Los andenes de la sub-cuenca del río Ayaviri-Yauyos 9972262642

Breve estudio cuya hipótesis trata de demostrar que el proyecto integral de apertura de canales de regadío y construcció

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Los andenes de la sub-cuenca del río Ayaviri-Yauyos
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Manuel Aguirre Morales

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Seminario de Historia Rural Andina

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UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS

© D. R.. Manuel Aguirre Morales Prouve. Los andenes

de la sub-cuenca

© D. R. I . Edición Seminario de Historia Rural Andina a

SEMINARIO D E HISTORIA R U R A L ANDINA - UNMSM Rector: Manuel Burga Díaz Directora: Nanda Leonardini Director Fundador: Pablo Macera Jr. Andahuaylas 3 4 8 , Lima 1 Correo electrónico: [email protected] Lima-Perú, setiembre 2 0 0 5

Telf. (51-1) 4 2 8 - 0 8 8 7

Carátula: Ayaviri. Fotografía Manuel Aguirre Morales Contracarátula: Mapa físico de Ayaviri Dibujos: luán Zarate Cuadrado Edición: Yolanda Lourdes Candía Quispe Impresión: Miguel Ángel Pinto Huaracha

Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú N° 2 0 0 5 - 7 2 1 8 ISBN: 9 9 7 2 - 2 6 2 6 - 4 - 2

del río

Áyaviri-Yauyos

1

L O S A N D E N E S DE AYAVÍRI-YAUYOS

La cuenca del río Maía se ubica en el área central andina, en el actual departamento de Lima. Se accede a la sub-cuenca del río Ayaviri, viajando hasta el kilómetro 90 de la carretera Panamericana Sur, a partir del cual se toma una carretera afirmada de penetración que recorre el valle de Asia ¡legando a la localidad de Ornas. Unos kilómetros más adelante, se inicia un largo ascenso, sea por la quebrada de Bendizaña o por el camino que lleva a los pueblos de Pilas y Támara.

Ambas

rutas se vuelven a encontrar en Tres Cruces, punto de la divisoria de aguas de las cuencas del río Ornas y del río Mala.

Desde allí, se puede apreciar buena parte de la sub-cuenca del Ayaviri. Hacia la parte alta se divisan los nevados de la cordillera de Pariacaca y hacia ía parte baja se observa el fondo del valle donde se ubican los pueblos de Huaccta y Huampará. Por esta misma vía afirmada nos desplazamos hasta "la repartición", en donde se toma el camino hacia el oeste, totalizando al liegar a la población de Ayaviri 174 Km. a partir de Lima.

La otra ruta, que baja con dirección este a partir de "la

repartición", se dirige hacia el fondo del valle, a las poblaciones antes mencionadas, desde donde el camino vuelve a remontar otro ramal de la cordillera para pasar a la sub-cuenca del río Quinches, comunicando a las poblaciones de Cochas, San Joaquín, Quinches y Huañec. El territorio de las zonas altas denobminadas Punas posee lagunas y pastizales en cotas superiores a los 3 800 m., donde la actividad productiva principal es la ganadería. parajes

Un nivel intermedio, entre los 3 200 m. y los 3 800 m., presenta

caracterizados

por

profundas

quebradas

de fuertes

pendientes

que

conforman un variado paisaje de diferentes pisos ecológicos de baja actividad productiva debido al abandono de grandes sectores de andenes. La agricultura de secano -destinada básicamente al autoconsumo- produce tubérculos andinos como la papa, la oca y el olluco, y se complementa con gramíneas como la cebada o el trigo en base a ciclos de rotación de cultivos. En zonas más bajas con andenes bajo regadío, entre los 2 200 m. y los 3 200 m., se producen cultivos como el maíz, el fréjol, las habas y hortalizas varias, pero predominan hoy en día los potreros de ladera con alfalfa y otros tipos de pastos, que conforman el soporte de la ganadería de vacunos, ovinos y caprinos.

Ambas prácticas productivas representan las

principales actividades económicas de los habitantes de las zonas templadas donde se ubican las actuales poblaciones fundadas con las reducciones toledanas del Siglo 2)

XVI< .

|2]

La presente comunicación toma en cuenta ios informes de la DGASI del Ministerio de Agricultura del Perú y los de la Oficina Nacional de Evaluación de Recursos Naturaíes (ONERN). Está basada en las visitas a la comunidad campesina "Jesús de Ayaviri" y en las prospecciones de campo realizadas al vaiíe aíto del Mala, llevadas a cabo desde 1 993 hasta ¡a fecha por el autor y por el sociólogo Dr, Luis Ramírez Germany. En algunas ocasiones nos acompañaron los estudiantes de la Universidad Nacional Agraria La Molina, quienes colaboraron con ia recopilación de ios datos de campo y a quienes agradecemos su entusiasta participación.

8

L A C U E N C A D E L RÍO M A L A La cuenca del Mala cubre una extensión

total de 225 000 has., de las que

solamente 10 930 has. (5 %), son tierras agrícolas. La mayor parte de las tierras de cultivo se ubican en la parte alta de la cuenca sumando 6 590 has. que corresponden al 60 % de la superficie cultivable, mientras que la parte baja sólo tiene 4 340 has. que representan el 40% restante (Ministerio de Agricultura, 1984). El río Mala discurre de este a oeste, desde las altiplanicies de la cordillera occidental de los Andes hasta el océano Pacífico. Posee un régimen irregular y su curso baja captando las aguas de los deshielos de la cordillera de la llamada Pariacaca con nevados que superan ios 5 400 m., los que nutren las lagunas que se distribuyen de forma escalonada en sus faldas y dan origen a los ríos que forman ias tres sub-cuencas principales que conforman el río Mala propiamente dicho. La corta distancia entre las alturas cordilleranas y la llanura costera da lugar a cauces de fuertes pendientes, que en la época de grandes avenidas (enero-marzo), originan fenómenos erosivos y pérdidas de suelos de gran magnitud. A la confluencia del Ayaviri y el Quinches a 2 000 m. de altitud, se suma el aporte del San Lorenzo de Quinti que baja de las alturas de Huarochirí. Este último confluye a los 1 600 m. en un punto cercano a la población actual de Viscas, lugar a partir de! cual forman el valle del río Mala (Carta IGN-Huarochirí 25-k, esc. 1/100,000; 1/50,000). Los datos más relevantes del estudio preliminar del Ordenamiento

de los

recursos agua y suelo de la cuenca del río Mala (ONERN, 1976) nos indican que - c o m o en escasos valles de la costa peruana- la demanda de agua de uso agrícola es satisfecha con mucha amplitud. Las cifras de la demanda de los años 82/83 fue 3

de 236'362,000 m /año y la cantidad disponible fue de 521'143,000 nrVaño.

Este

periodo corresponde al de un incremento inusual de las lluvias producido a causa del "Fenómeno del Niño" pero los datos de excedente de agua se repiten en otros años.

9

L A S U B - C U E N C A D E L RÍO AYAVIRI El río Ayaviri con un volumen promedio anual de 4 527 Its/seg (Ministerio de Agricultura, 1984) nace en la laguna Huascaycocha a 4 200 m.s.n.m. Se nutre de los deshielos de ios picos nevados Huaynacutuni, Tíclla y Llongote; en su recorrido de 30 Km., presenta una pendiente promedio de 6.9%. Se alimenta también de las escasas precipitaciones que se producen en las alturas del flanco occidental de la Cordillera de los Andes. La superficie de la sub-cuenca del río Ayaviri es de 31 260 has. El uso actual de la tierra indica que corresponden a terrenos agrícolas 2 440 has. de las cuales se encuentran bajo riego 2 180 y bajo secano 259. Los terrenos de pastos naturales se estiman en 16 750 has. (54 %), los terrenos con bosques en 30 has. 0.1%) y los terrenos sin uso y/o improductivos en 11 675 has. (38 %), lo que muestra

que

sólo

un

porcentaje

mínimo

de

suelos

(8%)

es

aprovechado

económicamente. En 1982, la población de la sub-cuenca del río Ayaviri sumaba 1 500 habitantes. Esta cantidad no ha sufrido importantes modificaciones y se concentra hoy en tres poblaciones: Ayaviri con 886 habitantes, Huampará con 447 y Huaccta con 168 habitantes. Las principales actividades productivas de la región son la agricultura y la ganadería.

Las actividades agrícolas que llevan a cabo los pobladores del valle

poseen dos regímenes de cultivos según el tipo de productos a obtener. El régimen anual está destinado a cultivos alimenticios; papa, maíz, trigo, cebada, otros tubérculos andinos (oca, olluco, mashua), habas, arveja, que son producidos principalmente para el autoconsumo; y el régimen perenne que está destinado a especies de mayor período vegetativo como pastos naturales, pastos cultivados y especies forestales.

Entre los cultivos principales destaca últimamente la alfalfa,

que posee una importancia cada vez mayor para las economías comunales.

La

labranza (barbecho) en las zonas de pendientes se realiza en dos modalidades: una manual, del tipo tradicional en áreas empobrecidas de los Andes, llevada a cabo mayormente con "chaquitaclla" en terrenos dejados en descanso por algunos años y que se ven recubiertos por el "kikuyo"; la segunda es la tracción animal, usando arado de palo y yunta de bueyes.

Los campesinos siembran con anticipación

durante los meses de octubre y noviembre para no perder las lluvias.

Por esta

razón, la labranza y la siembra se realizan casi al mismo tiempo. Estas labores se

11

efectúan en surcos y líneas de acuerdo al tipo de cultivo.

Ei riego se realiza por

gravedad e inundación, con gran pérdida de agua y ocasionando la erosión de los suelos. El deshierbe es una labor manual, que se realiza generalmente simultáneo con el aporque. En la zona estudiada se practica el deshierbe químico a muy baja escala debido a sus costos elevados. El control fitosanitario sólo es llevado a cabo en el cultivo de papa, sobre todo por aquellos agricultores de mayores recursos económicos. En el resto de cultivos es prácticamente desconocido o se realiza muy esporádicamente.

Son pocos los agricultores que realizan aplicaciones

de

enmiendas y fertilizantes; ahondándose el problema con la escasa fertilidad de los suelos. para

El bajo nivel de capacitación de la población y de la ausencia de capital

comprar

semillas

mejoradas,

abonos

y/o

pesticidas

condiciona

las

posibilidades productivas de la región. Se ha observado el uso de estiércol de corral (vacunos, ovinos) aunque limitadamente, en especial de parte de agricultores medianamente tecnificados lo que les permite incrementar su productividad agrícola. Los resultados de la evaluación climatológica indican que los principales factores adversos para la agricultura en la región son los siguientes: presencia de heladas durante el desarrollo de los cultivos; variabilidad de la precipitación en la época del ciclo vegetativo; condiciones rigurosas del clima que reducen el tiempo útil para completar el ciclo biológico de los cultivos, y, la especial configuración topográfica de la zona de estudio (Ministerio de Agricultura, 1984). La explotación pecuaria tiene características tradicionales de zonas rurales empobrecidas cercanas a la capital. Se cría ganado vacuno, ovino y caprino.

El

ganado vacuno en su mayoría es criollo y hay un pequeño porcentaje de cruce con la raza Brown Swiss. Su finalidad es la producción de leche la que se transforma en queso. El período de producción de leche es aproximadamente de seis meses, con promedio de 3 It./vaca/día. A iniciativa del actual Consejo Distrital (2003), se ha puesto en marcha el programa de Queso Andino que cuenta con un local para la producción. Cinco comuneros han sido entrenados en el procesamiento del queso semi-madurado pero el mayor problema es el del acoplo de la leche que ha paralizado la producción en varias ocasiones ya que el ganado comunal que la abastece está disperso por razones de pastoreo: el gran problema es el acopio de la leche.

Sin embargo, dos líneas de producción han sido evaluadas: la del queso

fresco y la del queso andino, siendo ésta última una interesante posibilidad futura. El queso en estado fresco se comercializa actualmente a través de intermediarios a

12

Lima. La crianza y alimentación del ganado se realiza en pasturas sobre los 3 400 m. y en los potreros de ladera con alfalfa bajo ¡os 3 000 m. que se destinan para [as pariciones o el engorde. También se alimentan con los sub-productos agrícolas como los rastrojos de maíz, cebada, etc., y para ello el ganado invade las zonas de cultivo en andenes. El ganado ovino, constituido por los denominados Huaccha (no mejorados) y el ganado caprino pastan juntos y se cría en las áreas marginales. La crianza de otros animales menores como porcinos, cuyes, conejos y aves es de carácter familiar y para fines de autoconsumo (Ministerio de Agricultura, 1984). Una primera piscigranja se puso en marcha a partir de 1995 en la comunidad a iniciativa particular y produce alrededor de cien kilos mensuales de truchas de buena calidad que son comercializados en Lima.

L A COMUNIDAD C A M P E S I N A J E S Ú S D E AYAVIRI El pueblo de Ayaviri está ubicado a una altura de 3 250 m., en la margen izquierda del río del mismo nombre y la carretera desde Ornas llegó en el año 1968.

La

comunidad campesina Jesús de Ayaviri es conocida así desde 1969 a raíz de la promulgación de la ley de Reforma Agraria. La ubicación actual del pueblo se debe a la reducción colonial de varios pueblos indígenas prehispánicos. El más cercano de ellos es el de Culípa Marca conocido en los Manuscritos de Huarochirí como 3

Ayahuire .

Su

último

reconocimiento

oficial

Comunidades Campesinas de! Perú en 1970.

aparece

en

la

Dirección

de

Los terrenos comunales abarcan

alturas comprendidas entre los 2 200 m. y los 5 780 m. de altitud.

Con una

2

extensión total de 238 Km , estos terrenos comunales se ubican a ambas márgenes del río y están constituidos por tierras bajo riego y pastos naturales. La jurisdicción municipal (distrito) equivale en extensión y límites a la de la Comunidad Campesina Jesús de Ayaviri. Por otro lado, no todos los residentes son comuneros. De la población total, sólo se hallan inscritos en la comunidad campesina 130 comuneros de los que la

31

El nombre Ayahuire (Ayahuari?) está mencionado en los documentos de Huarochirí del Siglo XVII. La información lingüística parece apoyar lo dicho, Alfredo Torero señala la presencia del aimara(aru) en una zona amplia desde el sur del departamento de Lima hasta el extremo norte de Chile, incluyendo e! Cusco para fines del Horizonte Medio (proto-aru) (Torero, 1 970).

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mitad asiste en promedio a las asambleas dominicales convocadas por la junta directiva.

Se trataba de una comunidad con importante participación de los

comuneros en la toma de decisiones y en la puesta en marcha de ios trabajos decididos pero la participación de la población en este nivel de organización se ha visto mermada seriamente.

Las autoridades principales del pueblo son ía Junta

Directiva de la Comunidad Campesina de Ayaviri, el Alcaide distrital, el Teniente Gobernador, el Juez de Paz y la Junta de Regantes, entre otros. La Municipalidad tiene un local propio al igual que la Comunidad Campesina y en cierto modo ven sobrepuestos sus territorios, actividades, jurisprudencias, intereses, obligaciones, deberes y derechos. Si bien esta situación puede ser entendida como un problema ya que en la práctica existen intereses enfrentados entre las personas que dirigen ambas instituciones, esto no impide que en ocasiones se realicen trabajos en común.

Por eso, esta duplicidad organizativa en torno a la Municipalidad y a la

Comunidad Campesina, también debe ser entendida como una estrategia de la población para aprovechar las ventajas que cada institución puede otorgarles para su subsistencia económica. La asistencia técnica es muy escasa a través de la presencia de instituciones del

Estado

(ministerios

de Agricultura,

Salud y Educación,

FONCODES

4

y

5

PRONAA ) y ninguna ONGD, trabaja de manera efectiva en la zona. Debido a su condición de núcleo poblado principal del valle cuenta con servicios básicos que han sido mejorados en lo últimos 10 años: La energía eléctrica producida antaño en la planta hidroeléctrica de Sune permanece inactiva desde que el canal colector de la planta fuera afectado en 1997 a causa de las intensas lluvias en la región durante el Fenómeno del Niño 97-98. A partir de 1996, el fluido eléctrico proviene de la central hidroeléctrica de Amancaes a través de la empresa ADINELSA de EDELSUR.

La

red de agua potable y desagüe recién fue instalada a las viviendas en 1998 como iniciativa municipal. Existe un reservorio que se carga con la captación del agua de un manantial para producir agua potable que es distribuida por esta red a la población. En cuanto a la red de desagüe iniciada en 1998, las aguas servidas van a dar al río. Desde 1997, la población cuenta con comunicación telefónica con el resto del país a través de un teléfono público de uso comunitario instalado en la Municipalidad Distrital.

4

5

Fondo Nacional de Cooperación para ei Desarrollo. Programa Nacional de Asistencia Alimentaria.

14

Ayaviri cuenta con colegios en los que se imparte educación en los niveles de inicial, primaria, secundaria y desde el año 2003 con un Instituto Tecnológico donde se imparte las carreras técnicas de zootecnia y agronomía. La posta médica, medianamente equipada, puede enfrentar problemas derivados de enfermedades simples, afecciones gripales, abdominales, procesos diarreicos y otros males menores. Además, debe cubrir a las demás poblaciones cercanas como Huampará, Huaccta y Quinocay.

Los problemas de salud se agravan por las deficiencias

alimentarias (60% de desnutrición infantil) notándose en las dietas la falta de productos proteicos como el pescado, leche, quinua y hortalizas o sus equivalentes, a pesar que la sub-cuenca presenta condiciones para producir todo lo necesario para una alimentación equilibrada. La población de Ayaviri bajó de 886 habitantes en el censo de 1982 a 798 habitantes en el de 1993, cifra recogida por INEI que no refleja la movilidad estacional de los pobladores hacia los polos del trabajo asalariado.

La población

total de Ayaviri decrece estacional mente debido a las migraciones de los jóvenes que se dirigen generalmente hacia la ciudad de Lima para conseguir empleo o trabajar como jornaleros en pequeñas explotaciones agrícolas.

La migración a zonas

cocaleras de la ceja de selva también es una constante que va creciendo a medida que las dificultades de conseguir trabajo en la costa aumentan. La falta de centros de educación superior (técnica o universitaria) y las escasas y temporales oportunidades de trabajo para la población económicamente activa en la actividad agropecuaria, son el origen de este fenómeno que afecta en un 60% a la PEA de Ayaviri y Huampará.

Sin embargo, recientemente, se ha puesto en marcha un Instituto

Superior Tecnológico para proponer una formación en agronomía y zootecnia a ios jóvenes de la localidad y como una alternativa a la migración forzosa (Censos INEI, 1994; Garay, 1995).

L O S A N D E N E S D E AYAVIRI De acuerdo al Ministerio de Agricultura (1984:100), la distribución de áreas de cultivos en la sub-cuenca de! Ayaviri posee bajo riego con andenes 1 220 has. equivalente al 50 % del total y en secano con terrazas 164 has. equivalente al 7 %

15

del total.

Considerando

estas extensiones,

podemos darnos

cuenta de la

importancia que tiene la producción en las terrazas para la subsistencia de estas poblaciones. El límite superior de las andenerías y terrazas es de 3 650 metros lo que coincide con el límite superior de cultivo del maíz. Fonseca y Mayer (1988), han ensayado una clasificación para determinar del uso de la tierra de las comunidades campesinas en el valle de Cañete. Para ello, utilizaron unidades de análisis que van desde el terreno más pequeño que es la parcela -terreno agrícola que conduce un agricultor con límites precisos de propiedad- hasta la más grande que es la cuenca. Las categorías intermedias son la comunidad y la zona de producción. Esta última presenta un inusual interés para quienes nos interesamos en la investigación de los andenes desde el punto de vista de su vocación productiva por ubicación agroecológica y deseamos cruzar estas variables con otras más importantes como su utilización social para la producción. La descripción de la cuenca y sub-cuenca del río Ayaviri así como el de la comunidad campesina Jesús de Ayaviri en la primera parte de esta comunicación y la mención

eventual

para de zonas

de

producción

para

describir

algunas

particularidades acerca de los andenes no es casual. Obedece al criterio que ésta es una más fina visión de las unidades productivas en el ámbito rural si la comparamos con la clasificación utilizada por ONERN limitada a la descripción de pisos ecológicos y cuya principal deficiencia es aplicar unos parámetros de clasificación y una terminología descriptiva tomados de estudios realizados en el hemisferio norte. En el valle de Ayaviri existen varios sectores de andenes. Cada cual cubre una parte de las laderas de los cerros de las márgenes del río. Las bocatomas de sus canales captan las aguas del mismo río a 3 715 m. y a los 3 850 m. respectivamente y completan para la margen izquierda (canal Cachi) 17 Km. hasta el pueblo actual de Ayaviri y para la margen derecha hasta 30 Km. hasta la comunidad de Quinches. Éste último recorre primero la sub-cuenca del Ayaviri y da la vuelta bordeando por debajo el sitio arqueológico de Lashahuay ingresando a la sub-cuenca del Quinches por la parte alta y en sentido contrario a la venida de las aguas del río. De estos dos canales principales se desprenden canales secundarios que llevan aguas a diferentes sectores de andenes.

La envergadura de las dos

construcciones exigió la inversión de ingente mano de obra y siguiendo el trazo de los canales se constata la precisión de la gradiente que no excede, salvo en punto

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precisos de caídas de agua, lo 5-6 grados de inclinación. La cantidad de tierras que irrigan en terrazas asociadas se sitúa alrededor de las 1 200 has. Los andenes de Ayaviri se ubican en la margen izquierda de la sub-cuenca del mismo nombre, tributaria del río Mala y a una altitud de 3 000 - 3 600 m.s.n.m. Este medio técnico de producción agrícola está constituido por unas 600 has. de andenes y comienza por el represamiento de la laguna Huascacocha formada por los deshielos de los nevados de Huaynacutuni, Ticlía y Llongote, que fue una de las principales obras hidráulicas realizadas por ios pueblos que habitaron el valle en 6

épocas prehispánicas . Para llevar el agua hasta los andenes construyeron además varios canales de irrigación uno de los cuales alcanza 17 Km. de largo. Gracias a estas obras, hasta hoy en funcionamiento, es que se derivan 150 Its./seg. de forma permanente a través del canal Cachi hasta la quebrada de Ñauñacu y de allí al sector de andenes de Pampa Cullpa (Ministerio de Agricultura, 1984:164). Los andenes de Pampa Cullpa, sobre los que trataremos en adelante, son tan sólo una parte de la totalidad de hectáreas irrigadas y con terrazas existente en el valle.

Ocupa las faldas del cerro Ullma y su extensión es de 244 has., que

incluyen el sitio arqueológico de Cullpa Marca.

Se accede a la zona en cuestión

desde el pueblo de Ayaviri a través de un antiguo camino comunal de construcción precolonial que se recorre a lo largo de un kilómetro y medio hasta llegar a Cullpa 7

Marca . Estos andenes tienen en la actualidad terrenos con cultivos perennes en quince hectáreas (6 %), terrenos con cultivos extensivos en 18 has. (7 %), terrenos con praderas naturales en 58 has. (24 %), terrenos con bosques en dos hectáreas (1 %), terrenos sin uso y/o improductivos en 123 has. (50 %) y terrenos arqueológicos en 22 has. (9 %), lo que indica que sólo un porcentaje mínimo de suelos son aprovechados económicamente.

La mayor parte de los terrenos en

terrazas de este sector están abandonados desde el inicio del proyecto de ampliación del canal de Cachi y se están produciendo fenómenos erosivos como la ampliación de las cárcavas con la consecuente pérdida de suelos.

6

Para los valles de cañete, Mala, Chilca, Lurín, Rímac y Chillón hablamos para tiempos de la conquista incaica y para la parte fina! del Intermedio tardío de ios Yauyos como lo ha descrito Dávila Briceño (1586) y lo han retomado Tello (1923a y b), Villar Córdova {1935 y 1 937) y finalmente Rostworowski (1977 y 1978). Este camino prehispánico ha sido destruido y reemplazado por un camino carrozable hecho por el alcalde de Ayaviri para acceder a la zona arqueológica de Cullpa Marca desde el pueblo de Ayaviri. Esta toponimia no la identificamos en lengua Aymará. Es posible que su nombre original haya sido Cullca Marca en lengua Quechua. 7

17

El área del llamado sector de tratamiento Pampa Cullpa cuenta con dos fuentes naturales de agua: el riachuelo Ñauñacu por el este y el río Ayaviri por el norte que brinda agua a través deí canal de irrigación Cachi. En efecto, durante la década de 1990-2000, esta antigua obra de infraestrucura agrícola ha sufrido importantes remodelaciones que, sin embargo, no han afectado significativamente el trazo original del canal. Hasta el día de hoy no se ha intervenido en el sector de terrazas

8

propiamente

principalmente

dicho .

la construcción

Entre

las

obras

realizadas

de una nueva bocatoma

cabe

mencionar

de captación, y el

revestimiento y levantamiento de ciertos sectores del canal de Cachi para elevar el aforo del mismo, todas ellas como parte de un proyecto de FONCODES que incluye abastecer a los pueblos del valle de Ornas y Asia del agua necesaria para el 9

desarrollo agrícola y urbano de esas zonas . Los andenes de Pampa Cullpa se ubican de acuerdo a ONERN en la formación estepa montana entre 3 000 y 4 000 m. que goza de un clima húmedo y frío. Tiene una topografía suave favorable a la agricultura de tipo estacional bajo el sistema riego-secano en la parte baja y secano en la parte alta. Estas dos últimas características no corresponden en absoluto a lo que se puede observar en el campo. Es más bien una zona seca, árida y de pendientes pronunciadas. Ha sido descrita por Fonseca (1977) y por Fonseca y Mayer (1988) como zona de producción Aisha que caracterizan como constituida por sectores de andenes rústicos o mal conservados, ubicados por encima de los pueblos actuales y por debajo de los pastos naturales; en ellos se cultiva tubérculos en forma estacional o rotativa, y, su propiedad y trabajo efectivo puede ser de naturaleza particular o comunal. Hemos

podido

apreciar

durante

nuestros

recorridos

las

siguientes

características y problemas:

a

El proyecfo Ñauñacu-Tres Cruces, que en la primera etapa considera la captación de las aguas de la quebrada Ñauyacu (afluenie del río Ayaviri} y derivarlo hacia la cuenca del río Ornas; está construyéndose un canal con capacidad de 3 m /seg.; en la segunda etapa del proyecto consiste en captar directamente las aguas del río Ayaviri mediante una bocatoma ubicada a 3 650 m.s.n.m. La irrigación Urcos, Proyecto en etapa de construcción con canal principal de 200 Ifs/seg. de capacidad, está captando directamente las aguas del río Ayaviri, mediante una toma rústica ubicada a 4 100 m.s.n.m. Es posible armonizar los intereses de las poblaciones altas y bajas de las cuencas del Chilca, Maía, y Asia en base a proyectos como los descritos, pero nos parece prioritario el tratamiento y solución de los problemas que afrontan las poblaciones de ias cuencas altas. Lamentablemente, existen detrás de muchos de este proyecfo ia intención política de favorecer a los grandes propietarios de los terrenos eriazos de la costa y a las poblaciones urbanas constituidas por los balnearios de veraneo de la burguesía limeña ubicados en las playas de Asia al sur de Lima. Los intereses de los pobladores del Ande no son tomados en cuenta. 3

9

18

1.

Está dividido en pequeñas parcelas cuyos propietarios tienen inscritas sus iniciales en los muros a lo largo del canal Cachi dibujados con pintura por el proyecto de FONCODES (por ejemplo: J W / 5 7 ) . Estas parcelas en andenes están

marcadas

y limitan entre ellas por muros

perpendiculares a! canal madre de Cachi.

laterales en pirca,

Estos muros verticales tienen

pequeñas acequias en su base a través de las cuáles el agua pasa de andén a andén por gravedad. 2.

La unidad de propiedad del productor es de varios andenes juntos, los unos bajo los otros, a manera de escalera (en promedio cinco andenes cuya extensión total varía entre 0.2 y.0.5 has. por agricultor).

3. El ganado circula por las parcelas pero los comuneros bloquean con piedras y matas el camino y los accesos a los campos de cultivo sembrados (acceso controlado). vacunos.

Circula todo tipo de ganado: ovinos, caprinos, equinos y

Son soltados por los propietarios para que se nutran del rastrojo

de los campos después de las cosechas.

El deterioro que causan a los

muros de contención de piedra es tan importante que estos casi no se advierten a primera vista. 4.

Los andenes poseen o han poseído muros de piedra.

Estos andenes de

cultivo en zona de producción llamada Aisha (Fonseca y Mayer, 1988) están construidos con pequeñas piedras y argamasa de barro para las juntas. Las piedras provienen de la ladera misma donde se asientan (os muros de contención. Salvo en contados casos no se observa un esmero por dar al acabado externo de ios muros una cara regular.

Están constituidos por

piedras grandes y pequeñas -éstas últimas inferiores a veinte centímetros de diámetro- que aparecen en cualquier orden dentro de la mampostería lo que da cuenta de diferentes momentos de intervención para su reparación. Parecen estar colocadas conforme se fue levantando el muro y rellenando la plataforma.

En algunos secciones expuestas hemos podido observar que

cuentan con cimientos y en otras también se ha podido notar que están hechos en doble hilera y muchas de las refacciones en una sola. Los muros de contención de los andenes pueden llegar a medir 3 m. de altura. Todos los andenes poseen canaletas en su base que corren paralelas al canal

19

madre de Cachi y canaletas perpendiculares que distribuyen el agua hacia abajo.

Las terrazas irrigadas varían mucho de dimensiones a lo largo y

ancho. Podríamos decir que la mayoría son andenes de contorno (Treacy, 1984), es decir, que siguen las curvas de nivel del terreno.

Los más

próximos al canal son más angostos, mientras que conforme se va descendiendo hacia el cauce del río y se llega ai sector medio - l a pampa-, se hacen cada vez

más anchos y largos dejando de ser

andenes

formalmente dichos y convirtiéndose en enormes plataformas planas de 2

hasta 3 000 m . Los andenes continúan hasta el cauce del río, aunque hay sectores de declive muy pronunciado en donde han desaparecido por erosión. 5. Actualmente, existen terrazas cercadas con evidencias de haber tenido ganado que se presentan como pequeñas terrazas con gran cantidad de excremento utilizado en la preparación de guano para fertilizar los campos. Hemos observado en el recorrido algunos potreros de ladera sin uso actual y cuyas tierras se hallan en descanso. También hemos observado potreros de terraza cuyos muros están en proceso de destrucción pero que se notan aún claramente.

Estos cuentan con estructuras precarias para campamentos

que sirven para albergar a algunos pobladores durante sus faenas. En las terrazas hemos encontrado casas de pobladores construidas sobre los andenes. Algunas de piedra directamente al lado del canal y otras de palos y paja ubicados en terrazas en el sector medio de pampa Cullpa y al iado de los cultivos. 6. Existen tres antiguos reservónos inmediatamente

por debajo del sitio

arqueológico de Cullpa Marca. El canal de Cachi, que pasa por debajo del sitio y lo contornea, los alimenta. Los dos primeros de cara a Pampa Cullpa, se hayan

abandonados tiempo

conservación.

atrás a juzgar

por el estado

de su

El tercero, que está en la base del sector NW del sitio

arqueológico, se encuentra limpio y operativo aunque no tiene agua.

Se

observa más bien su uso eventual como corral para el ganado. 7. El canal de Cachi presenta a lo largo del sector Pampa Cullpa numerosos tramos revestidos con cemento.

Estos tramos en algunos casos tienen

serios problemas de filtraciones y el canal pierde agua a pesar de su

20

revestimiento. Éste último, ha sido destruido debido a que la mezcla no ha podido resistir la alternancia de temperaturas entre el día y la noche, y, tampoco la caída de piedras que ocasionan rajaduras al canal. 8. Ocho de las seis bocatomas laterales visibles han sido revestidas de cemento y parecen estar ubicadas sobre las antiguas prehispánicas.

Los

cauces verticales por donde discurren las aguas no están controlados y no se ha trabajado en eso todavía.

Probablemente está incluido en próximas

etapas del proyecto y habría que intervenir antes de que echen a perder la posibilidad de recuperar los trazos de las acequias prehispánicas.

Algunos

cauces naturales verticales están acondicionados con escaleras de lajas de piedras y/o canaletas para el control del agua. No todas las tomas antiguas se han recuperado y algunas siguen en uso eventual por los campesinos sin estar revestidas de cemento. 9. Existen en la actualidad algunas parcelas de cultivo de maíz asociado con habas en este sector a 3 335 m.s.n.m. El resto del sector de tratamiento de Pampa Cullpa se halla en abandono. 10. De acuerdo con uno de los comuneros más antiguos y respetados, el Sr. Fidenciano Torres, el sector de tratamiento de Pampa Cullpa se cultivaba por completo con ocas, trigo, cebada, papas, habas, etc., en ciclo corto de tres (3) años hasta 1985.

Entre los problemas que él menciona para el

abandono está el crecimiento del "kikuyo", la baja de los precios de los productos agrícolas y la presencia cada vez mayor de productos de Lima a menores precios una vez que se terminó la carretera.

El informe del

Ministerio de Agricultura cita como información recogida en el campo en 1982, que la rotación de cultivos es como sigue: trigo-cebada-haba-papa-oca y mashua u olluco-descanso. 11. La exposición al sol sobre este sector de andenes es de S 35° E. 12. No hemos podido encontrar zonas que contengan exclusivamente terrazas de talud de tierra abandonada o en uso. Se encuentran algunas salpicadas por sectores donde predominan terrazas con muros de piedra pero parecen responder más a un deterioro por falta de mantenimiento y erosión.

21

13. La pendiente natural del terreno varía mucho pero en términos generales podemos decir que está en el rango de los 30-50 % y que disminuye por efecto de la construcción de andenes 5-10 % (grado de la pendiente en las terrazas).

El canal de irrigación Cachi cuya bocatoma se ubica en el río Ayaviri en la cota 3 750 m.s.n.m., brinda un caudal cercano a los 150 Its/seg. y tiene un recorrido de E a SE, hasta el riachuelo Ñauñacu en la cota 3 645 m.s.n.m. en una longitud de 11 + 900 Km. Está hecho de piedras y tierras de la zona, está construido a media ladera, y en su recorrido alimenta a través de múltiples bocatomas rústicas (las captaciones son en su totalidad de piedras y champas, y los canales laterales tienen pendientes altas de 5 a 15%) aproximadamente a 170 has. de andenes, sembradas principalmente de maíz y panllevar.

A continuación, las aguas del riachuelo

Ñauñacu recorren por la quebrada natural de S a N en una longitud de 0 + 600 Km. y en la cota 3 575 m.s.n.m., es captada nuevamente por la prolongación del canal Cachi, que en su segundo sector recorre una longitud de 2 + 800 Km. hasta la cota 3 345 m.s.n.m., punto límite del sector de pampa Cullpa de 220 has. de andenes, donde luego del uso de 40 It/seg. entrega un caudal de 140 It/seg. para cubrir la demanda de las áreas de riego de la zona inferior a la población de Ayaviri.

Sin

embargo, hay que acotar que, de acuerdo al estudio climatológico realizado a nivel de la sub-cuenca del río Ayaviri, se observa que en los meses de diciembre a abril el agua de lluvia constituye la principal fuente para satisfacer las necesidades de riego de los cultivos del sector de Pampa Cullpa. El mal manejo del agua está vinculado al deterioro del sistema de riego y de los andenes que es ocasionado por la falta de uso y mantenimiento de los canales y andenes y por el pastoreo que se hace del rastrojo y en los pastos cultivados implantados en ellos.

Todo tipo de ganado, incluso el vacuno, se desplaza sin

control, produciendo derrumbes de los muros de contención.

Ambas prácticas

provocan una fuerte erosión hídrica en forma de cárcavas que, cuando no se detiene a tiempo, trae consigo la pérdida de áreas de tierras de buena calidad y la destrucción de la andenería.

Por otro lado, los canales secundarios y las tomas

originales que abastecían y regulaban el flujo del agua hacia el sector de andenes han quedado en muchos casos enterrados y nuevas acequias han sido trazadas y son utilizadas en la actualidad por los comuneros.

Finalmente, debe señalarse la

22

ausencia tota! de prácticas forestales en áreas con pendiente pronunciada sujetas a erosión y la implantación de cultivos en forma arbitraria sin observar la aptitud natural de las tierras (Ministerio de Agricultura, 1984). Para obtener información sobre las fases de construcción de los andenes, la distribución del agua, el sistema de drenaje y la estructura interna de los andenes serán necesarias excavaciones arqueológicas que nos permitan conocer en detalle los aspectos mencionados.

La prospección realizada nos permite afirmar que el

sistema de andenes de Ayaviri fue construido de forma integral y planificada en un sólo aliento.

Sus creadores fueron los Huari entre los siglos VII al X d.C.

Posteriores modificaciones de envergadura, en el diseño de los andenes de las partes bajas a menos de 3 200 m. y en la apertura de nuevos canales, sólo se realizaron en tiempos de los Incas y respondieron a una optimización del manejo de la producción en zonas de productoras de maíz.

Estas afirmaciones que quedan

planteadas como hipótesis de trabajo para futuros trabajos arqueológicos, están basadas en nuestros recorridos de la región y por el momento tienen un carácter preliminar. Presentamos, a continuación y con más detalle, algunas observaciones efectuadas en el campo que apoyan nuestras suposiciones iniciales.

D E AYAHUIRE A CULLPA MARCA Una primera mirada a las publicaciones sobre la arqueología de la provincia de Yauyos,

evidencia

la

pobreza

de

los

estudios

realizados

sobre

los

sitios

arqueológicos más importantes. Esta situación nos impide una aproximación fiable a fas formaciones

económico-sociales

prehispánicas

de fa región.

Apenas

contamos con la mención y ubicación de algunos sitios arqueológicos realizada por viajeros o con la información descriptiva de otros poblados de la provincia aportada por Villar Córdova (1935).

Las publicaciones de Tello y Miranda para los sitios

arqueológicos de la provincia de Huarochirí son también importantes de cara a un estudio comparativo (Tello, 1923a y b).

Otras publicaciones intentan abordar la

problemática a nivel regional sin mayor éxito, basados principalmente en la abundante información de fuentes históricas (Espinoza, 1971, 1992; Duviols, 1973; Bonavía, 1991; Lumbreras, 1999). La pobreza de los datos arqueológicos concretos

23

demuestra la carencia de prospecciones y excavaciones sistemáticas, lo que tiene como correlato más directo la falta de un esquema cronológico claro para la zona de estudio. De acuerdo con los documentos coloniales de los siglos XVI y XVII, con el nombre genérico de Yauyos se denominó a las sociedades que poblaron las cabeceras de las cuencas de los ríos Cañete, Ornas, Mala, Chilca, Lurín, Rímac y parte de las del río Chillón, durante el período Intermedio Tardío (siglos XI al XV). Estos Yauyos parecen haber conformado una unidad política centralizada

cuando

llegaron los españoles (Rostworowski, 1978). "El tercero repartimiento, que está en el medio desta dicha provincia (...) ques el repartimiento de Guadocherí, que fue cabeza de toda esta provincia y en él vivía el casique mayor deíía, como gobernaron el padre y abuelo del que hoy es casique" {Dávila, 1586:160). Tal parece haber sido la situación a ¡a llegada de los conquistadores, aunque no siempre fuera igual y esta aparente unidad no fuese sino fruto de la imposición de estructuras político-administrativas incaicas.

La partición en dos

provincias -Anan Yauyos al sur y de Lorin Yauyos al norte (Dávila, 1586:157-59)de la región cisandina central -Hatun Yauyos- parece corresponder al modelo Inca. Durante

nuestras

prospecciones

hemos

identificado

cinco

sitios

arqueológicos que por su ubicación y características permiten una aproximación a los cambios en el patrón de asentamientos de los últimos 800 años que precedieron a la conquista española. El sitio arqueológico de Cullpa Marca es el que presenta ocupación más temprana correspondiente al Horizonte Medio.

Comprende un promontorio o

pequeña estribación de las montañas de la margen izquierda de la sub-cuenca del Ayaviri.

Este poblado prehispánico está directamente asociado a los andenes de

Pampa Cullpa. El canal de Cachi hace el contorno del sitio y marca el límite entre la zona de cultivo andenada y las terrazas de uso doméstico construidas en la parte superior formando el poblado. Los andenes ocupan toda la ladera hasta Negar al río 200 m. más abajo.

24

Sitio arqueológico de Culipa Marca.

Ayaviri-Yauyos

El núcleo del poblado posee una gran plaza rectangular donde se ubican tres Huancas. A partir de esa plaza el poblado se divide en dos.

Hacia el sur, en la

ladera del cerro superior, se ubican algunas viviendas y recintos rectangulares que pudieran ser coicas o depósitos. Desde este sector sale una gran muralla o camino epimural que conduce directamente al sitio arqueológico de Huallaqaqa, cuya muralla exterior que posee siete vanos trapezoidales que miran a los picos nevados de la cordillera del Pariacaca, se ubica a 3 850 m. La muralla o camino epimural de casi dos metros de ancho en la base y 1.50 m de altura en sus sectores mejor conservados, recorre una distancia de un kilómetro y une los dos asentamientos. Hacia eí norte, en el promontorio y directamente sobre los andenes, se ubican viviendas con un patrón característico para el Intermedio Tardío en casi toda la región andina del departamento de Lima.

Las construcciones se adaptan a ios

desniveles del terreno. Las viviendas son de planta circular o ligeramente ovalada dispuestas alrededor de espacios abiertos en un patrón que ha sido llamado "complejo de patio". Una columna central en forma piramidal invertida y los techos construidos en falsa bóveda caracteriza la estructura interna de buena parte de las viviendas. La circulación entre los patios que agrupan casas y de terrazas distintas, se realizaba a través de estrechas calles y por escalinatas de un nivel a otro. Este

25

patrón ha sido indentificado por Farfán (1995) en Cantamarca en el valle alto del río Chillón.

La reutilización de partes del sitio arqueológico como corrales y el

consecuente

desmantelamiento

de

algunas

edificaciones

ha

dejado

cortes

expuestos y ha permitido observar in situ estructuras subyacentes de planta rectangular y muros orientados en diferente dirección asociados a cerámica del Horizonte Medio. La ubicación del sitio arqueológico de Cullpa Marca en el piso ecológico Quechua a 3 250 m. difiere completamente dei resto de sitios del valle que por el contrario se localizan en las cimas de los cerros, amurallados y en posición defensiva.

Sin embargo, su posición es estratégica ya que desde él es posible

divisar toda ia sub-cuenca del Ayaviri y también y a la inversa este lugar puede ser visto desde cualquier punto que no se encuentre encajonado en el fondo del vaile. Durante el periodo del Tahuantinsuyo es posible que el poblado de Cullpa Marca fuera utilizado como área de depósitos imperiales de la producción local debido a su ubicación próxima al límite entre dos pisos ecológicos (Dollfus, 1981:82-83) y podría corresponder a alguno de los niveles en la jerarquía del sistema de depósitos imperiales planteada por Morris (1985:327-351). Los demás sitios prospectados, se ubican sobre los 3 800 m. de altitud y pertenecen al período Intermedio Tardío.

Se trata de los sitios arqueológicos de

Juni Marca y Lashahuay para la margen derecha del río Ayaviri, y, Huallaqaqa y Chunga Marca para la margen derecha. Estos últimos, ubicados en la puna y con estructuras de corrales asociados a ellos evidencian su vocación productiva: la ganadería de camélidos. El más importante de ellos es Lashahuay.

Su posición estratégica, en la

cima del cerro del mismo nombre, hace posible que desde él se pueda controlar el acceso tanto a las sub-cuenca del río Quinches como a la del río Ayaviri. Se trata del asentamiento más grande de todo el valle alto. Hemos verificado la existencia de unas cien viviendas agrupadas alrededor de patios. Estos "complejos de patio" están comunicados entre sí por calles y las plazas que se hallan totalmente empedrados con lajas. El acceso menos dificultoso puede efectuarse por el sector Este saliendo del anexo de Malieurán.

Por el flanco oeste se presentan tres

murallas la última de ellas de hasta tres metros de altura.

Hacia los lados norte y

sur el afloramiento rocoso se corta en picada constituyendo los barrancos una protección natural del sitio ya que las paredes rocosas superan los ocho metros de

26

altura.

El acceso principal se halla del lado este, resguardado por estructuras

defensivas como murallas y enormes rocas naturales con edificaciones en la parte superior las que pudieron hacer las veces de torreones.

Muchas de las

características de Cullpa Marca son compartidas por el sitio de Lashahuay: la presencia de la misma arquitectura con viviendas circulares o ligeramente ovaladas, otras viviendas de planta rectangular y la presencia de silos circulares externos e internos asociados a las viviendas. Sin embargo, el patrón se diferencia de Cullpa Marca por la presencia en el lado oeste del sitio de dos elementos arquitectónicos en la definición de los espacios abiertos que no se encuentran presentes en el mencionado

sitio.

Por

un

lado,

dos

grandes

plazas

rectangulares

de

aproximadamente cincuenta metros de largo por diez metros de ancho, que se ubican de manera escalonada una después de otra. Ambas poseen Huancas en su parte central y accesos con vanos trapezoidales donde desembocan las calles de diferentes sectores del pueblo. Por otro lado, también existen unos grandes recintos rectangulares cuyas dimensiones varían entre dos y cuatro metros de ancho y entre cuatro y ocho metros de largo anexos a las plazas. Finalmente, el canal de regadío, base misma de la irrigación de andenes del valle de Quinches, proveniente de la sub-cuenca del río Ayaviri, pasa por debajo del sitio arqueológico y lo contornea llevando sus aguas hasta las chacras ubicadas por debajo completando un recorrido mayor a los 30 Km. Nuestra hipótesis inicial de trabajo para el estudio de los andenes de Ayaviri es que el proyecto integral de artificialización del medio a través de la apertura de los canales principales de regadío y de la construcción de los andenes a nivel integral del valle se realizó durante el Horizonte Medio, período al cual pertenecen los sitios arqueológicos de Lashahuay y Cullpa Marca que como hemos descrito se asocian directamente al recorrido de los canales y a los sectores de andenes de Quinches y Pampa Cullpa, respectivamente. realizadas,

mencionaremos

como

apoyo

Además de las

secundario

de

nuestra

prospecciones hipótesis

la

información etnohistórica recogida para la región. En efecto, es necesario acotar la coincidencia del nombre de los andenes que estudiamos con el de un héroe mítico recogido en los documentos de Cajatambo por Duviols (1973): "Los Huaris, además de proporcionar creándolas

la tierra y el agua obsequiaron las plantas de cultivo a los hombres,

o trayéndolas

desde otra parte.

El Huari Colcapampa,

era tenido en

Acas por criador del mais asco, que es el maíz negro, y el mallqui Chichicoto le

27

adoraba todo este pueblo de Hacas porque dijeron fue el primero que trujo las papas (...) los malquis guarís fueron los primeros que trujeron la primera coca del pueblo de Quinta/

(Duviols, 1973:160).

SOBRE ANDENES Y TERRAZAS: A L C A N C E S P A R A UNA DEFINICIÓN ¿Existe una diferencia entre una terraza y un andén? esta diferencia? clasificarlos?

De ser así, ¿en qué radica

¿Qué factores o qué elementos debemos tomar en cuenta para

En la mayor parte de la literatura sobre el particular los términos

andén y terraza han sido utilizados como sinónimos sin intentar establecer diferencias. Sin embargo, la palabra terraza ha sido utilizada por los especialistas en términos más generales englobando también la categoría de andén.

Cuando

hablamos de terrazas, no está necesariamente implícita una utilización de la superficie nivelada que se relacione a la actividad agrícola y bien podríamos estar describiendo un conjunto de terraplenes destinados a la ubicación de viviendas, es decir, un lugar acondicionado para tener un uso doméstico.

Son numerosos los

casos en que los arqueólogos hemos comprobado que lugares descritos como terrazas de cultivo resultan siendo en realidad antiguos poblados prehispánicos construidos en las laderas de los cerros. distinción

entre

aquellas

En ese sentido, cabría hacer la primera

modificaciones

del

paisaje

natural

realizando

aterrazamientos con fines agrícolas y aquellas destinadas a fines domésticos. Existen, por supuesto, otros tipos de terrazas construidas para diversos fines como aquellos realizados para proteger terrenos o poblaciones ante la eventual caída de huaycos; para el secado de productos marinos ó agrícolas; para la extracción de sal, etc., pero ninguna de esas distinciones o subdivisiones funcionales atañen a la actividad agrícola. Treacy (1994), propone que "la categoría Terraza Agrícola debe

comprender

a todas las formas conocidas de tierras de cultivo que han sido allanadas". coincide

con

la

descripción

que

hacen

Field

(1966)

y

Denevan

Además, (1987)

respectivamente, quienes indican que son superficies de cultivo artificiales las cuales tienen una pendiente menor que la del terreno natural y poseen un muro de

28

contención que puede ser de piedra, de barro, suelo endurecido o compuesto por vegetación. Por su parte, el instituto Nacional de Evaluación de Recursos Naturales (INRENA) define que "los andenes resultan de la construcción

de muros de piedra

de modo tal que logran modificar la pendiente de las laderas generando escalonadas de superficie plana. sistemas de riego; sin embargo,

plataformas

La mayor parte de estas estructuras cuenta con también existen estructuras

abastecidas de agua

sólo gracias a las lluvias". Para Gonzáles de Olarte y Trivellin (1999), "las terrazas serían similares a los andenes

con la diferencia

piedra".

de que no cuentan,

necesariamente

con muros

Finalmente, proponen su propia definición: "los andenes

constituyen

un tipo de capital natural modificado

y

terrazas

que permite prácticas

agrícolas

mas productivas y menos riesgosas en las zonas de laderas de montañas gracias a la conversión

de

andinas,

de terrenos en pendiente en escaleras de terrenos

llanos,

con irrigación controlada a través de canales o de lluvia". (Ibidem, 1999:18) El criterio de diferenciación entre terraza y andén está sustentado para INRENA

por

la

presencia/ausencia

de

muros

de

contención

de

piedra

e

independientemente de sus componentes estructurales podrían ser "irrigados" por canales de regadío o abastecidos por lluvias. Esta visión carece peligrosamente del criterio temporal, es decir, de la profundidad cronológica con que la arqueología opera. Andenes irrigados, hoy abandonados, bien pudieron estar en uso lo mismo que sus correspondientes canales de regadío. El hecho que hoy se presenten en estado de abandono y no los identifiquemos fácilmente en el campo no nos debe llevar a conclusiones apresuradas. Nosotros no estamos de acuerdo con estas propuestas porque nos parecen incompletas.

En primer lugar, es evidente que un lugar irrigado requiere de una

infraestructura anexa que conduzca el agua hasta las parcelas de cultivo y la lluvia no representa de ninguna manera un sinónimo de irrigación.

Proponemos que al

hablar de terrazas, comencemos a referirnos a las estructuras agrícolas con muros de piedra o no, comprobadamente aisladas de un abastecimiento artificial de agua. Y que deberíamos hablar de andenes, solo y sólo si existe asociado al conjunto de terrazas de cultivo, un sistema de abastecimiento de agua controlado. La irrigación es, por tanto, el elemento diferencial entre terraza(s) y/o andén(es). Las obras de ingeniería hidráulica necesarias para abastecer un(os) andén(es) o un sistema de andenes pueden ser represamientos y reservónos, bocatomas y canales de

29

irrigación, galerías filtrantes, zanjas de infiltración, etc., que permitan captar y llevar el agua desde donde se encuentre hasta las terrazas de cultivo, y aseguren el suministro de agua permanente y controlado durante la mayor parte del año, con la excepción posible de años de extraordinaria sequía. En esto radica la diferencia, y, por tanto, queda claro que la palabra andén es inadecuada para las terrazas de cultivo por secano, por ejemplo, que se nutren de humedad a través de las lluvias estacionales y que posibilitan una sola cosecha a! año. Otro elemento que distingue al andén(es) de la(s) terraza(s) está relacionado con la diferencia en la calidad de los suelos. Ocurre que como las grandes obras de canalización y estructuras anexas de control y conducción del agua obedecen a un proyecto integral, conforme se avanzaba en la construcción de un tramo del canal, inmediatamente se incorporaban nuevas tierras de cultivo andenadas, en un trabajo progresivo pero acelerado (Treacy, 1994:238). Por ello, la construcción de andenes no fue el resultado de una paulatina acumulación de sedimentos del suelo local acarreados hacia la base del muro de contención por escorrentía, sino que obedecieron también a una planificación previa que incluía el diseño del muro de contención y de su estructura interna. Se constata así, como en la mayor parte de los andenes podemos identificar que su estructura interna está compuesta por varios niveles o capas. Se abajo a arriba, una primera capa suele estar adosada al muro de! andén y visto éste en sección, abarcando el triángulo inferior del mismo. Está compuesta por piedras y cascajo colocados para facilitar el drenaje y evacuación del agua excedente hacia el andén inmediatamente inferior.

En este

nivel, es captada por una canaleta en la base del muro de contención del andén. Una segunda capa, está compuesta por suelo de origen local que es producto de la remoción de tierras para nivelar la superficie durante la construcción del andén; y, una tercera capa está compuesta por suelo fértil que puede ser de origen local -léase de la misma ladera-, debidamente enriquecido con abonos naturales ó que puede ser el resultado del traslado de tierras más ricas desde lugares a veces distantes hacia el sector de andenes construido (Ramos Vera, 1987:228-234). Un tercer elemento que distingue al andén(es) de la(s) terraza(s) se deriva de los dos primeros pero es tal vez, el de mayor significancia en cuanto a las posibilidades de producción y productividad. La artificialización del medio producida deteniendo

la

erosión

y

reteniendo

mayor

humedad

crea

condiciones

microclimáticas favorables ai desarrollo de variedad de cultivos a la par que

30

minimiza las posibilidades de pérdidas de las cosechas por heladas o sequías (Earls, 1986:48-49; Morlón, 1992). Es muy posible que debido a este factor de mejoramiento de las condiciones micro-climáticas, muchos cultivos que hoy consideramos correspondientes a un nicho ecológico determinado hayan podido ser cultivados en zonas más altas aunque estos últimos también hayan podido variar de ubicar debido a cambios climáticos de mayor escala (Usselmann, 1987). Así definidos, es muy posible que los andenes o los sistemas de andenes pudieran producir dos cosechas con relativa facilidad para quienes supieran manejar adecuadamente los ciclos agrarios, los sistemas de control del agua, suelos y factores micro-climáticos, y articularlos con una sólida organización social en torno a las actividades agropecuarias. Por lo tanto, entendemos

a los medios técnicos de producción

que

denominamos andén(es) como un medio de producción agrícola de zonas de laderas de montañas conformado por terrazas de cultivo que poseen una estructura interna determinada y que constituyen parte de un sistema mayor, abastecido de agua permanentemente a través de la irrigación por canales, y que pueden, según sea el caso específico, estar acompañados de obras de ingeniería hidráulica complementarias

como

represamientos,

destinadas a controlar el manejo del agua.

reservónos,

galerías

filtrantes,

etc.,

Sus características varían según su

ubicación agroecológica y/o su época de construcción y están concebidos para optimizar el control y el manejo del agua, aumentar la fertilidad y humedad del suelo, y, producir mejoras en el control del microclima.

Constituyen efectivamente un

capital físico y un patrimonio o infraestructura comunal y pública.

IMPLICANCIAS S O C I A L E S MEDIOS TÉCNICOS DE LLAMAMOS A N D E N E S

DE LA CONSTRUCCIÓN DE PRODUCCIÓN AGRÍCOLA

LOS QUE

La cantidad de fuerza de trabajo invertida para la construcción de los andenes a gran escala que alcanza a veces la artificialización del paisaje a nivel de valles completos con la finalidad de obtener excedentes productivos, tiene implicancias de

31

carácter económico, social y político.

Presuponen una planificación previa de la

construcción a gran escala con conocimientos técnicos de gran precisión, y la posibilidad de manejar y trasladar una enorme cantidad de personas, mantenerlas y dirigir

de

manera

construcción.

centralizada

los

trabajos

mientras

se

lleva

a

cabo

la

Por el contrario, el mantenimiento y la producción anual en los

andenes -barbecho y siembra de las tierras, cuidados y cosecha de los frutos, así como el eventual tratamiento, almacenamiento y traslado de los mismos- se puede realizar sin necesidad de mayor cantidad de mano de obra que la que se puede convocar en un sólo valle.

Por ello, entendemos que su construcción bajo un

proyecto integral de manejo de cuenca, fue fruto de una organización política centralizada de nivel estatal.

Su aprovechamiento en cambio sigue realizándose

hoy en día como pudo ser durante los períodos hasta ahora llamados Intermedios en la arqueología peruana.

Su utilización en dichas etapas históricas pudo ser

parcial o total, y eventualmente pudieron haber sido abandonados. Las condiciones materiales de existencia en que se basan la producción de la vida social descritas brevemente en las páginas precedentes recalcan las carencias del medio en relación a las sociedades que lo poblaron en épocas prehispánicas.

Como bien han enfatizado ciertos autores, la principal de esas

carencias ha sido y sigue siendo la falta de agua para el riego y ésa debió ser la contradicción principal de los agricultores andinos en estas regiones. La resolución de esta contradicción fue la artificialización del medio físico a través de la construcción de andenes.

Las sociedades agrícolas andinas hicieron frente a un

medio sumamente duro, cuya principal dificultad fue reducir las posibilidades de perder las cosechas debido a los múltiples factores que inciden en su producción como las irregularidades de los ciclos climáticos, es decir, hacer frente y reducir el riesgo agrícola mediante la irrigación para alargar la temporada de crecimiento de los cultivos y estabilizar la producción (Masson, 1986; Earls, 1985; Treacy, 1984; Marión, 1992). Se considera tradicionalmente que la planificación y construcción de obras de irrigación y ¡a organización de la utilización del agua requería la necesaria existencia del Estado.

A pesar que en casos con condiciones particulares, estas

tareas puedan llevarse a cabo por pequeños grupos organizados informalmente, la gestión centralizada del trabajo los hace más eficaces y potencia la proyección de las construcciones hidráulicas y su infraestructura anexa a gran escala.

Por lo

32

general, las personas que gestionan los recursos hidráulicos obtienen poder sobre los demás campesinos, factor que estaría en la base de un gobierno único centralizado que Wittfogel llama despotismo oriental y que correspondería también a fas sociedades de los Andes centrales (Wittfogel, 1957; Mitchell, 1985; Redman, 1990). En el caso del valle del Coica la hipótesis de trabajo de Treacy es que la construcción del de los andenes se realizó en reemplazo de las terrazas de secano pre-existentes (Treacy, 1984). Es interesante evaluar esta proposición: el problema principal para desarrollar la agricultura es la falta de agua y la falta de terrenos planos para cultivar en las faldas de los cerros. Si seguimos el desarrollo de esta proposición se incluye también el grave problema de las difíciles y fluctuantes condiciones climatológicas, obstáculo para asegurar la producción permanente de excedentes.

Estos problemas habrían sido solucionados cambiando la agricultura

extensiva en terrazas de secano por la agricultura intensiva en sistemas de andenes.

Andenes de Laraos en ía cuenca alta del río Cañete

33

El área cultivada con andenes es menor y en muchos casos inferior a la mitad del total cultivado anteriormente por secano, pero la productividad es mucho mayor, lo que permite obtener el mismo o mayor volumen de productos agricolas y también una mejora en la calidad de los mismos, debido al control ejercido sobre los medios técnicos de la producción (Treacy, 1984:239-242). En este punto la hipótesis es congruente con nuestra propuesta conceptual de separación de definiciones entre andén y terraza. Desarrollando una explicación teórica en términos marxistas nos encontramos frente a un caso de aumento de la productividad a través de la mejora de los medios de producción - u n a mejora de las condiciones técnicas del trabajo-, es decir de la generación de lo que Marx (1975) denominó un caso de plusvalía relativa (Lull y Risch, 1995). La propuesta de historiadores y arqueólogos históricos como Los Comentarios

basada en

documentos

Reales de Garcilaso, según la cuai todas las

modificaciones importantes del paisaje en tiempos anteriores a la conquista española fueron realizadas por los Incas ha sido descartada por los trabajos arqueológicos llevados a cabo en los últimos 30 años.

Estas investigaciones han

sido particularmente importantes en lo que a andenes se refiere en la zona sur del país en donde trabajó el Cusichaca Trust dirigido por A. Kendall (1992, 1994, 1997).

Algunos autores como Mujica (2005) indican para la cuenca del lago

Titicaca, hallazgos arqueológicos de terrazas hasta en 800 a. C , antecedentes más tempranos que esos serían los encontrados en el valle medio de Supe por el Proyecto Caral (Shady, 2004: comunicación personal). Sin embargo, la posibilidad de la existencia del Estado obteniendo beneficios del cultivo del maíz desde época Huari ha sido cuestionada.

Se sigue pensando

que esta situación fue sólo posible con la presencia Inca. Se plantea que las tierras andenadas, es decir, preparadas y mejoradas para la producción de maíz, eran aquellas que eran propiedad del Estado, sea las que pertenecían al gobernante local, al Inca o al culto del sol. De igual modo hay quienes insisten en la naturaleza no excedentaria de las economías agricolas de zonas de montaña que sólo hubieran servido para el autoabastecimiento (Treacy, 1984:242; Marión, 1992). Si así fuera, tendríamos que responder a la pregunta de qué tipo de productos se estaban almacenando en la gran cantidad de coicas locales, provinciales y regionales de acuerdo a la jerarquía propuesta por la investigación de Morris (1985). Dichas coicas y depósitos que pueden hallarse en gran parte de los Andes centrales

34

como un patrón generalizado datan por lo menos del Intermedio Tardío. Más tarde estaban asegurando el abastecimiento de los tambos y fas posibilidades del Estado Inca para llevar a cabo intercambios regionales de productos en la lógica de reciprocidad y redistribución propias del imperio (Murra, 1975, 1983). Lo que queda

pendiente de respuesta son preguntas básicas en la

investigación: ¿qué tipo de cultivos existieron antes del maíz en esas terrazas de secano?

Debieron ser de una enorme importancia para las sociedades andinas

anteriores a los Huaris para justificar la inversión de mano de obra. Es probable que se tratara de cultivos de variedades de tubérculos andinos como la papa, el olluco o la oca asociados con Tarwi, u otros cereales andinos como la quinua, la mashua y la Cañihua

que

productivos.

en

ciertas

condiciones

productivas

¿De qué tiempo datan exactamente?

excavación arqueológica

aseguraran

excedentes

Lamentablemente, ninguna

seria se ha realizado al respecto y carecemos

información fiable sobre el particular.

de

De allí que se justifique plenamente intentar

llevar adelante un estudio que cruce variables provenientes de la agronomía, estudios paleoclimáticos y la arqueología que nos permita afinar la cronología de antiguas terrazas y/o andenes. Necesitamos que dicha investigación de respuesta a aspectos muy concretos acerca de la producción y la productividad agrícola en los más antiguas terrazas preguntas:

existentes.

Y finalmente, la más importante de las

¿Qué tipo de sociedad y bajo qué relaciones sociales de producción

hicieron posible la construcción de dichas terrazas y/o andenes?

Aquí también

existe una carencia ya que los estudios llevados a cabo enfocan mayormente el aspecto tecnológico y su evolución temporal pero pocos realizan estudios integrales que

permitan

una

caracterización

socio-política

de

las

sociedades

que

los

produjeron. Este aspecto, de llegar a establecer el carácter de la organización sociopolítica de las sociedades andinas así como el de desocultar el carácter de las relaciones sociales de explotación en cada momento de su existencia, es una de las tareas más importantes de la arqueología como ciencia social.

Además de una

tecnología adecuada y una población numerosa se requiere una organización tal, que permita el mantenimiento de la mano de obra.

El desplazamiento

de

contingentes de trabajadores desde otras provincias como el caso de los mitmaes descritos por las crónicas del siglo XVI en tiempos de los Incas, permitió llevar a cabo estas obras en un corto lapso no mayor a cinco décadas para cada valle

35

intervenido.

Los

mecanismos

de reciprocidad que establecieron

generaron

obligaciones mutuas. En ellas se esconden el carácter de explotación de la fuerza de trabajo y pueden crear la imagen de un Estado paternalista y socializante, y, de relaciones sociales igualitarias.

Las relaciones sociales de producción que se

establecen entre los campesinos que cultivan en los campos de andenes y quienes controlan su fuerza de trabajo y la propiedad de los medios de producción, son relaciones de explotación en una sociedad autocrática y marcado carácter clasista. Los Incas lejos de ser pioneros en estas formas despóticas de organización político-económica, son la manifestación tardía de lo que ya sucedía con los Huari. Nuestro planteamiento, tal como ha quedado expuesto líneas atrás, es que fueron ios Huari y no los Incas o algún Estado Regional tardío, los que desarrollaron los andenes en el ámbito central andino a gran escala.

La construcción de andenes,

como llega a plantear Treacy (1984), no requiere de siglos de tiempo, sino una masa critica de trabajadores. Las grandes obras de infraestructura agrícola, que aún hoy, se hallan en funcionamiento, sólo pueden ser el resultado acumulado de una gran cantidad de fuerza de trabajo organizada de forma corporativa bajo el control centralizado de una entidad de carácter estatal, como lo fueron en su tiempo el imperio Huari, algunos Estados Regionales o el imperio Inca para el caso de los Andes centrales. Al fundarse las reducciones en el siglo XVI, las tierras de cultivo quedaban muchas veces lejanas de los nuevos pueblos. La enorme disminución de la población hizo innecesaria la labor en los terrenos más alejados de cultivo que quedaron muy lejanos de los núcleos de población y así se abandonaron.

Las causas del

abandono de los andenes son comunes en la mayor parte de los Andes centrales. Denevan (1987) planteaba factores de carácter ambiental como un cambio climático brusco que produjo una mayor sequedad en las condiciones medioambientales y/o movimientos tectónicos que hubiesen generado problemas con las fuentes de abastecimiento de agua.

También hacía alusión a factores

histórico-sociales

planteando que el colapso agrario y la disminución demográfica se

habían

presentado juntos y que era difícil definir la causa y el efecto entre estos dos factores (Denevan, 1987:256). La debacle de la producción agrícola es producto de la desestructuración de la formación económico social ocurrida en los pueblos andinos con la imposición de la estructura colonial y de los cambios en las prácticas sociales y formas de producción que el nuevo orden impuso (Kendail, 1992).

36

Para el caso del valle de Ayaviri, los andenes de Pampa Cullpa una vez abandonados fueron eventualmente puestos en uso como terrazas de cultivo de secano.

No sabemos si por tramos el canal siguió en funcionamiento o no.

Si

algunas áreas fueron dejadas sin uso, creemos que esto respondió principalmente a la falta de mano de obra para el cultivo de esa tierra que se convirtió en excedentaria al bajar la tasa de población. Hoy en día, el abastecimiento de agua permanente a través del Canal Cachi no impide que la principal cosecha siga siendo la de época de lluvias mientras que los terrenos se dejan descansar el resto del año. En ese sentido, es interesante constatar que a pesar de las migraciones a las ciudades de la costa, la curva demográfica se viene recuperando paulatinamente y que este mismo factor de presión demográfica podría ser clave para la recuperación de los andenes en un futuro próximo (Gonzales de Olarte-Trivelli, 1999).

37

REFLEXIONES FINALES

Según los informes citados a lo largo de la presente comunicación, la única forma de

recuperar

las tierras

de

laderas

de

montaña

aprovechamiento del sistema de andenes de Ayaviri.

es

a través

del

óptimo

La realidad actual es que

existe un deterioro progresivo de las terrazas del sistema de andenería debido principalmente a la falta de uso y de mantenimiento pero también al pastoreo indiscriminado de cabras y vacunos.

Este abandono y cambio de uso de los

terrenos ocasiona la aparición de cárcavas por escorrentía superficial y la presencia de vegetación herbácea y arbustiva en los taludes y los terraplenes de las terrazas, determinando la reducción del área útil aprovechable para fines de cultivo. No

habría

comercialización

que de

perder

de

la producción

vista

que

ante

el

escaso

agrícola la comunidad

éxito

en

la

está sufriendo

un

importante cambio hacia una economía que prioríza la actividad pastoril en detrimento de la principalmente agrícola. Hemos constatado las tensas relaciones entre sectores de la comunidad derivadas de las contradicciones internas que se están generando entre agricultores y pastores en el seno de la misma. Este es uno de los problemas clave de la recuperación del sistema de andenes, ya que la producción que se obtenga en ellos debe considerar también las necesidades actuales de los miembros de la comunidad en su totalidad.

Entre los problemas técnicos más agudos en la recuperación de andenes está el del abastecimiento de agua, razón a la que responde su creación (Treacy, 1984; Masson, 1986; Mitchell, 1985). Afortunadamente, gracias al volumen de agua permanente de! río Ayaviri y al relativo mantenimiento del canal de Cachi, ese es un problema casi superado en el caso del sistema de andenes de Ayaviri. Resulta preocupante la forma como se intenta llevar a cabo la recuperación de los andenes por parte de FONCODES/PRONAMACHS u otros entes estatales y/o ONGDS que no realizan verdaderas investigaciones integrales. Por un lado, hay carencia absoluta de estudios arqueológicos que puedan informarnos acerca de las funciones de las estructuras internas de los andenes, capas de tierras de cultivo asi como sus sistemas de drenaje, canalizaciones mayores y menores de distribución del agua. Tampoco los arqueólogos han podido realizar la investigación de los sitios arqueológicos

aledaños

para

hacer

estudios

paleobotánicos,

palinológicos

y

paleoclimáticos para tener informaciones completa acerca de los cambios en la vocación productiva del área en cuestión.

Proyectos como el comentado líneas

arriba, del Ministerio de Agricultura, consideran necesario un rediseño del sistema de andenerías existentes que consistiría

en la eliminación

de ios andenes

defectuosos, y ampliar estos bajo la forma de andenes más grandes y funcionales, incluyendo caminos de acceso e infraestructura de riego para áreas que cuentan con canales principales de regadío (Ministerio de Agricultura, 1984:100-101).

Los

problemas de no respetar el diseño original de la obra prehispánica hacen que las remodelaciones efectuadas queden destruidas después de las primeras temporadas de lluvias. El caso experimentado recientemente en Ayaviri es sintomático de esta situación. El canal Cachi fue intervenido por el proyecto de FONCODES y revestido con cemento en muchos tramos. Durante las lluvias del verano del 2000, un huayco cayó sobre parte del canal interrumpiendo el paso del agua proveniente del río Ayaviri. Los comuneros acostumbrados a recibir también el agua de la quebrada de Ñauyacu esperaron verse prontamente abastecidos, pero la mayor parte de su caudal era captado aguas arriba para ser conducido por otro canal hacia el valle de Ornas.

No había apoyo técnico, que fue retirado por el gobierno después de la

conclusión a medias de la obra del canal de Cachi, y tampoco económico, para pagar los costos de la limpieza y posterior refacción con cemento del canal. La falta de agua se volvió conflictiva. Afortunadamente, se pudo sortear el huayco y hacer pasar el agua con tubos y otros artiíugios, pero la situación volverá a ser crítica en

40

cuanto ías lluvias vuelvan a caer en los años venideros. Recordemos lo que ya han señalado varios autores y especialistas en el tema: la forma más adecuada de llevar a cabo la remodelación, ampliación o simplemente la reconstrucción de estos complejos agrícolas es con la utilización de los materiales locales (Earls, 1986; Kendall, 1992, 1997; Marión, 1990; Villasana, 1977) los que representan una alternativa más funcional y menos costosa que asegura también que la comunidad pueda llevar a cabo las tareas de manera independiente a la ayuda o intervención de cualquier institución.

Por otro lado, queda claro que los principaies problemas

tocan a los aspectos económico-sociales y políticos de la comunidad. El principal sigue siendo el de la propiedad de la tierra: su fraccionamiento en pequeños minifundios es lo que ha marcado su tenencia en los últimos 30 años.

Como

consecuencia, para la tenencia de la tierra en Pampa Cullpa, la comunidad campesina Jesús de Ayaviri ha definido un régimen minifundista. En el padrón de propietarios constan 84 productores, en el que cada miembro mantiene como propiedad particular en uno o más lugares del sector de andenes de 0.20 a 0.50 has. de extensión destinados para cultivos anuales y, de 0.50 a 1.50 has. de terrenos como praderas naturales y terrenos sin usos y/o improductivas (Ministerio de Agricultura, 1984:127). Mariátegui había definido que el carácter peculiar de nuestro problema agrario es la supervivencia de la comunidad y de elementos de socialismo práctico en la agricultura y la vida indígenas (Mariátegui, 1927). Pero abolida la hacienda y llevada a cabo -aunque sólo como reparto de tierras- la Reforma Agraria en el Perú, lo que ha generado un fuerte impacto y cambio en muchas de las comunidades más aisladas es la introducción del pago de jornales a los comuneros para lograr su participación en las actividades de los proyectos como el que ha realizado FONCODES en ¡as obras del cana! de Cachi. Esta situación ha debilitado la organización comunal del trabajo colectivo y los comuneros comienzan a retraerse de estas actividades si no hay un pago monetario o en alimentos de por medio. La campaña de titulación de los predios agrícolas iniciada por el anterior gobierno ha abierto las puertas para el regreso de la gran propiedad en el Perú. El crédito soñado para el pequeño agricultor se hará probablemente realidad al amparo del título de propiedad. Pero es muy posible que se convierta en pesadilla ya que el campesino desprovisto de asesoramiento técnico quedará supeditado a los riesgos

41

que significan los ciclos naturales en los Andes centrales.

La ruptura de la

organización social tradicional de las comunidades andinas, el cambio de las legislación acerca de la propiedad antes inalienable e imprescriptible de sus tierras comunales y sus consecuencias en el desarrollo de las actividades campesinas, así como las contradicciones de clases internas que se deriven del nuevo régimen de propiedad de las tierras, debe ser un punto importante a enfatizar para el estudio de los cambios sociales de la misma comunidad y en el planteamiento de sus proyectos futuros de desarrollo.

Comuneros labrando ía tierra con chaquitaclla,

Otro demográfica.

punto

que

debe

abordarse

es

el

relacionado

con

la

variable

¿Cuenta la comunidad con suficiente mano de obra para la

rehabilitación de andenes?

El factor de ía migración de la población joven ha

afectado a Ayaviri al igual que a las otras comunidades de Yauyos y de las serranías limeñas (Brougére, 1992; Garay, 1995), y se ha visto recrudecido durante los años de guerra interna (1980-1993).

La cercanía de Ayaviri a Lima ha

favorecido la migración acelerada hacia Cañete, Mala, Chilca y la capital, pero es eso a su vez lo que ha facilitado el retorno a la comunidad o más bien la facilidad de ir y venir desde la capital sin residencia permanente en la comunidad.

42

Los proyectos estatales realizados hasta e! momento no han contado con la presencia de arqueólogos, antropólogos, ni sociólogos en la investigación previa a la intervención. Nos parece que resulta de vital importancia para garantizar evaluar el impacto de los proyectos a nivel integral, el retomar las interdisciplinarias.

Por

ello,

estamos

diseñando

un

plan

de

investigaciones investigación

arqueológica del área (que se insertará en uno integral con la participación de otros profesionales), que completará

prospecciones, terminando

los

levantamientos

topográficos del sistema de andenes y de los sitios arqueológicos.

Paralelamente,

iniciamos con este artículo introductorio, un programa de publicaciones periódicas sobre la región de Yauyos. Futuras excavaciones en Cullpa Marca, en los propios andenes y en los canales, son necesarias con miras a definir su proceso de formación y obtener el máximo posible de información sobre la producción agrícola pretérita en el sector de tratamiento de Pampa Culipa.

Para decidir sobre las

condiciones sociales sobre las cuales se pueda (re)utilizar la infraestructura agrícola de la Comunidad es importante estudiar el carácter de ias relaciones sociales de producción en las sociedades que les dieron origen. Sería necesario plantearse la siguiente pregunta: ¿Si la construcción, uso y mantenimiento de los sistemas de andenes en época prehispánica respondió a obras corporativas, llevadas a cabo por sociedades clasistas que explotaron a miles de pobladores apropiándose de la mayor parte del producto de su trabajo, estaríamos todavía dispuestos a recuperar estas tecnologías sabiendo que su existencia se debe a relaciones sociales de producción alienantes que podríamos reproducir en la actualidad?

Sí la respuesta sigue siendo sí, a pesar de todo

¿Cuáles serían los argumentos para insistir en la importancia de la recuperación de los sistemas de andenes desde el punto de vista social? Para dar una respuesta a estas preguntas y poder programar tareas a mediano y largo plazo y líneas de trabajo para una política nacional de recuperación de andenes, sería necesario conocer hacia qué proyecto de sociedad queremos dirigirnos y en qué relaciones sociales de producción basaríamos la explotación de los sistemas de andenes, así como cuáles serían los pasos a seguir para no reproducir la mencionada situación. tecnologías.

Recordemos que no basta con recuperar las

Son las relaciones sociales de producción las que hay que modificar

para elevar la "calidad de vida" de las poblaciones andinas.

43

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49

índice

LA C U E N C A D E L RÍO M A L A

9

L A SUB-CUENCA D E L RÍO AYAVIRI

1 1

LA COMUNIDAD CAMPESINA JESÚS DE AYAVIRI

1 3

Los

1 5

ANDENES DE AYAVIRI

DE AYAHUIRE A CULLPA MARCA

2 3

SOBRE A N D E N E S Y TERRAZAS: A L C A N C E S PARA U N A DEFINICIÓN

2 8

I M P L I C A N C I A S SOCIALES D E LA C O N S T R U C C I Ó N D E LOS MEDIOS TÉCNICOS DE PRODUCCIÓN AGRÍCOLA QUE LLAMAMOS ANDENES

31

REFLEXIONES FINALES

3 9

BIBLIOGRAFÍA

4 5

ISHRA

Repositorio digital

2019