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Spanish Pages [340]
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ITALIA-ESPAÑA
EX-LIBRIS M. A. BUCHANAN
PRESENTED TO
THE LIBRARY BY
PROFESSOR MILTON
A.
BUCHANAN
OF THE
DEPARTMENT OF ITALIAX AXD SPAXISH 1906-1946
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE
LOPE DE VEGA POR
El.
DOCTOR
DON MARCELINO MENÉNDEZ Y PELA YO
EDICIÓN ORDENADA Y ANOTADA
DON ADOLFO BONILLA Y SAN MARTIN
TOMO
1
MADRID LIBRERÍA GENERAL DE VICTORIANO SUÁREZ CALLE DE PRECIADOS, 48
1919
Digitized by the Internet Archive in
2009
with funding from
University of Toronto
http://www.archive.org/details/obrascompletas10men
OBRAS COMPLETAS DEL EXCMO. SEÑOR
DON MARCELINO MENENDEZ Y PELAYO
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE
LOPE DE VEGA
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ESTUDIOS SOBRE
F.L
TEATRO
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LOPE DE VEGA POR EL DOCTOR
DON MARCELINO MENKNDEZ Y PELAYO
EDICIÓN ORDENADA Y ANOTADA POR
DON ADOLFO BONILLA Y SAN MARTÍN
TOMO
1
MADRID LIBRERÍA GENERAL DE VICTORIANO SUÁREZ CALLE DE PRECIADOS, 48
1919
•s^^T
ES
Madrid— Establecimiento
PROPIEDAD
tipográfico de Fortanet, Libertad,
29.—Teléfono
99»-
I
OBSERVACIONES GENERALES
La primera
dificultad
que se ofrece á quien intenta ordenar para
edición ó para estudio las innumerables producciones de
Vega,
duda,
es, sin
la
Lope de
de someterlas á alguna clasificación racional
y metódica. Comencemos por separar las obras no dramáticas, que es fácil agrupar por géneros, y aun por orden cronológico, ya de composición, ya de publicación. La verdadera dificultad está en
el
número relativamente exiguo de comedias y de fecha, y no son muchos más aquellos cuya época apro-
Teatro. Sólo un
autos tiene
ximada puede conjeturarse por alguna circunstancia extrínseca ó por alguna alusión de su propio contexto. Las
listas insertas
Peregrino en su patria sólo nos permiten decir que
comedia extensa
es anterior á lista
1604 ó á 1618; pero ^un
la
tal
en El
ó cual
segunda y más
sólo nos da 333 títulos, correspondientes en gran parte
hoy desconocidas. Del orden seguido por Lope de Vega tomos ó partes de su colección (que sólo dirigió por sí mismo
á comedias
en
los
desde á
la
parte novena en adelante), nada puede inferirse en cuanto
la
cronología,
manuscritos á tos los
la
pues es cosa averiguada que fué enviando los
imprenta conforme
más antiguos con
le
vinieron alas manos, revuel-
más modernos, como
los
hecho de aparecer impreso en
la
lo
prueba
el
parte 14.^ El Verdadero amante^
y en la 18.^, La Pastoral de Jacinto, obras de las cuales, por testimonio del mismo Lope, sabemos que casi pertenecen á su infancia. El orden cronológico, pues, sabido respecto de
muy
pocas piezas
é ignorado en todas las restantes, sería el
más completo y
desorden
vasto. Flay
se aplicara á
si
un repertorio tan
otro principio de clasificación se
menos
instable
y
cabal
que buscar
sujeto á error,
y ya
han hecho loables tentativas para encontrarle. Ante todo, había
que hacer
el
inventario de las piezas dramáticas de
que podemos
Lope de Vega
sus títulos.
y de aquellas otras que sólo conocemos por Esta empresa, tan ardua y delicada por la acumulación
de
dobles, falsas atribuciones, partes apócrifas ó extrava-
títulos
leer hoy,
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
4
gantes^ y, finalmente, por la existencia de comedias de distintos
autores sobre un llevada á cabo, J.
mismo por
el
asunto, fué acometida,
benemérito
bibliófilo
y en gran parte ya difunto,
inglés,
R. Chorley, en un catálogo alfabético que formó en 1857, y confió
manuscrito á D. Juan Eugenio Hartzenbusch, para que lo insertara
en
el
y último volumen de
cuarto
de Vega
(vol.
en 1860). El
de
la
de
lii
Sr.
la
Hartzenbusch, asistido por D. Cayetano Alberto
Barrera, hizo algunas adiciones
de darlo á
del Sr. Chorley antes
mismo
Sr.
Comedias escogidas de Lope
las
Biblioteca de Autores Españoles^ impreso
La Barrera en
gráfico del antiguo
la
y
rectificaciones en el índice
estampa,
!Mr.
otras introdujo el
su excelente Catálogo biográfico
Teatro
y
biblio-
español^ publicado por la Biblioteca
Nacional en aquel mismo año. Pero todavía
de
y
aplicación
la infatigable
Chorley encontraba dos años después materia copiosa para
nuevas observaciones, que primitivo, obsequiando
démico de
le
sirvieron para refundir su catálogo
con esta refundición á nuestro insigne aca-
Historia D. Pascual de Gayangos, á cuya probada
la
generosidad debemos comunicación de tan importante trabajo. Antes
de pasar adelante, Mr. Chorley nados á
el
lícito
homenaje de gratitud que
los escritos
bibliógrafos, ni
nos será tributar á le
la
buena memoria de
deben todos
los aficio-
de Lope, puesto que ninguno de nuestros
La Barrera mismo, ha hecho tanto por
ción del repertorio de nuestro gran poeta,
como
lo
la
depura-
que llevó á
mino aquel modesto aficionado extranjero, reducido
casi
tér-
á los
recursos que pudo encontrar en las bibliotecas inglesas.
El catálogo de Chorley, pues, en su forma última, es hoy
el
punto
de partida más seguro para toda investigación; pero de ningún
modo puede mucha
considerarse
como
importancia, ya en
la
definitivo. Hallazgos posteriores
de
colección de manuscritos que perte-
y están hoy en la Nacional de Madrid (manuscritos que Barrera sólo pudo examinar muy ligeranecieron á
la
mente), ya en
Parma
(l),
biblioteca de Osuna,
la biblioteca
particular de S. M.,
ya en otros depósitos públicos y
ya en
la
particulares,
Palatina de
han aumen-
Véase el interesante opúsculo recientemente dado á la estampa por profesor Antonio Restori con el título de Una Collezione di commedie di
(i) el
Lope de Vega Carpió (In Livorno, dalla Tipografía Francesco Vigo, 1891).
OBSERVACIONES GENERALES tado considerablemente
conocidas hasta hoy,
el
número de obras dramáticas de Lope
paso que otras han pasado á
al
muchas
apócrifas. Exige, por tanto,
las
parte material,
han de
el
hoy emprendemos
y
otras
aun en
muchas
alfabético,
ción de las comedias de
La
Barrera, proceden
sin intentar siquiera la clasifica-
Lope por géneros ó asuntos. Como esta sí misma en todo estudio crítico, no
impone por
han dejado de ensayarla en mayor ó menor escala
los historiadores
que más largamente han discurrido sobre
Lope, comenzando por Schack
(2)
y Ticknor
las
obras de
y continuando con
(3),
novísimos historiadores alemanes de nuestra escena, J.L. Klein
los
y Adolfo Schaeffer guno de
ellos,
la
se nos
curso del larguísimo estudio que
el
Pero, además, Chorley, y á su imitación
literarios
categoría de
(l).
meramente por orden clasificación se
la
rectificaciones,
trabajo del erudito inglés,
presentando durante
ir
5
(5).
ni cabía
Pero como no ha sido
la
(4)
intención de nin-
en los límites de sus obras, que son de
carácter tan general, examinar uno por uno todos los productos de la
monstruosa actividad de Lope, y dar á cada cual de
y adecuado lugar en una
pio
clasificación, sino
tarse á escoger unas cuantas piezas
como
ellos su pro-
que han debido
tipo ó
limi-
paradigma de cada
la nueva edición del Catálogo de Chorley, aumentada y ordeProfesor Hugo A. Rennert en su Bibliography of the dramatic Works of Lope de Vega Carpió (Revue Hispanique^ tomo xxxiii. núm. 83; Consúltese también, acerca de Lope de Vega, el libro del mismo 1915). Sr. Rennert: The Ufe of Lope de Vega, Glasgow, 1904; y su estudio: The
Véase
(i)
nada por
el
—
—
f
Slaging o Lope de Vega's Comedias (Revue Híspaniqtie, tomo xv; 1907). Lo más reciente es el profundo estudio del Profesor Rodolfo Schevill: The
dramatic art of Lope de Vega: University of California Press, Berkeley, 1918. (A. B.)
und Ktinst in Spaítien. Von Adolph Main, Joseph Baer, 1S54), tomo 11, páginas 263 á 415.— Trad. castellana de D. Eduardo de Mier (Madrid, 1887), (2)
Geschichte der dramatischen Literatiir
Friedrich von Schack
tomo
III,
(Frankfurt
a.
págs. 7 á 207.
History o f Spanish Literature, 'Lonáon, 1863, tomo n, págs. 193 á 259. Trad. castellana de D. Pascual de Gayangos y D. Enrique de Vedia (Madrid, (3)
1
85
i),
tomo
II,
págs. 302 á 380.
Drama' s... ix. Das Spanische Drama. Leipzig, T. O. Wei1872 y 1874, tomo iii de la parte española, págs. i á 529. Geschichte des Spanischen National Dratnas... Erster Band. Die Periode (5) Lope de Vega's. Leipzig: J. A. Brockhaus, 1890. (4)
gel,
Geschichte des
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
6
género, sus ensayos, aunque fructuosos, no bastan para darnos cla-
de Lope, como tenemos ya
sificado el teatro
el
de Calderón mer-
al detallado y analítico estudio de Valentín Schmidt. Recientemente ha aparecido en Alemania un ingenioso y concien-
ced
zudo proyecto de clasificación de debido
al
comedias de Lope de Vega,
las
doctor Guillermo Hennings, y por
nente Volmoller
(l).
él
dedicado
emi-
al
La oportuna publicación de tal estudio, que? ya vencidas las mayores dificultades, ha
sin ser completo, presenta
simplificado no
poco nuestra
tarea,
bien distamos
si
mucho de
acep-
Dr. Hennings, ni menos
el
Presentaremos, pues, aunque sólo sea en sus líneas generales,
el
tar todos los
grupos introducidos por
el
orden en que los coloca.
cuadro de divisiones dentro del cual van á imprimirse en sente edición (2)
las
tiempo en discutir
pre-
obras dramáticas de Lope de Vega, sin perder
la clasificación del
damos por superior que
la
el
Dr. Hennings, que desde luego
á todas las anteriores,
y que utilizaremos más
las restantes.
Ante
todo, hay que separar las piezas cortas que no son
dias, es á saber, los autos, coloquios, loas
come-
y entremeses. Los autos
se distinguen en sacramentales ó del Corpus,
y autos
del Naci-
miento. Los coloquios y otras piezas cortas de índole religiosa pueden formar otro grupo; pero son tan pocos, que no hemos tenido
reparo en intercalarlos entre los autos, atendiendo á razones cronológicas. certeza.
pañan que
él
Respecto de
y entremeses^ poco puede decirse con Lope negó rotundamente que fuesen suyos los que acomlas loas
tomos I, VII y viii de sus coinedias; «loas y entremeses no imaginó en su vida» (3), dice. De los que van con sus
á los
autos en las Fiestas del Santísimo Sacramento (Madrid,
por
lo
menos son de Luis de Benavente,
lo cual
1644), dos
da poca seguridad
(i) Studien zu Lope de Vega Carpió. Eine Klassifikation seiner comedias, van Dr. Wilhelm Hetmings. Gbtúng&n.^ Vandenhocek & Ruprecht's Verlag, 1891. No ha de olvidarse que éste y los siguientes Estudios de Menéndez y (2) Pelayo salieron á luz, como Observacioties preliminares de los volúmenes de Obras de Lope de Vega publicados por la Real Academia Española, desde
1892 hasta 1902. (A. B.) (3) tores.
'Pvóiogo
ác
Idi
Décimaquinta parte (Madrid, 1621), El Teatro á
los lec-
OBSERVACIONES GENERALES
7
respecto de los restantes, además de notarse en ellos estilos diversos. Pero
como
muy
quiera que tales entremeses y loas, aunque no
se?in de Lope, son inseparables de sus comedias y de sus autos por
haberse representado con las ediciones antiguas,
y
ellas,
hemos respetado
para que resulte
se tenga idea de todos los
lugar que les dan
el
y fiel la nuestra, accesorios que acompañaban entonces así íntegra
á una representación sagrada ó profana. Pero ocasión habrá de vol-
ver sobre
esto.
Tras de los autos sacramentales y de Natividad, y tras quios de devoción, entra
copiosísima de las comedias
la serie
vulgarmente dichas comedias de Santos. Aquí
giosas,
los coloreli-
la clasifica-
ción es bien obvia: a)
Comedias fundadas en asuntos del Antiguo Testamento.
ó)
Comedias fundadas en asuntos del Testamento Nuevo. Comedias de vidas de Santos y otras personas piadosas. Comedias fundadas en leyendas ó tradiciones devotas, que
c)
d)
no tienen valor canónico,
ni histórico, ni hagiográfico.
Las obras de temas bíblicos
que sus argumentos ocupan en zando,
como
es natural,
con
irán los
La
ordenadas conforme
vidas de Santos dramatizadas,
época en que ñoreció cada uno de límite,
puede hacerse con
ridas á
determinado tiempo.
las
lugar
Sagrados Libros. Libros, comen-
Creación dsl
mer hombre^ y terminando con El Vaso de las
al
el
mundo y culpa elección
San
del pri-
En
Pablo.
orden está impuesto por
y
ellos,
lo
mismo, hasta
la
cierto
leyendas piadosas, cuando están refe-
Tiene Lope un número relativamente escaso de obras de asunto mitológico, y otro no
mayor de
historias clásicas
y Roma, ó de pueblos modernos
cia
distintos
de Oriente, Grede España. Tres
nuevas secciones comprenderán, por tanto: e) (i)
Las comedias mitológicas.
/)
Las comedias sobre argumentos de
g^
Las comedias de historia extranjera.
Con
esto
(j)
por
e.
podemos penetrar en
El original: (A. B.)
d,
la serie
la historia clásica.
más opulenta y más
carac-
y continúa correlativamente; pero es manifiesta errata,
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
o
terística del teatro
rece
el
de Lope, en aquella donde más de resalto apa-
elemento épico á que debe este teatro su fuerza radical y su
vitalidad poderosa, en los dramas,
y tradiciones de la historia patria bable serie numerosas divisiones
en suma, fundados en recuerdos
Caben dentro de
{k).
parciales, puesto
esta inaca-
que Lope no
dramatizó sólo los anales de Castilla y León, sino que tomó muchos asuntos de las historias de otros reinos peninsulares,
como Aragón,
Navarra y Portugal, y aun de crónicas de ciudades, y de nobiliarios y genealogías de familias más ó menos ilustres. Pero hemos creído que el orden
más natural y
deza del conjunto, es
merced
al
el
que más deja percibir
el
la
gran-
orden pura y estrictamente cronológico,
cual se van desarrollando
como en una
galería
de inmen-
sos frescos ó de riquísimos tapices, todas esas rapsodias épicas dra-
matizadas, con cuyos hilos de oro fué tejiendo
el
común, llevando de
anales heroicos de la patria
materia histórica ó tenida por
desde
tal,
ñnal resistencia de los cántabros contra
gran poeta los frente toda la
drama que enaltece
el
Roma,
la
hasta aquellos otros
que conmemoran, á modo de gacetas, triunfos del día y del momento, como
modo
el
asalto
las crónicas
de Maestricht ó
la batalla
dramáticas generales,
las
de Fleurus.
De
este
que abarcan un reinado
entero ó un grupo considerable de acaecimientos, alternarán con las
leyendas municipales y heráldicas, no menos significativas, no menos
profundamente reveladoras del á las tablas por
Entran luego
Lope más
fiel
los asuntos
ideal
de
la raza,
interpretado y llevado
y sinceramente que por ningún
otro.
de pura invención poética, ya perte-
nezcan á Lope mismo, ya tengan su origen en alguna obra anterior.
Aunque
novelescos todos en su esencia, lo son de
muy diverso
modo; y nadie confundirá una fiel representación de costumbres de su tiempo, más ó menos idealizadas, con una fantasía pastoril ó con un
de caballerías puesto en verso y partido en escenas. Empezando, pues, por aquellas obras de pura imaginación, en que falta
libro
ó es secundario
el
elemento de
hacer un grupo pequeño, pero
comedias pastoriles^ que no son las caballerescas^ es decir,
con
la
muy
observación directa,
bien caracterizado, con las
más que las
fácil es
églogas largas
(z);
otro con
que están tomadas de libros de
caballerías en verso ó en prosa, ya franceses,
ya itaHanos, ya espa-
OBSERVACIONES GENERALES
ya del
ñoles,
ciclo carolingio,
(/),
cuyo origen
se encuentra
en
dello, Giraldo Cinthio, etc.,
con
las
de cualquiera de
las fábulas,
los
muy numerosas,
novelas italianas de Boccaccio, Ban-
y en
de Montemayor y mismos tiempos
las castellanas
fuentes á que precisamente por los
{k)\
también
solían acudir
del bretón ó
otro, finalmente,
y
secundarios
algún otro
ya
g
dramaturgos
los
ingleses,
y más que ningún
otro el gran Shakespeare.
Aceptamos
nombre de comedias románticas, dado por Hen-
el
nings á uno de los miembros de su clasificación, para designar
todas aquellas piezas
muy
numerosas de Lope que no son comedias
de costumbres, sino embrollos complicadísimos, de trama y contex-
cuya acción pasa por
tura novelesca,
pero cuyos orígenes, averiguaciones
(/).
mundo
ticos del
el
si
es
Lope
que
es,
ni este elogio
que mayor número de argumentos y de combi-
y
si
el
no
mucho de
vulgarísimo conviene á tan alto ingenio, sino más
trasunto
el
más
más
intenso
vario de la tragedia
y profundo,
de que literatura ninguna puede
el
más
la
comedia humanas,
extenso,
animado y bizarro
y de
gloriarse.
Si la manifestación épico-dramática es la
Lope, no cabe duda que
como la
haberlo inventado todo,
de haber reunido en sus obras todo un mundo poético, dán-
el
donos
fuera de España;
han ocultado á nuestras
duda, de todos los poetas dramá-
sin
naciones ha inventado; pero dista
bien
común
lo
los tienen, se
la
la
más
más pulcra y elegante bajo
que ha envejecido menos,
más
alta del
apacible, simpática el
es la comedia de costumbres. el
pudiéramos llamar comedias de malas costumbres
{II),
de observación más
realista
Pero aun
primero
las
que
es decir, aque-
y ejecución más cruda (como El
Rufián Castrucho, El Arenal de Sevilla, escrita
graciosa, así
aspecto técnico, y, por tanto,
aquí conviene hacer dos grupos, poniendo en
llas
y
genio de
La
Dorotea misma, aunque
en prosa y no para representarse), en que parece haber
manera de
seguido
la
cómicos
italianos del
las Celestinas,
ó
Renacimiento; y en
la el
de Plauto, ó
la
de
los
segundo aquellas otras
de costumbres urbanas y caballerescas {vi) de que Lope puede con verdad decirse inventor y maestro en España y en Europa; ,
género que, capa
y
sin llegar al idealismo
convencional de
las
comedias de
espada de Calderón, se mantiene constantemente en una
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
lO
atmósfera poética y lleva en
los
sí
gérmenes de
las
diversas especies
de comedias cultivadas sucesivamente por Tirso de Molina, Alarcón
y
No creemos necesario
Rojas.
introducir subdivisiones en esta clase,
por más que sea cierto que algunas de estas comedias pueden considerarse si
de
bien
de carácter (La Melindrosa,
La Esclava de su galán...),
carácter está siempre subordinado á
el
dicción poética:
la
bios,
como
que otras estarían bien
la intriga
calificadas
y
raudal
al
de prover-
Don
ó de apólogos dramáticos (por ejemplo, Las Flores de
como
Juan), y ofrecen una intención moral tan directa alarconianos: que otras,
poemas
aunque
tienen algo de dramas domésticos
el
los
desenlace no sea trágico,
(Haus tmd
dice Hennings). Pero todos estos rasgos,
de
la
Faniilienstücke,
aunque
muy
que
dignos de ser
tenidos en cuenta, hasta para agrupar artísticamente las comedias
cuando
la
fecha de su composición se ignora, no bastan por
sí
solos
para fundar una clasificación, puesto que en una misma pieza suelen coincidir todos ó parte
de
ellos.
nable añadir á los anteriores es
costumbres de
la clase
El único grupo que creemos razoel
de
las
comedias que no son de
media, sino aristocráticas ó palatinas
cuales, por la condición
de
los personajes
y aun por
el
{n), las
tono, difieren
algo de las restantes.
Tales son
las
bases de nuestra clasificación, que de ningún
modo
presentamos como inmejorable, y que seguramente ha de sufrir más de una modificación antes que acabe de pasar por nuestras
manos todo
el
inmenso repertorio de Lope. Siempre han de quedar
algunas obras excéntricas
mas.
De
dividirla de otro las, escritos
En
este
y
fuera de clasificación, que irán las últi-
parte no dramática nada diremos ahora, ni es posible
la
modo que en poemas
varios en prosa
tomo y en
autos, coloquios
y
la
épicos, poesías líricas, nove-
y correspondencia
familiar.
primera parte del siguiente van todos
los
piezas dramáticas breves, de asunto religioso,
que hemos podido allegar impresas ó manuscritas. Pero antes de discurrir sobre el ellas la
género á que pertenecen y sobre cada una de
en particular, conviene decir algo del sistema adoptado para
reproducción de
sivos.
Por
lo
los textos, así
mismo que hay en
encontradas, recelamos que
el
en este volumen
este
como en
los suce-
punto opiniones radicalmente
procedimiento ecléctico adoptado
OBSERVACIONES GENERALES
II
por nosotros no satisfaga de todo punto á nadie. Mucho distamos de
hemos acertado
tenerle por perfecto é irreprensible, pero no
á encon-
cuyos inconvenientes nos pareciesen menores.
trar otro
Las obras dramáticas de Lope de Vega han llegado á nosotros
en una de
las
formas siguientes:
En manuscrito autógrafo del mismo Lope. En manuscrito de ajena letra, y por lo común
1)
2)
del
si-
glo XVII.
En En
3)
4)
No
edición dirigida por
el
mismo Lope.
edición publicada por persona distinta del autor.
que hay piezas que se nos presentan de
es necesario advertir
las cuatro maneras, y otras en tres ó en dos textos, cuyo valor
comparativo se trata de
críticamente.
fijar
Los autógrafos de Lope son bastante numerosos, aunque no están en relación suficiente con trata
masa enorme de su
la
copia, la cuestión es sencilla: el editor
de
Cuando
teatro.
letra el original, advirtiendo
la
cumple con reproducir
por nota todos
mucho menos
al
pie
los arrepenti-
mientos, tachaduras y enmiendas, de que ningún borrador de carece, aunque son
en
se
de un autógrafo inédito, y de que no nos resta ninguna otra
Lope
frecuentes en las comedias que
los versos líricos.
Pero puede darse
Lope por
sí
el
parte, alguna
la
se da
con frecuencia, de haber impreso
colección general de su teatro, ya en otra
elección no es dudosa: hay que respetar
de Lope y reproducir
la
lección definitiva, es decir,
la
la
voluntad
del impreso.
autor introduce hasta última hora correcciones en los origi-
nales que
envía á
la
la letra
como
mismo tiempo
al
imprenta, y sería llevar demasiado lejos
de mano, tomar por texto
apego á
los
la
comedia cuyo autógrafo todavía poseemos. En este caso,
para nosotros,
Todo
y
caso,
mismo, ya en
es materia
primeros borrones con
la
de
muy
lección final,
que
lo
él
curioso estudio cotejar
el
editor está obligado á
insertar en notas cuantas variantes arroje el manuscrito.
también (pudiendo guardada)^ en que
nado á
la
citarse entre otros el los
el
rechazó; pero
de
Hay
casos
La Encomienda
cambios introducidos en
el
bien
ejemplar desti-
representación no han nacido de libre voluntad del poeta,
sino de exigencias del censor, ó de otros motivos extraños
al arte.
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
12
Sólo entonces debe preferirse resueltamente
pasando ésta á
ción,
la
el
autógrafo á
la edi-
categoría de variante.
Las copias de ajena
mano
tienen naturalmente un valor
muy
diverso, según su procedencia. El erudito mirará siempre con esti-
mación y respeto aquellos traslados en que intervinieron manos tan expertas como la de 3*Iartínez de Mora ó la del licenciado Francisco
de Rojas,
si
bien de este último sospechamos que no se con-
tentó con ser simple amanuense, sino que aspiró á la gala de
y refundidor de autos y comedias viejas: oficio siempre ocasionado y peligroso, y que amengua un tanto el valor de los corrector
numerosos manuscritos dramáticos de diversos autores, que por su diligencia logramos.
Pero
lado de estas copias de carácter literario hay otras innu-
al
merables; ya de las llamadas de teatro, ya transcritas por simples aficionados;
que pueden presentarse como
despropósitos:
tal
el
más cabal dechado de
abundan en versos errados, supresiones de
diá-
logo, confusión de interlocutores, y otros mil desatinos garrafales,
con los cuales
el
editor
lograr un texto racional difícil
y
que luchar á brazo partido hasta
tiene
legible.
Esta
es, sin
duda,
la
parte
más
de nuestra empresa: una buena copia equivale á una edición
buena, pero una copia miserablemente depravada por
la
torpeza y
que
la
ignorancia de un desconocido, no puede pasar
el
editor haya apurado antes todos los recursos críticos para resta-
blecer
el
texto en el estado
hay dos ó más
más próximo
copias, el trabajo se facilita
determinar su valor relativo ciones,
apuntando por notas
disparates,
y
y
que es
éste malo,
los cuales
el
caso
más
elegir
las
cada interlocutor cer
el
las
lec-
la
hay un manuscrito solo
el del juicio
y gusto propio, sólo para
mayor parsimonia, y
manifiestamente erradas;
la viciosa disposición del diálogo, lo
mejores
demás, cuando no son conocidos
no queda más recurso que
para corregir
Cuando
mucho: basta compararlas,
de cada una
tres cosas: l.°, para corregir las palabras 2.°,
á su integridad.
frecuente. Si
han de ejercitarse con
á las cajas sin
que realmente
le
pertenece;
3.°,
devolviendo á para restable-
sistema de versificación, no inventando los versos que faltan,
marcando su ausencia con puntos suspensivos, y notando también todas las faltas de sentido que parezcan insubsanables.
sino
OBSERVACIONES GENERALES
Nada hay que
I
3
Lope publicó
advertir respecto de las piezas que
mismo, y que afortunadamente son más de la mitad de su teatro. Pero como el mismo Lope, aunque menos descuidado que la por
sí
mayor parte de solía
sus contemporáneos en
la
corrección de sus libros,
también distraerse, todavía en estas comedias, cuyo texto apa-
rece relativamente limpio, quedan pasos difíciles y materia para
muchas
notas,
Restan
aun prescindiendo de erratas evidentes.
las piezas
impresas, pero no revisadas por
saber, todas las contenidas en los ocho primeros
en
dos partes que llevan
las
extravagantes^ en
las
el
número
autor, es á
el
tomos de su
teatro,
24, en la 25, en las llamadas
colecciones de diferentes autores y en otras
cuya embroUadísima bibliografía han
varias antologías dramáticas,
procurado poner en claro Münch Bellinghausen, Barrera, Schaeffer
y
otros, sin llegar á apurar la materia por la extraordinaria rareza
de
tales ejemplares. El texto
mendoso y desaliñado, y todo
el
fundamento de
de
casi todos ellos es
que no
comprender
amargas quejas que Lope exhala conti-
las
nuamente en sus prólogos contra
los rapaces
sólo traficaban inicuamente
del fruto de su labor, sino
horriblemente
sólo viéndolos es posible
que
le
mercaderes de
con su hacienda y
le
libros,
despojaban
desacreditaban á los ojos de los
doctos,
afeando y corrompiendo tosca y bárbaramente los más
lucidos
partos de su ingenio. Algunos llegaban hasta imprimir
ajenas obras, buenas
Aun
y malas, con
suyas propias estaban de
las
reconocerlas, «ya con loas vida,
ya
escritas
nombre popularísimo de Lope. suerte que ni él mismo podía
el
tal
y entremeses que
él
no imaginó en su
con otros versos y por autores no conocidos, no ya que nacen» (l). ¿Y cómo
sólo de las Musas, pero ni de las tierras en
podía esperarse otra cosa de los medios que para procurarse copias los libreros de entonces? «Me espanto de que haya hombres que vayan á un teatro y oigan una comedia setenta veces, y, aprendiendo veinte versos de cada acto, se vayan á su casa y por los
usaban
mismos
pasos, la escriban de los suyos
nombre de do con
(
1
)
el
y
la
vendan con
el título
y
su autor, siendo todos disparates é ignorancias, quedan-
que tienen de
Prólogo
(ie la
felicísimas
Décimaquinia parie
memorias, y
(
1
62
1
).
los dineros
que
les
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
14
este
vale
Estos que
embeleco, tan digno de reprensión y castigo público.
compran tienen ya
las
no advertida del Gobierno y senadores
tiendas, cosa
no permitiendo que se venda
y aprobación, consienten que
libro
se
ninguno impreso
hay
el
las
rilla^
y
el
y
Real y supre(l).
Así
comedias con «un verso de su autor y trescientos del
que dice que de verlas dedicaban á
la
aprobación y censura de hombres doctos»
licencia,
resultaban
este géne-
agravio de los dueños...
inobediencia y atrevimiento de vender libros sin
ma
regios; pues»
sin su licencia
vendan manuscritos de
ro de gente públicamente, en que la
sus rótulos á las puertas de sus
toma de memoria». Principalmente
las
tal ejercicio dos,
llamados por
el
vulgo «el uno
se
Memo-
otro Grari Memoria, los cuales, con algunos versos que
aprenden, mezclan infinitos suyos bárbaros, con que ganan vendiéndolas á los pueblos y autores extramuros: gente
la
vida sin
vil,
y que muchas veces han estado presos» (2). Dos veces pusieron pleito los poetas á los mercaderes de libros, «por el disgusto oficio
que
les
daba á sus dueños ver tantos versos rotos, tantas coplas y
tantos disparates en razón de las mal entendidas fábulas é histo-
Los editores vencieron alegando
rias».
«una vez pagados
la
los ingenios del trabajo
acción sobre ellos»
(3). Si
absurda razón de que,
de sus estudios, no tenían
esto pasaba en vida de Lope, imagínese
cualquiera lo que sucedería después de su muerte. Son, pues, sos-
pechosas, por lo menos, de interpolaciones y mutilaciones todas las
comedias que
autor no publicó,
el
si
bien no lo son todas en
mismo grado. Alguna excepción hay que hacer en favor de tes I.^
y 2.% publicadas por
el
librero
las
el
par-
Alonso Pérez, padre del
poeta Montalbán y amigo íntimo de Lope, cuyos manuscritos es verisímil que disfrutase. También parece relativamente esmerado el
texto de la parte
4.^,
publicada por otro librero amigo, Gaspar de
y con el deagravios que muchas
Porres, con presencia á lo que dice de los originales,
clarado intento de vindicar á su autor de «los
hacen cada
imprimiendo sus comedias tan bárbaras
personas
le
como
han hallado, después de muchos años que salieron de sus
(i) (2) (3)
las
Prólogo:
El
Prólogo de Prólogo de
día,
Teatro a los lectores (parte xi de las Comedias de Lope).
la
parte
la
parte xvii.
xiii.
OBSERVACIONES GENERALES
manos». Entre
los
tomos impresos después de
1
muerte de Lope,
la
llevan también carácter de autenticidad las Fiestas del Santísimo
Sacramento, coleccionadas por na (1644), y
y
licenciado Joseph Ortiz de Ville-
el
parte 25.^ de comedias, que con
la
el título
de perfecta
verdadera hizo imprimir en Zaragoza Roberto Deuport en
sacándolas de
copiosa biblioteca del Sr. de Berbedel, D. Fran-
la
A. Ximénez de Urrea.
cisco
grados, todavía
647,
1
el
Y
como aun en
lo
malo caben muchos
texto de las partes llamadas extravagantes suele
ser preferible al de las colecciones de comedias de diversos auto-
y
res,
éste, á su vez, al
de
los
ejemplares sueltos del siglo pasado,
que afortunadamente no son muchos por
Lope de Vega. Los
aprovechar estas diversas fuentes, son cado
al
de
tratar
lo
que toca
al
teatro de
principios críticos que han de guiarnos para
las copias
mismos que hemos
los
manuscritas,
las cuales
indi-
ofrecen entre
sí
no menos variedad y discordancia.
No queremos
terminar esta parte de nuestro preámbulo sin
butar un recuerdo de gratitud nio Hartzenbusch, único editor trabajos,
aunque reducidos
al
insigne académico D. Juan
moderno
á los límites
rara vez acudió á los manuscritos,
Euge-
del teatro de Lope, cuyos
de una colección selecta de
índole popular, tengan valor á los ojos de
muy
tri-
la crítica.
Es
cierto
y que en algún caso
que
intro-
dujo correcciones arbitrarias, pero sean cualesquiera los reparos
que así
el
como
rito
á las de Tirso, Alarcón
y Calderón, nadie
le
negará
el
mé-
de haber presentado por primera vez en forma legible
mayor te
progreso de los métodos pueda poner á su edición de Lope,
parte del tesoro de nuestra antigua escena. Sin
el
la
preceden-
de su edición escogida, que comprende en cuatro volúmenes
ciento doce comedias,
no hubiéramos podido
posibilidad de la edición completa
que
á la
aun soñar con
ni
la
que hoy acometemos. ¡Lástima
de Hartzenbusch no acompañen notas,
ni siquiera
una
in-
troducción ó un catálogo razonado, ó cualquier otro ensayo crítico,
como
los
que
res al padre
le
merecieron otros dramáticos nuestros, no superio-
y maestro de todos
hubiera podido decirnos sobre genio,
que
le
conoció y
el
ellos!
¡Cuántas cosas recónditas
Teatro español aquel preclaro
amó más que
nadie,
y que en
aliento é inspiración para sus propias creaciones!
él
in-
bebió
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
1
No tenemos
la
presunción de suplir
la falta
que deploramos,
ni
cabe, por otra parte, en los límites de nuestra publicación, inmensa
ya de suyo,
el
comentario gramatical, histórico y
literario
que cada
las piezas de Lope exige, y que fácilmente duplicaría el número de volúmenes consagrados á su teatro. Ha sido forzoso reducirnos á un término medio entre la edición vulgar y la edición crí-
una de
tica. Si
para publicar con todo
y notas que
tes
el
el
aparato de introducción, varian-
rigor científico reclama, una sola
como El Mágico prodigioso
nuestro antiguo teatro,
comedia de
ó Las Moceda-
des del Cid, han necesitado Alfredo Morel-Fatio (l) y Ernesto
rimée
(2)
sendos volúmenes;
poco gruesos sólo con
si
texto
el
Max Krenkel y
el
conocemos
las
lo
imposible publicar por
del repertorio de Lope.
lo necesario. El
No
sólo
hay que abstenerse de la
maj^or sobriedad
comentario de Valentín Schmidt sobre Cal-
(4) nos ofrece un modelo
derón
muy
digno de ser imitado, á
menos en parte. Schmidt examina sucesivamente todas dias
el
quinientas piezas próximamente que hoy
toda anotación superfina, sino que es precisa
aun en
Mé-
ha llenado tres no
comentario de cuatro comedias
de Calderón, se verá que raya en
mismo procedimiento
(3)
las
lo
come-
de Calderón, expone sus argumentos, indaga sus orígenes, pro-
El Mágico prodigioso, comedia famosa de D. Pedro Calderón de la (1) Barca, publiée d^aprés le manuscrit original de la bibliotheque du duc d' Osuna, avec deux fac-simile, une introduction, des variantes et des notes, par Alfred Morel-Fatio. Heilbronn, Henninger fréres, libraires-éditeurs, 1877. (Fué la primera edición critica de una comedia española, y no ha sido superada hasta ahora.) (2) blie'e
Premiere partie des
Mocedades del Cid» de D. Guillen de Castro, puavec ime e'tude critique sur la vie et les ceuvres de des poe'sies ine'diies, par Ernest Me'rimée (Toulounmentaire
et
,
E. Privat, 1890). Klassische Bühneiidichtungen der Spanier herausgegebe?t (3)
se,
und erklartvon Krenkel (Leipzig, Barth, 1881-87), tres tomos que contienen La Vida es sueño, El Principe constante. El Mágico prodigioso, El Alcalde de Zalamea (texto de Lope y texto de Calderón). Pena da comparar estas bellas ediciones, tan ampliamente ilustradas, con las pobres y raquíticas que nosotros hemos hecho. Pero al menos que la comparación nos sirva de estímulo para la enmienda. Die Schauspiele Caldero7Ís dargestellt und erlaütert von Fricdrich W ilh. (4) Val. Schmidt. Aus gedruckten und ungedruckten Papieren des l'erfassers zusammengesetz, ergdnz und herausgegeben von Leopold Schmidt. Elberfeld, 1857. Ver-
Max
lag
von R. L. Friderichs.
OBSERVACIONES GENERALES cura averiguar
y
versificación
de observaciones, más ó menos extensas, según drama. Salvo en
lo
Schmidt no podía
de contar
de
las
plan de
número
la
importancia del
puesto que no reimprimía
eludir,
Lope
hemos apartado un
dramática idéntica en muchos de
ellos,
el
se-
de Cal-
las
tanto de su ejemplo en
presente tomo destinado á los autos^ porque, siendo
el
muy
será
que aquel docto alemán redactó sobre
derón. Únicamente nos
comedias,
las
comedias se reimprimen,
las
plan de nuestras noticias sobre cada comedia de al
un
argumento, pesada obligación que
el
pero que á nada conduce cuando
mejante
el
cierto
fecha de su composición, y hace sobre
la
pieza, sobre su estiío, lenguaje
la
1
y en otros,
materia
la
muy
semejante,
detenernos en cada uno de ellos en particular nos hubiera con-
el
ducido á superñuas repeticiones. troducción todo
hecho
al fin
Una
reunido, pues, en esta in-
concerniente á los autos, cuyo texto hubiéramos
un solo volumen, no habiéndolo
por imposibilidad tipográfica.
La
palabra para cerrar estas observaciones generales:
que seguimos
grañ'a
por
lo
encerrar también en
deseado
Hemos
particular textos,
es la
de
la
Real Academia
Un
todas sus publicaciones de autores clásicos.
ella á
hubiera
más
podido preferir
fonética
la
orto-
Española, aplicada editor
ortografía de los antiguos
y menos etimológica que
la actual,
y no
le
hu-
bieran faltado graves razones con que justificar esta preferencia.
Pero
si
se atiende á
que
las
obras de Lope de Vega,
nuestra literatura de los siglos xvi y
xvii,
todavía un documento arqueológico,
no son para
como pueden
como toda
los
españoles
serlo para
un
profesor de lenguas romances, sino que son cosa viva y actual, que se aparta
y
diferencia totalmente de los
Media, sólo accesibles
al
desacordada imprimir
las
fía
con que desde hace
más doctos, como para
más grandes
la
Edad
estudio del filólogo, no parecerá cosa tan
comedias de Lope con
la
misma
ortogra-
y medio se están imprimiendo para los más rudos de nuestro pueblo, El Inge-
siglo los
nioso Hidalgo^ la Gtiia de pecadores, las los
documentos de
libros castellanos,
Moradas de Santa Teresa,
que son
más populares. ¿A qué hemos de romper
al
mismo tiempo
los
esta solidaridad, este
vínculo espiritual que liga á los españoles de hoy con los gloriosos
españoles de otra edad
mejor, haciendo, verbigracia, ilegible
Mesíkkdbz y VY.\.k^o.~Estudios sobre
el
Teatro de Lope de Vega.
2
el
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
l8
empeño pedantesco de reproducir
Quijote por el
Juan de
de
la ortografía
Cuesta, que probablemente consistía en no tenerla? Pu-
la
blíquense enhorabuena con estricto rigor paleográfico fy no de otro
modo deben á
la
Era de
de cosa
publicarse) todos los
Reyes
los
literarios anteriores
como
Católicos, pero séanos lícito disfrutar,
doméstica, de todo
tesoro de nuestras letras
y y no nos empeñemos en ahuyentar á
familiar
clásicas,
monumentos el
las
gentes de
la lec-
ción de nuestros autores de la edad de oro, presentándolos en textos de aspecto repulsivo, sólo para que algún filólogo tenga
placer de saber á ciencia cierta que Calderón, en
hedad con
escribió
alto
Por otra parte,
bien,
2l[
las
el
la
(v.
el
754).
mayor impor-
que á Rosenkranz se
le
pasase por
simbolismo de aquella comedia.
llamadas ediciones paleográficas no
hasta cierto punto, puesto que no llegan,
lo
y hacen
son
muy
facsímile, para lo cual, en último caso, la fotografía sirve
mejor que
de
es lástima
en su estudio sobre
mas que
rido
fenómeno, como se ve, de
//,
y que
tancia estética,
El Mágico
imprenta. El
la
mismo doctísimo
hispanista,
amigo nuestro, que más duramente ha reprobado
la ortografía
académica á nuestros textos
á su rigorismo en
la práctica,
y muy quela
aplicación
clásicos, resulta infiel
puesto que no sólo acepta
la
puntua-
ción ordinaria (que no es la de los manuscritos), sino que acentúa los
homónimos para
distinguirlos,
puede
editor crítico
y añade con mucha razón: «Todo
permitirse, en interés del lector, libertades de
este género». Si esto es permitido en ediciones críticas destinadas á servir
como
texto de lengua en las clases de filología, alguna
mayor
ha de concederse á quien imprime libros para todo
latitud
el
mundo.
Hemos
llevado á
la
práctica una innovación que nos parece
muy
oportuna, y que no hemos visto practicada en ninguna colección de obras dramáticas, á pesar de haberla indicado y recomendado el Sr. Morel-Fatio
gico. Consiste
en una nota de su bella y clásica edición de El Má-
en marcar tipográficamente
el
primer verso de cada
estrofa ó combinación métrica, lo cual tiene, desde luego, dos positivas ventajas: la la pieza,
que
el
y
la
de hacer entrar por los ojos
el artificio
de dar una base segura para conocer
texto está mutilado ó corrompido,
los
rítmico de
puntos en
y en muchos casos para
OBSERVACIONES GENERALES restituir la lección verdadera.
No hay motivo
1
para que esta disposi-
ción tipográfica, adoptada de tiempo atrás en versos
líricos,
no se aplique también á
Comprende
este
colecciones de
las
los versos dramáticos.
primer tomo de nuestra colección
la
parte
más
y demás piezas dramáticas breves de que nos quedan del repertorio de Lope: reliquias
considerable de los autos
asunto religioso
escasas, sin duda,
aunque no podamos determinar con exactitud
copia y extensión de lo que
hemos
perdido.
Lope nos dejó
gos incompletos de una parte de sus comedias, y
ximado
catálo-
número apro-
del total de ellas, pero en ninguna parte nos dejó indica-
ción sobre
en su
el
la
el
número
Fama postuma.,
ni
sobre los títulos de sus autos. Montalbán,
dice que pasaron de cuatrocientos., pero ¿quién
va á hacer hincapié en IMontalban no tenía ya
testimonio? Sabemos, de una parte, que
tal
la
cabeza enteramente firme cuando escribió
su biografía, en la cual abundan,
como probó La
más
Barrera, los
extraños anacronismos y errores de hecho, inverisímiles en un
contemporáneo; y por otro lado, es sentencia bien sabida, que sólo á los muy ricos., y siendo tan maravillosa la fecundidad de
se presta
Lope, poco importaban doscientos autos de más ó de menos,
como importaba poco dias
la
diferencia entre las mil quinientas
que confesó Lope, y
talbán, por
más que con
bastante para constituir
dramáticos de
Por más que
los la
las
mil ochocientas que
le
atribuye
este residuo de trescientas hubiera el
así
come-
Mon-
muy
repertorio de media docena de poetas
que no pasan por infecundos.
buena suerte de nuestras investigaciones nos haya
hecho tropezar con bastantes autos de Lope no mencionados hasta ahora en ningún catálogo logrado
apenas llega
al
ni bibliografía, el
número
total
que hemos
medio centenar. Muchos más debió de
haber; y es posible que algunos se conserven anónimos ó luzcan en las obras
de otros autores; pero también es de temer que
número haya perecido sin dejar mismo Lope, que los improvisaba rándolos, sin duda,
(por más que en
la
como
el
al
por descuido del
tanto
correr de
mayor
la
pluma, conside-
de piedad más que de literatura
hora del tránsito postrero se consolase con
memoria de haberlos
y mudándose
ejercicios
rastro,
el
escrito),
cuanto porque, andando
gusto, el prestigio
los
la
tiempos
y popularidad de los Autos de
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
20
Calderón desterró los de Lope y todos
movible de gentes
los
los antiguos del escenario
carros del Corpus, y aun de la
memoria de
las
(l).
(i) Nada diremos aquí del drama religioso en general, ni de los autos sacramentales en particular, porque tales consideraciones nos parecen más adecuadas para el estudio sintético en que hemos de juzgar la labor dramática de Lope de Vega en su relación con el total desarrollo de nuestra literatura y con la historia general del teatro. Pueden consultarse entretanto útilmente las historias que hasta ahora tenemos del drama español (Eichendorff, Schack, Klein, Schaeffer..,), y como trabajos especiales, el elocuentísimo Prólogo de D. Eduardo González Pedroso, al tomo lviii de la Biblioteca de Autores Españoles, que contiene una colección escogida de Autos sacramentales (Madrid, Rivadeneyra, 1865); el Disciirso (lleno de peregrinas noticias) que nuestro malogrado académico D. Manuel Cañete compuso sobre el drama religioso español antes y después de Lope de Vega, leído en Junta pública de 28 de Septiembre de 1862, é inserto en el primer tomo de Me?norias de la Academia Española (páginas 368 á 412), y el discurso de otro ilustre académi-
co,
también difunto, D. Francisco de Paula Canalejas, sobre
los
Autos sacra-
mentales de D. Pedro Calderón de la Barca, trabajo de elevada inspiración es-
y religiosa, que sirvió de inaugural á nuestras tareas en 1871. Sirven directamente para toda cuestión de orígenes, y derraman copiosa luz sobre el enlace entre nuestro teatro religioso de los siglos xvi y xvii y el de la Edad Media, los innumerables trabajos que en toda Europa, y especialtética
mente en Fraucia y en sobre
Italia, se
las representaciones
Deben recomendarse muy
han publicado sobre
el
drama
litúrgico,
y
sacras y los Misterios de los respectivos países* especialmente:
Du Méril: Origines Latines du Tliéatre Moderne. (Paris, Franck, 1849.) Coussemaker: Brames Liturgiques du Moyen-Age. (Paris, 1861.) Sepet (Marius): Les Prophetes du Ckrist; Étude sur les origines du Théatre au Moyen-Age. (Paris, Didier, 1878.) Le Brame Chrétien au Moyeii-Age. (Paris,
Didier, 1878.)
de JuUeville: Histoire du Théatre en France; Les Mysteres. (Paris, Hachette, 1880, 2 volúmenes.) Tiene la ventaja de resumir muchas investigaciones anteriores. Petit
Ancona (Alessandro d'): Origini del Teatro Italiano, libri tre. (Torino, E. Loescher, 1891, 2 tomos.) Sacre Rappresentazioni dei secoli xiv, xv e xvi, raccolte e illustrate. (Firenze,
Le Monnier,
1872, 3 tomos.) Jusserand: Le Théatre en Angleterre depuís la Conquéle jusqu^ atix prédécesseurs immédiats de Shakespeare. Segunda edición. (Paris, Léroux, i88i.)-
II
AUTOS Y COLOQUIOS
Pasando ya á discurrir en particular acerca de sin duda, los
encontramos ante todo (y son, tro
más
los autos
de Lope,
antiguos) los cua-
que insertó en B¡ Peregrino en su patria, novela de aventuras,
impresa por primera vez en Sevilla en 1604, y sobre cuyas ediciones nada se nos ofrece que añadir á lo que en la Biografía de Lope consignó La Barrera. Estos autos, escritos
mucho
antes de ser inter-
calados en aquella novela, con cuya acción no tienen
el
menor
punto de contacto, son:
El Viaje del Alma (representación moral).
Las Bodas
La Maya
Alma y
entre el
el
Amor
divino (representación moral).
[auto sacramental)
El Hijo pródigo {representación moral).
Como
de estas piezas no son en rigor
se ve, tres
ni autos sacra-
mentales, ni autos de Nacimiento, sino que corresponden á otra
forma de representaciones siglo XVII,
y de
la
nuestra escena,
nombre
al
paso que abundan extraordinariamente con
de Moralidades en la literatura francesa del siglo xv,
están
Beuve)
inmunes
(l),
religiosa
y
la
la farsa
nuestras.
las
que ocupaban
los misterios, se
el
primer puesto en
asemejaban muchas veces á
ellas
Pecado y
tológico del colástica
de
satírica,
lo cual
si
el
bien
generalmen-
«Las moralidades (dice Sainte-
Dios, los ángeles
aparecían escoltados solamente por ricordia, el
el
la
escena después de
ellos
por
intención
la
calidad de los personajes. Todavía intervenían fre-
cuentemente en
(i)
perdida ú olvidada durante
cual son raras las muestras aun en los orígenes de
con marcada tendencia á te
religiosas,
Román
bárbara y
las
demás
y
los diablos;
la Justicia, la
pero ya no
Caridad, la Mise-
alegorías cristianas. El sistema mi-
de la Rose, cada día más refinado por una essutil,
se
asociaba con
Tablean de la poésie frartgaise au Xl'I^»"'
la teología,
siécle,
y de
este
pág. 196 (ed. de 1869).
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
24
ayuntamiento monstruoso nacían mil monstruos indefinibles, que transformaban estas composiciones en una extraña especie de ApoHabía, no obstante, moralidades sin personajes alegóricos,
calipsis...
parábolas bastante sencillas, destinadas á poner en acción un pro-
verbio moral;
así la historia del
Cabalmente
go, etc.»
asuntos tratados por
la
Lope en forma de
destinos de este género han sido Inglaterra, siguió
y de
las
Rico avariento,
del Hijo pródi-
la
parábola del Hijo pródigo es uno de los
muy
representación moral.
una tendencia decididamente
realista
Los
y aun en
varios: en Francia,
y
prosaica,
abstracciones metafísicas fué pasando por grados á ser rudo
esbozo de comedia de carácter, confundiéndose á veces con Jarees
y
las sotties.
En España, donde
el
las
teatro religioso persistió
cuando en todas partes había muerto, y no degeneró nunca de su primitivo carácter, la parte alegórica de las moralidades se combinó con do
el
elemento histórico y dogmático de
nueva y más depurada forma
la
aparecieron compenetrados
drama
los
los misterios,
engendran-
del auto sacramental, en
que
dos principios generadores del
teológico, el elemento bíblico
y
el
escolástico.
Aunque no muy frecuentes, las moralidades eran muy antiguas en Una moralidad sería, á no dudarlo, aquella comedia
nuestro teatro.
alegórica que en 1414 tas
de
mo Fax
la
las fies-
Don Fernando el Honesto, en Zaragoza, intervenían como personajes la y^usticia, la Ver-
coronación de
la
puesto que en dad,
compuso D. Enrique de Villena para
Faz y
ella la
Misericordia, conforme al versículo
Lxxxiv: ^Misericordia et Veritas obviaverunt
sibi:
11
del sal-
Justitia
et
osculatae sunt». Las cuatro virtudes así personificadas, apare-
cían ya envueltas en diálogo
Bernardo tránsito
(l),
y controversia en un sermón de San
del cual era fácil el tránsito á la
forma dramática,
que encontramos realizado en muchos misterios franceses
del siglo XV, especialmente en el
de
la
Natividad de Rúan, en
Fasión de Gréban, y en una representación
italiana
la
de Feo Belcari.
y no son como el Auto de
Las moralidades pasan al teatro español del siglo xvi, raras en Gil Vicente: unas de tan sencillo artificio
(1) Sabido es también que otro sermón atribuido á San Agustín, el Vos, inquam, convenio, o Jiidaei, dio nacimiento á todo el ciclo dramático de los Projetas de Cristo.
AUTOS Y COLOQUIOS
en
la Fe, representado
Don
invención á que
la
simples pastores los misterios de
complicada estructura, como cuatro Estaciones;
Humildad y
breza, la
el
la
Auto de
los
Fe
la
más devoto;
de audacia reformista;
el
lo
y
han creído descubrir
se
la
y de
la
la
lo
indila
Gloria, en las cuales
En
el
la
más digna
Auto da Ca-
poeta, las tres figuras de Silvestra, Hebrea
redina personifican
Po-
notabilísima trilogía de las tres
después: obra bajo ciertos aspectos
mismo
la
patriar-
más cómico con
de consideración del primitivo teatro peninsular. nanea, del
Prudencia,
Auto da Alma, ó más bien «de
Barcas, del Infierno, del Purgatorio insistir
la
alternan, no sólo con ángeles
hospedería del Alma»; y más aún
hemos de
declare á dos
fe
cuatro Tiempos ó de las
de Mofina Mendes, en que
Auto da Feira, en que
el
la
noche de Navidad; otros de más
con Bras Carrasco y Payo Vaz, y
cas, sino
cios
el
de Almeirín delante del rey
los palacios
Manuel, reduciéndose
2$
ley de Naturaleza,
la
Gracia. Esto sin hablar de sus obras profanas, en que
y
Ve-
la
de
abundan
las
de Escritura y
composiciones estrictamente alegóricas, y también aquellas en que lo alegórico alterna
en muchos de
con
los autos
lo real,
fenómeno que
se observa
también
anónimos del incomparable códice adqui-
rido por la Biblioteca Nacional en 1844. Allí, por otra parte, la alegoría
campea
libre
y
sola,
mento del amor divino,
La
Hombre,
hierros de
en obras
la
tales
como
la
Farsa del Sacra-
Farsa sacramental de
la residencia del
Justicia divina contra el pecado de Adán, Auto de los
Adán, Auto de
ción contra el género
la
Verdad y
humano. Auto de
la
Mentira, Auto de acusa-
los triunfos
de Petrarca d
lo
divino. Farsa del Sacramento de las cortes de la Iglesia, Farsa del
Sacramento de Peralforja, Farsa del Sacramento, llamada Premática del pan.
Farsa de
Farsa del Engaño, Farsa del Sacramento de Moselina,
los cinco sentidos.
fo del Sacramento,
Farsa de
los lenguajes.
Farsa del Sacramento de
Farsa del triun-
las coronas.
Farsa
sa-
cramental de la moneda. Farsa del Entendimiento niño. Farsa sa-
cramental de la fuente de la Gracia, Farsa sacratnental de la entra-
da
del vino.
Farsa sacramental, llamada desafío del Hombre, Farsa
sacramental de las bodas de España... colección apenas estudiada,
y en
su
mayor
antes, puesto
parte inédita, descuido que
que
sin la entera
hay que reparar cuanto
posesión de estos documentos es
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
26
imposible llegar á disipar las nieblas que envuelven todavía
de nuestro drama religioso é impiden comprender ción que le une con
de
el
la
hoy conocido por
popular,
Edad Media,
la
la
estrecha rela-
litúrgico, semilitúrgico
más
el
y
tantas investigaciones realizadas simul-
táneamente en diversas partes de Europa. Sólo en cuanto sacramental^ género
cuna
tardío en su desarrollo, pero
larga llegó á obscurecer del todo á los restantes,
al
auto
que á
la
tenemos punto de
partida en los excelentes trabajos de Pedroso.
A
nuestro propósito baste dejar atestiguada
ejemplos
la existencia
religioso-alegórico,
durante
el siglo
con numerosos
con personajes, por
común,
lo
abstractos, aná-
logo á lo que en otras partes de Europa se llamaba en ^Nledia moralidades,
otro
y
distinto
nombre parecen haber
de
sido
muy
media alegórica; pero ¿quién duda que Palau, por ejemplo, en
es
la
y aun
la
economía del
un inmenso misterio
y
Farsa moral de Diego Sánchez de Badajoz, «en que
ta
cómo
la batalla
Iglesia,
ó
la
ó
que hay entre la del
el
Espíritu
y
la
huma-
«en que se representa,
libre albedrio,
Carne», ó su Farsa de la
Juego de cañas espiritual de virtudes contra
vicios^
de los Pecados, son moralidades hechas y derechas, sin
que
falte á otras
litar
y
á la
se represen-
cuatro virtudes cardinales enderezan los actos
Farsa racional del
Danza
cíclico, aná-
que, por el contrario^
la
las
tragico-
Victoria Christi del bachi-
logo á los misterios franceses del siglo xv;
nos», ó su
muchas de
Farsa de
su autor, especialmente á la
la Muerte, ni siquiera
parte satírica que las acerca
más y más á
Farsa mi-
una desvergonzadísima
sus congéneres del otro
lado de los Pirineos? ¿Qué es sino una moralidad inmensa, cierto
modo
humanos, Carvajal
ni-
vulgarizados en España, pre-,
que se desarrolla toda
Antiguo y Nuevo Testamento
Edad
la
llamados misterios. Ni uno
los
firiéndose los de égloga, farsa, representación, aucto,
ller
drama
xvi de una especie de
el
cíclica,
una
Auto de
sátira general
de
las
las coi'tes de la Muerte,
y en
costumbres y estados
que comenzó Micael de
y terminó Luis Hurtado de Toledo? Superfluo nos parece
acumular más datos para convencernos de que
el
género era
muy
conocido en España, habiéndole recibido Lope en forma análoga á la
de sus orígenes medievales. Es cierto que en manos suyas se
transformó,
como todo
lo restante;
pero más que por evolución
ra-
AUTOS Y COLOQUIOS dical del género, por el prestigio
1f
de un superior talento poético,
de una lengua y una versificación llegadas á ta
mucho más
que
mula
más en
que en
el historial
drama profano
el
el
alegórico; la fór-
de éste quedaba reservada para
definitiva
y
cumbre. Lope resul-
mucho más creador en
original,
sagrado, y
el
la
tiempos de
los
Calderón. I.
El
Alma.
Viaje del
dicaciones de
— Podemos tomar
El Peregrino (novela en
al
pie de la letra las in-
parte autobiográfica)
y dar
por seguro que este auto fué representado en una plaza de Barcelona^
no de Valencia como por distracción han que sea posible determinar
otros; sin
modos
1604 en que se imprimió El
á
constando que Lope cipado cénico,
(l).
visitase
que
fué, sin
la capital del
Prin-
el
aparato es-
duda, extraordinario y suntuoso.
Aunque El
Alma
es
ción
de
Custodia
la
Pedroso y
mucho más no
Peregrino).,
en tiempo alguno
Las acotaciones explican cumplidamente
Viaje del final
escrito
fecha (anterior de todos
la
propiamente una representación moráis le
la
apari-
da carácter de drama eucarístico, y hace
creer que se estrenó en las fiestas del Corpus. Por esta razón Pedroso
le
incluyó sin vacilar entre los Autos Sacramentales (páginas 147
á 160).
En
el
texto introdujo algunas correcciones, generalmente
acertadas; alguna no la creemos necesaria,
zón en
las notas.
Lo mismo en
Sancha (tomo v de nes marginales de cido,
las
la
Obras
y de
y de todo
los
ello se
edición de Pedroso que en
sueltas), se
suprimieron
primera edición: nosotros
porque nos dan razón de
inspiró Lope,
la
los pasajes
de
la
las
las
da la
ra-
de
acotacio-
hemos
restable-
Escritura en que se
Santos Padres y filósofos de quienes tomó
algunas ideas. Estos autores son: Aristóteles (De Anima), San Basilio,
San Agustín, San Bernardo,
franciscano Titelmann.
En
nota singular amor y veneración á ta preferencia
por
el
sentir
el
venerable Beda y
el
teólogo
todas las obras religiosas de Lope se
Orden de San Francisco, y cierteológico de los doctores de la Orden la
Seráfica en aquellos puntos en que difiere del de los maestros de otras religiones.
Quizá acompañó á la Corte desde Valencia á Barcelona en 1599, y (i) entonces tendríamos averiguada la fecha de este auto, que no puede ser muy posterior
al
siguiente.
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
28
como casi todos los de su género, con una loa tenían muchos autos del siglo xvi; para limitarnos
El auto empieza,
6 introito.
Ya
las
á los del Códice de la Biblioteca Nacional,
Auto del Magna,
el
Auto del
sacrificio de
van precedidos de loas
el
Abraham,
la
la
Farsa de
fuente de la Gracia, la del Entendimiento niño, la de los cuatro gelistas, el
Timoneda
Auto de las
los desposorios
llama introitos, y
Evan-
de Josej, y otros muchos. Juan de
el
mismo nombre
les
había dado
Torres Naharro en sus comedias profanas. Las loas de los autos primitivos suelen estar en quintillas, y son, por lo común, simplicísimas, reduciéndose á solicitar
la
atención y benevolencia del audi-
torio con estas ó parecidas fórmulas:
Es de gran gusto
Todo va muy Noten
Y
la historia;
declarado;
lo representado,
quédeles en memoria
Un
caso tan señalado.
Católico ayuntamiento,
Gente
cristiana y benina,
Aquí nuestro autor se inclina
A
recitarles
De
un cuenjto
invención santa y divina.
Y
aquí darán conclusión
En loor del Sacramento: Tened el oído atento,
Que
Y
A
es auto
de devoción
de gran contentamiento.
veces, por reminiscencia clásica, se las llamaba argumento,
Parábola Coenae y en otras piezas compuestas para representarse por estudiantes en los Colegios de la Compañía
-como vemos en
•de Jesús (l); cia:
en
el
la
y aun
la
designación pasó
al teatro
popular, verbigra-
Aucto (anónimo) de la paciencia de Job y en algunos de
Juan de Timoneda. Sólo por raro caso estaban en prosa (véase
(i)
Códice de
la
Academia de
la Historia.
el
AUTOS Y COLOQUIOS
Auto de
las
silencio),
29-
Donas, cuya loa se reduce á unas líneas para
y su forma casi constante era
la
solicitar
monólogo. Cuando
del
presidía la fiesta algún Prelado ú otra persona de respeto, la loa tenía dos partes, dirigida la primera á él el
Aucto de
cia,
al
la
segunda
al
pueblo. Así,
refundido por Juan de Timoneda, em-
la oveja perdida,
pieza dirigiéndose
y
Patriarca de Antioquía
y Arzobispo de Valen-
D. Juan de Ribera: Ilustrísimo señor,
Vaso de gran elocuencia, Celebérrimo doctor,
Cuidadoso y buen
y luego endereza su discurso
pastor...
á la clerecía
Cumbre de
y
al
pueblo:
la clerecía,
Refugio sánelo de nos,
Lucero de nuestra
vía,
Pilotos por quien se guía
Aquesta nave de
Una
loa
citado de
para cualquier
la
y
la tercera
auto, contenida en el gran
Sacramento,
al pueblo.
la loa,
De
la
la
segunda á un prelado ó á
otro señor,
forma posterior y más desarrollada que
principalmente por industria y
de Rojas, cumpliendo cada vez más con
lo
artificio
de Agustín
que exige su probable
etimología (laude), no es ocasión de tratar ahora. este auto es
volumen ya
Biblioteca Nacional, presenta tres divisiones: la prime-
ra dirigida al
adquirió
Dios...
La de Lope en
meramente un romance de asonante agudo, que, por
raro caso, ni tiene relación directa con la contextura dramática de la
pieza, ni se dirige especialmente al público espectador. Este ro-
mance
fué cantado
Aunque otros,
y
la loa
/cr
tres famosos músicos.
sea una especie de prólogo, no siempre excluye
aquí tenemos un ejemplo.
centor de los
dramas
litúrgicos,
terios franceses, recita á
y
al
Un
personaje análogo
al
prae-
prólogo 6 protocolo de los mis-
continuación una tirada de malísimos en-
decasílabos sueltos, que contienen un árido catálogo cronológico
genealógico de muchos personajes de
la historia
y
sagrada y profana,
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
30
catálogo que Pedroso suprimió en su edición, sustituyéndole con
que va
al
frente del auto de
muestra^ de nuevo
El Hijo
intención eucarística de esta obra, que
la
el
pródigo. El final de este prólogo el
autor llama moralidad:
De
O
ésta sabréis en la propuesta historia
en
?noral¡dad que se os ofrece,
la
Grandes
misterios...
Todavía, antes de comenzar letra
que cantaron
mucha
destreza
y
el auto^
hay un
músicos, «bailando
los
baile, es decir,
los
dos de
ellos
una con
gracia»:
En
mesa
esta
Carillo,
si
divina,
estás en gracia,
Tañe, canta, come y bebe. Salta, corre,
danza y
baila.
El auto que nos ocupa ha sido estudiado, más ó menos detenida-
mente, por Schack
Ticknor
(i),
(2)
y Klein
Ticknor, con su notoria
falta
habitual animadversión contra
nas hacen
procede,
más que contar
á cuyas obras nos
el
drama
lo
religioso
y
alegórico, ape-
argumento en son de
el
como siempre, con
(3),
ya dicho y conocido. de sentido estético, y Klein, con su
remitimos para evitar repeticiones de
espíritu
más sereno y
burla.
Schack
desinteresado,
comenzando por observar muy atinadamente que, por lo mismo que en
los autos
digámoslo
de Lope
así,
y no
la alegoría es superficial,
ostenta la
inmediata, popular,
profundidad metafísica que informa
otras representaciones posteriores, está
menos expuesta que en
Cal-
derón ó en cualquier otro de sus continuadores y discípulos á degenerar en árida
y
fría,
caciones alegóricas.
escollo en
que suelen naufragar
«Nunca peca contra
poética que tanto le distingue,
y
si
las personifi-
la sencillez
los poetas
que
le
y
evidencia
sucedieron
(i) Tomo II de la edición inglesa, págs. 199 y 200 y 11 de la traducción española, págs. 309 á 311. Tomo II de la edición alemana, págs 403 á 405, y iii de la edición (2) castellana, págs. 189 á 192. (3)
GeschichU des Drama' s, tomo x, págs. 470 á 477.
AUTOS Y COLOQUIOS
3
parecen más adelantados en combinaciones técnicas,
él
nos encanta
por su mayor vigor y naturalidad». ¿Qué oído español puede tir,
en efecto, á
parecen
el
la
melancólica fluidez de aquellas quintillas, que
natural lenguaje del poeta:
Alma
Y •á la
gala
y
bizarría
del Deleite, ó
que
el
resis-
para Dios criada
hecha á
la
imagen de
Dios...
con que describe sus Indias
el
capitán de
la
nave
cadencioso movimiento de aquella barcarola con
al
coro de los Vicios arrulla
el
sueño de
la
Memoria.^
Esta es nave donde cabe
Todo contento y
placer.
Esta es nave de alegría
Que va á las islas del oro, Do está el gusto y el tesoro Que has de cargar, alma mía, Porque hasta
el
último día
No hay tempestad que Esta es nave en que
temer.
la
vida
Pasa, y corre el universo,
Que no hay temer tiempo Mientras dura
al
adverso
viento asida:
No hay gloria que el gusto Que no la pueda tener.
pida
Esta es nave donde cabe
Todo contento y
Toda
ron y desde
la parte lírica
de
la
placer.
pieza tiene un movimiento, una anima-
una variedad de tonos que revelan el estribillo
la
mano
del gran poeta;
marinero:
me lleva la ola, me lleva la mar,
¡Hola! que ¡Hola!
que
hasta las dulces reminiscencias del Cántico de los Cánticos, intercaladas en
el
diálogo de Cristo y Decidle
al
el
Alma:
Alma que aguarde
Si arrepentida
me
ama:
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
32
Llegue á mí, no se acobarde,
Que nunca yo vengo
tarde.
me
llama.
Puesto que tarde
A Si
la
puerta estoy llamando;
mi voz
Y me
la
la
está tocando
abriere, entraré:
Por gran precio Por eso
la
La voz
la
compré,
voy buscando.
es
de mi señor;
Del ciervo herido de amor
He
conocido
el suspiro.
¡Con qué vergüenza te miro! ¡Con qué aflicción y dolor! ¡Cuál vienes del
mar por
mí,
La cabeza, del rocío Del agua, mojada
así!
Muy negra estoy, señor Y muy indigna de ti. Ticknor tiene
el
mío,
mérito de haber señalado una pieza de Gil Vi-
Lope de Vega. Trá-
cente que ofrece alguna analogía con esta de tase
de
Gloria
la trilogía
de
en portugués
(i),
do Inferno^ do Purgatorio y da
las tres barcas, las
dos primeras y
la tercera
en castellano,
representadas sucesivamente delante de los reyes de Portugal,
María y en
la
Don Manuel, en
cámara
los años
regia; la segunda,
1
en
517,
el
1
518 y
hospital de
1 5 19; la
Todos Santos, de
ciudad de Lisboa, durante los maitines de Navidad;
la
duda como complemento de alguna
Almeirin,
y
de
conserva indicios en
lo cual
sin
se intercalan.
tro intento,
De
la
las lecciones
primera parte, que es
hay imitación, ó más bien larga
hecha por autor que conocía y tenía
muy
(i)
Obras de Gil
Vicente, correitas e
de Langhoff^ 1834,
tomo
i,
en
fiesta litúrgica,
que más hace á nuesparáfrasis castellana,
presente
Mercurio y Carón, de Juan de Valdés, que es á
7. Bárrelo Feio e J. G. Moítteiro,
la tercera,
responsos que en ella
y
la
Doña
primera,
el
Diálogo de
modo de
transfor-
emendadas pelo cuidado e diligencia de 1834, na officina tipographica
Hamburgo,
págs. 214 y 55.
AUTOS Y COLOQUIOS
mación
clásica
de
Danzas de
las
33
Fué impresa en Burgos,
la Muerte.
en casa de Juan de Junta, á 25 días del mes de Enero de
con alo:
el título
Moral
d' El
de Tragicomedia alegórica
1 5
(i),
Paraíso y d'El Infiér-
representación del diverso camino que hacen las
partiendo de esta presente vida, figurada en
39
los
ánimas
dos navios que aquí
parescen: el uno del Cielo y el otro del Infierno., cuya subtil invención
y
materia en
res
un
el
ángel,
argumento de
un
puede
ver.
logrero,
mt
la obra se
diablo, ten hidalgo,
un
Son
interlocuto-
inocente llamado
Juan, un fraile, una moza llamada Floriana, un zapatero, una cahueta,
un judío,
tin coi'regidor,
un abogado, un ahorcado por
alla-
drón, cuatro caballeros que murieron en la guerra contra moros, el
barquero Carón. Basta para comprender que
puede
ser sino
muy
en esta enumeración de personajes
fijarse
el
parentesco entre
remoto.
Y
en efecto,
que afirma caprichosamente que
«la idea
de Lope no
tal
auto y
el
mismo Ticknor, aun-
el
y orden de
la
fábula son
mismas en uno y otro autor» (2), lo cual dista mucho de ser verdad, no apunta más semejanza de detalle que la de los preparacasi las
tivos de viaje
que
el
demonio, arráez de
la
barca del Infierno, hace
en una y otra pieza.
Véase
el
principio del auto de Gil Vicente:
A
barca, a barca, hou
Que temos Ora venho
gentil
a cara a ré:
Feito, feito,
Vae
E E
allí
atesa
lá,
maré.
bem
está.
muitieramá,
aqú^Ue palanco,
despeja aquelle banco
Pera a gente que vira.
A
barca, a barca, hu!
Asinha que se quer
ir!
(i) Había ejemplar de esta rarísima pieza en la biblioteca de Campo Alange, y ha pasado hoy á la Nacional. En otra edición que no hemos visto se atribuye la traducción al mismo Gil Vicente, y es probable que sea suya,
porque variantes tan radicales no parece verisímil que las introdujese otro que el mismo autor. Tomo I de la traducción castellana, pág. 306, nota. (2) Mbnésdez X VYi^kxo.— Estudios
sobre el Teatro di Lope de Vega.
3
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
34
Oh que tempo
de
partir!
Louores a Berzebu!
Ora sus, que fazes tu? Despeja todo ese leito.
Oh que caravella esta! Poe bandeiras, que he festa; Verga
alta,
áncora a pique...
Alguna semejanza también puede
discernirse en la parte
lírica,
verbigracia, en la letra que cantan los cu^iirojidalgos, caballeros de la
Orden de
Cristo, que
A
murieron en las partes de África: barca, a barca segura:
Guardar da barca perdida:
A
barca, a barca da vida.
Senhores, que trabalhais Pola vida transitoria,
Memoria, por Déos, memoria Deste temeroso
A
cais.
barca, a barca, mortaes:
Porém na
vida perdida
Se perde a barca da
ó en
el
bello
Auto de
vida...
romance á modo de barcarola, con que da
la barca
do Ptirgatorio:
Remando vao remadores Barca de grande alegría;
O
patrao que a guiava,
Filho de Dees se dizia,
Anjos eran os remeiros,
Que remavao
a porfía;
Estandarte d'esperanga,
Oh quao ben que
O
parecía!
masto da fortaleza
Como
cristal reluzia;
A vela
com fé cozida Todo o mundo esclarecía;
A
ribeira muy serena Que nenhum vento volia.
principio el
AUTOS Y COLOQUIOS
35
Teófilo Braga, que acepta y amplía la indicación de Ticknor, en
su Historia do thcatro portugiiez
(l),
nota con mejor acuerdo
ambas concepciones dramáticas. Pláceme
ferencia entre
más
palabras del docto profesor, inspiradas por la
las
miración tico
de
genio de Lope, á quien llama
al
el
mayor
ferviente ad-
dramá-
escritor
«Lope de Vega, como ingenio fecundo
tiempos modernos:
los
la di-
transcribir
y creador, aprov'echóse simplemente de la idea, dándole una forma original y más perfecta: las diversas ánimas de Gil Vicente fueron reducidas por
él
á una
sola,.^'/
la
usada por Gil Vicente;
lírica
que Lope de Vega conoció
da Barca da Gloria
Diablo, que en las Barcas
ferrem a vela em que está
recuerda
la vela,
En
o cro xifixo pintados. la
En
el
auto
Anjos des-
«.os
el final
del auto
cuyo árbol y entena
Penitencia,
eran una cruz, que por jarcias, desde los clavos y rótulo, tenía esponja,
lanza, la escalera
la
y
de Gil V^icente aparece un Papa; en
resucitado es quien viene á
auto de
Lope acontece
oficiales
general del Viaje del
neidad de
lo
mandar
Alma
creencia,
En
el
de
ella.»
Edad Media
Giotto en
el
un navio que
(i)
Tomo
I,
ginas 194 á 198.
la
barca de
lleva á
al
Vicente^ e
el
del
En
el
sentimiento
el
la
homoge-
modelo, de donde la
navio las
invención,
pertenecen
miniaturas de
navio; en un mosaico de
representada en forma de
Cristo por piloto.
Vida de Gil
timón
nave, con algu-
masque
También en
la Iglesia está
auto
siguiente
la
Pongamos aparte
cruz sirve de mástil
Vaticano,
la
Finalmente,
sacados
al
Gloria.
la
prueba
lo
conocimiento de un
á los primeros siglos de la Iglesia. la
Lope va
el
auto portugués, Cristo
muestra, todavía
símbolos cristianos
los
la
el
mismo, como
fué sacada la primera impresión...
porque
auto de
En
persona del maestro de
acotación: «Cristo en
nos ángeles como
el
la Iglesia.
la
con muchas flámulas,
los azotes,
estandarte y gallardetes bordados de cálices de oro».
Papa que entonces regía
la
decoración revela también
la
Vicente esta rúbrica:
nave de
la
Apetito, por
el
los viejos autos portugueses.
trae Gil
de Lope «descúbrese
el
Memoria, por
que cantan para darse á
los Vicios. El estribillo
forma
Alma; y
ayudado por
trabaja solo, está aquí
Lope de Vega no
hizo
sua eschola, secuto xvi (Porto, 1870), pá-
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
36
más que desenvolver
símbolo por medio de continuadas alego-
el
rías» (l).
Á
estas
añadir que Gil
el
tipo,
de
barcarola
la
lírica
llevada
sólo al
hay que
teatro por
Vicente y Lope de Vega es de indiscutible origen galaico-
portugués, el
observaciones de Braga,
tan discretas
encontrándose á cada paso bellísimas muestras en
Cancionero del Vaticano:
Per
ribeira
do
rio
Vi remar o navio,
E
sabor ey da ribeira!
Per ribeira do alto
Vy remar
o barco;
Sabor eyda
As
froles
Briosas
E
vam no
vam-se as
D'aquel
As
navio;
flores
bem com meus amores... do meu amado vam no barco;
flores
Briosas
E
ribeira!...
do meu amigo
vam-se as
D'aquel
flores
bem com meus
En Lixboa
amores...
sobre lo mar
mandey labrar; velida! mha senhor Ay, En Lixboa sobre lo 1er Barcas novas mandey fazer; Ay, mha señor velida! Barcas novas
La disposición misma de tiave dada á las iglesias {Ecclesia sH ad instar leemos en las Co7isütuciones apostólicas, lib. i, cap. lxi) prueba las ideas simbólicas que se ligaban á esta forma. (A. Maury: Es sai sur les légendes pienses du Moyen-Age, pág. 103, núm. i.) La alegoría náutica había sido ya empleada en representaciones portuguesas, no sabemos si dramáticas ó mudas, antes de Gil Vicente. Ruy de Pina, en la Crónica de Don Juan II (Inéditos da Academia Poriugueza, pág. 12Ó de la C, de D. J. 11)^ describe un momo que se representó ante aquel Monarca, en que figuraba «una gran flota de grandes navios, metidos en paños pintados de bravas y naturales ondas de mar, con grande estruendo de artillería que jugaba, y trom.petas y atabales y ministriles que tañían, con desvariados gritos y alborozos de pitos de fingidos maestres, pilotos y mercantes, vestidos de brocados y sedas, y verdaderos y ricos trajes alemanes». (i)
navis,
AUTOS Y COLOQUIOS
De
modo,
este
formas
las
líricas tradicionales
manera, en
el
de
arcaicas persis-
y
edades
y por inmenso mundo poético que llamamos teatro de
ten por misterioso atavismo en tal
37
el
arte
las
Lope, se reducen á unidad armónica todos
los
cultas,
elementos del genio
peninsular. II.
ral).
Las Bodas
— Seguimos
cuyo
libro
entre el el
Alma y
texto de
la
el
Amor
divino [representación mo-
El
edición princeps de
Peregrino^ en
se halla inserta.
ii
La fecha de
esta
moralidad
(así la
llamó su autor) se encuentra
determinada por su propio contexto y por el relato de la novela. Fué representada en Valencia, «sobre un teatro famoso», en la octava del Corpus del año 1599» pocos días después del casamiento
de Felipe
III
con Doña Margarita de
Lope en Valencia, en en
la
x^ustria.
aquella ocasión, véase lo
biografía de nuestro autor (páginas
Sobre
la estancia
de
que escribió Barrera
79 y
80),
dando curiosa
noticia de las diversas relaciones históricas de aquellas fiestas. Otros detalles se encontrarán en las Relaciones de Luis
doba
(l),
publicadas en 1857
poi" iniciativa
Cabrera de Cór-
de D. Pedro José Pidal.
El conocimiento de tales antecedentes históricos es indispensable cabal inteligencia de esta moralidad., puesto que «toda ella
para
la
está
aplicada á los felicísimos casamientos de los Reyes,
figuras
á los príncipes
y
caballeros
que habían traído
dando
esta Real
Señora».
La curiosidad de nace de ser cunstancias.,
el
este auto^
cuyo valor
no es grande,
literario
más antiguo que conocemos de
llamados de cir-
los
género híbrido y monstruoso, en que con torpe amal-
gama, que sólo para espectadores de tan robusta ser irreverencia
y escándalo, se confundía
lo
pudo dejar de
fe
sagrado con
lo
profano
en una misma acción alegórica. El Valle de la Zarzuela y otros autos de D. Pedro Calderón son ejemplares del
mismo género.
«Ocurrencias de carácter puramente profano (dice Pedroso) invadieron
el
teatro sacramental. íín
alteración de la (i)
1614.
moneda para
El Consumo
del vellón servía la
figurar el rescate del
hombre sobre
Relaciones de las cosas sucedidas en la corte de España, desde 1599 hasta escrita por Luis Cabrera de Córdoba. Publicadas de Real orden.
Obra
Madrid, Imprenta de
J.
Martín Alegría, 1857.
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
38
y cuando juraban
las potencias infernales,
corona, ó contraía
la
ó
salía á
el
de
los reinos al sucesor
soberano primeras y aun segundas nupcias,
comunes
reducir una provincia rebelde, alegorizábanse tan
La Segunda
acaecimientos en Las Bodas del Cordero^
El
esposa,
Rey en campaña y La Jura del Principe. Ni hacía falta que los argumentos alegóricos tuviesen importancia política; bastaba que diesen pábulo á pláticas vulgares. Así cimentó Calderón un auto sobre dispendiosas mejoras introducidas en
El
explanó misterios eucarísticos en
el
Nuevo palacio
Lleva
el
auto de Lope una
loa,
puesto en boca del personaje
y tomando
Valle de la Zarzuela^
por asunto ostensible una cacería de Felipe IVs>
las
del Retirv,
(l).
cantada por músicos, y un prólogo
llamado; ambas piezas en romance,
así
aunque con asonante diverso. El retrato de
la
dama gallarda Cuyo dorado Del rubio
sol
cabello
excedía
Los resplaudecientes cercos: Blanco rostro, ojos azules
De
la color
es evidente
homenaje á
dama
mismo tiempo
sea al
eucarístico,
que
sentidos. Sigue
sobre
el
muy
una
la
de
los cielos...
nueva Reina
austríaca, por
personificación de
la
Fe en
más que
propiamente pudiera llamarse Loa de
letra
para
cantar, sobremanera
fácil
y
los cinco
graciosa,
popular estribillo
«Y aplicado todo
al
trescientas cosas más...»,
Santísimo Sacramento.
El aparato escénico, que debió de ser de los más pomposos es
que
la fantasía
papel), está
de Lope no
Pecado,
Fe, el
(i)
la
Alma;
le
engrandeció algo
ampliamente declarado en
parte de los personajes que en el
la
este prólogo
Envidia, lo cual
la
el
Malicia,
acaba de
acotaciones.
las
(si
al trasladarle al
La mayor
auto intervienen son alegóricos: la
Fama,
el
justificar el título
Prólogo de los Autos sacramentales, pág.
52.
Mundo,
el Apetito, la
de moi'alidad que
el
AUTOS Y COLOQUIOS autor
39
En la versificación predominan las quintillas y redoncomo en todas las primeras obras dramáticas de Lope. Hay,
le dio.
dillas,
no obstante, una de Góngora, de
trovando d
letrilla,
las
lo
divino los estribillos de otra
más populares y más Que
profanas:
pida á un galán Manguilla
Cinco puntos de gervilla, Bien puede ser.
Mas que calzando diez Menga, Quiera que justo le venga,
No puede Que
ser.
esté la bella casada
Bien vestida y mal celada,
Bien puede
Mas que
No
el
ser.
bueno del marido
sepa quién dio
No puede
el vestido.
ser.
Que anochezca cano
Y
el viejo
que amanezca bermejo, Bien puede ser;
Mas que á creer nos estreche Que es milagro y no escabeche.
No puede
ser...
Estos y otros rasgos aun más picarescos retozarían indudablemente en la memoria, y no sé si en los labios, de los asistentes al auto,
cuando escuchaban
la
piadosa parodia, menos poética que bien
intencionada:
Que compre el Alma excelencia De gloria con penitencia, Bien puede
ser;
Pero que con vida ociosa Quiera ser de Cristo esposa,
No puede
ser...
Intercálanse también algunos cantarcillos, de sabor lar,
que acaban de dar carácter lírico-dramático á Esperad, casada,
No
lloréis, doncella;
muy popu-
la pieza:
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
40
Que
ya vuestro esposo
Camina
á Valencia.
Venga el Rey mi esposo, Norabuena venga;
Que hasta ver sus ojos No la tendré buena. Zarpa
la capitana,
Tocan
á leva,
Porque Margarita Viene á Valencia. El mar de la vida, Con más arboledas
Que una
selva tiene,
Sus campos ondea;
Los remos
se
Hínchanse
las velas,
mueven,
Porque Margarita Viene á Valencia.
Tocan
los clarines
Al alborada, Los remos se mueven,
Retumba el agua, Cuando Margarita,
Que
es el alma santa,
Viene
De
la
Cuando
Y
dulce puerto
al
esperanza; llega á Cristo
está en su gracia,
Los remos se mueven,
Retumba
Ha
sido tan olvidado en
insistir III.
en esta fase
La Maya
Peregrino.,
casi
el agua.
Lope
el
desconocida de su talento.
{auto sacramental).
donde
se afirma
No queda
— Inserto
en
el libro
iii
de
El
que fué representado en Zaragoza, en la
puerta del insigne templo del Pilar ricas telas.
poeta musical, que no nos pesa
noticia
sacro.,
en
un
teatro
adornado de
de ningún viaje de Lope de Vega á
Zaragoza antes de 16O4; pero no es inverisímil que pasase á aquella
ciudad desde Valencia, durante su destierro, que Barrera coloca
AUTOS Y COLOQUIOS
Con
entre 1585 Y 1588.
esto tendríamos
que de todos modos pertenece
del auto,
Le reimprimimos conforme
á
la
4I
aproximadamente
la
fecha
al siglo xvi.
edición príncipe de 1604, resta-
bleciendo las acotaciones marginales, que indebidamente se omitie-
ron en
edición de Sancha. Estas acotaciones son de
la
Escritura, de Aristóteles, de Tertuliano, de
de San Agustín, de San Gregorio Santo rrir
Tomás y de
para
las
Sagrada
la
San Juan Crisóstomo,
Magno, de San Bernardo, de
el
Titelmann, á quienes se ve que Lope solía recu-
nociones
filosóficas.
El auto es de aquellos en que
la alegoría eucarística está violen-
tamente sacada de una costumbre popular, y que en el presente caso es de origen gentílico. Tal es la Maya, que nuestro Diccionario «Niña que en
define:
y
los días
de
fiesta del
mes de Mayo, por juego
divertimiento, visten galanamente en algunos pueblos, y
sentada sobre una mesita en á los
que pasan». Algo
la calle,
difiere la definición
el
ponen
que da Covarrubias en
su Tesoro de la lengua castellana (primera ed., pág.
porque
la
pidiendo otras muchachas dinero
maleante lexicógrafo toledano alcanzó
533),
quizá
en forma
la fiesta
menos remota de
sus orígenes paganos, y á la vez más dramática: «Es una manera de representación que hacen los muchachos y las
doncellas, poniendo en un tálamo el
matrimonio».
por
la
La Maya
Academia que
á
el
Grande
exclama
el
la
definida
la
Alegría,
de Covarrubias.
la
Hoy
un niño y una niña, que significan
de Lope más se asemeja á
Alma ha de
fiesta
Cuerpo; entran
el
ser Maya:
quiero hacer,
Regocijo,
el
Contento y
con pandero, guitarra y sonajas, y el Alma, vestida de Maya, con muchas joyas: siéntanla detrás de una mesa llena de flores; el
Entendimiento
la
pone delante
repite esta letra popular,
el
plato petitorio,
que festejaba á
la
Castilla:
Esta Maya lleva
Que
las otras no.
la flor,
Maya en
y las
la
música
aldeas de
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
42 Restos de
la
antigua representación semidramática deben de ser
otros cantarcillos intercalados en el auto, v. gr.:
Dad para
la
Maya,
Gentil mi señora;
Más vale
Oue
la
fama
hacienda
la
sola.
Toca garabato, Pase
Que no
el
toca.
pelado
lleva blanca ni cornado:
Pase
el
pelado.
Pase, pase el mal vecino,
Que
Maya
á afrentar la
Echad mano
vino...
á la bolsa,
Cara de rosa;
Echad mano
Buen
esquero,
al
caballero.
Echad mano á ese costado, Y dadnos alguna cosa, Cara de rosa.
y quizá también
ia letra del baile
Dio
el
novio á
la
con que termina
el
auto:
desposada
Corales y zarcillos y patenas de plata.
Estas reminiscencias de poesía (^y quién sabe pular dan cierto valor tradicional á este otras obras de
supersticiones
aiito^
si
de teatro?) po-
que,
como
tantas
Lope de Vega, recoge el último eco de antiquísimas que yacen en la capa más honda de nuestra cultura
occidental. Todavía resuena en labios de los griegos modernos, se-
gún testimonio de Fauriel al
(l)
y de Ampére
(2)j
un canto análogo
chelidonismos, ó canción de la vuelta de las golondrinas,
tonaban
los
que en-
muchachos de Rodas, y cuyo texto nos conservó Ate-
(i) Chants populaires de la Gréce moderne. Discurso preliminar, páginas 28 y 104. La Grece, Rome et Danie, pág. 59. (2)
AUTOS Y COLOQUIOS neo; I.°
y todavía
de
los descendientes
de Mayo con un
estribillo
helenos celebran
los
análogo
43 el
día
del auto de Lope: «¡Bien
al
venida, bien venida nuestra ninfa Maya!» Resto evidente de los antiguos homenajes á la diosa de
Nada de
particular ofrece la versificación de este auto;
puede considerarse dividida en el
primavera.
la
primero y
el
romances con
tres
último cantados por tres músicos,
la
loa
distinto asonante, el
segundo reci-
tado por un actor que hacía de prólogo. El primer romance está
cortado tres veces por este ritornelo:
Vos ])e
En
el
Predominan en
uno de el
Cupido
prólogo está en germen
El Verdadero
derón,
sois aquel
amor vendado y por amor vendido.
el
la
idea de
auto
la
Alegría y
el
y
las quintillas,
ellos sobre esta letra picaresca,
Cuerpo,
un célebre auto de
Cal-
dios Pan. sólo
hay dos romances,
que tañen, bailan y cantan
Regocijo:
Vida bona, vida bona, Vida, vamonos á
Es
la
la gloria.
popularísima chacona., que con tanto brío y animación des-
cribe Miguel de Cervantes en una de sus Novelas ejemplares
El
baile de la
chacona
Encierra la vida bona. Hállase
Que
la
ejercicio
allí el
salud acomoda,
Sacudiendo de
Á
la
Bulle
De
los
miembros
pereza poltrona. la risa
en
el
pecho
quien baila y de quien toca,
Del que mira y del que escucha Baile y música sonora. Vierten azogue los pies, Derrítese
(i)
La
Ilusire fregona.
la
persona.
(l):
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
44
El brío y
En
Y Y
la
ligereza
los viejos se
en
los
sobre
remoza,
mancebos
modo
£1 baile
se ensalza,
se entona.
de la chacona
Encierra la vida bona.
¡Qué de veces ha intentado
Aquesta noble señora,
Con la alegre zarabanda, El pésame y pena mía, Entrarse por los resquicios
De
A
las casas religiosas,
inquietar la honestidad
Que en
Si la
las santas
celdas mora!
chacona había llegado á inquietar
casas religiosas, á nadie
irrupción en
el
teatro sacramental,
bailes profanos, glosados
el
sosegado recinto de
las
puede admirar que hubiese hecho también
por
la
como
tantas otras canciones
y
indulgente devoción de los poetas,
con no poco regocijo y algazara más ó menos honesta de los píos espectadores. IV.
bro
IV
El Hijo pródigo
{representación moral).
— Inserta
en
el li-
de El Peregrino en su patria (1604). Se supone representada
en Perpiñán
el
día de Santiago, por actores venidos de Barcelona:
«Nise y Finea salieron de Marsella y vinieron á Perpiñán poco á
poco por ron á
la
la
aspereza de los montes que dividen
la
Francia. Llega-
ciudad un domingo, donde algunos de los soldados caste-
llanos hacían
una
fiesta al
Patrón de España; vieron aquella noche
grandes luminarias y fuegos, y otro día en un theatro una repre-
que desde Barcelona habían traído y conducido á hacían, para mayor regocijo de su fiesta».
sentación, la
Da digo,
asunto á esta moralidad
la
Casiodoro de Reina
que
parábola evangélica del Hijo pró-
tomada del capítulo xv del Evangelio de San Lucas
que transcribiremos conforme á
los
la
(v.
II-32),
vetusta traducción del heresiarca
(l):
(i) La Biblia, que es los Sacros Libros del Viejo y Nuevo Testamento. Trasladada en español 1569 (llamada comúnmente del Oso). Como mi propósito en estas observaciones es puramente literario, no tendré reparo en presentar
AUTOS Y COLOQUIOS
Un hombre
fll.
...
»I2.
Y el
parte de
tenía dos hijos.
más mozo de
ellos
dixo á su padre: «Padre,
hacienda que me pertenece.»
la
45
Y
dame
la
// les repartió la ha-
cienda.
Y después de
»I3.
mozo
no muchos
días,
juntándolo todo,
partióse lejos, á una provincia apartada,
y
allí
el hijo
más
desperdició su
hacienda, viviendo perdidamente.
Y
»I4.
hambre en
Y
5>I5. el
desque
lo
hubo todo desperdiciado, vino una grande
y comenzóle á faltar. uno de los ciudadanos de aquella
aquella provincia, fué
y
llegóse á
tierra,
cual lo en\-ió á su cortijo para que apacentase los puercos.
Y
»l6.
mían
deseaba henchir su vientre de
los puercos;
Y
»!/.
mas nadie
volviendo en
mondaduras que co-
las
se las daba. dixo:
sí,
«¡Quántos jornaleros en casa
»de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de chambre!»
Levantarme he é yré á mi padre, y
»l8.
»peccado he contra
Ya
•¡>\g.
el cielo
y contra
decirle he: «Padre,
ti.
no soy digno de ser llamado tu
hijo;
hazme como
á
»uno de tus jornaleros.»
Y
»20.
levantándose vino á su padre.
lexos, vídolo su padre, él
y
fué
Y
como aun
estuviese
movido á misericordia; y corriendo á
derribóse sobre su cuello y besólo.
Y
»2I.
»contra
el
»22.
peccado he contra
ya no soy digno de ser llamado tu
ti;
^vestido,
hijo le dixo: «Padre,
Mas y
el
vestildo;
y poned
y
hijo.»
padre dixo á sus siervos: «Sacad luego anillo
el cielo
el
principal
en su mano y zapatos en sus
»pies.
muestras de las diversas traducciones castellanas de la Biblia, sin excluir las hechas por autores no católicos en el mejor siglo de nuestra lengua, aprovechándolas en todo aquello en que su interpretación no difiere de la autorizada por la Iglesia. De otro modo, hubiera tenido que caer en la impertinente pedantería de copiar los textos originales y traducirlos por mi cuenta, ó de transcribir las tan conocidas versiones de Scío y Torres Amat, que cualquiera que sea su mérito, tienen siempre el inconveniente filológico de no derivarse de la verdad hebraica y griega, sino de la Vulgata latina, y de no valer ni con mucho, como textos de lengna, lo que valen Juan de Valdés, Francisco de Enzinas ó la Ferrariense.
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
46
Y
»23.
traed
becerro gruesso, y mataldo: y comamos, y
el
»hagamos banquete. Porque
muerto
este
mi
hijo
»dido, y es hallado.»
Y
comenzaron á hacer banquete.
»24.
Y
»2 5.
el
más
Y
»26.
y ha
oyó
la
llamando á uno de
revivido: avíase per-
campo,
viejo estaba en el
llegó cerca de casa,
y
v^ino
su hijo
era,
cymphonía y los
las
el cual,
como
danzas.
siervos,
preguntóle qué era
es venido,
y tu padre ha muer-
aquello.
Y
•»2'] .
»to
él le
«Tu hermano
dixo:
becerro gruesso, por haberlo recibido salvo.»
el
Entonces
»28.
Mas
»29.
él,
enojó,
él se
ces, saliendo, rogábale
y no quería
entrar. El padre enton-
que entrase.
respondiendo, dixo
al
padre:
«He
aquí tantos años
»ha que te sirvo, que nunca he traspassado tu mandamiento, y me has dado un cabrito para que haga banquete con mis
»nunca »
amigos.
Mas desque vino
»30,
este tu hijo,
»con rameras, hasle matado El entonces
»3I.
el
le dixo:
que ha englutido
tu hacienda
becerro gruesso.» «Hijo, tú siempre estás conmigo,
y
»todas mis cosas son tuyas. »32. »este tu
Mas hacer banquete y holgamos era menester: porque hermano, muerto era y revivió: habíase perdido, y es ha-
llado.»
Aunque drama
se prestaba admirablemente al primitivo
este asunto
litúrgico,
no encontramos texto alguno de
ción de Du-Méril, ni en siglo
XV tenemos
la
la
de Coüssemaker.
En
el
él, ni
en
la
colec-
teatro francés del
Moralité de V Enfant prodigue par personnages,
translatée de latín enfrangais, selon
de VEvangile
le texte
Esta obra, extraordinariamente pedestre y
trivial
como
(i).
casi todas
de su época, consta de unos mil quinientos versos, y termina con un discurso en prosa, destinado á explicar el sentido
las del teatro
Analizado ya por los hermanos Parfait en su Histoire du Théatre frantomo iii, págs. 139 á 147), y por el Duque de la Valliére en X^Biblioilieque du T/iéaire franfais. (Dresde, 1768, tomo i, pág. 4.) Vid el Dic(i)
í:«íj-
(París, 1745,
tionnaire des Alystéres del
Migne.
Conde de Douchet en
la
Enciclopedia teológica de
AUTOS Y COLOQUIOS
moral de
«Es de notar
la pieza.
jes son tres, el el hijo pródigo.
padre y sus dos
(dice)
de
hijos,
Y moralmente,
que
y
pecadores. Por
los principales
los cuales el
este padre es Dios,
son dos maneras de gentes que hay en los otros
47
el hijo
mundo,
el
mayor
persona-
más joven
es
y
sus dos hijos
los
unos buenos
se entienden los justos,
que
siempre están unidos por gracia con Dios, que es su padre, y por pródigo los pecadores, que disipan locamente los bienes re-
el hijo
y regocijos mundanos.» Los personajes el sagrado texto no haya más
cibidos de Dios, en deleites
no son menos de doce, aunque en
que cuatro. El ignorado poeta ha añadido pación del hijo pródigo, té,
etc.
Gran parte de
la Garriere^ las
Fin
los
compañeros de
disi-
Coiir-Doiix^ V Enfant gas-
escenas pasan en una casa de juego y
mancebía.
En la
obra más antigua sobre este argumento es
el teatro italiano la
Rappresentazione del Jig lino lo prodigo, composta per messer Cas-
estampada en edición gótica
tellano Castellani,
indudablemente de Florencia, á principios del
mente reproducida por
el
sin
nífico Lorenzo; fué profesor Pisa,
los
siglo xvi,
En
sus
manos
la
y
pero
reciente-
tiempo del Mag-
de Derecho canónico en
la
Estudio de
el
más fecundos compositores de rimas
representaciones piadosas en reales.
ni lugar,
docto Alejandfo de Ancona en su copio-
sa colección dramática (l). Floreció Castellani en
y uno de
año
sacras
y de
habitual forma toscana de octavas
parábola del Hijo pródigo se va acercando
más y más al drama profano: las escenas de jugadores están tratadas con mucha bizarría; la expresión de los afectos tiene un color y una viveza que contrastan con francesa;
y todo
el
el
hórrido prosaísmo de
la
moralidad
conjunto respira naturalismo poético, todavía
sano y noble: digno, en suma, de
la
ciudad y del siglo en que
la
Representación se dio.
Hubo
otras sobre
el
mismo argumento, y Ancona
Festa del Vitel Sagginato,
la
las
cita:
la
Rappresentazione del Figliuol prodigo,
de Monna Antonia, mujer de Bernardo
Pulci. Esta última pieza
todavía sigue estampándose para uso del pueblo, y hay reciente (ij
Sacre Rappresentazioni dei secoli xiv, xv
cura di Ales Sandro páginas 357 á 389-
a' Ancona
e xvi, raccolte e illustraie
(Firenze, Successori
Le Monnier,
1872),
per
tomo
i,
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
48
edición de Luca. Pero
la definitiva
forma del argumento, conver-
tido ya enteramente en drama profano, se
más fecundo
siglo XVI el
del Renacimiento,
dio á mediados del
la
é ingenioso quizá de los poetas cómicos
Juan María Cecchi, en una pieza que no es gran
hipérbole calificar de bella: deliciosa pintura de costumbres florentinas
que apenas conserva de
Con
error afirma
parábola más que
la
Ancona que
este asunto
otras literaturas fuera de la italiana
ha sido cuatro veces por tigua
Auto
el
códice de hijo,
un
la
lo
la
no se
del Hijo pródigo,
que ocupa
En
Biblioteca Nacional.
el
halla tratado
En
la francesa.
menos. Tenemos por
forma más an-
la
núm, 48 entre
los del
son figuras «el padre,
él
en
castellano lo
el
madre, un portugués, Seudulo, una mujer ena-
villano, la
morada, una moza, un porquero,
Es
y
el título (l).
segunda, y
mucho más
el hijo
notable,
mayor».
Comedia
la
pródiga...^ com-
puesta y moralizada por Luis de Miranda^ placentino, en la cual se contienen {demás de su agradable y dulce estilo)
avisos
muy
trando
los
necesarios
muchas sentencias y
para mancebos que van por
el
malas mujeres y traidores
sirvientes,
Martín de Montesdoca, en 1554
impresa en
(2)-
Sevilla,
la
en casa de
Don Leandro Fernández de
Moratín, que en sus Orígenes del Teatro español fué llamar
mundo, mos-
engaños y burlas que están encubiertos enfijtgidos amigos,
el
primero en
atención sobre esta rara pieza, dando un extenso análisis
acompañado de algunos recimiento,
extractos, hace de ella extraordinario enca-
mucho más digno de
de sus
juicios:
fábula,
que
«Está
es, sin
muy
notarse dada
la
bien desempeñado
duda, una de
las
habitual acerbidad
el fin
moral de esta
mejores del antiguo Teatro es-
pañol: bien pintados los caracteres, bien escritas algunas de sus escenas: las situaciones se suceden unas á oteas,
aunque no con
cular artificio dramático, siempre con verosimilitud
¡Lástima que á todos estos méritos, y
humana en de
la
(i)
los diálogos
y en
al
y
grandísimo de
las situaciones,
parti-
rapidez». la
verdad
no pueda añadirse
el
cabal originalidad, puesto que la comedia de Luis de Miranda
Commedie
inedite di G. Cecc/u\ pubblicate
Monnier, 1856), tomo i. Reimpresa por la Sociedad de (2) Geofrín, 1869).
da G.
Jllilaiiesi (Firenze,
Bibliófilos Atidaluces (Sevilla,
Le
imp. de
AUTOS Y COLOQUIOS
y muy bien hecha de
es sobre todo una imitación libre
y acomodada de
chi, traída
no
alguna reminiscencia de
sin
Á
costumbres
las
comedias siguió
estas
el
49
de Cec-
la
italianas á las españolas,
las Celestinas!
auto de Lope,
mayor poeta incompa-
rablemente que Cecchi y que Luis de Miranda, pero en este caso menos afortunado que ellos, por haber hecho retrogradar el arguá los límites de la antigua moralidad con personajes alegóri-
mento
cos, quitándola el la
habían dado.
amplio desarrollo humano que sus predecesores
De no
atenerse á
divina sencillez de
la
la
parábola
más habían de interesar siempre, representadas tan al como en la Comedia de Luis de Miranda aparecen, las andande Pródigo, que sigue como soldado aventurero al capitán que
evangélica,
vivo zas
pasa por su pueblo levantando bandera, y corre por ferias y mesones
malbaratando su dinero entre rufianes y mozas del partido, que las frías personificaciones alegóricas
civia, la
cía la
juventud y
el
de
la Lisonja., el Deleite., la
Las-
Engaño. Es para mí seguro que Lope cono-
Comedia Pródiga, pero no hay reminiscencias de
ella
en este
más bien en algunas escenas de El Rufián Casirucho, y todavía más en la excelente comedia de La Prueba de los amigos, auto, sino
inédita hasta estos últimos años. el
A
falta
de interés dramático tiene
auto de Lope dos bellísimos trozos de poesía
figurar
en cualquier antología. Es
tus Ule de Horacio (Ep.
wing
(i),
porque está
ii),
llena
el
que con razón de
lírica,
dignos de
primero una paráfrasis del Bea-
facilidad
califica
Ticknor áefio-
y de armonía:
¡Cuan bienaventurado
Justamente se llama
Aquel que como yo contento
Es una canción real de cuatro sueltos, á
excepción de
los
estancias,
vive...
de á trece versos, todos
dos últimos, en esta disposición:
(i) Tomo II de la edición de 1863, pág. 200. Schack (tomo 11, pág. 410) presenta también un pequeño análisis de este auto. Por cierto, que en la traduciii, pág. 200), que por lo general es excelente, no están interpretadas con exactitud las palabras die Geschichte von verlornen Sohn,
ción castellana (tomo
que no quieren decir en este caso
la historia del niño perdido, sino la historia
del Hijo pródigo.
Mbséxdez
y '?Y.\.k^o.— Estudios sobre
el
Teatro de Lope de Vega.
4
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
50
Ríndenme aquí
montes
los
Su leña en el invierno, Sus sombras y frescura en Su
verano,
el
cristal estas fuentes,
Su fruto aquestos
árboles,
Estos sembrados sus espigas rojas,
Su lana Sus
estas ovejas,
flores estos
campos,
Sus peces estos
ríos.
Estas aves su música:
Dichoso yo, que de
la
envidia lejos.
Sin servir á ninguno. Ni vivo importunado ni importuno.
Lope
tenía especial cariño á esta
nuestros clásicos:
más
bella
de estas
oda de Horacio, tan favorita de
muchas veces y siempre con felicidad: la imitaciones puede leerse en el libro de los Pas-
la
imitó
i
tores de Belén.
El segundo fragmento
y
versificado en el
lírico
digno de consideración en este auto,
mismo género de
estancias, es la oración del
arrepentido hijo pródigo, sembrada de reminiscencias de los salmos: Perdona, padre mío.
Mis culpas y pecados: La brevedad advierte de mis
días:
Pequé, Señor inmenso...
En
el
diálogo predominan las redondillas: hay también tres octa-
vas reales, un romance cantado por músicos
y una
glosa de la an-
tigua canción ya trovada por D. Diego Hurtado de Mendoza: Esta es
la justicia
Que mandan hacer Al que por amores
Se quiso
perder...
La mayor complicación métrica de es posterior á los otros tres autos
obstante,
muchos resabios
esta pieza pudiera indicar
de El
que
Peregrino. Conserva, no
del teatro primitivo, entre ellos el
macarrónico de diversas lenguas, y en especial del
empleo
italiano, al
modo
AUTOS Y COLOQUIOS
que
había hecho Torres Naharro en
lo
5!
y en
Serafina
la
la
Tine-
laria.
Del prólogo se desprende que Baltasar de Pinedo representó
Lope de Vega hace de
principal papel en este auto.
él el
el
más cum-
plido elogio, encareciendo sobre todo su excelencia en el gesto
y en
la acción:
Baltasar de Pinedo tendrá fama,
Pues hace, siendo príncipe en su
arte,
Altas metamorfosis de su rostro, Color, ojos, sentidos, voz y afectos.
Transformando
Que
la
gente.
Mas no
es justo
os diga lo que aquí ver¿is tan presto,
Recitando esta tarde un hombre pródigo.
Ya
rico y fuerte, ya
perdido y mísero.
Sólo os suplico que le oigáis atentos...
No
son muchas
las noticias
que tenemos de este actor celebrado
por tan excelente. Lope de Vega vuelve á mencionarle Peregrino en su patria,
como
al fin
de El
«maravilloso entre los que en España
han tenido ese
título», y nos da la noticia de haber estrenado su comedia La Fuerza lastimosa. Llay referencias á él en la Plaza uni-
versal de ciencias
que
y
de Cristóbal Suárez de Figueroa (1615),
artes,
cuenta entre los comediantes célebres: en
le
del licenciado Francisco de Cáscales (1616),
en
arte histriónica»; en
el
so (1620), que nos da tar la corte
y
Lope);
La
que
las
Tablas poéticas,
le apellida
«famoso
Villana de Vallecas, del maestro Tir-
la noticia
de que Pinedo acababa de alboro-
con El Asombro de la Limpia Concepción (comedia de
finalmente,
en
El Buscón, de Ouevedo
(1626),
cuyo
protagonista, cuando se aficionó á la carátula, «reprehendía á Pine-
do
los gestos».
bizarro fiesta
que
y generoso esclavo
de San José en
la
(i)
184.
del Santísimo Sacramento, costeando la
los Trinitarios
Descalzos»
imperial ciudad de Toledo hizo
en IÓ05,
na
Consta que «á 19 de Marzo de 1614 se lució como
la
al
(i).
En
las fiestas
nacimiento de Felipe
compañía de Pinedo representó en
el
IV
salón del Ayunta-
Fernández-Guerra (D. Luis): D. Juan Ruiz di Alarcdn y Mendoza, págiDalo tomado del Libro de la fundación y acuerdos de la Congregación
de Esclavos del Santísimo Sacramento.
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
52
miento
el título
En
comedia de Lope, El Gallardo catalán^ inserta luego, con
la
de El Catalán valeroso, en
Pinedo representó delante del Rey
La Casa
parte segunda de las suyas.
la
de Lerma de Septiembre de 1617,
las fiestas
confusa.
la
comedia del Conde de Lemos,
Al año siguiente de 16 1 8,
lamanca, representando en
el
compañía de
la
le
encontramos en Sa-
patio de las escuelas
mayores una
la Concepción, compuesta por Lope de Vega, que debe misma que dos años después menciona Tirso.
comedia de de ser
la
El prólogo en versos sueltos que precede
al
auto es en su última
parte un curiosísimo catálogo laudatorio de personajes contempo-
ráneos de Lope, y distinguidos por una razón ó por otra. Pedroso,
prólogo en su colección de Autos sacramentales,
al insertar este
frente de
El Viaje del Alma,
le
adicionó con
muy interesantes
que reproduciremos por apéndice, cuando llegue primir El
al
notas
turno de reim-
el
Peregrino. Las relativas á músicos han sido ampliadas por
nuestro docto colega D. Francisco Asenjo Barbieri.
Alguna aclaración merece de
los
los
Zanes
Zanes de
Eran
los
italianos:
lo
«danza
que en el
este auto se dice
juego diestramente,
de
al
la
danza
modo que
Italia».
Zanni una máscara lombarda y veneciana, como los siguientes versos de un canto carnascialesco
demuestran
lo dé'
Zanni, compuesto por
el
propósito por
Ancona en
orígenes de
escena italiana:
la
Facendo
florentino
su reciente
11
bergamasco e
N'andiamo
in
E
commedie
'1
recitar
Lasca,
y citado
á este
y doctísima obra sobre
'1
los
veneziano
ogni parte, é
la
nostra arte.
Mentre che noi facciamo oggi Noi siam disposti di
la
nostra
pai-er toscani,
Che nella stanza nostra Sarem poi bergamaschi e veneziani.
Vasari, en la biografía de Bautista Franco, nos da á entender tales
tas
máscaras comenzaron á mediados del
de moda en
Roma
por una cuadrilla de
siglo xvi, artistas
y
que
fueron pues-
de buen humor.
AUTOS Y COLOQUIOS al frente
de
la
cual figuraba Juan
nombre parece evidente
del
Andrea
53
dell'
Anguilara
La
(l).
Z
indicio del dialecto veneciano. El céle-
bre Ganasa (Juan ó Alberto) fué uno de los primeros Zanni, y por popularizaron estas artes juglarescas en España. Por los años
él se
de 1574
en Madrid una compañía en que alternaban
dirigía
las re-
presentaciones bufonescas con los títeres y juegos de manos. Volvió á España en 1 603, y sus donaires y habilidades debían de estar
muy
en
auto. El
la memoria de todos cuando Lope de Vega escribió su mismo Lope, en la Filomena^ habla de «los donaires de
Ganasa y de Trastulo», y en unos versos del Romancero general de 1604 también hay referencia á ambos juglares italianos:
Que nos besa y nos engaña Como Ganasa á Trastulo (2).
No cona
era el (3) le
sar los
tal
Ganasa personaje de poca cuenta, puesto que An-
concede
montes á
la
el
honor de haber sido
comedia
italiana,
el
primero que hizo pa-
divulgándola en Francia y en
España; y consta, por otra parte, que ganó muchísimos dineros en Madrid, «robando igualmente
el
como
aplauso y dinero de todos»,
dice Ricardo de Turia (4) y lo confirma Rodrigo Fernández de Ri-
que sea
bera, 6 quien quiera
el
autor del inédito
poema de La Asi-
naria:
Y
de encerrar en un corral Ganasa
Asnos
Ganó
Y
(cual otros
con más toldo agora),
para fundar familia y casa
(5).
basta de cosas incidentales, aunque quizá no parezcan inúti-
más
cabal inteligencia de este auto. Su asunto se encuen-
les
para
tra
reproducido con más desenfado poético que inspiración devota
en
el
la
auto sacramental de
El Hijo pródigo^ compuesto por
el
maes-
(i) Origini del Teatro italiano, libri iré. 7 orino, E. Loescher, 1891, tomo página 602. Clemencín: notas al Quixote, tomo iv, págs. 65 y 126. (2)
Tomo
(4)
II, pág. 456. Apologético de las comedias españolas.
(5)
Pellicer (C): Origen de la
(3)
i,
gina 74.
Comedia y del Hisirionismo, 1804, tomo
i,
pá-
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
54
de Valdivielso, é inserto en su libro de Doce autos sacra-
tro José
mentales y dos comedias divinas (Toledo, 1622)
de gusto menos puro en
divielso es
dramático que
ficio
no sólo
(l).
El auto de Val-
pero de mayor arti-
la dicción,
de Lope, y parece escrito teniendo á la vista, de El Hijo pródigo^ sino el de La Maya^ cuyos estribillos
el
reproduce.
No
el
es posible fijar
exactamente su fecha, pero de seguro
es posterior á 1605 (fecha de la primera parte del Quixote), puesto
que contiene una alusión á Sancho Panza.
Nada decimos de El Hijo pródigo, comedia de nimos del
siglo
XVII,
tres ingenios
que se guarda manuscrita en
la
anó-
Biblioteca
Nacional (M-177), porque esta obra, posterior á Lope, ninguna
con su auto.
relación tiene
Y
por
misma
la
razón, es inútil hablar
áe L'Enfant prodigue, insípida comedia de Voltaire (1738), y de alguna imitación que esta obra alcanzó en nuestro teatro del siglo pasado.
V. Coloquio del bautismo de
Cristo.
— Inédito
Nos ha servido de texto un manuscrito de que se dice copiado del original
el
la
hasta el presente.
Biblioteca Nacional,
año 1709.
Los versículos del sagrado texto
á
que ha dado Lope forma dra-
mática en este coloquio, son los siguientes, conforme á
la
traducción
de Juan de Valdés: Evangelio según San Mateo, cap.
«En
aquellos días vino Juan
el
iii:
Bautista predicando en el desierto
de Judea, y diciendo: «Reconoceos, porque se acerca 2>cielos.
Este
aquel de quien dijo
es, cierto,
«Voz que vocea en
sciendo:
el
desierto.»
el
el
reino de los
profeta Esaías, di-
Aparejad
el
camino del
»Señor, haced derechas sus veredas.» »
Y
cinta
el
mismo Juan
tenía su vestidura
de pelos de camello, y tenía
de pellejo arrededor de sus lomos, y su mantenimiento era
langostas
y
miel salvaje.
»Entonces del Jordán,
salía á él
y
él
los
Jerusalén y toda Judea,
bautizaba en
el
y toda
la
Jordán, confesando ellos sus
pecados.
(i)
comarca
Reimpreso por Pedroso en su tomo de Autos sacramentales.
AUTOS Y COLOQUIOS
^Entonces vino Jesús de Galilea tizado de
él,
pero Juan se
»de ser bautizado de
ti,
¡jy
y he aquí
Y
Y
los cielos
respondiendo Jesús,
se le abrieron los cielos,
que decía: «Este
tengo necesidad
bautizado Jesús, subió luego
Dios que bajaba como paloma y venía sobre
de
«Yo
conviene que nosotros cumplamos
así
»toda justicia.» Entonces lo dejó. del agua,
Jordán, á Juan, para ser baudiciendo:
tú vienes á mí?»
«Deja agora, porque
le dijo:
al
lo resistía,
55
mi
es
y he aquí una voz
amado, con
hijo el
de
vio el espíritu
y
él,
el
cual
me
he contentado.» Capítulo
iv:
«Entonces Jesús fué llevado por
el
espíritu en el desierto á ser
Y habiendo ayunado cuarenta días y cuarenta hubo hambre, y viniendo á él el tentador, le dijo: «Si de Dios, di que estas piedras se tornen panes.» Y él, res-
tentado del diablo. noches,
al fin
»eres hijo
pondiendo,
dijo:
«Escrito está:
»de toda palabra salida de
^Entonces sobre
lo
el ala del
toma
la
diablo
el
templo, y
No
de sólo pan vive
el
hombre, pero
boca de Dios.»
y
lo lleva
ala santa ciudad y
le dice: «Si eres hijo
lo
pone
de Dios, échate de
»aquí abajo, porque escrito está que á sus ángeles mandará por
»y tomaránte sobre
las
»tu pie.» Díjole Jesús:
manos para que no «También
ti,
tropieces en piedra con
está escrito:
No
tentarás al
Señor
Dios tuyo.
»Otra vez
lo
toma
el
diablo
muéstrale todos los reinos del
«Todo
esto te daré
si
he aquí
los
él
lo lleva á
mundo y
un monte
la gloria
derribado en tierra
le dijo Jesús: «¡Vete, Satanás!,
>tuyo adorarás, y á
y
me
porque escrito
muy
dellos,
y
y
dícele:
adorares.» Entonces está:
Al Señor Dios
sólo servirás.» Entonces lo dejó el diablo,
y
ángeles vinieron y lo sirvieron.
»Oyendo, pues, Jesús que Juan estaba preso, se apartó á
y dejando
alto,
á Nazaret, viniendo,
en
las
lo
que estaba dicho por
moró en Caphernaum
comarcas de Zabulón y Neptalim, á el
fin
la
Galilea,
marítima,
de que se cumpliese
profeta Esaías, que dice: «Tierra de
»Zabulón y Neptalim, camino del mar allende el Jordán, Galilea de los gentiles, el pueblo asentado en la oscuridad, dio grande
)»la
»luz,
dó
y á 4os asentados en región y sombra de muerte
luz.»
les
man-
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
¿6
»Desde entonces comenzó Jesús á predicar y »catad que está cercano
»Y andando
el
Jesús junto
decir:
«Reconoceos,
reino de los cielos.» al
mar de
Galilea, vio
dos hermanos, á
Simón, llamado Pedro, y á Andrés, su hermano, que echaban la red díceles: «Venid tras mí, y en el mar, porque eran pescadores. »haréos pescadores de hombres.» Y ellos, dejando luego las redes,
Y
Y pasando
le siguieron.
de
allí,
vio otros dos hermanos, á Jacobo el
de Zebedeo, y á Juan, su hermano, en una barca con el Zebedeo, llamólos; y ellos, dejando luego su padre, remendando sus redes.
Y
la
barca y á su padre,
lo
siguieron.
rodeaba Jesús toda Galilea enseñando en sus sinagogas y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda
»Y
dolencia en
el
pueblo;
traíanle á todos los
su fama por toda la Siria,
y divulgóse
y
enfermos de diversas enfermedades, y contre-
chos de torozones, y endemoniados y lunáticos y paralíticos, y sanábalos, y seguíanlo muchas gentes de Galilea y Decápoli, y de Jerusalén
y Judea, y de allende
Evangelio según San Marcos «22.
Y
mundo,
Y el
había en
cap.
i:
la
como
»26.
enseñaba como
los Escribas.
Synagoga
dellos
un hombre con
el
Sancto de Dios.»
Y riñóle Jesús, diciendo: «Enmudece, y sal Y haziéndolo pedazos el espíritu inmundo,
gran voz,
espíritu in-
«Ea, ¿qué has con nosotros, Jesús Nazareno?
»¿Has venido á destruirnos? Sé quién eres: »25.
los
qual dio vozes,
Diziendo:
»24.
(2),
(l).
espantábanse de su doctrina, porque
quien tiene potestad, y no »23.
Jordán»
el
salió
de
Y todos
del.»
y clamando
á
él.
manera que inquirían entre sí, diziendo; «¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es ésta, que con »potestad, aun á los espíritus inmundos manda, y le obedecen?» »27.
se maravillaron, de tal
Evangelio según San Lucas, cap. «I. las
Y
aconteció que, estando
compañas
(i)
se derribaban sobre
El Evangelio
v:
él él
al
lago de Genezareth, la
palabra de Dios.
según San Mateo, declarado por Juan de
drid, 1880. (2)
junto
por oyr
Traducción de Casiodoro de Reina.
Valdés;
Ma-
AUTOS Y COLOQUIOS
Y
5>2.
57
vido dos navios que estaban cerca del lago, y los pes-
cadores, habiendo descendido dellos, lavaban sus redes.
Y
»3.
entrado en uno de estos navios, desviara de
góle que lo
de
el
navio á
Y
»4.
el
qual era de Simón, ro-
un poco, y sentándose, enseñaba des-
compañas.
las
como
tierra
cessó de hablar, dijo á Simón: «Leva en alta mar,
>y echad vuestras redes para tomar.»
Y
»5.
respondiendo Simón, díxole: «Maestro, habiendo traba-
>jado toda
la
noche, nada hemos tomado; mas en tu palabra echa-
bremos
la
red.»
»6.
Y
habiéndolo hecho, encerraron gran multitud de pescado,
que su red se rompía. »7.
navio,
Y
hizieron señas á los
compañeros que estaban en
otro
el
que viniessen á ayudarles, y vinieron, y hinchieron ambos
navios que se anegaban.»
El coloquio de Lope puede considerarse dividido en cuatro partes:
bautismo de Cristo, tentaciones en
el desierto,
vocación de San
Pedro, San x^ndrés y los dos hijos del Zebedeo, curación del ende-
moniado. La pesca milagrosa aparece sólo en relación. Entre
el
cúmulo de dramas
litúrgicos latinos, misterios franceses,
y miracle-plays ingleses, que andan de molde, no recordamos ninguno que tenga por especial asunto
sacre rappresentaziorii italianas
los pasos evangélicos indicados, salvo la Rappresentazioni di S. Gio-
vanni nel
Feo
deserto^
Belcari
compuesta en
y Tomás Benci
la
(l), si
segunda mitad del bien ésta se limita á
siglo
xv por
escena del
la
bautismo.
El coloquio de Lope, que es bastante endeble, y no ofrece materia para ninguna observación particular, tiene en circunstancia de presentar, tres sonetos,
tro autos de
VL
parte métrica
lado de las redondillas
y
El
Peregrino-,
y que parece
indicio
la
quintillas,
combinación que no habíamos encontrado en
los cua-
de fecha posterior.
Coloquio pastoril en alabanza de la Concepción... Lleva al
cabo un romance
VIL Segundo
{})
al
la
muy gracioso^
en vizcaíno, de la
coloquio de Lope de
Reproducida por Ancona,
vol.
i,
misma
materia.
Vega entre un portugués
págs. 241 á 253.
y un
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
58 castellano^
un vizcaíno un estudiante y un mozo de muías, ^
en defen-
sa y alabanza de la Limpia Concepción de Nuestra Señora. Repro-
ducimos estas dos rarísimas piececitas, no según
la
primera edición
de Madrid, por Miguel Serrano (que no hemos llegado á ver), sino
conforme á
la
reimpresión que hizo en Málaga Juan Rene, en 1615,
y que generosamente nos ha franqueado D. José Sancho Rayón. Estos dos coloquios se ocultaron á las
la diligencia
de
los editores
Obras sueltas de Lope de Vega. Creemos que Barrera fué
mero en dar
noticia
de
ellos,
que nos ha servido para Participó
la
el pri-
con presencia de este mismo ejemplar
reimpresión.
Lope de Vega en
ción del pueblo castellano
de
al
altísimo grado de
la
fervorosa devo-
misterio de la Inmaculada Concepción
de Nuestra Señora. Sus composiciones á este asunto no tienen número: hasta 34 se registran en años publicó dista
dos
coloquios.,
docto profesor sevillano Rodríguez Zapata
el
mucho de
interesante antología que hace
la
haberlas apurado todas.
Una comedia
(l),
y
entera, estos
innumerables sonetos, romances, villancicos, cancio-
dan testimonio del encendido afecto y del inagotable raudal de armonías con que puso Lope su cristiana nes, octavas
musa lar
al
(sólo
y
glosas,
servicio
de
lo
que entonces era piadosa creencia popu-
combatida, más
logos de los
llamados
ámenos
tomistas).,
y
de soslayo, por algunos teóes
hoy dogma de
la
Iglesia
universal.
Los coloquios no tienen mérito
particular,
specimen de controversia teológica, puesta inteligencias por
modo
familiar
al
salvo
el
de ser un
alcance de todas las
y ameno. Las figuras jocosas del y el mozo de muías, proceden
vizcaíno, el portugués, el estudiante
derechamente de
las representaciones del siglo anterior,
peles en que había sobresalido
y eran pa-
Lope de Rueda. El segundo
colo-
Inmaculada Concepción de la Santísima ] Irgen María, y Señora Nuestra, dispuesto y ordenado por el dador en Letras D. Francisco Rodríguez Zapata; Sevilla, imprenta de Girones y Orduña, 1875. En la página 114 y siguientes reproduce un fragmento del primer coloquio pastoril: la relación de Leriano á Danteo: (i)
Madre
Canciojiero de la de Dios
Muy
bien sabes
Fuimos ayer
el
por qué
á la ermita...
AUTOS Y COLOQUIOS
puede considerarse como una especie de en-
quio, en verso suelto,
tremés á
mos
lo divino.
Obras son amores.
VIII.
59
á ciencia cierta
si
— Auto sacramental compuesto no sabe-
en 1615 ó en 1620, porque en
está borrada la primera fecha
y
sustituida
con
manuscrito
el
segunda. El ori-
la
autógrafo todo, salvo los primeros versos, fué adquirido,
ginal,
en 1854, para
la
Hemos
busch.
Biblioteca Nacional, por D. Juan Eugenio Hartzen-
reproducido escrupulosamente este texto, notando
todas las tachaduras
y arrepentimientos
del autor,
minuciosa copia paleográfica que ha hecho oficial
el
conforme á
la
erudito é inteligente
de aquella Biblioteca, D. Antonio Paz y Mélia.
Este auto sacramental alegórico no merecía seguramente dormir
en
olvido en que ha estado hasta ahora. Por
el
serva,
aunque sea de un modo episódico,
representarse en fiesta eucarística el siglo
la
el Sacrificio
un lado nos con-
antigua tradición de
de
Isaac.,
como ya en
XIV acontecía en Gerona:
Vuelve Serán
el
rostro
al
promesas
las
monte Moría:
dos...
El sueño y escala de Jacob es otro de los episodios de la pieza, y pudo antiguamente ser materia de un pequeño drama aislado. Pero todavía
más que
estas consideraciones históricas,
abona
al
auto
la
singular elocuencia poética de algunos trozos, que ni siquiera con el hielo
La
de
las figuras alegóricas llega á
versificación es
muy
entorpecerse.
variada: quintillas, redondillas, silva, ro-
mances agudos, y un soneto con terminaciones agudas también. IX. El Pastor ingrato, 1628. Este auto es el mismo que, con
—
el título
de El Niño pastor, figura con
del Santísimo Sacramento', pero
le
el
núm. lo entre
las
grado otro texto, á veces preferible, en un manuscrito de teca Nacional, tiene rota
impreso de
la
lo
que nos da
fecha. Pero
como
la
Biblio-
este manuscrito
una hoja en una de sus esquinas, hemos suplido con
que
falta. "Est^.
parábola
más dulce y delicada
doroso de
la
Fiestas
insertamos aquí por haber lo-
(así la
el
llama Lope) tiene rasgos
poesía, en aquel género apacible
los autos viejos del siglo xvi, los cuales,
en
la
y can-
expresión
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
6o
mucho
viva y sincera de los afectos, vencen en
pomposas
X. El Nombre de Jesús (auto sacramental). las
á las brillantes
y
alegorías de la escuela de Calderón.
— Con
comienzan
él
Fiestas del Santísimo Sacramento^ repartidas en doce autos sacra-
mentales^ con sus loas
debida
al
uno de
los
celo
también de
y
entremeses^ publicación
y buen gusto
postuma de
1
644,
del licenciado José Ortiz de Villena,
más íntimos y verdaderos amigos de Lope, y colector la Vega del Parnaso. La edición parece preparada con
y no se puede dudar de la autenticidad de su contenido, pues aunque uno de los autos se imprimió también como de
relativo esmero,
y otro como de Mira de Amescua, veremos que no hubo fundamento para tales atribuciones. Es cierto que las loas y los entremeses no son de Lope, á lo menos en su totalidad, pero tampoco Rojas,
el
colector los dio por tales, limitándose á decir que se habían re-
pressentado en la Corte con los autos. Del no vulgar talento poético del licenciado Villena testifican los valientes tercetos
á
la
memoria de Lope; y
del
buen gusto con que cuidó
que
esta colección de autos,
aventajarlos.
sin
Es
logrado aún toda
es
unánime
el juicio
las letras:
corazón en
orden de
poeta
el
como
poeta cristiano en
letras;
tes
las
de
más
el
costumbres
los afectos
vivos de
la
de
la
fama, no han
el
que formuló en
Tomás
la
844 la
que había estudiado como
Naturaleza, lo estudió también
orden de
la
Gracia.
Tomando
pastoriles, tan favorecidas
más
1
Aguiló, reciente-
«¡Cuánta poesía hay encerrada en
linda versificación de estos autos!... Lope,
de
que tene-
estimación que merecen; pero entre los pocos
la
excelente poeta y crítico mallorquín D.
rías
que
los inéditos ó dispersos llegue á
cierto que, por raros caprichos
mente arrebatado á
hacienda
eficaz
son, sin disputa, los mejores
que ninguno de
que han llegado á leerlos el
la
más
poética de su glorioso amigo, no puede darse prueba
mos de Lope,
que consagró
tiernos del
amor
por
sus alego-
las
sagradas
divino, de los transpor-
caridad, de esas relaciones misteriosas del alma
con Dios, de esas alegrías y sequedades espirituales, de esa vida sobrenatural, de esa sociedad inefable revelada é inspirada por el Cristianismo, formó unas églogas tan bellas
como
si las
alas
de su
ingenio hubiesen vagado siempre en las regiones de la teología ascética.
Al
leer aquellos regalados
conceptos que fluyen como un
AUTOS Y COLOQUIOS
6
arroyo de leche y miel, y que tantas reminiscencias traen del Cantar de los Cantares, casi nos parece que
el
nombre
del gran poeta
cómico es un error de imprenta, y que en su puesto debería hallarse el del extático San Juan de la Cruz. ¡Qué lástima que estas hermosas
tengan algunas hojas marchitas y
flores
sin olor!
¡Qué lástima
tener que tropezar de vez en cuando con frases prosaicas, con pen-
samientos pueriles, con meros juegos de palabras indignos de un principiante!
Mas ¿quien para
pios de la época,
Lope de
si
su atención sobre esos lunares pro-
reconoce y saborea
las
Vega?... Calderón tenía la cabeza
bellezas privativas de
más dramática, pero
corazón menos sensible. Su mano, más hábil para trazar del cuadro, no lo era tanto para darle el suave colorido
mosos toques de su predecesor. ¡Ah,
si
nunca sabe hacer
vida, pues casi le
los her-
Calderón, á su destreza in-
superable para formar un ñudo, hubiese reunido bilidad del alma de Lope! Calderón no
y
el
diseño
el
la
exquisita sensi-
debe de haber llorado en su
llorar á sus lectores.
Siempre
se
admira, rara vez enternece; siempre arrastra la fantasía, pocas
veces refresca
el corazón...
Es
cierto
que Calderón en
este género
eclipsó hasta los recuerdos de Lope. Si esto fué fortuna ó justicia,
no nos atañe
el decidirlo.
En
ganaron en combinación y
efecto, estas sagradas composiciones
artificio
dramático
lo
que había ganado
comedia de capa y espada, y en profundidad de intención lo que ennoblecía las comedias heroicas ó filosóficas del mismo autor. Mala
yor trabazón en
mayor
las escenas,
dirigiéndose todas
al
blanco propuesto;
precisión en los diálogos, concretándolos únicamente
greso de
la
acción;
mayor atrevimiento en
las
concepciones;
al
pro-
mayor
y novedad en los accidentes dramáticos: todo esto no sabemos si compensa la carencia de aquella poesía que tal hechizo presfinura
taba á los autos anteriores.»
Es za
cierto
lírica
todavía
que Aguiló va demasiado
más que en
pectáculo, hizo
el
cuando niega toda
belle-
que cabalmente en
ellos,
lejos
á los autos de Calderón, puesto
sus fiestas palaciegas
y comedias de grande
es-
gran poeta singular alarde de aquel lirismo suyo,
espléndido siempre y profuso, aunque á veces intemperante y barroco; pero creemos que no anda el crítico muy apartado de la verdad
cuando nota en
los autos calderonianos
un sabor mucho más dia-
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
62
y
léctico
que
escolástico
porque,
bíblico,
bien están empedrados
«si
de textos y alusiones escriturarias, estos pasajes no son ecos inspirados del poeta, sino citas buscadas por el expositor, autoridades que brotan de
memoria
la
teólogo para explicar
Con
muy
rasgos
erudito,
del
y defender
argumentos de que se vale
la tesis
que se ha propuesto»
el
(l).
semejantes caracteriza González Pedroso, en su
elocuentísimo prólogo,
carácter de los autos de
el
Lope y de
los
que, á imitación suya, compusieron Tirso, el maestro Valdivielso,
Mira de Amescua y otros varios. Llama segunda época á ésta para distinguirla del período infantil ó de los orígenes y de aquel otro al cual Calderón
impuso su
sello
y
su nombre, trocando la composi-
ción «de apacible en vehemente, de candorosa en magnífica»;
cuatro briosos rasgos da de
la
cabal
ellos
y
y en
de Lope y sus discípulos
y perfecta semblanza: «El sentimiento religioso que en domina no es avieso ni tétrico ni destructor: vémosle arder,
más por
los autos
el
contrario,
apacible.
como
No hay en
encendida ante
luz
intensa, brillante
el altar,
nación alguna poemas tan suaves
ni
tan di-
rectamente encaminados á poner de relieve bellezas y dulzuras de la religión católica,
como
los
dramas del Corpus, con que se recreó
esta nación en los tiempos de su
mayor ascetismo.
Espíritu de ca-
ridad los vivifica: formúlanse en expresiones de inalterable blandura é infantil donaire; con ser
rehuyen este tema;
•
y y
y,
la
justicia atributo divino, dijérase
en cambio, loan
las
que
magnificencias de Dios
excitan á esperar en su misericordia, mostrándola tan incansable contentadiza, que, á un trazo más, se haría irrespetuoso
dro. Alegres
y
piadosas,
como quien
indicio precioso aquellas obras
bía la
muchedumbre de
de
la
cultura que
su política, regocijada con su
(1)
gente cuyos
instintos
Obras de D. Tomás
al
cua-
dan
catolicismo de-
sus espectadores. Allí se ve la verdadera
índole de nuestra antigua gente..., dichosa con su
raleza,
el
tiene la conciencia en paz,
Agiiiló,
sol,
discreta
y
fe,
contenta con
espiritualista
por natu-
y cualidades (2) reunieron á maravilla
tomo
vi.
Artículos literarios;
Palma de Ma-
y siguientes. En lo bueno y en lo malo, hubiera podido añadir Pedroso, para que no (2) resultara algo irreverente la asociación del nombre de Santa Teresa con el de tan gran pecador, aunque firme creyente, como fué Lope.
llorca, 1883, págs. ¡51
AUTOS Y COLOQUIOS en sus personas dos escritores muertos en siglo: entre los místicos,
nos,
63 el
medio
transcurso de
Santa Teresa de Jesús, y entre los profa-
amabilísimo Lope de Vega.»
el
Schack mismo, que, protestante
y con escasa simpatía todo drama
al
cabo, examina
religioso,
admirables los autos de Lope, por «el
que enlazan
más remoto con
lo
que
intuiciones con
misterios de
Hemos
brillo
que rebosa en su conjunto,
poesía, la vida
el
Creación»
la
reproducido
lo
el
vuelo
al
calificar
de
deslumbrador de su simbólicas
las alusiones
más próximo, y
poeta penetra en
muy
no duda en
profundas
las
alma humana y en
los
(l).
texto de estos autos conforme
el
á'
la
edi-
ción príncipe de 1644 (de la cual es copia á plana renglón la del
tomo
de
XVIII
do sólo
las
Obras sueltas publicadas por Sancha), enmendan-
las
que nos parecen erratas evidentes. Hemos tenido pre-
sentes las correcciones de Pedroso para los cuatro autos que
él re-
La
Siega,
imprimió en su colección, es á saber: Del
Los Cantares, y El Pastor
lobo
y
cabana
Dicho queda que á cada una de no es verisímil que sean de
la
del Palo,
celestial.
las Fiestas del
mento preceden una loa y un entremés, te,
Pan y
los cuales,
Santísimo Sacra-
en su mayor par-
pluma de Lope, puesto que ya
en su tiempo había ingenios dedicados exclusivamente estos géneros cortos,
como
lo fueron
de
al cultivo
Agustín de Rojas de
la loa,
y
del entremés Barrionuevo y Luis Quiñones de Benavente. Las loas
que acompañan á estos autos tienen carácter más dramático que de El Peregrino:
la
su mujer en una procesión del Corpus, es una pequeña pero
ingeniosa escena cómica, que prepara al auto mediante ción de los regocijos didas de telas
y
y
fiestas
brocados,
Gigantes de dos cabezas, Consejos,
de
la
la
la
de aquel solemne
día:
la
las calles ten-
Tarasca perseguida de muchachos, los
procesión de
las
Ordenes y
clerecía, los
finalmente, la asistencia del rey Felipe IV, de la
reina Isabel de Borbón, del príncipe D. Baltasar Carlos, del
(i)
Tomo
muy
descrip-
Custodia bajo palio cuyas varas llevaban los Regidores
la Villa, y,
na, 206.
las
primera, por ejemplo, del villano que pierde á
II
de
la
edición alemana, 415.
Tomo
iii
de
la
Nuncio
edición castella-
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
64
Embajadores de Francia, Alemania y VeTales circunstancias fijan de un modo aproximado la fecha
de Su Santidad y de necia
(l).
los
El Nombre
del auto de
de Jesits^ puesto que en 1629 nació
el prín-
Marzo
cipe Baltasar (que fué jurado heredero de los reinos en 7 de
de 1632), y en Agosto de 1635 pasó de esta vida Lope de Vega. El auto pertenece, pues, á uno de
los
cuatro años últimos de
la
vida
del gran poeta.
El vivo
chistoso Entremés del Letrado (que tiene cierto
y
parentesco con la
víctima de
modelo á
la
comedia de
la farsa francesa Pathelin, salvo ser
la estafa,
De
Zorrilla la
el título
con
del estudiante Pantoja, refunel título
de La mejor razón
la
consulta se hizo entremés aparte, que
de
La Burla
de Pantoja.
Hay
al
princi-
El Letrado una especie de pequeño vocabulario de germa-
que es curioso cotejar con
A
remoto
abogado
estafador) parece haber servido de
el
Las Travesuras
escena de
la
anda impreso con pio de
el
célebre escena del pleito, en la jornada tercera de la
^Nloreto
modernamente por
dida
espada.
nía,
y no
aquí
muy
distintos
por su aplicación, nesca que en
él
el
de Juan Hidalgo
pensamientos nos invita
pero que por
el
(2).
el auto,
sacramental
género de poesía rústica ó
domina, más relación tiene con
los autos del
villa-
Naci-
Lope tituló Los Pastores de Belén, y que contiene algunas de sus más bellas inspiraciones líricas. El auto puede considerarse como una reducción miento y con aquella novela bucólica d
ó compendio de
la
novela.
En
la
lo
divino que
versificación se nota la
misma
y variedad que en todas las obras de la vejez de Lope. Sin menoscabo de la preferencia concedida siempre á las quintillas (el metro de Lope por excelencia), es más frecuente que en sus autos pulcritud
primitivos
el
uso del romance,
él
alternan octavas reales, be-
de silva, y unas regaladas León ó de Malón de Chaide:
llísimos trozos
Fr. Luis de
y con
estrofas líricas, dignas
de
Todo lo relativo á las fiestas del Corpus, en su relación con los autos, incomparablemente descrito en las secciones segunda y tercera del prólogo de Pedroso, al cual basta remitirse. Este entremés de El Letrado está anónimo en el Teatro poético, repar(2) tido e7t veintiún entremeses mievos escogidos de los mejores ifigenios de España; Zaragoza, por Juan de Ibar, 1658. Ninguno de los entremeses de esta colección lleva nombre de autor. (i)
está
AUTOS Y COLOQUIOS
Monte dulce y Al amor y á
^Adonde
Que
fragoso,
ausencia alegre y
la
triste,
mi Esposo,
está
de mirra y de
Sus prados
65
flor
esmalta y viste
Aurora,
al
Argenta fuentes y laureles dora? ¿Adonde el pastor mío
Agora sus ganados apacienta? ¿Por qué margen del río
Pasar
la siesta
¿Qué
valle le
Y
retirado intenta.'^
merece
en sus divinos pies
los lirios crece?
¿Cómo, celestes aves, Sin escuchar su voz, vive mi vida?
Sus requiebros suaves
Me
llevan por los
En cada
Y
montes
del Cielo.
divertida;
veo,
en cada pensamiento
El Heredero
XI.
flor le
— Es
le deseo...
la
parábola de
la viña,
dramati-
zada del modo más bello que puede imaginarse. Evangelio según San Mateo, cap. xxi: «33. •cercóla
Fué un hombre padre de de vallado, y fundó en
renta á labradores^ y partióse »34.
familia, el cual plantó
ella lagar,
y
una
y
edificó torre,
viña,
y
dióla á
lejos.
Y cuando se acercó el tiempo de los frutos envió sus siervos
á los labradores para que recibiesen sus frutos. »35. al
]Mas los labradores,
otro mataron, »36.
al
los siervos, al
Y
la
hijo.»
»38.
Mas
hirieron,
los primeros,
y
y
hicie-
misma manera.
á la postre envióles su hijo, diciendo:
»de mi
uno
otro apedrearon.
Envió otra vez otros siervos más que
ron con ellos de »37.
y
tomando
los labradores,
»es el heredero; venid,
viendo
al hijo,
«Tendrán respeto
dijeron entre
sí:
«Este
matémoslo y tomemos su heredad.»
»39.
Y
»40.
Pues cuando viniese
tomado, echáronlo fuera de el
la viña,
señor de
y matáronlo.
la viña,
¿qué hará á aque-
llos labradores? Meskiidez t Fzláyq.— Esludios sobre
el
Teatro de Lope de Vega.
5
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
66
Dícenle
»4I.
ellos:
«A
malos destruirá malamente, y
los
»viña dará á renta á otros labradores
^tiempos»
Todos
«I. viña.
el
según
así,
le
paguen
su.
el fruto á sus-
(l).
Nuevo Testamento concuerdan
del
los intérpretes
parábola con
cen
que
esta:
capítulo v de Isaías, cuyos primeros versículos di-
la versión
más
literal
que en castellano tenemos
(2);
Ahora cantaré al amado mío cántico de amador para La viña era del amado mío, en recuesto de lozano olivar.
Y
»2.
había cavado,
la
y despedregádola, y
plantádola de es-
cogidos renuevos, y edificado torre en medio de abrió un lagar en
labruscas
ella,
y también
y aguardaba de producto racimos, y produjo-
(3).
Y
»3.
ella:
su.
ahora, oh habitador de Jerusalem,
y varón de Judá,
juz-
gad, pues, entre mí »4.
ijQué
cho yo en
y la viña mía. quedaba por hacer aún á mi
ella?
viña,
que no hubiese he-
¿Cómo, cuando aguardaba yo, por productos,
raci-
mos, produjo labruscas?
Ahora, pues, os haré conocerlo que yo haré con mi viña.
»5.
Quitaré su vallado, y quedará para ser pacida; aportillaré su
y quedará para ser hollada. »6. Y la pondré desolada: no será podada rará
el
cardo y
lluvia sobre ella »7. Israel;
por
Que y
el
juicio,
el
espino.
Y
dejoüá de
hombre de
y he aquí
la sencilla
ni cavada,
y
la
supe-
nubes mandaré para que
Judá, planta es de sus delicias.
la
Y aguardaba
aquí lamento.»
fábrica de su auto.
dos figuras alegóricas, E¿ al
y he
de
Sagrada Escritura levantó Lope de
la
y grandiosa
en arrendamiento
los ejércitos celestiales, la casa
degüellos: por justicia,
El Labrador Celestial planta ella
las
no lluevan.
viña es
Sobre estos pasajes de
Vega
aun á
casa,,
la viña,
Amor
Sacerdocio y
al
pone por guardadores de
divino
y El Prójimo, y
la
da
Pueblo Hebreo-, que pronto se
Traducción de Casiodoro de Reina. Cf. cap. xii de San Marcos (i-io) (1) y XX de San Lucas (9-16). Es la de D. Luis Usoz y Río, ajustada al texto hebreo de Van der (2)
Hooght (Madrid, 1863). Uvas monteses y fétidas. (3)
{^o\.2l
ú&\Sioz}j
AUTOS Y COLOQUIOS
67
emancipan de sus guardas importunos, para entregarse libremente
y
á orgías
mente
regocijos sensuales. El Labrador Celestial envía sucesiva-
de su
tres pastores á recoger el fruto
viña: Isaías, Jeremías
y San Juan Bautista. El primero muere aserrado, dreado,
el
tercero degollado, mientras prosigue
el
la
segundo ape-
estruendosa or-
gía al son del profano canto
A
la viña,
viñadores,
Que
sus frutos amores son;
Á
viña tan galana.
la
Que sus frutos amores son; De color de oro y de grana, Que sus frutos amores son.
Llega entonces á
la
viña el Heredero del Cielo, «resbalando en la
sangre de su primo»; es desoída su voz
muere
crucificado.
rásgase
leza,
la tierra,
de sus profetas, y cúbrese de duelo la Naturala
velo del templo, y truena desde lo alto la voz del
el
Padre, anunciando
la
La severa y
gentiles.
más
Tiembla
como
bellas muestras
reprobación de Israel y terrible poesía
la
vocación de los
de este auto, que es una de
de nuestro teatro
con
religioso, contrasta
las la
dulzura habitual del arte de Lope, pero está en íntima armonía
con
majestad solemne del asunto. Siempre que nuestros poetas
la
encontraron ya creada
la alegoría
en
las
parábolas de
la
Sagra-
da Escritura, anduvieron mucho más felizmente inspirados que
cuando
la
buscaron en combinaciones arbitrarias, profanas y fan-
tásticas.
Este auto no tiene de sacramental más que últimos versos
No hay que sostiene con faltas
y
el
la
apuntar bellezas particulares, porque casi todo
el
decoro debido á
materia, y son
la
muy
él
se
raras las
de gusto. La versificación es robusta y esmerada: redondillas,
tercetos,
romance,
quintillas,
y unas
estrofas líricas al
cantable se reduce á dos bailes, uno de ellos con
cabo de
Lo
aplicación de los
haberse representado en día del Corpus.
los
años mil, y otro con
loa dialogada oitre el Celo
el
y
de
A
la
Fama, y
fin.
La parte
el estribillo
de
Al
la viña, viñadores. el
Entremés del Sol-
dadillo (que finaliza con un baile), ni parecen de Lope, ni tienen
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
68
nada de particular. Del entremés hemos visto una edición suelta
con muchas variantes. XII. Los Acreedores del Hombre.
forma de un
saica
auto, que tiene
notoriamente inferior á
pleito, es
presenta menos rasgos del
—Este
pro-
la
los otros,
y
de Lope. Sin duda por esto han
estilo
dudado algunos de su autenticidad, y Barrera dice que «se halla también atribuido á Rojas Zorrilla». Pero creemos que en esto padeció error
el
y que
diligente bibliógrafo,
simplemente de conservarse en
atribución ha nacido
tal
de Osuna (hoy en
la biblioteca
la
Nacional) una copia del Auto de los Acreedores, de Lope, hecha, no
por
el
insigne autor de
Garda
del Castañar, sino por su
homónimo
presbítero Francisco de Rojas, diligentísimo copista
el
licenciado
y
corrector de muchas obras dramáticas del siglo xvii. Creemos,
y
pues, que el auto es de Lope, aunque no le salió de los
más
felices,
quizá por culpa del argumento, más alegórico que poético. Tal como
evidente parentesco con
es, tiene
del Hombre, que ocupa
el
auto anónimo de
el
número lO en
blioteca Nacional, adquirido en 1844 por
La Residencia
célebre códice de
el el
director de aquel esta-
blecimiento, D. Eugenio de Tapia, y dado á conocer por
en los números el
auto de
cia, el
ne.
La
l.°, 2,°
y
3.°
la
Guarda,
el
Hombre,
Lucifer,
humano (núm.
57 de
misma
la
el
Mundo,
el
Ángel San
Gabriel, el
la
Car-
Auto de acusación
es el
colección), en
intervienen Lucifer, Satán, Carón, Cristo, Nuestra Señora, Custodio,
mismo
Misericordia, la Concien-
la
Obra de pensamiento algo semejante
contra el género
el
de El Museo Literario. Son figuras en
Residencia, la Justicia,
Ángel de
la Bi-
Género Humano y
el
que
Ángel
la Fragilidad.
El tipo de todos estos autos ó moralidades, de procedimiento curialesco,
parece que ha de buscarse en
Misericordia
y
la Justicia,
anteriormente. Y, en efecto, ricas es escena
siente
La el
muy
un poco de
sobre el
antiguo proceso entre
cual ya
el
hemos indicado
la
algo
debate entre estas dos figuras alegó-
principal en
la aridez del
el
el
auto de Lope. El estilo se re-
concepto.
loa en morisco pudiera bien ser
de Lope,
si
atendemos á que
morisco recitante se llama Ametillo; y Ametillo se decía un es-
clavo del contador Gaspar de Barrionuevo, que en Sevilla, en llevaba á la tienda, «por chochos
y
1
603,
avellanas», á las hijas de Lope,
AUTOS Y COLOQUIOS
69
Esto puede no pasar de coincidencia; pero, de todos modos, es curioso
pían
el
documento
lingüístico del
castellano los moriscos
en este trozo, como en
mos de
rebajar
la
los
«Yo
picador,
tiempo de
expulsión,
la
bien así
si
que se dicen compuestos en vizcaíno^ he-
parte de hipérbole propia de
nos ofrece una muestra de cos:
al
la loa
modo y forma en que corrom-
mismo en
lo
la sátira.
Ouevedo
su Confesión de los Moris-
macho herrado, macho
galopeado...», etc.
(l).
De
todos modos, tales barbaríamos, solecismos y corruptelas, sólo de-
más soez entre
bían de ser propios del vulgo
que nunca se observa en
los
numerosos
y que con tanto provecho de
dejaron,
los moriscos,
puesto
libros aljamiados
que nos
la ciencia histórica
han sido
sacados á luz en nuestros días.
El entremés de El Poeta remeda un poco en
el
diálogo la
mane-
de Miguel de Cervantes; pero nos guardaremos de atribuírsele,
ra
porque fueron muchos imitaron, así
como en
delo predilecto, XIII.
al
Del Pan
de entremeses en prosa que
los autores
los
entremeses en verso seguían, como mo-
licenciado Quiñones de Benavente.
y
del Palo.
— No me parece de
de Lope, aunque mereció ser reimpreso en so.
Es de
en
lo pueril e irreverente;
las
le
alegorías
los
mejores autos
colección de Pedro-
la
que de pura ingeniosidad se quiebran y dan toda estriba sobre
el cantarcillo vulgar:
Del Pan y del Palo da mi Esposo;
Me
Vayase norabuena
Uno por
El Pan
otro.
es el de la Eucaristía,
y
el
Palo
de
el
la
Cruz. Obra,
en suma más devota que poética.
Su fecha parece determinada por
este pasaje del comienzo:
REGOCIJO
;Tú eres
el
Buen Año? BUEN AÑO Sí.
(i)
Obras de Quevedo, ed. Fernández-Guerra, tomo
i,
484.
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
yo
REGOCIJO
qué habrá llovido en ü
¡Oh,
Los Abriles y Por
menos no
lo
De
Mayos!
los
te
excusas
casamientos de Reyes.
BUEN AÑO
Tengo de eso cuanto
quiero,
Porque se han casado en mí El Sol y
la
Luna.
Claramente se alude aquí á (luego Felipe IV) con
na
la
infanta
la
las
bodas del príncipe
Don
Felipe
princesa Isabel de Borbón, y de su herma-
Doña Ana de
con
Austria,
rey cristianísimo
el
Luis XIII, celebradas en 1612.
Esta observación el auto, tal cual
la hizo
hoy
le
ya Pedroso; pero conviene advertir que
leemos, fué retocado, ó por su autor, ó
más
bien, según creemos, por algún refundidor torpe y desmañado, para
representarse en
1
629. Dice así
la
primera edición:
REGOCIJO
Y nació Y
mil y seiscientos
veinte y nueve años.
BUEN AÑO
¿Qué
dices?
REGOCIJO
Que
tiene el Esposo bello
Mil y seiscientos y doce años.
BUEN AÑO ¿Y es mozo? REGOCIJO
Sigue tras esto,
No
tuvo ni ha de
tener...
Evidentemente hay contradicción entre
puede
explicarse,
como
la
las
dos fechas, y sólo
explica Pedroso, por una corrección in-
AUTOS Y COLOQUIOS
Enmendaron
•completa y mal hecha.
meros versos,
más
al
la
^l
fecha de l6l2 en los pri-
repetir este auto en 1629,
y luego, pocos versos debe de
adelante, dejaron subsistir la fecha primitiva. El sigue
ser una acotación
malamente confundida con
el texto.
El cual, res-
taurado por Pedroso, dice de esta manera:
Y
Y
nació mil y seisciento doce años ha.
BUEN AÑO
¿Qué
dices?
REGOCIJO
Que
tiene el esposo bello
Mil y seiscientos y doce
Años.
BUEN AÑO ¿Y es mozo? REGOCIJO
Tras esto
No
tuvo, ni ha de tener,
Más de
Que
Debe sobre tas
la
los
treinta
y cumplió
tres, le
que luego
mataron.
notarse en este auto una alusión á
muerte dada
al Sr.
de Castronuevo,
la
al
cantilena popular
volver de unas
fies-
de toros en Medina del Campo:
De noche
le
mataron
Al caballero.
La gala de Medina, flor de Olmedo.
La
Sobre este asunto compuso Lope de Vega una de sus mejores comedias.
En
estos versos, puestos en boca del
Contenta se va mi Esposa,
Y
con razón va contenta:
Á
buena mesa se
Llámela
el
asienta:
cielo dichosa.
Rey
Celestial,
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
72
De
señora de una aldea el
Por
ella
La hay alusión
A
los afectos
La los
de
la
venUira de la /ea,
relativa inferioridad
la
mano
la
de este auto, todavía se
del gran poeta en la expresión ardorosísima
enfermedad del Alma en
la
la
puede pasar por un dechado de mal gusto,
vicios
de
Esposa.
en que se pinta
loa
está:
no se dirá
de otra comedia de Lope.
al título
pesar de
descubre
Rey casada
con
cama de pero
el
entremés de El Robo de Elena es de buen donaire, y á Ticknor le
recuerda
la
representación
de Píramo y Tisbe en
siimmer Nighfs Dreant, de Shakespeare.
una parodia del
Por
las riberas
Bernardo
baile
con
el
la
que de
rica colección
este entremés-
de Arlanza
Carpió venía...
el
en un legajo de mojigangas y á
Mid-
romance
viejo
Se conserva un
Hay en
el
mismo
título
de El Robo de Elena^
bailes manuscritos,
tales
que pertenece
piezas posee D. Aureliano Fer-
nández Guerra. Es composición enteramente diversa y de ignorado autor.
XIV. El Misacantano. feliz:
— Precédele
una loa en
eco,
bastante in-
verdad es que de combinación tan artificiosa poco puede es-
perarse; sólo el donaire 'de Baltasar de[l] Alcázar
una vez tolerable en cambio,
el
el
pudo hacerla por
diálogo famoso entre el Galán
entremés de
La
Hechicera es un
feliz
y
el
Eco.
ensayo en
nero cómico fantástico, además del valor histórico que tiene
documento de supersticiones populares. No de Lope.
Hay un
baile
con
el
mismo
título
es imposible
el
En gé-
como
que sea
en un cuaderno de en-
tremeses manuscritos del Sr. Fernández Guerra.
un auto muy endeble, fundado en las ceremonias de una misa nueva en que es celebrante el mismo Cristo; Pero ni en este auto ni en el anterior, ni aun en el de La Puente del Mundo, donde la alegoría es tan estrambótica, hemos acertado a
El Misacantano
es
AUTOS Y COLOQUIOS
73-,
ver esas supersticiones groseras y vulgares (l) en que, según Ticknor,. están fundados todos estos autos, puesto que
doctrina teológica
la
aparece siempre pura y sin rastro de superstición alguna, á no ser
que
el
h.\sioúzáor yankee tuviera por tal la
que
él
Wdimzxiz papismo.
Pueden notarse en El Misacantano
muy
macarrónico,
corrompidos en
misma
religión católica,
ciertos diálogos en portugués
las
ediciones,
y algunos
trozos
del oficio de la misa puestos en verso; por ejemplo, el principio del
Evangelio según San Juan:
En
el
XV. Las Aventuras vizcaíno
y de una
principio era
el
del Hombre.
—Va precedido de una
farsa grotesca
Verbo...
loa en
chistosa titulada Entremés del
y
Marqués de Alfarache. El auto es enteramente alegórico y de aquellos en que Lope parece separarse un tanto de su habitual manera,
parar la
arte metafísico de Calderón.
el
Así nos
mayor complicación de elementos
á los del auto sacramental de
bién
como en
caída original,
cifra
todo
y anunciar y prepersuaden, no sólo
simbólicos (análogos en parte
La Vida
es sueño,
que presenta tam-
desarrollo de los destinos humanos, la
el
misterio de la Redención
el
lo
y
la Gracia), sino la
en-
tonación habitual del estilo poético, más robusto que gracioso, más enérgico y grandilocuente que patético ó afectivo; algo insólito, en
suma, con cierta afectación de rastros,
aunque
cen
octavas con que
las
leves,
lo colosal
y desmesurado, y no
de barroquismo culterano. el
De
Calderón pare-
auto principia; de Calderón
monólogo del Hombre después de
la
sin
el
elocuente
primera culpa; de Calderón
aquellos amaneramientos de las elipsis simétricas
León
ruge, sierpe silba, toro brama...,
Ó de los sustantivos adjetivados El cielo escala con luzbeles olas; (i)
Tomo
II
de
página 256) no usa
la
za protestante: '¡All ligión; all
judices. »
traducción castellana, pág. 376. El texto inglés (tomo 11, palabra supersticiones, y dice todavía con mayor crudeof them resi on the grossest of ihe prevailing notíons in re-
la
of them appeal,
in every
way
they can, to
ilie
popular feelings and pre-
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
74
y aun pudiera tenerse por marca de fábrique entre balas de nieve escupe rayos.
•de Calderón, finalmente,
ca, aquella celestial artillería
Al
arte
de Calderón pertenecen también, más que
al
de Lope, los
largos parlamentos doctrinales en forma de romances, que recitan
sucesivamente
la
Locura,
Soy
el
la
Tiempo y
De
Hombre:
Locura del mundo:
Hija de Nenroth
Que
el
me nombro,
quiso escalar el cielo
riqueza ambicioso...
En Crió
seis naturales días el
mundo
el
Rey
del cielo,
Por cuyo número algunos
Dan
seis mil
años
Entre cuatro
De
al
tiempo.
ilustres ríos,
aquel obscuro silencio
Sacó un jardín, cuyas
flores
Estrellas terrestres fueron...
Al principio del principio
De
cuanto fué después de
Eran en
La
el
ellas,
caos dos causas,
eficiente y la materia.
En
acto estaba
la
una,
La otra estaba en potencia: Ésta cielo se llamaba, Tierra se llamaba aquélla...
Pero como nadie puede renunciar por largo tiempo á su propia naturaleza, pronto la tierna
musa de Lope
se
emancipa de este pro-
saísmo didáctico mal velado por los oropeles y lentejuelas de dicción,
y
al
ñn de
este
mismo romance imprime
rrable en estos deliciosos versos, tan llenos de unción religiosa:
Peregrino soy, luz mía:
Erré
la
divina senda:
Engañóme Siendo en
la
más ancha, más estrecha.
el fin
la
su huella imbo-
y suavidad
AUTOS y COLOQUIOS
75
Ven, lucero, que ya tengo
En estas lágrimas señas: Que ya sé, divina Aurora, Que no amaneces sin ellas. Ven, dulce mañana
Ven, mi
No me
luz,
coja eterna
Antes que tú
XVI. La
Siega.
raía;
no te detengas:
noche
me amanezcas
— Composición
(i).
admirable, y á mi juicio
la
más
bella entre todos los autos de Lope. Tiene su base en la parábola
del sembrador (cap.
de San Mateo,
xiii
vers. 24-30), traducida así
por Juan de Valdés: «Otra parábola »los cielos á
entre
propuso, diciendo: Semejante es
el trigo,
j>tonces fueron
los
reino de
y
hombres, vino un enemigo y sembró cizañas
y como creció
fuese;
también vistas
del señor de casa,
le dijeron:
hierba y hizo fruto, en-
la
Y
las cizañas.»
viniendo los criados
«Señor, veamos, ¿no sembraste buena
»simiente en tu campo.^ Pues, ¿de dónde tiene
«El hombre enemigo ha hecho esto.»
»dijo:
el
un hombre que siembra buena simiente en su campo,
»y durmiéndose »
les
las
Y
cizañas»?
los criados
Y
él les
le dije-
que vamos y las cojamos?» Y él dijo: «No, sporque no entrevenga que, cogiendo las cizañas, arranquéis tam-
ron: «Quieres, pues,
»bién
»y
al
el
trigo
con
ellas.
Dejad que todas dos crezcan hasta
tiempo del segar diré á
los segadores:
el
segar,
Coged primero
las ci-
»zañas y atadlas en haces para quemarlas, y
»mi
Esta parábola está declarada por sículos
más adelante
juntadlo en
discípulos
campo.»
Y
miente es
el
él,
el
Divino Maestro pocos ver-
(36-43):
«Entonces, dejando sus
el trigo
troj.»
las gentes,
diciendo:
vino Jesús á casa, y vinieron á
«Dinos
respondiendo, les
Hijo del hombre, y
la
parábola de
dijo:
el
las
cizañas
«El que siembra buena
campo
^simiente, éstos son los hijos del reino,
y
es el
mundo, y
las cizañas
la
él
del si-
buena
son los hijos
Schack analiza este auto (tomo 11 de la edición alemana, pág. 405, y de la traducción castellana, págs. 192 á 196), y hace notar que el hórrido desierto en que se encuentra perdido el Hombre después de su expulsión del Paraíso, recuerda el principio del Infierno de Dante. (1)
tomo
III
y6
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
»del malo,
y
el
enemigo que
»del segar es la fin del
que como
»es así »
las
mundo, y
siembra es
y
el diablo,
el
tiempo
segadores son los ángeles; y cizañas son cogidas y son quemadas con
las
los
de este mundo: enviará
fuego, así será en la fin
el
Hijo del
hom-
»bre sus ángeles, y cogerán de su reino todos los escándalos, y á »los
que obran iniquidad, y echaránlos en
horno de fuego;
el
»habrá planto y batimiento de dientes. Entonces
como
»deceráa
»para
el sol
en
el
allí
los justos resplan-
reino de su padre. El que tiene orejas
oir, oiga.»
Hemos
dicho,
y
lo
repetimos, que nunca subió
que cuando encontró en
teatro sacramental,
las
más
parábolas de
critura materia poética ya dispuesta. El mérito de
universalmente reconocido:
el
alto nuestro
La
la
Es-
Sieqa está
mismo Ticknor confiesa que
este autO'
y grandeza y es uno de los mejores de la clase á que pertenece. Dohrn le ha traducido magistralmente al alerespira solemnidad
mán el
(l).
Pedroso, que también
diálogo sencillo
y
galano.
be
sin
grande hipérbole
ra
de
los
mente do
La
Y
le inserta
en su colección, pondera
finalmente, D.
Tomás Aguiló
escri-
«Milton mismo se envanecie-
lo siguiente:
pensamientos tan enérgicos y sublimes, tan verdadera-
orgullosos,
que presta Lope á
Siega. Diríase que las ideas de
la Soberbia
Lope
en
el
auto
titula-
se atreven á competir,,
en elevación y grandeza, con el orgullo del ángel caído.» Es imposible enumerar todas las bellezas parciales; pero ¡qué generoso raudal de poesía, qué arte tan peregrino, espontáneo, en vidia
y
la
la
versificación
y en
el
si
no pareciera tan
corte del diálogo que la
En-
Soberbia, disfrazadas de gitanas, sostienen con la Esposa!
SOBERBIA
Hermosa ¿Quién
sois?
reina deste
ameno
prado.
que como somos extranjeras
De estas verdes riberas Que el sagrado Jordán corona
y baña,
(i) Spanische Dranim. Berlín: In der Nicolaischen Buchhandlung, 1841-44. Está en el tomo i de esta colección. En el iv y último se leen traducidos los dos entremeses de La Hechicera y de El Soldadillo, que Dohrn atribuye siiy
fundamento á Lope de Vega.
AUTOS Y COLOQUIOS
No conocemos de Ni
las sandalias
.
Sión las damas,
nos mojó en su nieve
El arroyo Cedrón, que azahares bebe.
Tomando
nombre de
el
sus verdes ramas,
Para sozar su alcázar eminente.
El traje diferente IMuestra que sois de Egipto.
ENVIDIA
Y ^Quién
sois?
que en mortal
Más parecéis
De
la tierra
¿Sois
divina,
del
vos del
cielo.
velo,
que formada
campo damasceno.
por dicha casada?
Un labrador divino, nazareno, De rostro amable y de cabello hermoso. Señor de cuanto cerca
el
Que corona de palmas
este monte,
horizonte
Es mi querido Esposo.
SOBERBIA Mil veces fué dichoso.
Más dichosa
fui yo,
que envidia he dado
Al Serafín más puro y abrasado Que en el divino amor, con más decoro. Bebió centellas en
La
bella Ruth,
las
plumas de
cuando á coger venía
Las reliquias del trigo Del campo de Booz, aun no podía Igualarse con vos.
oro.
77
jS
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
Cuando quería Dar á Nabal
castigo
David, con justo celo,
Menos
Carmelo
bella bajaba del
Abigail hermosa.
SOBERBIA
Con el mismo jazmín bañado en rosa, La bella Esther enamoraba á Asuero;
Y
el
capitán contra Betulia fiero
Miraba de Judith
los claros ojos,
Por quien arroyos de su cuello rojos El pabellón manchaban.
Ni de Sara
La
celestial belleza fué tan rara.
Ni cogiendo Raquel en
la
corriente
Lágrimas de Jacob y de la fuente. Á ver: mostrad la mano; ¡hermoso espacio!
Mas nunca
Y
así
Oue
en
fué dichosa
los hijos
la
hermosura,
no tendréis ventura,
os los matarán con mil tormentos.
Mayores sentimientos
La esperan de
la
muerte de su Esposo.
SOBERBIA
Su
llanto profetiza Jeremías.
ESPOSA
¿Qué importa,
Le vuelvo
si
con nuevas alegrías
á ver después vivo y glorioso?
AUTOS Y COLOQUIOS
79-
Rasgos de magnífica poesía tiene también de los ángeles rebeldes, y
lla
la
la
relación de la bata-
comparada con
sólo palidece un poco
soberbia canción de Bartolomé Leonardo de Argensola al Arcán-
San Miguel.
gel
No sabemos
á punto
fijo la
fecha en que
compuso Lope
esta obra
maestra; pero de una alusión de su contexto se deduce que perte-
nece
al
reinado de Felipe IV, y, por consiguiente, á los últimos ca-
torce años de sólo la
la
vida del gran poeta, cuando su inspiración, que
muerte pudo extinguir, parecía lanzar sus más vivas y ar-
dientes llamaradas.
Tanto
la
loa
de este auto como
el
entremés del Degollado son
por todo extremo indignos de acompañar á tan excelente poema. El entremés aparece anónimo en otras colecciones, y no hay por
qué achacársele á Lope.
XVn. El como
sísima
Pastor lobo y cabana tal,
celestial.
— Égloga
sobre todo en las efusiones
líricas,
sacra,
hermo-
pero que tiene
inconveniente de parecerse demasiado á algunos autos que ya
el
hemos que
la
y á otros que conoceremos más adelante. Verdad es alegoría de lobo y cordero en que este auto se funda fué de
visto
más frecuentemente manoseadas por
las
como
lo
los
poetas del Corpus,
recuerdan estos versos de un entremés oportunamente
ci-
tado por González Pedroso:
Alma de auto parezco Que, metido entre
De un
Y
lado
me
del otro, el
El dulcísimo auto de
La
los dos,
tira el
Lobo,
buen Pastor
(i).
Oveja perdida, comúnmente atribuido á
Juan de Timoneda (que no hizo sino refundir otro más antiguo), es el
tipo de estas pastorelas devotas en el siglo xvi. El origen evan-
gélico de la alegoría,
y
el
desarrollo
está bien declarado por el
que
le
dieron nuestros poetas,
mismo Timoneda en
este pasaje de su
Introito:
(i)
por
Enir entes de Quijada y el Alcalde (en la Arcadia de mas clásicos de España; Madrid, 1723).
los ingenios
entre^neses escritos-
So
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA Será aquí representada Parábola de verdad, Salida y moralizada
De
aquella boca sagrada,
Fuente de toda bondad;
De
hace memoria
la cual
Lucas, con santos deseos,
Á
quince de su historia:
los
Predicóla
Á
el
Rey de
Gloria
escribas y fariseos,
Diciendo que, de su grado.
Quien cien ovejas tuviere,
Cuando alguna
se le fuere,
Que
el
deje todo
Por buscar Esta
tal
la
ganado
que perdiere.
moralidad
Tiene diversos sentidos: Primero la humanidad.
Después
la gentilidad,
Que andaban
todos perdidos.
Mas porque
el
hombre recuerde
(Estos dejados agora)
Diremos, porque concuerde,
Que Es
la
oveja que se pierde
alma pecadora.
el
Por
lo cual
aquí han de ver
Que Custodio no
se tarda.
Pastor que con gran placer
Saca
la
Que
es el ángel de la guarda.
oveja á pacer,
Andando regocijado Este Custodio bendito.
Otro pastor ha llegado
Que
la
Que
es el carnal apetito.
oveja ha sosacado,
Siendo
la
oveja perdida,
Miguel entra á demandar
Cómo
y por dónde se es ida: Custodio y él, de corrida.
Acuerdan de
irla á
buscar.
Pues sucediendo esto
Otro pastor será
visto,
tal,
AUTOS Y COLOQUIOS
8
Dicho Cristóbal Pascual,
Que
so el grosero sayal,
Viste persona de Cristo;
como buen
El cual,
Que
pastor
su ganado mejora,
Busca, movido de amor,
Á
su oveja, con sudor,
Por
que
el bien
le atesora.
Como pastor figurado, Que va la oveja buscando. Topa con Pedro
Y
Preciado,
dale de su ganado
Del corral llaves y mando. Después de dadas por él Gracias del bien rescebido.
Vuelve
Custodio y Miguel
el
Buscando por buen nivel
La oveja que Así que en
Los
con
tres
se ha perdido. irla el
buscando
mayoral,
Oyenla que está balando, Atada, y se revolcando
En un
sucio cenagal.
Esto es cuando
el
pecador
Reconoce sin discordia La culpa de su error,
Y
pide á Nuestro Señor
Ayuda y
misericordia.
Esto, pues, todo ya visto.
Veréis
Cómo
al
ñn de
con gozo
Tomará
la
las fiestas,
muy
Por volverla
al
hato á cuestas
Sirve de fundamento á todos estos ja perdida, tal
como en
el
listo,
oveja Cristo
poemas
(i).
la
parábola de
cap. xv del Evangelio según
la
ove-
San Lucas
se contiene (vers. 3-8): «3. ^»4.
(i)
Y
les dice esta parábola, diciendj:
¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas,
si
perdiese
Autos sacramentales: colección de Pedroso, pág. 7S. Menkndbz y Pelayo. —Esludios
sobre el Teatro de Lo^e de Vega.
6
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
82
»una de »la
no dexa
ellas,
las
noventa y nueve en
que se perdió hasta que
Y Y
»5.
»6.
y va á
pone sobre sus hombros gozoso?
hallada, la
viniendo á casa, junta á los amigos
»ciéndoles:
el desierto,
la halle?
«Dadme
y
á los vecinos, di-
parabién, porque he hallado mi oveja que
el
»se había perdido?»
Digoos que ansí habrá gozo en
»7.
el cielo
de un pecador que
más que de noventa y nueve justos, que no han ^menester enmendarse» (l). Los personajes del auto de Lope son casi los mismos que en el
»se enmienda,
de Timoneda: Cristo
Pastor Cordero),
(el
el
Ángel Custodio,
el
Ape-
La traza ó disposición dramática tampoco difiere mucho; pero todo su justo valor á la tierna y galana sencillez del dando aun auto primitivo (tan popular durante media centuria, que llegó á ser tito.
representado en todos los villorrios y cortijos de España por aquellas
andariegas compañías que Agustín de Rojas llama de gangari-
lla),
todavía
lucen más
las
flores villanescas
gentiles
de Lope de Vega,
en
el
de aquella ingenua composición
búcaro cortesano en que
sin hacerlas
las
colocó
la
mano
perder por eso su primitivo aroma
rústico y campesino. Por dechado de quintillas pueden pasar
las
que empiezan: ¿Habéis visto á
la
Cordera
Que todo en amor me abrasa? Hoy cuando con luz escasa,
De El
la
contrapuesta esfera nuestra pasa,
sol á la
Y
las
Á sus
hojas de las flores
claros resplandores
Enjugaban Bajaba
el
Cantando
el rocío,
ganado al
al río,
Cordero amores.
en este auto algunos versos para cantar, y quizá algunas miniscencias de poesía tradicional glosada ó aprovechada:
Hay
(i)
Traducción de Casiodoro de Reina.
re-
AUTOS Y COLOQUIOS
83
Pastora que en el cayado
Trae retratado
Pastor,
al
Viene vencida de amor: Lástima tengo
al
ganado.
Corderita nueva
De No
color de Aurora, sois,
vida mía,
Para labradora.
Por montes viciosos Pisad clavellinas;
No
son para espinas
Vuestros pies hermosos..
Este auto se ha atribuido alguna vez
ignoramos ces
que
fundamentos de
los
y
el estilo
dice á vo-
es de Lope.
El Entremés de la muestra de
los
de Luis Quiñones de Benavente
mento
de Amescua, pero
á«]\I¡ra
atribución,
tal
histórico,
carros del Corpus de
es
tiene el valor de docu-
y
(l),
Madrid
ya utilizado por Pedroso en su magistral estudio
sobre los autos sacramentales y su aparato escénico.
XVin. La no
se
vuelta de Egipto.
atuvo rígidamente á
— Es uno de
los datos
de
los
pocos en que Lope
Escritura, sino
la
que intro-
dujo algunas circunstancias tomadas de los libros apócrifos.
La
so-
briedad del texto bíblico explica esta licencia, que había sido harto frecuente en
el
teatro religioso de la
de Egipto no dicen
los
Edad Media. Sobre
la
vuelta
Evangelios canónicos más que lo siguiente:
Evangelio según San Mateo: «19.
Alas
muerto Herodes, he aquí
Ángel
del
el niño,
y
el
Señor aparece
en sueños á Joseph en Egipto, »20.
Diziendo: «Levántate,
y toma
á su madre,
y
»vete á tierra de Israel; que muertos son los que procuraban la ^>muerte del niño».
(i) Hállase también en el Teatro poético, repartido e}i veintiún entremeses nuevos (Zaragoza, 1658, pág. 77\ y en un libro manuscrito, de entre que fué de D. Agustín Duran, y se conserva hoy en la Biblioteca Nacional. Le reproduce D. Cayetano Rosell en el segundo tomo de su edición de los E?i-
tremeses de Luis
Quiñones (Madrid, 1874, pág. 288 á
296).
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
S4
Entonces
»2I.
se levantó,
él
y tomó
niño,
el
á su madre,
y
y
vínose á tierra de Israel.
Y oyendo que Archelao
»22.
padre, hubo temor de
reinaba enjudea por Herodes, su
mas amonestado por revelación en
ir allá,
sueños, se fué á las partes de Galilea.
Y
»23.
vino y habitó en
La devoción de
los
la
ciudad que se llama Nazareth.»
primeros siglos cristianos acudió á llenar este
vacío con diversas traducciones, parte de las
más ó menos
cuales se contienen en
muy
fancia^ obra que fué
el
mayor
poéticas, la
llamado Evangelio de la In-
popular entre
los nestorianos
de
Siria,
y
de estos sectarios pasó á los árabes, en cuya lengua se ha conser-
vado
el
texto
muy
pos
más antiguo que poseemos
remotos por
los occidentales
(l).
Conocido desde tiem-
en alguna traducción
Edad Media, y ya en
latina,
el siglo xiii
había
dado argumento á un poema provenzal, de que Raynouard,
al fin
pasó á
las literaturas
del primer
de
la
tomo de su Lexique Román,
publica algunos extractos.
El Pseiido Mathei Evangelimn que Thilo ha publicado conforme
muchos
manuscrito latino del siglo xiv, contiene también
un
á veces irreverentes
lles,
del
mundo. En
y absurdos, sobre
todas estas fuentes bebió
la infancia del
á
deta-
Salvador
el teatro religioso,
pero
con menos frecuencia el nuestro que el de otras naciones, hasta el punto de no haber encontrado yo texto dramático anterior al de Lope, en que estos relatos se consignen. Pertenece la Infancia (cap. x) el episodio
de desplomarse
al
Evangelio de
los ídolos
de Egip-
to en presencia de JesQs: «Se acercaban á una gran ciudad, donde había un ídolo que recibía más ofrendas que todos los demás ídolos
y
divinidades de Egipto,
ídolo,
y
había un sacerdote al servicio de este
y siempre que Satanás hablaba por boca del
ídolo, el sacer-
te interpretaba sus palabras á los habitantes de Egipto
bera.
(i)
La posada de
esta ciudad estaba cerca del
Evangelium Lifantiae,
mamiscripto edidü
et
vel liber apocryphus de
y de su
templo del
hifanüa
ri-
ídolo,
Servatoris.
y
Ex
latina versione et notis illustravit Hcnricus Sike (Utrecht, ea latín solo, por Fabricio (Codex Apocryphus Novi Testa-
Reproducido Hamburgo, 1703, segunda ed., 17 19), y por Tischendorf (Evangelia Apocrypha, Leipzig, 1853), y en árabe y latín por Thilo (Codex Apocryphus Novi Testamenti, Leipzig, 1832). Véase además el Dictionnaire des Apocryches de G. Brunet en la Enciclopedia teológica de Migne. 1677).
mentí,
—
AUTOS Y COLOQUIOS
cuando José y María hubieron entrado en
85
naron de consternación, y
este terror,
y
»caído sobre nuestro país?»
Y
cuál es
preguntándole: «¿De
él
merece
causa del espanto que ha
la
ídolo respondió: «Este espanto ha
el
»sido traído por un Dios ignoto que es
»otro sino
Dios verdadero, y ningún
el
honores divinos, porque es
los
lle-
todos los príncipes y sacerdotes de los
ídolos se congregaron alrededor del ídolo,
»dónde procede
habitantes se
ella, los
»Hijo de Dios. Al acercarse
él,
este país ha temblado,
verdadero
el
y nosotros nos
^estremecemos grandemente, temerosos de su poder.» \ en este
momento cayó
el
ídolo.y se hizo pedazos,
y con
él
todos
demás
los
que había en aquella región, y su caída llenó de terror á to-
ídolos
dos los habitantes de Egipto.»
Lope de Vega aprovechó guardó ó
sirio,
muy mucho
de seguir
este rasgo elevado al
y
poético, pero se
autor del pseudo Evangelio copto
en otras cosas que sólo prueban su ingenuidad ó su mal
más
gusto. Todavía con
cautela procedió el maestro José de Valdi-
vielso en el canto vigésimo de su
vuelta de Egipto á Nazareth.
poema San
Verdad
es
jíosé^
en que narra
la
que Valdivielso hizo escrú-
pulo de no sacar lo que dice en su poema, sino «de las divinas le-
y de santos y autores gravísimos, añadiendo algunas conside-
tras,
raciones piadosas y discursos poéticos».
y sabor menos
místico
de Ticknor, que en
las es-
El auto de Lope, sin duda por tener corte
que
otros, alcanzó indulgencia á los ojos
gracia de una égloga,
cenas de pastoras y gitanas encuentra toda la y en los romances y cantares, algunos de los atractivos propios del drama profano de Lope (l). El entremés- baile de los Órganos es de Benavente. A lo menos por
suyo
le
dan Fernández-Guerra y Rosell, y no
ni la calidad del
autor,
(i)
Jrom
y con
Conjúroos, hijas de Jerusalén, por
monteses del campo,
si
las
cabras y por los ciervos
despertáredes ó velar hiciéredes á
hasta que quiera. Levántate, amiga mía,
Camina, paloma hermosa;
Ya pasó
la
noche
fría
Del invierno rigurosa,
Y
vino
Las
el
alegre día.
flores
En nuestra Las tórtolas
aparecieron
tierra,
y se oyeron
sin el luto;
Las higueras dieron fruto
Y
las
viñas florecieron.
la
amada
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
.go
»Hablado ha mi amado, y díjome: «Levántate, amiga mía galana, »y vente.»
»Ya
pasó
ves:
»Los capullos de tiempo de
la
y
la lluvia,
poda
el
invierno fuese.
demuestran en nuestra
las flores se
es venido, oída la voz de
la tórtola
tierra, el
en nuestro
•campo.
»La higuera brota sus higos, y las pequeñas uvas dan ende, levántate, amiga mía, hermosa mía, y ven.»
olor;
por
¡Oh sueño pesado y grave! Esposo dulce y suave, ;Dónde estás? ¿cómo te fuiste?
Descuídeme: no está aquí; Fuese; tentaré
¿Dónde
me
Si
la
cama.
le hallaré?
quiere,
si
¡Ay de mí!
me
ama,
¿Cómo me ha dejado Por
Le
las calles
buscaré; iré tras
Guardas hay en
ansí?
con mil penas
las
él.
almenas:
Quiero preguntar por
Oue
»En
el
mi lecho por
quéle y no
albricias daré
las
él,
muy
buenas.
noches busqué
al
que ama mi alma; bus-
le hallé.
«Levantarme he agora, y cercaré por la ciudad; por las plazas y lugares anchos buscaré al que ama mi alma: busquéle y no le hallé: »Encontráronme
las
¿Visteis por ventura al
rondas que guardan
que ama mi
la
ciudad; pregúnteles.
alma?
Ábreme, querida Esposa: Mira, paloma amorosa,
Que traigo el cabello mío Todo lleno de rocío De la noche rigurosa.
«Yo duermo y
el
mi corazón
vela; la
voz de mi querido llama:
abre, hermana mía, compañera mía, paloma mía, perfecta mía, por-
AUTOS Y COLOQUIOS Yo abrí á mi amado, 5.
Amor, honor y poder. De Calderón. Impresa por primera vez en 1634 en
Parte veintiocho de Comedias de varios autores, pu-
la
blicada en Huesca
(2).
La Niña de plata. De Lope. Ms. autógrafo de 1Ó13. El Favor agradecido. De Lope. Escrita en I593> pero no impresa hasta
1
62
1
en
Parte
la
l^."^
La más constante mujer. De Montalbán. En el Para Todos, 1632. La Pureza no manchada. Comedia desconocida con este título; pero puede ser la de Lope La Limpieza no manchada., inserta en la Parte I9.^ 1623.
La Fortuna merecida. De Lope. En la Parte La Humildad y la Soberbia. De Lope. En con
el
rótulo
más extenso de El Triunfo de
la
11.^, la
161 8.
Parte
161 8,
10.^,
humildad y soberbia
abatida.
La
Obediencia laureada.
de
título
La
El Mejor Mejor en
la
Parte 6.^, 161
5,
con
el.
Obediencia laureada y primer Carlos de Huní^ría. esposo. Será
esposo,
la 2.^
El
De Lope. En
San
probablemente
José, titulada
la
de Guillen de Castro El
también El Tránsito de San José^
Parte de sus Comedias^ 1625.
Celoso de sí mismo.
Es
la
Pastoral de Jacinto, una de
medias mas antiguas de Lope de Vega, compuesta á
los
las
co-
catorce ó
quince años. Impresa por primera vez en 1617. {Cuatro Comedias
famosas de D. Luis de Góngora Antonio Sánchez), con
el título
y
Lope de Vega, recopiladas por
de Los Jacintos y Celoso de
sí
mismo.
Quizá se trata, sin embargo, de La Creación del mundo y Culpa del (1) primer hombre, de Lope, como opina el Sr. Restori. (A. B.) Y representada en Madrid el 29 de Junio de 1623. (A. B.l (2)
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
124
nombra La
edición suelta, en que esta comedia se
Hay también
Selva de Albania y Celoso de
La Guarda
si
De
cuidadosa.
mismo.
Miguel Sánchez
En
el Divino.
Flor
la
de las Comedias de España., 1615.
El Hombre de
bien.
De
Lope, en
la
Parte
6.^,
16 1
5.
De Lope. En la misma Parte ó."* Cómo se engañan los ojos. De D. Juan Bautista de Villegas. Conocida también con los títulos de El Engaño en el anillo, Nadie fie en El Cuerdo
¡o
que
ve,
en su casa.
porque
se
engañan
Atribuida á Lope en una Fajardo.
Lo más averiguado
los ojos. ^.^
es
se
engaña
la vista.
Parte de Sevilla, citada por Yáñez
que
se insertó en la Parte veinticinco
de diferentes autores (Zaragoza, 1632)
De
También
(i).
En
i.^
Parte
la cita
como
anónima, y dice que se imprimió antes de 1672. Es de las mente atribuidas á Calderón, según la lista de Vera Tassis.
falsa-
El Desengaño
dichoso.
D. Guillen de Castro,
la
de sus Comedias, 162 1
El Juramento cumplido. Desconocida. Pobreza no es
De Lope. En la Parte pajas. No la he visto.
vileza.
El Mal pagador,
en
Ofender con las finezas.
De
20.^, 1625.
Barrera
En
D. Jerónimo de Villayzán.
la
Par-
te 44.^ de Comedias de diferentes autores (Zaragoza, 1652).
Sufrir más por querer más. Del mismo Villayzán.
En
la
Parte 25.^
de Comedias recopiladas de diferentes autores é ilustres poetas de España, 1632.
La noche toledana. De Lope. En la Parte tercera de Comedias de Lope y otros autores, Barcelona, 1612. La Ventura sin buscalla. De Lope. Anterior á 1618, pero no impresa hasta 1625 en
Mejor sible
está
la
que estaba.
Parte 20.^
De
Calderón. Escrita en 163 1, según plau-
conjetura de D. Juan Eugenio Hartzenbusch. Impresa por
primera
vez,
según creemos, en 1652. (Primera parte de Comedias
escogidas de las mejores de España.)
La Huida
(1)
de Egipto.
La comedia de
No
la
conocemos, pero en
Villegas se representó en Madrid en
(cons. Restori; pág. 23). (A. B.)
el
catálogo de
Enero de 1623
AUTOS Y COLOQUIOS
Huerta se
cita
una comedia de este
en tres partes. ¿Sería
la trilogía
Dina, Los Trabajos de Jacob y
El servir
con buena estrella.
pero puede ser
bre,
mala
el
estrella, incluida
La
en
la
de Lope formada por El Robo de
La Salida de Egipto? (i). No se conoce comedia de este nom-
Parte
Con
6.^,
de
la
hay una comedia de don
la
vida de Santa Genoveva.
esta comedia, ni quizá,
Matos, que tenía diez y nueve años cuando
presumir que las suyas,
del
la
comedia del autor portugués
mera refundición de otra
mismo Lope, que
era
el
más
él
ninguna de
las
de
murió; pero es de
como
sea,
antigua,
casi todas
y probablemente
autor á quien explotaba más.
Herodes. Esta indicación es
mas
de Lope: Servir con
1615.
este título
Juan de Matos Fragoso, cuyo asunto es
Lope no pudo alcanzar
menos que
dividida nada
título,
título alterado
Inocencia perseguida.
12
muy vaga, porque
son varios los dra-
castellanos de que es protagonista el Tetrarca de Judea; pero
creemos que se
refiere á
La Vida y muerte de Herodes,
del Maestro
Tirso de Molina. {Quinta Parte de sus Comedias, 1625.)
Nunca mucho
costó poco.
De D. Juan
Ruiz de Alarcón.
cida con el título de Los Pechos privilegiados. sus Comedias, 1634
En
la
Más cono-
Parte 2.^ de
(2).
El Padre de su enemigo. De D. Juan Bautista de
Villegas.
En
la
Parte 43.^ de Comedias de diferentes autores, Zaragoza, 1650, pero escrita
Todo
El
mucho
antes,
es fácil
como por
esta
mención
consta.
d quien ama. Desconocida.
Imposible vencido. Desconocida, á no ser que sea
imposible, de Lope. Parte 25.^, 1647
El Mayor
(3)-
Hace notar con razón el Sr. Restori que no puede tratarse de la trilode Lope á que alude Menéndez y Pelayo, porque el título de La Huida de Egipto no se refiere á la fuga de los israelitas de Egipto, sino al viaje á Egipto de José, María y Jesús (trinidad de la tierra). Aunque así sea, no acierta el Sr. Restori al enmendar Huida á Egipto, en vez de Huida de Egipto. Huida de Egipto se decía entonces, y se dijo en el siglo xvi, para indicar lo que hoy expresaríamos con la locución Huida á Egipto. Así, Cristóbal de Villalón escribe Viage de Turquía y Cervantes Viage del Parnaso, por Viage á Turquía y Viage al Parnaso. (A. B.) El Sr. Restori hace notar que, con el mismo título, hay otra comedia (2) (1
gía
de Lope, impresa en la Parte XJ'Í// (Zaragoza, 1630). (A. B.) Su primer título, según el Sr. Restori, es: Olimpia y Biretio, y pertene(3)
ESTUDIOS SOBRE EL TelATRO DE LOPE DE VEGA
126
Con
Sil
pan
se lo coma.
-cada hasta 162
1,
en
La Horca para Hermosa
Ester^
su dueño.
anterior á l6l8
Con
este título se
comedia de Lope de Vega,
cida también con
de Mardoqueo.
la
De Lope, y
el título
Hay
(l).
No
publi-
Parte 17.^
de
La
ha impreso suelta
escrita
La
en 1610, cono-
Aman y Humildad
Soberbia de
otra del Dr. Felipe Godínez sobre el
mismo
asunto.
De Lope. Parte 13.^, 1620. El Príncipe perfecto. De Lope. La 2.^ Parte
El crito
Desconfiado.
de
la
biblioteca de Osuna, la fecha de 1614.
II.''),
y
la
en un manus-
La primera ha de
no se imprimió hasta 1618 (Par-
ser, naturalmente, anterior, pero
te
lleva
segunda hasta 1623 (Parte
xviii).
El amigo hasta la muerte. De Lope. En la Parte 11.^, La Fuerza de la sangre. De D. Guillen de Castro. En
161 8. la
Parte 2.^
de sus Comedias, 1625.
Al pasar
De Lope. En
del arroyo.
la
Parte 12.^ de sus Come-
dias^ 1619.
La
De Lope. Anterior á 1 604, puesto que está primera lista de El Peregrino; pero no se imprimió
Prisión sin culpa.
ya citada en
la
hasta 1617, en
El Justo
la
Parte
S.""
Abel. Desconocida.
Obras son amores. En
El Árbol
la
del mejor fruto.
Parte
De
ll.'',
1618.
Tirso de Molina. Escrita en 162 1.
Esta ú otra del mismo título anda impresa suelta, con
el
nombre
de D. Antonio Coello.
El Buen Ladrón. Entre
los
manuscritos de
la
colección que fué
de D. Agustín Duran, hay una comedia anónima titulada El Buen
Ladrón y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo
(2).
de Septiembre de 1633), ce á Montalbán (Parte /, 1635; representada el figurando con el título de El wtposible vencido en un ms. de la Biblioteca Nacional de Madrid (núm. 1.578 del Catálogo de Paz y Mélia). (A. B.) «1818», dice, por errata, el original académico (A. B.) (i) Advierte el Sr. Resto ri que cierta comedia, titulada El ladrón fiel, fué (2) representada en Madrid, en Febrero de 1631. Además de los títulos encontrados en la Loa por Menéndez y Pelayo, el Sr. Restori cree notar otro en el ^CiimpUr su palabra¡>, del verso 143 1
(ed. Restori). (A. B.)
1
AUTOS Y COLOQUIOS
La en
la
Ocasión perdida. Parte
De
27
Lope. Anterior á 1604. Impresa en 1609,
2?-
La Corona
merecida.
hasta 1620, en
De Lope.
Escrita en
^o impresa
1603.
Parte 14.^
la
Total, ochenta lo
I
y cuatro piezas, de menos, son del mismo Lope.
las cuales treinta
y
siete,
por
—
XIV. Loa y auto Sacramental de las Cortes de la Muerte. Todos hemos leído en el capítulo xi. Parte 2.^ del Ingenioso Hidalgo, la memorable aventura que sucedió áDon Quijote con el carro ó carreta de
de
la
Mancha
«cargada de
Cortes de
las
Muerte, que llevaba por los campos
la
compañía de Ángulo
la
pudiera imaginarse. El que guiaba era un feo demonio. Venía
la
La primera
Don
de
Quijote fué
la
la
figura
venía un ángel con unas grandes
de
los pies
caballero
Muerte estaba
la
los ojos,
que
el
al cielo
rostro
y pintadas
dios
cabeza; á
la
que llaman Cupido,
sin
traía
cuando Don Quijote se pone delante de
amenazadora increpa
al
la
recitantes de la
el
trajes
y
rostros».
carreta y «con voz alta
diablo mansamente:
compañía de Ángulo
carreta de las que se
Malo: hemos hecho en un
el
auto de
las
Cortes de
la
hacer esta tarde en aquel lugar que desde estar tan cerca
y
«Señor, nosotros somos
lugar que está detrás de aquella loma, esta mañana, que es el
Y
carretero, cochero ó diablo de aquel carri-
más parecía barca de Carón que
usan», contéstale
va del Corpus,
morrión
un sombrero lleno de plumas de diversos colores:
con éstos venían otras personas de diferentes
y excusar
el
la
octa-
Muerte, y hémosle de tiquí se
parece,
y por
trabajo de desnudarnos y volvernos á
mesmos
nos vamos vestidos con los
tamos. Aquel mancebo va de Muerte, mujer, que
venda
pero con su arco, carcax y saetas; venía también un
ni celada, sino
vestir,
abierto,
un lado estaba
alas; á
armado de punta en blanco, excepto que no
coche, que
que
humano; junto á
parecer de oro, en
al
carreta
figuras
se ofreció á los ojos de
misma Muerte con
un emperador con una corona, en
la tal
muías y servía de carretero
las
carreta descubierta
sin toldo ni zarzo.
ella
Malo. Iba
el
más diversos y extraños personajes y
los
es la del autor, va
de
reina,
el el
vestidos que represenotro de ángel, aquella
otro de soldado, aquél
de emperador, y yo de demonio, y soy una de
las
principales
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
128
porque hago en esta
del auto,
figuras
compañía
primeros
los
papeles...»
Con
Quijote, cuál
pudo
mencín insinuó
Auto de
ser el
los
comentadores del
las Cortes de la
Muerte á que Cer-
La obra que más
vantes se refiere.
la
han tratado de determinar
estos datos
el
primero, es
el
dan aviso á
gracioso y delicado
se ofrecía,
notabilísimo
Muerte, d las guales vienen todos
sentación,
mano
á
los vivientes
Auto de
y
los estados,
y
y
la
que Cle-
las Cortes de
por vía de repre-
doctrina á los oyentes: llevan
comenzada por
el
egregio vate pla-
centino, Micael de Carvajal, terminada por Luis
Hurtado de To-
ledo, é
impresa en
Imperial Ciudad por Juan Ferrer
la
obra, á la verdad, de las
y de
la cual se
de
la
la
gravedad de época,
más notables de nuestro
ha dicho, con
drán competir con en
pieza
estilo,
ni
el artificio
las sentencias, ni
en
que «pocas de su tiempo po-
justicia,
en
ella, ni
en
la
y
facilidad del diálogo,
censura de
ya consultar en
el
Romancero
y
costumbres
un poco fuera de su
como
rara,
pero que
Cancionero Sagrados, de
Biblioteca de Rivadeneyra, donde se hizo
ducirla (aunque
las
ni
preparación é ingeniosísimo desempeño de
la
algunas escenas». Ksta composición, tan preciosa es fácil
teatro primitivo,
el
la
buen servicio de repro-
lugar, puesto que,
como obra
esencialmente dramática, no debía figurar en un tomo de versos líricos), es sin
duda
la
más
mos en
más
original, la
ñola de las distintas versiones que de
la
y
poética
Danza
la
más espa-
de la Muerte tene-
nuestra lengua. Pero no parece que puede ser aquella á que
Cervantes alude, tanto por haber sido escrita en una época anterior en
más de medio
siglo á la publicación del
literaria
Quijote,
y co-
rresponder á un gusto diverso del que á principios del siglo xvii
predominaba, cuanto por
el
hecho de no encontrarse entre
sonajes del auto de Carvajal
y Hurtado
vantes menciona, ni tampoco
aunque
Soldado,
De donde
sí
el
se infiere, ó
el
Caballero
el
Dios Cupido que Cer-
Emperador,
y
que Cervantes
ni
muy
distinto del
tad satírica
y
Reina, ni
Ángulo
de Miguel de Carvajal. Por otra parte,
el
figuras.
de memoria, ó que
Auto de las Cortes de la Muerte que representaba era
la
otras innumerables citó
los per-
el
el
Malo
la liber-
algo erasmiana |que en todo este auto domina, espe-
cialmente tratándose de cosas y personas de
la Iglesia,
hace ente-
AUTOS Y COLOQUIOS
ramente inverisímil siglo
el
que siguiera representándose á principios
que insertamos en
el
convienen. Manuscrito
le
de Sancha, benemérito
el
noticia de este
auto á que se alude en
esta colección,
del
bibliófilo,
porque no todas
nuevo Auto de
que coleccionó
el
publicarle en 1855
al
Quijote
las
señas
Romancero y ^t^r^
las Cortes de la Muerte.
autoridad va nuestro texto, que en si
el
encontramos, en copia del mismo D. Justo
Cancionero Sagrados, pero que
mos
29
XV'II.
Tampoco afirmaremos que sea
1
el original
que
él vio,
"o tenía
Sobre su no sabe-
manuscrito ó impreso, llevaba los nombres de Lope de Vega
y del Dr. Mira de Amescua, el primero al frente del auto, el segundo al frente de la loa. No respondemos de tales atribuciones, pero de todos modos no hemos querido omitir una composición positivamente antigua é ingeniosa, por más que en nada acreciente la gloria
de
los
dos
ilustres poetas á
Mbmkmdks t Pblato. —Estudios
quienes se ha prohijado.
sobre e! Teatro de Lope de Vega.
III
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA
La
I.
No
Creación del
mundo y primera culpa ninguna de
se encuentra citada en
dos
las
hombre.
del
listas
—
de El Pere-
grino^ y, por consiguiente, puede creerse, aunque no con entera
seguridad, que es posterior á l6l8. Parece que se imprimió por
primera vez en una Parte
24.*,
de Madrid, 1624, citada por Nicolás
Antonio y por Schack sin más indicación bibliográfica que los títulos de las piezas. Pero todos nuestros esfuerzos para hallar este rarísimo ni
La
tomo han resultado
Tampoco
inútiles hasta ahora.
Chorley,
Barrera, ni Duran, ni Hartzenbusch llegaron á verle. El que le
sustituye en las colecciones del teatro de
Parte perfeta^ de Zaragoza, 1641, y en
mundo. Para
fijar el
texto de esta pieza
Lope
ella
es otra Veintiquatro
no está
La
hemos tenido
distintos ejemplares sueltos del siglo pasado,
que
Creación del
á la vista tres
difieren
poco entre
más ó de menos; y la muy rara y curiosa colección de Co7nedias nuevas de los más célebres Autores y realzados ingenios de España... Amsterdam, á costa de David García Henrisalvo erratas de
sí,
quez, 1726,
que
se
formó para uso de
exceptuando dos comedias (La Fuerza lastimosa, de Lope, y de Toledo, de Diamante ó
|de
y que
los judíos españoles, la
Judia
Mira de Amescua), no contiene más
que dramas sobre asuntos del Antiguo Testamento. Contra
lo
que
pudiera esperarse y contra lo que suele acontecer en casos análogos, el texto de la colección
de Amsterdam es mucho más inco-
rrecto que el de las ediciones sueltas, y tiene
menos que de veintiocho
mutilación, no
ma Virgen y versos que
el
al
Misterio de
la
versos, alusivos á la Santísi-
Encarnación,
colector judío tuvo la
además una grave
al fin
de
la
jornada
2.";
audacia de suprimir para no es-
candalizar á sus correligionarios.
La comedia de Lope de Vega comprende que corresponden á sus cie
de
trilogía:
Jornada
tres acciones distintas,
tres jornadas, viniendo á I.*:
Creación del
formar una espe-
mundo y Pecado de Adán.
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
134
Jornada
por
2.':
Fratricidio de Caín. Jornada
Lamech. Las
saeta de
la
como
el
vínculo
sus consecuencias, resul-
y
original
tando una concepción tan sencilla
drama
por
tres acciones se enlazan
moral y dramático del pecado Contiene, pues, este
Muerte de Caín, herido
3.':
grandiosa.
bíblico la materia de los cuatro pri-
meros capítulos del Génesis^ y aunque quizá parezca impertinente y superfino trasladar aquí cosa tan sabida, nos ha parecido curioso
presentar las palabras del sagrado texto, antiguas versiones directas que de
Para
los
como
tal
Guzmán,
traducir por
á Rabí
el
en
se leen
las
más
tenemos en nuestra lengua.
dos primeros capítulos seguiremos
mandada
1420,
él
de
la Biblia castellana
Maestre de Calatrava D. Luis de
Moseh Arragel, con
colaboración de varios
la
Maestros en Teología: insigne monumento de ciencia y de toleran-
y
cia,
rico tesoro
archivo de los tes,
de lengua castellana
Duques de Alba
nos valdremos del texto de
«Aquí comienza
el libro
la
»En vana
el
primero de el
los tres capítulos siguien-
la
Ley, en
la tierra, et la tierra
Et
Señor
el
dividió la lux de la tiniebla, et llamó
el
el
Señor á
aguas que eran en ssomo
el
Señor fecha
la
luz dia et á la
dia uno: dixo el el
qual divi-
firmamento
et dividió
las
el
aguas,
del firmamento á las aguas
yuso del firmamento, et fecho assy cielos, et fue
Señor
el
fue.
Et llamó
vespera et mañana segundo
el
Señor
dia.
Dixo
que eran
la
firma-
al
el
júntense las aguas que son de yuso los cielos á un logar por
[Anunciase
era
Spiritu del
mañana
firmamento en medio de
sión faga de aguas á aguas: et fizo
(i)
es
lux que buena era, et
la
tiniebla llamó noche, et fué vespera et fue
Señor: sea fecho
el
aguas. Dixo
las
sea lux et fecha fué lux, et vido
mento
Genesy
i:
principio crió el Señor los cielos et
et vazía, et tenebra sobre faces del abismo.
las
latín
Libro de Beresith.
Señor era rretraido sobre faces de
de
el
Biblia Ferrariense.
llamado, et en ebrayco es llamado
^Capítulo
Para
(2).
que se guarda en
(l),
Señor: tal
próxima publicación (1918) de este monumento
que
litera-
rio]. (A. B.)
Extractos en Villanueva (D. Joaquín Lorenzo) De la Lección de la Sa(2) grada Escritura en lenguas vulgares. Valencia, Montfort, 1791, páginas cxxxvii á cxxxviii.
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA
parezca lo seco, et fecho fue assy. Et llamó
que
et á lo en
seco
tierra,
Señor
el
Señor: apunte
que faga simiente
et arboles fructuosos
su especia que
su simiente en ssy
la
la
el
bueno
et fué
la
lo
nasca herva
tierra et
mesmos tengan en ssomo de la tierra
apuntó herva
et
su especia, et arboles fructuosos que su
miente en ssy mesmos tenían segund era
el
que fagan fructa segund de
luego fue fecho assy. Et sacó
con simiente segund
como
35
se iuntaron las aguas llamó mares, et vido el
que era de bueno. Dixo
la tierra, et
Señor á
1
la
su especia, et vido
vespera et fué mañana
el
si-
el
Señor
dia tercero.
Dixo
Señor: sean fechas luces en'l firmamento de los cielos, las quales
división fagan entre el día et la noche, las quales sean para signas et
tiempos et para determinar días et años. Las quales serán para
luces en'l firmamento de los cielos para que alunbren sobre la tierra,
Señor
et assy fué fecho: et fizo el
lux para sostener
el dia, et la
Las quales puso
las estrellas.
para alumbrar sobre para dividir
reptilla
Señor
mañana
el
del ayre
Señor
las
la
los cielos
noche, et
el dia et la
Señor que era bueno. Et
el
dia cuarto: dixo el Señor: cresca en las
que buelen sobre
et aves
que es cerca del firmamento de
la tierra
las
en
los cielos: et crió el
dos grandes Vallenas et toda anima biva movible,
crescieron en
mayor
noche sostener et
la
firmamento de
en'l
para sostener
la tierra, et
de anima biva,
ssomo
les
el
menor para
lux de la tiniebra, et vido
la
fué vespera et
aguas
lux
dos grandes luzes,
las
aguas segund sus especias, et vido
el
las
qua-
Señor que
era bueno: et bendíxolos el Señor et díxoles: cresced et multiplicad et fenchid las aguas
mundo: saque
Et
anima biva segund de
fizo el
la tierra
Señor
especia, et las bestias
bueno. Dixo semejanza,
el
los cielos, et llas
se multipliquen en'l
el
la
Señor: fagamos
Dixo
dia.
el
Señor:
su especia bestias et reptillas,
la
segund
las bestias
segund
la
su especia, et luego fue assy
salvages de la tierra segund su
su especia, et vido
ome
á nuestra
el
Señor que era
ymagen
et nuestra
qual señoree en los pesces del mar, et en las aves de
en
la bestia, et
que mueven sobre
gen, á
que
et las aves
vespera et fue mañana del quinto
et fue
la tierra
et las salvaginas
fecho.
en los mares
ymagen
quales bendixo
del el
en toda
la tierra.
Señor
Señor
la tierra, et
Et crió
lo crió,
el
másculo
et les dixo:
Señor et
en todas al
fembra
ome
las repti-
á la
yma-
los crió:
á los
frochiguad et multiplicad et
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
136
implid
en
aves de los cielos et en toda
las
Dixo
la tierra.
el
mar
podestadla, et señorad en los pesces del
la tierra et
Señor: ahe que vos yo
et
anima que se mueve en
la biva
toda herva que simiente
di
faga sobre las faces de la tierra, et todos los fructuosos árboles que la
su simiente en sy tengan, vuestros sean para comer. ítem vos do
toda la
salvagina de
la
de
reptilla
fizo
las
aves de los cielos et toda
que ánima biva toviere
muy bueno
era, et fue
verde herva
et toda
el luego fue fecho assy.
que vuestra sea para comer, ñor todo cuanto
todas
la tierra et
la tierra
Et vido
Se-
el
vespera et fue mañana
del sesto día.»
«Capítulo
11:
> Cumpliéronse los cielos et la tierra et
et el
Señor
cumplió
el
Señor
séptimo
el
su obra que crió
de
los cielos et el
Señor para
el
la tierra,
la
fazer.
su obra que fizo, et bendixo
por quanto
Estas son
toda
la
las
generaciones de
de
Et formó
la tierra.
el
la tierra, la
Señor Dios
el
mente
et
el
Señor Dios un vergel
puso ende á este
Dios de
la tierra
buenos
et suaves
Adán que
ovies-
Señor Dios sobre
del limo de la tie-
rra et spiró en su faz spiraclo de vida, et fecho es el
de vida. Et plantó
ome
fizo
ante
qual regava todas las
ome
al
que
día
el
campo en
herva del campo, nin
tierra labrar, nin llover fecho oviesse
Et una nube se alzaba de
la tierra.
segó de toda
en'l
de quand criados fueron en
la tierra fuessen, et
se para la
fazes
séptimo día
Dios tierra et cielos et todos los árboles del
Señor
que en
en'l
día, et sanctificólo,
todos los sus ornamentos,
en'l
ome en ánima
Paraysso antigua-
formó. Et crescer
fizo el
Señor
todos los árboles que cobdiciosos fuesen de ver et
de comer,
et el árbol
de
la vida
en medio del Pa-
rayso, et el árbol de saber bien et mal. Et un rrio salia del vergel
que rregaba este vergel, dales rrios,
cunda
nombre
del
toda la tierra
et
de
alli
se repartía et se íazia cuatro cab-
uno era Phison,
aquella tierra es bien purissimo, ende nasce preciosas...
Et
cunda toda
la
Tegris, el cual Eufrates. Et
el
mismo
este
de Havilath, ende nasce
nombre
del
segundo
rrio
el
el
es el
que
oro, et el oro
bodello
et las
era Gyhon,
el
tomó
el
et púsolo
en
el
de
piedras
qual cir-
tierra de Ethiopia; el nombre del tercero va contra assyrios; et el nombre del cuarto
Señor Dios á Adán
car-
rrio era
rrio es
Parayso
vicioso et deleytoso para que lo guardase et labrase, et apercibió el
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA
Señor Dios á Adán
de todos
et díxole:
los árboles del
1
37
Parayso co-
merás, pero del árbol scient bien et mal non del comas, por quanto comieres, morir morirás. Dixo
en'l dia
que de
non me
paresce seer que
él
su semejanza. Et formó
canpo
del
Adán
Señor Dios de
el
et todas las aves
Señor Dios: bien
el
la tierra
toda
los cielos, las quales
de
ayuda á
ssolo esté: quiérele facer
veer que nombres les pornia, ca con
salvagina
traxo por
nombres que Adán
los
pusiesse se les quedarían por nombres. El
la
Adán
les
qualAdan nombres puso
á todas las bestias et aves de los cielos et á todas las salvaginas del
Adán non
canpo, et por
ayuda que
falló
Señor Dios sueño en Adán,
el
con carne
et
tillas tilla
como
su logar cerró: et edificó
el
Adán tomó,
que de
tal
Dixo Adán... Aquesta huessos, et carne de
et
muger
la fizo, la
muger
esta
(ves)
la
mi carne;
el
Señor Dios
qual luego
ella es
esta varona
et su
Madre
se fagan carne una. saber,
Adán
et su
«Capítulo
>Y A.
el
(2).
III
ornes, et
la cos-
Adán
troxo.
huesso de los mis
deve seer llamada,
pues que de varón fue tomada. Por tanto et pues que assy
debe su Padre
Et lanzó
él fuesse.
et durmióse, et tomó una de sus cos-
es,
con su muger untarse i
dexar
et
que
Et anbos dos desnudos estaban, conviene
Muger,
non por
et
(versión de
la
ello
vergüenza avian.»
Biblia de Ferrara)
(l).
culebro era artero, más de todo animal del canpo, que hizo
y dixo
Dio,
á la muger: quanto
mas que dixo
el
Dio, no co-
mades de todo árbol del huerto? y dixo la muger al culebro: de fruto de árbol del huerto comeremos. Y de fruto del árbol que entre el huerto, dixo el Dio, no
morirédes.
Y
dixo
sá bien el Dio,
el
comades
culebro á
del
la
y no toquedes en
él,
por quanto
mulher: no morir moriredes.
que en dia de vuestro comer
Que
del, abrirse an vuestros
y mal. Y vido la muger, que deseo él para los ojos, y cobque bueno el árbol para comer, y diciado el árbol para entender, y tomó de su fruta, y comió, y dio también á su marido con ella, y comió. Y abriéronse ojos de ambos
ojos:
y seredes como
ellos
y supieron que desnudos
ángeles, sabientes bien
hizieron para ellos cinturas.
(i)
res.
Sigo
la
Inicial
ellos, y cosieron hoja de higuera, y oyeron á voz de A. Dio andan en el
edición de Athías, revista y corregida por Samuel de Cáce1661; de la creación del mundo, 5421.
Amsterdam,
(2)
Y
de Adonai,
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
138
al ayre del dia, y escondióse el hombre y su muger delante A. Dio, entre árbol del huerto, y llamó A. Dio al hombre, y dixo á él: á dó tú? Y dixo: á tu voz oí en el huerto, y temí porque desnudo
huerto,
y escondíme. Y díme: quién denunció á ti que desnudo tú? Si del árbol que te encomendé por no comer del, comiste? Y dixo el hombre: la muger que diste conmigo, ella dio á mí de el árbol, y
yo,
Y
comí. el
dixo A. Dio á
culebro
la
muger: que esto
me sombayó, y
hiziste esto, maldito tú
Y
comí.
hiziste?
dixo A. Dio
mas de toda
la
Y dixo la
muger:
culebro: por qué
al
quatropea, y mas de todo
animal del canpo: sobre tu pecho andarás y polvo comerás todos los días de tus vidas.
Y
malquerencia porné entre
ti
y entre
la
muger,
y entre tu semen: él te herirá cabeza y tú le herirás calcañar. A la muger dixo: muchiguar muchiguaré tu dolor y tu encintamiento: con ti.
Y
muger, y comiste de
el
dolor parirás hijos, y á tu marido tu deseo, y al
hombre
dixo:
encomendé por
árbol que te
por
porque oyste á voz de
con dolor
ti,
la
dezir no
tu
él
comas
comerás todos dias de tu
podestará en
del, maldita la tierra
vida.
Y espino y cardo
y comerás á yerba del campo. Con sudor de tus narizes comerás pan, hasta tu tornar á la tierra, que della fueste tohermollecera á
ti,
mado: que polvo
tú,
y
de su muger, Hava, que para
Y
hombre y para
el
dixo A. Dio: he,
el
Y llamó el hombre, nombre madre de todo vivo. Y hizo A. Dio,
á polvo tornarás. ella fué
su muger, túnicas de cuero,
hombre
fue
y hízolos vestir. nos por saber bien uno de como
y mal, y agora quiga tenderá su mano, y tomará también de árbol de las vidas, y comerá y bivirá para siempre. Y embiólo A. Dio de huerto de Heden para labrar la tierra, que fue tomado de allí, y hombre, y hizo morar de Oriente á huerto de Heden á Kerubim, y á flama de la espada la trastornante por guardar a
desterró los
al
carrera de árbol de las vidas.»
«Capítulo
»Y Cain,
el
y y
:
su muger:
dixo: adquirí varón con A.
no, á Hevel: tierra,
IV
hombre conoció á Hava y
Y
y
encintósse,
y parió á
añadió: por parir á su herma-
de ovejas, y Cain fué labrador déla y truxo Cain de fruto de la tierra pre-
fue Hevel pastor
fue de fin de dias,
sente á A.
Y
Hevel truxo también
él
de primogénitos de sus ovejas
y de sus grossuras, y caro A. á Hevel y
á su presente.
Y
á Cain
y
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA
1
39
á SU presente no caro, y cresció á Cain mucho, y cayeron sus faces.
Y
dixo A. á Cain: por qué cresció á
De
ces?
cierto
Y
tí?
aboniguares, perdón, y
si
puerta pecado yazien, y á
por qué cayeron tus
no aboniguares, á
si
su desseo, y tú podestarás en
ti
dó Hevel yo?
Y
tu hermano?...
dixo:
á mí de
qué
Y
Y
el
dixo: no sé. Si guardián mi
hermano
de sangres de tu hermano, esclamantes
heziste? boz
la tierra.
Y
la
Y
campo, y ledixo A. á Cain: á
dixo Cain á Hevel su hermano: y fue en su ser en
vantósse Cain á Hevel su hermano: y matólo.
él.
fa-
agora, maldito tú de
la tierra
que abrió su boca
para tomar á sangres de tu hermano de tu mano. Guando labrares á la tierra, no añadirá dar su fuerza á
en
la tierra.
Y
dixo Cain á A.: grande mi delicto de perdonar.
desterrado á mí hoi, de sobre faces de cubierto, á
y
esmovido y movido serás
ti:
tierra,
esmovido y movido en
seré
mí me matará.
Y dixo
á
él
y delante
la tierra,
ti
He
seré en-
y será todo hallan
A.: por tanto todo matan á Cain, siete
veces será vengado, y puso A. á Cain señal, por no herir á él todo salió Cain de delante de A., y estuvo en tierra de hallan á él.
Y
Y
Nod, á Oriente de Heden. sse,
parió á Hanoch.
y
villa,
como nombre de
Y
conosció Cain á su muger, y encintó-
fue fraguan
su hijo,
villa,
y Metusael engendró á Lemech.
mugeres: nombre de
Y
parió
nado.
Hadah
Y
la
nombre de
Y
su
Y
tomó para
una Hadah, y nombre de
á Yabal:
vihuela y órgano.
y llamó nombre della fue nascido á Hanoch,
Mehuyael engendró á Me-
Hirad, y Hirad engendró á Mehuyael, y tusael,
Y
Hanoch.
él
fué padre de
hermano Yubal:
la
él
Lemech dos
segunda, Silah.
morador de tienda y ga-
él fué
padre de todo travan
Zilah también ella parió á Tubalcain acecalán
toda maestría de cobre y hierro, y hermana de Tubalcain, Naha-
Y dixo Lemech á sus mugeres Hadah y Zilah: oyd mi voz, mugeres de Lemech, escuchad mi dicho: que varón maté por mi
mah.
herida,
y niño por mi tolondro. Que
y Lemech
Y
siete veces será
cosnoció
Adán mas
vengado Cain, á su muger,
y y y llamó su nombre Seth, que puso á mi Dio semen otro, en lugar de Hevel, que lo mató Cain. Y á Seth también él fué nascido hijo, y llamó á su nombre Enós: entonces fué comenzado por setenta
siete.
parió hijo,
llamar
el
nombre de A.»
Fuente inagotable de representaciones para
la
poesía cristiana ha
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
140
sido en todos tiempos esta sagrada relación de los orígenes del
mundo.
Y
en
las
sito,
y San
por no cuadrar á nuestro propó-
sin detenernos ahora,
obras puramente épicas que desde Juvenco, Draconcio
Avito, se prolongan hasta
la
Semana, de
Du
Bartas; las Seite
Giornate, del Tasso; la Creación del mundo, de Azevedo; la Sarcotis,
de Massenius, y
el
Paraíso perdido, de Miltón, origen á su vez de
tantas imitaciones (entre las cuales no es para olvidada la Inocencia
perdida, de nuestro Reinoso); y concretándonos á tica,
la
forma dramáencon-
los escasos restos del teatro griego cristiano
ya entre
tramos un breve y sencillísimo drama de Adán, compuesto á del siglo
VIII
ó principios del ix por
fines
gramático Ignacio, que llegó
el
á ser metropolitano de Nicea. Este drama, que Boissonade publicó
en 1829 por vez primera por Dübner, con
el
ha sido revisado é impreso de nuevo
(l),
Christus Patiens
y
los
demás fragmentos de
la
dramaturgia heleno-eclesiástica, al fin del Eurípides de la colección
Didot
(2).
Entre
drama
las reliquias del
litúrgico latino coleccionadas
por
Du-Méril y Coussemaker no encontramos misterio de la Creación del Mundo, pero el más antiguo monumento conocido del teatro francés de la
Edad Media
es
normando, que se remonta entre ro,
el
drama
hierático
conforme á
la ley
y
una Representación de Adán en dialecto
al
siglo xii,
popular
el
y sirve
(3),
como de
transición
descendiendo del prime-
generadora que descubrió Sepet
(4),
como
nuevo y extenso desarrollo del antiguo tema de Los Profetas de Cristo, que todavía forma la tercera parte del drama vulgar. «El
drama de Adán serie única
común (i)
de
origen;
(dice Julleville) es
en realidad
tres piezas diversas,
la
yuxtaposición en
pero enlazadas entre
una pieza de Adán, otra de Abel, y una
Anécdota Graeca, tomo
i,
sí
por su
tercera,
que
págs. 436 á 444.
Fragmenta Euripidis... Christus Patiens Ezechieli et ckristianorum Poeiarum Reliquiae Dramaiicae. Ex codicibus emendavit et annotatione critica insiruxii Fr. Dübner, París, Didot, 1846, págs. 91-94. Magnin publicó un interesante artículo sobre esta colección en el Journal des Savants, 1849, (2)
Agosto. Petit de Julleville: Hisioire du Thédlre en France, Les Mysieres. París. (3) Hachette, 1880, tomo i, 81-89; tomo n, 216-219. Marius Sepet: Les Prophetes du Christ (Bibliotheque de V École des (4)
Chartes), serie F,
tomo
iv,
págs.
1
05- 139 y 262-373.
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA es la profesión de los profetas,
mas
litürgicos,
la
conocemos en
cuyos autores habían acabado,
al
frente de la procesión al primer
el
primer profeta de Cristo, como
monio
como
tal
del Mesías...
I4I
sin
dra-
los
duda, por colocar
hombre, Adán, considerado como el
primero que había de dar
testi-
Con Adán hubo de aparecer Abel, que también que fué
es figura del Redentor, puesto
Lope de Vega, heredero
genial
pos medios, reunió en un drama
y
el
la
primera víctima inocente.»
maravilloso del arte de los tiem-
pecado de Adán y
el
crimen de
y por una intuición de gran poeta, pero en la cual ya había sido precedido por los obscuros autores de los misterios del siglo xv, Caín,
sustituyó
la vieja
procesión de los profetas con
cumplida por mano de Lamech
Sepet ha caracterizado oficio
extraordinario,
el
el
la fatídica
expiación
bigamo.
antiguo misterio de
Adán como «un
dramático, en lengua vulgar, que formaba
parte de los regocijos exteriores destinados á celebrar piadosamente las fiestas
de Navidad». Las rúbricas están en
latín,
y
el
se representaba delante de la iglesia) conserva todavía
carácter litúrgico en la interpolación de lecciones
mados de
la
vSagrada Escritura
drama (que
mucho de
y responsos
su
to-
(l).
El inmenso misterio ó enciclopedia dramática del Antiguo Testamento, obra capital del teatro francés del siglo xv, deslíe, nada
menos que en
1.
882 versos,
tulos del Génesis (2).
el
contenido de los tres primeros capí-
No sabemos que
exista en nuestra literatura
(i) La Reprcsentatio Adat se ha conservado en un códice de la Biblioteca de Tours, procedente de la abadía benedictina de Marmoutiers. Hay de ella dos ediciones, una por Víctor Luzarche (Adam, árame anglo-normand dii XII' suele... Tours, 1854), y otra por L. Palustre {Adam, mystere du XII' siecle, iexie critique accompagné d'une traducíion...^aii^^ Dumoulin, 1877). El drama tiene 1.301 versos^ y se divide en tres secciones: a) Creación y caída del hombre; b) Muerte de Abel; d) Los profetas de Cristo. Todas las acotaciones están en prosa latina. Vid. Sainte-Beuve: Nouveaux Lundis, iir, páginas 364 y siguientes; y Littrc: Étude sur Adam, mystere., en el Journal des Débats de 30 de Julio y 29 de Agosto de 1855. Le Mystere du Viel Testament par personnages j'oué á Parts, historié et (2) imprime' nouvellement... (La primera edición parece ser de 1500; la última, y la que hemos tenido presente, es la del barón James de Rothschild, con introducción, notas y glosario. Paris, Didot, 1878 y siguientes. Trabajo de grande
erudición dramática).
De
representaciones italianas sobre
la
Creación del
Mundo no hay muchas
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
1^2
otra obra del
mismo
carácter cíclico,
como no
sea
la
Victoria Christi
del bachiller Bartolomé Palau, la cual, según advirtió el poeta, es
una «alegórica representación de linaje
humano
estuvo, por
Demonio, hasta que
la
la
cautividad espiritual en que el
culpa original, debajo del poder del
Cristo, nuestro
Redentor, con su muerte, redi-
y con su Resurrección reparó nuestra vida». Este poema, por muchos conceptos notable, y que todavía conserva mió nuestra
libertad,
su popularidad en
la
montaña de Cataluña y en
Alto Aragón,
el
consta en realidad de seis partes ó autos largos, divididos en otros autos
más
entre
sí
cortos que pudiéramos llamar escenas, enlazadas todas
general pensamiento de
por
el
Dedicada
la
dudar de
ma
la
Caída y de
obra de Palau (que es de
nuestra primitiva escena)
Aragón, que
la
al
rigió aquella
las
la
Redención.
más importantes de
Arzobispo de Zaragoza, D. Hernando de
Sede desde 1539 á 1577
(l)>
"o ^s
época á que realmente pertenece, por más que
popularidad de la pieza y
lícito
la
mis-
uso frecuente que se hacía de sus
el
ejemplares, hayan hecho desaparecer casi totalmente las cinco edi-
ciones góticas, por lo menos, que precedieron á
la
de Barcelona,
1620, por Sehíistián Comellas. Retocado
y aderezado el texto en la 670, y nuevamente estropeado y pervertido en las de Manresa, 1777» Y Cervera, 1846, la Victoria Christi, olvidada por los doctos y no mencionada siquiera por Mo-
edición, también barcelonesa, de
1
ratín en sus Orígenes, es á la hora presente la única reliquia del dra-
ma
castellano anterior á
teatro popular
Lope de Vega que ocupa aún
y conserva entre nosotros
la
misterio litúrgico de los Profetas de Cristo.
larguísima composición abraza
Adán
hasta Noé,
mero
es la creación
y
la
las tablas del
tradición del vetustísimo
La primera parte de
esta
edad primera del mundo, desde
se subdivide en cinco autos ó escenas. «El pri-
de
Adán y Eva, y cómo Adán
comió, por
la
pero valga por todas la muy peregrina que da Ancona {Origini del i, 346), de la que se hizo en Sessa el 24 de Abril de 1541, por el canónigo Antonio de MaselHs con sus discípulos, en el traje más primitivo posible: *Et lo dicto Donno Antonio steiie innudo solum con uno vele (sic) nanti alio membro, che mostrava tucie (sic) le naturali, che ce siecte (sic) tutta Sessa noticias,
teatro iialiano,
ad vedere. » (i) Vid. Fernández Guerra: Caída y Ruina del Imperio Visigótico Español. Primer drama que las representó en nuestro teatro. Madrid, 1883, págs. 13 y 14.
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA
1
43
persuasión de Eva, del fruto vedado, por cuya culpa fué echado del
Son
Paraíso terrestre.»
interlocutores: Dios Padre,
Adán, Eva, Cul-
pa, Ángel, Música, Serpiente. El drama empieza antes de
del
mundo y
sólo que
el
junto
al
trono de Dios Padre,
creación
como en Lope de Vega,
con su ingenuidad de poeta primitivo,
bachiller Palau,
el acto mismo de la creación del hombre. «Dios como quien espira en tierra, y cría el hombre y sale Adán de tierra.* De la sencillez del estilo y poco aliño de la versificación,
pone en escena hace la
la
dará muestra
la
siguiente escena:
EVA
Oye, Adán, mi buen marido.
ADÁN
¿Qué
me quieres?
Di, mujer.
Hacerte, hermano, saber
Lo que
Tú
Y
á mí
me
ha acontecido:
sabrás que yo he comido
he gustado
De aquel fruto sublimado Que nos vedó el Criador, ADÁN
Tú has hecho grande error En quebrantar su mandado.
¡Oh!,
Y A
que
es
muy
azucarado
sabroso, la vista
Varaos
muy
allá
y
Si te agrada,
hermoso:
le verás.
comerás:
No seas tan sospechoso; Que si Dios muy poderoso, Con su poder Nos mandó del no comer,
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
144
So pena que moriremos, Hácelo, porque seremos
Como
Dios en
el saber.
adXn ¿Quién
Eso á
La
ha dado á entender
lo
ti?
serpiente; yo
En mi
fe
comí
de buena gana;
Toma, hermano, esta manzana Come por amor de mí.
Ahora dame: sea
así
Por tu amor.
Parece que su sabor
Tiene tan azucarado.
Bueno, pero esto es peor;
Que me veo
Yo
también avergonzada
Ahora
De
despojado.
aquí,
vernos á mí y á
ti
Sin algún adornamiento. (Sale Dios esi?,
con un ángel por
el Paraíso,
y va diciendo
y responde Adán):
ADÁN Escondámonos, que siento Nuestro Dios venir
¿Qué
será, triste
allí.
de mí,
Desdichado? DIOS
¿Dónde, Adán, te has apartado?
tres veces:
Adam, ubi
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA
ADÁN Señor, estoy retirado.
DIOS
;Y por qué
te
has escondido?
ADÁN
Porque estaba despojado. Dios
Y
eso ;qu¡én te lo ha mostrado?
Di, perdido;
Sino que cierto has comido
Del vedado árbol que
La mujer que
Me
tú
me
dio del, y
viste.
me diste ha inducido.
Eva, ;por qué has cometido Tal pecado?
La serpiente me ha engañado:
Comí descuidadamente.
Y
tú,
maldita serpiente,
¿Por qué
tal
has ordenado?
Pues por mí mismo he jurado
Que serás maldita y no comerás En tus días sino tierra,
Y Y Y
cuerpo arrastrarás
tu
Por
llanos,
montes y
sierra,
pondré continua guerra malquerer
Entre
ti
y
la
mujer.
Tal cual nunca se verá; MroréSDEZ y Pelato.
— Estudios sobre el
Teatro de T.ope de Vega.
I45
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
£4.6
Ella te quebrantará
cabeza y gran poder. tal habías de hacer,
Tu
¿Y tú Eva,
di?
¿Dejarte vencer ansí
Teniendo tanto poder? Y tú, Adán, obedecer A tu mujer más que á mí? ¿Pues del poder que te
Tan
di,
bastante,
Querías ser semejante A mi ciencia y gran deidad?
Grande fué vuestra maldad
Y soberbia penetrante: Quitaos me ya delante, Que el pecado Que hoy habéis perpetrado
Ha engendrado una tal culpa, Que os hará entera disculpa Hasta ser ya bien pagado, la cual serás privado,
Por
De hoy más, De mí, Adán, y
morirás
Sufriendo continua guerra; Mientras vivas en
De
la tierra,
tu sudor comerás;
Mas
te digo
que serás
Abajado,
En
polvo y tierra tornado.
Con
trabajos y miseria.
Pues querías con tu soberbia Ser á mi ciencia igualado. Tú, Eva, por tal pecado
Y
error,
Parirás con gran dolor
Todo
hijo concebido,
Serás sujeta
al
marido
Y
ti
señor.
él
será de
prosigue el fidelidad á las palabras de la Escritura este auto, como en el tercebachiller Palau, así en lo restante de él fué el primero la muerte de Abel, y cómo
Con
ro,
la
misma
«que representa
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA
que fué depositado en
el
limbo»; hablan
las
47
1
personas siguientes: Caín,
Abel, Satanás, Ángel, Culpa, Lucifer. Para enlazar estos dos autos
hay una escena ó auto intermedio, de carácter doctrinal y teológien que el autor declara «cómo del pecado de Adán nació la
co,
culpa original, que es impedimento para no poder entrar en
el
cielo».
Xo hay duda
para mí que Lope, en cuya fantasía inmensa y getodo el teatro anterior y todo el teatro posi-
nial vino á reflejarse
conocía y aprovechó
ble, ller
la
Victoria de Cristo del humilde Bachi-
de Burbáguena, no ciertamente para tomar de
ella
imágenes
conceptos, que no necesitaba para nada teniendo delante
de
la Biblia,
que
él sabía leer
con ojos de poeta, sino para
estructura de su obra, que de este da, sino
Edad
modo no
que tiene sus más hondas raíces en
aparece el
Media, del cual fué inmediato heredero
drama el
texto
el
plan
el
como
ni
y
desliga-
litúrgico
de
la
teatro del siglo xvi,
todavía no secular más que á medias.
Creemos también que Lope pudo tener presente para da jornada de su comedia
en
tres,
por
lo
menos, de
la
segun-
los autos viejos
que
códice, tantas veces citado, de la Biblioteca Nacional se custo-
el
dian; ó á lo
do de
menos
las piezas
otros
muy
semejantes á éstos.
Aun
puramente alegóricas que llevan
Justicia divina contra el pecado de
prescindien-
los títulos
Adán, Auto de
de
La
los hierros de
Adán y Farsa del Sacramento de Adán, tienen forma directa é historial el Auto del pecado de Adán (por más que en él intervengan personajes abstractos, como la Gula y la Avaricia), el Auto de la _prevaricación de nuestro padre
Adán, y
tierno
el sencillo,
y cando-
roso Auto de Caín y Abel, del ilustre humanista y teólogo valencia-
no Jaime Ferruz, insigne reformador de natal.
las
escuelas de su ciudad
Sobre esta tragedia en miniatura, notable siempre por
ralidad del estilo y, en algún caso, por la energía
ocurre que añadir á
y detenido ñete
(l),
en
estudio, el
cual
la
natu-
nada que tan discretamente expuso, en particular nuestro malogrado compañero D. Manuel Cala dicción,
lo
ya advirtió
muy
cuerdamente que á sus demás
circunstancias recomendables juntaba este
(I)
de
Teatro Español del siglo
XVJ {Udiáúá,
Auto
la
de pertenecer
1885), págs. 251-294.
ai
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
148 corto
número de antiguos poemas escénicos destinados exclusiva-
mente á poner en acción
el fratricidio
de Caín, puesto que los autores
de antiguos misterios franceses y nuestro bachiller Paiau habían pre-
embeberle en una acción más amplia y comprensiva. Lo misobservamos en Lope de Vega, cuya comedia es raro que el se-
ferido
mo
ñor Cañete no mencionara. Sólo en tiempos posteriores, y de teatro enteramente laico, hallamos tragedias exclusivamente de este
asunto,
como La muerte de
Abel, de Legouvé, traducida en valentí-
simos versos por nuestro D. Antonio Saviñón;
que
la
CaÍ7t,
dio
el
en que
extraño título la
de Tramelogedia, y
el Abele, el
de
Alfieri,.
poema dramático
extraviada inspiración de lord Byron presta enér-
gicos acentos á la desesperación satánica y
al
pesimismo maniqueo.
El auto de Ferruz no pudo ser desconocido para Lope de Vega, tan
empapado en
la literatura del siglo xvi,
puesto que todavía en
su juventud solía aparecer en las tablas del teatro popular,
y en
el
Viaje entretenido, de Agustín de Rojas (1604), consta que aquel in-
genioso histrión y sus colegas Ríos y Solano, andando por blos á
modo de compañía
de Valencia á Zaragoza por
las señas,
el
trashumante, representaron en
Auto de Caín
no podía ser otro que
el
y
el
los
pue-
camino
Abel {\\ que, á juzgar
de Ferruz,
Pero entiéndase bien, y es prevención para [en adelante, que cuando hablemos de las fuentes de tal ó cual poema dramático de
Lope de Vega, nunca ha de entenderse
(i)
esto en el sentido de aque-
«Pedí licencia, busqué dos sábanas, pregoné la égloga, procuré una y díjele á Solano que cobrara. Y al fin la casa
guitarra, convidé la huéspeda,
romance de Afuera, afuera, aparta, aparta. Acabada una copla, métome, y quédase la gente suspensa, y empieza luego Solano una loa, y con ella enmendó la falta de la música. Vísteme una sábana y empiezo mi obra. Cuando salió Solano de Dios Padre, con otra sábana abierta por medio y toda junto á las barbas, llenas de orujo, y una vela en la mano, entendí de risa ser muerto. El pobre vulgo no sabía lo que le había sucedido. Pasó esto é hice mi entremés de bobo, dije la coleta del huevo y llegóse el punto de matar al triste Abel,|y olvídeseme el cuchillo para degollarle, y quíteme la barba y degüéllole con ella. Levántase la chusma y empieza á darnos grita; supliquéles perdonaran nuestras faltas, porque aun no había llegado la compañía, Al fin, ya toda la gente rebelada, entra el huésped y dice que lo dejemos porque nos quieren moler á palos. Con este divino aviso pusimos tierra en medio, y aquella misma noche nos fuimos con más de cinco reales que se habían hecho.» Viaje entretenido, ed. de 1614, fol, 36 vuelto y 37.)
llena, salgo á cantar el
(
I49
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA
Ha imitación directa de situaciones, pensamientos, rasgos, y aun trozos enteros de diálogo, que en poetas de otra época,
y
jNIoreto
pudo
habilidad técnica, pia
menos que Tirso y Alarcón y
y en general todos
valencianos,
Para
siglo XVII español.
los ingenios del
ellos, el teatro
primitivo
sumo una mina de argumentos, como no\"elas, nunca una pauta y una norma á
á lo
con
ni siquiera
los
poetas
primer tercio del
pudo
ser
un germen,
crónicas
y
las
lo
eran
la
cual sujetasen su paso,
las
propósito bien logrado de mejorar
el
Había en
ajenas.
Calderón,
en esto conserva su pro-
ser inferior á ellos,
nativa originalidad, no
y
como
Corneille, advertimos. Si Lope, en otras condiciones de
las
invenciones
demasiada espontaneidad y aliento de crea-
ellos
ción para que pensasen en esta labor secundaria, aunque tan loable.
El drama de Lope sobre la Creación y las primeras edades del mundo ha merecido hasta ahora poca atención de los críticos. Schack le
muy
menciona, aunque
prueba que
le
rápidamente, y no sin gran error, que
leyó de prisa. Dice que es una dramatización del pri-
mer capítulo del Génesis, lo cual no como queda dicho, la materia de los rece de enlace dramático y cual cual
es exacto, puesto tres primeros.
Schack amolda sus
Añade que
juicios,
la estética
puesto que
la
romántica, á
la
unidad de un drama
pecado original nunca puede ser semejante á
el
ca-
de centro para la exposición poética, lo
tampoco puede admitirse dentro de
sobre
que abarca,
la
que domi-
na en una tragedia clásica ó en una comedia de Moliere. La caída
de Adán, son en sobre
el
la
abre á
el
fratricidio
cual se cierne
la
de Caín y su muerte á manos de Lamech, tres momentos de una sola acción,
pensamiento de Lope
muerte
las
una fatalidad expiatoria. El pecado de Adán
puertas del mundo; Caín las franquea, regan-
do sus cimientos con sangre inocente; Lamech, instrumento ciego
de altísimos decretos,
la
expía con sangre culpable. El
mismo La-
mech nos expone
la filosofía de la obra, que no es otra que
origen del mal en
el
mundo: ¡Ah, pecado,
De
tantos males principio!
Mi padre mató á su hermano,
Y
yo á mi padre: parece
Que nos vamos heredando.
la
del
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
150
Y, á mayor abundamiento,
confirma
la
Adán con
estas palabras:
¡Oh, Señor eterno y sabio!
De
vuestros altos juicios
El entendimiento humano Está distancia
infinita:
Necio es quien quiere alcanzarlos.
Muere Abel y Caín muere,
Uno justo y otro ingrato, Uno humilde, otro soberbio, Uno dócil y otro airado; ¿Y siendo
así,
Que mueran, El padre á
Y Hay, pues, en
el
este
permitís
Señor, entrambos.
manos
del hijo
bueno á manos
del malo?
drama un centro de exposición poética
(ein
Centrum des poetischen Darstellung) y un género de unidad moral, aparte de la unidad material que nace de desenvolverse toda la acción dentro de
de Caín.
la familia
Aparte de este reparo, Schack reconoce que dida muestra, así de
la
el
drama
es esplén-
poderosa fantasía de su autor como de su
y trazar, llenándolas de luz, las escenas más pintorescas (l). Lo mismo opinamos nosotros, aun teniendo en cuenta el estado deplorable en que el texto de esta comedia ha llegado á arte para imaginar
nuestros días, por obra los famélicos
y
gracia de los judíos de
impresores de
las
Pero no hay yerros tipográficos que basten á ahogar
do
(2).
de
Adán cuando
siente rebeladas contra
pués del pecado, ó
las
con
el
él
todas
estupendo fenómeno de
la
al
la
las criaturas
amargas quejas en que se exhala
condición de Caín, ó su trágico asombro v'ez
Amsterdam y de
comedias de cordel del siglo pasa-
la
voz des-
aviesa
encontrarse por primera
muerte:
Yo he sido el hombre primero Que abrió á la muerte las puertas Del mundo!...,
(i)
1854, (2)
Geschichte der dramatische Literatur
tomo II, pág. El xvm. (A.
388. B.)
und Kunst in Spaniejt... Frankfurt, tomo iii, pág. 170.
— Traducción castellana,
15I
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA
que embarga sus mal trabadas razones después del frapadres, ni el endurecimienni el diálogo angustioso de sus bizarría con soberbia desesperada, ni el alarde de fuerza y
ni el terror tricidio,
de su
to
que se presenta
vengador Lamech,
el
curiosidad científica
y
ni el
ingenuo despertar de
astronómica en Seth, ni otros
la
muchos rasgos
negligentemente sobre la tela, de alta poesía que, aun arrojados instinto divino hasta cuando por lo que Lope hacía como
muestran
manchaba más
la
aprisa.
la SagraAjustada esta comedia en todas sus partes al texto de una inbien más da Escritura, sólo ofrece una ligera desviación, ó por la saeta de terpretación libre, en lo tocante á la muerte de Caín
lugar del Lamech. Pero aun esta interpretación caprichosa de un que se pretende, era Génesis, iv, 23, que de ningún modo dice lo San Jerónimo cristianos. antigua entre los rabinos y entre los
muy la
recuerda,
como
maso: Majoriim ne a
bro
Lamech
VII,
antigua tradición, en su epístola 125 á San Dá-
quod putent
ista sententia est,
interfectum
Y
Caim.
cap. VI de las Etimologías,
al
in séptima generatio-
nuestro San Isidoro, en explicar
el
el li-
nombre de Lamech
expresamente que mató á Caín «percussit poética, fué ya adopet interfedt Cain-». Esta tradición, realmente obras del teatada en el Mysterc du Viel Testament y en otras ^qttasi percutims-¡>, dice
de
la
tro
religioso
gio
hay en Lope de
Edad Media. Pero
fuera de esto, ningún vesti-
las tradiciones apócrifas relativas
tancias de la penitencia de
Adán,
al
viaje
de Seth
al
á las circuns-
Paraíso terre-
común de los hombres, ni nal, á la muerte y los funerales del padre de la Cruz. relación física y directa entre el árbol del Paraíso y el la
Lope, en ésta como en todas se
las
obras suyas tomadas de
muestra en extremo respetuoso con
el
sagrado texto y
la Biblia,
muy
so-
ornamentos profanos, aun de aquellos que tradicionalmente tenían ya carta de adopción en los libros devotos y representacio-
brio de
nes piadosas
(l).
Comparando Sainte-Beuve glo-normando de Adán con
el
los
informe bosquejo del misterio anprimeros cantos del Paraíso perdi-
el Codex W) Vid., sobre las leyendas relativas á Adán, Caín y Lamech, paPseudepigraphus Veteris Testamenii de Fabricio (Hamburgo, 1722), tomo i, Migne. Enciclopedia la de ginas I- 23, y el Dictio7inaire des Apocryphes 1
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
152
hace notar que Milton dio
do,
dad y
lejanía posible,
asunto bíblico
al
remontándose más
do, hasta la caída de los ángeles,
mayor
profundi-
mun-
y transportándonos en medio de
demonios precipitados, de quienes Satanás
los
la
allá del principio del
y que han
es rey,
oído hablar de lejos y confusamente de una nueva creación, de un
nuevo
ser,
que
es
ya
el
favorito del Omnipotente...
«Todo
esto (pro-
sigue Sainte-Beuve) prepara, inquieta, interesa, abre horizontes in-
mensos, crea un fondo, una perspectiva anterior, da á
la
escena todo
su sentido, y todo su alcance á la acción que va á seguir»
Como
los
(i).
grandes poetas se encuentran por instinto, Lope tam-
aunque del modo rápido que cuadraba á su arte y á su manedio á su drama este fondo lejano y estos amplios horizontes. Ta-
bién, ra,
cha también Sainte-Beuve
do de no haber sabido cía su
en
el
rudo autor del misterio
utilizar los efectos
argumento. «Así, en
segunda
la
acto segundo, cuando Abel
viejo autor ha el
al
norman-
que naturalmente
parte, ó
muere
angrlo-
á
como hoy
manos de
mostrado que todavía ignoraba su
le ofre-
diríamos,
Caín, nuestro
oficio,
perdiendo
grande efecto dramático de mostrar á nuestro primer padre
delante del cadáver de su
que
es
hijo
y contemplando
con terror
lo
esa muerte, que su desobediencia ha introducido en el
mundo. Los grandes poetas
se adelantan á las adivinaciones de los gran-
muy bien
Lope de Vega
se
guardó
admirable efecto trágico, y
la
escena en que
des críticos.
la
mejor de su poema
desarrolla es quizá
(2).
(i)
Nouveaiíx Lundis, tomo
(2)
En tiempos inmediatamente
que
le
de dejar perder este
pág. 183. posteriores á Lope, y en que, si es cierto se había entibiado, á lo menos había cundido el mal gusto literario ni,
la fe no de tratar bufonescamente las cosas más altas, La Creación del mundo y Culpa del primer hombre fué materia de una farsa ó comedia de burlas, improvisada delante de Felipe IV por sus poetas favoritos. El portugués Pedro Suppico deMoraes da noticia de esta representación en sus Apotegmas (Lisboa, 1733, tomo III, pág. 95). Hacía de Padre Eterno Luis Vélez de Guevara, y de Adán D. Pedro Calderón. Había hurtado el segundo unas peras al primero, y se en-
tablaba entre los dos
el
diálogo siguiente:
ADÁN Padre Eterno de la luz, ¿Por qué en mi mal perseveras?
(Sigue
la nota.)
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA II.
El robo
de Dina.
Comedias de Lope de
— Seguimos
texto de
el
Yega (Madrid,
la
1638), que
53
1
Parte 21?- de
las
es su primera
y
única edición. El argumento de esta pieza está tomado de los capítulos xxxii, XXXIII
y XXXIV
que dicen
del Génesis,
según
así,
la
versión de Ci-
priano de Valera:
«Entonces Jacob se levantó y alzó á
Capítulo XXXI, vers. 17.
sus hijos y á sus mujeres sobre los camellos. iS.
Y
guió todo su ganado y toda su hacienda que había,
el
ganado de su ganancia que había adquirido en Padan-Aran, para volverse á Isaac su padre en la tierra de Chanaan. 19.
Y
los ídolos
20.
saber 21.
Labán había ydo á
Y hurtó Jacob cómo
Y
Y
y Rachel hurtó
el
corazón de Labán
Arameo en no
hazerle
huía.
huyó
y puso su rostro 22.
tresquilar sus ovejas,
de su padre.
él
con todo
al
lo
que
tenía,
y levantóse y pasó
el río
monte de Galaad.
fué dicho á
Labán
al
tercero día
cómo Jacob
había huido.
PADRE ETERNO Porque os comisteis las peras; Y juro á Dios y á esta Cruz, Que os lie de echar á galeras.
Defendíase luego Adán en una relación tan larga, que apuraba Padre Eterno, haciéndole exclamar de esta suerte.
la
paciencia
del
Por el mundo superior de mi mano formado, Que me pesa haber criado
Y
Un Adán
tan hablador.
Había también en la pieza un animado diálogo de ternezas amorosas entre nuestros primeros padres, por este estilo.
Eva, mi dulce placer. Carne de la carne mía.
EVA.
Mi
bien,
mi dulce
alegría
Morete, que hacía de Abel y estaba impaciente por salir á las tablas, romal paño, cerrando la redondilla con el verso siguiente:
pió desenfadadamente
lEstos
me
quieren hacer!
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
154
Y
23.
siete días
tomó y
Y
24.
á sus
hermanos consigo, y fué monte de Galaad.
tras él
camino de
alcanzólo en el
Arameo en sueño
vino Dios á Labán
que no digas á Jacob bueno
díxole: Guárdate
aquella noche,
y
malo.
ni
Alcanzó, pues, Labán á Jacob, y Jacob había hincado su tienda en el monte, y Labán hincó con sus hermanos en el monte 25.
de Galaad.
Y
26.
corazón,
y
heziste saber
y
como
has traydo mis hijas
Porque
27.
Que me
dixo Labán á Jacob: ¡jQué has hecho?
te escondiste
que
te enviara
hurtaste el
captivadas á cuchillo.
me
para huyr, y
juntaste,
y no me
con alegría y canciones, con tamborino
vihuela.
me
¿Que aun no
28.
dexaste besar mis hijos y mis hijas?
Ahora
locamente has hecho.
Poder hay en mi mano para hazeros mal, mas
29.
me
vuestro padre
Jacob
ni
bueno
Y
30.
ni
me
dixe que quizás
En
32.
me
que Raquel 33.
Lea
(Lía),
Y
34.
y dixo
á Labán:
lo
que yo tuviere, y tómatelo. Jacob no sabía
había hurtado.
los
entró Labán en
y en
la
tienda de Jacob,
la
tienda de las dos siervas,
y vino á Rachel tomó
la
los ídolos,
y sentóse sobre
y en
la
halló,
y
y no
tienda de salió
de
la
tienda de Rachel.
y
ellos,
y púsolos en una albarda de un Labán toda la tienda, y no
tentó
halló.
,
Y
35.
me puedo mujeres.
ella
dixo á su padre:
levantar delante de
Y
él
ti,
buscó y no halló
No
y
se enoje
porque tengo
mi señor, porque no la
costumbre de
las
los ídolos.
Entonces Jacob se enojó y
36.
Jacob,
Porque tuve miedo: que
robarías tus hijas.
tienda de Lea,
camello,
casa de tu
quien hallares tus dioses, no viva: delante de nuestros
hermanos reconoce
Y
la
hurtabas mis dioses?
Y Jacob, respondió
31.
Dios de
malo.
ya que te yvas, porque tenías deseo de
padre, ¿por qué
el
habló anoche diciendo: Guárdate que no digas á
riñió
con Labán, y respondió
dixo á Labán: ¿Qué prevaricación es
pecado, que has seguido en pos de mí?
la
mía? ¿Qué es mi-
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA
Pues que has tentado todas mis
37.
alhajas, ¿qué has hallado
55
de
Pon aquí delante de mis hermanos y
todas las alhajas de tu casa? tuyos,
1
y juzguen entre nosotros ambos. Estos veynte años he estado contigo; que tus ovejas y tus
38.
cabras nunca movieron, nunca comí carne de tus ovejas.
Nunca
39.
yo pagaba
te truxe arrobado;
de día como de noche, de mi mano
ansí
De
40.
día
me consumía
ño se huía de mis
el calor,
el
daño: lo hurtado,
lo requerías.
de noche
la
helada,
y
el
sue-
ojos.
Estos veynte años tengo en tu casa: catorze años te serví
41.
por tus dos
hijas,
y seys años por
y has mudado mi
tus ovejas,
sa-
lario diez vezes.
Si el
42.
Dios de mi padre,
el
Dios de Abraham y
Isaac no fueran conmigo, cierto vacío
Dios mi aflicción y
trabajo de
el
me
el
temor de
enviarás ahora;
mas vÍdo
mis manos, y reprehendióte
anoche.
Y
43. son,
respondió Labán, y dixo á Jacob: Las hijas mis hijas
los hijos
y vees, mío hijos
es,
y
mis
hijos,
y
las
ovejas mis ovejas, y todo lo que tú
hoy ó
á sus
y sea en
tes-
á estas mis hijas, ¿qué tengo de hacer
que han parido?
Ven, pues, ahora, y hagamos alianza yo y
44.
timonio entre mí y
tú,
ti.
45.
Entonces Jacob tomó una piedra, y levantóla por
46.
Y
dixo Jacob á sus hermanos: Coged piedras.
piedras,
y
hicieron un majano, y comieron
47.
Y
llamólo Labán: legar- Sahadutka,
allí
título.
Y
tomaron
sobre aquel majano.
y Jacob
lo
llamó Ga-
laad,
Porque Labán dixo: Este majano será testigo hoy entre mí
48.
y y por eso llamó su nombre Galaad. Mispha, porque dixo: Atalaye Jehovah entre mí y 49. quando nos escondiéremos el uno del otro. ti,
Y
Si afligieres
50.
mis
hijas:
mí y 51.
mis
hijas,
ó
si
ti,
tomares otras mujeres allende de
nadie está con nosotros; mas mira. Dios es testigo entre
ti.
Dixo más Labán á Jacob:
este título
He
que he fundado entre mí y
aquí este majano, y he aquí' ti.
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
156
Testigo sea este majano,
52.
pasaré contra
ti
ni este título,
para mal.
El Dios de
53.
y
testigo sea este título,
mí
este majano, ni tú passarás contra
Abraham y
el
ni
yo
Dios de Nachor juzgue entre nos-
Y Jacob juró
otros, el Dios de sus padres.
que
este majano,
por
el
temor de Isaac su
padre.
Y
sacrificó Jacob sacrificio en el monte, y llamó á sus hercomer pan, y comieron pan, y durmieron en el monte. ^ madrugó Labán por la mañana, y besó sus hijos y sus
54.
manos
á
55-
y
bendíjolos,
y
hijas,
volvió,
y tornóse
á su lugar (l).»
Capítulo xxxii:
Y Jacob
«I.
se fué su camino,
y
saliéronle al encuentro ángeles
de Dios.
Y dixo Jacob
2.
llamó
Y
3.
á
el
los vido: El
Y
campo de Dios
de
Seir,
es éste;
y
]\Iahanaim.
envió Jacob mensajeros delante de
la tierra 4.
cuando
nombre de aquel lugar
sí
á Esaú, su hermano,
campo de Edóm.
mandóles diciendo: Direys ansí á mi señor Esaú: ansí
dize tu siervo Jacob: con
Labán he morado y detenídome
hasta
ahora,
Y tengo
5.
vacas y asnos
y
ovejas y siervos y siervas,
y envío
á dezirlo á mi señor, por hallar gracia en tus ojos.
Y
6.
los
mensajeros volvieron á Jacob, diziendo. Venimos á tu
hermano, á Esaú, y
hombres con
también viene á recebirte, y quatrocientos
él
él.
Entonces Jacob hubo gran temor, y angustióse y partió el pueblo que tenía consigo, y las ovejas y las vacas y los camellos en 7.
dos quadrillas. 8.
.
Y
dixo: Si viniere
Esaú á
la
una quadrilla y
la hiriere, la
otra
quadrilla escapará, 9.
Y
Abraham y Dios de mi paVuélvete á tu tierra y á tu natu-
dixo Jacob: Dios de mi padre
dre Isaac, Jehovah que
me
dixiste:
y yo te haré bien. 10. Menor soy yo que todas
ral,
(i)
Cf.,
acto primero de
la
las misericordias
y que toda
comedia de Lope, escenas
i,
v, vii
y
ix.
la
ver-
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA
dad que has hecho con tu
siervo;
1
que con mi bordón pasé á
57
este
Jordán, y ahora estoy sobre dos quadrillas.
Líbrame ahora de
11.
Esaú, porque
mano de mi hermano, de
la
me
temo: quizá no venga, y
lo
mano de
la
hiera la
madre con
los hijos.
Y
12.
como 13.
tú has dicho:
arena de
el
Y
durmió
mano un
la
la
Yo
y pondré
te haré bien,
mar, que no se puede contar por
y tomó de
aquella noche,
allí
lo
tu simiente la
que
multitud.
vino á
le
presente para su hermano Esaú.
Dozientas cabras y veynte cabrones, dozientas ovejas y
14.
veynte carneros. 15.
Treynta camellas paridas con sus
diez novillos, veynte asnas I
ó.
Y
diólo en
quarenta vacas y
diez borricos.
y
mano de
hijos,
manada por
sus siervos cada
á sus siervos: Pasad delante de mí,
y
sí,
dixo-
y poned espacio entre manada
y manada. 17.
Y
mandó
al
primero diciendo: Si Esaú mi hermano te en-
contrare y te preguntare diciendo: ¿Cuyo eres?
para quién es esto que llevas delante de 18.
Entonces
dirás:
¿Y dónde
¿Y
vas?
ti?
Presente es de tu siervo Jacob, que envía á
mi señor Esaú, y he aquí también él viene tras nosotros. Y mandó también al segundo, también al tercero, y á todos 19. los que iban tras aquellas manadas, diciendo: Conforme á esto hablaréis á
20. otros,
Esaú cuando
Y
21.
He
aquí tu siervo Jacob viene tras nos-
porque dixo: Apacigúate su
lante de mí,
en
le halláredes.
diréis también:
Y
y después veré su
pasó
el
con
ira
el
presente que va de-
rostro; quizá le será acepto.
presente delante de
él,
y
él
durmió aquella noche
el real.
22.
Y
levantóse aquella noche, y
tomó
sus dos mujeres
y
sus
dos siervas, y sus once hijos, y pasó el vado de Jacob. tomólos, y passólos el arroyo, y passó lo que tenía. 23. 24.
Y Y
quedó Jacob
solo,
y luchó con
él
un varón hasta que
el
alba subía. 25.
y
la
Y
como
vi
do que no podía con
él,
tocó
la
palma de su
palma del anca de Jacob se descoyuntó luchando con
él.
anca,,
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
158 26.
me
no
2"/
.
28.
Y dixo:
Déxame, que
el
alba sube.
Y
dixo:
no
te dexaré, si
bendizes.
Y Y
él le
dixo:
¿Cómo
No
dixo:
él
nombre?
es tu
se dirá
más
Y
él
respondió: Jacob.
nombre Jacob,
tu
sino Israel,
porque has peleado con Dios y con los hombres, y has vencido. Entonces Jacob le preguntó y dixo: Declárame ahora tu 29.
Y
nombre. bendíjolo 30.
respondió: ¿Por qué preguntas por mi nombre?
él
Y
allí.
Y llamó Jacob
el
nombre de aquel
lugar Phanuel, porque
vide á Dios cara á cara, y mi ánima fué librada. 31.
Y
salióle el sol
como passó
á Phanuel,
y coxeaba de
su
anca. 32.
Por esto no comen
está en la
los hijos
de
Israel el niervo
palma del anca hasta hoy, porque tocó
de Jacob en
la
encogido que
palma
del anca
niervo encogido.»
el
Capítulo xxxiii: «I.
Y
alzando Jacob sus ojos, miró, y he aquí venía Esaú,
quatrocientos hombres con
Lea y Rachel y 2.
niños, 3.
Y
puso
las
él:
entonces
él
los
dos siervas.
las siervas
y sus niños
delante: luego á
y á Rachel y á Joseph
los postreros.
Y
ellos,
él
y
repartió los niños entre
passó delante de
y
Lea y á sus
inclinósse á tierra siete vezes,
hasta que llegó á su hermano. 4.
cuello, 5.
te
Y
Esaú corrió delante de
y besólo
Y
y
alzó sus ojos,
han éstos?
Y
él
él,
y
abrazólo,
y echósse sobre su
lloraron.
y vido
las
mujeres y
los niños,
y
dixo:
¿Qué
respondió: Son los niños que Dios ha dado á tu
siervo. 6. 7.
Y llegaron las siervas ellas y sus niños, y inclináronse. Y llegó Lea con sus niños, y inclináronse; y después
llegó
Joseph y Rachel, y también se inclinaron. 8.
do?
Y
él
dixo. ¿Qué te ha todo este esquadrón que he encontra-
Y él respondió: Porque hallasse gracia en los ojos de mi señor. Y dixo Esaú: Harto tengo yo, hermano mío; sea para lo
9. •
ti
que es tuyo. 10.
Y
dixo Jacob: No, yo te ruego. Si he ahora hallado gracia
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA
en tus
él
como quien ve
Toma
11.
me
toma mi presente de mi mano, que por
ojos,
tu rostro
rostro de Dios,
el
y hazme
1
59
esso he visto
placer.
ahora mi bendición que te es trayda, porque Dios
ha hecho merced, y todo
Y
que hay aquí es mío.
lo
porfió con
y tomólo.
Y Y
12. 13.
Anda y vamos, y yo
dixo:
dixo:
el le
tengo ovejas y vacas paridas; y
das
delante de
iré
Mi señor sabe que
ti.
son tiernos, y que fatigan, en un día morirán to-
si las
los niños
las ovejas.
14.
espacio
Passe ahora mi señor delante de su siervo, y yo me iré de mi al passo de la hacienda que va delante de mí, y al passo de
los niños, hasta
Y
15.
Y
conmigo.
que llegue
mi Señor á
á
Seir.
Esaú dixo: Dexaré ahora contigo del pueblo que viene él
dixo: ¿Para
qué
esto? Halle
yo gracia en
los ojos
de
mi Señor: 16.
Ansí se volvió Esaú aquel día por su camino á
17.
Y Jacob
se partió á Socoth,
y
edificó para sí
cabanas para su ganado; por tanto llamó
Seir.
allí
y hizo
casa,
nombre de aquel
el
lugar
Socoth.
Y
18.
vino Jacob sano á
rra de Chanaan,
la
ciudad de Sichem, que es en
la tie-
quando venía de Padan-Aran, y assentó delante de
la ciudad.
Y
19.
mano de
compró una parte
los hijos
del
campo donde
tendió su tienda, de
de Hemor, padre de Sichem, por cien piezas de
moneda.
Y
20.
assentó
allí
llamóle
y
altar
el
Fuerte Dios de
Is-
rael (i).»
Capítulo xxxiv:
Y
«I.
ver
á las
Y
2.
tierra, 3.
•de la
(1)
salió Dina, la hija
doncellas de
de Lea, que había parido á Jacob, por
la tierra.
vídola Sichem, hijo de
y tomóla, y echóse con
Y
y
su ánima se pegó con Dina,
moza, y habló
Cf.
Hemor Neveo,
ella,
al
corazón de
Lope de Vega, escenas
xi, xii
la
y
príncipe de aquella
afligióla. la hija
de Jacob, y enamoróse
moza.
xiii
del primer acto.
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
1 6o
Y habló
4.
Sichem á Hemor, su padre, diciendo: Tómame
moza por mujer. Y oyó Jacob que había ensuciado 5. hijos
con su ganado en
campo, y
el
esta
á Dina, su hija, estando sus
calló
Jacob hasta que
ellos vi-
niessen. 6. 7.
Y Y
salió
Hemor, padre de Sichem,
los hijos
tristeciéronse los varones,
en
echándose con
Israel,
á Jacob, para hablar con
él.
de Jacob vinieron del campo en oyéndolo, y en-
y ensañáronse mucho, porque
la hija
hizo vileza
de Jacob, que no se debía de hacer
ansí. 8.
chem
Y Hemor habló se ha
con
ellos, diciendo:
pegado con vuestra
El ánima de mi hijo Si-
ruégoos que se
hija;
la
deis por
hijas,
y tomad
mujer. g.
Y
consograd con nosotros; dadnos vuestras
vosotros las nuestras. 10.
Y
morad y negociad en
vosotros; 11.
yo
habitad con nosotros, porque
Sichem también dixo
gracia en vuestros ojos,
ella,
la tierra estará
y tomad én
delante de
ella posesión.
padre y á sus hermanos: Halle
á su
y yo daré
lo
que vosotros me dixerdes.
Aumentad sobre mí mucho axuar y donas, que yo daré quanto me dixerdes, y dadme la moza por mujer. Y respondieron los hijos de Jacob á Sichem y á Hemor, su 13. 12.
padre, con engaño, y hablaron, porque había ensuziado á Dina su
hermana. 14.
Y
hermana
dixéronles:
No podemos
hombre que
á
hacer esto, que demos nuestra
tiene prepucio:
porque á nosotros
es
abomi-
nación. 15.
Mas con
nosotros, 16.
que
17.
18.
haremos
Y
si
y
placer. Si
puedes como
se circuncide en vosotros todo varón.
Entonces os daremos nuestras
las vuestras;
tra hija,
esta condición os
hijas,
y tomaremos nosotros
y habitaremos con vosotros, y seremos un pueblo. no nos oyéredes, para circuncidaros, tomaremos nues-
irnos hemos.
Y parecieron
bien sus palabras á Hemor, y á Sichem, hijo
de Hemor. 19.
Y
no dilató
el
mozo de hacer
aquello,
porque
la hija
deja-
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA
cob
había agradado: y
le
él
era
más honrado de toda
el
l6l la
casa de
su padre.
Entonces vino
20.
ciudad,
y hablaron
Hemor y Sichem
su hijo á
la
puerta de
Estos varones son pacíficos con nosotros, y habitarán
21.
la
de su ciudad diciendo:
á los varones
la tie-
y granjearán en ella, que he aquí la tierra es ancha de lugares delante de ellos: nosotros tomaremos sus hijas por mujeres, y darles rra,
hemos
las nuestras.
Mas con
22.
esta condición nos harán placer los varones
con nosotros, porque seamos un pueblo,
bitar
nosotros todo varón
como
ellos
si
de ha-
se circuncidase en
son circuncidados.
Sus ganados y su hacienda y todas sus bestias será nuestro;
23.
solamente que consintamos con
Y
24.
por
salían
obedecieron á puerta de
la
Hemor y la
y habitarán con nosotros. Sichem su hijo todos los que
ellos,
ciudad,
á
á todo varón,
y circuncidaron
quantos salían por
la
puerta de
Y
al
tercero día, cuando ellos sentían
25. lor, los
fué
que
ciudad.
la
el
mayor do-
dos hijos de Jacob, Simeón y Leví, hermanos de Dina, to-
maron cada uno
su espada
y
vinieron contra
la
ciudad animosa-
mente, y mataron á todo varón.
Y
26.
á
Hemor y
á
Sichem su
hijo
tomaron á Dina de casa de Sichem, y
Y
27.
los hijos
mataron á
filo
de espada, y
saliéronse.
de Jacob vinieron á
los muertos,
y saquearon
la
ciudad: por quanto habían ensuciado á su hermana. 28.
y en
el
29.
Sus ovejas y vacas y campo tomaron.
Y
sus asnos
y
lo
que había en
la
ciudad
toda su hacienda, y todos sus niños y sus mujeres lleva-
ron captivas, y robaron, y todo lo que había en casa. 30. béis,
Entonces dixo Jacob á Simeón y á Leví: Turbado
me
que
me
ha-
habéis hecho abominable con los moradores de aquesta
Chananeo y
Pherezeo, teniendo yo pocos hombres: y juntarse han contra mí, y herirme han, y seré destruido yo y mi casa. tierra, el
31.
como
Y
el
ellos respondieron:
¿Había
él
de tratar á nuestra hermana
á una ramera?»
Capítulo xxxv: I.
Y
dixo Dios á Jacob: Levántate, sube á Bethel, y está ahí,
Menkkdez y Pelavo. — Estudios sobre
el
Teatro de Lope de Vfga.
11
y
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
102
haz
altar al
allí
Dios que te apareció cuando huías de tu hermano
Esaú.
Entonces Jacob dixo á su
2.
con
y
familia,
á todos los que estaban
Quitad los dioses ajenos que hay entre vosotros, y limpiaos
él:
y mudad vuestros vestidos. Y levantémonos y subamos á Bethel, y 3.
me
que
respondió en
el día
camino que he andado»
el
allí
haré altar
al
Dios
de mi angustia, y ha sido conmigo en
(l).
El Robo de Dina ha de considerarse, más que como drama aislado, como la primera parte de una trilogía sobre los sucesos de Jacob. Esto justifica las escenas preliminares que contienen su fuga
de
casa de su suegro Labán;
la
con
éste;
la
lacha con
el
ángel,
persecución y reconciliación
la
y
encuentro y reconciliación
el
con su hermano Esaú: antecedentes necesarios para comprender establecimiento del Patriarca con su familia
Sichem, donde ha de desenvolverse
la
y rebaños en
el
el
país de
acción del drama. Lope no
ha dado á estos preliminares más desarrollo que
el
estrictamente
necesario, procediendo en todo con gran decoro poético
sujeción al texto bíblico, del cual sólo omite los gráficos
y
rituales
que no sientan bien en
El hórrido asunto de
la
y notable pormenores geo-
el teatro.
violación de Dina
y de
la
circuncisión
forzada del Príncipe de Siquem y sus vasallos, con la feroz venganza que Simeón y Leví tomaron de la deshonra de su hermana, puede parecer poco dramático, ó á lo menos muy apartado de los hábi-
escena moderna; y por eso es tanto más de aplaudir el arte ingenioso con que nuestro poeta acertó á superar en parte las
de
tos
la
dificultades del
argumento, dando aspecto de patriarcal
idilio
en
muchas de sus escenas á tan sanguinaria
tragedia. Entre los dones
prodigiosos del genio de Lope, estaba
de mitigar toda impresión
el
horrible, restableciendo la serenidad poética mediante una gracia
risueña é inefable que se siente mejor que se explica.
de Dina este efecto se logra merced
(
i
)
gunda
La
M. DC.
y conferida
Por Cypriano de
cofi los
Nuevo Testamento, Sey griegos y con diverAmsterdam, en casa de LorcTtzo
Viejo y
textos hebreos
Valera...
En El Robo
ambiente de égloga que se
Biblia, qiie es los Sacros Libros del
edición. Revista
sas translacio7tes. lacobi.
al
En
II. (1602). Folios ti-12 vuelto.
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA
muchas
respira en
cipe de Siquem
aparecer en
al
Mayo
,
que entona
á la caza
63
Prín-
el
amores episódicos de
teatro; los
el
la linda letra
pastores y pastoras; del mes de
himno
escenas. El
1
En
para cantar,
mañanicas
las
que parece arrancada de algún primitivo can-
cionero; los rasgos de ingenua coquetería
que hay en
el
carácter de
Dina, y que preparan y explican dramáticamente su triste aventura; el suave discreteo con que la enamora el Príncipe siquimita,
más como rendido cortesano de
Mesopotamia en
la
líricas
eleva
con que
el
que parece reflexivamente calculado para templar
de sangre que se levanta en
muy
bellas,
en
relación
la
de
la
el
momento de
que Dina hace de su fracaso; y aunque
pieza tenga
y
7
31),
al
el
sabor gene-
el
xvii,
á
Lope
como en
la Biblia, falta
todas
la
discretas razones
el
«Y
versículo
que
el
Nada hay en
3.**
le
la
la
las
acomodados
al
alcanzó
la
fatídico
de lahacob, y al
amó
a
poeta de las
los prodigios
modo y
estilo
de
verdaderamente
paladar de gentes en quienes
sentimiento poético es ya menos espontáneo. lo
concer-
poesía primitiva, sino que ofrezca
una nueva interpretación, en
poéticos, aunque
hija
moza:» Pero
puede exigir que reproduzca
concisión enérgica propios de
que
mo-
del cap. xxxiv, traducido así por la Fe-
moza, y habló sobre corazón de
ella
las
Siquem pronuncia en
Príncipe de
apegósse su alma con Dinah,
edades cultas no se
de
lo
tal del
siempre algo y aun
comedia de Lope, que dé tanta idea de su impetuoso y rrariense:
como
soberana poesía del original, incomparable por su ca-
la
rácter primitivo y por su origen revelado.
amor, como
se
que, ate-
el
en este concepto
gusto de su auditorio. Es cierto que en ésta
dernas tragedias sobre asuntos de
pa-
el
sacro texto (capítulo
color local, no insistiera tanto
hubieran hecho otros poetas del siglo
y
cosas
hermana que Simeón y Leví
y aun puede agradecerse
niéndose relativamente
mucho de
Hay
más de español que de hebreo, todavía
pel de vengadores del honor de su
XXIV, págs.
la catástrofe.
vapor
el
en medio de cierta retórica amanerada y conceptuosa,
atribuyen, estaba expresamente indicado en
tadas
las efusiones
anciano Jacob recuerda sus amores con Rebeca, ó
Altísimo sus plegarias, forman un cuadro de tan apacible
al
colorido,
ral
que como rudo pastor
del siglo xvii
primeras edades históricas;
las
Lope en muchos rasgos de
Y
el
esto no hay duda
esta comedia,
donde
es
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
164
muy
señalar bellezas de primer orden, porque toda ella está
diíícil
bien escrita.
Antes de Lope había tratado nito
en
el Aíiío
cluidos en
el
del robo de
este
Digna
mismo asunto un poeta incóg-
(sic),
que es
el
octavo de los in-
códice grande de la Biblioteca Nacional á que tantas-
veces nos hemos referido. Son interlocutores en esta pequeña pieza:
Dina,
el
Siquem
Príncipe
(sic),
un
paje,
un pastorcico, Jacob,
Rubé (sic), Judas, un pregonero. No encontramos después de Lope nueva dramatización de
rey Emor, un
el
villano, Leví,
este-
y que sin duda por esto no formaba vetustos Misterios del Antiguo Testajnento. Pero á prin-
asunto, en rigor poco teatral,
parte de los
un poeta, gongorino entonces, y que luego, ce-
cipios del siglo XVIII,
diendo á
la
reacción literaria
á las tendencias de su propio gusto-.
y
meticuloso y apocado, que se compadecía bien con su imaginación-^ prosaica
y
yerta, se convirtió en
uno de
los
más
intransigentes le-
gisladores del clasicismo académico. D. Agustín de Montiano
yando, tomó
el
Rapto de Dina por asunto de un juvenil ensayo
y Luépico-
en octavas reales, que publicó en 1727 (Madrid, por Alonso Balvás),
y
fué reimpreso después en Barcelona; obra de mal gusto y en
que harto
se trasluce la inexperiencia
bio, la versificación es
pedestre que en todo III.
mucho menos lánguida y que
lo
si
la
de
las
y anuncia una
bien, en
cam-
dicción menos-
escribió después.
Los trabajos de Jacob. Sueños hay que verdad
la Parte 22.*
parte,
de su autor,
Comedias de Lope. Al
son.
— Texto de
final se titula
segunda
tercera:
La tercera Parte os dirá lo demás:
Y
aquí dio
De
fin el
Jacobo á
poeta,
los trabajos,
Que es la gran tragicomedia De la salida de Egipto: Belardo los pies os besa.
La primera
parte de esta trilogía es sin disputa El Robo de
Dina^
La tercera puede ser La Corona derribada y Vara de Moisés. Pero más adelante indicaremos las razones que tenemos para creer que
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA
1
65
notabilísimo drama, desconocido hasta hoy, no es obra de
-jpste
Lope.
Comprenden Los Trabajos de Jacob xxxvii á XLVii del Génesis^ esto nos,
la
materia de los capítulos
es, la historia
de José y sus herma-
que aquí no se traslada por ser tan conocida. El poeta sigue
escrupulosamente
guno de
el
texto de
Sagrada Escritura,
la
pormenores fabulosos que
los
se
sin intercalar nin-
añaden en
Corán, base de antiguas versiones castellanas, tales
de Isúufy obra de algún mudejar del siglo de yose\ en prosa, debida •siglo XVI
al
al
ó xiv,
y La
Leyenda,
ingenio de algún morisco aragonés del
y dada recientemente
otra obra pertenecen
xiii
á luz por el Sr. Guilén Robles.
género de
las
aljamiadas, esto
Una y
compues-
es,
en lengua castellana, pero escritas en caracteres árabes. Las
tas
diciones corínicas acerca de José se consignan también en
-compilación que
el
del
el relato
como El Poema
Rey Sabio mandó formar con
la
tra-
vasta
de Gran-
el título
de et general Estoria. El precioso estudio que antepuso D. Manuel Cañete á su reimpresión de la Tragedia yosefina,
dispensa de •historia
insistir
de Micael de Carvajal
dramática del asunto de José,
en tiempos
posteriores.
Ya
así
en
la
no
sin
VA Sueño
en 1264 varios novicios de
la
algún reparo y censura de varios prelados de su
y
venta de José era una de
las
abadía de et
exalta-
Orden
(2).
representaciones con que
beneficiados de Gerona solemnizaban desde principios del
los
la
Edad Media corno
Heresburg representaron una comedia De Josepho vendito to,
me
(l),
en muchos pormenores y noticias tocantes á
si-
San Pedro y del Vino. En sueños y la venta de José forman la
glo XIV la fiesta del Corpus en las plazas de el primitivo teatro francés, los
parte décima del gran Mystere
menos que de ocho
(
mil versos;
du Viel Testamenta compuesta no y dan asunto á una pieza indepen-
Tragedia llamada Josefina, sacada de la profundidad de la Sagrada Esy trovada por Micael de Carvajal. Madrid, 1870. (Sociedad de Bibliófi^
1
crilura,
los Españoles.) El estudio
pañol del
siglo
preliminar ha sido reimpreso en su libro Teatro Es-
XVI. Estudios
histórico-literarios.
Madrid, 1885.
Júniores fratres in Heresburg sacrant habuere comedíant de Josepho ven^ et exáltalo, quod vero reliqui ordinis nostri Praelati mate interpretan sunt.
(2) -dito
Ap. Leibnitz: Scriptores rerum Brunsvicensium, tomo 11, pág. 311, citado por Ed. Du M^ di-
y neoclásico
mismo argumento
y terenciano, ya en
«w
y un prólogo, é impresa por primera ver
vidida en seis actos
el
(
de Eurípides y Séneca
del siglo xvi, pro-^
I ),
ya en
bíblico,
el
el
molde plautino
Trágico, y apare-
para honesta recreación de los estudiantes-
humanistas, en diversas partes de Europa,
la
Covioedia Sacra cui
tulus Joseph, de Cornelio Croco (Amsterdam, 153Ó),
fábula
sacj-a,
dose Macropcdio (Amberes,
1
544); el JosepJms, de Martín Báltico, el
insertas en su Terentius ckristianus (l594)) la
Compañía, entre
de nuestra propia casa, presentar en
el
el
los cuales
no
y
la
comedias
varias tragedias
de pa-
es para olvidado, por ser
ingenioso Luis de
público teatro de
las tres
la
Cruz, que hizo re-
Universidad de Coimbra su tra-
gicomedia Josephus, impresa en 1605 con sus demás actiones
y cómicas, una de las cuales versa sobre Pródigo, argumento tratado también por Lope gicas
En
la
ti-
JosephuSy
de Jorge Langeveld, que latinizó su apellido llamán-
de Cornelio Schonaeo Goudiano, que es una de
dres de
el
la
trá-
parábola del Hijo-
(2).
parte relativa á los textos castellanos, también nos dejó
poco que espigar
el Sr.
Cañete, en quien sólo
hemos notado una
traña omisión, que recae precisamente sobre esta comedia de
ex-
Lope
Vid., sobre todas estas piezas, el Dictlonnaire des Afysiéres (1854); el (i) Catalogue de la Biblioiheque Dramattque, de Mr. de Soleinne; las Sacj-e Rappreseniaziojii,
(tomo
ir,
Mysthes por
el
de Ancona, tomo
i,
págs. 61 á 95, y sus 0/ ¡gini del teatro italiana
págs. 22S y siguientes); la obra de Petit de Julleville sobre Les (tomo 11, páginas 367 y 368); el Mysiére du Viellestament, publicado
bnrón James de Rolhschild para
la Société
des anciens textes frangais
(Paris, Didot, 1879 y siguientes), etc. (2)
Iragicae Comicaeque Actiones, a Regio Artium Collegio Socictatis Jesu^
aafae coniínbricae inpublicum Theatnum, Auctore Ludovico Crudo eiusdem SociC' tatis Olissitonensi.,^
Lugduni, a^ud Horatiuní Cardón, 1605,
8.°
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA
de Vega. Es desconocida para mí, como
media de Josef en
mente en
el
coplas,
Registrum
(l)
Co-
la
De
de D. Fernando Colón (núm. 14.684).
tenemos más noticias que-
rio
para Cañete,
lo fué
por Fernando de Briz, mencionada única-
una Farsa llamada yosephina, prohibida en de I559>
167
índice expurgatorio
el
que se
las
infieren de
una
censura del Dr. Pedro L.ópez de Montoya, calificador del Santo Ofi-
en 1599) propone que se levante
cio, el cual,
de hacer ciertos expurgos y
atajos,
y
al
dar
prohibición después
la
l-as
razones del rigor an-
anónima de
tiguo, trae señas bastantes para distinguir esta yosefina la
de Carvajal
lo
que entiendo,
(2):
«La razón que pudieron tener para vedalla
fué, á
parecer que no era conviniente que anduviese
el
en lengua vulgar y en manos de todos
que
lo
se cuenta
allí
de
los
sueños de Joseph y de Farahón y sus criados, por no dar ocasión á que
la
gente del vulgo diese crédito á sueños vanos, y
porque también en
amores que
la
misma
la
historia se trata
ligera
y muy
al
vivo, habiendo
verdad de
la
segundo
ello
el
sus co-
sagrado texto
verdad del hecho: demás
sólo la
interpone aquí una criada que se offreció á ser tercera de
ama para ayudarle
su
lo
desatinados
y representan con
passado por
y sencillamente, contando
(lesto se
los
mujer de Putifar tuvo queriendo forzar á Joseph, su
esclavo, los quales, en la comedia se leen lores
de
á
salir
la historia,
car al^ún mal ejemplo,
con su loco intento,
y pintado
demás
como
lo qual es contra
aquí se pone puede provo-
del desacato
que se hace á
la historia
sagrada poner á su sombra y entretejer á su verdad esta mentira.»
No hay en
la
como
vestigio
de semejante criada
ni
de
tales pasajes lascivos
bellísima tragedia Josephlnay de Micael de Carvajal, asacada,
su
mismo
título dice,
d2 la profundidad de la Sagrada Escri-
tura», sin mezcla de ningún elemento allegadizo
que empañe
la
pu-
y decoro del argumento. Esta obra, superior, sin duda, á todas que de su género se compusieron en la primera edad de nues'
reza las
tra escena, fué descubierta por
damente (i)
(3)
Fernando Wolf en 1852 y esmera-
reimpresa por Cañete, para
Más bien en
el
Biblioteca Nací
la
Sociedad de
Abecedartum. (A. B.)
in:il; e.cpstiientes de calificación de de Simancas, L-247. No tan esmeradamente, per desgracia. (A. B.) (3)
(2)
Bibliófilos,
libros procedentes
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
1 68
en 1870, valiéndose del ejemplar gótico de
la
Biblioteca Imperial de
Viena (Toledo, por Juan de Ayala, 1546). Pero ésta no era la única edición, ni tampoco la primera, como ya el mismo Cañete advirtió, refiriéndose al Registriun de D.
ciona una de 1535,
con
el
y
lo
Fernando Colón, en que
se
hallazgo de otra de
1
540, hecha «en Falencia por Diego Fer-
nández de Córdoba, á costa de Juan de Espinosa, mercader de en Medina del Campo». Este ejemplar, adquirido en últimos
por su actual poseedor
años
no sólo está
extensos, y en
Hemos de
la
1
en estos
Sizeranne,
la
mucho más
546. Los dos primeros actos son
hay sesenta y ocho estrofas más en el texto de de Toledo. El más importante de los pasajes su-
total
Medina que en primidos es
de
Italia
conde de
el
libros
que incluye largos pasajes omi-
lleno de variantes, sino
tidos en la edición
men-
ha confirmado posteriormente Morel-Fatio
el
declaración de los sueños del panadero
y
del copero.
que Carvajal refundió su obra, ó que
creer, pues, ó
los
representantes la fueron aligerando de versos para mejor comodidad
de
representación.
la
Aunque ilustre
el
entusiasmo del primer editor pudo llevar á nuestro
compañero á exagerar un tanto
mento que exhumaba,
el
valor poético del
este valor es incontestable
monu-
y ha sido recono-
cido por los críticos menos benévolos.
En ninguna
sagrada del siglo xvi se encuentra
profunda verdad humana,
la
pieza profana n^ la
y jugosa expresión de afectos, el estudio y penetración de los caracteres que realzan algunas escenas de esta tragedia, así como
viva
toda
ella se
recomienda por cierta
una interna ordenación y poetas de edades
sencillez patética
menos inexpertas en materia de
ciones dramáticas. Si bien
el
el
prólogo, en que
de comedia latina ó
de
el
tono,
las tres
actos
el
Faraute explica
italiana,
el
como órgano impersonal de
la
la disciplina clásica,
el
uso del coro
moralidad de cada uno de los
la justicia trágica.
se levanta á la esfera de la contemplación lírica
tragedia que es por lo
situa-
argumento á modo
ya principalmente en
doncellas, que resume
y
la tradición
muchas veces candoro-
de su diálogo, aparece influido también por
ya en
efectos
poeta placentino conserva
de los antiguos autos y misterios, y so,
y grandiosa y
reflexivo enlace de partes que honraría á
demás esencialmente
y
De
este
modo
desinteresada una
realista,
y en
la
cual
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA faltan toques que, sin irreverencia,
no
1
69
pueden llamarse shakespi-
rianos.
A juzgar (si
por su sencillísima estructura y rudo
ceder á
la
códice de
los diversos autos viejos del
Josephina de Carvajal todos la
Nacional que se refieren á
además del de Dina, ya
d
dramático
artificio
bien no sea esto prueba decisiva), parece que hubieron de pre-
las tierras de
Aran,
y
finamiento de Jacob,
historia de Jacob,
de
son,
y
el ángel, el del
de la lucha de Jacob con
el el
la
Auto de cuando Jacob fué huyendo
citado, el
los desposorios
de Joseph, publicado este
último por González Pedroso en su inestimable colección de Atitos sacramentales
Lo que puede darse por seguro
(l).
había antecedido á Carvajal
los sucesos
de José
Ni fué tampoco
el
bachiller Bartolomé Paiau, en cuya
cuyo carácter
Victoria de Cristo,
el
la
hemos apuntado
cíclico
auto segundo de
obra de Lope
la
ran,
Amescua
(2); la
edad
la
definiti-
más feliz
cautiverio^
Adversa y próspera fortuna de Jo-
comedia manuscrita que su antiguo poseedor, D. Agustín Duatribuía á Luis Vélez de Guevara; los Triunfos de Joseph, que
se han impreso sueltos con el
nombre
ilustre
positivamente no son suyos, no sólo porque
de Calderón, pero que
para
el
Duque de Veragua; apenas pueden
que de refundiciones empeoradas de
los
desmiente,
el estilo lo
que
sino porque no figuran en la lista de sus comedias
mó
forman
tantos otros del pri-
mitivo drama religioso. Los sueños de Faraón y
seph,
ya,
tercera parte.
única que en
la
va de nuestra escena heredó este asunto como
del Dr. Mira de
que también
es
mismo
él
ser calificadas
for-
mas
Trabajos de Jacob de Lope
que rasgos culteranos y enfáticos van sobreponiéndose cada vez más á la gentil poesía y suave, fluidez de estilo ca-
de Vega, en
las
racterísticas del
Fénix de
los Ingenios.
Las cuales no se desmienten en esta obra suya, de decir
Schack
composición,
(i) (2)
(3),
muy
exactamente, que tanto por
como por
la
belleza de los detalles
la
el
cual
pudo
esmero de
y por
la
la
profundi-
Tomo
Lvín de la Biblioteca de Autores españoles, págs. 54 á 61. Se representaba todavía en el siglo pasado, y corre anónima en edi-
ciones sueltas. (3)
Tomo
página 81.
II
de
la
edición alemana, pág. 320, y
tomo
iii
de
la castellana,
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
170
dad conmovedora y la intensidad del sentimiento, el autor parecía haber apurado en ella el fondo noble y simpático de su alma, en lo que tuvo de más excelso y mejor. Ticknor también dice que esta comedia
mucho mejor que El Robo de Dina, aunque me parece
es
que, según su costumbre,
apreciable bibliófilo norteamericano
el
muy de prisa la una y la otra. Yo me inclino á creer que las condiciones
leyó
mejantes, ó más bien idénticas, en
y que
bajos de Jacob,
de
al
mayor
interés
los
Génesis, era fácil
inevitable conseguir el
y en y aun
elementos secundarios ó
De una y
nos, mezcla
conjunto
y armoniza de
muy lo
poeta en
el
se-
dramá-
noble
la
manera
tal
y
el énfasis
presentarlos
la
y
la
del
efecto
que
desarrollo de
de escenas episódicas.
Schack que,
«sin mostrarse
los colores,
que resulta un
se ha de buscar aquí minuciosidad
patriarcal sencillez de estilo
común, en estos dramas, va mejor con
asuntos que
el
la letra
observancia de los accesorios exter-
la
No
agradable».
arqueológica; pero
por
la intercalación
otra pieza juzgó atinadamente
escrupuloso
pompa
la
que Lope
índole de tales
cortesana con que acostumbraba
tragedia clásica.
estableceremos comparación entre obras de tan distinto ca-
rácter,
como
eficacia
mismo
El Robo de Dina mediante
sólo podía lograrse en
No
y
términos más ajustados á
nerle directamente
usa,
muy
argumento, tan bello é interesante de suyo, que con expo-
tica del
muy
son
ventaja de esta segunda comedia sobre la
la
primera se debe exclusivamente
los
estilo
E¿ Robo de Dina y en Los Tra-
auaque por
la 'Joseñiia
ciertos lados tan
de Carvajal y
la
estrechamente emparentadas,
de Lope de Vega. Pertenecen á
dos épocas diversas del arte, y tienen cada una sus peculiares bellezas,
que no pueden
educado en
dramaturgos á
hemos
ni
parangonarse
ni sustituirse.
Lope, aunque
y más próximo que ningún otro de nuestros manera y gusto del drama español primitivo, como
el siglo xvi, la
y proseguiremos viendo, no deja de ser por eso el poey maravilloso iniciador y príncipe de un sistedramático nuevo, que no sólo á España, sino á Europa, va á visto
ta genial, inagotable
ma
imponer sus tica
leyes,
dentro de
como
y que esencialmente es todavía
la cual
sin disputa lo
vivimos.
son
las
Hay
la
forma dramá-
en sus obras más atávicas,
de su teatro
religioso,
mucho que
se
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA
lyi
aparta del canon antiguo, una libertad y holgura de composición^
que contrasta con
modesto y ceñido andar de
musa
del
si-
glo XVI. Pero suele tener ésta, en cambio, acentos de sinceridad
no
el
aprendida, relámpagos de
amor ó
fulgores de
ira,
la
palabras de miel
y dejos de inocente malicia, un raudal de dicción sana y ya en Lope comienza á parecer más aliñada y
fresca,
artificiosa,
que
y que en
los sucesores, valiendo todo lo que valen, se va enturbiando cada
vez más con heces de sofistería y culteranismo, que no bastan, es cierto,
para detenerla en su curso triunfal, pero
extraño y abigarrado color que en
el estilo
de
sí
para darla aquel
los Azitos
de Calde-
rón observamos.
Pero esta observación ha de ser entendida con cierta parsimonia, no sólo porque no hay regla general que no padezca multiplicadas excepciones, sino porque Lope, no sólo cronológica, sino ideológi-
camente, pertenece
mucho más que á
trimerías del siglo XVI
duda, en Carvajal
el
á la generación poética de las pos-
la del xyii.
monólogo de
Bello
mujer
la
y apasionado
dePlitifar,
allí
nobia: pero fuera de algún discreteo, es bella también sencilla la declaración
amorosa de
la
es, sin
llamada Ze-
y
natural
y
Nicela de Lope:
Quiéreme bien y tendrás Regalos no imaginados: Agoi'a
mandas
ciiados,
Después dueños mandarás, Porque tú señor
Y
serás,
yo esclava de tu amor...
(Qué
te hacía
yo que aquí
Vienes, Josef, á inquietarme?
Culpa has tenido en mirarme;
Yo no
te
miraba á
ti.
Sin esto debéis de ser
Hechiceros los hebreos;
Que quien engendra
deseos
Más que hechizos sabe
Y salva
no tiene precio el
el
hacer...
generoso movi;niento dramático con que
autor todos los escollos que á los ojos de
la
refinada perver-
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
iy2
5idad mundana pudieran hacer ridicula en tencia de José, poniendo en boca de la
conciencia moral
y de
el
teatro la casta resis-
no ya sólo
éste,
el
lenguaje de
confianza doméstica que quiere mante-
la
ner inviolada, sino un paralelo entre su abatida persona y
de, poderosa y
la
gran-
magnífica del marido: Señora, dos cosas veo
Contra
y aun contra mí
ti
Que me defienden de
Y
aun
Del
a
ti
ti
de tu deseo:
Dios en quien creo
alto
La fuerza, porque es inmensa Con el inmenso la ofensa; La de tu honor y marido, Porque
No
al
tiene
honor ofendido
el
Si su casa
amor
me
defensa.
ha
fiado,
Su honor, sus llaves, su hacienda, ¿Fuera justo que yo emprenda
Su ofensa tan obligado? Mírale con
la belleza
Que
entra del arnés vestido,
Tan
gallardo, tan lucido,
De
tanta marcial riqueza.
Mira luego mi bajeza' Roto, pobre, humilde, esclavo.
Todo
esto vale más, ciertamente,
puesta de José en
la tragedia
A
que
los cuatro versos
de
la
res-
de Carvajal:
mi Dios
ni á
mi señor
Tal afrenta no haré, Ni á mi sangre, porque sé
Que de todo
es sabedor.
Pero repito que no es mi intento comparar obra con obra, ni menos poeta con poeta. Y diciendo ingenuamente lo que siento, así
como en por
la
escena de
el contrario,
obra como
en
la
la
seducción encuentro á Lope superior,
así,
preparación de esta escena, que viene en su
fortuita é improvisa,
encuentro más aventajado
el
arte
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA del
modesto vate extremeño, que aun siendo, como
él
I73.
dice (sin duda
por modestia y no sé con cuánta sinceridad), «tosco, y grosero y que hubo de recurrirá! consejo y ayu-
sabía poco de amor», por lo cual
da de «algunas personas socorridas y hábiles en estos venéreos casos», acertó á
poner en aquel «paso
gentiles trances de amores»
de
la
muy
dulce
y gracioso y de muy
y en «elpolido hablar» de
los soliloquios
señora egipciana que iba á recuestar reciamente de amores á
José, algo de los inmortales ardores
de Fedra, y una expresión tan
franca del apetito sensual lidiando con los restos de la nativa ver-
güenza, que quizá no tiene igual en nuestra lengua: ¡Desdichada! Que mi fuego Ya va de mal en peor: Debe ser el dios de amor
Manso, bravo, niño y ciego. tal dios yo reniego,
Mas de
Pues que
Y
sin
razón se guía,
ha mezclado mi alegría
Con tan gran desasosiego, ¿Cómo puede aquesto ser, Que siendo yo tal señora,
Y
en quien mi marido adora
Con extremado
querer.
Me deje yo así vencer De un muchacho, y extranjero, Mi esclavo y mi prisionero? Yo no lo puedo creer. ¡Ay damas, y qué dechados
Os dejaba mi fortuna; Que dirán de cada una.
No
sé qué, con sus criados!
Mas
¡triste!
¡Oh, sin
que son mis hados,
dubda aquel rapaz
Paresce que con su haz Aclara todos nublados!
Dos
Que Su
•
mil veces he pensado
los dioses le pintaron
gesto, y le debujaron.
Según es tan alindado.
174
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA ¡Cuan bello y proporcionado! ¡Qué lengua tan dulce y sabia!
¡Qué cabello, que en Arabia
No hay oro
tan acendrado!
Ella es obra soberana,
Hecha por
lo divinal.
Como un cristal. Como una grana.
¡Qué
dientes!...
¡Qué
labios!...
Sola
su extraña hermosura,
Basta á dar
A
la
que mana
gracia
la
De
más
No
es
la
sepoltura
linda galana.
mucho
errar yo con
él,
Pues á muchos vence amor;
Que
en pago de
Gozaré de
tal
error
tal joyel,
Y aun entiendo que el doncel, Aunque es esclavo y vendido. Que sin dubda él es nacido En la casa de Israel. Él por señas no
me
entiende
Que
es m.uchacho y zahareño,
Mas
al
cabo,
al
cabo un leño
Atizándole se enciende,
Y pues que mi amor más prende Y callando más me abrasa, Hablarle quiero á
la rasa,
Pan por pan, ende con ende.
Hora no sé qué me haga; Si le hable,
si le
deje,
Si le acuse,
si le
aqueje,
Por dar remedio á mi
Veo de mí no
Que
Y
llaga.
se paga,
esto, esto es lo peor,
á mí abrásame su amor:
No
sé
cómo satisfaga.
Esta es
muy
gran confusión;
¡Ay dolor de quien
la pasa,
YJpasándola, se abrasa
El alma y
No hay
el
corazón!
cosa que por razón
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA
No
1
75
se gobierne y ordene,
Sino
el
amor, donde viene
Mi tan sobrada pasión.
Razón tuvo Cañete para tético
loar la intensidad
y
el
movimiento pa-
de algunas escenas del viejo poema; pero reconociendo
guel de Carvajal
el
fi
Mi-
insigne mérito de haber producido una obra
maestra dentro de un arte incipiente, todavía creo que no fué ardid
de buena guerra contraponer esta obra excepcional y
solitaria del
teatro del siglo xvi al glorioso teatro del siglo xvii, escogiendo por
punto de comparación Los Triunfos de Josefa adocenada comedia
de algún poeta obscuro que de Calderón sólo tiene
el
nombre,
y,
dejando en absoluto olvido Los Trabajos de Jacobs pieza que cierta-
mente no
La última parte manos por
del
con rasgos tiernos y
en
como
de Lope
el
en
felices
el
de
decir, el viaje el
drama de
mayor animación
la
los her-
Carvajal,
y
é interés,
carácter del anciano patriarca
y
en elegir y agrupar los detalles que pueden pres-
tarse á la manifestación
estrecho
abundan raras excelencias.
cual
poema, sobre todo, es
el contrario, tiene
felicidad
la
apenas está bosquejada en
a Egipto,
mucha
en
es perfecta, pero
el
de
la
ajustar sin violencia ni
escénica:
cosa
comedia española,
difícil
de lograr en marco
que reducir y confusión un relato tan extenso como el de al
cual había
los últimos capítulos del Génesis.
Historia de Tobías.
IV. dia,
y
la
— Llamó
el
autor á esta pieza tragicome-
dedicó á D.^ María Puente Hurtado de Mendoza y Zúñiga,
señora de
las casas
y solares déla Puente de Balmaseda y Traslaviña,
mujer de D. Rodrigo de Tapia, caballero de Santiago, caballerizo de Felipe IV, y teniente de
camente por
la
la
Guardia Real española, insigne hoy úni-
dedicatoria que Cervantes le hizo de su
Viaje del
Parnaso, y Lope de Vega, de su comedia El ingrato arrepentido,
que va inmediatamente después de
la
Historia de Tobías, dedicada
a su mujer.
Sigo
el
texto
de
la
15.'
Parte
de
las
Comedias de
Lope
(Madrid, 1621).
Lope determinó claramente en su esta tragicomedia, diciendo
dedicatoria el carácter de
que era e de Vega.
13
*
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
ig^
liendo sus criados
servidores que
y
le
estaban esperando, se mara-
demudado y
villaron de verle venir tan
diendo que
le
la
color tan perdida; enten-
había acaescido alguna cosa, se lo preguntaron, per-
suadiéndole con grande insistencia que se lo dixesse. El caballero se lo fué contando todo particularmente, hasta entrar en su cámara,
donde, acabando de decir todo
que avía pasado, entraron
lo
dos mastines negros, y dando salto en quitaron la vida, sin lo
de
las
obsequias que en vida
El resto de
la
él,
hicieron pedazos
le
que pudiesse ser socorrido, y le
assí salió
los
y
le
verdad
estaban haciendo.»
comedia de Lope
difiere
Lucas; pero todavía en otros incidentes,
menos
como
la
del relato de
San
intervención de la
Magdalena, se advierte una libertad de invención romántica que contrasta con
la
severidad dominante en
gioso. El papel asignado á
apócrifa, pero ta español el
de
de
Séneca se funda en
y
correspondencia
el filósofo.
como no
asunto,
tal
la
le
abrasada. Los prodigios que acompañaron
dos Santos tienen su origen en
tulo viu),
resto de su teatro reli-
antigua, entre el Apóstol
no podía olvidarle en
Roma
los
muy
el
donde
se refiere
que de
la
el falso
Abdías
Un
poe-
olvidó en al suplicio
(lib.
ii,
capí-
cabeza cortada de San Pablo
manó leche en vez de sangre. El escrito apócrifo llamado Pasión de San Pablo., que se supone dirigido por el Papa San Lino á las iglesias de Oriente, y cuyo contenido pasó á las compilaciones de Vicente de Beauvais, Jacobo de Vorágine y otros autores de los tiem-
pos medios, añade que, «cuando
pronunció
muy
la
cabeza fué separada del tronco,
distintamente en hebreo
el
nombre de Nuestro Se-
ñor Jesucristo, y se esparció un perfume tan suave, que no hay lengua humana que pueda expresarlo, y apareció en el cielo un resplandor
tal
como no pueden contemplarle
Aunque El Vaso
de elección (l) sea
obra
ojos
humanos».
muy medianamente
El primer título de esta comedia en el ms. de Parma es Amigos hasta (i) la muerte, y este título parece autorizado por los siguientes versos (pág. 419, col.
i);
Siendo, á pesar de los tiempos, Envidiosos y contrarios, Amigos hasta la muerte,
Como
es razón,
Pedro y Pablo.
La comedia de Lope El Amigo hasta la muerte {Parte Oncena) es enteramente diversa de la presente. Sin duda, para evitar la anfibología del título
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA «sarita, la
mano
«luncia Saulo
la
95
monólogo que pro-
del gran poeta se revela en el
bajar en
al
1
nube, después de haber sido arrebatado
al tercer cielo:
^Adonde
estoy? ¿Quién soy yo?
¿Qué bien nunca IX.
La Corona
visto
vi?...
derribada y Vara de Moisés.-
"desconocida hasta ahora. Existe de
en
ella,
la
— Comedia inédita y
Biblioteca Palatina de
Parma, un excelente manuscrito, corregido por
De
cisco de Rojas.
nuestra edición
el
este manuscrito ha
el
Licenciado Fran-
hecho esmerada copia para
joven filólogo y distinguido profesor italiano
Dr. Antonio Restori, conocido ya por excelentes estudios sobre
el
Poema del Cid y sobre las antiguas colecciones de dramas españoles. Comprende este notable é ignorado drama la materia de los cinco primeros capítulos del Éxodo, esto
do dar muerte á
los
es, el edicto
nacimiento de Moisés y su aparición en
uncos embreada;
Rey de Egipto
el
de Faraón mandan-
varones recién nacidos del pueblo de el
Nilo en una cestilla de
hallazgo y adopción que de
(l); la
Israel; el
educación de Moisés y
la
hace
él
la hija del
muerte violenta que
dio á un egipcio en defensa de sus hermanos oprip.iidos; su fuga á la tierra
de Madián, y matrimonio con Séphora,
dote Jethro;
el
prodigio de
voz del Señor, que raón y conducirle á milagrosos de la circuncisión
la
le
la zarza,
que ardía
la tiranía
que mana leche y miel;
vara convertida en culebra
que Séphora hizo de su
Aarón y Moisés
sin consuiiiirse,
intima librar á su pueblo de
la tierra
la hija del sacer-
y de
la
los
y
dos signos
mano
leprosa;
hijo Eliezer; las palabras
á los ancianos de las tribus,
y
la
de Fa-
los preparativos
de de
emancipación.
la
Lope de Vega, al fin de los Trabajos de Jacob, que es, como hemos visto, segunda parte de una trilogía encabezada con El Robo de Dina, promete una tercera parte, cuyo
título
media de
que todos ó
de
Id salida de Egipto.
los incidentes
de
Es
la historia
claro
había de ser Tragicola
mayor
de Moisés, contenidos en
parte
La Corona
Rojas borró Arnigos hasla la muerte, y escribió de su mano: Vaso de elección San Pablo.
•doble, el licenciado
El
(i)
Asunto de una hermosa poesía de Víctor Hugo, Moisés en la imitación castellana por D. Andrés Bello.
jorada quizá en
el Nilo,
me-
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
1^6
derribada^ debían tener entrada en esta tragicomedia; pero ¿eran
ambas obras? ^Puede creerse con seguridad que La Corona
idénticas
derribada sea obra de Lope?
En
cuanto á
primera cuestión, creo poder responder negativa-
la
La Corona
mente.
derribada no puede ser
no sólo porque
trilogía,
anteriores, sino
en
falta
ella
porque su asunto no es
Egipto, sino los preliminares de
segundo que se da á
sés^ título
indicar en Si
Lope
modo
ella, la
la salida
los israelitas
elección de
poema más
una Tragicomedia de
la salida
extenso.
de Egipto^
porque no es verisímil que se quedara en promesa siendo en ejecución tan rápida
como
Rey,
las
modo no
la
presentación de jMoisés y
el
el
Éxodo, hasta
estaba justificado
la
Aarón
plagas de Egipto, la partida de los hijos de Israel
hundimiento de Faraón en contiene en
él
pensamiento, debió de darla su des-
el
enlace natural é incluir en ella al
de
Moi-
los últiínos versos, sin
alguno que forme parte de un
llegó á escribir
de
Milagrosa
comedia en
la
tercera parte de la
la
toda alusión á las dos partes
mar Rojo; en suma, todo capítulo
el
el título ni
xv por
resultaba
}'
el
que se
lo
De
lo
menos.
la
acción íntegra
otro
y
perfecta. ,
Muy
diverso es
el
caso de
Ld Corona
derribada, cuyo argumento
como
principal no es la libertad de los hebreos, aunque se presienta
próxima, sino su opresión en Moisés, con los portentos que
drama el
¿Y
la
otro género de unidad,
dencia de lo que
en
tierra
la
y
precede en
de Egipto, y
acompañaron; por es obra cabal en
el
Génesis
y de
la
lo cual tiene el
sí,
lo
vocación de
con indepen-
que
la
prosigue
Éxodo. es realmente
rnos otra que
el
de Lope esta comedia? Prueba exterior no tene-
testimonio del Licenciado Rojas, respetable siempre
por ser de persona que
amó y
fondo que nadie, y que tantas
conoció jo5'as
el
teatro de su siglo
nos ha conservado de
Rojas pudo equivocarse en esta atribución
equivocó en otras; y
pado estaba con
si
en
el
las bellezas
él.
Pero
como seguramente
se
caso presente hubo error, bien discul-
de
la
quier excelente poeta, y aun con trozos,
,
más á
el
y el movimiento general del
obra, que la hacen digna de cual-
sabor á Lope que tienen algunos diálogo, tan apacible y fluido. Pero
reparando un poco más, puede parecer
Lm Corona
derribada obra
COMEDIAS DS ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA
I97
de un discípulo aventajado, en quien concurrían peculiares condicio-
y de
nes de pensamiento
estilo,
Juntamente con esto llama
el
atención
espíritu judaico
el
ausencia de toda alusión cristiana,
lozano.
que toda
la
delectación
autor insiste en los pormenores rituales de
la circunci-
la pieza respira, la
con que
la
más sentencioso y menos
y el hecho muy significativo de añadir al texto de la Biblia pormenores que no tienen más autoridad que las Antigüedades
sión,
judaicas de Flavio Josefo para exaltar
(l),
y que parecen calculados de intento
arrogancia del pueblo proscrito. Tal es
la
derribar Moisés
la
corona de Egipto;
son
tales
el
episodio de
los triunfos
atribuyen sobre los etíopes. Infiero de aquí que
comedia
la
judaizante, ó, por lo menos, de un cristiano nuevo. Quién éste,
me
no
parece imposible de averiguar.
Gómez, porque no pone
esta
comedia en
No
es
que es
se le
de un
pudo
ser
Antonio Enríquez
la lista
de
las
veintidós
únicas que compuso y que enumera en el prólogo de su Sansón Nazareno. Por otra parte, no hay cosa más diversa que el terso y llano decir de La Corona derribada, y el de Enríquez Gómez, autor
duda, pero maleado por todas
ingenioso, sin
culteranismo.
En
otros judaizantes posteriores, com.o Daniel Leví de
no hay que pensar, porque
Barrios,
las afectaciones del
diciendo á voces que pues, únicamente
el
es
el
estilo
de
la
comedia está
de un contemporáneo de Lope. Queda,
Dr. Felipe Godínez, á cuyas comedias sobre
asuntos del Antiguo l'estamento se parece en gran manera
(i)
Antiq. Jiid.,
lib.
11,
capítulos ixjy x: ed¿5'us coiiciilcavit. Idqiie visií
sacronim di.xerat,
;i
mali aliquid portcndere. Quum vero hanc rem conspexisset ex ejus naliviiaie Aegipiionim imperhmt depressum iriprae-
esí regiio
scriba, qui
ad eu/n necatiduní accurrit, et terribililer exclamans: « Hic esí inqzdt, Ule quem si occide/imus, nos secaros forte declaravit Dcus. Et vaticinio
puer, o rex,
dat testimo7t¡um facto, insultando tuo regno, et diadema calcando. Himc, igitur, pcrimens, Aegiptios quidem illius metu libera, Hebraeis vero spem etfiduciam,
quam
in eo posiierunt, adíme.-»
abripuit et
ad enm
tolletidurn
Ipsum aulem praevenit
Thermtitis^ quae piierum
segnior factus est rex, quod Deiis, cui curae erat
Aloysis salas, talc/n ei animiun indidcrit...
En el cnpítulo x se narra la guerra contra los etíopes y el rey de Sabá, que da asunto á varias escenas de nuestra comedia. {Flavii Joseplii Opera. Graece et Latine recognovit Guilelmus Dindorfms. Parí?, 1865, en la Colección grecolatiíia de Didot, págs. 65 y 66.)
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
ig8 senté.
Y
valor
que
yo por suya
la
tengo, aunque sin dar á esta conjetura más-
que nace de mi impresión personal y de
el
las
razones
expuestas. El Dr. Godínez era amigo de Lope, en cuyas exequias
predicó una oración fúnebre: era todavía más amigo de Montalbán^ á quien, con razón ó sin
Godínez
versos.
lo era
ella,
supone Quevedo de sangre de con-
positivamente, y aun sabemos qué su estado,
y grado de doctor en Teología no
eclesiástico
libraron de ser
le
No
levemente penitenciado por sospechas de relapso.
sería
gran ma-
que hubiese dejado correr una obra suya, que en nombre
ravilla
propio hubiera sido sospechosa, bajo
el
manto de un gran poeta
en cuya ortodoxia nadie podía poner
cristiano,
Literariamente,
la
obra parecía de Lope; y
si
más
la
leve tilde-
no era suya, tampoco
era indigna de serlo.
Antes que
el
autor de
La Corona
legislador de los hebreos el los desposorios
Son
cional.
Ángel de
derribada, llevó
de Moisén (núm. 49), del códice de
figuras: la Justicia, la Misericordia,
la
Guarda,
el
Hombre,
Lucifer, el
la la
teatro
al
anónimo poeta que compuso
Na-
Biblioteca
Conciencia,
Mundo y
Carne.
la
al
Auto de
el
el
En
teatro religioso de otras naciones, Moisés no suele ser protago-
el
nista
de misterios aislados, pero actúa como personaje de
capitales en el mister-io cíclico del
en de
La la
el
tercera parte). Gelboé.
— Esta comedia, citada
catálogo de Huerta, no se encuentra
más que en ediciones
David perseguido y montes de
sueltas del siglo pasado.
Va
aquí reimpresa por
roga (Madrid, l/Ql)) que parece una de
No
lo
Victoria de Christo, de nuestro bachiller Paiau (auto tercero
X. en
Antiguo Testamento, y
más mismo
los
se
las
la del librero
menos
Qui-
malas.
puede afirmar que esta comedia sea de Lope, aunque siem-
pre se haya impreso con su nombre. Desde luego ha de tenerse por distinta
y
de
Rey más
otros
al
la
que corre con
el
nombre de Las Lágrimas de Davidy
arrepentido, atribuida en unos ejemplares á Lope,
y en
Dr. Godínez, sin que haya razón ni fundamento para qui-
társela á este autor,
de cuyo género y
estilo es tan propia.
El pecado, lágrimas y penitencia de David son materia de esta
segunda comedia: de
la
las
persecuciones de David por Saúl,
prudente Abigail y
la
muerte de Jonatás en
el
la historia
monte de Gel-
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA boé, es decir, las
mocedades
primera. Su contenido es
desde nes
al
el
capítulo xxiv hasta
contenido de
del
Rey
del libro
el
el
dan argumento á
Profeta, i
igg la
de los Reyes (ó de Samuel),
xxxi y postrero, con muchas alusio-
los capítulos anteriores,
xv en ade-
desde
el
como
está
lante.
Esta comedia no carece de mérito, pero ser
de Lope
los
romances interminables (véase
ni
tal
no puede
de su tiempo. El uso de los pareados endecasílabos,
desafío con Goliath), la entonación
puede comprobarse en estos
Y Se
en
le
la
la
relación que David hace del
marcadamente calderoniana que
versos,
tomados
juventud del
al
acaso:
sol
turbaren los cielos,
Muertas sus cambiantes luces
Entre pabellones negros,
Tocando Siendo
al
arma
el
las cajas ]«s
asombro, truenos,
Formando rasgadas nubes Campal batalla en el viento,
Y
viere entre ardientes globos
Los abrasados efectos
De
los
coronados montes
Caducamente soberbios,
En cada peñasco un rayo, En cada tronco un incendio... todo esto no es ni ha sido nunca de
la
manera de Lope, cuyo
apenas puede encontrarse más que en algunas de cas
y
pastoriles en
las
rastro
escenas rústi-
que Abigail interviene: Tan blanco ha dejado
suelo
el
El esquilmo del ganado,
Que
estando sereno. el cielo,
Parece que ha granizado
En
las faldas del Carmelo...
Esto ciertamente parece de Lope, pero de esto hay poco en
David perseguido. poeta
muy
el
Será, á lo sumo, comedia suya refundida por un
posterior, del
tiempo y escuela de Calderón, quien'trató
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
200
mismo
este
mo
asunto, aunque con aplicación eucarística, en su bellísi-
La primer flor
auto
La prudente
Abis^ail,
Gómez, impresa en también
1642), es
En de
la
códice de
el
sus
muy
del Carmelo.
comedia del judaizante Antonio Enríquez Academias morales de
las Mzisas (Burdeos,
semejante á este David perseguido.
Biblioteca Nacional tenemos,
la
ungión de David (núm.
19), el
además del Auto
Auto de Nabaly de Abigail
y
de David, cuatro pastores y dos soldados y un pastorcillo, una moza
llamada Sabinilla,
un^ bobo llamado Jordán (núm. 59)- ¿Será obra
y
Lope de Rueda? Por
del gran
menos consta
lo
(l)
que aquel insigne
poeta y representante recibió del Cabildo y Regimiento de Sevilla,
en 1559, sesenta ducados por dos representaciones que sacó en carros el día de la fiesta de Corpus Christi^ la una de Nabal- Cai'r>ie lo, de Abigail y Nabal), y
(esto es,
que tiene
diera ser también la
la otra el
de El Hijo pródigo, que pu-
núm. 48 en
el
inapreciable códice
tantas veces citado, verdadero registro de nuestro teatro popular del siglo XVI.
La farsa
del Rey David, de Diego Sánchez de Badajoz (2),
nada tiene que ver con
ésta,
puesto que su asunto es
el
vencimiento
del gigante Goliath.
La popularidad de merced
al
teatro
de mediados del
y
la historia
de David, tan grande en España
á la predicación, se acrecentó,
siglo
xvn con
la
si
es posible, des-
publicación del extraño libro
vid perseguido y Alivio de lastimados (1658}, en que bal Lozano,
uno de
los
el
Da-
Dr. Cristó-
hombres de más romántica inventiva que
por entonces honraban nuestra novela, y de los últimos que escribieron
la
prosa castellana con abundancia y fluidez aunque afeán-
dola con resabios de hinchazón y de mal gusto, amplificó á su ma-
nera
el relato bíblico, conjetural
profusión «de símiles é historias
y novelescamente, exornándole con peregrinas», y formando un abun-
dantísimo repertorio de leyendas que por más de un siglo fué, con las
demás obras novelescas y ano veladas
del Dr.
Lozano {Soledades
Documentos del Archivo Municipal de Sevilla, descubiertos por don (i) Luis Escudero y publicados por D. José María Asensio en El Ateneo, revista de
Sevilla (1875).
(2)
Recopilación en metro,
tomo
11,
Sr. Barrantes en los Libros de aniaño.
págs, 159 á 180 de la reimpresión del
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA de ia vida, Reyes nuevos de la fantasía
de
los
alimento y dulcísimo solaz de
Toledo...)^
humildes é
201
y ha
¡literatos,
gumentos, más de una vez explotada por
mina de ar-
sido luego
gran poeta narrativo y legendario cuya reciente pérdida llora nuestra nación (l). XI.
El
La Ciudad
Inobediente ó
buida á Lope, en una
y de
la
sin Dios.
— Se
Parte 26.^, extravagante,
que Faxardo y La Barrera ficas,
el
citan con
muy
imprimió,
de Zaragoza,
En
1
64 5,
confusas señas bibliográ-
cual sólo he llegado á ver algún fragmento,
neciente á esta comedia.
atri-
no perte-
Segunda parte de Comedias Escogidas
la
de las mejores de España (Madrid, 1652) se insertó á nombre de Cla-
ramente, y de este ejemplar nos valemos para reproducirla. Chorley, en su catálogo manuscrito, dice,
que La Ciudad sin Dios Claramente
es
es
no sé con qué fundamento,
obra de Lope, y que El Inobediente de
una copia, en que, «con mucho del
original, va algo
como al mismo tiempo no cita como de propio examen, sino sobre la
del genio del refundidor». Pero
la
Parte 26.^ de Zaragoza
fe
del índice de Faxardo, ignoramos qué textos son los servirle para el cotejo
y para
la resuelta
que pudieron
afirmación que hace.
Por nuestra parte, nada vemos en esta absurda y monstruosa pieza, llámese
El Inobediente 6 La Ciudad
mita recargar con
ella el
sin Dios,
que nos per-
catálogo de las obras de Lope, y
in-
si la
sertamos en nuestra colección es únicamente por haberse impreso
con su nombre en ediciones porque alguien no
la
muy
y relativamente
eche de menos viéndola citada
tro autor por bibliógrafos
muy
diligentes.
dramatizase los tres capítulos de hizo, su
raras
obra debió de tener, á
La lo
Yo
antiguas,
como de
no niego que Lope
Profecía de y^onds; pero
menos en
y
nues-
parte,
un
si tal
de
vestigio
grandeza bíblica que en vano se buscará en El Inobediente, donde, salvo la tempestad que asalta cia,
y
la
al
profeta en castigo de su inobedien-
ballena ó gran pez que se le traga,
y sus clamores de peque recuerde el
nitencia por las calles de Nínive, nada se encuentra
texto de la Sagrada Escritura, ni que esté inspirado en serie til
de cuadros de teatro de muñecos,
del
(i)
muy
él,
sino una
propios del arte infan-
honrado y piadoso representante murciano, autor de Alúdese á D. José Zorrilla (18 17-1893). (A.
B.)
La
Le-
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
202
Fué
tañía moral.
aunque
inculto.
duda Andrés de Claramente ingenio bizarro
sin
Es
más que estropear
cierto
que en El Infanzón de
Illescas
no hizo
asombroso drama de El Rey Don Pedro en
el
Madrid., que Hartzenbusch atribuyó caprichosamente á Tirso,
en mi concepto, es de Lope, por
las
razones que expondré en su
día.
Otras comedias indisputablemente suyas,
esta
agua no
tarlas el
muy
es
beberé.,
tienen mérito propio,
mismo Calderón, y original
y
la titulada
llena de fiereza
y que,
El
y no
como se
la titulada
De
desdeñó de imi-
Valiente negro en Flandes
y desgarro
soldadesco. Pero, en
suyo que conocemos, y que en estos últimos años se ha acrecentado algo merced á los descubrimientos de A. Schae-
general, el teatro
muestra notable tendencia
fer,
efectismo
al
más grosero y
estrepi-
de parricidios, incestos, atrocidades y tiranías
toso, logrado á fuerza
estupendas; recursos candorosos y primitivos que ya en las trage-
de Cristóbal de Virués y Lupercio Leonardo de Argensola habían sido empleados largamente, si bien con más cultura de dic-
dias
ción las
y más respeto
á la prosodia,
obras de Claramente.
baro pertenece
El
A
este
Inobediente
,
que
los
que suelen advertirse en
género de melodrama rudo y bár-
y no debe defraudarse de
él á
su
legítimo dueño.
XIL El
Anticristo.
— Manuscrito
de
la
mense, del cual debemos exactísima copia nal es
pésimo y en muchos puntos
Biblioteca Palatino-Paral Sr.
Restori. El origi-
ininteligible:
parece trasladado
por un imbécil.
Don Juan
Ruiz de Alarcón, grande é infortunado poeta dramático
compuso y dio á luz, en 1 634, un poema dramático mismo título y asunto. Júzgale en dos palabras, pero jugoy llenas de sentido, como solían serlo las suyas, D. Juan Euge-
del siglo XVII,
sobre sas
el
nio Hartzenbusch
(l):
«Pieza de pobre invención, pero llena de
grandilocuencia trágica. terrible
como
entre Elias
y
del Patriarca,
pocas.
La escena
También
el Anticristo, al
que,
entre
el
Anticristo
y su madre
es
es notable en su línea la controversia
principio del acto segundo.
La muerte
profetizada por el impostor, le gana la fe del
(i) Comedias de Alarcon, tomo xx de página 544.
la Biblioieca
de Autores españoles^
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA
pueblo
Seide en
el
Mahoma
misma, aunque más el
supuesto milagro, recuerda
iluso, testigo del
de Voltaire;
justificada
la situación es casi
propia en
y
el
la
203
muerte de
enteramente
la
drama español que en
francés.»
Extensamente
trata
de esta comedia y de
los
incidentes de su
representación D. Luis Fernández Guerra, en su admirable libro
sobre Alarcón
Consta que los émulos del poeta echaron en
(l).
candilejas aceite de pestilencial olor para bara. Entre
que
la
las
comedia no se aca-
Lope y Alarcón había enemistad ó malquerencia
anti-
gua y notoria, que fué exacerbándose hasta parar en agresiones mutuas más ó menos embozadas, después de l6l8, fecha que conjeturalmente se asigna
estreno de El Anticristo. ¿Podemos suponer
al
que Lope quiso suplantar con un Anticristo de propia fábrica el de Alarcón, ó bien que Alarcón quiso desterrar con el suyo el de Lope, que ya estaba en posesión de parecer verisímiles, pero
la
las tablas?
Ambas
versiones pueden
primera menos, por tratarse de una co-
primera representación, y que nunca fué popular, como tampoco ninguna otra de las de su
media que naufragó ó poco menos en
Además,
autor.
ni el gir.
hombre de
como Lope, no
mática títulos
en'
tan grande ingenio
Porque en
se concibe, ni el reproducir
el
el
argumentos y
la
invención (ajustada en general,
Fernández Guerra ha probado,
bien que
al
al
libro del
lles poéticos),
ni
(2),
pero no es posible desconocer ni «estro poético
grandilocuencia épica
y admirable
energía de las
Don Juan Ruiz
arrojo
Nada en él maldiciones de la madre del
de Alarcón
y Metidoza, Madrid,
xxni, págs. 282-294. Antichristo^ libri xi, 2.^ ed. (1621).
feli-
para pintar
absurdo y que se parezca á
lo cual falta
detestable engendro atribuido á Lope.
De
dominico portu-
universal, 1595) rn^s
y magistral sobre la materia, de Fr. Todonde pudo encontrar mayor copia de deta-
desordenadas pasiones y afectos», todo
la feroz
como
tratado clásico
más de Maluenda císimo,
silbadas,
poeta á quien intentaba corre-
gués Nicolás Díaz, Tratado del juicio final y
(2)
destreza dra-
Anticristo de Alarcón se podrá tachar de fría la
parte alegórica, y de pobre
(i)
y
de comedias que por una ú otra razón habían sido
hacerlo mil veces peor que
el Sr.
la
en
el
Anticristo:
1871. Parte
2.»,
capítulo
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
204
¡Plega al Dios de Israel, vestiglo fiero,
Que en
tu ciega
Y dando Tanto á
maldad
efecto á
los cielos
Que pues
te precipites,
mi soñado agüero. en tu daño
soberbio imitas
al
Despeñado Luzbel, también
Nada semejante
á la grandeza con
irrites,
lucero, lo imites!
que Alarcón concibió
truosa personificación de la vana y falsa ciencia en
A
la
mons-
el Anticristo:
obscurecer verdades soberanas
Se eleva mi obstinado pensamiento:
En
falsas leyes
Anegaré
nuevo Anticristo
Si este
en
él
más que en ninguna
muy
suponerle
y opiniones vanas
la tierra, el
mar,
el viento.
es de Lope, habrá
que decir que dormitó
otra ocasión de su vida,
y por de contado
anterior á la obra no perfecta, pero en algunos pun-
y grandilocuente, y siempre de elevada y reflexiva inspiración, que dio al teatro el vate mejicano, que en parte fué su tos magnífica
discípulo
y en parte su émulo.
Estas son
las
únicas reliquias del teatro bíblico de I.ope de
Vega
que han llegado hasta nosotros. Encontramos, además, los*siguientes títulos
Fénix de
de comedias no conocidas, ó erróneamente atribuidas
al
los Ingenios.
La Horca para
su dueño
^
así se titula,
en ediciones
sueltas,
La
Hermosa Ester ó La Soberbia de Aman y Humildad de Mardoqueo^ que no debe confundirse con otra comedia del Dr. Godínez sobre el mismo asunto y con el mismo título. Los trabajos de Job. En
la
Parte trigésima primera de las mejores
comedias que hasta hoy han salido (Barcelona, 1638), coleccionadas
por
el
Dr. Francisco Toribio Ximénez, que es una de las llamadas
extravagantes 6 de fuera de Madrid, hay una comedia del Dr. Godínez con este título.
ciones sueltas, y
el
También
se encuentra con su
nombre en
edi-
haber sido atribuida á Lope en los catálogos de
Medel y Huerta procederá acaso de una confusión fácil entre Los Trabajos de Jacob y Los Trabajos de Job. Advierte, sin embargo, Chorley que cuando
la
comedia de Godínez fué reimpresa en
la
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA
Parta sexta de comedias escogidas (Madrid, 1654), se de
lificativo
que pudo
que
llueva^ sin
ser
duda para
la
distinguirla de otra
puso
más
una de Lope, hoy perdida, puesto que no
se refiriese al
205 el
ca-
antigua,
es verisímil
vetusto Auto de la paciencia de Job^ que es la
postrera de las 95 piezas del códice de la Biblioteca Nacional.
La
Soberbia de Nenibrot y primero Rey del mundo. Lord Holland
poseyó un manuscrito en que esta comedia se atribuía á Lope, pero es indisputablemente de
suya en
el
Antonio Enríquez Gómez, que
prólogo del Sansón Nazareno, y
preso siempre.
como suya
la
da por
se ha im-
IV
COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS
Dan
principio en
Lope de
tomo
el (l)
de nuestra edición de
iv
Obras de
las
Comedias de Santos, tercer grupo que hemos es-
Vega., las
tablecido en la clasificación de su inmenso Teatro. Sobre cada una
de
ellas
haremos sucintas indicaciones, según
el
plan que desde
el
contenidas en
la
principio nos trazamos. I.
Beh'lán
y
Josafá.
— Es
la
duodécima de
las
Comedias del Fénix de España,
Veintiqíiatro parte perfeta de las
Frey Lope Félix de Vega Carpió (Zaragoza, 1641, por Pedro Verges).
Este tomo es postumo, y ofrece un texto bastante incorrecto
y alguna vez mutilado; pero por no haber podido tener á manuscrito,
parecer autógrafo, que perteneció á lord Holland, no
al
ha sido posible llenar estas lagunas.
Huerta se
la vista el
cita
la
con
En
de Medel y
los catálogos
de Los dos soldados de Cristo, y
el título
Chorley poseyó una edición suelta con este mismo rótulo.
mencionada grino, sin
comedia en ninguna de
tal
las
dos
duda por olvido de Lope, puesto que
Holland llevaba
Tomó Lope
la
el
fecha de lói
el
listas
No
está
de Bl Pere-
manuscrito de lord
Ui I.
asunto de esta curiosa y notable pieza de
lebre novela mística de Barlaan
y
Josafat,
la
cé-
compuesta en lengua
y atribuida comúnmente, y no sin fundamento, á San Juan Damasceno (2). Es cierto que el dominico Le Quien, que dirigió la
griega,
edición clásica de las obras de aquel gran Padre de tal (París,
(1)
1
7 12),
excluyó de
ella
y relegó á
la
la Iglesia
orien-
categoría de las apó-
El texto: «este». (A. B.).
El texto griego fué publicado por primera vez en 1832, en la colección de Boissonnade, Anécdota Grceca, t. iv, coa presencia de 17 manuscritos de (2)
la
Biblioteca Imperi;il. Sobre
Meyer, en
la
él
hizo Liebrecht su versión alemana.
Bibliotheque de l'Ecole des C/iartes (xxvii année,
t.
ir,
vi< serie),
páginas 313 y siguientes, dio á conocer un curioso fragmento del Barlaam^n antiguo francés, derivado, no del texto latino, sino del griego, y escrito en las
márgenes de un manuscrito del monte Athos á principios del Mesksdkz
t Pki ato,
— Estudios sobre el
Teatro de Lope de Vega.
siglo 14
xiii.
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
31 o
Historia Indica de Barlaamo eremita et jfosaphat, que fué,
crifas la
en su concepto, compuesta por un monje llamado Juan, distinto del Daraasceno; pero sus razones distan
mucho de haber convencido á
y León Allacci opuso otras de bastante fuerza en los prolegómenos de la edición de Le Quien repetida en Venecia en 1748, alegando la autoridad de muchos códices, la del Martirologio Rotodos,
de algunos griegos modernos, como
mano^ y
la
nadio en
el
guna, atribuyen
el libro,
Juan Clímaco ó
á
parte, en el
mados
no á un obscuro monje, Juan,
Sinaíta, sino á
Barlaan y Josajat
el estilo
de
lo
San Gregorio Nacianceno; y
así
como son
muy
difiera del los
citas, tales
Por estas y otras razones,
primeros investigadores de la
mayor parte de
los
que ordina-
mismos
Max
Basilio
que ingiere contra
los
él
de este famoso
al
li-
han discurrido sobre
este tema, se inclinan á respetar la antigua tradición de Oriente
Occidente, que supone autor del Barlaan
y
contro-
la
Müller, que fué uno de
los orígenes indios
que después de
los autores
como San
propias del estado de
versia teológica en su tiempo, las disertaciones
iconoclastas.
y
al-
tampoco
ni
se encuentran largos fragmentos to-
de quienes con preferencia toma sus
los
Gen-
San Juan Damasceno. Por otra
demás nada hay que
riamente emplea en sus obras,
bro,
patriarca
literalmente de otras obras del Santo sin indicar su pA)ceden-
y en
cia,
el
Concilio Florentino, todos los cuales, sin anfibología
mismo que
y
lo fué del
libro sobre la fe ortodoxa.
Aunque luz hasta
ción latina, í
el original
nuestro
griego del Barloan y Josafat no haya visto
siglo,
eran numerosas
las
la
ediciones de una traduc-
malamente atribuida á Jorge de Trebisonda, puesto que
existía siglos antes
Beauvais (en
el
de
él,
como
Speculum
lo
prueban
Historíale^
lib.
las citas
de Vicente de
Vorá-
lxv), de Jacobo de
Legenda Áurea) y de otros muchos escritores de la Edad Media. Gaspar Barth c|uería hacerla remontar á los tiempos del bigine (en
la
bliotecario Anastasio. Impresa esta versión en 1470, fué reprodu-
cida
muchas veces en
los
dos siglos siguientes, ya suelta
(l),
ya
(i) La que tengo á la vista, sin año ni lugar de impresiói!. pero evidentemente de la segunda mitad del siglo xvi, lleva por titulo: Sti. yoawiis Damasceni Historia di viiis el rcbus gesHs Sanctorum Barlaam
EretnilcR et
Josaphat regís /uu/oru/n, Georgia Trapczuiicio
interprete. In
eandem
COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS
acompañando
á las ediciones de
sustituida por
la
Una por
lo
más
San Juan Damasceno, hasta que fué
correcta dejacobo Billio en l6ll.
ú otra traslación, pero especialmente
mismo
la
más
dos, una anterior y otra^posterior á
Juan de Arce Solórzano
(l)
y
á las cuales puede agregarse 1
la
más
la
la
En
castellano
Lope de Vega,
la
tenemos
del licenciado
de Fr. Baltasar de Santa Cruz
(2),
del jesuíta Juan de Borja, en lengua
7 12), con intentos de edificación
los indios, á lo cual
vetusta (que era
popular), sirvieron de base á todas las que se
hicieron en las diversas lenguas vulgares.
tagala (Manila,
211
admirablemente se prestaba
y catequesis para el
carácter oriental
y parabólico del libro, y hasta su remoto origen budista.
Lope leyó seguramente, ó la versión latina de Trapezuncio, ó la casde Arce Solórzano, que se había publicado en 1 608, digna, á la
tellana
verdad, de estimación por
lo
apacible y gallardo del estilo, no dese-
mejante del que mostró su autor en otras obras de entretenimiento.
La si
Iglesia griega reza
día 16 de Agosto,
y
de
los santos confesores
la latina el
Barlaan y Josafat
27 de Noviembre. Pero ni
la
exis-
Scholia Aloisü Lippomani Veronensis Episcopi... Aniíierpiíz,
apud Joafinem Bellerum sub Aquila Áurea. 8." pequeño. Las dos primeras ediciones, de fines del siglo XV, sin año ni lugar (de Strasburgo, según parece, la una, y la otra de Spira), están descritas en el Lexicón Bibliagraphicum de Hoffmann. Historia de los dos soldados de Chrisio Barlaam y Josaphai. Escrita por (i)
San Juan Damasceno, Doctor
de la Iglesia griega. Dirigida al Illusirissimo i' Reverendissimo don Fr. Diego de Mardones, Obispo de Córdova, Confesor de Su Majestad y de su Consejo 6* mi Señor. En Madrid, en la Imprenta Real, 1608, 8.* £1 licenciado Arce Solórzano es autor también de las Tragedias de amor, de
gustoso
y
apacible enlretenimie?!lo, de historias, fábulas, enredadas r,iarañas,
cantares, bayles, ingeniosas moralidades del enajnorado Acrisio
y su zagala Lu-
cidora. Zaragoza, 1637.
Verdad nada amarga: hermosa bondad, honesta^ útil y deleUablCy grata y (2) moral Historia. De la rara vida de los famosos y singulares Sjncios Barlaam y '^osaphat. Según la escribió en su idioma griego el glorioso' Doctor y Pad/e de la Iglesia S. Juan Damasceno, y la passó al latin el dociissimo Jacobo Billio: d¿ castella?ia, á sus Regnícolas, el mínimo de los Predicadores de la provincia del Sancio Rosario de las islas Filipinas, Pr. Baltasar de Santa Cruz, Comissario del Sánelo Officio de Manila... Impresso en Manila en el
donde la expone en letigua
Collegio de Sancto Thomas de Aquino. Por el Capitán D. Gaspar de los Reyes, impresor de la Universidad. Año de 1692. 4.° Libro "hiuy raro, como todos los
estamijados en Filipinas antes del siglo pasado, y probablemente la más anque se imprimió en aquellas islas. La traducción latina, seguida por el intérprete, no fué la que corre con nombre de Trapezuncio, sino la más tigua novela
correcta de Jacobo
Billio.
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
212
tencia de un santo ni su culto inmemorial, implican
miento del valor histórico de todas
Además, en glo XIV,
en
el
jando aparte
la Iglesia latina
las
reconoci-
el
circunstancias de su leyenda.
no aparecen estos Santos hasta
el
si-
Catalogas Sanctorum de Pedro de Natalibus. Pero dela
cuestión canónica, que no es de nuestra incumbencia,
basta consignar que aun en los tiempos de
que consideraban
atribuido á
el libro
mayor
fe
San Juan Damasceno como
una novela mística, como «una fábula ó invención esta opinión se hace cargo, para impugnarla,
su Flos Sanctorum. El P.
el
Torigine des rornans
el P.
Le Quien, como hemos
por apócrifo el contenido del libro, sino
Damasceno. Huet,
hubo muchos
la
artificiosa».
De
Rivadeneira en
visto,
no sólo dio
atribución á San Juan
Obispo de Avranches, en su famosa Lettre sur
(l), la
llama á boca llena «.novela espiritual-», y
añade: «Trata del amor, pero del amor divino; hay
derramada, pero es sangre de mártires. Toda puesta conforme á las leyes de
la
novela,
la
y aunque
mucha sangre
obra está comla verisimilitud
está bastante bien observada, muestra el libro tantos indicios de ficción,
que no se puede dudar
ni
por un m.omento que es historia
Fuera una temeridad decir que nunca existieron
de pura
fantasía.
Barlaan
ni Josafat,
puesto que
el Mai'tii-ologio los
pone en
el
número
Me valgo de la traducción latina que lleva por título Petri Danielis (i) Huetii Episcopi Abrinceiisis Opuscula dúo, quorum unum esí «Z>¿ optitno genert inierpretandi et de claris inicrpretibus-¡>; alterum de origine fabularum romanensium. Editio
prima
Véneta... 1757, pág. 53.
*.Ea fábula Ro^nanensis quidem
mum
hic sanguinis effusum
est,
est,
sed pia: de amore
sed Martyrum;
ágil,
sed Divino: pluri-
ad historia, ñormam,
et
ex Fábu-
la Romanensis legibus opus illud elucubratum est. Nihilotninus lamen esti veri similitudo ibi satis accurate obsérvala est, tot tamen figmeniorum proferí indicia ut qui seria animi cogitatio7ie opus Icgeril, is confictiim esse nunquafn sil ilurus No?i quod ego omnia hic supposita esse contendam: Barlaamum aut Josaphatum qui diffiterelur unquam fuisse, is temeritalis arguendus esset. Aíartyrologii eos in Sanctorum numero adscribentis testimonium, el pia eorum stiffragia, qucB ad operis sui calcem S. Joannes Damascenus i?nploral hac de re sinunt dubitare prorsus neminem. Nec forsan hujus historia primus inventor extitit. infidas...
Ejus credulitas satis ostendit quce credenda proponebat, ea ipsutn credidisse eí eorum qum scripserat, partim revera a quibusdain accepisse. Et hoc opus sive ob Christianis siyli eleganliam, sive ob ifwefí .ionis graliam, sive ob pietatem, a ^gvptii Ha probatum ut lingua Coftica verter int, et in ipsorum Bibliothecis satis modo isla ijiterpretatio dicenda est. Quippt forsan alia quadam est archetypa historia de duorum horumce sanctorum vita conscripta.-*
freque?iter reperiatur. Si
COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS Santos,
•de los
bar
la
2I3
y San Juan Dann.asceno implora su protección
al
aca-
obra. Ni quizá fué él el primer inventor de esta historia, la cual
creyó, sin duda, de buena
ya por
elegancia del
la
por habérsela oído á otros. Este
fe
ya por
estilo,
la
tación entre los cristianos de Egipto,
piedad, ha tenido
que
mismo
libro,
acep-
han traducido en su
le
lengua copta, y es frecuente hallarle en sus bibliotecas. sea traducción de este
tal
Y
quizá no
texto, sino historia original de estos
•dos Santos.»
El juicio de un prelado tan docto y piadoso como Huet, corroborado hoy con el de los sabios continuadores de la obra de los
Bolandos, parece que debe tranquilizar á los más meticulosos,
paso que
la
sospecha que insinúa sobre ser
imitación ó traducción de otro texto oriental la
el libro
más
perspicacia de su talento crítico, puesto que es
versalmente reconocida que
la
al
griego mera
antiguo, acredita
hoy verdad um-
novela de Barlaany Josafat, perte-
nezca ó no á San Juan Damasceno, es en
lo
fundamental de su con-
texto una transformación cristiana de la leyenda de Buda, conte-
nida en
de
Lauta- Vistara.
el
No
entraremos aquí en los pormenores
este descubrimiento interesantísimo,
cuya
gloria
entre varios orientalistas y varios cultivadores
rama de
la
cialmente
erudición conocida con el
el
gran maestro de
ella,
nombre de
debe repartirse de
la
moderna
novelística; espe-
Félix Liebrecht, Samuel Beal,
traductor inglés de los viajes de los peregrinos budistas,
y Max
Müller, que es quien principalmente ha popularizado los resultados
amenidad y brillantez que le son proalgunas líneas en que resume sus conclusiones,
de esta indagación con pias
(l).
Basta citar
la
(i) F. Liebrecht: Die Quelleii des Barlaam tmd Josaphat, en el Jahrbuck für romanische und englische Literatur, 1. 11, 1860, pág. 314. El mismo Liebrecht había publicado antes una ti-aducción alemana del Barlaam y Josaphat {\.e-x.X.o griego de Boissonnade), con importantes observaciones críticas: Des heiligen Johaniies Damascenus Barlaam undjosapkat. Ausdem Griech...* (Münster, 1847.) La Memoria del Jahrbuch, que es capitalísima y en algunos puntos definitiva, está reimpresa en el volumen Ziir Volkskunde (Heilbronn, 1879), y traducida al italiano por E. Teza, se lee también en el tomo n de las Sacre Rappreseníazioni úe Ancona (capítulos 146-162;. Travels of Fah-hian and Sund- Yii, Budhist pilgrims, /rom China io India (400 A. D., and 518 yl. D.). Translaied /rom the chínese by Samuel Beal. (Lont.
dres, Trübner, 1869.)
Sobre la emigración de las fábulas, artículo de
Max
Müller, publicado en Ja
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
214
y
todavía las abreviaremos algo.
«
El autor de Barlaam
ha tomado evidentemente su héroe mismo,
una fuente
india.
Cuando nace su
En
el
Lallta- Vistara^
brahmán Arita
hijo, el
y
Josafat
príncipe Josafat, de
el
el
padre de Buda es un rey-
le
predice que este hijo al-
canzará gran gloría y llegará a ser un monarca poderoso, o bien que
renunciará
trono, se hará ermitaño
al
y
llegará á ser
un Buda. El
padre se empeña en evitar que esta segunda parte de tenga cumplimiento. Cuando cierra
en
pueden
los jardines
la
de
la
le
rodea de todos
meditación y darle
ignorancia de lo que son
muerte. Aparta de sus ojos todas acierta á salir
de su dorada
profecía
joven Príncipe va creciendo,
de su palacio,
quitarle el gusto
mantiene en
el
la
de
y
le
la vida.
en-
halagos que
del placer.
enfermedad,
la
las miserias
prisión,
e!
los
la vejez
Le y
la
Pero un día
tiene los tres famosos encuen-
muerto
tros:
con
rrar,
y con el asceta mendicante (l). pasamos ahora al libro de San Juan Damasceno, encontrare-
el viejo
enfermo, con
el
á
quien llevaban á ente-
»Si
mos que
los principios
de
la
vida de josafat son absolutamente los
Contemporary Review. (Julio de 1S70.) Traducido
al
francés en sus Rssais de
Mythologie Comparée. (París, Diciier, 1S75).
La Légende des saints Barlaam et Josaphat; son origine, .'\riiculo de Cosquln (autor católico) en la Revm des questions historiques, 1880. Braunholz: Die ersts nichichristliche Parabel des Barlaam tmd Josaphal... (Halle, 1884.)
Zotenberg: Noiice sur
le livre
de
Barlaam
et
Josaphat... en
extraits des mamiscrits de la Bibliolheque Nationale
(t.
las
Noíices ct
xxviii, parte prime-
ra, 1886).
Barlaatn und Joasaph. Eine bíbliographiscli~litcraU;rgexchicktUchc Studie (Munich, 1893, extracto de los Abhandhingc?t dcr K. Bayer. Akademie der Wiss.) Podría ampÜRTse á poca costa esta indicación biblioíjráfica, pero sin utilidad notable para nuestro intento. Esta somera exposición de Max Müller basta para nuestro fin. El que (i) quiera estudiar á fondo la leyenda de Buda, tiene á su disposición, en lenguas vulgares, gran número de libros, entre los cuales basta mencionar, además del conocidísimo resumen de Barthélemy Saint Hilaire Le Boudha et sa religión (París, 1860), los muy recientes ríe E. Sénart, Essai sur la légende ár
Boudha, son caradere ct ses origines (segunda edición, París, Léroux, 1882), y el de H. Oldetiberg, profesor de Kiel, traducido al írancés por Foucher, Le Boudha; sa vie, sa doctrine, sa contmunauté. París, 1894. El Lalita- Vistara (conforme al texto tibetano) ha sido traducido al francés por Foucaux (París, 1848). Del original sánscrito hay una edición de Calcutta, que no sé si llegó á terminarse, The Lalita- Vistara or memoirs of tfie Ufe ana doctrines of Sakya sin-ha (1852-58).
COMEDIAS DE VIDAS
mismos que
215
de Buda. Su padre es ua rey á quien un astrólogo
los
predice que su hijo alcanzará
y más
sino en otro mejor ligión nueva,
SANTOS
DE;
la gloria,
pero no en su propio reino,
excelso, es decir,
que se
conv^ertirá á la re-
y perseguida, de los cristianos. Para impedir
miento de esta predicción,
el
Rey
el
cumpli-
encierra á su hijo en un palacio
magnífico, donde le rodea de todo lo que puede suscitar en
sen-
él
saciones agradables, teniendo gran cuidado y vigilancia para que
ignore
la
existencia de la enfermedad, de la vejez
Al cabo de algún tiempo, su padre
le
y de
muerte.
la
concede permiso para
salir
á
pasear en su carro.
>Aquí
se intercalan los
tres
encuentros, pero no en
orden, ni con las mismas circunstancias, puesto que en talida encuentra el Príncipe
y en la segunda, un cia puede explicarse
ma: tal
el
y no de
y
moribundo. La diferen-
casi
como de
admitimos,
San Juan Damasceno puede la tradición oral
primera
la
dos hombres, uno ciego y otro leproso,
viejo decrépito si
mismo
el
inferirse,
los libros.
las
mismas palabras de
que aprendió esta
Pero
la
lección moral es la mis-
Príncipe entra en su casa para meditar sobre
la
muerte, y en
meditación permanece hasta que un ermitaño cristiano
comprender
lo
que
es la vida
según
la
le
hace
To-
doctrina del Evangelio...
davía pueden notarse otras coincidencias entre
la
vida de Josafat
y
de Buda. Los dos acaban por convertir á sus respectivos padres; dos resisten victoriosamente á monio:
los
dos son venerados
las
tentaciones de
como
la
libro
del escritor griego,
líl
la
los
carne y del de-
santos antes de su muerte. Hasta
parece que un nombre propio ha pasado del canon de al
de
historia
los budistas
cochero que conduce á Buda
la
noche en que huj^e de su palacio, abandonando su mujer, su hijo único y todos sus tesoros, para consagrarse á va, se llama
Chandaka;
el
la
vida contemplati-
amigo y compañero de Barlaan se llama
Zardán.»
Hasta aquí
guno
ocurriera
dad oriental á
Max la
Müller, cuyo
somero extracto
idea de que tal leyenda
las
comunidades budistas
basta;
pudo pasar de
(l),
y no
y
si
á
al-
la cristian-
al contrario, bas-
(i) El portugués Diego de Couto, que ya en el siglo xvi notó (en su sexta Década) las relaciones entre ambas leyendas, las explicaba por la difusión
ea
la India del culto
de San
Josafat.
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
'¿I
para excluir
taría
conjetura
tal
el viaje del
chino Fa-Hian, que á
principios del siglo v de nuestra era vio en la India las torres levan-
tadas por el rey
de Buda;
al
Asoka en conmemoración de
paso que á
da mayor antigüedad que
die la
Admitido, pues, que principales rasgos,
Sakya-Muni,
tal
la
encuentros
la del siglo viii.
leyenda del príncipe Josafat es en sus
ya que no en su
como
los tres
leyenda atribuida á Juan Damasceno na
la
espíritu, la biografía
popular de
se ha conservado en el texto tibetano
del
Lalíta- Vistara, ha de añadirse, sin embargo, que esta semejanza se
extiende sólo á los elementos puramente humanos que concurren
en
la historia del
rastro ninguno
sobrecargan
la
de
príncipe Sidharta, sin que en
por otra parte, en
mil invenciones fantásticas
el
Barlaan
exposición sumaria de
la
A
él
Barlaan quede
y
Josafat^ una parte teológica, una
doctrina cristiana, que es original de San
Juan Damasceno ó quienquiera que sea del libro.
el
y maravillosas que leyenda de Buda en todas sus versiones (l). Hay, las
el
ha de atribuirse también
monje griego ó
el
muy
pensamiento del conflicto y controversia entre giones, caldea, egipcia, griega, judía
y
original
sirio
autor
y fecundo
las principales reli-
cristiana;
pensamiento que
luego, interpretado con diverso sentido, tiene tan varia representa-
ción en la teología judaica del Cuzary de Judá Leví, en
la
popular
teodicea cristiana del Libro del Gentil y de los tres sabios de Lull
y
del Libro de los Estados de D.
añadir en
el
Ramón
Juan Manuel, y pudiéramos los tres anillos de
cuento profundamente escéptico de
Boccaccio, germen á su vez del drama deísta de Lessing, NatJian el Sabio. Hay, finalmente, en el
Barlaan y Josafat una
serie
muy con-
siderable de parábolas
y apólogos, que son seguramente de origen y aun budista (puesto que algunas de ellas están en el Mahavanso, y además es sabido que los misioneros de esta secta, esenindio
cialmente popular, empleaban
el
apólogo con tanta frecuencia
predicadores cristianos de
la
Edad Media
los
(2);
como
pero que segura-
como exposición agradable y popular, á la vez que exacta y de Mary Sumer, Hisioire du Boudha Sakya Mouni depuis sa naissance Jusqu'á sa mort (París, Léroux, 1874), autorizada con un prólogo de E. Foucaux. Esta porción de la literatura sagrada de los budistas se conoce con el (2) nombre d&Jatakas y sobre ella discurre largamente Joseph Jacobs en su ad(i)
Véase,
verídica, la
COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS
mente no proceden
del
Algunos de
Lauta-
Vistara, sino
217
de fuentes mucho más
pasando por
el
intermedio del
Gesta Romatiorum, han hecho largo camino en
la
literatura
antiguas.
menos
derna; dos por lo el
de
estos cuentos,
las tres cajas, está
figuran en
Decamerone, y uno de
el
como escena
introducido
moellos,
episódica en El
Mercader de Ve necia. Pero no solamente por apólogos aislados se enlaza
con
el
Pantcha-Tantra y
el
Con
Sendebar.
Barlaam
el
este último libro,
cuyos
orígenes budistas son hoy generalmente reconocidos, tiene de co-
mún
la ficción capital,
astrólogos,
el
cución de que
mos
el
horóscopo que del Príncipe forman
encerramiento en que
hace blanco una de
le
representa,
como
es notorio,
mantiene,
la
los
perse-
mujeres de su harén. Vea-
las
un texto árabe perdido,
y remotamente procedieron
«Desy enbió que viniesen a fijo;
et
el
ellos
el
mismo que
(l):
rey por quantos sabios avía en todo su rregno
él et
que catasen
la
ora et
el
punto en que nasiera
antél, et díxoles: bien seades venidos.
una gran piega, alegrándose et solasándose,
otros sabios, fágoos saber que Dios, cuj^o
merced de un que aya
lo
primitivo texto sánscrito, del
después que fueron llegados plógole mucho con
mandólos entrar con
le
Asayamientos de las mujeres^ que
et
texto persa, de donde se tomó,
cual todos
Su
Rey
algo de esto en la antiquísima versión castellana del infante
D. Fadrique (1253) Engannos
el
el
fijo
que
me
dio con
alegria, et gracias sean
nombre
él
Et estuvo
et dixo: vos-
me
fiso
braso, et
con
sea loado,
que me esforgase mi
dadas a
ellos et
por siempre. Et díxoles:
mirable Hisiory 0/ the Aisopic FabU (Londres, 1889, páginas 53 y siguientes), acabando por afirmar que muchos de estos apólogos existían en la India con carácter tradicional antes que la predicación budista los utilizase: < Were fjidently folk-tales current in India long befare they were adapied by the Buddists to poini a moral; and s orne ofiliem were prohably used by Budd/ia himself
for ihat pHt pose...^ (i) El texto castellano del Sendebar (códice del Conde de Puñonrostro) ha sido publicado, aunque no con entera corrección, por el sabio italiano Domenico Comparetti en las dos ediciones, italiana (Milán, 1869) é inglesa, de sus magistrales Researclies respecting the Book of Sindibad (Londres, 1882). [Véase ahora la edición de A. Bonilla y San Martín, en el tomo xiv de la Bibliotheca Hispánica: Libro de los engaños z los asayamientos de las mugeres; Barcelona, Madrid, 1904. (A. B.)].
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
2l8
catad su esteiladel mi
fijo,
et vet
qué verná su facienda.Et ellos catá-
ronle et fisiéronle saber que era de luenga vida et
mas a cabo de veynte annos quel
poder,
porque veía
dre,
muy espantado, es en
que
de muerte. Quando oyó decir
el peligro
ovo gran pesar,
poder de Dios, que íaga
lo
esto, fincó
et tornósele el alegría, et dixo:
que él tuviere por bien. Et
el
creció et fizóse grande et fermoso, et dióle Dios
muy buen
miento: en su tiempo non fué orne nascido
como
dubete
por
mano,
la
tal
con
et fuese
palacio fermoso de
muy
él
para su posada: et
ynfante
el
fiso faser
grant guisa, et escribió por
las
todas las figuras et todas las cosas.
siella et esta es la
yo aprendí en
Desy
Cen-
mismo
un gran
paredes
dos los saberes quel avie de mostrar et de apprender, todas tellas et
todo
entendi-
él fué...
encargado de su enseñanza) tomó este dia
(el sabio
de gran
sería
de acontecer con su pa-
avía
to-
las es-
díxole: Esta es
mi
tuya, fasta que depprendas los saberes todos que
este palacio: et desenbarga tu corazón, et abiva tu
engeño, et tu oyr, et tu veer. Et asentóse con
él a mostralle: et tra-
yánles ally que comiessen et que beviesen, et ellos non sallían fuera, et
ninguno otro non
les
engenno
et
el plaso,
apprendió todos
entrava
allá:
et el
mism^
era de buen
de buen entendymiento, de guisa que ante que llegase los saberes
que Cendubete, su maestro,
avía escripto del saber de los ommes...
Et tornóse Cendubete
mismo
Et católa
mo
et dixo:
sería
yo quiero catar
tu estella.
en grand cueyta de muerte
syete dias...»,
si
fablase ante
al
et vio quel mis-
que pasasen
los
etc., etc. (l).
Sería tarea imposible para nuestros exiguos conocimientos bibliográficos,
y además de todo punto pedantesca
seguir las transformaciones de la leyenda de
é impertinente aquí,
Goíama á
través de
todas las literaturas de Oriente y Occidente, ya en su primitiva
forma búdica, ya en cristianas.
bles:
Aun
durante
las
que recibió de manos árabes, hebreas 6
Barlaam propiamente dicho son innumeraEdad Media fué traducido al siriaco, al árabe, al
las del
la
etiópico, al hebreo, al armenio, al latín, al francés, ai italiano,
alemán,
al inglés, al irlandés, al
polaco
3'-
al
bohemio
al
(2).
Página 75 de la edición Coraparetti. Sobre las redacciones francesas, que son en bastante número, consúltese principalmente el trabajo de Meyer y Zoteaberg, publicado en 1864 en (i) (2)
COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS
219
Limitándome a España, creo necesario mencionar dos textos de la
Edad Media, aunque de muy diverso origen y
hebrea de titulada
Abraham Aben
El
hijo del
pudiera creerse,
tenor de
la
Rey y
el
la historia
Hasdai, judío barcelonés del siglo xin,
Nazir ó Dervís, que contiene, no como del nacimiento
que había pasado del griego
declara en
En
y juventud de Buda,
á
versión arábiga del texto pelvi, sacado del Jataka co-
rrespondiente, sino una refundición tiano,
carácter: la novela
el
mismo
libro
de Hasdai
délos Estados, de D.Juan Manuel
Barlaam
haber sido otro libro
la
Barlaam
y
cris-
(l).
el
Libro
pero contiene tales diferen-
que para mí no dejan duda de
probablemente árabe ó hebreo,
nuestro príncipe tuvo á la vista su ingenio, trayendo
del
árabe, según expresamente se
(2);
cristiano,
distinto,
musulmana
texto capital es, sin disputa,
la literatura castellana el
cias respecto del
al
el
que
arregló con la genial libertad de
acción á su tiempo y enlazándola con re-
cuerdos de su propia persona.
En una
palabra, creemos que
el
Li-
bro de los Estadios, aunque en su fondo sea un Barlaam, en su for-
ma
es
una nueva y
distinta adaptación cristiana
príncipe de Kapilavastu. Hasta
nuel
le da,
el
de
la
leyenda del
nombre de Johas, que D.Juan Ma-
parece mucho más próximo que
el
JosapJiat griego, á la
Bibliothek des litterarischen Vereins in Stuttgart (vol. 75, Barlaam und Josaphaí, franzosisches Gedichl des dreize/iníen Jahrhunderts von Gui de
la
Cambray). (i) Stcinsthneider fué el primero que llamó la atención en 185 sobre este texto hebreo, que luego ha sido traducirio al alemán por Meisel. No he llegado á verle, pero de la comparación hecha por el docto hebraizante italianoSalomone de Benedetti, entre El Hijo del Rey y el Barlaam, resulta que el primero sigue paso á paso al segundo en los 21 primeros capítulos de los 35 que contiene, separándose luego de él para sustituir la conversión del padre de Josafat y de sus vasallos con una serie de instrucciones religiosas y polílicns dadas por el Dervís. Es decir, que omite toda la parte cristiana; pero como la parte budista está conforme al texto griego, y no conforme al LalitaVistara, resulta que no pudo ser esta traducción hebrea, ni la árabe que !a sirvió de prototipo,.la que tuvo á la vista D. Juan Manuel, sino otra mucho in.'ls próxim.i á la fuente india, y que tiene que haber existido forzosamente. 1
carácter de las instrucciones morales y polianalogía con los preceptos del ayo Julio en el Libro de los Estados, que con las puramente dogmáticas de Barlaan á
Adviértase,
-;¡n
embargo, que
ticas de! Dcrvis tiene
el
mucha más
Josafat. (2)
Publicado por Gayangos en
(páginas 282 á 567).
lo.;
Escritores en prosa anteriores al siglo
xv
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE
-220
forma yoasaf, usada por cambios por
más
sea el
Manuel,
que
capital
falta
en
de todos en
el
Príncipe no ve
el
solamente
pito, sino
muerte
la
Barlaam y Josaphat, aun-
el
En
Lauta- Vístara.
al ciego, ni
al
forma de su única iniciación en
la
D. Juan
leproso, ni al viejo decré-
más
el
misterio
el
Rey
(cap. vu):
«Et andando
infante Johas por la tierra, así
el
padre mandara, acaesció que en una el
tales
cuerpo del orne finado^ y por eso es
el
grande y dramática de
de Budisatva\ explicándose
encuentros están reducidos á uno sólo,
los tres
éste es precisamente el
que
ésta
vez era
omisión en árabe de los puntos diacríticos. Además,
la
en D. Juan Manuel
y
VEGA
los cristianos orientales, la cual á su
como
corruptela de Biidasf,
Dt:
cuerpo de un home
muy
calle
por do
como él
su
pasaba, tenían
honrado que finara un día antes,
et sus
facían
muchas gentes que estaban y a)''untados, muy grant duelo por él. Et cuando Turin, el caballero que
criaba
al
parientes et sus amigos et
oyó de lueñe
Infante,
que
duelo, acordóse lo
demandara, por otra
que
do
le facían
el
non
et
calle
por ende quisiera
ir
facían el duelo, et vio
home,
de grado desviar
llanto,
era
más derecho
cuando
le vio
el
yendo
Infante
al
logar por
camino por aquella
fasta
que llegó
al
calle,
logar do
cuerpo del home finado que estaba en
la
yacer et vio que había faciones et figura de
que se non movía nin
et entendió
el
el
le
porque hobiese a saber
porque aquel home muriera. Mas porque
quiso dejar pasar, et fué
calle, et
muy
do non oyese aquel
Infante quería
le
voces, et ent-endió que facían
las
rey Morován, su padre del Infante,
el
facía
ninguna cosa de
facen los homes buenos, maravillóse ende mucho... Et porque
lo
que
el In-
fante nunca viera tal cosa nin lo oyera, quisiera luego preguntar a los
que estaban qué cosa
era;
mas
el
grant entendimiento que había
le
retovo que lo non feciese, ca entendió que era mejor de lo preguntar
más en poridat á Turin,
guntas que tanto...
A
home
el
caballero que lo criara, ca en las pre-
face se muestra por
de buen entendimiento ó non
Turin pesó mucho de aquellas cosas que
é aun más de
lo
que
él le
meter en otras razones cabo, tanto
le
et
Infante viera, le
de aquella entención; pero
al
et le sacar
afincó el Infante, que
guna cosa ende,
el
preguntara, et fizo todo su poder por
por ende
le
non pudo excusar
del decir al-
dixo: 'allí
>dé],
home muerto,
que estaban en derredor
et aquellos
que lloraban, eran gentes que
le
221
amaban en cuanto era
»habían grant pesar porque era ya partido dellos, et de
non
»te
aprovecharían
se
senojo et
como espanto
»toma enojo
del.
la
allí
adelan-
razón por que vos tomastes
ende, fué que naturalmente toda cosa viva
de
et espanto
É
vivo, et
muerte, porque es su contraria, et
la
»otrosí de la muerte, porque es contraria de la vida...»
Coincide la
Libro de
el
los
Estados con
disputa de las religiones, en
otros pormenores; pero no en cipe, el
el
el
de Barlaam y Josafat en
conversión del
la
Rey padre y en
motivo del encerramiento del Prín-
que aquí no se funda en un
vaticinio
recelo de que convirtiera á la nueva
fe,
de
los astrólogos, ni
sino en el motivo pura-
mente humano, aunque quimérico, de ahuyentar de muerte. «Este rey Morován, por
y de que había á Johas su del dolor
era
la
la
fijo el
Infante, receló
en
que
si
él
la
imagen
amor
grant
el
sóplese qué cosa
muerte, ó qué cosa era pesar, que por fuerza habría á tomar
cuidado et despagamiento del mundo, et que esto sería razón por-
que non viviese tanto
No
ni tan sano.»
conoció Lope de Vega estas formas del relato indio, venidas
á Occidente por medio de tiana
con
que
los árabes, sino
puramente
forma
como
á tan gran poeta pertenecía,
y como
ban las condiciones del teatro. Para comprender
que introdujo,
es preciso
Barlaam y
las
conocer antes, aunque sea
lo
reclama-
innovaciones
muy
en extrac-
Josafat. Afortunadamente, este extracto, o más
bien compendio, está hecho por tan elegante y clásica pluma la del P.
cris-
había dado San Juan Damasceno, y aun de ésta usó
le
libertad,
to, el
la
como
Pedro de Rivadeneira en su Flos Sanctonim. Nada más
oportuno, por consiguiente, que insertar aquí su apacible y can-
doroso relato «;La vida
(l).
de
los santos Confesores
Barlaam y
Josafat,
escribió
largamente San Juan Damasceno, y reduzida á brevedad, fue desta manera. Después que
el
glorioso Apóstol
partes de la India Oriental con (i)
Tomé
ilustró las
predicación Evangélica, y convir-
Pedro de Rivadeneira: Flos Satictorum ó libro de las vidas de los^ Segunda parte. Año 1623. En Barcelona, por Sebastián de CormePág. 481, 27 de Noviembre. P.
¿a/z/cJ... llas.
la
Santo
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
222
á innumerables Indios á
tió
la fe
de Christo nuestro Redentor: mu-
chos christianos comenzaron á abrazar belo de repudio á todas las cosas de
y hazer monesterios, y manera que la Religión India un
vida perfecta,
y dando
ellos
la
li-
soledad
con extremada santidad, de
Christiana florecía en aquellas partes que
antes solían ser tan incultas la
en
vivir
la
la tierra, retirarse á
y
estériles.
Vino
á tener el Imperio
Rey llamado Abennér, varón en
la
de
hermosura de su
y fuerzas del cuerpo señalado, y muy excelente guerras que había hecho y por las Vitorias que había al-
rostro, grandeza
por
las
canzado de sus enemigos: pero juntamente era culto de sus dioses,
no tener
y
muy
monges
vano
al
mucho
el
Viendo, pues,
la
entre sus grandes felicidades sentía
hijos á quienes dejar sus copiosos tesoros.
vida que los
dado
y la fe de Christo que predicaban, y que mucha gente noble y principal abrazaba su doctrina, ciego con el zelo de sus falsos dioses, determinó con rabia y furor, de persehacían,
guir á todos los Christianos,
y especialmente
á los monges,
y exe-
cutar en ellos gravísimos tormentos hasta quitarles las vidas. Púsolo
por obra, y muchos Christianos murieron en aquella persecución, y más apartados. Nacióle en este tiem-
otros huyeron á los desiertos
hijo tan deseado, y púsole por nombre Josafat, y juntando muchos Caldeos y varones sabios en la Astrología, preguntóles acer-
po un
ca del nacimiento de su hijo lo le
que entendían que
sería del. Ellos
respondieron por lisongearle, que había de ser un príncipe
feli-
císsimo y poderosíssimo, y vencer en estado y riquezas á todos los
reyes sus antepassados. Pero uno de ellos que tenía sabio, respondió la
manera que
hijo había
de
que era verdad
ellos lo entendían,
de ser no acá en
los Christianos,
díxo
el
cuya
lo
que
porque
la tierra,
el
poder y
sino en
religión había
Caldeo y Astrólogo, no porque
nombre de más
los otros dezían,
el cielo,
pero no de
felicidad
y en
el
de su
Reyno
de abrazar y seguir. Esto las estrellas le
señar esta verdad, sino porque Dios nuestro Señor se
pudieran enla
hizo decir,
para mayor gloria de su santa Religión, y prueba de su divina gracomo adelante se verá.
cia,
»Mucho
se afligió
el
Rey con
esta nueva,
del nacimiento de su hijo: pero para atajar el tiano le podía venir,
mando
edificar,
y se le aguó el gozo daño que de ser Chris-
en lugar apartado de su Cor-
COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS
un sumptuoso palacio y
te,
dos que
le sirviessen
ninguno
le
mentasse
dixesse cosa
que
le
criar
nombre de
el
á su hijo, dándole ayo y criamandando expressamente que
Chrisío, ni de Christiano, ni le
pudiesse dar disgusto ni noticia de diéronle maestros que
desta vida. Creció Josafat,
y y ciencias que
artes liberales
allí
y guardassen,
aprovechó mucho en
ellas
le
los Persas aprendían,
las miserias
enseñassen
y como
las
era de
y en breve tiempo
vivo y agudo ingenio, fácilmente las aprendió,
Con
223
con admiración de sus mismos maestros.
y juicio en Josafat, y viendo que estaba tan encerrado y guardado, y que no le dexavan salir de su palacio, quiso saber la causa dello, y preguntóla á uno de sus más años iba creciendo
los
familiares
y
fieles criados.
el
seso
Supo que
causa era
la
el
temor que su
padre tenía que no se hiciese Christiano: y con esta ocasión vino á tener noticia de quiénes eran los Christianos, qué ley, que
fessaban y
cómo
vivían:
y tocándole
Señor
el
desseos de ser Christiano. Vino un día hallóle triste
pensativo, quiso saber
y
el
el
que era por verse tan encerrado y como preso, de
salir
mente
de su palacio, como sus criados
le
amaba,
salían.
pro-
corazón, le dio unos
Rey
causa,
la
fe
su padre á verle:
y
respondió
él le
sin tener libertad
El Rey, que tierna-
para que saliese quando quisiesse:
le dio licencia
pero dióle personas de quien se
fiaba,
para que siempre
le
acorapa-
ñassen, y no le dexassen hablar con Christiano alguno, especial-
mente con monge de
la vista
de su
solitario.
V
juntamente ordenó que apartassen
hijo todos los pobres,
enfermos, contrechos y per-
sonas miserables, para que no topasse con ellos ni viesse cosa que pudiesse congoxar, sino que se entretuviessen en fiestas
y en todo
jos,
lo
que
le
le
y rogoci-
pudiesse dar contento y alegría. Salió,
y como son tantas y miserias humanas, por mucho que se las quisieron
pues, el Príncipe Josafat de su encerramiento, tan
comunes
las
desviar, luego
que anduvo por
el
mundo, encontró con
ellas.
Vio
algunos hombres ciegos, mancos, coxos, y otros viejos, acobardados
y cercanos á
la
muerte, y
como todo
esto le era nuevo,
lindo y curioso ingenio, luego preguntaba
diendo que son manqueras y miserias de
y
él
era de
qué era aquello, y entenla naturaleza humana, y
que no hay hombre ninguno, aunque sea Rey, que por su condición
y estado
sea esento dellas, y que
la
muerte es
fin
y remate de
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
224
todos los placeres y grandezas desta vida, por una parte se enterne-
considerando
cía
la
flaqueza del hombre,
Dios
(á
quien por buena
todo
el
Universo) por haberle dado á
y por
otra hacía gracias á
conocía que era uno y criador de
filosofía
él los
miembros de su cuerpo
Y
oyendo decir cumplidos, y ojos, manos y pies, y entera salud. que esta vida se acababa, y que lo que más podía durar era co-
múnmente
comenzó á juzgar que
hasta los ochenta ó cien años,
se
debía de tener en poco, y amar y buscar otra que fuese eterna.
Andaba rumiando y revolviendo so de hallar quien se
y
se angustiaba
Verdad lo
es
las
y en su
afligía,
que cuando
el
Rey
y deseosmuchas vezes y
enseñasse;
y
y semblante
rostro
su padre le venía á ver
lo
y
mostraba. le
hablaba»
Mas Dios nuestro Señor que vee
encubría por no darle pena.
y por este camino quería alumbrar á Josafat, envióle
los corazones,
un gran siervo suyo, que que convenía á »Había en
estas cosas en su corazón,
descubriesse
la
el
le
desatasse sus dudas,
y
le
declarasse lo
salud eterna.
desierto de Senaar
un hombre anciano y de mucha
A
santidad, adornado de sabiduría del cielo, llamado Barlaan.
santo solitario descubrió Dios se fuesse á ver
con
él:
y
él
el
desseo de Josafat, y
obedeciendo
al
mandato
có en una nave en hábito de seglar y navegó á la
ciudad donde
el
Príncipe vivía
»Despues de haber estado á Josafat,
allí
como mercader que
le
este
mandó que
divino, se embar-
la India,
y
se fué á
(i).
algunos
le trahía
dias,
muy
tuvo forma para hablar ricas
y
preciosas joyas
y piedras de inestimable valor. Tuvo con él pláticas, no uno sino muchos dias, porque los guardas no se recataban de él por verle en aquel traje, y porque
el
Príncipe mostraba gusto de su comunica-
ción. Descubrióle quien era, quien le enviaba, á lo
piedras preciosas que
le traía,
que eran
el
que venía y
declararle quien
era
las el
verdadero Dios, cómo por amor del hombre se había hecho hombre, necesidad que para salvarse había de creer en Él y recibir
la
bautismo: xado: fin
el
las leyes del
Evangelio y
premio que se dará á
los
(i)
Hasta aquí
el
Sacramentos que nos ha de-
y pena sin palabras de Barlaan, y dichas
los buenos,
á los malos. Fueron tan eficaces las
primer acto de
la
el
y
el
castigo
comedia de Lope.
COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS
con tanto espíritu y
luz del cielo,
virtió á la fe
de Christo, y
de su padre,
ni la
santo viejo de
vida
si
que Josafat
abrazó y se con-
se bautizó no temiendo perder
el
Reyno
fuesse menester. Dióle asimismo noticia el
monges que moraban en
los
las
225
de Senaar,
los desiertos
de sus exercicios y penitencias, y cuan dulces y sabrosas les eran, por tener por aquel camino más cierta su salvación: por lo qual el Príncipe se movió y encendió tanto en
el
amor de Dios y desseo de
y prometió de imitarlos, y seguir siempre que pudiesse aquella .aspereza de vida. El ver las largas pláticas
la
perfección, que propuso
que
uno de
los
tantas veces tenían entre
y Barlaan
Josafat
aquel viejo debía ser
biendo
Rey que
el
hijo, sería
mismo
lo
que podía
lo
dio sospecha á
ser,
gravemente castigado, se quiso enterar de y
Josafat,
Cuando
santíssimos documentos de
los
quedó asombrado, y para prevenir su ganasse por la mano, contó al Rey llana-
le
que passaba, y cómo
lo
verdad del
los oyó,
daño, antes que otro
mente todo
la
se la descubrió, teniéndole una vez escondido
él
en su aposento, para que oyesse Barlaan.
sí,
y temiendo que christiano, y por ventura monge, y que saera, y que le habían dexado hablar con su
ayos de Josafat de
el
giéndose mercader, los
monge,
viejo Barlaan,
había engañado, y pervertido
fin-
al Príncipe,
y
héchole de su bando.
»No
se
puede fácilmente creer
el
sentimiento que tuvo
el
Rey,
viendo que no había podido, con toda su diligencia é industria, evitar los
daños que
él
comunicación con
suyo
temía,
si
su hijo tuviesse noticia de Christo,
los christianos.
Mandó
Araches, varón prudente, y dióle cuenta de
llaríiado
y
llamar á un gran privado lo
que
que había de hacer. El parecer
había sabido, y pidióle consejo de lo de Araches fué que ante todas cosas se procurase haber á á Barlaan, y assi
do descubierta
había mandado, le siguiessen:
y
el
la él
el
Rey
dio orden que
celada,
le
las
manos
buscassen: y (porque vien-
y ya habiendo cumplido
que Dios
lo
le
se había adelantado y vuelto á su soledad) que
mismo Rey
(tanta era su saña) le siguió seys dias,
y no hallándole, mandó á Araches que con soldados fuesse y aunque estuvicsse dcbaxo de
tierra, le sacasse
y
se
le
tras él,
traxesse,
para hacerle morir con atroces tormentos. Hizo sus diligencias Araches,
y anduvo por
el
Mxwííndbz t PiLlTO.
desierto, sin Estudios sobre
el
poder descubrir
Teatro de Lope dé Vega.
al
que buscaba: 15
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
226
pero halló dezisiete monges y santos
no
le
sus amenazas,
y no hacer caso de
mandó atormentar crudamente, y después los Rey, y él los mandó matar, y con gran paz y ale-
los
truxo delante del
gría de sus almas, recibieron
la
corona del martirio.
»Visto que no se había podido descubrir Barlaan, y que
Rey que
una disputa entre
se hiziesse
la
y
tan obediente
y
los
adoración de sus verdaderos y antiguos
dioses, por adorar por Dios á
porque esperaba que siendo
los Christianos
y mostrarle cuan engaña-
sabios gentiles, para convencer á su hijo,
do estaba en querer dexar
Prín-
el
su opinión, Araches acon-
y constante en
cipe Josafat estaba fuerte sejó al
porque
solitarios, á los quales,
quisieron mostrar adonde estaba Barlaan,
el
un hombre facineroso y crucificado, Príncipe de tan buen entendimiento
y deseosso de dar contento á su padre, fácilmente y más le dixo que él conocía á Barlaan
se reduziría á su voluntad,
por haberle visto tantas vezes entrar á hablar con le hazía
Príncipe,
el
y que
saber que había tenido un maestro que se llamaba Nacor,
que se parecía á Barlaan como un huevo á otro y era gran mago y adivino, y que estaba bien instruido en las cosas de los Christianos,
aunque por tenerlas por del Reyno:
que
él
falsas seguía la secta
Nacor
haría que
que era Barlaan (pues tanto se
y
creencia del
viniesse á la disputa,
le parecía)
y que en
la
y
Rey y
fingiesse
disputa se de-
xasse vencer, y confesasse que quedaba convencido, y que por este
camino
el
que su maestro Barlaan se rendía y no argumentos de los contrarios, entendería que
Príncipe, viendo
sabía responder á los
había sido engañado, y dexaría había abrazado.
Como
lo
la
dar gusto á su padre, vino bien en libertad á todos los Christianos la
religión de los Christianos
dixo Araches,
verdad de su Religión con
ello.
así se
hizo:
que quisiessen venir
los sabios
y
Publicóse que
que
Josafat por el
Rey daba
á disputar
y Caldeos que
él
de
señalaría.
Vinieron muchos de su parte, y los más doctos é insignes varones de todo su Reyno, y de parte de los Christianos vino el verdadero
Nacor y fingido Barlaan, que para mayor dissimulacion falsamente había divulgado que había sido hallado y presso: y estando desto afligido el Príncipe Josafat, y temiendo el grave daño que podría venir á su maestro. Dios nuestro Señor le reveló el embuste
raña del falso Barlaan, y
le
y ma-
aseguró que de aquella disputa resulta-
COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS
mayor
ría
gloría suya.
un hombre
También vino por
principal, sabio
22'J
parte de los Chrislianos
virtuoso, llamado'^Barachías, para jun-
y
y defender
tarse con el fingido Barlaan,
partido de los Chris-
el
tianos.
^Venido, pues,
sentó en su trono y
les,
y de
la otra
de Barlaan:
y
silla real,
y de una parte
hijo,
el
grande, se
Príncipe Josafat, su
solo Barachías,
y
verdadero Nacor, con máscara
el
qual se volvió Josafat (conociéndole ^bien quien era,
al
su intento, por
me
y á sus pies
sala
se pusieron los sabios Caldeos, é Indios Genti-
la
revelación que había tenido de Dios) y díxole:
ahora, Barlaan, es tiempo que señaste y
Rey en una
dia señalado, el
el
doctrina que en mi palacio
la
me
en-
persuadiste que recibiesse, la defiendas en público,
pago y castigo que mereces como persona embustera, y que engañó al Príncipe, y hijo de su Rey y Señor, y yo te mandaré sacar la lengua y echarla con tu porque
así
si
cuerpo á
no
lo
hazes lleuarás
el
para que otros con tu ejemplo escar-
las bestias fieras,
mienten y no pretendan engañar á Nacor atónito con las palabras que ligro
los hijos le
dixo
el
de
de cualquier manera que aquel negocio
si
hazía lo
lo
que
el
que
Rey
el
Príncipe
quería,
Príncipe que assi
le
le decía,
temía
los
Reyes. Quedó
Príncipe, le
vio su pe-
y
sucediesse, porque
la ira del
Rey, y
no sabía como escaparse de
las
si
hazía
manos
del
amenazaba. Vacilando, pues, y siendo combainspirándole Dios, se determino
tido de varias dudas su corazón,
(como cosa más segura ó menos peligrosa) defender
la
verdad que
Josafat pretendía. Vinieron, pues, á su disputa los Caldeos
y sabios
y el, favorecido del Señor los convenció de manera que no supieron qué responderle: porque les probó por raGentiles con Nacor,
zones naturales, y fundadas en buena
más de un la tierra,
solo Dios,
y que toda
que es la
otra
artífice
filosofía,
que no puede haber
y Señor soberano del
chusma de
cielo
y de
dioses que adoran los genti-
son vanos y falsos y obras de nuestras manos; y que muchos dellos fueron hombres viciosos, torpes, crueles é indignos del nom-
les
bre de hombres.
oponen á
Y
que
lo
que
los
hombres ciegos y desatinados
Religión Christiana, va fuera de camino, y que todo lo que ella profesa y enseña es muy conforme á toda buena razón, y
á
la
la
Magestad soberana
é infinita
de Dios, y á
la
virtud y dignidad
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
228
de
los
que
la
profesan. Deshazíase
Nacor, mas por no descubrir
Rey oyendo
el
el artificio
las
razones de
y maraña con que Nacor^
por su orden, se había vendido por Barlaan, callaba y disimulaba. Finalmente, acabada
la
conferencia y disputa, Nacor aquella noche
Rey)
(temiendo el enojo del
se fué
con
el
Príncipe (que se lo suplicó
y estando los dos solos, entendió del que sabía quién que había venido, y que á Dios ninguno le puede resistir,
á su padre),
era y y oyó
á lo
tales cosas
Christiana, que íiano,
y de
de
la
Nacor
y magestad de la Religión compungió y determinó de hazerse Chris-
excelencia, fuerza
se
retirarse á algún desierto á hacer penitencia de sus gran-
En cumplimiento
des pecados.
dello se entró en
una cueva aparta-
da, en compañía de un santo monge, de quien fué instruydo, en-
señado y bautizado, comenzando á hacer vida, no de encantador y mago (como antes lo había sido) sino de persona alumbrada de la luz del cielo, assi
y que aspiraba
á la bienaventuranza.
como leemos que habiendo
Balam para que maldixiesse
al
el
Rey
De
suerte
Balac llamado
pueblo de Dios, cuando
que
al
profeta
él
vino le
bendixo, y por la maldición le dio la bendición, assi Nacor, habiendo venido para opugnar la fe de Christo, la defendió y convirtió en
medicina í>
la
Cuando
ponzoña. el
Rey supo
saña y furor contra
él,
lo
que Nacor había hecho, crecióle más
y no pudiendo haberle
á las
la
manos, se vol-
homy Reyno su de bres inorantes, y que siendo muchos y los más sabios no habían sabido responder á Nacor, y por vengarse dellos, á unos mandó azotar, á otros desterrar y á todos maltratar. Y no contento con esto, también comenzó á tener en poco á sus dioses, y á quiCaldeos, teniéndolos por
vió contra sus mismos astrólogos
tarles la reverencia
y
los sacrificios
que antes
les hazía,
pues no sa-
bían defender su partido, y dar muestras de su gran poder.
Rey turbó en gran manera á ydolos, y temiendo que si el Rey
»Esta mudanza y demostración del los sacerdotes
y ministros de los lo que había comenzado, todo
passaba adelante en
el
pueblo segui-
ría su exemplo, y el y veneración de sus dioses caería, y juntamente ellos perderían sus honras, autoridad y aprovechamientos,
culto
procuraron que un grande hechicero y nigromántico, llamado Teudas (á quien el Rey tenía mucho respeto) viniesse de la soledad en
COMEDIAS DE VÍDAS DE SANTOS
que estaba
á la ciudad para consolar al
otras razones que dixo
quería que
el
al
se afficionasse á las
esto
le
mente
mago, y después de Rey para consolarle, le aconsejó que si
Príncipe su hijo negasse
que
el
de Christo, procurase
fe
la
mujeres y perdiesse
quitasse todos los criados le
porque este era
que tenía en su servicio y solay desenvueltas, que es-
el
él,
y con
caricia
y regalos
le
ablandassen:
único remedio que en caso tan dificultoso é im-
portante podía hallar. Añadió que
él tenía
ua demonio, entre
poderoso, por medio del cual procuraría encender
del Príncipe,
y echar aceite en
el
fuego que
las donzellas
emprendido, y darle tanta batería y tan fuertes
mozo no pudiesse Rey,
le
»cibió
otros,
ánimo
el
hubiessen
que
assaltos,
el
y para persuadir esto más fácilmente al contó una historia ó fábula desta manera: «Un Rey (dixo) resistir,
muy
«poderoso estaba
extremada
hijo,
si
»duda por
pero los médicos
le
complexión y compostura de los ojos de doze años de su edad veía sol ó fuego, sin
flaqueza y ternura dellos perdería la vista,
»mente quedaría »criar en
uno y redixeron que á lo
hijos; nacióle
la
hasta los la
por no tener
triste
alegría,
»que entendían de »su
y que para
la castidad,
diesse doncellas hermosas, galanas
tuviessen siempre con
muy
Rey, y animarle y reducir-
devoción y culto de sus dioses. Vino
le á la
229
ciego.
Temiendo
esto el
Rey
su padre, le
y totalmandó
un aposento escuro, donde estuvo hasta que tuvo doze
»años, y después
le
mandó
sacar del,
y ver mundo. Como
el
mu-
»chacho hasta entonces no había visto cosa, y se hallaba tan nuevo »en todas, íbanle mostrando muchas de
las
cosas que Dios ha cria-
»do, y declarándole lo que era cada una y sus nombres,
como
5>son oro, plata, joyas, piedras preciosas, aves, peces, flores, frutas,
^hombres y animales. Entre
las otras
cosas también
le
nombraron
»algunas mujeres, y preguntando él como se llamaban, un soldado »de la guarda del Rey su padre, burlándose, le dixo que se Uama-
»ban demonios, y que eran
los
que enredaban á
los
hombres.
Y que
sdespues que hubo visto tanta muchedumbre de cosas, y holgádo»se,
y aprendido
los
nombres
dellas, le había
preguntado su padre,
mayor gusto y muchacho había respondido que lo que más le »había agradado, eran aquellos demonios que engañan á los hom-
»quál de todas cosas que había visto »deleyte,
y que
el
le
había dado
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
230 »bres,
y
los
enredan: porque sólo su vista
»amor. Por donde se vee (dixo »el
amor de
las
el
le
había encendido en su
mago) quán natural
es al
hombre
mujeres, y que no hay otra arma más fuerte para
^ablandarlos y rendirlos que sus dulzuras y deleytes.» Este fué el consejo de Teudas, inspirado de los demonios á quien vía
y semejante
para arruinar
el
que Balam también hechicero dio
al
pueblo de
los criados á su hijo,
Israel.
Mandó, pues,
el
Rey
el
mago
al
rey Balac
ser-
quitar todos
y darle doncellas muy hermosas, agraciadas y la orden de lo que con él debían hacer... (l).
compuestas, dándoles »Vióse
el
santo
mozo cercado por todas
partes de serpientes in-
aunque blandos y suaves enemigos, que con sus gestos, meneos, palabras y obras, de noche y de día, en todo lugar y tiempo, no pretendían sino robarle la preciosa joya de la fernales,
y de
crueles,
castidad: hallóse
muy
como sumido en un
angustiado y afligido y
abismo de peligros y dificultades... Volvióse á Dios Josafat, entendiendo que sin su gracia no podría resistir: ayunó, veló, oró, derra-
mó
lágrimas, pidió favor al
suya,^y alentado con
el
que
le
había escogido para tanta gloria
de
viento favorable de su gracia, salió bien
todas aquellas batallas y peleas, y guardó su castidad. »Pero no por eso desmayó el demonio, ni por ser en esta lucha
vencido de Josafat, desconfió de poderle derribar y vencer; antes
con mayor ímpetu y firmeza le acometió de nuevo, y levantó otra tormenta más brava que las passadas y tan horrible y espantosa que della ninguna persona sin especial y singular gracia de Dios pudiera escapar. Entre las otras doncellas que para'^que le regalassen
mada
belleza,
muy
el
Rey
dio á su hijo
y entretuviessen, había una doncella de
discreta
y
graciosa,
hija
de un Rey,
estre-
la
qual
habiendo sido cautivada en cierta guerra, había sido presentada
Rey Abenner: duro de su
fuéle dicho de su parte
que
si
que
y ella, assi Rey y heredero
del
la
pecho
daría libertad,
Reyno, desseava en gran manera tentar
mozo, y enredarle y traerle á su voluntad; y bién la atizaba y con nuevas llamas (i)
el
y aun que la casaría con él: por alcanzar libertad como por ser mujer del hijo del hijo,
relato.
ablandaba
al
la
el
al
demonio, que tam-
encendía, pretendió engañar
Suprimo algunas reflexiones morales que interrumpen
el hilo
del
COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS
nombre y capa de
á Josafat, con
podido alcanzar del bierta
y
la
23
piedad, para que lo que no había
deshonestidad descubierta, lo alcanzase
fingida con celo de
Comenzóse á compadecer
caridad.
Josafat de aquella doncella tan hermosa, tan prudente tantas gracias naturales, considerando
de su padre, que como cautiva
la cu-
que era
hija
y dotada de
de Rey y cautiva
Passó más adelante, y tuvo
le servía.
maj^or lástima del alma della, por ver que era idólatra y cautiva de Satanás. Deste dolor y sentimiento nació en su pecho una ternura
amor y desseo de taba,
hablarla, para sacarla
y convertirla á
la fe
y amor de
de
las tinieblas
Jesu-Christo.
Todos
estos
tos eran lazos escondidos de Satanás. Hablóla, pues, Josafat
ces
y cuerdas
palabras, declarándole la lástima
que
la
y
en que esefe-
con dul-
tenía por la
ceguedad en que estaba, exhortándola á dexarla, y volverse á Dios vivo
y verdadero, y
á su benditíssimo hijo Jesu-Christo
nuestra salud se había hecho hombre,
dos en
la
Cruz.
No
y muerto por
perdió tan buena ocasión
la
que para
nuestros peca-
serpiente infernal,
antes habló á Josafat, por boca de aquella doncella (como había
Adán
hablado á
propuso que cosa que
le
se casasse con le
haría ventaja:
el
ella haría
ella
sangre no
en
parayso por boca de otra mujer), cuanto
mandaba, que
si él
la
qual le
quería hazer una
tomasse por mujer, y pues aunque era cautiva, era hija de Rey, y en
suplicaría,
ella,
él la
y era
la
la
devía nada, y que en amarle,
ninguna otra mujer
le
y que de su hermosura y otros dones naturales nc
quería hablar, por ser tan manifiestos. Turbóse el Príncipe con esta
demanda, y manifestóle que él no pensaba casar, y ella incitada del que hablaba por ella, con meneos y gestos lascivos le quiso persuadir que á lo menos se gozassen aquella noche, y que ella le prome-
mañana hacerse
tía
luego á
ría
causa de su salvación: y otras cosas
la
christiana,
y
le
bautizarse,
y que
él se-
dixo á este tono, que pu-
y diamante. Y mago Teudas había
dieran ablandar cualquier pecho de hierro, acero
aquel espíritu grande de fornicación, á quien
el
encargado más este negocio, acudió en esta coyuntura, y comenzó á abrasar el corazón de Josafat con unas llamas de amor torpe, tan encendidas que fué milagro del Señor no quedar consumido con ellas.
Y
piedad,
para derribarle más fácilmente, y enredarle con máscara de le
proponía que no sería pecado
ni
ofensa de Dios, consen-
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
232
en
tir
que pedía aquella doncella, pues no
lo
lo
sensual ni apetito libidinoso, sino por sacarla á
en que estaba y del culto de de
la
si
de
la
ceguedad
vanos dioses, y hacerla particionera
los
sangre de Jesu-Christo, y heredera del
á tan duros golpes,
hacía por deleyte
ella
Dios no
cielo.
¿Quién no cayera
tuviera? especialmente
le
siendo
mozo, y no tan instruydo en nuestra santa ley. Ya Josafat vacilaba, y comenzaba con el pensamiento á ablandar: pero volviendo en sí, cerró los oidos á los silbidos de
la
serpiente infernal que hablaba ,
por aquella doncella, y con entrañable afecto y copiosas lágrimas pidió socorro
cándole que
Señor dando muchos suspiros y gemidos, y suplilibrasse de tan manifiesto peligro. Y habiendo gas-
al
le
tado algunas horas orando y llorando postrado en meció, y
le
pareció que
le
tal
y
excellentíssimo, de singular recrea-
que más parecía un traslado y representación
que no cosa de
del cielo,
se ador-
llevaban en espíritu por gente que no
conocía, á un lugar amenísimo
ción y deporte, y
el suelo,
la tierra.
De
aquel lugar fué llevado á otro
que era figura y retrato del infierno, y cárcel de los condenados. Tornó luego en sí, y acordándose de lo que en aquel arrobamiento había visto, y de los grandes bienes del un lugar y de los males del
y aborrecimiento á aquella doncella, que por más ataviadas y compuestas
otro, cobró tan extraño horror
yá
las
demás que
que estuviessen,
»Muy
servían,
parecían feas
que mujeres.
infernales
echó en
le
le
la
Y
y abominables, y más monstruos
con esta pena que
le
vista, se
cama entermo.
confusos quedaron los demonios por haber sido vencidos
de un mozo, á quien
ellos tan terriblemente
con todas sus maquina-
ciones y poder habían combatido, y vinieron
das
causaba su
como avergonzados y
al
nigromántico Teu-
corridos, á decirle el peligro de aquella
lucha y pelea, y que ellos no tenían poder contra los que se armaban con la passion y cruz de Christo, como lo había hecho Josafat,
y que
aUí
no podrían volver á
él ni tentarle
bían que perderían tiempo, por estar Christo. le
Mas
el
Rey, cuando supo
vino á ver, para saber del
ia declaró,
y
la
la
el
de nuevo, porque sa-
mozo muy fundado en
enfermedad de su
hijo,
luego
causa de su dolencia. El Príncipe se
le refirió los assaltos
que
por medio de aquellas doncellas que
los
él
demonios
le
había armado
habían dado,
como
lazos a
COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS SUS pies, y
cómo Dios
233
había librado dellos con
le
la
visión del Pa-
rayso y del Infierno, y que él estaba determinado á dexarlo todo y irse al desierto á vivir y morir en compañía de su santo maestro Barlaan: porque al infierno, él
no se
lo
su hijo
»Xo
si
Rey
el
quería perseverar en su ceguedad é irse
quería mirar por su alma y agradar á Dios, y que
dexaba hazer,
de pesar se moriría, y
él
el
Rey
si
perdería á
y dexaría de ser su padre. puede fácilmente dezir
se
palabras del Príncipe en
el
sentimiento que causaron
el
pecho del Rey, y
los varios
las
y contrarios
pensamientos que como olas embistieron y atormentaron su corazón: no sabiendo
obediente:
como
usaría
con
á desobediente
querido,
quien
si
qué medio tomarse con su
y
le
mucho
él
de rigor ó de blandura;
pertinaz, ó le regalaría
y
dexaría hazer su voluntad.
que
hijo para
Mandó
castigaría
le
si
como
le fuesse
á hijo tan
llamar á Teudas, de
y quebranto de su
se fiaba: descubrióle la angustia
corazón, y pidióle consejo de lo que había de hacer. El Mago, confiado en sus malas artes, sagacidad le
dexasse hablar con Josafat, que
el
Rey, y
los
y
él
experiencia, dixo se le
dos vinieron á verse con
el
al
Rey que
ablandaría. Gustó desto
Príncipe, con
el
qual Teu-
das tuvo una larga plática para persuadirle que era loco en no obe-
Rey
decer
al
como
era conservar
su padre en una cosa tan justa la
y
tan puesta en razón,
Religión y culto de los dioses inmortales,
que tantos varones sabios
les
antepassados, abrazado, y
el
habían enseñado, y los Príncipes sus
Rey
su padre
y todo su Reyno con
las
armas, defendido: y esto por creer que era Dios verdadero un hombre que por sus delitos había sido crucificado, y había tenido por
predicadores de su ley y doctrina á doze pescadores pobres y desventurados, que no se podían en ninguna cosa comparar con tantos
y tan esclarecidos varones, que habían seguido padres. El fin de la plática fué que Josafat, con
la el
Religión de sus
sidad de sus dioses, y Religión,
la
y que una de
y favor y monstruo-
espíritu
del cielo, convenció á Teudas, probándole la vanidad
excelencia y harmonía de nuestra sagrada
las.
cosas en que
más resplandecía
su gran-
deza y virtud, era en haber aquellos doze viles y despreciados pescadores rendido y sujetado á tantos y tan sabios filósofos dezía,
y á
los
Reyes poderosos que
les
como
él
hazían resistencia, sojuzga-
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
234 dolos
y puesto debaxo
yugo de Jesu-Christo. Quedó
del
el
Mago
tan trocado y tan convencido, que se resolvió de hazerse Christiano,
y
solo temió
que por
se los perdonaría ni
pecados tantos y tan graves, Dios no
ser sus
admitiría á penitencia.
le
Josafat las amorosas entrañas
conociendo sus culpas, dos
las lloran
el
y
Mas entendiendo de
incendio de
la infinita
se
enmiendan
dellas,
caridad de Dios, se animó,
del
Rey y
los
demonios: y tomando allí
del santo
que
y que
toel
y despidiéndose
del Príncipe, se fué á su cueva, en la cual solía convocar los libros
se fué á la otra cueva,
Monge, del cual
fué
de sus malas
artes, los
vida pasada,
Christiana,
y
enseñado en
sido
quemó,
donde estaba Nacor en compañía
muy
bien rescebido,
haber muchos días ayunado y hecho penitencia de la
los
Señor tiene para con
pecados del mundo son como viva paja comparados con
los
y de
que
los
y después de las culpas
misterios de
la
de
Religión
fué bautizado é incorporado en el gremio de la Santa
Iglesia Católica
Romana,
el
que antes tanto con sus diabólicas artes
la perseguía...
Rey Abenner, como principal Capitán más obstinado en su perfidia. El qual aviendo visto que ninguno de los medios que había tomado con su hijo habían »Resta que se diga del
desta guerra, y
aprovechado, ansioso, suspenso, congoxado y sobremanera
mandó
de hazer. Varias fueron sejo del Rey; pero
el
muy
privado del Rey) fué
Príncipe con blandura,
hijo el reyno,
manera conservaría parecer siguieron
principio las sentencias de los del Con-
al
y como de parecer que se
Araches (que era tenido por más
cabeza de los demás, y procediese con
con su
afligido,
juntar su Consejo de Estado para determinar lo que había
y
le
el
padre partiese
dexasse gobernar su parte: porque desta
reyno en toda paz y quietud. Este demás, y el Rey vino en ello, y habló con el
al hijo
los
y que
sabio,
y
al
y declaró el acuerdo que había tomado: y el Príncipe le respondió que aunque era su desseo dexarlo todo y retirarse para servir más perfetamente á Dios: pero que le obedecería y haría
Príncipe,
todo lo que
le
mandasse, como no fuesse contra Dios. El Rey nom-
hijo por Rey, y como tal le mandó coronar: y habiendo diviReyno en dos partes, le entregó la una, y le envió á ella, acompañado de guardas y soldados, y dio licencia á todos los se-
bró á su dido su
COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS
y Capitanes de
ñores, cavalleros
235
Reyno que
su
fuessen á
le
acompañar. sEntró Josafat en una ciudad nobilíssima y populosa, para hazer mandar poner Cruzes
su residencia: y la primera cosa que hizo fué
en todas
y
las torres della,
assolar todos los templos de los ydolos,
y
uno solemne y magnífico á Dios verdadero, exhortando á pueblo con palabras cuerdas, graves y amorosas que hizies-
fabricar
todo
el
se reverencia á la
verdadero Dios, y que yva delante con su exemplo, y todo
Cruz y reconociesse y adorasse
para moverlos más,
era el
él
al
admirado de
la virtud y modestia de su Prín(como suele) de imitarle y darle en todo gusto y cipe, y deseosso contento. Con esto comenzó á respirar y alzar cabeza nuestra santa el
pueblo
le seguía,
y todos
Religión,
los Christianos
y Monges, que por temor de
la
persecución passada se habían desterrado de su patria y huido a los
y escondídose en las cuevas y entrañas más secretas de la oyendo estas nuevas volvieron á la ciudad, y vivían en paz y
desiertos, tierra,
tranquilidad, convertíanse muchos,
á nuestra Santa Fe,
y
y de
los
más
otra gente innumerable:
principales señores,
y
el
copioso en su misericordia, no solamente sanaba
las
Señor que
es
almas de los
que se bautizaban, y las limpiaba de las inmundicias de sus culpas, sino también á los que estaban agravados de enfermedades corporales, les
daba entera salud. Hizo Josafat consagrar
había edificado; y
nombró por Obispo
la
iglesia
á un Santo varón
que
que había
padecido grandes trabajos por Christo, y de ninguna cosa tenía más
cuidado que de amplificar
la gloria
del
Rey de
los
Reyes, y traer á
todos los subditos á su conocimiento y servicio. Era
templado,
muy
muy justo, muy
modesto, prudente y benigno, y mas padre de todos
sus vassallos que Rey: socorríalos en sus necesidades con tanta beralidad,
que pensaba
cuando
recibir beneficio
le hacía.
Con
li-
esta
vida y exemplo comenzó toda aquella tierra á resplandecer con una
nueva
luz,
amanece por ver
el
como cuando después de una día
muy
claro
y sereno: y
Rey Josafat, y tomar
la
escura y tenebrosa noche
gente de todas partes venía
y grandezas: y hasta los criados del
y gozar de sus virtudes Rey Abenner su padre dexa-
van su servicio y se venían
hijo,
cia
al
al
su religión
de su
admirados de
la
excelen-
de su persona y gobierno. Este buen gobierno tomó Dios núes-
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
236 tro
Señor por medio para reducir
al
camino de
minado padre, porque viendo que cada Christiana, que
y que
las
él
la
verdad
día florecía
más
al
la
desca-
Religión
había pretendido extinguir con todas sus fuerzas,
de sus dioses iban menoscabando, alumbrado de un rayo
camino derecho y llano, y él ciego y fuera de camino. Escribióle una carta, declarándole cuan arrepentido estaba de haber perseguido á los Christianos, y de no
divino, conoció
que
el hijo
haberle antes creído,
y
ser christiano,
si
y
lo
Dios
andaba por
el
que desseaba volver
la hoja,
y bautizarse
en su gracia, y él y contra
le quisiesse al final recibir
perdonarle tantos y tan atroces peccados que contra
sus siervos con tanta impiedad y crueldad había cometido, y juntaparecía que de-
lo
que
le
bía hacer para su salvación y bien del reyno.
No
se
mente
le
encargaba que
explicar con palabras
le escribiesse
el júbilo
todo
y regocijo que
el
puede creer
alma de Josafat
ni
re-
cebió con esta carta de su padre: entrósse luego en su aposento,
postrado en
el
y
suelo delante de una imagen de Christo, hechos sus
ojos dos fuentes de lágrimas de consuelo,
á nuestro Señor porque
le
comenzó
á hazer gracias
había oído, y concedídole
la
salvación de
su padre, que con tantos y tan largos gemidos y ansias
le
había su-
plicado, y pidiéndole nuevo fervor y gracia, se partió luego, acompañado de sus gentes y soldados, para su padre, que cuando lo supo, le salió á recebir, y le abrazó y bessó, y mandó que se hicies-
se fiesta pública y solene por su venida.
Después que Josafat hubo
reposado, estando á solas con su padre, le dio noticia de todo lo
que desseaba saber, y le declaró los misterios de nuestra sagrada religión de tal suerte que el Rey Abenner quedó admirado de la sabiduría de su hijo,
y compungido de sus peccados, y trocado en
otro varón: y delante de todos los que
allí
se
hallaban, adoró la
Cruz y confessó á Jesu-Christo por verdadero Dios y señor de todo lo criado. Con esta ocasión Josafat habló á los señores y caballeros
y Capitanes de su padre, de la Fe Christiana, tan altamente que todos á una voz clamaron: Grande es el Dios de los Christianos, y no hay otro Dios
si
no N.
S. Jesu-Christo, el qual
con
Espíritu Santo, para siempre debe ser glorificado.
encendido de
zelo,
el
Padre y con
Y el Rey
y deseosso de satisfacer en algo
passada, deshizo con gran furor todos los ídolos de oro
la
y
el
Abenner impiedad plata
que
COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS
237
había en su palacio, y los repartió á los pobres, y acompañado de su hijo derribó los altares
y
los
templos de sus
mandó
piedra sobre piedra, y en su lugar
verdadero Dios: y
lo
su Reyno. Era cosa
falsos dioses, sin
edificar otros
dexar
templos
al
mismo mandó hacer en las otras partes de mucho para alabar al Señor, el ver que los de-
monios, que antes habitaban en sus antiguos templos, salían dellos
gimiendo y dando lastimosas voces y alaridos, confesando la omnipotencia del Crucificado. Después saliendo el Rey Abenner bien instruido en las cosas de nuestra santa religión, fué bautizado por el
obispo de quien hizimos mención arriba, y su mismo hijo Josafat
y padre espiritual Quedó Abenner tan Reyno á su hijo, y se
que
había engendrado se-
fué su padrino,
del
gún
otro de lo que solía, que renun-
carne.
la
ció todo su
vistió
le
de
y ceniza para
cilicio
hacer penitencia de sus pecados, temiendo que por ser tantos y tan graves, no había de alcanzar perdón dellos del Señor, Josafat
juria hace á Dios el
es la cosa de
mundo y
cano á
En
ella,
esta vida
no son más que una gota de agua respec-
y penitencia vivió
muerte, bendiciendo á su
Rey Abenner quatro
el
lo
hijo,
y estando cery besándole muchas veces,
que había trabajado por
él,
y alabando
Señor por haberle mirado con tan piadosos
profundo abismo de cimiento, y el
in-
dio una mortal enfermedad;
le
y haciéndole gracias por al
Santo
que desconfía de su bondad y misericordia (que él se precia) y que todos los pecados del
cabo dellos
al la
el
que más
cotejados con
to del mar.
años,
mas
consoló y concertó, dándole á entender cuan grande
le
la
ojos, y sacádole del muerte en que estaba, y traydole á su cono-
encomendando su
espíritu al
curso de su peregrinación. El
de su padre, no con ropas reales y tencia:
mando
le
había criado, acabó vestir el
cuerpo
con hábito de peni-
ricas, sino
y desta manera le enterraron con gran solemnidad, derrael hijo muchas lágrimas delante del sepulcro del padre: del
qual sin comer
ni
días, suplicando
dre,
que
Rey Josafat mandó
admitiesse en
y con este piadoso le
beber
ni
dormir, no se apartó por espacio de siete
constantemente las
al
moradas
Señor que perdonasse á su paeternas.
Y
oficio, se volvió á su palacio
habiendo cumplido
y mandó tomar todos
suyos y de su padre, y repartirlos á los pobres; lo qual se hizo tan largamente que apenas quedó pobre en el Reyno. los tesoros
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
238
»Passados cuarenta días de
cumplir su desseo, y
que
lo
muerte su padre, quiso Josafat
la
Dios había prometido. Para esto
á
mandó
juntar á los grandes y señores y caballeros y muchos ciudadanos de su Reyno, y estando sentado en su trono real con aspecto suave y blando, les habló desta manera: «Ya veys como mi pa-
Rey Abenner
3>dre el
que
»zas
tenía, ni la gloria
»de vassallos y criados, »hijo
como muere
muerto,
es
»hombre, sin haberle podido
librar
de
y nombre de Rey,
ni los exércitos
y tanto desseaba su
muerte
la
Ha
vida.
cualquier pobre
las
grandes rique-
la
muchedumbre
ni
poderosos,
ni
yo que soy su
ido á un tribunal,
donde
le
pe-
»dirán cuenta de lo que ha hecho en esta vida, sin llevar consigo »criado,
deudo
ni
amigo que
le
pueda ayudar. Hágoos saber que yo
¡^siempre he desseado eximirme desta carga que tengo de Rey,
y
hombros, y retirarme á alguna soledad, para que á Dios tengo ofrecido. He dexado hasta agora de
¡»de echarla sobre otros
«cumplir
lo
»hacerlo por obedecer
Rey mi
y por parezerme que Dios »se quería servir de mí para mostraros el camino del cielo y sacaros »de las horribles tinieblas de la ydolatría en que estábades. Ya que »cumplí con
la
al
señor,
voluntad de mi padre, y vosotros, con
»Rey soberano, habéis
abierto los ojos
»y Redentor y Señor de todo »dexe el cetro y la corona.»
la
gracia del
y conocido por vuestro Dios
lo criado,
ved á quien quereys que
2>Oyendo estas palabras, alzaron á una voz lastimera y alarido doloroso al cielo, con increybles gemidos y lágrimas, diziendo que en
ninguna manera
porque
tir,
él
y jurando que no le dexarían parera su Rey, su Señor, su padre y su madre, y todo su lo consentirían,
bien: pues por él Dios los había librado
de aquel profundo abismo
y ceguedad en que estaban, y abiértoles las puertas del cielo, y alumbrádolos con el rayo de su verdad. Vio Josafat los ánimos de todos tan alterados, que tuvo por bien de mostrar que quería consentir con ellos:
y con esto
los sossegó,
y
los
envió
más consola-
dos á sus casas. Después retirado á su aposento, llamó á Barachías,
hombre de grande y
el
estofa,
y muy
zeloso de nuestra santa religión,
que juntamente con Nacor (que
-defenderla contra los Filósofos
Habló Josafat
á Barachías
se fingía Barlaan) se puso á
y Caldeos Gentiles (como diximos). y declaróle su intento, y rogóle que to-
COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS
masse sobre
dole
ello,
antes lo repugnó
poca caridad: «porque
la
>qué tú no
No
>yo?»
peso del Reyno, porque
sí el
chías no vino en
escribió
lo
quieres ser?, y
quería dexar. Bara-
él le
y contradixo, reprehendién-
Rey
ser
el
si
(dixo) es bueno, por
qué quieres que
es malo, ¿por
si
239
lo sea
quiso porfiar Josafat con Barachías, mas aquella noche
una carta
de
llena
celestial sabiduría á los
Magistrados y no-
bleza de su Reyno, en que los exhortaba á perseverar en la Religión
y en el amor y temor santo del Señor, y hazerle continuamente gracias por las mercedes que del habían recebido: y juntamente les dezía que no hiziessen Rey á otro ninguno sino á BaraChristiana
chías,
porque
él
Y
era el que les convenía.
dexando
esta carta en
su aposento, se partió luego secretamente, y se puso en camino
para
el
desierto.
Pero luego que á
todos los passos y
do oración á
la
le
buscaron, y
hora del medio
la
le
día.
mañana
tomaron
se supo, le
hallaron cabe un arroyo, hazien-
Volviéronle á
la
ciudad,
y
él
se
un solo día, y persuadió á la gente que tomassen por Rey á Barachías, y él le declaró y nombró por tal, y le dio los documentos que le parecieron necessarios para el resolvió de no quedar en ella ni
buen gobierno
del
Reyno. Entre
navegación qualquiera portancia, assi
en en
falta
y grave y peligrosa el
gobierno de
la
otros, le avisó
que haga la
el
dor peca, es perjudicial á toda
y levantadas
las
assi
como en
la
que haze
el
que
lleva el gobernalle,
República, cuando peca un particular,
solamente haze daño á su persona: mas quando
dillas,
que
passagero es de poca im-
manos
la
al cielo,
todo su Reyno, y abrazando á
el
Rey y Goberna-
República. Después puesto de ro-
oró y
encomendó
al
Señor
y personas principales del, y sobre todo á Barachías (á quien dexaba en su lugar), se deslos señores
pidió de todos, con tan extraño sentimiento, sollozos,
grimas, que no se puede encarezer. Sólo
como hombre que de un
largo
él
gemidos y
lá-
estaba sereno y alegre,
y penosso destierro vuelve
á su dul-
ce y desseada patria. Salió vestido con su vestido ordinario, y de-
baxo del un quien
él
cilicio,
que
iba á buscar.
le
había dado su buen maestro Barlaan, á
La noche siguiente de aquel primer
dia, en-
trando en casa de un pobre hombre, se desnudó de una ropa y se la dio,
y quedó cubierto con sólo aquel cilicio, pareciéndole que esél que con el cetro y púrpura de Rey.
taba más rico y ataviado con
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
240
Comenzó
á caminar por aquellos desiertos,
que hallaba por silvestres.
Y
los
campos, que por ser
como una vez
y no
la halló.
tes
tenía, la aspereza
de
la
yerbas
medio
el
dia,
desseó un poco de agua para
grandeza del estado que había de-
la
los regalos
le servían,
vida que emprendía,
fuerzas de su cuerpo para llevarla:
todos los vassallos de su
las
agua, eran
sin
esta ocasión Satanás le tentó terri-
multitud de criados que
la
que
la sed,
Con
blemente, poniéndole delante xado, y
y
hubiesse andado hasta
abrasado del sol y fatigado de refrescarse,
comer de
á
y
estériles
y
y
y deley-
las
pocas
finalmente, que las almas de
Reyno estaban colgadas
del,
no hiziessen mella en
pecho de
y por su
cul-
pa perecerían.
»Y como
estos golpes
el
Josafat,
pretendió espantarle con varias tentaciones visibles. Porque ya se le
ponía delante en figura de hombre con una espada desnuda,
amenazándole que tias fieras,
tragar.
no
Mas
el
mataría
le
de leones,
tigres,
si
no volvía
Señor, que guiaba
hiziesse caso
atrás:
ya en forma de bes-
dragones y basiliscos que á Josafat, le
le
querían
esforzaba para que
de aquellos terrores de Satanás, y para que con
la
señal de la Cruz ahuyentasse á todos aquellos monstruos infernales.
Trabajó muchos días en esta desnudez y pobreza, hasta llegar al desierto de Senaar en busca de su querido maestro: dióle noticia del otro solitario,
y
guióle á
la
cueva donde estaba: á
la
qual llegó
muy
gozoso y llamó pidiéndole bendición. Salió Barlaan, y aunque Josafat venía muy trocado de lo que estaba antes, por ins-
Josafat
piración de Dios
le
conoció,
níssimo, y hizieron oración,
y
los
dos se abrazaron con amor ter-
y dieron gracias á Dios porque se veían
juntos en aquel desierto. Dio cuenta
el
uno
había passado después que no se habían
do
las
otro de lo que por
al
visto,
sí
y Barlaan entendien-
grandes batallas y contrastes que Josafat había tenido, y
las
que había alcanzado de su carne, mundo y demonio, y el dichoso estado en que dexaba las cosas de la Christiandad, alabó ájo-
victorias
safat
por
el
comprado
trueco tan cuerdo y acertado que había hecho; y de haber la
preciosa margaritadel
precio del temporal de se
dado tan grande
arduo y
dificultoso.
la tierra,
espíritu
y
Reyno
eterno, con
el
menos-
glorificando al Señor, que le hubies-
tan próspero sucesso á negocio tan
Después para regalar
á Josafat,
que venía
fati-
COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS
gado del camino,
le
24
aparejó un convite espléndido de unas yerbas
crudas silvestres, y de algunos bebieron un poco de agua de
dátiles;
y habiendo comido
fuente que estaba
la
allí
los
dos
cerca.
«Estuvo Josafat con Barlaan algunos años viviendo más como
como hombre en cuerpo
ángel en la tierra que
que
el
mozo
mismo
De
suerte
exercitado en aquella dura milicia, se maravillaba del fervor
de Josafat. sustentar
No
comía más da
la vida:
lo
que precisamente era menester para
como
velaba tanto las noches
ba ocioso, sino ocuj>ado siempre, é intenso en tiempo en que
bien. Llegóse el
no
si
fuera de carne:
y no perdía un punto de tiempo,
su oración era perpetua,
sumo
mortal.
Barlaan, que era viejo y soldado veterano, y desde
ni
esta-
contemplación del
la
Señor quería llevar desta
el
vida trabajosa á Barlaan: avisó dello á su querido hijo y discípulo Josafat,
animándole á
llevar adelante su gloriosa
jándole que cada dia
pensasse que aquel era
empresa y aconseel
postrero de su
y principio y fin de la observancia religiosa: porque aguardando la muerte, no la temería, ni le parecería largo el tiempo, ni se
vida,
cansaría con el trabajo de la aspereza y penitencia. Dióle más otros documentos y espirituales consejos, y habiendo dicho Missa, y comulgado á Josafat, y despidiéndosse del amorosamente, y echán-
dole su bendición hizo sobre
sí la
(la
qual
él
recibió
derramando muchas lágrimas)
señal de la cruz, y extendió los pies,
paz y alegría de su alma,
la
dio á quien
suya, siendo de casi cien años,
la
y con
increíble
había criado para gloria
y habiendo vivido
los
setenta y cin-
co en aquella soledad, y lleno no menos de merecimientos que de años.
Tomó Josafat
el
cuerpo de su bienaventurado padre con suma
reverencia, abrazóle, lavóle con lágrimas,
que del había recibido en su acostumbrados de
la Iglesia,
Después hizo oración
á
y envuelto en aquel
palacio, le enterró
todo aquel dia y
noche siguiente.
Nuestro Señor, suplicándole que no
las
assistiesse, guiasse
y encaminasse hasta llegar
Acabada
la
oraciones de su siervo Barlaan, sino que
desamparasse, por
tranquilidad.
cilicio
cantando los psalmos
su oración
al
le le
puerto de salud y Josafat, y en sue-
quedó dormido
ños tuvo una revelación en que vio a Barlaan en
el cielo,
vestido
de gloria y claridad admirable, y la corona que á él le estaba guardada, perseverando hasta el fin: y con esta visión quedó muy goMbüéndkz
r PiOíAyo.
Esludiot sobre
ti
Teatro de Lope de Vega.
16
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
242
zoso y confirrrado en su santo propósito. Veynte y cinco años tenía Josafat
cuando vino
con una vida del
desierto,
al
cielo,
y treynta y cinco años vivió en como si no fuera de carne.
y tan perfeta
él
A
Christo tenía siempre presente, á Christo siempre buscaba y siem-
pre parecía que
le tenía
delante de los ojos; y que teniéndole á Él
Y no se
contentaba con ser-
tenía
(como
virle
con tan grande fervor como se ha dicho, sino que cada día
es verdad) todas las cosas.
procuraba aventajarse más y crecer de virtud en virtud.
Y habiendo
perseverado todo este tiempo en esta manera de vida que aquí
queda
referida, crucificado
el
cuerpo en
le
había guiado á
su muerte y
y
á
él,
al
Señor.
y
él al
mundo, dexando
Y aquel
cueva de Barlaan, avisado del
tomó su cuerpo, y con himnos y
gran devoción y ternura
le
Barlaan, y se partió luego para
y
mundo
voló su espíritu
el suelo,
la
el
enterró en la India,
el
monge que se halló á
cielo,
cánticos eclesiásticos,
sepulcro de su padre
por otra revelación que tuvo,
dio cuenta al rey Barachías de todo lo que había sucedido á Jo-
y de
safat,
y muerte en el desierto. El rey Barachías, en puso en camino, acompañado de innumerable multi-
su vida
sabiéndolo, se
tud de gente de su reyno y llegó hasta santos, Barlaan
de
los
y
la
espelunca donde los dos
Josafat, estaban sepultados,
y
vio
que
los
cuerpos
dos estaban enteros, y los vestidos con que estaban cubier-
como
acabaran de enterrar, y que despedían un olor suavíssimo, y una fragancia más del cielo que de la tierra. ]\Iandó poner
tos,
si
los
sagrados cuerpos en caxas ricas y adornadas,
los
y
llevólos a la
y colocólos magnífica y regiamente en aquella iglesia que muchos y grandes milagros por ellos, y dando salud por su intercessión á los enfermos,
India,
había edificado Josafat, obrando Nuestro Señor
y haziendo
otras maravillas y grandes mercedes á los que venían á
su sepulcro ó se
»Esta es
la
encomendaban á
suma de
Josafat, sacada
de
la
la
ellos.
vida destos dos santos confessores Barlaan
que escribió en un
libro
y
grande San Juan Da-
masceno, autor santíssimo y doctíssimo, y que ha más de ochociendize al fin de la vida que la y cincuenta años que floreció.
Y
tos
escribe fe.
como
la
había sabido de varones insignes
Por donde se vee que esta no es fábula
ni
y dignos de toda
invención
artificiosa,
sino verdadera historia, confirmada con la autoridad de tan señalado
COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS
como
varón,
hace a esta
que
lo
y
vida,
mismo
el
muy
notó
Romano que
los veintisiete
Hasta aquí
bien Jacobo Vilio, en
se halla en las obras de
mismo en
lo
neira,
y que
En
el
fin
apólogos, incluso sirvió luego á
del libro de Barlaam. Cercenó, además, el
que había conservado
germen
del conflicto
Rivade-
es mentira. los
medios que emplea
de su
la resistencia
mejores escenas, sino
vimiento en
el P.
Calderón para una escena de su comedia
verdad y todo
Abenner para vencer
tuvo
circustancias útiles sólo para la edifi-
Aprovechó hábilmente uno de las
el
anotaciones del Martyro-
P. Rivadeneira. Para dramatizar tal asunto,
esta vida todo es
una de
las
y
de Noviembre.»
cación piadosa, principal los
San Juan Damasceno,
hazc mención de los santos Barlaan y Josafat, á
Lope que prescindir de muchas todos
prefación que
la
Vilio elegantemente traduxo de Griego en Latín;
Cardenal Baronio siente logio
243
hijo,
sacando de
él
el
rey
no sólo
principal resorte de su obra, el
el
de pasión humana, con que tenía que dar mo-
las tablas á
un poema que
sin él hubiera sido
puramente
teológico.
Como no por
el
la
obra parece ser de su segunda época, procedió en
método novelesco, que
siguió en sus primeras
comedias
de santos, donde no suele haber más centro de unidad que
sona del protagonista; sino con mayor sentando en acción toda sus antecedentes en
la
la historia
dirigida al
Zardán
son dos,
mismo
la
per-
dramático, no pre-
del Príncipe, sino
compendiando
bella relación
Gran príncipe
(el
artificio
ella
Príncipe en
el
Josafá...,
encierro por su guardador
Cardán
del libro griego). Las causas de esta retraída educación
como en San Juan Damasceno: Que unos ciertos hombres hay Que á un cierto Dios extranjero Adoran, y por serville Viven en montes y en yermos.
Mas quiso
el
piadoso cielo
Que nacieses, alegrando Tu dichoso nacimiento
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
244
Con saciificios los dioses, Que de más de mil becerros Calentó
La
humor sangriento
más
vasallos
más
los
No
el
India del Ganges toda.
Los
Y
blancas aras,
las
Corriendo
leales
sabios maestros
quieren que te digamos
Cosa
previniendo
triste,
Que aun no
sepas que hay morir,
Ni tengas conocimiento
De
Son enteramente
cosa que te dé pena...
originales de Lope,
y muy
Príncipe encarcelado: luego insistiremos en
Rey con sus ruegos, le deja encarga con mucho ahinco que
fin al
bellas, las quejas del
ellas.
Condesciende
al
á mirar y á ser mirado^ pero
salir
No vea el príncipe cosa Que pueda darle tristeza, Defecto en naturaleza,
Ni otra pasión enojosa.
Vaya música delante, Danzas,
fiestas, regocijos...
Cuelguen
las calles
Sus riquezas saquen
La
alegre
felices,
y
gentil poesía de
Lope ameniza con muchos rasgos
entre otros incongruentes
lida del Príncipe, á la cual
en parte por
el
cuento de
que es mera parábola en
de seda,
todos...
y anacrónicos,
da notable desarrollo. los
el
la
escena de
Y
aquí,
la sa-
sugerido
hermosos demonios llamados mujeres,
Barlaam
(l),
y en parte por uno de
los
(i) Este cuento es muy conocido por hallarse en la introducción de la jornada cuarta del Decamerone^ y antes en el Novellino antico (novela 14), con el título de Come un re fece nodrire uno suo jigliuolo dieci anni m luogo tenebroso, e poi li fíiostro iuiie le cose, e piü li piacque le fetnmine. Du Méril, en su estudio Des sources du Decatnerone el de ses itnitations, inserto donde menos pudiera esperarse, esto es, en sus Prolegómenos á la Historia de la poesía escandinava (París, 1839, páginas 344 á 360) encuentra grandes relaciones entre este apólogo y un episodio del Ramáyana^ conocido con el nombre de La
COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS
245
episodios integrantes de aquella novela, aparece en escena la cautiva
princesa Leucipe, que no sólo en cuanto á su nombre,
sino en
cuanto á su amor ardiente y desdeñado, bien diverso de
grosera
facilidad
se presta á ser instrumento de los
el Barlaam Rey seduciendo al
con que en
designios del
muy De este
Príncipe, es verdadera creación
digna de su talento
dramática de Lope, y racteres femeninos.
la
primer acto de
Schaeffer, novísimo historiador
como
la
de ca-
artífice
comedia ha
alemán de nuestro
diclio
que
teatro,
es
maravillosamente bello, y que el desarrollo del carácter de Josafat, y de sus ¡deas en presencia del mundo que por primera vez contempla, no sólo tiene interés psicológico, sino que está escrito en el
más
alto estilo poético posible.
pobre y
el
el viejo, el
En
los tres
encuentros con
diálogo es débil y aun ridículo,
levanta con inspiración verdadera en
el
monólogo
el cojo,
pero Lope
se
del Príncipe
¡Vida corta de ochenta años,
Caduca
y
todavía
de
más en
la silva
En el como en
idilio místico.
der de joyas,
puede sus instrucciones
siu tener ser...
que
ermitaño Barlán con suavidad
recita el
acto segundo, Barlán se disfraza de mercala
novela; pero
desarrollo á la pasión de Leucipe. El
mente,
el
consejo que da Cardán
al
La
la
lo
que
contrario, largo
obra
es, natural-
sus criados,
sírvanle mujeres solamente,
tentapíón de Leucipe, la
el
Rey:
Las más bellas que tengan tus
ción de Josafat,
por
nudo de
Haz que despidan todos
Y
Lope abrevia todo
catequísticas, dando,
la
estados...
promesa de hacerse
cristiana, la vacila-
visión que en sueños tiene del cielo
y del
infierno;
misma opinión; pero Ancona advierte con razón (en su estudio sobre Le Fonii del Novellino) que Richyasringa, cuando ve mujeres por primera vez, no las toma por demonios, sino por «anacoretas con ojos centelleantes... parecidos á cosa sobrehumana». (A. d'Ancona: Studi di critica e stcria letteraria, Bologna, 1880.) En este precioso trabajo de Ancona, así como en el de Landau, Die Quellen des Decamerone (Viena, 1889), pueden verse indicadas muchas versiones de este cuento, entre ellas la española de Clemente Sánchez de Verciat en la Suma de Enxemplos (comúnmente llamada hasta ahora Libro de Enxetnplos), ej. 231. seducción de Richyasringa. Liebrecht se inclina á la
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
246 la
partición del reino
de
éste, la
sierto,
que con
hace su padre,
él
la
conversión y muerte
renuncia de Josafat en favor de Baraquías, y su fuga
son todos incidentes de
la
al
de-
novela que Lope pone en acción,
aunque con demasiada rapidez, llenando con
ellos el acto
segundo.
El tercero es casi enteramente de su invención, salvo en lo que se refiere á la pintura
de
vida contemplativa de los dos ermitaños en
la
sus chozas de palmas. Para dar algún color dramático á esta especie
de égloga del yermo, recurre Lope, aunque con
relativa sobriedad,
á la intercalación de personajes y escenas cómicas;
y con mejor
acuerdo inventa una nueva persecución de Leucipe, que termina con su conversión y con
triunfo de Josafat sobre todas las artes del
el
demonio. Nada de esto hay en
el
Barlaam] pero todos
elementos
los
de esta leyenda, incluso
la
asperísima penitencia que hace Leucipe
en
el
tañerse por
traje
de ermitaño, y
partirse su
alma del cuerpo, y
muerta y abrazada á
la cruz,
comunes (aunque siempre
En
los últimos versos
parte, de la cual
el
sí
mismas
campanas
las
en
el
fondo de su gruta, son lugares
poéticos) en otras historias análogas.
de esta comedia se anuncia una segunda
no queda otra
noticia.
¿Cuál pudo ser
el
de esta segunda parte? La muerte de los dos ermitaños,
en
los
dos últimos capítulos del libro sencillamente se
materia dramática, y tal
si
al
contemplarla por última vez Josafat
Lope
contenido tal
refiere,
como no es
llegó a escribir, ó á proyectar siquiera
continuación, tendría que inventarla totalmente, o adaptar cual-
quier otra leyenda piadosa.
El Ba?'ldn y Jüsafá, sin ser de primer orden en torio
de su autor, es obra
muy
agradablemente
el
inmenso reper-
escrita
y
versificada,
y no carece de bellos trozos líricos, aun en los dos últimos actos, que decaen mucho de la elevación filosófica del primero, y entran más en los tópicos vulgares del drama religioso. Señalaremos, por ejemplo, las bellas estancias del acto tercero:
Calladas soledades,
Apacible silencio.
Que
el
alma levantáis á bien más
alto...
El plan, además, sencillo y bien concertado, contrasta con
monstruosidades habituales en
las
comedias de santos.
Como
las
casi
COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS
247
No
todas las de Lope, ésta ha tenido numerosa descendencia.
cuerdo imitaciones extranjeras español de nuestro
pero en
(i);
cl
re-
Catálogo del Teatro
La Barrera constan nada menos que
cinco come-
dias de este argumento. Sus títulos son:
El Benjamín
mártir San Josafat.
y
de la Iglesia
De
autor anó-
nimo.
Los Defensores de
Dos
El Prodigio
Barlaan y Josajá. De
Cristo,
Barlaan y yosafá.
Luceros de Oriente: de la India:
San
Josafat.
De
tres ingenios.
autor anónimo.
Anónima.
El Principe del desierto y ermitaño de Palacio. De dos ingenios obscurísimos, D. Diego de Vilianueva
Morentín. Manuscrito de
de Osuna. Esta es es tan mala,
Pero
el
la
Barlan y
el
llegado á ver; pero realmente
deseo de buscar
las
demás.
Josafat de Lope produjo alguna cosa mejor que
estas insípidas repeticiones
concepción de
hemos
única que
que quita
Nüñoz y D. José de Luna y
Biblioteca Nacional, procedente de la
la
La Vida
y rapsodias. Entró por mucho en la y aun dejó su reflejo en algunos
es sueño,
versos de Calderón. Larga é impropia de este lugar sería sión de los varios y complicados orígenes de aquel
simbólico, sin que, por otra parte,
el
la
discu-
famoso drama
hallazgo de ninguna de estas
fuentes invalide la certeza de esta proposición de Krenkel:
Vida
de
es sueño es creación libre
la
fantasía poética de Calderón.»
{«Ein freie schopfiing der dichterischen Phantasie conseja oriental del durmiente
despierto.,
rivaciones en Boccaccio y en Lasca, e-crita entre nosotros
en una de
las
(como
copias de
lo
^La
Calde7'on''s.y>)
La
que tiene tan cómicas de-
y que ya en
la
Edad Media
fué
prueba un cuento de los añadidos
El Conde Líicanor) pudo
llegar á Calderón
por medio de El Viaje entretenido, de Agustín de Rojas,
}'
es ve-
(i) El asunto de Bar luán y Josafaí había sido dramatizado en Italia antes de Lope. Al siglo xv pertenece la Rappresentazione di Barlamn e Josafat, de Bernardo Pulci, reimpresa por Ancona en el tomo 11 de sus Sacre Rappresen/í2c/í7«z (Florencia, 1872, páginas 163-186). Cita además otra de mérito inferior, compuesta por Solci Perretano o Paretan'j, y añade que bajo la forma rústica de un Mayo, la leyenda continúa representándose en el país toscano, y especialmente en Pisa, y se reimprime para uso del pueblo. Son numerosas, é igualmente populares, las narraciones en prosa, y hay también una ea
octava rima.
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
248 risímil
que
allí la
leyese. Pero
el
este libro, sino del
Lope de Vega, como situaciones. las
de
y
Barlaan
importante de
la
reclu-
un horóscopo no procede de
Josafat^ á través de la comedia de
prueba
lo
Compárense
muy
dato
sión del Príncipe á consecuencia de
identidad de algunos versos
la
y
bien sabidas quejas de Segismundo con
las
Josafat:
¿En qué, Señor,
jOué
Que
es lo
ofendí?
tanto rigor te causa?
Nace
Y
te
que temes de mí,
salta
el corderillo tierno,
luego en
el
prado,
Porque apenas destetado Sufre
natural gobierno.
e]
Un ave arroja del nido, Aun antes de tener alas, El pollo á
Del
las claras salas
y vuela aterido, ¿A quién después que nació aire,
Se negó
Pues
el
la luz
del cielo,
que nace en
Se dice que á luz
Mas no
Que
Y
No menos
suelo
se dirá por mí,
ha tanto que soy nacido,
nunca á luz he
Que
el
salió?
salido;
á las tinieblas
salí...
parentesco se observa entre
famoso despertar de
el
Segismundo: ¡Válgame ¡Válgame
y
el cielo!
el cielo!
estas exclamaciones del Josafat
primera vez
el
¡qué veo!
¡qué
miro...!;
de Lope cuando contempla por
espectáculo del mundo: ¡Válgame Dios! ¿Esto es cielo?
Qué hermosa luz y qué clara Qué color azul tan bello! Qué nubes de oro bordadas Qué bella criatura el sol Qué corona de oro baña Toda su rubia cabeza Es imposible mirarla.
!
,
!
COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS
249
¿Esto es tierra? ¿Esto es ciudad? ¿Esto son calles y
Finalmente, hasta
el título
de
plazas?...
obra calderoniana va implícito
la
en estos versos del protagonista de
la
comedia de Lope:
^
Dejé un perpetuo desvelo, Dejé un sueño de
la vida,
Dejé una imagen
fingida,
Idolatrada del suelo...
(i).
El pensamiento filosófico de los monólogos de
parece tomado de uno de los tratados de Calderón leería en
La
versión latina de Segismundo Galenio
la
ráfagas pesimistas que de vez en cuando asoman en
las
parecen contradecir su general sentido, tienen ahora ción, conocidos los orígenes budistas de 11.
Lo fingido verdadero.
cimasexta parte de la
vida es sueño
Philon, Bíoc: TroXtxtxoO,
segunda
tante,
La
y
lista
las
la
(2); la
fácil
que pero
obra y
explica-
leyenda.
— Publicó Lope esta comedia
en
la
Dé-
suyas (Madrid, 1621). Aparece citada ya en
de El peregrino con
el título
de El mejor represen-
estaba escrita, por consiguiente, antes de 1618.
dedicatoria
sos de cautelosa,
al
Rdo.
P.
y parece
Presentado
escrita para
P"r.
Gabriel Téllez tiene vi-
desvanecer recelos y habla-
que suponían mutuamente envidiosos y enemistados á dos grandes poetas. Tirso era el tínico dramaturgo digno de
durías de los los
^l) Estas coincidencias han sido notadas ya por Max Krenkel (Klassische Bühnendichtungen der Spanier... 1. Calderón, Das Leben isi Jraum... Leipzig, 1881..., páginas 18 y 19) y por Adolfo Schaeffer, que el tomo i de su Geschichte des Spanischen Nationaldramas, pág. 20 1, presenta una breve exposición de la comedia de Lope, y hace sobre ella este discreto juicio, con el cual, sustancialmente, estoy conforme: *Der erste Act is wunderbar schon. Die Eniwickelung des Charakters und der Ansichien Josafa's ais er aus dem Thurme kommi unddurch das, was er sieht undhori, zur Weltentsagung gefürhrt wird, ís nicht alkinpsychologisch iníeressant, sondern aucli in hochpoctisclier ll'eise beschrleben. Vielliicht hat Calderón diesen Act vor Augengehabt, ais er ¡n me. Antes de aora, siempre que yo ohía nombrar á los Christiay loco en
>nos, ciego
la
ydolatría,
>enojo que tenía contra
ellos,
»y deudos, queriendo antes »patria entre Christianos.
que por
vivir
Con
procuraba (como otros) perse-
que
»guirlos, é incitar al pueblo para
los persiguiesse:
esta causa
y
tal
era el
dexé á mis padres
pobre y desventurado, que en mi
este
mismo odio determiné
estos días
»de escudriñar y querer saber las cosas de los Christianos, no para ^creerlas, sino para mofar dellas y representarlas en el teatro, y en»tretener
y
alegrar la gente
*que querían echar »guntaron »en
si
alto, vi
el
crehía lo
como aveys
visto.
Pero
al
mismo punto
agua del Bautismo sobre mi cabeza, y
que
los Christianos creen,
una mano que baxaba del
me
pre-
levantando los ojos
cielo sobre mí,
y Angeles con
COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS • rostros
de fuego, que en un
libro lehían Lodos los
>m¡ vida cometí. Dixéronme
»y de todo corazón >cayó sobre mí
el
lo desseas.»
agua, vi
»visto
cómo
la
Yo
assi lo
la escritura
quedasse señal alguna de
»var
pecados que en
Angeles: «Destos pecados serás
los
con esta agua con que quieres ahora ser bañado,
> libre
>él
253
de veras
del libro borrada, sin
Dixéronme
letra.
si
desseé y pedí, y luego
los
Angeles:
que en
«Ya has
has sido limpio desta culpa y manzilla; procura conser-
limpieza que has recebido, y no
manchar más
tu
alma con
»pecado.» Mira, pues, Emperador, y mirad vosotros, oh Romanos, »lo
que es justo que yo haga.
Emperador
Yo
procuré agradar
al
Emperador de
me
miró con ojos benignos, y y !»me admitió en su gracia: quise causar risa á los hombres, y causé
»la tierra,
el
del cielo
Angeles: y por tanto digo que de hoy más »confiesso á lesu Christo por verdadero Dios, y os amonesto que >alegría
y regozijo á
»todos hagays •salido, para
lo
los
mismo y que
que eviteys
los
salgays de las tinieblas de que yo he
tormentos que yo he evitado.»
»Desta manera habló Ginés; pero oyendo sus palabras, ¿quién
podrá explicar cómo furor
Emperador quedó
el
atónito
y fuera de
sí,
y
el
y enojo con que mandó que todos los representantes fuessen allí azotados, pensando que ellos también,
traydos á su presencia y
como
Ginés, eran Christianos? Pero ellos
Christianos, ni estaban engañados
rador crehía crehían
que
si
lo
como
y adoraban
ellos,
el
Emperador que no eran
blasfemias contra Christo. Entonces otros, se
herir
allí
le
lo
llamado Plauciano que
pagassen todos.
el
le
Empe-
Y para
Emperador, dexando á faltó
poco para que
matasse, según estaba fuera de
sí.
los allí
Mandóle
el
pueblo con varas, y apalear con
la cárcel:
y otro día mandó á un Prefecto
luego delante de todo
guessos palos, y llevar á
el
Christianos, dixeron grandes
embraveció más contra Ginés, y
con sus manos no
dixeron que no eran
á los dioses que él adoraba:
pecó Ginés, no era justo que
que viesse
le
Ginés: que lo que
atormentasse cruelmente hasta que negas-
se á Christo. Pusiéronle en el equúleo, desgarráronle los costados
con uñas de hierro, abrasáronle con hachas ^encendidas. Dezíale Prefecto: «Miserable de
•alcanzarás su gracia,
y
•gracia y amistad destos
el
vivirás.»
Emperador, y sacrifica, y Respondía Ginés: «Procuren la
Reyes
que no temen aquel Rey que yo
ti,
obedece
los
al
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
234 »vi
y adoré y adoro, porque aquel es el verdadero Rey, que abriénlos cielos yo vi, y usando conmigo de misericordia, me alum-
»dose
»bró con
agua del Bautismo, y de burlador de
el
»hizo Christiano,
y me pesa en
el
los Christianos rae
alma de haber perseguido su san-
dio nombre,
y conozco que por ello merezco cualquiera pena y caseste Emperador del cielo es justo que obedezca, cuyo
A
»tigo.
y no
2>Imperio durará para siempre, »mortal,
y
su Imperio en
aumenta
»(dize) priessa,
Prefecto
el
fuerzo
y
mandó
degollar,
San Ginés cientos
plo,
al
alegría
en este dia
Roma
que es hombre
suelo presto se ha de acabar. Date
penas y tormentos, que por más que
no apartarás á mi Señor lesu Christo de mi corazón.» Avi-
s>hagas
só
el
las
á Diocleciano,
y
constancia de Ginés,
la
assi se hizo a los
Martirologio
el el
y
Emperador de
con que sufría los tormentos, y
el
y del esEmperador le
veynte y cinco de Agosto, y los demás hazen mención de
Romano y
Representante, y fué por los años del Señor de tres-
tres,
imperando Diocleciano, como se ha dicho. En
fué ilustre la
memoria deste San
y San Gregorio Papa Tercero
de muchos dones, como se dize en
Ginés;
y
se le edificó
tem-
reparó, adornó y enriqueció
le
el libro
de los Romanos Pon-
tífices...
>E! ^lartirologio
Romano
haze mención, á los catorce de Abril,
de otro representante llamado Ardaleon^ tando
las
el
qual estando repressen-
cosas de los Christianos, y haziendo burla dellos, en
misma representación
se convirtió,
y
fué ilustre mártir del Señor.
la
Y
á los quince de Setiembre hace mención de otro, también farsante,
que se dezía
Porfirio,
el
qual en presencia del
Apóstata, por escarnio recibió
el
bautismo, y
Emperador el
Señor
le
Juliano
trocó el
corazón súbitamente y confessando con gran constancia que era Christiano, le cortaron la cabeza por dor,
y mereció
la
corona del martirio.
Alipio, epístola sesenta
y
siete,
mandato
Y
cuenta
del
mismo Empera-
San Agustín escribiendo á
lo
que aconteció á otro
far-
que se dezía Dioscoro, y era gran burlador de ios Christiay al cabo con la enfermedad de su hija, y otros azotes, se hizo
sante,
nos,
y fué siervo del Señor, haziendo él burla de los burladoy convirtiendo las burlas en veras, para mostrar más su omni-
Christiano, res,
potencia é infinita bondad.»
COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS
La te,
crítica
como
más
255
severa, desde Tillemont hasta Paul Allard
admi-
(l),
pieza auténtica y fidedigna, la Passio S. Genesii (2), en que
toda esta narración se apoya. La misma sencillez con que
las
actas
están redactadas excluye toda sospecha de fraude. Ginés no era pro-
piamente un cómico, sino un mimOy grado inferior del arte escénico. Magister mimitkemelicce
artis,
qtd stans cantabat super pulpittim^ ct
La
rerum huvianaruin erai
iviitator.
aproximadamente en
año 285.
La
crítica
el
de esta comedia de Lope está hecha indirectamente
nada menos que por Ste.-Beuve, la
al
analizar en su libro de Fort-Royal
tragedia de Rotrou St. Genest Comedien paicn représentant
que
tere (TAdrien, la
fecha de su martirio se coloca
es imitación
debe sus mayores
Con
tador francés en le
el
las leyes
de
el crítico
mys-
y
francés lo ignorase.
que Ste.-Beuve tributa á
los elogios la
le
directa de la obra española
aunque
Lope muchos de
restituir á
Rotrou, se cumplen
que
bellezas,
muy
equidad,
y queda
vigoroso imi-
el
puesto secundario, pero todavía
muy
honroso,
pertenece.
«La verdadera y directa continuación de (dice Ste.-Beuve) fué el
impresionado por dose de seguir
Polieiicto
en
el
teatro
San Gbiés de Kotrou. Rotrou, vivamente
la pieza
sublime de Corneille, y no avergonzán-
mismo que ingenuamente
las huellas del
le
llama-
ba su padre, produjo pocos años después, en 1646, esta otra tragedia,
que es exactamente de
cado ya, resucita
cierra
y dramas de mártires. Gracias improviso, en
el
misma
la
al
la
clásico,
ficada
al Polieiicto
literatura,
obras pertenecientes á un período de
indi-
retoña de
una planta que había
Edad Media, y que
do después. Sucede muchas veces en
ellas, se
y que, como he
antiguo género de los
el
San Ginés y
umbral del teatro
recido por largo tiempo en
cer con
familia,
en nuestro teatro
flo-
se había marchita-
que
la civilización
series enteras
de
próximo á pere-
concentran súbitamente en una última obra modi-
las compendia, las resume y dispensa de su Se creía muerto y definitivamente enterrado un género de
y superior, que
lectura.
(i) Tillemont: Mémoires pour servir á rhistoire ecclésiastique, tomo iv (nota sobre San Ginés). Allard: La Persécution de Dioclétien et le Triomphe de
—
l'Église. París, 1890, (2)
En
tomo i, páginas 7 y 12. Martyrum Sincera,
Ruinart, Acia
pág. 283.
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
256 literatura,
y
le
vemos reaparecer en un ejemplar
que es
final,
el
más
y San Ginés están en esta relación con nuestros antiguos misterios, y por lo mismo que la interrupción brillante
de todos.
Polleiicto
había sido tan larga,
rado»
el salto
más
atrás parece
glorioso é inspi-
(l).
Así comienza Ste.-Beuve su brillante
análisis;
adelante, conviene advertir que el
jíz//í?
nado como da á entender
crítico,
que entre
el
gran
de
los misterios franceses
la
ati'ás
pero antes de pasar
no resulta tan inopi-
porque
si
bien es cierto
Edad Media y
las tragedias
de santos de Corneille y Rotroü, hubo verdadera solución de continuidad, no es menos evidente que el género retoñó en Francia, no por influencia de
que
los misterios antiguos,
ni Corneille ni
estudiaban, ni conocían apenas, sino por imitación de
española de santos, que era
mo, y
el
único que da
la
el
es la
la
comedia
que tenían más próxi-
clave de esta tardía, aunque brillante eflo-
rescencia del género sacro en
San Ginés
tipo artístico
Rotrou
prueba más
Y
tragedia moderna.
la
fehaciente de
este
mismo
tal aserto.
Rotrou, pues, «el buen Rotrou, que viene inmediatamente des-
pués de Corneille, en
la
misma
familia
de ingenios, y a veces se
él», tomó el argumento de su pieza, no de la Passio como parece que da á entender el autor de Pori-Royal, sino de Lo fingido verdadero de Lope, como lo comprueba hasta la evidencia la comparación entre ambos dramas, y pudiera ya sospe-
codea con S. Genesii,
charse por
procede
la
casi
conocida afición de Rotrou todo su repertorio,
ceslao, imitada la
principal
de Rojas, como
sin excluir su
los
lo
español, del cual
obra
capital, el
mismos franceses
mina que explotó fueron
cual proceden por
al teatro
menos cinco de
las
Wen-
confiesan. Pero
comedias de Lope, del
sus argumentos, aun sin con-
tar éste.
La semejanza no comienza en ginales de Rotrou,
y
las
primeras escenas. Estas son
á juicio de Ste.-Beuve (el
sionado), infelicísimas.
La primera escena
ori-
mío parecería apa-
es entre Valeria (hija del
un sueño funesemperador Diocleciano) y to como al principio de Polieucto. Valeria ha soñado que un pastor su confidente: se trata de
(i)
Port-Royal,
tomo
i,
páginas 143-174.
COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS aspiraría á ser su esposo.
Recuerda
padre, recuerda que su
madre
dado un día unos panes
al
las
voluntades caprichosas de su
mujer
era una
al
imperio) que es
Un
no quiera casarla con un pastor. llega
de
la
guerra con Diocleciano,
mientos á su
Dcployez, Valérie, et vos
posible que Dioclecia-
paje anuncia á Maximiano, que el
d'Oiient
cual entra haciendo cumpli-
traits et
faites
do por Diocleciano desde
la
vos charmes;
tomber
^\ pastor, en efecto, no era otro que
ria
menos que de haberse
muy
hija:
Au vainqueur
rial,
que había
del pueblo
futuro límperador, todavía simple solda-
do, é infiere de todos estos caprichos (no
asociado tres colegas
257
les
armes.
mismo Maximiano,
el
condición más ínfima hasta
el solio
eleva-
impe-
y que con sus triunfos ha justificado bien esta elección... Valeno ve ya ningún presagio funesto en el sueño que tuvo por la
mañana, y exclama:
Moo songa Un berger, il
est explique; j'cpouse est vrai,
mas
qui
en ce grand
commande
á
homme
Rome.
«Convengamos (prosigue Ste.-Beuve) en que todo
esto es
muy
malo: en ninguna parte son tan visibles como en este principio defectos del tiempo
pompa. Todas
y
del talento de Rotrou,
estas primeras conversaciones
das ampulosas, y
la
púrpura y
la
el
contraste de
la gloria actual
la
bronces solemnes, y tienen toda advierten en Rotrou, pero
en
feo.
tira-
la
muy
antigua condición de
de Maximiano... Los dos
emperadores de Rotrou parecen fundidos en
Corneille; es
énfasis, la vana
no son más que
única idea que desarrollan con indigesta recru-
descencia de imágenes, es pastor con
el
los.
rigidez de
el
tosco molde de los
un César ecuestre. Se
exagerados, todos los defectos de
como un hermano menor que
se parece al
mayor, pero
Los romanos de Corneille son romanos de Lucano, y de
Lucano no pasan:
Nada de
esto
los
de Rotrou llegan hasta Estacio y Claudiano.»
hay en I^ope de Vega. Su primer acto puede tachar-
se de ajeno casi enteramente á la acción del martirio de
pero está lleno propia de
la
de
vida,
de movimiento y de gracia. Con
comedia española,
Mekksozb
el
r Vxi.Á.\o,— Estudios tabre
d
San Ginés, la libertad
autor nos transporta alternaíivaTeatro di Lape dt Vega.
17
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
258
mente
campamento de Numeriano en
al
Asia, y á la depravada cor-
te
de Carino en Roma; saca á
la
labradora Camila con su cesta de panecillos; pone en acción
escena
la
muerte de Aurelio Caro, herido por un
Aper contra
y
su yerno,
su exaltación
al
libro
la
que
Nada
i-ayo; la
venganza que de
la
imperio, sin omitir
la
él
la
conspiración de
toma Diocleciano, y
profecía fundada en
jue-
el
todo siguiendo con bastante fidelidad
el
Historia Imperial y Cesárea de Pero Mexía, que era
el
go de palabras aper texto de
y
soldado Diocleciano y á
al
(jabalí):
solía consultar
en casos
tiene de romana,
y
tales.
mucho de
sí
española, por lo cual se
momento en el teatro histórico y novelesco de Lope El Castigo sin venganza, etc.), la nocturna salida Abrasada^ {Roma del César Carino á rondar por las calles de Roma con su querida
repite á cada
Rosarda y regocijada tropa de músicos y libertinos, cometiendo mil desafueros é insolencias. El anacronismo de las costumbres es patente,
pero corre
el
diálogo tan
fácil,
hay
animación y bizarría en
tal
estas escenas de capa y espada, que cualquiera
de Valeria y á
los soporíferos alejandrinos
fidente en la tragedia de Rotrou. Sirven
las prefiere al
que recitan
además
ella
sueño
y su con-
estas escenas, aun-
que parezcan episódicas y aun incoherentes, para presentar con hábil artificio al protagonista Ginés, descrito, por supuesto, no con ios rasgos
de
titulo
de un 7nimo de
la
antigüedad, sino con los de un autor
ó director de compañía del
siglo xvii, poeta
tante á un tiempo, como Andrés de Claramonte, figura
no es arqueológica, pero
viva y bien plantada,
sí
y represenLa
verbigracia.
y para
el
caso
basta.
En
Rotrou, por
el
contrario, es
fría
y ceremoniosa
la
aparición de
Ginés. «Entra anunciado previamente por un paje, y dirigiéndose
con familiaridad respetuosa á cios
y
los
los
ciano consiente en
ello,
y
les ofrece sus servi-
festejar el público regocijo. Diocle-
de su compañía para se
emperadores,
pone
á elogiar el teatro
y
el
arte del
comediante. Se informa del mérito de los poetas que entonces bían para
la
escri-
escena. Ginés, después de confesar su preferencia por
los antiguos griegos
que entre los
más
autor de Pompeyo
y
latinos, Sófocles,
recientes, la
Planto y Terencio, declara
palma pertenece
y de Augusto.
sin contradicción al
COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS Ces poémes sans
prix,
oü son
D'un pinceau sans pareil
«Aquí te
en
el
momento mismo en que
main
a peint l'esprit romain...
nombraban á
los aplausos
illustre
259
Corneille. Elogiarle de esta suer-
imitaba, era ingenioso
le
y
delica-
do de parte de Rotrou.>
También en Lope hay conversación sobre entre üinés y
emperador Carino, aunque en
el
y sembrada de agudezas
satíricas,
el
tema dramático,
muy diverso
tono,
y
interrumpidas á deshora por un
profundo pensamiento, que es reminiscencia del Enchiridion de Epicteto
(l):
;De qué autorf
— De Aristoceles. — ¡Bravo ingenio: será brava! — Sí será, que hay toro en ella;
Que
es
de Pasife
la historia.
— Representa como sueles. Que yo no Con
el
gusto de andar
arte y ios preceptos.
— Cánsanse algunos discretos — Pues déjalos tú cansar. u)
Cf.
Quevedo en No Y
el
olvides
teatro
Qiip
capítulo xix de su Doctrvta de Epicteto:
de
que es comedia nuestra
mundo
farsa el
vida,
todo,
muda
el aparato por instantes, todos en él somos farsantes: Acuérdate que Dios, desta comedia
Y
f|ue
De argumento autor que
tan grande y tan difuso,
hizo y la compuso. -M que dio papel breve lis
Sólo
le
Y
que se
al
la
toca hazerle
Sólo
el
Si te
mandó
le
como debe,
dio largo
hazérle bien
dexó
á su cargo.
(|ue hiciesses
I^ persona de un pobre ó de un esclavo, De un Kcy ó de un tullido, Haz el papel que Dios te lia repartido, Pues sólo está á tu cuenta Hacer con perfección \x\ personaje, En obras, en acciones, en lenguaje;
Que I
-a
el repartir los
dichos y papeles, mucha ó poca,
representación ó
Sólo
al
Autor de
la
Comedia
toca.
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
26o
— Deleita el oído y basta, Como no
haya error que sea
Disparate que se vea...
¿Luego tú piensas que reinas
Con mayor estimación? La diferencia sabida Es que les dura hora y media Su comedia, y tu comedia
Te dura
Tú Mas
toda
estás
Hasta
la vida.
repre-sentas también,
la
Sombra
de rey vestido
muerte, que ha sido del
fin...
Lope aprovecha hábilmente este símil estoico para avivar y realuna situación trágica. Cuando el emperador Carino cae herido
zar
por
el
puñal de Lelio, exclama, dirigiéndose á los cómplices de sus
desórdenes: Representé mi
figura:
César de Roma,
Acabóse
Rey era;
la tragedia,
La muerte me desnudó: Sospecho que no duró
Toda mi vida hora y media. Poned aquestos vestidos De un representante Rey (Pues es tan común la ley
A
cuanícs fueron nacidos),
A
donde mi sucesor
Los vuelva luego
a
tomar,
Porque ha de representar ¡Quiera el cielo que mejor!
Rotrou no ha imitado esta escena, pero
mucho,
la del
aunque abreviándola
segundo acto de Lope, en que Ginés se presenta
á
Emperador y el cómico exponen una espey de poética dramática. Todas las alusiones iban, sin duda, á teja-
Diocleciano, cie
sí,
entre
el
do conocido, pero hoy no es
fácil descifrarlas:
— Hoy me has de hacer una notable Prevén, mientras que
como y
el
fiesta:
Senado
COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS
26
Honra mi mesa, una gentil comedia. —Escoge la que fuere de tu gusto; /Quieres
el
Andria de Terencio?
— Es
vieja.
— (Quieres de Plauto el Milite glorioso? — Dame una nueva fábui;; que tenga Más invención, aunque carezca de
Que tengo gusto
Y como me
!e
de
lo verisímil,
Nunca reparo tanto en
me
Antes ,
Oue
los
arte;
de español en esto,
los preceptos,
cansa su rigor, y he visto
que miran en guai'dar
el arte.
.>Iunca del natural alcanzan parte.
-Una comedia tengo que
se llama
El Cautivo de amor.
— Nombre genérico; ;Esa no ves que convendrá con todas,
Pues en todas habrá por fuerza amantes?
;Quién es su autor?
—Fabricio, sacerdote De
Júpiter olímpico.
— {Qué versos?
— Duros, sacerdotales y exquisitos; Si
puede
al sol
No hay que Revuelve
De
llamar lámpara eterna.
tratar
de que
le
llame Febf):
los olores, las especias
dos Indias, y no deja en Libia
las
Fiero animal ni sierpe.
— Esos le escuchen. -Una fábula tengo que se nombra La Contienda de Marsias y de Apolo. Es Corintio su autor, hombre fantástico En
la
Infeliz
pintura de furiosos versos,
en
las trazas é
Pero digno de oir en
invenciones, lo
que
acierta.
— Prosigue en otra. — Una comedia
tengo
De un poeta griego, que las funda todas En subir y bajar monstruos al cielo; El teatro parece
un escritorio
í!on diversas navetas
No hay
tabla
y cortinas. de ajedrez como su lienzo;
*.
202
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
Los versos,
si los
miras todos juntos,
Parecen piedras que por orden pone
mano en trillo de las eras; Mas suelen espantar al vulgo rudo Y darnos más dinero que las buenas, Porque habla en necio, y aunque dos se ofeadao. Quedan más de quinientos que le atiendan.
Rústica
— ^Tienes tragedia alguna? — De León icio Tengo la Electra, aventajada á Sófocles: Hará llorar las piedras; versos trágicos. Vencen en gravedad á los de Séneca. Otra tengo de Heraclio, que se llama
La
Sofoftisba: es cosa
No La
fué Virgilio Tisbe
más
de
los cielos:
heroico; y tengo
de Cornelio, gran
filósofo.
Español y pariente de Lucano.
— Pues Y
hazme una comedia que
quede á
— Haré Porque
No
te agrade,
tu elección. la
mía;
acaso no te diere gusto,
si
pierda
la
opinión ningún poeta.
—Hanrae dicho que imitas con extremo Un rey, un español, un persa, un árabe, Un capitán, un cónsul; mas que todo Lo vences cuando
¡mitas
un amante.
.
— El imitar es ser representante; Pero como
Que
el
poeta no es posible
escriba con afecto y con blandura
Sentimientos de amor,
Y
si
no
le tiene,
entonces se descubren en sus versos
Cuando Así
el
el
amor
le
enseña
representante,
si
los
que escriben,
no siente
Las pasiones de amor, es imposible
"
Que pueda, gran señor, representarlas; Una ausencia, unos celos, un agravio, Un desdén riguroso y otras cosas Que son de amor tiernísimos efectos, Harálos,
Mas no
si
los siente, tiernamente,
los sabrá
hacer
si
no
los siente.
263
COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS
una escena de ensayo cEl segundo acto de Rotrou comienza por Hainlet, la escena de la comedia que debe representar Ginés. En accidente: con ser tan dramática, no es mas que un con enlaza se que interior aquí, desde este momento, hay un drama por acaba como por juego, que, avanzando cada vez más,
de
el
los actores,
otro
invadirlo
y y dominarlo todo
dirigiéndose nográfica y
logo sobre
(l).
Rotrou pone en boca de Ginés,
escedecorador del teatro, consejos sobre la pintura bello monósus efectos. En Lope hay, en cambio, un al
el
arte de la declamación:
Pero en tanta propiedad
No rae parece razón Que llamen imitación Lo que es la misma verdad; Comedia Poeta
el
es
mi voluntad,
entendimiento
De la fábula que intento, Donde con versos famosos Pinto los pasos forzosos
Que ha dado mi
No hay que
pensamiento...
advertir que las coqueterías de la comedianta
cela con los galanes
Román Comique
que
(según
la
Mar-
asedian, todas esas escenas propias del
las califica
trou de la Passio S. Genesii. El
Sainte-Beuve) no las tomó Ro-
nombre y
de Lope de Vega, que además se vale de redo con los amores de Ginés y
la
persona son invención
ella
para complicar
el
en-
Marcela, en lo cual Rotrou no le
pieza mha seguido, por no dar demasiado carácter cómico á su aunque francesa, íringiendo los severos cánones de la dramaturgia
en otras cosas se muestra bastante laxo y propenso á
libertad
la
romántica.
MarEste embrollo de amor y celos, representado por Ginés y seguncela á un tiempo en la realidad y en la escena, llena todo el
do acto de Lope, que tiene
de
muy
ingeniosa contextura, pero que
gravísimo defecto de pertenecer enteramente á
el
profana,
(i)
es
y de no preparar de ningún modo
Lo mismo acontece en Un drama
tro arte
moderno.
el
ánimo
la
comedia
á las
nuevo, joya incomparable
imprede nues-
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DK LOPE DE VEGA
264
y trágicas de la conversión y martirio de Ginés; por medio de un presentimiento vago, que labrando en
siones solemnes
ni
siquiera
el
Ni un
contemplar
del espectador, le prepare á
ánimo
solo
pensamiento religioso cruza por
dos primeros actos,
la
la
obra de
la
Gracia.
mente de Ginés en
los
habla siquiera de su habilidad para reme-
ni se
dar á los cristianos, hasta que secamente dice Diocleciano
al fin del
acto segunde: Miiñana, pur hncer burla
Destos que á Marte y á Venus,
A
Júpiter y á Mercurio
Niegan
el
debido incienso,
Quiero que Ginés
Y
me
haga
represente uno dello?,
al vivo un cristiano Firme entre tantos tormentos...
Por ver
Rotrou ha esquivado este defecto, haciendo que Ginés no represente dos farsas, sino una sola, y ésta de asunto sagrado,
de Adriano, mártir de Nicomedia. Con esto y con
el
nólogo del ensayo, en que por primera vez siente Ginés
miento de gioso de
la
la
Gracia, ha conservado con más unidad
el
el
el
mo-
llama-
concepto
reli-
escena. Pero también esta escena es invención de Lope. íi
dice
misterio
anticipar el
s'agit d'imiter et
non de devenir.
Ginés de Rotrou repasando su papel.
Y
.,
el
de Lope:
;Cómo liaré yo que parezca Que soy el mismo cristiano Cuando
al
tormento
me
ofrezca?
¿Con qué acción, qué rostro y mano En que alabanza merezca?
Y
una voz
le
contesta desde
No
el cielo:
le imitarás
en vano,
Ginés; que te has de salvar...
Rotrou traduce esto á
la letra:
Poursuis, Génest, ton personuage:
Tu
Y
en toda
la
n'imiteras point ea vain
misma conformidad. Cuando Giéxtasis por la entrada de uno de los
escena prosigue
nés se ve interrumpido en sus
..
la
COMEDIAS DK VIDAS DE SANTOS
265
individuos de su compañía que viene á anunciarle que ha llegado el
Emperador, y debe comenzar
el
espectáculo, exclama en Lope:
Perdona, que divertido
En
imitar
Fuera
ol cristiano,
me vi
de sentido,
Pensando que Ángel
Y
me
el
soberano
hablaba
al oído...
en Rotrou: Allons, tu m'as distrait d'un role glorieiix
Que
cEn
je representáis
Cour des
la
obra de
habla distintamente y que el espectador oye, Gracia está tratada de un modo harto crudo; la máqui-
la
le
na dramática se ve funcionar demasiado á se produce, se la
y era
esencial
señal y advirtiese
su interés en la
Cieux...
esta primera iluminación de Ginés (dice Ste.-Beuve), en esta
voz del cielo que la
devant
el
que
las claras,
el
efecto
esta voz ó alguna cosa semejante die-
espectador, para despertar desde luego
al
sentido de
la
conversión, porque todo
el
móvil de
tragedia está aquí.»
Lope, con
la
poderosa audacia propia del teatro castellano, se
atrevió ú presentar en las tablas el bautismo de Schiller la
comunión de María Estuardo.
Oye
con música, hincado de
rodillas,
otro un aguamanil levantado,
San Ginés, como
jnzmo la voz de los
el
ángeles, córrese por breve espacio una cortina, se
pero
y luego
c
descúbre-
un ángel, teniendo una fuente;
como que ya
le
echó
el
agua, y otro
una vela blanca encendida, y otro un capillo». Rotrou hace
bruscamente de
la
salir
escena á Ginés, atribuyéndolo los espectadores
memoria, y volver á la escena ya bautizado y regenerado por ministerio del ángel. Sus camaradas intentan va-
á un defecto de
namente hacerle entrar en su papel, y
él
contesta con símiles de su
oficio:
Ce monde périsable
et sa gloire frivole
Est une comedie oü j'ignorais
Y
II
est teraps
TI
est
mon
role...
de prétendre á des prix immortels.
temps de
pr.oscr
du théátre aux
en Lope:
Yo representé en
el
Sus fábulas miserables
mundo
autels...
266
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
Todo
tiempo de mi
el
vida,
Sus VÍCÍ05 y sus maldades;
Yo
fui figura gentil
Adorando dioses Cesó
Que
la
tales:
humana comedia,
era toda disparates;
Hice
Voy
la al
Diocleciano, furioso,
que
veis, divina:
cielo á
que me paguen...
entrega
le
al
Prefecto
y
le
envía á
¡os tor-
mentos. Este cuarto acto de Rotrou tiene una parte cómica imita-
da de Lope, como todo ñeros de Ginés por
el
lo
demás:
el interrogatorio
Prefecto, llamado en
Lope
de los compa-
Léntulo, y en Ro-
trou, Planciano:
— Que représentiez vous: — Vous l'avez vu: les femraeí.... — Et vous? — Parfois les rois et parfois les esclaves. —Vous? — Les extravagants, les furieux, les braves... — Et toi? — Les assistants... En Lope:
— Llamad los representantes, Y
salgan
-Sin
uno por uno,
que se esconda ninguno...
— ¿Qué me mandas? — Di quién eres — Marcela.
— ¿De qué servías A
Ginés?
— ¿Ya no lo vías? De
representar mujeres.
— Tú, ¿quién
eres?
— Su marido. — ¿Qué representáis?
— Galanes, — Vos, ¿qué hacéis? — Yo ios rufianes, El soldadillo perdido, El capitán fanfarrón,
Y otras coscis deste modo, Y lo represento todo Cuando
se ofrece ocasión...
COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS
Y
prosigue este diálogo, que con otros rasgos de
así
tifica la
267
opinión de Ste.-Beuve, cuando dice: «Nunca
oposición de lo
la pieza jus-
mezcla,
la
la
trágico y lo cómico, ha aparecido más visible ni
más enérgica. El
SaJí Ginés, en pleno siglo xvíi, es
el
drama más
romántico que puede imaginarse. Rotrou descubría espontáneamen-
género en Francia hacia
te este
mucho
antes de Pinto
mucho
(i),
el
mismo tiempo que Calderón,
Gazuh
antes de Clara
(2).
Efectivamente, Rotrou nada debe á su contemporáneo Calderón,
pero se
lo
debe todo ó
todo á su precursor
casi
por consiguiente, hay que rebajar bastante de se le adjudica.
maestro Lope, y
el
la
espontaneidad que
Se dirá que hay desigualdades en
no son menores
las
que se observan en
la
la
de Rotrou, de quien su
panegirista tiene que confesar que «pasa á cada
bueno
obra de Lope:
momento de
lo
á lo malo, de lo sublime á lo detestable». El desenlace, sobre
todo, es infelicísimo en
ambas
obras, y por la
misma
causa: un acto
que debía acabar gloriosa y patéticamente, está echado á perder por ocurrencias burlescas y ridículos juegos de palabras sobre la profesión de cómico
Ambas
y
la
tragicomedia de
la
vida.
obras están escritas con mucha desigualdad, pero con
v
estro genial
bizarro.
Lope
se aventaja en
el
primer acto, como de
costumbre. El asunto de esta obra, que tan grato debía de ser á
la
piedad de
los comediantes, hizo que fuese tratado otras dos veces en nuestra
escena, la primera por tres ingenios, D. Jerónimo de Cáncer,
don
Pedro Rósete Niño y D. Antonio Martínez, en El mejor representante, San Ginés (Parte veintinueve de Comedias varias, Madrid, 1668);
y
la
segunda por un obscuro poetastro del
Francisco Antonio de Ripoll y dia
nueva Ingenio
dicada «a
la
y
siglo pasado,
Representante,
San Ginés y San Claudios, de-
milagrosa imagen del Santísimo Cristo de
que se venera en
la
pañia de Josef Parra
Casa de el
día
la
la
Humildad,
Cabeza», representada por
20 de Mayo de 1741, en
Cruz, é impresa por Gabriel Ramírez en aquel
la
el coliseo
mismo
)
(2)
De Leraercier. De Próspero Mérimée.
coni-
de
la
año. Esta
pieza de Ripoll es una rapsodia ilegible, pero no sucede lo (i
don
«come-
Fernández de Urueña, en su
mismo
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
268
con
la
de
los tres ingenios,
que conserva mucho de
bueno de
lo
obra de Lope, é introduce además ciertas modificaciones les
para regularizar
creando un nuevo
y preparar
acción
la
conversión de Ginés,
.é interesante personaje, el
carpo. Ticknor, aun declarando absurdo tual
la
poeta cristiano Poli-
argumento (con su habi-
el
sequedad protestante), reconoce que este drama se
terés
y en algunas partes con agrado Los
III.
locos
medias de Lope í^rino^ y,
por
(i
el cielo.
— Texto
de
la
está
tomado
con in-
Octava parte de las Co-
1
lista
de El Pere-
604. Pertenece á
demos llamar primera manera de Lope, y abunda mente en quintillas. Su argumento
lee
(i).
617). Pieza citada en la primera
por consiguiente, anterior á
la
muy hábi-
del Flos
la
que po-
extraordinaria-
Sanctorum de Alonso de
Villegas. «
Vida de San Indes y Dotnna, con
vtedia
(2).
bre de esposa á es
los veinternil máj'tires
— Entre otros apellidos que da la Iglesia,
según parece en
uno de huerto cerrado. Dice bien con
como en
cerrado, porque así
con regarse tiranos se
los árboles
y
el
el libro
la Iglesia
huerto, cuanto
plantas,
más
de
nom-
los Cantares,
llamarse huerto
más cuenta
fruto llevan, así
se tiene
cuando
los
daban más prisa á derramar sangre de mártires, más
multiplicaba el cristianismo. Quitaban á uno
su muerte presentes
Dios daba
de Nlco-
Espíritu Santo en
el
al
muchos
mártir, su
gentiles,
la vida,
viendo
ánimo y constancia en
se
y hallándose á que allí
los favores sufrir los
tormentos,
venían muchos a convertirse, y por un cristiano que moría se bautizaban ciento; prendían á éstos y martirizábanlos: y hacíanse cristia-
nos niuchos millares que también de nuevo eran martirizados: y como en el
esto denota decir que es huerto cerrado, porque así
huerto que tiene cerca y puerta, no entra sino su dueño, ó quien quiere, así no pudieran los tiranos quitar de la cabeza
( 1
The traditíon
is
un cabello
él
á
may be read with has a love-intrigue brough:
abstird enc2í^h ceriainly, but i he drayna
interest ihroug'ioui,and parís
of it wiih pleasure.
It
{X. iii, edición de 1863, pág. 422). Véase Flos Sanctonim. Historia general en que
in with skill (2)
se escriben las vidas ae
el M. Alonso de impreso por Juan y Pedro Rodríguez, hermanos, 1568.
santos extravagantes y de varones ilusiies en virtud..., etc. Por Villegas. Toledo:
Tercera parte,
fol. 47.
COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS algún mártir,
si
Dios no diera licencia y
269
lo permitiera.
Esto todo
veremos, por ejemplo, en una maravillosa historia que escribe
meón MetafrasLe, en que se refieren los martirios de Indes, y Domna, con otros veinte mil mártires de Nicomedia: Fray Laurencio Surio, y es en
«Ya
Emperador, cuando
la Iglesia
Católica, la
particularmente en Nicomedia, por medio del
que no sólo honraba
lo,
la
muy
que
palabras
sus
hechas un vivo fuego, y sacadas de un pecho encendido en
y
así
muy
medio para que muchos
cada día se veían dejar
religión, teniendo
cuidado
y algunas de
el
de vida
amor
el
de veras sirviesen á Dios:
mundo, y en
el
riquezas, particulares personas,
en
florecía
celebrado Cyri-
ciudad con ser su Prelado, sino que con
sus santas y admirables costumbres, con
divino, era
Glicerio refiérela
manera:
esta
era el segundo año de Maximiano,
levantó persecución grave contra
Si-
él
la
grandes estados y
casa real, y entrarse
santo pontífice de edificar de nue-
vo monasterios en que se recogiesen, no olvidándose de
los antiguos
que estuviesen bien reparados y proxeídos, para aue en los unos y los otros Dios fuese servido. Vino esto á noticia de Maximiano, y aunque para él era negocio pesado y en que quisiera desfogar la y enojo que tenía ya concebido contra sucedió que ciertos Bárbaros levantaron guerra cólera
dole forzado
ir
guerra sobre
«Vamos
á reprimirlos, dijo:
el
cristianos, les era
la
Todo
religión».
demás una
palacio real,
y
las
ilustre doncella,
alma, llamada
el
contra los que nos hacen
esto siendo sabido por los
hermosa en
Domna,
la
fue consagrada por el
tuvo
sacrificios á sus ídolos:
de
los
hechos de
los
deseaba ser instruida en
allí
la batalla,
áni-
vidas por Cristo. Señalábase ol
cuerpo, y
Emperador á
noticia
mu-
cual se había criado en
tenía el primer lugar entre los sacerdotes, al
libro
mas
Imperio, y sién-
medio para que se aparejasen á
inándose y fortaleciéndose á perder
cho más en
al
estado, que luego volveremos contra los que nos
hacen guerra sobre
entre los
los cristianos;
sus dioses,
el
y
tiempo que se ofrecían
de Cristo, y le37endo en
el
Apóstoles, fué encendida en su amor, y Tomó para esto amis-
la religión cristiana.
tad con una doncella llamada Ágapes, hija de cierto senador, y de ella
aprendió
los misterios
de nuestra
portaba bautizarse, fuese de noche
al
fe:
y sabiendo
lo
que
la
im-
santo obispo Cyrilo y pidióle
270
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
con grande
eficacia el bautismo. Él la declaró algunos misterios é
hizo catecúmena:
mandó
ñase y dispusiese para
y no
á un diácono llamado Agapio que la ense-
el
Todo
bautismo.
esto hizo secretamente,
supo sino un eunuco ¡lamado Indes,
lo
aunque de na-
el cual,
ción Bárbaro, era en costumbres bien semejante á recibió la fe junto con
Venido
tiempo conveniente,
el
La
doncella de catorce años. cristiana, hacía
haciendas y traían
tomó
pobres,
cual,
el
el
los
de nuevo bautizados vendían sus
oro, plata
y joyas que
tenía,
llevósele al obispo
y
mano
ley de Dios á
La
de
el libro
precio á los Apóstoles, que ellos repartían a
El cual, dejando bien enseñada en
al
la
no contentándose sólo con ser
Cyrilo para que lo distribuyese de su
á esta sazón.
así
dos fueron bautizados, siendo
obras de gran perfección: y leyendo en
hechos apostólicos que
los
los
Domna, y
se adelantó en el martirio.
y después
ella,
la
á personas necesitadas.
Domna, murió
santa doncella, junta con Indes, procuraba servir
Señor, ejercitándose los días en ayuno, oración y lección, y á
la
noche comían solamente un poco de pan y bebían agua; y daban á los
pobres
la
y con
casa:
quitación que del
Emperador
camino para
este ejercicio aparejaban su
ejemplo á otros muchos para servir
recibían por estar en su el cielo,
y eran
mayordomo de
Señor. El
al
que supo su ayuno y recogimiento, les hizo muy malos tratamientos, especialmente siendo avisado de un eunuco, persa de palacio,
y mal hombre, de que daban
nación
cristianos
enemigos del Imperio. Este
su aposento,
donde
enmienda. Entró cruz,
el
suelo,
libro
de
el
vería
su comida y hacienda á los
mayordomo donde
los
persuadió que entrase en
le
que hacían cosas que tenían necesidad de el
otro
dijo,
le
que eran sus camas, una
arca,
vela: estas eran las alhajas
depositaban otras más preciosas en
El
mayordomo
les
queriendo saber
la
le
el
los
el
reino de los
oro y los vesti-
el
respondieron, dióles algunos tormen-
verdad,
y ninguna cosa
saber lo que pretendía. Fuese de
que
de
preguntó dónde tenían
dos preciosos: y porque no tos,
una
dos siervos de Dios,
fumador y una
cielos.
halló
un incensario de barro ó per-
con
las cuales
y
hechos apostólicos, dos esteras tendidas en
allí
había visto, por tenerlo en poco,
dentro del mismo palacio, hasta que
sin
le
aprovechó para
tomarles cosa alguna de
lo
y mandólos poner en prisión el
Emperador
lo supiese.
La
COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS
Domna,
santa doncella
27 X
mal tratamiento, y de que
del
mataban
los
de hambre, vino á descaecerse y estar á punto de morir; mas proveyólos el Señor, porque vinieron á ellos una noche muchos ángeles é
hincheron
comieron
de
la cárcel
los dos,
y
luz,
habían pasado. \'ino á visitarlos la
hambre
las
mesas de manjares, de que
y quedaron buenos,
sin señal del trabajo
para que hiciesen lo que
los habría vencido,
que
mayordomo, entendiendo que
el
él
quería,
y
viéndolos alegres y contentos, entendió que por mal no podría aca-
bar con ellos cosa:
mudó
no sólo en abundancia
la
parecer y tratólos con regalo, dándoles
comida, sino
santa virgen ni tenía necesidad intento de darlo á los pobres:
así
y
vestido
el
hacía caso,
ni
como
le
y
y joyas, de que
si lo
recibía era
la
con
fuese traída una cinta
guarnecida de oro y piedras, dióle atada con una cuerda á cierto diácono llamado Alipio, para que la vendiese y diese el precio á pobres, con que
muchos
casa real de
en
la
có
modo cómo
salir
de
del rey Achis, filisteo, loca, volvía los ojos
lloraba, sin
se remediaron. Viendo, pues,
Emperador
y
idólatra,
allí, y que se
fué el
mismo con que David se libró Domna, fingiéndose
fingió loco. Así
se hería, escupía
guardar termino
ni
que estando
podía mal servir á Dios, bus-
y daba
ya
voces:
orden, de lo cual los que
la
reía,
ya
veían se
maravillaban y le tenían compasión. Mucho pesó de esto al mayordomo, especialmente que cuando él iba á visitarla mostraba más la
enfermedad y locura, por donde él le puso guardas para que estando ausente el Emperador no le sucediese alguna desgracia. Vcomo pasase tiempo, y perseverase
que
los
residían en palacio,
la
prudente doncella en su intento,
porque sentían con
ella
pena, hablaron
al
mayordomo y
la
llevasen consigo y la curasen, confesando (aunque no querían)
potencia del
rogáronle que llamase algunos cristianos para que
nombre de
Cristo.
Afirmaban éstos que
la
se hallaban
entre ellos personas que sanaban de semejantes enfermedades. El
mayordomo, que también tosa la
sentía
Domna, concedió con
pena y
Mandó
ellos.
le
era molesta
sazón era obispo de Nicomedia y sucesor de Cyrilo,
go que
la vio,
y
muy
cos-
llamar á Anthimo, que á el
cual lue-
conoció su disimulación. La santa virgen estuvo en
su presencia quieta, por
donde
el
mayordomo rogó
consigo aquella doncella con Indes
el
eunuco, y
al
obispo llevase
los tuviese
en algún
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
272
y recogido hasta que ella del todo sanase, y dábale dinero para que los alimentase. El obispo, sin tomar el dinero, relugar honesto
cibió los siervos
de Cristo y enviólas á un monasterio, con grande
contento de los dos por haber salido seo,
A
Maximiano
esta sazón, volvió
atribuía
la
el
negocio conforme á su de-
victorioso de sus enemigos,
y
y por ello mandó hacer granteniendo intento de perseguir á los cristia-
victoria á sus dioses falsos,
des sacrificios y
fiestas,
nos, pareciéndole
que en esto servía á sus demonios. Hallóse
mismo en un solemne
sacrificio,
donde públicamente
dijo
romanos
loores de sus dioses, atribuyéndoles haber dado á los
monarquía del mundo y
el ser
causa de
de los buenos anos, afirmando que por
la fertilidad
é¡
grandes la
y abundancia
ellos tenían la
comida y
eS
y todo cuanto bueno gozaban, y que adorándolos y ofreciéndoles sacrificios, siempre los tendrían propicios y benévolos.
sustento,
No sino
permitió Dios que fuese adelante con semejantes blasfemias,
que se viese
estando
la
mentira y
la
falsedad de lo que decía; y
así,
sereno y sosegado, súbitamente se obscureció y cu-
el cielo
y cayó tanta agua, piedra y granizo, acompañado de truenos y rayos, que todos los presentes lo pasaron mal, quedándose unos heridos, oíros lastimados y todos espantados; crebrió de nubes negras,
cieron los ríos é hicieron daño notable, perdiéndose los sembrados.
El Emperador, lleno de temor y confusión, se fué á su
por esto se enmendó; antes,
como echase menos
y supiese del mayordorno que
él los
a
c?isa,
Domna y
y no
á Indes,
había entregado á los
cristia-
nos, y por cuál ocasión, enojóse grandemente con él, quitóle el oficio y púsole en otro bajo y desechado, y después le mandó matar. Pro siguió la persecución contra los cristianos, enviando por diversas
partes edictos y mandamientos para que sus prefectos y jueces los atormentasen crudamente, prometiendo grandes premios á los que
en esto fuesen dos y
flojos.
mandaba,
él
solícitos
Y
y
diligentes,
y amenazando á
los
descuida-
para incitarlos á que en esto hiciesen 'o
mismo, por su parte, procedía contra ellos y
mentaba. Entró un día en
que estaban en
ella,
la iglesia
cj;ie
les
los ator-
y habló con muchos cristianos
persuadiéndoles á que dejasen de adorar á
que fué muerto en un madero, y adorasen á dioses tan poderosos como los que él adoraba. «Mirad, dice, que cuando voy á Cristo,
COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS
273
hacer guerra de nuevo á alguna gente y nación, primero
me
les
ruego
y ofrezco
la paz,
mas
sangre; lo
mismo
será de vosotros: ahora os ofrezco la paz, procu-
rad obedecerme
si
son rebeldes, destruyólos á fuego y á
no queréis sentir m¡
si
sacerdote llamado Glycerio, con
mucha
ira
y enojo». Hablóle un dándole á enten-
libertad,
los idólatras y la verdad que los cristianos sequisiese que no otro testimonio de esto sino que él, habieny fuertes do vencido Bárbaros y poderosos, era vencido de mucha-
der
ceguedad de
la
guían,
chos y niñas, no bastando sus tormentos á hacerlos mudar de su
y que
intento,
á esto se añadía
rrespondencia del victorias
y
por Cristo. Fuese de
de
tempestad sucedida, que fué co-
que quiso volver por
cielo,
fertilidad
la
sí
y declarar que
las
años no eran causadas por Júpiter, sino
los
Emperador muy sentido de
allí el
Glycerio,
al
cual
mandó después
y
cabo, atado á un madero, quemar, donde ganó corona de mar-
al
llevar á su presencia
y dar algunos tormentos,
Hizo buscar á Indes y á Domna; y hallado Indes, mandóle
tirio.
ofrecer sacrificio en compañía de otros sacerdotes,
Mas
él
entró en
el
templo bien diferente de
iban ellos con vestidos de tristeza
fiestas,
que tenía en su corazón. Por
poner cargado de cadenas y de voces á sus criados que
le
y
él
antes solía.
los otros ministros,
pues
de negro, demostrando
lo cual el
grillos
como
Emperador
le
mandó
en una obscura prisión: daba
buscasen á Domna,
la
sacerdotisa de Mi-
nerva. Enviábalos por los monasterios 'de cristianos para saber
estaba tióla rio.
allí.
la
abadesa que
en traje de varón, y dándola guía,
Después de
buscáronla,
que
Y
entendiendo esto
así
la tenía
si
consigo, vis-
la env^ió fuera del
monaste-
llegaron á él los ministros imperiales,
y y era de suerte, como de otros monasterios, algunas que primero no
y no
de éste
lo cual
la
hallándola, maltrataron las monjas,
consentían dejarse ver de ojos de hombres, se veían huyendo por los
y
montes, y se entraban por
las
cuevas para librarse de
agravios que les hacían. Fué caso digno de memoria
esta persecución sucedió á
una de
era señalada en hermosura, virtud
y
las
nasterio
y
el
que en
monjas: llamábase Teófila,
linaje,
y siendo
maldita gente, queriendo vengarse en una de recía recibían
las fuerzas
la
vista de aquella
ofensa que les pa-
de todas en encubrirles á Domna, sacáronla del mo-
lleváronla á la casa de las malas mujeres para deshon-
Mbnkmdkz
y Pei.ato.
— Estudios sobre el
Teatro de Lope de Vega.
18
ESTUDIOS SOBRE nL TEATRO DE LOPE DE VEGA
274
Viéndose en tan riguroso trance
rarla.
ojos al cielo
tidad
y
y
dijo:
principal
y aun de matar para poder robar metanto su desventura, que vino á ser Capitán de una
sclinacion que tenía de robar >jor.
Llegó á
5>gran cuadrilla
de ladrones. Cuéntase del que una vez, queriendo
amatar á un pastor porque
le
había estorbado una noche que no
de Surio, por quienes se comunica la tradición hagiográde Simeón Metaphrastes. Las obras más conocidas de este género son el Flos Sanctorumy Historia general de la vida y hechos de Jesucristo, Dios y Señor nuestro, y de todos los Santos de que reza y hace fiesta la Iglesia Católica, de Alonso de Villegas, obra que alcanzó, por lo menos, doce ediciones, divididas en cinco partes ó lomos: la Hagiographia y vidas de los Santos, del Dr. Juan Basilio Santoro (Bilbao, 1580); el Flos Sanctorum ó Libro de las vidas de los Santos, del P. Pedro de Rivadeneira (1599- 1601); el Compendio de vidas de los Santos, de Fr. Francisco Ortiz Lucio VI 597}, y el estrambólico Templo Militante, festividades y vidas de Santos, declaración y triunfos de sus virtudes, parto de la irrestañable vena poética del Prior de Canarias D. Bartolomé Cayrasco de Figueroa. Creo que, aparte de algunas Vidas particulares de santos (especialmente
Sanctoriim
hisioriis,
fica oriental
españoles),
Lope
se atuvo á Villegas y á Rivadeneira.
2S3
COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS »h¡ziesse cierto salto
»tor estaba de
la
que quería hacer, sabiendo que
otra parte del rio Nilo,
que á
la
dicho pas-
el
sazón venía ancho
desnudó, y poniendo su vestido sobre la cabeza, y »tomando en la boca su espada, pasó el río nadando, y fué á bus-
»una
»car
milla, se
pastor que estaba guardando
el
^viéndole
el
pastor se escondió, y
volvió á pasar
>mió
la
Moysén no
mejores del hato, y atólos á una cuerda y
el rio,
los pellejos
y
al
donde
lugar
le
tenía los
Andando pues Moysén en
»otros ladrones sus compañeros.
y
demás, por vino que
lo
>dieron, y todo se lo bebió, y se volvió
>los
mató
hallándole,
trayéndolos consigo, y los dessolló y se co-
y vendió
carne,
ganado en su majada. En
los
»quatro terneros, >
el
tan
ma-
tan abominables passos, le miró el Señor del cielo con ojos
»de piedad, y con
los
rayos de su divina luz alumbró á aquel cora-
>zón tenebroso y duro, y
le
ablandó y encendió con
las
llamas de su
>divino amor. Trocóse de manera que de ladrón vino á ser monge, y »el
que quitaba á
los otros antes la vida,
vino á ofrecer
la
suya en
de Satanás, á ser exemplo de religión
>sacrificio al Señor, y de >y penitencia. Estando una vez retirado en su celda, vinieron qua>tro ladrones que habían sido sus compañeros, y entraron en ella »para robarla, sin saber que aquella celda era de Moysén, ni que
lazo
lél estuviesse allí.
>y
y como hombros á la
atólos,
«sus
Dieron en si
>drones
me han los
él
quando
los vio
donde estaban
como
arremetió á
ellos,
paja, los llevó sobre
los otros
monges
recogi-
estaban atados delante dellos, les
yo no puedo ya hazer mal á nadie, pero estos
la-
acometido, yo los he cogido y atado, y aquí os los
>traygo, para que
>Quando
y
fueran quatro costales de
iglesia,
»dos; y poniéndolos assi >dixo: «Padres,
él,
me
digays
lo
que quereys que haga
dellos.»
ladrones supieron que aquel era Moysén, y
el
que
>había sido ladrón y caudillo de ladrones tan famoso, y que dexada >aquella mala vida, se avia vestido de hábito de penitencia, y con>virtiéndose tan de veras á Dios, tocándoles el mismo Señor el co>razon, quisieron imitarle,
y pidieron que
los admitiessen
iges, y fueron varones perfetos, y acabaron su vida en
>Pero como Moysén venía del
siglo
acostumbrado á
la
por monReligión.
los vicios,
>había hecho callos en las torpezas y maldades, tuvo grandes >cultades en vencer los malos hábitos passados, y destexer
y
difi-
la tela
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
284
»de mala vida que en tantos años avía texido; y el demonio, que »nunca duerme, velaba siempre para hazer la guerra, y de dia le ^apretaba,
y de noche
le afligía
con varias tentaciones, que fueron
ítan terribles que faltó poco para que no volviesse atrás y se rin-
Mas
se dexasse del todo vencer.
»diesse
y
Ȗor y
él se
aprovechó de
los
favorecióle nuestro Se-
medios que aquí
diré.
Primeramente
el consejo de algunos varones santos y padres espirituales muy ^experimentados, á los quales descubrió sus tentaciones y peleas,
ícon
»y tomó dellos armas para poder vencer. Entre estos santos padres »fué uno Isidoro, varón perfetíssimo, »ravillase
»y
que
carne,
la
el
qual
le
dixo que no se ma-
su mala costumbre de seguir sus gustos
y
apetitos, le hiciessen guerra;
porque quando un perro que suele
»estar en la carnicería halla en ella que comer, no le pueden echar »della,
pero
si
se cierra la carnicería,
»mismo de suyo
se va.
Y
que
•pecadores que vienen del
lo
y no
mundo
á
»pero que en cerrándole
la religión,
la
puerta, él
mismo
»nester con la buena costumbre deshazer
»como con un clavo quitar á
j>fuego la
el
que
solía, él
demonio con
los
que mientras que
qué cebarse y entretenerse, siempre
»halla en ellos en
»
halla lo
mismo haze
se va.
Y
los infesta,
que es me-
mala costumbre, y
la
ayuno y penitencia la carne los huessos, con que como perro se sustenta y al leña con que suele arder. sacar otro clavo,
y con
el
«Siguiendo pues esta dotrina del Santo padre Isidoro, determinó
»Moysén tomar
segundo medio, y
el
su carne con ayunos:
afligir
«para esto se encerró en su celda y no comía
al
y
dia otra cosa, sino
»doce onzas de pan seco, que para su gran cuerpo era suma abs-
y juntamente trabajaba mucho, y cada dia hazía cincuen»ta veces oración para debilitarse y enflaquecerse, y domar á tan »cruel y doméstico enemigo; pero como Moysén era muy robusto »tinencia,
»y mal acostumbrado, y »su pecho, padecía
el
demonio atizaba
muchos malos
sueños,
y
el
la
»Para rendirla y vencerla, determinó de tomar »fué estar toda
la
noche en pie
fuego que ardía en
carne hazía su oficio. el tercer
medio, que
sin arrodillarse ni arrimarse
por no
y desta manera passó seys años orando en su celda adormir las noches, y con todo este trabajo no pudo vencer
• dormir;
•tentaciones torpes de
la
sensualidad; para
sin las
que entendamos quan
CüMüDlAS DE VIDAS DE SANTOS
alma un hábito vicioso envejecido,
»d¡ficultosa cosa es arrancar de!
»y que >estas
285
don de Dios, y que él muchas veces permite luchas y peleas, para que con el trabajo y pena que el homla
castidad es
en
;)bre siente
resistir á los
malos apetitos, purgue
»zoñosos y deleytes que otro tiempo en
los gustos
ellos tuvo.
Como
pon-
no bas-
medios que Moysén había tomado para vencerse, buscó
j>tassen los
para quebrantarse más. Había algunos monges viejos y can-
)»otro
»sados que no podían proveerse de agua para sus celdas, por estar
»dos y tres y »
y Moysén, para
traer;
»noche secretamente
y quitarles deste trabajo, yba de que nadie lo supiesse) por el agua que
aliviarlos
(sin
habían menester, y
3>ellos
de donde se había de
seis millas lexos las fuentes
henchía
les
con grande
las vasijas
»dad, diligencia y fortaleza. Ocupándose en este exercicio »teció
que una noche
demonio, que no podía
el
sufrir la
le
cari-
acon-
virtud
y
^perseverancia en
el
bien comenzado, hallándole cerca de un pozo,
^llenando de agua
el
cántaro de un monge,
»golpe tan recio que
monge
»ges,
y
le
allí
que otro
»pozo para sacar agua, »el
dexó
le
»to. Allí estuvo hasta
le halló
avisó á San Isidoro
llevaron á
»año enfermo,
sin
le dio
con una porra un
como muermonge al mismo
tendido sin sentido y
dia viniendo otro
tendido en
Abad;
el
el
suelo y desmayado;
qual vino con otros
y mon-
y estuvo Moysén de aquel golpe un volver en sí. Después Isidoro le amo-
la iglesia,
poder
casi
mano, y poco á poco, en esta lucha con el • demonio, y que no peleasse con él como quien le desafía; porque «también la fortaleza ha de tener su tassa y medida, y muchas ve-
«nestó que se fuesse á
»zes se haze •
más con
!a
la
paciencia y confianza en Dios que con
fuerza y poder de nuestro brazo.
Y
»que no cessaría de batallar hasta que >gassen, •
sancto
Abad
los
Isidoro le dixo:
el
sueños torpes y
feos,
que hasta aquí
podrás con confianza llegarte
»po de Christo nuestro Señor,
al altar, el
y
te
la
respondiesse
malos sueños no
«En
Señor Jesu Christo desta hora en adelante no
• los •
el
como Moysén
le fati-
nombre de nuestro te
congoxarán más
han perseguido. Bien
recibir el santíssimo cuer-
qual te ha querido probar tan lar-
•go tiempo, y con tan dura pelea, para que
te humillasses
y enten-
>d¡esses que no por tu trabajo y valentía habías vencido esta pas•
sion,
y por
ello te
desvaneciesses^.
Con
esto se serenó el corazón
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
286
»de Moysén, y se aplacó aquella tempestad; y cessaron
ondas que
los vientos
y gozó de entera bonanza y quietud, dióle nuestro grande Señor tan señorío sobre los demonios, que »y
»y
las
turbaban,
le
»no hazía más caso dellos que nosotros hazemos de »fué uno de los
más
las moscas y monges de aquel tiempo, y murió
insignes
«siendo sacerdote de Cerca de ochenta y cinco años, »Nic.éforo, ó
de sesenta y cinco, como dice Paladio
•otros tantos discípulos imitadores en su santidad
Inmediatamente después de cuentra en Rivadeneira nitente;
pero
ni su
leyenda está enlazada con
La
Parte novena de varios autores (1657)
proximidad de ambas leyendas en
la
hubo de
gráfica
inspirar á
Teodora introducido en su
mosa y
del liegro Moisés,
muy
notable de
la
(2).
fábula, sino el
No
no hay duda
distintos,
misma
Lope de Vega no
trágica de los primeros actos.
la
Adúltera penitente, impresa
Pero auque estos temas dramáticos sean
que
la
con esta comedia de Lope, aunque dio
Cáncer, Moreto y Matos Fragoso, la
virtud.»
vida del anacoreta Moisés se en-
ocasión á otras de nuestro teatro, entre ellas
en
y
dice
dexando
Vida de Santa Teodora Ahxandrina pC'
la
tiene relación directa
ni
la
como
(l),
colección hagio-
sólo
nombre de
el
germen de
la
acción ani-
es preciso trancribir ínte-
vida de Santa Teodora; basta copiar del P. Rivadeneira aque-
gra
la
llos
párrafos en que se nota la semejanza:
«Escribamos ahora otro ejemplo de una mujer casada, noble y rica que, habiendo vivido en grande honestidad, fué engañada, y
cayó en una flaqueza de carne, y hizo trayción á su marido, y lloró tanto su peccado como en el discurso desta historia se verá; la qual escrive
Simeón Metafraste en
esta manera: Siendo
emperador Ze-
non, nació en Alexandría una mujer de padres nobles y ricos, dotada de grandes virtudes,
la
qual siendo de edad, se casó con un
caballero igual suyo y vivieron en el matrimonio con gran paz
muy amada y muy amorosa y
conformidad. Llamábase Teodora; era
marido porque
(i)
le
era
muy
obediente,
y
estimada del bien acondi-
Paladio dice «setenta y cinco>. (Cons. Palladius: Hisiohe lausiaque;
trad. A. Lucot; París, A. Picard, 19 12; pág. 151). (A. B.). Esta Teodora es distinta de la Teodora virgen y mártiri heroína (2)
una tragedia de Corneille.
de
COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS
287
muchas y grandes virtudes que resplandecían en ella, por las quales, y especialmente por su rara honestidad, era muy querida y reverenciada de todos. Tuvo el demonio envidia de tanta bondad, y determinó hazer cruda guerra á la que vivía en clonada; y por las
un mozo de buenas partes y rico, que se aficionasse á Teodora, y encendióle con llamas y estímulos de concupiscencia, abrasándole las entrañas quando pensaba en ella. tanta paz con su marido. Instigó á
Rendido
el
pobre mozo á su loca passion, procuró atraer á su vo-
luntad á Teodora, con blanduras, promesas y presentes, y con todo lo que el amor ciego en semejantes ocasiones suele ofrecer. Nin-
guna cosa aprovechó para que Teodora quisiesse consentir en su mal desseo, ni aun mirarle, porque como era mujer tan honesta y tan christiana, tenía á Dios delante y la lealtad que debía á su rido.
Viendo pues
el
sito aquel negocio,
tomó por medianera
endiablada, para que ra,
mozo perdido que no le sirviesse
le
á una vieja hechizera
que
lo
él
por tantos otros
medios no había podido alcanzar. Dixo tantas cosas
Teodora que con sus
y
de tercera, y acabasse con Teodo-
por medio de sus palabras venenosas,
vieja á
ma-
sucedía á su propó-
falsas
razones
la
la
perversa
engañó y pervirtió para
que consintiesse, y en efeto se cometió el adulterio; y luego del se que suele del pecado, que es vergüenza, arrepentimiento y
siguió lo
grande y atravessó de
tal
corazón de Teodora, que
si
dolor. Este fué tan chillo
agudo)
el
su mano, fácilmente cayera en desesperación.
manera (como un cuDios no
No
la
tuviera de
aquel pe-
le sirvió
cado de eslabón para otro pecado, sino para penitencia y corrección;
porque había nacido de flaqueza y engaño, y no de malicia y
mala voluntad. Comenzó á andar el lla
marido, que
la
triste,
desconsolada y
amaba tiernamente, y no
afligida,
novedad, procuraba con caricias alegrarla y recrearla: mas
la llaga
y
sabía la causa de aque-
como
estaba en las entrañas y el corazón tan lastimado, ninguna
cosa que hacía
el
marido era parte para consolar á
Parecióle que había ofendido á su Dios
la
y deshonrado
pobre muger. á su marido,
ciudad tenía, y que un infierno era poco para ella: y corrida y afrentada en sí misma, no osaba alzar los ojos al cielo. Finalmente cavó tanto este sentimiento á
y perdido
el
buen nombre que en
la
Teodora, que movida del Señor, se resolvió de pagar
la
culpa de
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
288
aquel pecado con pena perpetua, y con una penitencia rigurosa de toda su vida. Para esto, sin que nadie
hombre, y
se fué á
seys leguas de
la
ciudad de Alexandría, donde con grande humil-
dad y disimulación de quien
era, suplicó al
en aquel convento para servir en
Lo que
sigue es lo
mos porque no
de
lo entendiesse, se vistió
un monasterio de monges, que estaba como
él
más
más dramático de
Abad que
le
admitiesse
al
Señor...»
la
leyenda, pero lo omiti-
tiene relación alguna con la
comedia de Lope. Tam-
bién en ésta es alejandrina Teodora; también tiene, no un galán, sino dos,
que
á hurto la pretenden: Alejandro, el
vencedor de los
ha enamorado de
la y su esclavo, el negro Filipo, que se dama por un retrato suyo que robó á su amo. Teodora no aparece casada como en el hagiógrafo, sino prometida contra su voluntad al mancebo Leoncio (hijo del Gobernador de Alejandría) por su pa-
etíopes,
dre Leopoldo, á quien resiste y desobedece, allanándose á ser ro-
bada por
el
capitán Alejandro. Quien la roba verdaderamente es
y de ün engaño
negro, prevalido de su valor
el
llegan al tal
monte
nocturno. Cuando
quieren violarla, pero ella logra salvarse de su bru-
pasión, se convierte en capitana de bandoleros con
Cleopatra,
y acaba por cortarse
mano
la
á trueque de
nombre de
no dársela
no
negro. Este embrollo, complicado con otros incidentes, ocupa sólo los dos primeros actos, sino la
mayor
parte del tercero, y pa-
rece invención libre de Lope, aprovechando los dos lugares nes del enamoramiento por retrato y de frecuentes en
la
mano
comu-
cortada, que son
muchos cuentos profanos y en muchas leyendas
céticas.
al
as-
'
El interés de este drama es esencialmente novelesco, y apenas
puede
y por
calificarse el
de comedia de santos mas que por
desenlace.
Es de aquellos dramas en que
fano se sobrepone de
tal
modo
al
sagrado, que
el las
el
protagonista
elemento proescenas de
conversión del Santo parecen puestas sólo para justificar
y
se
todo
ve que
el
autor las abrevia cuanto puede. Aquí, por ejemplo,
el interés se
negro.
Lope
nitencias
la
el título,
concentra en
insiste
poco en
la
la
y mortificaciones que
corpulento, tan feo
y
vigorosa pintura del carácter del
lucha puramente ascética, en las peel
anacoreta Moisés, tan grande
y
espantable, tan acosado por los recuerdos de
COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS
28la
el
daño de esta refundición en
la
comedia de D. Juan Bautista Diamante, El Negro más
inserta
en
la
segunda parte de
paso á paso Diamante
más crespo, por ejemplo,
suyas (Madrid,
las
1
desatina-
prodigioso.,
674). Siguió
fábula de Lope, poniéndola en el estilo
la
y campanudo que puede imaginarse. Cotéjese, relación de Filipo en la comedia primitiva:
enfático la
Yo
soy hombre sin principio
Ni origen cierto; en las ondas
Me
hallaron del padre Nilo;
Dos pastores
Y
me
criaron,
mataba, cuando niño,
Serpientes que horror ni miedo
Me con
causaban con su
de aquella otra de El Negro más pro-
los sonoros disparates
digioso,
silbo...
que comienza: Mi padre, pues otro ignoro,
Fué
el Nilo,
Que
siete
Por
undosa muralla
bombas de nieve
siete bocas dispara:
Reino de
siete provincias,
Monstruosa hidra de
Que de un cuerpo
plata,
cristalino
Produce siete gargantas...
me
Allí
halló Corsicurbo d).
Sabio negro que en
la
playa
Del Nilo, por conjeturas
Prevenido
me
esperaba.
Trasladóme desde
Á
la
De
A
sus brazos, y desde ellos
la estancia solitaria
De un
(O
Nombre tomado
el río
piadosa morada
alberge que bostezo
del Persües de Cervantes, en aquel sabido principio:
'Voces daba el bárbaro Corsicurbo*
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE OE VEGA
292
Se juró de
la
mootaña,
Funesta boca por donde
Luto
el aire respiraba...
(Así refundían el teatro antiguo los Diamantes, Matos Fragosos
y
Candamos! V. El Cardenal de Belén. insertas en
de
dos
las
la
— Es
listas
No
comedias de Lope
las
estando citada en ninguna
de El peregrino^ hay que suponerla compuesta en-
segunda edición de aquella novela)
tre los años 16 1 8 (fecha de la
y 1620
sexta de
la
Trezena parte {1620).
(fecha de
la
parte décimatercera). Dedicó
Lope
esta
dia al célebre predicador Fr. Hortensio Félix Paravicino,
come-
uno de
los
primeros y más ingeniosos corruptores de nuestra oratoria sagrada.
Reimprimió Hartzenbusch (páginas 589-607) de
formó para
la
la
esta
comedia de Lope en
colección selecta de
Biblioteca de Autores españoles. Si
ser
más
tomo
m
con El Cardenal
de Belén quiso dar idea del teatro religioso de Lope,
pudo
el
de su autor, que
las
la
elección no
desacertada, cuando tantas admirables obras de su
autor quedaban en olvido.
En
efecto, á duras penas
más monstruosa que
ésta,
rigores, aquí bien fundados,
á cuál
más
puede encontrarse en su repertorio obra
y con ninguna de
la crítica.
se han ensañado tanto los
Baste trasladar dos juicios,
acerbos.
Dice Clemencín en su Comentario
al
Quijote (l):
«Sirva de muestra (de los defectos habituales en las comedias de santos) trata
la intitulada
El Cardenal de
de San Jerónimo. Hablan en
es el primer galán,
Dámaso,
el
Belén,
ella
y ya
se entiende
este Santo,
que se
que por supuesto
San Gregorio Nacianceno, San Agustín, San
emperador Juliano
el
Apóstata, un Padre del yermo,
el arcángel San Rafael y el Demonio. España, un león y un pollino. Roma, Mundo, Salen á las tablas el El primer acto se concluye azotando los ángeles á San Jerónimo.
casado, los tres Reyes Magos,
En
el
segundo tocan chirimías y
sale
San Dámaso acompañado d-
Obispos y Cardenales. Se habla de Pasquín y Marforio. San Jerónimo y un monje acaban las Completas con el Salva nos, Domine,
(i)
Tomo
m
(primera edición), pág. 408.
COMEDIAS DE VmAS DE SANTOS
de
vigilantes, puesto en verso. Juliano habla
Se ven
nacido.
clérigos
que debajo de
la
293
que no había
Atila,
sotana llevan calzones de
terciopelo, y rondan por Roma de noche con espada y broquel. Se da fin al segundo acto bajando San Mercurio en una tramoya y
matando
á Juliano de una lanzada.
hacer rabiar
al
Demonio,
niraiana, le habla
de
los
le
En
anuncia
la
San
el tercero,
fundación de
Rafael, para
Orden
la
jero-
monasterios de Lupiana, Yuste, Guadalupe
y El Escorial (y con esto el Demonio se da á todos los diablos). San el primer acto salió siendo mancebo de veinte
Jerónimo, que en
muere de edad de noventa y nueve. La comedia concluye prometiendo el Demonio (sin duda á fe de hombre de años, en el tercero
bien,
como
Quijote)
el del
desencanto de Dulcinea en
que no entrará donde esté pintada
nimo. La acción durante
el
Hipona y Belén.
He
Roma y
imagen de San Jeró-
Persia,
y durante
mundo
las tres partes del
ces conocido: Europa, Asia y África.
el ter-
enton-
:>
calca esta crítica hasta en las palabras,
(l)
de!
aquí una comedia que dura cerca de
ochenta años, y se representa en
Schack
segunda parte
primer acto pasa en Constantinopla y
Jerusalén; durante el segundo, en cero, en
-la
la
y llama singulas que revis-
larmente monstruosa esta comedia, incluyéndola entre ten de forma material
y grosera
desaparece por completo
quedando
la
las
ideas religiosas,
y en
las
que
parte trascendental de lo suprasensible,
sólo su apariencia externa, sin
que en
tal
hacinamiento
de visiones y milagrerías se encuentre nunca la verdadera devoción y recogimiento de ánimo, y la profundidad de los afectos.
La causa
principal de los desvarios de esta comedia, bien escrita
en general, pero absurda y monstruosa en su contextura, descosida c incoherente hasta el punto de parecer una serie de escenas sueltas
más
bien que un verdadero drama, consiste en la infeliz elección
del asunto.
La comedia de santos no puede
proscribirse en tesis
absoluta: es un género estéticamente tan legítimo otro; ha
teatro clásico,
es
como
que no todos (1)
como
cualquier
producido maravillas en nuestro teatro, y cabe hasta en
Tomo
n de
el
ejemplo de Polieucto
los santos, sino la
traducción castellana.
lo
prueba.
Lo que hay
muy pequeño número
edición alemana, pág. 384, y tomo
iii
el
de
ellos,
(pág. 164)
de
la
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
294
sirven para la escena. Sólo los que han tenido vida dramática exterior
pueden
de pasión de que
ma
del
ternos
drama.
y
de drama. La representación de
ser héroes
santidad resulta las
más veces
el teatro
vive
fría,
porque excluye
y que pertenecen
Tampoco caben en
él
á
la
los conflictos
el novelista.
Lo que no
se revela por
pura
esencia mis^
puramente
psicológicos que son materia de análisis para
dor y para
la
los conflictos
in-
el historia-
medio de
acción,
la
no puede ser nunca materia de un poema activo. La lucha del San-
con
to
las tentaciones sólo vale
se exteriorizan
para
el
cuando
teatro
se resuelven en una fábula
y
las
tentaciones
humana, sea cualquie-
que conserve. Se puede hacer una comedia
ra el carácter simbólico
de santos con un bandolero convertido, con una adúltera penitente,
con un ermitaño que desconfía de
la
divina misericordia mientras
que un facineroso espera firmemente en la
ella,
posesión de una mujer vende su alma
modo
se
puede hacer con un Doctor de
pero de ningún
la Iglesia
que tradujo
Sagradas Escrituras, que disputó con todos po, lor
con un sabio que por
al diablo;
los herejes
las
de su tiem-
que fué elocuente y sapientísimo, que escribió con el mayor cay vehemencia de pasión que en la prosa latina ha puesto nadie,
que fué espejo de penitencia y santidad, luz de la Iglesia y oráculo de la ciencia, pero que nunca tuvo en su vida lances de comedia
(como no gos
le
se tenga por tal la persecución
que algunos malos
movieron en Roma), sino que acertó
con sus
á llenarla toda
controversias, con la composición de sus innume-
estudios, viajes
rables libros
cléri-
y y con
los admirables
ejemplos de su virtud, mortifica-
ción y doctrina. Para ser dignamente expuesta aquella vida admirable, sólo
cabe
la
forma amplia de un gran cuadro histórico en que
aparezcan, de una parte, Belén,
y de otra parte,
literaria
el
las
de San Jerónimo,
foco de luz y sabiduría de la gruta de
postrimerías del Imperio. Ni ni la
la
acción
que tuvo no menor como maestro
de vida ascética y como patriarca del desierto, caben de ningún
modo en
el
estrecho marco de las tablas.
¿Cómo
presentarle en
el
teatro aprendiendo hebreo, traduciendo los Salmos, interpretando los Profetas
ó disputando contra Rufino ó contra Vigilando?
Nil intentatum les
nostri linquere poetae se
mucho más que de
los
puede decir de
los
españo-
romanos; y entre tantos atrevimientos.
COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS
no todos fueron
ni
podían ser
zar todas las cosas de este santos,
felices.
y muy particularmente en
Empeñado Lope en
dramati-
se estrelló en algunas vidas
mundo,
que salieron de
(salv'o el estilo)
su pluma. Y, sin embargo, ya fuese por una ceguedad crítica,
frecuente en los poetas, ya por devoción al asunto ta, él,
que tantos admirables
de
es de
San Jerónimo, que
ésta de
pocas cosas enteramente malas
las
2g5
y
al
frutos de su ingenio dejó
muy
protagonis-
abandonados
y
perdidos, tuvo cuidado de perpetuar esta rapsodia, imprimiéndo-
la
en su colección dramática. Después de
cosas,
una en obsequio
buen gusto: no juzgar
men
estrafalario
que deja en
la
gran poeta, otra en debido tributo
al
las
hay que hacer dos
leída,
comedias de santos de Lope por
al
el speci-
de El Cardenal de Belén; y para quitar el mal sabor de tan irracional embrollo, leer por algunos días
la lectura
Vida de San Jerónimo^ del
P. Sigüenza.
Ciertamente que no se valió Lope de ó no quiso atemperarse á
lloso prosista,
la
obra de aquel maravi-
la
severidad de su juicio,
lozanear con libertad poética,
prefiriendo
su obra casos fabulosos, de que
el
puesto que ingiere en
gran maestro de
la
nimiana había hablado con desj^recio. Sirva de ejemplo
Orden el
jero-
siguiente:
«Puédese también colegir (dice Sigüenza) no tener mucho fun-
damento aquello que comúnmente que le
los clérigos maliciosos
pusieron una noche
desnudaba
passó
así,
ropa de una mujer en
y entrando con
y se
la vistió,
en
ella
vestida su ropa.
Anda
na memoria
duda
San Dámaso,
passado una cosa della,
como
ni
mujer en
donde
lugar
se
ésta,
los
y que
la
saboyana,
le
dixe-
cama, pues trahía
en una epístola de Euse-
es patraña.
ni le conoció:
la
y
no dexara
Lo uno porque lo otro el
porque
Euse-
ni si
hubie-
Santo de hazer algu-
en especial en esta epístola
en que descubre todos
nunca en poco
la
este cuentecillo
bio á San Dámaso, y sin
ra
el
la yglesia, le afrentasse,
y viéndole todos con
ron que bien parecía que dexaba
bio alcanzó á
nuestro Santo,
suya, para que cuando se levantase á maytines, se
la
la vistiesse,
la
se refiere de
de Roma, para infamarle y afrentarle,
(á la virgen Ásela),
particulares de sus persecuciones,
en mucho apuntó cosa semejante.
Y
el
y
mismo
caso parece cosa fingida y maraña mal compuesta, sino que estas novelas dan tanto gusto á los lectores de poco caudal, que apenas
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
2g6
saben otra cosa de estas ficciones»
Verdad
es
que traen consigo
(l).
que
tan elevado y
las vidas délos santos sino lo
como hombre muestra mucho más
Sigüenza,
el P.
filosófico, se
hagiógrafo,
y apenas da
abrumaban
la histeria del
fin
de espíritu
rígido
que ningún
al
cuartel á ninguno de los prodigios
Aun
Santo.
sobre
que
célebre lance del
el
león amansado por San Jerónimo (otro de los episodios déla comedia de Lope) hace las salvedades siguientes,
tante
más de
biografía latina de
y
traslucir bas-
que expresamente dicen: «El acaecimiento téngole
lo
por verdad, aunque
realzarle
que dejan
el
modo con que
San Jerónimo)
este autor
le relata,
vestirle, es cosa pueril.
y
de
antigua
la
y ver cómo pretende
Así acaece en muchos de
lagros de los santos, que por haberlos relatado se han hecho ridículos
(el
los
mi-
hombres ignorantes,
increybles, en especial para la gente
poco
que han menester poco para negarlo todo, y buscan las ocasiones que pueden, para hazer donaire, y querrían quitar de todo pun-
pía,
to los milagros
señales que Dios ha hecho en aprobación
y
y con-
firmación de su doctrina Evangélica... Algunos de los católicos píos quieren afirmar que este acaecimiento no to,
sino con
fijé
con nuestro
un santo Abad llamado Gerásimo, que
las riberas del Jordán,
vivía
y
vSan-
cerca de
de quien Sofronio (en su Prado espiritual)
cuenta este mismo caso: y paréceles que por no haber hecho ningún autor grande mención del, ni por haberlo apuntado en sus es-
y que
critos,
mo
semejanza de
la
los
nombres de Gerásimo
á Geróni-
es mucha,
y puede dar ocasión de passarse de uno á otro: y que en Bethleem y su comarca no hay leones y en el Jorque el caso no pasó con Gerónimo sino con Gerásimo, y que
tras esto
dán
sí;
por
lo
menos queda en duda. Perdonárseles puede,
de duda y santos,
y
lo
niegan de todo punto, porque en
santos tan antiguos,
duda: mas no son
de mucha
las
fuerza, ni
tada en todo
el
si
no
lo
las historias
passan
de
los
muchas cosas pueden caer debaxo de
razones alegadas bastantes á que
la
duda sea
puede derribar una cosa tan recebida y assená doquiera á lo menos que de mas de qui-
mundo,
nientos años á esta parte se halla pintado San Gerónimo, á quien (i)
La
Pág. 434-
Vida de
San Jerónimo, Doctor
de la Sania Iglesia (Madrid, 1595
,
COMEDIAS DE
parece que
Ic
DE SANTOS
VII>AS
insignia del león,
está tan al natural la
hallarían los ojos de los fieles verle sin
Gerónimo.
Ha
297
que no se
conocerían por San
ella, ni le
llegado esto á caer tan recebido que se ha hecho
propia divisa y símbolo del Santo. Tiene San Gerónimo en todas sus cosas una fuerza y un vigor tan nativo, tan largo
acompañado de un ánimo
y tan generoso, que con ninguna cosa
todo esto mejor que con
Entre
el león...
sucedido con leones cosas
muy
pudo
se
los gentiles
semejantes á estas
significar
hallamos haber
(cita el
león de
Andronio)... Los unos sucessos no deshazen, antes confirman
la
pro-
babilidad de los otros.»
Tratándose de
como
obrilla tan baladí
comedia de Lope, y
esta
de Santo tan grande y conocido como San Jerónimo, no es del caso ni
compendiar su
historia, ni siquiera entrar
en prolijas averiguacio-
nes sobre la fuente inmediata, que debió de ser algün Flos Sanc-
torum de neira,
Más
los
más
vulgares, aunque no ciertamente el del P. Rivade-
porque en éste no se
halla el
bien debió de atenerse
cuento de
las
ropas de mujer.
de Alonso de Villegas, escritor
al
ni-
miamente crédulo.
El Cardenal de Belén se fía
acumulan en
la
carece de todo género de unidad: no sólo
todos los sucesos reales y fabulosos de
de San Jerónimo
Orosio á la
él
(sin olvidar,
por supuesto,
el viaje
la
gruta de Belén); no sólo se cuenta, aunque en profecía,
fundación y desarrollo de
Orden jeronimiana, enumerándose
la
sus principales monasterios, sino que todavía se acumulan,
todo esto no pareciese suficiente
nen ninguna relación con
el
tela,
Santo,
Apóstata; se describe largamente
la
como
la
tradujo de San Jerónimo
muerte de Juliano
escrito las vidas
muy
bella
relato, la leyen-
y no bastante cono-
de Rivadeneira, que á su
el
gran Padre y Doctor San Ge-
de San Pablo primer hermitaño, y de San
Hilarión abad, y puéstolas en
(1)
el
(l).
«Dia XII de Octubre. Aviendo
rónimo
si
tie-
topografía de Palestina por boca
cida, transcribimos del Flos Sanctorutn la
como
sucesos históricos que no
de Santa Paula; y se pone, parte en acción, parte en
da del ermitaño Maleo, que por ser
vez
biogra-
del español
la Iglesia,
Parte segunda, págs. 429-3:.
como un
vivo retrato
y mo-
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
298
délo de los santos Anacoretas y mongas, y geles
que de hombres en cuerpo mortal,
de otro santo monge nes
como
vidas
más de An-
también
escribió
la
vida
llamado Maleo, que tuvo algunas imperfeccio-
tentaciones, y con la gracia del Señor salió bien dellas... y San Gerónimo que el mismo Maleo, siendo ya muy viejo, le
}'
dize
á
refirió
él,
siendo mozo, su vida, y fué de
la
manera que aquí
diré:
»Fué Maleo de una aldea llamada Maronia, como
Fué
Antioquía, ciudad de Siria.
hijo único
de sus padres, que eran
labradores. Quando Maleo tuvo edad (como era
padres casarle: y
solo) dessearon sus
padre con amenazas y espantos, y
y blanduras, procuraron que tomasse mujer:
caricias le
el
diez leguas de
hablaba
al
corazón,
y
la
madre con
mas
Señor
el
daba otros intentos y desseos de guar-
le
dar castidad. Finalmente, viéndbse apretado de sus padres, determi-
na dexarlos: y huyendo se partió de su casa, solo, sin dezirles nada,
y
se fué á
un desierto hacia
Monesterio, en
el
qual con
trabajo de sus
bre comida, y con los ayunos refrenaba
al
Señor.
Supo que
de su carne. Es-
la lascivia
tuvo muchos años en aquel Monesterio con sirviendo
y entró en un manos ganaba su po-
parte de Occidente,
ja
el
mucha paz y quietud
era muerto su padre,
dejado por heredero de algunas possessiones
y que
le
había
heredades; vínole
y
desseo de ver á su madre para consolarla en su viudez, y juntamente de vender aquellas possessiones que su padre le había dexado, y dar parte del precio dellas á los pobres, y parte á aquel Monesterio, y otra parte para guardar para sus necessidades. Declaró su desseo
al
Abad;
el qual,
como varón
espiritual
y prudente,
luego
entendió que aquella era tentación del enemigo, que so capa de
piedad
le
quería engañar.
Comenzó
á rogar á
Maleo que se sosse-
y no se dexasse vencer de aquella tentación, proponiéndole exemplos de otros monges, que habían sido engañados, y amena-
gasse,
zándole con los castigos que suele dar nuestro Señor á los que
habiendo puesto
Todo
lo
que
el
la mano á la esteva, la dexan y vuelven atrás. Abad le dezía pensaba Maleo que nacía más del
desseo de tenerle en su compañía que por su bien;
y
ablandar ni persuadir de quien tan buenos consejos del Monesterio
acompañándole
el
Abad, como
si
assi le
no se dexó daba. Salió
le llevara
á ente-
COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS
y a
rrar;
la
despedida
dixo que
le
299
llagado con una terrible
le veía
lla-
ga, y como una oveja descarriada y apartada del rebaño, que luego cae en las bocas de los lobos. Volviendo pues Maleo del Monesterio á su tierra,
hubo de passar por una soledad y camino desierto y
peligroso, en el qual los Sarracenos solían saltear á los caminantes,
y para
esto procuraban juntarse muchos, para poderlos mejor resis-
Juntáronse aquella vez con Maleo otros
tir.
ros,
hombres, mujeres,
como
setenta
passage-
mozos y muchachos, y yendo camigran número de Ismaelitas en camellos,
viejos,
nando vieron venir para
sí
medio desnudos sus cuerpos, con turbantes en sus cabezas, y aljabas con saetas colgando de sus hombros, y los arcos en sus manos
Toda
flechándolos contra ellos.
aquella compañía se esparció,
unos para un cabo y otros para otros echaron á
huir.
yba del Monesterio á heredar, vino á manos de uno de aquellos maelitas,
y con
él
do,
do
el
Ismaelita
al
monge
otro señor había sido cautiva.
fugitivo
y cargólos sobre un camello, y ellos á
cada passo caer de
que assentados.
Is-
una mujer de un hombre que yba en aquella
misma compañía, y también de pues
y
Maleo, que
1.a
y á
la
mujer casada y
llevólos por
la bestia,
comida del camino
Tomó
sin mari-
un desierto, temien-
por yr más colgados en fué carne
ella
medio cruda, y
la
bebida leche de los camellos. Finalmente, después de haber passado
un caudaloso
llegaron á casa de aquel bárbaro
y señor suyo, y hizieron reverencia á su mujer y hijos, y después mandaron á Maleo que hiziesse oficio de pastor, y encomendáronle sus ganados. Comenrío,
zó á hacer su officio Maleo,
fiel
y diligentemente, mirando por
hazienda de su amo, acordándose de lo que dize esclavos sirvan á sus el
temple de
la
amos como
tierra lo pedía.
que había aprendido en y tenía por consuelo Kl qual
como
vio
á Dios.
el
la
Apóstol, que los
Andaba desnudo, porque
Tenía ocasión, y cantaba Psalmos
Monesterio. Comía queso fresco y leche,
el
estar apartado,
y ver pocas vezes á su señor. que aquel cautivo era hombre fiel, y que en sus
manos crecía su hacienda, para hazerle más fiel, y que no tratasse de huyr del y dexarle, quiso se casasse con aquella mujer que en su compañía había sido cautiva. su amo, rogóle que no
le
Como Maleo
entendió
el
intento de
apretasse; porque no era lícito al Chris-
tiano casar con una mujer
que tuviesse marido, como
él
sabía
que
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DF VEGA
300
Tomó
aquella mujer lo tenía. puesta: sacó un puñal le quitaría la vida:
los la
brazos sobre
noche, y
el
pobre Maleo, para escusar
y mujer como quien
se quería casar
él
muerte, echó
la
con
monge comenzó á sentir su Abad le había dicho, y
desventurado
res-
á los pechos, diziendo que con
y púsosele
el
la
bárbaro grande enojo con esta
el
acordarse de las palabras que su
ella.
Vino
trabajo,
y
á conocer
que aquel era castigo de Dios, por no haberle obedecido. Llevó
y deslucido aposento
H su cueva
una parte, y
él
á otra sin hablarse: á
no menos enojoso llorar
el
siendo yo virgen,
y
Ah
era penoso el verla,
y á ella Comenzó á corazón á decir: ^A
y
lugar.
ventura? jA tanto han llegado mis pecados que
y ya con
la
cabeza llena de canas, haya ahora de
tierra con mujer donzella y agena con mujer vieja y que tiene será haber dexado los padres, la patria
moza, y tengo de casarme en ?-narido?
se puso á
¿Dexé de casarme en mi
ser marido?
¿Qué provecho me
hazienda,
la
él
verse en aquel cautiverio
Maleo, y hablando consigo mismo en su
me guardó mi
esto
nueva esposa. Ella
á la
si
ahora hago
la
lo
que por no hacerlo,
dexé todo?
lo
triste monge, que te ves en esta angustia, ¿por qué volvistes
mirar á
la patria
que habías dexado por Dios? ¿Qué hazes, oh alma
mía? ¿Venceremos ó seremos vencidos? Mejor será que muera
cuerpo y viva
go
el
íí
alma:
el
guardar
la castidad,
e!
también tiene consi-
su martirio. Diziendo esto, propuso de morir antes
que casarse,
y sacando un cuchillo para matarse, dixo á la mujer: quédate á Dios, que antes rae veas mártir de Christo que marido tuyo. Turbóse sobremanera
la
mujer, y derribándose á los pies de Maleo,
le
dixo:
Ruégote por Jesu Christo que no seas ocasión de tu muerte, para mi daño: y si todavía quieres morir, mátame á mí primero: porque si lo
hazes por guardar castidad, quiero que entiendas de mí que
estoy determinada de guardarla, quanto viesse libre
)'0
pudiesse,
y con mi propio marido. ¿Por qué quieres
no juntarte conmigo, pues yo moriría
si
aunque
me
morir, por
tú quisiesses juntarte? Si te
parece, para librarnos del furor deste bárbaro nuestro amo, seamos
para con
él
Maleo de
la
marido y mujer, y para con Dios hermanos. Admiróse virtud de la mujer, y consolóse por oir sus palabras.
Concertáronse de hazerlo
Maleo
assi,
y vivían como hermanos, aunque no mirando jamás al cuerpo des-
siempre con grande recato,
COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS
nudo de
la
mujer, ni tocándole, por no perder en
conservado en dos: siendo
que no
la
guerra. Desta
más queridos de
paz
la
que había
lo
manera passaron algunos
su señor, porque estaba
como
se huirían. Pero
muchas vezes Maleo
301
los
días
más confiado
aquella vida era forzada
se acordaba de su monesterio,
y violenta y y de los mon-
ges con quien había conversado, vínole desseo de volverse á su antiguo recogimiento y profession. Comunicólo con la mujer,
y
concertaron de huyr, y de matar dos cabrones que tenían en
y
dessollarlos, para
comer
de viento, para passar hizieron,
la
gran
el
carne, rio
los el
dos
hato,
servirse de los cueros llenos
y
que había en
el
camino; y
assi lo
no con poco temor y recelo de ser descubiertos y pressos. los ojos á mirar si alguno los
Anduvieron tres dias, volviendo siempre seguía;
y después de
los tres vieron
que venía su señor, con un criado
suyo, en dos camellos, en su seguimiento. Entráronse en una cueva, allí cerca: y por no hallar la muerte, huyendo della, y de ser comidos de alguna bestia fiera, se quedaron á una parte de
que estaba
la
cueva, sin entrar en lo interior y
amo
los vio entrar
criado
y
fugitivos.
Entró
el
la
Como
espada desenvaynada, aguardando
tomar venganza por sus manos, de criado por
la
cueva adentro,
xaba á sus espaldas, por entrar de a
della.
el
en aquella cueva, mandó baxar del camello á su
entrar en ella con
á la entrada, para
más escondido
lo claro
en
sin
los
él
esclavos
ver á los que de-
lo oscuro,
y comenzó
dar voces, y á dezir: Salid acá, desventurados, hijos de la muerte:
mirad que vuestro señor
os espera.
Retumbaba
la
voz por
las
caver-
nas de aquella cueva; á cuyo ruydo salió de lo interior una leona,
y echó sus garras didos,
Como
al
criado, á vista
de
los
dos que estaban escon-
y ahogóle, y entróse con él dentro de donde había amo vio que su criado se tardaba, pensando que
el
resistían á uno, entró
con su espada en
la
mano
furioso
salido. los
dos
y Heno de
dando vozes y reprehendiendo la tardanza del criado; mas la leona, que por voluntad del Señor había tomado á su cargo la deyra,
de Maleo y de su compañera, acometió al amo y le dexó allí muerto como lo había hecho con el criado. ¿Qué sentirían en esto
fensa
caso ios dos esclavos fugitivos, viendo de una parte plandecientes de los hombres furiosos la
ferocidad de
la
leona,
las esjDadas res-
y bravos contra
sí;
y de otra
y no sabiendo á cuyas manos habían de
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
302 morir?
Estaban quedos, encomendábanse á Dios, esperando
muerte, y temiendo menos
hombre. Pero
y de
te
de
la leona,
que
la
la
yra del
Señor
los libró
por su misericordia de
porque
la leona,
temiendo que había sido descubier-
el
la otra;
fiereza
la
la
una muer-
y que no estaba en aquel lugar segura, tomando en su boca unos pequeños leoncillos sus hijos, se fué y dexó la cueva desembarazata,
da.
De
allí
á
un
salieron los dos
passado ya
rato,
de
temor, y sossegado
el
y subieron en
la cueva,
el espíritu
camellos, que por
los
su gran velocidad son llamados dromedarios, y sustentándose con la
provisión que trahían, á los diez días llegaron á tierra del
no Imperio: y dándole cuenta Sabino, recibieron del
el
al
justo precio de los camellos: con
eo volvió á su monesterio (aunque halló muerto bía dexado)
y
se entregó á los
vo vida de monge.
A
y después andando
la
el
Roma-
Capitán de Mesopotamia llamado
el
que Mal-
Abad que
ha-
monges, y comenzó á hazer de nue-
mujer puso en otro monesterio de monjas:
muy
tiempo, siendo ya
viejos,
los
conoció
San Gerónimo (como avernos dicho) y supo de Maleo todo lo que aquí queda referido. Al cabo desta vida dize el santo Doctor estas palabras: «Esto
me
cuento yo viejo á
contó
el viejo
á las donzellas que siempre tros sucessores, para
la
guarden. Vosotros contadlo á vues-
que todos sepan que
la
castidad en los desier-
no puede estar cautiva: y que y y hombre que se entregó á Christo, bien puede morir, pero que no
tos,
el
Maleo, siendo yo mozo: y esto
por ser historia de castidad: y exorto
los castos,
entre las espadas
las bestias,
puede ser vencido.» >Esto es de San Gerónimo... Simeón Metafraste escribió
de Maleo monge, y dize que
la
sacó de otro monge, por
la el
vida
qual
entiende á San Gerónimo, refiriéndola por sus mismas palabras: y hállase esta vida en el sétimo
Tal es
la
fuente de
la
tomo
del Obispo
relación larguísima
del ermitaño Maleo, dirigiéndosela al
Lipomano.»
que pone Lope en boca
mismo San Jerónimo, cuyo
texto original hubo de tener presente, puesto que conserva las desig-
naciones geográficas de Cálquidos y Minas, Beroe
(l)
y Adessa,
omitidas por Rivadeneira y otros hagiógrafos. (i) Por errata se lee Héroe en segunda, línea 31.
la
pág. 158 de nuestra edición,
columna
COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS
3O3
El desorden increíble de este aborto dramático del gran Lope se
compensa hasta
punto con
compensación que rara vez
zos:
zas
cierto
más endebles.
A
loor de la soledad
la belleza
falta á
nuestro autor aun en sus pie-
cualquier poeta lírico honraría
que entona
lístagirita!
la
canción en
ermitaño Maleo. ¡Lástima que
el
desluzcan los cinco versos primeros, con
más que
poética de algunos tro-
la
pedantería de citar
la al
Pero Lope es siempre Lope, y aun dormitando enseña
otros despiertos.
¿Cómo,
poético, no ha de perdonarle
cuando tropieza en (Pervigilhim
ella
Vetíe7'ís,
el
que tenga oído y sentimiento pecado de esta absurda comedia, el
con versos como éstos del himno á Venus
que diríamos), entonado por
las
doncellas
romanas:
A Venus
divina
Vamos á ofrecer, No la palma ingrata Ni
el casto laurel,
Sino
Y
el
verde mirto,
revuelta en
el
Verbena amorosa, Violeta y clavel...
A Venus le pintan Dos blancas palomas Que
guían su carro
Ceñidas de rosas.
Con
arrullos
mansos
Las dos se enamoran,
Y
á criar sus hijos
Cada luna tornan.
Los peces del mar
A
amarse provocan;
Al aurora llaman
Nácares y conchas; Las fieras serpientes Abiertas las bocas,
Viendo Dejan
Y
las
murenas,
la ponzoiía...
pocas páginas más adelante, y en'género bien diverso,
llancico que principia:
el vi-
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DK LOPB DE VEGA
304
Mañanicas Del
Recordad
á
mi niño,
Que duerme
Todo bien
floridas
frío invierno,
al hielo...
considerado, ¿por qué hemos de lamentar que se haya
conservado esta comedia?
La gran columna
VI.
hasta el presente.
fogosa^
San
Magno.
Basilio el
La imprimimos conforme
al
—Inédita
manuscrito de
la Bi-
blioteca Nacional, procedente de la colección de D. Agustín Duran.
Sabemos que
existe otra copia en Inglaterra, entre los manuscritos
de
de lord HoUand. El de Madrid
la librería
los actores
que representaron
la obra.
Sería impertinente aquí una biografía del gran Padre
lumbrera de
la Iglesia griega.
Abad de
de Béjar,
cisco
detalles (i): obra la
de
lleva la indicación
Un tomo
en
folio
San
Basilio,
necesitó Fr. Fran-
su Orden, para exponerla con todos sus
más copiosa que en nuestra lengua conozco
sobre este argumento. Lope, según su costumbre, hubo de atenerse al
Flos Sanctorum del P. Rivadeneira, del cual entresacó
mática.
La
se prestaban á la composición dra-
dificultad era aquí
poco menor que tratándose de San
Jerónimo, pero fué vencida con siderado
como
tra arríanos
y
santo teólogo
gentiles,
y
mucho más
el
arte.
controversista,
admirable autor de
meron^ puede decirse que está ausente de
mina
las cir-
más fácilmente
cunstancias que
la
las
San
Basilio,
columna de
la fe
concon-
homilías del Hexae-
obra de Lope, pero
cuadro con los rayos de su grandeza, se
le siente
ilu-
por su
acción sobrenatural, por su poder taumatúrgico. Su resistencia contra el
emperador Valente ha parecido á Lope (aquí muy felizmente
inspirado) asunto nia.
En
menos
teatral
que
el
episodio de Patricio
esta leyenda, análoga á la de Teófilo, á la
más remotamente á
la
y Anto-
de Cipriano, y
de Fausto, ha encontrado nuestro poeta
el
Historia de la vida de San Basilio el Grande, Dr. de la Iglesia, Arzobis(i) po de Cesárea en Capadocia, Fundador y Patriarca de los Afondes. Con notas y disertaciones hístórico-eclesiásíicas y theologicas. Escribidla el R. P. Fr. Fran. cisco de Béjar, Lector Jubilado en Sagrada Theología, Difiniior que ha sido de su Provincia de Castilla, Abad en los colegios de Salamanca y Alcalá, y al presente. Abad de su Monasterio de San Basilio de Madrid.. En Madrid, en la .
oficina de
Lorenzo Francisco Mojados, ano de 1736.
COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS
3O5
verdadero drama, desarrollándole con cierta sobriedad, que concon
trasta
acumulación de elementos que confusamente suele
la
hacinar en sus comedias de santos. La leyenda, Rivadeneira, es de esta suerte
el P.
como
tal
«Tenía un caballero principal llamado Proterio una
y
virtuosa
al
Señor.
la refiere
(l):
hija donzella
desseossa de hazerse monja, y consagrar su virginidad
y Mas
demonio, como enemigo de
el
tro bien, incitó á
la
y de nues-
castidad
un criado del mismo Proterio, para que
preten-
la
diese por mujer: y porque no se atrevía á pedirla, por ser su suerte y condición tan desigual, por medio de un Mago, ó Nigromántico, por alcanzar lo que tanto desseava, prometió al demonio vassallaje,
y
y firmada de su mano, renunciando
dio cédula dello, escrita
le
al
bautismo que había recebido y negando á lesu Christo nuestro Señor. Permitió Dios que la
donzella,
mismo
criado,
que se de sus
y que
le
}'
elfa se
y
el
ella se casó,
su
y después entendió que aquel
hazía obras de Christiano. Sabida
la iglesia, ni
pacto que había hecho con
el
demonio,
dose carne, y llorando su desventura, vino á San el caso.
amor de
que con lágrimas y gemidos pidiesse á su padre si no la quería ver luego muerta delante
En suma,
ojos.
causa
demonio tuviesse poder para tentar á
diesse por marido,
hombre no entraba en la
el
abrasasse en vivas llamas de
El Santo animó á aquel
hombre
la
mujer hazién-
Basilio,
y
le
contó
miserable, que desesperaba
ya de su salud, y creía que no podía ser perdonado, para que confiasse en la bondad infinita del Señor, y se echasse en sus amorosos brazos. Encerróle en un aposento, hízole ayunar, púsosse en oración,
y después de muchos
de horribles vozes y
assaltos
aullidos,
que
que le
le
dieron los demonios,
dezían que
él
y
había venido á
ellos, y no ellos á él, y que no se podía escapar de sus manos, porque tenían su cédula por prenda de su homenaje, fijeron tan efica-
ces las oraciones de San Basilio, que aquellos monstruos infernales, forzados dellas, restituyeron
por
el
ayre
allí
la
delante de todo
estaba levantadas
las
manos
cédula de aquel hombre, echándola el
pueblo, que por orden del .Santo
al cielo
puesto en oración.
y después de haberle reconciliado con (t)
que
Flos Sanctorum, á 14 de Junio.
es la
Tomo
la Iglesia,
i,
Y él la rasgó,
viéndole arrepen-
pág. 403, de
la
edición de 1623,
que uso siempre.
Menkndez t
Vv-hk-í o.— Estudios sabré el Teatro de
Lo^e de Vega.
20
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
306
y penitente de
tído
su grave culpa,
comunión, amo-
hizo dar la
le
nestándole de lo que en adelante debía hacer.»
No menos sear verbosa
de
seis
columnas emplea
y lánguidamente
la primitiva biografía del el
el P.
Béjar
(i)
para parafra-
esta sencilla relación, contenida
ya en
Santo que por mucho tiempo anduvo con
nombre de Anfiloquio, Obispo de
Iconia.
Pero he preferido
el
sobrio relato del jesuíta toledano, así porque contiene todas las cir-
cunstancias esenciales,
tuvo á
Con rés,
como porque fué probablemente
que Lope
el
la vista.
Lope un drama, en que hay
estos elementos construyó
pasión y algunos rasgos de alta poesía. Tal es
final del
la
segundo acto, cuando Patricio ve logrado su amoroso ¡No
Que
lo
á fe
inte-
exclamación afán:
compré yo de balde; que me cuesta el alma!
Tal, sobre todo, la terrible escena del acto tercero entre Patricio
y Antonia, donde se encuentran frases que, por caso singular, tienen coincidencia con otras de Goethe en la escena del jardín de Marta: ANTONIA
Vamos, mi
Patricio, á misa;
Ea, mi bien, ven conmigo... PATRICIO
Allá quisiera
ir
contigo,
Mas tengo mucho que Ea, pongan
¡No, por
mi
¡Conmigo á
¿No
^i)
vida,
mi
la iglesia
bien!
ven!
te alegra y alboroza
Oir tocar
Que
hacer...
la carroza.
las
campanas
repican de alegría?
Páginas 205 á 208: «Fnirega wi hombre su alma al demonio ciegamente do?icella, y vuelve el Príncipe del Abysmo la cédula fir,
enamorado de una noble
mada
de su ?nano, de la esclavitud qtie
de Saít Basilio*.
le
habia hecho á instancias de las oraciones ^
COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS PATRICIO
¡No puedo, por vida mía!
Pues pensaré
no vienes
si
Que
vas á darme pesar,
Yá
ver alguna mujer...
Déjale, no le detengas;
Que yo ...
sé bien
que es en vano.
¡Oh, gran mal!
¡Oh, bodas siempre infelices!
ANTONIA
¿Qué
dices, Fulbino?
Digo
Que
dicen que no es cristiano
Patricio.
ANTONIA
Pues ¿qué
es? ¿arriano?
FULBINO
No. mas de Dios enemigo.
ANTONIA
;Cómo?
No Por
quiere pasar
la iglesia,
Como
sin
antes rodea;
pensar
Ya echa por otro Jamás se quita
Á
la
Cruz, ni
la
el
misa...
sombrero
hombre
Hacer reverencia á Ni oír
vea,
lugar.
le
ha visto
Cristo.
3O7
308
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
Ya lo sospechaba yo; Que al acostarte á mi lado, No te santiguas, ni tomas Agua santa con
las
manos.
Jamás has nombrado á Dios Por ningún extraño caso,
Nunca á su Madre bendita; Ni te he visto su
Compárense con i/i ^'s
las
rosario...
preguntas de Margarita á Fausto en
Garfen. MARGARITA Versprich mir, Heinrich.
FAUSTO
¡Was
ich kann!
MARGARITA
Nun
Du
sag',
wie hast du's mit der Religión?
bist ein herzlich guter
Allein, ich glaub',
Mann,
du háltst nicht
viel
davon.
FAUSTO Will niemand sein gefühl und seine Kirche rauben.
MARGARITA
Das
ist
nicht recht;
man muss dran
glauben!
FAUSTO
Muss man? MARGARITA
Ach, wenn ich etvvas auf dich konnte!
Du
ehrst auch nicht die heiligen Sakramente.
FAUSTO Ich ehre
sie.
el
Mar-
COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS
3O9
MARGARITA
Doch ohae Verlangen. Zur Messe, zur Beichte Glaubst du an [i)
Véase este pasaje en
la
du laage nicht gegangen.
bist
Gott?... (i).
•
apreciable traducción poética de nuestro don
Teodoro Llórente: MARGARITA Promete, Enrique, una cosa Decirme.
FAUSTO
Como
en mí
esté,
Prometo.
MARGARITA jCuál es lu
Es
fe?
duda que me acosa. tienes buen corazón,
la
Tú Tu
conciencia es recta y pura, ¡ay. Dios! se me figura
Pero
Que
te falta religión.
No
quiero
De
robar la
A
el triste fe
placer
y la calma
nadie...
MARGARITA Requiere
Algo
el
alma
más...
FAUSTO ¿Qué más?
MARGARITA Creer. Si valieran para
Mis cariñosos
ti
acentos...
Tú, los Santos Sacramentos
No
veneras y honras.
FAUSTO Sí.
MARGARITA
Mas sin ir de ellos en pos: Ni te confiesas jamás. Ni á misa siquiera vas: Di, Enrique, ¿crees en Dios?
Claro es que
falta
en Lope
seguido encaja Fausto; pero la
el
como
sermón panteísta que á renglón la
naturaleza
humana
misma, ambos grandes poetas han coincidido en
la
es
siempre
delicada obser-
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
3ÍO
vación de esta duda, tan natural en
el
ánimo de una mujer creyente
y enamorada. Los demás lances de
comedia proceden de
esta
los
siguientes
párrafos del Flos Sanctoriim de Rivadeneira:
«También
fué gran milagro el
que sucedió con San
Siró, Diácono: el qual fue tan santo
Basilio á Efren
varón y tan ilustrado de Dios,
y escribió tan altamente de las cosas divinas, que (como dize San Gerónymo), después de las sagradas letras, se leían sus obras en las con grande reverencia y admiración. Estando, pues, Efren soledad, vio una columna de fuego y oyó una voz que le dixo
iglesias,
en
la
que aquella columna era
gran
el
y Vino
Basilio,
mandó que
le
bus-
le
á Cesárea: entró en lai y se aprovechasse de su dotrina. donde estaba el Santo, y sin descubrirse, fué conocido por revelación divina de San Basilio, cuya boca, quando cantaba el oficio
casse
iglesia
divino, parecía á Efren boca de fuego: lio
Y
una paloma que
aunque no
Basilio
mismo
el
los
que Efren, por
poder hablar
la
vio sobre la diestra
de Basi-
y avisábalo que había de predicar. el conocimiento que tuvo con
inspiraba
Efren, contando
que
lo dize, el autor
anda impresa en re
le
y
de San
escribió la vida
Basilio,
tomos de Surio con nombre de Anfilóquio,
las
que
refie-
oraciones de San Basilio, alcanzó el entender y
lengua griega,
como
él
mismo
se lo había pedido...
»Dize más: que con sus oraciones alcanzó de Dios perdón de sus
pecados á una mujer noble y sido lasciva
y deshonesta, y
y maldades. vida,
y
Esta, tocada de la
la lloró,
acordaba,
y
rica,
y
escribió
que con nombre de viuda, había
soltado la rienda á todo género de vicios
mano
del Señor, conoció su mala
en un papel todos sus pecados de que se
sellados los dio á
San
Basilio,
rogándole que suplicasse
á Nuestro Señor que los borrasse de aquel papel, para que ella entendiesse
que
se los había perdonado.
Oró
borrados, sino fué uno solo, que era
ya San
Basilio,
poniendo
el
el
el
santo,
y todos parecieron
más grave. Después, muerto
mismo papel sobre
su cuerpo, quando
le llevaban á enterrar, se halló borrado aquel pecado,
más, por la
los
como
los de-
merecimientos del santo y por la fe y lágrimas con que lo pidió.» (Episodio de Layda en Lope de Vega.)
pobre mujer se
»Otro milagro no menos notable trae el mismo historiador, y Juan Zonara, autor griego, escribe en sus Anales, que declara más
3II
COMEDIAS DE VroAS DE SANTOS la eficacia
de
oración de San Basilio
la
Dios obraba por
ella.
Había mandado
una
iglesia á los católicos
jes.
Los
pla
y
en
la
Basilio
Emperador que
suplicasse al
habló, rogó, importunóle,
Mandad
> fuera
y
se
les volviesse su
cerrar esta iglesia,
pongan en oración: y
fe
y
y que si
>da se abriesen de suyo, sea dellos >nosotros haremos oración,
y
si
las
los
Emperador. Hízose
este partido al
él le
deter-
de vuestra secta estén
puertas de
la iglesia,
y
la iglesia cerra-
si
no se abriesen,
se nos abriesen, sea nuestra,
iglesia
la
Em-
dixo: «Señor,
libertad le
»se quedasen cerradas las puertas á los unos
>nos contentaremos que
Fué,
iglesia.
en manos de Dios, para que
este pleyto
jmine.
que fuesse á Constantino-
y no pudo alcanzar nada del hereje
perador. Entonces Basilio con gran
«pongamos
emperador Valente quitar
ciudad de Cesárea y darla á los here-
San
católicos pidieron á
que
las cosas maravillosas
y el
y
si
á los otros, nosotros
y quede por suya». Pareció bien assi,
cerráronse las puertas, y
árdanos hizieron una larga y prolixa oración, y quedáronse cerradas. Vino la tarde de aquel dia, y aviéndose retirado los here-
los
jes,
San
Basilio,
con
los católicos hizo su oración,
cerrojos se quebraron
y
y luego todos
los
puertas se abrieron de par en par, con
las
gran consuelo y gozo de los católicos y espanto de los herejes; de los quales muchos se convirtieron por este milagro, aunque el Em-
perador Valente siempre se quedó empedernido y obstinado...
•Desseó particularmente
el
favor del Espíritu Santo para alabar á
Missa con oraciones y palabras propias suyas, y después de haber tenido una éxtasi y revelación sobre lo que desseaba, le
Dios en
la
que pedía, y escribió la Missa que se llama primer dia que celebró por aquel nuevo orden,
fué otorgada la gracia
de San
Basilio;
baxó sobre
y
el
un grande resplandor, y permaneció hasta que acabó Otra vez, estando celebrando, se enxirió y juntó con
él
el sacrificio.
los christianos
que
allí
estaban, un judío (con curiosidad de ver lo
tiempo de frangir y partir la hostia, vio en manos y de San Basilio un hermosísimo niño, que juntamente se dividió.
que se
hazía),
Movido de
lo
al
que había
visto, se llegó á
comulgar con
recibió la hostia consagrada, convertida en carne.
rable caso entendió
la
Y
los otros,
verdad de aquel sagrado misterio, y
siguiente vino á .San Basilio
y
con este admiel dia
y fué del bautizado con toda su familia.
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
312
De
las
aprobaciones que acompañan
es prueba de
que fuese compuesta entonces.
VIL El Divino en
la
manuscrito de esta come-
al
que en 1629 se representó en Plasencia; pero esto no
dia, se infiere
segunda
Africano.
lista
— Incluida con
el título
de San Agustín
de El Peregrino (1618). Publicada por Lope en
Décimaoctava parte de sus Comedias (1623), con dedicatoria
la
Obispo de Oporto D. Rodrigo
Llamó Lope tragicomedia conversión de San Agustín,
al
INtascareñas.
Su
á esta pieza. tal
como en
principal asunto es la
sus Confesiones se refiere.
El acto tercero contiene otros hechos de su vida.
Las Confesiones han sido siempre
libro
popular en España, y lo eran
sobre todo en tiempo de Lope. Leíanse, ya en su original, ya en versión de Fr. Sebastián Toscano, ya bella
y
más comúnmente en
castiza del P. Rivadeneira (l), sustituida en el siglo
sin ventaja
de
la
lengua, aunque
sí
de
la
fundada en texto más correcto), por
El Divino Africano
la
la
muy
pasado
exactitud de la versión (como
la del P.
Eugenio Zeballos.
es por todos conceptos
muy
superior á El
Cardenal de Belén. Los dos primeros actos, sobre todo, merecen
mucha
alabanza.
Son
verso, la escena de
bellas
de todo punto, y en género
San Agustín con
muy
di-
apasionada africana, madre
la
de Adeodato: Notable cosa es tener
Á y
el
diálogo
sia, sin
tía
y
un hombre letrado
amor...
lágrimas de Santa Mónica.
Hay demasiada controver-
duda: condición inexcusable del asunto; pero ¡cuánta valen-
y plenitud en algunas
octavas!
Cuando dice
la
Esposa que venía
Saltando excelsos montes
Fué que por una y
el
Esposo,
otra jerarquía
Atravesaba Dios todo amoroso;
Tanto estimó tomar carne en María,
Que
antes
el cielo
y tierra y mar undoso al hombre,
Crió para su Madre; y tanto
Que
su forma tomó,
tomó su nombre.
(i) Está en la Segunda parte de sus obras (Madrid, por Luis Sánchez, 1604), páginas 724 á 858.
COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS Si fuera serafín,
Á
¿cómo tomara
cuestas una cruz, sin cuerpo humano,
En
Y
cuyos hombros su rigor cargara,
mano?
se enclavara su divina
Aquella fué
Con que
la sierpe
Israel y el
de
la
vara
mundo quedó
Ese cuerpo divino entró en Para dejar
puerta franca
la
Bien es que
Que Que
Y
313
el cielo
el
sano;
el cielo al
suelo.
primer hombre Cristo
abriese y
que en
fuese,
el cielo entrase.
teñido de púrpura subiese,
que
el
ángel de verle se admirase...
Agustín, los defectos del sentido
La
A
fe los suple:
quien á Cristo adora,
su divina fe preste el oído;
Que quien más Son
Con
sabe, para Dios ignora...
verdades argumentos breves;
las
ellos para el cielo te conquisto;
Revela Dios tan escondidos hechos
Á
los
humildes y pequeños pechos...
Estos dos primeros actos contienen
nada pierde por ser teológico):
los
el
verdadero drama (que
pasos de
la
conversión de San
Agustín hasta su bautismo en Milán.
En
el
acto segundo
monólogo que precede
merecen
ser notadas algunas décimas del
al tolle et lege:
¿Hasta cuándo, gran Señor,
Te
has de olvidar de Agustín,
Y cuándo
veré yo
el fin
Deste mi confuso error? ¿Hasta cuándo este rigor
De mi
dureza tirana
Dirá: «Mañana, mañana»?
¿Y cuándo querrás que un día Llegue
A
la
miseria mía
tu piedad soberana?
Hasta cuándo diré: «Voy,
Espérame, buen Jesú». ¿Y cuándo me dirás tú: «Ven, Agustín, que aquí estoy»? ¿Hasta cuándo, pues que soy
*
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
314
Hoja que arrebata
Tendré
sin
el
viento,
sufrimiento?
ti
(Y cuándo tendrás piedad
üe mi
Y
ciega voluntad
mi errado entendimiento: Apresúrate, Señor:
Ven, mi bien: llégate Para que
me
Con respeto y
De
la
flecha
Herido
A
V03'
a mí,
acerque á
de
ti
temor.
sin
tu
amor
tiernamente
tu divina corriente;
Que aunque
cinco fuentes veo,
La del costado deseo Porque es amorosa fuente.
Yo te buscaba, Señor, En las cosas temporales... Aquí, como en otras partes, Lope se asimila con bastante
dad
el
bió con
tono encendido de tal
las literaturas
Lo que
las Confesiones,
mezcla de emoción y sutileza
modernas,
faltó á
felici-
en que San Agustín escri-
primer libro íntimo de
el
anecdótica de su alma.
la historia
nuestro poeta fué reflexión suficiente para limitarse
á esta tragedia interior, y los preciosos materiales
ahondando más en
que tan á
la
mano
aprovechar todos
ella,
tenía;
pero trabajando
con su genial precipitación, que parece subir de punto en
las
come-
mayor parte de ellos, y en cambio añay desdichadísimo, en que, agarrándose á un Flos Sanctoruní cualquiera, acumuló los milagros del Santo después dias sagradas, dejó intactos la
dió un tercer acto inútil
de su elevación
al
episcopado, tratándolos de
irreverente con que solía hacerlo,
y en
la
puede imaginarse. Una obra que, terminando en
como hoy
está,
manera directa é
la
forma más descosida que el
segundo acto
tal
hubiera sido buena sin ser de primer orden, vino á
quedar reducida por este impertinente remiendo á una vulgarísima
comedia de santos, llena de apariciones y tramoyas. En pleno teatro cura el santo á una endemoniada; disputa con el propio Satanás, que le revolvía sus libros;
y
se levanta en éxtasis
mirando un sol en que estará pintada
la
con
la
pluma en
la
Santísima Trinidad.
dio de esta manera tosca y primitiva de llevar á
la
escena
lo
mano,
En me-
sobreña-
COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS tural, se salvan
algunos trozos por
ingenuidad del
estilo,
el
limpieza de la versificación
la
siendo de notar especialmente
niño que quería encerrar ea una concha toda
De
esta parábola hizo
mas
315
el
En
las riberas del
mar
Se paseaba Agustino, Altos pensamientos tiene, Hijos de su ingenio altivo.
Lo que presume Ningún mortal
Cómo
es Dios
Siendo en
las
entender,
lo
ha entendido:
uno en
esencia,
%
personas trino;
Cómo es el Padre Y cómo engendra
increado,
á su Hijo
Eternamente, y procede De los dos el Santo Espíritu...
Cuando Volvió
está
el
pensando en
rostro, y vio
Sentado estaba en los pies
arena
la
de un pardo
Ensortijado
ello
que un niño
risco.
el cabello,
Largo, rubio, crespo y rizo,
Y
en dos
por ojos
estrellas
Engastados dos
zafiros;
Como marfil terso el Y de rubíes ceñidos
rostro,
labios, que parecían Venda de grana de Tiro. En coger agua del mar
Los
El niño está divertido
Con una madre de
perlas,
Concha de su nácar limpio. «¿Qué haces (dice Agustín;
Niño hermoso, en cbte
Que me da
pena,
si
sitio.
acaso
Vas de tus padres perdido?» Mirándole
las espaldas,
Pensó hallar su nombre
Mas solamente en
la
escrito;
cruz
Tuvo su rótulo Cristo. «No estoy en vano (responde},
la
encuentro con
agua del Océano
Lope un hermoso romance que
sacras:
Á
el
y
está
en sus Ri-
3l6
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA.
Que
reducir solicito
El mar inmenso que ves
A este
pequeño resquicio».
Agustino •
le
responde:
cNo
te canses,
Que
es imposible agotar
Niño mío;
El mar inmenso en mil siglos».
«Pues
Que
mismo me parece
lo
hacéis vos, padre
Porque es saber Proceder en
lo
(le dijo),
que
es Dios
infinito.
Que como el mar Océano No es posible reducillo Con esta concha á esta quiebra, Ni agotar su inmenso abismo, Así vos
el
mar de Dios,
Eterno é incircunscripto.
Con vuestro ingenio mortal, Aunque ingenio peregrino». Quedó Agustín admirado
Y
humildemente advertido,
Que no
fuera Dios quien es
Si fuera
Dios entendido.
Quiso
Niño responder,
Y
no
al
le halló
cuando quiso,
Desengañado que Dios
No
cabe en mortal sentido.
Desde entonces escribió
Que
era
más seguro
El creer que
Que Dios
el
asilo
entender;
se entiende á sí
mismo.
Otra comedia de ¿"aw Agustín se cita vagamente en los catálogos, con nombre del licenciado D. Jerónimo de Villayzán y Garcés. No la conocemos; quizá sea esta misma de Lope, ó refundición de ella.
FIN DEL
TOMO
I
índice Páginas.
— Observaciones generales — Autos y coloquios — Comedias de asuntos de la Sagrada Escritura IV. — Comedias de vidas de santos I.
I
II.
21
III,
índice
De la presente edición de las «Obras completas» del Exorno. Sr. D. Marcelino Menéndez y Pelayo, se imprimen 25 ejemplares en papel japonés, y 100 en papel de hilo, con filigrana propia.
No se venderán por separado los tomos de ninguna de estas ediciones especiales. La persona que adquiera el tomo i de una de ellas, se entiende comprometida para los siguientes, hasta que se dé por terminada la publicación de todas las obras.
OBR AS COMPLETAS DE
MARCELINO MBNÉNDEZ Y PELAYO
DüiN
EDICIÓN DEFINITIVA, REVISADA POR EL AUTOR
TOMOS PUBLICADOS Tomo > » »
I.
\\.
— Historia de —
los
Heterodoxos españoles. 'Y.ovaoY. Madrid, 191
Historia de la Poesía hispano-americana
.
Tomo Tomo
I.
— Historia de la Poesía hispano-americana IV. — Historia de la Poesía castellana en la Edad Media.
III.
.
II.
1.
Madrid, 191
1.
Madrid, 1913.
Tomo
I.
Ma-
II.
Ma-
drid, 191 1-1913. »
V.
»
VI.
— Historia de la Poesía castellana en la Edad Media.
Tomo
drid, 1914.
— Historia de la Poesía castellana en la
Edad Media. Tomo
III.
Ma-
drid, 1916. »
» >
«
— Historia de los Heiorodoxos españoles. Tomo Madrid, 19 17. Madrid, 19 18. VIII. — Historia de los Heterodoxos españoles. Tomo IX. — Ensayos de critica filosófica. Madrid, igiS. Madrid, 19 19. X. — Estudios sobre el Teatro de Lope de Vega. Tomo II.
VII.
III.
I.
EN PRENSA Estudios sobre
el
Teatro de Lope de Vega.
Historia de los Heterodoxos españoles.
Tratado de
los
romances
viejos.
Tomos
Tomo
IV.
II
y
III.
#-v
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