Semántica del griego antiguo
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Marcos Martínez Hernández

SEMÁNTICA DEL GRIEGO ANTIGUO

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ΗΠ] mi EDICIONES

CLÄSICAS

Marcos

Martinez

Hernändez

SEMÄNTICA DEL GRIEGO ANTIGUO

μι EDICIONESCLÄSICAS MADRID

Primera ediciön 1997

Este volumen ha sido parcialmente subvencionado por el Servicio de Publi-

caciones de la Universidad de La Laguna. Esta publicaciön 86 ha beneficiado también del Proyecto PB95-0746 de la Subdirección General de Formación y Promoción del Conocimiento del Ministerio de Educación y Cultura.

O Marcos Martínez Hernández

© EDICIONES CLÁSICAS, S.A. San Máximo 31, 4”-8. Edificio 2000.

28041 Madrid

Ilustración de cubierta: página del Cratilo de Platón en un manuscrito griego de Juan Argiropulos (ca. 1440). Las glosas latinas interlineales son de Pietro da Montagnana, uno de los primeros dueños del manuscrito.

LS.B.N.: 84-7882-304-2 Depösito Legal: M-28891-1997 Impreso en España

Imprime: EDICLÁS San Máximo 31, 4°-8. Edificio 2000. 28041 Madrid Encuadernación Cayetano

Mateo Garcia 29. 28017 Madrid

A mis hijos, Carlos y

Javier

INTRODUOCIÓN ...«ννννννννννννννννννννννννννννννν IX-XX 1. Estado actual de la semántica y su aplicación al griego antiguo ..........ooooooooooonorrccrraccrr ooo 1 2. El campo léxico de los sustantivos de «dolor» en Sófocles. Ensayo de semántica estructural-funcional

....... 69

3. El problema del método en la teoría de los campos léÉxicOS ...........ooooooooommmmmm.9Poo.o. 189 4. La formación de palabras en griego antiguo

desde el punto de vista semántico: el prefijo δυσ5. Los compuestos con δυσ en el Corpus Hippocraticum

........ 201

.......oo.oooooomoomm.mo.. 233

6. Investigación del contenido lingüistico y semántica funcional (lexemática): intento de fusión ................ 259

7. Para una historia de los diccionarios de sinónimos del griego antiguo

.................o..... 269

8. Tipología de la diferenciación lexemática en el Léxico de Ammonio

...... a

281

9. El carácter interdisciplinario de la antonimia y sus procedimientos léxicos y gramaticales en Platón .......... 289 10. El comentario contrastivo-semántico de los textos griegos: Sófocles, Antigona 332-375 ...........o.ooo.o.o... 317

ÍNDICE DE CONCEPTOS ... . «ον ν νυν νννννννννννννννν εν ννννον 345 ÍNDICE DE PALABRAS GRIEGAS . 22 Ὁ νννννννννννννννν εν νννων 349 ÍNDICE DE AUTORES CITADOS .. ««ννννννννν γεν ν νιν oro. 353

INTRODUCCION Desde que en mayo

de 1970 presentamos en la Universidad

Complutense de Madrid nuestra Memoria de Licenciatura, titulada El vocabulario del dolor en Sófocles y dirigida por el Prof. José Lasso de la Vega y Sánchez, hasta la fecha han transcurrido ya veinticinco años, en los que, con mayor o menor intensidad, nos hemos entregado a la investigación semántica en general y a su aplicación concreta al griego antiguo. El punto culminante de esa investigación se produjo en la lectura de nuestra tesis doctoral leída en la misma Universidad en marzo de 1976, titulada La esfera semántico-conceptual del dolor en Sófocles, dirigida por el citado profesor y publicada en dos volúmenes por el Servicio de Repro-

grafía de la Editorial de la Universidad Complutense de Madrid en 1981. Al ser una edición muy restringida, nuestro trabajo ha permanecido prácticamente ignorado por el gran público interesado, aunque tuvo una excelente acogida científica por parte de algunas revistas científicas especializadas. A este respecto merece la pena que destaquemos las líneas que dedica Suzanne Said a la descrip-

ción de nuestra tesis en su conocido ensayo «Cinq ans de recherches sur la tragedie grecque (1980-1984). Eschyle et Sophocle», en REA 86, 1984, p. 290. La ingente información que se contiene en

esta obra a lo largo de sus 1437 páginas sobre los aspectos más importantes de la semántica, tanto general como griega, ha permanecido en gran parte silenciada por culpa de una edición académica, asequible sólo para muy pocas personas. Esta es la razón por la

que nos hemos decidido a la impresión de la presente obra, con el ánimo de que se tenga en cuenta por un público más numeroso una

labor que venimos desarrollando a lo largo del último cuarto de siglo. Desde entonces acá hemos venido publicando de cuando en cuando algunos estudios relacionados con la semántica y el griego

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MARCOS MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

antiguo, que son los que se recogen en la presente monografía. Todos ellos tiene en común el griego antiguo y la indagación semántica aplicada al mismo. De ahí que podamos hablar de una Semántica del griego antiguo, aunque en propiedad no se trate de un manual elaborado ex profeso para la ocasión. No obstante, esa unidad que le confiere la homogeneidad de los ensayos presentados aquí hace que podamos hablar, en cierta medida, de un auténtico tratado de semántica griega. En qué sentido y dentro de qué orientación, intentaremos explicarlo a continuación.

Los estudios ofrecidos en la presente monografía han sido ordenados siguiendo el contenido de los mismos y procediendo de lo más general a lo más concreto. Al final de esta introducción damos

la relación completa con indicación del lugar y fecha en que fueron publicados. En líneas generales, podemos decir que aquí se ordenan partiendo de un estado actual de los estudios semánticos hoy, para terminar con la aplicación concreta en un comentario semántico de un texto griego, pasando por el estudio de importantísimas cuestiones semánticas, como son la teoría de los campos, su meto-

dología, los problemas de la sinonimia, la antonimia, la formación

de palabras, etc. Damos seguidamente algunas notas explicativas sobre cada uno de estos trabajos. Empezamos nuestra recopilación con un ensayo publicado en 1984 en el que pretendiamos, sobre todo, dos cosas: un estado has-

ta esa fecha de la semántica como disciplina ya independiente de la lingüistica y una clasificación y ordenación desde el punto de vista del contenido de todos los estudios semánticos que tuvieran que ver con el griego antiguo. Pensamos que hicimos una buena labor al poder presentar al estudioso de estos temas, por primera vez en Filología Clásica, una sistematización exhaustiva de toda la labor

desarrollada en un dominio tradicionalmente resistente a ser abordado en el ámbito de nuestra especialidad. Nuestra tarea se ha visto felizmente gratificada con la mención elogiosa de nuestro trabajo en el reciente manual de Lingúística griega de M. MeierBrügger (Griechische Sprachwissenschaft,

tomo

Il, Berlin-Nueva

York 1992, p. 10). En la misma linea de nuestro estudio ha publicado

también

recientemente

un

artículo,

bibliográficamente

muy

completo, Miguel Casas Gómez, titulado «Panorama actual de la semántica en la Filología Latina española contemporánea» (Er-

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cerpta Philologica, 1. 1., Cádiz 1991, pp. 113-153, Homenaje al Prof. A. Holgado Redondo), que, en cierta medida, viene a ser complementario del nuestro para la parte latina de nuestra Filología. En un futuro próximo tenemos pensado actualizar este panorama de los estudios semánticos griegos para el periodo comprendido entre 1984 y nuestros días, en el que lo más digno de destacar sea, posiblemente, el gran auge que en estos años ha experimentado la semántica de la frase, en especial en la modalidad de

la llamada «functional grammar», fundada por S.C. Dik a partir sobre todo de 1978. El capítulo segundo ofrece un ejemplo práctico de aplicación de la teoría de los campos léxicos a una parcela del vocabulario de los

sentimientos en griego clásico, más concretamente al léxico del «dolor» en Sófocles. Se trata del campo nominal o sustantivos de

«dolor» en el gran trágico ateniense del siglo V a.C. Es un trabajo correspondiente a uno de los apartados de nuestra Tesis, que he-

mos querido aprovechar para ofrecer a la comunidad científica un modelo de investigación semántica aplicada al griego antiguo. En

él explicamos por primera vez el método aplicado en nuestras investigaciones, método que luego hemos tenido ocasión de exponer, al menos, dos veces más en los años posteriores y que describiremos más detalladamente más adelante. Este estudio se publicó en 1977, y en 1981 mereció un elogioso comentario del gran semantista alemán H. Geckeler, que lo calificó como «una valiosa aporta-

ción a la linglistica de las lenguas clásicas, en la que la semántica moderna aún no ha adquirido en todas partes el pleno derecho de ciudadanía» (Logos Semantikös. Studia Liguistica in honorem Eu-

genio Coseriu 1921-1981, ed. Gredos, Madrid, 1981, vol III, p. 61). En los últimos años nuestro trabajo sirvió de inspiración a otros

varios, tanto griegos como latinos, de los que destacaría aquí los del Prof. J.A. Martín García, «El campo semántico de los sustantivos de sonido en la lengua griega de los LXX», en Analecta Mala-

citana 6, 1, 1983, pp. 109-149 y su libro El campo semántico del sonido y la voz en la Biblia griega de los LXX, Universidad de Málaga, 1986, así como la Tesis doctoral, dirigida por nosotros, de D. Cristóbal Cáceres Rodríguez, Los epítetos de Eros en la poesía griega. Un estudio semántico, leída en la Universidad de La Laguna, en enero de 1995, que viene a ser un modelo de aplicación de la

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MARCOS MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

teoría de los campos en el dominio de los adjetivos. En 1984 Michel Tichit publicó un extenso estudio titulado «Le terme ἄχος dans l'oeuvre de Sophocle», en la Revue des Etudes Grecques 97, 1984, pp. 189-205, dedicado casi íntegramente a la crítica de nuestro análisis del término citado. Llega a resultados a veces opuestos a los nuestros. No es el momento

de rebatir aquí sus reparos a

nuestra investigación, que, por lo demás, había calificado como «un interesante intento de establecer métodos precisos y un elogiable esfuerzo por justificar el desarrollo del trabajo», en la reseña que había hecho de nuestra Tesis (cf. REG 95, 1982, p. 199). También en un futuro no muy lejano tenemos en perspectiva revisar esa crítica de M. Tichit, así como

la de F. Mawet

(en Kratylos 27,

1982, pp. 92-96), con objeto de contribuir al debate por el establecimiento de un método que se muestre verdaderamente fructífero en los estudios semánticos aplicados al griego antiguo.

Por lo que a nuestro método se refiere, tuvimos ocasión de darlo a conocer en un pequeño artículo publicado en 1983, que corresponde al capítulo tercero de la presente monografía. En este traba-

jo hacíamos ver cómo con la teoría de los campos léxicos se podía disponer de un medio verdaderamente idóneo para le establecimiento de determinadas estructuras en el amplio dominio del léxico de una lengua. También se insistía aquí en el hecho de que nuestra concepción del campo léxico es el resultado de combinar los principios de la escuela alemana de la Sprachinhaltsforschung o «investigación del contenido lingüistico», creada por J. Trier y continuada

por L. Weisgerber, con la técnica estructural-funcional de la semántica funcional o lexemática, iniciada por E. Coseriu y puesta en

práctica, sobre todo, por su discípulo H. Geckeler. Son dos modelos de investigación semántica que nadie antes se había atrevido a

llevar a la práctica juntos y que nosotros intentamos fusionar en nuestra Tesis citada. Sobre esta misma fusión volvimos a insistir en una pequeña colaboración nuestra al Congreso de la Sociedad Española de Lingúística, celebrado en Tenerife en 1990 para celebrar su XX aniversario y que aquí se reproduce como capítulo sexto. De este trabajo lo más original y aprovechable, a nuestro entender, es

el cuadro que ofrecemos en la Fig. 1 con el que pretendemos ilustrar todos los tipos de semánticas y escuelas existentes en la actualidad desde su separación como rama autónona de la Lingúística.

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También consideramos muy útiles en este capítulo las observaciones que hacemos en relación con el escaso conocimiento que se ha tenido en nuestro país de la escuela semántica de la Sprachinhalts-

forschung, así como ponemos de manifiesto que la divulgación de las ideas del gran lingüista E. Coseriu experimentaron un gran auge con la publicación de la traducción de algunos libros suyos hecha por nosotros mismos desde 1977, al igual que con nuestra versión de la Semántica estructural de H. Geckeler, publicada un año antes. Estos dos capítulos de nuestra obra dedicados a la descripción de la metodología aplicada por nosotros en los estudios semánticos griegos poseen algunos párrafos que se repiten, que, no obstante,

hemos dejado como están, por lo que desde aquí pedimos disculpas al lector por si los encuentra algo reiterativos. En cualquier caso, la repetición sólo afecta a unos cuantos párrafos. Hemos de añadir, para terminar este apartado, que nuestro método de investigación

ha sido aplicado con notable éxito últimamente por la profesora Doña Julia Botella Vicent, en su Tesis doctoral El léxico de la ale-

gría en la comedia de Aristófanes, dirigida también por el Prof. J. Lasso de la Vega y Sánchez y leída en la Universidad Complutense

de Madrid en 1993. ~

El capítulo cuarto del presente volumen corresponde a un exten-

so artículo nuestro publicado hace un par de años, pero cuya gestación se había venido desarrollando en afios anteriores. En él abordamos la cuestión de la formación de palabras en griego antiguo desde el punto de vista semántico. Como es bien sabido, las gramáticas griegas suelen dedicar, casi todas, un capítulo al tema de la formación de palabras, pero lo hacen desde la óptica, predominantemente, formal. Hablan de muchos tipos de formantes y de-

rivados, descuidando los aspectos de contenido. En nuestro ensayo proponemos abordar la formación de palabras aplicando el método de la Sprachinhaltsforschung que ya expusimos a propósito de

la teoría de los campos. Ejemplificamos nuestra manera de proceder en este dominio con el estudio del formante δυσ-, tan rico en la

creación del léxico griego antiguo (en el Liddell -Scott - Jones se cuentan más de 1.000 compuestos con este prefijo). El estudio de δυσ- se lleva a cabo aplicando el esquema weisgerberiano de las

cuatro fases o planos de la investigación lingúística, correspondientes a la forma, al contenido, a la producción - rendimiento y a la

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acción son los aplican debido

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- efecto. Conceptos propios de esta modalidad semántica de nicho semántico y Wortstand, que aquí se describen y se fehacientemente. Pensamos que aún no se le ha sacado el provecho a estos conceptos que estimamos sumamente im-

portantes para una moderna investigación en el terreno de la formación de palabras. Un ejemplo de investigación práctica en este

campo con el método que venimos exponiendo lo constituye el capítulo siguiente de nuestra monografía sobre los compuestos con

Sus- en el Corpus Hippocraticum,

que presentamos, junto con el

Prof. Germán Santana Henríquez, como Comunicación al VII Co-

lloque International Hippocratique, celebrado en Madrid en 1990. Desde aquí quisiera reiterarle mi agradecimiento al Prof. Santana Henríquez por haber accedido amablemente a la publicación de nuestro trabajo en el presente volumen. Hemos de decir que el citado profesor es el autor de un impresionante trabajo de 1.284 pági-

nas, dirigido por nosotros, presentado como Tesis doctoral en la Universidad de La Laguna, en 1992, y titulado Los compuestos con el prefijo δυσ- en el griego antiguo. Se trata, que nosotros sepamos, de la primera investigación realizada en nuestro país sobre una parcela de la formación de palabras del griego antiguo según los métodos y principios de la escuela weigerberiana de la Sprachinhaltsforschung. En los últimos años el Prof. Santana Henríquez ha seguido publicando varios estudios en esta linea, de los que destacaríamos «En torno a la composición en la prosa médica griega an-

tigua», Emerita

59, 1, 1991, pp. 123-132; «Los compuestos con el

prefijo δυσ- en griego antiguo», Emerita 61, 2, 1993, pp. 299-319 y

«La terminología médica actual y el griego antiguo: a propósito de δυσ-», Philologica Canariensia n° 0, 1994, pp. 437-447. Quienes se acerquen a cualquiera de estos trabajos podrán comprobar perso-

nalmente lo fructífera que puede resultar nuestra metodología y el rendimiento funcional que pudiera proporcionar al estudio de la formación de palabras de las lenguas clásicas. El capítulo séptimo lo constituye una pequeña colaboración nuestra al Homenaje al Profesor Adrados, tributado por sus discipulos en 1984. Para tal ocasión elegimos como tema un interesante

capítulo de la lexicografía griega que considerábamos, en cierta medida, marginado por la moderna investigación: los diccionarios

de sinónimos griegos. En nuestro trabajo hicimos un esbozo de lo

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que pudiera ser la historia de la sinonimia griega en los diccionarios de las distintas épocas desde la Antigüedad a nuestros días. De este capítulo quisiéramos llamar la atención sobre un diccionario bizantino, presumiblemente del siglo XIV, de verbos sinonímicos, que en unos códices aparece como anónimo y en otros se atribuye

al jurista de Tesalónica, Constantino Harmenópulo. Se trata de un opúsculo que organiza unos 1.400 verbos griegos en unos 287 grupos o ideas verbales, comenzando con la de «amar» y terminando

con la de «ayudar», «ser útil». Es un léxico que no hace distinciones entre los verbos, sino que simplemente los agrupa sinonímicamente. En la actualidad el Prof. Lasso de la Vega tiene preparada

una edición de este singular Léxico que piensa publicar próximamente con un comentario nuestro sobre este tipo de diccionarios.

Sobre esta obra prepara también su Tesis doctoral nuestro discípulo Daniel Martín Martín, que intenta hacer un comentario semán-

tico de cada grupo con el objeto de establecer las posibles diferencias semánticas de los verbos reunidos en cada grupo. Si su investigación culmina con éxito, podríamos tener en esta obra uno de los primeros diccionarios verbales del griego clásico, comentado y explicado desde el punto de vista de las diferencias de significado de los verbos que lo componen. Como muestra de la importancia moderna de la sinonimia en las lenguas clásicas hemos de referirnos al reciente Coloquio sobre la sinonimia en latín, celebrado en París en 1992, cuyas actas se acaban de publicar por parte de C. Moussy con el título Les Problémes de la Synonymie en Latin, Pa-

rís 1994. Como capítulo octavo de nuestro libro presentamos un análisis del llamado Léxico

de Ammonio,

según la edición de K. Nickau

de 1966. Nuestro trabajo se presentó en su momento como Comu-

nicación en el VII Simposio de la Sociedad Española de Lingüistica, celebrado en Madrid en 1978, pero no se publicó, por una serie

de razones que no vienen al caso contar aquí, hasta 1990. Se suele

creer que el diccionario de Ammonio es simplemente un diccionario de sinónimos, en la línea de las diferencias de palabras que otras obras de este tipo nos ofrecen desde la propia Antigüedad. Nuestro estudio intenta hacer, por primera vez, una clasificación de todos esos tipos de diferenciaciones, que nosotros separamos se-

gún se trate de sinónimos propiamente dichos, de homónimos, de

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MARCOS MARTINEZ HERNANDEZ

términos polisémicos, de diferenciaciones gramaticales, de distinciones fonético-formales o étnico-geográficas. Con esto demostramos

que la distinción

de sinónimos

no es, ni mucho

menos,

el

principal tipo de diferenciaciones existentes en este diccionario, sino que pertenecen a los distintos dominios de la Filología Griega: desde la distinción conceptual de términos ético-psicológicos hasta

las relacionadas con la enseñanza de la gramática en el correcto uso de las voces, los tiempos, los acentos y la ortografía en general. Esta tipología de las distinciones lexemáticas en un diccionario antiguo ha sido aplicada en parte por nuestro discípulo J.M. Pérez Martel en su Memoria de Licenciatura titulada Clasificación temática y semántica de los escolios de los «Siete contra Tebas» de Esquilo, leída en la Universidad de La Laguna en 1994. Somos de la opinión de que la semántica del griego antiguo se contiene fundamentalmente en los numerosos escolios y glosas, tanto antiguos como recientes, de las obras griegas, filológicamente comentadas desde la época helenística en adelante. La Filología Griega ha prestado, en general, poca atención a este tipo de literatura escoliástica y con objeto de hacer ver su importancia es por lo que nuestro alumno Pérez Martel prepara en la actualidad una Tesis doctoral sobre los aspectos semánticos y hermenéuticos extraídos de todos los escolios llegados hasta nosotros sobre las siete tragedias de Esquilo. El capítulo noveno aborda una de las cuestiones más apasionantes de la moderna Semántica: la antonimia. Es conocida la im-

portancia que en los últimos años ha adquirido el fenómeno de la antonimia en el léxico de cualquier lengua por su repercusión en la moderna teoría de los campos léxicos, que en alguna de sus concepciones se sirve de pares antonímicos para su estructuración interna.

Nuestro estudio se publicó en 1983 y hasta esa fecha ofreciamos una puesta al día en la investigación Semántica en este dominio,

haciendo un poco de historia desde la misma Antigüedad y poniendo de manifiesto cómo el fenómeno no es exclusivo sólo de la semántica o de la Lingúística, sino también de la Filosofía, la

Medicina y la Matemática, entre otras. En la segunda parte nuestro estudio nos centramos en el vocabulario de Platón, con intención de intentar ilustrar los mecanismos lingitísticos de que vale el griego antiguo para la expresión de los contrarios. Esto

de la se se

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consigue fundamentalmente con los dos tipos de antonimia analizadas aquí: la antonimia léxica (a base de lexemas de diferente radical) y la antonimia gramatical (a base, sobre todo, de prefijos). Ambos tipos se ilustran suficientemente con términos platónicos,

en especial adjetivos, que es la categoría gramatical que más ejemplos ofrece de los diversos tipos de antonimia estudiados por nosotros. Parece como si el fenómeno de la antonimia tuviera en el adjetivo su soporte más firme. Finalmente, el décimo capítulo de nuestra obra se cierra con un

trabajo presentado en las III Jornadas Internacionales sobre Estudios Actuales sobre Textos Griegos, organizados por el Prof. J. A.

López Férez y celebrados en la Universidad Nacional de Educación a Distancia en octubre de 1991. Para tal ocasión presentamos un tipo de comentario que no suele ser muy practicado todavía en la rutina académica de nuestra especialidad: el comentario contrastivo-semántico. En definitiva, se trata de contrastar un texto griego con diferentes traducciones españolas para ver sus coincidencias y divergencias. Se hace una evaluación de todas ellas y se elige, razo-

nándolo filológicamente, la mejor opción a juicio del comentarista. Ésta sería la primera parte de nuestro comentario, para la que es necesario echar mano de los principios y metodología de la moderna Gramática contrastiva o Lingülstica de contrastes, que desde los estudios de M. Wandruszka a hoy ha progresado considerablemente. En nuestro caso, el texto elegido, Sófocles, Antígona 332375, conocido como Himno a las grandezas del Hombre u Oda

triunfal de la Cultura, lo hemos contrastado con diez de las mejores traducciones españolas existentes hoy en el mercado. En la confrontación de estas versiones no se trata de hacer juicios de valor sobre la mayor o menor calidad de cada una de ellas, sino de reco-

ger más bien lo que cada una podría aportar para el mejoramiento de una traducción final, propuesta por nosotros mismos. Lo que, en una palabra, perseguimos con nuestro comentario contrastivo es dar respuesta a una serie de cuestiones que podrían mejorar la calidad de una nueva y definitiva traducción y que podrían conducir a

una más honda reflexión lingüistica, tanto de la lengua de partida (el griego antiguo) como de la lengua materna. Para el segundo tipo de comentario aquí propuesto, el comentario semántico, nos hemos inspirado, sobre todo, en el Prof. Gregorio Salvador, quien

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desde hace ya muchos años viene abogando por esta clase de comentario textual en la Filología Hispánica. No obstante, diferimos del ilustre romanista y académico en que, mientras él concibe el comentario semántico como un comentario estilístico, nosotros, en cambio, lo estructuramos en cuatro planos o fases, referidas a las

unidades inferiores a las palabras, a la semántica de la palabra, a las unidades superiores a la palabra (sintaxis) y al texto en su conjunto. Cada uno de estos planos tiene sus problemas que comentar

desde el punto de vista semántico y es lo que hacemos en nuestro estudio. El resultado final de ambos tipos de comentario es una nueva traducción del pasaje señalado, que, pensamos, mejora las

anteriores. Como podrá observar el lector por la descripción que hemos hecho de su contenido, el volumen presente no es propiamente un «Manual» de Semántica en el sentido propio que académicamente solemos darle al término. Pero las cuestiones y problemas que aquí abordamos (historia de la semántica, teoría de los campos léxicos, formación de palabras, sinonimia, antonimia, comentario semánti-

co, etc.) son los que habitualmente estamos acostumbrados a encontrar en cualquier tratado de semántica de cualquier lengua moderna. En este sentido pensamos que nuestra labor podría cumplir las exigencias que se le suelen reclamar a este tipo de obras. En 1997 se cumplirán los primeros cien años de la publicación del famoso Ensayo de Semántica de M. Bréal, la obra que contribuyó más que ninguna hasta entonces a extender por Europa una nueva rama de la Lingüistica que el propio helenista francés había acuña-

do: la Semántica. En el primero de nuestros estudios nos lamentamos de que aún la Filología Griega, al contrario de lo que pasa en otras Filologías, no cuenta con su correspondiente Manual en este

dominio, cuando los tiene, y muy buenos, en casi todos los demás, por no decir en todos. Nuestro deseo sería que la obra que tiene en sus manos el lector pueda entenderse como el primer esbozo serio de un futuro tratado de Semántica del Griego antiguo. El presente volumen se ha podido publicar gracias a una colaboración financiera por parte de la Universidad de La Laguna, que

participa también en la coedición de la obra. A la Junta de Gobierno del equipo rectoral de la anterior Excma. y Magca. Rectora, Doña Marisa Tejedor Salguero, a ella en persona y al Vicerrector

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de Asuntos Internacionales, D. Francisco Aznar Vallejo, especial-

mente, quisiera desde aqui expresarles mi mäs profundo agradecimiento por haber contribuido a la presente ediciön. Quisiera dar las gracias tambien al responsable de Ediciones Cläsicas, D. Alfonso Martinez Diez, por haber confiado en nosotros y haber acepta-

do la ediciön de un tipo de obras que no suelen constituirse en «best-sellers».

Para terminar, quisiera tener un emocionado recuerdo de gratitud hacia la persona a quien le debo lo que profesionalmente soy, a D. José Lasso de la Vega y Sánchez, maestro y padre de mi Tesis doctoral, con la que me inicié en los estudios de semántica aplica-

dos al griego antiguo. Santa Cruz de Tenerife, agosto de 1995.

Damos a continuación la relación exacta del lugar y fecha de la publicación originaria de los trabajos recogidos en el presente volu-

men: 1. Actualización científica en Filología Griega, editado por Alfonso Martinez Diez, I.C.E. de la Universidad Complutense de

Madrid, 1984, pp. 355-413. 2. Cuadernos de Filología Clásica 13, 1977, pp. 33-112 y 14, 1978,

pp. 123-169. : 3. Revista del Colegio Universitario de Ciudad Real. Cuaderno de Filología 1,1983, pp. 3-15. 4. Cuadernos de Filología Clásica (Estudios griegos e indoeuropeos), N. S., 2, 1992, pp. 95-122.

5. Tratados Hipocráticos (Estudios acerca de su contenido, forma e influencia). Actas del VII‘ Colloque International Hippocrati-

que, edición preparada por J. A. López Férez, Universidad Nacional de Educación a Distancia, Madrid, 1992, pp. 381-407. 6. Actas del Congreso de la Sociedad Española de Lingúística. XX

Aniversario, edición al cuidado de María Ángeles

Álvarez Mar-

tínez, Madrid 1990, vol II, pp. 1009-1018. 7. Athlon. Satura Grammatica in honorem Francisci R. Adrados,

editado por A. Bernabé - L.A. de Cuenca - E. Gangutia - J. López Facal, Madrid, 1984, vol. I, pp. 313-322.

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MARCOS MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

8. Revista de Filología de la Universidad de La Laguna 8-9, 19891990, pp. 231-237. 9. Tabona. Revista de Prehistoria y de Arqueología y Filología Clásicas, N.S., 4, 1983, pp. 153-179. 10. Actas de las III Jornadas Internacionales de Estudios actuales sobre textos griegos, edición al cuidado de J. A. López Férez, Madrid, 1995, pp. 97-122.

Ι ESTADO ACTUAL DE LA SEMÄNTICA Y SU APLICACIÓN AL GRIEGO ANTIGUO Dado que un estado global de la investigación semántica aplicada al griego antiguo no me ha sido posible encontrar, he aprovechado la oportunidad de colaborar en esta Actualización en Filología Griega editada por el I. C. E. de la Universidad Complutense de Madrid para hacer una puesta al día tanto en lo que se refiere a los estudios de semántica en general como en su aplicación al griego antiguo. En consecuencia, el presente trabajo se articula en tres grandes apartados, dedicados el primero a ofrecer un panorama lo más completo posible de teorías y escuelas semánticas generales, el segundo a exponer el estado actual de los estudios semánticos griegos en lo que se refiere a manuales, obras de conjunto e investigación de cuestiones semánticas particulares, para en el tercero dar una clasificación y tipología de los diversos trabajos prácticos realizados en el dominio de la lengua griega antigua en sus cuatro niveles: semántica de las unidades inferiores a la palabra, semántica de la palabra, semántica de la frase y semántica del texto. Para orientación general del lector ofrecemos a continuación un esquema con los epigrafes generales de los aspectos y autores abordados en el presente estudio: I 1.1. Nacimiento de la semántica. 1.2. Nacimiento de la semasiología. 1.3. Usos del término semántica. 1.4. Distinción entre significación-designación-sentido. 1.5. Distinción entre semäntica-semasiologia-onomasiologia. 1.6. Distinción entre semántica-lexicología-lexi-

cografía. 1.7. Grandes etapas de la semántica, 1.7.1. Semántica histórica. 1.7.2. Semántica pre-estructural la escuela de la Sprachinhaltsforschung. 1.7.3. Semántica estructural. 1.7.4. Semántica en la gramática generativotransformacional. 1.8. Conclusiones.

oO 2.1. La investigacion semäntica del griego antiguo. 2.2. Situacién actual de la Filologia clásica en relación con la semántica.

2.3. Manuales

y trabajos generales. 2.3.1. M.

Hecht. 2.3.2. Fr. Schroeder. 2.3.3. E. Struck. 2.3.4. H. Kronasser. 2.3.5. F. R. Adrados. 2.4. La semántica en tres grandes diccionarios griegos recientes. 2.4.1. Lexikon des

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Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

frúbgricchischen Epos. 2.4.2. Dictionnaire &ymologique de la langue grecque. Histoire des mots. 2.4.3. Diccionario griego-español. 2.5. La investigación semántica en los autores antiguos. 2.5.1. Teorías del signo lingúlístico. 2.5.2. Cuestiones semánticas particulares.

ΠΙ 3. Tipología y clasificación de los trabajos prácticos sobre la semántica del griego antiguo. 3.1. Semántica de las unidades inferiores a la palabra. 3.1.1. Fonos y sonidos.

3.1.2. Sufijos. 3.2. Semántica de la palabra. 3.2.1. Palabras compuestas. 3.2.1.1. Preverbios. 3.2.1.2. Restantes compuestos. 3.2.2. Palabras simples. 3.2.2.1. Ideas y conceptos filosófico-literarios. 3.2.2.2. Trabajos onomasiológicos. 3.2.2.3. Vocabularios y terminologías técnicas. 3.2.2.4. Historias de palabras aisladas. 3 2.2.5. Estructuración por familias de palabras. 3.2.2.6. Estudios de sinónimos. 3.2.2.7. Estudios de campos léxi-

co-semánticos. 3.2.2.8. Estructuración por esferas semántico-conceptuales. 3.2.2.9. Estudios de semántica contrastiva. 3.3. Semántica de la frase. 3.3.1. El campo funcional de Rosén. 3.3.2. El campo de empleos de Graz. 3.3.3. El método distribucional. 3.3.4. Gramática de la dependencia. 3.3.5. Gramática de los casos. 3.3.6. Gramática generativo-transformacional. 3.4. Semántica del texto.

1.1. El término semántica deriva del francés sémantique, que, a su

vez, procede del griego σημαίνω «significar»!, y fue acuñado por M. Bréal en 1383, en un trabajo sobre las leyes intelectuales del lenguaje, publicado en una revista dedicada al estimulo de los estudios griegos en Francia?, aunque hasta 1897 el término no se extiende realmente por los países europeos como consecuencia de su obra Essai de semantique (Science des significations), en una de cuyas notas iniciales explica que el vocablo sémantique lo crea a partir del gr. σημαντική, la ciencia de las significaciones por oposición a la Fonética, la ciencia de los sonidos’. 1.2. Pero la necesidad de una disciplina tal se había sentido muchos años antes en el marco de los trabajos del filólogo latino Ch. K. Reisig, quien en sus lecciones de lingúística latina* en la Universidad de Halle venía insistiendo aproximadamente desde 1825 en la semasiología o Bedeutungslehre, entendida como estudio del significado y como una de las tres divisiones más importantes de la gramática, al lado de la etimología y la sintaxis, labor que fue luego continuada por sus discípulos y seguidores, especialmente por Fr. Haase*, E.G.F.

I Cf. Zs. Teledgi, «Zur Bedeutungsentwicklung von HMA, SHMEION und ZHMAINEIN», en AAtHung 25, 1977, pp. 377-382, y H. J. Mette, «Bedeutend», en Navicula chiloniensis. Studia philologica Felici Jacoby... oblata, Leiden 1956, pp. 207-215.

2 M. Bréal, «Les lois intellectuelles du langage, fragment de sémantique», en Annuaire de l'association pour l’encouragement des études grecques en France 17, 1883, pp. 132-42. 3 Manejamos la sexta ediciön, Paris 1913, p. 8, nota 1.

4 Publicadas póstumamente con el titulo de Vorlesungen über lateinische Sprachwisseaschaft, Leipzig 1839, con anotaciones de Fr. Haase. 5 Cf. Fr. Haase,

Vorlesungen über lateinische Sprachwisseaschaft, Leipzig 1874-1880.

Semäntica del Griego Antiguo

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Heerdegen® y O. Hey”. Después de los trabajos de Bréal el término semasiología, aunque ha seguido empleándose hasta nuestros dias?, quedó relegado casi exclusivamente al ámbito de habla alemana, en favor del de semántica, que se ha impuesto universalmente”. 1.3. Ahora bien, al lado de una semántica lingúística en el sentido que le dio Bréal hay también en la actualidad otros usos de la palabra semántica, y asi se habla de una semántica filosófica", de una semän-

tica lógica", de una semántica general", de una semántica psicológiB de una semántica sociológica'*, etc. Nosotros nos limitaremos aquí, naturalmente, al primero de los empleos citados. 1.4. En este sentido, pues, se dice que semántica es la ciencia de las

significaciones o el estudio cientifico de los significados lingúistíticos, es decir, la investigación del lado del contenido de la lengua. Pero uno de los problemas más debatidos en los últimos años es precisamente el de saber qué se ha de entender por significación y significado'°. De en6 Cf. E.G.F. Heerdegen, Untersuchungen zur lateinischen Semasiologie, Erlangen 1875-1881, Τ Cf. O. Hey, «Semasiologische Studien», en JCPh, Suppl. 18, Leipzig, 1892, pp. 81212; id., «Die Semasiologie. Rückblick und Ausblick», en ALL 9, 1896, pp. 193-230. $ Por ejemplo, H. Kronasser, Handbuch der Semasiologie, Heidelberg 1952; K. Baldinger, Die Semasiologie. Versuch einer Überblicks, Berlin 1957 (traducida al espaäol con el título La semasiología. Ensayo de un cuadro de conjunto, Rosario 1964), y Th.

Schippan, Einführung in die Semasiologie, Leipzig 1972. Este es también el término que emplea B. Löfstedt a propósito de las teorías semánticas de E, Coseriu en su artículo «Zu einer strukturalistischen Semasiologie», en JF 84, 1979, pp. 175-81. 9 Cf. A. W. Read, «An account of the word ‘Semantics’», en Word 4, 1948, pp. 78-97, y J. Chamrand, «Autour de la naissance de la sémantique», en FM 1977, pp. 16-21. 10 Cf., por ejemplo, Semántica filosófica: problemas y discusiones, recopilación de Th. M. Simpson, Buenos Aires, Ed. Siglo XXI, 1973. ll Es la semántica definida por los lógicos como R. Carnap, Introduction to semantics y Formalization of logic, Cambridge Mass. 1962?, y A. Tarski, Logic, Semantics, Mathematics, Oxford 1956. Véase también B. Pottier, Semántica y lógica, Madrid, Ed. Gredos,

1983.

12 Es la semántica iniciada por A. Korzybski y cuyo órgano de expresión es la revista ETC: A Review of General Semantics, editada por 5.1. Hayakawa. 13 Cf., por ejemplo, H. Hörmann, Querer decir y entender. Fundamentos para una semántica psicológica, Madrid, Ed. Gredos, 1982. 14 Cf. B. Pottier, op. cit. pp. 178 y ss. Como muestra de la impresionante producción

de los últimos años en la investigación semántica en los dominios de la lingüistica, filosofía, lógica, psicolingUística, etc., remitimos a la bibliografia recopilada por H. E. Wiegand y W. Wolski sólo para el decenio de 1963-1973, 1974 en Germanistiche Lioguistik 1-6, 1975, 93-938, donde en unas 643 páginas se citan unos 7.929 títulos. 15 Una de las visiones de conjunto más completa a este problema en lengua castellana

la tenemos en la obra de H. Geckeler, Semántica estructural y teoría del campo léxico, Madrid, Ed. Gredos, 1976, págs. 42-96, traducida por nosotros del alemán.

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tre los muchos análisis que se han hecho de esta cuestión vamos a quedarnos con uno de los que, a nuestro entender, han tenido mayores repercusiones en los estudios semánticos de los últimos tiempos: el de E. Coseriu. Partiendo de la dicotomía saussureana de entender el signo léxico como compuesto de significante y significado, el gran lingúista rumano diferencia varios tipos de lo semántico. En consecuencia, la estructura del contenido léxico implica una distinción entre las relaciones de significación y las relaciones de designación, siendo las primeras, relaciones entre significados, y las segundas, relaciones entre signos enteros (significante y significado) y las realidades extralingüisticas por ellos designadas, según el siguiente diagrama!” significante

significado | =

Significación

Designación

"Dex

=>

significado ἰ a, > significante Designaciön

«Objeto»

> «Objeto»

De acuerdo con este esquema, la designaciön de los signos puede ser la misma sin que sus significados sean idénticos, como ocurre, por ejemplo, con el gr. βροτός y ἄνθρωπος;, en donde las clases designadas por ambos vocablos coinciden (en ambos casos se trata de «seres humanos»), mientras que sus significados son distintos: βροτός es «hombre en cuanto no dios» y ἄνθρωπος es «hombre en cuanto no animal». Por tanto, hay, según Coseriu, tres tipos de contenido lingúístico: a) Signifcación : El contenido dado en y’por una lengua como tal. b) Designación : La referencia a lo extralingüistico o lo extralingüistico mismo (lo designado). c) Sentido : El contenido lingüistico especial que se expresa en un texto, determinado por medio del significado y de la designación””. 1.5. Esta distinción coseriana nos permite hacer también una delimitación de la semántica frente a otras denominaciones con las que a veces se la confunde: semasiología y onomasiología. Si por semántica entendemos toda la disciplina que aborda el estudio cientifico del significado léxico (dejando de lado por el momento otros tipos de significado, como

el categórico, instrumental, óntico, etc.), la semasiología

16 Cf. H. Geckeler,

op. cit., p. 95, y E: Coseriu, Principios de semántica estructural,

Madrid, Ed. Gredos, 1977, pp. 131 y 163, traducida por nosotros del francés y alemán. "Cf. E. Coseriu, Gramática, Semántica, Universales. Estudios de lingúística funcional, Madrid, Ed. Gredos, 1978, pp. 135-136.

Semäntica del Griego Antiguo

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seria una subdisciplina que aborda la palabra en cuanto significante y estudia las relaciones de éste con los diferentes significados que pueda expresar, mientras que la onomasiologfa" partiría de un significado o concepto y estudia los distintos significantes que lo pueden designar”. 1.6. Finalmente, una última diferenciación que queremos hacer aquí antes de seguir adelante es la que se refiere a semántica, lexicografía y lexicología, dado que las tres se ocupan en definitiva del estudio de las palabras. Las tres son disciplinas lingúísticas, como la fonética, la morfología o la sintaxis, y las tres abordan el conjunto de las

unidades de significación que constituye el léxico de una lengua. Pero mientras que la semántica estudia el plano del contenido lingúístico, la lexicografía” se interesa más por las situaciones en que se emplean las palabras, siendo en este caso la técnica de la elaboración y descripción de los diccionarios, en tanto que la Jexicología” estudiaria las relaciones existentes entre las palabras en un momento determinado. Si por léxico entendemos el «conjunto de las palabras de una lengua» y por vocabulario «una parte del léxico que se presta a un inventario y a una descripción», la lexicografía tendría por objeto el primero y la lexicología el segundo?. La distinción entre semántica y lexicografía parece bastante clara, pero no sucede lo mismo con la relación entre semánti-

ca y lexicología, por lo que no es de extrañar que muchas de las cuestiones que unos autores abordan en el marco de la semántica sean estudiadas por otros, especialmente entre los lingüistas franceses, en el campo de la lexocología. 1.7. Así pues, definida la semántica lingúística como acabamos de hacer y delimitada frente a otras disciplinas lingúisticas más o menos afines, nuestro próximo objetivo va a consistir en ofrecer un panora-

16 La obra más representativa en este sentido es, especialmente en el dominio de las len-

“guas modernas, la de B. Quadri, Aufgaben und Methoden der onomasiologischen Forschuag, Berna 1952. 19 Cf. E. Coseriu, Principios..., pp. 163-164, y E. Coseriu-H. Geckeler, «Linguistic, especially functional, Semantics», en Current Trends ia Linguistics, vol. 12, ed. por Th.

A. Sebeok, La Haya-Paris 1974, pp. 103-171, p. 105. 20 Cf. J. Casares, Introducción a la lexicografla moderna, Madrid,

1950; L. Zgusta,

Manual of Lexicography, La Haya-Paris 1971; H. Heine, Semantik und Lexikograpbie, Berlin-N. York 1972; J. Fernández Sevilla, Problemas de lexicografla actual, Bogo-

tá 1974, y G. Haensch-L. Wolf-S. Ettinger-R. Werner, La /exicografla. Dela lingülstica teórica a la lexicografla práctica, Madrid, Ed. Gredos, 1983. UCLA. Rey (ed.), La Lexicologie. Lectures, París 1970; véase también G. Matoré, La méthodeen lexicologie. Domaine frangais, Paris 1953. 2 Sobre estas distinciones, cf. A. R. Fernández González-S. Hervás-V. Báez, Introducción a la semántica, Madrid, Ed. Cátedra, 1977, pp. 137 y ss., y Ch. Baylon-P. Fabre, La sémantique, ed. F. Nathan, 1979, p. 3.

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ma de sus principales corrientes a lo largo de estos primeros cien años de su existencia como rama independiente de la lingúística general. A este respecto, los movimientos más importantes que han jugado un papel decisivo en el desarrollo y evolución de esta ciencia son: a) La semántica histórica.

b) La escuela alemana del la Sprachinhaltsforschung (o investigación del contenido lingúístico). c) La semántica estructural.

d) La semántica generativo-transformacional”.

Las dos últimas tienen, a su vez, una serie de modalidades como

tendremos ocasión de ver más adelante. Hay que hacer notar, por otro lado, el hecho curioso de que por debajo de cada uno de estos grandes movimientos ha habido una profunda revolución en las teorías lingúisticas que ha condicionado de alguna manera el movimiento en cuestión. Asi, la lingüistica histórico-comparativa ha condicionado la semántica histórica, la lingúistica estructural fundada por Saussure condiciona tanto la escuela pre-estructural de la Sprachinhaltsforschung como la semántica estructural, mientras que la teoría generativo-transformacional iniciada por N. Chomsky en los años cincuenta está en la base de lo que se conoce por semántica generativa. Veamos a continuación cada una de estas grandes corrientes semánticas. 1.7.1. La semántica histórica es el tipo de investigación iniciado por los fundadores de esta disciplina inspirándose en el enfoque historicista del lenguajé tal como preconizaban los neogramáticos desde la segunda mitad del siglo pasado. Se partía de la idea de que cada palabra tiene un significado básico o fundamental, un Grundbedeutung, fácilmente perceptible, a partir del cual pueden deducirse todos los demás. De ahí que el objetivo de esta clase de semántica sea fundamentalmente el estudio de los cambios de significado que experimenta una palabra a lo largo de su historia, así como el de los principios y leyes que gobiernan estos cambios, la elección de nuevas expresiones, el nacimiento y muerte de los giros, etc. La obra de H. Paul, Prinzipien der Sprachgeschichte, publicada en 1880, jugó también un papel decisivo en esta concepción de la semántica. Para Paul la lingúistica es historia de la lengua y en su libro dedica un capitulo a la descripción de las evoluciones semánticas en la línea de la tradición aristotélica. El punto de vista histórico ha prevalecido en semántica mucho más que en otras ramas de la lingúística y en el periodo que va desde finales de la Pri-

2 Esta division nos parece más apropiada que la que hace, por ejemplo, K. Baldinger en la obra citada en la nota 8 y en la que distingue tres etapas en la evolución de la semäntica: A) Desde los griegos hasta Bréal, llamada por él etapa subterránea; B) desde Bréal hasta 1950, y C) desde 1950 en adelante.

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mera Guerra Mundial hasta 1931 los tres grandes centros de interés de los semantistas eran: a) Clasificación de los cambios de significado según sus causas, que podían ser cuatro, diez, treinta, etc.

b) Condiciones psicológicas que gobiernan estos cambios, inspi-

rándose especialmente en los estudios de W. Wundt?*.

c) Descubrimiento de las leyes o tendencias generales que están en la base de los cambios de significado, como las analizadas por

Sperber” en relación con la restricción y extensión del signifi-

cado, los desarrollos paralelos, la expansión semántica, etc.

Como muy bien ha visto Ullmann”, esta primera etapa de la semántica tiene su momento culminante hacia los primeros años de la década de los treinta del presente siglo. Por esta época aparecen dos trabajos que van a influenciar considerablemente la evolución de los estudios semánticos. Por un lado, la obra de G. Stern, Meaning and

change of meaning (1931), que contiene la más completa y documentada clasificación de los cambios semánticos, pone casi el punto final en esta clase de investigaciones. Por otro, la monografía de J. Trier de 1931 sobre el vocabulario del conocimiento en alemán antiguo” abrirá las puertas a un enfoque más descriptivo en el estudio del léxico. Después del paréntesis de la Segunda Guerra Mundial, los estudios de semántica vuelven a interesar a partir sobre todo de los años cincuenta,

pero el énfasis se pone ahora en la sincronía y se relega a un segundo plano los viejos problemas de la semántica histórica, sin que ello signifique que todavía no se aborden, como podemos comprobar en los

manuales de Ullmann”, Gamillscheg?, Kronasser* y otros más recientes”.

2 Cf. W. Wundt, Die Sprache. Völkerpsychologie, 2 vols., Leipzig 1900.

25 Cf. H. Sperber, Einführung in die Bedeutungslehre, Bonn 1923, 1965°. 26 En sus artículos «Semantics», en Linguistics at Large, ed. por N. Minnis, Londres 1971, pp. 75-87, y «Semantics», en Current Trends in Linguistics, vol 9, ed. por Th. Sebeok, La Haya-Paris 1972, pp. 343-394. 27 0£.J Trier, Der deutsche Wortschatz im Sinnbezirk des Verstandes. Die Geschichte eines sprachlichen Feldes, Heidelberg 1931.

28 Especialmente sus monografías The Principles of Semantics, Oxford 1951 y Semantics. An Introduction to the Science of Meaning, Oxford 1952 (hay traducción española, Madrid, Ed. A guilar, 1967). 2 Cf. E. Gamillscheg, Französische Bedeutungslehre, Tubinga 1951. 30 Cf. su obra citada en la nota 8.

3! Por ejemplo, H. Koziol, Grundzüge der englischen Semantik, Viena-Stuttgart 1967, y O. Duchátek, Précis de sémantique francaise, Brno 1967.

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1.7.2, Hacia los años veinte del presente siglo se inicia en Alemania con los trabajos de los germanistas L. Weisgerber y J. Trier una mo-

dalidad de estudios lingúisticos conocida luego con el nombre de «investigación del contenido lingúístico» (Sprachinhaltsforschung)*. Los representantes de esta escuela parten, por un lado, de la concepción saussureana de la lengua como sistema y, por otro, del concepto humboldtiano de articulación (Gliederung). De Humboldt es también su

visión «energética» de la lingúistica según la conocida formulación humboldtiana de que la lengua no es una obra (ἔργον), sino una actividad (ἐνέργεια), por lo que cada lengua tiene su propia forma interna, su visión del mundo particular (Weltbild) que determina el pensamiento de sus habitantes. Esta visión del mundo que se obtiene a través de su correspondiente verbalización es el contenido lingúístico, objeto de investigación de estos autores. De aquí el calificativo de «semántica neo-humboldtiana» con el que se ha caracterizado a esta escuela®. Pero como estas ideas se relacionan, por otra parte, con la teoría de la relatividad lingüistica de Sapir-Whorf™, se habla también de «etnolingüistica-neo-humboldtiana»?”. Ahora bien, dado que este tipo de lingüistica tiene como punto de partida la idea de que el todo es más que la suma de sus partes y que la parte sólo puede entenderse correctamente como miembro de un todo superior, resulta más apropiado calificar a los estudios de esta escuela como «concepción lingúística integral» (ganzheitliche Sprachauffassung), como la denominan sus propios autores. 1.7.2.1. Desde el punto de vista metodológico el movimiento de la investigación del contenido lingüistico se basa esencialmente en el concepto de campo inaugurado por Trier en su mencionada monografía. Como se ha dicho alguna vez, «la noción de campo lingúístico definida por Trier constituye la gran revolución de la semántica moderna»* y el mismo Ullmann la ha calificado de «revolución copernicana»”. En efecto, desde entonces acá el concepto de campo ha penetrado en todos los ámbitos no sólo de la semántica, sino de la lingúistica ente-

2 Cf. H. Gipper, Bausteine zur Sprachinhaltsforschung, Düsseldorf 1963, y L. Weisgerber, Dos enfoques del lenguaje, Madrid, Ed. Gredos, 1979. 3Cf.L. Seiffert, «Neo-Humboldtian Semantics In Perspective», en Journal of Linguistics 4, 1968, pp. 93-108.

354 Cf. H. Gipper, Gibt es ein sprachliches Relativitätsprinzip? Untersuchungen zur Sapir- Whorf Hypothese, Frankfurt 1972.

35 Asi la califica H. Basilius, «Neo-Humboldtian Ethno-linguistics», ea Word 8, 1952, pp. 95-105. 6 Cf. P. Guiraud, La semántica, México, ed. F.C. E., 19652, p. 75.

37 Cf. el primero de los libros de Ullmann citados en la nota 28, p. 160.

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ra* y sigue constituyendo en la actualidad el método más importante de que se dispone para la estructuractón del léxico de cualquier lengua. Como ha dicho recientemente uno de los semantistas más prestigiosos, «la teoría del campo ha demostrado su mérito como guía general para la investigación en la semántica descriptiva de los últimos cuarenta años y ha acrecentado indudablemente nuestra comprensión sobre la manera como se interrelacionan en sentido los lexemas de una lengua»”. Efectivamente, a pesar de las fuertes criticas que esta teoria recibió en sus comienzos y que todavía hoy recibe”, ninguna otra sobre la estructuración del vocabulario podría presentar un balance tan positivo y fructífero como el de la concepción del campo trieriano y su

escuela*. Bien es verdad que todavía hoy resulta dificil admitir su tesis extrema, tal como fue formulada en sus primeros trabajos, según la cual el léxico de una lengua es un conjunto cerrado de lexemas que

"cf, por ejemplo, G. 8. Scur, Feldtheorien in der Linguistik, Düsseldorf 1977.

% Cf. J. Lyons, Semántica, Barcelona, Ed. Teide, 1980, p. 251. “cr H. Geckeler, obra citada en la nota 15, p. 134 y ss. “| Entre los últimos trabajos aparecidos en relación con la teoría de los campos podemos citar, además de las obras de Geckeler y Scur, citadas en las notas 15 y 38, respectivamente, las siguientes: G. S. Scur, «On the Associative Principle and Field in Linguistics», en

Studi Linguistici in onore di V. Pisani, vol. II, Brescia 1969, pp. 937-962; R. Hoberg, Die Lehre vom sprachlichen Feld, Düsseldorf 1970; Jost Trier. Aufsätze und Vorträge

zur

Wortfeldtbeorie, ed. por A. van der Lee y O. Reichmann,

La Haya-Paris

1973;

Wortfeldforschung. Zur Geschichte und Theorie des sprachlichen Feldes, ed. por L. Schmidt, Darmstadt 1973; T. Magyar, Die Problematik des Wortfeldes in sprachpsychologischer Betrachtung. Eine empirische Analyse am Beispiel des Feldes «Verstoss», Braunschweig

1973; L. M. Vassilyev, «The theory of semantics fields: a survey»,

en Linguistics 137, 1974, pp. 79-93; A. Lehrer, Semantic Fields and Lexical Structure, Amsterdam-Londres-N. York 1974; W. Gewehr, Lexematische Strukturen. Zur Didaktik der Wortfeldtheorie und der Wortbildungslehre, Munich 1974; K. Forsgren, Wortdefinition und Feldstruktur, Goteburgo 1977; M. J. Fernändez Leborans, Campo semäntico y connotación, Madrid 1977; M. Faust, «Wortfeldstruktur und Wortverwendung», WW 6, 1978, pp. 365-401; H. Kertscheff «Die Semantik und der Feldbegriff»,

Deutsche Sprache 7, 1979, pp. 35-56; L. Hojsak, «Zur Diskussion der Feldichre in sowjetischen Arbeiten», en Integrale Linguistik. Festschrift-H. Gipper, Amsterdam

1979,

pp- 179-212; L. Lipka, «Methodology and Representation in the Study of Lexical Fields», en Perspektiven der lexikalischen Semantik, ed. por D. Kastovsky, Bonn 1980, pp. 93-113- J. K. Lekomcev, «Über einige Perspektiven von Jost Triers Ideen. Versuch

einer formalen Inhahltsanalyse», en Deutsche Sprache 8, 1980, pp. 133-144; A. Ballweg-Schramm, «Some Comments on Lexical Fields and their Use in Lexicography», en Words, Worlds, and Contexts. New Approaches in Word Semantics, ed. por H. J. Eikmeyer-H. Rieser, Berlin-N. York, 1981, pp. 462-468; A. BiduVranceanu, «Problémes d’analyse des champs lexicaux», en Logos Semantikös. Studia Linguistica in Honorem Eugenio Coseriu 1921-1981, ed. por H. Geckeler-B. Schlieben-Lange-J. Trabant-H. Weydt, vol. III, Madrid-Berlin-N. York, Ed. Gredos-W. de Gruyter, 1981, pp. 349-

360, y Ὁ. Kastovsky, «Lexical Fields and Wort-Formation», en éd., pp. 429-445.

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puede seccionarse en una serie de campos léxicos, de tal modo que ningún lexema es miembro de más de un campo y no hay ningún lexema que no pertenezca a alguno”. Hoy sabemos, por el contrario, que los límites de un campo muchas veces son confusos, que los lexemas de uno se interfieren con los de otro, etc. Pero su idea del campo como

un todo articulado cuyo significado global se distribuye y estructura entre los miembros que lo integran ha proporcionado valiosisimos resultados que no se hubieran conseguido seguramente con ningún otro método. Siguiendo a Ullmann“ una vez más podemos destacar en este sentido los siguientes aspectos positivos particularmente importantes en la teoría del campo trieriano: a) Ha ocasionado el abandono del atomismo de la semántica tradicional, provocando un interés por la estructura de los sistemas léxicos mayor que por el de los elementos que la integran. b) Tiene un valor heurístico que posibilita al lingúista formular problemas que de otro modo le pasarían desapercibido. c) Ayuda al estudio de la influencia de las palabras en la conceptualización y pensamiento en general. d) Ha hecho más flexible la rígida separación saussureana de sincronía y diacronía, al extender el análisis a problemas diacrónicos. 1.7.2.2. Cuando Trier, después de la Segunda Guerra Mundial, dej6 de trabajar en su concepto de campo y orientó sus afanes hacia otros terrenos, la labor en la investigación del contenido lingúístico la

continuó L. Weisgerber, quien con una prodigiosa actividad completa y perfecciona los puntos que Trier no había tocado o apenas había esbozado. Las aportaciones weisgerberianas respecto a la teoría de los campos en particular y de la estructuración del léxico en general son

fundamentalmente tres“: a) Elaboración de un método para el establecimiento y delimitación de los campos y una tipología de los mismos. b) Ubicación de la teoría de los campos dentro de un conjunto de otras posibles organizaciones del contenido lingúístico. Especialmente importante es la introducción por Weisgerber del

método de los campos en el dominio de la sintaxis, lo que ha posibilitado el establecimiento de estructuras sintácticas (Satzbaupláne), definidas posteriormente como campos sintácticos. En el dominio de la formación de palabras su concepto de los grupos derivativos semánticamente afines (Wortstände) se ha

2 Cf. J. Lyons, op. cit., p. 252. 43 En el segundo de sus artículos citados en la nota 26, pp. 372-373.

“cr. especialmente L. Weisgerber, Grundzüge der iahaltbezogenen Grammatik, Düs-

seldorf 1962°, y Die sprachliche Gestaltung der Welt, Düsseldorf 1962.

Semántica del Griego Antiguo

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mostrado muy provechoso. Igualmente, el tipo de estructuración del vocabulario a base de esferas semánticas (Sinnbezirke), en las que además de una estructuración por campos Kxicos se incluyen otras como las familias de palabras, los campos sintácticos, los grupos derivativos semánticamente afines, etc., ha resultado muy útil en la sistematización de los léxicos de las

distintas lenguas.

c) Una concepción integral de la investigación de una lengua en cuatro fases sucesivas aplicadas a la forma, al contenido, a la

producción y a la función”,

1.7.2.3. Siguiendo las pautas trazadas por Trier y Weisgerber, una serie de discípulos suyos han continuado desarrollando sus ideas en los últimos años que han conducido a la elaboración de una nueva gramática de la lengua alemana (la de la serie Duden). Entre estos autores destaca H. Glinz* y especialmente todo el grupo de lingüistas ocupados en la redacción del voluminoso manual bibliográfico de la investigación del contenido lingüistico fundado y dirigido por H. Gipper y H. Schwarz, que puede considerarse como el órgano de expre-

sión de esta escuela”. 1.7.3. La semántica estructural, el estudio de la estructura del léxi-

co de una lengua en tanto que unidad global, ha sido entendida de muy diversas maneras en los manuales y trabajos a ella dedicados a partir fundamentalmente de los años sesenta del presente siglo“. Siguiendo a Coseriu y Geckeler podemos decir que en lineas generales se diferencian sobre todo tres tipos de semántica estructural:

45 Cf. L. Weisgerber, Die vier Stufen in der Erforschung der Sprachen, Dússeldorf 1963, y Zur Grundlegung der ganzheitlichen Sprachauffassung. Aufsätze 1925-1933,

ed. por H. Gipper, Düsseldorf 1964. “ Cf. H. Glinz, Grundbegriffe und Methoden inhaltbezogenen analyse, Düsseldorf 1965.

Text- und Sprach-

“ cr H. Gipper-H. Schwarz, Bibliographisches Handbuch zur Sprachinhaltsforschung, Colonia-Opladen 1961 y ss. * Como ejemplo de la diversidad de criterios en la caracterización de lo que debemos entender por semántica estructural remitimos a los siguientes trabajos: C.E. Bazell,«La

sémantique structurale», en Dialogues. Cahiers de Littérature et de Linguistique 3, 1953, pp. 3-16; K. Baumgartner, «Zur strukturellen Semantik», en ZDS 20, 1965, pp. 79-90; Y. Ikegami, «Structural semantics. A survey and Problems», en Linguistics 33, 1967, pp. 49-67; M. Bierwisch, «Strukturelle Semantik», Deutsche als Fremdsprache 6, 1969, pp. 66-74; O. Duchátek, «La sémantique structurale», SPFFBU (AIT), 18, 1969,

pp. 23-40; V. Sánchez de Zavala, «Qué es y qué debe ser la semántica estructural», en Hacia una epistemología del lenguaje, Madrid, Ed. Alianza, 1972, pp. 119-258, y F.R. Adrados, «La semántica estructural: estado actual y perspectivas», en su libro Estudios de Semántica y Sintaxis, Barcelona, Ed. Planeta, 1975, pp. 115-140.

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Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

a) La entendida como la configuración de asociaciones en el vocabulario de un signo con otros. Pertenecen a este tipo las relactones asociativas de Saussure, el campo asociativo de Bally, los campos morfo-sintácticos de Guiraud, los campos nocionales de Matoré, etc.

.

b) La entendida como la estructura de la interpretaciön de un significante. Es la semäntica que veremos mäs adelante dentro de la gramätica generativo-transformacional. c) La entendida como estructuración u organización del plano del contenido por medio de oposiciones léxicas funcionales. 1.7.3.1. En este tercer sentido podemos distinguir, a su vez, una se-

rie de teorías y métodos estructurales entre los que cabe citar aquí los siguientes: a) El análisis semántico en rasgos distintivos, representado funda-

mentalmente por los trabajos de A.J. Greimas” y B. Pottier”*!.

b) El análisis semántico de los componentes o análisis componencial, que es la versión americana del anterior y está repre-

sentado sobre todo por los trabajos de Goodenough”, Lounsbury”, Weinreich* y Bendix*', entre otros.

c) El análisis semántico distribucional practicado sobre todo por Apresjan* y continuado luego por otros muchos semantistas. 1.7.3.2. Pero el tipo de semántica estructural a nuestro entender más completo y sistematizado en la actualidad es el desarrollado por E. Coseriu desde los primeros años de la década de los sesenta y conocido hoy con el nombre de semántica estructural-funcional o Jexemáti4 Cf. el articulo de ambos autores citado en la nota 19, pp. 111- 114. Véase tambien H. Geckeler, «Remarques sur quelques travaux récents de sémantique structurale dans le domaine des langues romances», en Atti del XIV Congresso Internazionale di Linguistica e Filología Romanza, vol. IV, Nápoles-Amsterdam 1977, pp. 335-341, p. 335. Sor A.J. Greimas, Semäntica estructural, Madrid, Ed. Gredos, 1971. 51 Cf. B. Pottier, Lingülstica moderna y filología hispánica, Madrid, Ed. Gredos, 1968; Presentación de la lingülstica, Madrid, Ed. Alcalá, 1968, y Linguistica general. Teoría y descripción, Madrid, Ed. Gredos, 1976. 2 Cf. Ww. Goodenough, «Componential analysis and the study of meaning», Language

32, 1956, pp. 195-216. 3 Cf. F. G. Lounsbury, «A semantic analysis of the Pawnee kinship usage», Language 32, 1956, pp. 158-194. 34 Cf. U. Weinreich, «Lexicographic definition in descriptive semantics», en Problems ia Lexicography, ed. por F. W. Houscholder-S. Saporta, Bloomington 1962, pp. 25-43, y «On the semantic structure of language», en Universals of Language, ed. por J. H. Greenberg, Cambridge Mass. 1963, pp. 114-171. 35 Cf. E. H. Bendix, Componential analysis of general vocabulary, Bloomington-La Haya 1966.

:

56 Cf. J. Apresjan, «Analyse distributionelle des significations et champs semantiques structurés», en Langages 1, 1966, pp. 44-74.

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ca”. Coseriu ha aplicado sus teorias semánticas en una serie de tesis doctorales dirigidas por él en la Universidad alemana de Tubinga, por lo que se ha bautizado con el nombre de «escuela semántica de Tubinga» a esta clase de semántica?. El primero de sus discípulos que ha realizado un estudio amplio de campo léxico según los principios de esta escuela ha sido H. Geckeler con su monografía sobre los adjetivos

«viejo-joven-nuevo» en francés moderno”.

1.7.3.2.1. Por lexemática debe entenderse, según una de sus últimas definiciones, «un tipo de semántica analítica y esencialmente paradigmática que estudia la estructuración u organización del plano del contenido léxico con ayuda de las oposiciones lexemáticas que funcionan en él». Admitida la hipótesis de la estructuración del contenido en el léxico de una lengua, Coseriu se plantea la cuestión de si este vocabulario está estructurado en su conjunto o sólo en parte. De aquí que resulte imprescindible hacer una serie de distinciones previas antes de pasar a describir las posibles estructuras en el plano del contenido. Estas distinciones afectan a la diferenciación entre cosas y lenguaje primario y metalenguaje, entre diacronía y sincronía, entre técnica del discurso y discurso repetido, entre arquitectura y estructura de la lengua (debiéndose entender por lengua funcional «una técnica considerada en un solo punto del espacio, en un solo nivel de lengua y en un solo estilo de lengua»™), entre sistema y norma de la lengua y, finalmente, entre relaciones de significación y relaciones de designación. Hechas estas distinciones, las estructuras de contenido de la lexemáti-

ca coseriana pueden ser paradigmáticas y sintagmáticas, las primeras opositivas y las segundas combinatorias. A su vez, las estructuras paradigmáticas pueden ser primarias (como el campo léxico y la clase léxica) y secundarias (como la modificación, el desarrollo y la composición). El campo léxico lo define Coseriu como «una estructura paradigmática constituida por unidades léxicas (lexemas) que se reparten entre si una zona de significación común y que se hallan en oposición inmediata las unas con las otras»®. Entre las estructuras sintagmáticas distingue el gran lingúista rumano la afinidad, la selección y la impli-

57 Para una vision de conjunto de las teorías semánticas de Coseriu remitimos a sus libros citados en las notas 16 y 17; cf. también ahora M. Rector, «La semántica estructu-

ral de E. Coseriu», en Logos semantikós..., vol. III, pp. 131-136. % Cf. H. Geckeler, «Structural Semantics», en Words..., pp. 381-413, p. 381. 59 Cf. H. Gockeler, Zur Wortfelddiskussion. Untersuchungen zur Gliederung des Wortfeldes «alt-jung-neu» im heutigen Französisch, Munich 1971. © Cf. H. Geckeler, «Progrés et stagnation en semantique structurale», en Logos semantikós..., vol. TIL, pp. 53-69, pág. 53. 51 Cf. E. Coseriu, Priacipios..., p. 119

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cación. Todas estas estructuras están regidas por cuatro principios básicos: el principio de la funcionalidad, el principio de la oposición, el principio de la sistematicidad y el principio de la neutralización. 1.7.3.2.2. Después de un periodo de trabajos teóricos de excelentes aplicaciones prácticas, la lexemática ha sufrido en los últimos años un

cierto estancamiento, como muy bien ha observado Geckeler*, debido, entre otras razones, a que algunos de sus impulsores iniciales han ido últimamente por otros derroteros (como es el caso de autores como Greimas y Pottier) y a que el interés de los lingüistas se ha desplazado a otras corrientes más en boga, como la semántica generativa, la semántica lógica, la lingüistica pragmática o la teoría del texto. Para los cultivadores de estas recientes disciplinas la semántica estructuralfuncional es ya casi una lingúística tradicional. Los representantes de la escuela semántica de Tubinga, en cambio, están convencidos de que primero ha de elaborarse una semántica de la palabra, que lógicamente debe preceder a la semántica de la frase y a la semántica del texto. 1.7.3.2.3. De ahí que se haya establecido una especie de catálogo de los problemas cuyo estudio y solución serían de extraordinaria importancia para el progreso de la lexemática en los próximos años. Entre estas cuestiones podemos citar con Geckeler las siguientes”: — — — — — — — —

La delimitación de los campos léxicos, su tipología y jerarquía. La cuestión de la polisemia de los lexemas. El problema de las lagunas léxicas. Profundización en las estructuras paradigmáticas secundarias (formación de palabras). " La especificidad de la estructuración del vocabulario por oposición a la estructuración en el dominio fónico. El estudio de las analogías y diferencias de las estructuraciones de diferentes lenguas (semántica contrastiva). El tema de los universales semánticos. Mayor dedicación a los problemas de la semántica estructural diacrónica.

1.7.3.3. Situación especial tienen, a nuestro modo de ver, los estu-

dios de semántica y del vocabulario realizados o impulsados por K.

Baldinger, O. Duchátek y el sistema de estructuración conceptual del léxico en burg. Se tratados nosotros

su conjunto confeccionado por R. Hallig y W. von Warttrata de tres modalidades de investigación que en algunos generales de semántica figuran como estructurales, pero que creemos mejor considerarlos aparte, ya que, si bien operan

62 Cf. E. Coseriu, Gramática..., p. 230. Enel

trabajo citado en la nota 60.

% Cf. el trabajo de Coseriu y Geckeler citado en la nota 19, pp. 153 y ss., y el artículo de Geckeler citado en la nota 60, pp. 62-63.

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en gran medida con el concepto de estructura como eje central de su enfoque, sin embargo, no aplican otros principios estructurales tal como hemos visto en los parägrafos anteriores. 1.7.3.3.1. K. Baldinger es autor de numerosos trabajos de semäntica que han ejercido una enorme influencia en el dominio de la Filologia Romänica. Varios de sus estudios han sido recogidos y traducidos al español”. De su instrumental terminológico quisiéramos destacar aqui su concepto de nicho semántico (conjunto de palabras provistas de un mismo formante) y su concepción de las micro y macroestructuras. Las microestructuras resultan de partir, bien de un significante, y así obtenemos un campo o estructura de significaciones, bien de un

concepto u objeto mental, y entonces tenemos un campo o estructura de designaciones. Estas dos microestructuras o microsistemas pueden denominarse también campo semasiológico y campo onomasiológico, respectivamente. El primero «se basa en la unidad de un lexema y estructura un conjunto de significaciones delimitables por semas»*, cuya representación esquemática podría ser la siguiente: concepto

concepto

concepto

concepto

etc.

lexema

El segundo, en cambio, «se basa en la unidad de un concepto y estructura un conjunto de designaciones, de sinónimos, delimitables por medio de semas»®, cuya representación seria: concepto

lexema

lexema

lexema

lexema

etc.

Mientras que el campo semasiolögico se funda en la polisemia, el campo onomasiolögico lo hace en la sinonimia. Ambos se influyen reciprocamente y están condicionados por el doble aspecto del signo lingúístico: «Toda evolución lingúística se produce, por un lado, dentro del marco de una estructura semasiológica; por otra parte, dentro del 65 Cf K. Baldinger, Teoría semántica. Hacia una semántica moderna, Madrid, Ed. Alcalá, 1970, Una relación muy estrecha con el modelode investigación propuesto por K.

Baldinger tiene también K. Heger; cf. su libro Teoría semántica. Hacia una semántica moderna II, Madrid, Ed. Alcalá, 1974. 66 Cf. su intervención a propósito de la ponencia de E. Coseriu, «Structure lexicale et enscignement du vocabulaire», en Actes du premier colloque international de linguistique appliquée, Nancy 1966, pp. 175-217, publicadas también en 1967 por el Conseil de

la Coopération Culturelle du Conseil de Europe con el titalo Les Théories Linguistiques et leurs applications, por donde citamos, pp. 9-87, p. 53.

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Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

marco de una estructura onomasiológica. Las dos estructuras evolu-

cionan continuamente»”. Además de estas microestructuras Baldinger habla también de macroestructuras o estructuras más amplias como

las que puede ofrecer un diccionario alfabético (macroestructura formal) o un diccionario ideológico (macroestructura conceptual), la una sería una macroestructura en el plano de la expresión y la otra en el plano del contenido. 1.7.3.3.2. Los trabajos del profesor checo O. Duchácek los consideramos de enorme importancia tanto a nivel de una semántica moderna general como a nivel de la teoría de los campos en particular. Su tesis doctoral sobre el campo conceptual de la belleza en francés moderno* constituyó en su momento un punto de partida de numerosos trabajos semánticos realizados por discípulos y alumnos suyos agrupados en lo que se conoce con el nombre de «escuela semántica de Brno», cuyo órgano de expresión es la revista fundada por Duchátek, Etudes Románes de Brno. Desde 1965 esta revista ha publicado excelentes aportaciones en el dominio de la semántica de las lenguas romänicas, entre cuyos autores cabe mencionar aquí a R. Ostrá, E. Spitzo-

vá, M. Fialová y V. Vrbková. De entre las obras fundamentales de Duchätek contamos hoy con una semántica de la lengua francesa®, en la que se aborda desde una perspectiva moderna los principales problemas que afectan a la semántica de cualquier lengua. De sus otros trabajos” sobre semántica merecen ser destacados los que ha dedicado a la cuestión de los campos, dejándonos en este sentido una de las clasificaciones y tipologías más completa”. Duchátek opera principalmente con el tipo de campo conceptual que define como «el conjunto de palabras que expresan un concepto dado (es decir, palabras en cuyo contenido el concepto figura ya como dominante semántica, ya como uno de los elementos nocionales complementarios)»”. Este tipo de campo ha sido luego llevado a la práctica por discípulos de Duchátek como Ostrá, que lo ha aplicado al concepto de «trabajo», Fialová, sobre el concepto de la «fealdad» y Vrbková, sobre el concepto de

67 Cf. K. Baldinger, Teoría semäntica..., pp. 270-271. 68 Cf. O. Duchátek, Le champ conceptuel de la beauté en frangais moderne, Praga 1960. © Cf. O. Duchaé ek, Précis de sémantique frangaise, Brno 1967. ® Una lista de los mismos hasta 1971 la ofrece R. Ostrá en «Le soixantiéme anniversai-

re du profeseur O. Duchätck», en ERB 5, 1971, pp. 7-10. ΤΙ Cf. su tesis citada en la nota 68, p. 20 y ss., así como su artículo «Différents types de

champs linguistiques et l’importance de leur exploration» en ZFSL 1, 1968, pp. 25-36.

7 Cf. su tesis citada en la nota 68, p. 24.

Semäntica del Griego Antiguo

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«amor», todos ellos en el seno de las lenguas románicas, especialmente

francés”.

1.7.3.3.3. El sístema conceptual elaborado por Hallig y von Wart-

burg” es una clasificación razonada de los conceptos válida en principio para cualquier lengua occidental y constituye en opinión de la mayoría de los semantistas «el intento moderno más importante de presentar un esquema de ordenación para las investigaciones lexicográfi-

cas»”.

Este esquema

de ordenación

conceptual

tiene a la lengua

francesa como base, pero según sus autores puede servir para cualquier otra, pues pretende ser el marco conceptual de todo el léxico de una lengua. Por lo demás, el sistema conceptual Hallig- von Wartburg está en la línea de las ordenaciones y estructuraciones del vocabulario que vienen haciéndose desde la antigüedad, especialmente desde el Onomasticon de Pollux, y que tuvieron un momento culminante en época moderna con el diccionario ideológico del inglés Roget, base y modelo luego de la mayoría de los diccionarios ideológicos de las len-

guas modernas”, 1.7.4. La denominación de semántica generativa entendida como el tipo de semántica propio de la gramática generativo-transformacional, tal como suele encontrarse en manuales y estudios introductorios a esta teoría, no es en absoluto correcta, ya que se trata sólo de una de las modalidades semánticas por las que ha atravesado esta gramática en sus cortos veinticinco años de existencia. Desde su fundación en la década de los cincuenta por N. Chomsky, la gramática generativotransformacional ha ido pasando por una serie sucesiva de etapas en cada una de las cuales el problema del significado ha jugado positiva o negativamente un importantisimo papel y ha condicionado enormemente la evolución de esta teoría. La actitud y postura de Chomsky

® Cf. R Ostrá, «Le champ conceptual du travail dans les langues romanes», en ERB

3,

1967, pp. 7-34, y «Le champ conceptual du travail du ancien francais», en ERB 5, 1971, pp. 19-44; M. Fialová, «Les expressions de l’aideur dans le Roman de la Rose», en ERB

5, 1971, pp. 63-68, y K. Vrbková, «La méthode dans l’&tude du champ con-

ceptuel de l'amour», en SPFFBU 20 (A19), 1971, pp. 21-29. ™ Cf. Hallig-W. von Wartburg, Begriffssystem als Grundlage fur die Lexicographic. Versuch eines Ordnungsschema, Berlín 1952. En la segunda edición de 1963 los autores

dan cuenta de la crítica hecha a su obra y exponen detalladamente su método de trabajo (pp. 77-99). cf. H. Geckeler, obra citada en la nota 15, p. 115. 76 Cf. M. Martinez Hernández, «Para una historia de los diccionarios de sinónimos del griego antiguo», en prensa (véase el capítulo 7 de la presente obra). Para una mayor in-

formación sobre los intentos de ordenar el léxico de una lengua en su conjunto, remitimos al artículo de A. Rommel, «Betrachtungen zum Problem der Wortschatzgliederung», ea WZUJ 5, 1955-1956, pp. 371-379.

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Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

ante la cuestión del significado no sólo ha repercutido en la evolución posterior de su modelo de descripción lingúística, sino que ha influido tambien en el desarrollo de otros dominios, especialmente en la filosofía del lenguaje y en la lógica”. 1.7.4.1. Como es bien sabido”, en la primera formulación de la lin-

gúística chomskyana, tal como se encuentra en las Estructuras sintác-

ticas (1957)”, la semántica no forma parte de la descripción lingüistica por entender que la forma es independiente del contenido. La gramätica de esta fase se compone, según su fundador, de tres niveles: una estructura sintáctica, una estructura transformacional y un componente morfo-fonológico. Partiendo de un escaso número de oraciones nucleares (básicas) se pueden derivar todas las demás de una lengua por medio de una serie de transformaciones. Con esta marginación de lo semántico Chomsky no hace otra cosa que continuar la tradición bloomfieldiana de la «adversión al significado»™, ya que éste lo considera inabarcable, pues su estudio supondría un conocimiento comple-

to de todas las unidades léxicas de la lengua, lo cual sería imposible. 1.7.4.2. Este modelo de gramática es estudiado científicamente por varios discípulos de Chomsky, entre los que destacan Katz, Fodor y más tarde Postal, y llegan a la conclusión de que un mismo enunciado en la estructura superficial (es decir, su organización sintáctica) puede tener varias interpretaciones en la estructura profunda (es decir, la organización de la frase antes de realizar las transformaciones). En consecuencia, la semántica debe incluirse en el análisis lingúístico y su papel se limita a dar una interpretación (de donde su denominación de semántica interpretativa) del sentido de las frases generadas por la sintaxis*!, Por tanto, la gramática debe constar de tres componentes: el sintáctico, el semántico y el fonológico. El componente semántico, a su

ΤΊ Cf. J.J. Katz, «Chomsky on Meaning», Language 56, 1980, pp. 1-41. Bla presente exposición de la semántica en la gramática generativa se basa fundamentalmente en los siguientes trabajos: N. Ruwet, Introducción a la gramática generativa, traducida por E. Bombin y M. Martinez Hernández del francés, Madrid, Ed. Gredos, 1974; V. Bácz, Introducción crítica a la gramática generativa, Barcelona, Ed. Planeta, 1975, y la parte tercera de la obra citada en la nota 22, y F. J. Newmeyer, El primer cuarto de siglo de la gramática generativo-transformatoria (1955-1980), Madrid, Ed. Alianza Universidad, 1982.

79 Cf. la versión castellana, Ed. Siglo XXI, México, 1974. 80 Cf. H. Geckeler, obra citada en la nota 15, p. 17 y ss. 8! Cf, J. Katz-J. Fodor, «The Structure of a Semantic Theory», Language 39, 1963, pp. 170-210; J. Katz, Semantic Theory, N. York, 1972 (hay versión castellana, Madrid, Ed. Aguilar, 1979); J. Katz-J. Fodor (eds.), The Structure of Language, Englewood Cliffs

1964, y J. J. Katz, La realidad subyacente del lenguaje y su valor filosófico, Madrid, Ed. Alianza Universidad, 1975.

Semäntica del Griego Antiguo

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vez, consta de un diccionario y unas reglas de proyecciön. ΕἸ diccionario contiene para cada lema un conjunto de rasgos distintivos fonológicos y sintácticos, un conjunto de rasgos semánticos, una serie de distinguidores y unas restricciones de selección. Las reglas de proyección, por su parte, indican cómo ha de usarse la información recibida del diccionario. El proceso de interpretación consiste en la selección y combinación de las lecturas compatibles entre sí y puede esquematizarse en

un diagrama arbóreo (hay quien ha llamado a esta gramática «botánica verbal»*), como el del conocidisimo ejemplo del ing. bachelor (que en español equivale más o menos a «soltero», «infanzón», «graduado universitario» y «león marino»), cuya representación sería la siguiente®: / bachelor / Nothbre (humano)

(macho)

(joven)

(adulto)

(caballero)

[no casado]

=“

(macho) [que tiene el más bajo grado académico]

[Sirviente bajo

ven)

(cetáceo)

mandato de otro]

[cuando está sin aparear en la época de celo] / /. indica el conjunto de goría gramatical; ( ): indica res. Esta interpretación del Fodor llevó a Chomsky a

rasgos fonológicos; nombre indica la catelos rasgos semánticos; [ ]: los distinguidocomponente semántico en la linea Katzmodificar su teoría y en 1965 publica los

Aspectos de la teoría de la sintaxis“, conocida desde entonces como’ teoría estándar de la gramática generativo-transformacional. En este modelo sigue habiendo una parte central, la sintaxis, que constituye la base y define las estructuras profundas y las reglas de transformación, y dos partes subordinadas: la fonología y la semántica, cuyas reglas 8 Cf. J. Searle, «Chomsky's Revolution in Linguistics», en On Noam Chomsky. Critical Essays, ed. por G. Harman, N. York, 1974, p. 3.

8 Sigo el modelo de representación de este ejemplo ofrecido por V. Báez en su colaboración al libro citado en la nota 22, pp. 185-186. M Versión castellana, Madrid, Ed. A guilar, 1970.

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establecen el número y contenido de los significados de una frase, descubren las anomalías semánticas y señalan otras relaciones de sentido.

1.7.4.3. A partir de 1968 comienza la llamada tercera generación de la gramática generativa en la que una serie de colaboradores del gran lingüista americano aborda fundamentalmente el concepto de estructura profunda y pone en entredicho los postulados de la semántica interpretativa. De aquí derivan dos corrientes de investigación claramente diferenciadas: a) La llamada gramática de los casos, iniciada con los trabajos de

Ch. J. Fillmore**, según la cual la estructura profunda de la

frase se compone de una serie de modalidades semánticas (como la afirmación, la negación, el aspecto, el tiempo, etc.) y de un conjunto de casos semánticos (como el agentivo, instrumental, dativo, locativo, objetivo, etc.) limitados en número, que

identifican los posibles tipos de enunciados. b) La semántica generativa”, para la cual el proceso generativo de las frases no empieza con las estructuras sintácticas, para después interpretarlas semánticamente (como hacía la semántica interpretativa), sino que postula que las estructuras sintácticas se pueden generar directamente. Los representantes de este tipo

de

semántica

no

son

sólo

americanos,

como

Lakoff,

McCawley, Ross, etc., sino también europeos, como Brekle, Bierwisch, Kiefer, etc. Todos ellos destacan el papel del significado y rechazan la autonomía de la sintaxis. Consideran la semántica como punto de partida para el analisis lingúístico. Con ayuda de unas reglas de formación el componente de la base genera representaciones semánticas abstractas al estilo de la lógica de predicados, en las que se contiene la estructura semántica de la frase. Eliminan la diferencia entre nombre, ver-

bo, adjetivo, etc., de las lenguas naturales y los sustituyen por las variables, cuantificadores, conectores, etc., de la lógica for-

mal. Las dos innovaciones más importantes de la semántica generativa frente al modelo interpretativo de Katz-Fodor son, $5 Cf. Ch J. Fillmore, «Hacia una teoría moderna de los casos», en Los fundamentos de la gramática transformacional, comp. de H. Contreras, México, Ed Siglo XXI, 1971, pp. 45-65, y «Algunos problemas de la gramática de los casos», en V. Sánchez de Zava-

la (comp.), Semántica y Sintaxis en la lingüistica transformatoria (ID, Madrid, Ed. Alianza Editorial, 1976, pp. 171-200. 86 Cf. F. Dubois-Charlier y M. Galmiche, Semántica generativa, Madrid, Ed. Narcea, 1978; G. Lakoff, «Sobre la semántica generativa», en V. Sánchez de Zavala (comp.), Semántica y Sintaxis..., vol. I, Madrid 1974, pp. 335-443; M. Bierwisch, «Semántica», en Nuevos horizontes de la lingúística, intr. y sel. de J. Lyons, Madrid, ed. Alianza Edi-

torial, 1975, pp. 175-194, y «Sobre la clasificación de los rasgos semánticos», en V. Sánchez de Zavala (comp.), Semántica y Sintaxis..., vol. II, pp. 105-139, y M. Galmiche, Semántica gencrativa, Madrid, Ed. Gredos, 1980.

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por un lado, la invalidación de la separación entre sintaxis y semántica, al sustituir el concepto de estructura profunda por el de estructura lógica, de valor universal, subyacente en cada

expresión y, por otro, la unificación de las reglas transformativas y las reglas de interpretación semántica en un solo tipo de reglas que unen la profundidad semántica con la superficialidad sintáctica. Chomsky reacciona a las críticas de su modelo estándar formuladas por estas dos corrientes y en 1972 publica sus Studies on Semantics in generative Grammar", en donde intenta introducir la teoría de

los casos y algunos conceptos de la semántica generativa, en especial el concepto de presuposición y foco. Este nuevo modelo de descripción gramatical se conoce con el nombre de teoría estándar extendida. 1.7.4.4. A partir de 1975 realiza Chomsky una revisión de esta modalidad gramatical en una serie de trabajos en los que con ayuda de la teoría de la huella de las reglas de movimiento vuelve a tomar una postura escéptica frente al significado. La nueva definición de gramätica es un modelo de naturaleza general que excluye el significado de la estructura de las frases. La gramática debe entenderse como gramätica de la frase y el significado cae fuera de esta gramática. De esta manera regresa Chomsky a su postura inicial de aversión al significado como vimos en su primer modelo de 1957. Esta es la fase de la gramática generativo-transformacional que se conoce con el nombre de teoría estándar extendida revisada*. 1.7.4.5. En los últimos años han nacido dentro del generativismo varias tendencias que en algunos casos reflejan el punto contrario de las tesis chomskyanas,

como

sucede

con

la llamada

gramática

de

Montague”, que no muestra ningún interés por la sintaxis, a la que considera un preliminar sólo de la semántica. Esta teoría postula que las lenguas naturales pueden constituirse como los lenguajes formales. En este sentido, una gramática constaría de tres componentes: un lexicón, un conjunto de reglas sintácticas y un conjunto de reglas semánticas. La gramática de Montague sigue en la actualidad despertando el interés de los lingúistas. No ocurre lo mismo, en cambio, con otra vertiente del generativismo, la gramática relacional”, que pone el énfasis

en las relaciones gramaticales como sujeto, objeto directo, etc., y que

87 Cf. la versión castellana, Sintáctica y Semántica en la gramática generativa, México,

Ed. siglo XXI, 1979. 88 Cf. J. Katz, artículo citado en la nota 77.

89 Cf. F.J. Newmeyer, op. cit., p. 332 y ss. % Cf. FJ. Newmeyer, op. cit., p. 338 y ss.

22

:

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

en sus comienzos se veía como una importante alternativa al modelo estándar de Chomsky. 1.7.4.6. Como puede apreciarse, el problema del significado y las consiguientes variedades de semántica en la gramática generativotransformacional es un proceso en continua evolución que por el momento no parece estar en absoluto concluido. No obstante, pese a las diferencias de sus representantes, todos mantienen como piedra angular el principio de que una teoría lingüistica es un modelo formal de la competencia lingüistica abstracta de los hablantes. El reconocimiento de este principio es lo que ha llevado a alguno de los estudiosos de estas teorias a sostener la hipótesis de que «se ha aprendido más sobre la naturaleza del lenguaje en los últimos veinticinco años que en los dos

mil quinientos anteriores»”, 1.7.4.7. Entrar en las críticas a las teorías semánticas de la gramática generativo-transformacional, especialmente las formuladas por el estructuralismo funcional europeo, representado por M. Gauger, F. G. Droste y, sobre todo, E. Coseriu”, sobrepasaria con mucho el mar-

co y objetivos del presente trabajo. Por lo demás, desde hace muy poco contamos con una exhaustiva exposición sobre la polémica de E. Coseriu con la gramática generativa, que informa muy bien de este aspecto”. Lo que sí quisiéramos resaltar antes de abandonar este apartado es el hecho de que entre las teorías semánticas de la gramática generativo-transformacional y la semántica estructural-funcional euro-

pea hay varios puntos de contacto que podrían posibilitar en el futuro un mayor acercamiento de ambas concepciones lingúísticas. Asi, por ejemplo, se ha llamado la atención sobre las analogías entre los rasgos distintivos de la teoría Katz-Fodor y las unidades mínimas de contenido de la glosemática de Hjelmslev, o entre los marcadores semánticos y los clasemas, o entre los distinguidores y los semas™. También en el dominio de la formación de palabras pueden detectarse algunas coincidencias de ambas escuelas, como lo han puesto de manifiesto sobre

todo los trabajos de Brekle”, 9! Cf. F.J. Newmeyer, op. cit., p. 344. 92 Cf. V. Báez, Introducción crítica..., p. 120 y ss. 9% Cf. V. Sánchez de Zavala, Funcionalismo estructural y generativismo, Madrid, Alianza Editorial, 1982. 4 CF. Coseriu-Geckeler, trabajo citado en la nota 19, p. 160. Un intento de unión del

funcionalismo europco con el generativismo americano lo constituye, a nivel de la sintaxis, el libro de Ch. Robrer sobre el francés, Linguística funcional y gramática transformativa, traducido por nosotros del alemán, Madrid, Ed. Gredos, 1978.

95 Cf. H.E. Brekle, Generative Satzsemantik und transformationelle Syntax im System der englischen Nominalkomposition, Munich 1970.

Semäntica del Griego Antiguo

23

1.8. Haciendo un balance de los estudios generales en el marco de la semäntica lingüistica a lo largo de su primer centenario se pueden destacar esencialmente cuatro aspectos que a modo de conclusiones se desprenden de la investigaciön del significado en los cien primeros

años de su estudio científico”:

a) La semántica no está ya en absoluto tan desacreditada como lo estuvo hasta la primera mitad del presente siglo por influencia sobre todo de la teoría bloomfildiana del lenguaje. Por el contrario, hoy es uno de los dominios que mayor interés suscita entre los estudiosos del lenguaje, como lo ponen de manifiesto la cantidad de manuales generales aparecidos en los últimos años”. Un dato muy significativo a este respecto es el hecho de que los autores de la Linguistic Bibliography (publicada desde 1939) a partir de 1977 han establecido un apartado especial dedicado a la semántica, para recoger en él los trabajos que hasta entonces reunían bajo el epigrafe de vocabulario, en el que se mezclaban los estudios de lexicografía, etimología y semántica. Hoy ya se puede decir que la semántica no es la «pariente pobre» ni la «cenicienta» de la lingúística, como se la consideraba hasta hace apenas unos veinte años.

b) Si hasta hace muy poco los estudios semánticos estaban centrados casi exclusivamente en Europa, últimamente, y por primera vez en su historia, la semántica europea empieza a recibir el impacto de la lingüistica americana y está introduciendo un nuevo factor cuyas consecuencias se verán en los próximos años.

96. Cf. 5. Ullmann, trabajos citados en la nota 26, pp. 86 y 379-381, respectivamente. 97 Además de los manuales y obras de conjunto ya citados, como los de Geckeler (nota 15), Fernández Gonzälez-Herväs-Bäez (nota 22), Lyons (nota 39), Greimas (nota 50) y Baldinger y Heger (nota 65), pueden verse en español los siguientes: R. Trujillo, Efementos de semántica lingülstica, Madrid, Ed. Cátedra, 1976; A. López García-Molins, Elementos de semántica dinámica: semántica española, Zaragoza 1977; G. Leech, Semántica, Madrid, Alianza Editorial, 1977; F.R. Palmer, La semántica, Madrid, ed. Si-

glo XXI, 1978; G. Wotjak, Investigaciones sobre la estructura del significado, Madrid, Ed. Gredos, 1979; B. García Hernandez, Semántica estructural y lexemática del verbo, Reus, Ed. Avesta, 1980. En otras lenguas merecen señalarse, además de la obra de Baylon y Fabre citada en la nota 22, especialmente los siguientes estudios: H. E. Brekle, Semantik, Munich 1972; G.H. Blanke, Ejafúhrung in die semantische Analyse, Munich 1973; G.O. Nagy, Abriss ciner funktionellen Semantik, La Haya-Paris 1973; P. Schif-

ko, Bedeutungstheorie. Einführung in die linguistische Semantik, Stuttgart 1975; H. Geckeler (ed.), Strukturelle Bedcutungslehre, Darmstadt 1978; R. Bauerie-U. Egli-A. von Stechow (eds.), Semantics from different points of View, Berlin 1979; 5. Hervey,

Axiomatic Semantics.

A theory of linguistic semantics, Edimburgo 1980. Importante es

también la comunicación de J. Lyons, «Basic problems of Semantics», en Proceedings

of the 12th Int. Cong. of Linguists, Viena, 1977, pags. 13-21, y las réplicas de R. Bartsch y E. Vasiliu, en las mismas Actas, pp. 22-27 y 28-31, respectivamente.

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Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

c) Cada vez mayores son las relaciones de la semántica con otros dominios lingúísticos, en especial con la estilística y la sintaxis, de forma que si falso es el postulado de que no hay sintaxis sin semántica tampoco es posible la semántica sin sintaxis”, d) La semántica ha pasado a ser el punto de intersección de muchos intereses y ha adquirido un carácter interdisciplinario junto con la filosofia, la lógica, la sociología, la antropología, la psicología, la informática, etc., lo que hace que sea una de las

ramas más atractivas de la ciencia lingúistica.

u 2.1. Descrito, pues, el panorama actual de la semántica lingúística a nivel general, como acabamos de hacer, nos toca ahora abordar cuál es su estado presente de aplicación al griego antiguo. En este aspecto vamos a trazar dos líneas de exposición. Por un lado, nuestra próxima tarea va a consistir en analizar la situación presente de la semántica en filologia griega en lo que se refiere a manuales y estudios generales, programáticos, así como a cuestiones particulares abordadas en el seno de la lingúística antigua y que hayan tenido alguna vigencia en la moderna. Finalmente, en la tercera parte de nuestro trabajo nos proponemos hacer una especie de tipología de los trabajos prácticos de semántica de la lengua griega. 2.2. Pero antes de pasar a la exposición detallada de los puntos anteriormente esbozados conviene decir aquí unas palabras sobre el estado de la Filología Clásica en general y de la Griega en particular en relación con la lingüistica moderna”. La Filología Clásica, que durante muchos años fue modelo de investigación lingúística para todas las otras filologias, desde hace ya algunos decenios ha experimentado un repliegue casi total y salvo en contadas ocasiones apenas se ha asomado a las corrientes lingúísticas modernas. Y ello a pesar de que en su % Cf. FR. Adrados, «Reflexiones sobre semántica, sintaxis y estructura profunda», en RSEL 6, 1, 1976, pp. 1-25, y A. Diaz Tejera, «Puntos de contacto entre sintaxis y semántica», en RSEL 1,2, 1971, pp. 361-370. 99 Entre los varios trabajos que últimamente han abordado la situación actual de la Fi-

lología Clásica mencionaremos aquí los siguientes: K. Beyer-D. Cherubin, «Linguistik und alte Sprachen.

Eine Polemik», en Gymnasium

80, 1973, pp. 251-79; J. Latacz,

«Klassische Philologie und moderne Sprachwissenschaft», en Gymnasium 81, 1974, pp. 67-89; M. Fuhrmann, Alte Sprachen in der Krise?, Stuttgart 1976, y K. Stierle, «Klassische Literatur, moderne Literaturwissenschaft und die Rolie der klassischen Philolo-

gien», Gymnasium

85, 1978, pp. 289-311.

Semäntica de] Griego Antiguo

25

seno se han movido autores como Saussure, Meillet o Benveniste que tanto han fecundado la lingúística general. El contacto de la filología griega con las corrientes de la moderna lingüistica es, por otro lado, muy desigual. Mientras que en fonética griega la aplicación de los principios de la escuela de Praga empezó muy temprano (a partir de los años cuarenta) con los trabajos de Brandenstein, Ruipérez, etc., y

hoy contamos con excelentes monografías del sistema fonológico griego debidas a Bartonék, Lupas y Teodorsson™, entre otros, no ocurre lo mismo con otros sectores lingüisticos griegos como la morfología y la sintaxis!". Pero donde el retraso resulta impresionante es en el dominio de la semántica. A este respecto constatamos que la ciencia que se ocupa del lado del contenido de la lengua, el más importante, a nuestro entender, es la que más marginada ha quedado en filologia griega, en comparación con las disciplinas que se ocupan del lado formal. Así como en las distintas lenguas modernas disponemos de varios manuales de semántica para cada una, para el griego antiguo no tenemos todavía una obra comparable en la que se pueda recoger y sistematizar los logros parciales conseguidos ya en los diversos trabajos prácticos. Resulta sorprendente observar cómo en una no muy lejana exposición!” del estado actual de los estudios lingüisticos griegos el capitulo dedicado a la semántica se despacha en poco más de una página, dedicándose además la mayor parte a reseñar tratados generales como

los de Ulimann,

Matoré, etc.; para el griego sólo se citan las

obras de Struck y Kronasser, que por lo demás no tienen al griego exclusivamenle como objeto de investigación. Hay quien ha querido ver la causa de este atraso en semántica griega en el hecho de que se la ha considerado como una disciplina híbrida a caballo entre la filología y la lingüistica, por lo que es ignorada o subestimada por los repre-

sentantes de estos dos dominios. 100 Cf. W. Brandenstein, «Phonologische Bemerkungen zum Altgriechischen», Acta Lingüistica 6, 1950-51, pp. 31-46; M. Ruipérez, «Esquisse d'une histoire du vocalisme grec», Word 12, 1956, pp. 67-81; A. Bartontk, Development of the long Vowel System in ancient Greck dialects, Brno 1966; L. Lupas, Phonologie du grec attique, La Haya 1972, y S. T. Teodorsson, The Phonemic System of the Attic Dialects 400-340 B.C.,

Lund 1974. j 19! Una honrosa excepción en este dominio lo constituye el libro de M. Ruipérez, Estructura del sistema de aspectos y tiempos del verbo griego antiguo. Análisis funcional sincrönico, Salamanca 1954.

12 Cf. G. Bolognesi y B. Zucchelli, «Profilo storico-critico de gli studi linguistici greci», en Introduzione allo studio della cultura classica, ed. Marzorati, vol. IL, Milán 1973,

pp. 359-493, esp. pp. 373-75. 103 Esta es la opinión de Y. M. Charue, «Notes de sémantique homérique. Constitution

du champ s&mantique ct analyse des unités», en Recherches de Philologie et de Linguistique, TI, Lovaina 1968, pp. 95-108.

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Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

2.3. Los únicos manuales o trabajos programáticos aplicados a la semántica del griego antiguo de que disponemos actualmente son las obras, muy desfasadas ya, de Hecht, Schroeder, Struck y Kronasser,

todas ellas de orientación tradicional e historicista.

2.3.1. En 1888 M. Hecht'” consideraba a la semántica griega como una de las tareas fundamentales de la filología clásica. Al igual que en todos los tratados semánticos de esta época, el historicismo y el psicologismo estaban en la base de su obra. En este sentido, la semántica tiene por objeto, según Hecht, mostrar cómo actúa el acontecer psiquico en la evolución del significado y seguir el proceso evolutivo de los significados a lo largo de toda la historia de la literatura griega. Desde esta perspectiva, Hecht veía ingenuamente una de las grandes ventajas de la semántica griega frente a la semántica de las lenguas modernas precisamente en que éstas no poseen un proceso de evolución ni tan largo ni tan concluido como el del griego antiguo. De ahi que uno de los capítulos más extensos de la obra de Hecht se dedique a estudiar las diferencias de significado de las palabras de Homero a Hesiodo y otros autores. Desde una óptica moderna, posiblemente lo más aprovechable del viejo tratadito de este helenista sea el análisis de los términos ἀρετή,

ἀγαθός,

ἐσθλός,, por un lado, y de κακός,

kakórns, por otro. En cualquier caso, Hecht tiene el mérito para la historia de la semántica griega de haber sido su iniciador, recogiendo y sistematizando sugerencias y materiales aislados de filólogos anteriores como Steinthal, Lehrs, Bechtel, Tobler, etc. 2.3.2. El estudio de Schroeder'® no es un manual, sino un extenso

trabajo programático que recoge las teorías semánticas estudiadas hasta la fecha e intenta aplicarlas al dominio del griego antiguo. Los aspectos abordados son los típicos de la semántica histórica: causas del cambio de significado, condicionamientos psicológicos de estos cambios, los efectos de la analogía, el significado figurado, etc. Desde 1893 en que se publica el ensayo de Schroeder hasta 1940 no nos ha sido posible encontrar ningún estudio general referido a la semántica griega. 2.3.3. Como el propio Struck reconocía en el prólogo de su pequeña obra!™, el objetivo de su semántica era sistematizar los diversos fenómenos semánticos y someterlos a un análisis regular explicados psicológicamente. Con ejemplos del griego y latín pasa revista Struck a

10 Cf. M. Hecht, Die griechische Bedeutungslehre, eine Aufgabe der klassischen Philologie, Leipzig 1888.

105 Cf. Fr. Schroeder, Griechische Bedeutungsichre, Progr. Gebweiler 1893.

106 Cf. E, Struck, Bedeutungsichre. Grundzüge einer lateinischen und griechischen Semasiologie, Leipzig 1940, y la reseña de F. Dornsciff, en Gaomoa, 1942, pp. 142-48.

Semántica del Griego Antiguo

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los problemas más importantes que venían ocupando a los semantistas de orientación histórica: expresión del todo por la parte, el cambio semántico, las etimologías populares, la metáfora, la metonimia, etc. En 1954 se publica una segunda edición de esta obra!” en la que el papel central lo siguen teniendo todavía el griego y el latín, pero se parte ahora de ejemplos alemanes y se añaden paralelos de otras lenguas modernas (francés e inglés), sobre todo si el fenómeno en cuestión muestra una continuidad desde la antigüedad clásica. En una reseña de Schwyzer'* éste alababa el tratadito de Struck por servir principalmente para la pedagogía de las lenguas clásicas y por su estímulo para el estudiante en la interpretación de los textos antiguos. De ahí que Struck se decidiera a publicar otra versión de su obra con un enfoque predominantemente pedagógico en la idea de que la semántica podría

ser un excelente auxiliar en la lectura de los textos cläsicos'®. 2.3.4. Pero la obra de esta etapa de la historia de la semántica griega que mayor acogida tuvo entre los filólogos clásicos fue la de Kro-

nasser!'°. En verdad no se trata de un manual aplicado al griego, ni siquiera al griego y latín, sino más bien de un estudio general de carácter descriptivo que opera con ejemplos del griego, latín y demás lenguas indoeuropeas. Su autor se propone sistematizar y sintetizar todo lo conseguido y realizado hasta la fecha en los diversos trabajos prácticos anteriores. Importante es el capítulo dedicado al problema del significado en la antigúedad greco-latina, primer intento, a nuestro saber, de semejante cuestión. En líneas generales la obra de Kronasser se mueve dentro de la corriente historicista, pero a veces incorpora as-

pectos novedosos, como el capítulo que dedica a hacer una especie de historia de la teoría de los campos fundada por Trier, con búsqueda de antecedentes y precursores. Pero en general la obra de Kronasser ha quedado ya muy desfasada, con un contenido de lo más variado y difuso, que además se vio ensombrecida por los trabajos de Ullmann de la misma época. El filólogo griego hoy no puede tener por modelo una obra de este tipo, por lo que la elaboración de un moderno manual de semántica del griego antiguo sea, a nuestro entender, una de las tareas más perentorias que tiene planteada la filología griega en estos momentos. En semántica no se puede empezar hoy desde cero y

107 Stuttgart 1954. 108 Cf. la reseña de E. Schwyzer a la primera edición en KZ (1942).

109 Cf. E. Struck, Die Bedeutuagsichre als Hilfsmittel bei der altsprachlichen Lektüre, Berlin 1959; cf. la reseña de W. Luther en Gnomon

33, 1961, pp. 748-756.

NO Cf. H. Kronasser, Handbuch der Semasiologie...; cf. la reseña de F. Tietze en Gaomon 26, 1954, pp. 51-53.

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Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

fabricarse su propio método cada vez que alguien se entrega a una investigación práctica de un determinado sector del léxico griego ignorando los resultados conseguidos por los trabajos anteriores. 2.3.5. En relación con lo anterior debemos hacer aquí una excepción a propósito de los estudios del profesor F.R. Adrados, quien posiblemente sea en la actualidad el helenista que mayores esfuerzos ha dedicado a la elaboración de una teoría moderna, estructural, aplicable a la semántica del griego antiguo. Muchos de sus trabajos abordan cuestiones generales de semántica estructural con vistas a su

posible aplicación al griego'''. Su labor en el terreno de la teoría de los campos y de la semántica de la frase tendremos ocasión de reseñarla más adelante. Desde el punto de vista de una teoría semántica general sus ideas más sistemáticas se expresan en el capítulo VIII de su obra

sobre lingüistica estructural''?, así como en la tercera parte de la /ntroducción a la lexicografía griega''”, obra de conjunto realizada por él y varios de sus colaboradores, en la que se abordan desde una Optica moderna las cuestiones más importantes relacionadas con los problemas del gran Diccionario griego-español. Las ideas fundamentales de la teoría semántica de Adrados pueden sintetizarse en los siguientes puntos: interrelación de todo el léxico de una lengua, distribución de las palabras en campos semánticos que se oponen y jerarquizan, aplicación de las diversas oposiciones (restrictivas, distintivas, exclusivas, graduales) de las palabras dentro de un campo,

fenómenos de neutralización, relevancia de los con-

textos y aplicación del análisis distribucional. Este modelo de investigación semántica se aproxima mucho al funcionalismo estructural de la escuela de Tubinga, aunque sin llegar al grado de sistematización de ésta. 2.4. La aplicación práctica de las teorías del profesor Adrados en el Diccionario griego-español nos da pie para aludir aquí muy breve-

mente a la labor semántica implicita''* en los tres proyectos lexicográficos más importantes de los últimos años en el dominio de la lengua

Il La gran mayoría de estos trabajos está recogida en su libro Estudios de lingúística general, Barcelona, Ed. Planeta, 1969, así como en su libro citado en la nota 48. 12 Cf.F.R. Adrados, Lingúística estructural, 2 vols., Madrid, Ed. Gredos, 1969, pp. 490-544. 13 Cf FR. Adrados, E. Gangutia, J. López Facal y C. Serrano, Introduccióna la lexi-

cografla gricga, Madrid 1977, pp. 229-280. 114 Cf. R. Dupont-Roc y C. de Lamberterie, «La sémantique implicite des dictionnaires grecs», en Actes des Sessions de Linguistique de Saint Flour, Besangon 1975, trabajo

que no nos ha sido posible manejar.

Semántica del Griego Antiguo

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griega: el Léxico de la épica griega arcaica fundado por B. Snell, el diccionario etimológico del profesor Chantraine y el diccionario bilingúe griego-español dirigido por Adrados, cuyo primer fascículo ha aparecido hace poco. Se trata de ver cómo se ha abordado el problema del significado en cada uno de estos diccionarios, lo que puede dar idea del grado de aplicación de las teorías semánticas modernas al estudio y estructuración del vocabulario del griego antiguo. Como vere-

mos seguidamente, cada uno de estos macroproyectos lexicográficos tiene sus méritos especificos.

2.4.1. El Léxico de la épica griega arcaica!'* es un diccionario sincrónico que presta suma atención a los contextos para el establecimiento de los significados y recoge todo tipo de información de los lexicógrafos y glosarios antiguos que pueda contribuir al esclarecimiento y correcta comprensión de los términos. Concede también gran interés a la etimología, pero con la advertencia de que la colocación de ésta a la cabeza de cada lema no pretende en absoluto insinuar que se parte de un significado base o fundamental al viejo estilo; al contrario, el significado se obtiene del análisis inmediato de los textos. Su intención de recoger al final del diccionario, una vez acabado, los distintos conceptos, como «im, «ver», «espada», etc., y los diversos sinónimos

que los expresan hace que este léxico se sitúe en la línea de la investi-

gación por campos!". 2.4.2. El diccionario etimológico de P. Chantraine!'” es un diccionario diacrónico que se propone fundamentalmente dos cosas: hacer una historia de las palabras griegas y ofrecer una etimología de las mismas lo más científica posible, pero poniendo el énfasis en lo primero. Chantraine está convencido de que la historia de las palabras es un espejo en el que se refleja la historia de las ideas y de la civilización y ésta es la razón principal por la que se decidió a recoger en un diccionario su inmensa labor anterior en el estudio del vocabulario griego. Chantraine es consciente también de que los elementos del vocabulario pertenecen a un sistema que se definen por sus mutuas oposiciones y cubren en cada caso un campo semántico. En este diccionario la estructuración por familias de palabras tiene un gran relieve, lo mismo que los compuestos, en la idea de que para entender, por ejemplo, lo 115 B. Snell, U. Fleischer y H.J. Mette, Lexikon des frühgriechischen Epos, Gotinga 1955 y ss, M6 CE R.R. Dyer, «A semantic field lexicon to Homer», en Aul/a. Proceedings of the

Ninth Congress of the Australasian Universities Languages and Literature Association, ed. M. Adams, Melburne 1965, pp. 19-21, trabajo que no hemos podido consultar.

117 Cf. P. Chantraine, Dictionnaire étymologique de la langue grecque. Histoire des mots, Paris 1968-1980.

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que es ἔργον debemos tener presente también los compuestos en -Epyos y -opyos. Hay también ocasionalmente distinciones de sinónimos como en el caso de δέος y φόβος, el uno indicando un temor más prolongado y reflexivo, el otro un temor súbito que induce a la huida. Incluso se hace en algunos casos distribuciones semánticas de ciertas familias de palabras según su forma: así, el ático emplea la variante θάρσος, θαρσέω, etc., para el sentido de «coraje» o «confianza», mientras que la forma θράσος, θρασύτης, etc., se aplica para el sentido de «audacia» excesiva o «desvergüenza». Todo ello hace que el diccionario de Chantraine suponga un paso de gigante en la estructuración y comprensión del léxico del griego antiguo.

2.4.3. Por último, el Diccionario griego-español''* es también un diccionario diacrónico bilingüe que pretende no sólo servir a las necesidades de los lectores de habla castellana, sino que entre sus objetivos está también el de superar a otros grandes diccionarios de su estilo como el griego-inglés de Liddell-Scott-Jones. Desde el punto de vista semántico este diccionario presta gran atención a los hechos de distribución, de donde se extraen en definitiva las diferentes acepciones de cada lema. La colocación de la etimología de cada palabra al final del artículo correspondiente es muy acertada, con lo que se evita la posibilidad de entender que se parte de un significado preconcebido. En los aspectos propiamente lexicográficos, como incorporación de nuevos textos, nuevos autores, mayor número de contextos, etc., supera evidentemente los diccionarios de su estilo actualmente existentes. En cambio,

aspectos

más

semánticos,

como

distinciones

sinonímicas,

oposiciones por antónimos, etc., que se podrían incorporar de los trabajos parciales ya realizados, no se han introducido con la frecuencia que cabría esperar. Pensamos que colocando al final de cada lema los antónimos y sinónimos más relevantes de cada palabra, al estilo, por

ejemplo, del léxico filosófico de Platón elaborado por E. des Places''”, este diccionario hubiera prestado un servicio inconmensurable no sólo _ para la semántica del griego antiguo, sino también para problemas de estilística, crítica textual, métrica, etc. 2.5. Vamos a terminar esta segunda parte de nuestro trabajo dedicando unas palabras a una serie de estudios que han abordado diversas cuestiones semánticas en el marco de los autores y textos lingüisticos antiguos. Se trata de un capitulo muy interesante que va teniendo mayor atención por parte de los filólogos y lingúistas. Desgraciadamente se cumple lo que el profesor Adrados ha dicho recientemente a 118 vol. I, Madrid 1980. 119 Cf. E. des Places, Platon. Lexique de la langue philosophique ct religicuse de Platon, 2 vols., París 1970.

Semäntica del Griego Antiguo

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propósito de este aspecto: «En términos generales y salvo excepciones, los filólogos clásicos no están lo suficientemente próximos a la Lingúistica moderna como para explorar los textos gramaticales antiguos desde el punto de vista de ésta. Y, a su vez, los lingüistas (también con excepciones) no están lo suficientemente familiarizados con dichos textos como para obtener de ellos nuevas conclusiones»'”. De ahi que Adrados propugne un enfoque filológico y lingüistico de los textos antiguos que puede resultar muy beneficioso tanto para la filología clásica como para la lingüistica moderna. De esta manera puede comprobarse muchas veces que conceptos y teorías consideradas modernas llevan en realidad más de dos mil años de existencia. La relación de los estudios que mencionaremos a continuación en este sentido no pretende en absoluto ser completa y se limita sólo a ofrecer un pequeño muestreo de este tipo de investigaciones en los últimos años. 2.5.1. Muchos de estos estudios se relacionan con la teoría de los signos en autores antiguos que intentan encontrar en ellos antecedentes saussureanos. Este tema ha dado origen a una enorme bibliografía

que no hace mucho ha sido sistematizada y comentada por Koerner’. Especialmente estudiado desde este punto de vista ha sido el Cratilo de Platón, diálogo del que se ha dicho una infinidad de teorías respecto a su contenido, entre ellas que se trata de'?: — un estudio etimológico de las palabras griegas; — un intento de trazar el origen histórico del lenguaje; — una investigación de los pre-requisitos para una notación filosóficamente perfecta;

— un examen de los presupuestos empleados en las definiciones de los diálogos de la primera época; — una faceta más del omnipresente debate νόμος" φύσις del siglo V a.C.;

— un estudio de la imposibilidad de mantener la tesis del principio onomatopéyico para el habla humana. En un trabajo sobre este diálogo Leroy!” llegó a sostener que cuatro de las tesis saussureanas que más fecundas discusiones han provocado en la moderna lingúística (la relación significante-significado, forma-sustancia, lengua-habla y la arbitrariedad del signo) se encuen12 Cf. F.R. Adrados, «Teorías lingúísticas de la antigücdad: panorama actual y desiderata», en RSEL

13, 1, 1983, pp. 1-16, p. 3.

121 Cf. E.F.K. Koerner, Contribution au débat post-saussurica sur le signe linguistique. Introduction genérale et bibliographie annotéc, La Haya-Paris 1972. 12 Cf. Th.W. Bestor, «Plato's semantics and Plato’s “Cratylus”», en Phronesis 25, 1980, pp. 306-330, p. 328, n. 2; véase también «Plato’s semantics and Plato’s Parmeni-

des», en Id., pp. 38-75. 12 Cf. M. Leroy, «Etymologie et linguistique chez Platon», BAB

54, 1968, pp. 121-52.

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Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

tran al menos potencialmente en el Cratilo platónico. Semejante con-

clusión ha sido reexaminada recientemente por Schmitter'” y ha ob-

servado que si bien hay paralelos muy importantes (en especial en relación con la dicotomía forma-sustancia) que llevan a pensar que Platón había presupuesto ya los puntos esenciales de la lingúística saussureana, sin embargo, no se puede concluir con ellos que el Cratilo fuera directa o indirectamente la fuente del gran lingúista ginebrino. Sobre las fuentes de la teorías de los signos de Saussure se ha expresado también recientemente J. C. Rijlaarsdam en un apéndice de su excelente

comentario lingúístico del Cratilo'”. La cuestión del signo lingúístico ha sido abordada igualmente por Adrados a propósito de un pasaje del Banquete platónico y en relación con el sofista Gorgias de Leontinos!”, en quien descubre una tripartición que recuerda a la del famoso triángulo de Ogden-Richards: τὰ φρονούμενα (lo pensado), τὸ ὑποκείμενον (realidad subyacente), τὰ ὄντα (el ser). También el

profesor López Eire!” ha querido ver una tripartición paralela intuida ya por los estoicos: τὸ σημαινόμενον (significado), TO σημαῖνον (significante), τὸ τυγχάνον (el objeto). Por lo que se refers, a la arbitrariedad del signo, hoy sabemos por un trabajo de Coseriu'* que en definitiva procede de la expresión aristotélica κατὰ συνθή «nv. Coseriu, por lo demás, es uno de esos pocos lingüistas actuales que mayor atención ha dedicado a la historia de la lingúística, en special a la relación tradición-novedad en la ciencia del len-

guaje!”

12 Cf. P, Schmitter, «Das Wort als sprachliches Zeichen bei Platon und De Saussure»,

en Gedenkschrift für Jost Trier, ed. por H. Beckers-H. Schwarz, Colonia-Viena 1975, pp. 45-62. 125 Cf. J.C. Rijlaarsdam, Utrecht 1978, p. 227 y ss.

Platon über die Sprache.

Ein Kommentar zum

Kratylos,

126 Cf. F.R. Adrados, «La teoría del signo lingúístico en un pasaje del “Banquete” platónico», en RSEL

10, 2, 1980, pp. 331-337, y «La teoría del signo en Gorgias de Leon-

tinos», en Logos semantikós..., vol. 1, pp. 9-19. 27 Cf A. López Eire, «Semántica, estilística y la Stoa», en EC 15, 1971, pp. 297-317, y

Orígenes de la poética, Salamanca 1980, esp. p. 191 y ss. 128 Cf. E. Coseriu, «L’arbitraire du signe. Sobre la historia tardía de un concepto aristotélico», traducido por nosotros del alemán y recogido en su libro Tradición y novedad en la ciencia del lenguaje. Estudios de historia de la lingülstica, Madrid, Ed. Gre-

dos, 1977, pp. 13-61. 12 Muy importante en este sentido es su libro Die Geschichte der Sprachphilosophie von der Antike bis zur Gegeawart. Eine Übersicht. Teil I: Von der Antike bis Leibniz, Tubinga 19757. Cf. también sus trabajos recogidos en su libro citado en la nota ante-

rior,

Semäntica del Griego Antiguo

33

2.5.2. Además de en Platén™, ideas lingüisticas modernas se han analizado también últimamente en los sofistas'*', Aristóteles!”, estoi-

cos!” y gramáticos antiguos'**. El profesor Adrados nos ha ofrecido muy recientemente un panorama actual en este sentido, que sin pretender agotar el tema nos da una idea de cuán fructífera puede ser la

investigación por este terreno!?”, Una visión de conjunto sobre las teorías semánticas en la Antigüedad hasta la patristica greco-latina y de época tardía, que viene a sustituir el capítulo correspondiente del libro de Kronasser citado en el parágrafo 2.3.4., nos la ha dado hace poco E. Gangutia'*. De la polisemia en Aristóteles se ha ocupado Garcia

Yebra!”; E. Heitsch'* ha abordado la cuestión de la homonimia en sus diversas modalidades; García Teijeiro'” ha tocado el tema de la dionimia griega; sobre el mecanismo del cambio de nombres (metonomasia) y, por consiguiente, de significado en el vocabulario moral, tal 130 Cf. también R.B. Levinson, Language, Plato and Logic, N. Y ork 1971.

131 Cf. P.M. Gentinetta, Zur Sprachbetrachtung bei den Sophisten ind in der stoischhellenistischea Zeit, Diss., Zurich, Winterthur,

1961; véase igualmente el artículo de

N.G. Boura, «Las opiniones de los sofistas y la Stoa acerca de las palabras y teorias semánticas contemporáneas» (en griego moderno), en Platon 51-2, 1974, pp. 253-65. 2 of G. Morpurgo-Tagliabue, Lingüistica e Stilistica di Aristotele, Roma 1967; M. T. Larkin, Language ia the philosophy of Aristotle, La Haya 1971.

133 Cf. K. Barwick, Probleme der stoischen Sprachlehre und Rhetorik, Berlin 1957, y J. Lohmann, «Über die Stoische Sprachphilosophie», Stud. Gen. 21, 1968, pp. 250-57. '% Cfr. H. Glinz, «Die Begründung der abendländischen Grammatik durch die Griechen und ihr Verhältnis zur modernen Sprachwissenschaft», en WW 7, 1956-1957, pp. 129-135.

135 Cf. su artículo citado en la nota 120. A las fuentes citadas por Adrados en este articulo debe añadirse la obra de A. Gräfenhan, Geschichte der klassischen Philologie im Altertum, 4 vols., Bonn

1843-1850, que a pesar de su antigücdad sigue siendo un traba-

jo muy valioso para las fuentes antiguas de muchas cuestiones de la lingüistica moderna, especialmente en lo que se refiere a la lexicografía y semántica. Cf. también M. Leroy, «Die Sprachwissenschaft- antike und moderne Ansichten», en A/tertum pp. 81-99.

20, 1974,

136 Cf E. Gangutia, «Teorías semánticas en la Antigdedad», en el libro citado en la nota 113, pp. 3-60, y «El pasaje lingilístico de Diógenes de Ocnoanda», en Emerita 49,

1981, pp. 343-52. Sobre el problema del significado en la antigtiedad, véase también R. Haller, «Untersuchungen zum Bedeutungsproblem in der antiken und mittelalterlichen Philosophie», ABG 7, 1962, pp. 57-119. 137 Cf. V. García Yebra, «(Τὸ ὃν σημαίνειν Origen de la polisemia segun Aristöteles», en RSEL 11, 1, 1981, pp. 33-50.

138 Cf.. E. Heitsch, Dic Entdeckung der Homonymic, Maguncia 1972. Véase también X. Mignot, «Les notions d’homonymie, de synonymie et de polysemic dans l’analyse ensembliste du signe», en BSL

67, 1972, pp. 1-22.

19 Cf. M. García Teijeiro, «Una lengua artificial en la Grecia helenística», en RSEL 11, 1, 1981, pp. 69-82.

34

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

como lo expone Tucidides (cf. III, 82, 4-5) ha trabajado W. Mueri'*. nosotros mismos hemos trabajado sobre la historia de la sinonimia

griega', sobre la antonimia en Platén'® y sobre diversos aspectos se-

mánticos en el Léxico de Ammonio'*. Tm 3. Como habrá podido observarse, la situación de la investigación semántica en griego antiguo sigue estando atrasada todavía hoy en lo que se refiere a manuales, obras de conjunto y estudios sistemáticos, mientras que, por el contrario, disponemos de excelentes trabajos lexicográficos en los que se aplican ideas y métodos de la moderna teoría. Hemos tenido ocasión de ver también un renovado interés por el estudio de determinadas cuestiones semánticas en los textos antiguos. Nos resta ahora ofrecer una visión de conjunto de los numerosos trabajos prácticos llevados a cabo en griego antiguo. A este respecto, la semántica la entendemos en su sentido más amplio y aunque el papel primordial lo tendrá la semántica de la palabra, incluimos también los estudios semánticos de unidades inferiores y superiores a la palabra. En consecuencia, esta sección la dividiremos en los siguientes cuatro apartados:

a) La semántica de las unidades inferiores a la palabra. b) La semántica de la palabra. c) La semántica de la frase. d) La semántica del texto.

La clasificación y tipología de los distintos trabajos prácticos en cualquiera de estas cuatro modalidades que ofrecemos a continuación atenderá fundamentalmente a los estudios de los últimos años, especialmente desde finales de los sesenta en adelante. Pero ello no quiere decir que no citemos en determinados casos obras de los años anteriores cuando nos parezcan dignas de ser recordadas por su especial valor metodológico o por sentar los antecedentes de investigaciones posteriores. Por lo demás, tampoco recogemos en la presente relación to14 Cf. W. Mueri «Politische Metonomasie (zu Thukydides III, 82, 4-5)», MH pp. 65-79.

26, 1969,

141 Cf. nuestro trabajo citado en la nota 76. Véase además I. Muñoz Valle, «En torno a la sinonimia», en Durius 3, 1975, pp. 263-89, y P. Torricelli, «Il problema linguistico della sinonimia», en SSL 17, 1977, pp. 205-250. 142 Cf. M. Martínez Hernández, «El carácter interdisciplinario de la antonimia y sus procedimientos léxicos y gramaticales en Platón», en Tabona 4, 1983, pp. 155-181. 143 Cf. M. Martínez Hernández, «Tipología de la diferenciación lexemática en el Léxico de Ammonio», en Revista de Filología de la Universidad de La Laguna 3-9, 1939-1990,

pp. 231-237.

Semäntica del Griego Antiguo

35

dos los trabajos existentes, pues desbordaria ampliamente el marco de nuestro ensayo, sino que nos limitaremos a dar una selección de los más representativos en cada modalidad. 3.1. Por semántica de las unidades inferiores a la palabra entendemos el estudio desde el punto de vista semántico de los fonos y sonidos y ciertos morfemas, especialmente los sufijos. 3.1.1. El estudio semántico de los sonidos, es decir, la investigación

sobre el significado de las vocales y consonantes, asi como de ciertos gritos, interjecciones, onomatopeyas, etc., se realiza en el marco de la simbología fonética o lingúística y es un capítulo más propio de la estilística (de donde el nombre también de fonoestilística) que de la semántica. La obra de conjunto sobre esta cuestión a nivel general sigue

siendo el libro de E. Fenz'“, quien en lugar de una «Fonosemántica»

(Lautdeutungslehre) prefiere hablar de «Ftongologia» (del gr. $06y” yos, «ruido, sonido»). La significación de los sonidos y la asignación de valores semánticos a las distintas letras es un tema que se viene debatiendo desde los comienzos de la investigación lingüistica y con él está relacionada la dicotomía νόμος φύσις sobre el origen del lenguaje expuesta en el Cratilo platónico. Además de a Platón la cuestión interesó también a los presocráticos y estoicos, y Dioniso de Halicarnaso le dedicó un capitulo en su De compositione verborum'*. La obra de conjunto sobre este tipo de investigación en el dominio de la lengua griega es todavia la de W. Stanford'*, a la que se puede añadir

ahora el estudio de M. Kaimio!” y el trabajo de W. A. Kalogheras'* sobre ciertos sonidos y onomatopeyas. 3.1.2. Mayor relieve tiene para nosotros el estudio semántico de los morfemas por los que entendemos aqui fundamentalmente los sufijos. En realidad se trata de un capítulo complicado que suele abordarse en el dominio de la formación de palabras, donde, entre otras cuestiones,

se acostumbra examinar los problemas de la composición y de la deri-

144 Cf. E. Fenz, Laut, Wort, Sprache und ihre Deutung. Grundlegung einer Lautdeutungslehre, Viena 1940. . 145 Cf. M. Martínez Hernández «Las interjecciones de dolor en Sófocles», en CFC 1978, pp. 73-136, esp. pp. 91-93, donde mencionamos los trabajos más importantes bre determinados sonidos y vocales en diversas lenguas indocuropeas. Cf. también Lasso de la Vega, «La oda primera de Safo», en CFC 6, 1974, p. 15, nota 18, y p. nota 26.

15, soJ.S. 13,

146 Cf. w. B. Stanford, The Sound of Greck. Studies in the Greek ΤΙ heory and Practice

of Euphony, Berkeley-Los Angeles 1967. 7 Cf. M. Kaimio, Charakterization of Sound in carly Greek Literature, Helsinki 1977. 18 Cf W.A. Kalogheras, «Beitrag zur Erforschung der laut- und schallnachahmenden Wörter im Altgriechischen», Platon 18, 1967, pp. 171-88.

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Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

vación de palabras. En el apartado de la semántica de la palabra analizaremos el estudio de los compuestos y aquí nos limitaremos especialmente a los sufijos. Un ensayo de clarificación de estas cuestiones nos lo presenta Coseriu en el marco de su teoría semántica estructuralfuncional. Coseriu habla en este sentido de la modificación, el desarrollo y la composición como tres tipos de estructuras paradigmáticas secundarias pertenecientes a la formación de palabras que implican

determinaciones de indole gramatical y que corresponden a una gramaticalización del Kxico'*. La modificación no implica una función especifica del lexema modificado (como los sufijos de diminutivos, colectivos y prefijos verbales) y los lexemas formados por este procedimiento pertenecen siempre a la misma clase de palabra que los lexemas que le sirven de base (del tipo esp. caballo — caballito, árbol — arboleda). En el desarrollo hay, en cambio, determinaciones gramaticales que implican funciones oracionales, como en belleza, que implica la función predicativa del lexema be//o; los lexemas formados por desarrollo pertenecen a una clase de palabra distinta a la de los lexemas de origen. Finalmente, la composición es un procedimiento de formación de palabras en el que las dos unidades son lexemas unidos por una relación gramatical. Pensamos que una aplicación de estas ideas en el dominio de la formacion de palabras del griego antiguo se mostraría muy útil. 3.1.2.1. Los sufijos constituyen en cierta medida un puente entre los elementos gramaticales y los elementos léxicos de la lengua. Forman parte de paradigmas morfológicos como los del tiempo y modo, por un lado, y de palabras derivadas, por otro. No hace mucho Mig-

που Ὁ ha estudiado el problema de la descripción semántica de los sufijos en las lenguas antiguas y veía un inconveniente grave en el hecho de que el sentido de estos formantes es mucho más delicado de precisar que el de los lexemas. Pero precisamente este carácter mixto, léxico y gramatical a la vez, de los sufijos le confiere un interés especial para su investigacion semántica. Desde el punto de vista paradigmático el estudio semántico de los sufijos puede hacerse sobre todo con ayuda de los conceptos de nicho semántico y Wortstand, tal como han sido llevados a la práctica por K. Baldinger y L. Weisgerber, respectivamente (cf. los parágraros 17 3 3.1 y 1.7.2.2.b). Por nicho semántico se

18 cf E. Coseriu, «Las estructuras lexemáticas», en su libro citado en la nota 16, pp.

163-184, esp. pp. 178-182, y «La formación de palabras desde el punto de vista del contenido», en su libro citado en la nota 17, pp. 239-264. 19 Cf. x. Mignot, «Considérations sur l’&tude sémantique des suffixes dans les langues anciennes», en Mélanges de linguistique et de philologie grecques offerts 4 Pierre Chantraine, París 1972, pp. 123-137.

Semántica del Griego Antiguo

37

interpreta un grupo de lexemas provistos de un mismo sufijo o prefijo y con la misma función semántica, un grupo derivativo homogéneo desde el punto de vista de la expresión y del contenido, como puede

ser el de los lexemas nominales griegos provistos del sufijo ua pertenecientes a la expresión de «dolor» (ἄλγημα, πάθημα, πῆμα, Aúrn a, μόχθημα, etc.). El Wortstand, por su parte, es la coincidencia de varios nichos semánticos en un mismo grupo, varios tipos de sufijos o prefijos que realizan todos la misma función semántica, como podemos tener en griego a propósito de la expresión de la colectividad o de la intensificación o de la disminución, etc. Desde el punto de vista sintagmático los sufijos pueden estudiarse en relación con sus aptitudes combinatorias, o en lo que se refiere al paso de una categoría de palabra a otra, etc. En este aspecto la gramática generativotransformacional podría ser de gran utilidad para el griego antiguo. 3.1.2.2. Un estado de la investigación de los sufijos hasta aproximadamente los años cincuenta lo ofrece el primer volumen de la gra-

mática griega de Schwyzer'”'. Estudios de conjunto sobre la cuestión son las obras de Debrunner, Risch y Chantraine'”, que tiene el mérito sobre las otras dos de repartir los sufijos por grupos semánticos o de materias como las partes del cuerpo, denominación de enfermedades, animales, plantas, etc. Buenos diccionarios de sufijos con datos espe-

cialmente estadísticos y formales, que pueden servir de punto de partida para un posterior análisis semántico por nichos y Wortstánde, son

los de Buck-Petersen y el de Kretschmer-Locker'*. El libro de Long'*

sobre la relación lengua-pensamiento en Sófocles es una excelente demostración de lo que se puede hacer en el estudio de los sufijos desde el punto de vista semántico. El análisis de Long se centra sobre todo en los sufijos -μα, -σις, -μος, la y -ela. Buenos trabajos sobre sufijos en los ultimos años con especial atención a los hechos semánticos son los de Kastner, Schmeja,

Shipp, Mittwer, Bader, Hipt, Redard,

Monteil, Jones, Manessy-Gnitton, Waanders, Meier y Mawet!”. Es-

151 Cf. E. Schwyzer, Griechische Grammatik, vol. I, Munich 1968*, pp. 455-544. 12 Cf. A. Debrunner, Griechische Wortbildungslehre, Heidelberg 1917; E. Risch, Wortbilduag der homerischen Sprache, Berlin-N. York 1974 2, y P. Chantraine, La formation des noms en grec ancien, reimpr., París 1979.

153 Cf. C. Ὁ. Buck-W. Petersen, A reverse Index of Greck Nouns and Adjectives, Chicago

1944, y P. Kretschmer-E.

Sprache, Gotinga 1963”.

Locker, Rückläufiges

Worterbuch der griechischen

154 Cf. A.A. Long, Language and Thought in Sophocles, Londres 1968.

155 Cf. W. Kastner, Die griechische Adjektive zweier Endungen auf- ΟΣ, Heidelberg 1967; H. Schmeja, «Zur griechischen Wortbildung. Die Nomina auf -wAds, -ωλή, -ωλόν», en Studien zur Sprachwissenschaft und Kulturkunde. Gedenkschrif für W. Brandenstein, Innsbruck 1968, pp. 129-38; G. P. Shipp, «Nouns in -σις and -τυς in

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Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

pecial atención han tenido últimamente las formaciones en -ευς con

trabajos de Perpillou, Schindler, Mawet y Windekens'*. Particularmente interesante nos parece el trabajo de Campagner'”, quien con la aplicación de la teoría de los campos en este dominio estudia diez parejas de verbos cuyo significado es «ser + la cualidad expresada por el adjetivo» (tipo σωφρονέω, «ser sabio») o «causar + la cualidad expresada por el adjetivo» (tipo σωφρονίζω, «hacer sabio»). Como modelo de investigación de un sufijo desde el punto de vista semántico puede considerarse el de Mignot'™ sobre el sufijo -Tns sobre la base de diversos métodos: datos estadísticos, análisis de los ejemplos, estudios de otros sufijos similares, consideración de oposiciones formales y semánticas, todo ello en relación con un autor, una época, un género

literario o un conjunto de autores. La conclusión del autor sobre la originalidad semántica de este formante es la de que se trata de un sufijo particularmente apto para expresar nociones propias de la actividad del espíritu humano, para categorías que implican juicio de valor. A veces los derivados con este formante se estudian en el plano de la sinonimia (tipo λαμπρότης-λευκότης, οἰκηϊότης -φιλότης) o de la antonimia

(tipo

δεξιότης-σκαιότης,

πικρότης

-γλυκύτης),

lo

que es especialmente interesante desde el punto de vista semántico. Un trabajo que parece seguir la linea de investigación de los Wortstándees el de Dressler'? sobre ciertos sufijos griegos (-τήρ, -τωρ, -Tpov, -θρον, Homer», Aatichthon 2, 1968, pp. 15-31; M. Wittwer, «Über die kontrastierende Funktion des griechischen Suffixes -repos», Glotta 47, 1969, pp. 54-110. F. Bader, «Neu-

tres grecs en -Li: absolutifs et privatifs verbaux», BSL 65, 1970, pp. 85-136, y Suffixes grecs en «-m-»: recherches comparatives sur V'hétéroclisie nominale, Paris 1974; D. Po de Hipt, Adjektive auf -söns in Corpus Hippocratium, Hamburgo 1972; G. Redard, «Sur les prétendus causatifs-itératifs en -¿w», en Mélanges-P. Chantraine..., pp. 183-189; P. Monteil, «Les formations greoques dominutives en -ὕδριον», en Id., pp. 139-56; H. Jones, «Homeric nouns in -sis», en Glotta 51, 1973, pp. 7-29; J. Manessy-Gnitton, «Les substantifs neutres ἃ suffixe -aos chez Homére», BSL 67, 1972, pp. 85-108; F. M. J. Waanders, «The suffixes -To-/-Ta- and -eTo-/-eTa- in Greek action nouns: the structure of nouns of the type θάνατος κάματος», Ma 27, 1973, pp. 1-6, M. Meier, -ὅ. Zur Geschichte eines griechischen Nominal Suffixes, Gotinga 1975, y F. Mawet, «La

fonction prédicative des derives grecs en -μα», Die Sprache 27, 1981, pp. 141-165. 1586 Cf. LL. Perpillou, Les substantifs grecs en -eús, Paris 1973; J. Schindler, «On the Greek type ἱππεύς», Festschrift-L.R. Palmer, Innsbruck 1976, pp. 349-352, F. Mawet,

«Une énigme morphologique: les noms grecs en -evs», en AC 46, 1977, pp. 580-89, y A. J. Windekens, «Encore les substantifs grecs á suffixe -ευς», Glotta 60, 1982, pp. 49-52.

157 Cf. R. Campagner, «Per un analisi del campo semantico dei denominativi del tipo σωφρονέω-σωφρονίζω», BIFG

3, 1976, pp. 292-295.

158 Cf. X. Mignot, Recherches sur le suffixe -THZ, -THTOZ (ΤᾺΣ, -TATOE) des origines a la fin du IV siecle avant J.C., Paris 1972. 19 Cf. W.U. Dressler, «Eine typologische Charakterisierung der Polysemie griechischer

und lateinischer Agens- und Instrumental Suffixc», en Recherches de linguistique. Hommages a4 Maurice Leroy, Bruselas 1980, pp. 68-73.

Semäntica del Griego Antiguo -€us)

y latinos (-tor, -trum,

39 -culum,

-bulum)

para la expresión del

agente e instrumental. Dressler establece cuatro grandes subgrupos que representa cada uno una fórmula sintagmática distinta (agente y predicado; instrumento y predicado; agente/instrumento, objeto y predicado; agente/instrumento y objeto) e indica en cada caso qué tipos de sufijos puede expresarla. 3.2. En el capítulo de la semántica de la palabra diferenciamos entre la palabra compuesta y la palabra simple. 3.2.1. Como es bien sabido, la posibilidad casi ilimitada que tiene el griego antiguo para formar nuevos compuestos es una de las notas más caracteristicas de la tipología lingüistica de esta lengua'®. Dentro de la composición distinguimos entre los estudios de preverbios y los restantes compuestos. Aunque según la teoría semántica de Coseriu (tal como vimos en el parágrafo 3.1.2) el estudio de los preverbios no pertenece al tipo de la composición, sino de la modificación, preferimos hacerlo en este apartado por razones de sistematización. 3.2.1.1. Monografías clásicas dedicadas al estudio de los preverbios

son las de Brunel y Strómberg!”. Trabajos últimos sobre preverbios son, por ejemplo, el de Devick'“ sobre los verbos compuestos en Esquines, en el que aborda el fenómeno de la composición y sobrecomposición verbal como procedimiento estilístico de una elección entre varias posibilidades de expresión del pensamiento. Devick distingue varias categorías semánticas de los preverbios en el orador ático según sirvan para reforzar una idea o para indicar su cumplimiento, etc. Turcan'®, por su parte, ha abordado el fenómeno de la «depreverbación», es decir, el empleo de un verbo simple con el valor del compuesto como

ocurre con Aúw

usado

por καταλύω,

«destruir», en 17 2,

117-18, etc. Sin embargo, en el dominio de la lengua griega antigua no contamos todavía con un trabajo como el de B. Garcia Hernández!* sobre los preverbios latinos, en el que se aplican las ideas de la lexemática coseriana y constituye un modelo de investigación estructural aplicable a las lenguas clásicas. Desde otros puntos de vista, en cambio, son dignos de reseñar aqui los trabajos de Kempke sobre la parti160 Cf. F.R Adrados, «Ideas para una tipología del griego», en el primero de sus libros citados en la nota 111, pp. 111-135, esp. pp. 120 y ss. 161 Cf. J. Brunel, Z ‘aspect verbal ct l'emploi des préverbes en grec, particuliérement en attique, Paris 1939, y R. 5. Strémberg, Greek Prefix Studies, Goteburgo 1946.

162 Cf. Y, Devick, «Essai sur la composition et la surcomposition verbales chez l’orateur Eschine», en Recherches de Philologie et de Linguistique, 1, Lovaina 1967, pp. 141-196. 163 Cf. I. Turcan, «La dépréverbation dans les langues classiques», BSL 77, 1982, pp. 273-284. 164 Cf. su libro citado en la nota 97.

40

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

cula dv- en composición, así como los de Borthwick y Lee sobre los

compuestos de adw y βάλλω, respectivamente!'* 3.2.1.2. Mayor atención ha tenido últimamente el estudio de los restantes compuestos. Una información en este dominio hasta la década de los cincuenta la da Schwyzer en su gramática griega'®. De entre los trabajos aparecidos en los últimos años relacionados con los compuestos merecen ser citados los de Bader, Rüedi, Risch, van Strien,

Moreschini, Calame, Darcus, Schulze, Bologna y Frei'”. Un modelo de trabajo en el campo de la composición griega puede ser el de Hofinger'* sobre los compuestos hesiódicos. Siguiendo los tipos de composición de la gramática india este autor clasifica los compuestos en Hesiodo de la siguiente manera: a) Compuestos copulativos, del tipo καλοκαγαθός, νυχθήμερον, etc., en los que los miembros que los forman estarían unidos por «y» si estuvieran separados. . 5) Compuestos determinativos, en los que uno de los miembros determina al otro cuyo sentido es predominante. Estos compuestos, a su vez, se subdividen según las relaciones sintácticas de los miembros que lo forman en: a) Compuestos de relación casual: el primer miembro correspondería a un caso oblicuo, del tipo οἰκοδεσπότης = οἴκου δεσπότης.

168 Cf. G. Kempke, Die Bedeutungsgruppen der verbalen kompositionspartikel dv- im syochronischer und diachronischer Sicht, Diss., Leipzig 1964; E. K. Borthwick «The

verb αὔω and its compounds», en CQ 19, 1969, pp. 306-313, y K. H. Lee, «Βάλλω compounds in the tragedians», en AJP& 92, 1971, pp. 312-315.

16 Cf. E. Schwyzer, op. cit., pp. 425-455 167 Cf. F. Bader, Les composés grecs du type de demiourgos, Paris 1965, y «Ephore, Pylore, Théore: les composés grecs en -opos, -ουρος, ωρος», RPA 46, 1972, pp. 192-237;

E. H. Rüedi, Vom

'EMMavoSíxas zum dAarroráAns.

Eine Studien zur der ver-

balen Rektionskomposita auf as/ns, Diss., Zurich 1969; E. Risch, «Spóvos, θρόνα und die Komposita vom Typus χρυσόθρονος», Stud. Clas. 14, 1972, pp. 17-25; M. van Strien-Gerritsen, De homerische Composita, Assen 1973: A. Moreschini, «I com-

posti con primo elemento ἀρι- ed ἐρι-», SSL 13, 1973, pp. 185-195, y «Problemi relativi alla serie di composti omerici col primo elemento Oe o -», Jd., pp. 196-206; C. Calame, «Die Komposita mit ἀρτι- in frühgriechischen Epos», MH 34, 1977, pp. 209-220; S. M. Darcus, «-phron Epithets of thumos», G/otta 55, 1977, pp. 178-82; R. Schulze. «bepé-otkos—olxko-dópos und die wechselnde Stellung des Verbalbestandteiles bei einigen griechischen Komposita», Festschrift for O. Szémerenyi, Amsterdam 1979, pp.

801-808; M. P. Bologna, «Per un analisi descrittiva dei composti aggettivali omerici con primo elemento tre pi-», SSL 20, 1980, pp. 163 y ss., y P. Frei, «1 zoNoMIA. Politik

im Spiegel griechischer Wortbildungslehre», MH

38, 1981, pp. 205-219.

18 Cf M. Hofinger, «L’apport de la poésic hésiodique á la composition nominale», en

su libro Etudes surle vocubulaire du grec archaique, Leiden 1981, pp. 143-165.

Semántica del Griego Antiguo

41

β) Compuestos de relación atributiva o aposicional:

ambos

miembros, de estar separados, estarian en el mismo caso,

como ἀνδρόπαις = «hombre-niño». y) Compuestos de relación verbal: uno de los miembros es un sustantivo verbal y el otro actúa como complemento, del tipo πυρφόρος, «que transporta el fuego». δ) Compuestos preposicionales: su primer miembro puede ser una partícula, una preposición o un adverbio, del tipo ἄδηλος, ἐπιθήκη, evaís.

c) Compuestos adverbiales, del tipo ἐμπελαδόν. d) Compuestos posesivos, diferentes a todos los anteriores por referirse necesariamente a un objeto exterior, del tipo λευκώλεvos, «que tiene el brazo blanco», dicho de Hera. Para terminar este apartado quisiéramos mencionar el trabajo de

Thesleff'? sobre la intensificación en griego, que consideramos especialmente interesante por estar en la linea del estudio de los Wortstánde. Thesleff estudia todos los procedimientos del griego antiguo para expresar la noción de la intensificación, entre los que destacan varios tipos de compuestos, como los formados con TOAv-, TTEPL-, KaTa-, παν- ἀγα-, ἀρι-, Épt-, ἀμφι- εὐρυ- peya-, εὐ-, etc.

3.2.2.- Los estudios semánticos en relación con las palabras simples los clasificamos según el enfoque que se les haya hecho (lingúístico, filosófico, onomasiológico, etc.) o de acuerdo con el tipo de estructuración que se haya utilizado. De ahí que en este apartado diferenciemos las siguientes categorías de trabajos: — trabajos sobre determinados conceptos, ideas o palabras desde un punto de vista predominantemente literario o filosófico (historia de conceptos); — trabajos de tipo onomasiológico referidos a las designaciones de objetos, cosas o conceptos de la realidad extralingüistica; — trabajos sobre ciertos tipos de terminologias o vocabularios técnicos; — estudios sobre historias de palabras aisladas; — estructuraciones a base de familias de palabras; — estudios de sinónimos;

— trabajos sobre campos léxicos-semánticos o esferas semánticoconceptuales;

— estudios de semántica contrastiva. 3.2.2.1. Los estudios de conceptos o ideas abstractas desde un punto de vista fundamentalmente

filosófico o literario, pero con escasa

consideración de lo lingúístico y semántico, han sido desde siempre

1% Cf. H. Thesleff, Studies on Intensification in Early and Classical Greek, Helsingfors 1955.

42

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

muy numerosos en el dominio de la filología griega y todavía hoy lo siguen siendo. Trabajos típicos de este modelo de investigación son, por ejemplo, los de Jeffré, Keuffel, Doll, Hadamovsky, Moulinier, Burkert,

Pinilla,

Lledó,

Berger,

Sprute,

Kakridis,

Kerschensteiner,

Fischer, Jäger, Romilly, Riedingler, Havelock, Bordes y Parker'”. La revista alemana Archiv für Begriffsgeschichte suele ser el órgano de expresión más representativo de esta clase de estudios cuyo resultado

suele servir para la elaboración de diccionarios como el de Peters!” sobre términos filosóficos. De todas maneras, estos trabajos pueden ser la base en muchos casos de una posterior investigación lingúístico-semántica del concepto en cuestión. 3.2.2.2. Tampoco ofrecen mucho interés desde los postulados de una semántica moderna los trabajos realizados sobre las denominaciones de los objetos o cosas de la realidad extralingüistica, como los

términos de los colores'”, designaciones del parentesco!”, nombres de IN Cf. F. Jeffré, Der Begriff τέχνη bei Platon, Diss., Kiel 1922; W. Keuffel, Der Vaterlandsbegriff der frúbgriechischen Dichtung, Diss, Kiel 1941; Fr. Doll, Das Mitleid ia den Tragödie des Aischylos und des Sophokles, Diss., Freiburg 1945; W. Hadamovsky, Studien zur Entwicklung des ὕβρις -Begriffes von Homer bis Euripides, Diss., Viena 1943; L. Moulinier, Le pur et 'impur dans la pensée des grecs d'Homére a Aristote, Paris 1952; W. Burkert, Zum altgriechischen Mitleidsbegriff, Diss., Erlangen 1955; A. Pinilla, Sofrosine, Madrid 1959; E. Lledó, El concepto de «Poiesis» en la Filosofia griega, Madrid 1961; H.H. Berger, OrzrA in de Dialogen van Plato, Leiden 1961; J. Sprute, Der Begriff ΔΌΞΑ in dem platonischen Philosophie, Gotinga

1962; J. Kerschensteiner,

Kosmos, Munich 1962; H. Kakridis, La notion de la amitié et de l'hospitalité chez Homére, Tesalónica 1963; U. Fischer, Der Telosgedanke in der Dramen des Aischylos, Hildesheim 1965; G. Jäger, «Nus» ía Platons Dialogen, Gotinga 1967; J. de Romilly, Le temps dans la tragédic grecque, Paris 1971, y La douceur dans la pensée grecque, Paris 1979. J.C. Riedingler, «La timé chez Homére», REG 89, 1976, pp. 244-64; A.E. Havelock,

The Greek Concept of Justice, Cambridge

Mass.-Londres

1978; J. Bordes,

Politeia dans la pensée grecque jusqu’a Aristote, Paris 1982; R. Parker, Miasma. Pollution and Purification in Early Greek Religion, Oxford 1983.

IN Cf F.E. Peters, Greck Philosophical Terms, N. Y ork-Londres 1975°. 172 Cf., por ejemplo, R. d’Avino, «La visione del colore nella terminologia greca», Ri-

cerche Linguístiche 4, 1958, pp. 99-134; G. Reiter, Die griechischen Bezeichnungen der Farben Weiss, Grau und Braun. Eine Bedeutungsuatersuchung, Innsbruck 1962; E. Handschur, Die Farb- und Glanzworter bei Homer und Hesiod, in den homerischen Hymnen und den Fragmente des epischen Kyklos, Viena 1970; Ch. Rowe, «Concep-

tions of Colour and Colour Symbolism in the Ancient World», Eranos 41, 1972, pp. 327-364;

E. Irwin,

Colour

Terms in Greek Poetry, Toronto

1974;

H.

Durbeck,

Zur

Charakteristik der griechischen Farbenbezcichnungea, Bonn 1977, y P.G. MaxwellStuart, Studies ia Greek Colour Terminology, 2 vols., Leiden 1981. 173 Cf., por ejemplo, W.E. Thompson, «Some attic kinship terms», Glotta 48, 1970, pp. 75-81, y «Attic kinship terminology», JHS 91, 1971, pp. 110-113; O. Szemerényi,

Studies in the kinship terminology of the Indo-European language, Leiden 1977, y «Das griechische Verwandtschaftnamensystem vor den Hintergrund des indogermanischen Systems», Hermes 105, 1977, pp. 385-405.

Semántica del Griego Antiguo

43

animales!”*, plantas'”, etc. Esta clase de estudios pertenece más bien al terreno de la onomasiología tal como la definimos en el parágrafo 1.5. En la historia de los estudios semánticos muchos autores, basándose en una mala interpretación de la teoria de los campos, ponían como ejemplos típicos de éstos los términos de los colores o las designaciones de las relaciones de parentesco. Hoy se está de acuerdo en general en que la investigación por campos debe centrarse en el vocabulario abstracto, el más dificil de ser estructurado, y dejar para la onomasiologia todo lo relacionado con las designaciones de los objetos de la realidad. 3.2.2.3. Al igual que los tipos anteriores, los trabajos que tienen por objeto el estudio de determinadas terminologías o vocabularios técnico-cientificos, como el de la música!””, el vocabulario médico'”,

político'”, de la óptica!”, de la geometría”, de la geografía'*!, de la psicologia'*, etc., no pretenden tampoco una estructuración del léxico de la lengua griega en la linea del funcionalismo-estructural moderno, por lo que pertenecen más propiamente al dominio de la lexicografía que al de la semántica, aunque en casos aislados pueden ofrecer materiales para un buen estudio por campos. En algunos de los trabajos de este tipo se opera con criterios estructurales modernos, como ocurre, mer, por ejemplo, Fr. Robert, Les noms des oiseaux en grec ancien. Etude sémantique, Neuchatel 1911; W. Thompson, A Glossary of Greck Birds, Londres

1973, y A

Glossary of Greek Fisches, Londres 1947, y L. Gil, Nombres de insectos en griego antiguo, Madrid 1959. mcr, por ejemplo, A. Carnoy, Dictionnaire étymologique des noms grecs de plantes, Lovaina 1959. 1% cf, por ejemplo, J. Garcia Lépez, «Sobre el vocabulario ético-musical del griego»,

Emerita 37, 1969, pp. 335-352, y J. Chailley, «Contribution ἃ une lexicographie musicale de la Gréce antique», RPA

51, 1977, pp. 188-201.

IT of, por ejemplo, J. Dumortier, Le vocabulaire medical d’Eschyle et les écrits bippocratiques, Paris 1935, y N. van Brock, Recherches sur le vocabulaire médical du grec

ancien, Paris 1961. mcr, por ejemplo, G. Barthold, Studien zum Vokabular der politischen Propaganda bei Demosthenes, Diss., Tubinga 1962, y L. Bertelli-1. Lana, Lessico politico dell'epica greca arcaica, Torino 1977 y ss.

IR Cf. Ch. Mugler, Dictionnaire historique de la terminologie optique des grecs, París 1964. 18 Cf. Ch. Mugler, Dictionnaire historique de la terminologie géométrique des grecs, Paris 1959,

18 Cf. w. Finzenhagen, Die geographische Terminologie des Griechischen, Würzburg 1939. 182 Cf. por ejemplo G. Plamböck, Erfassen-Gegenwärtigen-Innesein Aspekte homerischen Psychologie, Diss., Kiel 1959, y P. Huart, Le vocabulaire de l'analyse psychologi-

que dans l’oeuvre de ΤΙ hucydide, Paris 1968.

44

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

por ejemplo, con el estudio de E. Gangutia!* sobre el vocabulario económico en Homero y Hesiodo o con el de Casabona!* sobre el vocabulario del sacrificio o el de Gschnitzer'* sobre la terminología de la esclavitud. Casabona no emplea el concepto de campo en su estudio, pero hace una interesante investigación lingúística en la línea de este método agrupando los términos por familias (como las de ¿páw, θύω, σφάζω, ἁγίζω, τέμνω, σπένδω, λείβω, xéw). La obra de Gschnitzer recoge en un capítulo los términos que en Homero designan a los esclavos (δοῦλος, δμώς, olkeús, θεράπων, etc.) e intenta una sistematización con aplicación expresa de la teoría de los campos, pero sin definirlos por sus oposiciones mutuas. Otras veces, investigaciones de este tipo agrupan los términos por sectores nocionales, pero no pretenden una descripción estructural de los mismos, como sucede con el estudio de Luca!* sobre el léxico del amor. 3.2.2.4. Pero los estudios que más abundan en filología griega desde el punto de vista semántico son los que tienen por objeto la historia de una palabra aislada, ya se trate de un adjetivo (como los trabajos de Williger, Locher, Schotten, Warden, Wilson, Neitzel o Hooker)'", de un sustantivo (como en el caso de los estudios de Schneider, Peterson, Nebois, Patzer, Seidl, Degani, Zucchelli, Holwerda, Schrecken-

berg, Parvulescu, Ballina, Deroy, Raman, Bergren, Nikitas, Trouillet

y Race)'*, o de un verbo (como ocurre con las investigaciones de 18 Cf. E. Gangutia, «Sobre el vocabulario económico de Homero y Hesiodo», en Emerita 37, 1969, pp. 63-92. 184 Cf. J. Casabona, Recherches sur le vocabulaire des sacrifices ca grec, Gap 1966.

185 Cf. F. Gschnitzer, Studica zur griechische Terminologie des Sklaverei, Maguncia 1963. Similar puede considerarse también el estudio de H. Geiss, Zur Bezeichung des dienenden Personalsim Griechischen, Diss., Munich 1953. 6ER.

Luca, «Il lessico d'amore nei poemi omerici», SIFC 53, 1981, pp. 170-198.

18 Cf. E. Williger, “arroz. Untersuchungen zur Terminologie des heiligen in der Hellenisch-Hellenistischen Religionen, Giessen 1922; J.P. Locher, Untersuchungen zu lepös hauptsächlich bei Homer, Diss., Berux 1936; F. Schotten, Zur Bedeutungseatwicklung des Adjektivs πολιτικός", Diss., Colonia 1966; J. Warden,«I φθιμος. A semantic Analysis», Phoenix 23, 1969, pp. 143-58; J.R. Wilson, «Τόλμα and the meaning of tdAas», AJPh 92, 1971, pp. 292-300; M.W. Dickie, «On the meaning of ἐφή-

μερος», ZU. Cl. St. 1, 1976, pp. 7-14; H. Neitzel, «Überlegungen zur Bedeutung und Etymologie von ἀποφώλιος», Early Greek, Innsbruck 1980. 18 Cf. J, Schneider, Δόξα.

Glotta

57, 1979, pp. 1-20, y J. T. Hooker, /EPOZ in

Eine Bedeutungsgeschichtliche Studie, Gütersloh 1932; E.

Peterson, Zur Bedeutungsgeschichte von παρρησία, Leipzig 1939; J. Nebois, Entwicklungsgeschichtliche Darstellung der Bedeutung des Wortes ¿pu ovía von den Anfänge der Antike bis Aristoteles und sein Ausklang bei Boethius, Diss., Viena 1940; H. Patzer, Physis. Grundleguagzu einen Geschichte des Wortes, Diss., Marburg 1945; E. Seidl, Πέστις in der griechischen Literatur bis zur Zeit des Perikles, Diss., Innsbruck

Semäntica del Griego Antiguo

45

Kerschensteiner, Ruijgh, Perpillou, Muelner, Charalambakis, Meier, Demont, Thieme y Morani)'”. Se trata en la mayoría de los casos de los típicos estudios que suelen partir del análisis etimológico de la palabra en cuestión, intentando encontrar el significado básico o fundamental (Grundbedeutung) para luego trazar su historia semántica, explicando los demás significados a partir de éste. Así, por ejemplo, van

Camp y Canart!” refiriéndose a θεῖος en Platón hablan de un significado etimológico («divino») de un significado figurado («maravilloso, sublime») y de un significado filosófico («inmortal»). Para evitar este

tipo de elucubraciones autores como el profesor Ruipérez!” propugna un método rigurosamente filológico, basado en un análisis estricto a partir de los datos formales desechando todo sentido preconcebido. En general, tales investigaciones corresponden a los viejos análisis atomistas representativos de la lingúística histórica que se desentienden de las relaciones de las palabras con otras semánticamente afines. Mientras en las filologias modernas tales estudios se han visto muy aminorados en beneficio de la investigación por campos, en filología clásica siguen siendo todavía hoy muy numerosos. No obstante, en al1952; E. Degani, Αἐών Da Omero ad Aristotele, Padua 1961; B. Zucchelli, “Y 7roxpurús. Origine e storia del termine, Brescia 1963; D. Holwerda, «Τέλος», Ma. 16, 1963, pp. 337-63; H. Schreckenberg, ᾿Ανάγκη. Untersuchung zur Geschichte des

Wortgebrauchs, Munich 1964; A. Parvulescu, «L'homérique κήρ. Etude sémantique», Helikon

8, 1968, pp. 277-310; A.H. Ballina, «Anotaciones filológicas y semánticas so-

bre el término θαῦμα», Studium Ovetease, 1973, pp. 7-53; L. Deroy, «Omphalos. Essai de sémantique évolutive», ZAat 24, 1974, pp. 3-36; R.A. Raman, «Homeric duros and Pindaric dwtos. A semantic problem», Glotta 53, 1975, pp. 195-207; A.L.T. Bergren, The etymology and usage of πεῖραρ in early Greek poctry, N. York 1975; A.A. Nikitas, Zur Bedeutung von NPOSAZIE in der altgriechischen Literatur, Maguncia 1976; F. Trouillet, «Le sens du mot χρεία des origines á son emploi rhétorique», en Formes breves. De la γνώμη 4 la pointe, métamorphoses de la sententia, Poitiers 1979, pp. 41-64, y W.H. Race, «The Word καιρός in Greek Drama», TAPhA

111, 1981, pp. 197-213. 18% Cf. 1. Kerschensteiner, «Zur Bedeutung von χειρόομαι», MSS 15, 1959, pp. 3964; C. J.N.Ruijgh, «L’histoire et la préhistoire de κι χάνω, problemes morphologiques

et sémantiques», Ma. 22, 1969, pp. 113-36; J.L. Perpillou, «La signification du verbe εὔχομαι dans l’cpopée», Melanges-P. Chantrainc..., pp. 169-182; L.Ch. Mueiner, The meaning of Homeric εὔχομαι through its formulas, Innsbruck 1976; Ch. Charalambakis, Phthano. Ein Beitrag zur griechischen Wortforschung, Diss., Colonia 1976; M. Meier, «"E P. Demont, sémic d'un Paris 1982,

xw und seine Bedeutung im Frühgriechischen», MH 33, «Remarques sur le sens de τρέφω», REG 91,1978, pp. verbe grec: τρέφω “cailler, coaguler, nourrir, el&ver”», pp. 111-112; P. Thieme, «Homerische μνάομαι», ΚΖ

1976, pp. 180-181; 358-84 y «La polyQuestions de sens, 94, 1980, pp. 124-

140, y M. Morani, «Il valore originario di gr. ἕρπω», Stud. si cercet. ling. 32, 1981, pp. 415-423. 199 Cf. J. van Camp-P. Canart,

Le sens du mot θεῖος chez Platon, Lovaina 1956.

19! Cf. M. Ruipérez, «Historia de θέμις en Homero», Emerita 78, 1960, pp. 99-123.

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Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

gunas ocasiones asistimos en estos trabajos a una combinación con el método de los campos léxicos como, por ejemplo, en el estudio de

Harkemanne sobre φόβος en Homero y de Cheyns!” sobre αἰδώς en el mismo autor, quien partiendo del analisis contextual de este término lo distribuye en tres campos: el del «odio», el del «respeto» y el de la «moderación». También en los viejos trabajos de este estilo se encuentra a veces atisbos de una teoría de campos, como en la monografía de Katluhn™ sobre yépas, en la que al final de la misma incluye en su análisis otros sinónimos como δῶρον, δόσις, τιμή, ἀριστεῖον, etc. De orientación estructural dentro de este modelo de investigación es, en cambio, el estudio de Ramat'* sobre «rip, que

aunque parte de la palabra aislada incorpora luego en su análisis otras más o menos sinonímicas, intentando encontrar un archilexema que las englobe a todas. Su trabajo se realiza a dos niveles: por una parte pretende encontrar la función de κήρ dentro de un campo semántico al que pertenecen además μοῖρα, aloa, πότμος, etc., y por otra conseguir nuevas prospectivas etimológicas a partir de esta estructuración, lo que hace que su estudio vuelva a poner el énfasis en la investi-

gación de la etimología más que en el análisis contextual. 3.2.2.5. La investigación semántica de las familias de palabras ofrece muchísimo mayor interés para una teoría semántica moderna que el estudio de las palabras aisladas. Dentro ἀξ la escuela alemana de la investigación del contenido lingúístico se ha concedido mucha importancia a esta clase de estructuración léxica. Así, por ejemplo, Weisgerber consideraba la elaboración de un diccionario ordenado por familias léxicas como una de las tareas más importantes de la investigación lingúística y del mismo valor que la ordenación por campos concep-

tuales'®, En Filología Clásica ha sido sobre todo W. Luther quien más ha insistido en este tipo de estructuración. Para Luther el universo semántico de la lengua está tan matizado y tan bien caracterizado que dificilmente se puede reducir a un solo procedimiento para su ilustración e investigación. Para este filólogo el concepto de familia de palabra puede ser un buen complemento del concepto de campo léxico:

192 Cf. J, Harkemanne, «Φόβος dans la poésic homérique. Etude sémantique», en Recherches de Philologie..., 1, pp. 47-94 y A. Cheyns, «Sens ct valeurs du mot ALAQZ dans les contextes homériques», Zd., pp. 3-33, y «La signification religieuse du verbe ἄζομαι dans les po&mes homériques», Jd., II, pp. 109-124.

19 Cf. C. Katluhn, /&pas, Diss., Konigsberg 1914. 19% Cf. P. Ramat, «Omerico KHP. Saggio di un analisi strutturale», AGI, 1965, pp. 121-

152.

195 Cf. L. Weisgerber, «Wortfamilien und Begriffsgruppen in den indogermanischen Sprachen», en H, Gipper (ed.), Zur Grundleguag..., pp. 15-35.

Semántica del Griego Antiguo

47

«La mayoría de las palabras pertenecen a un campo y a una familia de palabras al mismo tiempo. Estos dos tipos de estructuración del vocabulario se entrecruzan y complementan... Familia de palabras y campo léxico son las formas más importantes de la estructuración lingüistica y participan decisivamente en la estructura del universo de los contenidos lingúísticos»'*, En griego antiguo lo más parecido a una ordenación del léxico por familias son los diccionarios etimológicos de

Frisk'” y Chantraine. Pero mientras el primero sólo presenta en cada caso las palabras más importantes, el de Chantraine es ya casi una ordenación completa del vocabulario griego por familias de palabras, como tuvimos ocasión de ver en el parágrafo 2.4.2. Entre los estudios que operan con este modelo de estructuración podemos mencionar los de Burger, Gonda, Laroche, Normann, Schulz, Redard, Mette, Land-

ferter, Adkins, Bader, Lamberterie, Bamberger, Kojic-Slapsak y Kas-

tner'”. En algunos de estos estudios se recurre también al concepto de

campo como en el caso de los trabajos de Schulz y Bader. Pensamos que una ordenación del léxico griego completo por familias de palabras, similar a la existente para el latín con los trabajos de Clédat,

Martini y Neuss'”, sería de enorme utilidad para la filología griega. 3.2.2.6. Por estudios de sinónimos interpretamos aquellos trabajos que analizan dos o más sinónimos semánticamente emparentados, pero sin llegar a utilizar la metodología de los campos. Se trata de inves196 Cf. W. Luther, Weltansicht und Geistesleben, Gotinga 1954, pp. 26-27.

197 Cf. H. Frisk, Griechisches etymologisches Wörterbuch, Heidelberg, 1960-1970. 18 Cf. A. Burger, Les mots de la famille de pú en grec ancien, Paris 1925; J. Gonda, Δεέκνυμι. Semantische Studie over den Ind. Wortel deik-, Amsterdam 1929; E. Laroche, Histoire de la racine nem- en grec ancien, Paris 1950; F. Normann, Die von der

Wurzel HtA- gebildete Wörter und die Vorstellung der Liebe in Griechischen, Diss., Münster 1952: 5. Schulz, Die Wurzel πειθ-(Ἃστιθ-} in älteren Griechischen. Ein formal. und bedeutungsgeschichtliche Untersuchung, Diss.. Berna 1952; G. Redard, Recherches sur χρή χρῆσθαι. Etude sémantique, París 1953; H. J. Mette, «“Schauen” und “Staunen”», Glotta 39, 1960, pp. 49-71; M. Landferter, Das griechische Nomen φέλος und seine Ableitungen, Hildesheim 1966; A.W.H. Adkins, «Εὔχομαι, εὐχωλή and εὖχος in Homer, CQ 19, 1969, pp. 20-33; F. Bader, «Vocabulaire et id&ologie tripartie des indoeuropéens: la racine swer- “veiller sur” en grec», en BSL 60, 1971, pp. 139211; Ch. de Lamberterie, «Aáxeta, Aaxalvw, λόχος», RPA 49, 1975, pp. 232-40; F. Bambergen, «Κέρδος et sa famille (emplois homériques). Contribution aux recher-

ches sur le vocabulaire de la richesse en grec», LAMA

3, 1976, pp. 1-32: 5. Kojit-

Slapñak, «La transformation sémantique du mot σχῆμα, de ses derivés et composés et ses traductions», ZAnt. 27, 1977, pp. 347-98. y W. Kastner, κ᾿Απάτη», MH 34, 1977, pp. 199-202. 19 Cf. L. Clédat,

Vocabulaire latin. Familles et groupements de mots, París 1925; F.

Martini, Les mots latins groupés par familles étymologiques, París 1941, y W. Neuss, Lateinische Wortkunde auf etymologische Grundlage nach Wortfamilicn geordnet,

Münster 1963".

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Marcos MARTÍNEZ HERNANDEZ

tigaciones muy valiosas desde la óptica de una semántica moderna, pero que se quedan a las puertas de un anälisis estructural por no considerar las relaciones de los términos dentro de un campo y no definirlos por sus oposiciones mutuas dentro del mismo. Muchos de estos estudios pueden considerarse como antecedentes de la teoria de los campos, ya que parten de un concepto y estudian, aunque aisladamente, los términos que lo pueden expresar. En esta clase de trabajos los hay

quienes operan exclusivamente con verbos (como Bréal, Prévot, Elmiger, Braun, Meyer, Chantraine, Wifstrand, Fournier, Citron, Corlu,

Moussy, Hordarson, Kahn y Levet)™, con sustantivos (como Schubart, Thimme, Myres, Dihle, Bolelli, Katzler, Adkins, Considini, San-

doz y Ciani)™' o con adjetivos (como Herrmann)™. Un grupo especial dentro del estudio de sinónimos lo constituyen aquellos trabajos que

200 Cf M. Bréal, «Les verbes signifiant ‘parler’», REG 14, 1901, pp. 113-121; A. Prévot, Verbes grecs relatifs a la “vision”ct noms d’ocuil, Paris 1934, y «L’expression en grec

ancien de la notion ‘eatendre’», REG 48, 1935, pp. 70-78; J. Elmiger, Begrüssung und Abschied bei Homer.’Ein Beitrag zur Geschichte des antiken Grúses, Diss., Freiburg 1935; A. Braun, «I verbi del “fare” nel greco», SIFC 15, 1938, pp. 243-296, y «Nota sui verbi greci del ‘volere’», Atti del Reale Istituti Veneto di Scienze, Lettere ed Arti 98, 1938-1939, pp. 337-355; E. Meyer, Erkennen und Wollen bei Thukydides. Untersuchung über den Sprachgebrauch, Diss., Gotinga 1940; P. Chantraine, «Conjugation et histoire des verbes signifiant ‘vendre’», RPh 14, 1940, pp. 11-24; /d., «Les verbes grecs signifiant ‘tuer’», Die Sprache 1, 1949, pp. 143-149; /d., «Les verbes grecs signifiant “lire”», AnalPhO

10, 1950, pp. 115-126; A. Wifstrand, «Die griechische Verba fur Wo-

llen», Eranos 40, 1942, pp. 16-36; H. Fournier, Les verbes «dire» en grec ancien, París 1946; A. Citron, Semantische Untersuchungen zu σπένδεσθαι-σπένδειν-εὔχεσθαι, Winterthur 1965; A. Corlu, Recherches sur les mots relatifs a l'ideé de priére, d'Homére aux tragiques, Paris 1966. F. Hordarson, «ὁρῶ, βλέπω, θεωρῶ», SO 46, 1971, pp. 108-130; C. Moussy, Recherches sur τρέφω et les verbes grecs signifiant sgourrir, Paris 1969, Ch. H. Kahn, The verb “be” in ancicat Greck, Dordrecht-Boston 1973, y J. P. Levet, Le vrai et le faux dansla pensée grecque archaique. Etude de vocabulaire, vol. I, Paris 1976. 201 Cf. I. M. Schubart, «Die Wörter ἄγαλμα, εἰκών, ξόανον, ἀνδριάς und verwandte in ihren verschiedenen Beziehungen nach Pausanias», Philologus 24, 1866, pp. 561-87; O. Thimme, Φύσις, τρόπος, ἦθος". Semantische Untersuchung über die Auffassung der menschlichen Wesen in der ält. griech. Literatur, Diss., Gotinga 1935; J.L. Myres, «Homeric synonymes of φθόνος», CR 5, 1937, pp. 163 y ss.; A. Dible,

“Λαός, ἔθνος, δῆμος. Beiträge zur Entwicklungsgeschichte des Volksbegriff in früh Denken, Diss., Gotinga 1946; T. Bolelli, «Il valore semasiologico delle voci Top, κῆρ e κραδίη nell’epos omerico», ASNP 17, 1948, pp. 65-75; J. Katzler, Andrn, φεῦδος;, δόλος, μηχάνημα in der griech. Tragödie, Diss., Tubinga 1958; A. W.H.

Adkins, «“Honour” and “Punishment” in the Homeric Poems», BICS 7, 1960, pp. 2332; P. Considini, «Some homeric Terms for Anger», AC 9, 1966, pp. 15-25; C. Sandoz,

Les noms grecs de da forme. Etude linguistique, Berna 1972, termini affini nella pocsia greca, Florencia 1974.

y M. G. Ciani, Φάος e

22 Cf. P. Herrmann, Meuschliche Wertbegriffe bei Homer (dya0ós, ἐσθλός: und benachbarte Ausdrücke), Diss. Hamburgo 1954.

Semäntica del Griego Antiguo

49

tienen por objeto de investigación exclusivamente dos sinónimos, ya sean adjetivos (como en el caso de Moorhouse, Krischer y Horoldt)™, sustantivos (como tenemos en los estudios de Matthäa, Fantini y Jác-

kel)™, verbos (como los trabajos de Rodiger, Fox, Bechert, Oguse, Benardete, Joly, Calaclides, Talamanca

y Krischer)™ o incluso una

partícula como el ensayo de Neuberger-Donath™. En algunas ocasiones se trabaja también con antónimos como sucede con el estudio de Cerri?” sobre los pares ἀγαθός -ἐσθλός γκακός-δειλός en Teognis o el de Sánchez Merino?” sobre ἀρετή-κακία en las Moralia de Plutarco. En 1921, F. Dornseiff™ elaboró un programa que sirviera de base a un diccionario griego estructurado por sinónimos del estilo de los diccionarios ideológicos de las lenguas modernas. El proyecto lo llevó a cabo primero en su lengua materna y nos dejó un valioso

diccionario alemán ordenado por conceptos™®, pero de su aplicación al griego no se volvió a ocupar. La estructuración por sinónimos más 203 Cf. A. C. Moorhouse, «The Meaning and Use of μικρός and ὀλίγος in the Greek poetical Vocabulary», CQ 41, 1947, pp. 31-35, y «A use of οὐδείς and μηδείς», CQ 15, 1965, pp. 31-40; T. Krischer, «"Ervuos and ἀληθής», Philologus 109, 1965, pp. 161-74; U. Horoldt, Der Gebrauch der Wörter ΟΛΟΣ und ΠᾺΣ im Cor-

pus Hippocraticum, Colonia 1965.

20% Cf. M. Matthäa Vock, Bedeutung und Verwendung von ANHP und ΑΝΘΡΩΠΟΣ, Diss., Freiburg 1928; J. Fantini «Θεός

pp. 3-48, y 5. Jäckel, «Φόβος

y δαίμων en Homero», Helmántica

2, 1951,

und σέβας im frühen Griechischen», Archiv für Be-

grifsgeschichte 16, 1972, pp. 141-65.

25 CR.

Rodiger, «Βούλομαι

und ἐθέλω. Eine semasiologische Untersuchung»,

Glotta 8, 1917, pp. 1-24; M. Fox, «Βούλεσθαι und ἐθέλειν», BPhW 37, 1917, pp. 597-606 y 633-639; J. Bechert, Die Diathesen von ¿Setv und ὁρᾶν bei Homer, Munich 1964; A. Oguse, «A propos de la syntaxe de πείθω et de πιστεύων, REG 78, 1965, pp. 513-541; 5. Benardete, «χρή and δεῖ in Plato and others», G/otta 43, 1965, pp. 285-298; R. Joly, Le vocabulaire chrética de l'amour est-il original? φιλεῖν et d-

γαπᾶν dans le grec antique, Bruselas 1968; P. Calaclides, «Sur la syntaxe des verbes φιλεῖν εἰ ἐρᾶν», Glotta

55, 1977, pp. 80-83; M. Talamanca, «Δικάζειν explverv

nelle testimonianze greche piu antiche», Atti IT Simposio Inter. di Dir. greco ed ellen., Atenas 1978, pp. 103-135, y T. Krischer. «Σιγᾶν and σιωπᾶν», Glotta 59, 1981, pp.

93-107. 26 Cf R. Neuberger-Donath «On the synonymity 116-25. 207 Cf G. Cerri «La terminologia sociopolitica di tra ἀγαθός-ἐσθλός εκακός-δειλός» QUCC 208 Cf. P. Sánchez Merino, «Estudio semasiolögico

of ἄν and ke», CPh 72, 1977, pp. Teognide: L’opposizione semantica 6, 1968, pp. 7-32. de los antónimos ἀρετήϊκακία en

las Moralia de Plutarco», Sodalitas 1, 1980, pp. 267 y ss. 2 Cf. Fr. Dornseiff, «Buchende Synonymik. Ein Programm»,

NJKA

24, 1921, pp.

422-33.

210 Cf. Fr. Dornseiff, Der deutsche Wortschatz nach Sachgruppea, Berlin-Leipzig 19331934.

50

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

extensa que poseemos en el dominio del griego antiguo se la debemos a J.H.H. Schmidt en sus cuatro gruesos volúmenes publicados entre

1876 y 18867", que hoy está en gran parte desfasada y anticuada, aunque muchos estudiosos la ha utilizado como punto de partida de una investigación por campos. Una ordenación similar, pero basada en el vocabulario griego elemental, la ha realizado últimamente A. Camare-

τοῦ Σ Pensamos que con trabajos en esta línea podriamos llegar algún día a una organización del léxico griego similar a la que para el latín

ha postulado recientemente Untermann?”. 3.2.2.7. Pero los trabajos que tienen el máximo interés desde los postulados de una semántica moderna estructural son indudablemente los que operan con el método de los campos. La teoría de los campos

léxico-semánticos no ha penetrado todavía en el dominio de la filología griega como lo ha hecho en otras filologías modernas. Una prueba de la escasa familiaridad con esta teoría en el caso del griego antiguo la tenemos, por ejemplo, en el filólogo H.J. Mette, quien en su reseña de los estudios homéricos en la revista Lustrum desde 1956 establece un apartado titulado «Wortfeldforschung» («investigación de campos léxicos») en donde coloca trabajos tan dispares como los de tipo onomasiológicos, historias de palabras aisladas, estudios filosófico-litera-

rios de conceptos, terminologías y vocabularios de toda indole, etc. Muy poco de los estudios recogidos por Mette en esta sección responden verdaderamente a los principios de la teoría de los campos. De entre los trabajos que operan con el método de los campos en el dominio de la lengua griega diferenciamos fundamentalmente tres líneas de investigación: — los estudios iniciados por B. Snell y continuados luego por una serie de helenistas alemanes próximos ἃ] movimiento de la investigación del contenido lingüistico; — el trabajo de J. Lyons sobre parte del vocabulario platónico; — los estudios del profesor Adrados y su escuela. a) Las investigaciones semánticas inauguradas por Snell en 1922 con su tesis doctoral sobre las expresiones del conocimiento en la filo-

sofía preplatónica?* se han considerado muchas veces como claros antecedcntes de la teoría de los campos fundada por Trier en 1931. El 211 Cf. J.H.H. Schmidt, Synoaymik der griechischen Sprache, 4 vols., Leipzig 1889. 212 Cf. A. Camarero,

Cultura

clásica griega (Vocabulario elemental), Bahia Blanca

1977. 23 Cf. J. Untermann, «Zur semantische Organisation des lateinischen Wortschatzes»,

Gymnasium 84, 1977, pp. 313-339. 214 Cf. B. Snell, Die Ausdrücke für den Begriff des Wisseas in der vorplatonischen Philosophie, Diss., Gotinga 1922.

Semäntica del Griego Antiguo

51

propio Trier reconoce en la introducción de su monografia*'* haberse inspirado en los trabajos de Snell y no por casualidad llevó su investigación al mismo dominio conceptual que éste. Por su parte, Snell reconoce haber estado infuido por los trabajos de J. Stenzel, gran impul-

sor de la teoría del Kontextbedeutung (significado contextual)?'‘. En lugar de estudiar las palabras aisladamente, Snell parte de un concepto e intenta encontrar qué palabras lo verbalizan. Así, en la tesis citada analiza los sustantivos σοφία, γνώμη, σύνεσις, ἱστορία, μάθημα, ἐπιστήμη, y el mismo método emplea en su estudio de

los verbos para la acción en Esquilo y el drama griego?” (δρᾶν, ἔρδειν, ῥέζειν, πράττειν, ποιεῖν, ἐργάζεσθαι) o de los verbos para ver en Homero?" (ὁρᾶν, ἰδεῖν, λεύσσειν, ἀθρεῖν, θεᾶσθαι, σκέπτεσθαι, βλέπειν, etc.), asi como en otros trabajos más recientes”'?, Antecedentes de la teoría de Trier se han querido encontrar también en el estudio del helenista J. Bóhme sobre el alma y el yo en la épica homérica™, en el que analiza los términos θυμός, φρένες, νόος, κραδίῃ, κῆρ, μένος, en sus relaciones mutuas como expresión de la vida psíquica. Después de la publicación de los trabajos de Snell y de Trier encontramos en el dominio de la filología griega una serie de investigaciones alemanas que en líneas generales siguen la metódica de los campos, entre los que cabe citar especialmente los de Luther, Richel, Steinkopf, Erffa, Greindl, Krollmann, Steinlein,

Trumpy, Eder, Treu, Gruber, Latacz y Anastassiou””. Entre los filólo215 Cf. su obra citada en la nota 27.

216 Cf. J. Stenzel, «Über den Einfluss der griechischen Sprache auf die philosophische Begriffbildung», original de 1921, reimpreso en su Kleine Schriften, Darmstadt, 1957? , pp. 72-84; cf. también su obra Philosophie der Sprache, Munich-Berlin 1934, esp. pp. 48 y ss.

217 Cf. B. Snell, Aischylos und das Handela im Drama, Leipzig 1928. 218 Or B. Snell, «La concepción homérica del hombre», en su libro Las fuentes del pen-

samiento europeo, Madrid, Ed. Razón y Fe, 1965, pp. 17-44, esp. pp. 18 y ss. 219 Por ejemplo, «Wie die Griechen lernten was geistige Tätigkeit ist», JHS 93, 1973, pp. 172-184; «α«᾿Αλήθεια»,

WJA 1, 1975, pp. 9-17;

«φρένες -φρόνησις», Glotta 55,

1977, pp. 34-64. 220 Cf. J. Böhme, Die Seele und das Ich im homerischea Epos, Leipzig-Berlin 1929.

221 Cf. W. Luther, «Wahrheit» und «Lüge» im ältesten Griechentum, Diss., Gotinga 1933; A. Richel,

Worte für Erde, Boden,

Land und Erdoberflachengebiete ia der ho-

merischen Sprache, Diss, Frankfurt 1936; G. Steinkopf, Untersuchungen zur Geschichte des Ruhmes bei den Griechen, Diss., Halle 1937; C. E. von Erffa, AlSWs und verwandtte Begriffe ia ihrer Entwicklung von Homer bis Demokrit, Philologus Suppl.

Band XXX, 1937; M.Fr. Greindl, KAdos, κῦδος, εὖχος, τιμή, φάτις, δόξα. Bine bedeutungsgeschichtliche Untersuchung des epischen und Iyrischen Sprachgebrauchs, Diss., Munich 1938, y «Zum Ruhmes- und Ebrbegriff bei den Vorsokratikern», RAM 89, 1940, pp. 216-228; A. Krollmann, Über die bedeutung des Wortes σωφροσύνη von Epos bis Platon, Diss., Viena 1939; W. Steinlein, Φθόνος und ver-

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Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

gos griegos que más han impulsado esta corriente de investigación en el seno de la filología griega están Luther y Latacz.

Después de la tesis doctoral citada de Luther, otras dos obras suyas destacan por la atención que presta a esta teoría. En la primera de ellas,

además de hacer una especie de historia de la teoría de los

campos con búsqueda de ideas similares dentro de la filología clásica, hace un análisis por este método sobre conceptos griegos como los de «destino», «fama», «honor», «mentira», etc. En su obra más reciente” sobre filosofía del lenguaje insiste Luther en la estructuración del léxico griego por familias de palabras y campos léxicos, así como en la importancia de hacer el análisis a partir de los contextos de las palabras. Pero son los estudios de Latacz sobre la «alegria» en Homero los que más han impulsado la aplicación de esta teoría en griego antiguo y ha servido de modelo para otras investigaciones posteriores. Latacz, por lo demás, es uno de los colaboradores más sobresalientes de la redacción del diccionario de la épica arcaica fundado por Snell. Su método de trabajo lo ha ido perfilando en una serie de reseñas” a diversos estudios del vocabulario griego. En líneas generales es el método empleado en la confección del mencionado diccionario de la épica arcaica. Coincidimos con las opiniones de Latacz cuando sostiene que los trabajos de semántica en el dominio de las lenguas clásicas que ignoran la teoría de los campos léxicos y sus métodos son hoy ya indefendibles, por desconocimiento de los excelentes resultados a los que con ellos podría llegarse para un mejor conocimiento de la estructura

y funcionamiento del léxico griego”. -6) También sobre el vocabulario del conocimiento (en Platón) realizó J. Lyons en 1963 una tesis doctoral™ con la que se inaugura otra wandte Begriffe in der älteren griechischen Literatur, Diss., Erlangen 1941; H. Trúmpy,

Kriegerische Fachausdrúcke im griechischen Epos. Untersuchungen zum Wortschatze Homers, Basilca 1950; R. Eder, Kraft, Stärke und Macht in Diss., Heidelberg 1950; M. Treu, Von Homer zur Lyrik, Munich chische Ewigkeitswörter», Glotta 43, 1965, pp. 1-24; J. Gruber, Begriffe des frühen Griechischen, Heisenheim am Glan 1963: J.

der Sprache Homers, 1955, 1968 2, y «GrieUber cinige abstrakte Latacz, Zum Wortfeld

«Freude» in der Sprache Homers, Heidelberg 1966 (cf. la reseña de esta obra hecha por H. Schwarz en el manual citado en la nota 47, pp. 1964-1967), y «Zum Wortfeld “Freude” in der Sprache Homers», Helikoa 13-14, 1973-1974, pp. 35 y ss.; I. Anastassiou, Zum Wortfeld «Trauer» in der Sprache Homers, Hamburgo 1973.

22 Cr. su obra citada en la nota 196. 23 Cf. W. Luther, Sprachphilosophie als Grundwissenchaft, Heidelberg 1970. 24 Cf, especialmente sus reseñas en Goomon 1970, pp. 143-147.

41, 1969, pp. 347-353 y Gaomon

47,

225 Cf. la reseña de Latacz al libro de Sandoz en Kratylos 21, 1976, pp. 121-133 28 cf. J. Lyons, Structural semantics. An analysis of part of the vocabulary of Plato, Oxford 1963, reimpr. 1970.

Semántica del Griego Antiguo

53

linea de investigaciön en el marco de la teoria de los campos aplicada

al griego antiguo. Lyons incorpora a su estudio parte del instrumental terminológico procedente de estructuralistas como Coseriu, Greimas, Pottier y de la gramätica generativa de su primera fase. Lo fundamental para Lyons es su concepto de estructura semäntica entendida como ciertas relaciones existentes entre las unidades de un subsistema léxico. En definitiva, lo que Lyons pretende es combinar las ideas de articula-

ción a nivel paradigmático en la línea de los campos de Trier con el concepto de campo sintagmático en la línea de los trabajos de Porzig (cf. parágrafo 3.3) y otros elementos tomados de la gramática generativa y la lógica formal. Esta estructura semántica que busca Lyons ea cada subsistema léxico se describe con ayuda de las relaciones de sentido como

la incompatibilidad, la antonimia, la sinonimia, la inver-

sión, la conversión, la hiponimia, etc. Desgraciadamente Lyons no continuó sus investigaciones en el seno de la filología griega, ya que luego prosiguió por el terreno de la semántica y lingúística generales en las que nos ha dejado obras hoy fundamentales”. Un autor que ha

aplicado parte de las ideas de Lyons es Rawlings III, quien en su monografia™ sobre πρόφασις; analiza este término junto con otros más o menos sinonímicos y provistos del mismo formante -$acıs, concediendo mucha atención al análisis contextual. ὦ En el parágrafo 2.3.5 mencionamos ya al profesor Adrados como uno de los helenistas actuales que más se han interesado por la aplicación de las corrientes de la lingúística moderna al griego antiguo. Sus teorías en este sentido han sido puestas en práctica por él mismo o han servido de base a una serie de tesis doctorales por él dirigidas en el ámbito de la Universidad Complutense de Madrid, por lo que muy bien puede hablarse de una «escuela semántica de Madrid».

El propio Adrados ha calificado de «estructuralismo mitigado» la orientación de sus trabajos, entendiendo por ello «el papel del factor de la regularidad en el sistema, pero sin exagerar éste de un modo apriorístico y mecánico»””. Fundamental en su teoría semántica es la

aplicación del método distribucional en la línea de los trabajos de Nagy, Apresjan y otros funcionalistas. Atendiendo a las distribuciones de las palabras en la frase se llega primero a la distinción de las clases de palabras (verbos, nombres, adjetivos, etc.), para luego pasar a la distinción de las subclases (es decir, tipos de verbos, clases de adje-

227 Cf. la obra de Lyons citada en la nota 39 y su libro Introducción en la lingúística

teórica, Barcelona, Ed. Teide, 19737.

22 Cf. H.R. Rawlings II], A semantic study of Prophasis to 400 B.C., Wiesbaden 1975. 29 Cf. F.R. Adrados, en el primero de sus libros citados en la nota 111, pág 22.

54

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

tivos, etc.). Sobre la base del estudio distribucional establece Adrados los sistemas de oposiciones y los campos: «...las palabras que son capaces de conmutarse cambiando el sentido de todo el pasaje constituyen un campo semántico. O, si se quiere, un campo semántico es un paradigma lexical que fragmenta y organiza en un sistema complejo de oposiciones un continuo semántico»””. La aplicación del método distribucional

implica,

naturalmente,

una

atención

minuciosa

a los

contextos, que para Adrados son también «el mejor recurso para definir la base de las oposiciones»?”. Estas ideas han sido puestas en präctica por el propio Adrados en sus trabajos sobre el amor en Safo, sobre λόγος en Heráclito y sobre diversos campos binarios del tipo δίκαιον-καλόν frente a ἄδικον-αἰσχρόν en los sofistas y Pla-

ton”. Entre las tesis doctorales dirigidas por él y que tienen como base sus teorías podemos citar las de E. Gangutia sobre los conceptos «vida/muerte», la de C. Roura sobre el concepto de «tiempo» y la de J.

L. Calvo sobre la acción sacral™. d ) Además de estas tres orientaciones metodológicas en la teoría de los campos dentro del dominio del griego antiguo hemos de citar también a otros autores que operan con este método y aplican en general ideas de la moderna semántica. Es lo que ocurre con el interesante trabajo de Heer™ sobre los adjetivos de la «felicidad» (μά«ap, εὐδαίμων, ὄλβιος, εὐτυχής") hasta el siglo V a. C., que se mueve dentro de la concepción del campo trieriano con incorporación de instrumental terminológico procedente de los tratados de semánti-

ca de Ullmann. De carácter general es el artículo de A. Gonzalez” sobre el intento de aplicación de esta teoría a los historiadores antiguos. En la línea de los principios de la escuela de Tubinga M.

2 Cf. su aportación al libro citado en la nota 113, pág. 241.

3 Cf. fd., pág. 245. 22 Cf. sus trabajos «El campo semántico del amor en Safo», «El sistema de Heráclito:

estudio a partir del léxico» y «Lengua, Ontología y Lógica en los Sofistas y Platón», todos ellos recogidos ahora en su libro citado en la nota 48. 2 Cf. E. Gangutia, Estudios de semántica estructural referidos al griego: el campo semántico Vida/Muerte de Homero a Platón, Madrid 1975; C. Roura, El campo semäntico Tiempo de Homero al ático del s. V, Madrid 1970; J.L. Calvo, Investigaciones es-

tructurales sobre el vocabulario religioso griego (El campo semántico de la acción sacral), Madrid 1971; todos estos trabajos son descritos por su director en el libro citado en la nota 48, pp. 391 y ss. 24 Cf. C. de Heer, Máxap,

εὐδαίμων,

ὄλβιος, εὐτυχής. A study

tic Field Denoting Happiness in Ancient Greck to the End of the

of the Seman-

Century B. C.,

Amsterdam 1969. 35 Cf A.A. González, «Aplicación de la teoría de los campos semánticos al estudio de las fuentes históricas», Durius 2, 1974, pp. 209-220.

Semántica del Griego Antiguo

55

Klemm” ha analizado el contenido del concepto εἰρήνη en el griego neotestamentario. Dentro de esta escuela se sitúa también nuestro trabajo?” sobre el campo léxico del «dolor» en Sófocles. Igualmente dentro del funcionalismo y referidos al mismo concepto de «dolor» en otros autores (Homero, Apolonio de Rodas) debemos mencionar los trabajos de F. Mawet™*, que además ofrecen una sólida documenta-

ción en los conceptos y terminología de la moderna lingúística. Otros estudios recientes que operan con el concepto de campo semántico son

los de Christol y Mactoux””, sobre ἄγνια y δοῦλος, respectivamente, asi como

el de E. Montanari™

sobre

el concepto

de «mezcla»

(κρᾶσις y μίξις), que aplica principalmente la teoría del análisis componencial, agrupando todos los empleos de los términos estudiados en una significación genérica y los distribuye en un conjunto de valores dentro de un campo semántico. 3.2.2.8. Otro tipo de estructuración u organización del léxico de una lengua, que nosotros pensamos que es superior al de los campos, es el análisis por medio de esferas semánticas. Se trata de una clase de investigación del vocabulario procedente de la escuela alemana del contenido lingúístico, impulsada especialmente por L. Weisgerber, y tiene la ventaja, a nuestro entender, de ser más completa que los tipos de estructuración expuestos hasta ahora. Nosotros mismos hemos aplicado el concepto de

esfera semántica al análisis del vocabulario del «dolor» en Sófocles”, 26 Cf. M. Klemm, EIPHNH im ncutestamentlichca Sprachsystem. Eine Bestimmung von lexikalischen Bedeutungen durch Wortfeld-Funktionen und deren Darstellung mittels EDV, Bona 1977.

27 Cf. M. Martinez Hernández, «El campo léxico de los sustantivos de dolor en Sófocles. Ensayo de semántica estructural-funcional», CFC 13, 1977, pp. 33-112, y 14, 1978,

pp. 121-169. 28 Cf, F. Mawet, Recherches sur les oppositions fonctionelles dans le vocabulaire homérique de la douleur (autour de πῆμα-ἄλγος,

Bruselas 1977, y «Evolution d'une

structure sémantique: le vocabulaire de la douleur-Apollonios de Rhodes et Homere», AC 50, 1982, pp. 499-516. Cf A, Christol, «’Ayuta. Etude synchronique et diachronique d'un champ sémantique», RPh 53 (1979), pp. 56-79, y M.M. Mactoux, «Le champ sémantique de doulos chez les orateurs attiques», en Schiavitd, manomissione e classi dipendenti nel mondo antico, Roma 1979, pp. 35-97. 20 Cf. E. Montanari, APAZIE e ΜΙΞΙΣ. cia 1979.

Un itinerario Semantico e Filosofico, Floren-

24 Cf. M. Martinez Hernández, La esfera semäntico-conceptual del dolor en Sófocles (Contribución al estudio del vocabulario de los sentimientos en griego clásico), ed. de la Universidad Complutense de Madrid, 2 vols., 1981 [cf. las siguientes reseñas de esta obra aparecidas hasta la fecha: M. Tichit, REG 95, 1982, pp. 198-199; M. Bile, BSL 77, 1982, pp. 97-99; J. Rexach, LEC 50, 1982, pp. 269-270; M. G. Casar, Helmántica 33, 1982, p. 585, y F. Mawet, Kratylos 27, 1932, pp. 92-96]. Se trata de nuestra tesis

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Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

En otro lugar” hemos descrito detalladamente en qué consiste este método. En líneas generales se trata de combinar ideas y principios de la escuela alemana de la investigación del contenido lingúístico con la técnica de la semántica estructural-funcional de Coseriu-Geckeler, la

una más filológica y la otra predominantemente lingúística. Con esta combinación es posible conseguir estructuraciones diversas dentro de un vocabulario determinado, como las estructuraciones por familias

de palabras, nichos semánticos, Wortstánde, campos léxicos (las más importantes), campos sintácticos, campos metafóricos, etc. 3.2.2.9. Vamos a terminar este apartado de la semántica de la palabra haciendo referencia a un tipo de estudios semánticos que todavía no son muy frecuentes en el ámbito de la filología clásica, pero que son cada más numerosos en el dominio de las filologías modernas: la semántica contrastiva. Este tipo de análisis forma parte de la llamada gramática contrastiva, que impulsada especialmente por teorías sobre el aprendizaje de las lenguas modernas, sobre todo por la «lingúística de contrastes» practicada por M. Wandruszka?”” y su escuela, intenta describir las diferencias y similitudes de dos sistemas lingúísticos puestos en comparación. En nuestro mencionado trabajo sobre el vocabulario del «dolor» en Sófocles hacemos una amplia exposición (pp. 349378) de esta clase de semántica y reparamos especialmente en su importancia para la teoría de los campos y de la traducción. Añadamos aquí solamente que entre los practicantes de este tipo de análisis están también los representantes de dos de las más importantes escuelas semánticas europeas: la escuela de Tubinga y la escuela de Brno. Ahora bien, el estudio contrastivo del léxico de diferentes lenguas no ha hecho más que dar sus primeros pasos, por lo que todavía queda mucho por hacer en este terreno. De ahí que el impulso de la semántica contrastiva sea uno de los aspectos de la moderna semántica que más ha-

ya que promocionar en la actualidad?“. Una semántica contrastiva aplicada al griego antiguo podría hacerse en varios sentidos. Uno podría ser la comparación de las estructuras de un determinado campo léxico con la correspondiente del mismo campo en latín, por tratarse de otra lengua clásica cuya comparación podría resultar sumamente doctoral dirigida por mi maestro 1976 en la Facultad de Filología 24 Cf. M. Martínez Hernández, léxicos», en Revista del Colegio 1, 1983, pp. 3-15.

el doctor J. Lasso de la Vega y leida el 23 de marzo de de la Universidad Complutense de Madrid. «El problema del método en la teoría de los campos Universitario de Ciudad Real. Cuaderno de Filología

20 Cf Μ. Wandruszka, Nuestros idiomas: comparables e incomparables, trad. del aleman por E. Bombin, Madrid, Ed. Gredos, 1976, 2 vols., e Interlingúística. Esbozo para una nueva ciencia del lenguaje, trad. de H. Viñes, Madrid, Ed. Gredos, 1980.

24 Cf. H. Geckeler, su libro citado en la nota 15, pp. 330 y ss.

Semäntica del Griego Antiguo

57

beneficiosa para ambos sistemas lingüisticos. En esta linea estän los trabajos de E. Fischer sobre el campo léxico del «amor» en griego y latín, así como el de Crepajac sobre el concepto «pensar, reflexionar»

también en ambas lenguas”. Estos estudios de campos contrastivos grecolatinos tienen mayor interés que los realizados sobre una sola palabra o familia de palabras, como los de Jaeger (sobre rappnolafiducia), Zucker (sobre ouveíSeo.s-conscientia), Puhvel (sobre kócouos-mundus), Bologna (sobre λίσσομαι πο) o el de Hilt-

brunner (sobre Aostis€évos)™. Otra dirección en que podría llevarse a cabo un estudio semántico contrastivo del griego antiguo está en la comparacion de un campo léxico de esta lengua con las traducciones correspondientes en las diversas lenguas modernas, como, por ejemplo, hemos procedido nosotros mismos en relación con las traducciones al francés, inglés, alemán y español de los términos que integran la esfera semántica del «dolor» en Sófocles (cf. nota 241). Otra modali-

dad de una semántica contrastiva griega es la propugnada por Jákel?”: hacer un análisis semántico de conceptos claves de un determinado autor, como ἀρετή

en Pindaro, τίσις, ὕβρις en Solón, etc., y contras-

tarlo con otros autores. Pensamos que con cualquiera de estas modalidades podría elaborarse en su día toda una gramática contrastiva del griego antiguo y lenguas modernas, similar a las que en el dominio de la sintaxis ha propugnado hace poco Vischer” para el latin y el alemán. 3.3. Una de las coclusiones que obteniamos del balance de los estudios semánticos en los últimos años expuesto en el parágrafo 1.8 era la estrecha relación de la semántica con otros dominios lingúisticos, en

especial con la sintaxis. De ahí que hoy sea casi unánime la opinión de los semantistas de que al lado de una semántica de la palabra o paradigmática haya que situar también una semántica de la frase o sintag-

25 Cf. E. Fischer, Amor und Eros. Eine Untersuchung des Wortfeldes «Liebe» im Latinischen und Griechischen, Hildesheim 1973; L. Crepajac, «Ein Beitrag zu den semasio-

logischen Untersuchungen des Begriffes “Denken, Überlegen’ in den klassischen Sprachen», ZAat. 25, 1975, pp. 27-30.

24 Cf. H. Jaeger, «Παρρησία et fiducia», Studia Patristica 1, 1957, pp. 220-239; F. Zucker

«Syneidesis-Conscientia.

Ein Versuch

zur Geschichte

des sittlicher.

Bewus-

stseins im griechischen und in griechisch-römischen Altertum», en su libro Semantica, Rhetorica, Ethica, Berlin 1963, pp. 96-117; J Puhvel, «The origins of Greek kosmos and latin mundus», AJPh 97, 1976, pp. 154-167; M. P. Bologna, «Gr. λίσσομαι et lat. litare», SSL 17, 1977, pp. 139-204, y O. Hiltbrunner, «Hostis und ξένος», Fes-

tchrift-Doerner, Leiden 1978, vol. I, pp. 424-446. 29 Cf. 5. Jäkdl, «Ergebnisse der Semantik in ihrer Bedeutung für die Literaturwissenschaft», en Actes de la XI Conf. Int. des Et. Cl., Bucarest 1975, pp. 177-182. 8 Cf. R. Vischer, «Probe Kapitel zu einer kotrastiven Syntax des Lateinischen und Deutschen», AU 16, 1973, pp. 18-31.

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Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

mática (combinatoria). Es decir, significado no sólo existe a nivel de los lexemas, sino también a niveles superiores como la frase y el texto. Con la frase pasa algo parecido a lo que ocurre, por ejemplo, con los compuestos: de la misma manera que el gr. ἀργυρότοξος no es ἄργυρος + τόξος, sino «uno que tiene un arco de plata», la frase como un todo es algo más que la suma de sus partes o palabras”. La frase no es una mera adición de palabras con sus correspondientes significados léxicos y morfológicos, del mismo modo que tampoco la palabra es un elemento aislado en la frase, sino un «componente de un significado más amplio, el del sintagma o la oración e incluso unidades superiores»*”. Hay, pues, además de significados léxicos, significados sintagmáticos cuya naturaleza es más abstracta: «Es bien claro que los significados sintácticos son en general más abstractos que los semánticos y que se organizan en sistemas más unitarios y cerrados. Pero en definitiva volvemos a encontrar aqui la fragmentación del significado sobre base distribucional, las oposiciones alternativas de una unidad a otras según las distribuciones, las neutralizaciones, los he-

chos de frecuencia variables, etc.»**'. Aunque en general puede decirse que los estudios de semántica sintagmática se han visto acrecentados en los últimos años por influencia de la estrecha relación de las teorías sintácticas modernas y la estructura semántica de la frase, lo que se re-

laciona también con la moderna teoría de la traducción””, todo ello, a

su vez, como consecuencia directa del auge de las teorias procedentes

de la gramática generativo-transformacional, no obstante, el estudio semántico de unidades superiores a la palabra (sintagmas) se remonta especialmente al concepto de Porzig de las «relaciones semánticas esenciales». En su trabajo de 1934?* habla Porzig de las conexiones semánticas existentes entre «ladrar» y «perro» o entre «talar» y «árbol» o entre «florecer» y «planta», etc., y las denominaba «campos semánticos elementales», que en la segunda edición de su Das Wunder der Sprache, Berna 1957, p. 125, denomina «campos sintácticos» y los opone a los campos de Trier a los que califica de «campos paratácti-

2 Sobre estos aspectos, cf. K. Strunk, «Zum Verhältnis von Wort und Satz in der Syntax des lateinischen und Griechischem», Gymnasium 82,1975, pp. 225-239. 29 Cf. FR. Adrados, en su aportación al libro citado en la nota 113, p. 235. 51 Of FR. Adrados, libro citado en la nota 48, p. 400. Para la cuestión de los distintos

signifcados léxicos y gramaticales es importante el trabajo de E. Coscriu, «Semántica y gramática», traducido por nosotros del alemán y recogido en su libro citado en la nota 17, pp. 128-147. 282 Cf. H. Kurzová, «Die moderne Syntax und die Übersetzung», res. en alemán en LF 103, 1980, p. 68.

253 Cf. W. Porzig, «Wesenhafte Bedeutungsbeziehungen», PBB 58, 1934, pp. 70-97.

Semäntica del Griego Antiguo

59

cos»?*. Esta idea de Porzig ha sido luego desarrollada y ampliada por

E. Coseriu con su concepto de las «solidaridades l&xicas»?”, que le ha servido para elaborar la parte correspondiente a la sintagmática dentro de su semántica estructural-funcional (cf. 1.7.3.2.1). Para más información de las diversas teorías semánticas aplicadas a la frase remitimos a nuestro mencionado trabajo sobre la esfera semántica del «dolor» en Sófocles citado en la nota 241 (pp. 273-295), así como a los ca-

pitulos «Syntaktische Felde» y «Gramatische, funktional-semantische und einige andere Felder», del libro de G.S. Scur?*. Dentro del dominio del griego antiguo, aparte de ciertos estudios aislados que úl-

timamente han abordado la semántica de determinadas partículas?”, en este apartado de la semántica de la frase diferenciamos varios enfoques que conciernen principalmente a las relaciones sintácticas de las palabras dentro de la frase y obtienen el significado a partir de ellas. Entre estos enfoques destacamos aquí los siguientes: — el campo funcional de Rosén;

— el campo de empleos de Graz; — los estudios que operan con el método distribucional (similar a la teoría de los campos sintácticos); — los trabajos basados en la llamada gramática de la dependencia,

— los estudios basados en la gramática de los casos;

— los estudios procedentes de la gramática generativo-transformacional. . La inclusión aquí de estos tipos se debe a la relevancia que dan al significado, o mejor dicho, al hecho de que éste se deduce de las rela-

ciones sintácticas.

254 De esta obra hay traducción castellana, E/ mundo maravilloso del lenguaje, Madrid, Ed. Gredos, 1970.

255 Cf. B. Coseriu, «Las solidaridades lexicas», traducido por nosotros del alemán y re-

cogido en su libro citado en la nota 16, pp. 143-161. Pensamos que sería muy útil una aplicación del concepto de Porzig de las relaciones semánticas esenciales o del de las solidaridades léxicas de Coseriu al estudio de los giros griegos («idioms»), del estilo de los recogidos por J. Riddell, A Digest of platonic idioms, reimpr., Amsterdam 1967, o a las fraseologias como las recopiladas por J.H. Kühn-O. Schómberger, Griechische Phra-

seologie, Heidelberg 1956. 256 Cf. su obra citada en la nota 38, pp. 43-49 y 50-62, respectivamente.

257 Por ejemplo, cf. A. Hetwig, «Zur Funktion und Bedeutung der griechischen Partikein», Glotta 52, 1974, pp. 145-171; J. Blomqvist, Das sogenannte ΚΑΙ adversativum. Zur Semantik einer griechischen Partikel, Uppsala 1979, y S. R. Slings, «Ka! adversativum. Some thoughts on semantic of coordination», en Linguistic Studies offered to B. Siertsema, Amsterdam 1980, pp. 101-125.

60

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

3.3.1. Es lo que ocurre, por ejemplo, con el estudio de Rosén sobre φίλος en Homero”*, en el que demuestra que los sentidos de esta pa-

labra «propio», «parientes», «mío», «querido», «amigo», dependen de su empleo como adjetivo o sustantivo y están condicionados por la sintaxis, por las posibilidades de empleo según funcione como adjetivo atributivo o sustantivo predicativo. Como se sabe, después de Homero el sentido de «querido» es predominante en φίλος. Por tanto, no

se trata de ver en la etimología de esta palabra un sentido originario doble («propio» y «querido»), sino, más bien, de considerar su campo funcional estructurado sintácticamente, o sea, de su comportamiento

sintagmático. 3.3.2. Con su trabajo sobre πῦρ en la /lfada y Odisea incorpora L. Graz?” el concepto de Porzig de las relaciones semánticas esenciales al dominio de la lengua griega. Graz critica el método de campo tal como es aplicado por la escuela de Trier por considerarlo intuitivo al basarse en un concepto preconcebido. Por esta razón Graz parte no de un concepto, sino de una palabra, ya que lo decisivo para Él no es, por ejemplo, saber cómo se expresa en Homero el concepto de «lucha», sino cómo emplea la palabra πόλεμος. De ahí que un análisis verdaderamente estructural según Graz debe tener como base una palabra sola y estudiar sus relaciones sintagmáticas, constituyendo su campo de empleos, que en definitiva no es otra cosa que su entorno efectivo, la suma de todos los sintagmas de los que la palabra es el centro. Para Graz la unidad más pequeña portadora de significación es el grupo sintáctico constituido por un verbo (con sus eventuales complementos) y su sujeto. Un campo así formado haría ver cuáles son las relaciones esenciales y cuáles son las no esenciales, cuáles son las relaciones vivas, arcaizantes, formularias, etc. Asi, en el caso de Up en Ho-

mero se trata de saber tanto de qué verbos puede funcionar este sustantivo como sujeto, objeto directo, etc., como de qué otros sustantivos que no sean πῦρ aparecen con esos mismos verbos, lo que le permite al autor distinguir construcciones particulares, múltiples, comunes y aisladas. Operando con sintagmas cree Graz llevar la investigación a un terreno exclusivamente lingúístico, evitar la arbitrariedad

y resolver la cuestión de la delimitación y ordenación de un campo. El campo según Graz estaría formado por el conjunto de construcciones

23 Cf. H. Rosen, «Die Ausdrucksform für ‘veräusserlichen’ und ‘unveräusserlichen Besitz’ im Frühgriechischen (Das Funktionsfeld von hom. φίλος)», Lingua 8, 1959, pp.

264-293. Para mäs detalles sobre los resultados de este trabajo, cf. J.S. Lasso de la Vega, Sintaxis griega, Madrid 1968, pp. 570-573 2% Cf. L. Graz, Le feu dans I'lliade et P'Odyséc. ITOp. Champs d’emploi et signification, París 1965.

Semäntica del Griego Antiguo

61

de la palabra seleccionada en los textos elegidos ordenadas de acuerdo con su forma sintáctica. De esta manera es posible constituir también campos de sinónimos, ya que, por ejemplo, μένος y θάρσος pueden ser complementos

directos de los mismos

verbos, como ¿urvéw,

ἐμβάλλω, ¿vin yt, etc. 3.3.3. El concepto de campo de empleos de Graz se asemeja bastante a los estudios que operan con el método distribucional, iniciado por Harris y del que hicimos mención en el parágrafo 1.7.3.1. El distribucionalismo en semántica ha sido aplicado al griego antiguo sobre todo por Adrados y su escuela, tal como vimos a propósito de la semántica de la palabra (cf. parágrafo 3.2.2.7, c). En el dominio de la sintaxis, y con especial atención de los hechos semánticos, sobresalen

también los trabajos dirigidos por este profesor y realizados por C. García Gual (sobre el sistema diatético del verbo griego), J. López Facal (sobre los usos adverbales del acusativo, genitivo y dativo en Heródoto) y M.A. Martinez Valladares (sobre las preposiciones en Tucidides)". Es el mismo método que aplica también M. Bissinger sobre el adjetivo μέγας desde Homero a los autores de la Antología Palatina”. Bissinger estudia este adjetivo en su función atributiva (en la que distingue hasta 63 empleos), como sustantivo, como dependiendo de verbos, como refuerzo de nombres y adverbios, etc. En la misma línea

debe

ponerse

πάσχω,

igualmente

la investigación

dc C.

Boreham™

sobre

realizada sobre el análisis distribucional de los contextos y

en la que se diferencian los distintos complementos de este verbo, los adverbios que le pueden modificar, los sujetos que puede tener, etc., y en cada caso si se trata de personas humanas o de seres divinos, objetos inanimados, ideas abstractas, etc. Es también el mismo

procedi-

miento empleado por Dyer a propósito del verbo καλύπτω 5.

2 Cf. C. García Gual, El sistema diatético en el verbo griego antiguo, Madrid 1970; J. López Facal, Los usos adverbales del acusativo, dativo y genitivo en la lengua de Heródoto, Madrid

1974; M.A.

Martínez Valladares, El sistema de las preposiciones en

Tucidides, Madrid 1973, y «Notas sobre el valor semántico de las preposiciones griegas», Durius

4, 1976, pp. 219-226. Sobre la semántica de las preposiciones griegas han

trabajado tambien últimamente J.J. Hessinger, «The syntactic and semantic status of prepositions in Greek», CPA 73, 1978, pp. 211-223, y B. Moreux, «Sens non marqué et

sens marqué: ἀπό et ἐκ en prose attique», BSL 74, 1979, pp. 267-79. Una descripción de los trabajos de sintaxis dirigidos por Adrados la hace el mismo en su libro citado en la nota 48, pp. 400 y ss. 26! CL M. Bissinger, Das Adjektiv μέγας" ia der griechischen Dichtung, Munich 1966. 22 fC. 231-244.

Borcham, «The semantic Development of πάσχω»,

Glotta

49, 1971, pp.

28 Cf. R. R. Dyer, «The use of καλύπτω in Homer», Glotta 42, 1964, pp. 29-38.

62

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

3.3.4. La gramática de la dependencia tiene en los estudios de L. Tesniére** de los años cincuenta a su fundador. Los dos postulados más importantes de esta teoría son el partir del verbo como núcleo de la frase, con especificación del número y forma de sus complementos, y el establecimiento de unas reglas con cuya ayuda se describen totalmente las relaciones de dependencia de estos complementos dentro de

la oración, que pueden ilustrarse con ayuda de unos diagramas arbóreos al estilo de los utilizados en el análisis generativo-transformacional. De aquí que se haya considerado a esta teoría como un antecedente europeo de la lingúistica fundada por N. Chomsky. Un concepto clave de la gramática de la dependencia es el de «valencia»: con qué miembros de frase debe ser combinado un verbo sintácticamente, con

cualés puede y con cuáles no puede ser combinado, etc. H. Happ ha hecho una aplicación de esta teoría en el dominio de la lengua latina?" y recientemente la ha querido llevar al terreno del griego antiguo, intentando hacer una descripción del verbo griego con ayuda del análisis valencial, en donde expone los complementos obligatorios, facultativos, etc., de cada uno™.

Investigaciones de este tipo beneficiarian,

por otro lado, la pedagogía de la lengua griega, cuyas ventajas y dificultades han sido abordadas recientemente por O. Dutrut®”. "3.3.5. El modelo lingúístico de la gramática de los casos, que ha conocido un notable éxito tanto en Estados Unidos como en Europa a partir sobre todo de 1968 (cf. parágrafo 1.7.4.3), ha sido aplicado al griego antiguo especialmente por los estudios de F. Murru™, aunque antecedentes de esta aplicación pueden encontrarse en un trabajo anterior de D.Q. Adams™. Para estos autores se trata de un modelo de investigación que podría contribuir a la solución de viejos problemas de la gramática de las lenguas clásicas por ser un modelo más completo, pues tiene en cuenta tanto el aspecto semántico como el morfosin-

254 Cf. L. Tesniére, Elements de syataxe structurale, Paris 1959, 19652, reimpr., 1969.

265 Cf. H. Happ, Grundfragen einer Dependenzgrammatik des Lateinischen, Gotinga 1975 26 Of. y. Dönnges-H. Happ, Zur Anwendung der Dependenzgrammatik auf den Latein- und Griechisch-Unterricht, Vier Aufsätze, Heidelberg 1977.

267 Cf. O. Dutrut, «Application ἃ la syntaxe grecque de la theorie valencielle de Tesniére», Cratyle 1, 1980, pp. 25-29.

268 Cf. F, Murru, «La grammatica dei casi e il greco antico. Prospettive applicative e glottodidattiche», Stud. si cerc. ling. 30, 1979, pp. 337-352, y «Entre philologie classique et linguistique théorique et appliquée: l’accusatif de qualification et la “grammaire

des cas”», RRL 24, 1979, pp. 591-604. 2% Cf. D. Q Adams, «Passives and Problems in Classical Greek and Modern English», en C. J. Fillmore,

Working Paper in Linguistics, Ohio 1971, pp. 1-17.

Semäntica del Griego Antiguo

63

täctico. Partiendo de la concepciön de los casos como nociones semánticas o conceptos innatos y teniendo en consideración sus realizaciones morfo-preposicionales es posible describir perfectamente los fenómenos de una lengua en relación con los nombres, verbos. pronombres, adjetivos, etc. Dentro del griego antiguo los casos más importantes para este fin serían el agentivo, el paciente, el objetivo, el instrumental, el factitivo, el locativo y el comitativo. El fin último de

este tipo de investigaciones sería la elaboración de un nuevo diccionario griego en el que se indicaría para cada lexema nominal los tipos de predicado que puede admitir en relación con la modalidad y aspectos performativos, así como las posibles funciones casuales que puede desempeñar; en los lexemas verbales se indicaría las funciones que se le pueden asignar como complemento en primer lugar, en segundo lugar, etc.

3.3.6. Las teorías de la gramática generativo-transformacional se empiezan a aplicar al griego antiguo a partir de los primeros años de la década de los sesenta. Los trabajos de esta época se inspiran en la primera fase de esta gramática, que como vimos en el parágrafo 1.7.4.1 dejaban fuera de consideración las cuestiones relacionadas con el significado. Así, estudios como

los de 1. Zsilka?” sobre las voces

verbales griegas en los que se aplican principios transformacionales merecían la crítica de otros estudiosos por entender que dejando la in-

terpretación significativa «a la aprobación de un hablante consciente de los usos lingüisticos es una manera de escamotear la interpretación

de la frase»”". En 1969, R. Pfister publica”? un breve artículo sobre una serie de postulados relacionados con la lingúística y la enseñanza de las lenguas. En algunos de ellos aludía Pfister a la relación de la gramática generativo-transformacional con la enseñanza de las lenguas clásicas y veía que el concepto de «competencia» lingüistica, que implica la suma de las reglas de una gramática y que sólo posee el native speaker, como hablante de una lengua materna, concepto básico de la teoría transformacional, no suponía un gran obstáculo para la aplicación de esta gramática a las lenguas clásicas. Este artículo de

Pfister fue ampliamente contestado, en espectal por J. Klowski?”, lo 2 Cf. J Zsilka, «Das Passiv in Homers Heldengesangen», en Acta Antiqua 12, 1964, pp. 277-310 y 13, 1965, pp. 1-26, y «Das System der griechischen Satzformen (Satzstrukturen mit transitiven Verben)», en id, pp. 319-357. 2M Cf. C. García Gual, «Análisis sintáctico y categorías semánticas», en Emerita

34,

1966, pp. 289-294, p. 292. 22 Cf. R. Pfister, «Thesen zu Linguistik und Sprachunterricht», en Anregung. Zeitschrift für die Höhere Schule 15, 1969, pp. 374-376. 27 Cf. J. Klowski, «Was ist die generative Transformationsgrammatik und welche Be-

deutung könnte sic für den altsprachlichen Unterricht haben?»,

AU 14, 1971, pp. 5-19.

64

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

que motivó una extensa réplica de Pfister unos cierto es que desde la década de los setenta han merosos los trabajos que operan con principios macionales en el dominio de la sintaxis griega.

años mas tarde”. Lo sido cada vez más nugenerativos-transforAsí, se han publicado

trabajos programáticos como los de Kurzová y Egli”*, que han analizado las posibilidades y dificultades”* de aplicación de esta teoría al griego antiguo en relación con sus diferencias respecto al inglés. Estas

diferencias afectan no sólo a la morfología, por tratarse en el caso del griego de una lengua que posee una composición interna de la palabra compleja y fija, sino también a la sintaxis, como lengua con una estructura de frase formalmente libre y menos fija, con mayor variedad estructural de tipos de frases nucleares. Sin embargo, estos autores siguen sin incluir la semántica en sus proyectos de investigación, lo que hubiera sido de suma importancia, ya que el sistema semántico del griego antiguo se aleja considerablemente de las lenguas europeas modernas con las que principalmente se ha trabajado en relación con estas teorías. La misma marginación de lo semántico observamos también en otros estudios más recientes, como el de Plénat sobre las vo-

ces, el de Théophanopoulou-Kontou sobre las construcciones personales e impersonales pasivas de los verbos dicendi/sentiendi, el de Babiniotis sobre la estructura sintáctica del infinitivo, el de Kontos sobre el uso del artículo con los pronombres demostrativos o el de D. D. Schmidt sobre la nominalización en el griego helenistico?”. En cam-

274 Cf. R. Pfister, «Schlusswort zu den Thesen zu Linguistik und Sprachunterricht», Gymnasium 79, 1972, pp. 314-330. 275 Cf. H. Kurzová, «Transformational Grammar and Greek Syntax», en Eirene 10, 1972, pp. 21-52; U. Egli, «Die Anwendbarkeit der generativen Grammatik auf das Altgriechischen», en /odogermanische und allgemeine Sprachwissenchaft, ed. por G. Redard, Wiesbaden 1973, pp. 21-58. Veáse también J. P. Louw, «Sematick en antieke retorick», AC 18, 1975, pp. 99-108. 2% Entre las cuales está, como lo ha señalado Egli en su artículo citado en la nota ante-

rior, el hecho de que, con excepción de Delbrück, los neogramáticos trabajaron poco

en sintaxis, por lo que los estructuralistas y generativistas no disponen de tantos datos como en otros dominios lingülsticos. 277 Cf. M. Plénat, «Pour une grammaire generative-transformationnelle des voix en grec ancien», Pallas 20, 1973, pp. 3-17; D. Théophanopoulou-Kontou, «Analyse trans-

formationnelle des constructions personelles et impersonnelles passives des verbes “dicendi/sentiendi’ en grec ancien» (en griego moderno con resumen en francés en Athena, 1972-73, pp. 954-955; G. Babiniotis, «Problémes syntaxiques du grec ancien. Structure syntaxique de l’infinitif ancien», 1d., pp. 956-958; P. Kontos, «Le probléme de usage de Particle avec les pronoms démonstratifs scion la méthode transformationnele», ¿d., pp. 958-59; D. Ὁ. Schmidt, Nominalizing Transformations in Hellenistic Greck, Berkeley 1979. Schmidt, junto con E. C. Hobbs e I. Lawrence, son los autores del único intento realizado hasta ahora de aplicación de una gramática generativo-transformativa

Semántica del Griego Antiguo

65

bio, quien sí introduce aspectos semánticos en este tipo de investigacio-

nes es D. Lightfoot en su trabajo sobre los modos del griego clásico?” Lightfoot intenta aplicar al griego el concepto de «verbos abstractos» aplicado por R. Lakoff?” al latín en su estudio de la complementación en esta lengua, que junto con la conjunción y la relativización son los tres procesos recursivos que introducen la estructura profunda en la estructura superficial. Lakoff y Lightfoot parten del principio de que

el significado del verbo es esencial para la posterior especificación y expansión

de la frase; el carácter semántico del verbo determina el

modo en que actuán los constituyentes de la estructura profunda. Para Lightfoot todos los tipos de complemento (ὅτι ὡς, nom. y acus.+ inf., nom. y acus.+ part., ὅττως+ fut. de ind. o subj., ur} + subj.) son semánticamente equivalentes y es la naturaleza de las formas verbales el único elemento semántico que puede ser diferenciado. De Boel™ ha puesto en tela de juicio recientemente estas ideas de Lightfoot y ha intentado demostrar con el análisis de las obras de Aristófanes que muchos de los verbos que rigen complementos de este tipo toman más de uno y en muchas ocasiones la diferencia de elección de un complementador determinado implica igualmente una diferencia de significado en el verbo. La cuestión de los «verbos abstractos» sigue siendo objeto de discusión en su aplicación al griego antiguo como lo ponen de mani-

fiesto los trabajos de H. Seiler y H. Kurzová”'. 3.4. La semántica del texto deriva de los recientes estudios de la moderna teoría del texto o textolingúística, que para sus representantes supone un paso adelante en el avance de la descripción del lenguaje. Según los postulados de esta teoría, muchos de los problemas pendientes no pueden resolverse satisfactoriamente en el marco de la gramática de la frase, por lo que resulta imprescindible dar un completa al griego antiguo: Aa Outline, of a Transformational-Generative Grammar of Hellenistic Greek, Berkeley 1977, 1978?, Sobre intentos similares en latín, véase D. J.

Morton, «The Cambridge School Classics Project-an experiment», AU

13, 2, 1970,

págs. 5-15. 2B Cf. Ὁ. W. Lightfoot, Natural Logic and the Moods of classical Greek, tesis de la

Universidad de Michigan (1971) publicada luego con el título Natural logic and the Greek moods. The nature of the subjunctive and optative in classical Greek, La Haya 1975; cf. también

su artículo «Abstract Verbs and

the Development

of the Greck

Mood System», en Proceedings of the Eleventh International Congres of Linguists, vol. II, Bolonia 1974, pp. 549-556. 5 Cf.R.T. Lakoff, Abstract Syntax and Latin Complementation, MIT Press, 1968. 2% Cf. G. de Boel, «Towards a theory of the meaning of complementizers in classical

attic», Lingua 52, 1980, pp. 285-304. 21 Cf. H. Seiler, «Abstract Structures for Moods in Greek», Language 79-39,

47, 1971, pp.

y H. Kurzová, «Abstract syntax and the semantics of the sentence», LF

1972, pp. 129-140.

95,

66

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

paso más y considerar el estudio de unidades superiores, los textos, y establecer su gramática. Para los cultivadores de este tipo de análisis el hombre no habla en palabras, sino en frases, situaciones o textos entendiendo por texto todo conjunto de enunciados sometido a análisis. Como sostiene J. Lyons, «la unidad básica en el uso no es una palabra o una oración, sino un texto, y el componente textual en la lengua es el conjunto de opciones por las que un hablante o escritor es capaz de crear textos», En consecuencia, la gramática sólo existe en el texto y_no en la palabra, ya que los elementos verbales se unen exclusivamente de forma textual y la textualidad es la forma primaria de realización lingüistica. La tarea de una semántica del texto sería entonces «la representación de la estructura semántica de un texto o de un fragmento de un texto y en especial de las relaciones semánticas que van más allá de las estructuras semánticas de las frases individuales»**. La semántica textual como modelo de investigación autónomo está todavía en sus comienzos, en statu nascendi. Ha recibido un gran

impulso con los trabajos de la escuela semiótica de Greimas, cuya Semántica estructuralde 1966 puede considerarse como el primer ensayo serio de una descripción formal de los textos a base de un metalengua-

je metodológico como instrumento del análisis textual®°. En el domi-

nio de la lengua griega los principios de la semántica del texto han sido aplicados fundamentalmente por P. Barié. En un primer trabajo sobre los cinco primeros capitulos de la obra de Heródoto”*, cuyo significado programático es similar a la «arqueologia» de Tucídides y constituyen una unidad textual, intenta Barié demostrar que el concepto de historia en Heródoto, cuyo significante sería τὰ ἐξ ἀνθρώπων γενόμενα presupone la dicotomía «Naturaleza versus Civilización.(rá ¿E ἀνθρώπων γενόμενα versus τὰ φύσει ye” vöneva). Estos cinco capítulos del proemio herodoteo se articulan en una unidad en la que existe una interdependencia de los elementos no sólo a nivel de la palabra, sino también de los contextos de todo tipo: sintagmas, frases, discursos, etc. Con este tipo de análisis deja Ba-

282 Cf. S. J. Schmidt, Teoría del texto, Madrid, Ed. Cátedra, 1977, y B. Malmberg, Teoría de los signos, México, Ed. Siglo XXI, 1977, esp. pp. 104 y ss.

283 Véase esta definición de Lyons en W. Abraham, Diccionario de la terminología liagulstica actual, Madrid, Ed. Gredos, 1981, p. 447.

24 Cf. W. Dressler, Einführungin die Textlinguistik, 1972, pp. 4 y 16. 285 Cf. la obra de Greimas citada en la nota 50 y En torno al sentido, Madrid, Ed. Fragua, 1973. Sobre la semiótica de Greimas, véase últimamente M. Griffe, «La semiotique d'A. J. Greimas et Pexplication de texte», en Actes de la Session de Linguistique d’Aussois, 4-8, septiembre de 1978. 286 Cf. P. Barié, «Fünf Kapitel Herodot- Beobachtungen zur Struktur des historischen Diskurses», AU 1, 1971, pp. 5-36.

Semäntica del Griego Antiguo

67

τὶς la semäntica de la palabra y pasa a la semäntica del texto. En otro estudio suyo?” sobre el primer estásimo de la Antígona de Sófocles (vv. 332-383) ejemplifica más detalladamente este modelo de investigación semántica. Según el propio Barié este estudio sería el primer intento de describir estructuralmente un texto antiguo, con el que pretende al mismo tiempo examinar las posibilidades de esta clase de análisis desde el punto de vista didáctico. El texto analizado es muy cono-

cido

y su frase inicial πολλὰ

τὰ

δεινὰ

κοὐδὲν

ἀνθρώπον

δεινότερον πέλει ha tenido en la literatura universal una resonancia parecida a otras frases famosas como γνῶθι σεαυτόν o olda οὐδὲν εἰδώς procedentes del círculo socrático. Este famoso coro sofocleo lo entiende Barié como un microuniverso semántico y lo analiza estructuralmente en todas sus dimensiones: en el plano fonético,

prosódico, sintáctico, semántico y pragmático. Ahora bien, el análisis de Barié da prioridad absoluta al plano semántico y los otros planos se incluyen en cuanto son importantes para el significado. Así, la aliteración de πολιοῦ πέραν πόντου... TEPLBPUXLOLOLV... περῶν (vv. 335-37) señalaría la peligrosidad de una actividad; la frase ὃς τάδ᾽ ¿pSol (v. 375) se emplearía por un ὑβρίζων, etc. Los principios más importantes del estudio de Barié se basan en la relación forma-contenido, en la concepción de la lengua como un conjunto de oposiciones y en la trascendencia de éstas a todos los niveles (fonético, morfológico, sintáctico y semántico). El texto se reduce progresivamente a un núcleo semántico por eliminación de redundancias y con-

notaciones, núcleo que posee, a su vez, una estructura que pasa por diferentes grados de reducción, llegándose así a la conclusión de que en este primer estásimo sofocleo de la Antígona asistimos a la transformación de una mitología en una antropología. Según Barié, cuando análisis de este tipo se hayan experimentado suficientemente en unidades textuales como las constituidas por estos versos sofocleos se puede pasar a la semántica de obras enteras entendidas como universos semánticos y de ahí a conjuntos de obras o «corpora». Similar a los trabajos de P. Barié es el proceder de G. Benzer en su tesis sobre la aplicación de la interpretación estructural literaria en la filología clásica. Benzer parte del principio de Glinz™ de que un poema debe entenderse no como un conglomerado casual, sino como una estructura

287 Cf. P, Barié, «Vieles gewaltige lebt... “Strukturale Analyse cines tragischen Chorlie-

des”», AU 4, 1971, pp. 5-40. 2 Cf. G. Benzer, Einige Ansätzestrukturalistischen Interpretiercas in der klassischen Philologie, Diss., Innsbruck 1977. 259 Cf. H. Glinz, Sprachwissenschaft heute. Aufgaben

1970, p. 106.

und Möglichkeiten,

Stuttgart

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Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

cuyas partes individuales, frases, miembros de frase, etc., constituyen una unidad y se interrelacionan. El conocimiento del poema depende del conocimiento de su estructura. El arte de interpretación está para Genzer en saber entender el texto como un todo, analizando y orde-

nando las partes de ese todo en una estructura que englobe a todas las unidades inferiores (sonidos, palabras, frases, etc.).

2 EL CAMPO LEXICO DE LOS SUSTANTIVOS DE «DOLOR» EN SÖFOCLES. ENSAYO DE SEMÄNTICA ESTRUCTURAL-FUNCIONAL

1. INTRODUCCIÓN

1.1. La semántica lingüistica, tras haber sido considerada durante

muchas décadas «la cenicienta de la lingüistica»', ha experimentado en los últimos años un desarrollo vertiginoso. Fruto de esta evolución es la serie de excelentes manuales de esta disciplina existentes en la actualidad para cada una de las principales lenguas modernas. Asi, por ejemplo, para el francés disponemos de los trabajos de O. Duchácek?, S. Ullmann?’ y H. Geckeler*, que incorpora puntos de vista estructurales y funcionales de la Escuela de Praga. Para la lengua inglesa tenemos los trabajos de E. Leisi?, H. Koziol® y, sobre todo, H. Yamaguchi”. El alemán se estudia desde el punto de vista semántico en los tra-

bajos de H. Henne*, R. Freundlich? y O. Reichmann".

Mucho más

! Así la califica S. Ullmann en «Orientations nouvelles en sémantique», en Journal de

Psychologie normale et pathologique 55, 1958, pp. 338-357, p. 338.

20. Duchátek, Précis de sémantique frangaise, Brao 1967. 3g, Ullmann, /ntroducción a la semántica francesa, traducción de E. Bustos Tovar, Madrid 1965. *H Geckeler, Strukturelle Semantik des Französischen, Tubinga 1973. SE. Leisi, Praxis der englischen Semantik, Heidelberg 1975. 6H. Koziol, Grundzüge der englischen Semantik, Viena-Stuttgart 1967.

7H. Yamaguchi, Essays towards English Semantics, Tokio 1961, 19697. * H. Henne, Semantik und Lexikograpbie, Berlin - Nucva York 1972. IR. Freundlich, Einführung in die Semantik, Darmstadt 1972. “o. Reichmann, Deutsche Wortforschung, Stuttgart 1969.

70

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

abandonado ha quedado el español, para el que existen los estudios,

hoy ya desfasados, de R. Vilches Acuña!' y F. Restrepo!?. También en lengua española acaba de aparecer un libro del romanista R. TrujiIlo”, de orientación estructural, que supone un gran paso adelante para estos estudios en lengua hispana. La situación de las dos lenguas clásicas, griego y latín, no puede ser más deplorable en este sentido. El manual de conjunto más completo

actualmente para el griego antiguo sigue siendo el de Max Hecht!*, escrito en 1888 y centrado casi exclusivamente en el cambio de significado de las palabras, problema central de casi todos los trabajos de semántica de esta época. Lo mismo puede decirse de los principios de semántica latina de E. G. Heerdegen'*, también de 1888. Tampoco el libro de E. Struck'* aporta nada nuevo, a pesar de publicarse en 1940, cuando ya habían aparecido algunos trabajos aislados que incorporaban ideas nuevas. En la práctica, los estudios de semántica aplicados al griego antiguo han quedado tan olvidados que se puede aceptar en su totalidad la siguiente afirmación de Y. M. Charue: «Verdaderamente hay pocos dominios cuyas posibilidades y métodos estén tan mal delimitados como los de la semántica estructural aplicada al estudio de los textos griegos antiguos»'”. La razón de este estado se encontraría en la subestimación de esta disciplina por parte de los filólogos clásicos, a pesar de haber nacido la semántica como rama lingúística autónoma precisamente en los estudios latinos de Fr. Haase y E. G. Heerdegen, mu-

cho antes de que M. Bréal'* acuñara el término de semántica como «ciencia de la significación». Los filólogos clásicos han considerado la semántica casi exclusivamente como un auxiliar de los estudios etimológicos y lexicográficos y se han resistido a darle carta de naturaleza como disciplina independiente. En palabras de Y. M. Charue: «La raHR. Vilches Acuña, Semántica española, Buenos Aires 19592. 2.

Restrepo, El alma de las palabras. Diseño de semántica general, Barcelona

Bogotá 1974.

1917;

.

BR. Trujillo, Elementos de semántica lingülstica, Madrid, 1976.

14 M. Hecht, Die griechische Bedeutungslehre, Leipzig 1888. SEG. Heerdegen, Grundzüge der lateinischen Bedeutungsichre, Berlin 1888. 16 E. Struck, Bedeutungslehre. Grundzüge einer lateinischen und griechischen Semasio-

logie, Leipzig-Berlin 1940, 19527.

17 Y, M. Charue, «Notes de sémantique homérique. Constitution du champ sémantique et analyse des unités», en Recherches de Philologie et de Linguistique II, Lovaina 1968, pp. 95-108, p. 96. Bm. Bréal, Essai de sémantique (Science des significations), París 1897, 1904? (hay traducción española, Madrid, s. a.).

Semántica del Griego Antiguo

71

z6n principal de este estado de cosas es, sin duda, el hecho de que la

semántica griega, en tanto que vía de análisis auxiliar de la filología, sufre en cierta medida su carácter híbrido: situada en un punto de contacto entre filología y lingúística, como la criada de dos señores a la vez, se ve muchas veces ignorada o subestimada por los repre-

sentantes de estas dos disciplinas»"”. Si del dominio de la semántica general pasamos al terreno de los trabajos concretos sobre determinadas palabras o conceptos observamos que la situación no ha cambiado excesivamente con respecto al griego. Bien es verdad que en este aspecto se pueden encontrar algunos estudios aislados, que incorporan métodos e ideas aplicados ya en otras lenguas modernas'”. Pero en líneas generales se sigue anclado en viejos principios, hoy ya superados, como el estudio de las palabras aisladas, las famosas «historias de palabras», que recogen exhaustivamente los casos y empleos de tal o cual palabra tratando de buscar el «significado fundamental» y olvidándose de que solo hay significado dentro del sector nocional al que pertenece. Para una visión de conjunto de las principales corrientes dentro de la semántica lingúística general puede consultarse el libro de H. Geckeler” recientemente aparecido en lengua española, así como los artí-

19 Entre los trabajos semánticos aplicados al griego antiguo que siguen más o menos la teoría de los campos podemos citar los siguientes: A. Corlu, Recherches sur les mots relatifs Π᾿ μές de priére d'Homére aux tragiques, París 1966; B. Snell, Die Ausdrücke für den Begriff des Wissens ia der vor platonischen Philosophie, Berlin 1924; T. Bolelli, «Il valore semasiologico delle voci ἦτορ, κῆρ e κραδίη nell’ epos omerico», ASNP 17, 1943, pp. 65-75; R. Eder, Kraft, Stärke und Macht in der Sprache Homers, Diss. Heidelberg,

1939; K. E. von Erffa, Alöus

und verwandte Begriffe in ihrer Entwicklung

von Homer bis Demokrit, Diss. Berlin, 1934; C. de Meer, Maxap-evdaluwrὄλβιος-εὐτυχής. A study of the semantic field denoting Happiness io ancien Greek to the end of the 5th Century B. C., Amsterdam 1969; J. Latacz, Zum Wortfeld «Freude» ín der Sprache Homers, Heidelberg 1966; W. Luther, Wahrheit und Lüge in ältesten Griechentum, Diss. Gotinga, 1933-1934; W. Steinlein, ®9dvos und verwandte Begrille in der älteren griechischen Literatur, Diss. Erlangen, 1943; H. Trümpy-Meyer, Kriegerische Fachausdrücke im griechischen Epos, Diss. Basilea, 1950. Mención aparte

merecen los trabajos de semäntica estructural aplicados al griego antiguo y dirigidos por el profesor Rodriguez Adrados. Una relaciön de estos estudios hasta 1972 nos la

ofrece el propio Adrados en Revista Española de Lingülstica 2, 2, 1972, pp. 409-425. Rodríguez Adrados ha aplicado la teoría de los campos en varios de sus trabajos, entre ellos en «El campo semántico del amor en Safo», en Revista Española de Lingülstica 1,

1, 1971, pp. 5-23. Aunque son muchas las diferencias que separan el método distribucionalista que aplica Adrados en sus estudios y nuestra propia forma de constituir un campo, hay también muchos puntos de vista comunes de orientación estructural. 2H. Geckeler, Semántica estructural y teoría del campo léxico, Madrid, Ed. Gredos, 1976.

72

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

culos de 5. Ullmann? y E. Coseriu?, realizado en colaboración con H. Geckeler.

1.2. El presente ensayo pretende ser una modesta aportación a los estudios de semántica referidos al griego antiguo, con incorporación de los criterios estructurales-funcionales, que explicaremos más adelante. Este trabajo se sitúa dentro de uno más amplio que con el título de La esfera semántico-conceptual del dolor en Sófocles (Contribución al estudio del vocabulario de los sentimientos en griego clásico) se leyó el 23 de marzo de 1976 como tesis doctoral en la Facultad de Filología de la Universidad Complutense. Al llegar a este punto nos parece de vital importancia detenernos un momento en la distinción entre esfera y campo, dentro de los estu-

dios semánticos. Ambos términos se han empleado y se emplean indistintamente, sin atender a las diferencias que supone el empleo de uno u otro. No vamos a entrar aquí en una explicación minuciosa, ya que nos lo impide el marco limitado de un artículo de revista. Pero no queremos dejar de hacer referencia a los puntos esenciales que afectan a tal distinción. J. Trier, el auténtico fundador de la moderna teoría de los campos, utiliza ya en el título de su trabajo de 1931” tanto el término Feld «campo» como el de Sinnbezirk «esfera semántica», aunque es el primero de estos dos términos el que habría de propagarse posteriormente en los estudios semánticos en detrimento del segundo. Sin embargo,

Trier no da una definición de esfera en ninguno de sus artículos sobre la teoría de los campos”, aunque habla de «esfera semántica de los adjetivos negativos», «esfera semántica de lo natural», «esfera semántica

de los sustantivos negativos», etc., al lado de «campo de lo natural», «campos parciales», etc. En la introducción metodológica a su trabajo de 1931, que seguramente escribió en último lugar, Trier ya no habla de esfera. ¿Supone esto que su autor renuncia a este concepto, a pesar de figurar varias veces como título de varios capitulos de su obra? De21 S. Ullmann «Semantics», en Current Trends in Linguistics, vol. IX, ed. por T. A. Sebeok, La Haya- Paris 1972, pp. 343-394.

2 E, Coseriu-H. Geckeler, «Linguistics and Semantics. Linguistic, especially Functional, Semantics», en Th. Sebeok (ed.), Current Trends in Linguistics, vol. XII: Linguistics and Adjacent Arts and Sciences, La Haya- Paris 1974, pp. 103-171. 27 Trier, Der deutsche Wortschatz im Sinnbezirk des Verstandes. Die Geschichte eines sprachlichen Feldes, tomo I: Von den Anfängen bis zum Beginn des 13. Jahrhunderts, Heidelberg 1931 (una segunda ediciön acaba de aparecer en Heidelberg, 1973).

2 La mayoría de sus trabajos sobre la teoría de los campos se recogen ahora en el libro editado por A. van der Lee y O. Reichmann, Jost Trier. Aufsätze und Vorträge zum

Wortfeldtheorie, La Haya-Paris 1973.

Semäntica de] Griego Antiguo

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bemos decir con L. Weisgerber”* que no, sino que ello se relaciona con las sucesivas fases de su trabajo. Dado que Trier emplea términos como Teilfeld «campo parcial» y Grossfeld «campo mayor», cabe preguntarse si este último término debemos entenderlo como equivalente de Sinnbezirk «esfera semántica», lo que sería muy posible desde el punto de vista práctico. Pero no será hasta la llegada de los trabajos de L. Weisgerber pos-

teriores a la Segunda Guerra Mundial cuando el concepto de esfera adquirirá un papel relevante en el dominio de los estudios semánticos, claramente diferenciado del concepto de campo. Weisgerber coloca la esfera en la parte de la gramática aplicada a la producción, es decir, en la tercera fase de la investigación lingúística*, El lingúista germano prefiere emplear el término campo en el sentido de Trier cuando se trata de grupos de palabras, de lexemas diríamos nosotros, determinados mutuamente de forma inmediata (como la agrupación categoremática de sustantivos, adjetivos, verbos, adverbios), mientras que re-

serva el término de esfera para aquella organización o sistematización de un determinado sector nocional o contenido lingúístico que, ade-

más de la estructuración por medio de campos, abarca otras como la

del nicho semántico”, la del Wortstand *, familia de palabras, etc. Esto es lo que quiere decir Weisgerber cuando define la esfera en los siguientes términos: «Por esfera semántica entendemos un corte relativamente independiente de la imagen del mundo lingúístico, en cuya delimitación actúan condicionamientos extra e intralingúísticos. Debemos contar con que en toda esfera semántica encontremos expresiones de todas las formas citadas de intervención lingúística o, dicho gramaticalmente, de deter-

minación del contenido»?. 25 το Weisgerber, Die sprachliche Gestaltung der Welt, Düsseldorf 1962, p. 267. 25 Sobre las cuatro fases en la investigación de todo trabajo lingüistico es decisivo el libro de L. Weisgerber, Die vier Stufen in der Erforschung der Sprachen, Düsseldorf 1963. 7 E concepto de «nicho semántico» (al. Wortaische o semantische Nische) lo acuña K.

Baldinger en 1950 en su trabajo Kollektivsuffixe und Kollektivbegriff. Ein Beitrag zur Bedeutungslebre im Französischen mit Berücksichtigung der Muadarten, Berlin 1950. Con este término se caracteriza a un grupo de lexemas provistos de un mismo sufijo o prefijo y con la misma función semántica.

2 No hemos podido encontrar una buena traducción española para el término alemán Wortstand. El término lo acuya el germanista L. A. Stoltenberg en 1937 y con él se de-

signa a un grupo de lexemas provistos de distintos nichos semánticos, pero desempeñando todos la misma función. Una aplicación práctica de este concepto se hace en la tesis de 7. Assheuer sobre los verbos factitivos en alemán: Gestalt und Inhalt eines Wortstandes dargestellt an der faktitiven Verben, Diss. Bonn 1966. 31, Weisgerber, «Die Erforschung der Sprach’zugriffe’. I. Grundlinien einer inhaltbezogenen Grammatik»,

Wirkendes Wort 7, 1956-1957, pp. 65-73, p. 70.

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Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

El mismo Weisgerber nos ha dado un ejemplo de cómo debe estudiarse una esfera semántica ilustrándolo con el concepto de «acontecer» en alemán”. Otros autores que se han servido de este último concepto son E. Oksaar”, en su estudio de la «velocidad» en alemán, A.

Lotscher” sobre la terminología del «ruido» en alemán, G. Lavis” so-

bre la alegría y el dolor en francés, así como W. Schmidt-Hidding* en su propuesta de hacer una sinonímica de palabras inglesas por esferas

semánticas. En consecuencia,

entendemos

por esfera semántica

del dolor en

Sófocles todos aquellos lexemas que en un contexto determinado pueden expresar dolor en cualquiera de sus aspectos y cuya estructuración se lleva a cabo a distintos niveles: nicho,

Wortstand, familia de pala-

bras y campo.

-

1.3. De los tres campos que intervienen en la esfera del «dolor» en Sófocles hemos seleccionado para este ensayo el de los sustantivos. Se trata de un campo léxico que tiene su propia problemática y que se diferencia claramente de los otros dos. Pero antes de pasar a exponer los detalles técnicos que este campo implica nos parece aconsejable dar aquí algunas definiciones del campo en general, ya que nos han servido de inspiración y nos han guiado metodológicamente en nuestro trabajo. Entre las múltiples definiciones que se han dado del campo elegimos las siguientes, por considerarlas más afines a nuestra propia concepcion:

«Las palabras emparentadas conceptualmente forman entre si y con la palabra pronunciada un todo articulado, una estructura, que se puede llamar campo léxico o campo de signos lingúísticos». (J. Trier)” «Campos son las realidades lingüisticas existentes entre las palabras aisladas y el total del vocabulario, que, como conjuntos parciales, tie-

YL,

Weisgerber,

«Zum

Sinnbezirk

des Geschehen

im

heutigen

Deutsch»,

en

Fes-

tschrift-J. Trier, Colonia 1964, pp. 23-46. 9 E, Oksaar, Semantische Studien im Sinnbereich der Schnelligkeit. Plötztich, schnell und ihre Synonymik im Deutsch der Gegenwart und des Früch- Hoch- und SpätmitteJalters, Estocolmo-Uppsala 1958. 2A.

Lotscher,

Semantische Strukturen im Bereich

der alt-und mhd.

Schallwörtern,

Berlin 1973. 3 G. Lavis, L’expression de Vaffectivité dans la poésic. Etude sémantique et stylistique du réscau lexical joie-douleur, París 1972.

4 W. Schmidt-Hidding, «Synonimik nach Sinnbezirken im Englischen», en SpracheSchlüssel zur Welt. Festschrift für Leo Weisgerber, Düsseldorf 1959, pp. 319-331. 35 3. Trier, trabajo citado en nota 23, p. 1.

Semäntica del Griego Antiguo

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nen con la palabra la caracteristica comün de articularse y con el voca-

bulario, en cambio, de desmembrarse» (J. Triery*, «Un campo léxico es un conjunto de palabras que están estrechamente emparentadas conceptualmente unas con otras y que se asignan

sus actividades gracias a su interdependencia» (J. Trier)”. El campo onomasiológico de K. Baldinger «se basa en la unidad de un concepto y estructura un conjunto de designaciones, de sinónimos

delimitables por medio de semas»*, «El conjunto de palabras que expresan un concepto dado (es decir, palabras en cuyo contenido el concepto figura ya como dominante semántica, ya como uno de los elementos nocionales complementarios) forma una estructura léxica elemental que hemos llamado campo conceptual. A este campo pertenecen no sólo todos los sinónimos de la palabra o palabras que constituyen el núcleo, sino también otras palabras emparentadas más o menos desde el punto de vista del sentido»

(O. Duchätek)”. «Las palabras que tienen en común una noción, un concepto, forman un campo conceptual, es decir, una macroestructura organizada

sobre la base del concepto que constituye el núcleo, representado por las lexías en cuyo contenido el concepto es dominante (no acompaña-

do de ningún elemento complementario)» (O. Duchátek)*. «Un campo léxico es una estructura paradigmática constituida por unidades léxicas que se reparten una zona de significación común y que se encuentran en oposición inmediata las unas con las otras» (E.

Coseriu)*. «Un campo léxico es, desde el punto de vista estructural, un para-

digma léxico que resulta de la repartición de un contenido léxico continuo entre diferentes unidades dadas en la lengua como palabras y que se oponen de manera inmediata unas a otras, por medio de rasgos dis-

tintivos mínimos» (E. Coseriu)“. % J. Trier, «Das sprachliche Feld. Eine Auseinandersetzung», Neue Jahrbücher für Wissenschaft und Jugendbildung 10, 1934, pp. 428-449, p. 430. IT,

Trier, Altes und Neues vom sprachlichen Feld, Duden-Beiträge 34, Mannheim

1968, p. 10.

% K. Baldinger, intervención en la discusión a propósito del trabajo de E. Coseriu, «Structure lexicale et enseignement du vocabulaire», Actes du premier colloque international de linguistique appliqués, Nancy 1966, pp. 175-217. 3 O. Duchäöck, Le champ conceptual de la beauté en francais moderne, Praga 1960, p. 24.

% O. Duchäöck, «Quelques observations sur la structure du lexique», en Mélanges - G. Straka I, Estrasburgo 1970, pp. 200-210, p. 202.

4! E. Coseriu, «Les structures lexématiques», en ZFSL Beiheft 1, N. F., 1968, pp. 3-16, p. 8. OR, Coseriu, «Lexikalische Solidaritäten», Poetica 1, 3, 1962, pp. 293-303, p. 294.

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Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

«Un campo léxico es un conjunto de lexemas unidos por un valor Kxico común (valor del campo), que esos lexemas subdividen en valores más determinados, oponiéndose entre sí por diferencias mínimas de

contenido léxico (rasgos distintivos lexemäticos)» (E. Coseriu)*. Nuestra concepción del campo coincide en general con cualquiera de las definiciones que acabamos de citar. No obstante, podemos recoger ideas de unas y otras y definir el campo como conjunto de lexemas conceptualmente emparentados (los llamados sinónimos) cuyo contenido común (archilexema) se delimita y define estructuralmente con ayuda de los conceptos de núcleo, dimensión, sema, clase, clasema

y oposición. 1.4. Frente a otros autores que incluyen en un estudio de campo lexemas de distintas categorías gramaticales (como el propio Trier, que estudia juntamente los sustantivos y adjetivos del entendimiento en alemán), nosotros colocamos en un campo léxico lexemas de una sola

clase de palabras, y así diferenciamos en la esfera del dolor en Sófocles el campo léxico de los verbos del dolor, el campo léxico de los adjetivos del dolor y el campo léxico de los sustantivos del dolor, cuyo estudio nos proponemos abordar aquí. Esta concepción del campo compuesto por lexemas de una sola categoría de palabras la sostienen, en-

tre otros, Schwarz:

G.

Müller,

W.

Schmidt-Hidding*

y, sobre

todo,

H.

«En lo que se refiere a la clase de palabras, ésta actúa en gran medida como formadora de un campo, ya que el vocabulario de una misma categoría constituye un campo de la manera más sencilla»*, Pero quien mejor ha expresado la relación de campo léxico y clase de palabras es, a nuestro entender, H. Geckeler, cuya opinión a este

respecto se recoge en las siguientes palabras: «Pues si el campo léxico en sentido estructural se define como un paradigma léxico, sólo puede abarcar necesariamente una clase de palabras, lo que es un rasgo esencial del concepto de paradigma. En un so-

lo paradigma no pueden funcionar sustantivos, verbos y adverbios a la

4 E. Coseriu, trabajo citado en nota 38, p. 212. 4 G. Müller, «Sprachstatistik und Feldstruktur», en NS 14, 1965, pp. 211-225, p. 220.

45 w. Schmidt-Hidding, trabajo citado en nota 34, p. 331. “ H. Schwarz, «Leitmerkmale sprachlicher Felder. Ein Beitrag zur Verfahrensweise der Gliederungsforschung», articulo aparecido por vez primera en 1959 en Festschrift - Leo

Weisgerber y recogido hace poco en L. Schmidt (ed.), Wortfeldforschung. Zur Geschichte und Theorie des sprachlichen Feldes, Darmstadt 1973, pp. 336-350, p. 348.

Semäntica del Griego Antiguo

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vez, es decir, no pueden estar entre si en oposiciön directa. En consecuencia, si quisiéramos estudiar estructuralmente el vocabulario de la

«edad» en una lengua, por ejemplo, en el francés, debemos analizar cuatro campos: el campo léxico de los sustantivos de la edad, el campo léxico de los verbos de la edad, el campo léxico de los adjetivos de la

edad y el de los adverbios de la edad»”. 1.5. Entendido, pues, el campo léxico de los sustantivos del «dolor»

en Sófocles como el conjunto de todos los lexemas nominales que de una manera u otra sirven para la expresión de tal concepto y que se encuentran en mutua relación e interdependencia, hemos de ver inmediatamente qué se entiende por «dolor». Es decir, se trata ahora del problema capital de toda la teoría del campo, aún no resuelto de una manera satisfactoria: el problema de la delimitación de los campos. Es evidente que aquí no podemos entrar de lleno en tan ardua cuestión, pero daremos algunas opiniones, fruto de nuestro contacto con el vocabulario sofocleo del dolor durante varios años. Que el problema de la delimitación de un campo es el problema clave de esta teoría, no necesita, creemos, ser cuestionado, pero no es-

tá de más el testimonio de algunos autores: «El primer problema que plantea un campo es el de su contenido, o

sea, qué criterios permiten delimitarlo» (G. Mounin)*. «El campo de una palabra, es, en realidad, el conjunto de palabras con las que es preciso comparar la palabra que se desea entender y en relación con las cuales es preciso definir su estatuto. Pero, ¿cómo de-

terminar este campo?» (L. Apostel)”. «El gran problema es saber cómo delimitar los campos» (H. G.

Schogt) *. «Los autores que hablan de campos... han insistido en la necesidad metodológica de fijar límites a los mismos. Éste es, quizá, el problema más intrincado, aún no resuelto de manera satisfactoria. Las dificultades radican, fundamentalmente, en el carácter multivoco de las unida-

des léxicas, en sus múltiples implicaciones y asociaciones, en sus numerosas y a veces insospechadas posibilidades combinatorias» (J. Fer-

nández Sevilla)”. 11H. Geckeler, Zur Wortfelddiskussion, Munich 1971, pp. 218-219.

8 6. Mounin, «Un champ sémantique: la dénomination des animaux domestiques», La Linguistique 1, 1965, pp. 31-54, p. 31. £L

Apostel, «Le champ sémantique de l'incertitude», en La Philosophie analytique,

1966, pp. 188-229, p. 215. © H. G. Schogt, «Quatre fois enseignement», Word 24, 1968, pp. 433-445, p. 41. 5! J, Fernández Sevilla, Problemas de lexicografla actual, Bogotá 1974, p. 24,

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Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

«...dos problemas fundamentales se le plantean a la atención del semantista desde que se acepta la hipótesis de la organización del vocabulario en campos semánticos. El primer problema es el de la constitución, así como el de la delimi-

tación y disposición de estos campos semánticos; el segundo es el del

análisis de las relaciones entre las unidades» (Y. M. Charue)?. La exposición más completa hasta la fecha del problema de la delimitación de los campos la ha hecho H. Geckeler, quien recoge los más importantes testimonios de este problema sacados de la extensa bibli-

ografía semántica”. Estamos de acuerdo con Geckeler cuando sostiene que los límites de un campo son de dos tipos: por una parte, límites externos, es decir, los límites de un campo frente a otros campos vecinos, y, por la otra, /fmites internos, o sea, la delimitación mutua de los

miembros que componen el campo. Ni uno ni otro tipo de límites ha sido solucionado tampoco por una de las corrientes más importantes de la semántica actual: la teoría de la Sprachinhaltsforschung o «investigación del contenido lingüistico» *, cuyo representante más destacado, L. Weisgerber, dedicó todo un artículo a este problema, aun-

que sin resultados satisfactorios”, Tampoco la solución propuesta por E. Coseriu resuelve todos los problemas de la delimitación de los campos, aunque evidentemente supone un gran paso adelante en la solución de esta problemática. Coseriu establece los campos de la siguiente manera: «...desde el punto de vista práctico un campo se establece por oposiciones simples entre palabras, y termina allí donde una nueva oposición exigiría que el valor unitario del campo [contenido archilexemätico] se convierta en rasgo distintivo, es decir, allí donde ya no son

las palabras en cuanto tales las que se oponen, sino donde el campo completo se convierte en término de una oposición de orden superior, exactamente de la misma manera que, en el dominio de la fonología, una vocal no se opone individualmente a cada consonante, sino a to-

2 y Μ᾿ Charue, trabajo citado en nota 17, pp. 96-97. 533 H, Geckeler, op. cit., en nota 47, pp. 144-150 y 225-226. Cf. también el libro citado en la nota 20, pp. 170-177.

᾿

4 FI órgano fundamental de esta escuela semántica lo constituye el Brbliographisches Handbuch zur Sprachinhaltsforschung, que desde 1962 se está publicando en ColoniaOpladen, bajo la dirección de H. Gipper y H. Schwarz. En el fascículo 7, de 1966, se encuentra una excelente introducción sobre el objeto, principios, métodos y cuestiones centrales de esta escuela.

55 |, Weisgerber, «Zur innersprachlichen Umgrenzung der Wortfeldes (‘veranstalten’ und ’stattfinden’)», en Wirkendes Wort2, 1951-1952, pp. 138-143.

Semäntica del Griego Antiguo

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das las consonantes juntas en tanto que miembros de otro «sistema»

(o «paradigma fónico»)»*, Posiblemente haya que darle la razón a J. E Grimes cuando afirma que la delimitación de un campo sólo puede darse por definitiva cuan-

do se ha visto las distinciones sobre las que se organiza el mismo: «La delimitación de un campo no puede considerarse de hecho definitiva hasta que las distinciones semánticas mediante las que se organiza el campo no hayan sido reconocidas. Los límites del campo son, pues, la zona en la que valen estas distinciones semánticas»””.

Para nuestro caso concreto del campo nominal del «dolor» en Sófocles nos hemos servido de una serie de instrumentos que nos han ayudado sobremanera en el problema de la delimitación externa e interna del campo. Puesto que el concepto de «dolor» se encuadra en el marco más amplio de la teoría de los sentimientos es evidente que los primeros trabajos que nos pueden servir de orientación son los relacionados con la psicología de los sentimientos*. Estos estudios nos sirven para entrar en contacto con la compleja problemática de este concepto en la vida humana. Inmediatamente después se puede recurrir a los diccionarios conceptuales, analógicos y de sinónimos que nos pueden presentar una primera selección de lexemas que pueden expre-

sar el concepto de «dolom”. Muy útil nos ha resultado también la cla% E. Coseriu, citado según H. Geckeler, en op. cit., en nota 20, p. 308.

51 Citado según H. Geckeler, op. cit., p. 307. 38 Entre los estudios dedicados a la psicología de los sentimientos desde un punto de vista teórico, fenomenológico o filosófico, que nos han auxiliado en la clasificación del dolor dentro del sistema de los sentimientos, hemos de citar los siguientes: J. Maisonneuve, Los sentimientos (trad. esp.), Barcelona 1973; C. Sfondrini, El placer y el dolor. Teoría de los sentimientos, Buenos Aires 1928; Th. Ribot, Psicología de los sentimientos (trad. esp.), Madrid 1900; P. Garmendia de Otaola, Psicología de los sentimientos,

Madrid 1969; F. J. J. Buytendijk, El dolor. Fenomenologfa. Psicología. Metalísica (trad. española), Madrid 1958; Ch. A. Ruckmick, The Psychology of Feeling and Emotion, Nueva York - Londres 1936. 5% Entre los numerosos diccionarios conceptuales, analógicos y sinonímicos existentes en cada lengua hemos de citar aquí, por habernos sido de especial utilidad, los siguientes: P. M. Roget, Thesaurus of English Words and Phrases, Londres 1852; Webster's Dictionary of Synonyms, Springfield, Mass., 1951; Fr. Dornseiff, Der deutsche Wortschatz nach Sachgruppea, Berlin 1970"; J. A. Eberhard, Synonymisches Handwörterbuch der deutschen Sprache, Leipzig 1910; P. Robert, Dictionnaire alphabétique et analogique de la langue frangaise, 6 vols., Casablanca-Paris 1953-1964; H. Bénac, Dictionnaire des synonymes conforme au dictionnaire de l’Académic Frangaise, Paris 1956; R. Barcia, Gran diccionario de sinónimos castellanos, Buenos Aires 1950, 19607; J. Casares, Dic-

cionario ideológico de la lengua española. Desde la idea a la palabra; desde la palabra a la idea, Barcelona

1942, 19592, J. M. Zainqui, Diccionario razonado de sinónimos y

80

Marcos MARTINEZ HERNANDEZ

sificación de los conceptos hecha por R. Hallig y W. von Wartburg, que escrita en lengua francesa es aplicable en principio a cualquier lengua europea”. Qué duda cabe que aquellos trabajos lingüisticos que han estudiado el tema del «dolor» en diferentes lenguas modernas nos han proporcionado ideas que hemos aprovechado para nuestro estudio“. Lamentablemente no hemos podido encontrar un amplio trabajo sobre este tema en griego antiguo, salvo algunos trabajos aislados sobre determinados lexemas recogidos en nuestro campo”. Con ayuda de los medios bibliográficos citados hemos delimitado el campo del «dolor», en primer lugar, desde el punto de vista externo, contrarios. La palabra justa en el momento justo, Barcelona, 1973, La situación en las lenguas clásicas varía según se trate del griego o latín. Así como en latín disponemos de buenos tratados de sinónimos (entre los que cabría citar los de E. Barrault, H. G. Dusmenil y el de R. de Miguel), en griego apenas ha avanzado este tipo de obras, por lo que tenemos que recurrir a las hechas en el siglo XIX o antes. De los tratados de sinó-

nimos griegos que hemos aprovechado para nuestro campo hemos de mencionar los siguientes: M. Dufour, Traité ¿lémentaire des synonymes grecs, Paris, 1910; E. Bethe (ed.), Pollucis Onomasticon, Stuttgart, 1900 (reimpr. 1967); K. Nickau (ed.), Ammonii

qui dicitur liber de adfinium vocabulorum differcatia, Leipzig, 1966; J. H. S. Schmidt, Synonymik der griechischen Sprache, 4 vols., Leipzig, 1876-1886 (reimpr. 1967-1969).

© R. Hallig-W. von Wartburg, Begriffssystem als Grundlage für die Lexikograpbie. Versuch cines Ordaungsschema, Berlin 1952. En la segunda edición de 1963 los autores exponen y rebaten la crítica hecha a su obra y describen científicamente su método (pp. 77-99).

$! Entre los trabajos semánticos que han abordado la temática del dolor con el método de los campos podemos citar los siguientes: F. Maurer, Leid. Studien zur Bedeutung und Problemsgeschichte, Berna 1951; M. Allweyer, Der Begriff von Teit* und ‘ide’ bei Eckhart und Seuse, Diss. Friburgo i. Br., 1951; Ch. Pleuser, Die Benennungen und der Begriff des Leides bei J. Tauler, Berlin 1967; H. Utz, Das Bedeutungsfeld ‘Leid’ in der englischen Tragödie vor Shakespeare, Berna 1963; G. Pansegran, Leid’in der ‘Faerie Queene’. Studien zum literarischen und sprachlichen Charakter cines Wortfeldes bei

Spenser, Diss. Maguncia, 1955; G. Lavis, L'expression de l'affectivité dans la poésie. tude sémantique et stylistique du réseau lexical joie-douleur, Paris 1972; H. Scholler, Studien im semantischen Bereich des Schmerzes. Darstellungen der semantischen Situation altfranz. Wörter für Schmerz: docul, meschief, tourment, desconfor im Roman de Rénart le Contrefait 1328-1342, París 1959; H. 1. Simon, Die Wörter für Gemütsbewegungen in der altfranzösischen Wortfeldern des Rolandsliedes des Iwain-Romanes, Diss. Erlangen, 1959.

62 Entre los trabajos lingüisticos que estudian algunos de los lexemas que hemos incluido en nuestro campo citaremos los siguientes: L. Boreham, «The semantic development

of πάσχω». Glotta 49, 1971, pp. 231-244; A. Graur, «"Ax0os, óx0éw, ἐχθρός», Studii classice 6 (1964), pp. 273-275; F. B. J. Kuiper, «The Etymology of Greek ἀνία, grief, distress, trouble», AJON 1, 1959, pp. 157-164; L. Meyer, «"Avia», KZ 16, 1867,

pp. 1-13; W. Havers, «Zur Semasiologie von griechischen ἄτη», KZ 43, 1910, pp. 225244; N. Collinge, «Medical Terminology in tragedy», BICS 9, 1962, pp. 43-55; N. van Brock, Recherches sur le vocabulaire médical du grec ancien, Paris 1961; H. W. Miller, «Medical Terminology in Tragedy», en TAPAA 85, 1944, pp. 156-167; G. Southard, The medical language of Aristophanes, Ann Arbor 1970; G. Preiser, Allgemeine

Krankheitsbezichungen

im Corpus Hippocraticum.

Nousos und Nosema, Nueva York - Berlin, 1976.

Gebrauch

und Bedeutung

von

Semántica del Griego Antiguo

81

y hemos visto que se diferencia claramente de otros campos vecinos como son los campos del «temor» y «miedo», de la «compasión», de la «exteriorización del dolor» (llanto, gemido, etc.), «trabajo»,

«da-

ño», «herida», etc. Tras esta delimitación externa, debemos practicar,

en segundo lugar, otra interna. A este respecto hemos distinguido entre núcleo del campo y dimensiones. Aunque cada uno de estos conceptos se estudiarán más adelante (cf. 3.3.) debemos adelantar aqui algunas ideas que puedan servir para comprender la repartición de los contextos que establecemos en el apartado 2. Por núcleo del campo entendemos aquellos lexemas y sus correspondientes ejemplos cuya dominante semántica corresponde al concepto de «dolor». Aquí se incluyen lexemas que traducimos al español con «dolor», «dolencia», «padecimiento», «sufrimiento», etc. Dentro del núcleo diferenciamos tres aspectos: dolor físico,

dolor moral y dolor general (físico y moral a la vez). Además del núcleo diferenciamos aun tres dimensiones, que no son sino otros tantos aspectos del concepto de «dolor». La primera dimensión está representada por aquellos lexemas y ejemplos que traducimos al español con ayuda de conceptos como «tristeza», «pena», «aflicción», «pesar», «angustia», etc. Se trataría de un sector nocional

muy cerca del núcleo y que representa un.tipo de dolor moral. La segunda dimensión la componen los lexemas y ejemplos traducidos con los conceptos del español «desgracia», «infortunio», «mal», «miseria»

y similares. Estos lexemas aluden a una situación conflictiva, fuente de todo tipo de sufrimientos. Expresarian más las causas del «dolor» que el «dolor» mismo. La tercera dimensión se aleja ya bastante del núcleo y en ella se encierran dos aspectos que pueden considerarse también relacionados con el «dolor»: los correspondientes a los conceptos del español «molestia», «desagrado», y «fatiga». Posiblemente nuestra delimitación pueda ser tachada de arbitraria y subjetiva, pero no lo es menos que cualquier otra practicada en la ya amplia bibliografía semántica, incluso en aquellos trabajos que se consideran de la más fiel ortodoxia estructural. Por lo demás, las ideas de núcleo o centro, por un lado, y de dimensiones, áreas o periferia, por otro, son frecuentes en los trabajos realizados con la metodología de los campos léxicos. Entre los autores que más nos han inspirado en la estructuración interna del campo del «dolor» a base de las ideas de núcleo y dimensiones debemos mencionar ante todo al checo O. Duchácek, fundador de una de las más im-

portantes escuelas semánticas actuales en Europa®. Duchdéek ve así las relaciones entre núcleo y áreas: 63 ©. Duchäöck es en la actualidad el titular de lingúística románica en la Universidad de Brno. Empezó su carrera en los estudios semánticos con una tesis doctoral sobre el

82

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

«Los campos conceptuales... contienen un núcleo y generalmente varias áreas. El núcleo está representado por una palabra o grupo de palabras cuyo contenido semántico es homogéneo, no comportando más que la dominante correspondiente al concepto en cuestión, o al menos relativamente homogéneo... En cuanto a las áreas, unas pueden estar

situadas en las proximidades del núcleo y otras en la periferia del campo. Asimismo, es posible que un área sea contigua al núcleo por algu-

nos de sus miembros y que se extienda hasta los límites del campo por otros»”.

Las mismas ideas se recogen en otro de sus artículos dedicado precisamente al problema del centro del campo de la «belleza» en latín, a

propósito del cual dice: «Su centro está formado por la palabra o palabras cuyo contenido en cuestión es la dominante semántica constante. Aquellas palabras en cuyo contenido este concepto no es dominante más que ocasionalmente (en determinados contextos o situaciones) y aquellos en los que no hay más que un elemento nocional complementario forman el resto del campo, que generalmente se puede dividir en varias áreas...» ©. Para el gran romanista checo, la existencia del núcleo o centro y periferia del campo se debe al carácter frecuentemente polisémico de los contenidos de las palabras que lo integran: «El contenido semántico raramente es simple, es decir, compuesto de

una sola noción. Generalmente comporta una idea principal (dominante) y una o, más frecuentemente, varias ideas complementarias cuya importancia puede ser diferente. La dominante forma el núcleo del

contenido»*, Duchátek

es consciente

también

de

las dificultades

de

la deli-

mitación del campo, tanto externa como interna: campo conceptual de la «belleza» en francés, publicada en Praga en 1960 con el título

Le champ conceptual de la beauté en frangais moderne. Desde entonces no ha dejado de publicar artículos, libros y comunicaciones sobre semántica en general y teoría de los campos en particular. Desde 1965 aproximadamente centra su actividad científica

en la «Escuela semántica de Brno», cuyo órgano de expresión es la excelente revista Etudes Romanes de Brno (ERB). Entre los discípulos y discipulas de O. Duchátek que han destacado por su dedicación a la teoría de los campos merecen destacarse R. Ostrá,

E. Spitzová, M. Fialová y V. Vrbková. “ O, Duchátek, «Differents types de champs linguistiques et Pimportance de leur exploration», ZFSL Beiheft 1, 1968, pp. 25-26, p. 28. $s O. Duchátek, «Le centre du champ conceptuel de la beauté en latin»., en SPFFBU, 1963 (E 8), pp. 103-114, p. 103.

© O. Duchatek, artículo citado en nota 40, p. 208.

Semäntica del Griego Antiguo

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«No es fäcil precisar los limites exteriores de un campo conceptual ni su estructura interior. Las grandes lineas se ven sin dificultad, pero es dificil, si no imposible, tratar con precisión los límites entre el núcleo y

el resto del campo, entre diferentes áreas y subáreas especiales, entre los miembros centrales y los miembros periféricos. Ello resulta, entre otras cosas, del hecho de que el contenido semántico de muchas palabras no es estable, sino que varía según los medios, grupos sociales, etc., por no hablar de sus sentidos y variedades individuales»™.

Si hemos citado ampliamente a O. Duchátek es por rendir un pequeño tributo a uno de los lingüistas que mayores esfuerzos ha dedicado a los estudios semánticos y que apenas es conocido en nuestro país. Una lista completa de los trabajos de Duchátek hasta 1971 nos la

ofrece su discipula R. Ostrá”. Las ideas de núcleo y dimensiones o áreas dentro de un campo las encontramos también en otros muchos autores, aunque con diferentes

denominaciones. Así, por ejemplo, E. Oksaar, en el trabajo citado en la nota 31, habla de palabra o grupo central (Zentralwort o Zentralgruppe), grupos periféricos (Periphere Gruppe) y periferia más externa (äusserste Peripherie) o palabras limítrofes (Randwörter). De forma análoga, C. Peters“ prefiere emplear los términos Kernwörter (paJabras nucleares) y Satellitenwörter (palabras satélites), mientras que

M. Bleher” emplea los términos Zentralfeld (campo central) y Umfeld (campo lateral) y W. Schmidt-Hidding”, zona interna (innere Zone), zona media (mittlere Zone) y zona externa (äussere Zone). Pero quien ha hecho una de las más finas y precisas distinciones en este sentido es

S. Wyler, en su estudio del campo de la «belleza» en inglés medieval”. Wyler distingue los siguientes niveles dentro del citado campo: a) Palabras primarias o nucleares (Primär- o Kernwórter), es decir, aquellas palabras cuyo núcleo semántico expresa el concepto de «belleza».

TR. Ostrá, «Le soixantieme anniversaire du professeur O. Duchátek», en Études Romanes de Brno 5, 1971, pp. 7-10, esp. 9-10. Fc, Peters, Über Wortfelder und Wortiohalte, untersucht an neuhochdeutschen Kör‚perwörtern, Diss. Bonn, 1955.

® M. Bicher, Der Measch als Menge und Masse in dea französischen Sprache des 19. und 20. Jahrhunderts. Eine Wortfeldstudie, Diss. Tubinga, 1964.

Ἢ W. Schmidt - Hidding, contribución en el volumen colectivo Zuropäische Schlüsselwörter, tomo I: Humor und Witz, Munich 1963.

τις Wyler, Die Adjektive des mittelenglischen Schónheitsfeldes unter besonder Berúcksichtigung Chaucers, Diss. Zurich, 1964. También puede consultarse su importante trabajo Von der Bedeutung des Wortes, Progr. St. Gallen, 1955-1956.

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Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

Ὁ) Expresiones secundarias (Sekundärausdrücke), o sea, palabras cuya significación fundamental pertenece a otras esferas semánticas, pero que en ciertos empleos toman el significado del campo lingúístico en cuestión. c) Expresiones ocasionales (occasionelle Ausdrücke), que sólo se diferencian de las anteriores gradualmente, ya que se trata de palabras cuyo empleo está limitado a una o pocas veces en el caso de un poeta o hablante individual. d) Expresiones asociativas (Assoziativausdrúcke), es decir, aquellas palabras que pueden expresar en determinados contextos algo que normalmente no les corresponde. Dentro de la semántica estructural-funcional se utilizan también los conceptos de centro y periferia del campo, apoyándose en la terminología de la Escuela de Praga. Geckeler define así ambos conceptos: «Por «centro» mita mediante los miembros tendemos por muestran sólo

del campo entendemos la zona de contenido que se delila red de las oposiciones firmemente establecidas entre elementales y constitutivos del campo, mientras que en«periferia» los dominios del campo cuyos miembros un grado menor de integración en el mismo»”,

1.6. Delimitado el campo externa e internamente como acabamos de exponer, distribuimos los contextos en que aparecen los lexemas del campo de acuerdo con el tipo de «dolor» que expresan. Para hacer esta distribución tenemos que atender al significado que en cada pasaje tiene el lexema en cuestión. El estudio del significado y la distribución de los contextos que hacemos en el apartado 2. se ha hecho con auxilio de todos los medios que la Filologia clásica pone a nuestro alcance. En este apartado hemos prescindido de notas aclaratorias, que podrían justificar más o menos una determinada traducción, por razones de espacio, para no alargar excesivamente este trabajo, ya de por sí bastante extenso, Pero ello no significa que no hayamos atendido a las explicaciones y notas a pie de página de las ediciones y comentarios más autorizados de nuestro dramaturgo. Para los significados establecidos en ese apartado se han tenido en cuenta, sencillamente, to-

dos los instrumentos bibliográficos que citamos al final de esta introducción. Hemos procurado dar en cada caso una traducción lo más fiel y literal posible, siguiendo en este sentido la línea de mi maestro y director de mi tesis doctoral el Dr. S. Lasso de la Vega. No es este el momento oportuno de abordar el tremendo problema de la traducción,

TH, Geckeler, op. cit., en nota 20, pp. 306-307.

Semäntica de] Griego Antiguo

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pero en lineas generales estamos de acuerdo con las ideas del citado profesor en su conocida ponencia sobre el tema”. También sería oportuno decir algo aqui sobre el problema del contexto, ya que juega un importante papel en el establecimiento de los significados que damos en todo el apartado 2. Entre los autores que han abordado el tema del contexto en toda su problemática merece

destacarse a E. Coseriu” y T. Slama-Cazacu”. Para una exposición de

conjunto de las principales opiniones sobre esta cuestión remitimos a la obra H. Geckeler, citada en la nota 20, pp. 53-65.

Se puede estar de acuerdo con S. Ullmann cuando afirma que «la teoría del contexto es quizá el factor particular de mayor influencia en el de-

sarrollo de la semántica del siglo XX»”. Al hablar del papel que el contexto juega en la determinación del significado de un lexema creemos que es válida la diferenciación establecida por G. Nickel entre contextualistas radicales, contextualistas moderados y anticontextualistas”. Para los contextualistas radicales, el contenido de una palabra sólo

se puede determinar por su empleo en el habla, por el contexto en que aparece. Estos autores se oponen a aquellos otros, sobre todo partidarios de la teoría de los campos, que piensan que el significado de un lexema se deduce única y exclusivamente del conjunto nocional al que pertenece, como si contexto y campo fueran dos procedimientos de determinación del contenido contrapuestos. Ejemplos de opiniones que se sitúan dentro de un contextualismo radical serían los siguientes: «De aquí se sigue que por muy importante que la estructuración del campo pueda ser para la significación de una palabra en un escritor o época determinada, el sentido se determina ante todo por el entorno en el que aparece la palabra y sólo el examen del contexto permite ver

la exacta significación»”. 7 J. S. Lasso de la Vega, «La traducción de las lenguas clásicas como problema», en Actas del HI Congreso Español de Estudios Clásicos 1, Madrid, 1968, pp. 89-140. ™ E. Coseriu, «Determinación y entorno», aparecido por primera vez en 1956 y recogi-

do en su volumen colectivo Teoría del lenguaje y lingülstica general, Madrid 1969, pp. 282-323. 75 T, Slama-Cazacu, Langage et contexte. Le probléme du langage dans la conception de l'xpression et de l'interprétation par des organisations contextuelles, S. Gravenhage 1961 (hay traducción española, ed. Grijalbo, Barcelona-México, 1970).

2 S. Ullmann, The Principles of Semantics, Glasgow -Oxford 1951, 1959?, p. 65. ΤΊ G. Nickel, «Sprachlicher Kontext und Wortbedeutung im Englischen», en GRM 46, 1965, pp. 84-96. ™ M. Endres, Word-field and word-conteat in MGH. The applicability of word-field theory to the intellectual vocabulary in Gottfried von Strassburg’s ‘Tristan’, Göppingen 1971, p. 25.

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Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

«Son los ejemplos, y sólo los ejemplos, los que permiten al lector captar la significación exacta de una palabra»”. «Para el contenido de una palabra no son decisivos los vecinos del campo, sino sobre todo el contexto lingúístico y el contexto situacional»”. «El problema de qué es lo primero, si el sentido o el contexto, no es soluble. No hay contexto sin sentido previo de las palabras que lo inte-

gran, ni es definido este sentido fuera del contexto»*'. Según las afirmaciones que acabamos de citar se puede uno preguntar con K. Baldinger: «¿Será, pues, el contexto el deus ex machina, el

ángel salvador que resuelva todas las ambigiledades?»* Nuestra postura personal frente al contexto se sitúa en el marco de un contextualismo moderado. Es decir, pensamos que el contexto tiene un papel básico en la determinación del significado de un lexema, tal como se puede apreciar en la distribución de los contextos que practicamos en el apartado 2. Pero al lado de este significado está el que se deriva de la estructura del campo en que aparece insertado el lexema en cuestión. De aquí que nuestra opinión coincida en general con afirmaciones como las siguientes: «El contexto es un pilar metodológico importante en las palabras ambiguas y tiene, como criterio, un importante lugar en el moderno estructuralismo distribucional y análisis de las ‘collocations’... Pero, por otra parte, debemos guardarnos de darle al contexto un papel constitutivo esencial para la significación de una palabra»®. «Debemos poner de relieve, sin embargo, que situación y contexto no se identifican con el significado. Bien es verdad que representan factores importantes para la constitución de los significados del habla y su interpretación, pero no son el significado mismo»™. Hemos de indicar, finalmente, que además del contexto lingúístico,

es decir, «la relación lingúística en la que aparece un lexema»*, en nuestro campo nominal del dolor en Sófocles hemos recurrido muchas veces a un tipo de contexto extralingúístico que denominamos contex-

? Ch. Bruneau, Vic ot langage, Paris 1956, p. 446. E

Oksaar, op. cit., en nota 31, p. 509.

8l F. Rodríguez Adrados, «Estructura del vocabulario y estructura de la lengua», reco-

gido en Estudios de Lingilística general, Barcelona 1969, pp. 25-60, p. 54. 2x. Baldinger, Teoría semántica. Hacia una semántica moderna, Madrid 1970, p. 152. |,

Seiffert, Wortfeldtheorie und Strukturalismus, Stuttgart 1968, p. 23.

% H. Geckeler, op. cít., en nota 20, p. 77. Ss. Schenker, Untersuchungen zum binga 1973, p. 13.

Wortschatz in den Reden Charles de Gaulle, Tu-

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to mitolögico. Esto quiere decir que determinamos el tipo de dolor que un lexema expresa en un contexto determinado por la referencia al personaje al que alude. Sabemos de qué categoría de dolor (físico, moral o general) se trata porque sabemos el mito del héroe o heroína a que se refiere. Así, por ejemplo, cuando se habla de Filoctetes, Edipo o Heracles predomina el dolor físico, mientras que cuando se trata de Electra, Deyanira, Antigona, etc., abundan más los contextos de dolor

moral. El dolor general aparece sobre todo en aquellos pasajes que expresan una gnome o sentencia de valor universal. 1.7. Analizados los contextos con un método que podríamos llamar filológico, es decir, con un método basado en la lectura repetida y minuciosa de la obra del autor, sirviéndonos de ediciones, comentarios, traducciones, diccionarios, léxicos y cuantos instrumentos pue-

dan ayudar al establecimiento de los significados, nuestro estudio quedaría incompleto y atomizado si no practicáramos a renglón seguido una estructuración sintética del campo con ayuda de una técnica lingülstica. La técnica lingüistica más finamente desarrollada y matizada en semántica estructural es, a nuestro parecer, la de E. Coseriu. Indu-

dablemente existen en otros autores que trabajan con el estructuralismo muchas ideas que han sido fecundas para los progresos de la semántica estructural, como son B. Pottier, A. J. Greimas, G. Mounin, F.

Rodríguez Adrados, G. Salvador Caja, R. Trujillo, entre otros. Pero un sistema completo y coherente que pueda ser aplicado a cualquier estudio de un campo hasta ahora sólo lo hemos encontrado en el gran lingüista rumano. Este sistema viene gestándose desde 1964, fecha de aparición del primer trabajo” importante del autor sobre semántica, aunque ya antes había publicado otros artículos de lingúística general que contienen ya ideas utilizables también en el dominio de la semántica”. De entonces acá Coseriu ha venido publicando sucesivamente una serie de estudios con los que va configurando todo un sistema que hoy por hoy se puede dar ya por concluido®. Como aplicación prácti86 E. Coseriu, «Pour une sémantique diachronique structurale», en TLL 2, 1, 1964, pp. 139-186. 57 Una buena colección de trabajos de E. Coseriu sobre teoría lingilistica general se encuentra en el volumen citado en la nota 74. $5 Este sistema está constituido, además de los artículos citados en notas 38, 41, 42 y 86,

por los siguientes estudios: «Zur Vorgeschichte der strukturellen Semantik: Heyses Analyse des Wortfeldes ‘Schall’, en To Honor R. Jakobson. Essays on the occasion of

bis seventieth Birthday, La Haya-Paris

1967, pp. 489-498; «Bedeutung und Bezei-

chnung im Lichte der strukturellen Semantik», en P. Hartmann

- H. Vernay (eds.),

Sprachwissenschaft und Übersetzen, Munich 1970, pp. 104-121. Una excelente síntesis de lo que es la semántica estructural-funcional en la línea de E. Coseriu encontramos en el artículo hecho en colaboración con H. Geckeler y que hemos citado en nota 22.

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Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

ca de las ideas de Coseriu podemos citar la monumental tesis de su

discípulo H. Geckeler sobre los adjetivos de la edad en francés”. El tipo de semántica practicado por Coseriu tiene su origen en las ideas desarrolladas por los fonólogos de la Escuela de Praga. De aquí que se la denomina semántica estructural-funcional. Los conceptos fundamentales de esta semántica son los de lexema, archilexema, núcleo, dimensión, sema, clase, clasema y oposición. Como cada uno de

estos conceptos se discute y explica en el apartado 3. omitimos aquí los detalles pertinentes. Estos conceptos son los que nos permiten dar una delimitación semántica estructural-funcional de los lexemas estudiados, que recoge todos los aspectos de los mismos en su uso sofocleo. Éste es el tipo de definición que creemos imprescindible para cualquier trabajo de campo que se precie de estructural y que pretenda servir para mejorar las definiciones existentes en los diccionarios actuales. La mayoría de los trabajos de Coseriu citados en la nota 88 aparecerán en breve en lengua española bajo el titulo de Principios de semántica estructural A falta de esta recopilación de sus articulos, la exposición más completa y detallada de las ideas de este autor nos la da H. Geckeler en el libro citado en la nota 20, pp. 211-245, donde, además de una excelente descripción de los conceptos claves de esta semántica, se exponen una serie de distinciones previas, anteriores a cualquier estudio es-

tructural del léxico, que consideramos de suma importancia para evitar críticas innecesarias a la teoría de los campos léxicos. 1.8. Al limitar nuestra investigación al corpus de un solo autor, Sófocles, y al campo léxico del «dolor», tenemos que enfrentarnos inmediatamente con una serie de cuestiones previas que en parte coinciden también con la distinciones previas de E. Coseriu a las que acabamos de aludir. Estas cuestiones serían las siguientes: a) Vocabulario abstracto - vocabulario concreto. Este problema se relaciona en parte con la distinción de Coseriu entre «realidad extralingúística» (cosas) y «lenguaje» (palabras)”. Muchos de los trabajos realizados con el método de los campos se ocupan de cosas u objetos de la realidad circundante, de palabras concretas, como designaciones de las partes del cuerpo, nombres de parentesco, de los colores, tipos de «asientos», etc. Esto supone no tener en cuenta uno de los principales postulados de la teoría del campo tal como la concibió su fundador.

® H. Geckeler, Zur Wortfelddiskussion. Untersuchungen zur Gliederung des Wortfeldes «alt jung-neu» im heutigen Französisch, Munich 1971.

% Cf. H. Geckeler, op. cit., en nota 20, pp. 214-220.

Semäntica del Griego Antiguo

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Efectivamente, J. Trier sostiene ya en la introducción de su trabajo de 1931 que la teoría de los campos nace como consecuencia del estado tan lamentable en que se encontraba por aquellas fechas la ciencia ocupada de la historia de las designaciones de los objetos: la onomasiología. Esta rama lingúística es apta, según Trier, para hacer la historia de conceptos como

inadecuada

«arado», «mano»,

para conceptos

«pie», etc., pero resulta

abstractos del tipo «inteligencia», «ho-

nor», «envidia», etc. No se puede hacer la historia del concepto «inte-

ligencia» de la misma manera que se hace la historia de las designaciones de la «mano»: «Sobre la identidad de los objetos materiales designados nos informa la historia del objeto; la mano sigue siendo siempre mano y el pie siempre pie. Pero el concepto «inteligencia» sólo lo obtengo por medio de

palabras»”. De las dificultades que la onomasiología encontraba para el estudio del vocabulario abstracto surgió precisamente la teoría del campo de la mano de J. Trier. Hay quienes consideran esta teoría como una especie de onomasiología evolucionada que se aplicaría especialmente a la investigación de conceptos abstractos”. Sin embargo, el propio Trier prefiere separar ambos terrenos y reservar el método de campo para el estudio de lo inmaterial: «En lo inmaterial es completamente imposible poseer una base firme en un concepto determinado y preguntar, por ejemplo, cómo se dice amor, honor, avaricia, virtud, educación, en una u otra lengua, en una

u otra fase histórica de la misma lengua. En esta situación la onomasiología debe abandonar el punto de partida aislado y elegir en su lugar como puntos de partida esferas semánticas...» 3. Para la polémica suscitada entre los partidarios de los métodos onomasiológicos y los partidarios de la teoría del campo puede con-

sultarse el interesante artículo de U. Ricken™. He aquí una serie de opiniones que reflejan perfectamente la relación abstracto-concreto que venimos exponiendo:

91 3. Trier, op. cit., en nota 23, p. 16. 92 Éste es el caso, por ejemplo, de B. Quadri en su monumental estudio Aufgaben und

Methoden der onomasiologischen Forschung. Eine entwicklungsgeschichtliche DarsteHung, Berna 1952.

% y. Trier, artículo «Feld» en el Historische Wörterbuch der Philosophie, editado por J. Ritter, tomo II, Darmstadt 1972, cols. 929-933, cols. 929-930. 50. Ricken, «Onomasiologie oder Feldmethode?», en WZUL 10, 1961, pp. 833-840.

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Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

«Es más fácil delimitar el concepto de acero o de gramíneas, de granito

o de felino que el concepto de psicolingúística o de subdesarrollo»”, «La realidad lingúística se muestra muy lejos de la imagen acuñada por Ipsen del campo léxico como un mosaico compuesto por piezas de distintas formas, pero ajustadas entre si sin dejar huecos, es decir, un sistema de palabras exactamente delimitadas desde el punto de vista conceptual, que estructura sin lagunas el campo semántico. Esta imagen es válida únicamente en sistemas lingúísticos artificiales, como los que se dan en las lenguas técnicas de las distintas disciplinas cientificas. Asi, por ejemplo, la nomenclatura de la botánica constituye un campo lingüistico sin lagunas en el que cada planta conocida tiene una denominación exactamente definida según el tipo y género...»™. «Pero júbilo, alboroto, felicidad, desgracia, todos ellos son dominios

vitales que evolucionan juntos constantemente. Una y otra vez se plantea la cuestión de qué palabras concretas del conjunto imprevisible de sinónimos existentes para estas esferas deben incluirse en el campo. Mejor que en cualquier otro lugar, aquí se ve con cuánta imperfección la expresión lingúística es capaz de dominar la multitud de

los fenómenos vitales»”. «La profusión de grupos sinonímicos en este dominio resulta sin duda del hecho de que es mucho más dificil captar por medio de una palabra un sentimiento o una cualidad que una cosa bien concreta y diferenciada. Lo abstracto escapa siempre a la expresión exacta y la existencia de sinónimos y el aumento de su número refleja la tendencia a

remediarlo»*, «El procedimiento, no podemos dudarlo, puede ser práctico en casos como éste [se refiere al estudio de B. Pottier del fr. siége “asiento”. Pero en sistemas complejos en que entran nombres abstractos, verbos,

adjetivos, tememos que resulte poco efectivo»”. En general, para la problemática y relaciones entre abstracto y concreto es forzado hacer referencia a la obra de Th. Franck!™. 9 G, Mounin, «Les structurations sémantiques» en Diogéne 49, 1965, pp. 130-140, p. 137. % Hy, Rosenkranz, «Wortfeld im Mundartenraum. Das Wortfeld ‘schlafen’ im Thüringischen», en WZUJ 16, 1967, pp. 653-669, p. 663.

9" B. von Lindheim, «Zur Methodik bedeutungsgeschichtlicher Studien», en FF

24,

1948, pp. 110-113, p. 113. % y. Vrbkovä, «Quelques problémes de delimitation des champs conceptuels», en ERB

5, 1971, pp. 45-50, p. 49. % F. Rodríguez Adrados, «La investigación del significado, tarea de la nueva lingúística», en Homenaje a R. Lapesa I, Madrid, 1972, pp. 501-519, p. 509.

100 TH Franck, Wörter für Satzinhalte, Diss. Bonn, 1958.

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Al ser objeto de nuestro estudio un campo abstracto nos atenemos

a la más estricta ortodoxia dentro de la línea iniciada por su fundador. De aquí resultan precisamente las dificultades que encontramos en su delimitación y a las que hemos hecho referencia en el apartado 1.5. b) Diacronía-sincronía. Se trata de la tercera de las distinciones

previas de Coseriu'”. Si se quiere describir un campo desde el punto de vista funcional debe hacerse en la sincronía, ya que «la lengua fun-

ciona sincrónicamente y se constituye diacrénicamente»'™. El corte sincrónico objeto de nuestro estudio se limita a la obra de un solo au-

tor, Sófocles. Esta limitación nos parece más útil que abarcar, por ejemplo, varios autores, como la tragedia griega antigua. Al obrar asi hemos pretendido conseguir la mayor rigurosidad y exactitud posibles, ya que «el rigor científico de la síntesis parece ser inversamente proporcional a la extensión de la materia tratada»'®. Al seleccionar la obra de un solo autor como objeto de investigación de un campo nos hemos guiado una vez más por J. Trier, para quien la lectura de la obra de un solo autor constituye la manera más adecuada de establecer la estructura de un campo: «A una visión de la estructuración del campo sólo se llega cuando se parte del uso de las palabras de cada una de las obras que deben leerse

en su totalidad»'™, La gran mayoría de los autores de trabajos de semántica que tienen como objeto de estudio un estado de lengua de varios siglos, como es el caso de los que investigan un concepto determinado desde Homero hasta el siglo IV a. C., por ejemplo, no seleccionan el mate-

rial lingúístico que entra en la verbalización del concepto estudiado a partir de una lectura profunda y detenida de las obras comprendidas en ese periodo, sino que lo hacen a partir de diccionarios y léxicos. Esto constituye un grave error metodológico, ya que la mayor parte de esos diccionarios no recogen las acepciones contextuales de las distintas palabras, acepciones que sólo se pueden determinar con una lectura atenta y minuciosa. En este sentido vuelven a ser muy ilustrativas las siguientes palabras de Trier: «La lengua de los tiempos antiguos sólo se posee en el fondo literario, en la suma de las distintas obras. Un status en sentido estricto, es de-

19 Cf. H. Geckeler, op. cıt., en nota 20, pp. 221-223. 102 Frase de E. Coseriu citada por H. Geckeler, op. cit., p. 221.

103 7, Birnberg, «Les champs linguistiques», en Kuartaloik Neofilologiczny 9, 1962, pp. 177-183, p. 182. 104 y, Trier, op. cit., en nota 23, p. 24.

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Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

cir, tranquilidad, serenidad, clara ordenación de cada uno de los signos, se consigue únicamente en la obra aislada. De ella hay que partir siempre. Nunca hay que dejarse llevar por los diccionarios para asignar, por ejemplo, al antiguo alto alemán la coexistencia de las palabras wis, spähi, fruot y una parte del campo del sapiens-prudens, correspondiente a esta coexistencia. Las obras llegadas hasta nosotros como obras aisladas, no como estado de lengua vago, constituyen puntos de

partida seguros... La realidad intangible del campo sólo se encuentra

en la obra aislada»'”, Y sobre los diccionarios más concretamente: «Pero los diccionarios, y sobre todo los diccionarios históricos, no

permiten conocer el verdadero uso de las palabras, puesto que no se ocupan en absoluto, o no se ocupan lo suficiente, de los llamados sinónimos, es decir, de las palabras conceptualmente próximas pertenecientes al mismo campo, y pasan por alto muchas veces las propieda-

des más significativas de una obra o de una época»'™. Pero no es sólo J. Trier quien propugna partir de la obra de un solo autor en el estudio de un campo. Este postulado se encuentra también en autores más recientes, entre los que destacaremos aquí a H. Jáger, que en su trabajo sobre la esfera semántica del «movimiento» en Chrétien de Troyes afirma lo siguiente: «La estructuración del campo se puede conseguir de la mejor manera en el habla de un solo individuo. Puesto que cada persona participa del hecho social de la lengua y emplea activamente una parte más o menos grande de la misma, existe en la conciencia lingúística de cada uno de los individuos una estructuración particular del vocabulario, que se puede diferenciar, sin llegar a la incomprensión, de la de los demás individuos de la misma lengua y de la misma generación. En consecuencia, es conveniente tomar como base, en la investigación de la

estructuración de un campo lingúístico, el vocabulario de un solo individuo en su empleo ocasional. El habla fijada por escrito de individuos de época lingúísticas pasadas se nos ha conservado en forma de monumentos literarios que han llegado hasta nosotros. Por tanto, partiremos de la obra de un solo escritor, porque uno solo constituye un todo unitario, que tiene por base un vocabulario que fue hablado y entendido aproximadamente en la misma época por la misma persona»'®.

105 3. Trier, op. cil., pp. 13-14. 106 Fy, Jäger, Der Sinnbezirk der Fortbewegung untersucht am Wortschatz des Chrétien

des Troyes (Studien über ein verbales Begriffsfeld), Diss. Erlangen, 1960, p. 16.

Semäntica del Griego Antiguo

93

Al limitar nuestro estudio sincrónicamente al habla de un solo au-

tor nos vemos privados de un estudio comparativo de otros cortes sincrónicos, con lo que se obtendrían resultados muy positivos para la

valoración del campo estudiado dentro del griego antiguo. No descartamos comparar en futuros estudios la estructura del campo del dolor en Sófocles con la estructura del mismo campo en Homero,

Esquilo,

Eurípides, etc. Si nos hemos limitado al habla de un solo autor se de-

be, además de las razones ya expuestas, a que en el dominio de los sentimientos es premisa casi imprescindible abarcar un corpus estrictamente sincrónico, ya que se trata de un terreno muy resbaladizo. A este respecto es muy ilustrativa la siguiente afirmación de H. Scholler en su trabajo sobre la esfera semántica del dolor en Renart le Contrefait: «Limitación a la época estudiada (es decir, análisis estrictamente sin-

crónico) y al vocabulario tratado es también la base de una investigación lexicológica fructífera. Este tipo de análisis es especialmente necesario cuando se trata de investigaciones semánticas de palabras del dominio de las sensaciones y sentimientos»!”. c) En estrecha relación con lo que hemos expuesto en el punto anterior está la cuestión de la relación entre Jengua histórica y lengua funcional, en la terminología de Coseriu'*. Para este autor, una lengua histórica (por ejemplo, griego, español, francés, etc.) no es nunca un solo sistema lingúístico, sino un diasistema o conjunto de sistemas. La técnica sincrónica del discurso en una lengua histórica no es unitaria, sino que muestra tres tipos de diferencias internas más o menos relevantes: 1) Diferencias diatópicas: en el espacio geográfico (dialectos). 2) Diferencias diastráticas: en las capas socioculturales de la comunidad (lengua culta, lenguaje popular, medio, etc.). 3) Diferencias diafäsicas: tipos de modalidades expresivas (lenguaje coloquial, solemne, familiar, poético, lenguaje de la prosa, etc.). De aquí que el análisis estructural debe tener como objeto ideal de investigación una lengua funcional, «que muestra una técnica del dis-

curso sintópica (esto es, sin diferencias en el espacio), sinstrática (sin diferencias en las capas socioculturales) y sinfásica (sin diferencias en

las modalidades expresivas)»'”. Pero la definición de lengua funcional queda mejor expresada en las siguientes palabras de Coseriu:

107 7. Scholler, op. cit., en nota 61, p. XXXV. 108 Cf. H. Geckeler, op. cit., en nota 20, pp. 225-226.

109 1. Geckeler, op. cit., p. 226.

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Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

«Una técnica del discurso homogénea desde esos tres puntos de vista, es decir, una técnica considerada en un solo punto del espacio, en un solo nivel de lengua y en un solo estilo de lengua... se llamará a conti-

nuación lengua funcional»!"°. Al ceñirnos a la lengua de un autor dramático creemos cumplir los requisitos que exige una lengua funcional, en este caso la lengua funcional del drama griego antiguo, que como tal se opondría a otras lenguas funcionales como la de la épica, la lengua de la lirica, de la filosofía, de la historia, etc. No obstante, compartimos los reparos y objeciones que O. Duchátek pone al estudio de las lenguas funcionales: «El inconveniente de los estudios de lenguas funcionales consiste en el hecho de que es muy dificil determinar sus límites. Éstos son muy flotantes, ya que toda lengua funcional está influida por la lengua histórica de la que forma parte, así como por las lenguas individuales de las

personas que la utilizan. Muchas veces es dificil precisar si una unidad léxica o alguno de sus empleos (o de sus sentidos) pertenece sólo al uso personal de ciertas gentes (o incluso de un solo escritor) o a la lengua funcional que hablan, o bien si determinada acepción debe considerar-

se como especial de una lengua funcional o como perteneciente ya a la

lengua comin»!!! d) Sinonimia-antonimia. Aquí no mática que la sinonimia y antonimia teoria semántica, sino exclusivamente campo. Para una visión general de los

vamos a tratar toda la probleplantean dentro del marco de la en lo que afecta al problema del problemas de estos dos tipos de

relaciones remitimos a la exposición de H. Geckeler''? y a la tesis de H. G. Grimm", En la praxis de los estudios lexicológicos hay autores que establecen el campo a base de los llamados sinónimos, mientras que otros,

especialmente dentro de corrientes estructuralistas, incluyen tanto los sinónimos como los antónimos. A este respecto hemos encontrado ciertas contradicciones en la tan citada obra de J. Trier con la que ini-

110 E. Coseriu, «Structure lexicale et enseignement du vocabulaire», publicado primera-

mente en Nancy, 1966, y luego en Les Théories Linguistiques et leur applications, Conscil de la Cooperation Culturelle du Conseil de L’Europe, A. I. D. E. L. A., 1967, pp. 987, p. 33. !M O. Duchátek, «La structure du lexique et quelques problémes sémantico-lexicaux», en RRL 10 (1965), pp. 559-569, p. 561.

1127. Geckeler, op. cit., en nota 20, pp. 283-295. 113 H. G. Grimm, Untersuchungen zu Synonymie und Synonymität durch Wortbildung im Neueren Deutsch. Ein Beitrag zur Theorie der deutschen Synonymik, dargestellt an Beispielen aus dem Bereich des Substantivs, Diss. Leipzig, 1970.

Semäntica del Griego Antiguo

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cia la doctrina de los campos léxicos. Así, por ejemplo, Trier sostiene que las palabras son poco precisas y vagas cuando no aparecen con ellas otras conceptualmente vecinas (sinónimas), añadiendo seguidamente: «... las palabras carecen de sentido cuando le faltan al oyente

las palabras de sentido opuesto del mismo campo conceptual...»''*, Pero unas líneas más adelante afirma que de las relaciones conceptuales que intervienen en la definición de una palabra, las antonímicas son una de tantas y no la más importante, ya que por encima de ellas están las relaciones sinonímicas. La práctica lexicológica posterior confirma esta aseveración, puesto que Trier y su escuela sólo se ocupan de palabras emparentadas por el sentido (los llamados sinónimos). Al excluir el estudio de los antónimos y dedicarnos solamente al de los sinónimos hemos atendido a dos razones. En primer lugar, a una

razón de principio, ya que la teoría del campo en su modalidad más auténtica y genuina, tal como la concibió J. Trier, opera sólo con sinónimos. Incluso se puede decir, con V. Vrbková, que sin sinonimia no

hay teoría de campo: «...las investigaciones realizadas hasta el presente en el dominio de los campos conceptuales se han centrado en el terreno de lo abstracto. Estamos convencidos de que ello se debe precisamente al hecho de que en este dominio la sinonimia (o, en sentido más general, el parentesco semántico) es donde más desarrollada está. Incluso nos atrevemos a sostener la idea de que sin sinonimia y sin parentesco semántico la existencia misma de los campos conceptuales se hallaria gravemente comprometida. Es decir, si el léxico no fuera capaz de distinguir varios matices de una misma idea o concepto, el intento de descubrir un campo

estructurado sobre la base de este concepto estaría llamado de antemano al fracaso»'”*, A esta razón de principio se añade otra metodológica no menos importante. En efecto, pensamos que el pensamiento humano no es capaz de estructurar todo el léxico de una lengua a base de pares antonímicos del tipo «antiguo-viejo», «belleza-fealdad», etc. Asi, por ejemplo, ¿cuál sería el antónimo de libro, sorpresa, etc.? Y sin salirnos de nuestro campo, ¿cuál es el antónimo de «dolor»? ¿Es «alegria» o «placer»? Ante este tipo de dudas nos parece más apropiado esperar a que la investigación de los antónimos esté más avanzada y operar por el momento exclusivamente con sinónimos. Los autores que incluyen los

114 3. Trier, op. cit., en nota 23, p. 8. 15 Y. Vrbková, artículo citado en nota 98, pp. 49-50,

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Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

antónimos en los campos lo hacen para establecer más fácilmente los tipos de oposiciones que permitirán estructurar el campo. Pero, como se ve en el apartado 3 del presente ensayo, la estructura del campo se establece también con ayuda de otros conceptos tan importantes como el de las oposiciones. Por otro lado, entre los autores que propugnan el establecimiento de un campo a base de antónimos no faltan quienes admiten también sólo sinónimos, como es el caso del profesor Rodríguez Adrados: «Un conjunto de palabras entrelazadas entre sí para marcar determinadas diferencias dentro de una cierta comunidad de contenido es lo que llamamos un campo semántico. Pero un campo semántico no sólo comprende palabras que son consideradas como opuestas, es decir, como usables alternativamente, o la una o la otra, sino también

palabras que en parte al menos corresponden a los mismos contenidos, que se superponen parcialmente. Son los llamados sinónimos, que son

más bien, casi siempre, semisinónimos»''*, e) Significado-acepción. La última distinción que queremos abordar antes de pasar a la descripción propiamente dicha del campo nominal del dolor en Sófocles es la que se refiere a si en un campo deben incluirse sólo lexemas (significados de lengua) o si también se pueden incluir variantes contextuales o acepciones (significados de habla), problema que tampoco está lo suficientemente claro como para darlo por superado. Nuestra distinción entre significado y acepción abarca aspectos de las distinciones de Coseriu entre «técnica del discurso» y

«discurso repetido»''”, entre «sistema» y «norma» de la lengua!'? y entre relaciones de «significación» y relaciones de «designación»'”. La semántica estructural-funcional en la línea de E. Coseriu y H. Geckeler excluye las acepciones de lexemas o variantes contextuales, al considerar que sólo son estructurables los significados de lengua. Sin embargo, en otros autores que siguen más o menos en esta línea, esta cuestión no está del todo solucionada. Así, por ejemplo, el profesor Adrados expresa sus dudas a este respecto:

«Otro problema muy grave es el de si son palabras completas o acepciones de las mismas las que entran en un determinado campo semántico. La praxis de los estudiosos europeos -los únicos que se han ocu-

116 5, Rodríguez Adrados. «El campo semántico del amor en Safo», en Revista EspaHola de Lingülstica 1, 1, 1971, pp. 5-23, p. 6.

117 Cf. H. Geckeler, op. cit., en nota 20, pp. 224-225.

18 Cf. H. Geckeler, op. cit., pp. 227-228. 119 Cf. H. Geckeler, op. cit., pp. 228-229.

Semántica del Griego Antiguo

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pado de campos semänticos- va en el primer sentido... No estoy seguro de que ésta sea la verdadera solución. Pero la radicalmente contraria,

a saber, incluir en cada campo semántico solamente acepciones con-

cretas y determinadas de una serie de palabras, resuelve algunos problemas, pero no todos: recuérdese que hablamos de acepciones, cuyos límites son borrosos,

y no de homónimos, que evidentemente se inte-

gran en campos semánticos diferentes»!™. En lo que se refiere a nuestro campo en concreto, este estudio parte de la pregunta de cuáles son todos los sustantivos o lexemas nominales que se encuentran en Sófocles para la expresión de «dolor». Tras una lectura atenta y detenida de la obra sofoclea resultó que había una serie de lexemas cuya dominante semántica entraba de lleno en el núcleo o en alguna de las tres dimensiones establecidas en la estructuración del dolor y que sólo en determinados contextos quedaban fuera de esta noción. A estos lexemas los denominamos Jexemas básicos y hacemos su distribución contextual en el apartado 2.1. Pero junto a estos lexemas había otros cuya dominante semántica pertenece a otros campos, pero que en determinados contextos pueden servir para la expresión de dolor. Son los Jexemas ocasionales, que pueden ser simples o primarios (apartado 2.2.) o compuestos o secundarios (apartado 2.3). Posiblemente, la mayoría de los lexemas ocasionales seleccionados por nosotros como expresión de dolor en Sófocles no figurarian en un estudio del mismo campo en un estado de lengua mayor dentro de la lengua histórica griega. Pero no debemos olvidar que nosotros trabajamos con la lengua, quizá mejor con el habla, de un autor y si prescindimos de estos lexemas, le privamos de una de sus principales particularidades en la verbalización de este concepto frente a otros autores de la misma lengua funcional (Esquilo, Eurípides, etcétera). Nuestra distinción entre lexemas básicos y ocasionales es semejante a la distinción que recientemente ha hecho A. Lehrer entre basic Words

y peripherical Words". Las dos principales fuentes de donde proceden los lexemas ocasionales son las expresiones metaföricas y las combinaciones sintagmäticas o perífrasis léxicas. Unas y otras se excluyen también en los estudios de campo en la línea de Coseriu y Geckeler, aunque estos autores admiten cierta posibilidad de estructuración en el caso de las perifrasis léxicas. El problema de la metáfora plantea evidentemente una serie de delicados problemas, ya que no está claro dónde termina el sentido propio de un lexema y dónde empieza el figurado. Pero 129 5, Rodríguez Adrados, «Subclases de palabras, campos semánticos y acepciones», en Revista Española de Lingülstica 1, 2 (1971), pp. 335-354, pp, 338-339.

121 A. Lehrer, Semantic fields and lexical structure, Amsterdam 1974.

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creemos que estos lexemas deben incorporarse también al campo correspondiente, puesto que dan un aspecto particular sumamente diferenciador. Por otra parte, el conjunto de las expresiones metafóricas

para un determinado concepto puede reunirse y formar lo que denominamos campo metafórico del dolor, que no es más que la totalidad de lexemas nominales, adjetivos y verbales que sirven para expresar este concepto. Por perifrasis léxicas se hace referencia a combinaciones del tipo ἄχθος ἔχειν, donde el verbo ἔχω «tener» adquiere el sentido de «padecer, sufrir» por tener como complemento directo un lexema que expresa «dolor». También el estudio de estas combinaciones puede hacerse independientemente al modo de lo que hemos dicho para la metáfora. Que los lexemas básicos y los lexemas ocasionales no tienen la misma importancia dentro de la estructuración del campo del dolor en Sófocles se deduce del hecho de que en la definición semántica de los componentes del campo que hacemos en el apartado 3.7. nos limitamos exclusivamente a los lexemas básicos. Ello se debe a que son estos lexemas los que muestran un contenido más estable dentro de la órbita del dolor. Pero excluir a priori otros lexemas que esporádicamente pueden expresar también dolor nos pareció una postura radical, por lo que decidimos incluirlos en nuestro campo, aunque sin darles el mismo rango que a los lexemas básicos. 1.9. Expuestos en los apartados anteriores los principales problemas a los que se tiene que enfrentar cualquier estudio moderno de un campo, sólo nos queda dar unas indicaciones de tipo bibliográfico sobre cuestiones del texto, traducciones, diccionarios, etc. El texto que damos en el apartado 2. sigue en general la edición de A. Dain, aunque en algún caso lo hemos modificado

con ayuda de

otras ediciones o comentarios. A continuación damos una selección de todos los medios bibliográficos que hemos usado para nuestro estudio del campo del «dolor», en Sófocles.

a) Ediciones. L. Campbell, Sophocles.

The Plays and Fragments, reimpr., Hildesheim

1969,2 vols. A. Dain, Sophocle, 3 vols., Paris 1955-1967.

R. Jebb, Sophockes. The Plays and Fragments, reimpr., Amsterdam 1962, 7 vols. A, C. Pearson, Sophoclis Fabulae, Oxford 1964. F. W. Schneidewin - A. Nauck - L. Radermacher - E. Bruhn, Sophokles,

Berlin 1910-1914.

Semántica del Griego Antiguo

99

W. Willige, Sophokkes. Tragódien und Fragmente, Munich 1966.

b) Fragmentos. A. Nauck, Tragicorum Graecorum Fragmenta, reimpr., Hildesheim 1964. A. C. Pearson, The Fragments of Sophocles, reimpr., Amsterdam 1963.

Cf. también las ediciones de L. Campbell, W. Willige y R. Jebb. c) Papiros y Escolios. P. Collart, «Les fragments des tragiques grecs sur papyrus», en RPh 17, 1943, pp. 5-36. R. Carden-W. 5. Barret, The Papyrus Fragments of Sophocles, Berlin 1974,

P. N. Papageorgios, Sophoclis Scholia, Leipzig 1888. d) Comentarios. Además de las ediciones comentadas de Jebb, Pearson (fragmentos), Campbell y Schneidewin-Nauck-RadermacherBruhn, hemos utilizado los siguientes comentarios individuales:

Para Ayante: J. C. Kamerbeek, The Plays of Sophocles. Commentaries, Part. I: The Ayax, Leiden, 1953. W. Β. 5. Stanford, Sophocles.

Ayax, Londres, 1963.

M. Untersteiner, Sofocle. Aiace, Milán, 1935. Para Antígona : A. Tovar, Antígona, Madrid 1942.

G. Müller, Sophokles. Antigone, Heidelberg 1967. Para Las Traquinias: J. C. Kamerbeek, The Plays of Sophocles. Trachinniae, Leiden 1959.

Commentaries, Part. II: The

O. Longo, Commento linguistico alle Trachinle di Sofocle, Padua 1968. Para Edipo Rey: J. C. Kamerbeek,

The Plays of Sophocles.

Commentaries, Part. IV: The

Oedipus Tyrannus, Leiden 1967. D. Bassi, Sofocle. Edipo Re, Milán 1927. Para Electra: J. C. Kamerbeek, The Plays of Sofocles. Comentaries, Part. tra, Leiden 1974.

G. Kaibel, Sophokles. Electra, Stuttgart 1967. M. Untersteiner, Sofocle. Electra, Milán 1932. Para Filoctetes :

V: The Elec-

100

'

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

T. B. L. Webster, Sophocles. Philoctetes, Cambridge 1970. D. Bassi, Sofock. Filottete, Turín 1947. Para Edipo en Colono : M. Untersteiner, Sofocle. Edipo a Colono, Turin 1929. D. Bassi, Sofocle. Edipo a Colono, Nápoles 1935.

e) Léxicos-Índices. A. Adler, Suidae Lexicon, reimpr., Stuttgart 1967 (vols. II y UT), 1971 vols. I,IV y V). E. Bethe, Pollucis Onomasticon, reimpr., Stuttgart 1967, 3 vols. F. Ellendt-H. Genthe, Lexicon Sophocleum, reimpr., Hildesheim 1965. K. Latte, Hesychii alexandrini Lexicon, Copenhague 1953 (I), 1966 (ID. A. Nauck, Tragicae dictionis Index spectans ad tragicorum graecorum fragmenta, reimpr., Hildesheim 1962.

Th. Gaisford, Etymologicon Magnum, reimpr., Amsterdam 1962. f) Diccionarios.

A. Bailly, Dictionnaire Grec-Frangais, Paris 1963*, H. G. Liddell - R.. Scott - H. S. Jones,

A Greek English Lexicon, Oxford

1968. W. Pape - M. Sengebrusch, Griechisch-Deutsches Handwórterbuch, Graz 1954, 2 vols.

P. Chantraine, Dictionnaire Etymologigue de la langue grecque. Hostoire des mots. I, Paris 1968; II, Paris 1970; III, Paris 1975.

H. Frisk, Griechisches Etymotogisches Worterbuch, I, Heidelberg 1960; II, 1970; II, 1972. H. Stephanus, Thesaurus Graecae linguae, reimpr., Graz 1954, 9 vols.

g) Traducciones. Al español: M. Benavente Barreda, Sófocles. Tragedias, Madrid 1971. A. Espinosa Pólit, El teatro de Sófocles en verso castellano, Quito

1959. L. Gil, Sófocles: Antigona, Edipo Rey, Electra, Madrid 1960. J. S. Lasso de la Vega, «Los Coros de Edipo Rey: notas de Métrica»,

CFC 2, 1971, pp. 9-95. J. S. Lasso de la Vega, Traducciones de Antígona y Electra durante

los cursos 1967-1968 y 1972-1973, respectivamente. Al francés: hemos usado la versión de la edición de A. Dain, hecha por P. Mazon.

Semäntica del Griego Antiguo

101

Al inglés : hemos recurrido a la versión de R. Jebb que acompaña a su edición.

Al alemän : además de la versión de la edición de W. Willige hemos consultado también: W. Schadewaldt- L. Buschor, Sophokles. Tragodien, Zurich 1968. K. Reinhardt, Sophokles. Antigone, Gotinga 1966. h) Los estudios lexicológicos que tratan de alguno de los términos incluidos en nuestro campo han sido recogidos en la nota 62. Ahora sólo queremos añadir algunos otros trabajos que abordan la proble-

mática del dolor en Sófocles no desde el punto de vista lingúístico, sino desde una perspectiva general filosófica

y meramente teórica. En

este sentido, el trabajo de J. S. Lasso de la Vega, «El dolor y la condición humana en el teatro de Sófocles», Asclepio 20, 1968, pp. 3-65, sigue

siendo fundamental. A este artículo pueden añadirse los siguientes: F. Biondolillo, «Ontologismo e pessimismo nell’antica tragedia» en Dio-

niso 39, 1965, pp. 280-284.

D. Butaye, «La fragilité du bonheur humain dans les tragédies de Sopho-

οἷς», en LEC 36, 1968, pp. 97-124. N. Diederichs,

Vom Leiden und Dulden, Diss. Leiden, 1929.

H. Dörrie, «Leid und Erfahrung. Die Wort- und Sinnverbindung tra” θεῖν-μαθεῖν im griechischen Denken», en Abh. Ak. Wiss. und Literaturin Mainz, Geistes und Sozialwiss. Klasse5, 1956, pp. 303-344. B. A. van Groningen, «La tragédie grecque et la douleur humaine, en Humanitas, N. S., IV-V, 7-8, 1955-1956, pp. 161-173. K. Kiefer, Körperlicher Schmerz und Tod auf den attischen Bühne, Hei-

delberg 1909.

W. Nestle, «Der Pessimismus und seine Überwindung bei den Griechen», recogido en Griechische Weltanschauung in ihrer Bedeutung für die Gegenwart, Stuttgart 1946, pp. 177-199; «Die Überwindung des Leides in der Antike», recogido en el mismo libro, pp. 414-440, J. C. Opstelten, Sophocles and Greek Pessimism, Amsterdam 1952.

J. de Romilly, La crainte et ’angoisse dans te théátre d’Eschyle, Paris 1958. W. Schndewaldt, «Sophokles und das Leid», publicado por vez primera en 1944 en Postdam y recogido en Göttheit und Mensch in den Tragódien des Sophokles, Darmstadt 1963, pp. 31-57. R. Schneider, Der Mensch und das Leid in der griechischen Tragödie, Munich 1947. E. C. Waargenburg, Der Verwerkleing van het leed bij Euripidesj, Ams-

terdam 1966.

102

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

2. DISTRIBUCIÓN DE LOS CONTEXTOS 2.1. Lexemas básicos.

2.1.1. ἄλγος-ἄλγησις-ἀλγημα-ἀλγηδών. Ninguno de los ejemplos en que aparecen estos lexemas queda excluido del campo. Por otra parte, estos lexemas abarcan casi todos los niveles (núcleo y tres dimensiones) que hemos establecido en la gradación del concepto de «dolor». Únicamente de la primera dimensión no tenemos ejemplos. : a) Ejemplos pertenecientes al núcleo, donde hemos de diferenciar entre dolor físico, dolor moral y dolor general: 1) Dolor fisico. Incluimos aqui seis ejemplos, cinco de ἄλγος y el ejemplo de ἄλγησις. Casi siempre es un dolor provocado por una enfermedad, como se podrá ver en cada uno de los ejemplos: OT. 62-4 (Habla Edipo a los ciudadanos de Tebas): TO μὲν γὰρ ὑμῶν μόνον καθ᾽ αὑτόν, ψυχὴ

πόλιν

τε

ἄλγος els Ev’ κοὐδέν᾽ ἄλλον,

κἀμὲ

καὶ

σ᾽

ἔρχεται ἡ δ᾽ ἐμὴ

ὁμοῦ

στένει.

«Pues vuestro sufrimiento a uno solo llega, a cada uno y no a ninguno otro, pero mi alma a la ciudad, a mí y a ti igualmente lamenta». OT. 1031 (Pregunta Edipo al mensajero corintio que le salvó la vida cuando niño):

τί δ᾽ ἄλγος ἴσχοντ᾽ ἐν κακοῖς με λαμβάνεις; ¿Teniendo qué dolor entre desgracias me tomaste?», Ph. 734 (Pregunta de Neoptölemo a Filoctetes): Mav ἄλγος ἴσχεις τῆς παρεστώσης νόσου; «¿Acaso tienes el dolor de la enfermedad que te sobreviene?». Ph. 790-4 (Palabras de Filoctetes a Neoptólemo): ’ATTaTal.



ξένε

Κεφαλλήν,

εἴθε

σοῦ

διαμπερὲς

Semántica del Griego Antiguo στέρνων

παπαῖ

ἔχοιτ᾽

μάλ᾽

103

ἄλγησις

ἥδε.

Φεῦ,

παπαῖ,

αὖθις.

«¡Attatai! ¡Oh, huesped de Cefalenia! ¡Ojalá atravesándote el pecho se apodere de ti este dolor! ¡Pheu, papai, papai otra vez!».

Ph. 1326-8 (Habla Neoptólemo a Filoctetes sobre el origen de su enfer

medad): Σὺ

γὰρ

Χρύσης

νοσεῖς

τόδ᾽

πελασθεὶς

ἄλγος

ἐκ

φύλακος,

θείας

τύχης,

τὸν

ἀκαλυφῆ

ὃς

σηκὸν φυλάσσει κρύφιος οἰκουρῶν ὄφις. «Porque tü padeces este dolor por destino divino, al acercarte al guardiän de Crisa, la serpiente que, oculta, vigila observando el santuario sin techo». Ph. 1379-80 (Neoptólemo trata de convencer a Filoctetes para sacarle de la isla y llevarle a quienes le pueden curar): Πρὸς

τοὺς

μὲν

οὖν

σε

τήνδε

τ᾽

ἔμπυον

βάσιν

παύσοντας ἄλγους κἀποσώσοντας νόσου. «A los que a ti precisamente harán cesar el dolor de este purulento pie y te curarán de la enfermedad». 2) Dolor moral. La mayoría de los ejemplos de esta primera familia de palabras se refiere en nuestro dramaturgo a un dolor no físico, a un dolor moral o del alma. Los ejemplos que entran dentro de esta categoría son los siguientes: Ay. 259 (Palabras de Tecmesa sobre Ayante, después de su locura): Kal

νῦν

φρόνυμος

νέον

ἄλγος

ἔχει.

«Y ahora vuelto en razón nuevo dolor tiene». Ant. 465-6 (Antigona no teme el destino que los dioses le tengan reservado): Οὕτως ἔμοιγε τοῦδε παρ᾽ οὐδὲν ἄλγος.

TOD

μόρου

τυχεῖν

«Asi que, al menos para mi, recibir este destino

no es dolor».

Tr. 24-5 (Habla Deyanira sobre lo que hubiera sucedido si Heracles hubiese muerto en su lucha con Aqueloo):

ἐγὼ μή

γὰρ ἥμην

μοι

τὸ

ἐκπεπληγμένη

κάλλος

ἄλγος

φόβῳ

ἐξεύροι

ποτέ.

104

Marcos MARTÍNEZ HERNANDEZ

«Pues yo estaba transida por el miedo de que mi belleza dolor proporcionara algün dia». En dos ocasiones se refiere ἄλγος al dolor que guarda Electra desde el asesinato de su padre Agamenón a manos de su esposa Clitemestra y su amante Egisto: El 140-2 (Palabras del Coro a la protagonista, para sacarla de su si-

tuación dolorida desde la muerte de su padre): ’AM ἀπὸ τῶν μετρίων ἐπ᾽ ἀμήχανον ἄλγος ἀεὶ στενάχουσα διόλλυσαι ἐν

οἷς

ἀνάλυσίς

ἐστιν

οὐδεμία

κακῶν.

«Pero desde lo moderado (yendo) hacia un dolor que no tiene escape, lamentando de siempre te matas, en lo que ninguna liberación hay de los males». El 1137 (Responde Orestes a su hermana, que le había preguntado en qué había notado la miserable existencia que lleva en casa de los asesinos de su padre): Ὁρῶν σε πολλοῖς ἐμπρέπουσαν ἄλγεσιν. «Viéndote brillar por los muchos dolores». Un ejemplo más tenemos en la obra de Electra que hemos incluido en este apartado. En EZ 1176 Orestes deja escapar unos gritos de compasión (la repetición de la interjección φε 0) al percatarse de la miserable vida de su hermana, por lo que ésta le pregunta: Tt

δ᾽

ἔσχες

ἄλγος;

πρὸς



TOD”

εἰπὼν

κυρεῖς;

«¿Qué dolor tienes? ¿Por qué dices 650)». OT. 637-8 (Yocasta intenta terminar la disputa que sostienen Edipo y Creonte sobre la situación de la ciudad): Οὐκ εἶ καὶ μὴ

σύ τὸ

τ᾽ οἴκους σύ μηδὲν ἄλγος

TE, εἰς

Κρέων, κατὰ μέγ᾽ οἴσετε;

στέγας,

«¿No entras tú al palacio y tú, Creonte, a casa,

sin hacer de un dolor insignificante uno grande. Ph. 1358 (Palabras de Filoctetes a Neoptólemo): οὐ γάρ με τἄλγος τῶν παρελθόντων «Pues no me aflige el dolor de lo pasado».

δάκνει.

De los dos ejemplos de ἄλγημα en Sófocles, uno creemos que se refiere a un dolor moral, concretamente al dolor de Filoctetes al sen-

Semäntica del Griego Antiguo

105

tirse rechazado y abandonado en Lemnos a causa del hedor de su herida: Ph. 1170-2 (Palabras de Filoctetes al Coro): Πάλιν,

πάλιν

παλαιὸν

dA-

Ὑημ᾽ ὑπέμνασας, ὦ λῷστε τῶν πρὶ ἐντόπων. «De nuevo, de nuevo el antiguo dolor me has recordado, oh tü

el mejor de los llegados aquí anteriormente». 3) Dolor general Recogemos en este apartado cuatro pasajes en los que creemos que tanto ἄλγος como ἄλγημα se refieren al dolor en general, tanto físico como moral. Ph. 827-9 (Se trata del comienzo del famoso «Himno al Sueño» en boca del Coro): Ὕπν᾽ ὀδύνας ἀδαής, Ὕπνε δ᾽ ἀλγέων, evans ἡμῖν ἔλθοις, «ε«ὐαίων,» εὐαίων ὦναξ. «¡Oh Sueño, que no conoces el sufrimiento, Sueño, ni los dolores! ¡Favorable para nosotros vengas, rey de vida feliz, dichoso!».

Fr. 556 P.:

οὐδὲν

γὰρ

ἄλγος

οἷον

ἡ πολλὴ

ζοή.

«Pues no hay ningün dolor como la larga vida».

OC. 954-5 (Palabras de Creonte a Edipo): θυμοῦ

γὰρ

οὐδέν

ἐστι

γῆρας

ἄλλο

πλὴν

θανεῖν: θανόντων δ᾽ οὐδὲν ἄλγος ἅπτεται. «Pues de la cölera ninguna vejez es propia, excepto la muerte; de los muertos, en efecto, ningün dolor se apodera».

Ph. 339-40 (Palabras de Neoptölemo a Filoctetes):

Olpaı

μὲν

ἀλγήμαθ᾽,

ἀρκεῖν ὥστε

μὴ

σοί τὰ

γε τῶν

τὰ

δ᾽, ὦ πέλας

ταλας, στένειν.

«Creo, en verdad, que te son suficientes, oh infeliz,

tus propios dolores, como para que no lamentes los de los demás».

b) Ejemplo perteneciente a la segunda dimensión. La única vez que encontramos ἀλγηδών en la obra sofoclea lo incluimos en lo que de-

nominamos segunda dimensión:

106

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

OC. 513-4 (Responde el Coro a Edipo): τᾶς δειλαίας ἀπόρου daveícas ἀλγηδόνος, & ξυνέστας. «La triste desgracia que se muestra sin salida, a la que estuviste unido».

c) Ejemplo perteneciente a la tercera dimensión. En una ocasión (Aj. 1397) nos hemos visto obligados a incluir ἄλγος en la tercera de las dimensiones que hemos establecido en la estructuración del campo del «dolor» en Sófocles. Ha muerto Ayante y su hermano Teucro se dispone a darle sepultura; Ulises se ofrece para ayudarle, ofrecimiento que rechaza Teucro, no sea que le resulte molesto (δυσχερές) al muerto, pero en lo demás (ἄλλα) no tiene inconveniente en que le ayude (ξύμπρασσε): τὰ

δ᾽

ἄλλα

καὶ

ξύμπρασσε,

kel

τινα

στρατοῦ

θέλεις κομίζειν, οὐδὲν ἄλγος ἕξομεν. «Pero en lo demás, también tú participa en la acción y si quieres que nos acompañe alguno del ejército, no tendremos ninguna molestia». 2.1.2. πάθος

- πάθη

- πάθημα

- πένθος.

Realmente nos encontramos ante una de las familias léxicas que más difícil nos ha resultado a la hora de establecer un significado. De estos cuatro sustantivos, sólo τένθος nos ha presentado pocas dudas en lo que a su sentido se refiere: en la mayoría de los casos expresa un tipo de dolor motivado por la muerte de alguna persona querida, lo cual no quiere decir que en algunos ejemplos determinados exprese la exteriorización de ese dolor, como ocurre con el español «llanto» o «luto». No ocurre lo mismo con los demás sustantivos: su sentido genérico es el de expresar la acción o el acontecimiento sobrevenido a una persona, en oposición a lo que se expresa por medio de πρᾶξις, como expresión de la acción que parte de la persona misma y se proyecta fuera de ella, movimiento opuesto al expresado, por ejemplo, por πάθος;, que va desde el exterior a la persona. Es en estos sustantivos donde el papel del contexto jugará una función importantisima y decisiva, pues sólo por el contexto podremos decidir si nos encontramos ante un significado que pudiera entrar en nuestro campo o, por el contrario, si debemos dejarlo fuera. De acuerdo con nuestro estudio, los ejemplos de estos sustantivos quedan distribuidos de la manera siguiente:

Semäntica del Griego Antiguo

107

a) Ejemplos excluidos del campo del dolor. Los ejemplos de esta familia de palabras que no hemos incluido ni en lo que denominamos núcleo del campo ni en ninguna de las tres dimensiones son bastante

numerosos: Aj. 260-1 (Habla Tecmesa sobre el estado de su esposo, después de realizada su acción contra el ganado, en su arrebato de locura):

Τό γὰρ ἐσλεύσσειν οἰκεῖα πάθη, μηδενὸς ἄλλου παραπράξαντος. «Pues el contemplar sus propias acciones, no habiendo participado ningün otro...» Aj, 312-3 (Refiere Tecmesa las amenazas de su esposo, si no le contaba lo ocurrido): ἔπειτ᾽ ἐμοὶ τὰ δείν᾽ ἐπηπείλησ᾽ ἔπτη, εἰ μὴ φανοίην πᾶν τὸ συντυχὸν πάθος. «Luego, con terribles palabras me amenazaba, si no refería todo el suceso acaecido».

Aj. 835-7 (Invocación de Ayante a las Erinies antes de darse muerte): Καλῶ 8’ ἀρωγοὺς τὰς det ἀεί θ᾽ δρώσας πάντα τάν

te παρθένους βροτοῖς πάθῃ,

σεμνὰς Ἐρινῦς. «Y llamo como protectoras a las siempre virgenes y a las que siempre ven todas las acciones entre los mortales, las venerables Erinies». Aj. 928-32 (Refiere el Coro las maldiciones de Ayante contra los Atridas): Toid

pot

πάννυχα καὶ φαέθοντ᾽ ἀνεστέναζες ὠμόφρων ἐχθοδότ᾽ ᾿Ατρείδαις οὐλίῳ σὺν πάθει. «¡Qué gemidos a mi, durante toda la noche yeldia,

exhalabas duro, odioso contra los Atridas, con funesta cólera!». Aj. 982 (Después de la muerte de Ayante, y a la vista de su cadáver, exclama Teucro):

108

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

Ὦ περισπερχὲς πάθος. «Oh, apresurado acontecimiento!». Aj. 295 (Tecmesa no puede narrar las acciones de su esposo): Kal τὰς ἐκεῖ μὲν οὐκ ἔχω λέγειν πάθας. «Y los sucesos de alli no 86 decir». Ant. 540-1 (Ismena quiere responsabilizarse con su hermana Antigona del incumplimiento de la orden dada por Creonte): "AN

Ev

κακοῖς

τοῖς

σοῖσιν

οὐκ

αἰσχύνομαι

ξύμπλουν ἐμαυτὴν τοῦ πάθους ποιουμένη. «Pero en medio de tus males no me avergüenzo de hacerme navegante de tu mismo suceso». Ant. 979-80 (Habla el Coro sobre el destino de los hijos de Cleopatra):

Κατὰ

δὲ

τακόμενοι

μέλεοι

μελέαν

πάθαν

κλαῖον ματρὸς ἔχοντος ἀνύμφευτον γονάν. «Y fundiéndose infelices, la infeliz pasión sollozaban de su madre, teniendo nacimiento sin boda».

Ant. 1248-9 (Habla el mensajero al Coro, al observar que Euridice se retira al interior del palacio cuando conoce la muerte de su hijo Hemón):

am’ ὑπὸ στέγης ἔσω δμωαῖς προθήσειν πένθος οἰκεῖον στένειν. «...sino bajo techo dentro a las criadas ordenará el llanto de la casa gemir». y

Se trata de uno de los ejemplos de τένθος cuyo significado alude más a la exteriorización del dolor, producto de la muerte de un ser querido, que al dolor mismo. Ant. 1315-6 (El criado responde a la pregunta de Creonte de cómo se había dado muerte su esposa Eurídice): Maicao” ὑφ᾽ ἧπαρ αὐτόχειρ αὑτήν, ὅπως παιδὸς τόδ᾽ ἤσθετ᾽ ὀξυκώκυτον πάθος.

«Golpeándose bajo el higado con su propia mano, cuando supo la muerte de su hijo levantadora de agudos gemidos». Los dos ejemplos de Tr. 256 y 261 aluden al mismo hecho: a la afrenta de Heracles al verse al servicio de Ónfala durante cierto tiempo, en castigo por haber dado muerte a uno de los hijos de Eurito. Ambos

pasajes tienen un contexto lingúístico muy similar: en ambos casos

Semäntica del Griego Antiguo

109

el genitivo πάθος depende de ἀγχιστήρ (Tr. 256) y de neralτιον (Tr. 261), dos palabras que significan «causante». OT. 732 (Pregunta Edipo a Yocasta dónde tuvo lugar el asesinato de Layo):

Kal

ποῦ

᾽σθ᾽ ὁ χῶρος

οὗτος,

ob

τόδ᾽ ἦν

πάθος;

«¿Y dónde está el lugar ése donde fue este accidente?». Aquí ττάθος se refiere a la muerte de Layo, al suceso de su asesinato.

OT. 839-40 (Edipo explica a Yocasta por qué necesita la presencia del pastor que lo recogió cuando niño): Ἐγὼ διδάξω o” ἢν γὰρ εὑρεθῇ λέγων σοὶ ταῦτ᾽, ἔγωγ᾽ ἂν ἐκπεφευγοίην πάθος. «Y o te lo diré: pues si es hallado diciendo lo mismo que tú, yo al menos me libraría del asesinato».

OT. 1297-9 (Palabras del Coro al ver que Edipo se traspasa los ojos con la fibula de Yocasta): Ὦ δεινὸν ἰδεῖν πάθος ἀνθρώποις,



δεινότατον

πάντων

ὅσ᾽

ἐγὼ

προσέκυρσ᾽ ἤδη. «iOh, herida terrible de ver para los mortales, oh, la mäs terrible de todas cuantas yo he encontrado hasta ahora!».

OT. 553-4 (Palabras de Creonte a Edipo): Ξύμφημί σοι ταῦτ᾽ πάθημ᾽ ὁποῖον φὴς

ἔνδικ᾽ εἰρῆσθαι παθεῖν δίδασκέ

τὸ δὲ με.

«Estoy de acuerdo contigo en que has dicho esas cosas como justas; pero dime la ofensa que dices recibir». El plural ταθήματα de OT. 1240 designa las «acciones» que Yocasta lleva a cabo después de enterarse de que es su propio hijo el asesino de su esposo Layo y su nuevo marido, hechos que la llevarán al suicidio. OT. 1224-6 (Habla el mensajero llegado del palacio):

οἷ᾽ ἔργ᾽

ἀκούσεσθ᾽,

οἷα

δ᾽ εἰσόψεσθ᾽,

ὅσον

ἀρεῖσθε πένθος, εἴπερ ἐγγενῶς ἔτι τῶν Λαβδακείων ἐντρέπεσθε δομάτων. «...qué cosas vais a oír, qué cosas vais a ver y cuánto llanto levantaréis, si precisamente por el linaje todavía

os importa la casa de los Labdácidas».

δ᾽

110

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

Al estar aquí πένθος αἴρω

en una relación semántica con el verbo

«levantar, alzar», cremos que la idea de «llanto» se adapta más

a este contexto que cualquiera de las otras posibles que el sustantivo pudiera expresar. Ph. 899 (Neoptólemo no sabe cómo decirle a Filoctetes que quiere llevarle con él a Troya, por lo que dice cosas terribles; Filoctetes le

aconseja no decirlas y responde Neoptólemo): "AN ἐνθάδ᾽ ἤδη τοῦδε TOD πάθους κυρῶ. «Pero ahora me encuentro en este estado de ánimo». Ph. 337-8 (Palabras de Filoctetes a Neoptólemo): ᾿Αμηχανῶ Se πότερον, ὦ+ τέκνον, τὸ σὸν πάθημ᾽ ἐλέγχω πρῶτον, ἢ κεῖνον στένω. «Pero no sé si preguntar primero, oh hijo, por tu ultraje o gemir por aquél» OC. 604 (Pregunta Teseo a Edipo): Ποῖον πάθος δείσαντας ἐκ χρηστηρίων; «¿Qué acontecimiento han de temer de los oráculos?». También excluimos los tres ejemplos de révO0os que encontramos en los siguientes fragmentos, donde el sustantivo significa «llanto»: Fr. P.210, 81; P.214 y P.659. b) Ejemplos pertenecientes al núcleo del campo. De nuevo distinguimos entre un dolor físico, un dolor moral o un dolor general. Los ejemplos que quedan dentro de alguno de estos tres aspectos son los siguientes: 1) Dolor físico. Entran en esta categoría cinco ejemplos, tres de πάθος y dos de πάθημα: Tr. 852-5 (Canta el Coro): Ἔρρωγεν παγὰ δακρύων, κέχυται νόσος, ὦ πόποι, οἷον «ἐξ» ἀναρσίων οὕπω «πότ᾽ ἄνδρ᾽» ἀγακλειτὸν ἐπέμολε.ν» πάθος οἰκτίσαι. «Brotó una fuente de lágrimas,

un mal se ha extendido, o popoí, como de sus enemigos nunca al ilustre varón sobrevino un dolor a lamentan».

Semäntica del Griego Antiguo

111

Tr. 1266-9 (Hilo se queja al final de la obra de que los dioses contemplen los sufrimientos de los mortales sin hacer nada): μεγάλην δὲ θεῶν ἀγνωμοσύνην εἰδότες ἔργων τῶν πρασσομένων, ol

φύσαντες

καὶ

κλῃζόμενοι

πατέρες τοιαῦτ᾽ ἐφερῶσι πάθη. «Conociendo de los hechos realizados la gran desconsideración de los dioses que, habiendo engendrado y llamados padres, contemplan sufrimientos tales». OT. 1329-30 (Edipo echa la culpa de su destino al dios Apolo): ᾿Ἀπόλλων τάδ᾽ Av, ᾿Απόλλων, φίλοι, ὃ κακὰ κακὰ τελῶν ἐμὰ τάδ᾽ ἐμὰ πάθεα. «Esto fue Apolo, Apolo, amigos, el que lleva a término estos mis males, males, estos dolores míos».

Ph. 192-5 (Alusión de Neoptólemo a los sufrimientos de Filoctetes): θεῖα γάρ, εἴπερ κἀγώ τι φρονῶ, καὶ τὰ παθήματα κεῖνα πρὸς αὐτὸν

τῆς καὶ

ὠμόφρονος

νῦν



πονεῖ

Χρύσης δίχα

ἐπέβη,

κηδεμόνων.

«Porque divinos, si en algo tengo razón,

tanto los sufrimientos aquellos (que) a éste de la cruel Crisa sobrevinieron,

como los que ahora sufre lejos de quienes le cuiden». OC. 361-3 (Ismena cuenta lo que ha tenido que padecer hasta dar con su padre): Ἐγὼ τὰ μὲν παθήμαθ᾽ ἅπαθον, πάτερ, ζητοῦσα τὴν σὴν ποῦ κατοικοίης τροφήν, παρεῖσ᾽

ἐάσω.

«Yo los padecimientos que padeci, padre, buscando dönde tendrias tu morada,

dejaré de lado». 2) Dolor moral. Tres ejemplos incluimos dentro de esta categoría:

Tr. 141-2 (Habla Deyanira al Coro): Πεπυσμένη μέν, ὡς ἀπεικάσαι, πάθημα τοὐμόν. «Enterada, al parecer, te presentas de mi dolor».

πάρει

112

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

OT. 93-4 (Palabras de Edipo a Creonte): Ἐς πάντας avda: τῶνδε γὰρ πλέον φερω τὸ πένθος ἢ καὶ τῆς ἐμῆς ψυχῆς πέρι. «Ante todos habla; pues de éstos más soporto el dolor que de mi propia vida». Se expresa aqui con rrév8os el dolor moral o la pena que siente el

héroe por la situación de sus conciudadanos a causa de la peste. Dentro del dolor moral incluimos también el ejemplo de ττάθος del Fr. P. 649, 15, donde apenas hay contexto.

3) Dolor en general. En esta categoría entran los siguientes ejemplos: El 209-10 (En el párodo de la obra, Electra desea que los asesinos de su padre sufran lo mismo que ella ha sufrido):

οἷς

θεὸς

ποίνιμα

5 μέγας πάθεα

Ὀλύμπιος

παθεῖν

πόροι.

«A quienes el gran dios del Olimpo en pago padecimientos padecer procure». Tr. 153-4 (Habla Deyanira): Πάθη μὲν οὖν δὴ πόλλ᾽ ἔγωγ᾽ ἐκλαυσάμην: tv δ᾽, οἷον οὔπω πρόσθεν, αὐτίκ᾽ ἐξερῶ. «Dolores, en efecto, muchos yo personalmente llore, pero uno, como nunca antes, al punto dire».

OC. 1074-8 (Canta el Coro): *"EpSovo” ἢ μέλλουσιν,

ὡς

προμνᾶταί τί μοι γνώμα τάχ᾽ ἀνσώσειν τὰν δεινὰ τλᾶσαν, δεινὰ

δ᾽

εὑροῦ-

σαν πρὸς αὐθαίμων πάθη. «¿Actúan o van a actuar? Mi conocimiento me advierte que pronto salvaran a la que ha soportado terribles cosas y a la que ha encontrado terribles sufrimientos por parte de los de su misma sangre». De los tres ejemplos del femenino ττάθη en la obra de Sófocles, uno se refiere al dolor general, a toda clase de dolor que Edipo ha su-

frido: OC. 7-8 (Habla Edipo en el prólogo):

Semántica del Griego Antiguo

113

στέργειν γὰρ al πάθαι με χὠ χρόνος ξυνὼν μακρὸς διδάσκει, καὶ τὸ γενναῖον τρίτον. «Pues ἃ resignarme los sufrimientos y mi larga vida me enseñan, y mi linaje en tercer lugar». c) Ejemplos pertenecientes a la primera dimensión. Todos los ejemplos incluidos en esta categoría se refieren al neutro πένθος: Aj. 614-5 (Canta el Coro después que Ayante ha recobrado la razón): νῦν δ᾽ ad φρενὸς οἰοβώτας φίλοις

μέγα

πένθος

ηὕρηται.

«...y ahora, de nuevo pastor solitario de su corazón,

para los suyos como gran tristeza es hallado». Tr. 1112-3 (Palabras del Coro sobre la pena que la Hélade entera tendría, si se viera privada de un héroe como Heracles):

Ὦ τλῆμον Ἑλλάς, πένθος οἷον εἰσορῶ ἕξουσαν, ἀνδρὸς τοῦδέ γ᾽ εἰ σφαλήσεται. «¡Oh infeliz Hélade, cuánta pena veo tendrás, si tocante a este hombre fracasas!».

El 289-90 (Palabras de Clitemestra a Electra, reprochándole que no es ella la única de entre los mortales que sufre por la muerte de un padre): *Q δύσθεον μίσημα, σοὶ μόνῃ πατὴρ τέθνηκεν; ἄλλος δ᾽ οὔτις ἐν πένθει βροτῶν; «¡Oh monstruo a los dioses odioso! ¿A ti sola se te ha muerto el padre? ¿Ningún otro de los mortales está en pena?». El 846-7 (Palabras de Electra al Coro):

O18’

old’

ἐφάνη

γὰρ

μελέ-

τωρ ἀμφὶ τὸν ἐν πένθει. «Lo sé, lo sé; porque apareció uno que se cuidó con respecto al que estaba en duelo». OC. 1705-8 (Palabras de Antigona tras la desaparición definitiva de su

padre Edipo): "As ἔχρῃζε γᾶς ἐπὶ ξένας ἔθανε: κοίταν δ᾽ ἔχει νέρθεν εὐσκίαστον αἰέν, οὐδὲ πένθος Edit’ ἄκλαυτον. «Sobre la tierra extranjera que deseaba muriö; y lecho tiene

114

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

subterráneo, de buena sombra siempre,

y pena no dejó sin lágrimas». Fr. P. 741: ἀείζων πένθος. «La pena siempre viva». d) Ejemplos pertenecientes a la segunda dimensión. Dos ejemplos hemos dejado dentro de esta categoría, que aluden a los conceptos que pudiéramos expresar en español con «infortunio», «desdicha», «des-

gracia», etc.: Aj. 214-5 (Palabras de Tecmesa): Πῶς

δῆτα

λέγω

λόγον

ἄρρητον;

θανάτῳ γὰρ ἴσον πάθος ἐκπεύσῃ. «¿Pues cómo digo la palabra indecible? Porque igual a la muerte un infortunio sabrás». Ph. 853-4 (El Coro aconseja a Neoptólemo prudencia en su intento de apoderarse de Filoctetes durante el sueño): El ταύταν τούτῳ γνώμαν ἴσχεις, μάλα τοι ἄπορα πυκινοῖς ἐνιδεῖν πάθη. «Si ese propósito para éste mantienes, ten por seguro que los prudentes advierten las desgracias sin salida». 2.1.3. udyos -μόχθος -μόχθημα. a) Ejemplos excluidos de nuestro campo. Son los ejemplos en los que se alude a la idea de «trabajo» simplemente, sin más connotaciones; estos ejemplos serían los siguientes: Aj. 1186-90 (Referencia del Coro a los trabajos de la guerra de Troya): τὰν ἄπαυστον alév ἐμοὶ δορυσσοήτων μόχθων ἄταν ἐπάγων av τὰν εὐρώδη Τροίαν. «...la incesante siempre para mi de trabajos de lanzas desgracia trayendo en torno a la ancha Troya».

Tr. 1101-2 (Palabras de Heracles sobre las empresas realizadas): ἄλλων TE μόχθων μυρίων ἐγευσάμην, κοὐδεὶς Tpotal’ ἔστησε τῶν ἐμῶν χερῶν.

Semántica del Griego Antiguo

115

«Y otros mil trabajos emprendí y ninguno victorioso salió de mis brazos». Esta misma idea de «trabajo» es la que encontramos en los si-

guientes Fragmentos: Fr. P. 150:

Τίς

γάρ

με

μόχθος

οὐκ

ἐπεστάτει;

«¿Pues qué trabajo no me puso».

_

Fr. P. 369: ἐν $ παύσετ᾽ ἀμερῶν μόχθων τε καὶ δανοτῆτος. «Entonces cesarán esos interminables trabajos y miseria». También dejamos fuera de nuestro campo el siguiente de Edipo en Colono, en donde creemos que el significado θος es el de «indigencia», estado de suma miseria, que es ción de Edipo en esta pieza, al ser expulsado de Tebas por pios hijos:

ejemplo de μόχla situasus pro-

OC. 1362-4 (Habla Edipo a Polinices): σὺ

γάρ

με

μόχθῳ

τῷδ᾽

ἔθηκας

ἔντροφον,

σύ μ᾽ ἐξεωσας, ἐκ σέθεν δ᾽ ἀλώμενος ἄλλους ἐπαιτῶ τὸν καθ᾽ ἡμέραν βίον. «Pues tü me has hecho vivir en esta indigencia,

tü me echaste fuera, y desterrado por ti a otros mendigo el sustento de cada dia». b) Ejemplos pertenecientes al núcleo del campo. Cuatro ejemplos de esta familia de palabras hemos incluido en esta categoría: 1) Dolor físico. En este aspecto colocamos un ejemplode μόχθος: Ph. 1101-5 (Filoctetes se queja después de habérsele sustraido el arco y las flechas): Ὦ τλάμων τλάμων ἄρ᾽ ἐγὼ καὶ μόχθῳ λωβατός, ὃς ἤEn μετ᾽ οὐδενὸς ὕστερον ἀνδρῶν εἰσοπίσω τάλας ναίων ἐνθάδ᾽ ὀλοῦμαι. «¡Oh desdichado, desdichado en verdad y por el sufrimiento maltratado yo que,

morando ya en adelante aquí con ninguno de los hombres, infeliz, pereceré».

116

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

2) Dolor moral. En este aspecto incluimos dos ejemplos de μόχθος:

OC. 104-5 (Palabras de Edipo a Antigona): ἀεὶ μόχθοις λατρεύων τοῖς ὑπερτάτοις βροτῶν. «siendo siempre esclavo de los más grandes dolores de los mortales». OC. 437-41 (Edipo cuenta a Ismena cómo fue arrojado de la ciudad por sus hermanos):

χρόνῳ

δ᾽, ὅτ᾽ ἤδη

κἀμάνθανον

μείζω τὸ

τὸν ἤδη

ὁ μόχθος

θυμὸν

κολαστὴν

τηνίκ᾽

πᾶς τῶν

τοῦτο

ἦν

ἐκδραμόντα

πρὶν μὲν

πέπων, μοι

ἡμαρτημένων, πόλις

βίᾳ

ἤλαυνέ μ᾽ ἐκ γῆς χρόνιον. «...pero con el tiempo, cuando ya todo mi dolor estaba maduro y aprendí que mi ánimo desbordado para mi había sido gran castigador de mis faltas anteriores, entonces precisamente, después de largo tiempo, la ciudad a la fuerza me expulsó fuera del territorio». 3) Dolor general. Aquí se incluye un ejemplo de fragmentos por su contenido gnómico: Fr. P. 375: μόχθου γὰρ οὐδεὶς τοῦ παρελθόντος «Del dolor que pasó nadie hace cuenta». c) Ejemplos pertenecientes a la tercera ejemplos de esta familia entran dentro de lo dimensión del dolor, ya que es la categoría dos correspondientes al español «molestia»,

λόγος.

dimensión. El resto de los que denominamos tercera que encierra los significa«fatiga», etc. Estos ejem-

plos son:

Tr. 1169-73 (Habla Heracles a su hijo Hilo): Y μοι χρόνῳ τῷ ζῶντι καὶ παρόντι νῦν ἔφασκε μόχθων τῶν ἐφεστώτων ἐμοὶ λύσιν

τὸ τοῖς

τελεῖσθαι:

8’ ἦν γὰρ

ἄρ᾽

κἀδόκουν

οὐδὲν

θανοῦσι

πράξειν

ἄλλο

πλὴν

μόχθος

οὐ

καλῶς"

θανεῖν

ἐμέ:

προσγίγνεται.

«La cual a mi, viviendo en este tiempo presente de ahora, afırmaba que de las fatigas caidas sobre mi el fin alcanzaria, y yo crei ser feliz;

Semäntica de] Griego Antiguo

117

pero esto no era otra cosa mäs que el que yo muriera, porque a los muertos no sobreviene la fatiga». Ph. 480 (Palabras de Filoctetes a Neoptölemo): Ἴθ᾽, ἡμέρας τοι μόχθος οὐχ ὅλης μιᾶς. «Ea, ten por cierto que la molestia no ha de durar un solo día entero». OC. 328 (Encuentro de Ismena con su padre): Edipo: Τέκνον, πέφηνας; Ismena: Οὐκ ἄνευ μόχθου γέ μοι. «¿Has aparecido, hija». El único ejemplo de μόχθημα

«No sin fatiga, ciertamente, para mi». en la obra de Sófocles lo interpre-

tamos como las fatigas que tienen que prodigar Antígona e Ismena para cuidar de su padre, ya viejo: OC. 1615-6 (Palabras de Edipo a sus hijas): ἀλλ᾽ Ev γὰρ μόνον τὰ πάντα λύει ταῦτ᾽ ἔπος μοχθήματα. «Pero una sola palabra libera todas estas fatigas». OC. 1744 (Palabras de Antigona después de la desaparición definitiva de su padre): Móyos

ἔχει.

«La fatiga [me] tiene».

2.1.4. ἄχθος - ἄχος. a) Ejemplos excluidos del campo del dolor. Entran en este grupo dos ejemplos de ἄχθος en los que el sustantivo significa «carga» o «peso»: El 118-20 (Palabras de Electra al Coro, en el prólogo): Kat μοι τὸν ἐμὸν πέμψατ᾽ ἀδελφόν: μούνη γὰρ ἄγειν οὐκέτι σωκῶ λύπης ἀντίρροπον ἄχθος. «Y a mi enviadme a mi hermano;

pues sola ya no tengo fuerzas para contrapesar la carga de mi tristeza que me hace contrapeso». EI. 1240-2 (Palabras de Electra a Orestes): τόδε μὲν od ποτ᾽ ἀξιώσω τρέσαι περισσὸν ἄχθος ἔνδον γυναικῶν ὃν alel.

118

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

«No tendré más por digno temer esa carga inútil de mujeres

que siempre está dentro». b) Ejemplos pertenecientes al núcleo del campo. Una vez más debemos distinguir entre los tres aspectos del dolor que hemos diferen-

ciado hasta ahora: dolor físico, dolor moral y dolor general. 1) Dolor físico. Dos Ayante en su locura:

ejemplos se refieren a los sufrimientos de

Aj. 151-3 (Palabras del Coro sobre la situación de Ayante entre los griegos): καὶ πᾶς ὁ κλύων τοῦ λέξαντος χαίρει μᾶλλον τοῖς σοῖς ἄχεσιν καθυβρίζων. «Y todo el que oye mäs que el que habla se alegra en tus sufrimientos insultando». Aj. 955-8 (Canta el Coro sobre las burlas de Ulises a Ayante): Ἦ

pa

κελαινώπαν

πολύτλας

θυμὸν

ἐφυβρίζει

ἀνήρ,

γελᾷ δὲ TOlo μαινομένοις πολὺν γέλωτα, φεῦ, φεῦ.

ἄχεσιν

«Ciertamente en su negro corazön insulta el paciente varón; y ríe de los sufrimientos enloquecidos mucha risa, pheú, pheú». Tr. 1035 (Heracles implora a Hilo que le dé muerte y cure así su sufrimiento):

ἀκοῦ

δ᾽ ἄχος



μ᾽ ἐχόλωσεν᾽

σὰ μάτηρ ἄθεος. «y cura el sufrimiento con el que me encolerizó tu madre impía». 2) Dolor moral. Es en este apartado donde más ejemplos de estos dos sustantivos tienen su lugar apropiado: Aj. 200 (El Coro se duele de la situación de su jefe): ἐμοὶ δ᾽ ἄχος ἕστακεν. «En cambio, junto a mi está firme el dolor».

Semäntica de] Griego Antiguo

119

Aj. 706 (Canta el Coro refiriéndose a la desaparición del dolor que sentía por Ayante): Ἔλυσεν alvdv ἄχος ἀπ᾽ ὀμμάτων “Apns. «Quitó de la vista el terrible dolor Ares». Aj. 946-8 (Palabras del Coro a Tecmesa al hablar de los Atridas): *Quot, ἀναλγήτων δισσῶν ἐθρόησας ἀναυδ᾽ ἔργ᾽ ᾿Ατρειδᾶν τῷδ᾽ ἄχει.

«¡Aymé! De los dos Atridas insensibles has dicho acciones indecibles en medio de este dolor». Ant. 1172 (Pregunta el Coro al mensajero que anuncia la muerte de Hemón):

Τί

δ’ ad

τόδ’

ἄχθος

βασιλέων

ἥκεις

φέρων.

«¿Cuál es ese nuevo dolor de los soberanos que llegas trayendo?».

Ant. 1246-8 (Eurídice deja el escenario al oír la noticia de la muerte de su hijo y dice el mensajero): Καὐτὸς τεθάμβηκ᾽- ἐλπίσιν δὲ βόσκομαι ἄχη τέκνου κλύουσαν ἐς πόλιν γόους οὐκ

ἀξιώσειν.

«Tambien yo estoy perplejo; pero me alimento con la esperanza de que al oir los dolores del hijo, ante la ciudad los lamentos no considerarä dignos». Ant. 1286-7 (Palabras de Creonte al mensajero, que le viene a dar la nueva de la muerte de su esposa Eurídice): *Q κακάγγελτά μοι προπέμψας ἄχη, τίνα θροεῖς λόγον; «¡Oh tú que envías delante dolores heraldos de males! ¿Qué palabras dices?». OT. 1354-5 (Habla Edipo al Coro): Τότε γὰρ ἂν θανὼν οὐκ ἦν φίλοισιν οὐδ᾽ ἐμοὶ «Porque, muerto entonces,

τοσόνδ᾽

ἄχος.

no hubiera tamaño dolor para los míos ni para mi». El 1115-6 (Palabras de Electra al ver la urna que trae los restos de su hermano Orestes):

120

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

Οἱ ᾿γὼ τάλαινα, τοῦτ᾽ ἐκεῖν᾽, ἤδη σαφὲς πρόχειρον ἄχθος, ὡς ἔοικε, δέρκομαι. «¡Aymé, desgraciada! Claramente ya, este dolor cercano, según parece, veo». OC. 1710-2 (Después de la desaparición definitiva de Edipo dice Antigona): οὐδ᾽ ἔχω πῶς

με

χρὴ

ἀφανίσαι

τὸ

τοσόνδ᾽

σὸν

τάλαιναν

ἄχος.

«Y no 8έ

cómo yo, desgraciada, haria desaparecer tu dolor tan grande». Aquí hay que entender τὸ σὸν ἄχος como «el dolor que procede de ti»; es el dolor de la heroina por la pérdida de su padre. En OC. 1722 algunos traductores interpretan λήγετε τοῦδ᾽ dxous como dirigido a Ismena y Antigona, que suponen llorando después de la desaparición de su padre, y traducen por «cesad de llorar» (es lo que vemos en la traducción inglesa de Jebb y la alemana de Buschor). Para nosotros se trata, más que del posible llanto de las hijas de Edipo, del dolor moral que las dos sienten ante la definitiva pérdida de su padre. Para ello nos fijamos en el verso que viene a continuación, de carácter proverbial y que alude a lo anterior. κακῶν γὰρ δυσάλωτος οὐδείς «de las desgracias ninguno está libre». Por otra parte, el adverbio ὀλβίως «felizmente» al principio del verso creemos que se opone a ἄχος en el sentido de «dolor» y no de «llanto». El Coro piensa que al morir Edipo felizmente no hay motivo de dolor. 3) Dolor en general. Tres son los ejemplos que colocamos en este aspecto del dolor: El 1534 (Consuela el Coro a Electra diciéndole que no es la única que tiene experiencia del dolor): Οὔτοι

σοὶ

ἄχος

ἐφάνη

μούνᾳ,

τέκνον,

βροτῶν.

«No para ti sola de entre los mortales, hija, apareció el dolor». El 159-60 (Habla el Coro refiriéndose a Orestes):

Semántica del Griego Antiguo

121

κρυπτᾷ τ᾽ ἀχέων ἐν Ba ὄλβιος, ὃν ... «Y en juventud ἃ cubierto de dolores feliz aquél, a quien...». Ph. 1167-8 (Palabras del Coro a Filoctetes recomendándole obedecer a Neoptólemo): οἰκτρὰ γὰρ βόσκειν, ἀδαὴς δ᾽ ἔχειν μυρίον ἄχθος ὃς ξυνοικεῖ. «Pues es digno de lästima alimentarla y soportar, ignorante, mil sufrimientos que habitan con él». c) Ejemplo perteneciente a la primera dimensión. Sólo un ejemplo incluimos dentro de la categoría del dolor que expresamos con el español «pesar», «pesadumbre»: El 203-4 (Recuerda Electra la noche del asesinato de su padre):

ὦ νύξ,

ὦ δείπνων

ἀρρήτων

ἔκπαγλ᾽ ἄχθη. «¡Oh noche, oh de cenas nefandas

horribles pesadumbres!». d) Ejemplos pertenecientes a la segunda dimensión. Tres ejemplos incluimos en esta categoría: Α΄. 951 (Para el Coro la muerte de Ayante es un infortunio demasiado doloroso para sobrellevarlo): "Ayav

ὑπερβριθὲς

1

ἄχθος

ἤνυσαν.

«Demasiada, excesivamente dolorosa esta desgracia han llevado a término». Ant. 417-9 (Cuenta el guardián a Creonte cómo sorprendió a Antigona enterrando el cadáver de su hermano): καὶ τότ᾽ ἐξαίφνης χθονὸς τυφὼς

ἀείρας

σκηπτόν,

οὐράνιον

ἄχος,

πίμπλησι πεδίον πᾶσαν... «Y entonces al punto de la tierra un tifón levantando polvareda, desgracia del cielo, cubre la llanura toda...». El 850-2 (Habla Electra al Coro):

12

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

Κἀγὼ τοῦθ᾽ totwp, ὑπερίστωρ, πανσύρτῳ παμμήνῳ πολλῶν δεινῶν «τε» στυγνῶν τ᾽ ἀχθῶν. «También yo de esto soy sabedora, de sobre sabedora,

por el acarreo a lo largo de todos los meses de muchas terribles y odiosas desgracias». 2.1.5. λύπη - λύπημα. Como es de suponer, ninguno de los ejemplos de estos sustantivos queda fuera del campo del dolor, ya que podemos distribuirlos todos ellos en el núcleo o dentro de alguna de las tres dimensiones que hemos distinguido, como se podrá apreciar a continuación: a) Ejemplos pertenecientes al núcleo del campo. Una vez más, hemos de distinguir aquí los tres aspectos de esta categoría: 1) Dolor físico. Dos son los ejemplos que suponemos dentro de este aspecto: Ph. 1193-5 (Habla Filoctetes al Coro): Οὔτοι

νεμεσητὸν

ἀλύοντα λύπᾳ

χειμερίῳ

καὶ

παρὰ

νοῦν

θροεῖν.

«No es censurable que quien esté fuera de si por tormentoso sufrimiento, también contra razón grite». En 7r. 554 se trata del pasaje en el que tenemos λύπημα en los manuscritos, pero que gran parte de los editores atetiza o sustituye por otro sustantivo, la mayoría de las veces por λώφημα, que es la interpretación de Jebb. No obstante, y basándonos en el comentario de Kamerbeek a este pasaje, creemos que el sustantivo λύτπημα se

puede defender y considerarlo perteneciente al vocabulario sofocleo. El pasaje en cuestión es el siguiente:

A

δ᾽ ἔχω,

φίλαι,

λυτήριον λύπημα, τῇδ᾽ ὑμῖν «...por lo que tengo, amigas,

φράσω.

un sufrimiento liberador; de éste os hablaré».

Son palabras de Deyanira al Coro. Resumamos aquí brevemente las interpretaciones de estos versos que Kamerbeek nos ofrece en su comentario a esta obra:

Semántica del Griego Antiguo

123

15. Considerar el adjetivo λυτήριον como un adjetivo verbal, usado sustantivamente, que rige al acusativo λύπημα, fijándose en las explicaciones del escoliasta, que en el verso 552 comenta τῆς λύπης ἴαμα y en el 554 ἀντὶ τοῦ τῆς λύπης. Caso análogo sería el ejem-

plo de Esquilo, Ag. 1199, donde encontramos un adjetivo, παιώνιον, rigiendo a πῆμα y que se traduce por «que cura el dolor». 2". Considerar λυτήριον como atributo de Aúrmya y traducir «a

delivering pain», esto es, «a painful remedy», considerándolo asi como un oxímoro. 3". Considerar λυτήριον = λυτόν y traducir «How I find that my pain is remediable» (es la interpretación de Campbell y Masqueray). 4”. Considerar λύπημα con τῇδ᾽ referido a Yola, lo que hacen Ellendt y Hermann. Según se desprende de nuestra traducción, hemos elegido la variante segunda, considerando λυτήριον = liberatorius, como encontramos en otros textos sofocleos (véase El 447, 635, 1490).

2) Dolor moral. Sólo un ejemplo incluimos dentro de este aspecto: OT. 1073-4 (Pregunta del Coro a Edipo sobre Yocasta, que se retira al palacio al saber que ha sido su propio hijo el que mató a Layo y llegó a ser su propio esposo): Τί ποτε βέβηκεν, Οἰδίπους, ὑπ᾽ ἀγρίας

ἄξασα

λύπης

ἡ γυνή;

«¿Por qué se ha marchado, Edipo, la mujer

por salvaje dolor precipitada?». 3) Dolor general. Tres ejemplos entran, según nuestros análisis, dentro de este aspecto, que engloba tanto el dolor físico como el moral: El. 531-3 (Habla Clitemestra a su hija Electra): τὴν σὴν ὅμαιμον μοῦνος Ἑλλήνων ἔτλη θῦσαι θεοῖσιν, οὐκ ἴσον καμὼν ἐμοὶ

λύπης,

ὅτ᾽ ἔσπειρ᾽,

ὥσπερ

ἡ τίκτουσ᾽

ἐγώ.

«A tu hermana, único él entre los griegos, 0só

sacrificar a los dioses, no habiendo sufrido igual dolor que yo, cuando la sembró, como yo, su madre».

Ph. 1086-8 (Exclamación de Filoctetes al conocer las intenciones de

Neoptólemo de llevarle de nuevo con los griegos):

124

Marcos MaArTÍNEZ HERNÁNDEZ Ὦμοι

pot

*Q πληρέστατον αὔλιον λύπας τᾶς ἀπ᾽ ἐμοῦ τάλαν. «¡Aymé, aymé! ¡Oh, gruta la más llena de mi dolor, desgraciada!». OC. 1215-8 (Canta el Coro): Ἐπεὶ πολλὰ μὲν al μακραὶ ἁμέραι κατέθεντο δὴ

λύπας

ἐγγυτέρω,

τὰ

ποντα

δ᾽

ἴδοις

οὐκ

ἂν

τέρὅπου.

«Puesto que los largos dias mucho mäs cerca fueron colocados del dolor, los placeres no verias dönde...».

b) Ejemplos pertenecientes a la primera dimensión. Es en esta categoría donde hallan su lugar más apropiado la mayoría de los ejemplos de Aúrrn en Sófocles:

Aj. 274-5 (Refiere Tecmesa la tristeza de Ayante después de su locura):

νῦν

δ᾽ ὡς

κεῖνός

ἔληξε

τε

λύτῃ

κἀνέπνευσε πᾶς

τῆς

ἐλήλαται

νόσου,

κακῇ.

«Y ahora, cuando cesó y se repuso de la enfermedad todo él es presa de funesta tristeza». Ant. 318 (Responde Creonte al guardián): τὶ

δὲ

ῥυθμίζεις

τὴν

ἐμὴν

λύττην

ὅπου;

«¿Y a qué darle vueltas a dónde está mi angustia?». Tr. 329-32 (Habla Deyanira a las criadas):



δ᾽ οὖν

οὕτως

τοῖς

ἐάσθω,

ὅπως

οὖσιν

ἅλις γὰρ ἡ «Bien, que ésta lo más a gusto presentes no se pues suficiente

καὶ

ἥδιστα,

ἄλλην

πορευέσθω μηδὲ

πρός

πρὸς

y” ἐμοῦ

στέγας κακοῖς

λύπην

λάβοι:

παροῦσα. sea dejada en paz y que entre en casa posible, y a sus desgracias añada otra pena por mi; es la presente».

Semäntica del Griego Antiguo

125

OT. 914-6 (Habla Yocasta sobre el estado de Edipo, que vive en continua zozobra al tratar de averiguar la causa de la peste): ὙψΨοῦ γὰρ αἴρει θυμὸν Οἰδίπους ἄγαν λύπαισι παντοίαισιν: οὐδ’ Strot’ ἀνὴρ ἔννους τὰ καινὰ τοῖς πάλαι τεκμαίρεται. «Porque demasiado alto su corazon Edipo agita con ängustias de todo tipo; ni como hombre sensato determina lo nuevo por lo de antaño». El 119-20 (cf.

ἄχθος en 2.1.4.).

El 650-4 (Ruego de Clitemestra a Apolo): ἀλλ᾽’ ὧδέ μ᾽ αἰεὶ ζῶσαν ἀβλαβεῖ δόμους

᾿Ατρειδῶν

σκῆπτρὰ

T’

βίῳ

ἀμφέπειν

τάδε,

φίλοισί τε ξυνοῦσαν οἷς ξύνειμι νῦν εὐημεροῦσαν καὶ τέκνων ὅσων ἐμοὶ δύσνοια μὴ πρόσεστιν ἢ λύπη πικρά. «[Conc&deme] que yo, viviendo siempre asi con una vida indemne, administre la casa de los Atridas y estos cetros, estando junto a los amigos con los que estoy ahora, pasando días agradables y con los hijos de cuantos no hay para mi malevolencia o amarga pena». El 321-2 (Para Electra es una gracia la muerte, tristeza la vida): ὡς χάρις μέν, ἢν λύπῃ δ᾽, ἐὰν ζῶ.

κτάνῃ,

«porque, un favor, si me mata, una tristeza, si sigo viviendo». Ph. 403-4 (Palabras de Filoctetes a Neoptólemo después del relato de éste sobre una supuesta ofensa de los griegos): Ἔχοντες, ὡς ἔοικε, σύμβολον σαφὲς λύπης πρὸς ἡμᾶς, ὦ ξένοι, πεπλεύκατε. «Con señal evidente, según parece, de pesar, hasta a mí, oh extranjeros, habéis navegado». OC. 324-6 (Palabras de Ismena al encontrar a su padre y a su hermana): 72 δισσὰ πατρὸς καὶ κασιγνήτης ἐμοὶ ἥδιστα προσφωνήμαθ᾽, ὡς ὑμᾶς μόλις εὑροῦσα λύπῃ δεύτερον μόλις βλέττω. «¡Oh doble voz de padre y hermana, para mi

la más agradable, con cuánta fatiga habiéndoos encontrado por la pena otra vez con fatiga os veo!».

126

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

En este apartado entra también el ejemplo de Fr. P. 314, 315, don-

de Pearson reconstruye el siguiente texto: καὶ

τοῦτο

λύπηίς]

ἔστ᾽

ἄκεστρον.

«Y esto es remedio de la pena». c) Ejemplo perteneciente a la segunda dimensión. Un único ejemplo colocamos en este apartado: Ph. 66-7 (Palabras de Ulises a Neoptölemo): el 8’ ἐργάσῃ μὴ ταῦτα, λύπην πᾶσιν ᾿Αργείοις

Bakeis.

«Y si no haces esto,

desgracia a todos los griegos arrojarás».

2.1.6. ὀδύνη - ὦδίς. El denominador común de estos sustantivos desde el punto de vista semántico es el de pertenecer con fodos sus ejemplos a lo que denominamos núcleo del campo. Sin embargo, hemos de distinguir aquí los aspectos del dolor físico y moral: 1) Dolor físico. Entran aquí la mayoría de los ejemplos de estos sustantivos: Tr. 959-61 (Canta el Coro): ἐπεὶ

ἐν

δυσαπαλλάκτοις

χωρεῖν πρὸ ἄσπετόν τι

ὀδύναις

δόμων λέγουσιν θαῦμα.

«Puesto que entre sufrimientos sin remedio ante la casa dicen que viene. un espectáculo inefable». Tr. 974-5 (Aconseja el viejo a Hilo no lamentarse en voz alta, para no

despertar a Heracles): Σίγα, τέκνον, μὴ κινήσῃς ἀγρίαν ὀδύνην πατρὸς ὠμόφρονος. «Calla, hijo, no muevas

el salvaje dolor de tu padre furioso». Tr. 983-6 (Exclamación de Heracles): Ὦ ToL

Ζεῦ, γᾶς

ἥκω;

παρὰ

τοῖσι

βροτῶν

Semäntica del Griego Antiguo κεῖμαι

127

πεπονημένος

ἀλλήκτοις

ὀδύναις:

«¡Oh Zeus! : ¿A dónde de la tierra llego? ¿Entre quiénes de los mortales estoy aquí dolorido por incesantes dolores?».

Tr. 1020-2 (Hilo no puede librar a su padre de los dolores que le atormentan): Ψαύω μὲν ἔγωγε, λαθίπονον δ᾽ ὀδυνᾶν οὔτ᾽ ἔνδοθεν οὔτε θύραθεν ἔστι μοι ἐξανύσαι βίοτον. τοιαῦτα νέμει Ζεύς. «Yo también lo tomo; pero una vida calmante de dolores ni de dentro ni de fuera me es posible llevar a término; tales cosas las dispone Zeus».

©

Ph. 182-7 (Palabras del Coro acerca de los sufrimientos de Filoctetes):

πάντων κεῖται

στικτῶν

ἄμμορος μοῦνος



ἐν

ἀπ᾽

βίῳ ἄλλων,

λασίων

μετὰ

θηρῶν, ἔν τ᾽ ὀδύναις ὁμοῦ λιμῷ τ᾽ οἰκτρὸς ἀνήκεστα

μνήματ᾽

ἔχων

μερι-

βαρεῖ.

«De todo privado en vida yace solo, lejos de los demäs,

entre moteadas o lanudas fieras, entre sufrimientos igualmente,

y digno de lästima en molesta hambre, teniendo inquietudes incurables». Sobre ὀδύνῃ en Ph. 827 véase la traducción de ἄλγος en el apartado 2.1.1. OC. 531-3 (Palabras de Edipo sobre sus hijas y exclamación del Coro): Ed.: παῖδε, δύο Coro: Ὦ Ζεῦ.

δ᾽

ἄτα.

Ed.: ματρὸς κοινᾶς ἀπέβλαστον ὠδῖνος «Dos hijas, dos desgracias. ¡Oh Zeus! Del dolor del parto de madre común brotaron».

128

Marcos MARTINEZ HERNÁNDEZ

También se hace referencia al dolor del parto en el ejemplo del Fr. P. 932: ὅρκοισι γάρ τοι ὠδῖνα παίδων.

καὶ

γυνὴ

φεύγει

πικράν

«Pues con juramentos, sábete, también la mujer evita el terrible

dolor de los hijos». Por último, colocamos también dentro del aspecto del dolor fisico el ejemplo del Fr. P. 152: ἢ δορὸς διχόστομον πλᾶκτρον᾽ δίπτυχοι γὰρ ὀδύναι μιν ἤρικον ᾿Αχιλληΐου

δόρατος.

«o el golpe de la lanza de dos puntas; pues el doble dolor de la lanza de Aquiles los traspasaba». 2) Dolor moral. Cuatro son los ejemplos incluidos dentro de este

aspecto: Aj. 260-2 (Ayante es presa de profundo dolor moral después de cesar en su locura y contemplar lo hecho): TO

γὰρ

ἐσλεύσειν

μηδενὸς

ἄλλου

μεγάλας

ὀδύνας

οἰκεῖα

πάθη,

παραπράξαντος, ὑποτείνει.

«Pues el contemplar sus propias acciones, no habiendo participado ningün otro, grandes dolores causa». Tr. 40-2 (La ausencia de Heracles es motivo de dolor para Deyanira): κεῖνος 8’ ὅπου βέβηκεν οὐδεὶς οἶδε, πλὴν ἐμοὶ πικρὰς ὠδῖνας αὑτοῦ προσβαλὼν ἀποίχεται.

«Y aquel dönde ha marchado, ninguno lo sabe, excepto que, terribles

dolores habiéndome procurado, ha partido». Ph. 1140-2 (Palabras del Coro a Filoctetes): ᾿Ανδρός

τοι

τὸ

μὲν

εὖ

δίκαιον

εἰπόντος δὲ μὴ φθονερὰν ἐξῶσαι γλώσσας ὀδύναν,.

εἰπεῖν,

Semäntica del Griego Antiguo

129

«Ten por cierto que es propio del hombre decir bien lo justo, pero una vez dicho, no enconado dolor expulsar de la lengua». Aquí incluimos también el ejemplo del Fr. P. 210, 35, donde ὠδίς significa «dolor» en sentido moral. 2.1.7. πῆμα - πημονή. a) Ejemplos excluidos de nuestro campo. Son aquellos pasajes en los que al significar estos sustantivos «herida», «perdición», «ruina», «insulto» o conceptos similares se alejan del núcleo como de las tres dimensiones del campo del «dolor». Estos ejemplos son los siguientes:

Aj. 581-2 (Palabras de Ayante a Tecmesa): Πύκαζε θρηνεῖν

θᾶσσον: ἐπῳδὰς

οὐ πρὸς ἰατροῦ σοφοῦ πρὸς τομῶντι πήματι.

«Cierra rápidamente; no es propio de un médico sabio entonar dichos mágicos a una herida que hay que cortan». OT. 379 (Palabras de Tiresias a Edipo): Κρέων

δέ

σοι

πῆμ᾽

οὐδέν,

ἀλλ᾽’

αὐτὸς

σὺ

σοί.

«Creonte no es ningún daño para ti, sino tú mismo para ti». OT. 363 (Edipo responde a Tiresias con amenazas): "AM’

οὔ

τι

χαίρων

δίς

ye

πημονὰς

ἐρεῖς.

«Pero no alegrándote dirás ciertamente dos veces esos insultos». El 964-6 (Electra confiesa a Crisótemis que el linaje de los Labdácidas es la perdición de Egisto): οὐ γὰρ ὧδ᾽ ἄβουλός ἐστ᾽ ἀνὴρ Αἴγισθος, ὥστε σὸν ποτ᾽ ἢ κἀμὸν γένος βλαστεῖν

ἐᾶσαι,

πημονὴν

αὑτῷ

σαφῇ.

«Pues no es varón tan insensato Egisto como para dejar brotar alguna vez tu linaje o el mío, ruina evidente para él». b) Ejemplos pertenecientes al núcleo del campo. También en este caso se hace necesario una distribución de los contextos según se refieran al dolor físico, moral o general: 1) Dolor fisico. Cinco ejemplos creemos que entran dentro de este aspecto del dolor:

130

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

El 580-1 (Palabras de Electra “Opa, τιθεῖσα τόνδε μὴ πῆμα σαυτῇ καὶ «Mira, al instituir esta ley no estés instituyendo para

a su madre Clitemestra): τὸν νόμον βροτοῖς μετάγνοιαν τιθῇς. para los mortales, ti misma dolor y arrepentimiento».

Ph. 763-5 (Palabras de Filoctetes a Neoptólemo):

Μὴ

δῆτα

τοῦτό

y”

ἀλλά

μοι

τὰ

τόξ᾽

ἑλὼν

τάδ᾽, ὥσπερ TOD μ᾽ ἀρτίως, ἕως ἀνῇ τὸ πῆμα τοῦτο τῆς νόσου τὸ νῦν παρόν. «No, eso no; pero habiéndome cogido este arco,

como me pedías hace poco, hasta que cese el dolor éste de la enfermedad ahora presente...». Ph. 869-71 (Palabras de Filoctetes a Neoptólemo):

οὐ γάρ ποτ᾽, ὦ παῖ, τοῦτ᾽ ἂν ἐξηύχησ᾽ τλῆναί σ᾽ ἐλεινῶς ὧδε τἀμὰ πήματα μεῖναι

παρόντα

καὶ

ξυνωφελοῦντά

ἐγὼ

μοι.

«Pues nunca, oh hijo, hubiera creido esto:

que tü soportaras tan compasivamente mis sufrimientos y te quedaras permaneciendo a mi lado y socorriéndome». Tr. 1275-7 (Canta el Corifeo al final de la obra): Λείπου pnd?) σύ, παρθέν᾽, ἀπ᾽ οἴκων, μεγάλους μὲν ἰδοῦσα νέους θανάτους, πολλὰ δὲ πήματα «καὶ» καινοπαθῆ. «Y no te quedes tú, muchacha, lejos de casa, habiendo visto grandes muertes recientes y muchos sufrimientos no sufridos antes». En el dolor físico incluimos también el ejemplo de τῆμα del Fr. P. 649, 27, donde apenas hay contexto.

2) Dolor moral. Los ejemplos incluidos en este aspecto son los siguientes: OT. 164-7 (Canta el Coro, invocando a los dioses para que alejen de Tebas la peste devastadora): εἴ ποτε καὶ προτέρας ἄτας ὕπερ ὀρνυμένας πόλει ἠνύσατ᾽ ἐκτοπίαν φλόγα πήματος ἔλθετε καὶ νῦν.

Semäntica del Griego Antiguo

131

«Si alguna vez en antes, en defensa contra la desgracia que se alzaba para la ciudad, pusisteis forastera la llama del dolor,

venid tambien ahora». OT. 168-9 (Canta el Coro): *Q πόποι, ἀνάριθμα γὰρ φέρω πήματα. «Porque, jay!, soporto innumerables dolores». OT. 1230-31 (Palabras del mensajero sobre la situación de los Labdäcidas): τῶν δὲ πημονῶν μάλιστα λυποῦσ᾽ αἱ φανοῦσ᾽ αὐθίρετοι. «De los dolores mäs afligen los que se muestran autoelegidos». EI. 257-60 (Palabras de Electra al Coro):

πῶς

γὰρ ἥτις εὐγενὴς

πατρῷ᾽

δρῶσα

πήματ᾽,

γυνή,

οὐ

δρῴη

τάδ᾽

ἄν...

«Pues, ¿cómo cualquier mujer bien nacida, viendo los dolores paternos, no haría eso...?».

OC. 1196 (Palabras de Antígona a su padre): πατρῷα καὶ μητρῷα πήμαθ᾽ ἅπαθης. «dolores paternos y maternos que sufriste». EI. 875-6 (Pregunta Electra a su hermana Crisötemis): Πόθεν δ᾽ Av εὕροις τῶν ἐμῶν σὺ πημάτων ἄρηξιν... «¿De dónde encontrarías tú alivio a mis dolores?». El 938-9 (Palabras de Electra a su hermana Crisótemis): ἐὰν

τῆς

νῦν



παρούσης

μοι

πίθῃ,

πημονῆς

λύσεις

βάρος.

«Pero si me obedeces, del dolor ahora presente la molestia soltarás».

3) Dolor general. Tres son los pasajes que incluimos en este aspecto: Tr. 129-31 (Canta el Coro):

132

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

ἀλλ᾽ ἐπὶ πῆμα καὶ χαρὰ πᾶσι κυκλοῦσιν, οἷον "Αρκτου στροφάδες κέλευθοι. «Pero dolor y alegria para todos alternan, como los senderos circulares de la Osa».

OT. 1319-20 (Palabras del Coro a Edipo): Kal θαῦμά y” οὐδὲν ἐν τοσοῖσδε διπλᾶ

σε

πενθεῖν

καὶ

διπλᾶ

πήμασιν

φέρειν

κακά.

«No es de maravillar que, en dolores tamaños,

dobles males duelas y dobles males soportes». Ph. 504-6 (Palabras de Filoctetes a Neoptólemo): Χρὴ δ᾽ ἐκτὸς ὄντα τημάτων τὰ δείν᾽

ὁρᾶν,

xdtav τις εὖ (ζῇ, τηνικαῦτα τὸν βίον σκοπεῖν μάλιστα μὴ διαφθαρεὶς λάθῃ.

«Y es necesario que quien esté fuera de sufrimiento vea lo terrible y cuando uno viva feliz, entonces más vigile la vida,

para que no se vea destruido sin darse cuenta». c) Ejemplos pertenecientes a la primera dimensión. Cinco ejemplos incluimos dentro de esta categoría: Ant. 594-5 (Canta el Coro):

'Apxata τὰ Λαβδακιδᾶν οἴκων ὁρῶμαι πήματα φθιτῶν ἐπὶ πήμασι πίπτοντ᾽. «Antiguas las penas de la casa de los Labdäcidas veo yo ahora que caen sobre las penas de los muertos». Fr. P. 758:

«ἔστιν» τὸ μεθύειν πημονῆς «La bebida es remedio de la pena».

λυτήριον.

Fr. P. 1126: θνητοὶ

δὲ

πολλοὶ

καρδίᾳ

πλανώμενοι

ἱδρυσάμεσθα τημάτων παραψυχὴν θεῶν ἀγάλματ᾽ ἐκ λύθων ἢ χαλκέων. «Pero muchos mortales, vacilantes en nuestro corazön,

hemos labrado, como consuelo de las penas, imägenes

de dioses de piedra o de bronce».

Fr. P. 592:

Semäntica del Griego Antiguo τὰν

γὰρ

ἀνθρώπου

ποικιλομήτιδες

133 ζόαν

ἅται

πημάτων πάσαις μεταλλάσσουσιν «Pues la vida del hombre las desgracias ladinas que traen penas cambian a todas horas».

ὥραις.

En esta dimensión se incluye también mnuovri donde significa «aflicción».

del Fr. P. 214,

d) Ejemplos pertenecientes a la segunda dimensión. Ésta es la dimensión más apropiada para los significados de estos dos sustantivos en Sófocles, ya que es aquí donde más ejemplos tenemos: Aj. 362-3 (El Coro increpa a Ayante): Εὔφημα

φώνει:

μὴ

κακὸν

κακῷ

διδοὺς

ἄκος, πλέον τὸ πῆμα τῆς ἄτης τίθει. «Habla palabras mejores; dando mal remedio al mal, no hagas mayor la desgracia de tu ruina». Aj. 360 (Palabras de Ayante al Coro): σέ

τοι,

σέ τοι

μόνον

SéSopra

πημονὰν

ἀπαρκέσοντ᾽.

«a ti, a ti solo, sábelo bien, veo apartando la desgracia». Aj. 934-5 (Recuerda el Coro el origen de la desgracia de Ayante: el certamen por las armas de Aquiles): Μέγας ἄρ᾽ Rv ἐκεῖνος ἄρχων χρόνος πημάτων.

«Gran principio de desgracias, ciertamente, fue aquel dia». Aj. 952-3 (El infortunio de Ayante se lo atribuye Tecmesa a Palas Atenea):

Τοιόνδε μέντοι Ζηνὸς ἡ δεινὴ θεὸς Παλλὰς φυτεύει πῆμ᾽ Ὀδυσσέως χάριν. «Tened por cierto que tal desgracia la planta la terrible diosa Palas, hija de Zeus, en favor de Ulises».

Ant. 324-6 (Habla Creonte al guardián): Κόμψευέ νυν τὴν δόξαν: el δὲ ταῦτα μὴ φανεῖτέ μοι τοὺς δρῶντας, ἐξερεῖθ᾽ ὅτι τὰ δειλὰ κέρδη πημονὰς ἐργάζεται.

134

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

«Haz juegos ahora con la opinión, pero si no aparectis

ante mí a los que hicieron eso, podéis decir que las ganancias miserables producen desgracias». Tr. 43-48 (Habla Deyanira en el prólogo, empleando dos veces τῆμα para aludir a una posible desgracia que le pudiera haber ocurrido a Heracles y una vez ττημονή para aludir a su propia

desgracia): Σχεδὸν δ᾽ ἐπίσταμαὶ τι τῆμ᾽ ἔχοντά νιν: χρόνον γὰρ οὐχὶ βαιόν, ἀλλ᾽ ἤδη δέκα μῆνας πρὸς ἄλλοις πέντ᾽ ἀκήρυκτος μένει. Κἄστιν τι δεινὸν πῆμα: τοιαύτην ἐμοὶ δέλτον λιπὼν ἔστειχε, τὴν ἐγὼ θαμὰ θεοῖς ἀρῶμαι τημονῆς ἄτερ λαβεῖν. «Y casi estoy segura de que alguna desgracia tiene aquél. Pues no es poco tiempo, sino diez meses ya, además de otros cinco, que permanece sin mensaje. Y es una terrible desgracia; tal tablilla

habiéndome dejado partió, la cual yo a menudo a los dioses pido haber recibido sin desgracia». Tr. 375-7 (Palabras de Deyanira al conocer la pasión de Heracles por Yola): Οἴμοι τάλαινα, ποῦ ποτ᾽ εἰμὶ πράγματος; τίν᾽ εἰσδέδεγμαι πημονὴν ὑπόστεγον λαθραῖον, ὦ, δύστηνος. «¡Aymé, desgraciada! ¿Dónde del hecho estoy? ¿Qué desgracia oculta bajo mi techo he recibido, ¡ay!, desgraciada?».

Tr. 1189 (Heracles hace jurar a su hijo Hilo): El

δ᾽ ἐκτὸς

ἔλθοις,

πημονὰς

εὔχου

λαβεῖν.

«Y si salieras fuera, pide recibir desgracias».

OC. 738-9 (Habla Creonte rogándole a Edipo que regrese a Tebas): οὕνεχ᾽ ἧκέ μοι γένει τὰ τοῦδε πενθεῖν πήματ᾽ εἰς πλεῖστον πόλεως. «Porque correspondia a mi por linaje más que nadie de la ciudad las desgracias de éste lamentar». OC. 1565-7 (Canta el Coro, refiriéndose a Edipo):

Semäntica del Griego Antiguo

135

Πολλῶν γὰρ Av καὶ μάταν πημάτων ἱκνουμένων πάλιν σφε δαίμων δίκαιος αὔξοι. «Porque alcanzadas muchas desgracias incluso sin razón, de nuevo a él un dios justo eleve». Fr. P. 189.

ὦ πᾶν

σὺ τολμήσασα

κάκιον

ἄλλ᾽

γυναικός,

εἴ

οὐκ τι

ἔστιν τῆμα

καὶ οὐδ᾽

πέρα

γυνή,

ἔσται

γίγνεται

ποτὲ

βροτοῖς.

«jOh tü, mujer, que te atreviste a todo y mäs 4114: ningün otro mal no hay ni habrä alguna vez sino la mujer, si alguna desgracia hay para los mortales». 2.1.8.dvla. Nuestras reflexiones sobre los contextos en los que aparece ἀνία en la obra de Sófocles hacen que incluyamos estos ejemplos dentro del núcleo del campo, la mayoría, y primera dimensión, un ejemplo, como se podrá ver seguidamente: a) Ejemplos pertenecientes al núcleo del campo. apartado distinguimos dos aspectos:

Dentro de este

1) Dolor moral. Dos ejemplos entran aquí: Aj. 972-3 (Tecmesa refiere el dolor que le produce la muerte de Ayante): Alas γὰρ αὐτοῖς οὐκέτ᾽ ἔστιν, ἀλλ᾽ ἐμοὶ λιπὼν ἀνίας καὶ γόους διοίχεται. «Pues Ayante ya no existe para ellos, sino que habiéndome dejado dolores y lamentos, se ha marchado». Aj. 1004-5 (Habla Teucro aludiendo a la muerte de su hermano Ayante): N δυσθέατον ὄμμα καὶ τόλμης πικρᾶς, ὅσας ἀνίας μοι κατασπείρας φθίνεις.

¡Oh cara triste de ver y de audacia amarga, cuántos dolores habiéndome sembrado mueres!». 2) Dolor general. Dos son los ejemplos de ἀνία que incluimos en

este aspecto: Ph. 1113-5 (Filoctetes le desea a Ulises sus mismos sentimientos):

136

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ iSoíuav



νιν,

τὸν τάδε μησάμενον, τὸν ἴσον Χρόνον ἐμὰς λαχόντ᾽ ἀνίας. «Y viera a él, al que estas cosas ha maquinado, durante el mismo tiempo mis sufrimientos alcanzar». Fr. P. 172. Πόθεν

ῦρον

trot’

ἄνθος

ἄλυπον

ὧδ᾽

ἀνίας.

«¿De dónde saqué asi indolora la flor del dolor?». b) Ejemplo perteneciente a la primera ejemplo de:

dimensión.

Se trata del

Aj. 1138 (Amenaza de Menelao a Teucro): Τοῦτ᾽ els ἀνίαν τοὔπος ἔρχεταί τινι. «Esta palabra para aflicción de alguno va».

2.1.9. δύη. Los dos ejemplos de 5ún entran dentro del núcleo, ya que hacen referencia al dolor moral por la muerte de un ser querido:

Aj. 938 (Palabras del Coro al oír la exclamación de Tecmesa, profundamente dolorida por la muerte de su esposo): Χωρεῖ πρὸς ἧπαρ, olda, γενναία Sún. «Te llega hasta el higado, lo sé, el dolor del linaje». Ant. 1310-1 (Palabras desesperadas de Creonte al saber la muerte de su hijo Hemón): Δείλαιος ἐγώ, αἰαῖ, δειλαίᾳ δὲ συγκέκραμαι δύᾳ. «Miserable yo, ay, ay, y en miserable dolor estoy sumido». 2.1.10. κάματος. Incluimos los cuatro ejemplos sofocleos de este sustantivo dentro de la tercera dimensión, ya que significa «fatiga»: OT. 171-4 (Canta el Coro):

Semäntica del Griego Antiguo

137

Οὔτε γὰρ ἔκγονα κλυτᾶς χθονὸς αὔξεται οὔτε τόκοισιν ἰηίων καμάτων ἀνέχουσι γυναῖκες. «Pues πὶ crias de la tierra gloriosa crecen ni, en los partos, las mujeres cesan en las fatigas acompañadas de gritos de ie». ΕἸ 128-9 (Electra saluda la llegada del Coro): 72

yevébla

ἥκετ᾽

ἐμῶν

γενναίων,

καμάτων

παραμύθιον.

«¡Oh raza de gentes de buena raza; llegáis como consuelo de mis fatigas». El 231-2 (Palabras de Electra al Coro): Οὐδέ ποτ᾽ ἐκ καμάτων ἀποπαύσομαι

ἀνάριθμος

ὧδε

θρήνων.

«Ni nunca me liberaré de mis fatigas, yo, innumerable hasta tal punto de lamentos».

OC. 1229-32 (Canta el Coro):

Ὡς

εὖτ᾽

ἂν

τὸ

νέον

παρῇ

κούφας ἀφροσύνας φέρον, τίς πλάγχθη πολύμοχθος ἔEw;

τίς

οὐ

καμάτων

ἔνι;

«Porque cuando la juventud pasa, las ligeras locuras habiéndose llevado, ¿quién muy afligido anda errante fuera? ¿Qué fatiga no existe?». 2.1.11. πόνος.

Tlóvos no es solamente el sustantivo que mayor representación tiene en el campo léxico de los sustantivos de «dolor» en la obra de nuestro autor, sino también el único que tiene ejemplos en todas las categorías y aspectos que venimos distinguiendo a lo largo del presente trabajo. Por otra parte, es también el sustantivo que más ejemplos deja fuera de nuestro campo, al significar algo que no podemos incluir en ninguna de las categorías reseñadas. La repartición de los pasajes

de πόνος queda establecida como sigue: a) Ejemplos excluidos del campo. Dada la abundancia de pasajes que entran en este apartado, sólo citamos los lugares y significados excluidos:

138

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

trabajo : Aj. 1112 (se refiere a los partidarios de Menelao); Ant. 780 (Creonte le dice a Antigona que es trabajo inútil honrar las cosas del Hades); Ant. 907 (el trabajo de Antigona de enterrar a su her-

mano); E/ 945 (palabras de Electra de carácter gnómico para decir que sin trabajo nada sale bien); Tr. 170, 356, 825 (los trabajos de Heracles); El. 1145 (el trabajo de Electra de cuidar a su hermano Orestes); Ph. 1419 (los trabajos de Heracles); también se incluye

aquí el Fr. Carden, p. 73; labor: Ant 414 (la labor del guardián vigilando el cadáver de Polini-

ces); tarea: Aj. 24 (la tarea de Ulises siguiendo las huellas de Ayante); acción : OT. 315 (frase gnómica: ayudar a alguien con lo que se puede es la más hermosa de las acciones); Ph. 864 (también una gnome: la mejor acción es la menos temible); lucha: Tr. 21 (la lucha de Heracles con Aqueloo para salvar a Deyani-

ra); campaña : Ph. 248 (se refiere a la guerra de Troya); heridas: Aj. 1306 (las heridas de Ayante). Fuera del campo quedan también todos los ejemplos que encontramos en los Fragmentos: Fr. P. 221, 19; P. 314, 205; P. 314, 217; P.

374 (bis); P. 397; P. 1120, 7; P. 314,71. b) Ejemplos pertenecientes al núcleo del campo. En esta categoría hemos de distinguir los tres aspectos del dolor, como venimos haciendo con los demás sustantivos: 1) Dolor físico. Sólo un ejemplo incluimos aquí: OT. 694 (Canta el Coro refiriéndose a los sufrimientos de Tebas): ἐμὰν γᾶν φίλαν ἐν πόνοις ἁλοῦσαν.

«a mi tierra en sufrimientos cogida». 2) Dolor moral. Los ejemplos que entran en este aspecto son los siguientes: Ant. 1276 (Exclamación de Creonte después del suicidio de su hijo Hemón): Φεῦ, φεῦ, ἰὼ πόνοι βροτῶν δύσπονοι. «¡Pheú, pheú, ió dolores penosos de los mortales!».

Semántica del Griego Antiguo

139

OT. 183-5 (Canta el Coro aludiendo a los sufrimientos de las mujeres tebanas por la muerte de sus hijos, víctimas de la peste): Ἐν δ᾽ ἄλοχοι modal τ᾽ ἔπι ματέρες ἀκτὰν παρὰ βώμιον ἄλλοθεν ἄλλαι λυγρῶν πόνων ἱκετῆρες ἐπιστενάχουσι. «Allá las esposas y también las madres encanecidas, junto a la ribera del altar, unas de un lado, otras del otro, suplicantes gimen por sus tristes sufrimientos». 3) Dolor general. Entran aquí los siguientes ejemplos: Aj. 925-9 (El Coro canta el destino de Ayante): Ἔμελλες, τάλας, ἔμελλες χρόνῳ στερεόφρων ἄρ᾽ ἐξανύσσειν κακὰν μοῖραν ἀπειρεσίων πόνων. «Tenias, desgraciado, tenias con el tiempo que poner fin testarudo al funesto destino de sufrimientos sin límites». Aj. 1006-7 (Teucro lamenta no haber podido socorrer a su hermano): Tlot γὰρ μολεῖν μοι δυνατόν, els ποίους βροτούς, τοῖς σοῖς ἀρήξαντ᾽ ἐν πόνοισι μηδαμοῦ; «Pues, ¿a dónde me es posible ir, hacia qué clase de mortales, no habiéndote ayudado en medio de tus sufrimientos en nada?». El 1354-6 (Palabras de Electra al pedagogo):



φίλτατον

᾿Αγαμέμνονος, ὃς τόνδε κἄμ᾽

φῶς,



μόνος

πῶς ἦλθες; ἔσωσας ἐκ

σωτὴρ

δόμων

F σὺ κεῖνος εἴ πολλῶν πόνων;

«Oh, la más querida luz, oh, tú el único salvador de la casa

de Agamenón, ¿cómo viniste? ¿Acaso eres tú aquel que a éste y a mi salvaste de muchas penalidades?». Ph. 507-9 (Canta el Coro): πολλῶν

ἔλε-

ἔεν δυσοίστων πόνων GO’, ὅσσα μηδεὶς τῶν ἐμῶν τύχοι φίλων. «De pruebas de muchos insoportables sufrimientos habló, que ojalá ninguno de los míos alcance».

.

Ph. 759-60 (Neoptólemo compadece a Filoctetes): Ἰὼ ἰὼ δύστηνε σύ, δύστηνε δῆτα διὰ πόνων μάντων φανείς.

140

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ «Ió, i6, infeliz tú, infeliz en verdad,

habiéndote mostrado con todos los sufrimientos». Ph. 1421-2 (Palabras de Heracles refiriéndose a Filoctetes): Kal σοί, σάφ᾽ ἴσθι, τοῦτ᾽ ὀφείλεται παθεῖν, ἐκ τῶν πόνων τῶνδ᾽ εὐκλεᾶ θέσθαι βίον. «También a ti, sábelo bien, esto está destinado sufrir,

para alcanzar gloriosa vida de estos sufrimientos». OC. 383-4 (Ismena no sabe cuándo los dioses se apiadarán de los sufrimientos de su padre): Τοὺς δὲ σοὺς ὅποι θεοὶ πόνους κατοικτιοῦσιν οὐκ ἔχω μαθεῖν. «Pero cuändo los dioses compadecerán tus sufrimientos, no puedo saber». c) Ejemplos pertenecientes a la primera dimensión. ejemplos que se pueden incluir en esta categoría:

Dos son los

Tr. 29-30 (Deyanira refiere las angustias y pesares que le sobrevienen): Νύξ γὰρ εἰσάγει καὶ νὺξ ἀπωθεῖ διαδεδεγμένη πόνον. «Pues una noche me trae pesar y otra noche, a su vez, lo aleja». OC. 229-32 (Palabras del Coro a Edipo): ταις να

ἀπάτα ἑτέραις πόνον,

οὐ

δ᾽ ἀπάἑτέρα παραβαλλομέχάριν,

ἀντίδωσιν

ἔ-

χειν. «Un engaño, que rivaliza con otros engaños, trae a cambio tener pesar, no alegría». d) Ejemplos pertenecientes a la segunda dimensión. Al concepto del español «desgracia» se refieren los ejemplos siguientes: OC. 457-60 (Habla Edipo):

ἐὰν

γὰρ

ὑμεῖς,

ὦ ξένοι,

OéAnTÉ

σὺν ταῖσδε ταῖς σεμναῖσι ἀλκὴν ποεῖσθαι, τῇδε μὲν σωτῆρ᾽

ἀρεῖσθε,

τοῖς

δ᾽

μουν

δημούχοις θεαῖς πόλει μέγαν

ἐμοῖς

ἐχθροῖς

πόνους.

Semántica del Griego Antiguo

141

«Porque, si vosotros, oh extranjeros, queréis,

con estas venerables diosas protectoras del país, mi defensa hacer, para esta ciudad gran salvador

alzaréis y desgracias para mis enemigos». OC. 1357-9 (Edipo le reprocha a su hijo Polinices que le expulsaran de Tebas):

κἄθηκας ἃς

νῦν

ταὐτῷ

ἄπολιν δακρύεις βεβηκὼς

καὶ

στολὰς

εἰσορῶν, τυγχάνεις

ταύτας ὅτ᾽

φορεῖν,

ἐν

πόνῳ

κακῶν

ἐμοί.

«...le dejaste sin ciudad y le hiciste llevar estos vestidos, que ahora lloras al verlos, cuando en la misma desgracia de males que yo te encuentras». e) Ejemplos pertenecientes a la tercera dimensión. Es aquí donde mayor número de ejemplos de πόνος tiene su lugar más apropiado: Aj. 866 (Palabras del semicoro A buscando a su jefe Ayante): Tlóvos

πόνῳ

πόνον

φέρει.

«La fatiga a la fatiga fatiga lleva». Aj. 876 (Palabras del semicoro B): Tlóvov ye πλῆθος, κοὐδὲν

els

ὄψιν

πλέον.

«De fatiga, al menos, cantidad, y nada más ante la vista».

Aj. 887-9 (Canta el Coro): σχέτλια γὰρ ἐμέ γε τὸν μακρῶν ἀλάταν πόνων οὐρίῳ μὴ πελάσαι δρόμῳ. «Pues es una desgracia que yo, vagabundo de largas fatigas, no me acerque en favorable carrera». Aj. 1197 (Exclamación del Coro): Ὃ πόνοι πρόγονοι πόνων.

«jAy, fatigas que engendran fatigas». Ant. 645-7 (Palabras de Creonte a Hemón): Ὅστις

δ᾽

ἀνωφέλητα

φιτεύει

τέκνα,

τί τόνδ᾽ ἂν εἴποις ἄλλο πλὴν αὑτῷ πόνους φῦσαι, πολὺν δὲ τοῖσιν ἐχθροῖσιν γέλων;

142

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

«Y quien hijos inútiles engendra, ¿qué otra cosa dirías que esto es excepto para sí mismo fatigas y mucha risa para los enemigos?». OT. 1205-6 (Canta el Coro): τίς ἄταις ἀγρίαις, τίς ξύνοικος ἀλλαγᾷ βίου;

ἐν

πόνοις

«¿Quién inquilino de desgracias salvajes, quién de fatigas, por un cambio de la vida?». Ph. 887-8 (Neoptólemo dice a Filoctetes que sacarle de la isla no supone molestia): TOD

πόνου

γὰρ

οὐκ

ὄκνος,

ἐπείπερ οὕτω σοί τ᾽ ἔδοξ᾽ ἐμοί «Pues de esta molestia no hay temor, si a ti y a mí pareció bien obrar así».

τε

δρᾶν.

Ph. 891-2 (Insiste Filoctetes en que su presencia supone mucha molestia): οὑτὴ νηὶ γὰρ ἅλις

πόνος

τούτοισι

συνναίειν

ἐμοί.

«Pues en la nave bastante molestia para éstos es cohabitar conmigo». Ph. 637-8 (Palabras de Filoctetes a Neoptólemo): Ἴωμεν: ἥ τοι καίριος σπουδή, πόνου λήξαντος, ὕπνον κἀνάπαυλαν ἤγαγεν. «Vayamos: la prisa oportuna, ten por cierto, cesada la fatiga, sueño y reposo trae». OC. 508-9 (Habla Ismena a su hermana Antigona): TOS

τεκοῦσ

οὐδ᾽

εἰ

γὰρ

πονεῖ

τις,

δεῖ

πόνου

μνήμην

ἔχειν.

«Pues si uno por los padres trabaja, no hay que acordarse de la fatiga». OC. 1673-4 (Antigona refiere las fatigas pasadas por los cuidados prodigados a su padre):



τινι

τὸν

πολὺν

ἄλλοτε

μὲν

πόνον

ἔμπεδον

εἴχομεν.

* «Por el cual mucha fatiga incesante en otro tiempo tuvimos».

Semäntica del Griego Antiguo

143

2.2. Lexemas ocasionales primarios. 2.2.1. ἄτη. Sobre la evoluciön semäntica de este sustantivo pueden citarse las siguientes palabras de Mazon: «Le mot ἄτη, qui signifie chez Homére delire, aveuglement d'esprit, est pris ici dans l’acception plus générale

de malheur, qui devient fréquente ἃ partir de Sophocle»'?. La lista completa de los ejemplos de este sustantivo en Sófocles la tenemos en el léxico de Ellendt. Como se puede apreciar en esta obra, la palabra cubre una serie de conceptos como los de «castigo», «ceguera», «infortunio», «desgracia», etc. Evidentemente, los ejemplos que pudieran incluirse dentro de nuestro campo serian precisamente los que corresponden a los dos señalados en último lugar, lo que supone formar parte de la segunda dimensión. Estos ejemplos serían los siguientes:

Aj. 123, 195, 642, 848, 909, 976, 1189. Ant. 4, 185, 533, 584, 614, 624, 625, 862, 1097, 1260. Tr. 851, 1001, 1082, 1104, 1274. OT. 165, 1205. El 215, 224, 235 (bis), 936, 1002, 1298. Ph. 705. OC. 202, 526, 531, 1244, Fr. P. 724, 3; 592, 5; 221, 16. Para el resto de los ejemplos remitimos al léxico de Ellendt. 2.2.2. Bápos. Este sustantivo aparece las más de las veces en sentido figurado, significando «pesadumbre», «angustia», «pesar», «preocupación», «molestia», lo que supondría figurar en nuestro campo en la primera y tercera dimensión. La primera dimensión creemos encontrarla en los siguientes ejemplos: Aj. 209 (locura de Ayante). Ant. 1256 (gnome); Ant. 1273 (dicho de Creonte).

Tr. 982 (dicho de Hilo).

OC. 1142 (dicho de Teseo) 409 (referido a los cadmeos). La tercera dimensión la tenemos en Tr. 325 (referido a Yola) y El 939 (referido a Crisótemis).

2p

Mazon, en A. Dain, Sophocle, tomo II, Paris, 1965, p. 51.

144

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

En su sentido propio de «peso» (= «carga») lo encontramos en El 1140, así como en el Fr. P. 945, 3.

2.2.3. βλάβη. Aparece

en Sófocles normalmente

con el significado

propio de

«daño», «ruina», en sentido físico o moral, pero en Ph. 1318 creemos

que su significado es «mal», «desgracia», lo que supone entrar en la segunda dimensión : Ph. 1318-9 (Habla Neoptólemo): ὅσοι δ᾽ ἑκουσίοισιν ἔγκεινται ὥσπερ

βλάβαις,

σύ...

«Pero cuantos se encuentran en desgracias voluntarias como tü...». 2.2.4. δαίμων.

Este lexema puede tener el sentido de «desgracia» o «infortunio» (segunda dimensión) en Tr. 1025 (referido a Heracles), en O7. .1194 (referido a Edipo), OC. 1337 (dicho de Polinices y Edipo) y Fr. P.

653. 2.2.5. δανοτής. Aparece en el Fr. P. 369 con el sentido de «miseria» (segunda dimensión), aunque otros lo traducen por «combate» (cf. μόχθος en 2.1.3.). 2.2.6. δεινόν.

Como

adjetivo es de uso muy

frecuente en Söfocles con el sig-

nificado de «asombroso», «terrible», «extraordinario», etc. Empleado

como sustantivo creemos que en cinco ocasiones adquiere el sentido de «desgracia» (segunda dimensión): El 221 (Habla Electra): Aeceıvois ἠναγκάσθην,

δεινοῖς.

«Por mis desgracias fui obligada, por mis desgracias». ΕἸ 223-5 (Palabras de Electra): ᾿Αλλ᾽ ἐν γὰρ δεινοῖς οὐ σχήσω ταύτας ἄτας, ὄφρα με βίος ἔχῃ.

Semántica del Griego Antiguo

145

«Pero en las desgracias no detendré estos males, mientras me tenga la vida».

El 766-7 (Pregunta de Clitemestra): πότερον εὐτυχῆ λέγω N δεινὰ μέν, κέρδη δέ; «¿Acaso diré que fortuna o desgracia, a la vez que ventaja)». Fr. P. 196:

πῶς

οὖν

μάχωμαι

θνητὸς

dv

θεία

TÓÚxD

ὅπου τὸ δεινὸν ἐλπὶς οὐδὲν ὠφελεῖ. «¿Cómo luchar, siendo mortal, contra la suerte enviada por un dios, cuando en nada me ayuda la esperanza en la desgracia)». 2.2.7. ἕλκος. Empleado metafóricamente tenemos tres ejemplos en Sófocles que se pueden incluir en la temática del dolor. En PA. 650 alude al «dolor» físico de Filoctetes, lo que supone formar parte del núcleo: Ph. 649-50 (Habla Filoctetes):

Φύλλον κοιμῶ

TÍ τόδ᾽

μοι

πάρεστιν



μάλιστ᾽

del

ἕλκος.

«Una planta tengo con la que sobre todo suelo calmarme este dolor». Con el sentido de «pena» (primera dimensiön) aparece en el Fr. P. 614. El tercer ejemplo lo tenemos en Ant. 652, donde creemos que significa «desgracia» (segunda dimensión): Ant. 651-2 (Habla Creonte): TÍ γὰρ γένοιτ᾽ Av ἕλκος μεῖζον ἢ φίλος κακός; «Pues, ¿qué resultaría mayor desgracia que un mal amigo?». 2.2.8. κακόν - κακότης. La forma neutra del adjetivo κακός en su empleo como sustanti-

vo significa en su mayor parte «desgracia», «mal», «infortunio», lo que supone entrar en la segunda de las dimensiones del dolor. Con este significado creemos encontrarlo en los siguientes lugares y aplicado a las siguientes personas y hechos:

146

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

Ayante: Aj. 272, 282, 326, 332, 386, 532, 961, 429, 431, 433. Hijo de Ayante: Aj. 553.

Ulises: Ay. 380. Tecmesa: Ay. 512, 788, 277.

Teucro: Aj. 1003. Coro: Ay. 1042, 1118; OT. 218. Menelao: Aj. 1151. Edipo: Ant. 2; OT. 329, 367, 413, 424, 636, 666 (bis), 1031, 1180, 1272 (bis), 1280, 1281, 1284, 1286, 1318, 1320, 1365 (bis), 1396, 1414, 1457, 1467, 1496, 1507; OC. 87, 496, 511, 536, 595 (bis), 744, 765, 982, 997, 1448. Creonte: Ant 1076, 1280, 1281, 1295; OT. 636; OC. 796; OT. 123, 640, 666 (bis).

1033, 1330, 344, 127,

Yocasta: OT. 1075, 1280.

Guardiän: Ant. 240. Eurídice: Ant. 1187, 1191.

Electra: El 142, 217, 351, 374, 382, 430, 599, 803, 880, 987, 1040, 1056, 1117, 1188, 1196, 1250, 1286, 1489. Clitemestra: El 768. Crisótemis: El. 335, 937, 1003.

Antigona: Ant. 6, 463, 472, 540, 927; OC. 1697. Ismena: OC. 1445.

Deyanira: Tr. 152, 729. Yola: Tr. 330.

Orestes: El 1201, 751, 1185. Filoctetes: Ph. 168, 251, 278, 313, 471, 538, 741, 742, 767, 786, 820, 877, 919, 999, 1022, 1046, 1139, 1266, 1387, 1426. Neoptólemo: Ph. 806. Polinices: OC. 1254; Ant. 10; OC. 365, 1359. Etéocles: OC. 365. Hilo: Tr. 992. Tebas: OC. 786. Pelópidas: El. 1498. Muerte de Orestes: El 763. Heracles: 7r. 667, 797, 871, 1046, 1074, 1209, 1255. En frases gnómicas: Aj. 264, 268, 474, 486, 1078; Ant. 437, 438, 582, 672, 1243, 1326, 1327; OT. 1390, 1431; El 308; Ph. 641; OC. 592, 1238, 1722; Fr. P. 77; P. 79; P. 88, 12; P. 107; P. 149; P. 222; P. 259; P. 409; P. 661; P. 680, 2; P. 682; P. 724, 37; P. 837, 4; P. 924; P. 928; P. 946; P. 949; P. 952. El mismo significado tenemos también en los siguientes fragmen-

tos: Fr. P. 581, 1; P. 575, 6; P. 965; P. 526; P. 649, 42; P. 932, 2. Para el resto de los ejemplos remitimos al Léxico de Ellendt. El sustantivo κακότης

con el significado de «desgracia», lo tene-

mos en El 236 (se pregunta Electra):

Semäntica de] Griego Antiguo

147

καὶ τί μέτρον κακότατος ἔφυ; «¿Y qué medida de la desgracia fue?». En OC. 521 el significado es de «crimen».

2.2.9. κήρ. En un par de ocasiones (OT. 472 y Tr. 133) designa a las diosas de la venganza o Parcas, otras veces significa «suerte» (como en Tr. 454), pero en dos ocasiones tiene el sentido de «desgracia» (segunda dimensión): Ph. 41-2 (Habla Ulises de Filoctetes): νοσῶν ἀνὴρ κῶλον παλαιᾷ κηρί. «Enfermo de su pie el hombre por su antigua desgracia». Ph. 1166 (Palabras del Coro a Filoctetes): κῆρα τάνδ᾽ ἀποφεύγειν. «Rehuir esta desgracia». 2.2.10. κόπος. En Söfocles aparece este sustantivo en tres ocasiones, en una de ellas con el sentido de «fatiga» (tercera dimensión): Ph. 880 (Habla Filoctetes): ἡνίκ᾽ ἂν κόπος μ᾽ ἀπαλλάξῃ ποτέ. «Cuando la fatiga me deje alguna vez». Con otros sentidos aparece en Fr. P. 210, 54 y P. 479, 3. 2.2.11. κῦμα.

Con el sentido metafórico de «ola de desgracias» lo encontramos en Aj. 351, lo que supone formar parte de la segunda dimensión: Aj. 351-2 (Habla Ayante):

ἴδεσθέ

μ᾽ οἷον

ἄρτι

κῦμα

φοινίας

ὑπὸ

ζάλης

ἀμφίδρομον κυκλεῖται. «Mirad qué ola de desgracias desde hace poco gira en torno mio, impulsada por sangrienta tempestad».

2.2.12. λώβη.

148

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

Con el sentido de «desgracia» (segunda dimensión) lo encontramos en una ocasión: El 864 (Palabras del Coro): ΓΑσκοπος á Aa.

«Inconcebible desgracia». 2.2.13. μέριμνα -μερίμνημα. Con el significado de «inquietud», «angustia», y formando parte, en consecuencia, de la primera dimensión del campo encontramos el sustantivo μέριμνα en dos ocasiones: Ant. 857 (Responde Antigona al Coro): Ἔψαυσας

vas

áryeivoráTas

πατρὸς

ἐμοὶ

τριπόλιστον

peplu-

οἶκτον.

«Me tocaste la mäs dolorosa inquietud: lamento tres veces arado de mi padre». OT. 728 (Pregunta de Yocasta a Edipo): ποίας

μερίμνης

TODO”

ὑποστραφεὶς

λέγεις;

«¿A causa de qué inquietud dices esto y miras hacia atrás)». Con distinto sentido aparece también en OT. 1460, donde significa

«cuidado», en el sentido de encargarse de la educación o vigilancia de los hijos de Edipo: παίδων δὲ τῶν μὲν ἀρσένων μή μοι, προσθῇ μέριμναν. «De mis hijos varones, Creonte, no te cuides».

Κρέων,

Otro sustantivo de la misma familia es μερίμνημα con el significado de «inquietud», «angustia», lo que supondria entrar también en la primera dimensión; lo tenemos en Ph. 187 (cf. ὀδύνῃ, en 2.1.6.). 2.2.14. μοῖρα.

En un ejemplo (Ay. 516) el sustantivo μοῖρα significa «desgracia» (segunda dimensión): Αἱ 516-7 (Habla Tecmesa): «al μητέρ᾽ ἄλλη μοῖρα

τὸν

φύσαντά

TE

καθεῖλεν.

«Y otra desgracia ἃ mi madre y a mi padre derribö».

Semäntica de] Griego Antiguo

149

2.2.15. νόσος -νόσημα.

El sustantivo νόσος significa en la mayoria de los ejemplos sofocleos «enfermedad», pero en seis pasajes encontramos una evoluciön al significado de «mal», «desgracia», «dolor», «dolencia», lo cual su-

pondría formar parte del núcleo, en su aspecto del dolor físico (Tr. 1084 y Fr. P. 197) y dolor moral(OC. 544 bis), así como en la segunda dimensión (Tr. 491 y 853). Estos ejemplos son los siguientes: Tr. 1084 (Palabras de Heracles): ἡ τάλαινα SiáBopos νόσος. «La desdichada dolencia devoradora».

OC. 544 (Palabras de Edipo sobre sí mismo): Tara, δευτέραν ἔπαισας, ἐπὶ νόσῳ

νόσον.

«iPapai, dos veces me heriste, dolor sobre dolor!».

Tr. 491-2 (Palabras de Deyanira): κοὔτοι νόσον γ᾽ ἐπακτὸν

ἐξαρούμεθα

θεοῖσι δυσμαχοῦντες. «Y no buscaremos un mal voluntariamente

por luchar en desventaja contra los dioses». Tr. 853 (Canta el Coro):

κέχυται νόσος. «Un mal se ha extendido». Fr. P. 197:

ἄπελθε:

κινεῖς

ὕπνον

ἰατρὸν

νόσου.

«Vete. Ahuyentas el sueño, sanador de su dolencia».

Para el resto de los ejemplos de νόσος en su sentido propio cf. la lista en el léxico de Ellendt. El sustantivo νόσημα en OT. 1293 también podría entrar en la

segunda dimensión de nuestro campo, donde significa «desgracia» (palabras del mensajero sobre Edipo): τὸ γὰρ νόσημα μεῖζον ἢ φέρειν. «Su desgracia es mayor de lo que puede soportar».

En los demás ejemplos sofocleos significa «enfermedad», al igual que νοσηλεία.

2.2.16. νύξ.

150

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

En una ocasión creemos que se emplea metafóricamente en el sentido de «desgracia» (segunda dimensión): OC. 1683-4 (Habla Antigona): νῷν δ᾽ ὀλεθρία νὺξ ἐπ᾽ ὄμμασιν βέβακε. «A nosotras una funesta desgracia nos ha caido sobre los ojos». 2.2.17. ὄγκος.

El sustantivo ὄγκος en Sófocles puede significar «peso» (El 1142), «cosa noble», «orgullo» (Aj 129, Tr. 817 y OC. 1162) y «fatiga», lo que supone entrar en la tercera dimensión. Con este sentido sólo aparece en una ocasión: OC. 1341 (Palabras de Polinices): βραχεῖ σὺν ὄγκῳ καὶ χρόνῳ διασκεδῶ. «Con breve fatiga y tiempo le dispersaré». 2.2.18. ὀδαγμός. Este sustantivo de la familia de Sáxvw aparece en Sófocles en sentido metafórico, significando «comezón», referido al dolor físico (núcleo) de Heracles: Tr. 769-70 (Habla Hilo sobre Heracles):

ἦλθε

δ᾽ ὀστέων

ὀδαγμὸς

ἀντίσπαστος.

«Y le entró hasta los huesos una comezón convulsiva».

2.2.19. olatpos - οἵστρημα. Estos dos lexemas, al ser empleados metafóricamente, pueden en-

trar en el campo del dolor. Asi, οἵστρος se refiere en Tr. 1254 al dolor penetrante que le causan las heridas a Heracles y significa «punzada».. El ejemplo forma parte, pues, del núcleo, en su aspecto del dolor físico» Tr. 1253-4 (Habla Heracles):

πρὶν

ἐμπεσεῖν

σπαραγμὸν

ἥ τιν᾽ olotpov. |

«Antes de que me acometa un espasmo o una punzada».

Semántica del Griego Antiguo

151

Este mismo sentido, y también dentro del dolor físico, lo encontramos en el lexema οἴστρημα, que aparece en OT. 1358 referido a los dolores de Edipo:

OT. 1317-8 (Habla Edipo): οἷον

εἰσέδυ

y” ἅμα

κέντρων τε τῶνδ᾽ οἴστρημα καὶ μνήμη κακῶν. «¡Cómo me penetra a la par la punzada de mis heridas y el recuerdo de mis males!». 2.2.20. ὄλεθρος.

De este lexema tenemos dos ejemplos con el significado de «desgracia», lo que supone formar parte de la segunda dimensión: OT. 1341 (Palabras de Edipo al Coro):

árráyer”,

ὦ φίλοι,

τὸν

ὄλεθρον

μέγαν.

«Apartad, amigos, la gran desgracia».

Fr. P. 352: καλὸν μὲν οὐκ ἔστι τὰ ψευδῆ λέγειν: ὅτῳ δ᾽ ὄλεθρον δεινὸν ἀλήθει᾽ ἄγει, συγγνωστὸν εἰπεῖν ἐστι καὶ τὸ μὴ καλόν. «No es digno decir mentiras; pero si la verdad trae consigo gran desgracia, es perdonable decir incluso lo que no es digno». 2.2.21. πέλαγος. En dos ocasiones se emplea metafóricamente en el sentido de «mar de desgracias» (segunda dimensión): OC. 662-3 (Habla Teseo): φανήσεται μακρὸν τὸ δεῦρο πέλαγος «Les parecerä

οὐδὲ

πλώσιμον

en el sitio un gran mar de desgracias no navegable». OC. 1746 (Habla el Coro de Antígona e Ismena): μέγ᾽ ἄρα πέλαγος ἐλαχέτην τι. «Un gran mar de desgracias alcanzasteis».

152

Marcos MARTINEZ HERNÁNDEZ

2.2.22. πληγή. De su sentido propio de «golpe», «herida», se pasa al empleo metafórico de «desgracia» (segunda dimensión), como lo encontramos en

los siguientes lugares: Aj. 137 (Habla el Coro): σὲ δ᾽ ὅταν πληγὴ Διὸς... ἐπιβῇ. «Pero cuando te viene encima la desgracia procedente de Zeus...». Aj. 278-9 (Palabras del Coro): δέδοικα μὴ 'k θεοῦ πληγή τις ko. «Temo venga una desgracia enviada por el dios». Ant. 1350-2 (Habla el Coro): μεγάλοι δὲ λόγοι μεγάλας πληγὰς τῶν ὑπεραύχων ἀποστείσαντες. «las palabras desmesuradas de los orgullosos con desmesuradas desgracias pagan». Fr. P. 961:

θεοῦ δὲ πληγὴν οὐκ ὑπερτηδᾷ βροτός. «No hay mortal que esquive de un salto la desgracia de un dios». 2.2.23. πόθος.

Del valor de πόθος «deseo», «amor», «nostalgia», se pasa al significado de «pena» o «pesar», lo que supone entrar también en la prrmera dimensión del campo. Con este valor creemos encontrarlo en dos ocasiones: OT. 969-70 (Habla Edipo de su padre): εἴ τι μὴ τὠμῷ πόθῳ κατέφθιθ᾽. «Si no ha muerto de pesar por mi ausencia». OC. 419 (Habla Edipo de sus hijos): τοὐμοῦ πόθου προὔθεντο τὴν τυραννίδας; «¿Anteponen la realeza a la pena por mid». 2.2.24. πότμος. Un ejemplo de este lexema, al significar «desgracia», se puede añadir a la segunda dimensión :

Semántica del Griego Antiguo

153

Ant. 1345-6 (Palabras de Creonte): τὰ δ᾽ ἐπὶ κρατί μοι πότμος δυσκόμιστος εἰσήλατο. «Y sobre mi cabeza se precipitó una desgracia insoportable». 2.2.25. τύχη. El grupo de palabras de la raíz de τυγχάνω relacionado con la «suerte» o «destino» tiene dos vertientes opuestas. Por un lado están los compuestos con εὖ (εὐτυχής, εὐτυχέω, εὐτύχεια y εὖTUXGS), que pertenecen al campo opuesto al dolor, mientras que por el otro tenemos los compuestos con δυσ- (δυστυχής y δυστυχέω), que se incluyen en los campos adjetivo y verbal, respectivamente. Al campo nominal pertenecen unos cuantos ejemplos de τύχῃ en los que su significado es «desgracia» o «calamidad», lo que supone formar parte de la segunda dimensión. Estos ejemplos serían: Αἱ 283 (El Coro quiere conocer las desgracias de Tecmesa): δήλωσον ἡμῖν τοῖς ξυναλγοῦσιν τύχας. «Muéstranos las desgracias a nosotros que compartimos el dolor». Aj. 323-4 (Habla Tecmesa sobre Ayante): Νῦν δ᾽ ἐν τοιᾷδε κείμενος κακῇ ἄσιτος ἁνήρ. «Y ahora en tal funesta desgracia yace el héroe sin comer».

τύχῃ

Aj. 980 (Exclamación de Teucro):

Οἴμοι

βαρείας

ἄρα τῆς ἐμῆς τύχης.

«¡Aymé! jPenosa desgracia entonces la mía!». OT. 1036 (Palabras del mensajero a Edipo):

Ὥστ᾽

ὠνομάσθης

ἐκ

τύχης

ταύτης

ds

el.

«Como que por tal desgracia recibiste el nombre que llevas». Ph. 1096-7 (Canta el Coro sobre Filoctetes): οὐκ ἄλλοθεν ἁ τύχα ἅδ᾽ ἀπὸ μείζονος. «No de otro te viene esta desgracia, de algo más fuerte». Ph. 1316-7 (Sentencia en boca de Neoptolemo): ᾿Ανθρώποισι τὰς μὲν ἐκ θεῶν τύχας δοθείσας ἔστ᾽ ἀναγκαῖον φέρειν.

154

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

«Es forzoso a los hombres soportar las desgracias donadas por los dioses». 2.2.26. φροντίς.

Este sustantivo significa «inquietud» (primera dimensión) en un ejemplo, mientras que en los restantes quince casos tiene otros significados. El ejemplo es el siguiente: Tr. 149 (Habla Deyanira): λάβῃ τ᾽ ἐν νυκτὶ φροντίδων μέρος. «Y recibe en la noche su parte de inquietudes». 2.3. Lexemas ocasionales secundarios.

2.3.1. ἀθυμία

-δυσθυμία.

El sustantivo ἀθυμία con el significado de «tristeza», «inquietud», «desánimo», lo cual supone formar parte de nuestro campo en la primera dimensión, lo tenemos en Sófocles una sola vez:

Ant. 237 (Pregunta de Creonte al guardián):

Τί

δ᾽ ἐστὶν

ἀνθ’

od τήνδ᾽

ἔχεις

ἀθυμίαν;

«¿Y por causa de qué tienes esta inquietud?». El sustantivo δυσθυμία

significando «aflicción», «disgusto»,

lo

tenemos en el Fr. P. 663 en una gnome: τίκτουσι

γάρ

τοι

καὶ

νόσους

δυσθυμίαι.

«Pues las aflicciones, ten por cierto, engendran también enfermedades».

Entraría, pues, dentro de la primera dimensión. 2.3.2. alkla.

Un ejemplo de este sustantivo significa «desgracia», lo que supone entrar en la segunda dimensión: OC. 748-9 (Habla Creonte refiriéndose a Antigona): οὐκ ἄν ποτ᾽ ἐς τοσοῦτον αἰκίας. πεσεῖν ἔδοξ᾽. «Jamás creí que caería en tal grado de desgracia».

Semäntica del Griego Antiguo

155

2.3.3. ἀκληρία. Sólo aparece en el Fr. P. 989 en la glosa dxkAnpla: ἀτυχία con el significado de «desgracia» (segunda dimensión). 2.3.4. δυσαμερία. Aparece en el Fr. P. 591, 4 con el sentido de «desgracia» (segunda dimensión): βόσκει δὲ τοὺς μὲν μοῖρα δυσαμερίας. «Y a unos nutre el sino de la desgracia». 2.3.5. δυσπραξία. Significando «fracaso» aparece en OC. 1399, pero en Aj. 759 creemos que significa «desgracia» o «infortunio» (segunda dimensión): Aj. 759 (Habla el mensajero): πίπτειν βαρείαις πρὸς θεῶν δυσπραξίαις. «Caen en penosas desgracias por parte de los dioses». 2.3.6.8uoxépeta. Este sustantivo

con

el significado

de «molestia»

y, por tanto,

dentro de la tercera dimensión de nuestro campo, lo encontramos en Sófocles tres veces, referidas las tres a la molestia que supone para los que están al lado de Filoctetes la presencia de su pie enfermo:

Ph. 473 (Habla Filoctetes): Δυσχέρεια μέν, ἔξοιδα, πολλὴ τοῦδε τοῦ φορήματος. «Grande es, lo sé, la molestia de este cargamento». Ph. 900 (Habla Filoctetes): δυσχέρεια TOD νοσήματος. «La mokstia de mi enfermedad». Ph. %2-3 (Gnome en boca de “Ἅπαντα Svoxepeia, ὅταν λιπών τις δρᾷ «Todo es molestia, cuando comete injusticia».

Neoptölemo): τὴν αὑτοῦ φύσιν τὰ μὴ προσεικότα. uno, traicionando su propia naturaleza,

156

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

2.3.7. ἐπίσαγμα. Sólo aparece en Ph. 755 con el sentido de «molestia», lo que hace que pertenezca a la tercera dimensión: Ph. 755 (Habla Neoptólemo): Δεινόν ye τοὐπίσαγμα

τοῦ

νοσήματος.

«Terrible en verdad es la molestia de la enfermedad». 2.3.8. συμφορά.

Este lexema en muchos ejemplos sofocleos significa «desgracia», «infortunio», lo que supone entrar en la segunda dimensión. Estos ejemplos se refieren a los siguientes personajes: Ulises: Aj. 68. Hemön: Ant. 1229. Cautivas de Heracles: Tr. 243. Yola: Tr. 321, 325.

Heracles: Tr. 746, 1044, 1077, 1145. Electra: El 789, 1448.

Orestes: El 1179. Tebas: OT. 515. Edipo: OT. 833, 1346, 1527; OC. 46, 255, 596, 962, 1014. Filoctetes: Ph. 885. Gnomes: Ant. 1338; OT. 99; OC. 1470; Fr. P. 574, 10.

3. ESTRUCTURA DEL CAMPO.

En líneas generales se puede decir que los lexemas son los componentes de un campo léxico o, dicho con palabras de Geckeler, «los

miembros que funcionan en un campo léxico»'”. Otras definiciones de lexema en esta misma línea son las de E. Coseriu. Para este lingúista el

lexema es «toda unidad dada en la lengua como palabra simple»!”, definición que su autor precisa posteriormente diciendo que se denomina lexema a «la unidad de contenido que está expresada en el sistema lingúístico y posee una parte de un campo léxico!*, Coseriu distingue en su sistema semántico dos tipos de lexemas, Jexemas determi-

13. Geckeler, obra citada en nota 47, p. 193.

12 E. Coseriu, artículo citado en nota 42, p. 294. 125 E. Coseriu, Probleme der strukturellea Semantik, Tubinga 1973, p. 54.

Semäntica de] Griego Antiguo

157

nantes y lexemas determinados : «A continuación denominamos kexemas determinantes a 108 lexemas cuyo contenido en conjunto o base

archilexemática o clasemática están implicados como rasgos distintivos en otros lexemas, mientras que denominamos lexemas determinados a los lexemas determinados por aquéllos»'?, En nuestra concepción de los lexemas diferimos un poco de la definición de Coseriu. Así, mientras este autor entiende por lexema sólo

las palabras simples, nosotros incluimos también las compuestas y hablamos de /exemas primarios en el caso de las primeras y de Jexemas secundarios en el caso de los sustantivos compuestos. Por otra parte, además de los Jexemas básicos, o sea, los lexemas pertenecientes a al-

guna de las familias léxicas expuestas en el apartado 2.1., hablamos también de Jexemas ocasionales, es decir, de palabras que ocasional-

mente pueden pertenecer al campo del dolor. Esta distinción entre vocabulario básico y vocabulario ocasional se discute en la introducción se este capítulo, parágrafo 1.8. e). Los lexemas básicos del campo nominal del dolor en Sófocles son ' todos primarios, lo que constituye una característica de este campo frente a los campos verbal y adjetivo, en los que existen además lexemas básicos secundarios. Estos lexemas se pueden recoger en el cuadro (1), donde distribuimos los ejemplos entre las siete tragedias y fragmentos (con el signo - indicamos los ejemplos que según el análisis semántico han quedado excluidos del concepto de dolor). Los lexemas ocasionales los repartimos en otros dos cuadros. En el cuadro (2) recogemos los lexemas ocasionales primarios y en el (3) los secundarios.

126 5, Coseriu, articulo citado en nota 42, p. 297.

158

Marcos

LEXEMAS

MArTÍNEZ HERNÁNDEZ

BASICOS

τις | aj | Ant | Tr | or | εἰ | Ph | oc | Fr

[Total

Lexemas

3

3

1

1

2

ἄλγος

17

1

1

5

2

2

ἄλγημα ἄλγησις

πάθος πάθημα πάθη πένθος

65

| 22

1-1 1

1-1 1-1

| 52 I

43 22

1

1

2-1

2

21 2-1

| 21 1 1 i

1

43

2

3-1

1-1

μόχθος

μόχθημα ἄχος

5

3

ἄχθος λύπη

1 1

1 1

1

1

2 5-2

1

2

1 4

41

| 32

ὀδύνη ὡδίς

1

πῆμα πημονὴ

+1 1

1 14

2

8-2 16

1

1

ἀνία

3

δύη

1

4 3

123

Totales

% —it

Totales

2

1 4-1 21

3 | 21

3

3

1

1 2

9. 4

4 2

| 27-2 |112

1

5

2

1

᾿

πόνος

3.

4 1 2

[135

1 2

1

λύπημα

| 23-44 63 32 | 125 1

1

μόγος

κάματος

1

1

ἀλγηδών

1

2

1

4

| s3

| 54

| 41

0 32

| 93

6

99 | 53-25

]

19 lea?

31 |-7

25 [|π

27 |-5

35 |-5

28 |-—2

2 | 234 |-14 |-#

|

12

24

16

22

3

| 26

15. | 174

159

Semántica del Griego Antiguo

LEXEMAS Obras

OCASIONALES

PRIMARIOS

Aj

Ant

Tr

OT

El

Ph

oc

Fr

ἄτη

7

10

5

2

1

1

2

2

4 2

3

βάρος

7 1

| Total

Lexemas

4 1

30 1

1

2

1

1

1 1

1

νόσημα 3

νόσος

νύξ

fo

1 1

olorpnua οἷστρος ὄλεθρος

1 1

1 2

πέλαγος

2

1

1

πόθος

πότμος

1 1

2

ree

3

φροντίς

Totales

1

1

37

25

-

1

40

pp

ὀδαγμός

τύχη

= fr

ὄγκος

πληγή

| & |

| oo

28

ὦ } ὦ} er]

μοῖρα

23

1

λώβη μέριμνα

μερίμνημα

23

8

35

11

21

25

een

1

ἕλκος

[ome $00

δεινόν

Gal

y

δανοτής

&]

1

1

1

δαίμων

me | pa fe]

1

βλάβη

κακόν xaxótnc

39

4

Cuabro (2)

44

32

37

38

297

160

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

LEXEMAS

ESE

OCASIONALES

SECUNDARIOS

Ant | τὸ | or | εἰ | Ph | oc | Fr

|Total

Lexemas ἀθυμία

1

1

αἰκία

ι

1

ἀκληρία

1

1

δυσαμερία

1

1

δυσθυμία

1

J

δυσπραξία

1

1

buoxépera

3

3

ἐπίσαγμα

3

1

συμφορά

I

2

7

5

3

1

6

1

26 J

Totales

2

3

7

5

3

5

1

4

36

CUADRO (3)

Del vocabulario básico tenemos 23 lexemas que pertenecen a 11 familias distintas y suman 234 ejemplos, de los cuales hemos excluido 60 por tener significados que no corresponden al concepto de dolor. De estas familias hay 7 que poseen más de un lexema: ἄλγος

- ἄλγημα -

ἄλγησις - ἀλγηδών - πάθος - πάθημα - πάθη - πένθος, μόγος - μόχθος - μόχθημα, ἄχος - ἄχθος, λύπη - λύπημα, ὀδύνη - ὁδίς y πῆμα - πημονή. Las cuatro restantes tienen un kxema cada una: ἀνία, δύη, κάματος y πόνος.

El número de lexemas procedentes del vocabulario ocasional es considerablemente mayor, ya que tenemos aquí 39 lexemas, entre primarios y secundarios. Estos últimos suman sólo 9 y siete de ellos están provistos de los prefijos övo- o ἀ- privativa (ἀθυμία, alxla, áxAnpía, δυσαμερία, δυσθυμία, δυσπραξία, Buaxépera). Los otros dos lexemas ocasionales secundarios son συμφορά y ¿mica yyua. El total de ejemplos de estos lexemas que se incluyen en el campo son 36. Los lexemas ocasionales primarios son 30 y totalizan un conjunto de 297 ejemplos. Estos lexemas proceden de 26 raices diferentes, lo que da idea de la fina matización del concepto de dolor en Sófocles. De estas familias, las hay que tienen más de un lexema, como κακόν κακότης, μέριμνα

- μερίμνημα, νόσος

- νόσημα,

olor pos

- οἴἵἴστρημα. El resto de las familias sólo poseen un lexema en cada

Semäntica del Griego Antiguo

161

caso: ἄτη, βάρος, βλάβη, δαίμων, δανοτής, δεινόν, ἕλκος, κήρ, κόπος, κῦμα, λώβη, μοῖρα, νύξ, ὄγκος, óSayuós, ὄλεθρος, πέλαγος, πληγή, πόθος, πότμος, τύχῃ y φροντίς. En conclusión, podemos decir que desde el punto de vista lexemático tenemos en el campo de la determinación sustantiva del dolor en Sófocles 62 lexemas repartidos en 507 ejemplos. 3.2. Archilexema.

La definición de archilexema aparece claramente expuesta en las siguientes palabras de E. Coseriu: «Un lexema cuyo contenido es idéntico al contenido de un campo léxico entero es un archilexema»!”. Así,

por ejemplo, es un archilexema el lexema alemán Rind que reúne en su contenido otros lexemas como Ochse, Kuh, Bulle, Kalb y Stier, o bien el lexema español «vacuno», que engloba a «buey», «vaca», «se-

mental», «ternera», «toro de lidia», o el lexema español docentes, que encierra los lexemas profesores, catedráticos, adjuntos, maestros, ayudantes, etc. Esta definición de archilexema de Coseriu ha inspirado

otras, como la del Dr. Díaz Tejera, quien ve en este concepto un valioso instrumento para delimitar los campos: «Es de suma importancia saber cómo se forma el archilexema, cuando lo hay, esa palabra o lexía genérica que cubre y subsume una gama grande de campo conceptual»'*, Ocurre frecuentemente que la lengua no dispone de una palabra especial para cada contenido archilexemätico, por lo que hay que recurrir a perffrasis. Asi, por ejemplo, en alemán no existe una palabra ar-

chilexemática que englobe a jung-neu-alt, por lo que se debe recurrir a la perifrasis «adjetivos de la edad», del mismo modo que no tenemos en latín un archilexema para senex-vetus-vetutus-iuvenis. En líneas generales, podemos decir que esto es lo que normalmente ocurre en la estructuración de un vocabulario, ya que las palabras archilexemáti-

cas no son muy numerosas. Para lo que Coseriu denomina archilexema otros autores emplean

otros vocablos, como término de identificación (Ch. Bally), définissant(G. Gougenheim) o cover-word (B. Pottier). En nuestro campo nominal del dolor en Sófocles no tenemos ese lexema que cubra el contenido entero del campo, por lo que nos vemos obligados a emplear para ello la perifrasis «sustantivo del dolor» o

«determinación sustantiva del dolor». 127 E. Coseriu, artículo citado en nota 41, p. 8. 12 A. Díaz Tejera, «Puntos de contacto entre sintaxis y semántica», en RSLE, 1971, pp. 361-370, pp. 361-362.

1, 2,

162

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

3.3. Núcleo y dimensiones. Una discusión amplia de estos conceptos la hacemos en la introducción de este capítulo, apartado 1.5., a donde remitimos para su explicación. Al núcleo pertenecen aquellos lexemas que hemos traducido por los conceptos del español «dolor», «sufrimiento» o «padecimiento», etc. En consecuencia, forman el núcleo del campo nominal los si-

guientes lexemas y ejemplos del vocabulario básico: dolor(es) ἄλγος:

sufrimiento

Aj. 259; Ant. 466; Tr. 25;

OT. 638, 1031; El 141, 1176, 1187; Ph. 734, 827, 1326, 1358, 1379; OC. 955; Fr. P. 556.

ἄλγημα: Ph. 340, 1170. ἄλγῃησις;: Ph. 792. μόχθος: OC. 105, 437; Fr. P. 375. πάθος: Tr. 153, 855; OT. 1330; Fr. P. 649, 15. πάθημα: Tr 142. πένθος: OT. 94. ἄχθος: Ant. 1172; El 1116. ἄχος: Aj. 200, 706, 948;

Ant.

1247, 1287; OT. 1355; El 154, 159; OC. 1712, 1722. . λύπη: OT. 1074: El 533; Ph. 1088; OC. 1217. ὀδύνη: Aj 262; Tr. 975, 986, 1021; Ph. 1142; Fr. P. 152. ὠδίς:

ἄλγος: OT. 62. μόχθος: Ph. 1102, πάθος:

Tr. 1269; OC. 1078.

πάθη: OC. 7. πάθημα: Ph. 193. ἄχθος: Ph. 1168. ἄχος: Aj 153, 957; Tr. 1035. πῆμα: Tr. 129; OT. 166, 169, 1319; El 258, 581, 875; Ph. 765, OC. 11 λύπη: Ph. 1195. λύπημα: Tr. 554. ὀδύνη: ΤΊ. 959; Ph. 185, 827. πῆμα:

Tr. 1277; Ph. 870, 504.

ἀνία: Ph. 1115. πόνος:

Aj

694; Ph. 384.

929,

1007;

508, 760,

OT.

185,

1422;

OC.

Tr. 42; OC. 533; Fr. P. 932;

P. 210, 35.96; Fr. P. 649, 27. πημονή: OT. 1230; El 939. ἀνία: Aj. 973, 1005; Fr. P. 172.

Sún: Aj. 938; Ant. 1311.

padecimiento πάθημα: OC. 361. πάθος: El 210.

πόνος: Ant. 1276.

Al núcleo pertenecen 19 lexemas de los 23 del vocabulario básico, es decir, todos menos ἀλγηδών, μόγος, μόχθημα y κάματος. Los 19 lexemas suman un total de 100 ejemplos que se distribuyen así: Dolor físico : 32 ejemplos repartidos entre los lexemas ἄλγος (5), ἄλγησις, πάθος (3), πάθημα (2), μόχθος, ἄχος (3),

λύπη, λύτημα, ὀδύνη (7), ὠδίς (2), πῆμα (5) y πόνος.

Semäntica del Griego Antiguo

163

Dolor moral : 42 ejemplos distribuidos entre los lexemas ἄλγος

(8), ἄλγημα, πάθος, πάθημα, μόχθος (2), ἄχος (8), ἄχθος (2), λύπη, ὀδύνῃ (2), ὠδίς (2), τῆμα (5), πημονή (2), ἀνία (2), δύη (2) y πόνος (2).

Dolor general: 26 ejemplos distribuidos entre los lexemas ἄλγος (3), ἄλγημα, πάθος (3), πάθη, μόχθος, ἄχος (2),

ἄχθος, λύπη (3), πῆμα (3), ἀνία (2) y πόνος (6). Ademäs de estos lexemas bäsicos tenemos ocho ejemplos de lexemas ocasionales. Seis ejemplos pertenecen al dolor fisico y se distribuyen entre los lexemas ἕλκος, νόσος (2), ὀδαγμός, οἴστρημα y οἷστρος. Los otros dos ejemplos pertenecen al dolor moral y al lexema νόσος. Nuestro concepto de dimensión no corresponde exactamente a lo que por ella entienden otros autores. El concepto de dimensión procede del estructuralismo

americano,

concretamente

de F. G.

Louns-

bury'?. H. Geckeler toma este concepto de Lounsbury y lo define de la siguiente manera: «Entendemos por dimensión un “punto de vista de articulación” (H. Schwarz), que actúa en un campo léxico y que constituye, por asi decirlo, la escala para las oposiciones entre deter-

minados lexemas de este campo»!”. Para Geckeler este concepto de dimensión se aproximaría bastante al concepto de «axe sémantique» de A. J. Greimas cuando escribe: «Lo que sí es importante es la existencia de un punto de vista único, de una dimensión en cuyo interior se ma-

nifiesta la oposición, que se presenta bajo la forma de dos polos extre-

mos de un mismo eje»'”. Nosotros entendemos la dimensión como un aspecto del concepto de dolor. En la verbalización de un concepto hay palabras que cubren ese concepto por completo y entran de lleno en el mismo. Pero a la vez existen otras que ya no expresan ese mismo concepto con la misma intensidad o grado de abstracción. A estos diferentes grados denominamos dimensión. Para otros autores cada una de estas dimensiones serían otros tantos conceptos y formarían otros tantos campos. Otros

estudiosos denominan perifería a lo que nosotros designamos con dimensión.

12 E. G. Lounsbury, «The structural Analysis of Kinship Semantics», en Proceedings of the Ninth International Congress of Linguistics, La Haya 1964, pp. 1073-1090, p. 1074.

130 1. Geckeler, obra citada en nota 47, p. 458.

BL A. J. Greimas, Semántica estructural. Tavestigación metodológica, Madrid 1971, p. 31.

164

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

En un campo léxico pueden funcionar varias dimensiones y en el

nuestro concretamente hemos distinguido tres. La primera dimensión alude a aquel aspecto del dolor que se encierra en los conceptos del es-

pañol «pena», «tristeza», «penalidad», «angustia», «aflicción», «pesar», «pesadumbre» y «duelo». Es la dimensión que se encuentra más cerca del núcleo del campo. A estos conceptos de nuestra terminología española corresponden los lexemas básicos y ejemplos siguientes: pena πένθος:

Tr

1112;

aflicción El

290;

OC.

1708; Fr. P.741. λύπη:

Tr. 331; El. 654;

ἀνία: Aj 1138.

πημονή: Fr. P. 214. OC. 326;

Fr. P. 314, 315. mapa: Ant 595 (bis), Fr. P. 592;

λύπη: Ph. 404.

πημον 4: Er P 758

πόνος:

tristeza πένθος: Aj. 615.

λύπη: Aj. 275; El 120, 822.

penalidad

pesar

a

Tr. 30; OC. 232. ; εἰ 204 dumbre

x8os:

El.

204.

duelo

πένθος: El 846.

πόνος: El 1356.

angustia λύττη: Ant. 318; OT. 915.

En total tenemos en Sófocles 7 lexemas básicos y 27 ejemplos para esta dimensión, repartidos asi: πένθος (6), ἄχθος, λύπη (10), πῆμα (4), πημονή (2), ἀνία y πόνος (3). A estos lexemas básicos hay que sumar aquí 8 lexemas ocasionales, que totalizan 15 ejemplos, distribuidos de la siguiente manera: βάρος (6), ἕλκος, μέριμνα (2), μερίμνημα, φροντίς, πόθος (2), ἀθυμία y δυσθυμία. De estos kxemas tenemos dos secundarios, ἀθυμία γ δυσθυμία. La segunda dimensión de nuestro campo estaría constituida por aquellos lexemas que aluden al dolor en tanto que acontecimiento ex-

terno que lo provoca, y que en nuestra lengua materna se expresaría con conceptos como «desgracia», «infortunio»., etc. De acuerdo con nuestros estudios, esta dimensión estaría representada en nuestro campo por los lexemas básicos y pasajes siguientes:

Semäntica del Griego Antiguo

165

desgracia

infortunio

ἀλγηδών: OC. 514. πάθος: Ph. 854. ἄχθος: Aj. 951; El 802. ἄχος: Ant. 418. λύπη: Ph. 67. πῆμα: Aj. 363, 935, 953; Tr. 43, 46; OC. 739, 1566; Fr. P. 189. πημονή: Aj 360; Ant. 326; Tr. 48, 376, 1189.

πάθος: Aj. 215.

πόνος: OC. 460, 1358.

En total tenemos 8 lexemas básicos, que suman 22 ejemplos, distribuidos asi: ἀλγηδών, πάθος (2), ἄχος, ἄχθος (2), λύτη, πῆμα (8), πημονή (5), πόνος (2). En la segunda dimensiön es donde mayor nümero de lexemas y ejemplos ocasionales tenemos, con un total de 25 lexemas y nada menos que 302 ejemplos, distribuidos entre 20 lexemas primarios y 5 secundarios: ἄτη (39), βλάβη, δεινόν (5), ἕλκος, κακόν (196), Ka” κότης, κήρ (2), vöonua, νόσος (2), ὄλεθρος (2), πέλαγος (2),

πληγή (4), τύχη (6), δαίμων (4), δανοτής, κῦμα, λώβη, νύξ, πότμος,

μοῖρα,

ἀκληρία,

δυσαμερία,

δυσπραξία,

συμφο-

pá (26) y αἰκία. La tercera dimensión es la parte más periférica del campo, la más alejada del núcleo, y encierra en ella aquellos lexemas cuya conexión con el concepto de dolor se realiza por medio o a través de los conceptos que expresan el español «fatiga», «molestia». Esta dimensión abarca los lexemas básicos y ejemplos siguientes: molestia fatiga ἄλγος: Aj. 1397. uóyos: OC. 1744. μόχθος: Ph. 480. μόχθος: Tr. 1170, 1173; OC. 328. πόνος: Ph. 887, 892. μόχθημα: OC. 1616. ᾿ κάματος:

OT.

174; El 129, 231;

OC. 1232.

πόνος: Aj 866 (tria), 816, 888, 1197 (bis); Ant. 646; OT. 1205; Ph. 637, OC. 509, 1674. En total tenemos en esta dimensión 6 lexemas básicos y 25 ejemplos,. repartidos asi: ἄλγος, μόγος, μόχθος (4), μόχθημα, kdματος (4) y πόνος (14). A estos lexemas hay que añadir cinco más

procedentes del léxico ocasional, que totalizan ocho ejemplos, repartidos entre tres lexemas primarios y dos secundarios: βάρος πος, ὄγκος, δυσχέρεια (3) y ἐπίσαγμα.

(2), κό-

166

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

En resumen, los ejemplos y lexemas que integran el campo de la determinación sustantiva del dolor en Sófocles se reparten de la siguiente manera: Nücko : 24 lexemas (19 básicos y 5 ocasionales) y 108 ejemplos (100 de lexemas básicos y 8 de lexemas ocasionales). Primera dimensión : 15 lexemas (7 básicos y 8 ocasionales) y 42 ejemplos (27 de lexemas básicos y 15 de lexemas ocasionales).

Segunda dimensión : 33 lexemas (3 básicos y 25 ocasionales) y 324

ejemplos (22 de lexemas básicos y 302 de lexemas ocasionales). Tercera dimensión : 11 lexemas (6 básicos y 5 ocasionales) y 33 ejemplos (25 de lexemas básicos y 8 de lexemas ocasionales). Total: 62 lexemas y 507 ejemplos.

Si intentáramos esquematizar en un gráfico la distribución de los lexemas de este campo entre el núcleo y las tres dimensiones obtendriamos la siguiente representación (ver cuadro 4): El círculo interior representa el núcleo, que se divide en tres sectores, correspondientes al dolor físico, moral y general, respectivamente.

Le sigue luego el círculo que representa la primera dimensión. En este circulo hay cuatro subdivisiones, separadas por la doble raya, que comprende los cuatro grandes aspectos de esta dimensión; a su vez, cada uno de estos aspectos puede subdividirse en sectores menores, correspondientes a nociones muy próximas entre sí, que separamos por una raya simple. En esta dimensión hay nueve subdivisiones menores. Á continuación viene el círculo de la segunda dimensión, con

tres grandes aspectos, separados por doble raya. Finalmente, el círculo más alejado del núcleo corresponde a la tercera dimensión, con sólo dos subdivisiones, correspondientes a los dos grandes aspectos de esta dimensión y que separamos por doble raya. Todos aquellos ejemplos de los lexemas básicos que no se incluyen dentro de alguna de las tres dimensiones o en el núcleo quedan fuera del campo del «dolor». Tales pasajes y significaciones son los siguientes, de acuerdo con nuestra interpretación: πάθος: suceso: Aj 313; Ant. 541. muerte: Ant. 1316.

acciones: Ay. 260, 836. cólera: Aj. 932 afrenta: Tr. 256, 261. accidente: OT. 732. asesinato: OT. 840. herida: OT. 1297. acontecimiento: Aj. 982; OC. 604. estado de ánimo: Ph. 899.

GRAFICA

DEL

éxloaypa

et

δυσπραξία

λύπη

NOMINAL

Udyog

μόχθος

δυσαμερία

κῦμα

νύξ

τύχη

κήρ

en

CAMPO

πῆμα.

κακόν

πημονή

πένθος TRISTEZA

ἕλκος

οἷστρος

πόνος

λύπη

πάθος

ὀδαγμός

πῆμα

ἄχος

οἴστρημα

δίς

ὀδύνη

μόχθος

ἄλγησις

πόνος

νόσος

δύη

λύπη

πάθημα || μόχθος

ἄχος

ἄλγος

ἄλγος

πημονή ὀδύνη

ἀνία

ὠδίς

ἄχθος

πῆμα

πάθημα

ἄλγημα

πένθος

πάθος

DOLOR GENERAL

ANGUSTIA

PESADUMBRE

λύπη o

ἄχος

Nua

ἄχθος

πάθος

πληγή

πόνος

ἄχθος

ἀνία ᾿

πάθη

πάθος

ἄλγημα

ἄλγος

ἄχθος

βάρος

| λύπη

ἀλγηδών

πέλαγος ἄλγος

πόνος Cuanmo (4)

ἐ91

Ἀύπημα

νόσος

on8nuy 08310 [op Ἐσηπριπος

REPRESENTACION

168

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

πάθη: sucesos: Aj. 295.

μόχθος: trabajo: Aj 1188; 77. 1101;

pasión: Ant. 979.

Fr. P. 150; P. 369.

πάθημα: ofensa: OT. 554, acciones: OT. 1240. ultraje: Ph. 333. πένθος: llanto: Ant. 1249; OT. 1225; Fr. P. 659; P. 210, 81; P. 214.

indigencia: OC. 1362. ἄχθος: carga: El 120, 1241. πῆμα: herida: Aj. 582. daño: OT. 379. πημονή: insulto: OT: 363. ruina: OT. 966.

πόνος: tarea: Aj 24; Fr. P. 314, 205.

herida: Aj. 1306. labor: Ant. 414.

penurias: Fr. P. 314, 71.

lucha: 77. 21.

acción: OT. 315; Ph. 864. campaña: Ph. 248. trabajo: Ay. 1112; Ant. 780, 907; Tr. 170, 356, 825; El 945, 1145; Ph. 1419; Fr. P. 221, 19; P. 314, 217; P. 374 (bis); P. 397. P. 1120, 7; Fr. Carden, p. 73.

3.4. Semas.

Todo lexema consta de un número determinado de semas. Los semas pueden definirse como «los rasgos minimos diferenciadores del

contenido»'?.

El término

sema

procede

del instrumental

termi-

nológico de B. Pottier y hoy se utiliza en general para designar los rasgos distintivos de los lexemas. Lo que B. Pottier, y la semántica estructural en la línea de Coseriu-Geckeler, denomina sema corresponde, en líneas generales, a lo que L. Hjelmslev denomina content figurae y H. S. Sorensen primitives. En la terminología de la escuela estructuralista norteamericana, el sema recibe el nombre de distinctive feature o component. El concepto de sema forma la base de una de las escuelas modernas de análisis semántico como es el análisis semántico en rasgos distintivos, cuyo exponente más claro lo constituyen los trabajos de B. Pottier. Este mismo tipo de investigaciones es lo que se denomina en el estructuralismo norteamericano análisis semántico de los componentes o análisis componencial. El concepto de sema es de capital importancia para la definición semántica de los lexemas y constituye un instrumento del que no se

puede prescindir en la actualidad. En este sentido 1. Evseev escribe: IRE, Coseriu, articulo citado en nota 42, p. 294.

Semäntica del Griego Antiguo

169

«Los estudios de semäntica y lexicografia realizados hasta el momento llevan a la conclusión de que el procedimiento más seguro para describir el sentido de las palabras consiste en descomponer el sentido global en unidades elementales o rasgos semánticos distintivos. Este procedimiento, tomado de la fonología, donde se utilizó por primera vez,

ha puesto de relieve también su eficacia en el análisis de las unidades de otros niveles de la lengua (morfología, sintaxis, l&xico)»'”. En esta misma línea de pensamiento está V. Vrbková cuando escribe: «Conviene explicar el término rasgo distintivo, del que no puede prescindir el análisis semántico, ya que es él en particular lo que determina el papel de la palabra en la estructura del campo»'™. Para un estudio detallado del concepto de sema o rasgo distintivo remitimos a los artículos

de G. Bes!” y G. Hilty'*. El análisis sémico lo hemos hecho únicamente con los lexemas básicos. Hemos diferenciado 13 semas que sirven para caracterizar a los 23 lexemas básicos de este campo. En primer lugar están los semas “fisico”, ‘moral’ o ‘general’, que aluden a un dolor del cuerpo, del alma o

de ambos a la vez. Α continuación hemos establecido cuatro semas que hacen referencia al origen del dolor y especifican más concretamente por qué se trata de un dolor físico o moral. Estos cuatro semas son los siguientes: “por herida o enfermedad”, “por ausencia o muerte de ser querido”, “por acontecimiento externo” y ‘por insulto u ofensa”. El primero de estos semas especifica el dolor fisico, mientras que los otros tres sirven para caracterizar el dolor moral. Luego vienen otros cuatro semas que hacen referencia a las connotaciones en que aparece el lexema en cuestión: “implicando compasión”, “implicando arrepentimiento”, “con cólera” y “con odio”. Por último, añadimos otros dos se-

mas que sirven para caracterizar el dolor “profundo” y el dolor “del parto”. La distribución de los lexemas básicos y ejemplos entre los trece semas descritos queda de la siguiente manera: “físico”. Tienen este rasgo los siguientes lexemas y ejemplos: ἄλγος: OT. 62, 1031; Ph. 734, 1326, 1379. ἄλγῃησις: Ph. 792. πάθος: Tr. 855, 1269; OT. 1330. πάθημα: Ph. 193; OC. 361.

133 1. Evscev, «La caractérisation des mots du point de vue d'une sémantique structurale», en CLTHA 4, 1967, pp. 55-63, p. 55.

134 y. Vrbková, artículo citado en nota 98, p. 48.

135 G, Bis, «Trait distinctif», en Word 23, 1967, pp. 37-46. 1% G, Hilty, «Bedeutung als Semstruktur», en Vox Romanica 31, 1972, pp. 40-54.

30, 1971, pp. 242-263 y

170

Marcos MARTINEZ HERNÁNDEZ

μόχθος: Ph. 1102. ἄχος: Aj. 153, 975; Tr. 1035. λύπη: Ph. 1195. λύττημα: Tr. 554, 6801: Tr. 959, 975, 986, 1021; Ph. 185, 827; Fr. P. 152. ὦδίς: OC. 533; Fr. P. 932. πῆμα: Tr. 1277: ΕἸ $81; Ph. 765, 870; Fr. P. 649, 27. πόνος:

OT. 694.

‘moral’. Este rasgo distintivo sirve para caracterizar los siguientes lexemas y pasajes: ἄλγος: Aj 259; Ant 466; Tr. 25, OT. 638, 1358, El 141, 1176, 1187. ἄλγημα: Ph. 792. πάθος: Er. P. 649,15.

πάθημα: Tr. 142. πένθος: OT. 94. μόχθος: OC. 105, 473. ἄχος: Aj. 200, 706, 947; Ant. 1247, 1287; OT. 1355, OC. 1712, 1722. ἄχθος: Ant. 1172; El 1156. Aúrm: OT. 1074. ὀδύνη: Aj 262; Ph. 1142. ὠδίς:

Tr. 42; Fr. P. 210, 35.

πῆμα: OT. 166, 169; El 258, 875; OC. 1196. πημονή: OT. 1231; El 939. ἀνία: Aj. 973, 1005. Sún: Aj. 938; Ant. 1310. πόνος: Ant. 1276; OT. 185. “general”. Este sema caracteriza los siguientes lexemas y ejemplos: ἀλγος: Ph. 827, OC. 955; Fr. P. 556. ἄλγημα: Ph. 340. πάθος:

Tr. 153; El 210; OC. 1078.

πάθη: OC. 7. μόχθος: Fr. P. 375. ἄχος: El 154,159. ἄχθος: Ph. 1168. λύττη: El 533; Ph. 1088; OC. 1217. πῶμα:

Tr. 129; OT. 1319; Ph. 504.

ἀνία: Ph. 1115; Er P. 172. πόνος: Aj. 929, 1007; Ph. 508, 760, 1422; OC. 384. ‘por herida o enfermedad”. Este sema lo encontramos en los siguientes lexemas y pasajes: áAyos:

OT. 62, 1031; Ph. 734, 1326, 1379.

ἄλγησις: Ph. 792.

πάθος: Tr. 855, 1269; OT. 1330. πάθημα: Ph. 193.

Semäntica del Griego Antiguo

171

μόχθος: Ph. 1102. ἄχος: Αἱ 153,957, ΤΙ. 1035. λύττη: Ph. 1195. λύπημα: Tr. 554. ὀδύνῃ: Tr. 959, 975, 986, 1021; Ph. 185; Fr. P. 152. πῆμα: Tr. 1277; El 581; Ph. 765, 870. πόνος: OT. 694.

“por ausencia o muerte de ser querido”. Este rasgo caracteriza los siguientes lexemas y ejemplos: ἄλγος: El 141. πάθημα: Tr. 142. πένθος: Tr. 1112; El 290, 847; OC. 1708. ἄχος: Aj 1247, 1287; OC. 1712, 1722. ἄχθος: Ant. 472; El 1156.

Aúrm: El 1120. ὠδίς: Tr. 42. πῆμα: Ant. 595; Tr. 129; El 258, 875; OC. 1196. πημονή: OT. 1231; El 939. ἀνία: Aj. 973, 1005. Sún: Aj. 938; Ant. 1310. πόνος: Ant 1276; Tr. 30; OT. 185.

‘por acontecimiento externo”. Se encuentra este sema en los lexemas y ejemplos siguientes: ἄλγος: Ant. 466; Tr. 25; El 1187; Ph. 1358. ἄλγημα: Ph. 1170. ἀλγηδών: OC. 514. πάθημα: OC. 361. πένθος: OT. 94, Hóyos: OC. 1744. μόχθος: Tr. 1170; OC. 105, 437. μόχθημα: OC. 1616. λύττη: El 802. πῆμα: OT. 166, 169. κάματος:

El 129, 232; OC. 1232.

‘por insulto u ofensa”. Este sema creemos encontrarlo en los siguientes lexemas y pasajes:

ἄλγος: OT. 638. λύττη: Ph. 404.

ὀδύνη: Ph. 1142. “implicando compasión”. Este sema se encuentra en: ἄλγος: El 1176. ἄχος: Aj 200, 947.

172

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

πῆμα: OT. 166,169.

“implicando arrepentimiento”. Este rasgo distintivo se encuentra en: ἄλγος: Aj 259. λύπη: Aj 275. πένθος: Ay. 615. ἄχος: OT. 1355.

ὀδύνῃ: Aj. 262. πόνος: OC. 232.

‘con cólera”. Este sema sólo aparece en: ἄχος:

Tr. 1035.

ὀδύνη:

Tr. 979.

‘con odio”. Sólo se encuentra este rasgo en Aútrn (El 654). “profundo”. Este sema creemos encontrarlo en:

λύπη: OT. 1074; Ph. 1195.

ὀδύνῃ: Tr. 975.

Sún: Ay. 938. ‘del parto”. Este rasgo caracteriza a: ὠδίς: OC. 533; Fr.P. 932.

κάματος:

OT. 174,

Si recogemos en un cuadro (ver cuadros 5 y 6) todos estos semas y lexemas caracterizados por los mismos, obtenemos el siguiente esquema (el signo + indica la presencia del sema en cuestión”: De los trece semas, tres son decisivos para la estructuración interna del campo que hemos hecho al hablar del núcleo y las dimensiones: “fisico”, ‘moral’ y ‘general’. En el caso del dolor físico o moral no hemos encontrado problemas en su diferenciación, pues para ello nos fue de gran utilidad el contexto de cada caso. Pero en lo que respecta al dolor general no sucede lo mismo, ya que en este aspecto resulta problemática nuestra decisión y posiblemente un poco subjetiva. Este tipo de dolor lo hemos encontrado fundamentalmente en frases sentenciosas o de contenido reflexivo con valor general, es decir, en el caso de las

gnomes. A continuación establecemos cuatro semas que hacen referencia a la procedencia del dolor o a sus causas. Estos semas son: “por herida o enfermedad’, ‘por ausencia o muerte de ser querido”, ‘por acontecimiento externo” y ‘por insulto u ofensa”. No dejamos de reconocer que en estos semas están implícitos de alguna manera los tres anteriores, ya que si un dolor se produce por insulto será un dolor moral y si es por herida o enfermedad será un dolor físico. Bastante problemático nos resultó el caso del sema ‘por acontecimiento externo” y con él hemos caracterizado aquellos ejemplos que no caben en ninguno de los otros tres semas, Los semas “implicando compasión”,

“con odio”, ‘con cólera” e “implicando

arrepentimiento”

Semäntica del Griego Antiguo

173

por herida | por ausencia] físico | moral | general

+

+

o enfermedad}

+

acon-

Ὁ mucric de | tccimiento ser querido externo

+

+ +

por

+ +

+ +

+

+

+

+ +

+

+

+

+



+

+

+

+

+ + 4

+

+

+

+

+

δύη

+

+

+

+

+

+

+

+

+

+

+ +

+

+

+

+

+

+

+

+

κάματος

πόνος LW.

_|

+

+

+ | +

+

+

|

174

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

implicando compasión

+

implicando arrepentimiento +

λύπημα

ὀδύνη öble κῆμα

πημονή ἀνία δύη’

κάματος κόνος

Cuasmo (6)

cólera

con

pro-

del

odio

fundo

parto

Semántica del Griego Antiguo

175

atienden a la actuación de los sujetos del dolor y su establecimiento depende exclusivamente del contexto. Finalmente, nos quedan dos semas que son ya más particulares y distintivos: “profundo” y “del parto”. A la vista de los cuadros (5) y (6) se puede observar que son muchos los lexemas básicos del campo nominal del dolor en Sófocles que tienen más de un sema. Con un solo sema tenemos los lexemas ἀλγηδών, πάθη, μόγος y μόχθημα. La razón de ello puede estar en que de estos sustantivos sólo tenemos un ejemplo en Sófocles. Con dos semas están los sustantivos ἄλγησις,

λύπημα,

πημονή

y κάματος. A continuación vienen los lexemas ἄλγημα, ἄχθος, ἀνία y δύῃ con tres semas. Le siguen πάθος, πένθος y WSLS con cuatro. Con cinco semas tenemos los sustantivos τάθημα y μόχθος. Con seis semas está sólo rróvos, y con siete ὀδύνη y πῆμα. Finalmente, vienen tres lexemas más genéricos, ya que abarcan una gama muy amplia de matices: ἄχος con ocho semas, ἄλγος con nueve y λύπῃ con diez. 3.5. Clases y clasemas. Otros dos elementos básicos en la definición semántica de un lexema lo constituyen la c/ase y el c/asema. Una definición de estos conceptos nos la proporciona E. Coseriu: «Una clase léxica es una clase de lexemas determinados por un clasema, siendo éste un rasgo distintivo que funciona en toda una categoría verbal»!?”. En otro de sus trabajos posteriores define Coseriu la clase como «la totalidad de los lexemas que, independientemente de la estructura del campo léxico, se relacionan por un rasgo distintivo común»!*?, mientras que el clasema

sería «el rasgo semántico por el que se define la clase»'”, Asi, por ejemplo, en el caso de los sustantivos se pueden encontrar clases como las de «seres vivos», «cosas»; a su vez, la primera puede subdividirse en «seres humanos» y «seres no humanos», mientras que la segunda se puede subdividir en «abstractos» y «concretos», etc. En el caso de los adjetivos pueden encontrarse clases como las de «positivo» y «negativo», mientras que en el verbo pueden ser clases los conceptos «transitivos», «intransitivos», etcétera. Puede suceder que una clase esté con-

tenida en otra de nivel superior, como ocurre con la clase «seres humanos», que está ya en la clase «seres vivos».

137 E. Coseriu, artículo citado en nota 41, p. 11. 138 q, Coseriu, artículo citado en nota 42, p. 294.

19 E. Coseriu, artículo citado en nota 42, p. 295.

176

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

Coseriu distingue dos tipos de clases: determinantes y determinadas. Clases determinantes son «las que están caracterizadas por clasemas, como, por ejemplo, «personas», «animales», etc.»', mientras que las clases determinadas son «las que están caracterizadas por rasgos distintivos, como «se refiere a la clase X», como, por ejemplo, el rum. a se insura-a se marita, napol. ‚nzurarse-maritarse, están determinados por el rasgo correspondiente «se refiere a la clase de los hom-

bres» -- «se refiere a la clase de las mujeres»'*, Por otra parte, sobre la relación de c/ases y campo Jéxico Coseriu ha establecido una serie de diferencias que nos parecen útiles repro-

ducir aqui. Estas diferencias pueden reducirse a las siguientes’: a) El campo léxico es un continuo semántico, lo cual no es necesario en la clase. b) Un campo léxico puede pertenecer en su conjunto a una clase y poseer el clasema correspondiente, pero un clasema puede estar presente en diferentes campos. c) Las palabras de diferentes clases pueden pertenecer al mismo campo y viceversa. d) Los campos resultan por sus combinaciones léxicas, mientras que las clases se pueden combinar gramaticalmente. e) Todo apelativo pertenece siempre a un campo léxico, pero no necesariamente a una clase. Así, por ejemplo, «despertador» puede designar tanto a un ser vivo como a un objeto. Nuestro análisis clasemático se ciñe exclusivamente a los lexemas básicos. Los clasemas los establecemos en función de los individuos o cosas a las que se refieren estos lexemas. En consecuencia, los dos primeros clasemas que diferenciamos son el de los «animados» e «inanimados», según se haga referencia a una persona o a un objeto. A su vez, los «animados» pueden subdivirse en «determinados» o «indeterminados», según se trate de un ser vivo concreto o se haga alusión a alguien, pero sin especificar más. Los «inanimados», por su parte, pueden subdividirse en «personificados» y «no personificados», que, a su vez, se subdividen en «abstractos» y «concretos». Por otro lado, los «animados determinados» pueden ser «humanos» y «divinos», que vuelven a subdividirse en «masculinos» y «femeninos». La distribución de los lexemas entre los clasemas descritos queda como sigue:

_ MO Cf. H. Geckeler, obra citada en nota 20, p. 242. 14 Cf. H. Geckeler, obra citada en nota 20, pp. 242-243. 14

Coseriu, artículo citado en nota 42, p. 295.

Semäntica de] Griego Antiguo

177

a) Dioses. En esta clase sólo tenemos a Heracles, a quien aluden los siguientes lexemas y ejemplos: πάθος: Tr. 855, 1269. μόχθος: Tr. 1170. ἄχος: Tr. 1035, Aúrmp a: Tr. 554. ὀδύνη: Tr. 959, 975, 986, 1021. πῆμα:

Tr. 43, 46, 1277.

b) Personificaciones. A esta clase pertenecen los siguientes: Sueño: ἄλγος y ὀδύνη en Ph. 827. Tebas: τόνος en OT. 694. Hélade: πένθος en Tr. 1112.

c) Personas masculinas. A esta clase pertenecen los siguientes individuos: Anflarao: πένθος en El 846. Ayante: ἄλγος (Aj 259), ἄχος (Aj. 153, 957), λύτη (AZ 275), ὀδύνη (Aj 262), πῆμα (Aj 363, 935), πημονή (Aj. 360), πόνος (Aj. 929, 1007). Coro masculino : ἄχθος (Aj. 951), ἄχος (Aj. 200, 706), πῆμα (OT. 169), πόνος (Aj. 876, 888). Creonte : ἄλγος (OT. 638), ἄχθος (Ant. 1172), ἄχος (Ant. 1187), λύπη (Ant. 318), δύη (Ant. 1311), πόνος (Ant. 1276). Edipo : ἄλγος (OT. 638, 1031), ἀλγηδών (OC. 514), πάθος (OT. 1330), πάθη (OC. 7), πένθος (OT. 94), μόχθος (OC. 105, 437), ἄχος (OT. 1355), λύπη (OT, 915), πῆμα (OT. 1319; OC. 739, 1196, 1566), κάματος (OC. 1232), πόνος (OT. 1205; OC. 384). Egisto: πάθος (El 210). Filoctetes : ἄλγος (Ph. 734, 1326, 1358, 1379), ἄλγημα (Ph. 340, 1170), ἄλγησις (PA. 792), πάθημα (Ph. 193), μόχθος (Ph. 1102), ἄχθος (Ph. 1168), λύπη (Ph. 1195), ὀδύνη (Ph. 185), πῆμα (Ph 765, 870), ἀνία (PA 1115), πόνος (Ph. 508, 760, 1422). Guardián : äxos(Ant. 418). Hilo: ττημονή (Tr. 1189). Neoptölemo: μόχθος (Ph. 480), λύττη (Ph. 404), πόνος (Ph. 887). Orestes: ἄλγος (El 1176), ἄχος (£l 159), πόνος (El 1356). Polinices : πόνος (OC. 1358). Teucro: ἄλγος (Aj. 1397), ἀνία (Aj. 1005, 1138). d) Personajes femeninos. En esta clase encontramos las siguientes heroínas:

178

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

Antígona : ἄλγος (Ant. 466), πάθος (OC. 1078), τένθος (OC: 1708), μόγος (Ant. 1744), μόχθημα (OC. 1616), ἄχος (OC. 1712, 1722), róvos (OC. 1674). Crisétemis : τημονή (El 939). Clitemestra : πάθος (El 210), λύπη (EL 533),τῆμα (El 581). Deyanira : ἄλγος (Tr. 25), πάθος (Tr. 153), πάθημα (Tr. 142), ὠδίς (Tr. 42), τημονή (Tr. 48, 376), πόνος (Tr. 30). Electra : ἄλγος (El 141), πένθος (El 290), ἄχθος (El 204, 852, 1116), ἄχος (E/ 154), λύπῃ (El 120, 822), πῆμα (El 258, 875), κάματος (El 129, 231), πόνος (El 1356). Eurídice: ἄχθος (Ant. 1172), ἄχος (Ant. 1247). Ismena : πάθημα (OC. 361), μόχθος (OC. 328), μόχθημα (OC. 1616), ἄχος (OC. 1722), λύπη (OC. 326), πόνος (OC. 1674). Tecmesa : πάθος (Aj. 215), ἄχθος (Ay. 951), ἄχος (Aj. 948), τῆμα (Aj 953), ἀνία (Aj. 973), δύη (Aj. 938). Yocasta : λύττη (OT.1074), (OC.533). Yola: λύττη (Tr. 331). e) Seres animados indeterminados. A esta clase pertenecen los siguientes individuos: Los griegos: λύπῃ (Ph. 67). Jabdäcidas: tina (Ant. 595 bis).

hijos de Clitemestra : λύττη (El 654).

anora os de Tebas: ἄλγος (OT. 62), πῆμα (OT. 166), πόνος

OT.

185)

compañeros de Neoptölemo: πόνος (Ph. 892). enemigos de Edipo: τόνος (OC. 460). familiares de Ayante: πένθος (Aj. 615). mujeres: ὠδίς (Fr. P. 932). f) Seres inanimados. A esta clase pertenecen sólo dos elementos: αὔλιον: AUTH (Ph. 1088). muertos: ἄλγος (OC. 955), μόχθος (Tr. 1173). Todos estos clasemas pueden recogerse en el cuadro (7) (el signo + indica la presencia del clasema correspondiente): Desde el punto de vista de estos clasemas, los lexemas del campo nominal se diferencian de la siguiente manera. En primer lugar, hay unos cuantos lexemas que son especificos de una de las clases que hemos establecido. Estos lexemas son ἄλγημα (sólo se aplica a la clase de los animados determinados humanos masculinos), ἄλγησις (misma clase que el anterior), ἀλγηδών (misma clase que las anteriores), (misma clase que los precedentes), μόγος (sólo se aplica a la clase de los animados-determinados humanos femeninos), μόχθημα (misma

Semántica del Griego Antiguo

CLASEMAS

179

ANIMADOS

INANIMADOS NO PERSONIFICADOS

DETERMINADOS HUMANOS

Masc.|

Fem.

DIVINOS

Masc. | Fem.

+

FICADOS +

]+]+ “4 7 1] +++

| + [++ +l+1+1+|+

+/+|+|+|+|+|*+ |+I+i+ el + +

PERSONI-

Cuapno (7)

Abstractos

Concretos +

180

Marcos MARTÍNEZ HERNANDEZ

clase que el anterior) y λύπημα (sólo se refiere a la clase de los animados determinados divinos masculinos). A continuación tenemos

una serie de lexemas caracterizados por. dos clases: las clases de los animados determinados humanos masculinos y femeninos. Estos lexemas son πάθημα, ἄχθος, πημονή, Sún y ἀνία. El lexema ὠδίς se aplica también a dos clases, a la de los animados determinados hu-

manos femeninos y a la de los animados indeterminados. Los lexemas πάθος y ἄχος sirven para caracterizar a tres clases: a la clase de los animados determinados humanos masculinos y femeninos y a la clase de los animados determinados divinos masculinos. Otros dos lexemas pertenecen también a tres clases, pero diferentes. Asi, ὀδύνῃ

se aplica

a las clases de los animados determinados humanos masculinos, de los animados determinados divinos y de los inanimados personificados, mientras que κάματος se aplica a las clases de los animados determinados humanos masculinos y femeninos y a la clase de los animados indeterminados. Lexemas de cuatro clases son: πένθος (aplicado a las clases de los animados determinados humanos masculinos y femeninos, de los animados indeterminados y de los inanimados personificados), μόχθος (referido a las clases de los animados determinados divinos masculinos y de los inanimados no personificados concretos), λύπη (que se puede aplicar a las clases de los animados determinados humanos masculinos y femeninos, de los animados indeterminados y de los inanimados no personificados concretos), πῆμα (para las clases de los animados determinados humanos masculinos y femeninos, de los animados determinados divinos masculinos y de los animados indeterminados) y πόνος (que se aplica exactamente a las mismas clases que πένθος). Finalmente, nos queda el lexema ἄλγος, que posee el mayor número de clasemas, cinco; para animados determinados humanos masculinos y femeninos, animados indeterminados, inanimados personificados e inanimados no personificados concretos. 3.6. Oposiciones. El último de los instrumentos utilizados para la definición semántica de los lexemas es el concepto de oposición. Una vez más, ha sido E. Coseriu quien mejor ha desarrollado, a nuestro entender, el concepto de oposición en los estudios de vocabulario. En él nos basaremos para nuestro estudio de las oposiciones en el campo del dolor. Los tres tipos de oposiciones que Coseriu establece en su sistema semántico están tomados de la Fonología de la Escuela de Praga. N. S. Trubetzkoy, en sus Principios de Fonología, establece tres tipos de oposiciones distintivas de fonemas, segun la relación entre sus miem-

bros™.

Semántica del Griego Antiguo

181

a) Oposiciones privativas : «Son aquellas en las que uno de los miembros se caracteriza por la presencia de una marca y el otro por la ausencia de esa misma

marca, como,

por ejemplo,

‘sonoro’-‘sordo’,

‘nasalizado’-‘no nasalizado”, ‘labializado’-‘no labializado”, etcétera.» Ὁ) Oposiciones graduales : «Son aquellas cuyos miembros se caracterizan porque presentan en distinto grado una misma particularidad, comoes el caso, por ejemplo, de la oposición entre dos vocales de distinto grado de abertura (en alemán, por ejemplo, u-o, ü-ö, i-e, etc.) o

de distinta altura musical.» c) Oposiciones equipolentes : «Son aquellas cuyos dos miembros son lógicamente equivalentes, es decir, que no pueden ser consideradas ni como dos grados distintos ni como negación y afirmación de una misma particularidad: por ejemplo, en alemán, p-t, f-k, etc.» Para un estudio detenido de estos tipos de oposiciones en el ámbito

fonológico remitimos a los trabajos de J. Cantineau'* y V. Brendal '“. El mérito de Coseriu está precisamente en trasladar al dominio del vocabulario los tipos de oposiciones descubiertos por los fonólogos de Praga. Efectivamente, en el plano de la lexemática habla Coseriu de oposiciones graduales, privativas y equipolentes. Las oposiciones graduales se dan «cuando afectan a las cualidades que existen en diferentes grados en las unidades consideradas»'*. Según Coseriu, este tipo de oposición es muy frecuente en el léxico. Así, por ejemplo, tenemos oposiciones graduales en los adjetivos que expresan los grados de temperatura, como en español «helado»—«frio»—«frescon—«tibion—«calido»-«hirviente» , o bien en los adjetivos que expresan la valoración intelectual de un alumno, como

en español «insuficiente»—«suficien-

te»«bien» «muy bien», etc. Las oposiciones privativas se dan «cuando un miembro de la oposición está caracterizado por un rasgo distintivo, mientras que el otro miembro de la oposición se caracteriza por la ausencia de la marca correspondiente»'*. Así, por ejemplo, en latin tenemos una oposición privativa en los adjetivos de color a/bus-candidus, donde el segundo miembro posee el sema «con luminosidad» que falta en el primero; lo mismo ocurre en los términos ater-niger. Oposición privativa es la que se da también en latín entre los términos senex-vetus, ya que el primero posee el rasgo «para la edad de las personas», rasgo que falta en el segundo miembro. Por último, las oposiciones equipolentes existen «cuando los términos considerados no están 13 N.S. Trubetzkoy, Principios de Fonología, Madrid 1973, pp. 66- 67. 144 y Cantineau, «Les oppositions significatives», en CFS, 10, 1952, pp. 1140 y «Le classement logique des oppositions», en Word, 11, 1955, pp. 1-9. 145 y. Brendal, «Les oppositions linguistiques», en Journal de Psychologie, 1938, pp.

161-169.

182

Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

ordenados, es decir, cuando cada término de la oposición se opone a

-todos los demás, sin que esté referido a uno de los otros términos»'* . Es el caso de las oposiciones antonimicas del tipo del latin a/bus-ater, candidus-niger, etc. No se le escapa a Coseriu que las oposiciones en el dominio del vocabulario son más dificiles de establecer que en el dominio de la Fonologia: «El establecimiento de oposiciones en el vocabulario es considerablemente más complicado que en el sistema fonológico de una lengua, puesto que las marcas son mucho más numerosas que en la

Fonologia»'”. El principio de las oposiciones es para Coseriu el factor determinante en el establecimiento de un campo léxico: «No-es más que por la existencia de oposiciones distintivas que la configuración semántica de un campo se convierte en una verdadera estructura lingúística»'*. Coseriu concibe el campo como un concepto provisto de un contenido o valor unitario, que se subdivide por medio de oposiciones entre los términos que lo componen. Con el concepto de oposición cree encontrar Coseriu un medio sólido y seguro para delimitar los distintos campos léxicos. El fenómeno de la neutralización, es decir, «de la inclusión del miembro marcado (o intensivo) de una oposición en el no marcado (o extensivo)»'®, fenómeno muy corriente en el sistema fonológico, se da también en el dominio del léxico. Así, por ejemplo, un caso de neutralización es el que tenemos en el fr. dominer-maitriser, donde el primero se puede emplear por el segundo, pero no a la inversa, o bien en el español d/a-noche, etc. Este fenómeno se puede representar de la siguiente manera: dominer

maitriser

|

dia

noche

Los tres tipos principales de oposiciones que acabamos de describir los encontramos también entre los lexemas del campo nominal del dolor en Sófocles: a) Oposiciones equipolentes. Nosotros concebimos las oposiciones equipolentes como oposiciones antonímicas, es decir, cuando a un le14 E. Coseriu, obra citada en nota 125, p. 64.

147 E. Coseriu, obra citada en nota 125, p. 65. 148 E. Coseriu, artículo citado en nota 86, p. 157. Og, Coseriu, articulo citado en nota 86, p. 151.

Semäntica del Griego Antiguo

183

xema del campo del dolor se le opone otro del campo del placer o alegría. Este tipo de oposición lo hemos encontrado en los siguientes pasajes y entre los siguientes lexemas: Ant. 1171-2: ἡδονή- ἄχθος. El 821-2: χάρις -Aóúrm. OC. 1217-18: λύπη-τὰ τέρποντα. Tr. 129: τῆμα-χαρά. OC. 232: πόνος -χάρις. Ph. 637-8: πόνος -ἀνάπαυλα. b) Oposiciones graduales. Las oposiciones graduales las establecemos con ayuda de los conceptos de núcleo y dimensión. Para nosotros resulta evidente que un lexema del núcleo expresa un dolor con mayor grado o intensidad que un lexema de una primera dimensión del mismo modo que un lexema de ésta expresa un tipo de dolor más intenso que un lexema de la segunda, y así sucesivamente. Según esto, y de acuerdo con la estructuración de los ejemplos que hicimos en el apartado 3.3., tenemos en el campo nominal las siguientes oposiciones graduales (entre paréntesis especificamos los aspectos del «dolor»): OT. 1031: äXyos-xaxöv (núcleo-segunda dimensión). OT. 636-8: κακόν-ἄλγος (segunda dimensión-núcleo). El 141-3: ἄλγος -κακόν (núcleo-segunda dimensión). El 1186-7: κακόν-ἄλγος (segunda dimensión-núcleo). OC. 326-8: λύπη-μόχθος (primera dimensión-tercera dimensión). Tr. 152-3: κακόν-πάθος (segunda dimensión-núcleo). Tr. 853-5: νόσος -ττάθος (segunda dimensión-núcleo). OT. 1330: κακόν-πάθος (segunda dimensión-núcleo). OC. 361-5: πάθημα-κακόν (núcleo-segunda dimension). OC. 1708-12: πένθος -ἄχος (primera dimensión-núcleo). Ph. 1166-8: κήρ-ἄχος (segunda dimension-núcleo). El 1116-7: ἄχθος -kaxóv (núcleo-segunda dimensión). Aj. 195-200: ἄτη-ἄχος (segunda dimensión-núcleo). OC. 1722: ἄχος -κακόν (núcleo-segunda dimensión). Aj 272-5: κακόν-λύττη (segunda dimensión-primera dimensión). Tr. 330-31: κακόν -λύττη (segunda dimensión-primera dimensión). OT. 1074-5: »Atrn-kaxóv (núcleo-segunda dimensión). Ph. 185-7: ὀδύνη-μερίμνημα (núcleo-primera dimensión). Tr. 42-43-4643: ὠδίς -ττῆμα-τῆμα-τημονή (nücleo-segunda dimensión). Tr. 1274-7: ἄτη-τῆμα (segunda dimensión-núcleo). OT. 164-6: ἄτη-τῆμα (segunda dimensión-núcleo). OT. 169-74: τῆμα-κάματος (núcleo-tercera dimensión). OT. 1318-19-20: κακόν-πῆμα-κακόν (segunda dimensión-núcleo). Ph. 765-7: τῆμα-κακόν (núcleo-segunda dimensión).

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Marcos MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

Aj. 1003-5: kaxóv-ávía (segunda dimensiön-nüclkeo). El 231-5: κάματος -ἄτη (tercera dimensión-segunda dimensión). OC. 1232-8: κάματος -κακόν (tercera dimensión-segunda dimensión). OT. 1205: ἄτη-πόνος (segunda dimensión-tercera dimensión). Ph. 885-7: συμφορά -πόνος (segunda dimensión-tercera dimensión). c) Oposiciones privativas. Nosotros concebimos las oposiciones privativas como oposiciones basadas en la presencia o ausencia de los rasgos distintivos que hemos establecido en el apartado 3.4. Este tipo de oposición es el que menos ejemplos cuenta en los lexemas nominales (ponemos entre paréntesis los rasgos distintivos sobre los que se basa la oposición en cuestión): Ph. 827: ἄλγος - ὀδύνη (general-fisico). Ph. 1168-70: ἄχθος - ἄλγημα (general-moral). Aj. 1005-7: ἀνία-πόνος (moral-general). Desde el punto de vista de las oposiciones hay que decir que en Séfocles hemos hallado oposiciones sólo para dieciséis lexemas básicos de los veintitrés que integran este campo. Algunas de estas oposiciones se establecen entre lexemas básicos y lexemas ocasionales. En sintesis los lexemas que admiten oposiciones son: ἄλγος: se opone a κακόν en oposición gradual cuatro veces (OT. 636-8, 1031; El 141-3, 1186-7) y a ὀδύνη en oposición privativa una vez en Ph. 827. ἄλγημα: se opone a ἄχθος en oposición privativa en Ph. 1163-70. μόχθος: se opone a AUTIN en oposición gradual en OC. 326-8. πάθος: se opone a νόσος en oposición gradual en Tr. 835-55 y a κακόν en el mismo tipo de oposición en Tr. 152-3 y OT.

1330.

πάθημα: se opone a κακόν en oposición gradual en OC. 361-5. πένθος: se opone a ἄχος en oposición gradual en OC. 1708-12. ἄχθος: además de la oposición privativa en relación con ἄλγημα ya citada, aparece en oposición gradual con κήρ (Ph. 1166-8) y κακόν (ΕἸ 1116-7). También se encuentra en oposición equipolente con ἡδονή en Ant. 1171-2. ἄχος: además de la oposición gradual con πένθος, que hemos visto ya, aparece en oposición gradual con ἄτη (Ay. 195-200) y con κακόν (OC. 1722). Aúrm: además de la oposición gradual ya citada con μόχθος

aparece en oposición gradual con κακόν (Ay. 272-7; Tr. 330-1;

OT. 1074-5) y en oposición equipolente con χάρις (El 821-2) y Ta τέρποντα (OC. 1217-8).

Semántica del Griego Antiguo

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ὀδύνη: además de la oposición privativa con dAyos, ya citada, aparece también en oposición gradual con μερίμνημα en Ph. 185-7. ὠδίς: aparece en oposición gradual con ττῆμα y ττημονή en 7r. 42-48. πημονή: cf. la anterior. πῆμα: además de la oposición gradual con δίς y ττημονή, ya citada, aparece en oposición gradual con ἄτη (77. 1274-7; OT. 164-6), con κάματος (07.169-174) y con κακόν (OT. 131820; Ph. 765-7) y en oposición equipolente con xapá (Tr. 129). ἀνία: aparece en oposición gradual con κακόν en Ph. 1003-5 y en oposición privativa con πόνος en Ay. 1005-7. κάματος: además de la oposición gradual con ττῆμα, ya citada, aparece en oposición gradual con ἄτη (£7 231-5) y κακόν (OC. 1232-8). πόνος:

además de la oposición privativa con ἀνία,

ya citada,

aparece en oposición gradual con ἄτη (OT. 1205) y συμφορά (Ph. 885-7) y en oposición equipolente con χάρις (OC. 232), ἀνάπαυλα (Ph. 637-8) y χαρά (Ant. 1273-6). Los siete lexemas básicos que no aparecen en ningún tipo de oposiciones son lexemas que sólo aparecen en Sófocles una o dos veces: 3.7. Definición semántica. Con los conceptos de archilexema, sema, clase, núcleo, dimensio-

nes y oposiciones que acabamos de exponer estamos en condiciones de definir semánticamente los contenidos de los veintitrés lexemas bási-

cos que componen el campo nominal del dolor en Sófocles. Para esta definición nos basamos en la fórmula de Coseriu, según la cual el contenido lexemático es igual a la suma de archilexema, más di-

mension(es), más sema(s), más clasema(s), que representada esquemáticamente tiene esta forma!*:

Clex. = Zarchilexema + (dimensión(es) + sema(s)) + clasema(s). Ponemos entre dos comillas (« ») el archilexema, entre angulos (< >) el núcleo y las dimensiones, entre una comilla (* ”) los semas o rasgos distintivos y entre corchetes ([ ]) los clasemas. De acuerdo con esto, la deffnición semántica de los veintitres lexemas básicos que integran el campo nominal del dolor en Sófocles queda establecida de la siguiente manera: ἄλγος:

«sustantivo del dolor» + (

+ ) (‘moral’ + ‘general’+ ‘por acontecimiento externo”) + [para animados determinados humanos masculinos]. Se opone en oposición privativa a ἄχθος. ἄλγησις: «sustantivo del dolor» + («nücleo>) (‘fisico’ + “por herida o enfermedad”) + [para animados determinados humanos masculinos].

ἀλγηδών: «sustantivo del dolor» + («segunda dimensión») (‘por acontecimiento externo”) + [para animados determinados humanos masculinos]. πάθος: «sustantivo del dolor» + ( + «segunda dimensión>) (“fisico + ‘moral’ + “general” + ‘por herida o enfermedad”) + [para animados determinados humanos masculinos y femeninos] + [para animados determinados divinos masculinos]. Se pone a νόσος y κακόν en oposición gradual. πάθημα: «sustantivo del dolor» + («núcleo») (físico? + ‘moral’ + ‘por herida o enfermedad” + ‘por ausencia o muerte de ser querido’ + ‘por acontecimiento externo”) + [para animados determinados humanos masculinos y femeninos]. Se opone a ka” κόν en oposición gradual. Tá8n: «sustantivo del dolor» + ( + ) (‘moral’ + “por ausencia © muerte de ser querido” + ‘profundo’) + [para animados determinados humanos masculinos y femeninos]. κάματος: «sustantivo del dolor» + («tercera dimensión») (‘por acontecimiento externo” + “del parto”) + [para animados determinados humanos masculinos y femeninos] + [para animados indeterminados]. Se opone a ττῆμα, ἄτη y κακόν en oposición gradual. πόνος: «sustantivo del dolor» + («nücleo> + «primera dimensión> + +