Obras completas

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ITALIA-ESPAÑA

EX-LIBRIS M. A. BUCHANAN

PRESENTED TO

THE LIBRARY BY

PROFESSOR MILTON

A.

BUCHANAN

OF THE

DEPARTMENT OF ITALIAX AXD SPAXISH 1906-1946

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE

LOPE DE VEGA POR

El.

DOCTOR

DON MARCELINO MENÉNDEZ Y PELA YO

EDICIÓN ORDENADA Y ANOTADA

DON ADOLFO BONILLA Y SAN MARTIN

TOMO

1

MADRID LIBRERÍA GENERAL DE VICTORIANO SUÁREZ CALLE DE PRECIADOS, 48

1919

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2009

with funding from

University of Toronto

http://www.archive.org/details/obrascompletas10men

OBRAS COMPLETAS DEL EXCMO. SEÑOR

DON MARCELINO MENENDEZ Y PELAYO

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE

LOPE DE VEGA

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ESTUDIOS SOBRE

F.L

TEATRO

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LOPE DE VEGA POR EL DOCTOR

DON MARCELINO MENKNDEZ Y PELAYO

EDICIÓN ORDENADA Y ANOTADA POR

DON ADOLFO BONILLA Y SAN MARTÍN

TOMO

1

MADRID LIBRERÍA GENERAL DE VICTORIANO SUÁREZ CALLE DE PRECIADOS, 48

1919

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ES

Madrid— Establecimiento

PROPIEDAD

tipográfico de Fortanet, Libertad,

29.—Teléfono

99»-

I

OBSERVACIONES GENERALES

La primera

dificultad

que se ofrece á quien intenta ordenar para

edición ó para estudio las innumerables producciones de

Vega,

duda,

es, sin

la

Lope de

de someterlas á alguna clasificación racional

y metódica. Comencemos por separar las obras no dramáticas, que es fácil agrupar por géneros, y aun por orden cronológico, ya de composición, ya de publicación. La verdadera dificultad está en

el

número relativamente exiguo de comedias y de fecha, y no son muchos más aquellos cuya época apro-

Teatro. Sólo un

autos tiene

ximada puede conjeturarse por alguna circunstancia extrínseca ó por alguna alusión de su propio contexto. Las

listas insertas

Peregrino en su patria sólo nos permiten decir que

comedia extensa

es anterior á lista

1604 ó á 1618; pero ^un

la

tal

en El

ó cual

segunda y más

sólo nos da 333 títulos, correspondientes en gran parte

hoy desconocidas. Del orden seguido por Lope de Vega tomos ó partes de su colección (que sólo dirigió por sí mismo

á comedias

en

los

desde á

la

parte novena en adelante), nada puede inferirse en cuanto

la

cronología,

manuscritos á tos los

la

pues es cosa averiguada que fué enviando los

imprenta conforme

más antiguos con

le

vinieron alas manos, revuel-

más modernos, como

los

hecho de aparecer impreso en

la

lo

prueba

el

parte 14.^ El Verdadero amante^

y en la 18.^, La Pastoral de Jacinto, obras de las cuales, por testimonio del mismo Lope, sabemos que casi pertenecen á su infancia. El orden cronológico, pues, sabido respecto de

muy

pocas piezas

é ignorado en todas las restantes, sería el

más completo y

desorden

vasto. Flay

se aplicara á

si

un repertorio tan

otro principio de clasificación se

menos

instable

y

cabal

que buscar

sujeto á error,

y ya

han hecho loables tentativas para encontrarle. Ante todo, había

que hacer

el

inventario de las piezas dramáticas de

que podemos

Lope de Vega

sus títulos.

y de aquellas otras que sólo conocemos por Esta empresa, tan ardua y delicada por la acumulación

de

dobles, falsas atribuciones, partes apócrifas ó extrava-

títulos

leer hoy,

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

4

gantes^ y, finalmente, por la existencia de comedias de distintos

autores sobre un llevada á cabo, J.

mismo por

el

asunto, fué acometida,

benemérito

bibliófilo

y en gran parte ya difunto,

inglés,

R. Chorley, en un catálogo alfabético que formó en 1857, y confió

manuscrito á D. Juan Eugenio Hartzenbusch, para que lo insertara

en

el

y último volumen de

cuarto

de Vega

(vol.

en 1860). El

de

la

de

lii

Sr.

la

Hartzenbusch, asistido por D. Cayetano Alberto

Barrera, hizo algunas adiciones

de darlo á

del Sr. Chorley antes

mismo

Sr.

Comedias escogidas de Lope

las

Biblioteca de Autores Españoles^ impreso

La Barrera en

gráfico del antiguo

la

y

rectificaciones en el índice

estampa,

!Mr.

otras introdujo el

su excelente Catálogo biográfico

Teatro

y

biblio-

español^ publicado por la Biblioteca

Nacional en aquel mismo año. Pero todavía

de

y

aplicación

la infatigable

Chorley encontraba dos años después materia copiosa para

nuevas observaciones, que primitivo, obsequiando

démico de

le

sirvieron para refundir su catálogo

con esta refundición á nuestro insigne aca-

Historia D. Pascual de Gayangos, á cuya probada

la

generosidad debemos comunicación de tan importante trabajo. Antes

de pasar adelante, Mr. Chorley nados á

el

lícito

homenaje de gratitud que

los escritos

bibliógrafos, ni

nos será tributar á le

la

buena memoria de

deben todos

los aficio-

de Lope, puesto que ninguno de nuestros

La Barrera mismo, ha hecho tanto por

ción del repertorio de nuestro gran poeta,

como

lo

la

depura-

que llevó á

mino aquel modesto aficionado extranjero, reducido

casi

tér-

á los

recursos que pudo encontrar en las bibliotecas inglesas.

El catálogo de Chorley, pues, en su forma última, es hoy

el

punto

de partida más seguro para toda investigación; pero de ningún

modo puede mucha

considerarse

como

importancia, ya en

la

definitivo. Hallazgos posteriores

de

colección de manuscritos que perte-

y están hoy en la Nacional de Madrid (manuscritos que Barrera sólo pudo examinar muy ligeranecieron á

la

mente), ya en

Parma

(l),

biblioteca de Osuna,

la biblioteca

particular de S. M.,

ya en otros depósitos públicos y

ya en

la

particulares,

Palatina de

han aumen-

Véase el interesante opúsculo recientemente dado á la estampa por profesor Antonio Restori con el título de Una Collezione di commedie di

(i) el

Lope de Vega Carpió (In Livorno, dalla Tipografía Francesco Vigo, 1891).

OBSERVACIONES GENERALES tado considerablemente

conocidas hasta hoy,

el

número de obras dramáticas de Lope

paso que otras han pasado á

al

muchas

apócrifas. Exige, por tanto,

las

parte material,

han de

el

hoy emprendemos

y

otras

aun en

muchas

alfabético,

ción de las comedias de

La

Barrera, proceden

sin intentar siquiera la clasifica-

Lope por géneros ó asuntos. Como esta sí misma en todo estudio crítico, no

impone por

han dejado de ensayarla en mayor ó menor escala

los historiadores

que más largamente han discurrido sobre

Lope, comenzando por Schack

(2)

y Ticknor

las

obras de

y continuando con

(3),

novísimos historiadores alemanes de nuestra escena, J.L. Klein

los

y Adolfo Schaeffer guno de

ellos,

la

se nos

curso del larguísimo estudio que

el

Pero, además, Chorley, y á su imitación

literarios

categoría de

(l).

meramente por orden clasificación se

la

rectificaciones,

trabajo del erudito inglés,

presentando durante

ir

5

(5).

ni cabía

Pero como no ha sido

la

(4)

intención de nin-

en los límites de sus obras, que son de

carácter tan general, examinar uno por uno todos los productos de la

monstruosa actividad de Lope, y dar á cada cual de

y adecuado lugar en una

pio

clasificación, sino

tarse á escoger unas cuantas piezas

como

ellos su pro-

que han debido

tipo ó

limi-

paradigma de cada

la nueva edición del Catálogo de Chorley, aumentada y ordeProfesor Hugo A. Rennert en su Bibliography of the dramatic Works of Lope de Vega Carpió (Revue Hispanique^ tomo xxxiii. núm. 83; Consúltese también, acerca de Lope de Vega, el libro del mismo 1915). Sr. Rennert: The Ufe of Lope de Vega, Glasgow, 1904; y su estudio: The

Véase

(i)

nada por

el





f

Slaging o Lope de Vega's Comedias (Revue Híspaniqtie, tomo xv; 1907). Lo más reciente es el profundo estudio del Profesor Rodolfo Schevill: The

dramatic art of Lope de Vega: University of California Press, Berkeley, 1918. (A. B.)

und Ktinst in Spaítien. Von Adolph Main, Joseph Baer, 1S54), tomo 11, páginas 263 á 415.— Trad. castellana de D. Eduardo de Mier (Madrid, 1887), (2)

Geschichte der dramatischen Literatiir

Friedrich von Schack

tomo

III,

(Frankfurt

a.

págs. 7 á 207.

History o f Spanish Literature, 'Lonáon, 1863, tomo n, págs. 193 á 259. Trad. castellana de D. Pascual de Gayangos y D. Enrique de Vedia (Madrid, (3)

1

85

i),

tomo

II,

págs. 302 á 380.

Drama' s... ix. Das Spanische Drama. Leipzig, T. O. Wei1872 y 1874, tomo iii de la parte española, págs. i á 529. Geschichte des Spanischen National Dratnas... Erster Band. Die Periode (5) Lope de Vega's. Leipzig: J. A. Brockhaus, 1890. (4)

gel,

Geschichte des

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

6

género, sus ensayos, aunque fructuosos, no bastan para darnos cla-

de Lope, como tenemos ya

sificado el teatro

el

de Calderón mer-

al detallado y analítico estudio de Valentín Schmidt. Recientemente ha aparecido en Alemania un ingenioso y concien-

ced

zudo proyecto de clasificación de debido

al

comedias de Lope de Vega,

las

doctor Guillermo Hennings, y por

nente Volmoller

(l).

él

dedicado

emi-

al

La oportuna publicación de tal estudio, que? ya vencidas las mayores dificultades, ha

sin ser completo, presenta

simplificado no

poco nuestra

tarea,

bien distamos

si

mucho de

acep-

Dr. Hennings, ni menos

el

Presentaremos, pues, aunque sólo sea en sus líneas generales,

el

tar todos los

grupos introducidos por

el

orden en que los coloca.

cuadro de divisiones dentro del cual van á imprimirse en sente edición (2)

las

tiempo en discutir

pre-

obras dramáticas de Lope de Vega, sin perder

la clasificación del

damos por superior que

la

el

Dr. Hennings, que desde luego

á todas las anteriores,

y que utilizaremos más

las restantes.

Ante

todo, hay que separar las piezas cortas que no son

dias, es á saber, los autos, coloquios, loas

come-

y entremeses. Los autos

se distinguen en sacramentales ó del Corpus,

y autos

del Naci-

miento. Los coloquios y otras piezas cortas de índole religiosa pueden formar otro grupo; pero son tan pocos, que no hemos tenido

reparo en intercalarlos entre los autos, atendiendo á razones cronológicas. certeza.

pañan que

él

Respecto de

y entremeses^ poco puede decirse con Lope negó rotundamente que fuesen suyos los que acomlas loas

tomos I, VII y viii de sus coinedias; «loas y entremeses no imaginó en su vida» (3), dice. De los que van con sus

á los

autos en las Fiestas del Santísimo Sacramento (Madrid,

por

lo

menos son de Luis de Benavente,

lo cual

1644), dos

da poca seguridad

(i) Studien zu Lope de Vega Carpió. Eine Klassifikation seiner comedias, van Dr. Wilhelm Hetmings. Gbtúng&n.^ Vandenhocek & Ruprecht's Verlag, 1891. No ha de olvidarse que éste y los siguientes Estudios de Menéndez y (2) Pelayo salieron á luz, como Observacioties preliminares de los volúmenes de Obras de Lope de Vega publicados por la Real Academia Española, desde

1892 hasta 1902. (A. B.) (3) tores.

'Pvóiogo

ác

Idi

Décimaquinta parte (Madrid, 1621), El Teatro á

los lec-

OBSERVACIONES GENERALES

7

respecto de los restantes, además de notarse en ellos estilos diversos. Pero

como

muy

quiera que tales entremeses y loas, aunque no

se?in de Lope, son inseparables de sus comedias y de sus autos por

haberse representado con las ediciones antiguas,

y

ellas,

hemos respetado

para que resulte

se tenga idea de todos los

lugar que les dan

el

y fiel la nuestra, accesorios que acompañaban entonces así íntegra

á una representación sagrada ó profana. Pero ocasión habrá de vol-

ver sobre

esto.

Tras de los autos sacramentales y de Natividad, y tras quios de devoción, entra

copiosísima de las comedias

la serie

vulgarmente dichas comedias de Santos. Aquí

giosas,

los coloreli-

la clasifica-

ción es bien obvia: a)

Comedias fundadas en asuntos del Antiguo Testamento.

ó)

Comedias fundadas en asuntos del Testamento Nuevo. Comedias de vidas de Santos y otras personas piadosas. Comedias fundadas en leyendas ó tradiciones devotas, que

c)

d)

no tienen valor canónico,

ni histórico, ni hagiográfico.

Las obras de temas bíblicos

que sus argumentos ocupan en zando,

como

es natural,

con

irán los

La

ordenadas conforme

vidas de Santos dramatizadas,

época en que ñoreció cada uno de límite,

puede hacerse con

ridas á

determinado tiempo.

las

lugar

Sagrados Libros. Libros, comen-

Creación dsl

mer hombre^ y terminando con El Vaso de las

al

el

mundo y culpa elección

San

del pri-

En

Pablo.

orden está impuesto por

y

ellos,

lo

mismo, hasta

la

cierto

leyendas piadosas, cuando están refe-

Tiene Lope un número relativamente escaso de obras de asunto mitológico, y otro no

mayor de

historias clásicas

y Roma, ó de pueblos modernos

cia

distintos

de Oriente, Grede España. Tres

nuevas secciones comprenderán, por tanto: e) (i)

Las comedias mitológicas.

/)

Las comedias sobre argumentos de

g^

Las comedias de historia extranjera.

Con

esto

(j)

por

e.

podemos penetrar en

El original: (A. B.)

d,

la serie

la historia clásica.

más opulenta y más

carac-

y continúa correlativamente; pero es manifiesta errata,

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

o

terística del teatro

rece

el

de Lope, en aquella donde más de resalto apa-

elemento épico á que debe este teatro su fuerza radical y su

vitalidad poderosa, en los dramas,

y tradiciones de la historia patria bable serie numerosas divisiones

en suma, fundados en recuerdos

Caben dentro de

{k).

parciales, puesto

esta inaca-

que Lope no

dramatizó sólo los anales de Castilla y León, sino que tomó muchos asuntos de las historias de otros reinos peninsulares,

como Aragón,

Navarra y Portugal, y aun de crónicas de ciudades, y de nobiliarios y genealogías de familias más ó menos ilustres. Pero hemos creído que el orden

más natural y

deza del conjunto, es

merced

al

el

que más deja percibir

el

la

gran-

orden pura y estrictamente cronológico,

cual se van desarrollando

como en una

galería

de inmen-

sos frescos ó de riquísimos tapices, todas esas rapsodias épicas dra-

matizadas, con cuyos hilos de oro fué tejiendo

el

común, llevando de

anales heroicos de la patria

materia histórica ó tenida por

desde

tal,

ñnal resistencia de los cántabros contra

gran poeta los frente toda la

drama que enaltece

el

Roma,

la

hasta aquellos otros

que conmemoran, á modo de gacetas, triunfos del día y del momento, como

modo

el

asalto

las crónicas

de Maestricht ó

la batalla

dramáticas generales,

las

de Fleurus.

De

este

que abarcan un reinado

entero ó un grupo considerable de acaecimientos, alternarán con las

leyendas municipales y heráldicas, no menos significativas, no menos

profundamente reveladoras del á las tablas por

Entran luego

Lope más

fiel

los asuntos

ideal

de

la raza,

interpretado y llevado

y sinceramente que por ningún

otro.

de pura invención poética, ya perte-

nezcan á Lope mismo, ya tengan su origen en alguna obra anterior.

Aunque

novelescos todos en su esencia, lo son de

muy diverso

modo; y nadie confundirá una fiel representación de costumbres de su tiempo, más ó menos idealizadas, con una fantasía pastoril ó con un

de caballerías puesto en verso y partido en escenas. Empezando, pues, por aquellas obras de pura imaginación, en que falta

libro

ó es secundario

el

elemento de

hacer un grupo pequeño, pero

comedias pastoriles^ que no son las caballerescas^ es decir,

con

la

muy

observación directa,

bien caracterizado, con las

más que las

fácil es

églogas largas

(z);

otro con

que están tomadas de libros de

caballerías en verso ó en prosa, ya franceses,

ya itaHanos, ya espa-

OBSERVACIONES GENERALES

ya del

ñoles,

ciclo carolingio,

(/),

cuyo origen

se encuentra

en

dello, Giraldo Cinthio, etc.,

con

las

de cualquiera de

las fábulas,

los

muy numerosas,

novelas italianas de Boccaccio, Ban-

y en

de Montemayor y mismos tiempos

las castellanas

fuentes á que precisamente por los

{k)\

también

solían acudir

del bretón ó

otro, finalmente,

y

secundarios

algún otro

ya

g

dramaturgos

los

ingleses,

y más que ningún

otro el gran Shakespeare.

Aceptamos

nombre de comedias románticas, dado por Hen-

el

nings á uno de los miembros de su clasificación, para designar

todas aquellas piezas

muy

numerosas de Lope que no son comedias

de costumbres, sino embrollos complicadísimos, de trama y contex-

cuya acción pasa por

tura novelesca,

pero cuyos orígenes, averiguaciones

(/).

mundo

ticos del

el

si

es

Lope

que

es,

ni este elogio

que mayor número de argumentos y de combi-

y

si

el

no

mucho de

vulgarísimo conviene á tan alto ingenio, sino más

trasunto

el

más

más

intenso

vario de la tragedia

y profundo,

de que literatura ninguna puede

el

más

la

comedia humanas,

extenso,

animado y bizarro

y de

gloriarse.

Si la manifestación épico-dramática es la

Lope, no cabe duda que

como la

haberlo inventado todo,

de haber reunido en sus obras todo un mundo poético, dán-

el

donos

fuera de España;

han ocultado á nuestras

duda, de todos los poetas dramá-

sin

naciones ha inventado; pero dista

bien

común

lo

los tienen, se

la

la

más

más pulcra y elegante bajo

que ha envejecido menos,

más

alta del

apacible, simpática el

es la comedia de costumbres. el

pudiéramos llamar comedias de malas costumbres

{II),

de observación más

realista

Pero aun

primero

las

que

es decir, aque-

y ejecución más cruda (como El

Rufián Castrucho, El Arenal de Sevilla, escrita

graciosa, así

aspecto técnico, y, por tanto,

aquí conviene hacer dos grupos, poniendo en

llas

y

genio de

La

Dorotea misma, aunque

en prosa y no para representarse), en que parece haber

manera de

seguido

la

cómicos

italianos del

las Celestinas,

ó

Renacimiento; y en

la el

de Plauto, ó

la

de

los

segundo aquellas otras

de costumbres urbanas y caballerescas {vi) de que Lope puede con verdad decirse inventor y maestro en España y en Europa; ,

género que, capa

y

sin llegar al idealismo

convencional de

las

comedias de

espada de Calderón, se mantiene constantemente en una

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

lO

atmósfera poética y lleva en

los



gérmenes de

las

diversas especies

de comedias cultivadas sucesivamente por Tirso de Molina, Alarcón

y

No creemos necesario

Rojas.

introducir subdivisiones en esta clase,

por más que sea cierto que algunas de estas comedias pueden considerarse si

de

bien

de carácter (La Melindrosa,

La Esclava de su galán...),

carácter está siempre subordinado á

el

dicción poética:

la

bios,

como

que otras estarían bien

la intriga

calificadas

y

raudal

al

de prover-

Don

ó de apólogos dramáticos (por ejemplo, Las Flores de

como

Juan), y ofrecen una intención moral tan directa alarconianos: que otras,

poemas

aunque

tienen algo de dramas domésticos

el

los

desenlace no sea trágico,

(Haus tmd

dice Hennings). Pero todos estos rasgos,

de

la

Faniilienstücke,

aunque

muy

que

dignos de ser

tenidos en cuenta, hasta para agrupar artísticamente las comedias

cuando

la

fecha de su composición se ignora, no bastan por



solos

para fundar una clasificación, puesto que en una misma pieza suelen coincidir todos ó parte

de

ellos.

nable añadir á los anteriores es

costumbres de

la clase

El único grupo que creemos razoel

de

las

comedias que no son de

media, sino aristocráticas ó palatinas

cuales, por la condición

de

los personajes

y aun por

el

{n), las

tono, difieren

algo de las restantes.

Tales son

las

bases de nuestra clasificación, que de ningún

modo

presentamos como inmejorable, y que seguramente ha de sufrir más de una modificación antes que acabe de pasar por nuestras

manos todo

el

inmenso repertorio de Lope. Siempre han de quedar

algunas obras excéntricas

mas.

De

dividirla de otro las, escritos

En

este

y

fuera de clasificación, que irán las últi-

parte no dramática nada diremos ahora, ni es posible

la

modo que en poemas

varios en prosa

tomo y en

autos, coloquios

y

la

épicos, poesías líricas, nove-

y correspondencia

familiar.

primera parte del siguiente van todos

los

piezas dramáticas breves, de asunto religioso,

que hemos podido allegar impresas ó manuscritas. Pero antes de discurrir sobre el ellas la

género á que pertenecen y sobre cada una de

en particular, conviene decir algo del sistema adoptado para

reproducción de

sivos.

Por

lo

los textos, así

mismo que hay en

encontradas, recelamos que

el

en este volumen

este

como en

los suce-

punto opiniones radicalmente

procedimiento ecléctico adoptado

OBSERVACIONES GENERALES

II

por nosotros no satisfaga de todo punto á nadie. Mucho distamos de

hemos acertado

tenerle por perfecto é irreprensible, pero no

á encon-

cuyos inconvenientes nos pareciesen menores.

trar otro

Las obras dramáticas de Lope de Vega han llegado á nosotros

en una de

las

formas siguientes:

En manuscrito autógrafo del mismo Lope. En manuscrito de ajena letra, y por lo común

1)

2)

del

si-

glo XVII.

En En

3)

4)

No

edición dirigida por

el

mismo Lope.

edición publicada por persona distinta del autor.

que hay piezas que se nos presentan de

es necesario advertir

las cuatro maneras, y otras en tres ó en dos textos, cuyo valor

comparativo se trata de

críticamente.

fijar

Los autógrafos de Lope son bastante numerosos, aunque no están en relación suficiente con trata

masa enorme de su

la

copia, la cuestión es sencilla: el editor

de

Cuando

teatro.

letra el original, advirtiendo

la

cumple con reproducir

por nota todos

mucho menos

al

pie

los arrepenti-

mientos, tachaduras y enmiendas, de que ningún borrador de carece, aunque son

en

se

de un autógrafo inédito, y de que no nos resta ninguna otra

Lope

frecuentes en las comedias que

los versos líricos.

Pero puede darse

Lope por



el

parte, alguna

la

se da

con frecuencia, de haber impreso

colección general de su teatro, ya en otra

elección no es dudosa: hay que respetar

de Lope y reproducir

la

lección definitiva, es decir,

la

la

voluntad

del impreso.

autor introduce hasta última hora correcciones en los origi-

nales que

envía á

la

la letra

como

mismo tiempo

al

imprenta, y sería llevar demasiado lejos

de mano, tomar por texto

apego á

los

la

comedia cuyo autógrafo todavía poseemos. En este caso,

para nosotros,

Todo

y

caso,

mismo, ya en

es materia

primeros borrones con

la

de

muy

lección final,

que

lo

él

curioso estudio cotejar

el

editor está obligado á

insertar en notas cuantas variantes arroje el manuscrito.

también (pudiendo guardada)^ en que

nado á

la

citarse entre otros el los

el

rechazó; pero

de

Hay

casos

La Encomienda

cambios introducidos en

el

bien

ejemplar desti-

representación no han nacido de libre voluntad del poeta,

sino de exigencias del censor, ó de otros motivos extraños

al arte.

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

12

Sólo entonces debe preferirse resueltamente

pasando ésta á

ción,

la

el

autógrafo á

la edi-

categoría de variante.

Las copias de ajena

mano

tienen naturalmente un valor

muy

diverso, según su procedencia. El erudito mirará siempre con esti-

mación y respeto aquellos traslados en que intervinieron manos tan expertas como la de 3*Iartínez de Mora ó la del licenciado Francisco

de Rojas,

si

bien de este último sospechamos que no se con-

tentó con ser simple amanuense, sino que aspiró á la gala de

y refundidor de autos y comedias viejas: oficio siempre ocasionado y peligroso, y que amengua un tanto el valor de los corrector

numerosos manuscritos dramáticos de diversos autores, que por su diligencia logramos.

Pero

lado de estas copias de carácter literario hay otras innu-

al

merables; ya de las llamadas de teatro, ya transcritas por simples aficionados;

que pueden presentarse como

despropósitos:

tal

el

más cabal dechado de

abundan en versos errados, supresiones de

diá-

logo, confusión de interlocutores, y otros mil desatinos garrafales,

con los cuales

el

editor

lograr un texto racional difícil

y

que luchar á brazo partido hasta

tiene

legible.

Esta

es, sin

duda,

la

parte

más

de nuestra empresa: una buena copia equivale á una edición

buena, pero una copia miserablemente depravada por

la

torpeza y

que

la

ignorancia de un desconocido, no puede pasar

el

editor haya apurado antes todos los recursos críticos para resta-

blecer

el

texto en el estado

hay dos ó más

más próximo

copias, el trabajo se facilita

determinar su valor relativo ciones,

apuntando por notas

disparates,

y

y

que es

éste malo,

los cuales

el

caso

más

elegir

las

cada interlocutor cer

el

las

lec-

la

hay un manuscrito solo

el del juicio

y gusto propio, sólo para

mayor parsimonia, y

manifiestamente erradas;

la viciosa disposición del diálogo, lo

mejores

demás, cuando no son conocidos

no queda más recurso que

para corregir

Cuando

mucho: basta compararlas,

de cada una

tres cosas: l.°, para corregir las palabras 2.°,

á su integridad.

frecuente. Si

han de ejercitarse con

á las cajas sin

que realmente

le

pertenece;

3.°,

devolviendo á para restable-

sistema de versificación, no inventando los versos que faltan,

marcando su ausencia con puntos suspensivos, y notando también todas las faltas de sentido que parezcan insubsanables.

sino

OBSERVACIONES GENERALES

Nada hay que

I

3

Lope publicó

advertir respecto de las piezas que

mismo, y que afortunadamente son más de la mitad de su teatro. Pero como el mismo Lope, aunque menos descuidado que la por



mayor parte de solía

sus contemporáneos en

la

corrección de sus libros,

también distraerse, todavía en estas comedias, cuyo texto apa-

rece relativamente limpio, quedan pasos difíciles y materia para

muchas

notas,

Restan

aun prescindiendo de erratas evidentes.

las piezas

impresas, pero no revisadas por

saber, todas las contenidas en los ocho primeros

en

dos partes que llevan

las

extravagantes^ en

las

el

número

autor, es á

el

tomos de su

teatro,

24, en la 25, en las llamadas

colecciones de diferentes autores y en otras

cuya embroUadísima bibliografía han

varias antologías dramáticas,

procurado poner en claro Münch Bellinghausen, Barrera, Schaeffer

y

otros, sin llegar á apurar la materia por la extraordinaria rareza

de

tales ejemplares. El texto

mendoso y desaliñado, y todo

el

fundamento de

de

casi todos ellos es

que no

comprender

amargas quejas que Lope exhala conti-

las

nuamente en sus prólogos contra

los rapaces

sólo traficaban inicuamente

del fruto de su labor, sino

horriblemente

sólo viéndolos es posible

que

le

mercaderes de

con su hacienda y

le

libros,

despojaban

desacreditaban á los ojos de los

doctos,

afeando y corrompiendo tosca y bárbaramente los más

lucidos

partos de su ingenio. Algunos llegaban hasta imprimir

ajenas obras, buenas

Aun

y malas, con

suyas propias estaban de

las

reconocerlas, «ya con loas vida,

ya

escritas

nombre popularísimo de Lope. suerte que ni él mismo podía

el

tal

y entremeses que

él

no imaginó en su

con otros versos y por autores no conocidos, no ya que nacen» (l). ¿Y cómo

sólo de las Musas, pero ni de las tierras en

podía esperarse otra cosa de los medios que para procurarse copias los libreros de entonces? «Me espanto de que haya hombres que vayan á un teatro y oigan una comedia setenta veces, y, aprendiendo veinte versos de cada acto, se vayan á su casa y por los

usaban

mismos

pasos, la escriban de los suyos

nombre de do con

(

1

)

el

y

la

vendan con

el título

y

su autor, siendo todos disparates é ignorancias, quedan-

que tienen de

Prólogo

(ie la

felicísimas

Décimaquinia parie

memorias, y

(

1

62

1

).

los dineros

que

les

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

14

este

vale

Estos que

embeleco, tan digno de reprensión y castigo público.

compran tienen ya

las

no advertida del Gobierno y senadores

tiendas, cosa

no permitiendo que se venda

y aprobación, consienten que

libro

se

ninguno impreso

hay

el

las

rilla^

y

el

y

Real y supre(l).

Así

comedias con «un verso de su autor y trescientos del

que dice que de verlas dedicaban á

la

aprobación y censura de hombres doctos»

licencia,

resultaban

este géne-

agravio de los dueños...

inobediencia y atrevimiento de vender libros sin

ma

regios; pues»

sin su licencia

vendan manuscritos de

ro de gente públicamente, en que la

sus rótulos á las puertas de sus

toma de memoria». Principalmente

las

tal ejercicio dos,

llamados por

el

vulgo «el uno

se

Memo-

otro Grari Memoria, los cuales, con algunos versos que

aprenden, mezclan infinitos suyos bárbaros, con que ganan vendiéndolas á los pueblos y autores extramuros: gente

la

vida sin

vil,

y que muchas veces han estado presos» (2). Dos veces pusieron pleito los poetas á los mercaderes de libros, «por el disgusto oficio

que

les

daba á sus dueños ver tantos versos rotos, tantas coplas y

tantos disparates en razón de las mal entendidas fábulas é histo-

Los editores vencieron alegando

rias».

«una vez pagados

la

los ingenios del trabajo

acción sobre ellos»

(3). Si

absurda razón de que,

de sus estudios, no tenían

esto pasaba en vida de Lope, imagínese

cualquiera lo que sucedería después de su muerte. Son, pues, sos-

pechosas, por lo menos, de interpolaciones y mutilaciones todas las

comedias que

autor no publicó,

el

si

bien no lo son todas en

mismo grado. Alguna excepción hay que hacer en favor de tes I.^

y 2.% publicadas por

el

librero

las

el

par-

Alonso Pérez, padre del

poeta Montalbán y amigo íntimo de Lope, cuyos manuscritos es verisímil que disfrutase. También parece relativamente esmerado el

texto de la parte

4.^,

publicada por otro librero amigo, Gaspar de

y con el deagravios que muchas

Porres, con presencia á lo que dice de los originales,

clarado intento de vindicar á su autor de «los

hacen cada

imprimiendo sus comedias tan bárbaras

personas

le

como

han hallado, después de muchos años que salieron de sus

(i) (2) (3)

las

Prólogo:

El

Prólogo de Prólogo de

día,

Teatro a los lectores (parte xi de las Comedias de Lope).

la

parte

la

parte xvii.

xiii.

OBSERVACIONES GENERALES

manos». Entre

los

tomos impresos después de

1

muerte de Lope,

la

llevan también carácter de autenticidad las Fiestas del Santísimo

Sacramento, coleccionadas por na (1644), y

y

licenciado Joseph Ortiz de Ville-

el

parte 25.^ de comedias, que con

la

el título

de perfecta

verdadera hizo imprimir en Zaragoza Roberto Deuport en

sacándolas de

copiosa biblioteca del Sr. de Berbedel, D. Fran-

la

A. Ximénez de Urrea.

cisco

grados, todavía

647,

1

el

Y

como aun en

lo

malo caben muchos

texto de las partes llamadas extravagantes suele

ser preferible al de las colecciones de comedias de diversos auto-

y

res,

éste, á su vez, al

de

los

ejemplares sueltos del siglo pasado,

que afortunadamente no son muchos por

Lope de Vega. Los

aprovechar estas diversas fuentes, son cado

al

de

tratar

lo

que toca

al

teatro de

principios críticos que han de guiarnos para

las copias

mismos que hemos

los

manuscritas,

las cuales

indi-

ofrecen entre



no menos variedad y discordancia.

No queremos

terminar esta parte de nuestro preámbulo sin

butar un recuerdo de gratitud nio Hartzenbusch, único editor trabajos,

aunque reducidos

al

insigne académico D. Juan

moderno

á los límites

rara vez acudió á los manuscritos,

Euge-

del teatro de Lope, cuyos

de una colección selecta de

índole popular, tengan valor á los ojos de

muy

tri-

la crítica.

Es

cierto

y que en algún caso

que

intro-

dujo correcciones arbitrarias, pero sean cualesquiera los reparos

que así

el

como

rito

á las de Tirso, Alarcón

y Calderón, nadie

le

negará

el

mé-

de haber presentado por primera vez en forma legible

mayor te

progreso de los métodos pueda poner á su edición de Lope,

parte del tesoro de nuestra antigua escena. Sin

el

la

preceden-

de su edición escogida, que comprende en cuatro volúmenes

ciento doce comedias,

no hubiéramos podido

posibilidad de la edición completa

que

á la

aun soñar con

ni

la

que hoy acometemos. ¡Lástima

de Hartzenbusch no acompañen notas,

ni siquiera

una

in-

troducción ó un catálogo razonado, ó cualquier otro ensayo crítico,

como

los

que

res al padre

le

merecieron otros dramáticos nuestros, no superio-

y maestro de todos

hubiera podido decirnos sobre genio,

que

le

conoció y

el

ellos!

¡Cuántas cosas recónditas

Teatro español aquel preclaro

amó más que

nadie,

y que en

aliento é inspiración para sus propias creaciones!

él

in-

bebió

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

1

No tenemos

la

presunción de suplir

la falta

que deploramos,

ni

cabe, por otra parte, en los límites de nuestra publicación, inmensa

ya de suyo,

el

comentario gramatical, histórico y

literario

que cada

las piezas de Lope exige, y que fácilmente duplicaría el número de volúmenes consagrados á su teatro. Ha sido forzoso reducirnos á un término medio entre la edición vulgar y la edición crí-

una de

tica. Si

para publicar con todo

y notas que

tes

el

el

aparato de introducción, varian-

rigor científico reclama, una sola

como El Mágico prodigioso

nuestro antiguo teatro,

comedia de

ó Las Moceda-

des del Cid, han necesitado Alfredo Morel-Fatio (l) y Ernesto

rimée

(2)

sendos volúmenes;

poco gruesos sólo con

si

texto

el

Max Krenkel y

el

conocemos

las

lo

imposible publicar por

del repertorio de Lope.

lo necesario. El

No

sólo

hay que abstenerse de la

maj^or sobriedad

comentario de Valentín Schmidt sobre Cal-

(4) nos ofrece un modelo

derón

muy

digno de ser imitado, á

menos en parte. Schmidt examina sucesivamente todas dias

el

quinientas piezas próximamente que hoy

toda anotación superfina, sino que es precisa

aun en

Mé-

ha llenado tres no

comentario de cuatro comedias

de Calderón, se verá que raya en

mismo procedimiento

(3)

las

lo

come-

de Calderón, expone sus argumentos, indaga sus orígenes, pro-

El Mágico prodigioso, comedia famosa de D. Pedro Calderón de la (1) Barca, publiée d^aprés le manuscrit original de la bibliotheque du duc d' Osuna, avec deux fac-simile, une introduction, des variantes et des notes, par Alfred Morel-Fatio. Heilbronn, Henninger fréres, libraires-éditeurs, 1877. (Fué la primera edición critica de una comedia española, y no ha sido superada hasta ahora.) (2) blie'e

Premiere partie des

Mocedades del Cid» de D. Guillen de Castro, puavec ime e'tude critique sur la vie et les ceuvres de des poe'sies ine'diies, par Ernest Me'rimée (Toulounmentaire

et

,

E. Privat, 1890). Klassische Bühneiidichtungen der Spanier herausgegebe?t (3)

se,

und erklartvon Krenkel (Leipzig, Barth, 1881-87), tres tomos que contienen La Vida es sueño, El Principe constante. El Mágico prodigioso, El Alcalde de Zalamea (texto de Lope y texto de Calderón). Pena da comparar estas bellas ediciones, tan ampliamente ilustradas, con las pobres y raquíticas que nosotros hemos hecho. Pero al menos que la comparación nos sirva de estímulo para la enmienda. Die Schauspiele Caldero7Ís dargestellt und erlaütert von Fricdrich W ilh. (4) Val. Schmidt. Aus gedruckten und ungedruckten Papieren des l'erfassers zusammengesetz, ergdnz und herausgegeben von Leopold Schmidt. Elberfeld, 1857. Ver-

Max

lag

von R. L. Friderichs.

OBSERVACIONES GENERALES cura averiguar

y

versificación

de observaciones, más ó menos extensas, según drama. Salvo en

lo

Schmidt no podía

de contar

de

las

plan de

número

la

importancia del

puesto que no reimprimía

eludir,

Lope

hemos apartado un

dramática idéntica en muchos de

ellos,

el

se-

de Cal-

las

tanto de su ejemplo en

presente tomo destinado á los autos^ porque, siendo

el

muy

será

que aquel docto alemán redactó sobre

derón. Únicamente nos

comedias,

las

comedias se reimprimen,

las

plan de nuestras noticias sobre cada comedia de al

un

argumento, pesada obligación que

el

pero que á nada conduce cuando

mejante

el

cierto

fecha de su composición, y hace sobre

la

pieza, sobre su estiío, lenguaje

la

1

y en otros,

materia

la

muy

semejante,

detenernos en cada uno de ellos en particular nos hubiera con-

el

ducido á superñuas repeticiones. troducción todo

hecho

al fin

Una

reunido, pues, en esta in-

concerniente á los autos, cuyo texto hubiéramos

un solo volumen, no habiéndolo

por imposibilidad tipográfica.

La

palabra para cerrar estas observaciones generales:

que seguimos

grañ'a

por

lo

encerrar también en

deseado

Hemos

particular textos,

es la

de

la

Real Academia

Un

todas sus publicaciones de autores clásicos.

ella á

hubiera

más

podido preferir

fonética

la

orto-

Española, aplicada editor

ortografía de los antiguos

y menos etimológica que

la actual,

y no

le

hu-

bieran faltado graves razones con que justificar esta preferencia.

Pero

si

se atiende á

que

las

obras de Lope de Vega,

nuestra literatura de los siglos xvi y

xvii,

todavía un documento arqueológico,

no son para

como pueden

como toda

los

españoles

serlo para

un

profesor de lenguas romances, sino que son cosa viva y actual, que se aparta

y

diferencia totalmente de los

Media, sólo accesibles

al

desacordada imprimir

las

fía

con que desde hace

más doctos, como para

más grandes

la

Edad

estudio del filólogo, no parecerá cosa tan

comedias de Lope con

la

misma

ortogra-

y medio se están imprimiendo para los más rudos de nuestro pueblo, El Inge-

siglo los

nioso Hidalgo^ la Gtiia de pecadores, las los

documentos de

libros castellanos,

Moradas de Santa Teresa,

que son

más populares. ¿A qué hemos de romper

al

mismo tiempo

los

esta solidaridad, este

vínculo espiritual que liga á los españoles de hoy con los gloriosos

españoles de otra edad

mejor, haciendo, verbigracia, ilegible

Mesíkkdbz y VY.\.k^o.~Estudios sobre

el

Teatro de Lope de Vega.

2

el

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

l8

empeño pedantesco de reproducir

Quijote por el

Juan de

de

la ortografía

Cuesta, que probablemente consistía en no tenerla? Pu-

la

blíquense enhorabuena con estricto rigor paleográfico fy no de otro

modo deben á

la

Era de

de cosa

publicarse) todos los

Reyes

los

literarios anteriores

como

Católicos, pero séanos lícito disfrutar,

doméstica, de todo

tesoro de nuestras letras

y y no nos empeñemos en ahuyentar á

familiar

clásicas,

monumentos el

las

gentes de

la lec-

ción de nuestros autores de la edad de oro, presentándolos en textos de aspecto repulsivo, sólo para que algún filólogo tenga

placer de saber á ciencia cierta que Calderón, en

hedad con

escribió

alto

Por otra parte,

bien,

2l[

las

el

la

(v.

el

754).

mayor impor-

que á Rosenkranz se

le

pasase por

simbolismo de aquella comedia.

llamadas ediciones paleográficas no

hasta cierto punto, puesto que no llegan,

lo

y hacen

son

muy

facsímile, para lo cual, en último caso, la fotografía sirve

mejor que

de

es lástima

en su estudio sobre

mas que

rido

fenómeno, como se ve, de

//,

y que

tancia estética,

El Mágico

imprenta. El

la

mismo doctísimo

hispanista,

amigo nuestro, que más duramente ha reprobado

la ortografía

académica á nuestros textos

á su rigorismo en

la práctica,

y muy quela

aplicación

clásicos, resulta infiel

puesto que no sólo acepta

la

puntua-

ción ordinaria (que no es la de los manuscritos), sino que acentúa los

homónimos para

distinguirlos,

puede

editor crítico

y añade con mucha razón: «Todo

permitirse, en interés del lector, libertades de

este género». Si esto es permitido en ediciones críticas destinadas á servir

como

texto de lengua en las clases de filología, alguna

mayor

ha de concederse á quien imprime libros para todo

latitud

el

mundo.

Hemos

llevado á

la

práctica una innovación que nos parece

muy

oportuna, y que no hemos visto practicada en ninguna colección de obras dramáticas, á pesar de haberla indicado y recomendado el Sr. Morel-Fatio

gico. Consiste

en una nota de su bella y clásica edición de El Má-

en marcar tipográficamente

el

primer verso de cada

estrofa ó combinación métrica, lo cual tiene, desde luego, dos positivas ventajas: la la pieza,

que

el

y

la

de hacer entrar por los ojos

el artificio

de dar una base segura para conocer

texto está mutilado ó corrompido,

los

rítmico de

puntos en

y en muchos casos para

OBSERVACIONES GENERALES restituir la lección verdadera.

No hay motivo

1

para que esta disposi-

ción tipográfica, adoptada de tiempo atrás en versos

líricos,

no se aplique también á

Comprende

este

colecciones de

las

los versos dramáticos.

primer tomo de nuestra colección

la

parte

más

y demás piezas dramáticas breves de que nos quedan del repertorio de Lope: reliquias

considerable de los autos

asunto religioso

escasas, sin duda,

aunque no podamos determinar con exactitud

copia y extensión de lo que

hemos

perdido.

Lope nos dejó

gos incompletos de una parte de sus comedias, y

ximado

catálo-

número apro-

del total de ellas, pero en ninguna parte nos dejó indica-

ción sobre

en su

el

la

el

número

Fama postuma.,

ni

sobre los títulos de sus autos. Montalbán,

dice que pasaron de cuatrocientos., pero ¿quién

va á hacer hincapié en IMontalban no tenía ya

testimonio? Sabemos, de una parte, que

tal

la

cabeza enteramente firme cuando escribió

su biografía, en la cual abundan,

como probó La

más

Barrera, los

extraños anacronismos y errores de hecho, inverisímiles en un

contemporáneo; y por otro lado, es sentencia bien sabida, que sólo á los muy ricos., y siendo tan maravillosa la fecundidad de

se presta

Lope, poco importaban doscientos autos de más ó de menos,

como importaba poco dias

la

diferencia entre las mil quinientas

que confesó Lope, y

talbán, por

más que con

bastante para constituir

dramáticos de

Por más que

los la

las

mil ochocientas que

le

atribuye

este residuo de trescientas hubiera el

así

come-

Mon-

muy

repertorio de media docena de poetas

que no pasan por infecundos.

buena suerte de nuestras investigaciones nos haya

hecho tropezar con bastantes autos de Lope no mencionados hasta ahora en ningún catálogo logrado

apenas llega

al

ni bibliografía, el

número

total

que hemos

medio centenar. Muchos más debió de

haber; y es posible que algunos se conserven anónimos ó luzcan en las obras

de otros autores; pero también es de temer que

número haya perecido sin dejar mismo Lope, que los improvisaba rándolos, sin duda,

(por más que en

la

como

el

al

por descuido del

tanto

correr de

mayor

la

pluma, conside-

de piedad más que de literatura

hora del tránsito postrero se consolase con

memoria de haberlos

y mudándose

ejercicios

rastro,

el

escrito),

cuanto porque, andando

gusto, el prestigio

los

la

tiempos

y popularidad de los Autos de

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

20

Calderón desterró los de Lope y todos

movible de gentes

los

los antiguos del escenario

carros del Corpus, y aun de la

memoria de

las

(l).

(i) Nada diremos aquí del drama religioso en general, ni de los autos sacramentales en particular, porque tales consideraciones nos parecen más adecuadas para el estudio sintético en que hemos de juzgar la labor dramática de Lope de Vega en su relación con el total desarrollo de nuestra literatura y con la historia general del teatro. Pueden consultarse entretanto útilmente las historias que hasta ahora tenemos del drama español (Eichendorff, Schack, Klein, Schaeffer..,), y como trabajos especiales, el elocuentísimo Prólogo de D. Eduardo González Pedroso, al tomo lviii de la Biblioteca de Autores Españoles, que contiene una colección escogida de Autos sacramentales (Madrid, Rivadeneyra, 1865); el Disciirso (lleno de peregrinas noticias) que nuestro malogrado académico D. Manuel Cañete compuso sobre el drama religioso español antes y después de Lope de Vega, leído en Junta pública de 28 de Septiembre de 1862, é inserto en el primer tomo de Me?norias de la Academia Española (páginas 368 á 412), y el discurso de otro ilustre académi-

co,

también difunto, D. Francisco de Paula Canalejas, sobre

los

Autos sacra-

mentales de D. Pedro Calderón de la Barca, trabajo de elevada inspiración es-

y religiosa, que sirvió de inaugural á nuestras tareas en 1871. Sirven directamente para toda cuestión de orígenes, y derraman copiosa luz sobre el enlace entre nuestro teatro religioso de los siglos xvi y xvii y el de la Edad Media, los innumerables trabajos que en toda Europa, y especialtética

mente en Fraucia y en sobre

Italia, se

las representaciones

Deben recomendarse muy

han publicado sobre

el

drama

litúrgico,

y

sacras y los Misterios de los respectivos países* especialmente:

Du Méril: Origines Latines du Tliéatre Moderne. (Paris, Franck, 1849.) Coussemaker: Brames Liturgiques du Moyen-Age. (Paris, 1861.) Sepet (Marius): Les Prophetes du Ckrist; Étude sur les origines du Théatre au Moyen-Age. (Paris, Didier, 1878.) Le Brame Chrétien au Moyeii-Age. (Paris,

Didier, 1878.)

de JuUeville: Histoire du Théatre en France; Les Mysteres. (Paris, Hachette, 1880, 2 volúmenes.) Tiene la ventaja de resumir muchas investigaciones anteriores. Petit

Ancona (Alessandro d'): Origini del Teatro Italiano, libri tre. (Torino, E. Loescher, 1891, 2 tomos.) Sacre Rappresentazioni dei secoli xiv, xv e xvi, raccolte e illustrate. (Firenze,

Le Monnier,

1872, 3 tomos.) Jusserand: Le Théatre en Angleterre depuís la Conquéle jusqu^ atix prédécesseurs immédiats de Shakespeare. Segunda edición. (Paris, Léroux, i88i.)-

II

AUTOS Y COLOQUIOS

Pasando ya á discurrir en particular acerca de sin duda, los

encontramos ante todo (y son, tro

más

los autos

de Lope,

antiguos) los cua-

que insertó en B¡ Peregrino en su patria, novela de aventuras,

impresa por primera vez en Sevilla en 1604, y sobre cuyas ediciones nada se nos ofrece que añadir á lo que en la Biografía de Lope consignó La Barrera. Estos autos, escritos

mucho

antes de ser inter-

calados en aquella novela, con cuya acción no tienen

el

menor

punto de contacto, son:

El Viaje del Alma (representación moral).

Las Bodas

La Maya

Alma y

entre el

el

Amor

divino (representación moral).

[auto sacramental)

El Hijo pródigo {representación moral).

Como

de estas piezas no son en rigor

se ve, tres

ni autos sacra-

mentales, ni autos de Nacimiento, sino que corresponden á otra

forma de representaciones siglo XVII,

y de

la

nuestra escena,

nombre

al

paso que abundan extraordinariamente con

de Moralidades en la literatura francesa del siglo xv,

están

Beuve)

inmunes

(l),

religiosa

y

la

la farsa

nuestras.

las

que ocupaban

los misterios, se

el

primer puesto en

asemejaban muchas veces á

ellas

Pecado y

tológico del colástica

de

satírica,

lo cual

si

el

bien

generalmen-

«Las moralidades (dice Sainte-

Dios, los ángeles

aparecían escoltados solamente por ricordia, el

el

la

escena después de

ellos

por

intención

la

calidad de los personajes. Todavía intervenían fre-

cuentemente en

(i)

perdida ú olvidada durante

cual son raras las muestras aun en los orígenes de

con marcada tendencia á te

religiosas,

Román

bárbara y

las

demás

y

los diablos;

la Justicia, la

pero ya no

Caridad, la Mise-

alegorías cristianas. El sistema mi-

de la Rose, cada día más refinado por una essutil,

se

asociaba con

Tablean de la poésie frartgaise au Xl'I^»"'

la teología,

siécle,

y de

este

pág. 196 (ed. de 1869).

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

24

ayuntamiento monstruoso nacían mil monstruos indefinibles, que transformaban estas composiciones en una extraña especie de ApoHabía, no obstante, moralidades sin personajes alegóricos,

calipsis...

parábolas bastante sencillas, destinadas á poner en acción un pro-

verbio moral;

así la historia del

Cabalmente

go, etc.»

asuntos tratados por

la

Lope en forma de

destinos de este género han sido Inglaterra, siguió

y de

las

Rico avariento,

del Hijo pródi-

la

parábola del Hijo pródigo es uno de los

muy

representación moral.

una tendencia decididamente

realista

Los

y aun en

varios: en Francia,

y

prosaica,

abstracciones metafísicas fué pasando por grados á ser rudo

esbozo de comedia de carácter, confundiéndose á veces con Jarees

y

las sotties.

En España, donde

el

las

teatro religioso persistió

cuando en todas partes había muerto, y no degeneró nunca de su primitivo carácter, la parte alegórica de las moralidades se combinó con do

el

elemento histórico y dogmático de

nueva y más depurada forma

la

aparecieron compenetrados

drama

los

los misterios,

engendran-

del auto sacramental, en

que

dos principios generadores del

teológico, el elemento bíblico

y

el

escolástico.

Aunque no muy frecuentes, las moralidades eran muy antiguas en Una moralidad sería, á no dudarlo, aquella comedia

nuestro teatro.

alegórica que en 1414 tas

de

mo Fax

la

las fies-

Don Fernando el Honesto, en Zaragoza, intervenían como personajes la y^usticia, la Ver-

coronación de

la

puesto que en dad,

compuso D. Enrique de Villena para

Faz y

ella la

Misericordia, conforme al versículo

Lxxxiv: ^Misericordia et Veritas obviaverunt

sibi:

11

del sal-

Justitia

et

osculatae sunt». Las cuatro virtudes así personificadas, apare-

cían ya envueltas en diálogo

Bernardo tránsito

(l),

y controversia en un sermón de San

del cual era fácil el tránsito á la

forma dramática,

que encontramos realizado en muchos misterios franceses

del siglo XV, especialmente en el

de

la

Natividad de Rúan, en

Fasión de Gréban, y en una representación

italiana

la

de Feo Belcari.

y no son como el Auto de

Las moralidades pasan al teatro español del siglo xvi, raras en Gil Vicente: unas de tan sencillo artificio

(1) Sabido es también que otro sermón atribuido á San Agustín, el Vos, inquam, convenio, o Jiidaei, dio nacimiento á todo el ciclo dramático de los Projetas de Cristo.

AUTOS Y COLOQUIOS

en

la Fe, representado

Don

invención á que

la

simples pastores los misterios de

complicada estructura, como cuatro Estaciones;

Humildad y

breza, la

el

la

Auto de

los

Fe

la

más devoto;

de audacia reformista;

el

lo

y

han creído descubrir

se

la

y de

la

la

lo

indila

Gloria, en las cuales

En

el

la

más digna

Auto da Ca-

poeta, las tres figuras de Silvestra, Hebrea

redina personifican

Po-

notabilísima trilogía de las tres

después: obra bajo ciertos aspectos

mismo

la

patriar-

más cómico con

de consideración del primitivo teatro peninsular. nanea, del

Prudencia,

Auto da Alma, ó más bien «de

Barcas, del Infierno, del Purgatorio insistir

la

alternan, no sólo con ángeles

hospedería del Alma»; y más aún

hemos de

declare á dos

fe

cuatro Tiempos ó de las

de Mofina Mendes, en que

Auto da Feira, en que

el

la

noche de Navidad; otros de más

con Bras Carrasco y Payo Vaz, y

cas, sino

cios

el

de Almeirín delante del rey

los palacios

Manuel, reduciéndose

2$

ley de Naturaleza,

la

Gracia. Esto sin hablar de sus obras profanas, en que

y

Ve-

la

de

abundan

las

de Escritura y

composiciones estrictamente alegóricas, y también aquellas en que lo alegórico alterna

en muchos de

con

los autos

lo real,

fenómeno que

se observa

también

anónimos del incomparable códice adqui-

rido por la Biblioteca Nacional en 1844. Allí, por otra parte, la alegoría

campea

libre

y

sola,

mento del amor divino,

La

Hombre,

hierros de

en obras

la

tales

como

la

Farsa del Sacra-

Farsa sacramental de

la residencia del

Justicia divina contra el pecado de Adán, Auto de los

Adán, Auto de

ción contra el género

la

Verdad y

humano. Auto de

la

Mentira, Auto de acusa-

los triunfos

de Petrarca d

lo

divino. Farsa del Sacramento de las cortes de la Iglesia, Farsa del

Sacramento de Peralforja, Farsa del Sacramento, llamada Premática del pan.

Farsa de

Farsa del Engaño, Farsa del Sacramento de Moselina,

los cinco sentidos.

fo del Sacramento,

Farsa de

los lenguajes.

Farsa del Sacramento de

Farsa del triun-

las coronas.

Farsa

sa-

cramental de la moneda. Farsa del Entendimiento niño. Farsa sa-

cramental de la fuente de la Gracia, Farsa sacratnental de la entra-

da

del vino.

Farsa sacramental, llamada desafío del Hombre, Farsa

sacramental de las bodas de España... colección apenas estudiada,

y en

su

mayor

antes, puesto

parte inédita, descuido que

que

sin la entera

hay que reparar cuanto

posesión de estos documentos es

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

26

imposible llegar á disipar las nieblas que envuelven todavía

de nuestro drama religioso é impiden comprender ción que le une con

de

el

la

hoy conocido por

popular,

Edad Media,

la

la

estrecha rela-

litúrgico, semilitúrgico

más

el

y

tantas investigaciones realizadas simul-

táneamente en diversas partes de Europa. Sólo en cuanto sacramental^ género

cuna

tardío en su desarrollo, pero

larga llegó á obscurecer del todo á los restantes,

al

auto

que á

la

tenemos punto de

partida en los excelentes trabajos de Pedroso.

A

nuestro propósito baste dejar atestiguada

ejemplos

la existencia

religioso-alegórico,

durante

el siglo

con numerosos

con personajes, por

común,

lo

abstractos, aná-

logo á lo que en otras partes de Europa se llamaba en ^Nledia moralidades,

otro

y

distinto

nombre parecen haber

de

sido

muy

media alegórica; pero ¿quién duda que Palau, por ejemplo, en

es

la

y aun

la

economía del

un inmenso misterio

y

Farsa moral de Diego Sánchez de Badajoz, «en que

ta

cómo

la batalla

Iglesia,

ó

la

ó

que hay entre la del

el

Espíritu

y

la

huma-

«en que se representa,

libre albedrio,

Carne», ó su Farsa de la

Juego de cañas espiritual de virtudes contra

vicios^

de los Pecados, son moralidades hechas y derechas, sin

que

falte á otras

litar

y

á la

se represen-

cuatro virtudes cardinales enderezan los actos

Farsa racional del

Danza

cíclico, aná-

que, por el contrario^

la

las

tragico-

Victoria Christi del bachi-

logo á los misterios franceses del siglo xv;

nos», ó su

muchas de

Farsa de

su autor, especialmente á la

la Muerte, ni siquiera

parte satírica que las acerca

más y más á

Farsa mi-

una desvergonzadísima

sus congéneres del otro

lado de los Pirineos? ¿Qué es sino una moralidad inmensa, cierto

modo

humanos, Carvajal

ni-

vulgarizados en España, pre-,

que se desarrolla toda

Antiguo y Nuevo Testamento

Edad

la

llamados misterios. Ni uno

los

firiéndose los de égloga, farsa, representación, aucto,

ller

drama

xvi de una especie de

el

cíclica,

una

Auto de

sátira general

de

las

las coi'tes de la Muerte,

y en

costumbres y estados

que comenzó Micael de

y terminó Luis Hurtado de Toledo? Superfluo nos parece

acumular más datos para convencernos de que

el

género era

muy

conocido en España, habiéndole recibido Lope en forma análoga á la

de sus orígenes medievales. Es cierto que en manos suyas se

transformó,

como todo

lo restante;

pero más que por evolución

ra-

AUTOS Y COLOQUIOS dical del género, por el prestigio

1f

de un superior talento poético,

de una lengua y una versificación llegadas á ta

mucho más

que

mula

más en

que en

el historial

drama profano

el

el

alegórico; la fór-

de éste quedaba reservada para

definitiva

y

cumbre. Lope resul-

mucho más creador en

original,

sagrado, y

el

la

tiempos de

los

Calderón. I.

El

Alma.

Viaje del

dicaciones de

— Podemos tomar

El Peregrino (novela en

al

pie de la letra las in-

parte autobiográfica)

y dar

por seguro que este auto fué representado en una plaza de Barcelona^

no de Valencia como por distracción han que sea posible determinar

otros; sin

modos

1604 en que se imprimió El

á

constando que Lope cipado cénico,

(l).

visitase

que

fué, sin

la capital del

Prin-

el

aparato es-

duda, extraordinario y suntuoso.

Aunque El

Alma

es

ción

de

Custodia

la

Pedroso y

mucho más no

Peregrino).,

en tiempo alguno

Las acotaciones explican cumplidamente

Viaje del final

escrito

fecha (anterior de todos

la

propiamente una representación moráis le

la

apari-

da carácter de drama eucarístico, y hace

creer que se estrenó en las fiestas del Corpus. Por esta razón Pedroso

le

incluyó sin vacilar entre los Autos Sacramentales (páginas 147

á 160).

En

el

texto introdujo algunas correcciones, generalmente

acertadas; alguna no la creemos necesaria,

zón en

las notas.

Lo mismo en

Sancha (tomo v de nes marginales de cido,

las

la

Obras

y de

y de todo

los

ello se

edición de Pedroso que en

sueltas), se

suprimieron

primera edición: nosotros

porque nos dan razón de

inspiró Lope,

la

los pasajes

de

la

las

las

da la

ra-

de

acotacio-

hemos

restable-

Escritura en que se

Santos Padres y filósofos de quienes tomó

algunas ideas. Estos autores son: Aristóteles (De Anima), San Basilio,

San Agustín, San Bernardo,

franciscano Titelmann.

En

nota singular amor y veneración á ta preferencia

por

el

sentir

el

venerable Beda y

el

teólogo

todas las obras religiosas de Lope se

Orden de San Francisco, y cierteológico de los doctores de la Orden la

Seráfica en aquellos puntos en que difiere del de los maestros de otras religiones.

Quizá acompañó á la Corte desde Valencia á Barcelona en 1599, y (i) entonces tendríamos averiguada la fecha de este auto, que no puede ser muy posterior

al

siguiente.

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

28

como casi todos los de su género, con una loa tenían muchos autos del siglo xvi; para limitarnos

El auto empieza,

6 introito.

Ya

las

á los del Códice de la Biblioteca Nacional,

Auto del Magna,

el

Auto del

sacrificio de

van precedidos de loas

el

Abraham,

la

la

Farsa de

fuente de la Gracia, la del Entendimiento niño, la de los cuatro gelistas, el

Timoneda

Auto de las

los desposorios

llama introitos, y

Evan-

de Josej, y otros muchos. Juan de

el

mismo nombre

les

había dado

Torres Naharro en sus comedias profanas. Las loas de los autos primitivos suelen estar en quintillas, y son, por lo común, simplicísimas, reduciéndose á solicitar

la

atención y benevolencia del audi-

torio con estas ó parecidas fórmulas:

Es de gran gusto

Todo va muy Noten

Y

la historia;

declarado;

lo representado,

quédeles en memoria

Un

caso tan señalado.

Católico ayuntamiento,

Gente

cristiana y benina,

Aquí nuestro autor se inclina

A

recitarles

De

un cuenjto

invención santa y divina.

Y

aquí darán conclusión

En loor del Sacramento: Tened el oído atento,

Que

Y

A

es auto

de devoción

de gran contentamiento.

veces, por reminiscencia clásica, se las llamaba argumento,

Parábola Coenae y en otras piezas compuestas para representarse por estudiantes en los Colegios de la Compañía

-como vemos en

•de Jesús (l); cia:

en

el

la

y aun

la

designación pasó

al teatro

popular, verbigra-

Aucto (anónimo) de la paciencia de Job y en algunos de

Juan de Timoneda. Sólo por raro caso estaban en prosa (véase

(i)

Códice de

la

Academia de

la Historia.

el

AUTOS Y COLOQUIOS

Auto de

las

silencio),

29-

Donas, cuya loa se reduce á unas líneas para

y su forma casi constante era

la

solicitar

monólogo. Cuando

del

presidía la fiesta algún Prelado ú otra persona de respeto, la loa tenía dos partes, dirigida la primera á él el

Aucto de

cia,

al

la

segunda

al

pueblo. Así,

refundido por Juan de Timoneda, em-

la oveja perdida,

pieza dirigiéndose

y

Patriarca de Antioquía

y Arzobispo de Valen-

D. Juan de Ribera: Ilustrísimo señor,

Vaso de gran elocuencia, Celebérrimo doctor,

Cuidadoso y buen

y luego endereza su discurso

pastor...

á la clerecía

Cumbre de

y

al

pueblo:

la clerecía,

Refugio sánelo de nos,

Lucero de nuestra

vía,

Pilotos por quien se guía

Aquesta nave de

Una

loa

citado de

para cualquier

la

y

la tercera

auto, contenida en el gran

Sacramento,

al pueblo.

la loa,

De

la

la

segunda á un prelado ó á

otro señor,

forma posterior y más desarrollada que

principalmente por industria y

de Rojas, cumpliendo cada vez más con

lo

artificio

de Agustín

que exige su probable

etimología (laude), no es ocasión de tratar ahora. este auto es

volumen ya

Biblioteca Nacional, presenta tres divisiones: la prime-

ra dirigida al

adquirió

Dios...

La de Lope en

meramente un romance de asonante agudo, que, por

raro caso, ni tiene relación directa con la contextura dramática de la

pieza, ni se dirige especialmente al público espectador. Este ro-

mance

fué cantado

Aunque otros,

y

la loa

/cr

tres famosos músicos.

sea una especie de prólogo, no siempre excluye

aquí tenemos un ejemplo.

centor de los

dramas

litúrgicos,

terios franceses, recita á

y

al

Un

personaje análogo

al

prae-

prólogo 6 protocolo de los mis-

continuación una tirada de malísimos en-

decasílabos sueltos, que contienen un árido catálogo cronológico

genealógico de muchos personajes de

la historia

y

sagrada y profana,

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

30

catálogo que Pedroso suprimió en su edición, sustituyéndole con

que va

al

frente del auto de

muestra^ de nuevo

El Hijo

intención eucarística de esta obra, que

la

el

pródigo. El final de este prólogo el

autor llama moralidad:

De

O

ésta sabréis en la propuesta historia

en

?noral¡dad que se os ofrece,

la

Grandes

misterios...

Todavía, antes de comenzar letra

que cantaron

mucha

destreza

y

el auto^

hay un

músicos, «bailando

los

baile, es decir,

los

dos de

ellos

una con

gracia»:

En

mesa

esta

Carillo,

si

divina,

estás en gracia,

Tañe, canta, come y bebe. Salta, corre,

danza y

baila.

El auto que nos ocupa ha sido estudiado, más ó menos detenida-

mente, por Schack

Ticknor

(i),

(2)

y Klein

Ticknor, con su notoria

falta

habitual animadversión contra

nas hacen

procede,

más que contar

á cuyas obras nos

el

drama

lo

religioso

y

alegórico, ape-

argumento en son de

el

como siempre, con

(3),

ya dicho y conocido. de sentido estético, y Klein, con su

remitimos para evitar repeticiones de

espíritu

más sereno y

burla.

Schack

desinteresado,

comenzando por observar muy atinadamente que, por lo mismo que en

los autos

digámoslo

de Lope

así,

y no

la alegoría es superficial,

ostenta la

inmediata, popular,

profundidad metafísica que informa

otras representaciones posteriores, está

menos expuesta que en

Cal-

derón ó en cualquier otro de sus continuadores y discípulos á degenerar en árida

y

fría,

caciones alegóricas.

escollo en

que suelen naufragar

«Nunca peca contra

poética que tanto le distingue,

y

si

las personifi-

la sencillez

los poetas

que

le

y

evidencia

sucedieron

(i) Tomo II de la edición inglesa, págs. 199 y 200 y 11 de la traducción española, págs. 309 á 311. Tomo II de la edición alemana, págs 403 á 405, y iii de la edición (2) castellana, págs. 189 á 192. (3)

GeschichU des Drama' s, tomo x, págs. 470 á 477.

AUTOS Y COLOQUIOS

3

parecen más adelantados en combinaciones técnicas,

él

nos encanta

por su mayor vigor y naturalidad». ¿Qué oído español puede tir,

en efecto, á

parecen

el

la

melancólica fluidez de aquellas quintillas, que

natural lenguaje del poeta:

Alma

Y •á la

gala

y

bizarría

del Deleite, ó

que

el

resis-

para Dios criada

hecha á

la

imagen de

Dios...

con que describe sus Indias

el

capitán de

la

nave

cadencioso movimiento de aquella barcarola con

al

coro de los Vicios arrulla

el

sueño de

la

Memoria.^

Esta es nave donde cabe

Todo contento y

placer.

Esta es nave de alegría

Que va á las islas del oro, Do está el gusto y el tesoro Que has de cargar, alma mía, Porque hasta

el

último día

No hay tempestad que Esta es nave en que

temer.

la

vida

Pasa, y corre el universo,

Que no hay temer tiempo Mientras dura

al

adverso

viento asida:

No hay gloria que el gusto Que no la pueda tener.

pida

Esta es nave donde cabe

Todo contento y

Toda

ron y desde

la parte lírica

de

la

placer.

pieza tiene un movimiento, una anima-

una variedad de tonos que revelan el estribillo

la

mano

del gran poeta;

marinero:

me lleva la ola, me lleva la mar,

¡Hola! que ¡Hola!

que

hasta las dulces reminiscencias del Cántico de los Cánticos, intercaladas en

el

diálogo de Cristo y Decidle

al

el

Alma:

Alma que aguarde

Si arrepentida

me

ama:

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

32

Llegue á mí, no se acobarde,

Que nunca yo vengo

tarde.

me

llama.

Puesto que tarde

A Si

la

puerta estoy llamando;

mi voz

Y me

la

la

está tocando

abriere, entraré:

Por gran precio Por eso

la

La voz

la

compré,

voy buscando.

es

de mi señor;

Del ciervo herido de amor

He

conocido

el suspiro.

¡Con qué vergüenza te miro! ¡Con qué aflicción y dolor! ¡Cuál vienes del

mar por

mí,

La cabeza, del rocío Del agua, mojada

así!

Muy negra estoy, señor Y muy indigna de ti. Ticknor tiene

el

mío,

mérito de haber señalado una pieza de Gil Vi-

Lope de Vega. Trá-

cente que ofrece alguna analogía con esta de tase

de

Gloria

la trilogía

de

en portugués

(i),

do Inferno^ do Purgatorio y da

las tres barcas, las

dos primeras y

la tercera

en castellano,

representadas sucesivamente delante de los reyes de Portugal,

María y en

la

Don Manuel, en

cámara

los años

regia; la segunda,

1

en

517,

el

1

518 y

hospital de

1 5 19; la

Todos Santos, de

ciudad de Lisboa, durante los maitines de Navidad;

la

duda como complemento de alguna

Almeirin,

y

de

conserva indicios en

lo cual

sin

se intercalan.

tro intento,

De

la

las lecciones

primera parte, que es

hay imitación, ó más bien larga

hecha por autor que conocía y tenía

muy

(i)

Obras de Gil

Vicente, correitas e

de Langhoff^ 1834,

tomo

i,

en

fiesta litúrgica,

que más hace á nuesparáfrasis castellana,

presente

Mercurio y Carón, de Juan de Valdés, que es á

7. Bárrelo Feio e J. G. Moítteiro,

la tercera,

responsos que en ella

y

la

Doña

primera,

el

Diálogo de

modo de

transfor-

emendadas pelo cuidado e diligencia de 1834, na officina tipographica

Hamburgo,

págs. 214 y 55.

AUTOS Y COLOQUIOS

mación

clásica

de

Danzas de

las

33

Fué impresa en Burgos,

la Muerte.

en casa de Juan de Junta, á 25 días del mes de Enero de

con alo:

el título

Moral

d' El

de Tragicomedia alegórica

1 5

(i),

Paraíso y d'El Infiér-

representación del diverso camino que hacen las

partiendo de esta presente vida, figurada en

39

los

ánimas

dos navios que aquí

parescen: el uno del Cielo y el otro del Infierno., cuya subtil invención

y

materia en

res

un

el

ángel,

argumento de

un

puede

ver.

logrero,

mt

la obra se

diablo, ten hidalgo,

un

Son

interlocuto-

inocente llamado

Juan, un fraile, una moza llamada Floriana, un zapatero, una cahueta,

un judío,

tin coi'regidor,

un abogado, un ahorcado por

alla-

drón, cuatro caballeros que murieron en la guerra contra moros, el

barquero Carón. Basta para comprender que

puede

ser sino

muy

en esta enumeración de personajes

fijarse

el

parentesco entre

remoto.

Y

en efecto,

que afirma caprichosamente que

«la idea

de Lope no

tal

auto y

el

mismo Ticknor, aun-

el

y orden de

la

fábula son

mismas en uno y otro autor» (2), lo cual dista mucho de ser verdad, no apunta más semejanza de detalle que la de los preparacasi las

tivos de viaje

que

el

demonio, arráez de

la

barca del Infierno, hace

en una y otra pieza.

Véase

el

principio del auto de Gil Vicente:

A

barca, a barca, hou

Que temos Ora venho

gentil

a cara a ré:

Feito, feito,

Vae

E E

allí

atesa

lá,

maré.

bem

está.

muitieramá,

aqú^Ue palanco,

despeja aquelle banco

Pera a gente que vira.

A

barca, a barca, hu!

Asinha que se quer

ir!

(i) Había ejemplar de esta rarísima pieza en la biblioteca de Campo Alange, y ha pasado hoy á la Nacional. En otra edición que no hemos visto se atribuye la traducción al mismo Gil Vicente, y es probable que sea suya,

porque variantes tan radicales no parece verisímil que las introdujese otro que el mismo autor. Tomo I de la traducción castellana, pág. 306, nota. (2) Mbnésdez X VYi^kxo.— Estudios

sobre el Teatro di Lope de Vega.

3

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

34

Oh que tempo

de

partir!

Louores a Berzebu!

Ora sus, que fazes tu? Despeja todo ese leito.

Oh que caravella esta! Poe bandeiras, que he festa; Verga

alta,

áncora a pique...

Alguna semejanza también puede

discernirse en la parte

lírica,

verbigracia, en la letra que cantan los cu^iirojidalgos, caballeros de la

Orden de

Cristo, que

A

murieron en las partes de África: barca, a barca segura:

Guardar da barca perdida:

A

barca, a barca da vida.

Senhores, que trabalhais Pola vida transitoria,

Memoria, por Déos, memoria Deste temeroso

A

cais.

barca, a barca, mortaes:

Porém na

vida perdida

Se perde a barca da

ó en

el

bello

Auto de

vida...

romance á modo de barcarola, con que da

la barca

do Ptirgatorio:

Remando vao remadores Barca de grande alegría;

O

patrao que a guiava,

Filho de Dees se dizia,

Anjos eran os remeiros,

Que remavao

a porfía;

Estandarte d'esperanga,

Oh quao ben que

O

parecía!

masto da fortaleza

Como

cristal reluzia;

A vela

com fé cozida Todo o mundo esclarecía;

A

ribeira muy serena Que nenhum vento volia.

principio el

AUTOS Y COLOQUIOS

35

Teófilo Braga, que acepta y amplía la indicación de Ticknor, en

su Historia do thcatro portugiiez

(l),

nota con mejor acuerdo

ambas concepciones dramáticas. Pláceme

ferencia entre

más

palabras del docto profesor, inspiradas por la

las

miración tico

de

genio de Lope, á quien llama

al

el

mayor

ferviente ad-

dramá-

escritor

«Lope de Vega, como ingenio fecundo

tiempos modernos:

los

la di-

transcribir

y creador, aprov'echóse simplemente de la idea, dándole una forma original y más perfecta: las diversas ánimas de Gil Vicente fueron reducidas por

él

á una

sola,.^'/

la

usada por Gil Vicente;

lírica

que Lope de Vega conoció

da Barca da Gloria

Diablo, que en las Barcas

ferrem a vela em que está

recuerda

la vela,

En

o cro xifixo pintados. la

En

el

auto

Anjos des-

«.os

el final

del auto

cuyo árbol y entena

Penitencia,

eran una cruz, que por jarcias, desde los clavos y rótulo, tenía esponja,

lanza, la escalera

la

y

de Gil V^icente aparece un Papa; en

resucitado es quien viene á

auto de

Lope acontece

oficiales

general del Viaje del

neidad de

lo

mandar

Alma

creencia,

En

el

de

ella.»

Edad Media

Giotto en

el

un navio que

(i)

Tomo

I,

ginas 194 á 198.

la

barca de

lleva á

al

Vicente^ e

el

del

En

el

sentimiento

el

la

homoge-

modelo, de donde la

navio las

invención,

pertenecen

miniaturas de

navio; en un mosaico de

representada en forma de

Cristo por piloto.

Vida de Gil

timón

nave, con algu-

masque

También en

la Iglesia está

auto

siguiente

la

Pongamos aparte

cruz sirve de mástil

Vaticano,

la

Finalmente,

sacados

al

Gloria.

la

prueba

lo

conocimiento de un

á los primeros siglos de la Iglesia. la

Lope va

el

auto portugués, Cristo

muestra, todavía

símbolos cristianos

los

la

el

mismo, como

fué sacada la primera impresión...

porque

auto de

En

persona del maestro de

acotación: «Cristo en

nos ángeles como

el

la Iglesia.

la

con muchas flámulas,

los azotes,

estandarte y gallardetes bordados de cálices de oro».

Papa que entonces regía

la

decoración revela también

la

Vicente esta rúbrica:

nave de

la

Apetito, por

el

los viejos autos portugueses.

trae Gil

de Lope «descúbrese

el

Memoria, por

que cantan para darse á

los Vicios. El estribillo

forma

Alma; y

ayudado por

trabaja solo, está aquí

Lope de Vega no

hizo

sua eschola, secuto xvi (Porto, 1870), pá-

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

36

más que desenvolver

símbolo por medio de continuadas alego-

el

rías» (l).

Á

estas

añadir que Gil

el

tipo,

de

barcarola

la

lírica

llevada

sólo al

hay que

teatro por

Vicente y Lope de Vega es de indiscutible origen galaico-

portugués, el

observaciones de Braga,

tan discretas

encontrándose á cada paso bellísimas muestras en

Cancionero del Vaticano:

Per

ribeira

do

rio

Vi remar o navio,

E

sabor ey da ribeira!

Per ribeira do alto

Vy remar

o barco;

Sabor eyda

As

froles

Briosas

E

vam no

vam-se as

D'aquel

As

navio;

flores

bem com meus amores... do meu amado vam no barco;

flores

Briosas

E

ribeira!...

do meu amigo

vam-se as

D'aquel

flores

bem com meus

En Lixboa

amores...

sobre lo mar

mandey labrar; velida! mha senhor Ay, En Lixboa sobre lo 1er Barcas novas mandey fazer; Ay, mha señor velida! Barcas novas

La disposición misma de tiave dada á las iglesias {Ecclesia sH ad instar leemos en las Co7isütuciones apostólicas, lib. i, cap. lxi) prueba las ideas simbólicas que se ligaban á esta forma. (A. Maury: Es sai sur les légendes pienses du Moyen-Age, pág. 103, núm. i.) La alegoría náutica había sido ya empleada en representaciones portuguesas, no sabemos si dramáticas ó mudas, antes de Gil Vicente. Ruy de Pina, en la Crónica de Don Juan II (Inéditos da Academia Poriugueza, pág. 12Ó de la C, de D. J. 11)^ describe un momo que se representó ante aquel Monarca, en que figuraba «una gran flota de grandes navios, metidos en paños pintados de bravas y naturales ondas de mar, con grande estruendo de artillería que jugaba, y trom.petas y atabales y ministriles que tañían, con desvariados gritos y alborozos de pitos de fingidos maestres, pilotos y mercantes, vestidos de brocados y sedas, y verdaderos y ricos trajes alemanes». (i)

navis,

AUTOS Y COLOQUIOS

De

modo,

este

formas

las

líricas tradicionales

manera, en

el

de

arcaicas persis-

y

edades

y por inmenso mundo poético que llamamos teatro de

ten por misterioso atavismo en tal

37

el

arte

las

Lope, se reducen á unidad armónica todos

los

cultas,

elementos del genio

peninsular. II.

ral).

Las Bodas

— Seguimos

cuyo

libro

entre el el

Alma y

texto de

la

el

Amor

divino [representación mo-

El

edición princeps de

Peregrino^ en

se halla inserta.

ii

La fecha de

esta

moralidad

(así la

llamó su autor) se encuentra

determinada por su propio contexto y por el relato de la novela. Fué representada en Valencia, «sobre un teatro famoso», en la octava del Corpus del año 1599» pocos días después del casamiento

de Felipe

III

con Doña Margarita de

Lope en Valencia, en en

la

x^ustria.

aquella ocasión, véase lo

biografía de nuestro autor (páginas

Sobre

la estancia

de

que escribió Barrera

79 y

80),

dando curiosa

noticia de las diversas relaciones históricas de aquellas fiestas. Otros detalles se encontrarán en las Relaciones de Luis

doba

(l),

publicadas en 1857

poi" iniciativa

Cabrera de Cór-

de D. Pedro José Pidal.

El conocimiento de tales antecedentes históricos es indispensable cabal inteligencia de esta moralidad., puesto que «toda ella

para

la

está

aplicada á los felicísimos casamientos de los Reyes,

figuras

á los príncipes

y

caballeros

que habían traído

dando

esta Real

Señora».

La curiosidad de nace de ser cunstancias.,

el

este auto^

cuyo valor

no es grande,

literario

más antiguo que conocemos de

llamados de cir-

los

género híbrido y monstruoso, en que con torpe amal-

gama, que sólo para espectadores de tan robusta ser irreverencia

y escándalo, se confundía

lo

pudo dejar de

fe

sagrado con

lo

profano

en una misma acción alegórica. El Valle de la Zarzuela y otros autos de D. Pedro Calderón son ejemplares del

mismo género.

«Ocurrencias de carácter puramente profano (dice Pedroso) invadieron

el

teatro sacramental. íín

alteración de la (i)

1614.

moneda para

El Consumo

del vellón servía la

figurar el rescate del

hombre sobre

Relaciones de las cosas sucedidas en la corte de España, desde 1599 hasta escrita por Luis Cabrera de Córdoba. Publicadas de Real orden.

Obra

Madrid, Imprenta de

J.

Martín Alegría, 1857.

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

38

y cuando juraban

las potencias infernales,

corona, ó contraía

la

ó

salía á

el

de

los reinos al sucesor

soberano primeras y aun segundas nupcias,

comunes

reducir una provincia rebelde, alegorizábanse tan

La Segunda

acaecimientos en Las Bodas del Cordero^

El

esposa,

Rey en campaña y La Jura del Principe. Ni hacía falta que los argumentos alegóricos tuviesen importancia política; bastaba que diesen pábulo á pláticas vulgares. Así cimentó Calderón un auto sobre dispendiosas mejoras introducidas en

El

explanó misterios eucarísticos en

el

Nuevo palacio

Lleva

el

auto de Lope una

loa,

puesto en boca del personaje

y tomando

Valle de la Zarzuela^

por asunto ostensible una cacería de Felipe IVs>

las

del Retirv,

(l).

cantada por músicos, y un prólogo

llamado; ambas piezas en romance,

así

aunque con asonante diverso. El retrato de

la

dama gallarda Cuyo dorado Del rubio

sol

cabello

excedía

Los resplaudecientes cercos: Blanco rostro, ojos azules

De

la color

es evidente

homenaje á

dama

mismo tiempo

sea al

eucarístico,

que

sentidos. Sigue

sobre

el

muy

una

la

de

los cielos...

nueva Reina

austríaca, por

personificación de

la

Fe en

más que

propiamente pudiera llamarse Loa de

letra

para

cantar, sobremanera

fácil

y

los cinco

graciosa,

popular estribillo

«Y aplicado todo

al

trescientas cosas más...»,

Santísimo Sacramento.

El aparato escénico, que debió de ser de los más pomposos es

que

la fantasía

papel), está

de Lope no

Pecado,

Fe, el

(i)

la

Alma;

le

engrandeció algo

ampliamente declarado en

parte de los personajes que en el

la

este prólogo

Envidia, lo cual

la

el

Malicia,

acaba de

acotaciones.

las

(si

al trasladarle al

La mayor

auto intervienen son alegóricos: la

Fama,

el

justificar el título

Prólogo de los Autos sacramentales, pág.

52.

Mundo,

el Apetito, la

de moi'alidad que

el

AUTOS Y COLOQUIOS autor

39

En la versificación predominan las quintillas y redoncomo en todas las primeras obras dramáticas de Lope. Hay,

le dio.

dillas,

no obstante, una de Góngora, de

trovando d

letrilla,

las

lo

divino los estribillos de otra

más populares y más Que

profanas:

pida á un galán Manguilla

Cinco puntos de gervilla, Bien puede ser.

Mas que calzando diez Menga, Quiera que justo le venga,

No puede Que

ser.

esté la bella casada

Bien vestida y mal celada,

Bien puede

Mas que

No

el

ser.

bueno del marido

sepa quién dio

No puede

el vestido.

ser.

Que anochezca cano

Y

el viejo

que amanezca bermejo, Bien puede ser;

Mas que á creer nos estreche Que es milagro y no escabeche.

No puede

ser...

Estos y otros rasgos aun más picarescos retozarían indudablemente en la memoria, y no sé si en los labios, de los asistentes al auto,

cuando escuchaban

la

piadosa parodia, menos poética que bien

intencionada:

Que compre el Alma excelencia De gloria con penitencia, Bien puede

ser;

Pero que con vida ociosa Quiera ser de Cristo esposa,

No puede

ser...

Intercálanse también algunos cantarcillos, de sabor lar,

que acaban de dar carácter lírico-dramático á Esperad, casada,

No

lloréis, doncella;

muy popu-

la pieza:

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

40

Que

ya vuestro esposo

Camina

á Valencia.

Venga el Rey mi esposo, Norabuena venga;

Que hasta ver sus ojos No la tendré buena. Zarpa

la capitana,

Tocan

á leva,

Porque Margarita Viene á Valencia. El mar de la vida, Con más arboledas

Que una

selva tiene,

Sus campos ondea;

Los remos

se

Hínchanse

las velas,

mueven,

Porque Margarita Viene á Valencia.

Tocan

los clarines

Al alborada, Los remos se mueven,

Retumba el agua, Cuando Margarita,

Que

es el alma santa,

Viene

De

la

Cuando

Y

dulce puerto

al

esperanza; llega á Cristo

está en su gracia,

Los remos se mueven,

Retumba

Ha

sido tan olvidado en

insistir III.

en esta fase

La Maya

Peregrino.,

casi

el agua.

Lope

el

desconocida de su talento.

{auto sacramental).

donde

se afirma

No queda

— Inserto

en

el libro

iii

de

El

que fué representado en Zaragoza, en la

puerta del insigne templo del Pilar ricas telas.

poeta musical, que no nos pesa

noticia

sacro.,

en

un

teatro

adornado de

de ningún viaje de Lope de Vega á

Zaragoza antes de 16O4; pero no es inverisímil que pasase á aquella

ciudad desde Valencia, durante su destierro, que Barrera coloca

AUTOS Y COLOQUIOS

Con

entre 1585 Y 1588.

esto tendríamos

que de todos modos pertenece

del auto,

Le reimprimimos conforme

á

la

4I

aproximadamente

la

fecha

al siglo xvi.

edición príncipe de 1604, resta-

bleciendo las acotaciones marginales, que indebidamente se omitie-

ron en

edición de Sancha. Estas acotaciones son de

la

Escritura, de Aristóteles, de Tertuliano, de

de San Agustín, de San Gregorio Santo rrir

Tomás y de

para

las

Sagrada

la

San Juan Crisóstomo,

Magno, de San Bernardo, de

el

Titelmann, á quienes se ve que Lope solía recu-

nociones

filosóficas.

El auto es de aquellos en que

la alegoría eucarística está violen-

tamente sacada de una costumbre popular, y que en el presente caso es de origen gentílico. Tal es la Maya, que nuestro Diccionario «Niña que en

define:

y

los días

de

fiesta del

mes de Mayo, por juego

divertimiento, visten galanamente en algunos pueblos, y

sentada sobre una mesita en á los

que pasan». Algo

la calle,

difiere la definición

el

ponen

que da Covarrubias en

su Tesoro de la lengua castellana (primera ed., pág.

porque

la

pidiendo otras muchachas dinero

maleante lexicógrafo toledano alcanzó

533),

quizá

en forma

la fiesta

menos remota de

sus orígenes paganos, y á la vez más dramática: «Es una manera de representación que hacen los muchachos y las

doncellas, poniendo en un tálamo el

matrimonio».

por

la

La Maya

Academia que

á

el

Grande

exclama

el

la

definida

la

Alegría,

de Covarrubias.

la

Hoy

un niño y una niña, que significan

de Lope más se asemeja á

Alma ha de

fiesta

Cuerpo; entran

el

ser Maya:

quiero hacer,

Regocijo,

el

Contento y

con pandero, guitarra y sonajas, y el Alma, vestida de Maya, con muchas joyas: siéntanla detrás de una mesa llena de flores; el

Entendimiento

la

pone delante

repite esta letra popular,

el

plato petitorio,

que festejaba á

la

Castilla:

Esta Maya lleva

Que

las otras no.

la flor,

Maya en

y las

la

música

aldeas de

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

42 Restos de

la

antigua representación semidramática deben de ser

otros cantarcillos intercalados en el auto, v. gr.:

Dad para

la

Maya,

Gentil mi señora;

Más vale

Oue

la

fama

hacienda

la

sola.

Toca garabato, Pase

Que no

el

toca.

pelado

lleva blanca ni cornado:

Pase

el

pelado.

Pase, pase el mal vecino,

Que

Maya

á afrentar la

Echad mano

vino...

á la bolsa,

Cara de rosa;

Echad mano

Buen

esquero,

al

caballero.

Echad mano á ese costado, Y dadnos alguna cosa, Cara de rosa.

y quizá también

ia letra del baile

Dio

el

novio á

la

con que termina

el

auto:

desposada

Corales y zarcillos y patenas de plata.

Estas reminiscencias de poesía (^y quién sabe pular dan cierto valor tradicional á este otras obras de

supersticiones

aiito^

si

de teatro?) po-

que,

como

tantas

Lope de Vega, recoge el último eco de antiquísimas que yacen en la capa más honda de nuestra cultura

occidental. Todavía resuena en labios de los griegos modernos, se-

gún testimonio de Fauriel al

(l)

y de Ampére

(2)j

un canto análogo

chelidonismos, ó canción de la vuelta de las golondrinas,

tonaban

los

que en-

muchachos de Rodas, y cuyo texto nos conservó Ate-

(i) Chants populaires de la Gréce moderne. Discurso preliminar, páginas 28 y 104. La Grece, Rome et Danie, pág. 59. (2)

AUTOS Y COLOQUIOS neo; I.°

y todavía

de

los descendientes

de Mayo con un

estribillo

helenos celebran

los

análogo

43 el

día

del auto de Lope: «¡Bien

al

venida, bien venida nuestra ninfa Maya!» Resto evidente de los antiguos homenajes á la diosa de

Nada de

particular ofrece la versificación de este auto;

puede considerarse dividida en el

primavera.

la

primero y

el

romances con

tres

último cantados por tres músicos,

la

loa

distinto asonante, el

segundo reci-

tado por un actor que hacía de prólogo. El primer romance está

cortado tres veces por este ritornelo:

Vos ])e

En

el

Predominan en

uno de el

Cupido

prólogo está en germen

El Verdadero

derón,

sois aquel

amor vendado y por amor vendido.

el

la

idea de

auto

la

Alegría y

el

y

las quintillas,

ellos sobre esta letra picaresca,

Cuerpo,

un célebre auto de

Cal-

dios Pan. sólo

hay dos romances,

que tañen, bailan y cantan

Regocijo:

Vida bona, vida bona, Vida, vamonos á

Es

la

la gloria.

popularísima chacona., que con tanto brío y animación des-

cribe Miguel de Cervantes en una de sus Novelas ejemplares

El

baile de la

chacona

Encierra la vida bona. Hállase

Que

la

ejercicio

allí el

salud acomoda,

Sacudiendo de

Á

la

Bulle

De

los

miembros

pereza poltrona. la risa

en

el

pecho

quien baila y de quien toca,

Del que mira y del que escucha Baile y música sonora. Vierten azogue los pies, Derrítese

(i)

La

Ilusire fregona.

la

persona.

(l):

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

44

El brío y

En

Y Y

la

ligereza

los viejos se

en

los

sobre

remoza,

mancebos

modo

£1 baile

se ensalza,

se entona.

de la chacona

Encierra la vida bona.

¡Qué de veces ha intentado

Aquesta noble señora,

Con la alegre zarabanda, El pésame y pena mía, Entrarse por los resquicios

De

A

las casas religiosas,

inquietar la honestidad

Que en

Si la

las santas

celdas mora!

chacona había llegado á inquietar

casas religiosas, á nadie

irrupción en

el

teatro sacramental,

bailes profanos, glosados

el

sosegado recinto de

las

puede admirar que hubiese hecho también

por

la

como

tantas otras canciones

y

indulgente devoción de los poetas,

con no poco regocijo y algazara más ó menos honesta de los píos espectadores. IV.

bro

IV

El Hijo pródigo

{representación moral).

— Inserta

en

el li-

de El Peregrino en su patria (1604). Se supone representada

en Perpiñán

el

día de Santiago, por actores venidos de Barcelona:

«Nise y Finea salieron de Marsella y vinieron á Perpiñán poco á

poco por ron á

la

la

aspereza de los montes que dividen

la

Francia. Llega-

ciudad un domingo, donde algunos de los soldados caste-

llanos hacían

una

fiesta al

Patrón de España; vieron aquella noche

grandes luminarias y fuegos, y otro día en un theatro una repre-

que desde Barcelona habían traído y conducido á hacían, para mayor regocijo de su fiesta».

sentación, la

Da digo,

asunto á esta moralidad

la

Casiodoro de Reina

que

parábola evangélica del Hijo pró-

tomada del capítulo xv del Evangelio de San Lucas

que transcribiremos conforme á

los

la

(v.

II-32),

vetusta traducción del heresiarca

(l):

(i) La Biblia, que es los Sacros Libros del Viejo y Nuevo Testamento. Trasladada en español 1569 (llamada comúnmente del Oso). Como mi propósito en estas observaciones es puramente literario, no tendré reparo en presentar

AUTOS Y COLOQUIOS

Un hombre

fll.

...

»I2.

Y el

parte de

tenía dos hijos.

más mozo de

ellos

dixo á su padre: «Padre,

hacienda que me pertenece.»

la

45

Y

dame

la

// les repartió la ha-

cienda.

Y después de

»I3.

mozo

no muchos

días,

juntándolo todo,

partióse lejos, á una provincia apartada,

y

allí

el hijo

más

desperdició su

hacienda, viviendo perdidamente.

Y

»I4.

hambre en

Y

5>I5. el

desque

lo

hubo todo desperdiciado, vino una grande

y comenzóle á faltar. uno de los ciudadanos de aquella

aquella provincia, fué

y

llegóse á

tierra,

cual lo en\-ió á su cortijo para que apacentase los puercos.

Y

»l6.

mían

deseaba henchir su vientre de

los puercos;

Y

»!/.

mas nadie

volviendo en

mondaduras que co-

las

se las daba. dixo:

sí,

«¡Quántos jornaleros en casa

»de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de chambre!»

Levantarme he é yré á mi padre, y

»l8.

»peccado he contra

Ya

•¡>\g.

el cielo

y contra

decirle he: «Padre,

ti.

no soy digno de ser llamado tu

hijo;

hazme como

á

»uno de tus jornaleros.»

Y

»20.

levantándose vino á su padre.

lexos, vídolo su padre, él

y

fué

Y

como aun

estuviese

movido á misericordia; y corriendo á

derribóse sobre su cuello y besólo.

Y

»2I.

»contra

el

»22.

peccado he contra

ya no soy digno de ser llamado tu

ti;

^vestido,

hijo le dixo: «Padre,

Mas y

el

vestildo;

y poned

y

hijo.»

padre dixo á sus siervos: «Sacad luego anillo

el cielo

el

principal

en su mano y zapatos en sus

»pies.

muestras de las diversas traducciones castellanas de la Biblia, sin excluir las hechas por autores no católicos en el mejor siglo de nuestra lengua, aprovechándolas en todo aquello en que su interpretación no difiere de la autorizada por la Iglesia. De otro modo, hubiera tenido que caer en la impertinente pedantería de copiar los textos originales y traducirlos por mi cuenta, ó de transcribir las tan conocidas versiones de Scío y Torres Amat, que cualquiera que sea su mérito, tienen siempre el inconveniente filológico de no derivarse de la verdad hebraica y griega, sino de la Vulgata latina, y de no valer ni con mucho, como textos de lengna, lo que valen Juan de Valdés, Francisco de Enzinas ó la Ferrariense.

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

46

Y

»23.

traed

becerro gruesso, y mataldo: y comamos, y

el

»hagamos banquete. Porque

muerto

este

mi

hijo

»dido, y es hallado.»

Y

comenzaron á hacer banquete.

»24.

Y

»2 5.

el

más

Y

»26.

y ha

oyó

la

llamando á uno de

revivido: avíase per-

campo,

viejo estaba en el

llegó cerca de casa,

y

v^ino

su hijo

era,

cymphonía y los

las

el cual,

como

danzas.

siervos,

preguntóle qué era

es venido,

y tu padre ha muer-

aquello.

Y

•»2'] .

»to

él le

«Tu hermano

dixo:

becerro gruesso, por haberlo recibido salvo.»

el

Entonces

»28.

Mas

»29.

él,

enojó,

él se

ces, saliendo, rogábale

y no quería

entrar. El padre enton-

que entrase.

respondiendo, dixo

al

padre:

«He

aquí tantos años

»ha que te sirvo, que nunca he traspassado tu mandamiento, y me has dado un cabrito para que haga banquete con mis

»nunca »

amigos.

Mas desque vino

»30,

este tu hijo,

»con rameras, hasle matado El entonces

»3I.

el

le dixo:

que ha englutido

tu hacienda

becerro gruesso.» «Hijo, tú siempre estás conmigo,

y

»todas mis cosas son tuyas. »32. »este tu

Mas hacer banquete y holgamos era menester: porque hermano, muerto era y revivió: habíase perdido, y es ha-

llado.»

Aunque drama

se prestaba admirablemente al primitivo

este asunto

litúrgico,

no encontramos texto alguno de

ción de Du-Méril, ni en siglo

XV tenemos

la

la

de Coüssemaker.

En

el

él, ni

en

la

colec-

teatro francés del

Moralité de V Enfant prodigue par personnages,

translatée de latín enfrangais, selon

de VEvangile

le texte

Esta obra, extraordinariamente pedestre y

trivial

como

(i).

casi todas

de su época, consta de unos mil quinientos versos, y termina con un discurso en prosa, destinado á explicar el sentido

las del teatro

Analizado ya por los hermanos Parfait en su Histoire du Théatre frantomo iii, págs. 139 á 147), y por el Duque de la Valliére en X^Biblioilieque du T/iéaire franfais. (Dresde, 1768, tomo i, pág. 4.) Vid el Dic(i)

í:«íj-

(París, 1745,

tionnaire des Alystéres del

Migne.

Conde de Douchet en

la

Enciclopedia teológica de

AUTOS Y COLOQUIOS

moral de

«Es de notar

la pieza.

jes son tres, el el hijo pródigo.

padre y sus dos

(dice)

de

hijos,

Y moralmente,

que

y

pecadores. Por

los principales

los cuales el

este padre es Dios,

son dos maneras de gentes que hay en los otros

47

el hijo

mundo,

el

mayor

persona-

más joven

es

y

sus dos hijos

los

unos buenos

se entienden los justos,

que

siempre están unidos por gracia con Dios, que es su padre, y por pródigo los pecadores, que disipan locamente los bienes re-

el hijo

y regocijos mundanos.» Los personajes el sagrado texto no haya más

cibidos de Dios, en deleites

no son menos de doce, aunque en

que cuatro. El ignorado poeta ha añadido pación del hijo pródigo, té,

etc.

Gran parte de

la Garriere^ las

Fin

los

compañeros de

disi-

Coiir-Doiix^ V Enfant gas-

escenas pasan en una casa de juego y

mancebía.

En la

obra más antigua sobre este argumento es

el teatro italiano la

Rappresentazione del Jig lino lo prodigo, composta per messer Cas-

estampada en edición gótica

tellano Castellani,

indudablemente de Florencia, á principios del

mente reproducida por

el

sin

nífico Lorenzo; fué profesor Pisa,

los

siglo xvi,

En

sus

manos

la

y

pero

reciente-

tiempo del Mag-

de Derecho canónico en

la

Estudio de

el

más fecundos compositores de rimas

representaciones piadosas en reales.

ni lugar,

docto Alejandfo de Ancona en su copio-

sa colección dramática (l). Floreció Castellani en

y uno de

año

sacras

y de

habitual forma toscana de octavas

parábola del Hijo pródigo se va acercando

más y más al drama profano: las escenas de jugadores están tratadas con mucha bizarría; la expresión de los afectos tiene un color y una viveza que contrastan con francesa;

y todo

el

el

hórrido prosaísmo de

la

moralidad

conjunto respira naturalismo poético, todavía

sano y noble: digno, en suma, de

la

ciudad y del siglo en que

la

Representación se dio.

Hubo

otras sobre

el

mismo argumento, y Ancona

Festa del Vitel Sagginato,

la

las

cita:

la

Rappresentazione del Figliuol prodigo,

de Monna Antonia, mujer de Bernardo

Pulci. Esta última pieza

todavía sigue estampándose para uso del pueblo, y hay reciente (ij

Sacre Rappresentazioni dei secoli xiv, xv

cura di Ales Sandro páginas 357 á 389-

a' Ancona

e xvi, raccolte e illustraie

(Firenze, Successori

Le Monnier,

1872),

per

tomo

i,

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

48

edición de Luca. Pero

la definitiva

forma del argumento, conver-

tido ya enteramente en drama profano, se

más fecundo

siglo XVI el

del Renacimiento,

dio á mediados del

la

é ingenioso quizá de los poetas cómicos

Juan María Cecchi, en una pieza que no es gran

hipérbole calificar de bella: deliciosa pintura de costumbres florentinas

que apenas conserva de

Con

error afirma

parábola más que

la

Ancona que

este asunto

otras literaturas fuera de la italiana

ha sido cuatro veces por tigua

Auto

el

códice de hijo,

un

la

lo

la

no se

del Hijo pródigo,

que ocupa

En

Biblioteca Nacional.

el

halla tratado

En

la francesa.

menos. Tenemos por

forma más an-

la

núm, 48 entre

los del

son figuras «el padre,

él

en

castellano lo

el

madre, un portugués, Seudulo, una mujer ena-

villano, la

morada, una moza, un porquero,

Es

y

el título (l).

segunda, y

mucho más

el hijo

notable,

mayor».

Comedia

la

pródiga...^ com-

puesta y moralizada por Luis de Miranda^ placentino, en la cual se contienen {demás de su agradable y dulce estilo)

avisos

muy

trando

los

necesarios

muchas sentencias y

para mancebos que van por

el

malas mujeres y traidores

sirvientes,

Martín de Montesdoca, en 1554

impresa en

(2)-

Sevilla,

la

en casa de

Don Leandro Fernández de

Moratín, que en sus Orígenes del Teatro español fué llamar

mundo, mos-

engaños y burlas que están encubiertos enfijtgidos amigos,

el

primero en

atención sobre esta rara pieza, dando un extenso análisis

acompañado de algunos recimiento,

extractos, hace de ella extraordinario enca-

mucho más digno de

de sus

juicios:

fábula,

que

«Está

es, sin

muy

notarse dada

la

bien desempeñado

duda, una de

las

habitual acerbidad

el fin

moral de esta

mejores del antiguo Teatro es-

pañol: bien pintados los caracteres, bien escritas algunas de sus escenas: las situaciones se suceden unas á oteas,

aunque no con

cular artificio dramático, siempre con verosimilitud

¡Lástima que á todos estos méritos, y

humana en de

la

(i)

los diálogos

y en

al

y

grandísimo de

las situaciones,

parti-

rapidez». la

verdad

no pueda añadirse

el

cabal originalidad, puesto que la comedia de Luis de Miranda

Commedie

inedite di G. Cecc/u\ pubblicate

Monnier, 1856), tomo i. Reimpresa por la Sociedad de (2) Geofrín, 1869).

da G.

Jllilaiiesi (Firenze,

Bibliófilos Atidaluces (Sevilla,

Le

imp. de

AUTOS Y COLOQUIOS

y muy bien hecha de

es sobre todo una imitación libre

y acomodada de

chi, traída

no

alguna reminiscencia de

sin

Á

costumbres

las

comedias siguió

estas

el

49

de Cec-

la

italianas á las españolas,

las Celestinas!

auto de Lope,

mayor poeta incompa-

rablemente que Cecchi y que Luis de Miranda, pero en este caso menos afortunado que ellos, por haber hecho retrogradar el arguá los límites de la antigua moralidad con personajes alegóri-

mento

cos, quitándola el la

habían dado.

amplio desarrollo humano que sus predecesores

De no

atenerse á

divina sencillez de

la

la

parábola

más habían de interesar siempre, representadas tan al como en la Comedia de Luis de Miranda aparecen, las andande Pródigo, que sigue como soldado aventurero al capitán que

evangélica,

vivo zas

pasa por su pueblo levantando bandera, y corre por ferias y mesones

malbaratando su dinero entre rufianes y mozas del partido, que las frías personificaciones alegóricas

civia, la

cía la

juventud y

el

de

la Lisonja., el Deleite., la

Las-

Engaño. Es para mí seguro que Lope cono-

Comedia Pródiga, pero no hay reminiscencias de

ella

en este

más bien en algunas escenas de El Rufián Casirucho, y todavía más en la excelente comedia de La Prueba de los amigos, auto, sino

inédita hasta estos últimos años. el

A

falta

de interés dramático tiene

auto de Lope dos bellísimos trozos de poesía

figurar

en cualquier antología. Es

tus Ule de Horacio (Ep.

wing

(i),

porque está

ii),

llena

el

que con razón de

lírica,

dignos de

primero una paráfrasis del Bea-

facilidad

califica

Ticknor áefio-

y de armonía:

¡Cuan bienaventurado

Justamente se llama

Aquel que como yo contento

Es una canción real de cuatro sueltos, á

excepción de

los

estancias,

vive...

de á trece versos, todos

dos últimos, en esta disposición:

(i) Tomo II de la edición de 1863, pág. 200. Schack (tomo 11, pág. 410) presenta también un pequeño análisis de este auto. Por cierto, que en la traduciii, pág. 200), que por lo general es excelente, no están interpretadas con exactitud las palabras die Geschichte von verlornen Sohn,

ción castellana (tomo

que no quieren decir en este caso

la historia del niño perdido, sino la historia

del Hijo pródigo.

Mbséxdez

y '?Y.\.k^o.— Estudios sobre

el

Teatro de Lope de Vega.

4

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

50

Ríndenme aquí

montes

los

Su leña en el invierno, Sus sombras y frescura en Su

verano,

el

cristal estas fuentes,

Su fruto aquestos

árboles,

Estos sembrados sus espigas rojas,

Su lana Sus

estas ovejas,

flores estos

campos,

Sus peces estos

ríos.

Estas aves su música:

Dichoso yo, que de

la

envidia lejos.

Sin servir á ninguno. Ni vivo importunado ni importuno.

Lope

tenía especial cariño á esta

nuestros clásicos:

más

bella

de estas

oda de Horacio, tan favorita de

muchas veces y siempre con felicidad: la imitaciones puede leerse en el libro de los Pas-

la

imitó

i

tores de Belén.

El segundo fragmento

y

versificado en el

lírico

digno de consideración en este auto,

mismo género de

estancias, es la oración del

arrepentido hijo pródigo, sembrada de reminiscencias de los salmos: Perdona, padre mío.

Mis culpas y pecados: La brevedad advierte de mis

días:

Pequé, Señor inmenso...

En

el

diálogo predominan las redondillas: hay también tres octa-

vas reales, un romance cantado por músicos

y una

glosa de la an-

tigua canción ya trovada por D. Diego Hurtado de Mendoza: Esta es

la justicia

Que mandan hacer Al que por amores

Se quiso

perder...

La mayor complicación métrica de es posterior á los otros tres autos

obstante,

muchos resabios

esta pieza pudiera indicar

de El

que

Peregrino. Conserva, no

del teatro primitivo, entre ellos el

macarrónico de diversas lenguas, y en especial del

empleo

italiano, al

modo

AUTOS Y COLOQUIOS

que

había hecho Torres Naharro en

lo

5!

y en

Serafina

la

la

Tine-

laria.

Del prólogo se desprende que Baltasar de Pinedo representó

Lope de Vega hace de

principal papel en este auto.

él el

el

más cum-

plido elogio, encareciendo sobre todo su excelencia en el gesto

y en

la acción:

Baltasar de Pinedo tendrá fama,

Pues hace, siendo príncipe en su

arte,

Altas metamorfosis de su rostro, Color, ojos, sentidos, voz y afectos.

Transformando

Que

la

gente.

Mas no

es justo

os diga lo que aquí ver¿is tan presto,

Recitando esta tarde un hombre pródigo.

Ya

rico y fuerte, ya

perdido y mísero.

Sólo os suplico que le oigáis atentos...

No

son muchas

las noticias

que tenemos de este actor celebrado

por tan excelente. Lope de Vega vuelve á mencionarle Peregrino en su patria,

como

al fin

de El

«maravilloso entre los que en España

han tenido ese

título», y nos da la noticia de haber estrenado su comedia La Fuerza lastimosa. Llay referencias á él en la Plaza uni-

versal de ciencias

que

y

de Cristóbal Suárez de Figueroa (1615),

artes,

cuenta entre los comediantes célebres: en

le

del licenciado Francisco de Cáscales (1616),

en

arte histriónica»; en

el

so (1620), que nos da tar la corte

y

Lope);

La

que

las

Tablas poéticas,

le apellida

«famoso

Villana de Vallecas, del maestro Tir-

la noticia

de que Pinedo acababa de alboro-

con El Asombro de la Limpia Concepción (comedia de

finalmente,

en

El Buscón, de Ouevedo

(1626),

cuyo

protagonista, cuando se aficionó á la carátula, «reprehendía á Pine-

do

los gestos».

bizarro fiesta

que

y generoso esclavo

de San José en

la

(i)

184.

del Santísimo Sacramento, costeando la

los Trinitarios

Descalzos»

imperial ciudad de Toledo hizo

en IÓ05,

na

Consta que «á 19 de Marzo de 1614 se lució como

la

al

(i).

En

las fiestas

nacimiento de Felipe

compañía de Pinedo representó en

el

IV

salón del Ayunta-

Fernández-Guerra (D. Luis): D. Juan Ruiz di Alarcdn y Mendoza, págiDalo tomado del Libro de la fundación y acuerdos de la Congregación

de Esclavos del Santísimo Sacramento.

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

52

miento

el título

En

comedia de Lope, El Gallardo catalán^ inserta luego, con

la

de El Catalán valeroso, en

Pinedo representó delante del Rey

La Casa

parte segunda de las suyas.

la

de Lerma de Septiembre de 1617,

las fiestas

confusa.

la

comedia del Conde de Lemos,

Al año siguiente de 16 1 8,

lamanca, representando en

el

compañía de

la

le

encontramos en Sa-

patio de las escuelas

mayores una

la Concepción, compuesta por Lope de Vega, que debe misma que dos años después menciona Tirso.

comedia de de ser

la

El prólogo en versos sueltos que precede

al

auto es en su última

parte un curiosísimo catálogo laudatorio de personajes contempo-

ráneos de Lope, y distinguidos por una razón ó por otra. Pedroso,

prólogo en su colección de Autos sacramentales,

al insertar este

frente de

El Viaje del Alma,

le

adicionó con

muy interesantes

que reproduciremos por apéndice, cuando llegue primir El

al

notas

turno de reim-

el

Peregrino. Las relativas á músicos han sido ampliadas por

nuestro docto colega D. Francisco Asenjo Barbieri.

Alguna aclaración merece de

los

los

Zanes

Zanes de

Eran

los

italianos:

lo

«danza

que en el

este auto se dice

juego diestramente,

de

al

la

danza

modo que

Italia».

Zanni una máscara lombarda y veneciana, como los siguientes versos de un canto carnascialesco

demuestran

lo dé'

Zanni, compuesto por

el

propósito por

Ancona en

orígenes de

escena italiana:

la

Facendo

florentino

su reciente

11

bergamasco e

N'andiamo

in

E

commedie

'1

recitar

Lasca,

y citado

á este

y doctísima obra sobre

'1

los

veneziano

ogni parte, é

la

nostra arte.

Mentre che noi facciamo oggi Noi siam disposti di

la

nostra

pai-er toscani,

Che nella stanza nostra Sarem poi bergamaschi e veneziani.

Vasari, en la biografía de Bautista Franco, nos da á entender tales

tas

máscaras comenzaron á mediados del

de moda en

Roma

por una cuadrilla de

siglo xvi, artistas

y

que

fueron pues-

de buen humor.

AUTOS Y COLOQUIOS al frente

de

la

cual figuraba Juan

nombre parece evidente

del

Andrea

53

dell'

Anguilara

La

(l).

Z

indicio del dialecto veneciano. El céle-

bre Ganasa (Juan ó Alberto) fué uno de los primeros Zanni, y por popularizaron estas artes juglarescas en España. Por los años

él se

de 1574

en Madrid una compañía en que alternaban

dirigía

las re-

presentaciones bufonescas con los títeres y juegos de manos. Volvió á España en 1 603, y sus donaires y habilidades debían de estar

muy

en

auto. El

la memoria de todos cuando Lope de Vega escribió su mismo Lope, en la Filomena^ habla de «los donaires de

Ganasa y de Trastulo», y en unos versos del Romancero general de 1604 también hay referencia á ambos juglares italianos:

Que nos besa y nos engaña Como Ganasa á Trastulo (2).

No cona

era el (3) le

sar los

tal

Ganasa personaje de poca cuenta, puesto que An-

concede

montes á

la

el

honor de haber sido

comedia

italiana,

el

primero que hizo pa-

divulgándola en Francia y en

España; y consta, por otra parte, que ganó muchísimos dineros en Madrid, «robando igualmente

el

como

aplauso y dinero de todos»,

dice Ricardo de Turia (4) y lo confirma Rodrigo Fernández de Ri-

que sea

bera, 6 quien quiera

el

autor del inédito

poema de La Asi-

naria:

Y

de encerrar en un corral Ganasa

Asnos

Ganó

Y

(cual otros

con más toldo agora),

para fundar familia y casa

(5).

basta de cosas incidentales, aunque quizá no parezcan inúti-

más

cabal inteligencia de este auto. Su asunto se encuen-

les

para

tra

reproducido con más desenfado poético que inspiración devota

en

el

la

auto sacramental de

El Hijo pródigo^ compuesto por

el

maes-

(i) Origini del Teatro italiano, libri iré. 7 orino, E. Loescher, 1891, tomo página 602. Clemencín: notas al Quixote, tomo iv, págs. 65 y 126. (2)

Tomo

(4)

II, pág. 456. Apologético de las comedias españolas.

(5)

Pellicer (C): Origen de la

(3)

i,

gina 74.

Comedia y del Hisirionismo, 1804, tomo

i,

pá-

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

54

de Valdivielso, é inserto en su libro de Doce autos sacra-

tro José

mentales y dos comedias divinas (Toledo, 1622)

de gusto menos puro en

divielso es

dramático que

ficio

no sólo

(l).

El auto de Val-

pero de mayor arti-

la dicción,

de Lope, y parece escrito teniendo á la vista, de El Hijo pródigo^ sino el de La Maya^ cuyos estribillos

el

reproduce.

No

el

es posible fijar

exactamente su fecha, pero de seguro

es posterior á 1605 (fecha de la primera parte del Quixote), puesto

que contiene una alusión á Sancho Panza.

Nada decimos de El Hijo pródigo, comedia de nimos del

siglo

XVII,

tres ingenios

que se guarda manuscrita en

la

anó-

Biblioteca

Nacional (M-177), porque esta obra, posterior á Lope, ninguna

con su auto.

relación tiene

Y

por

misma

la

razón, es inútil hablar

áe L'Enfant prodigue, insípida comedia de Voltaire (1738), y de alguna imitación que esta obra alcanzó en nuestro teatro del siglo pasado.

V. Coloquio del bautismo de

Cristo.

— Inédito

Nos ha servido de texto un manuscrito de que se dice copiado del original

el

la

hasta el presente.

Biblioteca Nacional,

año 1709.

Los versículos del sagrado texto

á

que ha dado Lope forma dra-

mática en este coloquio, son los siguientes, conforme á

la

traducción

de Juan de Valdés: Evangelio según San Mateo, cap.

«En

aquellos días vino Juan

el

iii:

Bautista predicando en el desierto

de Judea, y diciendo: «Reconoceos, porque se acerca 2>cielos.

Este

aquel de quien dijo

es, cierto,

«Voz que vocea en

sciendo:

el

desierto.»

el

el

reino de los

profeta Esaías, di-

Aparejad

el

camino del

»Señor, haced derechas sus veredas.» »

Y

cinta

el

mismo Juan

tenía su vestidura

de pelos de camello, y tenía

de pellejo arrededor de sus lomos, y su mantenimiento era

langostas

y

miel salvaje.

»Entonces del Jordán,

salía á él

y

él

los

Jerusalén y toda Judea,

bautizaba en

el

y toda

la

Jordán, confesando ellos sus

pecados.

(i)

comarca

Reimpreso por Pedroso en su tomo de Autos sacramentales.

AUTOS Y COLOQUIOS

^Entonces vino Jesús de Galilea tizado de

él,

pero Juan se

»de ser bautizado de

ti,

¡jy

y he aquí

Y

Y

los cielos

respondiendo Jesús,

se le abrieron los cielos,

que decía: «Este

tengo necesidad

bautizado Jesús, subió luego

Dios que bajaba como paloma y venía sobre

de

«Yo

conviene que nosotros cumplamos

así

»toda justicia.» Entonces lo dejó. del agua,

Jordán, á Juan, para ser baudiciendo:

tú vienes á mí?»

«Deja agora, porque

le dijo:

al

lo resistía,

55

mi

es

y he aquí una voz

amado, con

hijo el

de

vio el espíritu

y

él,

el

cual

me

he contentado.» Capítulo

iv:

«Entonces Jesús fué llevado por

el

espíritu en el desierto á ser

Y habiendo ayunado cuarenta días y cuarenta hubo hambre, y viniendo á él el tentador, le dijo: «Si de Dios, di que estas piedras se tornen panes.» Y él, res-

tentado del diablo. noches,

al fin

»eres hijo

pondiendo,

dijo:

«Escrito está:

»de toda palabra salida de

^Entonces sobre

lo

el ala del

toma

la

diablo

el

templo, y

No

de sólo pan vive

el

hombre, pero

boca de Dios.»

y

lo lleva

ala santa ciudad y

le dice: «Si eres hijo

lo

pone

de Dios, échate de

»aquí abajo, porque escrito está que á sus ángeles mandará por

»y tomaránte sobre

las

»tu pie.» Díjole Jesús:

manos para que no «También

ti,

tropieces en piedra con

está escrito:

No

tentarás al

Señor

Dios tuyo.

»Otra vez

lo

toma

el

diablo

muéstrale todos los reinos del

«Todo

esto te daré

si

he aquí

los

él

lo lleva á

mundo y

un monte

la gloria

derribado en tierra

le dijo Jesús: «¡Vete, Satanás!,

>tuyo adorarás, y á

y

me

porque escrito

muy

dellos,

y

y

dícele:

adorares.» Entonces está:

Al Señor Dios

sólo servirás.» Entonces lo dejó el diablo,

y

ángeles vinieron y lo sirvieron.

»Oyendo, pues, Jesús que Juan estaba preso, se apartó á

y dejando

alto,

á Nazaret, viniendo,

en

las

lo

que estaba dicho por

moró en Caphernaum

comarcas de Zabulón y Neptalim, á el

fin

la

Galilea,

marítima,

de que se cumpliese

profeta Esaías, que dice: «Tierra de

»Zabulón y Neptalim, camino del mar allende el Jordán, Galilea de los gentiles, el pueblo asentado en la oscuridad, dio grande

)»la

»luz,



y á 4os asentados en región y sombra de muerte

luz.»

les

man-

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

¿6

»Desde entonces comenzó Jesús á predicar y »catad que está cercano

»Y andando

el

Jesús junto

decir:

«Reconoceos,

reino de los cielos.» al

mar de

Galilea, vio

dos hermanos, á

Simón, llamado Pedro, y á Andrés, su hermano, que echaban la red díceles: «Venid tras mí, y en el mar, porque eran pescadores. »haréos pescadores de hombres.» Y ellos, dejando luego las redes,

Y

Y pasando

le siguieron.

de

allí,

vio otros dos hermanos, á Jacobo el

de Zebedeo, y á Juan, su hermano, en una barca con el Zebedeo, llamólos; y ellos, dejando luego su padre, remendando sus redes.

Y

la

barca y á su padre,

lo

siguieron.

rodeaba Jesús toda Galilea enseñando en sus sinagogas y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda

»Y

dolencia en

el

pueblo;

traíanle á todos los

su fama por toda la Siria,

y divulgóse

y

enfermos de diversas enfermedades, y contre-

chos de torozones, y endemoniados y lunáticos y paralíticos, y sanábalos, y seguíanlo muchas gentes de Galilea y Decápoli, y de Jerusalén

y Judea, y de allende

Evangelio según San Marcos «22.

Y

mundo,

Y el

había en

cap.

i:

la

como

»26.

enseñaba como

los Escribas.

Synagoga

dellos

un hombre con

el

Sancto de Dios.»

Y riñóle Jesús, diciendo: «Enmudece, y sal Y haziéndolo pedazos el espíritu inmundo,

gran voz,

espíritu in-

«Ea, ¿qué has con nosotros, Jesús Nazareno?

»¿Has venido á destruirnos? Sé quién eres: »25.

los

qual dio vozes,

Diziendo:

»24.

(2),

(l).

espantábanse de su doctrina, porque

quien tiene potestad, y no »23.

Jordán»

el

salió

de

Y todos

del.»

y clamando

á

él.

manera que inquirían entre sí, diziendo; «¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es ésta, que con »potestad, aun á los espíritus inmundos manda, y le obedecen?» »27.

se maravillaron, de tal

Evangelio según San Lucas, cap. «I. las

Y

aconteció que, estando

compañas

(i)

se derribaban sobre

El Evangelio

v:

él él

al

lago de Genezareth, la

palabra de Dios.

según San Mateo, declarado por Juan de

drid, 1880. (2)

junto

por oyr

Traducción de Casiodoro de Reina.

Valdés;

Ma-

AUTOS Y COLOQUIOS

Y

5>2.

57

vido dos navios que estaban cerca del lago, y los pes-

cadores, habiendo descendido dellos, lavaban sus redes.

Y

»3.

entrado en uno de estos navios, desviara de

góle que lo

de

el

navio á

Y

»4.

el

qual era de Simón, ro-

un poco, y sentándose, enseñaba des-

compañas.

las

como

tierra

cessó de hablar, dijo á Simón: «Leva en alta mar,

>y echad vuestras redes para tomar.»

Y

»5.

respondiendo Simón, díxole: «Maestro, habiendo traba-

>jado toda

la

noche, nada hemos tomado; mas en tu palabra echa-

bremos

la

red.»

»6.

Y

habiéndolo hecho, encerraron gran multitud de pescado,

que su red se rompía. »7.

navio,

Y

hizieron señas á los

compañeros que estaban en

otro

el

que viniessen á ayudarles, y vinieron, y hinchieron ambos

navios que se anegaban.»

El coloquio de Lope puede considerarse dividido en cuatro partes:

bautismo de Cristo, tentaciones en

el desierto,

vocación de San

Pedro, San x^ndrés y los dos hijos del Zebedeo, curación del ende-

moniado. La pesca milagrosa aparece sólo en relación. Entre

el

cúmulo de dramas

litúrgicos latinos, misterios franceses,

y miracle-plays ingleses, que andan de molde, no recordamos ninguno que tenga por especial asunto

sacre rappresentaziorii italianas

los pasos evangélicos indicados, salvo la Rappresentazioni di S. Gio-

vanni nel

Feo

deserto^

Belcari

compuesta en

y Tomás Benci

la

(l), si

segunda mitad del bien ésta se limita á

siglo

xv por

escena del

la

bautismo.

El coloquio de Lope, que es bastante endeble, y no ofrece materia para ninguna observación particular, tiene en circunstancia de presentar, tres sonetos,

tro autos de

VL

parte métrica

lado de las redondillas

y

El

Peregrino-,

y que parece

indicio

la

quintillas,

combinación que no habíamos encontrado en

los cua-

de fecha posterior.

Coloquio pastoril en alabanza de la Concepción... Lleva al

cabo un romance

VIL Segundo

{})

al

la

muy gracioso^

en vizcaíno, de la

coloquio de Lope de

Reproducida por Ancona,

vol.

i,

misma

materia.

Vega entre un portugués

págs. 241 á 253.

y un

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

58 castellano^

un vizcaíno un estudiante y un mozo de muías, ^

en defen-

sa y alabanza de la Limpia Concepción de Nuestra Señora. Repro-

ducimos estas dos rarísimas piececitas, no según

la

primera edición

de Madrid, por Miguel Serrano (que no hemos llegado á ver), sino

conforme á

la

reimpresión que hizo en Málaga Juan Rene, en 1615,

y que generosamente nos ha franqueado D. José Sancho Rayón. Estos dos coloquios se ocultaron á las

la diligencia

de

los editores

Obras sueltas de Lope de Vega. Creemos que Barrera fué

mero en dar

noticia

de

ellos,

que nos ha servido para Participó

la

el pri-

con presencia de este mismo ejemplar

reimpresión.

Lope de Vega en

ción del pueblo castellano

de

al

altísimo grado de

la

fervorosa devo-

misterio de la Inmaculada Concepción

de Nuestra Señora. Sus composiciones á este asunto no tienen número: hasta 34 se registran en años publicó dista

dos

coloquios.,

docto profesor sevillano Rodríguez Zapata

el

mucho de

interesante antología que hace

la

haberlas apurado todas.

Una comedia

(l),

y

entera, estos

innumerables sonetos, romances, villancicos, cancio-

dan testimonio del encendido afecto y del inagotable raudal de armonías con que puso Lope su cristiana nes, octavas

musa lar

al

(sólo

y

glosas,

servicio

de

lo

que entonces era piadosa creencia popu-

combatida, más

logos de los

llamados

ámenos

tomistas).,

y

de soslayo, por algunos teóes

hoy dogma de

la

Iglesia

universal.

Los coloquios no tienen mérito

particular,

specimen de controversia teológica, puesta inteligencias por

modo

familiar

al

salvo

el

de ser un

alcance de todas las

y ameno. Las figuras jocosas del y el mozo de muías, proceden

vizcaíno, el portugués, el estudiante

derechamente de

las representaciones del siglo anterior,

peles en que había sobresalido

y eran pa-

Lope de Rueda. El segundo

colo-

Inmaculada Concepción de la Santísima ] Irgen María, y Señora Nuestra, dispuesto y ordenado por el dador en Letras D. Francisco Rodríguez Zapata; Sevilla, imprenta de Girones y Orduña, 1875. En la página 114 y siguientes reproduce un fragmento del primer coloquio pastoril: la relación de Leriano á Danteo: (i)

Madre

Canciojiero de la de Dios

Muy

bien sabes

Fuimos ayer

el

por qué

á la ermita...

AUTOS Y COLOQUIOS

puede considerarse como una especie de en-

quio, en verso suelto,

tremés á

mos

lo divino.

Obras son amores.

VIII.

59

á ciencia cierta

si

— Auto sacramental compuesto no sabe-

en 1615 ó en 1620, porque en

está borrada la primera fecha

y

sustituida

con

manuscrito

el

segunda. El ori-

la

autógrafo todo, salvo los primeros versos, fué adquirido,

ginal,

en 1854, para

la

Hemos

busch.

Biblioteca Nacional, por D. Juan Eugenio Hartzen-

reproducido escrupulosamente este texto, notando

todas las tachaduras

y arrepentimientos

del autor,

minuciosa copia paleográfica que ha hecho oficial

el

conforme á

la

erudito é inteligente

de aquella Biblioteca, D. Antonio Paz y Mélia.

Este auto sacramental alegórico no merecía seguramente dormir

en

olvido en que ha estado hasta ahora. Por

el

serva,

aunque sea de un modo episódico,

representarse en fiesta eucarística el siglo

la

el Sacrificio

un lado nos con-

antigua tradición de

de

Isaac.,

como ya en

XIV acontecía en Gerona:

Vuelve Serán

el

rostro

al

promesas

las

monte Moría:

dos...

El sueño y escala de Jacob es otro de los episodios de la pieza, y pudo antiguamente ser materia de un pequeño drama aislado. Pero todavía

más que

estas consideraciones históricas,

abona

al

auto

la

singular elocuencia poética de algunos trozos, que ni siquiera con el hielo

La

de

las figuras alegóricas llega á

versificación es

muy

entorpecerse.

variada: quintillas, redondillas, silva, ro-

mances agudos, y un soneto con terminaciones agudas también. IX. El Pastor ingrato, 1628. Este auto es el mismo que, con



el título

de El Niño pastor, figura con

del Santísimo Sacramento', pero

le

el

núm. lo entre

las

grado otro texto, á veces preferible, en un manuscrito de teca Nacional, tiene rota

impreso de

la

lo

que nos da

fecha. Pero

como

la

Biblio-

este manuscrito

una hoja en una de sus esquinas, hemos suplido con

que

falta. "Est^.

parábola

más dulce y delicada

doroso de

la

Fiestas

insertamos aquí por haber lo-

(así la

el

llama Lope) tiene rasgos

poesía, en aquel género apacible

los autos viejos del siglo xvi, los cuales,

en

la

y can-

expresión

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

6o

mucho

viva y sincera de los afectos, vencen en

pomposas

X. El Nombre de Jesús (auto sacramental). las

á las brillantes

y

alegorías de la escuela de Calderón.

— Con

comienzan

él

Fiestas del Santísimo Sacramento^ repartidas en doce autos sacra-

mentales^ con sus loas

debida

al

uno de

los

celo

también de

y

entremeses^ publicación

y buen gusto

postuma de

1

644,

del licenciado José Ortiz de Villena,

más íntimos y verdaderos amigos de Lope, y colector la Vega del Parnaso. La edición parece preparada con

y no se puede dudar de la autenticidad de su contenido, pues aunque uno de los autos se imprimió también como de

relativo esmero,

y otro como de Mira de Amescua, veremos que no hubo fundamento para tales atribuciones. Es cierto que las loas y los entremeses no son de Lope, á lo menos en su totalidad, pero tampoco Rojas,

el

colector los dio por tales, limitándose á decir que se habían re-

pressentado en la Corte con los autos. Del no vulgar talento poético del licenciado Villena testifican los valientes tercetos

á

la

memoria de Lope; y

del

buen gusto con que cuidó

que

esta colección de autos,

aventajarlos.

sin

Es

logrado aún toda

es

unánime

el juicio

las letras:

corazón en

orden de

poeta

el

como

poeta cristiano en

letras;

tes

las

de

más

el

costumbres

los afectos

vivos de

la

de

la

fama, no han

el

que formuló en

Tomás

la

844 la

que había estudiado como

Naturaleza, lo estudió también

orden de

la

Gracia.

Tomando

pastoriles, tan favorecidas

más

1

Aguiló, reciente-

«¡Cuánta poesía hay encerrada en

linda versificación de estos autos!... Lope,

de

que tene-

estimación que merecen; pero entre los pocos

la

excelente poeta y crítico mallorquín D.

rías

que

los inéditos ó dispersos llegue á

cierto que, por raros caprichos

mente arrebatado á

hacienda

eficaz

son, sin disputa, los mejores

que ninguno de

que han llegado á leerlos el

la

más

poética de su glorioso amigo, no puede darse prueba

mos de Lope,

que consagró

tiernos del

amor

por

sus alego-

las

sagradas

divino, de los transpor-

caridad, de esas relaciones misteriosas del alma

con Dios, de esas alegrías y sequedades espirituales, de esa vida sobrenatural, de esa sociedad inefable revelada é inspirada por el Cristianismo, formó unas églogas tan bellas

como

si las

alas

de su

ingenio hubiesen vagado siempre en las regiones de la teología ascética.

Al

leer aquellos regalados

conceptos que fluyen como un

AUTOS Y COLOQUIOS

6

arroyo de leche y miel, y que tantas reminiscencias traen del Cantar de los Cantares, casi nos parece que

el

nombre

del gran poeta

cómico es un error de imprenta, y que en su puesto debería hallarse el del extático San Juan de la Cruz. ¡Qué lástima que estas hermosas

tengan algunas hojas marchitas y

flores

sin olor!

¡Qué lástima

tener que tropezar de vez en cuando con frases prosaicas, con pen-

samientos pueriles, con meros juegos de palabras indignos de un principiante!

Mas ¿quien para

pios de la época,

Lope de

si

su atención sobre esos lunares pro-

reconoce y saborea

las

Vega?... Calderón tenía la cabeza

bellezas privativas de

más dramática, pero

corazón menos sensible. Su mano, más hábil para trazar del cuadro, no lo era tanto para darle el suave colorido

mosos toques de su predecesor. ¡Ah,

si

nunca sabe hacer

vida, pues casi le

los her-

Calderón, á su destreza in-

superable para formar un ñudo, hubiese reunido bilidad del alma de Lope! Calderón no

y

el

diseño

el

la

exquisita sensi-

debe de haber llorado en su

llorar á sus lectores.

Siempre

se

admira, rara vez enternece; siempre arrastra la fantasía, pocas

veces refresca

el corazón...

Es

cierto

que Calderón en

este género

eclipsó hasta los recuerdos de Lope. Si esto fué fortuna ó justicia,

no nos atañe

el decidirlo.

En

ganaron en combinación y

efecto, estas sagradas composiciones

artificio

dramático

lo

que había ganado

comedia de capa y espada, y en profundidad de intención lo que ennoblecía las comedias heroicas ó filosóficas del mismo autor. Mala

yor trabazón en

mayor

las escenas,

dirigiéndose todas

al

blanco propuesto;

precisión en los diálogos, concretándolos únicamente

greso de

la

acción;

mayor atrevimiento en

las

concepciones;

al

pro-

mayor

y novedad en los accidentes dramáticos: todo esto no sabemos si compensa la carencia de aquella poesía que tal hechizo presfinura

taba á los autos anteriores.»

Es za

cierto

lírica

todavía

que Aguiló va demasiado

más que en

pectáculo, hizo

el

cuando niega toda

belle-

que cabalmente en

ellos,

lejos

á los autos de Calderón, puesto

sus fiestas palaciegas

y comedias de grande

es-

gran poeta singular alarde de aquel lirismo suyo,

espléndido siempre y profuso, aunque á veces intemperante y barroco; pero creemos que no anda el crítico muy apartado de la verdad

cuando nota en

los autos calderonianos

un sabor mucho más dia-

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

62

y

léctico

que

escolástico

porque,

bíblico,

bien están empedrados

«si

de textos y alusiones escriturarias, estos pasajes no son ecos inspirados del poeta, sino citas buscadas por el expositor, autoridades que brotan de

memoria

la

teólogo para explicar

Con

muy

rasgos

erudito,

del

y defender

argumentos de que se vale

la tesis

que se ha propuesto»

el

(l).

semejantes caracteriza González Pedroso, en su

elocuentísimo prólogo,

carácter de los autos de

el

Lope y de

los

que, á imitación suya, compusieron Tirso, el maestro Valdivielso,

Mira de Amescua y otros varios. Llama segunda época á ésta para distinguirla del período infantil ó de los orígenes y de aquel otro al cual Calderón

impuso su

sello

y

su nombre, trocando la composi-

ción «de apacible en vehemente, de candorosa en magnífica»;

cuatro briosos rasgos da de

la

cabal

ellos

y

y en

de Lope y sus discípulos

y perfecta semblanza: «El sentimiento religioso que en domina no es avieso ni tétrico ni destructor: vémosle arder,

más por

los autos

el

contrario,

apacible.

como

No hay en

encendida ante

luz

intensa, brillante

el altar,

nación alguna poemas tan suaves

ni

tan di-

rectamente encaminados á poner de relieve bellezas y dulzuras de la religión católica,

como

los

dramas del Corpus, con que se recreó

esta nación en los tiempos de su

mayor ascetismo.

Espíritu de ca-

ridad los vivifica: formúlanse en expresiones de inalterable blandura é infantil donaire; con ser

rehuyen este tema;



y y

y,

la

justicia atributo divino, dijérase

en cambio, loan

las

que

magnificencias de Dios

excitan á esperar en su misericordia, mostrándola tan incansable contentadiza, que, á un trazo más, se haría irrespetuoso

dro. Alegres

y

piadosas,

como quien

indicio precioso aquellas obras

bía la

muchedumbre de

de

la

cultura que

su política, regocijada con su

(1)

gente cuyos

instintos

Obras de D. Tomás

al

cua-

dan

catolicismo de-

sus espectadores. Allí se ve la verdadera

índole de nuestra antigua gente..., dichosa con su

raleza,

el

tiene la conciencia en paz,

Agiiiló,

sol,

discreta

y

fe,

contenta con

espiritualista

por natu-

y cualidades (2) reunieron á maravilla

tomo

vi.

Artículos literarios;

Palma de Ma-

y siguientes. En lo bueno y en lo malo, hubiera podido añadir Pedroso, para que no (2) resultara algo irreverente la asociación del nombre de Santa Teresa con el de tan gran pecador, aunque firme creyente, como fué Lope.

llorca, 1883, págs. ¡51

AUTOS Y COLOQUIOS en sus personas dos escritores muertos en siglo: entre los místicos,

nos,

63 el

medio

transcurso de

Santa Teresa de Jesús, y entre los profa-

amabilísimo Lope de Vega.»

el

Schack mismo, que, protestante

y con escasa simpatía todo drama

al

cabo, examina

religioso,

admirables los autos de Lope, por «el

que enlazan

más remoto con

lo

que

intuiciones con

misterios de

Hemos

brillo

que rebosa en su conjunto,

poesía, la vida

el

Creación»

la

reproducido

lo

el

vuelo

al

calificar

de

deslumbrador de su simbólicas

las alusiones

más próximo, y

poeta penetra en

muy

no duda en

profundas

las

alma humana y en

los

(l).

texto de estos autos conforme

el

á'

la

edi-

ción príncipe de 1644 (de la cual es copia á plana renglón la del

tomo

de

XVIII

do sólo

las

Obras sueltas publicadas por Sancha), enmendan-

las

que nos parecen erratas evidentes. Hemos tenido pre-

sentes las correcciones de Pedroso para los cuatro autos que

él re-

La

Siega,

imprimió en su colección, es á saber: Del

Los Cantares, y El Pastor

lobo

y

cabana

Dicho queda que á cada una de no es verisímil que sean de

la

del Palo,

celestial.

las Fiestas del

mento preceden una loa y un entremés, te,

Pan y

los cuales,

Santísimo Sacra-

en su mayor par-

pluma de Lope, puesto que ya

en su tiempo había ingenios dedicados exclusivamente estos géneros cortos,

como

lo fueron

de

al cultivo

Agustín de Rojas de

la loa,

y

del entremés Barrionuevo y Luis Quiñones de Benavente. Las loas

que acompañan á estos autos tienen carácter más dramático que de El Peregrino:

la

su mujer en una procesión del Corpus, es una pequeña pero

ingeniosa escena cómica, que prepara al auto mediante ción de los regocijos didas de telas

y

y

fiestas

brocados,

Gigantes de dos cabezas, Consejos,

de

la

la

la

de aquel solemne

día:

la

las calles ten-

Tarasca perseguida de muchachos, los

procesión de

las

Ordenes y

clerecía, los

finalmente, la asistencia del rey Felipe IV, de la

reina Isabel de Borbón, del príncipe D. Baltasar Carlos, del

(i)

Tomo

muy

descrip-

Custodia bajo palio cuyas varas llevaban los Regidores

la Villa, y,

na, 206.

las

primera, por ejemplo, del villano que pierde á

II

de

la

edición alemana, 415.

Tomo

iii

de

la

Nuncio

edición castella-

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

64

Embajadores de Francia, Alemania y VeTales circunstancias fijan de un modo aproximado la fecha

de Su Santidad y de necia

(l).

los

El Nombre

del auto de

de Jesits^ puesto que en 1629 nació

el prín-

Marzo

cipe Baltasar (que fué jurado heredero de los reinos en 7 de

de 1632), y en Agosto de 1635 pasó de esta vida Lope de Vega. El auto pertenece, pues, á uno de

los

cuatro años últimos de

la

vida

del gran poeta.

El vivo

chistoso Entremés del Letrado (que tiene cierto

y

parentesco con la

víctima de

modelo á

la

comedia de

la farsa francesa Pathelin, salvo ser

la estafa,

De

Zorrilla la

el título

con

del estudiante Pantoja, refunel título

de La mejor razón

la

consulta se hizo entremés aparte, que

de

La Burla

de Pantoja.

Hay

al

princi-

El Letrado una especie de pequeño vocabulario de germa-

que es curioso cotejar con

A

remoto

abogado

estafador) parece haber servido de

el

Las Travesuras

escena de

la

anda impreso con pio de

el

célebre escena del pleito, en la jornada tercera de la

^Nloreto

modernamente por

dida

espada.

nía,

y no

aquí

muy

distintos

por su aplicación, nesca que en

él

el

de Juan Hidalgo

pensamientos nos invita

pero que por

el

(2).

el auto,

sacramental

género de poesía rústica ó

domina, más relación tiene con

los autos del

villa-

Naci-

Lope tituló Los Pastores de Belén, y que contiene algunas de sus más bellas inspiraciones líricas. El auto puede considerarse como una reducción miento y con aquella novela bucólica d

ó compendio de

la

novela.

En

la

lo

divino que

versificación se nota la

misma

y variedad que en todas las obras de la vejez de Lope. Sin menoscabo de la preferencia concedida siempre á las quintillas (el metro de Lope por excelencia), es más frecuente que en sus autos pulcritud

primitivos

el

uso del romance,

él

alternan octavas reales, be-

de silva, y unas regaladas León ó de Malón de Chaide:

llísimos trozos

Fr. Luis de

y con

estrofas líricas, dignas

de

Todo lo relativo á las fiestas del Corpus, en su relación con los autos, incomparablemente descrito en las secciones segunda y tercera del prólogo de Pedroso, al cual basta remitirse. Este entremés de El Letrado está anónimo en el Teatro poético, repar(2) tido e7t veintiún entremeses mievos escogidos de los mejores ifigenios de España; Zaragoza, por Juan de Ibar, 1658. Ninguno de los entremeses de esta colección lleva nombre de autor. (i)

está

AUTOS Y COLOQUIOS

Monte dulce y Al amor y á

^Adonde

Que

fragoso,

ausencia alegre y

la

triste,

mi Esposo,

está

de mirra y de

Sus prados

65

flor

esmalta y viste

Aurora,

al

Argenta fuentes y laureles dora? ¿Adonde el pastor mío

Agora sus ganados apacienta? ¿Por qué margen del río

Pasar

la siesta

¿Qué

valle le

Y

retirado intenta.'^

merece

en sus divinos pies

los lirios crece?

¿Cómo, celestes aves, Sin escuchar su voz, vive mi vida?

Sus requiebros suaves

Me

llevan por los

En cada

Y

montes

del Cielo.

divertida;

veo,

en cada pensamiento

El Heredero

XI.

flor le

— Es

le deseo...

la

parábola de

la viña,

dramati-

zada del modo más bello que puede imaginarse. Evangelio según San Mateo, cap. xxi: «33. •cercóla

Fué un hombre padre de de vallado, y fundó en

renta á labradores^ y partióse »34.

familia, el cual plantó

ella lagar,

y

una

y

edificó torre,

viña,

y

dióla á

lejos.

Y cuando se acercó el tiempo de los frutos envió sus siervos

á los labradores para que recibiesen sus frutos. »35. al

]Mas los labradores,

otro mataron, »36.

al

los siervos, al

Y

la

hijo.»

»38.

Mas

hirieron,

los primeros,

y

y

hicie-

misma manera.

á la postre envióles su hijo, diciendo:

»de mi

uno

otro apedrearon.

Envió otra vez otros siervos más que

ron con ellos de »37.

y

tomando

los labradores,

»es el heredero; venid,

viendo

al hijo,

«Tendrán respeto

dijeron entre

sí:

«Este

matémoslo y tomemos su heredad.»

»39.

Y

»40.

Pues cuando viniese

tomado, echáronlo fuera de el

la viña,

señor de

y matáronlo.

la viña,

¿qué hará á aque-

llos labradores? Meskiidez t Fzláyq.— Esludios sobre

el

Teatro de Lope de Vega.

5

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

66

Dícenle

»4I.

ellos:

«A

malos destruirá malamente, y

los

»viña dará á renta á otros labradores

^tiempos»

Todos

«I. viña.

el

según

así,

le

paguen

su.

el fruto á sus-

(l).

Nuevo Testamento concuerdan

del

los intérpretes

parábola con

cen

que

esta:

capítulo v de Isaías, cuyos primeros versículos di-

la versión

más

literal

que en castellano tenemos

(2);

Ahora cantaré al amado mío cántico de amador para La viña era del amado mío, en recuesto de lozano olivar.

Y

»2.

había cavado,

la

y despedregádola, y

plantádola de es-

cogidos renuevos, y edificado torre en medio de abrió un lagar en

labruscas

ella,

y también

y aguardaba de producto racimos, y produjo-

(3).

Y

»3.

ella:

su.

ahora, oh habitador de Jerusalem,

y varón de Judá,

juz-

gad, pues, entre mí »4.

ijQué

cho yo en

y la viña mía. quedaba por hacer aún á mi

ella?

viña,

que no hubiese he-

¿Cómo, cuando aguardaba yo, por productos,

raci-

mos, produjo labruscas?

Ahora, pues, os haré conocerlo que yo haré con mi viña.

»5.

Quitaré su vallado, y quedará para ser pacida; aportillaré su

y quedará para ser hollada. »6. Y la pondré desolada: no será podada rará

el

cardo y

lluvia sobre ella »7. Israel;

por

Que y

el

juicio,

el

espino.

Y

dejoüá de

hombre de

y he aquí

la sencilla

ni cavada,

y

la

supe-

nubes mandaré para que

Judá, planta es de sus delicias.

la

Y aguardaba

aquí lamento.»

fábrica de su auto.

dos figuras alegóricas, E¿ al

y he

de

Sagrada Escritura levantó Lope de

la

y grandiosa

en arrendamiento

los ejércitos celestiales, la casa

degüellos: por justicia,

El Labrador Celestial planta ella

las

no lluevan.

viña es

Sobre estos pasajes de

Vega

aun á

casa,,

la viña,

Amor

Sacerdocio y

al

pone por guardadores de

divino

y El Prójimo, y

la

da

Pueblo Hebreo-, que pronto se

Traducción de Casiodoro de Reina. Cf. cap. xii de San Marcos (i-io) (1) y XX de San Lucas (9-16). Es la de D. Luis Usoz y Río, ajustada al texto hebreo de Van der (2)

Hooght (Madrid, 1863). Uvas monteses y fétidas. (3)

{^o\.2l

ú&\Sioz}j

AUTOS Y COLOQUIOS

67

emancipan de sus guardas importunos, para entregarse libremente

y

á orgías

mente

regocijos sensuales. El Labrador Celestial envía sucesiva-

de su

tres pastores á recoger el fruto

viña: Isaías, Jeremías

y San Juan Bautista. El primero muere aserrado, dreado,

el

tercero degollado, mientras prosigue

el

la

segundo ape-

estruendosa or-

gía al son del profano canto

A

la viña,

viñadores,

Que

sus frutos amores son;

Á

viña tan galana.

la

Que sus frutos amores son; De color de oro y de grana, Que sus frutos amores son.

Llega entonces á

la

viña el Heredero del Cielo, «resbalando en la

sangre de su primo»; es desoída su voz

muere

crucificado.

rásgase

leza,

la tierra,

de sus profetas, y cúbrese de duelo la Naturala

velo del templo, y truena desde lo alto la voz del

el

Padre, anunciando

la

La severa y

gentiles.

más

Tiembla

como

bellas muestras

reprobación de Israel y terrible poesía

la

vocación de los

de este auto, que es una de

de nuestro teatro

con

religioso, contrasta

las la

dulzura habitual del arte de Lope, pero está en íntima armonía

con

majestad solemne del asunto. Siempre que nuestros poetas

la

encontraron ya creada

la alegoría

en

las

parábolas de

la

Sagra-

da Escritura, anduvieron mucho más felizmente inspirados que

cuando

la

buscaron en combinaciones arbitrarias, profanas y fan-

tásticas.

Este auto no tiene de sacramental más que últimos versos

No hay que sostiene con faltas

y

el

la

apuntar bellezas particulares, porque casi todo

el

decoro debido á

materia, y son

la

muy

él

se

raras las

de gusto. La versificación es robusta y esmerada: redondillas,

tercetos,

romance,

quintillas,

y unas

estrofas líricas al

cantable se reduce á dos bailes, uno de ellos con

cabo de

Lo

aplicación de los

haberse representado en día del Corpus.

los

años mil, y otro con

loa dialogada oitre el Celo

el

y

de

A

la

Fama, y

fin.

La parte

el estribillo

de

Al

la viña, viñadores. el

Entremés del Sol-

dadillo (que finaliza con un baile), ni parecen de Lope, ni tienen

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

68

nada de particular. Del entremés hemos visto una edición suelta

con muchas variantes. XII. Los Acreedores del Hombre.

forma de un

saica

auto, que tiene

notoriamente inferior á

pleito, es

presenta menos rasgos del

—Este

pro-

la

los otros,

y

de Lope. Sin duda por esto han

estilo

dudado algunos de su autenticidad, y Barrera dice que «se halla también atribuido á Rojas Zorrilla». Pero creemos que en esto padeció error

el

y que

diligente bibliógrafo,

simplemente de conservarse en

atribución ha nacido

tal

de Osuna (hoy en

la biblioteca

la

Nacional) una copia del Auto de los Acreedores, de Lope, hecha, no

por

el

insigne autor de

Garda

del Castañar, sino por su

homónimo

presbítero Francisco de Rojas, diligentísimo copista

el

licenciado

y

corrector de muchas obras dramáticas del siglo xvii. Creemos,

y

pues, que el auto es de Lope, aunque no le salió de los

más

felices,

quizá por culpa del argumento, más alegórico que poético. Tal como

evidente parentesco con

es, tiene

del Hombre, que ocupa

el

auto anónimo de

el

número lO en

blioteca Nacional, adquirido en 1844 por

La Residencia

célebre códice de

el el

director de aquel esta-

blecimiento, D. Eugenio de Tapia, y dado á conocer por

en los números el

auto de

cia, el

ne.

La

l.°, 2,°

y

3.°

la

Guarda,

el

Hombre,

Lucifer,

humano (núm.

57 de

misma

la

el

Mundo,

el

Ángel San

Gabriel, el

la

Car-

Auto de acusación

es el

colección), en

intervienen Lucifer, Satán, Carón, Cristo, Nuestra Señora, Custodio,

mismo

Misericordia, la Concien-

la

Obra de pensamiento algo semejante

contra el género

el

de El Museo Literario. Son figuras en

Residencia, la Justicia,

Ángel de

la Bi-

Género Humano y

el

que

Ángel

la Fragilidad.

El tipo de todos estos autos ó moralidades, de procedimiento curialesco,

parece que ha de buscarse en

Misericordia

y

la Justicia,

anteriormente. Y, en efecto, ricas es escena

siente

La el

muy

un poco de

sobre el

antiguo proceso entre

cual ya

el

hemos indicado

la

algo

debate entre estas dos figuras alegó-

principal en

la aridez del

el

el

auto de Lope. El estilo se re-

concepto.

loa en morisco pudiera bien ser

de Lope,

si

atendemos á que

morisco recitante se llama Ametillo; y Ametillo se decía un es-

clavo del contador Gaspar de Barrionuevo, que en Sevilla, en llevaba á la tienda, «por chochos

y

1

603,

avellanas», á las hijas de Lope,

AUTOS Y COLOQUIOS

69

Esto puede no pasar de coincidencia; pero, de todos modos, es curioso

pían

el

documento

lingüístico del

castellano los moriscos

en este trozo, como en

mos de

rebajar

la

los

«Yo

picador,

tiempo de

expulsión,

la

bien así

si

que se dicen compuestos en vizcaíno^ he-

parte de hipérbole propia de

nos ofrece una muestra de cos:

al

la loa

modo y forma en que corrom-

mismo en

lo

la sátira.

Ouevedo

su Confesión de los Moris-

macho herrado, macho

galopeado...», etc.

(l).

De

todos modos, tales barbaríamos, solecismos y corruptelas, sólo de-

más soez entre

bían de ser propios del vulgo

que nunca se observa en

los

numerosos

y que con tanto provecho de

dejaron,

los moriscos,

puesto

libros aljamiados

que nos

la ciencia histórica

han sido

sacados á luz en nuestros días.

El entremés de El Poeta remeda un poco en

el

diálogo la

mane-

de Miguel de Cervantes; pero nos guardaremos de atribuírsele,

ra

porque fueron muchos imitaron, así

como en

delo predilecto, XIII.

al

Del Pan

de entremeses en prosa que

los autores

los

entremeses en verso seguían, como mo-

licenciado Quiñones de Benavente.

y

del Palo.

— No me parece de

de Lope, aunque mereció ser reimpreso en so.

Es de

en

lo pueril e irreverente;

las

le

alegorías

los

mejores autos

colección de Pedro-

la

que de pura ingeniosidad se quiebran y dan toda estriba sobre

el cantarcillo vulgar:

Del Pan y del Palo da mi Esposo;

Me

Vayase norabuena

Uno por

El Pan

otro.

es el de la Eucaristía,

y

el

Palo

de

el

la

Cruz. Obra,

en suma más devota que poética.

Su fecha parece determinada por

este pasaje del comienzo:

REGOCIJO

;Tú eres

el

Buen Año? BUEN AÑO Sí.

(i)

Obras de Quevedo, ed. Fernández-Guerra, tomo

i,

484.

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

yo

REGOCIJO

qué habrá llovido en ü

¡Oh,

Los Abriles y Por

menos no

lo

De

Mayos!

los

te

excusas

casamientos de Reyes.

BUEN AÑO

Tengo de eso cuanto

quiero,

Porque se han casado en mí El Sol y

la

Luna.

Claramente se alude aquí á (luego Felipe IV) con

na

la

infanta

la

las

bodas del príncipe

Don

Felipe

princesa Isabel de Borbón, y de su herma-

Doña Ana de

con

Austria,

rey cristianísimo

el

Luis XIII, celebradas en 1612.

Esta observación el auto, tal cual

la hizo

hoy

le

ya Pedroso; pero conviene advertir que

leemos, fué retocado, ó por su autor, ó

más

bien, según creemos, por algún refundidor torpe y desmañado, para

representarse en

1

629. Dice así

la

primera edición:

REGOCIJO

Y nació Y

mil y seiscientos

veinte y nueve años.

BUEN AÑO

¿Qué

dices?

REGOCIJO

Que

tiene el Esposo bello

Mil y seiscientos y doce años.

BUEN AÑO ¿Y es mozo? REGOCIJO

Sigue tras esto,

No

tuvo ni ha de

tener...

Evidentemente hay contradicción entre

puede

explicarse,

como

la

las

dos fechas, y sólo

explica Pedroso, por una corrección in-

AUTOS Y COLOQUIOS

Enmendaron

•completa y mal hecha.

meros versos,

más

al

la

^l

fecha de l6l2 en los pri-

repetir este auto en 1629,

y luego, pocos versos debe de

adelante, dejaron subsistir la fecha primitiva. El sigue

ser una acotación

malamente confundida con

el texto.

El cual, res-

taurado por Pedroso, dice de esta manera:

Y

Y

nació mil y seisciento doce años ha.

BUEN AÑO

¿Qué

dices?

REGOCIJO

Que

tiene el esposo bello

Mil y seiscientos y doce

Años.

BUEN AÑO ¿Y es mozo? REGOCIJO

Tras esto

No

tuvo, ni ha de tener,

Más de

Que

Debe sobre tas

la

los

treinta

y cumplió

tres, le

que luego

mataron.

notarse en este auto una alusión á

muerte dada

al Sr.

de Castronuevo,

la

al

cantilena popular

volver de unas

fies-

de toros en Medina del Campo:

De noche

le

mataron

Al caballero.

La gala de Medina, flor de Olmedo.

La

Sobre este asunto compuso Lope de Vega una de sus mejores comedias.

En

estos versos, puestos en boca del

Contenta se va mi Esposa,

Y

con razón va contenta:

Á

buena mesa se

Llámela

el

asienta:

cielo dichosa.

Rey

Celestial,

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

72

De

señora de una aldea el

Por

ella

La hay alusión

A

los afectos

La los

de

la

venUira de la /ea,

relativa inferioridad

la

mano

la

de este auto, todavía se

del gran poeta en la expresión ardorosísima

enfermedad del Alma en

la

la

puede pasar por un dechado de mal gusto,

vicios

de

Esposa.

en que se pinta

loa

está:

no se dirá

de otra comedia de Lope.

al título

pesar de

descubre

Rey casada

con

cama de pero

el

entremés de El Robo de Elena es de buen donaire, y á Ticknor le

recuerda

la

representación

de Píramo y Tisbe en

siimmer Nighfs Dreant, de Shakespeare.

una parodia del

Por

las riberas

Bernardo

baile

con

el

la

que de

rica colección

este entremés-

de Arlanza

Carpió venía...

el

en un legajo de mojigangas y á

Mid-

romance

viejo

Se conserva un

Hay en

el

mismo

título

de El Robo de Elena^

bailes manuscritos,

tales

que pertenece

piezas posee D. Aureliano Fer-

nández Guerra. Es composición enteramente diversa y de ignorado autor.

XIV. El Misacantano. feliz:

— Precédele

una loa en

eco,

bastante in-

verdad es que de combinación tan artificiosa poco puede es-

perarse; sólo el donaire 'de Baltasar de[l] Alcázar

una vez tolerable en cambio,

el

el

pudo hacerla por

diálogo famoso entre el Galán

entremés de

La

Hechicera es un

feliz

y

el

Eco.

ensayo en

nero cómico fantástico, además del valor histórico que tiene

documento de supersticiones populares. No de Lope.

Hay un

baile

con

el

mismo

título

es imposible

el

En gé-

como

que sea

en un cuaderno de en-

tremeses manuscritos del Sr. Fernández Guerra.

un auto muy endeble, fundado en las ceremonias de una misa nueva en que es celebrante el mismo Cristo; Pero ni en este auto ni en el anterior, ni aun en el de La Puente del Mundo, donde la alegoría es tan estrambótica, hemos acertado a

El Misacantano

es

AUTOS Y COLOQUIOS

73-,

ver esas supersticiones groseras y vulgares (l) en que, según Ticknor,. están fundados todos estos autos, puesto que

doctrina teológica

la

aparece siempre pura y sin rastro de superstición alguna, á no ser

que

el

h.\sioúzáor yankee tuviera por tal la

que

él

Wdimzxiz papismo.

Pueden notarse en El Misacantano

muy

macarrónico,

corrompidos en

misma

religión católica,

ciertos diálogos en portugués

las

ediciones,

y algunos

trozos

del oficio de la misa puestos en verso; por ejemplo, el principio del

Evangelio según San Juan:

En

el

XV. Las Aventuras vizcaíno

y de una

principio era

el

del Hombre.

—Va precedido de una

farsa grotesca

Verbo...

loa en

chistosa titulada Entremés del

y

Marqués de Alfarache. El auto es enteramente alegórico y de aquellos en que Lope parece separarse un tanto de su habitual manera,

parar la

arte metafísico de Calderón.

el

Así nos

mayor complicación de elementos

á los del auto sacramental de

bién

como en

caída original,

cifra

todo

y anunciar y prepersuaden, no sólo

simbólicos (análogos en parte

La Vida

es sueño,

que presenta tam-

desarrollo de los destinos humanos, la

el

misterio de la Redención

el

lo

y

la Gracia), sino la

en-

tonación habitual del estilo poético, más robusto que gracioso, más enérgico y grandilocuente que patético ó afectivo; algo insólito, en

suma, con cierta afectación de rastros,

aunque

cen

octavas con que

las

leves,

lo colosal

y desmesurado, y no

de barroquismo culterano. el

De

Calderón pare-

auto principia; de Calderón

monólogo del Hombre después de

la

sin

el

elocuente

primera culpa; de Calderón

aquellos amaneramientos de las elipsis simétricas

León

ruge, sierpe silba, toro brama...,

Ó de los sustantivos adjetivados El cielo escala con luzbeles olas; (i)

Tomo

II

de

página 256) no usa

la

za protestante: '¡All ligión; all

judices. »

traducción castellana, pág. 376. El texto inglés (tomo 11, palabra supersticiones, y dice todavía con mayor crudeof them resi on the grossest of ihe prevailing notíons in re-

la

of them appeal,

in every

way

they can, to

ilie

popular feelings and pre-

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

74

y aun pudiera tenerse por marca de fábrique entre balas de nieve escupe rayos.

•de Calderón, finalmente,

ca, aquella celestial artillería

Al

arte

de Calderón pertenecen también, más que

al

de Lope, los

largos parlamentos doctrinales en forma de romances, que recitan

sucesivamente

la

Locura,

Soy

el

la

Tiempo y

De

Hombre:

Locura del mundo:

Hija de Nenroth

Que

el

me nombro,

quiso escalar el cielo

riqueza ambicioso...

En Crió

seis naturales días el

mundo

el

Rey

del cielo,

Por cuyo número algunos

Dan

seis mil

años

Entre cuatro

De

al

tiempo.

ilustres ríos,

aquel obscuro silencio

Sacó un jardín, cuyas

flores

Estrellas terrestres fueron...

Al principio del principio

De

cuanto fué después de

Eran en

La

el

ellas,

caos dos causas,

eficiente y la materia.

En

acto estaba

la

una,

La otra estaba en potencia: Ésta cielo se llamaba, Tierra se llamaba aquélla...

Pero como nadie puede renunciar por largo tiempo á su propia naturaleza, pronto la tierna

musa de Lope

se

emancipa de este pro-

saísmo didáctico mal velado por los oropeles y lentejuelas de dicción,

y

al

ñn de

este

mismo romance imprime

rrable en estos deliciosos versos, tan llenos de unción religiosa:

Peregrino soy, luz mía:

Erré

la

divina senda:

Engañóme Siendo en

la

más ancha, más estrecha.

el fin

la

su huella imbo-

y suavidad

AUTOS y COLOQUIOS

75

Ven, lucero, que ya tengo

En estas lágrimas señas: Que ya sé, divina Aurora, Que no amaneces sin ellas. Ven, dulce mañana

Ven, mi

No me

luz,

coja eterna

Antes que tú

XVI. La

Siega.

raía;

no te detengas:

noche

me amanezcas

— Composición

(i).

admirable, y á mi juicio

la

más

bella entre todos los autos de Lope. Tiene su base en la parábola

del sembrador (cap.

de San Mateo,

xiii

vers. 24-30), traducida así

por Juan de Valdés: «Otra parábola »los cielos á

entre

propuso, diciendo: Semejante es

el trigo,

j>tonces fueron

los

reino de

y

hombres, vino un enemigo y sembró cizañas

y como creció

fuese;

también vistas

del señor de casa,

le dijeron:

hierba y hizo fruto, en-

la

Y

las cizañas.»

viniendo los criados

«Señor, veamos, ¿no sembraste buena

»simiente en tu campo.^ Pues, ¿de dónde tiene

«El hombre enemigo ha hecho esto.»

»dijo:

el

un hombre que siembra buena simiente en su campo,

»y durmiéndose »

les

las

Y

cizañas»?

los criados

Y

él les

le dije-

que vamos y las cojamos?» Y él dijo: «No, sporque no entrevenga que, cogiendo las cizañas, arranquéis tam-

ron: «Quieres, pues,

»bién

»y

al

el

trigo

con

ellas.

Dejad que todas dos crezcan hasta

tiempo del segar diré á

los segadores:

el

segar,

Coged primero

las ci-

»zañas y atadlas en haces para quemarlas, y

»mi

Esta parábola está declarada por sículos

más adelante

juntadlo en

discípulos

campo.»

Y

miente es

el

él,

el

Divino Maestro pocos ver-

(36-43):

«Entonces, dejando sus

el trigo

troj.»

las gentes,

diciendo:

vino Jesús á casa, y vinieron á

«Dinos

respondiendo, les

Hijo del hombre, y

la

parábola de

dijo:

el

las

cizañas

«El que siembra buena

campo

^simiente, éstos son los hijos del reino,

y

es el

mundo, y

las cizañas

la

él

del si-

buena

son los hijos

Schack analiza este auto (tomo 11 de la edición alemana, pág. 405, y de la traducción castellana, págs. 192 á 196), y hace notar que el hórrido desierto en que se encuentra perdido el Hombre después de su expulsión del Paraíso, recuerda el principio del Infierno de Dante. (1)

tomo

III

y6

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

»del malo,

y

el

enemigo que

»del segar es la fin del

que como

»es así »

las

mundo, y

siembra es

y

el diablo,

el

tiempo

segadores son los ángeles; y cizañas son cogidas y son quemadas con

las

los

de este mundo: enviará

fuego, así será en la fin

el

Hijo del

hom-

»bre sus ángeles, y cogerán de su reino todos los escándalos, y á »los

que obran iniquidad, y echaránlos en

horno de fuego;

el

»habrá planto y batimiento de dientes. Entonces

como

»deceráa

»para

el sol

en

el

allí

los justos resplan-

reino de su padre. El que tiene orejas

oir, oiga.»

Hemos

dicho,

y

lo

repetimos, que nunca subió

que cuando encontró en

teatro sacramental,

las

más

parábolas de

critura materia poética ya dispuesta. El mérito de

universalmente reconocido:

el

alto nuestro

La

la

Es-

Sieqa está

mismo Ticknor confiesa que

este autO'

y grandeza y es uno de los mejores de la clase á que pertenece. Dohrn le ha traducido magistralmente al alerespira solemnidad

mán el

(l).

Pedroso, que también

diálogo sencillo

y

galano.

be

sin

grande hipérbole

ra

de

los

mente do

La

Y

le inserta

en su colección, pondera

finalmente, D.

Tomás Aguiló

escri-

«Milton mismo se envanecie-

lo siguiente:

pensamientos tan enérgicos y sublimes, tan verdadera-

orgullosos,

que presta Lope á

Siega. Diríase que las ideas de

la Soberbia

Lope

en

el

auto

titula-

se atreven á competir,,

en elevación y grandeza, con el orgullo del ángel caído.» Es imposible enumerar todas las bellezas parciales; pero ¡qué generoso raudal de poesía, qué arte tan peregrino, espontáneo, en vidia

y

la

la

versificación

y en

el

si

no pareciera tan

corte del diálogo que la

En-

Soberbia, disfrazadas de gitanas, sostienen con la Esposa!

SOBERBIA

Hermosa ¿Quién

sois?

reina deste

ameno

prado.

que como somos extranjeras

De estas verdes riberas Que el sagrado Jordán corona

y baña,

(i) Spanische Dranim. Berlín: In der Nicolaischen Buchhandlung, 1841-44. Está en el tomo i de esta colección. En el iv y último se leen traducidos los dos entremeses de La Hechicera y de El Soldadillo, que Dohrn atribuye siiy

fundamento á Lope de Vega.

AUTOS Y COLOQUIOS

No conocemos de Ni

las sandalias

.

Sión las damas,

nos mojó en su nieve

El arroyo Cedrón, que azahares bebe.

Tomando

nombre de

el

sus verdes ramas,

Para sozar su alcázar eminente.

El traje diferente IMuestra que sois de Egipto.

ENVIDIA

Y ^Quién

sois?

que en mortal

Más parecéis

De

la tierra

¿Sois

divina,

del

vos del

cielo.

velo,

que formada

campo damasceno.

por dicha casada?

Un labrador divino, nazareno, De rostro amable y de cabello hermoso. Señor de cuanto cerca

el

Que corona de palmas

este monte,

horizonte

Es mi querido Esposo.

SOBERBIA Mil veces fué dichoso.

Más dichosa

fui yo,

que envidia he dado

Al Serafín más puro y abrasado Que en el divino amor, con más decoro. Bebió centellas en

La

bella Ruth,

las

plumas de

cuando á coger venía

Las reliquias del trigo Del campo de Booz, aun no podía Igualarse con vos.

oro.

77

jS

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

Cuando quería Dar á Nabal

castigo

David, con justo celo,

Menos

Carmelo

bella bajaba del

Abigail hermosa.

SOBERBIA

Con el mismo jazmín bañado en rosa, La bella Esther enamoraba á Asuero;

Y

el

capitán contra Betulia fiero

Miraba de Judith

los claros ojos,

Por quien arroyos de su cuello rojos El pabellón manchaban.

Ni de Sara

La

celestial belleza fué tan rara.

Ni cogiendo Raquel en

la

corriente

Lágrimas de Jacob y de la fuente. Á ver: mostrad la mano; ¡hermoso espacio!

Mas nunca

Y

así

Oue

en

fué dichosa

los hijos

la

hermosura,

no tendréis ventura,

os los matarán con mil tormentos.

Mayores sentimientos

La esperan de

la

muerte de su Esposo.

SOBERBIA

Su

llanto profetiza Jeremías.

ESPOSA

¿Qué importa,

Le vuelvo

si

con nuevas alegrías

á ver después vivo y glorioso?

AUTOS Y COLOQUIOS

79-

Rasgos de magnífica poesía tiene también de los ángeles rebeldes, y

lla

la

la

relación de la bata-

comparada con

sólo palidece un poco

soberbia canción de Bartolomé Leonardo de Argensola al Arcán-

San Miguel.

gel

No sabemos

á punto

fijo la

fecha en que

compuso Lope

esta obra

maestra; pero de una alusión de su contexto se deduce que perte-

nece

al

reinado de Felipe IV, y, por consiguiente, á los últimos ca-

torce años de sólo la

la

vida del gran poeta, cuando su inspiración, que

muerte pudo extinguir, parecía lanzar sus más vivas y ar-

dientes llamaradas.

Tanto

la

loa

de este auto como

el

entremés del Degollado son

por todo extremo indignos de acompañar á tan excelente poema. El entremés aparece anónimo en otras colecciones, y no hay por

qué achacársele á Lope.

XVn. El como

sísima

Pastor lobo y cabana tal,

celestial.

— Égloga

sobre todo en las efusiones

líricas,

sacra,

hermo-

pero que tiene

inconveniente de parecerse demasiado á algunos autos que ya

el

hemos que

la

y á otros que conoceremos más adelante. Verdad es alegoría de lobo y cordero en que este auto se funda fué de

visto

más frecuentemente manoseadas por

las

como

lo

los

poetas del Corpus,

recuerdan estos versos de un entremés oportunamente

ci-

tado por González Pedroso:

Alma de auto parezco Que, metido entre

De un

Y

lado

me

del otro, el

El dulcísimo auto de

La

los dos,

tira el

Lobo,

buen Pastor

(i).

Oveja perdida, comúnmente atribuido á

Juan de Timoneda (que no hizo sino refundir otro más antiguo), es el

tipo de estas pastorelas devotas en el siglo xvi. El origen evan-

gélico de la alegoría,

y

el

desarrollo

está bien declarado por el

que

le

dieron nuestros poetas,

mismo Timoneda en

este pasaje de su

Introito:

(i)

por

Enir entes de Quijada y el Alcalde (en la Arcadia de mas clásicos de España; Madrid, 1723).

los ingenios

entre^neses escritos-

So

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA Será aquí representada Parábola de verdad, Salida y moralizada

De

aquella boca sagrada,

Fuente de toda bondad;

De

hace memoria

la cual

Lucas, con santos deseos,

Á

quince de su historia:

los

Predicóla

Á

el

Rey de

Gloria

escribas y fariseos,

Diciendo que, de su grado.

Quien cien ovejas tuviere,

Cuando alguna

se le fuere,

Que

el

deje todo

Por buscar Esta

tal

la

ganado

que perdiere.

moralidad

Tiene diversos sentidos: Primero la humanidad.

Después

la gentilidad,

Que andaban

todos perdidos.

Mas porque

el

hombre recuerde

(Estos dejados agora)

Diremos, porque concuerde,

Que Es

la

oveja que se pierde

alma pecadora.

el

Por

lo cual

aquí han de ver

Que Custodio no

se tarda.

Pastor que con gran placer

Saca

la

Que

es el ángel de la guarda.

oveja á pacer,

Andando regocijado Este Custodio bendito.

Otro pastor ha llegado

Que

la

Que

es el carnal apetito.

oveja ha sosacado,

Siendo

la

oveja perdida,

Miguel entra á demandar

Cómo

y por dónde se es ida: Custodio y él, de corrida.

Acuerdan de

irla á

buscar.

Pues sucediendo esto

Otro pastor será

visto,

tal,

AUTOS Y COLOQUIOS

8

Dicho Cristóbal Pascual,

Que

so el grosero sayal,

Viste persona de Cristo;

como buen

El cual,

Que

pastor

su ganado mejora,

Busca, movido de amor,

Á

su oveja, con sudor,

Por

que

el bien

le atesora.

Como pastor figurado, Que va la oveja buscando. Topa con Pedro

Y

Preciado,

dale de su ganado

Del corral llaves y mando. Después de dadas por él Gracias del bien rescebido.

Vuelve

Custodio y Miguel

el

Buscando por buen nivel

La oveja que Así que en

Los

con

tres

se ha perdido. irla el

buscando

mayoral,

Oyenla que está balando, Atada, y se revolcando

En un

sucio cenagal.

Esto es cuando

el

pecador

Reconoce sin discordia La culpa de su error,

Y

pide á Nuestro Señor

Ayuda y

misericordia.

Esto, pues, todo ya visto.

Veréis

Cómo

al

ñn de

con gozo

Tomará

la

las fiestas,

muy

Por volverla

al

hato á cuestas

Sirve de fundamento á todos estos ja perdida, tal

como en

el

listo,

oveja Cristo

poemas

(i).

la

parábola de

cap. xv del Evangelio según

la

ove-

San Lucas

se contiene (vers. 3-8): «3. ^»4.

(i)

Y

les dice esta parábola, diciendj:

¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas,

si

perdiese

Autos sacramentales: colección de Pedroso, pág. 7S. Menkndbz y Pelayo. —Esludios

sobre el Teatro de Lo^e de Vega.

6

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

82

»una de »la

no dexa

ellas,

las

noventa y nueve en

que se perdió hasta que

Y Y

»5.

»6.

y va á

pone sobre sus hombros gozoso?

hallada, la

viniendo á casa, junta á los amigos

»ciéndoles:

el desierto,

la halle?

«Dadme

y

á los vecinos, di-

parabién, porque he hallado mi oveja que

el

»se había perdido?»

Digoos que ansí habrá gozo en

»7.

el cielo

de un pecador que

más que de noventa y nueve justos, que no han ^menester enmendarse» (l). Los personajes del auto de Lope son casi los mismos que en el

»se enmienda,

de Timoneda: Cristo

Pastor Cordero),

(el

el

Ángel Custodio,

el

Ape-

La traza ó disposición dramática tampoco difiere mucho; pero todo su justo valor á la tierna y galana sencillez del dando aun auto primitivo (tan popular durante media centuria, que llegó á ser tito.

representado en todos los villorrios y cortijos de España por aquellas

andariegas compañías que Agustín de Rojas llama de gangari-

lla),

todavía

lucen más

las

flores villanescas

gentiles

de Lope de Vega,

en

el

de aquella ingenua composición

búcaro cortesano en que

sin hacerlas

las

colocó

la

mano

perder por eso su primitivo aroma

rústico y campesino. Por dechado de quintillas pueden pasar

las

que empiezan: ¿Habéis visto á

la

Cordera

Que todo en amor me abrasa? Hoy cuando con luz escasa,

De El

la

contrapuesta esfera nuestra pasa,

sol á la

Y

las

Á sus

hojas de las flores

claros resplandores

Enjugaban Bajaba

el

Cantando

el rocío,

ganado al

al río,

Cordero amores.

en este auto algunos versos para cantar, y quizá algunas miniscencias de poesía tradicional glosada ó aprovechada:

Hay

(i)

Traducción de Casiodoro de Reina.

re-

AUTOS Y COLOQUIOS

83

Pastora que en el cayado

Trae retratado

Pastor,

al

Viene vencida de amor: Lástima tengo

al

ganado.

Corderita nueva

De No

color de Aurora, sois,

vida mía,

Para labradora.

Por montes viciosos Pisad clavellinas;

No

son para espinas

Vuestros pies hermosos..

Este auto se ha atribuido alguna vez

ignoramos ces

que

fundamentos de

los

y

el estilo

dice á vo-

es de Lope.

El Entremés de la muestra de

los

de Luis Quiñones de Benavente

mento

de Amescua, pero

á«]\I¡ra

atribución,

tal

histórico,

carros del Corpus de

es

tiene el valor de docu-

y

(l),

Madrid

ya utilizado por Pedroso en su magistral estudio

sobre los autos sacramentales y su aparato escénico.

XVin. La no

se

vuelta de Egipto.

atuvo rígidamente á

— Es uno de

los datos

de

los

pocos en que Lope

Escritura, sino

la

que intro-

dujo algunas circunstancias tomadas de los libros apócrifos.

La

so-

briedad del texto bíblico explica esta licencia, que había sido harto frecuente en

el

teatro religioso de la

de Egipto no dicen

los

Edad Media. Sobre

la

vuelta

Evangelios canónicos más que lo siguiente:

Evangelio según San Mateo: «19.

Alas

muerto Herodes, he aquí

Ángel

del

el niño,

y

el

Señor aparece

en sueños á Joseph en Egipto, »20.

Diziendo: «Levántate,

y toma

á su madre,

y

»vete á tierra de Israel; que muertos son los que procuraban la ^>muerte del niño».

(i) Hállase también en el Teatro poético, repartido e}i veintiún entremeses nuevos (Zaragoza, 1658, pág. 77\ y en un libro manuscrito, de entre que fué de D. Agustín Duran, y se conserva hoy en la Biblioteca Nacional. Le reproduce D. Cayetano Rosell en el segundo tomo de su edición de los E?i-

tremeses de Luis

Quiñones (Madrid, 1874, pág. 288 á

296).

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

S4

Entonces

»2I.

se levantó,

él

y tomó

niño,

el

á su madre,

y

y

vínose á tierra de Israel.

Y oyendo que Archelao

»22.

padre, hubo temor de

reinaba enjudea por Herodes, su

mas amonestado por revelación en

ir allá,

sueños, se fué á las partes de Galilea.

Y

»23.

vino y habitó en

La devoción de

los

la

ciudad que se llama Nazareth.»

primeros siglos cristianos acudió á llenar este

vacío con diversas traducciones, parte de las

más ó menos

cuales se contienen en

muy

fancia^ obra que fué

el

mayor

poéticas, la

llamado Evangelio de la In-

popular entre

los nestorianos

de

Siria,

y

de estos sectarios pasó á los árabes, en cuya lengua se ha conser-

vado

el

texto

muy

pos

más antiguo que poseemos

remotos por

los occidentales

(l).

Conocido desde tiem-

en alguna traducción

Edad Media, y ya en

latina,

el siglo xiii

había

dado argumento á un poema provenzal, de que Raynouard,

al fin

pasó á

las literaturas

del primer

de

la

tomo de su Lexique Román,

publica algunos extractos.

El Pseiido Mathei Evangelimn que Thilo ha publicado conforme

muchos

manuscrito latino del siglo xiv, contiene también

un

á veces irreverentes

lles,

del

mundo. En

y absurdos, sobre

todas estas fuentes bebió

la infancia del

á

deta-

Salvador

el teatro religioso,

pero

con menos frecuencia el nuestro que el de otras naciones, hasta el punto de no haber encontrado yo texto dramático anterior al de Lope, en que estos relatos se consignen. Pertenece la Infancia (cap. x) el episodio

de desplomarse

al

Evangelio de

los ídolos

de Egip-

to en presencia de JesQs: «Se acercaban á una gran ciudad, donde había un ídolo que recibía más ofrendas que todos los demás ídolos

y

divinidades de Egipto,

ídolo,

y

había un sacerdote al servicio de este

y siempre que Satanás hablaba por boca del

ídolo, el sacer-

te interpretaba sus palabras á los habitantes de Egipto

bera.

(i)

La posada de

esta ciudad estaba cerca del

Evangelium Lifantiae,

mamiscripto edidü

et

vel liber apocryphus de

y de su

templo del

hifanüa

ri-

ídolo,

Servatoris.

y

Ex

latina versione et notis illustravit Hcnricus Sike (Utrecht, ea latín solo, por Fabricio (Codex Apocryphus Novi Testa-

Reproducido Hamburgo, 1703, segunda ed., 17 19), y por Tischendorf (Evangelia Apocrypha, Leipzig, 1853), y en árabe y latín por Thilo (Codex Apocryphus Novi Testamenti, Leipzig, 1832). Véase además el Dictionnaire des Apocryches de G. Brunet en la Enciclopedia teológica de Migne. 1677).

mentí,



AUTOS Y COLOQUIOS

cuando José y María hubieron entrado en

85

naron de consternación, y

este terror,

y

»caído sobre nuestro país?»

Y

cuál es

preguntándole: «¿De

él

merece

causa del espanto que ha

la

ídolo respondió: «Este espanto ha

el

»sido traído por un Dios ignoto que es

»otro sino

Dios verdadero, y ningún

el

honores divinos, porque es

los

lle-

todos los príncipes y sacerdotes de los

ídolos se congregaron alrededor del ídolo,

»dónde procede

habitantes se

ella, los

»Hijo de Dios. Al acercarse

él,

este país ha temblado,

verdadero

el

y nosotros nos

^estremecemos grandemente, temerosos de su poder.» \ en este

momento cayó

el

ídolo.y se hizo pedazos,

y con

él

todos

demás

los

que había en aquella región, y su caída llenó de terror á to-

ídolos

dos los habitantes de Egipto.»

Lope de Vega aprovechó guardó ó

sirio,

muy mucho

de seguir

este rasgo elevado al

y

poético, pero se

autor del pseudo Evangelio copto

en otras cosas que sólo prueban su ingenuidad ó su mal

más

gusto. Todavía con

cautela procedió el maestro José de Valdi-

vielso en el canto vigésimo de su

vuelta de Egipto á Nazareth.

poema San

Verdad

es

jíosé^

en que narra

la

que Valdivielso hizo escrú-

pulo de no sacar lo que dice en su poema, sino «de las divinas le-

y de santos y autores gravísimos, añadiendo algunas conside-

tras,

raciones piadosas y discursos poéticos».

y sabor menos

místico

de Ticknor, que en

las es-

El auto de Lope, sin duda por tener corte

que

otros, alcanzó indulgencia á los ojos

gracia de una égloga,

cenas de pastoras y gitanas encuentra toda la y en los romances y cantares, algunos de los atractivos propios del drama profano de Lope (l). El entremés- baile de los Órganos es de Benavente. A lo menos por

suyo

le

dan Fernández-Guerra y Rosell, y no

ni la calidad del

autor,

(i)

Jrom

y con

Conjúroos, hijas de Jerusalén, por

monteses del campo,

si

las

cabras y por los ciervos

despertáredes ó velar hiciéredes á

hasta que quiera. Levántate, amiga mía,

Camina, paloma hermosa;

Ya pasó

la

noche

fría

Del invierno rigurosa,

Y

vino

Las

el

alegre día.

flores

En nuestra Las tórtolas

aparecieron

tierra,

y se oyeron

sin el luto;

Las higueras dieron fruto

Y

las

viñas florecieron.

la

amada

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

.go

»Hablado ha mi amado, y díjome: «Levántate, amiga mía galana, »y vente.»

»Ya

pasó

ves:

»Los capullos de tiempo de

la

y

la lluvia,

poda

el

invierno fuese.

demuestran en nuestra

las flores se

es venido, oída la voz de

la tórtola

tierra, el

en nuestro

•campo.

»La higuera brota sus higos, y las pequeñas uvas dan ende, levántate, amiga mía, hermosa mía, y ven.»

olor;

por

¡Oh sueño pesado y grave! Esposo dulce y suave, ;Dónde estás? ¿cómo te fuiste?

Descuídeme: no está aquí; Fuese; tentaré

¿Dónde

me

Si

la

cama.

le hallaré?

quiere,

si

¡Ay de mí!

me

ama,

¿Cómo me ha dejado Por

Le

las calles

buscaré; iré tras

Guardas hay en

ansí?

con mil penas

las

él.

almenas:

Quiero preguntar por

Oue

»En

el

mi lecho por

quéle y no

albricias daré

las

él,

muy

buenas.

noches busqué

al

que ama mi alma; bus-

le hallé.

«Levantarme he agora, y cercaré por la ciudad; por las plazas y lugares anchos buscaré al que ama mi alma: busquéle y no le hallé: »Encontráronme

las

¿Visteis por ventura al

rondas que guardan

que ama mi

la

ciudad; pregúnteles.

alma?

Ábreme, querida Esposa: Mira, paloma amorosa,

Que traigo el cabello mío Todo lleno de rocío De la noche rigurosa.

«Yo duermo y

el

mi corazón

vela; la

voz de mi querido llama:

abre, hermana mía, compañera mía, paloma mía, perfecta mía, por-

AUTOS Y COLOQUIOS Yo abrí á mi amado, 5.

Amor, honor y poder. De Calderón. Impresa por primera vez en 1634 en

Parte veintiocho de Comedias de varios autores, pu-

la

blicada en Huesca

(2).

La Niña de plata. De Lope. Ms. autógrafo de 1Ó13. El Favor agradecido. De Lope. Escrita en I593> pero no impresa hasta

1

62

1

en

Parte

la

l^."^

La más constante mujer. De Montalbán. En el Para Todos, 1632. La Pureza no manchada. Comedia desconocida con este título; pero puede ser la de Lope La Limpieza no manchada., inserta en la Parte I9.^ 1623.

La Fortuna merecida. De Lope. En la Parte La Humildad y la Soberbia. De Lope. En con

el

rótulo

más extenso de El Triunfo de

la

11.^, la

161 8.

Parte

161 8,

10.^,

humildad y soberbia

abatida.

La

Obediencia laureada.

de

título

La

El Mejor Mejor en

la

Parte 6.^, 161

5,

con

el.

Obediencia laureada y primer Carlos de Huní^ría. esposo. Será

esposo,

la 2.^

El

De Lope. En

San

probablemente

José, titulada

la

de Guillen de Castro El

también El Tránsito de San José^

Parte de sus Comedias^ 1625.

Celoso de sí mismo.

Es

la

Pastoral de Jacinto, una de

medias mas antiguas de Lope de Vega, compuesta á

los

las

co-

catorce ó

quince años. Impresa por primera vez en 1617. {Cuatro Comedias

famosas de D. Luis de Góngora Antonio Sánchez), con

el título

y

Lope de Vega, recopiladas por

de Los Jacintos y Celoso de



mismo.

Quizá se trata, sin embargo, de La Creación del mundo y Culpa del (1) primer hombre, de Lope, como opina el Sr. Restori. (A. B.) Y representada en Madrid el 29 de Junio de 1623. (A. B.l (2)

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

124

nombra La

edición suelta, en que esta comedia se

Hay también

Selva de Albania y Celoso de

La Guarda

si

De

cuidadosa.

mismo.

Miguel Sánchez

En

el Divino.

Flor

la

de las Comedias de España., 1615.

El Hombre de

bien.

De

Lope, en

la

Parte

6.^,

16 1

5.

De Lope. En la misma Parte ó."* Cómo se engañan los ojos. De D. Juan Bautista de Villegas. Conocida también con los títulos de El Engaño en el anillo, Nadie fie en El Cuerdo

¡o

que

ve,

en su casa.

porque

se

engañan

Atribuida á Lope en una Fajardo.

Lo más averiguado

los ojos. ^.^

es

se

engaña

la vista.

Parte de Sevilla, citada por Yáñez

que

se insertó en la Parte veinticinco

de diferentes autores (Zaragoza, 1632)

De

También

(i).

En

i.^

Parte

la cita

como

anónima, y dice que se imprimió antes de 1672. Es de las mente atribuidas á Calderón, según la lista de Vera Tassis.

falsa-

El Desengaño

dichoso.

D. Guillen de Castro,

la

de sus Comedias, 162 1

El Juramento cumplido. Desconocida. Pobreza no es

De Lope. En la Parte pajas. No la he visto.

vileza.

El Mal pagador,

en

Ofender con las finezas.

De

20.^, 1625.

Barrera

En

D. Jerónimo de Villayzán.

la

Par-

te 44.^ de Comedias de diferentes autores (Zaragoza, 1652).

Sufrir más por querer más. Del mismo Villayzán.

En

la

Parte 25.^

de Comedias recopiladas de diferentes autores é ilustres poetas de España, 1632.

La noche toledana. De Lope. En la Parte tercera de Comedias de Lope y otros autores, Barcelona, 1612. La Ventura sin buscalla. De Lope. Anterior á 1618, pero no impresa hasta 1625 en

Mejor sible

está

la

que estaba.

Parte 20.^

De

Calderón. Escrita en 163 1, según plau-

conjetura de D. Juan Eugenio Hartzenbusch. Impresa por

primera

vez,

según creemos, en 1652. (Primera parte de Comedias

escogidas de las mejores de España.)

La Huida

(1)

de Egipto.

La comedia de

No

la

conocemos, pero en

Villegas se representó en Madrid en

(cons. Restori; pág. 23). (A. B.)

el

catálogo de

Enero de 1623

AUTOS Y COLOQUIOS

Huerta se

cita

una comedia de este

en tres partes. ¿Sería

la trilogía

Dina, Los Trabajos de Jacob y

El servir

con buena estrella.

pero puede ser

bre,

mala

el

estrella, incluida

La

en

la

de Lope formada por El Robo de

La Salida de Egipto? (i). No se conoce comedia de este nom-

Parte

Con

6.^,

de

la

hay una comedia de don

la

vida de Santa Genoveva.

esta comedia, ni quizá,

Matos, que tenía diez y nueve años cuando

presumir que las suyas,

del

la

comedia del autor portugués

mera refundición de otra

mismo Lope, que

era

el

más

él

ninguna de

las

de

murió; pero es de

como

sea,

antigua,

casi todas

y probablemente

autor á quien explotaba más.

Herodes. Esta indicación es

mas

de Lope: Servir con

1615.

este título

Juan de Matos Fragoso, cuyo asunto es

Lope no pudo alcanzar

menos que

dividida nada

título,

título alterado

Inocencia perseguida.

12

muy vaga, porque

son varios los dra-

castellanos de que es protagonista el Tetrarca de Judea; pero

creemos que se

refiere á

La Vida y muerte de Herodes,

del Maestro

Tirso de Molina. {Quinta Parte de sus Comedias, 1625.)

Nunca mucho

costó poco.

De D. Juan

Ruiz de Alarcón.

cida con el título de Los Pechos privilegiados. sus Comedias, 1634

En

la

Más cono-

Parte 2.^ de

(2).

El Padre de su enemigo. De D. Juan Bautista de

Villegas.

En

la

Parte 43.^ de Comedias de diferentes autores, Zaragoza, 1650, pero escrita

Todo

El

mucho

antes,

es fácil

como por

esta

mención

consta.

d quien ama. Desconocida.

Imposible vencido. Desconocida, á no ser que sea

imposible, de Lope. Parte 25.^, 1647

El Mayor

(3)-

Hace notar con razón el Sr. Restori que no puede tratarse de la trilode Lope á que alude Menéndez y Pelayo, porque el título de La Huida de Egipto no se refiere á la fuga de los israelitas de Egipto, sino al viaje á Egipto de José, María y Jesús (trinidad de la tierra). Aunque así sea, no acierta el Sr. Restori al enmendar Huida á Egipto, en vez de Huida de Egipto. Huida de Egipto se decía entonces, y se dijo en el siglo xvi, para indicar lo que hoy expresaríamos con la locución Huida á Egipto. Así, Cristóbal de Villalón escribe Viage de Turquía y Cervantes Viage del Parnaso, por Viage á Turquía y Viage al Parnaso. (A. B.) El Sr. Restori hace notar que, con el mismo título, hay otra comedia (2) (1

gía

de Lope, impresa en la Parte XJ'Í// (Zaragoza, 1630). (A. B.) Su primer título, según el Sr. Restori, es: Olimpia y Biretio, y pertene(3)

ESTUDIOS SOBRE EL TelATRO DE LOPE DE VEGA

126

Con

Sil

pan

se lo coma.

-cada hasta 162

1,

en

La Horca para Hermosa

Ester^

su dueño.

anterior á l6l8

Con

este título se

comedia de Lope de Vega,

cida también con

de Mardoqueo.

la

De Lope, y

el título

Hay

(l).

No

publi-

Parte 17.^

de

La

ha impreso suelta

escrita

La

en 1610, cono-

Aman y Humildad

Soberbia de

otra del Dr. Felipe Godínez sobre el

mismo

asunto.

De Lope. Parte 13.^, 1620. El Príncipe perfecto. De Lope. La 2.^ Parte

El crito

Desconfiado.

de

la

biblioteca de Osuna, la fecha de 1614.

II.''),

y

la

en un manus-

La primera ha de

no se imprimió hasta 1618 (Par-

ser, naturalmente, anterior, pero

te

lleva

segunda hasta 1623 (Parte

xviii).

El amigo hasta la muerte. De Lope. En la Parte 11.^, La Fuerza de la sangre. De D. Guillen de Castro. En

161 8. la

Parte 2.^

de sus Comedias, 1625.

Al pasar

De Lope. En

del arroyo.

la

Parte 12.^ de sus Come-

dias^ 1619.

La

De Lope. Anterior á 1 604, puesto que está primera lista de El Peregrino; pero no se imprimió

Prisión sin culpa.

ya citada en

la

hasta 1617, en

El Justo

la

Parte

S.""

Abel. Desconocida.

Obras son amores. En

El Árbol

la

del mejor fruto.

Parte

De

ll.'',

1618.

Tirso de Molina. Escrita en 162 1.

Esta ú otra del mismo título anda impresa suelta, con

el

nombre

de D. Antonio Coello.

El Buen Ladrón. Entre

los

manuscritos de

la

colección que fué

de D. Agustín Duran, hay una comedia anónima titulada El Buen

Ladrón y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo

(2).

de Septiembre de 1633), ce á Montalbán (Parte /, 1635; representada el figurando con el título de El wtposible vencido en un ms. de la Biblioteca Nacional de Madrid (núm. 1.578 del Catálogo de Paz y Mélia). (A. B.) «1818», dice, por errata, el original académico (A. B.) (i) Advierte el Sr. Resto ri que cierta comedia, titulada El ladrón fiel, fué (2) representada en Madrid, en Febrero de 1631. Además de los títulos encontrados en la Loa por Menéndez y Pelayo, el Sr. Restori cree notar otro en el ^CiimpUr su palabra¡>, del verso 143 1

(ed. Restori). (A. B.)

1

AUTOS Y COLOQUIOS

La en

la

Ocasión perdida. Parte

De

27

Lope. Anterior á 1604. Impresa en 1609,

2?-

La Corona

merecida.

hasta 1620, en

De Lope.

Escrita en

^o impresa

1603.

Parte 14.^

la

Total, ochenta lo

I

y cuatro piezas, de menos, son del mismo Lope.

las cuales treinta

y

siete,

por



XIV. Loa y auto Sacramental de las Cortes de la Muerte. Todos hemos leído en el capítulo xi. Parte 2.^ del Ingenioso Hidalgo, la memorable aventura que sucedió áDon Quijote con el carro ó carreta de

de

la

Mancha

«cargada de

Cortes de

las

Muerte, que llevaba por los campos

la

compañía de Ángulo

la

pudiera imaginarse. El que guiaba era un feo demonio. Venía

la

La primera

Don

de

Quijote fué

la

la

figura

venía un ángel con unas grandes

de

los pies

caballero

Muerte estaba

la

los ojos,

que

el

al cielo

rostro

y pintadas

dios

cabeza; á

la

que llaman Cupido,

sin

traía

cuando Don Quijote se pone delante de

amenazadora increpa

al

la

recitantes de la

el

trajes

y

rostros».

carreta y «con voz alta

diablo mansamente:

compañía de Ángulo

carreta de las que se

Malo: hemos hecho en un

el

auto de

las

Cortes de

la

hacer esta tarde en aquel lugar que desde estar tan cerca

y

«Señor, nosotros somos

lugar que está detrás de aquella loma, esta mañana, que es el

Y

carretero, cochero ó diablo de aquel carri-

más parecía barca de Carón que

usan», contéstale

va del Corpus,

morrión

un sombrero lleno de plumas de diversos colores:

con éstos venían otras personas de diferentes

y excusar

el

la

octa-

Muerte, y hémosle de tiquí se

parece,

y por

trabajo de desnudarnos y volvernos á

mesmos

nos vamos vestidos con los

tamos. Aquel mancebo va de Muerte, mujer, que

venda

pero con su arco, carcax y saetas; venía también un

ni celada, sino

vestir,

abierto,

un lado estaba

alas; á

armado de punta en blanco, excepto que no

coche, que

que

humano; junto á

parecer de oro, en

al

carreta

figuras

se ofreció á los ojos de

misma Muerte con

un emperador con una corona, en

la tal

muías y servía de carretero

las

carreta descubierta

sin toldo ni zarzo.

ella

Malo. Iba

el

más diversos y extraños personajes y

los

es la del autor, va

de

reina,

el el

vestidos que represenotro de ángel, aquella

otro de soldado, aquél

de emperador, y yo de demonio, y soy una de

las

principales

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

128

porque hago en esta

del auto,

figuras

compañía

primeros

los

papeles...»

Con

Quijote, cuál

pudo

mencín insinuó

Auto de

ser el

los

comentadores del

las Cortes de la

Muerte á que Cer-

La obra que más

vantes se refiere.

la

han tratado de determinar

estos datos

el

primero, es

el

dan aviso á

gracioso y delicado

se ofrecía,

notabilísimo

Muerte, d las guales vienen todos

sentación,

mano

á

los vivientes

Auto de

y

los estados,

y

y

la

que Cle-

las Cortes de

por vía de repre-

doctrina á los oyentes: llevan

comenzada por

el

egregio vate pla-

centino, Micael de Carvajal, terminada por Luis

Hurtado de To-

ledo, é

impresa en

Imperial Ciudad por Juan Ferrer

la

obra, á la verdad, de las

y de

la cual se

de

la

la

gravedad de época,

más notables de nuestro

ha dicho, con

drán competir con en

pieza

estilo,

ni

el artificio

las sentencias, ni

en

que «pocas de su tiempo po-

justicia,

en

ella, ni

en

la

y

facilidad del diálogo,

censura de

ya consultar en

el

Romancero

y

costumbres

un poco fuera de su

como

rara,

pero que

Cancionero Sagrados, de

Biblioteca de Rivadeneyra, donde se hizo

ducirla (aunque

las

ni

preparación é ingeniosísimo desempeño de

la

algunas escenas». Ksta composición, tan preciosa es fácil

teatro primitivo,

el

la

buen servicio de repro-

lugar, puesto que,

como obra

esencialmente dramática, no debía figurar en un tomo de versos líricos), es sin

duda

la

más

mos en

más

original, la

ñola de las distintas versiones que de

la

y

poética

Danza

la

más espa-

de la Muerte tene-

nuestra lengua. Pero no parece que puede ser aquella á que

Cervantes alude, tanto por haber sido escrita en una época anterior en

más de medio

siglo á la publicación del

literaria

Quijote,

y co-

rresponder á un gusto diverso del que á principios del siglo xvii

predominaba, cuanto por

el

hecho de no encontrarse entre

sonajes del auto de Carvajal

y Hurtado

vantes menciona, ni tampoco

aunque

Soldado,

De donde



el

se infiere, ó

el

Caballero

el

Dios Cupido que Cer-

Emperador,

y

que Cervantes

ni

muy

distinto del

tad satírica

y

Reina, ni

Ángulo

de Miguel de Carvajal. Por otra parte,

el

figuras.

de memoria, ó que

Auto de las Cortes de la Muerte que representaba era

la

otras innumerables citó

los per-

el

el

Malo

la liber-

algo erasmiana |que en todo este auto domina, espe-

cialmente tratándose de cosas y personas de

la Iglesia,

hace ente-

AUTOS Y COLOQUIOS

ramente inverisímil siglo

el

que siguiera representándose á principios

que insertamos en

el

convienen. Manuscrito

le

de Sancha, benemérito

el

noticia de este

auto á que se alude en

esta colección,

del

bibliófilo,

porque no todas

nuevo Auto de

que coleccionó

el

publicarle en 1855

al

Quijote

las

señas

Romancero y ^t^r^

las Cortes de la Muerte.

autoridad va nuestro texto, que en si

el

encontramos, en copia del mismo D. Justo

Cancionero Sagrados, pero que

mos

29

XV'II.

Tampoco afirmaremos que sea

1

el original

que

él vio,

"o tenía

Sobre su no sabe-

manuscrito ó impreso, llevaba los nombres de Lope de Vega

y del Dr. Mira de Amescua, el primero al frente del auto, el segundo al frente de la loa. No respondemos de tales atribuciones, pero de todos modos no hemos querido omitir una composición positivamente antigua é ingeniosa, por más que en nada acreciente la gloria

de

los

dos

ilustres poetas á

Mbmkmdks t Pblato. —Estudios

quienes se ha prohijado.

sobre e! Teatro de Lope de Vega.

III

COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA

La

I.

No

Creación del

mundo y primera culpa ninguna de

se encuentra citada en

dos

las

hombre.

del

listas



de El Pere-

grino^ y, por consiguiente, puede creerse, aunque no con entera

seguridad, que es posterior á l6l8. Parece que se imprimió por

primera vez en una Parte

24.*,

de Madrid, 1624, citada por Nicolás

Antonio y por Schack sin más indicación bibliográfica que los títulos de las piezas. Pero todos nuestros esfuerzos para hallar este rarísimo ni

La

tomo han resultado

Tampoco

inútiles hasta ahora.

Chorley,

Barrera, ni Duran, ni Hartzenbusch llegaron á verle. El que le

sustituye en las colecciones del teatro de

Parte perfeta^ de Zaragoza, 1641, y en

mundo. Para

fijar el

texto de esta pieza

Lope

ella

es otra Veintiquatro

no está

La

hemos tenido

distintos ejemplares sueltos del siglo pasado,

que

Creación del

á la vista tres

difieren

poco entre

más ó de menos; y la muy rara y curiosa colección de Co7nedias nuevas de los más célebres Autores y realzados ingenios de España... Amsterdam, á costa de David García Henrisalvo erratas de

sí,

quez, 1726,

que

se

formó para uso de

exceptuando dos comedias (La Fuerza lastimosa, de Lope, y de Toledo, de Diamante ó

|de

y que

los judíos españoles, la

Judia

Mira de Amescua), no contiene más

que dramas sobre asuntos del Antiguo Testamento. Contra

lo

que

pudiera esperarse y contra lo que suele acontecer en casos análogos, el texto de la colección

de Amsterdam es mucho más inco-

rrecto que el de las ediciones sueltas, y tiene

menos que de veintiocho

mutilación, no

ma Virgen y versos que

el

al

Misterio de

la

versos, alusivos á la Santísi-

Encarnación,

colector judío tuvo la

además una grave

al fin

de

la

jornada

2.";

audacia de suprimir para no es-

candalizar á sus correligionarios.

La comedia de Lope de Vega comprende que corresponden á sus cie

de

trilogía:

Jornada

tres acciones distintas,

tres jornadas, viniendo á I.*:

Creación del

formar una espe-

mundo y Pecado de Adán.

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

134

Jornada

por

2.':

Fratricidio de Caín. Jornada

Lamech. Las

saeta de

la

como

el

vínculo

sus consecuencias, resul-

y

original

tando una concepción tan sencilla

drama

por

tres acciones se enlazan

moral y dramático del pecado Contiene, pues, este

Muerte de Caín, herido

3.':

grandiosa.

bíblico la materia de los cuatro pri-

meros capítulos del Génesis^ y aunque quizá parezca impertinente y superfino trasladar aquí cosa tan sabida, nos ha parecido curioso

presentar las palabras del sagrado texto, antiguas versiones directas que de

Para

los

como

tal

Guzmán,

traducir por

á Rabí

el

en

se leen

las

más

tenemos en nuestra lengua.

dos primeros capítulos seguiremos

mandada

1420,

él

de

la Biblia castellana

Maestre de Calatrava D. Luis de

Moseh Arragel, con

colaboración de varios

la

Maestros en Teología: insigne monumento de ciencia y de toleran-

y

cia,

rico tesoro

archivo de los tes,

de lengua castellana

Duques de Alba

nos valdremos del texto de

«Aquí comienza

el libro

la

»En vana

el

primero de el

los tres capítulos siguien-

la

Ley, en

la tierra, et la tierra

Et

Señor

el

dividió la lux de la tiniebla, et llamó

el

el

Señor á

aguas que eran en ssomo

el

Señor fecha

la

luz dia et á la

dia uno: dixo el el

qual divi-

firmamento

et dividió

las

el

aguas,

del firmamento á las aguas

yuso del firmamento, et fecho assy cielos, et fue

Señor

el

fue.

Et llamó

vespera et mañana segundo

el

Señor

dia.

Dixo

que eran

la

firma-

al

el

júntense las aguas que son de yuso los cielos á un logar por

[Anunciase

era

Spiritu del

mañana

firmamento en medio de

sión faga de aguas á aguas: et fizo

(i)

es

lux que buena era, et

la

tiniebla llamó noche, et fué vespera et fue

Señor: sea fecho

el

aguas. Dixo

las

sea lux et fecha fué lux, et vido

mento

Genesy

i:

principio crió el Señor los cielos et

et vazía, et tenebra sobre faces del abismo.

las

latín

Libro de Beresith.

Señor era rretraido sobre faces de

de

el

Biblia Ferrariense.

llamado, et en ebrayco es llamado

^Capítulo

Para

(2).

que se guarda en

(l),

Señor: tal

próxima publicación (1918) de este monumento

que

litera-

rio]. (A. B.)

Extractos en Villanueva (D. Joaquín Lorenzo) De la Lección de la Sa(2) grada Escritura en lenguas vulgares. Valencia, Montfort, 1791, páginas cxxxvii á cxxxviii.

COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA

parezca lo seco, et fecho fue assy. Et llamó

que

et á lo en

seco

tierra,

Señor

el

Señor: apunte

que faga simiente

et arboles fructuosos

su especia que

su simiente en ssy

la

la

el

bueno

et fué

la

lo

nasca herva

tierra et

mesmos tengan en ssomo de la tierra

apuntó herva

et

su especia, et arboles fructuosos que su

miente en ssy mesmos tenían segund era

el

que fagan fructa segund de

luego fue fecho assy. Et sacó

con simiente segund

como

35

se iuntaron las aguas llamó mares, et vido el

que era de bueno. Dixo

la tierra, et

Señor á

1

la

su especia, et vido

vespera et fué mañana

el

si-

el

Señor

dia tercero.

Dixo

Señor: sean fechas luces en'l firmamento de los cielos, las quales

división fagan entre el día et la noche, las quales sean para signas et

tiempos et para determinar días et años. Las quales serán para

luces en'l firmamento de los cielos para que alunbren sobre la tierra,

Señor

et assy fué fecho: et fizo el

lux para sostener

el dia, et la

Las quales puso

las estrellas.

para alumbrar sobre para dividir

reptilla

Señor

mañana

el

del ayre

Señor

las

la

los cielos

noche, et

el dia et la

Señor que era bueno. Et

el

dia cuarto: dixo el Señor: cresca en las

que buelen sobre

et aves

que es cerca del firmamento de

la tierra

las

en

los cielos: et crió el

dos grandes Vallenas et toda anima biva movible,

crescieron en

mayor

noche sostener et

la

firmamento de

en'l

para sostener

la tierra, et

de anima biva,

ssomo

les

el

menor para

lux de la tiniebra, et vido

la

fué vespera et

aguas

lux

dos grandes luzes,

las

aguas segund sus especias, et vido

el

las

qua-

Señor que

era bueno: et bendíxolos el Señor et díxoles: cresced et multiplicad et fenchid las aguas

mundo: saque

Et

anima biva segund de

fizo el

la tierra

Señor

especia, et las bestias

bueno. Dixo semejanza,

el

los cielos, et llas

se multipliquen en'l

el

la

Señor: fagamos

Dixo

dia.

el

Señor:

su especia bestias et reptillas,

la

segund

las bestias

segund

la

su especia, et luego fue assy

salvages de la tierra segund su

su especia, et vido

ome

á nuestra

el

Señor que era

ymagen

et nuestra

qual señoree en los pesces del mar, et en las aves de

en

la bestia, et

que mueven sobre

gen, á

que

et las aves

vespera et fue mañana del quinto

et fue

la tierra

et las salvaginas

fecho.

en los mares

ymagen

quales bendixo

del el

en toda

la tierra.

Señor

Señor

la tierra, et

Et crió

lo crió,

el

másculo

et les dixo:

Señor et

en todas al

fembra

ome

las repti-

á la

yma-

los crió:

á los

frochiguad et multiplicad et

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

136

implid

en

aves de los cielos et en toda

las

Dixo

la tierra.

el

mar

podestadla, et señorad en los pesces del

la tierra et

Señor: ahe que vos yo

et

anima que se mueve en

la biva

toda herva que simiente

di

faga sobre las faces de la tierra, et todos los fructuosos árboles que la

su simiente en sy tengan, vuestros sean para comer. ítem vos do

toda la

salvagina de

la

de

reptilla

fizo

las

aves de los cielos et toda

que ánima biva toviere

muy bueno

era, et fue

verde herva

et toda

el luego fue fecho assy.

que vuestra sea para comer, ñor todo cuanto

todas

la tierra et

la tierra

Et vido

Se-

el

vespera et fue mañana

del sesto día.»

«Capítulo

11:

> Cumpliéronse los cielos et la tierra et

et el

Señor

cumplió

el

Señor

séptimo

el

su obra que crió

de

los cielos et el

Señor para

el

la tierra,

la

fazer.

su obra que fizo, et bendixo

por quanto

Estas son

toda

la

las

generaciones de

de

Et formó

la tierra.

el

la tierra, la

Señor Dios

el

mente

et

el

Señor Dios un vergel

puso ende á este

Dios de

la tierra

buenos

et suaves

Adán que

ovies-

Señor Dios sobre

del limo de la tie-

rra et spiró en su faz spiraclo de vida, et fecho es el

de vida. Et plantó

ome

fizo

ante

qual regava todas las

ome

al

que

día

el

campo en

herva del campo, nin

tierra labrar, nin llover fecho oviesse

Et una nube se alzaba de

la tierra.

segó de toda

en'l

de quand criados fueron en

la tierra fuessen, et

se para la

fazes

séptimo día

Dios tierra et cielos et todos los árboles del

Señor

que en

en'l

día, et sanctificólo,

todos los sus ornamentos,

en'l

ome en ánima

Paraysso antigua-

formó. Et crescer

fizo el

Señor

todos los árboles que cobdiciosos fuesen de ver et

de comer,

et el árbol

de

la vida

en medio del Pa-

rayso, et el árbol de saber bien et mal. Et un rrio salia del vergel

que rregaba este vergel, dales rrios,

cunda

nombre

del

toda la tierra

et

de

alli

se repartía et se íazia cuatro cab-

uno era Phison,

aquella tierra es bien purissimo, ende nasce preciosas...

Et

cunda toda

la

Tegris, el cual Eufrates. Et

el

mismo

este

de Havilath, ende nasce

nombre

del

segundo

rrio

el

el

es el

que

oro, et el oro

bodello

et las

era Gyhon,

el

tomó

el

et púsolo

en

el

de

piedras

qual cir-

tierra de Ethiopia; el nombre del tercero va contra assyrios; et el nombre del cuarto

Señor Dios á Adán

car-

rrio era

rrio es

Parayso

vicioso et deleytoso para que lo guardase et labrase, et apercibió el

COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA

Señor Dios á Adán

de todos

et díxole:

los árboles del

1

37

Parayso co-

merás, pero del árbol scient bien et mal non del comas, por quanto comieres, morir morirás. Dixo

en'l dia

que de

non me

paresce seer que

él

su semejanza. Et formó

canpo

del

Adán

Señor Dios de

el

et todas las aves

Señor Dios: bien

el

la tierra

toda

los cielos, las quales

de

ayuda á

ssolo esté: quiérele facer

veer que nombres les pornia, ca con

salvagina

traxo por

nombres que Adán

los

pusiesse se les quedarían por nombres. El

la

Adán

les

qualAdan nombres puso

á todas las bestias et aves de los cielos et á todas las salvaginas del

Adán non

canpo, et por

ayuda que

falló

Señor Dios sueño en Adán,

el

con carne

et

tillas tilla

como

su logar cerró: et edificó

el

Adán tomó,

que de

tal

Dixo Adán... Aquesta huessos, et carne de

et

muger

la fizo, la

muger

esta

(ves)

la

mi carne;

el

Señor Dios

qual luego

ella es

esta varona

et su

Madre

se fagan carne una. saber,

Adán

et su

«Capítulo

>Y A.

el

(2).

III

ornes, et

la cos-

Adán

troxo.

huesso de los mis

deve seer llamada,

pues que de varón fue tomada. Por tanto et pues que assy

debe su Padre

Et lanzó

él fuesse.

et durmióse, et tomó una de sus cos-

es,

con su muger untarse i

dexar

et

que

Et anbos dos desnudos estaban, conviene

Muger,

non por

et

(versión de

la

ello

vergüenza avian.»

Biblia de Ferrara)

(l).

culebro era artero, más de todo animal del canpo, que hizo

y dixo

Dio,

á la muger: quanto

mas que dixo

el

Dio, no co-

mades de todo árbol del huerto? y dixo la muger al culebro: de fruto de árbol del huerto comeremos. Y de fruto del árbol que entre el huerto, dixo el Dio, no

morirédes.

Y

dixo

sá bien el Dio,

el

comades

culebro á

del

la

y no toquedes en

él,

por quanto

mulher: no morir moriredes.

que en dia de vuestro comer

Que

del, abrirse an vuestros

y mal. Y vido la muger, que deseo él para los ojos, y cobque bueno el árbol para comer, y diciado el árbol para entender, y tomó de su fruta, y comió, y dio también á su marido con ella, y comió. Y abriéronse ojos de ambos

ojos:

y seredes como

ellos

y supieron que desnudos

ángeles, sabientes bien

hizieron para ellos cinturas.

(i)

res.

Sigo

la

Inicial

ellos, y cosieron hoja de higuera, y oyeron á voz de A. Dio andan en el

edición de Athías, revista y corregida por Samuel de Cáce1661; de la creación del mundo, 5421.

Amsterdam,

(2)

Y

de Adonai,

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

138

al ayre del dia, y escondióse el hombre y su muger delante A. Dio, entre árbol del huerto, y llamó A. Dio al hombre, y dixo á él: á dó tú? Y dixo: á tu voz oí en el huerto, y temí porque desnudo

huerto,

y escondíme. Y díme: quién denunció á ti que desnudo tú? Si del árbol que te encomendé por no comer del, comiste? Y dixo el hombre: la muger que diste conmigo, ella dio á mí de el árbol, y

yo,

Y

comí. el

dixo A. Dio á

culebro

la

muger: que esto

me sombayó, y

hiziste esto, maldito tú

Y

comí.

hiziste?

dixo A. Dio

mas de toda

la

Y dixo la

muger:

culebro: por qué

al

quatropea, y mas de todo

animal del canpo: sobre tu pecho andarás y polvo comerás todos los días de tus vidas.

Y

malquerencia porné entre

ti

y entre

la

muger,

y entre tu semen: él te herirá cabeza y tú le herirás calcañar. A la muger dixo: muchiguar muchiguaré tu dolor y tu encintamiento: con ti.

Y

muger, y comiste de

el

dolor parirás hijos, y á tu marido tu deseo, y al

hombre

dixo:

encomendé por

árbol que te

por

porque oyste á voz de

con dolor

ti,

la

dezir no

tu

él

comas

comerás todos dias de tu

podestará en

del, maldita la tierra

vida.

Y espino y cardo

y comerás á yerba del campo. Con sudor de tus narizes comerás pan, hasta tu tornar á la tierra, que della fueste tohermollecera á

ti,

mado: que polvo

tú,

y

de su muger, Hava, que para

Y

hombre y para

el

dixo A. Dio: he,

el

Y llamó el hombre, nombre madre de todo vivo. Y hizo A. Dio,

á polvo tornarás. ella fué

su muger, túnicas de cuero,

hombre

fue

y hízolos vestir. nos por saber bien uno de como

y mal, y agora quiga tenderá su mano, y tomará también de árbol de las vidas, y comerá y bivirá para siempre. Y embiólo A. Dio de huerto de Heden para labrar la tierra, que fue tomado de allí, y hombre, y hizo morar de Oriente á huerto de Heden á Kerubim, y á flama de la espada la trastornante por guardar a

desterró los

al

carrera de árbol de las vidas.»

«Capítulo

»Y Cain,

el

y y

:

su muger:

dixo: adquirí varón con A.

no, á Hevel: tierra,

IV

hombre conoció á Hava y

Y

y

encintósse,

y parió á

añadió: por parir á su herma-

de ovejas, y Cain fué labrador déla y truxo Cain de fruto de la tierra pre-

fue Hevel pastor

fue de fin de dias,

sente á A.

Y

Hevel truxo también

él

de primogénitos de sus ovejas

y de sus grossuras, y caro A. á Hevel y

á su presente.

Y

á Cain

y

COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA

1

39

á SU presente no caro, y cresció á Cain mucho, y cayeron sus faces.

Y

dixo A. á Cain: por qué cresció á

De

ces?

cierto

Y

tí?

aboniguares, perdón, y

si

puerta pecado yazien, y á

por qué cayeron tus

no aboniguares, á

si

su desseo, y tú podestarás en

ti

dó Hevel yo?

Y

tu hermano?...

dixo:

á mí de

qué

Y

Y

el

dixo: no sé. Si guardián mi

hermano

de sangres de tu hermano, esclamantes

heziste? boz

la tierra.

Y

la

Y

campo, y ledixo A. á Cain: á

dixo Cain á Hevel su hermano: y fue en su ser en

vantósse Cain á Hevel su hermano: y matólo.

él.

fa-

agora, maldito tú de

la tierra

que abrió su boca

para tomar á sangres de tu hermano de tu mano. Guando labrares á la tierra, no añadirá dar su fuerza á

en

la tierra.

Y

dixo Cain á A.: grande mi delicto de perdonar.

desterrado á mí hoi, de sobre faces de cubierto, á

y

esmovido y movido serás

ti:

tierra,

esmovido y movido en

seré

mí me matará.

Y dixo

á

él

y delante

la tierra,

ti

He

seré en-

y será todo hallan

A.: por tanto todo matan á Cain, siete

veces será vengado, y puso A. á Cain señal, por no herir á él todo salió Cain de delante de A., y estuvo en tierra de hallan á él.

Y

Y

Nod, á Oriente de Heden. sse,

parió á Hanoch.

y

villa,

como nombre de

Y

conosció Cain á su muger, y encintó-

fue fraguan

su hijo,

villa,

y Metusael engendró á Lemech.

mugeres: nombre de

Y

parió

nado.

Hadah

Y

la

nombre de

Y

su

Y

tomó para

una Hadah, y nombre de

á Yabal:

vihuela y órgano.

y llamó nombre della fue nascido á Hanoch,

Mehuyael engendró á Me-

Hirad, y Hirad engendró á Mehuyael, y tusael,

Y

Hanoch.

él

fué padre de

hermano Yubal:

la

él

Lemech dos

segunda, Silah.

morador de tienda y ga-

él fué

padre de todo travan

Zilah también ella parió á Tubalcain acecalán

toda maestría de cobre y hierro, y hermana de Tubalcain, Naha-

Y dixo Lemech á sus mugeres Hadah y Zilah: oyd mi voz, mugeres de Lemech, escuchad mi dicho: que varón maté por mi

mah.

herida,

y niño por mi tolondro. Que

y Lemech

Y

siete veces será

cosnoció

Adán mas

vengado Cain, á su muger,

y y y llamó su nombre Seth, que puso á mi Dio semen otro, en lugar de Hevel, que lo mató Cain. Y á Seth también él fué nascido hijo, y llamó á su nombre Enós: entonces fué comenzado por setenta

siete.

parió hijo,

llamar

el

nombre de A.»

Fuente inagotable de representaciones para

la

poesía cristiana ha

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

140

sido en todos tiempos esta sagrada relación de los orígenes del

mundo.

Y

en

las

sito,

y San

por no cuadrar á nuestro propó-

sin detenernos ahora,

obras puramente épicas que desde Juvenco, Draconcio

Avito, se prolongan hasta

la

Semana, de

Du

Bartas; las Seite

Giornate, del Tasso; la Creación del mundo, de Azevedo; la Sarcotis,

de Massenius, y

el

Paraíso perdido, de Miltón, origen á su vez de

tantas imitaciones (entre las cuales no es para olvidada la Inocencia

perdida, de nuestro Reinoso); y concretándonos á tica,

la

forma dramáencon-

los escasos restos del teatro griego cristiano

ya entre

tramos un breve y sencillísimo drama de Adán, compuesto á del siglo

VIII

ó principios del ix por

fines

gramático Ignacio, que llegó

el

á ser metropolitano de Nicea. Este drama, que Boissonade publicó

en 1829 por vez primera por Dübner, con

el

ha sido revisado é impreso de nuevo

(l),

Christus Patiens

y

los

demás fragmentos de

la

dramaturgia heleno-eclesiástica, al fin del Eurípides de la colección

Didot

(2).

Entre

drama

las reliquias del

litúrgico latino coleccionadas

por

Du-Méril y Coussemaker no encontramos misterio de la Creación del Mundo, pero el más antiguo monumento conocido del teatro francés de la

Edad Media

es

normando, que se remonta entre ro,

el

drama

hierático

conforme á

la ley

y

una Representación de Adán en dialecto

al

siglo xii,

popular

el

y sirve

(3),

como de

transición

descendiendo del prime-

generadora que descubrió Sepet

(4),

como

nuevo y extenso desarrollo del antiguo tema de Los Profetas de Cristo, que todavía forma la tercera parte del drama vulgar. «El

drama de Adán serie única

común (i)

de

origen;

(dice Julleville) es

en realidad

tres piezas diversas,

la

yuxtaposición en

pero enlazadas entre

una pieza de Adán, otra de Abel, y una

Anécdota Graeca, tomo

i,



por su

tercera,

que

págs. 436 á 444.

Fragmenta Euripidis... Christus Patiens Ezechieli et ckristianorum Poeiarum Reliquiae Dramaiicae. Ex codicibus emendavit et annotatione critica insiruxii Fr. Dübner, París, Didot, 1846, págs. 91-94. Magnin publicó un interesante artículo sobre esta colección en el Journal des Savants, 1849, (2)

Agosto. Petit de Julleville: Hisioire du Thédlre en France, Les Mysieres. París. (3) Hachette, 1880, tomo i, 81-89; tomo n, 216-219. Marius Sepet: Les Prophetes du Christ (Bibliotheque de V École des (4)

Chartes), serie F,

tomo

iv,

págs.

1

05- 139 y 262-373.

COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA es la profesión de los profetas,

mas

litürgicos,

la

conocemos en

cuyos autores habían acabado,

al

frente de la procesión al primer

el

primer profeta de Cristo, como

monio

como

tal

del Mesías...

I4I

sin

dra-

los

duda, por colocar

hombre, Adán, considerado como el

primero que había de dar

testi-

Con Adán hubo de aparecer Abel, que también que fué

es figura del Redentor, puesto

Lope de Vega, heredero

genial

pos medios, reunió en un drama

y

el

la

primera víctima inocente.»

maravilloso del arte de los tiem-

pecado de Adán y

el

crimen de

y por una intuición de gran poeta, pero en la cual ya había sido precedido por los obscuros autores de los misterios del siglo xv, Caín,

sustituyó

la vieja

procesión de los profetas con

cumplida por mano de Lamech

Sepet ha caracterizado oficio

extraordinario,

el

el

la fatídica

expiación

bigamo.

antiguo misterio de

Adán como «un

dramático, en lengua vulgar, que formaba

parte de los regocijos exteriores destinados á celebrar piadosamente las fiestas

de Navidad». Las rúbricas están en

latín,

y

el

se representaba delante de la iglesia) conserva todavía

carácter litúrgico en la interpolación de lecciones

mados de

la

vSagrada Escritura

drama (que

mucho de

y responsos

su

to-

(l).

El inmenso misterio ó enciclopedia dramática del Antiguo Testamento, obra capital del teatro francés del siglo xv, deslíe, nada

menos que en

1.

882 versos,

tulos del Génesis (2).

el

contenido de los tres primeros capí-

No sabemos que

exista en nuestra literatura

(i) La Reprcsentatio Adat se ha conservado en un códice de la Biblioteca de Tours, procedente de la abadía benedictina de Marmoutiers. Hay de ella dos ediciones, una por Víctor Luzarche (Adam, árame anglo-normand dii XII' suele... Tours, 1854), y otra por L. Palustre {Adam, mystere du XII' siecle, iexie critique accompagné d'une traducíion...^aii^^ Dumoulin, 1877). El drama tiene 1.301 versos^ y se divide en tres secciones: a) Creación y caída del hombre; b) Muerte de Abel; d) Los profetas de Cristo. Todas las acotaciones están en prosa latina. Vid. Sainte-Beuve: Nouveaux Lundis, iir, páginas 364 y siguientes; y Littrc: Étude sur Adam, mystere., en el Journal des Débats de 30 de Julio y 29 de Agosto de 1855. Le Mystere du Viel Testament par personnages j'oué á Parts, historié et (2) imprime' nouvellement... (La primera edición parece ser de 1500; la última, y la que hemos tenido presente, es la del barón James de Rothschild, con introducción, notas y glosario. Paris, Didot, 1878 y siguientes. Trabajo de grande

erudición dramática).

De

representaciones italianas sobre

la

Creación del

Mundo no hay muchas

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

1^2

otra obra del

mismo

carácter cíclico,

como no

sea

la

Victoria Christi

del bachiller Bartolomé Palau, la cual, según advirtió el poeta, es

una «alegórica representación de linaje

humano

estuvo, por

Demonio, hasta que

la

la

cautividad espiritual en que el

culpa original, debajo del poder del

Cristo, nuestro

Redentor, con su muerte, redi-

y con su Resurrección reparó nuestra vida». Este poema, por muchos conceptos notable, y que todavía conserva mió nuestra

libertad,

su popularidad en

la

montaña de Cataluña y en

Alto Aragón,

el

consta en realidad de seis partes ó autos largos, divididos en otros autos

más

entre



cortos que pudiéramos llamar escenas, enlazadas todas

general pensamiento de

por

el

Dedicada

la

dudar de

ma

la

Caída y de

obra de Palau (que es de

nuestra primitiva escena)

Aragón, que

la

al

rigió aquella

las

la

Redención.

más importantes de

Arzobispo de Zaragoza, D. Hernando de

Sede desde 1539 á 1577

(l)>

"o ^s

época á que realmente pertenece, por más que

popularidad de la pieza y

lícito

la

mis-

uso frecuente que se hacía de sus

el

ejemplares, hayan hecho desaparecer casi totalmente las cinco edi-

ciones góticas, por lo menos, que precedieron á

la

de Barcelona,

1620, por Sehíistián Comellas. Retocado

y aderezado el texto en la 670, y nuevamente estropeado y pervertido en las de Manresa, 1777» Y Cervera, 1846, la Victoria Christi, olvidada por los doctos y no mencionada siquiera por Mo-

edición, también barcelonesa, de

1

ratín en sus Orígenes, es á la hora presente la única reliquia del dra-

ma

castellano anterior á

teatro popular

Lope de Vega que ocupa aún

y conserva entre nosotros

la

misterio litúrgico de los Profetas de Cristo.

larguísima composición abraza

Adán

hasta Noé,

mero

es la creación

y

la

las tablas del

tradición del vetustísimo

La primera parte de

esta

edad primera del mundo, desde

se subdivide en cinco autos ó escenas. «El pri-

de

Adán y Eva, y cómo Adán

comió, por

la

pero valga por todas la muy peregrina que da Ancona {Origini del i, 346), de la que se hizo en Sessa el 24 de Abril de 1541, por el canónigo Antonio de MaselHs con sus discípulos, en el traje más primitivo posible: *Et lo dicto Donno Antonio steiie innudo solum con uno vele (sic) nanti alio membro, che mostrava tucie (sic) le naturali, che ce siecte (sic) tutta Sessa noticias,

teatro iialiano,

ad vedere. » (i) Vid. Fernández Guerra: Caída y Ruina del Imperio Visigótico Español. Primer drama que las representó en nuestro teatro. Madrid, 1883, págs. 13 y 14.

COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA

1

43

persuasión de Eva, del fruto vedado, por cuya culpa fué echado del

Son

Paraíso terrestre.»

interlocutores: Dios Padre,

Adán, Eva, Cul-

pa, Ángel, Música, Serpiente. El drama empieza antes de

del

mundo y

sólo que

el

junto

al

trono de Dios Padre,

creación

como en Lope de Vega,

con su ingenuidad de poeta primitivo,

bachiller Palau,

el acto mismo de la creación del hombre. «Dios como quien espira en tierra, y cría el hombre y sale Adán de tierra.* De la sencillez del estilo y poco aliño de la versificación,

pone en escena hace la

la

dará muestra

la

siguiente escena:

EVA

Oye, Adán, mi buen marido.

ADÁN

¿Qué

me quieres?

Di, mujer.

Hacerte, hermano, saber

Lo que



Y

á mí

me

ha acontecido:

sabrás que yo he comido

he gustado

De aquel fruto sublimado Que nos vedó el Criador, ADÁN

Tú has hecho grande error En quebrantar su mandado.

¡Oh!,

Y A

que

es

muy

azucarado

sabroso, la vista

Varaos

muy

allá

y

Si te agrada,

hermoso:

le verás.

comerás:

No seas tan sospechoso; Que si Dios muy poderoso, Con su poder Nos mandó del no comer,

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

144

So pena que moriremos, Hácelo, porque seremos

Como

Dios en

el saber.

adXn ¿Quién

Eso á

La

ha dado á entender

lo

ti?

serpiente; yo

En mi

fe

comí

de buena gana;

Toma, hermano, esta manzana Come por amor de mí.

Ahora dame: sea

así

Por tu amor.

Parece que su sabor

Tiene tan azucarado.

Bueno, pero esto es peor;

Que me veo

Yo

también avergonzada

Ahora

De

despojado.

aquí,

vernos á mí y á

ti

Sin algún adornamiento. (Sale Dios esi?,

con un ángel por

el Paraíso,

y va diciendo

y responde Adán):

ADÁN Escondámonos, que siento Nuestro Dios venir

¿Qué

será, triste

allí.

de mí,

Desdichado? DIOS

¿Dónde, Adán, te has apartado?

tres veces:

Adam, ubi

COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA

ADÁN Señor, estoy retirado.

DIOS

;Y por qué

te

has escondido?

ADÁN

Porque estaba despojado. Dios

Y

eso ;qu¡én te lo ha mostrado?

Di, perdido;

Sino que cierto has comido

Del vedado árbol que

La mujer que

Me



me

dio del, y

viste.

me diste ha inducido.

Eva, ;por qué has cometido Tal pecado?

La serpiente me ha engañado:

Comí descuidadamente.

Y

tú,

maldita serpiente,

¿Por qué

tal

has ordenado?

Pues por mí mismo he jurado

Que serás maldita y no comerás En tus días sino tierra,

Y Y Y

cuerpo arrastrarás

tu

Por

llanos,

montes y

sierra,

pondré continua guerra malquerer

Entre

ti

y

la

mujer.

Tal cual nunca se verá; MroréSDEZ y Pelato.

— Estudios sobre el

Teatro de T.ope de Vega.

I45

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

£4.6

Ella te quebrantará

cabeza y gran poder. tal habías de hacer,

Tu

¿Y tú Eva,

di?

¿Dejarte vencer ansí

Teniendo tanto poder? Y tú, Adán, obedecer A tu mujer más que á mí? ¿Pues del poder que te

Tan

di,

bastante,

Querías ser semejante A mi ciencia y gran deidad?

Grande fué vuestra maldad

Y soberbia penetrante: Quitaos me ya delante, Que el pecado Que hoy habéis perpetrado

Ha engendrado una tal culpa, Que os hará entera disculpa Hasta ser ya bien pagado, la cual serás privado,

Por

De hoy más, De mí, Adán, y

morirás

Sufriendo continua guerra; Mientras vivas en

De

la tierra,

tu sudor comerás;

Mas

te digo

que serás

Abajado,

En

polvo y tierra tornado.

Con

trabajos y miseria.

Pues querías con tu soberbia Ser á mi ciencia igualado. Tú, Eva, por tal pecado

Y

error,

Parirás con gran dolor

Todo

hijo concebido,

Serás sujeta

al

marido

Y

ti

señor.

él

será de

prosigue el fidelidad á las palabras de la Escritura este auto, como en el tercebachiller Palau, así en lo restante de él fué el primero la muerte de Abel, y cómo

Con

ro,

la

misma

«que representa

COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA

que fué depositado en

el

limbo»; hablan

las

47

1

personas siguientes: Caín,

Abel, Satanás, Ángel, Culpa, Lucifer. Para enlazar estos dos autos

hay una escena ó auto intermedio, de carácter doctrinal y teológien que el autor declara «cómo del pecado de Adán nació la

co,

culpa original, que es impedimento para no poder entrar en

el

cielo».

Xo hay duda

para mí que Lope, en cuya fantasía inmensa y getodo el teatro anterior y todo el teatro posi-

nial vino á reflejarse

conocía y aprovechó

ble, ller

la

Victoria de Cristo del humilde Bachi-

de Burbáguena, no ciertamente para tomar de

ella

imágenes

conceptos, que no necesitaba para nada teniendo delante

de

la Biblia,

que

él sabía leer

con ojos de poeta, sino para

estructura de su obra, que de este da, sino

Edad

modo no

que tiene sus más hondas raíces en

aparece el

Media, del cual fué inmediato heredero

drama el

texto

el

plan

el

como

ni

y

desliga-

litúrgico

de

la

teatro del siglo xvi,

todavía no secular más que á medias.

Creemos también que Lope pudo tener presente para da jornada de su comedia

en

tres,

por

lo

menos, de

la

segun-

los autos viejos

que

códice, tantas veces citado, de la Biblioteca Nacional se custo-

el

dian; ó á lo

do de

menos

las piezas

otros

muy

semejantes á éstos.

Aun

puramente alegóricas que llevan

Justicia divina contra el pecado de

prescindien-

los títulos

Adán, Auto de

de

La

los hierros de

Adán y Farsa del Sacramento de Adán, tienen forma directa é historial el Auto del pecado de Adán (por más que en él intervengan personajes abstractos, como la Gula y la Avaricia), el Auto de la _prevaricación de nuestro padre

Adán, y

tierno

el sencillo,

y cando-

roso Auto de Caín y Abel, del ilustre humanista y teólogo valencia-

no Jaime Ferruz, insigne reformador de natal.

las

escuelas de su ciudad

Sobre esta tragedia en miniatura, notable siempre por

ralidad del estilo y, en algún caso, por la energía

ocurre que añadir á

y detenido ñete

(l),

en

estudio, el

cual

la

natu-

nada que tan discretamente expuso, en particular nuestro malogrado compañero D. Manuel Cala dicción,

lo

ya advirtió

muy

cuerdamente que á sus demás

circunstancias recomendables juntaba este

(I)

de

Teatro Español del siglo

XVJ {Udiáúá,

Auto

la

de pertenecer

1885), págs. 251-294.

ai

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

148 corto

número de antiguos poemas escénicos destinados exclusiva-

mente á poner en acción

el fratricidio

de Caín, puesto que los autores

de antiguos misterios franceses y nuestro bachiller Paiau habían pre-

embeberle en una acción más amplia y comprensiva. Lo misobservamos en Lope de Vega, cuya comedia es raro que el se-

ferido

mo

ñor Cañete no mencionara. Sólo en tiempos posteriores, y de teatro enteramente laico, hallamos tragedias exclusivamente de este

asunto,

como La muerte de

Abel, de Legouvé, traducida en valentí-

simos versos por nuestro D. Antonio Saviñón;

que

la

CaÍ7t,

dio

el

en que

extraño título la

de Tramelogedia, y

el Abele, el

de

Alfieri,.

poema dramático

extraviada inspiración de lord Byron presta enér-

gicos acentos á la desesperación satánica y

al

pesimismo maniqueo.

El auto de Ferruz no pudo ser desconocido para Lope de Vega, tan

empapado en

la literatura del siglo xvi,

puesto que todavía en

su juventud solía aparecer en las tablas del teatro popular,

y en

el

Viaje entretenido, de Agustín de Rojas (1604), consta que aquel in-

genioso histrión y sus colegas Ríos y Solano, andando por blos á

modo de compañía

de Valencia á Zaragoza por

las señas,

el

trashumante, representaron en

Auto de Caín

no podía ser otro que

el

y

el

los

pue-

camino

Abel {\\ que, á juzgar

de Ferruz,

Pero entiéndase bien, y es prevención para [en adelante, que cuando hablemos de las fuentes de tal ó cual poema dramático de

Lope de Vega, nunca ha de entenderse

(i)

esto en el sentido de aque-

«Pedí licencia, busqué dos sábanas, pregoné la égloga, procuré una y díjele á Solano que cobrara. Y al fin la casa

guitarra, convidé la huéspeda,

romance de Afuera, afuera, aparta, aparta. Acabada una copla, métome, y quédase la gente suspensa, y empieza luego Solano una loa, y con ella enmendó la falta de la música. Vísteme una sábana y empiezo mi obra. Cuando salió Solano de Dios Padre, con otra sábana abierta por medio y toda junto á las barbas, llenas de orujo, y una vela en la mano, entendí de risa ser muerto. El pobre vulgo no sabía lo que le había sucedido. Pasó esto é hice mi entremés de bobo, dije la coleta del huevo y llegóse el punto de matar al triste Abel,|y olvídeseme el cuchillo para degollarle, y quíteme la barba y degüéllole con ella. Levántase la chusma y empieza á darnos grita; supliquéles perdonaran nuestras faltas, porque aun no había llegado la compañía, Al fin, ya toda la gente rebelada, entra el huésped y dice que lo dejemos porque nos quieren moler á palos. Con este divino aviso pusimos tierra en medio, y aquella misma noche nos fuimos con más de cinco reales que se habían hecho.» Viaje entretenido, ed. de 1614, fol, 36 vuelto y 37.)

llena, salgo á cantar el

(

I49

COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA

Ha imitación directa de situaciones, pensamientos, rasgos, y aun trozos enteros de diálogo, que en poetas de otra época,

y

jNIoreto

pudo

habilidad técnica, pia

menos que Tirso y Alarcón y

y en general todos

valencianos,

Para

siglo XVII español.

los ingenios del

ellos, el teatro

primitivo

sumo una mina de argumentos, como no\"elas, nunca una pauta y una norma á

á lo

con

ni siquiera

los

poetas

primer tercio del

pudo

ser

un germen,

crónicas

y

las

lo

eran

la

cual sujetasen su paso,

las

propósito bien logrado de mejorar

el

Había en

ajenas.

Calderón,

en esto conserva su pro-

ser inferior á ellos,

nativa originalidad, no

y

como

Corneille, advertimos. Si Lope, en otras condiciones de

las

invenciones

demasiada espontaneidad y aliento de crea-

ellos

ción para que pensasen en esta labor secundaria, aunque tan loable.

El drama de Lope sobre la Creación y las primeras edades del mundo ha merecido hasta ahora poca atención de los críticos. Schack le

muy

menciona, aunque

prueba que

le

rápidamente, y no sin gran error, que

leyó de prisa. Dice que es una dramatización del pri-

mer capítulo del Génesis, lo cual no como queda dicho, la materia de los rece de enlace dramático y cual cual

es exacto, puesto tres primeros.

Schack amolda sus

Añade que

juicios,

la estética

puesto que

la

romántica, á

la

unidad de un drama

pecado original nunca puede ser semejante á

el

ca-

de centro para la exposición poética, lo

tampoco puede admitirse dentro de

sobre

que abarca,

la

que domi-

na en una tragedia clásica ó en una comedia de Moliere. La caída

de Adán, son en sobre

el

la

abre á

el

fratricidio

cual se cierne

la

de Caín y su muerte á manos de Lamech, tres momentos de una sola acción,

pensamiento de Lope

muerte

las

una fatalidad expiatoria. El pecado de Adán

puertas del mundo; Caín las franquea, regan-

do sus cimientos con sangre inocente; Lamech, instrumento ciego

de altísimos decretos,

la

expía con sangre culpable. El

mismo La-

mech nos expone

la filosofía de la obra, que no es otra que

origen del mal en

el

mundo: ¡Ah, pecado,

De

tantos males principio!

Mi padre mató á su hermano,

Y

yo á mi padre: parece

Que nos vamos heredando.

la

del

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

150

Y, á mayor abundamiento,

confirma

la

Adán con

estas palabras:

¡Oh, Señor eterno y sabio!

De

vuestros altos juicios

El entendimiento humano Está distancia

infinita:

Necio es quien quiere alcanzarlos.

Muere Abel y Caín muere,

Uno justo y otro ingrato, Uno humilde, otro soberbio, Uno dócil y otro airado; ¿Y siendo

así,

Que mueran, El padre á

Y Hay, pues, en

el

este

permitís

Señor, entrambos.

manos

del hijo

bueno á manos

del malo?

drama un centro de exposición poética

(ein

Centrum des poetischen Darstellung) y un género de unidad moral, aparte de la unidad material que nace de desenvolverse toda la acción dentro de

de Caín.

la familia

Aparte de este reparo, Schack reconoce que dida muestra, así de

la

el

drama

es esplén-

poderosa fantasía de su autor como de su

y trazar, llenándolas de luz, las escenas más pintorescas (l). Lo mismo opinamos nosotros, aun teniendo en cuenta el estado deplorable en que el texto de esta comedia ha llegado á arte para imaginar

nuestros días, por obra los famélicos

y

gracia de los judíos de

impresores de

las

Pero no hay yerros tipográficos que basten á ahogar

do

(2).

de

Adán cuando

siente rebeladas contra

pués del pecado, ó

las

con

el

él

todas

estupendo fenómeno de

la

al

la

las criaturas

amargas quejas en que se exhala

condición de Caín, ó su trágico asombro v'ez

Amsterdam y de

comedias de cordel del siglo pasa-

la

voz des-

aviesa

encontrarse por primera

muerte:

Yo he sido el hombre primero Que abrió á la muerte las puertas Del mundo!...,

(i)

1854, (2)

Geschichte der dramatische Literatur

tomo II, pág. El xvm. (A.

388. B.)

und Kunst in Spaniejt... Frankfurt, tomo iii, pág. 170.

— Traducción castellana,

15I

COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA

que embarga sus mal trabadas razones después del frapadres, ni el endurecimienni el diálogo angustioso de sus bizarría con soberbia desesperada, ni el alarde de fuerza y

ni el terror tricidio,

de su

to

que se presenta

vengador Lamech,

el

curiosidad científica

y

ni el

ingenuo despertar de

astronómica en Seth, ni otros

la

muchos rasgos

negligentemente sobre la tela, de alta poesía que, aun arrojados instinto divino hasta cuando por lo que Lope hacía como

muestran

manchaba más

la

aprisa.

la SagraAjustada esta comedia en todas sus partes al texto de una inbien más da Escritura, sólo ofrece una ligera desviación, ó por la saeta de terpretación libre, en lo tocante á la muerte de Caín

lugar del Lamech. Pero aun esta interpretación caprichosa de un que se pretende, era Génesis, iv, 23, que de ningún modo dice lo San Jerónimo cristianos. antigua entre los rabinos y entre los

muy la

recuerda,

como

maso: Majoriim ne a

bro

Lamech

VII,

antigua tradición, en su epístola 125 á San Dá-

quod putent

ista sententia est,

interfectum

Y

Caim.

cap. VI de las Etimologías,

al

in séptima generatio-

nuestro San Isidoro, en explicar

el

el li-

nombre de Lamech

expresamente que mató á Caín «percussit poética, fué ya adopet interfedt Cain-». Esta tradición, realmente obras del teatada en el Mysterc du Viel Testament y en otras ^qttasi percutims-¡>, dice

de

la

tro

religioso

gio

hay en Lope de

Edad Media. Pero

fuera de esto, ningún vesti-

las tradiciones apócrifas relativas

tancias de la penitencia de

Adán,

al

viaje

de Seth

al

á las circuns-

Paraíso terre-

común de los hombres, ni nal, á la muerte y los funerales del padre de la Cruz. relación física y directa entre el árbol del Paraíso y el la

Lope, en ésta como en todas se

las

obras suyas tomadas de

muestra en extremo respetuoso con

el

sagrado texto y

la Biblia,

muy

so-

ornamentos profanos, aun de aquellos que tradicionalmente tenían ya carta de adopción en los libros devotos y representacio-

brio de

nes piadosas

(l).

Comparando Sainte-Beuve glo-normando de Adán con

el

los

informe bosquejo del misterio anprimeros cantos del Paraíso perdi-

el Codex W) Vid., sobre las leyendas relativas á Adán, Caín y Lamech, paPseudepigraphus Veteris Testamenii de Fabricio (Hamburgo, 1722), tomo i, Migne. Enciclopedia la de ginas I- 23, y el Dictio7inaire des Apocryphes 1

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

152

hace notar que Milton dio

do,

dad y

lejanía posible,

asunto bíblico

al

remontándose más

do, hasta la caída de los ángeles,

mayor

profundi-

mun-

y transportándonos en medio de

demonios precipitados, de quienes Satanás

los

la

allá del principio del

y que han

es rey,

oído hablar de lejos y confusamente de una nueva creación, de un

nuevo

ser,

que

es

ya

el

favorito del Omnipotente...

«Todo

esto (pro-

sigue Sainte-Beuve) prepara, inquieta, interesa, abre horizontes in-

mensos, crea un fondo, una perspectiva anterior, da á

la

escena todo

su sentido, y todo su alcance á la acción que va á seguir»

Como

los

(i).

grandes poetas se encuentran por instinto, Lope tam-

aunque del modo rápido que cuadraba á su arte y á su manedio á su drama este fondo lejano y estos amplios horizontes. Ta-

bién, ra,

cha también Sainte-Beuve

do de no haber sabido cía su

en

el

rudo autor del misterio

utilizar los efectos

argumento. «Así, en

segunda

la

acto segundo, cuando Abel

viejo autor ha el

al

norman-

que naturalmente

parte, ó

muere

angrlo-

á

como hoy

manos de

mostrado que todavía ignoraba su

le ofre-

diríamos,

Caín, nuestro

oficio,

perdiendo

grande efecto dramático de mostrar á nuestro primer padre

delante del cadáver de su

que

es

hijo

y contemplando

con terror

lo

esa muerte, que su desobediencia ha introducido en el

mundo. Los grandes poetas

se adelantan á las adivinaciones de los gran-

muy bien

Lope de Vega

se

guardó

admirable efecto trágico, y

la

escena en que

des críticos.

la

mejor de su poema

desarrolla es quizá

(2).

(i)

Nouveaiíx Lundis, tomo

(2)

En tiempos inmediatamente

que

le

de dejar perder este

pág. 183. posteriores á Lope, y en que, si es cierto se había entibiado, á lo menos había cundido el mal gusto literario ni,

la fe no de tratar bufonescamente las cosas más altas, La Creación del mundo y Culpa del primer hombre fué materia de una farsa ó comedia de burlas, improvisada delante de Felipe IV por sus poetas favoritos. El portugués Pedro Suppico deMoraes da noticia de esta representación en sus Apotegmas (Lisboa, 1733, tomo III, pág. 95). Hacía de Padre Eterno Luis Vélez de Guevara, y de Adán D. Pedro Calderón. Había hurtado el segundo unas peras al primero, y se en-

tablaba entre los dos

el

diálogo siguiente:

ADÁN Padre Eterno de la luz, ¿Por qué en mi mal perseveras?

(Sigue

la nota.)

COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA II.

El robo

de Dina.

Comedias de Lope de

— Seguimos

texto de

el

Yega (Madrid,

la

1638), que

53

1

Parte 21?- de

las

es su primera

y

única edición. El argumento de esta pieza está tomado de los capítulos xxxii, XXXIII

y XXXIV

que dicen

del Génesis,

según

así,

la

versión de Ci-

priano de Valera:

«Entonces Jacob se levantó y alzó á

Capítulo XXXI, vers. 17.

sus hijos y á sus mujeres sobre los camellos. iS.

Y

guió todo su ganado y toda su hacienda que había,

el

ganado de su ganancia que había adquirido en Padan-Aran, para volverse á Isaac su padre en la tierra de Chanaan. 19.

Y

los ídolos

20.

saber 21.

Labán había ydo á

Y hurtó Jacob cómo

Y

Y

y Rachel hurtó

el

corazón de Labán

Arameo en no

hazerle

huía.

huyó

y puso su rostro 22.

tresquilar sus ovejas,

de su padre.

él

con todo

al

lo

que

tenía,

y levantóse y pasó

el río

monte de Galaad.

fué dicho á

Labán

al

tercero día

cómo Jacob

había huido.

PADRE ETERNO Porque os comisteis las peras; Y juro á Dios y á esta Cruz, Que os lie de echar á galeras.

Defendíase luego Adán en una relación tan larga, que apuraba Padre Eterno, haciéndole exclamar de esta suerte.

la

paciencia

del

Por el mundo superior de mi mano formado, Que me pesa haber criado

Y

Un Adán

tan hablador.

Había también en la pieza un animado diálogo de ternezas amorosas entre nuestros primeros padres, por este estilo.

Eva, mi dulce placer. Carne de la carne mía.

EVA.

Mi

bien,

mi dulce

alegría

Morete, que hacía de Abel y estaba impaciente por salir á las tablas, romal paño, cerrando la redondilla con el verso siguiente:

pió desenfadadamente

lEstos

me

quieren hacer!

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

154

Y

23.

siete días

tomó y

Y

24.

á sus

hermanos consigo, y fué monte de Galaad.

tras él

camino de

alcanzólo en el

Arameo en sueño

vino Dios á Labán

que no digas á Jacob bueno

díxole: Guárdate

aquella noche,

y

malo.

ni

Alcanzó, pues, Labán á Jacob, y Jacob había hincado su tienda en el monte, y Labán hincó con sus hermanos en el monte 25.

de Galaad.

Y

26.

corazón,

y

heziste saber

y

como

has traydo mis hijas

Porque

27.

Que me

dixo Labán á Jacob: ¡jQué has hecho?

te escondiste

que

te enviara

hurtaste el

captivadas á cuchillo.

me

para huyr, y

juntaste,

y no me

con alegría y canciones, con tamborino

vihuela.

me

¿Que aun no

28.

dexaste besar mis hijos y mis hijas?

Ahora

locamente has hecho.

Poder hay en mi mano para hazeros mal, mas

29.

me

vuestro padre

Jacob

ni

bueno

Y

30.

ni

me

dixe que quizás

En

32.

me

que Raquel 33.

Lea

(Lía),

Y

34.

y dixo

á Labán:

lo

que yo tuviere, y tómatelo. Jacob no sabía

había hurtado.

los

entró Labán en

y en

la

tienda de Jacob,

la

tienda de las dos siervas,

y vino á Rachel tomó

la

los ídolos,

y sentóse sobre

y en

la

halló,

y

y no

tienda de salió

de

la

tienda de Rachel.

y

ellos,

y púsolos en una albarda de un Labán toda la tienda, y no

tentó

halló.

,

Y

35.

me puedo mujeres.

ella

dixo á su padre:

levantar delante de

Y

él

ti,

buscó y no halló

No

y

se enoje

porque tengo

mi señor, porque no la

costumbre de

las

los ídolos.

Entonces Jacob se enojó y

36.

Jacob,

Porque tuve miedo: que

robarías tus hijas.

tienda de Lea,

camello,

casa de tu

quien hallares tus dioses, no viva: delante de nuestros

hermanos reconoce

Y

la

hurtabas mis dioses?

Y Jacob, respondió

31.

Dios de

malo.

ya que te yvas, porque tenías deseo de

padre, ¿por qué

el

habló anoche diciendo: Guárdate que no digas á

riñió

con Labán, y respondió

dixo á Labán: ¿Qué prevaricación es

pecado, que has seguido en pos de mí?

la

mía? ¿Qué es mi-

COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA

Pues que has tentado todas mis

37.

alhajas, ¿qué has hallado

55

de

Pon aquí delante de mis hermanos y

todas las alhajas de tu casa? tuyos,

1

y juzguen entre nosotros ambos. Estos veynte años he estado contigo; que tus ovejas y tus

38.

cabras nunca movieron, nunca comí carne de tus ovejas.

Nunca

39.

yo pagaba

te truxe arrobado;

de día como de noche, de mi mano

ansí

De

40.

día

me consumía

ño se huía de mis

el calor,

el

daño: lo hurtado,

lo requerías.

de noche

la

helada,

y

el

sue-

ojos.

Estos veynte años tengo en tu casa: catorze años te serví

41.

por tus dos

hijas,

y seys años por

y has mudado mi

tus ovejas,

sa-

lario diez vezes.

Si el

42.

Dios de mi padre,

el

Dios de Abraham y

Isaac no fueran conmigo, cierto vacío

Dios mi aflicción y

trabajo de

el

me

el

temor de

enviarás ahora;

mas vÍdo

mis manos, y reprehendióte

anoche.

Y

43. son,

respondió Labán, y dixo á Jacob: Las hijas mis hijas

los hijos

y vees, mío hijos

es,

y

mis

hijos,

y

las

ovejas mis ovejas, y todo lo que tú

hoy ó

á sus

y sea en

tes-

á estas mis hijas, ¿qué tengo de hacer

que han parido?

Ven, pues, ahora, y hagamos alianza yo y

44.

timonio entre mí y

tú,

ti.

45.

Entonces Jacob tomó una piedra, y levantóla por

46.

Y

dixo Jacob á sus hermanos: Coged piedras.

piedras,

y

hicieron un majano, y comieron

47.

Y

llamólo Labán: legar- Sahadutka,

allí

título.

Y

tomaron

sobre aquel majano.

y Jacob

lo

llamó Ga-

laad,

Porque Labán dixo: Este majano será testigo hoy entre mí

48.

y y por eso llamó su nombre Galaad. Mispha, porque dixo: Atalaye Jehovah entre mí y 49. quando nos escondiéremos el uno del otro. ti,

Y

Si afligieres

50.

mis

hijas:

mí y 51.

mis

hijas,

ó

si

ti,

tomares otras mujeres allende de

nadie está con nosotros; mas mira. Dios es testigo entre

ti.

Dixo más Labán á Jacob:

este título

He

que he fundado entre mí y

aquí este majano, y he aquí' ti.

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

156

Testigo sea este majano,

52.

pasaré contra

ti

ni este título,

para mal.

El Dios de

53.

y

testigo sea este título,



este majano, ni tú passarás contra

Abraham y

el

ni

yo

Dios de Nachor juzgue entre nos-

Y Jacob juró

otros, el Dios de sus padres.

que

este majano,

por

el

temor de Isaac su

padre.

Y

sacrificó Jacob sacrificio en el monte, y llamó á sus hercomer pan, y comieron pan, y durmieron en el monte. ^ madrugó Labán por la mañana, y besó sus hijos y sus

54.

manos

á

55-

y

bendíjolos,

y

hijas,

volvió,

y tornóse

á su lugar (l).»

Capítulo xxxii:

Y Jacob

«I.

se fué su camino,

y

saliéronle al encuentro ángeles

de Dios.

Y dixo Jacob

2.

llamó

Y

3.

á

el

los vido: El

Y

campo de Dios

de

Seir,

es éste;

y

]\Iahanaim.

envió Jacob mensajeros delante de

la tierra 4.

cuando

nombre de aquel lugar



á Esaú, su hermano,

campo de Edóm.

mandóles diciendo: Direys ansí á mi señor Esaú: ansí

dize tu siervo Jacob: con

Labán he morado y detenídome

hasta

ahora,

Y tengo

5.

vacas y asnos

y

ovejas y siervos y siervas,

y envío

á dezirlo á mi señor, por hallar gracia en tus ojos.

Y

6.

los

mensajeros volvieron á Jacob, diziendo. Venimos á tu

hermano, á Esaú, y

hombres con

también viene á recebirte, y quatrocientos

él

él.

Entonces Jacob hubo gran temor, y angustióse y partió el pueblo que tenía consigo, y las ovejas y las vacas y los camellos en 7.

dos quadrillas. 8.

.

Y

dixo: Si viniere

Esaú á

la

una quadrilla y

la hiriere, la

otra

quadrilla escapará, 9.

Y

Abraham y Dios de mi paVuélvete á tu tierra y á tu natu-

dixo Jacob: Dios de mi padre

dre Isaac, Jehovah que

me

dixiste:

y yo te haré bien. 10. Menor soy yo que todas

ral,

(i)

Cf.,

acto primero de

la

las misericordias

y que toda

comedia de Lope, escenas

i,

v, vii

y

ix.

la

ver-

COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA

dad que has hecho con tu

siervo;

1

que con mi bordón pasé á

57

este

Jordán, y ahora estoy sobre dos quadrillas.

Líbrame ahora de

11.

Esaú, porque

mano de mi hermano, de

la

me

temo: quizá no venga, y

lo

mano de

la

hiera la

madre con

los hijos.

Y

12.

como 13.

tú has dicho:

arena de

el

Y

durmió

mano un

la

la

Yo

y pondré

te haré bien,

mar, que no se puede contar por

y tomó de

aquella noche,

allí

lo

tu simiente la

que

multitud.

vino á

le

presente para su hermano Esaú.

Dozientas cabras y veynte cabrones, dozientas ovejas y

14.

veynte carneros. 15.

Treynta camellas paridas con sus

diez novillos, veynte asnas I

ó.

Y

diólo en

quarenta vacas y

diez borricos.

y

mano de

hijos,

manada por

sus siervos cada

á sus siervos: Pasad delante de mí,

y

sí,

dixo-

y poned espacio entre manada

y manada. 17.

Y

mandó

al

primero diciendo: Si Esaú mi hermano te en-

contrare y te preguntare diciendo: ¿Cuyo eres?

para quién es esto que llevas delante de 18.

Entonces

dirás:

¿Y dónde

¿Y

vas?

ti?

Presente es de tu siervo Jacob, que envía á

mi señor Esaú, y he aquí también él viene tras nosotros. Y mandó también al segundo, también al tercero, y á todos 19. los que iban tras aquellas manadas, diciendo: Conforme á esto hablaréis á

20. otros,

Esaú cuando

Y

21.

He

aquí tu siervo Jacob viene tras nos-

porque dixo: Apacigúate su

lante de mí,

en

le halláredes.

diréis también:

Y

y después veré su

pasó

el

con

ira

el

presente que va de-

rostro; quizá le será acepto.

presente delante de

él,

y

él

durmió aquella noche

el real.

22.

Y

levantóse aquella noche, y

tomó

sus dos mujeres

y

sus

dos siervas, y sus once hijos, y pasó el vado de Jacob. tomólos, y passólos el arroyo, y passó lo que tenía. 23. 24.

Y Y

quedó Jacob

solo,

y luchó con

él

un varón hasta que

el

alba subía. 25.

y

la

Y

como

vi

do que no podía con

él,

tocó

la

palma de su

palma del anca de Jacob se descoyuntó luchando con

él.

anca,,

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

158 26.

me

no

2"/

.

28.

Y dixo:

Déxame, que

el

alba sube.

Y

dixo:

no

te dexaré, si

bendizes.

Y Y

él le

dixo:

¿Cómo

No

dixo:

él

nombre?

es tu

se dirá

más

Y

él

respondió: Jacob.

nombre Jacob,

tu

sino Israel,

porque has peleado con Dios y con los hombres, y has vencido. Entonces Jacob le preguntó y dixo: Declárame ahora tu 29.

Y

nombre. bendíjolo 30.

respondió: ¿Por qué preguntas por mi nombre?

él

Y

allí.

Y llamó Jacob

el

nombre de aquel

lugar Phanuel, porque

vide á Dios cara á cara, y mi ánima fué librada. 31.

Y

salióle el sol

como passó

á Phanuel,

y coxeaba de

su

anca. 32.

Por esto no comen

está en la

los hijos

de

Israel el niervo

palma del anca hasta hoy, porque tocó

de Jacob en

la

encogido que

palma

del anca

niervo encogido.»

el

Capítulo xxxiii: «I.

Y

alzando Jacob sus ojos, miró, y he aquí venía Esaú,

quatrocientos hombres con

Lea y Rachel y 2.

niños, 3.

Y

puso

las

él:

entonces

él

los

dos siervas.

las siervas

y sus niños

delante: luego á

y á Rachel y á Joseph

los postreros.

Y

ellos,

él

y

repartió los niños entre

passó delante de

y

Lea y á sus

inclinósse á tierra siete vezes,

hasta que llegó á su hermano. 4.

cuello, 5.

te

Y

Esaú corrió delante de

y besólo

Y

y

alzó sus ojos,

han éstos?

Y

él

él,

y

abrazólo,

y echósse sobre su

lloraron.

y vido

las

mujeres y

los niños,

y

dixo:

¿Qué

respondió: Son los niños que Dios ha dado á tu

siervo. 6. 7.

Y llegaron las siervas ellas y sus niños, y inclináronse. Y llegó Lea con sus niños, y inclináronse; y después

llegó

Joseph y Rachel, y también se inclinaron. 8.

do?

Y

él

dixo. ¿Qué te ha todo este esquadrón que he encontra-

Y él respondió: Porque hallasse gracia en los ojos de mi señor. Y dixo Esaú: Harto tengo yo, hermano mío; sea para lo

9. •

ti

que es tuyo. 10.

Y

dixo Jacob: No, yo te ruego. Si he ahora hallado gracia

COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA

en tus

él

como quien ve

Toma

11.

me

toma mi presente de mi mano, que por

ojos,

tu rostro

rostro de Dios,

el

y hazme

1

59

esso he visto

placer.

ahora mi bendición que te es trayda, porque Dios

ha hecho merced, y todo

Y

que hay aquí es mío.

lo

porfió con

y tomólo.

Y Y

12. 13.

Anda y vamos, y yo

dixo:

dixo:

el le

tengo ovejas y vacas paridas; y

das

delante de

iré

Mi señor sabe que

ti.

son tiernos, y que fatigan, en un día morirán to-

si las

los niños

las ovejas.

14.

espacio

Passe ahora mi señor delante de su siervo, y yo me iré de mi al passo de la hacienda que va delante de mí, y al passo de

los niños, hasta

Y

15.

Y

conmigo.

que llegue

mi Señor á

á

Seir.

Esaú dixo: Dexaré ahora contigo del pueblo que viene él

dixo: ¿Para

qué

esto? Halle

yo gracia en

los ojos

de

mi Señor: 16.

Ansí se volvió Esaú aquel día por su camino á

17.

Y Jacob

se partió á Socoth,

y

edificó para sí

cabanas para su ganado; por tanto llamó

Seir.

allí

y hizo

casa,

nombre de aquel

el

lugar

Socoth.

Y

18.

vino Jacob sano á

rra de Chanaan,

la

ciudad de Sichem, que es en

la tie-

quando venía de Padan-Aran, y assentó delante de

la ciudad.

Y

19.

mano de

compró una parte

los hijos

del

campo donde

tendió su tienda, de

de Hemor, padre de Sichem, por cien piezas de

moneda.

Y

20.

assentó

allí

llamóle

y

altar

el

Fuerte Dios de

Is-

rael (i).»

Capítulo xxxiv:

Y

«I.

ver

á las

Y

2.

tierra, 3.

•de la

(1)

salió Dina, la hija

doncellas de

de Lea, que había parido á Jacob, por

la tierra.

vídola Sichem, hijo de

y tomóla, y echóse con

Y

y

su ánima se pegó con Dina,

moza, y habló

Cf.

Hemor Neveo,

ella,

al

corazón de

Lope de Vega, escenas

xi, xii

la

y

príncipe de aquella

afligióla. la hija

de Jacob, y enamoróse

moza.

xiii

del primer acto.

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

1 6o

Y habló

4.

Sichem á Hemor, su padre, diciendo: Tómame

moza por mujer. Y oyó Jacob que había ensuciado 5. hijos

con su ganado en

campo, y

el

esta

á Dina, su hija, estando sus

calló

Jacob hasta que

ellos vi-

niessen. 6. 7.

Y Y

salió

Hemor, padre de Sichem,

los hijos

tristeciéronse los varones,

en

echándose con

Israel,

á Jacob, para hablar con

él.

de Jacob vinieron del campo en oyéndolo, y en-

y ensañáronse mucho, porque

la hija

hizo vileza

de Jacob, que no se debía de hacer

ansí. 8.

chem

Y Hemor habló se ha

con

ellos, diciendo:

pegado con vuestra

El ánima de mi hijo Si-

ruégoos que se

hija;

la

deis por

hijas,

y tomad

mujer. g.

Y

consograd con nosotros; dadnos vuestras

vosotros las nuestras. 10.

Y

morad y negociad en

vosotros; 11.

yo

habitad con nosotros, porque

Sichem también dixo

gracia en vuestros ojos,

ella,

la tierra estará

y tomad én

delante de

ella posesión.

padre y á sus hermanos: Halle

á su

y yo daré

lo

que vosotros me dixerdes.

Aumentad sobre mí mucho axuar y donas, que yo daré quanto me dixerdes, y dadme la moza por mujer. Y respondieron los hijos de Jacob á Sichem y á Hemor, su 13. 12.

padre, con engaño, y hablaron, porque había ensuziado á Dina su

hermana. 14.

Y

hermana

dixéronles:

No podemos

hombre que

á

hacer esto, que demos nuestra

tiene prepucio:

porque á nosotros

es

abomi-

nación. 15.

Mas con

nosotros, 16.

que

17.

18.

haremos

Y

si

y

placer. Si

puedes como

se circuncide en vosotros todo varón.

Entonces os daremos nuestras

las vuestras;

tra hija,

esta condición os

hijas,

y tomaremos nosotros

y habitaremos con vosotros, y seremos un pueblo. no nos oyéredes, para circuncidaros, tomaremos nues-

irnos hemos.

Y parecieron

bien sus palabras á Hemor, y á Sichem, hijo

de Hemor. 19.

Y

no dilató

el

mozo de hacer

aquello,

porque

la hija

deja-

COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA

cob

había agradado: y

le

él

era

más honrado de toda

el

l6l la

casa de

su padre.

Entonces vino

20.

ciudad,

y hablaron

Hemor y Sichem

su hijo á

la

puerta de

Estos varones son pacíficos con nosotros, y habitarán

21.

la

de su ciudad diciendo:

á los varones

la tie-

y granjearán en ella, que he aquí la tierra es ancha de lugares delante de ellos: nosotros tomaremos sus hijas por mujeres, y darles rra,

hemos

las nuestras.

Mas con

22.

esta condición nos harán placer los varones

con nosotros, porque seamos un pueblo,

bitar

nosotros todo varón

como

ellos

si

de ha-

se circuncidase en

son circuncidados.

Sus ganados y su hacienda y todas sus bestias será nuestro;

23.

solamente que consintamos con

Y

24.

por

salían

obedecieron á puerta de

la

Hemor y la

y habitarán con nosotros. Sichem su hijo todos los que

ellos,

ciudad,

á

á todo varón,

y circuncidaron

quantos salían por

la

puerta de

Y

al

tercero día, cuando ellos sentían

25. lor, los

fué

que

ciudad.

la

el

mayor do-

dos hijos de Jacob, Simeón y Leví, hermanos de Dina, to-

maron cada uno

su espada

y

vinieron contra

la

ciudad animosa-

mente, y mataron á todo varón.

Y

26.

á

Hemor y

á

Sichem su

hijo

tomaron á Dina de casa de Sichem, y

Y

27.

los hijos

mataron á

filo

de espada, y

saliéronse.

de Jacob vinieron á

los muertos,

y saquearon

la

ciudad: por quanto habían ensuciado á su hermana. 28.

y en

el

29.

Sus ovejas y vacas y campo tomaron.

Y

sus asnos

y

lo

que había en

la

ciudad

toda su hacienda, y todos sus niños y sus mujeres lleva-

ron captivas, y robaron, y todo lo que había en casa. 30. béis,

Entonces dixo Jacob á Simeón y á Leví: Turbado

me

que

me

ha-

habéis hecho abominable con los moradores de aquesta

Chananeo y

Pherezeo, teniendo yo pocos hombres: y juntarse han contra mí, y herirme han, y seré destruido yo y mi casa. tierra, el

31.

como

Y

el

ellos respondieron:

¿Había

él

de tratar á nuestra hermana

á una ramera?»

Capítulo xxxv: I.

Y

dixo Dios á Jacob: Levántate, sube á Bethel, y está ahí,

Menkkdez y Pelavo. — Estudios sobre

el

Teatro de Lope de Vfga.

11

y

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

102

haz

altar al

allí

Dios que te apareció cuando huías de tu hermano

Esaú.

Entonces Jacob dixo á su

2.

con

y

familia,

á todos los que estaban

Quitad los dioses ajenos que hay entre vosotros, y limpiaos

él:

y mudad vuestros vestidos. Y levantémonos y subamos á Bethel, y 3.

me

que

respondió en

el día

camino que he andado»

el

allí

haré altar

al

Dios

de mi angustia, y ha sido conmigo en

(l).

El Robo de Dina ha de considerarse, más que como drama aislado, como la primera parte de una trilogía sobre los sucesos de Jacob. Esto justifica las escenas preliminares que contienen su fuga

de

casa de su suegro Labán;

la

con

éste;

la

lacha con

el

ángel,

persecución y reconciliación

la

y

encuentro y reconciliación

el

con su hermano Esaú: antecedentes necesarios para comprender establecimiento del Patriarca con su familia

Sichem, donde ha de desenvolverse

la

y rebaños en

el

el

país de

acción del drama. Lope no

ha dado á estos preliminares más desarrollo que

el

estrictamente

necesario, procediendo en todo con gran decoro poético

sujeción al texto bíblico, del cual sólo omite los gráficos

y

rituales

que no sientan bien en

El hórrido asunto de

la

y notable pormenores geo-

el teatro.

violación de Dina

y de

la

circuncisión

forzada del Príncipe de Siquem y sus vasallos, con la feroz venganza que Simeón y Leví tomaron de la deshonra de su hermana, puede parecer poco dramático, ó á lo menos muy apartado de los hábi-

escena moderna; y por eso es tanto más de aplaudir el arte ingenioso con que nuestro poeta acertó á superar en parte las

de

tos

la

dificultades del

argumento, dando aspecto de patriarcal

idilio

en

muchas de sus escenas á tan sanguinaria

tragedia. Entre los dones

prodigiosos del genio de Lope, estaba

de mitigar toda impresión

el

horrible, restableciendo la serenidad poética mediante una gracia

risueña é inefable que se siente mejor que se explica.

de Dina este efecto se logra merced

(

i

)

gunda

La

M. DC.

y conferida

Por Cypriano de

cofi los

Nuevo Testamento, Sey griegos y con diverAmsterdam, en casa de LorcTtzo

Viejo y

textos hebreos

Valera...

En El Robo

ambiente de égloga que se

Biblia, qiie es los Sacros Libros del

edición. Revista

sas translacio7tes. lacobi.

al

En

II. (1602). Folios ti-12 vuelto.

COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA

muchas

respira en

cipe de Siquem

aparecer en

al

Mayo

,

que entona

á la caza

63

Prín-

el

amores episódicos de

teatro; los

el

la linda letra

pastores y pastoras; del mes de

himno

escenas. El

1

En

para cantar,

mañanicas

las

que parece arrancada de algún primitivo can-

cionero; los rasgos de ingenua coquetería

que hay en

el

carácter de

Dina, y que preparan y explican dramáticamente su triste aventura; el suave discreteo con que la enamora el Príncipe siquimita,

más como rendido cortesano de

Mesopotamia en

la

líricas

eleva

con que

el

que parece reflexivamente calculado para templar

de sangre que se levanta en

muy

bellas,

en

relación

la

de

la

el

momento de

que Dina hace de su fracaso; y aunque

pieza tenga

y

7

31),

al

el

sabor gene-

el

xvii,

á

Lope

como en

la Biblia, falta

todas

la

discretas razones

el

«Y

versículo

que

el

Nada hay en

3.**

le

la

la

las

acomodados

al

alcanzó

la

fatídico

de lahacob, y al

amó

a

poeta de las

los prodigios

modo y

estilo

de

verdaderamente

paladar de gentes en quienes

sentimiento poético es ya menos espontáneo. lo

concer-

poesía primitiva, sino que ofrezca

una nueva interpretación, en

poéticos, aunque

hija

moza:» Pero

puede exigir que reproduzca

concisión enérgica propios de

que

mo-

del cap. xxxiv, traducido así por la Fe-

moza, y habló sobre corazón de

ella

las

Siquem pronuncia en

Príncipe de

apegósse su alma con Dinah,

edades cultas no se

de

lo

tal del

siempre algo y aun

comedia de Lope, que dé tanta idea de su impetuoso y rrariense:

como

soberana poesía del original, incomparable por su ca-

la

rácter primitivo y por su origen revelado.

amor, como

se

que, ate-

el

en este concepto

gusto de su auditorio. Es cierto que en ésta

dernas tragedias sobre asuntos de

pa-

el

sacro texto (capítulo

color local, no insistiera tanto

hubieran hecho otros poetas del siglo

y

cosas

hermana que Simeón y Leví

y aun puede agradecerse

niéndose relativamente

mucho de

Hay

más de español que de hebreo, todavía

pel de vengadores del honor de su

XXIV, págs.

la catástrofe.

vapor

el

en medio de cierta retórica amanerada y conceptuosa,

atribuyen, estaba expresamente indicado en

tadas

las efusiones

anciano Jacob recuerda sus amores con Rebeca, ó

Altísimo sus plegarias, forman un cuadro de tan apacible

al

colorido,

ral

que como rudo pastor

del siglo xvii

primeras edades históricas;

las

Lope en muchos rasgos de

Y

el

esto no hay duda

esta comedia,

donde

es

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

164

muy

señalar bellezas de primer orden, porque toda ella está

diíícil

bien escrita.

Antes de Lope había tratado nito

en

el Aíiío

cluidos en

el

del robo de

este

Digna

mismo asunto un poeta incóg-

(sic),

que es

el

octavo de los in-

códice grande de la Biblioteca Nacional á que tantas-

veces nos hemos referido. Son interlocutores en esta pequeña pieza:

Dina,

el

Siquem

Príncipe

(sic),

un

paje,

un pastorcico, Jacob,

Rubé (sic), Judas, un pregonero. No encontramos después de Lope nueva dramatización de

rey Emor, un

el

villano, Leví,

este-

y que sin duda por esto no formaba vetustos Misterios del Antiguo Testajnento. Pero á prin-

asunto, en rigor poco teatral,

parte de los

un poeta, gongorino entonces, y que luego, ce-

cipios del siglo XVIII,

diendo á

la

reacción literaria

á las tendencias de su propio gusto-.

y

meticuloso y apocado, que se compadecía bien con su imaginación-^ prosaica

y

yerta, se convirtió en

uno de

los

más

intransigentes le-

gisladores del clasicismo académico. D. Agustín de Montiano

yando, tomó

el

Rapto de Dina por asunto de un juvenil ensayo

y Luépico-

en octavas reales, que publicó en 1727 (Madrid, por Alonso Balvás),

y

fué reimpreso después en Barcelona; obra de mal gusto y en

que harto

se trasluce la inexperiencia

bio, la versificación es

pedestre que en todo III.

mucho menos lánguida y que

lo

si

la

de

las

y anuncia una

bien, en

cam-

dicción menos-

escribió después.

Los trabajos de Jacob. Sueños hay que verdad

la Parte 22.*

parte,

de su autor,

Comedias de Lope. Al

son.

— Texto de

final se titula

segunda

tercera:

La tercera Parte os dirá lo demás:

Y

aquí dio

De

fin el

Jacobo á

poeta,

los trabajos,

Que es la gran tragicomedia De la salida de Egipto: Belardo los pies os besa.

La primera

parte de esta trilogía es sin disputa El Robo de

Dina^

La tercera puede ser La Corona derribada y Vara de Moisés. Pero más adelante indicaremos las razones que tenemos para creer que

COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA

1

65

notabilísimo drama, desconocido hasta hoy, no es obra de

-jpste

Lope.

Comprenden Los Trabajos de Jacob xxxvii á XLVii del Génesis^ esto nos,

la

materia de los capítulos

es, la historia

de José y sus herma-

que aquí no se traslada por ser tan conocida. El poeta sigue

escrupulosamente

guno de

el

texto de

Sagrada Escritura,

la

pormenores fabulosos que

los

se

sin intercalar nin-

añaden en

Corán, base de antiguas versiones castellanas, tales

de Isúufy obra de algún mudejar del siglo de yose\ en prosa, debida •siglo XVI

al

al

ó xiv,

y La

Leyenda,

ingenio de algún morisco aragonés del

y dada recientemente

otra obra pertenecen

xiii

á luz por el Sr. Guilén Robles.

género de

las

aljamiadas, esto

Una y

compues-

es,

en lengua castellana, pero escritas en caracteres árabes. Las

tas

diciones corínicas acerca de José se consignan también en

-compilación que

el

del

el relato

como El Poema

Rey Sabio mandó formar con

la

tra-

vasta

de Gran-

el título

de et general Estoria. El precioso estudio que antepuso D. Manuel Cañete á su reimpresión de la Tragedia yosefina,

dispensa de •historia

insistir

de Micael de Carvajal

dramática del asunto de José,

en tiempos

posteriores.

Ya

así

en

la

no

sin

VA Sueño

en 1264 varios novicios de

la

algún reparo y censura de varios prelados de su

y

venta de José era una de

las

abadía de et

exalta-

Orden

(2).

representaciones con que

beneficiados de Gerona solemnizaban desde principios del

los

la

Edad Media corno

Heresburg representaron una comedia De Josepho vendito to,

me

(l),

en muchos pormenores y noticias tocantes á

si-

San Pedro y del Vino. En sueños y la venta de José forman la

glo XIV la fiesta del Corpus en las plazas de el primitivo teatro francés, los

parte décima del gran Mystere

menos que de ocho

(

mil versos;

du Viel Testamenta compuesta no y dan asunto á una pieza indepen-

Tragedia llamada Josefina, sacada de la profundidad de la Sagrada Esy trovada por Micael de Carvajal. Madrid, 1870. (Sociedad de Bibliófi^

1

crilura,

los Españoles.) El estudio

pañol del

siglo

preliminar ha sido reimpreso en su libro Teatro Es-

XVI. Estudios

histórico-literarios.

Madrid, 1885.

Júniores fratres in Heresburg sacrant habuere comedíant de Josepho ven^ et exáltalo, quod vero reliqui ordinis nostri Praelati mate interpretan sunt.

(2) -dito

Ap. Leibnitz: Scriptores rerum Brunsvicensium, tomo 11, pág. 311, citado por Ed. Du M^ di-

y neoclásico

mismo argumento

y terenciano, ya en

«w

y un prólogo, é impresa por primera ver

vidida en seis actos

el

(

de Eurípides y Séneca

del siglo xvi, pro-^

I ),

ya en

bíblico,

el

el

molde plautino

Trágico, y apare-

para honesta recreación de los estudiantes-

humanistas, en diversas partes de Europa,

la

Covioedia Sacra cui

tulus Joseph, de Cornelio Croco (Amsterdam, 153Ó),

fábula

sacj-a,

dose Macropcdio (Amberes,

1

544); el JosepJms, de Martín Báltico, el

insertas en su Terentius ckristianus (l594)) la

Compañía, entre

de nuestra propia casa, presentar en

el

el

los cuales

no

y

la

comedias

varias tragedias

de pa-

es para olvidado, por ser

ingenioso Luis de

público teatro de

las tres

la

Cruz, que hizo re-

Universidad de Coimbra su tra-

gicomedia Josephus, impresa en 1605 con sus demás actiones

y cómicas, una de las cuales versa sobre Pródigo, argumento tratado también por Lope gicas

En

la

ti-

JosephuSy

de Jorge Langeveld, que latinizó su apellido llamán-

de Cornelio Schonaeo Goudiano, que es una de

dres de

el

la

trá-

parábola del Hijo-

(2).

parte relativa á los textos castellanos, también nos dejó

poco que espigar

el Sr.

Cañete, en quien sólo

hemos notado una

traña omisión, que recae precisamente sobre esta comedia de

ex-

Lope

Vid., sobre todas estas piezas, el Dictlonnaire des Afysiéres (1854); el (i) Catalogue de la Biblioiheque Dramattque, de Mr. de Soleinne; las Sacj-e Rappreseniaziojii,

(tomo

ir,

Mysthes por

el

de Ancona, tomo

i,

págs. 61 á 95, y sus 0/ ¡gini del teatro italiana

págs. 22S y siguientes); la obra de Petit de Julleville sobre Les (tomo 11, páginas 367 y 368); el Mysiére du Viellestament, publicado

bnrón James de Rolhschild para

la Société

des anciens textes frangais

(Paris, Didot, 1879 y siguientes), etc. (2)

Iragicae Comicaeque Actiones, a Regio Artium Collegio Socictatis Jesu^

aafae coniínbricae inpublicum Theatnum, Auctore Ludovico Crudo eiusdem SociC' tatis Olissitonensi.,^

Lugduni, a^ud Horatiuní Cardón, 1605,

8.°

COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA

de Vega. Es desconocida para mí, como

media de Josef en

mente en

el

coplas,

Registrum

(l)

Co-

la

De

de D. Fernando Colón (núm. 14.684).

tenemos más noticias que-

rio

para Cañete,

lo fué

por Fernando de Briz, mencionada única-

una Farsa llamada yosephina, prohibida en de I559>

167

índice expurgatorio

el

que se

las

infieren de

una

censura del Dr. Pedro L.ópez de Montoya, calificador del Santo Ofi-

en 1599) propone que se levante

cio, el cual,

de hacer ciertos expurgos y

atajos,

y

al

dar

prohibición después

la

l-as

razones del rigor an-

anónima de

tiguo, trae señas bastantes para distinguir esta yosefina la

de Carvajal

lo

que entiendo,

(2):

«La razón que pudieron tener para vedalla

fué, á

parecer que no era conviniente que anduviese

el

en lengua vulgar y en manos de todos

que

lo

se cuenta

allí

de

los

sueños de Joseph y de Farahón y sus criados, por no dar ocasión á que

la

gente del vulgo diese crédito á sueños vanos, y

porque también en

amores que

la

misma

la

historia se trata

ligera

y muy

al

vivo, habiendo

verdad de

la

segundo

ello

el

sus co-

sagrado texto

verdad del hecho: demás

sólo la

interpone aquí una criada que se offreció á ser tercera de

ama para ayudarle

su

lo

desatinados

y representan con

passado por

y sencillamente, contando

(lesto se

los

mujer de Putifar tuvo queriendo forzar á Joseph, su

esclavo, los quales, en la comedia se leen lores

de

á

salir

la historia,

car al^ún mal ejemplo,

con su loco intento,

y pintado

demás

como

lo qual es contra

aquí se pone puede provo-

del desacato

que se hace á

la historia

sagrada poner á su sombra y entretejer á su verdad esta mentira.»

No hay en

la

como

vestigio

de semejante criada

ni

de

tales pasajes lascivos

bellísima tragedia Josephlnay de Micael de Carvajal, asacada,

su

mismo

título dice,

d2 la profundidad de la Sagrada Escri-

tura», sin mezcla de ningún elemento allegadizo

que empañe

la

pu-

y decoro del argumento. Esta obra, superior, sin duda, á todas que de su género se compusieron en la primera edad de nues'

reza las

tra escena, fué descubierta por

damente (i)

(3)

Fernando Wolf en 1852 y esmera-

reimpresa por Cañete, para

Más bien en

el

Biblioteca Nací

la

Sociedad de

Abecedartum. (A. B.)

in:il; e.cpstiientes de calificación de de Simancas, L-247. No tan esmeradamente, per desgracia. (A. B.) (3)

(2)

Bibliófilos,

libros procedentes

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

1 68

en 1870, valiéndose del ejemplar gótico de

la

Biblioteca Imperial de

Viena (Toledo, por Juan de Ayala, 1546). Pero ésta no era la única edición, ni tampoco la primera, como ya el mismo Cañete advirtió, refiriéndose al Registriun de D.

ciona una de 1535,

con

el

y

lo

Fernando Colón, en que

se

hallazgo de otra de

1

540, hecha «en Falencia por Diego Fer-

nández de Córdoba, á costa de Juan de Espinosa, mercader de en Medina del Campo». Este ejemplar, adquirido en últimos

por su actual poseedor

años

no sólo está

extensos, y en

Hemos de

la

1

en estos

Sizeranne,

la

mucho más

546. Los dos primeros actos son

hay sesenta y ocho estrofas más en el texto de de Toledo. El más importante de los pasajes su-

total

Medina que en primidos es

de

Italia

conde de

el

libros

que incluye largos pasajes omi-

lleno de variantes, sino

tidos en la edición

men-

ha confirmado posteriormente Morel-Fatio

el

declaración de los sueños del panadero

y

del copero.

que Carvajal refundió su obra, ó que

creer, pues, ó

los

representantes la fueron aligerando de versos para mejor comodidad

de

representación.

la

Aunque ilustre

el

entusiasmo del primer editor pudo llevar á nuestro

compañero á exagerar un tanto

mento que exhumaba,

el

valor poético del

este valor es incontestable

monu-

y ha sido recono-

cido por los críticos menos benévolos.

En ninguna

sagrada del siglo xvi se encuentra

profunda verdad humana,

la

pieza profana n^ la

y jugosa expresión de afectos, el estudio y penetración de los caracteres que realzan algunas escenas de esta tragedia, así como

viva

toda

ella se

recomienda por cierta

una interna ordenación y poetas de edades

sencillez patética

menos inexpertas en materia de

ciones dramáticas. Si bien

el

el

prólogo, en que

de comedia latina ó

de

el

tono,

las tres

actos

el

Faraute explica

italiana,

el

como órgano impersonal de

la

la disciplina clásica,

el

uso del coro

moralidad de cada uno de los

la justicia trágica.

se levanta á la esfera de la contemplación lírica

tragedia que es por lo

situa-

argumento á modo

ya principalmente en

doncellas, que resume

y

la tradición

muchas veces candoro-

de su diálogo, aparece influido también por

ya en

efectos

poeta placentino conserva

de los antiguos autos y misterios, y so,

y grandiosa y

reflexivo enlace de partes que honraría á

demás esencialmente

y

De

este

modo

desinteresada una

realista,

y en

la

cual

COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA faltan toques que, sin irreverencia,

no

1

69

pueden llamarse shakespi-

rianos.

A juzgar (si

por su sencillísima estructura y rudo

ceder á

la

códice de

los diversos autos viejos del

Josephina de Carvajal todos la

Nacional que se refieren á

además del de Dina, ya

d

dramático

artificio

bien no sea esto prueba decisiva), parece que hubieron de pre-

las tierras de

Aran,

y

finamiento de Jacob,

historia de Jacob,

de

son,

y

el ángel, el del

de la lucha de Jacob con

el el

la

Auto de cuando Jacob fué huyendo

citado, el

los desposorios

de Joseph, publicado este

último por González Pedroso en su inestimable colección de Atitos sacramentales

Lo que puede darse por seguro

(l).

había antecedido á Carvajal

los sucesos

de José

Ni fué tampoco

el

bachiller Bartolomé Paiau, en cuya

cuyo carácter

Victoria de Cristo,

el

la

hemos apuntado

cíclico

auto segundo de

obra de Lope

la

ran,

Amescua

(2); la

edad

la

definiti-

más feliz

cautiverio^

Adversa y próspera fortuna de Jo-

comedia manuscrita que su antiguo poseedor, D. Agustín Duatribuía á Luis Vélez de Guevara; los Triunfos de Joseph, que

se han impreso sueltos con el

nombre

ilustre

positivamente no son suyos, no sólo porque

de Calderón, pero que

para

el

Duque de Veragua; apenas pueden

que de refundiciones empeoradas de

los

desmiente,

el estilo lo

que

sino porque no figuran en la lista de sus comedias



forman

tantos otros del pri-

mitivo drama religioso. Los sueños de Faraón y

seph,

ya,

tercera parte.

única que en

la

va de nuestra escena heredó este asunto como

del Dr. Mira de

que también

es

mismo

él

ser calificadas

for-

mas

Trabajos de Jacob de Lope

que rasgos culteranos y enfáticos van sobreponiéndose cada vez más á la gentil poesía y suave, fluidez de estilo ca-

de Vega, en

las

racterísticas del

Fénix de

los Ingenios.

Las cuales no se desmienten en esta obra suya, de decir

Schack

composición,

(i) (2)

(3),

muy

exactamente, que tanto por

como por

la

belleza de los detalles

la

el

cual

pudo

esmero de

y por

la

la

profundi-

Tomo

Lvín de la Biblioteca de Autores españoles, págs. 54 á 61. Se representaba todavía en el siglo pasado, y corre anónima en edi-

ciones sueltas. (3)

Tomo

página 81.

II

de

la

edición alemana, pág. 320, y

tomo

iii

de

la castellana,

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

170

dad conmovedora y la intensidad del sentimiento, el autor parecía haber apurado en ella el fondo noble y simpático de su alma, en lo que tuvo de más excelso y mejor. Ticknor también dice que esta comedia

mucho mejor que El Robo de Dina, aunque me parece

es

que, según su costumbre,

apreciable bibliófilo norteamericano

el

muy de prisa la una y la otra. Yo me inclino á creer que las condiciones

leyó

mejantes, ó más bien idénticas, en

y que

bajos de Jacob,

de

al

mayor

interés

los

Génesis, era fácil

inevitable conseguir el

y en y aun

elementos secundarios ó

De una y

nos, mezcla

conjunto

y armoniza de

muy lo

poeta en

el

se-

dramá-

noble

la

manera

tal

y

el énfasis

presentarlos

la

y

la

del

efecto

que

desarrollo de

de escenas episódicas.

Schack que,

«sin mostrarse

los colores,

que resulta un

se ha de buscar aquí minuciosidad

patriarcal sencillez de estilo

común, en estos dramas, va mejor con

asuntos que

el

la letra

observancia de los accesorios exter-

la

No

agradable».

arqueológica; pero

por

la intercalación

otra pieza juzgó atinadamente

escrupuloso

pompa

la

que Lope

índole de tales

cortesana con que acostumbraba

tragedia clásica.

estableceremos comparación entre obras de tan distinto ca-

rácter,

como

eficacia

mismo

El Robo de Dina mediante

sólo podía lograrse en

No

y

términos más ajustados á

nerle directamente

usa,

muy

argumento, tan bello é interesante de suyo, que con expo-

tica del

muy

son

ventaja de esta segunda comedia sobre la

la

primera se debe exclusivamente

los

estilo

E¿ Robo de Dina y en Los Tra-

auaque por

la 'Joseñiia

ciertos lados tan

de Carvajal y

la

estrechamente emparentadas,

de Lope de Vega. Pertenecen á

dos épocas diversas del arte, y tienen cada una sus peculiares bellezas,

que no pueden

educado en

dramaturgos á

hemos

ni

parangonarse

ni sustituirse.

Lope, aunque

y más próximo que ningún otro de nuestros manera y gusto del drama español primitivo, como

el siglo xvi, la

y proseguiremos viendo, no deja de ser por eso el poey maravilloso iniciador y príncipe de un sistedramático nuevo, que no sólo á España, sino á Europa, va á visto

ta genial, inagotable

ma

imponer sus tica

leyes,

dentro de

como

y que esencialmente es todavía

la cual

sin disputa lo

vivimos.

son

las

Hay

la

forma dramá-

en sus obras más atávicas,

de su teatro

religioso,

mucho que

se

COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA

lyi

aparta del canon antiguo, una libertad y holgura de composición^

que contrasta con

modesto y ceñido andar de

musa

del

si-

glo XVI. Pero suele tener ésta, en cambio, acentos de sinceridad

no

el

aprendida, relámpagos de

amor ó

fulgores de

ira,

la

palabras de miel

y dejos de inocente malicia, un raudal de dicción sana y ya en Lope comienza á parecer más aliñada y

fresca,

artificiosa,

que

y que en

los sucesores, valiendo todo lo que valen, se va enturbiando cada

vez más con heces de sofistería y culteranismo, que no bastan, es cierto,

para detenerla en su curso triunfal, pero

extraño y abigarrado color que en

el estilo

de



para darla aquel

los Azitos

de Calde-

rón observamos.

Pero esta observación ha de ser entendida con cierta parsimonia, no sólo porque no hay regla general que no padezca multiplicadas excepciones, sino porque Lope, no sólo cronológica, sino ideológi-

camente, pertenece

mucho más que á

trimerías del siglo XVI

duda, en Carvajal

el

á la generación poética de las pos-

la del xyii.

monólogo de

Bello

mujer

la

y apasionado

dePlitifar,

allí

nobia: pero fuera de algún discreteo, es bella también sencilla la declaración

amorosa de

la

es, sin

llamada Ze-

y

natural

y

Nicela de Lope:

Quiéreme bien y tendrás Regalos no imaginados: Agoi'a

mandas

ciiados,

Después dueños mandarás, Porque tú señor

Y

serás,

yo esclava de tu amor...

(Qué

te hacía

yo que aquí

Vienes, Josef, á inquietarme?

Culpa has tenido en mirarme;

Yo no

te

miraba á

ti.

Sin esto debéis de ser

Hechiceros los hebreos;

Que quien engendra

deseos

Más que hechizos sabe

Y salva

no tiene precio el

el

hacer...

generoso movi;niento dramático con que

autor todos los escollos que á los ojos de

la

refinada perver-

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

iy2

5idad mundana pudieran hacer ridicula en tencia de José, poniendo en boca de la

conciencia moral

y de

el

teatro la casta resis-

no ya sólo

éste,

el

lenguaje de

confianza doméstica que quiere mante-

la

ner inviolada, sino un paralelo entre su abatida persona y

de, poderosa y

la

gran-

magnífica del marido: Señora, dos cosas veo

Contra

y aun contra mí

ti

Que me defienden de

Y

aun

Del

a

ti

ti

de tu deseo:

Dios en quien creo

alto

La fuerza, porque es inmensa Con el inmenso la ofensa; La de tu honor y marido, Porque

No

al

tiene

honor ofendido

el

Si su casa

amor

me

defensa.

ha

fiado,

Su honor, sus llaves, su hacienda, ¿Fuera justo que yo emprenda

Su ofensa tan obligado? Mírale con

la belleza

Que

entra del arnés vestido,

Tan

gallardo, tan lucido,

De

tanta marcial riqueza.

Mira luego mi bajeza' Roto, pobre, humilde, esclavo.

Todo

esto vale más, ciertamente,

puesta de José en

la tragedia

A

que

los cuatro versos

de

la

res-

de Carvajal:

mi Dios

ni á

mi señor

Tal afrenta no haré, Ni á mi sangre, porque sé

Que de todo

es sabedor.

Pero repito que no es mi intento comparar obra con obra, ni menos poeta con poeta. Y diciendo ingenuamente lo que siento, así

como en por

la

escena de

el contrario,

obra como

en

la

la

seducción encuentro á Lope superior,

así,

preparación de esta escena, que viene en su

fortuita é improvisa,

encuentro más aventajado

el

arte

COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA del

modesto vate extremeño, que aun siendo, como

él

I73.

dice (sin duda

por modestia y no sé con cuánta sinceridad), «tosco, y grosero y que hubo de recurrirá! consejo y ayu-

sabía poco de amor», por lo cual

da de «algunas personas socorridas y hábiles en estos venéreos casos», acertó á

poner en aquel «paso

gentiles trances de amores»

de

la

muy

dulce

y gracioso y de muy

y en «elpolido hablar» de

los soliloquios

señora egipciana que iba á recuestar reciamente de amores á

José, algo de los inmortales ardores

de Fedra, y una expresión tan

franca del apetito sensual lidiando con los restos de la nativa ver-

güenza, que quizá no tiene igual en nuestra lengua: ¡Desdichada! Que mi fuego Ya va de mal en peor: Debe ser el dios de amor

Manso, bravo, niño y ciego. tal dios yo reniego,

Mas de

Pues que

Y

sin

razón se guía,

ha mezclado mi alegría

Con tan gran desasosiego, ¿Cómo puede aquesto ser, Que siendo yo tal señora,

Y

en quien mi marido adora

Con extremado

querer.

Me deje yo así vencer De un muchacho, y extranjero, Mi esclavo y mi prisionero? Yo no lo puedo creer. ¡Ay damas, y qué dechados

Os dejaba mi fortuna; Que dirán de cada una.

No

sé qué, con sus criados!

Mas

¡triste!

¡Oh, sin

que son mis hados,

dubda aquel rapaz

Paresce que con su haz Aclara todos nublados!

Dos

Que Su



mil veces he pensado

los dioses le pintaron

gesto, y le debujaron.

Según es tan alindado.

174

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA ¡Cuan bello y proporcionado! ¡Qué lengua tan dulce y sabia!

¡Qué cabello, que en Arabia

No hay oro

tan acendrado!

Ella es obra soberana,

Hecha por

lo divinal.

Como un cristal. Como una grana.

¡Qué

dientes!...

¡Qué

labios!...

Sola

su extraña hermosura,

Basta á dar

A

la

que mana

gracia

la

De

más

No

es

la

sepoltura

linda galana.

mucho

errar yo con

él,

Pues á muchos vence amor;

Que

en pago de

Gozaré de

tal

error

tal joyel,

Y aun entiendo que el doncel, Aunque es esclavo y vendido. Que sin dubda él es nacido En la casa de Israel. Él por señas no

me

entiende

Que

es m.uchacho y zahareño,

Mas

al

cabo,

al

cabo un leño

Atizándole se enciende,

Y pues que mi amor más prende Y callando más me abrasa, Hablarle quiero á

la rasa,

Pan por pan, ende con ende.

Hora no sé qué me haga; Si le hable,

si le

deje,

Si le acuse,

si le

aqueje,

Por dar remedio á mi

Veo de mí no

Que

Y

llaga.

se paga,

esto, esto es lo peor,

á mí abrásame su amor:

No



cómo satisfaga.

Esta es

muy

gran confusión;

¡Ay dolor de quien

la pasa,

YJpasándola, se abrasa

El alma y

No hay

el

corazón!

cosa que por razón

COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA

No

1

75

se gobierne y ordene,

Sino

el

amor, donde viene

Mi tan sobrada pasión.

Razón tuvo Cañete para tético

loar la intensidad

y

el

movimiento pa-

de algunas escenas del viejo poema; pero reconociendo

guel de Carvajal

el

fi

Mi-

insigne mérito de haber producido una obra

maestra dentro de un arte incipiente, todavía creo que no fué ardid

de buena guerra contraponer esta obra excepcional y

solitaria del

teatro del siglo xvi al glorioso teatro del siglo xvii, escogiendo por

punto de comparación Los Triunfos de Josefa adocenada comedia

de algún poeta obscuro que de Calderón sólo tiene

el

nombre,

y,

dejando en absoluto olvido Los Trabajos de Jacobs pieza que cierta-

mente no

La última parte manos por

del

con rasgos tiernos y

en

como

de Lope

el

en

felices

el

de

decir, el viaje el

drama de

mayor animación

la

los her-

Carvajal,

y

é interés,

carácter del anciano patriarca

y

en elegir y agrupar los detalles que pueden pres-

tarse á la manifestación

estrecho

abundan raras excelencias.

cual

poema, sobre todo, es

el contrario, tiene

felicidad

la

apenas está bosquejada en

a Egipto,

mucha

en

es perfecta, pero

el

de

la

ajustar sin violencia ni

escénica:

cosa

comedia española,

difícil

de lograr en marco

que reducir y confusión un relato tan extenso como el de al

cual había

los últimos capítulos del Génesis.

Historia de Tobías.

IV. dia,

y

la

— Llamó

el

autor á esta pieza tragicome-

dedicó á D.^ María Puente Hurtado de Mendoza y Zúñiga,

señora de

las casas

y solares déla Puente de Balmaseda y Traslaviña,

mujer de D. Rodrigo de Tapia, caballero de Santiago, caballerizo de Felipe IV, y teniente de

camente por

la

la

Guardia Real española, insigne hoy úni-

dedicatoria que Cervantes le hizo de su

Viaje del

Parnaso, y Lope de Vega, de su comedia El ingrato arrepentido,

que va inmediatamente después de

la

Historia de Tobías, dedicada

a su mujer.

Sigo

el

texto

de

la

15.'

Parte

de

las

Comedias de

Lope

(Madrid, 1621).

Lope determinó claramente en su esta tragicomedia, diciendo

dedicatoria el carácter de

que era e de Vega.

13

*

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

ig^

liendo sus criados

servidores que

y

le

estaban esperando, se mara-

demudado y

villaron de verle venir tan

diendo que

le

la

color tan perdida; enten-

había acaescido alguna cosa, se lo preguntaron, per-

suadiéndole con grande insistencia que se lo dixesse. El caballero se lo fué contando todo particularmente, hasta entrar en su cámara,

donde, acabando de decir todo

que avía pasado, entraron

lo

dos mastines negros, y dando salto en quitaron la vida, sin lo

de

las

obsequias que en vida

El resto de

la

él,

hicieron pedazos

le

que pudiesse ser socorrido, y le

assí salió

los

y

le

verdad

estaban haciendo.»

comedia de Lope

difiere

Lucas; pero todavía en otros incidentes,

menos

como

la

del relato de

San

intervención de la

Magdalena, se advierte una libertad de invención romántica que contrasta con

la

severidad dominante en

gioso. El papel asignado á

apócrifa, pero ta español el

de

de

Séneca se funda en

y

correspondencia

el filósofo.

como no

asunto,

tal

la

le

abrasada. Los prodigios que acompañaron

dos Santos tienen su origen en

tulo viu),

resto de su teatro reli-

antigua, entre el Apóstol

no podía olvidarle en

Roma

los

muy

el

donde

se refiere

que de

la

el falso

Abdías

Un

poe-

olvidó en al suplicio

(lib.

ii,

capí-

cabeza cortada de San Pablo

manó leche en vez de sangre. El escrito apócrifo llamado Pasión de San Pablo., que se supone dirigido por el Papa San Lino á las iglesias de Oriente, y cuyo contenido pasó á las compilaciones de Vicente de Beauvais, Jacobo de Vorágine y otros autores de los tiem-

pos medios, añade que, «cuando

pronunció

muy

la

cabeza fué separada del tronco,

distintamente en hebreo

el

nombre de Nuestro Se-

ñor Jesucristo, y se esparció un perfume tan suave, que no hay lengua humana que pueda expresarlo, y apareció en el cielo un resplandor

tal

como no pueden contemplarle

Aunque El Vaso

de elección (l) sea

obra

ojos

humanos».

muy medianamente

El primer título de esta comedia en el ms. de Parma es Amigos hasta (i) la muerte, y este título parece autorizado por los siguientes versos (pág. 419, col.

i);

Siendo, á pesar de los tiempos, Envidiosos y contrarios, Amigos hasta la muerte,

Como

es razón,

Pedro y Pablo.

La comedia de Lope El Amigo hasta la muerte {Parte Oncena) es enteramente diversa de la presente. Sin duda, para evitar la anfibología del título

COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA «sarita, la

mano

«luncia Saulo

la

95

monólogo que pro-

del gran poeta se revela en el

bajar en

al

1

nube, después de haber sido arrebatado

al tercer cielo:

^Adonde

estoy? ¿Quién soy yo?

¿Qué bien nunca IX.

La Corona

visto

vi?...

derribada y Vara de Moisés.-

"desconocida hasta ahora. Existe de

en

ella,

la

— Comedia inédita y

Biblioteca Palatina de

Parma, un excelente manuscrito, corregido por

De

cisco de Rojas.

nuestra edición

el

este manuscrito ha

el

Licenciado Fran-

hecho esmerada copia para

joven filólogo y distinguido profesor italiano

Dr. Antonio Restori, conocido ya por excelentes estudios sobre

el

Poema del Cid y sobre las antiguas colecciones de dramas españoles. Comprende este notable é ignorado drama la materia de los cinco primeros capítulos del Éxodo, esto

do dar muerte á

los

es, el edicto

nacimiento de Moisés y su aparición en

uncos embreada;

Rey de Egipto

el

de Faraón mandan-

varones recién nacidos del pueblo de el

Nilo en una cestilla de

hallazgo y adopción que de

(l); la

Israel; el

educación de Moisés y

la

hace

él

la hija del

muerte violenta que

dio á un egipcio en defensa de sus hermanos oprip.iidos; su fuga á la tierra

de Madián, y matrimonio con Séphora,

dote Jethro;

el

prodigio de

voz del Señor, que raón y conducirle á milagrosos de la circuncisión

la

le

la zarza,

que ardía

la tiranía

que mana leche y miel;

vara convertida en culebra

que Séphora hizo de su

Aarón y Moisés

sin consuiiiirse,

intima librar á su pueblo de

la tierra

la hija del sacer-

y de

la

los

y

dos signos

mano

leprosa;

hijo Eliezer; las palabras

á los ancianos de las tribus,

y

la

de Fa-

los preparativos

de de

emancipación.

la

Lope de Vega, al fin de los Trabajos de Jacob, que es, como hemos visto, segunda parte de una trilogía encabezada con El Robo de Dina, promete una tercera parte, cuyo

título

media de

que todos ó

de

Id salida de Egipto.

los incidentes

de

Es

la historia

claro

había de ser Tragicola

mayor

de Moisés, contenidos en

parte

La Corona

Rojas borró Arnigos hasla la muerte, y escribió de su mano: Vaso de elección San Pablo.

•doble, el licenciado

El

(i)

Asunto de una hermosa poesía de Víctor Hugo, Moisés en la imitación castellana por D. Andrés Bello.

jorada quizá en

el Nilo,

me-

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

1^6

derribada^ debían tener entrada en esta tragicomedia; pero ¿eran

ambas obras? ^Puede creerse con seguridad que La Corona

idénticas

derribada sea obra de Lope?

En

cuanto á

primera cuestión, creo poder responder negativa-

la

La Corona

mente.

derribada no puede ser

no sólo porque

trilogía,

anteriores, sino

en

falta

ella

porque su asunto no es

Egipto, sino los preliminares de

segundo que se da á

sés^ título

indicar en Si

Lope

modo

ella, la

la salida

los israelitas

elección de

poema más

una Tragicomedia de

la salida

extenso.

de Egipto^

porque no es verisímil que se quedara en promesa siendo en ejecución tan rápida

como

Rey,

las

modo no

la

presentación de jMoisés y

el

el

Éxodo, hasta

estaba justificado

la

Aarón

plagas de Egipto, la partida de los hijos de Israel

hundimiento de Faraón en contiene en

él

pensamiento, debió de darla su des-

el

enlace natural é incluir en ella al

de

Moi-

los últiínos versos, sin

alguno que forme parte de un

llegó á escribir

de

Milagrosa

comedia en

la

tercera parte de la

la

toda alusión á las dos partes

mar Rojo; en suma, todo capítulo

el

el título ni

xv por

resultaba

}'

el

que se

lo

De

lo

menos.

la

acción íntegra

otro

y

perfecta. ,

Muy

diverso es

el

caso de

Ld Corona

derribada, cuyo argumento

como

principal no es la libertad de los hebreos, aunque se presienta

próxima, sino su opresión en Moisés, con los portentos que

drama el

¿Y

la

otro género de unidad,

dencia de lo que

en

tierra

la

y

precede en

de Egipto, y

acompañaron; por es obra cabal en

el

Génesis

y de

la

lo cual tiene el

sí,

lo

vocación de

con indepen-

que

la

prosigue

Éxodo. es realmente

rnos otra que

el

de Lope esta comedia? Prueba exterior no tene-

testimonio del Licenciado Rojas, respetable siempre

por ser de persona que

amó y

fondo que nadie, y que tantas

conoció jo5'as

el

teatro de su siglo

nos ha conservado de

Rojas pudo equivocarse en esta atribución

equivocó en otras; y

pado estaba con

si

en

el

las bellezas

él.

Pero

como seguramente

se

caso presente hubo error, bien discul-

de

la

quier excelente poeta, y aun con trozos,

,

más á

el

y el movimiento general del

obra, que la hacen digna de cual-

sabor á Lope que tienen algunos diálogo, tan apacible y fluido. Pero

reparando un poco más, puede parecer

Lm Corona

derribada obra

COMEDIAS DS ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA

I97

de un discípulo aventajado, en quien concurrían peculiares condicio-

y de

nes de pensamiento

estilo,

Juntamente con esto llama

el

atención

espíritu judaico

el

ausencia de toda alusión cristiana,

lozano.

que toda

la

delectación

autor insiste en los pormenores rituales de

la circunci-

la pieza respira, la

con que

la

más sentencioso y menos

y el hecho muy significativo de añadir al texto de la Biblia pormenores que no tienen más autoridad que las Antigüedades

sión,

judaicas de Flavio Josefo para exaltar

(l),

y que parecen calculados de intento

arrogancia del pueblo proscrito. Tal es

la

derribar Moisés

la

corona de Egipto;

son

tales

el

episodio de

los triunfos

atribuyen sobre los etíopes. Infiero de aquí que

comedia

la

judaizante, ó, por lo menos, de un cristiano nuevo. Quién éste,

me

no

parece imposible de averiguar.

Gómez, porque no pone

esta

comedia en

No

es

que es

se le

de un

pudo

ser

Antonio Enríquez

la lista

de

las

veintidós

únicas que compuso y que enumera en el prólogo de su Sansón Nazareno. Por otra parte, no hay cosa más diversa que el terso y llano decir de La Corona derribada, y el de Enríquez Gómez, autor

duda, pero maleado por todas

ingenioso, sin

culteranismo.

En

otros judaizantes posteriores, com.o Daniel Leví de

no hay que pensar, porque

Barrios,

las afectaciones del

diciendo á voces que pues, únicamente

el

es

el

estilo

de

la

comedia está

de un contemporáneo de Lope. Queda,

Dr. Felipe Godínez, á cuyas comedias sobre

asuntos del Antiguo l'estamento se parece en gran manera

(i)

Antiq. Jiid.,

lib.

11,

capítulos ixjy x: ed¿5'us coiiciilcavit. Idqiie visií

sacronim di.xerat,

;i

mali aliquid portcndere. Quum vero hanc rem conspexisset ex ejus naliviiaie Aegipiionim imperhmt depressum iriprae-

esí regiio

scriba, qui

ad eu/n necatiduní accurrit, et terribililer exclamans: « Hic esí inqzdt, Ule quem si occide/imus, nos secaros forte declaravit Dcus. Et vaticinio

puer, o rex,

dat testimo7t¡um facto, insultando tuo regno, et diadema calcando. Himc, igitur, pcrimens, Aegiptios quidem illius metu libera, Hebraeis vero spem etfiduciam,

quam

in eo posiierunt, adíme.-»

abripuit et

ad enm

tolletidurn

Ipsum aulem praevenit

Thermtitis^ quae piierum

segnior factus est rex, quod Deiis, cui curae erat

Aloysis salas, talc/n ei animiun indidcrit...

En el cnpítulo x se narra la guerra contra los etíopes y el rey de Sabá, que da asunto á varias escenas de nuestra comedia. {Flavii Joseplii Opera. Graece et Latine recognovit Guilelmus Dindorfms. Parí?, 1865, en la Colección grecolatiíia de Didot, págs. 65 y 66.)

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

ig8 senté.

Y

valor

que

yo por suya

la

tengo, aunque sin dar á esta conjetura más-

que nace de mi impresión personal y de

el

las

razones

expuestas. El Dr. Godínez era amigo de Lope, en cuyas exequias

predicó una oración fúnebre: era todavía más amigo de Montalbán^ á quien, con razón ó sin

Godínez

versos.

lo era

ella,

supone Quevedo de sangre de con-

positivamente, y aun sabemos qué su estado,

y grado de doctor en Teología no

eclesiástico

libraron de ser

le

No

levemente penitenciado por sospechas de relapso.

sería

gran ma-

que hubiese dejado correr una obra suya, que en nombre

ravilla

propio hubiera sido sospechosa, bajo

el

manto de un gran poeta

en cuya ortodoxia nadie podía poner

cristiano,

Literariamente,

la

obra parecía de Lope; y

si

más

la

leve tilde-

no era suya, tampoco

era indigna de serlo.

Antes que

el

autor de

La Corona

legislador de los hebreos el los desposorios

Son

cional.

Ángel de

derribada, llevó

de Moisén (núm. 49), del códice de

figuras: la Justicia, la Misericordia,

la

Guarda,

el

Hombre,

Lucifer, el

la la

teatro

al

anónimo poeta que compuso

Na-

Biblioteca

Conciencia,

Mundo y

Carne.

la

al

Auto de

el

el

En

teatro religioso de otras naciones, Moisés no suele ser protago-

el

nista

de misterios aislados, pero actúa como personaje de

capitales en el mister-io cíclico del

en de

La la

el

tercera parte). Gelboé.

— Esta comedia, citada

catálogo de Huerta, no se encuentra

más que en ediciones

David perseguido y montes de

sueltas del siglo pasado.

Va

aquí reimpresa por

roga (Madrid, l/Ql)) que parece una de

No

lo

Victoria de Christo, de nuestro bachiller Paiau (auto tercero

X. en

Antiguo Testamento, y

más mismo

los

se

las

la del librero

menos

Qui-

malas.

puede afirmar que esta comedia sea de Lope, aunque siem-

pre se haya impreso con su nombre. Desde luego ha de tenerse por distinta

y

de

Rey más

otros

al

la

que corre con

el

nombre de Las Lágrimas de Davidy

arrepentido, atribuida en unos ejemplares á Lope,

y en

Dr. Godínez, sin que haya razón ni fundamento para qui-

társela á este autor,

de cuyo género y

estilo es tan propia.

El pecado, lágrimas y penitencia de David son materia de esta

segunda comedia: de

la

las

persecuciones de David por Saúl,

prudente Abigail y

la

muerte de Jonatás en

el

la historia

monte de Gel-

COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA boé, es decir, las

mocedades

primera. Su contenido es

desde nes

al

el

capítulo xxiv hasta

contenido de

del

Rey

del libro

el

el

dan argumento á

Profeta, i

igg la

de los Reyes (ó de Samuel),

xxxi y postrero, con muchas alusio-

los capítulos anteriores,

xv en ade-

desde

el

como

está

lante.

Esta comedia no carece de mérito, pero ser

de Lope

los

romances interminables (véase

ni

tal

no puede

de su tiempo. El uso de los pareados endecasílabos,

desafío con Goliath), la entonación

puede comprobarse en estos

Y Se

en

le

la

la

relación que David hace del

marcadamente calderoniana que

versos,

tomados

juventud del

al

acaso:

sol

turbaren los cielos,

Muertas sus cambiantes luces

Entre pabellones negros,

Tocando Siendo

al

arma

el

las cajas ]«s

asombro, truenos,

Formando rasgadas nubes Campal batalla en el viento,

Y

viere entre ardientes globos

Los abrasados efectos

De

los

coronados montes

Caducamente soberbios,

En cada peñasco un rayo, En cada tronco un incendio... todo esto no es ni ha sido nunca de

la

manera de Lope, cuyo

apenas puede encontrarse más que en algunas de cas

y

pastoriles en

las

rastro

escenas rústi-

que Abigail interviene: Tan blanco ha dejado

suelo

el

El esquilmo del ganado,

Que

estando sereno. el cielo,

Parece que ha granizado

En

las faldas del Carmelo...

Esto ciertamente parece de Lope, pero de esto hay poco en

David perseguido. poeta

muy

el

Será, á lo sumo, comedia suya refundida por un

posterior, del

tiempo y escuela de Calderón, quien'trató

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

200

mismo

este

mo

asunto, aunque con aplicación eucarística, en su bellísi-

La primer flor

auto

La prudente

Abis^ail,

Gómez, impresa en también

1642), es

En de

la

códice de

el

sus

muy

del Carmelo.

comedia del judaizante Antonio Enríquez Academias morales de

las Mzisas (Burdeos,

semejante á este David perseguido.

Biblioteca Nacional tenemos,

la

ungión de David (núm.

19), el

además del Auto

Auto de Nabaly de Abigail

y

de David, cuatro pastores y dos soldados y un pastorcillo, una moza

llamada Sabinilla,

un^ bobo llamado Jordán (núm. 59)- ¿Será obra

y

Lope de Rueda? Por

del gran

menos consta

lo

(l)

que aquel insigne

poeta y representante recibió del Cabildo y Regimiento de Sevilla,

en 1559, sesenta ducados por dos representaciones que sacó en carros el día de la fiesta de Corpus Christi^ la una de Nabal- Cai'r>ie lo, de Abigail y Nabal), y

(esto es,

que tiene

diera ser también la

la otra el

de El Hijo pródigo, que pu-

núm. 48 en

el

inapreciable códice

tantas veces citado, verdadero registro de nuestro teatro popular del siglo XVI.

La farsa

del Rey David, de Diego Sánchez de Badajoz (2),

nada tiene que ver con

ésta,

puesto que su asunto es

el

vencimiento

del gigante Goliath.

La popularidad de merced

al

teatro

de mediados del

y

la historia

de David, tan grande en España

á la predicación, se acrecentó,

siglo

xvn con

la

si

es posible, des-

publicación del extraño libro

vid perseguido y Alivio de lastimados (1658}, en que bal Lozano,

uno de

los

el

Da-

Dr. Cristó-

hombres de más romántica inventiva que

por entonces honraban nuestra novela, y de los últimos que escribieron

la

prosa castellana con abundancia y fluidez aunque afeán-

dola con resabios de hinchazón y de mal gusto, amplificó á su ma-

nera

el relato bíblico, conjetural

profusión «de símiles é historias

y novelescamente, exornándole con peregrinas», y formando un abun-

dantísimo repertorio de leyendas que por más de un siglo fué, con las

demás obras novelescas y ano veladas

del Dr.

Lozano {Soledades

Documentos del Archivo Municipal de Sevilla, descubiertos por don (i) Luis Escudero y publicados por D. José María Asensio en El Ateneo, revista de

Sevilla (1875).

(2)

Recopilación en metro,

tomo

11,

Sr. Barrantes en los Libros de aniaño.

págs, 159 á 180 de la reimpresión del

COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA de ia vida, Reyes nuevos de la fantasía

de

los

alimento y dulcísimo solaz de

Toledo...)^

humildes é

201

y ha

¡literatos,

gumentos, más de una vez explotada por

mina de ar-

sido luego

gran poeta narrativo y legendario cuya reciente pérdida llora nuestra nación (l). XI.

El

La Ciudad

Inobediente ó

buida á Lope, en una

y de

la

sin Dios.

— Se

Parte 26.^, extravagante,

que Faxardo y La Barrera ficas,

el

citan con

muy

imprimió,

de Zaragoza,

En

1

64 5,

confusas señas bibliográ-

cual sólo he llegado á ver algún fragmento,

neciente á esta comedia.

atri-

no perte-

Segunda parte de Comedias Escogidas

la

de las mejores de España (Madrid, 1652) se insertó á nombre de Cla-

ramente, y de este ejemplar nos valemos para reproducirla. Chorley, en su catálogo manuscrito, dice,

que La Ciudad sin Dios Claramente

es

es

no sé con qué fundamento,

obra de Lope, y que El Inobediente de

una copia, en que, «con mucho del

original, va algo

como al mismo tiempo no cita como de propio examen, sino sobre la

del genio del refundidor». Pero

la

Parte 26.^ de Zaragoza

fe

del índice de Faxardo, ignoramos qué textos son los servirle para el cotejo

y para

la resuelta

que pudieron

afirmación que hace.

Por nuestra parte, nada vemos en esta absurda y monstruosa pieza, llámese

El Inobediente 6 La Ciudad

mita recargar con

ella el

sin Dios,

que nos per-

catálogo de las obras de Lope, y

in-

si la

sertamos en nuestra colección es únicamente por haberse impreso

con su nombre en ediciones porque alguien no

la

muy

y relativamente

eche de menos viéndola citada

tro autor por bibliógrafos

muy

diligentes.

dramatizase los tres capítulos de hizo, su

raras

obra debió de tener, á

La lo

Yo

antiguas,

como de

no niego que Lope

Profecía de y^onds; pero

menos en

y

nues-

parte,

un

si tal

de

vestigio

grandeza bíblica que en vano se buscará en El Inobediente, donde, salvo la tempestad que asalta cia,

y

la

al

profeta en castigo de su inobedien-

ballena ó gran pez que se le traga,

y sus clamores de peque recuerde el

nitencia por las calles de Nínive, nada se encuentra

texto de la Sagrada Escritura, ni que esté inspirado en serie til

de cuadros de teatro de muñecos,

del

(i)

muy

él,

sino una

propios del arte infan-

honrado y piadoso representante murciano, autor de Alúdese á D. José Zorrilla (18 17-1893). (A.

B.)

La

Le-

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

202

Fué

tañía moral.

aunque

inculto.

duda Andrés de Claramente ingenio bizarro

sin

Es

más que estropear

cierto

que en El Infanzón de

Illescas

no hizo

asombroso drama de El Rey Don Pedro en

el

Madrid., que Hartzenbusch atribuyó caprichosamente á Tirso,

en mi concepto, es de Lope, por

las

razones que expondré en su

día.

Otras comedias indisputablemente suyas,

esta

agua no

tarlas el

muy

es

beberé.,

tienen mérito propio,

mismo Calderón, y original

y

la titulada

llena de fiereza

y que,

El

y no

como se

la titulada

De

desdeñó de imi-

Valiente negro en Flandes

y desgarro

soldadesco. Pero, en

suyo que conocemos, y que en estos últimos años se ha acrecentado algo merced á los descubrimientos de A. Schae-

general, el teatro

muestra notable tendencia

fer,

efectismo

al

más grosero y

estrepi-

de parricidios, incestos, atrocidades y tiranías

toso, logrado á fuerza

estupendas; recursos candorosos y primitivos que ya en las trage-

de Cristóbal de Virués y Lupercio Leonardo de Argensola habían sido empleados largamente, si bien con más cultura de dic-

dias

ción las

y más respeto

á la prosodia,

obras de Claramente.

baro pertenece

El

A

este

Inobediente

,

que

los

que suelen advertirse en

género de melodrama rudo y bár-

y no debe defraudarse de

él á

su

legítimo dueño.

XIL El

Anticristo.

— Manuscrito

de

la

mense, del cual debemos exactísima copia nal es

pésimo y en muchos puntos

Biblioteca Palatino-Paral Sr.

Restori. El origi-

ininteligible:

parece trasladado

por un imbécil.

Don Juan

Ruiz de Alarcón, grande é infortunado poeta dramático

compuso y dio á luz, en 1 634, un poema dramático mismo título y asunto. Júzgale en dos palabras, pero jugoy llenas de sentido, como solían serlo las suyas, D. Juan Euge-

del siglo XVII,

sobre sas

el

nio Hartzenbusch

(l):

«Pieza de pobre invención, pero llena de

grandilocuencia trágica. terrible

como

entre Elias

y

del Patriarca,

pocas.

La escena

También

el Anticristo, al

que,

entre

el

Anticristo

y su madre

es

es notable en su línea la controversia

principio del acto segundo.

La muerte

profetizada por el impostor, le gana la fe del

(i) Comedias de Alarcon, tomo xx de página 544.

la Biblioieca

de Autores españoles^

COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA

pueblo

Seide en

el

Mahoma

misma, aunque más el

supuesto milagro, recuerda

iluso, testigo del

de Voltaire;

justificada

la situación es casi

propia en

y

el

la

203

muerte de

enteramente

la

drama español que en

francés.»

Extensamente

trata

de esta comedia y de

los

incidentes de su

representación D. Luis Fernández Guerra, en su admirable libro

sobre Alarcón

Consta que los émulos del poeta echaron en

(l).

candilejas aceite de pestilencial olor para bara. Entre

que

la

las

comedia no se aca-

Lope y Alarcón había enemistad ó malquerencia

anti-

gua y notoria, que fué exacerbándose hasta parar en agresiones mutuas más ó menos embozadas, después de l6l8, fecha que conjeturalmente se asigna

estreno de El Anticristo. ¿Podemos suponer

al

que Lope quiso suplantar con un Anticristo de propia fábrica el de Alarcón, ó bien que Alarcón quiso desterrar con el suyo el de Lope, que ya estaba en posesión de parecer verisímiles, pero

la

las tablas?

Ambas

versiones pueden

primera menos, por tratarse de una co-

primera representación, y que nunca fué popular, como tampoco ninguna otra de las de su

media que naufragó ó poco menos en

Además,

autor.

ni el gir.

hombre de

como Lope, no

mática títulos

en'

tan grande ingenio

Porque en

se concibe, ni el reproducir

el

el

argumentos y

la

invención (ajustada en general,

Fernández Guerra ha probado,

bien que

al

al

libro del

lles poéticos),

ni

(2),

pero no es posible desconocer ni «estro poético

grandilocuencia épica

y admirable

energía de las

Don Juan Ruiz

arrojo

Nada en él maldiciones de la madre del

de Alarcón

y Metidoza, Madrid,

xxni, págs. 282-294. Antichristo^ libri xi, 2.^ ed. (1621).

feli-

para pintar

absurdo y que se parezca á

lo cual falta

detestable engendro atribuido á Lope.

De

dominico portu-

universal, 1595) rn^s

y magistral sobre la materia, de Fr. Todonde pudo encontrar mayor copia de deta-

desordenadas pasiones y afectos», todo

la feroz

como

tratado clásico

más de Maluenda císimo,

silbadas,

poeta á quien intentaba corre-

gués Nicolás Díaz, Tratado del juicio final y

(2)

destreza dra-

Anticristo de Alarcón se podrá tachar de fría la

parte alegórica, y de pobre

(i)

y

de comedias que por una ú otra razón habían sido

hacerlo mil veces peor que

el Sr.

la

en

el

Anticristo:

1871. Parte

2.»,

capítulo

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

204

¡Plega al Dios de Israel, vestiglo fiero,

Que en

tu ciega

Y dando Tanto á

maldad

efecto á

los cielos

Que pues

te precipites,

mi soñado agüero. en tu daño

soberbio imitas

al

Despeñado Luzbel, también

Nada semejante

á la grandeza con

irrites,

lucero, lo imites!

que Alarcón concibió

truosa personificación de la vana y falsa ciencia en

A

la

mons-

el Anticristo:

obscurecer verdades soberanas

Se eleva mi obstinado pensamiento:

En

falsas leyes

Anegaré

nuevo Anticristo

Si este

en

él

más que en ninguna

muy

suponerle

y opiniones vanas

la tierra, el

mar,

el viento.

es de Lope, habrá

que decir que dormitó

otra ocasión de su vida,

y por de contado

anterior á la obra no perfecta, pero en algunos pun-

y grandilocuente, y siempre de elevada y reflexiva inspiración, que dio al teatro el vate mejicano, que en parte fué su tos magnífica

discípulo

y en parte su émulo.

Estas son

las

únicas reliquias del teatro bíblico de I.ope de

Vega

que han llegado hasta nosotros. Encontramos, además, los*siguientes títulos

Fénix de

de comedias no conocidas, ó erróneamente atribuidas

al

los Ingenios.

La Horca para

su dueño

^

así se titula,

en ediciones

sueltas,

La

Hermosa Ester ó La Soberbia de Aman y Humildad de Mardoqueo^ que no debe confundirse con otra comedia del Dr. Godínez sobre el mismo asunto y con el mismo título. Los trabajos de Job. En

la

Parte trigésima primera de las mejores

comedias que hasta hoy han salido (Barcelona, 1638), coleccionadas

por

el

Dr. Francisco Toribio Ximénez, que es una de las llamadas

extravagantes 6 de fuera de Madrid, hay una comedia del Dr. Godínez con este título.

ciones sueltas, y

el

También

se encuentra con su

nombre en

edi-

haber sido atribuida á Lope en los catálogos de

Medel y Huerta procederá acaso de una confusión fácil entre Los Trabajos de Jacob y Los Trabajos de Job. Advierte, sin embargo, Chorley que cuando

la

comedia de Godínez fué reimpresa en

la

COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA

Parta sexta de comedias escogidas (Madrid, 1654), se de

lificativo

que pudo

que

llueva^ sin

ser

duda para

la

distinguirla de otra

puso

más

una de Lope, hoy perdida, puesto que no

se refiriese al

205 el

ca-

antigua,

es verisímil

vetusto Auto de la paciencia de Job^ que es la

postrera de las 95 piezas del códice de la Biblioteca Nacional.

La

Soberbia de Nenibrot y primero Rey del mundo. Lord Holland

poseyó un manuscrito en que esta comedia se atribuía á Lope, pero es indisputablemente de

suya en

el

Antonio Enríquez Gómez, que

prólogo del Sansón Nazareno, y

preso siempre.

como suya

la

da por

se ha im-

IV

COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS

Dan

principio en

Lope de

tomo

el (l)

de nuestra edición de

iv

Obras de

las

Comedias de Santos, tercer grupo que hemos es-

Vega., las

tablecido en la clasificación de su inmenso Teatro. Sobre cada una

de

ellas

haremos sucintas indicaciones, según

el

plan que desde

el

contenidas en

la

principio nos trazamos. I.

Beh'lán

y

Josafá.

— Es

la

duodécima de

las

Comedias del Fénix de España,

Veintiqíiatro parte perfeta de las

Frey Lope Félix de Vega Carpió (Zaragoza, 1641, por Pedro Verges).

Este tomo es postumo, y ofrece un texto bastante incorrecto

y alguna vez mutilado; pero por no haber podido tener á manuscrito,

parecer autógrafo, que perteneció á lord Holland, no

al

ha sido posible llenar estas lagunas.

Huerta se

la vista el

cita

la

con

En

de Medel y

los catálogos

de Los dos soldados de Cristo, y

el título

Chorley poseyó una edición suelta con este mismo rótulo.

mencionada grino, sin

comedia en ninguna de

tal

las

dos

duda por olvido de Lope, puesto que

Holland llevaba

Tomó Lope

la

el

fecha de lói

el

listas

No

está

de Bl Pere-

manuscrito de lord

Ui I.

asunto de esta curiosa y notable pieza de

lebre novela mística de Barlaan

y

Josafat,

la

cé-

compuesta en lengua

y atribuida comúnmente, y no sin fundamento, á San Juan Damasceno (2). Es cierto que el dominico Le Quien, que dirigió la

griega,

edición clásica de las obras de aquel gran Padre de tal (París,

(1)

1

7 12),

excluyó de

ella

y relegó á

la

la Iglesia

orien-

categoría de las apó-

El texto: «este». (A. B.).

El texto griego fué publicado por primera vez en 1832, en la colección de Boissonnade, Anécdota Grceca, t. iv, coa presencia de 17 manuscritos de (2)

la

Biblioteca Imperi;il. Sobre

Meyer, en

la

él

hizo Liebrecht su versión alemana.

Bibliotheque de l'Ecole des C/iartes (xxvii année,

t.

ir,

vi< serie),

páginas 313 y siguientes, dio á conocer un curioso fragmento del Barlaam^n antiguo francés, derivado, no del texto latino, sino del griego, y escrito en las

márgenes de un manuscrito del monte Athos á principios del Mesksdkz

t Pki ato,

— Estudios sobre el

Teatro de Lope de Vega.

siglo 14

xiii.

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

31 o

Historia Indica de Barlaamo eremita et jfosaphat, que fué,

crifas la

en su concepto, compuesta por un monje llamado Juan, distinto del Daraasceno; pero sus razones distan

mucho de haber convencido á

y León Allacci opuso otras de bastante fuerza en los prolegómenos de la edición de Le Quien repetida en Venecia en 1748, alegando la autoridad de muchos códices, la del Martirologio Rotodos,

de algunos griegos modernos, como

mano^ y

la

nadio en

el

guna, atribuyen

el libro,

Juan Clímaco ó

á

parte, en el

mados

no á un obscuro monje, Juan,

Sinaíta, sino á

Barlaan y Josajat

el estilo

de

lo

San Gregorio Nacianceno; y

así

como son

muy

difiera del los

citas, tales

Por estas y otras razones,

primeros investigadores de la

mayor parte de

los

que ordina-

mismos

Max

Basilio

que ingiere contra

los

él

de este famoso

al

li-

han discurrido sobre

este tema, se inclinan á respetar la antigua tradición de Oriente

Occidente, que supone autor del Barlaan

y

contro-

la

Müller, que fué uno de

los orígenes indios

que después de

los autores

como San

propias del estado de

versia teológica en su tiempo, las disertaciones

iconoclastas.

y

al-

tampoco

ni

se encuentran largos fragmentos to-

de quienes con preferencia toma sus

los

Gen-

San Juan Damasceno. Por otra

demás nada hay que

riamente emplea en sus obras,

bro,

patriarca

literalmente de otras obras del Santo sin indicar su pA)ceden-

y en

cia,

el

Concilio Florentino, todos los cuales, sin anfibología

mismo que

y

lo fué del

libro sobre la fe ortodoxa.

Aunque luz hasta

ción latina, í

el original

nuestro

griego del Barloan y Josafat no haya visto

siglo,

eran numerosas

las

la

ediciones de una traduc-

malamente atribuida á Jorge de Trebisonda, puesto que

existía siglos antes

Beauvais (en

el

de

él,

como

Speculum

lo

prueban

Historíale^

lib.

las citas

de Vicente de

Vorá-

lxv), de Jacobo de

Legenda Áurea) y de otros muchos escritores de la Edad Media. Gaspar Barth c|uería hacerla remontar á los tiempos del bigine (en

la

bliotecario Anastasio. Impresa esta versión en 1470, fué reprodu-

cida

muchas veces en

los

dos siglos siguientes, ya suelta

(l),

ya

(i) La que tengo á la vista, sin año ni lugar de impresiói!. pero evidentemente de la segunda mitad del siglo xvi, lleva por titulo: Sti. yoawiis Damasceni Historia di viiis el rcbus gesHs Sanctorum Barlaam

EretnilcR et

Josaphat regís /uu/oru/n, Georgia Trapczuiicio

interprete. In

eandem

COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS

acompañando

á las ediciones de

sustituida por

la

Una por

lo

más

San Juan Damasceno, hasta que fué

correcta dejacobo Billio en l6ll.

ú otra traslación, pero especialmente

mismo

la

más

dos, una anterior y otra^posterior á

Juan de Arce Solórzano

(l)

y

á las cuales puede agregarse 1

la

más

la

la

En

castellano

Lope de Vega,

la

tenemos

del licenciado

de Fr. Baltasar de Santa Cruz

(2),

del jesuíta Juan de Borja, en lengua

7 12), con intentos de edificación

los indios, á lo cual

vetusta (que era

popular), sirvieron de base á todas las que se

hicieron en las diversas lenguas vulgares.

tagala (Manila,

211

admirablemente se prestaba

y catequesis para el

carácter oriental

y parabólico del libro, y hasta su remoto origen budista.

Lope leyó seguramente, ó la versión latina de Trapezuncio, ó la casde Arce Solórzano, que se había publicado en 1 608, digna, á la

tellana

verdad, de estimación por

lo

apacible y gallardo del estilo, no dese-

mejante del que mostró su autor en otras obras de entretenimiento.

La si

Iglesia griega reza

día 16 de Agosto,

y

de

los santos confesores

la latina el

Barlaan y Josafat

27 de Noviembre. Pero ni

la

exis-

Scholia Aloisü Lippomani Veronensis Episcopi... Aniíierpiíz,

apud Joafinem Bellerum sub Aquila Áurea. 8." pequeño. Las dos primeras ediciones, de fines del siglo XV, sin año ni lugar (de Strasburgo, según parece, la una, y la otra de Spira), están descritas en el Lexicón Bibliagraphicum de Hoffmann. Historia de los dos soldados de Chrisio Barlaam y Josaphai. Escrita por (i)

San Juan Damasceno, Doctor

de la Iglesia griega. Dirigida al Illusirissimo i' Reverendissimo don Fr. Diego de Mardones, Obispo de Córdova, Confesor de Su Majestad y de su Consejo 6* mi Señor. En Madrid, en la Imprenta Real, 1608, 8.* £1 licenciado Arce Solórzano es autor también de las Tragedias de amor, de

gustoso

y

apacible enlretenimie?!lo, de historias, fábulas, enredadas r,iarañas,

cantares, bayles, ingeniosas moralidades del enajnorado Acrisio

y su zagala Lu-

cidora. Zaragoza, 1637.

Verdad nada amarga: hermosa bondad, honesta^ útil y deleUablCy grata y (2) moral Historia. De la rara vida de los famosos y singulares Sjncios Barlaam y '^osaphat. Según la escribió en su idioma griego el glorioso' Doctor y Pad/e de la Iglesia S. Juan Damasceno, y la passó al latin el dociissimo Jacobo Billio: d¿ castella?ia, á sus Regnícolas, el mínimo de los Predicadores de la provincia del Sancio Rosario de las islas Filipinas, Pr. Baltasar de Santa Cruz, Comissario del Sánelo Officio de Manila... Impresso en Manila en el

donde la expone en letigua

Collegio de Sancto Thomas de Aquino. Por el Capitán D. Gaspar de los Reyes, impresor de la Universidad. Año de 1692. 4.° Libro "hiuy raro, como todos los

estamijados en Filipinas antes del siglo pasado, y probablemente la más anque se imprimió en aquellas islas. La traducción latina, seguida por el intérprete, no fué la que corre con nombre de Trapezuncio, sino la más tigua novela

correcta de Jacobo

Billio.

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

212

tencia de un santo ni su culto inmemorial, implican

miento del valor histórico de todas

Además, en glo XIV,

en

el

jando aparte

la Iglesia latina

las

reconoci-

el

circunstancias de su leyenda.

no aparecen estos Santos hasta

el

si-

Catalogas Sanctorum de Pedro de Natalibus. Pero dela

cuestión canónica, que no es de nuestra incumbencia,

basta consignar que aun en los tiempos de

que consideraban

atribuido á

el libro

mayor

fe

San Juan Damasceno como

una novela mística, como «una fábula ó invención esta opinión se hace cargo, para impugnarla,

su Flos Sanctorum. El P.

el

Torigine des rornans

el P.

Le Quien, como hemos

por apócrifo el contenido del libro, sino

Damasceno. Huet,

hubo muchos

la

artificiosa».

De

Rivadeneira en

visto,

no sólo dio

atribución á San Juan

Obispo de Avranches, en su famosa Lettre sur

(l), la

llama á boca llena «.novela espiritual-», y

añade: «Trata del amor, pero del amor divino; hay

derramada, pero es sangre de mártires. Toda puesta conforme á las leyes de

la

novela,

la

y aunque

mucha sangre

obra está comla verisimilitud

está bastante bien observada, muestra el libro tantos indicios de ficción,

que no se puede dudar

ni

por un m.omento que es historia

Fuera una temeridad decir que nunca existieron

de pura

fantasía.

Barlaan

ni Josafat,

puesto que

el Mai'tii-ologio los

pone en

el

número

Me valgo de la traducción latina que lleva por título Petri Danielis (i) Huetii Episcopi Abrinceiisis Opuscula dúo, quorum unum esí «Z>¿ optitno genert inierpretandi et de claris inicrpretibus-¡>; alterum de origine fabularum romanensium. Editio

prima

Véneta... 1757, pág. 53.

*.Ea fábula Ro^nanensis quidem

mum

hic sanguinis effusum

est,

est,

sed pia: de amore

sed Martyrum;

ágil,

sed Divino: pluri-

ad historia, ñormam,

et

ex Fábu-

la Romanensis legibus opus illud elucubratum est. Nihilotninus lamen esti veri similitudo ibi satis accurate obsérvala est, tot tamen figmeniorum proferí indicia ut qui seria animi cogitatio7ie opus Icgeril, is confictiim esse nunquafn sil ilurus No?i quod ego omnia hic supposita esse contendam: Barlaamum aut Josaphatum qui diffiterelur unquam fuisse, is temeritalis arguendus esset. Aíartyrologii eos in Sanctorum numero adscribentis testimonium, el pia eorum stiffragia, qucB ad operis sui calcem S. Joannes Damascenus i?nploral hac de re sinunt dubitare prorsus neminem. Nec forsan hujus historia primus inventor extitit. infidas...

Ejus credulitas satis ostendit quce credenda proponebat, ea ipsutn credidisse eí eorum qum scripserat, partim revera a quibusdain accepisse. Et hoc opus sive ob Christianis siyli eleganliam, sive ob ifwefí .ionis graliam, sive ob pietatem, a ^gvptii Ha probatum ut lingua Coftica verter int, et in ipsorum Bibliothecis satis modo isla ijiterpretatio dicenda est. Quippt forsan alia quadam est archetypa historia de duorum horumce sanctorum vita conscripta.-*

freque?iter reperiatur. Si

COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS Santos,

•de los

bar

la

2I3

y San Juan Dann.asceno implora su protección

al

aca-

obra. Ni quizá fué él el primer inventor de esta historia, la cual

creyó, sin duda, de buena

ya por

elegancia del

la

por habérsela oído á otros. Este

fe

ya por

estilo,

la

tación entre los cristianos de Egipto,

piedad, ha tenido

que

mismo

libro,

acep-

han traducido en su

le

lengua copta, y es frecuente hallarle en sus bibliotecas. sea traducción de este

tal

Y

quizá no

texto, sino historia original de estos

•dos Santos.»

El juicio de un prelado tan docto y piadoso como Huet, corroborado hoy con el de los sabios continuadores de la obra de los

Bolandos, parece que debe tranquilizar á los más meticulosos,

paso que

la

sospecha que insinúa sobre ser

imitación ó traducción de otro texto oriental la

el libro

más

perspicacia de su talento crítico, puesto que es

versalmente reconocida que

la

al

griego mera

antiguo, acredita

hoy verdad um-

novela de Barlaany Josafat, perte-

nezca ó no á San Juan Damasceno, es en

lo

fundamental de su con-

texto una transformación cristiana de la leyenda de Buda, conte-

nida en

de

Lauta- Vistara.

el

No

entraremos aquí en los pormenores

este descubrimiento interesantísimo,

cuya

gloria

entre varios orientalistas y varios cultivadores

rama de

la

cialmente

erudición conocida con el

el

gran maestro de

ella,

nombre de

debe repartirse de

la

moderna

novelística; espe-

Félix Liebrecht, Samuel Beal,

traductor inglés de los viajes de los peregrinos budistas,

y Max

Müller, que es quien principalmente ha popularizado los resultados

amenidad y brillantez que le son proalgunas líneas en que resume sus conclusiones,

de esta indagación con pias

(l).

Basta citar

la

(i) F. Liebrecht: Die Quelleii des Barlaam tmd Josaphat, en el Jahrbuck für romanische und englische Literatur, 1. 11, 1860, pág. 314. El mismo Liebrecht había publicado antes una ti-aducción alemana del Barlaam y Josaphat {\.e-x.X.o griego de Boissonnade), con importantes observaciones críticas: Des heiligen Johaniies Damascenus Barlaam undjosapkat. Ausdem Griech...* (Münster, 1847.) La Memoria del Jahrbuch, que es capitalísima y en algunos puntos definitiva, está reimpresa en el volumen Ziir Volkskunde (Heilbronn, 1879), y traducida al italiano por E. Teza, se lee también en el tomo n de las Sacre Rappreseníazioni úe Ancona (capítulos 146-162;. Travels of Fah-hian and Sund- Yii, Budhist pilgrims, /rom China io India (400 A. D., and 518 yl. D.). Translaied /rom the chínese by Samuel Beal. (Lont.

dres, Trübner, 1869.)

Sobre la emigración de las fábulas, artículo de

Max

Müller, publicado en Ja

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

214

y

todavía las abreviaremos algo.

«

El autor de Barlaam

ha tomado evidentemente su héroe mismo,

una fuente

india.

Cuando nace su

En

el

Lallta- Vistara^

brahmán Arita

hijo, el

y

Josafat

príncipe Josafat, de

el

el

padre de Buda es un rey-

le

predice que este hijo al-

canzará gran gloría y llegará a ser un monarca poderoso, o bien que

renunciará

trono, se hará ermitaño

al

y

llegará á ser

un Buda. El

padre se empeña en evitar que esta segunda parte de tenga cumplimiento. Cuando cierra

en

pueden

los jardines

la

de

la

le

rodea de todos

meditación y darle

ignorancia de lo que son

muerte. Aparta de sus ojos todas acierta á salir

de su dorada

profecía

joven Príncipe va creciendo,

de su palacio,

quitarle el gusto

mantiene en

el

la

de

y

le

la vida.

en-

halagos que

del placer.

enfermedad,

la

las miserias

prisión,

e!

los

la vejez

Le y

la

Pero un día

tiene los tres famosos encuen-

muerto

tros:

con

rrar,

y con el asceta mendicante (l). pasamos ahora al libro de San Juan Damasceno, encontrare-

el viejo

enfermo, con

el

á

quien llevaban á ente-

»Si

mos que

los principios

de

la

vida de josafat son absolutamente los

Contemporary Review. (Julio de 1S70.) Traducido

al

francés en sus Rssais de

Mythologie Comparée. (París, Diciier, 1S75).

La Légende des saints Barlaam et Josaphat; son origine, .'\riiculo de Cosquln (autor católico) en la Revm des questions historiques, 1880. Braunholz: Die ersts nichichristliche Parabel des Barlaam tmd Josaphal... (Halle, 1884.)

Zotenberg: Noiice sur

le livre

de

Barlaam

et

Josaphat... en

extraits des mamiscrits de la Bibliolheque Nationale

(t.

las

Noíices ct

xxviii, parte prime-

ra, 1886).

Barlaatn und Joasaph. Eine bíbliographiscli~litcraU;rgexchicktUchc Studie (Munich, 1893, extracto de los Abhandhingc?t dcr K. Bayer. Akademie der Wiss.) Podría ampÜRTse á poca costa esta indicación biblioíjráfica, pero sin utilidad notable para nuestro intento. Esta somera exposición de Max Müller basta para nuestro fin. El que (i) quiera estudiar á fondo la leyenda de Buda, tiene á su disposición, en lenguas vulgares, gran número de libros, entre los cuales basta mencionar, además del conocidísimo resumen de Barthélemy Saint Hilaire Le Boudha et sa religión (París, 1860), los muy recientes ríe E. Sénart, Essai sur la légende ár

Boudha, son caradere ct ses origines (segunda edición, París, Léroux, 1882), y el de H. Oldetiberg, profesor de Kiel, traducido al írancés por Foucher, Le Boudha; sa vie, sa doctrine, sa contmunauté. París, 1894. El Lalita- Vistara (conforme al texto tibetano) ha sido traducido al francés por Foucaux (París, 1848). Del original sánscrito hay una edición de Calcutta, que no sé si llegó á terminarse, The Lalita- Vistara or memoirs of tfie Ufe ana doctrines of Sakya sin-ha (1852-58).

COMEDIAS DE VIDAS

mismos que

215

de Buda. Su padre es ua rey á quien un astrólogo

los

predice que su hijo alcanzará

y más

sino en otro mejor ligión nueva,

SANTOS

DE;

la gloria,

pero no en su propio reino,

excelso, es decir,

que se

conv^ertirá á la re-

y perseguida, de los cristianos. Para impedir

miento de esta predicción,

el

Rey

el

cumpli-

encierra á su hijo en un palacio

magnífico, donde le rodea de todo lo que puede suscitar en

sen-

él

saciones agradables, teniendo gran cuidado y vigilancia para que

ignore

la

existencia de la enfermedad, de la vejez

Al cabo de algún tiempo, su padre

le

y de

muerte.

la

concede permiso para

salir

á

pasear en su carro.

>Aquí

se intercalan los

tres

encuentros, pero no en

orden, ni con las mismas circunstancias, puesto que en talida encuentra el Príncipe

y en la segunda, un cia puede explicarse

ma: tal

el

y no de

y

moribundo. La diferen-

casi

como de

admitimos,

San Juan Damasceno puede la tradición oral

primera

la

dos hombres, uno ciego y otro leproso,

viejo decrépito si

mismo

el

inferirse,

los libros.

las

mismas palabras de

que aprendió esta

Pero

la

lección moral es la mis-

Príncipe entra en su casa para meditar sobre

la

muerte, y en

meditación permanece hasta que un ermitaño cristiano

comprender

lo

que

es la vida

según

la

le

hace

To-

doctrina del Evangelio...

davía pueden notarse otras coincidencias entre

la

vida de Josafat

y

de Buda. Los dos acaban por convertir á sus respectivos padres; dos resisten victoriosamente á monio:

los

dos son venerados

las

tentaciones de

como

la

libro

del escritor griego,

líl

la

los

carne y del de-

santos antes de su muerte. Hasta

parece que un nombre propio ha pasado del canon de al

de

historia

los budistas

cochero que conduce á Buda

la

noche en que huj^e de su palacio, abandonando su mujer, su hijo único y todos sus tesoros, para consagrarse á va, se llama

Chandaka;

el

la

vida contemplati-

amigo y compañero de Barlaan se llama

Zardán.»

Hasta aquí

guno

ocurriera

dad oriental á

Max la

Müller, cuyo

somero extracto

idea de que tal leyenda

las

comunidades budistas

basta;

pudo pasar de

(l),

y no

y

si

á

al-

la cristian-

al contrario, bas-

(i) El portugués Diego de Couto, que ya en el siglo xvi notó (en su sexta Década) las relaciones entre ambas leyendas, las explicaba por la difusión

ea

la India del culto

de San

Josafat.

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

'¿I

para excluir

taría

conjetura

tal

el viaje del

chino Fa-Hian, que á

principios del siglo v de nuestra era vio en la India las torres levan-

tadas por el rey

de Buda;

al

Asoka en conmemoración de

paso que á

da mayor antigüedad que

die la

Admitido, pues, que principales rasgos,

Sakya-Muni,

tal

la

encuentros

la del siglo viii.

leyenda del príncipe Josafat es en sus

ya que no en su

como

los tres

leyenda atribuida á Juan Damasceno na

la

espíritu, la biografía

popular de

se ha conservado en el texto tibetano

del

Lalíta- Vistara, ha de añadirse, sin embargo, que esta semejanza se

extiende sólo á los elementos puramente humanos que concurren

en

la historia del

rastro ninguno

sobrecargan

la

de

príncipe Sidharta, sin que en

por otra parte, en

mil invenciones fantásticas

el

Barlaan

exposición sumaria de

la

A

él

Barlaan quede

y

Josafat^ una parte teológica, una

doctrina cristiana, que es original de San

Juan Damasceno ó quienquiera que sea del libro.

el

y maravillosas que leyenda de Buda en todas sus versiones (l). Hay, las

el

ha de atribuirse también

monje griego ó

el

muy

pensamiento del conflicto y controversia entre giones, caldea, egipcia, griega, judía

y

original

sirio

autor

y fecundo

las principales reli-

cristiana;

pensamiento que

luego, interpretado con diverso sentido, tiene tan varia representa-

ción en la teología judaica del Cuzary de Judá Leví, en

la

popular

teodicea cristiana del Libro del Gentil y de los tres sabios de Lull

y

del Libro de los Estados de D.

añadir en

el

Ramón

Juan Manuel, y pudiéramos los tres anillos de

cuento profundamente escéptico de

Boccaccio, germen á su vez del drama deísta de Lessing, NatJian el Sabio. Hay, finalmente, en el

Barlaan y Josafat una

serie

muy con-

siderable de parábolas

y apólogos, que son seguramente de origen y aun budista (puesto que algunas de ellas están en el Mahavanso, y además es sabido que los misioneros de esta secta, esenindio

cialmente popular, empleaban

el

apólogo con tanta frecuencia

predicadores cristianos de

la

Edad Media

los

(2);

como

pero que segura-

como exposición agradable y popular, á la vez que exacta y de Mary Sumer, Hisioire du Boudha Sakya Mouni depuis sa naissance Jusqu'á sa mort (París, Léroux, 1874), autorizada con un prólogo de E. Foucaux. Esta porción de la literatura sagrada de los budistas se conoce con el (2) nombre d&Jatakas y sobre ella discurre largamente Joseph Jacobs en su ad(i)

Véase,

verídica, la

COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS

mente no proceden

del

Algunos de

Lauta-

Vistara, sino

217

de fuentes mucho más

pasando por

el

intermedio del

Gesta Romatiorum, han hecho largo camino en

la

literatura

antiguas.

menos

derna; dos por lo el

de

estos cuentos,

las tres cajas, está

figuran en

Decamerone, y uno de

el

como escena

introducido

moellos,

episódica en El

Mercader de Ve necia. Pero no solamente por apólogos aislados se enlaza

con

el

Pantcha-Tantra y

el

Con

Sendebar.

Barlaam

el

este último libro,

cuyos

orígenes budistas son hoy generalmente reconocidos, tiene de co-

mún

la ficción capital,

astrólogos,

el

cución de que

mos

el

horóscopo que del Príncipe forman

encerramiento en que

hace blanco una de

le

representa,

como

es notorio,

mantiene,

la

los

perse-

mujeres de su harén. Vea-

las

un texto árabe perdido,

y remotamente procedieron

«Desy enbió que viniesen a fijo;

et

el

ellos

el

mismo que

(l):

rey por quantos sabios avía en todo su rregno

él et

que catasen

la

ora et

el

punto en que nasiera

antél, et díxoles: bien seades venidos.

una gran piega, alegrándose et solasándose,

otros sabios, fágoos saber que Dios, cuj^o

merced de un que aya

lo

primitivo texto sánscrito, del

después que fueron llegados plógole mucho con

mandólos entrar con

le

Asayamientos de las mujeres^ que

et

texto persa, de donde se tomó,

cual todos

Su

Rey

algo de esto en la antiquísima versión castellana del infante

D. Fadrique (1253) Engannos

el

el

fijo

que

me

dio con

alegria, et gracias sean

nombre

él

Et estuvo

et dixo: vos-

me

fiso

braso, et

con

sea loado,

que me esforgase mi

dadas a

ellos et

por siempre. Et díxoles:

mirable Hisiory 0/ the Aisopic FabU (Londres, 1889, páginas 53 y siguientes), acabando por afirmar que muchos de estos apólogos existían en la India con carácter tradicional antes que la predicación budista los utilizase: < Were fjidently folk-tales current in India long befare they were adapied by the Buddists to poini a moral; and s orne ofiliem were prohably used by Budd/ia himself

for ihat pHt pose...^ (i) El texto castellano del Sendebar (códice del Conde de Puñonrostro) ha sido publicado, aunque no con entera corrección, por el sabio italiano Domenico Comparetti en las dos ediciones, italiana (Milán, 1869) é inglesa, de sus magistrales Researclies respecting the Book of Sindibad (Londres, 1882). [Véase ahora la edición de A. Bonilla y San Martín, en el tomo xiv de la Bibliotheca Hispánica: Libro de los engaños z los asayamientos de las mugeres; Barcelona, Madrid, 1904. (A. B.)].

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

2l8

catad su esteiladel mi

fijo,

et vet

qué verná su facienda.Et ellos catá-

ronle et fisiéronle saber que era de luenga vida et

mas a cabo de veynte annos quel

poder,

porque veía

dre,

muy espantado, es en

que

de muerte. Quando oyó decir

el peligro

ovo gran pesar,

poder de Dios, que íaga

lo

esto, fincó

et tornósele el alegría, et dixo:

que él tuviere por bien. Et

el

creció et fizóse grande et fermoso, et dióle Dios

muy buen

miento: en su tiempo non fué orne nascido

como

dubete

por

mano,

la

tal

con

et fuese

palacio fermoso de

muy

él

para su posada: et

ynfante

el

fiso faser

grant guisa, et escribió por

las

todas las figuras et todas las cosas.

siella et esta es la

yo aprendí en

Desy

Cen-

mismo

un gran

paredes

dos los saberes quel avie de mostrar et de apprender, todas tellas et

todo

entendi-

él fué...

encargado de su enseñanza) tomó este dia

(el sabio

de gran

sería

de acontecer con su pa-

avía

to-

las es-

díxole: Esta es

mi

tuya, fasta que depprendas los saberes todos que

este palacio: et desenbarga tu corazón, et abiva tu

engeño, et tu oyr, et tu veer. Et asentóse con

él a mostralle: et tra-

yánles ally que comiessen et que beviesen, et ellos non sallían fuera, et

ninguno otro non

les

engenno

et

el plaso,

apprendió todos

entrava

allá:

et el

mism^

era de buen

de buen entendymiento, de guisa que ante que llegase los saberes

que Cendubete, su maestro,

avía escripto del saber de los ommes...

Et tornóse Cendubete

mismo

Et católa

mo

et dixo:

sería

yo quiero catar

tu estella.

en grand cueyta de muerte

syete dias...»,

si

fablase ante

al

et vio quel mis-

que pasasen

los

etc., etc. (l).

Sería tarea imposible para nuestros exiguos conocimientos bibliográficos,

y además de todo punto pedantesca

seguir las transformaciones de la leyenda de

é impertinente aquí,

Goíama á

través de

todas las literaturas de Oriente y Occidente, ya en su primitiva

forma búdica, ya en cristianas.

bles:

Aun

durante

las

que recibió de manos árabes, hebreas 6

Barlaam propiamente dicho son innumeraEdad Media fué traducido al siriaco, al árabe, al

las del

la

etiópico, al hebreo, al armenio, al latín, al francés, ai italiano,

alemán,

al inglés, al irlandés, al

polaco

3'-

al

bohemio

al

(2).

Página 75 de la edición Coraparetti. Sobre las redacciones francesas, que son en bastante número, consúltese principalmente el trabajo de Meyer y Zoteaberg, publicado en 1864 en (i) (2)

COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS

219

Limitándome a España, creo necesario mencionar dos textos de la

Edad Media, aunque de muy diverso origen y

hebrea de titulada

Abraham Aben

El

hijo del

pudiera creerse,

tenor de

la

Rey y

el

la historia

Hasdai, judío barcelonés del siglo xin,

Nazir ó Dervís, que contiene, no como del nacimiento

que había pasado del griego

declara en

En

y juventud de Buda,

á

versión arábiga del texto pelvi, sacado del Jataka co-

rrespondiente, sino una refundición tiano,

carácter: la novela

el

mismo

libro

de Hasdai

délos Estados, de D.Juan Manuel

Barlaam

haber sido otro libro

la

Barlaam

y

cris-

(l).

el

Libro

pero contiene tales diferen-

que para mí no dejan duda de

probablemente árabe ó hebreo,

nuestro príncipe tuvo á la vista su ingenio, trayendo

del

árabe, según expresamente se

(2);

cristiano,

distinto,

musulmana

texto capital es, sin disputa,

la literatura castellana el

cias respecto del

al

el

que

arregló con la genial libertad de

acción á su tiempo y enlazándola con re-

cuerdos de su propia persona.

En una

palabra, creemos que

el

Li-

bro de los Estadios, aunque en su fondo sea un Barlaam, en su for-

ma

es

una nueva y

distinta adaptación cristiana

príncipe de Kapilavastu. Hasta

nuel

le da,

el

de

la

leyenda del

nombre de Johas, que D.Juan Ma-

parece mucho más próximo que

el

JosapJiat griego, á la

Bibliothek des litterarischen Vereins in Stuttgart (vol. 75, Barlaam und Josaphaí, franzosisches Gedichl des dreize/iníen Jahrhunderts von Gui de

la

Cambray). (i) Stcinsthneider fué el primero que llamó la atención en 185 sobre este texto hebreo, que luego ha sido traducirio al alemán por Meisel. No he llegado á verle, pero de la comparación hecha por el docto hebraizante italianoSalomone de Benedetti, entre El Hijo del Rey y el Barlaam, resulta que el primero sigue paso á paso al segundo en los 21 primeros capítulos de los 35 que contiene, separándose luego de él para sustituir la conversión del padre de Josafat y de sus vasallos con una serie de instrucciones religiosas y polílicns dadas por el Dervís. Es decir, que omite toda la parte cristiana; pero como la parte budista está conforme al texto griego, y no conforme al LalitaVistara, resulta que no pudo ser esta traducción hebrea, ni la árabe que !a sirvió de prototipo,.la que tuvo á la vista D. Juan Manuel, sino otra mucho in.'ls próxim.i á la fuente india, y que tiene que haber existido forzosamente. 1

carácter de las instrucciones morales y polianalogía con los preceptos del ayo Julio en el Libro de los Estados, que con las puramente dogmáticas de Barlaan á

Adviértase,

-;¡n

embargo, que

ticas de! Dcrvis tiene

el

mucha más

Josafat. (2)

Publicado por Gayangos en

(páginas 282 á 567).

lo.;

Escritores en prosa anteriores al siglo

xv

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE

-220

forma yoasaf, usada por cambios por

más

sea el

Manuel,

que

capital

falta

en

de todos en

el

Príncipe no ve

el

solamente

pito, sino

muerte

la

Barlaam y Josaphat, aun-

el

En

Lauta- Vístara.

al ciego, ni

al

forma de su única iniciación en

la

D. Juan

leproso, ni al viejo decré-

más

el

misterio

el

Rey

(cap. vu):

«Et andando

infante Johas por la tierra, así

el

padre mandara, acaesció que en una el

tales

cuerpo del orne finado^ y por eso es

el

grande y dramática de

de Budisatva\ explicándose

encuentros están reducidos á uno sólo,

los tres

éste es precisamente el

que

ésta

vez era

omisión en árabe de los puntos diacríticos. Además,

la

en D. Juan Manuel

y

VEGA

los cristianos orientales, la cual á su

como

corruptela de Biidasf,

Dt:

cuerpo de un home

muy

calle

por do

como él

su

pasaba, tenían

honrado que finara un día antes,

et sus

facían

muchas gentes que estaban y a)''untados, muy grant duelo por él. Et cuando Turin, el caballero que

criaba

al

parientes et sus amigos et

oyó de lueñe

Infante,

que

duelo, acordóse lo

demandara, por otra

que

do

le facían

el

non

et

calle

por ende quisiera

ir

facían el duelo, et vio

home,

de grado desviar

llanto,

era

más derecho

cuando

le vio

el

yendo

Infante

al

logar por

camino por aquella

fasta

que llegó

al

calle,

logar do

cuerpo del home finado que estaba en

la

yacer et vio que había faciones et figura de

que se non movía nin

et entendió

el

el

le

porque hobiese a saber

porque aquel home muriera. Mas porque

quiso dejar pasar, et fué

calle, et

muy

do non oyese aquel

Infante quería

le

voces, et ent-endió que facían

las

rey Morován, su padre del Infante,

el

facía

ninguna cosa de

facen los homes buenos, maravillóse ende mucho... Et porque

lo

que

el In-

fante nunca viera tal cosa nin lo oyera, quisiera luego preguntar a los

que estaban qué cosa

era;

mas

el

grant entendimiento que había

le

retovo que lo non feciese, ca entendió que era mejor de lo preguntar

más en poridat á Turin,

guntas que tanto...

A

home

el

caballero que lo criara, ca en las pre-

face se muestra por

de buen entendimiento ó non

Turin pesó mucho de aquellas cosas que

é aun más de

lo

que

él le

meter en otras razones cabo, tanto

le

et

Infante viera, le

de aquella entención; pero

al

et le sacar

afincó el Infante, que

guna cosa ende,

el

preguntara, et fizo todo su poder por

por ende

le

non pudo excusar

del decir al-

dixo: 'allí

>dé],

home muerto,

que estaban en derredor

et aquellos

que lloraban, eran gentes que

le

221

amaban en cuanto era

»habían grant pesar porque era ya partido dellos, et de

non

»te

aprovecharían

se

senojo et

como espanto

»toma enojo

del.

la

allí

adelan-

razón por que vos tomastes

ende, fué que naturalmente toda cosa viva

de

et espanto

É

vivo, et

muerte, porque es su contraria, et

la

»otrosí de la muerte, porque es contraria de la vida...»

Coincide la

Libro de

el

los

Estados con

disputa de las religiones, en

otros pormenores; pero no en cipe, el

el

el

de Barlaam y Josafat en

conversión del

la

Rey padre y en

motivo del encerramiento del Prín-

que aquí no se funda en un

vaticinio

recelo de que convirtiera á la nueva

fe,

de

los astrólogos, ni

sino en el motivo pura-

mente humano, aunque quimérico, de ahuyentar de muerte. «Este rey Morován, por

y de que había á Johas su del dolor

era

la

la

fijo el

Infante, receló

en

que

si

él

la

imagen

amor

grant

el

sóplese qué cosa

muerte, ó qué cosa era pesar, que por fuerza habría á tomar

cuidado et despagamiento del mundo, et que esto sería razón por-

que non viviese tanto

No

ni tan sano.»

conoció Lope de Vega estas formas del relato indio, venidas

á Occidente por medio de tiana

con

que

los árabes, sino

puramente

forma

como

á tan gran poeta pertenecía,

y como

ban las condiciones del teatro. Para comprender

que introdujo,

es preciso

Barlaam y

las

conocer antes, aunque sea

lo

reclama-

innovaciones

muy

en extrac-

Josafat. Afortunadamente, este extracto, o más

bien compendio, está hecho por tan elegante y clásica pluma la del P.

cris-

había dado San Juan Damasceno, y aun de ésta usó

le

libertad,

to, el

la

como

Pedro de Rivadeneira en su Flos Sanctonim. Nada más

oportuno, por consiguiente, que insertar aquí su apacible y can-

doroso relato «;La vida

(l).

de

los santos Confesores

Barlaam y

Josafat,

escribió

largamente San Juan Damasceno, y reduzida á brevedad, fue desta manera. Después que

el

glorioso Apóstol

partes de la India Oriental con (i)

Tomé

ilustró las

predicación Evangélica, y convir-

Pedro de Rivadeneira: Flos Satictorum ó libro de las vidas de los^ Segunda parte. Año 1623. En Barcelona, por Sebastián de CormePág. 481, 27 de Noviembre. P.

¿a/z/cJ... llas.

la

Santo

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

222

á innumerables Indios á

tió

la fe

de Christo nuestro Redentor: mu-

chos christianos comenzaron á abrazar belo de repudio á todas las cosas de

y hazer monesterios, y manera que la Religión India un

vida perfecta,

y dando

ellos

la

li-

soledad

con extremada santidad, de

Christiana florecía en aquellas partes que

antes solían ser tan incultas la

en

vivir

la

la tierra, retirarse á

y

estériles.

Vino

á tener el Imperio

Rey llamado Abennér, varón en

la

de

hermosura de su

y fuerzas del cuerpo señalado, y muy excelente guerras que había hecho y por las Vitorias que había al-

rostro, grandeza

por

las

canzado de sus enemigos: pero juntamente era culto de sus dioses,

no tener

y

muy

monges

vano

al

mucho

el

Viendo, pues,

la

entre sus grandes felicidades sentía

hijos á quienes dejar sus copiosos tesoros.

vida que los

dado

y la fe de Christo que predicaban, y que mucha gente noble y principal abrazaba su doctrina, ciego con el zelo de sus falsos dioses, determinó con rabia y furor, de persehacían,

guir á todos los Christianos,

y especialmente

á los monges,

y exe-

cutar en ellos gravísimos tormentos hasta quitarles las vidas. Púsolo

por obra, y muchos Christianos murieron en aquella persecución, y más apartados. Nacióle en este tiem-

otros huyeron á los desiertos

hijo tan deseado, y púsole por nombre Josafat, y juntando muchos Caldeos y varones sabios en la Astrología, preguntóles acer-

po un

ca del nacimiento de su hijo lo le

que entendían que

sería del. Ellos

respondieron por lisongearle, que había de ser un príncipe

feli-

císsimo y poderosíssimo, y vencer en estado y riquezas á todos los

reyes sus antepassados. Pero uno de ellos que tenía sabio, respondió la

manera que

hijo había

de

que era verdad

ellos lo entendían,

de ser no acá en

los Christianos,

díxo

el

cuya

lo

que

porque

la tierra,

el

poder y

sino en

religión había

Caldeo y Astrólogo, no porque

nombre de más

los otros dezían,

el cielo,

pero no de

felicidad

y en

el

de su

Reyno

de abrazar y seguir. Esto las estrellas le

señar esta verdad, sino porque Dios nuestro Señor se

pudieran enla

hizo decir,

para mayor gloria de su santa Religión, y prueba de su divina gracomo adelante se verá.

cia,

»Mucho

se afligió

el

Rey con

esta nueva,

del nacimiento de su hijo: pero para atajar el tiano le podía venir,

mando

edificar,

y se le aguó el gozo daño que de ser Chris-

en lugar apartado de su Cor-

COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS

un sumptuoso palacio y

te,

dos que

le sirviessen

ninguno

le

mentasse

dixesse cosa

que

le

criar

nombre de

el

á su hijo, dándole ayo y criamandando expressamente que

Chrisío, ni de Christiano, ni le

pudiesse dar disgusto ni noticia de diéronle maestros que

desta vida. Creció Josafat,

y y ciencias que

artes liberales

allí

y guardassen,

aprovechó mucho en

ellas

le

los Persas aprendían,

las miserias

enseñassen

y como

las

era de

y en breve tiempo

vivo y agudo ingenio, fácilmente las aprendió,

Con

223

con admiración de sus mismos maestros.

y juicio en Josafat, y viendo que estaba tan encerrado y guardado, y que no le dexavan salir de su palacio, quiso saber la causa dello, y preguntóla á uno de sus más años iba creciendo

los

familiares

y

fieles criados.

el

seso

Supo que

causa era

la

el

temor que su

padre tenía que no se hiciese Christiano: y con esta ocasión vino á tener noticia de quiénes eran los Christianos, qué ley, que

fessaban y

cómo

vivían:

y tocándole

Señor

el

desseos de ser Christiano. Vino un día hallóle triste

pensativo, quiso saber

y

el

el

que era por verse tan encerrado y como preso, de

salir

mente

de su palacio, como sus criados

le

amaba,

salían.

pro-

corazón, le dio unos

Rey

causa,

la

fe

su padre á verle:

y

respondió

él le

sin tener libertad

El Rey, que tierna-

para que saliese quando quisiesse:

le dio licencia

pero dióle personas de quien se

fiaba,

para que siempre

le

acorapa-

ñassen, y no le dexassen hablar con Christiano alguno, especial-

mente con monge de

la vista

de su

solitario.

V

juntamente ordenó que apartassen

hijo todos los pobres,

enfermos, contrechos y per-

sonas miserables, para que no topasse con ellos ni viesse cosa que pudiesse congoxar, sino que se entretuviessen en fiestas

y en todo

jos,

lo

que

le

le

y rogoci-

pudiesse dar contento y alegría. Salió,

y como son tantas y miserias humanas, por mucho que se las quisieron

pues, el Príncipe Josafat de su encerramiento, tan

comunes

las

desviar, luego

que anduvo por

el

mundo, encontró con

ellas.

Vio

algunos hombres ciegos, mancos, coxos, y otros viejos, acobardados

y cercanos á

la

muerte, y

como todo

esto le era nuevo,

lindo y curioso ingenio, luego preguntaba

diendo que son manqueras y miserias de

y

él

era de

qué era aquello, y entenla naturaleza humana, y

que no hay hombre ninguno, aunque sea Rey, que por su condición

y estado

sea esento dellas, y que

la

muerte es

fin

y remate de

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

224

todos los placeres y grandezas desta vida, por una parte se enterne-

considerando

cía

la

flaqueza del hombre,

Dios



quien por buena

todo

el

Universo) por haberle dado á

y por

otra hacía gracias á

conocía que era uno y criador de

filosofía

él los

miembros de su cuerpo

Y

oyendo decir cumplidos, y ojos, manos y pies, y entera salud. que esta vida se acababa, y que lo que más podía durar era co-

múnmente

comenzó á juzgar que

hasta los ochenta ó cien años,

se

debía de tener en poco, y amar y buscar otra que fuese eterna.

Andaba rumiando y revolviendo so de hallar quien se

y

se angustiaba

Verdad lo

es

las

y en su

afligía,

que cuando

el

Rey

y deseosmuchas vezes y

enseñasse;

y

y semblante

rostro

su padre le venía á ver

lo

y

mostraba. le

hablaba»

Mas Dios nuestro Señor que vee

encubría por no darle pena.

y por este camino quería alumbrar á Josafat, envióle

los corazones,

un gran siervo suyo, que que convenía á »Había en

estas cosas en su corazón,

descubriesse

la

el

le

desatasse sus dudas,

y

le

declarasse lo

salud eterna.

desierto de Senaar

un hombre anciano y de mucha

A

santidad, adornado de sabiduría del cielo, llamado Barlaan.

santo solitario descubrió Dios se fuesse á ver

con

él:

y

él

el

desseo de Josafat, y

obedeciendo

al

mandato

có en una nave en hábito de seglar y navegó á la

ciudad donde

el

Príncipe vivía

»Despues de haber estado á Josafat,

allí

como mercader que

le

este

mandó que

divino, se embar-

la India,

y

se fué á

(i).

algunos

le trahía

dias,

muy

tuvo forma para hablar ricas

y

preciosas joyas

y piedras de inestimable valor. Tuvo con él pláticas, no uno sino muchos dias, porque los guardas no se recataban de él por verle en aquel traje, y porque

el

Príncipe mostraba gusto de su comunica-

ción. Descubrióle quien era, quien le enviaba, á lo

piedras preciosas que

le traía,

que eran

el

que venía y

declararle quien

era

las el

verdadero Dios, cómo por amor del hombre se había hecho hombre, necesidad que para salvarse había de creer en Él y recibir

la

bautismo: xado: fin

el

las leyes del

Evangelio y

premio que se dará á

los

(i)

Hasta aquí

el

Sacramentos que nos ha de-

y pena sin palabras de Barlaan, y dichas

los buenos,

á los malos. Fueron tan eficaces las

primer acto de

la

el

y

el

castigo

comedia de Lope.

COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS

con tanto espíritu y

luz del cielo,

virtió á la fe

de Christo, y

de su padre,

ni la

santo viejo de

vida

si

que Josafat

abrazó y se con-

se bautizó no temiendo perder

el

Reyno

fuesse menester. Dióle asimismo noticia el

monges que moraban en

los

las

225

de Senaar,

los desiertos

de sus exercicios y penitencias, y cuan dulces y sabrosas les eran, por tener por aquel camino más cierta su salvación: por lo qual el Príncipe se movió y encendió tanto en

el

amor de Dios y desseo de

y prometió de imitarlos, y seguir siempre que pudiesse aquella .aspereza de vida. El ver las largas pláticas

la

perfección, que propuso

que

uno de

los

tantas veces tenían entre

y Barlaan

Josafat

aquel viejo debía ser

biendo

Rey que

el

hijo, sería

mismo

lo

que podía

lo

dio sospecha á

ser,

gravemente castigado, se quiso enterar de y

Josafat,

Cuando

santíssimos documentos de

los

quedó asombrado, y para prevenir su ganasse por la mano, contó al Rey llana-

le

que passaba, y cómo

lo

verdad del

los oyó,

daño, antes que otro

mente todo

la

se la descubrió, teniéndole una vez escondido

él

en su aposento, para que oyesse Barlaan.

sí,

y temiendo que christiano, y por ventura monge, y que saera, y que le habían dexado hablar con su

ayos de Josafat de

el

giéndose mercader, los

monge,

viejo Barlaan,

había engañado, y pervertido

fin-

al Príncipe,

y

héchole de su bando.

»No

se

puede fácilmente creer

el

sentimiento que tuvo

el

Rey,

viendo que no había podido, con toda su diligencia é industria, evitar los

daños que

él

comunicación con

suyo

temía,

si

su hijo tuviesse noticia de Christo,

los christianos.

Mandó

Araches, varón prudente, y dióle cuenta de

llaríiado

y

llamar á un gran privado lo

que

que había de hacer. El parecer

había sabido, y pidióle consejo de lo de Araches fué que ante todas cosas se procurase haber á á Barlaan, y assi

do descubierta

había mandado, le siguiessen:

y

el

la él

el

Rey

dio orden que

celada,

le

las

manos

buscassen: y (porque vien-

y ya habiendo cumplido

que Dios

lo

le

se había adelantado y vuelto á su soledad) que

mismo Rey

(tanta era su saña) le siguió seys dias,

y no hallándole, mandó á Araches que con soldados fuesse y aunque estuvicsse dcbaxo de

tierra, le sacasse

y

se

le

tras él,

traxesse,

para hacerle morir con atroces tormentos. Hizo sus diligencias Araches,

y anduvo por

el

Mxwííndbz t PiLlTO.

desierto, sin Estudios sobre

el

poder descubrir

Teatro de Lope dé Vega.

al

que buscaba: 15

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

226

pero halló dezisiete monges y santos

no

le

sus amenazas,

y no hacer caso de

mandó atormentar crudamente, y después los Rey, y él los mandó matar, y con gran paz y ale-

los

truxo delante del

gría de sus almas, recibieron

la

corona del martirio.

»Visto que no se había podido descubrir Barlaan, y que

Rey que

una disputa entre

se hiziesse

la

y

tan obediente

y

los

adoración de sus verdaderos y antiguos

dioses, por adorar por Dios á

porque esperaba que siendo

los Christianos

y mostrarle cuan engaña-

sabios gentiles, para convencer á su hijo,

do estaba en querer dexar

Prín-

el

su opinión, Araches acon-

y constante en

cipe Josafat estaba fuerte sejó al

porque

solitarios, á los quales,

quisieron mostrar adonde estaba Barlaan,

el

un hombre facineroso y crucificado, Príncipe de tan buen entendimiento

y deseosso de dar contento á su padre, fácilmente y más le dixo que él conocía á Barlaan

se reduziría á su voluntad,

por haberle visto tantas vezes entrar á hablar con le hazía

Príncipe,

el

y que

saber que había tenido un maestro que se llamaba Nacor,

que se parecía á Barlaan como un huevo á otro y era gran mago y adivino, y que estaba bien instruido en las cosas de los Christianos,

aunque por tenerlas por del Reyno:

que

él

falsas seguía la secta

Nacor

haría que

que era Barlaan (pues tanto se

y

creencia del

viniesse á la disputa,

le parecía)

y que en

la

y

Rey y

fingiesse

disputa se de-

xasse vencer, y confesasse que quedaba convencido, y que por este

camino

el

que su maestro Barlaan se rendía y no argumentos de los contrarios, entendería que

Príncipe, viendo

sabía responder á los

había sido engañado, y dexaría había abrazado.

Como

lo

la

dar gusto á su padre, vino bien en libertad á todos los Christianos la

religión de los Christianos

dixo Araches,

verdad de su Religión con

ello.

así se

hizo:

que quisiessen venir

los sabios

y

Publicóse que

que

Josafat por el

Rey daba

á disputar

y Caldeos que

él

de

señalaría.

Vinieron muchos de su parte, y los más doctos é insignes varones de todo su Reyno, y de parte de los Christianos vino el verdadero

Nacor y fingido Barlaan, que para mayor dissimulacion falsamente había divulgado que había sido hallado y presso: y estando desto afligido el Príncipe Josafat, y temiendo el grave daño que podría venir á su maestro. Dios nuestro Señor le reveló el embuste

raña del falso Barlaan, y

le

y ma-

aseguró que de aquella disputa resulta-

COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS

mayor

ría

gloría suya.

un hombre

También vino por

principal, sabio

22'J

parte de los Chrislianos

virtuoso, llamado'^Barachías, para jun-

y

y defender

tarse con el fingido Barlaan,

partido de los Chris-

el

tianos.

^Venido, pues,

sentó en su trono y

les,

y de

la otra

de Barlaan:

y

silla real,

y de una parte

hijo,

el

grande, se

Príncipe Josafat, su

solo Barachías,

y

verdadero Nacor, con máscara

el

qual se volvió Josafat (conociéndole ^bien quien era,

al

su intento, por

me

y á sus pies

sala

se pusieron los sabios Caldeos, é Indios Genti-

la

revelación que había tenido de Dios) y díxole:

ahora, Barlaan, es tiempo que señaste y

Rey en una

dia señalado, el

el

doctrina que en mi palacio

la

me

en-

persuadiste que recibiesse, la defiendas en público,

pago y castigo que mereces como persona embustera, y que engañó al Príncipe, y hijo de su Rey y Señor, y yo te mandaré sacar la lengua y echarla con tu porque

así

si

cuerpo á

no

lo

hazes lleuarás

el

para que otros con tu ejemplo escar-

las bestias fieras,

mienten y no pretendan engañar á Nacor atónito con las palabras que ligro

los hijos le

dixo

el

de

de cualquier manera que aquel negocio

si

hazía lo

lo

que

el

que

Rey

el

Príncipe

quería,

Príncipe que assi

le

le decía,

temía

los

Reyes. Quedó

Príncipe, le

vio su pe-

y

sucediesse, porque

la ira del

Rey, y

no sabía como escaparse de

las

si

hazía

manos

del

amenazaba. Vacilando, pues, y siendo combainspirándole Dios, se determino

tido de varias dudas su corazón,

(como cosa más segura ó menos peligrosa) defender

la

verdad que

Josafat pretendía. Vinieron, pues, á su disputa los Caldeos

y sabios

y el, favorecido del Señor los convenció de manera que no supieron qué responderle: porque les probó por raGentiles con Nacor,

zones naturales, y fundadas en buena

más de un la tierra,

solo Dios,

y que toda

que es la

otra

artífice

filosofía,

que no puede haber

y Señor soberano del

chusma de

cielo

y de

dioses que adoran los genti-

son vanos y falsos y obras de nuestras manos; y que muchos dellos fueron hombres viciosos, torpes, crueles é indignos del nom-

les

bre de hombres.

oponen á

Y

que

lo

que

los

hombres ciegos y desatinados

Religión Christiana, va fuera de camino, y que todo lo que ella profesa y enseña es muy conforme á toda buena razón, y

á

la

la

Magestad soberana

é infinita

de Dios, y á

la

virtud y dignidad

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

228

de

los

que

la

profesan. Deshazíase

Nacor, mas por no descubrir

Rey oyendo

el

el artificio

las

razones de

y maraña con que Nacor^

por su orden, se había vendido por Barlaan, callaba y disimulaba. Finalmente, acabada

la

conferencia y disputa, Nacor aquella noche

Rey)

(temiendo el enojo del

se fué

con

el

Príncipe (que se lo suplicó

y estando los dos solos, entendió del que sabía quién que había venido, y que á Dios ninguno le puede resistir,

á su padre),

era y y oyó

á lo

tales cosas

Christiana, que íiano,

y de

de

la

Nacor

y magestad de la Religión compungió y determinó de hazerse Chris-

excelencia, fuerza

se

retirarse á algún desierto á hacer penitencia de sus gran-

En cumplimiento

des pecados.

dello se entró en

una cueva aparta-

da, en compañía de un santo monge, de quien fué instruydo, en-

señado y bautizado, comenzando á hacer vida, no de encantador y mago (como antes lo había sido) sino de persona alumbrada de la luz del cielo, assi

y que aspiraba

á la bienaventuranza.

como leemos que habiendo

Balam para que maldixiesse

al

el

Rey

De

suerte

Balac llamado

pueblo de Dios, cuando

que

al

profeta

él

vino le

bendixo, y por la maldición le dio la bendición, assi Nacor, habiendo venido para opugnar la fe de Christo, la defendió y convirtió en

medicina í>

la

Cuando

ponzoña. el

Rey supo

saña y furor contra

él,

lo

que Nacor había hecho, crecióle más

y no pudiendo haberle

á las

la

manos, se vol-

homy Reyno su de bres inorantes, y que siendo muchos y los más sabios no habían sabido responder á Nacor, y por vengarse dellos, á unos mandó azotar, á otros desterrar y á todos maltratar. Y no contento con esto, también comenzó á tener en poco á sus dioses, y á quiCaldeos, teniéndolos por

vió contra sus mismos astrólogos

tarles la reverencia

y

los sacrificios

que antes

les hazía,

pues no sa-

bían defender su partido, y dar muestras de su gran poder.

Rey turbó en gran manera á ydolos, y temiendo que si el Rey

»Esta mudanza y demostración del los sacerdotes

y ministros de los lo que había comenzado, todo

passaba adelante en

el

pueblo segui-

ría su exemplo, y el y veneración de sus dioses caería, y juntamente ellos perderían sus honras, autoridad y aprovechamientos,

culto

procuraron que un grande hechicero y nigromántico, llamado Teudas (á quien el Rey tenía mucho respeto) viniesse de la soledad en

COMEDIAS DE VÍDAS DE SANTOS

que estaba

á la ciudad para consolar al

otras razones que dixo

quería que

el

al

se afficionasse á las

esto

le

mente

mago, y después de Rey para consolarle, le aconsejó que si

Príncipe su hijo negasse

que

el

de Christo, procurase

fe

la

mujeres y perdiesse

quitasse todos los criados le

porque este era

que tenía en su servicio y solay desenvueltas, que es-

el

él,

y con

caricia

y regalos

le

ablandassen:

único remedio que en caso tan dificultoso é im-

portante podía hallar. Añadió que

él tenía

ua demonio, entre

poderoso, por medio del cual procuraría encender

del Príncipe,

y echar aceite en

el

fuego que

las donzellas

emprendido, y darle tanta batería y tan fuertes

mozo no pudiesse Rey,

le

»cibió

otros,

ánimo

el

hubiessen

que

assaltos,

el

y para persuadir esto más fácilmente al contó una historia ó fábula desta manera: «Un Rey (dixo) resistir,

muy

«poderoso estaba

extremada

hijo,

si

»duda por

pero los médicos

le

complexión y compostura de los ojos de doze años de su edad veía sol ó fuego, sin

flaqueza y ternura dellos perdería la vista,

»mente quedaría »criar en

uno y redixeron que á lo

hijos; nacióle

la

hasta los la

por no tener

triste

alegría,

»que entendían de »su

y que para

la castidad,

diesse doncellas hermosas, galanas

tuviessen siempre con

muy

Rey, y animarle y reducir-

devoción y culto de sus dioses. Vino

le á la

229

ciego.

Temiendo

esto el

Rey

su padre, le

y totalmandó

un aposento escuro, donde estuvo hasta que tuvo doze

»años, y después

le

mandó

sacar del,

y ver mundo. Como

el

mu-

»chacho hasta entonces no había visto cosa, y se hallaba tan nuevo »en todas, íbanle mostrando muchas de

las

cosas que Dios ha cria-

»do, y declarándole lo que era cada una y sus nombres,

como

5>son oro, plata, joyas, piedras preciosas, aves, peces, flores, frutas,

^hombres y animales. Entre

las otras

cosas también

le

nombraron

»algunas mujeres, y preguntando él como se llamaban, un soldado »de la guarda del Rey su padre, burlándose, le dixo que se Uama-

»ban demonios, y que eran

los

que enredaban á

los

hombres.

Y que

sdespues que hubo visto tanta muchedumbre de cosas, y holgádo»se,

y aprendido

los

nombres

dellas, le había

preguntado su padre,

mayor gusto y muchacho había respondido que lo que más le »había agradado, eran aquellos demonios que engañan á los hom-

»quál de todas cosas que había visto »deleyte,

y que

el

le

había dado

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

230 »bres,

y

los

enredan: porque sólo su vista

»amor. Por donde se vee (dixo »el

amor de

las

el

le

había encendido en su

mago) quán natural

es al

hombre

mujeres, y que no hay otra arma más fuerte para

^ablandarlos y rendirlos que sus dulzuras y deleytes.» Este fué el consejo de Teudas, inspirado de los demonios á quien vía

y semejante

para arruinar

el

que Balam también hechicero dio

al

pueblo de

los criados á su hijo,

Israel.

Mandó, pues,

el

Rey

el

mago

al

rey Balac

ser-

quitar todos

y darle doncellas muy hermosas, agraciadas y la orden de lo que con él debían hacer... (l).

compuestas, dándoles »Vióse

el

santo

mozo cercado por todas

partes de serpientes in-

aunque blandos y suaves enemigos, que con sus gestos, meneos, palabras y obras, de noche y de día, en todo lugar y tiempo, no pretendían sino robarle la preciosa joya de la fernales,

y de

crueles,

castidad: hallóse

muy

como sumido en un

angustiado y afligido y

abismo de peligros y dificultades... Volvióse á Dios Josafat, entendiendo que sin su gracia no podría resistir: ayunó, veló, oró, derra-



lágrimas, pidió favor al

suya,^y alentado con

el

que

le

había escogido para tanta gloria

de

viento favorable de su gracia, salió bien

todas aquellas batallas y peleas, y guardó su castidad. »Pero no por eso desmayó el demonio, ni por ser en esta lucha

vencido de Josafat, desconfió de poderle derribar y vencer; antes

con mayor ímpetu y firmeza le acometió de nuevo, y levantó otra tormenta más brava que las passadas y tan horrible y espantosa que della ninguna persona sin especial y singular gracia de Dios pudiera escapar. Entre las otras doncellas que para'^que le regalassen

mada

belleza,

muy

el

Rey

dio á su hijo

y entretuviessen, había una doncella de

discreta

y

graciosa,

hija

de un Rey,

estre-

la

qual

habiendo sido cautivada en cierta guerra, había sido presentada

Rey Abenner: duro de su

fuéle dicho de su parte

que

si

que

y ella, assi Rey y heredero

del

la

pecho

daría libertad,

Reyno, desseava en gran manera tentar

mozo, y enredarle y traerle á su voluntad; y bién la atizaba y con nuevas llamas (i)

el

y aun que la casaría con él: por alcanzar libertad como por ser mujer del hijo del hijo,

relato.

ablandaba

al

la

el

al

demonio, que tam-

encendía, pretendió engañar

Suprimo algunas reflexiones morales que interrumpen

el hilo

del

COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS

nombre y capa de

á Josafat, con

podido alcanzar del bierta

y

la

23

piedad, para que lo que no había

deshonestidad descubierta, lo alcanzase

fingida con celo de

Comenzóse á compadecer

caridad.

Josafat de aquella doncella tan hermosa, tan prudente tantas gracias naturales, considerando

de su padre, que como cautiva

la cu-

que era

hija

y dotada de

de Rey y cautiva

Passó más adelante, y tuvo

le servía.

maj^or lástima del alma della, por ver que era idólatra y cautiva de Satanás. Deste dolor y sentimiento nació en su pecho una ternura

amor y desseo de taba,

hablarla, para sacarla

y convertirla á

la fe

y amor de

de

las tinieblas

Jesu-Christo.

Todos

estos

tos eran lazos escondidos de Satanás. Hablóla, pues, Josafat

ces

y cuerdas

palabras, declarándole la lástima

que

la

y

en que esefe-

con dul-

tenía por la

ceguedad en que estaba, exhortándola á dexarla, y volverse á Dios vivo

y verdadero, y

á su benditíssimo hijo Jesu-Christo

nuestra salud se había hecho hombre,

dos en

la

Cruz.

No

y muerto por

perdió tan buena ocasión

la

que para

nuestros peca-

serpiente infernal,

antes habló á Josafat, por boca de aquella doncella (como había

Adán

hablado á

propuso que cosa que

le

se casasse con le

haría ventaja:

el

ella haría

ella

sangre no

en

parayso por boca de otra mujer), cuanto

mandaba, que

si él

la

qual le

quería hazer una

tomasse por mujer, y pues aunque era cautiva, era hija de Rey, y en

suplicaría,

ella,

él la

y era

la

la

devía nada, y que en amarle,

ninguna otra mujer

le

y que de su hermosura y otros dones naturales nc

quería hablar, por ser tan manifiestos. Turbóse el Príncipe con esta

demanda, y manifestóle que él no pensaba casar, y ella incitada del que hablaba por ella, con meneos y gestos lascivos le quiso persuadir que á lo menos se gozassen aquella noche, y que ella le prome-

mañana hacerse

tía

luego á

ría

causa de su salvación: y otras cosas

la

christiana,

y

le

bautizarse,

y que

él se-

dixo á este tono, que pu-

y diamante. Y mago Teudas había

dieran ablandar cualquier pecho de hierro, acero

aquel espíritu grande de fornicación, á quien

el

encargado más este negocio, acudió en esta coyuntura, y comenzó á abrasar el corazón de Josafat con unas llamas de amor torpe, tan encendidas que fué milagro del Señor no quedar consumido con ellas.

Y

piedad,

para derribarle más fácilmente, y enredarle con máscara de le

proponía que no sería pecado

ni

ofensa de Dios, consen-

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

232

en

tir

que pedía aquella doncella, pues no

lo

lo

sensual ni apetito libidinoso, sino por sacarla á

en que estaba y del culto de de

la

si

de

la

ceguedad

vanos dioses, y hacerla particionera

los

sangre de Jesu-Christo, y heredera del

á tan duros golpes,

hacía por deleyte

ella

Dios no

cielo.

¿Quién no cayera

tuviera? especialmente

le

siendo

mozo, y no tan instruydo en nuestra santa ley. Ya Josafat vacilaba, y comenzaba con el pensamiento á ablandar: pero volviendo en sí, cerró los oidos á los silbidos de

la

serpiente infernal que hablaba ,

por aquella doncella, y con entrañable afecto y copiosas lágrimas pidió socorro

cándole que

Señor dando muchos suspiros y gemidos, y suplilibrasse de tan manifiesto peligro. Y habiendo gas-

al

le

tado algunas horas orando y llorando postrado en meció, y

le

pareció que

le

tal

y

excellentíssimo, de singular recrea-

que más parecía un traslado y representación

que no cosa de

del cielo,

se ador-

llevaban en espíritu por gente que no

conocía, á un lugar amenísimo

ción y deporte, y

el suelo,

la tierra.

De

aquel lugar fué llevado á otro

que era figura y retrato del infierno, y cárcel de los condenados. Tornó luego en sí, y acordándose de lo que en aquel arrobamiento había visto, y de los grandes bienes del un lugar y de los males del

y aborrecimiento á aquella doncella, que por más ataviadas y compuestas

otro, cobró tan extraño horror



las

demás que

que estuviessen,

»Muy

servían,

parecían feas

que mujeres.

infernales

echó en

le

le

la

Y

y abominables, y más monstruos

con esta pena que

le

vista, se

cama entermo.

confusos quedaron los demonios por haber sido vencidos

de un mozo, á quien

ellos tan terriblemente

con todas sus maquina-

ciones y poder habían combatido, y vinieron

das

causaba su

como avergonzados y

al

nigromántico Teu-

corridos, á decirle el peligro de aquella

lucha y pelea, y que ellos no tenían poder contra los que se armaban con la passion y cruz de Christo, como lo había hecho Josafat,

y que

aUí

no podrían volver á

él ni tentarle

bían que perderían tiempo, por estar Christo. le

Mas

el

Rey, cuando supo

vino á ver, para saber del

ia declaró,

y

la

la

el

de nuevo, porque sa-

mozo muy fundado en

enfermedad de su

hijo,

luego

causa de su dolencia. El Príncipe se

le refirió los assaltos

que

por medio de aquellas doncellas que

los

él

demonios

le

había armado

habían dado,

como

lazos a

COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS SUS pies, y

cómo Dios

233

había librado dellos con

le

la

visión del Pa-

rayso y del Infierno, y que él estaba determinado á dexarlo todo y irse al desierto á vivir y morir en compañía de su santo maestro Barlaan: porque al infierno, él

no se

lo

su hijo

»Xo

si

Rey

el

quería perseverar en su ceguedad é irse

quería mirar por su alma y agradar á Dios, y que

dexaba hazer,

de pesar se moriría, y

él

el

Rey

si

perdería á

y dexaría de ser su padre. puede fácilmente dezir

se

palabras del Príncipe en

el

sentimiento que causaron

el

pecho del Rey, y

los varios

las

y contrarios

pensamientos que como olas embistieron y atormentaron su corazón: no sabiendo

obediente:

como

usaría

con

á desobediente

querido,

quien

si

qué medio tomarse con su

y

le

mucho

él

de rigor ó de blandura;

pertinaz, ó le regalaría

y

dexaría hazer su voluntad.

que

hijo para

Mandó

castigaría

le

si

como

le fuesse

á hijo tan

llamar á Teudas, de

y quebranto de su

se fiaba: descubrióle la angustia

corazón, y pidióle consejo de lo que había de hacer. El Mago, confiado en sus malas artes, sagacidad le

dexasse hablar con Josafat, que

el

Rey, y

los

y

él

experiencia, dixo se le

dos vinieron á verse con

el

al

Rey que

ablandaría. Gustó desto

Príncipe, con

el

qual Teu-

das tuvo una larga plática para persuadirle que era loco en no obe-

Rey

decer

al

como

era conservar

su padre en una cosa tan justa la

y

tan puesta en razón,

Religión y culto de los dioses inmortales,

que tantos varones sabios

les

antepassados, abrazado, y

el

habían enseñado, y los Príncipes sus

Rey

su padre

y todo su Reyno con

las

armas, defendido: y esto por creer que era Dios verdadero un hombre que por sus delitos había sido crucificado, y había tenido por

predicadores de su ley y doctrina á doze pescadores pobres y desventurados, que no se podían en ninguna cosa comparar con tantos

y tan esclarecidos varones, que habían seguido padres. El fin de la plática fué que Josafat, con

la el

Religión de sus

sidad de sus dioses, y Religión,

la

y que una de

y favor y monstruo-

espíritu

del cielo, convenció á Teudas, probándole la vanidad

excelencia y harmonía de nuestra sagrada

las.

cosas en que

más resplandecía

su gran-

deza y virtud, era en haber aquellos doze viles y despreciados pescadores rendido y sujetado á tantos y tan sabios filósofos dezía,

y á

los

Reyes poderosos que

les

como

él

hazían resistencia, sojuzga-

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

234 dolos

y puesto debaxo

yugo de Jesu-Christo. Quedó

del

el

Mago

tan trocado y tan convencido, que se resolvió de hazerse Christiano,

y

solo temió

que por

se los perdonaría ni

pecados tantos y tan graves, Dios no

ser sus

admitiría á penitencia.

le

Josafat las amorosas entrañas

conociendo sus culpas, dos

las lloran

el

y

Mas entendiendo de

incendio de

la infinita

se

enmiendan

dellas,

caridad de Dios, se animó,

del

Rey y

los

demonios: y tomando allí

del santo

que

y que

toel

y despidiéndose

del Príncipe, se fué á su cueva, en la cual solía convocar los libros

se fué á la otra cueva,

Monge, del cual

fué

de sus malas

artes, los

vida pasada,

Christiana,

y

enseñado en

sido

quemó,

donde estaba Nacor en compañía

muy

bien rescebido,

haber muchos días ayunado y hecho penitencia de la

los

Señor tiene para con

pecados del mundo son como viva paja comparados con

los

y de

que

los

y después de las culpas

misterios de

la

de

Religión

fué bautizado é incorporado en el gremio de la Santa

Iglesia Católica

Romana,

el

que antes tanto con sus diabólicas artes

la perseguía...

Rey Abenner, como principal Capitán más obstinado en su perfidia. El qual aviendo visto que ninguno de los medios que había tomado con su hijo habían »Resta que se diga del

desta guerra, y

aprovechado, ansioso, suspenso, congoxado y sobremanera

mandó

de hazer. Varias fueron sejo del Rey; pero

el

muy

privado del Rey) fué

Príncipe con blandura,

hijo el reyno,

manera conservaría parecer siguieron

principio las sentencias de los del Con-

al

y como de parecer que se

Araches (que era tenido por más

cabeza de los demás, y procediese con

con su

afligido,

juntar su Consejo de Estado para determinar lo que había

y

le

el

padre partiese

dexasse gobernar su parte: porque desta

reyno en toda paz y quietud. Este demás, y el Rey vino en ello, y habló con el

al hijo

los

y que

sabio,

y

al

y declaró el acuerdo que había tomado: y el Príncipe le respondió que aunque era su desseo dexarlo todo y retirarse para servir más perfetamente á Dios: pero que le obedecería y haría

Príncipe,

todo lo que

le

mandasse, como no fuesse contra Dios. El Rey nom-

hijo por Rey, y como tal le mandó coronar: y habiendo diviReyno en dos partes, le entregó la una, y le envió á ella, acompañado de guardas y soldados, y dio licencia á todos los se-

bró á su dido su

COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS

y Capitanes de

ñores, cavalleros

235

Reyno que

su

fuessen á

le

acompañar. sEntró Josafat en una ciudad nobilíssima y populosa, para hazer mandar poner Cruzes

su residencia: y la primera cosa que hizo fué

en todas

y

las torres della,

assolar todos los templos de los ydolos,

y

uno solemne y magnífico á Dios verdadero, exhortando á pueblo con palabras cuerdas, graves y amorosas que hizies-

fabricar

todo

el

se reverencia á la

verdadero Dios, y que yva delante con su exemplo, y todo

Cruz y reconociesse y adorasse

para moverlos más,

era el

él

al

admirado de

la virtud y modestia de su Prín(como suele) de imitarle y darle en todo gusto y cipe, y deseosso contento. Con esto comenzó á respirar y alzar cabeza nuestra santa el

pueblo

le seguía,

y todos

Religión,

los Christianos

y Monges, que por temor de

la

persecución passada se habían desterrado de su patria y huido a los

y escondídose en las cuevas y entrañas más secretas de la oyendo estas nuevas volvieron á la ciudad, y vivían en paz y

desiertos, tierra,

tranquilidad, convertíanse muchos,

á nuestra Santa Fe,

y

y de

los

más

otra gente innumerable:

principales señores,

y

el

copioso en su misericordia, no solamente sanaba

las

Señor que

es

almas de los

que se bautizaban, y las limpiaba de las inmundicias de sus culpas, sino también á los que estaban agravados de enfermedades corporales, les

daba entera salud. Hizo Josafat consagrar

había edificado; y

nombró por Obispo

la

iglesia

á un Santo varón

que

que había

padecido grandes trabajos por Christo, y de ninguna cosa tenía más

cuidado que de amplificar

la gloria

del

Rey de

los

Reyes, y traer á

todos los subditos á su conocimiento y servicio. Era

templado,

muy

muy justo, muy

modesto, prudente y benigno, y mas padre de todos

sus vassallos que Rey: socorríalos en sus necesidades con tanta beralidad,

que pensaba

cuando

recibir beneficio

le hacía.

Con

li-

esta

vida y exemplo comenzó toda aquella tierra á resplandecer con una

nueva

luz,

amanece por ver

el

como cuando después de una día

muy

claro

y sereno: y

Rey Josafat, y tomar

la

escura y tenebrosa noche

gente de todas partes venía

y grandezas: y hasta los criados del

y gozar de sus virtudes Rey Abenner su padre dexa-

van su servicio y se venían

hijo,

cia

al

al

su religión

de su

admirados de

la

excelen-

de su persona y gobierno. Este buen gobierno tomó Dios núes-

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

236 tro

Señor por medio para reducir

al

camino de

minado padre, porque viendo que cada Christiana, que

y que

las

él

la

verdad

día florecía

más

al

la

desca-

Religión

había pretendido extinguir con todas sus fuerzas,

de sus dioses iban menoscabando, alumbrado de un rayo

camino derecho y llano, y él ciego y fuera de camino. Escribióle una carta, declarándole cuan arrepentido estaba de haber perseguido á los Christianos, y de no

divino, conoció

que

el hijo

haberle antes creído,

y

ser christiano,

si

y

lo

Dios

andaba por

el

que desseaba volver

la hoja,

y bautizarse

en su gracia, y él y contra

le quisiesse al final recibir

perdonarle tantos y tan atroces peccados que contra

sus siervos con tanta impiedad y crueldad había cometido, y juntaparecía que de-

lo

que

le

bía hacer para su salvación y bien del reyno.

No

se

mente

le

encargaba que

explicar con palabras

le escribiesse

el júbilo

todo

y regocijo que

el

puede creer

alma de Josafat

ni

re-

cebió con esta carta de su padre: entrósse luego en su aposento,

postrado en

el

y

suelo delante de una imagen de Christo, hechos sus

ojos dos fuentes de lágrimas de consuelo,

á nuestro Señor porque

le

comenzó

á hazer gracias

había oído, y concedídole

la

salvación de

su padre, que con tantos y tan largos gemidos y ansias

le

había su-

plicado, y pidiéndole nuevo fervor y gracia, se partió luego, acompañado de sus gentes y soldados, para su padre, que cuando lo supo, le salió á recebir, y le abrazó y bessó, y mandó que se hicies-

se fiesta pública y solene por su venida.

Después que Josafat hubo

reposado, estando á solas con su padre, le dio noticia de todo lo

que desseaba saber, y le declaró los misterios de nuestra sagrada religión de tal suerte que el Rey Abenner quedó admirado de la sabiduría de su hijo,

y compungido de sus peccados, y trocado en

otro varón: y delante de todos los que

allí

se

hallaban, adoró la

Cruz y confessó á Jesu-Christo por verdadero Dios y señor de todo lo criado. Con esta ocasión Josafat habló á los señores y caballeros

y Capitanes de su padre, de la Fe Christiana, tan altamente que todos á una voz clamaron: Grande es el Dios de los Christianos, y no hay otro Dios

si

no N.

S. Jesu-Christo, el qual

con

Espíritu Santo, para siempre debe ser glorificado.

encendido de

zelo,

el

Padre y con

Y el Rey

y deseosso de satisfacer en algo

passada, deshizo con gran furor todos los ídolos de oro

la

y

el

Abenner impiedad plata

que

COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS

237

había en su palacio, y los repartió á los pobres, y acompañado de su hijo derribó los altares

y

los

templos de sus

mandó

piedra sobre piedra, y en su lugar

verdadero Dios: y

lo

su Reyno. Era cosa

falsos dioses, sin

edificar otros

dexar

templos

al

mismo mandó hacer en las otras partes de mucho para alabar al Señor, el ver que los de-

monios, que antes habitaban en sus antiguos templos, salían dellos

gimiendo y dando lastimosas voces y alaridos, confesando la omnipotencia del Crucificado. Después saliendo el Rey Abenner bien instruido en las cosas de nuestra santa religión, fué bautizado por el

obispo de quien hizimos mención arriba, y su mismo hijo Josafat

y padre espiritual Quedó Abenner tan Reyno á su hijo, y se

que

había engendrado se-

fué su padrino,

del

gún

otro de lo que solía, que renun-

carne.

la

ció todo su

vistió

le

de

y ceniza para

cilicio

hacer penitencia de sus pecados, temiendo que por ser tantos y tan graves, no había de alcanzar perdón dellos del Señor, Josafat

juria hace á Dios el

es la cosa de

mundo y

cano á

En

ella,

esta vida

no son más que una gota de agua respec-

y penitencia vivió

muerte, bendiciendo á su

Rey Abenner quatro

el

lo

hijo,

y estando cery besándole muchas veces,

que había trabajado por

él,

y alabando

Señor por haberle mirado con tan piadosos

profundo abismo de cimiento, y el

in-

dio una mortal enfermedad;

le

y haciéndole gracias por al

Santo

que desconfía de su bondad y misericordia (que él se precia) y que todos los pecados del

cabo dellos

al la

el

que más

cotejados con

to del mar.

años,

mas

consoló y concertó, dándole á entender cuan grande

le

la

ojos, y sacádole del muerte en que estaba, y traydole á su cono-

encomendando su

espíritu al

curso de su peregrinación. El

de su padre, no con ropas reales y tencia:

mando

le

había criado, acabó vestir el

cuerpo

con hábito de peni-

ricas, sino

y desta manera le enterraron con gran solemnidad, derrael hijo muchas lágrimas delante del sepulcro del padre: del

qual sin comer

ni

días, suplicando

dre,

que

Rey Josafat mandó

admitiesse en

y con este piadoso le

beber

ni

dormir, no se apartó por espacio de siete

constantemente las

al

moradas

Señor que perdonasse á su paeternas.

Y

oficio, se volvió á su palacio

habiendo cumplido

y mandó tomar todos

suyos y de su padre, y repartirlos á los pobres; lo qual se hizo tan largamente que apenas quedó pobre en el Reyno. los tesoros

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

238

»Passados cuarenta días de

cumplir su desseo, y

que

lo

muerte su padre, quiso Josafat

la

Dios había prometido. Para esto

á

mandó

juntar á los grandes y señores y caballeros y muchos ciudadanos de su Reyno, y estando sentado en su trono real con aspecto suave y blando, les habló desta manera: «Ya veys como mi pa-

Rey Abenner

3>dre el

que

»zas

tenía, ni la gloria

»de vassallos y criados, »hijo

como muere

muerto,

es

»hombre, sin haberle podido

librar

de

y nombre de Rey,

ni los exércitos

y tanto desseaba su

muerte

la

Ha

vida.

cualquier pobre

las

grandes rique-

la

muchedumbre

ni

poderosos,

ni

yo que soy su

ido á un tribunal,

donde

le

pe-

»dirán cuenta de lo que ha hecho en esta vida, sin llevar consigo »criado,

deudo

ni

amigo que

le

pueda ayudar. Hágoos saber que yo

¡^siempre he desseado eximirme desta carga que tengo de Rey,

y

hombros, y retirarme á alguna soledad, para que á Dios tengo ofrecido. He dexado hasta agora de

¡»de echarla sobre otros

«cumplir

lo

»hacerlo por obedecer

Rey mi

y por parezerme que Dios »se quería servir de mí para mostraros el camino del cielo y sacaros »de las horribles tinieblas de la ydolatría en que estábades. Ya que »cumplí con

la

al

señor,

voluntad de mi padre, y vosotros, con

»Rey soberano, habéis

abierto los ojos

»y Redentor y Señor de todo »dexe el cetro y la corona.»

la

gracia del

y conocido por vuestro Dios

lo criado,

ved á quien quereys que

2>Oyendo estas palabras, alzaron á una voz lastimera y alarido doloroso al cielo, con increybles gemidos y lágrimas, diziendo que en

ninguna manera

porque

tir,

él

y jurando que no le dexarían parera su Rey, su Señor, su padre y su madre, y todo su lo consentirían,

bien: pues por él Dios los había librado

de aquel profundo abismo

y ceguedad en que estaban, y abiértoles las puertas del cielo, y alumbrádolos con el rayo de su verdad. Vio Josafat los ánimos de todos tan alterados, que tuvo por bien de mostrar que quería consentir con ellos:

y con esto

los sossegó,

y

los

envió

más consola-

dos á sus casas. Después retirado á su aposento, llamó á Barachías,

hombre de grande y

el

estofa,

y muy

zeloso de nuestra santa religión,

que juntamente con Nacor (que

-defenderla contra los Filósofos

Habló Josafat

á Barachías

se fingía Barlaan) se puso á

y Caldeos Gentiles (como diximos). y declaróle su intento, y rogóle que to-

COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS

masse sobre

dole

ello,

antes lo repugnó

poca caridad: «porque

la

>qué tú no

No

>yo?»

peso del Reyno, porque

sí el

chías no vino en

escribió

lo

quieres ser?, y

quería dexar. Bara-

él le

y contradixo, reprehendién-

Rey

ser

el

si

(dixo) es bueno, por

qué quieres que

es malo, ¿por

si

239

lo sea

quiso porfiar Josafat con Barachías, mas aquella noche

una carta

de

llena

celestial sabiduría á los

Magistrados y no-

bleza de su Reyno, en que los exhortaba á perseverar en la Religión

y en el amor y temor santo del Señor, y hazerle continuamente gracias por las mercedes que del habían recebido: y juntamente les dezía que no hiziessen Rey á otro ninguno sino á BaraChristiana

chías,

porque

él

Y

era el que les convenía.

dexando

esta carta en

su aposento, se partió luego secretamente, y se puso en camino

para

el

desierto.

Pero luego que á

todos los passos y

do oración á

la

le

buscaron, y

hora del medio

la

le

día.

mañana

tomaron

se supo, le

hallaron cabe un arroyo, hazien-

Volviéronle á

la

ciudad,

y

él

se

un solo día, y persuadió á la gente que tomassen por Rey á Barachías, y él le declaró y nombró por tal, y le dio los documentos que le parecieron necessarios para el resolvió de no quedar en ella ni

buen gobierno

del

Reyno. Entre

navegación qualquiera portancia, assi

en en

falta

y grave y peligrosa el

gobierno de

la

otros, le avisó

que haga la

el

dor peca, es perjudicial á toda

y levantadas

las

assi

como en

la

que haze

el

que

lleva el gobernalle,

República, cuando peca un particular,

solamente haze daño á su persona: mas quando

dillas,

que

passagero es de poca im-

manos

la

al cielo,

todo su Reyno, y abrazando á

el

Rey y Goberna-

República. Después puesto de ro-

oró y

encomendó

al

Señor

y personas principales del, y sobre todo á Barachías (á quien dexaba en su lugar), se deslos señores

pidió de todos, con tan extraño sentimiento, sollozos,

grimas, que no se puede encarezer. Sólo

como hombre que de un

largo

él

gemidos y

lá-

estaba sereno y alegre,

y penosso destierro vuelve

á su dul-

ce y desseada patria. Salió vestido con su vestido ordinario, y de-

baxo del un quien

él

cilicio,

que

iba á buscar.

le

había dado su buen maestro Barlaan, á

La noche siguiente de aquel primer

dia, en-

trando en casa de un pobre hombre, se desnudó de una ropa y se la dio,

y quedó cubierto con sólo aquel cilicio, pareciéndole que esél que con el cetro y púrpura de Rey.

taba más rico y ataviado con

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

240

Comenzó

á caminar por aquellos desiertos,

que hallaba por silvestres.

Y

los

campos, que por ser

como una vez

y no

la halló.

tes

tenía, la aspereza

de

la

yerbas

medio

el

dia,

desseó un poco de agua para

grandeza del estado que había de-

la

los regalos

le servían,

vida que emprendía,

fuerzas de su cuerpo para llevarla:

todos los vassallos de su

las

agua, eran

sin

esta ocasión Satanás le tentó terri-

multitud de criados que

la

que

la sed,

Con

blemente, poniéndole delante xado, y

y

hubiesse andado hasta

abrasado del sol y fatigado de refrescarse,

comer de

á

y

estériles

y

y

y deley-

las

pocas

finalmente, que las almas de

Reyno estaban colgadas

del,

no hiziessen mella en

pecho de

y por su

cul-

pa perecerían.

»Y como

estos golpes

el

Josafat,

pretendió espantarle con varias tentaciones visibles. Porque ya se le

ponía delante en figura de hombre con una espada desnuda,

amenazándole que tias fieras,

tragar.

no

Mas

el

mataría

le

de leones,

tigres,

si

no volvía

Señor, que guiaba

hiziesse caso

atrás:

ya en forma de bes-

dragones y basiliscos que á Josafat, le

le

querían

esforzaba para que

de aquellos terrores de Satanás, y para que con

la

señal de la Cruz ahuyentasse á todos aquellos monstruos infernales.

Trabajó muchos días en esta desnudez y pobreza, hasta llegar al desierto de Senaar en busca de su querido maestro: dióle noticia del otro solitario,

y

guióle á

la

cueva donde estaba: á

la

qual llegó

muy

gozoso y llamó pidiéndole bendición. Salió Barlaan, y aunque Josafat venía muy trocado de lo que estaba antes, por ins-

Josafat

piración de Dios

le

conoció,

níssimo, y hizieron oración,

y

los

dos se abrazaron con amor ter-

y dieron gracias á Dios porque se veían

juntos en aquel desierto. Dio cuenta

el

uno

había passado después que no se habían

do

las

otro de lo que por

al

visto,



y Barlaan entendien-

grandes batallas y contrastes que Josafat había tenido, y

las

que había alcanzado de su carne, mundo y demonio, y el dichoso estado en que dexaba las cosas de la Christiandad, alabó ájo-

victorias

safat

por

el

comprado

trueco tan cuerdo y acertado que había hecho; y de haber la

preciosa margaritadel

precio del temporal de se

dado tan grande

arduo y

dificultoso.

la tierra,

espíritu

y

Reyno

eterno, con

el

menos-

glorificando al Señor, que le hubies-

tan próspero sucesso á negocio tan

Después para regalar

á Josafat,

que venía

fati-

COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS

gado del camino,

le

24

aparejó un convite espléndido de unas yerbas

crudas silvestres, y de algunos bebieron un poco de agua de

dátiles;

y habiendo comido

fuente que estaba

la

allí

los

dos

cerca.

«Estuvo Josafat con Barlaan algunos años viviendo más como

como hombre en cuerpo

ángel en la tierra que

que

el

mozo

mismo

De

suerte

exercitado en aquella dura milicia, se maravillaba del fervor

de Josafat. sustentar

No

comía más da

la vida:

lo

que precisamente era menester para

como

velaba tanto las noches

ba ocioso, sino ocuj>ado siempre, é intenso en tiempo en que

bien. Llegóse el

no

si

fuera de carne:

y no perdía un punto de tiempo,

su oración era perpetua,

sumo

mortal.

Barlaan, que era viejo y soldado veterano, y desde

ni

esta-

contemplación del

la

Señor quería llevar desta

el

vida trabajosa á Barlaan: avisó dello á su querido hijo y discípulo Josafat,

animándole á

llevar adelante su gloriosa

jándole que cada dia

pensasse que aquel era

empresa y aconseel

postrero de su

y principio y fin de la observancia religiosa: porque aguardando la muerte, no la temería, ni le parecería largo el tiempo, ni se

vida,

cansaría con el trabajo de la aspereza y penitencia. Dióle más otros documentos y espirituales consejos, y habiendo dicho Missa, y comulgado á Josafat, y despidiéndosse del amorosamente, y echán-

dole su bendición hizo sobre

sí la

(la

qual

él

recibió

derramando muchas lágrimas)

señal de la cruz, y extendió los pies,

paz y alegría de su alma,

la

dio á quien

suya, siendo de casi cien años,

la

y con

increíble

había criado para gloria

y habiendo vivido

los

setenta y cin-

co en aquella soledad, y lleno no menos de merecimientos que de años.

Tomó Josafat

el

cuerpo de su bienaventurado padre con suma

reverencia, abrazóle, lavóle con lágrimas,

que del había recibido en su acostumbrados de

la Iglesia,

Después hizo oración

á

y envuelto en aquel

palacio, le enterró

todo aquel dia y

noche siguiente.

Nuestro Señor, suplicándole que no

las

assistiesse, guiasse

y encaminasse hasta llegar

Acabada

la

oraciones de su siervo Barlaan, sino que

desamparasse, por

tranquilidad.

cilicio

cantando los psalmos

su oración

al

le le

puerto de salud y Josafat, y en sue-

quedó dormido

ños tuvo una revelación en que vio a Barlaan en

el cielo,

vestido

de gloria y claridad admirable, y la corona que á él le estaba guardada, perseverando hasta el fin: y con esta visión quedó muy goMbüéndkz

r PiOíAyo.

Esludiot sobre

ti

Teatro de Lope de Vega.

16

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

242

zoso y confirrrado en su santo propósito. Veynte y cinco años tenía Josafat

cuando vino

con una vida del

desierto,

al

cielo,

y treynta y cinco años vivió en como si no fuera de carne.

y tan perfeta

él

A

Christo tenía siempre presente, á Christo siempre buscaba y siem-

pre parecía que

le tenía

delante de los ojos; y que teniéndole á Él

Y no se

contentaba con ser-

tenía

(como

virle

con tan grande fervor como se ha dicho, sino que cada día

es verdad) todas las cosas.

procuraba aventajarse más y crecer de virtud en virtud.

Y habiendo

perseverado todo este tiempo en esta manera de vida que aquí

queda

referida, crucificado

el

cuerpo en

le

había guiado á

su muerte y

y

á

él,

al

Señor.

y

él al

mundo, dexando

Y aquel

cueva de Barlaan, avisado del

tomó su cuerpo, y con himnos y

gran devoción y ternura

le

Barlaan, y se partió luego para

y

mundo

voló su espíritu

el suelo,

la

el

enterró en la India,

el

monge que se halló á

cielo,

cánticos eclesiásticos,

sepulcro de su padre

por otra revelación que tuvo,

dio cuenta al rey Barachías de todo lo que había sucedido á Jo-

y de

safat,

y muerte en el desierto. El rey Barachías, en puso en camino, acompañado de innumerable multi-

su vida

sabiéndolo, se

tud de gente de su reyno y llegó hasta santos, Barlaan

de

los

y

la

espelunca donde los dos

Josafat, estaban sepultados,

y

vio

que

los

cuerpos

dos estaban enteros, y los vestidos con que estaban cubier-

como

acabaran de enterrar, y que despedían un olor suavíssimo, y una fragancia más del cielo que de la tierra. ]\Iandó poner

tos,

si

los

sagrados cuerpos en caxas ricas y adornadas,

los

y

llevólos a la

y colocólos magnífica y regiamente en aquella iglesia que muchos y grandes milagros por ellos, y dando salud por su intercessión á los enfermos,

India,

había edificado Josafat, obrando Nuestro Señor

y haziendo

otras maravillas y grandes mercedes á los que venían á

su sepulcro ó se

»Esta es

la

encomendaban á

suma de

Josafat, sacada

de

la

la

ellos.

vida destos dos santos confessores Barlaan

que escribió en un

libro

y

grande San Juan Da-

masceno, autor santíssimo y doctíssimo, y que ha más de ochociendize al fin de la vida que la y cincuenta años que floreció.

Y

tos

escribe fe.

como

la

había sabido de varones insignes

Por donde se vee que esta no es fábula

ni

y dignos de toda

invención

artificiosa,

sino verdadera historia, confirmada con la autoridad de tan señalado

COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS

como

varón,

hace a esta

que

lo

y

vida,

mismo

el

muy

notó

Romano que

los veintisiete

Hasta aquí

bien Jacobo Vilio, en

se halla en las obras de

mismo en

lo

neira,

y que

En

el

fin

apólogos, incluso sirvió luego á

del libro de Barlaam. Cercenó, además, el

que había conservado

germen

del conflicto

Rivade-

es mentira. los

medios que emplea

de su

la resistencia

mejores escenas, sino

vimiento en

el P.

Calderón para una escena de su comedia

verdad y todo

Abenner para vencer

tuvo

circustancias útiles sólo para la edifi-

Aprovechó hábilmente uno de las

el

anotaciones del Martyro-

P. Rivadeneira. Para dramatizar tal asunto,

esta vida todo es

una de

las

y

de Noviembre.»

cación piadosa, principal los

San Juan Damasceno,

hazc mención de los santos Barlaan y Josafat, á

Lope que prescindir de muchas todos

prefación que

la

Vilio elegantemente traduxo de Griego en Latín;

Cardenal Baronio siente logio

243

hijo,

sacando de

él

el

rey

no sólo

principal resorte de su obra, el

el

de pasión humana, con que tenía que dar mo-

las tablas á

un poema que

sin él hubiera sido

puramente

teológico.

Como no por

el

la

obra parece ser de su segunda época, procedió en

método novelesco, que

siguió en sus primeras

comedias

de santos, donde no suele haber más centro de unidad que

sona del protagonista; sino con mayor sentando en acción toda sus antecedentes en

la

la historia

dirigida al

Zardán

son dos,

mismo

la

per-

dramático, no pre-

del Príncipe, sino

compendiando

bella relación

Gran príncipe

(el

artificio

ella

Príncipe en

el

Josafá...,

encierro por su guardador

Cardán

del libro griego). Las causas de esta retraída educación

como en San Juan Damasceno: Que unos ciertos hombres hay Que á un cierto Dios extranjero Adoran, y por serville Viven en montes y en yermos.

Mas quiso

el

piadoso cielo

Que nacieses, alegrando Tu dichoso nacimiento

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

244

Con saciificios los dioses, Que de más de mil becerros Calentó

La

humor sangriento

más

vasallos

más

los

No

el

India del Ganges toda.

Los

Y

blancas aras,

las

Corriendo

leales

sabios maestros

quieren que te digamos

Cosa

previniendo

triste,

Que aun no

sepas que hay morir,

Ni tengas conocimiento

De

Son enteramente

cosa que te dé pena...

originales de Lope,

y muy

Príncipe encarcelado: luego insistiremos en

Rey con sus ruegos, le deja encarga con mucho ahinco que

fin al

bellas, las quejas del

ellas.

Condesciende

al

á mirar y á ser mirado^ pero

salir

No vea el príncipe cosa Que pueda darle tristeza, Defecto en naturaleza,

Ni otra pasión enojosa.

Vaya música delante, Danzas,

fiestas, regocijos...

Cuelguen

las calles

Sus riquezas saquen

La

alegre

felices,

y

gentil poesía de

Lope ameniza con muchos rasgos

entre otros incongruentes

lida del Príncipe, á la cual

en parte por

el

cuento de

que es mera parábola en

de seda,

todos...

y anacrónicos,

da notable desarrollo. los

el

la

escena de

Y

aquí,

la sa-

sugerido

hermosos demonios llamados mujeres,

Barlaam

(l),

y en parte por uno de

los

(i) Este cuento es muy conocido por hallarse en la introducción de la jornada cuarta del Decamerone^ y antes en el Novellino antico (novela 14), con el título de Come un re fece nodrire uno suo jigliuolo dieci anni m luogo tenebroso, e poi li fíiostro iuiie le cose, e piü li piacque le fetnmine. Du Méril, en su estudio Des sources du Decatnerone el de ses itnitations, inserto donde menos pudiera esperarse, esto es, en sus Prolegómenos á la Historia de la poesía escandinava (París, 1839, páginas 344 á 360) encuentra grandes relaciones entre este apólogo y un episodio del Ramáyana^ conocido con el nombre de La

COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS

245

episodios integrantes de aquella novela, aparece en escena la cautiva

princesa Leucipe, que no sólo en cuanto á su nombre,

sino en

cuanto á su amor ardiente y desdeñado, bien diverso de

grosera

facilidad

se presta á ser instrumento de los

el Barlaam Rey seduciendo al

con que en

designios del

muy De este

Príncipe, es verdadera creación

digna de su talento

dramática de Lope, y racteres femeninos.

la

primer acto de

Schaeffer, novísimo historiador

como

la

de ca-

artífice

comedia ha

alemán de nuestro

diclio

que

teatro,

es

maravillosamente bello, y que el desarrollo del carácter de Josafat, y de sus ¡deas en presencia del mundo que por primera vez contempla, no sólo tiene interés psicológico, sino que está escrito en el

más

alto estilo poético posible.

pobre y

el

el viejo, el

En

los tres

encuentros con

diálogo es débil y aun ridículo,

levanta con inspiración verdadera en

el

monólogo

el cojo,

pero Lope

se

del Príncipe

¡Vida corta de ochenta años,

Caduca

y

todavía

de

más en

la silva

En el como en

idilio místico.

der de joyas,

puede sus instrucciones

siu tener ser...

que

ermitaño Barlán con suavidad

recita el

acto segundo, Barlán se disfraza de mercala

novela; pero

desarrollo á la pasión de Leucipe. El

mente,

el

consejo que da Cardán

al

La

la

lo

que

contrario, largo

obra

es, natural-

sus criados,

sírvanle mujeres solamente,

tentapíón de Leucipe, la

el

Rey:

Las más bellas que tengan tus

ción de Josafat,

por

nudo de

Haz que despidan todos

Y

Lope abrevia todo

catequísticas, dando,

la

estados...

promesa de hacerse

cristiana, la vacila-

visión que en sueños tiene del cielo

y del

infierno;

misma opinión; pero Ancona advierte con razón (en su estudio sobre Le Fonii del Novellino) que Richyasringa, cuando ve mujeres por primera vez, no las toma por demonios, sino por «anacoretas con ojos centelleantes... parecidos á cosa sobrehumana». (A. d'Ancona: Studi di critica e stcria letteraria, Bologna, 1880.) En este precioso trabajo de Ancona, así como en el de Landau, Die Quellen des Decamerone (Viena, 1889), pueden verse indicadas muchas versiones de este cuento, entre ellas la española de Clemente Sánchez de Verciat en la Suma de Enxemplos (comúnmente llamada hasta ahora Libro de Enxetnplos), ej. 231. seducción de Richyasringa. Liebrecht se inclina á la

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

246 la

partición del reino

de

éste, la

sierto,

que con

hace su padre,

él

la

conversión y muerte

renuncia de Josafat en favor de Baraquías, y su fuga

son todos incidentes de

la

al

de-

novela que Lope pone en acción,

aunque con demasiada rapidez, llenando con

ellos el acto

segundo.

El tercero es casi enteramente de su invención, salvo en lo que se refiere á la pintura

de

vida contemplativa de los dos ermitaños en

la

sus chozas de palmas. Para dar algún color dramático á esta especie

de égloga del yermo, recurre Lope, aunque con

relativa sobriedad,

á la intercalación de personajes y escenas cómicas;

y con mejor

acuerdo inventa una nueva persecución de Leucipe, que termina con su conversión y con

triunfo de Josafat sobre todas las artes del

el

demonio. Nada de esto hay en

el

Barlaam] pero todos

elementos

los

de esta leyenda, incluso

la

asperísima penitencia que hace Leucipe

en

el

tañerse por

traje

de ermitaño, y

partirse su

alma del cuerpo, y

muerta y abrazada á

la cruz,

comunes (aunque siempre

En

los últimos versos

parte, de la cual

el



mismas

campanas

las

en

el

fondo de su gruta, son lugares

poéticos) en otras historias análogas.

de esta comedia se anuncia una segunda

no queda otra

noticia.

¿Cuál pudo ser

el

de esta segunda parte? La muerte de los dos ermitaños,

en

los

dos últimos capítulos del libro sencillamente se

materia dramática, y tal

si

al

contemplarla por última vez Josafat

Lope

contenido tal

refiere,

como no es

llegó a escribir, ó á proyectar siquiera

continuación, tendría que inventarla totalmente, o adaptar cual-

quier otra leyenda piadosa.

El Ba?'ldn y Jüsafá, sin ser de primer orden en torio

de su autor, es obra

muy

agradablemente

el

inmenso reper-

escrita

y

versificada,

y no carece de bellos trozos líricos, aun en los dos últimos actos, que decaen mucho de la elevación filosófica del primero, y entran más en los tópicos vulgares del drama religioso. Señalaremos, por ejemplo, las bellas estancias del acto tercero:

Calladas soledades,

Apacible silencio.

Que

el

alma levantáis á bien más

alto...

El plan, además, sencillo y bien concertado, contrasta con

monstruosidades habituales en

las

comedias de santos.

Como

las

casi

COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS

247

No

todas las de Lope, ésta ha tenido numerosa descendencia.

cuerdo imitaciones extranjeras español de nuestro

pero en

(i);

cl

re-

Catálogo del Teatro

La Barrera constan nada menos que

cinco come-

dias de este argumento. Sus títulos son:

El Benjamín

mártir San Josafat.

y

de la Iglesia

De

autor anó-

nimo.

Los Defensores de

Dos

El Prodigio

Barlaan y Josajá. De

Cristo,

Barlaan y yosafá.

Luceros de Oriente: de la India:

San

Josafat.

De

tres ingenios.

autor anónimo.

Anónima.

El Principe del desierto y ermitaño de Palacio. De dos ingenios obscurísimos, D. Diego de Vilianueva

Morentín. Manuscrito de

de Osuna. Esta es es tan mala,

Pero

el

la

Barlan y

el

llegado á ver; pero realmente

deseo de buscar

las

demás.

Josafat de Lope produjo alguna cosa mejor que

estas insípidas repeticiones

concepción de

hemos

única que

que quita

Nüñoz y D. José de Luna y

Biblioteca Nacional, procedente de la

la

La Vida

y rapsodias. Entró por mucho en la y aun dejó su reflejo en algunos

es sueño,

versos de Calderón. Larga é impropia de este lugar sería sión de los varios y complicados orígenes de aquel

simbólico, sin que, por otra parte,

el

la

discu-

famoso drama

hallazgo de ninguna de estas

fuentes invalide la certeza de esta proposición de Krenkel:

Vida

de

es sueño es creación libre

la

fantasía poética de Calderón.»

{«Ein freie schopfiing der dichterischen Phantasie conseja oriental del durmiente

despierto.,

rivaciones en Boccaccio y en Lasca, e-crita entre nosotros

en una de

las

(como

copias de

lo

^La

Calde7'on''s.y>)

La

que tiene tan cómicas de-

y que ya en

la

Edad Media

fué

prueba un cuento de los añadidos

El Conde Líicanor) pudo

llegar á Calderón

por medio de El Viaje entretenido, de Agustín de Rojas,

}'

es ve-

(i) El asunto de Bar luán y Josafaí había sido dramatizado en Italia antes de Lope. Al siglo xv pertenece la Rappresentazione di Barlamn e Josafat, de Bernardo Pulci, reimpresa por Ancona en el tomo 11 de sus Sacre Rappresen/í2c/í7«z (Florencia, 1872, páginas 163-186). Cita además otra de mérito inferior, compuesta por Solci Perretano o Paretan'j, y añade que bajo la forma rústica de un Mayo, la leyenda continúa representándose en el país toscano, y especialmente en Pisa, y se reimprime para uso del pueblo. Son numerosas, é igualmente populares, las narraciones en prosa, y hay también una ea

octava rima.

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

248 risímil

que

allí la

leyese. Pero

el

este libro, sino del

Lope de Vega, como situaciones. las

de

y

Barlaan

importante de

la

reclu-

un horóscopo no procede de

Josafat^ á través de la comedia de

prueba

lo

Compárense

muy

dato

sión del Príncipe á consecuencia de

identidad de algunos versos

la

y

bien sabidas quejas de Segismundo con

las

Josafat:

¿En qué, Señor,

jOué

Que

es lo

ofendí?

tanto rigor te causa?

Nace

Y

te

que temes de mí,

salta

el corderillo tierno,

luego en

el

prado,

Porque apenas destetado Sufre

natural gobierno.

e]

Un ave arroja del nido, Aun antes de tener alas, El pollo á

Del

las claras salas

y vuela aterido, ¿A quién después que nació aire,

Se negó

Pues

el

la luz

del cielo,

que nace en

Se dice que á luz

Mas no

Que

Y

No menos

suelo

se dirá por mí,

ha tanto que soy nacido,

nunca á luz he

Que

el

salió?

salido;

á las tinieblas

salí...

parentesco se observa entre

famoso despertar de

el

Segismundo: ¡Válgame ¡Válgame

y

el cielo!

el cielo!

estas exclamaciones del Josafat

primera vez

el

¡qué veo!

¡qué

miro...!;

de Lope cuando contempla por

espectáculo del mundo: ¡Válgame Dios! ¿Esto es cielo?

Qué hermosa luz y qué clara Qué color azul tan bello! Qué nubes de oro bordadas Qué bella criatura el sol Qué corona de oro baña Toda su rubia cabeza Es imposible mirarla.

!

,

!

COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS

249

¿Esto es tierra? ¿Esto es ciudad? ¿Esto son calles y

Finalmente, hasta

el título

de

plazas?...

obra calderoniana va implícito

la

en estos versos del protagonista de

la

comedia de Lope:

^

Dejé un perpetuo desvelo, Dejé un sueño de

la vida,

Dejé una imagen

fingida,

Idolatrada del suelo...

(i).

El pensamiento filosófico de los monólogos de

parece tomado de uno de los tratados de Calderón leería en

La

versión latina de Segismundo Galenio

la

ráfagas pesimistas que de vez en cuando asoman en

las

parecen contradecir su general sentido, tienen ahora ción, conocidos los orígenes budistas de 11.

Lo fingido verdadero.

cimasexta parte de la

vida es sueño

Philon, Bíoc: TroXtxtxoO,

segunda

tante,

La

y

lista

las

la

(2); la

fácil

que pero

obra y

explica-

leyenda.

— Publicó Lope esta comedia

en

la

Dé-

suyas (Madrid, 1621). Aparece citada ya en

de El peregrino con

el título

de El mejor represen-

estaba escrita, por consiguiente, antes de 1618.

dedicatoria

sos de cautelosa,

al

Rdo.

P.

y parece

Presentado

escrita para

P"r.

Gabriel Téllez tiene vi-

desvanecer recelos y habla-

que suponían mutuamente envidiosos y enemistados á dos grandes poetas. Tirso era el tínico dramaturgo digno de

durías de los los

^l) Estas coincidencias han sido notadas ya por Max Krenkel (Klassische Bühnendichtungen der Spanier... 1. Calderón, Das Leben isi Jraum... Leipzig, 1881..., páginas 18 y 19) y por Adolfo Schaeffer, que el tomo i de su Geschichte des Spanischen Nationaldramas, pág. 20 1, presenta una breve exposición de la comedia de Lope, y hace sobre ella este discreto juicio, con el cual, sustancialmente, estoy conforme: *Der erste Act is wunderbar schon. Die Eniwickelung des Charakters und der Ansichien Josafa's ais er aus dem Thurme kommi unddurch das, was er sieht undhori, zur Weltentsagung gefürhrt wird, ís nicht alkinpsychologisch iníeressant, sondern aucli in hochpoctisclier ll'eise beschrleben. Vielliicht hat Calderón diesen Act vor Augengehabt, ais er ¡n me. Antes de aora, siempre que yo ohía nombrar á los Christiay loco en

>nos, ciego

la

ydolatría,

>enojo que tenía contra

ellos,

»y deudos, queriendo antes »patria entre Christianos.

que por

vivir

Con

procuraba (como otros) perse-

que

»guirlos, é incitar al pueblo para

los persiguiesse:

esta causa

y

tal

era el

dexé á mis padres

pobre y desventurado, que en mi

este

mismo odio determiné

estos días

»de escudriñar y querer saber las cosas de los Christianos, no para ^creerlas, sino para mofar dellas y representarlas en el teatro, y en»tretener

y

alegrar la gente

*que querían echar »guntaron »en

si

alto, vi

el

crehía lo

como aveys

visto.

Pero

al

mismo punto

agua del Bautismo sobre mi cabeza, y

que

los Christianos creen,

una mano que baxaba del

me

pre-

levantando los ojos

cielo sobre mí,

y Angeles con

COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS • rostros

de fuego, que en un

libro lehían Lodos los

>m¡ vida cometí. Dixéronme

»y de todo corazón >cayó sobre mí

el

lo desseas.»

agua, vi

»visto

cómo

la

Yo

assi lo

la escritura

quedasse señal alguna de

»var

pecados que en

Angeles: «Destos pecados serás

los

con esta agua con que quieres ahora ser bañado,

> libre

>él

253

de veras

del libro borrada, sin

Dixéronme

letra.

si

desseé y pedí, y luego

los

Angeles:

que en

«Ya has

has sido limpio desta culpa y manzilla; procura conser-

limpieza que has recebido, y no

manchar más

tu

alma con

»pecado.» Mira, pues, Emperador, y mirad vosotros, oh Romanos, »lo

que es justo que yo haga.

Emperador

Yo

procuré agradar

al

Emperador de

me

miró con ojos benignos, y y !»me admitió en su gracia: quise causar risa á los hombres, y causé

»la tierra,

el

del cielo

Angeles: y por tanto digo que de hoy más »confiesso á lesu Christo por verdadero Dios, y os amonesto que >alegría

y regozijo á

»todos hagays •salido, para

lo

los

mismo y que

que eviteys

los

salgays de las tinieblas de que yo he

tormentos que yo he evitado.»

»Desta manera habló Ginés; pero oyendo sus palabras, ¿quién

podrá explicar cómo furor

Emperador quedó

el

atónito

y fuera de

sí,

y

el

y enojo con que mandó que todos los representantes fuessen allí azotados, pensando que ellos también,

traydos á su presencia y

como

Ginés, eran Christianos? Pero ellos

Christianos, ni estaban engañados

rador crehía crehían

que

si

lo

como

y adoraban

ellos,

el

Emperador que no eran

blasfemias contra Christo. Entonces otros, se

herir

allí

le

lo

llamado Plauciano que

pagassen todos.

el

le

Empe-

Y para

Emperador, dexando á faltó

poco para que

matasse, según estaba fuera de

sí.

los allí

Mandóle

el

pueblo con varas, y apalear con

la cárcel:

y otro día mandó á un Prefecto

luego delante de todo

guessos palos, y llevar á

el

Christianos, dixeron grandes

embraveció más contra Ginés, y

con sus manos no

dixeron que no eran

á los dioses que él adoraba:

pecó Ginés, no era justo que

que viesse

le

Ginés: que lo que

atormentasse cruelmente hasta que negas-

se á Christo. Pusiéronle en el equúleo, desgarráronle los costados

con uñas de hierro, abrasáronle con hachas ^encendidas. Dezíale Prefecto: «Miserable de

•alcanzarás su gracia,

y

•gracia y amistad destos

el

vivirás.»

Emperador, y sacrifica, y Respondía Ginés: «Procuren la

Reyes

que no temen aquel Rey que yo

ti,

obedece

los

al

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

234 »vi

y adoré y adoro, porque aquel es el verdadero Rey, que abriénlos cielos yo vi, y usando conmigo de misericordia, me alum-

»dose

»bró con

agua del Bautismo, y de burlador de

el

»hizo Christiano,

y me pesa en

el

los Christianos rae

alma de haber perseguido su san-

dio nombre,

y conozco que por ello merezco cualquiera pena y caseste Emperador del cielo es justo que obedezca, cuyo

A

»tigo.

y no

2>Imperio durará para siempre, »mortal,

y

su Imperio en

aumenta

»(dize) priessa,

Prefecto

el

fuerzo

y

mandó

degollar,

San Ginés cientos

plo,

al

alegría

en este dia

Roma

que es hombre

suelo presto se ha de acabar. Date

penas y tormentos, que por más que

no apartarás á mi Señor lesu Christo de mi corazón.» Avi-

s>hagas



el

las

á Diocleciano,

y

constancia de Ginés,

la

assi se hizo a los

Martirologio

el el

y

Emperador de

con que sufría los tormentos, y

el

y del esEmperador le

veynte y cinco de Agosto, y los demás hazen mención de

Romano y

Representante, y fué por los años del Señor de tres-

tres,

imperando Diocleciano, como se ha dicho. En

fué ilustre la

memoria deste San

y San Gregorio Papa Tercero

de muchos dones, como se dize en

Ginés;

y

se le edificó

tem-

reparó, adornó y enriqueció

le

el libro

de los Romanos Pon-

tífices...

>E! ^lartirologio

Romano

haze mención, á los catorce de Abril,

de otro representante llamado Ardaleon^ tando

las

el

qual estando repressen-

cosas de los Christianos, y haziendo burla dellos, en

misma representación

se convirtió,

y

fué ilustre mártir del Señor.

la

Y

á los quince de Setiembre hace mención de otro, también farsante,

que se dezía

Porfirio,

el

qual en presencia del

Apóstata, por escarnio recibió

el

bautismo, y

Emperador el

Señor

le

Juliano

trocó el

corazón súbitamente y confessando con gran constancia que era Christiano, le cortaron la cabeza por dor,

y mereció

la

corona del martirio.

Alipio, epístola sesenta

y

siete,

mandato

Y

cuenta

del

mismo Empera-

San Agustín escribiendo á

lo

que aconteció á otro

far-

que se dezía Dioscoro, y era gran burlador de ios Christiay al cabo con la enfermedad de su hija, y otros azotes, se hizo

sante,

nos,

y fué siervo del Señor, haziendo él burla de los burladoy convirtiendo las burlas en veras, para mostrar más su omni-

Christiano, res,

potencia é infinita bondad.»

COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS

La te,

crítica

como

más

255

severa, desde Tillemont hasta Paul Allard

admi-

(l),

pieza auténtica y fidedigna, la Passio S. Genesii (2), en que

toda esta narración se apoya. La misma sencillez con que

las

actas

están redactadas excluye toda sospecha de fraude. Ginés no era pro-

piamente un cómico, sino un mimOy grado inferior del arte escénico. Magister mimitkemelicce

artis,

qtd stans cantabat super pulpittim^ ct

La

rerum huvianaruin erai

iviitator.

aproximadamente en

año 285.

La

crítica

el

de esta comedia de Lope está hecha indirectamente

nada menos que por Ste.-Beuve, la

al

analizar en su libro de Fort-Royal

tragedia de Rotrou St. Genest Comedien paicn représentant

que

tere (TAdrien, la

fecha de su martirio se coloca

es imitación

debe sus mayores

Con

tador francés en le

el

las leyes

de

el crítico

mys-

y

francés lo ignorase.

que Ste.-Beuve tributa á

los elogios la

le

directa de la obra española

aunque

Lope muchos de

restituir á

Rotrou, se cumplen

que

bellezas,

muy

equidad,

y queda

vigoroso imi-

el

puesto secundario, pero todavía

muy

honroso,

pertenece.

«La verdadera y directa continuación de (dice Ste.-Beuve) fué el

impresionado por dose de seguir

Polieiicto

en

el

teatro

San Gbiés de Kotrou. Rotrou, vivamente

la pieza

sublime de Corneille, y no avergonzán-

mismo que ingenuamente

las huellas del

le

llama-

ba su padre, produjo pocos años después, en 1646, esta otra tragedia,

que es exactamente de

cado ya, resucita

cierra

y dramas de mártires. Gracias improviso, en

el

misma

la

al

la

clásico,

ficada

al Polieiicto

literatura,

obras pertenecientes á un período de

indi-

retoña de

una planta que había

Edad Media, y que

do después. Sucede muchas veces en

ellas, se

y que, como he

antiguo género de los

el

San Ginés y

umbral del teatro

recido por largo tiempo en

cer con

familia,

en nuestro teatro

flo-

se había marchita-

que

la civilización

series enteras

de

próximo á pere-

concentran súbitamente en una última obra modi-

las compendia, las resume y dispensa de su Se creía muerto y definitivamente enterrado un género de

y superior, que

lectura.

(i) Tillemont: Mémoires pour servir á rhistoire ecclésiastique, tomo iv (nota sobre San Ginés). Allard: La Persécution de Dioclétien et le Triomphe de



l'Église. París, 1890, (2)

En

tomo i, páginas 7 y 12. Martyrum Sincera,

Ruinart, Acia

pág. 283.

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

256 literatura,

y

le

vemos reaparecer en un ejemplar

que es

final,

el

más

y San Ginés están en esta relación con nuestros antiguos misterios, y por lo mismo que la interrupción brillante

de todos.

Polleiicto

había sido tan larga,

rado»

el salto

más

atrás parece

glorioso é inspi-

(l).

Así comienza Ste.-Beuve su brillante

análisis;

adelante, conviene advertir que el

jíz//í?

nado como da á entender

crítico,

que entre

el

gran

de

los misterios franceses

la

ati'ás

pero antes de pasar

no resulta tan inopi-

porque

si

bien es cierto

Edad Media y

las tragedias

de santos de Corneille y Rotroü, hubo verdadera solución de continuidad, no es menos evidente que el género retoñó en Francia, no por influencia de

que

los misterios antiguos,

ni Corneille ni

estudiaban, ni conocían apenas, sino por imitación de

española de santos, que era

mo, y

el

único que da

la

el

es la

la

comedia

que tenían más próxi-

clave de esta tardía, aunque brillante eflo-

rescencia del género sacro en

San Ginés

tipo artístico

Rotrou

prueba más

Y

tragedia moderna.

la

fehaciente de

este

mismo

tal aserto.

Rotrou, pues, «el buen Rotrou, que viene inmediatamente des-

pués de Corneille, en

la

misma

familia

de ingenios, y a veces se

él», tomó el argumento de su pieza, no de la Passio como parece que da á entender el autor de Pori-Royal, sino de Lo fingido verdadero de Lope, como lo comprueba hasta la evidencia la comparación entre ambos dramas, y pudiera ya sospe-

codea con S. Genesii,

charse por

procede

la

casi

conocida afición de Rotrou todo su repertorio,

ceslao, imitada la

principal

de Rojas, como

sin excluir su

los

lo

español, del cual

obra

capital, el

mismos franceses

mina que explotó fueron

cual proceden por

al teatro

menos cinco de

las

Wen-

confiesan. Pero

comedias de Lope, del

sus argumentos, aun sin con-

tar éste.

La semejanza no comienza en ginales de Rotrou,

y

las

primeras escenas. Estas son

á juicio de Ste.-Beuve (el

sionado), infelicísimas.

La primera escena

ori-

mío parecería apa-

es entre Valeria (hija del

un sueño funesemperador Diocleciano) y to como al principio de Polieucto. Valeria ha soñado que un pastor su confidente: se trata de

(i)

Port-Royal,

tomo

i,

páginas 143-174.

COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS aspiraría á ser su esposo.

Recuerda

padre, recuerda que su

madre

dado un día unos panes

al

las

voluntades caprichosas de su

mujer

era una

al

imperio) que es

Un

no quiera casarla con un pastor. llega

de

la

guerra con Diocleciano,

mientos á su

Dcployez, Valérie, et vos

posible que Dioclecia-

paje anuncia á Maximiano, que el

d'Oiient

cual entra haciendo cumpli-

traits et

faites

do por Diocleciano desde

la

vos charmes;

tomber

^\ pastor, en efecto, no era otro que

ria

menos que de haberse

muy

hija:

Au vainqueur

rial,

que había

del pueblo

futuro límperador, todavía simple solda-

do, é infiere de todos estos caprichos (no

asociado tres colegas

257

les

armes.

mismo Maximiano,

el

condición más ínfima hasta

el solio

eleva-

impe-

y que con sus triunfos ha justificado bien esta elección... Valeno ve ya ningún presagio funesto en el sueño que tuvo por la

mañana, y exclama:

Moo songa Un berger, il

est explique; j'cpouse est vrai,

mas

qui

en ce grand

commande

á

homme

Rome.

«Convengamos (prosigue Ste.-Beuve) en que todo

esto es

muy

malo: en ninguna parte son tan visibles como en este principio defectos del tiempo

pompa. Todas

y

del talento de Rotrou,

estas primeras conversaciones

das ampulosas, y

la

púrpura y

la

el

contraste de

la gloria actual

la

bronces solemnes, y tienen toda advierten en Rotrou, pero

en

feo.

tira-

la

muy

antigua condición de

de Maximiano... Los dos

emperadores de Rotrou parecen fundidos en

Corneille; es

énfasis, la vana

no son más que

única idea que desarrollan con indigesta recru-

descencia de imágenes, es pastor con

el

los.

rigidez de

el

tosco molde de los

un César ecuestre. Se

exagerados, todos los defectos de

como un hermano menor que

se parece al

mayor, pero

Los romanos de Corneille son romanos de Lucano, y de

Lucano no pasan:

Nada de

esto

los

de Rotrou llegan hasta Estacio y Claudiano.»

hay en I^ope de Vega. Su primer acto puede tachar-

se de ajeno casi enteramente á la acción del martirio de

pero está lleno propia de

la

de

vida,

de movimiento y de gracia. Con

comedia española,

Mekksozb

el

r Vxi.Á.\o,— Estudios tabre

d

San Ginés, la libertad

autor nos transporta alternaíivaTeatro di Lape dt Vega.

17

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

258

mente

campamento de Numeriano en

al

Asia, y á la depravada cor-

te

de Carino en Roma; saca á

la

labradora Camila con su cesta de panecillos; pone en acción

escena

la

muerte de Aurelio Caro, herido por un

Aper contra

y

su yerno,

su exaltación

al

libro

la

que

Nada

i-ayo; la

venganza que de

la

imperio, sin omitir

la

él

la

conspiración de

toma Diocleciano, y

profecía fundada en

jue-

el

todo siguiendo con bastante fidelidad

el

Historia Imperial y Cesárea de Pero Mexía, que era

el

go de palabras aper texto de

y

soldado Diocleciano y á

al

(jabalí):

solía consultar

en casos

tiene de romana,

y

tales.

mucho de



española, por lo cual se

momento en el teatro histórico y novelesco de Lope El Castigo sin venganza, etc.), la nocturna salida Abrasada^ {Roma del César Carino á rondar por las calles de Roma con su querida

repite á cada

Rosarda y regocijada tropa de músicos y libertinos, cometiendo mil desafueros é insolencias. El anacronismo de las costumbres es patente,

pero corre

el

diálogo tan

fácil,

hay

animación y bizarría en

tal

estas escenas de capa y espada, que cualquiera

de Valeria y á

los soporíferos alejandrinos

fidente en la tragedia de Rotrou. Sirven

las prefiere al

que recitan

además

ella

sueño

y su con-

estas escenas, aun-

que parezcan episódicas y aun incoherentes, para presentar con hábil artificio al protagonista Ginés, descrito, por supuesto, no con ios rasgos

de

titulo

de un 7nimo de

la

antigüedad, sino con los de un autor

ó director de compañía del

siglo xvii, poeta

tante á un tiempo, como Andrés de Claramonte, figura

no es arqueológica, pero

viva y bien plantada,



y represenLa

verbigracia.

y para

el

caso

basta.

En

Rotrou, por

el

contrario, es

fría

y ceremoniosa

la

aparición de

Ginés. «Entra anunciado previamente por un paje, y dirigiéndose

con familiaridad respetuosa á cios

y

los

los

ciano consiente en

ello,

y

les ofrece sus servi-

festejar el público regocijo. Diocle-

de su compañía para se

emperadores,

pone

á elogiar el teatro

y

el

arte del

comediante. Se informa del mérito de los poetas que entonces bían para

la

escri-

escena. Ginés, después de confesar su preferencia por

los antiguos griegos

que entre los

más

autor de Pompeyo

y

latinos, Sófocles,

recientes, la

Planto y Terencio, declara

palma pertenece

y de Augusto.

sin contradicción al

COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS Ces poémes sans

prix,

oü son

D'un pinceau sans pareil

«Aquí te

en

el

momento mismo en que

main

a peint l'esprit romain...

nombraban á

los aplausos

illustre

259

Corneille. Elogiarle de esta suer-

imitaba, era ingenioso

le

y

delica-

do de parte de Rotrou.>

También en Lope hay conversación sobre entre üinés y

emperador Carino, aunque en

el

y sembrada de agudezas

satíricas,

el

tema dramático,

muy diverso

tono,

y

interrumpidas á deshora por un

profundo pensamiento, que es reminiscencia del Enchiridion de Epicteto

(l):

;De qué autorf

— De Aristoceles. — ¡Bravo ingenio: será brava! — Sí será, que hay toro en ella;

Que

es

de Pasife

la historia.

— Representa como sueles. Que yo no Con

el

gusto de andar

arte y ios preceptos.

— Cánsanse algunos discretos — Pues déjalos tú cansar. u)

Cf.

Quevedo en No Y

el

olvides

teatro

Qiip

capítulo xix de su Doctrvta de Epicteto:

de

que es comedia nuestra

mundo

farsa el

vida,

todo,

muda

el aparato por instantes, todos en él somos farsantes: Acuérdate que Dios, desta comedia

Y

f|ue

De argumento autor que

tan grande y tan difuso,

hizo y la compuso. -M que dio papel breve lis

Sólo

le

Y

que se

al

la

toca hazerle

Sólo

el

Si te

mandó

le

como debe,

dio largo

hazérle bien

dexó

á su cargo.

(|ue hiciesses

I^ persona de un pobre ó de un esclavo, De un Kcy ó de un tullido, Haz el papel que Dios te lia repartido, Pues sólo está á tu cuenta Hacer con perfección \x\ personaje, En obras, en acciones, en lenguaje;

Que I

-a

el repartir los

dichos y papeles, mucha ó poca,

representación ó

Sólo

al

Autor de

la

Comedia

toca.

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

26o

— Deleita el oído y basta, Como no

haya error que sea

Disparate que se vea...

¿Luego tú piensas que reinas

Con mayor estimación? La diferencia sabida Es que les dura hora y media Su comedia, y tu comedia

Te dura

Tú Mas

toda

estás

Hasta

la vida.

repre-sentas también,

la

Sombra

de rey vestido

muerte, que ha sido del

fin...

Lope aprovecha hábilmente este símil estoico para avivar y realuna situación trágica. Cuando el emperador Carino cae herido

zar

por

el

puñal de Lelio, exclama, dirigiéndose á los cómplices de sus

desórdenes: Representé mi

figura:

César de Roma,

Acabóse

Rey era;

la tragedia,

La muerte me desnudó: Sospecho que no duró

Toda mi vida hora y media. Poned aquestos vestidos De un representante Rey (Pues es tan común la ley

A

cuanícs fueron nacidos),

A

donde mi sucesor

Los vuelva luego

a

tomar,

Porque ha de representar ¡Quiera el cielo que mejor!

Rotrou no ha imitado esta escena, pero

mucho,

la del

aunque abreviándola

segundo acto de Lope, en que Ginés se presenta

á

Emperador y el cómico exponen una espey de poética dramática. Todas las alusiones iban, sin duda, á teja-

Diocleciano, cie

sí,

entre

el

do conocido, pero hoy no es

fácil descifrarlas:

— Hoy me has de hacer una notable Prevén, mientras que

como y

el

fiesta:

Senado

COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS

26

Honra mi mesa, una gentil comedia. —Escoge la que fuere de tu gusto; /Quieres

el

Andria de Terencio?

— Es

vieja.

— (Quieres de Plauto el Milite glorioso? — Dame una nueva fábui;; que tenga Más invención, aunque carezca de

Que tengo gusto

Y como me

!e

de

lo verisímil,

Nunca reparo tanto en

me

Antes ,

Oue

los

arte;

de español en esto,

los preceptos,

cansa su rigor, y he visto

que miran en guai'dar

el arte.

.>Iunca del natural alcanzan parte.

-Una comedia tengo que

se llama

El Cautivo de amor.

— Nombre genérico; ;Esa no ves que convendrá con todas,

Pues en todas habrá por fuerza amantes?

;Quién es su autor?

—Fabricio, sacerdote De

Júpiter olímpico.

— {Qué versos?

— Duros, sacerdotales y exquisitos; Si

puede

al sol

No hay que Revuelve

De

llamar lámpara eterna.

tratar

de que

le

llame Febf):

los olores, las especias

dos Indias, y no deja en Libia

las

Fiero animal ni sierpe.

— Esos le escuchen. -Una fábula tengo que se nombra La Contienda de Marsias y de Apolo. Es Corintio su autor, hombre fantástico En

la

Infeliz

pintura de furiosos versos,

en

las trazas é

Pero digno de oir en

invenciones, lo

que

acierta.

— Prosigue en otra. — Una comedia

tengo

De un poeta griego, que las funda todas En subir y bajar monstruos al cielo; El teatro parece

un escritorio

í!on diversas navetas

No hay

tabla

y cortinas. de ajedrez como su lienzo;

*.

202

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

Los versos,

si los

miras todos juntos,

Parecen piedras que por orden pone

mano en trillo de las eras; Mas suelen espantar al vulgo rudo Y darnos más dinero que las buenas, Porque habla en necio, y aunque dos se ofeadao. Quedan más de quinientos que le atiendan.

Rústica

— ^Tienes tragedia alguna? — De León icio Tengo la Electra, aventajada á Sófocles: Hará llorar las piedras; versos trágicos. Vencen en gravedad á los de Séneca. Otra tengo de Heraclio, que se llama

La

Sofoftisba: es cosa

No La

fué Virgilio Tisbe

más

de

los cielos:

heroico; y tengo

de Cornelio, gran

filósofo.

Español y pariente de Lucano.

— Pues Y

hazme una comedia que

quede á

— Haré Porque

No

te agrade,

tu elección. la

mía;

acaso no te diere gusto,

si

pierda

la

opinión ningún poeta.

—Hanrae dicho que imitas con extremo Un rey, un español, un persa, un árabe, Un capitán, un cónsul; mas que todo Lo vences cuando

¡mitas

un amante.

.

— El imitar es ser representante; Pero como

Que

el

poeta no es posible

escriba con afecto y con blandura

Sentimientos de amor,

Y

si

no

le tiene,

entonces se descubren en sus versos

Cuando Así

el

el

amor

le

enseña

representante,

si

los

que escriben,

no siente

Las pasiones de amor, es imposible

"

Que pueda, gran señor, representarlas; Una ausencia, unos celos, un agravio, Un desdén riguroso y otras cosas Que son de amor tiernísimos efectos, Harálos,

Mas no

si

los siente, tiernamente,

los sabrá

hacer

si

no

los siente.

263

COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS

una escena de ensayo cEl segundo acto de Rotrou comienza por Hainlet, la escena de la comedia que debe representar Ginés. En accidente: con ser tan dramática, no es mas que un con enlaza se que interior aquí, desde este momento, hay un drama por acaba como por juego, que, avanzando cada vez más,

de

el

los actores,

otro

invadirlo

y y dominarlo todo

dirigiéndose nográfica y

logo sobre

(l).

Rotrou pone en boca de Ginés,

escedecorador del teatro, consejos sobre la pintura bello monósus efectos. En Lope hay, en cambio, un al

el

arte de la declamación:

Pero en tanta propiedad

No rae parece razón Que llamen imitación Lo que es la misma verdad; Comedia Poeta

el

es

mi voluntad,

entendimiento

De la fábula que intento, Donde con versos famosos Pinto los pasos forzosos

Que ha dado mi

No hay que

pensamiento...

advertir que las coqueterías de la comedianta

cela con los galanes

Román Comique

que

(según

la

Mar-

asedian, todas esas escenas propias del

las califica

trou de la Passio S. Genesii. El

Sainte-Beuve) no las tomó Ro-

nombre y

de Lope de Vega, que además se vale de redo con los amores de Ginés y

la

persona son invención

ella

para complicar

el

en-

Marcela, en lo cual Rotrou no le

pieza mha seguido, por no dar demasiado carácter cómico á su aunque francesa, íringiendo los severos cánones de la dramaturgia

en otras cosas se muestra bastante laxo y propenso á

libertad

la

romántica.

MarEste embrollo de amor y celos, representado por Ginés y seguncela á un tiempo en la realidad y en la escena, llena todo el

do acto de Lope, que tiene

de

muy

ingeniosa contextura, pero que

gravísimo defecto de pertenecer enteramente á

el

profana,

(i)

es

y de no preparar de ningún modo

Lo mismo acontece en Un drama

tro arte

moderno.

el

ánimo

la

comedia

á las

nuevo, joya incomparable

imprede nues-

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DK LOPE DE VEGA

264

y trágicas de la conversión y martirio de Ginés; por medio de un presentimiento vago, que labrando en

siones solemnes

ni

siquiera

el

Ni un

contemplar

del espectador, le prepare á

ánimo

solo

pensamiento religioso cruza por

dos primeros actos,

la

la

obra de

la

Gracia.

mente de Ginés en

los

habla siquiera de su habilidad para reme-

ni se

dar á los cristianos, hasta que secamente dice Diocleciano

al fin del

acto segunde: Miiñana, pur hncer burla

Destos que á Marte y á Venus,

A

Júpiter y á Mercurio

Niegan

el

debido incienso,

Quiero que Ginés

Y

me

haga

represente uno dello?,

al vivo un cristiano Firme entre tantos tormentos...

Por ver

Rotrou ha esquivado este defecto, haciendo que Ginés no represente dos farsas, sino una sola, y ésta de asunto sagrado,

de Adriano, mártir de Nicomedia. Con esto y con

el

nólogo del ensayo, en que por primera vez siente Ginés

miento de gioso de

la

la

Gracia, ha conservado con más unidad

el

el

el

mo-

llama-

concepto

reli-

escena. Pero también esta escena es invención de Lope. íi

dice

misterio

anticipar el

s'agit d'imiter et

non de devenir.

Ginés de Rotrou repasando su papel.

Y

.,

el

de Lope:

;Cómo liaré yo que parezca Que soy el mismo cristiano Cuando

al

tormento

me

ofrezca?

¿Con qué acción, qué rostro y mano En que alabanza merezca?

Y

una voz

le

contesta desde

No

el cielo:

le imitarás

en vano,

Ginés; que te has de salvar...

Rotrou traduce esto á

la letra:

Poursuis, Génest, ton personuage:

Tu

Y

en toda

la

n'imiteras point ea vain

misma conformidad. Cuando Giéxtasis por la entrada de uno de los

escena prosigue

nés se ve interrumpido en sus

..

la

COMEDIAS DK VIDAS DE SANTOS

265

individuos de su compañía que viene á anunciarle que ha llegado el

Emperador, y debe comenzar

el

espectáculo, exclama en Lope:

Perdona, que divertido

En

imitar

Fuera

ol cristiano,

me vi

de sentido,

Pensando que Ángel

Y

me

el

soberano

hablaba

al oído...

en Rotrou: Allons, tu m'as distrait d'un role glorieiix

Que

cEn

je representáis

Cour des

la

obra de

habla distintamente y que el espectador oye, Gracia está tratada de un modo harto crudo; la máqui-

la

le

na dramática se ve funcionar demasiado á se produce, se la

y era

esencial

señal y advirtiese

su interés en la

Cieux...

esta primera iluminación de Ginés (dice Ste.-Beuve), en esta

voz del cielo que la

devant

el

que

las claras,

el

efecto

esta voz ó alguna cosa semejante die-

espectador, para despertar desde luego

al

sentido de

la

conversión, porque todo

el

móvil de

tragedia está aquí.»

Lope, con

la

poderosa audacia propia del teatro castellano, se

atrevió ú presentar en las tablas el bautismo de Schiller la

comunión de María Estuardo.

Oye

con música, hincado de

rodillas,

otro un aguamanil levantado,

San Ginés, como

jnzmo la voz de los

el

ángeles, córrese por breve espacio una cortina, se

pero

y luego

c

descúbre-

un ángel, teniendo una fuente;

como que ya

le

echó

el

agua, y otro

una vela blanca encendida, y otro un capillo». Rotrou hace

bruscamente de

la

salir

escena á Ginés, atribuyéndolo los espectadores

memoria, y volver á la escena ya bautizado y regenerado por ministerio del ángel. Sus camaradas intentan va-

á un defecto de

namente hacerle entrar en su papel, y

él

contesta con símiles de su

oficio:

Ce monde périsable

et sa gloire frivole

Est une comedie oü j'ignorais

Y

II

est teraps

TI

est

mon

role...

de prétendre á des prix immortels.

temps de

pr.oscr

du théátre aux

en Lope:

Yo representé en

el

Sus fábulas miserables

mundo

autels...

266

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

Todo

tiempo de mi

el

vida,

Sus VÍCÍ05 y sus maldades;

Yo

fui figura gentil

Adorando dioses Cesó

Que

la

tales:

humana comedia,

era toda disparates;

Hice

Voy

la al

Diocleciano, furioso,

que

veis, divina:

cielo á

que me paguen...

entrega

le

al

Prefecto

y

le

envía á

¡os tor-

mentos. Este cuarto acto de Rotrou tiene una parte cómica imita-

da de Lope, como todo ñeros de Ginés por

el

lo

demás:

el interrogatorio

Prefecto, llamado en

Lope

de los compa-

Léntulo, y en Ro-

trou, Planciano:

— Que représentiez vous: — Vous l'avez vu: les femraeí.... — Et vous? — Parfois les rois et parfois les esclaves. —Vous? — Les extravagants, les furieux, les braves... — Et toi? — Les assistants... En Lope:

— Llamad los representantes, Y

salgan

-Sin

uno por uno,

que se esconda ninguno...

— ¿Qué me mandas? — Di quién eres — Marcela.

— ¿De qué servías A

Ginés?

— ¿Ya no lo vías? De

representar mujeres.

— Tú, ¿quién

eres?

— Su marido. — ¿Qué representáis?

— Galanes, — Vos, ¿qué hacéis? — Yo ios rufianes, El soldadillo perdido, El capitán fanfarrón,

Y otras coscis deste modo, Y lo represento todo Cuando

se ofrece ocasión...

COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS

Y

prosigue este diálogo, que con otros rasgos de

así

tifica la

267

opinión de Ste.-Beuve, cuando dice: «Nunca

oposición de lo

la pieza jus-

mezcla,

la

la

trágico y lo cómico, ha aparecido más visible ni

más enérgica. El

SaJí Ginés, en pleno siglo xvíi, es

el

drama más

romántico que puede imaginarse. Rotrou descubría espontáneamen-

género en Francia hacia

te este

mucho

antes de Pinto

mucho

(i),

el

mismo tiempo que Calderón,

Gazuh

antes de Clara

(2).

Efectivamente, Rotrou nada debe á su contemporáneo Calderón,

pero se

lo

debe todo ó

todo á su precursor

casi

por consiguiente, hay que rebajar bastante de se le adjudica.

maestro Lope, y

el

la

espontaneidad que

Se dirá que hay desigualdades en

no son menores

las

que se observan en

la

la

de Rotrou, de quien su

panegirista tiene que confesar que «pasa á cada

bueno

obra de Lope:

momento de

lo

á lo malo, de lo sublime á lo detestable». El desenlace, sobre

todo, es infelicísimo en

ambas

obras, y por la

misma

causa: un acto

que debía acabar gloriosa y patéticamente, está echado á perder por ocurrencias burlescas y ridículos juegos de palabras sobre la profesión de cómico

Ambas

y

la

tragicomedia de

la

vida.

obras están escritas con mucha desigualdad, pero con

v

estro genial

bizarro.

Lope

se aventaja en

el

primer acto, como de

costumbre. El asunto de esta obra, que tan grato debía de ser á

la

piedad de

los comediantes, hizo que fuese tratado otras dos veces en nuestra

escena, la primera por tres ingenios, D. Jerónimo de Cáncer,

don

Pedro Rósete Niño y D. Antonio Martínez, en El mejor representante, San Ginés (Parte veintinueve de Comedias varias, Madrid, 1668);

y

la

segunda por un obscuro poetastro del

Francisco Antonio de Ripoll y dia

nueva Ingenio

dicada «a

la

y

siglo pasado,

Representante,

San Ginés y San Claudios, de-

milagrosa imagen del Santísimo Cristo de

que se venera en

la

pañia de Josef Parra

Casa de el

día

la

la

Humildad,

Cabeza», representada por

20 de Mayo de 1741, en

Cruz, é impresa por Gabriel Ramírez en aquel

la

el coliseo

mismo

)

(2)

De Leraercier. De Próspero Mérimée.

coni-

de

la

año. Esta

pieza de Ripoll es una rapsodia ilegible, pero no sucede lo (i

don

«come-

Fernández de Urueña, en su

mismo

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

268

con

la

de

los tres ingenios,

que conserva mucho de

bueno de

lo

obra de Lope, é introduce además ciertas modificaciones les

para regularizar

creando un nuevo

y preparar

acción

la

conversión de Ginés,

.é interesante personaje, el

carpo. Ticknor, aun declarando absurdo tual

la

poeta cristiano Poli-

argumento (con su habi-

el

sequedad protestante), reconoce que este drama se

terés

y en algunas partes con agrado Los

III.

locos

medias de Lope í^rino^ y,

por

(i

el cielo.

— Texto

de

la

está

tomado

con in-

Octava parte de las Co-

1

lista

de El Pere-

604. Pertenece á

demos llamar primera manera de Lope, y abunda mente en quintillas. Su argumento

lee

(i).

617). Pieza citada en la primera

por consiguiente, anterior á

la

muy hábi-

del Flos

la

que po-

extraordinaria-

Sanctorum de Alonso de

Villegas. «

Vida de San Indes y Dotnna, con

vtedia

(2).

bre de esposa á es

los veinternil máj'tires

— Entre otros apellidos que da la Iglesia,

según parece en

uno de huerto cerrado. Dice bien con

como en

cerrado, porque así

con regarse tiranos se

los árboles

y

el

el libro

la Iglesia

huerto, cuanto

plantas,

más

de

nom-

los Cantares,

llamarse huerto

más cuenta

fruto llevan, así

se tiene

cuando

los

daban más prisa á derramar sangre de mártires, más

multiplicaba el cristianismo. Quitaban á uno

su muerte presentes

Dios daba

de Nlco-

Espíritu Santo en

el

al

muchos

mártir, su

gentiles,

la vida,

viendo

ánimo y constancia en

se

y hallándose á que allí

los favores sufrir los

tormentos,

venían muchos a convertirse, y por un cristiano que moría se bautizaban ciento; prendían á éstos y martirizábanlos: y hacíanse cristia-

nos niuchos millares que también de nuevo eran martirizados: y como en el

esto denota decir que es huerto cerrado, porque así

huerto que tiene cerca y puerta, no entra sino su dueño, ó quien quiere, así no pudieran los tiranos quitar de la cabeza

( 1

The traditíon

is

un cabello

él

á

may be read with has a love-intrigue brough:

abstird enc2í^h ceriainly, but i he drayna

interest ihroug'ioui,and parís

of it wiih pleasure.

It

{X. iii, edición de 1863, pág. 422). Véase Flos Sanctonim. Historia general en que

in with skill (2)

se escriben las vidas ae

el M. Alonso de impreso por Juan y Pedro Rodríguez, hermanos, 1568.

santos extravagantes y de varones ilusiies en virtud..., etc. Por Villegas. Toledo:

Tercera parte,

fol. 47.

COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS algún mártir,

si

Dios no diera licencia y

269

lo permitiera.

Esto todo

veremos, por ejemplo, en una maravillosa historia que escribe

meón MetafrasLe, en que se refieren los martirios de Indes, y Domna, con otros veinte mil mártires de Nicomedia: Fray Laurencio Surio, y es en

«Ya

Emperador, cuando

la Iglesia

Católica, la

particularmente en Nicomedia, por medio del

que no sólo honraba

lo,

la

muy

que

palabras

sus

hechas un vivo fuego, y sacadas de un pecho encendido en

y

así

muy

medio para que muchos

cada día se veían dejar

religión, teniendo

cuidado

y algunas de

el

de vida

amor

el

de veras sirviesen á Dios:

mundo, y en

el

riquezas, particulares personas,

en

florecía

celebrado Cyri-

ciudad con ser su Prelado, sino que con

sus santas y admirables costumbres, con

divino, era

Glicerio refiérela

manera:

esta

era el segundo año de Maximiano,

levantó persecución grave contra

Si-

él

la

grandes estados y

casa real, y entrarse

santo pontífice de edificar de nue-

vo monasterios en que se recogiesen, no olvidándose de

los antiguos

que estuviesen bien reparados y proxeídos, para aue en los unos y los otros Dios fuese servido. Vino esto á noticia de Maximiano, y aunque para él era negocio pesado y en que quisiera desfogar la y enojo que tenía ya concebido contra sucedió que ciertos Bárbaros levantaron guerra cólera

dole forzado

ir

guerra sobre

«Vamos

á reprimirlos, dijo:

el

cristianos, les era

la

Todo

religión».

demás una

palacio real,

y

las

ilustre doncella,

alma, llamada

el

contra los que nos hacen

esto siendo sabido por los

hermosa en

Domna,

la

fue consagrada por el

tuvo

sacrificios á sus ídolos:

de

los

hechos de

los

deseaba ser instruida en

allí

la batalla,

áni-

vidas por Cristo. Señalábase ol

cuerpo, y

Emperador á

noticia

mu-

cual se había criado en

tenía el primer lugar entre los sacerdotes, al

libro

mas

Imperio, y sién-

medio para que se aparejasen á

inándose y fortaleciéndose á perder

cho más en

al

estado, que luego volveremos contra los que nos

hacen guerra sobre

entre los

los cristianos;

sus dioses,

el

y

tiempo que se ofrecían

de Cristo, y le37endo en

el

Apóstoles, fué encendida en su amor, y Tomó para esto amis-

la religión cristiana.

tad con una doncella llamada Ágapes, hija de cierto senador, y de ella

aprendió

los misterios

de nuestra

portaba bautizarse, fuese de noche

al

fe:

y sabiendo

lo

que

la

im-

santo obispo Cyrilo y pidióle

270

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

con grande

eficacia el bautismo. Él la declaró algunos misterios é

hizo catecúmena:

mandó

ñase y dispusiese para

y no

á un diácono llamado Agapio que la ense-

el

Todo

bautismo.

esto hizo secretamente,

supo sino un eunuco ¡lamado Indes,

lo

aunque de na-

el cual,

ción Bárbaro, era en costumbres bien semejante á recibió la fe junto con

Venido

tiempo conveniente,

el

La

doncella de catorce años. cristiana, hacía

haciendas y traían

tomó

pobres,

cual,

el

el

los

de nuevo bautizados vendían sus

oro, plata

y joyas que

tenía,

llevósele al obispo

y

mano

ley de Dios á

La

de

el libro

precio á los Apóstoles, que ellos repartían a

El cual, dejando bien enseñada en

al

la

no contentándose sólo con ser

Cyrilo para que lo distribuyese de su

á esta sazón.

así

dos fueron bautizados, siendo

obras de gran perfección: y leyendo en

hechos apostólicos que

los

los

Domna, y

se adelantó en el martirio.

y después

ella,

la

á personas necesitadas.

Domna, murió

santa doncella, junta con Indes, procuraba servir

Señor, ejercitándose los días en ayuno, oración y lección, y á

la

noche comían solamente un poco de pan y bebían agua; y daban á los

pobres

la

y con

casa:

quitación que del

Emperador

camino para

este ejercicio aparejaban su

ejemplo á otros muchos para servir

recibían por estar en su el cielo,

y eran

mayordomo de

Señor. El

al

que supo su ayuno y recogimiento, les hizo muy malos tratamientos, especialmente siendo avisado de un eunuco, persa de palacio,

y mal hombre, de que daban

nación

cristianos

enemigos del Imperio. Este

su aposento,

donde

enmienda. Entró cruz,

el

suelo,

libro

de

el

vería

su comida y hacienda á los

mayordomo donde

los

persuadió que entrase en

le

que hacían cosas que tenían necesidad de el

otro

dijo,

le

que eran sus camas, una

arca,

vela: estas eran las alhajas

depositaban otras más preciosas en

El

mayordomo

les

queriendo saber

la

le

el

los

el

reino de los

oro y los vesti-

el

respondieron, dióles algunos tormen-

verdad,

y ninguna cosa

saber lo que pretendía. Fuese de

que

de

preguntó dónde tenían

dos preciosos: y porque no tos,

una

dos siervos de Dios,

fumador y una

cielos.

halló

un incensario de barro ó per-

con

las cuales

y

hechos apostólicos, dos esteras tendidas en

allí

había visto, por tenerlo en poco,

dentro del mismo palacio, hasta que

sin

le

aprovechó para

tomarles cosa alguna de

lo

y mandólos poner en prisión el

Emperador

lo supiese.

La

COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS

Domna,

santa doncella

27 X

mal tratamiento, y de que

del

mataban

los

de hambre, vino á descaecerse y estar á punto de morir; mas proveyólos el Señor, porque vinieron á ellos una noche muchos ángeles é

hincheron

comieron

de

la cárcel

los dos,

y

luz,

habían pasado. \'ino á visitarlos la

hambre

las

mesas de manjares, de que

y quedaron buenos,

sin señal del trabajo

para que hiciesen lo que

los habría vencido,

que

mayordomo, entendiendo que

el

él

quería,

y

viéndolos alegres y contentos, entendió que por mal no podría aca-

bar con ellos cosa:

mudó

no sólo en abundancia

la

parecer y tratólos con regalo, dándoles

comida, sino

santa virgen ni tenía necesidad intento de darlo á los pobres:

así

y

vestido

el

hacía caso,

ni

como

le

y

y joyas, de que

si lo

recibía era

la

con

fuese traída una cinta

guarnecida de oro y piedras, dióle atada con una cuerda á cierto diácono llamado Alipio, para que la vendiese y diese el precio á pobres, con que

muchos

casa real de

en

la



modo cómo

salir

de

del rey Achis, filisteo, loca, volvía los ojos

lloraba, sin

se remediaron. Viendo, pues,

Emperador

y

idólatra,

allí, y que se

fué el

mismo con que David se libró Domna, fingiéndose

fingió loco. Así

se hería, escupía

guardar termino

ni

que estando

podía mal servir á Dios, bus-

y daba

ya

voces:

orden, de lo cual los que

la

reía,

ya

veían se

maravillaban y le tenían compasión. Mucho pesó de esto al mayordomo, especialmente que cuando él iba á visitarla mostraba más la

enfermedad y locura, por donde él le puso guardas para que estando ausente el Emperador no le sucediese alguna desgracia. Vcomo pasase tiempo, y perseverase

que

los

residían en palacio,

la

prudente doncella en su intento,

porque sentían con

ella

pena, hablaron

al

mayordomo y

la

llevasen consigo y la curasen, confesando (aunque no querían)

potencia del

rogáronle que llamase algunos cristianos para que

nombre de

Cristo.

Afirmaban éstos que

la

se hallaban

entre ellos personas que sanaban de semejantes enfermedades. El

mayordomo, que también tosa la

sentía

Domna, concedió con

pena y

Mandó

ellos.

le

era molesta

sazón era obispo de Nicomedia y sucesor de Cyrilo,

go que

la vio,

y

muy

cos-

llamar á Anthimo, que á el

cual lue-

conoció su disimulación. La santa virgen estuvo en

su presencia quieta, por

donde

el

mayordomo rogó

consigo aquella doncella con Indes

el

eunuco, y

al

obispo llevase

los tuviese

en algún

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

272

y recogido hasta que ella del todo sanase, y dábale dinero para que los alimentase. El obispo, sin tomar el dinero, relugar honesto

cibió los siervos

de Cristo y enviólas á un monasterio, con grande

contento de los dos por haber salido seo,

A

Maximiano

esta sazón, volvió

atribuía

la

el

negocio conforme á su de-

victorioso de sus enemigos,

y

y por ello mandó hacer granteniendo intento de perseguir á los cristia-

victoria á sus dioses falsos,

des sacrificios y

fiestas,

nos, pareciéndole

que en esto servía á sus demonios. Hallóse

mismo en un solemne

sacrificio,

donde públicamente

dijo

romanos

loores de sus dioses, atribuyéndoles haber dado á los

monarquía del mundo y

el ser

causa de

de los buenos anos, afirmando que por

la fertilidad

é¡

grandes la

y abundancia

ellos tenían la

comida y

eS

y todo cuanto bueno gozaban, y que adorándolos y ofreciéndoles sacrificios, siempre los tendrían propicios y benévolos.

sustento,

No sino

permitió Dios que fuese adelante con semejantes blasfemias,

que se viese

estando

la

mentira y

la

falsedad de lo que decía; y

así,

sereno y sosegado, súbitamente se obscureció y cu-

el cielo

y cayó tanta agua, piedra y granizo, acompañado de truenos y rayos, que todos los presentes lo pasaron mal, quedándose unos heridos, oíros lastimados y todos espantados; crebrió de nubes negras,

cieron los ríos é hicieron daño notable, perdiéndose los sembrados.

El Emperador, lleno de temor y confusión, se fué á su

por esto se enmendó; antes,

como echase menos

y supiese del mayordorno que

él los

a

c?isa,

Domna y

y no

á Indes,

había entregado á los

cristia-

nos, y por cuál ocasión, enojóse grandemente con él, quitóle el oficio y púsole en otro bajo y desechado, y después le mandó matar. Pro siguió la persecución contra los cristianos, enviando por diversas

partes edictos y mandamientos para que sus prefectos y jueces los atormentasen crudamente, prometiendo grandes premios á los que

en esto fuesen dos y

flojos.

mandaba,

él

solícitos

Y

y

diligentes,

y amenazando á

los

descuida-

para incitarlos á que en esto hiciesen 'o

mismo, por su parte, procedía contra ellos y

mentaba. Entró un día en

que estaban en

ella,

la iglesia

cj;ie

les

los ator-

y habló con muchos cristianos

persuadiéndoles á que dejasen de adorar á

que fué muerto en un madero, y adorasen á dioses tan poderosos como los que él adoraba. «Mirad, dice, que cuando voy á Cristo,

COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS

273

hacer guerra de nuevo á alguna gente y nación, primero

me

les

ruego

y ofrezco

la paz,

mas

sangre; lo

mismo

será de vosotros: ahora os ofrezco la paz, procu-

rad obedecerme

si

son rebeldes, destruyólos á fuego y á

no queréis sentir m¡

si

sacerdote llamado Glycerio, con

mucha

ira

y enojo». Hablóle un dándole á enten-

libertad,

los idólatras y la verdad que los cristianos sequisiese que no otro testimonio de esto sino que él, habieny fuertes do vencido Bárbaros y poderosos, era vencido de mucha-

der

ceguedad de

la

guían,

chos y niñas, no bastando sus tormentos á hacerlos mudar de su

y que

intento,

á esto se añadía

rrespondencia del victorias

y

por Cristo. Fuese de

de

tempestad sucedida, que fué co-

que quiso volver por

cielo,

fertilidad

la



y declarar que

las

años no eran causadas por Júpiter, sino

los

Emperador muy sentido de

allí el

Glycerio,

al

cual

mandó después

y

cabo, atado á un madero, quemar, donde ganó corona de mar-

al

llevar á su presencia

y dar algunos tormentos,

Hizo buscar á Indes y á Domna; y hallado Indes, mandóle

tirio.

ofrecer sacrificio en compañía de otros sacerdotes,

Mas

él

entró en

el

templo bien diferente de

iban ellos con vestidos de tristeza

fiestas,

que tenía en su corazón. Por

poner cargado de cadenas y de voces á sus criados que

le

y

él

antes solía.

los otros ministros,

pues

de negro, demostrando

lo cual el

grillos

como

Emperador

le

mandó

en una obscura prisión: daba

buscasen á Domna,

la

sacerdotisa de Mi-

nerva. Enviábalos por los monasterios 'de cristianos para saber

estaba tióla rio.

allí.

la

abadesa que

en traje de varón, y dándola guía,

Después de

buscáronla,

que

Y

entendiendo esto

así

la tenía

si

consigo, vis-

la env^ió fuera del

monaste-

llegaron á él los ministros imperiales,

y y era de suerte, como de otros monasterios, algunas que primero no

y no

de éste

lo cual

la

hallándola, maltrataron las monjas,

consentían dejarse ver de ojos de hombres, se veían huyendo por los

y

montes, y se entraban por

las

cuevas para librarse de

agravios que les hacían. Fué caso digno de memoria

esta persecución sucedió á

una de

era señalada en hermosura, virtud

y

las

nasterio

y

el

que en

monjas: llamábase Teófila,

linaje,

y siendo

maldita gente, queriendo vengarse en una de recía recibían

las fuerzas

la

vista de aquella

ofensa que les pa-

de todas en encubrirles á Domna, sacáronla del mo-

lleváronla á la casa de las malas mujeres para deshon-

Mbnkmdkz

y Pei.ato.

— Estudios sobre el

Teatro de Lope de Vega.

18

ESTUDIOS SOBRE nL TEATRO DE LOPE DE VEGA

274

Viéndose en tan riguroso trance

rarla.

ojos al cielo

tidad

y

y

dijo:

principal

y aun de matar para poder robar metanto su desventura, que vino á ser Capitán de una

sclinacion que tenía de robar >jor.

Llegó á

5>gran cuadrilla

de ladrones. Cuéntase del que una vez, queriendo

amatar á un pastor porque

le

había estorbado una noche que no

de Surio, por quienes se comunica la tradición hagiográde Simeón Metaphrastes. Las obras más conocidas de este género son el Flos Sanctorumy Historia general de la vida y hechos de Jesucristo, Dios y Señor nuestro, y de todos los Santos de que reza y hace fiesta la Iglesia Católica, de Alonso de Villegas, obra que alcanzó, por lo menos, doce ediciones, divididas en cinco partes ó lomos: la Hagiographia y vidas de los Santos, del Dr. Juan Basilio Santoro (Bilbao, 1580); el Flos Sanctorum ó Libro de las vidas de los Santos, del P. Pedro de Rivadeneira (1599- 1601); el Compendio de vidas de los Santos, de Fr. Francisco Ortiz Lucio VI 597}, y el estrambólico Templo Militante, festividades y vidas de Santos, declaración y triunfos de sus virtudes, parto de la irrestañable vena poética del Prior de Canarias D. Bartolomé Cayrasco de Figueroa. Creo que, aparte de algunas Vidas particulares de santos (especialmente

Sanctoriim

hisioriis,

fica oriental

españoles),

Lope

se atuvo á Villegas y á Rivadeneira.

2S3

COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS »h¡ziesse cierto salto

»tor estaba de

la

que quería hacer, sabiendo que

otra parte del rio Nilo,

que á

la

dicho pas-

el

sazón venía ancho

desnudó, y poniendo su vestido sobre la cabeza, y »tomando en la boca su espada, pasó el río nadando, y fué á bus-

»una

»car

milla, se

pastor que estaba guardando

el

^viéndole

el

pastor se escondió, y

volvió á pasar

>mió

la

Moysén no

mejores del hato, y atólos á una cuerda y

el rio,

los pellejos

y

al

donde

lugar

le

tenía los

Andando pues Moysén en

»otros ladrones sus compañeros.

y

demás, por vino que

lo

>dieron, y todo se lo bebió, y se volvió

>los

mató

hallándole,

trayéndolos consigo, y los dessolló y se co-

y vendió

carne,

ganado en su majada. En

los

»quatro terneros, >

el

tan

ma-

tan abominables passos, le miró el Señor del cielo con ojos

»de piedad, y con

los

rayos de su divina luz alumbró á aquel cora-

>zón tenebroso y duro, y

le

ablandó y encendió con

las

llamas de su

>divino amor. Trocóse de manera que de ladrón vino á ser monge, y »el

que quitaba á

los otros antes la vida,

vino á ofrecer

la

suya en

de Satanás, á ser exemplo de religión

>sacrificio al Señor, y de >y penitencia. Estando una vez retirado en su celda, vinieron qua>tro ladrones que habían sido sus compañeros, y entraron en ella »para robarla, sin saber que aquella celda era de Moysén, ni que

lazo

lél estuviesse allí.

>y

y como hombros á la

atólos,

«sus

Dieron en si

>drones

me han los

él

quando

los vio

donde estaban

como

arremetió á

ellos,

paja, los llevó sobre

los otros

monges

recogi-

estaban atados delante dellos, les

yo no puedo ya hazer mal á nadie, pero estos

la-

acometido, yo los he cogido y atado, y aquí os los

>traygo, para que

>Quando

y

fueran quatro costales de

iglesia,

»dos; y poniéndolos assi >dixo: «Padres,

él,

me

digays

lo

que quereys que haga

dellos.»

ladrones supieron que aquel era Moysén, y

el

que

>había sido ladrón y caudillo de ladrones tan famoso, y que dexada >aquella mala vida, se avia vestido de hábito de penitencia, y con>virtiéndose tan de veras á Dios, tocándoles el mismo Señor el co>razon, quisieron imitarle,

y pidieron que

los admitiessen

iges, y fueron varones perfetos, y acabaron su vida en

>Pero como Moysén venía del

siglo

acostumbrado á

la

por monReligión.

los vicios,

>había hecho callos en las torpezas y maldades, tuvo grandes >cultades en vencer los malos hábitos passados, y destexer

y

difi-

la tela

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

284

»de mala vida que en tantos años avía texido; y el demonio, que »nunca duerme, velaba siempre para hazer la guerra, y de dia le ^apretaba,

y de noche

le afligía

con varias tentaciones, que fueron

ítan terribles que faltó poco para que no volviesse atrás y se rin-

Mas

se dexasse del todo vencer.

»diesse

y

Ȗor y

él se

aprovechó de

los

favorecióle nuestro Se-

medios que aquí

diré.

Primeramente

el consejo de algunos varones santos y padres espirituales muy ^experimentados, á los quales descubrió sus tentaciones y peleas,

ícon

»y tomó dellos armas para poder vencer. Entre estos santos padres »fué uno Isidoro, varón perfetíssimo, »ravillase

»y

que

carne,

la

el

qual

le

dixo que no se ma-

su mala costumbre de seguir sus gustos

y

apetitos, le hiciessen guerra;

porque quando un perro que suele

»estar en la carnicería halla en ella que comer, no le pueden echar »della,

pero

si

se cierra la carnicería,

»mismo de suyo

se va.

Y

que

•pecadores que vienen del

lo

y no

mundo

á

»pero que en cerrándole

la religión,

la

puerta, él

mismo

»nester con la buena costumbre deshazer

»como con un clavo quitar á

j>fuego la

el

que

solía, él

demonio con

los

que mientras que

qué cebarse y entretenerse, siempre

»halla en ellos en

»

halla lo

mismo haze

se va.

Y

los infesta,

que es me-

mala costumbre, y

la

ayuno y penitencia la carne los huessos, con que como perro se sustenta y al leña con que suele arder. sacar otro clavo,

y con

el

«Siguiendo pues esta dotrina del Santo padre Isidoro, determinó

»Moysén tomar

segundo medio, y

el

su carne con ayunos:

afligir

«para esto se encerró en su celda y no comía

al

y

dia otra cosa, sino

»doce onzas de pan seco, que para su gran cuerpo era suma abs-

y juntamente trabajaba mucho, y cada dia hazía cincuen»ta veces oración para debilitarse y enflaquecerse, y domar á tan »cruel y doméstico enemigo; pero como Moysén era muy robusto »tinencia,

»y mal acostumbrado, y »su pecho, padecía

el

demonio atizaba

muchos malos

sueños,

y

el

la

»Para rendirla y vencerla, determinó de tomar »fué estar toda

la

noche en pie

fuego que ardía en

carne hazía su oficio. el tercer

medio, que

sin arrodillarse ni arrimarse

por no

y desta manera passó seys años orando en su celda adormir las noches, y con todo este trabajo no pudo vencer

• dormir;

•tentaciones torpes de

la

sensualidad; para

sin las

que entendamos quan

CüMüDlAS DE VIDAS DE SANTOS

alma un hábito vicioso envejecido,

»d¡ficultosa cosa es arrancar de!

»y que >estas

285

don de Dios, y que él muchas veces permite luchas y peleas, para que con el trabajo y pena que el homla

castidad es

en

;)bre siente

resistir á los

malos apetitos, purgue

»zoñosos y deleytes que otro tiempo en

los gustos

ellos tuvo.

Como

pon-

no bas-

medios que Moysén había tomado para vencerse, buscó

j>tassen los

para quebrantarse más. Había algunos monges viejos y can-

)»otro

»sados que no podían proveerse de agua para sus celdas, por estar

»dos y tres y »

y Moysén, para

traer;

»noche secretamente

y quitarles deste trabajo, yba de que nadie lo supiesse) por el agua que

aliviarlos

(sin

habían menester, y

3>ellos

de donde se había de

seis millas lexos las fuentes

henchía

les

con grande

las vasijas

»dad, diligencia y fortaleza. Ocupándose en este exercicio »teció

que una noche

demonio, que no podía

el

sufrir la

le

cari-

acon-

virtud

y

^perseverancia en

el

bien comenzado, hallándole cerca de un pozo,

^llenando de agua

el

cántaro de un monge,

»golpe tan recio que

monge

»ges,

y

le

allí

que otro

»pozo para sacar agua, »el

dexó

le

»to. Allí estuvo hasta

le halló

avisó á San Isidoro

llevaron á

»año enfermo,

sin

le dio

con una porra un

como muermonge al mismo

tendido sin sentido y

dia viniendo otro

tendido en

Abad;

el

el

suelo y desmayado;

qual vino con otros

y mon-

y estuvo Moysén de aquel golpe un volver en sí. Después Isidoro le amo-

la iglesia,

poder

casi

mano, y poco á poco, en esta lucha con el • demonio, y que no peleasse con él como quien le desafía; porque «también la fortaleza ha de tener su tassa y medida, y muchas ve-

«nestó que se fuesse á

»zes se haze •

más con

!a

la

paciencia y confianza en Dios que con

fuerza y poder de nuestro brazo.

Y

»que no cessaría de batallar hasta que >gassen, •

sancto

Abad

los

Isidoro le dixo:

el

sueños torpes y

feos,

que hasta aquí

podrás con confianza llegarte

»po de Christo nuestro Señor,

al altar, el

y

te

la

respondiesse

malos sueños no

«En

Señor Jesu Christo desta hora en adelante no

• los •

el

como Moysén

le fati-

nombre de nuestro te

congoxarán más

han perseguido. Bien

recibir el santíssimo cuer-

qual te ha querido probar tan lar-

•go tiempo, y con tan dura pelea, para que

te humillasses

y enten-

>d¡esses que no por tu trabajo y valentía habías vencido esta pas•

sion,

y por

ello te

desvaneciesses^.

Con

esto se serenó el corazón

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

286

»de Moysén, y se aplacó aquella tempestad; y cessaron

ondas que

los vientos

y gozó de entera bonanza y quietud, dióle nuestro grande Señor tan señorío sobre los demonios, que »y

»y

las

turbaban,

le

»no hazía más caso dellos que nosotros hazemos de »fué uno de los

más

las moscas y monges de aquel tiempo, y murió

insignes

«siendo sacerdote de Cerca de ochenta y cinco años, »Nic.éforo, ó

de sesenta y cinco, como dice Paladio

•otros tantos discípulos imitadores en su santidad

Inmediatamente después de cuentra en Rivadeneira nitente;

pero

ni su

leyenda está enlazada con

La

Parte novena de varios autores (1657)

proximidad de ambas leyendas en

la

hubo de

gráfica

inspirar á

Teodora introducido en su

mosa y

del liegro Moisés,

muy

notable de

la

(2).

fábula, sino el

No

no hay duda

distintos,

misma

Lope de Vega no

trágica de los primeros actos.

la

Adúltera penitente, impresa

Pero auque estos temas dramáticos sean

que

la

con esta comedia de Lope, aunque dio

Cáncer, Moreto y Matos Fragoso, la

virtud.»

vida del anacoreta Moisés se en-

ocasión á otras de nuestro teatro, entre ellas

en

y

dice

dexando

Vida de Santa Teodora Ahxandrina pC'

la

tiene relación directa

ni

la

como

(l),

colección hagio-

sólo

nombre de

el

germen de

la

acción ani-

es preciso trancribir ínte-

vida de Santa Teodora; basta copiar del P. Rivadeneira aque-

gra

la

llos

párrafos en que se nota la semejanza:

«Escribamos ahora otro ejemplo de una mujer casada, noble y rica que, habiendo vivido en grande honestidad, fué engañada, y

cayó en una flaqueza de carne, y hizo trayción á su marido, y lloró tanto su peccado como en el discurso desta historia se verá; la qual escrive

Simeón Metafraste en

esta manera: Siendo

emperador Ze-

non, nació en Alexandría una mujer de padres nobles y ricos, dotada de grandes virtudes,

la

qual siendo de edad, se casó con un

caballero igual suyo y vivieron en el matrimonio con gran paz

muy amada y muy amorosa y

conformidad. Llamábase Teodora; era

marido porque

(i)

le

era

muy

obediente,

y

estimada del bien acondi-

Paladio dice «setenta y cinco>. (Cons. Palladius: Hisiohe lausiaque;

trad. A. Lucot; París, A. Picard, 19 12; pág. 151). (A. B.). Esta Teodora es distinta de la Teodora virgen y mártiri heroína (2)

una tragedia de Corneille.

de

COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS

287

muchas y grandes virtudes que resplandecían en ella, por las quales, y especialmente por su rara honestidad, era muy querida y reverenciada de todos. Tuvo el demonio envidia de tanta bondad, y determinó hazer cruda guerra á la que vivía en clonada; y por las

un mozo de buenas partes y rico, que se aficionasse á Teodora, y encendióle con llamas y estímulos de concupiscencia, abrasándole las entrañas quando pensaba en ella. tanta paz con su marido. Instigó á

Rendido

el

pobre mozo á su loca passion, procuró atraer á su vo-

luntad á Teodora, con blanduras, promesas y presentes, y con todo lo que el amor ciego en semejantes ocasiones suele ofrecer. Nin-

guna cosa aprovechó para que Teodora quisiesse consentir en su mal desseo, ni aun mirarle, porque como era mujer tan honesta y tan christiana, tenía á Dios delante y la lealtad que debía á su rido.

Viendo pues

el

sito aquel negocio,

tomó por medianera

endiablada, para que ra,

mozo perdido que no le sirviesse

le

á una vieja hechizera

que

lo

él

por tantos otros

medios no había podido alcanzar. Dixo tantas cosas

Teodora que con sus

y

de tercera, y acabasse con Teodo-

por medio de sus palabras venenosas,

vieja á

ma-

sucedía á su propó-

falsas

razones

la

la

perversa

engañó y pervirtió para

que consintiesse, y en efeto se cometió el adulterio; y luego del se que suele del pecado, que es vergüenza, arrepentimiento y

siguió lo

grande y atravessó de

tal

corazón de Teodora, que

si

dolor. Este fué tan chillo

agudo)

el

su mano, fácilmente cayera en desesperación.

manera (como un cuDios no

No

la

tuviera de

aquel pe-

le sirvió

cado de eslabón para otro pecado, sino para penitencia y corrección;

porque había nacido de flaqueza y engaño, y no de malicia y

mala voluntad. Comenzó á andar el lla

marido, que

la

triste,

desconsolada y

amaba tiernamente, y no

afligida,

novedad, procuraba con caricias alegrarla y recrearla: mas

la llaga

y

sabía la causa de aque-

como

estaba en las entrañas y el corazón tan lastimado, ninguna

cosa que hacía

el

marido era parte para consolar á

Parecióle que había ofendido á su Dios

la

y deshonrado

pobre muger. á su marido,

ciudad tenía, y que un infierno era poco para ella: y corrida y afrentada en sí misma, no osaba alzar los ojos al cielo. Finalmente cavó tanto este sentimiento á

y perdido

el

buen nombre que en

la

Teodora, que movida del Señor, se resolvió de pagar

la

culpa de

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

288

aquel pecado con pena perpetua, y con una penitencia rigurosa de toda su vida. Para esto, sin que nadie

hombre, y

se fué á

seys leguas de

la

ciudad de Alexandría, donde con grande humil-

dad y disimulación de quien

era, suplicó al

en aquel convento para servir en

Lo que

sigue es lo

mos porque no

de

lo entendiesse, se vistió

un monasterio de monges, que estaba como

él

más

más dramático de

Abad que

le

admitiesse

al

Señor...»

la

leyenda, pero lo omiti-

tiene relación alguna con la

comedia de Lope. Tam-

bién en ésta es alejandrina Teodora; también tiene, no un galán, sino dos,

que

á hurto la pretenden: Alejandro, el

vencedor de los

ha enamorado de

la y su esclavo, el negro Filipo, que se dama por un retrato suyo que robó á su amo. Teodora no aparece casada como en el hagiógrafo, sino prometida contra su voluntad al mancebo Leoncio (hijo del Gobernador de Alejandría) por su pa-

etíopes,

dre Leopoldo, á quien resiste y desobedece, allanándose á ser ro-

bada por

el

capitán Alejandro. Quien la roba verdaderamente es

y de ün engaño

negro, prevalido de su valor

el

llegan al tal

monte

nocturno. Cuando

quieren violarla, pero ella logra salvarse de su bru-

pasión, se convierte en capitana de bandoleros con

Cleopatra,

y acaba por cortarse

mano

la

á trueque de

nombre de

no dársela

no

negro. Este embrollo, complicado con otros incidentes, ocupa sólo los dos primeros actos, sino la

mayor

parte del tercero, y pa-

rece invención libre de Lope, aprovechando los dos lugares nes del enamoramiento por retrato y de frecuentes en

la

mano

comu-

cortada, que son

muchos cuentos profanos y en muchas leyendas

céticas.

al

as-

'

El interés de este drama es esencialmente novelesco, y apenas

puede

y por

calificarse el

de comedia de santos mas que por

desenlace.

Es de aquellos dramas en que

fano se sobrepone de

tal

modo

al

sagrado, que

el las

el

protagonista

elemento proescenas de

conversión del Santo parecen puestas sólo para justificar

y

se

todo

ve que

el

autor las abrevia cuanto puede. Aquí, por ejemplo,

el interés se

negro.

Lope

nitencias

la

el título,

concentra en

insiste

poco en

la

la

y mortificaciones que

corpulento, tan feo

y

vigorosa pintura del carácter del

lucha puramente ascética, en las peel

anacoreta Moisés, tan grande

y

espantable, tan acosado por los recuerdos de

COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS

28la

el

daño de esta refundición en

la

comedia de D. Juan Bautista Diamante, El Negro más

inserta

en

la

segunda parte de

paso á paso Diamante

más crespo, por ejemplo,

suyas (Madrid,

las

1

desatina-

prodigioso.,

674). Siguió

fábula de Lope, poniéndola en el estilo

la

y campanudo que puede imaginarse. Cotéjese, relación de Filipo en la comedia primitiva:

enfático la

Yo

soy hombre sin principio

Ni origen cierto; en las ondas

Me

hallaron del padre Nilo;

Dos pastores

Y

me

criaron,

mataba, cuando niño,

Serpientes que horror ni miedo

Me con

causaban con su

de aquella otra de El Negro más pro-

los sonoros disparates

digioso,

silbo...

que comienza: Mi padre, pues otro ignoro,

Fué

el Nilo,

Que

siete

Por

undosa muralla

bombas de nieve

siete bocas dispara:

Reino de

siete provincias,

Monstruosa hidra de

Que de un cuerpo

plata,

cristalino

Produce siete gargantas...

me

Allí

halló Corsicurbo d).

Sabio negro que en

la

playa

Del Nilo, por conjeturas

Prevenido

me

esperaba.

Trasladóme desde

Á

la

De

A

sus brazos, y desde ellos

la estancia solitaria

De un

(O

Nombre tomado

el río

piadosa morada

alberge que bostezo

del Persües de Cervantes, en aquel sabido principio:

'Voces daba el bárbaro Corsicurbo*

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE OE VEGA

292

Se juró de

la

mootaña,

Funesta boca por donde

Luto

el aire respiraba...

(Así refundían el teatro antiguo los Diamantes, Matos Fragosos

y

Candamos! V. El Cardenal de Belén. insertas en

de

dos

las

la

— Es

listas

No

comedias de Lope

las

estando citada en ninguna

de El peregrino^ hay que suponerla compuesta en-

segunda edición de aquella novela)

tre los años 16 1 8 (fecha de la

y 1620

sexta de

la

Trezena parte {1620).

(fecha de

la

parte décimatercera). Dedicó

Lope

esta

dia al célebre predicador Fr. Hortensio Félix Paravicino,

come-

uno de

los

primeros y más ingeniosos corruptores de nuestra oratoria sagrada.

Reimprimió Hartzenbusch (páginas 589-607) de

formó para

la

la

esta

comedia de Lope en

colección selecta de

Biblioteca de Autores españoles. Si

ser

más

tomo

m

con El Cardenal

de Belén quiso dar idea del teatro religioso de Lope,

pudo

el

de su autor, que

las

la

elección no

desacertada, cuando tantas admirables obras de su

autor quedaban en olvido.

En

efecto, á duras penas

más monstruosa que

ésta,

rigores, aquí bien fundados,

á cuál

más

puede encontrarse en su repertorio obra

y con ninguna de

la crítica.

se han ensañado tanto los

Baste trasladar dos juicios,

acerbos.

Dice Clemencín en su Comentario

al

Quijote (l):

«Sirva de muestra (de los defectos habituales en las comedias de santos) trata

la intitulada

El Cardenal de

de San Jerónimo. Hablan en

es el primer galán,

Dámaso,

el

Belén,

ella

y ya

se entiende

este Santo,

que se

que por supuesto

San Gregorio Nacianceno, San Agustín, San

emperador Juliano

el

Apóstata, un Padre del yermo,

el arcángel San Rafael y el Demonio. España, un león y un pollino. Roma, Mundo, Salen á las tablas el El primer acto se concluye azotando los ángeles á San Jerónimo.

casado, los tres Reyes Magos,

En

el

segundo tocan chirimías y

sale

San Dámaso acompañado d-

Obispos y Cardenales. Se habla de Pasquín y Marforio. San Jerónimo y un monje acaban las Completas con el Salva nos, Domine,

(i)

Tomo

m

(primera edición), pág. 408.

COMEDIAS DE VmAS DE SANTOS

de

vigilantes, puesto en verso. Juliano habla

Se ven

nacido.

clérigos

que debajo de

la

293

que no había

Atila,

sotana llevan calzones de

terciopelo, y rondan por Roma de noche con espada y broquel. Se da fin al segundo acto bajando San Mercurio en una tramoya y

matando

á Juliano de una lanzada.

hacer rabiar

al

Demonio,

niraiana, le habla

de

los

le

En

anuncia

la

San

el tercero,

fundación de

Rafael, para

Orden

la

jero-

monasterios de Lupiana, Yuste, Guadalupe

y El Escorial (y con esto el Demonio se da á todos los diablos). San el primer acto salió siendo mancebo de veinte

Jerónimo, que en

muere de edad de noventa y nueve. La comedia concluye prometiendo el Demonio (sin duda á fe de hombre de años, en el tercero

bien,

como

Quijote)

el del

desencanto de Dulcinea en

que no entrará donde esté pintada

nimo. La acción durante

el

Hipona y Belén.

He

Roma y

imagen de San Jeró-

Persia,

y durante

mundo

las tres partes del

ces conocido: Europa, Asia y África.

el ter-

enton-

:>

calca esta crítica hasta en las palabras,

(l)

de!

aquí una comedia que dura cerca de

ochenta años, y se representa en

Schack

segunda parte

primer acto pasa en Constantinopla y

Jerusalén; durante el segundo, en cero, en

-la

la

y llama singulas que revis-

larmente monstruosa esta comedia, incluyéndola entre ten de forma material

y grosera

desaparece por completo

quedando

la

las

ideas religiosas,

y en

las

que

parte trascendental de lo suprasensible,

sólo su apariencia externa, sin

que en

tal

hacinamiento

de visiones y milagrerías se encuentre nunca la verdadera devoción y recogimiento de ánimo, y la profundidad de los afectos.

La causa

principal de los desvarios de esta comedia, bien escrita

en general, pero absurda y monstruosa en su contextura, descosida c incoherente hasta el punto de parecer una serie de escenas sueltas

más

bien que un verdadero drama, consiste en la infeliz elección

del asunto.

La comedia de santos no puede

proscribirse en tesis

absoluta: es un género estéticamente tan legítimo otro; ha

teatro clásico,

es

como

que no todos (1)

como

cualquier

producido maravillas en nuestro teatro, y cabe hasta en

Tomo

n de

el

ejemplo de Polieucto

los santos, sino la

traducción castellana.

lo

prueba.

Lo que hay

muy pequeño número

edición alemana, pág. 384, y tomo

iii

el

de

ellos,

(pág. 164)

de

la

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

294

sirven para la escena. Sólo los que han tenido vida dramática exterior

pueden

de pasión de que

ma

del

ternos

drama.

y

de drama. La representación de

ser héroes

santidad resulta las

más veces

el teatro

vive

fría,

porque excluye

y que pertenecen

Tampoco caben en

él

á

la

los conflictos

el novelista.

Lo que no

se revela por

pura

esencia mis^

puramente

psicológicos que son materia de análisis para

dor y para

la

los conflictos

in-

el historia-

medio de

acción,

la

no puede ser nunca materia de un poema activo. La lucha del San-

con

to

las tentaciones sólo vale

se exteriorizan

para

el

cuando

teatro

se resuelven en una fábula

y

las

tentaciones

humana, sea cualquie-

que conserve. Se puede hacer una comedia

ra el carácter simbólico

de santos con un bandolero convertido, con una adúltera penitente,

con un ermitaño que desconfía de

la

divina misericordia mientras

que un facineroso espera firmemente en la

ella,

posesión de una mujer vende su alma

modo

se

puede hacer con un Doctor de

pero de ningún

la Iglesia

que tradujo

Sagradas Escrituras, que disputó con todos po, lor

con un sabio que por

al diablo;

los herejes

las

de su tiem-

que fué elocuente y sapientísimo, que escribió con el mayor cay vehemencia de pasión que en la prosa latina ha puesto nadie,

que fué espejo de penitencia y santidad, luz de la Iglesia y oráculo de la ciencia, pero que nunca tuvo en su vida lances de comedia

(como no gos

le

se tenga por tal la persecución

que algunos malos

movieron en Roma), sino que acertó

con sus

á llenarla toda

controversias, con la composición de sus innume-

estudios, viajes

rables libros

cléri-

y y con

los admirables

ejemplos de su virtud, mortifica-

ción y doctrina. Para ser dignamente expuesta aquella vida admirable, sólo

cabe

la

forma amplia de un gran cuadro histórico en que

aparezcan, de una parte, Belén,

y de otra parte,

literaria

el

las

de San Jerónimo,

foco de luz y sabiduría de la gruta de

postrimerías del Imperio. Ni ni la

la

acción

que tuvo no menor como maestro

de vida ascética y como patriarca del desierto, caben de ningún

modo en

el

estrecho marco de las tablas.

¿Cómo

presentarle en

el

teatro aprendiendo hebreo, traduciendo los Salmos, interpretando los Profetas

ó disputando contra Rufino ó contra Vigilando?

Nil intentatum les

nostri linquere poetae se

mucho más que de

los

puede decir de

los

españo-

romanos; y entre tantos atrevimientos.

COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS

no todos fueron

ni

podían ser

zar todas las cosas de este santos,

felices.

y muy particularmente en

Empeñado Lope en

dramati-

se estrelló en algunas vidas

mundo,

que salieron de

(salv'o el estilo)

su pluma. Y, sin embargo, ya fuese por una ceguedad crítica,

frecuente en los poetas, ya por devoción al asunto ta, él,

que tantos admirables

de

es de

San Jerónimo, que

ésta de

pocas cosas enteramente malas

las

2g5

y

al

frutos de su ingenio dejó

muy

protagonis-

abandonados

y

perdidos, tuvo cuidado de perpetuar esta rapsodia, imprimiéndo-

la

en su colección dramática. Después de

cosas,

una en obsequio

buen gusto: no juzgar

men

estrafalario

que deja en

la

gran poeta, otra en debido tributo

al

las

hay que hacer dos

leída,

comedias de santos de Lope por

al

el speci-

de El Cardenal de Belén; y para quitar el mal sabor de tan irracional embrollo, leer por algunos días

la lectura

Vida de San Jerónimo^ del

P. Sigüenza.

Ciertamente que no se valió Lope de ó no quiso atemperarse á

lloso prosista,

la

obra de aquel maravi-

la

severidad de su juicio,

lozanear con libertad poética,

prefiriendo

su obra casos fabulosos, de que

el

puesto que ingiere en

gran maestro de

la

nimiana había hablado con desj^recio. Sirva de ejemplo

Orden el

jero-

siguiente:

«Puédese también colegir (dice Sigüenza) no tener mucho fun-

damento aquello que comúnmente que le

los clérigos maliciosos

pusieron una noche

desnudaba

passó

así,

ropa de una mujer en

y entrando con

y se

la vistió,

en

ella

vestida su ropa.

Anda

na memoria

duda

San Dámaso,

passado una cosa della,

como

ni

mujer en

donde

lugar

se

ésta,

los

y que

la

saboyana,

le

dixe-

cama, pues trahía

en una epístola de Euse-

es patraña.

ni le conoció:

la

y

no dexara

Lo uno porque lo otro el

porque

Euse-

ni si

hubie-

Santo de hazer algu-

en especial en esta epístola

en que descubre todos

nunca en poco

la

este cuentecillo

bio á San Dámaso, y sin

ra

el

la yglesia, le afrentasse,

y viéndole todos con

ron que bien parecía que dexaba

bio alcanzó á

nuestro Santo,

suya, para que cuando se levantase á maytines, se

la

la vistiesse,

la

se refiere de

de Roma, para infamarle y afrentarle,

(á la virgen Ásela),

particulares de sus persecuciones,

en mucho apuntó cosa semejante.

Y

el

y

mismo

caso parece cosa fingida y maraña mal compuesta, sino que estas novelas dan tanto gusto á los lectores de poco caudal, que apenas

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

2g6

saben otra cosa de estas ficciones»

Verdad

es

que traen consigo

(l).

que

tan elevado y

las vidas délos santos sino lo

como hombre muestra mucho más

Sigüenza,

el P.

filosófico, se

hagiógrafo,

y apenas da

abrumaban

la histeria del

fin

de espíritu

rígido

que ningún

al

cuartel á ninguno de los prodigios

Aun

Santo.

sobre

que

célebre lance del

el

león amansado por San Jerónimo (otro de los episodios déla comedia de Lope) hace las salvedades siguientes,

tante

más de

biografía latina de

y

traslucir bas-

que expresamente dicen: «El acaecimiento téngole

lo

por verdad, aunque

realzarle

que dejan

el

modo con que

San Jerónimo)

este autor

le relata,

vestirle, es cosa pueril.

y

de

antigua

la

y ver cómo pretende

Así acaece en muchos de

lagros de los santos, que por haberlos relatado se han hecho ridículos

(el

los

mi-

hombres ignorantes,

increybles, en especial para la gente

poco

que han menester poco para negarlo todo, y buscan las ocasiones que pueden, para hazer donaire, y querrían quitar de todo pun-

pía,

to los milagros

señales que Dios ha hecho en aprobación

y

y con-

firmación de su doctrina Evangélica... Algunos de los católicos píos quieren afirmar que este acaecimiento no to,

sino con

fijé

con nuestro

un santo Abad llamado Gerásimo, que

las riberas del Jordán,

vivía

y

vSan-

cerca de

de quien Sofronio (en su Prado espiritual)

cuenta este mismo caso: y paréceles que por no haber hecho ningún autor grande mención del, ni por haberlo apuntado en sus es-

y que

critos,

mo

semejanza de

la

los

nombres de Gerásimo

á Geróni-

es mucha,

y puede dar ocasión de passarse de uno á otro: y que en Bethleem y su comarca no hay leones y en el Jorque el caso no pasó con Gerónimo sino con Gerásimo, y que

tras esto

dán

sí;

por

lo

menos queda en duda. Perdonárseles puede,

de duda y santos,

y

lo

niegan de todo punto, porque en

santos tan antiguos,

duda: mas no son

de mucha

las

fuerza, ni

tada en todo

el

si

no

lo

las historias

passan

de

los

muchas cosas pueden caer debaxo de

razones alegadas bastantes á que

la

duda sea

puede derribar una cosa tan recebida y assená doquiera á lo menos que de mas de qui-

mundo,

nientos años á esta parte se halla pintado San Gerónimo, á quien (i)

La

Pág. 434-

Vida de

San Jerónimo, Doctor

de la Sania Iglesia (Madrid, 1595

,

COMEDIAS DE

parece que

Ic

DE SANTOS

VII>AS

insignia del león,

está tan al natural la

hallarían los ojos de los fieles verle sin

Gerónimo.

Ha

297

que no se

conocerían por San

ella, ni le

llegado esto á caer tan recebido que se ha hecho

propia divisa y símbolo del Santo. Tiene San Gerónimo en todas sus cosas una fuerza y un vigor tan nativo, tan largo

acompañado de un ánimo

y tan generoso, que con ninguna cosa

todo esto mejor que con

Entre

el león...

sucedido con leones cosas

muy

pudo

se

los gentiles

semejantes á estas

significar

hallamos haber

(cita el

león de

Andronio)... Los unos sucessos no deshazen, antes confirman

la

pro-

babilidad de los otros.»

Tratándose de

como

obrilla tan baladí

comedia de Lope, y

esta

de Santo tan grande y conocido como San Jerónimo, no es del caso ni

compendiar su

historia, ni siquiera entrar

en prolijas averiguacio-

nes sobre la fuente inmediata, que debió de ser algün Flos Sanc-

torum de neira,

Más

los

más

vulgares, aunque no ciertamente el del P. Rivade-

porque en éste no se

halla el

bien debió de atenerse

cuento de

las

ropas de mujer.

de Alonso de Villegas, escritor

al

ni-

miamente crédulo.

El Cardenal de Belén se fía

acumulan en

la

carece de todo género de unidad: no sólo

todos los sucesos reales y fabulosos de

de San Jerónimo

Orosio á la

él

(sin olvidar,

por supuesto,

el viaje

la

gruta de Belén); no sólo se cuenta, aunque en profecía,

fundación y desarrollo de

Orden jeronimiana, enumerándose

la

sus principales monasterios, sino que todavía se acumulan,

todo esto no pareciese suficiente

nen ninguna relación con

el

tela,

Santo,

Apóstata; se describe largamente

la

como

la

tradujo de San Jerónimo

muerte de Juliano

escrito las vidas

muy

bella

relato, la leyen-

y no bastante cono-

de Rivadeneira, que á su

el

gran Padre y Doctor San Ge-

de San Pablo primer hermitaño, y de San

Hilarión abad, y puéstolas en

(1)

el

(l).

«Dia XII de Octubre. Aviendo

rónimo

si

tie-

topografía de Palestina por boca

cida, transcribimos del Flos Sanctorutn la

como

sucesos históricos que no

de Santa Paula; y se pone, parte en acción, parte en

da del ermitaño Maleo, que por ser

vez

biogra-

del español

la Iglesia,

Parte segunda, págs. 429-3:.

como un

vivo retrato

y mo-

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

298

délo de los santos Anacoretas y mongas, y geles

que de hombres en cuerpo mortal,

de otro santo monge nes

como

vidas

más de An-

también

escribió

la

vida

llamado Maleo, que tuvo algunas imperfeccio-

tentaciones, y con la gracia del Señor salió bien dellas... y San Gerónimo que el mismo Maleo, siendo ya muy viejo, le

}'

dize

á

refirió

él,

siendo mozo, su vida, y fué de

la

manera que aquí

diré:

»Fué Maleo de una aldea llamada Maronia, como

Fué

Antioquía, ciudad de Siria.

hijo único

de sus padres, que eran

labradores. Quando Maleo tuvo edad (como era

padres casarle: y

solo) dessearon sus

padre con amenazas y espantos, y

y blanduras, procuraron que tomasse mujer:

caricias le

el

diez leguas de

hablaba

al

corazón,

y

la

madre con

mas

Señor

el

daba otros intentos y desseos de guar-

le

dar castidad. Finalmente, viéndbse apretado de sus padres, determi-

na dexarlos: y huyendo se partió de su casa, solo, sin dezirles nada,

y

se fué á

un desierto hacia

Monesterio, en

el

qual con

trabajo de sus

bre comida, y con los ayunos refrenaba

al

Señor.

Supo que

de su carne. Es-

la lascivia

tuvo muchos años en aquel Monesterio con sirviendo

y entró en un manos ganaba su po-

parte de Occidente,

ja

el

mucha paz y quietud

era muerto su padre,

dejado por heredero de algunas possessiones

y que

le

había

heredades; vínole

y

desseo de ver á su madre para consolarla en su viudez, y juntamente de vender aquellas possessiones que su padre le había dexado, y dar parte del precio dellas á los pobres, y parte á aquel Monesterio, y otra parte para guardar para sus necessidades. Declaró su desseo

al

Abad;

el qual,

como varón

espiritual

y prudente,

luego

entendió que aquella era tentación del enemigo, que so capa de

piedad

le

quería engañar.

Comenzó

á rogar á

Maleo que se sosse-

y no se dexasse vencer de aquella tentación, proponiéndole exemplos de otros monges, que habían sido engañados, y amena-

gasse,

zándole con los castigos que suele dar nuestro Señor á los que

habiendo puesto

Todo

lo

que

el

la mano á la esteva, la dexan y vuelven atrás. Abad le dezía pensaba Maleo que nacía más del

desseo de tenerle en su compañía que por su bien;

y

ablandar ni persuadir de quien tan buenos consejos del Monesterio

acompañándole

el

Abad, como

si

assi le

no se dexó daba. Salió

le llevara

á ente-

COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS

y a

rrar;

la

despedida

dixo que

le

299

llagado con una terrible

le veía

lla-

ga, y como una oveja descarriada y apartada del rebaño, que luego cae en las bocas de los lobos. Volviendo pues Maleo del Monesterio á su tierra,

hubo de passar por una soledad y camino desierto y

peligroso, en el qual los Sarracenos solían saltear á los caminantes,

y para

esto procuraban juntarse muchos, para poderlos mejor resis-

Juntáronse aquella vez con Maleo otros

tir.

ros,

hombres, mujeres,

como

setenta

passage-

mozos y muchachos, y yendo camigran número de Ismaelitas en camellos,

viejos,

nando vieron venir para



medio desnudos sus cuerpos, con turbantes en sus cabezas, y aljabas con saetas colgando de sus hombros, y los arcos en sus manos

Toda

flechándolos contra ellos.

aquella compañía se esparció,

unos para un cabo y otros para otros echaron á

huir.

yba del Monesterio á heredar, vino á manos de uno de aquellos maelitas,

y con

él

do,

do

el

Ismaelita

al

monge

otro señor había sido cautiva.

fugitivo

y cargólos sobre un camello, y ellos á

cada passo caer de

que assentados.

Is-

una mujer de un hombre que yba en aquella

misma compañía, y también de pues

y

Maleo, que

1.a

y á

la

mujer casada y

llevólos por

la bestia,

comida del camino

Tomó

sin mari-

un desierto, temien-

por yr más colgados en fué carne

ella

medio cruda, y

la

bebida leche de los camellos. Finalmente, después de haber passado

un caudaloso

llegaron á casa de aquel bárbaro

y señor suyo, y hizieron reverencia á su mujer y hijos, y después mandaron á Maleo que hiziesse oficio de pastor, y encomendáronle sus ganados. Comenrío,

zó á hacer su officio Maleo,

fiel

y diligentemente, mirando por

hazienda de su amo, acordándose de lo que dize esclavos sirvan á sus el

temple de

la

amos como

tierra lo pedía.

que había aprendido en y tenía por consuelo Kl qual

como

vio

á Dios.

el

la

Apóstol, que los

Andaba desnudo, porque

Tenía ocasión, y cantaba Psalmos

Monesterio. Comía queso fresco y leche,

el

estar apartado,

y ver pocas vezes á su señor. que aquel cautivo era hombre fiel, y que en sus

manos crecía su hacienda, para hazerle más fiel, y que no tratasse de huyr del y dexarle, quiso se casasse con aquella mujer que en su compañía había sido cautiva. su amo, rogóle que no

le

Como Maleo

entendió

el

intento de

apretasse; porque no era lícito al Chris-

tiano casar con una mujer

que tuviesse marido, como

él

sabía

que

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DF VEGA

300

Tomó

aquella mujer lo tenía. puesta: sacó un puñal le quitaría la vida:

los la

brazos sobre

noche, y

el

pobre Maleo, para escusar

y mujer como quien

se quería casar

él

muerte, echó

la

con

monge comenzó á sentir su Abad le había dicho, y

desventurado

res-

á los pechos, diziendo que con

y púsosele

el

la

bárbaro grande enojo con esta

el

acordarse de las palabras que su

ella.

Vino

trabajo,

y

á conocer

que aquel era castigo de Dios, por no haberle obedecido. Llevó

y deslucido aposento

H su cueva

una parte, y

él

á otra sin hablarse: á

no menos enojoso llorar

el

siendo yo virgen,

y

Ah

era penoso el verla,

y á ella Comenzó á corazón á decir: ^A

y

lugar.

ventura? jA tanto han llegado mis pecados que

y ya con

la

cabeza llena de canas, haya ahora de

tierra con mujer donzella y agena con mujer vieja y que tiene será haber dexado los padres, la patria

moza, y tengo de casarme en ?-narido?

se puso á

¿Dexé de casarme en mi

ser marido?

¿Qué provecho me

hazienda,

la

él

verse en aquel cautiverio

Maleo, y hablando consigo mismo en su

me guardó mi

esto

nueva esposa. Ella

á la

si

ahora hago

la

lo

que por no hacerlo,

dexé todo?

lo

triste monge, que te ves en esta angustia, ¿por qué volvistes

mirar á

la patria

que habías dexado por Dios? ¿Qué hazes, oh alma

mía? ¿Venceremos ó seremos vencidos? Mejor será que muera

cuerpo y viva

go

el

íí

alma:

el

guardar

la castidad,

e!

también tiene consi-

su martirio. Diziendo esto, propuso de morir antes

que casarse,

y sacando un cuchillo para matarse, dixo á la mujer: quédate á Dios, que antes rae veas mártir de Christo que marido tuyo. Turbóse sobremanera

la

mujer, y derribándose á los pies de Maleo,

le

dixo:

Ruégote por Jesu Christo que no seas ocasión de tu muerte, para mi daño: y si todavía quieres morir, mátame á mí primero: porque si lo

hazes por guardar castidad, quiero que entiendas de mí que

estoy determinada de guardarla, quanto viesse libre

)'0

pudiesse,

y con mi propio marido. ¿Por qué quieres

no juntarte conmigo, pues yo moriría

si

aunque

me

morir, por

tú quisiesses juntarte? Si te

parece, para librarnos del furor deste bárbaro nuestro amo, seamos

para con

él

Maleo de

la

marido y mujer, y para con Dios hermanos. Admiróse virtud de la mujer, y consolóse por oir sus palabras.

Concertáronse de hazerlo

Maleo

assi,

y vivían como hermanos, aunque no mirando jamás al cuerpo des-

siempre con grande recato,

COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS

nudo de

la

mujer, ni tocándole, por no perder en

conservado en dos: siendo

que no

la

guerra. Desta

más queridos de

paz

la

que había

lo

manera passaron algunos

su señor, porque estaba

como

se huirían. Pero

muchas vezes Maleo

301

los

días

más confiado

aquella vida era forzada

se acordaba de su monesterio,

y violenta y y de los mon-

ges con quien había conversado, vínole desseo de volverse á su antiguo recogimiento y profession. Comunicólo con la mujer,

y

concertaron de huyr, y de matar dos cabrones que tenían en

y

dessollarlos, para

comer

de viento, para passar hizieron,

la

gran

el

carne, rio

los el

dos

hato,

servirse de los cueros llenos

y

que había en

el

camino; y

assi lo

no con poco temor y recelo de ser descubiertos y pressos. los ojos á mirar si alguno los

Anduvieron tres dias, volviendo siempre seguía;

y después de

los tres vieron

que venía su señor, con un criado

suyo, en dos camellos, en su seguimiento. Entráronse en una cueva, allí cerca: y por no hallar la muerte, huyendo della, y de ser comidos de alguna bestia fiera, se quedaron á una parte de

que estaba

la

cueva, sin entrar en lo interior y

amo

los vio entrar

criado

y

fugitivos.

Entró

el

la

Como

espada desenvaynada, aguardando

tomar venganza por sus manos, de criado por

la

cueva adentro,

xaba á sus espaldas, por entrar de a

della.

el

en aquella cueva, mandó baxar del camello á su

entrar en ella con

á la entrada, para

más escondido

lo claro

en

sin

los

él

esclavos

ver á los que de-

lo oscuro,

y comenzó

dar voces, y á dezir: Salid acá, desventurados, hijos de la muerte:

mirad que vuestro señor

os espera.

Retumbaba

la

voz por

las

caver-

nas de aquella cueva; á cuyo ruydo salió de lo interior una leona,

y echó sus garras didos,

Como

al

criado, á vista

de

los

dos que estaban escon-

y ahogóle, y entróse con él dentro de donde había amo vio que su criado se tardaba, pensando que

el

resistían á uno, entró

con su espada en

la

mano

furioso

salido. los

dos

y Heno de

dando vozes y reprehendiendo la tardanza del criado; mas la leona, que por voluntad del Señor había tomado á su cargo la deyra,

de Maleo y de su compañera, acometió al amo y le dexó allí muerto como lo había hecho con el criado. ¿Qué sentirían en esto

fensa

caso ios dos esclavos fugitivos, viendo de una parte plandecientes de los hombres furiosos la

ferocidad de

la

leona,

las esjDadas res-

y bravos contra

sí;

y de otra

y no sabiendo á cuyas manos habían de

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

302 morir?

Estaban quedos, encomendábanse á Dios, esperando

muerte, y temiendo menos

hombre. Pero

y de

te

de

la leona,

que

la

la

yra del

Señor

los libró

por su misericordia de

porque

la leona,

temiendo que había sido descubier-

el

la otra;

fiereza

la

la

una muer-

y que no estaba en aquel lugar segura, tomando en su boca unos pequeños leoncillos sus hijos, se fué y dexó la cueva desembarazata,

da.

De

allí

á

un

salieron los dos

passado ya

rato,

de

temor, y sossegado

el

y subieron en

la cueva,

el espíritu

camellos, que por

los

su gran velocidad son llamados dromedarios, y sustentándose con la

provisión que trahían, á los diez días llegaron á tierra del

no Imperio: y dándole cuenta Sabino, recibieron del

el

al

justo precio de los camellos: con

eo volvió á su monesterio (aunque halló muerto bía dexado)

y

se entregó á los

vo vida de monge.

A

y después andando

la

el

Roma-

Capitán de Mesopotamia llamado

el

que Mal-

Abad que

ha-

monges, y comenzó á hazer de nue-

mujer puso en otro monesterio de monjas:

muy

tiempo, siendo ya

viejos,

los

conoció

San Gerónimo (como avernos dicho) y supo de Maleo todo lo que aquí queda referido. Al cabo desta vida dize el santo Doctor estas palabras: «Esto

me

cuento yo viejo á

contó

el viejo

á las donzellas que siempre tros sucessores, para

la

guarden. Vosotros contadlo á vues-

que todos sepan que

la

castidad en los desier-

no puede estar cautiva: y que y y hombre que se entregó á Christo, bien puede morir, pero que no

tos,

el

Maleo, siendo yo mozo: y esto

por ser historia de castidad: y exorto

los castos,

entre las espadas

las bestias,

puede ser vencido.» >Esto es de San Gerónimo... Simeón Metafraste escribió

de Maleo monge, y dize que

la

sacó de otro monge, por

la el

vida

qual

entiende á San Gerónimo, refiriéndola por sus mismas palabras: y hállase esta vida en el sétimo

Tal es

la

fuente de

la

tomo

del Obispo

relación larguísima

del ermitaño Maleo, dirigiéndosela al

Lipomano.»

que pone Lope en boca

mismo San Jerónimo, cuyo

texto original hubo de tener presente, puesto que conserva las desig-

naciones geográficas de Cálquidos y Minas, Beroe

(l)

y Adessa,

omitidas por Rivadeneira y otros hagiógrafos. (i) Por errata se lee Héroe en segunda, línea 31.

la

pág. 158 de nuestra edición,

columna

COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS

3O3

El desorden increíble de este aborto dramático del gran Lope se

compensa hasta

punto con

compensación que rara vez

zos:

zas

cierto

más endebles.

A

loor de la soledad

la belleza

falta á

nuestro autor aun en sus pie-

cualquier poeta lírico honraría

que entona

lístagirita!

la

canción en

ermitaño Maleo. ¡Lástima que

el

desluzcan los cinco versos primeros, con

más que

poética de algunos tro-

la

pedantería de citar

la al

Pero Lope es siempre Lope, y aun dormitando enseña

otros despiertos.

¿Cómo,

poético, no ha de perdonarle

cuando tropieza en (Pervigilhim

ella

Vetíe7'ís,

el

que tenga oído y sentimiento pecado de esta absurda comedia, el

con versos como éstos del himno á Venus

que diríamos), entonado por

las

doncellas

romanas:

A Venus

divina

Vamos á ofrecer, No la palma ingrata Ni

el casto laurel,

Sino

Y

el

verde mirto,

revuelta en

el

Verbena amorosa, Violeta y clavel...

A Venus le pintan Dos blancas palomas Que

guían su carro

Ceñidas de rosas.

Con

arrullos

mansos

Las dos se enamoran,

Y

á criar sus hijos

Cada luna tornan.

Los peces del mar

A

amarse provocan;

Al aurora llaman

Nácares y conchas; Las fieras serpientes Abiertas las bocas,

Viendo Dejan

Y

las

murenas,

la ponzoiía...

pocas páginas más adelante, y en'género bien diverso,

llancico que principia:

el vi-

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DK LOPB DE VEGA

304

Mañanicas Del

Recordad

á

mi niño,

Que duerme

Todo bien

floridas

frío invierno,

al hielo...

considerado, ¿por qué hemos de lamentar que se haya

conservado esta comedia?

La gran columna

VI.

hasta el presente.

fogosa^

San

Magno.

Basilio el

La imprimimos conforme

al

—Inédita

manuscrito de

la Bi-

blioteca Nacional, procedente de la colección de D. Agustín Duran.

Sabemos que

existe otra copia en Inglaterra, entre los manuscritos

de

de lord HoUand. El de Madrid

la librería

los actores

que representaron

la obra.

Sería impertinente aquí una biografía del gran Padre

lumbrera de

la Iglesia griega.

Abad de

de Béjar,

cisco

detalles (i): obra la

de

lleva la indicación

Un tomo

en

folio

San

Basilio,

necesitó Fr. Fran-

su Orden, para exponerla con todos sus

más copiosa que en nuestra lengua conozco

sobre este argumento. Lope, según su costumbre, hubo de atenerse al

Flos Sanctorum del P. Rivadeneira, del cual entresacó

mática.

La

se prestaban á la composición dra-

dificultad era aquí

poco menor que tratándose de San

Jerónimo, pero fué vencida con siderado

como

tra arríanos

y

santo teólogo

gentiles,

y

mucho más

el

arte.

controversista,

admirable autor de

meron^ puede decirse que está ausente de

mina

las cir-

más fácilmente

cunstancias que

la

las

San

Basilio,

columna de

la fe

concon-

homilías del Hexae-

obra de Lope, pero

cuadro con los rayos de su grandeza, se

le siente

ilu-

por su

acción sobrenatural, por su poder taumatúrgico. Su resistencia contra el

emperador Valente ha parecido á Lope (aquí muy felizmente

inspirado) asunto nia.

En

menos

teatral

que

el

episodio de Patricio

esta leyenda, análoga á la de Teófilo, á la

más remotamente á

la

y Anto-

de Cipriano, y

de Fausto, ha encontrado nuestro poeta

el

Historia de la vida de San Basilio el Grande, Dr. de la Iglesia, Arzobis(i) po de Cesárea en Capadocia, Fundador y Patriarca de los Afondes. Con notas y disertaciones hístórico-eclesiásíicas y theologicas. Escribidla el R. P. Fr. Fran. cisco de Béjar, Lector Jubilado en Sagrada Theología, Difiniior que ha sido de su Provincia de Castilla, Abad en los colegios de Salamanca y Alcalá, y al presente. Abad de su Monasterio de San Basilio de Madrid.. En Madrid, en la .

oficina de

Lorenzo Francisco Mojados, ano de 1736.

COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS

3O5

verdadero drama, desarrollándole con cierta sobriedad, que concon

trasta

acumulación de elementos que confusamente suele

la

hacinar en sus comedias de santos. La leyenda, Rivadeneira, es de esta suerte

el P.

como

tal

«Tenía un caballero principal llamado Proterio una

y

virtuosa

al

Señor.

la refiere

(l):

hija donzella

desseossa de hazerse monja, y consagrar su virginidad

y Mas

demonio, como enemigo de

el

tro bien, incitó á

la

y de nues-

castidad

un criado del mismo Proterio, para que

preten-

la

diese por mujer: y porque no se atrevía á pedirla, por ser su suerte y condición tan desigual, por medio de un Mago, ó Nigromántico, por alcanzar lo que tanto desseava, prometió al demonio vassallaje,

y

y firmada de su mano, renunciando

dio cédula dello, escrita

le

al

bautismo que había recebido y negando á lesu Christo nuestro Señor. Permitió Dios que la

donzella,

mismo

criado,

que se de sus

y que

le

}'

elfa se

y

el

ella se casó,

su

y después entendió que aquel

hazía obras de Christiano. Sabida

la iglesia, ni

pacto que había hecho con

el

demonio,

dose carne, y llorando su desventura, vino á San el caso.

amor de

que con lágrimas y gemidos pidiesse á su padre si no la quería ver luego muerta delante

En suma,

ojos.

causa

demonio tuviesse poder para tentar á

diesse por marido,

hombre no entraba en la

el

abrasasse en vivas llamas de

El Santo animó á aquel

hombre

la

mujer hazién-

Basilio,

y

le

contó

miserable, que desesperaba

ya de su salud, y creía que no podía ser perdonado, para que confiasse en la bondad infinita del Señor, y se echasse en sus amorosos brazos. Encerróle en un aposento, hízole ayunar, púsosse en oración,

y después de muchos

de horribles vozes y

assaltos

aullidos,

que

que le

le

dieron los demonios,

dezían que

él

y

había venido á

ellos, y no ellos á él, y que no se podía escapar de sus manos, porque tenían su cédula por prenda de su homenaje, fijeron tan efica-

ces las oraciones de San Basilio, que aquellos monstruos infernales, forzados dellas, restituyeron

por

el

ayre

allí

la

delante de todo

estaba levantadas

las

manos

cédula de aquel hombre, echándola el

pueblo, que por orden del .Santo

al cielo

puesto en oración.

y después de haberle reconciliado con (t)

que

Flos Sanctorum, á 14 de Junio.

es la

Tomo

la Iglesia,

i,

Y él la rasgó,

viéndole arrepen-

pág. 403, de

la

edición de 1623,

que uso siempre.

Menkndez t

Vv-hk-í o.— Estudios sabré el Teatro de

Lo^e de Vega.

20

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

306

y penitente de

tído

su grave culpa,

comunión, amo-

hizo dar la

le

nestándole de lo que en adelante debía hacer.»

No menos sear verbosa

de

seis

columnas emplea

y lánguidamente

la primitiva biografía del el

el P.

Béjar

(i)

para parafra-

esta sencilla relación, contenida

ya en

Santo que por mucho tiempo anduvo con

nombre de Anfiloquio, Obispo de

Iconia.

Pero he preferido

el

sobrio relato del jesuíta toledano, así porque contiene todas las cir-

cunstancias esenciales,

tuvo á

Con rés,

como porque fué probablemente

que Lope

el

la vista.

Lope un drama, en que hay

estos elementos construyó

pasión y algunos rasgos de alta poesía. Tal es

final del

la

segundo acto, cuando Patricio ve logrado su amoroso ¡No

Que

lo

á fe

inte-

exclamación afán:

compré yo de balde; que me cuesta el alma!

Tal, sobre todo, la terrible escena del acto tercero entre Patricio

y Antonia, donde se encuentran frases que, por caso singular, tienen coincidencia con otras de Goethe en la escena del jardín de Marta: ANTONIA

Vamos, mi

Patricio, á misa;

Ea, mi bien, ven conmigo... PATRICIO

Allá quisiera

ir

contigo,

Mas tengo mucho que Ea, pongan

¡No, por

mi

¡Conmigo á

¿No

^i)

vida,

mi

la iglesia

bien!

ven!

te alegra y alboroza

Oir tocar

Que

hacer...

la carroza.

las

campanas

repican de alegría?

Páginas 205 á 208: «Fnirega wi hombre su alma al demonio ciegamente do?icella, y vuelve el Príncipe del Abysmo la cédula fir,

enamorado de una noble

mada

de su ?nano, de la esclavitud qtie

de Saít Basilio*.

le

habia hecho á instancias de las oraciones ^

COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS PATRICIO

¡No puedo, por vida mía!

Pues pensaré

no vienes

si

Que

vas á darme pesar,



ver alguna mujer...

Déjale, no le detengas;

Que yo ...

sé bien

que es en vano.

¡Oh, gran mal!

¡Oh, bodas siempre infelices!

ANTONIA

¿Qué

dices, Fulbino?

Digo

Que

dicen que no es cristiano

Patricio.

ANTONIA

Pues ¿qué

es? ¿arriano?

FULBINO

No. mas de Dios enemigo.

ANTONIA

;Cómo?

No Por

quiere pasar

la iglesia,

Como

sin

antes rodea;

pensar

Ya echa por otro Jamás se quita

Á

la

Cruz, ni

la

el

misa...

sombrero

hombre

Hacer reverencia á Ni oír

vea,

lugar.

le

ha visto

Cristo.

3O7

308

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

Ya lo sospechaba yo; Que al acostarte á mi lado, No te santiguas, ni tomas Agua santa con

las

manos.

Jamás has nombrado á Dios Por ningún extraño caso,

Nunca á su Madre bendita; Ni te he visto su

Compárense con i/i ^'s

las

rosario...

preguntas de Margarita á Fausto en

Garfen. MARGARITA Versprich mir, Heinrich.

FAUSTO

¡Was

ich kann!

MARGARITA

Nun

Du

sag',

wie hast du's mit der Religión?

bist ein herzlich guter

Allein, ich glaub',

Mann,

du háltst nicht

viel

davon.

FAUSTO Will niemand sein gefühl und seine Kirche rauben.

MARGARITA

Das

ist

nicht recht;

man muss dran

glauben!

FAUSTO

Muss man? MARGARITA

Ach, wenn ich etvvas auf dich konnte!

Du

ehrst auch nicht die heiligen Sakramente.

FAUSTO Ich ehre

sie.

el

Mar-

COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS

3O9

MARGARITA

Doch ohae Verlangen. Zur Messe, zur Beichte Glaubst du an [i)

Véase este pasaje en

la

du laage nicht gegangen.

bist

Gott?... (i).



apreciable traducción poética de nuestro don

Teodoro Llórente: MARGARITA Promete, Enrique, una cosa Decirme.

FAUSTO

Como

en mí

esté,

Prometo.

MARGARITA jCuál es lu

Es

fe?

duda que me acosa. tienes buen corazón,

la

Tú Tu

conciencia es recta y pura, ¡ay. Dios! se me figura

Pero

Que

te falta religión.

No

quiero

De

robar la

A

el triste fe

placer

y la calma

nadie...

MARGARITA Requiere

Algo

el

alma

más...

FAUSTO ¿Qué más?

MARGARITA Creer. Si valieran para

Mis cariñosos

ti

acentos...

Tú, los Santos Sacramentos

No

veneras y honras.

FAUSTO Sí.

MARGARITA

Mas sin ir de ellos en pos: Ni te confiesas jamás. Ni á misa siquiera vas: Di, Enrique, ¿crees en Dios?

Claro es que

falta

en Lope

seguido encaja Fausto; pero la

el

como

sermón panteísta que á renglón la

naturaleza

humana

misma, ambos grandes poetas han coincidido en

la

es

siempre

delicada obser-

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

3ÍO

vación de esta duda, tan natural en

el

ánimo de una mujer creyente

y enamorada. Los demás lances de

comedia proceden de

esta

los

siguientes

párrafos del Flos Sanctoriim de Rivadeneira:

«También

fué gran milagro el

que sucedió con San

Siró, Diácono: el qual fue tan santo

Basilio á Efren

varón y tan ilustrado de Dios,

y escribió tan altamente de las cosas divinas, que (como dize San Gerónymo), después de las sagradas letras, se leían sus obras en las con grande reverencia y admiración. Estando, pues, Efren soledad, vio una columna de fuego y oyó una voz que le dixo

iglesias,

en

la

que aquella columna era

gran

el

y Vino

Basilio,

mandó que

le

bus-

le

á Cesárea: entró en lai y se aprovechasse de su dotrina. donde estaba el Santo, y sin descubrirse, fué conocido por revelación divina de San Basilio, cuya boca, quando cantaba el oficio

casse

iglesia

divino, parecía á Efren boca de fuego: lio

Y

una paloma que

aunque no

Basilio

mismo

el

los

que Efren, por

poder hablar

la

vio sobre la diestra

de Basi-

y avisábalo que había de predicar. el conocimiento que tuvo con

inspiraba

Efren, contando

que

lo dize, el autor

anda impresa en re

le

y

de San

escribió la vida

Basilio,

tomos de Surio con nombre de Anfilóquio,

las

que

refie-

oraciones de San Basilio, alcanzó el entender y

lengua griega,

como

él

mismo

se lo había pedido...

»Dize más: que con sus oraciones alcanzó de Dios perdón de sus

pecados á una mujer noble y sido lasciva

y deshonesta, y

y maldades. vida,

y

Esta, tocada de la

la lloró,

acordaba,

y

rica,

y

escribió

que con nombre de viuda, había

soltado la rienda á todo género de vicios

mano

del Señor, conoció su mala

en un papel todos sus pecados de que se

sellados los dio á

San

Basilio,

rogándole que suplicasse

á Nuestro Señor que los borrasse de aquel papel, para que ella entendiesse

que

se los había perdonado.

Oró

borrados, sino fué uno solo, que era

ya San

Basilio,

poniendo

el

el

el

santo,

y todos parecieron

más grave. Después, muerto

mismo papel sobre

su cuerpo, quando

le llevaban á enterrar, se halló borrado aquel pecado,

más, por la

los

como

los de-

merecimientos del santo y por la fe y lágrimas con que lo pidió.» (Episodio de Layda en Lope de Vega.)

pobre mujer se

»Otro milagro no menos notable trae el mismo historiador, y Juan Zonara, autor griego, escribe en sus Anales, que declara más

3II

COMEDIAS DE VroAS DE SANTOS la eficacia

de

oración de San Basilio

la

Dios obraba por

ella.

Había mandado

una

iglesia á los católicos

jes.

Los

pla

y

en

la

Basilio

Emperador que

suplicasse al

habló, rogó, importunóle,

Mandad

> fuera

y

se

les volviesse su

cerrar esta iglesia,

pongan en oración: y

fe

y

y que si

>da se abriesen de suyo, sea dellos >nosotros haremos oración,

y

si

las

los

Emperador. Hízose

este partido al

él le

deter-

de vuestra secta estén

puertas de

la iglesia,

y

la iglesia cerra-

si

no se abriesen,

se nos abriesen, sea nuestra,

iglesia

la

Em-

dixo: «Señor,

libertad le

»se quedasen cerradas las puertas á los unos

>nos contentaremos que

Fué,

iglesia.

en manos de Dios, para que

este pleyto

jmine.

que fuesse á Constantino-

y no pudo alcanzar nada del hereje

perador. Entonces Basilio con gran

«pongamos

emperador Valente quitar

ciudad de Cesárea y darla á los here-

San

católicos pidieron á

que

las cosas maravillosas

y el

y

si

á los otros, nosotros

y quede por suya». Pareció bien assi,

cerráronse las puertas, y

árdanos hizieron una larga y prolixa oración, y quedáronse cerradas. Vino la tarde de aquel dia, y aviéndose retirado los here-

los

jes,

San

Basilio,

con

los católicos hizo su oración,

cerrojos se quebraron

y

y luego todos

los

puertas se abrieron de par en par, con

las

gran consuelo y gozo de los católicos y espanto de los herejes; de los quales muchos se convirtieron por este milagro, aunque el Em-

perador Valente siempre se quedó empedernido y obstinado...

•Desseó particularmente

el

favor del Espíritu Santo para alabar á

Missa con oraciones y palabras propias suyas, y después de haber tenido una éxtasi y revelación sobre lo que desseaba, le

Dios en

la

que pedía, y escribió la Missa que se llama primer dia que celebró por aquel nuevo orden,

fué otorgada la gracia

de San

Basilio;

baxó sobre

y

el

un grande resplandor, y permaneció hasta que acabó Otra vez, estando celebrando, se enxirió y juntó con

él

el sacrificio.

los christianos

que

allí

estaban, un judío (con curiosidad de ver lo

tiempo de frangir y partir la hostia, vio en manos y de San Basilio un hermosísimo niño, que juntamente se dividió.

que se

hazía),

Movido de

lo

al

que había

visto, se llegó á

comulgar con

recibió la hostia consagrada, convertida en carne.

rable caso entendió

la

Y

los otros,

verdad de aquel sagrado misterio, y

siguiente vino á .San Basilio

y

con este admiel dia

y fué del bautizado con toda su familia.

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

312

De

las

aprobaciones que acompañan

es prueba de

que fuese compuesta entonces.

VIL El Divino en

la

manuscrito de esta come-

al

que en 1629 se representó en Plasencia; pero esto no

dia, se infiere

segunda

Africano.

lista

— Incluida con

el título

de San Agustín

de El Peregrino (1618). Publicada por Lope en

Décimaoctava parte de sus Comedias (1623), con dedicatoria

la

Obispo de Oporto D. Rodrigo

Llamó Lope tragicomedia conversión de San Agustín,

al

INtascareñas.

Su

á esta pieza. tal

como en

principal asunto es la

sus Confesiones se refiere.

El acto tercero contiene otros hechos de su vida.

Las Confesiones han sido siempre

libro

popular en España, y lo eran

sobre todo en tiempo de Lope. Leíanse, ya en su original, ya en versión de Fr. Sebastián Toscano, ya bella

y

más comúnmente en

castiza del P. Rivadeneira (l), sustituida en el siglo

sin ventaja

de

la

lengua, aunque



de

la

fundada en texto más correcto), por

El Divino Africano

la

la

muy

pasado

exactitud de la versión (como

la del P.

Eugenio Zeballos.

es por todos conceptos

muy

superior á El

Cardenal de Belén. Los dos primeros actos, sobre todo, merecen

mucha

alabanza.

Son

verso, la escena de

bellas

de todo punto, y en género

San Agustín con

muy

di-

apasionada africana, madre

la

de Adeodato: Notable cosa es tener

Á y

el

diálogo

sia, sin

tía

y

un hombre letrado

amor...

lágrimas de Santa Mónica.

Hay demasiada controver-

duda: condición inexcusable del asunto; pero ¡cuánta valen-

y plenitud en algunas

octavas!

Cuando dice

la

Esposa que venía

Saltando excelsos montes

Fué que por una y

el

Esposo,

otra jerarquía

Atravesaba Dios todo amoroso;

Tanto estimó tomar carne en María,

Que

antes

el cielo

y tierra y mar undoso al hombre,

Crió para su Madre; y tanto

Que

su forma tomó,

tomó su nombre.

(i) Está en la Segunda parte de sus obras (Madrid, por Luis Sánchez, 1604), páginas 724 á 858.

COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS Si fuera serafín,

Á

¿cómo tomara

cuestas una cruz, sin cuerpo humano,

En

Y

cuyos hombros su rigor cargara,

mano?

se enclavara su divina

Aquella fué

Con que

la sierpe

Israel y el

de

la

vara

mundo quedó

Ese cuerpo divino entró en Para dejar

puerta franca

la

Bien es que

Que Que

Y

313

el cielo

el

sano;

el cielo al

suelo.

primer hombre Cristo

abriese y

que en

fuese,

el cielo entrase.

teñido de púrpura subiese,

que

el

ángel de verle se admirase...

Agustín, los defectos del sentido

La

A

fe los suple:

quien á Cristo adora,

su divina fe preste el oído;

Que quien más Son

Con

sabe, para Dios ignora...

verdades argumentos breves;

las

ellos para el cielo te conquisto;

Revela Dios tan escondidos hechos

Á

los

humildes y pequeños pechos...

Estos dos primeros actos contienen

nada pierde por ser teológico):

los

el

verdadero drama (que

pasos de

la

conversión de San

Agustín hasta su bautismo en Milán.

En

el

acto segundo

monólogo que precede

merecen

ser notadas algunas décimas del

al tolle et lege:

¿Hasta cuándo, gran Señor,

Te

has de olvidar de Agustín,

Y cuándo

veré yo

el fin

Deste mi confuso error? ¿Hasta cuándo este rigor

De mi

dureza tirana

Dirá: «Mañana, mañana»?

¿Y cuándo querrás que un día Llegue

A

la

miseria mía

tu piedad soberana?

Hasta cuándo diré: «Voy,

Espérame, buen Jesú». ¿Y cuándo me dirás tú: «Ven, Agustín, que aquí estoy»? ¿Hasta cuándo, pues que soy

*

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA

314

Hoja que arrebata

Tendré

sin

el

viento,

sufrimiento?

ti

(Y cuándo tendrás piedad

üe mi

Y

ciega voluntad

mi errado entendimiento: Apresúrate, Señor:

Ven, mi bien: llégate Para que

me

Con respeto y

De

la

flecha

Herido

A

V03'

a mí,

acerque á

de

ti

temor.

sin

tu

amor

tiernamente

tu divina corriente;

Que aunque

cinco fuentes veo,

La del costado deseo Porque es amorosa fuente.

Yo te buscaba, Señor, En las cosas temporales... Aquí, como en otras partes, Lope se asimila con bastante

dad

el

bió con

tono encendido de tal

las literaturas

Lo que

las Confesiones,

mezcla de emoción y sutileza

modernas,

faltó á

felici-

en que San Agustín escri-

primer libro íntimo de

el

anecdótica de su alma.

la historia

nuestro poeta fué reflexión suficiente para limitarse

á esta tragedia interior, y los preciosos materiales

ahondando más en

que tan á

la

mano

aprovechar todos

ella,

tenía;

pero trabajando

con su genial precipitación, que parece subir de punto en

las

come-

mayor parte de ellos, y en cambio añay desdichadísimo, en que, agarrándose á un Flos Sanctoruní cualquiera, acumuló los milagros del Santo después dias sagradas, dejó intactos la

dió un tercer acto inútil

de su elevación

al

episcopado, tratándolos de

irreverente con que solía hacerlo,

y en

la

puede imaginarse. Una obra que, terminando en

como hoy

está,

manera directa é

la

forma más descosida que el

segundo acto

tal

hubiera sido buena sin ser de primer orden, vino á

quedar reducida por este impertinente remiendo á una vulgarísima

comedia de santos, llena de apariciones y tramoyas. En pleno teatro cura el santo á una endemoniada; disputa con el propio Satanás, que le revolvía sus libros;

y

se levanta en éxtasis

mirando un sol en que estará pintada

la

con

la

pluma en

la

Santísima Trinidad.

dio de esta manera tosca y primitiva de llevar á

la

escena

lo

mano,

En me-

sobreña-

COMEDIAS DE VIDAS DE SANTOS tural, se salvan

algunos trozos por

ingenuidad del

estilo,

el

limpieza de la versificación

la

siendo de notar especialmente

niño que quería encerrar ea una concha toda

De

esta parábola hizo

mas

315

el

En

las riberas del

mar

Se paseaba Agustino, Altos pensamientos tiene, Hijos de su ingenio altivo.

Lo que presume Ningún mortal

Cómo

es Dios

Siendo en

las

entender,

lo

ha entendido:

uno en

esencia,

%

personas trino;

Cómo es el Padre Y cómo engendra

increado,

á su Hijo

Eternamente, y procede De los dos el Santo Espíritu...

Cuando Volvió

está

el

pensando en

rostro, y vio

Sentado estaba en los pies

arena

la

de un pardo

Ensortijado

ello

que un niño

risco.

el cabello,

Largo, rubio, crespo y rizo,

Y

en dos

por ojos

estrellas

Engastados dos

zafiros;

Como marfil terso el Y de rubíes ceñidos

rostro,

labios, que parecían Venda de grana de Tiro. En coger agua del mar

Los

El niño está divertido

Con una madre de

perlas,

Concha de su nácar limpio. «¿Qué haces (dice Agustín;

Niño hermoso, en cbte

Que me da

pena,

si

sitio.

acaso

Vas de tus padres perdido?» Mirándole

las espaldas,

Pensó hallar su nombre

Mas solamente en

la

escrito;

cruz

Tuvo su rótulo Cristo. «No estoy en vano (responde},

la

encuentro con

agua del Océano

Lope un hermoso romance que

sacras:

Á

el

y

está

en sus Ri-

3l6

ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA.

Que

reducir solicito

El mar inmenso que ves

A este

pequeño resquicio».

Agustino •

le

responde:

cNo

te canses,

Que

es imposible agotar

Niño mío;

El mar inmenso en mil siglos».

«Pues

Que

mismo me parece

lo

hacéis vos, padre

Porque es saber Proceder en

lo

(le dijo),

que

es Dios

infinito.

Que como el mar Océano No es posible reducillo Con esta concha á esta quiebra, Ni agotar su inmenso abismo, Así vos

el

mar de Dios,

Eterno é incircunscripto.

Con vuestro ingenio mortal, Aunque ingenio peregrino». Quedó Agustín admirado

Y

humildemente advertido,

Que no

fuera Dios quien es

Si fuera

Dios entendido.

Quiso

Niño responder,

Y

no

al

le halló

cuando quiso,

Desengañado que Dios

No

cabe en mortal sentido.

Desde entonces escribió

Que

era

más seguro

El creer que

Que Dios

el

asilo

entender;

se entiende á sí

mismo.

Otra comedia de ¿"aw Agustín se cita vagamente en los catálogos, con nombre del licenciado D. Jerónimo de Villayzán y Garcés. No la conocemos; quizá sea esta misma de Lope, ó refundición de ella.

FIN DEL

TOMO

I

índice Páginas.

— Observaciones generales — Autos y coloquios — Comedias de asuntos de la Sagrada Escritura IV. — Comedias de vidas de santos I.

I

II.

21

III,

índice

De la presente edición de las «Obras completas» del Exorno. Sr. D. Marcelino Menéndez y Pelayo, se imprimen 25 ejemplares en papel japonés, y 100 en papel de hilo, con filigrana propia.

No se venderán por separado los tomos de ninguna de estas ediciones especiales. La persona que adquiera el tomo i de una de ellas, se entiende comprometida para los siguientes, hasta que se dé por terminada la publicación de todas las obras.

OBR AS COMPLETAS DE

MARCELINO MBNÉNDEZ Y PELAYO

DüiN

EDICIÓN DEFINITIVA, REVISADA POR EL AUTOR

TOMOS PUBLICADOS Tomo > » »

I.

\\.

— Historia de —

los

Heterodoxos españoles. 'Y.ovaoY. Madrid, 191

Historia de la Poesía hispano-americana

.

Tomo Tomo

I.

— Historia de la Poesía hispano-americana IV. — Historia de la Poesía castellana en la Edad Media.

III.

.

II.

1.

Madrid, 191

1.

Madrid, 1913.

Tomo

I.

Ma-

II.

Ma-

drid, 191 1-1913. »

V.

»

VI.

— Historia de la Poesía castellana en la Edad Media.

Tomo

drid, 1914.

— Historia de la Poesía castellana en la

Edad Media. Tomo

III.

Ma-

drid, 1916. »

» >

«

— Historia de los Heiorodoxos españoles. Tomo Madrid, 19 17. Madrid, 19 18. VIII. — Historia de los Heterodoxos españoles. Tomo IX. — Ensayos de critica filosófica. Madrid, igiS. Madrid, 19 19. X. — Estudios sobre el Teatro de Lope de Vega. Tomo II.

VII.

III.

I.

EN PRENSA Estudios sobre

el

Teatro de Lope de Vega.

Historia de los Heterodoxos españoles.

Tratado de

los

romances

viejos.

Tomos

Tomo

IV.

II

y

III.

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