Introducción a la práctica de la filosofía

Citation preview

Thomson, Garrett Introducción a la práctica de la filosofía / Garrett Thomson; traducción al castellano por Pablo R. Arango Giraldo. - Bogotá: Panamericana Editorial, 2002. 272 p.; 23 cm. - (Pedagogía y educación) Título en inglés: On Philosophy Incluye bibliografía. ISBN 958-30-0886-9 1. Filosofía 2. Filosofía - Enseñanza I. Arango Giraldo, Pablo R., tr. II. Tít. III. Serie 100 cd 19 ed. AHH0739 CEP-Banco de la República-Biblioteca Luis Angel Arango

Garrett Thomson

INTRODUCCIÓN A L A PRÁCTICA D E LA F I L O S O F Í A

Traducción Pablo R. Arango Giraldo

Título original en inglés: On

Phihsophy

Editor Panamericana Editorial Ltda. Dirección editorial Andrés Olivos Lombana Edición Gabriela García de la Torre Traducción Pablo R. Arango Giraldo Autoedición digital L a Piragua Editores Diseño de carátula Diego Martínez Celis

Primera edición en Panamericana Editorial Ltda., marzo de 2 0 0 2 © Garrett Thomson © De la traducción, Pablo R. Arango Giraldo © Panamericana Editorial Ltda. Calle 12 No. 34-20, Tcls.: 3 6 0 3 0 7 7 - 2 7 7 0 1 0 0 Fox: (57 1) 2 3 7 3 8 0 5 Correo electrónico: [email protected] www. panamericanaeditorial .com.co Bogotá, D. C , Colombia I S B N volumen: 958-30-0886-9 I S B N colección: 958-30-0885-0 Todos los derechos reservados. Prohibida su reproducción total o parcial por cualquier medio sin permiso del Editor. Impreso por Panamericana Formas e Impresos S. A. Calle 6 5 No. 95-28, Tcls.: 4 3 0 2 1 1 0 - 4 3 0 0 3 5 5 , Fax. (57 1) 2 7 6 3 0 0 8 Quien sólo actúa como impresor. Impreso en Colombia

Printed in Colombia

C O N T I i N I DO

Prefacio

1

CAPÍTULO 1 MOSTRAR LO QUE OTROS OCULTAN

Hacer filosofía Las fases de la filosofía Primera fase: preguntar Segunda fase, analizar '. Tercera fase: responder y argumentar ¿Aplicaciones prácticas? La naturaleza de lo no empírico Algunos ejemplos Vida cotidiana APÉNDICE

CIENCIA Y ESPECULACIÓN

CAPÍTULO II

3

17

18 19 1 21 24 25 26 30 33 9

35

DISCUTIR ACERCA DE Dios

37

El primer movimiento El segundo movimiento El tercer movimiento Maldad Libre albedrío Necesidad y utilidad Dios no lo permitiría Otros significados para bueno y malo Algún sufrimiento malo o innecesario

38 40 42

CAPÍTULO III

PREGUNTARLE LA HORA A DIOS

Tiempo El fatalismo y el tiempo CAPÍTULO IV

OTRAS MANERAS DE PENSAR EN DIOS

4

3

4

4

4

0

4

7

4

4

8 #

5I

57 5

9

61

¿Por qué es importante Dios? Dios como trascendente Mas allá de la existencia Lo inexpresable

62 64 67 ?'

¿Es Dios un ser?

76

El dualismo Dios/Universo

Conclusión

74 7

9

INTRODUCCIÓN A I .A PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

6 CAPÍTULO V

DESAPARECER EL MUNDO

81

Elementos de la escena anterior

81

Sembrar semillas de duda

83

El m u n d o desaparece

87

Cualidades primarias y secundarias Conclusiones CAPÍTULO V I

MIRAR EL MUNDO

El espejismo

Una crítica del argumento de la ilusión

90

:

.. 93

95

95

97

Una concepción alternativa de la percepción: El realismo directo... 9 8

El argumento del lenguaje privado Otra implicación CAPÍTULO Vil

¿Es USTED SU CUERPO?

Primer nivel: Ontológico Dualismo

El argumento de la divisibilidad Problemas con el dualismo

Materialismo

Problemas con el materialismo

¿Es ontológico el problema? APÉNDICE

VIDA DESPUÉS DE L\ MUERTE

CAPÍTULO VIII

SALVAR LO MENTAL

El segundo nivel: Contenidos mentales

100

102 105

106

106

110

1 I 1

I 16

117

120 123 1 25

126

Del conductismo al funcionalismo

128

Tercer nivel: Descripciones

130

Otra visita al argumento del lenguaje privado Dos tipos diferentes de descripción .-

Las tres estrategias

Conclusiones

129 131

134

142

Los tres niveles: ontológico, contenidos mentales y descripciones 144

CAPÍTULO I X

EL PROBLEMA DE LOS PUNTOS: LA CIENCIA

El problema

Reformular el problema Una solución: La cuarta vía Dos desafíos

145

146

147

149

152

CONTENIDO

_]_

El primer desafío: Dualismo

El segundo desafío: Materialismo reductivo

Las otras ciencias

Conclusión APÉNDICE

CÁLCULOS

A . Tiempo B. Espacio CAPÍTULO X

MORALIDAD SIN AUTORIDADES••;

Subjetivismo Las réplicas

153

I 55 I 56

158 159

1 59 159 161

162 163

Análisis del subjetivismo Relativismo cultural

168 170

Utilitarismo Teoría kantiana Conclusión

1 78 178 179

Análisis Respuestas Teoría de las órdenes divinas Derechos morales La lista ampliada Teoría del contrato social

1 70 1 72 173 1 74 176 176

APÉNDICE I

HECHOS Y OPINIONES

181

APÉNDICE 2

VERBOS, SUSTANTIVOS Y ADJETIVOS

183

CAPÍTULO X I

MORALIDAD SIN RECIAS

185

Argumentos contra el utilitarismo Argumentos contra la teoría kantiana El conflicto La naturaleza del conflicto Combinación 1. Utilitarismo de reglas 2. Utilitarismo con limitaciones kantianas Moralidad sin reglas Razones concluyentes Razones no concluyentes Mejores razones Conclusión

191 192 193 198 200 200 202 202 202 204 205 206

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

8

APÉNDICE

LA FALACIA NATURALISTA ES UNA FALACIA

207

1. El dolores malo

207

2. El dolores intrínseca y no concluyentcmente malo La falacia naturalista es una falacia Del dolor a la moral CAPÍTULO X I I

UNA MEJOR VIDA

Metas y valores Racionalidad instrumental Placer y felicidad a. El placer es el fin b. Del placer a la apreciación Deseos .Intereses y necesidades Conclusiones

APÉNDICE 1

'. 2 0 8 208 210 •

RAZONAMIENTO CRÍTICO: CULTIVAR NUESTRO PROPIO PROFESOR

Actitudes 1. Estar abierto 2. Ser crítico 3. Ser paciente 4. Ser sencillo

.213

213 215 218 219 221 224 228 232 235

235 235 236 238 239

CONCLUSIÓN

239

ALGUNAS HABIUDADES

240

APÉNDICE 2

LÓGICA: HACER CONEXIONES

APÉNDICE 3

ANÁLISIS

Convertiré! texto en argumento Evaluar un argumento Elaborar un argumento Formas válidas basadas en conectivas lógicas Formas válidas basadas en conjuntos Algunas falacias formales Algunas falacias informales Claridad: preguntas y afirmaciones Términos clave Distinciones importantes Identificar las suposiciones ocultas ¿Son plausibles las consecuencias lógicas? Contraejemplos

241

243 243 245 246 247 248 248 249

250 250 252 253 253 254

CONTENIDO

APÉNDICE 4

9

HACER CANTAR A LOS LIBROS

El fenómeno de la canción en la cabeza Mapas desde el helicóptero La prueba de la radio Ruido interno Resumen APÉNDICE 5

AYUDAS PARA ESCRIBIR UN ENSAYO

Paso I: elegir Paso 2: preparar Paso 3: escribir Paso 4. releer y reescribir Bibliografía

255

255 256 258 259 259 261

261 262 264 264 267

A Pablo Arango y Lucio y Antonieta

Lince.

PREFACIO

Un h o m b r e va c o n d u c i e n d o su carro por la autopista central. Su teléfono timbra. Su esposa le pregunta con voz ansiosa: "¿Dónde estás?" Él contesta: "Estoy c o n d u c i e n d o por la autopista central". Ella le dice: "Por favor, ten cuidado. Acabo de escuchar en la radio que hay un lunático c o n d u c i e n d o a toda velocidad y en contravía en la autopista central". El h o m b r e contesta: "¿Uno?, ¡Hay miles!" Hay dos monjes budistas jóvenes a quienes les fascina fumar. Se arman de valor y deciden preguntarle al monje mayor si les c o n c e de el permiso para fumar durante las largas sesiones de m e d i t a ción. El primer m o n j e entra al despacho del jefe del monasterio. Después de unos minutos, se escuchan gritos de ira en la oficina y el joven m o n j e sale c o n rostro grave negando c o n la cabeza.

El

segundo monje entra a la oficina. Después de unos m o m e n t o s , a d e n t r o se escuchan risotadas, y el segundo monje sale de allí con una gran sonrisa, asintiendo con la cabeza. El primer monje, perplejo, le pregunta a su amigo: "¿Por qué él te dio la aprobación, sabiendo que a mí me la negó tan categóricamente? ¿Qué le preguntaste?" El segundo monje contesta: "Simplemente le pregunté si podía meditar mientras fumaba". Estos chistes nos recuerdan que algunas veces, realmente i m -

porta cómo c o n c e b i m o s las cosas. La filosofía es la ciencia y el arte

de concebir las cosas de nuevas maneras. En c o n s e c u e n c i a ,

un

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

l i b r o i n t r o d u c t o r i o sobre filosofía debería desafiar y estimular a sus lectores para pensar y extraer cosas de sí mismos. Al m i s m o t i e m p o , deseo promover el s e n t i m i e n t o de que p o d e -

mos realizar progresos en la filosofía, y c o m b a t i r el c i n i s m o que

afirma q u e sólo p o d e m o s permanecer en nuestras posiciones o,

aún peor, que sólo p o d e m o s girar y girar en círculo.

He t r a t a d o de lograr estos dos objetivos a r g u m e n t a n d o a favor

de conclusiones definidas acerca de algunos de los p r o b l e m a s y

áreas centrales de la filosofía, tales c o m o la naturaleza de Dios, la

percepción, la relación entre la mente y el cuerpo, y la ética. En

otras palabras, he t r a t a d o de c o m p r o m e t e r m e a mí m i s m o c o n el pensamiento filosófico a fin de estimular a otros para hacer lo mis-

m o . Espero que, al hacerlo, haya m o s t r a d o el poder y la belleza del

pensamiento filosófico, y que haya logrado expresar mi p r o p i o amor

hacia esta actividad un t a n t o particular.

Además, uno de los aspectos relativamente novedosos de este

trabajo es que he tratado de extraer los argumentos y las c o n c l u s i o -

nes que pretenden apoyar c o m o silogismos, de tal forma que mis lectores puedan debatirlos y t o m a r posición con respecto a mis

afirmaciones. Para ser claro, se supone que usted debe desafiar mis argumentos y conclusiones. Ése es el propósito del libro.

Un libro i n t r o d u c t o r i o sobre filosofía debería ofrecer una guía

práctica para pensar filosóficamente. Por esta razón, el capítulo I

versa sobre la naturaleza de la filosofía, y he incluido c i n c o apéndi-

ces sobre diversas habilidades y actitudes filosóficas, tales c o m o el pensamiento crítico, el análisis, la lectura y la escritura. He t r a t a d o

de ofrecer estas guías de manera práctica e integral, enfocándolas

t a n t o en los aspectos intelectuales c o m o en los aspectos e m o c i o nales del forcejeo filosófico.

Espero que mis lectores tengan el t i e m p o suficiente para rela-

cionar estas guías prácticas con el cuerpo central del t e x t o . En otras

palabras, el objetivo de este libro no tratar de convencer a nadie de

que mis conclusiones son correctas, sino más bien que los lectores

sean testigos del pensamiento filosófico en acción y aprendan de

él, que comparen la manera en que he p r o c e d i d o con los consejos

PREFACIO

que d o y en los apéndices. Por favor, aprendan de lo que hago, má^ que de lo que digo. Dado q u e mi intención es mostrar el pensamiento filosófico en acción, me he c o n c e n t r a d o en los problemas más i m p o r t a n t e s de las áreas filosóficas que a b o r d o a l o largo del libro. De esta m a n e ra, el libro entero puede servir c o m o una introducción a la filosofía en general, pero sus capítulos también pueden ser utilizados para cursos i n t r o d u c t o r i o s a las diferentes áreas d e la filosofía que s o n tratadas e n ellos. Así, los capítulos II a IV pueden ser utilizados en cursos d e filosofía de la religión o en estudios filosóficos sobre el c o n c e p t o d e Dios; los capítulos V a IX pueden servir en cursos d e filosofía d e la m e n t e o d e filosofía d e la percepción, y los capítulos X a XII pueden ser útiles en cursos sobre ética. Diferentes secciones de este libro están basadas en o t r o s textos

que he escrito. En algunos apartes d e los capítulos V y VI utilicé

material d e mi libro Bacon io Kanl. Para escribir el capítulo VIII, m e

apropié d e material de G. T h o m s o n y R Turetzky, "A Simple Cuide t o the Philosophy o f M i n d " , en Tíie Experience o\ Philosophy. Algunas par-

tes del capítulo IX se pueden encontrar, d e manera diferente, en On

the Meaning of Life. Una d e las secciones del capítulo XII se basa e n

mi primer libro, Needs, y una versión del capítulo I fue publicada en

castellano en la Revista Aleph N o . I 12.

Me gustaría expresar mi gratitud a la Universidad de Caldas, en

Manizales, por el a p o y o que me d i o para llevar a cabo este proyec-

t o de investigación q u e se materializó en este libro. También q u i e ro agradecerles a t o d o s mis a m i g o s e n C o l o m b i a , q u i e n e s h a n hecho q u e mis estancias en ese país fueran maravillosas. Quiero

agradecerle a Jaime Ramos por sus útiles comentarios sobre este

libro. Estoy especialmente agradecido c o n Pablo R. Arango, por su

cuidadosa traducción. Quiero dedicar este libro a él y a mis sue-

gros, A n t o n i e t a O c a m p o d e Lince y Lucio Lince, a quien algunas veces llamo ' e l n e c i o " .

CAPÍTULO

I

MOSTRAR LO QUE OTROS OCULTAN

Hay un lugar en Oxford d o n d e algunos profesores t o m a n el sol al

desnudo. Por alguna razón, el lugar es llamado El Placer del Sacerd o t e . Allí pueden hallarse en las tardes de verano, por una entrada

que va hasta el río Támesis, a algunos sabios ancianos leyendo sus

periódicos. No es una cosa digna de verse, c o m o descubrieron unas jóvenes damas una tarde infortunada. Estas damiselas, la crema y

nata de la sociedad británica, t o m a r o n con su barco una vía e q u i -

vocada y pasaron lentamente frente al Placer del Sacerdote. H u b o

un m o m e n t o largo y muy b o c h o r n o s o en el que a m b o s bandos se

dieron cuenta de lo que estaba pasando. De repente, los profesores gritaron: "¡Oh! Dios mío", agarraron sus periódicos y cubrieron

sus partes íntimas. El único de los profesores q u e no lo hizo fue el

de filosofía, quien cubrió su rostro. Cuando el barco siguió de lar-

go, los profesores se volvieron hacia el filósofo y le preguntaron:

"Mi estimado colega, ¿por qué n o cubrió sus partes íntimas c o m o

t o d o s nosotros?" El profesor los miró y contestó o b e d i e n t e m e n t e : n

M i s queridos colegas, ustedes tienen que reconocer que en la c i u -

dad de Oxford yo soy r e c o n o c i d o i por mi cara!"

La filosofía debería ser uno d e los asuntos más emocionantes

que se puedan estudiar actualmente en las universidades. Digo esto porque c o n la práctica de la filosofía u n o puede profundizar en su

propia comprensión y puede o b t e n e r una concepción muy amplia

de muchas ramas diferentes del c o n o c i m i e n t o . Uno puede tener en

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

sus m a n o s el racimo de las cuestiones críticas. La práctica de la filosofía requiere que u n o mejore sus habilidades críticas y de p e n s a m i e n t o ; debe ser un ejercicio del q u e Woody Alien llama su seg u n d o ó r g a n o p r e f e r i d o : el c e r e b r o . Es e x i g e n t e y r e q u i e r e creatividad; pero lo mejor de t o d o es que uno puede aprender de sí mismo. Para ver cómo es posible esto, consideremos qué es la filosofía.

Las definiciones más comunes son: el a m o r a la sabiduría; el análi-

sis de los c o n c e p t o s ; la manera de hallar respuestas a preguntas fundamentales. El problema de estas definiciones es que todas son

correctas. Cada una tiene razón, pero sólo nos dan parte del cua-

dro,- ninguna ofrece una visión general. Necesitamos una imagen más c o m p l e t a que nos permita una comprensión plena, una i m a -

gen que articule todas las partes diferentes del total.

O t r o problema con esas definiciones es que o m i t e n el aspecto

más i m p o r t a n t e de Id filosofía, es decir, la práctica. El o b j e t i v o de

estudiar filosofía es aprender a hacer filosofía. Uno puede a p r e n -

der lo que han d i c h o diferentes pensadores en el pasado, pero p r o -

b a b l e m e n t e esos t r o z o s sueltos de información no se quedarán

por m u c h o t i e m p o con nosotros. A d q u i r i r esta información no es la

tarea principal. Lo i m p o r t a n t e es practicar las habilidades, desarro-

llar el t a l e n t o , aprender a pensar creativa y críticamente acerca de

preguntas filosóficas. Es ayudar al cerebro a pararse sobre sus p r o -

pios pies. La filosofía es un proceso.

] JACP.R rn.osoiiA A n t e t o d o , la filosofía es un p r o c e s o h u m a n o . Ser un p e n s a d o r i n d e p e n d i e n t e es una cuestión de a c t i t u d y s e n t i m i e n t o , t a n t o

c o m o de razón. Para c o m p r o m e t e r s e c o n eso, u n o tiene q u e a p r e n -

der de sí m i s m o , de sus p r o p i o s p r o c e s o s de p e n s a m i e n t o . Esto

significa preguntar c o n t i n u a m e n t e , analizar, c o n t e s t a r y a r g u m e n -

tar p o r u n o m i s m o (más a d e l a n t e v e r e m o s estas c u a t r o i n s t a n -

cias). Para hacer t o d o e s t o es necesario saber cuándo hay q u e ser paciente, cuándo hay q u e simplificar, cómo ser creativo y c ó m o

ser d e s t r u c t i v o .

C a p i t u l o I. MOSTRAR LO QUE OTROS OCULTAN

Por s u p u e s t o , u n o también puede hacer filosofía c o n la ayuda de o t r o s . Se p u e d e practicar d i s c u t i e n d o c o n a m i g o s , leyendo y escuchando a o t r o s . De todas maneras, t o d o está en ufto mismo, p o r q u e es u n o quien debe estar o n o de acuerdo con lo que otros dicen. Uno es el responsable de su comprensión y de sus actitudes hacia el c o n o c i m i e n t o . Cuando recibimos pasivamente el c o n o c i m i e n t o , la información

nos golpea c o m o si viniera del exterior; n o nos pertenece. Sin e m bargo, nuestra comprensión del m u n d o y de n o s o t r o s mismos está

más ligada a nosotros que nuestros p r o p i o s ojos. No p o d e m o s evi-

tar poseerla. Nuestra manera de ver el m u n d o d e t e r m i n a lo q u e hacemos y las o p o r t u n i d a d e s que perdemos. De este m o d o , somos responsables de nuestra actitud hacia el c o n o c i m i e n t o .

La filosofía es un forcejeo contra nuestros patrones de pensa-

miento, prejuicios y sentimientos. No es únicamente una búsqueda

intelectual. Involucra a) ser h u m a n o e n t e r o . N o p o d e m o s luchar

contra los m o d e l o s de pensamiento p r o p i o s y c o n t r a nuestras p r e suposiciones más íntimas sin tratar de superar nuestros s e n t i m i e n tos y de buscar una relación apropiada para nuestra comprensión.

(Ver el Apéndice 1, en la página 235, para más detalles.)

LA? IASIS ni. i v i II.OSOHA Las definiciones muy específicas de filosofía sólo nos ofrecen frag-

m e n t o s del cuadro general. Acabamos de ver q u e la imagen global

requiere ser presentada c o m o un proceso. Por esta razón, una i m a -

gen de la filosofía debe tener tres fases o etapas.

Primera lase: preg'imfar En la primera etapa, el objetivo es estar realmente c o n f u n d i d o s ,

sentirnos perdidos, desorientados, perplejos. ¿Por qué hay que l o -

grar esto? Porque sólo así se afronta una pregunta. ¿Por qué el o b -

j e t i v o es la confusión? Sólo c u a n d o nos s e n t i m o s c o n f u n d i d o s

buscamos una respuesta y preguntamos activamente; cuando estamos perdidos, investigamos mejor.

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

20

En la metafísica tenemos que abrirnos a la naturaleza misteriosa

de las cosas. Esto significa que d e b e m o s quitar la piel a nuestras suposiciones más arraigadas. C u a n d o creemos que e n t e n d e m o s ,

estamos satisfechos de nosotros m i s m o s y tendemos a olvidar. Los h u m a n o s estamos más perdidos y s o m o s más ignorantes de lo que

a d m i t i m o s normalmente. Por supuesto, sabemos ponernos los za-

patos, arreglar el televisor y también sabemos cómo hacer que un

átomo e x p l o t e . Pero este c o n o c i m i e n t o práctico puede hacernos

arrogantes, puede hacernos olvidar el misterio de las cosas. He-

mos a d q u i r i d o un c o n o c i m i e n t o y una habilidad increíbles durante

el último siglo. Ese c o n o c i m i e n t o técnico puede hacernos sentir cómodos, c o m o si el universo fuera la sala de nuestra casa. Con tal

s e n t i m i e n t o , o l v i d a m o s la naturaleza p r o f u n d a m e n t e enigmática

de las cosas. El universo y n o s o t r o s mismos somos i n c o m p r e n s i -

blemente misteriosos, y llegar a acostumbrarnos a esto no equivale

a c o m p r e n d e r l o . Estamos a c o s t u m b r a d o s a la manera c o m o se c o m p o r t a n las cosas; esto no significa que las entendamos.

Supongamos que un conejo se materializa en la esquina del cuar-

t o durante unos segundos cada hora. Al principio estaríamos per-

plejos: "éste es un fenómeno muy extraño, ¿cuál es su causa?" Pero

tarde o t e m p r a n o nos acostumbraríamos a las apariciones del c o -

nejo. Nos quejaríamos si llega retrasado, y cuando o t r o s expresen

sorpresa ante el fenómeno, diríamos: "¡Oh, eso! No es más que el

efecto c o n e j o " . Éste es un ejemplo t o n t o hasta que reemplazamos " c o n e j o " por p i mesón" (un t i p o rarísimo de partícula subatómica). M

Hay m u c h o s hechos y rasgos extraños en el universo. Nuestra sola

existencia es u n o de ellos. Nuestra propia conciencia es o t r o . Para

resucitar nuestras preguntas personales, necesitamos sacudir nues-

t r o s s e n t i m i e n t o s de seguridad y redescubrir el cuestionario que teníamos cuando éramos niños. Esto no es fácil, porque nos gusta

sentir que sabemos; detestamos sentirnos perdidos.

Este m i s m o t i p o de apertura es necesario en otras áreas de la

vida. En una corporación, las p e r s o n a s necesitan e x p o n e r s e a

preguntas c o m o : ¿Por qué e s t a m o s en este negocio? ¿ Q u é es lo

q u e h a c e m o s ? Sin tales c u e s t i o n a m i e n t o s , la comprensión n o p u e d e progresar. Este m i s m o t i p o de preguntas se p u e d e hacer

Capítulo 1. MOSTRAR LO QUE OTROS OCULTAN

acerca d e las grandes i n s t i t u c i o n e s sociales y d e nuestras a c t i v i dades p e r s o n a l e s .

Seg'iintla fase: analizar La mayoría de las personas piensan: " t e n g o la pregunta, venga la

respuesta". Esto puede ser un error craso. Cuando quiera que t e n -

gamos una pregunta difícil, es una equivocación apresurarse a c o n testarla. Primero hay que entender bien la pregunta. De otra manera,

nuestra respuesta no será más que un reflejo o u n balbuceo super-

ficial de palabras. En la segunda fase de la filosofía, tratamos d e

comprender las preguntas, sin contestarlas. Tratamos d e mejorar nuestras preguntas.

Esto se aplica n o sólo a la filosofía académica, sino también a

otras áreas de la vida. La mayor parte d e un problema p r o f u n d o se resuelve c o m p r e n d i e n d o en qué consiste. Así es en mercadeo y

administración, en las relaciones personales, en las investigaciones científicas, en la planificación de una carrera. En t o d o s los c a -

sos, el problema no viene empacado y etiquetado, aguardando una

respuesta satisfactoria. Primero tenemos que diagnosticar el p r o -

blema, saber cómo pensar acerca de él. Cuando la dificultad es,

¿cómo d e b o abordar este problema?, ¿cómo d e b o pensar en él?, entonces la d i f i c u l t a d es filosófica. Si el p r o b l e m a es ¿cuál es el problema?, entonces la cuestión es conceptual. Una vez c o m p r e n -

dida la pregunta, la respuesta puede llegar a ser obvia y fácil.

Es necesario analizar las preguntas p o r tres razones. Primero,

porque sin la comprensión de la pregunta, el significado de las res-

puestas se nos pierde. En la Cuta del viajero de la galaxia, las personas

del planeta X están cansadas de inquietarse p o r las preguntas f u n damentales acerca d e la vida. Ellos quieren continuar con su vida

cotidiana sin molestias. Para responder las preguntas metafísicas

de una vez por todas, deciden construir una gran c o m p u t a d o r a llama-

da Pensamiento Profundo. Ella les dará las respuestas a las preguntas fundamentales: ¿cuál es el propósito de todo?; ¿cuál es el sig-

nificado de la vida? La computadora les informa que se tomará diez

mil años para trabajar en las respuestas. N o i m p o r t a " , contestan, M

22

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DF. LA FILOSOFÍA

" p o r lo menos t e n d r e m o s las respuestas en diez mil años". Diez mil años después, llega e! gran día. Pensamiento Profundo revelará el secreto, la respuesta al misterio de la vida. Las muchedumbres se reúnen fuera del albergue del palacio, d o n d e está la c o m p u t a d o r a ; t o d o s esperan. El jefe de Estado sube hasta Pensamiento Profund o : "¿Tiene la respuesta", pregunta. " i O h ! , sí, la t e n g o " , contesta la gran máquina.

'

"¿Cuál es, entonces?", replica el jefe, expectante. "Oh, lo siento, no p u e d o decírselo". "¿Qué? ¿Por qué n o puede decírmelo?", pregunta nervioso el jefe. "Porque a usted n o le gustaría la respuesta", afirma la c o m p u t a dora. "Eso n o i m p o r t a . Sólo déme la respuesta; es su deber, para eso la c o n s t r u i m o s " , exclama el jefe. La c o m p u t a d o r a reflexiona un m o m e n t o : " M u y bien; le daré la

respuesta a la gran pregunta, pero p r i m e r o debe prometer no e n o -

jarse c o n m i g o , n o censurarme si n o le gusta la contestación".

El jefe contesta ávidamente: "Sí, sí. Por supuesto. Cualquier cosa.

Sólo dígala".

"Bien", dice la c o m p u t a d o r a en t o n o renuente, "La respuesta a

su pregunta es 4 2 " .

"¿Qué?", chilla el jefe, "¡42!, pero, ¿cómo es posible?" Y ahora viene el postre, la moraleja de esta historia: la c o m p u t a -

dora dice, sabiamente: "El problema es q u e , en primer lugar, usted nunca entendió la pregunta, y así n o puede esperar comprender la respuesta".

La comprensión n o consiste únicamente en tener las respues-

tas. Podemos mejorar la comprensión sin c o n o c e r la respuesta. Por

ejemplo, si t e n e m o s un mapa de la pregunta "¿existe D i o s " , p o 9

dríamos llegar a c o m p r e n d e r l a , sin tener una

respuesta.

La segunda razón por la cual necesitamos hacer un análisis de

las preguntas conceptuales, antes de contestarlas, es que la p r e -

gunta puede ser errónea.

Capítulo 1. MOSTRAR LO QUE OTROS OCULTAN

23

¿Ha dejado de pegarle a su mamá? Obviamente, u n o n o debe contestar esta pregunta. Si la respuesta es sí, e n t o n c e s significa que uno le pegaba. Si es no, entonces significa que todavía le pega. ¿ M e pagará los mil dólares el viernes, o el sábado? De nuevo, u n o n o debe contestar esta pregunta. Ambas preguntas c o n t i e n e n una s u posición tácita, a saber: que uno tiene una madre a quien le pega, y que usted me debe mil dólares. Esas suposiciones son incorrectas y en ese sentido, las preguntas también lo son. Debemos evitar c o n t e s t a r preguntas basadas en suposiciones

falsas. Quizás el presupuesto de "cuál es el significado de la vida",

o de, "cuál es el c o l o r del número c i n c o " es e q u i v o c a d o . Si p o d e mos ver ese falso supuesto entonces tal vez nos salvemos de la

perplejidad que nos lleva a hacer la pregunta, a u n q u e n o le d e m o s

respuesta. O, también, al suprimir el supuesto falso p o d e m o s m e -

jorar la pregunta, es decir, p o d e m o s convertirla en una más fácil d e responder.

La tercera razón por la que es necesario el análisis, antes de

r e s p o n d e r , es q u e a l g u n a s v e c e s , en u n a s o l a p r e g u n t a , se

involucran muchas otras. Preguntas c o m o , "¿cuál es el s i g n i f i c a d o

de la vida?", "¿es m o r a l m e n t e mala la eutanasia?",

"¿cuál es la

relación e n t r e la m e n t e y el sistema nervioso?", c o n t i e n e n m u -

chas otras, diferentes, t o d a s mezcladas. Evitaremos la confusión

si s e p a r a m o s y r e s p o n d e m o s una p o r una. Surge e n t o n c e s , de nuevo, la necesidad de analizar.

Esclarecer, mejorar las preguntas, es un proceso muy diferente

de responderlas. Sólo p o d e m o s contestar preguntas nuevas y más

claras si mejoramos nuestra comprensión de los interrogantes a n -

teriores. Buenas respuestas exigen buenas preguntas.Gran parte del

trabajo que implica resolver problemas, c o m o , "¿cuándo es m a l o matar?", consiste en clarificar la pregunta, y para e l l o es necesario

considerar qué significa " m o r a l m e n t e malo". "¿Los c o m p u t a d o r e s pueden pensar por sí mismos?", "¿existe Dios?" A n t e s de contestar

estas preguntas, tenemos q u e desempacarlas, ver qué c o n t i e n e n .

cQué es el análisis? Cualquier pregunta profunda e i m p o r t a n t e ejerce una enorme presión sobre algunas palabras clave. Por ejemplo, cuando decimos 'Dios existe", ¿qué significa la palabra "existe"? N o

24

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

significa lo m i s m o que c u a n d o se refiere a cosas normales, a cosas que p o d e m o s ver y tocar y que ocupan un espacio. Dios no existe

de este m o d o . Así, c u a n d o afirmamos que Dios existe, ¿qué-queremos decir? Cuando a f i r m a m o s o negamos que una c o m p u t a d o r a

puede pensar, es en la palabra "pensar" d o n d e está t o d o el énfa-

sis. Tenemos que explicarla. El análisis exige que i d e n t i f i q u e m o s y

expliquemos las palabras clave.

Muchas personas n o están acostumbradas a analizar las pala-

bras. Éstas son c o m o partes del paisaje c o t i d i a n o que d a m o s por

c o n o c i d o y en el que apenas reparamos. Por ejemplo, ¿usted sabe

qué significa la palabra "consuetudinario"? "Sí, lo sé: significa 'que ocurre t o d o s los días'". ¿Qué tan a m e n u d o utiliza esta

palabra?

Quizás una vez al mes, a lo s u m o . Pero, ¿cuántas veces utiliza la

palabra "bueno"? ¿Una vez cada quince minutos? Bien, ¿pero qué

significa? Ésta es una pregunta difícil. Es una palabra que usamos

sin examinar. Pero si, por e j e m p l o , queremos saber cómo es una

buena vida, entonces t e n e m o s que entender cómo funciona esta

palabra. El análisis es el i n t e n t o de discernir e x p l o r a n d o d i s t i n t o s

significados.

El análisis apunta en dos direcciones: atrás, hacia la pregunta, y

adelante, hacia la respuesta. Nos ayuda a corregir la pregunta, y la

nueva pregunta puede ser analizada una vez más para hacerla aún

más precisa. Sin embargo, este proceso de mejorar las preguntas debe estar o r i e n t a d o p o r la necesidad de obtener respuestas.

Tercera lase: responder y argumentar No p o d e m o s quedarnos en el nivel del análisis. Necesitamos

las

respuestas. Ésta es la tercera etapa. Obviamente, n o puede ser c u a l -

quier respuesta. Queremos hallar la mejor o la verdadera. Después

de t o d o , a eso apunta en principio la pregunta. Esto significa que en esta tercera fase necesitamos contestar y argumentar.

Responder Las respuestas a preguntas filosóficas no tienen que ser teorías g r a n -

diosas. Pueden consistir en frases simples. Una vez que hayamos

25

Capítulo (. MOSTRAR LO QUE OTROS OCULTAN

c o m p l e t a d o el análisis, la respuesta puede ser casi obvia. El trabajo está en el análisis. Esto se puede ver si preguntamos: p o r qué es i m p o r t a n t e la respuesta. Para responder esta nueva pregunta se re-

quiere más análisis (ver el Apéndice de la página 249).

C u a n d o una posición filosófica responde a una gama de p r o blemas diferentes, e n t o n c e s se trata de una teoría. Una teoría p r e t e n d e r e s o l v e r p r o b l e m a s . N o e x i s t e en el v a c í o .

Cuando

a b o r d a m o s una teoría, es b u e n o recordar qué p r o b l e m a s se s u p o n e q u e resuelve.

Argumentar Debemos buscar evidencia o argumentos a favor de una teoría. Tam-

bién necesitamos hallar evidencia y argumentos contra otras p o s i bles respuestas. Pero más q u e e s t o , es indispensable ver si hay

a r g u m e n t o s c o n t u n d e n t e s que refuten la respuesta que creemos verdadera. Éstos pueden llegar a cambiar nuestra mente, o pueden introducir la duda (ver el Apéndice de la página 241).

A n t e la ausencia de evidencia, la mejor respuesta es: n o sé. Sin

evidencia, cualquier teoría es mera especulación y ésta se e n c u e n -

tra a un paso de la superstición, q u e es un estado en el q u e cree-

m o s a l g o s i n t e n e r u n a razón. Por e s t o d e b e m o s

examinar

críticamente los argumentos á favor y en contra de una teoría. Sin un a r g u m e n t o , ¿por qué debe alguien creer lo q u e u n o dice? N o

debería hacerlo.

¿APLICACIONES PRÁCTICAS? Quizá desea saber cuál es la utilidad de la filosofía, para usted y para la sociedad en general. C o m o la filosofía es a veces muy abstracta, parece estar lejos de cualquier aplicación práctica. En primer lugar, teoría y práctica no siempre están divorciadas.

La teoría concierne a nuestra comprensión del m u n d o y de n o s o -

tros mismos, y la comprensión se manifiesta usualmente en la ac-

ción. Un e j e m p l o : los grandes c a m b i o s políticos de este siglo, q u e trajeron la democracia a la mayoría de las naciones, dependieron

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

26

en parte del desarrollo de una teoría de los derechos en los siglos anteriores. Estas teorías posibilitaron una nueva comprensión q u e d i o a luz acciones nuevas. O t r o ejemplo: hacemos esfuerzos para mejorar la calidad de nuestras vidas, para ser más felices. Pero, ¿qué c o n s t i t u y e una mejora de la calidad de vida? El s o l o hecho de captar mejor los asuntos i m p o r t a n t e s es una

buena noticia, aunque n o sepamos exactamente cuál será su utilidad

más tarde. La comprensión no siempre paga un dividendo inmedia-

t o y predecible. El progreso material del que disfrutamos ahora es en parte el fruto de la labor de científicos, matemáticos y filósofos des-

de el siglo XVI. Nuestra comprensión cambió y con ella nuestras acciones. Ninguna de estas acciones fue un resultado inmediato. La Revolución Industrial fue precedida por una revolución conceptual.

En segundo lugar, hacer filosofía es de algún m o d o inherente a la condición humana, en parte es inevitable. Es así p o r q u e n o p o d e m o s evitar las preguntas conceptuales. Son una parte integral de cualquier área del c o n o c i m i e n t o y también de la vida cotidiana. La comprensión n o consiste únicamente en conocer muchos hechos. Uno tiene que saber cómo organizarlos. Los hechos tienen que ser relacionados, c o n c e p t u a l i z a d o s . Tercero, en un nivel personal, necesitamos mejorar nuestras capacidades mentales. El p u n t o es que la práctica de la filosofía nos habilitará para razonar, pues preguntaremos, analizaremos, r e s p o n d e r e m o s y argumentaremos mejor. No o b s t a n t e , a m e n u d o la filosofía se sitúa muy lejos de la prác-

tica. En parte porque los filósofos tratan de concentrar su atención

en cuestiones estratégicas. El p u n t o estratégico clave puede pare-

cer i n c o m p r e n s i b l e y d e difícil a c c e s o si n o se r e c o n o c e n sus implicaciones lejanas. Pero algunas veces, solamente es así: i n c o m -

prensible y de difícil acceso.

LA NATURALEZA DI-: LO NO EMPÍRICO La filosofía tiene tres aspectos: •

La primera característica de la filosofía es que se trata de un p r o -

ceso h u m a n o que busca mejorar la comprensión.

Capítulo I. MOSTRAR LO QUE OTROS OCULTAN



La segunda es q u e consta de tres pasos. De éstos, el segundo es

especialmente distintivo: e [ análisis o el i n t e n t o de mejorar las preguntas.

• El tercer rasgo es su asunto o materia: lo no empírico o a priori. Explicaré l o n o empírico o a p r i o r i de tres maneras, p o r q u e es muy i m p o r t a n t e . Es crucial c a p t a r este p u n t o d e manera t a n t o intuitiva c o m o i n t e l e c t u a l . De lo c o n t r a r i o , c o n f u n d i r e m o s la f i losofía c o n la especulación empírica, c o n p r e g u n t a s c o m o "¿existen los f a n t a s m a s " 9

I) Primero, una pregunta empírica es t a l , q u e se puede resolver

por c o m p l e t o m e d i a n t e la observación empírica o la e x p e r i m e n -

tación. Ejemplos de preguntas empíricas s o n : ¿cuántos elefantes hay en Sumatra?; ¿cuáles son las características de un electrón?;

¿cuál es la causa del cáncer? Tales preguntas se p u e d e n c o n t e s t a r por m e d i o de la investigación empírica. Sin e m b a r g o , n o t o d a s

las preguntas son empíricas. Ejemplos d e preguntas no empíricas

son: ¿qué es la justicia?; ¿cómo debe ser una buena explicación científica?

Una pregunta n o empírica o a priori es aquella q u e n o puede ser

resuelta solamente c o n evidencia fáctica. Esto n o significa q u e la

información empírica sea irrelevante. Significa q u e es insuficiente.

Por e j e m p l o , u n o lee una novela policíaca. ¿Quién es el asesino?

Uno c o n o c e t o d o s los hechos, pero eso n o basta para responder la

pregunta. Hay que saber cuáles hechos son pertinentes y t e n e m o s

que poder hacer las deducciones lógicas correctas, c o m o Sherlock H o l m e s . Conocer los hechos es necesario, pero n o suficiente. Para 1

trabajar en la filosofía de la física, u n o tiene que saber sobre física,

pero eso n o basta. También hay q u e saber cómo pensar críticamente

acerca de los c o n c e p t o s de la física. En este caso, la evidencia empírica es insuficiente. Para apoyar una verdad n o empírica o a

priori es necesaria una forma distinta de demostración. Esto es, un La frase "Jones es el asesino" es obviamente empírica. La frase relevante a priori es v

s¡ Henry estuvo en el d o r m i t o r i o , si Carla estuvo c o n Frank, y si el asesinato fue

c o m e t i d o a las 4:30. entonces tiene que ser j o n e s ' .

28

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

a r g u m e n t o . Tratamos de apoyar o refutar una afirmación a priori con una demostración o argumento. 2) Hay una segunda manera de pensar acerca

de las afirmacio-

nes a priori. Son frases que, si son verdaderas, entonces son necesariamente

v e r d a d e r a s . N o p u e d e n ser falsas, c o m o " t o d o s l o s

hermanos s o n varones". En lógica, seria c o n t r a d i c t o r i o negar una

verdad necesaria. Una contradicción es una afirmación que no puede ser verdadera. Así, las verdades a priori son verdades necesarias. He aquí una clasificación preliminar de las proposiciones:

Verdaderas Necesarias

Empíricas

2 +2 =4

La capital de India es N u e v a D c l i

Falsas M i abuelo no tiene nietos

L o n d r e s está en Italia

Este p u n t o se relaciona c o n la explicación anterior acerca de la evi-

dencia. No es necesario recoger evidencia empírica para apoyar una

afirmación a priori. Sería una tontería aplicar una encuesta para

verificar si t o d o s los hermanos son varones. No hay que verificar

cada día que 2 más 2 es igual a 4 . Ninguna evidencia empírica es

suficiente para apoyar una afirmación a priori. Uno puede entrevistar a mil hermanos para corroborar si t o d o s son varones, pero esto

no nos dará evidencia para afirmar que t o d o s los hermanos lo sean. La matemática consiste en p r o p o s i c i o n e s a priori o no empíri-

cas. Supongamos que puse dos naranjas en mi sombrero y luego puse otras dos. Después usted mira en el s o m b r e r o y sólo hay tres

naranjas. No concluirá que en esta ocasión 2 más 2 es igual a 3. Es

así p o r q u e "2 más 2 igual a 4 " es una verdad necesaria. Si es verdadera, es necesariamente verdadera.

No d e b e m o s c o n f u n d i r verdades necesarias c o n a f i r m a c i o n e s

que c o n o c e m o s con certeza. Podemos equivocarnos al pensar que una afirmación es una verdad necesaria. ¡Las personas c o m e t e m o s

C a p í t u l o I. MOSTRAR LO QUE OTROS OCULTAN

29

errores en matemáticas! N o hay que pensar que las verdades necesarias son obvias. Pueden ser difíciles de descubrir. La ignorancia y

el error, ambos, son posibles c o n respecto a las verdades necesa-

rias o a priori. El p u n t o es que las descubrimos mediante el razona-

miento, y n o solamente a través de la investigación empírica.

3) La tercera explicación de lo a priori es metafórica. Nuestros

c o n c e p t o s s o n c o m o lentes o gafas a través d e los cuales m i r a mos el m u n d o . Un c o n c e p t o es una manera de pensar o de mirar.

Si u n o n o tiene los lentes o los c o n c e p t o s a p r o p i a d o s , entonces no puede reconocer lo q u e mira. Por e j e m p l o , u n h o m b r e de la

Edad de Piedra n o puede reconocer una c o m p u t a d o r a p o r q u e n o

tiene el c o n c e p t o " c o m p u t a d o r a " . Un niño de d o s años no tiene el c o n c e p t o de i n t r o v e r t i d o . Si u n o n o t i e n e el c o n c e p t o de a m i -

go, n o puede reconocer a o t r o s c o m o amigos. Los c o n c e p t o s d e finen la manera c o m o m i r a m o s , pensamos y s e n t i m o s el m u n d o .

Son nuestros lentes.

(Un ejemplo un p o c o más abstracto: vemos q u e el m u n d o cons-

ta de objetos en el espacio. Vemos el m u n d o a través de este lente

o c o n c e p t o . Quizás hay otras maneras de mirar y de pensar el m u n do. Tal vez aquella que aprendemos de la mecánica cuántica: que el m u n d o n o consiste realmente de o b j e t o s materiales. Un o b j e t o debe

tener una posición definida en u n t i e m p o definido, pero los elec-

trones n o los tienen. En la mecánica cuántica, las partículas están

superpuestas. Esto significa que n o tienen una ubicación definiti-

va, sólo un rango de probabilidades, hasta q u e s o n medidas. Esto se aplica a otras características de las partículas subatómicas, c o m o

su masa y velocidad. Sería erróneo pensar en estas partículas c o m o pequeñas bolas de billar, ya que n o son objetos.)

Cuando hacemos investigación empírica, examinamos una par-

te del m u n d o ; pero, para hacerlo, d e b e m o s m i r a r a través de un

juego de lentes o c o n c e p t o s . En la filosofía estudiamos los lentes.

Investigamos el c o n c e p t o a través del cual m i r a m o s normalmente.

Mejorar la comprensión requiere reformar n u e s t r o s c o n c e p t o s o lentes. Una manera de caracterizar la filosofía es decir que se trata

del estudio de los c o n c e p t o s . En otras palabras, la filosofía consis-

te en pensar acerca de nuestras maneras de pensar.

30

INTRODUCCIÓN A LA, PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

En la investigación empírica, u n o tiene que intentar verificar o

refutar oraciones empíricas acerca del m u n d o , mediante observa-

ciones. Esto es equivalente a mirar a través del lente. En la ciencia

empírica, en lugar de examinar el lente, observamos el m u n d o a

través suyo. En la filosofía, en c a m b i o , miramos el lente para e s t u -

diar sus rasgos. Así, la filosofía es el estudio de cómo d e b e m o s pensar en un área particular. ¿Cómo d e b e m o s examinar los lentes?

Tratando de descubrir verdades a priori, sobre t o d o las que definen

c o n c e p t o s . Descubrimos esas verdades a priori por m e d i o de análisis y argumentos.

Algunos ejemplos Las preguntas conceptuales son amplias. Nos t o p a m o s c o n ellas

en t o d o s los aspectos de nuestra vida. Por ejemplo, consideremos

una investigación empírica ordinaria. Necesitamos hacer un censo

c o m p l e t o de cuántos habitantes hay en la ciudad. Antes de hacer

una investigación empírica, hay preguntas conceptuales que d e b e mos responder: ¿Tendremos en cuenta a las personas que pasaron

la noche en un hotel?; ¿qué pasa c o n los que sólo permanecen tres meses?; ¿y los estudiantes universitarios? No se puede i n f o r m a r

cuántos habitantes hay en la c i u d a d , a menos que antes se haya

r e s p o n d i d o a la pregunta de qué es un habitante. Ésta es una pre-

gunta n o empírica o a priori. Responderla es una condición de la investigación empírica.

En todas las áreas de estudio usamos conceptos. Así, cada c a m p o

tiene su aspecto filosófico propio. Hay filosofía de la biología, de la física, del arte, de la educación, de la historia, de la sociología, de la

economía, del deporte y del diseño. Hay filosofía de la arquitectura,

de la ingeniería, de la medicina, del desarrollo. La filosofía n o se restringe a las ramas tradicionales de metafísica, ética y e p i s t e m o -

logía. Ciertamente, no se confina al e s t u d i o de la historia de la f i l o -

sofía. Vamos a mirar algunas ramas de la filosofía para tener una idea de cómo trabaja.

Capítulo i. MOSTRAR LO QUE OTROS OCULTAN

Psicología ¿Qué es psicología? ¿El estudio de la conducta? Ésta es la d e f i n i -

ción usual, peta la naturaleza de la psicología es c o n c e p t u a l m e n t e discutible. M i e n t r a s algunos piensan q u e d e b e m o s hacer e x p e r i mentos sobre la c o n d u c t a , otros afirman que n o es sólo cuestión

de c o n d u c t a . Algunos dicen, p o r ejemplo, que se debe dirigir a las

causas psicológicas de la conducta, los estados mentales o proce-

sos cognitivos. O t r o s psicólogos incluyen cuadros del inconsciente psicológico. O t r o s afirman que d e b e m o s investigar el f u n c i o n a m i e n -

t o del sistema nervioso y otros dicen que d e b e m o s construir m o d e -

los de cognición similares a los de los c o m p u t a d o r e s . En c o n s e -

c u e n c i a , h a y p r o b l e m a s m e t o d o l ó g i c o s en el e s t u d i o d e la

psicología y éstos son problemas c o n c e p t u a l e s o filosóficos. N o

se resuelven t a n sólo e x p e r i m e n t a n d o , s i n o también clarificando nuestros c o n c e p t o s .

Historia ¿Qué es una buena explicación histórica? Ésta es una pregunta a priori. ¿Qué causó la caída del Imperio Romano?, es una pregunta

empírica. En la historia, buscamos las razones q u e explican la Re-

forma, la Revolución Industrial, la expansión del Imperio Inca. Pero

también n e c e s i t a m o s hacer la pregunta n o empírica: ¿qué ingre-

dientes d e b e incluir una explicación histórica? C o n s i d e r e m o s la

Segunda Guerra M u n d i a l . ¿Debemos pensar en las psicologías de líderes c o m o Hitler o Chamberlain? ¿ O tal vez la historia debe c o n -

cernir a la masa t o t a l de las personas? Otra posibilidad es que las explicaciones históricas abarquen las fuerzas económicas o los ras-

gos estructurales de la sociedad alemana de la época. Por o t r o lado, quizá d e b a m o s discutir las condiciones culturales q u e causaron la

guerra. Éstas son preguntas conceptuales acerca de la historia.

Biología Las b a c t e r i a s están vivas, ¿pero l o están los virus? ¿ Q u é h a c e

q u e una cosa viva?, ¿acaso c i e r t a s f u n c i o n e s ? Un virus parece

c u m p l i r m u c h a s de esas f u n c i o n e s . ¿ Q u é es una cosa viva? Algo

32

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

q u e crece, c o m e y respira. O t r a p r e g u n t a : ¿ c ó m o d e b e m o s c l a s i ficar las especies?; ¿qué es una especie? Para saber cuántas e s pecies h a y e n la cuenca del A m a z o n a s , u n o debe saber qué es una especie. Una más: ¿cuándo es c o r r e c t o explicar h e c h o s b i o lógicos e n c u a n t o a propósitos? Todas éstas s o n p r e g u n t a s d e la filosofía d e la biología.

Economía Tanto la m i c r o c o m o la macroeconomía involucran a f i r m a c i o n e s

conceptuales. Por ejemplo, los precios se fijan en el p u n t o en q u e la demanda marginal es igual a la oferta marginal. Ésta es una afirmación a priori. Ofrece una parte d e l armazón c o n c e p t u a l d e la

microeconomía. Define parte d e la racionalidad económica. Según la teoría microeconómica común, las personas revelan sus p r e f e -

rencias a través de las c o m p r a s q u e hacen. Ésta es una suposición

d e f i n i t o r i a o c u l t a en la curva d e la d e m a n d a . ¿ E s correcta?, ¿cuál es la relación entre las preferencias del c o n s u m i d o r y la felicidad humana?

En la macroeconomía, la teoría d e la m o n e d a nos dice q u e M V

es igual a PQ (la c a n t i d a d de d i n e r o en circulación, p o r la velocidad

a la q u e circula, es igual al nivel d e precios p o r la c a n t i d a d d e b i e nes p r o d u c i d o s ) . Ésta también es una afirmación a priori. ¿ D e b e -

mos explicar la inflación en esos términos?

ucacwn ¿ Q u é d e b e n a p r e n d e r l o s n i ñ o s ? ¿ C ó m o se d e b e d e f i n i r e implementar u n plan d e estudios? ¿ E n qué términos se d e b e n d e f i -

nir las metas d e una universidad? Todas éstas son preguntas c o n -

ceptuales. Para responderlas, u n o tiene q u e saber algo acerca d e niños, escuelas y universidades, pero tal c o n o c i m i e n t o n o basta.

Cualquier c a m p o d e e s t u d i o t i e n e u n a s p e c t o empírico y o t r o

c o n c e p t u a l . T r a d i c i o n a l m e n t e , el e s t u d i o científico se ha c o n c e n -

t r a d o casi exclusivamente en los a s p e c t o s empíricos d e la ciencia:

¿ c ó m o establecer o d e m o s t r a r la falsedad d e una hipótesis c o n

Capítulo 1. MOSTRAR LO O JE OTROS OCULTAN

33

experimentos?, o ¿cómo obtener evidencia y analizarla satisfactoriamente? Razonablemente, exigimos que nuestros científicos sepan manejar los métodos de la ciencia empírica c o n cuidado y coraje. Pero la ciencia tiene también una faceta c o n c e p t u a l , y ésta ha sido

menos discutida.

Vida cotidiana En nuestro diario vivir usamos c o n c e p t o s : aburrimiento, diversión,

rutina, trabajo, amistad. Si está considerando qué tipo de trabajo

es mejor para usted, o si está considerando su amistad c o n alguien,

o si reflexiona sobre sus obligaciones c o m o esposo o e m p l e a d o ,

en cada u n o de estos casos usted, p r o b a b l e m e n t e , está haciendo filosofía. Quizás usted hace preguntas c o m o , ¿qué es la amistad,

después de t o d o ? ; ¿qué d e b o buscar en un trabajo? Tales p r e g u n tas buscan redefinir ideas importantes. Son filosóficas p o r q u e n o

estamos buscando únicamente más información, sino también una

mejor manera de organizar lo que ya sabemos. Todos n o s o t r o s lo

hacemos, y t o d o s s o m o s filósofos.

Los negocios, el trabajo, las tertulias, los problemas personales,

todos exigen que pensemos filosóficamente. Es así p o r q u e todas

las acciones nacen en el e n t e n d i m i e n t o , y éste d e b e ser enmarcado

en términos de ideas y c o n c e p t o s . Cuando t e n e m o s que examinar

el armazón c o n c e p t u a l , nos embarcamos en la filosofía.

Cualquier b u e n p e n s a d o r t i e n e q u e r o m p e r el m o l d e de las

viejas maneras de pensar. Tiene que reinventar los c o n c e p t o s vie-

jos. En la m e d i d a en que lo hagamos, seremos filósofos. Einstein

era t a n t o un filósofo de la física c o m o un científico. Jefferson n o

era sólo u n político; era también un filósofo de la política. Más p r o f a n a m e n t e , t o d o s los libros sobre c r e c i m i e n t o p e r s o n a l , sa-

lud y m a n e j o d e n e g o c i o s c o n t i e n e n e l e m e n t o s d e filosofía, pues

tratan de desafiar nuestra manera h a b i t u a l de pensar acerca de

esas cosas. ¡No t o d o s los filósofos están en los d e p a r t a m e n t o s de Filosofía!

Por eso, la filosofía es más que las grandes cuestiones metafísi-

cas y éticas, c o m o el significado de la vida y la existencia de Dios.

34

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

Por eso hay filosofía de la biología, de la economía, del manejo de los negocios, del crecimiento personal, de la política, de la e d u c a ción, d e los medios de comunicación. En cualquier área del c o n o c i m i e n t o en la q u e usemos c o n c e p t o s , el e s t u d i o de esos c o n c e p t o s es la filosofía de esa rama del c o n o c i m i e n t o .

APÉNDICE CIENCIA Y KSPECIMJ^IÓN M u c h a s personas c o n c i b e n q u e los h e c h o s y las o p i n i o n e s s o n o p u e s t o s . Además, i d e n t i f i c a n los h e c h o s c o n los h e c h o s científicos. Por eso, t o d o lo q u e n o sea ciencia, es mera opinión. Y lo q u e es m e r a m e n t e opinión, es sólo cuestión de g u s t o s . Esto implica q u e , c o m o la filosofía n o es c i e n c i a , e n t o n c e s es p u r a m e n t e subjetiva. Esto es un error. A l g u n a s de las razones p o r las c u a l e s es una e q u i v o cación serán t r a t a d a s en el apéndice del capítulo X. Por el m o m e n t o , basta c o n decir q u e las a f i r m a c i o n e s a priori n o s o n empíricas, p e r o t a m p o c o s o n una mera cuestión d e g u s t o . Consideremos dos puntos: Primero: las matemáticas n o c o n s i s t e n e n a f i r m a c i o n e s empíricas. N o son una ciencia empírica. A u n así, n o s o n m e r a m e n t e u n a s u n t o d e g u s tos. U n o p u e d e ser i g n o r a n t e y e q u i v o c a r s e e n matemáticas. Y éstas se basan en a f i r m a c i o n e s a p r i o r i . S e g u n d o : i g u a l m e n t e , en la filosofía, u n o p u e d e c o m e t e r errores o ser ignorante. Algunas d e f i n i c i o n e s s o n mejores y peores q u e o t r a s . Las t e o rías filosóficas p u e d e n ser erróneas. Los a r g u m e n t o s p u e d e n ser débiles. Es así p o r q u e la filosofía c o n s i s t e también e n a f i r m a c i o n e s a p r i o r i . A l g u n a s veces se d i c e q u e los filósofos están e n c o m p l e t o desacuerd o u n o s c o n o t r o s . T o m e m o s cualquier afirmación filosófica y p o d r e m o s hallar a l g u n o q u e esté en d e s a c u e r d o c o n ella. En c o n s e c u e n c i a , en f i l o sofía n o hay p r o g r e s o . Esas a f i r m a c i o n e s s o n e q u i v o c a d a s . En p r i m e r lugar, r e a l m e n t e hay m u c h o más c o n s e n s o en la filosofía d e lo q u e parece a primera vista. Por e j e m p l o , en la filosofía d e la m e n t e , algunos s o n d u a l i s t a s y o t r o s s o n materialistas. Desacuerdo, p e r o éste i m p l i c a el a c u e r d o . El dualista p u e d e decir: "si el a r g u m e n t o d e l lenguaje p r i v a d o fuera sólido, el m a t e r i a l i s m o sería v e r d a d e r o , p e r o el a r g u m e n t o n o es sólido". El materialista p u e d e decir: "si el a r g u m e n t o del lenguaje p r i v a d o fuera débil, el d u a l i s m o sería verdadero, p e r o el a r g u m e n t o es sólido". Hay un p r o f u n d o a c u e r d o aquí acerca d e lo q u e es el a s u n t o c e n t r a l . Gran p a r t e del c o n s e n s o e n filosofía es c o n d i c i o n a l d e esa manera. En o t r a s palabras, c o n s i s t e en u n a c u e r d o m u t u o s o b r e p r o p o s i c i o n e s de la f o r m a «Si p e n t o n c e s q» o «Dado p. se sigue q».

36

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

Por otra parte, el desacuerdo entre los filósofos es más aparente que real: usualmente enfocan sus trabajos en los puntos de desacuerdo, tienden a escribir acerca de ellos. Pero lo hacen así, normalmente, creyendo que ésa es la mejor manera de progresar.

CAPÍTULO DISCUTIR

IJ

A C E R C A

DE

DIOS

Muchas personas piensan que n o puede haber u n argumento sólid o para probar la existencia de Dios, que se trata de una mera cuestión d e fe. Sin e m b a r g o , esa suposición es m u y a m p l i a . Esta afirmación se justificaría, o bien p o r q u e se c o n o c i e r a n t o d o s los posibles argumentos a favor de la existencia de Dios, o bien en el caso de que se tuviera una excelente razón general y a priori para pensar que es imposible probar tal cosa. No se puede recoger la evidencia que señale quién mató a J. F. Kennedy, p o r ejemplo, examinando la composición de las d e p o s i ciones de una ardilla. ¿Por qué no? Lo que cuenta c o m o prueba o evidencia de un hecho dado, no es cuestión de decisión o creencia personal. Aquello que cuenta c o m o evidencia depende en parte del significado de la proposición y de las cadenas causales pertinentes. No hay una cadena causal plausible y pertinente q u e conecte el asesinato c o n la composición de las deposiciones de las ardillas. Quizá p o d e m o s probar que Dios realmente existe. Sin estudiar los argumentos, no p o d e m o s dejar esa posibilidad por fuera. Tenemos q u e examinar las mejores pruebas de la existencia de Dios, cuidadosamente y sin prejuicios. Además, la creencia personal o la fe n o pueden contar c o m o evidencia para probar la existencia de Dios, o para probar lo c o n t r a r i o . Lo verdadero o lo falso n o d e p e n de de nuestras creencias. La afirmación "Dios existe" es verdadera

38

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

o falsa, y la verdad o falsedad de las proposiciones n o depende de las creencias de alguien. La afirmación de que Dios existe no d e pende de si alguien es ateo, agnóstico o creyente. Dios existe o no, i n d e p e n d i e n t e m e n t e de lo que creamos. A u n q u e t o d o el m u n d o crea q u e es verdad, eso n o la hace verdadera. Lo m i s m o si es falsa. Así, quizá hay realmente un argumento sólido para probar la existencia de Dios. Miremos.

EL

PRIMEIS M O V I M I E N T O

Quizá la mejor evidencia de la existencia de Dios está siempre ante nuestros ojos. ¡Usted la está viendo en este m o m e n t o ! El universo

m i s m o . Sin duda alguna, el universo existe. Sea lo que sea, algo

existe, y la t o t a l i d a d de lo que existe es el universo. Por más que lo

pensemos, lo más n o t o r i o es que alguna cosa existe. ¿Cómo puede

ser que algo exista? Parece que hay dos posibilidades: o ha existido s i e m p r e , o ha llegado a ser. Y si llegó a ser, debe de haber una

explicación. La única explicación posible del nacimiento del univer-

so es Dios.

Según esta línea de pensamiento, el primer a r g u m e n t o a favor

de la existencia de Dios es c o m o sigue: 1. Algo existe

2. Si algo existe, entonces h u b o un primer evento 3. T o d o debe tener una causa 4 . Debe de haber una causa del primer evento 5. La única causa posible del primer evento es Dios 6. Por lo t a n t o , Dios existe Este a r g u m e n t o es lógicamente válido. Ahora la pregunta es: ¿son

verdaderas las premisas?

Tal vez la más i n q u i e t a n t e de las premisas es la segunda ("Si algo

existe, entonces h u b o un primer evento".} Consideremos el razon a m i e n t o a su favor. La idea es que debe de haber un primer e v e n -

to, p o r q u e para la cadena de razonamientos es i m p o s i b l e continuar

C a p í t u l o I I . DISCUTIR ACERCA DE DIOS

39

por siempre. Un a c o n t e c i m i e n t o debe tener una causa, y ésta a su

vez otra, y así sucesivamente, pero no para siempre. ¿Por qué no?

Si la cadena se extendiera por siempre en el pasado, entonces t e n -

dríamos c o m o un i n f i n i t o número de deudas q u e ningún d i n e r o podría pagar. En tal caso, la deuda primitiva u original n o puede ser

pagada. Según esta analogía, una cadena infinita de causas no podría

explicar los a c o n t e c i m i e n t o s actuales. Nos quedaríamos c o n una

deuda explicativa en nuestras manos. Por consiguiente, tiene que haber un primer evento.

Ésta es una manera de explicar el r a z o n a m i e n t o que apoya la

segunda premisa en el a r g u m e n t o . ¿Logra realmente justificarla?

La debilidad de este argumento a favor d e la segunda premisa es

que para concluir que una cadena infinita de causas no puede explicar los eventos en el presente, se apoya en una analogía.

Sin embargo, podría argumentarse q u e la serie infinita de a c o n -

tecimientos pasados, c o m o un t o d o , debe tener una causa, y que la única causa posible de esta serie infinita es Dios.

En vista de estas consideraciones, quizás la premisa más débil

del argumento anterior n o es la segunda, sino la quinta ("La única

causa posible del primer evento es Dios".) Esta premisa tiene dos tipos de problemas. En primer lugar, ¿podemos pensar en otra p o -

sible causa del primer evento? A d v i e r t o q u e esta premisa no afirma: la causa del primer evento es Dios. Puesta así, esta premisa seria

una petición de principio. La frase "Dios es la causa del primer even-

t o " , asume que Dios existe, y por eso no presenta ninguna e v i d e n -

cia para la conclusión q u e a f i r m a . Es u n a r g u m e n t o c i r c u l a r : concluimos que Dios existe, sólo p o r q u e lo pres uponemos .

La quinta premisa afirma que la única causa posible del primer

evento es Dios. Escrita de ese m o d o , la premisa n o asume la exis-

tencia de Dios. Para refutar la quinta premisa, t e n e m o s que mostrar

que aparte de Dios, hay otras posibles causas del primer evento. Si hay otras posibles causas del primer e v e n t o , entonces la premisa

es falsa.

En e f e c t o , hay o t r a s p o s i b l e s causas del p r i m e r e v e n t o , p o r

e j e m p l o : el universo m i s m o ; B l o d ; Gog; G o p . Si Dios es un ser

40

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

o m n i s c i e n t e , o m n i p o t e n t e y t o d o b o n d a d o s o , entonces Blod p o dría ser muy sabio (pero n o o m n i s c i e n t e ) , o m n i p o t e n t e y t o d o b o n d a d o s o ; G o g podría ser o m n i s c i e n t e , m u y p o d e r o s o (pero n o o m n i p o t e n t e ) y t o d o b o n d a d o s o , y G o p podría ser o m n i s c i e n t e , o m n i p o t e n t e y m u y b o n d a d o s o (pero n o t o d o b o n d a d o s o ) . Tai vez, la causa del p r i m e r evento n o es ningún ser en a b s o l u t o . En otras palabras, n o hay únicamente una

posible causa del primer

e v e n t o . La q u i n t a premisa declara que sólo hay una posible causa y, en consecuencia, esta premisa es falsa. Por lo t a n t o , el a r g u m e n t o n o es sólido y no aporta ninguna evidencia de la e x i s t e n cia de Dios. En s e g u n d o lugar, o t r a f o r m a de refutar la q u i n t a premisa sería m o s t r a r q u e Dios n o es una p o s i b l e causa del universo. ¿ Q u é es el universo? S e g u r a m e n t e

la definición c o r r e c t a es: t o d o lo

q u e existe. Si Dios existe, e n t o n c e s esta definición i m p l i c a que Dios f o r m a p a r t e del u n i v e r s o y, en este caso, n o p o d e m o s e x p l i car el u n i v e r s o a p e l a n d o a Dios c o m o su causa, aun si Dios existe. Dada esta definición del u n i v e r s o , ¿durante cuánto t i e m p o existe el universo? Si Dios existió antes del p r i m e r e v e n t o , y si hace parte del u n i v e r s o , e n t o n c e s tal vez la respuesta d e b e ser: Dios ha existido p o r s i e m p r e . Consideremos este p u n t o de o t r o m o d o : si Dios existe, e n t o n ces es parte del universo ( t o d o lo que existe) y en este caso, una posible causa del universo es el universo mismo. Por lo t a n t o , Dios no sería una posible causa del universo. Si el universo es t o d o lo que existe, y si Dios existe, entonces

Dios no es una posible causa del universo. Este argumento asume

que una parte del universo no puede ser su causa. Pero esa s u p o s i -

ción es razonable.

JÜL

SEGUNDO

MOVIMIENTO

¿Sabe algo acerca del ADN? El ADN es una molécula extraordinariamente grande y compleja, y no parece p r o b a b l e que una cosa

así ocurra p o r p u r o azar. Visto de esta manera, e s t o parece ser

C a p í t u l o lí.

DISCUTIR ACERCA DE DIOS

4 1

evidencia suficiente de que el universo ha sido diseñado, y la única cosa que podría diseñar el universo es Dios. 1. El universo tiene un orden 2. Si tiene un o r d e n , entonces debe haber un diseño 3. Si hay un diseño en el u n i v e r s o , e n t o n c e s d e b e h a b e r u n diseñador 4. El único diseñador posible del universo es Dios 5. Dios existe Una vez más, hemos c o n s t r u i d o argumento que pueda ser válido.

Así, para evaluarlo, sólo t e n e m o s que preguntar: ¿son verdaderas las premisas?

Podríamos objetar la cuarta premisa de este a r g u m e n t o ("El úni-

co diseñador posible del universo es Dios"), c o n base en las m i s mas consideraciones que hicimos acerca de la q u i n t a premisa del primer argumento en la sección anterior (aquella que dice "La única

causa posible del primer evento es Dios"). Es decir, p o d e m o s o b j e tar que hay otros posibles diseñadores del universo aparte de Dios,

y por eso este segundo a r g u m e n t o no es sólido.

Sin embargo, vale la pena examinar la segunda premisa ("Si el

universo tiene un o r d e n , entonces debe haber un diseño"). El razo-

n a m i e n t o o c u l t o en la segunda premisa es que el orden que vemos

en el universo es muy i m p r o b a b l e , y que, en consecuencia, no p u e -

de ser sólo cuestión de azar: lo más probable es que haya un plan. Esta línea de razonamiento tiene dos problemas.

Primero, la premisa sólo nos ofrece dos alternativas para e x p l i -

car el orden: diseño o azar. Seguramente, éstas n o son las únicas posibilidades. Si n o lo s o n , e n t o n c e s la premisa nos ofrece una

dicotomía falsa. O t r a opción es que el o r d e n en el universo se

d e b a en p a r t e a l e y e s c a u s a l e s .

Por e j e m p l o , la ley

causal

newtoniana (Fuerza = masa x aceleración), que explica m u c h o del

o r d e n que vemos.

En segundo lugar, la suposición oculta en esta segunda premisa es

que el orden no se debe al azar. Pero ésa parece ser una afirmación

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

injustificada. Supongamos que usted tiene un d a d o c o n un billón

de lados. Usted lo tira y aparece el número 587.678.998, y entonces

exclama: "Válgame Dios, ¿se da cuenta de que la p r o b a b i l i d a d de

que aparezca ese número es de u n billón a uno? ¡Esto n o puede ser m e r o azar!" Pero, por supuesto, es p u r o azar, y usted habría exclam a d o lo m i s m o en relación c o n cualquier o t r o número que hubiera

salido. Así, este segundo a r g u m e n t o en favor de la existencia de Dios falla, al igual que el primero.

Dos de los a r g u m e n t o s más c o m u n e s y más interesantes para

probar la existencia de Dios, fallan. Por supuesto, esto n o significa

que ningún argumento a favor de la existencia de Dios pueda tener

éxito. Ausencia de pruebas, n o implica ausencia de existencia.

E L TERCF.R MOVIMIBNTO En esta sección argumentaré que, c o m o es d e f i n i d o tradicional-

mente, hay evidencia para probar que Dios no existe. He aquí el

argumento:

1. Si Dios existe, e n t o n c e s es o m n i p o t e n t e , o m n i s c i e n t e y t o d o bondadoso

2. Si existiera un ser o m n i s c i e n t e y t o d o b o n d a d o s o , entonces no habría ningún s u f r i m i e n t o malo o innecesario 3. Hay s u f r i m i e n t o malo o innecesario

(SIN)

(SIN)

4. Por lo t a n t o , Dios n o existe El sufrimiento es malo c u a n d o hay una razón concluyente para e v i -

tarlo, y es innecesario c u a n d o no es requisito para alcanzar un p r o -

pósito d e i m p o r t a n c i a d e f i n i t i v a . Se p u e d e p e n s a r q u e e s t a s

definiciones son insatisfactorias y preliminares, pero no necesita-

mos una teoría c o m p l e t a de los valores para poder sostener que

hay algún sufrimiento malo o innecesario. ¿Según qué criterios el

sufrimiento es malo o innecesario? No necesitamos tener una gama

de criterios que nos permita poner cada ejemplo de s u f r i m i e n t o en

Jas categorías b u e n o y malo. Basta con tener un e j e m p l o de sufrim i e n t o malo o innecesario.

Capítulo If. DISCUTIR ACERCA DE DIOS

Construí el a r g u m e n t o anterior de m o d o que fuera lógicamente válido, y así d e b a m o s preguntarnos si las premisas son verdaderas. Argüiré q u e las premisas 2 y 3 s o n verdaderas. Por eso, si Dios existe, entonces la primera premisa debe ser falsa. En otras palabras, este a r g u m e n t o implica q u e si afirmamos que Dios existe, entonces tenemos q u e cambiar la definición de Dios. Tenemos q u e concebir a Dios de otra manera (ver Capítulo IV). La segunda premisa es verdadera p o r q u e , si Dios es o m n i s c i e n te, e n t o n c e s c o n o c e el s u f r i m i e n t o m a l o o innecesario, si lo hay. Si es o m n i p o t e n t e , podría cambiarlo. Si es t o d o - b o n d a d o s o , e n t o n ces lo cambiaría. Obviamente, Dios n o eliminaría el sufrimiento q u e no es m a l o o innecesario. Él sólo permitiría el s u f r i m i e n t o b u e n o o necesario, pero debería eliminar el s u f r i m i e n t o m a l o o innecesario. Esto significa q u e si Dios es omnisciente, o m n i p o t e n t e y t o d o - b o n dadoso, ningún s u f r i m i e n t o real puede ser SIN. Antes de examinar la tercera premisa, responderé algunas o b j e -

ciones a la segunda ("si existiera u n ser o m n i s c i e n t e y t o d o p o d e r o so, entonces no habría s u f r i m i e n t o malo o innecesario -SIN-").

Maldad La manera c o m o he presentado el a r g u m e n t o es muy diferente de

la formulación habitual. Lo he h e c h o así para evitar c o m p l i c a c i o -

nes innecesarias. El a r g u m e n t o se formula usualmente en términos

de maldad. Pienso que la maldad, que es un c o n c e p t o teológico, no tiene nada q u e ver aquí. " M a l d a d " sugiere una fuerza malévola

en el universo. Invoca un p u n t o de vista teológico de la ética y en

consecuencia, i n t r o d u c e el debate acerca de si el papel del ser h u m a n o en el universo es luchar c o n t r a la m a l d a d . Lo q u e está en juego en el a r g u m e n t o precedente es algo más simple: el a r g u m e n -

to afirma q u e si hay algún s u f r i m i e n t o m a l o o innecesario, e n t o n -

ces Dios n o existe. El a r g u m e n t o n o es acerca del lugar de la maldad

en el universo; más bien concierne a si la existencia de s u f r i m i e n t o

malo o innecesario es evidencia suficiente contra la existencia de Dios, tal c o m o éste es d e f i n i d o t r a d i c i o n a l m e n t e .

44

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

LiLre albedrío Consideremos el argumento de que Dios n o puede existir p o r q u e hay m a l d a d en el m u n d o . Algunos escritores replican que la m a l dad existe p o r q u e Dios nos ha d a d o libre albedrío, y hemos elegid o l i b r e m e n t e hacer el m a l . La réplica del ateo es: Dios podría haber creado personas que'eligieran l i b r e m e n t e no cometer a c t o s ' m a l o s (o n o tantos). El creyente contesta: la libertad requiere la p o s i b i l i dad real del m a l . Sin embargo, este d e b a t e es irrelevante para el a r g u m e n t o q u e he o f r e c i d o . Es así p o r q u e el a r g u m e n t o no concierne a las causas del s u f r i m i e n t o . N o es pertinente, por ejemplo, si el SIN es causado por la estupidez h u m a n a , la malicia, los desastres naturales o el d e m o n i o . El a r g u m e n t o d e p e n d e de si hay algún s u f r i m i e n t o innecesario, y no de la causa de tal s u f r i m i e n t o . Usted e n c u e n t r a a una persona a g o n i z a n d o en la calle. Hay una razón para detener su dolor, i n d e p e n d i e n t e m e n t e de cuál sea la causa de éste. Usted n o necesita conocer la causa, o buscar un culpable. Ust e d n o necesita preguntar, quién es el culpable de su s u f r i m i e n t o . El a r g u m e n t o es acerca de la existencia de SIN, no de sus causas. En defensa de la réplica del libre albedrío, usted podría afirmar que Dios sólo podía eliminar el s u f r i m i e n t o privando a los h u m a nos de su libertad. A esto c o n t e s t o q u e si algún sufrimiento es necesario para la preservación de la libertad humana, entonces no es un s u f r i m i e n t o innecesario. Este s u f r i m i e n t o es necesario para que tengamos libre albedrío y éste es verdaderamente precioso. Este p u n t o nos devuelve a la tercera premisa. C o m p a r e m o s c u a t r o oraciones: 3:

Hay s u f r i m i e n t o malo o innecesario

NO-3:

No hay ningún s u f r i m i e n t o malo o innecesario

O.IR. 1:

M u c h o s sufrimientos s o n buenos y necesarios

O.IR.

Todos los sufrimientos sirven a algún buen propósito

2

2:

La negación de la tercera premisa de nuestro argumento equivale a afirmar q u e n o hay s u f r i m i e n t o m a l o o innecesario. N o hay 2

O.IR: Abreviatura de "oración irrelevante"

Capítulo 11. DISCUTIR ACERCA DE DIOS

ninguno. Negar la tercera premisa es afirmar NO-3, y para d e m o s trar que NO-3 es falsa, es suficiente c o n presentar u n solo caso de sufrimiento malo o innecesario. I n f o r t u n a d a m e n t e , l o h n Hick parece olvidar este p u n t o . En su libro Eí mal y el amor de Dios, afirma que el a r g u m e n t o del sufrimiento no muestra la inexistencia de Dios porque el sufrimiento es necesario para el desarrollo del alma. Quizá Hick tiene razón. Quizás t e n e mos u n alma que necesita sufrir .para desarrollarse. Sin embargo, éste es un p r o c e d i m i e n t o c o m p l e t a m e n t e irrelevante. Mostrar que algunos o m u c h o s sufrimientos s o n necesarios, o buenos, no basta para refutar la tercera premisa. Para hacerlo, t e n e m o s que mostrar que ningún s u f r i m i e n t o es malo o innecesario. En otras palabras, para o p o n e r n o s al argumento, tenemos que mostrar NO-3 en lugar de O.IR. I. De nuevo, es c o m p l e t a m e n t e irrelevante mostrar que algún sufrimiento es bueno o necesario para nosotros. Puedo estar de acuerdo en que m u c h o s sufrimientos son buenos para nosotros, pero ése n o es el p u n t o . Para negar la premisa 3, u n o tiene que afirmar NQ-3, no O.IR. I. La oración "algún sufrimiento es b u e n o " no ayuda a establecer NO-3: N o hay ningún

sufrimiento malo o innecesario.

Para refutar NO-3 es suficiente c o n mostrar un ejemplo de SIN. Uno solo. Tomemos u n o : u n bebé ardiendo e n llamas (volveré a este ejemplo más adelante). Hick también afirma que quienes se o p o n e n a esta idea están buscando el paraíso perfecto del hedonista, en el cual t o d o s los deseos son satisfechos. Éste parece ser un argumento ad hominem, que imputa m o t i v o s deshonrosos a su o p o n e n t e . Por supuesto, si es así, n o funciona. A u n q u e quienes piensen que las premisas 2 y 3 son verdaderas estuvieran motivados de esa manera, eso n o p r u e ba que las premisas sean falsas. Además, la sugerencia es incorrecta, p o r q u e es el p r o p i o Hick quien debe mostrar q u e el m u n d o está libre de s u f r i m i e n t o malo o innecesario. Usted puede preguntar: ¿es el sufrimiento necesariamente malo? A riesgo d e repetir, pensar que esta pregunta es pertinente es c o meter el m i s m o error d e Hick. Ésa no es la cuestión. U n o puede

46

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

pensar q u e m u c h o del s u f r i m i e n t o es b u e n o para n o s o t r o s , p o r q u e

nos hace fuertes; nos hace pensar audazmente; nos hace valientes,

compasivos, y enfoca nuestra atención en las cosas más i m p o r t a n tes de la vida. Todo esto puede ser verdad, y en este caso, el sufrim i e n t o en general, finalmente, sería una cosa buena. Sin embargo,

la tercera premisa dice que hay algún sufrimiento malo o innecesa-

rio. Para negarla, u n o tiene que m o s t r a r que no hay ningún

sufri-

m i e n t o m a l o o innecesario. El s u f r i m i e n t o que necesitamos para

crecer n o es innecesario. Es un s u f r i m i e n t o necesario. Por e j e m p l o ,

la Biblia dice que si u n o mira a una mujer maliciosamente, u n o debe

arrancar su o j o , echarlo al fuego. Eso es algo muy d o l o r o s o de h a -

cer, p e r o es p o r nuestro p r o p i o bien, y no es nada c o m p a r a d o c o n la felicidad en la otra vida. Si esto es cierto, entonces el s u f r i m i e n t o

q u e p r o d u c e la extirpación del o j o n o es malo o innecesario.

Algunas personas afirman que t o d o lo que ocurre tiene una ra-

zón. Ellos también tratan de negar la tercera premisa ("Hay

sufri-

m i e n t o malo o innecesario"), sin c o n s e g u i r l o realmente. A u n q u e

t o d o tenga una razón, el a r g u m e n t o c o n t r a la existencia de Dios

sigue f u n c i o n a n d o . A u n si nuestras vidas tienen un propósito, el

a r g u m e n t o sirve todavía. Es así, p o r la simple razón de q u e para

derrotar el argumento se tiene que negar la tercera premisa, se t i e -

ne q u e afirmar NO-3. La afirmación de que t o d o tiene una razón n o

lo hace.

Necesidad y utilidad Para probar que el sufrimiento es necesario, u n o tiene que d e m o s -

trar q u e no hay una mejor manera de lograr el o b j e t i v o en cuestión.

S u p o n g a que necesita aprender una lección, p o r e j e m p l o : llevar

siempre consigo la tarjeta de crédito c u a n d o salga de viaje al e x t e rior. Para aprender esta lección, usted sufre un accidente y n o p u e -

de e n c o n t r a r un hospital que lo a t i e n d a . Finalmente, un h o s p i t a l

decide ayudarlo, a pesar del hecho de q u e al parecer usted n o tiene

c o n qué pagar el t r a t a m i e n t o . Gracias a esta experiencia horrible,

u s t e d aprende que es p r u d e n t e llevar la tarjeta de crédito, en caso

d e e m e r g e n c i a . A f i r m a r q u e ese s u f r i m i e n t o era n e c e s a r i o

para

a p r e n d e r la lección, equivale a a f i r m a r q u e no había una m e j o r

C a p í t u l o 11. DISCUTIR ACERCA DE DIOS

manera de aprender la lección. Equivale a decir que un p o c o m e nos de s u f r i m i e n t o n o serviría, que era necesario t o d o . Cuando usted dice que necesita agua, está d i c i e n d o que el agua

es exactamente lo q u e necesita tener. Ninguna o t r a cosa puede t o mar su lugar Eso es lo que implica "necesidad" o "necesario". Decir, "el sufrimiento era necesario", significa que n o podía aprender su

lección de una manera mejor. Al reflexionar sobre el significado de

estos términos, u n o puede ver q u e la afirmación de que todo el s u f r i miento es necesario es demasiado fuerte y p o c o plausible. Implica

que no hay una alternativa mejor.

Estos p u n t o s clarifican el argumento contra la premisa 3. N o basta

con argumentar en favor de O.IR. 2, a saber: t o d o s los sufrimientos

tienen un propósito. O.IR. 2 sólo establece q u e el s u f r i m i e n t o es útil, pero no es evidencia suficiente para afirmar que t o d o s u f r i -

m i e n t o es necesario o bueno. Algo puede ser útil sin que tenga que

ser necesario; para ser necesario, tiene que ser la única y m e j o r

alternativa.

Dios no lo permitiría Algunos de ustedes piensan: "Dios es perfecto, entonces el s u f r i -

m i e n t o en el m u n d o n o puede ser malo o innecesario". Hay que

tener c u i d a d o c o n esto. Uno n o puede presuponer que existe un Dios o m n i p o t e n t e , omnisciente y t o d o b o n d a d o s o , para probar que

no hay SIN. La existencia de Dios, así definido, es aún cuestión de

debate. No p o d e m o s apelar a esa proposición para defenderla, sin

caer en circularidad o petición de principio. C o m p a r e m o s esta idea con este a r g u m e n t o : Dios existe Por lo t a n t o , Dios existe. Éste es un a r g u m e n t o lógicamente válido. P implica P" es una p r o tt

posición verdadera. Sin embargo, el a r g u m e n t o n o es b u e n o p o r -

que presupone la conclusión, y n o presenta ninguna evidencia a su favor. Un a r g u m e n t o circular no ofrece ninguna evidencia para la

conclusión. La afirmación que t e n e m o s a la m a n o es "Dios existe".

48

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

Uno n o puede argumentar c o n t r a la tercera premisa asumiendo que Dios existe: n o puede haber ningún sufrimiento malo o innecesario p o r q u e Dios n o lo permitiría. Esto es asumir que Dios existe y es una petición de principio.

O t r o s significados para

bueno

y

malo

Ésta es una idea tentadora: los términos " b u e n o " y " m a l o " tienen

u n significado c u a n d o se aplican a las acciones humanas, y o t r o

c u a n d o se aplican a Dios. Efectivamente, esta idea implica que Dios

es amoral o, quizá, m o r a l m e n t e trascendente. Una galaxia es a m o ral p o r q u e los términos " m o r a l m e n t e b u e n o " y " m o r a l m e n t e m a l o "

n o son aplicables a ella. No es ni buena ni mala, y en este sentido,

está más allá de la m o r a l i d a d h u m a n a . De todas maneras, si se

argumenta que Dios es c o m o la galaxia, entonces se está negando

la primera premisa y, por s u p u e s t o , esto es precisamente lo que

afirmo: que el argumento de SIN implica que, si Dios existe, e n t o n ces la concepción tradicional debe ser falsa.

Algún sufrimiento malo o innecesario Quizás usted está listo para ir p o r el c a m i n o difícil, para tratar de

argumentar valientemente, sin esconderse tras una nube de vague-

dad, que no hay ningún s u f r i m i e n t o malo o innecesario. Sin embar-

go, sin una apelación circular, a la existencia de Dios para apoyarla,

es difícil ver cómo se puede argumentar en favor de esta a f i r m a -

ción. (Ver atrás la sección "Dios no lo permitiría".)

R. Swinburne parece deseoso de ir por este camino. En su artícu-

lo El problema del mal, divide el mal en dos clases: mal activo, direc-

t a m e n t e causado por las acciones inmorales de las personas y mal pasivo, causado por los eventos y desastres naturales. Él a r g u m e n -

ta que el mal activo es c o m p a t i b l e c o n la existencia de Dios porque

defiende el libre albedrío: Dios d i o libertad a las personas, y esto implica que tienen la capacidad de actuar licenciosamente. T a m -

bién argumenta que el mal pasivo es c o m p a t i b l e c o n la existencia

de Dios, p o r q u e es el resultado de las leyes naturales, y sin tales leyes, n o habría o r d e n y regularidad en la naturaleza. Al parecer,

Capítulo I I . DISCUTIR ACERCA DE DIOS

49

entonces, el mal pasivo es el precio que d e b e m o s pagar por vivir en

un m u n d o regular y ordenado.

Si estos p u n t o s son relevantes para negarla tercera premisa ("Hay

sufrimiento malo o innecesario"), el resultado final del a r g u m e n t o

de Swinburne debe ser q u e no h a y ningún s u f r i m i e n t o malo o i n n e cesario en el m u n d o . Su posición deber ser ésta: t o d o s los e j e m -

plos de mal activo son el precio necesario del libre albedrío, y t o d o s los ejemplos d e mal pasivo son el m o n t o ineludible del orden c a u -

sal. En otras palabras, n o hay ningún s u f r i m i e n t o malo o innecesa-

rio. Esto es lo q u e debe afirmar Swinburne si su p u n t o de vista es

relevante con respecto a la tercera premisa.

¿Es verdadera la tercera premisa? C o m o afirmé atrás, para a r g u -

mentar contra NO-3, es suficiente mostrar un s o l o ejemplo de SIN.

Consideremos el e j e m p l o de u n bebé a r d i e n d o e n llamas. Puede

objetar c o n t o d a s sus fuerzas que n o es u n e j e m p l o d e s u f r i m i e n t o malo o innecesario. Tal vez, la muerte del bebé a manos del fuego

alcanzará u n objetivo desconocido, que servirá a u n propósito m e jor. En ese caso, tendría que construir el ejemplo c o n más cuidado.

Supongamos q u e nadie sabe que el bebé está ardiendo, y que p o r

eso, este e v e n t o terrible n o puede inspirar a alguien para prevenir un sufrimiento peor más adelante. Sin embargo, usted puede afir-

mar que, tal vez, d e haber vivido, el bebé hubiera causado más s u -

f r i m i e n t o ; d e esta m a n e r a , quizá é s t e n o sea u n e j e m p l o d e

sufrimiento malo o innecesario, p o r razones q u e d e s c o n o c e m o s . 3

Tal discusión o m i t e u n p u n t o i m p o r t a n t e . Para mostrar q u e la

premisa 3 es verdadera, es suficiente c o n mostrar u n solo e j e m p l o

de s u f r i m i e n t o malo o innecesario. Pero e s o n o significa q u e es necesario dar tal ejemplo. Tal vez n i n g u n o d e los ejemplos específi-

cos q u e podría dar serían u n e j e m p l o claro e indiscutible de s u f r i miento malo o innecesario. Sin embargo, puede haber otras razones

para pensar q u e hay algún s u f r i m i e n t o d e esa índole, a u n q u e se

pueda discutir cada u n o d e los ejemplos dados. 5

Por e j e m p l o , A l s t o n afirma q u e no p o d e m o s determinar si el mal a p a r e n t e m e n t e innecesario l o es realmente. (Ver ALSTON, W R, "The Inductive Argument from Evil and the Human Cognitive C o n d i t i o n ' , en Philosophica! Perspectives, Vfol. 5 ed. f. Tomberlin, Ridgeview, Atascadero, California.

1991.)

50

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

Por e j e m p l o , a u n q u e se pueda discutir cada ejemplo individual

c o n alguna fuerza o plausibilidad, eso no significa que t o d o s los

e j e m p l o s p u e d e n ser i m p u t a d o s en c o n j u n t o . Una cosa es afirmar de u n e j e m p l o particular: "Éste puede no ser un e j e m p l o de SIN", y

otra bien diferente es afirmar de t o d o s los ejemplos en c o n j u n t o : " N i n g u n o de estos ejemplos puede ser un ejemplo de SIN"..Mien-

tras q u e la primera parece razonable, la segunda lo es mucho m e nos.

Hay una buena razón para pensar que NO-3 es falso. Afirmar

NO-3 es sostener que nunca hay una razón concluyente para evitar

el sufrimiento. Si nunca hay una razón concluyente, entonces, ¿cuál es el o b j e t i v o del r a z o n a m i e n t o práctico? En el razonamiento prác-

t i c o , t r a t a m o s de descubrir, en condiciones de ignorancia e incertid u m b r e , qué es lo mejor que se puede hacer en una circunstancia

dada. Tratamos de hallar una razón concluyente para actuar en s i -

tuaciones particulares. Por supuesto, tener una razón concluyente para actuar involucra más que prevenir SIN. En ocasiones, t e n d r e -

mos una razón concluyente para n o privar a otras personas de su

autonomía, para no encarcelarlas sin razón. No o b s t a n t e , si NO-3

fuera verdadero, e n t o n c e s n o habría nunca una razón concluyente

para prevenir y evitar el sufrimiento, y el r a z o n a m i e n t o práctico es-

taría d e s p r o v i s t o de una parte i m p o r t a n t e de su o b j e t i v o . Es inade-

c u a d o c o n t e s t a r a esto: "Dios sabe m e j o r " , c o m o parece hacerlo Swinburne. Porque eso implica que, si n o s o t r o s conociéramos m e -

jor, e n t o n c e s también podríamos saber - j u s t o c o m o alegaría Dios-

que nunca hay una razón concluyente para evitar el sufrimiento.

CAPÍTULO I I I

PREGUNTARLE LA A DIOS

HORA

Consideremos o t r o p r o b l e m a c o n respecto al c o n c e p t o t r a d i c i o -

nal de Dios. Según éste, Dios está más allá del t i e m p o y c o n o c e el

futuro.

El principio d e bivalencia dice que cualquier proposición clara e 4

inequívoca es verdadera o falsa. Por ejemplo, la afirmación "hay

planetas c o n vida en el sistema solar de Alfa Centauro" es verdade-

ra o falsa. La oración "hay un agujero negro en el c e n t r o de la g a -

laxia" es verdadera o falsa. N o i m p o r t a si sabemos si es verdadera

o no. El principio d e bivalencia se aplica a tales oraciones, aunque

estemos en la ignorancia absoluta.

Ahora pensemos en el p r i n c i p i o de bivalencia c o n respecto al

t i e m p o . Claramente, el principio se aplica a las oraciones acerca

del pasado: "hace 100.000 años a p r o x i m a d a m e n t e , arribó gente a

América del Sur por el Océano Pacífico" es o verdadera o falsa. El

principio también se aplica al presente: " e n este m o m e n t o hay a l -

guien c a n t a n d o Macarena en Alaska" es verdadera o falsa. 4

Michael D u m m c t t distingue entre el principio de bivalencia y ia ley del tercio excluso. El principio de bivalencia afirma que sólo hay dos valores d e verdad. La ley del tercio excluso dice que entre " p " . y " n o p", una debe ser verdadera. La ley del tercio excluso concierne a la negación; el principio de bivalencia concierne a los valores de verdad. Duinmett dice q u e el principio de bivalencia es verdadero y q u e la ley del tercio excluso es falsa. (Ver DUMMETT, M. La verdad y otros enigmas, Fondo d e Cultura Económica, México. 1990.)

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

La pregunta vital y difícil es: ¿se aplica el principio de bivalencia

a oraciones acerca del futuro? Si Dios c o n o c e el futuro, entonces debe haber p r o p o s i c i o n e s acerca d e nuestro futuro que s o n verdaderas, aun si n o lo sabemos. Tiene que haber algo que Dios sabe.

Si Dios c o n o c e el futuro, e n t o n c e s el principio de bivalencia se a p l i -

ca a las oraciones acerca del f u t u r o . En este caso, frases c o m o "luán

será m i l l o n a r i o en el año 2040" s o n verdaderas o falsas.

Sin e m b a r g o , esto implica q u e Juan n o tiene ni alternativa, ni

libre albedrío. Supongamos que la frase anterior es verdadera, e n -

t o n c e s Juan n o puede hacer nada para cambiar el hecho de que será millonario. Supongamos q u e la proposición es falsa, entonces

Juan n o puede hacer nada para cambiar el hecho de que no será

m i l l o n a r i o . Si el p r i n c i p i o de bivalencia se aplica a esta oración,

entonces el futuro de Juan está fijado y él n o tiene libertad. El p u n -

t o de vista según el cual el f u t u r o está fijado, puede ser llamado fatalismo. Si Dios tiene c o n o c i m i e n t o del futuro, e n t o n c e s d e b e -

mos concluir que el fatalismo es verdadero, y que no tenemos libre

albedrío. El a r g u m e n t o es c o m o sigue:

Argumento

1

1. Si Dios c o n o c e el futuro, e n t o n c e s el principio de bivalencia es verdadero respecto de p r o p o s i c i o n e s acerca del futuro 2. Si el principio d e bivalencia es verdadero c o n respecto a p r o -

posiciones acerca del futuro, e n t o n c e s no tenemos libre albedrío

3. Por lo tanto, si Dios tiene c o n o c i m i e n t o del futuro, entonces

no t e n e m o s libre albedrío.

D e b e m o s c o n f i r m a r si este a r g u m e n t o es lógicamente válido.

Tiene la siguiente forma: Si A entonces B Si B entonces C

Por lo t a n t o , si A e n t o n c e s C

Capítulo 111. PREGUNTARLE LA HORA A DÍOS

53

¡-r-Dado q u e el a r g u m e n t o es válido, d e b e m o s p r e g u n t a r si las premisas s o n verdaderas. Pero antes, algunas aclaraciones. Este argumento n o afirma q u e Dios fije el futuro previamente. Ése n o es el p u n t o . El p u n t o es si el futuro es c o m o el pasado. El pasado está determinado: lo q u e pasó, pasó. El principio de bivalencia se a p l i ca al pasado. La cuestión es si se aplica al futuro. Otra aclaración: el argumento precedente n o es el m i s m o q u e el llamado determinismo causal. El d e t e r m i n i s m o es la afirmación de que, c o m o las causas determinan los efectos y t o d o e v e n t o tiene una causa, hay predeterminación causal, y p o r eso n o hay libertad. Esto es c o m o el c u e n t o de la piedra: Había una vez una piedra; un muchacho la recogió y la arrojó a una ventana. La piedra voló p o r el aire. Mientras volaba, pensó: "¡Hurra, éste es u n buen paseo; p o r fin soy libre!" Un segundo más tarde, la piedra se fue contra la v e n tana. En un s e n t i d o , estaba d e t e r m i n a d o q u e la piedra chocaría contra la ventana. Si u n o tira una masa sólida c o n fuerza suficiente, entonces puede saber el efecto d e a n t e m a n o , siempre y c u a n d o n o haya interferencia. Éste es el d e t e r m i n i s m o causal. Y n o es lo q u e nos preocupa ahora. La cuestión es si el principio de bivalencia se aplica al futuro. Volvamos al argumento para considerar las premisas. Para ver el razonamiento o c u l t o detrás de la segunda premisa ("Si el p r i n c i p i o de bivalencia es verdadero c o n respecto a p r o p o s i c i o n e s acerca del futuro, entonces no tenemos libre albedrío"), consideremos l o siguiente. Para cualquier afirmación acerca del futuro, el p r i n c i p i o de bivalencia afirma q u e es o verdadera o falsa. Imagine q u e usted tiene una caja negra. O hay o n o hay una araña en esa caja negra. Si es verdad que ahora hay una araña allí, u n o n o puede hacer nada para cambiar ese hecho. Si es verdad q u e hay una araña allí, e n t o n ces la hay. C u a n d o la abra, la hallará a d e n t r o . Si el p r i n c i p i o d e bivalencia es verdadero, entonces exactamente así es nuestra relación c o n el futuro. La segunda premisa dice que si el futuro es c o m o una caja negra, entonces no t e n e m o s libre albedrío. Lo q u e el f u t u ro tiene para n o s o t r o s ya está allí en la caja. N i n g u n o d e n o s o t r o s puede cambiarlo. Es así sólo porque no p o d e m o s abrir la caja s i n o después.

54

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

S u p o n g a m o s entonces q u e las premisas del A r g u m e n t o 1 son verdaderas. Si esto es cierto, y si t e n e m o s libre albedrío, entonces Dios n o c o n o c e el futuro (porque n o hay proposiciones verdaderas acerca del futuro para q u e él las conozca). El argumento es:

Argumento

2

4. Si Dios c o n o c e el futuro, entonces el Principio de bivalencia se aplica a enunciados acerca del f u t u r o y no tenemos libre albedrío 5. Tenemos libre albedrío 6. Por t a n t o , Dios n o c o n o c e el futuro Una razón para pensar que t e n e m o s libre albedrío es que éste es

un prerrequisito para t o m a r cualquier decisión. Todas las d i f e r e n -

tes formas de planificación, incluidas las del trabajo y la m o r a l i d a d ,

y preguntas c o m o ¿cómo d e b o vivir?, presuponen el libre albedrío.

Ninguna de estas actividades tendría sentido si no tuviéramos libre

albedrío.

Si t e n e m o s libre albedrío, e n t o n c e s el futuro no es c o m o una

caja negra. Si el principio de bivalencia fuese falso c o n respecto al futuro, entonces las oraciones acerca del futuro no serían ni verda-

deras ni falsas. Serían neutras. Serían indeterminadas. Habría una

disparidad fundamental entre el pasado y el futuro. Con respecto a

las proposiciones acerca del pasado, el principio de bivalencia sería verdadero, pero no lo sería c o n respecto al futuro. El futuro n o

sería c o m o una caja negra.

Debemos examinar críticamente estos dos argumentos a favor

de la tesis de q u e Dios n o puede conocer el futuro. Sin embargo,

por m o t i v o s de s i m p l i c i d a d , asumiré que t e n e m o s algún t i p o de

libre albedrío. En otras palabras, supondré que s o m o s capaces de

realizar acciones que m o d i f i c a n el m u n d o , esto es, q u e las cosas

hubieran sido diferentes si alguna persona no hubiera a c t u a d o , y

que las cosas serán diferentes en el futuro si no actuamos ahora. Dada esta suposición, la premisa crucial en el a r g u m e n t o 2 es la

p r i m e r a ( Si M

D i o s c o n o c e el f u t u r o , e n t o n c e s el p r i n c i p i o de

Capítulo 11!. PREGUNTARLE LA HORA A DIOS

55

bivalencia se aplica a enunciados acerca del futuro y n o t e n e m o s libre albedrío"), la cual es en efecto la conclusión del A r g u m e n t o I. La premisa controversia! del A r g u m e n t o 1 es la segunda ("Si el p r i n cipio de bivalencia es verdadero c o n respecto a proposiciones acerca del futuro, entonces no t e n e m o s libre albedrío"). Así, es en éstas donde d e b e m o s enfocar nuestra atención. Sin embargo, antes de considerar las objeciones a la premisa 2

del A r g u m e n t o I, deseo defender la afirmación general de que el futuro n o puede ser c o n o c i d o p o r q u e todavía no hay nada para

conocer. Alguien podría objetar q u e p o d e m o s tener c o n o c i m i e n t o

del f u t u r o porque p o d e m o s hacer predicciones verdaderas justifi-

cadas. La idea es que las ciencias consisten ampliamente en pred i c c i o n e s v e r d a d e r a s j u s t i f i c a d a s y, p o r t a n t o , n o s o f r e c e n c o n o c i m i e n t o del futuro. Por e j e m p l o , sabemos que el sol saldrá

mañana. La respuesta a esta objeción es simple: estrictamente h a -

blando, las predicciones justificadas sobre sucesos futuros no c o n s -

tituyen c o n o c i m i e n t o del futuro p o r q u e tales predicciones n o se

han h e c h o verdaderas todavía. "El sol saldrá mañana" n o es verda-

dera todavía. Aún así, c o n toda p r o b a b i l i d a d , será verdadera m a ñana. Cuando afirmamos que es c i e r t o que el sol saldrá mañana, no q u e r e m o s decir que ahora es verdad que saldrá mañana. Hasta hoy, es una posibilidad n o realizada. Con toda p r o b a b i l i d a d , esa

posibilidad se realizará mañana. La predicción está justificada por-

que n o hay buenas razones para creer q u e el sol n o saldrá maña-

na. Toda la evidencia indica q u e saldrá. En este s e n t i d o , es una predicción justificable. Sin e m b a r g o , sólo llegará a ser verdadera

mañana al alba. Una predicción exitosa es aquella que llega a h a cerse verdadera.

Hay d o s objeciones contra la segunda premisa del A r g u m e n t o 1,

el cual pretende probar que el h e c h o de que Dios conozca el futuro implica el fatalismo. La primera objeción consiste en la idea de que la premisa 2 de este argumento está basada en una falacia m o d a l . La falacia consiste en argumentar desde:

a) Necesariamente (si el enunciado "Juan será billonario en el año 2040" es ahora verdadero, e n t o n c e s Juan será un billonario en el

año 2040)

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

56

hasta: b) Si el e n u n c i a d o "Juan será un b i l l o n a r i o en el año 2 0 4 0 " es ahora verdadero, entonces necesariamente Juan será un billonario en el año 2040. En otras palabras, es una falacia argumentar desde: L (A —> B) hasta: A - > LB, Donde 'L es el operador de necesidad (es decir, sustituye la e x p r e sión "necesariamente"). La objeción es q u e la premisa 2 del A r g u m e n t o 1 requiere q u e las oraciones acerca del futuro sean lógicamente fijas. La objeción afirma que u n o no puede deducir proposiciones de la forma b) a partir de proposiciones de la forma a). En otras palabras, no puede deducirse b) c o n base en a), aunque a) sea verdadera. Si esta o b j e ción es correcta, e n t o n c e s el fatalismo n o está i m p l i c a d o p o r la bivalencia (en otras palabras, si la objeción es cierta, entonces la premisa 2 del A r g u m e n t o I es falsa: la aplicación del PDB a o r a c i o nes q u e versan sobre el futuro n o implica el fatalismo). Sin embargo, n o pienso que el a r g u m e n t o a favor de la premisa 2 requiera la afirmación de que los eventos futuros son lógicamente necesarios y he tratado de evitar esa sugerencia en mi presentación del a r g u m e n t o I. T i j o " n o tiene q u e significar "lógicamente necesario". El fatalismo implica q u e u n o n o puede cambiar el futuro, pero la expresión " n o p u e d e " n o es una expresión lógica en este c o n t e x t o . No significa q u e esos eventos tengan, lógicamente, q u e ocurrir. Casi desde cualquier p u n t o de vista, u n o n o puede cambiar el pasado, pero esto n o significa q u e el pasado tenía q u e ocurrir, lógicamente, de la manera c o m o ocurrió. El fatalismo es la concepción según la cual u n o n o puede cambiar el futuro, de manera muy similar a c o m o u n o n o puede cambiar el pasado. El a r g u m e n t o afirma q u e si el p r i n c i p i o de bivalencia es v e r d a d e r o c o n r e s p e c t o a e n u n c i a d o s acerca del pasado, así c o m o del futuro, entonces a m b o s -el pasad o y el f u t u r o - son igualmente inalterables.

Capítulo I I I . PREGUNTARLE LA HORA A DIOS

La segunda objeción a la premisa 2 del A r g u m e n t o I es que esa

premisa presupone la idea de verdades esencialmente temporales.

El razonamiento a favor de la premisa 2 utiliza frases c o m o s i ahora u

es cierto que Juan será m i l l o n a r i o en el año 2040, entonces n o hay

nada que podamos hacer para cambiar eso". Ese razonamiento hace

referencia a verdades que esencialmente utilizan términos deícticos

o temporales tales c o m o "lo que es verdadero ahora". Algunos filósofos argumentan que la bivalencia puede aplicarse a enunciados

acerca del futuro sin que el fatalismo sea verdadero, p o r q u e todas las verdades pueden ser expresadas c o m o verdades intemporales

o eternas. Las verdades temporales, tales c o m o "P es verdadero

ahora" deberían ser reemplazadas por verdades intemporales, tales c o m o "el e n u n c i a d o : 'el evento E ocurrió el 5 d e septiembre d e l 2 0 0 1 ' es verdadero". De esta forma, u n o podría desafiar la premisa

2. Este desafío depende de la idea de verdades intemporales o eter-

nas o, más bien, d e que todas las verdades pueden ser expresadas

en términos intemporales.

TlLMPO Apliquemos estos p u n t o s al t i e m p o . Hay dos tradiciones igualmen-

te antiguas acerca d e la naturaleza del t i e m p o . Una es el p u n t o d e

vista B del t i e m p o ; la otra p o d e m o s llamarla el p u n t o d e vista A, que tal vez está más de acuerdo c o n el sentido común.

Según el p u n t o d e vista A, los eventos están o r d e n a d o s en la

serie-A: pasado, presente y futuro. De estos tres, sólo el pasado y el presente son reales. Los sucesos futuros no han o c u r r i d o , y por ello

no son reales. La afirmación de q u e no hay hechos c o n respecto al

futuro requiere la concepción A del t i e m p o .

Por otra parte, según el p u n t o de vista B, los eventos están o r d e -

nados en la serie-B: antes de, simultáneo con, y después de. Esta

serie n o menciona el "ahora". N o distingue en a b s o l u t o entre el

pasado y el futuro c o m o tales, sólo entre antes y después. De acuerd o c o n el p u n t o de vista B, t o d o s los m o m e n t o s e n el t i e m p o son

igualmente reales. La diferencia entre presente, pasado y futuro (en

otras palabras, la serie-A) es una ilusión d e perspectiva: nos parece

58

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

que el t i e m p o está d i v i d i d o así, p e r o en realidad n o es así. En la realidad, los eventos están o r d e n a d o s d e acuerdo c o n las relaciones temporales de la serie-B: antes y después, pero n o en relación c o n algún m o m e n t o presente o c o n el ahora. Según el p u n t o d e vista B, e n la realidad n o hay distinción entre pasado y futuro, sólo entre antes y después. Reiteremos las diferencias e n t r e las d o s c o n c e p c i o n e s del t i e m -

p o c o n u n p o c o más de c u i d a d o . La concepción A requiere la afir-

mación d e q u e hay h e c h o s e s e n c i a l m e n t e t e m p o r a l e s q u e n o

p u e d e n ser c a p t u r a d o s c o n e n u n c i a d o s i n t e m p o r a l e s . Tales h e -

c h o s t e m p o r a l e s incluyen e n u n c i a d o s acerca de lo q u e está o c u -

r r i e n d o a h o r a . La concepción B d e l t i e m p o rechaza la idea d e

hechos t e m p o r a l e s . Afirma q u e t o d o s los hechos p u e d e n ser r e -

feridos y c a p t u r a d o s c o n verdades i n t e m p o r a l e s , tales c o m o "John

caminó en el parque el 5 d e s e p t i e m b r e del 2010", las cuales s o n

verdaderas en cualquier época. Esta concepción n o rechaza la idea de enunciados

t e m p o r a l e s c o m o t a l ; s i m p l e m e n t e niega q u e tales

e n u n c i a d o s t e m p o r a l e s c a p t u r a n o recogen hechos t e m p o r a l e s . La concepción B rechaza la idea d e hechos temporales.

Según el p u n t o de vista B, hay una profunda analogía entre el

e s p a c i o y el t i e m p o . T o d a s las p o s i c i o n e s en el e s p a c i o s o n

coexistentes e igualmente reales: cualquier lugar en el espacio es igual de real a o t r o ; Colombia es t a n real c o m o Singapur o c o m o

Marte. El sitio que está allá lejos c u a n d o usted señala c o n el d e d o ,

es t a n real c o m o el sitio d o n d e usted está parado . Cuando t o m a 3

mos el espacio en analogía c o n el t i e m p o , tratamos t o d o s los m o m e n t o s en el t i e m p o c o m o i g u a l m e n t e reales, c o m o t o d a s las

posiciones en el espacio. En la vida normal, utilizamos la analogía

espacial con respecto al t i e m p o : d e c i m o s que el pasado está detrás de nosotros, el futuro adelante, enfrente de nosotros, en el h o r i z o n te, distante. Según el p u n t o de vista B, esas analogías son aptas.

De acuerdo con el p u n t o d e vista A, tratar el t i e m p o en analogía

c o n el espacio es p r o f u n d a m e n t e engañoso. El t i e m p o n o es c o m o

el espacio. Todas las posiciones en el espacio coexisten, pero los 5

Aunque la teoría de la relatividad especial de Einstcin requiere que hagamos algunas cualificaciones sobre esta frase, resultan irrelevantes para nuestros propósitos ahora.

Capítulo I I ! . PREGUNTARLE LA HORA A DIOS

59

m o m e n t o s en el t i e m p o n o : el futuro aún n o existe, es decir, n o ha ocurrido todavía. La diferencia entre el presente y el futuro n o p u e de ser representada neutralmente sin ser malinterpretada. De acuerdo con el p u n t o de vista A acerca del t i e m p o , la analogía espacial es engañosa.

E L FATALISMO Y n i . TIEMPO ¿Cuál de estos p u n t o s de vista tiene algo que ver con el fatalismo?

Si hay hechos temporales, c o m o lo afirma la concepción A, e n t o n -

ces p o d e m o s argumentar que la premisa 2 del A r g u m e n t o 1 está

justificada. Esto p o r q u e la objeción a la premisa 2 era que ésta re-

quería la idea de verdades esencialmente temporales, cuando, por

el c o n t r a r i o , t o d a s las verdades pueden ser expresadas i n t e m p o ralmente. Si la concepción A del t i e m p o es correcta, entonces la

idea de verdades esencialmente temporales, tales c o m o l u á n será

billonario", resulta vindicada. Por otra parte, si la concepción B del

tiempo es correcta, entonces la premisa 2 n o puede ser justificada

y el A r g u m e n t o I n o es sólido.

Ahora p o d e m o s reunir las afirmaciones y las presuposiciones de

los argumentos I y 2. Podemos concluir que, suponiendo que t e n e -

mos libre albedrío, y que la concepción A del t i e m p o es correcta,

entonces Dios no puede conocer el futuro.

¿Hay alguna razón para pensar que el p u n t o de vista A acerca

del t i e m p o es correcto? Si el p u n t o de vista A es correcto, entonces

es posible afirmar que las oraciones acerca del futuro n o son ni

verdaderas ni falsas, porque los eventos futuros n o han o c u r r i d o todavía. Tales oraciones no son, todavía, ni verdaderas ni falsas.

Son indeterminadas. En términos del principio de bivalencia, éste

se aplica a o r a c i o n e s acerca del pasado y del presente, pero es falso con respecto al futuro. Ésta es la explicación del significado

de la afirmación: "el futuro no es real aún porque los eventos f u t u -

ros no han o c u r r i d o todavía". Hay un tercer valor de verdad; ni ver-

dadero ni falso, sino indeterminado, que se aplica a las oraciones

acerca del f u t u r o . Esto nos ofrece una manera de explicar la dife-

rencia entre el pasado y el presente, por un lado, y entre estos d o s

60

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

y el futuro, p o r el o t r o ; y esta explicación concuerda c o n nuestra

concepción d e sentido común acerca del c a m b i o y del devenir Sin embargo, éste es un p u n t o de mucha controversia en la literatura filosófica sobre el t i e m p o .

6

Afirmar que el p u n t o de vista A es c o r r e c t o , n o es en a b s o l u t o lo

m i s m o que decir que n o sabemos nada del futuro. Si el principio de bivalencia n o es aplicable a enunciados acerca del futuro, e n t o n c e s

no hay oraciones verdaderas acerca del futuro. Eso significa q u e n o

hay nada para conocer todavía; n o hay nada acerca de lo cual sea-

m o s ignorantes. N o hay nada q u e incluso Dios pueda c o n o c e r o

ignorar.

Revisar, por ejemplo, el capítulo III de LE POINDFVIN, R. y MURRAY M . (eds). Philosopfiy o¡

Time, Oxford University Press, O x f o r d , 1993.

CAPÍTULO

IV

OTRAS MANERAS DE PENSAR E N DIOS

Recientemente ha habido un fuerte debate sobre la existencia de Slodevich, A d e s p e c h o de la opinión pública, la pregunta simple ¡es: ¿cree usted que Slodevich existe? Por supuesto, u n o no puede contestar la pregunta a menos que sepa qué o quién es Slodevich. Esto significa que si uno piensa que puede responder la pregunta "¿existe Dios?", entonces u n o sabe qué es Dios. En los capítulos anteriores vimos que si Dios existe, la definición tradicional de Dios, c o m o un ser absolutamente perfecto, n o puede ser correcta. El o b j e t i v o del presente capítulo es c o m e n z a r d e nuevo: en l u gar de preguntar "¿existe Dios?" (como lo hicimos en los capítulos anteriores), d e b e m o s responder a "¿qué es Dios?" En otras palabras, en los capítulos anteriores h i c i m o s un salto de la p r i m e r a fase de la filosofía a la tercera, e i g n o r a m o s la segunda fase: el análisis. Ya que Dios n o puede ser c o n c e b i d o de la manera t r a d i cional, esto es, c o m o un ser a b s o l u t a m e n t e p e r f e c t o y e t e r n o , n e cesitamos esta segunda fase. No d e b e m o s c o n t e s t a r a "¿existe Dios?", antes de resolver "¿qué es Dios?" Una p a r t e c o n s i d e r a b l e de la filosofía de la religión a s u m e

una perspectiva c r i s t i a n a ; aún peor, a s u m e una rama p a r t i c u l a r

d e n t r o de esta tradición, i g n o r a n d o el p e n s a m i e n t o gnóstico,

62

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

p o r e j e m p l o . La mayoría de n o s o t r o s asume que Dios es un ser 7

o m n i p e r f e c t o , separado del universo q u e creó. Esta suposición, que impregna mucha de la literatura en la filosofía de la religión, nos

i m p i d e c o m p r e n d e r mejor el asunto: hace q u e c o m e n c e m o s la d i s -

cusión acerca de si Dios existe, y de las implicaciones que tiene para la vida humana, sin que primero averigüemos qué es Dios p r o -

p i a m e n t e . De esta manera, se t i e n d e a c o n f u n d i r la defensa o la

crítica de una tradición, c o n la investigación filosófica de la n a t u r a leza de Dios. La filosofía de Dios n o necesita ser la filosofía de la

religión. Las religiones son instituciones socioculturales y prácticas

que se desarrollaron históricamente en respuesta a ciertas p r e s u posiciones sobre Dios y los deseos humanos. Pero para pensar acerca

de Dios n o se requiere la adhesión a ninguna de esas instituciones. No d e b e m o s c o n f u n d i r la creencia en una religión c o n la creencia

en Dios. Además, el enfoque tradicional deja de responder a una

necesidad i m p o r t a n t e : mucha gente siente que hay algo relevante

en el c o n c e p t o de Dios, y aún están intranquilos con las especifica-

ciones del c o n c e p t o tal c o m o se define tradicionalmente.

Muchas concepciones de Dios c o m p i t e n entre sí, pero si se o c u -

pan de lo m i s m o , d e b e m o s tratar de buscar qué tienen en común.

Esto significa que t e n e m o s que ser m e n o s específicos que la c o n -

cepción tradicional. La ventaja estaría en ofrecer una definición que,

al ser c u l t u r a l m e n t e más amplia, incluiría otras tradiciones. Por e j e m -

plo, podríamos definir inicialmente a Dios c o m o lo sagrado o lo

divino. O, también, c o m o aquello a lo que d e b e m o s orar o rendir

culto. Estas dos definiciones son equivalentes; asumen que d e b e mos orar únicamente a algo sagrado o d i v i n o . El problema e s p i n o -

so, ahora, es definir qué es divino, qué es sagrado, qué es orar, y qué puede tener estas cualidades.

¿POR OUP L;S IMPORTANTE DIOS? ¿Por qué importa si Dios existe o no? Éste es un p u n t o que puede crear confusión. Al m i s m o t i e m p o , sin una respuesta a esta p r e g u n -

ta, nuestra investigación carecerá de dirección. 7

Layton, B. ahonda en este tema en The Gnostic Scriptures, Doubleday, New York, 1987.

Capítulo IV. OTRAS MANERAS DE PENSAR EN DIOS

63

Un ejemplo de confusión es el siguiente: algunas personas afir-

man que sin Dios la moralidad sería imposible: si Dios n o existe, uno puede salir a robar. Este p u n t o de vista es c o n f u s o . Reduce la

jnoraüdad a una forma de interés p r o p i o . Involucra la afirmación

de que lo único m a l o en herir a otra persona está en que seré c a s t i -

gado por Dios. En otras palabras, sólo i m p o r t a mi herida. Ésta es

una forma de interés p r o p i o que distorsiona la naturaleza de la m o -

ralidad. ¿La madre Teresa, en ese caso, hubiera d i c h o : " n o me i m -

portan los pobres, mi trabajo está dedicado a evitarme el castigo

divino?" No. Pero, ¿por qué? Porque parte esencial de la moralidad

está en que los intereses de los demás sean i m p o r t a n t e s . No d e b e mos robar a o t r o s p o r q u e sus intereses cuentan. Por eso, la m o r a l i -

dad no depende de que Dios sea u n inquisidor. El ejemplo también

muestra que la idea de c o r r e c t o o incorrecto es independiente de si

Dios existe. No d e b o p o n e r su m a n o sobre el fuego, sólo p o r q u e lo

hiero. La razón que tengo para no poner mi m a n o sobre el fuego es la misma razón que tengo para no poner la suya. Pero esta explica-

ción de " l o m o r a l m e n t e m a l o " implica que la m o r a l i d a d es i n d e -

pendiente de la existencia de Dios.

Tal vez la existencia de Dios es i m p o r t a n t e p o r q u e nos ayuda a

sentirnos menos inseguros. La vida es breve y a veces penosa, y la

muerte nos es d e s c o n o c i d a . Hay algo correcto en esta idea, pero es fácil enunciarla mal.

Miremos p r i m e r o una manera confusa de e x p o n e r la idea. De

acuerdo c o n esto, necesitamos creer en Dios para sentirnos más seguros. Pero si eso es cierto, entonces n o i m p o r t a que Dios exista

o no. Lo que i m p o r t a es creer en Dios. N o es la existencia real de

Dios lo q u e f u n c i o n a c o m o s o p o r t e psicológico, s i n o la creencia

personal en él. "Creo en Dios p o r q u e me hace sentir seguro", es

confuso. Es tan c o n f u s o c o m o "yo creo que ella m e ama porque m e hace sentir más seguro". Evita el asunto en cuestión (¿ella r e a l m e n -

te me ama?; ¿existe Dios?) y es c o m o si se hiciera creer en una p i l -

dora o m e d i c a m e n t o , en lugar de buscar la verdad. Quizá sería más sensato dar la cara ante las incertidumbres de la vida y de la muer-

te, en lugar de fingir. El universo n o responde necesariamente a

tales necesidades. Además, p r e g u n t a m o s p o r la i m p o r t a n c i a d e

64

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

Dios, e i n c o n s c i e n t e m e n t e v o l c a m o s la cuestión hacia n o s o t r o s mismos. Ésa era la manera errónea de poner la idea. Miremos ahora cómo

puede parecer mejor. La vida es breve y a veces penosa, y la muerte

nos es d e s c o n o c i d a . Si Dios existe, p o d e m o s e n t o n c e s justificar

una a c t i t u d de seguridad frente a esas contingencias. Quizá; si Dios

existe, sería más justificado sentirnos en el universo c o m o en casa. Esto n o nos da una razón para pensar que Dios realmente existe,

pero podría justificar nuestro interés en si existe o n o .

Aún más, esto o m i t e algo m u y i m p o r t a n t e : el c o n c e p t o de d i v i n i -

dad. Tal vez el centro de la idea de Dios es que algo sagrado y santo

es algo tan grande, que la única respuesta adecuada es orarle.

Dios COMO TRASCKNDIÍNTK Si le p r e g u n t o "¿cuál es el c o l o r de Dios, rojo, o quizás verde?",

o b v i a m e n t e Dios no es así. S u p o n g a m o s que usted contesta " n o

sé". Eso sería un error; p o r q u e implicaría que, según usted, Dios tiene un color, y que usted n o puede saber cuál es. Pero si contesta,

"Dios n o tiene color", también sería un error. Usted estaría acep-

t a n d o q u e la pregunta es correcta. Yo podría replicarle: "¿significa

que Él es c o m o el vidrio, el agua o el aire?, ¿significa que es t r a n s parente?" ¡Ninguno de los d o s es c o r r e c t o !

En el capítulo anterior c o n c l u i m o s que Dios no p u e d e ser eter-

no. Tal vez p o d e m o s hacer una lista de los p r e d i c a d o s que n o son

aplicables a Dios. Por e j e m p l o , los términos " a l t o " y " b a j o " , "frío"

y " c a l i e n t e " , " t a r d e " y " t e m p r a n o " . A veces ningún T ' o ' n o P' se

aplica a una cosa. ¿Por qué? La razón es: los pares de palabras o las familias de expresiones t r a e n c o n s i g o una advertencia que dice:

a p l i q u e estas palabras sólo d e n t r o de estos límites o c o n t e x t o s . Los p r e d i c a d o s se aplican a las cosas d e n t r o de c i e r t o s límites.

Por e j e m p l o , las palabras q u e n o m b r a n colores sólo se aplican a

cosas q u e puedan reflejar luz. Expresiones c o m o " a l t o " " b a j o " sólo

se aplican a las cosas que t e n g a n un lugar en el espacio. C u a n d o u n o comienza a pensar seria o p r o f u n d a m e n t e acerca de la n a t u r a leza de Dios, tiene e n t o n c e s q u e forcejear c o n las palabras.

65

C a p í t u l o IV. OTRAS MANERAS DE PENSAR EN DIOS

N o r m a l m e n t e a s u m i m o s que cualquier palabra con significado

debe ser significativa en cualquier oración gramatical en la q u e

aparezca. Si las expresiones predicables t i e n e n limitaciones, más allá de las cuales carecen de s e n t i d o , lo a n t e r i o r es erróneo. En

tal caso, p o d e m o s pensar que una palabra es significativa y estar equivocados.

¿Dios existe? Estamos a c o s t u m b r a m o s a pensar sobre esto d e n -

tro de las categorías de creyente, ateo y agnóstico. Un ateo es a l -

guien que cree que Dios n o existe; u n creyente cree que Dios existe,

y un agnóstico no profesa ninguna creencia o suspende su juicio.

¿Estas categorías son las únicas?

No. Miremos la siguiente tabla. En lugar de esas tres categorías,

hay por lo menos seis. En el cuadro de abajo las respuestas a la

pregunta 2, se refieren al c o n c e p t o de Dios ("Dios"). Las personas

en la categoría 2a creen que el c o n c e p t o tiene u n significado que

conocen o entienden. Los del 2b afirman que el c o n c e p t o n o tiene un significado real. Los de la categoría 2c sostienen que el c o n c e p -

t o debe tener algún significado, pero que si lo tiene, no saben cuál

es. De acuerdo c o n esta idea, " D i o s " es un n o m b r e que designa

alguna cosa que no sabemos qué es.

1.

¿Dios existe?

2.

¿El concepto de Dios tiene sentido?

a.

Sí (creyente)

a.



b.

N o (ateo)

b.

No

c.

Quizás (agnóstico)

c.

Quizás

Las p o s i c i o n e s l a , I b y l e tienen algo en común. A s u m e n la p o s i -

ción 2a). C u a n d o el a t e o dice q u e no hay ningún Dios, asume,

c o m o el creyente, que la palabra " D i o s " tiene u n significado q u e

conocemos.

Para darnos cuenta de cómo las frases y las palabras que n o s o -

tros pensamos que tienen significado pueden carecer de sentido, y

66

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

para comprender mejor la posición 2b ("El c o n c e p t o de Dios n o tie-

ne s e n t i d o " ) , c o n s i d e r e m o s el siguiente e j e m p l o . Un nelefante es

un elefante invisible, intangible y absolutamente indetectable . 8

D a d o e s t o , si d i g o "hay seis nelefantes en esta habitación", usted

p u e d e equivocar el c a m i n o al r e s p o n d e r a mi afirmación. Usted p u e d e argumentar: "está e q u i v o c a d o y n o tiene ninguna e v i d e n -

cia para p r o b a r su aserción. No hay nelefantes en este c u a r t o " .

Esto parece una idea verdadera e inocua. Sin e m b a r g o , debe t e -

ner c u i d a d o . Si u s t e d r e s p o n d e así, e n t o n c e s replicaré c o m o s i -

gue: "¡Ah!, usted piensa que no hay nelefantes en este salón. ¡Y se queja de q u e n o t e n g o evidencia a favor de mi p u n t o de vista!

Usted t a m p o c o la t i e n e para afirmar que n o hay ningún nelefante

en este sitio. Su p u n t o de vista también carece de a p o y o . En lo

q u e c o n c i e r n e a la evidencia, no es m e j o r q u e el mío. Si mi p o s i -

ción es supersticiosa e infundada, la suya también".

Esto no parece muy correcto. Usted buscaba defender el sentido

común y terminó d e r r o t a d o , sin evidencia alguna para apoyar su posición. Ha llegado a una posición que, c o n un p o c o de reflexión,

parece tan absurda c o m o la mía.

El problema es que ha librado la batalla en terreno movedizo.

Éste n o debe ser un c o n c u r s o de seis contra ninguno, sino un d e -

bate acerca de si el c o n c e p t o de nelefante tiene realmente sentido.

No es un asunto de c o n o c i m i e n t o y de evidencia en p r o y en c o n -

tra; la cuestión relevante es, ¿tiene s e n t i d o el c o n c e p t o de nelefante?

En cierto m o d o , no lo tiene, c o m o veremos. La especificación "en

cierto m o d o " es i m p o r t a n t e , porque con seguridad comprendió mi

definición original del término y siguió el a r g u m e n t o .

Así, el término "nelefante" tiene cierto t i p o de significado. Sin

embargo, d e j a n d o a un lado esas especificaciones, la réplica a mi

afirmación "hay seis nelefantes en este a p o s e n t o " , debe ser: "su

e n u n c i a d o carece de s e n t i d o " . No caiga en la t r a m p a de afirmar

que n o hay nelefantes en el cuarto, p o r q u e no hay evidencia p o s i ble para esa afirmación.

8

Utilizo la expresión "indetectable", en lugar de "imperceptible", porque esta última sugiere limitaciones sensoriales humanas que no son del caso.

C a p í t u l o IV. OTRAS MANERAS DE PENSAR EN DIOS

.

¿Qué es lo incorrecto de las afirmaciones "hay seis nelefantes en

la habitación" y

v,

n o hay n i n g u n o " ? Las palabras y las o r a c i o n e s

t r a e n c o n s i g o p r e s u p o s i c i o n e s q u e d e t e r m i n a n su r a n g o d e aplicabilidad. C o m o hemos visto, las palabras q u e n o m b r a n c o l o res tienen la limitación o la presuposición de que sólo s o n aplicables a cosas que puedan reflejar la luz. Por eso, n o tiene sentido afirmar o negar que la gravedad es roja. "La gravedad es roja" tiene en sí la implicación de que la gravedad n o es azul, ni verde, ni de ningún o t r o color. Por o t r o lado, "la gravedad n o es roja" implica que debe ser de algún o t r o color: blanco, azul, verde, amarillo, n a ranja, etcétera. Ninguna de esas implicaciones, c o n respecto a la gravedad, es correcta; p o r consiguiente, n o d e b e m o s ni afirmar ni negar la oración "la gravedad es roja". A u n q u e es significativa en la medida en que p o d e m o s entenderla y es gramaticalmente correcta, n o t i e n e s e n t i d o p r e c i s a m e n t e p o r q u e viola la condición d e aplicabilidad de las palabras de color, a saber: q u e sólo se aplican a entidades que puedan reflejar la luz. La afirmación de q u e no hay ningún nelefante en el cuarto es similar. Las palabras que designan objetos materiales traen consigo la suposición de que esos o b j e t o s se pueden detectar, que pueden tener efectos causales en otras cosas. No estoy a f i r m a n d o que el c o n c e p t o de Dios sea c o m o el de nelefante. Más bien, el ejemplo sirve para explicar cómo debe argumentar alguien que está en la posición 2b, alguien q u e piensa que el c o n c e p t o de Dios carece de sentido. Para ver cómo p o d e m o s escapar de la respuesta 2b, por favor lea lo siguiente.

M A S ÁUÁ

Dii

u

EXISTENCIA

Examinemos las oraciones "Dios existe" y "Dios n o existe". C o m o hemos visto, las expresiones tienen un juego de presuposiciones i n c o r p o r a d o que delimita su aplicabilidad, es decir, su rango de a p l i cación significativa. En consecuencia, el v e r b o "existir" también debe 'tener condiciones para su aplicación. Algunos pensadores sostienen que el verbo 'existir' sólo puede aplicarse significativamente a cosas u objetos que puedan estar en

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

68

el espacio y en el t i e m p o . Según este análisis, habría que negar q u e los u n i c o r n i o s , las sirenas y los cisnes verdes existen, pues s o n cosas que podrían existir en el espacio y el t i e m p o , p e r o que r e a l m e n t e n o existen. Este análisis implicaría que los c o n c e p t o s "existe" y " n o existe" n o p u e d e n aplicarse a Dios, en casi t o d a s sus d e f i n i c i o n e s . Sin embargo, tal vez este análisis de "existencia" sea demasiado

simplista: p o d e m o s forzarnos a admitir que alguna cosa no-espacio-temporal pueda existir, c o m o los c o n j u n t o s o los números. A d e -

más, el universo entero no es un o b j e t o en el espacio-tiempo, pues

c o m p r e n d e la t o t a l i d a d del espacio-tiempo, y así este análisis i m plicaría que n o p o d e m o s afirmar o negar que el universo existe.

Éstas son aguas densas y difíciles; prosigamos, entonces.

Si la ubicación e s p a c i o - t e m p o r a l n o es una presuposición de "existencia", ¿entonces cuál sería? Una sugerencia es que ser, es ser el sujeto de un juego de predicados o términos de propiedades. Yo existo p o r q u e soy un h u m a n o y n o un río; existo p o r q u e un rango de términos de propiedades se aplica a mí y o t r o s rangos no. Dejando de lado el p r o b l e m a de o b j e t o s ficticios (por ejemplo, Batman, u o t r o s super héroes) esa respuesta implicaría que ser es ser alguna cosa en lugar de otra. Ser es estar limitado. Siguiendo este orden de ideas, Robert Nozick trata de explicar el c o n c e p t o de Ilimitado o A b s o l u t o (es decir, lo que n o tiene ningún límite, el t o d o que i n c l u ye todas las cosas)

9

Nozick advierte que, d a d o este p u n t o de vista

de la existencia, el a b s o l u t o "trascendería el par 'existente'/'no existente', porque no satisface sus presuposiciones". Podemos afirmar: el A b s o l u t o trasciende la existencia. Algunas c o n c e p c i o n e s de Dios parecen implicar que n o p o d e mos afirmar o negar la existencia de Dios: por e j e m p l o , si el c o n c e p t o de Dios es c o m o el de A b s o l u t o . Esto n o significa q u e el c o n c e p t o de Dios carezca de s e n t i d o y deba ser rechazado. N o lo hace n e c e s a r i a m e n t e igual al c o n c e p t o de n e l e f a n t e . P o d e m o s a r g u m e n t a r a favor de la afirmación "el A b s o l u t o t r a s c i e n d e la Ver NOZICK, R., Philosophical Explanations, Belknap Press, Boston, 1981.

C a p í t u l o IV. OTRAS MANERAS DE PENSAR EN DIOS

69

existencia", sin pensar q u e un argumento similar podría aplicarse a la afirmación "los nelefantes trascienden la existencia". Para entender esto, consideremos brevemente una i nterpretación, quizá un p o c o idiosincrásica, de u n segmento de la filosofía ¿le Kant . Kant cree que los o b j e to s en el espacio y el t i e m p o son 10

reales; que existen independientemente de nuestra percepción. Al m i s m o t i e m p o , argumenta que son trascendentalmente ideales en el sentido de que su naturaleza es relativa a las condiciones necesarias para cualquier experiencia posible. Estas c o n d i c i o n e s son las categorías, el espacio y el t i e m p o . Los objetos no s o n relativos a n o s o t r o s , los humanos, p o r q u e nosotros también s o m o s parte del m u n d o natural y trascendentalmente ideal. Ellos existen sin n o sotros. Al afirmar que los objetos espacio-temporales s o n trascendentalmente ideales, Kant pensó en negar que ellos son absolutos, y por esa razón contrasta las cosas en el m u n d o espacio-temporal, al que llama fenoménico, c o n una concepción absoluta d e la realidad, que llama nouménica. Kant afirma que la noción de noúmeno es un límite vacío de los c o n c e p t o s " . El noúmeno no es un o b j e t o o serie de objetos, pero el término representa la noción de la realidad n o relativa a las condiciones necesarias para cualquier experiencia p o s i b l e . Esto i m p l i c a q u e el noúmeno p o s i b l e m e n t e n o puede ser experimentado o descrito en los términos que utilizamos para caracterizar los objetos. A d v i e r t o que, de a c u e r d o c o n esta interpretación, Kant n o afirma que hay d o s m u n d o s : el q u e c o n o c e m o s , d e cosas espaciotemporales, y el o t r o , c o n s t i t u i d o por el incognoscible noúmeno. Kant afirma más bien q u e únicamente hay un m u n d o , el cual sólo podemos conocer

y d e s c r i b i r s i g n i f i c a t i v a m e n t e según l o s

parámetros de las c o n d i c i o n e s necesarias para c u a l q u i e r e x p e riencia p o s i b l e . Ese m i s m o m u n d o c o n s i d e r a d o

absolutamente

( c o m o noúmeno), sin esos parámetros, n o p u e d e ser d e s c r i t o significativamente. 10

Para más detalles, ver THOMSON, G. "Interpretaciones del idealismo trascendental de

Kant" en ¡deas y Valores No. I I I , Bogotá, diciembre de 1999. 11

Ver KANT, 1., Crítica de la razón pura. Alfaguara, Madrid, 1994.

70

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

Entre las condiciones de la experiencia posible está lo que Kant

llama las categorías, d e n t r o d e las cuales está la realidad, q u e p o -

dríamos leer c o m o existencia . Las categorías sólo tienen aplica12

ción significativa a los o b j e t o s naturales en el espacio y el t i e m p o .

A n o ser que se apliquen a cosas q u e puedan ser experimentadas, a

saber, los o b j e t o s en el espacio y el t i e m p o , n o tienen sentido. Esto implica que el c o n c e p t o de existencia n o puede ser aplicado al noú-

m e n o . Por eso, n o p o d e m o s afirmar o negar significativamente q u e

el noúmeno existe, de acuerdo c o n la interpretación de Kant.

¿Cómo debemos t o m a r esto? Sería una parodia del p e n s a m i e n -

t o de Kant decir que la noción de noúmeno es equivalente a la de nelefante; sería c o m p l e t a m e n t e insensato y sin función (aunque

n o p o d e m o s excluir que un análisis crítico de su posición nos lleva-

ría a esa conclusión). Sería más preciso decir que Kant piensa q u e

el noúmeno trasciende la existencia. Para Kant, el noúmeno esta-

blece los límites del p e n s a m i e n t o . Necesitamos la noción de límite

para recordar que los o b j e t o s en el espacio y el t i e m p o son trascen-

d e n t a l m e n t e ideales, que s o n relativos a las c o n d i c i o n e s necesarias para cualquier experiencia posible. El noúmeno establece los

límites del pensamiento. De alguna manera, la posición de Kant es

que en la naturaleza del m u n d o hay más q u e lo que p o d e m o s p e n -

sar. De acuerdo con Kant, esto es algo que p o d e m o s saber p o r q u e

es un requisito de la posibilidad de verdades necesarias n o analíti-

cas -o sintéticas a p r i o r i - q u e f o r m a n las bases de la ciencia y las matemáticas. Según Kant, la ciencia y las matemáticas consisten,

en parte, en verdades sintéticas a priori, y para explicar cómo tales

verdades son posibles, t e n e m o s q u e revelar las c o n d i c i o n e s nece-

sarias para cualquier experiencia posible y asumir la verdad del idealismo trascendental - o distinción noúmeno/fenómeno-. En otras

palabras, la ciencia apunta a los límites del p e n s a m i e n t o y, así, más

allá, al A b s o l u t o .

Esta digresión acerca del noúmeno kantiano es i m p o r t a n t e , s o -

bre t o d o si hay alguna afinidad entre éste y lo que es Dios, o lo q u e Hick llama la realidad trascendente y lo q u e Ninian Smart llama lo Ver KANT, o p . cit. A 225.

Capítulo ¡V. OTRAS MANERAS DE PENSAR EN DIOS

religioso último . Esto es i m p o r t a n t e p o r q u e muestra q u e puede 13

haber razones q u e a p u n t a n a lo que n o se puede pensar o decir,

aunque cualquier i n t e n t o de decir qué cosas n o se pueden decir,

llevará necesariamente a la contradicción o al absurdo. Sin embar-

go, t e n e m o s una primera razón para negar que el noúmeno es e q u i -

valente al c o n c e p t o de nelefante, p o r q u e afirma que el noúmeno

está más allá de la existencia y el nelefante no. En otras palabras, con r e s p e c t o a los nelefantes, la posición correcta sería la de la

respuesta 2b, mientras q u e la 2c queda c o m o una opción para el noúmeno, Kant piensa que hay un Dios, pero también cree que u n o no puede ni siquiera pensarlo, p o r q u e las palabras "existe" y "es"

están atadas a las condiciones necesarias de cualquier experiencia

posible, tales c o m o el espacio y el t i e m p o . Por definición, Dios está

más allá d e estas condiciones de la experiencia. Por consiguiente,

la posición de Kant estaría en la respuesta 2c.

L()

INHXPRHSAm.l:

Muchos místicos expresan paradójicamente su experiencia de lo d i -

vino c o m o algo inefable. Por ejemplo, George Fox escribió: "...toda

la creación apareció ante mí de otra manera, más allá de lo que las

palabras pueden d e c i r " .

El Kena U p a n i s h a d d e s c r i b e a D i o s

14

(Brahma) d e este m o d o : "Lo que n o se puede expresar c o n las pala-

bras, pero en virtud de lo cual las palabras hablan: saber que sólo

es el Brahmán, el Espíritu".

15

Por otra parte, hay razones para pensar q u e hay algo acertado

en esto. Si Dios n o es una parte de este m u n d o , entonces él l o trasciende y en tal caso, n o debemos esperar que se pueda descri-

bir c o n c o n c e p t o s que se originan y se f o r m a n en nuestra e x p e -

riencia en este m u n d o . Si Dios es trascendente, entonces Él está

13

Ver pág. 28 HÍCK, I.. Disputed Queslions, Yale University Press. New Haven, 1993, y segund o capítulo de SMART. N., The Philosophy of Religión, Oxford University Press, Oxford. 1979.

14

Citado en o p cit., HICK. I.

15

Upanisad. Ediciones Sirueia, Madrid. 1995.

72

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

más allá de nuestros c o n c e p t o s (normales). Este p u n t o de vista o f r e ce una noción de Dios similar a la noción kantiana de noúmeno. Todas las t r a d i c i o n e s religiosas e n f r e n t a n este p r o b l e m a : p o r una p a r t e , caracterizan a Dios en términos q u e la gente pueda c o m p r e n d e r , y p o r o t r o lado, r e c o n o c e n q u e hacerlo es en c i e r t o s e n t i d o u n a violación de la naturaleza real de Dios., C o n s i d e r e m o s , p o r e j e m p l o , la afirmación q u e s u p o n e n o representar a Dios c o m o u n ídolo. Las t r a d i c i o n e s religiosas p r e t e n d e n q u e seamos capaces de pensar a Dios, pero al m i s m o t i e m p o afirman q u e está más allá d e t o d a comprensión. Ésta es una situación paradójica. Sin e m b a r g o , cualquier tradición religiosa p r o f u n d a debe r e c o n o cer esta dicotomía. Consideremos el A n t i g u o Testamento: por un lado, Dios es d i b u jado c o m o una persona que da mensajes a Moisés, enredado c o n los egipcios, a quienes persigue hasta el mar; p o r o t r o , p r o p o n e una ¡dea bien diferente. El A n t i g u o Testamento dice: ¿qué es Dios? "Yo SOY F.L QUE S O Y " . E s t o e q u i v a l e a a f i r m a r q u e D i o s es la 16

existencialidad de la existencia, o, en otras palabras, la esencia d e la existencia, muy diferente de decir q u e Dios es una persona s o brenatural quien... (en t o d o caso, ¿qué significa "sobrenatural"?). La misma tensión existe en la tradición islámica. Dios instruye al arcángel Gabriel, quien enseñó a M a h o m a . Esto implica q u e Dios es c o m o un maestro. Pero el Corán afirma también que Dios está más allá de cualquier distinción. Si Dios está más allá de todas las distinciones, entonces Él es indescriptible. La afirmación de q u e Dios es indescriptible es muy problemática por d o s razones i m p o r t a n t e s . En primer lugar, el predicado "es i n descriptible" es esencialmente paradójico. Es en sí m i s m o una d e s cripción, y si es verdadero entonces es falso. Si Dios está más allá de nuestros c o n c e p t o s , entonces Él n o está más allá del c o n c e p t o : "estar más allá de nuestros c o n c e p t o s " . De manera similar, la p o s i ción de Kant acerca del noúmeno es paradójica, y parece c o n t r a d i c toria. Igualmente, la afirmación de q u e n o p o d e m o s pensar acerca del noúmeno ha de ser un pensamiento, y entonces, si es verdadera, u

Biblia, Éxodo, Cap. 3, versículo 14.

Capítulo IV. OTRAS MANERAS DE PENSAR EN DIOS

73

es falsa. Tal parece que, al prescribir los límites del pensamiento, Kant tiene que ir más allá d e ellos o contradecirse.

Posiblemente hay una manera de escapar a estos p r o b l e m a s ,

aunque requiere u n c a m b i o fundamental de las ideas d e Kant. No

debemos afirmar q u e el noúmeno es c o m p l e t a m e n t e i n d e s c r i p t i -

ble, porque ésta es una noción contradictoria. En lugar de eso, d e -

bemos especificar las maneras e n q u e lo nouménico es indescripti-

ble. Por ejemplo, el noúmeno n o puede ser descrito en términos d e

tamaño porque n o es espacio-temporal, pero eso significa que p u e -

de describirse c o n el predicado no es espacio-temporal". También tt

puede describirse c o n el predicado " n o es sujeto de las categorías"

y "está más allá d e las c o n d i c i o n e s de t o d a experiencia posible".

De acuerdo c o n esta idea, d e b e m o s a d o p t a r una estrategia similar

para la supuesta ¡nexpresabilidad de Dios. Por e j e m p l o , Dios n o

puede describirse c o n la dualidad "calvo/peludo", pero posiblemente puede ser descrito c o m o divino, y c i e r t a m e n t e c o n el predicado "no es ni peludo ni calvo". En otras palabras, d e b e m o s rechazar la

noción general y c o n t r a d i c t o r i a d e inefabilidad absoluta y utilizar

en su lugar la noción d e inefabilidad relativa, a r g u m e n t a n d o parte por parte, caso p o r caso. Por e j e m p l o , Dios está más allá de las

distinciones caliente y frío, largo y c o r t o , g o r d o y flaco.

El segundo problema es que, a u n si esta estrategia funciona, ¿por

qué el c o n c e p t o d e Dios c o m o trascendente debe tener un signifi-

cado espiritual o p l e n a m e n t e religioso? Recordemos q u e atrás s u -

gerimos q u e Dios podría definirse c o m o lo sagrado, y esto implica

que nuestra a c t i t u d hacia Dios d e b e ser de c u l t o . Esto tendría, si Dios existe, implicaciones prácticas para nuestras vidas. Pero, ¿qué

significado puede tener para nuestras vidas la concepción de Dios

c o m o trascendente?

Sin embargo, la posibilidad de apuntar a lo trascendente t o d a -

vía tiene i m p l i c a c i o n e s prácticas para n o s o t r o s . Primero p o r q u e implica q u e la existencia es f u n d a m e n t a l m e n t e u n misterio, d a d o

que el p e n s a m i e n t o tiene límites. Vivir en un m u n d o q u e es final y

a r g u m e n t a t i v a m e n t e m i s t e r i o s o d e b e ser m u y d i s t i n t o a vivir en

un m u n d o q u e n o tiene nada más q u e los rasgos a t r i b u i d o s p o r la

ciencia física. En s e g u n d o lugar, el p e n s a m i e n t o k a n t i a n o tiene

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA"DE LA FILOSOFÍA

o t r a dimensión. Porque el m u n d o nouménico y el fenoménico s o n u n o y el m i s m o , y d e cierta m a n e r a c o n o c e m o s lo nouménico,

p e r o nunca c o m o tal, sino sólo c o m o Jo fenoménico. Sobre estas

bases p o d e m o s afirmar, c o m o lo hace Kant, q u e lo fenoménico es

una expresión de lo nouménico . En o t r a s palabras, si Dios es 17

nouménico, el m u n d o natural es c o m o una pintura q u e expresa a

Dios.

E L DUALISMO DIOS / UNIVERSO Este último p u n t o nos c o n d u c e p o r o t r o c a m i n o . Consideremos la

afirmación de q u e Dios creó el universo. ¿Qué es el universo? p o r definición, el universo es t o d o lo q u e existe. Esta definición implica

que, si Dios existe, entonces d e b e hacer parte del universo. A u n si

d i v i d i m o s el universo en dos partes, Dios y el resto, y aun si a s u m i mos q u e la única cosa sagrada es Dios, t e n e m o s todavía la p r e g u n -

ta: "¿cuál es la causa d e l universo?" También, t e n e m o s el h e c h o de

que Dios es una parte del universo. Si el universo es t o d o , entonces la dualidad Dios/universo no es p o s i b l e . Podríamos redefinir " u n i -

verso" para q u e signifique "todas las cosas e x c e p t o Dios", pero esto no tendría justificación, sería una maniobra verbal q u e evitaría re-

solver el p r o b l e m a . Una posible justificación es q u e Dios t r a s c i e n -

de el universo, pero ese c a m i n o lo h e m o s e x p l o r a d o ya en la sección pasada.

En el siglo XVII, Spinoza se d i o cuenta de algunos d e los p r o b l e -

mas del d u a l i s m o cartesiano m e n t e / c u e r p o . Descartes argumentó 18

que la mente era una sustancia inmaterial, no-espacial, causalmente

afectada p o r la materia inerte en el espacio, particularmente p o r el

cerebro. Spinoza afirmó q u e la concepción cartesiana de la relación

entre la m e n t e y el cuerpo hizo i m p o s i b l e la interacción entre los

dos. ¿Cómo podrían interactuar causalmente d o s sustancias t a n d i s tintas? De acuerdo c o n Spinoza, n o podrían, porque n o tienen nada

en común. Spinoza concluyó q u e la concepción de Descartes acer-

ca de la relación entre la m e n t e y el c u e r p o (como d o s géneros d e 17

Ver KANT, (., Crítica del juicio, Espasa Calpe, M a d r i d , 1981.

, 8

Ver SPINOZA, B., Etica, Sarpe, Madrid, 1984.

C a p í t u l o IV. OTRAS MANERAS DE PENSAR EN DJOS

75

sustancias c o m p l e t a m e n t e diferentes) era equivocada. Él usó esta conclusión para apoyar su tesis d e que sólo hay una sustancia, a la cual llamó Dios o La Naturaleza. Spinoza afirmó que la mente y el cuerpo, en lugar de ser d o s

sustancias diferentes, eran dos aspectos de una misma sustancia.

Esta teoría del d o b l e aspecto n o s habilita para conservar algunos

de los beneficios d e l dualismo,- sin sus p r o b l e m a s ontológicos . 19

Según la posición de Spinoza, u n o n o tiene q u e sostener que la mente es reducible al cuerpo, c o m o podría hacerlo u n materialism o e s t r i c t o , p o r q u e la m e n t e y el c u e r p o s o n d o s a s p e c t o s

irreductibles de la misma cosa. Así, u n o evitaría los problemas, i n herentes al dualismo ontológico, de la interacción entre d o s t i p o s

de sustancias d i s t i n t o s . A u n q u e la tesis de Spinoza acerca de la

relación mente-cuerpo también está cargada d e problemas, es una

teoría muy sugestiva . 20

En particular, sugiere una aproximación alternativa a la d i s t i n -

ción Dios/universo. Realmente, Spinoza se d i o cuenta de que los problemas del dualismo cartesiano c o n respecto a la relación m e n te-cuerpo también se aplican al dualismo cósmico Dios/universo.

Por esta razón, Spinoza intentó desarrollar un a r g u m e n t o que m o s -

trara que el universo es Dios. Lo fascinante de la posición de Spinoza

no es t a n t o los detalles de su argumento, c o m o la afirmación d e

que el universo m i s m o posee propiedades divinas. En su obra hay

una teoría implícita del d o b l e aspecto de las relaciones entre Dios y

el universo. Visto de una manera, el universo es un sistema físico;

visto de otra, es algo divino. De este m o d o , e! universo es el c u e r p o de Dios.

.Spinoza identifica a Dios c o n el universo e n t e r o . A u n q u e quizá

es u n error pensar a Dios c o m o una sustancia e n absoluto, p o d e -

mos pensarlo en c a m b i o c o m o una propiedad del universo. En tal

caso, Dios sería el aspecto o la faz divina del universo.

19

Ontología: Parte de la metafísica que trata del ser en general y de sus propiedades

trascendentales. i 0

Para algunos de ios problemas de la teoría de Spinoza, ver THOMSON, G „ Bacon lo Kant, Waveland Press, Belmont, 2001 b.

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DL LA FILOSOFÍA

En gran parte de la filosofía de la religión, el c o n c e p t o " p r o p i e -

dades d i v i n a s " se refiere a las p e r f e c c i o n e s d e Dios t r a d i c i o n a l m e n t e concebidas, a saber: omnisciencia, o m n i p o t e n c i a , perfección

m o r a l y e t e r n i d a d o a t e m p o r a l i d a d . Sin embargo, este p u n t o de

vista parece regresarnos a la idea t r a d i c i o n a l d e Dios c o m o u n ser

d i f e r e n t e d e l universo, rechazada ya e n los capítulos anteriores.

A l t e r n a t i v a m e n t e , podríamos pensar en " d i v i n o " c o m o lo q u e j u s t i -

fica una a c t i t u d de amor, a s o m b r o y oración, c o m o las cualidades

de u n ser hermoso, s a n t o y sagrado. A la luz de esta interpretación

de la idea cuasi-spinozista, "Dios existe" vendría a ser equivalente a

"la naturaleza del universo es tal q u e justifica esas respuestas y ac-

titudes morales y estéticas". Si ésta es una afirmación verdadera o n o , l o dejaré a un lado. De t o d o s m o d o s , vale la pena anotar q u e

Wittgenstein pensó q u e el universo es digno de asombro, s i m p l e m e n t e p o r el hecho m i s m o de q u e e x i s t e . ( N o t e m o s q u e , para 21

Spinoza, las cualidades divinas del universo, esas que nos p e r m i -

t e n llamarlo Dios, s o n la infinitud, el hecho de ser causa de sí m i s m o y el ser único.)

¿I.Hs Dios UN SI:K? Las q u e p o d e m o s llamar las concepciones trascendentes e i n m a -

nentes de Dios son muy diferentes de la concepción tradicional de

Dios c o m o un ser a b s o l u t a m e n t e perfecto. Se diferencian en q u e

n o tratan a Dios c o m o una persona o ser.

Describir un carro c o m o si se tratase de una persona, adscribirle

h u m a n i d a d , es un a n t r o p o m o r f i s m o . Es un a n t r o p o m o r f i s m o a d j u -

dicar cualidades humanas a algo q u e n o puede tener tales p r o p i e -

dades; p o r ejemplo, decir q u e una hormiga es pensativa, un botón de o r o , perezoso o una galaxia, aburrida. Tendemos a personificar

a Dios y a concebir la relación entre los humanos y Dios c o m o algo

similar a las relaciones entre las personas. Existe una tendencia a pensar en Dios c o m o un padre o una madre, o c o m o un rey o una

reina. ¿ E s a n t r o p o m o r f i s m o pensar a Dios c o m o una persona?

Ver proposición 6.45, WrrrcrNSTF.iN, L, Tractatus Logico-Philosophicus, Alianza Editoria Madrid, 1987.

C a p í t u l o IV. OTRAS MANERAS DE PENSAR EN DIOS

77

Comparemos esto con la condición de las partículas subatómicas,

tales c o m o electrones, Quarks, y Pi mesones. Pensar a Dios c o m o

un ser o una persona equivaldría tratar a los electrones c o m o o b j e -

tos materiales. C u a n d o pensamos en los electrones t e n d e m o s a hacerlo c o m o si fueran o b j e t o s normales. En consecuencia,

nos

produce perplejidad la manera c o m o se c o m p o r t a n , pues a veces

lo hacen más bien c o m o ondas que c o m o cosas. Usualmente, los

electrones no tienen una ubicación; c u a n d o no están en m o v i m i e n -

to, t a m p o c o tienen masa. En consecuencia, el c o n c e p t o de o b j e t o material n o es aplicable a los electrones.

N o r m a l m e n t e s u p o n e m o s que p o d e m o s usar los siguientes p a -

res de palabras para caracterizar a Dios: "ser" y " n o ser", "persona"

y "no persona". Pero esta suposición es problemática. C o n o c e m o s la diferencia entre "seres" y " n o seres" desde nuestra experiencia

común del m u n d o . Sabemos q u e las piedras y las flores no s o n

seres y que los conejos y los pájaros sí lo son. A p r e n d e m o s cómo

aplicar esta distinción a las cosas en nuestra experiencia del m u n -

do; tiene una función en relación c o n la experiencia. Lo m i s m o vale

para la distinción entre persona y no persona. Pero c u a n d o esas

distinciones son utilizadas en relación c o n Dios, los términos "ser"

y "no ser" ("persona" y " n o persona") se usan más allá de la e x p e riencia. ¿En qué sentido es Dios un ser? N o es c o m o un conejo o

como un h u m a n o . ¿Esto significa que n o es un ser?, que es c o m o

una piedra,? ¿ O más bien será q u e esos términos no se aplican a Dios, c o m o no lo hacen los términos "caliente" y "frío"?

¿Es Dios una persona? Es necesario, entonces, responder qué es

una persona. A primera vista, es razonable caracterizar en parte a

una persona en términos biológicos, ya que una persona debe estar

viva, y el estar vivo comprende unas funciones biológicas, c o m o la reproducción. Obviamente, esas funciones n o se aplican a Dios.

Quizá esto fue demasiado fácil y rápido. Al m i s m o t i e m p o , p o -

dríamos caracterizar a una persona c o m o una e n t i d a d que tiene estados mentales autoconscientes. Ésta es una definición comúnmen-

te aceptada y parece atentar menos contra la idea de Dios como per-

sona. No trae un requisito biológico bajo la manga. Ahora, uno de los rasgos d e la definición de los e s t a d o s m e n t a l e s es q u e s o n

78

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

intencionales . Ellos deben ser acerca de algo. Pensar implica pensar 22

que... 'tal cosa'; igualmente creer, desear y querer. En cada caso, lo q u e sigue a la cláusula q u e " especifica el c o n t e n i d o de los estados u

mentales. Sin e m b a r g o , la condición para que un estado mental sea acerca

de algo, es que n o puede ser acerca de otras cosas. Pensar en u n ^

cosa es n o pensar en otra. En otras palabras, el c o n t e n i d o de los

estados mentales, c o m o creer, pensar, desear y temer, depende en parte d e cómo se los describe. La verdad de las oraciones f o r m a -

das c o n verbos psicológicos depende de cómo se describe la cosa

en cuestión (es decir, del ángulo o aspecto que se describe). John

desea X desde una descripción, o un p u n t o de vista particular, y no desde o t r o . De este m o d o , la intencionalidad de los estados m e n -

tales es una expresión de nuestra finitud, p o r q u e cada vez que cree-

m o s y d e s e a m o s lo hacemos necesariamente de manera parcial,

reflejando un p u n t o de vista particular y excluyendo o t r o s .

¿Puede Dios tener estados mentales? Si la intencionalidad es un

rasgo necesario de los estados mentales, la respuesta a esta p r e -

gunta d e b e ser no. Para Dios, pensar una cosa debe ser pensar t o -

das las cosas, d e s d e t o d o s los p u n t o s de vista, b a j o t o d a s las

descripciones posibles, de una sola vez. De otra forma, los pensa-

m i e n t o s de Dios reflejarían parcialidad o finitud, y eso es i m p o s i b l e

(afirmar q u e Dios puede ser a m b o s : lo finito y lo infinito, sólo e m -

peora el p r o b l e m a , p o r q u e implicaría que Dios puede tener p r o p i e -

dades contradictorias). Por consiguiente, t o d o lo q u e Dios piensa

no d e b e ser llamado i n t e n c i o n a l . En otras palabras, t o d o lo que

e s t a m o s t e n t a d o s a llamar " p e n s a m i e n t o s de D i o s " no puede ser p e n s a m i e n t o en a b s o l u t o . Peor aún, hacer y actuar i m p l i c a n d e -

seos y creencias: las acciones s o n causadas p o r deseos y c r e e n cias. C o n s e c u e n t e m e n t e , "hacer" y o t r a s palabras q u e designen

acciones n o p u e d e n predicarse de Dios. En suma, Dios n o t i e n e

estados mentales.

1 1

La palabra "intencional" se usa aquí en un sentido técnico que es explicado en el capítulo VIII. Provisionalmente, la intencionalidad de los estados mentales consiste en que son acerca de algo, es decir, que tienen c o n t e n i d o .

C a p i t u l o IV. OTRAS MANERAS DE PENSAR EN DIOS

79

Si Él no puede tener estados mentales, entonces no es una per-

sona, según la definición de "persona" q u e habíamos a c o r d a d o :

cualquier cosa que pueda tener estados mentales autocons-cientes.

Sin embargo, no d e b e m o s concluir que Dios es una no-persona, pues estaríamos a f i r m a n d o que es algo inerte, c o m o una piedra.

Sería más exacto decir que Dios está más allá de la dicotomía per-

s o n a / n o - p e r s o n a . Sería m e j o r d e c i r q u e , si e x i s t e , D i o s

es

transpersonal. En respuesta a estos p u n t o s , un creyente tradicional

afirmaría que, c u a n d o d e c i m o s que Dios desea o piensa, n o usamos esas palabras en su s e n t i d o o r d i n a r i o . No o b s t a n t e , ése es

exactamente mi p u n t o .

CONCLUSIÓN Si Dios es un o b j e t o o un ser que está en, que hace parte del universo, entonces existe o n o existe. Si Dios n o es un o b j e t o posible en

el universo, e n t o n c e s sólo hay dos salidas posibles, s u p o n i e n d o que el c o n c e p t o de Dios tenga sentido:

1) Dios trasciende el universo y eso implicaría que Dios trasciende la dualidad "existir" y " n o existir".

2) Dios es el universo, o u n o de sus aspectos. En este caso, la existencia de Dios dependería de si el universo c o m o un t o d o posee las características requeridas o no. Ambas opciones, repito, s u p o n e n que el c o n c e p t o de lo divino t i e -

ne sentido; y, en cualquiera de las dos, la definición tradicional de

Dios debe ser un error.

CAPÍTULO DESAPARECER

V

E L

MUNDO

Vamos a echar una partida. El juego consiste en apostar a que u n o de los dos lados en un debate filosófico ganará. A u n q u e el debate es académico, quién gane tiene mucha i m p o r t a n c i a para nuestro p u n t o de vista acerca del m u n d o . ¿Cómo apostará usted? Lo mejor es calcular las ventajas. Revisemos los argumentos.

Kl.IiMIiNTOS

I)!: I A

HSC!;NA

ANTKRIOR

Primero, establezcamos el c o n t e x t o del p r o b l e m a . ¿Qué es conocer algo? ¿Por qué esta cuestión es i m p o r t a n t e ? El interés filosófico acerca de la naturaleza del c o n o c i m i e n t o alcanza su auge en el s i glo XVII, en los albores de la época moderna. A n t e r i o r m e n t e , en el período medieval, las gentes tendían a aceptar cosas basadas únicamente en la a u t o r i d a d . En el período m o d e r n o , el método científico fue desarrollado por primera vez por pensadores c o m o Galileo, Bacon y Descartes. La autoridad fue reemplazada por la observación y el razonamiento. Hasta el final del siglo XVI, una forma común de argumento erudito en favor de una tesis consistía en recoger citas de a p o y o pertinentes y referencias de fuentes autorizadas, c o m o Aristóteles y la Biblia. Sin embargo, la astronomía y las matemáticas requerían un t i p o de demostración diferente, y por eso su desarrollo fue tan i m p o r t a n t e para reemplazar la autoridad la observación y el razonamiento.

82

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

A causa de estos cambios, durante la época moderna se e n f r e n -

t a r o n d o s p u n t o s de vista acerca del m u n d o . Era claro que el méto-

d o científico tendía a ofrecer una imagen del universo b a s t a n t e

o p u e s t a a la del p u n t o de vista t r a d i c i o n a l religioso del período

medieval. Tendía a dar cuenta de un universo físico, mecánico, que

en apariencia, n o tenía lugar para la conciencia, Dios, y los valores morales. A causa de este c o n f l i c t o entre los dos p u n t o s de'vista,

llegó a ser i m p o r t a n t e el d e s c u b r i m i e n t o de los f u n d a m e n t o s d e l

c o n o c i m i e n t o : éste n o podía tener una base falsa. ¿Cómo podría

resolverse el c o n f l i c t o , a n o ser por la reflexión a u t o c o n s c i e n t e de las fuentes y normas del c o n o c i m i e n t o ? Fue relevante empezar a

preguntarse cuestiones c o m o , ¿qué debe contar c o m o c o n o c i m i e n t o

y sobre qué bases?, ¿cómo d e b e m o s justificar las afirmaciones para

poder conocer? Sólo de esta manera los pensadores podían revaluar la naturaleza del lugar de la h u m a n i d a d en el universo. Todavía hoy

nos enfrentamos a los mismos problemas acerca del c o n o c i m i e n -

t o , p o r q u e el c o n f l i c t o m o d e r n o no ha sido resuelto. Existe todavía

una tensión extraordinaria entre lo q u e pensamos acerca del m u n -

d o y lo que la ciencia sostiene (esto lo veremos en el capítulo IX).

Así pues, ¿qué es el c o n o c i m i e n t o ? La mayoría de las veces, c u a n -

d o e s t a m o s tras una definición, b u s c a m o s una combinación de

condiciones necesarias y suficientes. Por ejemplo, para ser un papá

es necesario ser un varón; también es necesario tener hijos. C u m -

plir con ambas condiciones es suficiente para ser papá. Tenemos

e n t o n c e s una definición de "papá" en términos de c o n d i c i o n e s necesarias y suficientes. Sin embargo, tal vez la mayoría de los c o n -

ceptos n o son tan claros c o m o éste. A veces no es fácil, o incluso posible, ofrecer una definición en términos de c o n d i c i o n e s nece-

sarias y suficientes. Pero no i m p o r t a , intentémoslo en este caso.

No p o d e m o s definir " c o n o c e r " en términos de tener i n f o r m a -

ción. Suponga que usted trabaja para una compañía q u e necesita conocer los índices de ventas de su competidor. Así, usted actúa

c o m o un espía, entra a la oficina del competidor, coge los archivos y

sale. Vuelve a su oficina y su jefe le pregunta si tiene la información.

Todo lo que él pide son los d o c u m e n t o s que usted tiene en las m a nos, pero usted n o sabe qué contienen esos d o c u m e n t o s . El m e r o

C a p í t u l o V. DESAPARECER EL MJNDO

83

• hecho d e tener u n l i b r o s o b r e el e s c r i t o r i o n o significa q u e u n o

i sepa lo q u e hay en él. Tener el libro n o es l o m i s m o q u e tener el c o n o c i m i e n t o . Por eso, tener la información n o significa l o m i s m o que c o n o c e r la información. En el caso del c o n o c i m i e n t o , el p u n t o d e vista tradicional afirma que hay tres condiciones necesarias para el c o n o c i m i e n t o . Si están las tres, es suficiente. Para saber algo, 1. U n o tiene q u e creerlo 2. Lo que u n o cree tiene que ser verdadero 3. U n o debe tener una justificación razonable para su creencia Hay problemas c o n este análisis, pero n o i m p o r t a ; n o entraremos

en detalles. Si la tercera condición es correcta, tener evidencia r a -

zonable es una condición necesaria d e l c o n o c i m i e n t o . En o t r a s

palabras, si se tiene c o n o c i m i e n t o en v i r t u d de la verdad, u n o debe

tener evidencia. Esto significa q u e u n o podría creer q u e algo es correcto sin saberlo todavía. Por ejemplo, creo que el caballo Sandy

Ears ganará la carrera de las tres. En efecto, lo hace. Sin embargo,

mi suposición afortunada n o clasifica c o m o c o n o c i m i e n t o , pues n o

tenía justificación o evidencia. Una advertencia: he usado la expre-

sión "evidencia razonable" en lugar de "prueba". Esto p o r q u e una

prueba parece ser un requisito d e m a s i a d o exigente: hay muchas

cosas que u n o conoce, que n o puede probar, y para las cuales tiene algo menos q u e una prueba: evidencia.

Afirmamos conocer muchas cosas, pero la cuestión es: ¿tenemos

evidencia suficiente?, ¿tenemos derecho a afirmar que conocemos?

SEMBRAR

S H M I L L A S Dl£ D U D A

Pensamos q u e c o n o c e m o s el m u n d o básicamente c o m o es. Q u e el m u n d o consiste e n los o b j e t o s materiales que p e r c i b i m o s a d i a rio. Pero, ¿realmente l o c o n o c e m o s ? C o n t r a r i a m e n t e al s e n t i d o , común, algunos filósofos han i n s i s t i d o en que es i m p o s i b l e estar seguros.

84

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

O t r o s h a n argumentado que p o d e m o s estar seguros de q u e la

materia es una ilusión y que el m u n d o n o consiste e n cosas m a t e -

riales. A m b a s tradiciones existen en el pensamiento hindú y. b u d i s -

ta. Según estas religiones, el m u n d o , tal y c o m o lo percibimos en nuestra vida diaria, es una ilusión. En estos casos, la naturaleza

ilusoria de la materia es considerada c o m o u n hecho de gran i m -

p o r t a n c i a m o r a l para el desarrollo espiritual de las personas. La

realización espiritual d e un ser consiste en liberarse de la ilusión,

en superarla. Cuando finalmente accedamos al nirvana, cuando por

fin corramos el velo de la ilusión, entonces nos daremos cuenca de

que t o d o hasta ahora ha sido c o m o un sueño. Entonces tendremos la experiencia del universo tal y c o m o es realmente: la verdadera

naturaleza es el Uno, es el t o d o indivisible. Es el ELLO, es el y o soy el

que soy. En la experiencia diaria, dividimos la unidad del ELLO, y eso

es una ilusión.

Estas afirmaciones n o s o n meras especulaciones; están basa-

das en argumentos aparentemente muy fuertes que vamos a c o n s i -

derar. Por ejemplo, Berkeley afirma que p o d e m o s estar seguros de que los o b j e t o s materiales n o existen en a b s o l u t o , q u e se puede mostrar que la apariencia es una ilusión. N o resulta fácil resistirse a

sus argumentos.

¿Está preparado para hacer su primera apuesta? ¿Negará que el

m u n d o que percibimos es una ilusión?, o ¿lo afirmará? Sea c u i d a -

doso. Cuando usted niega que las cosas que percibimos son ilusiones, está sosteniendo que esos p u n t o s de vista místicos y religiosos

son erróneos. Para hacer algo así, tendría que tener buena e v i d e n -

cia, o argumentos. Apelar meramente al sentido común n o es u n

argumento. Si tales p u n t o s de vista son equivocados, ¿por qué l o son?

Permítanme que siembre las semillas de la duda. Volvamos a la

idea de que n o p o d e m o s estar seguros de que el m u n d o es c o m o

aparece. En la primera de sus Meditaciones metafísicas,

Descartes i n -

cluso p o n e en duda q u e p o d a m o s tener c o n o c i m i e n t o del m u n d o

externo. La idea revolucionaria de Descartes consiste en utilizar la duda, explícita y sistemáticamente, para llegar a la certeza. Él trata

de mostrar cuan razonable es dudar para poder ofrecer una imagen

85

C a p s u l o V. DESAPARECER EL MUNDO

del c o n o c i m i e n t o sobre bases seguras. En la Primera meditación

has-

ta argumenta q u e n o se puede tener c o n o c i m i e n t o del m u n d o ex-

t e r n o . El s o l o h e c h o d e l l e g a r a e s t a c o n c l u s i ó n es a l g o extraordinario. Implica q u e usted n o sabe si lleva o n o zapatos.

Para mostrar que tales dudas están bien fundadas, Descartes dice

que podría haber un d e m o n i o p o d e r o s o y estafador q u e crea las ideas y las sensaciones d e l m u n d o material. Él puede engañarnos

aun en estas creencias. (Ésta es la tercera y más radical fase de la

duda cartesiana). Descartes n o está haciendo la extravagante afir-

mación de q u e realmente hay u n d e m o n i o estafador; únicamente

está diciendo q u e podría haberlo. En otras palabras, está a f i r m a n -

do q u e n o t e n e m o s evidencia q u e demuestre q u e n o lo hay. Las sensaciones q u e e x p e r i m e n t a m o s podrían ser causadas también

por los objetos materiales o por u n espíritu p o d e r o s o y maligno. En

otras palabras, n o t e n e m o s evidencia para mostrar que la teoría A)

es p r o b a b l e m e n t e más verdadera q u e la teoría B):

A. Las sensaciones q u e t e n g o a h o r a s o n causadas p o r o b j e t o s materiales

B. Las sensaciones q u e t e n g o ahora son causadas por un d e m o n i o estafador

En la ciencia, a veces, ocurre el fenómeno d e la indeterminación d e

una teoría c o n respecto a los d a t o s . Esto pasa c u a n d o se tiene una

combinación de datos, y p o r lo m e n o s d o s hipótesis q u e chocan entre sí pero q u e cada una explica igualmente bien los datos a la

mano. En otras palabras, los d a t o s n o s o n suficientes para decir cuál de las hipótesis es falsa y cuál es verdadera. En ese caso, hay

indeterminación d e la teoría p o r datos.

Según Descartes, la situación c o n respecto a nuestra percepción,

es similar. En el lenguaje científico d e h o y diriámos que los datos no

son suficientes para determinar la teoría (indeterminación de la t e o -

ría por datos). Los datos son nuestras ideas o sensaciones, y las t e o -

rías en c o n f l i c t o s o n A y B (atrás). N o tenemos evidencia para pensar que la hipótesis A es verdadera y q u e B es falsa. En consecuencia, es razonable dudar de la existencia de los o b j e t o s materiales.

86

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

Esto n o significa q u e n o haya o b j e t o s materiales, pero sí que n o p o d e m o s afirmar que en verdad sabemos que hay o b j e t o s materiales. Es así p o r q u e afirmar q u e sabemos requiere justificación, y eso es lo q u e nos falta. Esto t a m p o c o significa q u e Descartes esté negando la p o s i b i l i -

d a d de que cada persona decida p o r sí misma. Su afirmación es

que, d e una manera o de o t r a , n o se tiene evidencia. Sin embargo,

aún n o significa que, ante la ausencia de evidencia, u n o puede es-

coger la teoría que quiera. N o hay una cosa tal c o m o aceptar o es-

coger una hipótesis, a p a r t e de pensar q u e es v e r d a d e r a . Y sin

evidencia alguna, u n o n o t i e n e razón para t o m a r la una c o m o ver-

dadera y n o la otra.

Podemos exponer el a r g u m e n t o cartesiano de la ausencia c o m o

sigue:

1. Podría haber un espíritu p o d e r o s o que me engaña 2. Si hay un d e m o n i o , e n t o n c e s me equivocaría en mis creencias

3. Por lo t a n t o , mis creencias p u e d e n ser equivocadas ¿Descartes cometió un error? ¿Acaso usted tiene evidencia de que no es engañado por un d e m o n i o ? Si la tiene, entonces la primera

premisa es falsa. Pero, ¿cuál es su evidencia? No me diga q u e n o le

gusta la conclusión. N o piense "debe haber algo i n c o r r e c t o " . Imaginemos que Descartes está s e n t a d o aquí. Desempolvémoslo un p o c o .

Usted le dice: "Descartes, usted está equivocado. Algo d e b e fallar

en su a r g u m e n t o p o r q u e yo sé q u e c o n o z c o muchas cosas acerca

del m u n d o externo". ¿Cómo respondería él? Tal vez así: "Usted dice que sabe. Pero ese saber requiere evidencia. ¿Qué evidencia tiene para afirmar que sabe? Yo le he d a d o evidencia para afirmar que usted n o sabe". ¿Cómo le replicaría a Descartes?

A h o r a es su segunda o p o r t u n i d a d de apostar. Si c o n s i d e r a m o s

con d e t e n i m i e n t o el a r g u m e n t o de Descartes, ¿cree que él está en lo cierto? Si n o lo cree, ¿cuál es su respuesta? ¿Cómo le c o n t e s t a -

ría? Si el c o n o c i m i e n t o exige una justificación razonable, y n o la

87

f- C a p í t u l o V. DESAPARECER EL MUNDO

ir ['"tenemos, e n t o n c e s n o tenemos c o n o c i m i e n t o . De o t r o m o d o , el i argumento d e Descartes falla. H e aquí u n problema filosófico. Insisto en que se concentre e n este p r o b l e m a y sienta su fuerza; no trate de escapar por el c a m i n o fácil, que este n o le ayudará a ser un mejor pensador. Ahora q u e h e t e r m i n a d o m i c o r t o sermón, p o r favor apueste. El a r g u m e n t o d e Descartes tiene una debilidad. Parte de una s u -

posición muy amplia: el supuesto .de su a r g u m e n t o es q u e la única

cosa con la que una persona puede tener c o n t a c t o directo, o c o n o -

cer directamente, es el c o n t e n i d o de su conciencia o sus propias

ideas. De acuerdo c o n esto, u n o n o está al corriente de las cosas

que en el m u n d o exterior propician nuestras ideas. Pero, c o m o v e remos, esta suposición tiene un a r g u m e n t o interesante a su favor.

Í:L

MUNDO

DMSAPARMCE

¿Los bananos s o n realmente amarillos? Podemos hacer d o s cajas.

Una se llama "ideas en la mente", y la otra " propiedades reales de las cosas en el m u n d o " . El s e n t i m i e n t o de d o l o r que uno tiene c u a n -

do coge u n carbón ardiendo es una idea en la mente. Va en la pri-

jnera caja. Su d o l o r no es una p r o p i e d a d del carbón. Usted siente

el dolor, y piensa que es causado por el carbón caliente. En ese

caso, pondríamos la causa del d o l o r en la segunda caja, " p r o p i e d a des reales en el m u n d o " . El d o l o r m i s m o entraría en la primera, "ideas en la m e n t e " .

Usted está fritando cebollas. Hay un olor. ¿ E l o l o r es una idea en

su mente, o es una propiedad externa en el m u n d o real, en la sar-

t é n ? ¿ E n qué caja va el olor? El olor tiene una base o una causa

ífísica: la estructura de las moléculas q u e viajan p o r el aire. ¿ E s el olor lo m i s m o q u e la estructura molecular? Un a r g u m e n t o concluye que n o s o n lo mismo, p o r q u e se puede causar el m i s m o olor c o n

'otras estructuras químicas. Por ejemplo, si lo h i p n o t i z o a p r o p i a d a mente, y p o n g o una botella de amoníaco bajo su nariz, usted s e n -

tirá el olor de cebollas fritas. Al parecer d e b e m o s concluir q u e el olor real es la sensación que usted percibe, y ésa es una idea en la

m e n t e , q u e e n t r a en la ca¡a 1. Por c o n s i g u i e n t e , la e s t r u c t u r a

88

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

molecular es al parecer la causa de ese o l o r -en lugar del olor m i s m o - , y entra en la caja 2 bajo el rótulo de "propiedades reales en el

mundo".

¿El b a n a n o es realmente amarillo? De nuevo, los colores tienen

una base física: la longitud de onda de la luz reflejada. Pero, una

vez más, ésta no puede ser idéntica a) color percibido, porque u n o puede percibir un o b j e t o que refleja otra longitud de onda d i f e r e n -

te del amarillo, pero si sufre de ictericia, por ejemplo, o lleva lentes

amarillos, percibirá el amarillo. Este amarillo, por lo t a n t o , debe ir

en la caja 1, "ideas en la mente".

Este a r g u m e n t o se puede aplicar a los sonidos que percibimos y

a los sabores que experimentamos. Esto forma las bases de lo que se llamó el argumento de la ilusión.

1. Las propiedades reales de un o b j e t o externo no pueden cambiar sin que ocurra un c a m b i o en el o b j e t o mismo

2. Los colores que percibo pueden cambiar sin que ocurra un c a m b i o en el o b j e t o m i s m o

3. Por lo t a n t o , los colores que percibo no son propiedades reales del m u n d o externo

Una vez se ha llegado a esta conclusión, se está a un paso de la

conclusión según la cual los colores q u e veo deben ser ideas en mi mente. El m i s m o argumento se puede utilizar para otras cualidades

sensoriales, c o m o lo hicimos atrás, tales c o m o los sonidos que es-

cuchamos, los olores que olemos, etcétera.

El a r g u m e n t o es bastante difícil y requiere una explicación. a) Premisa 1 . Las propiedades reales de un o b j e t o externo no p u e den cambiar sin que ocurra un c a m b i o en el o b j e t o mismo. Esta primera premisa ofrece una prueba o criterio, una definición

de qué es lo que cuenta c o m o las propiedades reales de un o b j e t o

e x t e r n o . Sostiene que cualquier cosa que sea una propiedad de un

o b j e t o externo tiene que ser tal, que si cambia, entonces ese c a m b i o tiene que ser un c a m b i o del o b j e t o . Por ejemplo, su estatura es

Capítulo V. DESAPARECER EL MUNDO

89

' una propiedad o una característica suya. Esta característica n o p u e de cambiar sin q u e haya un c a m b i o en usted. Por definición, las . p r o p i e d a d e s reales de u n o b j e t o n o pueden transformarse sin q u e ¡o haga el o b j e t o m i s m o . b) Premisa 2. El o l o r q u e percibo puede cambiar sin q u e haya u n cambio en el o b j e t o mismo.

Por ejemplo, si ingiero bebidas alcohólicas, el o l o r cambia aunque

él objeto siga igual. Si he sido h i p n o t i z a d o , el olor que percibo c a m biará aunque no haya ningún c a m b i o físico en el o b j e t o . El olor a

cebolla frita es muy diferente c u a n d o uno tiene una resaca horrible. El olor puede cambiar sin que el o b j e t o cambie. En otras palabras,

el olor que percibo n o ha pasado la prueba q u e las propiedades d e

un o b j e t o real tienen q u e satisfacer

c) .Estas d o s premisas implican q u e el o l o r q u e percibo n o es la propiedad de u n o b j e t o real.

Consideremos el paso final y agreguemos otra premisa: Premisa 4. El olor q u e percibo es, o una propiedad real de u n objeto externo, o una idea en mi mente Dada la cuarta premisa, y la conclusión, t e n e m o s q u e llegar a

que el olor que percibo es una idea en mi mente.

Parece claro que el sabor a pina, el color de los bananos y el o l o r

de las cebollas fritas son ideas en la mente. Ahora, si u n o afirma

que el sabor real y el o l o r real s o n causados p o r la e s t r u c t u r a

molecular d e l o b j e t o , debe tener c u i d a d o : si el a r g u m e n t o de la

ilusión es sólido, entonces se sigue, lógicamente, q u e el o l o r q u e

uno percibe n o puede ser una de esas propiedades de los o b j e t o s

[externos, sino una idea en la m e n t e . Ésta es una experiencia q u e pertenece a la caja 1 f i d e a s en la mente"). La composición quími-

ca, en cambio, va en la caja 2 ("propiedades reales de los o b j e t o s

en el m u n d o " ) . Por lo t a n t o , el olor n o puede ser identificado con la composición química.

90

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

CUALIDADES PRIMARIAS Y SECUNDARIAS Parece q u e el a r g u m e n t o de la ilusión es aplicable a los colores,

olores, sabores y sonidos que p e r c i b i m o s . John Locke los ubicó en la caja 1 ("ideas en la mente") y los llamó ideas de cualidades se-

cundarias. Sin embargo, también afirmó que existen cualidades p r i marias q u e p e r t e n e c e n al o b j e t o m i s m o : tamaño, f o r m a , masa,

duración. Según él, estas cualidades espacio temporales de un o b -

jeto pertenecen al o b j e t o m i s m o y deben clasificarse en la caja 2 ("propiedades reales de los o b j e t o s en el m u n d o " ) .

Locke pensaba que la reflexión filosófica sobre la nueva ciencia

del siglo XVII mostraba que los colores y demás cualidades secundarias n o pertenecían al o b j e t o en a b s o l u t o . En cierto m o d o , nuestros sentidos nos gastan una b r o m a . Por ejemplo, pensamos que los colores que vemos están afuera, en el m u n d o , c u a n d o realmen-

te no es así: lo m i s m o c o n los s o n i d o s que escuchamos. Éstos sólo

son ideas en la mente.

¿Qué sucede c u a n d o un c u b o de hielo se funde a causa del ca-

l o r Ciertamente, el calor está afuera, en el m u n d o externo. El p u n 9

t o de Locke es que el calor y el frío, tal c o m o yo los percibo, el calor

que siento, puede cambiar sin q u e haya un c a m b i o en el o b j e t o .

Por ejemplo, estamos en invierno; usted ha estado afuera, y c u a n -

d o regresa a su habitación siente que está caliente. Y en el verano,

el m i s m o cuarto, a la misma t e m p e r a t u r a , se siente fresco. C o m o el

a r g u m e n t o de la ilusión se aplica al calor que percibimos, el calor, por t a n t o , no es una propiedad real del o b j e t o . De esta manera, el

calor se clasifica en la caja 1 ("ideas en la mente"). Sin embargo,

Locke agregaría que la vibración de moléculas es parte del o b j e t o ;

éstas están compuestas de cualidades primarias y hacen parte de la caja 2 ("propiedades reales de los o b j e t o s en el m u n d o " ) .

Berkeley se o p u s o a la distinción que hace Locke entre cualida-

des primarias y secundarias. Berkeley advirtió que el argumento de la ilusión era también aplicable a las cualidades primarias. Por e j e m plo, las formas y tamaños que u n o ve pueden cambiar sin que haya

un c a m b i o en los objetos. Una torre d i s t a n t e parece pequeña, pero la misma, desde más cerca, parece grande. Desde cierto ángulo un

círculo parece ovalado. Así, las formas y los tamaños que usted

Capítulo V. DESAPARECER EL MUNDO

9 I

percibe n o son propiedades reales de los objetos externos. Berkeley

afirma que el argumento d e la ilusión también se aplica al peso que

uno siente y a la percepción de duración. Que se aplica a todas las cualidades primarias de Locke. Y si lo que percibimos n o son propie-

dades reales de los objetos, entonces deben ser ideas en la mente.

El argumento de Berkeley nos p r o p o n e una elección difícil. Él

afirma q u e todas las cualidades sensibles simples q u e percibimos pueden cambiar sin q u e el o b j e t o l o haga. Para c o n c l u i r q u e t e n e mos que escoger: o

a) las cualidades son perceptibles, y en tal caso s o n meras ideas; o esto o t r o b) si son propiedades reales en el m u n d o exterior, e n t o n c e s n o s o n perceptibles.

En otras palabras, si el tamaño es algo que c o n o c e m o s y p o d e m o s

ver, entonces no puede hacer parte de un o b j e t o . O d e otra manera,

si el tamaño es una propiedad real de un o b j e t o e x t e r n o en el m u n -

do, entonces usted tiene que admitir q u e n o puede percibirlo. Si uno no puede percibirlo, sería imposible sostener que puede c o n o -

cerlo, afirma Berkeley. Por consiguiente, las propiedades reales de un o b j e t o son a b s o l u t a m e n t e incognoscibles. Todas las cosas q u e percibimos deben ser clasificadas en la caja I ("ideas en la mente");

lo q u e quede para la 2 ("propiedades reales de los o b j e t o s en el

mundo") es algo esencialmente inconcebible.

Al aplicar el argumento de la ilusión a la percepción de las cuali-

dades primarias y secundarias, Berkeley concluye q u e sólo p o d e mos percibir nuestras propias ideas. Esta conclusión es n o t a b l e .

Significa q u e c u a n d o usted cree q u e está mirando sus manos, p o r

ejemplo, se equivoca: sólo está percibiendo ideas en su mente, nada

de manos ni ninguna otra cosa del m u n d o externo.

Locke dice q u e las ideas que tenemos de las cualidades p r i m a -

rias se asemejan a las cualidades mismas en el m u n d o . Berkeley lo

critica, señalando q u e u n o no puede situarse fuera d e sus ideas para compararlas d i r e c t a m e n t e c o n el m u n d o . Para hacerlo, u n o

tendría q u e percibir el m u n d o , y eso no es p o s i b l e : para percibir

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

92

se requieren ideas. El único acceso q u e u n o tiene al m u n d o es i n d i r e c t o , a través de nuestras ideas. N o hay manera posible de hacer una comparación entre las ideas y las cosas externas, p o r q u e sólo p o d e m o s percibir ideas. Si Berkeley está en lo cierto, n o s o t r o s no percibimos nuestros

p r o p i o s cuerpos. En su lugar, t e n e m o s ¡deas que se originan en

algo ahí afuera, que es j u s t o lo q u e n o s o t r o s llamamos nuestro cuerp o . En consecuencia, la historieta científica de la percepción es una

estafa. En el caso de la percepción visual, el c u e n t o tradicional dice

que la luz se refleja en el o b j e t o , golpea nuestra retina y estimula el nervio óptico, el que a su vez estimula la cerebro que entonces p r o -

duce la idea del o b j e t o en nuestra mente. Si Berkeley tiene razón,

entonces este c u e n t o es un engaño, p o r q u e u n o no tiene c o n o c i m i e n t o directo de sus ojos, nervios retínales y cerebro. Sólo tene-

m o s c o n o c i m i e n t o d i r e c t o d e n u e s t r a s p r o p i a s ideas. ¿ C ó m o

f o r m a m o s entonces los c o n c e p t o s de las cosas externas según este

p u n t o de vista? Nuestras ideas tienen o r d e n y coherencia. Debido a

esto, elaboramos los c o n c e p t o s de o b j e t o s externos. Hacerlo no es tarea simple. A los niños les t o m a varios meses, ellos son jóvenes y

capaces de aprender. Este o r d e n de nuestras ideas nos enseña a

interpretar nuestra experiencia en relación c o n o b j e t o s que existen

aunque no se los perciba. Pero esto n o significa que realmente per-

cibamos tales objetos. U n o sólo ve colores y formas, y los interpre-

tamos de cierta manera. El o r d e n y la coherencia entre esas ideas ,

es lo que permite que vivamos en la práctica, pero no nos dan c o n o c i m i e n t o del m u n d o externo.

Esto nos lleva a o t r o p u n t o en favor de Berkeley Hay una d i f e r e n -

cia entre la experiencia cruda y cómo ésta es usualmente i n t e r p r e - ,

tada. Pensamiento y sensación son d i s t i n t o s . Por ejemplo, u n o m i r a |

calle abajo y piensa que ve un amigo. La forma que percibo parece • familiar. Sin embargo, c u a n d o nos acercamos un poco, es sólo una

sombra. Nuestra interpretación afectó nuestra percepción. Si trata- \ mos de experimentar nuestras sensaciones sin interpretarlas, ten- ¡

dremos entonces

la e x p e r i e n c i a

c o m o es en sí m i s m a , s i n '

pensamiento. Trate de describir su experiencia sin hacer ninguna ]

interpretación teórica. Cuando se concentra en la naturaleza de la í

C a p í t u l o V. DESAPARECER EL MUNDO

sensación misma, la interpretación llega a ser menos fuerte, hasta

que percibe sensaciones crudas. Pero c u a n d o hace eso, n o experimenta sus ideas c o m o objetos materiales.

I m p o n e m o s el c o n c e p t o de objetos materiales cuando i n t e r p r e -

tamos nuestra experiencia (la cual, según Berkeley, consiste en percibir ideas). Normalmente, cuando u n o mira, asume que su visión

t o m a a la cosa misma desde afuera. El argumento de Berkeley i n tenta mostrarnos que esa suposición es falsa. Que es una i n t e r p r e -

tación falsa.

CONCLUSIONES ¿Ha hecho su apuesta? Si votó en favor de Berkeley y Descartes,

entonces tiene un problema. ¿Cómo llenamos el vacío entre nues-

tra experiencia personal de las ideas y nuestra certeza de que c o n o cemos el m u n d o externo? ¿Cómo justificar esa certeza -la de conocer

a tal grado el m u n d o externo-, si nunca percibimos los objetos?

Este capítulo ha sido en parte un ejemplo a m p l i o d e la primera fase

de la filosofía: preguntas y perplejidades.

Los argumentos muestran, al parecer, q u e uno n o percibe o b j e -

tos externos, sino sólo ¡deas. Entonces nos queda este problema:

¿cómo es posible q u e tengamos c o n o c i m i e n t o de los o b j e t o s m a -

teriales? Al parecer, es imposible. Podemos saber y reconocer nues-

tras sensaciones c o m o dibujos, pero nunca el m u n d o externo tal

c o m o es. Si el c o n o c i m i e n t o se basa en la experiencia sensorial,

entonces la naturaleza del m u n d o externo debe permanecer para

siempre en el misterio.

CAPÍTULO V I MIRAR

E L

MUNDO

El argumento de la ilusión parece sólido, a pesar de la naturaleza

dramática y contraintuitiva de sus implicaciones: sólo p e r c i b i m o s nuestras propias ideas; nunca los objetos externos. Implica que esta-

mos encerrados para siempre en la prisión de nuestra propia c o n -

ciencia, sin acceso al m u n d o exterior. Esta posición es propia de las filosofías de Descartes, Locke, Berkeley y Hume, entre muchos otros.

Otra posición sería la de afirmar que p o d e m o s percibir d i r e c t a -

mente o b j e t o s materiales. Pero esta posición sólo tiene hasta a h o ra el sentido común para apoyarse, y además, el a r g u m e n t o de la

ilusión muestra que al parecer es una posición equivocada. Una vez

más, es hora de hacer su apuesta, p o r q u e ahora examinaremos esta

posición alternativa.

ESPEJISMO Imagine una persona introducida en un t a n q u e de agua, c o n respi-

ración artificial, d e n t r o del cual las principales entradas sensoriales

de la persona son taponadas (ojos y oídos vendados). Después de cierto t i e m p o , la persona comenzará a ver cosas; p o r ejemplo, p o -

drá ver un castillo. Ahora imagine a una persona abandonada en un desierto vacío. Cuando el calor y la sed sean insoportables, la

persona verá el espejismo de un oasis. Tales personas podrían r a -

zonar de la siguiente manera:

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

96

1. Estoy viendo algo. 2. D a d o q u e estoy viendo algo, estoy v i e n d o un o b j e t o externo o estoy v i e n d o mis propias ideas. 3. N o estoy viendo un o b j e t o externo. 4. Por l o t a n t o , estoy viendo mis propias ideas. El p r o b l e m a c o n el argumento anterior está en la premisa I ("Estoy

viendo algo"). Es una petición de principio. La premisa supone q u e hay algo q u e debe ser una cosa tal q u e una persona la ve c u a n d o

sufre una alucinación. Sólo gracias a esta suposición, surge la c o n -

clusión siguiente: la cosa vista n o p u e d e ser un o b j e t o material;

debe ser entonces una idea mental.

Obviamente, cuando una persona tiene una alucinación, está vien-

do, y su experiencia tiene un c o n t e n i d o . Pero n o debemos asumir

que e s t o implica que ella debe estar v i e n d o alguna cosa. N o p o d e -

mos asumir q u e el c o n t e n i d o de la experiencia de la visión de una persona es el o b j e t o d e su experiencia, o q u e es una cosa q u e ella

está viendo. Hacer tal suposición es asumir q u e en efecto las ideas

existen c o m o entidades mentales.

La alternativa a esta suposición sería argumentar q u e una perso-

na q u e tiene una alucinación n o ve cosa alguna. Esta alternativa a d -

mitiría q u e q u i e n sufre una alucinación está viendo, y q u e su visión

tiene u n c o n t e n i d o . Sin embargo, negaría q u e el c o n t e n i d o es el

objeto d e su experiencia. En otras palabras, la alternativa sería re-

chazar la afirmación implícita en la premisa I: que el c o n t e n i d o de la experiencia es un o b j e t o m e n t a l . P o d e m o s argumentar q u e el

c o n t e n i d o de la visión es simplemente una manera de ver, y p o d e -

mos tratar la experiencia adverbialmente en lugar de tratarla c o m o '

un o b j e t o (explicaré esto más adelante).

Para ser más precisos, y evitar la petición de principio, d e b e m o s

reemplazar la premisa I por:

1*. Estoy t e n i e n d o una experiencia visual. Si reemplazamos la premisa I del a r g u m e n t o original p o r la p r e m i -

sa 1 * , q u e n o es una petición de p r i n c i p i o , el a r g u m e n t o pierde

Capítulo V!. MIRAR EL MUNDO

97

validez. La conclusión n o se sigue lógicamente d e la nueva serie d e premisas. Sin un nuevo argumento independiente que permita afir-

mar q u e la premisa I es verdadera y q u e la frase I * es falsa, el

argumento de la alucinación es una petición de principio.

UNA CRÍTICA DEL ARGUMENTO DE IA ILUSIÓN Esta crítica del a r g u m e n t o de la alucinación puede usarse para eva-

luar, de manera crítica también, el argumento de la ilusión. Los d o s

argumentos son similares. (Revisar el argumento de la ilusión en el capítulo anterior). La premisa 2 del a r g u m e n t o de la ilusión original

era:

2. Los colores q u e percibo pueden cambiar sin q u e haya un c a m bio en el o b j e t o m i s m o .

Esta premisa, al igual q u e la premisa 1, es una petición d e princi-

pio. La premisa 2 asume que los colores q u e percibo s o n objetos mentales o ideas. S u p o n e que lo que puede cambiar (sin q u e el

objeto externo sufra alteración alguna) es esa cierta cosa q u e yo per-

cibo. Contra esta segunda premisa p o d e m o s argumentar q u e lo que puede cambiar (sin ninguna alteración del o b j e t o externo) n o es

esa cierta cosa, s i n o la manera c o m o p e r c i b i m o s o el c o n t e n i d o fenomenológico de nuestra percepción. Por ejemplo, la forma c o m o

percibo una pared blanca cambiará cuando cambie el color de la

luz. En contra de esta segunda premisa p o d e m o s insistir en que lo

que percibo es el color d e un o b j e t o externo, y q u e ese color o b j e tivo n o puede cambiar a menos q u e el o b j e t o m i s m o lo haga. Para

ser más precisos, p o d e m o s reemplazar la premisa 2 por:

2*. La manera c o m o p e r c i b o el c o l o r puede cambiar sin q u e ocurra un cambio en el o b j e t o mismo. Una vez reemplazada la premisa 2 p o r la 2*, el argumento original no es válido. Sin un nuevo argumento independiente que permita

afirmar que la premisa 2 es verdadera y que la oración 2* es falsa, el argumento de la ilusión es una petición de principio.

98

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

UNA CONCEPCIÓN ALTERNATIVA DE LA PERCEPCIÓN: E L REALISMO DIRECTO A l o s u m o , el argumento de la ilusión n o establece la conclusión de q u e sólo p o d e m o s percibir nuestras propias ideas. Por supuesto,

esto n o implica que la conclusión sea falsa en sí misma. El argum e n t o d e la ilusión puede no ser concluyente, pero la conclusión, (a saber, q u e sólo p o d e m o s percibir nuestras propias ideas,) podría

ser verdadera.

Por el m o m e n t o , en lugar de argumentar que esta conclusión es

falsa, c o n s i d e r e m o s cuál podría ser una posición alternativa, que

p o d e m o s llamar realismo directo. Ella sostiene que p o d e m o s per-

cibir d i r e c t a m e n t e los o b j e t o s externos, y que los objetos de la per-

cepción n o son ¡deas en la mente. Desarrollar el realismo directo

es i m p o r t a n t e , porque la afirmación de que sólo p o d e m o s percibir nuestras propias ideas es un pilar de las teorías del c o n o c i m i e n t o

de una serie muy i m p o r t a n t e de pensadores, c o m o Descartes, Locke, Berkeley y Hume. Por el contrario, Kant es un realista directo.

Oraciones c o m o , "estoy viendo algo", y "lo que estoy viendo",

son vagas. Pueden referirse al c o n t e n i d o de la visión, a la naturaleza de la experiencia del a c t o de ver, o a la experiencia visual misma.

A l t e r n a t i v a m e n t e , tales frases p u e d e n referirse a la cosa q u e de h e c h o veo; a un o b j e t o externo que existe i n d e p e n d i e n t e m e n t e del

a c t o d e verlo. Según el realista directo, d e b e m o s distinguir clara-

m e n t e el c o n t e n i d o d e la visión de la cosa vista. El c o n t e n i d o

experiencia! de mi visión n o es un añadido a! acto de ver; es sólo el m o d o o la manera c o m o veo. El o b j e t o independiente de mi visión,

la cosa q u e realmente veo, tal c o m o un árbol o una silla, es algo

d i s t i n t o de mi a c t o de ver; existe, aun si n o lo veo.

De acuerdo c o n el realista directo, c u a n d o una persona sufre una

alucinación n o está viendo un o b j e t o externo. Aunque nuestra t e n -

dencia es afirmar que tal persona está viendo algo, eso sólo significa q u e está viendo de una manera particular, o que su experiencia

visual tiene c o n t e n i d o . El realista d i r e c t o afirma que es tentador, p e r o engañoso, decir q u e hay una cosa mental que una persona

percibe. Es problemático p o r q u e implica que hay alguna cosa, a l -

gún o b j e t o mental real q u e la persona está percibiendo.

C a p í t u l o V I . MIRAR EL MUNDO

99

El idioma español n o ayuda a distinguir entre el c o n t e n i d o de la visión y lo que es visto. Por ejemplo, c u a n d o le preguntamos a a l guien q u é es lo que ve", p o d e m o s estar preguntándole por una u

descripción de su experiencia, o p o r una descripción del o b j e t o externo q u e ve. Según el realista directo, la ausencia de una distinción entre el contenido de la experiencia y el o b j e t o independiente que se experimenta puede causar una enorme confusión. Puede llevarnos a cosificar el c o n t e n i d o de la experiencia de la percepción y a tratarlo c o m o si fuera la cosa que estamos viendo o experimentando. Descartes, Locke, y Berkeley utilizan la palabra "idea" para referirse al c o n t e n i d o de la experiencia, pero ellos tienden a tratar ese c o n t e n i d o c o m o si fuera un ítem mental o una pintura en la mente. Tratan este c o n t e n i d o como si fuera la cosa percibida. El realista directo afirma que ellos se equivocan porque las ideas no son objetos adicionales al acto de ver. Las ideas no son los objetos de la percepción; son el m o d o o la manera c o m o nosotros miramos. Por esta razón, el realista directo argumentará que Locke, Descartes y Berkeley se equivocan cuando afirman que percibimos nuestras propias ideas. Las ideas no son los objetos que vemos, porque las ideas no son objetos en absoluto. Según el realista directo, las ideas no son la cosa vista; son meramente el acto o la experiencia de ver de una manera particular. Para q u e este p u n t o quede más claro, p o d e m o s comparar las ideas con los estados de ánimo . El realista d i r e c t o afirma que un 23

estado de ánimo n o es una cosa u o b j e t o mental. A u n q u e en español nos referimos a los estados de ánimo c o m o lo que sentimos, el realista directo no piensa un estado de ánimo c o m o un o b j e t o . Un estado de ánimo n o es otra cosa que sentir de una cierta manera. El realista d i r e c t o sostiene que en lugar de preguntarle a una persona qué es lo que siente, c o m o si sintiera una cosa, sería más a d e c u a d o p r e g u n t a r l e cómo se s i e n t e . Un realista d i r e c t o puede comparar las ideas con los estados de ánimo: así c o m o los estados de ánimo son la manera c o m o s e n t i m o s , las ideas son s i m p l e m e n t e la manera c o m o p e r c i b i m o s . De a c u e r d o con el realista 21

Ver Sección 5.1. BFNNF/TT, J., Locke. Berkeley, Hume, Cía rendo n Press,

Oxford. 1979.

100

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

d i r e c t o , n o d e b e m o s dejarnos engañar por el idioma español, que al trata el c o n t e n i d o de la percepción c o m o una cosa. Las ideas n o son lo que percibimos; son la manera c o m o percibimos. Por supuesto, nada de esto c o n s t i t u y e un argumento a favor del

realismo directo, ni t a m p o c o en c o n t r a de la afirmación de que sólo

p o d e m o s percibir nuestras propias ideas. Esto es sólo una ilustra-

ción de cómo algunos filósofos han t r a t a d o de desarrollar un p u n t o de vista realista . 24

EL

A R G U M E N T O DEL

LENGUAJE

PRIVADO

Podría haber un argumento contra la afirmación de que sólo p o d e -

mos percibir nuestras propias ideas. Por ejemplo, el llamado argu-

m e n t o del lenguaje privado de Wittgenstein, que parece desafiar la

suposición central de Descartes y Berkeley (que los o b j e t o s i n m e -

diatos de la percepción son las ideas en la mente). En su Primera meditación,

Descartes duda de la existencia del m u n -

d o externo. Él tiene ideas que puede identificar directamente, pero

él no sabe si alguna cosa "ahí afuera" en el m u n d o externo, realmente corresponde a, o p r o d u c e esas ideas. Descartes está preso

en el m u n d o de sus propias ideas inmediatas. Esto es lo que p o d e mos llamar "la posición original de Descartes". De acuerdo c o n esta

posición, la única manera de salir de tal prisión es p r o b a n d o la

existencia de Dios y, en consecuencia, vindicando el principio se-

gún el cual las ideas claras y distintas son verdaderas. Este p r i n c i -

pio sirve de puente entre el c o n o c i m i e n t o de las ideas y el m u n d o .

Mientras no p o d a m o s probar la existencia de Dios, el puente estará r o t o .

¿ E s viable la posición original de Descartes? El a r g u m e n t o de

Wittgenstein muestra que no. Descartes asume que c u a n d o él p i e n -

sa, por ejemplo, "quizás algún d e m o n i o maligno existe", las palabras que tisa para expresar tales pensamientos tienen significado.

En su método de la duda, el significado de las palabras es t r a t a d o Para una concepción alternativa, ver págs. 1 13 - 127 JACKSON, F., "The Exislcnce of Mental Objects', en Perceptuaí Knowledgc, J. Dancy (ed), Oxford, 1988.

C a p í t u l o V I . MIRAR EL MUNDO

101

c o m o algo dado y n o sujeto al proceso blanqueador de la duda que

por otra parte Descartes utilizó. ¿Este lenguaje d e Descartes es significativo, tiene sentido? Wittgenstein ofrece un a r g u m e n t o para

mostrar q u e no, porque las palabras son, y tienen que ser, moneda

corriente del d o m i n i o público. El significado lingüístico requiere la

existencia de un m u n d o o b j e t i v o ; n o puede ser exclusivo de las ideas íntimas de Descartes.

En resumen, Wittgenstein argumenta contra la posibilidad de un

lenguaje esencialmente privado. Él imagina una persona que usa la

letra 'S' para referirse a una sensación. Cuando la sensación apare-

ce de nuevo, la persona usará otra vez la letra 'S' para referirse a la

misma sensación. Ahora, en el curso n o r m a l de la vida, a veces

identificamos una sensación por sus causas: "éste es el s e n t i m i e n -

to que t e n g o cuando o i g o el rechinar de la tiza en el tablero". Pero

tales formas de identificar las sensaciones presuponen la existen-

cia de un m u n d o externo y no son permitidas por la posición o r i g i nal de Descartes. El método c a r t e s i a n o de la d u d a requiere u n

lenguaje e s e n c i a l m e n t e p r i v a d o . En esta posición, es

necesario

construir un lenguaje de esa índole, uno cuyo significado sea o b t e nido por referencia directa a las ideas privadas, a su c o n t a c t o i n -

trospectivo, sin relación con factores causales externos.

El a r g u m e n t o de Wittgenstein contra la posibilidad de un l e n guaje esencialmente privado (LEP)

es:

1. Un lenguaje significativo requiere la posibilidad de error 2. En un LER n o hay forma de distinguir entre "X es c o r r e c t o " y X W

me parece c o r r e c t o " 3. Por lo t a n t o , un LEP significativo es imposible La primera premisa afirma que, para que sea posible el significado,

tiene que haber algo c o m o el uso incorrecto de una palabra, c o m o llamar " g a t o " a un perro. La segunda dice q u e en u n lenguaje esen-

cialmente privado no hay posibilidad de aplicar una palabra i n c o -

rrectamente: en el reino privado n o hay ninguna distinción posible

entre las cosas c o m o son y las cosas c o m o aparecen. Si tengo una

102

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

sensación que me parece que es S de nuevo, en el reino esencialmente privado nada podrá contar c o m o un error. Wittgenstein dice: "cualquier cosa va a parecerme correcta y esto sólo significa que aquí no p o d e m o s hablar de ' c o r r e c t o ' . " 25

(La segunda premisa n o afirma que n o p o d e m o s verificar si h e -

mos c o m e t i d o una equivocación en la identificación de nuestras

propias sensaciones, sino más bien que en el reino privado no hay

posibilidad de error Ésta n o es una cuestión de posibilidad de ve-

rificación, sino de posibilidad de error.)

El método de la duda de Descartes es personal. En lugar de

preguntar, "¿qué p o d e m o s conocer?", pregunta, "¿qué p u e d o c o -

nocer?" Así, Descartes se sumió en la cárcel de sus propias ideas,

deseando saber si alguna cosa en el m u n d o e x t e r n o causaba sus ideas. Al resolver la primera pregunta, Descartes n o estaría en un " p r e d i c a m e n t o egocéntrico" . Por e j e m p l o , si hubiera p r e g u n t a 26

d o : ¿qué p o d e m o s conocer?, e n t o n c e s ya tendría resuelta la exis-

tencia de las otras mentes, y un m u n d o público común para vivir.

El a r g u m e n t o del lenguaje privado muestra que estamos c o m p r o m e t i d o s en un m u n d o tal, p o r q u e el lenguaje es significativo. La

posición original de Descartes es equivocada. H a c e m o s parte del mundo externo.

OTRA IMPLICACIÓN Descartes y los empiristas cosificaron las ideas. Esto los llevó a la

noción del velo de ideas: sólo p o d e m o s percibir directamente nues-

tras propias ideas, y nunca, a través de ellas, los o b j e t o s en el m u n -

d o externo. El argumento del lenguaje privado rechaza este velo de ideas, pues afirma que palabras c o m o " d o l o r " no pueden n o m b r a r

objetos mentales esencialmente

privados.

Esto nos permite t o m a r distancia de los problemas que presen-

tó la percepción en el capítulo a n t e r i o r . P o d e m o s a f i r m a r q u e

J 5

Ver párrafo 2 5 8 , WITTGF.NSTI-IN. L . Investigaciones filosóficas. filosóficas, U N A M , Gnjalbo, Barcelona, 1988.

2 6

Instituto de

investigaciones

Ver WILLIAMS, B., Descartes: The Projecl of Puré Enquiry, Penguin, Middeiesex, 1978.

Capítulo V I . MIRAR EL MUNDO

103

Berkeley y Descartes están equivocados, y p o d e m o s evitar c o n c l u -

siones escépticas y c o n t r a i n t u i t i v a s acerca de la percepción. Pode-

mos afirmar que p e r c i b i m o s nuestros zapatos y nuestras manos.

Sin embargo, negar las ideas privadas tiene consecuencias dramá-

ticas para el p r o b l e m a de la m e n t e y el cuerpo y la naturaleza de la conciencia.

Nos gusta pensar en la experiencia c o m o algo revelador de un

m u n d o i n t e r n o s u b j e t i v o . Este m u n d o i n t e r n o se describe en la

poesía, y se debe contrastar c o n el m u n d o externo. Pero si no hay

objetos mentales privados o ideas, entonces no hay un m u n d o p r i -

vado interno. O, por lo menos, es un error llamarlo " m u n d o " . En otras palabras, negar los o b j e t o s mentales privados o ideas signifi-

ca que no hay una ta! cosa c o m o la experiencia. Ésta es una manera

bastante drástica de p o n e r el p u n t o . No es negar el hecho de que la

gente percibe. Es rechazar que las percepciones s o n cosas. No niega la experiencia de las personas; niega q u e la experiencia sea una

cosa.

Tratar las ideas c o m o e n t i d a d e s mentales también c o n d u c e a

defender la idea del d u a l i s m o mente-cuerpo: esta proposición i m plica que la mente es una entidad inmaterial. Si las ideas son o b j e -

tos m e n t a l e s p r i v a d o s , e n t o n c e s es a p a r e n t e m e n t e

razonable

considerar que la m e n t e es un recipiente no-físico que posee o sos-

tiene esas ideas no-físicas. Por o t r o lado, si no hay objetos m e n t a -

les privados o ideas, e n t o n c e s n o d e b e m o s pensar en la m e n t e

c o m o una cosa en a b s o l u t o , y el dualismo es erróneo.

Esto significa que para defender el dualismo mente-cuerpo, y la

idea de que la experiencia revela un m u n d o i n t e r n o y subjetivo, u n o

tiene que afirmar que el a r g u m e n t o del lenguaje privado no es sóli-

do, y que e n t o n c e s las ideas son o b j e t o s mentales privados. Sin embargo, éstas serían malas noticias. Significaría q u e se ha dejado

agarrar una vez más por el gancho del p u n t o de vista escéptico

sobre la percepción. Significaría que Descartes y Berkeley después

de t o d o , estaban en lo cierto.

En conclusión, el p r o b l e m a de la percepción está p r o f u n d a m e n -

te ligado al p r o b l e m a mente-cuerpo. En el caso de la percepción, el problema es cómo ir desde "aquí a d e n t r o " hasta 'ahí afuera". En el

104

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

caso del p r o b l e m a mente-cuerpo, el p r o b l e m a es cómo ir desde "ahí afuera" hasta "aquí a d e n t r o " . A m b o s problemas requieren la

comparación entre i n t e r n o y externo, o entre adentro y afuera.

El a r g u m e n t o del lenguaje privado de Wittgenstein, en a m b o s

casos rechaza la comparación entre el interior y el exterior (la per-

cepción y el problema mente-cuerpo). Niega que este contrasteeleba

ser pensado c o m o el contraste entre dos mundos. Rechaza la o p o sición interno-externo c o m o un contraste ontológico, p o r q u e nie-

ga que las ideas son cosas. Si el contraste es un error en el caso de la percepción, entonces debe serlo también en el caso del p r o b l e -

ma mente-cuerpo.

CAPÍTULO V I I ¿ES

U S T E D

S U

CUERPO?

¿Sólo soy este cuerpo físico? Parece q u e d e b o ser más q u e eso, porque, ¿cómo podría ser consciente si sólo fuera una colección d e

células?, ¿cómo una colección d e células puede tener un p u n t o d e

vista subjetivo acerca del universo? Sin embargo, p o r o t r o lado, las ciencias naturales nos dicen que el universo consta únicamente d e

la materia y sus propiedades. Así, el s e n t i d o común y la ciencia

están en c o n f l i c t o . ¿Cuál tiene la razón? Parece que, o el lugar de la

mente consciente refuta la imagen científica del universo, o la i m a -

gen científica pone en duda la imagen q u e t e n e m o s de n o s o t r o s mismos.

D u r a n t e la época m o d e r n a , a p r o x i m a d a m e n t e e n t r e los años

1550-1 7 5 0 , el c o n f l i c t o surgió p o r p r i m e r a vez a causa d e l c a m -

b i o f u n d a m e n t a l d e l p u n t o d e v i s t a a c e r c a d e la m a t e r i a , g r a -

cias a la génesis d e la c i e n c i a . A n t e s d e esta época, el u n i v e r s o

era c o n s i d e r a d o p o r m u c h o s c o m o u n ser v i v i e n t e u orgánico.

Los c a m b i o s físicos eran e x p l i c a d o s d e a c u e r d o c o n propósi-

t o s : la n a t u r a l e z a repudia

el v a c í o ; las t o r m e n t a s o c u r r e n p o r -

q u e D i o s se enoja. N o o b s t a n t e , e s t a visión f u e p a u l a t i n a m e n t e rechazada y r e e m p l a z a d a p o r la concepción d e la materia c o m o

algo i n e r t e y c a m b i a n t e d e a c u e r d o c o n leyes m a t e m á t i c a m e n -

te d e f i n i b l e s . Esta concepción mecánica de la m a t e r i a h i z o q u e las c i e n c i a s basadas e n las matemáticas y la medición f u e r a n posibles.

106

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

El nuevo p u n t o de vista acerca de la materia puso de relieve el c o n t r a s t e entre el universo físico y la m e n t e humana, que es a n i m a da, consciente, racional y libre. ¿Cómo es posible reconciliar la i m a gen del universo físico c o n nuestra concepción de n o s o t r o s mismos, que al parecer s o m o s parte del universo, pero s o m o s esencialmente no-mecánicos y conscientes? ¿Cómo reconciliar la concepción científica del universo c o n la naturaleza de la mente? H o y en día, n o s o t r o s , q u e t e n e m o s el privilegio de la tecnología desarrollada por la ciencia, seguimos enredados en el m i s m o c o n flicto, inmersos en la misma crisis. En este capítulo y en el siguiente, c o n s i d e r a r e m o s tres niveles de respuesta a estas cuestiones. A l g u n o s escritores c o n f u n d e n estos tres niveles. Mostraré cómo lograríamos una mayor claridad y mejores respuestas si separamos esos niveles. Además, esta claridad nos ayudará a c o m p r e n d e r lanaturaleza de la ciencia (ver capítulo IX).

PRIMAR

NlViil.:

ONTOLÓÜK'O

C o m o u n o de los pioneros de la nueva ciencia, Descartes trató de aplicar los p r i n c i p i o s de la explicación mecanicista a una amplia gama de fenómenos, tales c o m o el m o v i m i e n t o planetario, la luz, el m o v i m i e n t o de las mareas y las funciones del c u e r p o h u m a n o c o m o la circulación de la sangre y la respiración. Afirmó que t o d o s esos fenómenos físicos pueden ser explicados p o r el m o v i m i e n t o mecánico de la materia.

Dualismo Sin embargo, según Descartes, la explicación científica paraba ahí. El pensaba que las acciones y los estados mentales de las personas n o podían ser explicados de esa manera. Descartes argumentó que una persona es una sustancia o cosa esencialmente c o n s c i e n te e inmaterial. De acuerdo c o n esto, el universo c o n t i e n e al m e n o s dos géneros de sustancias: la m e n t e , cuya esencia es ser c o n s c i e n te, y la materia, cuya esencia es espacial. ¿Qué es un ser h u m a n o ? Según Descartes, un ser h u m a n o es estas dos sustancias en una

107

C a p í t u l o V i l . ¿ E s USTED SU CUERPO?

relación causal estrecha, Los cambios en la mente causan cambios constantes en el cuerpo, y viceversa. Descartes tiene dos argumentos para apoyar su distinción entre el cuerpo y la mente:

Argumento

1

Aparece en el Discurso del método, parte IV c o m o sigue:

1. N o puedo dudar que y o (como una mente) existo 2. Puedo dudar que mi cuerpo existe 3. Por lo tanto, yo (como una mente) soy diferente de mi cuerpo El a r g u m e n t o c u e n t a c o n el p r i n c i p i o d e i d e n t i d a d d e l o s

indiscernibles. Este principio sostiene que los idénticos, c o m o agua

y H O deben tener todas sus propiedades en común. Si el agua 2

f

tuviera una propiedad q u e n o fuera compartida por el H 0 , n o p o ?

drían ser idénticas. En términos más técnicos: si X es el m i s m o o b j e -

to, o es idéntico a Y, entonces cualquier predicado F, verdadero de X,

debe ser también verdadero de Y. En la notación lógica esto es: (x) (y)(F) (x = y a ( F x = Fy)).

Descartes cuenta c o n este principio c u a n d o argumenta c o m o s i -

gue: si mi mente fuera idéntica a mi cuerpo, entonces lo q u e es verdad de u n o d e b e serlo también del o t r o ; pero hay una cosa q u e es verdad de mi mente y q u e n o es verdad de m i cuerpo, a saber:

que n o puedo dudar que existe.

Podemos reformular más correctamente el argumento de la duda de la siguiente manera: \ .

Argumento

2

1. Si d o s cosas s o n idénticas, e n t o n c e s deben tener t o d a s sus p r o p i e d a d e s en común

108

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

2. Mi m e n t e tiene la propiedad de que n o p u e d o dudar que existe 3. Mi c u e r p o n o tiene esta p r o p i e d a d 4. Por lo t a n t o , m i m e n t e y mi cuerpo no son idénticos El a r g u m e n t o de Descartes no funciona. Podemos ver esto con un

e j e m p l o . Agua y H 0 son idénticos, pero el argumentó anterior se 2

les podría aplicar. Una persona que ignora la química puede argüir

c o m o sigue:

Argumento

3

1. Si el agua y el H^O fueran idénticos, tendrían que tener todas sus propiedades en común

2. C o m o el agua tiene la propiedad de que yo n o p u e d o dudar que existe, y 3. El H 0 no tiene esta propiedad (puedo dudar que existe) 2

4. Por lo t a n t o , agua y H 0 no son idénticos 2

Puesto que n o s o t r o s sabemos que agua y H 0 son idénticos, debe 2

haber algo mal en el argumento; debe estar enfermo, no puede ser

sólido. Además, el a r g u m e n t o cartesiano de la duda c o m p a r t e la

forma lógica fundamental de este argumento enfermizo, y así t a m -

bién debe estar contagiado.

Los dos a r g u m e n t o s no son legítimos p o r q u e involucran fenó-

menos psicológicos c o m o dudas, creencias y deseos, los cuales

forman un c o n t e x t o no-extensional. Un c o n t e x t o es s i m p l e m e n t e

una parte de una sentencia, p o r e j e m p l o : "...es r o j o " , "John cree

que..." son c o n t e x t o s que c u a n d o se c o m b i n a n con las frases ade-

cuadas forman una oración c o m p l e t a . Muchas inferencias válidas

en c o n t e x t o s e x t e n s i o n a l e s n o s o n válidas en c o n t e x t o s no-

extensionales o intensionales.

No d e b e m o s c o n f u n d i r intensionalidad (con s) e intencionalidad

(con c). Son c o n c e p t o s distintos. La intencionalidad es un rasgo de

C a p í t u l o Víí. ¿ E s USTED SU CUERPO?

109

los estados mentales; su característica es d e tener c o n t e n i d o . La

intensionaiidad, en c a m b i o , es u n a s p e c t o d e algunas oraciones,

que consiste e n q u e los términos que tienen la misma referencia no son intercambiables e n la frase c o m p l e t a . (Para una explicación

más detallada de esta diferencia, ver el Capítulo VIH.)

Cuando e n u n c o n t e x t o extensional s u s t i t u i m o s u n término p o r

cualquier otra palabra que se refiere a la misma cosa, esa sustitu-

ción n o cambia la verdad o la falsedad de la frase c o m p l e t a . La sustitución de la palabra " G o r b a c h o v " p o r "el ex presidente de la

URSS" n o cambia el valor de verdad d e la frase "Gorbachov es cal-

vo". Por consiguiente, el c o n t e x t o "...es calvo" es extensional. Por eso, el a r g u m e n t o siguiente es lógicamente válido:

Argumento

4

1. Gorbachov es calvo 2. El ex presidente de la URSS es la misma persona que Gorbachov 3. Por lo tanto, el ex presidente de la URSS es calvo Al contrario, cuando en un c o n t e x t o intensional cambiamos una p a -

labra por alguna otra que se refiere a la misma cosa, la sustitución sí

puede alterar la verdad d e toda la oración. Por ejemplo, "Dan cree

que Gorbachov es calvo" es verdadera. Pero aunque sepamos q u e

Gorbachov y el ex presidente de la URSS son la misma persona, la

oración "Dan cree que el ex presidente de la URSS es calvo" puede no ser verdadera. La sustitución de la palabra " G o r b a c h o v " por el

"ex presidente de la URSS" puede cambiar el valor de verdad de la

oración. Por consiguiente, el c o n t e x t o "Dan cree que..." es i n t e n -

sional. Por esto, el siguiente argumento n o es lógicamente válido:

Argumento

S

1. Dan cree que Gorbachov es calvo

2. El ex presidente de la URSS es la misma persona que Gorbachov 3. Por lo tanto, Dan cree que el ex presidente de la URSS es calvo

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

Así c o m o "creer" y "desear", " d u d a r " también es i n t e n s i o n a l . No debe sorprendernos, entonces, que el argumento cartesiano de la duda sea inválido, que falle en su i n t e n t o de probar que la mente y el c u e r p o s o n d i s t i n t o s . N o p o d e m o s inferir lógicamente de la duda subjetiva acerca de X, y d e la carencia de duda acerca de Y que X y Y n o son o b j e t i v a m e n t e idénticos.

E l argumento ele la divisibilidad Descartes sostiene que él es una cosa c o m p l e t a e indivisible. Pero la materia es extensa y siempre es divisible. De ahí, Descartes c o n cluye que él, c o m o cosa pensante, debe ser de un género diferente de t o d o lo material, incluido su p r o p i o cuerpo.

Argumento

Ó

1. El p e n s a m i e n t o es una cosa indivisible 2. T o d o s los o b j e t o s m a t e r i a l e s d e b e n ser e s p a c i a l m e n t e

ex-

tensos 3. Cualquier cosa que sea espacialmente extensa es divisible 4. Por lo t a n t o , la mente n o es un o b j e t o material Hay dos p r o b l e m a s con este a r g u m e n t o . Primero, ¿en qué s e n t i d o el p e n s a m i e n t o es indivisible? Existen c o n o c i d o s casos de i n d i v i d u o s c o n personalidades d i v i d i d a s . A algunas personas se les han i n t e r r u m p i d o las c o n e x i o n e s e n t r e sus d o s hemisferios cerebrales. En tales casos, el lado i z q u i e r d o del c e r e b r o n o sabe lo que el lado derecho está v i e n d o (cuando la información visual es i n t e r r u m p i d a en c o n d i c i o n e s e x p e r i m e n t a l e s ) . ¿ C u e n t a n e s t o s casos c o m o mentes indivisibles? Después de t o d o , quizás la m e n te n o es indivisible. En un a r g u m e n t o válido deben usarse las palabras en las premisas

con el m i s m o sentido. La palabra " g a t o " tiene dos significados. El

siguiente n o es un a r g u m e n t o válido:

C a p í t u l o V I I . ¿ E s USTED SU CUERPO?

111

1. Él levantó el carro c o n el gato 2. El gato es un animal 3. Por lo t a n t o , él levantó el carro c o n un animal El a r g u m e n t o no es válido porque la palabra " g a t o " tiene un sentido diferente en las dos premisas. La conclusión n o se sigue. El A r g u m e n t o 6 tiene el mismo p r o b l e m a . El s e n t i d o en el cual la

mente es indivisible es diferente del significado de "divisible" cuando

se aplica a los o b j e t o s materiales. Los o b j e t o s son divisibles por-

que se pueden cortar en pedazos. Las mentes no son los tipos de

cosas que pueden o no ser cortadas en partes. La manera en que la mente es supuestamente indivisible es muy diferente de la manera

en que, digamos, es indivisible un fotón. En consecuencia, el A r g u m e n t o 6 de Descartes se aprovecha de una ambigüedad.

El segundo problema: c o n respecto a la premisa u n o ("El pensa-

miento es una cosa indivisible"), Descartes asume que la mente es

un o b j e t o . Más adelante examinaremos algunas razones para re-

chazar esta premisa. Por ejemplo, tiene que ser un o b j e t o no-espacial y no es claro que una noción c o m o ésa tenga sentido.

Problemas con el dualismo El d u a l i s m o es una teoría problemática. C o n s i d e r a r e m o s c u a t r o grandes objeciones a esta teoría.

7. 1M conexión causal

Descartes sostiene que hay dos modos de interacción causal entre el

cuerpo y la mente. En la percepción sensorial neural, los impulsos en

el cerebro afectan la mente. Al ver un o b j e t o , por ejemplo, las ondas

de luz que éste refleja afectan el ojo, y por lo tanto, el cerebro; estos

cambios en el cerebro provocan las sensaciones visuales en la m e n -

te. Cuando actuamos voluntariamente, lo cual es una forma de activi-

dad mental, nuestra voluntad causa cambios físicos en el cerebro, y éstos provocan a su vez los movimientos musculares y corporales.

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

Sin e m b a r g o , el d u a l i s m o n o p u e d e explicar estos d o s m o d o s

de interacción e n t r e el c e r e b r o y la m e n t e . La m e n t e y el c u e r p o

son d o s t i p o s de sustancias a b s o l u t a m e n t e diferentes, y esto

h a c e q u e la interacción e n t r e las d o s sea difícil d e e n t e n d e r ;

h a c e d u d a r d e la teoría d u a l i s t a c o m p l e t a . ¿ C ó m o es q u e la

m e n t e c o n t r o l a algunas cosas físicas, si ella es en sí m i s m a n o -

física?

Este problema se complica aún más si la mente es una e n t i d a d

no-espacial, c o m o pensaba Descartes. Si la mente n o tiene u b i c a -

ción en el espacio, entonces es u n error imaginarla cerca del cere-

bro. M i m e n t e n o está más cerca de m i cerebro q u e de cualquier

otra cosa que se encuentre al o t r o lado de la galaxia. ¿Por qué e n -

tonces ejerce una influencia causal directa únicamente s o b r e mi

cerebro? N o parece haber manera de explicar por qué mi m e n t e n o puede causar m o v i m i e n t o en su c u e r p o , o en un planeta al o t r o lado de la galaxia. Si algo sin ubicación espacial ocasionó los c a m -

bios d e la v o l u n t a d en mi c e r e b r o , e s t o debe ser una f o r m a de

psicoquinesia o de magia. ¿Por qué sólo mi cerebro es a f e c t a d o p o r

esa psicoquinesia? El dualismo n o puede explicar la conexión c a u sal entre la mente y el cuerpo.

Por o t r o lado, si la m e n t e existe en el espacio, e n t o n c e s se p u e -

de presumir q u e tiene u n tamaño y una ubicación, y debe ser perceptible. Pero n o es perceptible.

Además, el d u a l i s m o parece c o n t r a d e c i r la neurología. C u a n d o

se d e s t r u y e n ciertas partes d e l c e r e b r o , p e r d e m o s

capacidades

m e n t a l e s específicas. El d u a l i s m o s u s t a n c i a l n o p u e d e e x p l i c a r

esto, pues si la m e n t e y el c u e r p o s o n d o s cosas d i f e r e n t e s , y si la

m e n t e es la q u e recuerda, e n t o n c e s d e b e p o d e r hacerlo i n d e p e n -

d i e n t e m e n t e de q u e el cerebro lo haga. N o o b s t a n t e , d e h e c h o ,

c u a n d o algunas células del cerebro mueren, se destruyen recuer-

dos particulares . 27

Aún más grave, el dualismo c o n t r a d i c e el principio de la conser-

vación d e la energía. Según la física, el universo físico es un sistema 27

Ver CHURCHLAND, R, Materia y conciencia: Introducción contemporánea Editorial Gedisa, Barcelona, 1992.

a la filosofía de la mente,

C a p í t u l o V I L ¿ E s USTED SU CUERPO?

cerrado en ei q u e se conserva la energía t o t a l . Si la posición de Descartes fuera cierta, entonces habría cambios físicos en el cere-

bro que n o tendrían una causa física suficiente, y esto equivaldría a

negar la conservación de la energía. El p r i n c i p i o de conservación

de la energía n o es sólo una ley física; si la conservación de la ener-

gía n o fuera verdadera, no se podría hacer física. Es una condición necesaria para otras leyes físicas particulares. Por ejemplo, Fuerza

(F) = Masa (M) x Aceleración (A). Si el principio d e conservación de

la energía fuera falso, entonces F'no sería igual a MA. Por eso, la

negación de la conservación de la energía es un serio problema para

el dualismo.

2. hl problema de la identidad Dos objetos materiales, con las mismas propiedades, pueden distin-

guirse c o m o dos objetos distintos, y cada u n o puede ser identificado como el mismo en diferentes tiempos por sus posiciones en el espa-

cio. Los objetos son públicamente identificables p o r su posición es-

pacio-temporal. Pero las mentes, c o m o personas sin cuerpo, no t i e -

nen una posición espacial, y así n o hay manera posible de identificar

y distinguir públicamente entre dos mentes incorpóreas similares. Esto cuestiona la tesis de que las mentes incorpóreas son sustan-

cias, p o r q u e las sustancias tienen q u e ser públicamente i d e n t i ficables. Si las sustancias no fueran públicamente identificables,

entonces n o habría ningún c o n t e n i d o o s e n t i d o claro en la idea de

que d o s personas se refieren o hablan de la misma cosa. Éste es un problema agudo para Descartes, quien asume q u e la palabra 'Yo'

puede identificar una m e n t e incorpórea. Si la palabra 'Yo' se refiere

a algo, seguramente debe referirse a una e n t i d a d que otra gente puede identificar. Para ser referidas por palabras públicas, las cosas

deben tener criterios públicos de identidad. Y es d u d o s o que una

mente incorpórea pueda satisfacer esta condición.

3. hi problema de las otras

mentes

Hay d o s problemas potenciales para el dualista c o n respecto a las

otras m e n t e s . El p r i m e r p r o b l e m a es epistemológico, en c u a n t o

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

c o n c i e r n e al c o n o c i m i e n t o de otras mentes: ¿cómo p u e d o saber

que o t r o s seres son conscientes? Si sólo puedo estar al corriente de la c o n d u c t a de las otras personas, ¿cómo p u e d o saber que hay una

m e n t e q u e causa su conducta? Por lo que sé, su conducta puede ser

causada p o r dos o más sustancias mentales. Alternativamente, su

c o m p o r t a m i e n t o puede tener causas c o m p l e t a m e n t e físicas. En tal caso, según Descartes, n o pueden ser seres conscientes en a b s o l u -

t o , n o i m p o r t a qué tan sofisticados sean o cuánto se asemeje su c o n d u c t a a la mía. Serían c o m o r o b o t s .

Sería absurdo sugerir q u e yo n o sé si o t r o s tienen sentimientos y

pensamientos, y aún así el dualismo cartesiano lo sugiere. Lo s u -

giere p o r q u e implica que la c o n d u c t a es irrelevante para establecer la cuestión de si los otros son conscientes o no.

El dualismo tiene otro problema en lo que concierne a las otras

mentes. Si reflexionamos, es obvio que la palabra " d o l o r " tiene un

significado público: cuando digo "me duele", los otros me e n t i e n -

d e n , c o m o también, cuando alguien me dice que le duele, p u e d o entenderle. Debido a que p o d e m o s comprender la palabra " d o l o r " cuando o t r o la dice, tiene un significado c o m p a r t i d o . Lo mismo para

el resto de palabras que describen nuestros sentimientos e ideas.

El d u a l i s m o tiene dificultades para explicar el hecho de que p a -

labras c o m o " d o l o r " tengan un significado público. El dualismo t r a -

ta los estados mentales c o m o c o m p l e t a m e n t e privados y subjetivos, no los une a ningún criterio público u o b j e t i v o . Por consiguiente,

según el dualismo, c o n o c e m o s el significado de una palabra c o m o " d o l o r " sólo por nuestros propios s e n t i m i e n t o s de dolor. Les a t r i b u -

ye a tales palabras una definición c o m p l e t a m e n t e fenomenológica

y privada. La consecuencia absurda de e s t o es que los o t r o s n o p u e d e n darle el m i s m o significado a las palabras " d o l o r " e "¡ra"

c u a n d o yo las digo, porque cada u n o de n o s o t r o s tiene su propia

definición. Esto hace imposible el c o n o c i m i e n t o de los otros.

4. ha conciencia de los

animales

¿ S o n conscientes los pájaros? ¿Conocen el a m b i e n t e a su alrede-

d o r ? C i e r t a m e n t e , lo c o n o c e n . Según Descartes, únicamente las

C a p í t u l o V I I . ¿ E s USTED SU CUERPO?

personas tienen almas o mentes y, en consecuencia, otras c r i a t u ras, c o m o los pájaros, no tienen conciencia. De acuerdo c o n él, sólo son máquinas complejas. Esto representa dos problemas para el dualista. Primero, si p o d e m o s explicar cualquier cosa que un pájaro o un m o n o puede hacer sin p o s t u l a r una m e n t e i n m a t e r i a l , e n t o n c e s seguramente lo m i s m o se aplica a los h u m a n o s , especialmente a los bebés. Por e j e m p l o , parece que es posible enseñar el lenguaje sígnico a los chimpancés y a los gorilas. Los m o n o s han utilizado el lenguaje sígnico de tal manera q u e m a n i f i e s t a n habilidades l i n güísticas complejas. Por ejemplo, su uso mostró estructura sintáctica: hay una diferencia entre "yo le pegué a u s t e d " y "usted me pegó a mí". Esta diferencia de significado la da la posición de las palabras, y al parecer los m o n o s la pueden distinguir hábilmente. Otra característica del lenguaje es q u e p o d e m o s utilizar palabras viejas en circunstancias nuevas. Los m o n o s también l o p u e d e n hacer: n o sólo usan palabras viejas en situaciones nuevas, sino q u e también p u e den crear nuevas palabras. Por ejemplo, Koko llamó a una toronja "naranja amarilla". Consideremos que los m o n o s y o t r o s animales muestran a m o r a sus parientes, demuestran s e n t i m i e n t o s c o m p l e jos y habilidades visuales. Si p o d e m o s explicar esas habilidades en el caso de los chimpancés, sin postular un alma inmaterial, e n t o n ces no necesitamos postularla en el caso de los h u m a n o s . El segundo p r o b l e m a para el dualista: las diferencias entre los humanos y los animales son de grado, n o de t i p o . Una araña es menos consciente que un pájaro. La araña tiene incluso una percepción sofisticada, más aún un pájaro, y todavía más un c h i m p a n cé. Por consiguiente, la conciencia es una cuestión d e grado, n o de tipo. Se asemeja más a un graduador de luz que a^ un interruptor prendido/apagadon (la diferencia entre el grado mínimo de luz y el máximo no es lo m i s m o que la diferencia e n t r e p r e n d i d o y apagado). Pero la teoría dualista n o puede a c o m o d a r esta naturaleza c o n tinua de la conciencia. Descartes sostiene q u e la conciencia es una propiedad simple de una mente inmaterial. Un a n i m a l tiene o n o tiene mente o alma. Según Descartes, la diferencia entre tener una, y no tenerla, es de t i p o (prendido/apagado), n o de grado.

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

Materialismo El materialismo sostiene, por su parte, la tesis de que sólo existen

la materia y sus propiedades. N o hay nada adicional. En particular,

n o existen las mentes inmateriales. El materialismo nos presenta

el desafío de explicar cómo es posible la conciencia en un m u n d o

c o m p l e t a m e n t e material (aunque, c o m o veremos, n o supera* ese

desafío, así sea verdadero). Algunas veces, el materialismo es llam a d o la teoría de la i d e n t i d a d , p o r q u e afirma que los estados m e n -

tales s o n idénticos a los estados cerebrales. Veremos que esta forma

de poner la teoría es engañosa.

En favor del materialismo: es ontológicamente más simple que

el d u a l i s m o . Puesto q u e d e b e m o s preferir las explicaciones más

simples, entonces, si no necesitamos postular la existencia de sus-

tancias y propiedades mentales, y p o d e m o s explicar la conciencia

sin ellas, es preferible excluirlas de nuestra teoría acerca de la m e n t e . Este argumento asume que p o d e m o s explicar la conciencia sin 28

necesidad de postular entidades mentales, y esto todavía queda

por demostrar.

Un s e g u n d o a r g u m e n t o en favor del materialismo hace este re-

q u e r i m i e n t o más explícito. Afirma que los estados mentales son

i d e n t i f i c a d o s p o r su papel causal sobre la c o n d u c t a y sobre o t r o s

estados m e n t a l e s . De a c u e r d o c o n el análisis causal, los e s t a 29

d o s mentales s o n por definición t o d o lo que es capaz de causar

acciones o c o n d u c t a s a p r o p i a d a m e n t e complejas. Filósofos c o n -

temporáneos, c o m o David A r m s t r o n g , han recurrido a las teorías

neurológicas y psicológicas para argumentar que t o d a s las a c c i o -

nes s o n , de hecho, causadas s o l a m e n t e por el sistema nervioso

central, o cerebro. A r m s t r o n g c o n c l u y e que los estados mentales son estados cerebrales. Su a r g u m e n t o puede ser r e s u m i d o c o m o sigue:

2,1

El materialista puede argumentar que. c o m o lo postulación de sustancias y propie-

dades mentales n o explica la conciencia, ellas son obsoletas. 2
q 2.

|(p -> q) ~ ~ q | -> ~p

3.

|(p v q) ~ ~p] -> q

A p é n d i c e 2 . LÓGICA: HACER CONEXIONES

247

D o n d e ' p ' y q ' valen p o r c u a l q u i e r oración c o r r e c t a m e n t e e l a b o r a d a . 4

FORMAS VÁLIDAS BASADAS I-:N CONJUNTOS Un c o n j u n t o es una colección d e e n t i d a d e s . Por e j e m p l o , Hillary C l i n t o n es un e l e m e n t o del c o n j u n t o d e t o d a s las mujeres, q u e es u n a manera más f o r m a l d e expresar la afirmación " H i l l a r y C l i n t o n es una m u j e r " . Los e l e m e n t o s de u n c o n j u n t o s o n l l a m a d o s así p o r p e r t e n e c e r a ese c o n j u n t o . Por e j e m p l o , T o d o A es B" significa q u e t o d o s los e l e m e n t o s del c o n j u n t o A d e c o s a s p e r t e n e c e n al c o n j u n t o de c o s a s q u e s o n B. Un e j e m p l o d e T o d o s los A s o n B" es T o d a s las m a n z a n a s s o n f r u t a s " , o T o d o s los e l e m e n t o s d e l c o n j u n t o d e las m a n z a n a s s o n e l e m e n t o s del (o p e r t e n e c e n al) c o n j u n t o de las f r u t a s " . A l g u n a s d e las f o r m a s válidas d e a r g u m e n t o basadas e n c o n j u n t o s s o n :

T o d o s los A son B

N i n g ú n B es A

T o d o s los A son C

Ningún

Algún

Algún

C es B

N i n g ú n C es A

CesA

A l g ú n O no es B

B es A

A l g ú n B es C

ALGUNAS EA LACIAS IOKMALLS /.

La falacia de afirmar el

consecuente

si p e n t o n c e s q ; q , p o r lo t a n t o p

2.

La fa/i uia ele neqar el

antecedente:

si p e n t o n c e s q ; n o p, p o r lo t a n t o n o q (el c h i s t e c o n el q u e c o m i e n z a este apéndice es una versión d e esta falacia). Una explicación d e terminología: en s i p e n t o n c e s q " , p es el a n t e c e d e n t e n

y q es el c o n s e c u e n t e . El c h i s t e q u e da i n i c i o a este apéndice es un e j e m p l o de la falacia de negar el a n t e c e d e n t e . El a r g u m e n t o "Si u n h o m b r e tiene un a c u a r i o e n t o n c e s es h e t e r o s e x u a l ; la persona X n o t i e n e a c u a r i o ; p o r t a n t o , X no es h e t e r o s e x u a l " , niega el a n t e c e d e n t e .

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

248

ALGUNAS FALACIAS INFORMALES /.

La falacia cíe

ambigüedad

Usar una palabra singular en más de u n s e n t i d o . Por ejemplo.- la materia es d i v i s i b l e ; la m e n t e es i n d i v i s i b l e ; p o r lo t a n t o , la m e n t e n o está hecha de m a t e r i a . (Ver Capítulo Vil.)

2. La falacia de petición

de

principio

Implícitamente, usar la conclusión c o m o una p r e m i s a . Por e j e m p l o : El universo d e b e tener una causa; Dios causó el u n i v e r s o ; p o r lo t a n t o , Dios existe. (Ver Capítulo II.)

3.

Aci

lioimncm

A t a c a r a la p e r s o n a , en lugar d e a r g u m e n t a r c o n t r a la afirmación hecha p o r ella. Por e j e m p l o : cualquiera q u e niegue la existencia d e Dios desea m i n a r las bases de la m o r a l i d a d .

Aci ig'noraliam (Apelación

a la

ignorancia)

A r g u m e n t a r que una afirmación es verdadera sólo p o r q u e n o se ha p r o b a d o q u e es falsa. Por e j e m p l o : t o d o s los a r g u m e n t o s a favor de la existencia de Dios fallan; p o r lo t a n t o , Dios n o existe.

Una

dicotomía

falsa

A f i r m a r q u e hay sólo d o s o p c i o n e s ( m u t u a m e n t e excluyentes)

cuando,

de h e c h o , hay más o p c i o n e s , o las d o s o p c i o n e s n o s o n m u t u a m e n t e excluyentes. Por e j e m p l o : " o es un h e c h o o es m e r a m e n t e una opinión". (Ver apéndice 1 del Capítulo X.)

Un liondire de

paja

Formular la posición q u e se q u i e r e atacar de manera d e s c u i d a d a para q u e parezca más débil de lo q u e r e a l m e n t e es. Por e j e m p l o : el materialista afirma q u e la m e n t e es el c e r e b r o . (Ver Capítulo Vil.)

APÉNDICE

3

ANÁLISIS El análisis es una parte vital del p e n s a m i e n t o . C o m o v i m o s en el primer capítulo, p u e d e ser t o n t o ir d i r e c t a m e n t e de la pregunta a la respuesta, p o r q u e eso significa q u e c u a n d o se n o s formuló, a c e p t a m o s la pregunta. Además, la comprensión n o sólo c o n s i s t e en tener respuestas. U n o tiene que c o n o c e r su significado y su valor. ¿Qué es el análisis? Es el i n t e n t o d e e n t e n d e r mejor el significado de lo q u e p e n s a m o s . Diferentes t i p o s de filosofía ofrecen varios métodos de análisis. A l g u n o s a f i r m a n q u e consiste en revelar la verdadera f o r m a lógica de una proposición. O t r o s , que se trata d e d e s c o m p o n e r las ideas c o m p l e j a s en sus c o m p o n e n t e s simples, o q u e implica m o s t r a r cómo se usan las palabras en la conversación o r d i n a r i a , y o t r o s , q u e incluye la explicación del significado original de las palabras, o su etimología. N o necesitamos casarnos c o n ningún método de análisis, ni molestarnos en a r g u m e n t a r cuál es el mejor. Cualquiera de ellos p u e d e ser útil; no hay reglas q u e i n d i q u e n cuándo es m e j o r usar u n o u o t r o . Es m e j o r p e n sar el análisis en términos d e la función que para n o s o t r o s d e b e c u m p l i r : o nos ayuda a hacer preguntas mejores, o n o s ayuda a e n c o n t r a r respuestas más adecuadas. O n o s a l i m e n t a en la primera fase, o nos dirige hacia la fase tres. Hay dos razones para hacer análisis. •

Una, es ganar en d i s c e r n i m i e n t o , c o m p r e n d i e n d o más p r o f u n d a m e n t e el significado de lo que se dice o se p r e g u n t a .



La segunda es señalar y evitar las e q u i v o c a c i o n e s . Las siguientes líneas generales a p u n t a n a a m b o s o b j e t i v o s . P o d e m o s

analizar lo que o t r o s escriben, pero también lo que n o s o t r o s m i s m o s p e n samos. P o d e m o s analizar t a n t o las p r e g u n t a s c o m o las respuestas. Los p u n t o s que expondré sobre las a f i r m a c i o n e s p u e d e n aplicarse también a las preguntas. 1. ¿La p r e g u n t a o afirmación es clara? 2. ¿Cuáles son los términos clave y qué significan? 3. ¿Hay s u p o s i c i o n e s ocultas? 4. ¿ S e hacen d i s t i n c i o n e s i m p o r t a n t e s ? 5

¿ S o n plausibles las consecuencias lógicas?

CLARIDAD: PREGUNTAS Y AFIRMACIONES Comenzar con preguntas como: ¿por qué nos estamos preguntando por esto? ¿Por qué es importante? ¿Qué hay en la respuesta? Saber por qué estamos preguntando nos ayudará a dilucidar una posible buena respuesta. Cuando una persona tiene una mosca en el cerebro, muchas preguntas llegan a su mente. Éste es el zumbido de la mosca. Es importante seleccionar la mejor formulación de la pregunta entre todas las que se le ocurran. A una pregunta confusa seguirá una respuesta igualmente confusa. ¿La pregunta o la afirmación son claras? La vaguedad de una afirmación se puede manifestar de diferentes formas: • Puede contener palabras ambiguas o vagas. Por ejemplo, la expresión "objetivo" tiene muchos usos. Si alguien desea defender o atacar la objetividad de la ciencia, el término debe ser claro. • ¿La afirmación es lógicamente completa? Las afirmaciones pueden ser incompletas, como, "su madre es más alta". ¿Más alta que quién? "Esto es mejor". ¿Mejor que qué y de qué modo? El problema es que las vaguedades pueden estar ocultas. Por ejemplo, "su idea es más eficaz que la suya". Esto parece completo, pero la eficacia se refiere siempre a algún fin. ¿Cuál es el fin? Otro ejemplo: "los juicios morales son relativos". Esto es incompleto: ¿son relativos o dependen de qué? • ¿La afirmación es a priori o empírica? Es posible confundir las dos. "¿De dónde surge la moralidad?", parece ser una pregunta empírica con respecto al origen de una cosa. Pero la moralidad no es una cosa. Quizás, la pregunta significa: "¿cómo pueden justificarse-los juicios morales?" En tal caso, es a priori. • ¿Es normativa o fáctica? "Todas las personas son iguales", parece ser una afirmación fáctica. Pero realmente significa algo así, como, "todas las personas deben ser tratadas por igual", afirmación que es normativa. Otro ejemplo: "necesitamos una definición", probablemente significa: "necesitamos una buena definición", y esta última afirmación es normativa.

TÉRMINOS CLAVE •

¿Cuáles son los términos clave?

Trate de identificar cuáles son las palabras que hacen el trabajo en una frase. Por ejemplo, en la pregunta "¿cuál es el significado de la vida?", la

A p é n d i c e 3. ANÁLISIS

251

palabra clave es "significado". ¿Querrá decir, "propósito"? ¿O quizá "valor intrínseco"?, o tal vez la idea es que la vida tiene significado a la manera en que un cuento o fábula lo tienen. • ¿Qué significan las palabras clave? Una vez identificadas, las palabras clave necesitan explicación. A menudo, las palabras importantes tienen varios significados; distinguirlos puede ayudarnos a ser más claros. Hay varias formas de analizar términos clave.

I . Definiciones Una manera de especificar el significado es partir de una definición adecuada. Las definiciones a menudo se ofrecen especificando condiciones necesarias y suficientes.

(Por ejemplo, tener un marido es condición suficiente para estar casada): si S es una condición suficiente para A, entonces la siguiente oración condicional es verdadera: si S entonces A.

icio*íes m'cesarías

(Por ejemplo, el oxígeno es una condición necesaria para estar vivo): si N es una condición necesaria para A, entonces la siguiente oración condicional es verdadera: si A entonces N. No todos los términos encuentran una tal definición. Algunos son demasiado vagos o metafóricos para un análisis tan preciso. En tal caso, necesitamos formas alternativas para explicar cómo funcionan. 2.

ConlIMSles

esenciales

Otra manera de profundizar en el significado de un término es pensar en sus contrarios. Por ejemplo, "libre" se opone a "obstaculizado" o "forzado a"; "necesidad" se opone a "deseo" y a "lujo". Este juego de contrarios nos muestra cómo trabaja una expresión. ¿Cómo trabaja el contraste? Por ejemplo, ¿qué hace que algo sea un lujo? Al responder a esta pregunta, podemos captar mejor el término "necesidad". ¿Cuándo y cómo el contraste esencial se resuelve?

252

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

Todos los términos trabajan p o r exclusión. Así, una manera d e tener más c l a r i d a d s o b r e u n término clave es pensar qué excluye. Si l o q u e excluye la expresión n o es a p a r e n t e , e n t o n c e s p r o b a b l e m e n t e el término m i s m o t a m p o c o es claro.

3 . Ejemplos paradigmáticos U n o q u i e r e c o m p r e n d e r la expresión "éxito". Es una palabra p o d e r o s a , p e r o vaga. Una f o r m a de c o m p r e n d e r l a es pensar en un m o d e l o o e j e m p l o i n c o n t r o v e r t i b l e d e éxito, y tratar d e explicar qué hace q u e ese e j e m p l o sea c l a r o . Al hacer esto, u s t e d o f r e c e u n c r i t e r i o i m p o r t a n t e para el éxito y e s o constituirá un b u e n paso e n el análisis d e l término.

4. I'orina lógica Pensar e n "éxito" o " l i b e r t a d " p r o b a b l e m e n t e n o n o s lleve muy lejos. E s t o p o r q u e los d o s términos s o n s u s t a n t i v o s y parecen referirse a una cosa. Es m e j o r pensar e n los a d j e t i v o s c o r r e s p o n d i e n t e s " e x i t o s o " y " l i b r e " , p o r q u e lo q u e c u e n t a c o m o una persona e x i t o s a n o sería l o m i s m o q u e l o q u e contaría c o m o una acción o una metáfora e x i t o s a . Tener c l a r i d a d acerca d e la forma lógica c o r r e c t a d e una frase es o t r o paso i m p o r t a n t e en el análisis.

5. D e l ¡iliciones de d i c c i o n a r i o Nunca c o p i e s o l a m e n t e las d e f i n i c i o n e s filosóficas q u e el d i c c i o n a r i o le ofrece. Los d i c c i o n a r i o s u s u a l m e n t c r e p o r t a n el u s o c o r r i e n t e d e una p a labra, sin tratar d e clarificar o mejorar ese u s o . N o nos dicen c ó m o d e b e usarse una palabra. N o o b s t a n t e , los d i c c i o n a r i o s p u e d e n a y u d a r n o s a discernir.

DISTINCIONES IMPORTANTES Una manera de analizar una proposición es señalando d i s t i n c i o n e s i m p o r tantes. Por e j e m p l o , en el Capítulo Vil d i s t i n g u i m o s e n t r e "la m e n t e es el c e r e b r o " , " l o s e s t a d o s m e n t a l e s s o n e s t a d o s cerebrales" y "estar en u n e s t a d o m e n t a l es idéntico a estar en u n e s t a d o c e r e b r a l " . Esto fue i m p o r t a n t e p o r q u e sólo la última es plausible. Por e j e m p l o , en el Capítulo X d i s t i n g u i m o s d o s s e n t i d o s d e " l o q u e es c o r r e c t o en una c u l t u r a p u e d e

Apéndice 3. ANÁLISIS

253

ser incorrecto en otra". Al no hacer esta distinción, el relativismo cultural parece más plausible de lo que es.

IDENTIFICAR LAS SUPOSICIONES OCULTAS Palabras, preguntas, oraciones y teorías completas pueden ocultar suposiciones. Buena parte de la filosofía consiste en desentrañar tales suposiciones. Vimos la importancia de esto para las preguntas. ¿Ha dejado usted de pegarle a su madre? ¿Cuál es el significado de la vida? ¿Cuál es el propósito de la existencia humana Todas esas preguntas contienen suposiciones que pueden ser falsas. Es mejor no responderlas. En gran parte, la filosofía es un intento por responder una pregunta conceptual y, por eso, necesitamos analizar la pregunta, para ver si contiene supuestos falsos. 9

Las teorías también contienen suposiciones. Algunas veces, se puede mostrar lo incorrecto de dos teorías o puntos de vista opuestos, porque ambas comparten una suposición fundamental. Kant, por ejemplo, argumentó que el Empirismo y el Racionalismo compartían una. En el Capítulo XI vimos cómo el conflicto entre las teorías morales utilitaristas y las kantianas contiene una suposición falsa, a saber: que las acciones morales deben definirse completamente en términos de reglas. Había una suposición subyacente y oculta en el Capítulo Vil en el conflicto entre el dualismo y el materialismo: que la comprensión de la conciencia es primariamente un asunto ontológico. Demostramos que esto es falso. Para ambas, preguntas y teorías, una forma muy común de suposición es una dicotomía falsa En otras palabras, la teoría o pregunta sólo nos ofrece dos alternativas, cuando de hecho hay otras. Por ejemplo, en la filosofía de la mente, es verdadero el dualismo o el materialismo reductivo, Esta dicotomía falsa hace que el dualismo aparezca más atractivo de lo que es. Palabras. En el Capítulo IV cuando discutimos sobre los nelefantes y la existencia, vimos que las palabras mismas pueden tener suposiciones i n corporadas. Cuando vamos más allá de esas suposiciones, corremos el riesgo de usar ia palabra sin sentido.

¿SON PLAUSIBLES u\s CONSECUENCIAS LÓGICAS? SLI filósofo favorito señala una conclusión. Una manera de analizar la conclusión es preguntar si tiene implicaciones verdaderas o plausibles. Póngase

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

usted en los zapatos de alguien que piensa que su filósofo preferido se equivoca con frecuencia. Esto le ayudará a poner atención a los elementos reprochables de lo que él dice. Si p implica q y q es falsa, entonces podemos concluir que p es falsa también. Por ejemplo, si el dualismo tiene la implicación de que los animales no son conscientes, entonces eso significa que el dualismo es falso. Si el utilitarismo tiene la implicación de que debemos ahorcar a un hombre inocente para prevenir un disturbio, entonces esto puede significar que el utilitarismo es falso.

CONTRAEJEMPLOS Como los pensadores se preocupan por preguntas conceptuales o no empíricas, esto significa que se interesan en definir o explicar conceptos o palabras importantes. Una manera de desafiar una definición es pensar en un contraejemplo: un ejemplo que vaya contra la definición. Por ejemplo, supongamos que defino la justicia como la distribución equitativa de algunos bienes. Sin embargo, se puede pensar en dos tipos de contraejemplos para esta definición: a) El siguiente es ejemplo de una situación justa pero no equitativa: Mary y Marta tienen cada una dos mangos. Mary vende los suyos a $10 y con el dinero compra huevos para venderlos más tarde a $30. Marta se come uno de sus mangos y vende el otro por $5. La situación al final del día es que Mary tiene $30 y Marta tiene $5. La situación es justa pero no equitativa. b) Un ejemplo de una situación equitativa, pero injusta: como Juan es diabético, necesita dos cápsulas de insulina; Henry no la necesita. Hcnry y |ohn tienen cada uno una cápsula. Esto es equitativo pero no es justo. Generalmente, si un pensador define j como X, entonces podemos tratar de pensar en dos tipos de contraejemplos. Ejemplos de )s que no sean X y de Xs que no sean J.

A P E N D I C E

4

IÍACER CANTAR A LOS LIHROS La raíz de muchos de nuestros problemas con la lectura es que en la escuela primaria pensamos: "Ahora puedo leer". Pero eso es engañoso. El proceso de aprender a leer nunca se detiene. Lo que aprendemos en la escuela es a convertir unos signos sobre un trozo de papel en sonidos; pero eso no es leer. Es sólo el primer paso. Leer es el arte de comprender lo que está escrito. Muchas personas sienten que los libros están muertos. Pero si uno sabe cómo leer, puede hacerlos cantar. Imagine que usted puede invitar a la gente más interesante en la historia de la humanidad a su casa y conversar con ellos. Bien, de hecho se puede, leyendo sus libros. Pero tiene que saber cómo hacer que esos libros vivan. Tiene que hacer que le hablen y descubrir la vida que hay en ellos. Una lectura demasiado rápida mata al libro. En la escuela, muchos de nosotros nos alentamos a leer rápidamente. Si uno pasa el capítulo muy rápido, probablemente no podrá responder la pregunta: ¿cuáles son las conclusiones importantes de lo que leyó?

E L I ENÓMENO DE LA CANCIÓN EN LA CANEZA Usted habrá tenido esta experiencia. Escucha una canción que le gusta en la radio, y la canción continúa en su cabeza durante el día. Como resultado, usted piensa que conoce la canción. Después de todo, está en su interior y le parece que está bien. Pero cuando intenta cantarla en voz alta, se encuentra con la dolorosa verdad. Se da cuenta de que sólo recuerda un pequeño trozo de la letra. No sabía bien la canción, aunque creía que sí la conocía. Esto es como la lectura silenciosa. La lectura suena bien en su cabeza, y usted siente como si se deslizara a lo largo de ella, comprendiéndolo todo. Pero cuando intenta cantarlo en voz alta, no puede hacerlo. Por esta razón, uno debe leer en voz alta, especialmente los pasajes difíciles o importantes. Cuando uno hace eso. puede dar su propia entonación y énfasis a las frases. Cuando uno lee para sí mismo, silenciosa y rápidamente, uno pierde la posibilidad de escuchar el tono del autor. Lo que uno lee se convierte

256

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

en nuestra propia voz. En voz alta, uno puede leer con vida. Imagine que el autor está hablándole a usted.

MAPAS DESDE EL

mnjcóPTERo

En la noche, mientras preparaba la clase, su profesora leyó un capítulo de un libro difícil. Al día siguiente, ella llega a la clase y le cuenta las conclusiones y los argumentos del libro. ¿Qué es lo bueno de esto? La información puede ser muy útil, pero lo que es realmente importante es que usted pueda hacer lo que ella hace: entender lo suficientemente bien un pasaje difícil de una obra como para ser capaz de explicárselo a otras personas en sus propias palabras. Esto es lo que debe preocuparnos. Su cerebro es como el de cualquier otro. Esto significa, al menos, que cualquiera puede hacer lo que ella hace, con entrenamiento y práctica. Al hacerlo por la clase, ella lo priva a usted de la oportunidad de practicar. Leemos como hormigas, cayendo en los detalles de cada oración y dejando de ver el panorama completo del capítulo como un todo. Para comprender un capítulo tenemos que leer como alguien que va en un helicóptero y abandonar el punto de vista de la hormiga. Desde el helicóptero podemos ver los contornos de un capítulo, tomarlo como un todo. Para ayudarnos a subir en el helicóptero, necesitamos dibujar un mapa del capítulo que estamos leyendo. Esto es muy diferente de hacer un resumen. Un mapa no es el sumario o el resumen de un capítulo, sino su estructura o sus lazos, sin detenernos en los detalles. La manera de trazar un mapa consiste en tener en cuenta las transiciones importantes en el capítulo. Por ejemplo, la autora comienza su capítulo explicando por qué es importante el problema del que se va o ocupar. Cuando termina de hacerlo, explica en favor de qué argumentará. Ésta es la primera transición. Luego, hará el recuento de lo que otras personas dicen, y expondrá la razón por la cual están equivocadas. He aquí otra transición: ella ofrece el argumento en favor de su posición. A continuación, defiende sus argumentos contra las objeciones. Finalmente, muestra las implicaciones de su posición. Primero, podemos sacar todas esas transiciones, ¡untarlas y hacer un mapa del capítulo. Si el libro es suyo, haga una señal en él para mostrar cuándo está haciendo las transiciones. Lo importante no es considerar qué está diciendo la autora, sino más bien qué está haciendo. Pregunta: ¿qué está tratando de hacer la autora? Posibles respuestas: introducir el

Apéndice 4 . HACER CANTAR A LOS LIBROS

257

tema, ofrecer un argumento, clarificar su posición, responder a las objeciones, mostrar la importancia, etcétera. Lo que uno necesita saber es cuándo ella está haciendo una cosa y cuándo comienza a hacer otra. Segundo, uno necesita saber, por ejemplo, cómo responde la autora a algunas de las objeciones contra su posición, dónde empieza cada una y dónde termina. Uno debe saber cómo los argumentos que ella utiliza apoyan su posición. Estos puntos definen la estructura o topografía del capítulo. Podemos hacer un mapa del capítulo. Una vez hecho el mapa, ya estamos en el helicóptero. Algunas veces podemos saber lo que la autora está haciendo, porque ella nos lo dice. Los puntos o lugares en los cuales ella nos dice qué va a hacer a continuación, pueden ser llamados señales-guía. En estos puntos, la autora interrumpe el texto y nos dice acerca de qué está hablando. Por ejemplo, "hay cuatro objeciones que debemos considerar". Identifique las cuatro objeciones y enumérelas a un lado del texto. Éstas forman parte de la estructura del capítulo. Son parte del mapa. A menudo, las señales-guía se encuentran al principio de los párrafos. Ocasionalmente pueden estar al final. Identifiquéis y utilícelas para hacer su mapa. Recuerde: en estas ocasiones la autora se sale del texto sólo para darnos las guías, para ayudarnos. Debemos responderle: "muchas gracias, autora, por la ayuda. No la ignoraré". Algunas veces, los autores hacen el mapa para nosotros. Al comienzo del capítulo, por ejemplo, ella puede escribir: "En este capítulo examinaré las posiciones, evaluaré cada una y mostraré que ninguna es viable..." Esto es oro puro. Preste atención; ella está tratando de ahorrarle trabajo. El mapa que uno hace de un capítulo es importante. Sin él, probablemente no comprenderemos, tal vez nos perdamos en los detalles. Si se tiene el mapa, podremos saber en qué lugar nos perdimos. Será posible señalar el punto en el cual nos perdimos. Uno tiene que ser capaz de decir si es un punto importante. Hay muchas formas de trazar el mapa de un capítulo, pero eso no significa que uno no pueda cometer errores al delinearlo. En cualquier caso, el mapa no debe ser demasiado complicado o detallado. El objetivo es obtener una visión panorámica de la estructura del capítulo. No comience a hacer su mapa hasta después de haber leído el capítulo a una velocidad normal (no demasiado rápido). Antes de releer el capítulo, dibuje el mapa en un trozo de papel. Entonces podrá releer el capítulo más rápidamente, pero sabiendo lo que está haciendo. La mayor ventaja

258

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

de esto es que si se pierde en los detalles del capítulo, entonces sabrá al menos en qué lugar se perdió. Por ejemplo: "no puedo comprender la respuesta a la tercera objeción". Además, sabrá si lo que cree que es el corazón del capítulo es realmente vital para la comprensión del mismo. El mapa mismo es útil. Pero lo más importante es que usted adquiera la habilidad de hacerlo por sí mismo. Si alguien lo hace por usted, habrá perdido la oportunidad de enfocar su atención en los aspectos relevantes del capítulo.

LA

P R l ' E H A DE

EA

RADIO

Las perdonas pueden leer un capítulo y aún así no pueden decir cuál era el punto principal. Por ejemplo, no pueden articular si el autor estaba en favor o en contra de la pena capital. Creen que el autor fue vago, pero probablemente lo fue la lectura. Uno siempre debe ser capaz de captar los puntos principales. Muchos autores parten de un punto específico, el cual es la razón por la que escriben ese capítulo. El remedio para esto es la prueba de la radio. Imagine que usted ha leído el capítulo de Peter Singer sobre la eutanasia. Usted se encuentra en una estación de radio en la que precisamente este tema es el objeto de una breve discusión. El presentador de radio le pide que explique lo que Singer dice en su capítulo sobre la eutanasia. Usted tiene treinta segundos. No puede vacilar, porque hay un millón de personas escuchándolo. Tiene que ser directo, conciso, ir al punto: "el objetivo principal de Singer es... Su argumento central es... En respuesta a la objeción... él diría que..." ¿Ya ha practicado la prueba de la radio a solas? Debe tratar de hacerlo con cualquier cosa que lea. Si no puede pasar la prueba de la radio, no ha entendido el capítulo. No le diga a la audiencia acerca de qué es el capítulo de Singer. No enumere los tópicos. Dígale lo que él realmente afirma y concluye. No diga, por ejemplo: "Singer considera la cuestión de la eutanasia y examina las diferencias entre la eutanasia pasiva y la activa". Más bien diga: "Singer piensa que la eutanasia se justifica cuando... Su mejor argumento en favor de esto es... Él afirma que no hay una diferencia intrínseca entre la eutanasia pasiva y la activa, porque..." Hay una manera de ayudarse a pasar la prueba de radio. No es infalible, pero puede servir. •

Primero, encuentre la conclusión o el punto central del capítulo.

Apéndice 4 . HACER CANTAR A LOS LIBROS



259

Segundo, identifique el argumento principal en favor de la conclusión.

• Tercero, considere las implicaciones o consecuencias más importantes de la conclusión. Esta estructura, conclusión, argumentos, implicaciones, hace de m u chos trabajos filosóficos algo bueno.

RE IDO INTERNO 1

Algunas veces es posible tergiversar completamente a una autora, porque nuestros oídos oyen lo que uno desea que ella diga. Si usted tiene una opinión bien afianzada sobre el asunto que está leyendo, tenga cuidado de caer en eso. Permita que primero la autora le hable en su voz. Hecho esto, trate de poner sus propios puntos al lado. Luego, usted puede usar la fuerza de sus propias opiniones para evaluar críticamente lo que ella dijo. En otras palabras, trate de separar los dos procesos: tomar lo que la otra persona dice y evaluarlo críticamente (o debatir con ella). Una versión menos extrema del mismo problema es cuando uno lee un pasaje, y comienzan a centellear montones de ideas en su mente. Si se le ocurren lotes de pensamientos entonces es mejor ir sacándolos a un lado y escribirlos en otro papel. Usted puede retornar al papel después, luego de que haya terminado la lectura. Leer, escuchar, pensar y escribir son prácticas beneficiosas. Son artes para cultivar. Al trabajar en las habilidades de lectura, usted fortalecerá sus procesos de pensamiento. Eso es en gran parte una cuestión de atención y de tratar de comprender activamente, en lugar de recibir las palabras de modo pasivo.

RESUMEN Lea cada capítulo/sección al menos dos veces: una, para tener una comprensión general del trabajo; y de nuevo, más cuidadosamente, para comprender a profundidad, tome notas y haga un mapa. No lea demasiado rápido; si el pasaje es difícil, trate de leer en voz alta, como si el escritor le estuviera hablando. Para evitar la sensación de perderse en oraciones largas o en pensamientos complejos, usted puede hacer tres cosas:

260

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

P r i m e r o , identifique el objetivo principal que lleva al autor a escribir el capítulo. Trate de responderse a usted mismo, en voz alta, y en un espacio de un minuto, la pregunta: ¿qué está diciendo el autor?, ¿cuál es el objetivo principal?, y luego escriba tres o cuatro oraciones. Ésta es la prueba de la radio. Trate de hacer lo mismo con párrafos o subsecciones. S e g u n d o , los autores nos ofrecen mapas, señales-guía y claves. Usted

debe extraerlas. Por ejemplo: -

A menudo, al comienzo de un capítulo, el autor le dirá qué hará en el capítulo. Delineará su plan. Préstele atención; le está dando algo así como el mapa del capítulo.

-

Usualmente, la primera oración de cualquier párrafo nos dice lo que el autor va a hacer en ese párrafo. Él le dirá el propósito del párrafo, como: enunciar el problema, ofrecer definiciones, distinciones, argumentos y conclusiones. Preste atención a esas oraciones guía, y entonces comprenderá cómo el párrafo o sección encaja en el conjunto.

-• Extraiga también frases como "el punto esencial es", o "lo que estoy tratando de decir es", y los lugares en los que el autor se repite a sí mismo: ésta es una señal de que está haciendo énfasis en un punto importante. lereero, considere la relevancia de otras cosas que el autor dice, diferentes al punto principal. Si usted ha comprendido el punto central de un capítulo, y puede detectar la relevancia de otros puntos en relación con el principal, entonces no se perderá. Además, recordará más fácilmente. Normalmente, la mejor manera de captar la relevancia de los puntos menores es comprendiendo lo que el autor está tratando de hacer, por ejemplo, especificar el punto central, explicar algunas de sus implicaciones o distinguirlo de otro punto aparentemente similar. En ocasiones, el punto central de un autor es tratar de establecer algún principio, y lo que de este punto se desprenda puede parecer un argumento en favor del principio, o la exposición de sus implicaciones. Extraiga los argumentos y las implicaciones.

AVI'DAS

A P É N D I C E

5

PARA ESGRIMIR

l'N

ENSAYO

Se pueden escribir muchos tipos de trabajos. Uno de ellos puede explicar la posición de un autor, otro, comparar las ideas de dos autores frente a un tema particular. Pero uno puede escribir su propia filosofía. Éste es el género más desafiante y, por eso, nos concentraremos en él. Escribir es una forma de pensar. Requiere claridad. Es una buena manera de poner a prueba y mejorar nuestras habilidades de pensamiento. Sin embargo, para que sirva a este propósito, debe ser un ejercicio de comunicación. Al escribir, uno no está expresando solamente sus ideas; está escribiendo para alguien, para algún otro que leerá. La idea será i n cluso más clara para nosotros mismos, si logramos hacerla más clara para los demás.

PASO 1: ELEGIR Primero, es necesario decidir acerca de qué se escribirá. Supongamos que tenemos libertad de elección. En tal caso, hay que elegir el tópico o área que más nos interesa. Sin embargo, un tema no basta. Es una invitación a discurrir. Es necesario seleccionar una pregunta determinada. Nuestro escrito será básicamente una respuesta a una pregunta. Tener una pregunta le da dirección, objetivo, y orden a nuestro trabajo. Es importante escoger una pregunta que nos interese, que sea relevante y lo suficientemente específica como para responderla. En esta primera fase, hay que ser cuidadoso al seleccionar una pregunta filosófica (es decir, una pregunta no empírica). De otro modo, uno se enredará en la especulación empírica y dejará de lado la filosofía. "¿Cómo desarrolló la humanidad el concepto de moralidad?", por ejemplo, es una pregunta empírica. Una respuesta profesional considerará la historia y la prehistoria; requerirá una investigación sociobiológica. Una respuesta aficionada será sólo especulación. No es una pregunta conceptual o filosófica, como sí lo son "¿qué es la moralidad?" o "¿corno se pueden justificar los juicios morales?" También hay que ser cuidadoso en no elegir una pregunta ni demasiado vaga ni demasiado amplia. Elija una pregunta que pueda responder, y

262

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA Dr. LA FILOSOFÍA

cuya respuesta pueda justificar con argumentos. No trate de resolver t o dos los aspectos de un problema en un solo trabajo.

PASO 2: PREPARAR Su trabajo consistirá en responder a su pregunta y en justificar su respuesta (es decir, su tesis) con argumentos. Sin embargo, su tesis puede ser negativa, como, "las respuestas normales a estas cuestiones son defectuosas", "estos dos argumentos a favor de X no son sólidos*. 1) Es importante escribir todas sus ideas. Luego, trate de ordenarlas según su importancia; conciba la estructura del trabajo visualizando los puntos más importantes. En otras palabras, dibuje un mapa preliminar del trabajo que va a escribir. Después puede convertir este esbozo en un plan más estructurado. 2) También es importante leer e investigar; usted va a desarrollar su propia posición, pero esto no significa que no pueda utilizar los trabajos de otros filósofos. No es necesario reinventar la bicicleta. Sin embargo, es importante no perderse con la lectura: • Concéntrese en los puntos que sean verdaderamente relevantes para su plan; no se distraiga en otros asuntos. Manténgase en lo simple. Aunque los autores que no están de acuerdo con usted pueden ayudarlo a comprender las objeciones que usted va a hacer. •

Leer demasiado puede ser una manera de evitar escribir; puede ser una excusa. Haga un cronograma.

• Trate de seleccionar libros que sean útiles para su trabajo. Una manera de hacer esto es mirando la tabla de contenidos, el índice, y hojeando los capítulos importantes. Sin embargo, tenga presente que un libro poco relevante puede contener una bibliografía útil. • Cuando seleccione los libros, sea práctico. Use los que lo ayuden, en lugar de aquellos que le puedan complicar el asunto..Normalmente, se encuentran libros introductorios sobre muchos temas que pueden ofrecer una visión panorámica de un área. En general, los libros más recientes tienden a ser más útiles que los más viejos. Trate de establecer cuáles son los libros recientes más importantes sobre su pregunta. En otras palabras, elija metódicamente. •

Deseche los apartes de sus fuentes que no sean estrictamente relevantes. Es posible que no tenga que leer todo el libro. Utilice la tabla de contenidos y la introducción, donde usualmente el autor revela su plan para todo el libro, capítulo por capítulo.

A p é n d i c e 5. AYUDAS PARA ESCRIBIR UN ENSAYO

263

• Siempre cite sus fuentes en una nota a pie de página. Cuando discuta con un autor, debe explicar exactamente cómo y por qué. Nunca se limite a señalar las concepciones de otros filósofos para agregar al final "mi opinión". Todo lo que escriba debe creerlo, más aún cuando esté debatiendo un punto con otro autor 3) Antes de empezar a escribir su ensayo, debe planearlo. Convierta su mapa preliminar en un plan más desarrollado. Hay algunos puntos importantes: • Comience con una introducción; finalice con una conclusión. •

Para que sea interesante, un ensayo requiere tensión. Por ejemplo, usted puede oponer dos concepciones y argumentar a favor de una de ellas. Además, nuestro pensamiento también necesita esta tensión: para comprender nuestra propia concepción, es necesario compararla con lo que está negando.



Estructure su trabajo. Ponga sus puntos parágrafo por parágrafo, uno por uno, en secuencia y orden lógico. Nunca evalúe críticamente una posición sin antes haberla explicado.

• Trate de anticiparse a las objeciones contra su posición y contra sus argumentos. Responda a ellas. Haga objeciones tan fuertes como pueda a su propia posición, y responda a ellas. Un artículo pobre es, invariablemente, aquel que presenta las objeciones y las posiciones opuestas como más débiles de lo que realmente son. •

Distinga entre evaluar un argumento y evaluar una posición. Una cosa es mostrar que un argumento a favor de la eutanasia no es sólido; otra cosa es mostrar que la posición es falsa.



Recuerde que las palabras clave en una pregunta a menudo requieren explicación y análisis. Puede haber distinciones importantes que deberá hacer.

No hay un único plan correcto para un trabajo. Pero ante la ausencia de algo mejor, se puede utilizar el siguiente: • Señale el problema •

Explique la teoría A que trata de resolver el problema



Ofrezca el argumento principal o más fuerte a favor de la teoría A



Evalúe críticamente el argumento

• Ofrezca el argumento más fuerte en contra de la teoría A •

Evalúe críticamente el argumento

• Señale su conclusión

264

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

PASO 3 : ESCRIBIR Es p r o b a b l e q u e a m e d i d a q u e escriba vaya e n c o n t r a n d o p u n t o s en los q u e n o había p e n s a d o . Esto es n o r m a l , p e r o n o d e b e servir c o m o una excusa para divagar. S i e m p r e sea relevante y secuencia!. N o deje ¡deas extraviadas, a u n q u e interesantes, en m e d i o d e u n párrafo. Escríbalas en o t r a h o j a ; más t a r d e podrá trabajar en ellas en el párrafo a p r o p i a d o . En o t r a s palabras, si es necesario, c a m b i e su p l a n , p e r o n o lo a b a n d o n e . Usted está e s c r i b i e n d o para una a u d i e n c i a . Al escribir, u s t e d les a y u d a rá a c o m p r e n d e r lo q u e está d i c i e n d o . Cada párrafo d e b e tener un p u n t o p r i n c i p a l . El p u n t o del siguiente párrafo d e b e ser relevante para el a n t e rior. Conéctelos. N o una d o s párrafos c o n t r a n s i c i o n e s , c o m o , " e s t o me lleva a o t r o p u n t o " . Su lector n o verá la conexión. Las o r a c i o n e s largas p u e d e n ser un s i g n o e v i d e n t e de que las c o n e x i o nes e n t r e los d i f e r e n t e s p u n t o s n o s o n lo s u f i c i e n t e m e n t e explícitas. Las frases largas c o n t i e n e n u s u a l m e n t e d e m a s i a d a s

ideas y c u a l i f i c a c i o n e s .

Son c o m p l i c a d a s . Además, las personas e s c r i b e n o r a c i o n e s muy largas p o r q u e p o r lo general se les o c u r r e n varias ideas m i e n t r a s están e s c r i b i e n d o . Escriba las ideas q u e se le van o c u r r i e n d o en o t r o papel d i f e r e n t e ; póngalas a p a r t e . Luego, c u a n d o tenga una idea o r i g i n a l interesante, dígalo sin d i s t r a c c i o n e s . Además, sus nuevas ideas p u e d e n ser r a z o n a m i e n t o s valiosos. En tal caso, necesitan e s p a c i o para ser desarrolladas, quizás un párrafo a p a r t e . En un t r a b a j o filosófico es m e j o r evitar caer en la tentación de i m p r e sionar. N o le diga a su lector cómo se s i e n t e . Trate de a r g u m e n t a r el caso en lugar d e hacer eso. El p u n t o p r i n c i p a l d e su e n s a y o es explicar y d e f e n der una tesis o afirmación. Usted está en b l a n c o . N o tiene palabras para p o n e r en el p a p e l . Esto p u e d e ser una señal de q u e i n c o n s c i e n t e m e n t e está c r i t i c a n d o lo q u e va a decir antes de darse la o p o r t u n i d a d de hacerlo. N o se siente nada b i e n . En tal caso, decídase a d e b i l i t a r el l a d o crítico d e su c e r e b r o . Permita q u e lo q u e u s t e d quiere desea decir salga a la luz, a u n q u e de manera i m p e r fecta. La crítica la p u e d e usar más t a r d e .

PASO 4 : RELEER Y REESC RIBIR Ha t e r m i n a d o de escribir su t r a b a j o . N o ; ¡aún n o ! Una parte esencial de escribir es releer y reconsiderar lo q u e se ha e s c r i t o . N o e n t r e g u e un p r i mer borrador. M u c h o s a u t o r e s t i e n e n q u e reescribir varias veces.

A p é n d i c e 5. AYUDAS PARA ESCRIBIR UN ENSAYO

265

C u a n d o relea su e n s a y o , hágalo en voz alta, c o m o si u s t e d fuera o t r o . E n t o n c e s podrá escucharse c o m o alguien n e u t r a l . Es m e j o r ser su p r o p i o crítico q u e esperar a q u e su l e c t o r lo haga. Pero, para ser su p r o p i o crític o , u s t e d d e b e s i m u l a r q u e está l e y e n d o el t r a b a j o de o t r o . Al seguir la c o r r i e n t e d e su lectura, p u e d e señalar pasajes que r e q u i e r e n m o d i f i c a c i o nes para v o l v e r a ellos más t a r d e . Debe releer su ensayo para hacer d o s t i p o s de c a m b i o s . Primero, para los detalles de e s t i l o . Quizá hay palabras que p u e d e suprimir, u o r a c i o n e s q u e p u e d e simplificar. Tal vez hay p u n t o s que n o s o n l o s u f i c i e n t e m e n t e claros. Quizá necesita un b u e n e j e m p l o . S e g u n d o , releer su t r a b a j o es una manera de revisar los f u n d a m e n t o s d e su idea. ¡Buena suerte!

HlM.IOGRAI ÍA :

Douglas, \-\¡tcfi-Hiker'$ York, 1989. ADAMS,

Guide to the Galaxy, Harmony Books, New

David, The Malerialist Theory ofMind, Routledge and Kegan Paul, London, 1968.

ARMSTRONG,

ANÓNIMO, Vpanisad, Ediciones Siruela, Madrid, 1995. William, "The Inductivo Argument from Evil and the Human Cognitive Condition", en Phitosopíucal PerspeclWes, Vol. 5, ed. ). Tomberlin, Ridgeview, Atascadero, California, 1991. ALSTON,

ARISTÚTKU-S, BKNNCIT,

Ética de Nicómaco, Instituto de Estudios Políticos, Madrid, 1959.

lonathan, Locke, Berkeley, Hume, Clarendon Press, Oxford, 1979.

BCNTMAM, leremy. An \ntroduction to the Principies of Moráis Clarendon Press, Oxford, 1879.

and Legislation,

BERKILLEY, Ceorge Berkeley's Philosophical Writings, ed. Armstrong, Collier Books, New York, 1965. CHURCHLAND, Paul, Materia y conciencia-. Introducción fía de la mente, Editorial Cedisa, Barcelona, 1992.

contemporánea

a la filoso-

Donald, 'Mental Events", en Actions and Events, Oxford University Press, Oxford, 1980.

DAVIDSON,

268

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

DESCARTES, Rene, Discurso del método, G r u p o Editorial N o r m a , Bogotá, 1992. DESCARTES, Rene, Meditaciones metafísicas

y otros textos, E d i t o r i a l

Credos,

M a d r i d , 1987. DUMMETT, M i c h a e l , La verdad y otros enigmas, F o n d o d e Cultura Económica, México, 1990. FRECE, G o t t l o b , "Sobre Sentido y Referencia, e n La búsqueda

del significado,

compilación d e Valdés L., E d i t o r i a l T e c n o s , M a d r i d , 1999. FRLY, R a y m o n d , \nterest and Rights, C l a r e n d o n Press, O x f o r d , 1980. FREUD, S i g m u n d , "Los i n s t i n t o s y sus d e s t i n o s " en Obras Completas, t o m o

II, Editorial Biblioteca Nueva, M a d r i d , 1 9 8 1 . GRIFFIN, lames, WW/ Being, C l a r e n d o n Press, O x f o r d , 1986. HARRIS, John, "The Survival L o t t e r y " , e n Applied Ethics, P Singer (ed.), O x f o r d University Press, O x f o r d , 1986. HARÉ, R i c h a r d , Freedom and Reason, O x f o r d U n i v e r s i t y Press, L o n d o n , 1963. HKK, | o h n , Evil and the Love of God, Harper a n d Row, New York, 1977. HICK, ) o h n , Disputed Ouestions, Yale University Press, New l i a v e n , 1993. IACKSON, F., "The Existencc o f M e n t a ! O b j e c t s " , e n Percepiual Knowledge, |. Dancy (ed.), O x f o r d University Press, O x f o r d , 1988. KANT, KANT,

I m m a n u e l , Cr/7/cci de la razón pura, Alfaguara, M a d r i d , 1994. I m m a n u e l , Fundamentación

de la metafísica de las costumbres, Espasa Calpe,

M a d r i d , 1995. KANT,

I m m a n u e l . Crítica

del juicio, Espasa Calpe, M a d r i d , 1 9 8 1 .

KIM, Jaegwon, Philosophy ofMind, Westview Press, Boulder, 1996. LAYTON, Bentley, The Gnostic Scriplures, Doubleday, New York, 1987. Lr POINDEVIN, Robin & MURRAV M a c B e a t h (eds.), Philosophy of Time, O x f o r d University Press. O x f o r d , 1993. LOCKL, | o h n , Ensayo sobre el entendimiento humano, F o n d o d e C u l t u r a I b e r o a m e r i c a n a , México,

I99Í.

BIBLIOGRAFÍA

269

MARCUSE, H e r b e r t , El hombre unidimensional: Ensayo sobre ¡a ideología de la sociedad individual avanzada, Editorial Ariel, Barcelona, 1994. MILU l o h n Stuart, El utilitarismo, Aguilar, Buenos Aires, 1968.

NACEL, Ernst, La estructura de la ciencia: Problemas de lógica en ¡a investigación científica,

Paidós, Barcelona, 1981,

NACEL, T h o m a s , La muerte en cuestión, F o n d o d e Cultura Económica, México, 1 9 8 E NOZICK, Robert, Philosophical Explanaüons, NOZICK, Robert, Anarquía,

Belknap Press, B o s t o n , 1 9 8 1 .

Estado y utopía,

F o n d o d e C u l t u r a Económica,

México, 1 9 8 8 . PLATÓN, "Eutífrón" e n Diálogos

de Platón,

E d i t o r i a l G r e d o s , M a d r i d , 1985-

1992. POUNDSTONE, William. Labyrinths of Reason, Doubleday, N e w York, 1988. RACHELS, James, The Elements of Moral Philosophy, M c G r a w Hill, New York 1999. RAWI.S, )ohn, A Theory of ]ustice, Harvard, B o s t o n , 1971. RYLI-, Gilbert, E/ concepto de lo mental, Paidós, B u e n o s Aires, 1967.

SACKS, Oliver, El hombre que confundió

a su mujer con un sombrero, M u c h n i k

Editores, Barcelona, 1 9 9 1 . SCANI.ON, T., "El valor, el d e s e o y la c a l i d a d d e v i d a " , e n Calidad de vida, M . N u s s b a u m & A. S e n (eds.), F o n d o d e C u l t u r a Económica, México, 1996. SI.AKI.I;, l o h n . El redescubrimiento de la mente, Crítica G r i j a l b o - M o n d a d o r i , Barcelona. 1996. SMART |ACK ). C . y WILLIAMS, B., Utilitarismo: Pro y contra, E d i t o r i a l Tecnos, M a d r i d , 1984. SMART, N i n i a n . The Philosophy of Religión,

O x f o r d University Press, O x f o r d ,

1979. SPINOZA, Baruch, Ética, Sarpe, M a d r i d , 1984.

STÍCH, S t e p h e n , V-rom Folk Psychology to Cognitive Science, M1T Press. B o s t o n , 1983.

270

I N T R O D U C C I Ó N A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA

SWINBURNE, Richard, ' T h e P r o b l e m o f Evil", en Reason and Religión, Brown (ed.), Cornell University Press, Ithaca,

Stuart

1977.

THOMSON, Garrett, " I n t e r p r e t a c i o n e s d e l idealismo t r a s c e n d e n t a l de Kant", en Ideas y Valores N o 1 1 1 , Bogotá, d i c i e m b r e d e 1 9 9 9 . THOMSON, Garrett, On Kant, W a d s w o r t h , B e l m o n t ,

2000

THOMSON, Garrett, On Descartes, W a d s w o r t h , B e l m o n t ,

(a).

2000

(b).

THOMSON, Garrett, On Locke, W a d s w o r t h , B e l m o n t , 2 0 0 1 (a). THOMSON, Garrett, Bacon to Kant, Waveland Press, B e l m o n t , 2 0 0 1 (b). THOMSON, Garrett, Needs, Routledge a n d Kegan Paul, L o n d o n , 1 9 8 3 . THOMSON, Garrett, "Una guía s i m p l e para la filosofía contemporánea d e la m e n t e " , e n Ideas y Valores, N o . 9 0 - 9 1 , Bogotá, abril 1 9 9 3 . THOMSON, Garrett & TURETZKY, Philip, "A Simple Guide t o t h e Philosophy o f M i n d " e n Tf\e Experience of Philosophy, Wadsworth, B e l m o n t ,

1995.

WILLIAMS, B e r n a r d , "A C r i t i q u e o f U t i l i t a r i a n i s m " , e n Eor and

Against

Ulilitarianism, ).|.C. Smart a n d B. Williams, C a m b r i d g e University Press, Cambridge,

1973.

WILLIAMS, Bernard, Descartes: The Projecl of Puré Enquiry, Penguin, Middlesex, 1978.

WITTGENSTEIN, L u d w i g , Tracíalus Madrid,

Logico-Philosophicus,

Alianza Editorial,

1987.

WITTGENSTEIN, Ludwig, Investigaciones filosóficas, Filosóficas, U N A M , Grijalbo. Barcelona,

I n s t i t u t o d e Investigaciones

1988.