoloro, tirando a amarillo, en

nm lumi y en una habitación de poca iluminaci un objeto de color gris claro, percibimos de nuevo meno, pero esta vez uno oscuro, que gradualmente queda

desde fuera con un borde verde, el cual, como antes lor púrpura, va cubriendo todo el área del disco, lo este proceso, se ve un amarillo sucio que, como en

tanto la periferia parece inmediatamente teñida de púrpura.

El púrpura, avanzando desde la periferia, va cubriendo el área. del disco y termina por eliminar el centro claro. Mas no bien todo'el disco aparece de color púrpura, la periferia empieza a teñirse de azul, que va desplazando, avanzando desde ella; el púrpura. En cuanto todo el disco aparece de color azul,.la periferia se oscurece y se vuelve incolora, Tarda ella mucho en desplazar por completo el azul y tornar incolora toda el área del disco. Luego, la. í merma gradualmente, tanto en tamaño como en intensidad. Aquí vemos una vez más cómo di una ión de oscilaci la retina restabl au latinamente su normalidad perturbada por el violento estímulo exterior (25, 26).

rimento precedente el azul, invade paulatinamente toda finalmente es desplazado por una claridad incolora. : 49. eden combinarse estos dos experimentos colocando en una ón poco iluminada una Pantalla negra al lado de otra y mirando

fijamente, mientras

y a continuación todos los demás fenómenos puntualimás arriba. El observador ejercitado hasta puede percibir

41.

.

261 espectro aparece más grande.

Tras de haber mirado la imagen deslumbrante por espacio de cinco segundos, tapaba el orificio; entonces percibía, flo-

aba

:

persiste en la retina la

Juminosa, ora la blanca ora la negra. Se percibirá por ora un fenómeno de color púrpura ora uno de color

nto

La duración respectiva de las distintas fases de este fenómeno la he averiguado por medio de la observación personal. La he encontrado idéntica en los distintos experimentos que

llevé a cabo.

387

“aire, el disco. coloreado, que al cabo de trece se-

44,

las

A pe

pant:

sra

toda

es la e

yo cierto día; al L caer la tarde, en una fragua, en s en que la masa incandescente era, colocada bajojo el

38:

—____GOEFRA

Teoría de los colores _______

martillo. Tras haber mirado fijamente la masa, volví la cabeza

idad de ésta, la cual, incitada

.

ción del fenómeno.

r 45. Lo que hemos dicho respecto a la paulatina extinción de una imagen deslumbrante delimitada E aplica también a la gradual adaptación de una retina totalmente deslumbrada. Un caso relacionado con este fenómeno es el de las personas des-

lumbradas por la nieve, que la ven de color púrpura; otro el

Jara determinar con », úsese el círculo de acuerdo con los es de utilidad. Los

hermosísimo color verde de que aparecen los objetos oscuros

cuando durante largo tiempo hemos mirado al sol una hoja de.

en la mesa

en que

Enrique

duque de Guisa jugaban a los dados.

IV

de

Francia

y el

aquí se ha expuesto.

48.

||

todo

en

50.

rapidez los colores que 'origina este cromático de nuestra lámina 1, disfenómenos naturales, y que también colores diametralmente 'opuestos se

la retina.

Así

al

amarillo

corresponde

el

; al anaranjado el azul; al púrpura el verde, y vice. Todos los tonos se complementan unos a: otros, al color simple corresponde el más compuesto, y viceversa,

51. . Los casos relacionados con este fenómeno se dan en la diaria más frecuentemente de lo que creemos; más aun, atento

los advierte

en

todas

partes,

en

tanto

la humanidad ignorante, como también nuestros antepasa-

, los considera como defectos momentáneos y a veces hasta

41. Hemos fisiológicos caso de la ual d percibido ición losde colores imá ani en el al y también en el de la anulación paulatina de deslumbramientos incoloros generales. Advertimos fenómenos análogos cuando excita la retina un color ya especificado. También en este caso tener presente en todo momento

plementan

observador

V. Imágenes coloreadas.

debemos

49.

do se mira fijamente un pedacito de papel o de seda lor vivo sobre una pantalla blanca poco iluminada y al bo de algún tiempo se lo retira, sin apartar la mirada, se rcibe en la pantalla blanca el espectro de otro color. También puede dejar en el lugar el papel coloreado y fijar, al cabo un tiempo, la mirada en otro punto de la pantalla blanca; mbién allí se percibirá este fenómeno cromático, pues se de una imagen que desde luego impresiona la retina.

ción a las circunstancias que acompañaron la paulatina extin-

de sangre

a la oposición, lleva a

'a través del conflicto, una totalidad.

verde mitad de color púrpura, según que se recortará sobre un fondo más bien oscuro o uno más bien claro, No presté aten=

papel blanco. Los detalles de este fenómeno los dilucidarán aquellos cuyos ojos jóvenes estén aún en condiciones de someterse a un esfuerzo en aras de la ciencia. 46. Aquí cumple hablar también de las letras negras que a la hora del crepúsculo vespertino aparecen de color rojo, como acaso también de la crónica que refiere que aparecieron gotas

39

loreadas persiste en la retina, sólo que se hace más patente

y casualmente mi mirada se posó en una carbonera abierta. De pronto me pareció percibir una imagen colosal de color púrpura, y cuando aparté los ojos de la boca oscura y miré hacia los tablones iluminados del cobertizo, el fenómeno apareció mitad

lo que

hasta

Como en el caso de las imágenes incoloras, la impresión de :

comprueba con alarma teniéndolos por síntomas de enferes E la vista. Se consignarán a continuación algunos notables. y

rpo b plantado, rostro níveo, cabenegros y corselete de color escarlata acudió a atenderme, la

fijamente cuando en la penumbra se hallaba de istancia de mí. Guando ella luego se apartó, pe Se Es enfrente da rostro negro circuído indumentaria de la figura claramente eció de un hermoso color verde a

pie a percibí de un visibl a

:

40

Goethe

:

;

53.

El aparato óptico muestra los retratos de medio cuerpo

Teoría

con

los colores y matices invertidos, y se ha pretendido que cuando se mira durante un tiempo la imagen aparente ésta llega a

' parecer más o menos natural, El fenómeno es, en sí, cierto y concuerda con la experiencia, pues en el caso arriba citado (52)

una negrita con la cabeza atada en un pañuelo blanco se me

hubiera

aparecido

con

la cara

blanca

encuadrada

en

negro.

54.

Estoy convencido de que del mismo modo se explica también un fenómeno que ya en el pasado ha llamado la atención: de los na:

i

Cuéntase que en las noches de verano ciertas flores se vuelven fosforescentes o emiten destellos de luz. Algunos: observadores han puntualizado este fenómeno. Muchas veces me había esforzado por observarlo personalmente, hasta llevaba a cabo experimentos con miras a producirlo. El 19 de junio

de

1799,

en circunstancias

en que

a una

hora en que el crepúsculo cedía gradualmente el paso a una noche serena, me paseaba en el jardín en compañía de un amigo, ibimos distintamente cerca de las flores de la ama:

pola oriental, caracterizada por su color rojo subido, emana+ ciones semejantes a llamas. Nos asomamos a las plantas y

las miramos fijamente, pero ya no percibimos nada, hasta que, tras haber ido y venido varias veces por el sendero, mirando

desde un ángulo, logramos reproducir a voluntad el fenómeno. Comprobamos que se trataba de un fenómeno de colores fisiológicos y que el destello aparente era, en realidad, la imagen aparente de la flor que aparecía del color complementario verde azulado. Cuando se mira de frente las flores no se produce el fenó-

meno; mas debiera producirse también en cuanto se aparta un la mirada..Cuando se mira con el rabillo del ojo, surge

ugazmente una doble imagen, percibiéndose la imagen apa:

rente junto a

la real,

“El crepúsculo es la causa de que los ojos están ea mente descansados y por ende sensibles, y el color le las > amapolas es tan saturado que aun en el crepúsculo de los días: ñ más largos tiene poder suficiente *para producir úna imagen complementaria.

¡Estoy convencido de que se podría tomar este fenómen

A

de los colores

41

base de un experimento y producir el mismo efecto diante flores artificiales. “Quien desee prepararse para la observación del natural, se abre, al pasar por el jardín, a mirar fijamente las flores or, y seguidamente hacia el sendero; lo verá como sallo de manchas del color complementario. Puede hacerse

observación cuando el cielo está nublado, pero también

días

de sol radiante, en que la luz solar, reforzando el las flores, les permite producir el color complemen-

con una intensidad tal que es perceptible aun con la luz brillante. 55. como en los experimentos con imágenes coloreadas tiene

distintas partes de la retina, de acuerdo con leyes nadas, un cambio de colores, esto ocurre también lo la totalidad de la retina queda impresionada por un color. Podemos convencernos de ello mirando a través de ¡os coloreados. Por ejemplo, si se mira durante un tiempo wés de una placa de vidrio azul, al apartarse luego la

ada el mundo aparece como iluminado por los rayos del sol,

aun día gris y el paisaje se presente tétrico y otoñal. Del mo modo, tras haber mirado a través de unos anteojos de

verde se ven todos los objetos nimbados de un brillo Me parece, en consecuencia, inconveniente valerme, para

ar descanso a los ojos, de anteojos verdes o papel verde, que toda especificación cromática hace violencia al ojo ¡erza el órgano a la oposición. 56. ¡Si hasta ahora hemos comprobado que a todo color sucede la retina el que tiene como complementario, queda por ar que este fenómeno se da también en forma simulCuando una imagen coloreada se inscribe en una parte a retina, la parte restante se apresta inmediatamente

para

'ucir los colores complementarios de los percibidos. Si con-

lando los experimentos arriba citados se mira, por ejemplo,

le papel amarillo sobre una superficie blanca, la restante del ojo está desde luego pronta a producir en superficie incolora el color violeta. El poco amarillo sta para surtir claramente este efecto, pero si se fijan cal sobre una pared amarilla, ella aparece teñida

Teoría

Si bien todos los colores se prestan para estos experimentos, recomendamos particularmente el verde y el púrpura, toda ve

60. “fenómenos son de la mayor importancia, por cuanto

jeren las leyes de la visión y constituyen un

“esericialmente,

mentario del verde. El plano diferente de las olas con respecto del observador produce este efecto. Cuando se descorre la cortina verde, los objetos de fuera aparecen de color púrpura, y viceversa. Por lo demás, el observador atento comprueba en

61,

58.

Cuando dentro de la totalidad se perciben aún los elemen-

La simultaneidad de estos efectos, qué hasta aquí hemos advertido en los casos directos, cabe comprobarla también a la inversa. Si se coloca un pedacito de papel de color anaranjado turado sobre una superficie blanca, mirándolo fi); no se

s que la componen, cabe denominarla armonía. Que la teoría

la armonía de los colores se deriva de estos fenómenos; que.

nicamente en virtud de estas propiedades el color se presta r usado para fines estéticos, se pondrá de manifiesto cuando

p e apenas, en la superficie restante, el color complementario azul; mas si se procede a retirar el papel anaranjado y

ramos recorrido el círculo de las observaciones y regresemos

huestro punto de partida,

en su lugar aparece la imagen azul aparente, en el instante en ¡que alcanza su intensidad máxima el resto de la superficie Tse cubre de un halo amarillo rojizo, prueba palmaria de la forma

_VL,

actúa la ley que rige estos fenómenos.

Mas antes de proseguir en nuestra exposición, hemos de con-

lerar casos muy extraños referentes a estos colores complementarios, fijando nuestra atención en las sombras coloreadas, “Estudiemos primero las sombras incoloras. Baca

de los que comple-

tan, se avivan allí donde están. En un patio de piso de piedra “invadido por el pasto, éste apareció de un verde hermolas nubes

vespertinas proyectaron

sobre

el piso

las obras de los pintores paisajistas, particularmente de rabajan

a la acuarela,

63.

inversa, quien con una

luz de intensidad mediana recorre praderas y no ve más que pasto verde, cuando fija la mirada en algún árbol o en “¡sendero con frecuencia lo percibe. teñido de un halo rojizo, este matiz se da con

frecuen

Sombras coloreadas. 62,

39) Así como los colores complementarios, allí donde no están,

sísimo cuando

en sí toda la

dieron cuenta de que en este caso es preciso establecer colores fundamentales.

todas partes, hasta el infinito, estos fenómenos,

un resplandor rojizo muy tenue. Ala

a la totalidad y contiene

de colores. El violeta complementario del amarillo comle el rojo y el azul; el anaranjado, el amarillo y el rojo, que por color complementario el azul; el verde combina el azul amarillo y es complementario del rojo; y así ocurre ¡én con todas las tonalidades producidas por las más diver“mezclas. Ya en tiempos pasados ha habido observadores

E el sol aparece verde, o sea de su color natural, en tanto que la parte sombreada exhibe el color púrpura, que es el comple-

fácilmente al lado y después

requisito

nsable para el estudio de los colores. El órgano visual

o a rayas, las flores y las rayas, respectivamente, aparecen de rojizo. También el púrpura del mar agitado es un color ¡producido con arreglo a esta ley; la parte de las olas iluminada

se presentan

48

pa

que estos dos colores se producen recíprocamente con gfan intensidad. También en la vida se dan con frecuencia estos casos, Cuando un papel verde trasluce a través de muselina floreada

«dinámica cómo

de. los colores —____—

lemente lo perciben en la Naturaleza e instintivamente “mas su trabajo es tildado de chocante.

dE

La sombra proyectada por el sol sobre una superficie blanca

MO nos proporciona una sensación cromática mientras el. sol actúe con su potencia plena; aparece: negra o, en caso que era acceso una contraluz, más degradada, con ilumi.

erada, de tonalidad gris.

a

Goethe

Teoría de los colores

á

64.

A

oportunidad.

contraluz

ilumine

hasta

65. Coléquese al atardecer sobre un papel

corta y, entre ella y la menguante

luz

cierto

punto

la

blanco una vela

diurna, verticalmente,

un lápiz, en forma que la sombra proyectada por la vela sea iluminada, pero no pueda ser borrada por la débil. luz diurna. La sombra aparece entonces de un color azul muy hermoso. 66. Adviértese en seguida que esta sombra:es azul; pero sólo el observador atento repara en que el papel blanco parece una superficie

amarilla

rojiza,

cuyo

color

en la retina la percepción de ese azul.

De modo que en todos sombra coloreada hay que la que está proyectada, lo con atención. Mas hágase experimento.

determina

precisamente

67. los casos en que se comprueba una suponer coloreada la superficie sobre cual se advertirá a poco que se mire antes, para convencerse, el siguiente

68. Si de noche se disponen dos velas ardiendo, ja una al lado

de la otra, sobre una

superficie blanca, se: coloca entre ellas,

verticalmente, una varita delgada, así que se originan dos som-

bras, y se interpone un vidrio coloreado delante de una de las

dos velas, en forma que la superficie blanca aparece coloreada, en el mismo instante la sombra proyectada por la luz ahora colorante e iluminada por la otra, incolora, se presentará con el color complementario.

69. Corresponde aquí hacer observación importante; sobre la volveremos con frecuencia en el curso de nuestra exposi- . ción. El color en %í es algo afín a la sombra, de suerte que Kircher le llama con plena razón lumen opacatum; y no

sola=

mente es afín a la sombra, sino que tiende a unirse con ella y,

así, se presenta en ella y a través de ella en cuanto se le ofrece

modo

que con

respecto

45 de las sombras

adas hemos de mencionar un fenómeno cuya explicación

La sombra coloreada presupone, primero, que la luz que la proyecta coloree en forma la su; blanca y, segundo, que una sombra proyectada.

De

dio deben quedar para más adelante.

4

70. Elíjase, al atardecer, el momento en que la luz diurna puede

vía proyectar una sombra que no pueda ser anulada por la

de una vela, de modo que resultan dos sombras, proyectadas Ja luz de la vela sobre la luz diurna y por ésta sobre la

de la vela, respectivamente. Cuando aquélla es azul, ésta “presenta de un “color amarillento saturado. Este no es, en itiva, sino el halo amarillo rojizo con que la luz de la vela cubre todo el papel y que se torna perceptible en la sombra.

71, El citado experimento a base de dos velas y vidrios coló-

reados permite convencerse de lo que antecede, como

también

le la facilidad pasmosa con que la sombra toma un color,

72 - De modo que queda explicado también cómodamenteel fe-

"nómeno

de las sombras

coloreadas,

que

hasta ahora

ha dado

tanto que hacer a los observadores. Quien en adelante perciba sombras coloreadas, sólo tiene que fijarse en el color de que _está teñida la. superficie iluminada sobre la cual están proyectadas. Cabe considerar el color de la sombra como un cro_matoscopio de las superficies iluminadas, por cuanto es dable atribuir a la superficie el color opuesto al de la sombra, que el ' observador atento comprueba, en efecto, en todos los casos, 73. Antes, las sombras coloreadas, que ahoran quedan explicadas tan cómodamente, constituían un rompecabezas y como se las mprobaba primordialmente al aire libre donde se presen- taban de color azul, se les atribuía a una misteriosa propiedad azul y azulante del aire. Sin embargo, aquel experimento llevado a cabo con una luz de vela en el interior de una habitación, prueba de un modo concluyente que no se requiere dor ni reflejo azul de ninguna clase, pues cuando se el experimento en un día gris y tétrico, y aun con las blancas corridas, en una habitación donde no existe

.

46

5

Goethe

+

*

*l

Teoría de. los. colores

Ki

dable observar sombras violáceas, ahora éstas “de un color azul intenso, conforme las superdas reflejaban un amarillo saturado.

74. ; escribe: Saussure, en el relato de su ascensión al Montblanc, a los sa refiere. se interesante menos no “Otra observación lores de las sombras, entre los cuales, pese a nuestro sta el azul saturado qe ne encontrado en: nunca hemos minucioso, mos comprobado con frecuencia la llanura. Sobre a dde cincuenta y nueve sombras percibimos una amar y sin color o negras a lenta, seis de color azul po > , pálido. reinta y cuatro de color violeta la Ine aodo que estas observaciones parecen comprobar Le tesis de aquellos físicos que presumen que esos co reflejado

por el firmamento,

sino más

bien

el sol estaba próximo a ponerse y sus rayos, suma-=

juados por los vahos, más espesos, teñía' los ámbitos

glorioso púrpura, el color de las sombras se transformó de que se parecía al verde mar por lo diáfano y a la por lo hermoso. Este fenómeno cromático se inten= ad vez más, al punto que me pareció estar en un mundo pues todo se había engalanado de esos dos colores vivos fundían en bellísima armonía, hasta que la puesta del

formó esta gloria en un crepúsculo gris, que gradualcedió el paso a una luminosa noche de luna.

d

vienen, no tanto de determinado color del aire ni Ls E alguno

de des os

76. ino de los casos más hermosos de sombr de color ases dable lo en la época del plenilunio. Es posible equilibrar iectamente la luz de la vela y el claro de luna y hacer que 3 sombras se proyecten con idéntica intensidad y nitidez, así ¡que los dos colores están en equili Colóquese la. pantalla la que el claro de luna dé de lleno en ella y un poco ente, a una distancia prudencial, la vela ardiendo; si se interpone delante de la panta , un cuerpo opaco, una doble sombra; aquélla que es proyectada por la 'uminada por la luz. de la vela aparece de un vivo amarillo rojizo, en tanto que la proyectada por la luz de por la luna se presenta con un hermosísimo de las dos sombras coinciden y se funden en . La sombra amarilla no puede acaso ser

casuales esparcidos por el aire que comunican a las sombras, sus tonos singulares.”

_Podemos ahora explicar cómodamente, las experiencias Teferidas por Saussure. 1 cielo se hallaba en general despejado espejado k A. tan grande altura, € 3 de vahos. El sol daba "con su potencia plena en la nieve, celos 'modo que ésta se presentaba totalmente blanca; entonces, observadores percibían las sombras sin color. En cambio, cuando el aire estaba cargado de algunos vahos, comunicando, así, un _preferentetono amarillento a la nieve, las sombras a] “mente de color violeta; los observadores veían también algunas 7 sombras azuladas, y el hecho de que los respectivos «colores no “alcanzaban gran viveza debíase exclusivamente a la atmósfera

a

Ñ

de como

o

daba las sombras. Una sola vez sombra

amarillenta,

la cual,

*

o a o una hos visto más arriba (70), es una sombra proyectada contraluz incolora

eat:


a la vista tenerse por un cuerpo que brilla con luz propia.

165.

os ora fondos oscuros.

166. tad oe Mas para todos los experimentos el vidrio opalino (vitrum vides, girasole) es el medio más adecuado. Se lo fabrica

R 3

diversos procedimientos comunicándole la turbiedad, me-

ña

>

160. . también debe considerarse como el humo Por lo turbiodemás, illo un fondo claro 3 sobre que

3

a a

iva

poz

Puede Pp prea Ok Y

medio

rojizo y sobre uno oscuro,

aparecen

Entre los medios sólidos se destaca ante todo el ópalo, cuyos res se explican, porlo menos en parte, por el hecho de que definitiva es un medio turbio, así que se perciben ora fondos

El fenómeno azul que percibimos en la base de la llama. de la vela obedece a la misma causa. Si se mira la llama sobre un fondo blanco, no se percibe ni asomo de azul; mas'es color aparece en seguida si se la mira sobre un fondo negro. En la llama de alcohol ardiendo es donde el fenómeno s presenta con particular viveza. De modo que cabe considez la base de la llama como un vaho que, por más que infini mente tenue, se torna visible sobre el fondo oscuro; tan tez

es que puede leerse sin dificultad a través de Él. La punta

67

164. Con el sol radiante los buzos ven el fondo del mar teñido actuando el agua del mar a modo de un medio

el eo

y la ; Le o 167. qu

po

fnicado vid

e

vidrio en diversas formas para la

de color azul. 161.

Considerando ahora los medios líquidos, comprobamos que:

162. La infusión del palo nefrítico (guilandina Linnaci), antes causara tanta sensación, no es sino un líquido turbio

en el oscuro vaso de madera aparece desde luego azul y un vaso transparente, mirado al sol, de color amarillo. 163.

+

a

Con algunas gotas de agua perfumada, de barniz de y de algunas soluciones metálicas pueden comunicarse todos los grados de turbiedad que se deseen para la «de tales experimentos. El medio más eficaz es acaso el de jabón.

E

j

efecto.

el mismo toda agua levemente enturbiada produce

]

l

>

"

en se emplean láminas de vidrio enturbiado de diverso es. Ambos procedimientos son adecuados; lograr

is

anto e

ii

través de la turbiedad, ésta, si se condensa demasiado, se 168.

_ El paño de los vidrios de las ventanas proyecta ¡amarillo sobre los objetos, y los sitios empañad paleced pa les si a iravés de ellos miramos un objeto oscuro.

al o ala reali esp nl

E

169,

ahumado también ha de considerarse como un

. El sol, visto a través de él, aparece, más o menos; temo cla tenen ¡egriuzco hollín, uno puede convencerse de

Teoría de los colores

. que aquí actúa un medio turbió mirando por tal vidrio m

malhumorado, colocó el cuadro contra la

es dable vet, entonces, un halo azulado, € Con hojas de pergamino puede Jlevarse a cabo, en el cua oscuro, un experimento n: otable. Si se fija un pergamino so en el postigo iluminado por el ad n ¡berturaeSpracticada aparece blancuzco; si se agrega otro, se torna amarillento, ulatinamente se transforma en rojo conf

“mañana siguiente, cuál no sería su alegría al ocuparse del cuadro y ver la levita de pana negra restaurada ju magnificencia anterior. No pudo resistir a la tenta“mojarla nuevamente en un extremo, y he aquí que “aparecer el color azul, para desaparecer al cabo de

ido me

s

Ya se ha hablado del efecto similar que en las personas

colores, había pintado, hacía algunos

años,

el retrato

reputado: teólogo, que mostraba al venerable caballero

con una lustrosa levita de pana, la que casi en mayor

de

aun que el rostro atraía la mirada del espectador y suscil su admiración. Sin embargo, el humo y el polvo despoja retrato poco a poco de gran parte de su frescura, por. lo fué entregado a un pintor para que lo limpiara y:lo con un nuevo barniz. El pintor comienza por lavar el cua cuidadosamente con una esponja mojada; pero no bien la pasado algunas veces y removido parte de la suciedad, prueba, estupefacto, que la levita de pronto otra de felpa azul claro comunicando al sacerdof aire muy mundano, aunque anticuado. El pintor no se a seguir con el lavado; no concibe que al fondo del más negro pueda haber un azul claro, y menos que a poco de: pueda haber removido el barniz que presuntamente había “formado este azul en negro.

En una palabra, quedó muy alarmado por haber a así el retrato, en el cual ya no se descubría nada que la condición de clérigo del retratado, como no fuese: la.

redonda y cuajada de rizos. El mal parecía incurable y m

de este fermómeno,

fuí inmediatamente

y no tardó en sobrevenir la alteración; vi una levita a algo descolorida, pero evidentemente de color celeste,

afectadas de catarata produce la opacidad del cristalino (132;

Habiendo. llegado, por este camino, al. efecto de una. biedad casi opaca, nos resta consignar un caso muy curioso enturbiamiento instantáneo. Un artista que sabía manipular con particular habilidad 1

enteré

cuadro prodigio. En mi presencia se pasó una esponja

se van agregando hojas.

algunos trazos de color marrón sugerían las

qué este fenómeno en base a la

El artista cubriría el color negro

meda

), para

¿con un barniz especial, que al ser lavado absorbió alguna y así se volvió turbio, de modo que el negro subyatrabajan con barnices encuentren por azar o meditando

problema el medio de demostrar tan singular fenómeno nentalmente a los amigos de las ciencias naturales. No

¡te repetidas tentativas, yo no lo he logrado.

derivado, pues, los casos más notables de fenóme-

tmosféricos, así como. otros, no por menos conspicuos ina experiencia fundamental referente a los me-

turbios y no dudamos de que Jos amantes de la Naturaleza más allá y se ejercitarán en derivar y explicar en la forma los múltiples fenómenos que se dan en la vida; también esperamos que los naturalistas no se darán trehasta idear algún medio de demostrar tan notables expepersonas ansiosas de acrecentar el caudal de sus

lo vacilamos en calificar esa experiencia fundamental con= en términos generales, de fenómeno básico y prima=

licar:a renglón seguido lo que entenLIA

y

70

Goethe

.

Teoría de los colores

,

175.

Nuestra experiencia consiste en su mayor en caso que, a poco que ahondemos en ellos, podemos ividir en cate- * gorías empíricas. Estas se subordinan, a su vez, a categorías científicas, de alcance aun mayor, que nos proporcionan un conocimiento más íntimo de ciertas premisas del mundo fenoménico, A partir de aquí todo se subordina a principios y leyes superiores que no se revelan, empero, a través de palabras e hipótesis, a la razón, sino una vez más a través de fenómenos a la percepción sensible. Les llamamos fenómenos primarios,

porque de un lado no hay en el mundo fenoménico nada supe-

rior a ellos, y del otro, porque desde ellos puede descenderse gradualmente, tal como hemos ascendido hacia ellos, hasta el

caso más subalterno de la experiencia diaria. Tal fenómeno primario es el que hemos expuesto hasta aquí. Vemos, de un lado,

la luz, la claridad, y del otro, las tinieblas, la oscuridad; intercalamos entre ellas la turbiedad, y de estos contrastes, com ayuda de dicho intermediario, se desarrollan, asimismo en contrastes, los colores, los cuales, en virtud de su correlación, sugieren, sin embargo, inmediatamente, una unidad superior.

176. En este sentido, opinamos que los naturalistas han caído en

un error muy grave al colocar un fenómeno derivado más alto

que el fenómeno primario y hasta poner el fenómeno derivado al revés

considerando

resienten

todavía.

lo compuesto

simple

y lo simple

com-

puesto, tergiversación que ha introducido en las ciencias naturales las más curiosas confusiones y enredos, de los cuales se 177. Mas aunque se haya dado con un fenómeno primario, resulta que nos negamos a reconocerlo como tal; que más allá

y por encima de él buscamos algo más y nos resistimos a admitir

que marca el límite de la percepción sensible. Si el naturalista se abstiene de tocar a la inmutabilidad y magnificencia eternas de los fenómenos primarios y el filósofo los incorpora a su esfera, comprobarán que no los casos individuales, las catego-

rías, conceptos e hipótesis generales, sino los fenómenos básicos Y,primarios le ofrecen un material digno para un tratamiento terior.

y

XL

M1

Los colores dióptricos de la segunda clase. La refracción. 178.

Los colores dióptricos de las dos clases se ligan estrecha-

mente entre sí, según veremos en seguida, Los de la primera clase se han presentado en el campo de los medios turbios; los

de la segunda han: de manifestarse en los medios transparentes.

Mas como todo lo empíricamente transparente es, en sí, ya un lo de turbiedad, según lo demuestra todo aumento de densidad de un medio llamado transparente, es evidente la íntima afinidad de las dos modalidades.

179. Mas

por lo pronto,

al considerar ahora

los medios

parentes, dejamos de lado la turbiedad inherente a nuestra d fenó i ellos que se conoce con el nombre de refracción.

trans-

ellos y do a

180, Ya en ocasión de los colores fisiológicos hemos rehabilitado

lo que se ha dado en llamar ilusiones ópticas explicando que se trataba de actividades del órgano visual sano y normal (2); aquí corresponde una vez más tomar la defensa de los sentidos y afirmar su funcionamiento adecuado.

181. En todo el mundo sensible, todo depende, en definitiva, de

la relación que guardan entre sí los objetos, sobre todo de la que existe entre el hombre, el objeto terreno más importante, y los demás. Así el mundo se divide en dos partes y el hombre se enfrenta como sujeto con el objeto. Aquí es donde el hombre _ Práctico se afana en la experiencia y el pensador en la especulación, llamados a librar una lucha a la que ninguna paz ni decisión han de poner término jamás. 182.

Mas también en este terreno lo principal es siempre que se adquiera una noción plena de las relaciones. Como nuestros séntidos, siempre que sean sanos, expresan del modo más cabal , el

1% == Gi0ie 3 he

Teoría de: los colores ————

las relaciones exteriores, podemos convencernos de que en todos

opuesta a la halos

los casos en que parecen contradecir a la realidad indican tanto

más cabalmente la verdad ituación. Así, por ejemplo, lo distante se nos aparece de tamaño pequeño, y precisamente esta circunstancia nos proporciona la*noción de la distancia. En objetos incoloros hemos producido por medios sin color fenómenos cromáticos siendo referidos, al mismo tiempo, a los grados de turbiedad de tales medios. i

E

¡Del mismo modo,

183.

nuestra vista se entera, en ocasión del

estudio ¡de la refracción, de los distintos grados de densidad de los medios transparentes y aun de otras propiedades. físicas y químicas de los mismos, que nos'incitan a llevar a cabo otros peri inados a descifi dl por medios tad Fisii g ÁCAr los ya en parte 184. : Los objetos, vistos a través. de medios más o menos densos, no aparecen en el lugar en que debieran estar con arreglo 2 las leyes de la perspectiva. En esto estriban los fenómenos dióptricos de la segunda clase. 185.

+ Las leyes de la visión susceptibles 'de ser/expresadas en fór-

mulas matemáticas

enuncian que así como

línea recta, puede trazarse una recta entre el

la luz viaja en e

y

el objeto percibido, De modo que si la luz llega nuestra retina siguiendo una trayectoria curva o quebrada, así que vemos

los objetos en una línea curva o quebrada, tal hecho

nos indica:que los medios interpuestos han cobrado mayor densidad; que han asumido; esta' o aquella naturaleza extraña.

:

po

186.

4

á

Esta desviación de la ley de la: visión rectilínea se llama en general refracción y si bien nos consta que la conocen nuestros “Jectores, vamos a esbozarla bajo sus: dos aspectos, el objetivo y el subjetivo.

187.

Si se dispone un recipiente cúbico vacío en forma que los. rayos solares: den en él -oblicuamente iluminado tan sólo la

18

el fondo, y luego se' vierte agua en

dicho recipiente, la dirección de los ráyos «solares 'con respecto de él cambia inmediatamente;

la luz se retira e ilumina tam-

bién parte del fondo. En el punto donde los rayos solares pe'netran ahora en .el medio más denso, se desvían de su trayec-

toria rectilínea y parecen quebrarse. He aquí lo que nos enseña el experimento objetivo, 188.

A la experiencia subjetiva llegamos como sigue: Si reemplazando el sol por nuestra vista miramos por nuestra parte: oblicuamente por encima de una de las paredes del recipiente, así que vemos toda la cara interna de la pared opuesta, pero mo el fondo, y vertemos agua en el recipiente, vemos de pronto también parte del fondo, y eso que creemos dirigir la visual

todavía en línea recta; el fondo parece que se hubiera elevado fenó ias hacia por lo cual desi : este y con el nombre de elevación. Más adelante trataremos de algunos detalles particularmente curiosos al respecto.

Eo

189.

Expresando ahora este fenómeno en términos generales, cabe repetir aquí lo que hemos insinuado más arriba: la rela= ción mutua de los objetos experimenta un cambio, un des-

plazamiento,

2 190. Mas como ieen 14' menEnS exposición hemos deél separar los e dos subjen fenó por lo pronto, subjetivamente diciendo que se opera un des-

plazamiento' de:lo visto a lo que ha de y

e

191.

Ahora bien, lo visto ilimitadamente puede desplazarse sin' que reparemos en el efecto. En cambio cuando se desplaza lo visto limitadamente, podemos darnos cuenta del desplazamiento. De modo queremos enterarnos de tal cambio de posi ción, tend que :si quel Etimordial: ira miento

de lo visto limitadamente,

de la imagen.

AOS,

Este efecto puede ser producido: por medios de caras para=

lelas, pues todo medio limitado por caras paralelas desplaza el

74

Goethe

objeto y hasta lo acerca el desplazamiento acusa

Teoría de: los colores

:

licularmente a la visual; mas por medios de caras no paralelas

XIHL.

relieves mayores.

193.

fenómeno cromático.

yahs Era

198. De la combinación de contorno y superficie nacen imágenes. De modo que formulamos la experiencia fundamental como sigue: El fenómeno cromático presupone el desplazamiento de

o sea prismas de base triangular, que ciertam: siderarse también como parte de una lente, pero se prestan mejor para nuestros experimentos ¡e desplazan mucho la imagen, pero sin modificarla considerablemente,

imágenes.

194. Para recoger nuestras experiencias con la mayor exactitud posible y prevenir toda confusión consideramos primero los experimentos subjetivos, y o sea aquellos en que el experimentador mira el objeto a través de un medio refringente. Verificados uno por uno estos expe-

199.

puede hacerse mediante cualquier vidrio convexo, percibimos un contorno azul

circunferencia de esta misma imagen reduciendo el diámetro del disco; en tal caso el contorno aparece amarillo (C). Se Consigue esto mediante un vidrio cóncavo, que sin embargo ha

195. La refracción puede operarse sin dar lugar a un. fenómeno

de tener un espesor regular. Para

cromático; por más que se desplace lo visto ilimit una superficie incolora o monocromática, no se origina en ella color alguno. Cabe convencerse de esto ¡por diversos métodos.

negro un disco negro más pequeño; pues ampliar mediante un vidrio convexo del disco negro. sobre fondo blanco viene a. ser lo mismo que reducir un disco blanco, toda vez que se acerca el contorno negro al blanco. Se percibe, Pues, entonces, simultáneamente el contorno 'amarillento y el azul (D).

no percibimos ningún color. Si se

201.

mira a través del prisma un cielo gris o de color azul puro, que se perciba, sin embargo, fenómeno cromático alguno,

superficie sin

llevar a cabo este

en binación con otro a base del vidrio convexo, basta con marcar dentro del disco claro sobre fondo

196. un cubou de superficieaparece y lo eSi colocamos perpendicular oblividrio sobre la una superficie. una pared blanca o coloreada pura, la parte de la en que se ha fijado la mirada aparece muy desplazada,

(B).

200. . Puede hacerse replegar aparentemente hacia el centro la

La refracción acromática.

elevada hacia nosotros,

»

Si tomamos la imagen más simple, un disco claro sobre

fondo oscuro, (A), y lo desplazamos ampliándolo,: esto es, aumentando aparentemente su radio desde el centro, lo que

rimentos, llevaremos a cabo, en el mismo orden, los objétivos:

XII.

cromático.

ueñas, sin color, en los contornos, donde tal superficie linda con un objeto más claro o más oscuro, sí percibimos un

; pero como no solamente desplazan la imagen, sino que también la modifican en más de un respecto, prefe-

ria

Las condiciones del fenómeno

197. Si en los experimentos y observaciones precedentes hemos encontrado todas las superficies puras, ya fueran grandes o

Estos medios pueden ser esferas o bien lentes convexas O ; cóncayas. Nosotros también nos servimos de ellas para nuestros

rimos medios cuyas caras, si bien no

75

"

Estas dos sensaciones, la «amarilla y la azul, se presentan al lado y encima del blanco, En;cuanto abarcan el n toman Una tonalidad

rojiza.

,

Es

76

S

Teoría de los colores

Goethe 202.

ó

Pónense de manifiesto, así,en ocasión de la' refracción, los

fenómenos fundamentales ligados a todas las sensaciones Cromáticas; claro que son susceptibles de múltiple repetición, vaión, intensificación, degradación y combinación, pero' en úl instancia siempre puede ser restablecido su

Si nos fijamos bien en estos contornos coloreados opuestos del disco, comprobamos 'que sólo se originan en el sentido de

Ja dirección de su desplazamiento aparente. La imagen circular no resulta muy instructiva al respecto; la cuadrada en cambio

nos permite formarnos una idea cabal acerca del fenómeno.

simple primitivo.

-

203. Si analizamos la operación que hemos llevado a cabo, encontramos que en un caso hemos opuesto aparentemente el contorno claro a la superficie oscura y en el otro el contorno

oscuro a la superficie clara, desplazado lo uno por lo otro, superpuesto lo uno a lo otro. "Vamos una todas las experiencias.

2 puntualizar

una

por

204,

Si se desplaza el disco claro, como puede hacerse con par-

icular facilidad mediante prismas, se colorea en el sentido de

la dirección en que se mueye aparentemente, satisfaciendo las leyes correspondientes. Quien a través de un prisma mira el disco que se encuentra en a, en forma que parezca desplazado a b, ve el contorno superior, de acuerdo: con la ley de la, figura B, azul y azul rojizo y el inferior, con arreglo a la ley del disco C, amarillo y amarillo rojizo. Pues en aquel caso la imagen

clara se superpone aparentemente al contorno oscuro y en éste

el''contorno oscuro a la imagen clara. Lomismo ocurre si se

desplaza el disco de a a c, de a a d y así, aparentemente, en círculo.

¿ 205. Las mismas leyes que rigen «el efecto simple se aplican

también al efecto compuesto.

Si a través del prisma transver-

sal a b se mira un disco blanco que a alguna distancia de él'se encuentra en e, el disco aparece levantado a f y se presenta coloreado de acuerdo con la ley citada. Si luego se deja asun lado el prisma y se mira la misma imagen

a través de un

¡prisma vertical cd, el disco se presenta en h y aparece colo-

77

:206.

207. La

imagen cuadrada a, desplazada en la dirección ab o ad,

no toma ninguna coloración en los lados paralelos a esta trayectoria, en tanto que en la dirección a c, como que la imagen se desplaza en su propia diagonal, todos los contornos de la imagen

aparecen

coloreados,

.

b

208. Queda confirmado, pues, el aserto (203 y s.) de que la imagen debe ser desplazada en forma que su “contorno claro parezca superponerse al oscuro, el contorno oscuro al claro,

la imagen a su contorno, y el contorno a la imagen, Mas si los contornos rectilíneos de una imagen se mueven: por refracción sólo paralelamente, sin superponerse

unos a otros, no originan

colores, aunque se desplazasen hasta el infinito.

XIV. 3

Las condiciones en que se intensifica el: fenómeno cromático.

¿ a 209. Hemos visto que todo fenómeno cromático 2 que da lugar la refracción tiene su origen en el hecho de que el contorno de una imagen se desplaza hacia adentro de ella o por sobre el fondo; de que la imagen se superpone aparentemente a sí misma o al fondo. Resulta que ¡conforme aumenta el grado de

desplazamiento de la imagen se intensifica el fenómeno cromático, en condiciones que nos revelan los experimentos sub-

Jetivos,

que

estamos

considerando

todavía.

-

210.

Primera, si un'medio de caras paralelas es mirado más

oblicuamente,

5%

acid

82

Goethe

modo

de

imágenes

concomitantes.

Teoría de'los' colores Tal «imagen

concomita

es una especie de doble imagen, sólo que no puede ser separad: la imagen principal, si bien tiende en todo momento a ale; 'De tales imágenes ha de hablarse ahora al tratar del

83

imagen concomitante. 'Si ya normalmente se perciben' tales fectos, ¡figúrese lo que ocurrirá si se im un medio denso! No solamente lo que aparece dotado de palpitante vida

“l

provoca y sufre efectos, sino que todo cuanto se relaciona de algún modo actúa uno: sobre “Otro, muchas veces en forma “muy intensa.

“Esta es desplazada por la refracción, pero no de ¡pio, perfecto y puro, sino de una manera imperfecta

Por la acción de la refracción se origina, pues, en la imagen principal otra concomitante; diríase que la imagen verdadera

Y 227. Lo visto ilimitadamente por refracción no se acompaña « ningún fenómeno cromático (195). Lo visto debe ser limil

232.

que se origine color. En otras palabras, se requiere

mn



de. una especie de borde gris, un tanto coloréado; de 'uha

originándose úna imagen concomitante.

se rezagara un poco y se resistiera, por así decirlo, al desplazamiento, y que una imagen concomitante, de ancho variable

;

; 228. Ante todo fenómeno de la Naturaleza, particularmente el presencia de uno notable y significativo, no corresponde di por satisfecho con Él y considerarlo de un modo

(véase 212-216) precediera en la dirección en que a raíz de la refracción la imagen se corre por sobre sí misma y el fondo, 233, ; Hemos comprobado también (224) que las dobles imágenes

aislado,

mirar en torno en todo el reino de la Naturaleza en busca de fenómenos parecidos y afines. Pues únicamente de la suma lo afín nace poco a poco una totalidad que se revela por

misma y no ha menester ninguna explicación ulterior. ; : 229,

refi Nos damos, así, que en d inad casos la produce evidentes dobles imágenes, como es el caso con: llamado espato' de Islandia. Mas tales dobles imágenes se:o

man también en la refracción determinada por grandes «: de roca y, en otros casos, fenómenos que no han sido estu aún suficientemente.

230,

se presentan como imágenes a medias, un poco así como fantas-

9

mas de imágenes, del mismo modo que las dobles sombras se presentan necesariamente como penumbras. Estas toman y producen fácilmente los colores (69); aquéllas también (80), 0: lo mismo ocurre con las ¡ jes concomitantes, las cuales, si bien no pueden separarse de la imagen principal, como imágenes a medias pueden destacarse de ella y en Consecuencia sol idénti E facilidad y vi son snoOibli les de colorearse con idéntica rapidez,

234. Podemos convencernos por diversos medios de que el fenóme'no cromático localizado A A te. Se origina en un todo en consonancia con la ión de la imagen principal reproduciendo fielmente su contorno, ya sea rectilíneo, curvo, quebrado

to a muestra retina en una especie de conflicto (16): la in “clara nos parece más grande que la oscura. 231. Si extremamos nuestra atención, nos damos cuenta de

imágenes no se presentan con contornos nítidos, sino

a

O sinuoso.

235. la imagen: concomitante reproduce no. solamente: la

iguración

de

la imagen verdadera,

sino.

también

otras

Características de la misma; Si la imagen principal se recorta.

camente sobre el fondo, como blanco: sobre negro, la imagen: concomitante coloreada se presenta igualmente con el grado.

Goethe

;

Teoría de los colores

máximo de viveza: intenso, nítido y potente, sobretodo en el

caso de una imagen luminosa sobre fondo oscuro, lo que puede

lograrse «por: diversos procedimientos. ,

7

236.

illa

242. e

237.

que se familiaricen 'a fondo, /no de una' manera superficial con

lo que ha quedado expuesto hasta aquí. No ofrecemos, en vez de los hechos, signos o letras arbitrarias ni otra cosa antojadiza

do: el color de la imagen concomitante se fusiona con el color

real de la imagen principal dando lugar a un color compuesto ya realzado por armonía o. menoscabado por falta de armonía.

*

volverse tan sólo semitransparente, esto es, traslúcido, ya: hemos

señalado más arriba (147), una imagen virtual semitransparen» te, se la califica en seguida de imagen turbia. 239,

refracción pueden ser explicados cómodamente por la teoría de los: medios: turbios. Pues allí donde el limbo de la imagen

concomitante turbia se superpone a la: claridad «aparece el amarillo. y, a la inversa, allí donde un contorno: claro sé:

“superpone a la oscuridad lindante aparece el azul (150-151):

2 la claridad, aparece formando un limbo ancho,

como un borde más estrecho.

desarrollo.

Decrecimiento del fenómeno cromático:

243. Como basta con suponer una regresión de las cinco condiciones progresivas (210) en las cuales crece el fenómeno cromático paraino PEA expli y A del a describir 1 Pi del baciones que se hacen al respecto, 24. Al llegar al máximo la superposición de los bordes opuestos, los colores aparecen en: el siguiente orden (216):

240.

color que precede se presenta más ancho. Así, el amarillo,

ito

hablamos de fenómenos que hay que observar y considerar para poder explicarse a sí mismo y a los demás su origen y

XVI.

De suerte que los colores a: que da lugar el fenómeno de la

r

por el estilo; no elaboramos frases que luego puedan repetirse cien veces sin pensar.mada ni dar nada que pensar, sino que

288,

La característica sobresaliente de la doble imagen y la.conco-

mitante es la, semitransparencia. De, modo, que: si: se figura dentro de un medio transparente, cuya tendencia intrínseca a

uba to que allí donde linda' con la' oscuridad se origina, de' acuerdo con la teoría de la'exaltación y el sombreado, el rojo:

“Como una explicación como la presente requiere, en el fondo,

la corroboración empírica del investigador, pedimos: a. todos

+ Es, por lo demás, muy singular el fenómeno que se comprueba

sn

de el limbó se superpone como turbiedad leve a la oscuridad; 'un color violeta, en consonancia con las mismas leyes que hemos Otros Casos.

en. las imágenes coloreadas sobre fondo claro, oscuro o colorea»

*

85

consignado más arriba respecto a la teoría de los medios turbios y cuyo juego unifofme comprobaremos más adelante en varios

Mas cuando la imagen principal se destaca apenas del fondo, como gris sobre blanco o negro, por no decir nada del gris sobre el gris, la imagen concomitante también es susceptible de presentarse poco acusada, y de volverse casi imperceptible si el contraste de tonalidades es muy débil.

EoltaD e,



241. “En el extremo' opuesto 'se comprueba un'borde azul y, allí

A

rojo amarillento

azul

rojo azulado

amarillo

verde

púrpura

] Te:

El

= 86

Goethe

ición

Cuando la:

245.

rojo amarillento

azul

rojo azulado

:

, z

es menos completa, el fenómeno se

presenta como sigue (214-215): amarillo verde

;

azul

amarillo

aún

De modo que aquí las imágenes a

246.

Aquí la imagen principal que hasta ahora había estado cubierta y como escamoteada, vuelve por sus fueros y nos demuescl

a

SS

as

imá

Í

tantes que se presentan bajo la forma de bordes y limbos. o 247. . Podemos estrechar a voluntad estos bordes y limbos y aun dejar subsistir refracción, sin que un color se presente en el contorno.

Demee

que ya

hemos

atico:

este fenómeno cromático, del

bastante, de ninguna manera como un

fenómeno primario, sino que lo hemos derivado de otro anterior y más simple, desarrollado éste del fenómeno fundamental de la luz y las tinieblas, por conducto de la turbiedad, y expli cado por la teoría de las imágenes secundarias. En base a ello, vamos a exponer, por último, los fenómenos a que dan lugar | las

grises

y

por

SGVIL. Las imágenes grises desplazadas por refracción. .

248.

E

experi

“efectos.

con

imágen s

grises,

comp

Jos mismos

249. Hemos llamado!al negro el representante de las tinieblas y al blanco de lugarteniente de la luz (18). Cabe decir que el gris representa la penumbra, que su mayor o menor grado participa tanto de la luz como de las tinieblas y en consecuencia

a fines de nuestra presente es intermedia de ellas po 18 lector p A 250. fondo negro más claras sobre Las imágenes grises aparecen que sobre fondo blanco (33), a la vez que como claridad sobre oscuridad de mayor tamaño que como oscuridad sobre cla-

Dichos elementos son los siguientes (199-201): azul rojo amarillento rojo azulado seco neBrO, “o rojo amarillento azul rojo azulado amarillo tra

87

los bordes y limbos coloreados. Si repetimos ahora los. mismos

toal

coloreadas. Mas estas series no deben considerarse como series primarias que se yan envolviendo regularmente a modo: de escala a sino,que pueden y deben descomponerse en sus elementos, lo que permite compenetrarse más cabalmente de su naturaleza y propiedades.

.

E

:

fondo negro, toda vez que en ellas se destacan más nítidamente

rojo amarillento

:

13

Hasta ahora, hemos mirado a través del prisma únicamente “imágenes negras sobre fondo blanco e imágenes blancas sobre

rojo azulado púrpura

:

Teoría de los colores —

concluyendo, así, el capítulo relativo a los fenómenos subjetivos.

ridad (16).

251.

Cuanto más oscuro €s el gris, tanto más débil es su imagen

sobre negro y tanto más viva sobre blanco, y viceversa; de ahí que el gris oscuro da imágenes concomitantes débiles sobre negro y vivas sobre blanco, en cambio el gris claro imágenes

concomitantes débiles sobre blanco y vivas sobre negro.

j 252. El gris sobre negro nos exhibe a través del prisma los fenómenos que hasta ahora hemos producido con blanco sobre negro: los bordes se colorean en idéntica forma, sólo que los” limbos aparecen más débiles. Si superponemos gris a blanco, observamos los mismos bordes y limbos que se originaban si a través del prisma mirábamos negro sobre blanco. 253. Una serie de gradaciones de gris superpuestas exhiben en los

88

Goethe

.

Teoría. de los: colores —__———

bordes, según qué los matices oscuros estén situados, encima

o *

debajo de los claros, o solamente azul y violeta o únicamente

imágenes coloreadas.

rojo y amarillo.

;

254.

: de

Una serie de gradaciones de gris escalonadas horizontal- * mente se colorean, con arregló a los principios conocidos, según | que entren arriba'o abajo en contacto con una superficie negra * o blanca, z

la Naturaleza debe ajustar a su aparato, pueden

í

256.

gris dispuesta entre una superficie negra y otra-blanca, de tal modo que la línea de separación atraviese verticalmente la imagen.

* ]

257. En dicha imagen gris los colores se presentan frente a frente en una línea, con arreglo al principio conocido, según las relaciones diferentes de la claridad con la oscuridad. El gris, en tanto que es claro con respecto. al negro, exhibe arriba el rojo y

el amarillo, abajo el azul y el violeta; en cuanto es oscuro con

respecto al blanco, presenta arriba el borde azul y violeta y abajo el borde rojo y amarillo, Esta observación revestirá suma

Importancia en la parte subsiguiente, XVII.

imá, Las imágenes coloreadas desplazadas por

refracción.

258.

A

Igual que las superficies negras, blancas y grises, una grande 1 superficie coloreada no exhibe color prismático, a menos que alternen en ella, casual o deliberadamente, la claridad y * la oscuridad; de suerte que también las superficies coloreadas

sólo se prestan para la observación al prisma si un borde las

“negro. Ya hemos señalado más arriba (69) este carácter de

comprobamos los mismos fenómenos que en el caso de las superficies grises. 260.

Es muy importante la observación yel estudio de una imagen

.

259.

“Todos los colores tienen en común con el gris la propiedad aparecer más oscuros que el blanco y más claros que el

superficies blancas y. negras y las miramos a través del prisma,

comprobarse

estos fenómenos muy fácilmente a través del prisma; í

de

“sombra del color, carácter que asumirá una significación cada “vez mayor conforme progresemos en nuestra: exposición. De ahí que si, por lo pronto, disponemos imágenes coloreadas sobre

> 255: ; “En la lámina destinada para este capítulo, que el amigo de

-

89

“separa de otra superficie de coloración diferente, esto es, como

*

*

Si desplazamos una imagen coloreada, :se. origina, como, en el caso de las imágenes incoloras,. con arreglo a las mismas leyes, una imagen «concomitante, Esta retiene, respecto al color, su

carácter primitivo y obra a un lado como azul y Fojo

»

y al otro, como amarillo y rojo. amarillento. De ahí que o, el color virtual del borde y el limbo y el real de la imagen coloreada son homogéneos o el color pigmentario de la imagen y el virtual del borde y el limbo, son heterogéneos. En el primer caso, la imagen virtual se identifica con la real y la, agranda aparentemente, en tanto que, en el segundo la imagen reales susceptible de volverse impura, borrosa y más pequeña a, raíz de la imagen virtual. Vamos a estudiar los casos en que. estos defectos se manifiestan del modo más singular.

261. y Si se toma la lámina preparada para estos experimentos y se miran a través del prisma el cuadro rojo y el azul sobre fondo negro, uno al lado del otro, en la forma habitual, uno yEy Otro, como colores son Uletes más claroselorcados. que el fondo, abajoambos hal Bis sólo exhiben que do

se presentan con nitidez pareja.

>

262.

El rojo aparece, respecto al negro, mucho más claro el azul; de modo que los bordes del cuadrado rojo som vivos que los del cuadrado: azul, que aquí se presenta más de Pe ealor gris oscuro, que se distingue muy poco del. gro

1).

Í

que más bien ne-

9.

GOEERE

Teoría de los colores

.

91

263. , El borde superior rojo se identifica con el color bermejo ampoco un aparece rojo cuadrado el que del cuadrado, así pliado hacia arriba. El limbo amarillo sólo aviva la superficie

E el-azul uno coloreado de un índigo saturado; entonces, el borde prismático azul y rojo se une allí donde es homogéneo, im,

264. En cambio el borde rojo y el limbo amarillo, de un lado, y el cuadrado azul, del otro, son heterogéneos, así que se origina con el borde un color rojo sucio y hacia adentro del cuadrado un verde sucio.

arriba; por otra parte, empero, debe contener una proporción suficiente de amarillo, para impedir que la alteración provocada por el limbo amarillo sea demasiado evidente, El azul, por su parte, no debe ser claro, o si no, se destaca el borde rojo, e Aabo aran produces un verde deririado definido yiel limbo violeta inferior ya no puede ser tenido laí desplazada de un cuadrado de color azul claro. E

roja y se destaca recién cuando

se mira más de cerca.

265. En el contorno inferior de los dos cuadrados se originan un borde azul y un limbo violeta, con el efecto contrario; el borde azul, incompatible con la superficie bermeja, ensucia el rojo amarillento produciendo una especie de verde, así que de este lado el cuadrado rojo parece reducido y llevado hacia arriba y el limbo violeta lindante con el negro es apenas perceptible.

¿

5

|

;

;

La comprensión de litada por el hecho de condiciones estrictas. Es emplee un papel teñido

4

: 4

E

266. En cambio el borde virtual azul se identifica con la superficie azul y no solamente no le roba nada, sino que la realza, así que por la acción del borde azul y el limbo violeta la superficie del cuadrado azul parece ampliada y llevada hacia abajo. 267. El efecto de los bordes homogéneos y heterogéneos, tal

268. tan importante fenómeno queda facique el efecto presupone js preciso que para el cuadrado rojo se de bermellón o del mejor minio y para



ceptiblemente con la imagen y allí donde es heterogónso e gucia el color del cuadrado, sin producir un limpio color in-

termedio. El rojo del cuadrado no debe tirar demasiado a ama.

rillo, o si no, el borde virtual rojo oscuro se destaca demasiado

269. De todo esto hablaremos con mayor detenimiento más adelante, al estudiar el to referente a esta parte, Los estudiosos de la Naturaleza deben prepararse por sí mismos las láminas para poder practicar esta especie de prestidigitación y convencerse de que ni aun en este caso los bordes coloreados pueden escapar a la observación atenta. 270. Mas también otras combinaciones diversas sirven muy bien para desvanecer toda duda a este respecto, 271. Si se miran, uno al lado de otro, sobre fondo negro, un cuadrado blanco y otro azul, en aquél, que toma el lugar del cuadrado rojo, los bordes opuestos aparecen con su máxima vi. veza. El borde rojo se proyecta casi en mayor grado aun que en el caso del cuadrado rojo hasta más allá de la línea horizontal del azul; el borde inferior del azul se presenta en el cuadrado blanco muy hermoso, en tanto que en el azul desaparece por identificación, El limbo violeta que se proyecta hacia abajo €s en el cuadrado blanco mucho más vivo que en el azul. 272. Si entonces se procede a comparar las parejas cuidadosa» edad superpuestas de dichos cuadrados, esto es, el rojo y el lanco, los dos azules, el azul y el rojo, el azul y el blanco, se

92

Gocthe

.

A

.

tendrá una noción cabal de las relaciones de estas superficies con sus bordes y limbos coloreados. . 273. Los bordes y sus relaciones con las imágenes coloreadas saltan aún más si se miran los cuadrados coloreados y el sobre fondo blanco, pues en este caso falta por completo

el efecto contrario, es apenas perceptible; el limbo violeta,

cambio, aunado con el color rojo amarillento de la im: produce un color de flor de durazno.

a-

y sus bordes y limbos.

de

separación

del

blanco

y el

negro

los

atraviesa

el fenómeno

que

más

arriba,

en

. línea:

vertical:

carácter homogéneo y heterogéneo en relación con las imágenes en que se origina el fenómeno. Invitamos a los observadores a comparar por sí mismos las últiples gradaci de: Te drad loreados disp mitad sobre blanco mitad sobre negro y nos limitamos a señalar la distorsión aparente debida a que el rojo y el amarillo aparecen proyectados hacia arriba sobre negro y hacia abajo sobre blanco y el azul hacia abajo sobre negro y hacia arriba sobre blanco, todo lo cual está en consonancia con los principios más arriba puntualizados.

en

274, Si por la causa indicada los bordes superiores de dichos cu; drados no aparecen horizontales, los bordes inferiores se p: sentan tanto más parejos; pues toda vez que tanto el rojo! como el azul, particularmente este último, son, con respecto al:

mente el borde rojo y junto con su limbo amarillo, abajo de imagen color rojo amarillento muy hermoso y abajo de la color azul oscuro casi tal como abajo de la negra, según pue: comprobarse comparando otra vez las ¡ ¡perp

de que

misma imagen uniformemente coloreada nos lleva a considerar una vez más los bordes coloreados, sus limbos, los efectos de su

arriba,

borde celeste. El limbo violeta es vivo también allí don proyectándose hacia abajo se mezcla con el azul. Este virtual azul y el cuadrado rojo son heterogéneos, así que, bajo:

concluyentes posible, en el medio de'la lámina están puestos cuadrados de diferentes colores en forma que la

93 sobre la línea di-

276. La circunstancia

ningún otro caso. Mírense primero a través del prisma: el drado azul y el rojo. En ambos el borde azul se origina 2 arriba y, dada su homogeneidad con la imagen azul, se le

blanco, más oscuros —del mismo modo negro aparecen más claros—, abajo de ami

de los colores

base a un cuadrado rojo y otro azul sobre fondo negro, ha determinado un efecto pasmoso, esto es, el desplazamiento aparente hacia arriba y hacia abajo, respectivamente, de dos 5 de coloración diferente, la circunstancia de que este fenómeno puede ser observado en las dos mitades de una

ilusión y los efectos de los bordes se hacen más patentes que

y parece levantarlo, sólo que se destaca demasiado,

Teoría

a la imagen gris observada asimismo del blanco y el negro (257).

mente. De acuerdo con los principios con que nos ha familiarizado la observación de las imágenes en general y las imá-" genes coloreadas en particular, se comprobarán en cada borde baedloraci y los drados ap desplazad 4 parte hacia arriba, en parte hacia abajo. Recordamos a

A

277. Si el observador coloca entonces la lámina en forma que los citados cuadrados dispuestos sobre la línea de separación del blanco y el negro se presentan ante él en un plano horizontal y la parte negra está arriba y la blanca abajo, al mirar los cuadrados a través del prisma se dará cuenta de que el drado rojo se q con dos bordes rojos, y mirando más de cerca, percibirá el limbo amarillo en la imagen roja, a la vez que el limbo inferior amarillo se destacará vivamente, allí donde linda con el blanco. 278. En el cuadrado amarillo, arriba, el borde rojo es muy vivo, porque el amarillo, que es claro con respecto al negro, contrasta suficientemente. El limbo amarillo se identifica con la superficie amarilla, que así queda realzada; en el borde inferior se percibe poco rojo, porque el amarillo claro no contrasta sufici con el blanco. El limbo inferior amarillo, en cambio, aparece bien vivo.

A

ENE:

“Teoría de los colores

:

279. OR En el cuadrado azul, en cambio, el borde: supérior rojo es apenas visible. El limbo amarillo produce hacia abajo verde sucio en la imagen. El borde rojo y limbo amarillo infez riores se presentan vivamente. y

ale

280.

h

hemos expuesto tan detenidamente de un modo determi“nado los experimentos a base de imágenes coloreadas que anteceden, experimentos que ciertamente podían haber sido con-

signados en más de una forma. Dichos fenómenos no. se ignoraban en tiempos pasados, pero se los interpretaba mal; de

¡En estos casos, la imagen roja parece ampliarse a a

modo que con miras a facilitar su futura exposición histórica

lados, en tanto que el azul parece mermar por lo menos a u de los lados; si se coloca la lámina al revés, así que la pi

ha sido preciso dilucidarlos minuciosamente.

blanca queda arriba y la negra abajo, el fenómeno se invie

284. Por último, vamos a indicar a los amigos de la Naturaleza

281.

"un procedimiento que permite observar esos fenómenos a un

Pues como ahora los bordes y limbos homogéneos a] en los cuadrados azules, arriba y abajo, éstos parecen más des y, en parte, de coloración más viva, siendo preciso 1 más de cerca para distinguir los bordes y limbos del color la superficie misma.

;

0

282...

El cuadrado amarillo y el rojo, en cambio, merman

tiempo distintamente y aun con máxima viveza,

de ellos otros tantos vidrios coloreados, en el orden consabido: anaranjado, amarillo, verde, azul y violeta. ¡Si se fija esta

lámina sobre una abertura de la cámara oscura, en forma que

en €s

y el color de la superficie sufre menoscabo. En uno y ot borde superior azul noes. apenas visible. El limbo. aparece en el rojo de un hermoso color de flor de durazno, t cambio en el amarillo de uno muy pálido; los bordes inferior son de color verde, que en el cuadrado rojo es sucio y en amarillo aparece vivo; el limbo. violeta es poco visible del rojo y más vivo abajo del amarillo.

283. Todo amigo de la Naturaleza ha de. compenetrarse' todos los fenómenos expuestos y no debe vacilar en determinado

fenómeno

en

diversas

circunstancias

limbos que ya exaltan o menoscaban, así como el consiguiente despl. i p de las imá específi coloreadas del plano horizontal. '

Todo lo que aquí ve el observador se deriva en un todo de los principios que hemos expuesto más arriba, por lo cual está de más puntualizarlos de nuevo, máxime como 'en el curso

XIX.

diante imágenes de coloraciones diferentes, sobre y entre

ficies diferentemente coloreadas. En: todas las circunstanci observador

se ve el cielo radiante a través de ella:o la ¡ilumina el:sol, se verán imágenes muy nítidas. Mírense estas imágenes a través del prisma y obsérvense los fenómenos que ya hemos comprobado experimentando con imágenes pintadas: los bordes y

de nuestra exposición se nos presentará más tunidad para' volver sobre “estos fenómenos.

ficas. Cabe multiplicar hasta. el infinito estas experie

atento se dará cuenta de que los cuadrados

Me se prisma, porque laRA aparición ym an 1eos y a hetez z determina una lusión. óptica. Sólo se logra eliminar ésta

'

Recórtense de cartón, en un plano exactamente horizontal, uno al lado de otro, cinco cuadrados exactamente iguales de aproximadamente una pulgada de lado y dispónganse detrás

posición de la lámina, por la acción de los bordes heterogén:

un

95

la paciencia de llevar a cabo una serie de experimentos lizar su concordancia. Al e Más adelante se pondrá más claramente de manifiesto por

a

Acromatismo

de una opor-

e hipercromatismo.

. 285. En tiempos pasados, en que no pocos fenómenos regulares: y constantes de la Naturaleza eran considerados como mera Ea y lidad a + SAR DO7$e ip

y

00%

] ]

98,

Gh ,

e

Teoría de los colores

2O6:

;

4

Aquí se neutraliza la refracción; mas como el ¡prisma h,

s y las dobles imágenes,

ocasión del desplazamiento en tres casillas, produce bordes

loreados una tercera parte más anchos que el prisma g, al m tralizarse la refracción debe quedar un excedente de bo

300.

abajo núm. 2 y 3. Este excedente de color lo' designamos co el nombre de hipercromatismo, del que se infiere de un modg

el que sepa hacer trabajos con cartón

e:

y se miran detenidamente los fenómenos que se originan

plazado hacia abajo, como el cuadrado núm. 2, por'un p de crown (8), en tres casillas, bastaría con reducir la a de ángulo de un prisma de flint. (h) y agregar éste en senti inverso al prisma g para levantar el cuadrado núm, 5 temente en dos cuadrículas; en tal caso, quedaría eliminado: hipercromatismo del caso precedente, la imagen no vol e

il

a su lugar primitivo y sin

embargo

contorno de las imágenes; mirándolas desde diferentes as es dable observar con exactitud las distintas fases del ómeno. ES 301 3 Y a Por otra parte, incluso a través de prismas de calidad

d aprens

ap

prior, que no son de vidrio puro, es posible observar los

punteadas

ómenos con suficiente exactitud, En el capítulo dedicado al

las líneas de los prismas combinados bajo núm. 5 que queda: prisma real y que en consecuencia. puede formarse así

a

bién, suponiendo curvas las líneas, un ocular; circunstancia de

jue están derivados los anteojos acromáticos.

si

paca ac Pe unas cuantas 1áen que alternan enes negras, blancas; gri cosobre fondo claro y oscuro. Se las de tentd

297. Pues suponiendo que el cuadrado núm.'5 hubiera sido

sin color. Se ye también por las prolongaciones

»

'

en las exposiciones que versan sobre la Naturaleza ende de ver y mirar, estos experimentos son tanto más 1tes, e que o ión es fácil y cómoda, Todo lo puede adquirir el aparato sin molestias y.

prisma h imprime a la imagen y en consecuencia a la in de como vemos los colores en los cuadrados desplazados hacia inmediato el acromatismo.

99

junto en forma tan orgánica que también nos ha le explicar dichos fenómenos por la teoría de los

q

> Óptico trataremos detenidamente de estos instrumentos 302,

ina ventaja principal de esos experimentos reside en

que

llevarlos a cabo a cualquier hora del día y en cualquier

tadión, ya dé al norte, sur, este u oeste; no es preciso en

el futuro nuestros artífices domésticos provean a los

de la Naturaleza de tan indispensable instrumento, XX. in

E PARA

+1 Hemos

a

Las ventajas de los experimentos subjetivo Tránsito a los objetivos. 3 4 25 od ls 6 expuesto los fenómenos cromáticos que./0

refracción primero en base a experimentos subjetivos y

pe

es

Los experimentos objetivos. 303.

Estos, sin embargo, requieren necesariamente que haga: sol, el Por otra parte no siempre brilla en condiciones adecuadas piñeco

el aparato; ora el astro está demasiado alto, ora dema:

bajo, y se encuentra sólo durante breve tiempo en el Meridiano aun de la habitación más favorablemente orientada. ante la observación, por otra parte, continúa su marcha, así

ue hay que seguirlo con el aparato, lo que en algunos casos

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Teoría de los colores ____—

en que descansa el fenómeno en su totalidad. Se opera, enton

una exaltación, a raíz de la cual los dos se api j a ente tercero; así surge en ambos lados una dualidad de lo

bajo y lo más alto, de lo más simple y lo más condicionado) de lo más ordinario y lo más noble. Luego, se desarrollan das eee, unecles, combinaciones. o como se quiera. llamarle): de : Pais smples y primitivos, de un lado, y la. de A enonta

del fenómeno total.

708. 3 La visión simultánea de la totalidad suscita en la retina una armoniosa. Hay que fener presente al respecto dif ia exi entre el físico y la: confi impresión

19

en los colores químicos por acción del fuegó y de los De la facilidad con que desaparece

el color.

712. Todo lo que hemos mencionado bajo el Edenominador común d fenó: A a la pronta ay definici color; la. mezcla, la exaltación, la combinación, la separación, así como el postulado de armonía —todo se opera con la mayor 'rapidez y prontitud; mas con idéntica rapidez vuelve a des-

aparecer el color, hn

713.

No hay manera de fijar los fenómenos fisiológicos; los físicos sólo duran lo que la condición exterior; hasta los químicos son muy volubles y susceptibles de quedar invertidos y aun

anulados por acción de reactivos contrarios. 709,

Toda confrontación individual ha: de: comportar totalid: para Ser armoniosa, según nos demuestran. los, experimen

De la perdurabilidad del color. 714. Los colores químicos perduran largo tiempo. Los colores fijados por fusión en vidrios y por procesos naturales en las Piedras preciosas resisten al tiempo y a toda contraacción.

715. La tintorería, por su parte, fija poderosamente los colores y los pigmentos, que son fáciles de invertir mediante reactivos

y pueden ser fijados poco menos que para siempre en la super=

,

'

ficie y el interior de los cuerpos por medio de mordientes.

71L

¿

Los colores fisiológicos aparecen sobré fondo" oscuro distiritos de como se presentan sobre fondo claro. En cuanto la combinación del experimento objetivo y subjetivoa los físicos, es singu: y Larísima. Dicen que los colorés epópticos se truecan sn > plementarios cuando en vez de la luz directa

través de ún medio. Ya hemos señalado oportunamente

5

ulo

quinto: Relaciones con otras disciplinas

Relación con la filosofía. 716.

No puede pedirse al físico que sea un filósofo, pero sí que * posea suficiente preparación filosófica para diferenciarse netamente del mundo y unirse con ella en un plano superior. Debe elaborar un método adecuado a la contemplación de las cosas;

ha de cuidarse de tomar la contemplación en conceptos y el

concepto en palabras y tratar objetos; debe estar enterado de los

llevar los ft

o del filósofo, para

hasta el linde de la esfera filosófica. 717. No puede pedirse al filósofo que sea un físico; y sin em-

bargo, su influjo sobre la Órbita física es tan necesario como conveniente. Para tal fin no precisa un conocimiento detallado, Pero sí una noción cabal de los puntos terminales donde convergen los detalles. 718,

Ya más arriba (175 y.ss.) hemos esbozado, de paso, estas

consideraciones importantes y es oportuno repetirlas aquí. Lo

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196 AA

Gee

Teoría de Mlos' colores. ——————

eh que sería conveniente el concurso de

geometría, = los matemáticos libres de prejuicios con que tenido y tiene todavía la fortuna de alternar no hubiésen esta

la'

le

el

j

de la

ha

al

197

A

Relación con. la técnica tintórea, «780. Si en nuestro trabajo hemos eludido al matemático, hemos buscado en cambio el contactó con el tintorero. Y aun cuando

tiene necesidad de su ayuda y la forma cómo puede contrib

a la dilucidación completa de este aspecto de las ciencias:

naturales.

.

728... En un plano general, sería de desear que los alemanes, que

se desempeñan tan bien asimilando lo bueno de otras naciones, se acostumbrasen poco a poco a trabajar conjuntamente. Es

verdad que la tendencia de nuestra época es diametralmente opuesta a este deseo: Cada cual no solamente busca la origina-

lidad en sus ¡pareceres, sino que también quiere ser, o cuando menos. tener el convencimiento 'de ser, ¡independiente de los

es

de los demás en el desenvolvimiento de su:vida y acti-

les. Muchas veces se da el caso de hombres; ciertamente de Seilación meritoria, ¿que sólo se remiten a sus propios escritos,

diarios y compendios, y eso que tanto para el individuo como

para 'el mundo sería mucho más ventajosa su cooperación. A este respecto, es ejemplar la conducta de nuestros vecinos, los franceses, según se comprueba, por 'ejemplo, con satisfac=' ción en la introducción de Cuvier a su Tableau élémentaire + Phistoire naturelle des animaux.

729. Quien haya observado objetivamente las ciencias y su mar-

ot

E

se

la parte que trata del aspecto químico de los colores no es la más completa y detallada, el tintorero extraerá tanto de ella .como de los párrafos donde hemos expuesto ¿nociones generales

acerca de los colores, enseñanzas mucho más útiles que de la teoría tal como

servía pea nada,

estaba enuuciada

hasta

ahora,

la cual no le

731. Cosa' extraña,

todos

los manuales

de

tintorería

empiezan

por señalar con el respeto debido la teoría, pero no derivan de ella ni un asomo de aplicación práctica:

732. Por otra parte, los hombres compenetrados de la' tintorería práctica se wen obligados a romper con la teoría tradicional,

a denunciar en mayor o menor grados sus fallas y buscar un principio general más adecuado a la Naturaleza y la e

riencia práctica. Más adelante tendremos una oportunidad de demostrar que la empiria continuada, al avanzar tanteando su camino, recorre por cial el círculo dentro del cual se halla confinaday se presenta como algo superior y. perfecto susceptible de ser dde gran utilidad para el teorizante sagaz y sincero.

Relación con la fisiología y la patología. 733. Si en la parte que estudia los colores desde el punto de vista

por ejemplo, al hombre que investiga y analiza del

fisiológico y patológico hemos consignado casi exclusivamente fenómenos que son del dominio público, algunos conceptos

bre que trata y aplica. No en balde los astrónomos de

a observar el firmamento y localizar estrellas se han ciado últimamente de aquéllos que ¡consideran y definen

]

m

nuevos serán de utilidad para “el fisiólogo. Particularmente esperamos haber conquistado su aplauso por' la: circunstancia

198 de que bemos relacionado

Teoría de los 'colores

Goethe inados fenómenos aislados con *

otros afines o idénticos facilitándole así, en cierto, modo, el

trabajo.

$

“metódico.

734.

En cuanto al apéndice patológico, por cierto que es insuficiente e o alo los hombres ilustres que no

solamente son muy entendidos y experimentados en esta ma-

teria, sino será difícil esbozado, superiores

también tienen fama de ser tan cultos que no. les ampliar estos párrafos y puntualizar lo que hemos relacionándolo al mismo tiempo con las nociones relativas al organismo.

735. En cuanto cabe esperar que la historia natural evolucionará

gradualmente también en ¡el sentido de derivar los' procesos naturales de fenómenos superiores, el ¡autor cree haber hecho también algunas sugestiones y dado algunos pasos preliminares en este sentido. El color, por cuanto se presenta en su mayor diversidad en la superficie de :seres vivos, és un elemento importante dela sintomatología externa que 'nos permite darnos cuenta de los procesos internos. z

z

Es verdad que uno, no debe. fiarse excesivamente de él a! cáusa de su carácter indefinido y versátil; mas precisamente: esta versatilidad, en cuanto se: manifiesta como. un fenómeno. constante, es un criterio de la vida palpitante, y. el autor desea: ardientemente que le sea dable exponer en detalle lo que ha observado al respecto en un trabajo conexo que aquí no h sido oportuno. qa)

Relación con la física general, 137. La situación actual de la física general parece muy pica: a. nuestro! trabajo, toda vez que gracias a un tratamil

7

738. Abstracción hecha de lo que se halla demasiado apartado de nuestra esfera particular, las fórmulas mediante las cuales

se expresan para fines didácticos, ya que no con carácter dogmático, los fenómenos naturales elementales sugieren que no ¿e

tardará en llegar por la concordancia de los signos, necesaria-

_mente, a la concordancia del significado,

739.

Relación con la historia natural,

736.

199

múltiple e incésante la teoría natural' ha alcanzado gradualmente un nivel tan elevado que no puede descartarse la posibilidad de agrupar la empiria infinita alrededor de un centro

Los observadores objetivos de: la Naturaleza, ¡por más que discrepen en su modo de pensar, estarán de acuerdo. en que todo cuanto ha de manifestarse debe insinuar o una desunión original susceptible. de resolverse en la unión o una unidad ori¿pt le. destinirse y. E en estos di Desunir lo unido y unir-lo desunido es la vida: de la Naturaleza; tal es la perenne sístole-diástole, la eterna sincrisis y diácrisis, la inspiración y espiración del Universo en que vivimos, nos, desenvolvemos y somos. y Es evidente que número, como uno ción superior, como cuarto elemento, de pretarse siempre en

740. lo que aquí expresamos por medio de un y dos, la en definitiva una significatambién que la aparición de un tercero, algo sujeto a evolución ulterior, debe interun sentido superior y, ante todo, todos estos

términos han de basarse en una concepción verdadera...

741. El hierro nos es conocido como un cuerpo específico distinto de los' demás; 'pero es'un elemento neutro que para el hombre sólo reviste significación en determinados aspectos y para determinados fines. Sin embargo, requiérese muy poco para' modificar el carácter neutro de dicho cuerpo; opérase una

desunión, que al tender a la re-unión cobra como una relación mágica con lo que le es afín y continúa a través de toda su

especie esta desunión, que no es sino úna unión. 'He aquí el elemento neutro, el hierro; vemos operarse en €l la desunión,

,

204

o sexto: El efecto sensible-moral del color

Goethe

y al misticismo; ¡y cuántas veces no se oculta y obscure ¡quese dilucida y aclara lo general por algo particular, 1o'É damental por algo derivado!

Nos damos plena cuenta de la necesidad que determ

desarrollo y la expansión

de tal lenguajey sabemos,

tz

que en cierto sentido éste es indispensable; pero sólo si

emplea en forma moderada y sin pretensiones, con convicci conciencia, puede reportar ventajas. 755,

>

Lo más conveniente sería derivar el lenguaje por el

quiere designar los detalles de determinada esfera de la misma, tomar el fenómeno más simple como fórmula fund mental y derivar de ella los más complejos. y

756. nos; donde el signo básico ha «de expresar el

:se ha hecho. extensiva la: fórmula de: la: polaridad del

fenómeno:m

tismo a la electricidad, etcétera. El más y el'menos que tomar el lugar de dicha: fórmula han sido aplicados ade:

3

.

principal de los modos mayor y menor.

;

¡ofrezca más adelante una oportunidad para relacionar

tra manera, mediante

tal tratamiento y simbolismo,

siempre a la empiria;,.los. fenómenos ¡naturales elemen puntualizar lo que aquí se ha expuesto en términos

y acaso no con claridad suficiente.

Ely

E

rales, sin relación alguna con la naturaleza o configuración del: cuerpo en cuya superficie lo percibimos, ¡produce sobre el sen-

AR

Así, también, hace mucho que deseamos introducir mula de la polaridad en la teoría ¡de los colores; diga: ¡sente trabajo con qué: razón «y en qué -sentido, Quizá:

758...

Ya que. el color ocupa tan: destacado lugar. entre los fenó-. menos naturales primarios llenando con una variedad prodigiosa. el círculo sencillo que le está asignado, mo ha de causar sorpresa el hecho de que en sus manifestaciones «elementales más gene-

se

tido de la vista, al que pertenece ,y, por conducto: de él, :sobre el alma humana individualmente un efecto específico. y, en combinación un efecto ya armonioso o característico, muchas, veces también no armonioso, pero siempre definido y significativo, que se vincula estrechamente con la esfera moral, Por lo cual el color, considerado como elemento del arte, puede ser

puesto al servicio de los más elevados fines estéticos.

759. Los hombres se deleitan en general con el color. La vista

lo necesita tanto como la luz, ¡Qué sensación tan grata la de ver en un día gris los rayos del sol iluminar determinada por-

ción del paisaje y destacar, en-ella los colores! El que se'atribuyeran virtudes curativas a las piedras preciosás quizá tenga su Origen en la experiencia profunda: de este bienestar inefable.

4

Teoría delos colores

207

'máticos €l 'solo se expande en el espácio claro y allí se presenta ens ima pureza mientras los dos polos se hallen aún sepa¿rados, antes de fundirse con el.azul en el verde. Ya hemos p en el lugar p cómo el amarillo químico se desarrolla junto al blanco y sobre él;

766.

naturaleza; cuando su definibilidad es definida significati

En su máxima pureza el amarillo comporta siempre la naturaleza de lo claro y posee una cualidad alegre, risueña, que impresiona suavemente,

mente en un sentido determinado.

761.

é

¡entoY) De la noción del conflicto del fenómeno, el conoci sus inaciones específicas que hemos adquirido, cabe rir que las distintas impresiones cromáticas no pueden ser Ci fundidas; que obran en forma específica y originan necesaniía mente estados específicos en el órgano viviente.

"762. También en el alma. La experiencia nos enseña que

distintos colores determinan estados de ánimo bien defini Cuéntase de cierto francés espiritual: 11 prétendait que son de conversation avec Madame était changé depuis quí

767. En este grado es un color ambiental agradable, en el' ves-

tido, la cortina o el particularmente si se idea E o color, encd justrosa, por

li

empapelado. El oro, en su estado puro, agrega el brillo, da una nueva y elevada del TE '0o:modo que el amarillo subido, :jemplo raso, produce un efecto magní: ejemplo rod:

$ 768. : La experiencia enseña que el amarillo causa una impresión.

avait changé en cramoisi le meuble de son cabinet qui était 763,

decididamente grata y confortante. De ahí que en la

- ¡corresponde al lado iluminado y activo.

a

769.

Este efecto cálido resalta particularmente si a través de

E

764. Los colores del lado del más son :el amarillo, el rojizo (anaranjado) y el rojo amarillento (minio, bi Estos colores vuelven al hombre vivaz, activo y dinámii

765.

, de un soplocálid cálido, ¡$e -b LA arme Gba es) /, 770. Este color, tan grato aa en su estado puro y%

E claro y tan agradablle y hoble en su potencia máxima, es:sin embargo muy delicado y resulta sumamente penoso cuando

aparece ensuciado o llevado hasta: cierto punto hacia el lado del menos. Así;: por ejemplo, el «color del azufre, que tira a

El amarillo. Es éste el color más próximo

un vidrio amarillo, sobre todo en un día gris de invierno, se mira el paisaje: Se recrea la vista, se expande el corazón y se alegra el ánimo; le 2 uno sentir en la cara el roce

$

a la luz y se origina

leve atenuación de la misma, ya sea por medios t reflexión débil de superficies blancas. En los es periment

'e, causa una impresión desagradable.

, 771. 1 Cuando el color amarillo;es: comunicado a- superficies impu¡es y viles, como el paño ordinario, el fieltro; etcétera; donde:

208:

——

25

Gio ete.

no se presenta con toda su energía, resulta tal efecto d a a leve e imperceptible la

dE 4h Be

osa del fu po colblafens y elicolor del honor y

trueca en el de la vergiienza, la repugnancia

y el

im

m

El amarillo rojizo. 772.

Como ningún color es fijo, el amarillo puede ser lle fácilmente, por condensación y oscurecimiento, hacia. el

28 a Do a 0 a alo da el de calor y de bienestar gozoso, por cuanto representa el

del fuego superior, así como el tinte más suave del sol poní De ahí que también como color ambiental es agradable, pequeño toque de rojo cambia al instante el aspecto del:

rillo, y si los ingleses y los alemanes se dan todavía por fechos con los. colores del cuero claro, del amarillopi francés pos el amarillo elevado al rojo, como en un general le agradan todos los colores del lado activo.

El rojo amarillento. 774,

Así como el amarillo puro se transforma muy fácil amarillo rojizo, no hay manera de evitar que éste hasta el rojo amarillento. La impresión grata y al nos causa el amarillo rojizo se exacerba en el rojo a subido, llegando hasta la sensación violenta e imso

775. El lado activo se muestra aquí con su máxima

y no es de extrañar que las personas pletóricas,

r

Y

Teoría de los colores

,

ñ

209

a: la preferencia a este color. Los pueblos primitivos

ren

arcadamente.

Y

los niños,

.

776.

cuando

se los deja

a su antojo, hacen amplio uso del bermejo.y del

mira fijamente una superficie coloreada de rojo ama-

arece

el color penetrara en el órgano cual un tala-

tausa un “shock” tremendo y produce este efecto aun grado avanzado de oscuridad. y “animales se inquietan y 'se encolerizan

a la vista de

ño rojo amarillento. Y he conocido. a personas cultas que soportar el encontrarse en un día gris con un vestido de una levita de color escarlata. 777. colores correspondientes al lado

el azul bermejo y el rojo azulado.

del menos

son el

Estos colores suscitan

alma inquietud, emoción y anhelo. El azul.

: 118, S como el amarillo siempre implica luz, cabe decir que siempre comporta oscutidad.

E

779.

E

color causa'a la vista una impresión singular e inefa-

Y

s, como color, una energía; pero pertenece al lado nega-

en su pureza suprema es, como quien dice, una preciosa Su efecto es una mezcla de excitación y serenidad.

80.

:

mismo 'modo que el cielo y las montañas

lejanas apa-

azules, la superficie azul parece que se alejara de

781.

como ños sentimos impulsados a correr en pos de un agradable que se nos huye, nos gusta mirar el azul, no:

210

——_—_

Goethe

po

Teoría de'los colores ———————_

el contrario,

arrastra tras

211

El rojoj azulado.

782. El azul nos causa una sensación de frío, como

A

evoca la sombra. Sabemos que deriva del negro. ;

A

783.

Los cuartos azules aparecen vastos, pero también

y frios.

é

i 784. A través del vidrio azul los objetos cobran un

tétrico.

2%

No nos impresiona desagradablemente el azul que hasta cierto punto del más. El verdemar es un color

> Y

r

785.

de cualquier superficie de color rojo azulad: o. De ahí que en la indumentaria, a cintas Pi

se lo aplica muy diluído y claro, que es como, de con su naturaleza señalada, produce un efecto singu-

%

791. alto clero, al haber adoptado este color inqueto, cabe que por las gradas 3 de una exaltación progresiva ace temente hacia el púrpura correspondiente al carde-

El azul bermejo.

El rojo.

786.

Del mismo modo que no hemos tardado en ver exali amarillo, comprobamos esta propiedad también en el a

787.

4

El azul se eleva muy paulatinamente al rojo, a: así cierto carácter activo, aun cuando está del lado Pero su efecto es muy distinto del de la coloración roja llenta; más que anima, inquieta. Así

como

la

exaltación

788.

misma

es

incesante, acti

coloración

que

igualmente

de alegría.

da la im;

nuestra

li

789. El azul bermejo muy diluído se conoce con el n

violeta,

793, El que conozca el oririgen prismático s n del coll ¡paradójica

avanzar a la par de este color; pero no, como en el rojo amarillento, para progresar sin cesar para encontrar un punto de descanso.

792.

_Descártase, al considerar este color, todo cuant: suscepde determinar una sensación de amarillo 2 de azul;

Si hemos _Compcom rbado

ree

afirmación

de

quepl a

s

as emás

794, i en el amarillo y el azul una exaltarojo y puntualizado

su efecto sobre

ES lo de ánimo, 'cabe suponer que la unión ¿de los

dos determine un sosiego, algo así como una satis-

¡speprezouoS, ey e epuapua] ey “eogpedss ugrsaldur eun 2pE pnina us “eupar e us eroua8 [enprarpur Jo]09 Opo, “ooy, =guIoxo: ooo pep PepreJ07 e[ apuarduoo Opep 19 uo) oyunf amb 10109 omo “ayuotuenesoDou Á tanunsur ejuejsar Te sonpord

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, , 84. jas personas cultas tienen cierta aversión a los colores, ya tener débil el órgano visual o poco: definido el gusto, que de a refugiarse en la nada. Hoy día las mujeres visten

sin excepción de blanco y los hombres de negro.

842, or lo demás, es oportuno señalar aquí el hecho de que el

mbre, que

aspira a distinguirse, tiende'sin embargo

)r grado a fundirse en la masa de sus semejantes.

en no:

S 843: si El color negro debía recalcar al noble veneciano -la' igual

|

dad republicana,

z

844.

o

Cabe dilucidar, acaso, también cómo proscrito paulatinamente los colores, Claro

que

el uso

de los colores

el cielo gris norteño

puros tiene límites muy.

chos, en tanto que los ensuciados y desvirtuados, los llados colores de moda, exhiben una gama infinita de graday matices, en su mayor parte de un efecto agradable.

846.

Es de advertir, también, que con el uso de los colores Jaros las mujeres corren el riesgo de dar al cutis no muy un aspecto aun más pobre; en un plano general, en

nto deben ponerse la tóno con un ambiente brillante están gadas a realzar su cutis mediante el colorete. : ; Val O BAN l A este respecto, queda aún por cumplir la tarea sugestiva tudiar los uniformes, las libreas, las escarapelas y demás vos en base a los, ¡principios arriba expuestos. Puede se, en términos generales, que. tales indumentariasy. dis-

222

inti

__

il

e

Teoría de: los colores

Goethe

d

'exhibir colores armoniosos. Los: carácter y dignidad; “las libreas

ás

El ejemplo más natural del claroscuro es la esfera para forse una idea general; pero no es adecuada para el uso

tico, pues la unidad vaga de tal esfera lleva a lo nebuloso.

e

lograr efectos: artísticos, hay que aplicarle superficies,. que las porciones del lado sombreado y del lado ilumido se diferencien más netamente, z

cc

la ales e Ma a o 4 fito. Sl ee fr

ji íntimamente el £ yla sombra, con las que se relaciona :

un ejemplo a

cromático.

fecto. c da Sd

laroscuro natural, el pol poliedro E A

loa sería”

¡lidades de Juz, media tinta, sombra. y reflejo,

El claroscuro. 849 : E CER con el nombre de rinde E objetos materiales que atiende únicamente.

850.

7

En un sentido más estrecho, se aplica este término,

al área sombreada iluminada por reflejos. Aquí lo ez en su primer acepción más general... : ; 851.

Es posible 'y necesario diferenciar el :claros meno cromático. El artista resolverá más fi a de la representación si primero se imagina independencia de los colores y se forma de Él una E 852. ye y z

hace aparecer el la luz y la sombra destacan la 0)

cu

¡como! ¿e

j

la sombra proyectada sobre otros cuerpos y la sombra 20 jo.

Del efecto sensible-moral producido por los colores, individual como' conjuntamente, tal. como lo hemos. deriva. para el artista el efecto estético. Vamosa

de

223 5

así como, dentro de la sombra, la sombra propia del

El efecto estético.

a

853.

tran en consideración la luz cruda, la media tinta y la

ser de colores vulgares y vistosos. No faltarían' p ejemplos buenos y malos, toda vez que la escal ' reducida y ha sido ensayada ya muchas veces.

248.

)

o y

Se tiene el racimo como un buen ejemplo tórico en el claroscuro, máxime como por su ¡presta para representar un grupo magnífico. utilida para el maestrodque sepa ver en él 857.

de un todo picconformación se Pero sólo es de lo que.es capaz Í

Para ilustrar el concepto fundamental, que hasta de un Poliedro es difícil de derivar, proponemos un cubo cuyas tres

Caras visibles representan por separado, una al lado de otra,

la luz, la

media

y la sombra. tinta

858. ) Para pasar al claroscuro de una figura: compuesta; elegimos el ejemplo de un libro abierto, que pone de relieve uma

mayor diversidad.

Pai

Í

859. Las estatuas antiguas de: los: tiempos pletóricos están labradas uy adocuadaments con amiras a tales efectos, Las partes iluminadas aparecen trat

e

d

las de ¡un modo. sencillo, las sombrea=:

Goethe ——_—————Á de acondi= muy variada con objeto das en cambio en forma reflejos, según el ejemplo del “pocionarlas: para múltiples

Y

-

860.

;

A

son las pinturas antigua al respecto Ejemplos de la pintura bodas aldobrandinas”.

“Las de Herculano y el fresco

ODODODD

861. en no, se dan ejemplos En cuanto al arte moderen cuadros enteros de Correggio como así l, , Rafae de figuras de Rubens. mente cular parti a, andes la escuela neerl

La tendencia al color. 862. Rara como nuestrabajos: de Polidoro, así blanco y negro. Algunos no recrean pero ras; postu y cuanto atienden a formas cción forzada. pues se deben a una abstra

863.

:

surge al ona a su sentimiento, Cuando el artista se abandel negro tira a azul, se impone instante el color. En cuanto buye guiado por su instinto aplidistri el amarillo, que el artistaen los reales , rojizoy en parte cándolo, en parte puro los reflejos, para animar su composi-. ciado, como marrón, en iente, conven ción, según le parece más

864

complementaaplicación de un color en sus - Todo redunda en la Así, Polidoro introdujo rio o un efecto cromático. amarilla o cosa por'el estilo: vasija una blanquinegros

han en todo tiempo los hombres

Ex un plano general, ejemplo, color. Paolo Uctello, por dido, instintivamente al con paisajes coloreados.

binaba figuras incoloras

Teoría

de los colores pit

225

866.

aun la escultura de los antiguos podía resistir a este . Los egipcios coloreaban sus bajorrelieves. A las estase aplicaban ojos de piedra coloreada. Las cabezas y - exremidados de mármol se combinaban con ropaje de pórfido. escultores de nuestro tiempo diferencian la carne mediante

La perspectiva. %

867. La perspectiva lineal indica la degradación de los objetos tamaño aparente

Aun

cuando

con

en virtud de la distancia, la perspectiva

arreglo

a la conformación

de

nuestra

no vemos los objetos distantes tan distintamente como próximos, la perspectiva aérea se basa en definitiva en el importante de que todos los medios turbios en mayor o menor grado.

transparentes

869. La atmósfera es, pues, siempre más o menos turbia, prod que resalta particularmente en las latitudes meridio-

con alta presión atmosférica, tiempo seco y cielo des, siendo dable observar una degradación notable de los poco distantes unos de otros. :870.

En general este fenómeno es muy conocido; mas el pintor cib , O cree percibir la degradación

incluso

respecto a las

mínimas. La representa degradando las partes de Cuerpo, por ejemplo de un rostro visto de frente. Aquí: en juego el factor iluminación.

26

Goethe

Teoría de los colores

a

El colorido. 871

El colorido local. 872.

La primera manifestación del colorido en la Nata está li a la tiva; pues la perspectiva basa e de de adios turbios. El cielo, los objetos tantes y aun las sombras próximas aparecen de color azul mismo tiempo, lo luminoso y lo iluminado se presentan ¡a de colores que va del amarillo hasta el color pú En algunos casos interviene inmediatamente el factor lógico del fenómeno cromático y el paisaje completa incoloro aparece coloreado a raíz de este juego de detet

nantes.

colores locales son

873. los colores

227

elementales

pintar algo

así como

pliegues

. "ds trabas app as e Cos acaso la cualidad del retrato de León X de la ci la de que en dicho cuadro están reproducidos, uno al lado del otro, » =eliterciopelo, el raso y el esparragón?

876.

En los productos de la Naturaleza los colores aparec: á 9 menos modificados, especificados y aun individualizados, como lo comprobamos fácilmente en las piedras y las plantas, las plumas de las aves y los pelos de los animales. , 87. El arte principal del pintor consiste siempre en reproducir Me presencia de la materia determinada y destruir lo general elemental del fenómeno cromático. En este respecto, la super-

del cuerpo humano suscita la dificultad más grave.

878. En un plano general, la carne pertenece al lado activo; nbién interviene el tinte azulado del lado pasivo, E ca halla genio de su estado elemental y neutralizad o por

E

879. > En base a lo que hemos expuesto acerca de la teoría de los

establecer una armonía entre el colorido local y el de

ger

pero especificados en función de las propiedades de los

y sus superficies en que conoce límites.

jetos será para el artista sagaz una tarea más fácil qué ta ahora, y estará en condiciones de representar fenómenos tamente hermosos, variados a la vez que verdaderos.

los percibimos. Esta especi

874. a Entre seda coloreada y lana coloreada hay una rencia; cada modalidad de preparación y trama di

modificaciones. También intervienen los factores asperez: y brillo.

ropaje, sino

.

EA

El colorido de los objetos. Los

_


De ahí que es un prejuicio muy perjudicial para el arte el “de que el. buen pintor no debe tener en cuenta el género del .

o

Pasando ahora al estudio del colorido, partimos del sup de que el pintor esté al tanto del esquema de exposición d nuestra teoría de los colores y se haya o determinados capítulos y párrafos que le atañen pa mente; pues en tal caso podrá manejar fácilmente y la práctica, en la dilucidación de las leyes naturales aplicación al arte.

aq7J32

875.

El colorido característico. E,

880. A combinación de objetos coloreados y la coloracición del que están contenidos deben do de db ps

con los fines que persigue el artista, Para ello hace

28

Goethe

producen aislada y conjuntamente sobre

229

Teoría de los colores

falta, ante todo, conocer el efecto pue dos clictuoos senti 6

de

El pintor debe, pues, compénetrarse del dualismo

de los contrastes en particular; en fin, de todo cuanto expuesto acerca de las propiedades de los colores,

c

886.

genera her

8812. : Si Lo característico puede clasificarse en tres categorías

Jograrse así tanto el brillo como

e

el aspecto

grato;

una y otra cualidad tendrán siempre algo de general sentido, carecerán de “carácter”.

887. 1 es la causa de que el colorido de la mayoría de los carece de “carácter”; pues pi únicainstinto, el que sólo puede conducirlos, en definitiva,

talidad, que alcanzan en mayor o en menor grado, pero al

882. La primera radica en la preponderancia del lado la' segunda, en la primacía del lado pasivo, y la tercera, a

totalidad y la representación equilibrada de todo el cromático.

883. Se logra el efecto por el amarillo, el rojo amarill el color púrpura, el cual ha de ser mantenido en

del más. Debe aplicarse poco violeta y azul y menos:

El efecto suave se basa en el azul, el violeta y el color p el que debe ser llevado al lado del menos. Aquí ha en cambio y rojo amarillento; carse poco amarillo ponerse mucho verde. 884. De modo que para lograr plenamente uno y otro cabe descartar, salvo un mínimo, los. colores comple rios, aplicándolos sólo en la medida en que parezcan pensables para sugerir la totalidad.

El colorido armónico. 885. . Si bien las dos determinaciones características, de con lo que antecede, son en cierto modo armónicas, el

armonía propiamente dicho presupone que todos se apliquen uno al lado de otro en equilibrio.

del “carácter” que podría tener el cuadro. 888.

cambio, quien tenga presente ésos principios se percata e para cada objeto puede seleccionarse una tonalidad Es verdad que la aplicación requiere modificaciones

tas, que sólo logra el genio compengtrado de dichos prin-

El tono verdadero. adelante ha de tomarse prestado también de la música en tono para aplicar] ano al colorido, podrá hacerse en un ta ahora. .

890. be comparar, no sin razón, un cuadro de poderoso efecto una pieza de música en modo mayory un cuadro de recurrirse a comparaciones tos dos efectos principales.

respecto ES

a la modificación E

El tono falso. 891. O que hasta ahora se ha dado en llamar tono era un de un solo color corrido sobre toda la composición. Se

230

3

Goethe

elegía en general el amarillo, en el deseo instintivo de la composición al lado potente.

>

Teoría de los colores

l eva

E

i

con un oscurecimiento del mismo, y. úl

—.

893.

adecuada en el cuadro, éste se vuelve necesariamente abi-

— ol

q

sombra.

colores se aplican mal en relación a la luz y

899, "Este caso puede presentarse tanto más fácilmente cuanto

Este tono falso ha sido producido instintivamente por de seguridad respecto a lo que había que hacer, de 's que en vez de la totalidad se labraba una uniformidad.

que la luz y la sombra ya están dadas por el dibujo y como

implicadas en él, en tanto que el color permanece aún sujeto al albedrío y a la arbitrariedad,

El colorido débil.

Miedo a

89. Esta falta de seguridad es la causa de que se han queb: los colores de las pinturas hasta el punto que el gris es tono subyacente a la composición y se trata el color con máxima: discreción posible. 4

$

franca aversión a todas las consideraciones teóricas acerca color y de todo cuanto se relaciona con él, actitud .ésta ciertamente era comprensible, pues lo que hasta ahora se aba la teoría carecía de base, era fluctuantey gravitaba a la empiria. Deseamos que nuestros esfuerzos logren des-

895. En tales cuadros los contrastes armónicos aparecen m:

er hasta cierto punto este miedo y estimular a los ara verificar y ampliar en la práctica los principios con-

abigarrado.

Lo abigarrado. Puede fácilmente volverse abigarrado el cuadro en pretenda aplicar los colores sólo empíricamente, en b impresiones fluctuantes, uno al lado «de otro consum: potencia.

la teoría.

900. to Los pintores han evidenciado hasta ahora un miedo y hasta

veces bien' logrados, pero aplicados con timidez, por tem

896.

231

¡parte no sabe elogiar ni censurar. 898. No debe pasarse por alto el hecho importante de que por que los colores se hallen combinados entre sí en forma

ocurre realmente en esta operación. Se trata de una suerte i j ensuciamiento del lado del menos.

s

i se combinan colores apagados, aunque 'sean de esos que ¡presionan gratamente, no resulta un efecto chocante; el transmite su falta de seguridad al espectador, quien por

892.

pero acompai

897.

Objetivo último. É

901. Pues

no se logra

el objetivo

último

si no se abarca

el

le

hemos expuesto hasta aquí. Unicamente si la y

2.

A

y

O

Teoría delos colores

característico se "combinan armoniosamente, el cuadro

calificado de perfecto desde el punto de vista : desde

A

aquí lo enfocamos.

>

y

s

A

903...

matizaba hacia la sombra, así que el fondo oscuro traslucía jo media tinta a través del color diluído. Se lograba :el N repasando repetidas, veces las partes claras y aplicando

:

ces,

Cuando se procedía a la coloración y'se: quería: rep) en sus años

909. bien esta técnica se recomienda particularmente por la lez con que permite ejecutar el trabajo, acarrea conse-"

tardíos, cuando

la gran rutina y sabía hacer. grandes cosas mediante blancuzco

era tratado como

y €

En

la coloración,

siempre

obraba

la imagen

pintaba por ejemplo un ropaje con un color ti

blanco

confiriendo vidaA al RR col: mostrabaO OA apagados los colores, pero

éstos estuviesen mezclados ni ensuciados.

j 905: e Este método comportaba muchas ventajas. En los claros de la composición se tenía un fondo claro y

sombreados uno oscuro. rada; podíase pintar con la consonancia de la luz pintura a la acuarela se . ¿Por lo demás,

letamente oscura.

s

traslucía

parte sombreada

en la pintura al óleo se hace hoy

alli

la

Sólo los realces enérgicamente

aplica-

.conservan su, claridad y no se perciben en el cuadro más manchas cláras, según prueban abundantemente. las pin-

de la escuela boloñesa y las de Caravaggio.

si

7

Toda la. composición estaba 7 colores delicados y se tenía a con los colores. En nuestros basa: en estos principios.

uso general de. un fondo claro, porque las medias

cias fatales. El fondo enérgico se refuerza y se oscurece; forme los colores claros pierden en claridad, 'la parte som-

m

tinta y se le aplicaban las sombras y los realces. Se

fondo :oscuro.

908. Tal fondo era de color castaño rojizo y una vez dibujada él la composición, se aplicaban las sombras más espesas; colores de la luz se extendían en las partes iluminadas y se

ropaje blanco, se dejaba a veces intacto este fondo. El fuerzo limitado. El fondo

288

npleó. Los mejores cuadros del Tiziano no están pintados

s

este método

=>"

transparentes y en consecuencia un fondo claroonfiere vida, en tanto: las sombras no se oscurecen tan 907. ante un tiempo se pintó también sobre fondos oscuros. los introdujo Ti Ignórase si Giorgi

Los fondos. SES t

ziano empleó

-

910. E Conviene hablar, por último, de los colores tes. Se los aplica considerando un color ya extendido como fondo En esta, forma. es, posible mezclar un color para la vista, iorzarlo, darle tono. Por cierto que'así se lo vuelve cada vez OSCUrO.

Los pigmentos.

h

gm.

Se

“Recibimos los pigmentos del químico y el naturalista: Se

3:

234

merece ser rehecho de vez en cuando. Entretanto, el comunica al discípulo su saber al respecto y los artistas. transmiten ¡unos 2 Otros,

as

cuarto

e

912. a primordialmente los pigmentos más

Pues la multitud de pigmentos ha redundado en

e

,

y

en

consonancia

con

su

a cierta dosis de azar y arbitrariedad, más aun, de conlismo, por cuanto tenemos que enterarnos del sentido no antes de saber qué ha de significar. Así ocurre, por

¿

oa a la e que es más dif cil" la armonía por medio de mui pigmentos que pocos y ¡ésta implica la posibilidad de que entre des

el color

917, n a este uso es otro que pudiera llamarse alegórico. Este

usar el menor número posible de cuerpos colorantes y:4 el método más sencillo de la coloración. del colorido, Cada pigmento produce un efecto especifi la retina y por otra parte requiere un tratamiento es

se emplea

la verdadera relación expresa de por sí la significa or ejemplo, si se señala el color púrpura como el de la nadie duda que se ha encontrado la expresión Todo esto ya ha sido puntualizado más arriba.

rables por naturaleza; mas también la técnica influye mente sobre la perdurabilidad de la pintura. Por ello

913.

25

916. denominar simbólico tal uso adecuado a la Natura-

ha escrito sobre ellos y los respectivos trabajos han' vulgados por medio de la estampa; sin embargo, este

1D Se

>

Teoría de: los colores 1

Goethe

Émplo, con el color verde, que ha sido asignado a la esq

bo

Se comprende on lic

918. que el color es también susceptible de inPues como el esquema en ue puede re-

'arse la diversidad cromática sugiere circunstancias pritanto a la mente humana como a la Naturaleza, no ludar de que pueden usarse sus relaciones a modo de

914. ÓN por último, algunas actitudes eq que se dejan arrastrar los artistas. Los pintores and en pos de nuevos cuerpos colorantes y creen que miento de tal cuerpo marca un progreso ef el arte: se afanan de conocer los antiguos procedimientos

je también en los casos en que se quiera expresar ciracias primarias que no se destacan en la mente con poder y diversidad. El matemático aprecia ¡el valor y d del triángulo y el místico le rinde culto; muchas cosas

técnicas, lo cual tampoco rinde resultados positivos. definitiva, tan sólo el espíritu el que da vida ai

ene, el- antiguo y misterioso hexágono.

perdiendo su tiempo. Otros se esfuerzan por: inyeni

¿Uso alegórico, simbólico. y. místico del« Hemos

915. expuesto más arriba detenidamente que

produce un efecto específico sobre el hombre y así ere

encia tanto a la retina como al alma. De lo que el color puede ser “usado a deter

sensibles, morales y estéticos,

ser esquematizadas en el triángulo, entre ellas también meno cromático, en forma que por duplicación y. enlace

919. juando se capte cabalmente la marcha divergente del ama-

el azul y, particularmente, la exaltación hasta el rojo, que a que dos opuestos se aproximan el uno al otro y terpor fundirse en una nueva entidad, seguramente se lará un concepto místico peculiar de que cabe atribuir

dos entidades separadas y opuestas un significado espi-

Tesistirse al impulso de evocar los engendros terrenales y tales, respectivamente, de los elohim.

*

236: _—

Goethe 920.

Mas no nos expongamos, A de místicos, máxime como, si nuestra teoría de lós colores una acogida favorable, no faltarán las aplicaciones e int taciones ;, simbólicas y místicas, según cuadra al ritu de nuestra época.

-9

E

* Los colores entópticos - dobles imágenes del espato cálcico de Islandia

esp

í Como

los colores entópticos han sido descubiertos

en oca-

del estudio de los fenómenos ópticos singulares relaciolos con el espato de Islandia, conviene hablar ante todo de

ichos fenómenos

y los limbos

coloreados

a que

dan

origen.

Las dobles imágenes del conocido espato de Islandia trans"parente llaman la atención particularmente por la circunstancia

que pudiera calificárselas de semiimágenes y de sombras y

parecen en un todo a aquellas que son reflejadas por dos perficies de cuerpos transpareñtes. Se llamarían semiimánes, porque expresan el objeto tan sólo a medias en cuanto P

la energía de su presencia, y sombras, porque dejan traslucir do, el objeto situado detrás.

De estas propiedades se infiere que toda imagen duplicada r el espato de Islandia participa del fondo al que se superaparentemente, Una pequeña imagen blanca sobre fondo ¡parecerá como

una doble imagen

de color gris y una

a imagen negra sobre fondo blanco asimismo como una

ble imagen gris; únicamente allí donde se superponen las dos

es se observa la imagen plena, el objeto verdadero, im-

table al ojo, de cualquier índole que sea.

Para variar los experimentos, practíquense una pequeña

acuadrada en un papel blanco y otra en un papel negro

colóquense dichas aberturas sucesivamente sobre los ás dE di-

220

Goethe

boedro

nte, aparecen

otra simples,

como' en d,

dobles, como en e y f. Son aún más espectralés y grises las imágenes a y b,

a elementos de los colores entópticos

.

laterales que, según la dirección de la visual respecto al

9

mas dado que el gris siempre es

respecto al negro, aparecen coloreadas de acuerdo con 1: de la superposición de una imagen clara a otra oscura, la derecha (respecto al observador) según el principio y la de la izquierda a la inversa. » Alejándose cada vez más de la imagen básica, el o puede ampliamente entre sí las dos imágenes les. Si de noche miro una vela ardiendo a través del espato de Islandia, ella aparece doble, pero sólo 1

coloreada. Las dos imágenes laterales también se presen:

instante y:he logrado separarlas entre sí hasta cinco pies, 4 y otra vivamente coloreadas de acuerdo con el mismo: cipio que rige para d y €, f. Que estas imágenes laterales no derivan de una refl desviada de la primera doble imagen originada por el e de Islandia, sino de una reflexión directa de la imagen b en las laminillas (probablemente diagonales) del espato de landia, se desprende de lo siguiente. Si se establece una suficiente separación aparente enti imagen principal y las dos imágenes laterales y-a contim se introduce un pedacito de cartón haciéndolo pasar mente sobre la superficie inferior, desaparece primero las dos imágenes laterales, después la imagen intermedia nalmente la segunda imagen lateral, lo cual parece indicar las dos imágenes laterales se originan directamente de-la i básica. ¿Se. han observado ya estas imágenes laterales? De la patos de Islandia que poseo las produce uno solo. No su proveniencia. Este ejemplar tiene un aspecto mus fino y delicado que los demás. Los delicados colores se corren cual un hálito por toda la masa dando más fina separación de las laminillas. Mediante un p podría producirse el más admirable espejismo. Para llevar a cabo experimentos objetivos no estaba disposición el sol necesario. A Weimar,el 12 de enero de 1813.

na superficie a; dos espejos. b y c, con el dorso ennegreinclinados aproximadamente 45 grados con respecto a la cie; un cubo de vidrio d adecuado para representar los s entópticos. A falta de cubo, varias placas de vidrio puestas unas a otras y unidas por una cápsula.

Experimentos sin el cubo. Si se e coloca el aparato en forma que la luz cae. sobre la cie en la dirección de la flecha f, el reflejo de la su-

244

Goethe

Teoría de los. colores

lela del espejo superior ella vuelve a aparecer derecha y recida, No desaparece nunca, como el observador puede

probar en forma que no deja lugar a dudas utilizando espejo inferior una luna

Los adeptos de nuestra teoría de los colores de darse cuenta de cómo interpretamos estos Na quedar demostrados, en favor de ella; gustosamente nos de las ventajas que puedan reportar a la física en

da.

Ha «sido difícil reducir estos fenómenos a sus elemento

rrosos. Para explicarlos por la ley fundamental que nos llévénse a cabo, en un día claro y radiante, .lo

siguientes experimentos:

:

Junto a una ventana no iluminada por el sol colóquese € espejo ennegrecido en posición horizontal y el cubo en formz que una cara del mismo esté inclinada aproximadamente 9 grados con respecto al plano del espejo y la cara externa oril tada hacia el diáfano cielo azul. En seguida aparecerá la

blanca o negra circuída de colores.

Si se continúan las observaciones durante varias horas,

que cambie la disposición de tan sencillo aparato, se advil

que conforme el sol recorre la bóveda celeste, sin ilw ni el cubo ni el espejo, la cruz empieza a oscilar, se mo y termina por trocarse en la'opuesta, con los colores invertida Este enigma sólo puede ser descifrado al aire libre, con Y cielo muy límpido. Si al salir el sol se orientael aparato hacia el oeste, ap una hermosísima cruz blanca, la que cede el lugar a una cm negra no menos perfecta al ser dirigido el cubo hacia el si y el norte. En esta forma las cruces-alteman durante día según la posición del sol; el punto cardinal al astro sie origina la cruz blanca, porque refleja la luz directa, en

que los puntos cardicales laterales producen la cruz toda vez que reflejan la luz oblicua. Entre los cuatro

n

pun

cardinales el fenómeno es fluctuante por representar una et

de transición, Conforme sube el sol, más problemática se vuelve la negra, pues cuando el sol está alto el cielo lateral reflej una luz directa, Si-el sol estuviese en el cenit, en el éter azul, debiera aparecer por todos los lados la cruz pues la bóveda celeste reflejaría desde todas las di

luz -directa.

Empero, nuestra atmósfera generalmente cargada de rara vez favorece el experimento principal decisivo. Con: mayor empeño el amigo de la Naturaleza ha de aprove:

245

ntos propicios y formarse una idea cabal de las cona

8

Expresamos desde ya nuestro agradecimiento al señor conjero secreto Voigt, quien ha sostenido con nosotros conversa. A . SS E pedicad, ciones nos ha aparato facilitando así nuestro cometido. Jena, el 8 de junio de 1817,

z

Teoría de los colores

Colores entópticos

a que

;

ro

se me antoja;

en

un

jultado de Otro modo.

día

y

anterior

247 o posterior ella

que en rigor debiera hacen oralmente, en com'Ín con todos los experimentos correspondientes; pues la y el signo no son nada en comparación con la obserA directa y palpitante. ¡Ojalá el aparato destinado “a :ntar tan importantes fenómenos se perfeccione día tras gracias a la actividad de hábiles mecánicos! lo demás, espero que sea conocido mi concepto de los

Jena

el 20 de julio de 1820.

L.

Una alocución. Como no pocas veces en mi vida, he recibido estímull tropezado con circunstancias adversas en este cometido. al cabo de dos años, llego el mismo día al mismo lugar, con un cielo igualmente diáfano puedo repetir los e mentos decisivos. Ojalá logre hacer una exposición adecui ciertamente me siento bien preparado para ella. No he 2 entretanto con los brazos cruzados, sino que he expe infatigablemente investigando una tras otra las con: en que el fenómeno es susceptible de manifestarse. He de reconocer, agradecido, el apoyo que hasta me han prestado ilustres amigos cientistas. He contad

erpos a ía la O los parópticos, 'que se asocian las sombras «de los cuerpos, y los epópticos, que bajo di condiciones se presentan, ya fugazmente o en forma per: le en la superficie de los cuerpos. Los entópticos han Sdo

colaboración gentil de los señores Dóbereiner, Hegel, Ki Lenz, Roux, Schultz, Seebeck, a y Voigt, a

n ampliado del modo más conveniente nuestro círculo, dado ibido explicación y significado dentro de la magnífica IL.

2 repetir, simplificar, variar, comparar, clasificar y diligentemente los experimentos. Y ahora paso a la ex misma, que puede hacerse de distintas maneras

Su nombre

Al ser descubiertos los colores entópticos, se los ha denomido así en analogía con los demás colores físicos'“más o menos nocidos, tal como los hemos' consignado minuciosamente en esbozo de una cromatología general. Allí señalamos los coes dióptricos sin refracción, que, se originan en la turbiedad

u

Su descubrimiento.

Tomando como punto de partida los descubrimientos y esos que los físicos franceses Malus, Biot y Arago realizaron

A 1809 referente a la reflexión y la birrefringencia, Seebeck

Goethe

Teoría de los colores

y

exhibe tri cabe llamar imagen clara a aquella aqueaquella donde color sobre fondo blanco e imagen oscura más claras. color de trazas combinan se oscuro fondo «l

VIL

25, 251

“La atmósfera nórdica rara vez es diófana, lado

que el fenómeno

Primario presupone

una

atmósfe

y diáfana, es evidente que en huestes TANnIaS Ele e e ser observado en condiciones perfectas. Sólo poco a poco

El por qué del espejo ennegrecido.

las

bre la condición principal y aun más se tarda en dilu-

A7 ,

pare

aga. on

que a su vez ce condicionan

a no pocas

desviaciones sus-

El fenómeno que nos ocupa tiene

“excesiva lo ahuyenta y le. pone trabas; de ahí meros

experimentos

conviene

utilizar espejos

oscurecil

hacer resaltar en lo posible el fenómeno. Más raremos también los espejos cualos y cubiertos de paño.

VIII,

n:

se origina recién la sombra. Si la materia es traslúcida, a la ñ lla en ella, en el claroscuro, la turbiedad, respecto

trastes polares. Estos pueden ser anulados, neutraliza: ferenciados, así que parecen desaparecer los dos colo,

R

7

Relación constante con. la altura del sol,

en su estado más puro debe considerarse enturbiada cons-

Si atribuímos polaridad a los fenómenos entópticos, demos en el mismo sentido en que hemos tratado 'de todo desarrollo cromático en la teoría de los colores. la tiniebla constituyen un contraste primario y peren:ti materia que se sitúa dentro de ellas y entre ellas opaca, un lado iluminado y otro oscuro, y a débil con Este, como la claridad y la oscuridad, se manifiesta

¡X. r

ye la primera condición fundamental de todos los colores q reflejo directo del sol siempre da la cruz blanca, ,:la cruz negra, circunstancia en: que'nunca se insiste te, toda vez. que se relacionan con. ella: muchos. otros

Polaridad.

lo que dámos en llamar el color.

No

y

XI.

División del cielo en cuatro partes iguales o desiguales.

s

es tos; más también son susceptibles de inversión, y ésta

d proceso en extremo delicado. La más. polaridaun condición puede transformar el más en menos y el menos Lo mismo se aplica, pues, también a los fenómenos 'al menor motivo la cruz blanca se torna en la negra

en la blanca trocándose también los colores concomil

los que tienen como complementarios. Puntualizar este ahora nuestro cometido. Si se tiene presente en

“mento el concepto fundamental, se comprobará en todo el cambio, inmutable, el fenómeno básico.

XII:

Altura máxima

día de San Tuy! ps: Al llegar el €: “ontorno del el sol forma en

del sol.

a mediodí. ja, es el sol al cenit, abció di cad aa horizonte. Decimos, pues, que en “a derredor suyo un reflejo directo en

ROL AAA

IO

AER

* Teoría de los colores —_——

253

la atmósfera. Mas como en todo fenómeno solar debe

dan-la cruz negra y las regiones laterales, la cruz

luz oblicua, de cuya existencia sólo nos' enteramos por

mañana serena y quieta, en Karlsbad,.a comienzos de 1820, cuando el humo que salía de todas las chiconcentraba suavemente sobre el valle y a modo de

festarse -al instante el contraste, se observa en el lugar menos se la espera, esto es, cerca del astro, la cruz Y a cierta distancia de él debe formarse un anillo invisil cunstancia de que su reflejo origina en el cubo la truz ne El día que quiera y pueda medirse el diámetro de' anillo se comprobará sin duda que es afín a los llamados $ que circundan el sol y la luna. Hasta nos aventuramos a mar que en el día más claro el sol siempre se acomp: tal halo en potencia, el cual, cuando la atmósfera de condk en forma de neblina o de nubecillas, aparece completo o cial, con diámetro variable, incoloro 'o coloreado y, por úl aun adornado de imágenes del sol, en forma más o r perfecta.

XIIL

Noche

avanzada.

Como. nuestros fenómenos entópticos se basan sin ción en el reflejo del sol que nos trae la atmósfera, .era pensar que en las noches más cortas se manifestarían una hora avanzada; y así fué, en efecto; el 18 de juli nueve y media de la noche, pudo verse aún la cruz sexto experimento, en cambio el 23 de agosto ya ni sig las ocho. No alcancé a ver la cruz blanca, que en los

dudosos siempre es algo más difícil de observar

amigos de confianza me aseguran, sin embargo,

que la n

a la misma hora, XIV.

haberla,

Inversión por medios turbios,

hi A ia Para las primeras observaciones y experimentos he puesto el cielo más límpido y diáfano, pues cualquier mi era susceptible de perturbar el fenómeno. Con el fin claro también en este respecto, se han observado los n

Sabida es la tenue y uniforme neblina otoñal que p mente a la mañana cubre el cielo de finísimo y puro deja traslucir, o sólo muy atenuada, la luz solar, atmósfera así cargada de vaho tanto el'lado' del sol

y

cubría el sol, observé que este velo transformaba tam-

lado del sol la cruz blanca. en la negra, en vez de e en el oeste la cruz blanca en máxima pureza. n cielo completamente encapotado y lluvioso invirtió el como sigue: El lado Este dió la cruz. negra, Jos Norte y Sur, la blanca; el lado Oeste, aunque también tado, dió normalmente la cruz blanca. viejo y empañado

que reflejaba los- objetos todavía con

él el cubo y orientado, con cielo muy límpido, hacia los puntos cardinales, el fenómeno se manifestó asimismo lo: el reflejo directo dió la cruz negra y el lateral la blanca. Para ampliar en lo posible los experimentos, lo s en un día neblinoso; entonces, el lado -del sol y su directo dieron la cruz blanca y las regiones laterales la negra. Atribuímos a estas observaciones una gran im-

XV.

Vuelta

a los vidrios entópticos.

Luego de haber utilizado los cuerpos entópticos en sú y tratado, ante todo, de descubrir en las alturas dades de la atmósfera el verdadero origen de los s, como también de estudiar la inversión polar-en

És Ser observación

TC

estado y profenóparte

parte por procedimien-

ciales, volvemos sobre dis cuerpos en que hemos los fenómenos para dilucidar y cups a múlticondiciones a que están sujetos estos mediadores. is Z se FIDA Ort 1 R E

- Puntualización del fenómeno

entóptico.

blando en términos generales, cabe decir que percibimos acompañadas de determinados colores y colores ligados

8

Goethe

Todo amigo del arte y de la Naturaleza que haya sajes por una lente de vidrio convertida por enneg

una de las caras en un espejo convexo de reducción

sab

de lo que son en realidad; de suerte que no le llamará: ción si al quitar de nuestro aparato compuesto el espejo

su

tanto el cielo como los objetos aparecen mucho más 6 y fijar la mirada directamente en el inferior ve el

límpido no intensamente azul, sino oscurecido. Tampoco

prenderá de que si vuelve a colocarse el espejo su

posición paralela al inferior se opere un oscurecimiento 1

a raíz de la doble refracción que tiene lugar, así que el a transforma en un gris ceniciento. ,

Si el espejo superior es colocado lateralmente, el miento se acentúa aún mucho más; el reflejo, que a oblicuamente, aparece considerablemente más oscuro: directo. Aquí reside la causa más inmediata del efes los anteojos entópticos en el sentido de aclarar y respectivamente, la imagen.

XIX.

Efecto de los espejos respecto a las

Para enterarse lo más rápidamente posible a este

colóquese una vela ardiendo en forma que -la i llama caiga sobre el espejo inferior y mírese dicha espejo superior suspendido en posición paralela al ¡ vela aparecerá derecha y la llama algo más débil por: _ » Imagen a la retina por conducto de dos espejos oscu Si luego se procede a hacer girar el espejo en 90 . vela aparece en posición horizontal y la llama E mente oscurecida. e 4 ' re Si el ángulo es de 180' grados, la llama aparece,

dós la velá se

y que, permite observar distintamente el cambio de la. imagen, así como su aclaración y oscurecimien

te.

Teoría de los colores =_— XX. “De

Identidad por espejos

251

mos

modo que nada peculiar ha pasado hasta aquí; por más

se varíe el experimento, todo observa la regla. Así, el fenómeno que vamos a considerar a continuación onancia con la ley, aunque en el primer momento maravillados. 4 des A elaparato con dos jos se emy como

lao a eco

la luz

a

luna Pa

tamestá queinferior

y, con el

intensamente azul, se lo orienta ri Holas el lateral en el cubo origina la cruz negra, ésta y permace idéntica cuando el espejo superior esté robando en posiparalela; pues la propiedad de la claridad atmosférica es itida íntegramente por el espejo terso, tal como en el perimento con un solo espejo tiene lugar en forma inmediata.

emos puesto la condición de que el cielo sea tan azul

es posible en nuestras latitudes; y aquí se muestra una como una noche velada, que es como siempre lo connos. En el presente caso transmite al espejo terso su luz ida, la cual, comunicada al cubo, se halla precisamente | equilibrio moderado que el desarrollo del fenómeno pre-

XXI.

Claridad y reflejo derivados.

mos considerado el reflejo inmediato proveniente de los tos puntos cardinales como el primero y original; pero n la claridad y el seljo derivados originan los mismos

[verdad que la: batista blanca, tendida ¡dele ;de “una

iluminada por el sol no produce fenómeno alguno con

to simple, probablemente porque la luz es aun dema-

intensa; pero el cubo, colocado entre los dos espejos, da cruz blanca como la negra, pues la claridad de la €s atenuada por los dos espejos. ca del reflejo derivado sólo corresponde decir, acaso,

niente

vez producido mediante nuestro segundo cima

(6)

pe alquier lado el fenómeno entóptico, colóquese frente

“misma región atmosférica una placa de vidrio terso espe-

A

Goethe

Teoría de'los colores ______ ze

dad de seguir experimentando, la forma de la lámina incipios que los rigen. Es la que intercalámos a + AR

LS

azulado, pero que con la cara angosta orientada hacia

ador. presentan al instante hermosísimos colores, ¡los le al ser llevado el espejo hacia un lado se truecan en los ie tienen como complementarios, como, sigue: claridad oscuridad amarillo violeta

OS

EUA IN

rojo amarillento

*

oportuno intercalar aquí una: advertencia: hay que 'cuide: confundir los: colores de que aquí: se bo lisa los

recortan

cartón, lo colocamos con el lado ancho paralelo a. por debajo de los espejos y encima de Él movemos la de mica de un lado para otro, hasta que percibimos fecta nitidez el fenómeno claro. Si en, este 'instante..pe;

laminilla sobre el cartón, el recorte nos sirve de patrón para todos, nuestros experimentos,

s. Por más 'que ¡sean afines, existe entre ellos. la gran ncia de que los. epópticos no «se: invierten por la acción “aparato reflector, «sino «que son siempre los. mismos, ya se imire. directa u oblicuamente, en tanto que: los colores que sentan dentro ' de ¡las laminillas'de mica som mudables y ende de una: categoría más elevada.

3

Verificando repetidas veces todos los fenómenos, en

*

mos laminillas que se prestan muy bien para nuestros| invierten totalmente el fenómeno, en tanto que otras minan la inversión total, pero sí una fluctuación prom

s de señalar, también, que el ángulo obtuso de la lámina

lados, que determina la inversión del fenómeno, se one de un ángulo de 90 grados y otro de 45 grados que :e al cuadrado pequeño, o sea en total 135 grados. De te que de una manera natural se sugiere ese ángulo de grados que en todas las reflexiones da origen al fenómeno.

Tal comprobación es muy instructiva, por cuanto nos

tra que las cruces no se desarrollan de dos líneas, pez lares la, una a la otra, sino de dos ganchos que desde los

se desplazan el uno al encuentro. del :otro.

Entre las laminillas de mica las hay también que minan ni un asomo de todos estos fenómenos. Estas li a.diferencia de las demás, que.en su mayor, parte son

como, las láminas. de «vidrio, ¡aparecen de .un¿color

¿Por: último, es de señalar un fenómeno cromático: óme ic ¿gularas que es dable observar en las siguientes condi . E islas de :mica labradas adecuadamente en lámini

los que con lá cara ancha' vuelta 'hacia el .observal

azul

púrpura verde ; i se procede a colocar tales laminillas por encima del cubo co, el fenómeno de la cruz clara y oscura se acompaña de un modo magnífico de los e A 3

“Vemos: aquí un «cuadrado «del que''se desarrollan más pequeños, y pára'evitar' las letras y números en cripción de nuestros experimentos señalamos que si ancho, está vuelto hacia el +observador, éste percibe e 'meno claro, y si el lado angosto, el fenómeno oscuro. La confección un tanto complicada de tales láminas:

facilitada si en base a la' figura arriba indicada

261

ñ ninguna coloración particular, como no sea un tenue 'amarillento y, «si el espejo superior es llevado hacia un

adelante ha de mostrarnos todos los fenómenos de acu

4

* kl

gamos, por: último, que no hemos: 1 no me lámina de seis lados

ido aún diluci= eones coa

con la mica configurada naturalmente, en hexaedro,: inillas gd: individulden iaen 6 ps que se Comprueb: hi.y

'e cristalización

versión.

son

atente

7

al

ñ

e

pe

O

262

—____—

Teoría de los colores

Goethe

263

.m la visual del observador, el carápo visual a]

XXIV. Con

mismo;

El espejuelo.

lo más

delgadas

ds con hacer obtuso el ángulo dirigido hacia nosotros para

.

las laminillas transparentes del espejuelo

se parten

posible

, Si se trata de un ángulo correspondiente a una de las anchas, un hexaedro con dos ángulos más obtusos y si nos: la diagonal menor, uno de ángulos más agudos que hexaedro regular, pero un hexaedro, en fin, cuyas caras stas, vueltas hacia nosotros, oscurecen el campo visual. No

ocurre

y se procede

ellas igual que con las de mica. 4 Se examina tal laminilla individualmente entre los dos

pejos, se comprueba que en una posición determinada al a rfectamente clara y se toma esta p ción como base de los demás experimentos, A continuaci labra un hexaedro y si se lo coloca con una de las caras an

tas vueltas hacia el observador se ve el campo visual te hermosísimos colores. Al llevarse el espejo hacia un lado,

los colores se truecan en sus complementarios. Si se coloc; laminilla . sobre el cubo, el1 fenómeno entóptico no expe

en a Primer caso, cambio ágrno: No ad.

gund mo era gundo; laslnpartes claras y oscuras

O

¡ágenes q e

en el

no resalta como pr po a o AS en cuanto el espejo es lleva: ia un lado,.lai presenta todavía totalmente coloreada, pero las partes que;

aparecían de color púrpura son ahora verdes, y viceversas ya en las laminillas más la _De lo cual pi dese desprende hasta cierto que punto en nitidez; si se sup

varias, la a E aa sa más AT final no puede ser a. que a nuestro entengk desaparición del fenómeno a raíz de la inversión es tam

un oscurecimiento parencia imperfecta

XXV.

del

ial

debido exclusivamente a la $ medio usado. y

El espato de Islandia.

A este cuerpo importante tantas veces comentado, di

medido, calculado y

ce claro,

lo, sólo hemos de referi

tanto que sus propie E aquí nos ocupa. Su comportamiento es idéntico al de le

cuerpos precedentes, sólo que su configuración rombal' gran espesor de sus cristales son susceptibles de determina na diferencia. Por lo. demás, si «llo colocamos entre

espejos en forma que el eje longitudinal o transversal €

y

n

“necesario, para tal fin, estropear nuestros cristales, sino que mos nuestro cartón recortado sobre el cristal o. bien mars nuestra intención mediante un leve trazo.

¡Como en los casos arriba consignados,

la primera posición,

determina el campo Al claro, no modifica para nada fenómeno, en tanto que el ángulo citado lo invierte, lo de observarse con suficiente claridad, aun do God me PE ae mea, a la forma, por lÁ inversión del :en el amarillo. De modo que aquí tambiénYad ici E meter

inada por un aumento d turbiedad del físi ico, sino i un efecto común

de la merma

Mas nos toca iar un fenó se hace labrar tal espato de Islandia en f y biselan dos ángulos paralelos plano dd

a

de trans-

Asi: pra

y se lo coloca entre los dos espejos, se percibe ora una gen clara, ora una imagen oscura, idénticas a las imágenes ticas coloreadas que ya nos son conocidas: Al principio,

Epic o dentro de un círculo rodeado de non Y ichos puntos irradian j i . y traidos: AS Me lodo jo hacia un lado, sobreviene la inversión y vemos, cir-

E

de

anillos, una cruz negra de la que irradian asimismo

manojos negros. e aquí juntos, pues, todos los fenómenos: e identidad, la Frefesión oscura e inversión,

d ea

ipañada particularmente de colores intrínsecos, pero difu-

as la naturaleza Íntima del cuerpo mismo puesta al des-

órto por el labrado artificial y representada en un fenómirable,

modo que el resultado de la investigación de este cuer£xtremo problemático ha sido de volverlo aun más pro-

fico, y junto con él muchos otros. Es ciertamente maraano de él quepan tres tipos de fenómeno cromático,

* €l prismático, en la refracción, doble y múltiple; el

268

Teoría de los colores

- Goethe

habrá de ponerse de mat

0

“¿¡XXIX.

Si bien

es de

todo

lvérnos

ii

Mirando

punto

en torno.

conveniente,

y aun

nece

les. “Aquí, como

considerar. primero el fenómeno en sí, repetirlo yE es And E Sl pulso

ai

Y

mirar

Eo

oa

_ En este sentido cabe, pues, recomendar la analogía

contrastes. Pero atengámonos, para nuestros fines, a logía estrictamente metódica, que vivifica en verdad

nuestro propósito se limita .necesaria-

ndencia acaso se revele en el futuro. tema

No hay que dejarse confundir por el hecho de que logía lleva a yeces por mal camino, que como sutileza fo arbitraria queda en la nada, No repudiemos tampoco € jocoso y humorístico: con los objetos, la «confrontación o indebida y aun vinculación, de las cosas más distan sí, con lo que se trata de asombrar.a fuerza de a

E

>

A

XXX.

de

Las figuras de arenilla de Chladni.

n los fenómenos naturales, al ver nuestro lo entre los espejos, han señalado al

ble. Corresponde ahora demostrar que estos singulares fenós exteriores guardan cierta relación interior y acusan

analogías en las circunstancias de su desarrollo. Earicunas E

afinidad de las figuras entópticas con las ( física ya ha sido apuntada más arriba; es la natural y evidente. Aquí corresponde hablar figuras fisiológicas, que en éste se presentan Gl

+

persisten ds

el fisiológico. Si'se mira en el espejo supesior del tere

rato la imagen del cubo reflejada hacia arriba y a * ción se retira: rápidamente el cubo, sin apartar la m espejo, el fenómeno, tanto el claro 'como el oscuro, siona la' retina como sombra' invertida, y

¿Pasando ahora a la- teoría nátural

directo y del

oblicuo

y reconocida

de: renovada

el «amarillo

general,

Esemiento: las rez icontprendidotelibisito dies

afi

la: universalida

OPEREN:

ondulaciones

x calentamiento al ro=

jo;

en el Universo todo se relaciona, 'se refiere y respon a lo otro. Lo que ocurre en la atmósfera tiene lugar* en la retina humana y el contraste entóptico se ident

de la Naturaleza.

de Secbeck En:

determinadas por

energía y belleza y constituyen otro ejemplo magnífico

en azul, y-al revés, con profunda:alegría del inv

4

Onfiguración E

a

tera

varian“ con

:

JA

se. corren »

compresión,

et-

cétera, de las placas;

S a raíz de rápido ens friamiento; a

4

y

cubo entóptico 'instae la seme-

pza con las figuras de Chladni; y en efecto, ella es inne-

SÁ descubriendo su identidad, que es cómo también en' cia se percibe paulatinamente la vida total de la Nat

en los que tienen como complementarios:

¿

"Todas las ¡personas sagaces y más o menos familiarizadas

riencia relacionando lo distante y aparentemente h

La índole diata, de las

la identidad E

a emancipar y estimular al espíritu, Era en torno señalar determinadas analogías, cuya correlación e inter-

b

la piedra imán, aun siendo ella tan ajena a nuestro

en seguida,

ideradas hasta ahora ajenas unas a otras y que se ha tras acaso en vano de explicar recurriendo a. hipótesis indi-

'

ode acuagado,

E paulatino; h

de

la configuración de la: placa de vidrio;

de afuera para. aden= tros

Es.

a

280

Goethe

la cromática, por último en la de los colores entópticos. procedido de acuerdo con un plan bien meditado, al que ajustan naturalmente la posición y el orden de los fenó esperamos, así, que nuestro trabajo sea de utilidad amigos de las ciencias naturales. A aquellos que, no satisf

con nuestro modo de tratar la materia, desean que és expuesta en otra forma, les “imponemos la más fácil de tareas, o sea la de deshacer lo que hecho está”. Jena, el 1% de agosto de 1820.

Parte polémica



Denunciación Dico

de la teoría de Newton ego, tu dicis, sed denique

dixit et lle,

Dictaque post toties non nisi dicta vides,

Introducción 1.

Aun cuando en la parte primera nos hemos ajustado en lo sosible a la exposición didáctica evitando toda polémica, no os podido dejar de formular alguna que otra crítica a la a a la sazón imperante. Por lo demás, nuestro Esbozo de teoría de los colores necesariamente tiene un carácter olémico, en tanto que hemos tratado de trazar un cuadro ipleto de los fenómenos y clasificarlos en forma que todo el do se vea obligado a considerarlos en.su orden natural y relaciones verdaderas y aquellos que en el fondo sólo están los en entresacar fenómenos aislados con objeto de

ar en ellos sus afirmaciones hipotéticas no puedan proceder ¡adelante con la misma facilidad que hasta ahora. 2

Pues, por más: que se estuviese convencido de haber captado

!Daturaleza de los colores y se pretendiese haberla enunciado funa teoría incontrovertible, lo cierto es que sólo se han ulado hipótesis que servían para clasificar 'artificiosamente: 'enómenos y elaborar una teoría extraña de pobre contenido.

286

-

Goethe

Teoría de los colores

que allí se encuentran.

¿Es preciso señalar desde

1/0un

y

principio esta: circunstá

pues precisamente el título ha dado lugar a la creencia: de que tema y exposición de la obra son de índole mas UOIAd queladud me csiciinacribe alla fisica y 2el matemático del tratamiento es sólo aparente. Más au forme avanzaba la ciencia se ha puesto de manifi ha, que así como Newton, en su carácter de físico,

sus observaciones sobre una base exacta, las fórmulas

expresó sus comprobaciones eran necesariamente y falsas, según puede leerse en detalle en todos los es tratan de la invención de los telescopios acromáticos.

TOA

11.

Esta llamada Optica, más propiamente Cromáttc pone de' tres tomos, de los que hacemos por lo pron: el primero, dividido en dos partes, objeto de nuestra; ración polémica. Nos hemos atenido en general a

edición del original (Londres, 1730), que está redac estilo más: llano y sencillo. 12,

13. Los párrafos traducidos literalmente, donde

sario mismo, están impresos en letra cursiva.

sino con el único propósito de facilitar la refer

sin duda conviene a amigos y enemigos por ji

a

Disgresió gresión, 15

que antecede estaba escrito y lo que sigue en su mayor cuando se planteó la cuestión de si no era conveniente falar con pocas palabras en qué la teoría sostenida “por se diferencia de la que, formulada por Newton, se ha do en el mundo culto e inculto. 16, jeñalaremos, ante, todo, que 'el concepto sostenido. por es no es nuestro ni es expuesto aquí como una. teoría Compruébanse huellas diversas de él en tiempos pasa5 más aun, se ha mantenido! vivo durante centurias a través

confusión de creencias encontradas y ha hallado expresión nto en tanto, según nos enseña la historia.

17,

a Newton que toda luz blanca incolora,. particularla luz solar, se compone en realidad de distintas luces idas (que suscitan la sensación de color), cuya composiletermina la luz blanca (la sensación de luz blanca).

Sin embargo, «como sólo [proporcionamos extr: hemos juzgado, oportuno hacer. reproducir todas newtonianas, tenemos que referirnos «con frecuencia

14. sl Por lo. demás, hemos ¡numerado los párrafos podido dividirse nuestra exposición: No lo hemos ni tampoco en el Esbozo de'la teoría de los € fin de dar a la obra una apariencia de con:

287

citar del Esbozo de la teoría de los colores, anteponuna E al número del párrafo respectivo. '

y basta con compararla con las Lecciones ópticas para la ausencia de la gran masa de temas propiamente matem

'eñ

18. a que se manifiesten estas luces, Newton opone a la luz diversas condiciones: cu transparentes que desluz, cuerpos opacos que la reflejan y otros cuyo contorno | pasa rasando, Pero no se contenta 'ahí, sino que da a los s refringentes toda clase de configuraciones, dispone de modos el espacio en que opera, hace pasar la luz por orificios y rendijas angostas y la acosa en mil formas. ¡S estas condiciones, según él, no tienen otra influencia ¡que la de potenciar las ¡propiedades -y cualidades (fits) 'uz, así que su esencia queda al' descubierto. 19.

citadas luces coloreadas son las partes integrantes de la:

2

0

luz blanca, tal como la concibe Newton. Todas las op que consigna no le agregan nada ni le quitan nada, tan sólo ponen

de manifiesto sus propiedades

y su

Como en la refracción la luz blanca muestra diferentes

es, a estar a Newton, diferentemente refrangible; dad en la reflexión también exhibe colores, es, según él, di

temente reflexible, y así sucesivamente. Todo nuevo fi sugiere una nueva aptitud de la luz para revelar su 20. La teoría que nosotros preconizamos y de la que hablamos, en tanto que se opone a la newtonian: se ocupa de la luz blanca; ella también recurre a exteriores para producir fenómenos cromáticos. Pero a estas condiciones valor y jerarquía. No pretende extrz

res de la luz, sino que quiere demostrarnos que

determinado a la vez por la luz y por lo que se op

oo

21

Considerando la refracción, que es el fenómen Newton trata primordialmente en su Optica, no es

extrae los colores de la luz; para que se desarrolle el cromático, es indispensable la segunda condición refracción actúe sobre una imagen y determine su miento. Ahora bien, toda imagen presupone cont

los pasa completamente por alto, sin embargo; su influencia.

Nosotros,

en cambio,

sostenemos

caso tienen idéntica influencia la imagen y e

n

el mundo de los colores. 22. Newton parece partir de una base más sim

quiere atenerse únicamente

a la luz; sin

z

nosotros le opone condiciones, a las cuales influencia en el resultado. El carácter mon de su teoría es tan sólo aparente. Comienza por en la diversidad que quiere desarrollar, en. tanto.

q

Teoría de-los colores

289

os admitir desde un principio un dualismo y desarroPasamos

ahora

23.

a demostrar

cómo

procede

Newton ti la realidad de los hechos; en éste el propósito propia:

mente dicho de la presente parte polémica.

omo primero de la “Optica” de Newton Primera parte

e

Primera proposición. Primer teorema luces de diferente color son también de refrangibilidad diferente; diferencia que lo es de grado. 24,

i nos apresuramos a admitir de buen grado que la obra consideramos es de una sola pieza, también es cierto que

n las primeras palabras de esta proposición inicial, tal como jamos de transcribirla, toda la teoría ya está ahí como en cáscara de nuez y que también se evidencia plenamenel método capcioso mediante el cual el autor nos embroma la primera hasta la última página. Para darse cuenta de ello, es preciso fijarse bien en cada palabra y frase y recabamos la máxima atención de nuestros lectores, en

de la cual se sentirán liberados para siempre del yugo

Goethe

296

y posición “de dicho papel bicolor,

Teoría de los colores

en

vez

echar

de

al lector la ardua tarea de ir infiriendo estos datos uno; nte se, de. la ex equivocar de die pon con. el corresriesgo ulterior,

36. Eon Miré este papel a través de un prisma macizo de 1

297

tornos del papel a la retina y, mezclándose allí con la lejada por el papel, perturbara:el fenómeno, qe

41, Por qué Newton no dice: más allá del

papel colore:

E od all anda próximo daomtorta Dd pa a ha de servir para procurar un fondo oscuro al papel colo-

cuyas dos caras atravesadas por la luz eran planas y cui samente pulimentadas y formaban un ángulo de unos 60.

lo. Para describir el experimento en forma correcta y exacta

los el prisma hacia la ventana, en forma que papel y el prisma quedaban paralelos al horizonte, separaba los dos colores formaba. un ángulo rect

ramo de cartón, recúbraselo mitad de papel rojo, mitad de azul, cuya línea de separación ha de unir los: dos lados póngase este cartón en “posición horizontal más o

que denomino el ángulo refringente. mismo.

a mitad

37.

En el original inglés se dice “paralelo”, en vez de

dicular”, lo que evidentemente es una errata, pues anchos del papel coloreado y la raya de separación no:

quedar al mismo tiempo «paralelos al horizonte. En latina se dice “perpendicular”, término que en sí es6 si bien se confunde

fácilmente

con

“vertical”,

como'g

se trata de un plano, sino de una relación espacial. coloreado debe estar en posición horizontal y sus lados2 formar un ángulo recto con el horizonte o, si sel

o

39) ¿Cómo puede decirse que la luz difusa dell!

parecer no se trata de la luz solar,

forma un'

papel, toda vez que cae sobre él desde todos 1 bien la condición puesta por el autor es supel puede llevar a cabo el experimento lo mismo : 40.

de altura del alféizar revestido de negro,

en

ma que un observador algo apartado lo vea como sobre fondo sin que pueda verse nada del dispositivo en que está Sus lados anchos. deben .quedar' paralelos a la pared de ventana y. el observador debe. tener en idéntica. posición el a, a través del cual mira entonces el papel, con:el ángulo

gente vuelto primero hacia arriba y después hacia abajo.

Mas tan complicados

preparativos

sólo quieren

decir que

coloca el papel bicolor arriba mencionado sobre un fond 1 talmente uno al lado del otro, sobre una lámina de fondo

y se la tiene: delante de sí; pues lo mismo da que dicho

negro esté iluminado hasta cierto punto y aparezca, acaso,

38.

«y la luz que desde la ventana caía sobre el maba con éste un ángulo igual a aquel bajo el reflejaba la luz en la retina.

ventana.

decirse: Revístase la parte de la pared que media entre izar y el piso de un paño negro, confecciónese un parale-

7

Más allá del prisma, el alfdigar: estaba: reve

negro, para evitar que desde allí penetrara luz,

:

vierte tal afán minúcioso de excluir toda luz según él no compuesta y asegurarles así una especie de pureza —pureza según demostraremos más adelante, es tan sólo aparente

y puro sino para dar lugar ¡a requisitos: y condiciones innearios. / ; 42: ¡Una vez dispuestas así las cosas, al volver hacia arriba el 0 refringente del prisma y quedar el papel coloreado apaemente desplazado hacia arriba, me di cuenta de que la azul aparecía más elevada a raíz de la refracción que la

Y cuando volvía el ángulo refringente: hacia abajo, así el papel aparecta ¡desplazado hacia abajo a raíz de la

facción, la mitad azul lo parecía estar más que la roja...

300 —_—____

Goethe

U

Segundo experimento. q

— =

48.

Al papel arriba mencionado mitad rojo, mitad azul y cartón,

cian más distintamente. Comprobé que allí donde la mitad “roja se presentaba clara, la mitad azul aparecía borrosa, al punto que no se alcanzaban a ver apenas las líneas negras tra-

arrollé varias vueltas de hilo de seda neg

hubieran trazado rayas negras o que se proyectaran sobi angostas sombras negras. Hubiera podido trazar igual

negras a punta de pluma, pero la seda marcaba trazo

Jinos.

49. Este papel así coloreado y rayado lo fijé sobre una en forma que un color quedaba a la derecha y el otro izquierda. Inmediatamente delante del papel, junto al exi

ho

inferior de la línea de separación de los dos colores, di una luz para iluminar crudamente el papel; pues llevé a

el experimento de noche.

50. La llama de la vela alcanzaba hasta el borde infe papel o un poco más arriba. A seis pies y una o do: de distancia del papel fijado sobre la pared dispuse ui

de cristal de cuatro interceptar los rayos papel y reunirlos en dispuesto a seis pies

pulgadas y provenientes otros tantos y una o dos

de la lente reproduciendo

cuarto de ancho, q de los distintos pu: puntos en un papel” pulgadas de distancia

así la imagen

del papel

una hoja de papel blanco que se disponga en el 33 cuarto oscuro.

51 El citado papel blanco quedaba perpendicular alh y paralero a la lente. Lo moví ora acercándolo a la:

301

la parte roja y la de la parte azul aparecieran más distintamente, Pude determinar fácilmente estos puntos gracias alas rayds negras. que había producido arrollando al papel el hilo de seda; pues las imágenes de dichos trazos finos y tenues, que or su negrura aparecían cual sombras proyectadas sobre el color, eran apenas visibles salvo cuando a ambos lados de cada una de estas rayas el color se presentaba nítidamente delimitado. Marqué, pues, con toda exactitud los puntos donde las imágenes de las mitades roja y azul del papel coloreado apare-

47.

"Correspónde hacer notar que también este expe igual ¡que el primero, se basa en un engaño. Mas juzgamos más conveniente no interrumpir el autor. como

Teoría de. los colores

“alejándolo de ella, para determinar los puntos donde la imagen

zadas en ella, y viceversa. Entre los dos puntos de hi distinción de la imagen roja y la azul, respectivamente, mediaba una distancia de una pulgada y media; pues cuando la imagen

¡de la mitad roja se presentaba muy distinta, la distancia entre el papel blanco y la lente superaba en una pulgada y media a la que mediaba

entre ellos cuando

la mitad

azul alcanzaba

¡su máxima nitidez. De lo cual se infiere que no obstante el hecho de que el azul y el rojo caían por igual sobre la lente, el azul era refractado más que el rojo por la lente, así que con-

vergía una pulgada y media antes, y que en consecuencia debía ser más refrangible.

52, Tras haber escuchado al autor, conocido su dispositivo y tomado nota de lo que cree comprobar por medio de él, vamos exponer, por grupos, nuestras observaciones acerca de este rimento y tratar de descomponerlo en sus elementos, que es donde ha de residir la ventaja principal de toda controia con Newton.

-

53.

Nuestras consideraciones se refieren, pues, primero, al mode; segundo, a la iluminación; tercero, a la lente; cuarto, a la

en formada, ¿Cnómenos.

y quinto,

a la conclusión

sacada

de los

54. 1. El modelo. Antes de continuar empleando el cartón olor en que se ha basado ya el primer experimento, corresOnde estudiar más detenidamente sus propiedades.

302

—__6

0 et he

Teoría de los: colores

55.

Si se pone un papel de color de minio junto a color azul saturado, aquél aparece claro y éste oscuro y,

larmente de noche, casi negro. Si entonces se procede

llarles vueltas, de hilo negro o trazar sobre ellos rayas

evidente que las líneas negras sobre el fondo rojo perceptibles a simple vista aun a considerable dist:

0

58.

A

3. La lente. ¿Nos vemos-obligados, aquí, a entrar ante todo > algunas consideraciones generales, que juzgamos

alcanzar una comprensión plena del asunto.

tanto que no es posible distinguirlas sobre el fondo azul.$ figuramos que dos hombres vestidos el uno de un tí color escarlata y el otro de uno azul oscuro, ambos negros, se acercan, caminando juntos,

59.

Toda imagen se reproduce en toda superficie

al observador,

de uno

y otro con

56. Conviene, pues, variar ese experimento para com) de sus verdaderas circunstancias. Si se divide una

60. En ¿sal reproducción, el espacio intermedio es considerado cio; el espacio lleno pero transparente desplaza las imágenes. s ag a que da exigen el desplazamiento de las imá-

cuadrada en cuatro cuadrados iguales, se pinta ca: ellos de un color diferente, se cubren todos ellos de rayas: se los mira a cierta distancia ya a simple vista o a través impertinentes, al variar la distancia se advierte

nes, nena

trazos negros son percibidos por la retina antes que:0

líneas blancas, todo ocurre al revés. Para mente, prescíndase de todo color y repítase el

con papeles e color probará

que

causa

rar

negro y gris; siem

de

mayor

O menor

convence: exp8

perci

reside únicamente en el contraste expresado en tél claridad y oscuridad. Así se infiere también del expe como lo propone Newton. 2. La iluminación.

37;

Se puede iluminar crudam

gen mediante una serie de velas encendidas o bien:

de tres velas colocadas juntas,

así

dan,

una sola llama. Se tapa ésta del lado de la len observación se haceS a un asistente mover la

muy cerca de la imagen, de un lado para otro,

opuesta

:jadas exclusivamente por partes individuales de la superputa. ps caso de la pequeña abertura de la cámara aa , zlos objetosA exteriores a ¡parecen invertidos i ji sobre una

idéntica nitidez.

porque los distintos fondos de color tengan propi cíficas, sino porque unos son más claros que otros. Si co de disipar toda duda que pueda subsistir al respecto se í a los papeles coloreados hilos blancos o se trazan

plana

re la cual pueda tarse rectilíneamente, ie apaen una superficie no plana, donde sus distintas Partes son

tinguirá los botones del traje rojo antes que los del ti y recién cuando los dos hombres estén muy cerca di los botones

303

“las partes de la misma reciben sucesivamente una ilumin muy viva, que es necesaria para la claridad del expe:

y

h:

pa

los E

o

lo los cromáti a E cos, son 1 los que aquí atraen pri-i

61. prismas de base triangular y lentes se llevan a de que nos ocupamos

entas son como

una

62.

j

particularmente. s

EOS

, convexas una A Cc tra dorso y las cóncavas una de prismas dispuestos arista tra arista, y en ambos casos concentrados alrededor de un

E

tro de superficies curvas,

63.

El prisma común, con el ángulo refringente vuelto hacia Jo, desplazalos obj ireci j

lo

meli

está iniido Pi Srita;

da

bid

alejados del observador. Si 'os objetos apareimagi. nes llevadas a cabo en círculo, en el primer caño dl gana

306.

“Teoría de los colores

Goethe

en los cuatro cuadrados citados pet ? Dibujamos,F y escuras. cuadrados, discos o bien ? O e oras C rap semejantes a las que exhiben los ahora cta modelo el cartón así. preparado. Recién condiciones de considerar lo que cabe “esperar de la im formada.

te

tratemos de

a su imagen con exactitud, a tra

lente, en la pantalla blanca, no resulta más que nn apagada; el negro se presenta como un gis osuxo, E como un gris claro, y el gris oscuro y el claro bién son más difíciles de distinguir que a simple en: mismo se aplica también a las imágenes dba aquéllas que forman más fuerte contraste en el sen claridad y oscuridad son también las que se d

sobre negro, en tanto que el blanco y el negro sobre recen ya más apagados, bien que todavía con

eg

s, toda vez que la luz artificial les hace perder én in-

do'con el principio señalado; se presentan tanto más nícuanto más contrastan, en punto a claridad y oscuridad,

los colores.

tienen otro aspecto que con luz diuma; gris, el azul claro se vuelve verdoso y el azul oscuro), al blanco, toda

reza si se dibujan

imágenes

colo-

74. Hemos variado infatigablemente los modelos con tal de diidar plenamente esta cuestión. Pues esto es precisamente lo

en

distingue al investigador del individuo que se queda: boquiabierto ante fenómenos que se le antojan inconexos. Newton, cambio, siempre se esfuerza por mantener a sus discípulos ferrados a determinadas

condiciones,

que las condiciones

entes no son propicias a su teoría, Cabe, pues, comparar exposición newtoniana con un decorado escénico pintado en tiva en que todas las líneas aparecen convergentes desde solo ángulo de enfoque. Newton y sus discípulos se oponen ue uno se aparte un poco para echar una mirada 'a' los idores abiertos; al mismo tiempo aseguran al espectador mantienen sujeto en su butaca que se trata de una pared tivamente cerrada o impenetrable. 75. Hasta aquí, hemos consignado las comprobaciones a

que

ha llevado el estudio detenido del asunto. Es evidente due

nte entre

en cierto modo, como el que con luz artifi ES SS olas se aproxima

Lo mismo

las en las superficies negras, blancas y grises, así como en

y coloreadas.

engaño nace de la circunstancia de que Newton compara superficies coloreadas, una clara y otra: oscura, y pretende la oscura se comporta igual que la clara; que la diferencia

73.

el amarillo

307

lado pasivo sean claros

dad. Si entonces se dibujan en estas superficies coloreadas imágenes negras, blancas y grises, se comportan de

7.

áficial ap jarece pan 4 Toda imagen iluminada por luz artifici distinta que cuando se halla expuesta al sol, y aquí hn n iluminada por velas ha de atravesar, por añadi lente y sin embargo prestarse para una reproduc ficientemente nítida como para que pueda asentarse una teoría fundamental. 72. Por más que iluminemos crudamente el citado

los colores del

vez. que

de modo que aquí también- los colores del lado " siendo más claros y vistosos que los del lado cual se desprende que en este experimento debe.

ellas lo es tan sólo

de color y no

se expresa

¡én en términos de claridad y oscuridad. Lo que nos resulta odo punto inexplicable es que llegue a afirmar que el negro re azul ha sido visible cuando el negro sobre rojo ya no lo era. 76. Hemos dicho que una vez encontrado el 1 donde la talla blanca muestra con toda nitidez la pra reprodu* se puede llevarlo un poco hacia adelante o hacia atrás que merme perceptiblemente la claridad. Mas si se pasa

310

Goethe

mda proposición. Segundo teorema

E hace una centuria a reconocer, a pesar de ql aquí hemos señalado y objetado ha sido expuesto, afi puntualizado

ya en muchos

escritos.

Ú

La luz del sol se compone de rayos de diferente refrangibilidad. 82, modo que tras habernos presentado ya luces coloreadas,

ta la débil luz de velas saca de las superficies de cuerpos

os; tras habernos hablado ya de lo derivado o a: den el autor se vuelve hacia la verdadera fuente, el sol, es, la luz que nos complacemos en considerar primaria. 83. firma, pues, el autor, que la luz del sol se compone

de diferente refrangibilidad. ¿Por qué menciona

de

aquí

na su acción poderosa, ésta es una circunstancia faPara el experimentador, pero en modo alguno un feo natural

en que pueda

asentarse una teoría.

312

—=_

"

6.00 5h e

E

84.

Por esto, al hablar en nuestro Esbozo de los

27

j

experimer

o gris oscuro sobre fondo negro. 85.

4

88. Pues en flagrante contradicción con la verdad afi

a que en el punto donde se les antoja a esos señores fijarla

unas cinco veces más larga que ancha. Tras haber fijado,

o ado y medido la imagen en dicho punto, sacan en conión que si todas las partes de la imagen circular, que el reflejo de un rayo, fuesen igualmente refrangibles, la Mo debiera aparecer igual que antes de la ción. Como la imagen se presenta alargada, esto es, como paros del llamado apo £s Isaban y a e US en ser diferentemente determinables por la refracción y 1 ende diferentemente refrangibles. Como por otra parte esta en no es incolora, sino multicolor y exhibe una serie de res, infieren que a los presuntos rayos diferentemente reles corresponden también colores específicos.

aquí también se formule este teorema. Veamos ahora cómo autor se propone demostrar la verdad de su teoría de los8 loresa base de ocho experimentos, o sea del tercero al déch que vamos a analizar ahora uno por uno. 3

Tercer experimento. 86.

87. Las verdaderas circunstancias de este fenómeno ya; nocidas de todos los que se hayan familiarizado

hemos expuesto acerca de los colores dióptricos de la:'

clase en general y de los objetivos (capítulos 20-24): ticular, Es evidente que el fenómeno tal cual ez prisma no es de ninguna manera definitivo, sino que relaciones cada vez nuevas, según que se acerque la pantalla en que ha de aparecer. Una vez compren:

Pes

qu fenómeno, tal cual emerge del prisma es definitivo; que ciben los colores en la imagen alargada en el mismo orden

y

Mas según la teoría de Newton los colores están con: en la luz y han de ser desarrollados de ella. El mismo de la obra sugiere este fin; ya allí se señalan los colow: light, los colores de la luz, como los adeptos de Newton sue llamarles el día presente. Nada de extraño, pues,

Aquí no seguimos palabra por palabra la exposi autor, pues se trata del experimento ampliamente cono hacer la imagen del sol por una pequeña practicada en el postigo de la ventana en un cuarto interceptarla con un prisma dispuesto horizontalmente, ángulo refringente vuelto hacia abajo, a lo cual la aparece en la pared opuesta desplazada hacia arriba y incolora y circular, sino alargada y coloreada.

313

“adeptos presentan el experimento, al que asignan una imncia capital, sobre una base completamente falsa,

dióptricos de la segunda clase, hemos antepuesto los" subjeti porque ponen claramente de manifiesto que aquí no se tral

en absoluto de luz, ni de luces, sino de una imagen y contornos; en cuyo respecto el sol no aventaja en lo más 1 nimo a ninguna otra imagen, ni aun a la de color gris

Teoría de los colores

es ocioso arremeter contra este tercer experimento,

toda:la teoría newtoniana, pues tanto e cocos

89.

los limitamos, por lo pronto, a replicar que todo este ra( ir

ento se asienta en un experimento de base falsa que en

y

Pla » que

d

mos

A Otro que en el libro, siendo de: señalar, la imagen prismática, tal como emerge ¡

10 exhibe: de ningún modo unaiesdo! colon de e » Sino un fenómeno cromático separado por una luz blanNewton y sus adeptos, al no desarrollar este fenómeno tal Corres] pondía, naturalmente 'ampoc ver: dera naturaleza y all acuailabas Sodio SER Llana: la atención del lector sobre lo que vamos a expo mer % juación,

Bivioo, Aer e A

90.

medido cuidadosamente el fenómeno y 'c: Circunstancias, menos las que corres-

ae 4 o

A

Goethe

Teoría de' los colores

La luz: del orificio. practicado en el postigo de la a

, 91. con la verd: reñidosnte Estos dos asertos son completame pues precisamente el tamaño de la imagen y la abertura ángulo. del 'prisma utilizado determinan la longitud imagen emergénte con relación a su ancho.

4 92. “Los lectores que hayan seguido con atención nuestra ex sición saben que cuando una imagen clara es desplazada de una 'refracción el borde rojo amarillento y el limbo Yillo gravitan hacia adentro de la imagen, el borde azul limbo violeta, en cambio, en sentido opuesto a ella. El

amarillo nunca puede pasar más allá del borde azul op con el cual se combina produciendo el verde; y aquí tel en definitiva, la imagen interior. El limbo violeta, en

vez más. De modo cada ándose avanza sin cesar ensanch si se utiliza una abertura pequeña y se desplaza la i minosa hasta que aparece cinco veces más larga que an

imág no es de ninguna manera el largo normal para mayor tamaño en igualdad de condiciones. Interp que en chapa una o cartón un hueco lante del prisma practicado ¡orificios pequeños y grandes, en forma que suspendidos de un mismo plano horizontal, y hágase pa luz solar por todos estos orificios; las imágenes refract el prisma aparecerán en la pared opuesta, cualquiera. com la distancia que media entre ésta y el prisma, pero sus respectivos puntos más altos están situados en plano horizontal, en ninguna de dichas imágenes el leta puede ser más largo que en las demás. Si la

má go, cba mación cu so bo 1

más pequeña. Se puede llevar a cabo este experimen

ficultad también subjetivamente pegando sobre una negra, unos al lado de otros, discos blancos de diferent

pero: asentados por sus respectivos puntos más. mismo plano horizontal, toda vez que el ángulo apunta en general hacia abajo.

315

93.

y el espesor. del prisma que atraviesan los rayos no influyen: 14 % ceptiblemente sobre la longitud de la imagen.

sel

n relación al ancho es evidente para todo el esbozado

AS

to tercero, y ampliado en el curso de nuestra exposición, ao

de las imágenes cuanto más grande es la abertura unciado su ángulo refringente, varía también, en igualdad de las

“de

que nuestros lectores se dan ahora cuenta plena de lo

“de

que

ha

pensarse de este experimento y su valor demostrativo. s Cuarto experimento.

has

as.

9%. El observador mira ahora a través del prisma la ¡

' dente del sol, o la abertura iluminada tan sólo por

,

j

la Juz del

jetar en ello, siempre que dé algún ). Nas observador no reduce tampoco. la rca sólo se fija en la i orígenes; sus a gen subjetiva ada con su serie de colores, donde la parte violeta. resulta 95. Desgraciadamente, el autor nos escamotea tambi. ¡alle primordial, o sea el hecho de que el Esc om bi de UE ¡percibe en, e a

ua ems el or de la anal? ¿Peilo Eon idos? ¿Y plmris

Megane

es esto en un

96.

r en la pantalla o inver-

plano general?

Ya en los s días de Newton se: fe formuló esta pregun d hicieron frente afirmando quee color e 4 Er Po al mirar hacia la pantalla era el complementario del

[RO

ANC

0

e

104. Para comprender cabalmente el sentido de este exp to, téngase en cuenta que los rayos de igual refrangil

caen sobre un círculo que corresponde al disco solar, tal ha sido demostrado en el tercer experimento. 105. Si

hubiese

quedado

demostrado,

nada cabría

obj

ello; pues sería evidente que si las partes provenientes eran diferentemente refrangibles, algunas se rezagarían se adelantarían a raíz de la refracción, bien que pro del mismo disco solar. Sin embargo, ya sabemos que

de

no es así. Prosigue Newton:

106. Por círculo entiendo aquí, no un círculo geométrico perfeó sino cualquier figura circular de largo y ancho iguales

de todos modos se les aparece a nuestros sentidos co círculo. 107. Así procede Newton a lo largo de toda su obra.

formula un asérto; pero como éste concuerda sólo mente con la experiencia práctica, se empeña luego'

tringir su proposición, hasta que nada queda de ella.

veces ya los adversarios

han

puesto de relieve este

proceder, pero los adeptos no han sido capaces de de él ni se han avenido a admitirlo.

m

Véanse las figs. 4, 5, 6 y 7 de nuestra lám. VII La'

representa el espectro como lo describen, muchas forma harto capciosa, Newton y sus discípulos. La la que pertenece a la presente representación.

108. Refiérase, pues, el círculo superior a los rayos más gibles que provienen de todo el disco del sol y se re,

en forma correspondiente

en la pared opuesta, si

solos. El círculo inferior asignémoslo a los rayos menos. gibles, tal como se reprodugirían si estuviesen solos. Los. intermedios, por su parté, corresponden a los rayo:

frangibilidad es intermedia de las dos extremas, y”. vez se formarían por separado en la pared si pro:

Teoría de los colores

321

:dualmente del sol y pudiesen reproducirse sucesivamente. Pues ;, ha-de suponerse un número infinito de círculos intermeque se irían formando en la pared si el sol emitiese ivamente la variedad infinita de rayos específicos. Sin bargo, como el sol los emite todos a un tiempo, forzosamente reproducen en la pared juntos, como innúmeros círculos les, de los cuales, situados en una serie continua, con arreglo los diferentes grados de refrangibilidad, se compone ese feeno alargado que he descrito en el tercer experimento. 109.

Dejamos que el lector interesado se entere, acudiendo a la ja obra del autor, de cómo éste recurre a esta exposición

potética, el jeroglífico de su creencia, no a una imagen de la

Naturlez,

para explicar.las reverencias de su espectro. Nos-* sólo estamos interesados, por lo pronto, en hacer resaltar

inconsistencia de esta noción, Aquí no se trata en absoluto

círculos enlazados; sólo puede darse una especie de engaño la imagen refractada es redonda, en cuyo caso los contornos la imagen coloreada, como la imagen concomitante que es, ecen circulares, toda vezque en los experimentos pristicos el avance de las distintas partes de la imagen coloreada empre tiene lugar en planos paralelos perpendiculares a la nea del avance. Repetimos que aquí no puede ser cuestión círculos enlazados,

ya sean

cinco,

siete o innúmeros,

sino

le en los contornos de la imagen se origina un borde rojo se va transformando en otro amarillo, y un borde azul

se va transformando en otro violeta. Si por el ancho la imagen o lo pronunciado de la refracción el li amalo alcanza, a través de la imagen negra, el borde rojo amaento, aparece el color púrpura. Se trata de un fenómeno idente, incontrovertible. Mi

110, Newton, no contento con disociar sus rayos diferentemente angibles, pero en forma que todavía se enlazan sus círcupretende

separarlos aun

más;

pues se percata

de que se

ula lógicamente esta exigencia. En una segunda figura, los ta, en efecto, separados, pero con las líneas de separaintactas, así que se hallan separados unos de otros y sin

bargo en contacto entre sí. La fig. 6* de nuestra lámina

VII Teproduce

esta vana

separación

de los círculos:

>

z

111.

al Es de señalar el párrafo con que el autor. pasa hechi guiente. Había superpuesto dos prismas, 10 de ellos una imagen

del sol e interceptac

Acenes mediante un prisma vertical, doblándolas ¿no un lado. Como este prisma vertical. probablementecompl ficientemente largo para captar dos. espectros acercó a los: dos prismas AS al obteniendo así, tante la refracción,

dos im

Por lo demás,

ría, se dé

cuenta

este experimento

da exactamen!

resultado si se dispone el tercer prisma inmediata: alguna. distancia detrás de los primeros dos, en form el primer. caso, la luz, tras haber sido

refractada por.

meros dos, es recogida por el tercero presentándose, : . y alargada. redonda o coloreada 7 : 1187: pues, de pronto, una: imagen col He aquí, ydee da os el prisma que es aún ceptada donda, después de haber sido presentada hasta

disociada. y completamente «coloreada. ¿De dói

pronto; el blanco? ¿Cómo: se explica su, presenci ¿cómo se concibe, tras todo .lo expuesto con anti el autor, semejante Juz?. Es éste uno. de esos a

está plagada la Óptica de Newton: Mediante unas! tal el autor introduce de pronto una Juz refract

bargo blanca, compuesta y sin embargo 'no componentes a raíz de la refracción. Nadie

se

que la aparición de este blanco da por tierr exposición anterior; que «debe''arrancarse de,

partida para desentrañar el fenómeno. El :autoz si nada, por el camino, porel. cual ha to

adelante, amén «de la parte media «verde del: bado, otra blanca, aun no.coloreada, del fant ción; tiene un fantasma alargado y. otr Jarite ianipula alternativamente los. dos a: el mundo, que desde hace 'cien años acepta:

de

este juégo

de

manos,

sino

que

por

contrario persigue y maltrata a los que intenten denun-

Intercala el ¡autor aquí muy habilidosamente esta obser ón porque en su experimento subsiguiente tiene necesidad

ta parte media blanca para seguir adelante con su presigitación. 5

es cir

lejos: fenómeno que ya “nos es conocido. Sin embargo, 'mitir que se había equivocado, , pas, 11As e :

323,

"Teoría de. los colores

¡

Goethe

322

Sexto experimento. 14 Si hasta aquí hemos protestado con, viveza cada vez que nos habló. de experimentos

Newton

que parecía

haber

selec-

do deliberadamente para engañarnos y llevarnos a aceptar amente sus tesis, debemos extremar la cautela frente al nento que indujo a Newton

a creer que su explicación

en una, base correcta y, en efecto, es el que parece asentarse Se trata del llamado experimentum. crulutamente segura.

en el que el investigador dió tormento a la Naturaleza para

icarle E A A A

a de

lio

io ps

de antemano él se había aturaleza semeja a una per-

de e

ES el no

noble

Gsidor. ha A

o

to ue

2a

más

atroz

| acta Consta Otra

escribiente puesto por

Con tal confesión fraguada se o de no corresponde. nd esvirtuar los héchos por algún tiémpo, pero tarde a quien acuda en defensa de la Les a alí

a

ses

re

il

oe

ios E

amiga. Veamos primero cómo procede 115.

Tactiqué en el medio de dos tablas delgadas sendos agus circulares de 1/8 pulgada y en el postigo de la ventana O mucho más grande. Por este último hice penetrar un ancho

de sol en un cuarto oscuro, dispuse detrás del postigo un 2 para interceptar el rayo; con objeto de que apareciera

E

ado en la pared opuesta, y'acorta distancia detrás del aE E + a tablas, + forma que la parte media 'ractada pasaba por terceptado por el bor he

el

pequeño

jero

y el

res ÓN

394

__

Teoría de los: colores

Goethe ión

Procede aquí Newton como de costumbre; indica ciones, pero no la razón de las mismas. ¿Por qué el ¿cómo practicado en el postigo es, de pronto, grande?, bablemente también el prisma, aun cuando el autor una i determina grande abertura la al respecto? Es que grande, y una imagen grande se forma aun después en una pantalla media blanca la parteón acci con refr puesta a corta distancia detrás del prisma. Aquí el juego, pues, la parte media blanca introducida a Lmasara (112). ca mente al da opera en adelante el autor. Pero, ¿por qué no admite

blanca?; ¿por qué deja que se adivine tan importa talle? Será porque toda su teoría se viene abajo una y

325

imagen” alargada del sol, tal como la hemos descrito en

116.

del tercer experimento:

120.

4

y

,

La primera vez, pues, como hemos señalado ya más arriba, parte media es blanca, circunstancia que. una vez más no “mencionada por el autor, ¿Cómo, entonces, esa parte'blanca ne llega a la pantalla DE, al pasar por la abertura G, produce

la segunda tabla de una imagen totalmente

coloreada?

a

qué

iplicaría la admisión de que el fenómeno cromático a que A

blecida esta circunstancia.

117. A doce pies de distancia de la primera tabla sujet ces la segunda, en forma que la parte media de

condiciones indispensables; 'tiene que escamotear la reali-

Es

fractada que pasaba por el agujero de la primera ti

gunda se originan limbos coloreados, los cuales, como la, seda abertura es suficientemente pequeña, no tardan, con¡e se ensanchan, en superponerse dando origen a la imatotalmente coloreada: Dispuesto así el experimento, Newton las deducciones adecuadas a sus fines.

vesaba también el de la segunda, en tanto.que la par, interceptada por la superficie de. la tabla, teprod: uc. el espectro coloreado del sol. .

118. Se nos presenta, pues, aquí otra vez/una parte luz refractada, y esta parte media evidentemente es, lo demás debe representar la imagen coloreada. D

se nos habla de dos partes medias, una incolora dentro y a base de las cuales operamos a antojo, nos explique para nada la diferencia, y eso que se hecho de la mayor importancia! Quien aquí no se: modo. de proceder de Newton. difícilmente podrá ser,

jamás de la falacia de su teoría,

s

y

119,

4

¡Sea F una abertura más bien grande practicada de la ventana, a través dela cual la luz solar prisma ABC y, refractada, cae sobre la parte

talla DE. Esta parte media de: la luz pasa pol

y cae sobre el centro de la segunda pantalla

me

d al lector, al discípulo, para que no les asalten las dudas. un hecho incontrovertible que tanto por la acción del contorno de la primera' abertura como por la del contorno de la

E

121.

Moviendo el primer prisma ABC lentamente sobre su eje e puede desplazar esa imagen coloreada a voluntad hacia a y hacia abajo sobre la. pantalla 'de,: y, sise. practica en a también una abertura g, hacer pasar por ella una por a, en su orden, las distintas partes coloreadas de dicha imaEsta luz coloreada pasada. por la abertura la intercepté tante un segundo, prisma abc dispuesto detrás de la se-

da abertura g, así que fué desplazada de nuevo hacia arriba raíz de la refracción. Luego marqué en la pantalla colocada

rente los dos sitios My N sobre los que catan ¡las distíntas ces coloreadas y comprobé que si las dos pantallas y el segundo

a permanecían fijos, en tanto que. se hacía' girar el pri-

Prisma alrededor de su eje, dichos dos sitios cambiaban fnuamente de lugar. Pues si la parte inferior de la imagen fínada en la pantalla de atravesaba la abertura gs caía sobre

328.

896/00the

individual

do, ceipan oa

al todo.

- Teoría de los colores

jue' no son sino un espectro completo

¡cosa no es así; tanto la pane pp

frag

lugar que antes habían ocupado

:329 como

suben como consecuencia de a refracción, "que ésta se aleja de aquélla en la medida en que la imagen

habría ensanchado 'si hubiese sido refractada toda entera, en sus partes.

129:

194... : 1 Si este experimento ¡no revela, pues, nada ni prueba nada, |'siquiera necesita ser derivado'o explicado, sino que se reduz a un fenómeno ya conocido; si:se trata, en definitiva, de

cuestión que puede ser resuelta fácilmente en base a lo hemos expuesto en nuestro Esbozo, pudiera preguntarse son de reproche por-qué: no 'hemos considerado de entrada resunto' experimento fundamental y. demostrado la incon-

sino sus partes integrantes.

130. *

¿El dispositivo newtoniario

¡He

toda claridad, pero la causa y el

más que Newton haga pasar las imágenes individ a el segundo prisma moviendo el primero, se trata, en

de las' partes integrantes de la imagen coloreada ent se comportan como tales. ! >

131., No se trata, pues, aquí, de diferencia de sino tan sólo de refracción repetida, de d tido, de alárgamiento ulterior. 132.

Para convencerse plenamente

cia de las deducciones hechas de él, en vez «de seguir paso

paso la exposición de Newton:y. ñarlo, por sus: tors caminos.' Nuestra respuesta es que cuando 'se trata tirpar un prejuicio inveterado no es ¡suficiente limitarse dea

esto de man

efecto son los

ar

d

a- siquiera con «demolerla; ,es preciso remover los escom. despejar y nivelar el solar, Hecho esto, acaso se presente

esté dispuesto a levantar en él una nueva y sólida casa. Salas EE : a (En este sentido continuamos a variar los experiment os, Para gran relieye

refra

al fenómeno. de

de «esto, hágase:

para la azul. Quien hayá observado y considerado tancia no puede atribuir a' este experimento p portancia que se le ha querido asignar. *

¿Queremos señalar. aún el

ton (121) al afirmar que

jmagencita roja pasaba

133,

(en i

o

]

Pantalla blanca

en

la parte inferior de la pantalla y la violeta a la

que aquí se trata, se recurre

dispuesta detrás de los prismas, se

las la una al lado de la otra en un mismo plano horizontal. Entonces se echa mano de un prisma suficientemente grande

iento cap

la segunda

went,

el concepto fundamental. No basta, con demostrar que

casa está ruinosa e inhabitable —pues podría ser apuntalada puesta precariamente en condiciones de habitabilidad; no

E

y Para captar las dos imá; y se lo coloca horizontala corta distancia detrás de la pantalla jereada,

reando una segunda vez las dos imágenes, así que se for.

nde nuevo en la pantalla: blanca, una y otra aparecen des-

-OPE[91 A Prprrios ns. u9 OU9uIQuay [9p SETOUEISUNIAO ser

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op p crm

Yoo:

08€

:

332

_——

nar los

Goethe

tados de este

a que ha llevado el precedente.

con las

¡prob

142. exp Aquí, Newton combina por primera yez los objetivos con los subjetivos. Habría hecho biem, por guiente, en establecer y exponer primero el experimento bás (E. 350-356), que con el desatino característico de t

proceder menciona sólo mucho más tarde, cuando el £ su no, lejos de facilitar la comprensión del asunto, es

de ser una fuente de renovada confusión. Partimos del su] to de que todo el mundo haya presenciadó este experimel que todos los interesados estén en condiciones de rep cada vez que haya sol. 143. En ese experimento la imagen coloreada alargada es da hacia arriba en la pared por la acción de un pmi A

o

distancia a través

observador mira la imagen desde m:

de otro prisma completamente igual,

ángulo refringente dirigido hacia abajo, y la ve poco cada;

pero conforme

retrocede,

la imagen

no sólo se

rriendo hacia abajo, sino que al mismo tiempo. se paulatinamente, en forma que el limbo a violeta: es , más angosto. Finalmente, la parte media de la imagen y sólo los contornos coloreados. Cuando el blanca se halle tan alejado de la pared como el primer:pi ha originado la imagen coloread: inversa hacia abajo. hasta una distancia doble de la que media entre prisma y la pared, percibe a simple vista la imagen d

Teoría de los colores 333 para sus partes. Recoja el observad imagen j de que llegue a la pared, en agil jee pa quese en forma que puede ver simultá ¡camente la a :n entera interceptada en la Pantalla y las distintas imágenes difememe > en la pared, y dé luego comi

| experimento precedente. Si a través

del prisma hori: zontal mira desde muy corta distancia las distintas imá a coloreadas formadas unas encima de otras, las ye proa 1 de su lugar; en cambio, si se aleja gradualmente e comprobará, sorprendido, que la imagen roja sólo se desplaza en la medida en que aparece desplazada la pared, en que las imágenes superiores —la violeta, la azul y la pa mi as: hacia abajo en pos de la imagen roja, hasta

z baena paint y

imagen

individual

144. S Lo que se aplica a la imagen en su totalidad:

e

O

Y

y

OA

145.

co En “a pantalla

interpuesta, aparece igualmente contraída;

bre la cual se había presentado, los colores PO

han

ds

azi

Ama:

y el rojo py La popa por

e no exhibe más lo, así que la pantalla ; que una imaa lanca. Si el observad lor se aleja aun más, esta imagen blanca aa

146. bsérvese ahora lo que pasa en la pared. La ¡ ji per ha quedado empieza a teñirse en su de pio intenso y en el inferior de azul y violeta, En ena las 'enes desaparecidas de la parte superior no restablecerse

inmutable, ni en conjunto ni en sus partes, sino que ecíficamente determinada, sí, pero por otra .minable, incluso hasta su inversión total. pe

más

que

a ella, con el resultado de que ¿la ¡parece

individuálmente;

iimánte:lo

n Y Por

la coloración tiene lugar

quedado, base y médula del todo. Le

(

E

que hay con las dos imágenes quéel vi plano horizontal (140) y su desplazadel lo, sin ca En Plano o frangibilidad, Es

que así como todo cuanito rige para la imagen en su

se aplica también a sus partes, lo que reza para dos para dispuestas la una al lado de la otra reza también

sus

pectivas partes. Vamos a demostrar esto de un modo aún ste

dispositivo de Newton.

Y

y

imágen

1

ml y

148.

a una tira de papel blanco, más o menos dea, fijada sobre un marco, en el cuarto

E Dispón; o o

que

forma

queda

Feorta. delos

colores

“rece como suspendida en el aire;

el

Goethe

-

334

sobre

un

fondo

coló:

y

oscuro,

en juntos dos prismas, de tal modo que proyectan sobre tira de papel el color rojo y el violeta, o bien el azul, vamente; si entonces se mira el papel a través del p a' rojo no desaparece de la tira, sino que se desplaza de ella y hasta se aviva, en tanto que el violeta se corre abajo y como una pseudo-tira, pero claramente perct otro fenómeno muy He aquí flota niente sobre lalos oscuridad. que se propongan seguir con los mala niente para

Discs

Resalta esto claramente de la

cual va fijada un ancho suficiente como

simultáneamente

las dos imágenes,

con todas

sus

la una más alto que la otra, a ambos lados del bién se ven en la tira de papel, a voluntad, partes

g

odios

circimstancia de pe

oloreada aislada que se corre hacia abajo siempre arc

) con el color que le corresponde en la mitad dehori: E Ctro pe contigua; se sitúa con ella en un mismo plano . abajo a la par de ella y y fifinalmente, desaparecida paro hacia E desaparece a su vez, 150. - Comprendido esto, también se sabrá derivar y explicar 1os mentos

que

Newton

agrega

a

dptimo*

numerarlos. Vamos a considerarlos detenida

a

ato;

151

con

Ab en que dos epeimint prod "romance quinto a incl gs una dr circunstancia con que Newton pretendía strars

diferente refrangibilidad di

que a nuestro entender sólo peral

bag

distin?

ly haora! iguales que obran la una perpendicularmente a la otra. 152.

al, o sea la acción en el sentido de la bisectriz de dos

a la citada tira de papel sólo el largo necesario quepan en ella las mitades de las dos imágenes, en longitudinal de las mismas, y a las caras laterales del puedan formarse en ellas las otras dos mitades. Se

mode uza, pentalis cre do sl

se imagen objetiva proyectada sobre él y que en él

149. Para beneficio de los que quieran pasar del asomb

sobre el

y :

y

de ambas, por ejemplo el rojo amarillento y el ro; Llévese a cabo, entonces, ese experimento. Si se

la imagen superior, que comunica a la tira de pa rojo, se contrae, sin que el rojo desaparezca del

la 'tira; en cambio la imagen inferior, que com:

Ss color violeta, no nai

e que

a O

ién del papel. Enel:

con los demás colores, pero cibe todavíaquesu serelación corre hacia abajo retirándose “marco y por ende

él la parte

'9s

. Tras s esta etapa preparatoria, llévense a cabo ahora

experimentos propuestos por Newton,

iguala

di

153,

Snal

35d:

pngal:

dos imágenes coloreadas

a

gs

ld

E ao de pr de e

Ea como tna ra Blanc sobr 1

“antes; el amarillo de la

de modo que:

no obstante retiene éste una claridad relativa,

“coloración verdosa. “en cambio, retiene es vivo y nítido, el ril ento cede el lugar

fica consecuencia de la Naturaleza, según comprueba sin complacido todo el que haya seguido nuestra exposición di expe al tica y polémica. Lo mismo cabe decir respecto 3 VI d. 159,.:

tas unas a otras son desplazadas subjetivamente hacia

Sólo las sombras violetas cambian de lugar; pero sin que

anularse la claridad que han determinádo en la panta ca: Esas imágenes claras, incóloras que quedan «se colo

tonces con arreglo:a las consabidas leyes subjetivas pert notablemente el fenómeno para todo el que no esté

li

él.

160. 'A'1o' que antecede, particularmente a nuestro p:

se refiere el: siguiente experimento. Practíquense en de:la' ventana en un mismo plano horizontal; «a cofta. uno del otro, dos pequeños agujeros circulares e int

delante de ellos un vidrio azul y otro de color rojo 21 respectivamente, a través de los cuales penetra la h suerte que, como en aquel caso (135), se obtienen; nes diferentemente coloreadas formadas la una al otra. Si'se las' intercepta con un prismay. se las pantalla' blanca, no se “desplazan hacia arriba en

parte

medi:

á

El espectro que «vidrio sin merma se aida E el verde «se corre hacia abajo y el Rojo a una especie de color púrpura. a

o 162. , 4 i se llevan a cabo los citados dos experimentos ultánea o el uno inmediatamente después del o e que, Newton hizo mal en operar indistintamente con los es físicos mudables y los químicos ' estables, que por ser qa naturaleza forzosamente dan resultados difedea huzgamos ocioso entrar aquí aquí en una consideración d dete-

Lo mismo ocurre en el caso arriba consignado (1 que las distintas imágenes coloreadas que aparécen Sup

rizado con

339

Teoría de los colores

Goethe

338.

E

163.

muy instructivo. il tivo (E. es350-334) a base de lay aqueldos imágene s pristátjetiicas diferentemente coloreadas arriba mencion p ambién a

adas, Si

Pira

a los espectros, primero desde corta distanci

del

a y lesde una distancia cada vez mayor, como en aquel

na y otra imagen, sobre todo la azul, se yan contra: desde la parte superior y terminan por aparecer totalde color rojo amarillento! y azul; respectivamente; con-

el observador se aleja aun más, se colorean inversamente. é 164, ps esponde, pues, recordar aquí ese dispositivo y Eto más arriba (E. 284): varios ala de aa temente coloreado aplicados a 'un cartón e iluminad os O bien tan sólo por la laz del día. Vamos a indicar Le por ente lo que se observa

cuando

se lleva

a cabo con

que se hallan bajo la influencia: de los vidrios coloreados y por'tanto se modifican de acuerdo

as ento subjetivo 'mirándolos a través del prisma; ne a este dispositivo pasará al primer plano cuando A le desplazar 'subjetivamente imágenes coloreadas, a e con sólo algunas modificaciones y complementos:al

: 161, ó El espectro que atraviesa él vidrio amarillo por completo su expansión superior violeta, limbo inferior rojo amarillento se presenta com:

inte todo, verifíquense minuci i di; iosamente las E que han de 'ser recortados dd car E que son exactamente iguales. Luego, aplíquense los

igual; sino. que permanecen abajo en :un' mismo zontal; 'empero, 'bien mirado; :se trata de 'imá, de la mezcla y comunicación

aparentes.

¿AN

prescindir de casi todos

165,

los demás dispositivos.

340.

Goethe

El cuadrado' amarilllo, por ser el más claro, parecerá grande '(E. 16); el verde y el azul no le quedatán muy zaga, eh tanto el rojo amarillento y el violeta, por: ser los mí oscurós, aparecerán de tamaño mucho menor: Señalamos! pasada' este efecto fisiológico de los: colores! en función grado de claridad y oscuridad, respectivamente, para

'una tonalidad sucia.

j

cristales coloreados. Si

exacta.

En

la

imagen

de las imágenes,

167. á cual puede confeccionar por: sí; y no, obstante que, hemos :señ ados estos Tená 4 a describirlos aquí en: forma. il a

se

percibe.

origina

un verde, mas se ve distintamente el azul,

violeta no muy ensanchado. En la verde, todo se o meros igual, sólo que más atemperado; hay. me

y más azul. En la azul, el borde poi aparece netamente separado; el limbo amarillo da una e

sucio; el borde azul, muy: realzado, aparece casi como. la, propia imagen' y termina con un. vivo'Í Estas tres imágenes —la amarilla, la verde.y la . a que nos hemos referido ya más arriba, (45 amarillento no es contrario al violeta, pues en:

rentes el rojo amarillento y el rojo azulado

Octavo experimento.

distin

borde. superior. de color rojo subido; el limbo ama perdiendo .en la. superficie amarilla; en el borde

pr

péguense imá

A expone. al sol, -así

estas imágenes aparecen oscuras sobre fondo coloreado, se limbos i ji bi

como las espectrales, sino que persisten tal cual son y opera el proceso más arriba expuesto que realza o men

, Aun cuando cada este. dispositivo fácil, en repetidas op cunstancia nos induce

Violeta, apareciendo en su lugar

168... variar aún más estos experimentos, E Para artón sobre

Si entonces se miran a través de un prisma estas dispuestas unas al lado de otras, como están il químicamente ¿fijadas no se modifican, y menos desa;

según el caso, los bordes

ds

a causa de la incompatibilidad, no pued dE azul y por ende tampoco:el vi Puede desarrollarse

la magna consecuencia que rige los fenómenos naturales, 166.

341 fijo, en

eorla de. los colores

vidrios coloreados y mírese a través de ellos hacia el cielo el

169: El autor de la Optica hace caer la imagen

una

hoja pipa: y 2 través de la lente del e . e

D a

oficia

ás Ática

apo

sobre

iluminado sobre una panta-

bido las letras Huminadas va de pd da ps la lente y las iluminadaspor luz roja ¡ás A li

d da o Tas Circunstancias d experi ¡ón del rindo delo Aga del 'Ores aparentes, son evidentes para todo aquel que re'o dicho en aquella ocasión. Mas se agregan otras circunss E POS sa

e

de

se den L cuenta plena de lo que da estos d Í €n común y hasta qué punto se diferen cianlt a 3 170. modelo (54-57). En el presente caso, las letras imipre-

344

A

+ Teoría

muy compuesta, porque los círculos que he. descrito figura 2% del quinto experimento se enlazaban y la cla emitida por nubes esplendentes, próximas al sol, se fnezclaba estos colores; como también porque la luz se deshacía en f irregular por estar pulido el prisma de un modo des; Como consecuencia

de todas

como

elo a la lente, todas las imágenes toda distinción. Sin

Dentro de este margen operó Newton, y es

trazos iluminados por los colores z a E ya, o todavía, visibles cuando los iluminados, mejor dicho,

eados por los colores más oscuros desaparecen. Ahora no es cierta, como tampoco lo. es en el segundo experimen-

178. Por toda su obra prodiga el autor tales reservas y li ciones. Primero asegura que ha procedido con cuidado que ha aprovechado los días de sol más radiante, cerradi méticamente el cuarto y seleccionado prismas de mejor luego p tras gando que el sol estaba cubierto por nubes y el prisn resultaba todo lo eficiente que era de desear por estar de una manera despareja, por no decir nada de las homogéneas que nunca llegan a serlo; que se perturb se confunden

, la afirmación

y

183,

Mas antes ded abandonar el terreno de estos experim

del fondo. . Este experimento nos llevó a Teem,¡plazar o Por cristales de ventana coloreados, con idéntico

el amarillo, seguido en orden de distinción deci

verde, el azul, el rojo amarillento y el rojo azulado;

det s

jentos

a oonár algunos otros que nos ha sugerido esta on objeto de representar con toda nitidez el segundo nto, reemplazamos el modelo por vidrios diferentecoloreados, bien iluminados desde atrás, y comprobamos, mo era de esperar, que las imágenes oscuras que sé destacaban

distintos que otros, no con relación a:los colores, sino' o menor grado de claridad de los mismos. El má:

180.

en el sentido de que las letras

182. . :5. Conclusión. Después de todo lo que hemos ex; tualizado hasta aquí huelga todo comentario ulterior A

179. Si ahora pasamos a considerar el fenómeno a nues ra, comprobamos que los trazos negros aparecen

Por otra parte, pónese de manifiesto

de Newton

ninadas por los colores “claros se vuelven borrosas cuando iluminadas por los colores oscuros aparecen distintas y todo to infiere sobre esta base carece de consistencia.

son ni pueden ser lo que se quiere que sean. De suerte de una vez nos viene a la memoria aquel célebre jefe de teatral, que hubiera sido un newtoniano magnífico. cuadraría a la maravilla exclamar con desenfado: — digo círculo, quiéro decir lo que no es redondo; cua homogéneo, ha de entenderse todavía compuesto; y blanco, a ver si puede significar otra cosa más que sucio!

dos, conforme se aproximan al borde, a la os sentan los trazos de una manera cada vez más

i

a

181.

la claridad proveniente de los colores débiles y oscuros, el

a otras, se enlazan,

345 or

sin que la imagen reproducida pierda en nitidez en un apreciable.

estas circunstancias, la luz:

y el violeta, que caía sobre el papel no permitía obser fenómeno en condiciones ventajosas.

unas

que

embargo, se puede alejar la lente del lo y acercarla al mismo variando la distancia en casi "pie,

reada, como queda dicho, estaba todavía tan compuesta

menoscaban

de los colores

también en el plano

bor si

ne

Lo

184. Cual nos lleva de un modo natural a la linterna con el di e to » y el octavo de Newton; 3 por doquier i se claramen E Tnanifiesto la verdad de la Naturales y de neatóse exposición

$46:

AGO 3

he

z

ajustada a la realidad, así como la falsedad del procedi Ec artificioso empleado: por Newton.

un

su teoría, expuesta hasta el h

185. También hemos aprovechado la oportunidad de ol día de fiesta,

con

sol

radiante,

desde

jue se

encontraban

se presentaban nítidos, aunque alternara tan sólo oscuridad, o una y otra con color, o bien color

Podemos, pues, repetir aquí también que si la teoría new fuese cierta, toda visión natural y artificial sería im] 186. El error principal del autor, pese al empeño pu experimento

y en

los

primeros

dos,

estriba

pretende atribuir. a las superficies coloreadas, los tanto que aparecen y obran como masas en el seni una propiedad en virtud de la cual llegan luego de a puntos específicos, siendo así que no hay punto y que la aberración a que da lugar el desplazamil imagen determinado por la refracción se opera los contornos, mientras que la parte media de la

z muevas condiciones ; saca conclusiones de lo que ha. expuesto

]

destacaban con gran distinción en cuanto las respecti nas al punto-imagen o zona contigua; todos los

octavo

es, cierta. Hizo ciertamente lo que pudo; ya no ofrece nada de nuevo limitándose a afianzar sus si por otros lados. Varía los experimentos. y. les. impone cada

el interior

¡ada con sus mejores ropas.

las

347

Teoría de los colores _____

di

'anterioridad y hasta arremete contra los que no comparten opiniones. Pero, siempre se; mueve dentro: de un círculo y. reacomodando sus Pobres trastos, percatados de lo que valen: los ocho experimentos Una que * pos considerado, poco de lo que sigue nos será ahí que la teoría newtoniana pudo ser expuestadesconocido. | concisa en los compendios.de la física experimental.en forma Vamos iderar «ahora uno por: uno los citados experimentos. r 4 189. ¡En el tercer experimento, el fenómeno principal: el es tico. es representado iaa Jr, que consiste en un contraste que se unifica recién másde cado tarde, Cuarto experimento nos muestra el mismo fenómeno subjeti. te, sin que se nos ofreciera una oportunidad de adquirir noción más cabal de su naturaleza. En el quinto, la citada trecho acomodando

afectada sólo en casos extremos. La diferencia de

es, pues, pura fábula. La verdades que la refra sobre las imágenes una acción pura, sino que OK dobles, cuya propiedad hemos puntualizado en de la teoría de los colores.

Recapitulación

de

los primeros

L

ocho

187. Como hemos llegado

a un punto

y de Hi

polémica donde parece oportuno hacer alto y eel retrospectiva al camino recorrido, yamos 2 hemos expuesto los, resultados.

hasta

aquí

Otras palabras, tiene por objeto prevenirnos del error y en nitlos que hayan seguido con'atención nuestra exposici q.

y. sintetizar

Si se hace sufrir toda la imagen 0 idem per idem,A O 2 misma direcció n,

ón.

a una segunda refracción, ella se ala

Ocurre así con el todo ocurre también con sus

bien

pe entera avanza mucho más que Lo 5 L el violeta separado. Tal es la clave de la adivi.

a En el séptimo experi1 mento se muestr jeti«Similares, que reducimos a sus verdaderosan eftectos is

348

Tercera : proposición.

Goethe

Tercer teorema

191. las Si hasta aquí el autor se esfuerza por arrancaf insinuado ya con ant ha solar, luz la de s coloreada

que también los colores materiales emiten, -en el

fondo,

que hay en realidad con este fenómeno y demostrado se debe únicamente a la acción de los bordes y limbos ticos de los contornos de las imágenes. 192. icaban a dichas imento, ido En el

ne imágenes, ll cios difereniemente coloreadas pequeñas pantalla

0

proyectadas a través de una lente sobre una

fijaban en ella, según el autor, a diferente distancia de

talla respecto a la lente, sus contornos nítidos. Aquí hemos expuesto detenidamente. las verdaderas ircunstaf sa A o e o e prismáticos, del a basey dedisipar los colores a cabo vado toda duda respecto a él, ayuda del segundo pues, haber demostrado de una capcioso y erróneo de estos experimentos y la ini

las conclusiones sacadas de ellos por el autor. " 193.

Para tal fin, nos hemos remitido una y otra vez Esbozo de la teoría de los colores, donde los fenó expuestos en su orden natural. Además, cada vez introducía algo de improviso para sorprender al leotor

señalado claramente. También hemos tratado de si

variar a un tiempo los experimentos, para que pus y desde múltiples cados desde el ángulo correcto se encargará de atestiguar: objetivo o nuestro objetivo1 lograr para hecho hemos demás lo :

nte * 4 luz del sol se compone de rayos diferenteme son reflexibles, y los rayos más refrangibles también los más reflexibles. E

Tras

habs

E pa

i

194,

.

a su

Etica

de ¿e readas y liz de la refracción el cua

n no puede ser lograda

ol

entender, de

que

la luz

TA de distintas «luces manifiesto sus componentes

a

ener

esta. opera-

05 sl

otras

. ii afines no puede obligarse a la luz a revelar su ciones 195.

La refracción está estrechamente: relacionada con la: refleE ; to n, hasta el ci e dada a ella. Blcado apor que za ea pea p poco Sn ría de imponerse tamb : , ei Como hay una Ep lindo que también ma riaibice) : Pi a e 3 ntas conclusiones ulteriores los ojos- del observador. avezado el autor hasta aquí en su empeño de probar su aserto que se

apresta a llevar a cabo,

y nos

Por nuestra parte, todo-lo posible por hacer

FE

350

Goethe A

3

y.

pes

E

Noveno

experimento. 106.

%

Referimos a nuestros lectores a la propia Optica para

1

tar su argumentación paso

cidar a nuestra manera el

rl

sin

pe

Caer

e

MESA

Sl

=

1

210

dnsmemoniana, pero enuna representación

lv tadicaada, repitiéndola, además, cinco veces en cunstancias cada vez más complejas; así hacemos pa:

desarrollo postulado en el experimento y damos al

o

una oportunidad de formarse una idea adecuada de raleza del fenómeno. Por lo demás, no. hemos z letras ¡empleadas por Newton, para: facilitar, la de las láminas. $ ahora

la primera

figura

de

nuestra

é

198.

En la segunda figura, la imagen del sol penetra por F en el cuarto oscuro, atraviesa el prisma.

AB C y se refleja en la base M, de modo tal

q

la cara A U del prisma y va a formar en la pani por debajo la imagen circular e incolora N. cular, bien que derivada, no experimenta modifical o está. aún cromáticamente determinada. s 199. Si sé hace caer esta “imagen N, comó' my figura, sobre un segundo prisma, V X Y, al al comporta en la misma forma que cualquier reflejada en un espejo: forma en'la pantalla la imagen alargada y coloreada ft. a

nta algo más

h

$

primer prisma tal como en los primeros segundo prisma, V Y X, se intercepta sólo el borde superior de la imagen N; de la imagen pt aparece en la pantalla y violeta, en tanto 'que el borde inferior £ tarde, recién

cuando toda la imagen N'

sido interceptada por el prisma V Y X (cuarta figura). Es E

age de sol dieta e sefiada er un peje pan a oe Po 201,

?

deb

El craso error que aquí comete el autor estriba en que se G H de la primera figura guarda estrecha-relación con

lámina, La imagen del sol penetra por F en el cuarto atrayiesa el prisma rectangular ABC hasta su base allí sigue su marcha, siendo refractada y coloreada,* en la forma conocida como imagen alargada G H en colocada por debajo. Esta primera figura no nos mu

que no nos sea ya conocido.

Ñ

“Si se dispone el y casos y con un dadosamente tan borde superior $ ta de color azul

351

200;

ersuade a sí mismo y a sus adeptos. de que.la ¡imagen colo-

197. Consideremos

“Teoría de los colores

la imagen incolora N: de la segunda figura, la tercera y la , cuando en realidad no tiene nada que ver con. ella. si la imagen del sol que en la: primera figura llega a M emerge de la cara B C y luego de la refracción forma la i loreada G H, ésta es muy distinta de aquella que en la gunda figura es reflejada de M a N y permanece incolora, ta que, como nos- prueba la tercera figura, por la acción segundo prisma se presenta en la pantalla como imagen oloreada pt, como si proviniese de una luz directa. . 202. Md 0 Si con un prisma se intercepta en un plano muy inclinado de la imagen, como lo muestra la cuarta figura (200), ales

lo que Newton logra haciendo girar el Primer prisma as io de su eje, una de las aparentes sutilezas

de

él.

203. h Que la imagen que pasa por M y forma en la ¡pantalla la agen G H no tiene nada que ver con la que es reflejada M y se reproduce sin color en N será ahora evidente para el mundo. Ello se hace aún más patente si se observa la oria de las líneas en la quinta figura; se comprueba, ces, que allí donde la imagen M produce luego 'de la ción el borde amarillo y rojo amarillento G, la imagen N' después de la refracción el borde violeta by, a la 2, que allí donde la imagen M determina el borde azul

352

Goethe

da y rojo azulado H, la imagen N, una vez refractada,

o

al borde amarillo y rojo amarillento t, lo que es muy na toda vez que la imagen del sol F es desplazada a raíz d refracción hacia abajo en el primer prisma y la imagen vada M desplazada hacia arriba. Se trata, pues, de una: ya hasta el h ción de un fenómeno que nos es conocido incor e: y que las: sutilezas, artificios e interpretaciones porque el autor habla a su antojo ora de la imagen en ora de la luz o del rayo; sin embargo, precisamente

sente caso es muy importante que se considere el fenómen: una imagen, como algo que ocupa determinado espacio. fácil confeccionar un dispositivo que reuniese todos mentos necesarios, con miras a producir mediante un miento suave el fenómeno y. hacer resaltar ante los an la verdad el carácter capcioso e inconsistente del e newtoniano.

Décimo

experimento. 204.

S

Aquí también sería necesario refutar mediante

a

que se ras y en unas cuantas páginas un experirgento: estrechamente con el precedente. Mas ya es hora de mos que el lector se convenza por sí mismo. Le en pues, el texto de Newton y la figura con que se a Encontrará una exposición detallada y una ilu juntas no sirven más que para acrecentar el lastre diciones y complicaciones que arrastra el noveno y embrollar la cuestión principal, é 205.

“Teoría

de los colores

——

353

S pretenarecens por separado. De modo que y la conexión

por Newton

'se revela

como

una

quimera, como: pura

La recapitulación newtoniana de los primeros diez experimentos.

206. hemos estimado necesario y conveler al cabo de los primeros experimentosa recapitulación de los mismos, Newton hace lo mismo, a “manera, después del décimo; y nos vemos en el caso de sra no una vez más en desacuerdo con él. En una parra-

“en la que aquí se apresta a apresar al .incauto. Rogamos, a nuestros lectores que no se impacienten porque vayaa exponer una vez más, desde otro punto de vista, lo que s veces ya hemos expuesto; pues para acabar con ese error ido hasta el hartazgo no hay más remedio que repetir, ién hasta la saciedad, la verdad.

;

207.

Si se comprueba en todos estos variados experimentos, así opere con luz reflejada, reflejada por cuerpos naturales Ép. 12 y 22) o por cuerpos reflectantes (exp. 9%); ... 208. juí, Newton agrupa bajo el denominador común dé la luz : jada experimentos que no guardan entre sí relación alguna, do por su empeño de equiparar la reflexión en punto a a y efecto, en lo que se refiere a la producción del o cromático, a la refracción. La imagen reflectante o experimento obra como cualquier imagen directa y flexión no tiene nada que ver con el desarrollo del fenó> cromático, Los cuerpos naturales coloreados del primer ento y del segundo obran al respecto de un modo total.

diferentes. Sus superficies están especificadas; el color está

356

_—

Goethe

* Teoría de los colores

Una imagen del sol que ha atravesado perpendicula

lo de base para“su tesis falsa,

superficies paralelas no se modifica apenas y, cuando lue;

por un prisma, determina exactamente el mismo fenómt cualquier imagen directa. El décimo experimento, como

otros, sólo sirve para embrollar fenómenos simples; no que acrecentar la masa de lo que debe tener en

ha

observador y huelga también en la presente recapitulaci

216. ... digo que si se comprueban en todos estos experi sin excepción, rayos que no obstante incidir sobre el med un mismo ángulo experimentan una refracción dif 217. Nunca se comprueban rayos, sino que tan sólo se el fenómeno mediante rayos; y no se comprueba una diferente de una imagen, sino una cuyo efecto noes mente puro y neto, fenómeno

cuya causa ya hemos.

zado. El error de Newton,y sus adeptos consiste p en que pretenden ver lo que han introducido en los f bajo el dictado de su especulación teórica. 218.

... no por descomposición o por expansión

individuales

ze

...:

219.

Aquí se expresa un concepto a todas luces Newton que con la luz coloreada no ocurre lo blanca, . aserto que sólo puede hacer un o presta la atención debida. Hemos demostrado d) la refracción obra sobre las imágenes coloreadas

las blancas; que los bordes de aquéllas se colo metne satisfaciendo la ley que rige este proceso. E 220. cies IT 5 ninguna diferencia accidental de S s se

e

comprendió y

afirmó debidamente

357

ico a que da lugar la refracción no es accidental, sí; n de una ley determinada. Esta noció; Ped

215.

tz

y

Perra

do

222.

E se comprueba, además, que los rayos diferentem angibles Pueden ser separados y ed: tanto e E) la refracción (exp. 32) como mediante la reflexión

223. a BA cromática del , que se trata de rayos separados y clasificadi

'una An

Ra y

gratuita y, como sabemos muy

e

bien, Íbcon

sólo se observa que a un

un espectro y al otro aparece otro,

iva, sin embargo, en absoluto ni = su eoojKnio sl, en tall de aquél y no guarda la menor relación con él. 224. _ +». y que los distintos tipos de rayos experi te ser idéntico el ángulo ee incidóncia, po Veprección fica, siendo aquellos que antes de la separación han ractados en mayor grado también los que después de la son refractados en mayor grado (exp. 6% y ss.);

debas sido sepa...

' 225. Hemos considerado tan detenidamente ntum crucis y hecho resáltar probe tan cis mo o ycondiciones disimuladas que involucra que nada pues Por decir aquí, como no sea que en este experimento pende decisivo ho se pone de manifiesto una difeDee rangibilidad, sino que una refracción '2 de acuerdo con sus principios muy simples. continuada

:

al

j 226. o se comprueba, por último, que si la luz solar atraPa por nos tres o más prismas dispuestos en cruz, los ce a el primer prisma han sido refractados en mayor os demás son refractados del mismo modo 2 Proporción también en todos los demás prismas,yen la

i

358.

50

sd he

-

Una

Teoría de los colores

359

ojeada alo que sigue. 231.

51 la: recapitulación de Newton nos hubiese convencido; si jésemos inclinados a hacer nuestra su tesis, no nos expli¡os por qué continúa a acumular pruebas y aun repite

en el sentido de la primera; en el quinto. experimen: :ambio, de una refracción continuada hacia un lado, que inclinarse la imagen en diagonal y, luego, en escala

rgumentación. Es tanto más necesario formarnos una idea

inclinación que a causa del progresivo desplazamiento! se paña con un alargamiento cada vez más pronunciado,

Je sus intenciones y procedimientos, para dilucidar qué

lo que se propone, en definitiva.

E

228.

...es evidente que la luz:solar es una mezcla heterog de rayos de diferente refrangibilidad. h

232, Durante largo tiempo los naturalistas conocían: la teoría de ton únicamente a través de su carta dirigida a la Sociedad ense; en base a esta carta se la examinaba teorema

Sólo es evidente que en la imagen del sol, igual que quier otra imagen, clara u oscura, coloreada o im tanto que se destaca del fondo, la refracción de contorno una imagen concomitante «coloreada, la,q; 'minadas condiciones es susceptible. de: agrandarse y a:superponerse ala imagen principal. É

230.

;

,

Claro está que Newton, como todas sus premisas €

Os contra este adversario, contra el cual los

no pudo sacar conclusiones correctas. Creemos qu lectores atentos están deacuerdo

«con ' nosotros

demostrado nada a través de 'sus diez experimel ficio que nos reporta la labor cumplida consiste .. en habernos librado de un concepto falso e 5 7 también: en habernos formado una idea cabal cia de un fenómeno más arriba explicado (E. rado de un caso típico de desvirtuación sofí raleza, que sólo pudo plantear un espíritu como Newton, cuya obstinación y testarudez a su genio. Veamos ahora, por lo pronto, si; tarnos a, nosotros mismos y a nuestros lectores ción polémica.

ente también

lers:

-

y

esgrimió

ze

poste-

>

233, Por lo pronto, se aboca: de nueyo:a: preparativos complicaos Sn crea e es naco las: distintas Juces géneas contenidas en la luz heterogén á An estado separadas sólo en cierto modo, e poi e lécimo experimento. Luego se esfuerza por demostrar nuente que estas luces definitivamente separadas no experi-

modificación alguna al repetirse la. refracción, para

lin han de servir: el duodécimo o y el décimocuarto. po

23.

experimento,

el décimo-

¡Cuántas veces no nos han sido repetidas ya. estas. dos pro-

$60

==

E

>560

Cuarta proposición. Primer problema

08h e

posiciones y cuán categóricamente no ha afirmado el a: nuevo en plena argumentación. Es tan sólido el prestigi escuela newtoniana porque el maestro ha logrado ex

afianzar la misma teoría de muchas maneras. Pero, rado, el suyo es el método del “gota a gota se llena el 235.

y

Pasando a la esfera de la práctica, repite y recalca clusión, derivada lógicamente de su concepto erróneo,, con ser idéntico el ángulo de incidencia de la luz heterogénea, a raíz de la refracción cada rayo separado géneo se propaga en una dirección específica, de mo que antes ha estado unido se halla ahora separado blemente.

Separar entre sí los rayos heterogéneos de la luz compuesta.

236. De lo cual infiere, entrando de lleno en el práctica, que los anteojos dióptricos no son sus fec i

ii

Sin

emb

ds

han sido perfe

muy pocas personas han deducido inmediatamente q

Veamos

secuencia la teoría newtoniana debía ser falsa; m trario, los adeptos de Newton, convencidos como la verdad de su teoría, han continuado pe

nado ya más arriba que los rayos homogéneos habían queseparados (212); que habían quedado separados y clasi(222); pero las objeciones de su adversarios le han

anteojos dióptricos no eran susceptibles de e ¡aun cuando hacía mucho habían sido perfeccion;

237. Tal es el contenido de la primera parte de la ' aquí hasta el final. El autor no hace más que rep maciones y sus experimentos modificando bras y las circunstancias. Impónese, pues, una actitud vigilante y paciente. . S 238.

Por último, Newton nos presenta el telescopio

su invención, y hemos de congratularlo a él y: que metido en un apuro por un concepto erró con tan útil expediente. Admitimos de buen grad: en tanto que plantea una necesidad apremiante, de llevarnos a la verdad, del mismo modo que |

nos abruma, nos induce fácilmente a refugiarnos

£2

cómo Newton se aboca de nuevo a esta tarea. Ha

o ha tenido lugar en cierto modo. De ahí ars

e ocre

an

el undécimo experimento, con la figura correspondiente, Sin embargo, fracasa como

el asunto a 2 mu manera, al Ó que hay Sán$ que Ebecllás verd

Exposición.

E. Jue

lo'en la materia para ver claro

240.

uída la recapitulación, claro está que sólo se repite ya ha sido expuesto con anterioridad. És así que si, delo end siguiésemos paso por paso la argumentación del dríamos que repetir igualmente nuestra exposición y

e

Quinta proposición.

Cuarto teorema

neamente a estos dos instrumentos tan afines y sin e

Esta vez pretende separar mediante,su us0! tan diferentes.

binado las luces que sólo existen en su imaginación;

a luz homogénea es refractada en forma regular, sin anche, división ni dispersión de los rayos, y la falta nitidez de los objetos mirados a través de medios ingentes con luz heterogénea se debe a la diferente refrangibilidad de los distintos tipos de rayos. 248. La primera parte de esta proposición ha quedado demosda yá por el quinto experimento,. .. E

249, Hemos señalado detenidamente que el quinto experimento no ha demostrado nada,

P

250.

:+» y los experimentos subsiguientes arrojarán aún más luz S0Ure este asunto.

De: 251. Pondremos de manifiesto que este teorema carece de fun-

Suento

y no puede ser demostrado.

_—

z

.

366

=>

ACES

ca

$

ch . en que había practicado una abertura a /6 pulgada de diámetro ... 255. Por qué tan pequeña la abertura? Sería para

observación y hacer que la diferencia llamase men: 0 256. y -

re io aanafué: dispuesto por nosotros en forma que imagen de luz homogénea, tal como la hemos € proposición precedente, y parte de esta luz pasó por Mediante un prisma colocado por detrás del pap esta parte de la luz que había pasado por la aber tal que fué a caer perpendicularmente sobre

blanca dispuesta a, dos:o tres pies. de distancia. enC tonces, que la imagen que se había formado

«blanca como consecuencia de la refracción de est génea no aparecía alargada, .como cuando, en el mento, habíamos refractado la luz solar compues ; en la medida en que pude observar a. simple vista como ancha y perfectamente redonda. De lo cual.

esta luz sufrió una refractión regular, sin ens 0

E

y

257. Aquí se pone de manifiesto .otro artificio «del imento

es

idéntico

al

367

258. ; agregar lo siguiente: Dice el autor que hizoE ¡Queremos una luz homogénea por la abertura y a pa

p

254.

delos rayos.

-

én al. .

toda luz de que pone sumo cuidado en excluir

LE

ES

Así el error, una vez expresado, se afianza en las mentes. expri al sexto experimento tra crítica detallada se aplica á : ad estaría de más repetir aquí. lo dicho en

252.

m ¿Por qué un papel negro? Para el fin sirve lo agujercada, quier tabla de madera, cartón o chapa más él autor en un papel negro para dar una vez

1/5

Teoría de los colores

el número de los experimentos incauto toma por 2 . y el oboración, una prueba adicional lo. que es mera

experimento.

Duodécimo

Un papel negro ..-

>

Goethe

sexto,

salvo

modificadas; sin'embargo, aquí es

circ

Ó a ; una segunda g rerefracción; 3 Pero no indi el rojo, de rojo amarillento tan adecuado a ad

de a ti

o 2

ae

e

con ¡él ¡ocultando lo ai

aviene a observar debidamente, que los experienciasá, densi Otro resultado! a ocultar. ¡Em

1

259.

dos experimentos subsiguient ' carácter p o subjetivo, como nuestros cia pr ps Bien . No obstante, vamos a considerarlos aquí

Décimotercer experimento. 260.

JARA puse a la luz homogénea... la otra vez lá roja. Ja

261

A

E

262.

y

un disco de papel de un cuarto de pulgada de! diá263.

j

tan minúsculo disco? rd en: base a él? Por «ciertó: a stumbrados a operar: con: aberturas ¿dimis sen el Postigr

entonces? de la ventaña;! ¿por qué no cón

'

aci ia beds

$. ==

Goethe

heterogénea A la luz blanca

del sol,.--

265.

de ve

mogénea y , Ja luz ho se queda. rar n elaboraditas ¡He aquí, bieque todavía ha de demostnombre y todo, ea! Lo definitiva, con discípulo créd ra en forma sado desde aho vez más en la mente del a cad e zándos 266. otro. ractada, expuse ! estaba aún ref i . «que no co año. tam nti idé _ papel, de 267. a l que Juego tod pequeño para reciese en segul tan n bié tam apa Sería PES del vés tra a ndo mirada

268. pasos retrocedí algunos A continuación : El disco iluminado sma o Es pri com , a través del sentaba muy “alargado génea se pre

269.

ql lo, repetimos, Todo hace suponer, luz rojas Y co Ja 2 estaba expuesto

369

Teoría de los colores

270, le modo que este experimento prueba ambas partes de proposición. q

A

271,

Nadie que se haya compenetrado del fenómeno estará de lo con él, sino que se dará cuenta de que aquí el autor 'en su antiguo error y, en caso que él mismo lo haya

tido, se librará de él para siempre.

ds

e

Décimocuarto

experimento.

272. ¡Con objeto

de que

nuestros

lectores

puedan

formarse en

una ¡dea cabal de lo que vale este experimento hemos* esto en una lámina seis casillas ¡iluminadas con los seis principales y dibujado en ellas diversos cuerpos oscuros, y coloreados. Mírense estas casillas a través del prisma, después la descripción newtoniana del fenómeno correslente y nótese bien que Newton sólo observa, puede 'ar, cuerpos oscuros con la llamada luz homogénea, en que nuestro experimento ofrece una variedad de casos ia para poder al una ¡prensió del fenómeno.

278

a

a

¡Cuando miraba a través del prisma moscas y otros cuerpos ieños iluminados por la luz homogénea, veía sus partes con ontornos tan nítidos como cuando los miraba a simple :

274,

¡Nuestrosón lectores, particularmente los: que An hayan seguido mu A femiliarizad estra exp C esta observación. Se trata del hecho-de que los bordes de Imagen

coloreada

sobre

fondo

oscuro,

particularmente

Eo os colores mismos 20m cactros,sálo ae xevelan a la izada quí el caso sé da al revés:

Newton presenta imágenes

sobre fondo. coloreado y que por añadidura. están idas y coloreadas en cierto :modo 'por :la, luz coloreada

AA

370

Goethe

Teoría de los colores

que da origen al fondo. En estas condiciones, claro

bordes. prismáticos mo tanto aparecen en más bien se confunden con ellos o quedan extremo

opuesto,

de

modo

se

que

a

nitidez y sin limbos perceptibles. Para arrojar luz dibujado sobre los fondos col lámina á

“280.

uí el autor hace: como que tiene

todas las circunstan

las,

alto la circunstancia capital. ridad, así como de los respectivos colores. Se pe desatinado del método: de: Newton, quien: suele emi todos los fenómenos uno solo, únicamente el que sea: a sus fines, y pasa por alto y oculta los demás;

que sigue de la primera hasta la última página de

i

E

Optica.

¿

Apenas sil vale la pena: traducir 'y(considerar texto referente a este experimento; no obstante;| marnos la pequeña molestia. ' 275. té ? En cambio, cuando yo miraba a través del prisme a heterogénea, blanca, solar luz lá con cuerpos y $ tada;...

: 276.

¿sus contornos aparecían

muy borrosos,

¡Claro!

borroso que no podía leerlo; en tanto

se presentaba tan distinto que podía le rlo

$

.e: 8!

que6

: ¿ minad ad od e

3 282, He aquí pues, da luz simple y compuesta, que ¡ciertamente nia lo. antes; pues se asomó ya en la primer ci n y tornó, sin haber sido probada jamás, ex todas ls proposiciones siguientes y en todos los :

experimentos.

283.

De suerte que no se concibe otra causa de que esos objetos presente 1 n en un caso disti listintos en otro. borrosos que la ferencia de las luces, e

E

284,

oras, simples o copia. Penis

ueda

278. Pues el brillo vivo de los limbos no.

j 279. Asimismo, cuando miraba 'a través del presó con' letra pequeña, primero con la después con la: heterogénea; en este último

Dax Po

281.

al:

'-*

$

Gt

idadosa:

ei

son coloreadas o

ln mayor o menor grado de ateidad 'n cuanto: brillan con

22: podía distinguir sus 'partes pequeñas.

cuando

a única 1diferencia' estribaba na luz simple y una

Eso es, de las luces;

¡Fíjese bien el lector: negro sobre blanco!

5

a distancia.

con

presentan

—————:3n

lo miraba a simple vista. En ambos en idéntica posición, a través del pi

di

ast demostrada,

285,

al mismo

tiempo,

toda

la propo-

286.

NO. queda así demostr ado absolu tamente m E '£speramos que asientan todos nuestros ¡arenas

E en

sin

287.

aserto

S

emás, en estos tres experimentos es también notabilisima 'cunstancia a de cd Ces de la luz Eo

homogénea

no ha

372 Neu

Goethe j 2

Sexta proposición. Quinto teorema

288. es notabilísima la circunstancia” etón aquí cuenta de un hecho que fo

del “abecé” de las experiencias prism

di

a

La

razón del seno del ángulo de incidencia de todo o específico al seno del ángulo de refracción del

mismo rayo tiene un valor constante.

Ue

* Solía representarse este principio mediante un dibujo lineal reproducimos en la fig. 1% de nuestra lámina XI. Se un círculo y se lo dividía en dos mediante una raya tal; el semicírculo superior representaba el medio menos y el inferior el más denso. Ambos semicírculos eran divien dos, a su vez, por medio de una raya vertical. Luego a coincidir en el centro el ángulo de incidencia, desde y el de refracción, desde abajo, pudiéndose expresar ces la razón del uno al uno.

Es. 291. Este método es bueno y suficiente para dar una expresión

ES

—_

Gosthe

Teoría de losscolores375 “relación: existente “entre:la ¡incidencia y. la :refrac»

tangible a este principio y representar la relación in

menos completa que ésta.

pero para medir efectivamente, en la práctica, la

ángulo al otro es menester un dispositivo que este no sugiere,

de refracción se precisa un medio

mayor comodidad se había supuesto un sol rayo

; 297..; : hora bien, considérese:el casó empírico. Si a ven del rculo superior del medio 'menos denso se hace ca un o infinito de rayos solares bajo un ángulo de: 45 grados el semicírculo inferior del medio 'más denso, ¿cómo puede se la razón del seno del ángulo bajo el cual' los rayos

deli

293.

Y

descubierto la citada ley de la refracción,

sobre la línea o' plano horizontal libre del! medio más

al seno del ángulo de refracción de dichos rayos? Debe un punto en que ambos puedan coincidir tangible:

mientes en el fenómeno cromático concomitani caso de los medios limitados por caras paralelas 'ciert muy débil; sólo se midió, se consideró y se representó arriba indicada la razón del seno del ángulo de inci

298:

la luz clara, blanca, intensa al seno de su ángulo de Entonces, Newton comprobó que la'' refracción

E

x

'

294.

cinco, siete y aun un número:

infinito de senos.

295,

y

Y Para demostrar esto, Newton se valió de una vada de aquélla mediante la'cual se había re]

iS

q

lo se logra esto superponiendo un obstácull : el centro, a uno de los dos lados, que ao e opuesto (véanse nuestras figs, 48 y 3%). En ambos

regularmente a un fenómeno cromático y lo explicó que la luz blanca comportaba luces. diferentemente, que como consecuencia de su diferente d raban apareciendo unas al lado de otras. De lo cual se infería que si la luz blanca t minado ángulo de incidencia único, el ángulo yariaba con los distintos rayos separados a raíz de quedando unos desviados más que otros, y me solo luz incidente entraba. en consideración un. a'los, ángulos de' refacciones. tenían, que tomarse

a

o, toda vez que la línea abstracta representaba nalgas 3 por otra parte, no se había' indicado en dicha figura te, por darlo por sobreentendido; Newton “tampoco Jo ni lo dió por sobreentendido, sino que lo pasóMon alto jó su figura tal como lo muestra nuestra segun

292.

Supongamos que el sol dé en un recipiente vacío ( que proyecte la sombra exactamente hasta la pared que la sombra cubra por completo el piso. Si entonces: agua en el recipiente, la sombra se corre hacia el ladí proviene la luz. El primer caso da la dirección de la dente, el segundo la de la luz refractada. Mas la 1 dirección a la otra sólo la da la sombra, más propi límite de la sombra. De lo cual se infiere que para el índice

Corn

ul

,

ridad hacia la luz, dando lugar al borde y limbo de color , o 299, . EST respond do lineal simbólica una pi

opoa

empírica, presuponiendo las ci

Mt » es dable expresar en a

ETE

fenómeno correspondiente, pero que no- es lícito EEE a tales figuras sobre a la Natuel papel 3 que en la representación de uncontrariando fenómeno Zo por las condiciones más específicas no pro aca d-

de : ¡E Séptima proposición.

Goethe ;

376

Sexto

teorema

300. h Para poder abarcar, al fin, todo de una sola mirada, que da, representado? en la quinta al hifigura el fenómeno A p asta al hip al ed medio de linda idéntica a la del medio la fuerza y propiedad química de ampliar el fenón incidez la idénticas ser con que ve se Aquí mático. refracción se da una diferencia apreciable en el cromático.

tar este fen

Quizá sea posible

se puede amp ¡ora bién en la práctica, como desde meno cromático de un medio sin modificar ii

Í

.

a diferente refrangibilidad de los rayos luminosos Om

ii

"impide el perfeccionamiento de los anteojos.

301. Quien se haya compenetrado de lo que hemos € € por las medicic impresionar dejará se no hasta aquí de Newton referentes a esta p

oposici

y argumentos como las experiencias recientes han acabado mucho emizamos antigualla. Por la: misma razón no

contra el

ha: |

3

Décimoquinto experimento. ye 302. En él se repite mediante varios prismas el col ral del espectro con que nos ha familiarizado 3 sin que se logre otro resultado a ción ulterior del espectro cada vez más alargado que ahora ya no nos interesa. na

303. 'aben distintas maneras de: asomarse a una ciencia cien n dar determinado fenómeno, y de este enfoque inicial e

observa atentamente cómo tal individuo, sociedad, nación,

entonces ignoradas o desconcertantes y oscuras. Señallegó li a interesarse en- la e sl lorestodo, porquesu Newton esfuerzo

anteojos lspiron

as

pe

“rodiénte a, peefrócionar

304, ando se descubrieron las leyes de la refracci por alto el

y

,

fenómeno cromático

o

se habí

y cl

Pues no tiene importancia alguna en los experimentos a Sin . S Pasó a utilizar vidrios pulimentados para los anteojos descubiertos

318 —_ ño 4 tha

Teoría de los colores

cialmente con dos deficiencias, que se designaban con. el de aberración. La una derivaba de la configuración: se probaba que las lentes consistentes en segmentos de esfera concentraban todas las partes de la imagen exactamente en solo punto, sino que hacían convergir los rayos: —recum a esta noción— en parte delante, en parte detrás de punto. Para subsanar esta deficiencia se hicieron sugesti tentativas en el sentido de utilizar vidrios elípticos y cos,

pero

no

se lograron

resultados

totalmente

en los objetos.

tdo cies

309. aun, dejando de lado los anteojos dióptricos,

alos

satis:

las

pertinentes, todo el mundo visible debiera apareces rs niracción; e. vemos el

fuese cierta, Todos los sol,

nto su luz llega hasta nosotros . lonál

plo

a en un lugar distinto del que ocupan en realidad, como salida y su puesta lo comprueban particularmente los no ¿Por qué todas estas imágenes luminosas, estas no se nos grandes y pequeñas en los siete colores? Han ili il

305.

s Durante estos esfuerzos se reparó en la segunda de de carácter cromático. Consistía ella en la ci que la distinción de las imágenes se resentía de un fi cromático que restaba nitidez particularmente a los c que son lo que más importa en una . Dura tiempo se consideró accidental este fenómeno.atribu;

379

menos en' tanto que presentan coloreado

1

una refracción irregular, defectos del vidrio, en fin, a

tancias que podían darse o no darse. Entretanto, se esfuerzos incesantes tendientes a anular la aberración de la configuración. 306. Newton, en cambio, fijó su atención en la

seg

dad de aberración. Comprobó que el fenómeno constante y, como se basaba en experimentos pri

3 307. La conclusión expresada por él en su pro lógicamente de sus observaciones, de su manera tarlas, y teorizar; pues si la: luz incolora es d refrangible el fenómeno cromático va Íntimamen refracción, esa aberración no puede ser anulada, dióptricos

no

:

son

susceptibles

de perfeccionamie

308. =

+Más no. solamente esto, sino mucho más ¿se

hipótesis de la: diferente refrangibilidad. Se:

un modo inmediato, que los anteojos dióptricos::

311.

» Mas

un ¿fenómeno cromático priamátco presupone i

aus

hubiese

comprendido,

como

ATI: ión; que ese dns idspeer

Descartes

lo. Pues sus adversarios, como Rizzettl y ox

R apoyarse en una base sólida, pon

tes

e

EA

proa!

AA

A

Teoría de. los colores

mado el carácter Constante de ese fenómeno periférico, ng rebi más' remedio que atribuirlo exclusivamente 2 la: Recién el descubrimiento posterior del hecho de que el meno cromático no era solamente un efecto físico general que presuponía una propiedad química específica abrió el camino por el cual no se tomó en seguida, actualmente recorremos ventajosamente.

un

esfuerzo

tendiente

2 demostrar

¡exp

mente que concuerdan en forma absoluta. Para tal: al dispositivo de su segundo experimento, donde ps imagen roja y azul cruzada de hilos negros, a tra lente, sobre una pantalla vertical: En vez de d bicolora utiliza un papel blanco impreso, o de rayas negras, sobre el cual hace caer el espectro: para observar la imagen más o:menos distinta q detrás de la lente, : 313.

este subterfugio Newton

resta validez

el experimento. Pues si en el violeta hay un punto donde

dejan de ser perceptibles y en el rojo también hay tal

asos en que son perceptibles lo son por grados aquí no que allí, de suerte que la causa oda ALE e iaa ción de las letras y rayas ha de buscarse, no en una dife-

refrangibilidad de los colores, sino en el mayor o menor ado de claridad y oscuridad, respectivamente, del fondo. Para jular su artificio, Newton se expresa de una manera muy hablando de un rojo perceptible, cuando en definitiva las letras negras las que continúan siendo perceptibles ton jo claro. El rojo continúa-siehdo perceptible aun allí donde ectro alcanza su máxima saturación y oscuridad, bien que o pueda iluminar una hoja impresa y las letras dejen de erceptibles. En la misma forma Newton se expresa res al violeta y los demás colores; ora los presenta in abs: sino únicamente como fondos claros o oscuros con res-

tamos aquí a considerar brevemente ¡el modo. de más próximo a la lente cuanto más bargo, he aquí que tras haber 'hecho' hincapié minuciosidad hace notar que en este experiment imagen prismática en su totalidad, porque el vi rado era tan oscuro que no dis las rayas en la imagen formada. Y luego de: extensamente sobre el particular y empezado' rojo, menciona, como de paso, un rojo

mediante

se infiere que en este caso las figuras de la superficie

312, Newton trata de comparar el fenómeno cro como está determinado por el prisma, com el que oK en

314,

uérdese todo lo que hemos expuesto más arriba y tómese

le cómo

ida más refrangible desaparecen junto con las de la rficie coloreada menos refrangible y que, a la inversa, en

Décimosexto experimento.

lentes,

381

de la imagen, donde dichas letras y r: y rayas podían aún 8 e ;

pez

Juego, que también en este extremo del en un grado tal que no era letras y rayas yen consecuencia era preciso

tto a las

letras y rayas.

815

y

modo que este experimento es desvirtuado por el sedo, al que sesrefiere, y a su vez contri a desvirtuar el ido; pues el propio Newton admite que de ambos lados trazos negros dejan de ser perceptibles a causa de la oscuride lo cual se infiere que conforme aumenta la claridad os se vuelven cada vez más nítidos, sea cual fuere

primero

Octava proposición. Segundo problema

de la “Optica” de Newton

4

Reducir la longitud de los telescopios.. 316.

. Aquí, Newton presenta su telescopio catóptrico, que aun después de perfeccionados los anteojos

317.

Y

Esta parte también agrupa de un modo .harto confuso, deliberadamente, experimentos falsos y capciosos. Cabe

los en un grupo polémico y un grupo didáctico.

conservado todo su valor y prestigio y acerca de l

hemos de decir aquí, ya que nos ocupamos únik colores. 4

318.

trado,

E

za el autor por el lado polémico; pues tras haber a su

entender,

de

una

manera

incontrovertible

los colores están contenidos efectivamente en la luz, tiene *

"

torno; lo que cree lograr

llatro experimeÑios.

A luevo los to ará ;

?

los primeros di

319.

continuación, recalca en una exposición didáctica de la inmutabilidad de la luz homogénea y los diferentes de refrangibilidad. Esta faz de su trabajo abarca del al octavo experimento. Más tarde, en el décimoséptimo, y aun anulará lo que ha demostrado en el quinto. 320.

¿Del noveno al décimoquinto experimento se esfuerza el

384.

Goethe

autor por producir y probar algo que ha de interesarle 3 Luego de haber extraído de la luz incolora y las sup blancas los colores, más propiamente, tras haber desc la luz pura y blanca en colores, volviendo a su lugar: ha sacado, juntando de nuevo lo separado ha de po blecer esa luz pura y blanca. 321. Convencidos como estamos de que el color no rt como origen la descomposición de la luz, sino que pr una condición exterior, la que se manifiesta bajo y formas empíricas, como turbiedad, sombra o Úmite, que Newton deberá hacer toda clase de cabriolas p la luz di una luz pura y blanca, con el fin de obtener de la colores oscuros un blanco claro. 322,

>

ducido mediante simple separación ha de poder rest:

ds

i

¡bue

factor, la condición exterior, que creía haber este trance se ve obligado a negar los sentidos, la sensorial,

el sano entendimiento

humano,

la

fin, todo cuanto lo legitima a uno como hombre, vador, como pensador, 323. ls Ñ ,

dejado claramente establecido cómo pudo pasar es

era proposición. Primer teorema

fenómenos

cromáticos

que

se acompaña

la

en

vas modificaciones de la luz determinadas especí-

camente

por las delimitaciones

luz y la sombra.

m

nos resta cumplir de nuevo paso por paso con Kn , a polémico.

con

acción o la reflexión de la luz no se ps

específicas de la

324.

Como hemos demostrado en nuestro Esbozo li ción sólo se originan colores allí donde lindaa la Tux yla eiuellos que se hayan compenetrado en base a

20

:

?

OS convertirdl lasefalsedad en la verdad, como no p9:se propuso

Primer experimento.

¡Véase lám. XIIL, fig. 4%. 325. E y d or Jueneió el sol por una abertura alargada F en un

Teoría de los colores

nte. sólo indica un

¿ arriba, si bien la figura de entrada la comprensión del asunto.

punto y

334.

327.

e e . Este primer dispositivo consiste, pues, en una seus racticada adas de alto y m as seis

...en posición paralela a la abertura.

'

?

AAA

Es : a . Quiere decir, en posiciós se cticada la abertura, al os al postigo en que está como en taldefinitiva, «de pero prismáticos, todosaa experimentos que una línea modo LOS p centro de la ¡ ESE E



y

ya

tan sólo de una: imagen del se trata dad en reali PT

Er

una condición imposibilitar

en

cierto

en definitiva,

modo

el

el autor quiere

experimento.

débi

Pues,

opuesta

a la ventana

a cierta altura del suelo?

o en

un

prisma

que

333. Consideramos, esta condición de todo pi flua, puesto que el experimento se lleva a cabo

a

ias

".2:01897,

:

de otra vez una parte blanca

! No es sino la' parte media blanca de la incre Ay +» Por una abertura oblonga H... 50

13

punto e abertura oblonga está dibuja da a qu vez como un mero A representaci es a: todas ón luces incorrecta: — debe ser, en este experiment fical, la abertura F practicada en el postigo.oblonga y ver: 230 *:-que tenga.1/4 $ 1/6 pulgad a de ancho.

4

dispone fácilmente de un cuarto de veinte pies y más de l y en caso que se nt de tal cuarto, ¿cuánto tiemp está suficientemente bajo para dar a la hora del medi pared

aquí

338.

SL,

.«.primero por un prisma bastante grande AB puesto a unos veinte pies de distancia de la abertura... z 332. ¿Y por qué a una distancia de veinte pies? Varias ya hemos tenido que denunciar esta tendencia del autol troducir condiciones superfluas o capciosás. Aquí se tf con una luz muy débil, producir colores muy

ase este rayo luego con:su parte blanca...

oe

E

-* Como se ve, el autor insiste en hablar de un rayo, 1

- estrechada y muy alargada.

336.

3

330,

*

Hama

ria

an: ángulo recto con el eje del prisma,

329.

: Hágase pasar el rayo F H...

981

ni E esta condición de la distancia.> ne? EaUe impondría pes

' El ancho puede ser de 3/5 6 4/5 pulgada, eventua menos.

portigo Sel rd

——————

a y no interviene en €l

A

>

la angosta la

7

341,

Se pro

es: ta de lo que pasa y de cómo las

E curo Esta

as

342,

¿Y por qué ha de ser a

.

l

des

pao H debe estar practicada en un cuerpo negro,

888 —

Teoría de, los colores

Goethe

y

o. Estas letras están indicadas delante del prisma, en

343,

al sol, de modo

No hace falta que la chapa o el cartón GL sea más está decir que debe ser opaco. a dos o tres pies de distancia del pi 345.

Esta condición también es indiferente o accideni 346.

tigo.

...en posición paralela al prisma y a la abértural 347.

Newton, como no consigna natural, sino de una manera

sus experimentos en arbitraria y artifici

obligado. a: acompañár cada experimento con una de todo el aparato, que sin embargo ha utilizado veces, Organiza cada experimento por separado y. elementos necesarios con condiciones innecesarias,

así esa vaguedad en que le gusta envolver su expo 348, > La luz blanca que ha pasado por la abertura sobre un papel blanco pt: dispuesto a tres o cuatro

tancia detrás de; dicha abertura, para que se fo colores habituales del prisma, o sea. el rojo en t, el am

el verde en r., el azul ena y el violeta en p.

¡Fíjese bien el lector! La luz ha llegado bl

dija y forma detrás de ella el espectro. ¡V: ahora! 350, Intercéptese los rayos en k1m.no medi de hierro u otro cuerpo delgado y opaco de” espesor. 351.

p

loreados allí donde sin em-

experimento alguno se mos ha invitado, hasta Aquí a y admitir algo que es reñido inch la concepciós

344. ...y quedar

que, como sugieren también las cinco

pio. autor.

4

On

$

dd

352,

¿Qué hace la varita 7 que recorre la cara externa del Divide la imagen incolora en yarias partes, hace de sola cae e i Esta circunstancia ciertafenómeno como sigue;

en

st

Aeon

N

e

interp:

EE

353; ¡Una vez interceptados sucesivamente los rayos k 1m n edan removidos así también, uno tras otro, les colores ts 2 en tanto que los demás quedan, como antes, en el papel. O ,, recurriendo a un obstáculo: algo más grande, es posible per dos, tres o cuatro colores a un tiempo, quedando los 354, :mitimos 2 nuestros lectores a las primi eras tres Él estra lámina X1H, donde los fenómenos de este a

me Ea de acuerdo con sus verdaderas a y nos tamos por lo dí reguntar: da hecho Newton para probardlsteocala? iS 1 E

855,

ye

irma que los bordes, las líneas de separación de la: cladad y la oscuridad no influyen para nada en el fenómeno Omático con que se acompaña la refracción. ¿Y qué hace su experimento? ¡Produce tres veces contornos con tal de lostrar que el contorno no tiene importancia alguna!

356. El primer contorno está encima y debajo de la abertura 'acticada en el postigo. Quédase el “autor con luz blanca en Parte media, pero 'no admite queen los dos extremos ya en colores. El segundo contorno" está determinado por

399

Goethe

Teoría de los colores =>

la rendija H; pues, ¿por qué la luz refractada, que lle a' la pantalla G 1, se vuelve coloreada, sino porque el de la rendija H origina arriba y abajo los colores p . Entonces, el autor coloca delante del prisma el tercer un:alambre u otro cuerpo cilíndrico, produciendo: aás contornos, una imagen dentro: de la imagen, ración inversa en los contornos de la varita: Pre: ticularmente, el color púrpura en la parte media y, extremos, el azul y el amarillo, respectivamente. Cree: que mediante esta yarita remueve' rayos coloreados, realidad proyecta una imagén angosta completa reada sobre la pantalla G-1' Lleva esta imagen abertura H desplazando y ensuciando los colores recen, más aun, impide su desarrollo, por“cuanto en

207

360.

391

DS

aii

admite, pues, que pór su obstáculo y determina

y que

en

los contornos

de

dichas

sombras

se perciben

a

loreados. ¡Y esto lo dice para demostrar que la línea 'n de la luz y la sombra no influye sobre el color! jocemos en los anales dé las ciencias ningún caso en que sido llevadas tan lejos la obstinación y la' insolencia,

361. r último, cada uno de'los*colores, removidos todos los es susceptible de. quedar limitado a ambos lados por 362.

ra H se hallan recién en curso de elaboración; con

de todo el que se compenetre de las verdaderas que no concibe cómo uno pudo recurrir tan empel al artificio para embrollar un fenómeno, cómo un

magníficamente e A pudo hacer en este caso también, lo: que sigue es' totalmi lo que: negaba.

con da teidad de dos hechos

K

:

?

5

E

i

y

pnsecuencia de esa limitación, el color complementario, -que

357, De este modo, cada uno

de los colores puede

como el violeta, el último en el extremo p de la so! uno de ellos puede llegar a ser, asimismo, como último en el extremo t de la sombra.

los. los colores son: indiferentes a: los, contornos de la.

358, A un observador superficial ciertamente se le creer esto, porque el obstáculo 7 origina nu dando removidos los existentes. Sin embargo, la cosa no es tal como pretende Newton. En

el Esbozo hemos señalado claramente que en la 'refraclos contornos de la sombra. obran sobre los colores con lo a leyes determinadas. ; y :

termedios

puede

producir

“una

confusión,

sí,

extremos; ni en f ni en t puede aparecer jamás el párrafo subsiguiente, donde el-autor dice contrario de lo que quiere decir, 359, Í Más aun; algunos colores pueden originarse:

dé la sombra determinada por el ¡obstáculo deñi

. coloreada.

di

da

es

365.

que las diferencias que estos colores acusan entre

a de nn

contornos

de la sombra,

en el sentido de

la diferente modificación de laSa Dos quesos luz, 6 amo ,

s

366.

hasta ahora han?

y

J

omo sus premisas son 'falsas' y: toda: su «exposición. es ina, su conclusión lógicamente es vana, y esperamos: reha-.

Teoría de los colores

Goethe

392

bilitar a los filósofos anteriores a Newton, que habían est

los fenómenos desde el ángulo correcto, no obstante -ocasiop extravios, ; Al final de su exposición el autor se descuida un poco.

ied a

mitan. ¡Y todo esto tiene lugar delante de las narices de

367,

¿N

iedar reservado

:

para, más

tarde.

¡Véase lám; XIV, fig. 96:

Podemos

pasarlo

por; alto

h

Bl Sm

de

:

Otro experimento. similar; más fácil de; llevar nente: Hágáse penetrar sn ancho rayo de ia

E.

369. Como, sería difícil encontrar un prisma de vid suficientemente grande para este experimento, se recipiente prismático confeccionado :con placas de

Ed



quí el autor postula ¡depronto

e

un rayo de.sol anch

En

Palabras, debe ser grande la ba, por:la' que: Ea 'uz; más aun, puede colocarse el prisma al airé libre, al sol.

O

tc

EPA

EL. «por una abertura practicada:en el postigo de la ventana fun cuarto oscuro y atravesar un gran prisma A BC... E

4

Nuest A Na

Í EEES

tintos experimentos lleyados 2 cabo a base di

aquí también cabe mencionar que Newton echa prisma huéco.cada vez que necesita la parte 1 lo tanto tiene que desplazar por refracción unam

15%

Tercer experimento,

con luz intensa €s evidente la falsedad 'de éste aserto:

-870., 20 censurado el. procedi de cada experimento. la relación existente:

gai

máxime como Newton consigna después otro equivalente e, según su propia ¡admisión, es más fácil de llevar a cabo y, jen mirado, torna el presente totalmente superfluo.

Admite, pues, que a causa de la distancia que la ventana y el prisma, por ún lado, y entre éste y 1 por otro, son muy débiles las luces con que se opera. que las aberturas no sean apenas rendijas, así que1 coloreada resulte sumamente angosta, y sin embargo; que pueda observarse con exactitud el color que ma torno. En definitiva, empero, su intención es sustraer $ sentidos, producir colores apagados, para poder “o, mejor en medio de ellos con la. varita r. Pues para lleve a cabo el experimento, como más tarde lo pre

$ Más arriba ya hemos niano de repetir en ocasión de su aparato, sin señalar

Jo

Como este experimento es también uno de los organizados base de una combinación de prismas y lentes, su estudio debe

;

lido y lleno de agua salada o de “aceite,

Segundo éxperimento.*.

;

de impedir que los colores puedan ser percibidos con.:sufi

EBBa,

]

s y los investigadores, por lo demás, tan celosos de la| ión exacta y tan prontos a la actitud criticistaf ;

sultados, siempre. que la luz, no 'esté, atenuada hasta el $ ardo

parte

blanca y luego deja que ella ne ap a - de modo que ya no es cuestión de los contormos que la .de-

Respecto a este experimento, es de señalar que cuanto! angostas son las aberturas F y M, más grandes las di que median entre ellas y el prisma y más pronunciada curidad reinante en. el cuarto; tanto más Positivos 'son

distinción en pt. OO

393

371, losa extraña, primero introduce subrepticiamente

«cuyo ángulo grados:

376,

NUS, comúnú se presta muy bien i para. este

317.

á

refringente QC tenga

na

una

abertura ,

de más

fi

,

A

y

Teoría

378.

de los colores

Este aumento de abertura del ángulo refringente úna ste en el caso del présente experimento,

y Pantalla

totalmente superflua y sólo sirve para dificultar un de sí muy sencillo, por cuanto exige un aparato ' plicado que aquél del que se dispone comúnmente, *

rapida para reear

379. Hágase

caer

la luz

emergente

del prisma

el Peop a que se violeta, que asimismo se extiende sobre toda la pan-

sobre

blanco D'E pegado sobre cartón; esta luz, si el plano es perpendicular a ella, tal como está indicado en DE, a; el papel completamente blanca.

Como Newton no llega Y a com ¡prender ¡o de la pantalla, Prosigue, aferrado a E

ds

380..* “He aquí, al fín, una luz pasada por un prisma, efi completamente blanca. Con riesgo de aburrir a nuest tórés señalaremos una vez más:la génesis de esta luz

SE

381.

En el tercer experimento de la parte

presenta

un

:

y

la diferente refrangibilidad. ,

He

completamente

él, mediante toda ase de experimentos ulteriores “prueba”

a

383.

ces

A

coloreado

espectro

895

posición d e. ¿Y qué: La luz refractada blanca, al contorno ele ocurre ene?origina en: él inme-

si la luz, antes de caer sobre: el: Papel; es refractada dos. en la misma direcció; prismas paralelos, estos O cho Dres se presentan Conque una

1

384. y

peca A eee a priciada dos veces por sendos

o all a ES blanca y llegar así a la nta de ello el lector! Que cuándo luego se. AN

E

blanca y el autor comienza a operar en esta parte

a veces hasta sin admitirlo. Y ahora, porque no efecto de la línea de separación de la luz y la' en la pantallaD E todo fenómeno cromático. ¿Po ciona los bordes coloreados que se originan en los A C de la cara interna del prisma? ¿Por qué la no está indicada en escala más grande? Será porq el autor necesariamente tendría que tomar

que aparecen en ella.

382.

¿

Obsérvese ahora la figura, el haz de lín hacia el prisma, lo atraviesa y emerge del o haz el autor se propone representar un espacio | blanco. Sin embargo,

estas' líneas recuerdan

ticos. Véase ahora lo que pasa con la pantalla

0 a

DB

p

caía

s y S 4 sobre 'el papel, sin "que interviniese para nada" un ate

Hemos demostrado más :arriba que el própio

ten '

10:

del

o

ae E

cartón pego aquí de contorno" penumbra coloreada. se

e

royecta

y P

sobre

Teoría de los colores ——

el

A

que en: El color erá en el medio del papel el mismo: tremos. Po

;

CUR desarrolla

388.

a

bservador atento puede

oo de cia oa el el awarillj o, ora el azul, , del

'pert

o del

que deriva

' 389. if en fun ción de la po: a lor sólo se modificaba cami : ie edad de la pantalla, sin que nada refracción, la sombra ni la luz. 390. más o mez ición [ewton da a su cartónó una posición a y afirma que las circunstancias Aedes op: E idéntica con afirmó, mismo Lo alguno. mbio co Gcadión del experimento precedente, Como siemp:pren To los factores principales y se olvida de sus ergo es siempre el mismo.

'

391. : fu un . h , ien fué quien recuerda que Basedow, en ala ala y en los mejores años de su vida hizo que afirmar solía festivo, ánimo de un tertulia clusión ergo bibamus rezaba con todas las diga mal tiempo: 7 tiempo: ¡ergo bibamus! 4 Hace ; 1 Ha x o prog rela e .cli insoportables: ¡ergo. Aa bi diferentes La imagen l ergo a las premisas más fractada aparece completa la luz. es pino aos iterentemente refrangib E le. blanca; sin

PE

y

S z iples en' estos tres experime ntos a dobles y triples n de la luz yla sombra, Newton de separació

conto infiere

1807

392.

le aht que estos colores deben derivar se de otra causd. que mo es la de nuevas modificaciones de la luz a raíz de refracción

' 393. ¡Esta especie de “lógica” la ha transm itido a 6s que hasta el día presente vienen repitiendo su sus adeptos, eterno ergo. hibamus, que es no menos

ridículo y mucho

más irritante que

Basedow lo fué a veces cuando prodigó su humorada con

a

39, ¡Huelga decir. qué el autor se apresta. a >= reglón séguido a

idicar la causa: a; su manera.

Continúa. como sigue:

s

395. Si se pregunta entonces por su causa, respondo: ¡la posición d e, está más inclinado con respecto El papel, a los rayos refrangibles que:con respecto a los menos refrangibles ecuencia se halla iluminado por éstos en mayor grado y en que aquéllos; de alí que en la luz reflejada por la pantalla predominan los rayos menos refrangibles. E ¡Hay que E autor para tada y sin en colores

396. ver las vueltas extrañas con que tiene que explicar su fenómeno! Primero tuvo una andarse embargo completamente blanca; en ella noluz reapacuando la pantalla está derecha, pero en cuanto

sé inclina se desarrolla el fenómeno

cromático,

Como

no

fSpone que al acentuarse la posición inclinada de la talla E origina efectivamente el edo entero, pero quesólo llegue

e los extremos. ¿Por qué no se torna visible

al amarillo? ¿Por qué se puede pasar el lo sobre la pantalla blanca, en forma que siempre dessin que'nunca se origine el verde?; cosa Su encuentro. En el segundo

“el borde: obra asimismo : forma unilateral; se originan elcaso, azul y el violeta, sin: que

398

Gocthe

397.

Teoría de los colores

-

4 puedan aparecer e ir al encuentro el amarillo. y el rojo! y rillento.

nifiesto con toda claridad que Para poner de ji del lores se originan únicamente por la acción aquél Ac aquí una a este experimento. respecto indicado hemos con eminencias, pernos, segmentos de esfera, para

de la línea de sep azamiento a

a la vista que sólo un contorno que proyecta una som producir colores dentro de la luz refractada, pero

blanca.

tomo...

» 399, S Este “en cierto modo” newtoniano quiere decir alguno”. Pues para que algo pueda inferirse de la pi ésta debe estar demostrada; empero, hemos explicado mente que no ha quedado demostrada; de modo q; aducirla como prueba de nada. 400. :..y más adelante se pondrá en evidencia aun. s mente: 401. _ Esperamos demostrar la inconsistencia de lo que: adelante, del mismo modo que hemos puesto: de falsedad de lo que el autor ha expuesto aquí. Cuarto

experimento.

402. : Aquí Newton trae a colación el caso de las agua de jabón, que cambian de color, sin' que; que: se: modifica la línea de separación de d Sin embargo, los fenómenos referentes a. las burt

5

di según a

el color preel caso de la

de un a uz y la sombra.

E Cabe agregar a esto; , Í i ¿ la parte primera del pesortenaocct ia 405. E É Podemos pasar por alto este párrafo, pues ya en ocasión pecar análisis de cuca experimento nos hemos referi-

398. Allí donde Mos rayos menos refrangibles predomi luz, la tiñen de color rojo o amarillo, según se infiere modo de la primera proposición de la parte primer sente

¡abón ápertenecen a y) una c categoría totalmenti e señalado explícitamente en nuestro E 403 ; Si bi “Si bien en términos generales se afirma que puede darse de di ondición fracción, ella se presenta bajo el pesados

de

Teoría de los colores

401

les, hasta el extremo opuesto t, donde llegaban los rayos

refrangibles, de las series de colores...

: 411. > ¡Fíjese bien el lector: series! 412,

violeta, índigo, celeste, simultáneamente...

E

¡Simultáneamente!

verde,

414.

...con todos sus matices...

i En los experimentos referentes a la cuar ta pro en la parte pa del presente tomo, una vez separad:

. .. el espectro pt, originado por los rayos separ

teñido prográsin

ye 409. ¡He aquí, pues, un desarrollo progresivo!

continuo,

Juego

y

pro y Hemos señalado más arriba lo precario esta separación. El propio Rp Er A qué hay, en realidad, con APS 408.

¿no?

410. e . desde el extremo p, donde incidían los

;

E Conque las series no aparecían separadas entre sí, sino unidas por matices intermediarios. ¡Fíjese el lector en lo que sigue! e E O E

Toda luz homogénea tiene un color específico diente a su grado de refrangibilidad, y ni la réflexió fracción pueden modificar este color.

407.

anaranjado

413.

415.

heterogéneos...

amarillo,

E

417. De modo que primero se nos habla de colores separados y de un orden continuo de los mismos. ¡Hay que ver cuán

menti

experimento hayan sido separados los un orden: continuo. en cen lad que apare ' 418. -:-€n forma que se presentaban tantas gradaciones lores cuantos tipos de rayos diferentemente. refrangibles

.

10

colores; a de coexisten.

Aquí el autor habla. de pronto de gradacioEn nes. una Continua representada al modo-de Newton no hay grada-

“Ones naturales, pero sí artificiales. Mas como la Naturaleza, "€ niega, acude furtivamenente ayuda de su sistema artificial

- Eradaciones en parte ya es sabido de nuestros lectores, en habrá de ser expuesto más adelante. arte

y

ADO

ASA

Goethe

Teoría de los colores

Quinto experimento.

425.

n; el color no era modificado, tampoco por repetidas

ciones, sino que seguía siendo el mismo en todo momento

rojo no experimentaba la menor modific 424.

Comienza Newton' otra vez por el roji

sus fines, para que todo observador co

. Á

426. : al hemos expuesto detenidamente las verdaderas

427. omprobé idéntica E inmutabiliilidad y Persistenci hs añ en. el azul, E.

428. autor tiene la conciencia tranquil Eu ps colores en su orden nataral? z E el ¡rel en que se presentan ¿Por E ES bios los mplementarios? ¿Por qué menciona tanel vivamente verde, donde "n_ son evidentes, en último lugar? AS E

4

429.

pos cuando a través de un prisma miraba un cuerpo o por una Parte de esta luz homogénea, como está pr en el décimocuarto experimento de la porte primera

e tomo, no observaba ningún nuevo «color originado

esto también h:

,

Cuando era refractada una parte de la

sb. o

E

Queremos intercalar aquí una observación te pertenece a la reseña histórica de la: teoría

a agregar una nota al pie, del siguiente tenor; adelante, en base a mis propios experimentos, 1 pectro cromático para las que este aserto rige ef aquéllas a las cuales no puede aplicarse.” De mo de cuya verdad absoluta depende la solidez toniana rige para unos casos y no rige para cribe sin reservas la teoría de Newton, que así reservas en la mente de los jóvenes franceses: cambio, se ve obligado, a postular determin: sin , esta teoría condicionada y por continúa imperando; se la publica, se la tra tiene que pagar por enésima vez por esta qui que en eso el propio Newton dió. la. pauta, lo veremos. 423

>

el anaranjado ni el amarillo, el verde ni el ningún color nuevo se oticinaba a a

421. Más arriba hemos señalado las verdaderas ci qué a a a quí bien el lector en ps este fenómeno. Fíjese A A “en lo ; caso”, si rotundas afirmaciones

Hauy, en su “Manual de la Física”, transcribe € categórica de Newton; pero el traductor alemán

O

con ideas preconcebidas al estudio de los cios Por eso el autor insiste en sus aseveraciones ro-

420. Como queda dicho, estos colores no podían 'ser por refracción. Me di cuenta de ello cuando proce: mediante un prisma pequeña parte ora de éste, O color a una nueva refracción; pues en ningún ci refracción logró modificar en lo más mínimo el e

1

403

y, luego de haberse atareado lo bastan a la observación de los demás colores o

430.

a

S

emos hablado ya más arriba,

431.

odos los cuerpos e iluminad. los por luz compuesta 4 del prisma borrosos, como hemos a o teñidos de. diversos colores nuevos; en minados por luz homogénea se presentaban a los através rá



404 dai

Teoría de los colores

Gocthe

fintas a que

que mi borrosos ni teñidos de otros colores

los miraba a simple vista.

muy. Hay que tener la vista muy débil o la mente para observar y opinar así.

¡ón:

433.

:

E

no modificaba

; luto los colores de dichos cuerpos. 434. instante de ¡Tome nota el lector siquiera por un escribe gación terminante y fíjese en lo que Newton seguido!

;

Desd

daa

Y

lis

436.

homogénea,

ha

la serpiente vuelve a morderse la cola

E sidelosad jubiese

y no pu

¿no tarse la posibilidad de que su heterogeneidad detern

geneidad newtoniana ni puede ser reducida si

en a esta forma

a través sus caa dee todos e

Sexto experimento.

* leve modificación del color. reducida Pero si esta. heterogeneidad está tan pro aquellos experimentos referentes a la cuarta modificación no es apreciable.

440. . ; Relea el lector lo que hemos expuesto respecto en, en cuya ocasión hemos tenido perimentos, párrafo, y se convencerá de que el presente

iciam

a apreciable, esta modificación apreciable es ce asta que se reduce una y otra vez, pero sin que ipeble sustraerla a los sentidos, y por último se la declara

Aquí vuelve a asomarse el dajefe de cosacos. es absolutamente

442.

enésima vez el mismo proceder. Primero se a que as lores no se modifican en lo más mínimo, luego se admite

3

a

tanto, en los experimentos donde los sentidos son los

¡Ou ¡Otra formulación capciosa! Los sentidos no de ningún i lo jueces, pero sí magníficos testigos, siem bre. s por fuera y por dentro no corrompidos: e

Aquí quí

ol

400,

A

...no tomarse en cuenta el margen de heterogeneidad i Po debe pad

recia!

437. od

441.

443.

435.

(se Hablo aquí de una modificación apreciable

color;...

405 fines sofísti.

a e e homrnidad. Todo E de ano dose o en lo infinito o -lo indefinible. E Así se d ¡porta én en el presente caso, pues escribe a modo. de con.

432.

La refracción del prisma utilizado

recurre el autor

Como olores, 0

445. ñ S etraeción: la reflexión no logra modificar estos

a des, azules y

PES la oletas,

amarillos, a gus, rojos, pe) s abel,

e ; el índigo, el azul de donado do ne el pasto, el palo nefrítico, las violetas, las barbara e de papa de plumas las colores, distintos de eñidas ra completami PENE jos,

ente

,

, aparecían con luz homogénea roja

»

s

406

> Goethe

Teoría de los colores

con luz azul completamente azules, con luz verde « mente verdes, etcétera. E

3

446.

:

potros.

Si Newton no nos tuviese acostumbrados ya : raciones reñidas con la verdad, no concebiríamos que A

ser expresado en términos

rimento es tan sencillo y tan fácil de llevar a cabo quel

reados, flores, cuerpos

diminutos

que no son fáciles

sinceramente

por

desentrañar

la verdad?

los muestra con pureza, pero ya no tan vivos, y Ca

449 DA renglón seguido el autor, como de lo que acaba de sostener. m4

450.

señalr.

y

Sin embargo, no he encontrado

d

el! 7

448, Evidentemente, la superficie blanca exhibe todos 1 res de la imagen del modo más puro y. vivo. El nos vivo conforme el gris se aproxima al negro, cies coloreadas dan origen a la mezcla aparente, y del espectro se presentan más vivos y hermosos.0 y confusos, según que.armonicen o sean incompat color del papel; mas en tanto que pueden mez color del papel y dar origen a un nuevo color, tivamente. Tales son las verdaderas circunstancias no, según puede convencerse todo el que expo al sol y recoja los colores del espectro uno por blanco, gris o coloreado. S

ningún

Expuestos a la luz homogénea de los distint

cuerpo

que, refle-

ando la luz homogénea, pudiera modificar en forma apreciable olor de la misma, ,

453. He aquí otra vez el término “apreciable”, y. sin embargo,

puede dejarse: de apreciar el color PE

se origina

ndo el extremo rojo amarillento del espectro es proyectado un papel azul o violeta. Lo mismo ocurre con todas las clas que nos son' conocidas, Es de señalar que no deja de p capciosa la forma. cómo Newton lleva a cabo el experimento base de cuerpos u objetos físicos, polvos: y: cosas por:el estilo; en tal caso la luz reflejada que impresiona la retina proe, nO de una superficie pura, sino de una irregular, de untos iluminados y puntos sombreados introduciendo en el perimento un factor de incertidumbre e inexactitud. Insislos, pues, en que se lo haga a base de papeles bien coloreados lisos pegados sobre cartón, Con tafetán, raso o paño fino resultará más o menos hermoso y exacto, Claro está que Newton concluye una vez más con su infalble ergo bibamus, De modo tajante agrega: E 454, De lo cual se infiere: que si la luz solar consistiese de un

o tipo de rayos, no habría en el mundo

Co

diferencia de grado;

452.

en forma mucho más cómoda y, sobre todo, clara, circu esfuerce

de una

el de todas las superficies coloreadas, como queda dicho, que tomar en cuenta la mezcla, ocurriendo las cosas tal

acabamos de

pular, cuando las grandes superficies coloreadas, seña te el papel coloreado, permiten llevar a cabo el ex pe que ha de revestir particular importancia pára todo

:

8 451. Sólo en el caso del blanco, del gris y del negro el fenómeno

tarea difícil hacer resaltar la inconsisten: pedos En rigor este experimento pertenece al capítulo de aparente, donde lo hemos consignado (E. 565, 566).

447. Ahora bien, ¿por qué Newton echa mano de polw

407

es físicos aparecían completa y exclusivamente del rescolor, sólo que unos reflejaban la luz en mayor grado

más

que

un solo

or. Como por otra parte noes posible. producir ningún Lor muevo por medio de la reflexión y la refracción, la disidad de colores depende de la composición de la luz.

Teoría de los colores

Goethe

408

7 455. saben qué -háy* “Dejamos que nuestros lectores, que

ión. premisas, juzguen por sí solos de esta conclus

, pues, el propósito de borrar esa diferencia Lo su propia concepción atomística con la dinámica

Definición.

sus adversarios, para crear la impresión de que entre las 5 teorías no exista discrepancia alguna. Dejamos que el lec-

456.

1 juzgue por sí mismo de este párrafo y se dé cuenta de la

homogéneo Respecto a la luz homogénea, los. rayos hacen aparecer aparecen rojos o, más bien propiamente, y del mismo modo; a los objetos, digo que tiñen de rojo; a veces a la luz! fico los demás rayos. Cuando. me refiero 0, rayos en términos que sugieren que son coloreados

y nados de colores, no lo digo en un sentido filosófico«de: hombre sino en el sentido corriente, tal como el: si presenciase estos experimentos sería capaz de ent

no hay ez Pues en puridad los rayos no son coloreados; st

la más que una disposición y facultad de suscitar ;

nó son sino

una

disposición 34

este o aquel tipo de rayos más frecuentemente que los en los rayos; por:su parte, no hay más que su: disposi transmitir este o aquel movimiento al aparato sensor d éste, sensaciones de dichos movimientos bajo la forma: 457.

Hemos de explicar ante todo cómo bajo el t definición fué insertado aquí este curioso párrafo del sólo así puede alcanzarse una comprensión cabal del cuanto Newton dió a conocer su interpretación percatados época, esa de. prismático, los naturalistas según esta explicación los colores debían estarmuymai en la luz, le opusieron la teoría ondulatoria, afirmando

458. Esta explicación comporta la respuesta a aquel

ntan cómo la teoría newtoniana de

que' esta teoría se

explicar o concebir los colores. Newton igual cualquier teoría para interpretar estos: fenó sólo le importaba el hecho de que esta prop!

los colors

hasta el día presente su posición predominante,

ai

toda vez

é más tarde Euler dió renovado impulso a la teoría ondulaponiéndola de nuevo de moda. Resulta que todo se redua la suposición de: que las distintas posibilidades de oscila-

,

latentes en la luz fueran puestas de manifiesto por la ns y.otras EOS exteriores, de modo que por este

d

miento, generado por el objeto, y en el aparato sens sensación de este movimiento bajo la forma del

aquel entonces,

lanza de términos dinámicos y atomísticos.

E

e

colores de los objetos

409

e la luz se ponía de manifiesto en la ió én, en idéntica forma, en la ón, de ia be teoría ondulatoria, que equiparaba el color al sonido, reci. ó luego el apoyo de Malebranche y así se impuso también ¿en cia, Con la presente definición, o declaración, el auto)

se

vico en pela transcripto. :

adelantaba, como lo señala y afirma el

'

A

i

“armiba A

459.

para mencii motivo especial Newton tieneSe unapresta Mascircunstancias. a: medir e O

E

de fu! espectro yva ouinpararlar:con lássdel E que los:colores fin esa: teoría ondulatoria le sirve a modo a

Ein

:

o

proposición. Primer” problema

Teoría

de los colores

41

462. De modo que tras haber desperdiciado

4

¡pel para

demostrar,

contrariando

a la

a

A

a

463. De acuerdo y con su 1 hábito de entreverar la verda: e o, aquí el autor consigna por primera ve la vedad, 0 sa ¡que los lores del espectro vertical pueden ser delimitad: forma

bastante

adecuada

mediante

rayas

es

=S

Determinar la refrangibilidad de las distintas al de luz homogénea,

tal como

corresponde

distintas clases de colores. Séptimo experimento. 460.

2

5 El autor se lamentaba que su teoría de los color: totalmente aislada dentro del mundo de la física; Y ue pretación de los fenómenos .no armonizaba con yin fenómenos, y por lo tanto se abocó a la tarea de Y relaciones de su espectro con las del sonido, 3 afianzar así su teoría,

461.

En una tentativa totalmente vana relaciona el perimento con el quinto de la parte primera y 1 puesto con motivo de la cuarta proposición; pues, hace caer su espectro habitual sobre el papel en q ji jado el contorno y marca las líneas de mediante rayas transversales para medir el área las de relaciones las y colores los respectivos a median entre ellos.

drado, pues facilita la A comprensión del fenómeno,

h

Los colLores

S iperponen el amarillo y/ el azul dando: origen al: verde, Este e pc pues el amarillo y el azul se pierden jen él. lo esta lámina se ve claramente que todas las" pa jones q hag Á fenómeno del hagan ue'se 3 o dife. e ¡rentes y que sólo aquella encima: de ano. Seo Ovalo punteado concuerda acaso.con el espectro Do misma/o ocurre con la imagen oscura desplazada de la sexta,

mina, quedando pues totalmente dilucidado el asunto... *

465. Se nos antoja tan evidente el asun: Ls E inediciodés «y los (números y cálculos9 en je CA cae e como cualquiera puede estudiar este edificio levantado E Aearena acudiendo o a la propiaia ob; obra del autor. Afirmamos,S a

as

tegóricamente que las terceras, cuartas y quintas elu-

aquí por el autor son pura quimera y'que' por este

ho puede ligarse el color con el sonido;

di Ñ Sa

414

Goethe

de su exposición, en el punto donde inconsistencia.

Teoría de los colores

476. , «Existen motivos de sobra para tratar esta,

E

gran escala (voluminously) desde un nuevo punto de solamente en la exposición de todo. cuanto contrib feccionamiento de la visión, sino también determin: temáticamente todas las modalidades de fenómeno.

477.

posi

dióptricos yla en general y el de É cautelosa alo aceptar bue

ón. Y en vista de los progresos

S

la s

objetivo. ¡Fíjese el lector ahora en las otras cosas el autor, son menester! a

vi. así como sus distintas mezclas y las pro;

í

481. De modo que primero hay que separar los 1 géneos y luego volver a mezclarlos, determinar $ en la separación y en la mezcla, ¿Y para qu

todo esto? Pronto veremos que le ha de servir acorralarmos con las mezclas. Por lo pronto Pp 138

que

he

hecho

en los

485.

>

o

vez

486,

479. Más arriba hemos señalado detalladamente los 'riosos que: el autor hace para tal fin y su fracaso cal

todas las mezclas.

e propiamente,

El éxito esperado se reducirá, como: ha ocurrido en efecto, fa que una hipótesis es destacad: 5 más y la noción

ipreconcebida se enquista en la

que se determinen

o más

one y deduzca en forma correcta y trabaje con buenos vidrios con que corresponde Ella cautela a sp no quedará defraudado del

478.

cosas:

483. i da entarlos,

¡perimentos, estoy en condiciones de prometer que el que ra-

Al seguirse esta. recomendación de Newton, en:| último: experimento, se impidió, durante, largo tien

Pues sólo'es menester “los:rayos heterogéneos. ...

Lo que ha hecho Brarlos a su

484. ..y otros que a se relacionan en menor grado con esta

a que puede dar origen la refracción.

feccionamiento de los anteojos cabal de la naturaleza del color por refracción en particular. Sigue entonces una transición pretende por lo pronto hacernos

415

482. "Este razonamiento (way of arguing) me ha permitido trar la mayoría de los fenómenos descritos a la Lo

se hace más pati :

A3

z z y Pero primero es preciso determinar los colores que pueden cer de la combinación de otros mezclados en determinadas 'oporciones.

3

487.

He aquí que el autor nos conduce furtivamente hasta úna pupuerta por la invi j Ma de du que nos os invita gentilmente a pasar a otra estancastillo de naipes,

Cuarta proposición.

Tercer teorema

Es posible producir por combinación colores parecen en un todo a los colores de la luz hor en lo que al aspecto se refiere, pero de nin en lo que respecta a la inmutabilidad, así constitución de la luz. Y conforme se combin

colores, pierden en brillo y saturación; la comi

excesiva hasta aparecen y se otra parte, es parecen en un

los diluye y debilita al punto transforman en blanco o en posible producir colores q todo a los colores de la luz hon 488.

Corresponde explicar ante todo qué significa posición, cómo se relaciona con las que le prece sentido ha de influir sobre la marcha de la exposi había afianzado aun más su concepto erróneo de: se componía originariamente de una seri colores pretendiendo

de los sonidos.

que

entrañaba 489,

una

escala

Sin embargo, sabemos que para comprender naturaleza del fenómeno es preciso mirar a un

a

E jmagen

“dos

Teoría dé*los colores

____

clara y otra oscura.

Obsérvanse “entonces

desplazada

colores que cabe calificar de

Les colores exaltados:

el rojo Period

como dos colores mixtos: el verde y el

417

simples: el amarillo y 'el azul,

y el rojo alado, así

Newton pasó

por alto estas diferencias; sólo consideró los colores que origina el desplazamiento pronunciado de una imagen clara, los diferenció y los contó estableciendo que eran cinco o siete y aun infinitos, toda vez que en una serie continua cabe un número

infinito de divisiones. Y sostuvo que, cualquiera que fuese su «número, eran colores primários y simples inmanentes en la luz. 490. Mirando más de cerca, empero, no pudo menos que com-

probar que algunos de estos colores primarios y simples se parecían en un todo a otros que podían producirse por mezcla. Por cierto que en una exposición adecuada y natural hubiera sido harto difícil explicar cómo lo compuesto pódía ser parecido, y aun idéntico, a lo primario y lo primario a lo compuesto; E

sin embargo, Newton lo consiguió, y vamos a considerar inme-

pg , en

Soraición del autor e ir señalando, como hasta

breves

glosas

mezcla de la mezcla.

se

Pe

con

tanta

mezcla

y

491. Pues la mezcla de rojo y amarillo homogéneos produce un

_ anaranjado cuyo aspecto es idéntico al anaranjado contenido en la serie de los colores prismáticos no mezclados; pero la luz del uno es homogénea, en lo que se refiere a la refrangibilidad, en tanto que la del otro es heterogénea; el color del primer anaranjado, mirado a través de un prisma, no se modifica en

lo más mínimo, en cambio el del segundo se modifica disgre-

gándose en los colores que lo componen, esto es, el rojo y el amarillo.

Teoría de. los colores

Goethe S itinuación,

separadas nuevos

ñ miradas

'2 travésés

jeseatacaté: Mas Newton sólo

colores,

pueda

decir que aqu por

an

que así enseña y argumenta.

Da mimo me, a, ers enae 493,

ducir nuevos colores idénticos a

o

de ellos, como

¡

,

cierto, con un 1

han sido homogéneas. No se puedo,

los

el amarillo y el verde.

4

ho

y el verde originan, pues, el. color intel 496.

decir una especiede verdegay, que en jer ado de una dosis grande de:emanillo com!

el

una pequeña de azul.

¡Fíjese :el lector en

lo que

497.

A

¡

del; 'ega entonces azul, resulta un: verde,

eos

tres. de que: está: compuesto: 498.

e Juego anular car su

a

s



E odo que primero sostiene que el noes el amarillo y el azul que Ya no habla de una preponderancia del amarillo, agregando azul o, mejor dicho,no hace verde primitivo agregándole: otra porción:

embargo, él sabe dar una interpretación muy d 499 y a flanquean a Pues el amarillo y el azul que de ias sus cantidades se equilibran, lo atraen: :

q

500.

Hubiera podido ahorrarse el autor mucho tiempo y molestia si hubiese explicado el fenómeno tal cual es, o ¡sea que el “azul y el amarillo prismáticos, originariamente separados en el

E

7

A LN ut ¡Hay. que ver el, artificio :al. que ad Ba Habla del verde homogéneo, cuando t yerde por un color compuesto. 405.

e Elallon ario

419

y mantienen, tal. cual en equilibrio, de modo que ya no se inclina hacia el amarillo ni hacia el azul y, por la acción combinada los mismos, aparece. como un color intermedio de ellos.

de de un un.

L espectro, se combinan

7 A

a

luego y dan origen al verde,

Si se agrega un poco

y que en

501. de rojo y violeta a este verde com-

puesto, no desaparece en seguida, sino que tan sólo pierde en saturación y brillo. Conforme se aumenta la dosis del rojo y el violeta, el verde se diluye cada vez más, hasta que como consecuencia de la preponderancia de los colores agregados se transforma en blanco o en otro color cualquiera.

! 502. Aquí se pone en evidencia una vez más el error fundamental de Newton, o sea que pasa por alto el carácter de sombra

del color y cree. siempre tener que habérselas con luces. Sin embargo, los colores no son luces, sino semi-luces, semi-sombras, que en determinadas condiciones aparecen diferentemente co-

loreadas. Si se superponen estas semi-luces o semi-sombras diferentes, es verdad que poco a poco pierden su color especf-

fico, pero de ninguna manera se diluyen. Oscurecen la parte ¡del papel blanco sobre la que se proyectan dando. origen a

tuna semi-luz, semi-sombra, compuesta de todas las demás que

Concurren.

E 503. Asi, por ejemplo, si se agrega al color de cualquier luz

homogénea

la blanca

luz solar,

compuesta

de

toda

clase

de.

Tayos, este color no desaparece ni se modifica, pero sí se diluye cada vez más.

504.

A

Si se hace caer el espectro sobre una pantalla, blanca exPuesta al sol, aparece pálido, como otra sombra cualquiera Sobre la cual obra la luz solar, pero sin anularla del todo.

Goethe

420

505. Por

último, si se combina

el rojo con

4 el violeta, las

Quinta proposición. Cuarto teorema

$

porciones diferentes originan un color púrpura diferente,'q nunca se parece a ningún color de luz homogénea alguna, 506.

3

Aquí el autor menciona al fin el color púrpura, el r y verdadero, que no se inclina ni hacia el ama fica él azul. Este color más noble, cuya génesis hemos cado detenidamente en nuestro Esbozo desde el punto de

fisiológico, físico y químico, falta en el espectro de Ni

y

él mismo lo admite; y falta porque basa su exp únicamente en el espectro de la imagen desplazada E deja de lado el de la imagen desplazada oscura. Pues así al desplazarse la imagen clara entran en contacto fina € en la parte media, el amarillo y el azul dando origen al

al desplazarse la imagen oscura terminan por juntarse ilento y. el rojo azul. El color que constituye el de la escala cromática de Newton y que éste llama rojo: realidad tan sólo rojo amarillento, de modo que en: colores primitivos ni siquiera figura un-rojo auténtico. pasa a los que se apartan de la Naturaleza, ponen las revés, toman lo derivado por lo primario y lo primario derivado, llaman compuesto lo simple y simple lo

El blanco y todos los colores grises intermédios del blanco y el negro pueden ser compuestos a base de colores, y el blanco de la luz solar se compone de todos los colores primarios, combinados: en la proporción justa.

como han comenzado por tergiversar las cosas, nece:

todo les sale al revés. Y sin embargo, hay espíritus il se complacen incluso en la realidad puesta al revés. 507. De estos colores púrpura pueden desarrollarse n res agregando amarillo y azul. 508. y Da cima, así, Newton a su proceso de mezcla y n la mezcla. Mas su verdadero propósito se pone de

asegure una y otra vez que es factible.

Noveno

experimento. 510.

finalmente su efecto específico, empeñado como

traer de ellos el blanco; lo que ciertamente no 1

509.

Respecto al primer aserto contenido é ic remitimos a nuestros lectores a los pi ad mezcla real y la mezcla aparente. También los hemos enterado ya de todo lo atañente a la segunda afirmación. Veamos, no obstante, cómo se las arregla Newton para probar este teorema.

a

El sol penetraba en un cuarto oscuro por una pequeña m0 abertura circular practicada en el postigo i ectab . 'magen coloreada sobre la pared: opuesta. Seitua. e alto. .

Papel blanco, en forma que quedó iluminado por la luz refleE Jada por la imagen, sin interceptar parte de la luz en su tra.

424

Teoría de. los colores

Goethe

Décimo

experimento.

tomo.

He aquí

precisamente

lo

inaudito

de

la

exposición

516. Hágase pasar la luz solar por un gran prisma e inte bla con una pantalla prisma dicho la luz emergente de y

newtoniana; pones se niegan las verdaderas relaciones y circunstancias y luego, cuando. vengan bien para determinad cd ito, 1 mt

517. f “De modo que Newton opera aquí una vez más refractada pero todavía incolora. 518.

Si el peine era movido en sentido vertical, estas bibandas > hacia arrib «3, hacia abajo; ver A pectivamente.

O

a

ado,

donde la luz formará un área blanca.

526.

527.

se res, sino que conforme se desplazaba el peine en sus contornos cada vez nuevos: fenómenos cromáticos dando lugar a- imágenes que cambiaban continuamente. -

Le

520.

Si el movimiento

El ancho de los dientes debe ser igual a-la dista

media entre cada dos, y los siete dientes, 521.

posible

...

des

con sus intervalos,

deben. tener una.

$

2%

523. S

de colores ¿Por qué no dice: las series 524. A

oil

rápid

E

demostrar la verdadera naturaleza de este blanco, hemos idea-

fijada

al

eje de

nuestro

volante.

Interponemos

mos

girar

lentamente.

Entonces,

los

ra;

conf

por delante del área blanca de la imagendetecta na vara coloreada, en el orden consabido:

Este fenómeno tenía su origen en la circunstancia, cada diente tenía dos contornos y la luz ref se teñía por la acción de dichos contornos al insti

esta

rueda

entre el gran prisma iluminado y la pantalla blanca y la hace-

or

>

conf

do un aparato eficaz. El dispositivo newtoniano, que imprime a un peine un rápido movimiento de vaivén, no es cómodo. Utilizamos pues una fueda de delgados rayos que puede ser

pul

que aparecían, paralelas unas con respecto a 525.

5

del peine era tan

los colores como

529. De modo que este hábil naturalista tortura sus luces a ado a a O Aa e

ancho. Cuando el papel distaba dos o tres pulgadas la luz que pasaba por entre. los. dientes proyectaba series de colores...

discernir

sión y mezcla, todo el papel aparecía blanco.

¡Como si un diente estuviese preparado para luminoso principal! «junto

»

No se trataba en absoluto de las mismas bandas deorigi “colo-

; 519. ¡Fíjese el lector en el trato rudo que Newton 0

dar a su luz!

y q

de colores se corrían

Inmediatamente detrás del prisma interpóngase un|

.

425

color específico, hecho que Newton había ido terminan: temente en la primera proposición de esta pare! de su primer

E

eran

azul, púrpura

y

amarillo. La velocidad con que se suceden estos fenómenos cromáticos depende de la velocidad de rotación de la rueda. Xi que ya no es distinguir los rayos y la rueda parece un disco, se presenta el: herpc fenómeno loreados, que

de que la imagen blanca, con los contornos emerge del prisma aparece con toda nitidez

en dicho disco aparente y al mismo tiempo, como éste puede

Goethe

-426 considerarse,

después

de

todo,

semitransparente,

Teoría de los colores

la pantalla blanca dispuesta por detrás. Es éste un mento que ¡pone en evidencia las verdaderas ch y no puede: dejar de impresionar gratamente a todo presencia. Pues aquí no es cuestión de torturar luces d acabadas, sino: que la: rápida rotación, que recoge la entera en el disco aparente, hace también que la im

- Para darse cuenta de lo que pasa cuand:

a través de él sobre la pantalla blanca, donde

que se han formado y, por mezcla, transformado cuando en realidad el área sólo se nos presenta la. circunstancia de que los rayos que pasan 's no marcan su contorno y en consecuencia no puede, el fenómeno cromático: 531. El autor, en tren de operar con el peine, ¿ experimentos más, no numerados, que vamos brevemente.

y

Y

532.

Siel peine permanece inmóvil y el papel se mente del prisma; las distintas series de color se superponen y mezclando sus respectivos El unos a otros, al punto que terminan por volo:

a

amarillento originando el color púrpura, de modo que se perciben simultáneamente el sistema de la imagen” desplazada Ea z al de la imagen desplazada negra. Mas si el obseryal leja más: de la pantalla, los bordes y. li superponen y se confunden de tal modo'que no dd a

transparente, atempera.

¿Por qué Newton: opera esta vez, no:con sus colores ino con colores en formación? Unicamente para p

7

alternan angostas franjas blancas y negras,

a ñ experimento subjetivo. Pues los bordes se originan de abuelo con la ley que rige estos fenómenos en los contornos tanto del negro como del blanco, los limbos se superponen tanto al blanco como al negro y así el limbo amarillo alcanza pronto . el borde azul dando lugar al verde, y el borde violeta el rojo

de la velocidad con que gira la rueda no. pueden los colores; la imagen formada en la pantalla se pres la parte media blanca, sí, pero es un blanco algo n y apagado, toda, vez que el disco, que debe consider:

530. El experimento resulta aún más atrayente si mi prisma más pequeño se produce el fenómeno cron forma que un espectro ya del todo acabado cae sobre de la rueda, Con máxima luminosidad se, presenta en' aparente y de un modo no menos constante e inmi la pantalla blanca. ¿Cómo es que no sobreviene, en la confusión y la mezcla? ¿Cómo es que los rayos de que gira vertiginosamente no entreveran los colores ae

427:

533,

se f

que franjas superpuestas

de color verde y púrpura. 534,

El mismo fenómeno 1 puede pued producirse iÍ objeti jeti E rando con un peine delante de un gran ab “operas | que permite ver distintamente las franjas de color verde Púrpura que alternan en la pantalla blanca. y 535,

ag

Newton se equivoca, pues, al sugerir que

se confunden,

cuando

en realidad sólo

E Es

to

TS

colores. de los. bordes opuestos, los que precisamente al mézclarse impiden que se mezclen los demás. La circunstancia de que estos colores, a medida que se aleja la pantalla, aparecen más diluídos se debe al hecho de que se ensanchan y

pida

$ Que

en viveza; de que su efecto casi termina ¿por cesar;y

En

ne se a eS:

se supone

en

otros pa

apagado, no porque 'se mezclen e HS cir

pe

536.

E

Si mediante un obstáculo ...

¿

537, y Aquí:eldaautor Eh recurre otra vez a un obstácul Ena experimento de la segunda parte le ha ado Ma anal , A resultado: y. con

el cual

aquí

no tiene mejor

suerte.

br

1430

Teoría de los colores ____—

Goethe

como nosotros lo: hemos hecho,

e

pa

o

imagen desplazada hacia abajo subjetiv: ne a raíz de la fusión de Rndos los colores

: colo

i ismá blanco absoluto indica el punto de indiferencia y la int

próxima de los colores contiguos en los que tienen como: plementarios. Dentro de esta imagen vuelta blanca

E

431

547. > A los lectores interesados en saber cómo Newton describe este

exp

P

y qué

saca de él los xemitimos a la propia obra del autor. Aquellos que logren verificar todos esos experimentos comprobarán

con asombro lo fútil de complicados y engorrosos.

esta

acumulación

de

experimentos

Décimotercer experimento.

Duodécimo

Véase lám. XIV, fig. 3%.

experimento.

548,

545. Aquí, Newton nos presenta un experimento muy llevado, pues consta de nada menos que de cinco 0 5 Timentos. Como ya sabemos lo que valen; que indivic no prueban nada, tampoco nos impresionan en su combinación, Por lo tanto, en vez de seguir palabra por Pi exposición: del autor, como hasta aquí lo: hemos h limitaremos a señalar brevemente los distintos exp que componen el presente remitiéndonos a lo que

expuesto aquí y allá al respecto. Las componentes

del duodécimo

Pae) expe

546. 1+ Se produce en la: forma conocida un es 2+ Este espectro es proyectado sobre una. A por una pantalla blanca. En el foco se oí redonda

incolora;

3» Se desplaza hacia abajo y. se colorea. esta imagen; sl 4% Sé:inclina la pantalla y se originan los < en el segundo experimento de la presente parte 5%. Se echa mano de un peine. Véase timento. de la presente parte.

En

los experimentos

arriba descritos,

los distintos

espacios

intermedios de los dientes del peine :ofician de otros tantos horprismas; cada espacio intermedio produce el fenómeno de: un 549, Claro, claro; pero ¿y por qué? blanca de la imagen refractada por determinados nuevos esto por los dientes del peine o rastrillo, meno cromático de acuerdo con las

Porque dentro del área el gran prisma quedan es, :petid que dan lugar al fenóleyes que lo rigen.

550. y Cuando en vez de estos espacios intermedios yo deseaba

utilizar- distintos prismas y producir, mezclando 'sus colores, el blanco, echaba mano de tres prismas, o bien tan sólo de dos. 551,

'

z

Límitémonos a señalar que no es lo mismo llevar a' cabo el experimento con varios prismas, que hacerlo con el peine. Newton, como lo demuestran su figura y la explicación de la misma, utiliza sólo dos prismas; veamos lo que produce mediante, o más propiamente, por entre ellos. 552. Colóquense dos prismas ABC y a bc, de ángulos refringentes By b iguales, el uno' paralelo 'al' otro, en forma que el ángulo refringente B del uno toque el ángulo cen la base: del otro y las: dos caras C- B'y € b, donde emergen los rayos, apun-

442

_

Goethe

ten en la misma dirección, y recójase la luz emergente. e papel M N, a unas ocho o doce pulgadas del p: colores que se originan en los contornos interiores B los dos prismas se mezclan en el lugar P T transfo: en blanco, Aquí,

Newton

admite

553,

una

vez

más,

de

pasada,

colores se originan en los contornos, hecho que ha:

tan frecuente y terminantemente. Cabe preguntar, p parte, por qué esta vez opera tan cerca de los prisma

la pantalla tan sólo ocho o doce pulgadas de los

mis

que a tal distancia el blanco que pretende originar le es aún, por cuanto los limbos coloreados de los contornos tan estrechos que no pueden entrar en contacto y.

es de Newton, sino de acuerdo con su descrij en forma que los ángulos B y e estén en contacto

que

Como Newton afirma en el curso de su exposil el fenómeno

tiene lugar cuando: los: dos

¿4nga

que ocurre en tal caso, toda vez que aquí la a e o.' Si se provoca su superposición: exacta es el azul csnala y neutraliza el rojo amarillento obra en el mismo sentido sobre el amarillo, y. el espacio intermedio entre M y 'N, donde ap

ql

Teoría de los colores.

_—___——

433

limbos coloreados, aparece todavía blanco y también: el' sitio donde esos bordes coloreados se superponen se vuelve incoloro, toda el área se presenta necesariamente blanca.

E

555. Si entonces el observador se 'aleja más con la "pantalla, de modo que se consuma la imagen espectral y en la parte media

se desarrolla el verde, ya no es posible producir mediante la superposición de las partes o del todo áreas incoloras; pues el espectro determinado por el desplazamiento de la imagen clara no puede ser neutralizado ni por sí solo ni por otra imagen idéntica. Si desde arriba se superpone el segundo espectro al primero, de la combinación “del rojo amarillento con el rojo azulado nace el color púrpura; la combinación del rojo amarillento con el azul debiera dar origen a una área incolora,. pero como la mayor parte del azul ya ha entrado en el desarrollo del verde y el resto ya participa del violeta la neutralización no llega a tener un carácter definido. El rojo amarillento, superpuesto al verde, tampoco lo anula,

porque a lo sumo es contrario al azul contenido en el mismo, pero recibe el apoyo

del amarillo.

Huelga

decir que el rojo.

amarillento, superpuesto al amarillo y al rojo amarillento, se

, aviva aún más. Queda, pues, claramente establecida la forma cómo se comportan dos espectros acabados cuando son superpuestos total o parcialmente el uno al otro.

i 556. El único medio de anular en tal espectro acabado la parte

media, esto es, el verde, es producir con ayuda de dos _ prismas sendos originar medi. la del rojo amarillento del uno con el violeta del otro el color Púrpura y hacer coincidir éste con el verde de un tercer espectro acabado. El área en que coinciden estos dos colores aparece incolora, clara y, si se quiere, blanca, pues en ella se combina y se la do toda | especificación. Es claro que en tal área no se pone de mani-”

fiesto el carácter de sombra de los colores, puesto que los colores que caen sobre ella provienen de tres imágenes del sol, vale decir, han experimentado una triple iluminación. 557.

En esta ocasión hemos de mencionar la feliz idea de volver

.

Ss

Teoría delos colores 1435 ¡Ja hoja de papel porque la. pequeña. letra que la cubre noes

Goethe

y

Acad a

E

jue suele

bo coreano

plean en las lámparas de

determ

los abono ill

¡perceptible 'a, distancia. Mediante sus “extrae de las

Argant de un: poco de: vi

ido sano

558.

Newton ni siquiera puede hablarse de un sentido sano y normal, sino de uno ofuscado por toda clase de prejuicios artificios y dedicado E

a subsiguiente, Décimocuarto 3

el blanco; por mezcla

560.

Hemos

señalado.

detenidamente

qué

hay

con

- 561.

este

5 ahora a considerar la mezcla de los colo e Epa de jabón: diluida hasta que se forme tras haber estado un poco en reposo esta espuma, e atento comprobará en la superficie de las bur muy vivos. Mas si se aleja hasta un punto ends ya distinguir los. colores, la espuma. aparece bi aa! mente" blanca. en

362.

te'sin chistar el que aquí el autor ao a refracción a un caso p seguro aceptará buenamente también todo lo. dem diga. Mucho cabe objetar a 'este experimento; a señalar que aquí se contrapone lo que puede

lo que no puede distinguirse, pero que no ¡por ceptibles, para: el sentido exterior humano las

existir, de estar dentro de otras cosas. Un ves de ñ: manchas no se vuelve limpio por de que ellas nosé ven a alguna distancia, ni!

a conferir un aire de seriedad científica , como lo di el >”, Como Colores de absoluta pureza. Si se mira un amarillo puro, se concibe que este amarillo puro debiera ser el caso, por lo menos en lo que respecta a algunos

refleje únicamente los rayos amarillos; y lo mismo cabe decir del azul puro. Mas el autor se cuida muy mucho de afirmar esto, pues una vez más tiene que dejar una puerta abierta «por donde escapar a un adversario incontenible, como no tardarán en ver nuestros lectores.

ES

2

612.

lo

. . Elminio refleja más frecuentemente los rayos menos refran-

l gibles:y por ende aparece rojo. Las violetas derivan su color | del hecho de que reflejan más frecuentemente

los rayos más

Goethe.

Teoría de los colores

refrangibles. Y lo mismo sucede con los demás cuerpos; cuerpo refleja los rayos de su color específico más frecuent

mente que los demás rayos, y su color se debe a la prepond rancia y supremacía de los mismos en la luz reflejada. 613.

La teoría de Newton se caracteriza por la circunstancia

es muy fácil de aprender, pero muy difícil de apli quien crea cierta o acepte buenamente la primera prop ¡ón de la Optica le parece resuelto para siempre el probli los colores. Pero el que no se contenta ahí e insiste en ap hipótesis a los fenómenos se ve confrontado por toda de limitaciones, reservas y restricciones, hasta que cada pro sición por separado y después la teoría en conjunto se neui lizan por completo ante la mirada atenta del observador. mismo sucede también en el presente caso.

POSSE

Décimoséptimo experimento.

Sal

614, . Pues si'se exponen a, las luces homogéneas que se ob resolviendo el problema planteado enla cuarta prop del primer tomo... y ASA k ta : , Lar

y:

MP

E

Ed

Hemos señalado oportunamente qug también allí, a todos los esfuerzos, no habíamos obtenido luces más h

génicas que en el experimento prismático ordinario. 4

616.

"=> .cuerpos de diferentes colores, se observa que cada expuesto específico, aparece li Brillante. a la luz de su color , 617.

“Nada cabe objetar a esta afirmación, como no obtiene el mismo efecto valiéndose en este experimento, a complicados. Es. natural que cuán

dos elementos homogéneos el efecto, Jejos de é

te si la acción del uno supera ala del otro. Si se agrega: vinagre

Jj

concentrado a vinagre común, el líquido así mezclado. es; más fuerte que el común. La cosa es muy distinta cuando se agrega un elemento, heterogéneo, por ejemplo cuando se mezcla el vinagre común. con álcali; en tal caso el efecto de ambos se

pierde hasta su completa neutralización. Mas Newton no quiere ni puede saber nada de lo homogéneo y lo heterogéneo. Se afana con sus.matices y gradaciones, y, sin embargo, a la postre

se ve obligado a admitir un efecto contrario,

ELIAS 0%

0d al

E

Sl

A

AUN all POS

El cinabrio brilla más con la luz homogénea roja, menos

con la verde y aun menos con

,

619.

;

Ñ

¡Hay que ver lo mal que Newton expresa aquí.el fenómeno, tomando en cuenta únicamente el cinabrio y su brillo, pero

no la mezcla que determina el vivo color prismático mediante el color físico subyacente! 620. El índigo brilla más con la luz violeta,

621.

-¿Y por qué? Porque el índigo, que en definitiva no es sino un azul oscuro y saturado, recibe de la luz, violeta brillo, claridad y vida; y su brillo merma gradualmente conforme se lo aproxima al verde, al amarillo y al rojo. ¿

622. ¿Por qué;el autor habla únicamente del brillo que ha de mermar? ¿Por qué no habla del ¡nuevo fenómeno. cromático

mixto que se origina en estas condiciones? y

El ajo;...

623... 4

624, ¿Por qué introduce el autor el ajo en el experimento, ya continuación de los polvos, por añadidura? ¿Por qué no sigue

con superficies parejas, papel o tela de seda? Probablemente

A

Teoría de los colores

«el ajo sólo quiera decir aquí que la teoría rige también 43; las plantas. 625. ...refleja la luz verde, la amarilla y la azul de que compuesto más vivamente que la roja y la violeta.

ost

626.

8

627.

Como hemos dicho ya en varias oportunidades, no viene hacer uso de polvos, pues no puede evitarse que proye ten sombras.

. ¿son expuestos juntos (el uno al lado del otro) a. la:

homogénea

roja, los dos aparecen

rojos;...

629, He aquí otra afirmación que quedará desvirtuada a rel

glón seguido.

630. ...pero el del cinabrio es un rojo vivo, luminoso y lante, en tanto que el del azul ultramar es apagado, ost y tétrico. :

631. Lo que es muy natural, pues el rojo amarillento rojo amarillento y destruye el azul.

632.

En cambio, si se los expone juntos a la luz azul, uno ) se presentan de color azul; sólo que el del azul ultra potente, luminoso y brillante y del cinabrio débil y

633. Esto también es muy natural y está en consonancia

que hemos expuesto más arriba.

634. De lo cual se infiere claramente que el cinabrio refleja la luz roja más frecuentemente que el azul ultramar y éste la luz azul más frecuentemente que aquél.

Para asegurarse de que estos experimentos tengan tot relieve posible, hay que elegir los cuerpos que _ exhiben

colores más subidos y vivos y compararlos. Por ejemplo, cinabrio y el azul ultramar...

453

Repetimos de muy mal grado estas cosas, de las cuales ya hemos tratado detenidamente; pero es preciso recalcar la falsedad de la teoría newtoniana, puesto que Newton repite una y Otra vez sus nociones falsas para inculcarlas en las mentes.

635.

Es una manera peculiar de ventilar un pleito la. de co-

menzar por hacer una afirmación categórica y aproximarse luego, en las observaciones, sólo con palabras y frases a esta afirmación. Pues toda la teoría newtoniana de los colores no es más que fraseología y argucia. y

636, Puede hacerse el mismo experimento sucesivamente a base de minio, índigo u otros dos colores, para observar las diferencias de intensidad de su color y luz. Nuestros respecto.

z

lectores

atentos

637.

saben

ya

qué

cabe

observar

al

638.

Así como la causa de los colores de los objetos naturales se hace patente en estos experimentos. ... Nada

639.

se hace patente en ellos; como

no sea el hecho

de

que el autor consigna el fenómeno forma incompleta e inadecuada para amoldarlo a su hipótesis, 640.

. esta causa queda también demostrada con toda claridad por los primeros dos experimentos de la parte primera, toda vez que en tales cuerpos se ha puesto en evidencia que las luces reflejadas diferentemente coloreadas son también” diferentemente refrangibles.

462

Goethe

minada magnitud. ¡Un cuérpo transparente que aparec determinado color, al ser atravesado por la luz puede pri

tarse, en caso de reflexión de la luz, con el mismo color, si

luz correspondiente a dicho color es reflejada por la cara

rior del cuerpo, o bien por el aire lindante con ella.

entonces es posible disminuir, y aun anular el color refi

A

haciendo el cuerpo muy grueso o cubriendo 'su cara poste

con: alquitrán, con el fin de restringir la reflexión de la y permitir, ast, que predomine la luz reflejada por las á colorantes. En tales casos, el color de la luz reflejada tal:

difiera del de la luz que atraviesa el cuerpo.

677. Toda esta disquisición se le antoja fútil a quien esté liarizado con la explicación de los ¡colores físicos que h ensayado en el Esbozo, particularmente si está convencido, 'que'todo color tiene que tene: jl

ada

le y que todos los colores Físi. tros; en' definitiva, por una luz Sin incideríte pasa por un cuerpo tra

que penetra hasta el fondo claro de un cuerpo opaco y retorna.

Pasamos por alto el ergo bibamus del autor y, junto

él, nos abocamos

a la POR

final,

Componer mediante mezcla de luces coloreadas un rayo de luz del mismo color y tipo que un rayo de la luz solar directa y demostrar asi la verdad de las proposiciones precedentes. 678. Aquí Newton ocnliaa una vez más prismas con Jerites; pero tampoco logra ningún resultado positivo, pues no hace más que reducir al punto cero, por medio de una lente, el fenómeno cromático llevado al máximo mediante un prisma;

detrás del punto cero el fenómeno se invierte; el azul y el violeta aparecen ahora abajo, el amarillo y el rojo amari-

llento, arriba. Esta imagen cae otra vez sobre un prisma, el cual, como desplaza hacia arriba la imagen invertida, la vuelve

a invertir y reduce los bordes al punto cero, donde un tercer

prisma, con el ángulo refringente dirigido hacia arriba, recoge

la imagen incolora, la que a raíz de la refracción aparece de nuevo coloreada.

y 679. “Para nosotros, esto no tiene nada de extraño; pues sabemos “que una imagen refractada y coloreada puede ser vuelta a su lugar y desposeída del fenómeno cromático por diversos medios.

454

e —__

Palabras finales

Got E he

.

s

También nos es conocida la circunstancia de que tal imag descolorada, a raíz de renovada refracción, vuelve a colo; sin que la nueva coloración guarde la menor relación co anterior que ha quedado anulada. 680. Los lectores atentos y los experimentadores tampoco ig

las circunstancias bajo las cuales tales imágenes coloreadas,

jetiva o objetivamente reducidas al punto cero, mantienen, arrollan, renuevan o invierten sus propiedades de acuerdo: las leyes de la causa y el efecto o por determinación op

su

%

Creemos haber cumplido con nuestro deber por lo que respecta al tratamiento polémico del tomo primero de la Optica y Puesto de manifiesto la inconsistencia de la interpretación

del fe ático con que se la refracción, No nos ocupamos de los demás tomos, que tratan de los fenómenos denominados por nosotros epópticos y paróp-

ticos. La explicación newtoniana al respecto nunca ha tenido

gran influencia, bien que en todas las historias y manuales de física se haya hecho mención de ella. Hoy día, los naturalistas, incluso los propios compatriotas del autor, la desechan por completo, de modo que no hemos de ocuparnos de ella, Dirigiendo una mirada retrospectiva a nuestro trabajo, ya quisiéramos estar en el caso de aquel cardenal que hacía imprimir el borrador de sus escritos; a buen seguro encontraríamos motivos para subsanar y corregir esto y aquello. Sobre todo suavizaríamos, acaso, algunas expresiones vehementes suscep-

tibles de exasperar al adversario y fastidiar al indiferente, mas

que“el amigo, por lo menos, ha de perdonar. Es que todo este trabajo ha sido emprendido y llevado a cabo en plena guerra.

Desgraciadamente, el espíritu turbulento de la época llega hasta las pacíficas moradas de las Musas y el ejemplo inmediato, cuando no determina, sí modifica las costumbres humanas. En

46

Goethe

estos últimos años hemos visto que en el entrechocar de lso opi niones y las acciones hay que vencer al adversario, no” 1

miramientos con él; que nadie cede a los halagos y los plimientos, sino que insiste en ser echado por la fuerza.

los anales de la ciencia no ha habido facción más el que la Ella le ha do la vi

más de un hombre amante de la verdad y me ha robado

bién a mí un uso más alegre y de variosa séame perdonado, pues, el aber: hablado mal de ella y

maestro. Espero que sea para bien de las generaciones venis

ESTE LIBRO 55 TERMINÓ DE IMPRIMIR

EL

Día

10

DE

JULIO

DE

1945.

z

100

Goethe

redunda en' detrimento 'de la exactitud de los experimen sus impurezas, los filamentos y burbujitas contenidas en vidrio, circunstancia que conspira contra la claridad y ps

sión

:E

y

e

e

Peg

noe, y ,

cabe considerar ilimitada toda abertura más bien granla que penetra el sol, así como todo medio más bien

304.

No obstante, hay que familiarizarse con Los poes uno y otro tipo. Parecen opuestos los unos a los otros a paralela; lo que revelan los unos tz e econ

queES intercepta y desvía los . rayoso solares, tomando

la 8

d

aparece un área clara, desplazada hacia arriba por la

ción, o pa o es incolora. ze mismo se consigue de ángulo muy agudo; más aun, este fele cristal rs hasta se manifiesta con prismas de cristal cuyo ángulo nteo esla depantalla, 60 grados, siempre que se le acerque sufi¡XXIL

pación que nos induce también a indicar al lado el número d

párrafo

anterior. Mas en un plano general damos. por sobreentendido'

Refracción

.

sin fenómeno

cromático.

306. (195, 196) no puede di

E

jetivos tan claramente como por medio de los subjetivos. hemos espacios ilimitados que podemos mirara través del pr para convencernos de que sin contorno no hay color, pero tenemos nada ilimitado y luminoso que podamos hacer act

sobre el prisma. Nuestra luz nos llega de cuerpos limitados, Y)

(197)

ns se coloca un gran prisma hueco al sol, en una pantalla

y

sonancia con los que hemos presentado subjetivamente, preoc

XXI.

308,

A

y objetivos, Los objetivos nos ofrecen la ventaja de poder re: presentarlos generalmente por medio de dibujos lineales y d mostrar en las láminas el mecanismo interno de los fenómez Nos. apresuramos, pues, a exponer los experimentos obj desde un principio en forma que los fenómenos estén en

que el lector se familiariza con las láminas y el investigador con el. aparato, para que el aficionado esté compenetrado,de un Soda u otro de los fenómenos paralelos de que aquí sé tral

en

únicamente la parte media del área, no sus contornos.

bién lo muestran los otros, y sin embargo, unos y otros tienen;

cada párrafo, entre paréntesis, el del correspondiente

imagen

307.

del fenómeno.

sus peculiaridades, de modo que determinados procesos de Naturaleza se manifiestan en más de una forma. 305. que se hay fenómenos Por otra paste, ¡hay dnd tenóma delosimportantes experi qe

101

Teoría de los colores

s

Si ñ

;

OA

Las condiciones del fenómeno cromático. ds

de

309. (198)

dicha área iluminada aparece refractada, esto es, des-

a, pero no coloreada, en sus contornos horizontales se e un fenómeno cromático. Corresponde puntualizar que én en este caso el color tiene su origen únicamente ea

aquí

imagen. Por más que se reduzca gen entera del sol. La luz emitida por el disco solar converge el E orificio más reducido y forma un ángulo que corresponde Puso Ponente del disco. Llega un cono cuyo vértice forma de pola es she de Pesa "ar, que se agranda conforme aumenta la distancia de la talla; imagen que, junto con todas las demás imágenes Paisaje exterior, aparece invertida en la superfici 1

recoge en el cuarto oscuro,

PA

102

Gocthe

Teoría de los colores

310. , Es, pues, evidente que no puede ser cuestión «de distin

exo

311.

Por más que se aumente la abertura en el postigo, imparta que de aca o cuaclrada, 7 aunue se ¡abra Pin

tigo gemma er

e

el sol ¡penetre libremen'

luminada por Él siempre

re

no es sino la imagen del astro más el diámetro de la abe:

Más adelante volveremos sobre este particular.

312. (199)

Si recogemos la imagen del sol en vidrios convexos, la h

cemos convergir en el foco. Aquí

debe originarse, de

a

con los principios arriba. expuestos, un limbo amarillo y.

borde rojo amarillento, si la imagen es recogida en un pa + blanco. Mas como este experimento es incómodo LS o

se utiliza mejor la imagen de la luna llena. Si se hace

ésta mediante un vidrio convexo, el borde coloreado se pr

ediatamente un borde azul.

315. (201) ul también se aplica lo que hemos dicho respecto a las

j subjetivas, o sea. que «el azul y el amarillo se n al lado y encima del blanco y que ambos: colores una coloración rojiza en cuanto se superponen al

;

316. (202, 203) fenómenos fundamentales se repiten en todos los siexperimentos objetivos, del mismo modo que han consla base de los subjetivos: Es también idéntico el «pro-

ento: un coritorno claro 'es 'superpuesto 2 una superficie y una superficie oscura a un'contorno claro, En ¡unos y los deben di pl decirlo, unos a otros. 317.

313. (200)

pta

al suelo, sino que, refractada hacia arriba, aparece

Pantalla dispuesta verticalmente. Aquí se plantea impe-

mente la necesidad de señalar el conflicto existente entre

plazamiento subjetivo y el objetivo de la imagen

Si se recoge una imagen luminosa mediante vidrios on a Borde azul.

314,

ie

y

general, situado abajo, la imagen luminosa no llega en

correspondiente a la luz: moderada, 'siendo por otra:

ad agradable la impresión producida en la retina del0] servador. 4

Pp

(204)

modo que si hacemos penetrar la imagen del sol por una,

Inayor o menor en el cuarto oscuro y la recogemos. te un. prisma, cuyo ángulo refringente suponemos, como

00d hermoso, De la luna emite de por sí una luz mode: 4, se presta para

dolo

simultáneamente,

continuación la imagen del sol. En tal caso con: la imagen luminosa como su centro'n: originando, nenos cromáticos opuestos. Para rar este con'amente, hay que hacer converger la á imagen lumifoco, pudiendo verse el rojo y el rojo amarillento, ue detrás del foco se ensanche y en consecuencia

en

ón delcal RE a su diámetro; de modo q hasta el recinto entero de la habitación, iluminado por el. sol,

103

y sucesivamente;

en el centro del vidrio convexo. un disco -opaco:

rayos solares, ni de fascículos, haces, cilindros ni varas de ra'

Para los fines de ciertas representaciones lineales cabe siderar la luz solar como un haz de rayos paralelos, pero olvidar; que se trata tan sólo de una ficción que pul tolerarse allí donde la discrepancia existente entre la ficción y realidad es insignificante. ¡Pero mucho cuidado con conves esta ficción en el fenómeno real y tomar este fenómeno ficti como base de la experimentación ulterior!

simultánea

re-

318, £

Es posible reducir los dos fenómenos opuestos mediante

¡Sia través de un prisma

oo

ángulo

refringente está si-

o abajo miramos hacia una imagen lagen que se encuentra en esta imagen aparece desplazada hacia abajo, en tanto

el. mismo

prisma

desplaza

hacia

arriba las imágenes lu-

10€

Bb oetke

3

Teoría de los colores

inosas que inciden sobre él. Lo que en obsequio a la b exponemos aquí sólolos a modo reseña d tan eds principiosde :de: la: histórica refracción

Ja imagen

min:

105

luminosa incide más oblicuamente sobre un

caras paralelas; caras del medio dejan de ser paralelas y forman

lo más o menos agudo;

“aumenta la acción del medio,

ya sean paralelas sus

formen un ángulo, en parte porque así la imagen es a en mayor grado, en parte porque entra en juego, n, una propiedad inherente a la masa; 4» Si la pantalla se aleja del medio refringente, así que la coloreada emergente tiene que recorrer un camino más

Asimismo, el observador debe estudiar la coloración en dia

gonal en lós casos en que dos' prismas determinan un d

zamiento en dicho sentide, según hemos puntualizado en caso subjetivo. Hágase uso, para tal fin, de: prismas cuyo

En todas estas circunstancias actúa una propiedad quí-

1

gulo sea de unos 15 grados..

321. (206, 207)

P,

a imbién et pe cerciorarse de que enel eno Calo iioiecal Ego vana abertára: cuadiada: más ¡bién queña y hágase pasar la imagen luminosa por el prisma hu primero

los: contornos

en diagonal.

en sentido horizontal

322.

(208)

En este caso se evidencia una vez más

XXIII.

y vertical,

3

sal

o

325. (211)

Los experimentos objetivos: ofrecen la ventaja de que po-

os representar el desarrollo del fenómeno, las etapas suces de su génesis fuera de nosotros y formarnos una idea clara respecto por medio de dibujos lineales, lo que no permiten s experimentos subjetivos. k

396.

luminosa

de su fe-

hay que

Las condiciones que rigen la intensificación del fenómeno cromático.

323. (209) Aquí también la intensidad del fenómeno cromático aume: a la par del desplazamiento de la imagen refractada. >

que hemos sugerido más arriba al tratar del acromatismo y

324.

(210)

Tiene lugar un aumento del desplazamiento en las ch condiciones siguientes;

327.

, Asimismo, hemos confeccionado y agregado a nuestras lás dibujos lineales que representan el fenómeno desde su y demuestran claramente por qué los prismas colorean “Imágenes luminosas mucho más intensamente que los medios Caras paralelas,

106

Goethe

328.

!

5

(212)

Teoría de los colores ____—

pos

fe En los dos extremos opuestos surge en ángulo agudo! un nómeno, opuesto que, conforme avanza por el espacio,d sé

en qu

Así, en la ndo en función de dicho ángulo. luminosa, un limbo

está desplazada la imagen

333.

recorta un cartón a interponerse delante del prisma, ; ica en su medio una abertura alargada horizontal y se

vi

cta hacia la oscuridad, en tanto que un borde cho se mantiene sobre el contorno. Del otro lado, 2 proyecta un limbo amarillo hacia la claridad y un borde sobre el contorno. se mantienento amarille 329. (213)

Debe tenerse presente, pues, el movimiento de lo os lo claro hacia lo oscuro. . 330. (214) La parte media de una imagen grande permanece 1nco

haci lo claroa y de

durante largo tiempo, particularmente en el caso de mi

poca densidad y efecto, hasta que los limbos y bordes

entran finalmente;en contacto originando en la parte ma la imagen' luminosa una coloración verde.

331. (215)

Por lo común se han llevado a cabo los experiment

jetivos tan sólo a base de la imagen luminosa del sol y,

ahora, casi nunca respecto a una imagen oscura. Mas indicado también para tal fin un coloca el gran prisma hueéo al sol y se pega

d cartón sobre|su cara extema o interna, el fenómeno co arreglo a lat conrnos, se presenta igualmente en los conto la en y ensanchan se Corsabida: se originan los bordes,

agre media aparece la coloración purpúrea. Puede disco, en cualquier sentido, un cuadrado, para cerciorarse vez más de lo que repetidas veces hemos expuesto y-si más arriba.

332. (216) |Si-se vuelven a quitar de dicho prisma esas imá curas, debiéndo limpiarse cada vez cuidadosamente las

de vidrio,y sé interpone una varita delgada, por ejer;

lápiz grueso, delante del punto medio del prisma hoz limbo violeta y el borde rojo se superponen por comple

107

únicamente los tres colores, esto es, los dos exteriores

¡pasar la luz solar a través de ella, el limbo amarillo y el

azul se fusionan encima de la claridad y sólo se perciben amarillento, el verde y el violeta.

A

334, (217)

"modo que el fenómeno prismático no es de ninguna ma-

completo y acabado al emerger la imagen luminosa del

a. Entonces recién se perciben sus ¡comienzos opuestos; u ea ida en una pantalla varía en función de la di distancia.

E

A de un orden constante Ri de una intensidad pareja de los res, por lo que el aficionado y observador :hace bien: en s E cat nuestras láminas basadas en las nal

les, 2

les se agregan,

plicación más y directivas adecuadas a los experimentos. ;

por añadid:

auna

la realización de $ Y

IV. Explicación de los fenómenos indicados. 335, (218)

>

mo ya respecto a los experimentos subjetivos hemos exdo detalladamente estos fenómenos y todo lo expuesto en

a ocasión se 'aplica igualmente a los experimentos objeestá de más demostrar:en detalle que lo que se manifiesta rma paralela se deriva evidentemente de idéntica fuente. 336. (219) Ya hemos señalado que también los experimentos objetivos

prefieren a imágenes.

Por pequeño

que sea el orificio por el

Pasa el sol, siempre penetra la imagen de su disco entero. le se coloque al sol el prisma más grande que pueda rse, siempre la imagen del sol se delimita a sí misma

o de los contornos de las superficies refringentes yiproduce

3

Teoría de los colores ___—_

,

A

A

zadas a raíz de la refracción,

¡ se acerca la pantalla al medio refringente, el amarillo

presentan bordes y limbos colo

reados y, así, imágenes concomitantes perfectas. 337. (235) Si en los

109

por superposición, el azul y el amarillo, y ya no se más que el rojo amarillento, el verde y el rojo azu-

las imágenes concomitantes de esta delimitación. Si se in un cartón múltiplemente recortado delante del «prisma h son únicamente las imágenes de toda índole las que, desp

imentos subjetivos, imágenes muy dispares

originado un fenómeno cromático muy vivo, los experimento objetivos lo. producen aun mucho más intenso y hermoso,

con sus gradaciones. Si se acerca aún más la pantalla,

A

“amarillo y el azul se separan por completo, el verde des» y entre los bordes y limbos coloreados se presenta sin

, Conforme se reduce la distancia entre la pantalla y el

han

na,

dichos bordes y limbos se estrechan cada vez más, hasta

junto al prisma y en él quedan reducidos a cero.

vez que la imagen del sol es la más potente que conocemos;

ahí que también la imagen concomitante del astro es nec riamente muy acusada y, no obstante su carácter se atenuado y oscurecido, aparece magnífica y brillante. Los

XXVI.

lores que la luz solar proyecta a través del prisma sobre

objetos son muy vivos, pues actúa en ellos a modo de fondo potentísima luz primitiva.

y

338. (238) El por qué cabe calificar también a estas imágenes concomitantes de turbias y explicarlas por la teoría de los me: turbios es sin duda evidente para todo el que hasta aquí hay seguido con atención nuestra exposición, particularmente juellos que se procuren los aparatos necesarios para on en todo momento de la energía e intensidad que actúan los medios turbios. El decrecimiento

del fenómeno

reviste como

que sigue:

un

concepto

capital de

340. (244-247)

toda

esta ob

El decrecimiento del fenómeno prismático presu; desarrollo del mismo. De la imagen coloreada del sol desapa cen, si la pantalla se encuentra a determinada distancia

Por la debilidad de

“llevar a cabo también en este respecto, en forma paralela, los.

imentos objetivos, cabe hacerlo cómodamente interpoe un vidrio dE o o rá delante de la abertura

r la que penetra la imagen del sol. Se origina así una

imagen

jue refractada albo en la pantalla colores such más

gados

que

los .que presentaría

en la pantalla

la imagen

inmediatamente derivada del. disco solar. También la imagen mente potente del sol daría lugar tan sólo a una ima-

XXVII.

subj es

di

a la

ión.

Por

Las imágenes coloreadas.

342. (260)

clara. Sólo queremos hacer resaltar, dada la gran signifi que

respecto a los experimentos subjetivos.

imágenes concomitantes demuestran que éstas se derivan todos los casos de la imagen principal. Si ahora se quiere

' cierto que este experimento viene a corroborar una vez más lo ya nos es ampliamente conocido.

339. (243) Si-hemos podido limitarnos a esbozar brevemente

crecimiento del fenómeno cromático los casos aquí podemos ser aun más breves y remitirnos a esa

341. (248) Hemos subrayado la importancia suma de las imágenes gri-

ñ

cromáti.

Las imágenes grises.

Y

Hay muchas maneras de producir imágenes coloreadas fines de experimentación objetiva. En primer pros

interponer vidrio coloreado delante de la abertura, lo rigina inmediatamente una imagen coloreada. En segundo

no, se puede llenar el prisma hueco de líquidos coloreados. tercer lugar, se puede hacer pasar los colores enfáticos

»

XXV.

la

dh.

140

Teoría de los colores

Goethe

pues dada la marcha constante del sal no es posible fijar E »n ni confirmar en cualquier sentido. El segundo pro también

tiene ciertos inconvenientes,

por cuanto:

todos los líquidos coloreados pueden prepararse bien

¡er método es, pues, el preferido, tanto más a los físicos han atribuído en la demos

que ya

¡déntico efecto, a los colores originados a través del prisma: la luz solar, a los producidos por líquidos y vidrios y los fi en papel o género. 343. Como sólo se trata de que quede coloreada la ima

gran prisma hueco es el medio más adecuado para tal pues en vista de que pueden¡interponerse delante de sus

superficies, que acia pasar la luz sin colorearla, un cartón: que se han practicado aberturas de variada configuració:

producir imágenes diferentes y por ende imágenes

tes diferentes, basta con disponer delante delas a cartón vidrios coloreados para observar el efecto: que la ción, en sentido objetivo, produce sobre imágenes colo 344. Utilice el observador esa lámina ya descrita (284) vidrios pa tamaño Da pde puestos te del gran prisma hueco. Si entonces se el sol, las imágenes pi desplazadas hacia arriba refracción se presentan con bordes y limbos específicos, q

unos casos aparecen muy nítidos y en otros se onda c color específico del vidrio realzándolo o causándole meno Todo el mundo puede convencerse, de que una vez más se tan sólo del fenómeno simple que tan detenidamente h expuesto en sentido subjetivo y objetivo. > XXVII. a

Acromatismo e hipercromatismo,

345. (285-290)

odo lo que Bro

rato ms are

con esbozar brevemente la forma cómo pueden llevarse

s

111

en sentido objetivo los experimentos hipercromáticos 5 ticos, máxime como cabe suponer que los amigos de ] faturaleza posean ese prisma compuesto que hemos in346.

y

se hace pasar a través de un prisma de crown de ángulo

pe o e a la recoge aparece desplazada hacia arriba, los bordes enn coloreados de acuerdo con la ley consabida: el

o ar

apunte hacia arriba; entonces, lai

Ita a su lugar, donde a raíz del

cdenta de poder co-

te del prisma de flint aparecerá coloreada un poco con lo al principio del desplazamiento hacia abajo, corresponte a dicho prisma, o sea abajo y afuera de azul y violeta, ¡2 y adentro de rojo amarillento y amarillo. 347. Si se desplaza luego la imagen, mediante un prisma proionado de crown, otra vez un poco hacia arriba, el hiper-

Pueden Horace aho E

¡epoca

xr

e idos no se vacila en arrancar la cápsula en que está sujeta. Los

vidrios convexos de crown y el vidrio cóncavo de flint,

ndolo detrás de sí, presentan en el contorno los colores ondientes. Uno de los' vidrios convexos, combinado con vidrio cóncayo, muestra los colores con arreglo al principio se haga converger la imagen del sol en el foco o; se la he detrás de él, nunca aj bordes coloreados y el tismo buscado ppal

id

Entra tra en juego una vez más.

¿349. Mas como el crown tiene una “coloración: verdósay ¡así que

1

GENE

particularmente en el deslizarse cierto tinte ciertas circunstancias, fenómeno que pese a

cáso de objetivos grandes y espesos'p1 verdoso y presentarse igualmente, ba; el color de púrpura complementario repetidos experimentos con varios obj

tivos no ha sido comprobado por nosotros, sin embargo—,:

han ideado las más raras explicaciones y, obligado, teóricamen a demostrar la impracticabilidad de los anteojos acromáticos, se ha experimentado cierto agrado por poder negar tan radical —

perfeccionamiento. Mas de esto sólo puede hablarse detenida

mente en la historia de esas invenciones.

XXIX.

Combinación de los experimentos y subjetivos.

1

objetivos

4

350. Del principio arriba señalado de que la refracción conside= rada subjetivamente actúa en sentido contrario a la considerada objetivamente (318) se infiere que una combinación de los dos tipos de experimentos da lugar a fenómenos opuestos que se neutralizan, ¡ Supóngase

que

un

prisma

351. dispuesto

horizontalmente

des-

plaza hacia arriba la imagen del sol formada en una pared. Si el prisma es tan largo que el observador puede al mismo tiempo

mirar a través de él, ve la imagen desplazada hacia arriba a

raíz de la refracción objetiva desplazada de nuevo hacia abajo

y en el mismo lugar donde habría aparecido sin refracción. En tal caso se pone de mas lógico: toda vez que, cado, la imagen del sol sobre la pared no es una

352. manifiesto un fenómeno significativo, como muchas veces ya hemos recalcoloreada proyectada objetivamente imagen acabada ní inmutable; apas

rece no solamente desplazada hacia abajo, sino también despo=

jada de sus bordes y limbos y por ende incolora.

353. Si para este experimento se utilizan dos prismas idénticos, se puede disponerlos primero uno al lado del otro y hacer

A

Teoría de los colores r el uno la imagen del sol a la

113 vez que mirar

a

otro.

354.

el observador avanza luego con el segundo prisma, la vuelve

a desplazarse

hacia

arriba

y se colorea

gra-

ente de acuerdo con la ley del primer prisma. Si el dor se retira de nuevo, hasta que la imagen vuelve a -el sitio originario,

y acto seguido se aleja cada vez

imagen, que se le aparece circular y sin color, se va

do hacia abajo y se colorea paulatinamente en sentrario; de modo que una misma imagen, vista a un a través y rasando el contorno del prisma, se presenta eada con arreglo a las leyes objetivas y subjetivas.

355. Es

evidente la forma cómo puede variarse este experimento. , ángulo refringente del prisma, que hace que la imagen

azar la imagen coloreada hacia arriba en la pared hasta aparece incolora, y viceversa. 356. De más está decir que se puede representar también el

atismo y el hipercromatismo por este medio. Dejamos que aficionado puntualice por sí mismo esta cuestión; asimismo,

para más

adel:

la

ición de otros

exp

complejos a base de prismas y lentes y una combinación va-

las observaciones objetivas y subjetivas, experimentos

0 os de los fenómenos estamos familiarizados,

XXX.

simples

con los cuales ya

Transición. 357,

- Dirigiendo una mirada iva a nuestra exposición y Explicación de los colores dióptricos, no nos arrepentimos de

los tratado con detenimiento ni de haberlos estudiado con _anterioridad a los demás colores fisicos, sin tener en cuenta el

AAA

a

Teoría de los colores

,

orden: que: nosotros: mismos habíamos indicado. Mas, en

punto de transición quisiéramos explicar un poco el por quí

nuestro proceder a nuestros lectores y colaboradores.

358. A Si nos hemos detenido :acaso demasiado en el estudio dé los colores dióptricos, particularmente los de la segunda alegamos en defensa de nuestro proceder lo: siguiente: La posición de cualquier elemento: de nuestro saber puede referi

a la lógica interior de la materia a exponerse o' a la necsi de la época. En la nuestra hemos tenido: que ajustarnos

focados

dentro de

pero

iónes

n

P par falsas, en su d para que

361. 1 Pues hasta ahora se ha considerado la luz como una suerte

“de cosa abstracta, un elemento 'existente' y operante por sí que

'en cierto modo se determinaba a 'sí misma y al menor motivo

«generaba los colores. Apartar a los amigos de la Naturaleza de

todo momento tanto a la una como a la otra. De un lado, proponíamos exponer, según un método cuidadosamente ve ficado, todas nuestras experiencias, así como nuestras con ciones, y del otro, debíamos dar de representar algunos Í y su verdadero orden empírico,

ésta noción. y hacerles notar que en los fenómenos prismáticos

y Otros no se trata de una luz ilimitada determinante, sino de > una limitada . determinada, una imagen de luz, y ¡aun de imágenes, en fín, claras u obscuras —tal es la tarea que debe cumplirse, el objeto que hay que lograr.

llo natu

362.

el tratamiento

Órii F lémi ii udiera _ h Pp pi en una labor preliminar completa. Así, ha sido menester 1 mayor detenimiento en aras de la) presente necesidad: tarde, cuando 'se haya: llegado: a “considerar simple lo simpl

compuesto lo compuesto, lo primario y primordial como: tal' lo derivado y secundario también como tal —entonces habi

llegado el momento de sintetizar esta exposición, tarea que,

a nosotros mismos no nos fuera dable darle cima, di "mos a nuestros contemporáneos y sucesores serenamente acti

f 359. En cuanto al orden de los capítulos, téngase presente ql

363. Los casos catóptricos recuerdan los fisiológicos, sólo que les mayor objetividad y en ja creemos er

clasificarlos “entre los físicos. Mas es de advertir a también lo que 'hay que, considerar no es una luz abstracta, 364. Si pasamos

toda vez que lo único que importa es dilucidar en lo posibl todos ellos para agruparlos, por último, desde un solo p de vista, ya con arreglo a su naturaleza, ya tal como lo dial

360. | Mas en el caso especial: que nos ocupa cabe afirmar qué los colores dióptricos corresponde ¡el primer puesto entre

y Ya hemos expuesto en' detalle lo que ocurre en los. casos Pp ) Pi 1 los' de la segunda clase, esto “es, en los casos de refracción; conocimiento que nos sirve a de introducción a. la: materia que estudiaremos más adelante.

sino una imagen de luz.

ni aun los fenómenos naturales afines se ligan entre sí en sucesión propiamente dicha o serie continua, sino que cen como origen acciones entrelazadas; de modo que en del nitiva da igual el orden en que se consideren los fenómeng

la conveniencia.

115

físicos, tanto por su viveza sobresaliente y demás catecomo también porque su explicación obligaba a hablar : distintas cosas que por lo pronto facilitarán mucho nuestro

A

a los casos parópticos, si mos hemos compene-

trado de lo que antecede, comprobaremos cón tisfacción que una vez más nos encontramos en las imágenes, Particularmente la sombra del imagen daria que lo ña fiel: o pocas cosas.

sorpresa Ea el mundo de cuerpo, como nos. explicará

365. Mas no nos anticipemos.a: la/marcha de la exposición, sino Avancemos paso por paso, como ¡hasta aquí lo hemos: hecho.

116

Goethe

Teoría de los. colores

á E

) "XXXI. “Los colores catóptricos.

117

de acero enmarañada al sol que penetra por 'dicha , en forma que la cuerda queda frente al papel, la

Tuz solar cae sobre y entre las sinuosidades de la cuerda, pero

“ho se presenta, como en la retina humana dotada de poder

366.

de concentración, en un solo punto, sino, como el papel puede

Al hablar de colores catóptricos significamos que nos som] conocidos colores que se originan a raíz de una reflexión. Parz timos del supuesto de que tanto la luz como la superficie qu

recoger en todos los puntos de su superficie el reflejo de la luz,

reflexión, del mismo modo que los dióptricos de la segunda?

como no se concibe que la luz penetre en la superficie del acero y allí sufra ificación, es fácil convencerse de que aquí se trata tan sólo de una reflexión pura, la cual, «en

la refleja son en sí incoloras. En este sentido, esos fenómeno se clasifican entre los colores físicos. Se originan a raíz.de la]

clase, como hemos visto, a raíz de la refracción. No nos dez] tenemos en generalidades, sino que pasamos en seguida a con=

si los casos particulares y las condiciones fenómenos presuponen. $

que

dichos]

367.

Si se desarrolla una fina cuerda de acero, se la deja disponerse de acuerdo con su elasticidad en un lo énmaras ñado' y se la expone a la luz diuma sobre el alíéizar, se las partes superiores de 'los anillos y 'sinuosidades ilum pero ni brillantes ni coloreadas. Mas «si:se' asoma el “sol, claridad se reduce a un solo punto y se percibe una diminuta brillante imagen del sol, la cual, si se la mira de cerca,

apa

sin: color, Pero si el observador se retira y mira el reflejo de cierta distancia, ve multitud de. [pequeñas imágenes. .del coloreadas en

los tintes más diversos; si bien a primera

vi

parecen predominar el verde y el púrpura, apoco que se fij la atención se perciben también los demás colores. - ., 368... Si se mira el fenómeno

recen y se tud es de bajo

a través de impertinentes,

tanto los colores como el halo brillante ven únicamente los puntitos luminosos, de imágenes del sol. De lo cual se infiere carácter subjetivo y pertenece a los que el epígrafe de halos brillantes (100).

des:

que los circun: esto es, la que el fenóme hemos expu: 4

4 369. “Mas es posible producir este fenómeno también obj mente. Si se coloca un papel blanco por debajo de una tura más bien pequeña de la cámara obscura y se exp

en bandas

capilares coloreadas,

370. Este experimento es de índole puramente

cuanto

subjetiva,

se relaciona con

la teoría

catóptrica; pues

de

las luces

de

poca intensidad que se van extinguiendo y, en cuanto puede

ser vuelta objetiva, sugiere, hasta en las manifestaciones leves, una realidad extrahumana,

más

371. * Hemos visto que -aquí:es:menester,: no ya una luz, sino una luz enérgica, y aun ésta no en forma abstracta y general, sino una

luz delimitada,

una

imagen

de

luz,

para

producir:

este

na Esto se hará aún más patente cuando :estudiemos casos fines.

372. Una placa pulimentada de plata emite al sol un brillo deslumbrante, mas sin que se yea ni un asomo de color. Pero, si se araña l la ficie, se perciben, desde determi: nado ángulo,,colores abigarrados, particularmente tintes verdes y Ls El pia se destaca mucho en el caso de metales los; mas afirmar que sólo se origina si alguna imagen, una alternación de claridad y oscuridad concurre en la reflexión. Este fenómeno también puede ser objetivado en

la cámara obscura

373, _Si se expone plata ¡pulimentada a la acción de agua fuerte dejando que se disuelva'el: cobre y la superficie se vuelva en Cierto modo rugosay luego ise hace. reflejar en ella la imagen

del sol, Ñ Mente

ésta brilla en cada una

ú

ll

y la

rficie p

de las eminencias infinita=

un cuadro

abi

d

cae

. 118

Teoría de los colores

Goethe

de colores. Asimismo,

abi

gado y'se fija en él la mirada, se lo ve brillar en sus partículas más) minúsculas esa multitud de colores vivísimos. a

374.

19

378:

al sel ier papelocio ai

y

Todos estos fenómenos sugieren condiciones idénticas. En

el primer caso, la imagen de luz se refleja en una banda estrecha, en el segundo, probablemente en aristas vivas, y en el

la madreperla se perciben finísimas fibras y laminillas e cas yuxtapuestas susceptibles de producir, como la plata arañada del caso más arriba consignado, multitud de colores, primordialmente púrpura y verde. 379. nde mencionar aquí

también

los colores cambian-

tes del plumaje de las ayes, si bien respecto a todo lo orgánico

se concibe una preparación química y una asimilación del color al cuerpo, cuestión que estudiaremos al tratar de los b , colores químicos.

Pp en tal caso se ven las partículas más minúsculas de+los:cuerpos;

iluminadas por el sol, brillar con estos colores determinados:

por la reflexión, los cuales, afines a los que se originan en a

380. Es claro que los halos objetivos se relacionan igualmente con los fenómenos catóptricos, si bien es innegable que interviene también la refracción. Nos limitamos aquí a señalar unos cuantos -hechos,

hasta

naturales,

volveremos más adelante. 376. Por lo demás, entre los colores de la reflexión predomi el verde y el púrpura, lo que hace suponer que y 1 á el £ en bandas tenue raya de color púrpura bordeada a alos lados de y de amarillo, respectivamente, Si las líneas llegan muy ce unas de otras, el espacio intermedio debe aparecer de verde. fenómeno éste que nos saldrá al paso frecuentemente en el curs de nuestra exposición,

371. En la Naturaleza tales colores se presentan con Equiparamos los colores de las telarañas -a.los que en las cuerdas de acero, si bien en. ellas. la í: no resulta tan evidente como.en el caso del ao se ha pretendido clasificar estos colores entre los relativos a la refracción.

fre: se

a ala 'fenómeng 5

recorrido

todo

el círculo

teórico,

7

381. Recordemos primero ese círculo amarillo y rojo que hemos

originado en una a

blanca o grisácea colocando cerca un

foco; de luz (88). La 2 al reflejarse en un cuerpo, queda da y esta luz las de amarillo y de rojo.

382. Si tal vela ardiendo ilumina brillantemente la parte más

próxima de la pared, conforme se expande

la claridad se va

debilitando, mas no por eso deja de ser la acción de la llama, la prolongación de su energía, la gravitación' ensanchada de su imagen. De ahí que pudiera llamarse estos círculos con

razón

a

que,

podamos aplicar de un modo'más cabal lo que entonces nos será conocido en un plano general a los distintos fenómenos

imágenes límites, toda vez que marcan el límite de la

a, y en definitiva no son sino una imagen ampliada de 2. 383, Cuando el cielo que circunda el sol aparece blanco. y luminoso por llenar tenues vahos la atmósfera, y cuando. vahos

120.

Teoría de los colores —___——

oblea

o nubes flotan en derredor de la luna, la imagen deld

se refleja en los mismos, Los halos que en.tal caso/ percibima ¡parecen simples o dobles, pequeños o grandes, a yeces m

La afinidad existente entre los colores catóptricos y los paróp-

grandes, con frecuencia incoloros y de vez en cuando coloreado El

ticos, se hará patente en el siguiente capítulo.

384.

15 de noviembre de 1799 vi un halo muy

hermos

alrededor de la luna, en circunstancias en que la presión

. mosférica estaba alta y el cielo se presentaba sin embargo ll de nubes y vahos. El halo a; totalmente coloreadoy co en el caso de los halos subjetivos rodeaban la luz círculos

3

La magnitud de los halos parece guardar relación con lá

386: E Como los vidrios levemente empañados de las acrecientan la viveza de los halos subjetivos convirtiéndolos, así decirlo, en halos objetivos, acaso fuera ¡posible detez con más precisión la naturaleza del fenómeno, mediante procedimiento, sencillo, en días de invierno en que haga mu

de

y reproducen, aunque en escala más red:

lo que siempre ocurre, en forma más general, dentro d

el área. Todo esto podrá ser explicado más cómodameni ción con el fenómeno, del arco ¡1ris. A

388.

Por último, nos resta señalar la afinidad delos ¡catóptricos con los parópticos, 8 parópticos a los colores, que se originan

li

4

390. También estos colores cabe clasificarlos en objetivos y subjetivos, toda vez que ellos también aparecen ya fuera de nosotros, como pintados en'la superficie, ya dentro: de nosotros, en la retina. Nos parece conveniente, en el presente capítulo, hablar pa, de los: objetivos, pues los subjetivos son' tan

afines a otros

fenómenos ya conocidos

diferenciados de ellos.

387. ' Hasta qué punto corresponde insistir también en el

halos y círculos

Los colores parópticos. 389.

distancia que media entre el vaho y el observador.

de esos círculos en la imagen y su acción qu: por el fenómeno de los parhelios. Tales comitantes aparecen siempre ep determinados puntos

XXXIL

Los colores parópticos han sido llamados hasta ahora periópticos, porque se imaginaba que la luz obraba, por así decirlo, en torno del cuerpo, acción que se atribuía a cierta flexibilidad de la luz en dirección al cuerpo y en sentido contrario,a dicha dirección.

mtricos. No tardé en cerciorarme del carácter objetivo halo, pues no obstante que tapé la imagen de la luna el se presentaba con nitidez perfecta. :385.

121

'afinidad con los colores dióptricos de la segunda clase es “evidente para todo el que, como nosotros, está convencido de que los colores de la iracción sólo aparecen en los contornos.

1

eS

apenas

0

pueden ser

391; Los colores parópticos se designan con este nombre ue presuponen que la luz pasa rasando un contorno. Ma ud siempre se originan 'en 'tal' condición; han: de concurrir determinadas circunstancias accidentales para ¡que aparezcan.

392. eii Además, es de notar que aquí también la Juz-no obra como algo abstracto (361), sino que se trata de la luz solar que al Pasar rasando el contorno de un cuerpo origina, así, una sombra.

Junto a estas sombras y dentro de ellas percibimos el fenómeno cromático.

Í

$

393,

cual

la luz pasa rasando el contorno de un cuerpo opaco.e inco

Mas. observemos ante todo. los fenómenos correspondientes

a plena luz del día. Llevemos al observador al aire libre, antes

de situarlo. enel recinto limitado: del cuarto: oscuro.

ho

122

Goethe

extremos

del astro, dando lugar a una acción cruzada,

di

mina una paralaje objetiva que produce una penumbra a uno: y Otro lado del cuerpo. l 395.

Si el paseante levanta la mano, percibe distintamente, junto:

a los dedos, la divergencia de las dos penumbras hacia afuera |

y el estrechamiento de la sombra hacia adentro —lo uno y lo* otro consecuencia de la acción cruzada de la luz solar.

396. Cabe repetir y variar estos experimentos frente a una pared ' lisa con varas de diferente espesor o bien con bolas; siempre se: observa que conforme el cuerpo se aleja de la pared se ensan=. cha la débil sombra doble y se estrecha la fuerte sombra principal, hasta que ésta parece borrada por completo y aun. las sombras dobles se tornan finalmente tan tenues que casi* desap viéndose en efecto imp ibles al a aún más la distancia, £ 397. Que estos fenómenos son el resultado de la acción

193

Teoría de los colores

z 394. Quien se pasea al sol en un jardín o por caminos llanos] repara fácilmente en que únicamente junto al pie que pisa el! suelo su sombra aparece con nítidos contornos, en tanto que iba, particularmente alrededor de la cabeza, ella st

cruza

de la luz se comprende fácilmente; también la sombra de cuerpo puntiagudo exhibe distintamente dos puntas. Debemos, pues, tener presente en todo momento que en este caso” actúa toda la imagen del sol, que produce sombras, las desdobla y, finalmente, hasta las anula.

398. Si en vez de los cuerpos sólidos se hace pasar la luz solar: por aberturas yuxtapuestas de diferente diámetro y se la pro-= yecta sobre una pantalla dispuesta a alguna distancia, se com-' que la abertura; lo que se explica por el h de que un contorno del sol brilla aún por el lado

de la abertura cuando ya el otro está tapado. De ahí que la ñ

clara es menos luminosa en los contornos. 399.

Si se recurre a aberturas cuadradas, de cualquier diámetro,

la imagen clara aparece en una pantalla dispuesta a nueve pies de las aberturas a cada lado un pulgada más grande que la abertura, lo que concuerda más o menos con el ángulo del diámetro solar aparente.

" 400. Es natural que la luminosidad disminuya gradualmente en

+ los contornos, pues finalmente

tan sólo un mínimo

de la luz

solar periférica puede ejercer su acción cruzada por el contorno de la abertura.

401. He aquí otra prueba de que debemos cuidarnos muy mucho de suponer rayos, fascículos y haces de rayos paralelos u otras cosas hipotéticas (309 y s.). 402. Cabe

considerar,

por

el contrario,

el brillo

del

sol o de

cualquier luz como una reflexión infinita de la imagen luminosa finita; de lo cual se infiere que toda abertura cuadrada

por la que penetra el sol produce a cierta distancia una imagen

circular.

E

403.

Por más que se répitan esos experimentos a base de aber-

turas de distintas configuraciones y diámetros, siempre se presenta, en variaciones, el mismo q

fenómeno;

comprueba

el ob-

servador en todos los casos que a plena luz y cuando la luz solar pasa simplemente rasando un contorno no se produce ningún fenómeno cromático.

404, . Ocupémonos pues de los experimentos con la luz de poca Intensidad que se requiere para que se originen colores. Si se

Practica una pequeña abertura en el postigo del cuarto oscuro

Y se recoge en un papel blanco la imagen del sol, se percibe Una luz tanto más débil cuanto más pequeña es la abertura —=

124

Teoria de lok colores

Goethe

a

Pra

e

cena de

ue la.

“no por el sol:en su totalidad, sino tan puntos, esto es, parcialmente.

; hacia afuera y hacia adentro pretendiendo explicar

'cómo la sombra propia

A 405. Si se Leda atentamente esta imagen débil dels advierte que es cada vez más débil hacia la periferia y rodeada de un limbo amarillo, que se presenta parti OAMI

uña mella

o una mube cmulácida pas

cuna pisdad

409.

tamente a nuestra memoria el recuerdo de ese halo pro sobre la pared y del área luminosa producida por un fo

410.

luz dispuesto cerca (88)?

Una

406. Mirando aún más de cerca esa imagen del sol se

efecto, se percil 'no ¡una repetición .es muy. pro que también influ en el papel el:

azul y aun todo el paisaje y se tiene así otra prueba de

q

nia

de

maca

407

del el;

E Si se utiliza uná abertura cuadrada algo más: grand el sol, al penetrar por ella, no a en ar e e a

Parccnto

a

contorno, su concurrencia en los ángulos y su

«ol r

era susceptible de quedar eliminada,

podía sustituirse a la oscuridad.

No obstante, nosotros sostenemos por lo pronto que se trata “una vez más de sombras dobles paralácticas que se presentan con mbos y halos coloreados.

pal

lante del sol atenuando su luz. ¿Cómo no va a acudir inm

que este limbo amarillo mo es todo; en segundo círculo, de. color azul, cuando modo de halo del limbo «coloreado. Si oscuridad reinante en-el cuarto, se ve cielo iluminado contiguo al sol; se percibe

125

uada reparando en las múltiples sombras dobles semeja halos, ¡que'se atribuían a una capacidad de la'Juz para:

a

comprue

vez observado,

dilucidado

y comprendido

todo

:esto,

de pasarse al experimento con hojas de «cuchillo, que en efinitiva no consiste sino en la circunstancia de que se juntan superponen paralácticamente unos; a otros las penumbras los que ya nos son conocidos. Por último, corresponde

411. llevar a cabo y estudiar esos ex-

perimentos con agujas, cabellos y alambres, con esa media luz ¡determinada por el sol y la que se deriva del cielo azul y se E «manifiesta en el papel, lo cual servirá para compenetrarse cada ¡vez más del verdadero carácter de dichos fenómenos. 412. Mas como en estos experimentos se trata de convencerse del

¡efecto paraláctico de la luz irradiada, puede facilitarse la tarea

"recurriendo 'a dos luces, método que permite superponer y se¡parar totalmente las dos sombras. De. día pueden utilizarse dos aberturas practicadas en el postigo, de la ventana y de noche

¡dos velas ardiendo;

hasta sobrevienen

en los edificios, al ser

“abiertos y cerrados postigos, circunstancias accidentales que per'miten

observar estos fenómenos mejor

que

los aparatos

más

Complejos. Todos ellos pueden observarse experimentalmente 'eccionando

y originan gran núme una infinidad de lo Se las ha dibujado y grabado “veces exponiendo agujas, cabellos y. otros objetos an

y

una

desde arriba y cuya

caja adentro

de

la cual

pueda:

mirarse

puerta se entorna lentamente: tras haber

'o penetrar una doble luz. De más está decir que en tal: caso

'aparecen fácilmente las sombras coloreadas que ¿hemos :con= ¡Siderado en relación con los colores fisiológicos.

128

e

he

* Teoría de los colores

422.

En un cuarto oscuro es donde pueden llevarse-a cabo m

estos experimentos.

Si se coloca delante

4

idad

de la abertura

427. Por último, cabe señalar que si se mira a través de las hojas

la cual suele atornillarse el microscopio solar un papel

se ve el contorno inferior del círculo azul y el superior a incluso cuando se tiene los ojos totalmente abiertos o

ja una abertura existente en el postigo: de la ventana, :apa=

en la retina las mismas bandas y halos coloreados que

los entrecierra hasta el punto que ya no aparece halo alrededor del área blanca. Si se reclina la cabeza, los co

En el papel.

se presentan invertidos.

493.

y en posiciónes

como cuando se alza y se baja la cabeza, queda efecti una propiedad cromática, particularmente .cuando se

imágenes de contornos nítidos. De ahí que estos fenóme cuentan

acaso entre los que son afines a los dióptricos

segunda clase.

pa

428.

Queremos concluir por lo pronto este capítulo, tanto más cuanto que un amigo nuestro ha tomado a su cargo la tarea de verificar detenidamente todos los experimentos; esperamos dar cuenta de sus comprobaciones en ocasión de la revisión de BE láminas y del aparato. ' ?

Estos fenómenos parecen explicarse por la tesis de q; humores de nuestros ojos sólo son acromáticos, en defini

en el centro y que hacia la periferia

del

"XXXII

Los colores epópticos.

424.

ADS,

Colores parecidos se originan si a través del agujero

en un naipe con un alfiler se miran imágenes blancas y *

Puede sustituirse la imagen blanca por la abertura pra

en la chapa de la cámara oscura, siempre que ésta esté

:

tada para los colores parópticos.

,

,

425:

muy

Si hasta aquí CS tratado de colores: que si bien aparecen viyos desaparecen en cuanto cesan las, condiciones que

presuponen, ahora consideramos colores que también son pa-

sajeros,pero bajo determinadas circunstancias se fijan hasta el punto de persistir aun cuando:han cesado las condiciones que les han dado origen y en consecuencia constituyen una modali-

dad intermedia entre los colores físicos y los químicos,

Si se mira a través de un tubo cuyo extremo abierto

está estrechado 'o determinado por distintos recortes, api igualmente los colores.

426.

¿Con los fenómenos parópticos se relacionan a “mi

los siguientes: Si se acerca al ojo la punta de: una origina en la retina una doble imagen. Muy si

Se originan por

el

para los experimentos parópticos hacia el cielo encapotal muchos hilos, que en definitiva no 'son sino las ¡imá;

tidas de los filos de las hojas, cada una de las

condicionada sucesivamente por la subsiguiente, con:

diversas

430.

causas,

espontáneamente,

en

las

superficies de cuerpos incoloros,. y, los vamos a estudiar desde su-aparición más fugaz hasta sus modalidades más perdurables, a distintas condiciones de desarrollo, que resumimos como

que ocurre si se mira a través de las hojas de cuchill

mira como a través de un velo y se presentan en!

129

también paralácticamente por la opuesta;” y conver-

Primera codos

431,

contacto de dos superficies cn

jjetos duros y. transparentes.

Primer' caso: loo lentes.

de

cuando se Juntan masas de vidrio: placas de

132

Goethe

;

erencia de peso de la placa y otras circunstancias acciden-

color de plata, hasta'que bajo la presión más fuerte súrgt

tales, por ejemplo desplazando la placa de vidrio hacia el lado curvo del vidrio convexo, donde su presión es menor-que el centro, pueden producir sucesivamente todas las fases

punto oscuro y culmina el fenómeno, tal como ha sido d al comienzo, 9

AOS

arriba expuestas.

438.

* Las dimensiones de los anillos concéntricos y sus resp

Para observar el fenómeno, hay que mirar oblicuamente

la superficie en que se presenta. A este respecto, es muy extraño que conforme el observador se inclina y mira el fenómeno bajo un ángulo cada vez más agudo no solamente se expanden los pacien: que de perra ae Deal. obres ciclos Ue Ll

siste en un círculo no desarrollado. Ahora bien,“a la más presión se: observa: muchas: veces que están allí, como

que no se ha visto ni rastro al mirar la superficie perpendicuTarmente, así se hubiera empleado la más poderosa lupa de

germen, varios círculos no desarrollados, que pueden ser

aumento.

arrollados paulatinamente ante la mirada del observador.

440. idad de estos anillos se deriva de la “conf

ser de así las

ración del vidrio convexo y el diámetro del feriómeno del segmento de esfera según el cual está tallada la lente.: cual se infiere que si se ponen en contacto vidrios planos

se producen fenómenos irregulares que aparecen ondula y desde

el punto

hermoso

que

de la: presión se expanden

en todas

y que resulta sugestivo

y atrayente

443. Para lograr que el fenómeno sea todo lo hermoso que puede

debe procederse con sumo cuidado, Si se utilizan placas vidrio de espejo, conviene ponerse guantes de cuero; pueden limpiarse fácilmente, antes de llevar a cabo el experimento, caras internas, que deben establecer un contacto perfecto; y

peines mento.

ciones. Mas por este medio se logra un espectáculo much: aquél

,

442,

distancias se relacionan con -la configuración de los vid que 'se: comprimen. z 439. Hemos señalado más arriba que el centro coloreado

La *e

133

Teoría de los colores

rodea su circunferencia. Entonces, todo el centro aparece!

limpias las externas incluso durante

el experi

todo observador. Si se lleva a cabo el experimento por'

444.

ginan las ondas verdes y de color púrpura y al aumen presión se aislan bandas' azules, purpúreas y amarillas.

fecto de dos superficies tersa. Conviene utilizar vidrios Da .mentados, Dos placas de vidrio firmemente adheridas la una a

medio, se observa, como artiba, que a una presión leve se:

Por lo que antecede se ve

el primer caso sus contornos exteriores entran en contacto,

la otra exhiben los colores más hermosos; de lo cual se infiere que el fenómeno se intensifica si se extrae el aire mediante tuna bomba neumática.

tanto que en el segundo se hallan separados unos de otros un área de color de plata. 441. Antes

de puntualizar

este fenómeno,

medio más cómodo de producirlo.

445.

queremos

Si se coloca sobre la mesa, delante de una ventana, un

vidrio convexo y encima de él una placa de vidrio de bien, pulimentado, más o'menos del tamaño de un placa ejerce por su simple peso presión suficiente para alguno que otro de los fenómenos descritos, y por la

se requiere el contacto

|

El fenómero de los anillos coloreados resulta particularmente hermoso si sé juntan un vidrio convexo y otro cóncavo tallados según un mismo segmento de esfera. Nunca lo he visto Yan magnífico como mediante el objetivo de un anteojo acro-

Buico, en que el crown establece un contacto perfecto con t.

Teoría de los colores

Goethe

134

135

accidentales el atribuirle tanta importancia en la mineSi sé juntan

dos

superficies

desparejas,

y hibíconsiderar particularmente valiosos los ejemplares ==

por: ejempl

cristal tallado y una placa de vidrio, el efecto es raro; el ! meno no se presenta bajo forma de grandes ondas fluctua

450.

como cuando se combina vidrio con vidrio, sino pe quebrado, como interrumpido, de modo que parece que 1. Derfic cie del cristal tallado no establece con el vidrio un con tan continuo como vidrio con vidrio.

E

447. Desaparece el fenómeno cromático al llegar al máximo. presión, que traba las dos superficies tan Ííntimamente' q parecen fundirse en un solo objeto. Desarróllase en cons

cuencia en el centro el punto oscuro, porque la lente comí primida ya no refleja luz en este sitio, el cual, visto de un foco luminoso, aparece totalmente claro y ti Cuando cede la presión, los colores desaparecen paulatin mente, y del todo cuando se procede a separar las dos s ficies.

448.

Sélo nos resta hablar de la inversión singularísima de este fenómeno de que nos dan cuenta los naturalistas. Resulta que si en vez de observar los colores con luz reflejada se los mira con luz refractada, aparecen, según ellos, en el mismo lugar los colores opuestos, que en al capítulo relativo a los colores

fisiológicos hemos señalado como colores complementarios; en vez del azul se vería

los pertiaún algunas dudas al respecto.

451. Si ahora se nos pidiese que expusiéramos algunas nociones

generales acerca de los colores epópticos que se originan bajo la

primera condición y relacionáramos estos fenómenos con los físicos arriba expuestos, diríamos lo que sigue:

Los mismos fenómenos se dan también en dos casos

452.

cidos. Cuando masas transparentes enteras se separan en fi

que las superficies de sus partes permanecen en suficiente, se observan en mayor o menor grado

tos en 2 lugar del rojo, verde, etcétera.

Co: - mentes, , máxime como pad

Los vidrios que se precisan para los experimentos deben

con idén

círculos y ondas. Cabe producirlos con gran nitidez s giendo en

una masa de vidrio caliente, en cuyas Ea cómodamente los colores en los de dos dibujos. La Naturaleza nos muestra a menudo el fenómeno enel cristal de roca resquebrajado.

£i

ñ

considerarse como A que empíricamente posee la máxima transparencia posible. Sin embargo, estamos convencidos de que el contacto íntimo determinado por la presión los enturbia en seguida, por más que levemente, en las superficies. Dentro

de esta turbiedad se originan los colores; cada anillo com-

prende todo el sistema, pues la circunstancia de que los dos colores opuestos, el amarillo y el azul, se hallan unidos en sus extremos rojos produce el color de púrpura, en tanto el verde,

449. Donde este fenómeno se da muy frecuentemente en el

mineral es en el caso de piedras de estructura laminosa. laminillas primitivas ciertamente están tan íntimamente u

como en el experimento ¡prismático, nace del contacto del amarillo con el azul.

que las piedras de este tipo pueden aparecer totalmente tl parentes e incoloras, pero a raíz de ciertos accidentes se las laminillas interiores, sin interrumpir el contacto, lugar al fenómeno; el cual es bastante frecuente en los calizos, el espejuelo, la adularia y otros minerales de parecida. Era, pues, ignorar las causas más inmi un fenómeno originado con mucha frecuencia por

d

453, Ya más arriba hemos visto que la aparición del color invo-

lucra el desarrollo de todo el sistema; así lo requiere, por lo demás, por naturaleza, todo fenómeno físico, el mismo cono de

¡ental,

la polaridad,

manifestándose

>

así una

unidad

fun-

186

Goethe

Teoría de los colores

A A J El hecho de que con luz refractada aparece otro ol con luz reflejada nos recuerda los colores dióptricos primera

clase,

que

hemos

visto

originarse

del

s experimentos

de la turbiedad. Que también en el presente caso está € medio'¡una turbiedad parece indudable, pues la trabazón placas del vidrio más terso determina una semiunión: roba a una y otra superficie un ¡poco de tersura 'y rencia. Y ahí está, ante todo, el hecho de que en el donde la “lente se halla más adherida al otro vidri establece ¡una unión perfecta, se origina una trans) absoluta, sin un asomo de color. . 455.

y terminan por des

a la par d él. Si se repitela operación, los colores se más vivos y hermosos y también parecen persistir más que las primeras ' veces. + creo

456; Si bien. este fenómeno dura muy poco y aparece, haber

advertido

iento

mente

lo siguiente:

Al principio .se. p

.

pe

Ar o 2 El fenómeno. surge más, fácilmente entre las tenues que el dedo traza pasando sobre la superficie tersa, « presupone otra disposición en cierto modo 'rugosa de la, mes del objeto. En algunos vidrios el mero soplo; fenómeno

cromático,

en

tanto

que

en

otros

es

otar con el dedo; “más aun, he encontrado vidrios alimentados que en una cara, al soplarse contra ella, taba en seguida muy vivos los colores; en la otra, en no.A juzgar por las facetas que quedaban, 'ésta había un tiempo la luna azogada. 4

cubre

los vidrios

de

vivos cuando un objeto oscuro les sirve de fondo. Mas

de

Mas pudiera afirmarse que este experimento combinado no revela más que los simples, pues parece que los colores! deter: minados por'la presión desaparecen conforme uno 'separa'los vidrios haciendo correr el uno sobre el otro, alo cual el paño va desapareciendo a su yez con sus propios colores. ;

fases sucesivas del

;

coche

E 1499. ! á Tercera condición: “Se pueden combinar los dos'experimentos de la presión y el soplo, soplando cóntra un vidrio y aplicando seguidamente 'contra 'él' el otro. En 'tal' caso “aparecen llos mismos colores ¡que cuando se juntan ¡dos! vidrios contrá los cuales no: se ha: soplado; ' sólo que la "humedad causa aquí y allá alguna interrupción de las ondas. Cuando se separa las dos placas de vidrio haciendo correr la una sobre la otra, el paño va desapareciendo coloreado. ;

siendo de notar que cuando el. paño se ya corriendo di lados hacia el centro del vidrio el color azul es el úl

desaparecer,

los ocupantes del

este espectáculo cromático dura muy poco; en cuanto el se concentra en gotas más gruesas o se congela en fo jas de hielo desaparece el fenómeno: di

todos los colores fundamentales y sus «compuestos; si

más fuerte, pueden observarse

de

jue paño y origina inmediatamente un fenómeno cromático vivo. No he podido observar un' orden determinado en el desarrollo “del fenómeno: Los colores aparecen particular-

E

forme va desapareciendo el paño

se llevan a cabo mejor con tiempo

jue el vidrio'se cubre del paño en forma más rápida y

éste desaparece luego más rápidamente. 'Así, también, dable: observar el fenómeno en grande cuando con tiempo “muy frío se va en el coche, con las ventanillas muy limpias.

mismo

Segunda condición: Si se limpia con el dedo un empañado y acto seguido se sopla de nuevo contra Él, se

187

458,

461:

E

Cuarta ' condición: En: cási- todas. las burbujas es dable observar fenómenos cromáticos. Las de agua de 'jabón son las

más h

id:

se prestan

particul.

érite

para

producir

colo=

Tes hermosos. Mas se lost percibe también en el: vino, la

es

absurdo que junto con otros es creído desde hace ya un siglo

559. Los colores mezclados transmiten su carácter de sombra a

la mezcla, Cuanto

más oscuros son los colores, tanto más

os-

curo es el gris que originan, el que finalmente se aproxima

al negro. En cambio, cuanto más claros son los colores, tanto más claro resulta el gris, el que finalmente se aproxima al

XLV.

ser perci- 1

bidas por la vista más refinada y ejercitada y cuya elaboración depende de la capacidad de discernimiento del órgano visual.

y decivadod

religiosamente y contra toda evidencia,

y pesos, pero sin obtener

sólo

puro hasta que los tres co=

558. El que la mezcla de todos los colores da el blanco es ún

A A La pintura se basa, en definitiva, enla mezcla de tales cuerpos colorantes especificados y aun individualizados y sus infinitas

557. Este gris puede producirse por diversos medios, Un pro* cedimiento consiste elaborar verde esmeralda mezclando fundamentales

553,

combinaciones

el blanco y algo más claro que el negro.

“lores se neutralicen, por así decirlo; otro, en constituir en determinada proporción y mezclar una escala de los

Se han hecho grandes esfuerzos por expresar estas mezclas

resultados dignos de mención.

556.

amarillo con azul y agregar rojo

de ahí que el

hablar: de mezcla estamos en el terreno atomístico. Hay que tener determinados cuerpos especificados en un punto del círculo cromático antes de poder producir, mezclándolos, nuevos tintes. 552. . Considérense en general el amarillo, el azul y el rojo como colores furidamentales puros y acabados. -El rojo y el azul dan origen al, violeta, el rojo y el amarillo al anaranjado, el amarillo y el azul al verde, p en términos de números, proporcione

lo in-

“Todos los colores, mezclados, conservan su carácter general de sombra, y como ya no son vistos yuxtapuestos no se percibe una totalidad, una armonía, originándose así el gris, el cual, como el color visible, siempre aparece algo más oscuro que

|

Mezcla real. 551. una especificación,

157

S lo pulverulento y unen, dijérase orgánicamente, orgánico, como los aceites, las resinas, etcétera.

*

555, e La unión íntima de estas mezclas se logra por la división: más perfecta de los cuerpos mediante el desmenuzamiento, el. lavado, etcétera, como también por jugos que aseguran la cohez

Mezcla

aparente.

560. Hablemos a renglón seguido de la mezcla aparen más cuanto queen más de un respecto reviste o

tanto a

tancia y hasta la mezcla calificada por nosotros de real hasta Pudiera tenerse por aparente, Pues los elementos de que se ha

originado el color compuesto son demasiado pequeños como para Poder ser vistos individualmente. La mezcla de polvo «ama= 'o y azul aparece a simple vista de color verde, cuando por

Goethe

A

,

Teoría de los colores

aumento pueden aún percibirse aisladamente el lupa:de lo una amaril y el azul. Asimismo, bandas amarillasy azules, vistas

a distancia, se presentan como una superficie verde, lo cual se en también a la mezcla de los demás colores especi-

561.

realzado por él; en el segundo, los dos colores se meel uno al otro y se destruyen recíprocamente.

:

567. Se pueden: repetir estos experimentos mediante vidrios coJoreados haciendo pasar la luz solar por los mismos sobre superficies coloreadas. Los resultados son idénticos, 3

Respecto a los dispositivos, se tratará también del volante en el que se produce la mezcla aparente por rotación rápida. Se disponen en un disco, en círculo, los distintos colores, se lo hace girar rápidamente y si se preparan varios discos se pueden representar todas. las mezclas posibles, así como, por último también, naturalmente, del modo arriba, indicado, gris como resultado de la mezcla. de todos los colores.

568.

el

Asimismo, si el observador mira a través de vidrios couedan, según caso, realzados, menoscabados o ti

loreados objetos coloreados, los colores de éstos

562.

Los colores fisiológicos también son susceptibles de mezcla: Si se proyecta, por ejemplo, uma sombra azul (65) sobre un

569.

A

papel levemente teñido de amarillo, la sombra aparece verde. Lo mismo se aplica a los demás, colores, si se. sabe hacer el

arreglo adecuado.

Si se hacen pasar los colores prismáticos idrik loreados, se manifiestan fenómenos análogos; Regia Jue teni en juego más o menos energía, mayor o menor claridad, lim-

Lona y tersura del vidrio, se producen no pocos matices deliSe a Ma no E todo' observador A atento que e Ai pacil a icientes

E

563.

para estudiar a fondo

Si se proyectan las imágenes virtuales que persisten en la — retina (39 y ss.) sobre superficies coloreadas, se produce una.

A

mezcla y las imágenes quedan determinadas por otro color de564.

NX

Los colores físicos constituyen asimismo una mezcla. Véanse experimentos

referentes

a

imágenes

coloreadas

vistas

a

través del prisma que más arriba (258, 284) hemos tratado

detenidamente.

E

565. La atención de los físicos siempre ha estado fija primordialmente en los fenómenos que se manifiestan si se proyectan los colores prismáticos sobre: superficies coloreadas, ;

NA

;

566.

Las observaciones correspondientes son bien sencillas. Hay “que tener presente, en primer lugar, que los colores prismáticos son mucho

más

vivos

que: los colores de

la- superficie sobre

570.

Así, está de más mencionar a que varios vidrios coloread: los vidri superpuestos, ES oi papeles traslúcidos imp» Rós E

rivado de los dos originales.

los

159

n proyectados, y er segundo: término, que:el color y el de la superficie pueden ser homogéneos o hete= En el primer caso el uno realza el otro y es, a su

+

|

aceite originan

de mezclas a voluntad

vador.

obser-

571.

Por último, » corresponded señalar aquí aquí 1 los colores transpa-a 1 a Pintores, mediante

pa ==.

los cuales se obtiene una mierda nl en la: mecánico-atómica que emplean

XLVI.

Comunicación real.

572. Procuradas del modo indicado materias colotantes;

tea el problema de comunicadas 4 cuerpos Peri 3

obio

lan-

160:

2%

EMO: e

cuya solución es de la mayor importancia para la vida, práctica y la técnica. 573.

.

Aquí entra en juego una vez más el carácter de sombra de todos los colores. Desde el amarillo próximo al blanco hasta el rojo y el carmín, pasando por el anaranjado y el color .minio, y a través de todas las gradaciones de violeta hasta «

azul más saturado próximo al negro, el color se torna, vez más oscuro. El azul, una vez especificado, puede ser:

luído, aclarado y combinado con el amarillo, así que se vuel:

verde y gravita hacia el lado de la luz. Pero de ningún modo trata de un proceso que esté en consonancia con la natural del azul.

574. . Respecto a los colores fisiológicos, ya hemos visto ques menos que la luz, toda vez que se originan al irse bo la impresión luminosa y hasta terminan por asociar con impresión una sensación de oscuridad. Respecto a los ex] rimentos físicos, ya el uso de medios turbios y la acción imágenes concomitantes turbias dicen bien a las claras que

trata de una luz atenuada, una transición a la oscuridad.

575. x En el desarrollo químico de los pigmentos comp lo mismo en ocasión de la fase inicial: la coloración que cubre el acero ya oscureceda superficie relucient transformarse el blanco de plomo en masicote se pone cl “mente de manifiesto que el amarillo es más oscuro CO.

576. Esta operación es muy delicada, y así también la exali progresiva va coloreando los cuerpos tratados en forma cz

vez más íntima y enérgica

sugiriendo una finura

las partes tratadas, una divisibilidad infinita.

y

]

577.

4



7 Con los colores que gravitan hacia lo oscuro, esto 'ñaladamente, con el azul, podemos aproximarnos al negro;

Teoría de los colores

161

4 el azul de Prusia saturado y el índigo de vitriolo aparecen casi negros.

tratado

con

578, Aquí corresponde mencionar el fenómeno extraño de que en su grado máximo de saturación y concentración los pig-

“mientos, particularmente en el reino vegetal, como el índigo

citado o la rubia llevada a su grado más'alto, ya no exhiben su color, sino que en su superficie surge un intenso brillo metálico en «que se insinúa el color complementario fisiológico.

579. Ya todo índigo de buena calidad aparece cobrizo en la “ superficie de rotura y es reconocido por esta circunstancia en el comercio. En cambio el índigo tratado con ácido sulfúrico, cuando se lo extiende en una capa gruesa o se lo deja secar al punto que no traslucen el papel blanco ni la porcelana blanca, exhibe un color semejante al anaranjado,

580. El colorete de púrpura, que probablemente se elabora a base de rubia, muestra en la superficie un brillo metálico decididamente verde. Si se separa el azul y el rojo con un pincel sobre porcelana o papel, estos dos colores vuelven a presentarse tal cual son, trasluciendo el fondo claro.

581. Los líquidos coloreados aparecen

negros

cuando

no los

atraviesa ninguna luz, puede comprobarse fácilmente mediante recipientes paralelepípedos de hojalata con fondo de

vidrio. En tal recipiente toda infusión coloreada transparente se pone negra e incolora al colocarse un fondo negro.

582, Si se dispone una llama en forma que su imagen puede ser reflejada en el fondo, ésta aparece coloreada. Si se levanta

el recipiente y se hace caer la luz sobre un papel blanco co» locado debajo de él, el papel toma la coloración. Todo fondo >, visto a través de tal medio coloreado, exhibe el

del mismo.

col

DE ———— Dil l

Teoría de los colores

Goethe 583.

el

111,

- De modo que todo color, para ser exhibido, présupo fuente luminosa dispuesta detrás de él. De ahí que más claros y brillantes son los fondos, tanto más se presentan los colores. Si se cubre=un fondo blan eS se prepa metálico con La ces, que es b obtiene con esta luz un color tan hojuelas de metal, se como en cualquier experimento prismático,| Hasta cabe

lo que más arriba hemos expuesto en la medida

'a necesario.

en forma coz a que junto a ellos y detrás de ellos: actúa la luz.

"

584.

Lichtenberg, quien dada su época y situación tuve hacer suyo el concepto tradicional, fué. sin embargo, servador demasiado atento 'y sagaz como para no darse cue de lo que ocurría ante su mirada y explicarlo a su X

En su introducción a Delaval escribe; “También por ot

zones me parece probable que nuestro Órgano, para p un color, debe percibir simultáneamente algo de toda la

(blanco) +

trabaja sobre

todo

con

substancias

DAVILA

586. 4 Todo lo dotado de vida palpitante tiende al colox

especificación, al efecto, a la*opacidad. Todo lo d cambio, gravita hacia el blanco, la abstracción, la la transfiguración, la transparencia.

a

Cómo se determina esto por medio: de la técnica; al capítulo relativo al desarrollo del colór. Aquí, al tratz

o

hemos de tener! presente ante

que

les

y

les

vivos

todo

más fácilmente.

Di se al sol cualquier superficie coloreada especificada y caer la luz reflejada sobre otros objetos incoloros. Este

591.

este reflejo cae sobre superficies claras, queda anulado percibe apenas el color que: comporta, En cambio si sobre zonas sombreadas, evidencia una especie de unión con lo oscuro. La sombra es el verdadero elemento olor y aquí sé le sume un color-sombra que ilumina, ea y aviva. Desarróllase así un fenómeno tan potente como able, que presta servicios valiosísimos al pintor que sepa

animal:

REN rolo HS cuando Eme les terectaldo lo. repone

Ór significación para el físico y el pintor.

específico de la superficie.

alumbre;

587.

589.

todo, queremos recalcar aquí la importancia de una ción aparente determinada ¡por la luz. reflejada, fe“muy conocido, pero siempre sugestivo que: reviste la

bra, que aparte de su naturaleza apagada refleja el

585. N La tarea primordial del tintorero consiste en p fondos blancos. Es fácil comunicar a cualquier color tintorero getales,

Comunicación aparente.

? 588. zi echa de ver fácilmente, la comunicación, tanto la la aparente, coincide con la mezcla; por esto no

que la energía de los colores físicos se debe primord

cificado tierras incoloras, particularmente

163

:

la

592. Los escolásticos llamaban a estos colores. notionales o inhionales. Esa escuela ya tenía una noción bastante clara de

1enómenos. y también sabía clasificarlos debidamente, si

su modo

o

de

enf

tal

listi

Goethe XLVIIL Empléanse

Teoría de loscolores

Descoloración.

597.

593. ¿24 diversos métodos de descolorar los cuerpos,

Ello la ls, sino también el_alzo y, sobre todo, ¡el una acción poderosa en el sentido de la descoHasta se pretende haber comprobado que hilos bien

e trate de colores intrínsecos o: extrínsecos, Estamos pues condiciones de despojarlos para nuestros fines adecuadam del color; por otra parte, muchas veces éste se evade, a p

tendidos

59%. No ' solamente las tierras básicas aparecen en su' natural blancas, sino que también entre las sustancias vi tales y animales las hay que, sin destruir su tejido, es posi] tornar blancas. Como para muchos fines nos conviene rm * un blanco puro —preferimos el lienzo y el género de algodí

sin color y también la tela de seda, el papel y otras cosas

598: "Tal descoloración se logra también por reactivos, El alcohol se caracteriza por una tendencia peculiar a atraer hacia que colorea las plantas y teñirse a su vez de ello, muchas veces de un modo muy perdlráMe. El ácido sulfúrico evidencia

nO

gustan más cuanto más blancos son—, y toda vez que, col hemos visto más arriba, los, fondos blancos constituyen el damento principal de, toda la tintorería, los técnicos .se dedicado con empeño, en parte deliberadamente, en parte: azar, a la descoloración de tales substancias llevando a innumerables experimentos que han determinado no pocos des cubrimientos importantes.

ticularmente respecto 'a la lana y la seda: un gran poder

Ni 'descolorante, ¿y quién ignora que se utiliza el vapor sulfúrico en “todos los casos en que se desea restaurar un blanco un tanto “amarillento o manchado?

E”

aspectos principales.

a 596. La luz, y no solamente la luz solar, sino también la si

luz diurna carente de energía, es considerada como uno | los medios primordiales de descolorar los cuerpos. Pues un y Otra accionan sobre superficies coloreadas; bien que la li "encienda y queme el color, tan afín a ella, disolviendo en

condición, ¡general lo que de específico tiene, o bien que opere otro evtcso desconocido, lo cierto es que la luz sobre las en "mayor o menor grado. ¿Mas

también

en este respect

destructibilidad y la duración del proceso de destrucción

599,

En tiempos. recientes se ha. recomendado el uso delos ácidos más fuertes para abreviar el proceso del blanqueo.

595. más empírica o metódica. Nos limitamos aquí a esbozar

noche sobre. el césped blanquean mejor

asimismo bien mojados, se exponen a: la luz e también aquí el agua se revela como un agente vente y ade que anula lo accidental y conduce lo cífico de vuelta a lo general.

y en detrimento nuestro.

En la descoloración total radica, en definitiva, la funció! del blanqueo, que “otros han hecho objeto de 'una exposición

165

ela el 'amarillo, particularmente el derij substancias, es ¡el re en: desaparecer.

7

sul

600. E

o, actúan en sentido contrario los reactivos alcadq las os propiamente dichas, los aceites y grasas combinados con lejía en la elaboración de jabón, etcétera, según se Puntualiza en los escritos que versan expresamente sobre dichas materias.

601.

Por lo demás, consideramos que valdría la pena llevar a cabo ciertos entos exactos con miras a dilucidar hasta Qué punto la luz y el aire' influyen en la descoloración. Acaso

pudieran exponerse a lá luz, bajo campanas vacías de aire y llenas de aire 'ordinario o de tipos especiales de aire, materias colorantes de volatilidad conocida para comprobar si se forma

en el vidrio poso del color yolatilizado u otro sedimento y si, 2

166

Teoría de los colores. ——————

Goethe

en tal caso, lo que reaparece es idéntico a lo que had cido o ha experimentado una alteración. In; d biles idearán sin duda alguno que otro dispositivo

XLIX.

fines de tal dilucidación. Li

¿00

ak



a lo

602.

la la movilidad

l

duración

uniforme,

lo que

se

hizo

llegó

a ser un

oficio especial;

trató de elaborar una técnica

los trabajos,

,

¡con tanto

Ñ 19: Ja, consideración :de ¡la descoloracit rácter fugaz y perecedero de los magníficos fenómen ticos nos ha conducido de vuelta al. postulado de la ha quedado cerrado también :en':

En



y vaguedad

del lenguaje antiguo,

era

609:

s

posteri á peráciones de“ tino po aber paa Hasta los “code moda y'sus nombres taban una multitúd «de

hdividualidades cromáticas. Señalaremos y

aquellas

lo, pero ¡aparecía 'especificado-e- individualizado en un de objetos y condicionado por definiciones secundarias.

particularmel

mayor

icularmente

608. : círculo cromático propiamente dicho ciertamente era

no

que asegurara la di

del

ación.

en darse cuenta de que unos colores eran más sólid otros. De ahí el afán de asegurar a todos los colores y E una

acerca

recorrer este camino, máxime como en los primeros cabía confiar en una percepción sensible más aguda en día, Se indicaban vagamente las propiedades de los porque todo el mundo las fijaba distintamente en su

604. Corresponde mencionar aquí también un' semi-arte debemos mucho respecto a la tintorería: me refiero a: picería. Pues frente a la necesidad de imitar los ma delicados de las pinturas y combinar, 'en consecuencia,

Francia gracias a Colbert, cuyos trabajos al respecto nuevos derroteros a cts tintórea. La llamada tin obra prima, que sólo atendía a una gracia más o menos

expuesto

607.

entre sí y con el fondo en una forma que asegure 'su duración, según nos demuestra la técnica de las «

coloreadas,

aquí hemos

n objetos sensibles, la le colores iba de lo a lo general y de lo general de vuelta a lo particular, de la especie se convertía en uno genérico al que se y de nuevo lo particular,

De ahí que en todo tiempo'se han realizado esfuerzos: fosos tendientes a encontrar. pigmentos perdurables y,

diversamente

605.

*

Los pintores están en el mal trance de tener que pi la destrucción de las más hermosas obras del espíritu” esfuerzo, causada en diversas formas por la acción del

más

hasta

606. o todas las nomenclaturas,

603.

veces las materias

Nomenclatura.

ocióavo > “afinidad de los colores podrá más clara de la momenclatura que sería aplicar en adelante y aquélla que ¡prevalece ¡hoy

Tras haber considerado 'esos procesos naturales d “punto de vista de su utilidad para nuestros fines, cabe los desde el ángulo de sus efectos perjudiciales.

escuelas pictóricas.

1167

también de tanto en

la terminología cromática de las lenguas modernas para ar que

siempre se; han buscado

defi

mes

la ventaja

de

cada

vez

exactas y se ha tratado de fijar e individualizar también lenguaje lo fijo y especificado. : 2 a a terminología alemana

tiene

comportar

Goethe

168

3%

Teoría «de los colores

cuatro monosílabos equivalentes a amarillo, azul, rojo y. que ya no conservan vestigio alguno de: su origen (gelb,. bla

hitos

Tot, grin);) . estos vocablos sólo representan lo más general RON

iO

es:de extrañar, así, que se tomara por este camino de las

“mezclasy se invitara al ártista a establecer superficies colobásicas por las que pudieran juzgarse y clasificarse los letos naturales. No. se preguntaba cómo, la. Naturaleza pro-

color de la imaginación, sin sugerir nada específico, . pr

:169

“mediante mezclas artificiales se producían matices que reproducían la superficie de los objetos naturales,

611.

'ducía de su propia manera vital tal o cual color,: sino cómo ficticia aparentemente dotada'de' vida. De modo que siempre se partía de la mezcla y se tornaba a ella, terminándose por

Si Entre cada dos de estas cuatro definiciones intercalás

Sémos dos más, como rojo atarillento y amarillo rojizo,

el pintor animaba lo inanimado para representar una imagen

círculo cromático con suficiente: exactitud.

mezclar: lo mezclado para expresar y diferenciar ciertas espe-

azulado y azul bermejo, amarillo verdoso y verde amarillen azul verdoso y verde azulado, designaríamos las gradaciónes di

cificaciones e individualizaciones peculiares.

612.

616:

Mas siempre podrían ¡emplearse cón, ventaja los térm específicos e individuales, e mos hemos dérvida también los vocablos anaranjado y violeta. Asimismo, hemós empl

Por lo demás, acerca de la aludida terminología cromática

introducida en «el reino mineral «cabe decir lo: siguiente;

la palabra púrpura para designar el rojo puro, pofque la Purina, particularmente cuando ha impregnado tela fina, pi ser elevada, sobre todo por, la luz solar, al punto más ¡alto lá culminación.

L.

Los minerales.

613. Los colores de los minerales son sin excepción de ca químico, de modo que su desarrollo. puede explicarse más:0 menos por lo. que hemos dicho. acerca de -los colores quís + micos. Í 614

Entre sus signos exteriores ocipa el: primer lugar' el color

y en consonancia con el concepto de los tiempos modernos,

lan

hécho grandes esfuerzos por definir y: clasificar con ex

titud «todos: los: fenómenos: quese comprueban: Sin' emba 'Opinamos que así se han creado nuevas. dificultades que: la prácticas ocasionañ nó pocos inconvenientes; 615.

¿Claro que, pensándolo bien, esto también se explica. D siempre el pintor tenía el privilegio. de mani el co “Los ¡pocos colores especificados representaban factoresfi;

Se

han tomado los términos, no del reino mineral, como en general hubiera sido posible, sino de toda clase de objetos visibles. Además, se ha adoptado un número excesivo de términos es«cíficos y tratado de crear por la mezcla de dichas especicationtl nuevas definiciones, sin darse cuenta de: que se anulaba así la imagen para la imaginación y el concepto para la razón. Por último, los distintos términos cromáticos empleados

en cierto modo como definiciones básicas no figuran en el orden más

adecuado,

como

aquél en que

que aprender cada definición aisladamente y grabar en'su memoria un elemento positivo poco menos que muerto,

LL sé

ló es por ejemplo

se derivan unos de otros; de “suerte que el discípulo tiene

Las. plantas. 617.

Cabe considerar Jos colores: de: los; cuerpos orgánicos, en ún plano general, como. un proceso químico superior. Todos los colores fundamentales, como también los mixtos y los derivados

se dan en la superficie de los: seres orgánicos; el interior de los mismos, en cambio, cuando. es; puesto al descubierto, aparece, no precisamente incoloro, :pero sí de una coloración degenerada.

Como pensamos exponer“ pronto en :otro lugar nuestros cón= ceptos acerca de lo orgánico, nos limitamos aquí a tratar de lo

Goethe

Teoría de dasucolores A

que más arriba ha sido relacionado con la teoría de los co: lores. Hablemos, pues, primero de las plantas.

170

irpura y de allí-a la tonalidad más oscura que puede tomar

NO

«púrpura aproximándose

618.

Rs

“Las semillas, bulbos, raíces y. todo cuanto «está excluídi dela luz o'se encuentra rodeado en forma inmediata de

620:

621.

622.

Sabemos que: las hojas. caulinarias sólo sirven para parar y. anunciar los órganos: de la: floración y. la fec ción; así, cabe, percibir ya en las hojas caulinarias colo que de lejos sugieren el tipo de flor, como ocurre en

amarantos.

4

623.

“Hay flores blancas cuyos pétalos han alcanzado la má pureza, mas también coloreadas que exhiben el hermoso

mómeno elemental. Y también las hay que sólo parcialm:

se han elevado: del verde

hacia una categoría superior.

624.

“Flores de un solo género y aun:de una sola especie se dal aveces en: todos los colores. Por: ejemplo, las rosas y, p cularmente, las malvas, recorren gran parte del círculo «a imático pasando del blanco al amarillo, por el rojo amarillení

Mas hay también géneros, especies y aun familias y clases

caracterizados por un color predominante, ya que no fijo, particularmente el amarillo. El azul es, en un plano general, menos frecuente.

Y

Las plantas que crecén en la: oscuridad se. desarrollan durante mucho. tiempo de nudo en núdo, sí, pero la longitud del? entrenudo es excésiva. No se desarrollan ramas laterales y no hay metamorfosis. , t La luz, en cambio, pone las plantas' inmediatamente en un estado. de actividad; sé presentan verdes y la ¡metamorfosi se opera sin interrupción hasta la fecundación. ;

625. 626.

619. Las plantas cultivadas en la oscuridad son blancas 6 amas!

tiempo sobre su forma.

al azul. :

¡Otros parten de una categoría superior, como las amapolas, que abarcan del rojo amarillento al violeta. ml

tierra son en general blancos.

rillentas. La luz, influyendo sobre su color, influye al mismo

,

71

+=

627;

Con los pericarpios jugosos ocurre ¡algo parecido, pues su ¡color va del verde 'hasta el rojo más :subido, pasando por el amarillento y el amarillo, indicando la coloración el grado de madurez. Algunos pericarpios aparecen coloreados por todos lados, otros únicamente del lado del sol, en cuyo caso puede observarse claramente el paso del ¡amarillo al rojo por mayor concentración. y 'shperposición. 628: Entre los frutos los hay también coloreados por dentro. Se comprueban particularmente jugos de color púrpura. 629. Así como el color se da en la superficie de la flor y penetra el fruto, se propaga también. por las demás partes coloreando las raíces y la savias de los tallos, por cierto que de un modo muy vivo y rico.

hr

lica s

¡(090

Así, también el:colof de'la madera varía del amarillo hasta el púrpura y el castaño, pasando por las distintas grada-

ciones del rojo. No conozco maderas azules; de modo que ya en este peldaño de la organización se destaca poderosamente el lado activo, en tanto que en el verde general de las plantas se equilibran acaso los dos lados. 631. 6 . Hemos wisto más 'arriba que el germen que brota de la tierra aparece en general blanco o amarillento, mas por' la

172

acción de la luz y el aire se pone verde. Algo parecido con las hojas tiernas de los árboles, como es dable com)

LIL

en el caso de los abedules, cuyas hojas tiernas son amariller

y destilan en la cocción una hermosa savia amarilla. Luego otros

azulada.

árboles

toman

gradualmente

una

coloración

y

632.

El amarillo parece ser una parte más esencial de las que el elemento azul, pues éste desaparece en otoño y el rillo de la hoja aparece transformado en marrón. Aun

d n

curiosos son los casos particulares en que unas hojas vuelven a tomar en otoño una coloración amarilla pura y otras tiñen del rojo más subido. ] 633,

Por lo demás, algunas plantas se caracterizan por la cunstancia de que mediante un tratamiento artificial pued

ser transformadas casi por completo en una materia colorani fina, potente y divisible hasta el infinito como la que m: Véanse si no el índigo y la rubia, tan útiles para el hon Se usan también líquenes en la tintorería,

634, Frente a este fenómeno está el otro de que es po extraer y elaborar, por así decirlo, aisladamente la parte lorante de las plantas, sin que se resienta, al parecer, la nización interna de las mismas. Los colores de las flores put ser extraídos mediante alcohol vínico y lo tiñen, en tanto los pétalos aparecen blancos. ¿

, 635. Las flores y sus savias pueden tratarse por diversos p

dimientos mediante reactivos. Boyle lo ha hecho a través gran número de experimentos. A las rosas se las blanquea

medio de azufre y aplicando otros ácidos se les devuelve color. El humo de tabaco les comunica un color verde.

Los gusanos, los insectos y'los peces. 636.

tornan cada vez más verdes, del mismo modo que las ho; de

173

Teoría de los colores —__—

Goethe

sl

Respecto a los animales, que representan los grados info es de la organización, queremos qu señalar por lo prontor lo o ligue: 1 los gusanos que viven bajo tierra, en la oscuridad y resentán una coloración degenerada; los gud í ¿Apr ida y alimentados en da oscuridad y ls in parece ser . un factor la luz oros; incol humedad caliente, sonindible del color " z

seres que viven a deja pasar coloreados. Las plantas calizas más puras, son

637. en el agua, que aun siendo un luz suficiente, aparecen más o animales, que parecen poblar las en su mayoría blancas; pero los

medio menos tierras pólipos

coralígenos exhiben un hermosísimo color rojo amarillento que “en otros casos se aproxima mucho al púrpura. 638.

Las conchas de los crustáceos presentan hermosos dibujos y

coloraciones; mas es de notar que ni los caracoles ni las conchas

dulce exhiben colores tan subidos como las especies de marinas. 639.

El estudio de las conchas, particularmente de aquéllas en

espiral, revela que se han formado por a unión de órganos

ue Y» gi ban alrededor de «un eje, labraban la concha mediante una

sucesión en escala decreciente de estrías, bordes, anillos y eminencias, Mas nos apresuramos a agregar que debía ser inherente a dichos órganos algún jugo dotado de múltiple poder colo-

rante que iba marcando a intervalos regulares la superficie E de la concha, probablemente al influjo inmediato del agua

: del mar, con líneas, puntos, manchas y matices coloreados doCumentando así para siempre, en la superficie exterior, su Crecimiento progresivo, en tanto que la cara interna aparece

En general blanca o débilmente coloreada.

176

Teoría de: los colores

Goethe

£sas excrecencias que como mordientes son tan útiles para e

ferir solidez al color: Mas

649.

,.

donde el color, unido a una organización

orcionado originariamente la raíz, como también. que equioa a pletóricas de fuerzas y cualil E

Y

regular,

tas parásitas, que tratan lo orgánico como su elemento,

$ y

Estas últimas, verdaderos engendros de la luz y el exhiben muchas veces ya en su estado de oruga hermosí colores, los cuales, especificados como son, sugieren los colo;

de contribuir a desentrañar no pocos secretos de la

Los cañones

:4

Por lo demás, si estudiando detenidamente las alas de mariposas atisbamos en su tejido reticular la configuración un brazo y consideramos la forma cómo esta suerte de bx aplanado se ha recubierto de delicado plumaje y convertido:

el órgano de vuelo, creemos estar en presencia de una ley q rige la prodigiosa variedad de las coloraciones.

ción de la naturaleza de la parte del cuerpo de la que se desarrolla,

d

657. A la par de la forma se modifica el color y una ley deter-

minada

rige tanto la coloración general como

la particular,

esto es, aquella que hace que la pluma individual sea abiga-

rrada. Tal es el origen de todos los dibujos del plumaje abigarrado y de las alas policromas de las mariposas.

658. Si bien el tiempo y las circunstancias nos impiden detener-

Los pájaros.

nos en la exposición de esta ley orgánica, corresponde señalar

cada

vez

complicadas y superiores, hemos de mencionar en forma b

y concisa algunos fenómenos; pues todo cuanto ocurre n ralmente a tales seres organizados es el resultado de tantas misas que es menester esbozarlas siquiera para evitar que exposición resulte insuficiente y falta de conexión lógica. 1

654,

656.

ho

652.

653,

alcanzan un ta-

lumas varían mucho en forma y tamaño, pero son EEacor d mateno cagan el cl de fosa Y inanitocas en fune

Huelga decir que en un plano general el calor influye sob; el tamaño de los-séres, el desarrollo de su fotma y la riqueza del fenómeno cromático.

las organizaciones

655. de las plumas no solamente

cados, circunstancia que es, en definitiva, lo que los convierte E en plumas; y muchas de estas ramificaciones se hallan a su vez divididas, lo cual las aproxima una vez más a las plantas.

org

651.

consideramos

que ha de dar aún muchas cosas; de ahí que son

“maño relativamente considerable, sino que se presentan ramifi-

futuros de la mariposa — concepto éste cuyo desarrollo h

Conforme

humas de l jaros enscierto mi Antas. de en desarrollarse de la superficie de Las plumas son las últimas e

anos muy bien dotados.

650.

LIIHI.

177

rrollados, están como entroncaperfectas que aquellas que les

Así como advertimos que los elementos superiores de

j

aquí los fenómenos químicos a que suele dar lugar, en la forma consabida, la coloración de las plumas. 659. El plumaje es susceptible de exhibir todos los colores, pero a un hlano general el ¡armarillo, quese exalta al xojo, ces id frecuente que el azul.

.

660. Es evidente la acción de la luz sobre las plumas y sus colores.

.

poE

19 Teoría de los colores > E «Jas manchas de la piel se relacionan con las que la misma recubre. Por lo demás, por más era vista parezca arbitraria, a este respecto, la Naturaleza, rige en realidad con una lógica inexoprofunda, cuyo desarrollo y aplicación ciertamente

Earthe me Por ejemplo, en la pechuga de determinados papagayos es, en rigor, amarillo; la parte escamosa expuesta a 13 maje

está llevada “al rojo; de modo que la pechuga de tal aparece de un color rojo subido, pero si se sopla plumas se asoma el amarillo.

661. De suerte que la parte no cubierta del plumaje se difert

“una atención extrema y un interés concentrado, 666.

netamente de la parte cubierta, pudiendo darse el caso

la parte no cubierta exhibe un juego de colores, pero

monos

LIV.

determinados

tei lebunt

Los mamíferos y el hombre. 662.

'no puede aislarse aquí y allá algo específico. 667.

o es lo que hemos de decir del hombre,

663.

plano general, decircuanto que el semamífero és del lado vital.cabeTodo manifiesta

a que su exterior sólo ha podido ser dotado con par-

p

668.

* mayor grado a la piel y son simples, filiformes, no Ahora bien, al igual de las plumas son largos o cortos, o finos, incoloros o coloreados, según la parte del cul que estén localizados, .con arreglo a leyes que podemos ent

tiene presente que ya bajo la piel los animales están más que favorecidos con músculos intercutáneos y se : ho pocas cosas superfluas se proyectan hacia afuera, grandes orejas y colas, y también los pelos, las crines

664.

El blanco y el negro, el amarillo, el rojo amarilli castaño alternan en forma variada, pero nunca se p s de una manera que nos recuerda los colores fundamentales; todos ellos colores mixtos, dominados por cocción indican con mayor o menor exactitud la jerarquía del's que forman parte.

665.

Una de las comprobaciones más importantes de la

logía, en cuanto estudia superficies, es la de que tam

como que se

L interior del hombre está colmado hasta tal punto de

aquí del de las plumas ya por la circunstancia de que

desnudos

ser de la perfección; pues cabe decir que cuanto más sun ser más elaborado está en él todo lo material, o más esencialmente su exterior se relaciona con su inteos posible que aparezcan colores fundamentales en la Pues allí donde todo ha de formar un conjunto

Aquí los colores fundamentales comienzan a ab del todo. Hemos llegado al peldaño más alto de la o en el cual nos detenemos sólo brevemente.

En'un didamiente.

presentan

fundamentales, tal hecho demuestra lo mucho que

la parte cubierta.

“mechones, se comprende que la Naturaleza ha tenido que dar y que derrochar.

La

669.

piel del hombre, en cambio,

es lisa y limpia, y en las

“más perfectas, salvo unas cuantas, adornadas más que

con pelos, deja ver la forma hermosa; pues, de paso » un vello abundante en el pecho, los brazos y muslos

debilidad antes que fuerza. Sólo la noción de una ani_Por demás recia y robusta induciría a los poetas de vez en cuando a tales héroes velludos.

a

Teoría de los colores

decirlo, tras el fenómeno

co pida

Epia, de modo que el observador atento,no tiene ne:

adelante yolveremos bajos de un observador exacto que mente estos experimentos.

-

recurrir a la hipótesis de rayos invisibles y su refracción! 678.

Esa

LVI.

a ninguna operación ulterior.

cuidadosa:

ha verificado

La ácción química en:el acromatismo dióptrico.

682. 4 Ante todo rogamos a nuestros lectores repasar lo que más no que arriba (285-298) hemos consignado al, respecto, para i > repetir lo expuesto. tengamos

a

Ponen vidrios amarillos y rojos amarillentos, aquéllos que se dejan en la habitación

183

con ,los arriba. apuntados; sica. Lós ¡resultados concuerdan sobre el particular en base a los tra=

D

i

pe

$

683.

Es, pues, posible, comunicar a un vidrio la propiedad de oricoloreados mucho más anchos de la imagen reginar Ji

679.

Estos experimentos, como los'anteriores, pueden llevarse 2

o también mediante el espectro, prismático, con idénti resultados. :

fractada, sin que aumente

mayormente

su poder refringente,

vale decir, el desplazamiento de la imagen.

684. Esta propiedad se comunica al vidrio por conducto de el minio, fundido con un vidrio que cales metálicas. De ahí

“puro, produce este efecto. El flint (291) es tal vidrio, prepa-

rado mediante cal de plomo. Avanzando por este camino se ha utilizado el llamado licor lacial de antimonio, que gracias a un procedimiento reciente puede elaborarse bajo forma de un líquido puro, en vasos lentiformes y prismáticos, lográndose producir un fenómeno cromático muy vivo acompañado de

una refracción reducida y poniéndose de relieve lo que hemos designado con el nombre de hipercromatismo.

lucionando, pues, ciación a pronunciada. De “uno yy otro fenómi 'enómeno pi Le ct A ueetadon comparando 'los dos pedazos con' >

681,

Se ha ideado también un dispositivo.

llevar a cabo estos experimentos

sugesti

to dada

E

685. Si se tiene presente que el vidrio común es, por lo menos predominantemente, de naturaleza alcalina, por cuanto es esencialmente una fusión de arena y sales alcalinas, cabe suponer que serían muy instructivos una serie de experimentos encami-

nados a dilucidar la relación existente entre los líquidos alcalinos en un cien por ciento y los ácidos absolutos. 686. Averiguados el máximo y el mínimo, debiera preguntarse refringente en que el femedio un con darse i no puede

————————__

Goethe

A

nómeno cromático que crece y decrece casi Econ con e depen: S dencia: de la ¡refracción desaparezca al quedar desplazada la imagen. 2

687.

Para la dilucidación de esta cuestión, como también toda nuestra tercera parte y aun para la teoría de

los colores en e conjunto sería muy conveniente que los hombres que e de nociones cada vez nuevas se dedican al estudio de E fijen su atención también en este problema y ahonen la im

z

]

-

¡ón de lo que aquí hemos esbozado

en grandes rasgos, tratando de dilucidarlo en un sentido general adecuado a la ciencia en su totalidad.

688.

Hasta aquí hemos mantenido separados casi por la fuerza los fenómenos que ya por naturaleza o por obra del ¡ de nuestro espíritu tendían una y otra vez a unirse. Los hemos expuesto, con arreglo a determinado método, en tres partes y hemos considerado los colores primero como acción y contraacción fugaz del ojo mismo y luego como acción pasajera de cuerpos incoloros, transparentes, traslúcidos y opacos sobre la luz en general y la imagen luminosa en particular, llegando finalmente al punto donde podíamos reputarlos perdurables, efectivamente inmanentes en los cuerpos.

689. En esta exposición sucesiva hemos tratado de definir, clasificar y ordenar en lo posible los fenómenos, Ahora que ya no tememos confundirlos podemos acometer la tarea de exponer cuantos principios generales cabe deducir de ellos dentro del círculo cerrado y sugerir la conexión y enlace de dicho círculo

con los eslabones de los fenómenos naturales afines.

De la facilidad con que se origina el color. 690. Hemos visto que el color aparece bajo condiciones diversas

con gran facilidad y rapidez. La sensibilidad del órgano visual,

Teoría de los colores —————

su saturación es lo que determioscuro del color, o'a la vez grave y encantador, y si por una parte de la luz, por otra no condición ¡derarlo como una y base indir de ella, por ser ella causa concomitante lo pone de manifiesto. que luminosa fuerza aparición,

instante un leve juego de colores. Cabe considerar “€ :toda luz de intensidad moderada y aun toda luz perci

la retina. La luz incolora y las superficies sin color cierto modo, abstracciones; en la experiencia práctica percibimos apenas. .

a

691.

Del carácter definido del color,

Cuando la luz toca un cuerpo incoloro, rebota de rasando su contorno o lo atraviesa, aparecen instantánes los colores; sólo que hay que tener presente lo que tant ya hemos recalcado, o sea que las condiciones primo la refracción, la reflexión, etcétera, no bastan por sí

* producir el fenómeno. Es verdad que la luz obra a veces al respecto; pero más frecuentemente como imagen definida y limitada, La turbiedad de los medios es yeces una «condición indispensable,

.

lo mismo

requieren penumbras y sombras dobles

que

el d

determinados fenómenos cromáticos. En sedas Las Cira

el color aparece instantáneamente y con facilidad suma, mios de yer, así, que también la presión, el soplo, la re el” calor, así como movimientos y alteraciones 'd

cuerpos tersos y puros, como también originan al instante el color.

695. definirse el color es una y la misma cosa, En se representa con una indiferencia neutrala sí ue a y los objetos dando fe de una realidad carente de signicaracterístico )n, el color se presenta siempre nificativo. 696. general, define en dos

E k

13

De la viveza de los colores,

a

polaridad

y

ada términos de un más y un Erprmar adecuacapale 59 A , Mi

en líquidos

Más

Azul

'enos

Desposeimiento

692,

]

cata

2 E

% de los componentes des los A la menor. alteración ya por mezcla con otros o por otros factores, se ol modifica el color en los cuerpos.

5

187

: 694,

e

> Fuerza

Cercanía Atracción

.

;

Afinidad por los ácidos

Sombra Oscuridad ds Debilidad

Lejanía Repulsión

;

Afinidad por los álcalis

Mezcla de ambos lados. bo

,

697.

Si se mezclan estos' contrastes especificados, las respectivas edades

no se neutralizan; mas si están llevadas a la

7