Guerra multidimensional entre Estados Unidos y China

En medio de la guerra multidimensional –geofinanciera, comercial, tecnológica, regional y de vacunas– que libra Estados

528 49 2MB

Spanish Pages [447] Year 2021

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Polecaj historie

Guerra multidimensional entre Estados Unidos y China

  • Commentary
  • Geopolitics,Globalization, World Politics

Table of contents :
Cover Page
Guerra multidimensional entre Estados Unidos y China
PORTADA
TÍTULO DE LA PÁGINA
PÁGINA DE DERECHOS RESERVADOS
TABLA DE CONTENIDO
INTRODUCCIÓN
1. G-20 EN HANGZHOU: DOBLE CRISIS DE LA ECONOMÍA GLOBAL Y DE CHINA CON OBAMA
2. EL EMPERADOR GEOECONÓMICO XI JINPING SE ADELANTA 15 AÑOS
3. TRUMP CATALOGA A RUSIA Y CHINA DE “RIVALES ESTRATÉGICOS”
4. CONFRONTACIÓN GEOPOLÍTICA DE ESTADOS UNIDOS Y CHINA POR EL LITIO: DISTURBIOS EN CHILE Y GOLPE EN BOLIVIA
5. DEBILITADO Y REZAGADO, ESTADOS UNIDOS BUSCA ROMPER LA ALIANZA DE RUSIA Y CHINA
6. CARTER DA A TRUMP EL “SECRETO” DEL ÉXITO CHINO: “NO DILAPIDA NINGÚN CENTAVO EN GUERRAS”
I. GUERRA COMERCIAL ENTRE CHINA Y ESTADOS UNIDOS
1. DECESOS DEL ATP Y EL TLCAN; AUGE DEL “RCEP” CHINO: EL MAYOR TRATADO COMERCIAL GLOBAL
2. MILITARIZACIÓN DEL COMERCIO POR TRUMP: “NACIONALISMO ECONÓMICO” Y “SEGURIDAD NACIONAL”
3. EL FRACASO DE LA GUERRA COMERCIAL GLOBAL DE TRUMP
4. CHINA CON 129 EMPRESAS SUPERA A ESTADOS UNIDOS CON 121: RANKING DE FORTUNE 500 GLOBAL
5. SOROS INTENTA TORPEDEAR UN ARREGLO COMERCIAL DE TRUMP CON CHINA
6. 15-RCEP, EL MAYOR BLOQUE GEOECONÓMICO DEL MUNDO ENCABEZADO POR CHINA, SIN ESTADOS UNIDOS NI INDIA
II. GUERRA GEOFINANCIERA
1. LA ENDEBLE “FORTALEZA” PARADÓJICA DE LA POSHEGEMONÍA DE ESTADOS UNIDOS: SU SUPERDÓLAR
2. LA “MILITARIZACIÓN DEL DÓLAR” Y LOS IMPACTOS GEOECONÓMICOS DE ESTADOS UNIDOS VS. CHINA
3. LANZAMIENTO HISTÓRICO DE “BONOS SOBERANOS” EN “YUANES” POR RUSIA: ¡A TEMBLAR EL DÓLAR!
4. ¿OPTARÁ CHINA POR SU “OPCIÓN NUCLEAR FINANCIERA” FRENTE A LA GUERRA DE TRUMP?
5. “FIN DE LA ERA DEL DÓLAR HEGEMÓNICO”, SEGÚN STEPHEN ROACH
III. GUERRA TECNOLÓGICA
1. TRUMP VISITA CHINA: PRÓXIMO LÍDER GLOBAL EN INTELIGENCIA ARTIFICIAL EN 2030
2. SIGNIFICADO GEOESTRATÉGICO DEL ALUNIZAJE CHINO
3. “NUEVA CARRERA ARMAMENTISTA” DEL 5G ENTRE ESTADOS UNIDOS Y CHINA, DONDE HUAWEI LLEVA LA DELANTERA
4. CHINA REBASA A ESTADOS UNIDOS EN LA CARRERA TECNOLÓGICA DEL BLOCKCHAIN. ¿QUO VADIS ESTADOS UNIDOS?
5. LA NUEVA ERA DE LA COMPUTACIÓN CUÁNTICA: LA CARRERA TECNOLÓGICA DE ESTADOS UNIDOS Y CHINA
6. ESTADOS UNIDOS VS. CHINA: TREGUA COMERCIAL, GUERRA TECNOLÓGICA Y NUEVO FRENTE EN EL ÁRTICO
7. DEMÓCRATAS Y REPUBLICANOS SE FUSIONAN EN MÚNICH VS. CHINA Y EL 5G DE HUAWEI
8. GUERRA DE DIVISAS DIGITALES: FACEBOOK VS. CHINA
9. LA NUEVA BIPOLARIDAD TECNOLÓGICA: ESTADOS UNIDOS VS. CHINA/RUSIA
10. “GUERRA DE LOS SEMICONDUCTORES” DE ESTADOS UNIDOS CONTRA CHINA
IV. GUERRA NACIONALISTA DE VACUNAS
1. CHINA ACUSA A ESTADOS UNIDOS DE HABER PLANTADO EL COVID-19 EN WUHAN. ESTADOS UNIDOS CITA AL EMBAJADOR
2. PUTIN FELICITA A CHINA POR SU “RUTA SANITARIA GLOBAL DE LA SEDA” Y FOREIGN AFFAIRS SE PREOCUPA POR ESTADOS UNIDOS
3. TRUMP RECURRE A CHINA PARA SU GUERRA VS. EL COVID-19
4. “GUERRA FARMACOLÓGICA” DE ESTADOS UNIDOS CONTRA CHINA
5. GUERRA NACIONALISTA DE VACUNAS: OCCIDENTE CONTRA CHINA
6. ¿GANA RUSIA LA “GUERRA GEOPOLÍTICA” DE LAS VACUNAS CONTRA EL COVID-19?
7. “MOMENTO SPUTNIK” Y “MOMENTO PUTIN": ¡PRIMERA VACUNA RUSA DEL MUNDO CONTRA COVID-19!
8. SABOTAJE DE LA OMS Y MICROSOFT A LA VACUNA RUSA SPUTNIK V
9. VA LA VACUNA RUSA SPUTNIK V, MIENTRAS ESTADOS UNIDOS ACELERA SU “VACUNA ELECTORERA”
10. MEGAESCÁNDALO: ¡LA VACUNA CONTRA LA POLIO DE BILL GATES RESULTÓ NOCIVA EN ÁFRICA!
11. ASTRAZENECA, ATRAPADA ENTRE SUS IATROGENIAS Y SUS “JUEGOS BURSÁTILES”
12. LA CAÍDA DE LA VACUNA BRITÁNICA DE ASTRAZENECA DEJA EL PASO LIBRE A LAS VACUNAS RUSAS Y CHINAS
13. SEGUNDO TROPIEZO GRAVE DE LA VACUNA BRITÁNICA DE ASTRAZENECA
14. BALCANIZACIÓN REGIONAL DE LAS VACUNAS POR ESTADOS UNIDOS Y GRAN BRETAÑA
15. LA OBSCENA BURSATILIZACIÓN DE LAS VACUNAS ANGLOSAJONAS
V. GUERRAS REGIONALES DE ESTADOS UNIDOS VS. CHINA
1. EL MAR DEL SUR DE CHINA
a. Beijing fustiga que Obama crea “un segundo Medio Oriente” en el mar del Sur de China
b. Tsunami geopolítico en el “mar del Sur de China": Filipinas abandona a Estados Unidos por China
2. REGIÓN INDO-PACÍFICO
a. Increíble inclusión de India y Pakistán al Grupo de Shanghái que encabezan China y Rusia
b. Alianza de Estados Unidos e India contra China: ¿qué hará Rusia?
c. Choque geoeconómico de Trump y el mandarín Xi: Indo-Pacífico vs. RCEP
d. La prioridad del Pentágono es la región Indo-Pacífico para rodear a China
3. CONTENCIOSO DE LAS DOS COREAS
a. Kissinger incita a un “tentador golpe nuclear” contra Corea del Norte
b. “Sucio secreto": Estados Unidos fue el primero en colocar armas nucleares en la península de Corea
c. Pacificación de la península coreana: desmilitarización con primacía geoeconómica
d. Endurecimiento de Estados Unidos contra Corea del Norte
e. Trump vs. Kim Jong-un: la estúpida guerra nuclear y la “teoría del loco”
f. Corea del Norte y Corea del Sur dialogan; Trump, marginado. Espíritu olímpico de invierno
g. La hermana de Kim Jong-un invita al presidente surcoreano Moon a Corea del Norte
h. Colapsan las negociaciones de Trump con la indomable Corea del Norte
4. TAIWÁN
a. Trump desafía a China: tuits amenazantes y llamada temeraria a Taiwán
b. China se prepara para una guerra contra Taiwán y/o Trump
c. Visita del secretario de Salud de Estados Unidos a Taiwán: peligroso desafío contra China
5. EUROPA
a. Alemania se aleja de Estados Unidos y se acerca a China... ¿y a Rusia?
b. Macron proclama el “fin de la hegemonía de Occidente” y la “reconciliación con Rusia”
c. La Unión Europea y la “doctrina Sinatra” entre Estados Unidos y China
VI. EL PROYECTO CHINO DE LA NUEVA RUTA DE LA SEDA
1. SE CIMBRAN LAS PLACAS TECTÓNICAS DE ASIA: KIM EN RUSIA Y CUMBRE DE RUTA DE LA SEDA EN BEIJING
2. EL MANDARÍN XI SEDUCE A ITALIA Y RESUCITA A MARCO POLO
3. ¿DERRUMBÓ EL MANDARÍN LA MURALLA MAGINOT COMERCIAL DE LA UNIÓN EUROPEA?
4. RUSIA Y CHINA IMPULSAN LA “RUTA DE LA SEDA DEL ÁRTICO” Y SIEMBRAN A ESTADOS UNIDOS
5. RUSIA SE POSICIONA EN EL ÁRTICO CON APOYO DE CHINA Y LA HOSTILIDAD DE ESTADOS UNIDOS Y EL REINO UNIDO
6. ESTADOS UNIDOS NIEGA EL CAMBIO CLIMÁTICO Y EXASPERA AL CONSEJO DEL ÁRTICO EN LA REUNIÓN DE FINLANDIA
7. LA ESTRATEGIA DE CHINA Y RUSIA EN EL ÁRTICO, SEGÚN EL PENTÁGONO
8. ¿TRUMP BUSCA COMPRAR GROENLANDIA PARA CONTENER A RUSIA Y A CHINA EN EL ÁRTICO?
9. NO FUE BROMA LA COMPRA DE GROENLANDIA POR TRUMP: CANCELA SU VISITA AL REINO DE DINAMARCA
VII. GUERRA MILITAR Y CARRERA ARMAMENTISTA
1. GUERRA MILITAR
a. The Economist predispone a la “próxima guerra” de Estados Unidos contra Rusia y China
b. Ominoso reporte del Pentágono evoca una “guerra total” vs. China y Rusia
c. Marcada hostilidad de National Intelligence de Estados Unidos contra Rusia y China
d. “Juegos de guerra 2019” de RAND: Rusia y China derrotan a Estados Unidos en una tercera guerra mundial
e. Cunningham refuta el “juego de guerra” de la RAND sobre el triunfo de Rusia. China vs. Estados Unidos
f. Comisión de Defensa Nacional de Estados Unidos define a Rusia y China como “competidores globales”
g. Trump exhorta a un “G-3 nuclear” de Estados Unidos con China y Rusia
h. Putin exhorta a un “concierto global de países” y busca mejorar el sistema de defensa chino
i. Ejercicios militares de Rusia/China/Irán en el golfo de Omán: entrada del estrecho de Hormuz
j. Trump admite el nuevo orden tripolar de Estados Unidos/Rusia/China en el ámbito nuclear
k. China lanza dos misiles asesinos de portaviones como advertencia a Estados Unidos, según New York Times
l. La “Fuerza Espacial": la sexta rama del Ejército de Estados Unidos para doblegar a Rusia y China
2. CARRERA ARMAMENTISTA
a. “Si deseas la paz, prepárate para la guerra nuclear": estrategia de Trump vs. Rusia y China
b. Vlady Putin levanta el desafío nuclear de Trump: nuevo orden mundial o juego sin reglas
c. Estados Unidos explora la escalada nuclear de China, en caso de una guerra convencional
d. Trump responde a Rusia y China con su nueva “guerra de las galaxias”
e. Avangard: el misil hipersónico ruso trastocó las coordenadas geoestratégicas
f. Trump se retira del Tratado INF: el “reloj apocalíptico”, a dos minutos de la medianoche
g. Trump intensifica la carrera armamentista con la “revisión de defensa misilística”
h. Angustia rusa por la suspensión del INF por Trump: “crisis de los misiles” versión 2019
i. Reporte del Pentágono sobre las armas nucleares de China
j. Rusia y China poseen “satélites mortales”, según el Pentágono
k. El “Libro Blanco” de China sobre su política de defensa nacional en la “Nueva Era”
VIII. ¿ALIANZA ENTRE ESTADOS UNIDOS Y RUSIA?
1. KISSINGER EN EL KREMLIN: INCLUYE A RUSIA EN EL “NUEVO ORDEN MULTIPOLAR”
2. TRUMP ARROJA A IRÁN A LOS BRAZOS DE RUSIA, CHINA Y LA UNIÓN EUROPEA
3. EL DEEP STATE DE ESTADOS UNIDOS IMPIDE UN ARREGLO DE TRUMP CON EL ZAR VLADY PUTIN
4. TRUMP Y PUTIN HABLAN POR TELÉFONO HORA Y MEDIA
5. RUSIA PROPONE UN G-10 CON CHINA E INDIA EN LUGAR DEL G-7 ¿QUIZÁ UN G-11 CON TURQUÍA?
6. TRUMP PROPONE UN G-11 PARA CONTRARRESTAR A CHINA: ¿UN G-2 SUBREPTICIO DE ESTADOS UNIDOS CON RUSIA?
7. PUTIN DIAGNOSTICA LOS DISTURBIOS EN ESTADOS UNIDOS Y PROCLAMA A RUSIA COMO “REY DE LOS CIELOS”
IX. ¿HACIA UN NUEVO ORDEN TRIPOLAR?
1. ORDEN TRIPOLAR (ESTADOS UNIDOS/CHINA/RUSIA) VS. CAOS GLOBAL: BRZEZINSKI Y LA “DOCTRINA TRUMP”
2. CHINA Y SU “RELACIÓN TRIANGULAR” CON ESTADOS UNIDOS Y RUSIA
3. LA “TEORÍA DEL LOCO” DE TRUMP Y KISSINGER PARA CONFUNDIR A RUSIA Y CHINA
4. “CÓMO VISLUMBRA CHINA EL ORDEN MUNDIAL”, SEGÚN LA REVISTA ESTADOUNIDENSE THE NATIONAL INTEREST
5. EL POLVORÍN TRIPOLAR DE ESTADOS UNIDOS/RUSIA/CHINA, SEGÚN MICHAEL KLARE
X. DECLIVE SIGNIFICATIVO DE ESTADOS UNIDOS
1. FIN DEL SIGLO ESTADOUNIDENSE E INICIO DE “LA ERA POST-ESTADOS UNIDOS”, SEGÚN CHINA
2. ESTADOS UNIDOS LUCHA CON LOS FANTASMAS DE SU DECLIVE ANTE EL ASCENSO IRRESISTIBLE DE RUSIA Y CHINA
3. “NUEVAS ESFERAS DE INFLUENCIA” PARA QUE ESTADOS UNIDOS “COMPARTA EL PLANETA” CON CHINA Y RUSIA
4. ¿ES FACTIBLE LA BALCANIZACIÓN DE ESTADOS UNIDOS?
5. EL COLAPSO DE ESTADOS UNIDOS, SEGÚN DMITRY ORLOV
6. “DECLIVE SIGNIFICATIVO DE ESTADOS UNIDOS” Y ASCENSO DE CHINA, SEGÚN LOS FUTURÓLOGOS DEL CENTRO PARDEE
7. LA ASOMBROSA RECUPERACIÓN DE CHINA DEJA(RÁ) A ESTADOS UNIDOS, SEGÚN WALL STREET JOURNAL
8. LA “ERA DEL DESORDEN” QUE VENDRÁ TRAS LA MUERTE DE LA GLOBALIZACIÓN, SEGÚN DEUTSCHE BANK
9. BRECHA INTERGENERACIONAL TRAS “FIN DE LA GLOBALIZACIÓN” E INICIO DE LA ERA DEL DESORDEN
XI. LA ALIANZA ENTRE CHINA Y RUSIA
1. ¿INTENTA TRUMP RESQUEBRAJAR LA “ALIANZA ESTRATÉGICA” DE RUSIA Y CHINA?
2. ¿CUÁL ES LA PROFUNDIDAD DE LA “ALIANZA ESTRATÉGICA” DE RUSIA Y CHINA?
3. TRUMP NO PUEDE DISOCIAR AÚN A RUSIA DE CHINA, SEGÚN HAL BRANDS
4. RUSIA Y CHINA NO ESTÁN CON LOS BRAZOS CRUZADOS
5. RUSIA Y CHINA SE ACERCAN CADA DÍA MÁS, SEGÚN LOS PRINCIPALES ESPÍAS DE ESTADOS UNIDOS
6. LAS MEDIDAS DE RAND PARA DEBILITAR A RUSIA
7. RAND Y EL PENTÁGONO USAN EL PETRÓLEO COMO ARMA PARA DOBLEGAR A RUSIA ¿Y A MÉXICO?
CONCLUSIÓN: EL ORDEN INTERNACIONAL POST-COVID-19
1. KISSINGER TEME MÁS EL DERRUMBE DEL “ORDEN LIBERAL MUNDIAL” QUE AL COVID-19
2. ORDEN “TRIPOLAR” DE RUSIA/CHINA/ESTADOS UNIDOS POST-COVID-19, SEGÚN EL SENADOR RUSO ALEXÉI PUSHKOV
3. RICHARD HAASS, DEL COUNCIL ON FOREIGN RELATIONS: MUNDO POST-COVID-19 ACENTUARÁ EL “DESORDEN”
4. ¿ESTÁ GANANDO CHINA?, PREGUNTA LA REVISTA GLOBALISTA THE ECONOMIST?
5. CHINA SE PREPARA AL “CASO DEL PEOR ESCENARIO” Y OPERA SU INTERIORIZACIÓN A LA AUTARQUÍA
6. ¿QUÉ FALTA PARA UNA GUERRA ENTRE ESTADOS UNIDOS Y CHINA?
7. “MOMENTO SARAJEVO": ESTADOS UNIDOS VS. CHINA/RUSIA, SEGÚN KEVIN RUDD, ALASTAIR CROOKE Y KISSINGER
8. CHINA SE PREPARA PARA LA GUERRA CON ESTADOS UNIDOS ANTE CUALQUIER EVENTUALIDAD
9. IMPACTANTE PLAN QUINQUENAL DE CHINA: AUTARQUÍA TECNOLÓGICA Y “MAGNA CULTURA SOCIALISTA”
10. ESTRATEGIA DE ASFIXIA MARÍTIMA DE ESTADOS UNIDOS VS. CHINA

Citation preview

Primera edición, 2020

D.R. © Grupo Editor Orfila Valentini, S.A. de C.V. Av. Río Mixcoac núm. 25 Piso 11-A Colonia Crédito Constructor C.P. 03940 Alcaldía Benito Juárez Ciudad de México, México www.orfilavalentini.com [email protected]

ISBN: 978-607-7521-83-9 ISBN: 978-607-7521-84-6 (libro eletrónico)

Diseño de la portada: Agustín Azuela de la Cueva

Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio — electrónico o mecánico—, incluida la portada, sin contar con la autorización previa y por escrito de Grupo Editor Orfila Valentini, S.A. de C.V.

Impreso en México/Made in Mexico Conversión gestionada por:

Sextil Online, S.A. de C.V./ Ink it ® 2021. +52 (55) 5254 3852 [email protected] www.ink-it.ink

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN 1. G-20 en Hangzhou: doble crisis de la economía global y de China con Obama 2. El emperador geoeconómico Xi Jinping se adelanta 15 años 3. Trump cataloga a Rusia y China de “rivales estratégicos” 4. Confrontación geopolítica de Estados Unidos y China por el litio: disturbios en Chile y golpe en Bolivia 5. Debilitado y rezagado, Estados Unidos busca romper la alianza de Rusia y China 6. Carter da a Trump el “secreto” del éxito chino: “no dilapida ningún centavo en guerras”

I. GUERRA COMERCIAL ENTRE CHINA Y ESTADOS UNIDOS 1. Decesos del ATP y el TLCAN; auge del “RCEP” chino: el mayor tratado comercial global 2. Militarización del comercio por Trump: “nacionalismo económico” y “seguridad nacional” 3. El fracaso de la guerra comercial global de Trump 4. China con 129 empresas supera a Estados Unidos con 121: ranking de Fortune 500 Global

5. Soros intenta torpedear un arreglo comercial de Trump con China 6. 15-RCEP, el mayor bloque geoeconómico del mundo encabezado por China, sin Estados Unidos ni India

II. GUERRA GEOFINANCIERA 1. La endeble “fortaleza” paradójica de la poshegemonía de Estados Unidos: su superdólar 2. La “militarización del dólar” y los impactos geoeconómicos de Estados Unidos vs. China 3. Lanzamiento histórico de “bonos soberanos” en “yuanes” por Rusia: ¡A temblar el dólar! 4. ¿Optará China por su “opción nuclear financiera” frente a la guerra de Trump? 5. “Fin de la era del dólar hegemónico”, según Stephen Roach

III. GUERRA TECNOLÓGICA 1. Trump visita China: próximo líder global en inteligencia artificial en 2030 2. Significado geoestratégico del alunizaje chino 3. “Nueva carrera armamentista” del 5G entre Estados Unidos y China, donde Huawei lleva la delantera 4. China rebasa a Estados Unidos en la carrera tecnológica del blockchain. ¿Quo vadis Estados Unidos? 5. La nueva era de la computación cuántica: la carrera tecnológica de Estados Unidos y China 6. Estados Unidos vs. China: tregua comercial, guerra tecnológica y nuevo frente en el Ártico

7. Demócratas y republicanos se fusionan en Múnich vs. China y el 5G de Huawei 8. Guerra de divisas digitales: Facebook vs. China 9. La nueva bipolaridad tecnológica: Estados Unidos vs. China/Rusia 10. “Guerra de los semiconductores” de Estados Unidos contra China

IV. GUERRA NACIONALISTA DE VACUNAS 1. China acusa a Estados Unidos de haber plantado el COVID-19 en Wuhan. Estados Unidos cita al embajador 2. Putin felicita a China por su “Ruta Sanitaria Global de la Seda” y Foreign Affairs se preocupa por Estados Unidos 3. Trump recurre a China para su guerra vs. el COVID-19 4. “Guerra farmacológica” de Estados Unidos contra China 5. Guerra nacionalista de vacunas: Occidente contra China 6. ¿Gana Rusia la “guerra geopolítica” de las vacunas contra el COVID-19? 7. “Momento Sputnik” y “Momento Putin”: ¡primera vacuna rusa del mundo contra COVID-19! 8. Sabotaje de la OMS y Microsoft a la vacuna rusa Sputnik V 9. Va la vacuna rusa Sputnik V, mientras Estados Unidos acelera su “vacuna electorera” 10. Megaescándalo: ¡La vacuna contra la polio de Bill Gates resultó nociva en África! 11. AstraZeneca, atrapada entre sus iatrogenias y sus “juegos bursátiles” 12. La caída de la vacuna británica de AstraZeneca deja el paso libre a las

vacunas rusas y chinas 13. Segundo tropiezo grave de la vacuna británica de AstraZeneca 14. Balcanización regional de las vacunas por Estados Unidos y Gran Bretaña 15. La obscena bursatilización de las vacunas anglosajonas

V. GUERRAS REGIONALES DE ESTADOS UNIDOS VS. CHINA 1. El mar del Sur de China a) Beijing fustiga que Obama crea “un segundo Medio Oriente” en el mar del Sur de China b) Tsunami geopolítico en el “mar del Sur de China”: Filipinas abandona a Estados Unidos por China 2. Región Indo-Pacífico a) Increíble inclusión de India y Pakistán al Grupo de Shanghái que encabezan China y Rusia b) Alianza de Estados Unidos e India contra China: ¿qué hará Rusia? c) Choque geoeconómico de Trump y el mandarín Xi: Indo-Pacífico vs. RCEP d) La prioridad del Pentágono es la región Indo-Pacífico para rodear a China 3. Contencioso de las dos Coreas a) Kissinger incita a un “tentador golpe nuclear” contra Corea del Norte b) “Sucio secreto”: Estados Unidos fue el primero en colocar armas nucleares en la península de Corea c) Pacificación de la península coreana: desmilitarización con primacía geoeconómica

d) Endurecimiento de Estados Unidos contra Corea del Norte e) Trump vs. Kim Jong-un: la estúpida guerra nuclear y la “teoría del loco” f) Corea del Norte y Corea del Sur dialogan; Trump, marginado. Espíritu olímpico de invierno g) La hermana de Kim Jong-un invita al presidente surcoreano Moon a Corea del Norte h) Colapsan las negociaciones de Trump con la indomable Corea del Norte 4. Taiwán a) Trump desafía a China: tuits amenazantes y llamada temeraria a Taiwán b) China se prepara para una guerra contra Taiwán y/o Trump c) Visita del secretario de Salud de Estados Unidos a Taiwán: peligroso desafío contra China 5. Europa a) Alemania se aleja de Estados Unidos y se acerca a China... ¿y a Rusia? b) Macron proclama el “fin de la hegemonía de Occidente” y la “reconciliación con Rusia” c) La Unión Europea y la “doctrina Sinatra” entre Estados Unidos y China

VI. EL PROYECTO CHINO DE LA NUEVA RUTA DE LA SEDA 1. Se cimbran las placas tectónicas de Asia: Kim en Rusia y Cumbre de Ruta de la Seda en Beijing 2. El mandarín Xi seduce a Italia y resucita a Marco Polo 3. ¿Derrumbó el mandarín la muralla Maginot comercial de la Unión Europea?

4. Rusia y China impulsan la “Ruta de la Seda del Ártico” y siembran a Estados Unidos 5. Rusia se posiciona en el Ártico con apoyo de China y la hostilidad de Estados Unidos y el Reino Unido 6. Estados Unidos niega el cambio climático y exaspera al Consejo del Ártico en la reunión de Finlandia 7. La estrategia de China y Rusia en el Ártico, según el Pentágono 8. ¿Trump busca comprar Groenlandia para contener a Rusia y a China en el Ártico? 9. No fue broma la compra de Groenlandia por Trump: cancela su visita al Reino de Dinamarca

VII. GUERRA MILITAR Y CARRERA ARMAMENTISTA 1. Guerra militar a) The Economist predispone a la “próxima guerra” de Estados Unidos contra Rusia y China b) Ominoso reporte del Pentágono evoca una “guerra total” vs. China y Rusia c) Marcada hostilidad de National Intelligence de Estados Unidos contra Rusia y China d) “Juegos de guerra 2019” de RAND: Rusia y China derrotan a Estados Unidos en una tercera guerra mundial e) Cunningham refuta el “juego de guerra” de la RAND sobre el triunfo de Rusia. China vs. Estados Unidos f) Comisión de Defensa Nacional de Estados Unidos define a Rusia y China como “competidores globales” g) Trump exhorta a un “G-3 nuclear” de Estados Unidos con China y Rusia

h) Putin exhorta a un “concierto global de países” y busca mejorar el sistema de defensa chino i) Ejercicios militares de Rusia/China/Irán en el golfo de Omán: entrada del estrecho de Hormuz j) Trump admite el nuevo orden tripolar de Estados Unidos/Rusia/China en el ámbito nuclear k) China lanza dos misiles asesinos de portaviones como advertencia a Estados Unidos, según New York Times l) La “Fuerza Espacial”: la sexta rama del Ejército de Estados Unidos para doblegar a Rusia y China 2. Carrera armamentista a) “Si deseas la paz, prepárate para la guerra nuclear”: estrategia de Trump vs. Rusia y China b) Vlady Putin levanta el desafío nuclear de Trump: nuevo orden mundial o juego sin reglas c) Estados Unidos explora la escalada nuclear de China, en caso de una guerra convencional d) Trump responde a Rusia y China con su nueva “guerra de las galaxias” e) Avangard: el misil hipersónico ruso trastocó las coordenadas geoestratégicas f) Trump se retira del Tratado INF: el “reloj apocalíptico”, a dos minutos de la medianoche g) Trump intensifica la carrera armamentista con la “revisión de defensa misilística” h) Angustia rusa por la suspensión del INF por Trump: “crisis de los misiles” versión 2019 i) Reporte del Pentágono sobre las armas nucleares de China

j) Rusia y China poseen “satélites mortales”, según el Pentágono k) El “Libro Blanco” de China sobre su política de defensa nacional en la “Nueva Era”

VIII. ¿ALIANZA ENTRE ESTADOS UNIDOS Y RUSIA? 1. Kissinger en el Kremlin: incluye a Rusia en el “nuevo orden multipolar” 2. Trump arroja a Irán a los brazos de Rusia, China y la Unión Europea 3. El Deep State de Estados Unidos impide un arreglo de Trump con el zar Vlady Putin 4. Trump y Putin hablan por teléfono hora y media 5. Rusia propone un G-10 con China e India en lugar del G-7 ¿quizá un G-11 con Turquía? 6. Trump propone un G-11 para contrarrestar a China: ¿un G-2 subrepticio de Estados Unidos con Rusia? 7. Putin diagnostica los disturbios en Estados Unidos y proclama a Rusia como “rey de los cielos”

IX. ¿HACIA UN NUEVO ORDEN TRIPOLAR? 1. Orden tripolar (Estados Unidos/China/Rusia) vs. caos global: Brzezinski y la “doctrina Trump” 2. China y su “relación triangular” con Estados Unidos y Rusia 3. La “teoría del loco” de Trump y Kissinger para confundir a Rusia y China 4. “Cómo vislumbra China el orden mundial”, según la revista estadounidense The National Interest

5. El polvorín tripolar de Estados Unidos/Rusia/China, según Michael Klare

X. DECLIVE SIGNIFICATIVO DE ESTADOS UNIDOS 1. Fin del siglo estadounidense e inicio de “la era post-Estados Unidos”, según China 2. Estados Unidos lucha con los fantasmas de su declive ante el ascenso irresistible de Rusia y China 3. “Nuevas esferas de influencia” para que Estados Unidos “comparta el planeta” con China y Rusia 4. ¿Es factible la balcanización de Estados Unidos? 5. El colapso de Estados Unidos, según Dmitry Orlov 6. “Declive significativo de Estados Unidos” y ascenso de China, según los futurólogos del Centro Pardee 7. La asombrosa recuperación de China deja(rá) a Estados Unidos, según Wall Street Journal 8. La “era del desorden” que vendrá tras la muerte de la globalización, según Deutsche Bank 9. Brecha intergeneracional tras “fin de la globalización” e inicio de la era del desorden

XI. LA ALIANZA ENTRE CHINA Y RUSIA 1. ¿Intenta Trump resquebrajar la “alianza estratégica” de Rusia y China? 2. ¿Cuál es la profundidad de la “alianza estratégica” de Rusia y China? 3. Trump no puede disociar aún a Rusia de China, según Hal Brands

4. Rusia y China no están con los brazos cruzados 5. Rusia y China se acercan cada día más, según los principales espías de Estado Unidos 6. Las medidas de RAND para debilitar a Rusia 7. RAND y el Pentágono usan el petróleo como arma para doblegar a Rusia ¿y a México?

CONCLUSIÓN: EL ORDEN INTERNACIONAL POST-COVID-19 1. Kissinger teme más el derrumbe del “orden liberal mundial” que al COVID19 2. Orden “tripolar” de Rusia/China/Estados Unidos post-COVID-19, según el senador ruso Alexéi Pushkov 3. Richard Haass, del Council on Foreign Relations: mundo post-COVID-19 acentuará el “desorden” 4. ¿Está ganando China?, pregunta la revista globalista The Economist? 5. China se prepara al “caso del peor escenario” y opera su interiorización a la autarquía 6. ¿Qué falta para una guerra entre Estados Unidos y China? 7. “Momento Sarajevo”: Estados Unidos vs. China/Rusia, según Kevin Rudd, Alastair Crooke y Kissinger 8. China se prepara para la guerra con Estados Unidos ante cualquier eventualidad 9. Impactante plan quinquenal de China: autarquía tecnológica y “magna cultura socialista” 10. Estrategia de asfixia marítima de Estados Unidos vs. China

INTRODUCCIÓN

1. G-20 EN HANGZHOU: DOBLE CRISIS DE LA ECONOMÍA GLOBAL Y DE CHINA CON OBAMA ¹

Los multimedia “occidentales”, con sus justas excepciones de Gran Bretaña — como The Financial Times y Reuters—, han eludido abordar la cumbre del G-20 de Hangzhou, a diferencia de sus homólogos más generosos de Rusia y China (el magnificente anfitrión). En particular, la prensa de Estados Unidos, clavada en su fratricida campaña presidencial, optó por reportar solamente las dos trascendentales cumbres de un lúgubre presidente Obama al margen de la transcendental cumbre: tanto con el sonriente mandarín Xi Jinping, sobre los avances del cambio climático, como con el circunspecto zar Vlady Putin, sobre los contenciosos de Siria y Ucrania. A Obama no le interesa el G-20 como tal —grupo de países de corte economicista que concentra 85 por ciento del PIB global—, al que usó para su rescate financiero de 2008, en contraste con Xi, quien exhibió el poderío cada vez más ascendente de China, apuntalada discretamente por Putin. Fue la última cumbre del G-20 de Obama, cuando Estados Unidos está más consagrado a la fractura geopolítica ajena, a balcanizar a sus rivales y a preservar como sea la hegemonía anómala del omnipotente dolarcentrismo —a mi juicio, su verdadera carta disuasiva—, mientras China aprovecha su liderazgo geoeconómico global, lo cual se reflejó en forma prístina en la cumbre de Hangzhou: desfavorable en forma y fondo para Obama, y resplandeciente para Xi. Hoy existe una “guerra geoeconómica” entre Estados Unidos y China que no se atreve a pronunciar su nombre, y que se refleja en sus dos proyectos mercantiles antagónicos, cuando Obama intenta resucitar de los escombros la inviable y caduca “globalización financierista” de alquimia bursátil y lanza sus polémicos tres tratados mercantilistas que ofenden al mundo: el Acuerdo de Asociación Transpacífico (ATP) contra China —sumado del “pivote geoestratégico” de Estados Unidos para “contener” el ascenso irresistible de Beijing—; la moribunda Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (TTIP, por sus

siglas en inglés) contra Rusia y el ominoso cuan ultrasecreto Acuerdo sobre Comercio de Servicios (TISA, por sus siglas en inglés) con su robotización financierista para beneficio unilateral de Wall Street en detrimento del género humano. Quizá una foto resuma, mejor que nada, por dónde soplan los vientos geopolíticos y geoeconómicos del IV: Xi y Putin caminando juntos con paso firme al recinto de conferencias y flanqueados por los mandatarios de Alemania y Francia, ¡sin Obama! . Dejo de lado los simbólicos desaires a la comitiva de Obama a su arribo a Hangzhou, así como las impensables invectivas personales del singular mandatario Rodrigo Duterte de Filipinas, supuesto excelso aliado militar de Estados Unidos en su confrontación marítima con China, contra el presidente saliente de la otrora superpotencia unipolar, a quien acusó de injerencista, mientras Putin se daba el lujo de orquestar nuevos acercamientos geopolíticos con los otrora intocables aliados de Estados Unidos, como Arabia Saudita, Corea del Sur, Japón y Turquía, cuando Corea del Norte recordaba su existencia mediante el lanzamiento de tres misiles provocativos. Fue interesante apreciar la convergencia del abordaje geoeconómico de Xi y la francesa Christine Lagarde, al mando del FMI, sobre sus “prescripciones” clínicas para resucitar la aletargada economía global mediante recetas “incluyentes” con un “desarrollo interconectado” y digitalizado que agregue la “industrialización colectiva” de los países africanos y los países menos desarrollados: léase, frente al moribundo cuan inconexo modelo “excluyente” neoliberal anglosajón, de corte fiscalista/monetarista y de control financierista. Ahora China encabeza y exhorta a un nuevo camino , una “segunda globalización”, más consensuada y de visión de mediano y largo plazos, que sustituya a la añeja globalización anglosajona, de corte unilateral e inmediatista/cortoplacista, que ha provocado la revuelta nacionalista de los ciudadanos desempleados en Gran Bretaña y Estados Unidos, mediante la protesta electoral del Brexit y el trumpismo, que implican un mayor “proteccionismo” mercantil con freno a las inversiones transfronterizas, que, por el contrario, busca reactivar el nuevo proyecto de “globalización china” mediante sus dos pilares: el banco AIIB y la “Ruta de la Seda”. China busca “civilizar” el salvaje capitalismo cuando uno de sus métodos será

combatir la “corrupción”, lo cual habrá indispuesto a muchos mandatarios allí presentes . China exulta las “ganancias concretas” de la cumbre de Hangzhou —que Marco Polo bautizó a finales de IV como “la más hermosa y espléndida ciudad del mundo”, cuando Europa yacía en su medievalismo y Estados Unidos aún no existía—, mientras Reuters diluye sus alcances: “muchas promesas; pocos planes concretos”. Reuters fustiga que “China produce la mitad de la producción anual de mil 600 millones de toneladas de acero y lucha para disminuir su sobrecapacidad estimada de 300 millones de toneladas”. Justamente el “G-20 apeló a la formación de un “foro global” para paliar la sobrecapacidad de acero. Tom Mitchell, George Parker y Gabriel Wildau, del Financial Times, aseveran que la tónica de la cumbre del lado “occidental” era aplacar la furia de los ciudadanos en sus respectivos feudos “contra de la globalización y el libre comercio”, a grado tal que, en forma inédita, el anterior banquero de Goldman Sachs y hoy primer ministro Malcolm Turnbull, de Australia, una de las joyas de la corona de la anglósfera, advirtió a los mandatarios de Estados Unidos y Gran Bretaña la necesidad de “civilizar el capitalismo”, cuando el “crecimiento ha sido muy bajo por mucho tiempo para muy pocos”. Citan a una fuente anónima de la reunión anglosajona realizada a puerta cerrada, de que se trató de una “cumbre donde los líderes hablaron mucho más sobre la gente y mucho menos sobre economía”, lo cual fue el acento de Xi en su diálogo con los empresarios: “el desarrollo es para la gente, debe ser seguido por la gente” y sus resultados deben ser compartidos por la gente, ya que “no es solamente una responsabilidad moral de la comunidad internacional”, sino “también ayuda a liberar la inconmensurable demanda efectiva”. A los rusos no les pasó desapercibida la estridente amenaza de Obama, con el fin de “sabotear la cumbre”, sobre las “consecuencias contra China mientras se encontraba en el país como invitado”, tema que deseaba evitar Xi . Obama anduvo desatado: también “amenazó”, fuera de la agenda, “librar una ciberguerra contra Rusia” . El mundo se encuentra ante una bifurcación que marcará el destino del IV, si es que no ocurre una guerra declarada en el camino, entre la fracasada “globalización anglosajona” y el proyecto de la “globalización china”.

El comercio mundial se decidirá por lo que suceda en el mar del Sur de China en la batalla por su control geopolítico entre China y Estados Unidos.

2. EL EMPERADOR GEOECONÓMICO XI JINPING SE ADELANTA 15 AÑOS ²

A unos días del inicio de su trascendental gira asiática, Donald Trump felicitó en términos ditirámbicos la asunción de Xi Jinping —entronizado supremo líder para un segundo quinquenio en el 19 congreso del Partido Comunista Chino (PCC)—, a quien aduló de “rey”. La nesciencia de Trump es legendaria, ya que en la tradición milenaria china de más de 6 mil años no existe la figura de rey, ya que ha sido gobernada por mandarines y emperadores. Según The Washington Post, Trump alabó a Xi como “probablemente el mandatario más poderoso” que China ha tenido en un siglo. ¿Más que Mao Zedong y Deng Xiaoping? Not yet… Xi Jinping, a quien bauticé como mandarín, es hoy el “emperador geoeconómico”, ya que lleva las riendas del país con el mayor producto interno bruto (PIB), en términos de paridad de compra, del planeta, en el ranking del World Factbook de la CIA . En términos de PIB nominal se proyecta que China desbancará, alrededor de 2020, tanto a la Unión Europea como a Estados Unidos del primer y segundo sitiales, respectivamente. China ostenta hoy las mayores reservas de divisas, con 3.1 millones de millones de dólares , frente a 774 mil 900 millones de la Unión Europea (¡cuatro veces menos!) y 117 mil 300 millones de Estados Unidos (¡26 veces menos!). La revista neoliberal global The Economist —controlada por los banqueros Rothschild— se extravió en su interesada taxonomía en el lapso de una semana: pasó de calificar al emperador global Xi de “el hombre más poderoso del mundo” a catalogar a Vladímir Putin como el “nuevo zar”, 100 años después de la revolución comunista de octubre . Para The Economist, el emperador global Xi “tiene más influencia que Donald Trump”, por lo que “el mundo debe estar cauteloso”, y juzga, en forma negativa, por no convenir a los intereses de la pérfida Albión, que “no hay que esperar que Xi cambie a China o al mundo, para lo mejor”.

The Economist exhibe que el ejército chino “palidece en comparación con el de Estados Unidos”: el problema de éste, “aún el país más poderoso del mundo”, es que “su líder es más débil en el interior y menos efectivo en el exterior”, mientras “Xi es el motor dominante del crecimiento global”. The Economist advierte que con la Ruta de la Seda “China invertirá millones de millones de dólares en el exterior en líneas ferroviarias, puertos, plantas eléctricas e infraestructura” . Lo real es que los estrategas de Trump, tanto Henry Kissinger como Steve Bannon , saben que las inversiones en infraestructura de China le van a ganar la partida en Eurasia a Estados Unidos, que carece de músculo económico. En el clásico enfoque de la “estabilidad geoestratégica trilateral” entre Estados Unidos/Rusia/China, Beijing es la más débil desde el punto de vista militar, por lo que días después de haber sido ungido con su mandarinato militar, el emperador geoeconómico Xi exhortó a “construir un ejército fuerte” en medio de la “nueva era” de un “socialismo con características chinas”. En la liturgia china, Xi fue ratificado como secretario general del Comité Central del PCC. Pero también funge como presidente y jefe de la emblemática Comisión Militar Central: el verdadero poder detrás de su estructura jerárquica. Xi exhortó a las fuerzas armadas a prepararse a constituir “un ejército de clase mundial a mediados del IV” . South China Morning Post (SCMP) —rotativo de Hong Kong que pertenece a Jack Ma, de la célebre empresa china de ventas por Internet Alibaba— revela que Xi “sacudió el liderazgo militar de China” al crear una “comisión más pequeña bajo su mando”, como parte de la modernización acelerada de las fuerzas armadas . Estados Unidos, con sus diversos presidentes demócratas y republicanos por igual, se ha consagrado a librar guerras en los cuatro rincones del planeta —con el fin de prosperar en forma egoísta mediante su “economía de guerra” y su omnipotente complejo militar-industrial—, mientras China promete el desarrollo a los países que lo deseen mediante su atractiva política de infraestructura, que se subsume tanto con la Ruta de la Seda como con el financiamiento de créditos blancos del mirífico banco AIIB .

Anja Manuel, de The Atlantic , considera que “China reconfigura tranquilamente al mundo” mediante su “iniciativa en infraestructura”, que resume la Ruta de la Seda (que puede llegar a manejar inversiones hasta por 8 millones de millones de dólares): “China crece rápidamente como el imperio comercial más extenso del mundo”. Baste la comparación con el Plan Marshall de 800 mil millones de dólares (a valor presente) de Estados Unidos, frente a las inversiones “azorantes” de China, que ya invirtió 300 mil millones y planea invertir un millón de millones más en la próxima década, cuando China sola ha concedido más créditos a los países en vías de desarrollo que el Banco Mundial. A unos días de la visita oficial de Trump a China, Beijing lanzó, por primera vez en una década, una emisión de bonos en dólares por 2 mil millones en la plaza de Hong Kong, un día después de que el PCC otorgó un segundo mandato de cinco años a Xi . La cantidad es simbólica, ya que la mayor parte de la emisión de deuda china es en renminbi. Esta espectacular medida de China, emitir bonos en dólares, tiene que ver con la Ruta de la Seda y la construcción de infraestructura con los países en vías de desarrollo que participen en su prosperidad. El viceministro de finanzas chino, Shi Yaobin, externó que la emisión de bonos en dólares demuestra la voluntad de apertura a las inversiones . Según Wang Xiangwei, del SCMP, el nuevo equipo (un dream team), más pragmático, que acompaña en su liderazgo a Xi, comporta un alto significado para la economía de China, con un importante giro con enfoque a reformas orientadas al mercado (de corte “ofertista”: supply side) . Li Qiaoyi y Song Shengxia, del Global Times, aseveran que el 19 congreso y la notable asunción de Xi apuntan a que “China opte por el crecimiento de calidad” y que la “modernización será alcanzada 15 años antes de lo programado” . El plan de desarrollo de 2020 a 2050 tendrá dos estadios, y el objetivo “no será más duplicar el PIB”, sino “optar por un crecimiento de mayor calidad”: desarrollar a China como un gran “país socialista moderno”, que será “moderadamente próspero en 2020”. La “modernización” irá más allá del vulgar economicismo del crecimiento del PIB e incorporará “mayor preocupación para

el bienestar social, el equilibrio regional, la seguridad nacional y la cohesión política”, a la “manera china”. La incertidumbre que contemplan en el horizonte versa sobre el grado de apertura a los capitales globales, que pueden desnaturalizar y desestabilizar a China. Las promesas que el emperador geoeconómico Xi realizó y por las que será auditado histórica y políticamente son erradicar la pobreza en 2020, regresar a los cielos azules descontaminados y hacer de China un país moderno en 2035. Por sus logros lo juzgaréis.

3. TRUMP CATALOGA A RUSIA Y CHINA DE “RIVALES ESTRATÉGICOS” ³

Con su legendaria rudeza verborreica para el consumo doméstico, Trump enunció su “Estrategia de Seguridad Nacional” (ESN) —que definió como un “realismo de principios”—, que marca una nítida ruptura con el legado catastrófico de Obama y donde cataloga a Rusia (en menor grado) y a China (en mayor grado) de rivales estratégicos. El rotativo británico Daily Mail realiza una aceptable síntesis donde destaca que para la ESN de Trump “quienes desafían la prosperidad de Estados Unidos pertenecen a tres categorías”: 1) Las potencias revisionistas —China y Rusia— identificadas como “rivales” que desean “configurar un mundo antitético a los intereses y valores de Estados Unidos”; 2) “Estados canalla”: Corea del Norte e Irán, donde arremetió por ello a sus antecesores, y 3) Las organizaciones trasnacionales, como los yihadistas . En forma incongruente, pese a considerar a China y a Rusia “rivales”, Trump los invita a colaborar con Estados Unidos para doblegar las aspiraciones nucleares de Corea del Norte. Jim Garamone, adscrito al Pentágono, enumera los “cuatro pilares” de la ESN: 1) proteger al pueblo estadounidense, su hogar y el sacrosanto american way of life, con franca dedicatoria para la terminación del ignominioso muro con México; 2) el económico que, por vez primera, forma parte de la seguridad nacional; 3) “preservar la paz mediante la fuerza”. La clásica máxima militarista del imperio romano del siglo IV d.C.: “Si vis pacem, para bellum” (Si deseas la paz, prepárate para la guerra), y 4) “expandir la influencia de Estados Unidos” que empieza con la construcción de riqueza y poder en el mismo Estados Unidos: “una visión de naciones poderosas, soberanas e independientes que respetan a sus vecinos” . ¡No, bueno! Brian Bennett, de Los Angeles Times, desde el feudo de la resistencia del Partido Demócrata a Trump, fustiga que el polémico presidente haya colocado al “sistema de inmigración” —que afecta a los mexicanos como a nadie— como “una amenaza a la seguridad nacional”, mientras degrada al “cambio climático”

que no es considerado como tal . Bennett resalta las “discrepancias entre los comentarios de Trump y su documento”, y juzga que haya sido muy dúctil con Rusia. Por cierto, tanto Trump como “Vlady de Arabia” hablaron dos veces durante la semana de la ESN cuando el zar geoenergético agradeció a su homólogo haberlo alertado mediante la CIA de un atentado en San Petersburgo. ¿Busca Trump, a instancias de Kissinger, un G-2 con Rusia contra China? El geoestratega ruso Andrew Korybko juzga que la ESN “suena más a una estrategia de infoguerra” . Para Korybko se trata de una “guerra híbrida” —una “combinación de poder suave, militar y económico para conseguir sus objetivos”— mediante la cual Estados Unidos “emplea las técnicas similares con las que acusa a Rusia y a China”. Andrew Korybko aduce que la “principal prioridad geopolítica de Estados Unidos es prevenir a Rusia y a China de completar la transición del orden mundial unipolar encabezado por Estados Unidos al emergente orden mundial multipolar”. La conexión entre las infoguerras y el poder económico de Estados Unidos se permea en el documento que abunda sobre la “amenaza de ciberataques” que incluyen la “guerra de la información y desinformación”. En forma implícita, el “ejército de Estados Unidos teme a los multimedia rusos” susceptible de “desmantelar el aura de invencibilidad que el Pentágono ha intentado establecer”. El cuarto pilar trumpiano aboga la necesidad de “expandir la influencia de Estados Unidos” que, según Andrew Korybko, significa la operatividad de “medios no-militares mediante los cuales intenta contrarrestar la Ruta de la Seda” que intenta avanzar el concepto de la “región Indo-Pacífico” con el fin avieso de una confrontación de China e India. ¿Puede aspirar Trump a expandir la influencia de Estados Unidos con sus decisiones abstrusas —tal el reconocimiento unilateral de Jerusalén como capital fake de Israel—, que le han valido el ostracismo universal?, que admite The Times of Israel: “¿Estados Unidos e Israel solos contra el mundo?” . La reacción de China no es menos feroz y critica que la “Estrategia de Seguridad

de Estados Unidos es cegada por su arrogancia y falsas creencias” . Para el editorial del portal oficioso chino Global Times, Trump “destaca la rivalidad entre Beijing y Washington que puede ser resultado de cambios en el balance del poder”, por lo que Estados Unidos “puede colocar mayores recursos para rivalizar y presionar a China, con la esperanza de que Beijing buscará la cooperación con Washington en los términos dictados por Estados Unidos”. El portal chino considera que la ESN exhibe una “postura dura” que “se basa en el poder de Estados Unidos, en lugar de las reglas internacionales. Demuestra la insistencia indisputable de Washington en su hegemonía global” y que “ni Beijing ni Moscú aceptarán”. Impacta que en China se anticipen a la postura de Rusia, lo que denota la tácita alianza estratégica de gran calado entre las dos superpotencias euroasiáticas. El portal chino rechaza los argumentos falaces de Trump sobre la presencia de Beijing en el mar del Sur de China y su supuesto antagonismo con los países del Sureste Asiático cuando ni Estados Unidos ni el “México neoliberal itamita” se percatan del significado de la Asociación Regional Económica Integral (RCEP) encabezada por China , que ha aniquilado a la Asociación del Pacífico y ha dislocado a la quimérica Alianza del Pacífico. El editorial exhibe la “reticencia de Washington de aceptar el ascenso de China. Pero no puede tener a China en jaque dado su inmenso tamaño y su colosal volumen económico” cuando “la angustia de Washington está profundamente enraizada en el crecimiento de China y en la consecuencia del derroche de la influencia de Estados Unidos”. El portal considera que “el ascenso de China es endógeno, por lo que todo el despliegue estratégico de Estados Unidos para contenerlo será vano” y “si Trump desea intensificar la confrontación militar y enfriar el comercio de China y Estados Unidos, entonces que lo intente”. ¡MegaUf! Trump no puede con Corea del Norte sin Rusia y China, ¿cómo podría despedazar juntos a Beijing y a Moscú? Viene una amenaza sutil de la China milenaria: “Si Trump desea penetrar en el reino de las aguas profundas de la geopolítica no será tan buen nadador como sus predecesores”. Cabe recordar que el gran timonel Mao Zedong hace 61 años —

cuando China aún no alcanzaba la cumbre del “emperador geoeconómico” Xi Jinping— tildó a Estados Unidos de “tigre de papel” y obligó a la dupla Nixon/Kissinger a negociar con él, después de la derrota de Estados Unidos en Vietnam y el Sureste Asiático. El grave problema es que desde hace casi una generación, con republicanos o demócratas por igual, Estados Unidos no sabe cómo lidiar con su decadencia y lo único que ha provocado es la alianza de Rusia y China.

4. CONFRONTACIÓN GEOPOLÍTICA DE ESTADOS UNIDOS Y CHINA POR EL LITIO: DISTURBIOS EN CHILE Y GOLPE EN BOLIVIA ⁴

En tres sendos artículos expuse el papel primordial del litio como “mineral geopolítico”: “El caos en Latinoamérica: agonía del neoliberalismo con auge de la remilitarización” , “El ‘litio-golpe’ de Bolivia con la bendición de la OEA y Estados Unidos. Oportunidad para mineras” y “Fiebre del litio: golpe en Bolivia, ‘inversión’ anglosajona en Sonora, y Tesla en Alemania” . El especialista en petróleo y geopolítica F. William Engdahl exhibe la confrontación de Estados Unidos y China por el litio, que explica los disturbios en Chile y el golpe en Bolivia: “las tensiones de Estados Unidos y China por los planes económicos chinos probablemente también incluyan contrarrestar la influencia de China para controlar las principales reservas estratégicas de litio” . Según Engdahl, la demanda de litio “es enorme en China, en la Unión Europea y en Estados Unidos”, cuando “desarrolla su propia geopolítica nada disímbola al control del petróleo”. China “domina el nuevo gran juego global para el control del litio”, mientras que “las entidades chinas controlan casi la mitad de la producción global de litio y 60 por ciento de la capacidad de producción de baterías eléctricas”. Para Beijing, el litio es una “prioridad estratégica” cuando, según Goldman Sachs —que califica el carbonato de litio como “la nueva gasolina”—, China podría suministrar 60 por ciento de los carros eléctricos en el planeta. La rivalidad de China y Estados Unidos alcanzó a Australia y Chile, donde prevalece la minera del “oro blanco” Albemarle de Estados Unidos. Hoy el mayor productor de litio del mundo, la australiana Talison Lithium Inc., es controlada por la empresa china Tianqi, que maneja más de 46 por ciento de la producción mundial del litio. La empresa minera china CAMC Engineering Co. opera una gran planta en Bolivia para producir cloruro de potasio, debajo de cuya extracción se encuentra

“la más extensa conocida reserva de litio en el mundo en el Salar de Uyuni”. Ya en 2014, Linyi Dake Trade de China había construido una planta piloto de batería a base de litio en el mismo lugar . Nueve meses antes del “litio-golpe”, el presidente Evo Morales apadrinó la “asociación estratégica” de Xinjiang TBEA Group Co. Ltd. de China (con 49 por ciento) y la empresa estatal de litio boliviana (YLB), por 2 mil 300 millones de dólares . Engdahl teme que el gobierno golpista de extrema derecha-evangelista de Bolivia anule los acuerdos de litio con las empresas chinas. Comenta que “la cancelación de la Cumbre de la APEC el 16 de noviembre […] cobra otro significado” cuando —además de la reunión bilateral entre Trump y el mandarín Xi— estaba considerada para realizar “acuerdos comerciales esenciales entre China y Chile”: el mandarín Xi “planeaba ser acompañado por una delegación de 150 líderes empresariales”, en la que destacan el reforzamiento de la exportación del cobre chileno que se ha desplomado a la mitad en una década , así como la participación de Beijing en la explotación del litio en Chile, que “puede constituir el objetivo de las intervenciones de Estados Unidos” pese al neoliberalismo pinochetista del acorralado presidente Sebastián Piñera. Los “alienígenas” a los que hizo alusión la esposa de Piñera, en relación con la ola de las masivas protestas de millennials, pueden formar parte de las “revoluciones de color” incitadas por Estados Unidos para impedir la explotación del litio chileno por China, cuya empresa Tianqi está asociada a la chilena SQM. Justamente al respecto abordé que “tampoco es improbable, desde el punto de vista geopolítico —círculos cercanos a la presidencia chilena afirman que los disturbios y la desestabilización son orquestados desde el extranjero y con objetivos muy precisos—, que a manos foráneas, que siempre se han entrometido en Chile, no les convenga la reunión bilateral de Trump con Xi, reunión que quizá sirva para anunciar su acuerdo comercial que daría un respiro a la economía global” . Por cierto, en 2017 se registró un incremento sustancial de acuerdos para la explotación del litio global, en los que México (¿Sonora?) aparece con 5 por ciento de los contratos en la fase aciaga del itamita neoliberal Luis Videgaray, quien manejaba a su antojo los recursos inalienables del país.

5. DEBILITADO Y REZAGADO, ESTADOS UNIDOS BUSCA ROMPER LA ALIANZA DE RUSIA Y CHINA ⁵

El peor error de Obama, por el que será juzgado por la historia, es haber empujado a Rusia a los brazos de China, lo cual no pudo remediar Trump, quien siguió los consejos de Kissinger, a sus 97 años, para crear un G-2 de Estados Unidos y Rusia contra China, que fracasó rotundamente. Financial Times (26/07/20), portavoz de los banqueros Rothschild y sus globalistas, fomenta que Estados Unidos “explote las fisuras en la relación entre Rusia y China”, ya que su pregonada asociación “no es tan vigorosa como la que formulan Xi y Putin”. Su pérfida intriga radica en una lacónica frase del secretario de Estado, Mike Pompeo, exdirector de la CIA y zelote “evangelista sionista”, quien espetó sobre la estrategia de usar a Rusia para contrarrestar a China: “pienso que existe esa oportunidad”. Financial Times cita al influyente Steve Biegun, vicesecretario de Estado, quien “está confiado de que Estados Unidos puede ser más ágil para encontrar la ‘costura’ de la relación entre Rusia y China”, ya que tal “costura” se debe únicamente a su “mutua determinación de desafiar a Estados Unidos”. También cita a Elbridge Colbyn, anterior funcionario del Pentágono, quien trabajó para la Estrategia Nacional de Defensa: “nuestro objetivo es asegurar mucho espacio entre Rusia y China” y que “Estados Unidos reduzca los irritantes en su relación con Moscú”. Luego de amarrar navajas sobre simbolismos quiméricos que marcarían el alejamiento de Rusia y China, Financial Times echa reversa con la opinión de “expertos” (sin identificar) quienes “desechan como cándida la idea de que Washington pueda usar a Moscú contra Beijing”. Cita a Bobo Lo, del Lowy Institute — think tank australiano ultraconservador y mega-neoliberal—, quien aduce que entre Rusia y China, Moscú “tiene poco interés en preservar el existente orden mundial” cuando Beijing “ha sido el mayor beneficiario de este orden y sólo busca ajustarse y ganar mayor peso en su seno”. Además, Financial Times cita una próxima publicación de Carnegie Endowment for International Peace que arguye como “pensamiento mágico” imaginar que Estados Unidos

puede meter su cuña entre Rusia y China. El muy influyente portal Sputnik cuestiona si es “viable el plan” de que “Estados Unidos se una con Rusia contra Rusia”. Cita al doctor en Ciencias Políticas, Visili Kashin, quien resalta las múltiples ventajas de Rusia en su relación con China: “Cualquier unión a una coalición antichina sería un suicidio para Moscú debido a una enorme frontera terrestre con el país asiático” (de un total de 4 mil 179 kilómetros) . Visili Kashin rememora que “el enfrentamiento a China fue uno de los factores principales que arruinaron a la URSS porque la construcción de la infraestructura militar en los vastos territorios de la taiga (bosque boreal) golpeaba la economía soviética más que las respuestas a los desarrollos de alta tecnología de Estados Unidos”. Kashin afirma que “un acuerdo confidencial” entre Estados Unidos y Rusia es imposible técnicamente: “El propio Washington destruyó todos los canales de consultas con Moscú desde 2014 y tampoco está listo para cambiar su enfoque hacia las situaciones que llevaron al conflicto con Rusia”: “parecen sólo fantasías. Para poder hablar de ello, debe ocurrir una total revolución en la política exterior de Estados Unidos”. María Zajárova, portavoz de la cancillería rusa, calificó de “ingenuo” el intento de Estados Unidos de involucrar a Rusia en su campaña antichina: “las declaraciones de Pompeo sobre la posibilidad de arrastrar a Moscú a la campaña antichina de Estados Unidos es otro intento ingenuo de complicar la asociación ruso-china, de abrir una brecha en los lazos amistosos entre Rusia y China”. Según Zajárova, Rusia “tiene la intención de fortalecer aún más la cooperación con China, como el factor más importante para estabilizar la situación en el mundo”. Hoy Rusia y China contemplan la triple “guerra civil/guerra de clases/guerra cultural” y las fuerzas centrífugas que debilitan a Estados Unidos, y mejor esperan al resultado de la elección presidencial del 3 de noviembre para posicionarse con mayor vigor. ¡El mundo será tripolar o no lo será!

6. CARTER DA A TRUMP EL “SECRETO” DEL ÉXITO CHINO: “NO DILAPIDA NINGÚN CENTAVO EN GUERRAS”

Vale la pena rememorar la llamada telefónica que recibió el expresidente Carter, demócrata, de parte de Trump hace 16 meses, cuando le externa su preocupación de que China “haya superado a Estados Unidos” . Carter, hoy de 95 años, divulgó el contenido de su charla a la Iglesia Bautista Maranatha —de característica bibliocentrista, que, por cierto, tiene una sede en Pachuca, Hidalgo—, en su terruño de Plains (Georgia). La palabra “Maranatha” proviene del arameo, el idioma semita de Cristo que aún conserva la Iglesia católica-maronita de Líbano, que significa “El Señor está por llegar”. Trump le comentó a Carter que se encontraba preocupado porque “China se nos adelantó”, a lo que el expresidente le sugirió que tenía razón de estar alarmado. Fue justamente Carter, asesorado por su entonces consejero en Seguridad Nacional, Zbigniew Brzezinski, quien estableció las relaciones diplomáticas de Estados Unidos y China en el histórico año de 1979. Ya antes el expresidente Nixon, con su exasesor en Seguridad Nacional Kissinger, había visitado al Gran Timonel Mao Zedong y a su primer ministro, Zhou Enlai, en 1973, para construir los primeros puentes. Según la versión de Carter, “Trump temía la creciente fortaleza económica de China” y calculó que, de acuerdo con “modelos económicos”, China superaría a Estados Unidos como la primera economía global en 2030. Pues aquí se equivocaron los “modelos económicos” ya que hoy el PIB, cuando se mide por su poder adquisitivo, superó a Estados Unidos , y no falta mucho para que el “PIB nominal” de China rebase a Estados Unidos cuando el mundo experimenta el “Siglo chino” que suplanta al desfalleciente “Siglo estadounidense” —a fortiori, después de la pandemia del COVID-19 que dejó mal paradas a las dos principales economías financieristas anglosajonas de Estados Unidos y Gran Bretaña—, mientras que China retomó, al segundo trimestre de este año, su ruta ascendente con un crecimiento de 3.2 por ciento , lo cual demuestra que los “modelos económicos” o no sirven o no tuvieron en el radar al COVID-19.

Carter preguntó a su congregación de fieles: “Desde 1979, ¿saben cuántas veces China ha tenido guerra con alguien?”. Y contestó: “Ninguna. Y nosotros hemos permanecido en guerras”. Carter hizo notar que en sus 242 años de historia, en ese momento, Estados Unidos solamente había gozado “16 años de paz”, siendo el país “más bélico en la historia del mundo”, lo cual se debe “a la proclividad de Estados Unidos de forzar a otros países a adoptar los principios estadounidenses”. La brutal crítica de Carter fue in crescendo: “Estados Unidos dilapidaba 3 millones de millones de dólares (trillones en inglés) en gasto militar”, mientras China ostenta alrededor de 30 mil kilómetros para ferrocarriles de alta velocidad. Carter libra el “secreto del éxito de China” que “no ha gastado un solo centavo en la guerra y es la razón por la que nos han superado. Casi en todos los ámbitos”. El expresidente alega que si Estados Unidos hubiera invertido en infraestructura en lugar de tantas guerras, tendría ferrocarriles de alta velocidad. Tendría puentes que no se estarían colapsando, “tendría carreteras mantenidas adecuadamente” y su “sistema educativo sería tan bueno como el de Corea del Sur y Hong Kong”. Y eso que Carter se concretó solamente al desastre de la infraestructura en Estados Unidos y no abordó el azorante avance tecnológico de China: desde el 5G de Huawei hasta su reciente alunizaje en la parte oscura de la Luna. Pues parece que hasta ahora Trump le ha hecho caso a Carter en lo que concierne a no librar más guerras en el mundo, salvo sus asfixiantes guerras geoeconómicas y sanciones financieras y de tarifas que a veces suelen provocar mucho más daño que las mismas guerras militares, como es el caso flagrante de Irán, para satisfacer a su aliado Israel y a sus seguidores “evangelistas sionistas” de los dos Mike: Pence y Pompeo . Se deduce, entonces, que quizá Trump esté bluffeando en una guerra militar contra China, cuya teatralidad sólo le serviría para su reelección.

La Jornada: Bajo la Lupa, 7 de septiembre de 2016. La Jornada: Bajo la Lupa, 29 de octubre de 2017. Alfredo Jalife-Rahme, El (des)orden global en “la era post-Estados Unidos”,

Grupo Editor Orfila Valentini, México, 2018, pp. 68-70. La Jornada: Bajo la Lupa, 24 de noviembre de 2019. La Jornada: Bajo la Lupa, 2 de agosto de 2020. La Jornada: Bajo la Lupa, 16 de agosto de 2020.

I. GUERRA COMERCIAL ENTRE CHINA Y ESTADOS UNIDOS

1. DECESOS DEL ATP Y EL TLCAN; AUGE DEL “RCEP” CHINO: EL MAYOR TRATADO COMERCIAL GLOBAL ¹

Para intentar paliar su tremendo déficit comercial global de “bienes sin servicios” de 750 mil millones de dólares al año, la trumponomics permuta el multilateralismo por el bilateralismo mediante el cual Estados Unidos impone su voluntad militar/atómica. Los cuatro principales déficits comerciales en “bienes” de Estados Unidos son con China (347 mil millones de dólares, 40 por ciento), Japón (69 mil millones de dólares), Alemania (65 mil millones de dólares) y México (63 mil millones de dólares). Todos los secretos proyectos multilaterales con enfoque geopolítico de los Bush, Clinton y Obama están siendo enterradas por la trumponomics: ATP, contra China; TTIP, contra Rusia, y TISA, contra el mundo. No haré leña del árbol caído de los aniquilados ALCA y el Plan Puebla-Panamá (PPP), a los que se adhirió en forma grotesca la dupla Fox/Castañeda Gutman, que preservó más los intereses de Estados Unidos e Israel que los de México. Por cierto, 15 años antes de que apareciera Trump, el desastre de la migración mexicana en Estados Unidos se debió en gran medida a la insolencia infatuada de la dupla Fox/ Castañeda Gutman, que rechazó un acuerdo bajo el inigualable concepto “diplomático” de la “enchilada completa”. ¡Qué nivelucho! Se han desgajado todos los proyectos y tratados de Estados Unidos para dominar las regiones y el mundo —ALCA, PPP, ATP, TTIP, TISA, y ahora el agónico TLCAN—, mientras China ha acelerado sin mucho ruido desde hace más de cuatro años la Asociación Económica Integral Regional (RCEP, por sus siglas en inglés) con el fin de contrarrestar el irredentismo mercantilista geopolítico de Obama. El núcleo del RCEP-16 lo constituyen los 10 miembros de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN, por sus siglas en inglés), con tres

superpotencias neoeconómicas —China, India y Japón—, dos países de la anglósfera —Australia y Nueva Zelanda— y Corea del Sur, que representan en su conjunto la mitad de la población mundial y 30 por ciento del PIB global: 21.4 billones de dólares. Los tratados mercantilistas de “Occidente” fenecen, incluida la sitiada Unión Europea, mientras el poco publicitado RCEP-16 se posiciona como el mayor tratado de libre comercio del planeta, pero con un nítido enfoque “regional” donde China nolens volens se ha erigido en su líder conceptual. Una civilización milenaria como China no se cuece al primer hervor, por lo que ha sido muy precavida para liderar el libre comercio a escala regional y global. Aquí los matices son seminales: la globalización anglosajona es financierista, mientras la globalización que pregona China es economicista. El primer ministro chino, Li Keqiang, arrojó un balde de agua helada a los novatos mercantilistas de América Latina, inseminados por el fallido neoliberalismo, quienes alucinan permutar al ATP-12 por el RCEP-16 y a Estados Unidos por China: “no excederemos nuestro alcance para hacer cosas que China no debe hacer” . El grave problema de los reduccionistas mercantilistas es que carecen de cultura geopolítica e ignoran los límites que impone la realidad cuando China desea afianzar su posicionamiento regional, mientras rechaza imitar el irredentismo de Estados Unidos en América Latina, cuyos regímenes neoliberales fracasados han quedado huérfanos después del desprecio supremacista de Trump. Una cosa es que China haya asistido a las exequias del ATP en Viña del Mar (Chile) —adonde incluso llegó el representante de Estados Unidos a supervisar el desasosiego neoliberal de América Latina— y otra es clavarse a un esquema que colisiona con la cosmogonía y los intereses de China que no va abandonar a sus aliados asiáticos para complacer a los saltimbanquis del “México neoliberal itamita” que andan más desbrujulados que de costumbre. Bai Ming, investigador de la Academia China de Comercio Internacional y Cooperación Económica, desechó la exuberancia retórica de que “China sustituirá a Estados Unidos para convertirse en el líder del libre comercio”. China deberá concluir las negociaciones del RCEP-16 antes de lanzarse a aventuras de sueño guajiro, como el sepultado ATP. Las prioridades comerciales

de China comportan acuerdos de libre comercio con el ASEAN-10, al unísono de un acuerdo trilateral con Corea del Sur y Japón, países con los cuales Beijing tiene problemas geopolíticos delicados debido al injerencismo de Trump Más allá de su región afín, enfocada al RCEP-16, la prioridad de China no está en el ATP, sepultado por Trump, sino en la “Ruta de la Seda terrestre/marítima”, cuyos proyecto y trayecto peligran, a mi juicio, por la inminente manipulación del yihadismo por la CIA en Xinjiang (China), India e Irán. Mei Xinyu, investigador del Instituto de Comercio Internacional y Cooperación Económica en el Ministerio de Comercio, sentencia que China y el ATP son incompatibles: “No está en línea con sus intereses” cuando China es ya “el máximo exportador global y el segundo mayor importador y no espera ganar mucho adhiriéndose al ATP”, cocinado por Obama contra China, que “está lleno de contenido que viola las básicas reglas económicas”, además de reflejar “valores” occidentales que socavan la equidad económica . Entiendo que los ignaros “negociadores” mexicanos, que padecen una anacrónica adicción neoliberal mercantilista sin rumbo, no lean la prensa china, pero asombra que tampoco sigan a sus mentores de Estados Unidos, en específico al Consejo de Relaciones Exteriores (CFR, por sus siglas en inglés). Shiro Armstrong, del CFR, expone que el ATP, proyecto estadounicéntrico, “está muerto y es fútil esperar su resurrección” cuando, “sin la participación de Estados Unidos, la mayoría de los otros países tendrán poco incentivo para continuar”, como el premier nipón, Shinzo Abe, quien admitió que “un ATP sin Estados Unidos carece de sentido” . Estados Unidos y Japón cuentan con 79 por ciento del total del PIB del fallecido ATP. Armstrong comenta que la “oportunidad más promisoria para fortalecer el orden económico asiático basado en reglas” puede ser el RCEP-16. En forma correcta, Armstrong aduce que el RCEP-16 difiere del sepultado ATP-12, absolutamente estadounicentrista, al promover una “agenda de cooperación en la que los países desarrollados se espera ayuden a los menos desarrollados”. ¡Todo lo contrario del avasallador ATP de Obama a cuyo esquema se sometió sin resguardos el “México neoliberal itamita”! Hasta la desangelada reciente reunión de los encargados de las Finanzas del G-

20, en Baden-Baden (Alemania), reflejó el proteccionismo del trumpismo y su corolario del “nacionalismo económico”. En el seno del disfuncional G-20 se notó la fractura mercantil del trumpismo, aliado con Japón, frente Alemania y China. Desde el Brexit hasta el trumpismo, la grave crisis de la globalización financierista ha acentuado la dinámica de la desglobalización y el renacimiento de los “nacionalismos económicos”. China, en forma prudente, recoge los escombros del desastre mercantilista “occidental” al que se clavó en forma insensata el “México neoliberal itamita”, que ignoró el significado de “seguridad nacional” al regalar su petróleo por presiones de Hillary Clinton y hoy paga muy caro sus dramáticas consecuencias.

2. MILITARIZACIÓN DEL COMERCIO POR TRUMP: “NACIONALISMO ECONÓMICO” Y “SEGURIDAD NACIONAL” ²

La verdadera “guerra comercial” con que ha amenazado Trump al mundo será conocida en toda su magnitud el martes 13 de marzo en la noche, cuando se conozca al triunfador de la elección en un distrito electoral a 48 kilómetros al sur de Pittsburgh, “rincón de la parte occidental de Pensilvania que le dio a Trump su victoria en 2016” (Financial Times, 09/03/18). Según el rotativo neoliberal y librecambista Financial Times, el distrito en lucha que ganó Trump por 20 por ciento muestra una “contienda inesperadamente reñida” entre Rick Saccone, republicano de 60 años y veterano de la Fuerza Aérea, quien se jacta de que “fue Trump antes de que Trump fuera Trump”, y el demócrata católico Conor Lamb, marine de 33 años y fiscal federal, que seguido aparece con el anterior vicepresidente Joe Biden. Pensilvania es el “estado del acero” y constituirá el laboratorio de experimentación para las cruciales elecciones intermedias de noviembre, cuando Trump se juega su destino que oscila entre la ignominia y su reelección. Desde que Donald Trump lanzó su amenaza de asestar una tarifa de 25 por ciento al acero y otra de 10 por ciento al aluminio a las importaciones de Estados Unidos, han sucedido muchas cosas en forma secuencial que han llevado a la delimitación de su cruzada electorera/nacionalista, que ha fracturado a su equipo en la Casa Blanca entre globalistas y nacionalistas —con la renuncia anunciada de su jefe de economistas Gary Cohn y el ascenso tanto del superhalcón y sinófobo Peter Navarro, consejero comercial, y Wilbur Ross, secretario de Comercio—, la rebelión de la mayoría de los congénitos librecambistas del Partido Republicano, encabezados por su líder camaral, Paul Ryan, quien pintó su raya, hasta la exención de sus dos supuestos aliados comerciales en el TLCAN que sufren la afilada espada de Damocles de Trump para otorgar aún mayores concesiones al límite del oprobio. Para Financial Times, la “pregunta crucial ahora es qué tan agresivamente Trump empujará su agenda comercial con la inminente decisión de tomar

medidas sobre el hurto de la propiedad intelectual de China que marcará una línea divisoria”, y marcará el rumbo a la identidad del sustituto del saliente Cohn (Financial Times, 07/03/18). Para el economista Eswar Prasad, experto de China en la Universidad Cornell, “la escalada de las hostilidades comerciales entre Estados Unidos y China ahora parecen inminentes e inevitables”. Las proyectadas amenazas de guerra comercial de Trump han orillado a que la Unión Europea —cada vez más alejada de la costa oriental del Atlántico norte— y China afirmen optar por la represalia. Nick Beams arguye en forma persuasiva que el hecho de que Trump haya invocado la “seguridad nacional” como principio rector para la aplicación de las tarifas del acero y el aluminio “apunta a que la dinámica de la guerra comercial en curso por Estados Unidos está vinculada inextricablemente al ascenso del militarismo y al creciente peligro de guerra” . El mismo Beams, cuatro días antes, dijo que Trump ponía en tela de juicio el “sistema de comercio internacional” que el propio Estados Unidos había instaurado” . Se trata de un conflicto incompatible entre la economía nacionalista y la economía global. Según Beams, “el orden de la posguerra (la Segunda Guerra Mundial) se basó primordialmente en la supremacía económica mundial de Estados Unidos”. Sin embargo, “el periodo sucesivo se caracterizó por dos procesos interconectados: la mayor integración de la economía mundial mediante la globalización de, virtualmente, la producción de todos los procesos y el presente declive de Estados Unidos” frente a “sus rivales históricos y los emergentes, sobre todo China”. Beams rememora que las medidas tarifarias Smoot-Hawley de junio de 1930 “desencadenaron una guerra comercial a plena escala que jugó un papel inmenso en la creación de las condiciones de la irrupción de la Segunda Guerra Mundial”. Daniel McCarthy —editor de la revista conservadora Modern Age— aboga por el “nacionalismo económico” de “Estados Unidos primero” de Trump que considera será benéfico para Estados Unidos y “difiere de la ideología librecambista” con tres distintos objetivos: 1) “Mantener las industrias necesarias para prevalecer en una guerra de gran escala”; 2) “La necesidad de preservar una capa media en el orden económico nacional” cuando una “clase media segura es esencial para el bienestar de una república constitucional”, y 3) “Fomentar la prosperidad” .

Según McCarthy, para los librecambistas, “el nacionalismo económico es simplemente contranatural, un esfuerzo para controlar en forma artificial las industrias vetustas” y se olvidan de que “la tecnología elimina más empleos que el comercio”. Un editorial del rotativo chino Global Times denunció que “Trump construye la gran muralla económica del siglo XXI” . Detrás de su muralla económica, “Estados Unidos resucita una serie de empresas más caras que el promedio mundial”, amén de que los “precios de las materias primas de Estados Unidos se incrementarán con el consecuente sufrimiento de sus exportaciones, lo que hará de la superpotencia un país extraño”, sin contar el alza del costo de la infraestructura que tanto necesita Estados Unidos. El rotativo chino juzga que “Trump puede recibir más apoyo que oposición en el corto plazo con tales políticas que le ayudarán a su reelección”. El problema es que la euforia de las tarifas “contrarresta los previos recortes impositivos domésticos”, cuando el “gobierno de Estados Unidos está corto de capitales después de tales recortes”, por lo que las “tarifas incrementadas, por pequeñas que sean, contribuirán a los cofres del gobierno”. Otro problema consiste en la taxonomía tarifaria de Trump de acuerdo con el principio matricial de la “seguridad nacional” y al rubro de “países amigos” cuando Estados Unidos “importa cuatro veces más acero de lo que exporta y que depende del acero de más de 100 países y regiones”, de acuerdo con la BBC. Una cosa es que China sea el mayor exportador de acero del mundo, y otra es que se ubique en el undécimo lugar como el mayor exportador de Estados Unidos que tiene a varios de sus supuestos “aliados” entre sus 10 primeras fuentes de abasto como Canadá, Japón, Corea del Sur, México, etcétera. En un tuit, Trump proclama: “Estados Unidos tiene 800 mil millones de dólares de déficit comercial debido a nuestros muy estúpidos tratos comerciales y políticas. Nuestros trabajos y riqueza han sido dados a otros países que han sacado ventaja de nosotros durante años, se burlan de lo tontos que nuestros líderes han sido. ¡Nunca más!”. Uno de los objetivos multivariables de la agenda tarifaria de Trump consiste en obligar a China a negociar con Estados Unidos un déficit anual de 100 mil millones de dólares, mediante la ecuación simplona de Trump que impone tarifas

a los países con los que Estados Unidos ostenta déficits y que servirán para equilibrar el comercio. En la fase del colapso liberal, ¿habrá todavía alguien que profese ilusamente el libre comercio, cuando Trump se encamina a una nueva carrera armamentista frente a Rusia y China, como se desprende de su nuevo presupuesto militar que afecta el gasto médico y social?

3. EL FRACASO DE LA GUERRA COMERCIAL GLOBAL DE TRUMP ³

El colosal déficit comercial de Trump, que creció 12.5 por ciento, impregna toda su pugnaz estrategia contra los países con los que mantiene déficits Estados Unidos cuando llegan a su epílogo las negociaciones con China, a quien tampoco ha podido imponer su guerra comercial. A medida que el tiempo pasa más se detecta que Beijing va ganando la partida. No han sido buenas semanas para Trump, quien fracasó en su segunda cumbre con el mandatario norcoreano, Kim Jong-un, y luego sufrió el repudio a su “emergencia nacional” en el Senado, donde desertaron 12 republicanos para imponer su muro contra México en forma unilateral. Trump contemplaba compensar la sustancial reducción de los impuestos a sus aliados plutócratas, beneficiados con una poda de 35 a 15 por ciento, que equivalían aproximadamente a un regalo impositivo de alrededor de 800 mil millones de dólares. Otros calculan en el doble su regalo impositivo. La compensación al estilo Trump es probable que haya provenido de sus cuentas alegres de otra cantidad equivalente de alrededor de 800 mil millones de dólares del déficit comercial global de Estados Unidos con la mayor parte de los países con quienes comercia y donde China detenta(ba) el primer lugar, con un déficit de 419 mil 200 millones de dólares. Ahora el déficit comercial de Estados Unidos, solamente en lo que se refiere a bienes, alcanzó la cifra récord de 891 mil millones de dólares, lo cual es celebrado por The New York Times, uno de sus principales adversarios en los medios. Cabe señalar que el producto interno bruto (PIB) mide tanto bienes como servicios, y este déficit anunciado sólo versa sobre los bienes. A juicio del New York Times el incremento del déficit de Estados Unidos se debe, en gran medida, a “algunos factores fuera del control de Trump, como la desaceleración económica global y la relativa fortaleza del dólar”, los cuales “debilitaron la demanda foránea de bienes estadounidenses”. El rotativo antiTrump agrega que la “brecha ampliada fue también exacerbada tanto por la

guerra comercial que escaló el presidente el año pasado como por su recorte impositivo de 1.5 billones de dólares (trillones en inglés), que ha sido ampliamente financiado por deuda gubernamental”. No es lo mismo manejar casinos, exitosas inmobiliarias y la icónica Torre Trump en Nueva York que hacerlo en forma poco ortodoxa con el resto del mundo, en particular con China, Japón y Europa, que no son fáciles de digerir, como por desgracia sucedió con México en la etapa final del saliente presidente Peña, quien fue literalmente vapuleado mediane el nuevo TLCAN, rebautizado como T-MEC —en particular, en el rubro rural y de los servicios cibernéticos. El dinero no sale de la nada y era de esperar que la pantagruélica reducción de los impuestos a los plutócratas, quienes curiosamente financian las campañas electorales en Estados Unidos, afectaría el déficit legendario de Estados Unidos que Trump buscó resarcir con su fracasada guerra comercial global. A juicio del New York Times, los aranceles rigoristas sobre los bienes chinos desaceleraron la economía china, pero al costo de afectar las exportaciones estadounidenses, que declinaron casi 50 por ciento en diciembre pasado. The New York Times cita a Brad Setser, especialista en economía internacional del influyente Council on Foreign Relations, quien sostiene una teoría de la conspiración de que China alentó la devaluación de su divisa —el yuan— frente al dólar con el fin de paliar el alza de los aranceles por Trump. En su guerra comercial global contra tirios y troyanos, Trump exclamó que China y la Unión Europea se estaban aprovechando de Estados Unidos. Larry Kudlow juzgó la inevitabilidad del déficit comercial de Estados Unidos con el resto del mundo “debido a que Estados Unidos crece más rápido y compra más de los bienes foráneos”. ¿Ahora a qué recurso oratorio recurrirá Trump para diagnosticar el explosivo déficit comercial de Estados Unidos pese a sus tan pugnaces como estériles medidas proteccionistas? Como los tiros comerciales contra China y la Unión Europea, las medidas proteccionistas le salieron por la culata. En las negociaciones en curso entre Washington y Beijing lo único sustancial que ha conseguido Estados Unidos es la venta de productos estadounidenses como la soya y el gas natural licuado. Hoy, parte de las negociaciones entre Estados Unidos y China se centra en una revaluación relativa del yuan que se ha

vuelto a fortalecer. Paul Krugman, premio Nobel de Economía y feroz crítico de Trump, le reprocha sin piedad: “cómo el hombre de los aranceles se ha convertido en el hombre de los déficits”. Krugman fustiga a Trump con que se han incrementado los déficits, tanto el comercial como el presupuestario, cuando este último “ha alcanzado un nivel sin precedentes con excepción de las guerras y después de las mayores crisis económicas”. También fulmina que los “déficits gemelos” de Trump denotan su “deshonestidad e ignorancia”. Krugman echa reversa para esclarecer que “ni el déficit presupuestario ni el déficit comercial significan un peligro claro y actual para la economía de Estados Unidos”, cuando es una norma de los “países avanzados para endeudarse con sus divisas”. A juicio de Krugman, “los déficits comerciales no tienen casi nada que ver con aranceles u otras restricciones en comercio”, detrás de lo que descuella que Estados Unidos “tiene bajos ahorros comparados con otros países”, lo cual fue exacerbado por los enormes recortes impositivos “para los ricos” que “redujeron el ahorro nacional”. A veces se pasa por alto que la economía de Estados Unidos está basada en el consumismo, como un elevado porcentaje de su PIB y con elevadas deudas, frente a China, que ostenta una de las tasas de ahorro más grandes del mundo como porcentaje de su PIB. Justin Fox, columnista de Bloomberg (un portal notoriamente anti-Trump), juzga que “Trump ha agrandado el déficit comercial” y sentencia que “no se puede arreglar si no se entiende antes su significado”. Fox expone que “los balances comerciales de los bienes manufacturados de Estados Unidos son ahora mucho más negativos que a inicio del siglo XXI”, cuando el “déficit en bienes durables se encuentra hoy a un nivel récord comparado al posterior del siglo XIX como porcentaje del PIB”. Fox considera que Trump “se ha enfocado casi exclusivamente en aranceles y en negociaciones comerciales bilaterales y ha ignorado las fuerzas macroeconómicas y financieras en juego”, entre ellas la fortaleza del dólar y la disminución de las importaciones de petróleo, por lo que “sus esfuerzos para disminuir el déficit comercial parecen condenados al fracaso”. El investigador estadounidense Wayne Madsen, anterior investigador de la

National Security Agency (NSA), embiste contra Trump, a quien califica como el “señor de guerra del salvajismo económico” y que, con su “administración neoconservadora, libra una guerra económica mediante la combinada imposición de aranceles y sanciones económicas en contra de países en seis continentes”. Según The Wall Street Journal, un rotativo muy cercano a Trump, en la sesión anual del Congreso Nacional del Pueblo, “China se dirige a aplacar a Estados Unidos con una ley que prohíba el hurto de secretos comerciales foráneos” mediante “enmiendas tranquilas de último minuto, como parte de una concesión a la principal queja de Estados Unidos en las negociaciones comerciales”, específicamente sobre la forzada “transferencia de tecnología”, como parte de un “compromiso crucial para llegar a un acuerdo con Estados Unidos”. Otra concesión simbólica es dejar de promover el concepto autárquico de “Hecho en China 2025”, que Trump vitupera como “proteccionista”. Lo mejor que le puede suceder a Trump es conseguir un empate comercial con China. Y bien que lo necesita con tanto fracaso acumulado. ¿Salvará China a Trump de su encajonamiento en el que él mismo se acorraló?

4. CHINA CON 129 EMPRESAS SUPERA A ESTADOS UNIDOS CON 121: RANKING DE FORTUNE 500 GLOBAL ⁴

En los 10 primeros sitiales del ranking por ingresos de Fortune de las 500 principales empresas brilla el “capitalismo con características estatales chinas”, con tres frente a dos de Estados Unidos, dos de Gran Bretaña, una de Arabia Saudita, una de Alemania y otra de Japón . China Daily se refocila que por primera vez China ostenta 129 empresas frente a 121 de Estados Unidos . Vienen 119 de Beijing, a las que habría que sumar 10 de Taiwán. Va la sectorización de las empresas de Estados Unidos y China: • Aeroespacio y defensa: empatados Estados Unidos y China con seis empresas cada uno. • Vestimenta: Estados Unidos sólo con una empresa. • Químicos: empatados con uno. • Energía: China se desprende espectacularmente con 23 empresas frente a 13 de Estados Unidos. • Ingeniería y construcción: China sola con ocho empresas, frente a la orfandad de Estados Unidos cuya infraestructura deja mucho que desear. • Finanzas: China supera con 28 a las 27 de Estados Unidos en su otrora feudo inexpugnable. • Alimentos y farmacias: cuatro de Estados Unidos y China cero (una de sus vulnerabilidades). • Cuidados de salud: Estados Unidos aplasta con 15 empresas a dos de China, que se ha quedado en la acupuntura.

• Productos del hogar: Estados Unidos con una empresa frente a cero de China. • Industria: China siete empresas frente a cinco de Estados Unidos. • Materiales: China apabulla con 15 a Estados Unidos con sólo una. • Medios: Estados Unidos con una empresa y China cero. • Automotriz y partes: China supera con siete a dos de Estados Unidos. • Menudeo: Estados Unidos con 10 empresas frente a cuatro de China. • Tecnología: prácticamente se encuentran empatados, Estados Unidos con 12 y China con 11. • Telecomunicaciones: prácticamente empate, Estados Unidos con cuatro y China con tres. • Transporte: seis de Estados Unidos frente a cuatro de China. • Mayoristas: China con 10 supera a las tres de Estados Unidos. Si se suman las 129 empresas chinas y las 121 de Estados Unidos se obtiene la mitad de las empresas del total. Más grave aún es que de los 193 países adscritos a la ONU solamente aparecen 34 (17 por ciento). Lo relevante no es el corte de caja de hoy del ranking sino las tendencias que acentuarán la preminencia de China frente al inexorable declive de Estados Unidos, quien supera todavía a Beijing en el rubro militar no cuantificado en el Fortune 500 Global, donde Washington es superado por la supremacía de Rusia . En forma anómala, Rusia solamente ostenta cuatro empresas (tres de hidrocarburos): Gazprom, Lukoil, Rosneft Oil y Sberbank en lugares nada competitivos —a la par de México que cuenta con dos estatales, Pemex y CFE, pese al cataclismo neoliberal, y dos privadas, América Móvil y Femsa. Por deporte geoeconómico, señalo el número de empresas de los otros ocho países en los 10 primeros lugares del PIB medido por el poder de paridad de compra:

• India: India Reliance Industries, Indian Oil, Oil & Natural Gas, State Bank of India, Tata Motors, Bharat Petroleum y Rajesh Export. De sus siete empresas, ostenta tres petroleras, siendo importador de hidrocarburos aunque en lugares mediocres. • Japón: 52 empresas que provienen de su época gloriosa neoliberal, de las cuales 35 (¡67.3 por ciento!) exhiben pronunciada tendencia declinante. • Alemania: 29 y de ellas 17 (58.6 por ciento) con tendencia declinante. • Gran Bretaña: 16 de las cuales 10 (62.5 por ciento) con tendencia declinante; en primer lugar su depredadora petrolera BP. • Francia: 31 empresas y de ellas 17 (54.8 por ciento) con tendencia negativa; viene en primer lugar su petrolera Total. • Brasil: ocho empresas, siete (87.5 por ciento) con tendencia negativa; en primer lugar está Petrobras. • Indonesia aparece una sola: Pertamina (refinación de petróleo). • Por morbo geopolítico coloco a Holanda, que siempre me ha llamado la atención por su triangulación con Gran Bretaña: 11 empresas con seis (54.5 por ciento) con tendencia declinante; en primer lugar viene la petrolera Royal Dutch Shell. Reinan los ingresos del petróleo, mientras China Daily formula que la I&D (inversión de 2.18 por ciento de su PIB) e innovación, con ayuda gubernamental, se encuentran detrás de su éxito con el liderazgo de la aviación, ferrocarriles y la tecnología 5G, cuyo sello indeleble es Huawei: más de 87 mil 800 patentes globales, 14.77 mil millones dólares de inversión en I&D (el quinto mundial, más que Microsoft, Apple e Intel) e ingresos por 58.3 mil millones de dólares al primer semestre, pese a la “guerra comercial” de Trump.

5. SOROS INTENTA TORPEDEAR UN ARREGLO COMERCIAL DE TRUMP CON CHINA ⁵

George Soros, a sus 89 años de edad, intenta torpedear el inminente acuerdo de Trump con China, que ha sido facilitado por la defenestración del exasesor de Seguridad Nacional, John Bolton, quien deseaba librar siete guerras en el mundo contra Rusia, China, Corea del Norte, Irán, Siria, Afganistán y Venezuela . Con el fin de apanicar a los inversionistas de Wall Street, Soros pregunta en forma mórbida si “Trump venderá a Estados Unidos por Huawei” . Empieza alabando a Trump, antes de golpearlo sin misericordia: “El mayor —y quizá el único— logro de política exterior de Trump ha sido desarrollar una política coherente y genuinamente bipartidista frente a la China de Xi Jinping” por “declarar a Beijing como rival estratégico y colocar a Huawei” como “amenaza a la seguridad nacional”, lo cual “previene a las empresas de Estados Unidos de hacer negocios con Huawei”. Soros, vulgar agente de la CIA y espantapájaros de los esclavistas banqueros Rothschild —como varios investigadores del más alto nivel han evidenciado—, maneja el muy aburrido “¡Ahí viene el lobo!” contra China y que usó durante una generación contra la URSS/Rusia: “China es un rival peligroso en inteligencia artificial y en las máquinas de aprendizaje”, pero “todavía depende de casi 30 empresas de Estados Unidos que abastecen a Huawei con los principales componentes que necesita para competir en el mercado del 5G”. Mientras Huawei permanezca en la lista negra de Estados Unidos “carecerá de la tecnología crucial y será seriamente debilitada”. Pero el misántropo megaespeculador, con máscara de travesti “filántropo”, teme que “Trump pueda pronto socavar su propia política frente a China y ceder su ventaja a Beijing”. Basa su prejuicio en que Trump removerá las restricciones a Huawei: “desea arreglar una reunión con el presidente Xi Jinping conforme se acerca la elección de 2020 y realizar un trato comercial con él” y “desea que el estatuto de Huawei se encuentre en la mesa de negociaciones como una de sus piezas de regateo”.

Soros fustiga que no es la primera vez que Trump opera una “mal concebida concesión a China” cuando levantó las restricciones a ZTE, otra empresa china de telecomunicaciones de menor calibre que Huawei: Trump “parece desesperado para un arreglo con el presidente Xi, con el fin de impulsar el mercado de valores y la economía, y así mejorar su oportunidad de reelegirse — colocando sus intereses electorales antes que los intereses de Estados Unidos”. Más bien parece que lo que no desea el grupo globalista de Soros es que Trump se reelija. ¿De cuándo acá les ha interesado a los globalistas los “intereses de Estados Unidos”, donde 99 por ciento de la población ha sido excluida de su modelo plutocrático? Soros apela, otra vez con el petate del muerto, al Congreso para prevenir las tentativas de Trump y alucina que “Trump sacará de apuros al gigante de las telecomunicaciones manejado por el Partido Comunista Chino” (Huawei). Soros concluye con una frase apta para oligofrénicos: “mi interés en derrotar a la China de Xi Jinping vs. I&D más allá de los intereses nacionales de Estados Unidos”. ¿Por fin? ¿Y a poco un no-arreglo de Trump y Xi no afectan al mundo? Soros se equivoca de apuesta bursátil y expone el verdadero motivo visible de su eterna aversión a China: “el sistema crediticio social que está construyendo Beijing, si se permite su expansión, sonará la señal de muerte para las sociedades abiertas en China y el mundo” ya que los “déspotas estarán ansiosos en comprar el know-how de las empresas chinas, siendo política y financieramente dependientes de China y así expandir los sistemas de control político de China en el mundo”. El portal Sputnik juzga que “Soros promueve la guerra comercial entre Estados Unidos y China” y, en su versión en inglés, comenta que Soros ha gastado una fortuna para apoyar a los opositores de Trump, además de haber financiado el mendaz “documento Steele” para descarrilar la relación de Estados Unidos con Rusia .

6. 15-RCEP, EL MAYOR BLOQUE GEOECONÓMICO DEL MUNDO ENCABEZADO POR CHINA, SIN ESTADOS UNIDOS NI INDIA

Hace casi una década detecté la inexorabilidad de la Asociación Económica Integral Regional (RCEP, por sus siglas en inglés) como respuesta al cerco geopolítico y al aislamiento geoeconómico de China con el TPP de la dupla Obama-Hillary y su fallida “política del pivote”. Al salirse del TPP Trump inició su “guerra multidimensional” contra China. También he postulado la nueva dinámica hacia la desglobalización con vibrantes “regionalismos” de los tres mayores bloques geoeconómicos del planeta: Norteamérica, Unión Europea y el RCEP de China. Catherine Wong, del portal SCMP, canta la “victoria” de China con el 15-RCEP concretado en una reunión virtual en Hanói, Vietnam: 10 países del sureste asiático (ASEAN); tres potencias geoeconómicas del noreste asiático (China, Japón, Corea del Sur) y dos países anglosajones (Australia y Nueva Zelanda). Se debe enfatizar la característica “regional” del 15-RCEP: el mayor bloque geoeconómico del planeta con la tercera parte del PIB global, 26.2 millones de millones (trillones en inglés) de dólares, y con 2 mil 200 millones de habitantes, cuando reducirá las tarifas e integrará la cadena regional de suministros, lo que “extiende la influencia económica de Beijing en la zona”, con la exclusión de Estados Unidos y la hibernación de India . El pacto tendrá efecto en los próximos dos años, después de la ratificación por todos sus integrantes, cuando la eliminación de tarifas —por lo menos 92 por ciento de los bienes comercializados— será inmediata para unos y gradual para otros en una década. Ha permeado que “por lo menos 65 por ciento de los sectores de servicios serán plenamente abiertos” con aumento de los límites de participación extranjera . Bloomberg comenta que “todavía es incierto cómo el equipo de (Joseph) Biden abordará los tratados comerciales y si intenta reingresar al TPP de 11 países”. Las cláusulas generales incluyen en forma notable la “transferencia de

tecnología” a los países menos desarrollados como Laos, Myanmar y Camboya, lo que en forma discriminativa no sucedió con el anterior TLCAN ni con el vigente T-MEC. Al margen del acuerdo integral, China y Japón consiguieron sottovoce un acuerdo “histórico” con la reducción bilateral de tarifas. Stuart Tait, de HSBC, explayó que “el comercio intrasiático, que ya es mayor que el comercio de Asia con Norteamérica y Europa juntos, jalará el centro de gravedad económico hacia la región asiática”. De por sí los 10 países del bloque del ASEAN superaron a la Unión Europea como el principal socio comercial de China este año. He Weiwen, investigador del Centro para China y Globalización, comentó que el “comercio entre Asia y Europa ahora representa 70 por ciento del comercio total de China”, cuando el comercio bilateral de Beijing con Estados Unidos ha periclitado ostensiblemente. Trump sufre así un fuerte descalabro al no haber podido reestructurar su pretendida cadena de suministro global excluyendo a China. Lo fundamental se centra en que el 15-RCEP otorga estabilidad integral al suministro de la cadena de abasto regional. Según Global Times, el 15-RCEP va en paralelo con la Ruta de la Seda continental: en específico, con el tren de China a Laos y el otro tren de alta velocidad construido por China que conecta Yakarta (capital de Indonesia) con Bandung. Wang Jiangyu comenta que el “RCEP finiquitará la hegemonía de Estados Unidos en el Pacífico Occidental” y propone el concepto de “regionalismo abierto” que todavía puede reincorporar a India y recibir a Estados Unidos . Jiangyu aduce la “existencia paralela de dos cadenas globales de suministro en Asia y Norteamérica, con China y Estados Unidos como sus líderes respectivos”, cuando “la mayor parte de los países, incluyendo en forma notable las economías europeas, participarán con ambos”, lo que refleja mi hipótesis de la nueva bipolaridad tecnológica de Estados Unidos vs. China/Rusia.

Alfredo Jalife-Rahme, Trump y el supremacismo blanco: palestinización de los mexicanos, Grupo Editor Orfila Valentini, México, 2017, pp. 110-113.

Alfredo Jalife-Rahme, El (des)orden global en “la era post-Estados Unidos”, Grupo Editor Orfila Valentini, México, 2018, pp. 231-233. Sputniknews.com, 15 de marzo de 2019. La Jornada: Bajo la Lupa, 7 de agosto de 2019. La Jornada: Bajo la Lupa, 18 de septiembre de 2019. La Jornada: Bajo la Lupa, 18 de noviembre de 2019.

II. GUERRA GEOFINANCIERA

1. LA ENDEBLE “FORTALEZA” PARADÓJICA DE LA POSHEGEMONÍA DE ESTADOS UNIDOS: SU SUPERDÓLAR ¹

El portal texano-israelí Stratfor —que se ostenta como “la CIA de las trasnacionales de Estados Unidos”— titula con soberbia tóxica que “No hay nada que se atraviese en el camino del dólar” . Sus tres pronósticos: 1) “Aunque los movimientos potenciales de la política de Estados Unidos puedan socavar al dólar, sus días como la divisa de reserva mundial es improbable que concluyan en cualquier momento próximo”; 2) “No existen fuertes candidatos para suplantar al dólar, ya que otras divisas nacionales líderes han tenido descalabros que limitan su atracción para los inversionistas”, y 3) “Divisas alternativas como los derechos especiales de giro (divisa virtual del FMI) o el bitcóin enfrentan temas de estabilidad, debido a que su funcionamiento depende de la cooperación entre las partes que puede no ser sostenida”. Stratfor rememora la “gloria” de la libra esterlina durante el apogeo del imperio británico en el IV. Pero luego las guerras del imperio en el IV y su decadencia empujaron a que el dólar se volviera más importante, “suplantando a la libra como la divisa dominante mundial, en la Conferencia de Bretton Woods en 1944”. Mohamed Mahathir, visionario expremier de Malasia, osó confrontar al megaespeculador George Soros —vulgar agente de la CIA acusado de haber provocado el “efecto dragón” en Asia— al promover el lanzamiento del dinaroro . Quizá el temerario Mahathir se salvó del linchamiento de Estados Unidos debido a que gozaba de la protección de China. Desde entonces el reinado del dólar como divisa de reserva global ha pervivido incólume, con algunos motines en el mundo árabe, cuando el iraquí Saddam Hussein y el libio Muamar Kadafi se atrevieron a desafiar la cotización de hidrocarburos en dólares para sustituirla con el euro y/o el oro, que le valió al primero su ahorcamiento y al segundo su sodomización letal.

Luego las seis petromonarquías árabes del golfo amagaron lanzar su divisa, el gulfo, que no prosperó ni desembocó en regicidios y/o sultancidios, pero fue testigo del ascenso de Irán como espada de Damocles en la región. Stratfor pregunta cuánto tiempo más podrá el dólar mantener su estatuto “encumbrado” que depende tanto del “continuo poderío de Estados Unidos como del estatuto de cualquier potencial divisa sucesoria”. Estados Unidos ha acentuado su decadencia cuando las divisas potenciales de sus competidores geofinancieros, concentrados en el BRICS, no atraviesan óptimos momentos, con la excepción notable del yuan chino que ha empezado su odisea ascendente. La ausencia de divisas competitivas ha resultado en un atractivo fatal por el superdólar que ha empezado a enterrar al euro, que aprovecha la Reserva Federal para incurrir en una desregulada impresión de dólares, como sucedió después de la quiebra de Lehman Brothers y su consecuente crisis global con su masiva inyección de liquidez por 4 billones de dólares de “facilitación cuantitativa” que orilló a China a protestar vehementemente, como lo había hecho en forma estéril el general De Gaulle. Stratfor rememora la crítica del anterior ministro de Finanzas de Francia (y luego su presidente), Giscard d’Estaing, quien fustigó en la década de 1970 el “exorbitante privilegio de Estados Unidos” que “podía incurrir en déficits y que en otros países engendraría preocupaciones del pago de sus deudas”. Según Stratfor, pocas divisas pueden ser consideradas “confiables sucesoras del dólar”, que ostenta 40.72 por ciento de pagos globales frente a un magro espectro: el alicaído euro 32.87 por ciento; libra esterlina 7.49 por ciento; yen nipón 3.06 por ciento; dólar canadiense 1.87 por ciento; yuan chino 1.68 por ciento; franco suizo 1.53 por ciento, y otros 10.78 por ciento. Juzga en contrapunto que la “circulación arterial financiera compartida con el globo entero hace que el país anfitrión (Estados Unidos) sea vulnerable a fuerzas fuera de sus fronteras”, lo que ha hecho del dólar una “espada” (instrumento de influencia internacional) y un “escudo” contra las presiones externas. Sentencia que “el estatuto de divisa de reserva global se finca en dos pilares: la fe y la inercia”. Se infiere que la “fe” es muy endeble y volátil cuando los otros países no tienen otra opción de refugio y tampoco China, que detenta pletóricas

reservas de dólares en bonos del Tesoro, no quiere dispararse en la yugular y prefiere, en forma ingenua, una solución negociada y/o transitoria. Stratfor reconoce que para romper la “fe” se requiere de una “fuerza poderosa como dos guerras mundiales” o “un cambio que se despliega en un largo periodo de tiempo”. El portal texano-israelí considera que la llegada de Trump ha puesto en tela de juicio al dólar, como es el caso de Turquía, que desea escapar a la “trampa del dólar” . Trump prometió que resolvería la deuda nacional recomprando dólares con un sustancial descuento, además de que, según Stratfor, existe una “segunda vía para disminuir la deuda a través de la inflación”, por lo que la “Reserva Federal podría imprimir dinero suficiente para simplemente devaluar el dólar”. Ha sido axioma en Occidente que quien descuelga conquistas coloniales globales o gana guerras mundiales impone su orden mundial, su sistema financiero y su divisa hegemónica. Un grave error del modelo soviético fue su extrema vulnerabilidad financierista que los británicos han manejado como nadie y cuyos misterios hieráticos — como demuestra Mervyn King, anterior “gobernador” del Bank of England, en su libro perturbador El fin de la alquimia— han sido heredados por su sucesor imperial/globalista, hoy en franca decadencia: Estados Unidos. A escala geoestratégica, Estados Unidos compite por el nuevo orden mundial con Rusia y China, pero todavía ejerce su poshegemonía mermada mediante su especulativa “globalización financierista” de “servicios mágicos” —a no confundir con la “globalización economicista”, donde prevalecen China e India — con su manejo espurio de Wall Street, la City y las plazas “globales” de la periferia que controlan (v.gr., México). Estados Unidos prevalece con su monopolio de Internet mediante los “servicios” del GAFAT (Google, Apple, Facebook, Amazon, Twitter) —que aún no vislumbra competidores viables— y su propaganda tóxica en la “era de la posverdad” desinformativa, que empieza a ser horadada con el advenimiento de los impactantes multimedia alternativos rusos (Russia Today, Sputnik, Russia Insider, etcétera).

Rusia exhibe la inquietante vulnerabilidad de su divisa, el rublo, cuando todavía cotiza sus pletóricos hidrocarburos en la City y Wall Street que carcomen su poderío militar. Nada se compara a la supremacía del superdólar que forma parte del “bono hegemónico” de Estados Unidos que ha sido fustigado por China, cuya divisa, yuan, se encuentra aún en una fase embrionaria mundial. Stratfor podrá alegar lo que le plazca, pero ahora, en medio del desorden global y el repliegue proteccionista/aislacionista del trumpismo, Rusia y China no se resignan a quedarse con los brazos cruzados cuando buscan desbancar al superdólar en el teatro de guerra geofinanciera .

2. LA “MILITARIZACIÓN DEL DÓLAR” Y LOS IMPACTOS GEOECONÓMICOS DE ESTADOS UNIDOS VS. CHINA ²

Dejo de lado el extraño deceso del embajador chino en Tel Aviv cuatro días después de que el “evangelista sionista” , hoy secretario de Estado y anterior director de la CIA, Mike Pompeo visitó Israel con el fin de disuadir al primer ministro israelí Netanyahu de cesar su cooperación digitálica con China . También soslayo que el mandarín Xi está preparado al “peor escenario de confrontación armada” de Estados Unidos contra China, según Reuters que no pocas veces se consagra a amarrar navajas para llevar agua al molino de los intereses anglosajones . Al corte de caja de hoy, Estados Unidos y China se han enfrascado en una feroz “guerra biológica”, donde se inculpan mutuamente del origen del misterioso COVID-19, que cobró tintes de “guerra farmacológica” con la carrera por la vacuna. La guerra, primero “comercial” y luego “tecnológica” con el 5G, de Trump contra China escaló el nivel de “guerra geoeconómica” con “tres impactos”, que incluyen la “militarización (weaponization) del dólar”, según el portal China Daily . Los tres impactos de marras los define en los segmentos de “inversiones y comercio”, pero en el análisis cobran un carácter genuinamente geoeconómico. El “primer impacto” versa sobre la “militarización del dólar”, como “brazo armado de la política exterior de Estados Unidos”, que opera mediante la “imposición de sanciones unilaterales punitivas con la amenaza de excluir a las empresas del sistema de pagos SWIFT (Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication) del dólar” y que sufren los enemigos de Estados Unidos como Irán/Corea del Norte/Venezuela/Cuba/la guerrilla libanesa Hezbolá/etcétera. Le faltó citar a China Daily el libro Guerras del Tesoro: el desencadenamiento de una nueva era de guerra financiera, de Juan Zárate, funcionario de Baby Bush, quien con el petate del muerto del “contraterrorismo”

infligía graves daños a los enemigos de Estados Unidos. El “segundo impacto” consiste en la “acción china diseñada para contrarrestar la militarización del dólar y así brindar otra opción a los inversionistas y negociantes”. Representa el “mayor desarrollo a un sistema de pagos basado en el renminbi”, la divisa china, “como alternativa al sistema de pagos del dólar”. Pues como dirían los asiáticos: esto equivale a “moverle la cola al tigre”, ya que el dolarcentrismo es el verdadero poder que todavía le queda a Estados Unidos cuando ha sido desplazado por Rusia en el ámbito militar y por China en el rubro geoeconómico. Cabe señalar que en China tienen muy presente la envergadura y los alcances del bono hegemónico del dolarcentrismo, que equivale a casi 10 por su ciento de su PIB . China ya empezó a experimentar, en cuatro ciudades, el lanzamiento de una “divisa digital soberana” para posicionarse como competidor y/o alternativa al dolarcentrismo. El “tercer impacto” se refiere a “cualquier retiro estadounidense del comercio con China” cuando Beijing deberá “comprometerse” más al “fortalecimiento” de las miríficas “Tres Rutas de la Seda” . Para China Daily las Tres Rutas de la Seda se encuentran mejor que nunca, con una “dinámica a su favor para establecer una alternativa a las estructuras de comercio e intercambio dominadas por los proteccionistas mercados de Occidente”. Señala que la ayuda médica y de equipamiento a los países que forman parte de las Tres Rutas de la Seda “es un ejercicio de poder blando” (softpower) y enaltece a la Cámara Internacional de Comercio de la Ruta de la Seda (SRCIC, por sus siglas en inglés) . Concluye que “la pérdida de, o la reducción en, los mercados de Estados Unidos, como resultado de una deliberada política estadounidense de aislamiento y desconexión, como forma de castigo, no constituye necesariamente un golpe mortal al progreso económico de China, aunque sí afectará”. A estas alturas, no es nada sencillo amedrentar a China.

3. LANZAMIENTO HISTÓRICO DE “BONOS SOBERANOS” EN “YUANES” POR RUSIA: ¡A TEMBLAR EL DÓLAR! ³

Desde 2017, “Rusia planea(ba) la primera venta de bonos en yuanes” con el fin de atraer a los inversionistas en búsqueda de fondos, según The Wall Street Journal . Por alguna razón, la sonada venta por mil millones de dólares a cinco años no se concretó. El “roadshow” había sido encabezado por el chino ICBC, primer banco del mundo , con Gazprombank de Rusia. A los bonos en yuanes emitidos fuera de China se les conoce, en forma simpática, como “bonos dim-sum” —en alusión a las botanas gastronómicas chinas— y serán listados en la bolsa de Moscú. Ello conlleva la virtud de acelerar la “internacionalización” del yuan, que pronto será la segunda divisa de reserva global, debido a que China ostenta las “mayores reservas y oro” en el mundo, con 3.4 millones de millones de dólares (trillones en inglés) (dato de 2020; ), cuando Estados Unidos se encuentra muy por detrás en un raquítico lugar 20 con 123 mil 300 millones de dólares, incluso detrás de México con 175 mil 300 millones de dólares (cifras de 2017; ). Cuando se suma todo el “circuito étnico chino” —China, Taiwán, Hong Kong, Singapur y Macao— sus reservas alcanzan unos azorantes 4.6 millones de millones de dólares. ¡Las reservas son ya “amarillas”! Debido a las sanciones de Occidente, Rusia busca seducir a los inversionistas chinos, cuando los bancos chinos han invertido en las firmas rusas del sector del gas y petróleo desde 2016 . SCMP, propiedad de Alibaba, con sede en Hong Kong, exhibe una fascinante gráfica de cómo las potencias imperiales desde el año 1400 han perdido su estatuto de imponer su divisa de reserva al mundo: Portugal y España entre 1400 y 1575; Holanda y Francia a partir de 1750; Gran Bretaña desde finales del siglo XIX hasta 1925, y Estados Unidos desde Bretton Woods (1944) hasta la fecha. De nueva cuenta, Rusia intenta lanzar a finales de 2020 o a inicios de 2021 los bonos soberanos denominados en yuanes: Rusia y China buscan romper el

cordón umbilical con el dólar debido a que “Washington usa el acceso al sistema de pagos global con los dólares como arma para castigar a los países e individuos por quebrantar sus leyes, aun fuera de Estados Unidos” . Moscú y Beijing todavía no consiguen implantar un nuevo sistema para los pagos directos de sus divisas: el yuan y el rublo. En forma insólita, JP Morgan y el Banco Central Británico “han sugerido que es tiempo para que el dólar ceda su estatuto de reserva global de divisas, ya que la alternativa amenaza al mundo como una supernova deflacionaria”. William Pesek, autor del libro La japonización: lo que el mundo puede aprender de las décadas perdidas de Japón, quien por obviedad es proclive a la sinofobia, aduce que “el malestar del dólar no es aún la ganancia del yuan”, ya que, mientras los mercados tienen razón en perder la fe en el dólar, el yuan chino no es todavía una alternativa de paraíso seguro . El fiscal general de Estados Unidos, William Barr, arremetió contra el Partido Comunista de China por “tener éxito en sus políticas económicas depredadoras” al haberse convertido en la matriz manufacturera del mundo y, supuestamente, practicar un “blitzkrieg económico” para sustituir a Estados Unidos como la “prominente superpotencia” global . William Barr comentó que Estados Unidos se ha vuelto “peligrosamente dependiente de China para los materiales de tierras raras” , primordialmente “usadas en tecnología, medicina e incluso en las industrias del hardware militar”. Mientras Barr despotricaba contra el comunismo chino, Beijing daba a conocer su recuperación en su fase post-COVID-19 con un crecimiento de 3.2 por ciento al segundo trimestre de 2020, dejando atrás al resto del mundo. A diferencia del sobreendeudado G-7, y su esquema especulativo e hiperconsumista, Rusia ostenta muy poca deuda: 19.5 por ciento de su PIB — una de las más bajas del mundo— frente a Estados Unidos con 104.3 por ciento. Se acerca el fin de la hegemonía del dólar.

4. ¿OPTARÁ CHINA POR SU “OPCIÓN NUCLEAR FINANCIERA” FRENTE A LA GUERRA DE TRUMP? ⁴

Más allá de la guerra multidimensional de Trump contra Beijing en varios frentes —culpar-la del COVID-19, Hong Kong, Taiwán, mar del Sur de China, Xinjiang, frontera de la India con China en el Himalaya— se están calentando los motores para una guerra financiera, y China podría optar por su “opción nuclear”: desprenderse de la deuda de Estados Unidos. Una jugada maestra que guarda China se refiere a la opción nuclear: el retiro de los bonos del Tesoro que detenta por 1.08 billones de dólares. Orange Wang, del South China Morning Post, comenta que las tensiones en varios frentes y en diversos niveles, entre Beijing y Washington, ha puesto sobre la mesa el acceso de China al dólar estadounidense, al grado tal que Zhou Li, anterior vicedirector del Departamento de Enlace Internacional del Partido Comunista Chino, reclama el desacoplamiento de China del sistema dólar cuando se han incrementado las “señales de guerra financiera”: “la posición monopólica global del dólar en el sector financiero le otorga una ventaja, por lo que Estados Unidos significa una creciente y severa amenaza para el mayor desarrollo de China”. Zhou reconoce que “el dólar se volverá un tema de mayor riesgo que nos tiene agarrados por la garganta”. Zhou diagnosticó que Estados Unidos ha sido capaz de tener una gran influencia con el sistema internacional de pagos dominado por el dólar, el sistema SWIFT, para extender “su jurisdicción extraterritorial, mediante sus políticas fuera de Estados Unidos, que incluye sanciones contra Rusia e Irán, lo que implica sanciones contra los abastecedores de energía, que pueden poner en peligro la seguridad energética de China”. China detenta más de 2 billones de dólares en inversiones foráneas, cuya mayoría está denominada en dólares y se ubica en países en vías de desarrollo. Zhou aconseja que “China debe acelerar la internacionalización del yuan, incrementar con mayor celeridad los pagos transfronterizos y crear arreglos para el yuan, establecer mecanismos de pagos en las divisas locales con más países y

crear las condiciones para maximizar el uso de la divisa china en la cadena de abastecimiento industrial global”. La presión de los legisladores de Estados Unidos ha llevado a promulgar una serie de leyes para castigar a China por sus supuestos crímenes en Xinjiang y Hong Kong, mientras un equipo de tarea de la administración Trump busca la forma de obligar a las empresas chinas listadas en la Bolsa de Wall Street a compartir su contabilidad interna. Según Zhou, Beijing no debe desestimar la determinación de Trump y del Congreso estadounidense, por lo que el liderazgo chino debe sopesar que la viabilidad de la ruptura con Washington puede ser inevitable, a grado tal que los ultrasinófobos de Estados Unidos, que culpan a China de la pandemia, en lugar de su catastrófico manejo, evalúan exigir estratosféricas compensaciones, muy parecidos a los daños de guerra. Como si lo anterior fuera poco, el exfuncionario chino Zhou alertó que China debe prepararse a una “crisis alimentaria mundial y al retorno del terrorismo internacional”. Karen Yeung, de South China Morning Post, comenta que “reportes de noticias de Estados Unidos sugieren que los funcionarios de la Casa Blanca han empezado ya a considerar la idea de cancelar toda o parte de la deuda por 1.1 billones de dólares que le debe a China”. La misma Karen, en un artículo más reciente, comenta que, en referencia a la Nueva Ley de Seguridad de Hong Kong por la China continental, la amenaza de las sanciones de Estados Unidos sobre el asunto de Hong Kong —Trump firmó una Orden Ejecutiva que finiquitó el estatuto especial de Hong Kong— presiona por una urgencia para que Beijing corte su dependencia con el dólar estadounidense. El problema con el desacoplamiento financiero de Estados Unidos y China radica en saber cuál será la selección de los inversionistas foráneos y si utilizarán el yuan en lugar del dólar. Lo más misterioso radica en que, en medio de la guerra multidimensional de Estados Unidos contra China, Beijing haya “incrementado en forma modesta su tenencia de bonos del Tesoro en el mes de mayo por 10 mil 900 millones de dólares, pese a las crecientes tensiones transpacífico y a las amenazas de guerra financiera entre las dos mayores economías del mundo”. Falta valorar cuál será el impacto sobre el futuro de Hong Kong —que aún mantiene su propia divisa: el dólar de Hong Kong—, otrora primer centro

financiero capitalista, donde China oxigenaba sus pulmones financieros accediendo a los mercados globales. Aquí pactaba más de 70 por ciento de sus pagos offshore, lo que puede afectar tanto el valor del yuan como su asequibilidad, no se diga su objetivo de internacionalizar al yuan. No es ningún secreto exponer que desde la grave crisis financiera de 2008, tolerada por Barack Obama, China decidió optar por fortalecer su divisa en forma gradual, por lo que ha firmado arreglos swap con casi 40 bancos centrales del mundo. Parte de la estrategia de China para evitar la asfixia de la hegemonía del dólar, basada en el sistema de pagos SWIFT, orilló al acuerdo secreto por 25 años de China con Irán, y con bendición militar de Rusia. Las represalias de China, según Orange Wang, consisten en aplicar la opción nuclear de desprenderse de su tenencia de la deuda estadounidense y que, a juicio de analistas (sin identificar), es altamente improbable “debido al daño que causaría a ambos países, así como a la economía global”. De acuerdo con Zhou Hao, prominente economista de los mercados emergentes de Commerzbank, “se carece de los datos de la tenencia de China en las acciones de Wall Street, por lo que es realmente difícil buscar estos datos desde un ángulo particular”. ¿Resulta y resalta, entonces, que, peor que la opción nuclear de desprenderse de la deuda de Estados Unidos, China cuenta todavía con una bomba de hidrógeno que consistiría en desplomar la Bolsa de Valores de Wall Street, lo cual sería letal para las aspiraciones reeleccionistas de Trump? En China se mofan de las sanciones a los 92 millones de miembros del Partido Comunista de China por parte de la administración Trump y pareciera que los preparativos de gran envergadura de una guerra financiera sin cuartel implican varias estrategias desconocidas por el gran público. Así las cosas, Orange Wang comenta que “China no publica las cifras de su tenencia de los bonos del Tesoro de Estados Unidos, lo que significa que los datos del Departamento del Tesoro de Estados Unidos pueden solamente contar una parte de la cantidad real, ya que se cree que Beijing usa a terceros apoderados para comprar bonos del gobierno de Estados Unidos”. ¿Será la compra por China de 10 mil 900 millones de dólares, en mayo, uno de los clásicos cebos sacados del manual de El arte de la guerra, de Sun Tzu, del IV

a.C.? Se debe señalar que el camino para aniquilar a China, tanto por Trump como por el Congreso bipartidista, no será nada sencillo cuando China dispone de las mayores reservas de oro y divisas del planeta por 3 mil 100 billones de dólares, frente a unas paupérrimas reservas de Estados Unidos de 123 mil millones de dólares. Se destaca que tampoco China publica su verdadera tenencia en reservas de oro, cuya cotización este año se ha incrementado casi 28 por ciento hasta la fecha.

5. “FIN DE LA ERA DEL DÓLAR HEGEMÓNICO”, SEGÚN STEPHEN ROACH ⁵

De todos los factores que Estados Unidos ostenta todavía como la otrora superpotencia unipolar —que ahora tiene que compartir las esferas de influencia con China y Rusia en los ámbitos geoeconómico y militar—, su omnipotente dólar se mantiene como su máximo poderío cuando ni China, con su renminbi/yuan, ni Rusia, con su valetudinario rublo, aparecen aún en el radar geofinanciero. En el seno del cada vez más disfuncional FMI, el dólar estadounidense —porque existen “otros dólares” desde Canadá hasta Singapur— es la reina de sus divisas que conforman los Derechos Especiales de Giro pentapartitas junto con el euro, el renminbi/yuan, el yen japonés y la libra esterlina. En el nivel de intercambio global de divisas el dólar todavía constituye 61 por ciento, seguido por el euro (20.5), quedando muy atrás el yen nipón (5.7) y la libra esterlina (4.6) . Mucho se maneja que las decapitaciones del iraquí Saddam Hussein y del libio Muammar Gaddafi se debieron a su “osadía” de haber pretendido trasmutar la venta de hidrocarburos de dólares a euros. Hace ya buen tiempo Martin Feldstein —exjefe de consejeros del Consejo Económico con Ronald Reagan y miembro del macabro globalista/monetarista “Grupo de los 30”— aboga por una devaluación controlada del dólar: un poco en similitud al Acuerdo Plaza, con el fin de estimular las exportaciones de Estados Unidos que han periclitado frente al asombroso ascenso de China . Stephen Roach —execonomista jefe en Asia del banco de inversiones Morgan Stanley, con sede en Nueva York, y autor de Desbalanceados: la codependencia entre Estados Unidos y China— advierte sobre “el fin del privilegio exorbitante del dólar” y de su “probable desplome por el colapso en los ahorros domésticos de Estados Unidos y su brecha del déficit de cuenta corriente” (Financial Times, 04/10/20). Roach se da el lujo de calcular, en forma cualitativa, que el desplome sería de “un máximo de 35 por ciento a finales de 2021”.

Llama la atención que tal megadevaluación sea más “estructural” que personal, independientemente de quién triunfe en las elecciones para la presidencia de Estados Unidos, entre Trump y Biden, que ni siquiera los cita. Roach sentencia que “era un accidente que debía ocurrir”, aunque “la explosión en el déficit gubernamental relativa al covid sea la fuente inmediata del problema”, cuando el “delgado colchón” de la tasa neta de ahorro doméstico “dejó a Estados Unidos vulnerable a cualquier choque, no se diga al covid”: al pasar de 2.9 por ciento del ingreso nacional bruto de 2011 a 2019 (¡ocho años!) constituyó “menos que la mitad de 7 por ciento de 1960 a 2005” (¡45 años!). Según la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), el déficit federal calculado para 2020 se encuentra en 16 por ciento del PIB, que retrocederá a 8.6 por ciento en 2021 . Según Roach, las “implicaciones serán ominosas para el futuro de Estados Unidos”, ya que “sin ningún ahorro del empréstito superavitario del exterior, el crecimiento se torna imposible”, lo cual seguirá erosionando en forma gradual el “privilegio especial del dólar” como la “divisa de reserva dominante” . Así, los prestamistas foráneos exigirán “concesiones” que se gestan en dos formas: en “ajustes a la divisa y/o a las tasas de interés”. Roach juzga que “el canal de la tasa de interés ha sido cerrado en forma efectiva”, por lo que el “ajuste será forzado mediante un dólar débil” cuando la Reserva Federal “ha prometido conservar su política de tasas de interés cercanas a cero por varios años más”. Vaticina que las alternativas al “otrora invencible dólar” son el renminbi/yuan, oro (se le olvidó la plata mexicana) y las criptodivisas, al unísono del hoy “devaluado” euro que ha empezado a ser estimulado por una política fiscal paneuropea de 858 mil millones de dólares . ¿Qué advendrá del peso mexicano que pertenece a la “zona dólar”? ¿Se podrá desacoplar el “México de la 4T” del dólar, con su T-MEC a cuestas?

Alfredo Jalife-Rahme, Trump y el supremacismo blanco: palestinización de los mexicanos, Grupo Editor Orfila Valentini, México, 2017, pp. 116-118. La Jornada: Bajo la Lupa, 20 de mayo de 2020.

La Jornada: Bajo la Lupa, 19 de julio de 2020. Sputniknews.com, 24 de julio de 2020. La Jornada: Bajo la Lupa, 7 de octubre de 2020.

III. GUERRA TECNOLÓGICA

1. TRUMP VISITA CHINA: PRÓXIMO LÍDER GLOBAL EN INTELIGENCIA ARTIFICIAL EN 2030 ¹

Los embajadores de China y Estados Unidos se han soltado a adelantar la agenda y hasta resultados del trascendental encuentro de Trump y el “emperador geoeconómico” Xi . Cui Tiankai, embajador chino en Estados Unidos, desechó los ataques mercantilistas de Trump sobre las presuntas prácticas “predatorias” de Beijing y conminó al locuaz presidente de “mirarse en el espejo” . Según The Washington Post, el embajador Cui esbozó “el punto de vista muscular de la política exterior de China” y “urgió a Estados Unidos y a sus aliados de hacer mayores esfuerzos para una solución negociada con el programa nuclear de Pyongyang”. Cui comentó que China ha avanzado muchas propuestas diplomáticas al respecto. Sucede que Cui no entiende que Trump busca vender armas como sea mediante el agravamiento de las tensiones en todos los focos candentes del planeta. El embajador Cui “predijo” que habrá un acuerdo de Trump y el mandarín Xi en “proseguir nuevas asociaciones económicas” y mediante la “edificación de un plan económico de 100 días”. Agregó que el déficit comercial con Estados Unidos se debe a factores “estructurales” ya que “Estados Unidos ostenta una posición más avanzada en la cadena de producción global”, por lo que manifestó que en el “largo plazo” China desea un intercambio comercial más equilibrado y anunció que el año entrante Shanghái realizará la primera cumbre internacional de importaciones. Por cierto, China exhibe un déficit comercial en el rubro de los “servicios”, con los cuales Washington apabulla al mundo entero. Terry Branstad, recientemente nombrado embajador en China por Trump, se dio el lujo de escribir un artículo en el portal Global Times y comentó que el contencioso nuclear de Corea del Norte formará parte nodal de

las negociaciones . Una cosa son las vulgares bravatas de cantina barata a las que se han confinado los locuaces mandatarios de Estados Unidos y Corea del Norte, y otras son las negociaciones secretas entre Washington y Pyongyang, como adelanté en exclusiva al portal Sputnik, no se diga las negociaciones trianguladas de Washington con Moscú y Beijing, imperativa y obligatoriamente copartícipes en una resolución de desnuclearización de toda la península coreana. Terry Branstad da por descontado que la relevante delegación de 28 empresarios de Estados Unidos firmará un “Memorándum de Entendimiento” (MOU, por sus siglas en inglés). China operará una apertura relativa —que ya habíamos argumentado, mediante la emisión de bonos en dólares en la plaza de Hong Kong— en los rubros de redes sociales, seguros, manufactura, agricultura e instrumentos médicos, donde Estados Unidos descolgará “acuerdos muy significativos”. Las 28 empresas de Estados Unidos aprovecharán la transición de China a una “economía de consumo”. El general John Kelly, jefe del gabinete trumpiano, reconoció en Fox News que China había ganado en forma considerable a Estados Unidos, en términos de comercio, pero que ello no derivaba en que fueran “enemigos”. De paso, el general Kelly evitó propinar juicios de valor sobre el exitoso sistema de gobierno del pueblo chino. Se nota el entusiasmo de los multimedia chinos sobre la relación “ganar-ganar” entre las dos máximas superpotencias geoeconómicas del planeta. El mandarín Xi otorgará a Trump una recepción de “visita de Estado plus” en la Ciudad Prohibida, lo que es inusitado. A mi juicio, China ha detectado que lo que busca Trump, más allá de sus jeremiadas bluffistas, es “revivir” la economía alicaída de Estados Unidos, donde Beijing podrá jugar un papel primordial cuando las inversiones chinas en Estados Unidos fueron cercanas a los 50 mil millones de dólares en 2016. La empresa de tratamiento de agua residual Viroment contempla cerrar un meganegocio por 900 mil millones de dólares con la contratista Guangye Guangdong Environmental Protection Industrial Group y la manufacturera china Hangzhou Iron and Steel, en el que intervendrán 800 empresas textiles en la

provincia oriental de Zhejiang y 80 plantas de tratamiento de agua residual en Guangdong . Viroment forma parte de la magna delegación de empresas de Estados Unidos: desde gigantes energéticos pasando por firmas tecnológicas hasta vendedores de soya. Hoy China importa 37 por ciento de soya de Estados Unidos. La soya es a China lo que el aguacate michoacano es hoy a Estados Unidos. El mercado hidráulico de China es tan colosal como el país mismo, cuando Trump dramatiza el déficit comercial con el fin de arrancar la mayor parte de concesiones posibles al gigante asiático. Antes de la trascendental visita de Trump, la cábala cibernética estadounidense GAFAT (Google, Apple, Facebook, Amazon, Twitter) se adelantó a China donde vislumbra descolgar suculentos negocios. El gobierno chino expuso que Facebook y Google pueden regresar siempre y cuando “respeten las leyes chinas” . El problema con el GAFAT es que, además de arrancar negocios pantagruélicos, se consagra a cambiar los regímenes de sus anfitriones mediante su obsceno espionaje. Eric Schmidt, mandamás de Alphabet Inc., filial de Google, advirtió que “China superaría a Estados Unidos en el rubro megaestratégico de la inteligencia artificial (IA) en 2025 para luego dominar la industria en 2030 , pese a que Estados Unidos haya sido el pionero. Este asunto no es menor ya que la cábala GAFAT de Silicon Valley está asociada al Pentágono, específicamente al segmento “Defence Innovation Board” (DIB). No hay que ser genios para entender el significado crucial de la “ventaja tecnológica” en innovación en tiempos de guerra. Eric Schmidt no piensa sólo en términos pecuniarios vulgares, sino también en cómo ganar la guerra mediante la aplicación bélica de la IA. Llamó poderosamente la atención el coqueteo de Alphabet/Google con Irán con la que Estados Unidos debería “reparar sus relaciones”, ya que los persas tienen a los “mejores científicos en computación del mundo”, por lo que sería aconsejable, en la óptica nada sionista de Eric Schmidt, que estuvieran en Estados Unidos y trabajaran para Alphabet/Google. Dos datos importantes: el feroz sinófobo Peter Navarro no se encuentra en la lista de viajeros a China ni tampoco Ivanka, la hija de

Trump, quien peca de sinofilia. Pareciera que Trump se desprendió de sus dos polos extremos, en referencia a China by the time being… La mayoría de los analistas estadounidenses no son tan optimistas como sus homólogos chinos, y William Pesek considera que Trump juega con el tiempo y al final del día se inclinará por la guerra comercial que predica el sinófobo Peter Navarro (autor de los libros Death by China y The coming China Wars), no se diga de sus geoestrategas, el nonagenario Kissinger y Steve Bannon quienes ven inevitable la guerra tout court contra China. Estaríamos, según William Pesek, en la fase de “tranquilidad en Beijing antes de la tormenta mercantil de Trump” , cuyo epílogo mercante en el masoquista y entreguista “México neoliberal itamita”, a mi juicio, significará de ejemplo disuasivo global: de “punching bag”.

2. SIGNIFICADO GEOESTRATÉGICO DEL ALUNIZAJE CHINO ²

Ya Napoleón había advertido en el IV sobre el “despertar” chino. En medio de la tensión militar de China con Trump y el inicio de las negociaciones comerciales de las dos máximas superpotencias geoeconómicas del planeta, Beijing realizó la hazaña de un alunizaje en el “lado oscuro de la Luna” el 3 de enero, como exhibición de su prodigioso avance tecnológico cuando irrumpe al espacio, al unísono de Moscú y Washington, China envía señales prístinas de su inocultable poderío. Desde el IV, cuando Estados Unidos aún no existía, China había sido pionera de colosales avances científicos (pólvora, brújula, imprenta, etcétera). La innovación es consustancial al ADN chino, que sufrió un humillante eclipse por las dos guerras del opio del IV propinadas por Gran Bretaña. Un siglo más tarde China volvió a emprender su ascendente carrera en la historia de la civilización. El anterior editor científico de la Real Academia de Química, de Cambridge, hoy feroz analista político, Finian Cunningham, enuncia que China “se ha posicionado para ser un líder global en tecnología”, y desnuda con crudeza el “envidioso vandalismo” mercantil de Estados Unidos . A diferencia de los previos alunizajes de Estados Unidos y Rusia, el módulo chino Chang’e-4 —diosa lunar de su mitología— “fue capaz de navegar en el lado oscuro de la Luna”. El alunizaje en la parte oscura presenta(ba) serios problemas de comunicación que fueron superados por un satélite de escala que permitió los mensajes triangulados. China se sube así a la exploración de punta en el espacio junto a Estados Unidos y Rusia, lo que asentaría el orden tripolar en la Vía Láctea, el cual hemos formulado para la Tierra . Finian Cunningham sentencia que Estados Unidos/Rusia/China “son los únicos países que han colocado misiles y astronautas en el espacio usando a sus propios ingenieros y tecnología” y comenta que el año pasado, “por primera vez, China lanzó más cohetes al espacio (38) que cualquier otro país”.

Steven Lee Myers y Zoe Mou, del New York Times, no tienen más remedio que aceptar la hazaña espacial del alunizaje chino cuando Estados Unidos y Rusia todavía no alunizan en la parte oscura de la Luna. La hazaña no se detendrá cuando se espera que China lance una serie de misiones que es probable la coloquen a la cabeza de la carrera espacial. Según los reporteros del NYT, China se prepara para “operar su tercera estación en el espacio en 2022 y colocar a sus astronautas en una base lunar a finales de esa década, además de enviar sondas a Marte, que incluyen el retorno de muestras a la Tierra de la superficie marciana” . Estados Unidos azuza a Taiwán contra su “madre patria”, mientras es probable que China colonice la Luna donde capture su inmenso abastecimiento de energía, en especial de Helio-3, que provea 10 mil años de energía: fuente del combustible para la fusión nuclear controlada cuando 40 gramos de Helio-3 pueden sustituir 5 mil toneladas de carbón. Mientras México se autoflagela con sus impresentables huachicoleros, la hazaña china constituye la piedra de toque de la exploración en la Vía Láctea, donde la Luna puede ser la base del reabastecimiento de combustible para sus misiones espaciales. No me quiero imaginar, a nivel terrestre, todos los secretos militares que deben tener resguardados en China y que causarían una ingrata sorpresa en caso de una contienda bélica con Estados Unidos. Finian Cunningham interpreta que el timing de la hazaña china fue “apropiado” cuando Trump busca impedir el auge de “Made in China 2025”, de autarquía tecnológica, no se diga sus tres “Rutas de la Seda”. ¿Cómo pretende Trump conseguir el suicidio tecnológico chino en la Tierra cuando Estados Unidos ha sido superada en la exploración lunar? ¿Dónde quedan los alegatos absurdos de Trump de que China “roba” la tecnología estadounidense y su “propiedad intelectual”? Viene lo mejor: no solamente el caso Huawei —en el momento que Apple se ha desfondado—, sino el avance de sus misiles supersónicos y la inteligencia artificial, donde China desafía la hegemonía tecnológica de Estados Unidos.

3. “NUEVA CARRERA ARMAMENTISTA” DEL 5G ENTRE ESTADOS UNIDOS Y CHINA, DONDE HUAWEI LLEVA LA DELANTERA ³

A tres días de la crucial visita del viceprimer ministro chino Liu He a Trump, con el fin de alcanzar una tregua en su “guerra comercial”, el Departamento de Justicia recrudeció la confrontación acusando a Huawei de todos los crímenes habidos y por haber, que no suenan nada creíbles, cuando no existe evidencia, salvo los arrestos de dos empleados de Huawei acusados de “espionaje” por Polonia, donde Estados Unidos busca construir una base militar, el “Fuerte Trump”, para intentar amedrentar a Rusia. NYT publicó un extenso reporte que titula “La nueva carrera armamentista del 5G entre Estados Unidos y China” , donde “Washington empuja a sus aliados a combatir a Huawei”, mediante la red de los “Cinco Ojos” de la anglósfera. Trump ha equiparado las ventajas tecnológicas de China —en particular, su liderazgo del 5G (la quinta generación de telefonía móvil)—, como una amenaza a la “seguridad nacional de Estados Unidos”. ¿Cómo catalogará, entonces, Trump el alunizaje de China en la parte oscura de la Luna, donde Estados Unidos ha quedado rezagado? Según estrategas de Estados Unidos, citados por NYT, “cualquier país que domine el 5G ganará ventaja económica, de espionaje y militar la mayor parte de este siglo” cuando la transición al 5G, más que una evolución, sería una revolución: “será casi más importante que la electricidad”. ¡Impactante! Hace ocho años, la ubicua NSA irrumpió en la matriz de Huawei en búsqueda de una inexistente amenaza china, según documentos de Snowden . ¿Qué actitud adoptará Israel que se ha conectado a la Ruta de la Seda? ¿Traicionará a Estados Unidos o se irá con China? Global Times, portavoz oficioso del Partido Comunista Chino, rechaza el alucinante reporte del NYT como típico del “pensamiento estadounidense” que

contempla la mera competencia mercantil del 5G como una “carrera armamentista” y “concede demasiada importancia al dominio de la tecnología” . Global Times fustiga que Estados Unidos “es un hegemón en los campos económico y tecnológico” y “piensa que China también tiene la ambición de disputar el dominio del 5G” que contempla con una “mentalidad de suma-cero, provocando impactos negativos” cuando la “globalización promociona la integración de los intereses de todos los países”. Cabe señalar que, en contraste con la parasitaria y especulativa globalización financierista de las alicaídas plazas anglosajonas de Wall Street y la City, la globalización china es de corte economicista y basada en la infraestructura, mediante sus prodigiosas “Tres Rutas de la Seda” y su portentosa innovación tecnológica autárquica “Hecho en China 2025”, que Trump pretende torpedear. Global Times juzga que, “en el futuro, el poder de unos pocos países selectos no podrá más dominar el mundo entero”, en clara alusión a la decadente unipolaridad de Estados Unidos que “ignora completamente las reglas de los negocios y suprime en forma salvaje a Huawei, que constituye la más severa persecución en décadas de globalización”. El portal chino ridiculiza que “Washington no tiene evidencia” del supuesto “espionaje de Huawei, salvo acusaciones imaginarias” y “sólo busca privar a las empresas chinas de su derecho a liderar la tecnología 5G”, por lo que usa la “geopolítica en lugar de las reglas de mercado” que “traerá el caos en cierta medida, pero no por mucho tiempo”. ¡Qué seguros se sienten los chinos! Global Times considera que la “globalización probablemente ahogará la rapsodia de la carrera armamentista del 5G” y que la “supresión de las trasnacionales chinas high-tech como Huawei y ZTE es un movimiento estratégico de Estados Unidos”, por lo que en su “ambiente externo las dos empresas tendrán dificultades en el corto plazo, lo cual deberán contrarrestar mediante el desarrollo de sus tecnologías con productos más baratos y demostrar que su boicot provocará más pérdidas” que beneficios. ¿Qué postura tomará México atrapado en la “jaula geopolítica” de Estados Unidos desde 1848?

4. CHINA REBASA A ESTADOS UNIDOS EN LA CARRERA TECNOLÓGICA DEL BLOCKCHAIN. ¿QUO VADIS ESTADOS UNIDOS? ⁴

La velocidad de las innovaciones tecnológicas es azorante. A finales de octubre retumbaron dos noticias trascendentales tanto en Estados Unidos —la computación cuántica— como en China —adopción del blockchain por el mandarín Xi— que trastocarán los órdenes como game changers. Google realizó un cálculo en sólo 3 minutos y 20 segundos, que la máxima supercomputadora completaría en 10 mil años , lo cual le brindaría la “supremacía cuántica” que tendría “implicaciones para la seguridad nacional y la criptografía” y “aún para abrir la vía para la creación de nuevos medicamentos” —que explica NYT . La batalla tecnológica entre Estados Unidos y China adquirió gigantescas dimensiones geopolíticas que no pueden ser analizadas con los modelos caducos de la vieja guerra fría y de la fallida unipolaridad de Estados Unidos, cuando sus supuestos “aliados” como Gran Bretaña y Alemania se acoplan al 5G de Huawei, la trasnacional china exorcizada por la guerra comercial de Trump. El mandarín Xi desde hace año y medio tenía muy clara la “nueva generación de la revolución industrial” que reconfigura la estructura económica global basada en la inteligencia artificial, el internet de las cosas y el blockchain . En una sesión de un Grupo de Estudio del Politburó del Comité Central del Partido Comunista Chino, el mandarín Xi instó a aplicar la tecnología blockchain a sectores que incluyen las finanzas digitales, el internet de las cosas, la manufactura inteligente, la transacción de activos digitales y el manejo de la cadena de abastecimiento . Xi enfatizó que la tecnología blockchain debe ser usada para “incrementar la conectividad entre las ciudades respecto de la información, capital, talento e investigación del crédito a una mayor escala”, así como usar su “modelo de compartir datos” para el mantenimiento y utilización de servicios de datos

gubernamentales a nivel transdepartamental y transregional. China busca fortalecer mediante la tecnología blockchain su prevalencia en el ciberespacio, la economía digital y el avance del desarrollo socioeconómico. El portal chino Global Times afirma que China se adelantó a Estados Unidos en el nuevo frente de la carrera tecnológica con sus avances en el blockchain: “uno de los principales game changers que configurarán el futuro de la innovación y el crecimiento económico” . Global Times comenta la angustia, ante una audiencia en el Congreso de Estados Unidos, de Mark Zuckerberg debido al liderazgo chino en la tecnología blockchain, armazón del bitcóin cuando naufraga la libra de Facebook . Hace tres años, un documento seminal del Treceavo Plan Quinquenal de China listó al blockchain como un área importante a desarrollar en el “Internet Plus”, como parte de la anhelada autarquía proclamada en el concepto “Hecho en China 2025” . A juicio de Roger Wang, mandamás de Southeast Asia Blockchain Alliance, con sede en Indonesia, el masivo mercado consumista de China y el auge de los gigantes tecnológicos como Alibaba, Tencent y Baidu impulsaron la adopción de la tecnologia blockchain: “en términos de escala, no existe un país que pueda competir con China por ahora”, pero admitió que Estados Unidos sigue siendo el jugador dominante en I&D en tecnologías fundamentales que China empieza a empatar. A principios de marzo, Josh Rogin de The Washington Post admitió la delantera de China frente a Estados Unidos en el blockchain: “la gran competencia estratégica entre Estados Unidos y China será ganada o perdida con base en quien controle las reglas y los sistemas que gobiernen el comercio, las comunicaciones y la seguridad del IV” . Josh Rogin confiesa que el gobierno de Trump optó por “un amplio plan para el desarrollo de la inteligencia artificial”, pero “carece de una estrategia para el blockchain” frente al avance chino. En medio de su guerra civil, ¿quo vadis Estados Unidos?

5. LA NUEVA ERA DE LA COMPUTACIÓN CUÁNTICA: LA CARRERA TECNOLÓGICA DE ESTADOS UNIDOS Y CHINA ⁵

Google anunció su “supremacía cuántica” con un invento revolucionario: una computadora cuántica que puede realizar cálculos en 200 segundos, que en una “supercomputadora” clásica, como la Summit del Laboratorio Nacional Oak Ridge, “tomaría 10 mil años” . La computación cuántica se basa en la mecánica cuántica, que explica el extraño comportamiento de las extremadamente pequeñas partículas de la materia . Hace siete años John Preskill propuso el concepto de “supremacía cuántica”: el punto en el que las computadoras cuánticas pueden realizar cosas que las computadoras clásicas no podrían. Bloomberg apeló a un “optimismo precavido”: se trata de un “inmenso logro bajo cualquier medición” cuando una “rudimentaria máquina cuántica mejoró la más veloz supercomputadora por un factor de 1 080” . Las computadoras cuánticas “desafían la intuición humana”, según Bloomberg, que alerta sobre “algunos riesgos”: 1) “La carrera global para dominar la computación cuántica se está calentando con consecuencias impredecibles”; y 2) “Las avanzadas computadoras cuánticas un día podrán amenazar la llave pública de la criptografía que protege la información en el mundo digital. Tales sistemas están basados en problemas matemáticos duros que las computadoras cuánticas podrían teóricamente ser capaces de agrietar con facilidad”, por lo que los investigadores en seguridad trabajan para crear “sistemas y parámetros post-quantum” . La revista científica Nature sintetiza, en su “abstracto”, que “la promesa de las computadoras cuánticas radica en que ciertas tareas computacionales podrían ser ejecutadas exponencial y más velozmente en un procesador cuántico que en un procesador clásico” . Se refiere al procesador Sycamore de Google y su “dramático incremento en velocidad en comparación a todos los conocidos algoritmos clásicos”, como “una realización experimental de

la supremacía cuántica” que “anuncia un paradigma computacional”. Para un público más general, David Yaffe-Bellany explica, en The New York Times, la hazaña científica de Google en su laboratorio de investigación en Santa Bárbara (California), que desde la década de los ochenta buscaba el Santo Grial de la velocidad del cálculo computacional: la “supremacía cuántica” . De inmediato, los celosos investigadores de IBM anunciaron que la “simulación ideal de la misma tarea puede ser realizada en un sistema clásico en 2.5 días con una fidelidad mucho mayor” . Las implicaciones para la “seguridad nacional y la criptografía” son inconmensurables. China —con su adopción también revolucionaria de la tecnología blockchain entró de lleno a la competencia tecnológica con Estados Unidos en varios rubros: desde la 5G pasando por la tecnología cuántica hasta la inteligencia artificial (IA). A juicio de David Yaffe-Bellany, “como todos los saltos en tecnología, las máquinas cuánticas son de doble filo: algún día podrán fortalecer los avances en IA, pero también pueden apabullar la encriptación que protege a las computadoras y que es vital a la seguridad nacional o aun a los sitios de comercio digital”. De allí que, aduce Yaffe-Bellany, “los gobiernos de Estados Unidos y China consideran la computación cuántica como una prioridad nacional” cuando “China invierte 400 millones de dólares en un laboratorio cuántico nacional”. China encabeza el liderazgo de la “carrera para proteger los datos de la encriptación cuántica” . China posee el doble de patentes de “tecnología cuántica” que Estados Unidos, pero tres veces menos de “computadoras cuánticas” . Lo que China y Estados Unidos definen como “seguridad nacional” —desde los hidrocarburos pasando por los alimentos hasta la sofisticada tecnología— ha cesado de serlo para el aldeanismo de los países avasallados e intoxicados por la propaganda, hoy caduca, del globalismo neoliberal.

6. ESTADOS UNIDOS VS. CHINA: TREGUA COMERCIAL, GUERRA TECNOLÓGICA Y NUEVO FRENTE EN EL ÁRTICO

La guerra comercial de Trump contra China obtuvo una tregua con un arreglo “deslactosado” que mínimamente detuvo la batalla de las tarifas que beneficia a Estados Unidos. China esperará el desenlace del impeachment de Trump en el Senado y/o su reelección cuando se intensifica la guerra tecnológica por Mike Pompeo y se abre un nuevo frente en el Ártico. Existe un patente fatalismo en los círculos estratégicos de Washington sobre la inevitable guerra de Estados Unidos contra China, plasmado en el teorema de la trampa de Tucídides y el memorándum Crowe del libro Sobre China de Kissinger. En su libro Destinados para la guerra el politólogo y relevante consultor del Pentágono Graham Allison expone su teorema de la trampa de Tucídides: “Cuando una gran potencia amenaza para desplazar a otra, la guerra es casi siempre el resultado”. En su polémico libro Sobre China Kissinger, todavía muy cercano a Trump y a su yerno talmúdico Jared Kushner, desarchiva el célebre memorándum Crowe que versó antes del estallido de la Primera Guerra Mundial sobre la inevitabilidad de la guerra entre Gran Bretaña y Alemania, que ejemplifica “la rivalidad angloalemana como un augurio de lo que le puede esperar a Estados Unidos y a China en el IV”. Aquí no importan si tienen razón o no Allison y Kissinger, sino que representan más bien la moda pensante de los dos partidos reinantes de Estados Unidos, con sus respectivos estrategas que son auscultados por el presidente en turno. En medio de su naufragio doméstico, debido a los avatares de su impeachment en el Senado, Trump consiguió dos resonantes triunfos comerciales de corte electorero: su acuerdo deslactosado de la fase uno con China, y su avallasador acuerdo T-MEC con Canadá y México, que contempla utilizar para su reelección.

Trump exulta su logro comercial con China con propósitos propagandísticos, mientras ha levantado muchas cejas escépticas y asépticas sobre la implementación de la controvertida fase uno, no se diga si habrá una segunda fase. Pareciera que a cambio del respiro que le concedió a Trump —por su flagrante intervencionismo desde Hong Kong hasta la provincia islámica de Xinjiang—, China prefirió absorber algunas pérdidas relativas a su inmenso PIB, que en términos de paridad de compra/poder adquisitivo ya rebasó a Estados Unidos, mediante sus electoreras compras teledirigidas por 200 mil millones de dólares en dos años, mientras Trump mantenía el castigo de sus 360 mil millones de dólares en tarifas. Así las cosas, después de dos años de estéril guerra comercial, las tarifas de Estados Unidos a los bienes chinos serán de 19 por ciento, comparado a 3 por ciento de su inicio. Aquí pierde China. Las fotos de la ceremonia en la Casa Blanca simbolizan el estado de las cosas. Cabe resaltar que no acudió el chino Xi Jinping y envió en su representación al viceprimer Liu He quien siempre estuvo a cargo de las negociaciones. El rostro de Trump exultaba el triunfo, mientras la cara del viceprimer chino exhibía su distante perplejidad nada sonriente. El triunfo de Trump es electoral coreográfico con poca sustancia, ya que no pudo someter a China, cuyos multimedia previeron que no se trataba de “una victoria de un solo lado”, sino de un “winwin” (ganar-ganar). China trató, en la medida de lo posible, de no apartarse de los axiomas de la OMC, del FMI y del G-20. Un día antes de la firma electoral coreográfica de Trump sobre el deslactosado acuerdo comercial con China el pugnaz secretario de Estado y anterior director de la CIA, Mike Pompeo, intensificó la campaña contra Huawei ante los miembros del Grupo de Liderazgo de Silicon Valley —en el Commonwealth Club, de San Francisco—, a quienes instó romper sus asociaciones con el gobierno chino y sus empresas vinculadas. En un ataque nada diplomático, dada la firma comercial del día después, Pompeo calificó a China de “verdadero Estado orwelliano” y refirió como ejemplo a seguir que “ninguno de nosotros hubiera instalado la tecnología soviética”. Llama la atención que Pompeo aporte como ejemplo a la URSS cuando, en relación con el asesinato del icónico general iraní Soleimani ordenado por

Trump, su primera reacción fue llamar a su homólogo ruso Lavrov para propiciar una “desescalada” en Oriente Medio. Exageradamente emotivo, Pompeo exclamó ante el liderazgo tecnológico de Silicon Valley que “Estados Unidos enfrenta un desafío de China, que pide cada fibra de sus habilidades innovativas”, y a quienes instó a “cooperar más con las agencias gubernamentales de Estados Unidos”, con el fin de “frenar a los militares chinos de usar nuestra propia innovación en contra nuestra”. Por lo que “estaba alertando a sus aliados de los riesgos privados y la seguridad masiva en caso de estar conectados a la construcción de sus redes 5G por Huawei”. Quizá Pompeo ignore que, no hace mucho, varios gigantes de las joyas geoestratégicas de Silicon Valley —Google, Facebook y Microsoft— propusieron que el Pentágono controle la inteligencia artificial. Como si lo anterior fuera poco, una delegación del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, encabezada por Matt Pottinger, presiona a Gran Bretaña a deslindarse de la red 5G de Huawei, ya que de otra forma Estados Unidos interrumpiría su compartición de datos de espionaje con Londres. Simone McCarthy, del portal South China Morning Post, aduce que “la próxima frontera de la batalla de Estados Unidos/China es por el control global” —desde el mar del Sur de China hasta África—, donde el Ártico viene en primera línea. Según McCarthy, el Libro Blanco sobre el Ártico de 2018 que publicó China, donde se define como “un Estado casi del Ártico”, provocó escepticismo en Washington, ya que Beijing carece de “ambición militar”. Nadie dice que es muy probable que la asociación estratégica de Rusia con China sea susceptible de conferirle su anhelado paraguas militar/nuclear/hipersónico a Beijing en el Ártico. Nada menos que el fundamentalista evangelista sionista Mike Pompeo —quien se ha posicionado como el espantapájaros de Trump— arremetió contra China en el Consejo del Ártico por sus veleidades en el Ártico. Pompeo fustigó la Ruta de la Seda Polar que pretende construir China en el Ártico, además de sus dos otros proyectos de Ruta de la Seda continental y marítima. Para el Pentágono, la presencia científica china en el Ártico —donde tratan de desarrollar un sistema GPS que cubra su polo— abre la vía militar a China, lo cual “incluye a sus submarinos”. Trump hará lo imposible para bloquear el

irredentismo chino en el Ártico, por lo que se puede interpretar su ofrecimiento de comprar Groenlandia con ese último fin. El corredor chino en el Ártico y/o su proyectada Ruta de la Seda Polar dependen de la contribución de Rusia y la anuencia de los países nórdicos aledaños. McCarthy cita al ruso Artyom Lukin, investigador de la Universidad Federal del Lejano Oriente, quien reconoce que “sin la participación china, será difícil conseguir mayores proyectos en el Ártico ruso […] debido a sus inmensos costos y a su complejidad tecnológica”. Para Lukin, “Rusia tiene todos los activos militares en el Ártico, todas las capacidades” cuando “China es solamente un huésped”, cuyo valor reside en su voluntad de invertir. Sea lo que fuere, el sutil avance de China en el Ártico ha puesto nerviosos a Trump y a su espantapájaros Pompeo. A mi juicio, el caos, la confusión y las volteretas de Trump y Pompeo subrayan la desesperación estratégica de Estados Unidos frente al doble ascenso y a la asociación de Rusia y China.

7. DEMÓCRATAS Y REPUBLICANOS SE FUSIONAN EN MÚNICH VS. CHINA Y EL 5G DE HUAWEI ⁷

Lo peor que pueden hacer los cándidos mandatarios del mundo es tomar partido por demócratas y/o republicanos, que son las dos caras de la misma moneda cuando se trata de la “seguridad nacional” de Estados Unidos y sus intereses, como fue notorio en la Conferencia de Seguridad de Múnich en su versión 56, donde demócratas, encabezados por Nancy Pelosi y Adam Schiff, fallidos defenestradores de Donald Trump, se fusionaron con sus supuestos “enemigos” de la dupla “evangelista sionista” Pence-Pompeo y el secretario del Pentágono Mark Esper, representantes del trumpismo, para arremeter conjuntamente contra China y la 5G de Huawei . La amazona católica Nancy Pelosi, desde la inmoralidad del sistema bélico de Estados Unidos, moralizó el pleito con la 5G de Huawei, que redujo a un dilema entre la “autocracia” china y la “democracia” de la “autopista de la información” . Nancy Pelosi no conoce el sistema que dirige en Estados Unidos, que no es una “democracia”, sino una “plutocracia prototeocrática”, tanto en la fase del ayer demócrata y hoy republicano Trump como de la candidatura híbrida del ayer republicano y hoy demócrata Mike Bloomberg, con una fortuna que ya alcanzó 65 mil millones de dólares y quien, al unísono de George Soros, lubricó la candidatura de Nancy Pelosi. Ni Alemania ni Francia ni Gran Bretaña —cuyo primer ministro conservador, Boris Johnson, es el gran aliado de Trump— se han doblegado a las amenazas de Estados Unidos para abandonar la 5G de Huawei. Nancy Pelosi, como si fuera una vulgar trumpiana, fustigó que la red 5G de Huawei permitiría a China espiar las comunicaciones de los aliados de Estados Unidos, a lo que China replicó que este último persiste en monopolizar (¿“democracia”?) el control cibernético global para perpetrar su espionaje. Pelosi amenazó que “quienes opten por Huawei tendrán que pagar un alto precio (¿“democracia”?). Cuando le preguntaron que si estaba de acuerdo “con la política china del presidente Trump” respondió, sin sonrojarse, “estamos de

acuerdo en este punto”. Y en otros más que oculta… El diplomático chino Fu Ying le preguntó a Nancy Pelosi cuál era su explicación para que las trasnacionales de Estados Unidos que han operado en China durante décadas no hayan podido cambiar el sistema político chino y que ahora resulte que Huawei sola amenace la “democracia” de Occidente . ¡Touché! Días antes The Washington Post —portavoz del establishment y propiedad de Jeff Bezos, mandamás de Amazon— reportó que la CIA espía las comunicaciones encriptadas de los gobiernos de todo el mundo desde hace cinco décadas, gracias a la instalación secreta de la empresa de “seguridad” CryptoAG, en Suiza . Si Europa rechazara la 5G de Huawei se quedaría secuestrada eternamente a Estados Unidos y muy rezagada frente a China. El Secretario de Defensa Mark Esper advirtió que el mundo se encuentra ahora en la “era de competencia de las grandes potencias”, por lo que “debemos pasar de los conflictos de baja intensidad y prepararnos de una vez por todas para una guerra de alta intensidad”; que es la misma perorata del reporte del Pentágono de 2018. En forma espectacular participaron también en la Conferencia de Seguridad de Múnich Mark Zuckerberg, de Facebook, y el canciller iraní, Javad Zarif, lo que puso nerviosos a tirios y troyanos. Las diatribas de republicanos y demócratas, por igual, contra la 5G de Huawei van mucho más allá de una prosaica guerra “comercial” y de la defensa hilarante de “valores democráticos” inexistentes en Estados Unidos. Más bien refleja el acelerado declive de Occidente, en particular, de Estados Unidos, su otrora superpotencia tecnológica que ha sido ya rebasada en varios rubros por la panoplia hipersónica militar de Rusia y por las hazañas científicas de China, hoy puesta doblemente en cuarentena por el extraño coronavirus y por el cerco de Estados Unidos, que empezó con la contención de Barack Obama y prosigue en forma desesperada con Trump, mientras Rusia y China han codificado una “asociación estratégica”, cuya envergadura secreta se ignora y ha dejado atrasado a Estados Unidos.

8. GUERRA DE DIVISAS DIGITALES: FACEBOOK VS. CHINA ⁸

La guerra multidimensional de Estados Unidos contra China se exacerbó con la pandemia de COVID-19, de la que ambas superpotencias geoeconómicas se culpabilizan de su origen, y escala a una nueva guerra digital entre la criptodivisa libra de Facebook y el lanzamiento experimental del e-RMB por el Banco Central de China en cuatro ciudades. El proyecto de lanzamiento de la libra, polémica criptodivisa de Facebook — que, por cierto, sufrió fuertes críticas sobre su tiranía digital por los escépticos —, aceleró el programa, que se encontraba en hibernación desde agosto 2019, de la divisa electrónica e-RMB (renminbi electrónico) de parte del Banco Central Popular de China que acaba de iniciar una serie de pruebas de pagos en cuatro importantes ciudades: 1) Shenzhen, 2) Suzhou, 3) Chengdu y 4) el nuevo suburbio Xiong’an en el sur de la capital Beijing, además de tener contemplado su manejo en las ciudades anfitrionas de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing de 2022, según China Daily. Quienes hemos visitado China podemos aducir que las cuatro ciudades fueron seleccionadas con criterio geográficamente estratégico de largo plazo. El e-RMB —conocido técnicamente como pago electrónico digital de divisas (DCEP, por sus siglas en inglés), a no confundir con las criptodivisas— usa la tecnología de cadena de bloques (blockchain). La libra de Facebook respondió a los pocos días del inicio experimental del e-RMB/DCEP y nombró como su primer jefe ejecutivo al israelí-estadounidense Stuart Levey, controvertido zar financiero contra el terrorismo con Baby Bush y Barack Obama. Levey se caracterizó por su exagerada dureza contra Irán, Corea del Norte, Libia y los enemigos de Israel, más que los del propio Estados Unidos. Por demás interesante fue su insólito, cuan contradictorio, nombramiento en 2012 como el principal ejecutivo legal de HSBC Holdings, que fue penalizada por su pantagruélico lavado de dinero de 2013 a 2015, además de haber sido implicada en el fétido blanqueo de los SwissLeaks. Levey iniciará su ardua tarea en julio, desde Washington, donde confrontará a

los “reguladores y políticos de que el proyecto de divisa digital no se transformará en un paraíso para los narcotraficantes y los lavadores de dinero”. A juicio del Financial Times, un rotativo británico globalista vinculado a los intereses de los banqueros esclavistas Rothschild y su instrumento George Soros, saluda su nombramiento como “un paso importante para que la libra opere en forma independiente de Facebook”. ¿Qué tipo de prestidigitación financiera podrá inventar Levey para que la libra opere lejos de los tentáculos de Facebook, una de las joyas geoestratégicas de Silicon Valley, hoy con una capitalización de mercado de 603 mil 610 millones de dólares, y que en fechas recientes se ha alejado de su anterior socio Soros para acercarse al eje de Trump/Netanyahu? La laxitud financierista de la libra llevó a que Visa, MasterCard y PayPal se salieran del proyecto del estadounidense Mark Zuckerberg. Los reguladores globales, según Financial Times, han orillado a que el controvertido Zuckerberg “se olvide de sus ambiciones de moverse a un sistema totalmente sin permisos, en el que cualquiera puede participar sin el control de ninguna autoridad”, como fue la visión original de la polémica criptodivisa bitcóin. Después de haber echado fuerte reversa, la Asociación Libra “ahora mantendrá una vigilancia centralizada de los desarrolladores que construyen la red”, además de instalar una “unidad de inteligencia financiera”, la cual, por desgracia en Occidente, castiga a los enemigos de sus regímenes y se hace de la vista gorda con las transacciones mafiosas de sus aliados. Levey comentó a Financial Times que la nueva entidad financierista digital “deberá tener el apoyo de Estados Unidos en cualquier esfuerzo financiero global”, mientras alaba su “necesidad” debido a la pandemia y a su “bajo costo” para las remesas. A propósito, Facebook nombró a sus primeros 20 miembros muy controvertidos de su cuerpo de vigilantes “independientes”, de corte eminentemente globalista. La retórica escalada de corte electorero de Trump, quien lucha contra los fantasmas necrófilos por su pésimo manejo del COVID-19, ha llevado a cierto tipo de amagos para cobrar multimillonarios daños y perjuicios a China, a quien el secretario de Estado, Mike Pompeo, acusa de haber fabricado y diseminado en forma deliberada el “virus Wuhan”, mientras que los funcionarios chinos responden que se trata de una “arma biológica” del Pentágono.

Pese a que Larry Kudlow, consejero económico de la Casa Blanca, ha desechado la hasta hoy peregrina idea de cancelar la pletórica deuda de Estados Unidos a China de 1.1 billones —¡equivalente al PIB nominal de México!—, Karen Yeung, del South China Morning Post —con sede en Hong Kong y propiedad de Alibaba— comenta el amago de China de reducir su tenencia en bonos del Tesoro estadounidense, lo cual equivale a una “opción nuclear” que estaría llevando los tambores de guerra entre Beijing y Washington a un paroxismo irreversible. Después de la grave crisis financiera de 2008, provocada por la deliberada orgía especulativa y parasitaria de Wall Street, China empezó a sopesar sus opciones para dejar de estar esclavizada al sistema financierista del dólar, que es el verdadero poder que todavía le queda a Estados Unidos frente a sus dos rivales, Rusia y China. Ya hace siete años la prestigiosa Academia China de Ciencias expuso el inicuo bono hegemónico de Estados Unidos, por solamente imponer unilateralmente el sistema dolarcéntrico y que en ese entonces constituía casi 10 por ciento del PIB global. Según el China Daily, Beijing teme la “militarización del dólar” como la principal fuerza de la política exterior de Estados Unidos y que inflige daños mediante las “punitivas sanciones unilaterales”, lo cual ha orillado a China a contrarrestar con la prueba experimental de un sistema comercial de pagos basado en la divisa e-RMB: “una divisa digital soberana provee una alternativa funcional al sistema de pagos del dólar y mitiga el impacto de cualquier sanción o amenaza de exclusión tanto en un país como en una empresa”. El DCEP/eRMB podría también “facilitar la integración en los mercados de divisas comercializados globalmente con un riesgo reducido de una disrupción inspirada políticamente”. Muy angustiado, el rotativo británico The Guardian —muy cercano al megaespeculador George Soros— comenta que el e-RMB/DCEP será usado para subsidiar el transporte en Suzhou, mientras que en Xiong’an el experimento se enfocará primariamente en alimentos y menudeo. Un as bajo la manga de China que se susurra en los circuitos financieros de Hong Kong y Shanghái es el apuntalamiento del e-RMB/DCEP con las reservas de oro bursatilizadas en el Shanghái Gold Exchange: ¡Un renminbi digital aurífero!

Un documento del Banco Internacional de Pagos (BIP) —el Banco Central de los Bancos Centrales, con sede en Basilea (Suiza)— alertó, desde enero de 2020, sobre el “arribo inminente” de las divisas digitales de los bancos centrales. Una de las características del nuevo orden mundial post-COVID-19 será la aceleración de la sociedad sin efectivo y el inicio del fin del inicuo sistema dolarcéntrico. Para entrar de lleno en el ámbito de las divisas digitales, en la confrontación de la criptodivisa privada, la libra de Facebook y el DCEP estatal de China.

9. LA NUEVA BIPOLARIDAD TECNOLÓGICA: ESTADOS UNIDOS VS. CHINA/RUSIA

El ex primer australiano Kevin Rudd advierte que China teme al dólar, así como al “desacoplamiento” progresivo con Estados Unidos. El exdiplomático británico Alastair Crooke aduce que Alemania y Estados Unidos empujan a Rusia a aliarse tecnológicamente con China. Estados Unidos con sus aliados lleva siete años de delantera a China, mientras que ésta ha rebasado a Estados Unidos en 5G e IA. En una reciente entrevista, vía Zoom, de Mark Dittli al ex primer ministro y excanciller australiano Kevin Rudd —hoy presidente del Instituto de Política de la Sociedad Asiática—, el connotado político que habla perfecto chinomandarín, advirtió que “existen tres cosas que China todavía teme de Estados Unidos”, el “dólar es una de ellas”. Llama la atención que Rudd conceda demasiada relevancia al acorralado dólar, cuando nada menos que el notable economista estadounidense Stephen Roach — hoy becario en la Universidad de Yale, quien estuvo a cargo de la rama asiática del Banco de Inversiones Morgan Stanley— ha enunciado al Financial Times (04/10/20) el “fin de la hegemonía del dólar” debido a su desplome en ahorros domésticos y al déficit de su cuenta corriente. Hoy está muy de moda en el mundo anglosajón la palabra “desacoplamiento” (decoupling) que se maneja abiertamente en referencia a la fractura multidimensional de Estados Unidos y China, en particular, en el ámbito tecnológico que cunde a su máxima intensidad. Kevin Rudd advierte que el “desacoplamiento progresivo” de China con Estados Unidos se gesta en varios campos: comercio, inversiones directas, tecnología y los mercados financieros. En el ámbito del “desacoplamiento económico”, el ex primer ministro comenta que Estados Unidos opera con “tres instrumentos formales de poder”: 1) El nuevo régimen de control a las exportaciones; 2) Los nuevos poderes otorgados al Committee on Foreign Investment in the United States (CFIUS), y 3) El “listado de entidades” (Entity List) que canalizan las sanciones y comporta la lista de personas y empresas que el gobierno de Estados

Unidos juzga como “riesgo a su seguridad nacional”. Lo que ha afectado a las empresas chinas Huawei y Semiconductor Manufacturing International Corporation (SMIC; la más grande de China) de adquirir la tecnología final de semiconductores/chips en cualquier parte del mundo. Rudd comenta que los “cambios recientes de la lista de entidades limita virtualmente las exportaciones de semiconductores a una lista definida de empresas chinas desde cualquier parte en el mundo, mientras se basen en la propiedad intelectual estadounidense”. A juicio del ex primer ministro, la respuesta china ha sido muy prudente, en espera del resultado de la elección presidencial en Estados Unidos, pero advierte que el desacoplamiento es irreversible, independientemente de la identidad del próximo presidente, y que operará en cinco áreas bien “definidas”: 1) Las cadenas de abasto global donde Estados Unidos depende de China, como los rubros de equipamiento médico y farmacológicos; 2) “Tecnológicas críticas” cuando la balcanización del Internet (The Splinternet) “se está convirtiendo en una realidad; 3) Por el momento el desacoplamiento del abasto global de semiconductores a China será parcial, “no solamente al 5G y a la inteligencia artificial (IA), sino también a los semicoductores en general”, ya que “la centralidad de microchips al poder computacional, para todos los propósitos y el espectro de aplicación en la economía militar y civil, es inmenso”; 4) Las inversiones directas entre China y Estados Unidos se encogerán a cero; y 5) Desacoplamiento en el “mercado de los talentos” en las universidades de Estados Unidos para los estudiantes chinos. Así las cosas, el mundo va que vuela a una división en dos esferas tecnológicas con parámetros chinos y estadounidenses. Kevin Rudd afirma que los “semiconductores chinos son más lentos que sus análogos estadounidenses”, lo cual “es probable que permanezca así durante una década”. Hasta cierto punto, ya que China pasará del silicio al grafeno para incrementar su velocidad, como argumenta el brasileño Pepe Escobar. El ex primer ministro asevera que los microchips chinos “permanecerán en forma constante de tres a siete años detrás de Estados Unidos, Taiwán y Corea del Sur”: es decir, detrás de Intel, TSMC y Samsung. Kevin Rudd asienta que viene un “mundo tecnológico binario”, y que el liderazgo de China en la tecnología 5G y en la IA obligará a los países desde Europa hasta el Sureste

Asiático a tomar partido, como lo acaba de hacer la India que despreció el 5G de Huawei y China. Alastair Crooke —exespía del MI6 y exdiplomático británico como asesor del anterior canciller Javier Solana en la Unión Europea— diagnostica que el reciente programa Clean Network, del pugnaz Mike Pompeo, lleva a un muy similar “Momento Sarajevo”, que desembocó en la Primera Guerra Mundial. Crooke juzga que el “suceso definitorio de esta era post-COVID (sin importar quien sea el vencedor en la elección de Estados Unidos) será probablemente el desacoplamiento de Estados Unidos con China”. El divorcio englobará: el “desacoplamiento tecnológico de Telecom (del 5G de Huawei); desacoplamiento de los multimedia chinos y las plataformas de conversación (chats); purga de toda la tecnología china de todo el ecosistema de microchips de Estados Unidos”; la desconexión de China del Internet, del almacenamiento de aplicaciones, de los cables submarinos y del acceso a los sistemas de almacenamiento de los datos en la nube de Estados Unidos. ¡Literalmente el programa Clean Network (Limpiar la red) de Mike Pompeo se encuentra a un paso de declarar la guerra bélica de trincheras! La tesis nodal del exdiplomático británico es que “hoy, Estados Unidos exige que Europa rompa con Rusia y China, cuando Estados Unidos ha entrado a una crisis interna y aun en la mejor perspectiva no puede sustituir el eje asiático en la mayoría de las esferas tecnológicas”. Crook cita un artículo de Asia Times, donde David Goldman arguye que “el impacto acumulado de una serie de sanciones contra Rusia ha empujado a Rusia a una alianza estratégica con China, que incluye una estrecha cooperación con China en las telecomunicaciones 5G y la Investigación y Desarrollo (I&D) de semiconductores”, cuando “la economía de Rusia podrá ser del tamaño de Italia, pero su cerebro es más grande que su cuerpo: donde se gradúan más ingenieros cada año que en Estados Unidos, y están muy bien entrenados”. En paralelo, Pepe Escobar afirma que el gran avance en semiconductores en Corea del Sur se debe a la presencia de destacados técnicos rusos. A propósito, un peso pesado del influyente Center for Strategic and International Studies (CSIS), con sede en Washington, su “experto sobre China” Scott Kennedy anunció que tendrá un Webinar bajo los auspicios del vicedirector del

portal pronipón Asia Times, David Goldman, en donde expondrá que “Estados Unidos está perdiendo la guerra tecnológica”, lo que “puede dañar gravemente la economía y la seguridad nacional de Estados Unidos”. La ponencia de Scott Kennedy se titula “Cómo Estados Unidos perdió su poder (Wei): la guerra tecnológica de Estados Unidos vs. China”. Según Scott Kennedy, “la campaña para aislar a Huawei y la iniciativa máxima de desacoplar la tecnología amenaza su histórico éxito y acelera la independencia tecnológica de China”. El mundo se encamina inexorablemente a la bipolaridad tecnológica: Estados Unidos vs. China y Rusia.

10. “GUERRA DE LOS SEMICONDUCTORES” DE ESTADOS UNIDOS CONTRA CHINA ¹

El geopolitólogo brasileño Pepe Escobar aborda, desde la perspectiva china, la “guerra de los semiconductores/chips” , que ha emprendido Trump contra Beijing y que exhibe su notoria vulnerabilidad, como la que también denota Estados Unidos en “minerales de tierras raras”, cuyo 80 por ciento es producido por China, y que son necesarias para Washington en sus rubros tecnológicos y, en particular, su muy sensible segmento militar. Hoy China padece un severo problema de penuria de semiconductores/chips, en lo que descuella Estados Unidos con sus aliados de Taiwán, Corea del Sur y Japón, quienes llevan una delantera a Beijing de siete a 10 años, cuando cunde “la nueva bipolaridad tecnológica de Estados Unidos vs. China/Rusia”. El nivel de investigación tecnológica de los chips sería muy similar entre China y los aliados de Estados Unidos: Taiwán, Corea del Sur y Japón. El problema de China radica en su “limitación en la física cuántica”, que le previene saltar de 5 a 3 nm, por lo que ya está buscando nuevos materiales, como el grafeno, para suplir el silicio. Según Escobar, “los chinos actualizan el procedimiento de fotolitografía privilegiado de Estados Unidos, los chips nanométricos, a un procedimiento nuevo sin fotolitografía, capaz de producir más pequeños y más baratos chips”. Es la opinión generalizada de los enterados, a los dos lados del océano Pacífico, de que China lleva una ventaja descomunal —de un mínimo de 10 años— sobre Estados Unidos en 5G e inteligencia artificial (IA). Un grave obstáculo que enfrenta Huawei es surtirse con la cadena de abasto que prácticamente monopoliza Estados Unidos con sus aliados. Escobar informa que el “juego de Huawei” consiste en “invertir profusamente en una muy íntima relación de I&D (Investigación y Desarrollo) con Rusia, reclutando algunos de sus mejores talentos en tecnología, notoriamente muy competentes en matemáticas, física y en un riguroso trabajo de diseño”. Por lo que la empresa china compró a la rusa Vocord de “reconocimiento facial”.

Escobar agrega que, asombrosamente, algunos de los mejores cerebros tecnológicos de Corea del Sur son rusos. Para paliar el brutal boicot de Estados Unidos, Huawei estableció un “ecosistema de innovación 5G” en Tailandia: el primero en su género en la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (10-ASEAN). El 10-ASEAN cuenta con más de 654 millones de personas y con un “PIB nominal” de 3.17 millones de millones de dólares: más que India (sexto lugar), con 2.9 millones de millones de dólares, y menos que Alemania (cuarto lugar), con 3.86 millones de millones de dólares. Para fines prácticos, el 10-ASEAN ocupa el quinto sitial global. Global Times se jacta de que el proyecto de Huawei en Tailandia significa el “comienzo de una cadena industrial liberada de Estados Unidos” , al unísono de la disminución de las inversiones chinas en Australia. Huawei conserva suficientes chips para la producción de su equipamiento 5G, cuando su estrategia para su alta gama de teléfonos inteligentes —que usan 7 nm chips— será trasladada a otros jugadores chinos como Xiaomi, OPPO y Vivo. Más que nada, Harmony OS de Huawei, que exhibe un “sistema más eficiente que Android”, podrá proseguir con “chips menos demandantes”. Huawei opera así un reacomodo de los chips que aún detenta para redirigirlos a áreas más estratégicas del 5G y la IA, donde conserva la delantera frente a Estados Unidos. A juicio de Escobar, “al liderazgo de Beijing no se le escapa la emergencia de Corea del Sur como un fuerte actor geopolítico y geoeconómico en Asia Oriental”, lo cual “deberá estar inextricablemente vinculado al acceso de China a la siguiente generación de chips”. Escobar no elimina la alta probabilidad de que Huawei consiga un trato de cooperación tecnológica de gran amplitud con Samsung. La asfixia de Estados Unidos la está compensando China mediante su operatividad estratégica con el bloque geoeconómico del 10-ASEAN y el mayor y más próspero bloque geoeconómico del mundo: Regional Comprehensive Economic Partnership (15-RCEP), que ostenta 3 mil 615 millones de habitantes con un “PIB nominal” de 27.3 millones de millones de dólares.

Alfredo Jalife-Rahme, El (des)orden global en“la era post-Estados Unidos”, México, 2018, pp. 216-219. La Jornada: Bajo la Lupa, 9 de enero de 2019. Alfredo Jalife-Rahme, La invisible cárcel cibernética: Google/Apple/Facebook/Amazon/Twitter (GAFAT), Grupo Editor Orfila Valentini, México, 2019, pp. 86-87. La Jornada: Bajo la Lupa, 3 de noviembre de 2019. La Jornada: Bajo la Lupa, 6 de noviembre de 2019. Sputniknews.com 17 de enero de 2020. La Jornada: Bajo la Lupa, 23 de febrero de 2020. Sputniknews.com, 8 de mayo de 2020. Sputniknews.com, 9 de octubre de 2020. La Jornada: Bajo la Lupa, 14 de octubre de 2020.

IV. GUERRA NACIONALISTA DE VACUNAS

1. CHINA ACUSA A ESTADOS UNIDOS DE HABER PLANTADO EL COVID-19 EN WUHAN. ESTADOS UNIDOS CITA AL EMBAJADOR ¹

Con las pandemias, como en las guerras, la primera víctima es la “verdad”: se entra a un diagrama dual de “verdades y mentiras inverosímiles” y de “verdades y mentiras verosímiles”, donde la percepción de la población es más importante que la realidad. Aquí cuenta mucho la velocidad y la calidad de la comunicación, como aprendió el Centro para el Control de las Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), tras haber sufrido el desastre de su desinformación y su pésima comunicación con el H1N1 . En Estados Unidos fue notorio el choque entre Trump y el connotado infectólogo Tony Fauci. Debido al origen y peculiar propagación del COVID-19 la expertise debe recaer en la tríada de infectólogos/inmunónologos/neumólogos, quienes son los que tratan a los pacientes, y no en los epidemiólogos que, por su limitada formación teórica sin práctica clínica, ignoran el cuidado de los enfermos. China acusó que el “ejército de Estados Unidos podría haber llevado el virus […] a la ciudad china de Wuhan”. Lo que no ocurrió en la previa pandemia del H1N1, cuando no se desataron los demonios geopolíticos/geoeconómicos de ahora, que concurren para conformar una “tormenta perfecta”. Zhao Lijian, portavoz de la cancillería china, publicó un video de Robert Redfield, jefe del CDC de Estados Unidos, donde señala que “se encontró coronavirus post mortem en varios estadounidenses que fueron diagnosticados con gripe”. Zhao reaccionó en forma virulenta al video de Redfield: “¿Cuándo apareció el paciente ‘cero’ en Estados Unidos? ¿Cuántas personas están infectadas? ¿A qué hospitales los llevaron? Probablemente fueron militares estadounidenses quienes llevaron la epidemia a Wuhan. ¡Sean honestos! ¡Revelen los datos (sobre la infección con SARS-CoV-2 en Estados Unidos)! ¡Estados Unidos debe explicarnos todo!” . Una fuente del Departamento de Estado filtró a Reuters que Estados Unidos había citado al embajador de China para aclarar los comentarios de su portavoz .

Se desató una guerra de propaganda entre China y Estados Unidos, que se acusan mutuamente del origen del nuevo virus. Mike Pompeo, secretario de Estado y exdirector de la CIA, calificó al COVID19 como “coronavirus Wuhan”, en referencia al primer brote en la importante ciudad central de China . Ya enfilado, Pompeo fulminó contra la “desinformación china que ocultaba los verdaderos datos y el número real de infectados”. Existen “teorías sobre el accidente del coronavirus experimentado y/o sembrado como arma bacteriológica y de lo que se han acusado las tres superpotencias: Estados Unidos, Rusia —con una aterradora excavación— y China” , cuyo máximo especialista afirma que el COVID-19 “pudo no haberse originado en China” . Antes de fallecer el genial astrofísico Stephen Hawking advirtió sobre las “agresiones de las armas biológicas al género humano” y el COVID-19 tiene todas las características de “arma biológica”. La pandemia ha provocado medidas preventivas en el planeta, mientras la “guerra de propaganda” para endosar el origen del coronavirus arrecia con furia en el Medio Oriente. The Times of Israel, muy defensivo, resalta la postura del investigador de la Liga Anti-Difamación (ADL), Alex Friedfeld, que desecha la “teoría de la conspiración” de que los judíos crearon el virus”. Friedfeld juzga que “la más popular de todas es que “los judíos usan este virus como medio para enriquecerse”, ya que fueron quienes “lo manufacturaron y tomarán ventaja del colapso de los mercados mediante su información privilegiada” (insider trading). Hasta ahora no existe evidencia al respecto . Hassan Nasrala, líder del Hezbolá libanés, condenó a Trump y su administración como los “peores mentirosos” por ocultar la verdadera escala de la pandemia en Estados Unidos, en medio de “una batalla que parece una guerra mundial” . En la “Era de la posverdad”, ¿sabremos algún día la “verdad”?

2. PUTIN FELICITA A CHINA POR SU “RUTA SANITARIA GLOBAL DE LA SEDA” Y FOREIGN AFFAIRSSE PREOCUPA POR ESTADOS UNIDOS ²

El COVID-19 no trastoca el nuevo (des)orden global tripolar, sólo lo profundiza. Breitbart News, íntimo de Trump, expone que “en una llamada a Xi Jinping, Putin alaba la respuesta de China al coronavirus” . TASS elogia el éxito del gobierno y pueblo chinos para contrarrestar la difusión de la pandemia . El zar Vlady Putin apreció la contribución de China para “salvaguardar la salud y seguridad de los pueblos en el mundo” . Estados Unidos y China se culpan del origen del COVID-19 , mientras la comunicación pública del zar Vlady Putin y el mandarín Xi demuestra que Rusia adopta la postura de Beijing. China salió beneficiada, en medio de la grave pandemia, por la brutal caída del petróleo que afectó en forma severa a la industria del petróleo/ gas lutita (shale oil/gas) de Estados Unidos . El mandarín Xi ha estado muy activo en sus llamadas telefónicas. El 16 de marzo charló con el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, con el fin de “combatir la epidemia y contribuir a la construcción de la Ruta Sanitaria Global de la Seda” . China parece haber controlado la pandemia y ahora aporta su ayuda, tanto en equipo como en personal, a varios países: Italia, España, Irán, Panamá, Serbia, etcétera. En Estados Unidos Trump rectificó su displicencia inicial y pasó a una contraofensiva espectacular decretando la guerra al COVID-19, a grado tal de arrojar un millón de millones de dólares desde los helicópteros, al estilo extravagante de Ben Shalom Bernanke, exgobernador de la Reserva Federal, y ha invocado “poderes de guerra” —la Enmienda de Producción de Defensa — con la firma de su Orden Ejecutiva del 18 de marzo sobre la “Jerarquía y la Asignación de Recursos Médicos y a la Salud” . Llama la atención su énfasis jerárquico a la salud antes que a la economía.

Trump ha de encontrarse aterrado por la información privilegiada sobre el desempeño del COVID-19, cuando cabe señalar que su secretario del Tesoro, el israelí-estadounidense Steven Mnuchin, muy cercano a su yerno Jared Kushner, proviene de la correduría Goldman Sachs que acaba de publicar un reporte dantesco sobre el demoledor impacto a la economía de Estados Unidos . Asombra que la aceptación de Trump se haya incrementado a 55 por ciento, pese al desplome salubre/económico/ petrolero/bursátil . El portal Politico, muy cercano a Soros y al Partido Demócrata, constata que “el virus empuja la relación de Estados Unidos con China a una fractura”, lo que “puede socavar el futuro de la estabilidad global” . Incluso, no faltan los enemigos de Trump quienes aducen que usa la pandemia para avanzar su agenda contra China y reducir los impuestos con fines electoreros. Kurt Campbell —anterior secretario asistente de Estado para el Este de Asia y los asuntos del Pacífico durante la presidencia de Obama— publica en la revista Foreign Affairs, portavoz del influyente Council on Foreign Relations , que “el coronavirus puede reconfigurar el orden global” cuando “China maniobra para su liderazgo internacional, mientras Estados Unidos desfallece” . Campbell alega que “conforme Washington desfallece, Beijing se mueve rápida y expertamente para tomar ventaja debido a la grieta creada por los errores de Estados Unidos, llenando el vacío para posicionarse como el líder global en la respuesta a la pandemia”, por lo que “trabaja para ofrecer su propio sistema, proveer asistencia material a otros países y aun organizar a otros gobiernos”. Acepta la exhibición muy bien publicitada del material de asistencia apabullantemente fabricado en China — cubrebocas, respiradores e ingredientes farmacéuticos activos. En contraste, Estados Unidos carece del abasto y la capacidad, y ahora compite con Alemania y China para fabricar la vacuna del COVID-19. La vacuna no va a reconfigurar el orden mundial, la llamada entre Xi y Putin sí.

3. TRUMP RECURRE A CHINA PARA SU GUERRA VS. EL COVID-19 ³

Más que las vacunas para el COVID-19, lo importante son las llamadas geoestratégicas, como la del mandarín Xi a su homólogo el zar Vlady Putin. El 27 de marzo —“menos de 20 horas después de la cumbre virtual del G-20”—, Trump y el mandarín Xi entablaron una llamada, poco publicitada por los encubridores multimedia de Estados Unidos, pero puesta en relieve por el portavoz oficioso chino Global Times que destaca su “cambio de actitud” , y que el mismo Trump colocó en un tuit: “Acabo de concluir una muy buena conversación con el presidente Xi de China. Discutimos en gran detalle qué destroza extensas partes de nuestro planeta. China ha pasado por esta etapa y ha desarrollado una poderosa comprensión del virus. Estamos trabajando juntos en forma estrecha. ¡Mi más profundo respeto!” . Para Global Times la llamada de Trump y Xi es la mejor prueba de que el sistema de salud de Estados Unidos necesita(ba) la ayuda urgente de China: “La gravedad de la situación en Estados Unidos obligó a Trump a expresar su deseo de pedir ayuda de China”. Según la agencia de noticias Xinhua, el mandarín Xi instó a Trump a fortalecer la política de coordinación macroeconómica para: estabilizar los mercados; mantener el crecimiento; salvaguardar el bienestar de las poblaciones; y asegurar la apertura, estabilidad y seguridad de las cadenas globales de suministro . ¡Ahora China marca el diapasón de la “Ruta Sanitaria Global de la Seda”! A diferencia de las misántropas sanciones sanitarias de Trump contra Irán, China abastece con material médico y ventiladores a Estados Unidos para su batalla contra la pandemia. En medio de la balcanización sanitaria, a Trump lo alcanzó el “cisne negro”: evento inesperado de gran impacto . Más bien se trata de la metáfora asiática de los “rinocerontes grises”: allí están, pero nadie los quiere ver hasta que embisten. Siguiendo el clásico guion de la “zanahoria y el garrote”, el plutócrata Trump solicita ayuda médica al Partido Comunista de China, mientras le asesta un golpe

geopolítico el mismo día al firmar la Enmienda Taipéi , que promete apoyo a las “alianzas diplomáticas” (un total de 15 frente a 180 que reconocen a China) de la isla renegada de Taiwán y que socava la política de “una sola China”, que fue el sustrato de las relaciones de China en la fase de la dupla Mao Zedong/Zhou Enlai con el dúo Nixon/ Kissinger a inicios de los setenta. Global Times es muy severo al respecto y fustiga que mientras Estados Unidos se encuentra plagado con el coronavirus, se dedica a jugar con la política cuando “usa plenamente la carta de Taiwán para librarse a juegos estratégicos con China” . Laura Zhou, del portal SCMP, con sede en Hong Kong, comenta que la “diplomacia de los tapabocas” de China “preocupa a Occidente” . Hasta cierto punto, porque Italia y Francia han entablado profundas relaciones sanitarias con Beijing para mitigar al COVID-19. China ha lanzado una ofensiva sanitaria centrada en Europa, Medio Oriente, África y Asia —y ahora en el mismo Estados Unidos— para enviar a sus expertos médicos y proporcionar el material médico requerido. Ahora China se ha quitado los guantes y contesta las injurias del presidente brasileño Bolsonaro, así como las provenientes de Estados Unidos. Al día siguiente de la Enmienda Taiwán, Global Times arremetió contra Trump por “haber fracasado en tratar en forma inapropiada el brote” , que calificó como “el nuevo Chernobyl de Estados Unidos y Europa” . China consiguió domesticar al COVID-19 y ha lanzado su Ruta Sanitaria Global de la Seda, último clavo del COVID-19 en el féretro de la globalización que expuso, lastimosamente, hasta a sus promotores de la monarquía neoliberal financierista británica: el príncipe Carlos y el primer conservador Boris Johnson que presentaron prueba positiva al coronavirus.

4. “GUERRA FARMACOLÓGICA” DE ESTADOS UNIDOS CONTRA CHINA ⁴

En plena pandemia del COVID-19 surgió una inédita “guerra farmacológica” entre Estados Unidos y China. De las 10 principales empresas globales del nuevo Big Pharma escalaron dos empresas chinas, China Resources (¡primer lugar!) y Sinopharm (cuarto), frente a tres de Estados Unidos, Johnson & Johnson (segunda), Pfizer (quinta) y Merck (octava). Hace 11 años, cuando abordé el Big Pharma como el poder farmacológico de Estados Unidos en el mundo, no aparecía ninguna empresa china en los óptimos sitiales, frente al apabullante número de trasnacionales farmacéuticas, cuando, de doce “occidentales”, Estados Unidos detentaba un oligopolio de siete, Gran Bretaña dos, Suiza dos y Francia una. En 2009 aduje que “con o sin el brote súbito de infecciones inéditas, el siglo XXI está destinado a ser eminentemente biológico, donde la inmunidad, la genética, la bioquímica y la virología jugarán un papel determinante y cuando el armamentario farmacológico será de carácter estratégico, por lo que aquellos países que dispongan de la sapiencia nanobiotecnológica (un feudo de Estados Unidos, guste o disguste) tendrán un gran avance y quizá dispongan hasta del control del género humano voluntaria o involuntariamente”. Y agregué que, tristemente, “aquí resalta la inmensa vulnerabilidad del BRIC (Brasil, Rusia, India y China), ya no se diga de Latinoamérica y el mundo islámico, que han descuidado el rubro farmacológico tan relevante”. Con un enfoque de “participación de mercado” (market share), en 2018, el “mercado farmacológico global” alcanzó casi un billón de dólares (trillón en inglés), donde no aparecía ninguna empresa china y que colocaban al Big Pharma, de control prácticamente anglosajón, entre los cinco principales ingresos del planeta, después de los hidrocarburos, los estupefacientes, la venta de armas y la trata de personas. Sin el COVID-19 en el horizonte era evidente la irrupción súbita de las empresas farmacológicas chinas cuando —ahora con la pandemia desatada en Estados

Unidos, mientras ha sido yugulada en China— se ha desencadenado una guerra multidimensional entre las dos superpotencias geoeconómicas, cuya relación se ha deteriorado a los más bajos niveles previos al coqueteo a inicios de la década de 1970 de la dupla Nixon y Kissinger para establecer relaciones diplomáticas, en detrimento de la URSS. La pandemia, que supuestamente se originó en la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei en China, se ha contaminado con el factor electorero en Estados Unidos, donde Trump busca su reelección mediante una brutal campaña retórica contra China, a quien culpa de todos los males del planeta, incluido al virus letal COVID-19, sin evidencia alguna hasta ahora. Más allá de la consabida sinofobia de Peter Navarro, asesor económico de la Casa Blanca, que después de su libro Muerte por China, de hace nueve años, ahora culpa explícitamente a China de haber propagado el COVID-19 con fines de dañar a Estados Unidos, Trump —en búsqueda de idóneos chivos expiatorios para su reelección— ha escalado su guerra verbal contra Beijing, acusándola de buscar por todos los medios el triunfo de Joe Biden, candidato presidencial del Partido Demócrata. La estrategia de Trump y del supremacista Partido Republicano es prístina: golpear por igual a China y a Biden cuyo hijo, Hunter, ha sido expuesto en sus negocios poco asépticos con Beijing. Debido a los señalamientos de Trump, Hunter —quien también carga a cuestas sus fétidos negocios con la empresa gasera Burisma de Ucrania— renunció al consejo de administración de la empresa de manejo de fondos BHR de Shanghái. China también se quitó los guantes y con sus órganos oficiales y oficiosos contesta los alegatos del hoy secretario de Estado Mike Pompeo, quien en forma maligna ha llegado a calificar al COVID-19 de “virus Wuhan”. The Global Times arremete contra el “desprecio por la ciencia de parte de Estados Unidos”. Asimismo, pone en evidencia que es el primer país en superar la marca de un millón de infectados por la pandemia, porque ignoró los consejos de los profesionales y por haber dejado fluir “teorías de la conspiración” que controlan su agenda política, lo cual es inconcebible en un país que, como Estados Unidos, “es altamente avanzado en los campos de la ciencia y la tecnología”. En el ranking de Fortune 500 Global (2019), en forma asombrosa, entre las

primeras farmacéuticas sobresale la empresa China Resources como la número 1. De las 10 empresas del Big Pharma Global, donde no aparecía ninguna china, hoy han emergido dos, China Resources (primer sitial) y Sinopharm (cuarto lugar), frente a tres de Estados Unidos, Johnson & Johnson (segundo lugar), Pfizer (quinto lugar) y Merck (octavo lugar). Llama la atención que Suiza ostente dos empresas, Roche Group (tercer lugar) y Novartis (sexto lugar). Las otras tres “occidentales” están representadas por Alemania con Bayer (séptimo lugar), Francia con Sanofi (noveno lugar) y GlaxoSmithKline (décimo sitial) de Gran Bretaña. Es importante señalar que las tres empresas farmacológicas de Estados Unidos han decaído varios sitiales, fenómeno similar que sufren Alemania, Francia y Gran Bretaña. Suiza ha conservado relativamente sus lugares, mejorándolos un tanto, mientras que las dos empresas chinas se han catapultado en forma espectacular: China Resources con un aumento de 11.9 por ciento en sus ingresos y Sinopharm con 15.7 por ciento. Este “nuevo Big Pharma Global” de 10 empresas ostenta ingresos por una cantidad de 573 millones 431 mil 900 dólares. La “guerra farmacológica” escaló alturas insospechadas debido a la carrera entre Estados Unidos y China para desarrollar una vacuna contra el COVID-19. La OMS, vilipendiada por Trump, a quien acusa de ser cómplice de China, publicó el 11 de abril “el paisaje de las vacunas candidatas”, en el que aparecen “más de 70 vacunas en desarrollo, encabezadas por la empresa china CanSino Biologics Inc. y dos empresas biotecnológicas de Estados Unidos, Moderna Inc. e Inovio Pharmaceuticals Inc., esta última apuntalada por el polémico Bill Gates, quien afirma que su vacuna tomaría entre 12 y 18 meses”. Gran parte del pleito doméstico entre Trump y Bill Gates —aliado y socio del megaespeculador George Soros— se debe a que el controvertido multimillonario, que acaba de dejar el consejo de administración de Microsoft, no solamente se ha puesto del lado de la OMS, sino que también mantiene óptimas relaciones con el gobierno chino. Al corte de caja de hoy, según Scott Gottlieb, anterior director de la FDA (Food and Drug Administration), no ocultó su angustia de que China se haya adelantado a Estados Unidos con las pruebas clínicas de su vacuna desarrollada por CanSinoBio, frente a las dos empresas de Estados Unidos, Inovio y Moderna.

En la carrera por el lanzamiento de la vacuna se han sumado la Universidad de Oxford de Gran Bretaña, que anuncia poder tenerla lista en septiembre, y la empresa india Serum que la tendría en un año. Si antes del brote inédito del COVID-19 China y Estados Unidos ya habían iniciado su “guerra farmacológica” en forma subrepticia, ahora el desarrollo de la vacuna antiviral profundizará todavía más su batalla en forma abierta —en espera del triunfador de la elección presidencial del 3 de noviembre, entre Biden y Trump, que definirá muchas cosas en el planeta.

5. GUERRA NACIONALISTA DE VACUNAS: OCCIDENTE CONTRA CHINA ⁵

A la desenfrenada escalada de la guerra multidimensional de Trump contra China se ha agregado la “guerra de vacunas” y su corolario de “guerra bursátil”. China y otros países occidentales batallan para desarrollar la primera vacuna contra el COVID-19, que le daría al primer descubridor una supremacía tecnológica y un poder geopolítico sin igual. En esta fase de guerra multidimensional de Trump contra China, a punto de penetrar la zona prohibida de una guerra fría, resalta su inédita guerra farmacológica, donde dos empresas chinas —China Resources y Sinopharm— descuellan en el top ten del Big Pharma, medido por sus ingresos. En forma significativa Wall Street Journal —del grupo de la televisora Fox News muy cercano a Trump— describe el “nacionalismo de las vacunas” como “una nueva dinámica en la carrera para aplastar al coronavirus”, que se centra en el manejo nacional —“para inmunizar primero a su población”, que llevaría a un bloqueo de las exportaciones de sus producciones endógenas—, así como en sus desarrolladores en Estados Unidos y sus alcances geopolíticos, sin proporcionar la identidad del país que lleva la delantera. Wall Street Journal señala que “la vacuna del coronavirus representaría un premio monumental para el país capaz de manufacturarla a gran escala, un triunfo civilizatorio comparable al alunizaje. Permitiría al vencedor revivir su economía muchos meses por delante de los demás y entonces seleccionar qué aliados obtendrían luego sus envíos, centrando la recuperación global en su producción médica”. Cita en forma desordenada las evaluaciones preclínicas y clínicas de varios países de la OMS, al corte de caja del 22 de mayo, pero no proporciona el primer lugar probable en la guerra de las vacunas. La parte sobresaliente del artículo es que la mayoría de las empresas farmacéuticas de Occidente, de acuerdo con los lineamientos de la OMS, vacunaría en primer lugar a los “trabajadores de los hospitales”. De acuerdo con mi propia recopilación, al 11 de abril, China llevaba la delantera

sobre las otras vacunas occidentales de sus omnipotentes miembros del Big Pharma, que arrojan uno de los principales negocios del planeta que colinda con un millón de millones. La empresa biológica china CanSinoBio le estaba ganando la carrera de las vacunas a dos empresas estadounidenses: Inovio, de Bill Gates, y Moderna. Hasta el muy polémico Bill Gates acepta que su vacuna tardaría en estar lista entre 8 y 12 meses. Scott Gottlieb, anterior director de la Food and Drugs Administration (FDA), en una resonante entrevista a CBS no ocultó su preocupación de que China se adelante a Estados Unidos. En mayo de 2020, de acuerdo con el esbozo panorámico de las vacunas candidatas divulgado por la OMS, aparecen 10 en “evaluación clínica”:

Universidad de Oxford/AstraZeneca (Suecia/Reino Unido) en las fases 1/2 y 2b/3. CanSino Biological Inc./Beijing Institute of Biotechnology en las fases 1 y 2. Moderna/NIAID (Estados Unidos) en las fases 1 y 2. Wuhan Institute of Biological Products/Sinopharm en la fase 1/2. Beijing Institute of Biological Products/Sinopharm en la fase 1/2. Sinovac (China) en la fase 1/2. Novavax (Estados Unidos) en la fase 1/2. BioNTech/Fosun Pharma/Pfizer (Estados Unidos) en la fase 1/2. Institute of Medical Biology, Chinese Academy of Medical Sciences, en la fase 1. Inovio Pharmaceuticals (Estados Unidos) en la fase 1.

Se desprende así que de los 10 principales candidatos cinco son chinos, cuatro

estadounidenses y uno sueco-británico. A su vez, la empresa india Serum planea producir 400 millones de dosis en 2021 y ha emprendido alianzas estratégicas con Codagenix de Estados Unidos y Themis de Austria, pero no aporta muchos datos públicos al respecto. Existen cuatro fases de pruebas, según la Iniciativa de la Vacuna Europea, que se basan en los lineamientos de la OMS. La vacuna china CanSinoBio parece haber sido desplazada de su primer lugar previo por la vacuna del Instituto Jenner de la Universidad de Oxford, en asociación con la empresa farmacéutica suecobritánica AstraZeneca. Hasta cierto punto; veamos. Es muy extraño el primer lugar de la vacuna de la Universidad de Oxford/AstraZeneca, ya que no aparecía en la anterior lista de la OMS del 11 de abril. A finales de abril la Universidad de Oxford se jactó de haberse adelantado a la vacuna china y que su vacuna estaría lista para finales de septiembre. Aquí empiezan los problemas con el escrutinio de lo que han publicado y publicitado la Universidad de Oxford/Instituto Jenner y el comunicado de la empresa suecobritánica AstraZeneca. Después del bamboleo de la vacuna de la Universidad de Oxford, que no pasó la prueba de los ensayos clínicos en monos, la empresa Moderna de Estados Unidos —en colaboración con el National Institute for Allergy and Infectious Diseases (NIAID), que preside el prestigiado infectólogo Anthony Fauci— tuvo un disparo en sus acciones bursátiles que, de paso, impulsó a la hasta entonces alicaída bolsa de Nueva York —pese a que Moderna no proporcionó evidencia alguna de sus pretendidos hallazgos. Perturba que el estruendoso fracaso de la prueba en monos por el Instituto Jenner/ Universidad de Oxford fuese publicado el 18 de mayo y que tres días después, con la misma vacuna asociada, AstraZeneca haya echado las campanas al vuelo pretendiendo abastecer 400 millones de dosis en septiembre, y otras 1 mil millones de dosis el año entrante. Por cierto, Biomedical Advanced Research and Development Authority (BARDA), del gobierno de Estados Unidos, invirtió insólitamente más de 1 mil millones en la vacuna asociada de Jenner Institute/Oxford University/AstraZeneca. Dejo de lado las acusaciones terribles de la congresista del Partido Republicano por Wyoming, Liz Cheney, de 53 años —hija del polémico vicepresidente Dick Cheney, responsable de la guerra contra Irak—, quien imputó que “China había

tomado la decisión estratégica de expandir el coronavirus en forma deliberada para asegurar que el mundo sufriera daño económico”, mientras el gobierno chino reviró que el COVID-19 fue producto de los laboratorios de armas biológicas de Estados Unidos, que fue plantado por el Pentágono durante los juegos militares celebrados en Wuhan. También soslayo la acusación de Piers Corbyn, de 72 años, y hermano nada menos que de Jeremy, líder del Partido Laborista británico, de que Bill Gates y George Soros crearon el coronavirus para reducir la población global con un “antídoto venenoso”. Piers Corbyn refirió que “la pandemia de COVID-19 ya había sido simulada en octubre de 2019 por los monstruos megamultimillonarios Bill Gates y George Soros”, que buscan el control mundial. Debido a sus críticas feroces en contra de Trump, es probable que la FDA haya tomado represalias contra Bill Gates y así frenar el programa de pruebas de su empresa Inovio. Mientras tanto, Global Times fustigó la tóxica sinofobia de Peter Navarro, consejero comercial de la Casa Blanca, quien acusó a China de buscar la supremacía de la vacuna. Global Times reviró que es Estados Unidos quien “busca el monopolio de la vacuna”. A propósito, el presidente chino, Xi Jinping, durante el despliegue de las Dos Sesiones, su trascendente reunión política anual, comentó que “el desarrollo de la vacuna en China será un bien público global” y “constituirá la contribución de China para asegurar la accesibilidad y la asequibilidad en los países en vías de desarrollo”. La postura samaritana de Xi colisiona con la conducta egoísta del Big Pharma anglosajón y occidental que, en forma y subrepticia y subliminal, utilizaría la vacuna con fines eminentemente geopolíticos.

6. ¿GANA RUSIA LA “GUERRA GEOPOLÍTICA” DE LAS VACUNAS CONTRA EL COVID-19?

Según la OMS seis vacunas entraron a la final “fase 3” de pruebas clínicas , donde resaltan: tres de China, CanSino, Sinopharm y Sinovac; una anglo-sueca, Oxford/AstraZeneca; otra estadounidense, Moderna/NIAID; y una híbrida, de dos chinas BioNTech/Fosun asociadas a la estadounidense Pfizer, integrante del Big Pharma. La controvertida OMS omite, malignamente o por “comisión”, el sonoro lanzamiento de la vacuna rusa que será la primera en el mundo contra el COVID-19 y que el centro nacional de investigación Gamaleya de Rusia “se prepara para registrarla” , que es entronizada como el “Momento Sputnik”, en alusión al lanzamiento satelital en 1957, y que colocó a la ex-URSS en el primer sitial de la carrera en el espacio antes que Estados Unidos. Desde hace cuatro meses sigo la carrera por el primer sitial de las vacunas entre las empresas chinas y las anglosajonas, cuando la rusa no aparecía en el radar. De allí que sea asombroso el anuncio de Kirill Dmitriev, director del Russia Direct Investment Fund —un “fondo soberano de riqueza”—, quien anunció el lanzamiento de la primera vacuna en el mundo para estos días , quizá el 10 de agosto . Mijail Murashko, ministro de Salud de Rusia, aseveró que “la vacuna masiva está programada para octubre, y los primeros en recibir el fármaco serán los médicos y los profesores”. Los golpes bajos de los competidores no se han hecho esperar en Estados Unidos, donde abultan su “preocupación” sobre la “seguridad” de la vacuna rusa . En el apartado anterior me he referido al desencadenamiento de una guerra nacionalista de vacunas entre Occidente y China, ya que el primer país descubridor de la primera vacuna mundial obtendría una supremacía biotecnológica y un poder geopolítico sin igual. The Wall Street Journal menciona el “nacionalismo de las vacunas” y su “nueva dinámica en la carrera

para aplastar al coronavirus” que se (con)centra en el manejo nacional y sus alcances geopolíticos: “la vacuna del coronavirus representaría un premio monumental para el país capaz de manufacturarla a gran escala, un triunfo civilizatorio comparable al alunizaje. Permitiría al vencedor revivir su economía muchos meses por delante de los demás y entonces seleccionar qué aliados obtendrían luego sus envíos” . En forma sorprendente, ninguna empresa rusa aparece en el top ten del Big Pharma, medido por sus ingresos, donde descuellan dos empresas chinas: China Resources (primer lugar del ranking) y Sinopharm (cuarto lugar), frente a tres de Estados Unidos: Johnson & Johnson (segundo), Pfizer (quinto) y Merck (octavo). Tampoco aparecían las dos empresas chinas hace 11 años cuando abordé el ranking del momento del Big Pharma, que constituía un casi monopolio anglosajón. En estos 11 años cambió dramáticamente el panorama del Big Pharma: hoy con sus vacunas tanto Rusia y su “Momento Sputnik” como la inventiva China están a punto de desbancar al casi-monopolio farmacológico anglosajón.

7. “MOMENTO SPUTNIK” Y “MOMENTO PUTIN”: ¡PRIMERA VACUNA RUSA DEL MUNDO CONTRA COVID-19! ⁷

Resultó certero el anuncio programado de la vacuna rusa contra el COVID-19, lo que valió el anuncio presidencial del zar Vlady Putin, según el influyente portal Sputnik: “Esta mañana fue registrada la primera vacuna contra el COVID-19 en el mundo”, en una reunión con el gabinete de ministros. El zar ruso señaló que lo más importante es “garantizar que la vacuna sea segura y eficaz” . El zar declaró que una de sus hijas había sido vacunada exitosamente . En paralelo, el ministro de Salud, Mijaíl Murashko, confirmó que la vacuna del Instituto Gamaleya mostró su alta eficacia y seguridad en las pruebas clínicas: “Todos los voluntarios a los que se administró la vacuna desarrollaron anticuerpos y ninguno de ellos presentó complicaciones serias”. Según Sputnik, el Ministerio de Sanidad afirmó que la vacuna rusa contra el COVID-19 garantiza una inmunidad de hasta dos años: “El esquema de doble inyección permite generar una inmunidad duradera con el uso de las vacunas vectoriales”. Rusia ha sido líder mundial en la investigación de vacunas y Sputnik expone el “secreto de los dos vectores”, que es una tecnología única: “detrás de esta velocidad está la experiencia de Rusia en la investigación de vacunas” que “utiliza los adenovirus, que se encuentran en las adenoides humanas y que normalmente transmiten el resfriado común, como vectores, que pueden engendrar un material genético de otro virus en una célula. Se extrae el gen del adenovirus, que causa la infección, y se inserta un gen con el código de una proteína de otro virus” y “ayuda al sistema inmunológico a reaccionar y producir anticuerpos que protegen de la infección” . Rusia ya recibió solicitudes de 20 países —de Latinoamérica (esperemos se encuentre México), el Medio Oriente y Asia— para más de mil millones de dosis. Llama la atención el deliberado sabotaje de la controvertida OMS —que contaba

para 2018-2019 con un presupuesto de cinco mil 600 millones de dólares cuando Estados Unidos contribuía con 15 por ciento— que hoy es rehén de la polémica Fundación Melinda & Bill Gates, con intereses globalistas obscenos, y de quienes son sus principales contribuyentes cuando Trump dejó de financiarla” . En forma perturbadora viene como tercer “donador” de la OMS la “alianza GAVI”: “Después del COVID-19, el Reino Unido (con sus ex primer ministros ‘socialistas’ Gordon Brown y Tony Blair, y el príncipe de Gales), el Foro Económico Mundial de Davos, la Fundación Bill & Melinda Gates y el grupo público/privado GAVI buscan la instauración de un gobierno mundial desde sus plataformas del G-20, las vacunas y el Gran Reset de Davos” . Otro contribuyente bizarro es National Philanthropic Trust que ahora me salto, sin dejar de señalar que bajo el manto de la ominosa “filantropía” muchos megabillonarios cometen los peores crímenes de lesa humanidad. Hoy es muy grave que no se pueda ya distinguir, desde el punto de vista de la “ingeniería financiera”, cuál es la diferencia entre la OMS y los intereses globalistas de Bill Gates, cuando la OMS parece más bien una organización globalista que busca imponer los intereses de Microsoft, con la Universidad Johns Hopkins —sustrato geopolítico de la invasión a Irak con el neoconservador straussiano Paul Wolfowitz—, y de los designios “epidemiológicos” del multimillonario Mike Bloomberg. Las envidias y los golpes bajos no se han hecho esperar tanto de parte de la misma OMS como de los multimedia anglosajones: desde The Guardian hasta The Financial Times con sus conspicuos intereses globalistas, quienes ponen en tela de juicio “la habilidad de Moscú para desarrollar una inoculación segura y efectiva tan rápido” (FT, 11/08/20). Hoy la vacuna rusa le otorga un inmenso prestigio al zar Vlady Putin que vive la repetición del “Momento Sputnik”. Se entiende la angustia de sus competidores anglosajones que quedaron sembrados en la carrera geopolítica y farmacológica de las vacunas.

8. SABOTAJE DE LA OMS Y MICROSOFT A LA VACUNA RUSA SPUTNIK V ⁸

La OMS se volvió una vulgar sucursal de la controvertida Fundación Bill & Melinda Gates, su primer donante. La globalista Microsoft, fundada por Bill Gates, ostenta una capitalización de mercado de 1.36 billones de dólares frente al raquítico presupuesto de la OMS que, con la salida de Estados Unidos, posee 4 mil 760 millones: ¡30 veces menos que Microsoft! El “Momento Sputnik” y el “Momento Putin” sobre la primera vacuna del mundo contra el COVID-19 despertó la envidia y la furia de los medios multimedia anglosajones, adscritos al globalismo y sembrados en la carrera geopolítica y farmacológica de las vacunas. Más allá del esperado escepticismo sobre la seguridad y eficacia de la vacuna rusa, llamó poderosamente la atención que se haya sumado la controvertida OMS a las críticas infundadas de sus mecenas anglosajones, como acotó uno de los principales consejeros del director general de la OMS, el canadienseanglosajón Dr. Bruce Aylward, entrenado por la London School of Hygiene and Tropical Medicine y la Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health. Cabe señalar que la hazaña farmacológica rusa, en caso de ser efectiva, deja rezagadas tanto a la vacuna británica AstraZeneca de la Universidad de Oxford como a la vacuna china CanSinoBio. Dejo de lado las anteriores controversias de la OMS, que brilló por su ausencia en investigar los efectos en la salud por el desastre nuclear en Fukushima. También el papel de su directora entre 2004 y 2017, la sinocanadiense Margaret Chan Fung Fu-chun, por su pésimo manejo del brote de la fiebre aviar H5N1, de 1997, al frente del Departamento de Salud de Hong Kong, sin contar los despilfarros estrafalarios en sus truculentos viajes. Asimismo soslayo el pésimo manejo de la OMS del brote de ébola en 2014 en África occidental. La OMS ha sido severamente criticada por sus sesgados análisis, políticamente motivados, sobre su clasificación de sustancias potencialmente cancerígenas.

Peor aún: la OMS despilfarra más de 200 millones de dólares al año, que representan mucho más de lo que invierte en conjunto en malaria, tuberculosis, sida y problemas de salud mental. El financiamiento de la OMS es aterradoramente perturbador cuando se escudriña a sus 20 principales donadores bajo el esquema globalista de asociación público-privada (PP), que puso de moda financierista el Banco Mundial para la transición de enajenación catastral a la privatización plena de las joyas geoestratégicas de los países en vías de desarrollo. Con la sonora salida de Trump quedó en primer lugar, como donadora de la OMS, la Fundación Bill & Melinda Gates, seguida por el Reino Unido, y en cuarto lugar la controvertida Alianza GAVI. ¡Todo un proyecto globalista anglosajón de control de la salud de los humanos! Ya he señalado cómo la Alianza GAVI constituye la llave médica para el gobierno mundial del Foro Económico de Davos, al unísono, de nuevo, de la Fundación Bill & Melinda Gates como primer donador de la reciente Cumbre Global de Vacunas bajo los auspicios del Reino Unido y que recaudó casi nueve mil millones de dólares: ¡el doble del presupuesto anual de la OMS! La Alianza GAVI, con bendición globalista anglosajona y cuyo principal donador es la Fundación Bill & Melinda Gates, ¿es el caballo de Troya de la OMS? Hoy la OMS padece un notorio síndrome de Estocolmo y opera su gran reset instrumentado por el Foro Económico Mundial de Davos 2021. No fue gratuito que la vacuna británica AstraZeneca de la Universidad de Oxford haya sido seleccionada como primer fabricante de vacunas en las instalaciones de COVAX, dirigidas por la Alianza GAVI. ¿De allí nace la cólera contra la delantera de la vacuna rusa? ¿Por qué desea la anglósfera globalista controlar tanto las pandemias como la salud de los casi 8 mil millones de habitantes en la biósfera, según el reloj poblacional global? Ahora Bill Gates ha exhibido una nueva cuan extraña vocación por las pandemias y las vacunas que no formaron parte de su (de)formación académica, que por cierto no concluyó. Cabe señalar que a mediados de julio las autoridades del Reino Unido, en específico, el Centro Nacional de CiberSeguridad (NCSC) —quizá a sabiendas del descomunal avance de la vacuna rusa— denunció, sin evidencias, que Moscú

intentó robar los datos de la vacuna de AstraZeneca/Universidad de Oxford. Hoy Microsoft —la controvertida OMS parece ser su vulgar filial—, cofundada por el polémico Bill Gates, ostenta el primer lugar de Estados Unidos, medido por la capitalización de mercado, y el segundo lugar a escala global, detrás de la petrolera saudita Aramco, con 1.36 billones de dólares y que ha dejado atrás a:

Apple: 1.28 billones (tercer sitial en el ranking global) Amazon: 1.23 billones (cuarto lugar) Alphabet: 919 mil millones (quinto lugar) Facebook: 584 mil millones de dólares (sexto lugar)

Resulta perturbador el control casi absoluto no sólo de la OMS, sino también del dominio estadístico por los epidemiólogos de entidades globalistas anglosajonas, como el Imperial College London y la Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health. Es ampliamente sabido que el ominoso reporte sobre el COVID-19 del Imperial College London influyó de modo notable en la aplicación de medidas de confinamiento en el Reino Unido y Estados Unidos, donde brillaron intensamente los modelos matemáticos del prominente epidemiólogo Neil Ferguson. Por cierto, Neil Ferguson fue orillado a renunciar después de que su amante casada lo visitó en su casa en Londres dos veces sin respetar la guía de la distancia social que él mismo había exigido. Hoy los fustigados epidemiólogos, por poco creíbles, de la Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health marcan, en forma inverosímil, la pauta sobre el curso de la pandemia en el mundo sin ningún control ajeno y/o foráneo. Lo perturbador radica en que la Universidad Johns Hopkins fue el asiento ideológico y estratégico de los neoconservadores straussianos, encabezados por el subsecretario del Pentágono Paul Wolfowitz, quien dirigió la invasión y la destrucción de Irak.

Asimismo, los intereses pecuniarios del globalista Michael Bloomberg — exalcalde de Nueva York y aliado y correligionario del megaespeculador George Soros, con una fortuna de 54 mil 900 millones— contribuyen a la aplicación de las políticas de salud pública en la controvertida universidad. En una entrevista, con el portal Wired, el depredador financiero Bill Gates, quien opera con máscara de filántropo —en similitud a su aliado George Soros—, divide al mundo entre ricos y pobres, cuando “el mundo rico debería terminar seguramente con la pandemia del COVID-19 a finales de 2021”, mientras que el restante “lo haría a finales de 2022”. Curiosamente, Gates se ha quedado atrás en la carrera farmacológica con la vacuna de su empresa Inovio Pharmaceuticals. Trump ha favorecido financieramente más a la empresa Moderna, donde aparece como asociado el infectólogo Anthony Fauci, mediante el National Institute of Allergy and Infectious Diseases que dirige. Pese a ello, Gates se mostró optimista por la efectividad de las vacunas contra el COVID-19, advirtiendo que existirá una dificultad para su distribución: “No será una solución expansiva y de bajo costo para el resto del mundo”. El verdadero mundo requiere de una nueva OMS, más plural y menos elitista, alejada de los controles globalistas anglosajones.

9. VA LA VACUNA RUSA SPUTNIK V, MIENTRAS ESTADOS UNIDOS ACELERA SU “VACUNA ELECTORERA”

El rusófobo Financial Times (FT, 04/09/20) y el Wall Street Journal no tuvieron más remedio que admitir que la vacuna rusa Sputnik V provee una inmunidad creíble, segura y eficaz —con una producción sustancial de anticuerpos para combatir al ominoso COVID-19—, como demuestra la prestigiosa revista médica británica The Lancet . Es real el “Momento Sputnik” de la vacuna rusa pese al entendible escepticismo interesadamente farmacéutico de las empresas anglosajonas del Big Pharma que quedaron sembradas en el camino. China, que ostenta también dos vacunas pioneras, ha entablado una cooperación con Rusia para probar mutua y clínicamente sus vacunas. También Rusia y China están experimentando otras vacunas contra el COVID-19 con sus investigadores militares. Quienes más saben de “armas biológicas” en el mundo son Estados Unidos y Rusia, por lo que no pasa por alto que ahora Moscú y Beijing se enfoquen al rubro militar cuando se desconoce si Estados Unidos opera en el mismo sentido. Ahora en Estados Unidos quienes han criticado acerbamente a la vacuna rusa que se brincó la fase tres, se encaminan a imitar al Sputnik V para tener lista una vacuna tres días antes de la crucial elección presidencial en Estados Unidos. Pese a todos los bemoles, la vacuna británica de AstraZeneca se encuentra compitiendo el primer lugar con las vacunas chinas (sobre todo de CanSino). El problema se ha vuelto exquisitamente geopolítico, cuando la polémica OMS hoy se encuentra bajo la férula anglosajona del GAVI y de toda la fauna farmacéutica de Bill Gates y Michael Bloomberg que controlan las investigaciones y las mentes de sus epidemiólogos . El otrora prestigioso Food and Drug Administration (FDA, por sus siglas en inglés) y los Centers for Disease Control and Prevention dejaron entrever que

están dispuestos a acelerar la “vacuna electorera” y tenerla lista tres días antes de la elección presidencial, por lo que enviaron una guía a cada Estado para prepararse a la distribución de la vacuna desde el primero de noviembre, en particular, para los grupos de alta prioridad. El doctor Stephen Hahn, comisionado de la FDA, en una entrevista para FT (30/08/20), comentó que su aceleración para saltarse la fase tres no estaba encaminada a ayudar la reelección de Trump. Por cierto, Trump había acusado previamente a miembros de su archienemigo “Estado profundo” (Deep State) de estar trabajando dentro del FDA para complicar los esfuerzos de pruebas clínicas de las vacunas contra el COVID-19, con el fin de “retrasar los resultados hasta después de la elección presidencial del 3 de noviembre”. De forma inmediata, al día siguiente de la filípica de Trump, el FDA otorgó un “uso de autorización emergente” para el tratamiento contra el COVID-19 que usa plasma sanguíneo de los pacientes “recuperados”. Financial Times —junto a The Economist— nunca ha ocultado su aversión a Trump y advierte que la decisión del doctor Hahn, director del FDA, de dar el visto bueno a la vacuna “probablemente sea una de las más importantes y sensibles en la historia de la salud pública de Estados Unidos”. El doctor Hahn comentó que no va a afectar su decisión la “convergencia de la pandemia con la temporada política”. A propósito, el controvertido gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, del Partido Demócrata, quien ha chocado con Trump por el manejo de la pandemia, criticó la “conveniencia” de tener a la mano un “medicamento milagroso para el día de la elección”, sin especificar si se trataba de la polémica “vacuna electorera” que se sacó de la manga el FDA . Como era de esperarse, Trump comentó que no estaba buscando que la vacuna contra el COVID-19 se apruebe el primero de noviembre con propósitos para su reelección, sino porque deseaba “salvar a la gente” . Una “vacuna electorera” a tres días de los sufragios beneficiará más a Trump que a Biden.

10. MEGAESCÁNDALO: ¡LA VACUNA CONTRA LA POLIO DE BILL GATES RESULTÓ NOCIVA EN ÁFRICA! ¹

Antecedentes En medio de la guerra de vacunas de tres bloques —el anglosajón, el ruso y el chino—, que buscan el liderazgo global, perturbó el “sabotaje de la OMS y Microsoft a la vacuna rusa”, cuando expuse la letanía de anteriores controversias de la OMS. Después de la publicación por The Lancet, que contempla una gran promesa de la vacuna rusa, ahora Estados Unidos operó una espectacular voltereta cuando se apresta a lanzar su “vacuna electorera” a tres días antes de su elección presidencial. Hechos El pasado 2 de septiembre Maria Cheng de la agencia estadounidense AP, desde una de sus sedes en Londres, tituló que “La ONU reporta un nuevo brote de polio en Sudán, causado por la vacuna oral” . El reporte de AP fue retomado por 21st Century Wire y por el lapidario Zero Hedge en Estados Unidos . 21st Century Wire impugna sin tapujos que la “vacuna oral contra la polio está patrocinada por la Iniciativa de Erradicación Global de la Polio (GPEI, por sus siglas en inglés), consorcio apoyado y financiado por la controvertida Fundación Bill & Melinda Gates” . 21st Century Wire comenta que la OMS “ha sido obligada a admitir que una principal iniciativa internacional de vacunas actualmente provoca un brote mortal de la misma enfermedad que supuestamente debía erradicar”, causando “las muertes de montones de jóvenes que viven en África” . Según 21st Century Wire, la “más reciente pandemia inducida por fármacos inició en Chad y Sudán” y el culpable es “una vacuna derivada del virus de la polio tipo 2”, que es una “nueva cepa peligrosa” que pronto puede “saltar continentes” causando brotes letales en el mundo. Quizá

esta frase suene alarmantemente fatalista, pero de todas maneras debe poner en alerta a la misma OMS, tan permisiva. Causa estupor que la “vacuna Bill Gates” haya resultado teleológica y teológicamente nociva en tres países islámicos: Pakistán, Afganistán e Irán, lo cual se puede prestar a conjeturas geopolíticas. También en 2019 el gobierno de Etiopía —de donde es oriundo Tedros Adhanom, el director de la OMS— ordenó la destrucción de 57 mil ampolletas de la vacuna oral contra la polio tipo 2 . El mismo incidente sucedió en India . El portal de marras reporta que la “debacle” del Big Pharma —el oligopolio farmacéutico anglosajón, que ahora cuenta con la alta competitividad de China — “no es nueva” y que “después de haber gastado 16 mil millones de dólares en 30 años para la erradicación de la polio”, ahora la fauna del GPEI/Fundación Bill & Melinda Gates han reintroducido en forma “accidental” a la poliomielitis, que hizo añicos su exageradamente cacareada “esperanza de erradicar la polio en 2019” . 21st Century Wire pone en alerta la “filantropía” para el “primer experimento de la vacuna contra el COVID-19 en África mediante la Alianza de Vacunas GAVI, también financiada por la Fundación Bill & Melinda Gates”. Lo más irónico es que una semana anterior al brote letal, la OMS había exultado que “África estaba libre del salvaje virus de la polio”, que calificó como “un día emotivo e increíble” . No comment! Conclusión A menos que esté subreportado, o sea deliberadamente ocultado, se antoja pequeño el número de casos del nuevo brote mortal. También perturba que la misma OMS, financiada masivamente por el polémico “filántropo” Bill Gates, admita que su “vacuna” haya sido nociva en 12 países de África —sin contar su afectación “islámica” en Pakistán, Afganistán e Irán. Mejor aquí me detengo, porque no deseo emitir una hipótesis de “limpieza étnico-farmacológica y geopolítica” por medio de cierto tipo de vacunas que promueven los “filántropos” globalistas, quienes empujan sin tapujos la agenda de “un gobierno mundial” , desde la plaza financierista de la City en Gran Bretaña.

11. ASTRAZENECA, ATRAPADA ENTRE SUS IATROGENIAS Y SUS “JUEGOS BURSÁTILES” ¹¹

He señalado que la vacuna británica AstraZeneca venía dando tumbos y que contaba con la complicidad de la OMS. El directivo de la vacuna británica informó sobre la “reacción adversa” de una voluntaria ante JP Morgan Chase, el primer banco de inversiones de Estados Unidos, que delata su iatrogenia y sus “juegos bursátiles” subyacentes. El fuerte tropiezo de la vacuna británica AstraZeneca de la Universidad de Oxford, debido a una severa “reacción adversa”, epitomiza la crónica de un fracaso muy anunciado, que obligó a detener las pruebas clínicas en la fase 3, lo que tendrá un fuerte impacto en las pruebas de las otras vacunas de AstraZeneca. Las acciones de AstraZeneca se desplomaron en sólo un día 8 por ciento y, a propósito, Wall Street Journal advirtió que muchas vacunas podrían ser afectadas en sus cotizaciones bursátiles. La “reacción adversa” se trató de una mujer voluntaria que mostró una inflamación neurológica de la espina dorsal conocida como mielitis transversa. Con la cruzada de las vacunas anglosajonas se calcula que la bolsa de Wall Street había obtenido unas jugosas ganancias de por lo menos 100 mil millones de dólares, que probablemente empiecen a desmoronarse. Desde hace más de tres meses expuse que “AstraZeneca exhibe un enorme obstáculo ya que, previo a la prueba clínica tanto de la fase 1 como de la fase 2, que inició en junio, no está tomando en cuenta su resonante fracaso con los ensayos clínicos en monos”. Fue notorio que su fracaso de las pruebas en monos, expuesto el 18 de mayo, haya valido tres días después un comunicado de prensa muy alambicado por AstraZeneca donde reconoce que “la vacuna puede no funcionar, pero está comprometida al progreso del programa clínico con rapidez para incrementar la manufactura en riesgo”. Desde entonces —es decir, hace más de tres meses—, inquirí si “AstraZeneca informaba o desinformaba” y si también se estaba curando en salud. Visto en retrospectiva, es probable que las apuestas bursátiles de AstraZeneca, que

detenta el séptimo lugar de la lista del top ten del Big Pharma, hayan influido en su ocultamiento del fracaso de las pruebas en monos. Cabe indicar que el banco inversionista Wellington Management —con sede en Boston, ostenta un capital de más de 1 billón de dólares— es el principal tenedor de acciones de AstraZeneca con solamente 2.57 por ciento. Desde el fracaso de las pruebas en monos, el 18 de mayo, me llamaron mucho la atención las maniobras de la polémica vacuna de AstraZeneca que, incluso, parecía contar con la complicidad de la controvertida OMS, por lo que señalé — cuando todavía no aparecía en el radar la vacuna rusa Sputnik V— que la guerra de vacunas comportaba un corolario de guerra bursátil. Ya el 11 de abril, frente el tramposo ranking de la OMS, expresé que “China llevaba la delantera sobre las otras vacunas occidentales de sus omnipotentes miembros del Big Pharma, que arrojan uno de los principales negocios del planeta que colinda con 1 billón de dólares”. Por arte de magia, 46 días después del 11 de abril, la OMS colocó a la vacuna de AstraZeneca en el primer sitial y degradó al segundo lugar a la vacuna china CanSinoBio. Fue cuando comenté “es muy extraño el primer lugar de la vacuna de la Universidad de Oxford/AstraZeneca, ya que no aparecía en la anterior lista de la OMS del 11 de abril”, cuando la Universidad de Oxford se jactó de haberse adelantado a la vacuna china y que su vacuna estaría lista para finales de septiembre: “aquí empiezan los problemas con el escrutinio de lo que han publicado y publicitado la Universidad de Oxford/Instituto Jenner y el comunicado de la empresa sueco-británica AstraZeneca”. A sabiendas de la hazaña de la vacuna rusa Sputnik V volví a advertir, en mi cuenta de Facebook, sobre el peligro inherente a la vacuna británica de AstraZeneca que, por cierto, se había resguardado legalmente de las complicaciones iatrogénicas por cualquier efecto colateral nocivo. Ahora el mundo anglosajón ha pasado al control de daños cuando su vacuna estrella de AstraZeneca ha sufrido un sonoro tropiezo y deja como sus sustitutas a dos vacunas de Estados Unidos:

La de Moderna, que cuenta con el respaldo de los Institutos Nacionales de Salud, además de la probable participación bursátil de Anthony Fauci, el zar de la

pandemia de Trump. La de Pfizer y BioNTech SE.

También Estados Unidos cuenta con otras dos, todavía alejadas de los primeros sitiales de la guerra nacionalista de las vacunas: Novavax y Johnson & Johnson. En septiembre la vacuna rusa Sputnik V va viento en popa, al unísono de la vacuna china de CanSino. Lo más relevante radica en que Trump había apostado en la vacuna de AstraZeneca para empezar la vacunación en Estados Unidos antes de la elección presidencial del 3 de noviembre, según el Financial Times, que califiqué de “vacuna electorera”. Otro problema de la vacuna británica yace en que solamente había reclutado a 10 mil voluntarios, cuando las agencias científicas del gobierno de Estados Unidos obligan a 30 mil voluntarios para pasar la anhelada autorización. Hasta aquí podemos aseverar que la vacuna británica no hizo nada bien. Toda la maquinaria propagandística de Reino Unido, con sus aliados en Estados Unidos, intenta diluir el fracaso de la vacuna de AstraZeneca comentando que tales tropiezos suelen ser “comunes como parte rutinaria de su desarrollo”. Por alguna razón, la sombra de la bursatilidad intrínseca a la vacuna británica de AstraZeneca ha planeado en todas sus fases. A Pascal Soriot, jefe ejecutivo de AstraZeneca, le reclamaron la razón por la cual “la información” sobre la “reacción adversa” de la mujer voluntaria “fue revelado en un evento privado organizado por JP Morgan Chase”. Soriot informó que la inminente reanudación de las pruebas clínicas de la vacuna británica — que usa la forma atenuada de un adenovirus para provocar la protección del sistema inmunológico— estará en manos de un “comité de expertos independientes”; como si ya supiera de antemano su dictamen. Cabe recordar que Wellington Management es uno de los principales accionistas con 1.50 por ciento del legendario banco estadounidense JP Morgan Chase — que pasó del primer lugar en 2018 al séptimo sitial global en 2019 en su capitalización de mercado—, lo cual demuestra que la guerra bursátil es el corolario de la guerra de las vacunas que la mayor parte de las veces no toman en consideración la vida de los pacientes ni sus flagrantes iatrogenias.

El escritor ruso-estadounidense Dmitry Orlov, quien se dio a conocer por sus asombrosos escritos sobre el probable colapso de Estados Unidos, en una reciente entrevista con Sputnik, en su versión alemana, explaya la razón del éxito de la vacuna Sputnik V que ya formaba parte del arsenal de la URSS en la década de los ochenta y que “ahora fue reutilizada, con una carga útil diferente, para desarrollar la inmunidad contra el coronavirus”: a ello se debió que “los rusos la hayan hecho tan rápidamente y con tanto éxito”, ya que “se trata de reutilizar una técnica existente con una ligera modificación”. Lo real es que Sputnik V desbancó de su falso primer lugar a la vacuna británica de AstraZeneca con todo y las trampas taxonómicas de la OMS.

12. LA CAÍDA DE LA VACUNA BRITÁNICA DE ASTRAZENECA DEJA EL PASO LIBRE A LAS VACUNAS RUSAS Y CHINAS ¹²

La vacuna británica AstraZeneca tuvo un fuerte tropiezo en la fase 3 cuando ya había mostrado su fracaso con los monos y ahora fue “atrapada entre sus iatrogenias y sus juegos bursátiles”, además de que coloca en la picota la complicidad de la OMS y los engaños de sus rankings. Hoy los primeros sitiales globales los ocupan la vacuna rusa Sputnik V y la china de CanSino. Ahora Rusia y China ostentan más vacunas en sus arsenales, varias de las cuales se han experimentado con sus militares. A propósito, como se ha señalado, la vacuna Sputnik V ya existía desde la década de los en ochenta en la URSS —¿para contrarrestar una guerra con “armas biológicas”?—, cuando lo único que hizo fue “reutilizar una técnica existente con una ligera modificación, lo que explica el éxito de su rapidez”, según el escritor e ingeniero ruso-estadounidense Dmitry Orlov