Huaylas : Recuperemos el nombre del departamento

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Recuperemos el nombre del departamento

HUAYLAS

Grupo Huaylas

2022

GRUPO HUAYLAS COMISIÓN CENTRAL: --Presidente: Julio Rolando Villanueva Sotomayor - Vice Presidente: Eduardo Jhon Milla Flores - Secretario de actas: Alcides Uriel Gonzáles Flores - Tesorera: Roxana Guadalupe Cano Yanac - Vocal: Alcides Agustín López Milla -Asesores:Félix Claudio Julca Guerrero, Mario Cirilo Villafuerte Vicencio

SUB COMISIONES: -Relaciones públicas: Yasira Rueda Rodríguez, Magno Vicuña Rivera -Prensa y propaganda:Robert Gilmer Gómez Torres, Isaac Felipe Sarmiento Maza, Víctor Rafael Castillo Alva - Asuntos jurídicos: Edgar Luís Velásquez Huerta, Jorge Garro Díaz -Asuntos históricos: Silvia Doris Gutiérrez Ardiles, Steven August Wegner, Ada Aída Oliveros Echevarría - Asuntos lingüísticos: Félix Claudio Julca Guerrero, Marcos Rafael Mejía Espinoza -Asuntos educativos: Ada Aída Oliveros Echevarría, Norma Isabel Campoblanco de Vega, Alcides Uriel Gonzáles Flores, Marcos Rafael Mejía Espinoza, Yudi Lisbeth Arias Infante - Delegados en la ciudad de Lima: Danilo Barrón Pastor, Silvia Doris Gutiérrez Ardiles, Marcos Rafael Mejía Espinoza - Delegado en la ciudad de Huaraz: José Antonio Salazar Mejía - Delegado en la zona costa: Hermógenes Villanueva Torrealba - Delegado en la zona de los conchucos: Irineo Lucio Meza Cuadros - Delegado en la zona del callejón de Huaylas:Agustín Adalberto Paulino Huete - Delegado en el exterior: Roberto Rosario Vidal 17 de julio de 2022

AUTORIDADES QUE APOYAN EL PROYECTO DE GRUPO HUAYLAS: Congresistas de la República Nilza Merly Chacón Trujillo Jhaec Darwin Espinoza Vargas Kelly Roxana Portalatino Ávalos Elías Marcial Varas Meléndez Director regional de educación de Áncash Francisco Vásquez Carrillo Alcalde provincial de Huaylas Esteban Zósimo Florentino Tranca Alcalde provincial de Huaraz Aníbal Francisco Romero Sánchez Alcalde del distrito de Huaylas Herminio Jesús Espinoza Caballero Alcalde del distrito de la Pampa Edver Ramón Paredes Milla Subprefecto de la provincia de Huaylas Santa Martha Acero Reyes Directora de la unidad de gestión educativa local Huaylas María Soledad Borja Cruzado Director regional de la dirección desconcentrada de cultura Áncash Oscar Máximo Negreiros Cerna Presidente del consejo directivo “CEDEP” Dante Basilio Cruz Quiñones Regidores de la municipalidad provincial de Huaylas Amanda Violeta Gónzales Sánchez Jorge Vivar Ángeles Hugo Arellán Méndez

PRESENTACIÓN Muchos fulgores hay en la tierra y cada uno de ellos es más esplendente que el otro. ¿Quién no se asombra y los admira? Pero, el mayor de ellos es cuando se forma un grupo humano con la pretensión de rendirse ante la historia

El 20 de mayo de 2022, luego de fulgurantes ideas y con mancomunidad de luminosos deseos, se fundó el GRUPO HUAYLAS y su propósito fundamental es poner los puntos sobre las íes sobre el departamento más rico del país, el nuestro, empezando por RECUPERAR el nombre HUAYLAS. En las reuniones que se mantuvieron desde esa fecha hasta la actualidad, los conocimientos empezaron a manifestarse con brillante nitidez y se fueron acoplando entre sí en una conjunción de acrisolado anhelo. Las palabras puestas en Word iban registrando valiosas informaciones históricas, geográficas y toponímicas hasta formar un corpus de textos que recogió lo fundamental para trasmitir y asegurar con toda claridad que era tiempo de lograr una tarea que nos estaba dando la historia: que el nombre HUAYLAS reemplace al que tiene actualmente nuestro departamento, y que es espurio. La adhesión, presencia y la contribución de honorables personas de varias especialidades es digno de destacar porque dieron de sí todo lo que tenían, sin menoscabo ni retaceo de conocimientos, entregándolos con generosidad y sin más recompensa que la satisfacción de haberse encaminado hacía una verdad histórica y haber participado en ella. Todos ellos, merecen alabanza y gratitud.

Si el fulgor ha sido esplendente en el GRUPO HUAYLAS es conveniente que su luz se esparza en todas las mentes, en toda la población del departamento, convirtiéndose en el sustento más firme para lograr una reivindicación histórica. Por eso, al presentar este folleto, invocamos que su contenido se lea con detenimiento, principalmente la parte de la justificación y sustentación académica, cuya autora es la Lic. Ada Oliveros Echevarría, historiadora, y que ha contado con el valioso apoyo de Hermógenes Villanueva Torrealba, historiador, Steven A. Wegner, arqueólogo, y del Mg. Félix Julca Guerrero, lingüista. Las razones son irrebatibles y se basan, además, en dos valores: identidad y dignidad. En el año 1873, don Antonio Raimondi llamó la atención ante la injusticia que se había cometido al cambiar el nombre de Huaylas por Ancachs (así escrito en un malhadado decreto del mariscal Agustín Gamarra en el año 1839), en su libro: “Ancachs y sus riquezas minerales”. Desde entonces, varios de los estudiosos del Perú han mostrado también su inconformidad con esa decisión. Recientemente, uno de ellos, Waldemar Espinoza Soriano, en su artículo “Historia. Etnia Gualla. Ahora Huaylas”, publicado por la UNMSM en su Revista Investigaciones sociales N° 30, año 2003, dice: “¿Hasta cuándo los habitantes de dicha demarcación soportarán este acto de felonía contra su terruño e historia? La solución es devolverle su antiguo gentilicio”. Desde dicho acto de felonía ya han pasado 183 años, casi dos siglos. Desde la observación científica y el reclamo de Raimondi: 149 años, casi un sesquicentenario. Por ambos hitos, mucho tiempo ha pasado como para no indignarnos.

Ya hemos tramontado el bicentenario de la proclamación de la independencia y estamos ad portas de la independencia lograda en la batalla de Ayacucho. ¿Podemos quedarnos con la boca cerrada, los dedos atados y la conciencia obnubilada? ¡No! y ¡no! Hay que despertar, sustentar nuestros principios por el amor al terruño, cuidar su heredad, limpiar su alma. ¿Qué pasa si a cualquier persona se le cambia de nombre, por capricho ajeno? ¿Acaso no peligraría o cambiaría su identidad? ¡Claro!, porque perdió aquello que le habían dado sus padres al momento de inscribirlo y lo refrendaron con su partida de bautismo ¿Cómo reaccionaría? ¿No haría todo lo posible para recobrar su esencia y decencia humanas? Es eso lo que pasó y nos está pasando a todos los que somos de nuestro hermoso terruño. Cambiaron nuestro nombre, lo soportamos por larguísimos años, nos hirieron hasta el alma y es momento de sanarla. No olvidemos que Huaylas fue el leitmotiv de nuestros ancestros más lejanos. Fue melodía, palabra hablada, escrita y cantada por cientos de años ha. Llegó a oídos de San Martín que la recogió y dio cúmplase a la historia, selló con ese bendito nombre a uno de sus hijos: departamento de Huaylas. Luego, su configuración geográfica se estampa y sobresale en el Tomo III del libro “Historia general de la revolución moderna Hispano-Americana”, de Mariano Torrente (español), en el Mapa histórico-geográfico del Perú, Chile y Buenos Aires, donde aparece el nombre “Huailas”, escrito con letra preferencial en la parte central del departamento y paralela a las cordilleras Blanca y Negra, lo que no solamente es reconocimiento a su valiosa contribución en la épica hazaña libertaria sino a la vigencia toponímica; es decir, a

su legado histórico y a su ostensible y luminosa cadena histórico-geográfica. Ese nombre fue reconocido por el presidente general Felipe Santiago Salaverry en el año 1835 y por el presidente mariscal Andrés de Santa Cruz en el año 1836. Fatalmente, otro presidente, Agustín Gamarra lo modificó en el año 1839, en alabanza a la desmembración de la Confederación PerúBoliviana. No solo quitó el histórico nombre, sino que la trastocó para mal de males. El GRUPO HUAYLAS, ante esa aberración histórica, llama a los hombres y mujeres de nuestro terruño para que se adhieran a nuestro deseo porque solo con las manos y la voluntad de todos nosotros podremos llevar la tea de la recuperación del nombre HUAYLAS al podio y al altar de la verdad. Julio R. Villanueva Sotomayor PRESIDENTE GRUPO HUAYLAS

PRONUNCIAMIENTO

“LA HISTORIA ES UN INCESANTE VOLVER A EMPEZAR” Tucídides

El bicentenario de la independencia del Perú es un motivo para repensar sobre nuestro país, interesándonos en su pasado histórico, cómo interpretarlo en el presente y qué debemos hacer para su futuro. Sería un merecido halago a todos los protagonistas de nuestra historia, al pueblo y a los personajes que estuvieron en las primeras filas para fundar la república. Esta tarea debe empezar por tener plena conciencia de nuestra realidad, empezando por demostrar toda nuestra identidad con las patrias chicas y con la patria grande. La identidad debe ser el sello que marque todas nuestras acciones para honrar lo bueno de nuestra historia y modificar aquello que sea necesario hacerlo. Como individuos o colectivos debemos de tratar de parecernos a nosotros mismos; es decir, mostrar que somos peruanos en toda la línea y demostrar que podemos validarlo con nuestras ideas y actitudes. En la identidad se personifica el amor al terruño, respeto a su pasado, empoderamiento del presente y óptima mirada al futuro. Sin apego a lo nuestro nos convertimos en sujetos indiferentes, acomodaticios; parias. Como homenaje a nuestros próceres, precursores y héroes y en aras de nuestra identidad, hacemos un llamamiento a todos nuestros paisanos para rescatar nuestra partida de nacimiento, recuperar el nombre de HUAYLAS, porque el que tenemos ahora (Áncash) es espurio y fue impuesto por dudosos personajes y en circunstancias adversas para nuestro país.

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HUAYLAS ha sido nombre milenario, escogido por nuestros más remotos antepasados luego de haber observado y convivido con el lugar donde nacieron. Junto a la pródiga naturaleza labraron un espléndido paisaje donde el color verde se impone en el horizonte. Entre las hermosas cordilleras que se empinan en su territorio, ya sea en el centro de ellas o a sus costados, las gramíneas de toda laya, arbustos y árboles dan la predominancia de esa “alfombra, verde esperanza”, que cantan los poetas. Y ellos, los de ayer, se dispusieron a ampliar esa cobertura con un paciente trabajo de domesticación de plantas y vivir de la horticultura y la agricultura. Gracias a esa labor de miles de años y que es reconocido por científicos como el botánico Nikolái Ivánovich Vavilov (Moscú, 25-11-1887; Sarátov, 26-01-1943) y el ecologista Antonio Brack Egg (Oxapampa, 3-12-1940; Lima, 30-12-2014) los hombres y los andes, y fundamentalmente nuestros hombres y nuestros andes, han dejado 88 especies de plantas domesticadas y que hoy son esenciales para la subsistencia humana. Y ellos, los de ayer, los que nos han dado este legado, lo llamaron a esa zona: HUAYLAS ¿Debemos desconocer ese hecho tan notable? ¿Es justo que nos olvidemos de nuestro remoto pasado? La cultura Huaylas hizo brillar ese nombre antes de los incas dominando buena parte de la parte central y norte del Perú de ahora. Sus ceramíos parece que nos hablaran de su grandeza. ¿Seguiremos permitiendo que eso pase al oscurantismo? Los incas sufrieron en la conquista de los Huaylas, Huaris y Pishcopampas en su propósito de extender el Chinchaysuyo. Triunfaron solo después de un asedio de seis 9

meses y quedaron enamorados del lugar; hicieron pasar por sus zonas alto andinas el Qhapac Ñan. Huayna Cápac quedó prendado de una huaylina, con quien engendró a Inés de Huaylas, la que se convirtió en pareja de Francisco Pizarro. Inés de Huaylas Yupanqui y el “machu capitán” llegaron a tener dos hijos: Gonzalo y Francisca, la que se fue a España y en donde se casó con Hernando Pizarro y tuvo descendencia en la península Ibérica. Huaylas, pues, no solamente tiene importancia toponímica sino su onomástica tuvo presencia en la genealogía mestiza de los años de la colonia y de la república interviniendo en el sincretismo hispano-indígena. Toda esta historia llegó a los oídos del general don José de San Martín cuando estuvo en el Perú y en Huaura. Publicó un Reglamento Provisional creando el departamento de HUAYLAS. ¿Lo hizo por un inesperado apuro? Estaba, ese insigne patriota, nuestro libertador, informado de la historia de los pueblos que estaba independizando, de su geografía, su historia y sus recursos demográficos. No lo hizo por azar. Lo hizo totalmente convencido que ese, HUAYLAS, era el nombre que correspondía a dicha región. ¿Podemos seguir desestimando ese deseo del que dio nuestra libertad? La recuperación del nombre de HUAYLAS es también un gesto de agradecimiento y reconocimiento a la figura de San Martín. En cambio, el otro nombre, ÁNCASH, no tiene antigua historia, no tiene prosapia, tampoco legitimidad histórica. El general Agustín Gamarra lo impuso, halagando el triunfo de las fuerzas chilenas contra las de la Confederación Peru-10

Boliviana. ¿Nuestro departamento se merece esa denominación? Es tiempo de recuperar el nombre HUAYLAS porque es tiempo de empezar a recuperar nuestra historia. Los miembros firmantes del grupo Huaylas, tenemos ese propósito y pedimos el apoyo del pueblo y de los poderes del estado para recuperar el nombre de HUAYLAS. 17 de julio de 2022

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PROCESO HISTÓRICO DEL DEPARTAMENTO DE HUAYLAS

Recuperación del nombre del departamento de Huaylas Ada Oliveros E.

1. Antecedentes Vega (1987) afirma que: “Áncash cubre una región que se llamó Huaylas desde tiempos inmemoriales. El mariscal Agustín Gamarra, por Decreto Dictatorial le cambió de nombre en 1839. Lo hizo para perennizar la victoria que alcanzó en el riachuelo de Áncash, el general chileno Manuel Bulnes al frente de un ejército también chileno, el cual era secundado por una segunda minoría de peruanos; batalla muy sangrienta a la cual se le conoce ahora más, con el nombre de Yungay. Esta batalla fue una grave derrota de tropas peruanas y bolivianas (con mayoría peruana) y significó la caída del único proyecto nacional importante del siglo pasado, la Confederación PerúBoliviana, ideada por el Mariscal Andrés de Santa Cruz. La derrota Perú-Boliviana fue seguida del “repase” de centenares de soldados heridos, peruanos y bolivianos. Un general peruano, el arequipeño Anselmo Quiroz, combatiente de la Independencia, fue fusilado al pie del cerro Pan de Azúcar, entre otros oficiales masacrados. Numerosas citas documentales enmarcan el relato de la matanza. Por tanto, ¿procede seguir llamando con el nombre de Áncash, de un trágico recuerdo, a una tierra tan importante como la antigua Huaylas? ¿Procede restablecer esta denominación toponímica de tanta prosapia?” (1987 [2013, pág. 120]).

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Salazar (2013, pág. 69) manifiesta: “Hablar de Áncash y de Huaylas, llama de todos modos a una comparación. Y en ella, Áncash sale perdiendo. No tiene peso, no brilla, no hay trasfondo. Pero Huaylas es el nombre de la nación que se forjó hace unos mil años y aún pervive. … Todos reconocemos que el nacimiento del departamento de Áncash es fruto de un parto doloroso, producto de un suceso traumático en nuestra historia nacional. Los sucesos de 1839 fueron capitalizados por un oscuro militar, Agustín Gamarra, para perpetuar su pírrica victoria en Yungay con una acción sui géneris, pues a nadie se le ocurre cambiar el nombre de un departamento, para celebrar una victoria militar”. Villanueva (2019, pág. 66) expresa que “La batalla decisiva que marca la trágica historia del Perú fue la de Yungay, que por muchos años se ha querido presentar – y aún se pretende – como el evento que nos liberó de las garras del opresor, del conquistador, del tirano. Calificativos faltan en el diccionario para nombrar a Santa Cruz y Orbegoso. De estos epítetos se ocupó el Congreso de Huancayo…. El reverso de la medalla son los chilenos: los libertadores, los restauradores, los sacrificados vencedores; pero cuando desempolvamos nuestra historia resultan ser los saqueadores y sanguinarios mutiladores de nuestro territorio”.

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2. Problema El 20 de enero de 1839, por decreto supremo del dictador Agustín Gamarra, el antiguo territorio de Huaylas perdió su ancestral denominación para reemplazarlo por el de Áncash, como la mejor forma de rendir homenaje a la victoria del ejército restaurador de Chile y algunos jefes peruanos sobre la Confederación Perú-Boliviana en la batalla de Yungay. Este suceso fue impugnado tras una esforzada revisión histórica por el historiador peruano Juan José Vega durante el VII Congreso del Hombre y la Cultura Andina realizado en Huaraz en 1987. Desde entonces, a la fecha, han sido numerosos los críticos de Gamarra y los que han dado realce a la Confederación, muchas veces, sin tener en cuenta el contexto en que se produjeron los acontecimientos, convirtiéndolo de facto en nefasto. Sin embargo, en la actualidad es importante recordar que detrás del acontecimiento existe una historia llena de numerosos vacíos aún por investigar y reconstruir. Una historia que atesora en el nombre de Huaylas a la antigua etnia o señorío históricamente conocido por sus producciones culturales, sociales y económicas, recogidas en la historia de los primeros años del siglo XVII.

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En el año 2003, el profesor Rómulo Pajuelo Prieto impulsó la primera cruzada para recuperar el nombre original del departamento realizando el primer congreso de historia regional en Caraz, su señera posta recogemos ahora en este proyecto. Recuperar la denominación Huaylas es un punto de partida para la reconstrucción de esta larga historia en el tiempo y el espacio, reconocida por las enciclopedias más prestigiosas del Perú como la que dirigió Tauro del Pino (2001), poniendo así una piedra angular con la finalidad de promover la identidad huaylina desde su temprano origen hasta las generaciones venideras. En este contexto nos preguntamos: ¿Es posible recuperar el nombre de Huaylas en los ámbitos políticos, sociales, económicos y culturales del actual departamento de Áncash y del Perú?

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3. Objetivos 3.1. Objetivo general Recuperar el nombre Huaylas para el actual departamento de Áncash en los ámbitos políticos, sociales, económicos y culturales. 3.2. Objetivos específicos Sensibilizar a la población en general acerca de la importancia del nombre de Huaylas haciendo uso de los medios de comunicación y las entidades educativas. Difundir la importantica del nombre de Huaylas a través de conferencias, seminarios y otros eventos académicos. Renombrar a Áncash con el nombre de Huaylas mediante las normas legales vigentes y conseguir que el Congreso y el Ejecutivo lo reconozcan mediante una ley.

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4. Marco teórico 4.1. Toponimia El actual departamento de Áncash se llamó Huaylas hasta 1839, fecha en la que se cambió el nombre por Áncash. En el presente, el topónimo de Huaylas permanece dentro de la división política del Perú como una provincia y en la mención que se hace al valle aledaño del río Santa con el nombre de Callejón de Huaylas. González Holguín en su Vocabulario de la lengua general de todo el Perú llamada lengua qquichua o del Inca (1952 [1608]) indica que “huaylla” significa “el prado verde no agostado, o el buen pasto”. Y en cuanto al significado del nombre, la Monografía de la Provincia de Huaylas (APMPPH, 1946) presenta al topónimo Huaylas como expresión de verdor porque el distrito de Huaylas tiene la característica de estar siempre verde por los diversos sembríos de maíz y otros cultivos que con merecimiento le dieron el apelativo de “Huaylas Cosecha” que recogió don Antonio Raimondi en su libro de viajes. El verdor también es una característica de todo el Callejón de Huaylas, de los valles del corredor costero y de la región de Conchucos. Por su parte, el Dr. Félix Julca Guerrero refiere que el vocablo Huaylas deriva de la voz quechua *waylla > wayla que significa césped, champa, verdor, lozano.

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Históricamente, Huaylas tiene como origen a una de las culturas del actual departamento de Áncash cuyo nombre se conoce a ciencia cierta, debido a las fuentes escritas que existen de ella. Esta información abarca la época pre inca, inca, conquista y colonia. 4.2. Fuentes arqueológicas El Museo Arqueológico de Áncash “Augusto Soriano Infante” presenta la cronología elaborada por Hernán Amat, Thomas Lynch, Steven Wegner, Richard Burger, Gary Vescelius y George Lau para las principales culturas que se ubicaron en el territorio que hoy lleva el nombre de departamento de Áncash:

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En la cronología citada, Huaylas se ubica en el Intermedio Tardío, lo que en la cronología peruana la sitúa como contemporánea de las culturas Chimú, Chincha, Chachapoyas, etc. Si bien es cierto, los Huaylas constituyen el primer grupo humano históricamente documentado, es arqueológicamente el más desconocido, existe un vacío al respecto, pues hasta la fecha no se ha podido identificar un sitio arqueológico representativo que permita identificar sus características arquitectónicas. Lo que se conoce de los Huaylas es el estilo de cerámica llamado Aquilpo, correspondiente a esta época.

4.3. Primeras fuentes históricas Son numerosos los historiadores que se ocupan de Huaylas como etnia o señorío, tomando como base a la primera fuente histórica que se escribió en el momento de la conquista hispana. Del Busto (1966) registra que en 1533 se daba a conocer el histórico nombre de la etnia o reino Huaylas mediante la crónica de Miguel de Estete, cuando acompañando a Hernando Pizarro se dirigía a Pachacamac en busca de oro para completar el rescate de Atahualpa. 20

Mapa del Señorío Huaylas. Marina Zuloaga

Espinoza (1981) explica que el territorio de Huaylas en aquel momento se encontraba repartido en dos partes, luego de la conquista Inca: Hurin y Hanan Huaylas. Al norte, Hanan Huaylas bajo el mando de la curaca Contarhuacho y Hurin Huaylas, al sur, bajo el poder de Añas Colque. Esta división se produjo como consecuencia del trato diplomático matrimonial establecido por Huayna Cápac luego de una dura resistencia de los Huaylas frente a las tropas de Cápac Yupanqui y de Túpac Yupanqui, hermano e hijo de Pachacútec, respectivamente. Los Incas pensaban que con este tipo de política preservarían la unión de los señoríos conquistados con el Tahuantinsuyo, pues no hay lazos más fuertes que los vínculos sanguíneos. Contarhuacho, al ser madre de una niña, Quispe Sisa, retornó a Huaylas. Realizada la invasión hispana, llevan a la hija a Cajamarca, junto a Atahualpa, quien, derrotado, la entregó a Francisco Pizarro. 21

Rostworowski (2021) describe que, desde entonces, al ser bautizada fue llamada Inés Yupanqui, aunque Garcilaso la llama Inés Huaylas Ñusta. Pizarro y la Ñusta tuvieron dos hijos, Francisca y Gonzalo, posteriormente legitimados por Carlos V. Vega (1963) describe cómo Pizarro utilizó sus vínculos con los Huaylas para defenderse del ataque de Manco Inca a Lima, cuando Contarhuacho envió tropas para defender la capital de las tropas cusqueñas. Posteriormente, convertiría a Hanan Huaylas en su encomienda, luego heredada por sus descendientes, convirtiendo a su hija Francisca Pizarro Yupanqui en la mestiza más rica del Perú. El territorio de Hurin Huaylas pasó a formar parte de la encomienda de Aliaga–Torres.

Mapa de las encomiendas en Hanan y Hurin Huaylas (Zuloaga, 2012, pág. 37) 22

Durante la colonia, Huaylas continúo siendo un territorio de importancia debido a que un ramal secundario del Qhapaq Ñan recorría su territorio, permaneciendo en esta categoría hasta la creación del virreinato del Perú en 1542, cuando ya existía el camino de la costa por donde ingresaría el primer virrey Blasco Núñez Vela. Políticamente, la primera división política del nuevo virreinato se constituyó en corregimientos, formando parte de ellos Huaylas.

Mapa de los Corregimientos del Perú. https://aportesdelahistoria.com.ar/mapa-sobre-los-corregimientos-del-bajo-y-alto-peru-a-finales-del-siglo-xviii-obispado-de-arequipa/

En 1784 el Perú fue dividido en intendencias, las que se subdividieron en partidos. Huaylas se convirtió en partido, teniendo como capital a Huaraz, formando parte de la Intendencia de Tarma, hasta 1821.

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Mapa de las intendencias y partidos del Perú, circa 1784 (Zuloaga, 2021, pág. 83).

Respecto a las actividades precursoras de la independencia en Huaylas, existen pocas fuentes documentadas. Alba (1996) documenta varios movimientos anti fiscales, sin relación con las ideas patrióticas. Por este y otros motivos, el territorio de Huaylas no era propicio para los españoles. En un oficio de Felipe Antonio Alvarado y Melchor Gutiérrez, subdelegado del Partido de Huaylas, afirma que Huaylas es de los más insubordinados (Temple, 1971, pág. 42).

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4.4. Huaylas en el proceso de la independencia del Perú Los pobladores de Huaylas participaron activamente en el proceso de independencia del Perú, tal como lo hicieron numerosos pueblos andinos, identificándose con los independentistas promovidos desde 1817 hasta 1820 por los agentes del general San Martín, quienes desembarcaron en Paracas el 7 o el 8 de setiembre de 1820, acompañado entre otros por el entonces coronel mayor Toribio de Luzuriaga. Durante la permanencia del ejército patriota en Huaura, todo el norte del Perú, incluyendo por supuesto la sierra, se convirtió en su retaguardia, donde contaba con relativa seguridad necesaria para organizar sus tropas. Entre el 21 y el 23 de noviembre, el coronel patriota Enrique Campino cruzó la Cordillera Negra para llegar al pueblo de Huaraz en la madrugada del 28 de noviembre. Allí derrota a la tropa realista de Clemente Lantaño ayudado por los patriotas de esa ciudad y proclama la independencia. La misión incluía a los pueblos del Callejón de Huaylas y Conchucos. Además, recibió la adhesión de voluntarios para las tropas (Temple, 1971, págs. 91-93). Se le unieron 260 voluntarios, 87 caballos en Huaraz y 30 en el Santa. En Huaura se publicó el Reglamento Provisional el 12 de febrero de 1821. Para la historia regional es de suma importancia porque con él nace la patria en su demarcación territorial bajo la protección del ejército libertador. Por Reglamento Provisional dado por San Martín el 12 de febrero de 1821 se creó el departamento de Huaylas con el siguiente texto:

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“El territorio que actualmente se halla bajo la protección del Ejército Libertador, se dividirá en cuatro departamentos, comprendidos, en estos términos: los partidos del cercado de Trujillo, Lambayeque, Piura, Cajamarca, Huamachuco, Pataz y Chachapoyas, forman el departamento de Trujillo con las doctrinas de su dependencia: Los de Tarma, Jauja, Huancayo y Pasco formarán el departamento de Tarma: los de Huaylas, Cajatambo, Conchucos, Huamalies y Huanuco formarán el departamento de Huaylas: los de Santa, Chancay y Canta, formarán el departamento denominado la de la Costa”. De esta manera, Huaylas surge como departamento, siendo designado por el general San Martín como su primer presidente don Toribio de Luzuriaga y Mejía. En 1822, al abandonar San Martín el Perú, la situación de la patria era caótica. En medio de ese caos, llegó Simón Bolívar a Lima el 1 de setiembre de 1823. Él tenía la enorme tarea de culminar el proceso de la independencia del Perú, reorganizando el ejército, escogiendo por segunda vez el norte como el territorio para tal efecto. En ese trabajo, Huaraz, capital de Huaylas, fue su cuartel general. Basadre (1983) afirma que los aportes del Perú fueron muchos y los del departamento de Huaylas fueron numerosos. Brevemente, presentamos una relación sintética: §

La organización de guerrillas

§

Hombres reclutados para la tropa

§

Mulas y caballos Fusiles Cobijo y alojamiento para el descanso

§ §

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Pasto para la cabalgadura § Ganado § Diezmos § Alhajas de oro, plata y perlas preciosas de las iglesias § Telas para los uniformes y otros usos § Mujeres para coser, cocinar y cuidar a los enfermos y heridos. 4.5. La Confederación Perú-Boliviana Una de las consecuencias que se derivó del fracaso del proyecto de la Confederación Perú-Boliviana fue el cambio del histórico nombre de Huaylas por otro desconocido y sin identificación con el poblador de estas tierras, una denominación que no responde hasta la fecha a los interrogantes ontológicos que todo ser humano hace con relación a su identidad: ¿quiénes somos?, ¿de dónde venimos? y ¿a dónde vamos? Este nombre es el de Áncash, tomado de la quebrada que el general Gamarra consideró como sede de su victoria personal. Es un nombre que tiene dos acepciones: “ligero” y “azul”; es un nombre que se relaciona con un acontecimiento de significado dudoso, sin la importancia del primigenio Huaylas. La confederación fue el proyecto de unión entre Perú y Bolivia, que los mariscales Andrés de Santa Cruz y Agustín Gamarra entendieron cada uno a su manera y en el contexto de sus propios intereses. Ambos intentaron desarrollarlo a su modo y fracasaron por ese mismo motivo. El recuento que realiza Basadre (1983) sitúa en 1829 a Santa Cruz elegido presidente de Bolivia. En 1835, Gamarra, luego de ser derrotado §

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por el presidente Orbegoso, se encontraba en Bolivia con la finalidad de buscar la reunión entre ambos países, acordando ambos formar un estado confederado compuesto por el estado Nor peruano, el estado Sur peruano y Bolivia. Gamarra se puso a las órdenes de Santa Cruz, iniciando las operaciones militares ocupando Cusco. Por entonces, se rebeló el joven general Felipe Santiago Salaverry contra el general Orbegoso. Fue entonces cuando Orbegoso invitó a Santa Cruz para restablecer el orden en el Perú. Gamarra entonces se sintió desplazado y se opuso a la llegada de Santa Cruz, siendo derrotado en Yanacocha en 1835 y desterrado a Guayaquil desde donde se trasladó a Chile. Posteriormente, Santa Cruz derrotó y mandó fusilar a Salaverry en Socabaya. Mientras gobernó Santa Cruz, fueron varios los beneficios que recibió el Perú durante dos años, período en el cual se asfixió la economía chilena, peligrando su proyecto expansionista al norte y su autonomía en el Océano Pacífico. Chile se propuso destruir la Confederación, encontrando eco en la oligarquía de Lima y el norte de Perú. Se formaron entonces dos expediciones restauradoras desde Chile, las que conformadas por un número mayor de chilenos contaba con varios jefes peruanos. El propósito era, desde el punto de vista de los contrarios a la Confederación, devolver la independencia a Perú. La primera expedición restauradora al mando del general chileno Blanco Encalada fue derrotada por Santa Cruz y devuelta a Chile luego del Tratado de Paucarpata en 1837. La segunda expedición restauradora, al mando del general chileno Manuel Bulnes, derrotó a la Confederación en la batalla de Yungay el 20 de enero de 1838. Entre los jefes estuvieron 28

peruanos que tuvieron participación decisiva en dicha contienda bélica, estuvieron Gamarra, Castilla y La Fuente, sobre todo para el mantenimiento de la tropa y el conocimiento del terreno. Chile; sin embargo, se adjudicó la victoria y Bulnes fue nombrado mariscal de Áncash. Agustín Gamarra presidente del Perú, cambió de nombre de Huaylas a Áncash para perennizar su victoria frente a Santa Cruz y la Confederación Perú-Boliviana, con el siguiente documento:

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