La Iglesia Fuerza Del Espiritu

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LA IGLESIA FUERZA DEL ESPIRITU

VERDAD E IMAGEN

JURGEN ~OLTMANN

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LA IGLESIA, FUERZA DEL ESPIRITU Hacia una eclesiologia meshlnica

EDICIONES SIGUEME - SALAMANCA, 1978

CONTENIDO

Pr%go........................................................

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1. DIMENSIONES DE UNA TEom ACTUAL DE LA IGLESIA. .......••.

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La il;llesi~ ~e Jesucristo ......................... Igles~a mlslO~e~a . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

,.24

....... ....... 3. IglesIa ecumemca. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4. Iglesia politica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1.

2.

2.

Titulo original: Kirche in der Kraft des Geistes Tradujo: Emilio Saura © Chr. Kaiser Verlag Miinchen, 1975 © Ediciones Sigueme, 1977 Apartado 332 - Salamanca (Espana) ISBN: 84-301-0722-3 Dep6sito legal: S. 118-1978 Printed in Spain Imprime: Gnificas Ortega, S. A. PoHgono El Montalvo - Salamanca, 1978

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La iglesia y la diferencia entre fe y experiencia. . . . . . . . . . . . La iglesia en la historia del Espiritu. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La iglesia, bajo el hechizo de los «signos de los tiempos». . . . La iglesia en la historia trinitaria de Dios. . . . . . . . . . . . . . . .

38 48 59 73

LA IGLESIA DE JESUCRISTO...... • •• •• • • ••• • . • •••• • • •••• •• •• •

9 .

1. Jesus y la iglesia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2. La misi6n mesianica de Jesus y la «comunidad del Exodo». . 3. La pasi6n de Jesus y la «comunidad de la cruz». . . . . . . . . . . . 4. La soberania de Jesus y los «miembros del reino». . . . . . . . 5. La gloria de Jesus y la «fiesta perpetua» ............ " . . 6. En la amistad de Jesus. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7. Ellugar de la iglesia en la actualidad de Cristo. .. . ... .. . 4.

28 32

LA IGLESIA EN LA ffiSTORIA. •.... . . . . • . • • • • . . . . . . . . . . . • . . . . •

1. 2. 3. 4.

3.

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92

101 112 126 138

145 152

LA IGLESIA DEL REINO DE DIOS •••.•.•.•••••.•.••••.•...•..

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La dimensi6n relacional de la esperanza. . . . . . . . . . . . . . . . La igJesia e Israel .................................... EI cristianismo y la religiones ............... ;.......... La cristiandad ante los procesos vitales del mundo. .. .. .. . Presente y futuro del reino de Dios. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

165 168 185 201

1. 2. 3. 4. 5.

232

Contenido

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5.

LA IGLESIA EN EL PRESENTE DEL EspiRITu. • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

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1. 2. 3. 4. 5. 6.

El envio del Espiritu como sacramento del reino. . . . . . . . . . El evangelio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El bautismo ............................ , .... . . .. . . . . . La cena del Senor .................................... El culto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Estilo de vida mesianico. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

242 250 272 290 310 327

LA IGLESIA BAJO EL IMPULSO DEL ESPiRITU • • • • • • . . • • • • • . • • • • . .

341

1. La comunidad en el proceso del Espiritu santo. . . . . . . . . . . . 2. La misi6n de la comunidad y las tareas en la comunidad. ... 3. La forma comunitaria de la iglesia .............. ,. . .... .

344 353 368

Los SIGNOS CARACTERiSTICOS DE LA IGLESIA ••..•••••. , . • •• •. •

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1. 2. 3. 4. 5.

La «iglesia una, santa, cat6lica y apost6lica». . . . . . . . . . . . . . Unidad en la libertad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Catolicidad y toma de partido.. . .. . . .. .. .. . . . . .. . . .. .. . Santidad en la pobreza ............. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Apostolado en el sufrimiento ..........................

393 399 404 409 414

Indice de autores ..............................................

421

Indice general. .... .. .... . . . . ...... .... .............. .. ..... . ...

425

6.

7.

Al Consejo Ecumenico de las Iglesias A su Secretario General, Reverendo Philip Potter A los cristianos oprimidos de to do el mundo

I

,

PROLOGO

El proposito de este libro es servir de orientaci6n a la iglesia. La nipida transformacion de las circunstancias externas, los extraordinarios progresos de la ciencia y de la tecnica y el riesgo creciente de confiictos sociales, militares y ecol6gicos han hecho aumentar en muchos hombres de nuestra sociedad el sentimiento de inseguridad. El hecho de que to do el mundo se sienta hoy prO'fundamente «inseguro» no deja de tener sus razones. La palabra «crisis» esta en boca de todos, tanto si se trata de la crisis del petr6leo como si se trata de crisis espirituales. Crece la inestabilidad interior y exterior. Los sistemas politicos, economicos, eticos y religiosos son mucho mas vulnerables de 10 que muchos pensaban. Por ello crece asimismo la necesidad de seguridad en todos los ambitos. Las iglesias no dejan de verse afectadas por este sentimiento de inseguridad general. Sus miembros se plantean de un modo critico la cuesti6n del sentido del culto y preguntan es- . cepticamente por el sentido de las reformas cuItuales. Parrocos, autoridades eclesiasticas y sinodos tratan de las crisis que ven a su alrededor y de las suyas propias. Tambien aqui se hace notar la busqueda de una mayor seguridad y de una estabilidad religiosa. En toda crisis se impone la necesidad de una reorientaci6n. Es preciso dar nuevas respuestas a las preguntas fundamentales: ;,de d6nde venimos? ;,ad6nde vamos? ;,quienes somos? Pues toda crisis pone en cuestion las respuestas tradicionales y familiares. Pero, por ella mismo, toda crisis ofrece al mismo tiempo la oportunidad unica de dar una nueva respuesta, solida y apropiada, que sirva de orientaci6n a la totalidad de nuestra vida. El que s6lo

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Prologo

Prologo

habla de «crisis», sin reconocer al mismo tiempo la oportunidad que ella nos da, 10 hace unicamente desde una actitud angustiada y desesperanzada. Querer tener nuevas «oportunidades» sin pasar por la crisis es estar fuera de la realidad. La iglesia no tendria ninguna esperanza si se limitara a compartir la inseguridad general 0 si la profundizase hast a convertirla en un pesimismo radical. Si la iglesia se limitase a perseguir nuevas oportunidades no tendria tradicion alguna. En las crisis de su tradicion y en las oportunidades de su esperanza, la iglesia ha de orientarse hacia su fundamento, su futuro y su mision. Cuando sus tradiciones devienen problematicas, la iglesia ha de retroceder a sus mismas raices. Habra de orientarse con mas resolucion que antes hacia Jesus, su historia, su presente y su futuro. En cuanto «iglesia de JesucristO», depende en ultimo extremo de el y solo de e1. Su existencia y subsistencia estan basadas en el, por muchas seguridades e inseguridades que pueda hallar en otras cosas a 10 largo de los tiempos. Por eso hacemos alusion continuamente a la relacion entre Cristo y la iglesia, que desarrollamos en el capitulo 3 de este volumen. Para la iglesia que lleva su nombre, est a orientacion esta en primer plano. Cuando las perspectivas de futuro de la iglesia devienen sombrias, cuando esta en tela de juicio su re1acion con Israel, con las demas religiones y con la politica estatal, economica y cultural de la sociedad, ella ha de proyectarse con no menos redicalidad hacia aquelfuturo del que esta segura porque es el futuro de Cristo, que la ha creado: el reino de Dios. Por eso en el capitulo 4 trataremos detalladamente de la relacion entre iglesia y reino de Dios. Puesto que la esperanza es una fuerza vital, y 1a vida se vive de un modo abierto, el reino de Dios no ha de ser descrito de un modo abstracto, sino en concreto, a traves de las relaciones vitales de la cristiandad. EI futuro de la iglesia ha de ser representado ante todo por una iglesia de la esperanza (para y con los otros). A partir de su fundamento, Cristo, y para el futuro del reino de Dios, la iglesia es 10 que es en la medida en que esta en presencia del Espiritu y es impulsada por el. EI Espiritu la renueva en su comunion con Cristo. El Espiritu derrama sobre ella la fuerza de la nueva creacion, su libertad y su paz. Por eso, en los capitulos 6 y 7, expondremos las fuerzas, posibilidades y formas vitales de la iglesia bajo el impulso de Dios, del Espiritu, que «viene sobre toda carne». Sirven de base a este libro algunos curs os sobre eclesiologia dados en Bonn en 1966 y en Tiibingen en 1968 y 1972. Desde

1968 existian unos apuntes de estos cursos, que han sido ampliados en sucesivas ediciones. Para muchos oyentes, esta teoria de la iglesia era demasiado conservadora, para otros, demasiado progresista. A traves de esta reelaboracion y de este perfeccionamiento de los cursos con vistas a su publicacion, esperamos que quede claro para todos que la mejor m8JJW W< ~r tikI a ladilla.mica d£~§.ille £!i§tiano c.on§.i.§!~ en tratar 19s elW1ent~­ gresistas d~l~J.!,adt9.Q.~ crisj,jana desd~lInto d~yista .conser.vador 'yJ~illIjt:till!J:§.~S9n ~!ls Jgrmas con~t:tY..adorALqesde una per~­ pectiv,}.p'y'qgr§.EEf!.:.. Por ello, en los conocimientos mas antiguos de la fe cristiana y en las formas primitivas de la comunidad cristiana, hemos intentado descubrir 10 autenticamente originario, a fin de entender las perspectivas de futuro contenidas en ellos. El contenido de este libro no es algo puramente teorico, concebido en la mesa de trabajo 0 en las aulas de la universidad de Tiibingen y sin contacto alguno con la realidad. Los lectores se interrogaran con razon: lde que iglesia habla propiamente el autor? Dejando aparte el hecho de que he sido parroco durante cinco alios en la parroquia rural de Wasserhorst (Bremen), las tournees de conferencias y los congresos ecumenicos me han puesto en contacto en los diez ultimos alios con iglesias de diferent~s paises y de muy distintas situaciones. Las experiencias de los cristianos en Corea, su fervor misionero y sus sufrimientos en una situacion politica hostil, las experiencias carismaticas de las iglesias independientes de Keniay Ghana, sus plegarias y sus alegres danzas, el trabajo de las comunas cristianas en los barrios bajos de Manila y en las aldeas campesinas de Latinoamerica, su vida con el pueblo y las persecuciones de que son objeto por parte de la policia, me han impresionado mucho mas profundamente de 10 que mi conciencia ha percibido. En cualquier caso, me han hecho ver los limites de la iglesia de Alemania. A los lectores extran- . jeros no he de negarles que escribo en la Republica Federal de Alemania y dentro de la iglesia nacional evangelica. Pero este punta de partida no determina el contenido dellibro. La propia situacion solo es una entre muchas otras. Y, realmente, existen situaciones muy diferentes dentro de la cristiandad. Racer teoJagla en un cQntextQ.. ecum6nico no significa hacer una teolo~ abstracta sino artir de las giferentes experiencias de !a iglesia y establecer entre ellas una mediacjon cread9ra, en !a "llledidlj en que se~~. Por eso, en las refiexiones teologicas que siguen, hemos intent ado tener en cuenta las iglesias nacionales y las iglesias libres, las iglesias populares y las de mision, las iglesias locales y el movimiento ecumenico, las instituciones ecle-

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Dimensiones de una teoria actual de la iglesia

En todos los tiempos, la iglesia se ve en la necesidad de clarificar su misian, su situacian y su finalidad. Pero, l,camo orientarse en esta tarea? Justamente a partir de una teoria teolagica de la iglesia. La iglesia es el pueblo de Dios y ha de justificarse siempre de' nuevo delante del Dios que la ha llamado, liberado y reunido. Por consiguiente, ha de dar cuentas ante el tribunal de Dios de su vida y de sus formas de vida, de sus palabras y de sus silencios, de sus acciones y de sus omisiones. Pero, al mismo tiempo, la iglesia se debe a los hombres (Rom 1, 14). Por eso ha de dar siempre cuenta a los hombres de su fe y de la puesta en pnictica de la misma. Asi pues, ha de presentar su vida y la expresian de su vida ante el tribunal del mundo. Dentro de la comunidad de Jesucristo, en quien Dios se ha hecho hombre y el hombre ha sido glorificado, no puede existir en este punto ninguna separacian. La iglesia ha de presentarse siempre ante el tribunal de Dios y del mundo. Pues ella representa aDios delante del mundo y al mundo del ante de Dios. Ella se situa ante el mundo en una actitud de libertad critica y ha de aportarle la revelacian fidedigna de la nueva vida. Al mismo tiempo, esta en comunian solidaria con todos los hombres delante de Dios y ha de ser un eco fiel de sus mas profundos anhelos de vida y de libertad. En esta actitud de franca solidaridad y de comunian critica, la iglesia esta en camino juntamente con el mundo, los pueblos, las naciones y las sociedades. Ella es el pueblo de Dios peregrinante. 2

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Pr61ogo

Pr6logo

siasticas y las comunidades libres. Por otra parte, n.o se trata dej una adicion de las diferentes formas de vida de la com ris~ tia~a, sino de la fe y de la credibilidad de l~unica iglesia e Cnsto. "'----._~ .. - De acuerdo con la comprension teologica y las experiencias citadas, la /inalidad practica del libro podria formularse as!: :gasar de una iglesia que asiste pastoralmente al pueblo a una iglesia entendida ~0p!9 c01l.!!:!!lidad del.11u~~,lo inserta en el Rueblo. , De otro modo, la iglesia no puede, a nuestro entender, predicar el evangelio de un modo teologicamente responsable, ni celebrar la eucaristia, ni bautizar con el signa del Exodo, ni vivir en la amistad de Jesus. De otro modo, la iglesia no puede desempenar sus funciones, sus tareas y sus ministerios en, con y a traves de la comunidad. Las iglesias misioneras, las iglesias confesionales y las «iglesias bajo la cruz» son 0 se haran inevitablemente iglesias comunitarias. No caeran en el aislamiento social, sino que se con~ vertiran en una esperanza viviente en el pueblo. La tan a menudo descrita crisis de las iglesias populares y nacionales en los viejos paises «cristianos», su notoria inoperancia, la apatia de sus miem~ bros y su lentitud de comprension, es una ocasion para la edifica~ cion de la iglesia comunitaria y para la realizacion del principio de la unidad de la comunidad. Los peligros que suponen el confor~ mismo con la sociedad y la mentalidad de gueto seran superados cuando la iglesia conquiste y sea consciente de su libertad de ac~ cion. Para adquirir esta libertad, tiene necesidad de una comuni6n dotada de la maxima fuerza vinculante. Las experiencias de las iglesias de otros paises me han confirmado en la conviccion teo~ 16gica de la necesidad de est a comuni6n. Por ultimo, he de anadir algo a proposito de la relaci6n de este libro sobre La iglesia, /uerza del Espiritu con mis anterio~ res libros Teologfa de la esperanza (1964) 1 Y EI Dios crucificado (1972) 2. Parece como si, partiendo de la pascua y de la fun~ damentacion de la esperanza cristiana hubiesemos llegado, si~ guiendo una via teol6gica, al viemes santo, y, desde la pasion de Dios, a pentecostes y a la mision del Espiritu. Pero esto segui~ ria con demasiada fidelidad el orden del ano eclesiastico. Los cursos que sirven de base a estos tres libros no han seguido este orden. Por eso el contenido de cada uno de los libros va intima~ mente entrelazado con el de los demas. Pero es evidente sin duda que existe una conexion necesaria entre elIos desde el punto de

vista teologico y que me fue preciso modificar las perspectivas para mejor entender la riqueza de la historia liberadora de Dios con el mundo. Por ello, si en Teologfa de la esperanza insistfa sobre todo en la «resurrecci6n del Crucificado», en EI Dios crucificado hube de poner el acento sobre la «cruz del Resucitado». Ambas perspectivas permanecerian incompletas si no se hablase de la «misi6n del Espiritu», su historia mesianica y la fuerza carismMica de su comunidad. Por eso este libro quisiera ser un complemento de los anterioTes. Debo expresar mi agradecimiento al Dr. Michael Welker y al Dr. Konrad Stock, con quienes he mantenido un continuo dialogo sobre los temas aqui tratados. Tambien he de agradecerles su ayuda en la correccion de las pruebas, asi como sus sugerencias.

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1. Ediciones Sigueme, Salamanca 31977. 2. Ediciones Sigueme. Salamanca 21977.

Tiibingen, Pentecostes 1975 JURGEN MOLTMANN

Dimensiones de una teoria actual de la iglesia

Dimensiones de una teoria actual de la iglesia

Por eso ha de presentarse a si misma ante el tribunal del futuro de Dios y del mundo, a la vez que ha de presentar ante el sus relaciones con los pueblos, con Israel y con los estados. Ella comprendera su misi6n a la luz de su esperanza e interpretara los sufrimientos de la existencia temporal a la luz del reino venidero. Comprenden\ su misi6n divina en la historia universal y, ala vez, entendera el mundo a partir de la historia de Dios. Para dar cuenta de la vitalidad de la iglesia, una teorfa teo16gica de la misma ha de considerar estas tres dimensiones, es decir, ante Dios, ante el hombre y ante el futuro. Pues la iglesia de Cristo es una «iglesia abierta». Y esta abierta aDios, al hombre y al futuro de Dios y del hombre. La iglesia se atrofiaria si abandonase una de estas aperturas y se cerrase aDios, al hombre 0 al futuro. En epocas tranquilas, la iglesia podia sentirse segura recurriendo a una prueba basada en el caracter ininterrumpido e inalterable de su tradici6n y de sus tradiciones. Se remitia a ell as como a algo permanente en medio de los cambios temporales y a algo sustancial en medio de las contingencias de la historia. En las epocas agitadas, este argumento ha perdido toda su fuerza. Pues la nl.pida transformaci6n de las condiciones sociales afecta tambien a la configuraci6n visible de la iglesia. Vivimos hoy una epoca de transici6n y las lineas del futuro apenas son perceptibles. Muchos hombres son dolorosamente conscientes de que gran parte de 10 que era valido en otro tiempo ya no 10 es en absoluto. Pero c6mo sera el futuro, nadie 10 sabe. Esto crea desasosiego del que tambien participan la cristiandad y todas las iglesias del mundo. Los confiictos y tensiones entre los conservadores y los que err6neamente se creen tales, y entre los progresistas y los que creen ser conservadores y entre los progresistas y los que se tienen por tales, son hoy ocasi6n de sufrimiento dentro de la iglesia y, para muchos hombres, ocasi6n de afiicci6n a causa de la iglesia. En esta epoca, la iglesia se ve en la necesidad de volverse radicalmente a sus origenes, de asumir con resoluci6n su tarea y, abandonando una forma que se ha vuelto ya decrepita y caduca, convertirse al futuro de Cristo. En esta situaci6n, la teoria teo16gica de la iglesia no puede limitarse simplemente a hablar de un modo abstracto de la esencia intemporal de la iglesia. Ella ha de elaborar los supuestos para una reforma de la iglesia que la haga mas digna de credibilidad. No cabe duda de que hay iglesias que, justamente en las epocas en que to do sufre un proceso de transformaci6n, subrayan el caracter permanente e inalterable de sus tradiciones. No toda

iglesia es una «iglesia de reforma» en el sentido de que su vitalidad se expresa a traves de una reforma permanente. Pero si las iglesias que ponen el acento sobre la tradici6n y las que 10 ponen sobre la reforma rememoran en comu.n la autentica tradici6n cristiana, que es una, podran descubrir 10 cambiante a traves de 10 permanente y la tradici6n a traves de la reforma. La tradici6n ala que se remite la iglesia y que ella predica (si es que quiere llamarse iglesia de Cristo y hablar en su nombre) es la tradici6n de la liberaci6n mesianica y de la renovaci6n escato16gica del mundo. Esta tradici6n no permite el menor estancamiento. Hay que transformarse y «renacer» a partir de ella. Ella es como un viento que nos impulsa constantemente hacia nuevos horizontes. EI que aborta esta tradici6n mesianica se lanza a la aventura del Espiritu, a la experiencia de la liberaci6n, a la conversi6n, al trabajo en comun por el reino venidero. Tradicion y reforma, 10 permanente y 10 cambiante, la fidelidad y la conversi6n, no estan en contradiccion entre si dentro de la historia del Espiritu. PUes el Espiritu lleva a la comunion con Cristo y lleva a su plenitud el reino mesianico. Aqui aparece claro finalmente que 10 que inquieta a la iglesia no es unicamente la agitaci6n del mundo. Tampoco es s6lo la presente situacion de cambio la que hace necesaria una reorientacion de la iglesia y de su doctrina. Naturalmente, la iglesia, en su lenguaje, su cuIto, sus formas de vida y de organizacion, ha de tener en cuenta las transformaciones de la sociedad. Ha de hacer frente a los nuevos tiempos .. De otro modo no podria cumplir su mision ante Dios, el hombre y el futuro. Pero, en ultima instancia, ella Heva su «inquietud» en sf misma, en el Cristo crucificado al que se remite y en el Espiritu que la impulsa. La agitacion del tiempo la remite a est a su inquietud interior. Las transformaciones sociales y culturales del presente Ie Haman la atencion sobre aquella gran transformacion que ella misma representa como «nueva creacion» y como «nuevo pueblo de Dios», a fin de atestiguar ante el mundo el futuro de «los nuevos cielos y la nueva tierra». Lo que se necesita hoy no es una habil adaptacion a las nuevas circunstancias sociales, sino una renovacion interior de la iglesia a partir del Espiritu de Cristo, de la fuerza del reino venidero. La teorfa teologica de la iglesia ha de dejarse guiar, por consiguiente, por la inquietud interior que mueve a la iglesia. Esta ha de ser reconocida si hemos de hablar de la «iglesia de Jesucristo», de la «iglesia del reino de Dios» y de la «iglesia en la presencia y bajo el impulso del Espiritu» desde una perspectiva teologica.

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Dimensiones de una teorla actual de la iglesia

I.

LA IGLESIA

DE JESUCRlSTO

En otros tiempos, nadie ponia en discusi6n que la teoria de la iglesia habia de ser una teo ria teo16gica, que habia de ser tratada en la dogmatica despues de la cristologia y antes de la escatologia. Hoy, esto ya no es de por si evidente, pues existen muchos caminos que llevan a una teoria de la iglesia y de su praxis. Se puede partir de la experiencia y describir la iglesia desde una perspectiva fenomeno16gica. Asi se obtiene una imagen de la iglesia en el marco de la cultura en que ella vive. Se puede estudiar la iglesia desde el punto de vista sociol6gico; de esta manera se lograra una imagen de su organizaci6n en el marco del sistema social en que ella vive en cad a caso concreto. Tambien es posible investigar la iglesia desde una perspectiva hist6rica; entonces nos formaremos una idea de sus cambios y de sus transformaciones historicas. Por ultimo, y desde el punto de vista de la historia de las religiones, puede hacerse un estudio comparado de la iglesia y de las demas religiones del mundo. Por otra parte, una teoria de la iglesia, cualquiera que sea el metoda que uti lice, puede tener diferentes objetivos. Puede proponerse la autocomprensi6n de la iglesia, la condena de las herejias, la comparacion con otras iglesias, la defensa contra los ataques del exterior 0 la critica de la presente situacion de la iglesia. Finalmente, una teoria de la iglesia puede ser rec1amada por diferentes sujetos. l,De quien es la imagen de la iglesia que se refieja en ella y a quien debe aprovechar? l,Es la imagen de la iglesia de los parrocos, de los sacerdotes y de los teologos 0 la de los laicos, de los que estan mas cerca 0 de los que estan mas lejos de ella? l,Es una teoria de la acci6n ec1esial para los dirigentes de la iglesia 0 una teoria de las necesidades de los destinatarios de esta acci6n? Es comprensible que los diferentes sujetos interiores 0 exteriores a la iglesia tengan divers as concepciones de la iglesia, que pueden ser plasmadas en diferentes teorias acerca de ella. Es tambien comprensible que las diferentes teorias de la iglesia refiejen diferentes imagenes de ella y diferentes finalidades en relaci6n con ella. Asi pues, toda teoria de la iglesia ha de preguntarse a quien es provechosa y para quien y en interes de quien ha sido proyectada. Sea 10 que sea la iglesia considerada desde otros puntos de vista, la concepci6n teo16gica de la iglesia ha de tomar en serio la iglesia y su propia reivindicacion, y ha de calibrarla a partir de aquel a qui en ella se remite. La teoria teo16gica de la iglesia habla de la iglesia de Cristo y, por consiguiente, ha de esforzarse por

La iglesia de J esucristo

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conocer el sujeto de la iglesia con tanta claridad como sea po sible y hacerlo valer en la vida y en la forma de la iglesia. Si la iglesia 10 hace todo en ei nombre del Dios trino y uno, la teoria teo16gica entendeni la iglesia a partir de la historia trinitaria de Dios con el mundo. De est a manera, ella no s6lo sera una justificaci6n teol6gica de la acci6n eclesial, sino, tambien una critica de ella. Ahora bien, Cristo es el fundamento, la fuerza y la esperanza de su iglesia. Por eso la Reforma, como 10 muestran sus «confesiones», ha subordinado todos los preceptos humanos de la religi6n y de la iglesia a la norma del evangelio. Por eso la igiesia confesora ha rechazado todas las pretensiones del est ado de dominar a la iglesia y de hacerla depender de ell, como aparece claramente en la primera tesis de la Declaracion teo16gica de Barmen de 1934. S6lo cuando Cristo reina como soberano y la iglesia escucha unicamente su voz, esta en la verdad, se hace libre y actua de un modo liberador sobre el mundo. El concepto teologico de la iglesia se situa en esta tradicion concreta de la liberacion de la iglesia a traves de la soberania de Cristo y se sabe comprometido con ella. No habla de una esencia ideal de la iglesia y, por tanto, no puede ser entendido como una dimension junto a otras de la iglesia, pOl' ejemplo, la dimensi6n religiosa. La confesi6n de la soberania (mica de Cristo sobre su iglesia no puede reconocer «ninguna otra fuente de predicaci6n ademas de o junto a est a palabra unica de Dios». No es posible admitir que existan «esferas de nuestra vida, en las que estemos sometidos a otros senores y no a Jesucristo». Hay que rechazar la teoria segun la cual «la iglesia podria modificar a su arbitrio la forma de su mensaje y de sus leyes 0 hacerla depender de las convicciones ideologicas y politicas dominantes en cada caso» 2. Lo que la igiesia confesora ha expresado con estas palabras, que van dirigidas contra las pretensiones de dominaci6n de la iglesia por parte del estado, ha de ser reivindicado tambien hoy por la concepcion teol6gica de la iglesia contra pretensiones semejantes por parte de sistemas sociales injustos e inhumanos. Por eso la 1. W. Niesel (ed.), Bekenntnisschriften und Kirchenordnungen der nach Gottes Wort reformierten Kirche, Zurich 21938, 335: «Jesucristo, de acuerdo con el testimonio de la Escritura, es la Unica palabra de Dios que hemos de escuchar, en la que hemos de confiar y a la que hemos de obedecer en la vida y en la muerte. Condenamos la falsa doctrina segUn la cual la iglesia podria y deberia reconocer como fuente de su predicaci6n a otros acontecimientos y poderes, personas y verdades, que encarnarian la revelaci6n de Dios de la misma manera que la palabra unica de Dios». 2. cr. tesis 2 y 3, en Ibid., 335 s.

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Dimensiones de una teorla actual de la iglesia

La iglesia de Jesucristo

concepcion teologica de la iglesia de Cristo siempre es a la vez una concepcion politica y social de la misma. Lo unico que propiamente define a la iglesia y, por consiguiente, 10 que la define de un modo englobante y totalizador, es la soberania de Cristo. Ella no se deja compartir ni limitar. Por eso la obediencia de la cristiandad a esta soberania liberadora es total y un{mime. Esta tampoco se deja limitar, ni por parte de la iglesia, ni por parte del estado. Por eso, una teorfa teologica consecuente de la iglesia es siempre en cuanto tal una teoria eminentemente social y poIitica de la misma. Ella ha de poner en conexion la comprension teo16gica de la iglesia (doctrina de ecclesia) con la politica eclesiastica (politica ecclesiastica) de tal manera que se hagan patentes los conflictos y no pueda ser rechazada en modo alguno la necesidad de una modificacion de la politica eclesiastica que este en consonancia con la soberania de Cristo. Si Cristo es el sujeto de la iglesa, la cristologia sera, para la teorfa de la iglesia, el tema dominante de la eclesiologia. Toda afirmaci6n sobre la iglesia sera una afirmaci6n sobre Cristo. Toda afirmaci6n sobre Cristo encierra tambien una afirmaci6n sobre la iglesia, pero no se agota en ella, ya que tiene a la vez un alcance mayor y se orienta hacia el reino mesianico a cuyo servicio esta la iglesia. De esta manera, la teoria de la iglesia no puede representar en modo alguno la imagen de la iglesia que tienen los te610gos a pesar de que e1lenguaje, los modos de expresion y la finalidad nos inclinarian a menudo a pensar 10 contrario. Como toda teo ria de la iglesia, la teoria teologica es reclamada, consciente 0 inconscientemente, por direfentes sujetos e intereses. Pero la mision de la teologia es hacer valer, de un modo critico y autocritico, el «interes de Cristo» frente a todos los demas. Puesto que el interes de to do aquel que invoca el nombre de Cristo consiste en subordinar sus intereses particulares al «interes de Cristo» y, por consiguiente, «en no vivir ya para si, sino para aquel que por ellos muri6 y resucit6», como dice Pablo (2 Cor 5, 15), el concepto teologico de la iglesia ha de estar al servicio de toda la cristiandad y no solo al servicio de los teologos. Desde este punto de vista, to do cristiano es «teologo». La comprension teologica de la iglesia no contribuye a separar sino a unir la iglesia a traves del «interes de Cristo», que es comun a todos. Esto no esta en contradicci6n con el hecho de que «la doctrina separa, pero el servicio une», ya que el «interes de Cristo» se apIica tanto a la doctrina como al servicio. La separaci6n entre teoria y praxis Ie es completamente ajena. En las mencionadas tradiciones de la liberaci6n de la iglesia por la palabra y el Espiritu de Cristo, en la Reforma, en

la iglesia confesora y en las iglesias que hoy son perseguidas y viven «bajo la cruz de Cristo», se experimento y se experimenta de un modo impresionante la unidad entre teologia y comunidad, entre doctrina y compromiso practico, entre pastores y laicos. El concepto teo16gico de la iglesia bajo la soberaIlia de Cristo se desarrolla a traves de estas experiencias y apunta a una praxis consecuente. La teologia es una funci6n de la iglesia de Cristo. Es, para ser mas exactos, una funci6n de Cristo relativa a su iglesia. Desde que, en el siglo XIX, la iglesia sali6 del ambito de la «cristiandad» europea, este primer axioma ha side corroborado por muchos te6logos: «La teologia es una funcion de la iglesia» s. Pero, por muy exacto que sea este axioma, hay que subrayar asimismo el segundo si queremos expresar tambien la libertad de la teologia frente a la iglesia establecida. Si la teologia refleja la forma hist6rica de la iglesia en el marco del «interes» y de la soberania de Cristo, ha de entenderse ante todo a sf misma como una funci6n de esta soberania; solo asi podra .ser una funci6n de su iglesia. De otro modo, los te6logos se convertirian facilmente en «funcionarios» de la iglesia establecida. La teologia es una empres a «cristiana» y «espiritual», y s6lo como tal puede constituir una tarea eclesial. Si en el fonda no parecen existir entre un~ cosa y otra grandes diferencias, desde el punto de vista empirico, aparecen a menudo notables diferencias. Justamente porque la teologia es una funcion de la iglesia de Cristo, adopta (al igual que la fe) una actitud critica dentro de la comunidad de la iglesia establecida. Si la teologia perdiese su libertad para la critica, se convertiria en una ideologia de la iglesia establecida. Si perdiese la comunion con la iglesia, dejaria de ser teologia cristiana y se convertiria en una especie de ciencia de la religion. En cuanto teologia cristiana, ha de traer a la memoria de la iglesia la soberaIlia de Cristo y contribuir a que la iglesia adopte una forma digna . de credibilidad. Si la iglesia ha de ser cristiana ha de traer a la memoria del pueblo de Dios la teologia y hacer que esta adquiera su autentica importancia.

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3. K. Barth, Die Kirchliche Dogmatik 1/1, ZUrich 1932, 1; P. Tillich, Teologia sistematica I, Madrid 1972; O. Weber, Grundlagen der Dogmatik I, Neukirchen 1955, 30.

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Dimensiones de una teoria actual de la iglesia

II.

IGLESIA MISIONERA

Una de las cosas que mas fuertemente contribuyen hoy a la renovaci6n del concepto teol6gico de la iglesia es la teologia de la misi6n. Las circunstancias cambian y las relaciones entre las