Semiotica

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A. J. GREIMAS • J. COURTÉS

SEMIÓTICA DICCIONARIO RAZONADO DE LA. TEORÍA DEL LENGUAJE

VERSIÓN CSPAl'10th Df.

EHRIQUE BALLÓN AGUIRRE Y HERMIS CAMPODÓNICO CARRIÓN

Bll3LIOTECA ROMÁNICA HISPÁNICA .EDITORIAL GREDOS MADRID

SEMIÓTICA. DICCIONARIO RAZONADO . DE LA TEORÍA DEL LENGUAJE.

BIBLiOTECA ROMÁNICA HISPÁNICA 011Uo10A

•oi oAM"sº Ai.oNso

V. PICCIONARIOS, 10 .

A.

J. GREIMAS • J. COURTÉS

SEMIÓTICA DICCIONARIO RAZONADO DE LA TEORÍA DEL LENGUAJE

VERSIÓN f.SPA'AOLA DE

ENRIQUE BALLÓN AGUIRRE

y

HERMIS CAMPODÓNICO CARRIÓN

BIBLIOTECA ROMÁNICA HISPÁNICA EDITORIAL OREDOS MA¡lRID

©

LlBRAl~IE .HAClÍ·ETTE 1979.

© ·EDITORIAL GREDOS, S. A., Sánchez Pacheco, 81, Madrid,:;"1990, para ·la·· versión española. '

Título original:. Si?.MIOTIQUE. OICT/ONNAIRE RAISONNI?. DE LA 'THÉORIE DU LANGAGE.

PRIMERA ED1C1ÓN, 1982.

Reimpresión, .i990.

1

Depósito Legal: M. 2442·1990.

ISBN 84-249-0851 • i. Impreso en España. Printed in Spain. . Gráfica:s C6ndor1 ·S. A., Sánchez Pacheco, 81, Madrid, 1990. -6339.

. PREFACiO l. Presentación.

El diccionario razonado que proponenios pretende ser Una , precisión de las reflexiones sobre la problemática del lenguaje, . una ..;íntesis -ai menos parcial- de los esfuerzos por conver~. tir este campo ~el saber en una teoría coherente. Como se sabe, el proyecto semiótico ha dado lugar, desde hace una quincena de años, a desarrollos diversos que nos parecen ir en todos los sentidos: tal vez sea llegado el momento de con~ tabilizarlos, de homologarlos, de evaluarlos. Sin embargo, y por innovador que, ·a justo título, haya podido parecer el proyecto, intenta definirse éste en relación con la lingüística, situán~ · dose en el interior, al lado o por encima de ella. Ahora bien, la lingüística, enriG,Uecida ya· por· Una tr'adición más que secular, se ·había comprometido, al propio tiempo, en la vía de un rigor lógico-matemático en que la elaboración de procedimientos y métodos cada vez más depurados iba generando certezas, fre· cuentemente a expensas de la reflexión teórica, de la indagación innovadora. Establecer un diálogo convincente entre el laxismo epistemológico y la tecnicidad metodológica, que se ignoraban mutuamente, no era cosa fácil. Una nueva situación se está creando con el · agotamiento -previsible- de las corrientes semióticas de inspiración me·

Semiótica. f!iccionario

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tafísica o idéológica, sobre todb con los desar;ouoS: -prome~ tedores- de las investigaciones, referidas (de manera .explícita o i¡nplfcita) a· los probleinas de la significación, tales co¡no la semántica generativa, la: lógica anglo~sajona o la pragmática norteámericana, investigaciones que, pese a su trasfondo epis~ temológico tan diferente, responden, a· modo· de eco, a nuestras propias y obsth:i:ádas preOcllpaciones. NoS parece, puGs, llegado el momento propicio pata intentar hacer un esfuei:zo no de unifi~ci~n, S~no · de homogeneización, instaurando::: -Iio Si.n algún. prejuici~ un lugar de acercarniento, de comparación y de ev3.luación. Este diccionario es' una expresión proVisional de ello. 2.

Pt?r q~é; un .diccionariO.

. 'To'do '10 anterior no expllca todavía el haber .elegido la forma de· diccionatio. En efecto, de los' dos; modos posibles que hay para presentar una teoría -el sintagmático y eJ paradigmátic?-, el discurso teórico, a primera vista, parece ser, habitua~ente,· el más apropiado para expresarla;· pero e~to habría requerido an esfuerzo de estrategia : discursiva desproporcionado, en ·relación con el. fin propuesto. Aunque ¡nás eficaz a largo: -plaZo, tal present3.ción no habría tenido · cas:i ninguna ~uencia sobre las investigaciones en curso. Persúadidos de que ún proyecto científico sólo tiene sentido cuando llega a COnvertirsé en objeto· de una empres·a ..colectiva, eslamos dispuestos a sacrificarle ·er:. algo Ja ambición de rigor y éOherencia. 'La forn1a diccionario reúne las ventajas y 'ios inconvenientes de la. aproxúnación paradig¡nática y de Ja presentación discontinua. Las ventajas son evidentes: permite eF acceso in~ mediato al conjunto: de la terminología en uso; >facilita la ulterior introducción de los supJe¡nentos de inforn"·

-de

Prefacio

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cos cuyo grado de elaboración y formulación sea muy desigual; al yuxtaponer definiciones rigurosas, informes sin acabar e indicaciones de lugares problemáticos todavía inexplorados. El inconveniente mayor·radica en la dispersión alfabética del cuerpo de conceptos, que dificulta el control de la coherencia taxonó-mica que se supone subtenderla. No obstante, esperamos confiados que el doble sistema de remisiones adoptado (cf., útfra, § 6) hará aparecer afiligranada nuestra principal preocupación: contribuir -mediante una terminología que a algunos podrá parecer exageradamente sofisticada, e incluso engorrosa- a la elaboración de un metalenguaje conceptual riguroso, condición necesaria pc:ira que cualquier teoría de1 lenguaje acceda al estatuto de lenguaje formal. 3. Un diccionario razona.do. Pero un intento así 'de coherencia se opone inevitablemente a la concepción· corriente del léxico especializado~ consideFado como una lista héterogénea de entradas, donde ·~da una remite .:.......exhaustivamente- a ·un contorno concep:tual distinto y,'·por último, a fundamentos teóricos divergentes. La' decisión qu"e hemos tomado de evitar ese· género de eclecticismo reposa. ante todo, en la convicción de que no existen, en las ciencias humanas y sociales, dictjonarios «objetivos». o neutros: la presencia de los redactores. está allí señalada, quiéranlo o no, por la selección de los términos introducidos o excluidos, por la manera de acogerlos y tratarlos. Así las e.osas, más ·vale optar por la lucidez, explicitando nuestras preferencias y razonandó· nuestras elecciones. Esta determinación de· «razonamiento», de reflexión sobre los conceptos -que, primero, inscribe a cada uno en su contexto teórico propio y que, luego, &e interroga· ·sobre su grado de comparabilidad, sobre la posibilidad de una eventual homologación-, acai-rea riesgos, como es, ante todo, el de eclipsar

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Semiótica.

vf4cionari.o

la origfuruÍdad d~ los aportes teóricos particulares en provecho de cierta «vía real», hecha de constantes (si bien no:·. de soluciones propuestas; al menos de problemáticas planteiiias) qu~ la teoria. ·del lenguaje ·ha recogido desde hace más ·~ menos ciento cincuenta ·afies. Persiguiendo un doble fin -tnquietar al: lector mostrando que no hay ciencia acabada, ~écha de certezas~' ·y tranquilizarlo, al mismo· tiempo, al obtert'.er constantes. de objeti"."