La renta de la tierra. Formas, fuentes y apropiación
 9789507932571

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Juan Iñigo Carrera

La renta de ia tierra Formas, fuentes y apropiación

e d i c i o n e s

Colección Teoría Crítica y Cultura Juan Iñigo Carrera La renta de la tierra. Formas, fuentes y apropiación, la ed. Buenos Aires: 2017. 376 p.; 15x22 cm. (Teoría crítica y cultura) ISBN 978 - 9 SO-793 - 257-1 1. Economía. 2. Marxismo. I. Título. CDD 320.5322 Fecha de catalogación: 06/03/2,017 © 2017/juan Iñigo Carrera © 2017, Ediciones Imago Mundi Hecho el depósito que marca la ley 11.723 Impreso en Argentina, tirada de esta edición: 700 ejemplares

* Este libro se terminó de imprimir en el mes de marzo de 2017 en Gráfica San Martín, Güiraldes 2723, San. Martín, provincia de Buenos Aires, República Argentina. Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de cubierta, puede ser reproducida, almacenada o transmitida de manera alguna ni por ningún medio, ya sea eléctrico, químico, mecánico, óptico, de grabación o de fotocopia, sin permiso previo por escrito del editor.

índice general Prólogo.............................................................................................................................. XI

i

La renta de la tierra: formas y fuentes

1

Monopolio terrateniente sobre condicionamientos naturales a la productividad deL trabajo que utiliza específicamente a la tierra como instrumento directo de p r o d u c c ió n ..................................................... 3

2

La renta de monopolio sobre condicionamientos naturales d iferenciales.......................................................................................................... 7 2.1. La renta diferencial 1 (pág. 7) - 2.2. La renta diferencial II (pág. 10) - 2.3. Renta diferencial y localización relativa de la producción respecto del consumo (pág. 27) - 2.4. Realidades y apariencias de la renta diferencial, en particular en relación con diferencias nacionales del proceso de acumulación de capital (pág. 29)

3

La renta de monopolio absoluto sobre condicionamientos naturales

. 47

3.1. El ejercicio del monopolio absoluto (pág. 47) - 3.2. Renta absoluta (pág. 54) - 3.3. Renta de simple monopolio, o renta de simple monopolio absoluto (pág. 57) - 3.4. Acerca de la posibilidad concreta de existencia y magnitud de la renta absoluta y de la renta de simple monopolio (pág. 60)

4

Renta diferencial que resulta de la renta absoluta y de la renta de simple m o n o p o lio .......................................................................................... 81

5

La fuente de la plusvalía que constituye la renta de la tierra

. . . .

85

5.1. La cuestión (pág. 85) - 5.2. La representación del trabajo social mate­ rializado de manera privada como el valor de las mercancías (pág. 85} 5.3. La fuente de la plusvalía extraordinaria del capital innovador (pág. 91) - 5.4. Los movimientos de plusvalía en la formación de la tasa general de ganancia (pág. 98) - 5.5. La determinación concreta de la normalidad (pág. 100) - 5.6. La fuente de la renta diferencial (pág. 104) - 5.7. Las fuentes de la renta absoluta, de la renta de simple monopolio y de la renta diferencial originada por ambas (pág. 109) 6 7

Componentes del canon de arriendo que no constituyen estrictamente renta capitalista de la t ie r r a .......................... .....

.

.

. -115

El caso de la identidad capitalista-terrateniente o terrateniente-capitalista................................................................................121

VIH • 8

El precio de la t i e r r a ....................................................................................... 127

II Estydio critico de concepciones diversas de la tierra

tom© a la reota

9

Sobre la renta diferencial I I .............................................................................. 135

10

La reducción de la renta absoluta a renta de simple monopolio y v ic e v e r s a ................................................................

155

11

La concepción de la renta diferencial como plusvalía producida por el obrero agrario que trabaja sobre las tierras m e jo re s .......................... 175

12

El «intercambio desigual» puesto en relación con las fuentes de la renta de la t i e r r a . ............................................................................................209

13

La teoría de la «rentain te rn acio n al».............................................................. 237

iil Los apropiación primada de la reota diferencial y de simple monopolio por los terratenientes y sns cursos de circulación primaria h a d a ©tros apropiadores de plusvalía 14

Los cursos primarios de apropiación de la r e n t a ..................................... 243 14.1. Renta de la tierra y capital total de la sociedad (pág. 243} - 14.2. Fijación directa por el estado del canon de arriendo sistemáticamente por debajo de la magnitud de la renta {pág. 249) -14.3. Los impuestos específicos sobre las exportaciones de mercancías portadoras de renta (retenciones) (pág. 250) - 14,4. La sobrevaluación de la moneda nacional para la exportación de mercancías portadoras de renta (pág, 253) -14.5. El abaratamiento de las mercancías portadoras de renta en el consumo individual interno por efecto de los impuestos a la exportación y la sobrevaluación de ia moneda nacional (pág. 277) - 14.6. La regulación directa de los precios internos de las mercancías portadoras de renta por el estado nacional (pág. 280) -14.7. Apariencia y realidad de la mediación del consumo obrero en la apropiación de la renta (pág. 280) -14.8. La circulación interna de medios de producción, que no provienen de la rama cuyas condiciones originan la renta pero que son utilizados por el capital en ella, por encima de la expresión nacional simple de su precio de producción (pág. 289)

15

Criterios generales para el cómputo de la renta apropiada por los terratenientes y de la que sigue otros cursos de apropiación primaria . 295 15.1. Renta de la tierra apropiada primariamente por los terratenientes y tasa de ganancia del capital industrial (pág. 295) - 15.2. Renta de la tierra apropiada primariamente por otros sujetos sociales distintos de los terratenientes (pág. 304}

16

Efecto sobre la aplicación extensiva e intensiva del capital agrario/minero originado por la mediación en la apropiación de la renta de condiciones de circulación que afectan su ciclo de rotación

. 325

17

Efecto sobre el desarrollo de la productividad del trabajo que pone en acción el capital agrario/minero originado por la mediación en la apropiación de la renta de condiciones de circulación que afectan su ciclo de rotación. ................................................................................ 17.1, Determinaciones específicas riel capital agrario y minero en relación con el desarrollo técnico (pág. 333) -17,2. Particularidad del desarrollo de la productividad del trabajo respecto de la aplicación intensiva y exten­ siva del capital sobre la tierra (pág. 341) -17.3. Las formas de apropiación de la renta y el desarrollo de ¡as fuerzas productivas del trabajo social (pág. 347)

Referencias bibliográficas

Prólogo Por encima de sus diversidades inmediatas, las sociedades nacionales latinoamericanas presentan un rasgo general. Aun aquellas con mayor desarrollo de la producción industrial para su mercado interno, se carac­ terizan por el peso relativo de la producción de mercancías agrarias y mineras destinadas al mercado mundial extra regional. Se trata de un rasgo presente desde los orígenes históricos mismos de sus procesos nacionales de acumulación de capital, que se reproduce hasta hoy día. A este primer rasgo común del peso de las producciones referidas para las economías nacionales, lo subyace un segundo. Se trata de producciones en las cuales la productividad del trabajo se encuentra subordinada a condicionamientos naturales específicos no controlables por el capital de manera general. Y cada país latinoamericano presenta su producción en cuestión especializada en las ramas primarias locales que se desenvuelven bajo condicionamientos naturales capaces de sostener productividades del trabajo muy superiores a las que determinan los respectivos precios normales que rigen en el mercado mundial. A título ilustrativo, y para no abundar, limitémonos a enumerar algu­ nas manifestaciones de este rasgo específico, notables por su relevancia histórica y actual para diversas economías nacionales latinoamericanas. Tenemos así la producción de carne vacuna, granos y lana para la Argentina y Uruguay. Para Chile, históricamente el salitre, y luego el cobre hasta el presente. Con carácter histórico la plata y el estaño para Bolivia, hoy el gas. También históricamente la producción de guano y algodón para Perú, de bananas para Ecuador, de bananas y café para Colombia, ganadera vacuna y de café para Venezuela, desplazadas luego del lugar central por la producción de petróleo. En la historia de Brasil ocuparon lugares significativos las producciones de café, azúcar, madera, caucho natural, oro, piedras preciosas, etcétera. Salvo el caucho, el resto sigue ocupando esos lugares significativos en la producción para el mercado mundial sobre la base de las condicionamientos naturales particularmente favorables, aunque al presente se han agregado a ellos aún con mayor magnitud las producciones de mineral de hierro crudo y procesado, soja y petróleo, más otra serie de mercancías agrarias y mineras, incluyendo la carne, la pulpa

XSi » Juan Iñigo Carrera de madera, etcétera. Por su parte, en el caso de México, e! proceso nacional de acumulación de capital se reproducía sobre esta misma base, con la plata, el oro y el petróleo como mercancías clave. Sin embargo, desde comienzos de la década de 1980 se desarrolla la industria maquiladora. Con lo cual la especificidad en cuestión va dejando lugar a otra que surge de la llamada nueva división internacional del trabajo. Así, a partir de la transformación masiva de su población eo superpoblación obrera relativa sobre la base anterior, el capital pasa a acumularse en México sobre la base de la baratura de la fuerza de trabajo aplicada a procesos industriales relativamente simples destinados a abastecer al mercado mundial, con la mediación del NAFTA. Esta misma integración entre la vieja y la nueva base específica se hace presente en varios países centroamericanos y del Caribe, sujeta a la escala de cada uno de ellos. Por ejemplo, en Barbados, El Salvador, Haití. Demás está decir que la especificidad del proceso nacional de acumu­ lación de capital por la presencia central en él de producciones agrarias o mineras que operan con una productividad del trabajo notablemente supe­ rior a la que determina el precio del mercado mundial al que concurre su producto, no es un atributo exclusivo de los países latinoamericanos. Basta con observar casos como los de Angola, Arabia Saudita, Argelia, Azerbaiyán, Bahréin, Camerún, Chad, Egipto, Gabón, Ghana, Irán, Irak, Kazakstán, Ku­ wait, Emiratos Árabes Unidos, Libia, Nigeria, Omán, República del Congo, Sudan, Siria, Turkmenistán, Qatar, Yemen, para enfrentarse a la misma mo­ dalidad de especificidad nacional sobre la base de la producción petrolera y, en algunos casos, gasífera. Al igual que en los países latinoamericanos, entre estos africanos y asiáticos hay algunos en los que predomina absolutamente la producción primaria desarrollada por capitales extranjeros altamente concentrados. Pero también hay otros que agregan a su caracterización por la producción en cuestión la presencia, en su desarrollo histórico, de procesos de industrialización para el mercado interno «por sustitución de importaciones». Incluso Noruega se ha convertido en un proceso nacional de acumulación de capital con eje en la producción de petróleo para el mercado mundial; y recordemos la llamada «enfermedad holandesa» como síntoma de la transformación circunstancial de los Países Bajos en una economía semejante, gracias al descubrimiento del gas en su territorio. Por su parte, Australia ha presentado históricamente el mismo carácter, y lo sigue reproduciendo hoy día, sobre la base de la producción de lana, pero esencialmente de carbón, hierro, oro y otros minerales para la exportación, mientras que su sector industrial se orientaba especialmente al mercado interno. El hecho de vender en gran escala en el mercado mundial mercancías agrarias o mineras producidas internamente con productividades del tra­ bajo marcadamente más altas que las que rigen los precios normales en

Prólogo * XIII

dicho mercado, implica que hacia las economías nacionales en cuestión afluyen, en la escala correspondiente, masas de riqueza social bajo la forma de renta de la tierra. Más concretamente, se trata de masas de plusvalía que afluyen bajo la forma de renta - diferencial y, eventualmente, de simple monopolio circunstancial - de la tierra. Tal afluencia marca ya una especificidad de estos procesos nacionales de acumulación que va más allá de la mera especiaüzaeíón productiva. Pero lo que verdaderamente resulta clave respecto de esta especificidad nacional no es meramente una cuestión de magnitud de la renta, sino de quiénes son los sujetos sociales que la apropian. A primera vista, parecería obvio que los terratenientes han de ser los beneficiarios absolutos de esta apropiación. Sin embargo, no ha sido éste el caso en las dos mayores economías nacionales latinoamericanas que han presentado, históricamente y hasta el presente, la especificidad referida, a saber, la Argentina y el Brasil En el promedio del período 19011952, la renta total de la tierra agraria argentina representó el 27 % de la plusvalía total neta de gastos de circulación apropiada en el país. Para el período 1953-2005, la proporción fue del 13 %. Pero del total de esta renta, sólo un 36% y un 35%, respectivamente, fueron apropiadas primariamente por los terratenientes. La porción mayoritaria restante pasó en su curso de apropiación primaria hacia otros beneficiarios de la plusvalía en cuestión.3 Por su parte, en el caso del Brasil, en el promedio de 1953-2005 la renta total de la tierra agraria representó el 20 % de la plusvalía total neta de gastos de circulación. De esta renta, sólo el 31 % fue apropiado por los terratenientes, mientras que el 69 % restante pasó a otros beneficiarios en el proceso de apropiación primaria de la plusvalía correspondiente,12 Surge de inmediato la pregunta acerca de quiénes son esos sujetos sociales distintos a los terratenientes que participan en la apropiación de la plusvalía que circula primariamente bajo la forma de renta de la tierra. Tanto la Argentina como el Brasil son economías nacionales que se han caracterizado por contraer deudas públicas externas con capitales acreedores que provienen de los mismos países compradores de las mer­ cancías portadoras de la renta de la tierra. Estas deudas se contraen a tasas

1. ~ Sobre la base de Juan Iñigo Carrera. Laform ación económica de la sociedad argentina. Vol. 1: Renta agraria, ganancia industrial y deuda externa. 3882-2004. Buenos Aires: Imago Mundi, 2007, cuadro 6.1, págs. 88-90 (ajustados según Juan Iñigo Carrera. Terratenientes, retenciones, tipo de cambio, regulaciones específicas: L os cursos de apropiación de la renta de la tierra agraria 3882-2007. 2008. URL: h ttp ;//ww w.iade.org.ar/m odules/noticia$/article.php?storyid=258l ). 2. - Sobre la base de Nicolás Grinberg. “On the Brazilian Ground rent Appropriated by Landowners”. En:Journal ofP olitical Economy vol. 35, n.° 4 {2015), págs. 799-824, y datos provistos en Nicolás Grinberg. “Capital Accumulation and Ground-rent in Brazil: 1953-2008”. En: International Review o f Applied Economics vol. 27, n.° 4 (2013), págs. 449-471-

XIV * Juan Iñigo Carrera

de interés notablemente más altas que las que pagan los propios estados nacionales de los países originarios de los préstamos. El monto adeudado se va multiplicando, mientras los fondos recibidos se esfuman sin haberse aplicado a expandir la capacidad productiva nacional, hasta parecer superar toda posibilidad de pago. Sin embargo, justamente en momentos de fuerte aflujo de renta de la tierra hacia las economías nacionales deudoras, sus estados muestran disponer de una renovada capacidad de pago que les permite cancelar las deudas acumuladas. Una segunda característica compartida por la Argentina y el Brasil es la baja productividad del trabajo que ponen en acción los capitales de su sector industrial, en comparación con la que impera en países cuyos pro­ ductos compiten en el mercado mundial En el promedio simple de los años comprendidos en el período 1947-2014, en el Brasil dicha productividad sólo equivale al 24 % de la alcanzada por el sector industrial de los Estados Unidos.3, Esta relación es aún inferior para la Argentina, ya que apenas ronda eí 19 %.4 Tan baja productividad del trabajo impide a la producción industrial nacional competir en el mercado mundial Lo cual contrasta con la notable participación que tienen en el sector industrial argentino y brasileño los capitales originarios de los países hacia los que se exportan las mercancías primarias portadoras de la renta. Para el promedio del período 1993-2012, sólo las mayores empresas extranjeras que operan en el sector industrial argentino dan cuenta de alrededor del 26 % del PIB del sector.5 Con este grado de participación, es claro que los capitales en cuestión no escapan a la condición general de poner en acción internamente una muy baja productividad del trabajo que les impide acceder al mercado mundial; mercado al cual ellos mismos abastecen desde sus países de origen u otros carentes de la peculiaridad nacional que nos ocupa, donde ponen en acción la productividad del trabajo requerida por la competencia internacional Sin embargo, la baja productividad del trabajo con que operan internamente no hace mella sobre su capacidad de valorización: en el promedio de 1960-2010, las corporaciones del sector industrial en los Estados Unidos obtuvieron una tasa de ganancia anual neta de impuestos del 12 %, mientras que el promedio de los capitales del sector industrial

3. - Nicolás Grinberg. “From Populist Developmentalism to Liberal Ne ADevelopmentalism: The Specificity and Historical Development of Brazilian Capital Accumulation”. En: Critica! H istorical Studies (Spring 2016). 4. - Iñigo Carrera, Renta agraria, ganancia industrial y deuda externa. 1 2004, cuadro B.19, págs. 241-212, actualizado a partir de 2005 sobre las mismas bases indicadas en Apéndice A.45, pág. 161. ► 5. - Elaboración propia sobre la bases de la «Encuesta Nacional de Grande Empresas en la Argentina», Instituto Nacional de Estadística y Censos.

Prólogo » XV

argentino se valorizaron ai n %.6 De manera marcada, los picos altos de ésta coinciden de modo general con momentos de multiplicación de la renta, mientras que los bajos acompañan sus contracciones. Ya a esta altura resulta cuando menos llamativo que los capitales pres­ tados a interés a los estados nacionales, con su extraordinariamente altas tasas de interés y su despilfarro a los fines de la producción nacional, así como los capitales del sector industrial que operan internamente con baja productividad del trabajo y pese a ello se valorizan de manera normal, provienen justamente de las economías nacionales a las que se exportan las mercancías portadoras de renta. La pregunta parece ineludible: ¿qué relación hay entre la proporción sustancial de la renta que escapa a la apropiación por los propietarios de la tierra y la capacidad de valorización extraordinaria que muestran estos capitales originarios de los países donde se realiza esa misma renta con la venta de las mercancías que la portan? Pero la pregunta acerca de la apropiación de la renta y de sus beneficia­ rios en asociación con los terratenientes no se reduce a una cuestión abstractamente económica. Resulta notable que, en los momentos de mayor aflujo cíclico de renta de la tierra, mayor fuerza cobran las corrientes «populistas» e industrialistas en la gestión de las políticas de los estados nacionales argentino y brasileño. En aparente contraposición absoluta, cuanto menor es dicho aflujo, con mayor fuerza, incluyendo el ejercicio abierto de la violencia, se imponen las políticas «liberales» y de apertura importadora. Pese a estas evidencias, las concepciones teóricas dominantes acerca de la especificidad inherente a los procesos nacionales de acumulación en cuestión desconocen completamente la posible relación entre esta especi­ ficidad y la apropiación de la renta de la tierra. Tomemos las expresiones fundadoras de las que comúnmente se consideran las dos grandes líneas teóricas respecto de la especificidad de estos procesos nacionales, que se han desarrollado haciendo foco sobre los países latinoamericanos: la teoría estructuralista y la teoría de la dependencia. A lo largo del texto que funda la llamada teoría estructuralista del desarrollo económico de los países periféricos basado en la incorporación de la producción industrial, Prebisch hace referencia a la renta de la tierra en una sola oportunidad y al pasar: «Pero ello no significa que la exportación primaria haya de sacrificarse para favorecer el desarrollo industrial; no sólo porque ella nos suministra las divisas con las cuales adquirir las importaciones necesarias al desenvolvi­ miento económico, sino también porque, en el valor de lo exportado, suele 6 .- Iñigo Carrera, Renta agraria, ganancia industrial y deuda externa. 18822004, cuadros 6,3 y B.30, págs. 96-97 y 271-272, actualizado a partir de 2005 sobre las mismas bases indicadas en 4.1 y Apéndice A.59, págs. 23-30 y 173.

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entrar en una proporción elevada la renta del suelo, que no implica costo colectivo alguno».7

Prebisch reconoce que la renta proveniente de la venta en el exterior de las mercancías que la portan constituye un ingreso de riqueza social al ámbito nacional sin contrapartida; en sus palabras «no implica costo colectivo alguno». Pero omite por completo el análisis de la relación entre su proceso de apropiación, que no es precisamente «colectivo», y cuál es el carácter específico del «desarrollo industrial» a «favorecer». Por su parte, al fundar la llamada teoría de la dependencia, Marini va todavía más lejos en el desconocimiento de la relación entre la apropiación de la renta y la especificidad del proceso nacional de acumulación. En su texto no hay siquiera mención de la renta de la tierra.8 Pero no se trata de un mero accidente. Cuando la teoría de la dependencia quiere dar cuenta de la existencia de la renta y de su fuente, no puede sino contradecirse a sí misma.v «... la dependencia económica tal como la hemos definido - como la absor­ ción estructural y permanente de excedente económico de un país por parte de o tro - (...). Pero la renta diferencial -su rg id a de los menores costos, que benefician a su poseedor con una elevada superganancia- es plusvalía producida por el trabajador extranjero e ingresada al país en razón de la amplitud de la demanda de materias primas en el mercado mundial».9

Con lo cual, la teoría de la dependencia debería llegar a la curiosa conclusión de que los países europeos compradores de las mercancías argentinas portadoras de la renta serían los «dependientes», y la Argentina la «metrópolis». Y si Marini obviaba el problema eludiendo referirse a la renta de la tierra, una vez que Laclau ha puesto en evidencia su naturaleza, parecería no quedarle otro camino que enfrentarlo. Pero, a falta de un tolle, lege, que en su caso pusiera en duda su fe, opta simplemente por no leer lo que él mismo escribe y da por válida la teoría de la dependencia con sólo invocar la teoría del «intercambio desigual»: «Puede existir en ambos [países] un modo hegemónico de producción capi­ talista y, sin embargo, existir una relación que suponga dependencia en el sentido indicado. Sería el caso de dos países económicamente, vinculados,

7. - Raúl Prebisch. «El desarrollo económ ico de la América Latina y alguno de sus principales problemas». En: E l Trimestre Económ ico vol. 16, n.° 63 (1949),

pág-3578. - Ruy Mauro Marini. D ialéctica de la dependencia. México, DF: Era, 1 9. - Ernesto Laclau. «Modos de producción, sistemas económicos y població excedente. Aproximación histórica a los casos argentino y chileno». En: Revista Latinoam ericana de Sociología vol. 5, n.° 2 {julio de 1969), pág. 291 y 294.

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en que la división del trabajo resultante determinara una más baja compo­ sición orgánica del capital en uno de ellos. En las condiciones de un flujo mundial de capitales la tasa media de ganancia resultante, implicada que el país con menor composición orgánica del capital cede al otro parte de su excedente económico (...), Tal. sería el caso, por ejemplo, de un país agrícolaganadero con cierto desarrollo industrial liviano en el medio siglo anterior a la crisis de 193o»,10

De más está decir que a las concepciones institucionalistas, surgidas más recientemente y que han pasado a ocupar un lugar prominente entre los enfoques acerca de h especificidad de los procesos nacionales de acu­ mulación de capital del tipo que nos ocupa, ni siquiera les cabe considerar que la renta de la tierra pueda jugar algún papel en la determinación de dicha especificidad. La crítica concreta a estas concepciones que niegan el papel de la renta en la determinación de la especificidad nacional en cuestión, y más aún la crítica práctica de los procesos nacionales de acumulación de capital portadores de esa especificidad, parte necesariamente de reconocer las determinaciones de la renta misma. El presente libro apunta al desarrollo de este punto de partida. Su primera sección tiene por objeto el reconocimien­ to de las diferentes formas concretas de la renta de la tierra, centrándose en la vinculada a los procesos productivos que utilizan específicamente al suelo como un instrumento directo de producción, y no esencialmente como un mero sostén para las actividades productivas o consuntivas que se asientan sobre él. Esto es, se toma como objeto específico a la renta ligada con la producción agraria, minera, pesquera e ictícola, de energía hídrica y eólica, las actividades extractivas en general, e incluso con el turismo asociado directamente con condiciones naturales particulares. Por simplicidad, se va a hacer referencia a estas producciones por sus dos formas de mayor peso general, esto es, las producciones agrarias y mineras. En consecuencia, se excluye específicamente el caso de la renta de la tierra urbana, salvo alguna referencia marginal a ella. Una vez desarrollado el reconocimiento de las distintas formas concretas que presenta la renta de la tierra, la sección avanza con el análisis de las fuentes de plusvalía que dan sustancia a cada una de estas formas concretas. La segunda sección desarrolla la crítica directa a distintas concepciones teóricas que se orientan a negar la validez y existencia de dichas fuentes, así como el papel que éstas juegan en la determinación de las diferentes formas nacionales específicas con que se realiza la unidad mundial de la acumulación de capital. La tercera sección analiza los distintos cursos que la renta de la tierra puede seguir en su proceso de apropiación primaria, no sólo en beneficio de los propietarios territoriales sino también, con la mediación de la acción de los 10 .- Ibídem, pág. 291.

XVÍ10 ' Juan Iñigo Carrera

estados nacionales de los países de la especificidad señalada, en beneficio de otros apropiadores de plusvalía. Asimismo, se definen criterios generales para el cómputo de las porciones que fluyen por cada curso primario sobre 3a base de las estadísticas disponibles y se analiza el efecto que tiene el modo de operar de estos cursos sobre la aplicación extensiva e intensiva del capital agrario, minero, etcétera, sobre la tierra.

La renta de la tierra: formas y fuentes

Capítulo i

Monopolio terrateniente sobre condicionamientos naturales a la productividad del trabajo que utiliza específicamente a la tierra como instrumento directo de producción La productividad del trabajo agrario, minero, etcétera, se encuentra subordinada de manera particular a procesos naturales cuyo control resulta Incompatible con la valorización normal, esto es, a la tasa general de ganancia, de los capitales que ponen en acción ese trabajo. Otro tanto ocurre respecto de la duración de los procesos de producción agrarios, en tanto ella se encuentra subordinada a la duración natural de los procesos biológicos vegetales y animales. Vayamos paso a paso. Todo proceso de trabajo, o sea, toda producción cualquiera sea su materialidad concreta, consiste en ejercer control sobre determinados procesos naturales. Por lo tanto, en cada época histórica existe un cierto grado general de desarrollo del control sobre dichos procesos. Los procesos naturales que escapan a ese grado de control, pero que afectan de manera indistinta a la productividad del trabajo o a la duración de los procesos de producción en la generalidad de las ramas de la producción social, aparecen simplemente como las condiciones naturales normales con que opera el universo de los sujetos de esa producción social En el modo de producción capitalista, esto quiere decir el universo de los capitales de la sociedad. La referencia a condicionamientos naturales particulares corresponde, entonces, a la existencia de procesos naturales que afectan a la productividad del trabajo o a la duración del proceso productivo sólo en determinadas ramas de la producción. En el caso de la producción agraria, la particularidad de los condicio­ namientos naturales surge de que el proceso de producción consiste en controlar el desarrollo de los procesos biológicos de vegetales y animales. Dado que, a su vez, dichos procesos biológicos se encuentran sometidos de

4 ° Juan Iñigo Carrera

manera particular a los condicionamientos de clima, suelo, agua, etcétera, lo mismo ocurre con la productividad del trabajo agrario y con la duración de cada ciclo productivo. Por su parte, la productividad del trabajo minero se encuentra subordinada aS modo natural en que los minerales que son su objeto le resultan más o menos accesibles. Debido a que los segundos condicionamientos recién referidos para el trabajo agrario y los propios del trabajo minero se encuentran espacialmen­ te distribuidos de manera desigual sobre la superficie terrestre, surge otro condicionamiento particular a la productividad del trabajo que interviene en la producción de las mercancías agrarias mineras. No se trata ya de un condicionamiento que afecte de manera directa al trabajo agrario o minero, pero sí a la totalidad del trabajo que es necesario realizar para que la mercancía producida por él llegue hasta el punto geográfico en donde se localiza su necesidad social solvente Junto al efecto del condicionamiento natural que favorece la localización de la producción agraria y minera en un determinado lugar, interviene el efecto que dicha localización tiene sobre la cantidad de trabajo que debe aplicarse al transporte de la mercancía hasta su lugar de consumo, así como respecto del tiempo que tarda dicho proceso de transporte. Por su parte, cuando decimos que un condicionamiento natural cual­ quiera, sea universal o particular, escapa al control normal del capital nos referimos a lo siguiente: aun en caso de que existieran los medios técnicos para controlar dichos condicionamientos, la aplicación de esos medios implicaría incrementar el monto del capital que es necesario adelantar (base para la determinación de la tasa de ganancia) y/o el del capital consumido para la producción (costo de ésta), de tal modo que el precio de producción (costo de producción más ganancia correspondiente a la valorización del capital adelantado a la tasa general de ganancia) resultante se ubicaría por encima del correspondiente a la producción realizada sin ejercer el control en cuestión. Por ejemplo, hoy existe la tecnología necesaria para producir trigo en total aislamiento respecto de las condiciones climáticas estacionales y locales; pero el precio de producción correspondiente al trigo producido de este modo resultaría sustancialmente superior al del trigo producido mediante la subordinación de la siembra del trigo al clima invernal en regiones con primaveras húmedas y templadas. Por supuesto, la renta de la tierra no brota simplemente de la existencia de un condicionamiento natural no controlable que afecte de manera parti* cular a la productividad del trabajo o a la duración del período productivo en una determinada rama de la producción social. Ésta es su base material y, como tal, una circunstancia presente cualquiera sea el modo en que se organiza la producción social. La renta propiamente capitalista de la tierra, y a ella nos vamos a referir aquí, es la forma social históricamente específica que emerge de esa base material en tanto los condicionamientos

Monopolio terrateniente sobre condicionamientos naturales.... « 5

particulares en cuestión son objeto de apropiación privada en el modo de producción capitalista. Y la forma de esta apropiación privada es la potestad jurídica de ejercer el monopolio sobre la porción del suelo en que dichos condicionamientos operan. Pasemos ahora a las distintas formas que toma la renta según el carácter que tengan los condicionamientos naturales en relación con el monopolio sobre ellos.

Capítulo 2 La renta de monopolio sobre condicionamientos naturales diferenciales 2.1 lé rtnta diferencial I E xisten c o n d ic io n a m ie n to s n atu rales n o c o n tro la b le s cu y a variación a lé e la a la p ro d u c tiv id a d d el trab a jo a grario o a la d u ra ció n d el p r o c e s o p r o d u c tiv o d e un c ic lo d e p r o d u c c ió n a o tro . V en c u a n to esa variación presenta una distribu ción e sp acial n o uniform e. cam bia la productividad del trabajo en térm in o s relativ o s d e tina locu li/ación a otra. En co n secu en cia , d e un c íelo d e p ro d u cció n a otro se ve afecta d o el grado d e diferencial que c o r r e s p o n d e a las c o n d ic io n e s n atu rales so b re las q u e cad a p ro p ieta rio le riilo riu l e je r c e su m o n o p o lio . IV ro para estudiar la cu estió n d e la renta en su p u re/a n e c e sita m o s etn p e/ar p o r p rescin d ir d e estas flu ctu acion es, ló m e n lo s los c o n d ic io n a m ie n to s naturales q u e afectan d iléren cialm en te a la c a p a c id a d p ro d u c tiv a d el trab ajo agrario o a la du ración d el p ro c e so p ro d u c tiv o ugrario d e m anera sosten ida un c ic lo d e p rod u cció n con otro, o sea, en su n orm alidad . P or su p a rle , la cap acid ad productiva d el trabajo m in ero se en cu en tra som etid a, en gen eral, a con d icion am ien tos naturales q u e n o está n su je to s a flu c tu a c io n e s c ircu n stan cia les, c o n lo cu al dich a norm ulidad la cu ru cicrí/a d e m anera inm ediata. D e m an era g e n e ra l, la m agn itud d e la a cu m u la ció n d e cap ital en su unidad h a ce q u e el tam año d e la necesid ad social por una m ercancía agraria s ó lo p u e d a s e r sa tis fe c h o a p lic a n d o c ap itu les so b re tierras q u e, a igual m agnitud d e d e se m b o lso y d u ración d el p e río d o d e prod u cción, perm iten reali/ar el Iraluqu c o n d istin tas p ro d u c tiv id a d es. O, tam bién, aplican do cap itales q u e, u Igual m agnitud d e d esem b o lso y productividad del trabajo, req u ieren d e d istin tos tiem p o s para c o m p leta r su c ic lo d e prod u cción. O, en síntesis, a p lican d o cap itales sujetos en distintos grados a la com binación d e am b as d e te rm in a c io n e s. D e m an era tam bién gen eral, la satisfacción d e la n e c e sid a d so c ia l s o lv e n te p o r m erca n cía s m ineras req u iere d e la

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aplicación de capitales sobre tierras que. a igual magnitud d e desembolso, permiten alcanzar distintas capacidades productivas del trabajo. La aplicación del capital sobre cualquiera de esas tierras presupone, como mínimo, su valorización a la tasa general de ganancia. Lo cual a su vez implica la venta de su producto al precio de producción que corresponde a sus condiciones concretas de productividad de) trabajo y tiem po de pro. ducckrn. Cuanto más alto resulta este precio de producción concreto, peor es la tierra correspondiente desde el punto de vista de su capacidad para sostener la valorización normal del capital. Pero, en tanto la satisfacción de la necesidad social solvente requiere de la producción proveniente de estas tierras peores abarcando aun a la peor de ellas, la aplicación efectiva de capital sobre ésta presupone la venta del producto al precio d e producción que le corresponde por sus condiciones concretas de operación. En cuanto la masa de producto que fluye a la circulación resulta cuali. tarivamente homogénea como valor de uso, su precio com ercial resulta necesariamente el mismo para toda ella. En las ramas donde no operan los condicionamientos naturales diferenciales, este precio comercial tiene como determinación más simple y general las condiciones m edias de producción que imperan en ella. A su vez, estas condiciones m edias van resultando de la carrera entre los capitales individuales q ue integran la rama por superar la productividad del trabajo o la duración del tiempo de producción de los demás, en pos de la ganancia extraordinaria resultante de vender por debajo del precio de producción general pero p o r encim a del individual. Sin embargo, en el caso que nos ocupa, la permanencia de las diferencias en la productividad del trabajo o en los tiempos de producción dentro de la rama constituyen la norma misma. Tanto como la satisfacción de la necesidad solvente tiene por condición la puesta en producción de la peor tierra, la determinación normal del precio comercial se rige por el precio de producción que corresponde a la aplicación de capital sobre ella. Esto es, el valor comercial, o sea el precio comercial normal d e todo e! producto de la rama, se encuentra regido por dicho precio de producción. Con el precio general así determinado, los capitales aplicados sobre tierras mejores en cuanto a sus condiciones concretas de valorización, venden su producto por encima de su propio precio de producción. En consecuencia, obtienen una tasa de ganancia superior a la general. De donde la formación de la tasa general de ganancia se presenta hasta aquí tomando forma norma] en tasas de ganancias desiguales para capitales iguales. Esta contradicción se resuelve en la competencia por la ganancia extraordinaria que se obtiene en progresión creciente cuanto m ejor es la tierra en cuestión, justamente a través de la competencia p o r el uso de dicha tierra. La ganancia extraordinaria se convierte, asi, en renta para el terrateniente. Se trata de una renta basada en el m onopolio sobre condiciones naturales diferenciales, o sea, de una renta diferencial. Y más

La renta de m o n o p o lio sobre con d icio n am ien tos naturales diferenciales • 9

esp ecíficam en te, d e una renta diferencial proveniente de la aplicación extensiva del capital sobre la tierra, o renta diferencial I.' Para mayor simplicidad de la exposición vamos a centrarnos, de aquí en más. en el efecto diferencial de los condicionam ientos naturales no contro­ lables sobre la productividad del trabajo, prescindiendo de remarcar a cada p aso qu e. m u ia fis m u ta n d i, las mismas determ inaciones corresponden al e fe c to q u e d ich o s condicionam ien tos pueden tener sobre la duración d e los p ro ceso s d e producción. Sólo vamos a hacer referencia explícita a este segundo factor en cuanto su consideración se tom e específicam ente relevante. Tom em os un ejem plo sencillo (caso 1). Supongamos que la producción total d e trigo se realiza sobre dos tierras, una a la que llamamos A , sobre la q u e la produ ctivid ad del trabajo determ ina un precio d e producción d e $ 110 por tonelada, y otra B, en la que, por la mayor productividad del trabajo en razón de su mayor fertilidad, el precio de producción resulta de $ 100 por tonelada. El precio comercial normal del trigo va a corresponder al precio d e producción determ inado por la productividad del trabajo que se alcan za en la tierra A , o sea, $ 110 por tonelada. En consecuencia, el propietario d e la tierra B va a embolsar una renta de S 10 por tonelada.12 1. - Véase Karl Marx. E l capital. 3 vols. México. DF: Fondo de Cultura Económica, 1973. vol. 3. págs. 569-613. 2. - El hecho de haber tomado el trigo como ejemplo no tiene ninguna connotación con la observación de Marx respecto de que: «Uno de los grandes méritos de A Smith consiste en haber expuesto cómo la renta dei suelo del capital invertido en la producción de otros productos agrícolas, por ejemplo, de lino, de plantas colorantes, en la ganadería como una rama independiente, etcétera, se halla determinada por la renta del suelo que arroja el capital invertido en la producción del medio alimenticio fundamental». Ibídcm. voi. 3, pdg. 574. Esta observación ha sido repetida acríticamente más de una vez por muy diversos autores (por ejemplo. Luis Oquendo. Quito, propiedad territorial y crecim iento urbano. Quito: FLACSO. 1988. pág. 13: Kózo Uno. Principies o j PoliticalEconom y. Sussex: Harvester Press, 1980. pág. 105). Sin embargo, se trata de una observación que pasa por alto que. respecto de la determinación de la renta diferencial, las tierras no son simplemente mejores o peores desde el punto de vista de la producción del ■ medio alimenticio fundamental». Son tales desde el punto de vista concreto de sus aptitudes relativas para sostener la producción de cada una de las mercancías agrarias para las cuales existen necesidades sociales solventes, en función de las magnitudes de éstas y del efecto que sobre tales magnitudes tienen los precios de producción a los cuales pueden ser satisfechas. El propio Smith condiciona su planteo sobre esta base (Adam Smith. Im rstigacidn sobre la naturaleza y causas d e la riqu eza d e la s naciones. México. DF: Fondo de Cultura Económica. (1776! 1958. págs. 150-156). Una determinada tierra puede ser relativamente muy mala desde el punto de vista de la producción del «medio alimenticio fundamental» y ser extraordinariamente propicia para la producción de una mercancía que sólo se

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22 La renta diferencial II Hasta aquí hemos considerado la aplicación d e varios c a p ita le s indivi* duales iguales sobre tierras que permiten desarrollar d istin tas p ro d u c tiv a dades del trabajo por la presencia de c o n d icio n am ien to s n a tu r a le s cuyo control es incompatible con la valorización a la tasa g e n e r a l d e ganancia, Pero la presencia de dichos condicionam ientos d e te rm in a ta m b ié n la estructura interna de los capitales agrarios d e un m o d o q u e contrasta con el de la generalidad de los capitales industriales. Las estructuras materiales de la generalidad de los cap itales industriales constituyen unidades técnicas, bloques de procesos, q u e, s ó lo c o m o tales, son capaces de poner en acción una determinada p rod u ctivid a d d el trabajo. La posibilidad de aplicar el capital en cuotas técn icas q u e van agregando sucesivamente procesos sobre el mismo objeto d e trab a jo n o s e co rres­ ponde con el aumento del volumen a producir, sino con el m ejoram ien to de los atributos cualitativos del producto. Por e je m p lo , un la v a d e r o de lana tiene su unidad técnica mínima determinada p o r la c a p a c id a d de procesamiento de su tren de lavado. La relación e n tre e s ta c a p a c id a d y la de cada una de las máquinas que se utiliza en los s u c e s iv o s p r o c e so s de carda, primer, segundo y tercer pre peinado, p e in a d o y p o s peinad o, determina la cantidad de dichas máquinas que es n ecesario u tilizar e n cada uno de los pasos que constituyen la unidad técnica. La o m isió n d e alguno de estos pasos no disminuye el volumen producido, sin o q u e d e g r a d a el valor de uso del producto. El agregado de procesos té c n ic o s p o ste rio re s sobre el mismo objeto de trabajo tampoco afecta la escala d e la prod u cció n en si, pero arroja un valor de uso cualitativamente d istin to; p o r ejem p lo , hilado en vez de lana peinada. Dada esta estructura m aterial, el desarrollo de la productividad del trabajo opera de manera genera! s o b r e la unidad

destina al consumo parasitario de la clase capitalista. La renta q u e d e b e r á pagarse por su uso se encontrará determinada por la posibilidad d e e ste s e g u n d o cultivo, y no por la del primero. Por supuesto, esta determinación se e n c u e n tra su jeta al tamaño de la necesidad social de cada tipo de mercancía. Si la necesid ad social por la mercancía de lujo hace que rápidamente se sature la tierra fa vo ra b le a e lla , por el uso del resto de ésta se pagará la renta que corresponda a su a p lic a c ió n a una producción donde sus condiciones naturales son menos favorables. H oy día, la soja está lejos de constituir el «medio alimenticio fundamental» de la socied ad argentina, e incluso del mundo, y más bien, ni siquiera constituye un «m edio alim enticio» directo para el consumo humano. Sin embargo, la renta d e la tierra e n la región pampeana propicia para su producción no responde a la aptitu d d e é sta para producir trigo. Quien intentara aplicarla a la producción d e trigo, se e n co n tra ría con que debe pagar la renta más alta correspondiente a la producción d e soja. Y lo mismo ocurre sobre las tierras en que, por ser muy inapropiadas para la producción triguera, ésta permitiría pagar una renta menor a la que se apropia destinánd olas a la cría de ganado, a! cultivo de lino, etcétera.

La renta de monopolio sobre condicionamientos naturales diferenciales •1 1 té cn ica d e m a yo r p rod u ctivid a d e x isten te, para im pulsar a ésta más allá de su fro n tera a ctu al. S o b re la b a s e d e la d eterm in ación m aterial exp u esta, la generalidad d e lo s c a p ita le s in d u stria le s in d iv id u a les n o rm a les s e e n c u e n tra constituida c o m o la m a sa d e v a lo r d e m agn itu d n e c e s a ria p a ra p o n e r e n a c c ió n la p r o d u c tiv id a d d e l tr a b a jo r e q u e rid a p a ra p a rticip a r a ctiv a m e n te e n la fo r m a c ió n d e la tasa g e n e ra l d e g a n an cia . T a l e s su d ete rm in a c ió n c o m o ca p ita le s m e d io s. L a m asa referid a c o rre sp o n d e n orm alm en te a una b ase té c n ic a q u e n o p u e d e fragm en tarse e n p o rc io n e s in d ep en d ien tes en tre si, s o s te n ie n d o al m ism o tie m p o u n a p ro d u c tiv id a d d e l trab a jo sim ilar a la arro jad a p o r su e s c a la to ta l ni, m u c h o m en o s, u n a p ro d u ctivid a d m ayor a ésta. P o r lo ta n to , e n g e n e ra l, lo s ca p ita le s ind u stríales co n stitu y en una unidad in d iso lu b le c o m o órga n o s d e la p ro d u cció n d e plusvalía. En c o n s e c u e n c ia , p a ra la g e n e ra lid a d d e los c a p ita le s industríales, la p rod u ctivid a d d el trab ajo gu arda una relación d irecta c o n la m asa total d e a q u é llo s: a u n a m a y o r m agn itu d total d e cap ital c o rr e s p o n d e un a m ayor e s c a la y u n a m a y o r m e c a n iz a c ió n , resu lta n d o am bas e n una m a yo r p r o ­ d u ctivid a d d e l trabajo. Esta m agnitud total a p a re ce te n ien d o c o m o lím ite su p erior e n c a d a m om en to, el punto e n q u e su increm en to y a no resulta en el d e la p r o d u c tiv id a d d e l trab ajo n e c e sa rio para so ste n e r la v alo rizació n a la tasa g e n e ra l d e g a n an cia , p o r e sc a p a r a la c a p a c id a d d e co n tro l q u e p e rm ite la b a se té c n ic a disponib le. D e m a n era c o rr e sp o n d ie n te , en gen eral, d esarrollar la p rod u ctivid a d del trab ajo c o n s is te e n transform ar, lo q u e hasta en to n ces era una sim ple c o n d ic ió n natural, en una c o n d ició n controlada por el trabajo hum ano, es d ecir, en una c o n d ic ió n p ro d u cid a d e m od o q u e d e d ic h o con trol resulte una d ism in u ció n en la can tid ad total d e trabajo gastado en prod u cir cada unidad. E ste a u m en to d e la p rod u ctivid ad del trabajo, q u e se refleja e n la baja del va lo r d e las m ercan cías respectivas, es la c o n d ició n g e n é rica para q u e se a p liq u e el cap ital a d icion al n ecesa rio para transform ar una sim ple c o n d ic ió n natural e n u n a c o n d ic ió n controlada. C o n sid e re m o s ahora el c a so d e los capitales industríales aplicados a la p r o d u c c ió n a graria, o sea , d e lo s cap itale s agrarios, y m ás e stricta m en te, d e c ie rta s p o r c io n e s d e é sto s. E n la d e te rm in a c ió n d e la p ro d u c tiv id a d del trabajo a grario m edia su subordinación a cond icion am ien tos naturales particulares c u y o control su cesivo resulta e n la m ultiplicación del volu m en p rod u cid o d e un m ism o valor d e uso. Aquí, la unidad té cn ica está m ediada p o r el d e s e m b o ls o in ten siv o d e p o rc io n e s su cesivas d e capital so b re la tierra, ca d a un a d e las cu ales p o n e en a cc ió n su p rop ia prod u ctivid ad del trabajo. Por ejem p lo, se p u ed e desem bolsar una p o rción d e capital agrario a p lic á n d o la a sem b rar; p e r o se p u e d e agregar un a segu n da p o rc ió n para co m b a tir las m alezas; una tercera para com batir otras plagas; una más para fertilizar; y a ú n o tr a p a ra regar. A su v e z , c a d a u n a d e esta s a ctiv id a d e s

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puede fragmentarse en una sucesión d e intensidades p ro g resiv a s d e las cuales resultan productividades del trabajo distintas. Por e je m p lo , s e puede realizar una, dos o más aplicaciones de herbicidas sobre e l m ism o c u ltiv o , cada aplicación puede contener una m ayor o m e n o r d o sis d e p r in c ip io activo, etcétera. En cualquiera de los casos, cad a a p lic a c ió n a d i c i o n a l de capital arroja un aumento en el volumen d e la p r o d u c c ió n , m a n t e n ie n d o relativamente inalterados los atributos cualitativos d el p r o d u c t o c o m o valor de uso. En la base de esta estructura peculiar del cap ital a g r a r io s e e n c u e n t r a el hecho de que el objeto sobre el cual se aplica el trab ajo e s un o rg a n is m o vivo, vegetal o animal. Por lo tanto, el o b jeto s o b r e e l c u a l la s u b j e t i v i ­ dad humana aplica su trabajo es, él mismo, un s u je to v iv o . Y c o m o tal sujeto vivo, encierra en su cuerpo cierta p o te n c ia lid a d p a r a a p r o p ia r s e de su medio con el fin de reproducirse y m u ltip licarse . El g r a d o a l q u e puede llegar en la expresión de esta p o ten cia lid a d s e e n c u e n t r a s u je to a las condiciones de su medio. La transform ación d e c a d a u n a d e e s ta s condiciones, de simplemente natural en condición p r o d u c id a p o r e l trab a jo humano, a fin de que el organismo objeto de éste p u e d a e x p r e s a r su m a yo r potencialidad, requiere de la aplicación de distintas p o r c i o n e s d e c a p ita l. A su vez, los procesos técnicos requeridos para c o n t r o la r u n o u o t r o d e los condicionamientos naturales en cuestión p u e d en p r e s e n t a r u n m a y o r o menor grado de independencia entre sí. C u an d o su i n t e r d e p e n d e n c i a es absoluta, y por lo tanto, constituyen una unidad t é c n ic a in d iv is ib le , su aplicación va a corresponder al desem bolso de una d e t e r m in a d a p o r c ió n de capital. Por ejemplo, la cosecha de un cultivo p r e s u p o n e su s ie m b r a , de modo que el capital requerido para cada una d e estas a c c i o n e s s e v a a aplicar en dos porciones temporalmente sucesivas y la p r im e r a s o b r e la segunda. Pero técnicamente constituyen una unidad in d is o lu b le y, p o r lo tanto, la unidad de su desembolso se asemeja al caso d e c u a lq u ie r p r o c e s o industrial donde la realización de un paso presupone la r e a liz a c ió n d e otro. En este caso, no cabe considerar la existencia d e una p r o d u c t i v i d a d d el trabajo de siembra separada de la productividad d el tr a b a jo d e c o s e c h a . En contraste, sobre el cultivo sembrado, que su bordin ad o e x c lu s iv a m e n t e a las condiciones de fertilidad natural del suelo va a p e r m it ir u n a c i e r t a productividad del trabajo, se puede aplicar una po rción a d ic io n a l d e c a p ita l que convierta a esa fertilidad en una cond ición c o n t r o la d a al i n c o r p o r a r determinados nutrientes. Aquí sí se trata de una a p lic a c ió n i n t e n s i v a d e capital sobre la misma tierra, de la cual resulta un in c r e m e n t o e n la m a sa de producto, que guarda su propia proporción r e s p e c t o d e la c a n t id a d de trabajo que se requirió para hacerla. Y otro ta n to o c u r r e c u a n d o las condiciones naturales de humedad del suelo se c o n t r o la n m e d i a n t e el desembolso de otra porción de capital, cuyo trabajo g e n e r a p o r sí m is m o un aumento en la cantidad producida.

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La renta de m onopolio sobre condicionam ientos naturales diferenciales • 1 3 En c o n s e c u e n c ia , d e m a n e r a e s p e c ífic a , e i c a p ita l a g r a r io p u e d e c o m ­ p o n e r s e d e d istin ta s p o r c io n e s a p lic a d a s u n a d e tr á s d e la o tr a e n s u c e sió n in ten siva s o b r e la m ism a tierra , r e su lta n d o d e c a d a u n a d e esta s a p lic a c io n e s s u c e siv a s un c ie r t o a u m e n to e n e l v o lu m e n p r o d u c id o . S e g ú n lo s atrib u to s té c n ic o s d e c a d a p o r c ió n s u c e siv a , e l a p o r te d e é sta a d ic h o a u m e n to p u e d e r e s u lta r d e la p u e s t a e n a c c ió n d e u n a p r o d u c t iv id a d d e l tr a b a jo m a y o r, m e n o r o igu al a la c o r r e s p o n d ie n t e a la p o r c ió n q u e la p r e c e d e . E n sí m ism o, c a d a c a p ita l a g r a r io s e e n c u e n t r a fo r m a d o p o r u n a s u c e s ió n d e p o r c io n e s a p lic a d a s s o b r e la m is m a u n id a d d e tie r r a . E sta s p o r c io n e s a v a n z a n e n e l c o n tro l d e s u c e s iv o s c o n d ic io n a m ie n to s n atu ra le s. C a d a u n a d e ella s a p o rta e n t o n c e s a la m a s a d e l p r o d u c t o to ta l e n f u n c ió n d e la m a y o r, o m e n o r p r o d u c tiv id a d d e l tr a b a jo q u e p o n e e n a c c ió n . P e ro , d e fin id o e l a lc a n c e d e la a p lic a c ió n in te n siv a p o r las c o n d ic io n e s c o n c r e ta s d e l c a s o , c a d a cap ital a g ra rio s e p r e s e n t a al e x t e r io r c o n s t it u y e n d o u n a u n id a d t é c n ic a in tegra l, a la c u a l le c o r r e s p o n d e la p u e s ta e n a c c ió n d e u n a c ie r t a p r o d u c tiv id a d del trab a jo c o m o tal u n id a d . D e m o d o q u e la m asa d e p r o d u c to q u e resulta d e la c o m b in a c ió n d e la s d is tin ta s p o r c io n e s in te n s iv a s s e p r e s e n t a al e x t e r io r c o m o si b r o t a r a in d is t in ta m e n te d e e s a u n id a d t é c n ic a m ism a . A su v e z , la m a g n itu d d e l d e s e m b o ls o to ta l n e c e s a r io p a r a a lc a n z a r la a p lic a c ió n in t e n s iv a a q u e d a n lu g a r la s c o n d ic io n e s c o n c r e t a s d e c a d a c a so , d e te rm in a el m o n to d e l c a p ita l to ta l r e q u e r id o p a ra p a r tic ip a r allí d e m an era n o rm a l en la p r o d u c c ió n a graria c o m o cap ital. Y la ren ta q u e resulta d ife r e n c ia d a m e n t e d e c a d a p o r c ió n d e c a p ita l a p lic a d a in te n s iv a m e n te , a p a r e c e b r o ta n d o d e la m ism a in teg rid ad d el cap ital a p lic a d o so b r e la tierra. El c a p ita lis ta in d iv id u a l q u e d is p o n e d e un c a p ita l q u e le p e r m ite a p lic a r ú n ic a m e n te a lg u n a s d e las p o r c io n e s in te n s iv a s c o r r e s p o n d ie n t e s , p e r o n o to d a s, n o p u e d e p a r tic ip a r e n la p r o d u c c ió n d e m a n e r a n o rm a l. E s te c a p ita l s ó lo p o d r ía m a n te n e r s e e n p r o d u c c ió n a c o n d ic ió n d e c o m p e n s a r la renta c o r r e s p o n d ie n t e a las p o r c io n e s in ten sivas q u e n o p u e d e a p lica r, a e x p e n s a s d e su p r o p ia c a p a c id a d d e v a lo r iz a c ió n , o se a , a p r o p ia n d o u n a tasa d e g a n a n c ia in fe r io r a la m e d ia .3 3.- «... la renta diferencial, cuando brota de la inversión sucesiva de capital en la misma superficie total de tierra, se reduce en realidad a una medía en que los efectos de las distintas inversiones de capital no son cognoscibles ni diferenciables y en que, por tanto, no produce ya renta en las tierras peores, sino que i° convierten en nuevo precio regulador el precio medio del rendimiento total obtenido, digamos, en un acre de A, y 20 que aquellos efectos se presentan com o cambios en cuanto a la cantidad total de capital por acre necesaria para el cultivo suficiente de la tierra en las nuevas con dicion es y en la que se funden indistintamente tanto las distintas inversiones sucesivas de capital com o sus efectos respectivos. Y otro tanto acontece con las distintas rentas diferenciales obtenidas en las clases m ejores de tierras. Estas se determinan en todo caso por la diferencia del producto m edio de la clase de tierra d e q ue se trata, com parada con el producto de la tierra peor, a

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Si bien la estructura intensiva p ecu lia r e s p r o p ia d e l c a p i t a l a gra rio en razón de que éste tiene por o b jeto d e trab a jo la r e p r o d u c c i ó n d e un organismo vivo, ella puede llegar a presentarse e n e l c a s o d e l o s c a p ita le s mineros. Tomemos por ejemplo el caso d e una m in a d e p l a t a d o n d e e] mineral presenta vetas en estado puro e n tr e la z a d a s c o n o t r a s e n q u e se encuentra mezclado con impurezas. Se puede ap lica r un a p r im e r a p o rc ió n de capital para extraer la plata, restringiéndose lu e g o la p r o d u c i d a a la que se encuentra en estado puro, descartando en la b o c a m in a la m e z c l a d a con impurezas. La productividad del trabajo c o r r e s p o n d ie n t e a e s t a p o r c ió n de capital resulta, en consecuencia, d eterm in ad a p o r la r e l a c i ó n e n tre la plata pura producida y el trabajo total ga sta d o e n la e x t r a c c i ó n . P ero puede aplicarse una segunda porción de capital para s e p a r a r la p la t a q u e se extrajo mezclada con otros minerales. C on esta a p lic a c ió n , s e in c r e m e n ta la masa total de producto obtenido en un m ism o p r o c e s o

p r o d u c t iv o ,

arrojando el trabajo correspondiente a ella su p r o p ia p r o d u c t i v i d a d . Y va a depender de esta productividad que tenga o n o s e n t i d o la a p l i c a c i ó n del trabajo correspondiente. Pero notem os q u e n o o c u r r e lo m i s i n o , por ejemplo, con el agotamiento de la presión natural c o n q u e s e e x t r a e el petróleo de un yacimiento, de modo que para c o n tin u a r c o n la e x t r a c c ió n es necesario agregar el trabajo de bom bear, y lu e g o s o b r e é s t e e l tr a b a jo de inyectar Huidos para recuperar la presión r e q u e r id a . E n e s t e c a s o , no se trata de la aplicación sucesiva de po rcion es in te n s iv a s d e c a p i t a l e n el proceso de producción de una misma masa d e v a lo r d e u s o . S e t r a t a de procesos de producción de masas del mismo valor d e u so , s e p a r a d o s entre si, sobre la misma tierra, donde el que sigue en la s u c e s i ó n

r e q u i e r e la

aplicación de capital adicional porque el anterior le h a q u it a d o a la tierra un condicionamiento natural que favorecía la p r o d u c t iv id a d d e l tr a b a jo . En otras palabras, por el proceso precedente, la m ism a tie r r a h a p a s a d o de ser una mejor a una peor, respecto d e la a p lica c ió n e x t e n s i v a d e l c a p ita l sobre la tierra. Analicemos entonces cómo interviene en la d e te r m in a c ió n d e la ren ta diferencial el que las sucesivas aplicaciones intensivas d e c a p it a l p o n g a n en acción un trabajo más o menos productivo q ue a q u e lla s q u e la s p r e c e d e n . Para analizar la cuestión en su pureza co n sid e ra m o s q u e la s u c e s i ó n r e s ­ ponde a un orden técnico estricto. En c onsecuencia, p o r m u y s u p e r i o r a la anterior quesea la productividad del trabajo c o rr e s p o n d ie n te a u n a p o r c ió n adicional, para que ésta pueda aplicarse efe ctiv a m en te la n e c e s i d a d s o c ia l solvente tiene que haberse extendido lo suficiente c o m o p a r a a b s o r b e r la multiplicación de la escala productiva.

base de la más alta inversión de capital, que es ahora la norm al». M a r x , E l rápita!, voUpág.654.

La renta de m onopolio sobre condicionam ientos naturales diferenciales • 1 5 C o m e n c e m o s c o n e l e f e c t o d e u n a p r o d u c t iv id a d s u c e s iv a m e n t e d e ­ c r e c ie n t e . S u p o n g a m o s o t r a v e z u n a p a r c e la d e tie r r a , p e r o s o b r e la q u e té c n ic a m e n te s e p u e d e n a p lic a r s u c e s iv a m e n te c u a tr o p o r c io n e s d e c ap ital d e $ 10 0 (a, b , c . d), c a p a c e s c a d a u n a d e e lla s d e p o n e r e n a c c i ó n u n a p r o d u c tiv id a d d e l tr a b a jo m e n o r a la q u e la p r e c e d e (c a s o 2). S u p o n g a m o s q u e la c a íd a p r o g r e s iv a d e la c a p a c id a d p r o d u c t iv a d e l tr a b a jo s e r e fle ja e n la s ig u ie n t e d is m in u c ió n d e la c a n tid a d a d ic io n a l d e tr ig o p r o d u c id a m e d ia n te la a p lic a c ió n d e c a d a p o r c ió n d e c a p ita l:

p o r c ió n d e ca p ita l:

a

to n e la d a s d e trig o p r o d u c id a s a d i­ c io n a lm e n te

b

c

d

1.1

1.0

0.9

C o n un a ta sa g e n e r a l d e g a n a n cia d e l 10 % a n u al y v e lo c id a d d e r o ta c ió n u n ita r ia d e l c a p it a l, la c a íd a p r o g r e s iv a d e la p r o d u c tiv id a d d e l tr a b a jo s e re fle ja e n la sig u ie n te d e te r m in a c ió n d e un p r e c io d e p r o d u c c ió n c r e c ie n t e p o r u n id a d p r o d u c id a :

p o rc ió n d e ca p ita l:

a

b

c

d

p r e c io d e p r o d u c c ió n p o r to n e la d a

91.667

100.000

110.000

122.222

S u p o n g a m o s q u e é s ta e s la ú n ic a tie r r a e n p r o d u c c ió n . S i la d e m a n d a lo ta l e s d e 1,2 to n e la d a s , e l p r e c i o d e p r o d u c c ió n r e s u lta d e $ 9 1.6 6 7 p o r t o n e la d a . C o m o e s o b v i o , e n e s t a s c o n d ic io n e s n o c a b e la a p lic a c ió n e n s u c e s ió n in t e n s iv a d e l c a p it a l tr ig u e r o s o b r e la tie r r a . S u p o n g a m o s q u e la d e m a n d a s o lv e n t e e s d e 2.3 t o n e la d a s . P a r a s a t is fa c e r la e s n e c e s a r io a d ic io n a r la a p li c a c i ó n in t e n s iv a d e la p o r c ió n b d e c a p it a l. E l p r e c i o d e p r o d u c c ió n c o r r e s p o n d ie n t e a e s t a p o r c ió n e s d e $ 10 0 .0 0 . P e r o b a s t a c o n q u e el p r e c io d e l tr ig o s u b a a $ 93,652 p a r a q u e e s t a p o r c ió n a d ic io n a l s e d e s e m b o ls e . E11 e f e c t o , a e s t e p r e c io , la s u m a d e la s p o r c i o n e s a y b p u e d e v e n d e r s e v a lo r iz á n d o s e e l c a p it a l e n c u e s t ió n - a la ta s a g e n e r a l d e g a n a n c ia . D ic h o p r e c io s e c o r r e s p o n d e c o n e l d e p r o d u c c ió n d e l c o n ju n to d e la s d o s p o r c i o n e s s u m a d a s : la s u m a d e lo s p r e c i o s d e p r o d u c c ió n c o r r e s p o n d ie n t e s a c a d a u n a d e las p o r c io n e s e s d e $ 220, c o n u n p r o d u c to to ta l d e 2,3 to n e la d a s y $ 95,652 d e p r e c io d e p r o d u c c ió n u n ita r io p r o m e d io . P o r l o t a n t o , t o d o l o q u e o c u r r e c u a n d o s e r e q u ie r e la a p lic a c ió n d e la s e g u n d a p o r c ió n e s q u e e l p r e c i o c o m e r c ia l d e l tr ig o r e s u lta m a y o r, p e r o n o s u r g e p o r n in g u n a p a r t e u n a r e n t a d if e r e n c ia l. L o m is m o o c u r r e s i la n e c e s id a d s o c ia l s o lv e n te c r e c e a 3,3 to n e la d a s y c o n t in ú a n o h a b ie n d o o tr a t ie r r a p a r a s a tis fa c e r la . P a r a q u e p u e d a a p lic a r s e la p o r c ió n in t e n s iv a c e l

16 •Juan Iñigo Carrera

precio comercia] normal d eb e subir a $ to o , c o r r e s p o n d ie n t e a l p r e c i o de producción promedio ponderado d e las tres p o r c io n e s d e c a p i t a l a p lic a d a s sucesivamente. Y' lo m ismo se re p ite si s u p o n e m o s o t r o c r e c i m i e n t o d e la necesidad social solvente q u e im p o n e la a p lic a c ió n d e la p o r c i ó n d. Llegados hasta aquí sigue sin a p a re c e r tr a z o s d e u n a r e n t a d i f e r e n c i a l originada en la sucesión intensiva. Supongamos ahora una evolu ción c r e c ie n t e d e la p r o d u c t i v i d a d dei trabajo (caso 3): porción de capital:

b

c

d

1.1

1.2

i .3

a

toneladas de trigo producidas adicionalmente

En este caso, los p recios d e p r o d u c c ió n p o r u n id a d p r o d u c i d a q u e resultan de las condiciones específicas de v a lo r iz a c ió n d e c a d a p o r c i ó n de capital aplicada intensivamente sobre la tierra, re su lta n : porción de capital:

a

b

c

d

precio de producción por tonelada

110

100

91.667

84.615

Si ésta es la única tierra en p rodu cción y la n e c e s id a d s o c i a l s o lv e n t e sólo demanda 1,0 tonelada de trigo, sólo se a p lica la p o r c ió n a d e l c a p ita l, de modo que el precio de producción q ue rige al p r e c io c o m e r c i a l s e u b ica en S 110. Supongamos que la dem anda so lv e n te e s d e 2,1 t o n e l a d a s . C a b e entonces la aplicación de la p orción d e ca p ita l b. C o m o la v a lo r i z a c i ó n del capital en cuestión a la tasa gen eral d e g a n a n c ia p r e s u p o n e la v e n ta de su producto total por S 220. el p r e cio c o m e r c ia l n o r m a l p o r t o n e la d a cae a S 104.762. Tam poco hay aquí trazos d e q u e la a p l i c a c i ó n in t e n s iv a de capital sobre la tierra se con stituya en c a u sa l d e l s u r g i m i e n t o d e u n a renta diferencial. Y la cuestión no ca m b ia si c o n t in u a m o s a g r e g a n d o el desembolso de las porciones siguientes. Com o es obvio, si toda la tierra fu era d e igual f e r t ilid a d n o c a b r í a la existencia de renta diferencial origin ad a e n la a p lic a c ió n e x t e n s i v a d e l capital sobre la tierra. Y, con lo visto h asta a q u í, e n e s e c a s o t a m p o c o cabria la existencia de renta diferencial originada e n la a p li c a c i ó n in te n s iv a del capital, por m ucho q ue difiriera la p r o d u c tiv id a d d e l t r a b a j o c o r r e s ­ pondiente a cada porción sucesivam ente ap licad a d e e s t e m o d o . P e r o , p o r la distribución espacial diferenciada de los c o n d ic io n a m ie n to s n a t u r a le s a la productividad del trabajo, la tierra n o e s to d a igu al d e s d e e l p u n t o d e vista del proceso de valorización del capital.

La renta de monopolio sobre condicionamientos naturales diferenciales •17 S u p on gam os en n uestro ca s o 2 q u e la sa tisfa cció n d e la n ecesid ad social s o lv e n te r e q u ie re la p u e sta en p r o d u c c ió n d e la tierra A d el c a s o 1. En c o n s e c u e n c ia , el p r e c io co m ercia l norm al se u b ica en $ 110 la tonelada. En e stas c o n d ic io n e s , d el ca p ita l d el c a s o 2 se van a a p lic a r las tres prim eras p o rcio n es sob re la tierra. La venta d e la 1,2 to n ela d a o b ten id a d e la p orción a al p r e c io c o m e r c ia l a rro ja una g a n a n c ia e x tra o rd in a ria d e $ 22; la d e la i,i ton elad a c o rre sp o n d ie n te a la p o rc ió n b, una d e % 11; y la d e la tonelada p rod u cid a p o r la p o rc ió n c s ó lo arroja la g a n a n cia n orm al. El d ese m b o lso d e c a d a p o rc ió n in ten siva ha a p o r ta d o en d is tin to g r a d o a la gan an cia e x ­ traordinaria total. Sin em b arg o, n o tem o s q u e e s te c o n te n id o se m anifiesta b ajo la fo rm a c o n c r e ta d e la r e a liz a c ió n d e u n a g a n a n c ia extra o rd in aria total d e $ 33, q u e a p a re c e b rotan d o sin en c e rra r m ás d eterm in ació n que la ve n ta d e 3,3 to n e la d a s p o r $ 363 c o n tr a su p r e c io d e p r o d u c c ió n total d e S330. P asem os a h ora al c a s o 3, b ajo el su p u esto d el p r e c io c o m ercia l norm al d e S 110 la to n e la d a . A n te to d o , e s o b v io q u e e n e s t e c a s o s e a p lica n las cu atro p o rc io n e s d e cap ital. La prim era n o arroja renta, p ero a las siguientes les c o r r e s p o n d e una ren ta d e $ 11, $ 22 y $ 33, r e s p e c tiv a m e n te , c o n un total d e $ 66. N o te m o s c ó m o o tra v e z c a b e la a p a rie n c ia d e q u e e l cap ital agrario en c u e s tió n n o se e n c u e n tr a c o m p u e s to p o r p o r c io n e s a p lica d a s su cesivam en te. A l co n tra rio , p u e d e p a re c e r q u e. al igual q u e la generalidad d e los c a p ita le s in d u stria les, e s tá c o n s titu id o p o r u n a u n id a d té c n ic a q u e n o p u e d e fragm en tarse, a c u y o m o n to total c o rr e sp o n d e la esca la necesaria p a ra p o n e r e n a c c ió n , c o m o tal u n id a d , la p r o d u c tiv id a d d e l tra b a jo q u e c o r r e s p o n d e a la n o rm a . M á s aú n , al c o r r e s p o n d e r le e n e s te c a s o a c a d a p o rc ió n su c e siv a d e ca p ita l una p r o d u c tiv id a d d el trab ajo m a yo r a la a n te ­ rior. se le su m a a la m a n ifesta c ió n c o n c r e ta r e c ié n señ alad a, la a p a rien cia d e q u e la p r o d u c tiv id a d p ro m e d io c r e c ie n te re s p o n d e sim p lem e n te a una m a y o r e f ic ie n c ia p r o d u c tiv a d e b id a a la m a y o r e s c a la d e o p e r a c ió n . En otras palabras, p u e d e p a r e c e r así q u e la g a n a n cia extraord in aria resp o n d e, c o m o en c u a lq u ie r o tr a in d u stria , a u n a c r e c ie n t e « e c o n o m ía d e escala» . V o lv erem o s s o b r e e s ta a p a rie n c ia m ás a d ela n te. El d e s e m b o ls o d e las p o r c io n e s s u c e s iv a s tie n e p o r c o n d ic ió n q u e la e x p a n sió n d e la p r o d u c c ió n q u e e lla s a rrojan n o te n g a c o m o resu lta d o la caíd a d el p r e c io c o m e rcia l norm al e n una p ro p o rc ió n tal q u e m ás q u e c o n ­ trarreste la g a n a n cia a d ic io n a l q u e d ic h o d e se m b o ls o aporta. S u p on ga m os q u e la e x p a n s ió n d e la p r o d u c c ió n s o c ia l p o r a p lic a r s e la p o r c ió n d d e ca p ita l b aja ra e l p r e c io c o m e r c ia l n o rm a l d e la to n e la d a d e trig o d e $ n o a $ 100. En e s t e c a s o , la p o r c ió n a a rro jaría u n a p é rd id a d e $ 10 r e s p e c to d e su p r e c io d e p r o d u c c ió n , la b arrojaría s ó lo la g a n a n c ia n o rm a l, r e c ié n la c orig in aría un e f e c t o p o s itiv o d e $ 10 y la d u n o d e $ 20. C o n lo c u a l la g a n a n cia ex tra o rd in a ria to ta l c a e ría a $ 20. B ajo e stas c o n d ic io n e s , p e s e a s o s te n e r u n a m a y o r p r o d u c tiv id a d d el tra b a jo , la p o r c ió n d n o s e p o d ría

18 * juan Iñigo Carrera

desembolsar. Sólo tendrían cabida las tres a n te r io r e s , a r r o j a n d o $ o , $ n y J n de ganancia extraordinaria re s p e c tiv a m e n te , c o n u n t o t a l d e $ 33. Supongamos ahora que la aplicación d e la p o rció n c y a im p lic a r a u n a m asa de producción tal que sólo pudiera ser absorbida p o r la d e m a n d a s o l v e n t e a un precio comercial normal de $ 95. D e s e r así, la s u c e s ió n i n t e n s i v a se detendría en la porción b, con una ganancia e x tra o rd in a ria d e $ 11 a l p r e c i o comercial de $ 110. De agregarse la p o rció n c, la c a íd a d e d i c h o p r e c i o a $ 95 implicaría una pérdida d e $ 15 re s p e c to d e l p r e c i o d e p r o d u c c i ó n correspondiente a la porción a y otra d e $ 5,50 r e s p e c t o d e la b , c o n un efecto positivo de $ 4 respecto del de la p orción c. C o n lo c u a l la g a n a n c ia extraordinaria no sólo desaparecería sino q u e ni s iq u ie ra p o d r ía r e a liz a r s e la tasa general de ganancia. ü formación de la tasa genera! de g an an cia s e r e a liz a a t r a v é s d e la competencia entre los capitales p or la g an an cia e x t r a o r d in a r ia o r i g in a d a por la aplicación intensiva de porciones sucesivas d e c a p ita l s o b r e la tie rr a con una productividad del trabajo superior a la q u e d e t e r m i n a a l p r e c i o comercial del producto. La ganancia extraordinaria p asa e n t o n c e s a s e r e m ­ bolsada como renta por el terrateniente. S e trata d e u n a r e n ta p r o v e n i e n t e del ejercicio del monopolio sobre co n d icio n e s n a tu r a le s d i f e r e n c i a l e s y, por lo tanto, de un segunda forma de renta d iferen cial. L a p r im e r a p r o v i e n e de la aplicación extensiva del capital sob re la tierra; e s t a s e g u n d a , d e la aplicación intensiva del capital sobre la misma tierra, o re n ta d i f e r e n c i a l II.4 Como acabamos de ver. la posibilidad m ism a d e la e x i s t e n c i a d e e s t a renta diferencial II presupone qu e el p re cio d e p r o d u c c i ó n p r o m e d i o ponderado de la suma de las porciones d e ca p ita l a p li c a d a s e n s u c e s i ó n intensiva sobre una tierra se ubique por deb ajo del p r e c io c o m e r c i a l n o r m a l y. por lo tamo, por debajo del precio de p ro d u c c ió n c o r r e s p o n d i e n t e a la aplicación de capital sobre la peor tierra. Esto e s, la e x i s t e n c i a d e r e n t a diferencial II presupone, ante todo, la e x iste n c ia d e r e n t a d i f e r e n c i a l I sobre la misma tierra.5 Por lo tanto, aquélla n o p u e d e g e n e r a r s e d e p o r sí en la peor tierra, por mucho que el capital aplicad o s o b r e e lla s e c o m p o n g a de porciones sucesivas, cualquiera sea la p r o d u c tiv id a d d e l t r a b a j o q u e cada una de estas porciones pone en a c ció n r e s p e c to d e la q u e p o n e n e n acción las otras. Los ejemplos que analizamos inicialm en te, c u a n d o c o n s i d e r á b a m o s aisladamente la aplicación intensiva de capital so b re la tie rr a , o l o q u e s e r ia lo mismo, la ausencia de diferencias d e fertilid ad n a tu r a l, c o r r e s p o n d e n , en realidad, a la aplicación de capital sobre la p e o r tie r r a .6 Sin embargo, cabe la posibilidad de qu e sob re la p e o r tie r r a s e a p r o p i e una renta diferencial relacionada co n la a p lic a c ió n in t e n s iv a d e l c a p i t a l, 4. - Marx. E l capital, vol. 3. págs. 625-635. 5. - Ibidem. vol. 3. págs. 626-627. 6. - Ibidem. vol. 3, págs. 688-690.

La renta de monopolio sobre condicionamientos naturales diferenciales •19 pero esta po sibilid ad no n a c e d e esta a p lica c ió n in ten siva s o b re la p e o r tie ­ rra m ism a, sino q u e n a c e in d irecta m en te d e u n a a p lic a c ió n in ten siva sob re tierra m ejo r. E sta p o s ib ilid a d se e n c u e n t r a s u je ta a u n a d o b le c o n d ic ió n . P rim ero, q u e la p o rc ió n a d ic io n a l d e ca p ita l a p lic a d o s o b re la tierra m ejor p u sie ra e n a c c ió n u n a p r o d u c tiv id a d d e l tr a b a jo d e c r e c ie n t e y m e n o r a la v ig e n te para la tie rra p e o r , a u n q u e n o ta n t o c o m o p a r a d a r c a b id a a la in co rp o ra ció n e x te n siv a d e un a tierra aún p e o r . S eg u n d o , q u e aun cu a n d o la p o r c ió n a d ic io n a l d e c a p ita l p u s ie r a e n a c c ió n u n a p r o d u c tiv id a d d el trabajo in ferior a la q u e p u d iera a lc a n za r igual a p lic a c ió n in ten siva adicion al so b re la tierra p e o r , el p r e c io d e p r o d u c c ió n in d iv id u a l c o r r e s p o n d ie n te a ella fu e ra in fe rio r al p r e c io d e p r o d u c c ió n p r o m e d io p o n d e r a d o q u e resultaría d e sum ar la m ism a a p lica c ió n in ten siva al ca p ita l y a en fu n cio n es so b re d ich a p e o r tierra .7 7 .- Ibidem, vol. 3, págs. 683-686. M arx plantea adem ás o tro ca so d e posible renta diferencial II sob re la p e o r tierra. T am b ién p arte p ara e llo d e l su p u esto d e q u e la totalidad disponible de esta p eor tierra ya se en cu en tra e n p roducción y se presenta un crecim iento de la n ecesidad social solven te p or la m ercancía agraria en cuestión. Se su p o n e q u e e ste a u m e n to p u e d e ser c u b ie rto c o n una a p lic a c ió n intensiva adiciona] d e capital so b re la p e o r tierra, a la q u e c o rr e sp o n d e una p rod u ctivid ad del trabajo inferior a la d e la porción que ya estaba puesta en acción , p ero superior a la q u e se alcan za ría c o n un p rim er d e se m b o lso so b re tierras aún p eo res, o un d e se m b o lso ad icio n a l so b re tierras m e jo res. En c o n se c u e n c ia , la sa tisfacció n d e la n ecesidad social am pliada tien e p or co n d ició n la suba del p re cio regulador. La d e te rm in a ció n ge n era l im p lica q u e esta suba d el p re cio lo llevaría al p ro m e d io ponderado del corresp on d ien te a la porción de capital anteriorm ente desem bolsada y del co rr e sp o n d ie n te a la a p lic a c ió n in tensiva ad icion a l. Y así los e x p o n e M arx. IV ro a co n tin u a ció n su p o n e un salto inicial d el p re cio regu lador d irecta m en te al nivel del co rr e s p o n d ie n te a la p o rció n a d icion al, d e 3 a 3 3/4 libras el quarter, y no a 3 3/8 co rr e s p o n d ie n te al p ro m e d io . Y lu ego c o n c lu y e que: •D e p e n d e ría , a su vez, d e la m ayor o m e n o r g e n e ra liz a ció n d e la segunda in versión d e capital en la tierra e x isten te A el q u e el p re cio d e p ro d u c ció n se c o m p e n sa se a base del p re cio m e d io o q u e el p re c io in dividual d e p ro d u c ció n d e la segun da inversión de capital p asase a ser el p re c io regu lador, c o n sus 3 3/4 libras esterlin as. Esto ultim o só lo o cu rrirá cu a n d o el terra ten ien te ten ga tie m p o d e fijar c o m o ren ta la ganancia e x c e d e n te al p r e c io d e 3 3/4 libras p o r quarter, en tan to q u e se cu b re la demanda»-. Ibidem , vol. 3, pág. 691. E ste ra zon a m ien to n o e x p lica p o r q u é el precio debería subir in icialm ente hasta 3 3/4 y no sim plem ente hasta 3 3/8 para que los capitalistas q u e o p e ra n so b re la p e o r tierra co m e n za ra n a a p lica r la segun da p orción in tensiva d e ca p ita l. M ás bien , el análisis del c a so p lan tea d o llevaría a la con clusión inversa. Los capitalistas que op eran sob re la p eor tierra sin aplicar una segunda p orción intensiva co n m enor p roductividad del trabajo, serian los que, al p recio p rom edio, estarían en co n d icio n e s d e o b ten er una ganancia extraordinaria ven dien do a 3 3/8 y. en co n se cu e n c ia , en co n d icio n e s d e pagar una renta. Pero, en tul ca so, la in co rp o ra ció n d e la ap lica ció n intensiva ad icion al seria im p osible. Sin em bargo. H arvev a cep ta acríticam en te este ca so para con clu ir que «la intervención

20 •Juan

Iñigo Carrera

Detengámonos soba* este caso. S u p o n g a m o s q u e e l m o d o m á s e c o ­ nómico de satisfacer la necesidad social s o lv e n te c o n s i s t e e n a p l i c a r una porción adicional de capital sobre una tierra m ejor, p e r o q u e a e s t a p o r c ió n adicional le corresponde una p ro d u ctivid ad d e l t r a b a j o m e n o r q u e la lograda en promedio soba* la peor tierra. C o m o v i m o s , e n la s tie r r a s mejores no cabe incorporar porciones a d ic io n a le s d e c a p i t a l c o n m e n o r productividad del trabajo que im pliquen la d is m in u c ió n d e la r e n t a d ife ­ rencial obtenida sin ellas. Pero la aplicación d e e stas p o r c i o n e s a d ic io n a le s tampoco tiene por condición el aum ento d e la r e n t a d i f e r e n c i a l . B asta para realizarlas con que se preserve la renta d ife r e n c ia l a p r o p i a d a s o b r e esa tierra mejor en ausencia de la ap licació n in te n s iv a q u e p r e s e n t a una productividad del trabajo inferior al prom edio p o n d e r a d o o b t e n i b l e s o b r e la peor tierra, y que esas porciones ad icionales d e c a p ita l s e v a l o r i c e n a la tasa general de ganancia. Sujeta a esta salvedad, c o n la a p l i c a c i ó n in te n s iv a en cuestión ocurre lo mismo que en el c a s o g e n e r a l d e la a p l i c a c i ó n intensiva con productividad d ecrecien te so b re la p e o r t i e r r a a s a b e r , no hace falta que la aplicación adicionada g en ere renta s o b r e la s p o r c i o n e s de capital aplicadas precedentemente con m ayor p r o d u c tiv id a d , p a r a q u e ella se realice. El nuevo precio regulador del p r e c io c o m e r c i a l n o r m a l q u e d a determinado en consecuencia. Dada la c o n d ic ió n d e p a r t i d a , e s t e p r e c io resulta superior al promedio de los precios d e p r o d u c c ió n c o r r e s p o n d i e n t e s a las porciones de capital que cabe aplicar in t e n s iv a m e n te s o b r e la p e o r tierra. En consecuencia, se genera la aprop iació n d e u n a r e n t a d i f e r e n c ia l II sobre ella. Supongamos, por ejemplo, que el capital A o p e r a s o b r e la p e o r tierra, mientras que el B lo hace sobre una mejor, s ien d o é s ta s la t o t a l i d a d d e las tierras disponibles, bajo las siguientes c o n d ic io n e s (c a s o 4): Capital A porción:

a

b

toneladas de trigo producidas adicionalmente

1

0.1

precio de producción por tonelada

110.000

1100.00

precio de producción promedio por tonelada

110,000

200 ,0 0 0

de la propiedad territorial afecta al valor de mercado, y la p o sició n n e u tr a l d e los terratenientes con respecto a la acumulación es puesta en duda-. D avid H a rv e y , The Limihto Capital. Oxford: Basil Blackwell, 1984. Hay edición en e s p a ñ o l; M éxico : FCE. 1990, pág. 357. traducción propia.

La renta de monopolio sobre condicionamientos naturales diferenciales •21 Capital B porción:

a

b

toneladas de trigo producidas adicionalmente

M

0,6

precio de producción por tonelada

78.57»

183.333

precio de producción promedio por tonelada

78.57»

110,000

S u p o n g a m o s q u e la s a tis fa c c ió n d e la n e c e s id a d s o c ia l s o lv e n te d e ­ m and a q u e e l ca p ita l s e a p liq u e e n la p e o r tie rra c o n la inten sidad c o rr e s ­ p o n d ie n te a la p o r c ió n a . En, c o n s e c u e n c ia , e l p r e c io d e p ro d u c ció n q u e rige al c o m e r c ia l n o rm al e s d e $ 110 p o r to n e la d a , c o n lo c u al en la m ejo r tierra s e p o n e ta m b ié n e n p r o d u c c ió n la in te n sid a d c o r r e s p o n d ie n t e a la p o r c ió n a y su t e r r a t e n ie n te a p r o p ia u n a re n ta d ife r e n c ia l d e $ 44. La p o rció n b n o p u e d e a p lica rs e s o b re e sta m e jo r tierra y a q u e, p e se a q u e el p r e c io p r o m e d io p o n d e r a d o s e u b ic a r ía al n iv e l d e l p r e c io reg u la d o r, la renta d ife r e n c ia l c a e ria a $ o . S u p o n g a m o s a h o r a q u e la n e c e s id a d so cia l s o lv e n te c re c e ; lu e g o , d e b e e x p a n d ir s e la e s c a la d e la p ro d u c ció n , lo cual, b a jo e l s u p u e s to d e n o e x is tir tie rra a d ic io n a l, im p lic a u n in c r e m e n to e n la a p lic a c ió n in te n s iv a d e l c a p ita l s o b r e la tie rra d is p o n ib le . E sta m a yo r in te n sid a d p u e d e a lc a n z a r s e a p lic a n d o la p o r c ió n b, s e a s o b r e la p e o r o so b re la m ejo r tierra. En el p rim er c a s o , el p r e c io d e p ro d u c ció n q u e regiría al p r e c io c o m e rcia l norm al subiría a $ 200,000, u b icá n d o s e p o r en cim a del d e $ 183,333 n e c e sa rio , e n p rim era instancia, para la a p lica ció n d e la p o rció n a d ic io n a l s o b r e la tie rra m e jo r. P o r lo ta n to , s e im p o n e e sta a p lica c ió n . Sin em b arg o , para q u e e llo o cu rra n o e s n e c e sa rio q u e el p re c io regulador d el p r e c io c o m e r c ia l n o rm a l su b a a lo s $ 183,333. B asta c o n q u e su b a lo s u fic ie n te c o m o p ara q u e , p o n ie n d o e n a c c ió n la m e n o r p ro d u c tiv id a d , se m a n te n g a el m o n to d e re n ta d ife r e n c ia l q u e s e a p ro p ia b a a n te s d e e fe c tu a r la n u e va a p lic a c ió n inten siva. E sto es, basta c o n q u e el p r e c io en c u e s tió n a lc a n c e lo s $ 132,000 (o sea, e l p r e c io d e p r o d u c c ió n p r o m e d io p o n d e r a d o r e s u lta n te d e las d o s a p lic a c io n e s in te n siva s m ás lo s $ 44 d e renta d ife re n cia l a p ro p ia d a c o n la a p lica ció n a), para q u e se p u ed a ap licar la p o r c ió n b s o b r e la tie rra m e jo r.8 La re n ta d ife r e n c ia l c o r r e s p o n d ie n t e 8 .- Engels co rrige acertadam ente el desarrollo original de M arx acerca d e esta d e te rm in a ció n d e la renta d iferen cia l. M arx p lan tea c o m o c o n d ic ió n para que se ap liq u e la p o rc ió n ad icio n a l so b re la m ejo r tierra que e l p re c io regu lador se ubique en el nivel co rresp ond ien te a la m enor productividad específica del trabajo q u e p o n e en a c c ió n d ich a p o rció n ad icio n al. E n gels o b serva q u e basta co n que el p re c io regu lad o r cu b ra la v a lo riza c ió n norm al del capital total a p lica d o sob re la m ejo r tierra (o sea. q u e se u b iq ue al nivel d el p re c io d e p ro d u c c ió n p ro m ed io c o rresp o n d ie n te a e ste capital) más la renta d iferen cial generada p o r la aplicación d e las p o rcio n es intensivas anteriores, para q u e la aplicación adicional tenga lugar. M arx. E l c a p ita l, vo l. 3. págs. 655-657.

22 •juan Iñigo Carrera

a la tierra mejor se mantiene constante s o b r e la b a s e d e la d i f e r e n c i a d e fertilidad, pero ahora el propietario de la tierra p e o r, s o b r e la c u a l s e sig u e aplicando el capital con la intensidad anterior, s e e n c u e n t r a b e n e f i c ia d o por una renta diferencial I! de $ 22.000. re su lta n te d e la d i f e r e n c i a e n tr e los $ 132.000 a los que se vende el trigo p ro d u cid o s o b r e e lla y lo s $ n o de su precio de producción. Manteniendo los mismos datos para la tierra m e j o r B , s u p o n g a m o s ahora que las condiciones de aplicación d e c a p ita l s o b r e la p e o r l ie r r a C son las siguientes (caso 5): Capital C porción:

a

b

toneladas de trigo producidas adicionalm ente

1

0 .6 5

precio de producción por tonelada

1 1 0 .0 0 0

169.231

precio de producción promedio por tonelada

1 1 0 .0 0 0

133.333

Resulta asi que la productividad del trabajo c o r r e s p o n d i e n t e a la p o r­ ción b del capital aplicado sobre la peor tierra es m ayo r a la c o r r e s p o n d ie n t e a la porción respectiva del capital aplicado s o b re la tie r r a m e j o r ; e s t o es, 0,65 contra 0.60 toneladas. Sin em bargo, c o m o el p r e c i o d e p r o d u c c i ó n promedio sobre la peor tierra sigue siendo s u p e r io r a l p r e c i o r e g u la d o r resultante de la aplicación de la porción b sobre la tie rra m e jo r , d i c h a m ayo r productividad del trabajo no puede ponerse e n a c c ió n . N o s e n c o n t r a m o s así con quede las determinaciones de la renta d ife re n c ia l II p u e d e re s u lta r una traba al desarrollo de las fuerzas productivas dei tr a b a jo s o c ia l a p lic a d o a la producción sobre la tierra en donde d ich a ren ta s e a p r o p ia . Dejemos el caso de la renta diferencial 11sobre la p e o r t ie r r a y v o lv a m o s ahora al más simple donde, con p ro du ctividad d e c r e c i e n t e , e l p r e c i o regulador se encuentra determ inado p or el p r e c io d e p r o d u c c i ó n c o r r e s ­ pondiente al capital aplicado sobre la peor tierra, o sea. c o m o u n p r o m e d io ponderado resultante de la aplicación intensiva d e d ic h o c a p i t a l. E n e sta s condiciones, la aplicación intensiva d e cap ital s o b r e las t i e r r a s m e j o r e s tiene por condición que el precio regulador se u b iqu e e n un n iv e l a l m e n o s similar al precio de producción q ue c o r r e s p o n d e a c a d a p o r c i ó n e n la progresión decreciente. En su unidad, estas d e te rm in a c io n e s c o n t r a s t a n t e s puede limitar la intensidad con que se ap lica el c a p ita l s o b r e u n a tie r r a mejor. Supongamos que el capital A opera sobre la p e o r tie r r a y e l B s o b re la mejor, en las siguientes condiciones (caso 6):

La renta de monopolio sobre condicionamientos naturales diferenciales * 23 Capital A porción:

a

b

c

d

tonelada d e trigo producid as a d icio ­ nalm ente

1.2

1.1

1

0,2

p re cio d e p ro d u c ció n p o r tonelada

91.667

100,000

110.000

550.000

p recio d e p rod ucción p ro m ed io p or tonelada

91.667

95.652

100.000

125.714

Capital B porción :

a

b

c

d

to n e lad a s d e trigo p ro d u c id a s a d icio n alm en te

i .5

i .3

1,125

0,8

p re c io d e p ro d u c ció n p o r to n elad a

73333

84.615

97.778

137.500

S u p o n g a m o s q u e p a r a s a tis fa c e r la d e m a n d a s o c ia l s e a p lic a n s o b r e la p e o r tie rra las d o s p r im e r a s p o r c io n e s in te n s iv a s . E l t r a b a jo p u e s t o e n a c c ió n p o r la p o r c ió n b g e n e r a 1.1 t o n e la d a s , m ie n tra s q u e e l p r e c i o d e p r o d u c c ió n q u e rig e al c o m e r c ia l e s d e $ 95,652. E l tr a b a jo q u e p o d r ía p o n e r e n a c c ió n la p o r c ió n c s o b r e la t ie r r a m e jo r te n d r ía u n a m a y o r p ro d u c tiv id a d , y a q u e g e n e r a r ía 1,125 to n e la d a s . S in e m b a r g o , n o c a b e e l agregad o in ten sivo d e d ich a p o rc ió n , ya q u e e l p r e c io d e p r o d u c c ió n q u e le c o rr e s p o n d e se u b ica p o r e n c im a d e l c o m e r c ia l n o rm al. D a d o e s t e p r e c io , el agregad o d e la p o rc ió n c en c u e s tió n h a ría c a e r la g a n a n cia ex tra o rd in aria s o b r e la tie rra m e jo r d e $ 47,826 a $ 45.434* E l c a p ita lis ta q u e p r e t e n d ie r a a p lica r la p o r c ió n c se v e ría d e r r o ta d o e n la c o m p e t e n c ia p o r e l u s o d e la tie rra p o r e l c a p ita lis ta q u e s ó lo a p lic a r a las d o s p o r c io n e s a n te r io r e s , y a q u e é s te p o d ría p a g ar la d ife r e n c ia d e $ 2,391 m ás p o r e l u s o d e la tie rra. La m ism a d e te rm in a c ió n d e la renta d ife re n cia l 11c o m o fo rm a n e c e s a ria d e r e a liz a r s e la f o r m a c ió n d e la ta sa g e n e r a l d e g a n a n c ia - f r e n t e a lo s c o n d ic io n a m ie n to s n atu rale s n o c o n tro la b le s p o r el ca p ita l - a trav és d e la p ro p ie d ad p rivad a te rrito ria l, se c o n s titu y e aqu í e n u n a b arre ra al d e s a rro llo d e las fu e r z a s p r o d u c tiv a s d e l tra b a jo so c ia l. D e te n g á m o n o s so b re las d e te rm in a c io n e s d e la a p lic a c ió n in te n siv a d e l ca p ita l s o b r e la p e o r tie rra y s o b r e tie rra s m e jo r e s q u e r e s u lta n e n las b a ­ rreras re c ié n vistas. Para m a y o r sim p licid ad d e la e x p o s ic ió n p re s c in d a m o s d e l c a s o p e c u lia r e n q u e s e g e n e r a r e n t a d ife r e n c ia l s o b r e la p e o r tie rra . Las b a rre ra s e n c u e s tió n s e p r e s e n ta n a s o c ia d a s c o n e l c o n t r a s te e n t r e e l p r e c io d e p r o d u c c ió n q u e rig e e l lím ite d e d ic h a a p lic a c ió n s o b r e u n a y o tra s tie rra s. S o b r e la p e o r , im p o r ta e l p r e c i o d e p r o d u c c ió n p r o m e d io p o n d e r a d o r e s u lta n te d e las a p lic a c io n e s s u c e s iv a s . S o b r e la s m e jo r e s ,

24 •Juan Iñigo Carrera

importa el precio de producción que corresponde d e m a n e r a p a r tic u la r a cada porción potencialmeme aplicable de manera inten siva, a u n c u a n d o el precio de producción promedio ponderado c o rr e sp o n d ie n te a la su cesión intensiva de la cual Ja porción en cuestión con stitu y e la ú ltim a , s e ubique por debajo del precio regulador. Marx desarrolla la cuesiión en dos pasos. En un p rim er p a s o , desarrolla la determinación general del limite para la aplicación in te n siv a d e l capital. Este límite general se presenta abstractamente similar para la p e o r tierra y para las mejores, dado por e! precio de producción p r o m e d io p o n d era d o :

«Partiendo de una cuota decreciente de productividad de las inversiones adicionales de capital (...) el limite a partir del cual el capital total invertido en el acre de B deja de producir renta es aquel en que el precio individual de producción del producto obtenido por acre de B aumenta hasta ser igual al precio de producción por acre de A (...), Pero este punto se presenta, no allí donde las inversiones adicionales de capital producen por d ebajo de la media, sino allí donde las inversiones adicionales de las partes de capital infraproductivas son tan grandes que su acción neutraliza la superproductividad de las primeras inversiones y donde la productividad del capital total invertido resulta igual a la del capital invertido en A, y por tanto el precio medio individual del quarter producido en B igual a l del quarter producido en A (...). Esto quiere decir que podrá seguirse invirtiendo duran­ te mucho tiempo capital adicional infraproductivo e incluso con creciente ¡nfraproductividad, hasta llegar al momento en que el precio in d ivid u a l de producción del quorter producido en las tierras mejores sea igual a l precio general de producción, hasta llegar al momento en que el excedente de éste sobre aquél y, por tanto, la ganancia excedente y la renta, desaparezcan totalmente»’ Si el análisis se detuviera aquí, podría parecer que la re n ta d ife r e n c ia l I se vería compensada, de manera general, por una a p lica c ió n m á s intensiva sobre las tierras mejores que avanzara hasta el punto en q u e la p r o d u c tiv i­ dad media en ellas fuera igual a la de la peor. De este m o d o , s e esteriliza ría la posibilidad misma de cualquier renta diferen cial, m á s a llá d e l o s casos particulares en que quedara un residuo por no co m p e n sa rse d e m a n e r a per­ fecta las productividades del trabajo originadas en las d ife r e n c ia s naturales y de intensidad técnica. Supongamos, por ejem p lo y e n c o n s o n a n c i a con los esquemas anteriores, una tierra peor A y una m ejor B , ta l q u e ( c a s o 7):9

9 - Marx. El capital. vol.j, pág. 676 y 681-682.

La r e n t a d e m o n o p o lio s o b r e c o n d ic io n a m ie n t o s n a t u r a le s d if e r e n c ia le s • 2 5

Capital A porción:

a

b

c

toneladas de trigo producidas adicionalm ente

i .7

1.6

1.51

p recio de p ro d u c ción por tonelada

64,706

68750

72,848

precio de p roducción prom edio por tonelada

64706

66.667

68,607

Capital B porción:

a

b

c

d

tonelad as d e trigo p ro d u c id as a d i­ cion alm ente

1.8

1.7

1.6

i.S

p recio d e p ro d u c ció n p o r tonelada

61,111

64,706

68,750

73.333

precio d e p rod ucción prom edio por tonelada

61,111

62,857

64,706

66,667

S u p o n g a m o s q u e la m agn itu d d e la n e c e s id a d s o c ia l s o lv e n te h a c e q u e so b re la tie rra A s ó lo q u e p a la a p lic a c ió n d e la p rim e ra p o r c ió n inten siva, d e m o d o q u e e l p r e c io d e p r o d u c c ió n r e g u la d o r s e u b ic a e n $ 64,706. A la altu ra d e l a n á lis is e n q u e n o s h e m o s d e t e n id o , p a r e c e r ía q u e s o b r e la tie rra B c a b e la a p lic a c ió n d e las tr e s p r im e r a s p o r c io n e s d e ca p ita l, y q u e la re n ta d ife r e n c ia l o r ig in a d a e n la m a y o r fe rtilid a d n atu ra l s e v e este riliza d a p o r una a p lica c ió n m ás inten siva d e cap ital. O tr o tan to ocu rriría si su p u sié ra m o s q u e la n e c e s id a d s o c ia l s o lv e n te e s tal q u e so b re la tierra p e o r c a b e la a p lic a c ió n d e la s e g u n d a p o r c ió n in te n s iv a b , c o n e l p r e c io re g u la d o r s u b ie n d o a $ 66,667 y la a p lic a c ió n in te n siv a e n la tie rra m e jo r lle g a n d o h a sta la p o r c ió n d. H a sta a q u í la re n ta d ife r e n c ia l s e ría $ o e n a m b o s c a so s. P e ro e n e l s e g u n d o p a so d e l análisis M a rx in c o r p o ra la d e te rm in a c ió n c o n c r e ta m e d ia d a p o r la e x is te n c ia d e la re n ta d ife re n cia l m ism a;

Sin embargo, bajo la ley de la propiedad territorial (...). Habría opuesto un límite el caso en que el capital adicional sólo produce a base del precio general de producción. Pasado este límite tendrían que cesar las inversiones adicionales de capital en la misma clase de tierra (...). Por tanto, aunque la renta diferencial no es sino la metamorfosis formal de la superganancia en renta y la propiedad de la tierra sólo permite aquí al terrateniente apo­ derarse de la ganancia excedente del arrendatario, vemos que la inversión sucesiva de capital en la misma superficie de tierra o, lo que es lo mismo el incremento del capital invertido en la misma superficie de tierra, a base de una cuota decreciente de productividad del capital y de un precio re­ gulador invariable, tropieza mucho antes con su límite y, por consiguiente, encuentra en realidad, más o menos, un límite artificial como consecuencia de la transformación puramente formal de la ganancia excedente en renta

26 •luán Iñigo Carrera

del suelo, que se deriva de la propiedad privada sobre la tierra. £1 alza del precio general de producción, que se desenvuelve aquí dentro de límites más estrechos que en general no es, pues, en este caso, solam ente la razón de que aumente la renta diferencial, sino que la existencia de (a renta diferencial como tal renta es, al mismo tiempo, la razón de que aumente antesy más rápidamente el precio general de producción, para asegurar de este modo la oferta de la mayor cantidad de producto, que ahora se hace necesaria" En ambos de nuestros casos, sobre la tierra B s ó lo c a b e la a p l i c a c i ó n de las porciones a y h apropiándose en ella una ren ta d i f e r e n c i a l d e $ 6471 y de S 13.333, respectivamente. Q ueda e n to n c e s p e n d i e n t e d e a b a s t o la necesidad social solvente que podía sa tisfa ce rse c o n e l p r o d u c t o d e las porciones c. en el primer caso, y c +- d. en e l s e g u n d o . S u p o n g a m o s que no existen más tierras disponibles, de m odo q u e e l a b a s to e n c u e s t i ó n sólo puede satisfacerse mediante la aplicación de la p o r c ió n c d e c a p i t a l sobre la tierra A. Con ello, el precio regulador su b e a $ 6 8 ,6 0 7 . A e s t e p r e c io , la porción intensiva c sigue sin po d er ap lica rse s o b r e la t i e r r a B , p e s e a que la productividad del trabajo que p o n e e n a c c i ó n e s s u p e r i o r a la de su equivalente sobre A (1,6 toneladas co n tra 1.51). A e x p e n s a s d e q u e su existencia impone este mayor gasto de trabajo s o c ia l, la r e n t a d ife r e n c ia l sobre la tierra B sube a S 20,125" La renta diferencial brota autom áticam ente d e l p r o c e s o d e fo r m a c ió n de la tasa general de ganancia en presencia d e lo s c o n d i c i o n a m i e n t o s naturales particulares no controlables p o r lo s c a p it a le s n o r m a l e s . E s , en consecuencia, un resultado necesario de la d e te r m in a c ió n d e l o s p r e c io s de producción. Ahora vemos que, a su v e z, la m is m a e x i s t e n c i a d e la renta diferencial que brota com o residuo d e la fo r m a c ió n d e l o s p r e c io s de producción se constituye en un facto r q u e i n t e r v i e n e e n la d e t e r m i­ nación del precio regulador del precio c o m e rc ia l n o r m a l. L a n e c e s id a d propiamente capitalista de la propiedad privad a t e r r it o r ia l r e s i d e e n que ella es la forma más simple de resolverse la ig u a la c ió n d e l o s c a p ita le s individuales como ÓTganos del capital total d e la s o c i e d a d f r e n t e a los condicionamientos naturales en cu estión. A h o r a n o s e n c o n t r a m o s c o n 10.- \[m.. Elcapital, vol. 3, págs. 682-684. a - Ball y Evans sacan de la vista la complejidad de la d e te rm in a c ió n enju ego, reduciéndola a una polémica académica acerca de la superioridad c o g n itiv a entre un -procedimiento promedia!» y un -procedimiento marginal» s ie n d o e l p rim e ro el -método marxista correcto- (Ball pág. 397 y 393), o entre un -e n fo q u e m arxista» y un •enfoque ricardiano» siendo el segundo el -correcto» (Evans pág. 86). M ic h a e l BaB. “IMereniial rent and the role of landed properly". En: InternationalJournal qf ürbanandRegionalResearchvol, 1. n.° 1-4 (1977), págs. 380-403; A la n E v a n s. “ Oft DifTerential Rent and Landed Property". En: InternationalJournal oJ'Urban and RegionalResearchvol. 16. n.° t (1992). págs. 1-161.

La renta de monopolio sobre condicionamientos naturales diferenciales •27 q u e la p ro p ie d ad territo rial m ism a e m p u ja a la u n id a d d e l m o v im ie n to d el capital total d e la s o c ie d a d fu era d e su n o rm alidad m ás sim ple, fo rza n d o la pu esta en a c c ió n d e p r o d u c tiv id a d e s d e l tr a b a jo q u e n o s e c o rr e s p o n d e n c o n esta norm alidad. P ero e sta c ircu n stan cia n o b ro ta d e la ex iste n c ia d e la p ro p ie d ad territo ria l c o m o a je n a o e x te r io r a la re g u la ció n n o rm a l m ism a, sino d e la ex iste n cia d e d ich a p ro p ie d a d c o m o fo rm a c o n c r e ta n e c e sa ria d e dich a regu lació n norm al. P or e llo la traba en c u e s tió n su b sistiría aun en el ca so d e q u e el cap italista a grario fu e ra al m ism o tie m p o su p r o p io te rra te ­ niente. Para superarla se n ecesitaría, p o r e je m p lo , q u e la tierra p e rte n e cie ra al e s ta d o y é s t e im p u s ie ra el m e n o r c a n o n r e q u e r id o p a r a la a p lic a c ió n d e las p o r c io n e s in te n s iv a s a d ic io n a le s c o n p r o d u c tiv id a d d e c r e c ie n t e , fo r z a n d o al m ism o tie m p o d e m a n e ra d ir e c t a a lo s c a p ita lis ta s agrario s a realizar d ich a a p lic a c ió n a d ic io n a l. D e n o h a c e rlo , los cap italista s agrarios in v o lu c ra d o s sa ld rían d o b le m e n t e b e n e fic ia d o s : p a g a ría n e l c a n o n m ás bajo re q u e rid o para p o n e r e n a c c ió n la m a y o r in te n sid a d , p e ro a p licarían la in ten sidad m en or.

2.3 Renta diferencial y localización relativa de la producción respecto del consumo Hasta aquí h e m o s c o n s id e ra d o las d e te rm in a c io n e s d e la ren ta d ife re n ­ cial q u e p ro v ie n e n d e los co n d ic io n a m ie n to s n atu rale s n o c o n tro la b le s q u e afectan a la p ro d u ctivid a d d el tra b a jo agrario o m in e ro . In c o rp o re m o s a h o ra al análisis el e fe c t o d e l c o n d ic io n a m ie n to natural n o c o n tro la b le co n s titu id o p o r las d ife r e n c ia s re la tiv a s e n la lo c a liz a c ió n d e la p r o d u c c ió n a g ra ria o m in ero fre n te a la lo c a liz a c ió n d e l c o n s u m o d e sus m e rca n cía s. Va d e su yo q u e las d ife re n cia s relativas d e lo c a liz a c ió n n o s e r e d u ce n a una cu e s tió n d e abstractas d ista n cias g e o g rá fica s e n tr e pu n tos. M e d ia e n su d e te rm in a c ió n el re fle jo d e las c o n d ic io n e s c o n c r e t a s d e l p r o c e s o d e tr a n s p o r t e s o b r e la p r o d u c tiv id a d d e l tr a b a jo a p lic a d o a é l. E sta s c o n d ic io n e s c o n c r e t a s resultan d e la un id ad e n tre las q u e s e p rese n tan c o m o p u ra m en te n atu rales y las q u e re s u lta n d e l d e s a r r o llo t é c n ic o d e lo s m e d io s d e tr a n s p o rte . A su v e z , r e s p e c t o d e e s t e d e s a r ro llo , d e b e t e n e r s e e n c u e n t a si lo q u e c u e s ta d is p o n e r d e e s o s m e d io s r e c a e e s p e c ífic a m e n te s o b r e lo s c a p ita le s in d ivid u ales q u e lo s utilizan , o lo h a c e s o b re el c o n ju n to d e lo s c a p ita le s q u e co n fo rm a n el ca p ita l to tal d e la s o c ie d a d al s e r p u e s to s a la lib re d is p o s ició n d e a q u é llo s p o r e l e s t a d o . E n e l p r im e r c a s o , la n e c e s id a d d e u tiliz a r lo s m e d io s d e tr a n s p o rte e n c u e s tió n a fe c ta n e g a tiv a m e n te la p o s ib ilid a d d e a p ro p ia r ren ta d ife re n cia l so b re las tierras a fe cta d a s. E n e l s eg u n d o , d e s d e e s te m is m o p u n to d e v is ta , e s c o m o si la d if e r e n c ia e s p a c ia l s e h u b ie r a e s fu m a d o e n la m e d id a c o rr e s p o n d ie n te . R e to m e m o s e l e je m p lo d e l c a s o 1, d e s d o b la n d o la tie r r a B (d o n d e e l p r e c io d e p r o d u c c ió n e s d e $ 100 la to n e la d a c o n t r a u n p r e c io c o m e r c ia l

28 * Juan Iñigo Carrera

normal de $ 110) en dos parcelas que, m a n ten ien d o t o d a s s u s resta n tes condiciones naturales idénticas, difieren sólo por su lo c a liz a c ió n r esp e cto del mercado al que se destina la producción. S u p o n g a m o s , p a r a h a c e r el caso más ilustrativo, que la primera se localiza en In g la te rra j u n t o c o n el consumo del trigo, y la segunda en Argentina. S u p o n g a m o s q u e e l trabajo necesario para transportar por vía marítima el trigo arg en tin o h a sta Inglate­ rra resulta en la adición de $ n al precio de producción d e te r m in a d o p o r los condicionamientos naturales particulares a los q u e so e n c u e n t r a som etida la productividad del trabajo en esta tierra. P ero al p r e c io d o p r o d u c c ió n asi resultante de $ m se le opone el precio com ercial n o rm a l so c ia lm e n te determinado de S no. La misma tierra que en Inglaterra p r o d u c e u n a renta diferencial de S 10 por tonelada, en la .Argentina no resulta s u fic ie n te m e n te fértil como para ser puesta en producción. De m odo q u e s e v a n a p o n e r en producción en Inglaterra tierras cuyas condiciones n aturales s o n , d e s d e el punto de vista de la capacidad productiva del trabajo agrario p r o p ia m e n te dicho, peores a las de tierras que en la Argentina, p e s e a su m a y o r calidad, no son puestas en producción. O, dicho de otro m odo, lo q u e e n Inglaterra son tierras suficientemente buenas como para ser p u esta s e n p r o d u c c ió n , en la Argentina no lo son por la mediación del c o s to d e t r a n s p o r t e . Consideremos ahora el efecto que tiene sob re la p r o d u c c i ó n agraria misma la mediación diferencial del trabajo de transporte s o b r e la a p lic a c ió n intensiva del capital en localizaciones de id én tico s c o n d ic io n a m ie n t o s naturales. Retomemos el caso 2, donde teníamos:

porción de capital:

a

b

precio de producción por tonelada

91.667

e 100,000

d 110.000

122,222

Dado que el precio comercia! normal era de $ 110, se a p lic a b a n in ten si­ vamente las tres primeras porciones de capital s o b r e la m is m a p a r c e la de tierra. Supongamos el desdoblamiento d e esta p a r c e la , u b ic á n d o la tanto en Inglaterra como en la Argentina. En e ste ú ltim o c a s o , a l p r e c io de producción determinado de acuerdo con la c a p a c id a d p r o d u c t iv a del trabajo agrario debe sumársele el efecto del tran sporte m a r ít im o , o sea , $ 11 por tonelada. Con lo cual resulta:

porción de capital:

a

precio de producción por tonelada en Argentina

102.667

b 111,00 0

c

d

122.000

m a zz

La renta de monopolio sobre condicionamientos naturales diferenciales •29 M ientras q u e la p o rc ió n d e cap ital c e s c a p a z d e so sten er una p rod u cti­ vid ad d el trab a jo su fic ie n te e n Inglaterra, e sta m ism a p ro d u ctivid a d , y aun la m ayor c o rr e s p o n d ie n te a la p o rc ió n b , e s in su ficien te en la A rgentin a. O sea q u e, s u p o n ie n d o un a tierra d e c a lid a d igual, la te rc e r a e s la p o rc ió n de cap ital m argin alm en te a p lica b le d e m anera in ten siva en Inglaterra, m ientras q u e e n la A r g e n tin a e l c a p ita l n o p u e d e a p lic a r s e m ás a llá d e la p rim era. D ic h o d e m o d o g e n e r a l, e l c a p ita l s e v a a a p lic a r m á s in te n siv a m e n te en Inglaterra q u e en la A r g e n tin a so b r e tierra s d e la m ism a c a lid a d natural. Sin q u e m e d ie m ás e s p e c ific id a d n a c io n a l e n tr e el p r o c e s o d e a cu m u ­ lación d e cap ital en A rgen tin a y en Inglaterra q u e su d iferen te lo caliza ció n resp e cto d e la lo c a liz a c ió n d el c o n s u m o al q u e a m b o s destin an su p ro d u c ­ ción agraria, so b re tierras inglesas d e c o n d ic io n e s naturales eq u ivalen tes a las argentinas se va a d e se m b o lsa r m ás in ten siva m en te el cap ital q u e sobre éstas. Al m ism o tiem p o , en Inglaterra se van a p o n e r en p ro d u cció n tierras d e c o n d ic io n e s n a tu ra le s q u e e n la A r g e n tin a resu lta n in s u fic ie n te m e n te fértiles p a ra h a c e rlo . S e trata d e un a r e n ta d ife r e n c ia l q u e a p r o p ia e l te r r a te n ie n te a grario v e n ta jo s a m e n te s itu a d o , p e r o q u e n o s e o rig in a e n u n a d ife r e n c ia d e p r o d u c tiv id a d d e l tr a b a jo a p lic a d o a la p r o d u c c ió n a g ra ria m ism a sin o a u n a ram a d istin ta d e l tr a b a jo s o c ia l, e l tr a n sp o rte . P u e s to e n e v id e n c ia este e fe c t o d el c o s to d e tran sp o rte, v a m o s a p re sc in d ir d e é l e n e l análisis q u e sigue.

24 Realidades y apariencias de la renta diferencial, en particular en relación con diferencias nacionales del proceso de acumulación de capital C o m o e s o b v io , las d e te r m in a c io n e s d e la r e n ta d ife r e n c ia l I y d e la II p u e d e n c o m b in a r s e d e lo s m o d o s m á s d iv e rs o s . A q u í s ó lo v a m o s a c o n s id e r a r un c a s o p a r tic u la r q u e p r e se n ta r e le v a n c ia r e s p e c t o d e las form as c o n c r e ta s c o n q u e d ic h a s d e te rm in a c io n e s p u e d e n d a r p ie a c o n ­ clu sio n e s a p a re n te s r e sp e c to d e la esp ecificid a d p rop ia d e c ie rto s p ro c eso s n a c io n a le s d e a c u m u la c ió n d e c a p ita l, c o m o o c u r r e e n r e la c ió n c o n el a rgen tin o. A l so lo fin d e q u e lo s esq u em a s u tilizad o s cierren p o r sí m ism os el pun to h a sta e l c u a l e s p o s ib le la a p lic a c ió n in te n siv a d e l c a p ita l, su p o n g a m o s q u e la ú ltim a p o r c ió n d e c a p ita l in te n siv a m e n te a p lic a d a s o s tie n e u n a p r o d u c tiv id a d d e l tr a b a jo in fe rio r a la q u e la p r e c e d e , c u a lq u ie r a s e a el sen tid o en q u e h a y a e v o lu c io n a d o d ich a p ro d u ctivid a d en tre las an teriores. S u p o n g a m o s c u a tr o p o r c io n e s su c e siv a s d e c a p ita l a p lic a d a s a la p r o ­ d u c ció n d e trigo so b re d o s tierras c u ya s c o n d ic io n e s n aturales p e rm iten , a igual cap ital a p lica d o , un a distinta c a p a c id a d p ro d u ctiva d el trab ajo (caso 6). L a e v o lu c ió n p r o g r e s iv a d e la c a p a c id a d p r o d u c tiv a d e l tr a b a jo s e re fle ja

30 • luán imgo Cañera

en la cantidad adiciona! de trigo producida m ediante la a p lic a c ió n d e cada porción de capital añadida. Supongamos que lo h a c e e n la s sig u ie n te s proporciones:

b

c

d

tonelada> de trigo producidas adicionalmente en la tierra A

1.0

1.1

0.6

toneladas de trigo producidas adicionalmente en la tierra B

1.1

0.9

0,6

porción de capital:

a

En la tierra A, la productividad del trabajo v a c r e c i e n d o c o n cada aplicación nueva de capital, cayendo recién con el c u a r to d e s e m b o ls o . En cambio, la tierra B cuerna con mejores condicion es n a tu r a le s d e entrada, pero el avance en el control de estas condicion es n a tu r a le s m e d ia n t e el agregado de capital sobre la misma tierra tien e un im p a c t o d e c r e c ie n t e sobre la productividad del trabajo adicional. Ésta c o m ie n z a a d e c r e c e r de manera inmediata, aun cuando alcance al p r in c ip io a s o s t e n e r s e por encima de la correspondiente a la de la tierra A . En e s t e c a s o , lo s p recio s de producción por unidad producida que resultan d e la s c o n d ic io n e s específicas de valorización de cada porción de capital a p lic a d a e x te n s iv a e intensivamente sobre la tierra, resultan:

porción de capital:

a

b

c

d

precio de producción por tonelada en tierra A

122,222

110,000

100.000

183,333

precio de producción por tonelada en tierra B

91.667

100,000

122,222

183.333

Si el precio comercial normal es de $ 109, la tierra A n o p u e d e s e r puesta en producción. Aun aplicando intensivamente e l c a p ita l h a s t a a lc a n z a r el máximo posible de productividad del trabajo, c o r r e s p o n d ie n t e a la porción c, el precio de producción individual se u b ic a r ía p o r d e b a j o del precio comercial: con 3 toneladas producidas, el p r e c io d e p r o d u c c ió n total correspondiente a la tierra A resultaría d e $ 330, m ie n t r a s q u e el precio socialmente imperante apenas alcanza a $ 327. En e s ta s c o n d ic io n e s , sólo puede ser puesta en producción la tierra B, a p lic a n d o s o b r e e l l a las porciones a y b de capital. Esta aplicación arroja una r e n ta d if e r e n c ia l de

$ 30-70. Pero supongamos que el precio comercial normal e s d e $ 1 n p o r to n e ­ lada. Sobre ia tierra A pueden aplicarse ahora las tres p r im e r a s p o r c io n e s

La r e n t a d e m o n o p o lio s o b r e c o n d ic io n a m ie n t o s n a t u r a le s d if e r e n c ia le s • 3 1

d e c a p ita l, a p r o p ia n d o u n a re n ta d ife r e n c ia l d e $ 3. E n c a m b io , s o b r e la tierra B sigu e c a b ie n d o s ó lo la a p lica c ió n d e las d o s prim eras p o rcio n es de c a p ita l, y a q u e la a p lic a c ió n d e la te r c e r a d ism in u iría el m o n to to tal d e la ren ta q u e p u e d e a p r o p ia r s e s o b r e e lla . A p lic a n d o las p o r c io n e s a y b , la ren ta total resu lta d e $ 35,30; p e r o la a d ic ió n d e la p o r c ió n c la red u ciría a $ 25,20. T e n e m o s e n to n c e s q u e, en am bas tierras, el cap ital se ap lica c o n la intensidad p len a a la q u e dan c ab id a sus resp e ctiv a s c o n d ic io n e s naturales. P ero esta igu ald ad resu lta en una m a yo r in ten sid a d a b so lu ta en la tierra A q u e en la B. A p e sa r d e lo cu al, la renta d iferen cia l e s m ayor en ésta q u e en aqu élla. O b se r v e m o s a h o ra e sta m ism a situ a ció n , n o y a d e s d e e l p u n to d e vista d e la ren ta, sin o d e l d e la p r o d u c tiv id a d d e l tra b a jo q u e la s o c ie d a d p o n e en a c c ió n . S u p o n g a m o s q u e c a d a p o r c ió n d e c a p ita l p o n e en a c c ió n una unidad d e trab a jo v iv o . El trab a jo p u e sto e n a c c ió n p o r la su m a d e las tres p o r c io n e s d e c a p ita l a p lic a d a s s o b r e la tie r r a A tie n e u n a p r o d u c tiv id a d m ed ia d e 1,00 to n e la d a , m ien tra s q u e la d e l tra b a jo p u e s to en a c c ió n p o r las d os p o rc io n e s d e c a p ita l a p lica d as so b re la tierra B la supera, sien d o d e 1,15. P e ro la p r o d u c tiv id a d m e d ia d e l tr a b a jo s o b r e la tie rra A ta m b ié n es su p erad a p o r la d el trab a jo q u e p o d ría p o n e r en a c c ió n la a p lica c ió n d e las tres p o rc io n e s d e c a p ita l so b re la tierra B, igual a 1,07 to n ela d as. D e m o d o q ue, gracias a q u e su p r o d u c c ió n se e n c u e n tra regu lad a p o r la acu m u la ció n d e cap ital, rig ié n d o s e é s ta p o r la fo rm a c ió n d e la ta sa g e n e ra l d e gan an cia, la s o c ie d a d d e b e p o n e r e n a c c ió n u n e x c e s o d e tra b a jo p a ra s a tisfa ce r u n co n s u m o to tal d a d o . E s te n o e s sin o u n c a s o m ás d e n tro d e lo s d e s p ilfa n o s d e tra b a jo s o c ia l in h e r e n te s a l m o d o d e p r o d u c c ió n cap italista . C o m o tal, e s e n si m ism o a je n o a to d a d e te r m in a c ió n n a c io n a l e s p e c ífic a , p o r m ás q u e u n a tie rra s e e n c u e n t r e lo c a liz a d a e n u n p aís y la o tr a e n u n o d istin to. P o r su p u e s to , lo s e je m p lo s n u m é ric o s a n a liz a d o s a q u í s o n p u ra m e n te h ip o té tic o s . P e r o c u a lq u ie r a p u e d e r e c o n o c e r e n e llo s s itu a c io n e s c o m o e l c o n tr a s te e n tr e u n a p r o d u c c ió n d e c e r e a le s q u e s ó lo p u e d e r e a liz a rs e m e d ia n te e l r ie g o y la fe r tiliz a c ió n d e u n s u e lo p o b r e , fr e n t e a la m ism a p r o d u c c ió n r ea liza d a s o b r e u n a tierra n atu ra lm en te ric a e n m a teria o rgá n i­ c a y c o n u n a a d e c u a d a d is trib u c ió n d e llu vias, a la q u e la fe r tiliz a c ió n y e l r ie g o s e lim ita n a a p o r ta r u n v o lu m e n a d ic io n a l. O , m á s a ú n , s itu a c io n e s c o m o e l c o n t r a s te e n t r e la p r o d u c c ió n d e g a n a d o s o b r e tie rra s c u b ie rta s d e n ie v e p a r te d e l a ñ o , d o n d e la e s t a b u la c ió n y e l s u m in is tro d e fo r ra je a cu m u la d o s o n c o n d ic io n e s d e partid a, y la p r o d u c c ió n d e g a n a d o e n clim a te m p la d o c o n d isp o n ib ilid a d d e pa sto a lo largo d e to d o e l añ o. E n e s te caso , resu lta p a r tic u la rm e n te n o ta b le q u e , m ien tras e n las p rim eras c o n d ic io n e s n a tu ra le s e l tr a b a jo a p lic a d o a la e s ta b u la c ió n e s p o r ta d o r d e u n e n o r m e sa lto h a c ia a rrib a e n la c a p a c id a d p r o d u c tiv a m e d ia r e s p e c t o d e l a p lic a d o a la c ría d e a n im a le s a c a m p o , e n las seg u n d a s la r e la c ió n re su lta in versa .

Pero ubiquémonos ahora en el punió d e vista d el e c o n o m i s t a e n c a n d ila do por la apariencia de la remuneración d e los « fa cto re s d e la p r o d u c c ió n de acuerdo con su «productividad», l a lasa d e g a n an cia a la q u e s e valoriza el capital es idéntica en ambas alternativas. V lo m is m o o c u r r e c o n la relación entre el salario y el tiempo d e trabajo u tilizad o . P e r o , ¿ q u é ocurre con la tierra y su renta? Al creer que la form a e s p e c í f i c a m e n t e s o c i a l que toma la riqueza en la sociedad capitalista, o sea, la f u r n i a d e v a l o r del producto del trabajo, tiene entre sus fuentes a la m a t e r i a li d a d n a tu r a l de la tierra, el economista neoclásico cre e q u e la r e la c ió n e n t r e la m a s a de producto y la superficie utilizada para producirla p o s e e u n s i g n i f i c a d o en si misma. Quien asi piensa pone entonces en relació n la m a s a d e p ro d u c to con la tierra utilizada para producirla, y no p u e d e m á s q u e s o r p r e n d e r s e . El «rendimiento» de la tierra A es de 3.0 toneladas, m ie n tra s q u e e l d e la B es apenas de 2,3. Pero la «remuneración del factor tierra» e s d e $ o y d e $ 33, respectivamente {con el precio a S 110). Si le qu ed a a lg ú n a t i s b o c r í t i c o , no puede sino pensar que algo muy perverso d ebe estar o c u r r i e n d o e n relació n con la tierra B. Cómo explicarse d e otro m o d o q u e , i n t e r r u m p i e n d o la aplicación intensiva de capital sobre la tierra B c u a n d o e s a a p lic a c ió n permitiría producir en ella a menor costo que la p r o d u c c ió n e fe c t iv a m e n t e realizada sobre la tierra A, la renta de la tierra sea m a yo r e n e lla . N o le queda sino pensar que la clave de todo esto debe estar n e c e s a r ia m e n t e e n alguna peculiaridad del comportamiento de los in d iv id u o s d e l á m b i t o n a c io n a l en donde se encuentra localizada la tierra B. P ero c o m o lo s e c o n o m is t a s neoclásicos están acostumbrados a no pensar a ce rca d e las c o n t r a d ic c io n e s que constantemente les presenta su propia c o n s t r u c c ió n t e ó r i c a , l o más probable es que simplemente no piense nada.12

12.- U misma economía neoclásica se encarga d e p o n e r e n e v id e n c i a q u e su explicación acerca de la determinación de la renta de la tie rra n o e s m á s q u e una contradicción en los propios términos. Después de p ro te sta r c o n t r a e l d e sa rr o llo de Ricardo sobre la especificidad de la renta de la tierra, W ic k s t c c d fu n d a m e n ta la fuente de ésta afirmando que -tanto la renta com o los salario s so n p a r tic ip a c io n e s en el producto determinadas por la eficiencia marginal: y c u a n d o t o d o s lo s facto res han recibido su parte en la distribución marginal no q u e d a e x c e d e n t e o re sid u o alguno*. Philip Wicksteed. The Common Sense ofPolUicat Economy and Selcctci Papen andRei iews on Economic Theory, Vol. 2. L o n d res: R o u t le d g e & K e g a n Paul, I1933) 1957. pág. 550, traducción propia. Luego se van agloria d ic ie n d o : «H em os ahora establecido de manera exhaustiva la im portante c o n c lu s ió n d e q u e n o hay ninguna propiedad especial en lo que respecta a la renta c o m o u n a p a r tic ip a c ió n residual en el producto (...). Pero estas co n cep cio n es e r r ó n e a s a h o r a d isip a d a s han llevado a lo que no puedo sino considerar com o d esastro sas c o n fu s io n e s tanto en cuanto al pensamiento como en cuanto a la te rm in o lo g ía q u e h a n p o r largo tiempo impedido el progreso de la Economía-. Ibidem, pág. 568, t r a d u c c ió n propia. Samuelson sigue paso a paso la misma concepción q u e W ic k s t e e d , h a s t a e l pu n to de parafrasear sus desarrollos a pesar de no citarlo e x p líc ita m e n te . P e r o , d e sp u é s

La renta de m onopolio sobre condicionam ientos naturales diferenciales • 33 N o t e m o s , d e p a s o , q u e la n a t u r a liz a c ió n d e las r e la c io n e s s o c ia le s p r a c tic a d a p o r la te o r ía e c o n ó m ic a h a lle v a d o a q u e s e to m e la e v o lu c ió n del « r e n d im ie n to p o r hectárea*» c o m o si f u e r a la m e d id a s in té tic a in e q u ív o c a d e la e v o lu c ió n d e la p r o d u c tiv id a d e n e l p r o c e s o d e p r o d u c c ió n a g ra rio .15 D e te n g á m o n o s un m o m e n to e n e s t a c u e s t ió n . L o s té rm in o s p r o d u c tiv id a d , c a p a c id a d p r o d u c tiv a o fu e r z a p r o d u c tiv a h a c e n r e fe r e n c ia a u n a p o t e n c ia m a te r ia l d e l s u je to d e la p r o d u c c ió n : q u é c a n tid a d d e p r o d u c t o p u e d e g e n e r a r c o n u n c i e r t o g a s to d e su p r o p ia su b je tiv id a d . P o r lo ta n to , la c u e s tió n p a s a p o r la p re g u n ta a c e r c a d e q u ié n e s e l s u je t o d e l p r o c e s o d e p r o d u c c i ó n . E s to e s . q u ié n e s e l q u e p o n e e n m a r c h a e l p r o c e s o y e l q u e d e t e r m in a la fin a lid a d d e l m is m o . D e s d e e l p u n t o d e v is t a p u r a m e n t e m a te r ia l, e l p r o c e s o p r o p ia m e n t e h u m a n o d e p r o d u c c ió n t o m a la fo r m a e s p e c í f i c a d e un p r o c e s o d e tr a b a jo . S e tr a ta d e l p r o c e s o e n e l c u a l e l p r o d u c t o r g a s ta su c u e r p o , r ig ie n d o e s t e g a s to d e m a n e r a c o n s c ie n t e y v o lu n ta r ia , c o n la fin a lid ad d e tran sfo rm ar la m a te r ia lid a d d e lo s o b je t o s e x t e r io r e s a su p e r s o n a , d e lo s c u a le s s e s ir v e c o m o m e d io s , a fin d e c o n v e r tir lo s e n d e te r m in a d o s v a lo r e s d e u so p a ra el

de afirm ar lo m ism o q u e él re sp e cto d e la renta c o m o rem uneración del «factor tierra* por su «productividad marginal* (véase cita en otra nota al pie más adelante), su propia teoría lo lleva a la con clu sión ex a ctam e n te opuesta: «Para la econ om ía com o un todo, puede d ecirse de la renta de un factor cuya cantidad total es rígida, que es más bien el resultado q ue la causa d e los valores d e los distintos productos fin a les... *. Paul Sam uelson. Curso d e econom ía m oderna . M adrid: Aguilar, 1964, pág. 626. Si la renta e s el resultado y n o la causa del valor, en ton ces éste se encuentra determ inado d e un m odo ajen o a la sum a d e las «remuneraciones d e los factores», mientras q ue aquélla sólo p u ede brotar del ejercicio del m onopolio sobre el «factor cu ya can tidad total e s rígida» p o r su p ro p ie tario privado. P ero Sam uelson n o da la m en o r señal d e q u e sem e jan te co n tra d icció n , a la q u e lo ha llevad o su p rop ia teoría, le im pida seguir adelan te c o n el «progreso d e la economía». 13 .- A sí. el m arxista Flichm an e m p ie z a p o r ap elar a la inversión n eoclásica para enfrentarse a la cuestión d e la existencia d e límites esp ecíficos a la aplicación intensiva d e capital sobre la tierra en la Argentina: «De la situación existente puede inferirse que, en gen eral, existe una gran resistencia a la ad op ción d e tecn ologías m ás intensivas q u e im pliquen M ah orroN d e tierra (...). E n la m edida e n q u e la p ro d u cció n n o p u e d e c r e c e r a través d e una exten sió n d el área ocu p ad a, resulta ev id en te la n ecesid ad d e una m ayor inversión p o r unidad d e tierra para lograr un au m en to d e la o fe rta total». G u illerm o Flichm an. «M odelo so b re asign ación d e recu rso s en e l se c to r agropecuario». En: D esarrollo Económ ico vo l. 10, n.° 39-40 (octubre d e 1970-m arzo d e 1971), pág. 377. T an ev id en te le p a rece a Flichm an q ue toda la cu e stió n re sid e en aum entar el ren d im ien to p o r h ectá rea m ed ian te una m ayor a p lica ció n d e cap ital agrario so b re la tierra, q u e ni siq uiera se le ocu rra preguntarse si e l c a m b io en la p ro d u ctivid ad d el trab ajo resultante d e d ich a a p lica ció n ad icio n a l le daría o n o sen tid o a la m isma, p o r m u ch o q u e pudiera aum entar aquel «rendimiento*.

34» luán Iñigo Carrera

proceso de vida humana.1 4La tierra, base natural p rim era d e t o d o proceso de producción humano, no actúa como sujeto d e e ste p r o c e s o , s in o como medio para él. Huelga decir que la tierra ca re c e ta n to d e f in a lid a d com o de intencionalidad respecto de dicho proceso. Basta p a r a r e c o r d a r lo con aquel viejo cuento que concluía: *No, en esta tierra e l t r ig o n o s e d a ..,, ahora, si usted siembra, entonces si se da*. Sin embargo, la ilusión de la subjetividad de la tierra s u b s is te a ú n h o y día en dos concepciones ideológicas de carácter a p a re n te m en te co n trap u esto: las religiones animistas y la teoría económ ica n e o c lá s ic a .1* S ó l o q u e ésta ha extendido dicha subjetividad fantástica para d á r s e la t a m b ié n a los medios de producción producidos por el trabajo h u m a n o , a lo s cuales les otorga dicha subjeth idad bajo el nom bre d e c a p ita l. P o r c i e r t o , esta inversión tiene una base real. En el modo de p r o d u c c ió n c a p it a lis t a , el proceso de producción material, esto es, el p roceso d e tra b a jo , p r o d u c e al mismo tiempo la relación social general m aterializada. E n o t r a s palabras, produce al mismo tiempo la propia forma de o rg a n iza c ió n d e l p r o c e s o de metabolismo social como una potencia objetivada en la m a te r ia lid a d d e su producto. Asi. el proceso de producción material e s, a la p a r , u n p ro ceso de trabajo y un proceso de producción de plusvalía, d e v a l o r i z a c ió n del capital.1 6Y como relación social objetivada, el capital a p a r e c e p o n ie n d o en marcha el trabajo social con la finalidad inmediata d e p r o d u c ir m á s d e si mismo, o sea. más capacidad para poner en marcha el tra b a jo s o c ia l como un proceso automático.1 7Tal es la base real de la in versió n i d e o ló g ic a que, sustituyendo la relación social objetivada por la m a te r ia lid a d m is m a de los medios de producción producidos por el trabajo h u m a n o , a tr ib u y e a éstos la potestad de ser sujetos del proceso material d e p r o d u c c ió n . Luego, esta condición invertida de sujeto productivo se e x t ie n d e a la tie r ra , o

u .“ Marx, Elcapital, vol. i. págs. 130-133. Juan Iñigo Carrera. Conocer el capital ho\. Iw críticamente*Elcapital*. Buenos Aires; lmago Mundi. 2007, págs. 43-46* i>- Por más que parezcan dos polos antitéticos, las d o s c o n c e p c io n e s comparten una base material común; ambas son dos formas de regir la organización del trabajo social cuando el limitado desarrollo de sus fu e rza s p r o d u c tiv a s no permite a sus sujetos reconocerlas como potencias propias. P o r e l c o n tr a r io , se las enfrentan como si fueran potencias ajenas a su propia s u b je tiv id a d , como potencias que brotan de la materialidad natural misma de sus m ed ios d e producción y los dominan. De ahi que la fe no sea sólo la forma d e c o n c ie n c ia p r o p ia d e la concepción animista sino también de la teoria neoclásica, c o m o lo consagrara Ferguson: •... confiar en la teoria económica neoclásica es una c u e s tió n d e fe. Yo, personalmente, tengo fe-. Charles Ferguson. TheNeoclassica! Theory o f Productiva andDistribution. Cambridge; Cambridge University Press, 1969, p á g s. xvii-xviii. traducción propia. 16. - )Am. Elcapital vol. 1, págs. 138-147. 17. - Juan Iñigo Carrera. El capital: razón histórica sujeto revolucionario conciencia. Buenos Aires: lmago Mundi. 2008. págs. 12-13.

La r e ñ ía d e m o n o p o lio s o b r e c o n d ic io n a m ie n t o s n a t u r a le s d if e r e n c ia le s • 3 5

sea, a los m e d io s d e p r o d u c c ió n n o p r o d u c id o s p o r e l tr a b a jo h u m an o . L o h a c e s o b r e la m ism a b a s e d e h a b e r tr a n s fo r m a d o a d ic h o s m e d io s d e p rod u cció n p ro d u cid o s, d e su c o n d ic ió n d e p ro d u c to s d e l trab ajo hum ano que se sir v e p ro d u c tiv a m e n te d e e llo s , e n su je to s p r o d u c tiv o s m ateriales e llo s m ism o s. C o n lo c u a l la in v e rs ió n c ie r r a s o b r e sí m ism a, h a b ie n d o g e n e r a d o la a p a r ie n c ia d e q u e la c o n d ic ió n d e s u je to d e la p r o d u c c ió n de va lo res d e u so p ara e l p r o c e s o d e m e ta b o lis m o h u m a n o e s un atributo natural d e las co sa s, q u e actúan c o m o «factores» en d ich a p ro d u cció n en un p ie d e igualdad su b je tiv a c o n e l trab a jo , y n o c o m o lo s m e d io s d e lo s q u e é s te se sirve.*8 T o d a la m o d e r n a t e o r ía d e la fu n c ió n d e p r o d u c c ió n , c o n sus «factores» r e m u n e ra d o s d e a c u e r d o c o n su « p ro d u ctiv id a d marginal», no es más q u e la ve rsió n p le n a m e n te d esarro llad a d e la «fórm ula trinitaria» a la q u e M a r x ya s o m e tie r a a u n a c r it ic a a c a b a d a s o b r e la b a s e d e las a firm a cio n e s d e la e c o n o m ía v u lg a r d e su é p o c a , aú n a n te s d e q u e e sa e c o n o m ía h u b ie ra lle g a d o a c o n s titu irs e c o m o te o ría n e o c lá s ic a .19 En e l c a s o d e la p r o d u c c ió n a g raria la in v e rs ió n e n c u e s tió n d a un p aso e s p e c ific o m ás. C o m o e n c u a lq u ie r ram a d e la p r o d u c c ió n social, e l a u m e n to d e la p r o d u c tiv id a d d e l tra b a jo tie n e , c o m o c o n d ic ió n g e n e ra l, el in cre m e n to d e la m asa d e in s tru m e n to s d e p r o d u c c ió n d e lo s c u a le s se sirv e c a d a u n id a d d e tr a b a jo v iv o . Y d ic h o a u m e n to d e la p ro d u c tiv id a d tien e, c o m o c o n s e c u e n c ia , el a u m e n to d e la m asa d e m aterias prim as q u e ca d a u n id ad d e tr a b a jo v iv o e s c a p a z d e p r o c e s a r e n u n a jo r n a d a dada. Es d e c ir, el a u m e n to d e la p r o d u c tiv id a d d e l tr a b a jo p r e s u p o n e y cau sa el a u m e n to d e la m asa d e m e d io s d e p r o d u c c ió n d e q u e s e s ir v e ca d a unidad d e trab ajo v iv o para rea liza r su fin p ro d u ctiv o . E ste a u m en to en la c o m p o sició n té cn ica se refleja en el a u m en to d e la co m p o sició n d el capital c o m o órgan o d e la p ro d u cció n d e plusvalía. En la gen eralidad d e las ramas de la p ro d u cció n social, e ste m o v im ie n to im plica una re d u cció n relativa del trabajo v iv o r e s p e c to d e los m e d io s d e p r o d u c c ió n q u e e s e trab ajo utiliza (bajo la form a d e la c o rre sp o n d ie n te re d u cció n relativa d el cap ital variable frente al constan te), m ientras q u e a esta re d u cció n relativa le co rre sp o n d e un aum en to ab so lu to en la m asa total d e trabajo v iv o p u e sto en a cció n . N o o cu rre lo m ism o en el caso d e la p ro d u cció n agraria, tan p ro n to co m o ésta ya se h aya e x te n d id o c u b r ie n d o to d a la tierra q u e a p a re c e c o m o apta para ella, d e m o d o q u e la s u p e r fic ie to ta l e n p r o d u c c ió n n o p u e d e v a ria r d e m anera significativa. En es te caso , el au m en to e n la c o m p o sició n té cn ica d el capital se refleja en una d ism in u ción , n o só lo relativa, sin o tam bién abso luta d e la can tid ad total d e trabajo a p lica d o so b re la tierra. En estas co n d icio n e s, t8 .- «Análogamente |al trabajo], la productividad marginal de la tierra es la variación experimentada por la producción total al añadir una unidad más de tierra al proceso productivo y mantener constantes las cantidades aplicadas de los demás factores». Samuelson, Curso de economía moderna, pág. 600. 19.- Marx, E l capital, vol. 3. págs. 754-769-

36 • luán migo Carrera

la nulurali/acion del capital. que vacia a é s t e d e m i c o n d i c i ó n d e r e la c ió n social nuicriali/iida para c o n ce b irlo c o m o la i n a l e r i a l i d a d m is n i í i d e su* elementos inanimados, y de allí c o m o nn d u c t o r d e la p r o d u c c i ó n * , sirve para degradar al trabajo, de so co n d ició n d e p o rte a c t iv a e n la p r o d u c c ió n , en nn d a d o r - cuya evolución a fe cta n e g a t iv a m e n te a l c r e c i m i e n t o d el producto material. De modo que este c re c im ie n to , q u e n o e s o t r a c o s a q u e la expresión del aum ento d e la p ro d u c tiv id a d d e l t r a b a j o , e s c o n c e b i d o como resultado del movimiento positivo d el «lactor» c a p it a l y d e u n re s id u o al que. para completar la apariencia, se lo d e n o m in a “ p r o d u c t i v i d a d total de los factores-,,0 Pero ¿de q u é d e p e n d e e s ta s u p u e s t a « p r o d u c t i v id a d total»? (alando llega el m om ento d e e x p lic a r mis b a s e s , l o d o s e r e d u c e al cambio en las condiciones que hacen a la p r o d u c tiv id a d d e l t ru h u jo , a saber, desarrollo técnico, aumento d e la escala, in te n s id a d d e l t r a b a j o , e t c é t e r a , aunque cuidadosamente vaciadas d e su v e r d a d e r o s u je t o . Por la mediación de las distintas in ten sid a d es c o n q u e p u e d e a p lic a r s e el capital sobre la tierra, y de la distinta p r o d u c t i v i d a d d e l t r a b a j o q u e puede corresponder a cada aplicación in te n siv a s u c e s i v a , la p r o d u c c i ó n por unidad de superficie y la productividad d e l t r a b a jo p u e d e n p r e s e n t a r proporciones muy distintas. Adem ás, en la d e t e r m in a c ió n c o n c r e t a d e las diferencias de intensidad con que se aplica el ca p ita l s o b r e t i e r r a s s im ila re s pueden intervenir cuestiones particulares. P o r e j e m p l o , la e x i s t e n c i a de barreras al pleno e je rcid o de la p r o d u c tiv id a d d e l t r a b a j o p o r la e s c a la restringida con que operan los capitales agrarios in d iv id u a le s c u a n d o ello s se encuentran recortados sobre la base d e u n id a d e s d e p r o p i e d a d te rr ito ria l preexistentes (por caso, unidades de p ro d u cción c a m p e s in a p r o p i e t a r i a s de la tierra),*' la aplicación de fuerza d e trabajo r e d u n d a n te p o r la p r e s e n c ia 2 1 0

20. - -Aplicando el modelo del USDA, el crecimiento del p ro d u c to e s igual a la suma de las contribuciones del trabajo, del capital y d e los in su m o s m a te ria les, y del crecimiento de la PTF [productividad total de los factores]. !,a c o n trib u ció n de cada insumo es igual al producto de la tasa de cr ecim ie n to d e l m is m o p o r su respectiva participación en el costo total Kl papel singularm ente im portante del crecimiento de la productividad en la agricultura se h a c e m ás n o ta b le aún por la dramática contracción del insumo trabajo en el s e c to r ... *. K ld o n Ball; Sun LingWangy Richard Nchring. "Agricultural Productivity in th c U n ite d States: Data Documentaban and Mcthods". En: Economir Hcsrarch S r r v ir r (U SD A ) (5 de mayo de 2010). URL: http: //www ef $. usda. gov/Data/AgProduc t i v i ty/m ethods. ht«. s/p. traducción propia. 21. - - U propiedad parcelaria excluye por su propia n a tu ra le za e l d e sa rro llo de las fuerzas sociales productivas del trabajo, las formas s o c ia le s d e l tra b a jo , la concentración social de los capitales, la ganadería en gran e sc a la , la a p lica ció n progresiva de la ciencia (...}. Toda critica de la pequeña p ro p ie d a d te rrito ria l se reduce en última instancia a una critica de la propiedad p rivada c o m o valladar y obstáculo que se opone a la agricultura. Y lo mismo o cu rre c o n to d a crítica de la gran propiedad territorial. En ambos casos u prescinde, n a tu r a lm e n te , de

La renta de monopolio sobre condicionamientos naturales diferenciales •37 d e p o b la c ió n so b r a n te laten te, las d ife re n cia s n a cio n a les e n los salarios, u otra d iv e rsid a d d e d e te rm in a c io n e s n a c io n a le s e sp e c ifica s. V eam os una e x p re s ió n c o n c r e ta d e la c u estió n . C o m p a re m o s los casos d e lista d o s U nidos y d el R e in o U n id o (al q u e la fu en te agrega la R epública d e Irlanda para m a n te n e r la unidad d e la b ase e stad ística antes y desp u és de 1922). A n te to d o , se trata d e d o s paises en d o n d e la acu m u lación d e capital ha to m a d o h is tó r ic a m e n te lo q u e lla m a m o s u n a fo rm a n a c io n a l clásica. P o r lo ta n to , las d ife r e n c ia s q u e p u e d a n p r e s e n ta r e n tr e sí n o p ro v ien e n d e la e x is te n c ia d e d ife r e n c ia s e s p e c ífic a s e n ta n to ó rg a n o s d e la unidad m undial d e la a c u m u la ció n d e cap ital, sin o d e sus particularidades al interior d el m ism o tip o d e ó r g a n o n a c io n a l. D e n tr o d e e sta s particu larid ad es, e n lo s lis ta d o s U n id o s la r e la c ió n e n tr e e l ta m a ñ o d e las p ro p ie d a d e s territoriales, la e sc a la q u e a lca n za n los ca p ita le s agrarios q u e op eran sobre ella s y la a u s e n c ia d e m a sas s ig n ifica tiv a s d e p o b la c ió n so b ra n te laten te d u ran te la m a yo r p a rte d el p e rio d o co n s id e ra d o , no a p a recen im poniendo lim itacio n es sign ificativas al d e sa rro llo d e la p ro d u ctivid a d d el trabajo. En c a m b io , e l R e in o U n id o (U K ) p r e s e n ta las lim ita c io n e s r e c ié n referidas, ta n to r e s p e c t o d e la e s c a la c o n q u e o p e r a c a d a un id ad p ro d u c tiv a c o m o d e la p r e s e n c ia d e p o b la c ió n s o b r a n te la te n te , a u n q u e e n m e n o r g ra d o (|ue en o tr o s p a is e s e u r o p e o s .21 A l m ism o tie m p o , lo s E sta d o s U nidos presentan c o n d ic io n e s naturales q u e, en prom ed io, resultan m ás favorables ul e je r c ic io d e la p ro d u c tiv id a d d el trab a jo agrario. Por últim o, se trata d e países d o n d e existen program as d e subsidio a la prod u cció n agraria, cuando m en os d e s d e la c risis d e 1930. El c u a d ro 2.1 (véase pág. 38) m u estra la e v o lu c ió n h istó rica relativa d e la p r o d u c tiv id a d d e l tra b a jo y su re fle jo - m ed ia d o p o r la inten sidad en la a p lica c ió n d el cap ital so b re la t i e r r a - c o m o p ro d u cció n p o r unidad d e s u p e rfic ie , so b r e la b a s e d e e s tim a c io n e s g lo b a le s para e l total d el se c to r agrario d e lo s p a íses referid o s. En el p ro m ed io d e los años tom ados, la productividad del trabajo agrario en los E sta d o s U n id o s e s inás d e una v e z y m ed ia la q u e se a lc a n z a en el c o n ju n to d el R e in o U n id o + Irlanda. A l m ism o tiem p o, la p ro d u cció n p o r unidad d e su p erficie en el prim er país no llega a ser la mitad de la obtenida en los segu n do s. P o r c ierto , el crite rio d e có m p u to u tilizado p or la fuen te toda con sideración política accesoria. Este valladar u este obstáculo que cualquier tip o d e p ro p ied a d privada so b re el suelo o p o n e a la p ro ducción agrícola y a la explotación racional, a la con servación y a la mejora d e la tierra se desarrolla aquí y allá bajo diversas form as, y la p o lém ica en torno a estas form as esp ecíficas del mal hace que se pierda de vista su razón decisiva». Marx, E l c a p ita l, vol. 3, pág. 747 y 750. x x .- Patrick O 'Bricn y U a n d ro Prados de la Escosura. ‘ Agricultura] Productivity and E uropea» Industrialization". En: T h e E c o n o m ic H is/o ry R r v ie w vol. 4$. n.° 3

(1992). pág- 53»*

Relación UK/EEUU%

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244

238

244

286

286

EEUU L'K * irlanda EEUU UK + Irlanda Salario industrial Prod. trabajo industrial

Producto por trabajador ¡1 Producto por hectárea |

1890

Año

Cuadro 2.1. Productividad del trabajo agrario y aplicación intensiva del capital sobre la tierra (Estados Unidos y Reino Unido ♦ República de Irlanda). Puentes-. Elaboración propia sobre las siguientes bases: Producto por truhi\jador y por hectárea, de Putrick O’Bricn y la.*andró Prados de la Kscosurn. "Agricultura! Prf»ductivity and Europcan Industriuli/ation". Kn: The Ernnamie History Revtew vol. as, n.° ) (1992), pág. 531. (.os autores basan sus estimaciones en las relaeiottes entre valor del producto del sector agrario a precios constantes del uño 1960 de los Estados Unidos convertidos al tipo de cambio »ie paridad general y proyectados bacía atrás inediunte índices de precios agrarios específicos, los censos de fiter/u de trabajo rural y las estimaciones de superficie agraria. Salario, por llora de los obreros industriales: Estados Unidos, Rees. Alhcrt, Real Haga in Manu/áeturing, ^ iftva-1914- Princeton, Princetoii Umvcrsiiy Press, 1961, pág. j); US llurcau ol the Ccnsus. Histórica/Statistics ofthr l/nitrdStates, Colonia/ '/¡mes tu ro?o. % 197 *. series l>ftox. p.»7o; US burean of l-abor Stulistics. series EES)00oooo6. en http //data, bls .gov. Reino Unido, en libras de US Burean o/ l^ibor Siatisiies. «International Compansons of llourly Compcnsation Cosis for Production Workcrs in Manitfacturing*. varios años, en http?//data 6Js.gov. proyectado hacia atrás según liria» Mitchcll. Internationa/Histórica!Statistiex, Entape 17^0-1901. londrcs: MacmiMim. 1998. pág. 184. 187 y 102. l os salarios se compararon aplicando el tipo de cambio corriente por ser éste el que relleju en los precios agrarios internos al que rige en la unidad del mercado mundial, sobre la base de Juan Iñigo Carrera. /m /rma luán Iñigo Carrera

«Por eso deben mantenerse incondicionalmente separadas estas dos clases de monopolio [el que responde a la limitación de las tierras y el de la propiedad privada sobre la tierra] y, por consiguiente, es necesario reco­ nocer al lado de la renta diferencial la existencia de una renta absoluta, nacido de la propiedad privada sobre la tierra. Marx explica la posibilidad de que la renta absoluta nazca de la plusvalía del capital agrícola diciendo que en la agricultura la participación del capital variable en la composición orgánica total del capital es superior a la media (hipótesis absolutamente natural, sí se tiene en cuenta el indiscutible atraso de la técnica agrícola en comparación con la técnica industrial). Y partiendo de aquí, se sigue que el valor de los productos agrícolas es siempre superior a su precio de producción y la plusvalía superior a la ganancia. El monopolio de la propiedad privada sobre la tierra impide, sin embargo, que este remanente entre en su totalidad en el proceso de compensación de la ganancia, y la renta absoluta nace de este remanente».* Con el terreno preparado de este m o d o p a r a la c o n fu s ió n en tre renta absoluta y renta de simple m o n o p o lio p o r lo s p r o p io s te ó r ic o s marxistas, no se hace esperar la entrada d e lo s e c o n o m is ta s r ic a r d ia n o s , siempre dispuestos de sostener que no p u e d e e x istir m á s r e n ta q u e la d e carácter diferencial. Cuentan para ello c o n su n e c e s id a d d e n e g a r to d a distinción entre contenido y forma, y más c o n c r e ta m e n te , e n t r e v a lo r y form a del valor, entre plusvalía y ganancia, y e n tr e v a lo r y p r e c i o d e producción. Tomemos e l planteo d e B ortkiew icz:7

«... el único motivo aportado por Marx [para sostener que la ley originaria del valor es el medio para averiguar la verdadera naturaleza de la renta de la tierra], es decir, la referencia a la 'impotencia'' del capital frente a la pro­ piedad de la tierra en sí y para sí, no tiene ningún nexo con la determinación de magnitud de la renta de la tierra absoluta, que constituye, justamente, la esencia de la construcción marxista. ¿Por qué la diferencia entre el ‘valor’ y el ‘ precio de producción”tiene que dar una medida para la renta absoluta?, ¿qué tiene que ver con esta medida el motivo que, según la exposición de 6 .- Lenin, V. I. [1901I, «El problema agrario y los ucriticos d e Marx"», en Mao, E lcapital, voL 3, págs. 847-848. 7-- En el caso particular de Bortkiewicz, la necesidad de borrar toda diferencia entre forma y contenido alcanza expresión plena cuando pasa por alto que la determinación de los precios de producción de las mercancías por sus valores toma forma concreta mediante la expansión de la p roducción en las ramas de menor composición orgánica y la contracción de la producción en las ramas de mayor composición orgánica, y pretende dar cuenta de la determ inación cuantitativa de los precios de producción por los valores utilizando un m odelo que se basa en dejar constantes tos volúmenes producidos en cada rama. Ladíslaus von Bortkiewicz. «Contribución a una rectificación de los fundamentos de la construcción teórica de Marx en el volumen III deB l capital*. En: Econom ía burguesa y economía socialista. Buenos Aires: Cuadernos de Pasado y Presente, [1907] 1974» págs. ioi-zz$.

La reducción de La renta absoluta a renta d esim ple monopolio y viceversa * 159

Marx, induce al propietario de la tierra a poner a disposición del capitalista su terreno únicamente en cambio de una compensación? A esto se agrega que Marx, aceptando como totalmente normales los casos en los que La renta absoluta de La tierra se disminuye arbitrariamente, es decir, resulta menor a la diferencia entre el valor y el precio de producción, ha decapi­ tado su teoría. Por consiguiente, el único significado que le queda a esta diferencia - y para Marx todo gira en torno a ella - es ser un límite superior de la renta de la tierra absoluta. Pero la crítica no puede considerar válida la construcción marxista ni siquiera en este sentido limitado. En efecto, no se puede entender por qué los precios del mercado de Los productos del suelo no pueden ir aún más allá de su "valor", si este aumento debe estar condicionado por el hecho de que la propiedad de la tierra tiene el poder de oponerse a que los productos agrícolas estén subordinados a Las reglas generales de la formación capitalista de los precios y de imponer desvia­ ciones a su propio favor respecto a estas reglas. ¿Qué es lo que confiere al Valor", en el sentido m a r x i s t a , la capacidad de actuar aquí como barrera? ¿Por qué el poder de la propiedad de la tierra llega solamente hasta este punto preciso?».8 En prim er lu gar, l o q u e B o r t k ie w ic z n o logra e n ten d er (el impersonal ■ nose entiende» e s u n e u fe m is m o ) e s q u e e l conten id o d e la renta absoluta es plusvalía a rran cad a a l o b r e r o a grario y sustraída al proceso de formación de la tasa g e n e ra l d e g a n a n c ia , p e r o q u e la realizació n d e dicha plusvalía como tal renta s ó lo p u e d e to m a r fo rm a co n cre ta en la circulación porque, a diferencia d e lo q u e c r e e n lo s ric a rd ia n o s , e n e l m odo de producción capitalista e l tr a b a jo n o e s in m e d ia ta m e n te social. En la circulación es donde se p o n e d e m a n iñ e s t o la u n id a d in d irecta entre la producción y el consum o s o c ia le s . Y e s ju s t a m e n t e e s te carácte r indirecto el que hace que, e n la c i r c u la c i ó n , la s d e te rm in a c io n e s más simples se realicen con la m e d ia ció n d e la m u ltitu d d e circu n stan cia s concretas, las cuales hacen que, o r a u n a p e r s o n if ic a c ió n d e re lacio n e s económ icas aparezca como p o rtad o r d e u n a m a y o r f u e r z a so cia l, ora otro o cu p e ese lugar. Lo que ninguna d e e s t a s p e r s o n if ic a c io n e s p u e d e h a ce r e s pretender que su fuerza tra s cie n d a d e la fu e n t e d e su determ in ación . En segundo lugar, Bortkiewicz ta m p o c o p u e d e e n t e n d e r q u e la d eterm inación d e la fuerza de los te rra te n ie n te s c o m o s im p le s m on o p o listas los h a ce portadores de la capacidad p o r a v a n z a r , n o y a s o b r e la plusvalía d el obrero agrario que constituye la re n ta a b s o lu ta , s in o s o b re la plusvalía generada por los obreros del conjunto d e lo s c a p i t a l e s in d u s tria le s d e la sociedad, que se resta de la formación d e l a ta s a g e n e r a l d e g an an cia b ajo la forma d e una renta de simple m o n o p o lio . 8.- Ladislaus von B ortkiew icz. «La teoría de la renta de la tierra en Rodbertus y la doctrina de M arx a ce rc a d e la renta de la tierra absoluta». En: Cuadernos Agrarios, n.°7-8 (11910-1911] 1979), págs. 216-217-

16o •Juan Iñigo Carrera Resulta ilustrativo el p ro c e d e r d e B o r t k i e w ic z p a r a transform ar la unidad entre contenido y forma en una a p a re n te c o n t r a d ic c ió n en la expo­ sición de Marx. Presenta citas textuales d el b o rr a d o r d e 1862/63 (publicados luego bajo el título de H istoria critica de la teo ría d e la p lu sv a lía ) en donde Marx, previa abstracción explícita d e la p o sib ilid a d d e un sim p le precio de monopolio,9 apenas ha alcanzado a e n fre n ta r s e a las d ete rm in acio n es de la renta absoluta com o si la n ecesidad d e su m a g n itu d fu e r a directamente la diferencia entre el valor y el p recio d e p r o d u c c ió n , y e n d o n d e,

«En este sentido - afirma - tienen razón quienes hacen derivar la renta de la tierra del monopolio (...). Pero quienes hacen derivar la renta de la tierra del monopolio, se equivocan al creer que el monopolio permite al terrateniente hacer subir el precio de la mercancía más arriba de su valor. Esto consiste, por el contrario, en mantener el valor de la mercancía por arriba de su precio de producción, en vender la mercancía no por arriba sino a su valor».10 En la referencia que da de esta cita, B o r t k ie w ic z r e m ite tam bién a unas páginas de E l c a p i t a l , aunque n o r e p r o d u c e su c o n t e n id o , dando así a entender que M arx sim plem ente re p ite e n e lla s lo d i c h o e n su borrador más primitivo. Sin embargo, en d ich a s p á g in a s M a r x a firm a lo siguiente:

«La traba que opone la propiedad territorial hace que el precio comercial tenga que subir hasta un punto en que la tierra arroje un remanente so­ bre el precio de producción, es decir, en que pueda devengar una renta. Pero, como, según el supuesto de que partimos, el valor de las mercancías producidas por el capital agrícola es superior a su precio de producción, esta renta (exceptuando un caso que enseguida examinaremos) constituye el remanente del valor sobre el precio de producción o una parte de él. El que la renta absorba la diferencia íntegra entre el valor y el precio de producción o solamente una parte más o menos grande de ella dependerá en absoluto del estado de la oferta y la demanda y de la extensión de la tierra nueva lanzada al cultivo. Mientras la renta no sea igual al remanente del valor del producto agrícola sobre su precio de producción, una parte de este remanente entrará siempre en la corriente de compensación general y distribución proporcional de toda la plusvalía entre los distintos capitales individuales. Tan pronto como la renta equivalga al remanente del valor sobre el precio de producción, la parte de la plusvalía que exceda de la ganancia media quedará íntegramente al margen de este juego de com­ pensación. Pero, lo mismo sí esta renta absoluta representa el remanente íntegro del valor sobre el precio de producción que sí representa solamente 9. - Karl Marx. Historia critica de la teoría de la p lu sva lía . Vol. 1. Buenos Aires: Ediciones Bnimario, [1862-1863) 1974, pág. 338. 10. - Bortkiewicz, «La teoría de la renta de la tierra en Rodbertus y la doctrina de Marx acerca de la renta de la tierra absoluta», pág. 209, citando a Marx, Historia critica de la teoria de la plusvalía, párrafo que en la edición d e dicha obra utilizada aquí se encuentra en pág. 375.

La reducción

d e la r e n t a a b s o l u t a a r e n t a d e s im p le m o n o p o lio y viceversa • 16 1

una parte de él, los productos agrícolas se venderán siempre a un precio de monopolio, no porque su precio sea superior a su valor, sino porque es igual a éste o inferior a él, pero superior desde luego, a su precio de producción (...). Fuera de ellas [la renta diferencial y la renta absoluta], la renta sólo puede responder a un verdadero precio de monopolio, no determinado ni por el precio de producción ni por el valor de las mercancías, sino por las necesidades y por la solvencia de los compradores, y cuyo estudio tiene su lugar en la teoría de la competencia, donde se investiga el movimiento real de los precios del m ercado».11 ¿Dónde se afirm a a q u í q u e la ren ta a bso lu ta deba ser automáticamente igual a la d ife r e n c ia e n t r e e l v a lo r y el p r e c io d e producción inferior a él? ¿Dónde, q u e e l m o n o p o li o s o b r e la tierra no p u ed a llevar al precio comercial por e n c im a d e d i c h o va lo r? D e sd e su borrador de 1862/63 al de 1864/1865, p u b lica d o lu e g o p o r E n g els, M a rx ha avanzado sustancialmente en el d esc u b rim ien to d e las d e te r m in a c io n e s co n c reta s d e la renta abso­ luta. B ortkiew icz a p e la c o m o fu e n t e p rin cip a l para su crítica al borrador primitivo y m a n ip u la la r e f e r e n c i a al d e fin itiv o para borrar este avance, imputándole a M a rx , s o b r e s e m e ja n te b ase, un desarrollo incoherente. Es, en este sen tid o, un p i o n e r o e n la p r á c tic a m iserab le d e presentar como expresión plena d e l a v a n c e r e a liz a d o p o r M arx un texto suyo más primitivo, borrador o p u b lic a d o , q u e l u e g o e l p r o p io M a rx reelaboró, com o ocurre, entre otras, c o n la p r e t e n s ió n a c e r c a d e q u e al verdadero Marx hay que buscarlo en lo s G ru n d risse e n c o n tr a p o s ic ió n c o n el de E l ca p ita l? Una vez se n ta d a la fa ls a in c o h e r e n c ia , lo s ricardianos consideran sufi­ ciente con in v o c a r a B o r t k i e w i c z p a r a afirm ar q u e «la argumentación de Marx es m uy endeble»* y « re fu ta r la e x is te n c ia d e la renta absoluta o bien explicar c o r r e c ta m e n te su fo r m a c ió n » .1 23 P ara «explicar correctam ente la 1 formación» d e lo q u e v a a lla m a r « renta absoluta» sin salirse del terreno ricardiano, K lim o v s k y a p e la a «integrar ( ...) la renta absoluta en el esquema de la transform ación d e v a lo r e s e n p r e c io s d e producción*,14 de modo que queda exclu id a la p o s ib ilid a d q u e e lla n a z c a d el ejerc ic io del monopolio sobre la tierra y q u e te n g a su fu e n t e e n una d iferen cia entre precio de producción y v a lo r , y a q u e « estam o s p o r lo tanto obligados a considerar a la renta absolu ta c o m o u n e le m e n t o d el p re c io producción [sic]».15 Luego define a su r e n ta a b s o lu t a c o m o u n a v a ria b le en d ógen a d e su m odelo,16

- Marx, E l cap ital, vol. 3, págs. 707-709. - Moishe Postone. Tim e, labor and socia l domination, A reinterpretation o M arx'scriticaltheory. Cam bridge: Cambridge University Press, 1996, pág. 21. 13. - Edith Klimovsky. «La teoría de la renta absoluta*. En: Economía: Teoria y Práctica, n.° 3 (1983), pág. 129. 14 Ibidem, pág. 132. 15- Ibidem. 16.- Ibidem, pág. 134. 11. 12.

1$2 •Juan Iñigo Carrera para lo cual «la solución consiste pues en in tro d u c ir un n u e v o m étodo de producció n de trigo» sobre la m ism a tierra,*7 s ie n d o q u e la consistencia interna del m odelo implica q u e «dos m é t o d o s d if e r e n t e s d e producción d e trigo pueden em plearse uno ju n t o al o t r o ú n ic a m e n t e e n la tierra marginal»,*8 cerrando entonces su co n clu sió n ric a rd ia n a d o n d e sólo caben las determinaciones diferenciales y ninguna d ife r e n c ia e n tr e va lo r y precio de producción, ni m onopolio absoluto:

«la renta absoluta resulta por lo tanto de la aplicación de dos métodos distintos de producción en una misma calidad de tierra. La renta absolu­ ta tiene pues el carácter de una renta intensiva. Esta conclusión no debe sin embargo sorprendemos puesto que la renta intensiva constituye un elemento del precio».* Tampoco d ebe sorprendem os q u e, g ra cia s al c a m in o q u e h a seguido, Klimovsky ponga broche final a su a rtícu lo a firm a n d o :

«Por otra parte, la condición de positividad de la renta absoluta supone que el método que produce más trigo por hectárea debe asimismo tener un costo unitario más alto. Por consiguiente, la intensificación de los cultivos sólo puede llevarse a cabo sobre la base de la presencia de rendimien­ tos decrecientes ya que en cualquier otro caso no estaría asegurada la positividad de la renta absoluta. No es por lo tanto correcta la crítica de Marx a Ricardo sosteniendo que también pueden existir en la agricultura rendimientos crecientes o constantes».10 Klimovsky expulsa del m undo real la p o s ib ilid a d d e q u e , p o r ejemplo, la aplicación de una segunda p o rció n in te n siva d e c a p ita l s o b r e una tierra semiárida para regar un cultivo, s e m b rad o m e d ia n te la a p lic a c ió n de una primera porción, arroje una prod u ctivid ad d e l tr a b a jo proporcionalm ente m ayor... porque esta circunstancia es in c o m p a tib le c o n su m o d e lo . Tal es el calibre de los sinsentidos a los que se llega cu a n d o , e n v e z d e enfrentarse a las determinaciones reales en búsqueda d e su n e c e s id a d , se p reten d e sacar esas determinaciones de la vista a p ela n d o a m o d e lo s v a c ío s d e contenido. D e todos m odos, com o ve re m o s e n s e g u id a , e l d e lo s m o d e lo s no es el único camino por el cual el dogm a term ina o b n u b ila n d o a la razó n hasta el punto d e llevarla a afirmar crudos sin sen tid o s e n t o m o a la cu estió n de la renta absoluta. Volvam os ahora al en fo q u e d e B artra, y a r e f e r id o m á s arriba. Pese a partir reco n o cien d o la su p erio rid ad d e l b o r r a d o r d e 1864/65 sobre el1 0 2 9 8 7

17. 18. 19. 20.

-

Klimovsky, «La teoría de la renta absoluta», pág. 135. Ibidem. Ibidem. Ibidem, pág. 137.

la reducción d e la r e n t a a b s o l u t a a r e n t a d e s im p le m o n o p o lio y vice ve rsa • 16 3

de i862/63.11 B artra d e ja d e la d o el a v a n c e rea liza d o en el segundo y apela al prim ero p a r a im p u ta r le a M a rx una identidad inmediata entre el monto de la re n ta a b s o lu t a y la d ife r e n c ia d e magnitud entre valor y precio de p r o d u c c ió n .* 22 M á s a ú n , b o rr a a b ierta m en te la diferencia en el desarrollo en tre a m b o s b o r r a d o r e s , r e d u c ié n d o la a un supuesto carácter •más sistemático- d el s e g u n d o , p a ra lu e g o d eclarar con el mayor descaro que va a basar su c rític a en el b o rr a d o r su p era d o porque el definitivo no le ofrece los flancos s o b r e lo s c u a le s se p r o p o n e operar:

«Para este resumen nos hemos basado, ante todo, en la exposición de 'El Capital" que tiene un carácter más sistemático, al pasar al análisis crítico nos apoyaremos principalmente en la 'Historia Crítica ..’ por cuanto ahí aparecen en primer plano los aspectos que a nuestro juicio son más débiles y unilaterales».2’ La segunda b a s e d e su c r ít ic a r e s id e en c o n tra p o n erle al método de conocimiento se g u id o p o r M a r x - c o n s is te n te en descubrir la necesidad délas formas c o n c r e ta s r e p r o d u c ie n d o el desarrollo de su determinación mediante el p e n sa m ien to - 24 un m é to d o b asado en la supuesta verificación de identidades c u a n tita tiv a s e n tr e c a te g o ría s abstractas:

«... sólo si se ha demostrado previamente que los productos agrícolas se venden por su valor y que la renta absoluta es la diferencia entre este valor y el precio de producción, la composición orgánica relativa de la agricultura se transforma en una condición inmediata y directa de la renta. Precisamente, porque discrepamos de tal determinación cuantitativa de la renta, creemos también que la inferioridad relativa de la composición orgánica del sector agrícola no es directamente y por sí misma la condición de la renta absoluta, Marx por el contrario, da por cierta esa determinación y en consecuencia ve en la baja composición orgánica de la agricultura la condición de posibilidad de la renta absoluta».25 Sobre estas b a se s. B a rtra d a p o r elim in ad a la verdadera renta absoluta y pasa a darle e s te n o m b r e a la q u e su rg e d el sim ple m onopolio sobre la tierra.262 L uego, r e d u c e la n o rm a lid a d d el e je rc ic io del monopolio absoluto 7 sobre la tierra a u n a « c o m p e te n c ia p erfecta» en tre los propietarios,*7 que excluye «las rentas e x c e p c io n a le s q u e p u e d en provocar ciertos latifundistas zi.> Armando Bartra. «La renta capitalista de la tierra». En: Cuadernos agrarios, i 02 (abril-junio de 1976), pág. 53. 22. - Ibidem, págs. 59-61. 23. - Ibidem, pág. 58. 24. - Juan Iñigo C arrera. E l capital: razón histórica sujeto revolucionario y conciencia. Buenos Aires: lm ago Mundi, 2008, págs. 237-285. 25.- Bartra, «La renta capitalista de la tierra», pág. 65. 26. - Ibidem, pág. 69. 27.- Ibidem, pág. 70.

164 * Juan Iñigo Carrera al especular con la tierra, es d e c ir ( ...) la p o s ib ilid a d d e m o n o p o lio s al interior de la clase terrateniente».18 C o n c lu y e e n t o n c e s q u e d e dicha com petencia normal resulta autom áticam ente, c o m o «renta absoluta», una suerte de renta diferencial q u e b ro ta d e la d if e r e n t e p r o d u c tiv id a d del trabajo entre la peor tierra pu esta en p r o d u c c ió n y la inm ediatam ente inferior:

«Si como suponemos hay concurrencia entre terratenientes, esta renta ab­ soluta en los peores tierras tendrá un límite m áxim o fijad o por la diferencio entre los costos de producción en las peores tierras cu ltivad as y los costos que supondría la explotación de las peores tierras aún no cultivadas (...).

En conclusión la renta total -absoluta y diferencial - se nos muestra, tanto por su origen como por su distribución, como una renta diferencial».^ En el mundo real que trasciende del « c o n te x to te ó ric o » e n q u e Bartra afirma moverse, la diferencia d e p r o d u c tiv id a d e n t r e e l tr a b a jo aplicado sobre la peor tierra en p ro d u cció n y la q u e p o d r ía a lc a n z a r s e sobre las inmediatamente peores, no pasa d e se r u n o d e lo s lím ite s c o n c r e to s con que choca la realización plena d e la d ife r e n c ia e n t r e v a lo r y p recio de producción como renta absoluta, d e darse el c a so , o e l e je r c ic io del simple monopolio por parte de los terratenientes. D e h e c h o , c o r r e s p o n d e agregar su consideración a los análisis d e s a rro lla d o s p o r M a r x p a r a llegar a la conclusión, que ya citamos a nteriorm en te, d e q u e :

«Cuando la verdadera renta agrícola sea simplemente un precio de monopo­ lio, éste sólo podrá ser pequeño, del mismo modo que aquí la renta absoluta, en circunstancias normales, sólo puede ser pequeña, cualquiera que sea el remanente del valor del producto sobre su precio de producción».*0 Pero para Bartra no se trata d e una m e r a lim it a c ió n al e je r c ic io del m onopolio por los terratenientes cu yas tierras c a b e n e n p ro d u c ció n , sino de una fuente de renta tan autom ática c o m o p ara se g u ir e x istie n d o aun eli­ minado el monopolio de la clase te rraten ie n te m e d ia n te la «nacionalización d e la tierra»:

«En este contexto teórico la nacionalización de la tierra no se nos presenta ya como el medio idóneo para terminar con la renta absoluta (...). Aún [sic] sobre la base de la nacionalización de la tierra el producto agrícola tenderá a venderse en torno al precio de producción de las mejores tierras no cultivadas como precio regular de mercado (...) y este precio supone un "pago de más", un "tributo" cuyo monto es la suma de la renta diferen­ cial más la renta absoluta. Esta renta total aparece como super-ganancia2 0 3 9 8 28. 29. 30.

- Bartra, «La renta capitalista de la tierra», pág. 72. - Ibidem, pág. 69 y 74. - Marx, E l capital, vol. 3, pág. 715.

La reducción d e la r e n t a a b s o l u t a a r e n t a d e s im p le m o n o p o lio y v ic e v e rsa • 165

de los capitalistas agrarios en tanto que ejercen monopolicamente [sic] la apropiación económica de las tierras cultivadas y los contrapone como ‘terratenientes" al resto del capital cuya ganancia media se ve recortada».41 C uriosam en te, p a r a B a r tr a , la « n a c io n a liz a c ió n d e la tierra», o sea, su conversión en p r o p ie d a d e s t a t a l, e s s in ó n im o d e disponibilidad directa de la tierra p o r u n o s c i e r t o s c a p it a lis t a s agrario s liberad os d e com petir con otros q u e t a m b ié n q u e r r ía n s e r lo . M ás allá d el co b ro de la renta diferencial por el e s t a d o , lo s ca p ita lis ta s co m p e tirían entre sí para disponer de las tierras en c u a n t o e l p r e c i o d e la m erca n cía agraria les permitiera su valorización a la tasa g e n e r a l d e g a n a n cia . N o necesitarían para ello esperar, ni mucho m e n o s p o d r ía n h a c e r l o , a q u e e l p r e c io co m ercia l superara al de producción s o b r e la p e o r tie r r a a s e r p u e sta en cultivo. Para justificar el carácter s u p u e s ta m e n te a u t o m á t ic o d e su «renta absoluta», Bartra saca por la puerta al m o n o p o lio d e lo s te rra te n ie n te s sobre la tierra, pero mete por la ventan a al m o n o p o li o s o b r e e lla d e u n os capitalistas agrarios en particular. Bartra p o n e e n e l c e n t r o d e la c u e s t ió n e l o rige n d e la plusvalía que constituye la fu e n t e d e la s d is tin ta s fo r m a s d e renta d e la tierra.51 Pero, bajo la consigna d e q u e « h oy s e im p o n e rescatar a M arx contra las propias omisiones d e M a rx» ,55 su a fá n p o r n e g a r la d ife re n cia esp ecífica respecto de esa fu en te e n t r e la r e n t a a b s o lu t a y la d e sim p le m on opolio termina llevando su d e s a r r o llo a la in c o h e r e n c ia . Com o v im o s a n t e r io r m e n t e , e s p r o p io d e los ricardianos no poder entender la d ife r e n c ia e n tr e la d e te rm in a c ió n del contenido de plusvalía de la renta absoluta y la fo r m a d e su re a liz a ció n m ediada por las condiciones concretas im p e r a n t e s e n la c ir c u la c ió n . A su v e z, si el análisis se detiene en dicha form a d e r e a liz a c ió n , o se a , e n la form a que presenta el ejercicio del m on op o lio p o r lo s p r o p ie t a r io s te rrito ria le s, se borra la diferencia de conten ido e n t r e la r e n t a a b s o lu t a y la d e sim p le m on opolio. Esto es, se borra la d ife r e n c ia e n t r e las fu e n t e s d e la plusvalía apropiada por los terratenientes e n u n o y o t r o c a s o : p lu sv a lía arran cada al obrero agrario, en el prim ero, p lu s v a lía a r r a n c a d a al c o n ju n to d e los obreros del capital total de la s o c ie d a d , e n e l s e g u n d o . E n e s te sen tid o, la confusión entre ambas fu en te s p r e s e n t a u n c a r á c t e r n o ta b le en el en fo q u e desarrollado por Vergopoulos. Vergopoulos tie n e e n c la r o , y lo rem arca repetidam ente, que la verdade­ ra cuestión en to r n o d e la p r o p ie d a d territorial en el m odo de producción capitalista n o s e r e d u c e a b s t r a c t a m e n t e a ella misma, sino que reside en la fuente d e la p lu s v a lía a p r o p ia d a c o m o ren ta d e la tierra y el efecto de 3 * 2 1 31. 32. 33-

- Bartra, «La renta capitalista de la tierra», pág. 14. - Ibidem, pág. 72. Ibidem. pág. 59.

166 •Juan Iñigo Carrera

esta apropiación sobre la acum ulación del capital correspondiente .14 Sin embargo, al mismo tiempo, borra la d iferen cia entre la fuente de la renta absoluta y la de la renta de sim ple m onopolio repitiendo a Bortkiewicz; «En la teoría de la renta absoluta, hay una barrera suprema más allá de la cual el precio no puede subir, es e l valor de los productos agrícolas.Si imaginamos el monopolio de la propiedad com o la fuente de la que surge la renta, tendríamos verdadero trab ajo en com prender porqué losmonopolios deberían respetar los valores»

Sobre esta base, Vergopoulos afirma que: «Aparentemente, Marx, aunque se niega a fijar un tipo de interés "natural", se permite interpretar la operación idéntica al tratar de la renta absoluta Los limites que Marx propone para la renta ab so lu ta "natural", es decir, e. valor como limite máximo y el precio de producción como límite mínimo,no están menos exentos de este espíritu pedante o caprichoso que él mismo denuncia cuando se trata del tipo de interés».16

Concluye entonces reduciendo toda renta a la originada en un simple precio de monopolio, sea cual sea el origen de la plusvalía que la constituye: «. la renta es una posibilidad de mercado (...) La única condición de la existencia del beneficio extraordinario, convertible en renta, no es la pro­ piedad de la tierra sino la escasez relativa de los productos agrícolas, ba­ sada en la escasez relativa del factor tierra De igual manera, según el con­ cepto marxista, el tipo de interés se determ ina por la competencia en el mercado».17

Vergopoulos ya no puede detenerse: «En resumen, ha sido difícil ver las razones que llevaron a Marx a tratar la renta absoluta de manera diferente al tipo de interés (...) Sólo falta que la renta esté presentada como un beneficio extraordinario, mientras que el interés esté presentado como un descuento sobre el beneficio. Asi pues, sólo se trata de un problema term inológico Si definim os el beneficio como la parte que queda después del pago del interés, éste inmediatamente se considerará como un beneficio extraordinario (...). Lo más importante es que en el conjunto del sistema, tanto la renta de la tierra como el in­ terés constituyen absorciones de la p lu svalía so cial, y. por consiguiente, disminuyen la tasa de ganancia cap italista en general».

34*- Rostas Vergopoulos. -E l capitalismo diforme. El caso de la agricultura en el capitalismo-. En: La cuestión cam pesina y e l capitalism o. Ed. por Rostas Vergopoulos y Samir Amin. Barcelona: Editorial Fontanela, 1980. págs. 79-81. 3$.- Ibidem. pág. 71. 36. -* Ibídern. pág. 75. 37. - Ibidem, pág. 76. 38. - Ibidem. pág. 77.

ta reducción

de la renta a b so lu ta a renta de sim ple monopolio y viceversa •167

Vava con el -p ro b lem a te rm in o ló g ico -. A esta altura Vergopoulos ya ni siquiera puede darse c u e n ta d e q u e el capitalista que presta a interés es quien ha adelantado de m anera indirecta una porción del capital industrial, vque como tal capitalista tien e d erech o sobre una parte de la plusvalía que esemismo capital engendra, m ientras q ue el terrateniente no ha adelantado capital alguno capaz de e n g e n d ra r plusvalía, pese a lo cual tiene derecho sobre parte de ella. E l p ro b le m a d e Vergopoulos no reside en que le -ha sido difícil ver las razones que llevaron a Marx a tratar la renta absoluta de manera diferente a! tipo d e in te ré s-, sino en que le ha sido imposible. En oposición a los autores que reducen la renta absoluta a la renta de simple monopolio. M u rra y c re e un d eber reivindicar la necesidad de )a existencia de aquélla c o m o ca u sa de que sobre toda tierra en producción sepague, de hecho, renta: «El segundo conjunto de o b je cio n e s se relaciona con la dependencia de la renta absoluta de la b aja com posición orgánica del capital. La cuestión ha surgido en la d iscu sió n acerca de la renta y los minerales. Muchos minerales se producen con a lta s co m p o sicio n e s orgánicas. ¿Significa esto que la tierra marginal no a p ro p ia renta7 Evidentemente no, si acordamos con la objeción de Marx a R icard o Pero si por la tierra minera marginal se paga renta, ¿no debería e sa renta se r vista como una renta absoluta?, y. en tal caso, ¿no habría d e jad o de estar ligada esa renta a la composición orgánica del capital? Hemos rem arcado el porqué Marx insiste en la conexión entre renta absoluta y co m p o sició n orgánica. No se trataba de algo accidental smo que se encontraba en e l centro m ism o de su teoría. El concepto de renta absoluta resulta re d u n d an te si se e lim in a la noción de la baja composición orgánica. ¿Cómo e x p lica m o s entonces la cuestión autoevidente surgida en la discusión sobre la m in e ría ? Sim plem ente reconociendo que la 'renta absoluta" cargada por el propietario del lote marginal en la producción minera es la renta a b so lu ta d el sector agrario y no del sector minero. La agricultura establece lo s lim ite s para otros usos de la tierra. La mina margi­ nal sólo será puesta en p roducción si la renta pagada compensa por la rema perdida de haberse u sa d o la tierra como un terreno de cultivo marginal. Un razonamiento sim ila r se a p lica a la tierra urbana» *

L a posibilidad de la e x iste n c ia d e una renta absoluta planteada por Marx, se convierte aq u í en el dogm a de su existencia inevitable. De la posibilidad de la existen cia de una com posición orgánica del capital inferior a la media social dada p o r las circunstancias del desarrollo técnico, se pasa a la convicción de q u e la tal m en o r com posición orgánica debe subyacer inevitablemente en a l# ú n la d o , p or m ás lejos que haya que ir a buscarla. Murrav ni siquiera pued e detenerse a observar que una parte significativa de los yacimientos m in e ro s, y m ás bien la mayoría, se encuentra ubicada

39.- Robín Murrav. - Valué and Theory of Rent: Parí One-. En: Capital vol 1. n.°j (1977), págs. 111*112, traducción propia.

Class

T

168 •luán Iñigo Carrera en territorios cuyos suelos no sólo no p u e d e n ser p u e s to s en producción agraria con carácter marginal, sino q u e n o sirven p ara e sa producción en absoluto. Ni qué decir de la afirm ación ya c r u d a m e n te a bsu rd a acerca de que la renta sobre la peor tierra urbana tenga a lgo q u e v e r co n su eventual existencia com o la peor tierra agraria. Pero hay quien pretende ir a buscar la fu e n te d e la renta absoluta aún más lejos, incluso más allá del prop io m o d o d e p r o d u c c ió n capitalista. Asi. según Rey;

«Pero nada impide que una propiedad que arrendada a un capitalista no produciría sino el beneficio medio y aun uno inferior al medio, luego ningún beneficio excedente convertible en renta (teniendo en cuenta los precios de mercado), pueda de todos modos arrendarse a un no capitalista y producir una renta. La tasa de esa renta se determina entonces no en el contexto del modo de producción capitalista sino en el del modo de producción feudal. Es incluso la única condición de que el sistema de determinación de la renta como beneficio excedente dentro del marco del modo de pro­ ducción capitalista pueda permitir que la renta absoluta no se acerque a cero. Efectivamente, el terrateniente no aceptará un desarrollo capitalista de la producción en sus tierras sino en el caso de que ese desarrollo le permita obtener una renta por lo menos igual a la determinada en el caso del modo de producción precedente. Así, no hay solamente competencia de los capitales sino también de las tierras, que tienen por característica el poder soportar una explotación por diferentes modos de producción Todos los razonamientos de Marx son válidos en este caso, teniendo en cuenta el hecho de que el paso de un modo de producción a otro no se traduce por un aumento absoluto del volumen de la producción, como en el caso del cultivo de tierras vírgenes, sino por un aumento relativo ligado al aumento de la "fuerza productiva del trabajo" cuando se pasa de un modo a otro. En nuestra perspectiva, son ciertamente relaciones de producción las que determinan la renta "capitalista" de la tierra. De todos modos, esas relaciones de producción no oponen a clases del modo de producción ca­ pitalista sino a clases de otro modo de producción. Vemos así aparecer la solución del problema que nos planteábamos acerca de la índole del obstáculo "propiedad territorial"; ciertamente, esta propiedad territorial no es más que una "ficción jurídica", pero la presencia de esta ficción jurídica por si sola no permite rendir cuenta de la existencia de una renta absoluta no infinitamente pequeña; si existe esta renta absoluta y está efectivamente muy lejos de ser desdeñable, es porque detrás de la ficción jurídica hay de hecho relaciones de producción reales, pero ajenas al modo de producción capitalista».40 En prim er lugar, Rey su scribe la c o n c e p c ió n q u e n ie g a q u e los modos d e p rod u cción sean los m o d o s g e n e r a le s d e o r g a n iz a r s e la unidad de la

4 0 .- Pierre-Philippe Rey. L a s págs. 68-69.

a l i a n z a s d e c l a s e s . M éxico, DF: Siglo

XXI. 19A

La

reducción d e la r e n t a a b s o lu t a a r e n t a d e s im p le m o n o p o lio y viceversa • 169

producción so c ia l, y p o r lo ta n to , d e la vida social, en que toman forma concreta cada una d e las g r a n d e s m od alid ad es históricas del desarrollo délas fuerzas p r o d u c tiv a s d e l tra b a jo social. Para dicha concepción, los modos de prod ucción se red u ce n a ser diferentes formas de organizarse la producción al in terio r d e c a d a unidad productiva, mientras que la unidad social general resulta d e la c o n flu e n c ia d e distintos modos de producción así definidos. S o b re la b a se d e esta c o n c e p c ió n , el -no capitalista- de Rey no es un sujeto p ro p io d el m o d o d e producción capitalista sino un sujeto de la sociedad feudal, o sea, d e una so cied a d en la que la organización general de la vida social gira en to rn o a las relacion es de dependencia personal y no a la producción p rivad a e in d e p en d ien te, en la que intervienen individuos recíprocamente lib res. E sto es, para Rey, el cam pesino -no capitalistaactual es alguien q u e, p o r estar ante tod o sometido a relaciones de depen­ dencia personal r e s p e c t o d e l d u e ñ o d e la tierra, se ve forzado a producir mercancías para re n d ir su trib u to perso n al, y no alguien cuya relación social general está m a terializa en su m ercancía, para cuya producción debe arrendar la tierra a un p r o p ie ta r io privado. Ni siquiera se trata a q u í d e q u e se esté confundiendo, al canon que el productor in d e p e n d ie n te d e m erca n cía s o el pequeño capitalista pagan a expensas de 110 p o d e r r e p o n e r sus m edios de producción o el equivalente al valor de su fu e r z a d e tra b a jo , c o n las determ inaciones esenciales de la renta de la tierra e n el m o d o d e p ro d u cció n capitalista. De lo que se trata es que Rey afirm a d ire cta m e n te que el contenido de la renta absoluta se explica por la v ig e n c ia d e re la c io n e s d e dependencia personal. Y que esta determinación p e n d e c o m o una amenaza competitiva sobre la cabeza del capitalista q u e n o e s t é d isp u e sto a pagar esa renta que Rey denomina •absoluta-. Hagamos a b s tr a c c ió n h a sta d e l sin sen tido consistente en creer que alguna relación feud al p u e d a regir h o y la unidad del movimiento del capital total de la s o c ie d a d . A u n a si, e l su p u e sto de que un campesino feudal pueda a cercarse r e m o ta m e n te a la productividad del trabajo necesaria, no sólo para p agar u n a ren ta s u p e rio r a la que puede pagar un capitalista agrario - sea é s t e n o rm a l o p e q u e ñ o - sino siquiera para operar a los precios d ete rm in a d o s h o y d ía p o r la productividad del trabajo propia de la producción c a p ita lis ta , n o r e siste el m en or análisis. En el mundo real, los campesinos a ctu a le s - q u e ciertam en te no tienen nada que ver con los campesinos tr ib u ta r io s fe u d a le s - se ve n brutalmente desplazados de la tierra, justam ente p o r q u e n o p u e d e n pagar la renta que engendra la acción del capital y p o rq u e n o tie n e n m o d o d e competir con éste. Y, sin embargo, en el mundo fa n tá s tic o d e R e y , la c o m p e ten cia que los campesinos del «modo de p r o d u c c ió n feudal» o p o n e n al capital es «la única condición de que el sistem a d e d e t e r m in a c ió n d e la renta com o beneficio excedente dentro del m arco d e l m o d o d e p ro d u cció n capitalista pueda permitir que

170 ’ Juan Iñ ig o C arrera la renta absoluta no se a ce rq u e a c e r o * y q u e d ic h a c o m p e te n c ia •crsti efectivam en te muy lejos d e ser d e s d e ñ a b le - . La n e c e s id a d que exhibe R ey d e encerrarse en su c o n s tru c c ió n e s p e c u la t iv a y asilarse de toda determ inación real tiene tal v e z su e x p re s ió n m ás sin té tic a en lo siguiente: su libro se publica en el m o m en to en q u e lo s t e r r a t e n ie n te s petroleros vienen de constituir un órgano in tern a cio n a l p ara el e je r c ic io sistemático d e su m onopolio absoluto so b re la tie rra , la O P E P , c o n la consecuente m ultiplicación del precio del cru d o . En e sta s c o n d ic io n e s , hay que tener m ucha necesidad d e cegarse id e o ló g ic a m e n te p a ra q u e r e r c re e r que los operadores -no capitalistas- d e p o zo s p e tr o lífe ro s m ed ia n d e alguna forma en ellas, y, más bien, que dich os o p e r a d o r e s h a y a n e x is tid o alguna vez en la historia. Consideremos, por último, otra m o d a lid a d d e a le ja r la fu en te de la renta absoluta, en este caso, d e c arácte r e s p a c ia l. S e g ú n F lich m a n :

«No ha/ ninguna razón para suponer que la renta absoluta tuviera algara importancia aquí [la región pampeana argentina], ni tampoco una renta diferencial entre distintos tipos de tierra dentro de nuestro país Basarros esta afirmación en el hecho indiscutible de que la "tierra peor', est^.c siempre fuera de nuestro territorio» 41 Dentro del territorio arg en tin o e x is t e u n a m a sa d e tierra s cuyas con­ d icio n es naturales p erm iten el e j e r c ic i o d e u n a c a p a c id a d productiu del trabajo estrictam ente a grario in a lc a n z a b le e n las m e jo r e s tierras de otros países consum idores de las m erca n cía s agrarias argen tinas. La misma relación d e superioridad p rese n ta el p r o m e d io d e las tierra s puestas en producción en Argentina resp e cto d el d e e s o s o tr o s p a íses. Se tiene, pues que en su determinación más sim ple, la ren ta d ife r e n c ia l d e la mejor tierrc agraria d e la región pam pean a a rg e n tin a s u p e r a , p o r e je m p lo , a la de la m ejor tierra agraria inglesa, a b stra cció n h e c h a d e su d ife r e n te localización respecto de la ubicación del co n su m o . O tr o ta n to c a b e en relación con las respectivas tierras d e calidad p r o m e d io .42

41. - Guillerm o Flichman. L a ren ta d e l s u rto y e l d e s a r r o llo a g ra rio argrntm M éxico. DF: Siglo XXI, 1977. pág. 100. 42. - -Sí (...) consideram os la renta p o r a c r e o p o r h e c tá r e a d e toda la tierra cultisada, com o suele hacerse en las obras d e estad ística , co m p a ran d o entre sil..) distintos países en la misma ép oca (...), v e m o s q u e la cu an tía m edia de la renta por acre y también, por tanto, el total d e rentas c o r r e s p o n d e n en ciertas proporciono ( ...) no a la fertilidad relativa, sin o a la fe rtilid a d a b so lu ta d e la agricultura en un país, es decir, a la masa de los p ro d u cto s q u e su m in istra p o r térm in o medio enli misma superficie. Pues cuanto m ayor sea la p a r ticip a c ió n q u e las ciases mejores de tierra tengan dentro de la superficie total, m ayo r será la m asa d e productos, a base de la misma inversión de capital y d e la m ism a su p e rfic ie d e tierra, y tanto masorla rem a media por acre (...). De este m od o p a r e c e c o m o si la ren ta se determinase por.

j

r « ju c a ó n d e la r e n t a a b s o l u t a a r e n t a d e s im p le m o n o p o lio y viceversa • 171

Esto no significa q u e. en la Argentina, la aplicación extensiva del capital agrario sobre la tie rra d e b a d e te n e r s e antes de alcanzar el punto en que ya no se obtiene m ás q u e la tasa norm al concreta de ganancia. Es decir, la última porción d e c a p ita l a g ra rio ap licad a extensivam ente sobre la tierra en Argentina, es in c a p a z d e arrojar renta diferencial. En otras palabras, la tierra marginal, o se a la p e o r tierra puesta en producción, se encuentra en Argentina n o m e n o s q u e en Inglaterra. En la región pampeana, la capacidad productiva d el trab ajo agrario va decayendo hacia el oeste por la disminución de las lluvias, hasta q u e llega un punto en que todo lo que hay son arenales so b re lo s q u e se h a c e im p o sib le producción agraria alguna. La ultima tierra p u e s ta e n p ro d u c c ió n antes de llegar a estos arenales, resulta tan estéril, d e s d e el p u n to de vista de la apropiación de una renta diferencial, c o m o lo e s la p e o r tierra puesta en producción en Inglaterra. En contraste c o n F lich m a n . G a stia zo ro recon o ce que en la Argentina existen tierras d e fe r tilid a d tan b aja c o m o las utilizadas en otros países, pero que. sin e m b a rg o , aqu i n o son puestas en producción:

«Aunque es un hecho la existencia de ese beneficio diferencial, porque siempre hay tierras mejores y peores, es dudoso pensar que en nuestro país se haya llegado al “límite" de las tierras explotables económicamente y que sólo sea posible ampliar la producción con fuertes erogaciones de capital (en maquinarias, regadíos, abonos, etcétera) a rendimientos decrecientes, lo q„e implicaría un aumento extraordinario de los costos agrarios en relación a los industriales».4’ Atribuye esta lim it a c ió n e s p e c ific a del proceso argentino de acumu­ lación de cap ital a lo q u e d e fin e c o m o la propiedad latifundista de la tierra:

«El problema (.. ) es la limitación que al acceso del capital a la tierra provoca ia existencia de la propiedad privada y no cualquier propiedad privada, que* do por la proporción d e fertilid ad diferencial, sino por la de la fertilidad absoluta,

anulándose así la ley d e la renta d iferen cial (...) fenómeno que tiene su base, pura y simplemente, en el h e c h o d e q u e la proporción del total de rentas (...) siendo la misma la fertilid ad d e la tierra q u e no arroja renta y los mismos, por tanto, los precios de p ro d u c c ió n e id é n tic a la d iferen cia entre las distintas clases de tierra, se halla d eterm in ada n o s ó lo p o r la renta por acre o por la cuota de renta sobre el capital, sino ta m b ié n p o r el n ú m e ro proporcional de acres de cada clase de tierra dentro de la cifra total d e acres cultivados (...). Es curioso que hasta ahora se haya pasado por alto esta circunstancia». Marx. El capital, vol. 3, págs. 620-621. Es posible que la c o n c e p c ió n e rr ó n e a d e Flichm an se base en esta confusión entre fertilidad relativa y fertilid a d ab solu ta, determ inada ésta por la mayor proporción de tierras m ejores en la A rg en tin a . 4}.- Eugenio G a stia zo ro . Argentina hoy. Capitalismo dependientey estructura declases. B uenos A ires: P o le m o s Editorial. 197*. pág. *S-

172 • Juan Iñig o C arre ra

en otros países existe y limita (pero esos lím ites ya se confunden con los del propio capitalismo), sino la propiedad privada latifundista ».44 Para llegar a esta con clu sión , G a s t ia z o r o a r r a n c a r e c o n o c ie n d o que la renta absoluta es la parte de la plusvalía p r o d u c id a p o r el o b r e r o agrario que debería pasar, en la form ación d e la ta s a g e n e r a l d e g a n a n c ia , a capitales d e otras ramas por e fe c to d e la m e n o r c o m p o s i c i ó n o r g á n ic a del capital agrario, pero que resulta apropiada p o r el t e r r a t e n ie n t e . R e c o n o c e , así, que la renta absoluta fuerza la venta d e las m e r c a n c ía s a g r a r ia s p o r encima de su precio de producción, lo cual a su v e z le v a n ta u n a b a r r e r a a la extensión qu e alcanza la aplicación del ca p ita l a g r a rio s o b r e la tie rr a :

«La renta absoluta se origina en la limitación que el acceso del capital al campo, en relación a la industria, sanciona la propiedad privada del suelo (...). El atraso relativo del campo, que se manifiesta en una composición orgánica del capital menor que en el conjunto de la economía (...) permite una mayor tasa de ganancia, aunque la tasa de plusvalía sea igual (...). Pero, ¿qué es lo que impide que se produzca la normal compensación de las tasas de ganancia, es decir, que el capital emigre hacia el sector de más baja composición orgánica, hasta igualar las tasas de ganancia? Pues, la existencia del monopolio que implica la propiedad privada del suelo, con su derecho a exigir la renta absoluta, impide que el remanente (la diferencia entre tasas de ganancia) entre dentro del proceso de compensación».45 C o n lo cual, G astiazo ro m ism o e s t á p l a n t e a n d o q u e , d e n o existir la renta absoluta, la g anancia p r o p o r c io n a lm e n t e m a y o r d e l ca p ita l agrario fluiría, en vez d e hacia el t e r r a te n ie n te , h a c i a l o s c a p i t a l e s d e ramas con mayor com posición orgánica, al e x p a n d i r s e e x t e n s i v a m e n t e el capital agrario hasta el límite c o r r e s p o n d ie n t e a la d e t e r m i n a c i ó n d e su precios de producción. D e m od o q u e la p lu s v a lía e n c u e s t i ó n , p r o d u c id a por el obrero agrario, nunca qu ed aría e n m a n o s d e l c a p it a lis t a a g ra rio , llevando su tasa de ganancia po r en cim a d e la m e d ia . Y a f u e r a a tr a v é s d e la rema absoluta, ya a través d e la fo r m a c ió n sin o b s t á c u l o s d e la ta s a general de ganancia, la tasa de ganancia del ca p ita l a g ra rio s e ría d e t o d o s m odos igual a ésta. Sin embargo, a continuación, G a s t ia z o r o a firm a q u e la ex isten cia déla renta absoluta atenta co n tra la tasa d e g a n a n c i a d e l c a p i t a l agrario. Más aún, afirma que dicha renta n o p r o v ie n e s ó lo d e las b a r r e r a s q u e impone la m enor com posición orgánica d e l c a p ita l a g r a r io a la f o r m a c ió n de la tasa general de ganancia, sino que la c o n fu n d e c o n las fo r m a s d e apropiación por parte del terrateniente d e p o rc io n e s d e r iq u e z a s o c ia l q u e n o constituyen 44.

- Gastiazoro, Argentina hoy. Capitalism o dependiente y estructura de clase

págs. 25-26. 45. - Ibidem, págs. 16-17.

La re d u cció n d e la r e n t a a b s o l u t a a r e n t a d e s im p le m o n o p o lio y v ic e v e rs a • 173

renta en se n tid o e s t r ic t o s in o o tr a s m o d a lid ad e s - propias de condiciones concretas d e l d e s a r r o ll o d e l m o d o d e p r o d u c c ió n capitalista y qu e n o se reducen a m e ro r e s a b io d e r e la c io n e s p recap italista c o m o cree Gastiazoro de apropiación g r a t u it a d e l p r o d u c t o d e l trab ajo ajeno:

«... nos interesa destacar la traba que provoca el desarrollo del capitalismo en el campo, el hecho de que el capitalista agrario (...) se vea 'expropiado" (a través de la renta absoluta) de parte de su ganancia como capitalista, cuando surja de la explotación de obreros agrícolas, o del producto de su propio trabajo como chacarero, lo que es el caso común de los campesinos pobre y medios » .46 G astiazoro v a c í a d e tal m o d o d e c o n t e n id o a la renta absoluta q u e termina a firm a n d o q u e :

«Si el capital no está dispuesto a pagar la renta (es decir, si los precios de la producción no son tales que, además de los costos y la ganancia media, dejen renta) ya sea capital del propio terrateniente o del capitalista arrendatario, se quita parte de la tierra a los cultivos y se echan vacas (...). El hecho de que la demanda externa haya perdido su "dinamicidad’ (...)sin que los terratenientes quisieran sacrificar parte de la renta o prefiriendo en ese caso “guardarse" la tierra, echando vacas hasta que vengan tiempos mejores, explica el estancamiento relativo de la zona pampeana».47 En la c o n c e p c i ó n d e G a s t i a z o r o , « ech a r vacas* n o es una ap licació n alternativa d e c a p ita l a g r a r io s o b r e la tie rra, p o n ién d o la o m anteniéndola en p ro d u cció n , c o n

lo c u a l s e e s ta r ía m u ltip lica n d o o cu an d o m en o s

conservando la o f e r t a d e t ie r r a p o r lo s te rra ten ien tes. Por el contrario, dicha a p lic a c ió n d e c a p i t a l a g r a r io s e c o n c ib e invertida bajo la categoría •guardarse la tie r r a * . N i s i q u i e r a lo g r a v e r q u e , p o r un lado, el capital ganadero p u e d e t e n e r u n a m a y o r c o m p o s ic ió n o rgánica y m enor v e lo ­ cidad d e r o t a c ió n q u e e l c a p i t a l a g r íc o la , d ism in u yé n d o se así el m argen para la e x is t e n c ia d e la r e n t a a b s o lu t a , m ie n tra s qu e. por el otro, p u ed e implicar una m u lt ip lic a c ió n d e la r e n ta d ife re n cia l y de simple m onopolio si las c o n d ic io n e s d i f e r e n c i a l e s o a b s o lu ta s le so n más favorables q u e las correspondientes a la a g r ic u lt u r a . Tam poco s e le o c u r r e q u e la s tie rr a s d e m en o r calidad que en la Argenti­ na no se e n c u e n tr a n e n p r o d u c c ió n m ien tras q u e en otros países sí lo están, circunstancia q u e h a a tr ib u id o a la v o lu n ta d d e los terratenientes por ejercer la «propiedad p r iv a d a la tifu n d is ta » , n o le p e r te n e c e n necesariam en te a los mismos t it u la r e s q u e la s q u e s e e n c u e n tr a n e n p rod u cció n . Y la clase terrateniente p o d r á c r e e r s e u n a h e r m a n d a d d e sangre azul, pero cuando llega el m o m e n to d e h a c e r la s c u e n ta s , n in gu n o está dispuesto a sacrificar 46.- Ibidem, pág. 17. 47 - Ibidem. págs. 27-28.

174 •luán Iñigo Carrera su renta sacando su tierra d e p r o d u c c ió n p a r a q u e lo s o tr o s s e llenen ios bolsillos de renta dejando las suyas e n p r o d u c c i ó n . La cuestión no reside, co m o p r e te n d e F lic h m a n , e n q u e e n la Argentina no existe la tierra peor. La cu estión re sid e , c o m o lo p la n t e a Gastiazoro, en la existencia en la Argentina de tierras d e fe r tilid a d in f e r i o r a la p e o r puesta en producción aquí, que, sin em bargo, so n p u e s ta s e n p r o d u c c ió n en otros países. Pero la cuestión tam poco resid e, c o m o c r e e G a s t ia z o r o , en explicar esta situación apelando al d e s c o n o c im ie n t o y la i n c o h e r e n c i a respecto de las determinaciones d e la renta y d e l c a p ita l a g r a r io , p a ra p o d e r poner como causa de dicha situación a la v o lu n ta d d e lo s t e r ra te n ie n te s , por muy latifundistas que ellos sean. C o m o ya lo s e ñ a la m o s , la v e r d a d e r a cuestión reside en desplegar las d ete rm in acio n es e s p e c í f i c a s d e l p r o c e s o argentino de acumulación de capital, del cual la a p r o p ia c ió n d e la re n ta , la propiedad territorial y la concien cia d e los t e r r a t e n ie n te s s o n fo r m a s co ncretas.

A

Capítulo 11 La concepción d e la r e n t a d if e r e n c ia l como plusvalía producida por el o b re ro agrario que trabaja sobre las tierras mejores En el p u n to r e s p e c t i v o h e m o s d e s a r ro lla d o c ó m o la renta d iferen cial surge en el p r o c e s o d e c i r c u l a c i ó n , e n ra z ó n d e q u e la sa tisfa cció n d e la necesid ad s o c i a l s o l v e n t e im p o n e c o m o p r e c io c o m e rcia l norm al al precio de p r o d u c c ió n c o r r e s p o n d ie n t e a la p o rció n de capital agrario q u e -d ad o s los c o n d i c i o n a m i e n t o s n a tu r a le s d ife re n cia le s no c o n tro la b le s pone en a c c ió n la m e n o r p r o d u c t iv id a d del trabajo com patible co n d ich a satisfacción. E ste h e c h o e s a je n o al p r o c e s o d e producción mismo, y co m o tal no tiene m o d o d e a lt e r a r la m asa d e plusvalía producida por los obreros agrarios q u e tr a b a ja n s o b r e c o n d ic io n a m ie n t o s naturales más favorables. Por lo tanto, d e ja in t a c t o s lo s p r e c i o s d e p ro d u c ció n del pro d u cto d e los capitales a g r a r io s q u e d i s p o n e n d e la m a y o r p ro d u ctivid ad del trabajo co rresp o n d ie n te. L a r e n t a d if e r e n c ia l resu lta e n to n c e s d e la d iferen cia entre el p r e c io c o m e r c i a l r e g id o p o r e l p r e c io d e p ro d u cció n q u e resulta del uso d e la p e o r t ie r r a y lo s p r e c io s d e p ro d u c ció n determ inados po r el uso de tierras m e jo r e s . N o s e trata p u e s d e q u e los obreros de los capitales en cuestión han r e n d id o m á s tr a b a jo ab stra cto socialm ente necesario, por el solo h e c h o d e q u e h a y a q u e p o n e r e n a cc ió n a otros m enos productivos. Loque pasa e s q u e e l p r o d u c t o d e l trab a jo abstracto socialm ente necesario rendido p o r e llo s e n tr a e n la c ir c u la c ió n c o m o si representara una cantidad de dicho t r a b a jo m a y o r al e f e c t iv a m e n t e m a te ria liza d o en él. Esto es, se trata del p r o d u c t o d e u n a c a n t id a d d e trab a jo so cia l realizado de manera privada e i n d e p e n d i e n t e q u e e n la c ir c u la c ió n se rep rese n ta c o m o una cantidad d e v a lo r m a y o r q u e su p r o p io c o n te n id o d e valor. El valor social, determinado c o m o e x p r e s ió n c o n c r e t a d e la norm alidad del trabajo social realizado d e m a n e ra p r iv a d a e in d e p e n d ie n te , a p a re ce así. por la mediación de la c o m p e te n c ia , c o m o la r e p r e s e n ta c ió n d e un a m asa d e trabajo social

176 • Juan Iñigo C arre ra m ayor que la materializada en la m asa d e la m e r c a n c í a a g raria, y por lo tanto como un «falso valor social». R e to m em o s la c ita h e c h a anteriormente:

«Es la determinación por el valor comercial, tal como se impone a base del régimen capitalista de producción por medio de la competencia, que crea un falso valor social. Esto es obra de la ley del valor comercial, al que están sometidos los productos agrícolas. La determinación del valor comercial de los productos, entre los que figuran también, por tanto, los productos agrícolas, es un acto social, aunque se opere socialmente de un modo inconsciente y no intencional, acto que se basa necesariamente en el valor de cambio del producto, no en la tierra y en la diferencia de fertilidad de ésta».1 Ahora bien, por muy falso q u e sea , e s t e e s e l v a lo r s o c ia l con el que las mercancías producto del trab ajo a g r a r io s e c a m b ia n p o r los otros productos en los que se ha m a te ria liza d o tr a b a jo s o c ia l d e manera pri­ vada e independiente. Y frente a esto s p r o d u c to s , las m e r c a n c ía s agrarias aparecen representando una m ayor c a n tid a d d e tr a b a jo so c ia l que la que verdaderamente encierran:

«Si nos imaginamos la sociedad despojada de su forma capitalista y orga­ nizada como una asociación consciente y sujeta a un plan, los 10 quorters de trigo representarán una cantidad de tiempo de trabajo independiente igual a la que se contiene en los 240 chelines. Esta sociedad no compraría, por tanto, ese producto agrícola por dos y media veces más de trabajo real del que en él se encierra, con ello desaparecería, pues, la base sobre la que se sustenta una clase de terratenientes. Seria exactamente lo mismo que si el producto se abaratase en la misma cuantía por la importación de grano extranjero (...). La identidad del precio comercial tratándose de mercancías de la misma clase es el modo como se impone el carácter social del valora base del régimen capitalista de producción y, en general, de la producción basada en el cambio de mercancías entre i n d i v i d u o s».* Luego, la masa de los com pradores d e m e r c a n c ía s agrarias aparece, en primera instancia, aportando el p ro d u c to d e una m a y o r can tid ad material de trabajo social que se cam bia c o m o e q u iv a le n t e p o r la m en or masa material encerrada realmente en d ich as m e r c a n c ía s:

«Lo que la sociedad, considerada como consumidor, paga de más por los productos agrícolas, lo que representa una diferencia de menos en la reali­ zación de su tiempo de trabajo en productos de la tierra, representa ahora una diferencia de más para una parte de la sociedad: los terratenientes» 11 3 2 1. - Karl Marx. E l ca p ita l. 3 vols. M é xico , DF: F o n d o d e C u ltu ra Económica. 1973. vol. 3, pág. 614.

2. 3.

- Ibidem , vol. 3. pág. 614. - Ibid em . vol. 3, pág. 614.

La c o n c e p c i ó n d e la re n ta d if e r e n c ia l co m o p lu s v a lía ... • 177

Hasta aqu í t e n e m o s a la «sociedad» c o m o el consum idor que pone la diferencia a fa v o r d e lo s te rra te n ie n te s. P ero así com o el falso valor social no contiene m ás s u s ta n c ia real d e valo r q u e la que corresponde al trabajo social m a te rialm e n te g a s ta d o e n p ro d u c ir las m ercancías agrarias, mucho menos p u e d en e n c e r r a r é stas m ás su stan cia d e plusvalor. Por lo tanto, es el plusvalor p e r t e n e c i e n t e e n su o rige n p ro d u ctivo a otro explotador del trabajo aje n o c o n t r a e l q u e lo s te rrate n ie n te s pueden hacer valer el falso valor social. A q u í m e d ia la d e te rm in a c ió n normal del salario - e n que se expresa el v a lo r d e la f u e r z a d e trab a jo - p o r el precio de los medios de vida del o b rero :

«... el descenso del producto de una inversión adicional de capital en cual­ quiera de las clases de tierra A, B, C o D sólo llevaría aparejada el alza del precio de producción y el del precio comercial regulador en el caso de que (a demanda de trigo aumentase de tal modo que el precio comercial excediese del precio de producción de A, razón por la cual el producto sobrante en A. en B o en cualquier otra tierra sólo pudiese suministrarse por un precio superior a 3 libras esterlinas. Y si esta situación se consolidase durante largo tiempo y no determinase el cultivo de tierra adicional de A (o, por lo menos, de la calidad de A) o mediasen otras influencias que provocasen una oferta más barata, el encarecimiento del pan, suponiendo que las demás circunstancias permaneciesen invariables, haría subir los salarios, con lo que la cuota de ganancia bajaría proporcionalmente».4 Marx p o n e así en e v id e n c ia q u e la renta diferencial de la tierra agraria tiene su fuen te en la p lu sv alía q u e el conju n to de los capitales industriales de la sociedad (c o n ju n to q u e in c lu y e o b via m en te a los propios capitales agrarios, c u a lq u ie ra s e a la p r o d u c tiv id a d de sus obreros, en un pie de igualdad co n los d em á s) e x tr a e n a sus obreros. Va de suyo q u e si la renta d iferen cial tuviera por sustancia una plusvalía adicional p r o d u c id a p o r lo s o b re ro s d e los capitales agrarios aplicados extensiva o in ten siva m en te so b re la tierra con una productividad del trabajo superior a la q u e d e te rm in a el p r e c io com ercial regulador, el aumento de dicha renta, o m ás aú n su m e ra e x iste n c ia , dejarían intacta la capacidad de valorización d e l c o n ju n t o d e los cap itale s d e la sociedad. Esto es. los terratenientes a p ro p ia ría n m ás plusvalía bajo la forma de renta diferencial, pero com o e ste a u m e n t o c o rr e s p o n d e ría a la masa de plusvalía adicional producida p o r los o b r e r o s a g rario s más productivos, la masa total de plusvalía d estin a d a a s e r a p r o p ia d a c o m o ganancia normal por el capital total de la s o c ie d a d n o s e v e ría a fe c ta d a en lo más mínimo. Pasara lo que pasara con el trabajo agrario m en o s productivo, capitalistas)'terratenientes no tendrían m o tiv o para e n fre n ta rs e antagónicam ente com o clases. Ricardo n o p o d ía d ife r e n c ia r e n tre va lo r d e cam bio y precio de pro­ ducción, ni p o d ía r e c o n o c e r la u n id ad del plusproducto rendido por los 4 - Ibidem, v o l. 3, p ág . 631.

17 8

• Ju a n Iñ ig o C a rre ra

o b re ro s del capital total d e la s o c ie d a d b a jo su f o r m a s o c ia l específica d e plusvalía en co n trap o sició n c o n las fo r m a s c o n c r e t a s d e ésta como gan an cia y renta. En co n s e cu e n cia , m al p o d ía a n a liz a r la co m p le jid ad de las formas concretas que presenta la e v o lu c ió n d e la re n ta d iferen cia l según com o se com binen las diferencias d e fe rtilid ad , d e p r o d u c tiv id a d intensiva, d e disponibilidad d e tierras y d e e v o lu c ió n d e la n e c e s i d a d so cia l por las m ercan cías agrarias. Sin em b arg o , s e d a b a c l a r a m e n t e c u e n t a d e que la renta diferencial - la única cuya e x iste n c ia r e c o n o c ía -

b r o ta b a a expensas

d e la ganancia del conjunto d e los c a p ita le s in d u s tria le s :

«Este caso, en que la fertilidad decreciente de los capitales invertidos adi* cionalmente en las clases de tierras ya en cultivo puede conducir a un alza del precio de producción, a la baja de la cuota de ganancia y a la form ación de una alta renta diferencial -p u es, en las condiciones de que se parte, ésta aumentarla en todas las clases de tierra exactamente igual que sí ahora el precio comercial se hallase regulado por tierras peores que Aes erigido por Ricardo en caso único, en el caso normal, al que reduce toda la formación de la renta diferencial II».56 El descubrim iento d e q u e la p lu s v a lía q u e s e t r a n s fo r m a en renta diferencial no se origina en el p lu s tr a b a jo e x t r a íd o al o b r e r o agrario que opera en co n d icio n es n atu rales m ás fa v o r a b le s , s in o q u e p rov ien e del plustrabajo extraído al con ju n to d e los o b re r o s d e l c a p ita l industrial por la m ediación d e la co m p e te n c ia - a lg o q u e h a s ta R ic a r d o e n sus términos limitados ya podía vislum brar un marxista.

se c o n v ie r t e e n a b o m in a c ió n para más de

Tom em os, para em p e z ar, la a fir m a c ió n d e q u e la r e n ta diferencial p rovien e del trabajo d e l o b r e r o a g r a rio d e p r o d u c t iv i d a d superior a la qu e determ ina el p re c io c o m e rc ia l n o r m a l, tal c o m o s e d esa rro lla en la URSS. Según Lapidus y O stro vityan o v :

«Acabamos de establecer que la renta diferencial surge de la mayor pro­ ductividad del trabajo sobre la tierra más fértil o sobre tierra situada venta­ josamente (o de la mayor productividad de algunas inversiones de capital) (...). Por lo tanto, la renta de la tierra, que constituye una ganancia extra por encima la ganancia media, es creada por la productividad más alta de los obreros empleados sobre tierras mejores, esto es, representa una parte de la plusvalía creada por los obreros. Esta plusvalía adicional creada por los obreros en razón de la mayor productividad de su trabajo sobre suelos mejores constituye una fuente de ganancias extra para el arrendatario».* - Marx, E l capital, vol. 3, págs. 631-632. - Iosif Lapidus y Konstantin Ostrovitianov.yJw O u ilin e o f PoliticalEconomyP olitica l Economy and Soviet Econom y. L etch w orth : M artin Lawrence, 19*9pág. 279, traducción propia. 5. 6.

La c o n c e p c ió n d e la re n t a d ife re n c ia l com o p lu s v a lía ... • 179

La A cad em ia d e C ie n c ia s d e la URSS consagra esta misma concepción, aprovechando la o p o r t u n id a d p a ra h a c e r gala d e su práctica habitual de presentar un a a fir m a c ió n y, a ren g lón seguido, presentar otra afirmación que se da d e p a ta d a s c o n la an terior:

«La renta diferencial (...) se debe al hecho de que los productos agrícolas obtenidos en distintas condiciones de productividad del trabajo se venden a los mismos precios de mercado (...). R e n ta d ife re n cia l es el excedente de la ganancia sobre la ganancia media, obtenido en las tierras explotadas en condiciones más favorables de producción (...). Esta ganancia adicional, como toda plusvalía obtenida en la agricultura, la crea el trabajo de los obreros agrícolas» .7 La A cad em ia c o m ie n z a , así, afirm ando que la renta diferencial tiene su origen en la c ir c u la c ió n , e n d ó n d e no p ued e generarse plusvalía adicional alguna, y, a c o n tin u a c ió n , afirm a q u e la renta diferencial tiene su origen en una generación a d ic io n a l d e plusvalía en el proceso de producción agrario. La Academ ia p r e t e n d e a v a la r la segun da de sus afirmaciones apelando al recurso de to m a r u n a c ita d e l m an uscrito de 1862/63:

«Para llegar a una concepción certera de la renta, lo primero era, natural­ mente, darse cuenta de que la renta no nace de la tierra misma, sino del producto de la agricultura, es decir, del trabajo, del precio del producto del trabajo, por ejemplo, del trigo. Del valor del producto agrícola, del trabajo aplicado a la tierra, no del suelo mismo».8 En prim er lugar, la A c a d e m ia fu e r za la cita sacándola de contexto, en donde no hay re fe r e n c ia e s p e c ífic a a la renta diferencial, como la presenta el M anual. En s e g u n d o lu ga r, to m a un borrador más primitivo y omite toda referen cia al «falso v a lo r social» q u e M arx incorpora en el borrador de 1864/65, ú ltim o q u e lle g a a ela b o ra r. M ás aún, la Academia omite las referencias c o n c r e ta s q u e h a c e M arx en el mismo borrador de 1862/63 a Ia determinación d e l v a lo r in d iv id u a l del prod ucto obtenido sobre la tierra mejor:

«... el grado de productividad del trabajo difiere según el grado de producti­ vidad de la mina o de la clase de tierra, es decir, con arreglo al factor natural. Pero la concurrencia se encarga de fijar un valor comercial a estos produc­ tos que tienen distinto valor individual. Sin embargo, este valor comercial no puede nunca exceder del valor individual del producto obtenido en la tierra menos fértil o en la mina menos rica (...). Si, por el contrario, el valor

7. - Academia d e C ie n c ia s d e la URSS, ed .Manual de economíapolítica. Buenos Aires: Editorial F u n d am en tos, 1962, pág. 176.

8. - Ibidem, pág. 76; te x to c ita d o d e Karl M arx. Historia critica déla teoria de hplusvalía. Vol. 1. B u e n o s A ires: E d icion es Brumario, [1862-1863] 1974- pág. 4*9*

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• lu á n Iñigo C arrera

individual de los productos de una clase de minas (o de tierra) es inferior al valor comercial, el valor vigente en su rama o valor comercial arrojará un excedente sobre su valor individual».* Aqui queda en claro, primero, q u e el tr a b a jo a p lic a d o s o b r e las tierras mejores no produce más valor que el in d iv id u a l d e su p r o d u c to , de modo que la diferencia entre éste y el valor c o m e r c ia l n o e s p r o d u c to del trabajo del obrero agrario que trabaja so b re e s a s tie r r a s m e jo r e s . S egundo, que dicha diferencia surge de la com p eten cia, e s d e c ir, d e la circ u la c ió n , donde no puede generarse valor alguno. T e r c e r o , q u e , p o r lo tanto, la rema diferencial correspondiente sólo p u e d e t e n e r p o r c o n t e n id o una masa de valor cuya fuente es un trabajo q u e t r a s c i e n d e d e l a grario. Pero la Academia tiene motivos para negarlo. Es la Academia misma la q u e se e n c a r g a d e p o n e r e n evidencia la necesidad ideológica de c o n c e b ir d e e s t e m o d o la f u e n t e d e la rema diferencial. Lo hace cuando avan za s o b r e lo q u e d e n o m in a «el modo de producción socialista», o sea, cuando se d e d ic a a ju s t ific a r p o r qué después de declarar abolido el m odo d e p r o d u c c ió n c a p it a lis t a e n la URSS, rigen allí todas las formas concretas de la r e la c ió n s o c ia l g e n e r a l propia de este modo de producción:

«La rento d ife re n cia l de los koljoses es el ingreso neto adicional, en especie o en dinero, creado en los koljoses que disponen de tierras más fértiles o mejor situadas o que aprovechan tierras, de un modo más productivo con relación a los koljoses que trabajan en tierras peores, más alejadas o aprovechadas de un modo menos productivo. La renta diferencial del socialismo, a diferencia de la del capitalismo, no es el fruto de la explotación del trabajo por el capital, sino el resultado colectivo de los trabajadores de una empresa socialista. En el socialismo, la renta diferencial no reviste la forma de un canon pagado por el arrendamiento de la tierra y no favorece a la clase de los grandes terratenientes, sino a los koljoses, a los koljosianos y al Estado socialista».9 10 Reconocer que la renta diferencial n o p r o v ie n e d e la m ayor productivi­ dad del trabajo agrario sino del p lu s p ro d u c to r e n d id o p o r el conjunto de los obreros productivos, implicaría r e c o n o c e r q u e lo s «koljosianos» se ven «favorecidos», no d ebido al «resultado c o le c t iv o » d e su tra b a jo , sino por apropiarse sin contrapartida del p lu sp ro d u c to d e o tr o s trabajadores, o sea. com o «fruto de la explotación del trabajo » a je n o . Y e s t e reconocim iento se daría de patadas con el d iscu rso i d e o l ó g i c o p o r t a d o r d e la unidad del proceso nacional de acum ulación d e c a p ita l e n la U R S S , sin tetizad o en:

9. 10.

- Marx, Historia critica de la teoría de la p lu sv a lía , págs. 453-454. - Academia de Ciencias de la URSS, M anual de econom ía política , pág.

La c o n c e p c i ó n d e la re n t a d if e r e n c ia l c o m o p lu s v a lía ... • 181

«Al triunfar el socialismo y acabarse con la explotación del hombre por el hombre, dejaron de existir en la U.R S.S. las clases antagónicas, las con­ tradicciones irreductibles de clase. Las relaciones de clase se caracterizan dentro de la sociedad socialista por la amistad irreductible y la fraternal colaboración de la clase obrera, los campesinos y los intelectuales»." Por la m ism a r a z ó n , e n C h in a , al m en o s antes de que el «pensamiento de la Triple R e p r e s e n t a d v id a d * h ic ie ra el notable descubrim iento de que el e n riq u ec im ien to p e r s o n a l a e x p e n s a s del trabajo ajeno es prueba de la participación a c tiv a e n el d e s a r ro llo d e las fuerzas productivas del trabajo social, resulta q u e

«El consenso entre los economistas chinos es que la renta diferencial cier­ tamente existe bajo el socialismo, aunque algunos prefieren otros términos, tal como “ingreso neto diferencial’ ».*1 La c u e stió n d e la f u e n t e d e la p lusvalía q ue constituye la renta d ife­ rencial a d q u ie r e s ig n ific a c ió n p r o p ia en relación con la especificidad de los paises q u e . d e n t r o la d iv is ió n in tern a cio n a l del trabajo, se presentan especializados e n la e x p o r t a c ió n d e m ercan cías agrarias o mineras hacia los paises q u e c o n c e n t r a n la p r o d u c c ió n d e m ercancías industriales, d e los cuales a su v e z im p o r ta n e s ta s m e rca n cía s industriales. La capacidad de estos á m bito s n a c io n a le s d e a cu m u la ció n para competir en el mercado mundial c o n su s m e r c a n c ía s a g ra ria s o m ineras se basa, precisam ente, en la alta p r o d u c t iv id a d r e la tiv a d e l tra b a jo aplicado a la producción de dichas m e r c a n c ía s p o r lo s c o n d ic io n a m ie n to s naturales favorables que presentan sus te r r it o r io s . E s to n o q u ie r e d ecir, c o m o desplegam os más arriba, q u e n o e x is t a n e n e llo s tie r r a s m arginales. Q uiere d ecir que, de manera gen eral, la p r o d u c tiv id a d d el trabajo en el promedio de sus tierras se ubica m a rc a d a m en te p o r e n c im a d e la q ue determina el precio comercial normal d e las m e r c a n c ía s c o rr e s p o n d ie n te s . En c o n s e c u e n c ia , h a c ia e s t o s p a ise s a flu ye una masa de renta d ife­ rencial d e la tie r r a , c u y a fu e n t e e s la plusvalía producida por los obreros del capital in d u stria l e n c u y o c o n s u m o individual entran las mercancías agrarias o m ineras, o s e a . c u y a fu e n te es la plusvalía generada en los países importadores d e las m e r c a n c ía s agrarias y mineras. Esto es, a los primeros paises afluye una m asa d e r iq u e z a so cia l generada en los segundos. Lo cual implica q ue. b a jo la fo r m a d e re n ta d iferen cia l, el producto de una parte del trabajo so c ia l g a s ta d o e n lo s p a ises im portadores de las mercancías en cuestión es a p r o p ia d o sin c o n tra p a rtid a en los exportadores, de modo que, en éstos, la c a p a c id a d p a r a d is p o n e r d e d ic h o p rod u cto es mayor que la que c o rre sp o n d e al tr a b a jo s o c ia l m a terialm en te efectuado en ellos.

11.- Ibidem , pág. 409. n . - N ai-R uenn C h e n . « T h e T h e o r y o f Price Formation in Communist China». En: The China Quaríeriy, n.° 27 (1966), pág. 45. traducción propia.

1 $ 2 • Juan Iñigo Carrera

Es común que. al aflujo de renta d iferen cial, se le su m e la posibilidad de que el precio de las mercancías agrarias o m ineras ex p o rta d a s sea portador de una renta de simple m on opo lio . M ás aú n . en v a r io s c a so s, los condi­ cionamientos naturales aptos para la p r o d u c c ió n d e d ic h a s mercancías se encuentran de manera exclusiva en los p a ise s en c u e s tió n . C o m o vimos en su momento, también la renta de sim ple m o n o p o lio a b so lu to proviene de plusvalía producida por los obreros en c u y o c o n s u m o individual entra, directa o indirectamente, la m erca n cía agraria o m in e ra . D e modo que también cuando se trata de una renta d e s im p le m o n o p o lio q u e afluye al ámbito nacional exportador de dichas m ercan cías, la plu svalía que la forma tiene su origen en la exp lotación d e los o b r e r o s p r o d u c tiv o s del ámbito nacional que las importa. N u evam en te, en el p a ís d o n d e se producen las mercancías portadoras de la renta se apropia el p r o d u c to d e una cantidad de trabajo social mayor a la que se gasta p r o d u c tiv a m e n te en él. Por último, considerem os la eventual e x is te n c ia d e renta absoluta. En tal caso, la parte correspon diente d e la p lu sv a lía e x tr a íd a a los obreros productores de las m ercancías agrarias o m in e ra s en el país exportador no sale de él. Esto es, n o fluye h a cia lo s p a is e s d o n d e el capital tiene una mayor com posición orgánica en el p r o c e s o d e fo rm a c ió n de la tasa general de ganancia. En otras palabras, se apropia d en tro del país de origen el producto de valor del trabajo agrario o m in e ro r e a liz a d o en él que constituye la sustancia de la renta absoluta. Sin embargo, la existencia del flujo in te r n a c io n a l d e renta diferencial y de simple m onopolio contrasta d e e n tra d a c o n el h e c h o de que la acumulación de capital en los países b e n e ficia rio s d e d ic h o flujo presenta limitaciones específicas que se m uestran a u se n te s en los países de donde éste proviene. Y a este contraste se sum a el e fe c to d e la even tu al existencia de renta absoluta. Por cierto, existen m ás q u e n u m e ro so s estudios acerc3 de los flujos internacionales de dinero origin ad os en los p recio s de las mer­ cancías agrarias y mineras que se com ercian en el m erca d o mundial. Y otro tanto ocurre acerca de los rasgos es p e c ífico s q u e p rese n ta la acumulación de capital en los países q ue in tervien en e n la d iv is ió n internacional del trabajo como exportadores de dichas m ercan cías. Sin em b argo, constituyen una excepción absoluta los estudios qu e se d e tie n e n a considerar, primero, que se trata de un flujo internacional d e ren ta d e la tierra y, segundo, que este flujo implica la apropiación en el país e x p o rta d o r d e plusvalía generada en el país importador. La omisión en cuestión no responde sim p lem e n te al h e c h o obvio de la dominancia absoluta de las c o n c e p c io n e s e c o n ó m ic a s n eoclásicas - a las que se suman las clásicas en su negación d e la plusvalía - q u e fundamentan, explícita o implícitamente, d ich o s estu d io s. A u n e n tr e lo s autores que reconocen en la renta de la tierra una fo rm a c o n c r e t a d e apropiación d e la plusvalía extraída a los ob re ro s p r o d u c tiv o s , s o n c o n ta d o s quienes

La c o n c e p c ió n d e la re n ta d ife re n c ia l com o p lu s v a lía ... • 18 3

enfrentan a b ie rta m e n te el asu nto del origen de la plusvalía que fluye como renta d iferen cial y d e sim p le m o n o p o lio desde el capital industrial de los paises im p o rta d o re s, a lo s p a íse s ex p ortad ores de mercancías agrarias o mineras. La suba e x p lo s iv a d e la ren ta d iferen cial y de simple monopolio que fluye hacia V e n e z u e la en la d é c a d a d e 1970 por la exportación de petróleo, sumada a la c o n d ic ió n del e stad o nacional com o el terrateniente petrolero, constituyen una b a se p a rticu la r q u e fuerza el reconocimiento de la fuente de esas rentas. A sí y to d o , Baptista, por ejemplo, considera que la cuestión concierne sim p lem e n te a la «teoría de la distribución del ingreso público»,13 de modo que ni siq u ie ra h a c e referen cia al contenido de plusvalía enjuego, aun cuando r e c o n o c e q u e:

«... la intervención [del Estado] resulta de la percepción de una elevada ren­ ta internacional tanto diferencial como absoluta debida con ocasión de la producción de petróleo. Es decir, que el cuantioso ingreso de que dispone el Estado y que vuelca sobre la economía nacional, no se genera internamente, sino que proviene de una transferencia de poder internacional de compra desde el resto del mundo a su favor, y por su condición de propietario del subsuelo venezolano» .141 5 En otro trabajo, B a p tista p o n e el eje en que la renta realizada mediante las exportaciones p e tr o le r a s n o b rota d el trabajo nacional:

«Para insistir en el argumento, esa significativa porción del excedente de operación del negocio petrolero que capta el propietario del recurso en su condición de tal [la renta del petróleol no se origina en el esfuerzo producti­ vo representado por el trabajo y el capital nacionales, y en tal sentido debe quedar por fuera de los cálculos».1* Por su parte, M o m m e r tam b ién reco n o ce el origen extem o de la renta realizada m ed ian te la e x p o r ta c ió n petrolera:

En Venezuela, en cambio, los consumidores son no residentes (no nos in­ teresa aquí aquella parte de la producción petrolera destinada al consumo interno). Por lo tanto, al procederse en las cuentas nacionales venezolanas análogamente a los EEUU, si bien se capta la transferencia explícita de la industria petrolera al Estado terrateniente, escapa la transferencia implícita 13. - Asdrúbal Baptista. «Gasto público, ingreso petrolero y distribución del ingreso*. En: Renta d elsuelo y economía internacional. Ed. por Guillermo Flichman; Leo Hagedoom y Jean Stroom. Ámsterdam: Centro de Estudios y Documentación Latinoamericanos (CEDLA), 1981, pág. 157. Notemos que Baptista utiliza el término *renta absoluta» en lugar del de renta de simple monopolio. 14. - Ibidem, pág. 166. 15. - Asdrúbal Baptista. «El capitalismo rentístico. Elementos cuantitativos de la economía venezolana». En: Cuadernos del CE1 VDES vol. 22. n.° 60 (2005), pág. 102.

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en los precios del petróleo pagados por los consumidores extranjeros Así, si bien no hay problema con el ingreso nacional, sí lo hay con el GNP.‘‘ Pero Mommer no se pregunta po r el c u rso c o m p le to q u e sigue ia renta co m o determinante de la form a n a c io n a l e s p e c if ic a d e la acumulación d e capital en Venezuela, sino q u e se c o n fo r m a c o n d a r p o r terminado el circuito de apropiación de la renta en la a p a rien cia d el c o n s u m o individual interno:

«Y, en verdad, en todas partes el Estado procede a distribuir la renta petrole­ ra por este mecanismo entre sus ciudadanos, sólo que no son ellos los con­ sumidores del petróleo... ¡exportado! De la que se trata es de una renta dife­ rencial internacional. Empero, ¿quién puede exigir en serio que los Estados en cuestión distribuyeran la renta entre los consumidores extranjeros?».* Al detener su análisis d e este m o d o , M o m m e r c o n c lu y e qu e las limi­ taciones específicas que presenta el p r o c e s o n a c io n a l d e acumulación venezolano tienen en su base el h e c h o d e q u e su e s ta d o nacional pretende abusarse de su condición d e p r o p ie ta rio te rr ito r ia l su m a n d o a la renta diferencial una renta de sim ple m o n o p o lio :

«... cabe preguntarse sobre la posibilidad de una política petrolera alter­ na que pudiera conducir a un compromiso estable entre las partes mvo lucradas. Esta política consistiría, por parte de la OPEP, en renunciar a la aspiración de imponer, adicionalmente, una renta monopólica, la verdadera manzana de discordia entre ambas partes. (...). En cambio, sí es aceptable para los países consumidores y, más aún, sí han aceptado en la práctica, que la renta diferencial o ganancia extraordinaria que surgiera en la pro­ ducción petrolera sea apropiada íntegramente por los países exportadores (...). La política propuesta puede resumirse en que la OPEP deja de aspirar a determinar los p r e c io s y acepta que éstos se determinan por la produc­ ción marginal de los países productores-consumidores, en primer tugarlos16 7 16. - Bemard Mommer. «La renta petrolera, su distribución y las cuentas nacionales: El ejemplo de Venezuela». En: Cuadernos d el CENDES%n.° 5 (1#)pág. 917. - Bemard Mommer. «