Perfil sociolingüístico de las lenguas mapuche (Mapuzugun) y aimara (Aymara) en la Región Metropolitana (Chile)
 9789567539109

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PERFIL SOCIOLINGÜÍSTICO DE LENGUAS MAPUCHE Y AYMARA EN LA REGIÓN METROPOLITANA

PERFIL SOCIOLINGÜÍSTICO DE LENGUAS MAPUCHE Y AYMARA EN LA REGIÓN METROPOLITANA



PERFIL SOCIOLINGÜISTICO DE LENGUAS MAPUCHE Y AYMARA EN LA REGIÓN METROPOLITANA © Corporación Nacional De Desarrollo Indígena CONADI Director Nacional Alvaro Marifil Hernández Fondo de Cultura y Educación Dirección Nacional Universidad Tecnológica Metropolitana Rector Luis Pinto Faverio Vicerrectoría de Transferencia Tecnológica y Extensión Centro de Desarrollo Social Registro de Propiedad Intelectual Inscripción Nº 182299 ISBN (13): 978-956-7539-10-9 Santiago, Chile, Julio de 2009 Investigadores: Hans Gundermann Kröll Luis Godoy Saavedra Jaqueline Caniguan Caniguan Elías Ticona Mamani Ernesto Castillo Narbona Alejandro Clavería Cruz Cesar Faúndez Lagos Editores Luis Godoy Saavedra Mario Torres Alcayaga Revisión de Estilo Cristian Romero Mayorga Supervisión y Revisión CONADI Necul Painemal Morales Dr. (c) Lingüística Diseño y Diagramación Andrea Meza Navarro Juan Pablo de Gregorio Impreso por LOM Ediciones, Santiago de Chile, Julio de 2009 PROHIBIDA LA COMERCIALIZACIÓN TOTAL O PARCIAL EN CUALQUIER FORMA Y POR CUALQUIER MEDIO. SE AUTORIZA REPRODUCCIÓN MENCIONANDO LA FUENTE.



P R E S E N TA C I Ó N DEL DIRECTOR NACIONAL DE CONADI

En los lineamientos de la política Indígena del Gobierno de la Presidenta Sra Michelle Bachelet Jeria se presenta como un hito histórico el reconocimiento de los pueblos indígenas tanto en el marco jurídico como en el imaginario de la sociedad a través de la aplicación del Re-conocer, el pacto social por la multiculturalidad. Entre los mas destacados tópicos de los Compromisos presidenciales están: la Participación de los pueblos indígenas, Reconocimiento y profundización de derechos de los pueblos indígenas, Política indígena urbana, Política de educación, de cultura y de hogares indígenas, la Mujer indígena y de su rol como transmisora de la cultura y el Desarrollo integral, conectividad y cobertura rural indígena. Entre los logros de estos compromisos a respecto de la cultura y educación de los pueblos fue la culminación de la Fundación de dos Academias de la lengua indígena, la Academia de la lengua Rapa Nui y la Academia de la lengua Aymara durante el año 2008, esperando la Fundación de la Academia de la lengua mapuche durante el año 2009. Estos eventos son la respuesta adecuada de la institucionalidad ante el acelerado deterioro del desempeño de las lenguas indígenas producto de la negación de su presencia a través de la historia en nuestras sociedades y que en esta década se está en franco reconocimiento de la importancia de cada una de ellas en el contexto cultural del país. Las lenguas indígenas de Chile son consideradas parte del patrimonio inmaterial de la nación y riqueza de la humanidad. Se parte de la convicción de que es necesario que el Estado tome acciones que reviertan la situación de exclusión y minusvaloración en que se encuentran las lenguas indígenas, debido a las acciones de discriminación por parte de la sociedad



y a las inacciones, aunque no intencionadas del Estado que en materia de lenguas, no ha preparado ni puesto en práctica un plan destinado a reconocer, orientar, desarrollar o determinar el uso de las lenguas en el país, para de esta manera revertir la discriminación que se hace a los hablantes de las lenguas indígenas en los ambientes pluriculturales de las regiones y en el sistema educacional del estado. En el preámbulo del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo se dice que en lugar de las políticas asimilacionistas debe reconocerse “las aspiraciones de esos pueblos a asumir el control de sus propias instituciones y formas de vida y de su desarrollo económico y a mantener y fortalecer sus identidades, lenguas y religiones, dentro del marco de los Estados en que viven.” También se puede observar en la Parte VI. Educación y medios de comunicación, Artículo 28 se señala: “Siempre que sea viable, deberá enseñarse a los niños de los pueblos interesados a leer y escribir en su propia lengua indígena o en la lengua que más comúnmente se hable en el grupo a que pertenezcan.” En el segundo párrafo del mencionado Artículo 28 se dice “Deberán tomarse medidas adecuadas para asegurar que esos pueblos tengan la oportunidad de llegar a dominar la lengua nacional o una de las lenguas oficiales del país.” Y en el tercero se agrega: “Deberán tomarse disposiciones para preservar las lenguas indígenas de los pueblos interesados y promover el desarrollo y la práctica de las mismas.” Los trabajos futuros de las Academias de la lengua indígena en Chile que ha promovido la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena, CONADI, estarán direccionados hacia la realización de estas disposiciones, en las que se destaca el respeto hacia la diversidad cultural, al desarrollo de las comunidades y a la mantención de su cultura y su lengua. La Declaración Universal de Derechos Lingüísticos de 1996 considera que se debe asegurar el respeto y el pleno desarrollo de todas las lenguas y establecerse los principios de una paz lingüística planetaria, justa y equitativa, como factor principal de la convivencia social. Dicha declaración afirma que para garantizar la convivencia entre comunidades lingüísticas, hace falta encontrar unos principios de orden universal que permitan asegurar la promoción, el respeto y el uso social público y privado de todas las lenguas, el respeto a la diversidad lingüística y cultural del país, promueve el diálogo intercultural y ofrecen claras ventajas para la comprensión mutua, la cohesión social, la construcción de una identidad nacional y la pacificación del país.

El presente estudio acerca de la situación sociolingüística de la población indígena urbana, elaborado por la Universidad Tecnológica Metropolitana de Santiago, es un importante avance del cual la CONADI se congratula y ofrece a la población indígena, así como a las instituciones y profesionales del área interesados en las lenguas de nuestros pueblos. Las conclusiones a las que se llegue producto de su lectura marcarán una nueva etapa en el quehacer de nuestras instituciones en beneficio de las culturas indígenas de Chile.

ALVARO MARIFIL HERNANDEZ DIRECTOR NACIONAL CONADI

ÍNDICE

9

ANTECEDENTES

10

I SITUACIÓN SOCIOLINGÜÍSTICA EN LA REGIÓN METROPOLITANA

33

II ACTITUDES ANTE LAS LENGUAS INDÍGENAS

40

III COMPETENCIA CON EL MAPUZUGUN EN LA REGIÓN METROPOLITANA

44

IV COMPETENCIA LINGÜÍSTICA CON EL MAPUZUGUN: ANÁLISIS DE CASOS

55

V COMPETENCIA LINGÜÍSTICA AYMARA: ANÁLISIS DE CASOS

71

VI ASPECTOS METODOLÓGICOS

84

BIBLIOGRAFÍA

88

ANEXO: INSTRUMENTOS APLICADOS

88

Encuesta sociolingüística a hogares mapuche y aymara de la región metropolitana

102 Actitudes lingüísticas región metropolitana 104 Instrumento de medición competencia lingüística aymara 108 Instrumento de medición de competencia lingüística en mapuzugun

ANTECEDENTES El presente documento constituye el informe final del proyecto “Perfil Sociolingüístico de Lenguas Mapuche y Aymara en la Región Metropolitana”, realizado por la Universidad Tecnológica Metropolitana a través del Centro de Desarrollo Social, en convenio la Dirección Nacional de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena, a través de la Unidad de Cultura y Educación de la Dirección Nacional. El estudio tiene por objeto elaborar un perfil sociolingüístico de la población mapuche y aymara residente en la Región Metropolitana, que permita tener información sobre su competencia y desempeño de las lenguas vernáculas, la situación actual del uso de éstas en sus diferentes actividades familiares y/o sociales, la actitud de éstas hacia la lengua, entre otros aspectos que permitan disponer de antecedentes suficientes para orientar la política pública de fomento y fortalecimiento de las lenguas indígenas. En el primer capítulo se expone la situación sociolingüística de los hogares mapuche y aymara en la región, analizándose los procesos de mantenimiento y pérdida de la lengua en los distintos niveles generacionales. El segundo capítulo expone un análisis de las actitudes de los hablantes mapuche y aymara con su lengua, así como algunas hipótesis explicativas de las situaciones descritas. El tercer capítulo, expone un análisis estadístico de la competencia lingüística en mapuzugun. Se exponen además algunas hipótesis explicativas de la situación analizada. Se excluye de este análisis la competencia en aymara debido a la baja cantidad de casos encontrados En el cuarto capítulo se realiza un análisis de casos de la competencia lingüística mapuche en la región, sobre la base de los test de competencias aplicados en el estudio, mientras que el quinto capítulo desarrolla un análisis de casos de la competencia lingüística aymara. En ambos análisis se trabaja en función de identificar la competencia baja, mediana y alta de la lengua y sus características particulares en el contexto urbano del territorio estudiado. Finalmente, el sexto capítulo aborda el trabajo de elaboración de la muestra, los procedimientos utilizados en el trabajo de campo y el procesamiento de los datos. Se anexan, además, los instrumentos utilizados en el estudio.



I. SITUACIÓN SOCIOLINGÜÍSTICA EN LA REGION METROPOLITANA 1. Características socio demográficas de la población indígena en la Región Metropolitana de Santiago La Región Metropolitana congrega en una sola zona geográfica el grupo numéricamente más significativo de indígenas del país, con la excepción de la Araucanía. En esta región se tiene tanto en cifras absolutas (203.950 personas), relativas (un 29,5%) que sobresale notoriamente de las demás regiones de Chile, con la excepción de la Región Metropolitana. Esta sigue en importancia a la de la Araucanía con 191.454 personas indígenas, lo que equivale a un 27,7% del total nacional (INE-Orígenes, 2002:13). Esta última es una realidad social casi en su totalidad urbana y, además, urbana metropolitana (congregación de población y vivienda en gran escala). Se trata de una población que presenta distribuciones por edad y sexo normales respecto del país. En el caso mapuche en particular, la distribución por edad es incluso un poco más favorable a los tramos más jóvenes que las medias del país. Estamos en presencia, por lo tanto, de una población demográficamente joven, dinámica y en crecimiento.



Etnia

Tabla Nº 1:

Sexo

Edades

Totales

Mapuche

Hombre 394

23,4%

333

18,7%

727

21,0%

15-24

382

22,7%

416

23,3%

798

23,0%

25-34

291

17,3%

306

17,1%

597

17,2%

35-44

260

15,4%

298

16,7%

558

16,1%

45-54

190

11,3%

241

13,5%

431

12,4%

55-64

102

6,1%

107

6,0%

209

6,0%

65-74

53

3,1%

65

3,6%

118

3,4%

75 y más

12

0,7%

19

1,1%

31

0,9%

1684 100,0%

1785 100,0%

3469 100,0%

5-14

15

16,0%

21

21,2%

36

18,7%

15-24

22

23,4%

18

18,2%

40

20,7%

25-34

19

20,2%

15

15,2%

34

17,6%

35-44

15

16,0%

17

17,2%

32

16,6%

45-54

13

13,8%

15

15,2%

28

14,5%

55-64

4

4,3%

7

7,1%

11

5,7%

65-74

5

5,3%

3

3,0%

8

4,1%

75 y más

1

1,1%

3

3,0%

4

2,1%

94

100,0%

99

100,0%

193

100,0%

Total

Distribución por sexo y edad de la

5-14

Total

Aymara

Mujer

Nota: Se excluyen no indígenas integrantes de los hogares entrevistados

10

población metropolitana

En relación con la inmigración, alrededor de dos tercios son nacidos en la Región Metropolitana (un 66,5%) mientras que de los restantes no todos nacieron en comunas de residencia tradicional indígena (reúnen esta condición sólo un 18,3% de los casos sumando aymaras y mapuches). Se presenta un cierto número de casos de integrantes de los hogares nacidos en comunas de otras partes del país que corresponden a personas no indígenas integrantes de hogares indígenas y de indígenas cuyas familias han vivido procesos migratorios escalonados hasta llegar a la Región Metropolitana y que por lo tanto nacieron en sitios intermedios. Es el caso, por ejemplo, de comunas urbanas en regiones de vida tradicional indígena (Arica, Iquique, Temuco, Valdivia y Osorno), comunas de la región central de Chile y algunos nacidos en el extranjero.

Áreas de residencia

Frecuencia

Porcentaje válido

Comunas residencia tradicional aymara

15

0,4%

Comunas residencia tradicional mapuche

718

17,9%

Comuna urbana en región de vida tradicional aymara

86

2,1%

Comuna urbana en región de vida tradicional mapuche

143

3,6%

2665

66,3%

351

8,7%

Región Metropolitana Comunas con baja presencia indígena y otras comunas del resto del país

Comuna de nacimiento según áreas de residencia tradicional y no tradicional indígena

Nacidos fuera de Chile

15

0,4%

No sabe, no responde

24

0,6%

4017

100,0%

Total

Tabla Nº 2:

Ahora, si analizamos la condición de metropolitano o inmigrante de quienes respondieron la encuesta en los hogares entrevistados (en su mayoría jefes de hogar o sus cónyuges, o personas adultas de cada hogar entrevistado), advertiremos con claridad que a medida que tratamos con personas de mayor edad, aumenta el porcentaje de hogares con jefes de hogar o integrantes inmigrantes y, a la inversa si tratamos con personas más jóvenes. Pero, además, los valores se invierten respecto del conjunto de los individuos considerados en la muestra. Si en un caso se tenía un 66,5% de nacidos en la Región Metropolitana, ahora este porcentaje llega sólo a un 39, 6%. Esto indica que luego de transcurridas un par de décadas de inmigración a Santiago empiezan a formarse grupos domésticos que no tienen la migración como un dato

11

inmediato de sus trayectorias y biografías, sino que ella ya es un dato de la generación precedente. Y esto aumenta con el tiempo. Este fenómeno se acentúa más en el caso mapuche que en el aymara debido a que los inicios de la inmigración son más antiguos en el primero de estos casos. Tabla Nº 3:

Inmigrante o metropolitano Edad en decenios

Inmigrante

Total

Metropolitano

Edad en decenios de los respondentes por hogar (en su mayoría

5-14

0

0,0%

1

100,0%

1

100,0%

15-24

27

41,5%

38

58,5%

65

100,0%

25-34

141

49,1%

146

50,9%

287

100,0%

35-44

215

50,4%

212

49,6%

427

100,0%

45-54

260

67,0%

128

33,0%

388

100,0%

55-64

144

77,8%

41

22,2%

185

100,0%

65-74

88

86,3%

14

13,7%

102

100,0%

75 y más

19

76,0%

6

24,0%

25

100,0%

39,6%

1480

jefes de hogar y otros adultos) según

Total

894

60,4%

586

100,0%

La presencia indígena en Santiago de Chile y sus alrededores es antigua. En la historia moderna del país ella se gesta con la emigración desde el centro sur de Chile (mapuches) y, en mucho menor medida, del norte (atacameños, quechuas y aymaras de las regiones de Antofagasta, Tarapacá y Arica-Parinacota). La pobreza campesina del sur de Chile y la promesa de trabajo e ingresos en las ciudades del centro del país que se abren con el crecimiento industrial y la expansión urbana lanzan a ciudades y la urbe capitalina contingentes de mujeres y hombres mapuches. Esto se hace notorio ya hacia la cuarta década del siglo XX. Se intensifica en las décadas posteriores. No es un fenómeno de movilidad espacial que se haya detenido sino que al contrario. Por una parte, sucesivas crisis de la agricultura tradicional del sur de Chile, reconversión productiva, deterioro de los recursos productivos mapuches, contra reforma agraria de la década de 1970. Por otra parte, nuevas oportunidades de trabajo estacional o estable se forman con la expansión de la fruticultura de exportación en el centro del país, el aumento del empleo con el crecimiento de la economía en las décadas de 1990 en adelante, la expansión minera en el norte del país, el desarrollo de la industria

12

la condición de inmigrante o metropolitano

acuícola en el sur, etc. Podría apuntarse, sin embargo, que la movilidad y emigración mapuche tiene hoy blancos migratorios más diversos que las grandes ciudades como ocurría antaño (Concepción y Santiago eran las más importantes). La emigración andina tendría otra dinámica. Esta es quizá más masiva que la mapuche, pero se realiza a las ciudades del norte del país (puertos y ciudades mineras como Arica, Iquique, Antofagasta y Calama) y sólo en menor medida a la Región Metropolitana (el tipo de muestra que fue necesario aplicar para este caso muestra bien el pequeño tamaño y dispersión de este sub universo). Es también más reciente que la mapuche. Tampoco corresponde a una emigración obrera y de trabajadores sin calificación como es el caso de los mapuches, sino que más bien de empleados fiscales, pequeños comerciantes, trabajadores por cuenta propia y algunos técnicos y profesionales. Etnia

Año de llegada

Total

Mapuche

Aymara

1

0,1%

0

0,0%

1

0,1%

1930 - 1939

11

0 ,9%

0

0,0%

11

0,8%

1940 - 1949

55

4,3%

7

7,1%

62 4,5%

1950 - 1959

119

9,3%

4

4,0%

123

1960 - 1969

223

7,5%

5

5,1%

228 16,6%

1970 - 1979

257 20,1%

6

6,1%

263 19,1%

1980 - 1989

274 21,5%

20 20,2%

294 21,4%

1990 - 1999

163 12,8%

22 22,2%

185 13,5%

2000 - 2008

59

4,6%

22 22,2%

81

No sabe, no responde

114

8,9%

13

127 9,2%

1276 100,0%

99

Año de llegada a la Región

1920 - 1929

Total

Tabla Nº 4:

13,1% 100,0%

1375

8,9%

5,9%

100,0%

(se excluyen antecesores no indígenas y otros integrantes del hogar)

Toda vez que la inmigración a la Región Metropolitana no se ha detenido, la antigüedad de la emigración determina que un porcentaje relevante de los hogares indígenas de Santiago deba considerarse como metropolitanos. Esto es, formados por hijos, nietos o bisnietos de emigrantes.

13

Metropolitana del informante o sus antepasados en decenios según etnia

Se trata de personas que corresponden a la primera, segunda y a veces tercera generación de nacidos en Santiago y sus alrededores. La tabla siguiente muestra cifras y porcentajes que avalan lo que se acaba de enunciar. Por tratarse de una inmigración más reciente, la gran mayoría de los aymaras metropolitanos entrevistados (datos de respondentes por hogar entrevistado, por lo general adultos) es migrante directo (82,6%), porcentaje que baja considerablemente (57,0%) en el caso mapuche, con inmigraciones bastante más antiguas. De ello resulta que un 17,4% de los hogares aymaras considerados en el estudio sería metropolitano, mientras que, en el caso mapuche, este porcentaje sube a un 39,7%, a lo que se agrega un 3,3% proveniente de áreas no tradicionales (extranjero, otras áreas de emigración). Etnia

Generación de migración

Migrante directo Migraron los padres, abuelos o bisabuelos

Otras formas (desde el extranjero, otras áreas no indígenas, etc.)

Total

Total

Mapuche

Aymara

818 57,0%

76 82,6%

894

58,5%

570

39,7%

16 17,4%

586

38,4%

47

3,3%

0

47

3,1%

1435 100,0%

Tabla Nº 5: Generación de inmigración de hogar del

0,0%

92 100,0%

1527 100,0%

Los indígenas metropolitanos se encuentran representados en todas las categorías ocupacionales, pero prevalecen claramente en los oficios de empleado (principalmente servicios menores), con un 59,8% del total (un 53,1% en el caso mapuche y un 59,8% en el aymara). Le sigue en importancia la categoría de los obreros con un 16,8% del total (un 17,7% en el caso mapuche y ausencia de casos en la muestra aymara). Estos últimos destacan en el trabajo por cuenta propia con un 33,7% (principalmente en el comercio), en tanto que entre los mapuche esta categoría está presente en un 15% de los casos. También entre los mapuche el servicio doméstico manifiesta una visible presencia con un 9,8%.

14

informante según la etnia de pertenencia

Etnia

Categoría ocupacional

Total

Mapuche

Aymara

Tabla Nº 6: Categoría ocupacional de los indígenas en la Región

Empleador

22

Trabajador por Cuenta Propia

2

2,2%

250 15,0%

31

33,7%

281 16,0%

Empleado

885 53,1%

55

59,8%

940 53,4%

Obrero

296 17,7%

0

0,0%

296 16,8%

Servicio doméstico

164

9,8%

1

1,1%

165

9,4%

Familiar no remunerado

7

0,4%

0

0,0%

7

0,4%

FF.AA. y de Orden

6

0,4%

0

0,0%

6

0,3%

Otra

15

0,9%

3

3,3%

18

1,0%

No sabe, no contesta

23

1,4%

0

0,0%

23

1,3%

Total

1,3%

24

1,4%

Metropolitana según etnia de pertenencia

1668 100,0%

92 100,0%

1760 100,0%

Presentemos, todavía, otro antecedente urbano de los indígenas en la Región Metropolitana. Si las relaciones sociales tradicionales se desenvolvían en marcos sociales de grupos parentales localizados, podemos preguntarnos por la existencia de redes sociales parentales en la vida urbana contemporánea, ya que no de grupos locales corporados como era usual en la vida tradicional rural. Puede ser indicativa la proporción de la parentela que reside en la capital y, por diferencia, aquella que todavía es rural. La tabla siguiente muestra información solicitada a los respondentes de la encuesta de hogares: Tabla Nº 7: Rangos

Frecuencia

Porcentaje

280

17,7%

216

13,6%

los entrevistados

408

25,7%

vive en la Región

511

32,2%

Ninguno

82

5,2%

NS/NR

88

5,6%

1585

100,0%

Toda la parentela reconocida El 75% de los parientes El 50% de los parientes El 25% de los parientes

Total

15

Estimación de la proporción en que la parentela de

Metropolitana

La evidencia aportada por las cifras de la tabla precedente muestra que en la percepción de los entrevistados la categoría de los parientes reside, principalmente, en la misma Región Metropolitana. Esto puede ser indicativo de la existencia de redes parentales cortas, principalmente con residencia urbana y, a la vez, la interrupción paulatina de los lazos con redes más amplias que incorporan segmentos rurales o, cuando menos, la relativa menor importancia de esto último. El desenvolvimiento de las lenguas originarias no se sustrae de las condiciones urbanas metropolitanas en las cuales se encuentran los indígenas de la capital y sus alrededores. Algunas de esas condiciones son las siguientes: a) En primer lugar, se trata de francas minorías demográficas, minúscula en el caso aymara, que apenas alcanza a 1787 personas en la Región (INE, 2002). b) Los indígenas se distribuyen de manera dispersa en las comunas de la Región Metropolitana y al interior de éstas. c) De todos modos, como es dable esperar para un sector social de pobres como nota dominante de su situación socioeconómica (empleados en servicios básicos, obreros y trabajadores, trabajadores por cuenta propia), su presencia es más notoria en las comunas populares y en los barrios pobres de las comunas capitalinas. d) La gran mayoría de los indígenas metropolitanos nació en Santiago (un 66,5%), como consecuencia de una prolongada permanencia en la ciudad (la afluencia mapuche es notoria desde la década de 1940). e) Pero, esta distribución estadística se invierte cuando consideramos las personas mayores y de la tercera edad. Si el conocimiento de las lenguas indígenas se encuentra asociado a su aprendizaje en las áreas de residencia tradicional, entonces una mayoría de nacidos en Santiago dependerá de lo que una minoría emigrada pueda transmitirles. f) La transmisión de la lengua se relaciona entonces con la existencia de estos inmigrantes en los hogares indígenas metropolitanos y con la red social indígena urbana y de larga distancia de la que puedan participar.

16

2. La vigencia del mapuzugun y jaqui aru en la Región Metropolitana Salvando excepciones individuales, las lenguas indígenas de Chile son asunto de indígenas. Lo son en cuanto las prácticas de uso y transmisión quedan reducidas, hasta ahora, a lo que sus integrantes que las poseen puedan hacer en este campo. El Programa de Educación Intercultural Bilingüe que con carácter de piloto impulsa desde hace más de una década el Ministerio de Educación tiene muchas limitaciones y no puede considerarse, hasta ahora al menos, como un instrumento eficaz de sostenimiento y expansión de estas lenguas. Mapuzugun, jaqui aru y castellano son las lenguas poseídas por los indígenas metropolitanos (también el quechua, no considerado en este estudio, que seguramente posee un cierto número de emigrantes peruanos en Santiago y, en menor medida, de la Provincia de El Loa en la II Región de Antofagasta y de Bolivia). Nos preocuparemos a continuación de cuantificar su existencia. Digamos, primero que todo, que el castellano es la lengua universal conocida por todos que se ocupa extensiva y continuamente. Es posible que haya alguna persona anciana en algún hogar mapuche que domina mejor el mapuzugun que el castellano (constituyéndose, así, en un bilingüe en que el castellano ocupa una posición subordinada) y que, ya sea por historia lingüística, la existencia de un ambiente hogareño bilingüe, o ambas cosas, esa condición de bilingüismo no ha evolucionado hacia un estado regresivo de la lengua indígena. Pero situaciones de este tipo son por completo excepcionales y la realidad lingüística de los indígenas metropolitanos muestra un panorama bastante menos auspicioso. La tabla siguiente entrega información acerca del mono y bilingüismo mapuche y aymara en la región Metropolitana apreciados a través del aprendizaje de una primera lengua y de una segunda lenguas. Según esto, un 80,03% de los mapuches metropolitanos de 5 o más años sería monolingüe del castellano: aprendió como primera lengua el castellano y no aprendió como segunda lengua el mapuzugun permaneciendo monolingüe castellano. El restante 19,7% son bilingües de distinto tipo ya que obtuvieron como primera lengua el mapuzugun y luego aprendieron el castellano (en verdad, dado los ambientes lingüísticos prevalecientes, simultáneamente ambas lenguas en algún grado), situación que alcanza un 7,9% del total, o bien primero el castellano y luego el mapuzugun (un 11,8%). Al interior de este último grupo, entre quienes tienen a la lengua originaria como primera lengua, encontraremos la mayoría de los bilingües coordinados y algún caso, más bien excepcional, de bilingüe con

17

subordinación del castellano. Entre quienes aprendieron, poco o mucho, el mapuzugun con posterioridad al castellano menudearán los bilingües incipientes y subordinados del mapuzugun. Etnia

aprendida

Mapuzugun

Aymara

-----

-----

Mapuche

Aymara

Aymara

Tabla Nº 8:

Segunda lengua aprendida

1ª lengua

Castellano 215

Total

No

100%

lingüismo castellano

-----

215

Castellano

319 12,8%

0

0,0%

Otra

0

0,0%

0

0,0%

0

0,0%

-----

Totales

319 11,8%

0

0,0%

215

7,9%

2173 80,3%

Aymara

-----

-----

-----

8

100%

Castellano

2

1,4

53 36,8%

Otra

0

0,0%

0

0,0%

1

100%

Totales

2

1,3%

53 34,6%

9

5,9%

-----

2173 87,2%

100%

2492 100% 0

100%

2707 100%

0

0,0%

8

100%

89

61,8%

144

100%

1

100%

-----89

Bilingüismo y mono-

58,2%

153 100%

* Se excluyen personas no indígenas en los hogares indígenas entrevistados

Si consideramos ahora el aymara, la situación informada es aparentemente mejor. En efecto, los bilingües alcanzarían a un 39,8% del total. A la inversa, el 58,2% sería monolingüe del castellano. La composición del bilingüismo se distribuye aquí con un 34,6% del total que aprendió el aymara como segunda lengua y un estrecho 5,2% (8 casos de 153) que la aprendió como primera lengua. De ahí entonces que, si es cierto que al aprendizaje de la segunda lengua en contextos de dominación lingüística por la lengua nacional y general (el castellano) conduce por lo general a un aprendizaje incompleto o insuficiente de las lenguas minoritarias y subordinadas como las que aquí analizamos, entonces debemos suponer que entre estos bilingües el jaqui aru tenderá a presentar una clara situación de subordinación respecto del castellano. En efecto, así lo demuestra la información recogida respecto de la competencia con la lengua vernácula en la dimensión de comprensión (entendimiento, tener la capacidad de hacer inteligible lo que se escucha). Entre los aymaras metropolitanos la mayoría tendría capacidades limitadas de comprensión de la lengua (un 70,5%). Por su parte, sólo para un 11,5% se declara comprensión media y un 18% con comprensión alta o suficiente para lograr inteligibilidad de lo que se habla. Los mapuches, a su vez, presentan un panorama mejor balanceado, pero no carente de problemas. Un tercio de ellos (un 34,1%) tendría una comprensión alta o suficiente con su lengua, otro cuarto (25,0%) una comprensión media y un notorio 40,9% una comprensión baja e insuficiente.

18

aymara y mapuche en la Región Metropolitana

Tabla Nº 9:

Etnia

Comprensión de la lengua vernácula

Mapuche

Entiende todo o mucho de lo que se habla

198

Entiende bastante

34,1%

Total

Aymara

Comprensión de la lengua indígena por

11 18,0%

209 32,6%

145 25,0%

7

152 23,7%

Entiende sólo un poco, no comprende bien lo que se habla

237 40,9%

43 70,5%

280 43,7%

Total

580 100,0%

61 100,0%

641 100,0%

quienes declaran alguna competencia con ella

11,5%

La evaluación cuantitativa del bilingüismo y monolingüismo indígena en la Región Metropolitana debe completarse con antecedentes acerca de la producción lingüística a través de actos de habla. El 19,7% de bilingües mapuches (tabla 8) se segmenta en grupos con niveles de comprensión variables, como acabamos de ver, pero también, como lo indica la tabla siguiente, en grupos con capacidades de producción lingüística variables. Por lo pronto, un 17,8% de aquellos que manifiestan capacidades de comprensión señalan incapacidad de producción. En el caso aymara ello se eleva a un 72,1% de los casos poniendo en entredicho el relativamente mejor estado declarado de bilingüismo que se apreciara con esta lengua a partir de datos sobre comprensión. Tabla Nº 10:

Capacidad de producción en mapuzugun o jaqui aru

Etnia

Si

Total

Capacidad de comprensión y capa-

No

cidad de producción en lengua vernácula

Mapuche

Capacidad de comprensión del mapuzugun

493

Aymara

Capacidad de comprensión del jaqui aru

17

82,2%

107 17,8%

600 100,0%

según declaraciones de bilingüismo y etnia de pertenencia

27,9%

44 72,1%

61 100,0%

Si nos dirigimos, ahora, a detallar mejor las capacidades de producción lingüística, constatamos una considerable heterogeneidad interna. Los mapuche metropolitanos que manifiestan poseer capacidades de producción precisan al mismo tiempo que ella no siempre es la adecuada. Sólo un 40,2% tendría una buena capacidad de producción, mientras que el resto manifiesta problemas (un 20,7% con dificultades y un 39,1% incipiente). Entre los pocos casos de bilingües aymaras con capacidad de producción en su lengua, la mitad manifiesta capacidades suficientes, un 29,4% con dificultades y un 17,6% con producción incipiente.

19

Capacidad de producción en mapuzugun y jaquiaru

Etnia Mapuche

Total Aymara

Tabla Nº 11: Capacidad de producción con el mapuzugun y jaqui

Producción lingüística adecuada

198 40,2%

9

52,9%

207 40,6%

Producción lingüística con dificultades

102 20,7%

5

29,4%

107 21,0%

Producción lingüística incipiente

193 39,1%

3

17,6%

196 38,4%

Total

493 100,0%

17

100,0%

510 100%

aru entre los indígenas de la Región Metropolitana, según etnia de

No hay variaciones significativas de estas capacidades de comprensión y producción en las lenguas vernáculas según si se trata de hombres o mujeres. Pero sí se presentan diferencias remarcables con la edad de las personas. Entre los mapuche metropolitanos se presenta una notoria correspondencia entre edad y desempeño eficiente con el mapuzugun. Los jóvenes y adultos jóvenes no se desenvuelven bien con su lengua cuando llegan a conocerla. Con más frecuencia se declara de ellos que poseen una capacidad de producción incipiente. En sentido contrario, cuando nos dirigimos hacia los estratos de los adultos y mayores aumenta la percepción de desempeño eficiente. De todos modos, en todos los estratos de edad se presentan porcentajes visibles de casos en que la evaluación de capacidad se ubica en “con dificultades” o “incipiente”, lo que pudiera indicarnos condiciones de origen y en la vida urbana de los inmigrantes que dificulta la creación de estándares altos de desempeño con la lengua.

20

pertenencia

Tabla Nº 12: Capacidad de producción en lengua vernácula

Capacidad de Total

Etnia

Edad en decenios 5-14 15-24 25-34

Mapuche

35-44 45-54 55-64 65-74 75 y más Total

según tramos de

1

3,4%

0

0,0%

28 96,6%

29 100,0%

10

20,4%

10

20,4%

29 59,2%

49 100,0%

25

32,5%

15

19,5%

37 48,1%

77 100,0%

31

35,6%

23

26,4%

33 37,9%

87 100,0%

55

52,4%

26

24,8%

24 22,9%

105 100,0%

41

53,9%

14

18,4%

21 27,6%

76 100,0%

29

49,2%

12

20,3%

18 30,5%

59 100,0%

6

54,5%

2

18,2%

3

11 100,0%

198

40,2%

102

20,7%

193 39,1%

493 100,0% 1

100,0%

27,3%

0

0,0%

0

4

50,0%

3

37,5%

1

12,5%

8

100,0%

35-44

1

25,0%

2

50,0%

1

25,0%

4

100,0%

45-54

2

100,0%

0

0,0%

0

0,0%

2

100,0%

55-64

1

50,0%

0

0,0%

1

50,0%

2

100,0%

9

52,9%

5

29,4%

3

17,6%

17

100,0%

Total

edad y pertenencia étnica

100,0%

25-34

producción en lengua vernácula

Incipiente

1

15-24

Aymara

Con dificultades

Eficiente

0,0%

Los casos aymaras con declaraciones de producción son muy pocos como para poder formarse un juicio razonable acerca de la distribución de esas capacidades. No obstante, destaca la prevalencia del grupo de aquellos respecto de los cuales se señala capacidad eficiente de producción, lo que pudiera asociarse con aprendizajes de origen. Es de interés, también, evaluar la producción como algo que logra sostenerse o incluso producirse en el medio urbano metropolitano o debemos más bien asumir que es algo dependiente de aprendizajes y práctica generadas en los sitios de origen. La siguiente tabla relaciona la capacidad de producción con la condición de inmigrante o de metropolitano y nos permite formar un juicio al menos preliminar acerca de este punto.

21

Etnia

Capacidad de producción en lengua vernácula

Migrante o metropolitano Inmigrante

Total

Metropolitano

Inmigrante

Tabla Nº 13: Capacidad de producción en lengua vernácula

Aymara

Mapuche

según la condición Perfectamente puede hablar e intervenir

151 94,4%

9

5,6%

160 100,0%

Con alguna dificultad puede hablar o intervenir

66 86,8%

10

13,2%

76 100,0%

Puede responder o plantear frases sencillas

74 67,3%

36

32,7%

110 100,0%

Total

291 84,1%

55

15,9%

346 100,0%

Perfectamente puede hablar e intervenir

5 100,0%

0

0,0%

5

100,0%

Con alguna dificultad puede hablar o intervenir

4

80,0%

1

20,0%

5

100,0%

Puede responder o plantear frases sencillas

3

100,0%

0

0,0%

3

100,0%

Total

12 92,3%

1

7,7%

13

100,0%

de inmigrante o metropolitano y pertenencia étnica

Como podía sospecharse, los sujetos con capacidad de producción lingüística en lengua vernácula se asocian de manera clara a la condición de inmigrante. En particular entre los mapuche los hablantes inmigrantes ascienden a un 84,1%, en tanto que el restante 15,9% es de origen metropolitano. Pero, repárese en que estos últimos se concentran en aquellos que pueden desenvolverse de manera apenas incipiente con la lengua (responder o plantear algunas frases sencillas). A la inversa, es entre los inmigrantes que se concentran aquellos que no presentan dificultades para comunicarse en su lengua (un 94,4% de los integrantes de esa categoría). Entre los aymaras, a su vez, una mayoría todavía más amplia de hablantes que en el caso mapuche es inmigrante en Santiago (un 92,3%). Debe repararse, no obstante, en que las emigraciones aymaras a Santiago son recientes y que por ello no podemos suscribir sin más que en la Región Metropolitana la lengua no se está transmitiendo, debido a que todavía hay pocos aymaras nacidos en la metrópoli.

22

3. El aprendizaje y transmisión de las lenguas vernáculas en la Región Metropolitana La primera lengua de los indígenas en la Región Metropolitana es mayoritariamente el castellano. Esto vale tanto para mapuches (90,5%) como aymaras (94,1%). El aprendizaje simultáneo de ambas lenguas está presente, pero no representaría un fenómeno muy extendido (1,7% en el caso mapuche y 0,0 en el aymara). Se podría esperar, como sí ocurre en las áreas rurales, una mayor presencia de este aprendizaje simultáneo.

Mapuche Mapuzugun

Tabla Nº 14:

Etnia

Primera lengua aprendida

215

Aymara

Aymara

7,8% ------

Total

Primera lengua aprendida según

------

215

7,4% 0,3%

8

5,2%

8

Castellano

2501

90,5%

144

94,1%

2645 90,7%

Otra lengua

0

0,0%

1

0,7%

1

0,0%

Ambas simultáneamente

48

1,7%

0

0,0%

48

1,6%

Total

2764

100,0%

153

100,0%

2927 100,0%

* Se excluyen personas no indígenas en los hogares indígenas entrevistados

Si la mayoría de los indígenas tiene al castellano como primera lengua, una parte de los bilingües debió aprender la lengua indígena como segunda lengua. La tabla siguiente muestra que este fenómeno está poco representado en el caso mapuche (con un 11,8%), y más presente en el aymara (con un 34,6%). A su vez, el aprendizaje del castellano teniendo como primera lengua una vernácula se presenta con cierta frecuencia entre los mapuches residentes urbanos (un 7,9%) y los aymaras en igual condición (5,9%).

23

etnia de pertenencia

Tabla Nº 15:

Etnia

Segunda lengua aprendida

Mapuche

Total

Aymara

Aprendizaje de una segunda lengua según etnia de

Sí, Mapuzugun

319

Sí, Aymara

11,8% ----

2

1,3

321

11,2%

53

34,6%

53

1,9% 7,8%

Sí, Castellano

215

7,9%

9

5,9%

224

Monolingüe castellano

2173

80,3%

89

58,2%

2262 79,1%

Total

2707

100,0%

153

100,0%

2860 100,0%

* Se excluyen personas no indígenas en los hogares indígenas entrevistados

La segunda lengua no es una adquisición tardía en la vida de las personas indígenas. En los tiempos actuales, tan interconectados comunicativamente, lo más seguro es que incluso en las zonas del país lingüísticamente más conservadoras, aunque sea en menor grado, ya se está aprendiendo algo de castellano desde un primer momento de la vida. Y por lo tanto no hay separación absoluta entre el aprendizaje de una primera lengua y la adquisición de la segunda que, cuando ocurre, en el presente corresponde a la lengua vernácula. Como sea, la segunda lengua en un 89,4% de los casos mapuches entrevistados se habría aprendido durante el primer tramo de edad aquí considerado (entre 5 y 14 años de edad). Entre los aymaras ello ascendería a un 63,6% de los casos; pero estos son pocos así es que deben tomarse con las prevenciones que la situación amerita. Las lenguas indígenas no son hoy de empleo cotidiano y universal, por lo menos no en un porcentaje visible de casos y menos aún en una situación como la de la Región Metropolitana. Por lo tanto, su aprendizaje no cuenta con el refuerzo que provee su práctica frecuente y generalizada. De tal manera que la posesión de una lengua indígena está sometida a dinámicas de persistencia, pero también de olvido y abandono. Así lo manifiestan los datos reunidos en la tabla siguiente.

24

pertenencia

Tabla Nº 16:

Etnia La lengua originaria

Mapuche

Total

Aymara

permanencia y

La mantiene

289

48,6%

18

29,5%

307 46,8%

Ha aprendido más

94

15,8%

22

36,1%

116

17,7%

Ha perdido práctica, pero mantiene el conocimiento

173

29,1%

20

32,8%

193

29,4%

La ha olvidado

39

6,6%

1

1,6%

40

6,1%

61

100,0%

656 100,0%

Total

595 100,0%

Entre los mapuche entrevistados, la mitad declara que mantiene el aprendizaje alcanzado con el mapuzugun; alrededor de un sexto percibe que ha vivido un aprendizaje ascendente (personas jóvenes, por ejemplo; o personas que han retomado un impulso de aprendizaje). Por último, un volumen similar a un tercio (29,1%) considera que ha perdido práctica, dominio práctico de la lengua, pero que mantiene el conocimiento, mientras que un 6,6% percibe un retroceso en la forma de olvido. Entre los aymaras la condición de mantenimiento de la lengua arroja una proporción cercana a un tercio de los casos (29,5%), la de incremento presenta un 36,1%, mientras que reunidas las categorías de pérdida de práctica y olvido arrojan el faltante 34,6%. La transmisión y aprendizaje de las lenguas indígenas en la Región Metropolitana es un asunto de las unidades domésticas y la red familiar inmediata. Así lo muestra la tabla siguiente, construida en base a la sumatoria de las primeras cuatro preferencias manifestadas para las personas que poseerían dominio de la lengua vernácula. Se advierte con claridad que los progenitores, con un ligero predominio de la madre, ocupan las preferencias a la hora de indicar de quién se aprendió la lengua. Le siguen en importancia los abuelos, también con una ligera prevalencia de las mujeres. Aunque con frecuencia no se vive con los abuelos, la influencia de estos se origina en que los matrimonios jóvenes suelen pasar sus primeros años con ellos o en la cercanía, momento que concuerda con la crianza de los hijos pequeños. Por lo demás, los abuelos suelen con más frecuencia dominar las lenguas nativas que los padres por lo que a veces lo poco o mucho que se aprende proviene de ellos. Otros posibles agentes de enseñanza no tienen importancia. De todos modos, es digno de notar la mención de profesores como agentes de enseñanza de las lenguas nativas, seguramente partícipes del Programa de Educación Intercultural Bilingüe.

25

Percepciones de olvido del mapuzugun y jaqui aru según etnias de pertenencia

Tabla Nº 17: Agentes

Frecuencia

Porcentaje

Padre

407

24,1%

Madre

473

28,0%

Agentes en el aprendizaje de las lenguas

Abuelo paterno

132

7,8%

Abuela paterna

149

8,8%

Abuelo materno

120

7,1%

Abuela materna

151

9,0%

Tío(a)

119

7,1%

Cónyuge o pareja

27

1,6%

Profesor(a)

21

1,2%

Amigo(a)

34

2,0%

Otro familiar

31

1,8%

No familiar

15

0,9%

Otro

8

0,5%

Total

1687

100%

4. Uso y contextos de uso de las lenguas originarias en la Región Metropolitana El mapuzugun y el jaqui aru son lenguas minoritarias y minorizadas. Su posesión, transmisión y uso queda básicamente librado a lo que los indígenas hagan con ellas. No hay ninguna necesidad externa (como las que origina la condición de lengua oficial del castellano) para concitar o exigirlo. Internamente, las actitudes mapuches o aymaras son en general positivas, pero no carecen de ambigüedades y, como lo informan ellos mismos, están lejos de ser instrumentos de comunicación internos de uso masivo y frecuente. Los datos contenidos en las tablas siguientes provienen del grupo de los declarados hablantes. Entre ellos, el uso de la lengua se distribuye de manera compleja. Al interior de los hogares metropolitanos mapuches, la minoría de aquellos que poseen la lengua no la emplean asiduamente. Apenas un 15,2% la emplearía cotidianamente. El resto señala emplearla de manera ocasional (40,4%) o como un evento escaso, raro (27,4%). Asimismo, un porcentaje no despreciable señala no emplearla nunca (18,3%). Entre los aymaras el panorama no cambia mayormente.

26

originarias

Frecuencia uso mapuzugun/jaqui aru en el hogar Diariamente, varias veces en un mismo día Ocasionalmente, a veces Muy raramente Nunca Total

Frecuencia uso mapuzugun/jaqui aru fuera del hogar

Tabla Nº 18:

Etnia Mapuche 75

Total

Aymara

15,2%

5

29,4%

la lengua nativa en el 80 15,7%

6 35,3%

205 40,2%

135 27,4%

3 17,6%

138

27,1%

84

3 17,6%

87

17,1%

17,0%

493 100,0%

17 100,0%

515 100,0%

Tabla Nº 19:

Etnia Mapuche

Total

Aymara

Ocasionalmente, a veces

210 42,6%

5 29,4%

215 42,2%

Muy raramente

156 31,6%

11 64,7%

167 32,7%

61

0

61

13,4%

12,4%

493 100,0%

1

Frecuencia de uso de la lengua nativa

66

Total

hogar según etnia de pertenencia

199 40,4%

Diariamente, varias veces en un mismo día

Nunca

Frecuencia de uso de

5,9%

0,0%

17 100,0%

67

13,1%

12,0%

510 100,0%

Una mejor caracterización del uso de las lenguas indígenas en la Región Metropolitana requiere identificar situaciones sociales y ámbitos en los que los hablantes acuden a ellas o, por el contrario, desestiman su empleo y mantienen el castellano. Conocer la lengua y declarar que se tiene capacidad de producción no es sinónimo de que efectivamente se la emplee y mucho menos que ello se realice cotidiana o asiduamente. La siguiente tabla entrega distribuciones de frecuencias de uso que permiten fundar algunos juicios sobre la problemática vitalidad de las lenguas originarias en el contexto urbano estudiado.

27

fuera del hogar según etnia de pertenencia

Situaciones sociales en que se habla x mapuzugun/jaqui aru

Tabla Nº 20:

Etnia Total

Mapuche

Aymara

323 28,2%

15 21,4%

338 27,8%

314 27,4%

11 15,7%

325 26,8%

253 22,1%

1 1,4%

254 20,9%

75 6,6%

11 15,7%

86 7,1%

66 5,8%

10 14,3%

76 6,3%

48 4,2%

11 15,7%

59 4,9%

23 2,0%

6 8,6%

29 2,4%

22 1,9%

3 4,3%

25 2,1%

En reuniones en la escuela (entre apoderados mapuches/aymara)

12 1,0%

0 0,0%

12 1,0%

Con funcionarios de servicios o instituciones públicas

0 0,0%

1 1,4%

1 0,1%

Otros casos

8 0,7%

1 1,4%

9 0,7%

1144 100%

70 100%

1214 100%

Con los familiares del sur/norte Entre los integrantes de la familia Con los familiares en la RM En actividades rituales y religiosas En encuentros con otros indígenas en la calle En reuniones sociales con amigos y parientes Con otras personas en reuniones de organizaciones En el trabajo con otros mapuches /aymaras

Total

Del examen de la tabla precedente puede apreciarse claramente tres agrupaciones de contextos y situaciones sociales de uso. Primero, los grupos y redes familiares, cuando al interior de estos se posee la lengua y es un medio de comunicación posible entre personas con capacidad para desenvolverse con ella. Representan los ambientes y situaciones en las que con mayor asiduidad se hablaría el mapuzugun o el jaqui aru: un 27,8% para su empleo con los familiares rurales, un 26,8% para su uso entre los integrantes de la familia y un 20,9% para la red familiar indígena en la Región Metropolitana (porcentajes obtenidos sumando las respuestas a situaciones y contextos de uso, las que podían ser más de una). Un segundo grupo está representado por situaciones de vida social diversas (actividades rituales y religiosas, reuniones, encuentros entre indígenas en la vía pública, etc.) en los que se señala la práctica de la lengua nativa cuando se reconoce capacidad de producción entre las partes en interacción. Pero, su empleo no es abundante, es más bien escaso: actividades rituales (7,1%), encuentros entre indígenas (6,3%), reuniones sociales (4,9%).

28

Situaciones sociales en que se habla mapuzugun / aymara según etnia de pertenencia

El tercer grupo se origina con situaciones en que, a diferencia de las anteriores, en la mayoría de los casos concurren indígenas y no indígenas (el trabajo, la escuela, las oficinas públicas, las reuniones de grupos organizados). La frecuencia baja notoriamente: un 2,4% en la acción organizada, un 2,1% en los espacios de trabajo, un 1,0% en los ámbitos escolares, un 0,1% en las agencias públicas. Este patrón claramente diferenciado es muy notorio en el caso mapuche y bastante menos en el aymara. Las relaciones internas familiares y con personas del sur de Chile define el patrón de uso de la lengua entre los mapuche. Un patrón de uso más distendido, pero igualmente en esferas y situaciones sociales intra étnicas define al aymara. 5. Dinámica de sostenimiento y desplazamiento de las lenguas originarias en el medio capitalino. La situación de vitalidad del mapuzugun y el jaqui aru en Santiago no fue la misma antes ni será la misma unos años más adelante. Podemos suponer, como lo sugieren los testimonios de muchas personas entrevistadas, que en la primera y quizá segunda oleada de inmigración, la lengua mapuche era poseída por la mayoría de los recién inmigrados. Y, por lo tanto, su vigencia fue, probablemente, mayor que ahora. Pero, la inmigración de las últimas tres décadas es muy activa y, a juzgar por la información disponible, se realiza desde zonas en que cada vez más el castellano se impone no sólo como lengua universal sino que exclusiva: llegan a la Región Metropolitana muchos mapuches monolingües del castellano. En especial de provincias como Arauco, Valdivia y Osorno. En éstas la lengua mapuche ha declinado considerablemente a consecuencia de circunstancias históricas regionales. El caso de la lengua aymara no es tan distinto, a pesar de las diferencias en antigüedad y magnitud de la inmigración y a pesar del distinto perfil social (económico y laboral) aymara. En el extremo norte del país una separación muy nítida se ha realizado ya hacia mitad del siglo XX entre un área alto andina que conserva la lengua y una de áreas de precordillera y valles en que el reemplazo por el castellano se ha generalizado. Por tanto, la vigencia de la lengua entre los inmigrantes a Santiago debe entenderse como consecuencia del traslado de aymaras del altiplano, o de familias originarias de allí o desde alguna zona aymarófona boliviana. Debido a esta situación de base es que la condición más reciente de la inmigración aymara guarda cierta semejanza con la de los mapuche, con emigraciones iniciadas algunas décadas antes.

29

Llegados a la ciudad, quienes todavía hablan las lenguas vernáculas declinan considerablemente su empleo en la comunicación cotidiana, salvando excepciones individuales, claro está. Más allá del círculo familiar, e incluso en éste, cuando se trata de matrimonios interétnicos, en la vida social, la laboral, las relaciones económicas, los nexos de vecindad, etc., se realiza con una proporción alta de castellano hablantes exclusivos no mapuches; en cualquier caso, mucho mayor que en los grupos locales rurales de origen. Se ha visto más arriba cuán limitado en frecuencia y diversidad de ambientes es este uso. El ambiente o contexto social parece ejercer una influencia decisiva más allá del valor que los indígenas otorgan a su lengua en el presente, por lo general de signo positivo. Lo es en las prácticas de comunicación (uso o empleo) y en las de transmisión (enseñanza e inculcación). A este respecto es indicativa la tabla siguiente que presenta información de los hogares entrevistados acerca de la enseñanza de la lengua en su seno. Etnia Enseñanza de la lengua originaria/etnia de pertenencia

Mapuche

Total Aymara

Mapuche

Tabla Nº 21: Tabla enseñanza de la lengua vernácula en el hogar según etnia de pertenencia

Sí se enseña el mapuzugun o jaqui aru

136 16,1%

25 39,1%

161 17,7%

No se enseña el mapuzugun o jaqui aru

709 83,9%

39 60,9%

748 82,3%

Total

845 100,0%

64 100,0%

909 100,0%

La información mapuche es reveladora acerca de la transmisión de la lengua, la que se enseña o enseñaba a los niños de los hogares entrevistados en una baja proporción (apenas un 16,1%), en tanto que la gran mayoría (un 83,9%) simplemente no la transmite o transmitía en algún momento del pasado. En el caso aymara la situación sería considerablemente mejor ya que algo más de un tercio de los hogares declara que en su seno la lengua se enseña. Pero ésta relativamente alta y auspiciosa proporción puede encubrir también un fenómeno presente que cabe resaltar. “Enseñar” la lengua puede ser hoy algo tan limitado en cuanto a la extensión de este aprendizaje, como transmitirles algún vocabulario o frases características de saludo o reconocimiento entre personas, o a veces complementar algo lo poco que suele enseñárseles a los niños en las escuelas que cuentan con cursos o talleres de Educación Intercultural Bilingüe.

30

El recurso al aprendizaje espontáneo está hoy clausurado en la gran mayoría de los casos. Lo está debido a la ausencia de un flujo, no necesariamente continuo pero sí constante, de comunicación cotidiana con las lenguas vernáculas en los hogares indígenas. Complementariamente, en un medio urbano como el metropolitano la ausencia de este fluir de las lenguas a través de la comunicación se da de manera más significativa en los ambientes de interacción social indígena más allá de los hogares. Los programas de Educación Intercultural Bilingüe vigentes en algunas comunas del gran Santiago están cumpliendo un rol suplementario pero insuficiente, ya que con ello se gana en adhesión cultural y lingüística, pero no necesariamente en aprendizaje hasta un grado en que la lengua pueda emplearse activamente. Por lo demás, faltan en la mayoría de los casos profesores suficientemente competentes en estas lenguas; los que hay, normalmente se limitan a la enseñanza de vocabulario, algunas frases convencionales y elementos de cultura tradicional.

31

II. ACTITUDES ANTE LAS LENGUAS INDÍGENAS Tomas de posición etnificadas, las actitudes indígenas ante la lengua y cultura originarias Las opiniones, visiones, posiciones y disposiciones mapuches y aymaras en la Región Metropolitana acerca de sus respectivas lenguas y culturas, constituyen un elemento subjetivo que complementa las evaluaciones acerca del conocimiento y competencia lingüísticas. Para estos efectos se aplicó a un entrevistado por hogar encuestado un test de actitudes (845 casos mapuches y 64 aymaras). La distribución de las inclinaciones de los entrevistados ante las aseveraciones propuestas nos permite conocer las inclinaciones subjetivas de los integrantes de estos pueblos originarios presentes en la Región Metropolitana. Una primera constatación relevante es aquella que denominaremos, a falta de una expresión mejor, como tomas de posición lingüísticas etnificadas. Esto es que, al parecer de manera creciente, las lenguas indígenas representan símbolos culturales e identitarios centrales en la conciencia colectiva mapuche y aymara. Culturales e identitarios en clave étnica, debe precisarse. Es decir, que lengua y cultura se entienden como aspectos definitorios de una condición de etnia, de un grupo social amplio que la posee con exclusividad y a partir de lo cual se distinguen de otros grupos análogos, de grupos menores como las comunidades o localidades y de otros más amplios como las naciones. En el caso aymara y, con matices distintos en el mapuche, esto es nuevo. Hasta muy recientemente en los pueblos andinos de Chile no había una conciencia étnica; la conciencia social e identitaria dominantes se organizaba según otros principios (culturas e identidades locales; categorización social según condiciones de progreso y civilización, etc.). Mientras tanto, en la conciencia colectiva mapuche pesaban fuertemente categorizaciones de clase (campesinado, pobreza), de civilización y progreso (como atraso y modernidad) y de filiación de sangre (como “raza”). El nexo entre lengua, cultura y grupo étnico se pone en evidencia con claridad, cuestión que resulta de la acción de los movimientos sociales, en las transformaciones en importantes campos de significación (como la identidad étnica), en una política publica etnificada y que etnifica a través de la promoción del desarrollo social y cultural de los pueblos indígenas, etc. Contra lo que pudiera pensarse, en la Región Metropolitana sus residentes indígenas están dispuestos en su gran mayoría a suscribir una fuerte adhesión, declarativa por lo menos, a la lengua, la cultura, la

32

identificación étnica. Se hacen parte de vivos sentimientos de disgusto, rechazo o pesar, y de gratificación, agrado y complacencia respecto de la lengua, según los planos, circunstancias y valoraciones que son sometidos a su consideración. Se percibe, asimismo, una disposición, en abstracto al menos, a emprender acciones de cambio personal o colectivo en el campo lingüístico y cultural. Las vías a través de las cuales se ha procesado la conciencia étnica no son antagónicas con la residencia urbana; es posible que sea al revés, si se considera el peso que en los fenómenos de irradiación e inculcación tienen los medios de comunicación, la escritura, las redes sociales actividades por Internet, telefonía universal, etc. Entre los mapuche (cf. Tabla siguiente), porcentajes muy altos de acuerdo se presentan ante aseveraciones del tipo: el valor en sí mismo que posee la lengua (un 93,5%); activar una mayor preocupación mapuche por mantener el mapuzugun (un 97,9%); la aspiración a la lengua escrita y su aprendizaje (96,4%); el rechazo al desplazamiento lingüístico (96,2%); la posibilidad de hacer obligatoria su enseñanza en medios escolares y su eventual universalización (94,6%); la lengua vernácula como vehículo para la transmisión de la memoria histórica (96,8%), etc.

33

Tabla Nº 22:

Grados de acuerdo Proposiciones referidas a la lengua originaria

Grados de acuerdo

De acuerdo

Indiferente

En desacuerdo

Total

Mayor preocupación mapuche por mantener el mapuzugun

820 97,9%

12 1,4%

6 0,7%

838 100%

El mapuzugun como instrumento importante para la transmisión de la historia propia

813 96,8%

6 0,7%

21 2,5%

840 100%

Utilidad de que los mapuche aprendan a escribir el mapuzugun

813 96,4%

11 1,3%

19 2,3%

843 100%

Pesar por la posibilidad de desaparición del mapuzugun

813 96,2%

28 3,3%

4 0,5%

845 100%

Carácter obligatorio de la enseñanza del mapuzugun para los niños

799 94,6%

19 2,2%

27 3,2%

845 100%

Importancia intrínseca del mapuzugun respecto del castellano

789 93,5%

27 3,2%

28 3,3%

844 100%

Competencia alta con el mapuzugun como condición para hablarlo

773 92,0%

21 2,5%

46 5,5%

840 100%

Satisfacción por el dominio del mapuzugun en el conjunto de la familia

761 91,1%

46 5,5%

28 3,4%

835 100%

Disposición a aprender (más) mapuzugun

750 89,2%

47 5,6%

44 5,2%

841 100%

Tristeza por la interrupción de la transmisión del mapuzugun de los padres a los niños

750 89,1%

66 7,8%

26 3,1%

842 100%

Satisfacción porque las autoridades y funcionarios públicos mapuches empleen el mapuzugun

742 89,1%

76 9,1%

15 1,8%

833 100%

Aprendizaje y empleo del mapuzugun por parte de las autoridades y funcionarios de gobierno

693 82,3%

120 14,3%

29 3,4%

842 100%

El mapuzugun como instrumento para la continuidad de la costumbre mapuche

665 79,5%

16 1,9%

156 18,6%

837 100%

Responsabilidad de los abuelos en la enseñanza del mapuzugun a los niños

654 77,7%

31 3,7%

157 18,6%

842 100%

Satisfacción al escuchar programas de radio en mapuzugun

623 74,1%

163 19,4%

55 6,5%

841 100%

Rechazo a las burlas escolares sufridas por niños bilingües mapuzugun-castellano

622 74,0%

110 13,1%

109 12,9%

841 100%

Molestia porque los dirigentes mapuches no hablen mapuzugun

608 72,5%

125 14,9%

106 12,6%

839 100%

Empleo del mapuzugun no limitado a los ancianos

583 69,7%

16 1,9%

237 28,3%

836 100%

Pertinencia del aprendizaje del mapuzugun por parte de los “chilenos” (no mapuches)

528 63,3%

45 5,4%

261 31,3%

834 100%

Desagrado por la poca utilidad del mapuzugun para mejorar la vida mapuche

480 57,4%

95 11,4%

261 31,2%

836 100%

La continuidad del mapuzugun como tarea del gobierno más que de los mapuche

438 52,0%

143 17,0%

261 31,0%

842 100%

Necesidad de aprendizaje del mapuzugun en los niños para surgir en la vida

405 48,2%

71 8,4%

365 43,4%

841 100%

Utilidad del mapuzugun para comunicarse en la vida moderna

382 46,0%

61 7,4%

387 46,6%

830 100%

34

respecto de proposiciones atingentes a la lengua mapuche

La distribución del acuerdo, la indiferencia o el desacuerdo respecto de las aseveraciones citadas muestran una fuerte y positiva adhesión lingüística y cultural. Los valores positivos respecto de la continuidad del mapuzugun, de su condición de instrumento para la transmisión de la memoria, de la modernización de la misma con su empleo a través de la escritura, la necesidad de incorporarlos a las instituciones escolares, etc., así lo muestran suficientemente. No obstante lo anterior, se presentan varias especificaciones y cláusulas. Una de ellas es el asunto de la continuidad del mapuzugun como tarea del gobierno más que de los mapuche que presenta una leve mayoría de acuerdo (un 52,0%). ¿De qué se trata esto?: la pérdida de la lengua se le atribuye a la sociedad chilena y, por lo tanto ¿Son las agencias públicas las que deben tomar el asunto en sus manos, al modo de una reparación por daños? ¿Sentimiento de impotencia ante la envergadura del problema? ¿La necesidad de coligar fuerzas para una empresa cultural de largo aliento como ésta? Puede que un poco de todo. La carencia o limitaciones del mapuzugun para comunicarse en la vida moderna tiene un 46,6% de acuerdo. Asimismo, un 43,4% de los entrevistados se pronuncia porque el mapuzugun no sirve a los niños para la vida moderna contemporánea. Un 57,4% adhiere a la molestia por la poca utilidad de la lengua para la mejoría (suponemos material, laboral) de los mapuche. ¿Todo esto es una simple constatación de la condición minorizada de la lengua vernácula? Sí, pero no lo es todo ya que al mismo tiempo se tiende a sostener que para hablar la lengua es necesario, incluso en la circunstancias actuales de desplazamiento que no se ignoran, conocerla a cabalidad (un 92,0%), o que se participe de la idea de que el mapuzugun sea obligatorio en la enseñanza de los niños, y no sólo de los niños mapuches (un 94,6%). La primera proposición levanta exigencias insostenibles para el uso de la lengua (dominarla con alto grado de proficiencia) en una situación como la de la Región Metropolitana donde, en la mayoría de los casos, su introducción correspondería a la incorporación de una segunda lengua. Es problemática también porque el curso natural del proceso de aprendizaje de una lengua es normalmente desde lo básico a lo desarrollado sin que para alcanzar esto último se pueda simplemente acumular “en reserva”, hasta alcanzar el estado óptimo que autorizaría emplearla. La segunda proposición, a su vez, enfatiza la necesidad de instaurar y generalizar su aprendizaje, cuestión que entra en tensión con la baja pertinencia sociológica de la lengua para la comunicación en los contextos de vida urbanos de los mapuches entrevistados.

35

Tal parece, entonces, que nos encontramos por una parte, en presencia de una situación de alta valoración de la lengua y la cultura, cuestión que nutre la vigorosa adscripción étnica de muchos mapuches residentes o nacidos en la Región Metropolitana. Y, por otra parte, la constatación funcional, de que la lengua es poco útil, presta pocos servicios para una buena participación en la vida urbana y modernizada de la Región Metropolitana. La lengua presta funciones intraétnicas, pero más bien expresivas y simbólicas, más que propiamente comunicativas, habida cuenta del muy pequeño contingente de hablantes que la poseen. En el caso aymara, debemos reparar primero en el distinto perfil social que presenta esta población indígena en la Región Metropolitana. Primero, por sus inserciones laborales: principalmente trabajadores por cuenta propia (comerciantes, transportistas) y de niveles socio educacionales un tanto más altos que el promedio mapuche. Su origen es, principalmente la zona precordillerana y de valles andinos en el extremo norte del país, zona que presenta poca vigencia de la lengua. Sólo cuando se proviene desde las tierras altas o cuando la familia es originaria de allí o de Bolivia, entonces la lengua todavía puede y suele a veces permanecer.

36

Tabla Nº 23:

Grados de acuerdo Proposiciones referidas a la lengua originaria

Grados de acuerdo

De acuerdo

Indiferente

En desacuerdo

Total

Mayor preocupación aymara por mantener el jaqui aru

62 96,9%

1 1,6%

1 1,5%

64 100%

Pesar por la posibilidad de desaparición del jaqui aru

62 96,9%

2 3,1%

0 0,0%

64 100%

Satisfacción porque las autoridades y funcionarios públicos aymaras empleen el jaqui aru

62 96,9%

2 3,1%

0 0,0%

64 100%

El jaqui aru como instrumento importante para la transmisión de la historia propia

59 92,2%

2 3,1%

3 4,7%

64 100%

Rechazo a las burlas escolares sufridas por niños bilingües jaqui aru -castellano

57 89,1%

3 4,7%

4 6,2%

64 100%

Disposición a aprender (más) jaqui aru 56 87,5%

3 4,7%

5 7,8%

64 100%

Empleo del jaqui aru no limitado a los ancianos

55 85,9%

3 4,7%

6 9,4%

64 100%

Importancia intrínseca del jaqui aru respecto del castellano

54 84,4%

3 4,7%

7 11,0%

64 100%

Utilidad de que los aymara aprendan a escribir el jaqui aru

53 82,8%

4 6,2%

7 11,0%

64 100%

Satisfacción al escuchar programas de radio en jaqui aru

51 79,7%

10 15,6%

3 4,7%

64 100%

Satisfacción por el dominio del jaqui aru en el conjunto de la familia

49 76,6%

6 9,4%

8 12,5%

64 100%

Carácter obligatorio de la enseñanza del jaqui aru para los niños

48 75,0%

3 4,7%

13 20,3%

64 100%

Tristeza por la interrupción de la transmisión del jaqui aru de los padres a los niños

48 75,0%

7 11,0%

8 12,5%

64 100%

Competencia alta con el jaqui aru como condición para hablarlo

47 73,4%

2 3,1%

15 23,4%

64 100%

Molestia porque los dirigentes aymaras no hablen jaqui aru

45 70,3%

5 7,8%

14 21,9%

64 100%

El jaqui aru como instrumento para la continuidad de la costumbre aymara

44 68,8%

4 6,2%

16 25,0%

64 100%

Responsabilidad de los abuelos en la enseñanza del jaqui aru a los niños

44 68,8%

4 6,2%

16 25,0%

64 100%

Pertinencia del aprendizaje del jaqui aru por parte de los “chilenos” (no aymaras)

41 64,1%

7 11,0%

16 25,0%

64 100%

Desagrado por la poca utilidad del jaqui aru para mejorar la vida aymara

38 60,3%

3 4,8%

22 34,9%

63 100%

Utilidad del jaqui aru para comunicarse en la vida moderna

38 59,4%

2 3,1%

23 35,9%

63 100%

Aprendizaje y empleo del jaqui aru por parte de las autoridades y funcionarios de gobierno

30 47,6%

11 17,5%

22 34,9%

63 100%

Necesidad de aprendizaje del jaqui aru en los niños para surgir en la vida

28 43,8%

7 11,0%

29 45,3%

64 100%

La continuidad del jaqui aru como tarea del gobierno más que de los aymara

26 40,6%

1 1,6%

37 57,8%

64 100%

37

respecto de proposiciones atingentes a la lengua aymara

En las posiciones aymaras se advierte un panorama similar, pero sólo en lo general, al que se manifestó con entrevistados mapuches. Por ejemplo, la necesidad de una mayor preocupación aymara por mantener el jaqui aru (un 96,9% de acuerdo) mantiene en ambos casos el primer lugar de las opciones de acuerdo. Otro tanto con la lengua como instrumento de transmisión de la memoria histórica o el pesar por la posibilidad de desaparición de la lengua. Algo semejante se presenta en el otro extremo de las preferencias, respecto de la relación entre lengua indígena y vida contemporánea. Por ejemplo, la poca utilidad de la lengua en la situación urbana y modernizada del Gran Santiago (que la aprueba un 59,4%). Pero, algunos énfasis propios se manifiestan. Por ejemplo, la satisfacción porque los funcionarios y autoridades dominen la lengua (con un 96,9%) tiene un lugar claramente más destacado que en el caso mapuche, o el rechazo a las burlas escolares sufridas por niños bilingües (con un 89,1%), respecto de su símil mapuche. Ello parece indicar una mayor preocupación por la imagen externa y la representación de lo andino ante los demás grupos de la sociedad. Sin embargo, ello no llega hasta el punto de trasladar la responsabilidad de la continuidad del jaqui aru a las agencias estatales (con un 40,6%) de aprobación, cuestión que en el caso mapuche ocupa una posición más prominente (52,0%).

38

III. COMPETENCIA CON EL MAPUZUGUN EN LA REGIÓN METROPOLITANA El estudio del perfil sociolingüístico mapuche y aymara en la Región Metropolitana consideró la aplicación de un Test de Competencia Lingüística aplicado por hablantes competentes y destinado a establecer y medir los conocimientos y capacidad de comprensión y producción por parte de los entrevistados. Entregamos y analizamos aquí la información referida a los entrevistados mapuches, ya que los pocos casos aymaras limitan una presentación cuantitativa de los resultados con ellos obtenidos. La gran mayoría de los mapuches metropolitanos es monolingüe del castellano y respecto de unos pocos se declara que poseen conocimientos y capacidad de comprensión y producción con su lengua. De todavía menos, mediante la aplicación del test de competencia, se comprueba lo anterior. En efecto, sólo 102 casos de personas seleccionadas en los hogares entrevistados (845) demostraron conocimientos en mapuzugun. Ello corresponde a un 12,2% de los individuos entrevistados. Tabla N° 24:

Género

Competencia

Total

Hombre

Mujer

lengua mapuche

Básica pasiva

2

5,6%

9

13,6%

11

10,8%

Básica activa

0

0,0%

2

3,0%

2

2,0%

14

38,9%

27

40,9%

41

40,2%

6

16,7%

9

13,6%

15

14,7%

14

38,9%

19

28,8%

33

32,4%

36

100%

66

100%

102 100%

Media pasiva Media activa Alta Total

Competencia en

La mayoría de las personas a las que se aplicó el test de competencia son mujeres (a razón, aproximadamente, de dos por cada varón). Entre hombres y mujeres no se advierten variaciones significativas en cuanto a los niveles de competencia. Visto en su conjunto el exiguo contingente de hablantes se distribuye en un grupo predominante de hablantes con competencia media, los pasivos con un 40,2% del total y los activos con un mucho más modesto 14,7%; en total, un 54,9% de los entrevistados. La competencia básica se organiza en pasivos (un 10,8%) y activos (un 2,0%), lo que sumados alcanza a un 12,8%. La competencia alta, a su

39

según género en la Región Metropolitana

vez, llega a un 32,4%. Se esperaría que la residencia y trabajo en un centro urbano de gran tamaño diera origen a una distribución distinta con muchos más hablantes básicos y, posiblemente, una menor proporción de hablantes con alta competencia. Sin embargo, aquellos con competencia media prevalecen y aquellos con alta representan también un grupo numeroso. Tendremos ocasión de proponer una respuesta a esta situación. Resultados Test Competencia

Total

Edad en decenios

Básica pasiva

Básica activa

Media pasiva

Media activa

Alta

5-14

0

1

0

0

0

1

1,0%

15-24

1

0

1

0

0

2

2,0%

25-34

1

0

5

5

0

11 10,8%

35-44

1

0

10

0

3

14 13,7%

45-54

5

0

11

2

10

28 27,5%

55-64

2

0

5

4

6

17 16,7%

65-74

1

1

7

4

11

24 23,5%

75 y más

0

0

2

0

3

2,0% 41

40,2% 15 14,7% 33 32,4% 102 100%

Total

11 10,8% 2

Tabla N° 25 Competencia en mapuzugun según tramos de edad en

5

4,9%

La competencia en la lengua vernácula se distribuye respecto de la edad de una manera bien definida. Poseen algún dominio con ella los hombres y mujeres mapuches de los tramos de edad medios a mayores y, a la vez, con una tendencia al aumento del nivel de competencia. Por ejemplo, la competencia alta la poseen casi en su totalidad personas con 45 o más años de edad. Algo similar, aunque menos pronunciado se presenta con el nivel de competencia media. A la inversa, entre los adolescentes, jóvenes y adultos jóvenes los casos con competencia escasean. Pero se debe reparar, también, en que los casos de competencia básica se distribuyen en prácticamente todos los tramos de edad. ¿Obedece este perfil a un fenómeno de radical interrupción de la transmisión de la lengua de los mayores a los jóvenes? Al parecer, este fenómeno está presente de manera extendida. Pero ¿Se trata sólo de eso? El lugar de nacimiento de los bilingües mapuches de la capital y la condición de inmigrante o metropolitano podría proveer elementos de juicio que ayuden a dar forma al perfil del bilingüismo mapuche. 40

decenios

Resultados Test Competencia recodificados

Migrante o metropolitano

Total

Inmigrante

Metropolitano

Básica pasiva

7

1

8

8,9%

Básica activa

1

0

1

1,1%

Media pasiva

36

2

38 42,2%

Media activa

12

0

12

13,3%

Alta

29

2

31

34,4%

5,6%

90 100,0%

Total

85 94,4%

5

Tabla N° 26: Competencia con el mapuzugun

Los datos de la tabla anterior son reveladores: la gran mayoría de las personas que mantiene conocimientos y competencia con el mapuzugun no nació en la Región Metropolitana. Esta no constituye un sitio en que, salvando excepciones, se esté aprendiendo la lengua. Por extensión, tampoco empleando más allá del pequeño porcentaje de hablantes que, como acabamos de ver, lo hizo fuera de Santiago y alrededores. El contingente de hablantes de la lengua en la Región Metropolitana proviene de otras partes, mayoritariamente desde el centro sur de Chile como veremos a continuación. Para establecer esto hemos diferenciado entre nacimiento en comunas de residencia tradicional mapuche, comunas urbanas en regiones de vida tradicional mapuche, comunas de la Región Metropolitana o en comunas con baja presencia indígena u otras comunas del resto del país o el extranjero.

41

según condición de emigrante o metropolitano

Tabla N° 27:

Comuna de nacimiento

Competencia en mapuzugun según

Comunas residencia tradicional mapuche

Comuna urbana en región de vida tradicional mapuche

Región Metropolitana

Otras comunas del resto del país o el extranjero

5

1

4

1

11 10,8%

Básica activa

1

0

1

0

2

2,0%

Media pasiva

35

2

3

1

41

40,2%

Media activa

13

2

0

0

15

14,7%

Alta

30

2

1

0

33

32,4%

2,0%

102 100,0%

Competencia

Básica Pasiva

Totales

84 82,4%

7

6,9%

9

8,8%

2

Total

nacimiento

Mientras nos mantenemos en el nivel de la competencia básica los bilingües mapuches analizados según el lugar de nacimiento se distribuyen con casos en todas las categorías de comuna. En la situación de competencia media pasiva, todavía la Región Metropolitana y otras comunas de vida no tradicional aportan casos, pero ya con una evidente concentración de ellos en la categoría de los nacidos en comunas de residencia tradicional mapuche. En las categorías de competencia media activa y competencia alta con la lengua el panorama se confirma. Los hablantes del mapuzugun con mayores niveles de competencia provienen de comunas de vida tradicional y de comunas que, aunque urbanas, todavía se mantienen en regiones de vida tradicional mapuche del centro sur de Chile. Los hablantes metropolitanos de la lengua mapuche provienen de regiones, comunas y sectores del sur de Chile donde la lengua mantiene mayor vitalidad. En Santiago, la transmisión de la lengua se interrumpe y tampoco existiría, según estos datos, una comunidad de habla suficientemente numerosa y activa para que las personas aprendan y mantengan la lengua. Es decidor al respecto la considerable proporción de personas que demuestran competencia media, pero ésta es pasiva. Sugiere que a pesar de tener conocimientos y capacidades éstos están interferidos fuertemente por el predominio del castellano.

42

tipos de comuna de

IV. COMPETENCIA LINGÜÍSTICA CON EL MAPUZUGUN: ANÁLISIS DE CASOS Siguiendo los parámetros del Marco Común Europeo (MCM), referido principalmente al concepto de competencia comunicativa, que comprende varios componentes: el lingüístico, el sociolingüístico y el pragmático. En nuestra investigación nos centramos en la competencia lingüística que incluye las destrezas léxicas, fonológicas y sintácticas de una lengua, independientemente del valor sociolingüístico de sus variantes y las funciones pragmáticas de sus realizaciones. Si bien es cierto, cuando se estudia la competencia lingüística de un hablante se consideran las cuatro destrezas básicas: leer, escribir, comprender y producción de discursos de una lengua, como ya hemos venido realizando en nuestro estudio de competencia para el idioma mapuche, sólo contemplamos las competencias de comprensión y producción a nivel oral, dado que aún la mayoría de los hablantes mapuches no dominan las destrezas de lectura y escritura. Un individuo concreto posee competencia lingüística comunicativa, lo que implica que no sólo se relaciona con el alcance y la calidad de los conocimientos, por ejemplo, las distinciones fonéticas realizadas o la extensión y la precisión del vocabulario sino también con la organización cognitiva y la forma en cómo se almacenan estos conocimientos. Los conocimientos varían de un individuo a otro, pueden ser conscientes y de fácil expresión o simplemente no serlo, asimismo hay variabilidad en la organización de los mismos. Como hemos visto, la variable de competencia lingüística se refiere al nivel de dominio de las destrezas lingüísticas básicas, que además nos entrega una tipología de hablantes presentes en la comunidad de una lengua determinada. Con relación al mapuzugun omitimos la destreza de escribir dadas las condiciones actuales de carencia de hablantes alfabetizados en mapuzugun, por lo que nos hemos centrado sólo en las destrezas de comprensión y producción específicamente en el plano oral. En primer término nos referiremos a los tipos de hablantes existentes entre los individuos mapuches asentados en la ciudad de Santiago. Asimismo, de la realización del habla abordamos cuatro aspectos de la comunicación habituales en todo acto comunicativo. 1. Uso de saludos, inicio de una conversación. 2. Conocimiento de conceptos de uso común. 3. Ubicación espacial. 4. Conocimiento y uso de términos de parentesco.

43

Para concluir presentamos un grupo de ejemplos de la situación de contacto castellano-mapuzugun registradas durante esta investigación, indicios concretos del proceso de desplazamiento que sufre el idioma mapuche, pero a la vez, indicadores también de la resistencia y lealtad lingüística de los hablantes a su idioma materno, una lengua que les acompaña en una tierra extranjera de costumbres, donde han construido sus familias, sus historias y sueños. Incluimos además cuadros de análisis de los niveles de competencia de los hablantes mapuches en la ciudad de Santiago de Chile. La información obtenida durante la revisión del material recopilado constituye una amplia mirada a los hablantes mapuches, porque a través de la entrevista no sólo se constató el uso de la lengua sino también aspectos sociales e históricos de los hablantes, quienes nos acogieron con particular afecto. 1.0 Tipología de hablantes Los resultados obtenidos en esta investigación nos entregan la siguiente tipología de hablantes: a)Bilingües Castellano Mapuzugun: se trata de hablantes que tienen un dominio coordinado de ambas lenguas, y pueden estructurar sus discursos separando las gramáticas. Se trata de hablantes ancianos y ancianas que según su relato nacieron en las regiones del sur de Chile y han emigrado a la capital en busca de oportunidades laborales, y que terminaron por radicarse en la ciudad de Santiago, estableciendo sus familias y raíces. Encontramos ejemplos de esta situación: Entrevistador: ¿Chew püle tati Los Andes pigechi fütxa mawiza? (¿Dónde se ubica la Cordillera de los Andes?) Entrevistado: ¿Los Andes? Entrevistador: May (Sí) Entrevistado: faw püle tati müley (Por aquí está) (Registro 13-13081-06-01) Un aspecto a relevar de este tipo de hablantes es que han dejado de practicar la lengua mapuche a raíz de la ausencia de otros hablantes y también de espacios (más allá de sus hogares) en los que pudieran concretizar el uso de la lengua.

 Es importante señalar que muchos de estos entrevistados no participan de las organizaciones sociales ni políticas mapuches existentes en la ciudad de Santiago.

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b) Hablantes Pasivos de Mapuzugun: se trata de hablantes que expresan directamente su incapacidad de responder en la lengua mapuche, pero que comprenden sin ninguna dificultad las expresiones en mapuzugun. Se trata de un hablante que es consciente de su limitación, afirmación que en el caso puntual de nuestros entrevistados queda de manifiesto tanto en el resultado del test de competencia como en la declaración de ellos mismos. Observemos los siguientes ejemplos: Entrevistador: mapuzugukeymi (Hablas mapuzugun) Entrevistada: mapuzuken (sí, siempre lo hablo) Entrevistador: ¿chumgechiley ti mapu? ¿ayikefimi ti waria? (¿Cómo es tu tierra? ¿Te gusta la ciudad?) Entrevistada: no le entendí lo que me dijo Entrevistador: ¿chumgechiley ti mapu? ¿ayikefimi ti waria? (¿Cómo es tu tierra? ¿Te gusta la ciudad?) Entrevistada: … Entrevistador: ¿chem mew küzawkeymi? (¿En qué trabajas?) Entrevistada: faw rukamew müten (aquí en la casa, no más) (Registro 13-13078-04-01) En el ejemplo anterior, el hablante mapuche comienza comprendiendo y asumiendo que conoce el mapuzugun, sin embargo a medida que avanza la conversación el hablante no es capaz de responder las preguntas que se le realizan. Pero luego, a medida que avanza la entrevista, responde adecuadamente. Se trata entonces de hablantes que debido a la poca práctica de la lengua, declaran y se observa olvido de la lengua mapuche. Esta afirmación puede ser confirmada en el siguiente ejemplo, observemos: Entrevistador: ¿eymi feypiafen kiñe nütxam? Una historia Entrevistada: aayyy... no sé, no me acuerdo... tantos años no quedan en la memoria. Y al pensar en todo, de muy niña empezamos a hablar en castellano y la finá  mi madre nos conversaba, claro, pero una vez en cuando no más... (Registro 13-13078-04-01)

 Se utiliza en español campesino, la palabra finado – finada. En este caso esta palabra pierde la última sílaba –da, producto de la elisión habitual que se da en español chileno, de suprimir sonidos como /d/, por ejemplo ciudá por ciudad.

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Es preciso señalar que este hablante ha olvidado la lengua mapuche principalmente por el desuso, obligado por el entorno: comienza señalando que la lengua pierde vitalidad desde su familia de origen, y que con la migración a la ciudad, a un contexto ajeno al mapuzugun, margina aún más la lengua mapuche en su práctica personal, porque se encuentra en un ambiente social y cultural diferente y adverso. Entrevistador: ¿eymi ta mapuzugunkeymi? (ud, habla

mapu-

zugun?) Entrevistado: Hay veces que le entiendo no más pueh Entrevistador: ¿faw müley tami ruka? (¿Aquí está su casa?) Entrevistado: faw mülen tati (aquí no más es) (Registro 13-23149-02-01) En este ejemplo tenemos nuevamente la presencia de un hablante pasivo que reconoce que no siempre puede comprender los enunciados del mapuzugun, pero aquellos que son de uso cotidiano y menos especializado pueden ser entendidos por él y por lo mismo, generar una respuesta adecuada. Se trata del modelo más típico de hablante pasivo existente en la comunidad de habla mapuche. Un hablante que al enfrentarse a oraciones complejas tiende a perderse en la comprensión de las mismas, sin embargo frente a conceptos elicitados de manera aislada, el hablante manifiesta conocimiento de los significados. c) Monolingües de Español: son aquellos hablantes que no tienen ninguna competencia de idioma mapuche. Tienen como idioma materno el castellano y respecto del mapuzugun su vinculación es a través de algunos conceptos o palabras oídas entre los miembros de su familia. Si bien, este tipo de hablantes puede ser el más habitual en la sociedad mapuche actual, relevamos este grupo porque se trata de hablantes que manifiestan abiertamente su identificación y pertenencia con el pueblo mapuche. 2.0 Uso de saludos La primera pregunta con la que se enfrenta nuestro encuestado corresponde a la fórmula de saludo ‘mari mari’, expresión propia del idioma mapuche, a ello se suman los datos de origen del entrevistador lo que obliga al entrevistado, según las pautas culturales mapuche, a responder de manera similar. Tal como señalábamos en el Perfil Sociolingüistico de las regiones VIII, IX y X (2008). El saludo es el inicio de un tipo discursivo denominado pentukun. Definiremos el pentukun como el saludo que se efectúa entre dos o más personas que se encuentran, las que efectúan

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una serie de preguntas para informarse acerca de los sucesos individuales, familiares y comunitarios de los interlocutores. Pen

-

tuku

-

n

Encontrar/ver

-

tocar

-

INF

‘encontrarse y tocarse’

Por lo que se puede entender el pentukun es un acto de encuentro, que implica no sólo un saludo de palabras, sino también contacto físico (darse las manos y un abrazo). Mantenemos esta premisa para las situaciones ocurridas durante esta investigación, generándose con nuestros entrevistados reacciones de afecto ante el uso de la lengua mapuche para la aplicación del instrumento.

3.0 Conceptos de uso habitual Siguiendo la lista de Swadesh (Lastra, 2003), elegimos un grupo de quince conceptos de uso común, correspondientes a diversos campos semánticos: Palabra Iñchiñ “nosotros’

Antü ‘sol, luz, día’

Yu ‘nariz’

Todo ‘kom’

Epu ‘dos’

Txewa ‘perro’

Semilla ­‘fün’

Apoy ‘lleno’

Blanco ‘lüg’ liü

Mujer ‘zomo’

Tiye ‘aquello’

Pequeño, chico ‘pichi’

Carne ‘ilho’

Piwke ‘corazon’

Venir ‘küpan’

a) Léxico más conocido Los conceptos más respondidos fueron los siguientes: Txewa

‘perro’

Ilho

‘carne’

Apo-y

‘satisfecho, se

Zomo

‘mujer’

Anthü

‘sol, dia, luz’

Yu

‘nariz’

llenó, lleno’

Los conceptos mencionados son los que concitan mayor número de respuestas correctas y la tendencia de los entrevistados a responder de inmediato ante la pregunta. Podemos deducir que se trata de palabras muy vinculadas al uso cotidiano y que se han instalado en su repertorio

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lingüístico. Un ejemplo de esto lo constituye la palabra txewa ‘perro’ que es respondida por 91,3% de los entrevistados de manera correcta. Asimismo sucede con el concepto ilho ‘carne’, zomo ‘mujer’. En mayor medida ocurre con las palabras anthü ‘día, luz, sol’ y la expresión apoy ‘se llenó, satisfecho’, que son respondidas en menor porcentaje pero siempre sobre el 80% de las respuestas emitidas. b) Léxico menos conocido. •Semilla ‘fün’: Es interesante destacar que este concepto es el menos respondido por los hablantes, incluso aquellos que presentan una competencia alta del idioma mapuche. En el estudio anterior



los

hablantes planteaban alternativas frente a esta palabra, sin embargo, en el caso de los hablantes mapuches de la región metropolitana, manifestaban abiertamente su desconocimiento o bien se señalaba que aquella palabra no existe en la lengua mapuche. •Blanco ‘lüg’ (liü): Esta palabra también presentaba dificultad para los hablantes, quienes señalaban no conocerla o bien declaraban que en idioma mapuche se dice solamente ‘blanco’. Llama la atención que no aparezcan versiones de la palabra como el préstamo ‘pülan’, ‘fülan’ o ‘blank’, que fueron ampliamente respondidos entre los hablantes de las regiones VIII, IX y X del estudio anterior. 4.0 Ubicación espacial Las preguntas acerca de la ubicación espacial de los hablantes, resultaron ser unas de las menos respondidas, principalmente por aquellos que presentaban competencia media o media pasiva. Sólo los entrevistados de competencia alta respondían adecuadamente. En los siguientes ejemplos se observa que los entrevistados ante esta pregunta tendían a la respuesta en castellano, aunque se tratase de hablantes de competencia alta y bilingüismo coordinado. Entrevistador: ¿Chew püle tati Los Andes pigechi fütxa mawiza? (¿Dónde está la Cordillera de los Andes?) Entrevistada: kimlan tati, no sé eso (Registro 13-13078-05-06) Entrevistador: ¿chew püle müley tufa tati Los Andes pigechi fütxa wigkul? ((¿Dónde está la Cordillera de los Andes?) Entrevistada: Los Andes… mmm (duda y no responde) (Registro 13- 23149-04-09) Los dos ejemplos anteriores muestran como los hablantes al verse  Perfil Sociolingüístico de comunidades mapuche de la VII, IX y X Regiones.

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enfrentados a una pregunta de ubicación no logran situarse espacialmente respecto de la Cordillera de los Andes. Manifiestan desconocimiento de la geografía regional y no responden la pregunta. Se trata de hablantes que en su mayoría han desarrollado trabajos de labores domésticas en distintas zonas de la ciudad de Santiago, por lo que tienden a perderse en el momento de la entrevista. Observamos con esto, que aunque llevan varias décadas instalados en la zona urbana aún se sienten ajenos al espacio en el cual viven. Si contrastamos esta respuesta con las obtenidas durante la aplicación del Perfil Sociolingüístico de las regiones VIII, IX y X, se aprecia como el sentido de ubicación espacial es una de las respuestas con mayor número de aciertos de parte de los hablantes, principalmente porque se trata de su entorno habitual y de origen. 5.0 Conocimiento y uso de términos de parentesco Siguiendo la tendencia del estudio anterior, los conceptos de parentesco ‘lhaku’ abuelo paterno y ‘weku’ tío materno, son respondidos de manera incorrecta o simplemente los hablantes desconocen su existencia. Entrevistador: ¿Cómo se le dice a su abuelo por parte de su mamá? Entrevistada: le diría ‘chachá’ (Registro 13-23138-02-02) En el ejemplo anterior observamos que la entrevistada plantea la palabra afectuosa ‘chachá’ (proveniente del genérico chachay) dado a los ancianos que son familiares cercanos como los abuelos, o bien a los ancianos en general a quienes se les debe respeto. Sin embargo, la designación lhaku, se da al abuelo paterno como nombre, aunque en el trato puede utilizarse la palabra ‘chachay’ Entrevistador: abuelo paterno Entrevistada: chuchu ñuke (Registro 13-11067-03-02) Este ejemplo muestra como la entrevistada busca literalmente traducir la palabra ‘abuelo paterno’, sin lograrlo porque al final crea un concepto a partir de dos palabras: chuchu ‘abuela materna’ y ñuke ‘mamá’. Entrevistador: Abuelo paterno ¿chem pigeafuy mapuzugunmu? El papá de su papá en mapuzugun ¿cómo le diría usted? Entrevistada: pu chacha no se le decía antes, creo Entrevistador: tío materno, el hermano de su mamá ... en mapuzugun

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Entrevistada: no, si me lo sabía pero se me olvidó (Registro 13-11067-03-02) En la muestra anterior, la entrevistada se refiere tanto al concepto lhaku como a weku, manifestando su desconocimiento, aunque reconoce saber de su existencia, pero que dadas las condiciones actuales en las que vive, y debido al desuso ya no utiliza ese léxico por lo que se le ha olvidado. Sin duda alguna, que muchos de los fenómenos que observamos en las realizaciones concretas de la lengua mapuche en hablantes que viven en la región metropolitana, presentan como característica más que el desconocimiento de léxico, el olvido de los mismos debido al desuso al que se encuentran expuestos. Sin duda alguna, que se trata de hablantes que han dejado de practicar la lengua y al enfrentarse a ella en una conversación orientada a una investigación, se manifiesta la tensión en su afán de generar la respuesta apropiada. Asimismo, el uso constante del español les lleva a presentar constante interferencia en su proceso de cambio de código. Podríamos deducir que estos hablantes, si se enfrentan a la lengua mapuche en un proceso más medido y en aumento, pudieran estructurar su idioma y hasta recuperarlo. 6.0 Situación de contacto castellano-mapuzugun Asumimos que el contacto entre las lenguas es un fenómeno que existe desde los inicios de las lenguas en la humanidad. Se trata de una situación que ha ocurrido y ocurre en todas las regiones de la tierra. No existe en la actualidad una lengua que se encuentre completamente aislada y sin contacto. En el caso del idioma mapuche, es una lengua que en términos históricos precisos desconocemos todas las situaciones de contacto que ha vivido, sin embargo actualmente podemos percibir su vinculación en el plano léxico con el quechua y definitivamente con el castellano, lengua con la cual lleva cinco siglos de contacto y cuyos rasgos están presentes desde ese tiempo en el hablante de esta lengua. (Gunderman et Al: 2008). Encontramos en este estudio, construcciones oracionales en las que los hablantes mapuchizan verbos no existentes en la lengua mapuche,

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Observemos el siguiente ejemplo:

(1)

Prepara

-

Ø

-



ñi

iyael

Preparar

-

PRS 4

-

3PL

POS

comida

‘preparamos nuestra comida’ (Registro 13-081-06-01)

(2) Injerta

-

a

-

n

mansana5

Injertar

-

FUT

-

1SG

manzana

‘injertaré manzanas’ (Registro 13-081-06-01)

En los ejemplos (1) y (2) se observa que los verbos ‘preparar’ e ‘injertar’ se estructuran en castellano en sus radicales, pero los morfemas de conjugación, en este caso persona y número, corresponden al mapuzugun. Este tipo de hecho es propio de situaciones de contacto donde existe una lengua hegemónica y una lengua minorizada, se trata del desplazamiento a nivel de la realización lingüística propiamente tal. Esta situación ha sido registrada también en otras lenguas indoamericanas, tales como el náhuatl, donde el proceso de sustitución lingüística se favorece en zonas urbanas frente a las zonas rurales. (Hill & Hill, 1999) Observemos otro ejemplo del habla, se trata de un diálogo sostenido durante una de las entrevistas realizadas durante esta investigación: (3) Entrevistador: ¿chemkechi zewmay gillatunmu? (¿Cómo se realiza el ngillatun?) Entrevistada: fey selebragekiñ, akordagekey pedian ayuda, eluan grasia , ial, gillatual eeh bailayal (así celebramos, pedían ayuda, se darán las gracias, comida, bailando y haciendo rogativas) (Registro 13-03008-04-03)

 Glosa PRS: Tiempo presente.nes.  Esta manzana va con “s” porque se refiere al sonido “s” que en español chileno se hace como “s” y no con la dental sorda “z”, la escritura fonética queda en “s” y la escritura gráfica se realiza con “z”.  Para este caso el uso de “s” es porque está escrito desde el alfabeto azümchefe y allí no existe la diferencia entre c y s para este tipo de sonidos.

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Si observamos, el hablante estructura sus oraciones utilizando verbos del castellano conjugados como verbos mapuches, en esta oración compleja hay seis verbos conjugados de los cuales cuatro tienen radicales del castellano. Es decir, se cumple la premisa anteriormente ejemplificada en oraciones simples. Haugen (1987:12) denomina a este proceso integración lingüística, y ocurre principalmente en las generaciones jóvenes que viven la lengua en contextos culturales ajenos a la lengua de origen. La combinación de estructuras pertenecientes a ambas lenguas, constituye un proceso de sincretismo lingüístico en el mapuzugun, en el que encontramos que si bien la lengua está siendo desplazada por el español, también hay un factor de mantenimiento en la misma, manifestada en la persistencia de estructuras morfológicas que se mantienen en el uso del idioma, lo que nos entrega también un mínimo aliciente para un posible proceso de revitalización lingüística en comunidades mapuche. (Caniguan, 2006: 105) En el test de competencia se aplicó una pregunta orientada a verificar el uso de numerales cardinales en los hablantes. Sin embargo, la situación que resultó de mayor dificultad para los hablantes fue el desconocimiento del concepto mapuche relmu ‘arcoiris’. La respuesta frente a esta pregunta era la contrapregunta ¿qué significa la palabra ‘relmu’? Tenemos que a partir de una pregunta diseñada para obtener una información descubrimos la pérdida de uso de un concepto en el habla de los mapuche-hablantes de la ciudad. Veamos los ejemplos: Entrevistador: ¿kimniefimi chem am tati relmu kay? (¿Conoce el arcoirisi?) Entrevistada: ¿relmu? (¿Arcoiris?) Entrevistador: may, relmu (sí, arcoiris) Entrevistada: relmu (Arcoiris) Entrevistador: ¿kimlhaymi relmu? (no sabe que es relmu?) Entrevistada: kimlan (no lo sé) (Registro 13-08049-04-01) Entrevistador: eymi ta kimnieymi chunten wirin niey tati relmu (Sabe ud. ¿Cuántos colores/franjas tiene el arcoíris?) Entrevistada: ¿Cómo? Entrevistador: kimnieymi, ¿chunten wirin niey tati relmu? Sabe ud. ¿cuántos colores/franjas tiene el arcoiris?) Entrevistada: no (Registro 13-18030-05-01)

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Una de las situaciones más llamativas en este estudio es que la mayoría de los hablantes de competencia media y alta entre los entrevistados, se manifiestan muy entusiastas ante el uso de la lengua mapuche, y muchos terminan la entrevista haciendo un llamado a sus potenciales receptores de la necesidad del uso de la práctica de la lengua y cultura mapuche. A modo de conclusión, podemos señalar que resulta muy interesante la situación de los hablantes de la región metropolitana, principalmente a nivel sociolingüístico, porque estamos frente a hablantes que conocen la lengua, pero no cuentan con espacios donde usarla y vitalizarla. Se trata fundamentalmente de hablantes aislados que enfrentados a su lengua materna plantean la necesidad de hablar. Sin embargo, estos hablantes aunque conocen la lengua mapuche no la practican, porque la hegemonía del español y de la cultura occidental aplasta la existencia del mapuzugun que en una ciudad capital tiene una existencia marginal. Otro aspecto, que atenta contra la vitalidad del mapuzugun, es la ausencia de hablantes infantiles entre los mapuches urbanos, los hablantes entrevistados no comparten la lengua en su entorno familiar, sino que practican el idioma con otros hablantes en su misma condición, es decir, la lealtad lingüística en este caso tiene un bajo nivel. Asimismo, este aspecto nos indica que no existe mayor conciencia respecto a que la presencia y continuidad de una lengua se garantiza sólo con la práctica de la misma y, principalmente a través de la transmisión a las nuevas generaciones. Se hace necesario generar políticas lingüísticas en las ciudades con alta presencia mapuche, orientadas principalmente a prestigiar la lengua entre sus hablantes, diseñando programas que posibiliten la presencia real y masiva de la lengua, esto es, utilización de los medios de comunicación, implementación de un modelo educativo que valore y practique la diversidad lingüística de Chile, como también el uso de la lengua por los líderes sociales a través de sus discursos. Se trata ante todo, de crear la necesidad de hablar mapuzugun.

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V. COMPETENCIA LINGÜÍSTICA AYMARA: ANÁLISIS DE CASOS 1. Introducción En la Región Metropolitana residen indígenas de varias etnias, tales como aymaras, likanantays, mapuches, rapanuis, quechuas, alakalufes, collas, yámanas y otros. En el presente informe daremos cuenta sobre la situación de competencia lingüística de los hablantes aymaras de la región metropolitana. Entonces, el presente capítulo aborda los aspectos referidos al nivel de competencia en lengua aymara y de los residentes aymara hablantes de la Región Metropolitana. Para ello, se aplicó un instrumento de medición de competencia, sobre cuyos resultados se hizo el análisis para determinar los niveles de competencia y las tendencias de bilingüismo, así como las interferencias mutuas entre la lengua aymara y el castellano presentes en sus discursos. 2. Objetivo Para la determinación de los niveles de competencia se fijaron los siguientes objetivos: a)Determinar el nivel de competencia de los aymara hablantes de la Región Metropolitana. b)Sistematizar los niveles de competencia pasiva y activa de los aymara hablantes de la Región Metropolitana. c)Analizar a nivel fonológico, léxico y sintáctico del habla de los entrevistados. 3. Metodología Se aplicó un instrumento de acuerdo a los estándares internacionales que se ocupan para determinar el nivel de competencia en otras lenguas, en particular los de la Unión Europea. Las mediciones de competencia categorizan entre pasiva y activa, la primera referida a la comprensión y la segunda a la producción de la lengua. El instrumento considera tres niveles de competencia: • Competencia baja • Competencia media • Competencia alta El instrumento se aplicó con detenimiento a los hablantes y fue respondido en forma oral. La sistematización de los resultados nos permite evaluar los niveles de

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competencia de cada uno de los entrevistados, así como observar las tendencias del bilingüismo y las interferencias entre la lengua aymara y el castellano que presentan los hablantes aymaras residentes en la Región Metropolitana. 4. Conceptualización La presencia de los pueblos indígenas en los países del continente americano hace que ocurran diferentes fenómenos sociales, culturales y lingüísticos, complejos de explicar y desarrollar en forma equitativa. En ese contexto, las lenguas indígenas sufren diferentes procesos de interferencia, bilingüismo, extinción, etc. Para poder entender estos procesos recurriremos a algunos conceptos, los que a su vez nos servirán para analizar los niveles de competencia de los hablantes aymaras de la Región Metropolitana. a. Sociolingüística La sociolingüística es la disciplina que se ocupa de la lengua en un contexto social determinado, abarca la ciencia lingüística y sociología. También son parte de su estudio el contacto de lenguas, variaciones, diglosia, bilingüismo y otros fenómenos que ocurren en los procesos de contacto entre lenguas. En la Región Metropolitana se da una confluencia de grupos lingüísticos, entre ellas las lenguas indígenas, como el aymara, mapuche, rapanui y otras, caracterizadas por una situación minorizada en su relación con la lengua castellana. b. Monolingüe Las personas procedentes de centros poblados o capitales de Latinoamérica habitualmente poseen una sola lengua, es decir, tienen competencia en una sola lengua, con excepción de los que tuvieron la ocasión de participar en cursos de segunda lengua. Mientras los indígenas procedentes de las comunidades vigentes en la actualidad, aunque cada vez con menos frecuencia, son bilingües, incluso trilingües; poseen la lengua indígena como primera lengua y el castellano como segunda lengua. c. Bilingüe Bilingüe es aquella persona o comunidad que tiene competencia en más de una lengua y usa en forma indistinta dos o más lenguas de acuerdo a las circunstancias que requieran el uso de una u otra.

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Los indígenas que habitan en sus comunidades o migraron a capitales regionales, son generalmente sujetos bilingües, siempre y cuando en sus comunidades no se haya perdido la lengua vernácula. d. Competencia Es el sistema de reglas interiorizadas por los hablantes y que constituye su saber lingüístico, la que permite hablar y comprender un número infinito de oraciones inéditas. La competencia lingüística es el conocimiento intuitivo del hablante sobre los datos y estructuras del vocabulario, la fonología, la sintaxis y la semántica de dichos datos. La competencia pragmática es el conjunto de conocimientos extralingüísticos y contextuales que permiten al hablante la realización adecuada de la competencia lingüística. 5. El corpus El corpus lingüístico analizado en la presente investigación está compuesto de la siguiente manera: • Seis personas que declaran hablar la lengua, identificadas en el proceso de aplicación de la encuesta sociolingüística en la Región Metropolitana. • Cada una de las personas a quienes se ha aplicado el instrumento de medición de competencia, con un registro promedio de media hora a cada uno de los entrevistados. • Los registros orales y escritos se analizan de acuerdo a los valores que están asignados para cada ítem en el instrumento. 6. Análisis de competencia en lengua aymara La encuesta sociolingüística aplicada en la región metropolitana identifica 9 personas con competencia en lengua aymara. De estas 9 personas, solamente 6 accedieron a la aplicación del instrumento de medición de competencia. Entonces, en base a esa cantidad de casos se hace el estudio. a. Instrumento El instrumento fue elaborado en base a los parámetros que exige la Comunidad Europea (MCM) en la medición de competencia lingüística, que considera destrezas básicas como comprender, leer, escribir y hablar . Ahora, considerando que las lenguas indígenas, entre ellas la 7 Perfil sociolingüístico de comunidades mapuche de la VIII, IX y X Región, CONADI 2008.

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aymara, no tienen tradición escrita; el conocimiento de la escritura aún es competencia de los expertos y no de todos los hablantes. En consecuencia, el instrumento elaborado sólo mide la competencia activa y pasiva  en lo que respecta a la oralidad. En particular el estudio se centra en competencias lingüísticas que incluyen las destrezas léxicas, fonológicas y sintácticas y las funciones pragmáticas de su realización (CONADI 2008:93). El instrumento consta de 43 ítems, ordenados en competencias activas y pasivas, en sus niveles baja, media y alta. b. Competencia pasiva 1. Los que declaran hablar o conocer la lengua aymara en la encuesta sociolingüística de la Región Metropolitana, presentan buen nivel de competencia PASIVA BAJA. Los ítems constan de textos breves como palabras, frases y oraciones de uso cotidiano, las que son comprendidas sin mayores dificultades, excepto dos casos que muestran dificultades en comprensión. 2. La competencia PASIVA MEDIA muestra tres casos de buen nivel de comprensión y otros tres muestran dificultades respecto a la comprensión de la lengua aymara. 3. Sólo dos entrevistados presentan competencia PASIVA ALTA, y los cuatro restantes tienen competencias media o baja. c. Competencia activa Ahora, con respecto a la competencia ACTIVA BAJA, cuatro casos muestran buen nivel de competencia, uno presenta dificultades y el último tiene serios problemas con la comprensión. En este ítem las preguntas son sobre los conocimientos de las personas que habitan en Santiago, sobre el conocimiento del medio donde habitan, como parques y lugares de recreación. Con respecto a competencia ACTIVA MEDIA, solamente dos muestran buena producción, tres tienen dificultades para poder comunicarse fluidamente y uno tiene competencia nula. En lo que refiere a la competencia ACTIVA ALTA, dos tienen producción buena y uno competencia insuficiente. Tres son nulos para producción activa alta de la lengua aymara.  Competencia pasiva es sólo entender la lengua y no necesariamente hablarla; mientras la competencia activa es hablar la lengua, para lo que tiene que entenderla.

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En general, los aymara hablantes de la Región Metropolitana parecen abandonar el uso de la lengua aymara, lo que puede ser motivado por falta de medios, así como de contextos para hacer vigente la comunicación en la lengua, por lo menos así lo expresan los entrevistados. En general, solamente dos de seis casos tienen competencia pasiva y activa alta, mientras los otros casos tienen dificultades en comprensión y producción de la lengua aymara. 7. Conclusiones Los aymaras históricamente accedieron a distintos pisos ecológicos, tales como el altiplano, valles, trópicos, costas, etc. En las últimas décadas se desplazaron a las grandes capitales de los países y de las regiones, aun manteniendo algunos lazos familiares, territoriales y otros con su origen. En Chile los aymaras de la misma forma se desplazaron hasta las costas del pacífico y a la capital del país. Según el Censo de 2002, declaran tener pertenencia étnica aymara 567 personas en la V Región. El mismo Censo revela que en Chile 48.501 tienen pertenencia aymara. Ahora, según el estudio sociolingüístico en la región de Tarapacá, de 143 entrevistados, declaran tener competencia pasiva 118 (82.5%)10 y competencia activa 11211 . De estas regiones migran a la capital. De quienes a continuación se pretende explicar la competencia del aymara en la Región Metropolitana. Casos de bilingüismo en aymaras La mayor parte de las comunidades lingüísticas del mundo viven en una situación de coexistencia de varias lenguas, generándose procesos complejos de explicar, ya que estamos frente a situaciones de bilingüismo individual, grupal, comunitario, etc., además de distintos tipos y clases de bilingüismo. Ahora lo que se pretende es explicar la situación de bilingüismo que presentan los aymaras en la Región Metropolitana. En Santiago residen aymaras que migran desde el norte, quienes tienen competencias variadas; los monolingües ya no existen en la actualidad, lo que significa que no quedan personas que sólo saben y se comunican en la lengua aymara. En la actualidad ya no se observan monolingües aymaras, ni siquiera en las regiones más alejadas del norte de Chile.

 Estudio realizado por el Instituto de Estudios Andinos Isluga de la UNAP, 2001. 10 Competencia pasiva: mucho 63, bastante 29 y poco 26. 11 Competencia activa: muy bien 40, bien 27 y poco 45.

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a) Bilingüe aymara-castellano, es la persona que usa el aymara para comunicarse sin dificultades o es la persona que posee el aymara como primera lengua, mientras que aprendió el castellano como segunda lengua. En estos casos el castellano se subordina al aymara; es decir, cuando se realiza la encuesta en castellano, el entrevistado responde en aymara sin dificultad. En nuestro estudio solamente dos entrevistados tienen el aymara como primera lengua, y como consecuencia en su habla se pueden observar algunas interferencias del aymara al castellano, o al utilizar préstamos del castellano los aymararizan a nivel fonológico. Por ejemplo: Aymarizado Arindata Animalanaka Arbolanaka Laranjado Peru markata Nayax says añukama Evangilio sarta

Traducción ‘Arrendado’ ‘los animales’ ‘los árboles’ ‘naranjado’ ‘del pueblo de Perú’ ‘hasta mis seis años’ ‘voy a evangelio’

Las palabras aymaras, cuando se ocupan en el contexto del castellano, se adaptan al aymara a nivel fonológico, como el caso de /peru/ en el lugar de /Perú/, el número seis /says(a)/, arrendado /arindata/ y otros. Con respecto al nivel morfológico, se añaden sufijos aymaras a las palabras castellanas como /animalanaka/ ‘animales’, /añukama/ ‘hasta años’, etc. Es decir, se incorporan sufijos aymaras a las palabras castellanas, las que pueden ser traducidas como prefijos en la lengua castellana, como por ejemplo: /añukama/ ‘hasta el año siguiente’. b) Bilingüe castellano-aymara, estamos frente a aquellas personas que aprendieron el castellano como primera lengua y posteriormente por convivencia o contacto directo con los abuelos y abuelas aprendieron la lengua aymara. El aymara se subordina al castellano, es decir, hablan el aymara con interferencia fonológica, sintáctica y léxica, mientras el español lo usan sin mayores dificultades.

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En los casos estudiados se puede observar que dos entrevistados presentan estas características, las que se observan en los siguientes ejemplos: Nayaxa aymara mas o menos... ‘yo aymara, más o menos...’ (se) Nayaxa trawajta eee profesor de historia, colegionanaka ‘yo trabajo de profesor de historia, en colegios’ En la intención de comunicarse en aymara, el entrevistado expresa más palabras castellanas que en aymara mismo. En el primer ejemplo no recuerda o no puede expresar “nayax mä juk’all aymara yatta” ‘yo sé un poco de aymara’, y en el segundo ejemplo trata de explicar lo que hace pero encuentra dificultades para comunicar, esto pasa en particular cuando los hablantes se refieren a oficios no comunes en la propia cultura. Si observamos con detenimiento a los hablantes que tienen este tipo de competencia, cuando se comunican en aymara, primero piensan en castellano y luego intentan traducir al aymara para entender y responder en esta lengua. Este hecho dificulta la fluidez en la comunicación, ya que en castellano pueden organizar ideas complejas pero al traducir al aymara se demoran y no encuentran equivalencia de palabras en ambas lenguas, ya que cada una de ellas guarda una lógica diferente. Las personas con ese tipo de característica habitan y están insertas preferentemente en medios urbanos, y mantienen poca relación con las familias y comunidades de origen. En consecuencia reclaman falta de un espacio donde se use la lengua indígena, y además se auto culpan por no haber aprovechado cuando tenían ocasión de aprenderla en un tiempo pasado. Incluso uno de los entrevistados, tiene proyectos muy avanzados para volver a su comunidad de origen, y allí mejorar su competencia en la lengua y desarrollar todos los conocimientos aprendidos en otros espacios. Bilingüe coordinado aymara-castellano, significa tener la misma competencia en aymara y castellano, y poder alternar sin dificultades en las dos lenguas o códigos. En nuestro estudio no se observaron entrevistados con esta cualidad de competencia. Con excepción de los pocos aymaras que se dedican a estudiar y enseñar el aymara y por tanto pueden alcanzar o lograr tener una competencia coordinada o equilibrada, son muy pocas las personas que logran esta condición. Bilingüe incipiente, se refiere al uso de un número limitado de vocablos en una de las lenguas, lo que puede presentarse en el plano pasivo y/ o activo. Con respecto a nuestros entrevistados, observamos dos con estas características.

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Ejemplos de bilingüe incipiente: Entrevistador: Juma yattati kurmi qawqa saminakanisa | kuluranisa ‘¿tu sabes el arcoíris cuántos colores tienes?’ Entrevistado: Kurmi, arcoíris, siete colores, phisqa, a no, wila, a no, janqu Entrevistador: Kunapacharak markamar saräta ‘¿cuándo vas a ir a tu pueblo?’ Entrevistado: Maya, una vez al año Cuando se pregunta sobre los colores del arcoíris el entrevistado sólo hace mención de algunos colores, lo que quiere decir que no conoce todo los colores básicos del aymara. En la segunda pregunta, entiende pero sólo alcanza a decir maya (número uno) y luego complementa en castellano. Entrevistador: Aymar arusiñ yattati Entrevistado: Me pregunta si se hablar aymara. Jisa En este segundo caso el entrevistado entiende la pregunta, traduce al castellano y luego vuelve a traducir al aymara para contestar en forma afirmativa. Es un proceso largo donde decodifica y luego codifica en dos lenguas, primero en una, después en la otra, lo hace muy lenta y tediosa la comunicación, la que además presenta una interferencia muy marcada. Bilingüe pasivo es aquella persona que solamente entiende y no habla aymara, y al comprender puede responder sólo en lengua castellana. En el estudio se observan dos casos con estas características, ejemplo: Entrevistador: Jumax zoologíco sariritati. Kuna uywanakas, jamach’inakas uttji Entrevistado: Eeeeeeeee si, jis. Con quién fue?, qué lo que hay en zoológico. Animales, leones, oso, algunos animales, en aymara no? La entrevistada entiende la pregunta con alguna dificultad y luego responde en castellano, al mismo tiempo manifiesta dudas. Por el nivel de competencia pasiva se le hace dificultoso responder de manera apropiada en aymara y, por lo mismo, responde con mucha duda en castellano. Entrevistador: Chima / chuyma (traducción) Entrevistado: Me suena creo que es como cerro

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Trata de entender pero no alcanza a comprende por completo, y relaciona con otra palabra en forma equivocada. Indica que es familiar la palabra y con mucha duda traduce a un vocablo que no tiene relación con el significado original. Ejemplo: Entrevistador: Akat utamaxa / akant utjta Entrevistado: ¿Si esto es tu residencia? En este ejemplo supuestamente entiende la pregunta pero no puede responder ni en castellano porque no está segura de su comprensión, y mucho menos en aymara porque no está a nivel de su competencia. Los casos estudiados, en general, son indígenas aymaras migrantes desde el norte, y todos tienen algún nivel de competencia en esta lengua. Se observa y también manifiesta por los entrevistados que éstos no tienen motivación ni espacio para hacer uso de la lengua aymara, y en consecuencia van paulatinamente olvidando términos, frases, significados, etc. Los hijos de los casos estudiados ya no aprenden el aymara, este hecho nos permite proyectar que los entrevistados son bilingües terminales, ya que los hijos no tienen competencia en la lengua indígena y son monolingües castellanos. En los casos de bilingüismo castellano-aymara se presenta el fenómeno de diglosia; la lengua castellana es la lengua oficial, de uso en administración económica, pública, medios de comunicación, educación, etc., mientras el aymara es una lengua confinada a espacios privados y domésticos, lo que no permite su desarrollo, transmisión, lealtad, etc. Los niveles lingüísticos A continuación revisamos algunos niveles lingüísticos como lo fonológico, léxico y sintáctico, para comprender de mejor forma los niveles de competencia de los aymaras en Santiago. Fonológico La fonología es la que determina los fonemas que ocupa una lengua determinada. La fonología aymara consiste en la descripción de los fonemas, es decir, los sonidos distintivos que diferencian los significados en la lengua. Hardman (1988) describe la fonología aymara constatando 26 consonantes, entre sordas y sonoras, que son las más numerosas y se articulan con claridad. El aymara sólo reconoce como fonema tres vocales,

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y un alargamiento vocálico que puede acompañar a las tres vocales. De las consonantes quince son oclusivas sordas, y tres de ellas, algunos autores las reconocen como africadas; desde la forma de articulación son simples, aspiradas y glotalizadas. Tres son fricativas sordas. Las consonantes sonoras son continuas, es decir, no son oclusivas, en este grupo están las nasales, laterales, vibrantes y semiconsonantes. Consonantes Modo de Articulación

Punto de Articulación Bilabial

Alveolar

Palatal

Velar

Post-velar

Oclusivas Simples

p

t

k

q

Aspiradas

ph

th

kh

qh

Glotalizadas

p’

t’

k’

q’

j

x

Africadas Simples

ch

Aspiradas

chh

Glotalizadas

ch’

Fricativas

s

Laterales Nasales

m

Semiconsonantes

w

l

ll

n

ñ

[nh]

y

Vibrantes

r

Vocales Anterior Altas y Cerradas Intermedios Baja y Abierta Alargamiento vocálico

Medio

Posterior

i

u

[e]

[o] A /¨/

Las variaciones también están presentes a nivel regional y social, como señala en su estudio Lucy Briggs (1993), quien identifica variantes regionales como el norteño, sureño e intermedio, y variantes sociales central y periférico.

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a) Competencia pasiva y activa alta En el estudio las variaciones están en el marco determinado por Hardman, a nivel fonológico y por Briggs con respecto a variaciones dialectales. Los entrevistados se identifican con la variedad nortina y/o sureña de acuerdo a su procedencia. Más bien lo que si se puede observar son las inferencias del español en mayor y menor grado, de acuerdo al nivel de la competencia en la lengua. El aymara hablado en el norte de Chile es parte de las variedades nortina y sureña. Por ejemplo el habla del interior de Arica-Parinacota pertenece a la variedad nortina, mientras el aymara de la región de Tarapacá es parte de la variedad sureña. Entonces, los procedentes de la Región Tarapacá poseen el aymara sureño y los procedentes de AricaParinacota usan el aymara nortino. Los entrevistados que tienen competencia activa y pasiva alta en el uso del aymara, utilizan los fonemas en forma adecuada, con sus respetivas variaciones de acuerdo a su origen. Por ejemplo, uno de los casos es proveniente del sur de Perú12, quien no manifiesta variaciones considerables de acuerdo al cuadro fonológico presentado por Marta Hardman; mientras otro caso proveniente de Tarapacá, parte alta, muestra variedad fonológica, principalmente en el grupo de consonantes oclusivas: Entrevistador: Kunamaskta kullaka Entrevistado: Baliki Entrevistador: Ukax utamati Entrevistado: Utanhawa En el primer ejemplo la semiconsonante del aymara /w/ se articula bilabial sonora /b/, la variedad de esta zona muestra la tendencia a sonorizar la semiconsonante /w/ y las oclusivas sordas. En el segundo caso aparece otro rasgo con valor fonológico /nh/ que no está presente en la variedad nortina. Otros ejemplos: Variación Nortina

Variación sureña

Traducción

/awatiri/

[andanajata]

‘desde los pastoreos’

/wawanaja/

[babanha]

‘hijos’

/awatiri/

[abatiri]

‘pastor o pastora’

12 Variedad regional nortina, según la clasificación de Lucy Briggs.

64

En la variedad sureña, las consonantes oclusivas tienden a sonorizarse en el contexto de los fonemas nasales. Así como indica en sus estudios Bryan Harmilink (1985:10-16), el aymara de Chile es muy similar al de Bolivia y las diferencias sólo afectan a algunos segmentos, tales como la presencia de algunos elementos sonoros [b], [d] y [g], y la presencia de una nasal velar [nh]. Mientras que las fricativas, vibrantes, laterales y semivocales parecen ser las mismas que el aymara de Bolivia. Poblete y Salas (1997) en su estudio indica que las oclusivas puras se sonorizan tras la consonante nasal, de donde resultan los siguientes alófonos [b, d, g,]; ejemplos /ampara/ [am.pá.ra] ~ [am.bá.ra] ‘mano’, /inti/ [ín.te] ~ n[ín.de], /punku/ [pún. ko] ~ [pún.go] ‘puerta’, /tunqu/ [tón.qo] ~ [tón.go]. En los casos en que alternan realizaciones sordas y sonoras, se aprecia predominio de las sordas en el norte (Provincia de Parinacota), en tanto que hacia el sur (Provincia de Iquique) aumenta la sonorización. Las personas que tienen competencia pasiva y activa alta en la Región Metropolitana, en lo que respecta al nivel fonológico, ocupan el grafemario de la lengua aymara desde el punto y modo de articulación y con las respectivas variaciones que ocurren en el aymara. b) Competencia activa media Los hablantes que poseen competencia activa media usan la lengua aymara con poca frecuencia, y en su habla lo hacen con interferencia del castellano al aymara, como podemos observar en los siguientes ejemplos: Aymara

Interferencia

Contraste

Traducción

/janq’u/

[jankhu]

q’/kh

‘blanco’

/jisk’a/

[jiska]

k’/k

‘chico’

/yaqha uru/

[yaqa uru]

qh/q

‘otro día’

/q’illu/

[qhillu]

q’/qh

‘color amarillo’

/ch’uxña/

[choxña]

ch’/ch

‘color verde’

En los cinco ejemplos se puede observar la confusión entre oclusivas velares con postvelares y el modo simple con glotalizadas o fricativa. c) Competencia activa baja Los hablantes con competencia activa baja muestran mayor interferencia del castellano, como se observa en los siguientes ejemplos: Aymara

Interferencia

Contraste

Traducción

/janq’u/

[janqu]

q’/q

‘color blanco’

/t’ant’a/

[tanta]

t’/t

‘pan’

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En los dos ejemplos se puede observar una tendencia a simplificar, considerando que la glotalización implica mayor esfuerzo que las simples. Incluso se puede observar, en los casos de competencia baja, que al escuchar el aymara no responden, sino que se dedican a traducir al castellano. Morfosintáctico Las morfosintaxis se entienden como unidades mínimas con significado y su orden dentro de las palabras y oraciones, desde el punto de vista de la flexión y la derivación, así como la relación que establecen estas estructuras con otras formas para constituir sintagmas y oraciones. El aymara es una lengua aglutinante y polisémica (es decir que se aglutinan varias palabras en una o más de un significado, se expresa mediante sufijos en una sola palabra; además éstas, dependiendo del contexto, pueden tener más de una diferencia en cuanto a su significado), donde los morfemas determinan la construcción de palabras y oraciones. Es solamente sufijante, no ocupa prefijos ni infijos. Las palabras aymaras pueden ser: Raíces nominales, verbales e independientes, de la misma manera los sufijos son nominales, verbales, independientes y oraciones. Las preposiciones, los verbos ser-estar y otros elementos gramaticales están expresadas mediante sufijos en la lengua aymara. La oración básica en el aymara se presenta de la siguiente estructura: Nayax

+

utaruw

+

sarta

Sujeto

+

Complemento

+

Verbo

Mientras en castellano es: Yo

+

voy

+

a la casa

Sujeto

+

Verbo

+

Complemento

66

a) Competencia pasiva y activa alta Los casos con competencia activa alta, tienden a estructurar de acuerdo a la gramática de la lengua, como podemos observar en los siguientes ejemplos: Suxta marallani iskuylar mantapxta Adverbio de tiempo

+

Complemento

+

Verbo

‘Ingresamos a la escuela con 6 años’ Kimsa warminaja kharuy iskuyl tukuyapxta Sujeto + Complemento ‘Las tres mujeres terminamos allí en la escuela’

+

Verbo

Ukata suxta phaxsi utjapxta Complemento

+

Verbo

+

Verbo

+

Verbo

‘Luego vivimos seis meses’ Nayaxa punutasktaxay Complemento ‘Yo soy de Puno’ Ukan naya yatitasktxa Sujeto ‘Ahí yo estoy acostumbrado’

Las personas que tienen competencia alta, mantienen el orden gramatical de acuerdo a la estructura básica de la lengua aymara, además se puede observar que el castellano lo organizan de acuerdo a la lógica de la lengua aymara. Las palabras castellanas las complementan con sufijos aymaras para que sean completamente contextualizadas al aymara. Por ejemplo: Habla

aymara

morfema

Traducción

Ariendatawa

mayt’atawa

-ta / -wa

‘es arrendado’

Animalanaka

uywanaka

-naka/-naja

‘los animales’

Vicinojaxa

uta jak’ masijaxa

-ja/-xa

‘mi vecino’

Añkamaki

marakamaki

-kama /-ki

‘hasta ese año’

Kuñadujampi

jilajampi

-ja/-mpi

‘con mi cuñado’

Uwijallanti

uwijallanti

-lla/-nti

‘con las ovejas’

Uspicioru

Uspisiyru

-ru

‘a Hospicio’

67

En los ejemplos ocupan palabras castellanas en lugar de aymaras, en otros casos utilizan palabras no existentes en aymara. A dichas palabras castellanas se añaden sufijos aymaras, para contextualizarlas y que guarden la estructura lógica del aymara. Por ejemplo: Añkamaki

‘solamente hasta (ese) año’

Año

‘año’

-kama

‘hasta’ sufijo limitativo

.ki

‘solamente’ sufijo marcador de una acción momentánea

Uspucioru

‘al hospicio’

Uspicio

‘Hospicio’ la ciudad de Alto Hospicio

-ru

‘a, hacia, al’ sufijo direccional

Competencia activa media y baja Las personas que tienen competencia media en la lengua aymara, tienden a organizar oraciones de acuerdo a la lógica de la lengua castellana, además la lengua aymara está pensada en castellano. Veamos algunos ejemplos: Nayaxa eeeeeeeee saririta jisa zologico Sujeto

+

Verbo

+

Complemento

‘yo si sé ir a zoológico’ Nayaxa sarä, enero, febrero, diciembre phaxsi, vacacionanaka... Sujeto

+

Verbo

+

Complemento

‘yo iré en los meses de diciembre, enero, ... vacaciones’ Naya aricar sarxa sartwa anataru Sujeto

+

complemento

+

verbo

+

complemento

‘yo voy a Arica a Carnavales’

En la mayoría de las oraciones que construyen se observa la estructura de la lengua española, o sea es predominante la lógica de la estructura castellana. Al no tener competencia buena o alta en aymara, tienen fuerte interferencia del castellano. Con respecto a los morfemas, en los hablantes que tienen competencia media o baja el fenómeno es el siguiente: Habla

castellano

Profesor de historia, colegionanaka

‘soy profesor de historia en los colegios’

animalanakas

‘los animales’

Naya janiw parlasiña

‘yo no sé hablar’

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En el primer ejemplo, por expresar en aymara no enuncia la oración completa, no está presente al idea de ‘soy’, entonces al aplicar el sufijo -naka ‘plural nominal del aymara’ siente hacerlo. En el segundo caso, el sufijo plural es aplicado mediante el aymara y el castellano, como por ejemplo: -naka ‘sufijo plural aymara’ y -s(a) sufijo plural de la lengua castellana. Entonces se estima que el hablante no está claro con respecto a la pluralización en la lengua aymara, por ende intenta reforzar con morfema plural del aymara y castellano. El último, intenta expresar una idea en aymara pero no ocupa adecuadamente los sufijos aymara, principalmente los sufijos flexivos de tiempo y persona, y en ese lugar solamente aplica otra persona, -siña ‘morfema flexivo de cuarta persona (nosotros)’. Si tiene competencia baja, la mayor parte de las respuestas son únicamente en castellano, y no en aymara, en esa lengua solamente entiende y traduce al castellano, a niveles morfológico y sintáctico. Entonces, los niveles de competencias que poseen los aymara hablantes de la Región Metropolitana, varían de acuerdo al grado de bilingüismo, si es bilingüe coordinado o subordinado. El espacio geográfico que separa entre el origen de los aymaras y la capital, es sumamente distante e incide en el contacto y uso de la lengua aymara en actividades sociales, culturales, educativas, etc. Aunque saben hablar el aymara, no lo usan porque no tienen con quien comunicarse.

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VI.

ASPECTOS METODOLOGICOS

Base Teórica Específica para el Estudio Para esta investigación, en donde se necesitaba obtener una distribución de las características sociolinguísticas a estudiar, se tiene como una única alternativa el método probabilístico, con el cual se obtienen resultados, dados ciertos márgenes de error. Teóricamente, la Ley de los Grandes Números y los márgenes estadísticos de error derivados de ella, sólo pueden ser aplicados efectivamente a los resultados de encuestas representativas que se basan en muestras al azar. Los tipos básicos de métodos de selección al azar, son los siguientes, optándose por alguno o una combinación de ellos, dependiendo de la complejidad de la investigación. •El simple. •El estratificado. •El método de conglomerados. •El método multietápico. El método aplicado a esta investigación se puede definir, además de aleatorio (al azar), como estratificado, de conglomerados, multietápico y con una aplicación del método aleatorio simple sistemático en la selección de las unidades a encuestar, obteniéndose la información en proporciones. Se utilizó un muestreo estratificado según Etnia (Mapuche - Aymara) Nivel de Competencia (para etnia Mapuche). Esta estratificación tuvo como objetivos aplicar estrategias de muestreo diferentes en cada uno de estos dos estratos, que por su tamaño tan diferentes obligan a utilizar diseños muestrales diferentes, obtener estimaciones más precisas y con niveles de error estadísticos similares en cada estrato, que permita posteriormente comparar resultados entre ellos, y finalmente, disminuir la posibilidad de obtener una mala muestra o con una distribución no tan representativa de su respectivo universo. La selección de la muestra se realizó por conglomerados, lo que permitió mejorar la calidad del levantamiento de los datos, ya que por una parte, facilitó la identificación de los hogares a encuestar, y por otra, redujo el tiempo y costo de desplazamiento de los entrevistadores. La aplicación del método aleatorio simple sistemático, en donde cada hogar tuvo la misma probabilidad de ser seleccionado, permitió dispersar mejor la muestra en cada entidad seleccionada.

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Los resultados de este estudio mayoritariamente son expresados en forma de proporciones, que después son expandidos a sus respectivos universos, por lo que se aplicó un método de muestreo que respetara esta característica. El método de selección de las unidades muestrales fue multietápico debido a la existencia de más de un nivel de sorteo. Por último, cabe consignar que la unidad básica de muestreo fue el hogar, agrupación social que permite obtener información respecto al individuo, que constituye la unidad de análisis de este estudio. Antecedentes Disponibles Según el último Censo de Población y Viviendas de Abril de 2002, de las 6.061.185 personas empadronadas, 191.454 se declararon descendientes de algún pueblo indígena. La distribución de la población de la Región Metropolitana según el pueblo indígena del cual desciende se detalla en el cuadro siguiente: Cuadro Nº1 Pueblo Indígena

Distribución

Población

Alacalufe (Kawashkar)

de la Población

671

0,01%

Metropolitana según

1.411

0,02%

Pueblo Indígena

2.787

0,05%

del cual desciende

287

0,00%

Mapuche

182.918

3,02%

Quechua

1.609

0,03%

Rapa Nui

1.215

0,02%

556

0,01%

Atacameño Aymara Colla

Yámana (Yagán) Subtotal Ninguno de los anteriores Total

191.454

3,16%

5.869.731

96,84%

6.061.185

100,00%

Fuente: Censo de Población y Viviendas, Abril de 2002.

La población indígena representa el 3,16% de la población regional y la etnia predominante es la Mapuche que concentra el 3,02% de la población. En cuanto a su distribución por área urbana-rural, es posible destacar que la población indígena se concentra principalmente en el área urbana (98%), por lo que no amerita en esta ocasión estudiar ambas subpoblaciones por separado. De acuerdo a lo expresado en los términos de referencia, el interés de este estudio es centrar la atención en dos etnias: la Mapuche y la Aymara. En el cuadro siguiente se detalla la distribución de la población Mapuche y Aymara según comuna.

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Comuna Santiago Independencia Conchalí Huechuraba Recoleta Providencia Vitacura Lo Barnechea Las Condes Ñuñoa La Reina Macul Peñalolén La Florida San Joaquín La Granja La Pintana San Ramón San Miguel La Cisterna El Bosque Pedro Aguirre Cerda Lo Espejo Estación Central Cerrillos Maipú Quinta Normal Lo Prado Pudahuel Cerro Navia Renca Quilicura Colina Lampa Tiltil Puente Alto San José de Maipo Pirque San Bernardo Buin Paine Calera de Tango Melipilla María Pinto Curacaví Alhué San Pedro Talagante Peñaflor Isla de Maipo El Monte Padre Hurtado Subtotal Residencia Temporal Total

Cuadro Nº2

Mapuche 4.661 978 3.476

Aymara 256 49 47

Etnia Otra 431 86 102

Ninguna 188.865 63.161 128.741

Total 194.213 64.274 132.366

2.984 4.599 1.205 1.219 1.713 2.852 2.065 1.629 3.621 10.330 11.094 2.202 4.877 11.586 4.485 1.495 1.761 6.034 3.159 4.110 3.802 2.191 11.810 2.905 4.947 8.397 9.589 6.128 4.315 2.117 1.199 234 14.612 265 206 8.193 1.144 882 202 900 117 349 32 81 910 1.158 409 417 1.151 180.797 2.121 182.918

22 79 65 18 30 78 100 38 50 101 167 54 46 70 41 34 45 96 46 43 53 16 224 37 45 64 70 56 47 35 11 15 241 14 9 123 14 8 0 8 0 2 3 0 15 10 2 1 12 2.710 77 2.787

57 171 129 64 77 191 199 76 144 252 337 83 145 132 74 55 74 119 112 95 144 60 330 111 104 202 169 126 118 92 49 28 390 16 13 145 34 26 16 23 3 15 1 2 23 36 6 26 35 5.548 201 5.749

70.643 141.874 114.735 78.661 71.859 241.865 159.174 94.235 107.645 204.383 351.450 93.810 127.192 177.688 89.581 75.888 82.733 168.230 110.687 108.357 121.559 69.063 453.353 100.289 98.862 185.671 138.064 126.755 121.411 73.829 38.684 14.253 473.521 12.449 16.181 236.557 61.498 48.338 17.854 92.502 10.125 23.556 4.326 7.334 58.393 65.062 25.135 25.922 37.207 5.809.210 60.521 5.869.731

73.706 146.723 116.134 79.962 73.679 244.986 161.538 95.978 111.460 215.066 363.048 96.149 132.260 189.476 94.181 77.472 84.613 174.479 114.004 112.605 125.558 71.330 465.717 103.342 103.958 194.334 147.892 133.065 125.891 76.073 39.943 14.530 488.764 12.744 16.409 245.018 62.690 49.254 18.072 93.433 10.245 23.922 4.362 7.417 59.341 66.266 25.552 26.366 38.405 5.998.265 62.920 6.061.185

Fuente: Censo de Población y Vivienda, Abril de 2002.

72

Distribución de la Población Indígena según Comuna y Etnia

Una segunda variable relevante desde el punto de vista muestral, es el grado de competencia en el uso de la lengua. Existe información disponible de la distribución del pueblo indígena según esta variable estimada por la Encuesta Casen 2003, en función de las siguientes preguntas: En Chile, la ley reconoce la existencia de 8 pueblos originarios o indígenas, ¿pertenece usted a alguno de ellos? 1. Sí, Aymara 2. Sí, Rapa-nui 3. Sí, Quechua 4. Sí, Mapuche 5. Sí, Atacameño 6. Sí, Coya 7. Sí, Kawaskar 8. Sí, Yagán 9. No pertenece a ninguno de ellos. ¿Algún miembro del hogar habla o entiende alguna de las siguientes lenguas: Aymara, Rapa-nui, Quechua, Mapuche, Coya, Kawaskar o Yagán? 1. Habla y entiende - ¿Cuál? ____________________ 2. Sólo entiende - ¿Cuál? ______________________ 3. No habla ni entiende ninguna

73

Comuna Santiago Independencia Conchalí Huechuraba Recoleta

Población Mapuche

Grado de Competencia

5.195 633 9.663 1.417 5.251

30,5% 70,6% 10,8% 53,3% 16,6%

Providencia Vitacura Lo Barnechea Las Condes Ñuñoa La Reina Macul Peñalolén La Florida San Joaquín La Granja La Pintana San Ramón San Miguel La Cisterna El Bosque Pedro Aguirre Cerda Lo Espejo Estación Central Cerrillos Maipú Quinta Normal Lo Prado Pudahuel Cerro Navia Renca Quilicura Colina Lampa Tiltil Puente Alto San José de Maipo Pirque San Bernardo Buin Paine Calera de Tango Melipilla María Pinto Curacaví Alhué San Pedro Talagante Peñaflor Isla de Maipo El Monte

186 0,0 1618 1.453 2.456 1.189 2.719 7.695 26.964 2.128 4.316 12.754 8.380 1.293 1.164 8.986 592 5.256 3.705 1.310 7.057 2.706 3.377 7.538 15.320 5.033 981 2.159 1.796 671 10.985 795 135 14.002 1.943 748 168 1.180 85 721 27 102 445 223 106 554

50,0% 0,0% 11,1% 13,6% 15,8% 52,0% 73,6% 18,6% 47,7% 48,4% 38,3% 20,9% 33,2% 74,8% 15,2% 15,6% 0,0% 22,6% 24,8% 3,7% 43,0% 34,3% 17,5% 8,5% 44,5% 28,3% 27,7% 31,0% 14,5% 9,1% 49,3% 6,0% 12,6% 28,5% 16,4% 34,6% 18,5% 0,0% 0,0% 16,1% 25,9% 5,9% 22,9% 51,6% 41,5% 19,1%

Padre Hurtado Total

1.891 197.071

23,3% 31,0% Fuente: Encuesta Casen 2003. 74

Cuadro Nº3 Distribución de la Población Mapuche según Grado de Competencia en el uso del Mapuzugun

En el cuadro anterior se observa un nivel similar de competencia (31,0%) en el uso del mapudungun, que el estimado por la misma encuesta para la población Mapuche de la VIII, IX y X Región (32,8%). Se propuso una estratificación de comunas similar al estudio anterior realizado en la VIII, IX y X Región por grado de competencia, es decir separar en dos grupos de comunas, las que tienen un 34% o más de su población que habla o entiende el mapudungun y las que tienen un porcentaje inferior a 34% de su población que habla o entiende esta lengua. •Estrato 1: Nivel de Competencia Alto •Estrato 2: Nivel de Competencia Bajo Tamaño Muestral El tamaño de la muestra propuesto ascendió a 1.000 hogares Mapuche y 400 Aimara, que contestaron el cuestionario con preguntas de caracterización general, cultural y sociolinguística, más 1.400 personas mayores de 10 años, que fueron seleccionadas aleatoriamente dentro de cada hogar encuestado mediante una tabla de selección aleatoria o de Kish (uno por hogar). A continuación se detallan los tamaños muestrales por Estrato y sus respectivos márgenes de error muestral. Etnia

Nivel

Universo

Muestra

Mapuche

Alto

77.990

500

4,3%

Bajo

119.081

500

4,3%

Subtotal

197.071

1.000

3,1%

2.710

400

5,0%

199.781

1.400

2,6%

Aymara

Subtotal

Total

Total

M.E.

Fuente: Elaboración propia

75

Cuadro 4.a Tamaño Muestral y Márgenes de Error por Estrato

Para estimar los errores muestrales a priori, se supuso que la selección corresponde a un M.A.S. (Muestreo Aleatorio Simple), y se utilizaron principalmente estimadores de proporción, con varianza máxima y un nivel de confianza de 95%. La expresión del error muestral en función del tamaño de la muestra es de la siguiente forma: Donde:

me=z*

p*q n

me: Margen de error muestral z: Coeficiente de confianza (z = 1,96 para un 95% de nivel de confianza) p: proporción de casos con la característica en estudio (p = q = 0,5 para V. Máxima)

n: tamaño muestral Debido a la baja densidad de la población Mapuche en la Región Metropolitana y la existencia de un convenio de cooperación entre CONADI y el INE, se decidió comprar a este Instituto la selección de la muestra primaria de hogares, directamente desde el Censo de Población y Viviendas de Abril de 2002. Para esto, CONADI realizó las gestiones correspondientes ante el INE, y a medida que el tiempo avanzaba y no se obtenía respuesta a esta solicitud, también la UTEM, realizó gestiones paralelas sin lograr resultados positivos. Finalmente, el INE rechazó la solicitud, argumentando que por razones de secreto estadístico, la conexión de la base de datos censal con las direcciones catastradas por el censo se había destruido. Para hacer viable, desde el punto de vista económico, la selección de esta muestra, se propuso a CONADI una reducción del tamaño muestral propuesto originalmente, desde 1.400 entrevistas a 1.000 entrevistas (800 a hogares Mapuche y 200 a hogares Aymara). El error muestral tiene una relación cuadrática inversa con el tamaño de la muestra. Esto significa que para disminuir el error muestral a la mitad es necesario cuadruplicar el tamaño muestral. En este caso si se disminuye el tamaño de la muestra en un 29% (de 1400 a 1000 casos), el error aumenta en un 19% (de 2,6% a 3,1%). Después de analizar estos antecedentes, nuestra propuesta fue aprobada por CONADI en reunión sostenida en la ciudad de Temuco.

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Etnia

Nivel

Universo

Muestra

M.E.

Mapuche

Alto

77.990

400

5,0%

Bajo

119.081

400

5,0%

Subtotal

197.071

800

3,5%

Aymara

Subtotal

2.710

200

7,0%

Total

Total

199.781

1.000

3,1% Fuente: Elaboración propia

En el cuadro anterior se aprecia que el error muestral para la estimación de la población mapuche que es capaz de hablar el Mapuzugun se incrementa muy poco, desde un 3,1% a 3,5%. Unidades Muestrales El muestreo es multietápico y la selección se hizo en tres etapas. Las unidades muestrales fueron: la manzana censal, los hogares, al interior de las manzanas y la persona, al interior de cada hogar. Las Unidades Primarias de Muestreo (UPM), se seleccionaron con probabilidad proporcional a su tamaño, medido éste en cantidad de hogares o familias mapuches. La selección de las Unidades Secundarias de Muestreo (USM), los hogares, también se hizo con probabilidad proporcional a su tamaño. En cada manzana se seleccionó en promedio 5 hogares, a los cuales se les aplicó un cuestionario que recaba información para la caracterización general, cultural y sociolingüística. Finalmente, como se requería aplicar un instrumento para medir la actitud sociolingüística y un test de competencia en la lengua Mapuche o Aymara, fue necesario seleccionar en cada hogar una persona mayor de 10 años. Selección de la Muestra y Empadronamiento Las unidades primarias fueron seleccionadas desde el listado de manzanas del Censo de Población y Viviendas de Abril de 2002. Las unidades primarias de muestreo fueron identificadas en la cartografía correspondiente al mismo censo, y luego, nuestro personal de terreno, realizó el empadronamiento de cada unidad seleccionada. Para identificar la manzana seleccionada en terreno, se dibujó un croquis que se adjuntó a la hoja de empadronamiento diseñada para el registro sistemático de las direcciones de los hogares mapuche. También se incluyó en esta hoja de empadronamiento el número esperado de hogares mapuche y el número de hogares a seleccionar en función de este número esperado, considerando una sobredimensión de la muestra

77

Cuadro 4.b Nuevo Tamaño Muestral Propuesto y Márgenes de Error por Estrato

en un 20% para compensar las posibles pérdidas por no respuesta. Este empadronamiento consistió en el recorrido en forma ordenada y sistemática de cada manzana o entidad poblada registrando los hogares que la componen y sus características básicas (identificación del hogar mediante su dirección y/o nombre de la familia y caracterización de sus integrantes en función de las siguientes variables: Sexo, Edad, Actividad, y Pertenencia al pueblo Mapuche. Caso Especial: Selección de la Muestra Dada la baja densidad de la población Aymara, que hace muy costosa su detección en terreno, se propuso utilizar un diseño muestral diferente. Para evitar los costos excesivos de un empadronamiento de una muestra probabilística, se seleccionó a los encuestados mediante organizaciones propias de esta etnia y para evitar posibles sesgos, si se encuesta sólo a participantes de estas organizaciones, se solicitaría a cada entrevistado seleccionado de esta forma, indicarnos un familiar o conocido que no participa en estas organizaciones. De esta forma se trató de obtener una muestra con un 50% de casos que participan y 50% de casos que no participan de estas organizaciones comunitarias Aymara. Este método es conocido como el método de la “bola de nieve” y se utiliza generalmente cuando se desea encuestar poblaciones de reducido tamaño. Trabajo de Campo El trabajo de campo en la Región Metropolitana se desarrolló en dos etapas. En una primera etapa, se realizó el levantamiento de la encuesta a la población Mapuche, y a continuación, la encuesta a la población Aymara. a) Encuesta a la población Mapuche La aplicación de la encuesta a la población Mapuche se inició el sábado 29 de marzo y se extendió hasta el domingo 18 de mayo de 2008. La aplicación de las entrevistas estuvo a cargo de 6 encuestadores, de origen mapuche y hablantes del mapuzugun, que participaron en el estudio anterior realizado en la VIII, IX y X Región. Este equipo fue coordinado por un Jefe de Campo, de profesión Antropólogo, que se hizo cargo personalmente de la entrega y recepción diaria de la encuestas y de su supervisión en terreno. En este período se recolectaron 845 encuestas y cada encuestador realizó en promedio 140 entrevistas.

78

b) Encuesta a la población Aymara La aplicación de la encuesta a la población Aymara se realizó durante el mes de Agosto de 2008 con un equipo compuesto por cuatro encuestadores, hablantes de la lengua Aymara, coordinados por el mismo Jefe de Campo. Durante los 30 días que demoró la aplicación de la encuesta, se realizaron 64 entrevistas y cada encuestador aplicó en promedio 16 entrevistas. Este trabajo resultó ser más lento que el anterior, debido a la mayor dispersión de la muestra, dentro del mismo territorio geográfico. Es preciso recordar que la estrategia de muestreo fue diferente, precisamente por la baja densidad poblacional de esta etnia en la Región Metropolitana. La población fue contactada a través de organizaciones sociales en que se agrupa este pueblo. La baja densidad poblacional, hizo que sólo se pudieran contactar 64 hogares de los 200 que contemplaba la muestra. Resultados del Trabajo de Campo Finalmente, como resultado de estos tres meses de trabajo, se realizaron 909 entrevistas a hogares, 4.017 entrevistas de caracterización de las personas que componen estos hogares y se aplicaron 4.017 test de actitudes y competencia lingüística a un integrante seleccionado aleatoriamente dentro de cada hogar encuestado. En el cuadro siguiente se detalla la composición de la población entrevistada según etnia: Etnia

Hogares

Personas en hogares entrevistados

Personas Mayores de 10 años en hogares entrevistados

Test de Competencia con resultado positivo (*)

Mapuche

845

3.812

3.469

117

Aymara

64

205

193

6

4.017

3.662

123

Total

909

(*) Nota: Se marginó del archivo de datos 5 entrevistas no bien identificadas

79

Cuadro 5 Muestral Lograda según Etnia

Procesamiento de los Datos Una vez finalizado el trabajo de campo, los cuestionarios revisados por el supervisor de terreno, fueron entregados al encargado de su procesamiento. El trabajo de procesamiento consistió básicamente en la preparación de los cuestionarios para su ingreso a medio magnético, codificación de las preguntas de respuesta abierta y validación final de los datos. A continuación se detalla cada uno de estos procesos orientados a obtener la base de datos depurada, con información válida y confiable, que permita su análisis posterior. a) Preparación de los Instrumentos El proceso de preparación de los instrumentos se inició con la asignación de un folio único para identificar y relacionar los distintos formularios utilizados en este estudio. Los formularios aplicados en cada hogar fueron tres: •La encuesta socio - lingüística. •El cuestionario de actitudes lingüísticas. •El test de competencia lingüística. Estos tres instrumentos que fueron entregados corcheteados formando un solo lote por el mismo supervisor, fueron separados en dos partes para ser procesados en forma paralela y cada una de ellas se identificó con un número único correlativo de cuatro dígitos, que facilitó su posterior unión en el archivo magnético en forma confiable. De esta forma se contó con una variable de respaldo que garantizaba el perfecto relacionamiento de los datos una vez terminada esta etapa. A continuación se digitó simultáneamente la encuesta socio - lingüística y el test de actitudes. En forma paralela, el test de competencia, ya separado del lote original, fue enviado para su codificación y contraste con el archivo digital que contenía la grabación de la entrevista, a la investigadora encargada del análisis sociolingüístico. b) Digitación de las Encuestas Para ingresar los datos al archivo magnético se desarrolló un programa en lenguaje Clipper. Se optó por esta modalidad debido a que presentaba mayores facilidades para administrar bases de datos relacionales. Además, permitía agrupar en la pantalla del computador las variables de acuerdo a los distintos módulos que conforman el cuestionario y separar las preguntas que se aplicaban a un integrante del hogar de las otras

80

preguntas que se aplicaban a todos los miembros del hogar y no necesariamente seguir el ordenamiento original de cada instrumento. Esta característica permitió aumentar significativamente la confiabilidad del proceso de ingreso de datos y facilitó el trabajo de los digitadores. En esta etapa trabajaron simultáneamente dos operadoras, bajo las órdenes del mismo programador que diseñó el sistema de captura de datos. Una vez terminada la digitación de los cuestionarios se hizo un recuento de las encuestas ingresadas a la base de datos y se comparó los datos reportados por los supervisores en el estado de avance final de terreno. Las diferencias encontradas fueron solucionadas digitando las encuestas faltantes o eliminando las repetidas. c) Codificación de las Encuestas El proceso de codificación de las encuestas consistió en clasificar las respuestas abiertas mediante códigos numéricos, asignando un valor estándar a cada tipo de respuesta, generando de esta forma un conjunto exhaustivo y excluyente de categorías de respuestas que reflejan en forma total, y en un número acotado, todas las respuestas recibidas. Esta agregación de categorías permite trabajar con un conjunto menor de tipos respuestas y obtener información más útil para análisis estadístico. Una vez terminada la digitación de las encuestas, se separaron las tres variables correspondientes a las preguntas de respuesta abierta y fueron enviadas en formato Excel al Jefe de Proyecto que se encargó personalmente de su codificación. En esta encuesta, las preguntas de respuesta abierta que debieron ser codificadas fueron las siguientes (ver Anexo Nº1): •Pregunta 7 (Comuna): Comuna de nacimiento. •Pregunta 19: Oficio o trabajo que realiza en la empresa o negocio para el cual trabaja. •Pregunta 21: Actividad económica que realiza la empresa o negocio para la cual trabaja. •Nivel de Competencia (mapuzugun/aymara) d) Validación de los Datos El proceso de validación de los datos tiene por objetivo detectar y corregir los errores cometidos por los distintos operadores durante el trabajo de campo e ingreso de la información. Este proceso comprende las siguientes tres etapas:

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i.Diseño de Malla de Validación La malla de validación aplicada contiene la definición del recorrido de respuestas aceptadas por cada pregunta y las respectivas subpoblaciones que deben contestar cada pregunta. Además contiene un listado de combinaciones de respuesta que no es posible que ocurra en la vida diaria. A partir de una tabulación preliminar de la base de datos, se realizó la revisión de la malla de validación por el Jefe de Proyecto, quien contó con la colaboración de un antropólogo que participó como supervisor de encuestadores durante el trabajo de campo y su asesor metodológico encargado de la supervisión de calidad del proceso. Esta revisión permitió depurar y ampliar el listado de situaciones potencialmente incorrectas, e implementar una segunda revisión con esta nueva malla de validación ampliada. ii. Implementación de la malla de validación De la misma forma en que se hizo el programa de ingreso de datos, y para aprovechar las facilidades para administrar bases de datos relacionales, se desarrolló un programa computacional de validación. Este programa permitió identificar en la pantalla del computador, el error detectado y desplegar en la misma pantalla el registro erróneo para su edición final. El programa identifica en primer lugar los errores de rango y una vez solucionados éstos, continúa con la revisión de los errores de consistencia entre variables. A medida que el revisor realiza su trabajo, los errores van siendo removidos de la ventana hasta que el contador de errores alcanza valor cero. iii. Aplicación del programa de validación El programa fue aplicado por personal con experiencia en revisión de encuestas que habitualmente ha desempeñado estas mismas funciones en la validación de la Encuesta CASEN y otras similares.

82

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85

86

ANEXOS

ENCUESTA SOCIOLINGÜÍSTICA A HOGARES MAPUCHE Y AYMARA DE LA REGIÓN METROPOLITANA Folio Encuesta: Región______________ Comuna______________ Segmento_______________ Hogar Entrevistado: ____________________ I. IDENTIFICACIÓN DEL HOGAR Comuna de la Metropolitana

Región

Barrio o sector

Entidad urbana (manzana)

Dirección

Hogar Entrevistado (Nombre Jefe. de Hogar)

Encuestador

Fecha y Hora Entrevista

Fecha:

Hora Inicio:

Hora Término:

Resultado

Supervisor

Observaciones:

87

¿Tiene usted familiares, amigos o conoce de otras personas indígenas (mapuches/aymaras) que vivan en este sector (manzana/barrio)? 1. [ 2. [

] Sí. Por favor, nos podría indicar la(s) dirección(es) de ese/esos hogar(es) para encuestar a continuación ] No. Pase a Parte II Integrantes del Hogar

Identificación de hogares de familiares, amigos o conocidos indígenas que viven en este mismo sector

Dirección (anotar muy bien la dirección)

1

2

3

4

5

6

7

8

9

10

88

II. INTEGRANTES DEL HOGAR Todos los miembros del hogar Integrantes del hogar Escriba el nombre de pila de todos los integrantes del hogar

1. Parentesco con el Jefe de Hogar

4. Presente en 5. ¿Es Mapuche 6. ¿Dónde nació Ud.? la encuesta o Aymara?

1. Jefe de Hogar 2. Cónyuge o pareja. 3. Hijo o hijastro. 4. Padre o Madre. 5. Suegro (a). 6. Yerno o nuera. 7. Nieto (a). 8. Cuñado (a). 9. Hermano (a). 10. Abuelo (a) 11. Tío( a) 12. Otro Familiar. 13. No familiar.

1. Sí 2. No

1. Mapuche 2. Aymara 3. No indígena

1. R. Metropolitana Especifique comuna → P 8 2. Otra región →Pase a P7

4

5

6

2. Sexo 1. Hombre. 2. Mujer. 3. Edad (años cumplidos)

Nombre

1

2

3

1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10.

89

6. Comuna

Considerar sólo al Jefe de Hogar y Cónyuge 7. ¿En qué comuna y/o localidad nació Ud.?

8. ¿Se vino usted directamente, 10. Aproximada-mente, ¿Qué proporción o se vinieron sus antepasados a de su familia vive en la R. Metropolitana? Santiago? 1. Se vino directamente 2. Se vinieron sus padres 3. Se vinieron sus abuelos 4. Se vinieron sus bisabuelos 5. Otra forma Especifique (llegada junto con tíos, padrinos, etc.)

1. Todos 2. El 75% o tres de cada cuatro 3. El 50% o la mitad 4. El 25% o uno de cada cuatro 5. Ninguno 6. NS/NR

9. ¿En qué año llegó usted o sus antepasados a Santiago?

7. Comuna

7. Localidad/ 8 Comunidad

9. Año

10

90

Considerar sólo al Jefe A todos de Hogar y Cónyuge

11. ¿Con qué frecuencia el Jefe de hogar y/o el cónyuge se visita, reúne o participa en actividades con sus familiares indígenas en la Región Metropolitana? (Anote Nº de veces por mes, si no se visitan, anote cero)

11

12. ¿Con qué frecuencia el Jefe de hogar y/o el cónyuge se visita, reúne o participa en actividades con sus familiares indígenas en el Sur/Norte del país?

13. ¿Está estudiando actualmente? 1. Sí. 2. No

(Anote Nº de veces por año, si no se visitan, anote cero)

12

13

14. Indique el Curso y Tipo de estudio actual (para los que están estudiando) o el último curso aprobado (para los que no están estudiando) Tipos de estudios: 1. Educación Preescolar 2. Preparatoria (sistema antiguo). 3. Educación Básica. 4. Humanidades (sistema antiguo). 5. Educación Media Científico-Humanista. 6. Educación Media Técnica Profesional. 7. Técnica Comercial, Industrial, Normalista (sistema antiguo). 8. Centro de Formación Técnica incompleta (sin título). 9. Centro de Formación Técnica completa (con título). 10. Instituto Profesional incompleta (sin título). 11. Instituto Profesional completa (con título). 12. Educación universitaria incompleta (sin título). 13. Educación universitaria completa (con título). 14. Estudios de Post-Título 15. Ninguno

14.a Curso

1.

1.

2.

2.

3.

3.

4.

4.

5.

5.

6.

6.

7.

7.

8.

8.

9.

9.

10.

10.

91

14.b Tipo

15. ¿Algún miembro del hogar se encuentra temporalmente ausente? (Máximo 1 año) 1. Sí → Pase a P.16 2. No → Pase a P.18

15

16. ¿Cuál es el motivo o razón de la ausencia?

17. ¿Hace cuántos meses que está ausente?

1. Trabajo 2. Estudio 3. Visita a familiares o amigos 4. Enfermedad 5. Otra razón. Especifique

16

17

92

A todos 18. ¿A qué se dedicó la mayor parte de la semana pasada?

19. ¿Cuál es su oficio, profesión o actividad que realiza o realizaba?

20. Categoría ocupacional

19

20

1. Estuvo trabajando con remuneración o pago 2. Estuvo trabajando sin remuneración o pago 3. Estuvo cesante 4. Estuvo buscando trabajo por 1ª vez 5. Inactivo 6. Estudia 7. Realiza quehaceres del hogar 8. Jubilado o pensionado 9. Inváliido 10. Anciano 11. Otro. Especifique

18

1. Empleador 2. Trabaja por cuenta propia 3. Empleado 4. Obrero 5. S. Doméstico 6. Familiar no remunerado 7. FF.AA y de Orden 8. Otra. Especifique

21. ¿A qué se dedica la empresa o negocio para el cual trabaja o trabajaba?

21

1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10.

93

22. ¿Cuál fue su ingreso el mes pasado? 1. Sueldo o salario 2. Especies o regalías 3. Bonificaciones o gratificaciones 4. Ingresos por trabajo independiente 5. Retiro de productos de su negocio o predio 6. Rentas por Ahorro o arriendo de propiedades 7. Jubilación, pensión o montepío 8. Mesadas o pensión de alimento 9. Pensión asistencial PASIS 10. Subsidio Único Familiar SUF 11. Otro. Especifique

T

Monto

T

Monto

T

Monto

94

Considerar sólo miembros indígenas del hogar de 5 ó más años 23. ¿Cuál fue la primera 24.a ¿Aprendió a hablar una lengua que aprendió segunda lengua? cada miembro del hogar?

25. ¿Entiende el Mapuzugun o el Aymara cuando lo escucha hablar?

26 ¿Cuánto entiende lo que se habla?

1. Mapuzugun 2. Aymara 3. Castellano. 4. Otra lengua. Especifique → Pase a P. 24

1. Sí, Mapudungun 2. Sí, Aymara 3. Sí, Castellano 4. No

1. Sí 2. No → Pase a P.35

5. Ambas simultáneamente (Castellano y Mapuzugun /Aymara) → Pase a P. 25

24. b A qué edad aprendió una segunda lengua?

1. Entiende todo o mucho de lo que se habla 2. Entiende bastante 3. Entiende sólo un poco, no comprende bien lo que se habla 4. NS/NR

23

24.a

25

26

(en años)

24.b

1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10.

95

27. ¿Con quién aprendió el Mapuzugun /Aymara? (Anotar en orden de importancia) 1. Padre 2. Madre 3. Cónyuge/pareja 4. Abuelo paterno 5. Abuela paterna 6. Abuelo materno 7. Abuela materna 8. Tío/a 9. Profesor/a 10. Amigo/a 11. Otro familiar 12. No familiar 13. Otro. Especifique

A

B

C

D

E

f

g

H

28. Cada miembro del hogar, la lengua Mapuche/Aymara …

29. ¿Puede hablar en Mapuzugun / Aymara en un diálogo o conversación 1. La mantiene con otra persona 2. Ha aprendido más (hacerse entender 3. Ha perdido por lo menos de práctica, pero manera básica) mantiene el conocimiento 1. Sí 4. La ha olvidado 2. No → Pase a P.35 5. NS/NR

28

29

96

Considerar sólo miembros indígenas del hogar de 5 ó más años 30. ¿Cuán bien puede hablar en Mapuzugun / Aymara en un diálogo o conversación con otra persona? 1. Perfectamente puede hablar o intervenir 2. Con alguna dificultad puede hablar o intervenir 3. Puede responder o plantear sólo algunas frases sencillas 4. NS/NR

31. ¿Con qué frecuencia habla 32. ¿Con qué frecuencia habla el Mapuzugun / Aymara en el Mapuzugun / Aymara fuera del hogar? hogar?

1. Diariamente, varias veces en un 1. Diariamente, varias veces en un mismo día mismo día 2. Ocasionalmente, a veces 2. Ocasionalmente, a veces 3. Muy raramente 3. Muy raramente → Pase a P.33

4. Nunca 5. NS/NR

4. Nunca 5. NS/NR → Pase a P.34

30

31

32

1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10.

97

33. ¿Con quién habla regularmente el Mapuzugun/ Aymara? (Anotar en orden de importancia)

34. ¿En qué situaciones sociales los integrantes de la familia con conocimientos de la lengua hablan Mapuzugun/Aymara?

1. Padre 2. Madre 3. Hermanos 4. Cónyuge/pareja 5. Abuelo paterno 6. Abuela paterna 7. Abuelo materno 8. Abuela materna 9. Tío/a 10. Hijos 11. Nietos 12. Profesor/a 13. Amigo/a 14. Otro familiar 15. Niños 16. No familiar 17. Otro. Especifique

1. Entre los integrantes de la familia 2. Entre los familiares en la R. Metropolitana 3. Con los familiares del Sur/Norte 4. En reuniones en la escuela (con apoderados Mapuche/ Aymara) 5 Con funcionarios de servicios o instituciones públicas 6. En reuniones sociales con amigos y parientes (por ejemplo un cumpleaños) 7. Cuando se encuentra con otros mapuche conocidos o no en la calle 8. En el trabajo con otros Mapuche/Aymara 9. Con otras personas en reuniones de organizaciones Mapuche/Aymara 10. Otros casos 11. Actividades rituales y/o religiosas

a

b

c

d

e

f

Situaciones de interacción

1

2

3

4

5

6

7

8

98

9

10

11

Anote el Nº de Orden de la persona que contesta las preguntas siguientes: Nº Orden 35. ¿Qué lengua habla (o hablaba) su:

1. 2. 3. 4. 5.

Sólo Mapuzugun /Aymara Solo Castellano. Castellano y Mapuzugun/Aymara Otra. Especifique NS/NR

a. Padre? b. Abuelo Paterno? c. Abuela Paterna? d. Madre? e. Abuelo Materno? f. Abuela Materna? 36. Se les habla (enseña) Mapuzugun/Aymara a los niños de la casa. O se les habló o enseñó en el caso de ya no haber niños en el hogar. O en último caso, remitirse a la infancia del jefe de hogar. 1. Si → Pase a 37 2. No → Pase a 38 37. ¿Por qué se les habla (o hablaba) Mapuzugun/Aymara) a los niños de la casa (habló o enseñó en el caso de no haber niños en el hogar)? (REDACTAR UN PÁRRAFO CLARO Y REPRESENTATIVO DE LA EXPLICACIÓN)

38. ¿Por qué no se les habla (o hablaba) Mapuzugun/Aymara a los niños de la casa (habló o enseñó en el caso de no haber niños en el hogar)? (REDACTAR UN PÁRRAFO CLARO Y REPRESENTATIVO DE LA EXPLICACIÓN)

99

39. ¿Alguno de de los miembros del hogar participa de alguna forma en organizaciones mapuche o aymara? Nombre integrante

del

Nº de orden en la encuesta

Organización

Cargo o actividad

100

ACTITUDES LINGÜÍSTICAS REGION METROPOLITANA Folio Encuesta: Región______________ Comuna______________ Segmento_______________ Hogar Entrevistado: ____________________ 40. Me puede decir Ud. ¿Cuán de acuerdo o en desacuerdo está con las siguientes afirmaciones? (Encierre con un círculo o marque la alternativa de respuesta). Anote el Nº de Orden de la persona que contesta: Afirmación 11

Muy de Acuerdo

De Acuerdo

Indiferente

En Muy en Desacuerdo Desacuerdo

La enseñanza del mapuzugun /aymara debería ser obligatoria para los niños mapuche (o aymara)

4

3

2

1

0

12

Estoy dispuesto a aprender (más) mapuzugun / aymara

4

3

2

1

0

13

Me enoja mucho que a un niño lo molesten en la escuela porque habla mapuzugun/aymara

4

3

2

1

0

21

Me daría pena que el mapuzugun/ aymara se perdiera

4

3

2

1

0

22

El mapuzugun /aymara es tan importante como el castellano

4

3

2

1

0

23

Hay que saber bien el mapuzugun/ aymara antes de ponerse a hablarlo

0

1

2

3

4

31

Los niños no necesitan aprender mapuzugun/aymara para surgir en la vida

0

1

2

3

4

Me molesta pensar que el mapuzugun /aymara no sirve a los mapuche/ aymaras para mejorar su vida

0

1

2

3

4

Sin mapuzugun /aymara no es posible mantener la costumbre mapuche/aymara

0

1

2

3

4

34

El mapuzugun/aymara no sirve para comunicarse en la vida moderna

0

1

2

3

4

35

Es útil que los mapuche/aymaras aprendan a escribir el mapudungún/ aymara

4

3

2

1

0

Los mapuches/aymaras tenemos que preocuparnos más por mantener el mapuzugun/aymara

4

3

2

1

0

Hablar mapuzugun/aymara es cosa de los ancianos

0

1

2

3

4

43

El mapuzugun /aymara es importante para transmitir nuestra historia

4

3

2

1

0

44

Me molesta que los dirigentes mapuches/aymaras no sepan hablar mapuzugun/aymara

0

1

2

3

4

32

33

41

42

101

51

Es triste que los padres no hablen mapuzugun/aymara con sus niños

4

3

2

1

0

52

Me gustaría que toda la familia hablara mapuzugun/aymara

4

3

2

1

0

53

Los abuelos deben responsabilizarse de enseñar el mapuzugun/aymara a los niños

0

1

2

3

4

Me gusta escuchar programas de radio en mapuzugun/aymara

4

3

2

1

0

A los chilenos no les corresponde aprender mapuzugun/aymara

0

1

2

3

4

Da gusto ver cuando las autoridades y funcionarios públicos mapuche/ aymaras hablan en mapuzugun o aymara

4

3

2

1

0

72

Las autoridades y funcionarios de gobierno debieran hablar mapuzugun/aymara

4

3

2

1

0

73

Mantener el mapuzugun/aymara es una tarea del gobierno mas que de los mapuche/aymara.

0

1

2

3

4

61 62

71

Encuestador: ___________________________ Fecha: ____ / ____ / 2007 Hora Inicio: ____ : ____ Hora Termino ____ :____

102

INSTRUMENTO DE MEDICIÓN COMPETENCIA LINGÜÍSTICA AYMARA COMPETENCIA PASIVA 1. Kunamaskta jilalla / kullalla. Kamisaraki jilta / kullala

1. Saludo

2. Aymar arsuñ yattati

2. ¿habla ud. Lengua aymara?

3. Akat utamaxa / akant utjta

¿Esto es casa? / ¿Aquí vives?

4. Kunjamas aka jach’a marka / Walikit Santiagon utjta

¿Cómo es esta ciudad? ¿Vives bien en Santiago?

5. Kunans irnaxta / Kunanrawajta

¿En que trabajas?

Aka arunak aymarata kastillanuta iñt’tati / ¿Conoces el significado en aymara o en castellano de las siguientes palabras? 6. Naya 7. nariz 8. paya 9. semilla 10. blanco 11.khaya / khiya 12. carne 13. venir 14. inti 15. todo 16. perro 17. Phiyuqha 18. mujer 19. pequeño, chico 20. chima / chuyma

‘yo’ ‘nasa’ ‘dos’ ‘jatha’ ‘janq’u’ ‘aquel, aquello’ ‘chichi / aycha’ ‘jutaña / puriña’ ‘sol’ ‘taxpacha’ ‘anuxara / anuqara’ ‘lleno’ ‘warmi’ ‘jisk’a’ ‘corazón / sentimiento’

2. PRODUCCIÓN ORAL 21. / Jumax zoologíco sariritati. Kuna uywanakas, jamach’inakas uttji ¿Tu sueles ir a zoológico? ¿Qué animales y pájaros hay? 22. Jumax Parque Quinta Nacional iñjtati. Ukana quqanaka utjiti, t’ulanaka utjiti. Jamach’inaka utjiti. Kunanakas utji. ¿Tu conoces los cerros y parque?. En ahí ¿hay árboles?. ¿Hay aves?. ¿Qué cosas hay?

103

COMPETENCIA MEDIA 1. Comprensión Preguntas / Chhikhinaja / jiskht’anaka 23. Juma yattati kurmi qawqa saminakanisa / kuluranisa. ¿Tu sabes cuántos colores tiene el arco iris? 24. sJumax kawki markats purjta ¿De dónde provienes? 25. Kunapacharak markamar saräta / kunapachriy markam saranta ¿cuándo vas a ir a tu pueblo de origen?

Aymara jaqinaja kunaray lurañ yatipxi ‘las cosas que hacen los aymaras’ 26. Nanaka panpacha Santiagon irnaqapxta / nosotros los dos trabajamos en Santiago 27. ellos no compraron pan / ‘jupanaja janiw t’ant’ alkiti’ 28. Janiw sarkasa / no iré 29. T’ant’a churita / dame pan 30. Yanapapxama / les ayudé Producción Uta masi Khisti phamillapantis aka jach’a markan utjta ‘¿Con quiénes de tu familia viven en la capital?’ 31. Nieto ‘allchhi’ 32. Papá de su padre ‘jach’atata’ 33. Hermana mujer ‘kullalla’ 34. El vecino finado Juan era un buen hombre ‘uta qhipaxan utjiri, jiwir Juwanchu suma jaqsïnwa 35. Kunjamaraki aka jach’a markasti, kuyñt’itasmati / no sé como es esta ciudad, me podrías contar? 36. ch’allta lurir uñjiritari, kunjamas ukaxa parlitaya / sabes participar de la ch’allta?, ¿me puedes hablar de eso?

104

COMPETENCIA ALTA 1. Comprensión El encuestador comunica al entrevistado que le leerá un cuento o relato, por ejemplo: JACH’A MARKAR SARIR TAWAXU Mä tawaqu sapaki jach’a markar sarataya. Ukan jani khiti ni kuna uñt’kataynati. Jupax irnaxañ munatayna, jani khistis trawaju churañ munkataynati, jan uñt’at jaqitaw sasa. Wali jach’a utanak uñjasana, wali jaqinaka uñajasana ina mulla mulla sarnaxatayna. Niyaraki Awtus aksata uksata takxatañ munatayna. Ukham sapall sarnaqasan wal jachatayna. Ukjamaru mä wayna arxayatayna, -suma tawaqu, kunats jachta, naya yanapt’ama – sataynawa. Tawaqu janiw munkataynati. Ukjaru mä aymar warmi jiqhatasan arxayatayna. Tawaqusti taykaparjam uñjasan wal kusisitayna. Ukhamaw warmin utapar panpacha sarxapxatayna. Una joven había ido sola a la capital. Allí a nadie conocía. Ella quería trabajar, y nadie quiso darle trabajo, por que era desconocida. Al ver los edificios, viendo tanta gente caminar andaba de susto. Como para pisar de un alado y otro lado pasaban los vehículos. Así estando sola se puso a llorar mucho. En ése instante un joven se acerca y empieza a hablar –niña hermosa, por qué lloras, yo te voy a ayudar- le dijo. La joven no acepto su ayuda. A lo así una mujer aymara la encuentra y conversa. La joven al ver a la señora como a su mamá se alegró mucho. Luego se fueron juntas a la casa de la señora.

El encuestador solicita al entrevistado responder preguntas relacionadas con el texto 37. Kawkirus tawaqu sari ‘a dónde fue la joven’ 38. Tawaqu kunjamas jach’a markan ‘la joven cómo andaba en la capital’ 39. Ukham awtunaka, jaqinaka, utanaka uñjasan, tawaqu kun luri ‘al ver tantos vehículos, personas y casas qué hace la joven’ 40. Tawaxu khistirus jan parlañ muni, ukat khistintis sarxi ‘la joven con quien no quiso hablar y luego con quién se fue’ 41. Producción Se solicita al entrevistador que relate un cuento, historia que implique una duración mínima de 3 minutos Verificar durante el relato. 42. Vocabulario 43. Uso de personas gramaticales 44. Uso de tiempos verbos

105

INSTRUMENTO DE MEDICIÓN DE COMPETENCIA LINGÜÍSTICA EN MAPUZUGUN 1. Comprensión 1..……….. pingen, eymi kay?

1.Presentación

2. Mapuzugukeymi?

2. habla ud. mapuzugun

3. Faw müley tami mapu/ ruka?

Este es su lugar?

4. chumgechiley tami waria? Ayifimi Santiaw wariamew?

¿Cómo es su ciudad? ¿le gusta la ciudad de Santiago?

5. chem mew küzawimi?

En que trabajas?

Chem pingey tüfa mapuzugun mew ka wigkazugun mew? / Conoce el significado en castellano o en mapuzugun de las siguientes palabras? 6. iñchiñ 7. nariz 8. epu 9. semilla 10. blanco 11. tiye 12. carne 13. venir

14. antü 15. todo 16. perro 17. apoy 18. mujer 19. pequeño, chico 20. piwke

2. PRODUCCIÓN ORAL 21. / Kimfimi soolojiko mew? Chem kulliñ niey? Conoces el zoologico? ¿Qué animales hay ? 22. Kimfimi Quinta Normal mew? Müley mawizamew? Müley üñüm? Chem müley?/ Conoce el parque Quinta Normal? Hay árboles? Hay aves? Qué hay allí?

COMPETENCIA MEDIA 1.Comprensión Preguntas / Pu ramtun 23. Kimfimi, ¿tunten wirin müley relmumew? ¿Conoces cuántos colores tiene el arcoiris? 24. Chew püle ti fütrawingkul, Los Andes pingey tati ti fütrawingkul? 25. chumül amuaymi tami mapumew, tami tuwünmew? ¿cuándo irás a tu tierra de origen?

Chem pingey tüfa mapuzugun ka wigkazugun mew? 26. küzawayu Santiaw waria mew / nosotros dos trabajamos en Santiago 27. ellos no compraron pan 28. amulhayan /no iré 29. eluenew kofke /dame pan 30. kelluwiyiñ /les ayudé

106

Producción Ramtun Kimlan chumngechi ñi feypingeken fentren dungu, eymi feypiafen? 31. Abuelo paterno 32. Tío materno 33. Hermana mujer 34. El vecino finado Juan era un buen hombre 35. Kimlan chumngechi feyti wariamew, eymi feypiafen? /no sé como es esta ciudad, me podrías contar? 36. Eymi kimnieymi gillatun, peñi /lamgen? Chem zugu müley gillatun? Chem zewmay? (conoces acerca del ngillatun? Que me cuentas?

COMPETENCIA ALTA 1. Comprensión El encuestador comunica al entrevistado que le leerá un cuento o relato, por ejemplo: LHAKUWEN AMURKEY LHAFKENH MEW Kiñechi kiñe wentru amurkey ti lhafken mew ñi lhaku engu. Feymew puwlu engu, konkupurkey ti lhafkenh mew, pichikelu chi ko trokifingu. Petu ñi trekalen ñamkonürkeyngu, re pel wefküleweturkeyngu. Fey punhmalu engu, amurkeyngu kiñe waria mew ülmen reke. Feymew restawran mew konürkeyngu. Fey: “Küpalelmuayu iyael”, pirkey chi pichilhaku, fey kiñe rali iyael akulelngerkeyngu. Feymew irkeyngu ka umanagürkeyngu. Ka antü mew ka triparkeyngu ngemealu lhafkenh mew engu. Fey wüla müte femwelhayngu re küchanamunürkeyngu müten. Ella kon lhafkenh, femgechi inaltu müten miyawturkeyngu. Welu ti pu ola mewlen reke küpaküpangerkry, fey re lelinieturkefingu müten. Femgechi kimmerkeyngu chumngen tati lhafkenh chi lhakuwen. Un abuelo y su nieto fueron a conocer el mar. Una vez un hombre y su nieto fueron al mar. Entonces, cuando llegaron entraron en el mar pensando que el agua estaba baja. Al seguir caminando, de repente se hundieron, sólo se les veía el cuello y nada más. Entonces al llegar la noche fueron a un pueblo, como ricos. Entonces entraron a un restaurant. Dijo el nieto “tráiganos algo para comer” y les trajeron un plato de comida. Entonces cenaron y alojaron. Al otro día salieron para ver el mar, pero no hicieron lo mismo; se lavaron los pies no más. Sólo andaban a la orilla del mar. Las olas del mar venían como un remolino; ellos se quedaron sólo observando. Así entonces, el abuelo y su nieto fueron a conocer como es el mar.

El encuestador solicita al entrevistado responder preguntas relacionadas con el texto 37. chew konpurkeyngu puwlu engu? ( adónde entraron ellos?) 38. chumgechi amuyngu kiñe waria mew? (Cómo andaban por la ciudad?) 39. chem reke küpaküpangey ti pu rew? (¿a que se parecían las olas?) 40. Ayifimi ti lhafken? Chumgelu? (¿te gusta el mar? ¿por qué?) 41. Producción Se solicita al entrevistador que relate un cuento, historia que implique una duración mínima de 3 minutos Verificar durante el relato.

107

El presente estudio acerca de la situación sociolingüística de la población indígena urbana, elaborado por la Universidad Tecnológica Metropolitana de Santiago, es un importante avance del cual la CONADI se congratula y ofrece a la población indígena, así como a las instituciones y profesionales del área interesados en las lenguas de nuestros pueblos. Las conclusiones a las que se llegue producto de su lectura marcarán una nueva etapa en el quehacer de nuestras instituciones en beneficio de las culturas indígenas de Chile.

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