Guía esencial del estudiante de fotografía profesional 9788425230660, 8425230667

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Spanish; Castilian Pages [234] Year 2017

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Guía esencial del estudiante de fotografía profesional
 9788425230660, 8425230667

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Editorial Gustavo Gili, SL Via Laietana 47, 2º, 08003 Barcelona, España. Tel. (+34) 93 3228161 Valle de Bravo 21, 53050 Naucalpan, México. Tel. (+52) 55 55 60 60 11

Título original: The Essential Student Guide to Professional Photography. Publicado originariamente por Focal Press, una división editorial de Taylor & Francis Group en 2016.

Traducción: Cristina Zelich Diseño de la cubierta: Toni Cabré/Editorial Gustavo Gili, SL Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra. La Editorial no se pronuncia, ni expresa ni implícitamente, respecto a la exactitud de la información contenida en este libro, razón por la cual no puede asumir ningún tipo de responsabilidad en caso de error u omisión. Los derechos de autor de Grant Scott han sido registrados para esta obra según el Copyright, Design and Patent Act de 1988.

© Taylor & Francis, 2016 © de la traducción: Cristina Zelich para la edición castellana: © Editorial Gustavo Gili, SL, Barcelona, 2017 ISBN: 978-84-252-3066-0 (epub) www.ggili.com Producción del ePub: booqlab.com

Para Samantha, Alice, Daisy y Florence

ÍNDICE

CAPÍTULO 1 ¿QUÉ ES LA FOTOGRAFÍA PROFESIONAL? Crea un lenguaje visual La fotografía profesional es un negocio Resolución de problemas visuales CAPÍTULO 2 ¿QUÉ HACE PROFESIONAL A UN FOTÓGRAFO? ¿Qué es un cliente y cuáles son sus expectativas? ¿Cómo consiguen trabajo los fotógrafos profesionales? El encargo Expectativas del fotógrafo profesional Elabora tu propio brief publicitario Elabora tu propio brief editorial Realiza proyectos personales La importancia del trabajo en equipo y de formar parte de él Habilidades imprescindibles para trabajar en equipo ¿A quién puedo necesitar en mi equipo? ¡Seré tu agente! CAPÍTULO 3 ENCUENTRA TU VOZ FOTOGRÁFICA ¿Qué es una voz fotográfica propia? ¿Qué influye en tu voz fotográfica? Observa la obra de otros fotógrafos

Crea un relato visual El relato visual Desarrolla un proyecto Proyectos fotográficos icónicos Qué significa editar Cuidado con los efectos y técnicas de posproducción CAPÍTULO 4 COMPRENDE EL NEGOCIO FOTOGRÁFICO ¿Qué es la especialización fotográfica? Encuentra tu especialización fotográfica Elabora un book de imágenes especializado ¿Cómo debo mostrar mi trabajo de forma profesional? Crea una maqueta de portfolio impresa El sitio web de la fotografía profesional El blog de fotografía Crea un perfil en línea Consejos para Twitter La fotografía es un negocio ¿Cuánto debo cobrar? Por qué no debo perder mi copyright Cómo y qué debo negociar Cómo impedir que la gente robe mis imágenes Cómo entender un contrato Protégete ¿Cómo debo entregar mi trabajo al cliente? ¿Cómo cobro y cómo facturo?

CAPÍTULO 5 TRABAJAR POR CUENTA PROPIA. ¿DÓNDE ENCAJAS? ¿Qué necesitas para ser un fotógrafo de moda? Organiza una sesión fotográfica sencilla ¿Qué hace falta para ser un fotógrafo de retrato? ¿Qué es el estilismo aplicado al retrato? ¿Qué necesitas para ser un fotógrafo musical o deportivo? ¿Qué hace falta para ser un fotógrafo de alimentos o bodegones? ¿Qué necesitas para ser un fotógrafo de estilos de vida, interiores, arquitectura o viajes? ¡No has mencionado lo que yo quiero hacer! Fotografía artística contemporánea ¿Ser o no ser ayudante? El Bueno, el Malo y el Capuchino CAPÍTULO 6 LA IMPORTANCIA DE LA IMAGEN EN MOVIMIENTO La comunidad YouTube Los deportes extremos llevan la voz cantante Encargo para tomar imágenes en movimiento Crea tu primer cortometraje Elige un tema para la película Consejos para crear una buena imagen en movimiento ¿Qué puedo hacer con mi película cuando ya está acabada? CAPÍTULO 7

EL FOTÓGRAFO PROFESIONAL DEL SIGLO XXI Me gusta, ¿por qué a ti no? Comprende el contexto ¡Dispara más! ¿Debo mudarme a una gran ciudad para ser fotógrafo profesional? Crea un relato y sé coherente Las cámaras caras no hacen fotografías extraordinarias ¡No basta con hacer fotos! ¿Cuáles son tus expectativas? ¡Coge el teléfono! Cómo enviar un correo electrónico ¿Puedo hacer fotografía analógica y conseguir que me contraten? Me encanta la fotografía, ¡pero no quiero ser fotógrafo! He leído el libro. ¿Ahora qué? BREVE GLOSARIO DE TÉRMINOS DE FOTOGRAFÍA PROFESIONAL RECURSOS Sitios web para buscar inspiración Sitios web de los colaboradores AGRADECIMIENTOS

CAPÍTULO 1

¿QUÉ ES LA FOTOGRAFÍA PROFESIONAL?

CUANDO LA PALABRA “PROFESIONAL”

se utiliza con relación a la creación de fotografías, casi siempre se considera un valor sobre la calidad técnica de la imagen. Los fabricantes de cámaras describen las más caras como herramientas para profesionales y otros dicen de ellas que ofrecen imágenes con calidad profesional. Consideran que todos queremos crear imágenes profesionales. Sin embargo, antes de plantearnos cuál es el papel del fotógrafo profesional, debemos hablar de qué define una fotografía profesional. ¿Qué se entiende por imágenes profesionales? ¿Realmente son profesionales?

Veamos qué elementos suelen indicar si una imagen es profesional. Los requisitos básicos son: • • • • • •

¿La imagen está enfocada? ¿La iluminación es correcta para el tema? Ni demasiado oscura, ni demasiado clara. ¿La fotografía está bien compuesta? ¿El tema ocupa el centro del encuadre? ¿Se ha tenido en cuenta el fondo? ¿El fondo se ha difuminado mediante el uso de la profundidad de campo?

Resumiendo, ¿el fotógrafo ha sido capaz de controlar una serie de aspectos técnicos y juicios estéticos para crear lo que la mayoría de la gente considera que es una imagen “aceptable”? Los fabricantes de cámaras crean aparatos que hacen que todos estos juicios puedan llevarse a cabo correctamente de una forma sencilla y presentan opciones automáticas para todo, salvo para la composición de la imagen. Hacen lo que está en su mano para ayudarnos a crear una imagen “perfecta”, pero ¿esas fotografías son imágenes profesionales? Pues ¡no! La fotografía profesional no se basa simplemente en la creación de

“imágenes perfectas” o en el control de las técnicas y los procesos técnicos. Aunque este no sea un manual sobre cómo tomar mejores fotos, es importante comprender las reglas básicas de la fotografía para asegurarnos de que somos capaces de controlar la creación de nuestras imágenes. Para ello, si queremos trabajar de una forma profesional, el primer paso es dejar de utilizar las funciones automáticas de la cámara (excepto el enfoque, pero tampoco hay que confiar plenamente en la función automática) y centrarse en la composición y en el tema de la imagen que queremos crear. Este es el principio de la creación de imágenes personales y del desarrollo de nuestro propio lenguaje visual, y además constituye un paso hacia la creación de imágenes fotográficas profesionales.

Cualquiera puede ser un gran fotógrafo si se concentra lo suficiente en lo que ama. Fotógrafo: David Bailey

CREA UN LENGUAJE VISUAL En 2014 se vendieron 2,25 billones de aparatos capaces de hacer fotos; de ellos, más de la mitad fueron smartphones. En 2013 se vendieron 89 millones de cámaras digitales –solo un 4 % de las ventas globales de aparatos con capacidad de hacer fotos–. Con toda esta gente haciendo fotografías con equipos “no profesionales”, es fundamental que los fotógrafos profesionales puedan ofrecer a sus clientes una razón que justifique el pago por sus imágenes. Esta razón no solo se basará en el dominio de las habilidades técnicas, ya que esto puede conseguirlo mucha gente. Se basará en la capacidad del fotógrafo para captar su propia visión del mundo y convencer a las personas de que necesitan la fotografía en sus negocios para que reaccionen positivamente ante su perspectiva. La fotografía profesional es un negocio que interactúa con miles de otros negocios y esta interacción es la que espero ser capaz de mostraros.

Cada año se hacen billones de fotografías y lo más difícil que puede hacer un fotógrafo es inventarse un estilo visual original, profundamente personal y reconocible al instante. Crítico de arte, New York Magazine: Jerry Saltz La fotografía ha sido un negocio desde que nació, pero inicialmente su aplicación profesional se limitó a las personas pudientes y a aquellas familiarizadas con sus requisitos químicos. Sin embargo, el uso de la fotografía como herramienta para la educación se remonta a sus inicios, a finales del siglo XIX, cuando la fotografía de viajes trajo imágenes del mundo a quienes no podían permitirse viajar. Esto pronto se amplió a la documentación de guerras y combates, lo que sació las ansias de los periódicos por aprovechar el nuevo medio de la fotografía para difundir sus noticias y el deseo de los lectores por ver imágenes directas de los campos de batalla de la Guerra Civil estadounidense, así como de la guerra de Crimea y de los Boers. En la retaguardia, en todas las grandes avenidas, había un fotógrafo retratista dispuesto a documentar a familias y niños y a todo aquel que quisiera hacerse un retrato para la creación de una carte de visite (tarjeta de visita fotográfica o tarjeta comercial).

Dos ejemplos de carte de visite del siglo XIX, una de las primeras formas de retrato fotográfico comercial.

Las revistas LIFE y Picture Post se publicaban semanalmente y promovían la fotografía de calidad y la importancia del relato fotográfico. Ambas alcanzaron cifras de venta muy altas que disminuyeron con la llegada de la televisión.

Me hubiera gustado que más gente sintiera que la fotografía era una aventura como la vida y que sintiera que valía la pena expresar sus sentimientos. Para mí, esto es lo que hace que la fotografía sea tan apasionante. Fotógrafo: Harry Callahan

LA FOTOGRAFÍA PROFESIONAL ES UN NEGOCIO Sin embargo, hubo que esperar hasta principios del siglo XX para que el poder de la imagen fotográfica se convirtiera en algo obvio para los que querían vender productos a través de anuncios y revistas.

Las revistas de moda fueron un importante escaparate para los fotógrafos profesionales durante todo el siglo XX, ya que ofrecían libertad creativa a quienes fotografiaban la moda, alimentos, interiores, hacían retratos y tomaban imágenes documentales de la sociedad.

Imagen gráfica tomada de un reportaje de moda fotografiado por Ben Breading.

La revista ilustrada era el vehículo más importante para el crecimiento y el desarrollo de la fotografía profesional a lo largo del siglo pasado, pues ofrecía un lugar para todos los géneros de fotografía y, a su vez, creaba un modelo profesional para realizar encargos fotográficos a los fotógrafos profesionales. Los semanarios fotográficos como LIFE y Picture Post llevaban a todos los hogares noticias, temas de actualidad, acontecimientos cotidianos y maravillas del mundo, hasta que, en la década de 1960, llegó el dominio global de la televisión. Revistas de moda como Vogue y Harper’s Bazaar rompieron los límites convencionales tanto de la fotografía de moda como del diseño gráfico a lo largo de todo el siglo.

French Vogue siempre fue una revista de fotógrafos. Antigua editora de French Vogue: Carine Roitfield La década de 1960 asistió a la desaparición del semanario fotográfico y al surgimiento del suplemento semanal de los periódicos. La fotografía había encontrado un nuevo lugar y una nueva fuerza propulsora, ya que la competencia entre periódicos fue aún más fuerte y todos luchaban por publicar suplementos cada vez mayores y mejores, llenos de excelentes fotografías y de los mejores trabajos de fotógrafos que pudieran encontrarse. La fotografía profesional estaba en la cumbre y disfrutaba de una época dorada tanto desde el punto de vista creativo como económico. Las marcas comprendieron los beneficios que aportaba invertir en fotografías para crear campañas publicitarias cada vez más innovadoras, y las revistas, con altas cifras de tirada, constituían el ámbito perfecto desde el que vender productos. Pero como sucede con todas las épocas doradas, su final era inevitable, y cuando la fotografía se acercaba a los últimos años del siglo XX, la recesión de la economía global empezó a tener un impacto directo en la publicidad y en las industrias editoriales. El mundo de la fotografía profesional se resintió con fuerza del golpe y, justo cuando se readaptaba a la realidad de un nuevo clima económico, tuvo lugar el mayor cambio de los últimos cien años en el modo de crear y ver las fotografías.

La revolución digital puso patas arriba el mundo de la fotografía profesional, y en cierta medida sigue igual. No solo se trató de una revolución fotográfica, sino también de una revolución global de las comunicaciones que obligó a los fotógrafos profesionales a replantearse su profesión y el papel que en ella desempeñaban. Para los fotógrafos asentados, esto supuso abrirse a nuevas formas de trabajar, ver y relacionarse con los clientes. Para los fotógrafos jóvenes que empiezan, este nuevo escenario ofrece nuevas oportunidades que, si se combinan con una comprensión de la estructura de la fotografía profesional, ofrecen la posibilidad de emprender una carrera comercial viable y satisfactoria desde el punto de vista creativo como creadores de imágenes con capacidad para resolver desafíos visuales.

La pasión de la fotógrafa Emma Woodcock por los zapatos la llevó a centrarse en ellos como ámbito profesional de especialización fotográfica. Esta imagen conceptual fue creada y fotografiada por ella.

El fotógrafo Robert Gifford es un fanático patinador, así que para él fue obvio decidirse por este deporte como fotógrafo profesional.

RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS VISUALES Tanto el fotógrafo profesional como la imagen fotográfica profesional solucionan problemas visuales concebidos y utilizados para ayudar a la empresa a vender un mensaje, un relato, un producto, a un famoso, un estilo de vida, un recuerdo, una creencia, todo aquello que necesite ser vendido. Esta es la definición de la imagen fotográfica profesional y, como sus usos abarcan una gama tan amplia, permite que el fotógrafo profesional cree diversas imágenes. Sin embargo, el ingrediente esencial en todas vuestras imágenes debe ser mostrar quiénes sois, vuestras experiencias personales, vuestra forma de ver el mundo. Esto diferenciará vuestra obra de las demás imágenes creadas, tanto por aficionados como por profesionales.

Al acabar sus estudios de fotografía, la fotógrafa Jen Rich se centró en la fotografía de alimentos. Pastelera aficionada en su tiempo libre, nunca se había planteado combinar su afición con la creación de imágenes hasta que alguien le sugirió que contemplara la posibilidad de investigar en la fotografía alimentaria.

La fotógrafa Kasia Fiszer descubrió la fotografía de interiores y el retrato a través de su pasión por la artesanía y la decoración.

Soy una fotógrafa documental. Es lo que siempre he querido ser; aquí habitan mi corazón y mi alma. Fotógrafa: Mary Ellen Mark Trasladar estas imágenes personales al mundo profesional de la fotografía exige comprender en qué ámbitos profesionales os gustaría que estuvieran vuestras imágenes, así como quiénes se dedican a hacer encargos de fotografía y pagan por ellos. Sin clientes de un tipo cualquiera de fotografía, estamos ante una afición –una gran afición, pero que no servirá para pagar vuestras facturas ni os ofrecerá una carrera–. Por lo tanto, es esencial comprender dónde tendrá cabida la obra que queréis crear dentro de la escena profesional. El primer hecho que debéis aceptar y comprender es que vuestra fotografía debe basarse en vuestras pasiones personales. Si os entusiasma el skateboard, empezaréis a documentar a vuestros amigos patinadores y sus vidas. Si os apasiona la música y asistir a conciertos en directo, documentad eso; si os gusta cocinar, empezad a documentar aquello que guisáis; si os apasionan los zapatos, fotografiad zapatos – ¡estoy convencido de que habéis captado la idea!–. Basad vuestra fotografía en los temas que os apasionan; así, no solo disfrutaréis de la fotografía, sino que aportaréis vuestro conocimiento y comprensión del tema a lo que fotografiáis, algo que no todos son capaces de hacer. Vuestra pasión por algo os conducirá a vuestro ámbito de especialización y os permitirá desarrollar una obra coherente y comercializable de forma consciente. En la actualidad, la fotografía profesional tiene que ver con la personalidad, un lenguaje personal definido y una especialización: estos atributos definen una fotografía profesional, y es imposible conseguir nada parecido a través de un botón automático.

Cuantas más fotografías veas, mejor fotógrafo serás. Fotógrafo: Robert Mapplethorpe

Los tres tipos de fotógrafos profesionales Los profesionales de alto nivel Trabajan con una selección de clientes profesionales (así se describe al cliente en el ámbito de la fotografía profesional), especializándose en uno o varios géneros fotográficos. Se distinguen por tener una clientela de alta gama, lo que supone unos honorarios importantes por el trabajo realizado. Los profesionales generalistas Trabajan con una selección de clientes profesionales y abarcan uno o varios géneros fotográficos. Gozan de una clientela con un prestigio ligeramente inferior y, por lo tanto, sus honorarios son más bajos. A menudo, el profesional generalista aspira a convertirse en un profesional de alto nivel. Generalmente han cursado estudios académicos artísticos y conocen el trabajo de sus colegas de profesión. Ambos sectores centran sus esfuerzos en crear, conservar y ampliar su base de clientes. Los profesionales por encargo No trabajan para clientes profesionales que se dedican a hacer encargos fotográficos. Trabajan en bodas, eventos y en el mercado del retrato local. Este sector suele ser autodidacta, su ámbito es regional y constantemente debe buscar nuevos clientes porque los que tiene rara vez vuelven a contratarle debido a la naturaleza de los trabajos. El ámbito de este profesional también atrae a los semiprofesionales, ya que no implica estar siempre disponible y la mayoría de los trabajos se realizan durante el fin de semana.

CREAR UN ÁLBUM DE RECORTES 1. Para ayudaros a encontrar vuestra área de especialización fotográfica, anotad en una lista todas las aficiones, intereses y/o pasiones que tengáis. 2. Hecho esto, analizad cuáles os ofrecerán las oportunidades fotográficas más interesantes y cuáles os motivan más para fotografiar. 3. Tras definir el área que queréis explorar, empezad a llenar un álbum con recortes de imágenes de revistas, anuncios, folletos e Internet –de hecho, de cualquier sitio en el que veáis imágenes relacionadas con el ámbito que hayáis decidido explorar. 4. Buscad fotógrafos que trabajen en el ámbito elegido, averiguad quiénes son sus clientes habituales e intentad comprender por qué reciben encargos con tanta frecuencia.

Este álbum no solo se convertirá en vuestra biblia de inspiración, sino

que os servirá para ver dónde y cómo se utilizan determinadas imágenes dentro de un entorno profesional. Cuando hayáis terminado de completar el álbum, empezaréis con otro y así sucesivamente. Cuantas más fotografías profesionales veáis, mejor comprenderéis qué hace que una fotografía y un fotógrafo sean profesionales. Quizás ahora estéis sorprendidos u os sintáis confusos ante mi sugerencia de crear un álbum pasado de moda, utilizando tijeras y pegamento en vez de usar una plataforma digital como, por ejemplo, un blog o un portal en línea como Pinterest. El motivo es sencillo y se basa en el acelerado ritmo de los cambios tecnológicos y en los requisitos de las instituciones académicas. El álbum de recortes es para siempre (¡sigo conservando el que hice en 1985!), no así la plataforma digital (tengo información guardada en discos mini, disquetes, discos duros rotos y otros muchos soportes de los cuales probablemente el lector nunca haya oído hablar y a los que ya no tengo acceso). Estos álbumes irán conformando vuestra biblioteca personal de inspiración visual, a la que recurriréis una y otra vez a lo largo de toda vuestra vida creativa. También serán un elemento esencial en cualquier solicitud que presentéis para estudiar fotografía en una escuela profesional o universidad. Demostrarán vuestra pasión por el tema, vuestro compromiso y quizá, lo más importante, vuestro deseo de hacer más de lo estrictamente exigido cuando se trata de un aprendizaje automotivado. Áreas profesionales de especialización fotográfica Estas son algunas de las áreas profesionales de especialización fotográfica que pueden ser adecuadas para vuestro trabajo, dependiendo de vuestras pasiones y de vuestro lenguaje visual. Retrato Moda Interiores Bodegón Deporte/Deporte extremo Arquitectura Alimentación

Fotoperiodismo Automóviles Bodas Belleza/Peluquería Reportaje Viajes Estilo de vida Música Danza

CAPÍTULO 2

¿QUÉ HACE PROFESIONAL A UN FOTÓGRAFO?

LA MAYORÍA DE LA GENTE DEFINE

y entiende qué es un fotógrafo profesional de esta manera: alguien a quien se le paga por tomar fotografías. Básicamente, es verdad. Sin embargo, si queréis ser fotógrafos profesionales, las preguntas que debéis plantearos son: “¿por qué alguien debería pagarme por fotografiar?” y “¿quién paga por unas fotografías?”. Vamos a tratar de responder ambas preguntas a la vez, ya que una respuesta lleva a la otra.

Como he dicho antes, casi cualquier decisión que tomemos en nuestra vida en cierta medida se ve conformada e influenciada por la creación de imágenes fotográficas profesionales. El poder de la imagen fotográfica para informar, educar y persuadir es innegable y la creación de estas imágenes exige habilidad, conocimiento, compromiso y trabajo duro. Pero, ante todo, las fotografías profesionales requieren un cliente y un público. Ya he hablado sobre el concepto de fotógrafo profesional como solucionador de problemas visuales, pero vamos a profundizar más en ello.

Me gano la vida con la moda. No me quejo; es un placer ganarse la vida de esta manera. Aunque luego está el placer más intenso aún de hacer mis retratos. Fotógrafo: Richard Avedon

¿QUÉ ES UN CLIENTE Y CUÁLES SON SUS EXPECTATIVAS? El cliente puede ser cualquier empresa, marca, tienda, comunidad, asociación benéfica o individuo con un problema que quiera solucionar.

Tiene un mensaje que pretende transmitir de forma sencilla y directa. Por ejemplo, quizá quiera vender un producto, promocionar un servicio o ilustrar un texto. Para ello, ha decidido utilizar una imagen fotográfica o una serie de imágenes. Para crearlas, necesita a un fotógrafo profesional. Generalmente, suele tener una idea clara sobre qué tipo de imágenes quiere, qué apariencia tendrán, qué contendrán y dónde se crearán. Por lo tanto, casi siempre buscará a un fotógrafo que ya haya creado imágenes similares a las que quiere. Para encontrar al fotógrafo adecuado, visitará páginas web y verá portfolios creados por profesionales.

¿CÓMO CONSIGUEN TRABAJO LOS FOTÓGRAFOS PROFESIONALES? Llegados a este punto, es importante explicar cómo trabajan los fotógrafos profesionales. La mayoría son contratados como fotógrafos independientes o freelance (también se suele utilizar el término de “profesional autónomo” para referirse a personas que montan una empresa por motivos económicos. Esto significa que el fotógrafo no trabaja para una empresa que le paga un salario mensual o semanalmente; el fotógrafo cobra cuando un cliente le hace un encargo puntual para tomar fotografías. Esto hace que la habilidad del fotógrafo freelance sea de vital importancia para venderse a clientes potenciales y fidelizar a aquellos con los que ya haya trabajado antes. Más adelante hablaremos sobre cómo hacerlo, pero vale la pena incidir desde ya en que este tipo de trabajo suele ser esporádico.

Mi trabajo como fotógrafo de retratos consiste en seducir, divertir y entretener. Fotógrafo: Helmut Newton

Así pues, ¿cómo funcionan los encargos? Pues bien, en teoría el proceso es sencillo, pero ya que en la práctica no se siguen unas reglas establecidas, puede llegar a ser algo complejo y frustrante a la vez, sobre todo cuando un fotógrafo empieza. Como norma, el proceso es el siguiente: 1.

2. 3.

Un cliente necesita a un fotógrafo para realizar un tipo de fotografía o fotografías concreto. El cliente está dispuesto a pagar por ello. El cliente habrá decidido un presupuesto total para toda la sesión y no querrá pagar más de lo acordado. El cliente puede tener una idea aproximada o precisa sobre cómo debe ser la fotografía; en cualquier caso, el cliente buscará a un fotógrafo que ya haya tomado fotografías parecidas o iguales a la que desea.

No haces algo así por dinero. Nunca he conocido a alguien que haya triunfado en la vida buscando ganar dinero. Fotógrafo: Terence Donovan Clientes que hacen encargos fotográficos Prácticamente todas las imágenes que se utilizan comercialmente han sido creadas por fotógrafos profesionales, pero quizá no sepamos quién ha encargado esas imágenes. A continuación, se incluye una lista de algunos de los tipos de empresas y organizaciones que suelen hacer encargos de fotografía profesional, para que veáis lo variada que puede llegar a ser vuestra clientela potencial. Empresas de relaciones públicas Revistas Editoriales Marcas minoristas Agencias de publicidad Grupos de diseño Organizaciones caritativas Organismos gubernamentales Agencias de marcas Organizaciones artísticas

Periódicos Organizaciones deportivas

EL ENCARGO Cuando el cliente ha decidido con qué fotógrafo va a trabajar, contactará con él mediante un correo electrónico o por teléfono. Le comunicará cuál es el brief [pliego de instrucciones] del encargo y a cuánto asciende el presupuesto. Informará al fotógrafo sobre el uso que dará a las imágenes y el tiempo del que este dispone para crearlas y entregárselas. En ese momento, el fotógrafo puede aceptar o rechazar el encargo. Si el fotógrafo acepta el encargo, deberá recibir el brief por escrito, un contrato de copyright, un contrato de uso, un calendario para la toma fotográfica y un presupuesto –¡o quizá no le envíen nada! Como he dicho, no existen normas que regulen los encargos. Después de todo, es responsabilidad del fotógrafo actuar profesionalmente, proteger su trabajo y asegurarse de que entrega el material que espera el cliente sin que le suponga una pérdida en el ámbito creativo o económico. Todo esto es mucho más fácil de decir o escribir que de hacer, así que en el capítulo 6 ofrezco algunos consejos sobre cómo tratar con los clientes. ¿Dónde ven fotografías los clientes? Para que os lleguen ofertas de trabajo de clientes potenciales es necesario que sepan quiénes sois y que conozcan vuestro trabajo. He aquí algunos ejemplos de lugares que el fotógrafo debe tener en cuenta para mostrar su trabajo al iniciar su carrera profesional. Un sitio web bien diseñado y adecuado desde el punto de vista profesional Portfolios con copias fotográficas y portfolios digitales Exposiciones Concursos de fotografía Libros autopublicados Twitter Flickr Instagram

Blogs bien escritos y adecuados desde el punto de vista profesional en plataformas como WordPress o Tumblr

EXPECTATIVAS DEL FOTÓGRAFO PROFESIONAL A grandes rasgos, el mundo de la fotografía profesional puede dividirse en dos áreas de fotografía por encargo: editorial y publicitaria. En pocas palabras, la fotografía editorial la encargan revistas y periódicos tanto en formato impreso como digital y se centra en apoyar el contenido escrito o en ofrecer un relato narrativo visual. La fotografía publicitaria se encarga para vender productos, marcas e ideas. Tradicionalmente, se pagaba peor en el ámbito editorial pero proporcionaba oportunidades más creativas, mientras que el trabajo publicitario se pagaba mejor pero era más restrictivo desde el punto de vista creativo. En la actualidad, en estos ámbitos ya no existen estas definiciones tan estrictas y los fotógrafos se mueven entre estos dos tipos de trabajo con mayor facilidad que antes. Sin embargo, la aproximación de estos ámbitos ha supuesto una convergencia de expectativas. Tanto el trabajo editorial como el trabajo publicitario se han vuelto más restrictivos desde el punto de vista creativo, y peor pagados, ya que, cada vez más, los clientes no quieren o no pueden asumir riesgos creativos. Este conservadurismo en los encargos ha tenido un efecto de gran alcance en el tipo de trabajo que se encarga y también en el que se crea. Esto no significa que no se produzca buen trabajo creativo, sino que es poco probable que se asocie con las plataformas tradicionales como, por ejemplo, las grandes campañas publicitarias y las revistas publicadas por editores convencionales.

La gente compra ideas, no fotografías. Fotógrafa: Annie Leibovitz Básicamente, se espera que los fotógrafos profesionales sean profesionales en todos los aspectos de su práctica, desde el uso de las

redes sociales hasta la entrega de la imagen acabada y la sesión fotográfica. Deben ser capaces de trabajar con un cliente, comprender sus necesidades e interpretarlas para ofrecer un resultado que les satisfaga a ambos. Recordemos: • • • • • • • •

Hay que ser educado, amable e inspirar confianza. Hay que ser capaz de trabajar en equipo y estar dispuesto a interpretar las ideas de los demás. Hay que estar dispuesto a trabajar muchas horas y tener paciencia al encontrarse con expectativas poco realistas. Hay que confiar en el uso de la técnica y sentirse creativamente comprometido. Hay que trabajar de forma independiente para venderse y vender el trabajo propio. Hay que abrirse a los nuevos avances de la fotografía y comunicación digital y mantenerse informado sobre ellos. Hay que entusiasmarse por el tema elegido para fotografiar. Hay que ser capaz de sentir empatía hacia los clientes con los que se trabaja y con las personas que se fotografían.

Si sois capaces de responder de forma positiva a todos estos requisitos, empezaréis a entender qué se espera de un fotógrafo profesional. No tiene sentido ser un gran fotógrafo pero no ser capaz de satisfacer estos requisitos. El mundo de la fotografía profesional exige tanto habilidad para crear un buen trabajo, como comprensión de las expectativas profesionales.

Esta imagen conceptual, creada por la fotógrafa Tash Parsons, muestra no solo el impacto que puede tener una única idea, sino también la exigencia de aptitudes para la posproducción al trabajar con una imagen basada en una idea.

Esta imagen también fue creada por Tash Parsons y demuestra la importancia de aportar una perspectiva original a temas cotidianos. En este caso, Tash interpretó las compras navideñas desde un punto de vista personal.

¿Quién hace encargos al fotógrafo? Distintas personas, que ocupan diferentes puestos de trabajo, contactan y realizan encargos profesionales. Estas son algunas: Director artístico Director creativo Editor de moda Estilista Editor de fotografía Investigador Editor Periodista Art buyer Diseñador Editor de interiores Especialista en economía Ayudante de marketing

ELABORA TU PROPIO BRIEF PUBLICITARIO

Esta imagen única construida a partir de tres imágenes por la fotógrafa Emma Boyns conforma un tríptico narrativo que muestra con eficacia un enfoque extremadamente creativo de un tema sencillo.

Una manera eficaz de averiguar dónde puede situarse vuestra carrera fotográfica es plantearse un reto con un brief realista en el ámbito de un área de encargo específica. He diseñado este brief que ofrece una visión de lo que supone trabajar en el entorno publicitario. 1. Elegid un producto que os interese y que hayáis comprado. Puede ser cualquier cosa: unas zapatillas de deporte, una bicicleta o una prenda de ropa – todo lo que creáis que os ofrecerá un reto visual interesante para fotografiar–. Pensad por qué os atrae el producto y por qué lo habéis comprado. 2. Cuando sepáis por qué habéis comprado ese producto, empezad a escribir ideas sobre cómo podríais expresar el motivo en una fotografía. Al hacerlo, tened en cuenta dónde se publicará la fotografía. ¿Será el anuncio publicitario de una revista? Si es así, ¿de qué revista? ¿Será para una valla publicitaria? ¿Se publicará en línea a modo de banner publicitario? ¿Se difundirá en las paradas de autobús o aparecerá en los laterales de un autobús? Son lugares en los que puede aparecer una fotografía publicitaria. 3. Cuando hayáis decidido un destino final para la imagen y un enfoque creativo, reunid un equipo que os ayude a alcanzar un resultado lo más profesional posible. Esto puede suponer pedir a vuestros amigos que hagan de modelos, que os ayuden con el estilismo, a encontrar localizaciones y/o echaros una mano con el equipo. 4. Al fotografiar, aseguraos de plasmar vuestra idea original, pero no descartéis otras ideas distintas y experimentar con diferentes enfoques para resolver el reto que os hayáis propuesto. Aseguraos de fotografiar suficientes opciones y encuadres. 5. Cuando editéis todo lo que habéis fotografiado, elegid entre cinco y diez imágenes que consideréis que satisfacen vuestro brief. (Nota: editar es elegir imágenes, no editar imágenes con un software como Photoshop. La terminología profesional para la edición de imágenes con software se conoce como posproducción.) 6. Mostrad las imágenes editadas a algunos amigos que os digan sinceramente si creen que habéis conseguido crear unas imágenes que les inducirían a comprar el producto.

Este relato creado por la fotógrafa Abbie Stewart está formado por retratos e imágenes fruto de la observación; se hizo en una bodega frecuentada por el padre de la artista. Es un fantástico ejemplo de las posibilidades visuales que puede ofrecer una localización y de la importancia de que el fotógrafo se sumerja en el entorno que ha elegido documentar.

ELABORA TU PROPIO BRIEF EDITORIAL Una manera eficaz de averiguar dónde puede encajar vuestra carrera fotográfica es plantearse un reto con un brief realista en el ámbito de un área de encargo específica. En este caso he diseñado un brief que ofrece a los lectores una visión de lo que supone trabajar para revistas. 1. Elegid una revista que trate sobre temas que os interesen. Debe ser una revista impresa, no en línea. 2. En el contexto de esa revista, elegid un artículo que cuente una historia parecida a algo que os gustaría fotografiar. Observad cuántas imágenes ilustran el artículo, cómo se utilizan y cuántas páginas lo componen. 3. Decidid qué historia queréis fotografiar y pensad cuánto tiempo necesitaréis para hacerlo. ¿Necesitaréis una sesión? ¿Varias? ¿Un único día, una hora o varios días? 4. Cuando lo decidáis, investigad sobre la historia. ¿Qué otros fotógrafos han fotografiado el mismo tema que habéis elegido y cómo han enfocado el brief que vosotros habéis elaborado? 5. Como sucede en la fotografía publicitaria, aseguraos de que estáis fotografiando vuestra idea original y realizad otras opciones que surjan mientras os encontréis en el lugar. Procurad no editar ese día; seguid fotografiando y permitid que el relato que estáis creando tenga varias posibilidades visuales. 6. Cuando editéis todo lo que habéis fotografiado, elegid entre diez y veinte imágenes que consideréis que satisfacen vuestro brief. (Nota: editar significa elegir imágenes, no editar imágenes con un software como Photoshop. La terminología profesional para la edición de imágenes con software se conoce como posproducción.) A continuación, comprobad si dichas imágenes funcionan con el artículo que habéis utilizado como inspiración. Ahora editad esas imágenes, entre diez y veinte, para ajustaros al número de fotografías utilizadas en el artículo, y reflexionad sobre dónde deberían colocarse dentro del artículo. 7. Mostrad las imágenes editadas a algunos amigos que os digan con sinceridad si creen que habéis conseguido crear un artículo que les apetece leer y les resulta visualmente interesante.

Tienes que dedicarte en cuerpo y alma para alcanzar el éxito. Fotógrafo: Elliott Erwitt

REALIZA PROYECTOS PERSONALES Si os gustaría llevar a cabo vuestros propios proyectos y visiones para crear exposiciones y libros autoeditados, sufragados principalmente con subvenciones, becas y financiación independiente, deberéis introduciros en la comunidad fotográfica que ya está trabajando de este modo. Esto nunca había sido tan fácil y puede verse como uno de los motivos por los cuales tantos fotógrafos jóvenes se sienten atraídos por esta forma de trabajar. Las plataformas de comunicación social como Twitter y Facebook están llenas de fotógrafos que hablan sobre su obra personal, compartiéndola y colaborando con otros cuyas intenciones son similares. El uso y la importancia de las redes sociales es un tema que trataré más adelante en este capítulo. Los concursos, seminarios y charlas fotográficos son un fenómeno global, y van desde eventos anuales a gran escala hasta reuniones mensuales. Hay eventos para todos los gustos y para cualquiera interesado en fotografía y suelen ser útiles por razones muy diversas. Si trabajáis en proyectos personales, querréis hablar sobre lo que hacéis con otras personas que trabajen con un enfoque similar, en proyectos parecidos. Esto os permitirá socializar con otros fotógrafos para compartir consejos técnicos y experiencias fotográficas, pero sobre todo para entrar a formar parte de una comunidad fotográfica en la que todos se ayudan mutuamente.

Esta serie de imágenes forma parte de un trabajo mucho más extenso creado por el fotógrafo búlgaro Venislav Petrov, que reside en el Reino Unido. Trabaja a la vez en varios relatos, todos relacionados con los entornos en los que ha vivido y vive. Su serie Searching for Veni lleva esta exploración más allá, pues se incluye en la imagen a una escala que resulta casi imposible identificarlo.

Festivales internacionales de fotografía recomendados Como he dicho, existen muchas oportunidades cerca de casa para conocer a otros fotógrafos que trabajan en proyectos personales, pero también hay muchos eventos internacionales a los que asisten miembros de la comunidad global para compartir sus trabajos, encontrarse, charlar y apoyar a otros fotógrafos con distinto nivel de experiencia. Quizá no podáis acudir en persona a estos festivales, pero, todos tienen página web, así que conviene echarles un vistazo. Si esto os abre el apetito, id al final de este libro y encontraréis más festivales a los que asistir o sobre los que informaros. Helsinki Photography Biennial: Finlandia PHotoEspaña: festival internacional de fotografía y artes visuales: España PhotoIreland Festival: Irlanda Rencontres d’Arles: Francia Visa pour l’Image, Perpiñán: Francia São Paulo Photography Fair: Brasil Photo London: Reino Unido Format, Derby: Reino Unido Brighton Photo Biennial: Reino Unido PhotoNOLA, Nueva Orleans: Estados Unidos Angkor Photo Festival: Camboya MIA Fair: Singapur Paris Photo: Francia y Estados Unidos Unseen Photo Fair, Ámsterdam: Países Bajos Filter Photo Festival, Chicago: Estados Unidos Photo Shanghai: China

LA IMPORTANCIA DEL TRABAJO EN EQUIPO Y DE FORMAR PARTE DE ÉL Un buen amigo mío, fotógrafo de éxito, siempre ha creído que el proceso de creación de fotografías es el acto creativo más egoísta de todos. ¿Por qué? Porque un ojo ni siquiera comparte lo que mira con el otro ojo cuando observa a través del visor. Esta idea del fotógrafo como individuo egoísta, controlador y aislado, que crea imágenes que únicamente le gustan a él, es una idea que los fotógrafos siempre rechazan, aunque en el pasado ha sido una opción creativa y comercial –¡podría enumerar a

un buen número de fotógrafos de éxito que han hecho gala de los rasgos de al menos una de estas personalidades a lo largo de sus carreras!–. Sin embargo, en el siglo XXI, ya no es una opción para el fotógrafo profesional. La naturaleza democrática de la fotografía actual implica que todo el mundo tiene la posibilidad de crear imágenes fotográficas de una calidad técnica razonable, y esto ha dado lugar a una situación en la que todo el mundo es un “experto” y tiene una “opinión” sin que necesariamente posea el conocimiento adecuado sobre cómo crear la imagen que ve “en su cabeza”. Esto exige que el fotógrafo profesional no solo tenga que ocuparse de la creación de la imagen, sino también tratar con toda la gente conectada con la creación de esa imagen para el cliente. Quizá seáis los que miráis a través de la cámara, pero probablemente no seáis los únicos. Siempre que sea posible, hay que mirar a través del visor para encuadrar y componer la imagen, pero, inevitablemente, utilizaremos la pantalla colocada en la parte posterior de la cámara para revisar la imagen tanto por motivos técnicos como estéticos. Al mirar la imagen, el cliente, que puede estar en el lugar de la toma, también querrá ver la imagen y expresar su opinión. Si se trabaja en un estudio o en una localización, quizá se exija que el fotógrafo trabaje “conectado”. Esto significa trabajar conectado a un ordenador, físicamente o por wifi, permitiendo que las imágenes se transfieran instantáneamente a la pantalla del cliente para que este dé su visto bueno. Se plantean muchas cuestiones con esta forma de trabajar que trataré en el capítulo 6, aunque la habilidad para trabajar en equipo y dirigirlo es en la actualidad un elemento esencial de las competencias del fotógrafo.

Si el fotógrafo se preocupa por las personas que están delante de su objetivo y siente empatía por ellas, tiene mucho ganado. La herramienta es el fotógrafo, no la cámara. Fotógrafa: Eve Arnold

HABILIDADES IMPRESCINDIBLES PARA TRABAJAR EN EQUIPO 1.

2.

3.

Diplomacia: habilidad para expresar opiniones con contundencia pero de forma educada, al tiempo que se escuchan las opiniones de los demás. Esto exige, además, la capacidad de fotografiar de una manera con la que no estéis de acuerdo, situación que podéis manejar de muchas maneras siempre que seáis educados y no olvidéis que vuestro papel es trabajar “con” el cliente que paga vuestros honorarios. Empatía: es necesario comprender la posición, el punto de vista y las circunstancias del cliente. Hay que dar una respuesta adecuada. Liderazgo: es fundamental que el fotógrafo dirija la toma. Ha sido contratado por su experiencia y habilidad para crear imágenes, y el cliente espera de él seguridad en sí mismo a la hora de tomar decisiones y que tenga recursos para resolver problemas. Sin embargo, el cliente no querrá que el fotógrafo sea arrogante, terco o desagradable con su ayudante o con los demás miembros del equipo creativo. En una sesión fotográfica existe una jerarquía, y el cliente y el fotógrafo se sitúan en la cima, pero no es razón para comportarse con insolencia.

Durante una sesión fotográfica, no solo el cliente o clientes plantean a los fotógrafos retos en la interacción personal. El fotógrafo profesional suele trabajar con estilistas, directores de arte, peluqueros y maquilladores, responsables del atrezo, ayudantes técnicos de estudio, editores, escritores, empresas de alquiler, gerentes de estudio, es decir, varios profesionales de las industrias creativas que le ayudarán a crear y dar vida a sus imágenes fotográficas. Dependiendo del tipo de sesión, se requerirá trabajar con unos u otros profesionales, pero la mayoría de los fotógrafos cuenta con un equipo básico con el que suele trabajar. Podemos decir que la creación de imágenes fotográficas profesionales

no se limita a pulsar un botón.

¿A QUIÉN PUEDO NECESITAR EN MI EQUIPO? La composición del equipo y su tamaño vienen definidos por el ámbito de la fotografía en el que hayáis decidido especializaros. A continuación se ofrece una pequeña lista que os dará una pista sobre las personas que vais a necesitar o con las que quizá queráis trabajar: •

Asistente. Tradicionalmente, el papel del ayudante de fotógrafo se ha considerado un punto de partida que permitía que los fotógrafos jóvenes “aprendieran la profesión” antes de establecerse como fotógrafos profesionales con una clientela propia. La era digital ha cambiado drásticamente este papel. En la actualidad, muchos fotógrafos trabajan sin ayudante y los clientes no están dispuestos a pagar por él; esto obliga al fotógrafo a pagarle de su propio bolsillo. Quienes siguen trabajando con ayudantes los utilizan para colocar y ajustar el equipo de iluminación, controlar que las cámaras estén limpias y con las baterías cargadas, y para realizar otras tareas de carácter general durante la sesión, desde ir a por café hasta sujetar un panel reflectante. También esperan que el ayudante sea capaz de descargar las imágenes de las tarjetas de memoria de forma segura, además de abrirlas para revisarlas utilizando programas como Photoshop, Lightroom o Capture One, entre otros. También se espera del ayudante que lleve en coche al fotógrafo al lugar de la sesión y lo recoja, que suba imágenes a las plataformas de redes sociales durante la sesión y que cree imágenes de la sesión para que el fotógrafo o el cliente puedan utilizarlas en línea. Un buen ayudante es visible pero no se le oye, y siempre debe adelantarse a las necesidades y demandas del fotógrafo.



Estilista. En fotografía de moda editorial, el estilista aportará las prendas para la sesión fotográfica, buscará a las modelos, se

ocupará de los trámites necesarios para fotografiar en un lugar concreto y buscará los elementos de atrezo necesarios. Estos profesionales se conocen como estilista, estilista júnior, editor de moda o director de moda. En otras áreas de la fotografía, el estilista generalmente solo se ocupa de localizar los elementos de atrezo, realizar los trámites para la localización y cumplir con las directrices creativas del brief. Sin embargo, como en cualquier área de la fotografía profesional, no existen reglas o cometidos establecidos. •

Peluqueros y maquilladores. Si vamos a fotografiar a gente para un cliente comercial, lo más probable es que tengamos que trabajar con un peluquero y un maquillador. Tanto un maquillaje creativo y lleno de fuerza como un maquillaje con apariencia de “cara limpia” requieren las habilidades de un buen profesional para conseguir la atmósfera y el resultado deseado en una toma fotográfica. Por eso es importante que exista una relación de respeto mutuo y entendimiento creativo entre el fotógrafo y el peluquero y el maquillador. Algunos maquilladores se ocupan tanto de la peluquería como del maquillaje, pero si se necesitan tratamientos más creativos en los peinados, será necesario un estilista peluquero.



Técnico de posproducción. El papel de técnico de posproducción en la creación de imágenes ha crecido rápidamente desde el advenimiento de la fotografía digital. Además, se ha convertido en una competencia artística importante y altamente cualificada. Por lo tanto, no se puede llevar a cabo si no se es altamente competente en todas las facetas de esta tarea, desde la implementación hasta la entrega del producto al cliente. Muchos fotógrafos no poseen esta competencia y, por consiguiente, trabajan con técnicos de posproducción antes de entregar las imágenes acabadas a sus clientes.

Si al empezar a leer este libro pensabais que el papel de un fotógrafo profesional se limitaba a tomar fotografías, ¡seguro que empezáis a pensar que tomar fotografías es la parte más fácil! En la actualidad, el

papel del fotógrafo profesional va mucho más allá de la simple toma de fotografías. Requiere buenas habilidades sociales, confianza en la comunicación personal e interés por la gente y el mundo que te rodea.

¡SERÉ TU AGENTE! A menudo, el papel del agente fotográfico es malinterpretado por los que nunca han tenido uno, pero si preguntáis a cualquier fotógrafo o fotógrafa profesional que haya sido representado por un buen agente os dirá que puede suponer la diferencia entre una carrera media o una carrera de éxito. Lamentablemente, también conoceréis a muchos fotógrafos dispuestos a contaros historias terribles por haber sido representados por un mal agente. No se exige una cualificación para trabajar como agente fotográfico –los únicos requisitos son un sitio web, un teléfono y algunos fotógrafos que quieran ser representados y ¡adelante!–. Este es el problema que presentan muchos agentes: empiezan pensando que será fácil encontrar trabajo para sus fotógrafos, aceptar una comisión por hacerlo y ganar dinero para vivir cómodamente tanto ellos como los fotógrafos. Lamentablemente, no es así. Un buen agente necesita buenos contactos con la industria, una base de datos de clientes existentes y potenciales, estar dispuesto a trabajar duro y tener experiencia para tratar cualquier aspecto de la creación de una toma fotográfica, desde encontrar los elementos de atrezo más inimaginables, tramitar visados internacionales, hasta conocer la compleja normativa sobre copyright. Un buen agente no tiene precio, pero ¿necesitáis uno? Y ¿cómo lo conseguiréis? Un buen agente debe sentir pasión por la fotografía y ser persuasivo, creativo y astuto para los negocios. Por lo tanto, un agente rara vez se arriesga con fotógrafos jóvenes hasta que estos no hayan conseguido una clientela y demuestren su habilidad para conseguir encargos, fidelizar a los clientes y ganar dinero. Los agentes jóvenes suelen representar a fotógrafos jóvenes, mientras que los experimentados buscan a fotógrafos

profesionales; vuestras expectativas de ser representados por un agente deben ser realistas y tener en cuenta los antecedentes del agente con el que estéis hablando. Un buen trabajo y una clientela sólida atraerán a los agentes, sin importar la edad del fotógrafo, pero antes de comprometeros con nadie, tened en cuenta lo siguiente: 1. 2.

3. 4.

5.

6.

Los agentes confían en conseguir a vuestros clientes y sumarlos a su clientela. Se quedarán con un porcentaje de los honorarios que cobréis por cualquier trabajo, incluso aunque no os los proporcionen ellos. Esperan participar en la elección de imágenes para vuestro portfolio y sitio web, y a menudo tienen la última palabra. Os cobrarán los gastos de envío cada vez que manden vuestro portfolio a un cliente potencial. Esto puede incluir gastos elevados de mensajería y envíos postales internacionales. Pueden exigiros que trabajéis con otros profesionales creativos a los que representan, sin que vosotros los consideréis como primera opción. Esperan que invirtáis en material promocional como postales o envíos por correo organizados por ellos.

Equipo profesional básico Independientemente de lo que hagáis, por favor, no vayáis y os compréis este equipo ahora mismo ni penséis que no podéis empezar a trabajar en el mundo de la fotografía profesional sin un equipo caro. De todas formas, aquí tenéis una lista del equipo mínimo que necesitaréis cuando empecéis a trabajar como fotógrafos profesionales. Dos cuerpos de cámara DSLR: Canon EOS 5D, 5DMKII, 5DMKIII, 1DX, 1DC o modelos anteriores de la serie 1, 7D, Nikon D4, D3X, D3s, D800, D800E, D7100, D7000. Una selección de objetivos de calidad adecuados para vuestro ámbito de trabajo. Deben ser lo más veloces posibles, con distancias focales hasta 100 mm. Si es posible, hay que evitar los teleobjetivos y los objetivos de focales variables, aunque un objetivo 70-200 mm es bueno para retratos y lo utilizan muchos fotógrafos profesionales.

Al menos un fotómetro: Sekonic o Minolta. Dos lectores rápidos de tarjeta CF y SD: Sankisk o Lexar. Una selección de tarjetas CF y SD desde 4 hasta 64 GB. Las tarjetas de mayor capacidad son necesarias para almacenar imágenes en movimiento. Hay que asegurarse de que son versiones profesionales con alta velocidad de descarga. Al menos dos discos duros externos. Una bolsa rígida para la cámara, preferentemente con ruedas. Hay que buscar una que cumpla con las medidas de equipaje de mano para los vuelos.

CAPÍTULO 3

ENCUENTRA TU VOZ FOTOGRÁFICA

LAS VENTAS DE CÁMARAS analógicas alcanzaron su máximo histórico en 1999. Ese año, se realizaron en todo el mundo 80 billones de fotografías y se compraron unos 70 millones de cámaras. En 2014 se calcula que se vendieron 90 millones de cámaras compactas y DSLR y unos 2 billones de móviles y tabletas con cámara; a finales de 2014 se habían vendido más de 2 billones de smartphones iPhone y Android. ¡Esto implica que hay muchísima gente con una cámara en sus manos, fotografiando y compartiendo las fotos en línea!

No es la cámara la que hace la foto: es la persona. Fotógrafo: David Bailey A diario se comparten más de un billón y medio de fotos nuevas en Facebook, WhatsApp y Snapchat, lo que equivale a unos 550 billones al año, y esta cantidad aumenta cada día. Así pues, ¿qué significa esto con relación a lo que sucedía en 1999? Pues bien, significa que en 2014 se vendieron veinte veces más dispositivos capaces de tomar fotografías que en 1999. Al menos se hicieron un número superior a veinte veces el de 1999 y es posible que se hagan más fotos en 2014 y en los años sucesivos que todas las que se han hecho en película desde el nacimiento de la fotografía. Con la creación de todas estas imágenes y con una impresionante tasa de crecimiento de la cantidad de imágenes creadas, ¿cómo puede un joven fotógrafo crear imágenes que destaquen y establecerse como profesional? La respuesta está en hallar una voz fotográfica propia.

Parte del trabajo del fotógrafo consiste en ver con más intensidad que la mayoría de la gente. Debe

poseer y conservar parte del asombro del niño que mira el mundo por primera vez o del viajero que se adentra en una tierra misteriosa. Fotógrafo: Bill Brandt

¿QUÉ ES UNA VOZ FOTOGRÁFICA PROPIA? ¿Cómo conseguir una voz propia? ¿Y qué es una voz fotográfica propia? Considero que es la forma que tiene cada individuo de ver el mundo, y esta visión propia viene determinada por nuestras experiencias: nuestras pasiones, intereses, el lugar en el que vivimos, nuestra familia, escuela, amigos, sueños y aspiraciones. Todo esto junto nos hacer ser lo que somos y configura cómo vemos las situaciones, los lugares y a los demás. Es lo que nos hace ser únicos. Si somos capaces de trasladar todas esas influencias a nuestra fotografía, esta también será única: crearemos un lenguaje visual propio y habremos desarrollado nuestra propia voz.

No te dejes influir por modas pasajeras – mantente fiel a tu visión–. Respeta el pasado y la historia de la fotografía. Fotógrafo: Robin Broadbent

¿QUÉ INFLUYE EN TU VOZ FOTOGRÁFICA? Tal como señalaba, las influencias que recibimos y nuestros intereses nos ayudarán a hallar nuestra voz. Para comprender cuáles son esas influencias y cómo pueden dar forma a nuestra fotografía, debéis plantearos una serie de preguntas. Es conveniente escribir las respuestas

a estas preguntas en un cuaderno y observar si de ellas emerge un patrón que os guíe hacia un género específico de la fotografía que os gustaría explorar. 1. 2. 3. 4.

¿Qué tipo de música os gusta? ¿Qué películas o programas de televisión veis? ¿Os interesan las noticias internacionales o las locales? ¿Qué revistas os gustan y qué sitios web visitáis con regularidad? 5. ¿Cuál fue la última exposición que visitasteis? 6. ¿Os gusta charlar con la gente? 7. ¿Os importa la moda? ¿Conocéis las últimas tendencias de las pasarelas? 8. ¿Disfrutáis controlando las situaciones u os gusta más observar? 9. ¿Disfrutáis viajando o preferís quedaros en casa? 10. ¿Os gusta probar platos nuevos y disfrutáis cocinando? 11. ¿Os interesan los deportes?

Solo estáis tú y tu cámara. Las limitaciones de tu fotografía están en ti, pues lo que vemos es lo que somos. Fotógrafo: Ernst Hass No se hace una fotografía solo con la cámara. Al acto de fotografiar aportamos todas las imágenes que hemos visto, los libros que hemos leído, la música que hemos escuchado, las personas que hemos amado. Fotógrafo: Ansel Adams La creación de una lista de respuestas a esas preguntas nos servirá para identificar temas potenciales que fotografiar, temas que nos interesan

más allá del puro interés por la fotografía, señalando ámbitos de la práctica fotográfica que se adecuan a ellos. Cuando resolvamos esto, estaremos listos para empezar a crear imágenes fuera de las exigencias académicas y/o de las instantáneas de vacaciones. Nuestro nuevo contexto será el del potencial fotógrafo profesional. Sin embargo, para comprender cuál es y qué significa dicho contexto es necesario investigar, y mucho, tanto en línea como en las bibliotecas tradicionales, agencias de noticias y librerías. Cuando sepamos qué tipo de imágenes queremos crear, será fundamental averiguar cómo han tratado estos temas e historias otros fotógrafos. Es necesario conocer qué trabajos de fotógrafos nos gustan, cómo crean sus imágenes, tanto desde el punto de vista técnico como estético, dónde publican dichas imágenes, cómo se utilizan y quién las usa. Esta investigación nos ayudará a pasar de la fotografía como afición o tema académico a la fotografía como posible carrera.

OBSERVA LA OBRA DE OTROS FOTÓGRAFOS Encontrar información sobre distintos fotógrafos y su obra nunca había sido tan fácil como ahora, gracias a Internet. Sin embargo, dependerá de nuestra habilidad en utilizar los términos de búsqueda adecuados cuando naveguemos por Google; por lo tanto, también es importante buscar inspiración en otros lugares. Si vemos el trabajo de un fotógrafo que nos interesa, visitaremos su página web, buscaremos para quién trabaja e intentaremos encontrar en línea alguna entrevista que le hayan hecho. Pueden ser podcasts en iTunes, entrevistas en YouTube o publicadas en revistas fotográficas y sitios web especializados. Seguiremos a estos fotógrafos en Twitter y averiguaremos a quiénes siguen y quiénes les siguen; así, nos adentraremos en una comunidad de individuos con intereses y gustos parecidos, de los que podremos aprender y con los que conseguiremos relacionarnos a medida que se desarrolle nuestro trabajo. Incluso es posible llegar a un punto en el que nos sintamos seguros de nuestro trabajo y nos atrevamos a pedirles consejo.

Esta forma de acceder a nuestros héroes fotográficos es un increíble recurso que puede llegar a ser inestimable en el desarrollo de nuestra voz fotográfica.

La fotografía como medio para ganarse la vida no es un trabajo, creedme. Fotógrafo: Steve Pyke Cuando empecemos a mirar la obra que han creado fotógrafos profesionales descubriremos que sus carreras y trabajos son coherentes tanto en calidad como en tema, enfoque y, lo más importante, en su forma de contar. En muy pocas ocasiones un proyecto o encargo exige que el fotógrafo cree una única imagen bien lograda. La fotografía es un medio narrativo, y aunque es cierto que una única fotografía puede contar muchas historias, una fotografía solo puede narrar esas historias desde un único punto de vista, mientras que un relato completo exige varias perspectivas. Estas surgen de la creación de una serie de imágenes o narración que, vista como un todo, se convierte en una obra que revela los aspectos importantes de la historia. Es como leer una novela. Un capítulo puede estar muy bien escrito y ser informativo, pero sin los demás no sabemos de qué va el relato. Una narración visual es como una novela; necesita involucrar al lector y contar la historia que queremos que explique.

Sé subjetivo y personal. Sé más atrevido. Observa tu entorno y vuelve a observar las cosas que conoces. Fotógrafo: Martin Parr

La fotógrafa Beth Dooner es seguidora y entusiasta participante del movimiento Cosplay; suele asistir a los eventos de este género altamente creativo de cine, novelas, fanzines y cómics, y se relaciona con otros fans. Por lo tanto, para ella fue una evolución natural empezar a documentar a las personas que asistían a estos eventos. Sus primeros experimentos se han ido desarrollando en una serie de relatos documentales dentro del ámbito de la escena Cosplay y en las distintas áreas que abarca.

Kasia Fiszer une en su práctica fotográfica tanto su interés por la fotografía de interiores como su pasión por la bicicleta de montaña. Relaciona este trabajo con sus encargos para fotografiar interiores, centrándose en las vidas y hogares de la gente que conoce y forman parte de la comunidad de aficionados a la bicicleta de montaña.

CREA UN RELATO VISUAL Para ayudaros a crear vuestros propios relatos visuales, os propongo estas dos tareas que debéis poner en práctica: 1.

2.

Cread una serie compuesta, como mínimo, por seis imágenes que ilustre una historia y demuestre cuál puede ser ese ámbito de especialización fotográfica basado en vuestras aficiones. En primer lugar, reflexionad sobre vuestras aficiones antes de decidir que ámbito deseáis explorar. Puede ser la moda (para hombre, mujer o ¡ambos!), el retrato, el retrato con estilismo, los alimentos, los deportes, el bodegón conceptual o con un estilismo determinado, la arquitectura, los interiores, el documental social, la danza o ¡los perros! Cread una serie de quince imágenes que cuente una historia y muestre un relato visual. Pueden ser retratos, bodegones y/o paisajes.

Elegid cualquier tipo de historia, pero deberéis centraros en la creación de un relato visual y de imágenes que tengan fuerza por sí mismas.

EL RELATO VISUAL En mi opinión, la creación de un relato y la coherencia en la calidad de la creación de imágenes son los dos atributos más importantes que actualmente definen al fotógrafo profesional. Son competencias que el aficionado y el entusiasta rara vez tienen en cuenta, pero son evidentes en el trabajo de cualquier fotógrafo profesional de éxito. La importancia del relato queda clara en la obra icónica de documentación social de fotógrafos como Sebastião Salgado, James Nachtway, W. Eugene Smith

y Walker Evans y en la obra contemporánea de fotógrafos como Andreas Gursky, Alex Webb, Martin Parr y Edward Burtynsky, entre otros. (Por cierto, si no conocéis a estos fotógrafos y su obra, buscad información sobre ellos). En cualquier forma de fotografía, tanto en la fotografía de moda como en la de alimentos, deportes o arquitectura, la serie fotográfica es fundamental para el relato visual y, por lo tanto, para la voz fotográfica personal.

A pesar de que estas dos imágenes forman parte de un trabajo más extenso creado por el fotógrafo Tash Parsons, funcionan como díptico narrativo.

DESARROLLA UN PROYECTO Si intentamos crear un relato visual siguiendo las tareas propuestas, habremos empezado a crear un proyecto. Por lo tanto, ¿qué es un proyecto fotográfico y por qué es importante crearlo para los fotógrafos? Como hemos visto al seguir las instrucciones de las tareas, convertirse en fotógrafo profesional es cuestión de ir quemando etapas, es una evolución de sentido común. Lo primero es encontrar un tema inspirador, a continuación se empieza a fotografiar ese tema creando una serie de imágenes para explicar qué interesa de ese tema, y, entonces, hay que centrarse en un aspecto, momento en el que nace el proyecto. La inspiración para un proyecto concreto nace de las conexiones emocionales o intelectuales que establecemos con nuestro tema. Quizá queremos expresar lo que sienten otros o explorar por qué las cosas son como son. Todo depende de nuestras necesidades, de lo que queramos convertir en proyecto y de cómo queramos hacerlo –no existen reglas–. Del mismo modo, depende de nosotros el tiempo que queramos dedicarle. Puede que pensemos en documentarnos sobre el tema durante una hora (proyecto a corto plazo) o el resto de nuestra vida (proyecto a largo plazo). De nuevo, la decisión es personal, aunque es probable que el tema determine esta decisión, junto con el sentimiento que nos produzca el trabajo que estemos creando.

PROYECTOS FOTOGRÁFICOS ICÓNICOS La investigación siempre es la base de todo buen trabajo, así que, para ayudaros a empezar vuestro proyecto, os ofrezco una lista de algunos de los mejores trabajos que os servirán como fuente de inspiración. Para saber más sobre ellos, solo hay que teclear en cualquier buscador el

nombre del fotógrafo y su proyecto. Richard Avedon: In the American West Maciej Dakowicz: Cardiff After Dark Larry Clark: Tulsa Stephen Shore: Uncommon Places Edward Burtynsky: Oil William Klein: New York, 1954-55 Jürgen Teller: Go Sees Paul Rea: I Can Help Larry Sultan: Katherine Avenue Marry Ellen Mark: Prom Julia Fullerton Batten: Mothers and Daughters Los fotógrafos que trabajan en proyectos suelen hacerlo durante muchos años; normalmente se dedican a un único proyecto pero siguen realizando otras obras, lo que les permite producir una gran cantidad de imágenes. Es raro obtener estupendas imágenes únicas e importantes series si solo se pulsa el disparador veces contadas. Para cualquier fotógrafo profesional es normal tomar miles de imágenes como parte de un proyecto. Esto permite que este se desarrolle de forma visual, y permite decidir qué imágenes se han logrado en el momento de editar todo el material para obtener un conjunto coherente. El proceso de selección de las imágenes se llama edición y es una de las competencias más importantes que necesita aprender todo fotógrafo.

Nunca dejes de aprender y experimentar, no borres nada. Conserva todas las imágenes descartadas en un lugar seguro. Fotógrafo: Dafydd Jones

Este homenaje a la icónica portada del álbum de David Bowie Alladinsane fue creado por Tash Parsons y se titula Alladinpain. Se trata de un primer experimento realizado con la intención de crear imágenes conceptuales con un alto nivel de intervención creativa en la posproducción; aun así, muestra un alto nivel de destreza técnica.

QUÉ SIGNIFICA EDITAR A menudo oigo hablar a los fotógrafos jóvenes de edición para referirse a los ajustes realizados con Photoshop. ¡No es lo mismo! Eso es posproducción y, en el ámbito de la fotografía profesional, es fundamental utilizar y comprender el lenguaje que debe emplearse al referirse a los distintos procesos fotográficos. La elección de la imagen correcta para mostrársela a alguien es la parte más importante del proceso de convertirse en fotógrafo, y sorprende darse cuenta de que son poquísimos los fotógrafos que saben identificar sus mejores obras. La consecuencia de todo ello es que hay personas que no presentan sus mejores trabajos, así que no se les juzga por sus fotografías sino por sus carencias en el momento de editar.

Compra buenos libros de fotografía y encuentra tiempo para visitar buenas exposiciones. Fotógrafo: Mark Power Independientemente de las imágenes que consideremos mejores, en fotografía, dos más dos rara vez suman cuatro, y todas las decisiones son subjetivas. (Hay que recordarlo cuando la gente comente nuestro trabajo. Debemos mantenernos fieles a nuestras creencias, y escuchar a aquellos cuya experiencia y conocimiento respetamos). Sin embargo, coger experiencia al observar las imágenes de otros nos ayudará a editar nuestro trabajo, como también nos servirá seguir este proceso paso a paso:

CÓMO EDITAR LAS IMÁGENES 1. Haced una primera edición de las imágenes en la pantalla del ordenador utilizando un programa que permita valorarlas con un sistema de estrellas o algo

similar. Mirad las imágenes a pantalla completa y prestad atención a todas las áreas de la imagen, no solo al tema central. Hecho esto, haced impresiones en borrador de las imágenes que hayáis valorado con cinco estrellas. La cantidad dependerá del número de imágenes que hayáis editado, pero planteaos imprimir entre treinta y cuarenta imágenes. 2. Cuando tengáis las imágenes impresas, buscad un espacio grande (como el jardín, el garaje, el recibidor, etc.) y colocad todas las fotos en el suelo, agrupando los retratos, las imágenes de detalle, las del entorno y cualquier otra imagen que tenga un tema común. 3. Repasad cada grupo, buscando repeticiones e imágenes débiles y fuertes. Eliminad las imágenes más débiles y reducid cada grupo a las imágenes más fuertes. Al llegar aquí hay que ser exigente: al editar cada imagen tened en cuenta solo su calidad, y no sus implicaciones emocionales o el gasto que ha supuesto hacerla. Este paso debe dejaros con suficientes imágenes para comprender cómo se está desarrollando el proyecto, qué debéis seguir fotografiando, qué aspectos están bien resueltos y qué necesitáis mejorar. Este proceso de edición debe repetirse a lo largo de todo el proyecto, no solo al final. 4. Cuando acabéis de editar las imágenes, habréis llegado al final de vuestro proyecto y podréis empezar a colocar las imágenes por parejas o en orden con la idea de, quizá, crear un libro o una exposición con el trabajo.

No pienses en términos de estilo. No son más que sandeces y cosas superficiales. Fotógrafo: David LaChapelle

CUIDADO CON LOS EFECTOS Y TÉCNICAS DE POSPRODUCCIÓN Una de las frases que más escucho en boca de los estudiantes y jóvenes fotógrafos cuando defienden su trabajo es: “Todavía no tengo un estilo propio”. ¡Nadie debe sentir la necesidad de tener un estilo! Hallar la propia voz fotográfica va más allá de tener un estilo; la voz fotográfica personal se basa en lo que cada uno somos, en lo que vemos y en lo que hacemos.

La idea de estilo suena y parece algo trivial. Los únicos trabajos fotográficos que, a mi entender, merecen describirse como trabajos con estilo se basan en la manipulación de posproducción realizada sobre una imagen tomada por otra persona. Sin duda, la revolución de la posproducción digital, que se inició con la llegada de la fotografía digital, ha sido testigo del desarrollo de una nueva estética fotográfica y de la aparición de nuevos ámbitos de exploración para todo aquel interesado en la fotografía. Esto ha dado lugar a artistas de la posproducción con un elevado nivel técnico que trabajan con los fotógrafos, y a fotógrafos que disfrutan con la posproducción, basando su lenguaje visual en la manipulación de imágenes. Se trata de un área nueva e interesante dentro de la creación de imágenes que amplía las posibilidades visuales de la fotografía. En este campo se han producido algunos trabajos increíbles, pero esta práctica exige las más altas competencias en retoque, una paciencia enorme y, a menudo, muchísimas horas de concentración. La dedicación a la creación y manipulación de las fotografías hace que estas imágenes triunfen tanto creativa como comercialmente. Sin esa habilidad y dedicación para conseguir la perfección en la posproducción, las imágenes suelen quedar chapuceras e impersonales, ya que dependen de algunas técnicas básicas de Photoshop, fáciles de aprender. Este suele ser el enfoque que se da a “encontrar un estilo”, y hay que evitarlo. El estilo propio no se debe basar en una técnica. Los efectos mejoran continuamente, ya que los profesionales siempre buscan nuevas formas de ampliar sus trabajos de forma creativa y la posproducción se ha convertido en un ámbito muy competitivo. Eso significa que las técnicas actuales quedan rápidamente obsoletas y se sustituyen. No digo que no se deba explorar la posproducción y la manipulación de imágenes como arte, sino que no deben tomarse como una solución rápida para encontrar un estilo.

No hay técnica alguna en el mundo que compense la incapacidad para observar.

Fotógrafo: Elliott Erwitt

CAPÍTULO 4

COMPRENDE EL NEGOCIO FOTOGRÁFICO

PODREMOS FOTOGRAFIAR LO QUE queramos, cómo queramos y disfrutar de nuestra fotografía sin interferencias de otros o sin escuchar las opiniones de los demás. Esto es así siempre que no queramos ganarnos la vida con la fotografía. La fotografía entendida como negocio es muy satisfactoria desde el punto de vista creativo, pero sigue unas líneas maestras, tiene normas por lo que se refiere al compromiso y a lo que se espera de un fotógrafo. Todo esto es fácil de entender y, una vez asumido, será más fácil adaptar vuestra forma de acercaros a la fotografía. Si lo que se pretende es ganar dinero con la fotografía y mantener la creatividad, actualmente se puede lograr de muchas maneras. Se puede trabajar para clientes que encarguen fotografías, en proyectos personales a través de becas y ayudas, y también crear un negocio y ofrecer servicios a la comunidad local. Se puede trabajar de cualquiera de estas maneras o de todas a la vez. Es una decisión personal, pero las expectativas en términos de beneficios creativos y económicos, dependerán de la forma elegida para trabajar en la industria fotográfica.

Es una elección; existen dos tipos de fotógrafos: los que se obsesionan por la técnica y los que se obsesionan por el tema. Fotógrafo: Mario Testino

¿QUÉ ES LA ESPECIALIZACIÓN FOTOGRÁFICA? Seguramente conocéis algunos ámbitos generales de la práctica fotográfica como el retrato, la moda, el bodegón, el paisaje y la fotografía

documental. Son definiciones a grandes rasgos, pero dentro de cada categoría existen muchas áreas de especialización. Por ejemplo, quizá disfrutamos trabajando en estudio, iluminando el plató y queremos centrarnos en la fotografía de bodegón. Estupendo, pero ¿qué vamos a fotografiar? Como hemos dicho, lo que nos apasiona nos llevará a disfrutar de lo que estemos fotografiando. Así pues, si nos gusta cocinar, la comida y coleccionar elementos de atrezo, lo más probable es que empecemos fotografiando alimentos. Si nos gusta comprar y coleccionar zapatos, probablemente querramos fotografiar zapatos. Ambas son áreas especializadas de la fotografía profesional. Si queremos fotografiar alimentos, nos dirigiremos a la especialización de fotógrafo de alimentos para trabajar para revistas y clientes publicitarios. Si lo nuestro es fotografiar zapatos, nos especializaremos en bodegones de zapatos y accesorios de moda relacionados con ellos.

Para conseguir un trabajo que te satisfaga, cambia a menudo tu portfolio e incluye en él cuantas más propuestas personales mejor. Si lo haces, tendrás más oportunidades de conseguir encargos para fotografiar aquello que te interesa. Fotógrafo: Mark Power La creencia de que deben fotografiarse cosas muy distintas para demostrar nuestras capacidades y que somos “buenos” fotógrafos, dando al cliente muchos y variados motivos para que nos contrate, es un mito. Debemos empezar haciendo una cosa bien hecha, y con el tiempo, si nuestro trabajo se desarrolla y evoluciona, podremos probar otras maneras de trabajar, pero al principio no debemos complicarnos la vida. Hay una metáfora muy sencilla que sirve para entender por qué es tan importante especializarse desde el inicio de la profesión: imaginemos que queremos comprar un par de zapatillas para correr. Queremos un buen par, adecuado a nosotros, así que buscaremos el consejo y el servicio de un experto para asegurarnos de que conseguiremos lo que queremos a

un precio razonable. Para ello, acudiremos a una tienda especializada donde tengan en cuenta cómo corremos, nuestro peso y el rendimiento que esperamos obtener de esas zapatillas. Somos sus clientes. Por supuesto, también podemos acudir a unos grandes almacenes o a un supermercado, donde los precios serán más competitivos y encontraremos una atractiva gama de calzado, pero no obtendremos el servicio ni el producto especializado que buscamos. Como clientes, no nos sentiremos satisfechos. La fotografía profesional funciona de la misma manera. A las personas que trabajan en la tienda especializada de zapatillas para correr les apasionan los artículos que venden y esto influye en su manera de trabajar. Es lo que debemos sentir por nuestra fotografía y lo que nuestros clientes deben percibir.

Tu cliente siempre agradecerá que demuestres un interés genuino y creativo por sus productos. Fotógrafo: Patrice de Villiers

ENCUENTRA TU ESPECIALIZACIÓN FOTOGRÁFICA Las distintas áreas de especialización fotográfica incluyen diversos géneros de trabajo, así que no hay que pensar que al especializarse nos negamos la posibilidad de trabajar en distintos géneros. ¡No es así! Lo que hacemos es situar nuestro trabajo en un contexto fotográfico profesional. Para que se entienda este proceso, he elaborado una lista de especializaciones con los géneros de trabajo que se pueden explorar y con lo que se espera del fotógrafo que trabaja en cada área. Como veremos, la mayoría de las especializaciones incluyen las principales áreas de la práctica fotográfica. 1. 2. 3.

Fotógrafo de moda: retrato, fotografía documental, paisaje. Fotógrafo de deportes: retrato, fotografía documental, paisaje. Fotógrafo de arquitectura: fotografía documental, paisaje.

4. 5.

Fotógrafo de bodegón: bodegón, paisaje. Fotógrafo de alimentos: retrato, fotografía documental, bodegón, paisaje. 6. Fotógrafo de música: retrato, fotografía documental. 7. Fotógrafo de reportaje social: retrato, fotografía documental, bodegón, paisaje. 8. Fotógrafo de retrato: retrato, fotografía documental, paisaje. 9. Fotógrafo de interiores: retrato, bodegón, paisaje. 10. Fotoperiodista: retrato, fotografía documental, paisaje.

Como explicaré más adelante en este capítulo, el blog visual es una herramienta útil y una fuente de inspiración cuando muestra nuestro trabajo más personal, pero no debe confundirse con la importancia de una colección de obras de otras personas concebida únicamente para inspirarnos.

ELABORAR UN BOOK DE IMÁGENES ESPECIALIZADO Para ayudarnos a ver cómo cada área de especialización fotográfica incluye distintos géneros de trabajos, ¿por qué no elegir a un grupo de fotógrafos que trabaje en el área de especialización que nos interesa y examinar individualmente la obra de cada uno? Observaremos detenidamente su trabajo e identificaremos las distintas áreas que abarca, tal como señalaba la lista anterior. Es más fácil de lo que nos imaginamos, ya que muchos fotógrafos suelen ordenar su trabajo creando secciones en sus páginas web. Una vez identificadas las distintas áreas en la obra de varios fotógrafos, reuniremos las imágenes que encajan en un género específico de trabajo. Por ejemplo, quizá nos interesen los deportes extremos, por lo tanto, agruparemos los retratos y haremos lo mismo con las fotografías de acción, las imágenes de localización, etcétera, realizadas por los distintos fotógrafos bajo dichas etiquetas. Se puede utilizar un cuaderno en el que crearemos distintos capítulos o un sitio web como Pinterest. Una vez creado este cuaderno de especialización, se verá qué tipo de fotografías responden a vuestra área de especialización y qué importancia tienen los diferentes géneros de trabajo en la creación de una práctica fotográfica adecuada a dicha área.

¿CÓMO DEBO MOSTRAR MI TRABAJO DE FORMA PROFESIONAL? Está muy bien hablar sobre cómo fotografiar y conseguir clientes, pero ¿cómo se muestra el trabajo a los clientes y cómo hay que contactar con ellos? La respuesta a ambas preguntas es sencilla, pero existen varias opciones.

Debes rotar tu trabajo y actualizarlo, sea en tu página web o en un portfolio. Siempre debe estar al día. Fotógrafo: Jill Furmanovsky Actualmente, la mayoría de los fotógrafos profesionales tienen tres formas de mostrar su trabajo a clientes potenciales: un portfolio impreso colocado en una caja, un book o una tableta digital. El portfolio impreso es la manera tradicional de mostrar el trabajo, así que en primer lugar hablaremos de él. Existen dos tipos de portfolio impreso que hay que tener en cuenta: el primero es una caja que contiene una selección de vuestras imágenes favoritas, bien impresas, todas del mismo tamaño, centradas en los márgenes y protegidas por fundas de plástico transparente. Es el modelo que recomiendo más a menudo, ya que no es muy caro y muestra perfectamente el trabajo, lo que permite mantener actualizada la selección sin asumir demasiados costes o enfrentarse a problemas adicionales. Las cajas y fundas de plástico se compran en tiendas de material fotográfico para profesionales y también en línea. No son baratas, pero son mucho más asequibles que un portfolio en forma de book producido profesionalmente. Con frecuencia, el portfolio profesional se conoce como book, ¡básicamente porque eso es lo que es! La mayoría están encuadernados en piel, con tapas acolchadas de gran calidad, generalmente de color negro (es el estándar comercial, pero, por supuesto, se puede elegir un color más atrevido) y con fundas de plástico transparente que pueden sacarse, ya que se insertan en un lomo con tornillos. A menudo, estos books están hechos a mano y se diseñan especialmente para el cliente, pero también se encuentran ya fabricados en tiendas especializadas de portfolios, artes gráficas o fotografía. En cualquier caso, son caros y, a no ser que encuentres una ganga, cuanto más cuesten, de mejor calidad serán. Para este tipo de book es necesario tener también una bolsa para guardarlo y esto, combinado con el precio de las fundas de plástico, es

una inversión que seguramente estéis más acostumbrados a realizar cuando se trata de la compra de una cámara. Por lo tanto, no hay que precipitarse en la compra de un book, simplemente hay que ser consciente de que es posible que en algún momento sea necesario tener uno. La tercera opción para mostrar el trabajo a los clientes es la tableta. Obviamente, esto supone invertir en una tableta, pero no habrá costes adicionales. Las ventajas de mostrar el trabajo de esta manera es que las imágenes retroiluminadas suelen quedar muy bien, no se depende de su calidad de impresión, se transportan fácilmente y el trabajo se muestra tal como será utilizado. Las desventajas, sin embargo, son insalvables: a muchos clientes no les gusta ver el trabajo digitalmente, aunque a algunos no les importa. Así pues, una presentación exclusivamente digital es un riesgo que el fotógrafo debe decidir si quiere correr. La tableta implica depender de una buena señal wifi o de un teléfono móvil y limita el tamaño al que se verán las imágenes. A pesar de los pros y los contras, considero que la tableta vale la pena como forma de presentación profesional del trabajo a un cliente, pero será necesario presentar algunas fotografías impresas en una caja o en un book.

CREA UNA MAQUETA DE PORTFOLIO IMPRESA Antes de encargar impresiones fotográficas caras, es conveniente crear una maqueta de portfolio con las imágenes que se quiere incluir. Para ello, primero se imprime una versión en baja resolución, sobre papel de baja calidad A4, de todas las fotografías del portfolio. Luego se colocan en el suelo siguiendo el orden pensado. Al hacerlo, hay que empezar y acabar con las imágenes más fuertes. Se colocan en su lugar –al principio y al final– y después las demás se ponen en medio, teniendo en cuenta los temas, la composición y la escala de cada imagen. Es igual que crear una conversación, con distintos niveles de expresión, puntuación y varias ideas fuertes. El orden final de las imágenes tiene que parecerse a una conversación bien estructurada. Este orden se

utilizará en la presentación con tableta y en el portfolio de la página web.

EL SITIO WEB DE LA FOTOGRAFÍA PROFESIONAL Es sencillo: el sitio web es nuestro escaparate; es el lugar en el que mostraremos a los demás lo que hacemos y cómo lo hacemos. Antes de crear un sitio web para nuestro trabajo, debemos tener una voz fotográfica clara y estar seguros de ella. Es también el primer destino de nuestros clientes potenciales, por lo tanto, es muy importante que la primera página a la que lleguen, la página de inicio, cumpla con todas las funciones que deba realizar. Hay que pensar en estos términos para crear una página de inicio que funcione. La expresión “una foto o un minuto” (es el tiempo que tendremos para captar la atención del cliente hacia nuestro trabajo) se oye repetidas veces en boca de muchos editores de fotografía, directores de arte, directores creativos y, de hecho, de cualquier persona que encargue trabajos fotográficos.

Todas estas páginas de inicio de sitios web muestran una clara especialización, unas indicaciones de navegación fáciles e imágenes contundentes. Demuestran un enfoque fotográfico profesional mediante una amplia gama de géneros y especializaciones fotográficos.

Desde la perspectiva del fotógrafo, este enfoque resulta particularmente riguroso y denota ignorancia, pero surge de la realidad actual del mundo de los encargos de fotografía profesional. La fotografía profesional es un negocio altamente competitivo y quienes realizan los encargos suelen trabajar en un entorno laboral de mucha presión y competitividad. No pueden perder tiempo visitando complicados sitios web, con una navegación difícil, o inadecuados para sus necesidades fotográficas. Es necesario comprender y dar una respuesta apropiada a estos factores en el momento de crear la página de inicio de vuestro sitio web. Se debe elegir una imagen que represente nuestro trabajo, que implique al espectador y le anime a descubrir más sobre nuestra obra. Hay que buscar una imagen impactante, fácil de recordar y que a la vez intrigue e informe al cliente potencial sobre nuestro trabajo. Se puede decir que esa imagen debería ser la más contundente del conjunto de nuestra obra –después de todo, ¡quizá sea la única que el cliente potencial decida ver!–. No existen reglas que digan cómo debe ser, pero es necesario que satisfaga las expectativas comerciales que habremos puesto en el sitio web. Si queremos especializarnos en fotografía de zapatos, la foto de zapatos debe ser espectacular; si queremos dedicarnos a la fotografía de arquitectura, la imagen debe mostrar qué tipo de fotógrafo de arquitectura somos. Estas reglas pueden aplicarse a cualquier género de trabajo que estemos desarrollando.

CREA UNA PÁGINA DE INICIO FUNCIONAL PARA TU WEB A pesar de que no existen normas para elegir la imagen de la página de inicio, sí hay algunas reglas sencillas que deben tenerse en cuenta para conseguir una funcionalidad básica: 1. El menú debe ser lo más simple y directo posible, y deben utilizarse términos habituales en la industria fotográfica para describir las secciones creadas (por ejemplo, portfolio, trabajo personal, trabajo de encargo). 2. Siempre debe haber un módulo de “Contacto” que incluya tanto el número de

teléfono móvil como la dirección de correo electrónico, conectados con la dirección web. También hay que incluir aquí la nube de etiquetas que identifican los contenidos. 3. Se debe incluir una sección “Sobre mí” que muestre para quiénes habéis trabajado, cualquier premio relevante que hayáis obtenido, vuestras publicaciones o experiencias y dónde tenéis vuestra sede. 4. La página de inicio debe permitir el acceso directo a cualquiera de estas secciones. Es mejor no añadir páginas intermedias que ralenticen el acceso a nuestro trabajo. Las páginas intermedias pueden suponer un único paso adicional, pero ese clic extra os puede costar un encargo. 5. Hay que evitar las secciones adicionales y titularlas con nombres o términos que, aunque vosotros los comprendáis, requieran una explicación extra para quienes no os conocen.

Una buena página de inicio tiene una identidad visual contundente y fácil de recordar, una navegación clara y, funcionalmente, es sencilla. Si seguimos esta fórmula, una foto o un minuto será suficiente para conseguir que ese cliente se sienta interesado por nuestro trabajo. Es un error crear y lanzar un sitio web si no se está preparado. Desde el momento en el que creemos un sitio web, el mundo entero puede ver nuestro trabajo y juzgarnos por él, así que os sugiero que esperéis lo posible antes de hacerlo. Es mejor invertir la energía que requiere la creación de un sitio web en tomar más imágenes y encontrar proyectos en los que trabajar. Sin embargo, si queremos compartir nuestro trabajo e ir construyendo una comunidad de seguidores de nuestra obra, una buena manera de hacerlo es creando un blog visual.

EL BLOG DE FOTOGRAFÍA Seamos sinceros: crear un blog exige compromiso, dedicación y persistencia. Sin estas cualidades, cualquier blog que se base en buenas intenciones rápidamente naufraga tras un arranque de entusiasmo inicial. Demos un paso atrás: como fotógrafos, ¿vamos a crear el blog

adecuado? Los artistas visuales disfrutan creando imágenes, raramente sienten lo mismo al escribir palabras, por lo que no tiene sentido crear un blog que requiera largas explicaciones y textos detallados. Crear un blog debe ser divertido, pero también debe gustarle a quien lo ve, y debe ser fuente de inspiración tanto para el autor como para los demás. Si se siguen unas simples reglas, el blog puede convertirse en una herramienta de marketing útil para cualquier joven fotógrafo. Un diario visual en forma de blog cumple con todos estos criterios.

EL DIARIO VISUAL EN FORMA DE BLOG El diario visual en forma de blog es un blog de imágenes creadas para documentar nuestra vida diaria y debe ofrecer un trasfondo creativo e informativo de quiénes somos como fotógrafos. Recordad: 1. Un diario visual en forma de blog exige poco texto y puede hacerse con cualquier tipo de cámara, incluso la del móvil. 2. Hay plataformas para blogs gratuitas y fáciles de usar como Tumblr o WordPress.com que resultan fácilmente adaptables y permiten subir contenidos desde vuestro ordenador o desde cualquier smartphone. 3. El tema y el enfoque para crear las imágenes vienen dados por la vida que llevemos y solo los limita nuestro deseo y habilidad para captar imágenes de nuestras experiencias cotidianas. La experimentación es fundamental, tanto en el enfoque fotográfico como en el tema, y aquello que nos apasiona debe convertirse en el motor para ambos.

Un diario visual en forma de blog pretende documentar nuestra visión fotográfica; no es un portfolio que muestra nuestro mejor trabajo. Al crear el blog, hay que dejar de lado nuestras expectativas personales de crear siempre una “buena” fotografía. Por el contrario, se debe utilizar la cámara como si fuera una herramienta para realizar un boceto, un instrumento para crear imágenes de forma ágil, sin mucha reflexión. No hay que borrar las fotos de inmediato; al contrario, pasad el día fotografiando y, de noche, editadlas. Al hacerlo, buscad temas visuales, historias o contenidos recurrentes que puedan desarrollarse. Cuando tengáis la edición final, subid al blog aquellas imágenes que logren

transmitir vuestra visión personal. Día a día, las imágenes subidas irán ofreciendo una visión más desarrollada y definida. Esto será evidente no solo para vosotros, sino también para aquellas personas interesadas en vuestro trabajo. Esta sensación de progresión os inspirará y os dará la energía necesaria no solo para hacer más fotografías, sino también para ser fieles a vuestro blog. Existen muchos ejemplos de buenos blogs, pero hay uno que siempre recomiendo a todo aquel que empieza: es el blog The Daily Chessum creado por el fotógrafo neoyorquino Jake Chessum. The Daily Chessum ofrece una percepción visualmente rica de la vida y del lenguaje visual de un fotógrafo de éxito. El blog se nutre de imágenes realizadas durante sesiones fotográficas, de imágenes seleccionadas de encargos e imágenes fruto de la observación del autor, desde imágenes gráficas hasta imágenes de alimentos; todo ello refuerza y revela el lenguaje visual personal de Chessum.

Fotografía solo lo que te guste. Fotógrafo: Tim Walker Un diario visual en forma de blog puede convertirse en un proyecto tremendamente satisfactorio y divertido siempre que nos propongamos crear algo que sea a la vez realizable e importante para nosotros como personas y como jóvenes fotógrafos. Consejos para el blog: 1. Tened cuidado con los comentarios políticos. 2. No contéis qué habéis desayunado ni mencionéis el tiempo que hace. 3. No contéis chistes si no estáis seguros de ser graciosos. 4. No subáis contenidos sexualmente explícitos. 5. No habléis mal de otros fotógrafos o de clientes.

CREA UN PERFIL EN LÍNEA Aunque es importante saber cómo enseñar nuestro trabajo a la gente, lo más probable es que nuestra obra se vea en línea. Acabo de explicar la importancia de tener un sitio web con un enfoque profesional, sin embargo, existen muchas otras formas de darse a conocer y de mostrar nuestro trabajo en línea. El término “redes sociales” es muy amplio y engloba toda una gama de distintas plataformas de software, muchas de las cuales seguramente ya utilicéis, pero la manera de usarlas como fotógrafos profesionales será distinto del uso social que se suele hacer de ellas. El uso de las redes sociales para el desarrollo de una carrera fotográfica resulta fundamental en el siglo XXI y, en el momento de escribir este libro, la red más importante es Twitter. Digo “en el momento de escribir este libro” porque en el mundo digital todo cambia rápidamente –hace unos años, MySpace era el líder, pero ¿cuánta gente recuerda qué era?–. Twitter puede ser lo que vosotros queráis que sea, y puede utilizarse como queráis, pero he aquí algunos consejos sobre cómo utilizarlo como parte de vuestro aprendizaje fotográfico.

CONSEJOS PARA TWITTER 1.

2.

Lo más importante es comprender que Twitter es una plataforma rápida para publicar. En el instante en que tuiteáis algo, os convertís en personas que publican, con las implicaciones legales que ello conlleva. ¡Pensad antes de tuitear! Si personalmente no diríais algo a alguien, no lo hagáis por Twitter. No querréis acabar ante los tribunales o que os llegue una demanda a casa. También es importante recordar que cualquier cosa que se tuitee permanecerá en línea durante años. Vuestros

3.

4.

5.

posibles clientes podrán acceder a vuestros tuits, y también podrán hacerlo los miembros de vuestra familia. Por lo tanto, sed educados y ¡no lo uséis como lugar en el que mostrar vuestras fiestas! Desde un punto de vista más positivo, Twitter es un buen lugar en el que encontrar y desarrollar vuestra comprensión de la fotografía profesional. Si lo consideráis como un lugar para el boca a boca digital, en él podéis descubrir fotógrafos, exposiciones, editores especializados, consejos técnicos, eventos fotográficos y, de hecho, cualquier cosa que constituye el mundo de la fotografía profesional. Empezad a seguir a aquellos fotógrafos cuya obra admiréis y os inspire, y observad a quiénes siguen y quiénes les siguen. Dedicad un tiempo a investigar quiénes son y decidid a quién queréis seguir vosotros. ¡Sed civilizados en las redes sociales! No intervengáis en las conversaciones que otros mantienen en Twitter, y sed respetuosos con las opiniones de los demás.

Por supuesto, Twitter no es la única plataforma de comunicación social que utilizan los fotógrafos para comunicar y compartir sus trabajos: Facebook, Instagram, Vimeo, Tumblr, WordPress y Flickr son también importantes, útiles y, si se saben utilizar, son beneficiosas para la carrera de un fotógrafo. Al empezar, es posible que uno no esté seguro de las fotos que toma; las comunidades de apoyo de estas plataformas pueden ser una ayuda para comprender nuestro trabajo. Sin embargo, no todos los comentarios serán positivos; hay que ser fuertes para aceptar lo bueno y lo malo de los comentarios de personas que no conocéis ni conoceréis jamás.

Como alguien me dijo, Twitter es “una conversación libre que fluye enorme, gigantesca e inagotable, con mucha gente interesante e ingeniosa”.

Fotógrafo: Chris Floyd Independientemente de la plataforma que decidamos utilizar, los jóvenes fotógrafos se encuentran en una posición increíblemente positiva. La industria los llama “nativos digitales”, o personas nacidas en el momento de la expansión global de Internet. Han crecido con la fotografía y las instantáneas digitales, cámaras y teléfonos que graban, correo electrónico, redes sociales, descargas, podcasts, mensajería instantánea y, por lo tanto, no necesitan aprender a usar estas nuevas formas de comunicación. No necesitan reaprender una forma de trabajar, solo estar seguros de que aprovecharán todas estas oportunidades que se abren ante ellos, con las que han crecido, y que se usarán como herramientas formativas y promocionales del trabajo fotográfico. Fotógrafos que hay que seguir en Instagram Al principio, quienes subían sus trabajos a Instagram eran menospreciados por los fotógrafos profesionales por el uso abusivo que hacían de efectos y filtros, pero es una plataforma que cada vez se toman más en serio las marcas internacionales y los fotógrafos profesionales. He aquí algunas personas que vale la pena mirar para empezar. @pauloctavious: El fotógrafo Paul Octavius vive en Chicago y ha trabajado con marcas internacionales como Nike y The New York Times, que consideran que sus imágenes tienen una atmósfera onírica. Vale la pena ver su serie #samehilldifferentday, que capta ceremonias, gente y cambios naturales que han transformado una simple colina cubierta de hierba a lo largo de los últimos años. @paridust: Aquí se dan cita obras de arte y moda, en composiciones gráficas de gran sencillez. @argonautphoto: Aaron Huey es un fotógrafo de National Geographic cuyo trabajo se centra en la gente y los entornos de nuestro planeta. Cada foto va acompañada de un relato sacado de los viajes de Huey o de sus experiencias y de cómo obtuvo la imagen. @petesouza: Pete Souza es el fotógrafo oficial de la Casa Blanca y utiliza su cuenta de Instagram para experimentar con su fotografía y sus relatos visuales. @inezvinoodh: El matrimonio formado por los fotógrafos de moda Inez van Lamsweerde y Vinoodh Matadin ha estado en la vanguardia de la realización de imágenes creativas para clientes del mundo de la moda como The Gap y Lady Gaga. @cassblackbird: Cass Bird es un fotógrafo de moda que aporta estética personal a sus trabajos de encargo. Su cuenta de Instagram refleja tanto su vida como sus intereses. @zakshelhamer: Si buscas imágenes impactantes de deportes extremos en Estados Unidos, las encontrarás aquí. @rick_poon: Fantástica comida, bellamente fotografiada con un smartphone.

LA FOTOGRAFÍA ES UN NEGOCIO Hasta ahora me he centrado en los aspectos creativos y personales que favorecen que alguien se convierta en un fotógrafo profesional. He ofrecido una idea de algunos de los elementos que ayudarán a que la fotografía pase de ser una afición o un proyecto académico a una carrera. Sin embargo, existen algunos hechos ineludibles que hay que comprender e implementar para protegerse, preservar el trabajo y las relaciones con los clientes en cuanto que fotógrafos profesionales que van a aceptar encargos y mantener la perspectiva de una carrera a largo plazo. Quizá penséis que lo que voy a explicar es aburrido y complicado. Espero que no sea ni lo uno ni lo otro, e intentaré que la explicación sea sencilla para hacerla comprensible.

Al recibir un encargo, es necesario llevar a cabo una serie de trámites que reflejarán nuestro enfoque profesional del trabajo y servirán para protegernos y proteger al cliente, evitando posibles confusiones sobre las exigencias del encargo y el material entregado. Sirven también para que ambas partes conozcan los posibles costes. Estos documentos son una adaptación de los documentos recomendados por la Association of Photographers del Reino Unido y pueden descargarse de forma gratuita. Es un servicio que ofrecen muchas otras asociaciones nacionales.

¿CUÁNTO DEBO COBRAR? Esta es la pregunta que me hacen la mayoría de los estudiantes y jóvenes fotógrafos, pero no existe una única respuesta. Sin embargo, a continuación incluyo una serie de preguntas que fotógrafos y potenciales clientes deben plantearse para llegar a un acuerdo que beneficie a ambas partes. 1.

2. 3.

4. 5. 6.

¿Quién os pide las fotografías? ¿Un amigo, un familiar, un amigo de la familia o alguien a quien no conocéis y que se ha puesto en contacto con vosotros al comprobar la fuerza de vuestro trabajo? ¿Qué uso se va a dar a las fotografías, un uso privado o un uso comercial? ¿Cuántas veces se utilizarán y dónde? ¿Cuánto trabajo supondrán? ¿Cuántas imágenes quiere? ¿Qué calidad deben tener? ¿Cuánto tiempo necesitaréis para crear las imágenes y su posproducción? ¿Os interesa tomar las fotografías que os han encargado? ¿Os han pedido fotografías similares a las que soléis hacer? ¿Cuánto dinero creéis que es justo cobrar? ¿Con qué cantidad os sentiríais satisfechos?

La respuesta a estas preguntas os ayudará a contestar a la pregunta principal: “¿Cuánto debo cobrar?”. Al formular estas preguntas no solo os demostráis que comprendéis la transacción comercial del encargo fotográfico, sino que os daréis cuenta de si la persona con la que habláis está dispuesta a pagar la cantidad que consideráis razonable o ¡si quiere que trabajéis por amor al arte! Siempre es mejor dejarlo claro antes de aceptar un encargo. Esta conversación revelará si os interesa trabajar para este cliente potencial o no. En fotografía no existen tarifas establecidas. La mayoría de los fotógrafos

profesionales cobran una tarifa por día de trabajo, aunque algunos cobran por hora, pero sugiero que al principio se acuerde una tarifa por todo el trabajo para que tanto el fotógrafo como el cliente sepan cuánto va a costar la sesión. Este coste y cualquier otro deben especificarse en un presupuesto estimativo que se enviará al cliente antes de cerrar el acuerdo y decidir si se acepta el encargo. Todos los fotógrafos, como autores de sus imágenes, tienen el copyright sobre ellas. Igual que los músicos controlan quién reproduce su música, los fotógrafos controlan quién reproduce sus imágenes. El hecho de que los clientes paguen al fotógrafo por hacer fotografías, no significa que sean los propietarios de las mismas. ¡No lo son! Lo que obtienen al pagar por ellas es una licencia para utilizarlas, licencia que controla el fotógrafo. Este es quien decide durante cuánto tiempo podrá utilizar las imágenes el cliente, con qué frecuencia y dónde, no solo en qué lugar se van a publicar sino también en qué países se utilizarán. Cuanto más amplia sea la licencia de uso, más dinero tendrá que pagar el cliente. Sin embargo, el uso de las imágenes será exclusivo para dicho cliente. Esto significa que el fotógrafo no puede permitir que nadie más las utilice mientras dure la licencia y después, si se acuerda. El fotógrafo podrá utilizar las imágenes para su promoción personal en su web, siempre que lo acuerde con el cliente; generalmente, esto sucede cuando el cliente ha utilizado las imágenes al menos una vez. Es muy sencillo. Esto es así hasta que los clientes expresan su deseo de ser los propietarios de las fotografías para utilizarlas cuando, como y donde quieran sin tener que volver a pagar al fotógrafo, tras el pago inicial por la creación de las imágenes. En ese caso, el fotógrafo deberá decidir si quiere o no otorgar al cliente una licencia ilimitada que incluya cualquier medio de comunicación –vallas publicitarias, vídeos, televisión, cedés, camisetas, etcétera–, para un uso en todo el mundo y durante el tiempo de vigencia del copyright (setenta años tras el fallecimiento del fotógrafo). El precio por este tipo de licencia sería enorme y el cliente estaría pagando por un derecho de uso que quizá no necesite. Para evitarlo, cada vez más, los clientes piden a los fotógrafos que firmen

lo que se conoce como contratos “All Rights”. Este tipo de contratos tienen el mismo efecto que el de una licencia ilimitada, pero el cliente solo paga la tarifa acordada para el encargo. Evidentemente, es un tema controvertido para muchos fotógrafos profesionales, pero es una práctica que han implementado la mayoría de las grandes editoriales; por lo tanto, es algo con lo que probablemente se encuentre el fotógrafo. Se puede negociar y hay que intentar no ceder el copyright/propiedad intelectual de las imágenes, pero será difícil conseguirlo si se trata de un fotógrafo novel. Lamentablemente, la decisión que deberá tomar es sencilla: “¿Quiero trabajar para ellos y cederles mi copyright sin cobrar una tarifa extra o no quiero trabajar para ellos?”.

El uso de imágenes y el copyright internacional pueden dar pie a confusiones, por lo tanto, para simplificar las cosas, hay que entregar al cliente una licencia de uso fácil de entender.

POR QUÉ NO DEBO PERDER MI COPYRIGHT • • • • •

Perderíais el control sobre cómo y dónde se utilizarán vuestras imágenes. El cliente puede vender/ceder vuestro trabajo a un tercero. Si la empresa cierra, vuestras imágenes se convierten en un activo en la liquidación de dicha empresa. Si la compañía se vende, vuestras imágenes también y podrán ser utilizadas por otros. La tarifa que recibiréis no se adecuará al uso que el cliente pueda hacer de ellas.

Por qué robé tus fotografías… 1. No aparecía el logo de copyright ni cualquier otra marca de agua en la fotografía. El copyright surge automáticamente; esto significa que, en cuanto un fotógrafo profesional (o cualquier otra persona) crea una fotografía, está creando una fotografía con copyright. Por lo tanto, ningún fotógrafo debe especificar en la foto o en su sitio web que la foto está protegida por copyright. Si no se especifica de otro modo, todo el mundo debe considerar que la fotografía, esté en línea o no, tiene copyright. 2. La foto estaba en Internet, ¡así que puedo utilizarla gratuitamente! ¿Es fácil copiar y descargar una fotografía que esté en Internet? Sí. ¿Una fotografía pierde su copyright al subirse a Internet? No. El fotógrafo conserva su copyright y, según el país en el que viva, su foto tendrá copyright por un periodo de entre 50 y 70 años tras su fallecimiento. Solo transcurrido dicho periodo pasará al dominio público y podrá ser utilizada por cualquiera y de cualquier modo. 3. ¡La encontré en Google Images y puedo utilizar sus imágenes gratuitamente como me apetezca! Google Images no es un banco de imágenes gratuito y no son propietarios de las fotos que muestran como resultado de la búsqueda realizada por el usuario; el fotógrafo que creó las imágenes o las empresas que las encargaron son los propietarios de las fotos y del copyright. 4. ¡Estaba en Facebook y todo lo que está en Facebook se puede utilizar gratuitamente! Contrariamente a la creencia popular, el fotógrafo no pierde su copyright cuando sube una foto a Facebook. Las imágenes que aparecen en Facebook solo pueden ser compartidas por otro usuario utilizando el botón de “compartir” y solo si el fotógrafo permite que esto suceda a través de la configuración de privacidad. Nadie tiene permiso para guardar en su ordenador fotografías publicadas en Facebook o utilizarlas en cualquier otro lugar de Facebook o de Internet. 5. ¡Utilizo la fotografía, pero no voy a ganar dinero con ella! Según las leyes del copyright, no hay diferencia entre ganar o no ganar dinero con las fotografías ajenas. 6. ¡Escribí el nombre del fotógrafo bajo la foto, lo que significa que le di publicidad gratuita! Únicamente el

propietario del copyright puede decidir cómo se utilizará la fotografía. La difusión no es una razón válida ni legal para que el fotógrafo acepte que se use su foto sin que nadie le pregunte, sobre todo porque en la mayoría de los países es un requisito legal que el nombre del fotógrafo aparezca junto a la foto, incluso cuando el fotógrafo ha cobrado por ceder la licencia de uso. 7. ¡Todo el mundo lo hace! Nunca es un argumento válido ante un tribunal.

CÓMO Y QUÉ DEBO NEGOCIAR • • • • • •

Dejad claro que no cedéis vuestro copyright y que vuestro trabajo tiene licencia. Explicad también que no necesitan el copyright, sino una licencia exclusiva de uso. No necesitan que la licencia sea para todos los medios de comunicación, en todo el mundo, a perpetuidad. El coste de un encargo que suponga una licencia con todos los derechos de uso es extremadamente alto. Preguntadles dónde necesitan utilizar las imágenes para presupuestar el trabajo de forma justa. Ofreced una licencia exclusiva (esto permite al cliente controlar las imágenes durante el periodo acordado).

CÓMO IMPEDIR QUE LA GENTE ROBE MIS IMÁGENES Quizá nos extrañe la idea de que alguien quiera robar nuestras imágenes. Incluso podemos sentirnos halagados ante la idea de que a alguien le gusten nuestras imágenes hasta el punto de utilizarlas sin nuestro permiso. Sin embargo, para los fotógrafos profesionales, el uso ilegal de sus fotografías no difiere de un robo cometido en una tienda. Antes de la fotografía digital y del crecimiento de Internet, esto no suponía un problema para el fotógrafo, pero actualmente es un problema creciente que todo fotógrafo debe tener en cuenta y prevenir.

Por lo tanto, ¿cómo impedir que la gente robe mis imágenes? Pues bien, hay varias opciones aplicables en distintos momentos. Primero, al fotografiar, incrustad los metadatos adecuados. Los metadatos son la información que va unida a cada archivo fotográfico y que ofrece los datos técnicos relativos a la configuración de la cámara en el momento de tomar la fotografía, pero también puede ser información sobre dónde, cuándo y quién tomó la imagen. Para ello, algunas cámaras permiten realizar estos ajustes de configuración o se puede utilizar un paquete de software para la posproducción que os permita adjuntar dicha información. En cualquier caso, es un primer paso fundamental para proteger vuestras imágenes. ¿Por qué? Porque los metadatos os permiten monitorizar vuestras imágenes en línea y ¡demostrar que son vuestras! Quizás hayáis oído la expresión “marca de agua” referida a una forma habitual de protección de las imágenes, y es algo que hay que tener en cuenta. Muchos fotógrafos jamás contemplarían la posibilidad de poner una imagen en línea sin una gran marca de agua o una serie de pequeñas marcas de agua. Suele ser el nombre del fotógrafo o un logo que aparece en la imagen con un color opaco, para evitar que la imagen pueda utilizarse de forma comercial. Es una solución eficaz, pero no es adecuada si se trata de imágenes subidas a nuestro sitio web para mostrarlas a clientes potenciales que quieran evaluar la calidad del trabajo y no de vuestra marca de agua. Otra forma de conseguir que la gente tenga opciones limitadas para utilizar fotografías robadas en línea es subiéndolas a un tamaño que impida el uso fuera de Internet. El tamaño correcto para subir imágenes en línea es de 72 dpi, con ningún lado superior a 1.024 pixeles. Es un tamaño suficiente que ofrece una buena calidad para que los archivos se vean en línea, pero imposibilita su impresión. Hay que hacerse a la idea de que es probable que, en algún momento, nuestras imágenes sean utilizadas por otros sin nuestro conocimiento con fines diversos, pero los procedimientos que he señalado contribuirán a restringir el uso ilegal de nuestras imágenes.

CÓMO ENTENDER UN CONTRATO Un contrato es un acuerdo entre dos partes, un documento legal que las obliga a ambas. Muchos contratos elaborados por los clientes son largos y complicados de entender, pero existen otros cortos que se ciñen al asunto. La mayoría contiene condiciones con las que podríamos estar de acuerdo, pero que no son óptimas para nuestros intereses. Contrariamente a la creencia popular, no es ilegal que en un contrato se exija que aparezca el copyright, ya que las leyes que amparan los contratos superan la ley del copyright. Si acordamos con el cliente los términos del contrato, estos deberán cumplirse. En general, los últimos términos y condiciones acordados antes de la sesión fotográfica serán los válidos. Por lo tanto, es fundamental leer todo el documento que nos entregue el cliente y discutir cualquier aspecto que no nos satisfaga o que no entendamos, antes de empezar a fotografiar. No hay que olvidar que cualquier modificación del contrato aprobada por ambas partes debe constar por escrito (puede ser a través de un correo electrónico). Al hablar con el cliente, hay que ser consciente de que no ha sido él quien ha escrito los términos y condiciones de la empresa, sino sus abogados. Los abogados deben proteger los intereses de sus clientes, por lo que redactan contratos en los que incluyen de todo, ¡por si acaso! Es posible que nuestro contacto/cliente nunca haya leído los términos del contrato, sino que actúe siguiendo las instrucciones que ha recibido: enviar el documento para cada encargo. Hay que ser consciente de esto y hablar con firmeza con el cliente, pero siempre con educación. Todos los contratos tendrán alguna cláusula que obligue al fotógrafo a indemnizar al cliente (liberándole de toda responsabilidad) ante demandas que puedan surgir a raíz de la publicación de las fotografías, y exigiéndole que admita poseer los derechos de las imágenes. Básicamente, esto significa que, si algo va mal, el fotógrafo es el único

responsable y deberá hacerse cargo de la solución del problema y asumir el pago de los costes que conlleve. Por ejemplo, se supone que el fotógrafo posee todos los derechos sobre cualquier cosa que aparezca en su imagen, su copyright, derechos sobre los modelos, las localizaciones, copyrights de terceros, marcas comerciales y cualquier otro derecho de propiedad, así como derechos personales y de privacidad que puedan existir en otros países. Esto es complicado e irreal y, por lo tanto, no aceptéis esta condición en ningún contrato. • • •

No se espera, ni siguiera de un abogado, que conozca todas las leyes de todos los países. Se nos fuerza a garantizar circunstancias ajenas a nuestro control y a asumir sus consecuencias. Seremos responsables si el trabajo encargado está infringiendo los derechos de alguien, y nos veremos obligados a defendernos legalmente y a pagar las costas judiciales de nuestro cliente, así como cualquier indemnización que consiga el demandante.

PROTÉGETE Antes de aceptar un encargo, todo fotógrafo profesional debe contratar una serie de pólizas de seguro para protegerse, proteger su equipo y a las personas a las que fotografíe. Estas pólizas no son baratas pero, como su nombre indica, no son un seguro contra lo que pueda salir mal (por ejemplo, personas que quieran demandaros a pesar de que hayáis seguido todos los procedimientos profesionales y/o legales), sino contra acciones que os supongan problemas en el futuro. Los tipos de seguro más importantes que debe tener un fotógrafo son: 1.

Seguro de responsabilidad civil: Este seguro cubre al fotógrafo cuando un cliente, modelo o cualquier persona del público sufre una pérdida o daño a consecuencia de sus actividades fotográficas y pone una demanda de

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compensación económica. El seguro cubrirá el pago de la compensación y los gastos legales. Aunque el fotógrafo actúe correctamente, puede producirse un accidente. Con la cobertura de este seguro, el fotógrafo sabrá que, en el peor de los casos, cualquier daño a la propiedad está cubierto y se podrán reemplazar pertenencias y pagar los gastos médicos. Cualquier negocio que suponga recibir visitantes en la empresa o trabajar en una localización requiere un seguro de responsabilidad civil. Antes de confirmar el encargo, el cliente puede pedir al fotógrafo que presente su póliza y la documentación, sobre todo si la sesión fotográfica se desarrollará en una localización peligrosa. Seguro de indemnización profesional: Este seguro protege al fotógrafo cuando el cliente alega que le ha dado consejos, servicios o fotografías inadecuados. El seguro de indemnización profesional ofrece cobertura por los costes y gastos legales derivados de la defensa de cualquier reclamación que reciba el fotógrafo por alguno de estos motivos, así como para el pago de una compensación al cliente que le permita subsanar cualquier error. Independientemente de los años de experiencia del fotógrafo, siempre existe la posibilidad de que cometa un error (el fotógrafo o alguien de su equipo). El seguro de indemnización profesional protege ante una amplia gama de posibles incidencias: cometer un error en un trabajo para un cliente; perder documentos o datos (por ejemplo, perder o dañar archivos fotográficos digitales); violar el copyright o la confidencialidad de forma no deliberada; difamación y libelo (decir o hacer algo que pueda considerarse inapropiado o perjudicial). Seguro de responsabilidad patronal: Es un seguro importante. En algunos países, como el Reino Unido, es un requisito legal si se contrata a un empleado. Aunque para el fotógrafo principiante pueda parecer algo muy lejano, en el momento en que contrata a un ayudante, un estilista, un maquillador o peluquero, se convierte en empleador. Por lo

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tanto, si trabaja en el Reino Unido, debe contratar un seguro de responsabilidad patronal (en inglés Employers’ Liability Insurance o EL Insurance) en cuanto se convierta en empleador, y la póliza debe tener una cobertura de al menos 5.000.000 de libras. Este seguro le ayudará a hacer frente al pago de la compensación económica exigida cuando un empleado sufra algún daño o enferme debido al trabajo que realiza para el fotógrafo. No será necesario que contrate este seguro si el empleado es un familiar o reside en el extranjero, pero es conveniente comentarlo con la compañía de seguros, ya que la multa puede ascender a 2.500 libras diarias. También se le puede multar con 1.000 libras si un inspector exige la póliza al fotógrafo y no la tiene. Si el fotógrafo no trabaja en el Reino Unido, deberá informarse de los requisitos exigidos por su gobierno en relación con este tipo de cobertura de seguro. Seguro de equipo fotográfico: Los fotógrafos profesionales necesitan un equipo apropiado para realizar el trabajo, y este suele ser caro. Debido a la naturaleza de la fotografía, el equipo fotográfico se utilizará en todo tipo de localizaciones y situaciones, y muchas de ellas pueden suponer riesgo de daños al equipo, pérdida o robo. Por lo tanto, es necesario tener un seguro que proteja el equipo que deberá revisarse y actualizarse anualmente. Este tipo de seguros se contratan con compañías de seguros generales o bien, si el fotógrafo vive con sus padres, se puede añadir al seguro de contenido del hogar que tengan contratado. Si se hace esto, hay que procurar dar todos los detalles del equipo asegurado y que la compañía entienda la importancia que tiene y su verdadero valor. También es posible recurrir a un asegurador especializado en equipos fotográficos.

Compra el mejor equipo que puedas permitirte. Fotógrafo: Terry O’Neill

¿CÓMO DEBO ENTREGAR MI TRABAJO AL CLIENTE? Este libro no trata de los aspectos técnicos de la fotografía; existen muchos manuales y sitios web que ofrecen esta información. Sin embargo, hay un aspecto de la captura digital que es necesario mencionar. Como ya he dicho, me gusta tratar los temas con sencillez y así quiero referirme al tema de fotografiar en formato RAW y JPEG… ¡con sencillez! Esta es mi sencilla explicación de por qué es necesario fotografiar en formato RAW y JPEG a la vez, tanto para uno mismo como para el cliente. En primer lugar, tomemos como ejemplo la música: para oír el mejor sonido, el más realista, de un grupo musical, lo mejor es escucharles en directo; la segunda mejor opción es una grabación en vinilo porque la información sonora ha sufrido una compresión muy pequeña al grabarse. La siguiente es un cedé, en el que el sonido se comprime más que en un vinilo para adecuarlo al formato del disco, pero no tanto como la música descargada de Internet, que muestra la versión más comprimida de la grabación original. ¿Por qué es mala la compresión? Porque cada vez que la información se comprime, se pierde algo. Por lo tanto, pierde algo de la grabación original que la hacía sonar de una forma tan especial al escucharla en vivo. Un archivo fotográfico digital funciona del mismo modo: el archivo RAW es la grabación en vinilo; un archivo JPEG de alta resolución es el cedé; y un JPEG de baja resolución es la descarga de Internet. Por eso siempre hay que fotografiar en formato RAW, porque es la versión más precisa de lo que vemos y permite trabajar con el máximo de información posible si decidimos posproducir el archivo. El motivo por el cual también hay que fotografiar en JPEG viene determinado por las exigencias del cliente. La mayoría de las cámaras profesionales DSLR permiten fotografiar en ambos formatos al mismo tiempo, y esto es lo que se debe hacer y por qué.

Intento no limitar mis encargos a soluciones probadas; disfruto arriesgándome con jóvenes fotógrafos, ya que los resultados suelen ser apasionantes y sorprendentes. Directora de fotografía, Telegraph Magazine, Reino Unido: Cheryl Newman PASOS PARA ENTREGAR EL TRABAJO AL CLIENTE 1. Disparad en formato RAW y JPEG con una resolución entre media y alta. 2. Utilizad varias tarjetas de memoria durante la sesión. Allí mismo, descargad cada tarjeta en el portátil y a una memoria externa. Nunca utilicéis solo una tarjeta en una misma sesión. No utilicéis pendrives como copia de seguridad. Nunca abandonéis el lugar de la sesión sin realizar una copia de seguridad de todo el trabajo. 3. Cread una carpeta específica, identificada con el nombre de la sesión, para todos los archivos. Copiad la carpeta en un DVD y almacenadla en una memoria externa. Nunca debéis tener menos de tres copias de cada sesión. También es buena idea almacenar una de las tres versiones en un lugar seguro fuera de casa. 4. Una vez creada la carpeta, poned tres carpetas en ella. Tituladlas RAW, JPEG y EDITADAS. Colocad todos los archivos RAW en su carpeta y los JPEG en la suya. Ahora abrid la carpeta JPEG y utilizad los archivos para editar la toma. Para ello, podéis utilizar un sistema de calificación con estrellas como los que ofrecen paquetes de software como Lightroom o Photoshop, o arrastrar los trabajos seleccionados a la carpeta EDITADAS. Sea cual sea el método que utilicéis para trabajar, la carpeta EDITADAS solo debe contener las imágenes que queréis enviar al cliente. La cantidad de imágenes seleccionadas dependerá del tipo de sesión y del tipo de cliente, pero una cantidad correcta suele tener entre seis y diez imágenes por cada composición. 5. Cuando estéis satisfechos con las imágenes de la carpeta EDITADAS, enviadle solo estas al cliente. La manera mejor y más fácil es utilizando una plataforma de transferencia como WeTransfer o Dropbox. Algunos clientes tienen una red FTP (protocolo de transferencia de archivos) a la que podéis subir las imágenes; son fáciles de usar, pero necesitaréis una contraseña y los detalles de la cuenta para

utilizarlas. 6. El cliente utilizará los archivos JPEG para seleccionar las imágenes finales que quiera utilizar. Cuando el cliente se decida, contactará con vosotros para pediros los archivos en alta resolución. Entonces debéis volver a la carpeta de los archivos RAW. Como fotografiasteis a la vez en ambos formatos, RAW y JPEG, los archivos JPEG que habéis presentado al cliente tendrán el mismo número de archivo que los RAW, así que no os costará localizarlos ni confundiréis los archivos seleccionados. 7. Entregad al cliente un archivo TIFF RGB de 8-bit que se crea a partir del archivo RAW. Se puede utilizar el software de la cámara o un paquete de posproducción. Mi consejo es que lo hagáis en dos pasos. Primero, cread un TIFF de 16-bit que se utilizará en el trabajo de posproducción. Cuando terminéis de trabajar con el archivo, convertidlo en un archivo TIFF de 8-bit que tenga 300 dpi y aproximadamente un tamaño A4 (210 x 297 mm). Es el tamaño habitual para impresiones de uso general. Este archivo se lo entregaréis al cliente del mismo modo que entregáis los JPEG. No hay que utilizar el correo electrónico para los envíos, ya que los archivos pesan demasiado y conseguiréis bloquear la bandeja de entrada del cliente. Es posible que el cliente solicite una “prueba de color”; se trata de una impresión realizada a partir del archivo digital que se ha enviado, que servirá para hacer coincidir los colores en el momento de imprimir comercialmente la imagen. Si el cliente pide una prueba de color, tendrá que ser una impresión fotográfica profesional y para ello habrá que recurrir a un impresor especializado. Los gastos se facturarán al cliente. 8. Nunca hay que entregar archivos TIFF o de cualquier otro tipo convertidos a CMYK (cian, magenta, amarillo, negro) si no os lo piden explícitamente. Las conversiones a CMYK están unidas a perfiles de impresión comercial y ¡cada una es diferente! Como no sabéis qué perfil se va a utilizar, siempre es mejor que el cliente convierta tu RGB (rojo, verde y azul) a CMYK. Si el cliente pide los archivos en CMYK, habrá que saber qué perfil se tiene que utilizar. 9. A continuación, cread una carpeta TIFF en la carpeta de la sesión y guardad en ella los archivos TIFF. De nuevo, copiad toda la carpeta de la sesión en un DVD y colocadla en una memoria externa como vuestra copia de archivo. 10. ¡Esto es todo! Se ha entregado el trabajo, se ha creado un archivo y, durante todo el proceso, habéis ido haciendo copias de seguridad por si las necesitáis.

¿CÓMO COBRO Y CÓMO FACTURO? Ahora viene la mejor parte. Ha llegado el momento de cobrar y, para poner esto en marcha, debemos enviar una factura al cliente. Es un proceso sencillo que, una vez realizado, es fácil de repetir. Ante todo, hay que crear una factura parecida a la que aparece en la página siguiente. Tras enviar la factura, hay que tener paciencia. Desgraciadamente, hoy en día es raro encontrar a un cliente que pague de inmediato. Lo normal es que pague transcurrido un tiempo o, y esto es lo deseable, cumpliendo con el tiempo estipulado para el pago, pero no todos lo harán. Si es el caso, hay que enviar un correo electrónico educado recordando el pago a la persona que hizo el encargo. Si no se consigue una respuesta, es mejor llamar de forma educada. Si tampoco funciona, hay que intentar hablar educadamente con el responsable de contabilidad de la empresa. Sin embargo, no hay que hacer nada de esto hasta que no transcurra el tiempo estipulado (generalmente, treinta días después de la fecha de la sesión fotográfica). Un buen consejo que puede ayudar es incluir en la factura la fecha de la sesión y utilizar el término “días naturales” en lugar de “días laborables” para no dar la posibilidad al cliente de ampliar el periodo de treinta días.

Una vez finalizado el encargo, enviad una factura profesional que contenga toda la información importante para el cliente.

Por supuesto, existe la posibilidad de que no paguen (esto le puede suceder hasta a los profesionales experimentados). Si sucede, no queda más alternativa que buscar consejo legal. No debe asustar, ya que a menudo es fácil y no tiene por qué suponer un gran gasto. La fotografía es fundamental para cualquier negocio que necesite vender algo, sea un producto, un servicio o un mensaje, pero es un negocio en sí y espero haberos mostrado en qué consiste, que sepáis cómo encajáis en él y qué necesitáis para conseguir vuestros objetivos. Nunca olvidéis que, por buenos negociantes que seáis en el ámbito de la fotografía profesional, todo gira alrededor de las imágenes, y en esto debéis centraros.

CAPÍTULO 5

TRABAJAR POR CUENTA PROPIA. ¿DÓNDE ENCAJAS?

LA MAYORÍA DE LOS FOTÓGRAFOS

profesionales trabajan como autónomos, llamados también fotógrafos independientes o freelance. Significa que no tienen garantizado un sueldo fijo al mes ni tampoco trabajan para un único cliente. Existen puestos a tiempo completo en el ámbito de las empresas de publicidad y en algunas grandes marcas minoristas, pero suelen ser puestos limitados en el aspecto creativo y ofrecen pocas oportunidades para progresar y desarrollar el trabajo personal. No siempre es así, pero es bueno saber si buscamos un trabajo “seguro” o preferimos gozar de libertad creativa.

En los últimos años, el papel tradicional del fotógrafo contratado por los periódicos ha empezado a desaparecer y cada vez son más los profesionales que trabajan como freelance. Esta reducción de puestos de trabajo en las plantillas ha obligado a muchos fotógrafos a replantearse su forma de trabajar, pero también ha lanzado a algunos grandes fotógrafos al competitivo ámbito freelance. El término “competitivo” es el que más se oye cuando la gente habla sobre el reto que supone trabajar como fotógrafo profesional, pero no debe asustarnos, solo debemos ser conscientes del reto que supone.

Una carrera es toda una vida. Aprende tu oficio y sigue trabajando en él –exige trabajar duro–. Diviértete. Disfruta del día. Disfruta del trabajo. Fotógrafo: Robin Broadbent Esencialmente, un fotógrafo freelance trabaja por su cuenta. Además de fotografiar, deberá realizar, entre otras, las siguientes tareas: crear su trabajo personal, construir un sitio web, encargarse de las redes sociales, crear su papelería personalizada, contactar y reunirse con clientes, elaborar presupuestos, buscar localizaciones, ayudantes y elementos de

atrezo... Quizás os sorprenda leerlo, pero no hay por qué desanimarse. No es frecuente que tenga que hacerse todo a la vez y, además, si se sigue un proceso de trabajo y de práctica fotográfica ordenados, se puede con todo. Al principio, lo importante es comprender que debe hacerse todo y que no hay otro camino. No he mencionado un equipo fotográfico concreto, y lo he hecho por varios motivos. En primer lugar, porque cada género de fotografía exige distintas combinaciones de elementos de equipo y, en segundo lugar, porque existe la posibilidad de alquilar el equipo que se necesite para cada sesión y cargar el coste del alquiler al cliente o incluirlo en vuestros honorarios. Poseer un equipo fotográfico costoso no nos convierte en fotógrafos profesionales, mientras que, si ponemos en práctica lo que he señalado hasta ahora, podremos adquirir las bases necesarias para construir nuestra carrera. Todos estos elementos se relacionan con todos los géneros de especialización fotográfica, aunque cada área posee sus requerimientos, así como su proceso de compromiso con el cliente. Obviamente, es fundamental comprender estos elementos, así que he dividido las principales áreas de práctica fotográfica y he hecho listas con lo que es necesario saber. Siempre existen variaciones en la forma de trabajar de cada uno, pero aquí está la información básica necesaria para empezar.

Empecé como fotógrafo porque me gustaba la moda. Me encantaba la idea de vestirme elegante y cambiar mi look. Me puse pendientes, me teñí el pelo. Me vestía como una foto de moda. Fotógrafo: Mario Testino

¿QUÉ NECESITAS PARA SER UN FOTÓGRAFO DE MODA?

Cuando pregunto a mis alumnos qué tipo de fotógrafo quieren llegar a ser, ocho de cada diez suelen contestar “fotógrafo de moda” y los dos restantes suelen decir que no quieren dedicarse a la moda porque no pueden. En respuesta a esto, siempre planteo las mismas preguntas. Si pensáis trabajar como fotógrafos de moda, debéis contestar a estas preguntas antes de seguir leyendo: ¿realmente os importa la moda? ¿Seguís los desfiles de moda? ¿Os fijáis en el trabajo de los estilistas y editores de moda, así como en el de los fotógrafos de moda? ¿Sois capaces de nombrar a los maquilladores y peluqueros más importantes? Si no es así, no consideréis la fotografía de moda como opción. Para ser fotógrafo de moda, hay que saber de prendas y amar la moda. ¡Os tiene que interesar!

Estas imágenes de moda creadas por el fotógrafo Tom Hill demuestran que es fundamental permitir que las prendas marquen las decisiones estéticas que hay que tomar relativas a la localización, el estilismo, el enfoque fotográfico y el relato creativo.

La mayoría de los alumnos a los que planteo estas preguntas no saben qué es la fotografía de moda o qué exige del fotógrafo. Nadie debe preocuparse si esta es su respuesta; puede ser incómodo darse cuenta de ello, pero mejor ahora que tras haber invertido demasiado tiempo y esfuerzo en la dirección equivocada. La fotografía de moda se crea para vender ropa, ¡pura y simplemente! Y la industria de la moda es un gran negocio que necesita que los fotógrafos de moda lo comprendan y trabajen para conseguir ese fin. Las revistas lo entienden y esperan que el fotógrafo también lo haga, y, al mismo tiempo, aporte maneras creativas e innovadoras de crear imágenes contemporáneas de moda. ¡Así de fácil! Pues bien, sí y no. Depende de cada uno hacer que esto funcione –en la fotografía de moda hay poco espacio para las medias tintas–. Para acabar de ilustrar todo esto, he aquí los pasos que se suelen dar en un encargo para realizar la sesión fotográfica de una revista: 1.

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Recibiréis una llamada del editor de moda diciendo que ha visto vuestro trabajo en un sitio web o en otro lugar y que desearía que realizarais un reportaje fotográfico para la revista. Si no os conocéis, deberéis reuniros con él para hablar sobre la sesión. En la reunión se os comunicará cuál será el relato fotográfico. El relato suele basarse en las tendencias dominantes en los desfiles actuales y/o en las tiendas de moda más importantes. Se os dirá dónde piensa realizar las fotografías del reportaje el editor, cuál será el enfoque estético y qué modelos han sido “opcionadas” (es el término que se utiliza para reservar a una modelo). Os mostrarán imágenes de las modelos y de las localizaciones, siempre que dispongan de ellas, y os explicarán que la revista quiere que hagáis el reportaje porque piensa que vuestro trabajo encaja con sus ideas. Hablaréis sobre sus ideas y es probable que podáis introducir algo, aunque es mejor no esperar demasiado. Se

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os preguntará si tenéis un maquillador y peluquero: si es así, es posible que la revista los acepte; si no, la revista sugerirá otros que el editor considere buenos. Es posible que os enseñen las prendas, pero lo habitual es que os las muestren en un lookbook (un libro creado con las prendas del diseñador o del minorista que presenta los looks de la temporada). No tendréis que elegir qué prendas fotografiar ni cómo combinarlas. Si aceptáis el encargo, se os enviará un horario de la sesión y se esperará que fotografiéis el relato sobre el que habéis hablado, de la manera acordada, trabajando junto con el editor de moda y el equipo en el lugar de la toma. No olvides que los editores de moda le habrán dicho a sus jefes, al editor y al director creativo de la revista qué van a hacer, por lo tanto el fotógrafo no puede fallarles. ¡Se evalúa su trabajo y el vuestro! Presentaréis una selección de imágenes de cada conjunto fotografiado después de la sesión (suele ser un mínimo de seis conjuntos al día), y el editor de moda, el editor y el director creativo decidirán qué imágenes se van a utilizar y cómo. De nuevo, es posible que podáis intervenir en esta etapa, pero no tengáis demasiadas expectativas. A continuación, se os pagarán los gastos según el presupuesto acordado para la sesión y una tarifa por página en la que aparezcan vuestras imágenes.

Las tres reglas del éxito en moda: persevera, sueña un poco y apasiónate. Directora creativa, Vogue (EE UU): Grace Coddington Así funciona el ámbito editorial y, como es fácil de imaginar, el ámbito de la publicidad está aún más estructurado. Sin embargo, la fotografía de moda puede ser altamente creativa, imaginativa y de vanguardia. Puede suponer viajar, vivir unas experiencias increíbles y conseguir unos buenos honorarios. Lo importante es sentirse comprometido, trabajar duro, ser

muy bueno por lo que se refiere a las relaciones laborales y conocer la industria de la moda por dentro y por fuera.

La fotografía de moda masculina es tan importante dentro de la fotografía de moda como la de moda femenina, aunque, con frecuencia, la ropa no marca directamente el relato fotográfico. Estas dos imágenes, tomadas por el fotógrafo Ben Breading, muestran hasta qué punto resulta flexible el enfoque en la fotografía de moda masculina, así como su implementación.

¿Qué necesita un fotógrafo profesional freelance? Un sitio web Papelería personalizada, que incluye papel de cartas con encabezamiento, facturas y tarjetas de visita Un portfolio digital e impreso Los seguros adecuados Material de marketing como postales, libros autoeditados… Cuentas en redes sociales que incluyan Twitter y Facebook Una dirección de correo electrónico conectada al sitio web como [email protected] Buenos modales al teléfono

Examina la obra de estos fotógrafos de moda Nick Knight Guy Bourdin Willy Vanderperre Mert Alas y Marcus Piggott Mario Sorrenti Steven Meisel Bruce Weber Carter Smith Solve Sundsbo Cass Bird Steven Klien Mario Testino Paolo Roversi Peter Lindbergh Tim Walker Craig McDean Josh Olins David Sims Arthur Elgort Ben Watts Norman Parkinson

ORGANIZA UNA SESIÓN FOTOGRÁFICA SENCILLA

Cuando se empieza a fotografiar moda, hay que comprender que no se tendrá acceso a las prendas más bonitas del mundo, a las mejores modelos o a los mejores maquilladores y peluqueros, así que habrá que trabajar con lo que se tenga y con lo que cada uno pueda permitirse. He aquí unas instrucciones que os ayudarán a solucionar estos problemas y permitirán que os centréis en los elementos esenciales de la fotografía de moda: las prendas, la actitud y el relato. 1.

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Id a una tienda de ropa de segunda mano o a un mercadillo y comprad seis camisas baratas, lisas, blancas y sencillas que únicamente difieran en el diseño. Encontrad a una amiga o amigo que os haga de modelo en la sesión, y buscad una localización interesante para fotografiarlos (por favor, evitad los clichés como, por ejemplo, paredes cubiertas de grafitis, fábricas abandonadas y casas en ruinas). Consultad vuestro cuaderno de recortes para inspiraros sobre la localización. Evitad cualquier peinado o maquillaje demasiado obvio. Es preferible que vuestro modelo tenga una apariencia natural. No trabajéis con un equipo en las primeras sesiones: debéis aprender a comunicaros con vuestro modelo y será más fácil si estáis solos. Fotografiad al modelo con cada camisa, cambiando de lugar o de fondo. Al final del día deberéis tener como mínimo seis conjuntos de imágenes, un conjunto por cada camisa. Cada uno contendrá una foto de la modelo de cuerpo entero y otra, formato retrato, de cintura para arriba. ¡Disparad, disparad, disparad! Al principio, nunca se fotografía lo suficiente. Moveos alrededor de la modelo, probad distintos ángulos y composiciones y, sobre todo, procurad divertiros tanto vosotros como el modelo. Editad las mejores imágenes de cada conjunto e intentad emparejarlas. Así aparecerán publicadas las fotografías, por lo tanto, es importante aprender a disparar no solo imágenes únicas que funcionen, sino también imágenes que se complementen en el contexto global del relato.

La foto no se crea: se encuentra. Para mí sigue siendo así. Sigo mi instinto y mi intuición y respondo al momento, al momento decisivo. Fotógrafo: Sante D’Orazio

¿QUÉ HACE FALTA PARA SER UN FOTÓGRAFO DE RETRATO? Para ser fotógrafo de moda hay que sentir pasión por la moda. Para ser un fotógrafo de retrato es necesario sentir pasión por la gente. Debéis disfrutar conociendo a gente, hablando con ella, descubriendo sus historias e interesándoos por lo que hacen y por qué lo hacen. Hay que ser curioso, un poco fisgón y muy buen oyente.

La gente siempre me estimula. Casi nunca las ideas. Fotógrafo: Richard Avedon Igual que la fotografía de moda puede hacer en estudio o en una localización, la fotografía de retrato también puede hacerse en muchos lugares y enfocarse de miles de maneras distintas. El arte de la fotografía de retrato se remonta a los albores del género y, en varios sentidos, es el tipo de fotografía que capta nuestra mirada durante más tiempo; desde las fotos de familia hasta los selfies, pasando por retratos de famosos con un cuidado estilismo, la fotografía de retrato abarca todo este campo. Siempre digo que una buena imagen de retrato es la prueba de una buena conversación. La segunda nos conduce a la primera y ofrece al fotógrafo el conocimiento necesario para crear una fotografía que vaya más allá de la apariencia del sujeto, y se convierta en una representación de lo que piensa y siente el sujeto. Esta es la finalidad de la mayoría de los fotógrafos retratistas más puros, como algunos de los más grandes:

Richard Avedon, Karsh of Ottawa e Irving Penn. Sin embargo, la fotografía de retrato también abarca enfoques conceptuales en cómo tomar la imagen, como se puede apreciar en la obra de fotógrafos como David LaChapelle, Chuck Close y Annie Leibovitz. También incorpora enfoques menos formales y más de ambiente, como en los trabajos de William Klein, Garry Winogrand, Bruce Gilden y Ryan McGinley. La fotografía de retrato, la de gente, penetra en prácticamente todas las formas de fotografía profesional, pero desde la perspectiva del encargo debe cumplir con el brief del cliente, por impreciso que este sea.

Esta potente imagen, realizada por la fotógrafa Joanna Hodson, ilustra la forma más depurada de retrato fotográfico en la que la documentación del sujeto es el foco central de la imagen.

Ahora quiero utilizar las habilidades que obtuve fotografiando a gente famosa para vender ideas. Fotógrafo: David LaChapelle

A diferencia del trabajo de moda del fotógrafo Ben Breading, este retrato, sencillo y directo, solo utiliza la personalidad del modelo para llamar nuestra atención hacia la imagen.

Igual que la fotografía de moda sigue unas pautas para los encargos, la fotografía de retrato comercial también las sigue. Son las siguientes: 1.

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Recibiréis una llamada o un correo electrónico para preguntaros si estáis disponibles para una sesión fotográfica en una fecha determinada, generalmente la semana siguiente o en los próximos días. Si se trata de un trabajo de publicidad, lo más probable es que os informen de la fecha de la sesión con mayor antelación. Es una sesión con fines editoriales, os comunicarán a quién tendréis que retratar, por qué y dónde. Generalmente, el motivo está relacionado con el lanzamiento de un producto (por ejemplo, un libro o un disco) o con algún evento (como el estreno de una obra de teatro o de una película) y el lugar suele ser una localización relacionada con el motivo de la sesión fotográfica, la casa del sujeto o en un estudio. Si se trata de una sesión fotográfica para publicidad, lo más probable es que tengas que prever distintas reuniones con el cliente y recibirás un brief o pliego de instrucciones detallado que incluirá bocetos del resultado que se quiere obtener de la sesión. Es una sesión fotográfica con fines editoriales, quizá el cliente envíe su brief y/o un horario para la sesión –¡o nada!–. Si se os ha encargado retratar a un famoso, el presupuesto responderá a la “importancia” del famoso en cuestión, así que habrá que trabajar con un estilista, un peluquero y un maquillador. Si, por el contrario, los sujetos son, como yo llamo a mucha de la gente que fotografío, “gente de la que quizá has oído hablar”, no esperéis contar con un presupuesto que cubra algo más que vuestros honorarios y los de un ayudante eventual. Por descontado, el presupuesto para publicidad suele cubrir todo aquello que necesitéis. En ambos casos, deberéis mantener una buena relación con el sujeto que vais a fotografiar en cuanto lo conozcáis, y os tendréis que haber informado sobre él para entablar una conversación. En general, no dispondréis de más de

quince minutos para hacer el retrato así que, cuanto más rápida y eficientemente trabajéis, más os valorarán todas las personas que estén presentes en la sesión fotográfica. Un buen consejo para lograrlo es llegar pronto a la localización elegida para la sesión y decidir el lugar exacto en el que queréis fotografiar, antes de que llegue el sujeto. También debéis decidir la iluminación, si vais a utilizar focos, y realizar un retrato de prueba utilizando a un suplente. De este modo, cuando llegue el sujeto podréis darle indicaciones y explicarle vuestra idea. Para cubriros las espaldas, procurad hacer varias pruebas para tener varias opciones si al sujeto no le gusta vuestra primera idea. También resulta eficaz presentar al cliente algunas “opciones”.

Aquí vemos dos enfoques muy distintos para crear un retrato adoptados por las fotógrafas Charlotte Stevens y Joanna Hodson. El enfoque de Stevens tiene una composición y una iluminación duras y gráficas, utilizando el pelo del sujeto como contexto para la composición; es un retrato contundente del sujeto, pero también podría utilizarse en el ámbito de la fotografía profesional de peluquería. El retrato de Hodson es mucho más suave y transmite una sensación de fragilidad que quizás refleje la personalidad del sujeto. De nuevo, estamos ante un buen retrato, aunque también podría encajar en un relato de moda.

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Siempre hay que ir a la sesión con una idea de lo que vais a hacer, aunque hay que estar abierto a que esa idea cambie o evolucione después de hablar con el sujeto. Comunicad vuestras ideas al sujeto y conseguid que se implique en el proceso. Después de la sesión deberéis entregar una selección de las imágenes realizadas, procurando que se ajusten a las instrucciones del brief que hayáis recibido.

Como ya he mencionado, la fotografía de retrato está presente en muchas áreas de la fotografía; entre otros, los fotógrafos de música, deportes, alimentos, moda, fotografía documental e interiores/estilo de vida, realizan retratos como parte integrante de los encargos que reciben. Pero si pensamos que es un área de especialización que nos encaja, procuraremos retratar a todas las personas que conocemos y, a continuación, a varias personas que consideremos que tienen una apariencia interesante, una personalidad atrayente o experiencia en la vida. Todas las áreas fotográficas requieren tomar fotografías constantemente para perfeccionar el trabajo, sin embargo, la fotografía de retrato exige que el fotógrafo confíe en sus relaciones sociales y desarrolle la habilidad necesaria para la comunicación interpersonal. Esto solo es posible en el cara a cara con los sujetos, una y otra vez, hasta conseguir que tanto la confianza en sus dotes fotográficas como sociales se desarrollen lo suficiente para permitirle tomar el tipo de fotografías que desea.

¿QUÉ ES EL ESTILISMO APLICADO AL RETRATO? Si nos planteábamos trabajar en el ámbito de la fotografía de moda, pero nos hemos dado cuenta de que no sentimos la pasión por la moda necesaria, el retrato con estilismo es un área que quizá deberíamos considerar. Es posible que hayáis oído describir el retrato con estilismo como el retrato de famosos, ya que la mayoría de estos retratos comportan un estilismo, pero ¿qué quiere decir “con estilismo”? Es

sencillo; significa que un estilista ha traído a la sesión fotográfica una selección de prendas para vestir al sujeto que va a ser fotografiado. El énfasis de la sesión no se pondrá en las prendas, pero las prendas darán forma a la sesión. Lo que quiero decir es que la finalidad de la sesión no es en primer lugar la venta de prendas, aunque el famoso/la famosa fotografiado vestido con ellas es, en sí mismo, un anuncio publicitario. Muchos famosos tienen contratos con determinados diseñadores que los obligan a vestir únicamente sus prendas en cualquier sesión fotográfica; otros, en cambio, están dispuestos a experimentar con las prendas elegidas porque funcionan en las fotografías, aunque no las llevarían a diario. A veces, al final de la sesión, los famosos piden quedarse con la ropa y provocan una situación complicada para el estilista, pero ¡ese será su problema, no el del fotógrafo!

Este retrato, tomado por la fotógrafa Louise Boyne, autora también del estilismo, fue un encargo de un grupo musical que quería usarlo para marketing. A pesar de que el cantante y líder del grupo ha sido fotografiado vistiendo su propia ropa, la bandera añadida y la atmósfera general de la imagen hacen que sea una fotografía válida para un relato de moda.

Un buen fotógrafo siempre intenta, de forma activa, evolucionar y desarrollar sus procedimientos; su cualidad más importante es no dejar de cuestionarse. Maquillador: Alex Box El estilismo aplicado al retrato permite crear imágenes utilizando las últimas tendencias de moda para trabajar con editores y estilistas sin tener que crear un relato de moda. Aunque sea un trabajo que realizan muchos fotógrafos de retrato, también puede ser una forma interesante de introducirse en el mundo de la moda. Examinad la obra de estos fotógrafos de retrato Richard Avedon Chuck Close Irving Penn David Bailey William Klein Annie Leibovitz Franck Ockenfels III David LaChapelle Karsh Platon Jake Chessum Jim Fiscus August Sander Nadav Kander Chris Buck

BRIEF SENCILLO PARA RETRATO Si, como retratistas, os abruma la variedad de posibles opciones, os ofrezco un brief sencillo que os ayudará a centraros en un ámbito en el que podréis elegir a los sujetos que queréis fotografiar.

1. Decidid una zona específica próxima al lugar en el que vivís o estudiáis. Hay que delimitar la zona según las calles que os servirán como parámetros. 2. Marcaos un periodo de una semana para realizar el trabajo y, a continuación, recorred a diario la zona elegida, a la misma hora, en la misma dirección y siguiendo la misma ruta, fotografiando a la gente de la calle. 3. Acercaos a las personas, hablad con ellas cuando os suenen de vista para saber más sobre ellas, qué hacen y por qué están cada día en el mismo lugar. Fotografiadlas a diario y empezad a adquirir confianza para abordar a extraños.

Estos retratos de grupos musicales, realizados por la fotógrafa Courtney Brock, ilustran la posibilidad de crear fotografías innovadoras de forma creativa en distintas localizaciones, incluso cuando al principio pueda parecer que no ofrecen al fotógrafo demasiadas posibilidades para trabajar en ellas. Los fotógrafos que se dedican a la música se ven obligados a trabajar en lugares que no eligen, pero en los que deben crear imágenes adecuadas para la música de las bandas.

4. Al final de la semana, editad el trabajo y evaluad vuestros logros y fracasos, para luego definir una nueva zona y repetir los mismos pasos las semanas siguientes hasta que decidáis poner fin a la experiencia.

¿QUÉ NECESITAS PARA SER UN FOTÓGRAFO MUSICAL O DEPORTIVO? ¿Por qué he unido estos dos ámbitos? A pesar de que los temas son muy diferentes, el proceso para fotografiarlos y obtener estos encargos es muy similar. Ambos se basan en documentar una acción que se produce en entornos que suelen ser difíciles; los dos exigen que el fotógrafo se sumerja en una cultura específica; ambos requieren conocer el tema en profundidad; y los dos pretenden que el fotógrafo se haga invisible para obtener buenas imágenes.

Si haces algo con amor y pasión y cuentas una historia real, siempre tendrá, de un modo u otro, un público. Fotógrafo: Anton Corbijn Fotografiar pensando en obtener un retrato potente o disparar para pillarlos desprevenidos en un momento inesperado, te alejará de caminos trillados. Fotógrafo: Walter Ioos Para mí, ser invisible es confundirse con el entorno, acabar formando parte de él hasta tal punto que la gente que queremos fotografiar se olvide de que estamos ahí. En ese momento se consiguen esas fotografías que van más allá de la apariencia de un deportista o un artista. Sin embargo, para meterse en esas situaciones es necesario acceder a

ellas. Dicho acceso es la clave tanto en la fotografía deportiva como en la música: sin ella, el fotógrafo solo es otro miembro del público, alejado del tema; si tiene acceso, el fotógrafo conseguirá estar frente al escenario o en un lateral, incluso quizás entre bastidores, irá de gira con los músicos o conseguirá situarse al borde del campo o de la pista, en el centro de la acción, como un observador interno, situado tras la escena en la que están las personas que tiene que fotografiar. Para conseguirlo, es necesario obtener un pase de prensa o de fotógrafo para cada evento, sin limitaciones, si es posible. Es un pase dorado que, cuanto mayor y prestigioso sea el acontecimiento, más suele escasear y es difícil de conseguir. Sin embargo, obtenerlo no es imposible. Debemos hacerlo así, y nos ofrece lo siguiente: 1.

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El mánager del grupo musical, equipo deportivo u organizadores del evento entrega un pase de prensa o de fotógrafo como acreditación de prensa (una revista o un periódico pide a un fotógrafo que haga fotografías para ellos). El pase permite entrar en el recinto como fotógrafo profesional para tomar imágenes del concierto o del evento deportivo. Como la revista o el periódico es el cliente, se pondrá en contacto con el organizador antes de realizar el encargo al fotógrafo para saber si se le dará permiso y, si es así, saber cuántos fotógrafos habrá y cuáles serán las restricciones. Además de entregar un pase o una pulsera acreditativa, lo más habitual es que el mánager del grupo, del equipo o el organizador pida que los fotógrafos firmen un acuerdo antes de empezar a tomar fotografías. También suelen comprobar la importancia de la publicación: cuanta más influencia, mayor facilidad de acceso obtendrá el fotógrafo y, al contrario, cuanta menor sea, más le restringirán el acceso o incluso pueden denegarle el pase. Una vez obtenido el pase, el fotógrafo tendrá acceso al foso situado frente al escenario o, si se trata de un evento deportivo, al lugar designado para los fotógrafos. En general, solo se podrá fotografiar desde el foso durante las tres primeras canciones y después habrá que abandonarlo.

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En los acontecimientos deportivos, el fotógrafo suele tener permiso para fotografiar durante todo el evento, pero no hay que confiar en que los profesionales veteranos cedan su lugar al fotógrafo novato o que le faciliten la tarea haciéndole un hueco. Si no se conoce personalmente al mánager o al grupo musical, será imposible fotografiar desde el escenario o entre bastidores. Un pase normal no permite poner un pie en estos lugares sagrados; hay que tener un pase de acceso sin restricciones. Lo mejor de la fotografía deportiva y musical es que se puede tener la suerte de conocer y entablar amistad con gente que acaba de comenzar su carrera. Pueden tener vuestra edad, ¡quizá sean colegas del grupo de música del instituto o los capitanes de los equipos deportivos! En ese caso, pueden facilitaros el acceso a sus amigos, favoritos y a sus agendas, sin tener que pasar por el mánager. Las imágenes de los inicios de una carrera, tanto musical como deportiva, pueden convertirse en un archivo de gran valor.

Los apasionados de determinados deportes suelen dedicarse con entusiasmo a la fotografía de deportes extremos. Es un área de especialización que exige conocer el tema desde dentro para capturar imágenes convincentes y auténticas a la vez. El fotógrafo Rob Gifford es un apasionado del skateboarding y le encanta documentar este deporte, tal como ilustran sus imágenes.

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Independientemente del permiso de acceso que se obtenga, habrá que fotografiar fuera de las horas de trabajo, con condiciones de iluminación y atmosféricas de todo tipo. Si nos gusta enfrentarnos a imprevistos, tanto la fotografía deportiva como la musical nos ofrecerán aquello que buscamos.

No existe una pauta a la hora de hacer encargos de este tipo de trabajo. Por su naturaleza, los trabajos de fotografía musical suelen basarse en amistades y normalmente se difunden en línea, en revistas y portadas de CD, programas, camisetas y carteles, mientras que la fotografía deportiva sigue unas pautas de agencia, es decir, que los fotógrafos proveen a las agencias con relaciones internacionales para vender sus imágenes a revistas, televisión, clientes en línea y periódicos. Sin embargo, cuando un cliente realiza un encargo con una finalidad específica, las pautas de la fotografía de retrato se aplican tanto a la fotografía musical como deportiva.

Para capturar esa imagen especial, la espera es interminable. Se cree que los fotógrafos deportivos se limitan a estar ahí y disparan, pero no es así. Fotógrafo: Bob Martin Examinad la obra de estos fotógrafos de música Anton Corbijn Penney Smith Jill Furmanovsky Annie Leibovitz Kevin Cummins Mark Seliger Charles Peterson Janette Beckman Baron Wolman

Elliott Landy Gerard Mankovitz Ken Regan Mick Rock Brad Elterman Jenny Lens

¡DISPARA A LA BANDA! Si os interesa la música, quizá conozcáis a alguien de la banda del instituto o de vuestro barrio, y que veáis a grupos, cantantes y disyoqueis en los locales de vuestra zona. Si es así, estáis a un paso de conocerlos y de ir a verlos para fotografiarlos. Los grandes escenarios y los festivales tienen sus propios problemas, y a menudo oiréis quejarse a los fotógrafos de música profesionales de que ya no les permiten acceder a esos pequeños escenarios con ambiente, así que ¿por qué no aprovechar lo que tenéis a mano? Ofrezco algunas indicaciones para empezar: 1. Contactad con un local de vuestro barrio, enteraos de quién lo lleva y concertad una reunión con ellos. 2. Insinuadles que os gustaría ir durante un año y fotografiar gratis a las bandas, si no tienen a alguien que lo haga. (Es fundamental que no os entrometáis u os ofrezcáis para trabajar gratis si ya hay fotógrafos profesionales que hagan ese trabajo cobrando.) La idea es realizar una exposición a final de año, quizás en el local. A modo de agradecimiento, podéis regalarles algunas copias al acabar la exposición, y no olvidéis que es probable que vendáis alguna fotografía a la gente que aparezca en ellas. Si no tenéis suerte, dirigíos a otro local y volved a probar. 3. Investigad a los fotógrafos que hayan hecho encargos en locales pequeños y decidid qué funciona mejor como punto de partida para vuestro trabajo. Empezad a hacer un blog sobre ese trabajo y abrid una cuenta en Twitter para subir las imágenes a medida que desarrolléis el proyecto, con pies de foto que expliquen tanto las imágenes como vuestras experiencias al fotografiar. 4. Informaos sobre las bandas que vayan a tocar las próximas semanas, decidid cuáles os interesan más y elaborad un calendario para vuestras sesiones fotográficas. 5. Id al local por la tarde o a la hora que hayan quedado para hacer la prueba de sonido. Es un buen momento para conocer al grupo y a su mánager; realizad

retratos informales, pasad un rato con ellos y habladles sobre vuestro proyecto. Un consejo: hablad siempre con el mánager de la banda antes de hacerlo con los miembros del grupo y siempre antes de empezar a fotografiarlos. Explicadles de qué va el proyecto y mostradles imágenes de otras sesiones (podéis tenerlas en vuestro teléfono). Quizás el local os haya dado permiso para tomar fotografías, pero el mánager y el grupo siempre tienen la última palabra, así que no esperéis fotografiar a todas las bandas que pasen por ahí. 6. Si es posible, cada vez que fotografiéis a un grupo, aseguraos de hacerlo antes, durante y después del concierto. Archivad cada sesión y editad las imágenes más potentes de cada categoría. Utilizad las imágenes editadas para aprender qué estáis haciendo bien y cuáles son los fallos, solucionando los aspectos negativos al crear vuestras imágenes durante la siguiente sesión. 7. A finales de año reunid todas las imágenes editadas en una gran selección y cread vuestra exposición final, siguiendo el proceso de edición que se ha comentado en el capítulo 3. Un año puede parecer mucho tiempo (aunque pasará rápido), así que si queréis trabajar sobre el proyecto durante menos tiempo hacedlo, pero que no sea menos de un mes y solo si es un local muy activo que ofrezca conciertos cada noche.

FOTOGRAFÍA DE DEPORTES Las grandes fotos de deportes no tienen por qué tomarse en grandes acontecimientos deportivos; se pueden conseguir fotografiando al equipo del colegio, a unos amigos haciendo skateboard o a cualquier deportista local, hombre o mujer. Lo importante es acercarse y ser perseverante. Con un único disparo no se conseguirá “la foto”. A continuación, ofrezco unas indicaciones sobre las que trabajar para empezar a construir un grupo de trabajo. 1. Poneos en contacto con un equipo local. No importa a qué se dediquen, basta con que os interese el deporte que practican. Puede ser fútbol, ciclismo, béisbol, natación, atletismo, animación, cualquier cosa, y no importa la edad, jóvenes o ancianos. 2. Hablad con quien esté a cargo del equipo y explicadle que os gustaría pasar una temporada documentando a los miembros del equipo, antes, durante y después de sus eventos, con la idea de que el trabajo se convierta en una exposición al final de la temporada, que quizá pueda exponerse en la sede del club o en el local donde entrenan. Decid que ofreceréis al equipo algunas fotografías gratis al final de la temporada como agradecimiento, y no olvidéis que es probable que vendáis otras a las personas que salen en las fotografías.

3. Investigad sobre los fotógrafos que cubren los distintos deportes de forma profesional y sobre el tipo de imágenes que realizan y en qué momento. Luego cread vuestro propio enfoque; no intentéis reproducir lo que hacen. Haced vuestras imágenes más personales, ya que tendréis un mejor acceso del que tienen los fotógrafos profesionales con las estrellas internacionales. 4. Dividid vuestro trabajo en tres secciones: entrenamiento, competición y poscompetición. Utilizad distintos objetivos para cada una. Intentad crear primeros planos y fotos de ambiente del entrenamiento, fotos de acción de la competición (necesitaréis un teleobjetivo rápido) y retratos y fotos de ambiente de la poscompetición. 5. Aceptad que el trabajo pueda tomar distintas direcciones. Si conectáis con una o varias personas, documentadlas. Si el relato es sobre el equipo, aseguraos de mantener la narración clara a lo largo de toda la temporada: ¿ganan o pierden siempre?, ¿por qué la gente juega para este equipo?, ¿cuál es su historia?, etcétera. 6. Mantened separados los tres grupos hasta el final de la temporada y entonces reunidlos para crear una selección final para la exposición.

Examinad la obra de estos fotógrafos deportivos Mark Pain Marc Aspland Graham Watson Bill Frakes Max Rossi Bob Martin Ian MacNicol Barbara Walton Ed Mulholland Jorge Jiménez Vladimir Rys Mark J. Rebilas Bernard Brault Darren Heath Sergei Ilnitsky Erik Refner Neil Leifer Walter Iooss

¿QUÉ HACE FALTA PARA SER UN FOTÓGRAFO DE ALIMENTOS O BODEGONES? De nuevo he agrupado dos áreas de especialización porque comparten varios elementos tanto en el enfoque como en la práctica y el encargo. La fotografía de alimentos exige amar la fotografía de bodegón (y por supuesto ¡la comida!), y en la fotografía de bodegón debemos buscar la perfección, la composición, las texturas, los colores y la luz, elementos intrínsecos a la fotografía de alimentos. Si creéis que Dios está en los detalles, cualquiera de estas áreas de especialización –o ambas– pueden ser adecuadas para vosotros.

Si tienes un buen amigo que, además, sea un gran cocinero, o dispones de suficientes conocimientos para crear platos que puedan ser fotografiados, tienes una gran ventaja a la hora de explorar la fotografía de alimentos. La fotógrafa Emma Boyns prepara los pasteles y alimentos que fotografía, además de realizar el estilismo con el nivel profesional que exige esta área de especialización.

He pasado mucho tiempo trabajando con fotógrafos de bodegones y sé que no poseo la paciencia necesaria para dedicar mi tiempo a este trabajo, por lo tanto, si no sois capaces de mantener la atención y tenéis poca paciencia, no exploréis estos ámbitos. Sin embargo, si disfrutáis inventando conceptos creativos, controlando los problemas de iluminación, trabajando con cámaras de medio y gran formato, estando en el estudio y aportando enfoques innovadores a la fotografía de objetos cotidianos, la fotografía de bodegón puede ser adecuada para vosotros. Si además de esto, os apasiona la cocina, quizá sea el área en la que debáis centraros.

La fotografía de bodegón abarca un trabajo de estudio caracterizado por ser conceptual y altamente técnico a la vez y la documentación de objetos encontrados/vistos en su entorno. La sencilla composición gráfica creada por la fotógrafa Kasia Fiszer ilustra la importancia del equilibrio de color, composición y estilismo aplicado a los objetos de atrezo en la mejor fotografía de bodegón, habilidades que ha sabido trasladar al tríptico que documenta el taller de un artista. La imagen de los macarrones multicolores fue creada por la fotógrafa Catherine Walter e ilustra la importancia de comprender el enfoque para que funcione la imagen de un bodegón.

A pesar de haber agrupado estas dos áreas, existen algunas diferencias entre ellas. Los verdaderos fotógrafos de bodegones son una raza especial, muy dotados técnicamente tanto a nivel de conocimientos como de práctica, preparados para dedicar horas a fotografiar un único objeto o grupo de objetos, y maestros en la reducción y control de reflejos y luces altas. Es así cuando se trata de fotógrafos especializados en joyería y productos de belleza. En los últimos años, a estas habilidades se ha sumado la posproducción. Es posible conseguir que alguien lo haga en vuestro lugar, pero es mejor y más rápido si lo podéis hacer vosotros mismos y facturar la posproducción al cliente. El fotógrafo de bodegón es el máximo solucionador de problemas visuales y necesita tener un cerebro y un ojo capaces de resolver las inverosímiles demandas del cliente para contribuir a la venta del producto.

Esta selección de imágenes creadas por la fotógrafa Catherine Walter ilustra su habilidad no solo como fotógrafa sino también como estilista. Todos los elementos que ha utilizado en estas imágenes los ha comprado en tiendas solidarias, rastros, subastas en línea y grandes almacenes.

Tienes que desear comerte los alimentos que aparecen en la página. Deben parecer sabrosos y frescos. Fotógrafo: David Loftus Según el área de la fotografía de alimentos que se quiera trabajar, se pueden encontrar ámbitos que ofrecen más oportunidades para trabajar de manera informal. Si queréis, podéis adoptar un enfoque de estudio similar al del fotógrafo de bodegón tradicional o puede que queráis trabajar únicamente con luz natural y fuera del estudio; quizá prefiráis fotografiar a los productores y cultivadores, o la elaboración y creación de productos y platos; lo más probable en este ámbito es que os apetezca probar y quizá continuar realizando una mezcla de todas estas cosas. Con la fotografía de alimentos se pueden explorar distintos enfoques para realizar las imágenes: el bodegón, el documento y el retrato. Cada práctica responde a distintos tipos de encargo; aquí tenéis un esquema de cómo deberéis trabajar tanto si lo hacéis como fotógrafos de alimentos o bodegones en estudio o fuera de él, fotografiando productos o platos elaborados. 1.

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Como en cualquier área de fotografía profesional, os encargarán una serie de imágenes basadas en un relato, por ejemplo, ensaladas de primavera, sopas sustanciosas, bolsitos de piel lujosos o lápices de labios. Lo más probable es que el encargo vaya acompañado de un detallado brief o pliego de instrucciones creativo, en el que el cliente hará hincapié en sus ideas y conceptos. Puede o no dejaros espacio para introducir alguna propuesta; de cualquier modo, el cliente cuenta con que el fotógrafo colabore a la hora de encontrar los elementos de atrezo y resuelva cómo plasmar sus conceptos. Es posible que tengáis que trabajar en equipo durante la sesión fotográfica y en la preproducción (la preparación para la sesión). En el caso de fotografía de alimentos,

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trabajaréis con un especialista en economía doméstica (que revisará las recetas y cocinará los alimentos ese día), un estilista (que aportará los elementos de atrezo) y el director de arte (que trabajará con vosotros para crear las imágenes finales). Este mismo equipo interviene en la realización de un bodegón, aunque el especialista en economía doméstica será sustituido por un editor de belleza, de complementos o de moda, según los elementos que deban fotografiarse. Por supuesto, a todo ello se puede añadir al menos un cliente, más un representante de la agencia publicitaria si es la sesión fotográfica para un anuncio. Tanto si trabajáis en estudio como en alguna localización, para este tipo de trabajo es necesario utilizar una cámara de medio o gran formato conectada a un portátil o un ordenador con pantalla para que pueda verse y discutirse cada imagen. Todas las personas presentes tendrán su opinión y deberéis ser capaces de lidiar con ellas y controlar la discusión educadamente pero con firmeza. Fruto de este debate sobre la imagen, durante la sesión tomaréis decisiones junto con el equipo y el cliente para decidir qué fotografía funciona mejor; de este modo, el proceso de edición será mucho más sencillo. Sin embargo, es posible que también tengáis que hablar sobre posibles cambios en la imagen que deberán hacerse en la posproducción; por ello es recomendable ir anotándolos durante todo el día, repasarlos al final con el cliente y plasmarlos en un correo electrónico antes de gastar tiempo y dinero poniéndolos en práctica. Una buena sesión fotográfica producirá imágenes que gustarán a todos y harán feliz al equipo. Es vital e incumbencia del fotógrafo conseguir esta segunda parte: estas sesiones fotográficas suelen realizarse bajo mucha presión y será necesario que, al crear las imágenes, el fotógrafo encuentre un equilibrio entre una actitud de concentración intensa y otra de humor mesurado.

Uno de los beneficios que tiene experimentar con esta especialización fotográfica es que el tema es fácilmente accesible y fotografiable, siempre que se busquen objetos que ofrezcan posibilidades creativas. No es fácil fotografiar un plátano, pero una cebolla recién arrancada ofrece una vasta gama de posibilidades. Así pues, como sucede en todas las áreas de la fotografía, no hay que empezar con demasiadas ambiciones: hay que hacer las cosas de forma sencilla, experimentando con la iluminación y perfeccionando las habilidades técnicas al fotografiar objetos que poseamos o productos alimentarios sencillos adquiridos a un productor local o en un mercado, evitando productos demasiado perfectos como los de los supermercados. Si os gusta la idea de trabajar en una u otra de estas áreas, aquí tenéis algunas indicaciones para empezar.

EMPEZAR A FOTOGRAFIAR ALIMENTOS En los últimos años, la fotografía de alimentos ha experimentado una revolución gracias a la proliferación de blogueros sobre este tema, gente apasionada por la comida que escribe sobre ella y la fotografía por placer, sin atender a encargos o sin que les paguen. Estos blogueros han contribuido a que se abandone una fotografía de alimentos con un estilismo excesivo y se tienda a unas imágenes mucho más “creíbles”. Sin embargo, es importante comprender las nociones básicas de la iluminación y la composición si se quiere tener una carrera en la fotografía profesional de alimentos. A continuación, ofrezco unas simples indicaciones para ir por el buen camino. 1. En el estudio, cread un espacio donde colocaréis dos tableros blancos formando una “L”. Es mejor situarlos cerca de una ventana orientada hacia el norte, pues esta será la tercera pared del espacio del estudio y habréis creado un estudio con luz diurna. 2. Elegid un producto alimenticio como, por ejemplo, una manzana, una pera, una cuña de queso, una hogaza de pan –algo que tenga textura, forma y colores interesantes–. Colocad el elemento en vuestro espacio de estudio y tomad una serie de imágenes del mismo a lo largo del día, a medida que cambian las condiciones de luz. Fotografiad el objeto sobre el fondo blanco que habéis creado e introducid un trozo de terciopelo negro para ver cómo cambian las imágenes. Podéis añadir también un trozo de madera, de pizarra o de piedra a modo de base y volver a fotografiar el elemento. Este estudio que hemos creado nos servirá

como centro de pruebas para la iluminación y las texturas. 3. Como parte de este proceso, introducid algún elemento de atrezo que hayáis comprado para desarrollar vuestras habilidades compositivas.

Como ya he señalado, un fotógrafo profesional de alimentos suele trabajar con un especialista en economía doméstica y un estilista, pero al principio no suele ser así; tendréis que cocinar y buscar los elementos de atrezo vosotros mismos. Buscar los elementos de atrezo no es tan complicado, solo exige llenar un armario con tablas de cortar, superficies con interesantes texturas, vajillas de porcelana, cuberterías, salseras, tazas, boles y fuentes lo más baratos posible. Cocinar puede ser más problemático: cuando empecéis, necesitaréis crear platos con un nivel adecuado para ser fotografiados (en todas las fotografías de alimentos de este libro, los platos fueron cocinados y presentados por los estudiantes de fotografía que tomaron las imágenes). Este nivel de preparación de platos no es imposible de alcanzar, pero supone un reto del que debéis ser conscientes cuando paséis de fotografiar productos a fotografiar platos acabados. Examinad la obra de estos fotógrafos de alimentos Simon Wheeler Tessa Bunney Jean Cazals Tim Clinch Jonathan Gregson Laura Hynd Jason Lowe David Loftus Tessa Traeger Marcus Nilsson David Munns Clare Barboza Carl Warner Carol Sachs Sarka Babicka Toby Glanville Jonathon Lovekin

FOTOGRAFIAR UNA SERIE DE OBJETOS ENCONTRADOS Un ejercicio divertido es encontrar objetos y fotografiarlos experimentando con la iluminación de las composiciones y creando entornos para bodegones. No soy partidario de gastar mucho dinero en elementos de atrezo, así que, como en el brief de moda, aquí también tendréis que recurrir a las tiendas de beneficencia, los mercadillos y los rastros. 1. Estableced un presupuesto y comprad seis elementos que os interesen relacionados con un tema. Por ejemplo, comprad una serie de vasos, botellas vintage, platos decorativos, cualquier cosa que plantee retos visuales para crear una imagen. 2. Una vez tengáis los elementos, decidid qué vais a utilizar a modo de superficie para colocarlos y cuál será el fondo. Pensad en superficies reflectantes, texturas, dibujos y colores. Elegid la atmósfera que deseáis para vuestra imagen y la iluminación que vais a utilizar. 3. Cread una composición con los objetos, colocándolos uno a uno en el entorno que habéis creado. Cada vez que añadáis un elemento, encuadrad y comprobad la iluminación, y fijaos en las luces altas y en las zonas de sombra. Recolocad los focos y utilizad pequeños trozos de cartulina para hacer que rebote la luz y trozos de cartulina recubiertos de papel de aluminio para reflejarla. Construid vuestra composición hasta que consideréis que habéis conseguido una buena imagen. 4. Si habéis disfrutado del proceso, comprad más elementos pensando en otro tema.

Las fotografías de interiores exigen que el fotógrafo comprenda cómo se crea un relato que explique el funcionamiento de una casa y cómo viven las personas en ella a través de sus posesiones y elecciones decorativas. Aquí, la fotógrafa Kasia Fiszer ilustra cómo asociar imágenes y aislar centros de interés.

Examinad la obra de estos fotógrafos de bodegón Paul Bowden Graeme Montgomery Mark Mattock Guido Mocafico Ori Gersht Stephen Lewis Carlton Davis Lacey Sebastian Mader Sam Kaplan Jenny Van Sommers Michael Baumgarten Jonathan Kantor Irving Penn Edward Weston Jonathan Knowles

¿QUÉ NECESITAS PARA SER UN FOTÓGRAFO DE ESTILOS DE VIDA, INTERIORES, ARQUITECTURA O VIAJES? Esta vez he reunido cuatro áreas de especialización, ya que todas poseen elementos similares en su creación fotográfica y en el proceso de encargo. De hecho, en muchos aspectos, cada una requiere elementos de las demás, aunque se consideren áreas de especialización. También exigen habilidad para realizar retratos.

Unas veces mis imágenes hablan de la persona, y el interior funciona como un apéndice; otras, la persona no aparece. Intento explorar qué tiene la gente en sus vidas. Fotógrafo: James Merrell

Empecemos por la fotografía de interiores. Rara vez se habla o se escribe sobre el género de la fotografía de interiores, pero mientras los fotógrafos de interiores desarrollan calladamente su trabajo creando imágenes que dan forma a los hogares en los que vivimos. A menudo se confunde con “estilo de vida” –término débil, vago y general que malinterpreta el arte de la fotografía de interiores (pero, por favor, no queráis que empiece ahora a hablar del mal uso del término “estilo de vida”, lo explicaré más adelante en esta sección). Desde los primeros experimentos fotográficos de William Fox Talbot, la práctica fotográfica se ha obsesionado por documentar espacios: los interiores y exteriores de los edificios en los que vivimos. Su fundamento ha sido la captura de la luz y el retrato de lo verdadero, a través de una composición controlada y detallada de la vida cotidiana. Estos objetivos son también el fundamento de la fotografía de interiores; aquí, en el mundo del fotógrafo de interiores, no hay espacio para trucos de Photoshop, encuadres chapuceros o imágenes más iluminadas. Si disfrutáis con el diseño, la arquitectura, con la forma en que vive la gente y con la creación de imágenes fotográficas basadas en la composición, las texturas y el color, la fotografía de interior es adecuada para vosotros.

Para crear buenas imágenes de arquitectura, para el fotógrafo es esencial comprender las intenciones del arquitecto al crear el edificio: cómo interacciona con su entorno y cómo se utiliza. El fotógrafo Liam Clarke ilustra todos estos aspectos en esta serie de imágenes tomadas de una selección de reportajes que documentan edificios construidos en el Reino Unido y Alemania.

La fotografía de interiores no exige una enorme destreza técnica para iluminar (salvo si se fotografía un set de una campaña de publicidad), pero sí requiere que el fotógrafo sepa cómo funciona una habitación, cómo se entreteje el espacio y de qué manera participan los elementos que hay en él para crear un relato que narre cómo vive la persona en la casa. Con frecuencia, hay que realizar retratos como parte del encargo para fotografiar interiores; generalmente, se harán dentro de la casa y formarán parte del relato, junto con las imágenes de las habitaciones sin personas. No hay que confundir esto con la fotografía de arquitectura, un área de especialización concreta que exige una técnica depurada. La fotografía de arquitectura consiste, generalmente, en encargos realizados por arquitectos para crear la documentación de su trabajo; exige una gran experiencia técnica para capturar la esencia estructural de los edificios y de los entornos arquitectónicos y, al mismo tiempo, una refinada habilidad estética para comprender la visión del arquitecto. Igual que con las demás áreas de especialización fotográfica, es necesario sentir pasión por el tema; en esto no difiere la fotografía de arquitectura. Así pues, si os gusta la arquitectura y cómo se construyen los edificios, debéis dirigiros hacia la fotografía de arquitectura como enfoque para vuestra carrera y no hacia la fotografía de interiores. Por supuesto, el fotógrafo de interiores o de arquitectura recibe encargos para fotografiar casas en cualquier lugar, también en el extranjero, así que los desplazamientos se convierten en una parte intrínseca del trabajo. No solo deberá fotografiar la casa, sino situarla en su contexto, en su entorno. Los fotógrafos de viaje se centran, por supuesto, en el entorno del viaje para crear sus relatos. Solo hay que echar una ojeada a revistas como National Geographic y Condé Nast Traveler para ver el abanico de historias que cuentan los fotógrafos documentales de viaje, desde temas relacionados con el medio ambiente hasta crisis poblacionales, desde desastres naturales hasta la exploración del comportamiento de la vida salvaje. Por desgracia, son pocos los clientes para este tipo de trabajo, y

los fotógrafos de viaje que no reciben encargos de revistas como las mencionadas o de ONG (organizaciones no gubernamentales) pasan gran parte de su tiempo proponiendo historias e ideas a clientes o financiando sus propios reportajes para ofrecer imágenes a las agencias o bancos de fotografías. En un mundo en el que la mayoría tenemos la posibilidad de viajar, el reto del fotógrafo de viaje consiste en encontrar historias nuevas e importantes. No pretendo desanimar a nadie que quiera dedicarse a la fotografía de viaje, pero debe ser consciente de la importancia de la historia y de que en este negocio no basta con crear hermosos paisajes.

La responsabilidad es tuya: debes tener un estilo y una mirada fuertes y ojo para esas grandes historias que buscan los medios. Nunca ha sido tan fácil, nunca ha sido tan difícil, pero al mismo tiempo nunca ha habido tantas oportunidades. Fotógrafo: Ed Kashi Este alejamiento del encargo fotográfico también ha afectado al mercado de las fotografías de interiores, que antes solo se basaba en los encargos. Actualmente, las revistas buscan historias y están abiertas a los fotógrafos que tienen imágenes de casas a las que han accedido y podido fotografiar para la revista, si la revista quiere pagarles por ello. Esta forma de proponer imágenes raramente funciona en otras áreas de especialización, pero es un factor determinante en el ámbito de la fotografía de interiores. La revista espera ver lo que se conoce como imágenes de “reconocimiento” (instantáneas del interior y exterior de la casa), así como información de referencia sobre sus propietarios. Si les gusta lo que ven y perciben que sois capaces de realizar un trabajo fotográfico razonable, tendréis muchas posibilidades de que os hagan un encargo. El secreto del éxito, sin embargo, está en comprender qué tipo de casas muestra y quiere la revista y qué hace interesante a un interior. Estos reportajes hechos por cuenta propia también suponen unos

ingresos razonables si se entregan a agencias o bancos de fotografías para su venta. Veremos cómo funciona en el capítulo 7, pero es un proceso fácil de entender y acometer para muchos fotógrafos que buscan una forma de ganar dinero cuando escasean los encargos. La respuesta radica en la pregunta: la fotografía de estilos de vida trata sobre estilos de vida y, por lo tanto, incluye una amplia gama de áreas de fotografía que comprenden el retrato, la fotografía de interiores, de alimentos, de bodegón, de niños, de animales de compañía…, es decir, cualquier elemento que conforme nuestra vida cotidiana. El aspecto interesante de la fotografía de estilo de vida es la interpretación que se hace del estilo que se fotografía. La tendencia para este tipo de trabajo es que muestre la idea que tiene el cliente de la perfección familiar; esto, a su vez, conduce a un trabajo que suele ser muy bonito, pero con una estética genérica. En resumen, la fotografía de estilo de vida a menudo presenta una serie de escenas construidas, de clichés débiles en un mundo optimista y edulcorado. Por eso, yo tengo ciertos problemas con el término “estilo de vida”. Si queréis fotografiar este tipo de trabajos, hacedlo, pero, por favor, evitad los clichés. Examinad la obra de estos fotógrafos de interiores James Merrell Simon Upton Horst P. Horst Francois Hallard Ingrid Rasmussen Jan Baldwin Todd Selby (‘The Selby’) Tim Street-Porter

EMPEZAR A FOTOGRAFIAR INTERIORES Existe la creencia popular de que la fotografía de interiores consiste exclusivamente en fotografiar casas bonitas, pero no tiene por qué ser así. El arte de documentar espacios para vivir es siempre el mismo, independientemente

de las cualidades decorativas de las habitaciones que estemos fotografiando. Aquí tenéis una serie de indicaciones para empezar: 1. Preguntad a vuestros amigos si podéis fotografiar sus dormitorios. 2. Cread un relato sobre cada habitación, fotografiando la estancia desde distintos ángulos, y realizando algún bodegón de objetos y colecciones que haya en la habitación, así como un retrato de la persona sentada en su cama. 3. Al acabar cada sesión, editad las imágenes. Intentad fotografiar cuantas más habitaciones mejor.

FOTOGRAFIAR EDIFICIOS ¿Alguna vez os habéis fijado en el edificio al que acudís a clase diariamente? Me refiero a si realmente os habéis fijado en él. ¿Con qué materiales está construido?, ¿cómo baña la luz las paredes?, ¿cómo se ha ampliado a lo largo de los años? Este proyecto os permitirá comprobar si realmente es así y os ayudará a comprender por qué los edificios se diseñan con un propósito. 1. Ante todo, conseguid un permiso para fotografiar el edificio y preguntad si podéis acceder a él la mañana anterior a la llegada de los estudiantes. Sugerid la posibilidad de, al acabar, exponer el trabajo en la institución. 2. Empezad por fotografiar el edificio, incluyendo su entorno. Luego fotografiad texturas, los puntos de encuentro de las paredes y las estructuras que soportan el edificio. 3. Moveos alrededor del edificio, investigad y documentad la construcción, centraos en los elementos que aportan personalidad a la arquitectura. 4. Cuando consideréis que habéis documentado con éxito el edificio, editad vuestro trabajo y producid una serie de imágenes que cuenten un relato sobre el mismo y puedan exponerse.

Examinad la obra de estos fotógrafos de arquitectura Jim Stephenson Dennis Gilbert Daniel Hewitt Simon Kennedy

Roland Halbe Nicolas Grospierre Fernando Guerra Iwan Baan Helene Binet Julius Shulman

ENCUENTRA UN RELATO DE VIAJE PARA CONTAR La mayoría de nosotros vamos de vacaciones y volvemos con una serie de imágenes que documentan dónde hemos estado, con quién y qué hemos hecho. Pero ¿cuántos nos fijamos en la vida de las personas que viven en la zona que visitamos? Aquí tenéis unas indicaciones para animaros a hacer esto y crear un relato documental del viaje. 1. La próxima vez que vayáis de vacaciones con vuestra familia o amigos, encontrad tiempo para explorar la zona que estéis visitando y las personas que viven en ella. 2. Hablad con ellos y descubrid cómo viven, qué hacen y por qué. A través de las conversaciones, intentad encontrar una o varias historias para fotografiar. Esto puede ser tan sencillo como documentar cómo vive una familia o la vida de un pescador o de un campesino. Son ideas bastante obvias y estoy seguro de que seréis capaces de mejorarlas. 3. Una vez hayáis elegido vuestra historia, cread una serie de imágenes que cuenten el relato que os interesa, dedicando al proyecto un rato diario durante vuestras vacaciones. 4. Editad el trabajo a medida que avancéis, añadid a la historia aquellos aspectos que necesitéis y decidid qué otros ya quedan cubiertos. 5. Al final de vuestras vacaciones tendréis un recuerdo único de vuestra estancia y un conocimiento profundo del lugar en el que habéis estado del que carecerán el resto de vuestros compañeros de viaje. Quizás incluso hayáis conseguido hacer buenos amigos y tendréis motivos para volver.

Examinad la obra de estos fotógrafos de viaje

Ed Kashi Timothy Allen Art Wolfe Jack Hollingsworth Bob Krist Sam Abell Thomas Abercrombie Sebastião Salgado

¡NO HAS MENCIONADO LO QUE YO QUIERO HACER! Las especializaciones fotográficas en las que me he centrado son las principales áreas de encargos fotográficos que cubren tanto el ámbito editorial como el publicitario. Pero, por supuesto, existen muchas otras áreas y subgéneros dentro de las mismas. Cuando existen subgéneros, por ejemplo, fotografía de deportes extremos, suelen seguir las mismas reglas que he señalado para la fotografía de deportes, y lo mismo puede aplicarse a la fotografía de moda urbana entendida como subgénero de la fotografía de moda. Sin embargo, si lo que os interesa es el paisaje, los animales de compañía o la vida salvaje, son temas que no he incluido porque no son áreas de especialización que suelan depender de encargos. Suelen ser la respuesta al enfoque que adopte cada fotógrafo para crear un negocio en torno a sus pasiones fotográficas, y que cubra sus necesidades económicas. Algunos se dedicarán a tiempo parcial a la enseñanza o a impartir talleres para cubrir los gastos de su trabajo, otros a la publicación de libros, buscarán becas y ayudas y ¡muchos fotógrafos paisajistas suelen producir sus propios calendarios y tarjetas de felicitación!

FOTOGRAFÍA ARTÍSTICA CONTEMPORÁNEA

Existe una situación similar para los fotógrafos que no quieren formar parte del mundo de la fotografía profesional de encargo y que prefieren crear libremente, sin interferencias comerciales. Cualquiera que desee ganarse la vida como fotógrafo necesita que alguien pague por su fotografía. No tiene por qué ser en forma de encargo; puede ser comprando una fotografía, un libro, un cartel o, como acabo de decir, a través de becas y ayudas que pueden solicitarse. Si os ganáis la vida con vuestra fotografía, de forma total o en parte, es vuestra profesión y, por lo tanto, sois fotógrafos profesionales. Es importante comprenderlo, ya que se requiere tanto esfuerzo para promocionar y realizar el marketing de una exposición de la propia obra o un libro como el que exige conseguir encargos de clientes. En el pasado existía la creencia (y en algunos lugares sigue siendo así) de que la fotografía artística era intelectual y estéticamente superior a la fotografía de encargo, a pesar de que algunos de los más icónicos fotógrafos de arte del último siglo también aceptaron encargos de revistas. En la actualidad, defender esa postura es aún más ridículo, ya que fotógrafos como Nadav Kander, William Eggleston, Nan Goldin, Larry Clark y Ryan McGinley se mueven entre los ámbitos editoriales, publicitarios y artísticos. Si creéis que solo queréis trabajar en vuestra obra, debéis averiguar cómo vais a financiaros y a financiar vuestro trabajo. Podéis seguir a muchos fotógrafos que trabajan de este modo en Twitter, asistir a sus charlas y observar y leer las entrevistas que les hayan hecho en línea para poneros en contacto con aquellos cuyo trabajo os interese y averiguar cómo han establecido su propia práctica fotográfica.

¿SER O NO SER AYUDANTE? Durante años, la vía más eficaz para adentrarse en el mundo de la fotografía profesional fue siendo ayudante de un fotógrafo reconocido. Prácticamente todos los fotógrafos tenían como mínimo un ayudante que

cargaba la película en las cámaras, movía los focos, llevaba las bolsas, preparaba té y café y prestaba su ayuda. Nunca se les pagaba lo suficiente, a pesar de que muchos trabajaban a tiempo completo para los fotógrafos, pero la experiencia que adquirían al estar presentes en las sesiones fotográficas y en los encuentros con los clientes era inestimable. Sin embargo, los reducidos presupuestos y la aparición de la fotografía digital supusieron una disminución drástica del número de ayudantes utilizados que no supuso un aumento de sus honorarios. Aunque ¡aumentó el trabajo! Se sigue demandando que los ayudantes preparen té y café, muevan los focos, carguen con objetos pesados, pero ahora además tienen que desempeñar el papel de ayudantes digitales. El equivalente digital de cargar y descargar la película de la cámara es ahora descargar los archivos, cambiar las tarjetas de memoria y abrir los archivos descargados utilizando un paquete de software como Photoshop, Lightroom o Capture One. Por lo tanto, es obvio que si queréis trabajar como ayudantes deberéis hacer todas estas tareas y, además, desempeñar los papeles más tradicionales propios de un ayudante. El nivel de vuestra competencia digital será decisivo para vuestro progreso como ayudantes. Muchos realizan el trabajo menor de posproducción para los fotógrafos con los que trabajan, mientras que otros progresan y acaban realizando operaciones digitales de alto nivel durante las sesiones fotográficas, lo que hace que cobren un buen sueldo. Los otros papeles que han aparecido en los últimos años y que desempeñan los ayudantes son ayudante para redes sociales y ayudante para cine. El papel del ayudante de redes sociales supone subir a la cuenta de Twitter del fotógrafo imágenes de la sesión fotográfica a medida que se desarrolla, así como tomar fotografías de cómo se desarrolla la sesión para la cuenta de Instagram. Conozco a un cliente que no solo quería que el fotógrafo tuviera un ayudante capaz de realizar ese trabajo, sino que estaba dispuesto a pagar una tarifa extra para que el ayudante

subiera las imágenes a su propia cuenta. Tal como ya he comentado, la habilidad para crear imágenes en movimiento se ha convertido en una de las prácticas esenciales de los conocimientos de cualquier fotógrafo del siglo XXI y cada vez más se exige a los ayudantes que creen las imágenes del making of, de lo que ocurre tras las cámaras durante la sesión, imágenes que el fotógrafo debe facilitar. Un buen ayudante que también sea capaz de filmar y editar, se convierte en alguien valioso que cualquier fotógrafo profesional querrá contratar.

No importa si fotografías a un porteador en un mercado de Marrakech o si estás fotografiando al rey de Marruecos. Debes tener el mismo enfoque empático. Básicamente, debes ser agradable con todo el mundo. Fotógrafo: Albert Watson El papel del ayudante de fotógrafo sigue existiendo y constituyendo una estupenda experiencia de aprendizaje, aunque sean menos los puestos disponibles y, por lo tanto, se haya convertido en un sector muy competitivo. Esto supone que los ayudantes con conocimientos medios sean prescindibles y que los que apenas tienen conocimientos no consigan empleo. Trabajar como ayudante es físicamente duro y no es recomendable para los que no se sientan verdaderamente comprometidos. Supone trabajar muchas horas, con horarios poco habituales y acabar tan agotado al final de la semana que lo último que querréis será ocuparos de vuestras propias fotografías. Pero, a pesar de todo, puede ser una opción para algunas personas. Si os preguntáis cómo conseguir trabajo de ayudante, os diré que existen dos formas. La primera es acercarse a algún fotógrafo al que admiréis. No le llaméis por teléfono ni le enviéis un correo electrónico diciéndole que os gustaría ser su ayudante, a menos que tengáis experiencia previa;

pedidle su opinión sobre vuestro trabajo y una posible cita para que os aconseje. Si funciona, preguntadle si podríais asistir a alguna sesión fotográfica; si también funciona, preguntadle si existe la posibilidad de ayudarle otra vez sin cobrar. Lento pero seguro, si lo hacéis bien en cada etapa, acabará considerándoos posibles futuros ayudantes. La otra alternativa es presentar una solicitud para un puesto de ayudante en algún gran estudio de los que se suelen alquilar. Este tipo de infraestructuras existen en la mayoría de las grandes ciudades, y todas suelen contratar a personal fijo y tener una lista de ayudantes freelance que normalmente recomiendan a los fotógrafos que alquilan el estudio. El tiempo en el que todos los fotógrafos tenían su propio estudio pasó hace mucho; actualmente, los fotógrafos alquilan el estudio que necesitan para un determinado trabajo y estas infraestructuras ofrecen un servicio completo con equipo y ayudante, que después se factura directamente al cliente. Estas infraestructuras son lugares estupendos para trabajar si queréis adquirir experiencia trabajando con varios fotógrafos locales e internacionales, pero necesitaréis estar disponibles siete días a la semana, veinticuatro horas al día. Las diez fotografías cuyos precios de venta han sido más altos Si tenéis alguna duda sobre el valor de las fotografías en las subastas y en el mundo del arte, examinad los precios que han alcanzado estas fotografías. 10. Billy the Kid (1880): Fotógrafo: desconocido, 2,3 millones de dólares 9. Untitled #153 (1985): Fotógrafa: Cindy Sherman, 2,7 millones de dólares 8. The Pond Moonlight (1904): Fotógrafo: Edward Steichen, 2,9 millones de dólares 7. Los Angeles (1998): Fotógrafo: Andreas Gursky, 2,9 millones de dólares 6. 99 Cent II, Diptychon (1999): Fotógrafo: Andreas Gursky, 3,3 millones de dólares 5. Untitled (Cowboy) (1989): Fotógrafo: Richard Prince, 3,4 millones de dólares 4. Dead Troops Talk (1992): Fotógrafo: Jeff Wall, 3,7 millones de dólares 3. For Her Majesty (1973): Fotógrafos: Gilbert & George, 3,7 millones de dólares 2. Untitled #96 (1981): Fotógrafa: Cindy Sherman, 3,9 millones de dólares 1. Rhein II (1999): Fotógrafo: Andreas Gursky, 4,3 millones de dólares

EL BUENO, EL MALO Y EL CAPUCHINO ¿Quién os encargará un trabajo? A veces será alguien con experiencia en encargos fotográficos, como, por ejemplo, un director de arte o un art buyer, o un editor de fotografías. Sin embargo, lo más habitual es que tenga muy poca experiencia o conocimiento en el ámbito de la fotografía. Quizá creáis que los dos primeros son los más indicados para realizar un encargo, pero no es tan sencillo. En todas las áreas de los encargos fotográficos existen malos clientes, no importa qué título o cargo tenga quien realice el encargo. Distingo tres tipos de personas dentro del mundo de los encargos: el bueno, el malo y el capuchino.

El Bueno El bueno adora y comprende la fotografía y suele encargar trabajos a los fotógrafos cuya obra admira y considera adecuada para el encargo. Por lo tanto, deja espacio a los fotógrafos para que hagan e interpreten el brief. Puede aparecer en el lugar de la sesión, pero, si lo hace, será para apoyar y aconsejar al fotógrafo cuando sea necesario. En el momento en el que se le presenta el trabajo realizado, suele defenderlo y abogar por las imágenes creadas. Ve su trabajo como una vocación y como parte de lo que es.

El Malo El malo no hará nada de lo anterior. Tiene escasos conocimientos o amor por la fotografía y considera su trabajo como un trabajo y nada más. Da al fotógrafo un brief y suele esperar algo distinto. Si aparece en el lugar de la sesión,

interfiere y sus sugerencias suelen ser inadecuadas. Cuando se le entrega el trabajo, no suele defender lo que el fotógrafo ha hecho y le echa la culpa por no haberle escuchado si alguien critica las imágenes.

El Capuchino Desde el principio, el capuchino tendrá un trato fácil, dará la sensación de que el fotógrafo dispone de total libertad, le dirá que no suele entregar un brief, se presentará en el lugar de la sesión, se tomará un capuchino y se marchará, diciendo que tiene que volver al despacho. Cuando se le muestra el trabajo, se sorprende de que el fotógrafo no haya hecho lo que él pensaba que haría, a pesar de que nunca dijo qué quería. Jamás defiende el trabajo del fotógrafo y solo mira sus propios intereses. Lo habitual es cruzarse con los dos últimos tipos y, solo ocasionalmente, conocer a alguien del primero. Cada uno debe decidir qué trato tendrá con ellos, si va a trabajar más de una vez con el malo o el capuchino, pero lo cierto es que, cuando salen mal, se aprende mucho del negocio de los encargos; y si se trabaja con gente capaz, se aprende mucho de fotografía.

Ideas visuales mezcladas con tecnología combinada con una interpretación personal equivalen a fotografía. Cada uno debe ser competente en lo suyo; si no es así, la cosa se derrumba. Fotógrafo: Arnold Newman

CAPÍTULO 6

LA IMPORTANCIA DE LA IMAGEN EN MOVIMIENTO

HAY MUCHAS PROBABILIDADES DE que, independientemente del equipo que utilicéis para tomar fotografías, podáis crear imágenes en movimiento, pero me pregunto cuántos de vosotros soléis pulsar el botón para hacer películas, con qué frecuencia lo hacéis, ¡y si lo hacéis! Contestad a estas preguntas, pero la cuestión más importante que debo responder en vuestro lugar es ¿por qué hablamos de imagen en movimiento o de filmar en un libro para fotógrafos?

Las imágenes fijas pueden ser en movimiento y las imágenes en movimiento pueden ser fijas. Ambas confluyen en los paisajes sonoros. Fotógrafo: Chien-Chi Chang Empecemos por el principio y decidamos qué somos en cuanto que fotógrafos. Todo lo que he dicho hasta ahora debe conduciros a dos conclusiones y a dos respuestas ante la pregunta de cuál es el papel del fotógrafo profesional en siglo XXI. Estas respuestas son: un solucionador de problemas visuales y un contador de historias visuales. Por lo tanto, si damos esto por bueno, ¿por qué el fotógrafo debe limitarse a la imagen fija cuando se ve envuelto en estas actividades? Si la cámara ofrece otra posibilidad creativa, ¿debemos ignorarla? O ¿creemos que los fotógrafos solo deben y pueden hacer fotografías fijas? La respuesta es, por supuesto, ¡no! Para los fotógrafos profesionales que solo han trabajado con imágenes fijas durante años, el paso hacia la experimentación con la imagen en movimiento ha sido grande, pero para vosotros debería ser una extensión natural de lo que hacéis, ya que la imagen en movimiento está integrada en todo lo que veis y utilizáis.

Para mí, pasar de la imagen fija a la imagen en movimiento fue una transición natural cuando me compré la Canon 5D MkII: solo tenía que pulsar un botón para grabar vídeo de alta definición. Cuando mostraba a la gente mis imágenes fijas, me costaba transmitir la experiencia real de la guerra, mientras que la imagen en movimiento está mucho más próxima de la meta, sientes realmente lo que es estar allí. Fotógrafo y cineasta: Danfung Dennis El catalizador para que los fotógrafos empezasen a tomar imágenes en movimiento y para que los cineastas comenzasen a trabajar con cámaras DSLR fue el lanzamiento de la Canon EOS 5D MKII a finales de 2008. Era una cámara que no solo ofrecía imágenes fotográficas de calidad profesional, sino también vídeo de alta definición. A partir de este lanzamiento, la mayoría de los principales fabricantes de cámaras fotográficas –entre ellos Sony, Lumix, Panasonic, Canon y Nikon– han competido por mejorar, refinar y hacer evolucionar la funcionalidad de imagen en movimiento de sus cámaras DSLR en respuesta al entusiasmo por parte de fotógrafos y cineastas ante lo que podían ofrecerles esas cámaras. Así pues, tanto los fotógrafos como los cineastas estaban entusiasmados con la imagen en movimiento, y los fabricantes de cámaras estaban dispuestos a fabricarlas, pues había motivos para mejorarlas e invertir en ellas, pero ¿cuál fue y sigue siendo la razón comercial para el aumento de películas realizadas por fotógrafos? El aumento de las plataformas en línea como YouTube y Vimeo ha ido de la mano con esta revolución de la imagen en movimiento, como también con el aumento del número de personas que ven películas y programas de televisión en línea bajo demanda. El desarrollo de la tecnología para

sitios web que permite albergar y difundir grandes archivos de imágenes en movimiento, haciéndolos llegar a nuestros ordenadores y aparatos móviles a través de rápidas bandas anchas, ha provocado que estas plataformas y compañías quieran ofrecer contenidos de imagen en movimiento. Por lo tanto, como se necesitan más contenidos, pero no más dinero, la respuesta es la creación de películas de bajo coste creadas por pequeños equipos y cineastas independientes que utilizan cámaras DSLR.

LA COMUNIDAD YOUTUBE Llegados a este punto, quisiera hablar de algo de lo que probablemente somos muy conscientes, aunque quizá no lo relacionemos con el mundo profesional. ¿Cuántos de nosotros vemos películas en YouTube realizadas y presentadas por youtubers? Consejos de belleza, videojuegos, cortos divertidos creados por personas de todo el mundo, con edades comprendidas entre los dieciocho y los veinte años, hechos sin cobrar y accesibles sin pagar. ¿O no son gratuitos? Quizás hayamos oído historias sobre youtubers convertidos en celebridades, con miles de seguidores, e incluso que ganan mucho dinero, pero ¿sabemos si es cierto? Esta forma de creación de imagen en movimiento es, en gran parte, el futuro de la televisión, gracias al apoyo de YouTube y de su propietario, Google. Los youtubers ganan dinero según la cantidad de visitas que reciben sus películas y los anuncios que tienen. Se trata de un elemento comercial obvio que aparece en las películas caseras y que suele verse potenciado por la inclusión de productos en la película y apariciones en vivo en los eventos de YouTube. El mundo profesional ha tardado en comprender el poder del youtuber, aunque poco a poco empieza a interesarse, ofrece a los presentadores papeles en los medios de comunicación tradicionales y aplica las ideas utilizadas en estas películas para campañas publicitarias de toda la vida. Como sucede con todos los movimientos alternativos, YouTube empieza a popularizarse, pero sin duda ha

desarrollado un público basado en el boca a boca y en las recomendaciones en línea, una comunidad de públicos especializados que debemos considerar como parte de vuestro desarrollo como realizadores de películas.

LOS DEPORTES EXTREMOS LLEVAN LA VOZ CANTANTE Igual que la comunidad de youtubers recibió a YouTube y las películas de baja resolución con los brazos abiertos, las personas interesadas en deportes extremos y deportes urbanos se volcaron con una de las cámaras más revolucionarias de los últimos diez años, las GoPro. Esta cámara pequeña, superresistente y con un precio razonable permitía hacer películas increíbles de skateboarding, snowboarding, paracaidismo, escalada, puenting, ciclismo acrobático, surf y buceo desde la perspectiva del practicante de estos deportes. La GoPro no solo permitía que la gente capturara sus increíbles hazañas, sino que lo hiciera desde su propio punto de vista. De repente se podía ver lo que la persona estaba viendo al practicar su actividad. Estas películas de alto voltaje encajaban en el espíritu de YouTube y las redes sociales: fáciles de subir y compartir, las películas de deportes extremos realizadas con GoPro inundaron el entorno en línea. Como sucedió con los youtubers, los medios de comunicación tradicionales tardaron en comprender cuál era el potencial comercial de estas películas y en empezar a utilizar las películas de aficionados como inspiración para realizar películas estilo Hollywood y anuncios publicitarios para televisión. Actualmente nos hallamos en un punto de saturación de este tipo de películas y, como público, hemos aceptado lo que hace unos años resultaba imposible o increíble. La GoPro introdujo una forma de filmar en el vocabulario visual de los realizadores que ha llegado para quedarse.

ENCARGO PARA TOMAR IMÁGENES EN MOVIMIENTO Ahora las empresas quieren películas cortas con imágenes en movimiento para sus sitios web y vallas publicitarias, e intentan encontrar fotógrafos que, por el mismo presupuesto, tomen imágenes fijas y en movimiento. Es la realidad comercial de la imagen en movimiento, y se está convirtiendo en una de las habilidades esenciales que debe poseer todo fotógrafo. Los fotógrafos profesionales pierden oportunidades de trabajo si no son capaces de hacer ambas, por lo tanto, como mínimo es importante experimentar con ello para ver si podéis hacerlo. Los estudios de fotografía en los que imparto clase en la universidad incluyen la imagen en movimiento en módulos obligatorios a lo largo de los tres años del curso, ya que valoramos su importancia. Inicialmente, muchos estudiantes se sienten inseguros respecto al reto técnico y creativo que supone la imagen en movimiento, pero, como sucede con todos los medios de comunicación basados en la imagen, si se toma con calma, puede entenderse y disfrutarse. Quizás estemos realizando un curso sobre la imagen en movimiento bajo el término “multimedia” o hayamos oído hablar de esto y no entendamos qué significa en relación con la fotografía. En pocas palabras, se trata de un término que viene de los inicios de las noticias en línea, cuando los fotógrafos experimentaban con imágenes fijas acompañadas de una banda sonora en un formato de presentación de diapositivas. Por supuesto, desde el momento en que la imagen en movimiento entró a formar parte de esta ecuación, la combinación de imagen fija, audio e imagen en movimiento se convirtió en película y entonces el término mixed media se volvió redundante e inexacto. Quizá queráis discutirlo con vuestros profesores, si son personas con la mente abierta ante los cambios que sufre el mundo de la fotografía. ¡Lo dejo en vuestras manos! No importa cómo se le llame, pero los fotógrafos profesionales no pueden ignorar la imagen en movimiento, aunque no solo se trate de

mantener separada la imagen fija de la imagen en movimiento. Conozco a un fotógrafo de alimentos que tiene mucho éxito, que también rueda y dirige anuncios publicitarios para la televisión por encargo de una gran cadena de supermercados. Gracias a la calidad de los archivos de imágenes en movimiento, el cliente puede seleccionar un fotograma del anuncio televisivo para utilizarlo como anuncio en un periódico. Esto abre un abanico de problemas relacionados con el pago y los usos del copyright que el fotógrafo deberá resolver, pero el hecho de que esté ocurriendo demuestra que la imagen en movimiento y la imagen fija están ahora intrínsecamente relacionadas.

La edición se convertirá, dentro de cinco o diez años, en una de las habilidades más cotizadas. Creo que asistiremos a una explosión de datos como nunca antes hemos conocido, que hará que el trabajo del editor se convierta en una de las tareas más importantes. Fotógrafo y cineasta: Vincent Laforet

Todas estas capturas de pantalla proceden de películas creadas como respuesta al brief que os propongo para crear una película titulada Esta es mi vida. Los autores estaban estudiando un curso de fotografía y muchos nunca habían intentado hacer una película. Pat Feeney documentó a un paracaidista utilizando material de archivo y material propio. Flynn Hunter hizo lo mismo, documentando a su madre, ciclista olímpica ganadora de una medalla de oro. Ryan Fife documentó una experiencia desgarradora en la vida de su compañera de piso, y Abi Whiddett rodó una película en torno a temas de salud relacionados con una compañera de estudios.

CREA TU PRIMER CORTOMETRAJE Uno de los errores que suelen cometer todos los cineastas primerizos es ser ambiciosos desde el principio y esto les hace desilusionarse rápidamente. Os aconsejo hacer las cosas con sencillez y responder a este brief siguiendo el proceso de cerca. Si lo hacemos así, os garantizo que acabaréis realizando un corto del que os sentiréis orgullosos. 1.

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El título de vuestra película será Esta es mi vida. Puede basarse en la vida de cualquiera, pero no en la vuestra. Pensad en la gente que conocéis: familiares, comerciantes de vuestro barrio, grupos de música, deportistas, cualquiera que consideréis que tiene una historia interesante que contar. Si además su historia es interesante visualmente, ¡mejor! Abrid una cuenta gratuita en Vimeo y utilizadla como plataforma para subir semanalmente lo que vayáis filmando. Citaos con el sujeto y hablad con él sin filmarlo. Pensad en localizaciones que sean adecuadas para su historia y pensad cómo queréis que la cuente. Tomad imágenes fijas del sujeto y de las posibles localizaciones. Cread un calendario para el rodaje pensando en grabar una vez a la semana, durante un periodo mínimo de cuatro semanas. Al trabajar de esta manera, tendréis tiempo de filmar y revisar el trabajo, determinando qué aspectos debéis mejorar y qué necesitáis rodar para aseguraros de que la historia esté bien contada. Cada semana subiréis a vuestra cuenta de Vimeo lo que hayáis filmado para ver el material sin editar. El gran error que cometen muchos cineastas primerizos es apresurarse a hacer la película, editándola y, al hacerlo, se olvidan de la historia, del relato que es la base de la película.

¡Probad! Antes de empezar a filmar al sujeto es esencial probar tanto la grabación de las imágenes como del sonido. El audio supone un gran reto para muchos fotógrafos, pero si seguís mis consejos seréis capaces de obtener un resultado aceptable tras algunos intentos. Al filmar, necesitaréis colocar la cámara en un trípode que tenga una rótula móvil y, como con el audio, seguid mis consejos. 6. ¡Investigad! Buscad en Vimeo otras películas creadas por una persona con cámaras DSLR. Observad cómo montan las entrevistas y cómo manejan la voz en off, los barridos y la inclusión de imágenes fijas, cuando es necesario. 7. Finalmente, tras probar e investigar, estáis listos para empezar a filmar. Es inevitable que no se consiga suficiente material durante el primer rodaje, pero no importa. Es una experiencia de aprendizaje; en cuanto veáis lo que habéis filmado, seréis capaces de identificar los errores cometidos y lo que deberéis hacer en el rodaje de la siguiente semana. 8. Como cada semana subiréis a Vimeo lo que habéis filmado, el proyecto irá tomando forma. 9. Después de cuatro semanas de filmación estaréis preparados para una primera edición. Aquí empezaréis a crear una narración coherente. La ventaja de esperar a editar hasta tener el material filmado durante las cuatro semanas es que comprenderéis realmente la historia que queréis contar y cómo vais a hacerlo. Quizá queráis utilizar lo último que habéis filmado para empezar la película, lo queráis colocar en la mitad de la película o no utilizarlo. La edición es un arte, y es posible editar el mismo material para obtener muchas películas distintas, pero solo es posible hacerlo cuando tengáis todo el material. 10. Al editar, no olvidéis el título de la película, Esta es mi vida. Aseguraos de que la película transmite lo que sugiere el título. ¿La película habla de la vida del sujeto? ¿Es interesante para otras personas? ¿El espectador aprenderá algo sobre esa persona al ver la película? Todos estos aspectos son importantes al montar el metraje con la 5.

intención de crear una película acabada, con una duración de unos cuatro o cinco minutos. 11. La película acabada debe tener una calidad visual y una banda sonora coherentes (puede incluir sonidos grabados, música libre de copyright y entrevistas grabadas). 12. Terminada la película, podéis añadir un título al principio y créditos al final. De nuevo, es importante utilizar una tipografía sencilla y adecuada para el tipo de película que hayáis hecho. 13. Subid la película terminada a Vimeo y eliminad todo el material subido durante la elaboración del proyecto.

Son demasiados los cineastas, especialmente los fotógrafos, que empiezan a realizar imágenes en movimiento, que mueven la cámara sin saber por qué lo hacen o qué impacto tiene el movimiento. Hay que preguntarse por qué hacemos las cosas y qué resultados queremos obtener con ellas en nuestra película final. Hay que reflexionar sobre si intentamos revelar información o, por el contrario, eliminarla. Fotógrafo y cineasta: Vincent Laforet Equipo básico para empezar a filmar No creo demasiado en invertir mucho dinero en un equipo caro, pero, después de vuestros primeros experimentos con la imagen en movimiento, os daréis cuenta de que, para aumentar la calidad de vuestro trabajo, necesitaréis un equipo especializado. Aquí tenéis una lista de elementos que debéis tener en cuenta para completar vuestra cámara. 1. Auriculares: unos auriculares dinámicos de buena calidad, tipo diadema, con almohadillas, que resulten cómodos y ofrezcan un buen aislamiento del ruido ambiental. 2. Micrófono lavalier o de solapa: un micrófono lavalier omnidireccional de condensador con un precio asequible. Comprad dos para utilizarlos con un cable doble y grabar a dos personas a la vez. 3. Protector Rycote antiviento para micrófono lavalier: necesario para filmar en exteriores cuando sopla el

viento. No suelo dar nombres de marcas, pero Rycote es el líder en este campo y el más adecuado para esto. 4. Micrófono de pistola compacto: estos micrófonos son más direccionales que los incorporados en la cámara y ofrecen una calidad de grabación superior. Será necesario también un protector Rycote antiviento para este micrófono. 5. Mango de pistola: estos mangos están diseñados para montar los micrófonos con una zapata, para que se pueda sostener el micrófono con la mano o colocarlo en una pértiga. 6. Una minipértiga: se puede ir sin pértiga, aunque en alguna ocasión se querrá colocar el mango de pistola cerca de la persona que habla sin que aparezca en el encuadre; para ello será necesario utilizar la minipértiga con el mango de pistola y un cable alargador para el micro. 7. Una batería: como mínimo, será necesaria una batería de repuesto para filmar sin contratiempos. 8. Un trípode para cine: si bien es cierto que se pueden hacer muchas cosas cámara en mano, para muchas otras tomas será esencial que la cámara esté estable. Las imágenes en movimiento exigen un trípode más pesado, estable y de mejor calidad que el que se suele utilizar para fotografía. Un trípode sólido es esencial en cualquier equipo, así que buscad uno estable, con una rótula que se mueva suavemente y que se adapte a vuestro presupuesto. 9. Grabadora: con frecuencia, es necesario grabar el audio por separado. Una pequeña grabadora, barata, es una herramienta práctica para grabar el sonido ambiente, el audio de las entrevistas y la voz en off del narrador. 10. Software de edición: será necesario utilizar Adobe Premiere Pro o Final Cut Pro X, así como memorias externas para almacenar el material audiovisual y las copias de seguridad. 11. Iluminación: en el mercado existen muchos focos LED, aunque los más versátiles son los que permiten marcar y regular por separado la cantidad de luz diurna y luz de tungsteno que se quiere mezclar según la situación. Los focos más baratos suelen ser los de luz diurna, pero es posible utilizar geles y filtros de colores para cambiar la temperatura de color como convenga. Sin embargo, recomiendo disponer de una unidad de luz diurna regulable y colocar un gel o filtro sobre el foco cuando se necesite mezclar esta luz con otras fuentes de tungsteno regulables, más cálidas. 12. Otras opciones de soportes adicionales para la cámara: en algún momento quizá queráis añadir otra forma de soporte para la cámara, además del trípode. Existen muchas opciones, y la elección correcta depende del tipo de película que se quiera crear. Un monopie facilita el estabilizar la cámara para conseguir movimientos suaves con la cámara en mano, ya que permite bajar el centro de gravedad de la cámara, sujetándola por el mango colocado bajo ella. Para realizar los más avanzados movimientos libres de cámara, se necesita algo más elaborado, como una Glidecam o una Steadicam. Ambas se basan en la herramienta Steadicam original que revolucionó el cine de Hollywood a finales de la década de 1970.

ELIGE UN TEMA PARA LA PELÍCULA La elección de los temas para hacer películas implica el mismo proceso mental que el que se aplica a la realización de un proyecto fotográfico.

Necesitáis encontrar temas que os interesen y apasionen, aunque esta forma de hacer películas suele clasificarse en cinco categorías generales según el tema del que tratan: 1.

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Película documental: el relato de una historia real a través de una serie de entrevistas, material existente y/o metraje de observación. Película de moda: serie de imágenes interpretativas/conceptuales, que suelen presentar a una única modelo, creadas para transmitir una sensación de actitud, atmósfera y tendencia relacionada con un diseño de moda. Generalmente, estas imágenes van acompañadas de una música que marca el ritmo de la película y de la edición. Película de música: puede seguir un proceso creativo similar al de la película de moda o centrarse en un concierto en directo. Película de deporte: el registro con la pequeña y resistente cámara GoPro de los deportes extremos como el skateboarding, snowboarding, ciclismo acrobático, bicicleta de montaña y escalada, desarrolló un nuevo género de filmaciones desde la perspectiva de quien los practicaba. Se trata de un nuevo género de cine que ha pasado del ámbito de los pasatiempos de aficionado al del cine comercial realizado por las industrias publicitarias y de entretenimiento. Películas de making of: esta área cinematográfica ha sido estimulada por las revistas y las marcas que buscan contenidos para sus sitios web que ofrezcan a su público un seguimiento de cómo se han realizado las imágenes de sus campañas de moda y retrato. Ofrecen una visión interesante de cómo se realiza una sesión fotográfica, aunque todas tienden a seguir la misma fórmula para su construcción.

Como podéis ver en esta lista de las diferentes prácticas relacionadas

con la imagen en movimiento, los fotógrafos profesionales que trabajan con la imagen en movimiento no crean películas con un guion o un storyboard, ni utilizan actores o actrices, como suele ser el caso de las películas que se proyectan en los cines. En principio, crean películas para verse en línea, a pesar de que hay dos fotógrafos que, en los últimos años, han hecho documentales que han sido nominados a los Oscar: To Hell and Back, de Danfung Dennis, y Restrepo, de Tim Hetherington. Una historia sencilla, junto con unas habilidades básicas de edición y una buena banda sonora pueden dar lugar a una buena película, así que ¿por qué no intentarlo? Nos sorprenderemos con lo que podemos llegar a conseguir. Consejos para crear un buen audio 1. Utilizad el mejor micrófono o grabadora de audio que podáis permitiros (podéis utilizar vuestro móvil si no tenéis nada mejor) y aseguraos de que lo colocáis cerca de la persona que habla o del sonido que queréis grabar. 2. Utilizad cables alargadores para acercar el micrófono al sujeto, manteniéndolo alejado de la cámara. Esto permite grabar un buen sonido, conservando el encuadre de la toma que se desea. 3. Haced una prueba de sonido en la habitación para comprobar que no resuene demasiado. Esto ocurre en habitaciones espaciosas y vacías, mientras que el eco se amortigua en habitaciones con muebles y alfombras, y se consigue un sonido “cálido”. 4. Grabad la habitación en silencio durante unos tres minutos antes de empezar a grabar las entrevistas. Esta grabación será necesaria para corregir caídas del sonido ambiente. Ninguna habitación es realmente silenciosa; intentad escuchar una habitación en silencio para daros cuenta de todos esos mínimos sonidos de fondo. 5. Utilizad auriculares cuando estéis grabando el sonido. 6. Empezad a crear una biblioteca de audio. Hay muchos tipos de sonidos que pueden ser útiles en una película, sonidos que oímos a diario, así que ¿por qué no empezar a grabarlos y guardarlos? Suelo utilizar aplicaciones gratuitas en mi smartphone para ello. 7. El término “paisaje sonoro” se refiere a una banda sonora para la película que reproduce sonidos procedentes de distintas fuentes, incluyendo música pregrabada. 8. Si queréis utilizar música en vuestra película, aseguraos de que no usáis música protegida con copyright; la podéis conseguir en bibliotecas que ofrecen este tipo de música. Existen muchas bibliotecas entre las que elegir, en algunas hay que pagar y otras son gratuitas; la elección depende de vosotros. No olvidéis que los músicos poseen el copyright de sus músicas, igual que los fotógrafos tienen el copyright de sus imágenes. Si utilizáis vuestra canción favorita, interpretada por vuestro grupo o cantante favorito, estaréis robando y os pueden demandar.

CONSEJOS PARA CREAR UNA BUENA IMAGEN EN MOVIMIENTO 1. 2. 3.

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Utilizad un trípode, un slider o carril, o un mango para sujetar la cámara. Si utilizáis un trípode, la rótula debe ser móvil para facilitar los barridos. Comprobad el balance de blancos o el equilibrio de color cuando estéis filmando en un lugar con mezcla de distintas fuentes de luz. Filmad siempre más material del necesario y dejad un intervalo mientras funciona la cámara antes de que el sujeto empiece a hablar y después de que haya terminado. Esto será de gran ayuda en la edición. Filmad un rollo “A” y un rollo “B”. El rollo “A” es el tema principal de vuestra película y el rollo “B” es el material que utilizaréis para los “cortes”: pueden ser detalles de una habitación, una vista, detalles del sujeto, como las manos, los ojos, etcétera. Al filmar entrevistas, el sujeto debe mirar a un lado de la cámara, hacia vuestra izquierda. De esta manera, la entrevista parece menos directa y tendréis opciones interesantes para componer el encuadre. Experimentad con distintos ángulos de cámara, profundidad de campo y ¡disfrutad!

¿QUÉ PUEDO HACER CON MI PELÍCULA CUANDO YA ESTÁ ACABADA? El proceso de creación de una serie de fotografías o de una pieza de imagen en movimiento puede ser muy satisfactorio, pero también es importante tener un lugar y un plan futuro para el trabajo una vez

finalizado. Los proyectos fotográficos pueden exponerse, publicarse y añadirse a vuestro sitio web; los cortometrajes pueden mostrarse en distintas plataformas.

La fotografía es verdad. El cine es verdad veinticuatro veces por segundo. Cineasta: Jean Luc Godard Os garantizo que, si disfrutamos con nuestra primera experiencia cinematográfica, querremos más. Si es así, deberemos subir las películas a nuestra página de Vimeo y empezar a crear un portfolio. Puede ser útil si queremos o necesitamos pedir la admisión en un curso de fotografía o cinematografía, como parte de nuestro currículo educativo. He entrevistado a varios estudiantes que me han mostrado cortometrajes durante la entrevista y siempre me ha impresionado su espíritu de aventura creativa, lo que les ha valido una plaza en el curso. Deberemos subir nuestras mejores películas a nuestro sitio web, colocándolas dentro de su categoría. Esto demuestra la importancia de comprobar que, sea cual sea el tipo de sitio web que elijamos, puede alojar contenido de vídeo. No siempre nos saldrá gratis, así que debemos comprobarlo antes de formalizar una subscripción anual. Si creemos que nuestras películas tienen suficiente calidad, podemos presentarlas a algún concurso. Existen muchos: algunos aceptan películas sin condiciones, otros indican temas específicos o una duración determinada, y otros se dirigen a grupos de edad específicos. Hay muchos concursos para jóvenes y estudiantes de cinematografía, así que no tendremos problema para encontrar el que mejor se adecue a nosotros y a nuestro trabajo. A menudo, los concursos de películas se relacionan con festivales de cine y ofrecen la posibilidad de mostrar las películas como premio asociado al concurso. Buscad este tipo de concursos, ya que pueden ofrecer una gran visibilidad a vuestro trabajo y

la oportunidad de ver vuestra película en la gran pantalla. Sin embargo, tened cuidado: algunos concursos exigen el pago de una tarifa para participar (ocurre lo mismo en ciertos concursos fotográficos, como explicaré más adelante). Antes de presentaros, informaos sobre el concurso, comprobad cuántas participaciones esperan, cuánto tiempo hace que se convoca y qué prestigio tiene en la industria cinematográfica. Grandes directores de cine Como ocurre con la historia de la fotografía, la historia del cine está llena de grandes realizadores cuyo trabajo es una fuente de inspiración, al tiempo que permite comprender el oficio. Aquí tenéis algunos que deberías conocer: Woody Allen Martin Scorsese Gus Van Sant Robert Altman Jean-Luc Godard Alfred Hitchcock Ridley Scott Francis Ford Coppola Ken Loach Robert Redford Clint Eastwood D. A. Pennebaker Steven Soderbergh Jane Campion Spike Lee Wes Anderson Kathryn Bigelow

CAPÍTULO 7

EL FOTÓGRAFO PROFESIONAL DEL SIGLO XXI

COMO YA HE DICHO, a los actuales estudiantes de fotografía de menos de veinticinco años se les denomina “nativos digitales”, es decir que han nacido y crecido en un mundo digital. Esto les da una ventaja fantástica sobre cualquier otra persona nacida antes de la revolución digital global. ¿Por qué? Porque no necesitan volver a aprender nada: no deben olvidar viejas formas de hacer las cosas, y se han educado con la tecnología digital. Sin embargo, el papel del fotógrafo profesional en el siglo XXI requiere algo más que el simple conocimiento digital. Este es el motivo por el que he decidido empezar este capítulo con una cita de uno de los fotógrafos más importantes del siglo pasado, famoso por trabajar con un único tipo de cámara, el tipo de cámara con el que cualquier fotógrafo hubiera empezado a trabajar en la década de 1930.

Tus primeras 10.000 fotografías son las peores. Fotógrafo: Henri Cartier-Bresson Sé osado, sé diferente, sé utópico, sé cualquier cosa que reivindique tu convicción y tu visión creativa en oposición a los que rehúyen los retos, a las criaturas del lugar común, a los esclavos de lo ordinario. Fotógrafo: Peter Lindbergh En la actualidad, el fotógrafo profesional debe poseer ese conocimiento digital y ese deseo de volcarse con las nuevas tecnologías, pero también una comprensión y un conocimiento de lo que hubo antes. La historia de la fotografía es rica en historias, experiencias e imágenes, que dan forma a las fotografías que se crean hoy día y que se crearán en el futuro.

Independientemente de lo que hagamos, debemos empaparnos de esa historia y disfrutar explorando los trabajos que nos ayuden a desarrollar nuestro propio lenguaje visual. En cuanto que fotógrafos profesionales, se espera que conozcamos a los grandes fotógrafos del pasado, así como a los fotógrafos que actualmente trabajan en nuestra área de especialización, así que procurad conocer vuestra materia –¡no querréis que os pillen en la inopia!–. Imaginad que sois artistas y nunca habéis oído hablar de Pablo Picasso o Leonardo da Vinci… Indicaría que no os tomáis en serio vuestro arte; procurad conocer a Cartier-Bresson, Penn, Avedon, Brandt, Sander y Capa, entre otros, así como a los fotógrafos que trabajan actualmente.

Muchos fotógrafos piensan que, si compran una cámara mejor, serán capaces de hacer mejores fotografías. Una cámara mejor no te ayudará si no tienes nada en tu cabeza o en tu corazón. Fotógrafo: Arnold Newman La comprensión del pasado nos ayudará a sacar el máximo partido del presente. No hay que considerar esto una teoría aburrida, una historia sin relevancia o una tediosa tarea académica, porque no lo es: es el fundamento de nuestra futura carrera. Mientras impartía una clase a un grupo de estudiantes de fotografía, les pedí que compartieran con el grupo sus cortometrajes y tráileres de película favoritos. Unos eligieron tráileres de películas de género: películas de terror y películas de gánsteres ambientadas en las décadas de 1920 y 1930. Les mostré tráileres de películas realizadas durante ese periodo que reflejaban y emulaban las películas que habían elegido. Las películas que les mostré eran en un blanco y negro muy gráfico, con una iluminación muy contrastada y en ellas los actores actuaban de forma poco natural. La impresión general fue que aquellas películas eran aburridas porque eran en blanco y negro y la iluminación parecía “falsa”. Ningún alumno dijo que iría a ver una película en blanco y negro.

Semanas más tarde, cuando ese grupo de alumnos mostró las películas que habían hecho, algunas eran en blanco y negro. En el proceso de creación de sus propias películas habían empezado a comprender por qué “funcionaban” las películas que les había mostrado. Se habían acostumbrado a ver en color, fruto de lo que ven a diario, pero cuando se involucraron en el proceso visual creativo de crear un relato, empezaron a captar la fuerza de las imágenes en blanco y negro. El pasado empezó a tener sentido para ellos y a dar forma a su trabajo. Debemos estar abiertos a todas las influencias procedentes de todas las áreas de creatividad, incluyendo el cine, la danza, el arte, la escultura, la música y la escritura entre otras muchas, y nunca debemos adoptar una actitud negativa sin comprender el porqué de dicha actitud. Un acercamiento negativo a nuestra propia fotografía y a la de los demás solo podrá ser subjetivo si se basa en la falta de comprensión y de deseo de escuchar a los demás y de trabajar en equipo. Nunca antes la fotografía había dependido tanto de la habilidad de colaborar. Pero antes de hablar de esto, quiero examinar esta subjetividad negativa que aflora al expresar opiniones sobre fotografía.

Una actitud positiva puede hacer que los sueños se hagan realidad; así me ocurrió a mí. Fotógrafo: David Bailey

ME GUSTA, ¿POR QUÉ A TI NO? Uno de los aspectos más difíciles de la versatilidad de la fotografía es que cualquier comentario que se haga es subjetivo: es la opinión de alguien y podéis o no estar de acuerdo. De inmediato, cuando alguien critica nuestro trabajo, supone un problema para los estudiantes: o no están de acuerdo con él o ella o no comprenden lo que se les dice. Esta misma situación se da cuando tratamos con un cliente. Aquí tenéis algunos consejos para cuando nos hallemos en esta situación o para

evitarla. La solución es aparcar la subjetividad y ser objetivos, y para ello necesitáis comprender el contexto que dio pie a la toma de esa fotografía concreta. Esto nos permitirá comentar una fotografía independientemente de si ha conseguido su propósito. Si vuestro argumento para que una fotografía funcione es que os “gusta”, cabrá la posibilidad de que otros digan que a ellos no. De acuerdo, pero eso significa que no podrás avanzar en la discusión sin comprender que es imposible discutir basándose en este argumento.

COMPRENDE EL CONTEXTO Si fotografío una hogaza de pan, no importa lo hermosa que pueda ser la imagen ni su perfección técnica y estética; como fotografía de moda, será un fracaso. Si es una imagen hecha para ilustrar un artículo sobre cómo hacer pan en una revista, la imagen será un éxito. No importa si me gusta o no, el motivo por el que se hizo y el lugar en el que aparecerá ofrecen el contexto para la imagen. Por lo tanto, objetivamente, tanto vosotros como vuestro cliente o interlocutor sabréis si funciona la imagen, dado el contexto para el que fue creada. Cuando hayamos decidido que la imagen funciona teniendo en cuenta su contexto inicial, la segunda decisión sobre la validez de la imagen tiene que ver con su contexto estético y técnico. Este contexto lo determina el trabajo creado por otros fotógrafos que hayan fotografiado un tema similar desde un nivel de experiencia similar. Si la fotografía de la hogaza de pan cumple, por ejemplo, con las exigencias estéticas, narrativas y técnicas que reúnen otras imágenes publicadas en una revista, diremos que es adecuada para su contexto. Por lo tanto, la imagen funciona. Si no es así, será un fracaso. Estos juicios deben ser completamente objetivos; como fotógrafos, estas decisiones no pueden tomarse desde una perspectiva emocional. El tiempo que le hayamos dedicado, así como el dinero y el esfuerzo que haya podido suponer pueden hacer creer que es correcta una imagen

que en realidad no funciona. En el ámbito de la fotografía profesional, las imágenes funcionan o no, y, si no lo hacen, el cliente nos lo comunicará de inmediato. Para evitar que esto ocurra, debemos aprender a hablar sobre nuestro trabajo y a explicarlo para comprender qué imágenes funcionan y cuáles no. Esta comprensión será esencial para aplicarla a todas nuestras fotografías y ser capaces de discutir, y quizá también defender, las imágenes que tomemos. Incluso aunque seamos capaces de discutir sobre nuestro trabajo, siempre habrá gente con la que no estaremos de acuerdo al juzgar una fotografía. Nunca hay que tomarse la crítica como algo personal, no deben asustarnos las discusiones apasionadas y siempre debemos escuchar las opiniones de los demás, basadas en su experiencia y conocimientos. Todo esto forma parte del proceso de aprendizaje creativo y, siempre que seamos capaces de comprender el contexto de nuestras imágenes y nuestra intención al realizarlas, nos sentiremos seguros de nuestra fotografía.

La fotografía ofrece todo aquello que un joven desea: determinación, sentido de aventura y algo al final de todo ello que resulta gratificante. Fotógrafo: Donovan Wylie

¡DISPARA MÁS! Uno de los errores más comunes que suelen cometer los estudiantes de fotografía es no fotografiar lo suficiente. Me refiero no solo a no tomar suficientes fotografías, sino también a no realizar suficientes disparos durante una sesión. En la época de la fotografía analógica, esto era comprensible, ya que cada disparo suponía un gasto en película, revelado y positivado –aspectos económicamente caros–. Sin embargo, en la actualidad, la fotografía digital permite disparar todo lo que se quiera de forma gratuita.

Esto es fundamental para cualquier estudiante, ya que aprenderá a fotografiar disparando. Aunque creo profundamente en la importancia de observar el trabajo de otros fotógrafos, solo se materializan los conocimientos adquiridos al tomar nuestras propias fotografías. Desde la perspectiva del cliente, también es importante al realizar un encargo a un fotógrafo. Sin duda, en algún momento de vuestra carrera tendréis un cliente que os pedirá que le ofrezcáis posibilidades de elección, pero ¿qué significa esto? En varias ocasiones he mencionado que el mundo de la fotografía profesional es un negocio, una industria, y que la gente que encarga trabajos también forma parte del negocio, igual que los fotógrafos. Esto significa que sus trabajos dependen, como el nuestro, de que seamos capaces de realizar buenas fotografías. Resulta esencial que comprendamos esto y que mostremos empatía con su posición cuando aceptemos un encargo. De una sesión fotográfica, no querrán que se les presente una única imagen, ni siquiera dos o tres; como ya he dicho, esperarán una selección de imágenes. Dicha selección deberá constar de cierta cantidad de imágenes buenas para que puedan elegir, y para ello tendremos que disparar mucho, sobre todo al inicio de nuestra carrera, cuando estemos aprendiendo el oficio. Solo tendréis una oportunidad para fotografiar a la persona o el tema, así que procurad “cubrir la historia” desde todos los ángulos posibles para que nunca os encontréis en la situación de tener que decirle a vuestro cliente que no habéis probado algo porque pensabais que no funcionaría. Fotografiadlo todo para mostrarle lo que no funciona y explicarle el porqué. No debemos tener miedo de disparar y nunca debemos pensar que somos capaces de obtener la fotografía correcta disparando dos o tres veces. He trabajado como fotógrafo profesional durante quince años y siempre disparo y disparo moviéndome alrededor del sujeto para asegurarme de que obtengo lo que quiero y lo que el cliente necesita. No tengo problema en hacerlo ni deberíais tenerlo vosotros.

¿DEBO MUDARME A UNA GRAN CIUDAD PARA SER FOTÓGRAFO PROFESIONAL? Desde hace mucho, en el ámbito de la fotografía profesional existe el mito de que, para triunfar, es necesario vivir en una gran ciudad. Durante mucho tiempo esto fue verdad, pero ya no lo es, o al menos no lo es siempre y cuando no se quiera trabajar como fotógrafo de moda. Empecemos por tratar todas las áreas excepto la de la moda. Desde el momento en que construís un sitio web y colocáis en él vuestro trabajo, tenéis un público global, y lo mismo ocurre con vuestra presencia en las redes sociales o en cualquier otra plataforma en línea que utilicéis. Esto significa que, instantáneamente, tenéis a vuestro alcance un mercado global potencial y a la vez un mercado nacional y regional. Es importante comprenderlo porque quiere decir que podéis recibir encargos de clientes de otros países desde vuestra ciudad. ¿Cómo funciona? Por ejemplo, si una revista francesa quiere una fotografía de un escritor que vive cerca de vosotros, no van a enviar a un fotógrafo desde Francia; buscarán a alguien próximo al lugar en el que viva el escritor. Ese fotógrafo puede ser uno de vosotros y, si hacéis un buen trabajo, os convertiréis en alguien a quien ellos conozcan en un país en el que quizá realicen sesiones fotográficas con regularidad; de esta manera se inicia una relación con ese posible cliente que puede encargarnos otros trabajos fotográficos. Actualmente, gracias al correo electrónico, a Skype y a las plataformas para transferir imágenes, todos servicios gratuitos, las relaciones internacionales son fáciles de desarrollar y establecer. Por lo tanto, ¡pensad de forma global! Nunca se sabe de dónde procederá vuestro próximo cliente. Como fotógrafos profesionales, debéis estar preparados para desplazaros allí donde el cliente quiera que vayáis para realizar el encargo. A pesar de ser un fotógrafo con sede en el Reino Unido, yo he recibido encargos para fotografiar por todo el mundo, del Polo Norte a Pakistán, de Italia a Nueva York. Quizás el encargo más extraño que he

recibido procedió de un cliente de San Francisco que me pidió que volara desde el Reino Unido hasta São Paulo (Brasil), para fotografiar una historia para ellos; me querían a mí para fotografiar dicha historia y estaban dispuestos a pagar para que fuera así. Momentos como este te hacen comprender lo increíble que puede ser tu vida gracias a la fotografía. Por lo tanto, vuestro trabajo puede verse en línea y pueden ponerse en contacto con vosotros clientes a los que jamás habéis visto. Es posible también que viváis y trabajéis en zonas donde residen muy pocos fotógrafos y que podáis cubrir ese territorio. Esto suele funcionar bien para fotografía de interiores, retratos, deportes y fotografía documental, sin embargo, la fotografía de moda exige que el fotógrafo se encuentre donde están los mejores modelos, prendas, estudios, estilistas, peluqueros y maquilladores, y en la mayoría de los casos esto significa tener la sede en una ciudad importante. Si queréis trabajar como fotógrafos de moda para revistas y clientes nacionales e internacionales, deberéis estar donde se produzca la acción. Si lo que os apasiona es fotografiar a surfistas, tendréis que seguirlos; lo mismo ocurre con la moda. En moda, Londres, Nueva York, Milán y París son las ciudades que debéis tener en cuenta para vuestra futura carrera. Por supuesto, puede ser satisfactorio trabajar para clientes del ámbito de la moda local o regional, y será estupendo si es lo que buscáis. Todo se resume en saber cuáles son vuestras expectativas, así que lo importante es estar seguros de qué queréis y necesitáis para conseguirlo.

CREA UN RELATO Y SÉ COHERENTE Las oportunidades creativas de las que actualmente dispone el fotógrafo profesional no son nuevas. Fotógrafos como Paul Strand y Man Ray ya hacían películas en la década de 1920; el fotógrafo Bert Stern realizó el clásico Jazz on a Summer’s Day en la década de 1950; David Bailey y

Brian Duffy realizaron películas en la década de 1960; mientras que el fotógrafo Gordon Parks hizo Shaft en la década de 1970. Estos son solo algunos ejemplos de fotógrafos que también trabajaron con la imagen en movimiento, pero hay muchos más. A los fotógrafos siempre les ha gustado hablar de su trabajo en entrevistas de televisión y radio, y compartirlo a través de exposiciones y festivales. Nada de todo esto es nuevo en la era digital, sin embargo, la gran diferencia estriba en que actualmente todo el mundo puede hacerlo y, lo que es más importante, a un coste reducido. Hoy en día, la creación de imágenes es democrática: ¡todo el mundo puedo hacerlo y casi todo el mundo lo hace! Así pues, ¿cuál es el papel del fotógrafo profesional cuando todo el mundo es capaz de hacer una buena fotografía? Pues bien, para mí la respuesta es sencilla: en cuanto que fotógrafos profesionales, tenemos que demostrar que somos capaces de crear un relato (una serie de imágenes potentes que introduce, desarrolla y ofrece una historia visual basada en el tema fotográfico tratado) y de ser coherentes (cada vez que fotografiamos, sea por iniciativa propia o por encargo, debemos crear imágenes persuasivas basadas en nuestro propio lenguaje visual).

LAS CÁMARAS CARAS NO HACEN FOTOGRAFÍAS EXTRAORDINARIAS No importa qué utilicemos para crear un relato y ser coherentes, siempre y cuando podamos hacerlo. Es importante contar con el equipo adecuado para el trabajo que hay que hacer, pero el equipo por sí solo no es suficiente. Nunca lo ha sido ni nunca lo será. Nosotros somos el arma secreta que se esconde tras la cámara. Esto quedó claro cuando el huracán Sandy azotó Nueva York hace años. Entonces la posición que ocupaba Instagram entre los fotoperiodistas

profesionales cambió drásticamente, debido a la decisión tomada por la revista TIME a finales de octubre de 2012. Con el huracán Sandy aproximándose velozmente a la costa Este, el director de fotografía de la revista TIME, Kira Pollack, reunió a cinco fotógrafos y les dio acceso a la cuenta de Instagram de la revista. Eligió a los fotógrafos profesionales Michael Christopher Brown, Benjamin Lowy, Ed Kashi, Andrew Quilty y Stephen Wilkes, todos ellos reconocidos y usuarios habituales de Instagram, para tomar imágenes de actualidad con sus smartphones que serían utilizadas en línea para documentar la devastación provocada por el huracán. Pollack quería asegurarse de que dispondría de la vía más rápida y directa de cubrir cualquier acontecimiento y trasladarlo a sus lectores. Instagram se presentaba como la respuesta obvia, y el hecho de que los cinco fotógrafos elegidos iban a cubrir los hechos con sus smartphones y no con sus cámaras profesionales no era un problema. El portfolio de imágenes resultantes se presentó en el blog de fotografía de TIME y fue responsable del 13 % del tráfico de todo el sitio web durante una semana, momento en el que Time.com tuvo sus cuatro días de mayor actividad desde su lanzamiento. La cuenta de Instagram de la revista atrajo a 12.000 nuevos seguidores durante un periodo de cuarenta y ocho horas. La osada y creativa decisión de Pollack fue validada, creándose un fotoperiodismo serio basado en el uso de las cámaras de los móviles. El equipo y las plataformas adoptadas por el “ciudadano periodista” fueron aceptados por el mundo de la fotografía profesional. Este es un buen ejemplo no solo de cómo está cambiando el mundo de la fotografía profesional, sino también de la importancia de adoptar nuevas maneras de tomar fotografías y compartirlas con un público potencial tanto para los fotógrafos profesionales como para sus clientes. Cuando los alumnos empiezan el curso que imparto, les sugiero que nadie compre lo que se considera una cámara profesional de alto nivel, pero les digo que lleven siempre consigo un smartphone para grabar las clases, hacer fotografías durante las charlas, enviar tuits de las lecciones y documentar lo que ven a diario. Esta combinación de tareas creativas

define el conjunto de habilidades que debe poseer el fotógrafo del siglo XXI.

No ocurre nada mientras estás sentado en tu casa. Siempre me obligo a llevar una cámara en todo momento… Solo fotografío lo que me interesa en ese instante. Fotógrafo: Elliott Erwitt Esbozos fotográficos con un iPhone Un smartphone o teléfono Android no es un elemento del equipo de un fotógrafo profesional, pero muchos lo utilizan para “bocetos fotográficos”, creando imágenes con un estilo informal y experimental. Es una buena manera de mantenerse activo fotografiando, desarrollando el propio lenguaje visual y ampliando la capacidad de construir relatos. Aquí os ofrezco algunos lugares para que los examinéis y que os sirvan de inspiración, viendo lo que es posible conseguir con esa pequeña cámara que lleváis en el bolsillo. 1. FLTR es la primera revista del mundo dedicada a la fotografía realizada con smartphones. Se publica cada semana y está diseñada exclusivamente para el iPhone. Fue creada por el equipo que edita el British Journal of Photography, la revista fotográfica más veterana del mundo. 2. La AMPt Community es una red de fotógrafos, artistas y cineastas que usan el teléfono móvil. Su sitio web, AMPt, incluye perfiles de usuarios, subida de fotos y vídeos, un chat, blogs, un foro, retos fotográficos, trabajo de artistas y mucho más. 3. EyeEm se conoce como una aplicación para compartir fotografías, pero también tienen un interesante blog sobre fotografía realizada con móviles donde utilizan retos fotográficos, muestran la obra de fotógrafos con talento y comparten trucos para fotografiar con móviles. 4. Grryo es un sitio web sobre fotografía realizada con móviles creado para promover y apoyar a los fotógrafos que utilizan estos aparatos para sus instantáneas. Su sitio web contiene artículos, tutoriales, reseñas y entrevistas publicados por miembros de la comunidad. 5. Instagrammers es una comunidad global de usuarios de Instagram y de fotógrafos que utilizan móviles. Además de Instagram, su sitio web cubre aplicaciones para fotografía con móviles, tutoriales y otras noticias importantes. 6. iPhoneography Central ofrece regularmente reseñas sobre aplicaciones, tutoriales, obras de artistas, reseñas sobre equipos y mucho más. Es el sitio web más importante del mundo sobre fotografía realizada con iPhone. 7. iPhoneography Today es un periódico en línea dirigido por Jack Hollingsworth, experto y fotógrafo profesional miembro de iPhoneography, que presenta todo lo que ocurre en el ámbito de la fotografía realizada con iPhone. 8. The App Whisperer es un sitio web sobre fotografía realizada con iPhone, muy amplio y dinámico. Su centro de interés son las noticias relacionadas con aplicaciones, pero también publican entrevistas, tutoriales,

noticias de la industria, concursos y mucho más. Tienen muy buenos columnistas, entre los que se encuentran muchos iPhoneographers premiados.

¡NO BASTA CON HACER FOTOS! Para el fotógrafo, ya no basta con hacer fotos. Tendremos que ser capaces de comercializar nuestro trabajo, hablar sobre él, presentarlo, venderlo, crear imágenes en movimiento, grabar audio, editar nuestro trabajo y las imágenes en movimiento, construir un sitio web, diseñar material de marketing, colgar exposiciones, trabajar en red, autopublicar, diseñar libros y posproducir nuestras imágenes. Antes de entrar en pánico, debemos saber que no es necesario hacer todas estas cosas a un nivel especializado, aunque necesitaremos una comprensión básica de casi todo y, cuanto mejor se nos dé el trabajo en red, hablar sobre nuestro trabajo y comercializarlo, más oportunidades tendremos de avanzar creativa y comercialmente. Hablar a la gente del trabajo es un proceso esencial de la fotografía profesional y una habilidad que hay que dominar lo antes posible. Una buena manera de aprender a hacerlo es escuchando a otras personas hablar sobre su trabajo y sobre fotografía. Desde cualquier parte y siempre que tengamos un momento, podemos escuchar podcasts sobre fotografía . Yo grabé algunos en mi época y hacerlo es fácil y divertido, así que si os gusta la idea de crear vuestros propios podcasts, hacedlo. De todos modos, he hecho una lista para que podáis empezar a escucharlos.

¿CUÁLES SON TUS EXPECTATIVAS? He hablado de las expectativas del cliente con relación al fotógrafo profesional y cómo evolucionan a medida que el cliente es más consciente de las oportunidades creativas que ofrecen las nuevas tecnologías, pero ¿cuáles son nuestras expectativas con relación a la

carrera de fotógrafo profesional? Estoy convencido de que han cambiado desde que empezamos a leer este libro, pero ¿cuáles son ahora? Hasta este momento, mi intención ha sido ofreceros la información que necesitáis para tomar las decisiones correctas, tanto para vosotros como para vuestra fotografía, el tipo de información que no es fácil encontrar. Pero ahora la tenéis, así que está en vuestras manos decidir hacia dónde os queréis dirigir y cómo queréis hacerlo. Como fotógrafos profesionales, la carrera está abierta a cualquiera que desee trabajar duro y esté dispuesto a comprometerse y sacrificarse. La recompensa está ahí para todos aquellos dispuestos a hacerlo. Existen varias decisiones personales que deberéis tomar relativas a la dedicación al trabajo, al tiempo que queréis destinarle y al rendimiento económico que pretendéis obtener. Como la fotografía no tiene salarios establecidos ni es una carrera con una progresión o estructura, deberéis definir vuestra propia agenda. Por supuesto, siempre ha sido así, pero actualmente esta agenda puede establecerse con un pequeño desembolso inmediato o con unos gastos corrientes limitados. Por eso el entorno actual de la fotografía resulta tan apasionante; todo es posible.

¡COGE EL TELÉFONO! He hablado sobre la importancia de la presencia en línea y de las ventajas de conocer la comunicación digital, pero ambas pueden tener un impacto muy negativo al inicio de vuestras carreras. La fotografía profesional es un negocio de personas: las personas compran personas y les debe gustar nuestro trabajo para trabajar con nosotros, pero también les tenemos que gustar y nos deben considerar unos buenos embajadores para su marca, revista o empresa. Para ello, es necesario tener unas buenas habilidades sociales: necesitamos comprender cómo se debe actuar según las circunstancias y cómo confiar en nosotros y en nuestro trabajo, sin llegar a la arrogancia.

Es esencial desarrollar estas habilidades para cuando nos reunamos con nuestros clientes o estemos trabajando en una sesión fotográfica, aunque nada de esto ocurrirá si no somos capaces de demostrar que las tenemos desde el primer contacto con ellos. Actualmente, este primer contacto suele ser vía correo electrónico o teléfono: debemos utilizarlos. Existe un orden que hay que seguir y que recomiendo a todos los estudiantes cuando realizan una “llamada en frío” o se ponen en contacto con alguien a quien no conocen. Esta sería la secuencia: 1. 2.

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Llamad por teléfono a quien queráis mostrar vuestro trabajo. Antes de llamar, averiguad su nombre y su puesto. Cuando os pasen con esa persona, presentaos como fotógrafo en busca de consejo y de opinión sobre vuestro trabajo. Esperad a que la persona os sugiera que le enviéis un enlace a vuestro sitio web a través de un correo electrónico. Aceptad su sugerencia, sed educados y enviadle el correo al terminar la conversación. En el asunto escribid: “Tal como solicitó en nuestra conversación”. Procurad que el enlace lleve directamente a vuestro sitio web. Pasados unos días, realizad una llamada de seguimiento, en la que os volveréis a presentar y le preguntaréis si ha tenido ocasión de visitar vuestro sitio. Si no quiere hablar con vosotros o se muestra poco comunicativo sobre vuestro trabajo, aceptad su falta de interés y mostraos educados, agradeciendo el tiempo dedicado. Si, por el contrario, muestra interés, preguntadle si podéis reuniros con él cuando le vaya bien. Aceptad la hora y el día que os proponga, sea cual sea vuestra situación; ¡puede ser vuestra única oportunidad! Independientemente de la respuesta que recibáis, enviadle por correo algunas postales que muestren vuestro trabajo, a modo de recordatorio de quiénes sois y de qué hacéis.

Por supuesto, todo esto se basa en la habilidad para hacer una llamada

telefónica. En un mundo en el que dependemos del correo electrónico, del envío inmediato de mensajes y textos, la idea de llamar puede asustar a muchos estudiantes. Conozco a muchos alumnos que se han puesto a llorar ante la idea de tener que llamar a un potencial cliente; se han asustado tanto al tener que hacer una llamada telefónica que algunos han suspendido asignaturas que exigen interactuar con la industria. A mí no me cuesta decir que no hay nada que temer, ya que a lo largo de mi carrera he tenido que hablar con mucha gente por teléfono, pero tanto si os cuesta como si no, debéis hacerlo. Aquí tenéis algunos trucos que os ayudarán a vencer el miedo. 1.

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Practicad llamando por teléfono a algún adulto de vuestra familia, haciéndole las preguntas que he anotado más arriba. Procurad explicar por qué necesitáis hacer esto antes de la llamada y pedid a distintos miembros de vuestra familia que respondan de diferentes maneras. Algunos deberán mostrarse pacientes, otros amistosos, otros impacientes o incluso desinteresados. Todas son respuestas con las que os podéis encontrar y con las que deberéis lidiar. Las llamadas tienen que hacerse siempre desde un teléfono fijo, en una habitación tranquilla en la que os sintáis relajados. Elaborad una lista de las cosas que queréis decir y escribidlas a mano en una folio A4 antes de hacer la llamada. Tened abierta la agenda, con las próximas semanas ante vosotros, para fijar una cita si es necesario. No existe otra alternativa si no sois capaces de dominar el arte de realizar una llamada de negocios, así que, por favor, no dudéis en empezar a practicar.

Podcasts sobre fotografía para escuchar Todos estos podcasts se pueden escuchar gratuitamente y están disponibles a través de iTunes o en los sitios web de los podcasters. El gusto personal guía la elección de uno u otro, así que probad unos cuantos y ved cuáles os sirven. Si no os gustan los que he elegido, encontraréis muchos más en iTunes.

1. El podcast Tips from the Top Floor del fotógrafo Chris Marquardt, que vive en Alemania, es hasta la fecha el podcast sobre fotografía de mayor duración. Suele ser divertido y siempre es sincero: www.chrimarquardt.com. 2. Jeff Curto es profesor de fotografía en el College of DuPage, cerca de Chicago, y graba sus lecciones sobre la historia de la fotografía, presentándolas en sus podcasts History of Photography. Disponible en iTunes. 3. The Art of Photography es un podcast semanal presentado por Ted Forbes, el mánager de multimedia del Dallas Museum of Art. Cubre cualquier cosa, desde la composición hasta la técnica, y dibuja los perfiles de fotógrafos de renombre. Disponible en iTunes. 4. Jeffery Saddoris y Bill Wadman presentan On taking Pictures. Saddoris es un artista digital que trabaja para Universal Pictures. Wadman es un fotógrafo de retrato, con estudio en Nueva York, cuyo trabajo ha aparecido en la revista TIME y en The New Yorker, entre otras publicaciones. Ofrecen consejos personales y minuciosos tanto para principiantes como para expertos. Disponible en iTunes. 5. This Week in Photo de Frederick Van Johnson trata temas como el plagio y el futuro de la fotografía, y también ofrece trucos y tutoriales técnicos: www.frederickvan.com. 6. El podcast photofocus de Scott Bourne y Richard Harrington habla de fotógrafos profesionales y ofrece la ocasión a los oyentes de hacer preguntas sobre el programa que se graba tres veces al mes. Disponible en iTunes.

CÓMO ENVIAR UN CORREO ELECTRÓNICO Sé que la mayoría hemos enviado muchos correos electrónicos y que probablemente pensamos que sabemos qué hacer y cómo escribirlo. Sin embargo ¿cuántos hemos tenido que escribir un correo electrónico comercial? He recibido tantos correos mal escritos e inadecuados de alumnos y jóvenes fotógrafos que intuyo que muy pocos tienen experiencia en comunicación inicial a través del correo, así que he elaborado una guía que deberéis seguir cada vez que enviéis uno. 1.

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Elegid un título preciso para el asunto que resuma el contenido del correo que estáis enviando; cambiad el asunto si se modifica el contenido a lo largo del intercambio de correos. Esto permite que tanto el cliente como vosotros hagáis el seguimiento y podáis encontrar un correo concreto de forma rápida y fácil. Nunca hay que poner “Hola” como título del asunto. Siempre hay que dirigir el correo a la persona a la que se le envía, especialmente si es la primera vez que le enviáis un

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correo. Utilizad siempre “Estimado X”, nunca “Hola”. Si enviáis un correo dirigido a varias personas para anunciar, por ejemplo, una exposición o la presentación de un libro, utilizad siempre Cco (Copia carbón oculta) para que el receptor no vea los nombres de las demás personas a las que hayáis invitado. Si incluís un enlace a vuestro sitio web, procurad que sea un enlace directo. No podéis molestar a un cliente potencial pidiéndole que corte y pegue vuestra URL. Al enviar archivos grandes de imágenes, utilizad una plataforma tipo WeTransfer. Nunca hay que enviar varios correos consecutivos, cada uno con un gran archivo adjunto. Si adjuntáis archivos a vuestro correo, comprobad que están bien adjuntados antes de pulsar el botón de enviar. Muchas empresas limitan la capacidad de los buzones de entrada de los correos de sus empleados, así que no debéis llenarlos con enormes correos HTML o archivos adjuntos. Sed conscientes de los cortafuegos de las empresas. Muchas empresas tienen cortafuegos para prevenir los correos spam y los ataques de virus a sus sistemas de seguridad. Los cortafuegos pueden bloquear correos HTML, archivos adjuntos y correos que contengan determinadas palabras clave. Si llamáis por teléfono después de enviar un correo, podréis detectar si ha sido bloqueado y si debéis enviarlo de nuevo en un formato distinto. Revisad la ortografía y la gramática. Releed el correo antes de pulsar el botón de enviar. Si el correo que enviáis es para promocionar vuestro trabajo ante personas que no conocéis, enviadlo cuando sea más probable que lo vean, es decir de lunes a viernes, entre las 11:00 y las 12:00 horas, pero nunca un viernes por la tarde o un lunes a primera hora de la mañana. A esas horas los clientes se mueren por irse a casa a pasar el fin de semana o empiezan la semana borrando toda la basura que les ha llegado a su correo el sábado y el domingo.

Tampoco hay que enviar correos a la hora de comer, a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde. Son momentos en los que la gente no suele estar en su mesa y, por lo tanto, se llenan sus buzones de entrada. En un buzón lleno se suelen eliminar de inmediato los correos enviados por personas desconocidas. 10. No bombardeéis a nadie con vuestros correos. Mantened un equilibrio en la cantidad y frecuencia de vuestros correos. Si no recibís respuesta, llamad por teléfono. Si no quieren hablar con vosotros, aceptad vuestra derrota.

¿PUEDO HACER FOTOGRAFÍA ANALÓGICA Y CONSEGUIR QUE ME CONTRATEN? La popularidad de los filtros y efectos que ofrecen los smartphones, tabletas y aplicaciones fotográficas basados en la fotografía tradicional ha servido para inspirar y animar a muchos jóvenes fotógrafos a tener en cuenta la fotografía analógica. Creedme, entiendo esta atracción: crecí con ella y empecé mi carrera como fotógrafo analógico. Valoro el proceso, la magia y el resultado final que supone una fantástica copia fotográfica. Sin embargo, aquí estamos hablando del mundo de la fotografía profesional, no solo de fotografía, por lo tanto, es importante comprender el papel que desempeña la fotografía analógica en el mundo comercial digital. Afortunadamente, el papel es muy fácil de definir. Desde el punto de vista de los encargos, no esperéis que los clientes paguen por los rollos de película o por el revelado y positivado, ni se alegren de que hagáis fotografía analógica. Muchos fotógrafos de renombre, como Steve Pyke, Bruce Weber y Peter Lindbergh, siguen fotografiando de este modo; sin embargo, vosotros estáis empezando y vuestros clientes no tendrán la misma confianza en vosotros que la que tendrían con ellos. Podrían querer estar durante la sesión y opinar sobre las imágenes; están

acostumbrados a hacerlo, gracias a la tecnología digital, y esto puede ser un obstáculo que no seáis capaces de resolver. Si están de acuerdo en que hagamos fotografía analógica y aceptamos correr con todos los gastos, querrán que les entreguemos archivos digitales de alta resolución, creados a partir de nuestros negativos o diapositivas. Esto implica un coste adicional que deberemos asumir. Por desgracia, los presupuestos se hacen pensando en un mundo digital y no en uno analógico. El mundo digital también tiende a quererlo todo de inmediato. La fotografía analógica requiere tiempo y especialistas, y los clientes nunca querrán hacerse cargo de ello. En realidad, la fotografía analógica difícilmente se adecua a las expectativas comerciales actuales. Sin embargo, si queremos crear un trabajo fuera del entorno de los encargos, no hay motivo para que no exploremos la fotografía analógica y los procesos alternativos como, por ejemplo, la cianotipia, la fotografía con cámara estenopeica o los ferrotipos, entre otras muchas formas de crear imágenes fotográficas. Por supuesto, si queremos colgar el trabajo en línea o conseguir que nos lo publiquen, necesitaremos crear un archivo digital. Si esta es la manera en la que queremos trabajar, mi único consejo es que no ignoremos la fotografía digital. Al empezar, lo más importante es fotografiar a diario. En demasiadas ocasiones he hablado con alumnos que habían perdido imágenes porque sus habilidades técnicas para la fotografía analógica no daban la talla, o no habían podido comprar los rollos de película o pagar el revelado y el positivado. Con suerte, vuestra escuela o facultad tendrá un escáner digital, pero, si no lo tiene, pensad que cada escaneado digital os puede costar más de 22 euros. El romanticismo de la fotografía analógica no debe obviarse, pero debéis tener esto en cuenta: un disco de vinilo es una belleza, pero ¿lo podemos descargar? No, por supuesto. La información que contiene se puede distribuir y consumir de maneras nuevas que resultan fáciles y adecuadas para la forma en que vivimos. Pensad ahora en una copia fotográfica

analógica y veréis por qué no resulta adecuada para los clientes con los que esperáis trabajar.

ME ENCANTA LA FOTOGRAFÍA, ¡PERO NO QUIERO SER FOTÓGRAFO! Cuando en el colegio o en la facultad empezamos a estudiar una materia como la fotografía (¡o quizá cuando empecéis a leer este libro!), nuestro conocimiento y experiencia del mundo de la fotografía entendida como carrera profesional suelen ser muy limitados. En cierto modo, la culpa no es nuestra, aunque nunca antes había sido tan fácil investigar para hacerse una idea de lo que se iba a esperar de nosotros. De cualquier forma, o estáis iniciando vuestros estudios fotográficos o los estáis acabando, y quizás hayáis empezado a pensar que el papel que desempeña el fotógrafo profesional no es para vosotros. En este caso, ¡no os asustéis! El mundo de la fotografía profesional ofrece muchos empleos a tiempo completo a personas a las que les apasiona la fotografía pero no quieren ser fotógrafos. Aquí tenéis algunas breves descripciones de lo que implica cada papel: 1.

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Editor de fotografía: se ocupa de realizar encargos fotográficos para revistas y periódicos, buscar imágenes y obtenerlas de agencias o bancos de fotografías. También se ocupa de organizar sesiones fotográficas, supervisa los presupuestos y consigue los elementos de atrezo. Retocador: realiza las tareas de posproducción para los fotógrafos, tanto como profesional freelance o trabajando para una empresa de posproducción. Estilista: se ocupa de conseguir las prendas y los elementos de atrezo para las sesiones fotográficas, y desarrolla ideas creativas colaborando con los fotógrafos y

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los clientes. Agente: representa a fotógrafos para trabajos comerciales, se ocupa del marketing con los clientes potenciales y supervisa los presupuestos y todos los detalles relativos a las sesiones fotográficas y a los pagos. Generalmente se empieza trabajando para una agencia, pero más adelante existe la posibilidad de establecerse por cuenta propia. Comisario: se ocupa de desarrollar y crear exposiciones sobre el trabajo de los fotógrafos. Buscador de localizaciones: se dedica a buscar localizaciones para sesiones fotográficas y rodajes. Se suele empezar trabajando para una agencia, pero más adelante existe la posibilidad de establecerse por cuenta propia. Ayudante de producción: organiza todos los aspectos de una sesión fotográfica, incluyendo localizaciones, modelos, elementos de atrezo, etcétera. Art buyer: se ocupa de realizar encargos de fotografía para campañas de publicidad. También busca imágenes para sus clientes y las obtiene de agencias o bancos de imágenes fotográficas. Profesor: será necesario continuar con vuestros estudios fotográficos y añadir una capacitación para la enseñanza, aunque no hay razón para descartar esta opción.

Todos estos papeles suponen una gran cantidad de habilidades que tendremos que aprender como parte de nuestros estudios fotográficos (a menudo se denominan “habilidades transversales”). Así pues, si nos gusta alguna de estas opciones, es mejor no abandonar nuestros estudios fotográficos, ya que pueden sernos más útiles de lo que imagináis. Estas habilidades incluyen la capacidad de hablar sobre fotografía, comprender las imágenes fotográficas, discutir sobre la historia de la fotografía, saber qué equipo se necesita y, lo más importante, cómo hablar y trabajar con fotógrafos. Los papeles que he mencionado solo son puntos de partida; existen

muchas variaciones que no he comentado. Basta decir que los estudios sobre fotografía no deben limitarse a convertiros en fotógrafos.

HE LEÍDO EL LIBRO. ¿AHORA QUÉ? A lo largo de este libro he querido introduciros en el papel que desempeña un fotógrafo profesional en el siglo XXI desde un enfoque optimista en relación con las opciones y oportunidades que se abren ante vosotros. Todo lo que he dicho ha sido para ofreceros un punto de partida en vuestra carrera y para que veáis la fotografía como un negocio. Espero que os haya servido para haceros una idea de dónde podéis encajar y cómo podéis avanzar con vuestro trabajo y desarrollar vuestros estudios fotográficos para conseguir una carrera satisfactoria. Este es mi deseo, aunque solo vosotros sabéis si mis consejos os han sido útiles. Sé que ahora disponéis de la información necesaria para empezar a tomar algunas decisiones sobre vuestro trabajo, aunque el camino que elijáis para implementar esta información depende de vosotros; esta es la base para trabajar como fotógrafo profesional. Las elecciones que toméis dependen de vosotros. No existen unas pautas estructuradas para avanzar profesionalmente o un único camino para hacerlo, y esto es lo que lo convierte en algo tan apasionante y satisfactorio. Podéis marcaros vuestra propia agenda y crear una práctica de trabajo basada en vuestras propias habilidades, intereses y situaciones. Para ayudaros a hacerlo, os he sugerido que exploréis una serie de briefs fotográficos, pero una vez realizados ¿qué más podéis hacer? Pues bien, debéis seguir repitiéndolos siempre que sigáis disfrutando con ellos y os sirvan para vuestro aprendizaje. Los briefs que he diseñado pueden evolucionar, desarrollarse y ampliarse como queráis. Son pautas que os servirán para disfrutar, pero al mismo tiempo se basan en el tipo de indicaciones que suelen constituir los encargos que recibiréis a lo largo de vuestras carreras.

Estos briefs no solo son proyectos académicos diseñados para que aprobéis o suspendáis, sino que forman las bases de la práctica laboral de cualquier fotógrafo profesional. Si habéis intentado llevar a cabo alguno de estos briefs y habéis disfrutado con ello, será una buena señal. Si habéis probado uno o dos y no habéis disfrutado, probad otro diferente que os introduzca en un área distinta de la fotografía y la experimentación. Si no los habéis probado o no habéis disfrutado con ninguno de los que hayáis intentado realizar, debéis plantearos en serio si realmente queréis llegar a ser fotógrafos profesionales o queréis trabajar en el ámbito de la fotografía profesional. Os puede parecer un consejo muy drástico, pero, para triunfar como fotógrafo, hay que tener mucha pasión, mucho compromiso y ser capaz de seguir un consejo. La fotografía profesional no es una profesión para personas miedosas o arrogantes; es una profesión para personas creativas, curiosas y amplias de miras. Si encajáis en esta segunda definición, os deseo suerte, éxito y satisfacción creativa en vuestra futura carrera. Este libro reúne un montón de palabras y consejos, pero antes de despedirme me gustaría dejaros con cuatro de las más importantes: ¡MIRAD, ESCUCHAD, APRENDED Y HACED! ¡Buena suerte!

BREVE GLOSARIO DE TÉRMINOS DE FOTOGRAFÍA PROFESIONAL

Agente: Ayudante: Book: Call sheet: CMS: Con conexión: Copyright: Digi-Op: A doble página: Drop off: Edición: Encargo: Factura: Honorarios: Layout: Licencia de uso: Pitch: Posproducción: Preproducción: Presupuesto: RAW: A sangre: Sindicación: Stock:

representante del fotógrafo. ayudante de fotógrafo. otro término para referirse al portfolio. informe en el que se da información sobre la sesión fotográfica: cuándo, dónde y quién estará en la sesión, junto con los detalles de contacto. Content management system [sistema de gestión de contenidos para sitios web]. trabajar con la cámara conectada a la pantalla de un ordenador. derechos del fotógrafo sobre la propiedad de la imagen. operador o ayudante digital durante una sesión fotográfica. término editorial utilizado para describir una fotografía impresa que ocupa dos páginas. petición para dejar el portfolio a un cliente. seleccionar las imágenes correctas. petición para hacer fotografías por parte de un cliente. documento que envía el fotógrafo para cobrar. cantidad que recibimos por hacer las fotografías. término utilizado para describir las páginas de la revista. acuerdo entre el fotógrafo y el cliente. producir un trabajo para un cliente sin cobrar para hacerse con una comisión. retoque de las fotografías. preparativos anteriores a la sesión fotográfica. dinero que el cliente deberá pagar por la sesión fotográfica. son archivos digitales obtenidos con la cámara, que todavía no han sido procesados y, por lo tanto, no están listos para ser impresos o editados. imagen impresa a toda página. En general, se suele dejar un margen de un mínimo de 5 mm. venta de relatos fotográficos a través de un acuerdo con una agencia o banco de imágenes. venta de imágenes fotográficas a través de un acuerdo con una agencia o banco de imágenes.

RECURSOS

SITIOS WEB PARA BUSCAR INSPIRACIÓN Existen tantos sitios que se pueden visitar buscando inspiración e información que me resulta imposible hacer una relación completa. Sin embargo, aquí recojo algunos de mis favoritos que deberían ser un buen punto de partida para vuestra investigación en línea. www.littlebrownmushroom.com www.thedailychessum.com www.smalltowninertia.co.uk www.theselby.com www.photobookclub.org www.showmepictures.co.uk www.aphotoeditor.com www.americansuburbx.com www.unitednationsofphotography.com www.flakphoto.com www.scottkelby.com www.strobist.blogspot.co.uk www.source.ie www.thesartorialist.com www.facehunter.org www.runway.blogs.nytimes.com www.foto8.com www.worldpressphoto.org www.lens.blogs.nytimes.com www.blog.magnumphotos.com www.photojournalismlinks.com www.bagnewsnotes.com www.newsshooter.com www.showstudio.com www.testmag.co.uk www.burnmagazine.org

www.theindependentphotobook.blogspot.co.uk www.magculture.com www.indiephotobooklibrary.org

SITIOS WEB DE LOS COLABORADORES www.emmaboyns.co.uk www.venislavpetrov.com www.emmafrancesca.com www.jessclark.eu www.charlottestevens.co.uk www.benbreading.co.uk www.liamclarke.co.uk www.catherinewalterphotography.co.uk www.tomhillphoto.com www.kasiafiszer.com www.louiseboynephoto.co.uk www.jenrich.co.uk

AGRADECIMIENTOS

Quiero dar las gracias a mis alumnos y colegas de la Universidad de Gloucestershire, especialmente por su apoyo y paciencia a Nick Sargeant, Angus Pryor, Trudie Ballantyne, Dr. Sharon Harper y Matthew Murray. También quiero dar las gracias a los jóvenes fotógrafos que, amablemente, me han permitido utilizar su trabajo para ilustrar este libro; todos acaban de seguir el curso de Fotografía editorial y publicitaria en la Universidad de Gloucestershire en el que enseño: Ben Breading, Beth Dooner, Liam Clarke, Kasia Fiszer, Emma Woodcock, Tom Hill, Emma Boyns, Charlotte Stevens, Abbie Stewart, Jo Hodson, Robert Gifford, Tash Parsons, Jen Rich, Catherine Walters, Veni Petrov, Jess Clark, Courtney Brock, Louise Boyne, Ryan Fife, Abi Whiddett, Flynn Hunter y Pat Feeney. Finalmente, quiero dar las gracias a mis editores de Focal Press, Kimberley Duncan-Mooney y Anna Valutkevich.