254 83 14MB
Spanish; Ashaninka Pages 92 [93] Year 2004
G
HISTORIA
AHDIHA
Alejandro Salinas Sánchez (Coordinador)
Enrífc cmnto
GÍídíS MñSCCO
Ràat Redijo
RomerYdflkg
Alejandro Salinas Sánchez (Coordinador)
Enrique Casante / Gladis Mascco / Robert Rengifo / Romer Yagkug
LA OTRA HISTORIA Héroes populares del Perú
Seminario de Historia Rural A n d i n a UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS
© D.R. La otra historia. Héroes populares del Perú Alejandro Marcelo Salinas Sánchez O D.R. La visión asháninca Enrique Eniseas Casante Shingari O D.R. La visión quechua Gladis Mascco Cáceres O D.R. La visión shipiba Robert Rengifo Rengifo O D.R. La visión aguaruna RomerYagkugSejekam O D.R. I edición Seminario de Historia Rural Andina a
SEMINARIO DE HISTORIA RURAL ANDINA - UNMSM Rector: Manuel Burga Directora: Nanda Leonardini Director fundador: Pablo Macera Jr. Andahuaylas 348, Lima 1 Telf. (51-1) 428-0887 [email protected] Lima - Perú, setiembre 2004
Edición: Norma Gutiérrez Enriquez Carátula: Romer Yagkug. Los awajun defienden sus tierras, 2004 Contracarátula: Enrique Casante. Migrantes andinos llegan a la selva, 2004 (detalle) Fotógrafos: Cornelio Aguayo y Miguel Cornelio Escaneo: Juan Zarate Cuadrado Impresión: Miguel Pinto Huaracha Depósito legal: 1501012004-7049 ISBN: 9972-9955-0-X
INDICE
Memoria popular del heroísmo. Alejandro Salinas
La visión asháninca. Enrique Casanto Apinkayareetaantamimashiki Los incas llegan a la selva
7
27 28 29
Ishipañoori yareetantakari antamimashiki Los españoles llegan a la selva
30 31
Tupac Amaru Túpac Amaru
34 35
San Martin San Martín
36 37
Simon Bolivar Simón Bolívar
38 39
Omantaantsiki Chile : Bolognesi ipoñaa Grau La guerra con Chile: Bolognesi y Grau
40 41
Aretzincari ocatsincaitetzi yareeta antamishiki Migrantes andinos llegan a la selva
42 43
Shirincaveri opoñaa ovatsinaantsi antamishiki Caucheros y abusos en la selva
44 45
Alemanes yaretantacari antamimashiki Alemanes llegan a la selva
46 47
Cocanari Los cocaleros
48 49
Imanatavaca ejercito - sendero Lucha ejército - sendero
52 53
La visión quechua. Gladis Mascco
57
Tupac Amaru huañosccan La muerte de Túpac Amaru
58 59
Don Jose de San Martin Don José de San Martín
60 61
Jose Olaya José Olaya
62 63
Maria Parado de Bellido María Parado de Bellido
64 65
Andrés Avelino Caceres Andrés Avelino Cáceres
66 67
Fujimori presidente yaycuchcaptin El shock de Fujimori
68 69
La visión shipiba. Robert Rengifo Inkabo non paron Los incas en el Ucayali
71 72 73
Españolesbo betan reteananti La guerra contra los españoles
74 75
Benainka Tupac Amaru Túpac Amaru, el nuevo inca
76 77
Cauchonin teetai patorobon Los patrones del caucho
78 79
La visión aguaruna. Romer Yagkug Inia aents nugka ayamjamu Los awajún defienden sus tierras
81 82 83
San Martin awajúnjai San Martín y los awajún
84 85
Ina nugke maniamu dekamu Los awajún y la guerra contra el Perú
86 87
Tsamaren waimaku akuwai Tsamaren, el gran guerrero
88 89
Bibliografía
91
Meroorig p o p u l a del heroísmo Alejandro Salinas
8
En la historiografía
contemporánea existe un renovado interés por estudiar la creciente
trascendencia social de la conciencia histórica popular en la forja de la nacionalidad. De acuerdo con ello, los historiadores de las mentalidades centran su análisis en el proceso creador de la memoria colectiva, sus medios de difusión (tradición oral) y estilos narrativos (leyendas, cuentos, relatos autobiográficos, etc.), pues ellos revelan la imperiosa necesidad de establecer puntos de encuentro y conflicto entre el registro escrito oficial y el discurso histórico nemotécnico. Sin duda, la escuela y la comunidad constituyen espacios donde se manifiestan las vicisitudes de esta frontera cultural, mas aún cuando son discriminados en el calendario cívico escolar e institucional aquellos hechos y personajes históricos paradigmáticos para los pueblos indígenas. Empero, la conciencia comunitaria efectúa cada vez mayores esfuerzos para reelaborar el contenido de su historia en la perspectiva de construir una identidad autónoma.
Nos interesa por eso precisar los elementos
ideológicos influyentes en la memoria colectiva, los cuales determinan que sujetos históricos adquieren - e n opinión de los informantes- la categoría socio-cultural de héroes o líderes locales y nacionales. De ese modo, tratamos de aproximarnos a la percepción del devenir histórico en las mentalidades populares peruanas.
Para ello distinguimos dos niveles del acontecer: historia
nacional e historia local, con el fin de establecer la interacción entre estos contextos geográficos donde la acción humana se transforma en fenómeno histórico-social. de
Enrique
Casante
Los relatos y dibujos
(asháninca), Gladis Mascco (quechua de Ayacucho), Robert Rengifo
(shipibo-conibo) y Romer Yagkug (awajún) superan la clásica historia de fechas y nombres para mostrarnos un nuevo escenario donde el colectivo recupera su importancia dentro del proceso histórico. Entre los años 1994 y 2000, el doctor Pablo Macera, Director Fundador del Seminario de Historia Rural Andina, desarrolló un intenso trabajo
por recuperar la tradición oral
andino-amazónica. Esta tarea fue continuada, desde el año 2002, por la doctora Nanda Leonardini. En adelante se organizaron una serie de exposiciones sobre los diversos formatos narrativos y plásticos del arte popular.
Gracias a ello, hemos podido apreciar textos y dibujos originales
referidos a cosmovisiones (Lastenia Canayo, Enrique Casante, Félix Condori) y testimonios de vida
9
(Félix Chumacera, Zoraida Jara, Gladis Mascco). En ese sentido, el presente trabajo corroborando el compromiso de preservar la memoria colectiva, explora hoy un nuevo escenario: el de los relatos históricos populares. Estos no sólo son por sí mismos valiosos documentos históricos, sino que 1
contienen interesantes reflexiones sociológicas sobre la historia patria . A fin de que estas últimas fluyan libremente hemos dejado que cada participante elija desde su propia óptica, reflejo de diferentes niveles de formación social y aprendizaje educativo, los héroes y hechos considerados fundamentales en el devenir de la nacionalidad peruana.
Sin
embargo, para tener un enfoque adecuado de estos materiales, debemos antes precisar algunos conceptos introducidos por la Antropología y la Lingüística para el riguroso manejo de las fuentes orales y su inserción en el contexto historiográfico oficial.
M e m o r i a colectiva y tradición oral. La memoria colectiva es la forma ideológica en que una comunidad crea referentes temporales sobre su pasado, pero no en el sentido disciplinario de la historia occidental, pues el saber popular se construye básicamente como la suma de las experiencias locales, regionales y nacionales que los individuos atesoran y comparten entre sí. A pesar de hallarse circunscrita a sectores sociales dominados, el Estado ha manifestado siempre su interés por controlar los contenidos de la memoria colectiva, pues diversas situaciones han demostrado que otorgarle autonomía conduce a la disidencia social. Por ese motivo la historia hegemónica tiende a domesticar las experiencias populares para subordinar la identidad local a la 2
noción de una comunidad política asimétrica . Si la memoria colectiva es productora de conocimientos, encuentra en la tradición oral un medio para transmitir la sabiduría acumulada por un grupo humano en un contexto histórico y geográfico específico.
Una comunidad puede recrear sus vivencias y costumbres por medio de
cantos, bailes o relatos, los cuales recuerdan las proezas de los antepasados, héroes culturales o míticos. Pero históricamente ningún grupo humano ha estado libre de la influencia ideológica de estados imperiales o hegemónicos.
Es común que cuando sobrevienen coyunturas críticas se
introduzcan nuevas ideas y entonces la lengua local, símbolo de cohesión pierde su estatus vinculante. De esa manera, la tradición oral se convierte en práctica folklórica sujeta a una pérdida cultural progresiva. Este fenómeno ocasiona, en el largo plazo, que persista muy poco de lo que
1
Enrique Casante en la Exposición "Cosmovisión Asháninca" (mayo-junio 2003) tuvo oportunidad de ofrecernos algunos relatos históricos sobre los jefes ciánicos del pueblo asháninca, personajes legendarios desconocidos por la historia oficial. Sin embargo, los relatos de su autoría publicados en este trabajo no se circunscriben a una época, sino que abarcan un extenso período histórico de conflicto permanente entre los ashánincas y el Estado, ya sea éste bajo su forma colonial o republicana. Gnecco, Cristóbal. "Historias hegemónicas, historias disidentes: La domesticación política de la memoria social". En: Memorias hegemónicas, memorias disidentes. El pasado como política de la historia, pp. 171-172. 2
10
define a un miembro de una comunidad determinada.
Para comprobarlo basta mirar cómo los
jóvenes del sector rural, cuando se integran en el ambiente citadino son absorbidos por una masa 3
anónima cuya identidad es muy frágil . En ese contexto, se hace necesaria la escritura como medio de combatir la pérdida cultural, y permitir a las nuevas generaciones conservar la memoria colectiva de su pasado. La necesidad del empleo de los medios escritos es consecuencia de una coyuntura social creada por la vertiginosa occidentalización del Ande y de la Amazonia. Durante cientos de años los ancianos o sabios comunales han preservado información precisa para satisfacer la necesidad de perpetuar las tradiciones de grupo. El criterio selectivo es así concomitante con su matriz cultural (cosmovisión). No sucede lo mismo cuando desde fuera, se admite la contingencia de utilizar la tradición oral en la educación bilingüe, porque la interculturalidad no es sólo un asunto de contenidos sino de autonomía en el manejo del sistema por los propios pueblos indígenas.
Mientras los grupos misioneros tuvieron la exclusividad en la
recopilación de tradiciones orales, existió un marcado sesgo para asimilar los relatos que pudieran reforzar o difundir sus doctrinas.
Más tarde, los antropólogos plantearon reactivar la memoria
colectiva adoptando una metodología en la cual la apropiación de la oralidad histórica estaba sujeta 4
a técnicas innovadoras que combinaban relatos y dibujos, es decir palabra y figura . Todo ello sobre la base de la territorialidad como elemento integrador, defiendo a partir de allí áreas culturales con mayor o menor dinamismo histórico. Desde el punto de vista cronológico, los pueblos indígenas reconocen tres períodos trascendentales: los legendarios tiempos de sus jefes ciánicos y la hegemonía inca, la conquista hispánica y la posterior fundación y desarrollo de la República peruana. En el curso de ese milenario período, la memoria colectiva ha registrado las violentas prácticas esclavistas o serviles impuestas por la cultura dominante, y la persistente defensa de su cosmovisión y patrones culturales. Sabemos cómo ello los condujo a buscar dentro de su discurso histórico explicaciones míticas o religiosas para estos sucesos, muchas de las cuales dieron origen a movimientos mesiánicos y milenaristas inspirados en el retorno a los tiempos pasados, a la legendaria época de sus abuelos. Otro aspecto que conviene precisar es la importancia de la memoria individual y su interacción con la del grupo.
Adquirir la categoría de testigo histórico puede darse de varias
formas, desde los actores presenciales hasta aquellos que recrean hechos basándose en lo que
3
Taylor, Gerald. La tradición oral quechua de Chachapoyas, p. 9. Un estudio crítico sobre la relación entre figura (símbolo, signo, icono, etc.) y palabra (mitos, cuentos, relatos, etc.) ha sido desarrollado con amplitud por Henrique Urbano. La lectura comparada entre el texto y su representación gráfica, permiten ciertamente ingresar a todo el complejo escenario de la mentalidad popular. Los problemas comprensivos que afectan a uno repercuten sobre el otro, siendo por eso necesario recurrir a fuentes complementarias para definir los significados de ciertos motivos (Véase Hurbano, Enrique. Mito y simbolismo en los andes / La figura y la palabra, pp. 49-50). 4
11
oyeron de sus mayores. Esta identidad entre testigo y relato definen los grados de certidumbre de la tradición oral, en tanto el nivel de validez corresponde directamente con las circunstancias en las cuales se produce y transmite el conocimiento. Experiencias con grupos indígenas americanos y oceánicos revelan que los informantes se apoyan en lo que ven para evocar y organizar el hilo conductor de su relato. Esto es así porque el narrador busca que la comunidad reconozca en su exposición la experiencia colectiva. Puede ocurrir incluso la convergencia de varios relatos para un solo hecho, lo cual enriquece la posibilidad de un cotejo histórico. Por cierto, mientras más cercano es el hecho mayor es la amplitud de testigos y versiones. La historia oral del mismo modo que la escrita se conecta inevitablemente con la vida cotidiana de los actores participantes. Por lo tanto, llegar a una percepción del presente a partir de los recuerdos señala un derrotero para la orientación del quehacer comunal.
De esta forma, el
vínculo entre lo acaecido y lo actual constituye un hilo de continuidad lógico en la percepción del tiempo. Sólo cuando el individuo ajusta su rol social con los principios de la memoria colectiva puede comprender su historia y transformarla.
Debemos considerar, además, que ésta no sólo
deviene en mecanismo permanente de introspección comunitaria, sino también en órgano popular de resistencia política contra la cultura dominante y sus formas de memoria referidas a personajes esenciales para la historia oficial, los cuales son ajenos a la conservación de una identidad 5
autónoma . Eso ha ocurrido con los primeros jefes ciánicos en los cuales las comunidades amazónicas reconocían a sus fundadores, es decir aquellos hombres semidivinos provenientes de relatos míticos situados en épocas anteriores a la llegada de los españoles, los cuales con el paso del tiempo y la prédica religiosa cristiana cayeron en el olvido o fueron confinados a los recuerdos aislados de algunos ancianos. Sin embargo, las nuevas generaciones muestran mayor interés por rehacer su historia y superar la amnesia impuesta por siglos de dominación.
En el curso de este proceso
pueden sin duda darse una multiplicidad de testimonios como resultado de la dispersión de la memoria colectiva. Pero la movilidad de ella no es obstáculo, y por el contrario aporta mayores elementos para una experiencia creadora. Al final, las bases para reconstruir una identidad surgen de una fuente común, si bien el acercamiento a ella puede realizarse desde varios ángulos. El testimonio y la autobiografía constituyen formas narrativas donde se sintetizan las diversas fuerzas sociales que luchan por el poder en la sociedad contemporánea.
En sociedades
fragmentarias y no totalmente integradas es importante la necesidad de reconocer las múltiples identidades (pluriculturalidad) que habitan un mismo territorio y de allí la necesidad de consensuar
5
Vasco, Luis Guillermo. "La lucha guambiaría por la recuperación de la memoria". En: Memorias hegemónicas, memorias disidentes. El pasado como política de la historia, p. 81.
12
una memoria colectiva cohesionada donde no hayan posiciones excluyentes o hegemónicas. Mediante la tradición oral los informantes dan a conocer un sinnúmero de sucesos que han vivido -colectiva o individualmente- en un pasado más o menos reciente, si bien puede remontarse a épocas legendarias. El viaje por la memoria colectiva no está exento de provocar cierta confusión cuando existen multiplicidad de testimonios divergentes sobre un mismo hecho, o estos se superponen en un solo relato reuniendo acontecimientos producidos en distintos lugares y tiempos. Bajo tales circunstancias la "verdad" histórica se convierte en una cuestión subjetiva. Y ello es comprensible en la medida que los sucesos, culturalmente hablando, no existen de por sí sino 6
mediante su reelaboración por la conciencia humana .
Discursos históricos en conflicto.
La cosmovisión y concepción del tiempo en las diversas
culturas determinan estilos discursivos singulares.
No cabe duda que en esta instancia del
conocimiento, la memoria colectiva puede convertirse en escenario de discrepancia ideológica. La Historia oficial, construida por el poder hegemónico, elabora relatos para legitimar su condición de supremacía, y por ello aparecen en ellos sus protagonistas de los cambios trascendentales que orientan al progreso y como paradigmas inequívocos y excluyentes de la nacionalidad.
En esa
Historia los pueblos indígenas representan un papel secundario o simplemente desaparecen como resultado del silencio pragmático de los hacedores de la memoria oficial.
Ese silencio puede
incluso ocasionar la desaparición de comunidades desplazadas por los grupos hegemónicos de la sociedad.
Silenciados durante mucho tiempo por la violencia de la conquista hispánica, serían
luego víctimas de la censura bajo la República hasta caer en el olvido y la exclusión permanente y sistemática. Los textos oficiales pueden hacerlo de manera total o parcial, tergiversando hechos o acomodándolos al formato más adecuado para la perspectiva del Estado. En una historia construida de esa manera los sujetos sociales censurados carecen de poder, dejan entonces de ser actores para caer en el papel de objetos físicos, supeditados a la historiografía dominante. Sin embargo, las memorias dominadas pueden resistirse al olvido oficial y luchar por su propio espacio en el conjunto de las representaciones históricas nacionales. A partir de este conflicto las comunidades o grupos excluidos buscan su reconocimiento que debe erigirse sobre la identidad como sujetos sociales. En ese proceso la memoria reinterpreta el pasado, y busca o crea en el presente los elementos que considera necesarios para legitimarse. La dimensión de la palabra escrita contrarresta el efecto destructivo del silencio impuesto. Si consideramos que producir conocimientos es un fenómeno social no puede entenderse como una
6
Lienhard, Martín. "Prólogo". En: Valderrama, Ricardo y Escalante, Carmen. La doncella sacrificada /Mitos del valle del Coica, pp. VIII-IX.
13
parte de la sociedad pueda estar al margen de ello. El tránsito de lo oral a lo escrito se encamina hacia la definición de un espacio de interculturalidad y reconocimiento de parte del Estado de los personajes históricos de los pueblos indígenas. La falta de aprecio por las experiencias históricas y cotidianas de los pueblos indígenas conduce a la marginalidad. En ese sentido, los relatos de vida y testimonios representan voces alternativas que combaten el silencio, rescatando la subjetividad histórica popular. Llenan entonces un vacío historiográfico restituyendo a los personajes populares su carácter dinámico en el devenir histórico. Utilizar la palabra para liberarse de la censura y el olvido abre además una nueva forma de aproximarse al conocimiento del mundo y de la sociedad. Los relatos populares contemporáneos expresan en cierta manera una visión mestiza de la realidad. Como señala Zuidema, refiriéndose al relato autobiográfico de Gregorio Condori Mamani, la percepción andina no se asombra de lo nuevo como los cronistas coloniales tempranos ni adopta la postura analítica del antropólogo culturalista, sino que evoca la realidad tal como la entiende a partir de los referentes ideológicos de 7
su cosmovisión . Dado que la memoria colectiva se construye para combatir la exclusión de los circuitos culturales oficialistas.
Para un narrador tradicional el escrito constituye una nueva modalidad
discursiva que implica una toma de conciencia mediante el cual se busca reconocimiento dentro de un orden que se lo ha negado hasta la actualidad. Los llamados sectores invisibles deben construir su propio discurso para recuperar el sentido positivo de la historia y salir de la incertidumbre en que 8
estuvieron sumidos durante siglos . Los relatos fundacionales de un pueblo indígena constituyen una serie de unidades narrativas dedicadas a la "historia" de sus héroes legendarios y son fragmentos de un discurso mítico. Existen categorías discursivas que explican el paisaje histórico y los cuadros cosmológicos. En esa medida, los antropólogos trabajan con las "habladurías" de los comuneros para transmitir sus historias.
Conviene diferenciar las modalidades comunicativas y 9
discursivas, es decir la forma de transmitir y los medios empleados . En el trabajo por unificar los discursos históricos debe tomarse en cuenta los conceptos de bilingüismo y multilingüismo que desde los 70 han enmarcado el debate sobre la identidad cultural peruana. Según ello el sujeto colectivo afronta dos interrogantes en la definición de su singularidad: el reconocimiento de sus características culturales endógenas, y la otra que cuestiona las relaciones exógenas que los separa de los demás. Tres factores definen los niveles de cohesión en la sociedad
7
Zuidema, Tom. "Prefacio". En: Valderrama, Ricardo y Carmen Escalante. Gregorio Condori Mamani/Autobiografía, p. 11. En Europa desde los 70 el término historia popular definió una serie de iniciativas para recuperar la memoria de los grupos excluidos de la sociedad. Sin embargo, la escuela culturalista alemana, a fines del siglo XIX, ya había planteado la necesidad de llevar el análisis histórico a todas las esferas de la historicidad popular (Véase Samuel, Raphael. "Historia Popular, historia del pueblo", pp. 18-20). 8
14
peruana: los sistemas de parentesco, las organizaciones económicas y los espacios lingüísticos existentes. En ese sentido, la política oficial del Estado establece tres estatus: el idioma oficial (castellano), las lenguas de uso oficial (quechua, aimara) y las lenguas ancestrales amazónicas 10
consideradas parte del patrimonio cultural de la Nación . Posteriormente en los 80 se introdujeron los conceptos sociolingüísticos de diglosia y heteroglosia como herramientas básicas para definir la política de integración cultural. En el primer caso, importa conocer las consecuencias del dominio del castellano sobre las lenguas indígenas, a partir de lo cual se producen no sólo interferencias fonéticas sino morfo-sintácticas
con
repercusiones sobre el estilo discursivo popular. De ello se deriva que muchas veces se cometan errores en la interpretación fidedigna de los discursos orales indígenas cuando estos deben transitar a la forma escrita.
Por ello la diglosia apunta a diversificar una serie de mecanismos que no
perturben la funcionalidad de cada sistema de lengua. La dinámica de interferencias y conflictos lingüísticos revelan una situación heteroglósica generalmente mal manejada desde la política de Estado.
La educación intercultural bilingüe aparece así como alternativa para producir una
identidad creadora entre el discurso histórico oficial y las formas narrativas de la sabiduría popular.
Héroes y antihéroes. Los héroes culturales y fundadores míticos de linajes indígenas son los protagonistas de una serie de relatos míticos. Estos héroes o semidioses pertenecen a un tiempo legendario. En los Andes el relato de Inkarri narra la destrucción de un mundo idealizado y su reemplazo por otro injusto y de antivalores. Queda abierta, sin embargo, la posibilidad del retorno del Inca para instaurar un nuevo orden. En general, los tiempos de Inkarri se identifican con el Imperio incaico, y el orden posterior con el virreinato. El concepto occidental de héroe describe a un hombre de linaje divino cuya actividad guerrera demuestra su condición sobrehumana. La muerte heroica acaba con su humanidad, pero alcanza una nueva dimensión en la memoria colectiva perennizando en las generaciones futuras su carácter social trascendente. Un rasgo fundamental en los héroes clásicos de la antigüedad es la capacidad de emular las acciones que los llevaron a dicho estatus.
Durante el medioevo estos
sujetos alcanzan una complejidad mayor en cuanto a las acciones legitimadoras de su heroísmo. En términos generales sus ideales son más pragmáticos y se circunscriben a la lucha por la justicia de su pueblo y credo. Más tarde, en el siglo XVI, surgen los héroes románticos como personajes
9
10
Valderrama, Ricardo y Escalante, Carmen. La doncella sacrificada /Mitos del valle del Coica, p. XII. Bailón Aguirre, Enrique. "La identidad lingüística y cultural peruana: Bilingüismo y Diglosia", pp. 36-39.
15
solitarios que portan en su singularidad el destino de ellos mismos adquiriendo así un carácter 11
mesiánico . No corresponden a esta percepción los redentores míticos andinos, porque son liberadores cósmicos y personifican la esperanza por establecer un nuevo orden que ciertamente será transitorio, pues en cualquier momento puede aparecer un nuevo héroe trayendo otro escenario. Así los héroes triunfadores pueden convertirse en fundadores de dinastías, amenazados por las fuerzas dañinas convergentes del pasado y futuro. Desde esa perspectiva ningún orden es definitivo sino que alcanza su legitimidad mediante una cíclica sucesión de cambios radicales. Para los héroes el mundo deriva así en un orden temporal contrastado con el presente. En ese sentido, mientras los héroes o Mesías anunciadores de un mundo mejor no representen un proyecto nacional sino muchos nortes que se ignoran o desdeñan entre sí, no será posible una integración solidaria y equitativa. El verdadero camino debe ser plasmando héroes que recojan y sinteticen las esperanzas colectivas, respetando las diferentes concepciones culturales e históricas de los pueblos que desean conformar la Nación peruana realmente mestiza. Desde la posición sociológica los héroes son creaciones y proyecciones ideales de sus propios pueblos, por ello en los héroes indígenas se mezclan la búsqueda singular de lo auténtico con un espíritu de redención social. El papel del individuo en la memoria colectiva popular ha generado una serie de debates en torno al pensamiento mítico como forma de conocimiento histórico. Cuando existen dos o más comunidades culturales al interior de una sociedad, el sector dominante termina imponiendo su galería de héroes y personajes históricos al sector dominado. Este proceso de asimilación presenta una propia dialéctica que la conduce a adoptar algunas imágenes de los dominados sin que ello 12
implique necesariamente un cambio trascendental en el modo de percepción histórica . Dicho proceso ha atravesado una serie de complejas transformaciones mentalidad indígena peruana.
en la
La conquista hispánica contribuyó sin duda al surgimiento
de una conciencia nacional indígena, la misma que encontró en los Incas a sus héroes redentores.
F u e así c o m o de casta dominante cusqueña se convirtieron en personajes
míticos por oposición al poder colonial. La proliferación de movimientos incaístas en los siglos X V I I y XVIII demuestra la persistencia de la idea sobre un futuro regreso a los tiempos del Tahuantinsuyo.
Y son precisamente los anti-héroes, los que mataron al Inca
quienes impiden la restitución del reinado indígena.
11
12
Empero, no podemos dejar de
Ortiz Rescaniere, Alejandro. "Imperfecciones, demonios y héroes andinos", pp. 218-219. Ansión, Juan. "Ideología y Mito: Una reflexión crítica", pp. 55-56.
16
mencionar
que
muchas
veces
las
antiguas
consolidación de un movimiento homogéneo.
rivalidades
inter-étnicas
frustraban
la
Basta citar las rencillas entre M a t e o
P u m a c a h u a y Túpac Amaru, para comprender la ambigua actitud de la nobleza indígena frente al Estado colonial. Con el tiempo, la mentalidad popular ha convertido a San Martín y Bolívar en héroes de un esfuerzo liberador fracasado por acción de los gobernantes republicanos, especie de antihéroes nacionales. Por ello, mientras los utopismos sociales andinos no encuentren referentes en los héroes republicanos, los discursos históricos del pueblo y las élites transitarán caminos opuestos.
Enrique
Casanto Shingari.
Cerro de Pasco).
Nació el 10 de setiembre de 1956 en Puerto Bermúdez (Oxapampa,
Hijo de Elíseo Casanto y Monica Shingari, vivió entre las comunidades
ashánincas del Perene
llegando a ejercer labores de dirigente comunal.
Desde el año 2000
desarrolla una fecunda producción narrativa y artística en el Seminario de Historia Rural Andina (SHRA), publicada después en los trabajos Cuentos Ashánincas del Perene (2001) y Arte y Cultura del Monte (2002). Ese mismo año escribió Guerreros / Obayeripaye, y Relatos Amazónicos
(2002)
para la colección Cuentos Pintados del Perú de la Fundación Inca Kola. En el año 2003 publica Los Dueños de la Serpiente (Noceda Editores), en colaboración con el antropólogo Javier Macera, y Sankenarentsi opoñaanaka kinkitsarentsi / Escritura y cuento (SHRA). Actualmente prepara una nueva historia sobre Juan Santos Atahualpa y su hijo Josecito. Relatos.
La presencia del pueblo asháninca en la selva central peruana se remonta a épocas
anteriores a los incas. En dicho espacio geográfico, donde se encuentran los Andes y la Amazonia, un activo comercio fue forjando una matriz cultural adaptada al rico entorno ecológico.
Desde
entonces, su memoria colectiva conservó los nombres de cientos de jefes ciánicos, seres legendarios y semidivinos que extendieron la influencia asháninca a varias cuencas del sur oriental.
Siglos
después, bajo la acción evangelizadora colonial, surgen nuevos líderes que buscan hacer perdurable su historia en medio de las oprobiosas condiciones de dominación impuestas por los conquistadores. Para ello hubo necesidad de convertir a la memoria colectiva en arma de combate contra la acción de los extirpadores de idolatrías de la Montaña. Una de las zonas donde la tradición oral asháninca mantuvo mayor vitalidad ha sido la cuenca del Perene (Junín). Allí la palabra sirvió de vehículo para afirmar la identidad étnico-cultural y plantearse un horizonte con pleno sentido libertario. Hasta mediados del siglo XX los informes de los exploradores y viajeros comisionados por el Estado republicano para colonizar la región asháninca, revelan la indiferencia y desprecio de la cultura oficial por los pueblos erróneamente llamados campa.
Sólo en las últimas décadas ha
17
surgido entre los propios pueblos indígenas, líderes comunales interesados en conseguir de las instituciones de gobierno el respeto y reconocimiento de su cosmovisión, lengua, y territorios ancestrales. Enrique Casante pertenece a una generación marcada por este permanente activismo social. En su condición de dirigente comunitario no sólo cumplió con las tareas propias del cargo, sino que supo darse tiempo para escuchar los recuerdos y vivencias de la gente y así reconstruyó medio milenio de historia asháninca, desde los contactos iniciales con los incas hasta los recientes años de violencia subversiva. Por ello sus trabajos constituyen un notable esfuerzo de investigación espontánea libre de las formalidades conceptuales de ciertas metodologías antropológicas. Las más antiguas historias ashánincas, según los recuerdos de los ancianos consultados por Casante, están referidas a los combates librados por ellos contra las avanzadas incas sobre el 13
antisuyo central . Al final, su porfiada resistencia consiguió que los cusqueños dejaran las armas buscando establecer relaciones de mutuo respeto en el camino de una progresiva integración cultural.
En realidad, sólo hubo un cambio de escenario para el conflicto, pues a través del
comercio la religión inca representada por el Sol y la Luna pudo penetrar en la mitología asháninca alcanzando un lugar privilegiado. Resultado de casi un siglo de convivencia intercultural surgió una renovada tradición en técnicas productivas y artísticas, cuya pérdida posterior trata hoy de ser revertida por los jóvenes ashánincas. Cien años después de destruido el Imperio Incaico, los asháninca tuvieron que hacer frente a la invasión hispánica. Rechazaron entonces al dios cristiano excluyente defendido por hombres materialistas que cegados por su ambición de oro destruían todo a su paso. Para luchar contra ellos volvieron a utilizar las emboscadas y ataques sorpresa.
Es interesante apreciar cómo para los
asháninca existe una suerte de continuidad entre los métodos de explotación impuestos por los españoles y los practicados bajo la República.
Esta última, violando sus ancestrales derechos,
entregó a fines del siglo XIX las tierras del Perene a la empresa británica Peruvian
Corporation.
Explotados por los ingleses en su propio territorio, esta situación sólo pudo revertirse cuando el General Juan Velasco Alvarado (1968) les restituye sus propiedades, legitimando asimismo sus formas organizativas autónomas, es decir las comunidades nativas. En el siglo XVIII el liderazgo religioso de Juan Santos Atahualpa y su hijo Josecito personifica la esperanza de restablecer el orden alterado por la conquista. Ellos tuvieron la misión de consolidar una alianza multiétnica entre los principales guerreros ashánincas (Chooyaco, Omañaiteri, Piyantacaiteri, Casante y Cavariri), investidos con poderes sobrenaturales, y sus
13
Esta campaña expansiva inca sobre la región central, podría haberse iniciado a mediados del siglo XV bajo los gobiernos de Pachacútec y su sucesor Túpac Yupanqui.
18
14
similares amahuacas, piros, nomatsiguengas, yaminahuas y yaneshas . A la muerte de estos líderes nace la idea de su futura resurrección en el mismo sentido que el Inkarri para ciertas poblaciones andinas. La memoria colectiva asháninca no registra vínculos entre el movimiento de Túpac Amaru (1780) y sus líderes ciánicos. Hay bastante incertidumbre sobre este hecho histórico, pues si bien Casante reconoce la participación de su pueblo "apoyando todas las sublevaciones" como fuerzas auxiliares, afirma al mismo tiempo que sus antepasados "nunca han tenido alianza con los indígenas de la sierra".
Esta idea confirma la preferencia de sus viejos guerreros por consolidar un
movimiento pan-amazónico que supere las rivalidades entre ellos mismos tal como logró 15
conseguirse con Juan Santos Atahualpa . El establecimiento de la República no acabó con la exclusión del pueblo asháninca, porque la proclamada independencia se limita a un recambio de formas políticas, y no produjo ninguna revolución social. Sin embargo, Casante reconoce en el liderazgo criollo de José de San Martín y Simón Bolívar un sincero intento por construir la soberanía del pueblo peruano, a pesar de su condición circunstancial de extranjeros.
Lo fatídico ha sido que en siglo y medio de vida
independiente no hayan existido presidentes "peruanos de corazón", capaces de defender el territorio y riquezas nacionales. Ser libres, pero sin posibilidad de ejercer sus derechos es la terrible ironía que sufren a diario los pueblos indígenas peruanos. Por ello durante cincuenta años los líderes del Perú oficial mantuvieron en la marginalidad a los ashánincas negándoles la condición ciudadana. Un país divorciado de parte de su población mayoritaria, débilmente armado y carente de liderazgo tuvo que sacrificar sus más valiosos hombres (Miguel Grau y Francisco Bolognesi), los portadores de la nacionalidad, para resistir la invasión chilena durante la Guerra del Pacífico. Esta derrota convenció a los gobiernos de la necesidad de integrar
a
los jóvenes
indígenas
en
las
fuerzas armadas, para así consolidar un sistema
defensivo auténticamente nacional. Por eso, Casante señala con orgullo que en las últimas décadas más de 10 000 ashánincas, un sexto de su población actual, han servido a la Patria como soldados y se hallan listos para rechazar cualquier invasión extranjera. De gran importancia es la percepción asháninca sobre la migración andina a sus valles tradicionales.
A principios
del
siglo
XIX, las enfermedades tropicales (paludismo, fiebre
14
El antropólogo Javier Macera, basado en relatos de Enrique Casante, viene realizando un amplio estudio sobre los aspectos míticos de los líderes históricos de la nación asháninca, y su hasta hoy desconocida actividad cultural y política bajo la influencia de Juan Santos Atahualpa y su hijo Josecito. El discurso ideológico de Juan Santos Atahualpa logró superar la natural desconfianza natural de los ashánincas por las poblaciones serranas. Para ello supo utilizar la figura del Inca como base de un sincretismo entre el pensamiento mítico andino y las cosmovisiones amazónicas (Véase Mateos Fernández-Maquieira, Sara, "Juan Santos Atahualpa: Un movimiento milenarista en la selva", pp. 54-55). 15
19
amarilla) y los peligros de la selva (ríos, fieras, etc.) fueron una barrera natural para la colonización, pero cuando ese temor fue vencido se produjo un fenómeno inverso porque los migrantes introdujeron la gripe contra la cual no tenían defensa los nativos obligados entonces a replegarse al interior de la Montaña.
Con el tiempo surgieron gamonales que fueron apropiándose de las
tierras dejadas por estos ashánincas desplazados. La Reforma Agraria iniciada en 1968 puso fin a estos abusos permitiendo a las comunidades nativas y campesinas recuperar sus propiedades usurpadas. En las primeras décadas del siglo XX la explotación del caucho (siringa) abrió una nueva fase de explotación y violencia para los ashánincas de las cuencas del Pichis y Pachitea. Hasta allí llegaron los enganchadores para contratar peones nativos y enviarlos a través de las entradas (trochas) a "ordeñar" los árboles resinosos. Explotados con míseros jornales, armados e inducidos a robarse entre ellos, muchas comunidades fueron envilecidas y cuando no les fueron necesarias a los patrones estos ocuparon sus tierras con migrantes del Ucayali.
Sobrevino entonces la reacción
asháninca que cansada de estos abusos recurrió a sus viejas armas (arcos y flechas) para expulsar a los invasores. La política estatal de libre concesión de las tierras ashánincas
16
continuó después de la
Segunda Guerra Mundial, cuando varios migrantes italianos y alemanes recibieron lotes en los valles del Perene.
Casante señala que los nativos vieron en los europeos no sólo nuevos
explotadores, sino a pishtacos o "quita cuellos" que gustaban robarles su grasa.
Atemorizados
primero y enfurecidos después, lucharon para sacarlos de su valle logrando expulsarlos al Palcazú y Pozuzo (Oxapampa) donde establecieron relaciones laborales con los yaneshas. En los 60 se produce la rápida conversión de la coca de hoja ritual en materia prima para elaborar droga. Así fue cómo, en sus inicios los narcotraficantes fomentaron la siembra intensiva de coca en las tierras ashánincas, para luego hacerlo con la marihuana.
Los nativos fueron
inducidos con engaños a participar en estos ilegales negocios, pero cuando ellos descubrieron que la ley sancionaba con fuertes penas a quienes cultivaban esta planta prefirieron retornar a sus antiguos sembríos de café y otros productos. Ni siquiera la presión de los narcotraficantes les hizo cambiar de idea, y por el contrario castigaron a muchos de ellos con la muerte. Por ello esos delincuentes terminaron yéndose al Aguaytía.
Sin embargo, la posterior crisis económica ha empujado
progresivamente a diversas comunidades del Apurímac, Ene, Pachitea y Tambo al cultivo de la coca e incluso la producción de pasta básica de cocaína.
16
Pero esta gente empobrecida lo hace para
Hasta mediados del siglo XX, el Estado planteaba una política de ocupación desordenada de las tierras ashánincas. Ello condujo al ecocidio, es decir, la desaparición del bosque para implantar nuevos cultivos, y al etnocidio, mediante el deterioro de las condiciones de vida de las comunidades (Véase Varese, Stefano. La Sal de los Cerros, pp. 56-57).
20
sobrevivir y educar a sus hijos, pues quienes realmente se enriquecen son los traficantes de Lima y otras ciudades, mientras los cocaleros ashánincas viven con el estigma de la persecución policial. En última instancia, la responsabilidad cae sobre el gobierno, pues mientras las autoridades malversan los fondos recibidos para la cooperación indígena, los narcotraficantes aseguran con el poder de sus dólares la incorporación de nuevas áreas agrícolas para sus actividades. A mediados de la década citada, se producen las primeras apariciones de grupos subversivos (MIR) con gente proveniente de Cuba y Estados Unidos. Ellos escogerán como teatro 17
de sus acciones a los valles del Pichis, Perene y el Gran Pajonal . Los furtivos encuentros de los jefes ashánincas con los guerrilleros se produjeron en medio de desconfianza e incomprensiones mutuas.
Precisamente el desconocimiento sobre los propósitos de estos "gringos" andrajosos y
sucios que andaban por los pueblos ashánincas, hizo que el jefe máximo del Pichis ordenase su captura y entrega a la policía.
Sólo en ese momento pudieron enterarse que eran guerrilleros y
desde entonces se mantuvieron muy recelosos por las posibles represalias de estos grupos. La tensa calma se mantuvo hasta mediados de los 80 cuando comienza el activismo político de Izquierda Unida y luego la violencia armada de Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA). La militarización forzada de las comunidades, el adoctrinamiento ideológico y algunos abusos cometidos por los líderes subversivos, provocaron la reacción de los ashánincas y el ingreso del Ejército tornándose inmanejable la situación hasta la actualidad.
Gladis
Mascco
Cáceres.
Nació el 4 de noviembre de 1965 en Cora-Cora (Parinacochas,
Ayacucho). Hija de Julián Mascco y Julia Cáceres, hizo sus estudios primarios en su pueblo natal, y luego a los trece años migra a Lima para emplearse como trabajadora del hogar. Años después, cuando forma su familia, decide emprender pequeños negocios y sólo en el último bienio, gracias a una invitación del Seminario de Historia Rural Andina, participa en varios proyectos para recuperar la tradición oral ayacuchana, si bien los quehaceres domésticos no le permiten dedicar todo el tiempo que quisiera a esta actividad cultural. Producto de este trabajo, realiza la Exposición Gladis Mascco:
Recuerdos
de Cora Cora (agosto-setiembre 2004), cuyos interesantes textos sobre
tradición oral y vivencias personales han sido compilados por Sofía Pachas en el libro La vida dura y el arte bueno: Recuerdos de Cora-Cora (SHRA).
17
Eduardo Fernández ha recogido otra versión sobre el contacto de los asháninca con las guerrillas en Satipo (Véase Fernández, Eduardo. Para que nuestra historia no se pierda / Testimonio de los Asháninca y Nomatsiguenga sobre la colonización de la región Satipo-Pangoa, p. 151 y ss).
21
Relatos. En la memoria colectiva del pueblo quechua la influencia ejercida por los contenidos de la historia oficial ha sido ciertamente mayor. A pesar de ello, la mentalidad popular andina tiende a reelaborar el discurso histórico aprendido en la escuela.
Así, desde una postura crítica puede
producirse una negación de los roles subordinados asignados en los textos escolares a la función social cumplida por el sujeto colectivo respecto de los individuos investidos de poder (presidentes, caudillos militares, etc.). Por esa razón, el criterio selectivo de Gladis Mascco trata de superar este conflicto reconociendo en los héroes indígenas y mestizos de la lucha independentista la verdadera expresión del sentimiento patriótico en la conciencia colectiva. En dicha gesta los pueblos de la costa (José Olaya) y sierra (Túpac Amaru) fueron capaces de llegar al sacrificio por la idea de construir una nación libre y solidaria. Gladis Mascco ha construido su registro histórico en diversos escenarios sociales. En la niñez, bajo la influencia del entorno familiar, vive con intensidad la bucólica historia cotidiana de su comunidad. Pero después, durante su adolescencia y edad adulta, la dura adaptación a la vida urbana hacen surgir en ella un esfuerzo espontáneo por conocer las bases sociales de nuestra nacionalidad. Allí rescata el aporte del pueblo ayacuchano representado por las figuras de María Parado de Bellido y Andrés Avelino Cáceres. La primera, mujer heroica y tenaz, a pesar de su analfabetismo, sabrá convertirse en efectivo vehículo de comunicación para las tropas patriotas. El segundo, por su parte, fue un militar con amplia capacidad para liderar al pueblo indígena en la lucha por la integridad de la Patria durante la Guerra del Pacífico. De igual forma, Gladis Mascco reconoce la importancia del liderazgo político en nuestra historia encarnado por José de San Martín, quien dio el primer paso para la construcción del Perú como estado independiente dotándolo además de sus primeros símbolos nacionales. Finalmente, desde una perspectiva más personal e inmediata, nos describe los nefastos efectos sufridos por las clases populares durante la crisis económica incubada a fines del gobierno de Alan García, y que culminó dramáticamente con el alza general de productos decretada por el presidente Alberto Fujimori en agosto de 1990, y que se conoció desde entonces cómo el shock de Fujimori. El relato de Gladis deja al descubierto la rápida pérdida de valores, como la solidaridad y el respeto mutuo, entre ciertos sectores del pueblo, lo cual termina conduciéndolos a una especie de canibalismo social. La impotencia frente al saqueo de su pequeña ferretería produjo en ella un profundo sentimiento de frustración y pérdida de credibilidad en las instituciones nacionales. Con todo, estas situaciones no la indujeron a adoptar una visión fatalista de la historia, pues su auténtica identidad peruana se halla legitimada por la constante actitud heroica de los hombres y mujeres del pueblo frente a la vida cotidiana.
22
Roberto
Rengifo
Rengifo.
Nació el 22 de junio de 1967 en la comunidad de Nazaret de Pozo
(Coronel Portillo, Ucayali). Es hijo de los agricultores
Alfonso
Rengifo Nunta, y su nombre en lengua shipibo es Chonon Meni
Rengifo
Ahuanari
y
Elsa
(golondrina que pinta bonito).
Cursó estudios escolares en el C E . N° 64093 y el Colegio Nacional de Yarinacocha (Pucallpa). Gracias a su talento en el dibujo y la pintura fue convocado a diversos proyectos interculturales: entre 1986 y 1996 colaboró con el AIDESEP como dibujante en las cartillas de información tituladas Nuestro Monte
Tropical.
En 1996 trabajó en el CEA (Comisión
de
Emergencia
Asháninka), y en 1998 fue profesor del curso de Arte y Cultura en el Instituto Pedagógico Bilingüe de Yarinacocha. Finalmente en 1998 y 1999 ilustró con sus dibujos el libro Relatos Amazónicos de la Colección Cuentos Pintados del Perú dirigida por el doctor Pablo Macera. Relatos. La memoria colectiva shipibo-conibo distingue dos etapas fundamentales en su historia: una primera benéfica simbolizada por el contacto civilizador con los incas, y la segunda catastrófica por causa de la invasión hispánica. El universo mítico pano se sustenta en la oposición entre el bien y el mal. Así la pareja legendaria Cori Inca (héroe bueno) / Yoashico Inca (antihéroe malo) señala una connotación moral, pues el Inca malo rehusa compartir sus conocimientos con los joni 18
(hombres), mientras el Inca bueno los brinda con generosidad . Los españoles acabaron con ese estado idílico y provocaron un prolongado movimiento de resistencia indígena. Robert Rengifo ha recogido los recuerdos de los ancianos de sus comunidades sobre las guerras de los pueblos del Ucayali contra las misiones franciscanas del Manoa y Sarayacu, los nombres de cuyos líderes, excepto los de Runcato y Juan Santos Atahualpa, se han perdido en el tiempo. Siglos de dominación hispánica aislaron a los shipibo-conibo del resto del país. Aunque no participaron en la rebelión de Túpac Amaru, ellos creen que el héroe cusqueño era un nuevo Inca (Barí) y su vencida movimiento el anuncio de una época de unidad pan-indígena en el sentido del Tahuantinsuyo. La República trajo nuevos invasores en sus tierras, especialmente los caucheros esclavistas que se apropiaron de extensas zonas en el Ucayali y Aguaytía. Conocido es cómo estos patrones organizaban a los shipibo-conibo para efectuar cacerías de indios cashibos y de otras etnias para esclavizarlos y hacerlos trabajar en la recolección del caucho. interciánicas para acabar con los pueblos más rebeldes.
Fomentaron además guerras
Rengifo ha recogido el testimonio de
Guillermo Ramírez (Soi Rahua), quien participó en esa violenta época de las luchas contra los temibles guerreros baishitas liderados por Tocorico, defensor con su vida de la región del Chanintia.
8
Morin, Franose. "Los Shipibo-Conibo" pp. 371-372.
23
En los relatos de Rengifo puede notarse una constante reinvindicación del liderazgo indígena como elemento indispensable para forjar una nación multicultural. Es sintomático notar su desapego por los héroes oficiales, pues las acciones de estos han tenido poca influencia en la cuenca ucayalina, donde hace un siglo no existía otro Estado para los shipibo-conibo que aquel impuesto por los caucheros esclavistas.
Más aún situados en una zona fronteriza, la influencia brasilera
también estuvo presente sobre ellos hasta las primeras décadas del siglo XX. Por ello, Rengifo busca sentido a su peruanidad fundándola no en nociones mesiánicas, sino en la necesidad de un nuevo pacto político entre todos los pueblos que conforman la nación peruana.
Romer
Yagkug Sejekam.
Nació el 16 de agosto de 1979 en la comunidad de Chipe, ubicada en la
cuenca del río Marañón (Bagua, Amazonas), a tres horas en bote de Imaza y en un punto donde confluyen los migrantes andinos y costeños de Cajamarca y Chiclayo. Era un joven narrador-pintor aguaruna (awajun). Gracias al esfuerzo de sus padres, Romer cursó estudios escolares en Chipe y Bagua respectivamente, y luego ingresó a la Universidad Amazónica de Iquitos donde se graduó como maestro bilingüe. En los últimos años, el interés artístico de Romer se ha orientado al rescate de la cosmovisión y tradición oral aguarunas, habiendo publicado este año con la Fundación Inca Kola el libro Relatos Amazónicos: Español-Aguaruna Relatos.
(Awajun).
En la memoria colectiva del pueblo awajun sobresale su profundo sentido libertario.
Romer Yagkug ha escuchado de los viejos waimakus del Marañón, Santiago y Cenepa la antigua historia de su gente iniciada con la obra civilizadora de Etsa (Sol), el héroe cultural. Posteriormente la riqueza de sus tierras despertó las ambiciones del Inca Huayna Cápac, quien a principios del siglo XVI sufrió una completa derrota cuando pretendió conquistar la región de los aguaruna, y por ello no volvió nunca a molestarlos.
Sin embargo, en décadas posteriores aparecen los Apach
(españoles) atraídos por las noticias de oro en los ríos, y contra ellos hubieron de producirse continuas y sangrientas guerras. Dice Yagkug que después de las guerras independentistas el mensaje igualitario de José de San Martín y los patriotas fue incumplido por los hombres de la República, y por eso los awajun no se consideraban realmente peruanos, pues nadie protegía sus derechos y tuvieron que seguir luchando contra los abusos de los colonos en sus tierras. Por ello, a mediados del siglo XLX, varios pueblos asentados en las riberas del Marañón, como Borja y La Barranca fueron asolados por grupos de aguarunas y huambisas. En las décadas siguientes varios exploradores ingresaron a esas zonas desde Chachapoyas tratando infructuosamente de hallar una ruta al río Amazonas. Aunque los awajun lograron establecer relaciones comerciales con los colonos y nativos, la persistencia de abusos e injusticias no permitían la unión entre los peruanos. Por eso sus jefes, los
24
waimakus, no estuvieron enterados de la tragedia del país durante Guerra del Pacífico.
En ese
conflicto, a pesar del sacrificio de grandes guerreros (Grau, Bolognesi) todos los peruanos fueron derrotados, porque los gobernantes continuaban excluyendo a los pueblos indígenas de la ciudadanía y otros derechos básicos. Yagkug recoge finalmente la historia de Tsamaren, uno de los últimos grandes waimakus, quien combatió muchos años para preservar la cultura del pueblo awajún de los ataques de los 19
huambisas y los abusos laborales cometidos por los colonos explotadores del oro . Este líder logró reunir bajo su mando más de un centenar de comunidades y sus guerreros eran reputados como los mejor armados del Cenepa. En los últimos años, los awajún han sufrido los efectos del diferendo limítrofe planteado por el Ecuador al Perú, hecho que ha terminado dividiendo las tierras ancestrales de los pueblos de lengua jíbaro. Los relatos de Yagkug, sin embargo, manifiestan un núcleo de identidad peruana en las comunidades awajún de la frontera nor-occidental amazónica.
9
Guallart, José María. Entre Pongo y Cordillera/Historia de la etnia Aguaruna-Huambisa, pp. 238-240.
25
26
U vision
3stemnc3
Enrique Casanto
27
Apink^i-eet^ntgmimgsbiki
Ikenketsatzí acbarineetepaye apínkapaye ípooñaaka okatsínkaítyí Cusco frante ínpabakaya batsatsi piríaari (chalona) aa¡atzí pasbíní kitsotayetatsi ri opoñaa íbanenkaterori
íramatsaíripaye.
E ntanta na ka rori
cantzímaítacba yaapatyaa¡ari onkantya paamari,
iro
kantzimaitacba
coríkí opoñaa ítenkí sabara onkantya
asbaníncapaye
impimantabakayaata.
apínkapaye
ibametaakeri
íbanake
kísosbíríaantsí,
iró
A r i okantakari ínYopaye yamaniri
yamanakairi
pava
orígtsírí
irootake
yapatoítantai-íi-í aparo saíkantzí íkantaítzíro asbanínkake "Ivanííta pava". A r i yapato¡cetai-í atzíi-ípaye, aparopaye
amanírírí
onatsírí
pasbínípaye
paamari,
opona,
osbekí
asbaníncapaye íkínkísbíría
írítataíquema oriatísíri opantatsíri añaantsí pankirentsikipaye, opoñaa aríríka i>aíya finara casbíríra, opíaro
otsakíarí
ínkaní
sbimapaye, pasbípaye.
onkantya
omperiita
oítsokípaye
atziripaye,
tsimeripaye,
piratsipaye,
Iro kantzimaitacba, asbaníncapaye íroo¡atzííta yoí¡atzíro yamaniri paamari,
tema apaasonkítzíi-í mvori
ícantzíro yovosantzíro caníi-í, pitoka,
maona, sboñakí, tsímei-ípaye,
sbímapaye, piratsipaye, írootake asbaníncapaye te írobabatsatantya. Abísake okantaítaní yoísokítaro íncbakírí potsotzí opoñaa
mapípayení onkantya
i baa mata ntyaa ri, ari ocantakarí
íbaamatakero
tsíyaaropa onkantya íraantyaarí paamarí tsíkanka í¡aate, eero okabanta ímpícbayetero mapípaye, íramírokero íncbakírí potsotsí kíaríoperoíní.
Ipayetzírírí apínkapaye okametsatakítzí, tema íríro
yaayetzírí koríkí tema íníntatzíríro, tema aa¡atzí ¡obamaantzí otzímatzíra íyepíyanca. asbaníncapaye yantabaítzírí
kíreekí íroo¡atzí 1968 yoísokítarí
Irootakekía
ítsan ota cota rí, ísbíyarí yantarítzí
íkímítarí amenaarontsí ítsatzírí ísbípaneekí íporeríatzí aríríca íncboorenterí oríatsírí. Pasbíníkípaye apíncapaye
opañaa
írantavaímento. pankírentsíke
asbaníncapaye, yantzíro
ípotsotantaro pankírentsípaye, yantayetzíro
Opoñaakía yantayetzíro ísaabanaro, íyotsírote
okaratzí
yotzírí
íntakaantarorí,
íroo¡atzí
kíreekíkí, yantantaro
omanayeeta.
Iroñaaka
mapí
íríyotane
evancarípaye
ípíakotaakaro íyotaantzí íyotzírí apíncapaye, író kantzímaítacba akokobata¡íro okantya ayota¡ero yantzírí acbarineetepaye.
28
Los incas llegan a la selva
Cuentan nuestros abuelos que los incas vinieron
eje la sierra del Cusco a hacer
trueques eje carne seca (chalona) y otros productos por oro y plumas eje papagayo para adornar sus coronas. En un los ashánincas les pusi^on pero
después
amistad adoraban
y
el
gran resistencia,
hicieron
comercio. fuego,
pi-incipio
relaciones Entonces
pero
los
eje ellos
Incas les
enseñaron la adoración del dios Sol y para eso los ¡untaban en ciertos lugares llamados "bajada del Sol", y que en asháninca se dice "Ivaaniita pava". A l l í se congregaba la gente, y unos adoraban al Sol y otros al fuego, y muchos ashánincas pensaban que quizás el Sol era un dios que daba vida a las plantas, y que cuando lloraba su esposa Luna, convertía sus lágrimas en lluvia para regara las plantas y hacer que dieran frutos a los seres humanos, aves, animales, peces, etc. Sin embargo, los ashánincas actualmente siguen adorando al fuego, po^ue
gracias a él pueden cocinar la yuca, pituca, sachapapa,
dale-dale, aves, peces y animales, pues los ashánincas nunca han sido caníbales.
Desde tiempos
inmemoriales utilizaron el palito del achiote y las piedras para hacer fuego, y así prendiendo la flor de la palmera podían transportar la candela de un lugar a otro sin necesidad de tener que chancar piedras o sobar palos de achiote a cada rato. Los intercambios con los Incas fueton
muy favorables, pues
ellos se llevaban oro que era muy apreciado, pero también mortal por el monóxido que contiene. Por eso los ashánincas trabajaron más la plata, y hasta 1968 usaban medallas del tamaño de un espejo colgadas en delantales del pecho que daban un brillo elegante cuando reflejaba los rayos del Sol. En otros casos, los incas y ashánincas usaron algunos signos de pintura y con las plantas hacían sus herramientas de piedra. Después para fabricar sus lanzas y cuchillos de plata, utilizaron los secretos de las plantas que sabían nuestros antepasados y ahora están escondidos. han perdido estos conocimientos
En la actualidad los jóvenes
de la época de los Incas, pero poco a poco
los estamos
redescubriendo para utilizarlos como lo hacían los abuelos.
29
Isbipgñoori ygreetgntgkgri gntgmimgsbiki
0¡aatanake
1
600
opoñaa
íkenasbíyetapaaka.
Iriroite
1
800
ísbípañoorípaye
íkantaíyíní
yayiro
kinkitsarentsi
ocantakarí yanta caá nta yeta ke pantsamentotsipaye, franciscanos
yareetaiyacane
iríitake ¡íbatakaírorí kímísantaantsí.
íbancopaye
antamimasbikika
iravisacotantyaarí
atzirípaye,
ikinatari
¡esuíta opoñaa
paatzirí
Tema te írootake aparo inkoberi,
koríkí e¡aayetake okenayetanake saícantsípaye esaícayetzí asbenínkapaye.
ari
ícobakítakeri
Tzimatzi aapatyaa ka riri,
íro cantzítmaítacba asbaníncapaye saícatzírí antamísbíkí oníyankítzí, te i raapatyeeyaa ri, okaratzi íkínkísbíriavetacarí, ísbípañoorípaye,
ari
opoñaanaca
ya nta m i ntsatake ri
capícbe asbanínca tema
¡iyotatzirora
yamaatzíro, pítotsíkí, sbíntzípaakí, ísbípañoonpaye tema
íríítake
asbaníncapaye
oimontyiiriri
yantanatziri,
ari
ísbíya antamíkí,
ikama¡eetake yabísbíro
osbekí
pareninipaye
ícobíro abotsí, kiyanarentsi, tsatacorontsí,
\Y\YOY\
pareneki,
pítotsíkí,
sbímtzípaakí,
onkantya
íroípítsokakotantyaarih', ínkísakobentanta¡íaan', tema ¡sbipañooríka teera íriyotero iramaate, íkamí ípínkaatzí, terika Paatzírípaye
osakintayetakeri
¡atatsíri
íñaaperotantari
sbíntzípaakí
okantya
cbacopípaye, opoñaa íkínkísbi>íakotzi>í
íntsínampai>í,
íbancopaye ari
íbavísacotakerí
i>aítantyaarírí tzímímotzíi-íri, tema
íkínkísbíria ívasanketaerí opoñaa irantabaitacaírí kíaríoperoítení. otzímake
íbantsamento
ísbírínkanaka iramene ametacoterine
ítaítakenerí.
íbavane,
írootake
inebetatyaarira
coríkí
Te ari onkantzímaítya, opoñaa
pincatsaríke íkantaítzíri paitacbari pi ncatsa re ntsi.
Abísake osamanítzí ítyaancaítakeri o¡atanakenta aparo Coronel írasbí obayerí poñíncarí taaromakí ítsípatakari
icaraiyeni
ovayeripaye.
In'ro
iribetaka
asbenínca acaraiyinira,
iró
cantzímaítacba
ípímantakerí i>atzírite tema yaanakítzí aparo cañón asbí obayerítaantsí arí ípíyatacarírí asbaníncapaye, opoñaa
yayitakerí
íípatsítepaye
ocantya
ínpímantenerí
írora
Pemvían Corporation
Ltda. ari
okantakari ingleses yaayetakero kipatsipaye, ipiaakeri asbaníncapaye yatzirítarí franta baita ka na paye, yantzíroantabaírentsí okítaíyaanake íroo¡atzí otsíteníítyanta¡ía ívasanketaítakerí te íroya cametsaíní, íríroíte asbaníncapaye intani iba chalona, canirí, parentzipaye opoñaa pitoca, opaña tema te iríyote iñaanate isankinate yamaatavitziri irantavairikipaye. Aririka irantavaite aparo casbíríkí intani ipaitzirí, pasbicarontsi, kirínaki opoñaa sabiri, ariríca irantakero aparo kasbiri pasbini niyanki casbiri, ipaitzirí, cbencotsi, iyaamiisate, falda, blusa, ovasbiro, colchas opañaa tocuyo, otzimi yareetaro oniyankirí osai-entsi, otzimi aparo osai-entsi itsootyiro ipaitzirí aparoni
30
kii-inaki
antaro 120 litros opoñaa
Los españoles
Entre 1 6 0 0
y 1 800
los españoles llegaron
querían llevar el mensa¡e eje salvación
a
la
llegan 3 I? s e t a a la selva de muchas formas. gente,
y
entonces
crearon
Ellos dijeron que
iglesias y conventos
utilizando a los sacerdotes jesuítas y franciscanos como guías eje la evangelización. Pero este no era su único interés, y ambicionando oro ingresaron a diferentes lugares encontrando indígenas. Algunos
pueblos
los aceptaron, pero los ashánincas de la selva central no los recibieron como
ellos habían pensado, y les pusi^on muh^on
varios
gran resistencia produciéndose varios enfrentamientos.
muchos españoles, pero pocos ashánincas po^uc
Así
ellos sabían huir por los montes y cruzar
los ríos nadando o sobre canoas de palo huampo o palo balsa. Los españoles, en cambio, necesitaban caminos de herradura y puentes, y como los ashánincas eran quienes les hacían cruzar los ríos en canoas o balsas aprovechaban para volcarlos en venganza, y los españoles que no sabían nadar morían ahogados o incrustados con flechas, y sus casas y conventos eran quemados. iban en
Los
padres
que
las balsas pensaban que su dios los
los iba a salvar, y por eso resistían tratando de vencer a los ashánincas para tomar sus riquezas, po^ua
en su ambición de oro
pensaban esclavizarlos y hacerlos trabajar duramente. Pero no fue así y tuvieron que retirarse y buscar ayuda en el gobierno de entonces
llamado
Virreinato.
Tiempo
después fue enviado a esta zona un coronel del Ejército de la provincia de Tarma con un qwpo
de soldados. Él era paisano y compatriota, pero
traicionó a su gente y llevando un cañón de guerra venció a los ashánincas y se apoderó de sus tierras para venderlas a la Peruvian Corporation Ltda. Cuando los ingleses tomaron las tierras, convirtieron a los ashánincas en peones y op^ios
haciéndolos trabajar desde el amanecer hasta el anochecer.
Maltratados y mal alimentados, los ashánincas solo comían chalona, yuca, plátanos y pituca, y como no sabían leer ni escribir eran estafados en sus trabajos. Cuando trabajaban un mes solo les daban
31
toncamentotsi. ocantya
Aparo antavaii-iaantzi yantavaitzi 2 0 - 5 0 obaantsipaye, pesaantsi, tsamaitaantsi
ipa nkitantyaa ri
café, te
ontzimimoteri
arisbitya
tecatsi
irobane
irasbipero
tema
yovasanketaitakenYa compañiaki, arírica cayaantsiki café yareetayeta asbanincapaye poñincasipaye pasbinisatzipaye ikinkisbiriacotziro ijaate ikinkisbiacotzih
onkantya impinaiterí cametsaini irantavaireki, pasbinipaye te
kirincoka inatzi pisbtaco itotayetziro iitontsipaye antavaitayetatsiri.
Ari
ikantaiyacane asbanincapaye inoo¡atzikia General Juan Velasco Alvarado yantakero Reforma Agraria 1968 ari iyotacoitakero, opoñaa obetsicayetanaca saicacantsipaye asbenincapaye. pincatsarika yocaitakeri osbeki antabaitacaantatsiri o va sa nketantayetats i ri, opoñaa ipoñaa
asbanincapaye
isaicanako
onkantya irantavaitantyaari.
32
ikimitanacari
asbitaroripaye
iipaatsitepaye
Pasonki yocá
\Y\YOY\
cbooripaye
omoncarayetaca
frazada, olla y machete; si lo hadan por mes y medio recibían pantalón, camisa, falda, blusa, ropa interior, colchas y tocuyos, y en caso llegaran a medio año o un año completo les entregaban una olla grande de ciento veinte litros y escopeta. Cada peón laboraba veinte a cincuenta hectáreas, macheteando y lampeando para cultivar café, sin tener ningún beneficio ni chacra pvop^
porche
estaba esclavizado por la compañía. Durante la cosecha de café llegaban ashánincas de varios lugares pensando que podían recibir buen pago en las faenas, pero otros no iban po^ue
pensaban que los
gringos eran pishtacos que reducían las cabezas de los trabajadores. A s í estuvieron los ashánincas hasta que el General Juan Velasco Alvarado hizo la Reforma Agraria en 1968, y entonces sus derechos fueton
reconocidos y formaron comunidades nativas.
Gracias a este gobierno
fueton
expulsados muchos gamonales e s c l a v i z a d o s , y los campesinos y nativos quedaron como dueños de los terrenos y parcelas que trabajaban.
33
Tupac Amaru
Oyenkitsarí peruana icantzi yoca Túpac Amaru ínítgke oberantarori ibaiyani apincapaye, iriitake tsipariacobentakeri asbenincapaye imanatakeri españoles.
Asbi acbaríneete icantzi yaretantacari
Túpac Amaru yanta nata keri, aparopaye asbanincapaye okobaca irametacori incaraiyenimi pasbini yapatoita asbenincapaye, in>o ¡intanacaro imanataca Cusco, tema ayotake anta tzimatsi iñampita asbaninca maacbenca, sbimirentsi isa nkenata keri
intanacarori
asbanincapaye
tema
te
íKítgke
(piros) opona yaminabua.
i ñaa baita cote ro saicaintzirí
iraca,
iro
yaametacotzirí
Omaperotatya sankenayetacbarí
cantzimaitacba
maaroniki
iyotziro
ovayeríite
omanataantsipaye.
Iroñaa
evancaripayeni asbanincapaye ayojeetziro icanta yametacotziri intacantarori imanatabaca, aa¡atzi amenacotzii-i te ontzime ii-akei-i asbenincapaye saicatzii-i okatsincaityi, tema intani ícovírí irayeri evancaripaye
pasbinisatzi ocantya
ivametairi
isbitoveeta
cametsaini
obayerí.
Tema
irotake
abanincapaye iriitake iríiperorí omanatzincari, aririca iromanatabacaya icaraiyinira tsinampantaintsine ai-i ii-apitsatei-i itomipaye, ii-isbintopaye opona iinapaye.
34
Túpac Amaru
La historia peruana dice que Túpac Amaru fue el último descendiente de los Incas, y que liberando a los indígenas se sublevó contra los españoles.
Nuestros abuelos
dicen que cuando Túpac Amaru hizo su lucha, algunos ashánincas podrían haberlo apoyado ¡unto con otros grupos nativos, pues él comenzó la guerra en el Cusco, y sabemos que allí habían pueblos ashánincas habían pueblos ashánincas, nomatsiguengas, pwos
y yaminahuas.
Es cierto que los escritos de
cronistas antiguos no hablan sobre esto, pero es conocido que los guerreros ashánincas siempre han estado presentes apoyando todas las sublevaciones.
Hoy, los ¡óvenes ashánincas conocemos que
nuestros antepasados participaban como ayudantes en las luchas, y observamos además que nunca han tenido alianza con los indígenas de la sierra, po^ue
preferían llevarse cautivos a jóvenes de otros
grupos indígenas selváticos para entrenarlos bien y hacerlos buenos guerreros. Por eso, los ashánincas siempre han sido muy buenos estrategas para combatir, y cuando tenían enfrenta mientes entre ellos mismos el vencedor le quitaba todo al vencido, sus hijos, hijas y esposa.
35
San Martin
Iroojatzi 1,821 ocanta fri General don Jose de San Martin yooñarontakero apanirotzi Perú ocaratzi isbintsinatziro español, nampitsi sa i kímotzí YOY\
costa, sierra
ocantya
ikantavaitakerira.
isaicasbita¡ia
akinkisbiriacotziri
eero
okantasbita
ibasanketaa¡eri
\YOOY\
antamisbi ikemisantake anta Arocaite
asbanincapayeni
asaicasbitya icantakerira General San Martin, tema akemakerira
irootake icantaitziri politica amenacantzirori oberaayeta osbiyantyaaYOY\ onampitsitanake apaniroini, inpincatsaetero yamenacotero obincatsarite, oncantacayaro ikantacantaitziri, opoñaa
oireekite.
Tema iroñaaca averacotaca siglo X X I , iroojatzi ibatsinaetae, tema pincatsariyetatsiri paitacbari ¡ebari, icantapintatya
ibatsinae, yamatavitae, isbineta¡eetai irametacoteri asbinoncaincari, intani aririca
incovanake i roca benta ite ri. Arocaite apasonkitziri yoca General, ocantavateca ipoña tema yoocacoventacae españoles iñasbicoventanacaro inampitsite peruano.
Ocaratzi
Argentina, osamanitzi,
españoles ipincatsaritzimotacae aparopaye caari pasbiventacbane, covacotziriri koríkí anampitsitekica. lroo¡atzi aretacotantaca 1968 icanta pasbini General paitacbari Juan Velasco Alvarado, aparo peruano irasancaneki ipincatsaritake, ari iyotacotakeri icantacota asbenincapayeni maaroni Amazonia, pairani icanta¡eetai kenincari ipaitai cbuncbo, te iriyote arocatake kempoyaakero antami oviyoncari kipatsi pairani intzimitakiami aparoni abincatsarite
ÌYÌYO^&O
peruano, aritaima aipatzite antarotaima onatye
osbiyaro pairani apincakipaye, tema apiakero antaro aipatzite okimitatya, Brasil, Colombia, opoñaa Ecuador opona iroo¡atzi Arica apiasbitacaro yapitsatacairò chileno. peruanos te osaike kwiopeYoini koríkí.
36
Irootake cantacbari iroñaaca
iroo¡atzi asbinonca osbiyacari asbinoncaacbari isaiki isaicamento
San Martín
Desde 1821 cuando el General don José eje San Martín declaró independiente al Perà de toda opresión española, el pueblo de la costa, sierra y selva creyó que entonces sería libre de la esclavitud que lo oprimía. Nosotros,
los
ashánincas, reconocemos
otro sentido de la libertad en la proclama oficial
del
General San Martín,
creemos que señalar límites territoriales
como
Presidente, manejado por sus propia
país independiente,
es política
soberano y conducido
leyes y economía monetaria.
y
po^uc
se refiere a
por
su
propio
Pero nosotros aún ahora en
pleno siglo XXI seguimos siendo esclavos, pues los gobernantes llamados presidentes siempre nos mantienen oprimidos, engañándonos y ofreciendo ayudar a los pobres, pero sólo durante los procesos electoreros. Nosotros damos gracias a este General, a pesar de haber sido argentino, pues nos liberó de los españoles forjando la soberanía del pueblo peruano.
Durante el tiempo de los
españoles nos gobernaban unos sinvergüenzas, codiciosos de las riquezas de nuestra Patria. Y así llegamos hasta 1968 cuando otro General llamado Juan Velasco Alvarado, un peruano de corazón asume el gobierno y reconoció los derechos de los indígenas de toda la Amazonia, pues antes nos consideraban salvajes y llamaban chunches, sin saber que nosotros somos quienes desde siempre hemos cuidado la selva, el pulmón de la Tierra. Si antes hubiésemos tenido un gobernante realmente peruano quizá nuestro territorio habría sido más grande como en tiempo de los Incas, povc\u&
hemos
perdido gran parte de nuestro suelo con Brasil, Colombia y Ecuador, y hasta Arica se perdió con los chilenos. Eso sígnifica que hasta hoy los peruanos no somos libres, y seguimos en la miseria aunque parezcamos un mendigo sentado en un banco de oro.
37
Simon Bolívar
Simón Bolívar irütake aparo ¡ebatacaantzirori ovayeritaantsi, opaña ya meta cota kero anampi Perú omanataantsiki,
yomanatziri
isbipañooripaye.
Apasonkitziri
\Y\YO imanatacobentakeri
aa¡atzi
inampitsiteki asbanincapaye, tema irootaake o¡aanatake oipatsite Perú. Te ontzime kinkisbiretaantsi arika itzimake asbaninca, teerica pasbini asbeninca tsipatacariri icaraiyinira ¡eebatacaantantatsiri Simon
Bolívar; tema
icantaiya¡etaini
\Y\YOY\
pincatsaripaye opoñaa
imanataca imanatziro.
yantakero yovayeritantarori asbanincapaye
antamisatzipaye,
iroñaaca tzimake abayerite antatsiri
ayotanakeri obayeri inatzi ipairiacoitziri \Y\YO\\&^
atziri
opoñaa
iró
yabisanake
osbekí
ibetsica icantacantaitziro, iroñaaca
ocantavetaca pincatsari te incobe iriyotacoteri,
Ecuador
osbekí
opoñaa Colombia, aritaima avisanaintsiri pasbinipaye
Chile iroñaacaca overamapaacarori osarentsipaye tzimake íshekítzí
pasbine
asbenincapaye
acaraeyinira
vetsica i ncba ri
oncantya
tsica
onkantapaintya ampiyaventyaaro Perú, asbi anintane asbitairi. Tema otzimatzira mavá sbintsinkantsi amaventacbari Aviación. Marina, Ejercito osbekipaye asbanincapaye obetsicaintsa ¡ara ocantya ira macota ntyaa rori asbitairi, apasonkitziri evamenetsacairi irika ñaaperori Simón Bolívar ayota¡iro ametacotero anampitzite, irootake ai¡atacairi ikimetaara tema
\Y\YOY\,
ai¡atero iyometacairi acbarineete,
iriitake antarite obayeri obayeritakeriri españoles, iró oberantacarori osarentsipaye
\Y\YOY\
ipiyatacari aparo apato¡eetacbari kiakitsiri ityaankantzi nampitsikipaye ikimitari avotsi sbipariatsiri (Sendero
Luminoso)
opoñaa sbevataantsi ovayeritatsiri Tupac A m a r u , opoñaa
yantayetakero
irovayerimento caari poimatatsine irootake iviane opona icbacopitepaye opoñaa ibankirepaye caari iñeetzi.
Iroojatzi pairani
imanatavacaiyani asbanincapaye ipiyatacari
ininatziriri ocantavetaca
ibetsicaperotaca, intani yayiro ibankiri cantacaariri. Aporopaye antarotacairo parenenipaye, irootake ipaitatziri,
omanataantsi, incaareki (Marina), pasbinipaye amayetzi tampiaperori
incbatopaye
ibantari
overa ntapaaca YOYÍ
O va ye
ininatziri
irootake
icantaitziri
omanataantsi
caraayetziYOY\
tampia¡encaki
opoñaa
reta a nts i kipatsiki ari iñaavaca ivatsa, ivatsa, ari asbanincapayeni isbincacari
kisanentziriri cero isbinetziri isbiye, tema imanatantari icbacopitepaye te impoimatacairo, ari aparoni, aparoni,
\Y\YOY\
\^Y\Y\
aririca iñaakeri asbanincapaye ovakera isbiyavetya, irò cantzimaitacba cero
icantziro. A r i ocantacari asbanincapaye icatsimaperitanake irootakekia ikisanentantariri atziripaye poñincari, ocatsincaitetzi, a¡atzi saicatziri costa, iroñaaca te añaaperota¡eri.
38
Simón Bolívar
Simón Bolívar fue un General del Ejército, y ayudó a la nación peruana a combatir en los conflictos con los españoles. Gracias a ello luchó también por la nación asháninca, porque ella es parte del territorio peruano. No tenemos datos sobre si hubo ashánincas u otros grupos indígenas enrolados en las filas del General Simón Bolívar, porque entonces nos consideraban indios salvajes, pero después pasaron muchos gobernantes y hoy ya tenemos soldados que hacen servicio obligatorio, y sabemos que son guerreros ashánincas de renombre, porque aunque el gobierno no los
toma en cuenta, muchos de ellos han
luchado en el conflicto con el Ecuador, con Colombia y quizás en el pasado otros lo hicieron en la guerra con Chile.
En este último siglo tenemos
cantidad de ashánincas y de otros grupos indígenas que son reservistas listos para en cualquier momento defender al Perú, nuestra querida Patria. Como tenemos tres fuerzas armadas.
Aviación,
Marina
y
Ejéricto,
muchos ashánincas se han preparado allí para defender la Patria.
Gracias al ejemplo del
valeroso Simón Bolívar aprendimos a apoyar a nuestro país, por eso seguiremos sus pasos de la misma manera que seguimos las enseñanzas de nuestros abuelos, porque ellos también fueron grandes guerreros que combatieron contra los españoles y en los últimos años se enfrentaron a grupos que entraban a mandaren los pueblos como Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, y lo hacían con las armas silenciosas del arco y flecha y sus plantas maravillosas. Desde antiguo en sus guerras los ashánincas vencieron a enemigos mejor armados, usando sus plantas maléficas. Unas hacían crecer los ríos, y a eso le llamaban la guerra marina, otras traían ventarrones que destruían los árboles ante el enemigo y le llamaban la guerra aérea, y finalmente en la guerra terrestre se daba el enfrentamiento cuerpo a cuerpo, y allí los ashánincas rodeaban al enemigo sin dejarle escapatoria, porque disparaban sus dardos sin hacer ruido y los enemigos caían de uno en uno, y cuando ellos podían ver a los ashánincas recién huían, pero sin resultado. Así, los ashánincas se pusieron muy bravos y por esta circunstancia a veces eran malos con las personas migrantes de la costa y la sierra. Ahora eso está cambiando.
39
Omantaantsiki Chile: Bolognesi ipoñaa Grau
Kínkítsarentsíca
oini¡aitain>a
pairani
irovayerityaaro
oñaapincatsatya
ocantavetaca
okínkíshíríacota
osaíkí
Chile,
peruanos
te
apaniro
anaashita
ikantacaaro
nampitsipaye, tema ari icantakeri yora General San Martin.
ontzime
A r i ocantacari osarentsiki 1879 yoñaarontakero omanataantsi.
Perú te oshintsishirite
omanatya
ipiya venta caro WWp&oYlp^
Bolognesi opoñaa Miguel Grau etacotarori kwiopemini monitor
"Huáscar"
omanatzincaro
otzimake
chilenos.
Irooca
osbekí
itsinampantacaro
omanataantsica
maaroni
Abisake 5 0 osarentsipaye oñaarontaca
onaashitaca, aparo nampitsi sa ica na mpita i ri ari ocantatya yamini ikisanentai icobake cashetane aipatsite.
aparo
irapitsatairo
Ocantabetaca
shirampari, kimitachari Francisco
Anampitsite. íbayetake
okícbencacotzíro
Miguel Grau antacotzirori ovayeripaye
opona
barcos
kínkísbíríantzí oyenkítsarekí
peruana, ocantabetaca tzimatsi atziri cantatsine asbanincapaye, pasbinipaye asbeninca te ontzime incantaiteri
icantacota
intayetanacarori ya meta cota keri ri ka irobayeriteki
Grau terica
Bolognesi,
iroñaaca ayotaje abisake osamanitzi icaratzi 10 0 0 0 asbanincas itsotyaakero yaa ma venta cota ro anampitsite ibetsicaca yobayerita. Iriitake 10 0 0 0 coyaincbari tzimatsi 2 8 2 0 saicatsiri yaamaventa oncatya ontzimerica caimantsi ijate omanataantsiki paitarica avisaintsini ininatero Perú.
40
U guerra con Chile: Bolognesi y Grau
La historia nos muestra que antes eje la guerra
con
Chile,
los
peruanos
no
teníamos una soberanía real a pesar eje que nos
considerábamos
independientes por
la voluntad
de los pueblos, como el
General
cincuenta
San años
independientes,
libres
lo
Martín. de un
general
había
dicho
Después
habernos país
e
de
declarado
vecino
que
siempre nos miraba como rival quiso quitamos una parte de nuestro territorio. Y así en el año 1879 nos declaró la guerra. Aunque el Perú estaba débilmente armado se defendió con sus más valiosos hombres, como Francisco Bolognesi y Miguel Grau que amaban fielmente a la Patria. Miguel Grau conduciendo el monitor Huáscar tuvo muchas victorias causando bajas a soldados y barcos de guerra chilenos. Esta guerra marca un hito en la historia peruana, y aunque hay gente que puede decir que los ashánincas y otros grupos nativos no tienen información sobre si sus antepasados ayudaron a los soldados de Grau o Bolognesi, hoy sabemos que desde hace tiempo más de diez mil ashánincas han cumplido con servir a la Patria en su papel de soldados. De esos diez mil reservistas hay como 2 8 2 0 que están en condición de activos y en cualquier momento pueden ser llamados para participar en cualquier conflicto que se produzca contra el Perú.
41
Aretzincari ocatsíncaítetzi yareeta antamisbiki Kovacotaantsi ocaakiperoiteni icantacota ipoca nta yeta can' ¡aaca antaniki i kantzita ita ro, iroo¡atzi 1 8 0 0 , ocanta capicbe sbiri ipoñaaca sierra oa¡atzi costa yareetaca iroojatzi ¡anta, tema iñasbitacaro mantziyarentsipaye okimitatya caporokitaantsi, ¡o¡otaantsi.
¡imirincataantzi (malaria) yamiri manó, catsitaantsi ankiterikite,
Cantzimaitacba cboori aa¡atzi yamake ovakerari mantziyarentsipaye
asbanincake, kimitacbari camaantsi tema intsipaiteni aanakae aririca aamaventya omaperotanakia, obamaake
osbeki.
itsarobacaantariri
Irootake
cbooripaye.
asbaníncapaye Aririca
iñeeri
icantzi mota nta ri aparo
otziri
ponincaripaye,
iratojete
te
isbinetairi
irootake itoim^e
oncantavetya, irootaintsi ontsinencate, opona ityankiri itomipaye imaye antamimasbiki teerica pasbiniki
pancotsi
i nta i natats i ri
oncantya
eero
ipa¡encaantariitsi
imantsiyari
cbooripayera.
Pasbinipaye aririca iriroite impasbityaari paitarica kimitacbari: sbinki, trigo, mosaki, teerica, cebolla, eero
yobaro tema ikinkisbiria ari opoñ^ri
imperni
inpagencairi imantsiyari.
Osbeki ibayetake oncantya
pasbini atziri areeyetacbari yameni kipatsipaye. Ocantaca aa¡atziita cbooripaye te impiyage
inampiki oca nta kaantzi ro abisbimotziri kimitacbari, yatsikiri maranke, ipiinki
pareneki. Ocantatyaa
osarentsipaye aikero ipocatzi antamiki. Osarentsiki 1968, ivi General Velasco A l v a r o iyotacotakero isaicayetzi asbenincapaye ipoñaa cbooripaye, ari opoñaanaca yasbiyeta¡aro iipatsitepaye, isaicantacari gamonal
opona
aa¡atzi cboori
asbeninca opona
itsipariavero osbeki kipatsipaye caari antavaitacbane.
42
a nta baitats i ri oniyankitzi
Reforma
Agraria
Migrantes andinos llegan a la selva
Los datos más cercanos sobre la migración bacia la
selva
se
remontan hasta 1 8 0 0 ,
cuando muy poca gente proveniente de la sierra y la costa llegaba
hasta allí,
po^ae
sufrían enfermedades como el paludismo (malaria)
producidas
la fiebre
amarilla, el
tos
convulsiva.
por
los zancudos,
sarampión Pero
y
la
los andinos
también trajeron nuevas enfermedades a los ashánincas, como la gripe que fácilmente se complicaba por un descuido y haciéndose crónica mataba a muchos. Por eso, los ashánincas culpaban a los migrantes y les tenían cierto temor a los colonos.
Así, cuando veían que una persona migrante tosía no le hospedaban
aunque estuviese
oscureciendo, y mandaban a sus hijos a dormir al monte o a otras casas más alejadas para evitar ser contagiados por alguna enfermedad de los colonos.
Otras veces cuando ellos les invitaban alguna
cosa como maíz, trigo, papa o cebolla, no la comían po^ue
pensaban que mediante ella se
transmitían las enfermedades. Muchos las guardaban entonces para invitar a otras personas llegadas en busca de terrenos. Sucedía también que algunos colonos no regresaban a sus pueblos por causa de accidentes, como mordedura de víbora o ahogamiento en el río. A pesar de ello, cada año se iba conquistando más la selva. En el año 1968, el General Velasco Alvarado reconoció las comunidades nativas y campesinas, y ellas pu^on
recuperar sus tierras ocupadas por los gamonales, y entonces
todos los campesinos, nativos y trabajadores mediante la Reforma Agraria parcelaron muchas tierras que estaban sin trabajar.
43
Shírincaveri opoñaa ovatsinaantsi antamishiki
Osbekí
asháninca íkínkísbi>íi>o
kianoperotatsi
batsinaantsi
ya ntzi m ota ke ri ri
asháninca mazaraitesatzi opona
campita ntzirori
sbirínca.
Pacbitea yatsipetacaro yamatabiitziri
\Y\YO
icantaitziri
kampitantatsirí tenca pasbinipaye atziri ikinkitsavaitacaayetacan' oncantya impimantenerí isbirincate tekera betsicaincbari icantaitziro
lámina.
Aparoni
lamina otzimi omoncarayeta aparo metro
osantsatzi oniyanki metro otencatzi. Asbaníncapaye iyotziro tsica yantaba ita itz i YO sbirínca, arinca inno intanakiaarone in'itake asbityaarone, aporopaye yantzi ipesaatziro paitacbari estrada irootake aanakerine aparopayeki incbato sbirínca yantamintsatabacaantari opoñaa aririca campitantayetzirori icobacotziri
aparopaye asbaninca incosbite
antabaiyetatsiri, pasbinipaye
atziri
oncantya
ibetsicaatero. toncamentotsi,
ityaancaitziri iraye
tsicá yomisaicayetziro
iraye sbirínca
ocasbi
kitamarori
incbatokira
pariatziri
lámina
ibetsicakeri
kicbicaincbari
ibantaroriki,
terica
pasbini
ikicbencayetakeri balde
oncantya
Ontzimantyaari irantabacaya sbintzini antabaiyetatziri, campitantzirori
isbinetairi
kirinaki, amenaarontsi, tocoyo asbi iitsaaripaye, pasbicarontsi, baaraki, opoñaa
sabiripaye. Impakeririka maaroni iroca paitaricapaye ari isbintsinatziri ¡mpeYi lámina, ipinatziri 0 . 5 0 centavos aparo kilo intanacarori, acanta cota va kero 1940. yamakeri yoca campitantayetatsiri opoñaa imoite otzimi yaapitsatziri iinapaye, itomipaye.
antabaitatsi, tema aa¡atzi icosbitziri asbaníncapaye,
Irootake canta i ncba rica iñaatsayetaro opoñaa ikisanentziri,
asbaníncapaye ikisaiyanacane ari ibianeki opoñaa ipiyabentantanacarotoncamentotzipaye.
44
Itzimake aa¡atzi atziri poñiincari Ucayali
icbacopiteki
ipiyatacari poñincaripaye,
\Y\YOY\
Caucheros y abusos en la selva
Muchos ashánincas recuerdan los abusos cometidos contra ellos por los compradores de caucho. La mayoría de los ashánincas de los valles del Pichis y Pachitea suf^on
engaños de
los llamados
enganchadores, o de segundas personas con quienes tenían contratos para venderles el caucho en estado crudo o preparado en forma de láminas. Una lámina tenía como medida p^m^io
un metro
de largo por medio metro de ancho.
Los ashánincas conocían los lugares de trabajo de la shiringa
Ccaucho), y cuando iban allí primeo
contaban los árboles y luego cada hombre hacía una trocha
llamada entrada que debía conducirlo a cada árbol de caucho. Los problemas surgían cuando estos compradores pedían a unos ashánincas que robaran los depósitos de láminas preparados por otros trabajadores, o los mandaban a sacar caucho de árboles cortados ya por otros para sangrar la resina blanca que caía en un recipiente o balde para luego ser procesada.
Para que hubiera peleas más
violentas entre los trabajadores, los compradores les ofrecían escopetas, ollas, espejos, telas de tocuyo para sus cushmas, frazadas, cartuchos y machetes. Dándoles todas estas cosas los obligaban a entregar más láminas, pagándoles también traídas
personas por
estos compradores,
ashánincas
e
esposas
hijos.
Hubo
migrantes del Ucayali
trabajaban, pero también
e
0 . 5 0 centavos por kilo en aquel entonces, es decir en 1940.
incluso Por
y
ellos
robaban a los
les quitaban causa
sus
de estas
violaciones y maltratos, los ashánincas se enfurecieron y con sus arcos y flechas se rebelaron contra los migrantes, y estos se defendían con escopetas.
45
Alemanes ya r e t a n t i antamimashiki
Asbanincapaye
íkínkísbííi-o ainiroyetatsi
poñiincarípaye
alemanes
aa¡atzi
italianos
yareetaca
antamikica otsoncanacara apitetanaintsiri omanarontsi kipatsiki oncantya imanapitsatyaaro ocaratzi abisaintsiri omanarontsiki. opoñaa
¡esuita
InYoite yametacoyetakeri pincatsirapaye aa¡atzi paatziri
kimisantaantsiki
católica.
irantabaitero, tema teera irametyaaro
Ari
ipasbtaitacari
intobe incbato,
kipatsi
franciscanos
saicasbitacbari oncantya
ikinatacan' asbanincapaye icobacotakeri
ii-ametacoteri, ocantavetaca isbenetaakeri impinateri te incantzimaityaaro tema intani ibasbinoncairi te
imperi
irovarite
eerorica
isbirincaatsi antabairentsiki.
apapacoroni okitaitanake i>oo¡atzi 7trineriri. kitamaarantsipaye,
ari
ocantacari
Antabairentsica
okisotzi
Ibasbinoncaakerica tecatsi nintatsine i>antabatana¡eniri
inpiyabentyaari
getanacaro
ibiri
asbanincapaye
impimantei-o iyeenca. li-oo¡atzikia aparopaye ipaitatzii-i pisbtaco, pasbinipaye icantziri kentsitzi".
etanacaro
Asbanincapaye iyosbiriakerira kitamaraantzica
oncantya "tsatyiinori
eero ipinata¡i>iitsi irantabaireki, yaanake
icbacopitepaye iro¡atzi ikiantaca ibancoki antabaitacaantatsiri alemán. A r i iñaapaakeri imaaperotzi, ari iñaakero íítoíngkí imaamentoki kimitacbari, \bov\, oncantya
\YO\SO\&\,
ibacotziro aparo plato inene atziri cbeerencaantsi, pasbini
iboribatsa opoñaa iitontsipaye oocayetaca caarasbiki. ompoñaakia íbíínkeK pareneki incameeta.
Ikasa¡eetanaca yairicakeri
Ocantabetaca irooca cantaincbari,
capicbe tema capicbe yaareetatya osbeki alemanes opoñaa asbaninca yantamintsatziri imisbitoberi iipatsitekira. Otzimake osbeki imanatabaca tema
iñaakerira asbanincapayenica catsimari
inatzi
ikenaiya¡i pasbiniki o¡ayetanake, asbitacaaantarori antarotzi Oxapampa. Yaree¡etaca anta alemanes yantaba ita ¡eetakero amaisbapaye, ari yaamabentaca te ibasbinoncaire, irootake iroñaaca isaicantari ibaiyanepaye,
46
\Y\^Y\,
icbeepayeni, intanacarori alemanes areetaincbari antamishiki.
Alemanes llegan a la selva
Los
ashánincas
recuerdan
que
varios
migrantes alemanes e italianos llegaron a la selva
después
de
la
Segunda
Guerra
Mundial para refugiarse de todo lo que habían pasado en esa guerra. apoyados por
Ellos
fu^on
sus gobiernos y los padres
franciscanos y jesuítas de la iglesia católica. Aquí les of^aemn que pudieran
terrenos
libres para
trabajarlos, pero como
no
estaban acostumbrados a rozar el bosque, utilizaron a los ashánincas solicitándoles sus semcios, y aunque ofrecían pagarles no lo hacían y más bien los maltrataban dejándolos sin comer cuando no avanzaban el trabajo. Las faenas duraban desde las cinco de la mañana hasta las siete de la noche. Por estos abusos nadie quería trabajar con los gringos, y estos en venganza comenzaron a matar a los ashánincas para vender su grasa.
Desde entonces algunos los llamaban pishtacos, y otros les decían
"quita cuello". Cuando los ashánincas se dieron cuenta que los gringos nunca iban a pagarles por los trabajos, se armaron de flechas y para escarmiento entraron a la casa de un patrón alemán. Allí lo encontraron durmiendo plácidamente, y vieron como en la cabecera de su cama tenía un plato de lengua humana frita, y otras partes del cuerpo basural.
como piernas, muslos y cabezas estaban botadas en un
Enfurecidos lo agarraron para amarrarlo y después lo echaron al río para que muriese
ahogado. A pesar de este hecho, poco a poco llegaban más alemanes y los ashánincas luchaban para sacarlos de sus tierras.
Se produjeron muchos conflictos y como los alemanes vieron que los
ashánincas eran bravos se fu^on
pov otros lugares, como los valles del Palcazú y Pozuzo que
pertenecen a la provincia de Oxapampa. Llegados allí los alemanes hicieron trabajar a los yanesha, pero cuidándose de no maltratarlos, y por eso hasta hoy han quedado los descendientes, nietos y biznietos, de los pumpos
alemanes que llegaron por la selva.
47
Cocarwri
Obankireka coca yoisokirotzitaro pairani intacantanacarori ikimitacaaro abintarontsi, opoñaa aa¡atzi yamoncotziro
onkantya
eero
ikemiro
mantsiyarentsipaye cocaca ontzimatye ompocbatanakeeta.
itasbe, aa¡atzi imacote
irantabaireki.
I ntsata a ntyaa ro ri
i neon ova yete ro pasbinipaye kimitatsari,
isbico,
ebamiro
Aririca cocaca ompocbatanake, asbanincaca eero yatsicana¡eetzi ari ibaitero
ibanteki iroojatzi osamaniite apite, mava bora iroojatzikia ompiantajia oboebanca, ari inaatakeri, ari inkibavanteta¡ia ibaante inpoña intana¡iaro inaata¡e, tekera iratsikeeta
\YOO^\&O
ontzimatye
irayero osbitsake tsipanaca. A r i icantakerori asbaníncapaye aisokirotaro cocaca osbeki osarentsipaye, tema te ayaaro icantaitziri droga, aa¡atzita te ampankitero osbeki. poñincari
Irò cantzimaitaeba 1960 aparo
ocatsincatetzi intanacaro ipankitapaakero, icantzi ipimantaitzi opinaperotatya,
opona
akema¡atzi yora atzirira iromisaicaitatyeeri i ba sa nketa ite ri onkarate 2 0 a 4 0 osarentsi oca nta cantzi ri yantziro droga.
Abisaje
mavá
osarentsi
iroñaa eboorira sbitovaji tecatsityacota¡i, opañaa¡a
intana¡aro ipankita¡i coca, aritecatsi kimisantana¡erini, irima asbaníncapaye ipankitana¡i café pasbini kitsotayetatsiri. bizcochos.
Opoñaanaca cocara, yamakero maaribuana icantake iroca okitsokika
Tema asbaníncapaye te myoi&o
iconobaitziro
droga onatzi intanacaro ipankinatakero, iroñaaca
isbiretacoitari icampitantziniri okitsokipaye aririca iraabata¡e. lyonatakero iroka pankirentsica droga onatzi, asbanincapayeni ikisanentanakeri asbitarori ari isbintsiventanakeri itsipitaakeri
paatziri,
iñaasbirsinkantzi
aniitatsiri
yantayetzi
cocanaripaye
oncantya
ibantsamento asbaníncapaye
nampitsikipaye. inpankitero
ipankiteeta
ivaitakeri
Ari
otsonca¡ari
coca,
iñaakerira
icatsima¡eetanakera, incantaiyana¡aro Aguaytia pasbini o¡aayetanake. Iroñaaca icovityaanaca kireeki cantaincba osbeki asbaníncapaye i ra nta baite ni ri imoitc ipankitziniri coca o¡ayetanakenta kimitacbari Tampoki, Eneki, Apurímac, Pacbitea. Aporapaye intani ipimantzi osbi, campitantzirori icantziri pasta básica de cocaína, tema yoca asbanincaca ya nta baitzin i ri ra droga.
Iroca
ocantantacari
pincatsaripaye
i¡aatzi
nanpitsikipaye
irametacoteri, tema iriitake aparonitatsiri tzimatsine iireekite
\^\\Z\Y\Y\
\Y\YOY\
íbetzíkíro
iyotanakero yantziro
yamatabitziri asbenincapaye.
isbinecaiti Irootake
asbaníncapaye te isbiritetacotana¡iari pincatsari te inkemiisantana¡eri ipa nketa na kero coca ocantya inkitsatantyaariri itomipaye opoñaa impeYi
ñaanataantzi Woop&oYi.
Tecacbi pasbini cantacbane
irasbi asbaninca, tema intani atziri poñaacbari costa opoñaa sierra yantziro droga qeekitakari iireekite
48
Los copleros
La pianta de la coca ha sido usada desde tiempos remotos por nuestros ancestros como medicina, y también
para masticarla
(chacchar)
y no sentir hambre ni cansancio en los trabajos. Para
tratar las enfermedades la coca se mezcla con
otras cosas, como cal, t o c r a
2 0
o chamairo
21
que
sirven para endulzarla. Cuando la coca está dulce, el asháninca deja de masticarla y la mantiene en la boca por dos o tres horas hasta que pierde el sabor dulce, entonces bota lo masticado, se enjuaga la boca y empieza nuevamente a masticar, pero antes saca la pequeña raíz que tiene la hoja. Así hemos usado los ashánincas la coca por muchos años, sin que la
hayamos consumido como
droga, y tampoco la hemos sembrado en gran cantidad- Pero en los sesenta un migrante de la sierra inició la siembra intensiva diciendo que se vendía a buen pKcio, persona había sido condenada a sufm
pero luego supimos que esta
pena de cárcel por veinte a cuarenta años por tráfico de droga.
Pasaron tres años y ese señor salió libre y nuevamente comenzó a sembrar coca, pero ya nadie le hizo caso, pues los ashánincas estaban sembrando café y otros productos. introdujo la marihuana diciendo que esta semilla se utilizaba para
Después de
la coca
echarla en los bizcochos.
Como los ashánincas no sabían que era droga empezaron a sembrarla, y el señor les compraba la semilla cuando era tiempo de cosecha.
Cuando conocieron que esta
planta también era droga, los ashánincas se molestaron con el señor, y cuando éste insistió en la siembra lo eliminaron junto con
un
padre
que
andaba
creando
pequeñas capillas en cada anexo.
Allí
terminaron las exigencias de los cocaleros para que los ashánincas sembraran coca, y viendo que estaban muy bravos, picfi^on
irse al Aguaytía y otros lugares.
Actualmente, la necesidad
económica hace que muchos ashánincas siembren coca en diferentes zonas, como son los ríos
20
21
Tocra: Ceniza de tronco de plátano quemado. Chamairo: Especie de liana que crece en la selva alta.
49
otzímímotakei-í irasbaararo pinatacbari okimitatya carro, pankotsipaye pasbinikipaye nampitsipaye, ibayetzi ííi-eekíte banco, asbanincapaye yañi itsarobancaki intsavetacoiteri opoñaakia irominkieeteri. Ai-i okantari iroojatzi icanta yasbinonca yooyaacotziro ii-ametacoi-i pincatsari, ocantatya pankitzirori aa¡atzi campitantzirori cocaca ibamenetsairi asbanincapaye oniyankitzi dólar oncantya impankiteeta, ari icantzirori aparopaye yantzi, iro cantzimaitacba itsaroncakiini.
50
Tambo, Ene, Apurímac y Pacbitea. Algunos venden sólo las hojas, y los compradores elaboran la pasta básica de cocaína, pero como los ashánincas trabajan con ellos ya están aprendiendo a elaborar la droga. Esto ocurre porque los gobiernos van donde la población sólo para mentirle ofreciéndole apoyo, cuando ellos son los únicos que se enriquecen con el dinero dado para los indígenas. Por eso los ashánincas desconfían del gobierno y no le hacen caso, y cultivan la coca para poder sostener a sus hijos y darles estudios sup&rior&s nativo, po^ue
o universitarios.
No hay otra alternativa para el campesino
mientras la gente de la costa y sierra que está en la droga se llena de dinero y tiene
cosas de valor como carros, casas en diferentes provincias y cuentas en los bancos, los ashánincas viven temiendo ser denunciados y apresados. A s í siguen en la misma pobreza esperando ayuda del gobierno, mientras que los señores sembradores o compradores de la coca tratan de convencer a los ashánincas mediante los dólares americanos para que sigan sembrando, y así algunos lo hacen, pero con mucho temor.
51
Imanatavaca Ejercito - Sendero
Kinkitsarentsica intanaca 1964 yareetantacari Perú kitamaraantzipaye pañaacbari Estados Unidos opoñaa Cuba icantzi aroca comunista. Yocá atziripayeca icoñaatake antamimasbiki, te añiimaityaari, intani añiiro iitzicontapaye, ibancosbeta, tsítsí oisacbari, lata conserva poñincaro pasbini nampitsi, ayotaiyakeni
caari iñapintaitzi cosbitaantsi
Asbanincapaye
te
iriyote
ooñarontacbane a roca ite kí. tsitenirikipaye.
¡aanicarica
caniri, parentzi,
ítzíroí
yoca
opoñaa
atziripayeca
Aparopaye ikenkitsatacotziri ¡ñuto
shínkí
¡anta o¡ayetanake.
aniitatsiri
antamiki
caari
aracomentotsi caari poimatatsino
A r i , abisake neetsikiroini kitaiteripaye, iroo¡atzikia aparoni asbaninca iñaantacari
kitamaraantzica aparoni ni¡aateniki. \moite
imacoreeyeni tsoncaporokitacotaca
opona tsoncatayetaca izaapatote ibapatancacoyetaca. isbiyemi, kitamarantzipayeca ankenkitsa¡eete yocaakitapaaca
ikaimacotakeri
ancaraiyeni ari
iñaakeriri
abiro. icanta
Ari
kipatsitacoyetake,
Yoca asbanincaca itsaroba¡eetanake icovanake
icantzire ¿paitaca pisbiyantyaarica^, pinpoke, ipiyoncakiini,
kitamaraantzica
yairicayetakero
antaro
acobi
itoncamentopaye
isbirontzimotaperotari.
kitaamaraantzi icantake: iyeekiite, eero pitsarobacaana, ari asbiyabacaiyani pikimitara
Aparo abirocaite.
Pasbini iriroitepaye yamenake yamacotzirira opoñaa yaake galleta impasbityaariri asbanincaca aa¡atzi finara, ari icaraiyini iba¡etaiyacani itsoncakerora ibaiyacani aparo kitamaraantzi yaake otsipa irakisairi ipoñaacota Cuba onkantya imperni,
ivo cantacba te incobe iroini¡aantya.
Ari
ikinkitsavaitake
onkantya asbimatya, antabairentsi, iro te i ña baita cote ro icantaitziro, política, i ko ba cota ke ri: eero icamantziitsi pasbiini incante noñaake, eero osamantzi ari noini¡antakia opona abirocaite. Abisanake mazaraiteki,
A r i ocantacari yoca asbanincaca ipiyana¡a ibancoki te incarnante iroca ocantavaitaca opoñaasbitanaka
intacanacaro o¡aayetanake pasbiniki Pareneki, opoñaasbitaca
Kisbiiki,
nosaikimotemi abisbimotakeriri.
nampitsikipaye,
ikemayeta
irooca
intanacaro avisaintsiri
Alejandro Calderón, iriitake Pincatsaritatsi Mazaraiteki, icaimacantakeri maaroni ¡ebaripaye oncantya inkinkitsavaitacairi oncantya ívetsíkíg. Jebaripaye icantake amanacoteri tsica ipoñaa kitamaraantzica iró cantzimaitacba Calderón ikinkisbirianaka incamantacoteri canta i ncba rica isaikinta Guardia Civil mamoriasatzi, oncantya policía iramaventacotyaari aririca oncovityaakia. A r i icantaiyacani iroojatzi aparo
kitaiteri
besbiriantsiki
saicantsiki
San
Pablo
icoñaa¡eetake
tsankiperoini
otsipa
kitamaraantzipaye. Icaraiyinira icamantakeri sbintsipaitene Calderón isampitantake tsica incantya,
52
Lucha Ejército - Sendero
Esta historia comienza en 1964, cuando llegaron al Perú gringos provenientes eje Estados Unidos y Cuba que decían ser comunistas. Estas personas aparecieron en la selva, pero no podíamos verlos, y a veces solo encontrábamos sus huellas, chozas, leñas
prendidas
y
latas
de
conserva
extranjera, o sabíamos de extraños
robos
de yuca, plátano y choclos en diferentes lugares. Los ashánincas no sabíamos quienes eran estas personas que andaban por el monte sin dar la cara ni salir frente a nosotros. Algunos contaban que entonces veían volar aviones silenciosamente por las noches. Así, iban pasando lentamente los días, hasta que unos ashánincas pu^on
ver a los
gringos en una quebrada. Ellos estaban descansando todo andrajosos, sucios, y con los zapatos casi terminados o remendados. llamaron diciéndoles:
Estos ashánincas se asustaron y quisieron con&v, pero los gringos los
/Por qué corren^, vengan, queremos conversar con ustedes.
Y entonces
temblorosos, agarrando sus escopetas se acercaron y vieron como los gringos se reían a grandes carcajadas. Un gringo dijo: Hermanos míos, no me tengan miedo, somos iguales que ustedes. Otro de ellos buscó en su mochila y sacó galletas para invitar al asháninca y su esposa, y así comieron todos ¡untos. Terminada la comida un gringo sacó cuatro conservas de sardina provenientes de Cuba para entregarles, pero en ningún momento quisieron identificarse.
Luego conversaron sobre pesca,
caza y trabajo, pero no hablaron nada de política. A l momento de despedirse, un gringo les pidió: No cuenten a nadie que me han visto, tarde o temprano me identificaré y estaré con ustedes. Así fue como este asháninca regresó a su casa y no contó lo sucedido.
Después este movimiento
empezó a propagarse por todos los lugares, iniciándose en el río Pichis para continuar en el Perene y el Gran Pajonal. Enterado de estos sucesos el señor Alejandro Calderón, que entonces era el máximo dirigente en el valle del Pichis, mandó llamar a todos los jefes para conversar sobre que hacer. Los jefes propusieron
averiguar de dónde venían estos gringos, pero el
debían
señor Calderón
53
yocá ityancakeri ira í ri keri tema iró icantakeiri sargento eje la comisaría. A r i yairieakeriri, yaanakerira pítotsíkí, aparo kitamaraantzi imianaca onyanki pareneni sbiyanaca, intani icantakero ipakeri mabá comisario.
A r i ayotanakeriri iriita
iratzirita Movimiento de Izquierda Revolucionaria CMIR) iro
cantzimaitacba ¡evari asbanincapaye te incobe inkie politica, intani yantakero ocaratzi icantakeriri policía.
A r i ocantari, añaa¡eetake aamaventanaca, ari tecatsi avisatsine iroojatzi 1985, ari obakera
akemayeta¡i Luminoso.
icantacota
Movimiento
Izquierda
Unida,
Izquierda
Socialista, opoñaa
Sendero
Yoca Sendero intanacaro Ayacucbo iba keri ¡ebari, opoñaa 1,988 yareetaca paitacbari
Movimiento Revolucionario Tupac Amaru CMRTA) iroca apiteca apatojeetacbarica iririntaitari oncantya impm
itomipaye
isbintsinatziri
intsipaatyaarita ibamenetsairi iriyotane, aa¡atzi incosbite,
ibante opoñaa iñaatsatantya. A r i ocantaca asbanincapaye iñaayetakerora iro ka ovatsinantsipayeni, yapato¡eetaca asbanincapaye,
yantanatakero cbooripaye,
maaroni ari
ovatsinantsipaye.
itaapiikipaye,
isbipanekipaye
Avisa e nts i ri ki ra ibayeetziri
icamaki
ibaitziniri
osbeki aparoni
sankenarentsi cantatsiri: ari ocantari ikami caari abaantetacbane, mayempiro,cosbintzi tsaevari, a mata bita ntzinca ri, oisomocoripaye
¡areetacara ibaake mavá ¡eecari saicantziki asbaninca, iroñaa
asbanincapayeni ikiariotanake ivayetanakeri aparopayeni ari ¡etanacarori ipiyacoventa¡a pasbiniki saicantzikipaye intainasatopaye, kimitacbari Eneki - Tampoki, ari iñaatsayetacaro cooyapaye opona ibiri
eentsipaye yoocanake osbeki miritzipaye, camaiventzicaro, irinontaitari evancaro.
ocaratzi avisaentziri, i ri Ejercito Peruano te incantero intziteri cantacbarira irojatzi iroñaaca.
54
Maaroni
prefino denunciar este hecho en el puesto eje la Guardia Civil de Puerto Bermúdez para que la policía los defendiera si era necesario. A s í estuvieron hasta que cierto día en una fiesta de la comunidad de San Pablo aparecieron sorpresivamente cuatro gringos.
Los comuneros avisaron rápidamente al
señor Calderón consultando qué debían hacer, y éste les ordenó atraparlos po^ae
eso le había
indicado el sargento de la comisaría. Entonces los atraparon y mientras los llevaban al puesto en un bote, uno de los gringos se echó en medio del río y escapó, y solo pu^on
entregar tres al
comisario. A l l í supimos que era gente del Movimiento de Izquierda Revolucionaria CMIR), pero los dirigentes ashánincas no querían meterse en política y solo habían cumplido las órdenes de la policía. Sin embargo, desde entonces vivimos muy prevenidos y no pasó nada hasta 1985, cuando nuevamente se oyeron comentarios sobre movimientos de Izquierda Unida, Izquierda Socialista y Sendero Luminoso.
Este Sendero empezó en Ayacucho matando a un presidente comunal, y por
1988 llegó a Chanchamayo y Satipo. Junto con ellos llegó el llamado Movimiento Revolucionario Túpac Amaru CMRTA).
Estos dos grupos obligaban a los padres de familia a entregar sus hijos para
enrolarlos en sus filas y enseñarles sus doctrinas, y también a robar, matar y violar.
Cuando los
ashánincas vieron estos abusos se sublevaron y unidos lucharon contra los maltratos. En ese tiempo mu^on
muchos ashánincas y colonos, y sobre las espaldas y pechos de las víctimas ponían unos
letreros que decían: ¡Así mueren los soplones, prostitutas, ladrones, mentirosos y estafadores!. Los subversivos llegaron a matar a tres ¡efies de comunidades nativas, y los ashánincas reaccionaron eliminando a los victimarios de uno en uno, y estos comenzaron a vengarse con otras comunidades más lejanas, como las del Ene y Tambo, y allí violaban mujeres y mataban niños dejando muchos huérfanos, viudas y madres solteras.
Con toda esta violencia el Ejército peruano no ha logrado
controlarla situación hasta hoy.
55
56
U visión cfuechu* GladìsMascco
57
Tupac Amara buañosccan
Tupac Amamcca cara uc ccarí peliacc
cbaypi
runacunauan
contra
puntancuna
condenarpascca sipinancupacc inaptinci cbaupi plazaman
orccorpamusccacu
cbaquinmanta tabua
maquinmanta
caballopa
caballocunabuan pero
manas
buatarpasccacu
sincbanman cbutayta
cbay tabua
descuartisayta
inaspas
cbaisi
inaspas
ccallaycacbiscca caballo
cbay
atisccacbu
cabalocu na manta
desatarpacbisccacu inaspas cbay
inemiguncüna
paycunaña
cbaquincunata
umanta
cucbüyta
ccallaycusccacü
buaquincuna caynan cbaisi
maquinta
mnacunaman
enimigucuna cbay
inaspas
ccabuacbiscca
buañon
carta secan cuta
nispa
tücuylauman
partinarpacusccacü cbay Ccoscco llacdapi.
58
cbay
La muerte 4e Túpac Amaro
Túpac Amaru era un hombre luchador, y porque fue así lo condenaron a muerte; lo sacaron a la plaza y lo amarraron de pies y manosa la cincha de los cuatro caballos y empezaron a ¡alar para los cuatro lados. A pesar de todo esto, el hombre era tan fuerte pu^on
que
los
cuatro
descuartizar.
caballos
no
lo
Los enemigos lo
soltaron y descuartizaron su cu^po
para
exhibir sus partes como escarmiento, y lo repartieron en los diferentes lugares de los pueblos del Cusco.
59
Don Jose 4e San Martin
Don Jose de San Martin naciscca Yapeyú (Argentina llactapi) iscay chunca picbcayucc punchauta febrero quillata buarancca ccanchis pachacniyocc ccanchis chunca pusacc punchauta tacsanmanta viaiacc Españaman cbaymanta yaicuruscca siminarioman Madrid.
Llacdapi cbaimanta solicitascca
e¡ercitoman yaicunanpacc cbaimanta sirviscca español llacdapi chaipi uc llacctacunahuan peliascca iscay chunca iscayniyucc huatata cbaimanta pusacc punchau setiembre quillata huarancca pusacc pachacniyocc iscay chunca punchauta desembarcacuscca San Martín chay Paracas isla nisccanpi Pisco llacdapi
tropancunata
samaychic
nispa
pay
saicuscca caspa uc palmeraman
arrimaycucuspa
puñusirpascca chaipis sueñosninpi runacuna banderata batisccacu chaisi Kkcbarirpascca inaspa altupi ricurpascca paribuanacuna pabuacda ebaisi chay compañeronta
niscca buac paribuanacunapacca
raprancca puca pecbuntacc yuracc chay colorme caneca bandera nispa niscca cusiscca San Martinsi brioso cabalbmpi iebuyeuspa plaza de armasman pasascca inaspas ebay estrado rubuasccancuman seccarpascca chay llapa soldaducunaman cace runacunaman niscca cunanmantan cay Perù llaccta caneca libre e independiente llacctacunapa voluntadninbuan
¡usticiata taitaeba rubuancca ebay llapa
runacuna buicce ñabuintin cusicuspa ccaparisccacu ¡Viva la Patria!, ¡Viva la Libertad!, ¡Viva la Independencia! Níspancu cusícuymanta
60
Don José 4e San Martín
Pon José de San Martín 1778.
Muy pequeño viaja a España y luego ingresa al Seminario de Madrid-
su ingreso al veintidós quince
Ejército y sirve a España en su lucha con
años.
El 8 de setiembre
kilómetros al sur de Pisco.
dormido a una
nació en el pueblo eje Yapeyú (Argentina), el 25 eje febrero eje
la
sombra
multitud
Libertador vio en
de
agitaba el
cielo
una una una
otras
naciones
Más tarde solicita europeas
durante
de 1820 desembarcó San Martín en la bahía de Paracas, a
Después de disponer palmera, bella
y
en
bandera.
multitud
el
aquel Al
descanso de momento
sus tropas
de
despertar,
casi
se quedó soñó
v&pcxo
que
como una visión el
de parihuanas que volaban, tenían alas rojas y el
pecho blanco. Aquello recordó su sueño y su corazón palpitó de alegría, y dijo esa es la bandera. San Martín salió en su brioso caballo y se dirigió a la Plaza de Armas, subió al levantando
y
tomando
nacional se elevó en alto
el
estrado pabellón
pronunciando
estas palabras:
"Desde este momento, el
Perú
e
es libre
independiente,
por
la
voluntad general de los pueblos y por la justicia de su causa que Dios defiende". El público
entre
lágrimas
de
emoción
gritaba ¡Viva la Patria!, ¡Viva la Libertad!, ¡Viva la Independencia!.
61
Jose Olaya
Jose
Olaya
Balandra
Cboríllanom
sirvira
patriotacü na manta quimsan
misccan
mnacca
mensajero Lima,
llacdamanta
secretomanta
cbay
y
chorrillos
cbay
tarirpacbicuscca
cbay
Callao
cbaimi
cara pescador
mensajero casccampi inaptinmi presorpascca cbaipim cusa casata
golpiycusccacü
rimarisccacbü
cbaimi
pero mana
paicca
manam
imatapas
imatapas
rimacbispancu
sipinancupacc condonarpasccacu cbaimi ultimo visllaña rimascca:
"Huarancca
vidaytam
vidayucc
ccoycuyman
traycionayman".
caspaycca
amacbu
llapallan
patriotayta
Cbaimi fusilarpasccacu iscay chunca
iscconniyocc puncbauta ¡unió quillata buarancca pusacc pacbac iscay chunca quimsayocc buatata Plaza de Armas Lima Hacctapi.
62
José Olaya
José
Olaya Balandra fue un pescador cbomllano que
servía de mensajero secreto entre los patriotas de Lima, Callao y Chorrillos.
Fue descubierto en su patriótica
labor, apresado y sometido a crueles torturas para hacerle hablar. A l no lograr arrancarle ninguna información fue condenado a muerte. Su respuesta histórica fue: "Si mil vidas tuviese gustoso las daría antes de traicionar a mi Patria". Fue fusilado el 29 de junio de 1825 en la Plaza de Armas de Lima.
63
Mari? Parado de Bellido
Maria Pa r a t e a
cara ayacucbomantas ac buarmi cosa
cosa valecc mana leyeyta yacbacbcaspa uda valicuspa cartata
mandacc
enemigucünamanta
bmllaspa
ebaisi
tarispacbicuscca carta mandasccanta inaptinci cusacusata golpesccacu manas cbaypas hmllacusccachu piman carta apacbisccanta inaptinsi condenarpasccacu ebaisi iscay va lab uà nsipirpasccacu.
64
sipinancupacc
María Parado 4e Bellido
María Parado era ayacuchana y una mujer luchadora.
A
pesar que era analfabeta se valía de otra persona para escribir sobre los movimientos de los enemigos.
Como
ellos se enteraron de las cartas que mandaba, le castigaron bastante, pero no quiso delatar y la condenaron a la pena de muerte. Así con dos tiros segaron su vida.
65
Andi-es Avelino Caceres
Don Andrés Avelino Caceres taitacca naciscca Ayacucbupin chunca puncbao noviembre quillata buarancca pusacc pacbac quimsa cbunca socdayocc buatata taytancuna cascca don Domingo Caceres y doña Justa Dorregaray
cbay buarancca pusaacc pacbac picbcca cbunca tabuayocc
yaycuscca cadete canampacc batallón Ayaucbupi cbay llacdampi ebaisi cbay Ecuadorbuan
buatatan condidupi
cacbeaptin participascca buarancca pusacc pacbac picbcca chunca iscayniyocc cace buarancca pusacc pacbac soeda cbunca cbay iscaynin buatapi cbay Cbile paiz pirubuan guerrata ccallaycuptin cuscupi desenpeñacbcascca atiendicbicuscca
cbay
Prefedo
cargota
berido
inaspa pacacuscca cbay padre
caruspan
superiora
cbay
celdanpi
San
Pedropa
tumpata
conventunpi
sanoyarinancama
cbilinocuna sutiebiscca "Bmio de los Andes" nispa maipipas paicca ratucballas ricurirpacc imayman sferrata ricura tucuylaoninta inaspan burlaccoc cbay cbilinocunata cbay guerra usyaruptin Presidente republicata cburasccacu ebaisi gobiernayta ccallaycuscca quimsa punebau ¡unió quillata buarancca pusacc pacbac pusacc cbunca socdayocc buatata ebaisi buabuan Ziola Auroraman buillascca cbay guerra cbilinocunabuan tucuy pasaccanta inaptinci cbay buabuan uc obrata publicascca cbay sutiscca L, Ompw
de k Bteñ
cbay buarancca isccon pacbac iscay cbunca ccancbisniyocc buatata
Andrés Avelino Caceres uc ejemplo cbay perupacc indigena Hacdacunapi luebasccanta.
66
don
Andrés Avelino Cáceres
Andrés fueron
Avelino don
Cáceres
nació en Ayacucbo el diez eje noviembre
Domingo Cáceres y doña Justa Dorregaray.
eje 1856.
Sus padres
En 1854 ingresó como cadete en el
batallón Ayacucbo en su tierra natal y también participó en el conflicto con Ecuador en 1859 y 1860.
Cuando Chile declaró
Prefecto del Cusco.
Siendo
la guerra
impresión de
encontrarse
Perú
se encontraba
desempeñando
el
cargo
de
herido en el muslo fue atendido en el convento de San Pedro y
escondido en la celda del padre sapero, "El Bru¡o de los Andes", po^ue
al
se
basta lograr su recuperación. Los chilenos le llamaban
burlaba
de
ellos
con tanta precisión
en todas partes. Terminada
la guerra, el
y rapidez dando la
general
Andrés
Avelino
Cáceres fue elegido Presidente de la República y asumió el gobierno el tres de junio de 1886. Transmitió
el valioso y palpitante testimonio de su heroica actuación durante la Guerra con Chile a su bija Zoila Aurora, quien publicó la
obra
Breña" ejemplo tregua
titulada
(1927).
L¡ Campaña
de
k
Andrés Avelino Cáceres es
permanente por
la
movilizando
a
de
integridad la
una del
población
lucha sin Perú,
y
indígena
mantuvo en alto la dignidad de un pueblo que no se doblega ante el \rr)p&\o
de la
fuerza.
67
Fujimori presidente yaycucbcaptin
Ñaupacc Presidente Alan García cacbcaptinme uctacsa ferreteriata cburarani tucuy mudata mbuaspa cbaypi tra bacca nayraycu uc puncbau antesmi rantirani cementota fíerrota
buaquinta
maquilla
buaquintatacc facuspa cbainata mbuaspa buntarani cbaimanta Fujimori yaycurpaptin lliu imapas subirpara inaptinme
mnacuna saqueayta ccallaicuracu cbaypin ñoccatapas saqmarpabuara llmmi
imatapas aparacu lan nicctan dqara llapa runa sapallaymi carani iscay buabuallaybuan uc tatacc büiqsayucc cacbcarani ccancbis quillayucc chaina büiqsayuccmi amacbacurani pero manan atiranicbu llapa mnabuan cbaimi asbuan yaccalla buabuayta pierdemrani asbuan ampicbicurani mana buabuay pic^inayraycu
cbaimantay nana asta cunancama mana uc
ferreteriata cburayta atinicbu cbaimi Fü¡imoripa gobiemontacca tücuy imapas pasabuasccamanta.
68
büitaricuccmi quidarani inaspan
mana yuyariytapas munanicbu
El shock 4e Fujimori
Cuando
Alan
García
estaba
en
el
gobierno, tuve la oportunidad de abrir una
pequeña
ferretería.
Con
tanto
sacrificio pude llenarla, y un día antes compré cemento y ferros, una parte al contado y otra a crédito, y cuando hubo el shock de Fujimori me saquearon sin piedad, me rompieron
la puerta y entró
la gente llenando mi local, y se llevaron todo lo que había en ese momento. Nadie se acercó para ayudarme, yo estaba sola con mis dos hijitos y estaba gestando mi tercer hijo, y ya tenía siete meses de gestación. Así yo me peleaba con la gente, pero como eran tantos se lo llevaron todo y me dejaron en la calle. Desde ese momento hasta hoy no puedo volver a abrir otra ferretería, y me quedé como traumada, casi pierdo
a mi hijo que estaba gestando, y tuve que estar en
tratamiento. Por eso digo que tuve una mala experiencia en el gobierno de Fujimori.
69
70
U visión sbipiba Robert Rengifo
71
Inkabo non paron
Non yosibuan yoia non papá Barí ronki akaiki ranki ¡abuen bakebo, Korí betan Yoasbico, Non Paran. Korí ronkí ika íkí In kg ¡akon, ¡abuen awin betan ¡aronki aka íkí ¡ato asbeakin noa Sbipibobo Conibobosboboati keneyataríati. Yoasbico, inkanki ¡ato aka íkí ¡ato reteanamateres ¡ato asbeakin ¡atian
¡abicbosbaman
ikasbkin ¡abuen wetsa Korí ¡ato retemaíkí.
Sbipibobon kosbí ¡asbama
banekaskin Jonibo ¡aon Tsamasbon retekana. Ikí ¡a reteas Jonibo Sbipibobo ¡akonasb ¡akanaiki Inka betan españolesbo beketian Paron bokana íkí.
72
Los incas en el Vcavali
Cuentan Yoasbico,
nuestros
abuelos
al Ucayali.
que
Cori
era
cierto un
día Inca
el Padre bueno,
y
Sol (Bari)
mandó a sus bi¡os, Cori y
¡unto con
su esposa enseñaron a los
shipibo - conibo a construir sus casas y vasijas, a preparar las chacras y te¡er cusbmas con diseños. Pero Yoasbico,
el
Inca
malvado,
solo quería
que
los hombres pelearan
todos los días.
Ambicioso de poder, mandó matar a su hermano Cori para convertirse en el único ¡efe de shipibo - conibo.
los
Así se volvió tirano,
y la gente aburrida de sus abusos y maltratos hasta
le
lograr
puso atraparlo
varias trampas y
flecharlo.
Muerto Yoasbico, los shipibo - conibo vivi&ron hasta
en armonía con la
llegada
de
los
Incas
los españoles.
Entonces ellos se fueron por el Ucayali y basta boy no han regresado.
73
Españolesbo befcm reteananti
Non yosibo inontia ronki ika íkí españolesbo non main ¡íkí ¡ain ¡atiakanke bokanke no riquezabo. Misionero nokoskon ¡onibo tsinkia íkí Manoa Sarayacu ¡ainsbon non acebo ¡enemakanaiki.
Ikí
¡aboan non reteanama ikí Konibobotan Piroboboton ¡a ¡atsanas kurakabo Sbipibo konibo Pirobo. Tsinkikana ikí Inka Juan Santos Atabualpa betan misionerobo retetikopi. Jatan ¡ane sbinanamai kurakabo noara yoia kania non kosbi Runcato kosbia iki ¡ato píkuaíkí non Paro, mea españolesbo non mai mea.
74
La guerra contra los españoles
En
tiempo
de
nuestros
abuelos,
los
españoles entraron a las tierras s h i p i b o conibo para hacer sus pueblos y llevarse las riquezas. a
la
Los misioneros
gente del Manoa y Sarayacu y los
obligaron a
dejar
pwos
se
sus costumbres y
creencias. Ellos hicieron guerrear
a los
shipibos contra
pitos.
los
Cansados de tantos shipibo - conibo y
¡untaron
conibos y
abusos, los curacas
unieron al Inca Juan Santos Atahualpa para atacar las misiones y
pueblos de los invasores en el Ucayali. No recordamos los nombres de esos grandes curacas, pero la Historia cuenta que un gran ¡efe setebo llamado Runcato rebeló todo el Ucayali, y expulsó por muchos añosa los españoles de nuestras tierras.
75
Bena inka Tupac A m a r a
Asbete sobón
kosbonra
¡ane Tupac A m a m .
ninkata íkí Incan
Nato inkaronki aka íkí
españolesbo ¡ato reteanan ¡atobaon
reteaíkí
non
kínkí
Inka
¡abironki
¡abuen
yora
pakesbbo wetsankobo potapakekana íkí. Ja inka ronkí moa non oinyamai ¡abueti ambi. Ja nokotetian mon
mai mon asbebo noa
ríbati
¡onibo
noabo
iti
Tabuantinsuyo
íkí.
iketian kesbka.
76
Manan
i-onkí Perú
íkí
¡askara
Túpac Amaru, el nuevo inca
Cuando fui a la escuela me enseñaron que hace tiempo hubo un Inca llamado Túpac Amaru.
Este Inca le hizo guerra a los
españoles,
pero
ellos
repartieron su cu&vpo
lo
mataron
y
por varios lugares.
Dicen que ese Inca ha de volver algún día, y cuando eso suceda los sbipibo
-
conibo y los otros pueblos de la Amazonia van a recuperar sus tierras y su cultura. Y o creo que este nuevo Inca (Bari), va a ¡untar en un solo pueblo a la gente de la Sierra y la Selva, y cuando lleguen esos tiempos el Perú
volverá
a
ser
como
en
el
Tabuantinsuyo.
77
Cauchonin teetai patorobon
Pakba
barítia pekao kaucbo akai boan
non
Paron
nokotaiki. Jabaon bokanaiki Sbipibobo Kasbibobo tee mati yoina yoia
¡awekibo keska aki.
¡estiora
ranpaonike
patoron
¡ato
Soi Rabua yosibaon
Gratelly
ronki
¡atoki
wetsa
¡emabobotan.
kanaiki.
Baisbitabaon
maiweran Aguaytia meran baisbitabo
Kbopayomabo
Cbanintia wean
¡abo naitabon patoran
betan
reteanamati
¡an
kbikbo
¡iki
¡onibo T o k o n k o reteanankana
¡aton kosbi kaucbo ¡ato
keyokania
iki.
Jainoasb besbon kasbiboboan Mariscal Caceres ¡ewa a ka na iki.
78
Los patrones 4el caucho
ü4Sa2jí
Hace cien años los señores del caucho invadieran el Ucayali.
Ellos se llevaban a los shipibos y cashibos para
hacerlos trabajar como esclavos. Soi Rabua (Guillermo Ramírez) nos ha contado que un patrón llamado Gratelly mandaba a sus peones nativos hacer guerras contra las demás comunidades.
Él hizo que los shipibo - conibo
entraran a la quebrada de Chanintia, tierra de los temidos baishitas en el río Aguaytia.
Los baishitas andaban
desnudos y formaban el clan Nai Tapón Jonibo. Guiados por su ¡efe Tocorico resistieron con valentía los ataques de los patrones del caucho que hicieron
masacres hasta
desaparecerlos. Fue entonces cuando grupos de cashibos llegaron a Chanintia para formar la comunidad Mariscal Cáceres.
79
80
U visión aguawna Romer Yagkug
81
Ini*
aents nugka ayamjamu
Puík muún batsama a¡akui nakama uwet, Kanus, Cenepa Atus, tu ¡a nunui batsat baunum bakicbik tsawantai Inca Huayna Capac antukui aénts ikamia ta¡imat batsatu tabaug. Nunikagtuk egtsa aidaun giriti miminakua tauwai ikam ima muún batsat baunum nugkan atankitatus. inca aidau¡ai nina nugken utuam i¡un¡a¡ui ina nugke ayam¡ukmi tusan,
Tu¡a muún aidausb
níník maniawa¡ui
nankqai,
uum atus nunik Incan depetkíu ainawai, nuniku asamtai atakesb waketkig waitkascbauwai.
Atus
batsama a¡akui muún waimaku nugkan ayam¡au asan, tu¡asb dükap asa tikisb aents apacb ta bau aidau awa¡ún nugkanum batsamauwai nunikmatai agtsan nunasb kuasbak maniawan nugkan ayam¡aku ainawai nuniku depetuk awak¡au waikama awin.
82
Los awgjún defienden sus tierras
Nuestros abuelos vivían en las tierras eje los ríos Marañón, Santiago y Cenepa. Dice la Historia que
cierto día el Inca
Huayna Cápac fue informado de que la gente de la selva tenía muchas riquezas. Entonces atravesando cayó
sobre
ríos y
los pueblos
bosques
awajún
conquistarlos. Cuando ellos
para
supieron
que sus tierras habían sido invadidas, se unieron y formaron grupos de guerreros, y con sus lanzas, flechas, escudos y pucunas vencieron a los Incas, que no volvieron nunca más a molestarlos. Así fue como los viejos waimakus conservaron las tierras y riquezas de los awajún, pero más tarde aparecieron los ambiciosos Apach (españoles) por muchas partes, y contra ellos tuvieron que hacer nuevas guerras para atajar su avance al ini&rior de la selva.
83
San Martin awajunjai
Dukap tsawantai waimaku aidau maniawa¡ui apacb¡ai. Tu ¡a dita a¡aküi nugkentin siegan agtsan costanasbkam tu¡acb awa¡ún
nugkagmak
baunum nunik
tamaincbau
a¡aka¡ui.
Nunii
batsat
bakicbik tsawantai Jose de San Martin tauwai
etsenkauwai tikisb
pu¡utan.
Tu¡a
nigka
miniya
tua¡ame Surnumia nunik tiuwai kuashat aénts nina sunta¡i atinme tusa. nuniak maniami
Tutai kuashak aénts nii dakitauk kanaka¡ui
i¡un¡a¡ui apasb¡ai, apu San Martín kan sunta¡i¡ai tusan tu¡asb San Martin
cbicbak tiuwai
yamaik así betekait¡i
depekkauwai
nunik
iik peruano aina¡i
tiuwai, tu ¡asbyaugcbuk colonos aidaukagtukcba¡uinuniku asan atakesb atgsan awa¡únin waitkaidau, nuniua asamtai muún waimaku aidau maniawa¡ui nugkan ayam¡uinak.
84
San Martín y los awajun
Por cientos de años los waimakus combatieran contra los 7
españoles.
•.-'fi ?
Ellos eran señores en la sierra y la costa, pero no |
podían someter el territorio awa¡cin, basta que un día apareció 1
el guerrero José de San Martín
anunciando un
nuevo
gobierno. Dice la Historia que él venía del sur y consiguió que mucba gente se bicieran sus soldados.
En la selva muchos
pueblos de los antiguos Apacb (españoles) quisieron ser independientes, y emplearon algunos awajun del Marañón para que les enseñaran a poner trampas contra los soldados del Rey. Cuando San Martín venció di¡o que todos eramos iguales y fuimos llamados peruanos, pero los viejos colonos no entendieron eso y siguieron cometiendo abusos contra los awajun, por eso los waimakus volvieron a pelear por sus tierras.
85
Ina nugke mam'amu dekamu
E s c u e l a n t e papíaugku p u ^ s a agtutaiyame Perú Cbile¡ai mamama. muún¡i
Nunu tsawantai, inia aénts awa¡ún aidauti
colonos
nuigtu
misionero
batsama a¡aküwai nugkanum. Chile Pem¡ai maniamunak.
aidaü¡ai
utuncbat
Tu¡a déka a¡akcbaüwai Nuniau asamtai ina apu¡í
Miguel Grau agtsan Francisco Bolognesi fgkgfuí Cbilefai maniamunüm
nayagtsanum
agtsan
nugkanmasbkam.
Tu¡a dita a¡aka¡üi apu waimaku yagtsaptin, nuniau asan ina
nugken
ayam¡ak
¡akau ainawai.
Tü¡asb
Chile
depetamkauwai i¡ün¡a batsatcbamu asamtai nuigtusb Tik pempentuniki máni batsatbaunum. Nuniau asamtai atak depetamkai tau as¡a yamaik asbi awa¡ún apasb aidau¡ai i¡ün¡a ina nugke ayam¡ükü amainait¡i.
86
Los awajún y la guerra contra el Perú
En la escuela nos han enseñado que hace más eje cien años el Perú fue atacado por los chilenos. En ese tiempo, los awa¡un tenían tratos con los colonos y misioneros que entraban a sus tierras, pero nada sabían de la guerra. Dicen que los ¡efes Miguel Grau y Francisco Bolognesi murieron fueron
peleando contra Chile en el mar y tierra. Ellos grandes guerreros como nuestros waimakus y por
eso defendieron las tierras peruanas de los invasores. Así nos vencieron porque
estábamos desunidos y peleando
entre nosotros mismos. Por eso para que nunca puedan vencernos, los awa¡un y todos los peruanos deben unirse y formar una gran comunidad.
87
Tsamaren waimaku akuwai
Tsamaren a¡akuwai muún waimaku a¡antusa dita i tu ¡a maniauwai apacb oran takainak ma¡anu kauna batsatu¡ai agtsan Kan usa utuka
batsatu¡aishkam. Kuashat apacb
colonos ta bau aidau awa¡únin waitkaidau tabaug antuk nunu ayam¡ak kuasbak maniauwai. waimaku a¡akuwai. yutanasb
a¡aku ainawai Nigka agtsan
nuniau
nuigtusb ina
pu\ut\i
Tu¡a nina sunta¡ik
asan
depetmaincbau
¡igtiuwai
a¡anum takasa
kuitamtanasb.
Dukap
tsawantai i¡um¡auwai kuasbat comunidatan. Tu¡a nigka itipkan yamakaimamum apu¡u a¡akuwai, nugtusb ¡ima¡a inankeakiuwai
¡ista tsantsa tutaiyama
mania depetmak baug emematak.
88
nuna
sbiwan¡ai
Tsamaren, el gran guerrero
Tsamaren fue un gran ¡efe awa¡un que peleó contra los patrones del oro en los ríos Marañón y Santiago.
Hizo
muchas entradas en los pueblos eje colonos para castigar a quienes cometían abusos contra
los awa¡un.
Sus
guerreros eran los más poderosos porque tenían armas de
fuego.
Él
también
enseñó
a
la gente como
preparar me¡or las chacras y conservar las costumbres de los abuelos. Con el tiempo consiguió v&uuw de cien
comunidades
tradición tenía
que
le
bajo
gustaba
su vestir
borla dorada, y
la tsantsa
para recordar como
mando.
Cuenta
más la
con un tocado que
dos veces la fiesta de había vencido a sus
enemigos.
89
90
BIBLIOGRAFÍA
Ansión, Juan. "Ideología y Mito: Una reflexión crítica". En: Antropológica departamento de Ciencias Sociales N° 3. Lima, PUC, 1985, pp. 33-60.
/Revista
del
Bailón Aguirre, Enrique. "La identidad lingüística y cultural peruana: Bilingüismo y Diglosia". En: Amazonia Peruana, Tomo IX, N° 17. Lima, 1989, pp. 33-60. Fernández, Eduardo. Para que nuestra historia no se pierda / Testimonios de los Asháninca y Nomatsiguenga de la región Satípo - Pangoa, Documento 7. Lima, CIPA, 1983, 213 p. Gnecco, Cristóbal y Zambrano, Marta (Editores). Memorias hegemónicas, memorias disidentes/El pasado como política de la historia. Bogotá, Ministerio de Cultura / Instituto Colombiano de Antropología e Historia / Universidad del Cauca, 2000, 349 p. Guallart, José María. Entre Pongo y Cordillera / Historia Lima, CAAAP, 1990, 258 p.
de la etnia Aguaruna -
Huambisa.
Mateos Fernández-Maquieira, Sara. "Juan Santos Atahualpa: Un movimiento milenarista en la selva". En: Amazonia Peruana, Tomo XI, N° 22. Lima, CAAP, 1992, pp. 47-60. Morin, Francoise. "Los Shipibo - Conibo". En: Guía Etnográfica de la Alta Amazonia - Volumen III. Smithsonian Tropical Research Institute / Ediciones Abya Yala e IFEA, 1996, pp. 275-435. Ortiz Rescaniere, Alejandro. "Imperfecciones, demonios y héroes andinos". En: N° 4. Revista del Departamento de Ciencias Sociales. Lima, PUC, pp. 193-224. Samuel, Raphael (Editor). Gryalbo, 1984, 317 p.
Historia Popular y Teoría Socialista.
Taylor, Gerald. La tradición oral quechua de Chachapoyas. Oral Quechua, 1996, 124 p.
Antropológica
Barcelona, Grupo Editorial
Lima, IFEA / Archivo de la Tradición
91
Urbano, Henrique. Mito y simbolismo en los Andes / La figura y la palabra. Estudios Rurales Andinos Bartolomé de Las Casas, 1993, 323 p.
Cusco, Centro de
Valderrama, Ricardo y Escalante, Carmen. Gregorio Condori Mamani / Autobiografia. Centro de Estudios Rurales Andinos Bartolomé de Las Casas, 1997. — La doncella sacrificada /Mitos
del valle del Coica. Arequipa, UNSA / IFEA, 1997, 265 p.
Varese, Stefano. La Sal de los Cerros / Una aproximación al mundo de los Campa. de Papel, 1973, 400 p.
92
Cusco,
Lima, Retablo
ISHRA SEMIMARIOSHISTORIA RVRAL A N D I M A
Repositorio Digital 2020