La Arquitectura A Traves Del Juego

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La arquitectura a través del juego Maushaus

IIF

M AU SH AU S Anabel Varona y Carlos Arruli son arquitectos Estudiaron en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Navarra y en la de San Sebastián respectivamente, donde se conocieron. Junto con un grupo joven de estu* diantes y arquitectos cofundaron en el año 2001 el estudio de arquitectura Rulot. En 2009 crearon Maushaus. un taller-laboratorio de arquitectura para niños donde se diseñan y se proponen contenidos pedagógicos, asi com o objetos y lugares destinados al aprendizaje lúdico A d em ás de los cu rso s anuales, se diseñan talleres específicos de arquitectura y arte, asi com o formación a educadores. Han escrito y presentado diversas co­ m unicaciones y ponencias com o la del VIII Congreso D OCOMOMO Ibérico celebrado en Málaga. La arquitectura com o experiencia colectiva: estra­ tegias de juego y aprendizaje estético en la infancia' Son editores de A m a g ' Revista de Arquitectura para N iñ os (ww w.a-m agazine.org).

M aushaus

La arquitectura a través del juego

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c a ta ra ta

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fundación arquia

COLECCIÓN EDITADA CONJUNTAMENTE POR FUNDACION ARQUIA Y LOS LIBROS DE LA CATARATA PATRONATO FUNDACIÓN ARQUIA PRESIDENTE Javier Navarro Martínez

VICEPRESIDENTE 1* Federico Oretlana Ortega

VICEPRESIDENTE 2* Alberto Alonso Saezmiera

PATRONOS Carlos Gómez Agusti Francisco Javier Cabrera Cabrera Femando Díaz-Pines Mateo Montserrat Nogués Teixidor Ángela Barrios Padura José Antonio Martínez Llabrés Naiara Montero Viar Juli Pérez Ballesler Mariano Muixl Vatlés Marta Cervelló Casanova Emilio Tuñón Álvarez

SECRETARIO

DIRECTOR

Sol Candela Atcover

Gerardo García-Ventosa López

LA ARQUITECTURA A TRAVÉS DEL JUEGO DISEÑO DE CUBIERTA PABLO NANCLARES ILUSTRACIONES ANDREA Y ERICA ARRUT1 VARONA O ANABEL VARONA Y CARLOS ARRUTI. 2016 O FUNDACIÓN ARQUIA 2016 ARCS. 1 08002 BARCELONA WWW FUNDACION ARQUIA ES O LOS LIBROS DE LA CATARATA. 2016 FUENCARRAL 70 28004 MADRID TEL 91 532 05 06 FAX 91 532 63 36 WWW CATARATA ORG ISBN «ARQUIA) 978-86-617-5592-9 ISBN «CATARATA): 978-86-9097-230-6 DEPÓSITO LEGAL M-36 066-2016 IBIC AM/5AG LA EDICIÓN OE ESTA PUBLICACIÓN HA SIDO PATROCINADA POR ARQUIA BANCA

ÍNDICE

AG RA D ECIM IEN T O S 9

PRESENTACIÓN. ¿POR QUÉ E N S E Ñ A R ARQUITECTURA EN LA INFAN CIA? por Virginia Navarro 11

La pecera 11 Lecciones y aprendizajes i 3 La isla del tesoro 16

PRÓLOGO por Jorge Raedó 19

INTRODUCCIÓN. TODO S E R Á ARQUITECTURA 23

Conociendo nuestro medio 24 Patrimonio e infancia 25

CAPITULO 1. ¿QUÉ E S ARQUITECTURA? 27

Observación del entorno construido 3o Actividad: Mira a tu alrededor 3 i

La arquitectura de los animales 32 Actividad: También somos animales 33 El primer hábitat del humano 34 Actividad: En la cueva 85 Los nómadas 36 Actividad: Con la casa a cuestas 3y

CAPITULO 2. LA S H ER R A M IEN T A S 38

La sección 40 Actividad: El gran cuchillo 41 Las proyecciones 42 Actividad: Teatro de sombras 43 La escala y las medidas 44 Actividad: Rayo reductor 45 Las maquetas 4.6 Actividad: Casa de muñecas 47

CAPITULO 3. D E S D E TU C A M A HASTA EL PAISAJE 49

Mi prim er espacio habitado 50 Actividad: En mi habitación 51 El plano de mi casa 52 Actividad: Casa collage 53 Vivir en comunidad 54, Actividad: Mi casa + tu casa 55 Las partes de un edificio 56 Actividad: Cuerpo-edificio 57 Las cubiertas de los edificios 58 Actividad: Mi casa tiene sombrero 59 Mi calle y barrio 60

Actividad: Vida de barrio 61 Ciudad y paisaje 62 Actividad: Tierra a la vista 63

CAPÍTULO U. OTRAS V IS IO N E S 64

Pintura y arquitectura 66 Actividad: Dentro de un cuadro 68 Escultura y arquitectura 70 Actividad: Escultura urbana 71 Música y arquitectura 72 Actividad: Como la música 74 Actividad: Ritmo visual 75 Danza y arquitectura 76 Actividad: Baila tu ciudad 77

EPÍLOGO. NOTICIAS D E S D E LA CIUDAD D EL SOL: ACERCAM IEN TO S ENTRE ARQUITECTURA Y EDUCACIÓN TEM PRAN A por Javier Encinas 79

La vivencia arquitectónica 80 La perspectiva pedagógica 83 El encaje educativo 85 Experiencias y propuestas 88

ANEXO. GRUPO PLAYGRO U N DS 93

(Pre-) manifiesto 94

BIBLIO G RAFÍA 99

Bibliografía ilustrada infantil 99 Bibliografía sobre arquitectura, educación e infancia 99 Recursos on 1i ne 100

AGRADECIMIENTOS

A nuestras m adres y padres, que am orosam en te d e d i­ casteis m uchas horas de nuestra infancia a la enseñanza de la arquitectura y la vida. A todos nuestros com pañ ero s de c o rre rías, por seguir en las trin ch eras de la educación en arquitectura y arte, protegiendo con vuestro trahajo este tesoro de la hum anidad que es la infancia. E specialm ente a Jorge Raedó, V irgin ia N avarro y Ja v ie r E n cin as, p o r sus v a lio ­ sas aportaciones a este lib ro y por su fantástico trabajo en el cam po de la educación de arquitectura en la in fa n ­ cia y la juventud. A nuestras h ijas A ndrea y Erica, por todo su en tu ­ siasm o por ilu strar estas páginas a cam bio de una s o n r i­ sa y un beso. A la Fundación Arquia y a la editorial Los Libros de la Catarata, que nos brindan esta maravillosa oportunidad. 9

Por publicar sobre este tem a en un valle en el que la hierba no es verd e aún y existe un vacío im portante de literatura. Y

a ti, por asu m ir las reflexion es que proponem os y

lanzarte al juego de esta edición de b o lsillo, llena de experim en tos y p en sam ien tos divergentes. G racias.

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PRESENTACIÓN

¿POR QUÉ ENSEÑAR ARQUITECTURA EN LA INFANCIA? V IR G IN IA N A V A R R O 1

"L a

v id a e m p ie z a b ie n

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p ie z a i n c e r h a d a

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pro

r E G ID A , r o l IA T I B IA EN E l.R E C A Z () D E U N A C A S A " G. B ach elard , 19 5 7 “

IA P E C E R A Mace algunos años mi abuelo trajo una pecera a nuestra casa. Era una pecera típica, esférica, de vidrio transparen­ te'. igual que la de los dibujos anim ados. La pecera estuvo en casa mucho tiem poy en nuestro deam bular cotidiano la asim ilábam os a un jarrón o a cualquier otro objeto deco­ rativo que suele anim ar estanterías y cómodas. Un sábado por la mañana, papá nos llamó entusiasm ado: —Venid, h ijo s, ¡m irad lo que he traído! D ejam os nuestras con stru ccion es para d escu b rir con asom bro que la pecera se había llenado de agua y 1 . V irg in ia N avarro M artíne z es arcjuilccla p o r la E T S A de Sevilla y m á ste re n A rq u itec t u r a ) P atrim on io H istórico. C om p on e n te de C uartocrccientc. arquitectura para la infancia. A ctualm ente desarrolla la tesis sob re el esp acio de juego e xterior en la i n ­ fancia, d irigid a p o r A n g e l M artíne z C arc ia Posada. Ha e scrito y presentado d iversas co m u n ica c io n e s sob re playground y el juego del n iñ o en la ciudad. 2 . C. Bachelard. luí poética del espacio. Fon d o de Cultura Económ ica. M a d rid . 1965 .

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que en ella cinco m aravillosos pececillos de colores nadaban desordenadam ente. —¡Qué bonito, papá! —dijo mi herm ana—. No sabía que teníam os una casa para los peces. —¡Sí! A hora la decorarem os —dijo feliz—, será n u e s­ tra pequeña habitación acuática. La luz traspasaba la pecera e ilum inaba con d e ste ­ llos la cóm oda de m adera, cuya su p erficie veteada p a re ­ cía ondularse bajo el m ovim iento silen cioso. —¿Y lo s peces? —pregunté—. Pensarán que toda la casa es tam bién de agua si nos ven desde dentro, ¿no, papá? —Claro, c la ro ... —respon dió. Y añadió so n rien d o —. ¿P o r qué no d ib u jáis nuestro salón com o si estu vierais en la pecera? Y

así, con un entusiasm o contagioso, pasam os la

mañana representando nuestro mundo cotidiano su m er­ gido. intentando sin dem asiado éxito que nuestras acua­ relas transform aran los objetos rectilíneos en delicadas su perficies curvadas por las ondas. Mi herm ana y yo nos turnábam os para recorrer la casa con una botella de c ris­ tal llena de agua frente a los ojos, que agitábam os de vez en cuando para ver cada espacio con ojos de pez. A p ren d í arquitectura mucho más tarde y aun d e s ­ pués leí el relato de García M árquez "La luz es com o el agua’’3. En ella, unos n iñ os, que logran ten er en su cu ar­ to un barco de rem os, una brújula y un sextante, d escu ­ bren que la luz derram ada por una bom billa se va acu ­ m ulando sobre el suelo y vuelve el espacio navegable. 3. ~ L a lu z e s c o m o el a g u a " ( 1978 ) p e rte n e ce al lib r o D ocr cuentos peregrinos.

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l ili* entonces cuando recordé aquella m añana y am bas h istorias quedaron cosidas entre sí y a m i propia fo rm a­ ción. com poniendo una breve lección sobre el a p re n d i­ zaje de la arquitectura en la infancia.

LE C C IO N E S Y A P R E N D IZ A JE S 1.a arquitectura es im portante porque es el contexto en r lia vuelto im p rescin d ib le porque el m edio se ha vu elln frágil. Incluso podem os d ecir que urgente si co n sid ei.m íos que, dentro de treinta años, siete de cada diez person as vivirá en ciudades. Desde la infancia debem os hacer com pren d er la im portan cia de nuestra re sp o n sa ­ bilidad sobre el entorno e in crem en tar el in terés en in flu ir en nuestro futuro^. Hoy los procesos participativos están en auge: cada ve/ con m ayor frecu en cia las d ecision es sobre los esp a­ cios com unes se tom an colectivam ente y se pretende inclu ir en ellos a todos sus habitantes (entre ellos niños, discapacitados o an cian os). Si reflexion am os desde la educación sobre cóm o vivim os y apreciam os la calidad de un buen d iseñ o, podrem os se r más críticos con nuestro m edio. Si logram os hacer la arquitectura legible, apren dem os a exp resar nuestras ideas a través de ella y sabem os interpretarla desde el tiem po (pasado, presente y futuro) será más fácil que las decisiones colectivas sean a c e rtad asy los entornos m ejores. Por otra parte, en señ ar arquitectura en la infancia no hace sino reforzar una actividad natural de esta etapa. , Acaso no construim os nuestras propias cabañas, deliuníam os esp aciosy levantam os torres? Si el juego contie­ ne

un aprendizaje necesario, ¿no está la transform ación , l.i últim a Iraní? reproduce literalm ente u n o di* los objetivos de l.i ed u cación de l;i .mpiiteetura «*n Finlandia. Esta se desarrolla en co lcgios c institutos a nivel curricu l,ii v se eom plem enta en las Esencias de A rte para turtos (algunas especializadla en Arquitectura co m o A r k k i y Listu ).

»5

del espacio entre ello s? M uestra de ello es que desde el siglo XIX las piezas de construcción se han utilizado com o recurso educativo habitual. A dem ás, in vestigacio­ nes muy difu n d id as sobre el aprendizaje, com o la teoría de las inteligencias m últiples de G ardn er, reconocen la inteligencia visual y espacial com o una de las capacid a­ des características del se r hum ano6.

LA IS L A D E L T ESO RO Dice A lberto M u nari' que en ten der el arte es una p re o ­ cupación (inútil) del adulto y que. sin em bargo, e n te n ­ d er cóm o se hace es un in terés auténtico del niño. Cuando en señ am os arquitectura y m ostram os las fo r­ m as de rep resen tación del espacio (planos, m aquetas, c o n stru c c io n e s...) b u scam os que se e xp resen ideas (>. H ow ard C ard n e r, Inteligencias múltiples. La teoría en In práctica, Paidós. Barcelona.

1998 . 7 . A lb e rto M u n a n . p sicólogo y epistcm ólogo. H ijo del la m oso artista v pedagogo de la creatividad B ru n o M u n a ri.

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propias acerca de él. La ad q u isición de u n lenguaje o herram ienta esp ecífica nos perm ite ser p reciso s, pero tam bién desplazarnos hacia otros len g u ajes del arte porque nos m ovem os dentro del plano de la creatividad. No se trata de utilizar el lenguaje de la arquitectura solo para hablar de arquitectura, sin o de cre ar lugares de i ran sferen cia donde las distin tas d iscip lin as se a lim e n ­ ten entre sí creando nuevas con stelacion es. Robert Louis Stevenson , autor de La isla del tesoro, cuenta que el origen de la novela no estuvo en las p ala­ bras. sin o en la represen tación de un mapa. Durante lodo el proceso, dibujo y escritura estuvieron su p e r­ puestos. Esta idea de tran sferen cia creativa queda bien expresada en sus propias palabras: I I mapa era la parte más im portante de la trama. Podría haber dicho in clu so que lo era todo. Su capacidad infinita y e lo cu e n ­ te de su geren cia, com p on ían mi archivo. [ ...] . Los m apas so n una fuente inagotable de in terés para cualquier person a q u e tenga ojos para v e r y dos pen iqu es de im aginación p a ra e n te n ­ derlos. Ningún niño recordará otra cosa, pero no olvidará cuándo hundió la cabeza en la h ierba, contem plando aquel bosque in fin itesim al, para ver cóm o crecían allí los p o p u lo so s ejército s de las hadas. De alguna m anera fue así: cuando m e detuve en mi mapa de la isla del tesoro, los futuros p e rs o n a je s del libro em pezaron a revelarse con clarid ad en tre lo s b o s ­ ques im aginarios".

K

H. L Stevenson. Escribir. E n sa y o s sobre literatura. E d ic ió n de toiclia Paginas di* Espum a. M ad rid , a o ili.

Pérez de V illa r .

El territorio de la im aginación es uno de los gran des espacios de la infancia. Cuando enseñam os arquitectura nos gusta pen sar que dejam os en él algunas in d icac io ­ nes (un pequeño mapa del tesoro) que logrará m ejores ám bitos para la vida no solo humana, sino tam bién animal y vegetal. Una prim era lección sería experim entar una pecera. Más adelante, como los niños del cuento de Carcía Márquez, quizás dejem os de ser aborígenes de tierra f i r ­ me y nos convirtam os en m aestros en el arte de navegar en la luz.

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PRÓLOGO

JO RG E R A E D Ó V

1 .1 educación en arquitectura para la infancia y juventud está en pleno auge en todo el mundo. Hay proyectos en

marcha desde hace décadas en países como Finlandia y I siados Unidos, y proyectos más recientes en otros luga­ nos de Europa, Latinoamérica, A frica. A sia...

Europa está repleta de b u en as iniciativas que s u r ­ gen bajo el clam o r ciudadano para p articip ar en las d e cisio n e s u rb an ísticas y de d is e ñ o d e l entorno p ú b li­ co, la co n sid e ració n cada vez m a y o rp o r la so ste n ib ili•l.id am biental y social, el interés de muchas fam ilias en 1.1 educación artística p a ra la prim era infancia y dem ás etapas del d esarro llo del n iñ o , son algunos de los •i

|orge llardo es artista y p ro fe so r de arte para n iñ o s . Osa M e n o re s su in vestigación y práctica en educación de arte para la in fan cia y juventud dc«le 2008 . D irig ió el proyecto catalán "Q u é és A rq u itectu ra?" y fue director educativo de la asociación finlandesa R akennctaan k a up u nki! Director artistic» de "L u n d iiitia . I Bienal In t e r­ nacional de Ed u cación en Arquitectura para la Infancia y Juventud", d ir ig e A m a g ! Iln is t a ilr Arquitectura p ara N iños. Es asesor d e R e d O C A R A y L u n á rq u ic o s .

•9

com ponentes que favorecen el auge que vivim os en ed u ­ cación de arquitectura para la infancia y juventud. La voluntad política no siem p re acom paña a la c e r­ teza cien tífica y al sentido com ún ciudadano. La in v er­ sión en educación es escasa en varios estados europeos desde el in icio de la c risis económ ica y social en 2 0 0 8 . A p esar de la eviden cia de las virtudes de las artes (y la arquitectura es un arte) para el crecim ien to del niño y por ende para su buena integración en la sociedad como ciudadano de plenos derechos y d eb eres, las artes son apartadas m ás y más del núcleo de los cu rrícu los acad é­ m icos. ¿Q uién ve las artes com o algo in sign ifican te para la in fan cia? Gente mal inform ada. ¿O acaso pensam os que hay gente bien inform ada que desea el mal desarrollo de nu estros pequeños ciudadanos? No. Este lib ro ayuda a d ifu n d ir los b en eficio s de la educación en arquitectura para los n iñ o s y jó ven es a través de la experien cia de M aushaus. C arlos A rru tiy A n a b e l V arona son M aushaus, situ a ­ da en la elegan te ciudad de San Seb astián . Em pezaron su la b o r con n iñ o s en 2 0 0 9 y ráp id am en te v ie ro n que era su cam in o. El eje de su actividad educativa son los c u rso s an u ale s que o frec e n en su p equ eñ o local. C o lab o ran tam bién con m useos del País Vasco, N avarra y su r de F ran cia en la creación de talleres y cursos. A se so ra n al p rofesorad o esco lar para in tro d u cir la a rq u ite c tu ra en las au las. En el cu rso 2 0 1 5 - 2 0 1 6 han realizad o 20

el proyecto

"D o n o stia,

¿p u ed es o írn o s?

I laLJRBANistak” (haur es "n iñ o ” e n eu skera), que poirucia la m irada y la expresión del niño so b re su ciudad. Las características p rin c ip a le s de la "pedagogía m aushausiana” son: • La in terd iscip lin areid ad de las artes (haciendo honor a su nom bre in sp irad o en la Bauhaus. e s ­ cuela de arquitectura alem an a). • La construcción del pensam iento del niño a tra ­ vés de la búsqueda, exp erim en tación e invención de la form a. • El baile acompasado del corazón y el cerebro que exigen al alumno al solucionar los retos propuestos. M aushaus enm arca su lab or e n la corrien te edu cati­ va de la enseñanza de la arquitectura com o lenguaje, es

decir. com o disciplina que se tran sm ite generación tras generación de m aestro a aprendiz. E n algunos de sus proyectos tam bién está p resen te el factor "participa cuín" del niño en la form u lación de s u entorno co n s­ truido. potenciando sus respon sabilidad es presen tes y Im uras como ciudadanos. El artista y arqxiitecto tran sm ite la disciplina a las nuevas g en eracio n es en señ an d o los procesos creativos (m ateriales, m étodos, té c n ic a s...) y

contagiando el

entu siasm o por el oficio. C a r lo s y A nabel so n dos m aestros en am bas. Sus e je r c ic io s y talleres se nutren de una im agin ació n propia y o rig in al que crea escuela. I a pasión que vuelcan en cada paso dad o abre cam inos 21

p o r don de su b e n su s alu m n o s. T odos a p re n d e m o s con ellos. He visitado varias veces el pequeño local de M au s­ haus en San Sebastián. Está en planta baja, hace esquina y tiene gran des ven tan ales. Cruzas la puerta y bajas unos peldaños. Suele estar ordenado. La luz es inten sa casi todo el día. Una de las paredes es una gran pizarra con d ibujos de la clase m ás recien te. Pasan los peatones y sus som b ras tras los cristales. En el techo, callado, anida un anim al im petuoso con form a de gran ola oceánica, que nadie ve. Escucha y disfruta, despeinand o a los niños y n iñ as con su respiración .

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INTRODUCCIÓN

TODO SERÁ ARQUITECTURA

O uerido lector, a lo largo de las próxim as páginas podrás en co n trar argum entos su fic ie n te s para afirm ar que todo será arquitectura. Nuestro objetivo es arreb atar tu aten ­ ción y a b rir la m irada hacia la arquitectura y ofrecerte h erram ientas necesarias para su com prensión , sin ten er i|ue realizar com plejos cálculos o utilizar prontuarios. En este libro, te p ropondrem os una serie de activi­ dades constructivas para realizar en fam ilia. De modo a meno y m ediante el juego, se d esvelarán conceptos que con tienen la arquitectura y las estructuras urbanas en las que vivim os. Básicam ente, tom arem os con cien cia de la arq u itec­ tura que nos rodea, com o una aliada y no una barrera. Trataremos de ver cómo las arquitecturas en su in terior dan cob ijo a muchas de las acciones que desarrollam os en el día a día. Verem os la influencia y oportunidad que 23

nos b rin d an a nosotros y a nuestro entorno, con el am biente que ellas nos procuran. Y, después de esto, si lo que vem os no nos gusta, siem p re podrem os dibujarlo todo de nuevo. Porque, ¿som os con scien tes de que cada detalle urbano, por pequeño o in sign ifican te que parezca, ha sido previam ente dibujado y bien docum entado? ¿Te im aginas qué d ifícil sería si cada proceso de la natu rale­ za hubiera de se r diseñado y ordenado del m ism o modo que lo hacem os habitualm ente en las urbes y tuviéram os que pen sar y colocar cada brizna de hierba en un sitio determ inado para que existiese?

C O N O CIEN D O N U ESTR O M ED IO En otras épocas nos esforzam os mucho por con ocer y com p ren d er la fauna y la flora de las m ontañas y b o s­ q ues que resp iran junto a nuestra ciudad. Hacíam os h erm osos h erb ario s, coleccionábam os para ob servar por el cuentahilos unas pocas plum as de aves, h u esecillos, conchas y algún fósil o m ineral. Para nuestros p ad res, am an tes de la m icolo gía, era de extrem ada im portancia que ap ren d iésem o s, sobre todo, a d ife re n ­ ciar correctam en te las esp ecies de bayas y boletus v e n e ­ nosos fre n te a los cu lin ariam en te extrao rd in ario s, d eján d on os un legado inquietante, donde la vida estaba en juego. Pasados los años, y lo s revueltos de setas, parece que el patrim on io que dejaron sobre la mesa es la '•H

apertura al d isfru te que b rin d a el con ocim iento y el r e s ­ peto a la naturaleza. Con la arqu itectu ra, y traslad án d on os otra vez al no siem pre ideal m edio urbano, sucede algo parecido. Y a lo m ejor, más que con ella, con lo que su ele contener. Im agina algo eléctrico, p o r ejem plo, un coche en un garaje, un in terru p tor eléctrico o el propio ordenador p erso n al. D ep en d ien d o del co n o cim ien to práctico adquirido que tengam os y el criterio obtenido con él, podrem os aventurarnos o no a cam biar nosotros m is­ mos un fu sib le fundido, a em palm ar un cable o, incluso, a am p liar la m em oria RAM del ordenador. Es decir, con ocer lo s m ecan ism os que m odelan la realidad de nuestro día a día nos p erm ite em p o d erarn o s hasta nuestros propios lím ites, y tal vez desplazarlos, para realizar, p o r poco que parezca, aquellas pequeñas accio ­ nes de las que solem os sen tirn o s tan orgullosos.

PATRIM O N IO E IN F A N C IA Existe alguien en el entorno de nuestros pueblos y ciuda­ des verdaderam ente ham brienta y curiosa por conocer sin limites. Esa es la infancia. Por las pequeñas aceras, b lin ­ dados del tráfico rodado, cam inan con pasos cortos las personas herederas de nuestras ciudades, deslum brándo­ nos a todos a su paso alegre atravesando calles y plazas. Las n iia s y niños de nuestras calles se divierten com o el prim er día. con cada detalle de su cam ino, pero *5

necesitan con ocer los que son in v isib le s al ojo para poder ver correctam ente y gozar en plenitud, al igual que nos sucede a nosotros. Y

pensando que, en un futuro, bastante ten drán

estos niños con ocuparse de nosotros y de nuestra s u e r­ te, sin un manual de instrucciones, seguro que valora­ rán, cuando les llegue el legado arquitectónico de las ciudades a sus m anos, esos dib u jo s nuestros y aquellos fam osos hitos y anécdotas de ciudad, de otra época, que le dan sentido al hoy. Pensam os que dar a con ocer las técn icas y artes de la arquitectura durante la in fan cia es tan apasionante y natural com o lo son otras d iscip lin as trad icion alm ente asociadas a la infancia, com o el teatro, la música o la danza. Este m anual no pretende form ar futuros a rq u i­ tectos. al igual que con la práctica de otras d iscip lin as no se pretende form ar b ailarin e s, m úsicos o actores: pero sí, en riq u ecer la cultura teatral, la m usical o. en este caso, la propia cultura arquitectónica. Sabem os que, al igual que las niñas y n iñ o s crecen, la ciudades quieren crecer tam bién, ensanchándose por algún lado. Para cuando les toque lidiar con esas cuestio­ nes, será bello que la im aginación que habite en sus m iradas se haya alim entado de puro conocim iento u rba­ no y cultura arquitectónica, y que jam ás ten gan que recu­ rrir a estereotipo alguno a la hora de d ise ñ a r su ciudad.

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CAPITULO 1

¿QUÉ ES ARQUITECTURA?

C uan do decim os a los n iñ o s la palabra "arq u itectu ra” hay quien se asusta, ¡qué palabra tan com plicada! Y a fir ­ man "e s eso de h acer planos o d ib u jo s” , "co n stru ir e d i­ ficios y c iu d a d e s"... D ejando a un lado la fonética, y aunque pueda parecer com plicado tanto su sign ificad o com o su m aterialización, la esencia de la arquitectura está tan presen te en nuestra vida com o el resp irar. La arquitectura está aquí, nos sentam os en ella, vivim os dentro de ella, nuestros ojos la p ercib en con stan tem en ­ te d efin ien d o inevitablem ente nuestros actos. El acuoso vientre de nuestra m adre fue nuestro hogar durante .ilgunos m eses, la cuna donde luego dorm im os, incluso la so m b ra del árb ol en la que n o s re fu g ia m o s del sol o el p aragu as que nos guard a de la llu v ia tam b ién se rá n arq u ite ctu ra.

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A hora, si querem os que ellos nos d e fin a n con sus palabras qué es arquitectura, nos darem os cuenta —al ver sus caras de so rp resa— de que la pregunta correcta a realizar quizás no sea esta, sin o ¿dónde está?, ¿qué fo r ­ mas adopta?, ¿a qué su en a?, ¿a qué h u ele?, ¿e s fría o caliente? Es decir, con la experien cia adquirida a través de los sentid os, a través de sus ojos, sus m anos, sus o íd o s ..., serán capaces de p ercib irla y d efin irla con palabras m ás s e n sib le sy certeras. En este libro os vam os a propon er una serie de accion es que os invitarán a "s e n tir ” la arquitectura. Existen d ife r e n te s a p ro x im a c io n e s a la e n s e ñ a n ­ za de a rq u ite c tu ra a la in fan cia. Al final de este libro podrás en co n trar in teresan tes reflexio n es y referencias sobre el tem a, así com o m uchos colectivos que actu al­ m ente se ded ican a ello. Cuando nosotros em pezam os a e n se ñ ar arquitectura a los n iñ o s, nos preguntábam os cóm o podríam os en fo car la visión de la arquitectura de una m anera am ena y com p ren sib le. Entonces, nos fija ­ m os en la naturaleza, porque entendim os que todo e sta ­ ba allí. Para p o d er co m p ren d er los espacios que habitan las p erson as, em pezam os p or aten der a la manera en que lo hacen lo s an im ales. Y esto nos dio pautas para poder exp licar algu n os de los conceptos constructivos y habitacionales so b re arquitectura (¿a qué niño no le atrae la naturaleza con sus peludos, escam osos o volado­ res h ab itan tes?). Tam bién d esd e la calm ada contem plación de n u e s­ tra habitación p od em os ap ren d er sobre arquitectura. a8

•cstlc ahi hasta la ciudad donde v iv im o s, pasan d o por Diestra casa, n u e stro e d ific io , calle y b a rrio . En este rc o rrid o , v am o s a d arn o s cuenta de que vo lvem o s al mul o de p artid a. E m pezábam os con la naturaleza y mal izarem os con ella: la ciudad, con sus c o m p le ja s 're c ie n te s e stru c tu ra s que nos d an c o b ijo y protegen le las in c le m e n c ia s del clim a y la n atu raleza, se iieuentra de nuevo con esta, con su s b o sq u es, m o n ta­ bas, rio s, m a r e s ..., que la acogen y la co n to rn ean .

O BSERVA CIÓ N D E L EN TO RN O CO N ST RU ID O ¿E xiste un p aisaje sin un espectador? Para que un p a i­ saje sea relevante, necesita a alguien que lo contem ple. A la arquitectura le sucede lo m ism o: para que sea re c o ­ nocida o reconocible, nos necesita com o observadores. El p rim er ejercicio que te proponem os es observar, m irar. Es muy im portante observar. Es com o ap ren d er a dibujar. Hay quien dice "yo no sé d ib u jar", pero si no dibujas, nunca sabrás hacerlo. Para d ib u jar hay que ob servar cóm o son las cosas, p restar atención a su c r e ­ cim iento. su m ovim iento, cuáles son sus partes, para, así, en ten derlas y rep resen tarlas después. Y d ib u jar y d ib ujar, y segu ir dibujando.

3o

ACTIVIDAD: MIRA A TU ALREDEDOR

Materiales

Papel.

Herramientas

T us o io s y un lápiz.

Pasos

1. B u sc a qué c o sa s hay a tu alrededor que te parecen arquitectura 2 Tom a el lápiz y el papel, y escribe s u s nom bres. 3. Te d a rá s cuenta de que todo será arquitectura. La silla en la que te sientas, la ventana por la que entra la luz o la lám para para que p ue d as leer

6y la ropa que lle v a m o s?

4. Esco ge una de e lla s y dibújala. 5. Ahora, b usca tres variantes y dibújalas también. P or ejem plo si h em os elegido una silla, b u sca ría m o s un taburete, un sillón y una mecedora.

Consejos

C onsulta los videos del proyecto "W hat is A rchitecture,_ (¿Q u é es arquitectura?), d onde e n co ntrarás a diferentes arquitectos haciéndose esta pregunta. Disponible en: hltp //tinyurl.com /m aushaus

LA ARQUITECTURA DE LOS ANIMALES Si nos fijam os en el com portam iento de los anim ales, que viven in m ersos en la naturaleza y estudiam os sus estrategias de habitar, podem os en co n trar arquitecturas de dos tipos m ayoritariam ente: algunas con aporte de m ateriales y otras sin aporte. Los anim ales, al igual que los hum anos, necesitan resguardarse del clim a, in tim i­ dad, un lugar donde reu n irse y crear una fam ilia, donde d e sc a n sa r... El oso en la cueva, el zorro en la m ad rigu e­ ra, las horm igas en el horm iguero, el term itero, los pájaros y sus nidos, la tela y la araña, abejas y colm enas, incluso la som bra en la sa b a n a ... serán arquitectura. Te p ropon em os un e je rcicio . Sobre una m esa, vam os a rep resen tar un entorno natural. Puede se r una selva, una sabana, un bosque o el m ism ísim o polo norte. D ependiendo de los figu rin es de anim ales que tengas a m ano, podrá se r un escen ario u otro. Ponte en la piel de cada anim al y busca tu hogar.

ACTIVIDAD: TAMBIÉN SOMOS ANIMALES

Materiales

M u ñ e co s de anim ales, papeles de colores, un papel grande, palillos largos.

Herramientas

Tijeras, pegamento, lápiz, pinturas

Preparación previa

En vez de utilizar m uñecos, p ue d es dibujar lo s anim ales, recortarlos y p egarlos sob re una cartulina

Pasos

1 Cubre una m e sa con papel para poder pegar, plegar o arrugar. 2. Ahora situ arem os sob re la m e sa lo s an im ales en m iniatura o los dibujos que hayas creado 3. A cada ser. vam o s a proporcionarle un hogar: ¿q u ié n vivirá en los á rb o le s? ¿ Y en la tierra? ¿E xiste algún lu gar sin vida en el a g u a ? ¿D ó n d e se esconde el cocodrilo 7 U. ¿ Y el h u m a n o ? ¿D ó n d e vivirá en este entorno cre a do ?

Consejos

Otro día. cam biando de escala, puedes p e n sa r en la ca sa de los in se c­ tos: la araña, la oruga, la s abejas, la s hormigas...

E L P R IM E R H Á B IT A T D E L HUM ANO De niños nos contaron cóm o los flu jos de agua fueron erosion ando con los años las rocas; y sin saberlo, dieron pie a la aparición de grutas en el paisaje kárstico. En estas grutas, donde tal vez no hizo falta más que c o n s­ tru ir una puerta, aparecieron las p rim eras m arcas de nuestros ancestros com o habitantes en busca de un hogar y tal vez hasta de un santuario. A dem ás de lo que nos cuentan sus h erram ien tas de sílex, m arcas de fo g a­ tas y los restos de com ida, sabem os que los paleolíticos y neolíticos se expresaron con los poderes del arte y del color para adecuar la naturaleza neutra de sus cuevas a sus necesidades. Con rojo sangre, negro de hum o, ocres y cretas, h om enajearon a la vida y a sus seres, d eján d o ­ nos constancia de una hum anidad y una con ciencia del se r fuera de lo com ún. Os anim am os a hacer una cueva. Es muy sencillo. Todos tenem os en casa una m esa, incluso varias. Estas serán la estructura de nuestra cueva. Con papel de e stra ­ za, cartones de em balaje o m ateriales sim ilares, pod e­ m os forrar el in terio r de nuestra m esa para sim u lar los p liegu es de una pequeña gruta. Jugarem os a traslad ar­ nos a esa época, apagarem os las luces de la habitación y. solo entonces, tom ará fuerza un sen cilla lin tern a, que a modo de im provisado fuego, por un instante, perm itirá las sen sacio n es de vida de aquella era.

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ACTIVIDAD: EN LA CUEVA

Materiales

U na m esa, papel de e straza m arrón o cartón ondulado, cinta adhesiva

Herramientas

Tijeras, pincel y pintura tempera, una linterna

Pasos

1. Sitúate ba|o la m esa 2. Forra este espacio interior con papel de estraza o cartón ondulado, utilizando com o soporte la s patas y la parte interior de la m esa. Deja uno de los lad o s libres para poder entrar y salir. P u e d e s plegar y a rru g a r partes para darle textura a tus paredes. 3 Ahora, ayudándote con la linterna, realiza pinturas rup e stre s en el interior de tu cueva

Consejos

C uando estés en el interior, cierra lo s ojos y trata de concentrarte en tu anim al favorito Recorre con la m ente todos s u s detalles.

LOS N Ó M AD AS Si ahora nos fijam o s en la m anera nóm ada de habitar del hum ano p odrem os en co n trar form as muy puras: sem iesferas polares, conos de las praderas, cilin d ro s m ongoles, p rism as del d e sie rto ... geom etrías básicas de construcción en los lím ites de lo hum anam ente posible. En busca de alim ento, de buen clim a o de otros parajes, los hum anos nos hem os visto en la tesitura de llevar nuestra casa a cuestas, o de con struirla con los m edios inm ediatos a nuestro alcance, cada noche en nuestro viaje, al resguardo de un nuevo paisaje. La alegría de exp erim en tar algo com o el habitar está en la propia m ente, de modo que podem os se n tir el gozo intentando hacer cosas de form a sen cilla. Llega el m om ento de desem polvar esa frágil e stru c­ tura cam pista que aguarda aventuras en un arm ario ju nto a los sacos y esterillas de dorm ir.

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M a te ria le s

U na cuerda o lana y d os m anías.

Herramientas

Tienda de cam paña, un libro, una linterna.

Preparación previa

Si no tienes una tienda de cam paña en casa, ¡puedes fabricarla tú m ism o! Tensa una cuerda o lana de un extrem o al otro de la habita­ ción, coloca una de la s m antas sob re la cuerda y tensa s u s extrem os con libros u objetos de peso, creando un espacio de sección triangular

Pasos

1 M onta la tienda de cam paña en un esp acio cerrado 2. Coloca una m anta a m anera de suelo. 3. D escálzate y. ayudándote con la linterna, cuenta una historia en su interior. Trata de organizar una noche al exterior, con la m entalidad de p e r­ tenecer a la tierra y vivirla no solo con la m entalidad de sup erviven ­ cia, sino de disfrutar de la naturaleza.

Consejos

N otarás que, com o suced e con la luz roja en un laboratorio de fotogra­ fía. cuando cuentes la historia el tiem po p asa a otra velocidad

Es

porque la a u se ncia de á n g u lo s entre la s paredes no n o s deja m edir bien la s distancias en el espacio y por eso, com o en el vientre de una madre, el interior de un tipi, de una yurta o un iglú, los h u m a n o s sop ortam os u n a s condiciones atm o sféricas con garan tía s en el tiem ­ po. E sta m o s a gusto

CAPITULO 2

LAS HERRAMIENTAS

Busca en Internet una h erram ienta cualquiera. Un m ar­ tillo, por ejem plo. Fíjate en la cantidad de cabezas d is ­ tintas que aparecen en las im ágenes para un m ango muy parecido. ¡Son casi in fin itas! (mazas para escultores, m artillos para jo y e r o s ...). Las h e rram ie n tas de cada o ficio so n m uy p a rtic u ­ la re s y han de te n e r vida o se e n ro ñ a n , p o r eso existen las cajas de h e rra m ie n ta s. P ien sa que si solo tie n e s un m artillo y clavos en tu caja de h e rra m ie n ta s, in te n ta ­ rás re so lv e r todos lo s retos que se te p lan teen re d u ­ cié n d o lo al uso in m ed iato de ese m artillo y clavos. T en em os que m eter en nu estra caja m uchas h e rr a ­ m ie n tas v e rsá tile s hasta lle n arla. Para tra b a ja r y e n te n d e r la arq u itectu ra n e c e sita ­ m os h e rra m ie n ta s m uy e sp ecializad as para p od er u ti­ liz a r la s 38

en

m o m en to s

d e te rm in a d o s:

el g ra n el

cu ch illo de la se cció n , las lu ce s y las so m b ra s, la caja de m u ñ ecas... Pero no solo b astarán estas, ten d re m o s i|ue ap ro vech ar n u estras cap acid ad es so c ia le s para tra b a jar en equ ipo y p ro d u cir accio n e s so rp re n d e n ics. La arq u itectu ra se ju ega en equ ipo.

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LA SEC C IÓ N Para com enzar con las h erram ien tas de la arquitectura qué m ejor que hablar de las seccion es. La m anera más sen cilla y apetitosa que conocem os para hablar de las seccion es y sus planos de corte es rebanando fruta para la m erienda. Es algo d iferen te al corte de las tartas o tortillas de patata, que sirven para exp licar p e rfe cta­ m ente los polígonos del plano. Las su geren tes form as de las frutas nos ayudarán a so ñ ar sus in terio res y expli car los cortes planos a los volúm enes. A ntes de hacer la actividad, toma por ejem plo un par de lim o n e sy re c ré a ­ te en sus texturas, colores y form as. Y no olvid éis que ¡pod éis com eros todo al term in ar la actividad! Las seccion es en arquitectura son muy útiles al igual que lo son las rad iografías para los doctores. Ayudan a descom pon er problem as gran des en p eq u e­ ños problem as fáciles de resolver. Nos en señ an p re c i­ sam ente, com o un gran cuchillo que corta un ed ificio , la in teriorid ad de los espacios en puntos muy precisos de la arquitectura por donde pasa. A ndrea Palladio. allá por el Renacim iento italiano, organizó estos cortes en sus planos y desde entonces se ha seguido representando la arquitectura de este modo. En m uchos lugares, podrás encontrar rep re se n ta­ cion es de este tipo: en las paredes de tu colegio cuelgan seccio n es en planta que te indican la salida del edificio. T am b ién las en co n trarás en los p lan o s-g u ia de un m useo, incluso en algunos lib ros y cóm ics, ¡fíjate bien! 40

ACTIVIDAD: EL GRAN CUCHILLO

Materiales

F rutas y ve rd u ras variadas, papel blanco.

Herramientas

Cuchillo, lápiz, pincel y acuarelas.

Pasos

1 C om pon un pequeño bodegón con la s (rutas y verduras. 2. Dibújalo lijándote en s u s siluetas, h ue cos y volúm enes. Coloréalo. 3, Elige una de la s (ru la s lun limón, por ejem plol y córtala por la mitad en sentido tran sve rsal le s decir, com o siem pre!. M ira cuántos ga|os van apareciendo Dibújala y coloréala. U. Ahora, coge otra Iru la igual y córlala en la otra dirección len sentido longitudinal! y dibújala Fíjate en la diferencia ente el corte en s e n ­ tido longitudinal y el corte en sentido transversal. 5. Ahora, im agínate que la habitación en la que e stá s e s una de e sla s (ru las o verduras. SI p a sá se m o s el cuchillo paralelo al suelo, por encim a de lu cabeza ¿q u é lorm a re su lta ría ? Dibújala

Consejos

Si quieres, p ue d es repetir el proceso de cortar y dibujar todos los elem entos del bodegón. Otro día p od e m o s repetir esta acción con un gran pimiento. Este, con s u s fo rm as cap ric h o sas y curvas, al corlarlo nos ofrece un interior hueco y lleno de se m illa s com o pobladores. P od ríam os im agin arn o s el interior de una cueva habitada.

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LAS PROYECCIONES El poder de la palabra bien estructurada es m ás preciso que el bisturí; y el cerebro, no así el corazón, resp on d e a ideas y conceptos. Pensam os que si a estas ideas se las acom paña de bellas im ágenes, tal vez algo abstractas, el corazón respon derá y el concepto se in stalará en el r e ­ ceptor. El teatro de som b ras ch in escas contiene toda esta esencia y mucha em oción para cu alq u ier edad. Los ejercicio s de im aginación con títeres de cartulina, tras un pequeño telón, facilitan o propician intuitivam ente la com prensión de los sistem as de proyección, que en arqu itectu ra son tan in tere san te s, sien d o evid en tes todos los elem entos que form an parte para ella. El ejercicio de im aginación e im provisación con títeres faedita la com prensión del foco, de los cam bios de escala de las som bras respecto del plano de proyección y de la im portancia de la opacidad y la transparencia de los objetos en relación con la luz. La magia del relato en directo en com binación con las som bras os perm itirán encontrar grandes contadores de historias y pasar agra­ dables m om entos en penum bra con las palabras.

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Cartulina negra, p alillos de brocheta, retales de acétalo de colores, cinta adhesiva, pantalla de papel blanco.

Herramientas

Lápiz, rotuladores, tijeras, perforadora de mano, linterna.

Preparación previa

P ara realizar el teatro h ab rás de reunir un loco de luz. para retroproyectar tu propia so m b ra en una tela lisa que hará la s veces de plano del cuadro, y todas la s silu etas de cartulina de lo s p ersona jes del relato que a spiré is a contar.

Pasos

1. Inventa una historia en base a u n o s personales. D isé ñ a lo s y crea un fragm ento de e sa historia relacionándolo con un lu ga r de tu ciudad. 2 Dibuja lo s perfiles de la s m arionetas en la cartulina opaca. R ecórta ­ los y pega con la cinta adhesiva un palillo en cada recorte. 3. E s m om ento de aportar detalles de color que harán la s delicias de tu publico cuando la luz atraviese la s form as. C oge la taladradora y perfora en ta cartulina, por ejemplo, lo s ojos de un personaje. h. Com pleta lo s vaciados con trozos de acetato para crear el color. 5. Dibuja en la gran pantalla e se e sce na rio urbano, en donde se d e sa ­ rrollará vuestro teatro de som bras. 6. Enciende la linterna, tensa tu pantalla y proyecta la s s o m b ra s de tus personajes. ¡Diviértete!

Consejos

Fíjate en cóm o el tam año de la so m b ra varia se g ú n te a ce rcas o alejas del foco de luz y la pantalla.

LA E SC A L A Y LAS M E D ID A S Como bien sabes, a p artir del sistem a in tern acio n al de m edidas, las person as abandonam os las m edidas que se utilizaban tom ando com o referen cia las partes del cu e r­ po. A ntes —y todavía se hace— m ediam os así, pues la arquitectura se afirm aba a sí m ism a com o el eco de las person as que la habitaban. Todavía en los patios de recreo es habitual que los niños "hagan p ie s” para elegir a los ju gad ores de sus equipos. Para ellos es natural m edir la realidad en palm os, brazos y pies, es decir, a través de su cuerpo. El factor de escala es una relación o razón m atem á­ tica de equivalencia que existe entre uno m ism o y su am pliación o reducción. Te proponem os reducirte a ti m ism o com o su cedería bajo el influjo de un rayo reducto ry d ism in u ir tu cuerpo en un m odelo a escala en razón i es a 10 . Serás 10 veces más p e q u e ñ o y podrás acceder a recónditos espacios de la casa.

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Pasos

1. Utilizando el papel y el lápiz, dibuja tu cuerp o con los b ra zo s en cruz. 2. Anota sob re el dibujo la s m ed id as de tus brazos, cuerpo, piernas, cabeza, pies y m anos. 3. Para p asa r a escala 1:10 estas m edidas solo hay que hacer la siguien­ te comparación: si m ides 150 cm de alto, a escala 1:10 m edirás 15 cm Haz esta com paración para todas las partes de tu cuerpo, y anótalas. /«. Ahora coge una de las ho|as de papel. Encola el borde de uno de los lados largos y otro de los cortos Enróllalo Repite esta operación 3 veces 5. Dobla uno de los rollos sob re tu dedo índice, dando form a a la cabe­ za en m iniatura Coloca los dos rollos de papel que te quedan, junto a la cabeza, para po­ der tener brazos y piernas Para esta operación utiliza la cinta adhesiva. 7 Mide y corta A partir de este m om ento, ajusta sob re el m odelo las m ed id as que h as tom ado de tu cuerpo.

Consejos

Este ejercicio ha sido ideado por Jaana R ásánen, para A m a g i Revista de Arquitectura p ara N iñ o s P ue d es ver m á s inform ación y un video en la página web de la revista: http://linyurl.com /m aushaus-ser-hum ano

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LAS MAQUETAS Parece se r que desde muy antigu o, los h u m an o s h em os trab ajad o con m od elos de arq u itectu ra a escala. P r i ­ m eram en te p o r su uso fu n e ra rio , b ie n para d iv e rtir a los an tigu os se ñ o re s en su vida de u ltratu m ba, bien para re p ro d u c ir am b ie n te s que h ab ían sid o fa m ilia re s al difu n to. Los m od elos de terracota de arq u itectu ra a escala nos han dejad o co n stan cia, y son fu en te de in fo rm ació n m uy valio sa, de cóm o era su a rq u ite c tu ­ ra. ya que las p ro p ias o b ras han d e sap are cid o . Entre todas e llas, d estacan las m aquetas de los p rim e ro s tem p los g rie g o s (m egaro n ), las an tigu as a m e ric an as, las m eso p o tám icas y eg ip cias o las re p re se n ta cio n e s de terracota ch in as. E xiste una de e llas, que se re m o n ­ ta al siglo V a.C. y que está realizada en b ron ce, que es n u estra p re fe rid a . Se trata de una se n cilla h ab itació n , que co n tien e dos can tan tes y cuatro m ú sicos tañendo su s in stru m en to s. En la era de los rein o s c o m b a tie n ­ tes, nace la casa de m uñecas. En la casa de m u ñ ecas las cosas se p arecen m ucho a la realid ad . Por d im in u to s que resu lten los ob jetos en su in te rio r, lo que d esv elan sus fachad as al a b rirse com o tapas es que están co n stru id as com o un reflejo de su s h a b ita n te s: lo s m u ñ eq u ito s. Las p eq u e ñ as e sc a le ra s tam bién co n tie n e n una ley del paso cóm odo, para que tra n site n de p eld añ o en peld añ o hasta el sig u ien te piso.

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ACTIVIDAD: CASA DE MUÑECAS

Materiales

Un muñeco, una caja de cartón, cartones, papeles de colores, lelas, palillos, alfileres...

Herramientas

Tijeras y pegamento.

Pasos

1 Elije un personaje para habitar tu caja Relaciona el personaje con la caja. c e s un espacio grand e o pequeño para é l? P u e d e s también utilizar la m iniatura de ti m ism o, creada en el ejercicio anterior Dependiendo de la caja que tengas, podria tener uno o d o s pisos. 2 Sitúa la caja con la apertura hacia el frente para poder ver y jugar con tu m uñeco con m ayor com odidad 3 P ie nsa qué accion e s o u so s tendria esta casa de m uñ eca s Disfruta creando los objetos y el m obiliario n ece sa rio s para caracterizar este espacio Podria se r un taller m ecánico, una tienda de m agdalenas..

Consejos

Caracteriza el personaje vistiéndolo de acuerdo con el u so que le h a s dado a tu "c a sa de m u ñ e c a s"

Com o en nuestro m undo, los m uebles de nuestros m uñequitos son naturalm ente prácticos, pues todo es creado para adaptarse a nuestras form as y tam años. A sí funciona la arquitectura en todas sus tipologías, puede adaptarse en sus form as, redondeándolas y e n san ch án ­ dose, para alb ergar cam ion es en una estación de b o m ­ b eros o p rescin d ir de sus puertas y llen arse de ventanas abiertas para crear un palom ar. Te proponem os que trates de h acer habitable una caja de cartón, a la m anera de una m aqueta de arquitec tura. Córtala para ab rir huecos, utiliza pedazos de papel y cartón, alfile re s, trozos de tela, p alillo s..., hasta que una de las figuras que seguram ente habita en tu hogar en cu en tre en la caja perfecto acom odo. D iversió n garantizada.



CAPITULO 3

DESDE TU CAMA HASTA EL PAISAJE

Para com p ren d er la ciudad y sus lím ites vam os a situ ar en este capítulo una pequeña cama en el centro de una habitación. Este es un espacio propio de la infancia, que proporciona p la c e ry posibilidad de ensueño. U tilizarem os la cama a la m anera de El pequeño Nenio. Si pudiésem os ped irle al person aje del cóm ic que nos dibujase su habitación, este com enzaría sin duda por los trazos de su cama tierna y segura, com o si in tu ­ yese que necesitam os un barco para navegar las c o rrie n ­ tes que arrastran las vidas siem p re hacia costas más duras. En esa en soñ ación íntim a que perm ite el otro lado de los objetos (arm arios, cajas y cajon es), v ia ja re ­ mos desde la cama hacia nuevas form as am pliadas del espacio; de la habitación a la casa, de la casa al ed ificio , del ed ificio al b a rrio .... hasta en con trarn os con el p aisa­ je natural que dibuja y acoge a la ciudad. 49

MI P R IM E R ESPA C IO H ABITAD O N uestro p rim e r habitar, una vez salim os de la h abita­ ción de los padres, es un u niverso inson dable lleno de m atices y secreto s, lugar in accesib le para n u estros m ayores. E xisten espacios que p roducen rin con es m ági­ cos, com o si tuvieran una m isteriosa cara b. Al igual que los esp ías encuentran bajo el cajón el m icrofilm secreto, las n iñ a s y n iñ o s saben reco n o cery aprovechar todos los recovecos del m ob iliario dom éstico. In ten tarem o s rep ro d u cir este m undo a escala. A b rirem o s en las pared es de la habitación huecos de ventanas y pasos de puertas para m ostrar su intim idad. Nos fijarem o s en lo inam ovible de la casa, y su opuesto: los m uebles y los objetos que pueblan los espacios.



o o d

Herramientas

Metro, lápiz, pegam ento. ti|eras.

Pasos

1 Dibuja un croq u is de tu habitación lya h a s aprendido a hacer el m apa del tesoro con el gran cuchillo que todo lo desvelal. 2. A ho ra coge el m etro y m ide la s p aredes Indica sob re el papel las m edidas, 3. Fíjate por dónde en tram os a este espacio, ¿d ó n d e está la cam a, a la derecha o a la izquierda?, y la ventana, ¿e stá cerca de nuestra cama, frente al arm ario, junto a la m e s a ? 4. Dibuja o sitúa lo s m ue bles en tu croquis 5. A ho ra construye una m aqueta de tu habitación o si prefieres, tu habitación ideal

6. Recrea la habitación de m anera hiperrealista Consejos

Para construir la m aqueta de tu habitación inspírate en el ejercicio propuesto por H anna Kapanen para A m a g ' Revista de Arquitectura para Niños. P ue d es ver m á s inform ación y un video en la página web de la revista http://tinyurl.com /m aushaus-habilacion-ideal

5'

TTU U U

d

Papel, cartón, cartulina blanca D IN A2, c artulinas de colores, trozos de tela, palillos.

EL PLAN O DE MI C A SA Vamos a ver si encontram os la esencia del hogar en el in terio r de la casa. Porque c a sa y hogar no son lo m ism o. Puedes in terp retar tu vivien da, de una m anera m e ra­ m ente funcional, com o la sum a de unos espacios d ife ­ ren ciados que la conform an. Una casa es así, com o un agregado de pequeños program as del vivir. Trata de com prob ar m entalm ente, si puedes visu alizar el co n ­ junto de espacios que conform a la totalidad de lo que llam am os "tu casa” . ¿T ien e un patio por el que entre la luz y el a ire ?, ¿tien e una huerta?, ¿un largo p a sillo ?... A hora bien ¿dónde resid e el hogar? Será tal vez en el fuego de la cocina, en el sofá del salón o en la m esa del com edor. Repara, no solo en el espacio físico de la casa, sin o tam bién en lo que podríam os llam ar el alm a de la casa o la casa de las em ocion es. Fíjate en cóm o esta se extiende por todos los rin con es del espacio, subiendo y bajando por la vertical de sus volúm enes, a diferen cia del alm a del hogar que se recoge más en la intim idad de sus vacíos. La casa es extrovertida, por decirlo de algún m odo, y el hogar es algo m ás tím ido y seguro. ¿Cóm o es vuestra casa?, ¿de qué partes con sta?, ¿se repiten m uchas piezas? Con rectángulos de cartulina de colores de distin tas proporcion es y tam años, co n stru i­ rem os sin ten er que d ib ujar, un plano en planta de nuestra casa.

ACTIVIDAD: CASA COLLAG

Materiales

C artu lin as de colores, una cartulina negra A3.

Herramientas

Tijeras, pegam ento de barra.

P asos

1 Corta rectángulos pequeños de cartulina equivalentes a espacios dom ésticos a escala: dormitorios, cocinas, baños, salones..., y asigna a cada espacio un color y un tamaño teniendo en cuenta s u proporción respecto a la s d em ás piezas Por ejemplo: las habitaciones serán rectángulos rojos, y el salón podrá se r un rectángulo naranja m ás grande que la habitación, el baño un rectángulo pequeño amarillo, etc. 2. T iras de cartulina de otro color diferente pueden servirte de p asillos. 3. Com ienza sob re una b ase de cartulina negra. C oge 'fic h a s de co lo­ r e s " en función del núm ero de piezas que contenga tu vivienda Por ejemplo: S i en tu c asa existen d o s dorm itorios, coge d o s rectángulos rojos Si hay d o s baños, coge d os rectángulos peq u eñ os am arillos. 4 C on u n juego de preguntas y re sp u e sta s — ¿Q u é habitación hay junto a la m ía?. ¿d ó n d e está el baño en relación con mi habitación?, ¿p o r dónde entro a la c o c in a ?— sitúa tos elem entos de la ca sa hasta encontrar una lógica a la vivienda, a s u s p asillo s y a s u s palios. S. C uand o term ines de situ ar todas la s piezas, utiliza el pegam ento para fijarlas a la cartulina negra.

Consejos

F¡|ate que la casa de las em ocion es puede no coincidir con la casa física. L a s filias y la s fobias hacen próxim os al niño e sp a cios lejanos, y e sp acios c e rcan os p asa n a s e r lejanos, pero ¿c ó m o seria la ca sa ideal? R epartir la s fichas y jugar de nuevo

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V IV IR EN CO M U N ID A D V ivir en construcciones colectivas como lo hacen las abe­ jas, por ejem plo, resulta ser uno de los modos más eficien ­ tes que conocemos o. en la term inología actual, es una manera más sostenible de habitar el territorio. Las com u­ nidades de vecinos disponen de espacios de relación que com plementan las funciones m ínim as del vivir (un amplio portal, un patio común, unos árboles...) y que nos aportan dignidad y garantías para una buena vida. Aunque a las abejas la convivencia y la finalidad de su trabajo común les resultan relativamente más sencillas porque están total­ mente enamoradas de la ferom ona producida por su reina. A nosotros, no nos resulta así de fácil ya que en nuestras com unidades som os un grupo de individuos con person a­ lidades muy distintas, que carecem os de ese objetivo común claro, como el famoso procomún del enjam bre. V ivir en com unidad siem pre exige de nuestra g e ­ nerosidad como cohabitantes y requiere, adem ás, la crea­ ción de espacios com unes para la escucha y com unicación activa entre todas las personas, así como, sobre todo, la asunción clara, de una serie de incom odidades derivadas de nuestra convivencia colectiva y de la interacción natu­ ral entre todas las partes. Debemos entender, antes de dar por hecho nuestra propia soledad, que mi techo es tu suelo, o que nuestro edificio es una suma aritm ética de muchos hogares. Son sencillos pensam ientos que nos ayudan a vivir juntos. De todos modos, viviendo en com u­ nidad ¡los pros siem pre superarán a los contras! 54

ACTIVIDAD: MI CASA + TU CASA Materiales

Cajas de cartón, cartulinas, papeles de colores.

Herramientas

Tijeras, pegamento.

Pasos

1. Al igual que un edificio para estar vivo y saludable necesita de s u s vecinos, n ece sitarás de tus am igos, p rim o s o co m p a ñ eros para que vuestra construcción com ú n resulte dinám ica y divertida 2 Reciclad v a n a s cajas de cubicaje parecido, cajas de galletas, de zapatos..., cajas lo suficientem ente g ra n d e s com o para poder a lb e r­ gar una pequeña familia im aginaria de papel. 3. Cada uno de lo s vecinos de esta pequeña com unidad, con vuestra caja-vivienda, o s a se g u ra ré is de particularizar vuestra ca sa con una puerta y por lo m enos, con una ventana. l* C uando ten gam o s esta parte lista, agí u pare m o s n u e stra s viviendas en una o v a n a s colum nas, en cuadrado, en linea... A se gú ra te de pen sar en un bloque de cajas y no en cajas separadas. Recuerda que "m i techo" e s "tu su e lo " y que “mi pared" puede se r "n ue stra pared" U. A hora ¿q u é esp a cio s c o m u n e s son n e ce sa rio s?, ¿c u á le s o s gu staría tener para re u n iro s? 5. Com pletad la construcción con escaleras, pasarelas..., p re gu ntá n ­ doos cóm o ir de tu casa a la de tu am igo ¿n e ce sita re m o s un a sc e n ­ so r?. y ¿u n a entrada/portal o espacio c o m ú n ?

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LAS PARTES DE UN EDIFICIO Una vez que ves un ed ificio com o un cuerpo, es d ifícil darle la vuelta al pensam iento y no ap reciar su co rp o re i­ dad. Tam bién es posible que para entonces ya hayas encontrado rostro a los zapatos, a los autom óviles y a otros objetos de m arcado corte sim étrico. Los ed ificio s tien en cara y mucho más. Se m ueven, resp iran , e n fe r ­ m an, descansan com o nosotros m ism os, aunque no entrarem os en si están vivos o no. Pero sí, es so rp re n ­ dente el parecido que tien en las con stru ccion es con nuestro propio cuerpo. Al v er su radiografía aparece el perfecto esqueleto de los ed ificio s en su m ism o papel estructural y las fachadas, en el lím ite, com o la propia piel. A rte ria sy v e ­ nas llen as de Huidos dotan a los ed ificio s de agu ay e n e r ­ gía. Un corazón caliente bom bea desde la sala de m áq u i­ nas, m ientras, al am an ecer, el ed ificio abre sus ojos com o ventanas y retira sus filtros para d ejar pasar la luz plena al in terior. El ed ificio se ha quedado b o q u iab ier­ to, alguien cruzó la puerta...

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ACTIVIDAD:

Materiales

Papel, rotuladores.

Herramientas

C ám ara de lotos, tijeras y pegam ento de barra.

Pasos

1 S a l a la calle con tu cám ara de fotos. 7 Fotografía e s a s fachadas que te dicen algo, que te sa lu da n al y no s a b e s porqué. 3 S i vives en una gran ciudad, o s recom en dam os d aros un paseo por la s afueras. ¿ P o r q u é ? Porque tas arquitecturas aq uí se rá n m á s se n cilla s y de m e n o s d ensidad P od re m os encontrar m o s m á s fácilmente. Vuelve a casa e im p rim e e sta s im ágenes. 5 P é g a la s sob re un papel y diviértete hum anizando con piernas, b ra ­ zos y c o m plem entos a e sto s particulares p ersona les

Consejos

Este ejercicio está inspirado en el artículo "C a r a s " realizado para A m a g 1 Revista de Arquitectura p ara N iñ o s por Suju A rkitectuur y su adaptación para B ig K id s M agazm e P u e d e s ver m á s inform ación y un vídeo en la página web de la revista: http://tinyurl.com/m aushauscaras,

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LAS CUBIERTAS DE LOS EDIFICIOS Un som b rero es una elegante prenda de vestir que u tili­ zamos para proteger nuestras cabezas del clima. Ya sea para evitar el sol directo, contrarrestar el frío o incluso en los días de lluvia, el som brero nos protege aportando ade­ más un punto de distinción que nos hace muy reconoci­ bles. Haciendo un poco de pareidolia111 con las cubiertas de la arquitectura y los som breros, verem os que adem ás de sus m iles variantes form ales, som breros y tejados coin ci­ den en canalizar rápidam ente el viento y el agua de n u es­ tras cabezas. De un modo sim ilar, am bos cuentan con estructuras sustentantes que, desde sus sencillos m ateria­ les hasta sus com plicados arm azones, nos dan a entender su carácter o la im portancia que tiene para la ciudad el edificio portador. La cubierta y el som brero se parecen mucho, son prácticos y sim bólicos al m ism o tiempo. En esta ocasión, os proponem os hacer un som brero en forma de tejado. Podemos inspirarnos en las diferentes cubiertas que vem os al m irar por nuestra ventana: cu b ier­ tas inclinadas —a un agua, a dos, a cuatro—, fíjate que según el clima estas pendientes serán más o m enos p ro ­ nunciadas. Podemos prim ero dibujar lo que vem os, se c ­ ciones en diente de sierra, cubiertas curvas... Incluso en algunos clim as más secos, podem os encontrarnos con cubiertas planas con espacios de disfrute. Solárium s. p is­ cinas y dem ás acam parán a sus anchas. 10 . U n a a lte ra c ió n de la p e rc e p c ió n de e s t ím u lo s v is u a le s n u e v id e n te s q u e co n d u ce a re la c io n a r lo s c o n f o rm a s h u m a n a s o a n im a le s. U n cla ro e je m p lo e s el ju ego de v e r fo rm a s e n las n ubes.



ACTIVIDAD.- MI C A S A T IE N E S O M B R E R O

Materiales

Cartón ondulado, un cuadrado de cartón, cartulinas de colores, a la m ­ bre de aluminio.

Herramientas

Cinta m étrica de costura, tijeras, grapadora, cola blanca y pegam ento de barra.

Pasos

1. M ide tu cabeza con la cinta m étrica Corta una tira del cartón o n d u ­ lado con esta m edida m á s un m argen de u n o s 5 cm para poder so la p a r y grapar. 2. So b re este cilindro, pega con la cola blanca la base de cartón donde co n stru irá s el te|ado para tu cabeza (resultará algo parecido a un gorro de graduaciónl. 3. Eli|e la lorm a del te|ado que quieres reatizar y construyela sirvié n ­ dole de la s cartulinas y lo s carton es de lo s que d isp o n g a s U Chim eneas, p lacas so la re s y antenas podrán tam bién s e r parte del atrezo de tu fantástico som brero.

Consejos

Al elegir qué poner en tu som bre ro p ue d es inspirarte en p elicu las en las que la s p ersecu cion es entre s u s personajes suced en en tos tejados de lo s edificios, ¿cu á n to s elem entos tienen que sorte a r para saltar de un edificio a otro?

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M I C A L L E Y BA R RIO Existen ciudades del m undo que creem os con ocer sin haberlas siq u iera visitado, esto es así por todo el c e lu ­ loide que se ha em pleado en film ar sus calles. Es su aspecto cinem atográfico. Cada una de estas ciudades tiene una viscosid ad de luz en la noche, una velocidad distinta en su secu encia urbana, cualidades exclusivas que las hacen ú nicas y recon ocib les. A nosotros las p e lí­ culas que más nos gustan son las que vien en p ro tag o n i­ zadas por person as sen cillas con sus h istorias corrien tes en torno a estas ciudades, que m uchas veces no con oce­ m os, y se nos m uestran a través de las p erip ecias co ti­ dianas de los p erson ajes. Te proponem os ahora realizar tu propio relato urba­ no a través de una pequeña novela gráfica que com enzará en tu habitación. M ediante pequeñas ingen ierías de p a­ pel, podrás enlazar las páginas de un libro en blanco, lle ­ narlas de buenas y posibilistas sorpresas en secuencia.

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ACTIVIDAD: VIDA DE BARRIO

Materiales

H ojas de papel D IN A ¿. grapas.

Herramientas

Tijeras, grapadora. pegam ento de barra, lápiz, pinturas.

Pasos

V Dobla la s hojas de papel por la mitad, haciendo un cuadernillo en D IN A5 Grápalo. 2. Para la portada, elige un personaje que se rá el protagonista de tu novela gráfica Pregúntate sob re cóm o seria y elabora una lista de al m e n o s 10 a sp e ctos característicos suyos. Esto te ayudará a d ibu­ jarlo y a d e sarro llar la historia 3. En otra hoja, escribe un guión con lo s avalares y peripecias que aguardan al personaje, desde que se levanta por la m a ña n a hasta que cae la noche El relato em pezará en tu habitación, pa sa nd o por tu calle y tu barrio P ue d es escrib ir una historia en la que sale a co m p rar el pan y se e ncuentra con s u s a m ig o s o s a le en bicicleta en busca de aventuras... ¡Pie nsa un plan! U Rellena el cuadernillo con dibujos y e sce n a s del guión

Uliliza la

técnica que pretieras; dibujo a lápiz, a cu are las o in cluso tam bién puedes hacer p o p -u p s de papel. 5 Si prefieres, pue d es co m p o ne r un cóm ic creando viñetas cu a d ra d a s y rectangulares en la s p ágin as del cuadernillo, donde tu historia podrá ilustrarse en diferentes escenas. Intenta variar la s c o m p o si­ ciones de página en página, para propiciar dibujos diferentes. Uliliza bocadillos para los diálogos.

Consejos

Puede se r útil, antes de dibujar, m ira r a lg ú n cóm ic que le guste para aprender de la s fo rm as que utiliza para contar la historia. Elige u na canción para la banda so n o ra de esta secu en cia de tu propia vida.

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C IU D A D Y P A IS A JE Las ciudades más turísticas suelen tener m iradores urba­ nos en los puntos más altos para observar la extensión de la ciudad y su paisaje. Los que afortunadam ente no vivís en una de esas ciudades, seguro que también contáis con alguna atalaya desde la que disfrutar las vistas de vuestro entorno. Vamos a tratar de avistar desde uno de esos m ira­ dores el panorama y encontrar los lím ites donde la ciudad se desdibuja y el medio natural vuelve a aparecer. Desde allí, hasta donde nos encontram os precisa­ mente observando, existe una ciudad, una superconstrucción que tratarem os de desm ontar con la mirada, hasta rem ontarnos en el tiempo a uno en que la ciudad no era nada. Parece un ejercicio del todo im posible, pero tal vez podáis hacer el inverso; im aginaros ese borde natural que veíais desde el catalejo creciendo al interior de la ciudad y devorando la arquitectura, para poblar el espacio con grandes plantaciones boscosas y bellos ríos. Podremos incluso después dibujar lo que vim os y repoblarlo con las especies anteriores a nuestra llegada. Y ahora, volviendo al principio, cuando hablábamos de los nómadas, ¿dónde colocarías tu tipi o tienda de cam paña?

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ACTIVIDAD: TIERRA A LA VISTA

Materiales

Papel, acuarelas.

Herramientas

Catalejo, prism ático s o una m oneda, lápiz, pincel.

Pasos

1 Localiza un p un to-m irador de tu ciudad 2. Realiza con la m irada el giro de 360 grados, e s decir, una vuelta entera. 3. B u sc a el limite donde la ciudad se vuelve agreste, ¿ e s esta su p e rlicie grande o p e q u e ñ a? 4. S i en tu ciudad o pueblo existe un rio o el borde de un m ar. e se limite estará dibujado m uy claram ente. L a s m on ta ñ a s y la s z o n a s b o sc o sa s tam bién destacarán dentro de la ciudad. 5. A h o ra im agina que la ciudad ya no existe, ¿c ó m o seria este paisaje en el p a sa d o 7 6. Dibuja una escena de este paraje situándote m entalm ente h ace m iles de años, ¿q u é s e re s habitaron tu ciudad a ntes de que lle ga se el h u m a n o 7 Consejos

P u e d e s d escu b rir tu ciudad desde Internet a través de Google Earth, aunque nunca se rá lo m ism o que dibujar al aire libre.

CAPÍTULO U

OTRAS VISIONES

Si lo p ien sas, la arquitectura resulta se r la casa de las tím idas musas del arte. Hasta p oblar las calles con su exp resión propia, las bellas artes ensayaron desde la arquitectura. Todas las d iscip lin as artísticas parecen necesitar de pequeños espacios in terio res para dom in ar su arte: el taller del pintor, la forja del escultor, la sala de baile... Parece que las m usas se diesen cita con sus c re a ­ dores en la m ism a arquitectura. Los espacios cavern íco ­ las y sus form as orgánicas pusieron sus frías pared es al servicio del arte rupestre, propician do las p rim eras form as de expresión sobre las que "lucharse" un b iso n ­ te, una leona o un pez. El arte m urario, con el tiem po, se volvió m ás ind epend ien te y se tran sform ó en lienzo, poder viajar de un lugar a otro y hacerse más visib le o en con trarse con las m usas en plena naturaleza en busca de la luz. 64

A hora pongam os un ejem plo de cóm o podem os vin cu lar la arquitectura y la m úsica. En m úsica, con la construcción m u sterien se de flautas de hueso, litófonos y otros instru m en tos, y gracias sob re todo a la autono­ mía de las voces hum anas, las m elodías fueron capaces de reso n ar librem en te en los espacios y fuera de ellos. Hoy, sin em bargo, cuando los com positores buscan so n o rid ad es muy e sp eciales para sus creacio n es, a m enudo recu rren a la arquitectura com o caja de r e s o ­ nancia por sus c a racte rísticas acú sticas.

Podem os

en co n trarn os a un rockero ensayando sus tem as en el in terior de un espacio azulejado o a un coro polaco de voces grabando en las profundidades de una mina de sal. El vínculo de la m úsica con la arquitectura pone de m a­ nifiesto la necesidad de segu ir explorándola para h allar la esencia de los sonidos. En este capítulo, dejarem os a algunas d iscip lin as, com o la pintura, la escultura o la m úsica, que nos hablen de la arquitectura y su espacio y nos den claves para su com p ren sión . Las artes hablan y crean con sistem as de com posición basados en la arm onía, los espacios y los ritm os, el equilibx'io, los tonos y la proporción . Durante siglos, estos conceptos han sido com unes a todas ellas. A ctualm ente, quizás, parecen h aber abandonado estos estados desde su vocación contem poránea de se r m ás tensionada, m ás asim étrica y líquida o. sin m ás, acorde con los tiem pos que vivim os.

PINTURA Y ARQUITECTURA Em ocion arse con tem plan do un cuadro no en cu en tra fácil e xp licació n d esd e la razón, pero es h abitual y su ced e. Para e n co n tra r el gozo de la pin tu ra, tal vez. la a p ro xim ació n racion al no sea la m ejo r m an era. P u e ­ des d isfru ta r los cu ad ros de la m ism a m an era en que afro n tam o s los p a isa je s de la naturaleza, sin bu scar una razón en su belleza. Con ese afán que ten em os de p o n e r p alab ras a todas las accio n e s y e m o cio n es del cu erp o, en vez de d e ja r e x p re sa rse y d arle alas para el d isfru te del arte, nos h em os creado un siste m a, un pequ eñ o g u ión para el a n á lisis de las p in tu ras que desm en uza las o b ras hasta ju s tific a r su p e rfe c c ió n y d e m o strar su valía. D e scrib im o s la técn ica p ictó rica, aten d em o s al so p o rte y a la p in ce la d a, a la lín e a, al volu m en , a la lu z,... an alizam o s la co m p o sició n con su d istrib u c ió n de p e so s v isu ale s, e je s, cen tro s y dem ás te n sio n e s d in ám icas, hasta tro c e a r el asunto del p in ­ tor en p eq u eñ o s fragm en tos y p e rd e r así la v isió n gen eral que nos em ocion ab a. De la in fin id ad de cu ad ros que e xisten en la h is to ­ ria de la p in tu ra, elegid uno que con ten ga un espacio arq u itectó n ico in te rio r. Podría se r La últim a cena de Da V in c i, Las m eninas de Velázquez, El dorm itorio de Arlés de Van G ogh. los in te rio re s de H opper, etc. Todas estas pinturas con tienen la m irada lib re del pintor y una puesta en valor del espacio. La visió n p ar­ cial y sugerente del cuadro nos deja hablar de la luz, los 66

lonos, las luces y las som bras. Nos deja im aginar el resto de la habitación e incluso el tipo de ed ificio al que p e r­ tenece. Vam os a com en zar con lo evid en te. Vam os a p r o ­ bar m etién d o n o s por el p lan o del cuadro a los e s p a ­ cio s que su g ie re n . A tra v e sa re m o s con la m ente el esp acio de la pin tu ra, retom an do la m irada del p in to r. ¿Te im agin as dónde colocó su c a b a lle te ?, ¿q u é sucede d etrás del lien zo ?

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ACTIVIDAD: DENTRO DE UN CUADRO

M A T ER IA LES

U na caja de cartón, cartones, cartulinas, telas, pintura tempera, p e g a ­ m ento y cota blanca.

Herramientas

Tijeras, pincel o rodillo pequeño, cám ara de lotos.

Pasos

1. Elige un cuadro que contenga un espacio interior. 2. A naliza e se espacio: ¿ e s alto?, ¿ e s bajo?, ¿ e s lu m ino so ?, ¿p ro fu n d o ? 3. C oge una caja de cartón de p roporciones parecidas al espacio inte­ rior representado en el cuadro La apertura de la caja se rá el m arco del cuadro 4. Dentro de este cuadro-caja, d eb e rás fijarte sob re todo en s u s a p e r­ turas: ventanas y puertas 5. Pinta el interior de la caja, litándote en lo s m ateriales y colores que pueblan la habitación: en el suelo, en el lecho y en la s paredes. N o te dejes en gañ ar por lo s tonos variad os que utilizó el pintor para representar lo s p lanos de la s diferentes paredes de la habitación. Probablem ente la s paredes de e sa habitación sea n del m ism o color, en el cuadro se varia el tono se g ú n la incidencia de la luz. ó. Estudia el am biente de la s piezas y recrea el m obiliario y objetos que aparecen en el cuadro 7 Le toca el turno a los personajes, puedes hacerlo de una m anera sencilla con silu etas plan as de cartulina.

8. E s m om ento de en m arcar nuestra creación y a si aistarta del contex­ to inmediato. C onstruye un m arco exagerado para cortar la escena y pégalo en el borde abierto de la caja. P u e d e s hacerlo con cartón m arrón pintado de am arillo, a la m ane ra de lo s a ntiguos m arcos pandorados 9. Ahora, puedes fotografiar tu versión del cuadro en tres d im e n sio n e s y com pararlo con el original: ¿q u é te parece?, ¿c u á l te gu sta m á s ?

Consejos

C om o p osib le s variantes al ejercicio de esta construcción de a m b ie n ­ tes. p od ríam os am p liar la inform ación que recibim os del pintor y aum entarla introduciendo la s s a la s contiguas, nuevos p ersona jes o retirar los de la escena inicial, introduciendo a sí un factor tiempo, que también n o s da para pensar, im agin ar y divertirnos.

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ESCULTURA Y ARQUITECTURA D esde las p rim eras im ágenes votivas hasta nuestros días, se han fundido los m etales y se han tallado la m adera y la piedra para crear la escultura de bulto redondo. Con la visió n abstracta y los avances tecn oló­ gicos, la escultura y sus técnicas han evolucionado en otras d ireccion es hacia nuevas form as. Los escultores siguen aún explorando las relaciones constructivas de sus piezas y los materiales con los que se elaboran. Siguen explotando las relaciones entre el esp a­ cio in teriory el espacio exterior. Nos siguen hablando con sus esculturas de la relación entre la m ateria y la luz, el vacío y el volumen, el espacio y el tiempo. Siguen, con sus sím bolos, desafiando las leyes físicas del equilibrio, creando hitos urbanos que nos conm ueven, como en los prim eros tiem pos de la humanidad sensible. Desde la colum na de Trajano o la colum na sin fin de B rancusi, hasta los stabiles de Calder. las esculturas urbanas actúan como irrepetibles m enhires del siglo XXL Son m odernos m onolitos que nos u b ica n y deleitan en la ciudad.

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ACTIVIDAD: ESCULTURA

Materiales

Cartulinas.

Herramientas

Tijeras, grapadora

Pasos

1 Corta tiras de cartulina de u n o s 3 o U cm de ancho 2. V a m o s a hacer polígon os de cartulina a partir de e sta s tiras. 3. Para hacer el triángulo, doblarem os una tira por la mitad, y cada mitad por la mitad, resultando cuatro lados y tres pliegues. Solapa el princi­ pio y el final, dando form a al triángulo, Fíjalo con una o d os gra p a s /■ P ara hacer el cuadrado, doblándola divide una tira en cinco partes igu ale s y solap a lo s extrem os, al igual que h a s hecho con el trián ­ gulo Repite esta operación cu an tas veces quieras, para obtener el núm ero desead o de elem entos m o d u la re s de tu escultura. 5 P iensa ahora en cóm o podrías hacer un rectángulo. L o s círculos siem pre resultarán lo s m á s sen cillo s de construir.

6 En este último paso, la co sa va de equilibrio, pero vale h acer tram pa Al igual que lo s escu ltores tienen la soldadura, nosotro s tendrem os la grapadora. C o n stru ire m o s una cap richo sa colu m n a sin fin, en b ase al cuadrado, el rectángulo, el circulo y el triángulo. ¿D ó n d e colocarías tu e sc u ltu ra ? B u sc a un lu ga r en la ciudad para hacer un fotomontaje con tu escultura

MÚSICA Y ARQUITECTURA Al igual que nuestro cuerpo funciona com o la caja de resonancia del corazón, el espacio de la arquitectura, lo hace para el sonido. Los arm ón icos reverberan alegres entre las pared es de nuestra arquitectura. M ueven el aire para excitar nuestros oídos, y lo continúan h a cie n ­ do com o unas olas, incluso cuando dejan de se r ecos audibles. Existen m uchos m odos de pon er en relación la m úsica y la arquitectura. D esde lo form al podríam os sen cillam en te hablar de la construcción de los in stru ­ m entos que gen eran esas ondas. Al igual que la an tro p o ­ m etría de las form as arquitectón icas, las lín eas sin u osas de los instrum en tos m usicales son pequeñas arq u itec­ turas. perfectam ente arm oniosas, que acogen ergon óm icam ente al cuerpo que las hacen sonar. Es curiosa la d iv e rsid ad y can tidad de in stru m e n to s que existe n en el m undo. Igual de sorpren den te lo es la variedad de arquitecturas que produce el hum ano para la vida. A v e ­ ces. sin em bargo, a pesar de las distancias en el mundo, los m odelos de instrum entos o las propias arquitecturas solo se diferen cian unos de otros en pequeñas v a ria cio ­ nes de estilo local, lo que evidencia que con ceptu alm en ­ te buscam os unos m ism os sonid os o unas parecidas m aneras de vivir. N osotros, ahora, nos vam os a preguntar a qué suena nuestro ed ificio . Por extraño que resulte, este tipo de pregunta existe, se form ula y al inten tar respon derla.

¡pu edes quedarte en blanco! Un día, el arquitecto Fuller, en una visita de cortesía a un ed ificio del arquitecto Foster, le preguntó inocen tem en te: "¿C u án to pesa su e d ific io ? ” Y c la r o ..., la respuesta se tuvo que p ospon er hasta el día sigu ien te. N osotros, para ap ren d er de la sonoridad característica de los m ateriales que c o n fo r­ m an tu casa, vam os a an ticiparn os a este tipo de p re g u n ­ tas, proponiéndote dos e jercicio s. Prim ero, partirem os del espacio in terio r de nuestra casa accionando sus partes m ediante la voz y algo de percu sión y rozam iento, tratando de escuchar cóm o son sus reacciones. S a ld re ­ mos después al e xterio r para analizar sus ritm os y re p e ­ ticio n es de balcones y ventanas para inten tar le e r la fachada de nuestro ed ificio , com o si de una pequeña partitura m usical se tratase.

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ACTIVIDAD: COMO LA MÚSICA

Materiales

Papel

Herramientas

C uchara de m adera, lápiz, pinturas

Pasos

1. C oge la cuchara de m adera y golpea Icón cuidadol los diferentes m ateriales de una habitación la m adera del suelo, la cerám ica del baño, lo s g rifo s m etálicos, lo s objetos y m u e b le s textiles del salón. Escu ch a lo s diferentes so n id o s de lo s m ateriales 2. A hora p ro b e m o s con tu cuerpo. P rim e ro a viva voz. P ru e b a un s o n id o a g u d o y e sc u c h a la difprencia de gritar de una habitación a otra. L u e g o repite esta acción con u na p alm ad a y con un pisotón. Te d a rá s cuenta de que, se g ú n en qué habitación lo h a ga s, el so n id o se a b so rb e rá o reverb erará de diferente m anera, d e p e n ­ diendo de la n atu raleza de lo s m ate riale s que contiene la h a bita ­ ción y s u volum en. 3 A ho ra v a m o s a sa lir a la calle. N o olvides tu cuchara para hacer so n a r todos los b alau stres de la barandilla. A p rove ch arem os la bajada de la s esca le ra s para em pezar a oír lo s ritm os naturales y son id o s de nuestro edificio Prueba a qué su e n a n los b uzo ne s y la s puertas del portal antes de salir.

ACTIVIDAD: RITMO VISI

Materiales

Papel

Herramientas

Lápiz Pasos

V Dibuja la lachada del edificio donde vives com o si de una partitura m usical se fratase. N o e s difícil, pon la n ía s lin c a s a tu pentagram a com o p iso s tenga el edificio. 2. L a s ventanas harán de nota fundam ental, v a m o s a situarlas. Mide y com para d istancias entre ellas, fijándole en lo s ritm os de lo s h uecos y lo s vacíos que quedan entre e lla s Sitúa tam bién lo s balcones y la puerta del portal. 3 P ie nsa también en la s lineas verticales que ordenan y aplom an lo d os lo s h ue cos testos trazados regu lad o re s de la fachada que no se ven o dibujan a sim p le vista). í Rellena sua v e m e n te con el lápiz lo s h u e cos de la s ve n ta n a s

Si

m ira s con d istan cia el dibujo n o ta rá s que hay un ritm o de m a n ­ c h a s de lápiz, u n a s ven tan as m á s juntas q ue otras, otra s m á s separadas., 5. A sign a un sonido a cada nota arquitectónica diferente de lu partitu­ ra. por ejemplo, la ventana podría se r una palm ada de tus m a n o s Si h a s dado valo r al vacío este podría s e r un taconeo, y si no. seria un silencio.

6 Interpreta esta partitura leyendo por pisos. P u e d e s em p eza r de arriba a abajo, o de abajo a arriba, com o tu prefieras, sé libre

DANZA Y ARQUITECTU HA Podríam os p en sar en otra d iscip lin a que tiene que ver con el efecto que genera la m úsica en el territorio del cuerpo hum ano. Nadie sabe de lo que es capaz un cu e r­ po. Eso sí, parece que universalm en te la m úsica p re d is­ pone a los cuerpos al baile. A l son de una buena m elodía, el cuerpo contiene las ganas de m overse rítm icam en te, com o si fuera un cántaro llen ándose de agua. Existe una últim a nota, que es la gota que nos hace d erram ar en la dinam ogenia. La danza se encarga de c o re o g ra fia r e xp re siva y estéticam en te esas reso n an cias del cuerpo y la músi ca. La danza no an tep o n e p alab ras al cu erpo. P erm ite al m iste rio so cuerpo tra sp a sa r las fro n teras de su piel y co m u n icarse con e n e rg ía y gesto am p lio en el e sp a ­ cio. La danza y su esp acio e scé n ico le p rocu ran mucha lib ertad al cuerpo y un segu n do te rrito rio donde v iv ir. Pen sam os que el esp acio e scé n ico está bien dotado de h e rra m ie n ta s para se r exp lorad o. Los co re ó g ra fo s sab e n de p ro sé m ic a , con ella e stu d ian cóm o afectan n u estro s m o vim ien to s y n u e s­ tras accio n e s en otros den tro de un te rrito rio , o v ic e ­ v ersa , cóm o eso s te rrito rio s afectan a n u e stras a cc io ­ nes. ¡Con el siste m a de notación del coreó g rafo Labat se p u ed en in clu so lle g ar a re p re se n ta r en p artitu ras g rá fic a s hasta los m ás su tile s m o vim ien to s del cuerpo en el esp acio !

7r>

Herramientas

Tu cuerpo.

Pasos

1 Elige un espacio abierto de tu ciudad donde crear tus m ovim ientos 2 Sin m over prim eram ente lo s pies del suelo, reconoce la s fo rm a s y los ritm os de la arquitectura a tu alrededor 3. B u sc a lineas y selecciona fo rm as en la ciudad que inspiren lu s p ro ­ p ios m ovim ientos lineas recias, discontinuas, curvas, zig-zags.. A ho ra con los ojos ce rrad os interpreta m ovim ientos específicos para tas fo rm as repetitivas que recuerdas. 5. Proponte una secu en cia y suelta finalm ente tus pies para expresar con tu cuerpo un trocito de ciudad.

Consejos

¿Q u ie re s invitar a tus a m igo s a la co re og rafía? S e g u ro que resulta interesante y divertido ver la s otras interpretaciones de la m ism a visión P on e r m úsica al baile siem p re ayudará a m over con gracia tu cuerpo

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A nosotros, en todo caso, nos gustaría anim arte a bucear y a recrearte explorando ese territorio in terior que antecede a la acción del baile y que está antes que la arquitectura y que todo. Te hablam os de ese mundo inte­ rior de las ideas, que es perfecto a la luz del pensam iento y que nunca podrem os m edir, ni registrar correctam ente, eso que eres ¡tú y solo tú! Desde esta posición mental in i­ cial. te proponem os un ejercicio para bailar la arquitectu­ ra. A ním ate a bailar con la m irada.



EPILOGO

NOTICIAS DESDE LA CIUDAD DEL SOL: ACERCAMIENTOS ENTRE ARQUITECTURA Y EDUCACIÓN TEMPRANA JA VIER E N C IN A S "

I.OS N IÑ O S D E U CALLES

C IU D A D . P A S E A N D O l>OB S U S

A C O M P A Ñ A D O S PO R I O S M A E S T R O S

QUE

I l-S K \ P I IC A IM N I.AS F IG U R A S |...|. S IN E SF U ER Z O Y C O M O JU G A N D O ./ A P R E N D ÍA N T O D A S L A S C IE N C IA S ./ O S E A , U N A C IU D A D PROYECTADA/ C O M O UN G IG A N T E S C O M I M O D E T E X T O M U R A L. Tbinm nno C am panclla. lo ciudad del Sol, 1602 (publicada e n 1023)

La arquitectura se vive. Y al vivirla, al experim en tarla, al reco rrerla y sen tirla recib im os con ocim iento, d e scu ­ brim os valores de la sociedad que la ha hecho posible, tom am os conciencia de nuestro cuerpo y su m edida, apren dem os de la ciencia y el arte de las cosas. Casi desde el p rin cipio asistim os atónitos al logro de estar bajo cubierto e instin tivam ente buscam os refu giarn os bajo esa enorm e caja de cartón en la que vino el televisor y que se ha convertido en nuestra cueva im aginaria. ¿P o r qué ese tem prano sen tim ien to de apropiación espacial, que es apren dizaje a través del uso del espacio, sigue sin p arecer un objeto p rio ritario para quienes 1 1 . J a v i e r E n c in a s H e rn á n d e z e s d o c t o r a r q u it e c to p o r la E T S A d e V aU a d o lid , c o n la t e s is "A r q u ite c tu r a te m p ra n a : e s tr a te g ia s d id á c tic a s d e fo r m a c ió n a r q u it e c t ó ­ n ic a e n el s is te m a e d u c a tiv o a c tu a l d e s d e la e n s e ñ a n z a s e c u n d a r ia " . I ls p e c ia lis ta e n P e d a g o g ía , c o m p a g in a su a c tiv id a d c o m o a r q u ite c to c o n la p a r tic ip a c ió n e n p ro y e c to s d e in v e s tig a c ió n y c o n la d o c e n c ia e n E n se ñ a n z a M e d ia , h a b ie n d o e je r c id o ta m b ié n c o m o p r o fe s o r a s o c ia d o e n la U n iv e rs id a d d e V a lla d o lid .

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diseñ an nuestro m arco educativo? A la vista está la falta de p resen cia de contenidos de A rquitectura en el sis te ­ ma form ativo en gen eral, incluida la escasa atención prestada desde las enseñan zas artísticas en los niveles p reu n iversitario s de nuestros país.

LA V IV E N C IA A R Q U IT E C T Ó N IC A Muchos arquitectos y no arquitectos estaríamos de acuerdo en que la aportación de la A rquitectura a la Educación no es solo cuestión de ed ificio s de aulas bien diseñados. Posibilitar un aprendizaje más p lacen tero y un recon oci­ miento más em ocionante del entorno construido, se m ­ b rar entusiasm o por los espacios que nuestros alum nos habitan o habitarán a lo largo de su vida, facilitar h e rra ­ m ientas que les perm itan se r ciudadanos inform ados y respon sables, en sum a; cam biar el ''su frir” la arq u itec­ tura por el "d isfru ta r” la arquitectura, que es uno de los retos que nos planteamos desde estas líneas. 8o

" S u fr ir ” la arquitectura. T errib le. El arquitecto Juan A n ton io Ram írez siem p re decía que detrás de este su frim ien to no habría sino desafección. La más grande d esafección hacia el espacio público de toda la historia de la arquitectura. Quizá, en buena medida, dada la falta de com prom iso en su exploración didáctica. Y por eso. des­ de cam pos diversos pero com plem entarios, las voces pioneras de Francesco Tonucci, Loris Malaguzzi o Josep Muntañola han venido abriendo vías de investigación que posibiliten una m ejor relación entre espacio arquitectó­ nico y educación. Vías fundam entadas en la necesidad de im pulsar el conocim iento, la experim entación y la parti­ cipación guiada de los m enores en esto que a veces se llama "m edio am biente construido” . Vías encam inadas a lograr una auténtica "dem ocratización ciudadana” . Desde el proyecto "La Ciudad de los N iñ o s” hasta la "D idáctica del M edio A m b ien te” , pasando por la s e xp e­ rien cias de la "E scu ela R eggiana” , las p ro p u estas que sobrevuelan estas in iciativas in sisten en una id ea ap u n ­ tada de form a nítida por el arquitecto M untañola: la in ­ fluencia de la educación escolar en la c o n ce p ció n de la arquitectura y el urbanism o ideales para v iv ir e s , s im ­ plem ente, decisiva. D entro de lo que podríam os llam ar "e d u c a c ió n se n sib le en arq u itectu ra” ha com enzado a tra z a rse incluso una línea m etodológica, explorada e n t r e otros por Roger Hart. Para Hart, la clave es tra sc en d e r la pura observación del entorno viven cial para e n trar en s u g e s­ tión a través de la p articipación . Esto im p lic a dar a 81

conocer a quién toma las decisiones que afectan al medio am biente construido, descubrir por qué se toman, traba­ jar en la búsqueda de su significado e im pulsar el volunta­ riado en la gestión de nuevos proyectos urbanos. Subyace en esta m etodología la im p rescin d ib le p a r­ ticipación de los p rofesores y educadores com o p rim er factor de cam bio. Y la necesaria cooperación de los a r ­ quitectos, ejem plificada en figuras como la de Colin Ward y la B ritish Town and C ountiy P lan n in g A ssociation . Los centros educativos britán icos a través de " P r o ­ yectos A m bientales de In tercam b io ” suponen un p r i­ m er e im portante paso en la in serció n de la arquitectura en el m arco cu rricu lar de dichos centros, pero es F in ­ landia la que viene d esarrollan d o de form a excepcional ese interés im pulsado por Hart de llevar los tem as de arquitectura y urbanism o a toda la ciudadanía a través de la educación obligatoria. El fom ento de una p a rtici­ pación cívica responsable, entendida como herram ienta fundam ental para enfrentar las cuestiones de las person asy su vínculo con el m edio, está detrás de las e xp erien ­ cias d esarrolladas por la A sociación de A rquitectos de Fin land ia (SAFA). En el año 2 0 0 1, la SAFA pu blicaría un docum ento titulado "D isco verin g A rch itectu re” . En él se incluía el apoyo explícito de su entonces m inistra de Educación, Suvi Linden , al derecho que todo ciudadano debe ten er al entendim iento activo del m edio am biente co n stru i­ do. ind epend ien tem en te de su edad, ocupación o fo r ­ m ación educacional. 82

Com o no podía se r de otra form a, no tardarem os en v olver a Fin land ia.

L A P E R S P E C T IV A PED A G Ó G IC A Fue una cierta corrien te "am b ien talista", nacida p rim e ­ ram ente desde el cam po de la pedagogía, la que p e rm i­ tió d esarro llar de form a más nítida, a partir de los años cincuenta, un p rim e r cuerpo teórico que ponía en valor la interacción con el m edio com o parte crucial de un apren dizaje activo. Las p rim eras teorías sobre la afección del entorno con struido en la form ación del sujeto son introducidas en España por G arcía Hoz dentro de una corrien te lla ­ mada 'pedagogía sisté m ica ” . A unque al p rin cipio se supeditaban las in flu en cias am b ien tales a la acción de un educador, su figura iría p erd ien do protagonism o en favor del reconocim iento de un valor didáctico propio al entorno. Un pionero en esto (y com o todos los p ion eros, tam bién un incom prendido) fue Romual Zaniew ski. Para Zaniew ski la clave para estab lecer una p ed ago­ gía del m edio am biente construido pivota en torno a tres problem as fundam entales: 1. la organización del centro educativo com o m edio educativo, 2. la adaptación del program a escolar al estudio del m edio, y 83

3.

la in flu en cia del m edio en el desarrollo físico, intelectual y m oral de los escolares.

Más de veinte años m ás tarde, ya entrados en los años setenta, una "n u eva" toma de con sid eración de la in ciden cia del m edio físico en la educación es retom ada con fuerza en nuestro país. Los p ro feso res E n ric Pol y M ontserrat M orales y. sobre todo, el arquitecto Josep M untañola, com ienzan a trab ajar en el desarrollo de nuevas lín eas de investigación pedagógica sobre las relaciones entre educación y m edio construido. Sobre un trazado de bases sólidas pero p ráctica­ m ente inéditas, la pedagogía penetraría ya en el cam po propio de lo que llam am os "d isc ip lin a ” arquitectónica, más centrada hasta el m om ento en el propio estudio de la arquitectura escolar (construcción y ordenación de e s­ pacios que contribuyan a la consecución de objetivos fo rm ativos-in stru ctivos). Com o dice Jaum e Sureda, a p artir de este m om ento no es solam ente en torno al espacio escolar respecto al que se desarrolla la in v esti­ gación y la acción; com ienza una búsqueda de estrate­ gias que perm itan p ro p o rcio n ar in form ación , por e je m ­ plo, so b re el im pacto del m edio con stru id o en el desarrollo del niño: el entorno físico del hogar, los espacios de apren dizaje y juego, los espacios de in stitu ­ cion es relacionadas con la juventud, etc. son su sce p ti­ bles de an álisis. La con sid eración del entorno físico desde una p erspectiva pedagógicam ente "activa" perm ite abord ar 8+

m ejores acciones didácticas sobre él, bien desde la con si­ deración del am biente como "educador" (M ontessori). bien desde su consideración como "recurso educativo" (Muntañola) o bien desde su consideración como objeto educativo. Porque ya no se trata de una utilización m era­ mente instructiva, sino más bien de prom over la inter­ vención de los jóvenes en la transform ación de lo existen­ te y en la creación de lo nuevo, como escribe A lfieri.

E L E N C A JE ED U CATIVO La necesidad de estab lecer una suerte de "E d u cación en A rqu itectu ra" com o parte integrante de una "E du cación A m biental G lob al" dentro del sistem a educativo co m en ­ zó a prom overse en la década de los años sesenta a través de diversos organ ism os y foros in tern acio n ales co m an ­ dados sobre todo por la UNESCO. Muy pronto, sin em bargo, la balanza se d e se q u ili­ bró (m otivada por d istin tos in tereses que no vien en al caso) a favor de una didáctica del m edio puram ente

8-

"natural*’ , m inim izando (cuando no ignorando) la d i­ m en sió n am b ien tal del hecho co n stru id o a p e sa r de las in siste n te s p u n tu alizacion es de la p ropia UNESCO a través, por ejem plo, de su Program a Internacional de Educación A m biental de 19 9 0 . Hubo que esp erar al cam bio de siglo para que el entorno construido entendido como una parte funda­ mental en la didáctica del medio am biente recibiera un im pulso definitivo e internacional. La publicación de una "Carta de la Form ación en A rquitectura" y la posterior edición de unas "R ecom endaciones para la Educación en Medio A m biente Construido” supusieron un hito en el panoram a de la Educación en Entorno Edificado, porque contaban con el respaldo de la Unión Internacional de Arquitectos (UIA). El docum ento de la UIA no duda en afirm ar que "el futuro del m edio am biente construido quedará d e te r­ m inado por los jó ven es de hoy” , y por ello dem anda que las cuestion es relacionadas con la A rquitectura, como parte del m edio am biente, se introduzcan com o parte de la Educación gen eral, porque es im portante un co n o ci­ m iento previo del entorno construido tanto para los futuros arquitectos com o para (sobre todo) los usuarios de los ed ificio s. Y para ello anim a a los arquitectos de todo el mundo a colaborar con p rofesores y estudiantes, p erm itién d o ­ les así d esarro llar una apreciación crítica del entorno construido y de los procesos que determ inan su form a y calidad. 86

El encaje educativo, sin em bargo, no parece sencillo. Para empezar, existe una gran m ultiplicidad de escena rios que trascienden la educación "fo rm al” o "reglada": la participación de la Educación am biental no form al y de la Educación am biental inform al es crucial porque, aún estando alejadas de planteam ientos pedagógicos más o m enos explícitos, generan im portantes efectos en la for­ m ación de los individuos a lo largo de la vida. De hecho, este últim o aspecto de lo inform al parece vital para co n stru ir una didáctica del m edio arq u itectó ­ nico: por su propia naturaleza interactiva y e x p e rim e n ­ tal puede ayudar a o rien tar las otras d im en sio n es de la educación , desarro llan d o una suerte de ap ren d izaje basado en la experien cia. Es. sin em bargo, la estructura form al la que perm ite una m ayor "d em o cratización " del con ocim ien to, por se r aquella por la que todos pasam os en una p rim e ra etapa de nuestra vida. Por eso la inclusión c u rricu lar de c o n ­ ten idos sobre Arquitectura y E n lo m o C o n stru id o se hace tan necesaria. En todo caso, cabe reco rd ar que el a b o rd a je del entorno construido desde edades tem p ran as no debe p erseg u ir que los alum nos "jueguen a se r a rq u ite c to s" o adqu ieran con ocim ien tos e sp ecífico s so b re A rq u ite c ­ tura; se trata más bien de p o sib ilitar la fo rm a c ió n de un e sp íritu crítico , basado en la e xp e rie n cia d ire c ta y esp on tán ea

(actuar, exp lo rar, d e sc u b rir,

in v e n ta r,

o b servar, com prob ar) que perm ite el a c e rc a m ie n to directo al m edio edificado. 87

E X P E R IE N C IA S Y P R O P U E ST A S La U nión Intern acional de A rqu itectos es una de las organizaciones que m ás ha con tribuido al apoyo de exp erien cias prácticas en educación en entorno c o n s­ truido. A través de su program a "A rchitecture and C h ild re n ” , integrado a su vez en el "A rch itectu re and Society Global P rogram ” , se viene tejiendo una red a la que se han adherido varios países del ám bito europeo. El program a de prem ios in tern acio n ales "U IA C h ild ren G olden Cubes A w ard s” ha perm itido reconocer la labor d esarrollada por institu ciones, m edios de co m u n ica­ ción y centros educativos com o el Schule Bayern am H arden berg-G ym nasium Fürth en A lem ania (ganador de la prim era edición por su proyecto educativo "N e t­ Work for A rch itectu re” ).

El m ism o año que la UIA em itía la segunda edición de sus im portantes R ecom endaciones, el M inisterio de C u ltu ray C om unicación de la República Francesa e n car­ gó, en el marco de la Presidencia Francesa de la Unión Europea, un "In fo rm e sobre la Sen sib ilización de los Jó ven es hacia la A rqu itectu ra” , docum ento donde se incide sobre todo en las estrategias de interven ción desde la enseñanza obligatoria. El país galo ya venía destacando por la actividad inten sa del Centro de M onum entos N acionales en este aspecto y por el trabajo de los C on sejos de A rquitectura, U rbanism o y M edio A m biente, por introd u cir a Les architectes dans les classes (título de una estupenda guía editada por estos). H8

A nivel europeo, podem os señ alar adem ás: • las in iciativas d efin id as gracias al im pulso de la ad m in istración en A lem an ia, bien a nivel local (so b resalien d o la región de Baviera y su red "A rquitectura y E scu ela” ) bien a nivel nacional (destacando el program a "A d olescen ts in Urban N eigh borh ood s", desarrollado por el M inisterio de T ransportes y Obras Públicas); • las h ered eras de la tradición pedagógica del Reino Unido (pion ero en el im pulso de program as de enseñanza de la arquitectura en los centros escola­ res. como el ”Art and the B u ild in g E n viro n m en t” , in iciad o por A dam s y W ard, y en la im p licació n de la com unidad educativa en la recu peración y construcción de sus ed ificio s, con el am bicioso plan "B u ild in g Schools for the Future” ); • las d esarro llad as gracias a la im p licació n de m useos y centros educativos en Italia (e je m p lifi­ cada en "Te la spiego io l ’architettura con tem p o­ rán ea!” , iniciativa desarrollada entre el MaXXI de Roma y el Liceo A ristofan e); • las propuestas a p a rtir de los b o letin e s "A Renasgensa Urbana e a E scola” y "U m novo futuro para a M inha C idad e” en Portugal; • o las estab lecidas gracias a las sin e rg ias entre p rofesores y cread ores culturales en la co n stru c­ ción de una sólida red divulgativa en Noruega (m aterializada en "T he Cultural R ucksak” , a la «9

que se han sum ado los m in isterio s de Cultura y Educación, el Instituto N acional de C in em ato­ g rafía. el M useo N acional de A rte. A rquitectura y D iseño o la A utoridad N acional de A rch ivos y Bibliotecas). Es, sin em bargo, Finlandia (era inevitable volver a ella), la que m ás prontam ente apostó por in trod u cir en su cu rrícu lo nacion al de edu cación , co n ten id o s de m edio am biente edificado, apostando a la vez por la fo r­ m ación com plem entaria de alum nos, p ro fe so re sy fa m i­ lias desde las escuelas de divulgación de la A rquitectura A RK K I (H elskin ki, Espoo y Vantaa) y LASTU (P o h jo isSavo), así com o desde el Centro N acional para el D esarrollo de la Educación OPEKO. En España podem os estab lecer un escen ario a b ie r­ to con la publicación de los tantas veces citados libros educativos de Jo sep M untañola sobre "didáctica del m edio am b ien te” . La llegada del Proxectoterra, co o rd i­ nado por Xosé M anuel Rosales, supuso abo rd ar ya la plena integración de con ten idos sobre arquitectura e identidad territorial dentro de los planes de estudios oficiales. M ás allá del im portan tísim o trabajo realizado desde ám bitos no form ales e in form ales, com ienzan a p ro p o ­ nerse exp erien cias de colaboración con centros de e d u ­ cación reglada, o incluso accion es inclu idas dentro de la estructura cu rricu lar de dichos centros, sien d o el p ro ­ pio profesorado (habitualm ente arquitectos) el que las 90

lleva adelante. A la fecha de redacción de este texto, más de una cuarentena de equipos se sum an a las vías p ro ­ puestas por M untañola o Rosales y suponen un im p o r­ tante paso en una suerte de "didáctica de la arquitectura y el entorno ed ificad o ” en n iveles form ativos no e sp e ­ cializados. habitualm ente anticipán dose a las in stitu ­ cion es o ficiales. El propio C onsejo S u p erio r de Colegios de A rquitectos de España ha establecido, desde el año 2 0 12 . una línea de trabajo delegada con UIA A rchitecture & C h ildren. A nivel institucional, más allá de la nunca su fic ie n ­ te lab or realizada p or ayuntam ientos, m useos o colegios p ro fesio n ales debem os m encion ar adem ás una in tere ­ sante cooperación entre centros de educación o b ligato­ ria y facultades y escu elas de form ación su p erio r. La "Sem an a de la In gen iería y de la A rq u itectu ra” p ro m o ­ vida por la U niversidad de Zaragoza o el "ta lle r o .o ” de la Escuela de A rquitectura del Vallés son dos ejem plos de ello. T am bién debem os recon ocer un em ergente d e s a ­ rrollo de propuestas y trabajos de investigación que abordan la introducción del ám bito de lo arquitectónico y lo urbano en educación obligatoria. Introducción que m otivó, fren te al reto de crear una red su ficien tem en te com pacta para con so lid ar todas estas lín eas de trabajo, la celebración en el año 2 0 14 de un p rim e r Encuentro de Educación de A rquitectura para N iñ os y Jó ven es en España. A p artir de ese en cu e n ­ tro, que tuvo lugar en M adrid, y una segunda sesión celebrada en Barcelona se elaboró el M anifiesto sobre

9'

Educación, A rquitectura e In fan cia que se incluye en este libro. Docum ento que no busca sin o prom over la activa­ ción tem prana de ese escen ario de "e xp erien cias arq u i­ tectónicas sig n ificativ as” , que d iría el arquitecto Juhan ni Pallasm aa. De esa ciudad del sol, de ese "gigantesco libro de texto m u ral” que se nos ha dado pero que se g u i­ mos proyectando. Y construyendo.

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ANEXO

GRUPO PLAYGROUNDS

El Grupo Playgrounds es un colectivo ind epend ien te form ado prin cipalm en te por arquitectos y educadores dedicados a la enseñanza de arquitectura para niños y jóven es. A ctualm ente cuenta con m ás de

3

o o m iem ­

bros, y sigue creciendo. Este (p re -) m an ifiesto fue elaborado a raíz de los encuentros sobre arquitectura e infancia celebrados en M adrid y Barcelona los meses de mayo y julio de 2 0 14 , respectivam ente. El prim ero de ellos coincidió con la exposición "Playgrounds-Reinventar la plaza” en el C en ­ tro de Arte Reina Sofía y estuvo coordinado por el colecti­ vo La Casa de Tomasa. El segundo, organizado por los colectivos Arquect y El globus verm ell. coincidió con la celebración del encuentro de Arquitecturas Colectivas BCN 2 0 14 , "L a ciudad no se ven d e, se v iv e ” . En en ero de 2 0 16 , tuvo lugar el III Encuentro de Educación de 93

Arquitectura e Infancia, de nuevo en el Museo de Arte Reina Sofía, que reunió a más de 2.00 personas, y con la participación de instituciones y profesionales intern ado nales relacionados con el mundo de la educación, arte y arquitectura para la infancia (véase https://arquitectura yeducacion.w ordpress.com /). Este texto es una declaración de intenciones, una recopilación de pensam ientos y escritos, sobre los que seguir reflexionando y trabajando en los sucesivos marcos de encuentro del colectivo Playgrounds.

( P R E -) M A N IF IE ST O Todos los ciudadanos deberían ten er un entendim iento activo del entorno construido, independientem ente de la edad, ocu ­ pación o form ación. Cada uno de nosotros deberá tom ar, en algún momento de su vida, una postura en torno a tem as re la ­ cionados con el m edio que nos rodea y. por tanto, tener una opinión sobre la calidad de nuestras propias vidas y las de los dem ás (Suvi Lindén. m inistra de Cultura de Finlandia I19 9 9 -

2003!). El secreto de un adventure pla^'ground exitoso está en su continuo desarrollo, en que nunca está acabado, un terrain

vague que puede se r m uchas cosas para cada niño (Jack Lam bert).

1. R esp etar la cu ltu ra de la in fa n c ia , su tiem p o , su ritm o. R esp etar el ritm o de los n iñ o s, adaptand o el 94

liem p o del adulto al del n iñ o para fa v o re c e r el d esa­ rro llo de su s cap acid ad es. Dar tiem po para que pu e­ dan e x p e rim e n ta r y d e sc u b rir su en torn o. P e rm itir la p érd id a del tiem p o en lu gar de o rg an izarle s de form a rígida su tiem po. Vosotros tenéis relojes, nosotros tenem os tiem po (M oussa Ag A ssarid ).

2. G en erar cu riosid ad, estim u lar ingen ios y desm ontar certezas. T rabajar con el objetivo de desm o n tar certezas, gen erar curiosidad, estim u lar ingen ios y provocar ganas de in vestigar y experim en tar, asp irar a fo rm ar p erson as observadoras, inquietas y críticas. Siem p re que en señ es, enseña tam bién a dudar de lo que e n s e ­ ñas (José Ortega y C asset).

3

. Form ar person as observadoras, inquietas y crítica s.

Form ar a los n iñ o s en p rin cip io s básicos a rq u ite c tó n i­ cos, no con objeto de que sean arquitectos, sin o con la idea de que se con viertan en usuarios form ados y c r í t i ­ cos con el m edio construido que les rodea. Favorecer por parte de los n iñ o s el co n o cim ie n to del entorno urbano en el que viven, su co m p ren sió n d e l m ism o y p o sib ilitar así una relación afectiva con él a través de a n álisis y propuestas. La clave de la educación no es enseñar, es despertar (Ernest R en án ).

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4. Poner en m archa din ám icas lúdicas. participativas, experim en tales y tran sd iscip lin ares. Divulgar el con o­ cim iento del entorno construido, la arquitectura y la ciudad desde dinám icas lúdicas, de participación y de ex­ perim entación. P ropon er activid ad es en equ ipo y p lu rid isc ip lin a res con el ob jetivo de co m p artir con o cim ien to s y e x p e ­ rie n cias. Educar a través del arte, considerando la arquitectura como una parte del m ism o, fomentando la creatividad, la curiosidad y la educación plástica. La arquitectura perm ite adem ás una lectura espacial y el acercam iento a sus fo r­ mas de representación. Explícam e y olvidaré. Enséñam e y quizás recordaré. Im plícam e y entenderé (Conl'ucio).

5. Educar desde el ejem plo. Dar a conocer el patrim onio arquitectónico co n tem p orán eoy pasado a través de v is i­ tas. talleres y todo tipo de actividades. E d u cara través de ejem p los relevantes. Solo hay una educación, y es el ejem plo (Gustav M ahler).

6. Fom entar la autonom ía de los n iñ o s y su aportación en el d iseñ o urbano. Favorecer estrategias u rbanas (reco rrid o escolar, playgrounds. etcétera) que potencian la autonom ía del niño y perm itan su desarrollo adecua­ do dentro de la ciudad. 96

R eivin d icar el punto de vista de los niños en el d ise ­ ño urbano, recogiendo y con sideran do sus opiniones y necesidad es esp ecíficas. ¿Qué es un adulto? Un niño inflado por la edad (Sim one de Beauvoir).

Firm an tes: A bora A rquitectura, A lehop!. C odisseny Sosten ib le, Apeu de carrer, A rch kid s, A rkilab , A rkitente, A rq b ag,

A rq u ect,

A rq u ie x p lo ra d o re s,

A rq u ite ctive s, A rq u itectu ra

A rq u ik id s,

M in ú scu la , A u la -U a la ,

C an tiericom u ni, C hiquitectos, C oC reable, Com o crear h istorias. Createctura. C uartocreciente, E d ificarte, El globus verm ell. En cajes U rbanos, Eslava y Tejada a rq u i­ tectos, FronteraD , Grupo de trabajo sob re A rqu itectu ra, In fan cia y Juventud (COAM ), Idensitat, Ja v ie r En cin as, Kraftkovia, La A rquiteca. La banqueta se resp eta. La Casa de Tom asa. La Negreta. Lém u r- L ab oratorio de em ergencias urbanas. Le Petit Cooper, Little A rch itect, Lro detalleres, M aushaus, M iradas a la ciu d ad . M m odulus, Proxectoterra. R akennetaan k a u p u n k i!, Raons Publiques, R e-co o p erar, R epensar B o n p asto r. Sin ergia Sosten ib le. Sistem a Lupo, Suju, Teo A rk ite k tu ra , Terram , Tudanzas, U rbanins. U rbanitas, Volum . Se puede en co n trar m ás in form ación s o b r e todos los colectivos de la pen ín su la, Baleares y L atin o am é rica en la revista FronteraD (d isp on ible en: h ttp ://tin y u rl. com /m aushaus - fro n terad ).

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KECU R SO SO N U N E

Amag! Revista de Arriiiilectum pura Niños ( h t t p s :/ / a - m a ga 7 .in c.o rg ). A r c h ik id s (h ttp ://w w w .a reh ik id s.o ig .u k /). A r c h itc c tu r e & C h ild r e n / U n ió n I n t e r n a ­ c io n a l d e A r q u ite c to s (IM A ) (llttp :/ /

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P ro x c c to te rra ( h t t p :/ / p r o x c c t o t e r r a . c o a g .e s ). rc d O C A K A ( h ttp :/ / w w w .r e d o c a r a .c o m ).

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