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�EMORIA HISTORICA
L! FIEBRE Al&Rlill
-, que privaba 11.I enferme dA la austeueaa mteresada, oue tanto necesitaba. Sin duda q11e la falta de 11sbtl'11cia f,,é
la causa de que murieran muchos: manos meroeuarwe j11mb son roedas por la caridad; contaban las horas por sole�, y sin empeiio por la vicia ,le los que luchal,au cau
la muerte, difidlmeute les proporcionaban el trato puu lual y esmerado que tanto requiere aquell11 ealenncJad Y, ay! si sobrevema la mas pequeña emorrajial peor, s1 el vómito= el enfermo era abandonado ..... Era en v11110,qur el que suscribe se esfon.ase en persuadir, que el caso no era todavía deSf'sperado:_ que era la oc11sion de ccmhaur el mal, y con mas eefuersoc, que no dtbian temer el ro11 1ajio: el miedo era superior á lodo cl'lnseju: el enf, rmo no tenia que esperar mas que de la Pro,i,!encia Divma: de la tierra, solo el desamparo y una lrnmacion precipitada. Mucho bernos oiclo queJ¡¡rse ele I;< insuficiencia ele la
Medicina: debemos dejar consignado en jut cia, qoe los Señores mé.licosmanifestaroo enronceseomo seernpre, mu cha abnegacion, mucha contraccion,imlolencta 6 r!f'Sen•
tendencia de loseuíermos, jamé.s la notamos. ,sah·aba.n pocos: muy raros? ¿esto1leb1do á la ignnrantia de los Pro fesores! Heeuérdese lo que lenemes dicho de la poca .isistencia, y esta las mas veees por manos mercenarias Añádanse la dificultad de obtener las medicinas t 1ic.mpo en una enfermedad, en la que, lo que podrá salva, lomado á las nueve de la maílana, lll!llnrá admmistrado á las rlo ce del dia:la imposibilidad de estar el médiec rPpPIJ.das veces para ver el resultado de los remedios, por la mulu tud de enfenuns que reclamaban S\111 servicios¡ y sobre lo. do, l�s pasos ajigantados con que lai. ficlre obra la des truecron de la vida. Ténganse en consdemeicn tod•a estas
circunstancia!, y 111 re!pom1abdidad de los médicos apa� cerl menor, y perderá et eco la critica. Cuando hablamos de poca asistencia, y de mano, mer ceaanas, salvamos honrosas cscepcicres, que coa placer
rccordilmos, de m:drcs, hermanas. y aun de persouasme nos allegada�, que sin rnns interb q11c el de la candad, asistian cou la may or ebnceacicu á sus repceuvos deu dos. y mas de una vez luvimos que ;.c¡,arar a las mencio nadas personas el(' la cabet"Crn de 11gonizantes, ya porque en los momentos dr la agonia es rnas ¡11ob·,h!e el contn
,:t10, ) a para evnarlcs un I C.'IHr. que no sir\'iendo di! ausi-
lio al pacreme, es 11,·consccuencias !as mas de las veces funestas, rara los rclaciouados.
§
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v.
Mirntras eetes eeceuas pasa han denlro rle b c'mlad: el Lazareto se lle u ala cada dia mas y mas rlr cn11taJt.