Fundamentos de la estrategia ajedrecística
 9788493545444, 8493545449

Table of contents :
Portada......Page 1
Sumario......Page 4
Dedicatoria y agradecimientos......Page 5
Introducción......Page 6
1. ¿Qué es la estrategia en ajedrez?......Page 8
2. Los factores que integran la estrategia ajedrecística......Page 19
3. Los rivales: el papel del factor humano......Page 24
4. Características de los jugadores intuitivos......Page 40
5. Características de los jugadores teóricos......Page 67
6. Características de los jugadores pragmáticos......Page 95
7. Características de los jugadores activistas......Page 124
8. Factores del entorno......Page 156
Índice de jugadores......Page 188
Índice de aperturas......Page 191
Contraportada......Page 194

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Lars Bo Hansen

fundamentos de la estrategia ajedrecística

EDITORIAL LA CASA DEL AJEDREZ

© Lars Bo Hansen

© Editorial La Casa del Ajedrez Calle San Marcos, 41 Teléfono 91 521 2008 - Fax 91 531 3880 Madrid - 28004 Email: [email protected] Dirección Internet: http://www.lacasadelajedrez.com Título original: Foundations of chess strategy. Gambit Publications, 2005. Dirección Editorial: Andrés Tijman Marcus Consejero editorial: Daniel Elguezábal Varela Traducción: Antonio Gude Corrección: Sofia Montero O ria de Rueda - Gabriel Rojo Huertas Diseño de portada: Claudia Tijman I.S.B.N. (10): 84-935454-4-9 I. S. B. N. (13): 978-84-935454-4-4 Depósito Legal: M-39410-2007 Impresión: Impresos y Revistas SA Impreso en España - Printed in Spain

No está permitida la reproducción total o parcial de esta publicación, ni su tratamiento informático, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopias, por registro u otros medios, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del copyright.

Sumario Signos convencionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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Dedicatorias y agradecimientos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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Introducción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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¿Qué es la estrategia en ajedrez? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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2 Los factores que integran la estrategia ajedrecística. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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3 Los rivales: el papel del factor humano. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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4 Características de los jugadores intuitivos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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5 Características de los jugadores teóricos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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6 Características de los jugadores pragmáticos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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7 Características de los jugadores activistas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 23 8 Factores del entorno. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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Índice de jugadores. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 87 Índice de aperturas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 90

Signos convencionales + ++ !! ? ?? !? ?!

Jaque Jaque mate Buena jugada Jugada excelente Error Grave error Jugada interesante Jugada dudosa

Dedicatoria y agradecimientos Quisiera expresar mi agradecimiento a los directores de Gambit (John Nunn, Graham Burgess y Murray Chandler) por haber creído en el proyecto de este libro y hacerlo, por tanto, posible. Igualmente, mis más expresivas gracias a mi buen amigo y colega, el Gran Maestro danés Sune Berg Hansen, por su valiosa aportación. Y a mi hijo, Martin, y mi esposa, Evgenia, por su amor, apoyo y paciencia durante el largo proceso de escritura de la obra.

Introducción Éste no es un libro estándar sobre estrategia ajedrecística. Aunque sí se trata de un libro de aje­ drez, he tratado de enfocar la estrategia de una forma que, creo, no es característica de la mayoría de los libros sobre el tema. En realidad, he procurado tender un puente entre dos campos dife­ rentes, pero aun así relacionados : la estrategia de lo negocios y la estrategia del ajedrez. La estrategia ajedrecística adelanta a la estrategia de los negocios en unos 1 00 años. En general, suele considerarse a Wilhelm Steinitz, el primer campeón mundial en la historia del ajedrez, como el iniciador del pensamiento estratégico sistemático en el ajedrez, a fines del siglo XIX. La estrategia de los negocios, por otro lado, no recibió mucha atención -ni académica ni en la práctica de los negocios- hasta la década de los sesenta, en el siglo XX. Con todo, creo que los jugadores de ajedrez pueden aprender mucho estudiando el rápido pro­ greso del pensamiento estratégico en el área de los negocios. Durante los pasados cuarenta años, los investigadores de la ciencia económica han tratado de penetrar en cuestiones que también nos resultan familiares de la estrategia ajedrecística, como ¿qué constituye una ventaja competitiva?, ¿cuáles son las fuerzas motrices en esta particular industria o posición?, ¿cómo puedo conseguir una coordinación óptima o sinergia de mis piezas?, ¿cuál es la relación entre estrategia y táctica?, ¿cómo puedo evaluar y explotar mis cualidades esenciales?, etc. Naturalmente, el ajedrez también ha progresado desde los días de Steinitz, Lasker y Nim­ zovich como, por ejemplo, han documentado los excelentes libros de John Watson Secretos de la estrategia moderna en ajedrez y Estrategia ajedrecística en acción (Editorial La Casa del Ajedrez, 2004), pero no creo que el progreso en el pensamiento del ajedrez estratégico haya sido tan rápido como en la estrategia de los negocios. En lugar de haber evolucionado profundamente, en el sentido estratégico, el aj edrez se ha vuelto más y más concreto. Una y otra vez, los análisis de ordenador superan a las "evaluaciones estratégicas estándar" de posiciones, señalando variantes concretas que modifican por completo la evaluación. Esto significa que se está haciendo cada vez más dificil jugar al ajedrez conforme a "principios generales. " Ya no es suficiente saber cómo jugar de acuerdo a los principios básicos en situa­ ciones típicas, como "el peón 'd' aislado", "ataque de minorías" , o "ventaja de espacio. " Aunque sigue habiendo principios importantes que subyacen en la evaluación de muchas posiciones, se han convertido ahora en mercancías, de modo que el conocimiento y comprensión de cómo manej ar tales posiciones no es ya patrimonio exclusivo de los maestros, pues han pasado a ser del dominio público y no pueden ser ya utilizados para conseguir una ventaja competitiva contra un oponente informado. Análisis más concretos y profundos de la posición y de los jugadores se requieren si queremos superar a nuestros oponentes y tener éxito en ajedrez. Después de todo, el propósito del ajedrez es vencer al oponente ¡y anotarse un punto en la tabla de clasificación ! Por consiguiente, resulta cada vez más importante que entienda usted cuáles sus propios pun­ tos fuertes y débiles como jugador, así como los de su oponente. No todos los jugadores pueden manejar con la misma eficiencia todas las posiciones, sobre todo cuando ya no pueden aplicar sus conocimientos de cómo tratar "este tipo de posición". Algunos jugadores son muy buenos en el cálculo concreto, mientras que otros destacan en las posiciones sencillas. Para tener éxito, debe

INTRODUCCIÓN

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usted entender estas diferencias. Dicho claramente: necesita desplazar el foco de cómo ganar la posición a cómo ganar al oponente. Esta línea de pensamiento nos lleva a la estrategia del mundo de los negocios. Aquí inter­ vienen las mismas consideraciones que los investigadores y hombres de negocios han estado te­ niendo en cuenta durante las pasadas décadas. Si cada estratega afronta la misma posición de la misma forma, con el mismo conocimiento básico, ¿cómo puede uno de ellos esperar conseguir una ventaja competitiva? En ajedrez, hemos presenciado un expansivo incremento en el por­ centaje de tablas, entre los jugadores de primera fila, y la misma tendencia puede verse entre em­ presas que compiten en el mundo de los negocios. Para evitar este potencial callejón sin salida, los expertos e investigadores contemporáneos en la estrategia de los negocios enfatizan cada vez más en el papel de los recursos internos, antes que en la posición externa, como el punto de partida sobre el que tratar de obtener una ventaja competitiva. Entender en qué es bueno uno mismo y empezar por ahí, ¡y no al revés ! Piense extrayendo hacia fuera y no atrayendo hacia dentro. No elij a la Siciliana Sveshnikov sólo porque está considerada correcta (pensamiento ha­ cia dentro). Elíj ala si encaja en su estilo o, de no ser así, descártela y busque alguna otra apertura afin a su estilo y capacidad (pensamiento de dentro afuera). Este tipo de enfoque hacia la es­ trategia es conocido como la concepción estratégica basada en los propios recursos, y ha sido el paradigma dominante a todo lo largo de la década de los noventa. El paradigma funciona a partir de las asunciones de heterogeneidad de recursos e inmovilidad de recursos. Dicho de otra forma: si la naturaleza no le ha dotado con el talento combinativo de Kasparov, ¡ es muy dificil que consiga imitar su juego ! Ese recurso no puede imitarse fácilmente, ¡ porque es muy heterogéneo ! No le servirá de mucho que tenga usted una posición decente de apertura, tras copiar la forma en que la juega Kasparov, si usted no entiende cómo jugar ese tipo de posición. Es mejor entender minuciosamente los fundamentos de su propio estilo y elegir aperturas y la estrategia idónea a partir de ahí . En este libro le mostraré cómo puede hacerlo. Presentaré en el libro un número de modelos que pueden ayudarle a evaluar las posiciones de ajedrez y la estrategia no sólo desde un punto de vista "objetivo" (es decir, exterior), sino también desde su propio punto de vista (interior). Cabe suponer que podrá identificar su propio estilo (y el de su oponente, al prepararse para una partida) con uno de los tipos de jugadores que comentaré en este libro. Los modelos han sido adaptados de la estrategia en los negocios y están elaborados sobre fundamentos teóricos y empíricos correctos, del área de los negocios. Confio en que, des­ pués de haber leído este libro, tenga una mejor comprensión de sí mismo como jugador y que pueda aplicar ese conocimiento a las situaciones prácticas del tablero. En cualquier caso, esa ha sido mi esperanza y mi ambición al escribir esta obra. Basta de palabras. Pasemos a los negocios, ¡y de ellos, volvamos al ajedrez! Lars Bo Hansen Nykebing (Dinamarca) Diciembre 2004

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FUNDAMENTOS DE LA ESTRATEGIA AJEDRECÍSTICA

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¿Qué es la estrategia en ajedrez?

La táctica enseña la utilización de las fuerzas armadas en el combate. La estrategia enseña la utilización del combate para el objeto de la guerra Car! von Clausewitz. Comandante prusiano y estratega militar ( 1 832)

En el mundo de los negocios, circula la siguiente historia acerca del ajedrez: Hace muchos años, un famoso Gran Maestro europeo disputó un match de exhibición contra un aficionado de Nueva York, y perdió. El campeón era famoso por su estrategia en el tablero, su capacidad para trazar un plan durante la partida, con una docena de jugadas o más de antelación. Al finalizar el match, se le preguntó en la rueda de prensa al aficionado cuántas jugadas de antelación había planeado para derrotar al maestro. "Sólo una", respondió. "La co­ rrecta". Una bonita historieta, aunque no creo que sea cierta, o, al menos, ¡ nunca la he oído en los círculos de ajedrez ! Pero plantea una interesante cuestión: ¿se basa la estrategia ajedrecística realmente en encontrar lajugada correcta en cada turno?, ¿puede el ajedrez reducirse a Ja tarea operativa de descubrir la jugada correcta secuencial, separada de otras consideraciones a largo plazo? Sí y no. Desde luego, un aspecto extremadamente importante del ajedrez es hallar la jugada correcta en la posición que presenta el tablero. Sin embargo, para hacerlo es preciso ponerse las gafas estratégicas y determinar a dónde queremos ir a largo plazo, pues de otro modo Ja tarea de decidir cuál es Ja j ugada correcta resultará imposible. Es sabido desde los tiempos de Steinitz -el primer campeón del mundo y "padre" del moderno juego posicional- que las jugadas buenas (o malas) no surgen de la nada. En el ajedrez existe una lógica inherente que prescribe la conexión entre estrategia y táctica. El ajedrez es un juego en el que la táctica a corto plazo necesita ir de Ja mano con la estrategia a largo plazo. Un profundo pensamiento estratégico debe ser alineado con una inteligente táctica a corto plazo. Sin embargo, definir Ja estrategia del ajedrez dista de ser fácil. En realidad, sólo existen al­ gunas tentativas por definir un modelo coherente de la estrategia ajedrecística. La mayoría de Jos escritos se centran en diversas partes específicas de la estrategia, como el impacto de Ja ventaja espacial, cómo jugar con o contra el peón "d" aislado, la estructura de peones, caballo bueno contra alfil malo, etc. Sobre estos u otros temas similares existen muchos libros excelentes y el jugador ambicioso hará bien en estudiarlos. Sin embargo, mi propósito aquí es distinto. En Jugar de centrarme en elementos específicos de Ja estrategia del ajedrez, trataré de crear un marco en el que los diversos elementos específicos puedan ser incluidos y organizados de forma sistemática. Un marco, en otras palabras, que ayude a los j ugadores de ajedrez a decidir cómo pensar acerca de Ja estrategia ajedrecística durante el juego práctico. El campo de la estrategia no está sólo relacionado con el ajedrez. La estrategia es una parte vital, por ejemplo, de Jos negocios y Ja guerra. En estas actividades, Ja estrategia está mucho

¿QUÉ ES LA ESTRATEGIA EN AJEDREZ?

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mejor desarrollada y conceptualizada, y se ha investigado y escrito mucho más acerca de la estrategia militar o financiera. Por consiguiente, es lógico debatir si de algún modo puede aplicarse al ajedrez la vasta cantidad de investigación y creación de modelos realizada con fines económicos o militares. Dado que mi formación profesional es del campo de la economía, intentaré en este capítulo establecer conexiones entre la estrategia en los negocios y la estrategia en ajedrez. Este debate se utilizará en el capítulo 2 para desarrollar un marco de pensamiento sistemático acerca de la estra­ tegia ajedrecística. El resto del libro se propone explorar y ejemplificar la utilización práctica de este marco en mayor profundidad.

La estrategia como plan Si les pedimos a un centenar de jugadores de aj edrez que expliquen el término estrategia ajedrecística, creo que la palabra plan será incluida en la mayoría de las explicaciones. Esto es coherente con el pensamiento estratégico en el mundo de los negocios. Por ejemplo, Bruce D . Henderson -fundador de la famosa firma de consultores Boston Consulting Group- ha descrito así la estrategia: "La estrategia es una búsqueda deliberada de un plan de acción que permita lograr una ventaj a competitiva en el negocio" . Sin embargo, para el jugador de ajedrez práctico, esta declaración no es muy útil en sí. Para hacer más operativo el concepto de "estrategia como plan", es preciso responder a preguntas como éstas: "¿Cuál debería ser el contenido del plan?", "¿cuándo debería concebirse y qué duración futura debería cubrir?", "¿cómo elegir entre dos planes alternativos y cuáles son los criterios que deben intervenir?". Para ilustrar estas cuestiones, examinemos una de las mejores partidas estratégicas de la historia del ajedrez.

Karpov U nzicker Olimpiada de Niza 1 974 -

1.e4 eS 2.�t3 �c6 3..ibS a6 4..ia4 � f6 S.0-0 J.e7 6J�el bS 7..ib3 d6 8.c3 0-0 9.h3 � aS 10.J.c2 es 1 1 .d4 Wc7 12.�bd2 � c6

Un año después (Milán 1 975), Unzicker ensayó, contra Karpov, 1 2 . . . id7, pero con el mismo resultado negativo: 1 3 . tlJ fl füe8 1 4.d5 tlJ b7 1 5 .tlJ 3h2 g6 1 6. tlJg3 c4 1 7.f4 ! exf4 1 8 .ixf4 i.f8 l 9.i.g5 i.e7 20.V*'d2 i.c8 2 1 .E:fl tlJ d7 22.tlJ g4, y las negras se rindieron. La línea elegida es sólida, pero dej a a las negras con un caballo pasivo en "d8 " .

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FUNDAMENTOS DE LA ESTRATEGIA AJEDRECÍSTICA

13.d5 El primer momento crítico de la partida, en el que las blancas deben decidir un plan. En esencia, disponen de dos opciones: bien jugar con el centro semiabierto, con 1 3 .dxc5 dxc5 14. tt:l fl , en el que su plan consiste en llevar este caballo a " d5 " , bien iniciar gradualmente el juego en uno de los flancos. Karpov elige la segunda opción, porque conviene mejor a su estilo. El estilo propio es, mi opinión, un criterio clave para la toma de decisiones estratégicas en ajedrez aunque, sin embargo, a menudo se ignora en buena medida, pues la mayor atención se centra en la posición del tablero. "¿Estoy mejor, no es así?" . Pero con frecuencia no es suficiente tener una buena posición, si no le conviene a su estilo o si usted no sabe cómo tratarla. Es curioso observar que esta posición se ha producido en partidas, con blancas, de cinco campeones mun­ diales de ese período (desde fines de los cincuenta hasta los setenta) : Smyslov, Tal, Fischer, Spassky y Karpov. No puede ser una simple coincidencia que los jugadores activos (Tal y Fis­ cher) prefiriesen 1 3 .dxc5 , puesto que ambos son típicos j ugadores de posiciones abiertas. Spas­ sky, con su estilo todoterreno, y Karpov, con su magnífico sentido espacial, se inclinaron por 1 3 .d5 . Smyslov osciló entre ambas jugadas, aunque en la mayoría de partidas con blancas eligió 13 .dxc5 . Me permito subrayar los rasgos distintivos del estilo de estos jugadores en conexión con el plan que eligieron, pues éste será un tema recurrente en todo el libro: el ajedrez no sólo tiene que ver con lo que está pasando en el tablero, sino también con la mente y la personalidad de los dos jugadores. 13 ... tt:ldS 14.a4 gb8 1 5.axb5 axb5 1 6.b4 tt:lb7 Un momento importante. Por ahora, las negras deciden mantener la tensión en el flanco de dama y emplean su pasivo caballo en tal sentido. La alternativa es cerrar el sector, con 16 . . . c4, y reconducir el caballo al flanco de rey. Esa idea se planteó en la partida Karpov - Spassky, Campeonato de la URSS (Moscú) 1 973, en la que el futuro campeón mundial (Karpov) mantuvo una pequeña ventaj a tras 1 7. tt:l fl tt:l e8 1 8 . tt:l 3 h2 f6 ! 1 9. f4 tt:l f7 20. tt:l f3 g6 2 1 . f5 tt:l g7 22.g4 id7 23 .ie3 E:a8 24.Wi'd2, aunque el ex campeón mundial (Spassky) consiguió firmar unas tablas, gracias a una ingeniosa defensa en posición dificil. Incluiré el resto de la partida, porque es interesante para nuestro debate : 24 . . . Wi'b7 25.E:ac l ! ? (preservando la torre para el ataque en el flanco de rey) 25 . . . Ei:a2 26. tt:l g3 füa8 27 .h4 ! id8 28 .iih l ib6 29.l'!g l ixe3 30.Wi'xe3 Wa7 3 1 .Wi'd2 ie8 32.g5 Wi'e7 3 3 .E:cfl fxg5 34.hxg5 Wi'd7 3 5 .lll h2 Wi'd8 36.f6 id7 3 7 .fxg7 Wi'xg5 38 .Wi'g2 (la impresión óptica es que las blancas deben ganar, pero su débil flanco de rey y la fuerte torre negra en séptima conceden a las negras un sorprendente contrajuego) 38 . . . Eí:b2 39.Eí:b l ?! (aquí parece mej or 39.Wi'f2) 39 . . . Eí:ba2 40.Wi'e2 Wi'h4 ! 4 1 .Eí:bfl ih3 42.l'!f2 tt:l g5 ! 43.We3 ig4 44.l'!gfl iixg7 45.id l ixd l 46.l'!xd l !'!al 47.l'!dfl E:xfl + 48.füfl Eí:a2 49.l'!f2 fü l + 50.E:fl Eí:a2 5 1 .l'!f2 !'!a l + 52.l'!fl l'!xfl + (ahora las negras están jugando a ganar, al menos durante unos movimientos) 5 3 . tt:l gxfl Wxe4+ 54.iig l Wxe3+ 5 5 .tt:l xe3 tt:l e4 56.lll d l tt:l f6 5 7 . tt:l e3 h5 58. tt:l f3 llle4 59. tt:l d l , tablas.

17.lll fl .id7 1 8.Ae3 gas 19.Wi'd2 füc8?! Aquí, Unzicker actúa de forma muy rutinaria, y no percibe la profunda clave del juego de Kar­ pov (su movimiento 24), una idea innovadora por entonces y que ahora se ha convertido en un tema estándar en estas posiciones de la Ruy López. Como señaló Karpov, era mejor 1 9 . . . Eí:fb8 20.id3 Wc8, para luchar por la columna "a".

20..id3 g6 2 1 .lll g3 Af8 22.ga2 ! c4 23.Ab t ! Aunque e l alfil n o queda muy bien situado en esta casilla, e s importante impedir el contrajuego negro, basado en . . . f5 . Así, sería impreciso, por ejemplo, 23 .ifl .

23 ... �d8

¿QUÉ ES LA ESTRATEGIA EN AJEDREZ?

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24.J.a7! ! S e inicia así e l plan número 2 : l a lucha por l a única columna abierta del tablero, que con esta jugada las blancas deciden en su favor. Ahora Karpov puede movilizar sus torres sin impe­ dimento alguno, al amparo de su alfil. 24 ... �e8 25.J.c2 � c7 26J�ea1 f!e7 27.J.bl J.e8 28.�e2 �d8 29.�h2 J.g7 30.f4! El tercer plan. Las blancas utilizan su mayor espacio y movilidad para abrir un segundo frente de ataque. 30 ... f6 Unzicker asume una defensa pasiva. Pero ahora está todavía más restringido. Para bien o para mal, creo que las negras deberían haber intentado 30 . . . exf4. Sin embargo, es un problema impor­ tante para su bando que ninguno de los caballos esté en contacto con la casilla clave "e5 " . 3 1 .fS! gS

32.J.c2 ! Plan número cuatro. Las blancas inician el traslado -y cambio subsiguiente- del alfil de casillas claras a "h5 " . Dada la estructura central de peones, será un cambio favorable a sus inte­ reses, que las negras no podrán impedir. Sin embargo, observe el lector que este plan sólo es posible debido a la decisión de las negras, en la jugada 30, de adoptar una defensa pasiva. Si Unzicker se hubiese inclinado por tomar en "f4", Karpov tendría que haber trazado otro plan. Es por esta razón por la que considero cada plan como nuevo, y no como una suma de elementos que componen un solo plan. 32 ...J.f7 33.�g3 �b7 34.J.dl h6? !

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FUNDAMENTOS DE LA ESTRATEGIA AJEDRECÍSTICA

Esto parece excesivamente colaborador. No habla necesidad aparente de que las negras debi­ litasen la casilla "g6". De todos modos, este avance no cambia en realidad el resultado final. 35..lh5 ffe8 36.ffdl �d8 37,ga3 ! No hay razón para apresurarse, pues las negras no pueden mejorar su posición. Karpov construye el "cañón de Alekhine" (torre, torre y dama, como en la famosa partida Alekhine Nimzovich, San Remo 1 930), sólo por si fuese necesaria esta batería. 37 ... cJif8 38,g l a2 ! cJig8 39.�g4! La posición del caballo también es optimizada. Las negras no pueden tomar dos veces en "h5 " : 39 . . . .ixh5 40.tt:Jxh5 Wi'xh5? 4 1 .tlJ xf6+. 39 ... ©f8 40.�e3 ©g8 41 ..lxti+ �xti 42.ffh5 �d8 43.ffg6! ©f8 44.� h5 En esta posición desesperada, las negras se rindieron. Las blancas penetrarán por las casillas de su color y/o por la columna "a". ¡ Una actuación posicional impecable de Karpov ! ¿Qué podemos aprender de esta partida, en relación con la estrategia del ajedrez, aparte de la lección concreta de cómo elaborar y explotar una ventaja de espacio? Creo que de esta partida puede extraerse un buen número de lecciones. En primer lugar, observemos que Karpov operó con una considerable variedad de planes estratégicos. El plan número uno fue cerrar el centro y llevar la batalla principal a los flancos. El plan número dos fue luchar por la columna "a", ganada con el brillante movimiento 24 . .ia7 . El plan número tres fue abrir un segundo flanco, con 30.f4, y el plan número cuatro fue el traslado del alfil de casillas blancas a "h5 ", que alfombró el camino para la penetración decisiva por ca­ sillas de ese color. En segundo lugar, es importante observar que el ajedrez no es cuestión de un plan, sino de una serie de planes consecutivos. A menudo me han preguntado cuál es la diferencia entre un Gran Maestro de ajedrez y un aficionado, y creo que la diferencia radica en esto: el aficionado sabe que debe seguir un plan; el Gran Maestro, por otra parte, siempre está dispuesto a modificar su plan, según las circunstancias. En tercer lugar, el oponente desempeña un papel crucial, puesto que tiene el poder de alterar el curso de la partida, y debemos ser siempre conscientes de esto y estar preparados para cambiar de planes. Eso nos lleva a una cuestión clave de la estrategia: la interdependencia de las decisiones tomadas por usted y por su oponente. En el mundo de los negocios, estos adversarios suelen lla­ marse normalmente "competidores", pero el elemento básico es el mismo: para lograr el éxito, debemos tener en cuenta al oponente, y es preciso superarlo en las maniobras necesarias para ga­ nar. Debe usted lograr una ventaja competitiva, que a continuación se convierta en un punto entero en la tabla de clasificación. En otras palabras, la estrategia consiste en tratar con la com­ petición. Kenichi Ohmae, un famoso escritor de temas financieros y director de la firma cónsul­ tora McKinsey de Japón, define así la estrategia: " Lo que la estrategia en los negocios (y en ajedrez) pretende es, en una palabra, lograr una ventaja competitiva. Sin competidores, no habría necesidad de estrategia" . Esto es también lo que distingue a las posiciones "estratégicas" de las posiciones "técnicas" : en las posiciones estratégicas, el resultado y curso de la partida siguen siendo desconocidos y están influidos por las elecciones del oponente. En las posiciones técnicas, por otra parte, el resultado, en caso de un juego correcto, ya es conocido: el oponente puede tratar de pescar en río revuelto, pero no es capaz de influir realmente sobre el resultado final, sólo pue­ de esperar que se produzcan errores. En la estrategia de los negocios hay numerosos debates en tomo a varias escuelas de direc­ ción. Uno de los debates guarda relación con el tema estrategia "proyectada" versus estrategia "emergente" . La noción "estrategia como plan" asume implícitamente que la estrategia es algo que el jugador puede controlar. Sin embargo, nadie puede controlar y captarlo todo en ajedrez, porque es imposible prever todas las respuestas del oponente.

¿QUÉ ES LA ESTRATEGIA EN AJEDREZ?

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Por consiguiente, una gran parte de las estrategias planeadas (o proyectadas) que un jugador de ajedrez concibe durante una partida no será realmente ejecutadas. Al mismo tiempo, nuevas posibilidades estratégicas emergen continuamente durante el transcurso de una partida, en la que las estrategias proyectadas por ambos jugadores entran en colisión. Esto sucede también en el mundo de los negocios, en el que las intenciones estratégicas y la actuación real son a menudo dos cosas muy diferentes. El prestigioso especialista en estrategia Henry Mintzberg ha descrito gráficamente esa situación en la figura 1 . Figura 1 ESTRATEGIA EJECUTADA ESTRATEGIA PROYECTADA

ESTRATEGIA NO EJECUTADA

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ESTRATEGIA OBSERVADA

ESTRATEGIA EMERGENTE

Las lecciones derivadas de la partida Karpov - Unzicker pueden encontrarse también en esta figura. La estrategia no consiste en un solo plan, sino en una serie de planes consecutivos que están siendo repetidamente influenciados por las elecciones del oponente, debido a la interde­ pendencia de las decisiones tomadas por ambos jugadores. Por ejemplo: si Unzicker hubiese elegido 30 . . . exf4, en lugar de la pasiva 30 . . . f6, Karpov habría tenido que continuar de forma muy diferente a lo que sucedió en la partida, y el avance f4f5 habría sido una estrategia no ejecutada, confinada a los análisis. La jugada 34 . . . h6? ! ilustra una oportunidad emergente. Las negras debilitan de forma voluntaria aún más sus casillas blancas, lo que Karpov no podía haber previsto de antemano. Los Grandes Maestros sobresalen en la apreciación de estas oportunidades emergentes y, en consecuencia, siempre están dispuestos a modificar sus planes. Sin embargo, la gran cuestión que se plantea es cuándo debe usted gastar tiempo y energías en concebir planes estratégicos de largo alcance, y cuándo debería dar prioridad al cálculo concreto, o a los aspectos tácticos y operativos de la partida. La respuesta fácil es que siempre debería estar alerta ante los desplazamientos estratégicos, pero en la competición esto no suele ser muy práctico, aunque obviamente la experiencia juega aquí un papel importante. Una buena regla de oro puede extraerse de la figura 2 en la siguiente página. Si la posición es muy sencilla, la precisión técnica es el punto más importante en el orden del día. Como antes se ha bosquej ado, tales posiciones no son de naturaleza estratégica. Si, por otra parte, la posición es muy complej a y táctica, el cálculo concreto tiene preponderancia sobre las consideraciones estratégicas, pues el número de opciones (emergentes) es tan amplio que resulta imposible controlarlas todas e integrarlas en el plan estratégico proyectado. Tales desplazamientos en la naturaleza de la posición son dificiles incluso para los jugadores más fuertes. Pensemos en la partida Karpov - Spassky, en las notas a la partida Karpov - Un­ zicker. Tras ganar pieza con un avance estratégico bien conducido en el flanco de rey, las blancas se encontraron de pronto en un nuevo tipo de posición, en la que, para anotarse el punto entero, era necesario el cálculo concreto y la precisión técnica. Normalmente, Karpov juega muy bien

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FUNDAMENTOS D E L A ESTRATEGIA AJEDRECÍSTICA

esas posiciones, pero en este caso Spassky consiguió volver las tornas e incluso pudo, por un momento, perseguir la victoria. Spassky es famoso por su fantástica percepción de los cambios psicológicos que se producen durante una partida, y éste es un caso muy ilustrativo. Figura 2 UTILIDAD DE LA PLANIFICACIÓN ESTRATEGIC A

COMPLEJIDAD DE LA POSICIÓN

De fuera adentro y de dentro afuera Otro debate contemporáneo en la gestión estratégica se encuentra entre los exponentes del enfoque "de fuera adentro" versus el enfoque "de dentro afuera" . Este debate es muy beneficioso también en relación con el ajedrez. La cuestión central que se debate es "¿cuál es la base de una buena estrategia?". El profesor de estrategia Richard Rumelt señala que para tener éxito, una estrategia debe reunir cuatro criterios: 1 ) Factibi/idad (posible de implementar); 2) Consistencia (que no contenga objetivos exclusivos); 3) Ventaja competitiva (resultante de la estrategia); y 4) Consonancia (relación entre oportunidades externas y recursos internos; es decir, ¿tiene la organización la capacidad de explotar las oportunidades identificadas?). Son los dos últimos criterios los que separan el enfoque de dentro afuera del enfoque de fuera adentro. La perspectiva de fuera adentro tiene su punto de partida en el entorno externo. En ajedrez esto equivale a la posición del tablero. El entorno/posición es analizado minuciosamente para decidir cuál es la posición óptima en el mercado o la estrategia en la partida de ajedrez. El recurso interno básico sólo es una consideración secundaria que debe adaptarse para hacer encajar las oportunidades externas. Traducido al ajedrez, esto significa que si una posición es favorable a las blancas, entonces todo el mundo debería poder jugarla. Se asume que todos podemos aprender a jugar cualquier posición, mientras sea la posición "correcta" a buscar desde una perspectiva analítica puramente obj etiva. La perspectiva de fuera adentro es dominante en ajedrez. Así es como se nos enseña a pensar y trabaj ar en ajedrez desde temprana edad, es decir, a conceder prioridad a la evaluación objetiva de la posición. Es esta perspectiva la que lleva a los jugadores a adoptar variantes de apertura "porque en la ECO, el Informator o el anuario de New in Chess se evalúa como con pequeña ventaj a blanca" . Pero ¿qué sucede si es usted un j ugador posicional y la posición requiere un radical enfoque táctico? O a la inversa, ¿y si la posición se evalúa como ligeramente mejor para las blancas porque las negras tienen un peón aislado, pero usted prefiere el activo juego de piezas a la estructura de peones?

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La base objetiva para el enfoque de fuera adentro seguramente es muy importante para el ajedrez, pero existe buen número de riesgos relacionados con el uso abiertamente determinista de esta perspectiva hacia Ja estrategia ajedrecística. En primer Jugar, y como antes se ha indicado, las competencias internas -las cualidades del jugador- pueden no adecuarse a las oportunidades externas. Quizá el jugador sea, sencillamente, incapaz de jugar Ja posición. Puede sentirse incómodo con peones débiles a cambio de juego activo, y puede no tener una buena orientación acerca de cómo continuar. En tal caso, disponer de una ligera ventaj a nominal rara vez sirve de ayuda. En segundo Jugar, este enfoque conduce a una convergencia de estrategia: es decir, todos comenzaremos a jugar las mismas aperturas y posiciones de forma idéntica. Si todos leemos los mismos libros, utilizamos los mismos programas de análisis y evaluamos todas las posiciones de la misma forma, entonces el ajedrez puede, sin duda, llegar a un callejón sin salida, una situación en Ja que poco nuevo puede ir surgiendo, y el porcentaje de tablas irá en aumento. El problema es que este enfoque hace muy fácil que unos y otros se imiten y hasta copien mutuamente. En una reciente entrevista en ChessBase.com, Anand mencionó este problema de Jos torneos contemporáneos de elite. Entre otras cosas, declaró que " .. .las tablas cortas se han convertido en un gran problema, sobre todo actualmente, cuando todo el mundo se sienta con Fritz y accede a esas largas líneas forzadas. Quiero decir que en otros tiempos, al menos llegabas al tablero y no estabas completamente seguro, pero ahora puedes elaborar de forma matemática algunas líneas y forzar tablas . . . Y a habrá visto el efecto en Linares. La gente está, sencillamente, bien preparada, juega líneas tópicas y, en realidad, se copian las aperturas unos a otros. Alguien que nunca ha jugado Ja Sveshnikov Ja añadirá a su repertorio, alguien que nunca juega el Marshall también Jo incorporará al repertorio, y todos ellos juegan las mismas líneas, unos contra otros, a menudo con colores invertidos también. En estas circunstancias, es muy dificil conseguir que algo funcione" . E n realidad, aquí Anand pone d e relieve u n problema que también e s característico del mundo de Jos negocios. Si todas las empresas analizan de la misma forma el entorno, toman decisiones basadas en los mismos criterios y se copian unas a otras, entonces es dificil para nadie lograr una ventaj a competitiva, ni en ajedrez, ni en Jos negocios. Este es uno de Jos principales puntos críticos contra Ja perspectiva defuera adentro en la estrategia. La perspectiva de dentro afuera adopta un enfoque de vista diferente. Aquí, el punto de parti­ da Jo constituyen los recursos internos, es decir, las cosas que una empresa (o un jugador de aje­ drez) hace excepcionalmente bien. Según Jos exponentes de esta perspectiva, las estrategias de­ berían modelarse en tomo a los puntos fuertes de una empresa (o un jugador de ajedrez). La idea es "la posición del mercado (o del tablero) sigue Jos recursos básicos", es decir, la posición y las estrategias deberían adaptarse para que encajen en Jos puntos fuertes de este jugador en parti­ cular, y no al revés. Esto significa que un criterio clave es elegir una apertura o una estrategia que convenga al estilo del jugador. La perspectiva de dentro afuera se centra en los recursos y las competencias y, por con­ siguiente, a menudo se la llama estrategia basada en los recursos. La perspectiva se ha desa­ rrollado en detalle a Jo largo de Ja década de Jos noventa (mientras que el enfoque de fuera adentro data de más atrás: Jos primeros escritos sobre Ja estrategia en Jos negocios a cargo de profesores de la Universidad de Harvard, en Jos años sesenta y, sobre todo, Jos de Michael Porter en Jos ochenta) y está considerada actualmente Ja perspectiva dominante en Ja gestión estratégica. La perspectiva basada en Jos recursos parte de dos asunciones básicas : heterogeneidad de recursos e inmovilidad de recursos. Permítame ilustrarlo con un simple ejemplo. Kasparov, sin duda, es mej or jugador que yo, puesto que debe tener unos 250 puntos Elo más. Sencillamente, hay algunas cosas en ajedrez que Kasparov hace mejor que yo. Eso es Ja heterogeneidad de recursos por su parte. Aunque Kasparov y yo comencemos desde Ja misma plataforma -la posi-

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ción inicial de Ja partida-, Kasparov conseguirá mejores resultados que yo. Sin embargo, y pues­ to que el ajedrez es un juego transparente, en el que todas las jugadas se escriben, y Jos maestros de elite comentan sus partidas, etc., yo podría tratar de estudiar las partidas de Kasparov para entender qué es Jo que hace mejor, y luego tratar de imitarlo. Sin embargo, aunque invirtiese cientos de horas a Jo largo de mi carrera estudiando las partidas de Kasparov y otros campeones del mundo, seguirá habiendo cosas en el juego de Kasparov que yo no puedo imitar. Hay, senci­ llamente, algunos recursos de Kasparov que son imposibles de imitar. Pueden ser, por ejemplo, talento ajedrecístico, sistema de entrenamiento de Jos países del viejo bloque del Este, Ja motiva­ ción, hábitos de trabajo, personalidad, etc. Sean cuales fueren, constituyen Ja parte de inmovi­ lidad de recursos. Aunque sea usted consciente de algunas cualidades de sus competidores, no por ello podrá imitarlos, por diversas razones. Siguen siendo una fuente de ventaj a competitiva para ese competidor, y no hay riesgo -a diferencia de Ja perspectiva de fuera adentro- de convergencia estratégica. Todo el mundo tendrá que identificar sus competencias esenciales y tratar de explotarlas, antes que adaptarse al entorno. Para el aj edrez eso es muy interesante, porque permitirá desplazar al ajedrez del sendero de Ja eterna convergencia, en el que los jugadores de elite se copian unos a otros y donde las tablas cortas de ordenador están en el orden del día. Requiere, sin embargo, dos cosas de Jos jugadores de ajedrez: 1 ) Un modelo para evaluar cuáles son sus competencias esenciales, de forma que puedan basar su elección de aperturas y estrategias en su conocimiento, antes que guiarse por la evaluación de lnformator acerca de tal o cual variante de apertura; y 2) Una disposición a seguir su propio camino, antes que seguir Jos pasos de todo el mundo, no de forma azarosa, por supuesto, sino basándose en un profundo conocimiento de los puntos fuertes y débiles de usted mismo y de su oponente en determinada partida. En capítulos posteriores del libro ofreceré un marco para que pueda usted evaluarse a sí mismo: ¡ la segunda parte Je está enteramente dedicada!

Sostenimiento de las ventajas La estrategia de Jos negocios trata de perseguir ventajas competitivas, Jo mismo que en ajedrez. Sin embargo, una ventaja no es sólo una ventaja. Lo que es igualmente importante es la durabilidad de la ventaja, es decir: ¿es sostenible? Steinitz fue el primero en señalar Jos dos tipos básicos de ventajas en ajedrez: las ventajas temporales y las duraderas. Las ventajas temporales sólo existen durante un breve período de Ja partida -quizá incluso sólo una jugada- y deben explotarse de inmediato. De no ser así, el oponente puede recomponer su posición y anular tal ventaja. Eso es Jo que quería decir Steinitz al escribir que "si tiene usted ventaja, debe atacar, pues de otro modo Ja ventaja desaparece." Obviamente, las ventajas temporales son importantes en ajedrez pues, por ejemplo, podrían pro­ piciar una omisión, que puede ser explotada a renglón seguido si el jugador Ja percibe. También pueden ser forzadas, como cuando un jugador ha ej ercido tanta presión que el oponente no tiene nada mejor que aceptar una desventaja temporal, con la esperanza de poder neutralizarla si no es explotada de forma óptima, como, por ejemplo, en el caso de que el jugador se retrase en Ja pues­ ta en marcha del ataque. Sin embargo, desde un punto de vista competitivo, las ventajas sostenibles o duraderas son las mejores. Estas ventajas son del tipo que no permite al oponente recomponer su posición (al menos, sin Ja "ayuda" de su adversario, es decir, si éste no comete errores), aunque pudiese dis­ poner de varias jugadas. Un ejemplo lo tenemos en una estructura de peones dañada, que puede considerarse una ventaja sostenible, dificil de neutralizar. Puede que el jugador obtenga algo a cambio, como j uego activo, pero conviene ser muy prudente en la evaluación del trueque entre

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una ventaj a sostenible a largo plazo y una iniciativa a corto plazo. Una iniciativa temporal a menudo es una ventaj a menos consistente que un defecto estructural en la formación de peones. Como veremos en los capítulos siguientes, las ventajas sostenibles son de naturaleza típi­ camente posicional, como sucede en el caso de la estructura de peones, mientras que las ventajas temporales a menudo tienen que ver con las piezas y su coordinación y distribución a lo largo del tablero. Durante una partida, hay una continua interacción entre diversos factores y ventaj as. En un momento dado, uno de los jugadores efectúa "un mal negocio" y cede demasiado un factor sin obtener, a cambio, suficiente compensación de otro factor. Esto es lo que conduce a ventaja de uno de los contendientes y suele decidir las partidas. A veces, una ventaja se cambia por otra. Imagine, por ejemplo, que un jugador tiene la ventaja de la pareja de alfiles y que decide renunciar a ella a cambio de dañar la estructura de peones contraria. Un cambio así de una venta­ ja por otra es lo que Capablanca llamaba transformación de las ventajas. Sin embargo, y como veremos, los cambios no sólo tienen lugar en el tablero, sino también en la mente de los jugadores. Diferentes jugadores valoran ciertos intercambios (por ejemplo: entre iniciativa y estructura de peones) de forma distinta, y esta lucha psicológica con valores relativos que tiene lugar en la mente de los jugadores, puede ser tan importante (o incluso más) que los valores obj etivos absolutos. Después de todo, el resultado es lo que importa. El ajedrez es un juego absoluto en el que el vencedor lo gana todo. Como suele decirse: "Los vencedores cuentan su número de puntos; los perdedores cuentan su número de posiciones favorables".

La teoría de los juegos y el ajedrez Como he dicho, el ajedrez es un juego absoluto, un término que enlaza con la teoría de los juegos, la rama de las matemáticas que se ocupa de la toma de decisiones estratégicas. El ajedrez es un juego secuencial, es decir que los j ugadores toman jugadas (decisiones) alternativas por turno. Los juegos secuenciales pueden analizarse y estudiarse utilizando árboles de variantes. Un árbol de variantes muestra las decisiones secuenciales que los jugadores pueden tomar. Un árbol de variantes muy simple puede representarse como en la figura 3 . Figura 3

Este es un árbol de variantes muy simplista de la posición de apertura, asumiendo que las blancas sólo tienen dos j ugadas en su primer movimiento ( l .e4 y l .d4 ), mientras que las negras, a su vez, disponen de dos posibles respuestas a cada una de esas jugadas. Obviamente, el árbol de variantes "real" es mucho mayor en ajedrez, y pronto resulta imposi­ ble de trazar y controlar para la mente humana. Basta con recordar que, en el primer movimiento de la partida, las blancas tienen 20 jugadas a su disposición y que, en respuesta a cada una de esas 20 jugadas, las negras disponen de 20 posibles réplicas, después de lo cual el número de

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opciones de las blancas se incrementa de forma considerable. En teoría, sin embargo, el ajedrez es un juego que puede ser, eventualmente, estudiado hasta el final empleando este método, y en algún tiempo futuro (esperemos que muy lej ano) podría ser agotado, con la utilización de compu­ tadoras. Afortunadamente, esto no tiene demasiada importancia para los jugadores prácticos, pues los seres humanos ni siquiera podemos vislumbrar una proporción fragmentaria del árbol de variantes. No obstante, pensar en árboles de variantes es un método muy útil, y es un método de entre­ namiento muy habitual, empleado para Ja sistematización y desarrollo de la capacidad de cálculo. Al elaborar un árbol cualitativo de variantes -basado en el concepto de jugadas candidatas­ puede usted optimizar su capacidad de calcular variantes concretas. En juegos secuenciales, Ja regla clave es mirar hacia adelante y razonar hacia atrás. Debería usted utilizar el árbol de variantes para mirar hacia delante y evaluar las consecuencias de las decisiones (jugadas realizadas) tomadas por usted y su oponente, y de ahí razonar para encontrar Ja mej or jugada en Ja posición dada. Lo ideal sería que pudiese calcular todo el árbol de variantes hasta el final de la partida, pero eso rara vez es posible pues, como antes he dicho, el árbol de variantes se hace rápidamente inalcanzable para Ja mente humana. ¿Qué hacer entonces? La clave es combinar la regla de mirar hacia adelante y razonar atrás conjuicios de valoración. Dado que no puede usted calcularlo todo hasta el fin, tiene que dete­ nerse en un punto y decidir qué camino seguir. Para hacerlo, deberá evaluar qué posición futura le resulta más atractiva. Para los j ugadores de ajedrez, esto significa que la evaluación positiva es un ingrediente clave en Ja toma de decisiones estratégicas. En el siguiente capítulo trataremos de desarrollar un modelo que los jugadores prácticos puedan utilizar a la hora de evaluar posiciones y elegir estrategias. La evaluación específica de cada posición es variable, pero el modelo puede ayudarle a sopesar los intercambios que necesita tener en cuenta para tomar las decisiones estratégicas correctas. Al elaborar un modelo, incorporaremos también algunos de Jos demás componentes de Ja estrategia que ya hemos comentado en este capítulo, como el enfoque estratégico basado en los recursos.

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Los factores que integran la estrategia ajedrecística

Una de las cosas más notables del ajedrez es que es complejo y simple a un tiempo. Los niños son capaces de aprender las reglas del j uego, pero, por otra parte, ni siquiera los campeones del mundo pueden penetrar por completo en todos los entresijos del mismo. El propósito de este capítulo es estructurar los factores o elementos que integran la estrategia en ajedrez. Buen número de j ugadores y autores ha desarrollado teorías y modelos respecto a estos elementos, y tomaremos estas sugerencias previas como punto de partida para nuestro de­ bate. Uno de los escritores y jugadores más famosos de la historia del ajedrez es Aron Nimzovich. Pocas figuras han influido tanto como él en la forma de jugar al ajedrez. Su legendario libro Mi sistema sigue siendo uno de los libros (o quizá el libro) más influyente(s) jamás escrito(s). En Mi sistema, Nimzovich comenta ocho elementos de la estrategia en ajedrez: 1 ) El centro 2) Columnas abiertas para las torres 3) Juego en la séptima y octava filas 4) El peón pasado 5) La clavada 6) El j aque descubierto 7) El cambio 8) La estructura de peones Creo que alguno de estos elementos no es, en realidad, independiente, desde una perspectiva estratégica. Está claro que el j aque descubierto es un tema táctico, mientras que la clavada es crucial para debates materiales (o "forzados"), pero quizá no sea tampoco un elemento estraté­ gico. Lo mismo puede decirse del j uego en la séptima y octava filas que tiene, sobre todo, impor­ tancia en el final. Pese a su importancia, el peón pasado puede ser incluido en el estudio de la es­ tructura de peones. Los demás elementos (el centro, columnas abiertas para las torres y la estructura de peones) sin duda son todos cruciales para la evaluación de una posición o estrategia, aunque obviamente necesitan ser desarrollados en mayor detalle para entender los intercambios e interdependencias entre los elementos específicos. Una columna abierta, por ejemplo, tiene menos valor estratégico si no se encuentran en ella puntos de invasión a la posición enemiga. O bien, por ejemplo, el debate acerca de la importancia estratégica del centro entre los j ugadores clásicos (como Steinitz y Tarrasch, por un lado) y los jugadores hipermodernos (como Nimzovich, Réti y Grünfeld, por el otro). Este debate (que tuvo lugar tanto en escritos como en partidas reales) centraba la cuestión de si realmente es preciso ocupar el centro con peones para controlarlo (la opinión clá­ sica), o si basta con dominar el centro controlándolo a distancia (la opinión hipermoderna). Eugene Znosko-Borovsky (nacido en 1 884) era un viejo maestro de los tiempos de Capa-

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blanca y Alekhine, un fuerte jugador, que, aunque nunca alcanzó las mismas cumbres de las leyendas antes mencionadas, venció a Capablanca en una partida de exhibición, en San Peters­ burgo 1 9 1 3 . Me refiero a él aquí porque también escribió sobre temas estratégicos en ajedrez, con libros muy diferentes a los de la mayoría de los demás autores. En lugar de limitarse a ejemplificar la estrategia ajedrecística con un vasto número de ejemplos, Znosko-Borovsky, por el contrario, trató de describirla verbalmente, aportando así una comprensión más efectiva de los elementos básicos del j uego. Esto se corresponde con mi propósito aquí. En su interesante libro El medio juego en ajedrez, Znosko-Borovsky analiza los tres elementos del ajedrez que considera principales : 1 ) Fuerza 2) Espacio 3) Tiempo No soy un historiador de ajedrez, de modo que no estoy seguro de que Znosko-Borovsky haya sido el primero en formular estos tres elementos, pero su análisis es interesante y original. Creo que puede considerarse el fundamento de posteriores y más amplias definiciones de los elemen­ tos de la estrategia ajedrecística. En cualquier caso, sus tres elementos se corresponden bien con las definiciones que el jugador más fuerte de las últimas décadas, Gari Kasparov, ha señalado en diversas ocasiones, incluyendo sus libros Mis geniales predecesores: 1 ) Material 2) Tiempo 3) Calidad de posición Comentémoslos en mayor detalle. El material es evidente: muchas partidas de ajedrez se deci­ den a causa de una superioridad material decisiva de uno de los j ugadores ("perdí pieza, así que me rendí"). En muchas partidas, la aparición de una ventaja material es, a menudo, la prueba final de que la estrategia de uno de los jugadores ha sido superior a la de su oponente. Podemos reconocer la siguiente evolución de una partida: las blancas (o las negras) salen de la apertura con una pequeña ventaj a posicional (por ejemplo: el oponente tiene un peón débil). Esta debilidad es gradualmente asediada hasta que, finalmente, el peón cae y la ventaj a posicional se transforma así en ventaj a material que, eventualmente, puede imponerse en el final de partida. Prefiero el término "factores posicionales" al de "calidad de posición" , ya que esto separa ventajas sostenibles de las temporales, según nuestro debate del capítulo 1 . Aunque no todos los factores posicionales sean sostenibles a la larga (por ejemplo : un peón débil puede, en deter­ minadas circunstancias, avanzarse y cambiarse, o incluso convertirse en un peligroso peón pasa­ do), considero que esta separación es útil para entender los continuos intercambios que tienen lugar durante una partida entre distintos tipos de ventajas y entre el corto y largo plazo. Como se dijo en el capítulo 1 , las ventaj as temporales a menudo están relacionadas con el tiempo -algo inherente, por supuesto, al propio término- y con la situación de las piezas, mien­ tras que las ventajas sostenibles están, a menudo, relacionadas con la estructura de peones. Sin embargo, y como han indicado Hübner y Timman, el tiempo es una noción de doble filo, puesto que en buen número de situaciones el tiempo es un factor negativo, y no positivo. Por ejemplo, tal es el caso cuando el tema del zugzwang es el factor principal, y la repetición de j ugadas tam­ bién opera contra la utilización del tiempo como indicador positivo de ventaja. Por otra parte, en muchas situaciones el tiempo sí es muy importante, como en posiciones en las que un jugador tiene ventaj a en desarrollo, o cuando ambos bandos despliegan ataques mutuos en flancos opues­ tos. Como señala Timman, en tales situaciones, un término más preciso que tiempo es velocidad de despliegue.

LOS FACTORES QUE INTEGRAN LA ESTRATEGIA AJEDRECÍSTICA

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En mi opinión, sin embargo, se requiere un término más amplio para cubrir una variedad de subelementos relacionados con ventaj as temporales, y propongo el término iniciativa. La mayoría de las posiciones en que tener la iniciativa supone una fuerte baza estratégica está caracterizadas por la importancia de la velocidad de despliegue, pero no es el único factor crucial en tales posiciones. Aquí la fuerza también es importante, pero no lafaerza absoluta -número de piezas sobre el tablero- sino más bien la fuerza relativa, que es el número de piezas próximas al centro de atención, qué suele ser el entorno de ataque y defensa del rey. Un concepto relacio­ nado, que más tarde comentaremos, es lo que Tal llamó relación de asalto. Por otro lado, es im­ portante la coordinación de las piezas, lo que, a su vez, determina la rapidez con que las piezas pueden ser desplegadas en el ejercicio de la iniciativa. Un último jugador que debe mencionarse es Iosif Dorfman (como Znosko-Borovsky muchos años antes, también ruso con residencia en Francia), quien ha escrito libros de interés sobre la es­ trategia en ajedrez. Dorfman trabaja con cuatro elementos de la estrategia: 1) 2) 3) 4)

Posición del rey Material Mej or posición tras el cambio de damas Estructura de peones

Como puede verse, hay aquí dos nuevos elementos : la posición del rey y la cuestión de quién tiene mej or posición tras el cambio de damas. La posición del rey es muy importante en muchas partidas con ataque, y también puede explicar buen número de "misteriosas" jugadas de rey que, por ejemplo, gustan mucho a Kasparov, quien, en posiciones agudas, suele gastar un tiempo en dar seguridad a su rey, pues garantizar esa seguridad libera al que ataca de preocupaciones defen­ sivas. Con todo, la posición del rey difícilmente puede considerarse, en sí, un elemento estraté­ gico, pues depende en gran parte de la posición en general. En mi opinión, es un subelemento del debate inicial. De modo similar, no considero que "mejor posición tras el cambio de damas" sea un elemento estratégico independiente. No obstante, es, desde luego, una herramienta útil, pues el valor de diversos factores cambia cuando han desaparecido las damas del tablero. Por ejemplo: el rey puede, de pronto, ser una pieza fuerte, mientras que en el medio juego debe permanecer ocul­ to, y la iniciativa puede perder dramáticamente su fuerza sin damas. Puesto que la decisión de cambiar damas afecta a la situación material, me gustaría situar "mejor posición tras el cambio de damas" como un subelemento de material. Ahora hemos identificado tres importantes factores estratégicos en ajedrez: material, iniciativa y factores posicionales, cada uno de ellos con varios subelementos que deberían tenerse en cuen­ ta al evaluar una posición o una estrategia. Sin embargo, todos son "factores de fuera adentro" , pues n o tienen e n cuenta quién está jugando la partida, e s decir, las características específicas de los jugadores. Es preciso ampliar el modelo con un factor que se ocupe de estos temas. En otras palabras, debemos aplicar el enfoque estratégico basado en los recursos, en el que el pensamiento funciona de dentro afuera, y no de fuera adentro. Tampoco los factores ajedrecísticos puros tienen en cuenta las circunstancias que rodean la partida. El ajedrez no se j uega en un vacío, sino como parte de un sistema abierto. ¿Se juega la partida a una velocidad clásica (sea cual sea en ese momento), o se trata de una partida rápida?, ¿Cuál es la clasificación del torneo? Son éstas cuestiones capitales que, como todos sabemos al sentamos ante el tablero, ejercen un impacto en la toma de decisiones, y deberían ser incorpo­ radas a un modelo de estrategia ajedrecística, si se pretende que el modelo sea útil para los j uga­ dores prácticos. Así, el modelo se amplía con dos factores vitales: e/factor humano y los factores ambientales. Gráficamente, el modelo podría esquematizarse así :

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FUNDAMENTOS D E L A ESTRATEGIA AJEDRECÍSTICA

Las cinco fuerzas que integran la estrategia en aj edrez

FACTORES AMBIENTALES

VELOCIDAD DE JUEGO COM PETICIÓN INDIVIDUAL O POR EQU I POS CLASIFICACIÓN DEL TORNEO ANTECEDENTES DEL RIVAL PRESIÓN DEL TIEMPO

EL FACTOR HUMANO

MATERIAL

FUERZA ABSOLUTA

L:

CAMBIOS

FACTORES POSICIONALES

SU PROPIO ESTILO Y CARACTERÍSTICAS

ESPACIO

ESTILO Y CARACTERÍSTICAS DEL OPONENTE

ESTRUCTURA DE PEONES CONTROL DE CASILLAS Y

CIÓN TRAS EL CAMBIO

COLUMNAS CLAVE

DE DAMAS

CONTROL DEL CENTRO

INICIATIVA

FUERZA RELATIVA VELOCIDAD DE DESPLIEGUE COORDINACIÓN DE PIEZAS POS ICIÓN DEL REY

El factor humano debe considerarse en la toma de decisiones, para acomodar la influencia entre los jugadores que se disponen a implementar la estrategia en el j uego práctico. Es crucial que haya una correspondencia entre los requerimientos de la posición y la capacidad del jugador. A la inversa, también puede ser una buena estrategia entrar en posiciones que no le gustan al oponente. Si conoce usted a su rival por su preparación o por partidas anteriores, este conoci­ miento es un importante ingrediente en la toma de decisiones estratégicas. La consecuencia de este enfoque es que dos jugadores diferentes que evalúen la misma posición pueden llegar a conclusiones muy distintas en cuanto a si es o no una buena posición para ellos. No se trata ya de evaluaciones "obj etivas" con el dictamen " las blancas están ligeramente mejor" . Esa sólo será la evaluación de los tres factores ajedrecísticos: material, iniciativa y factores posicionales, pero no debería ser el veredicto final en cuanto a si es la mejor forma de proceder para las blancas, dadas las características de los dos jugadores que se sientan ante el tablero . En el capítulo 3 comen­ taremos este pensamiento en mayor detalle, y en los capítulos 4-7 las características de cuatro tipos distintos de jugadores. Espero que pueda usted identificarse con uno de estos tipos. La clasificación también es muy útil al prepararse para jugar contra un oponente concreto. Los factores ambientales son el resultado de que el ajedrez está jugándose conforme a un sistema abierto. Aunque la partida en sí puede considerarse un sistema cerrado -todo se decide en el tablero-, las decisiones de los jugadores se ven afectadas por diversas consideraciones, algunas de las cuales están mencionadas en el modelo, pero esta lista no es exhaustiva, lo mismo que

LOS FACTORES QUE INTEGRAN LA ESTRATEGIA AJEDRECÍSTICA

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otros subelementos pueden añadirse a los demás factores. Sin embargo, éstos son, en mi opinión, algunos de los elementos externos más importantes que influyen en las decisiones de los jugado­ res en una partida de competición. ¿Quién no se ha encontrado en la situación de que el interés de su equipo, en un torneo por equipos, influya sobre su propio juego? ¿O cuando la clasificación del torneo hace que juegue usted de modo distinto a cómo lo hubiera hecho normalmente? Creo que estaremos todos de acuerdo en que tales factores influyen ocasionalmente nuestras decisiones ante el tablero. Mi intención es ayudarle a tomar en tales casos la decisión correcta, y ese es el objeto del capítulo 8 de este libro. Habría que decir algunas palabras acerca de la utilización del modelo. Los cinco factores deberían considerarse como un sistema de valores coherente. El objetivo es encontrar la combi­ nación que permita el mej or "resultado" final. Cuando consiga usted la puntuación final más alta, habrá encontrado su estrategia óptima. Esto puede sonar un tanto abstracto, pues supongo que algunos jugadores conceden valor a los distintos elementos durante una partida de torneo. Pero eso es lo que sucede durante la partida. Cuando usted asume un peón aislado a cambio de activo juego de piezas, está haciendo una concesión en el factor posicional y ganando algo en el parámetro iniciativa. Evidentemente, el objetivo final es ganar algo en uno de los parámetros sin entregar nada en ninguno de los demás, por ej emplo, ganar un peón sin compensación alguna. Los jugadores fuertes tienen mucha experiencia para entender estos continuos intercambios y emplearlos para superar a j ugadores menos fuertes. Un cierto número de pequeñas concesiones en muchos casos en el factor posicional, puesto que es a menudo el más dificil de captar para jugadores inexpertos- eventualmente pueden convertirse en una significativa ventaja y, al final, en un punto entero. Mi propósito aquí es presentar un modelo que pueda ayudarle a entender y mantenerse en sintonía con lo que está ocurriendo a lo largo de la partida. La atención al des­ plazamiento en los cinco factores del modelo puede ayudarle a ceder ventajas a cambio de nada. Cuando entrega usted algo -digamos, los dos alfiles- debería preguntarse a sí mismo: "¿Qué ob­ tengo a cambio, a corto y largo plazo?" . S e ha escrito mucho acerca de los tres principales factores ajedrecísticos (material, iniciativa y factores posicionales) y, en consecuencia, no comentaré aquí, de forma explícita, tales factores. Sin embargo, de forma implícita estarán presentes en los numerosos ejemplos que encontrará en los capítulos que siguen. Me he centrado en debatir en detalle los dos factores que considero han recibido una inadecuada atención en la literatura sobre estrategia ajedrecística: el factor humano y los factores ambientales. El factor humano es claramente el más importante, de modo que nos concentraremos en él en los capítulos siguientes.

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FUNDAMENTOS DE LA ESTRATEGIA AJEDRECÍSTICA

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Los rivales: el papel del factor humano El elemento fundamental, común a toda estrategia, es el choque entre antagonistas decididos e inteligentes, ya sean enemigos en la guerra o competidores en los negocios (o jugadores en una partida de ajedrez) Clausewitz, Sobre estrategia

A pesar de las diferencias inherentes a los negocios, la guerra y el ajedrez, estas disciplinas tienen una cosa en común: la estrategia. Por tanto, es interesante y útil relacionar el pensamiento de los negocios y la estrategia militar con el ajedrez. Como ya he dicho en los capítulos precedentes, la estrategia trata, sobre todo, de competición. Sin competición no habría necesidad de estrategia. En tal caso, la planificación sería un mero ejercicio de optimización. La clave es que la competición afecta a la planificación, debido a la incertidumbre con que las elecciones y las acciones competitivas tienen lugar. Es posible que muchos consideren esta incertidumbre como un molesto aspecto de la planificación estratégica, pero en realidad la incertidumbre concede al verdadero estratega su gran oportunidad de ocupar un lugar en el sol, pues tales situaciones son las que requieren una comprensión profunda, in­ tuición y capacidad de pensamiento creativo que pueden superar el cálculo concreto y la acu­ mulación de datos. "Competición" es el término empleado en las discusiones estratégicas en los negocios. En la estrategia militar esto equivale al enemigo y en ajedrez al oponente. Creo que el oponente juega un papel crucial en ajedrez, en el diseño estratégico. Los j ugadores de una partida de ajedrez son seres humanos (olvidémonos por un segundo de los ordenadores), y las elecciones que realizan están influenciadas por su formación, experiencia, autoconfianza, personalidad, etc. Esto sig­ nifica que la elección correcta en una determinada posición para un jugador no lo es para el otro, debido a su diferente personalidad y estilo ajedrecístico. Por consiguiente, no existe la mejor elección en una posición (estratégica), no existe un patrón común a todos los enfoques. La elección de plan correcta en una determinada posición no debería estar determinada sólo por razones puramente ajedrecísticas. No es suficiente con evaluar el material, la iniciativa, la es­ tructura de peones y otras consideraciones estructurales genéricas, pues estas consideraciones de­ berían contrastarse con las características de los dos contrincantes. El estilo y personalidad de los combatientes deberían ser incluidos también en el proceso de decisión. Esto significa que ten­ drían que abandonar la asunción de que en una posición estratégica determinada, hay una mejor forma de jugar, que debería ser elegida por cualquier jugador en la posición dada contra cualquier oponente que se siente al otro lado del tablero. La asunción de que el ajedrez se juega en un tablero y contra piezas debería abandonarse y ser reemplazada por un enfoque que tenga en cuenta que el ajedrez es jugado entre contrincantes y que el obj etivo es ganar la partida contra este particular oponente. La consecuencia de esto es que, en una posición dada, la estrategia co­ rrecta puede ser diferente contra dos distintos rivales con estilos diferenciados. Tomemos el ejemplo de dos jugadores igualmente fuertes, pero con diferente estilo: uno es

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sólido y posicional, y el otro un agudo jugador de ataque. El jugador posicional debería sopesar los defectos en su estructura de peones a cambio de la iniciativa de forma distinta a como lo haría el jugador agresivo cuyo fuerte es el j uego de ataque. Estos dos deberían reconocer sus dife­ rencias y evaluar la misma posición de forma diferente, sin prestar excesiva atención a la eva­ luación "correcta" que los expertos realizan de dicha posición. Este enfoque seguramente les permitirá conseguir los mejores resultados prácticos. ¿Quién no ha estado en la situación de tener una posición en el tablero que sabía que era obj etivamente buena, pero se sentía incómodo, porque la posición no encajaba en su estilo? Sea honesto, ¿qué tal le ha ido en esos casos? Como es obvio, hay muchas posiciones en las que sólo hay una forma correcta de jugar. Pero tales posiciones no son realmente "estratégicas" en el verdadero sentido del término. En las po­ siciones estratégicas, hay una variedad de opciones que están afectadas por la influencia de las elecciones del oponente. Si (o cuando) en algún punto los ordenadores fuesen capaces de determinar con exactitud la j ugada correcta para realizar ("que conduzca al mate en 47 movi­ mientos"), el ajedrez dej aría de ser un j uego estratégico. Afortunadamente, no parece que eso va­ ya a suceder en un futuro próximo. Recuerdo un viej o comentario de Tal, en el que se refería a una dificil elección que tuvo que hacer en una posición complicada, en la que se encontraba presionado y también acuciado por el reloj . En un momento dado, tenía la opción de cambiar piezas y entrar en un final de torres (de tablas teóricas), de 3 peones contra 4 en el mismo flanco. Muchos jugadores seguramente habrían elegido esta opción, pero Tal prefirió mantener las piezas en el tablero, porque "el final de torres requiere una precisión técnica que no estaba seguro de dominar, en apuros de tiempo" . ¡ Esto demuestra que era un j ugador que conocía sus puntos fuertes y débiles ! Tal sabía que las posi­ ciones técnicas no eran su punto fuerte (aunque, por supuesto, también las jugaba bien, pues de otro modo no habría llegado a campeón del mundo), mientras que en posiciones complicadas, no tenía por qué temer a nadie (ni siquiera en apuros de tiempo). En tales complicaciones podía em­ plear su tremendo sentido de la iniciativa, es decir, su verdadera capacidad esencial. Este capítulo indagará en las formas de incorporar estas "consideraciones humanas" a la toma de decisiones en ajedrez. Pasaremos revista a cierto número de herramientas que puede usted uti­ lizar para decidir sobre su "estilo ajedrecístico" y "enfoque hacia el juego" y el de sus futuros oponentes. Este conocimiento podrá entonces ser puesto a prueba en la evaluación de posiciones y para decidir las acciones estratégicas oportunas. Comencemos examinando un sencillo ejem­ plo de esta forma de pensar. Echemos un vis­ tazo a la conocida posición siguiente:

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Esta posición del Gambito de Dama, Va­ riante del Cambio, se ha visto en millares de partidas, incluso al más alto nivel y, sin em­ bargo, no se ha llegado a un consenso general acerca de cuál es el plan más acertado para las blancas. Algunos jugadores prefieren 9 . tLl f3 , seguido d e 1 0.0-0, y u n clásico ataque d e las minorías con el avance b4-b5 . Otros juegan 9.lLige2, seguido de una ulterior expansión en el centro, con f3 y e4 y, por último, otros juga­ dores prefieren enrocar largo y emprender un ataque al enroque negro. ¿Qué podemos decir nosotros, simples mor­ tales, cuando ni siquiera campeones del mun­ do, como Karpov y Kasparov, se ponen de acuerdo acerca del "plan correcto"? Lo que no deberíamos hacer, en cualquier

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caso, es preferir un plan en detrimento de los demás sólo porque, por ejemplo, "Kasparov es mi jugador favorito y quiero jugar como él lo hace" . En lugar de eso, es preferible indagar dentro de usted mismo para determinar cuál de esos planes encaj a mej or en su estilo: si el posicional ataque de minorías, juego activo en el centro o una decidida apuesta por el ataque. De qué modo puede determinar su estilo en ajedrez es el tema de este capítulo. Karpov y Kasparov son muy conscientes, por supuesto, de sus puntos fuertes y débiles. No es, sin duda, una coincidencia que Karpov elija normalmente aquí 9. lt:'i f3 y juego posicio­ nal, mientras que Kasparov prefiere 9.llige2 y un activo j uego en el centro. Estos enfoques divergentes les han reportado a ambos imme­ rosas victorias. Según las estadísticas de mi base de datos, Karpov tiene casi un 80% de puntuación contra adversarios de la elite mun­ dial en "su" línea, mientras que Kasparov ¡ casi alcanza el 90% en la "suya" ! Pese al increíble talento de ambos, dudo mucho de que pudie­ sen conseguir la misma puntuación si cada uno de ellos j ugase " la" variante del otro. Ob­ viamente, seguirían obteniendo un buen resul­ tado, pero no creo que su rendimiento fuese tan alto. El estilo personal de un ajedrecista ejerce un fuerte impacto sobre su j uego. Afecta a la elección de apertura, a la evaluación de posi­ ciones y a la elección de plan estratégico, en particular en el medio juego. Una perfecta identificación de su estilo de juego y del de su rival en determinada partida le permitirá reali­ zar las elecciones correctas o, al menos, mej o­ rarlas considerablemente. Recuerde aquí que el objetivo es el resul­ tado, es decir, ganar la partida. No se conce­ den puntos por partidas "divertidas" o " inte­ resantes" . ¡ Lo que importa es el resultado ! Es­ to significa que si un jugador es, por natura­ leza, sólido -algunos dirían que aburrido-, en­ tonces debería jugar posiciones sólidas. Ten­ dría que elegir aperturas sólidas y adoptar conscientemente este conocimiento al evaluar posiciones y en la elección de plan. A la in­ versa, por supuesto, en el caso de j ugadores con habilidad natural para desenvolverse en

posiciones complicadas, deberían adoptar aper­ turas agudas, buscar posiciones complicadas del medio j uego y tener en cuenta las carac­ terísticas de su estilo al decidir las acciones a tomar. Este enfoque se parece a la estrategia de dentro afuera, conocido como "enfoque basa­ do en recursos", y que hemos comentado en el capítulo 1 . En lugar de examinar la posición y elegir sólo de forma "objetiva" cuál es la es­ trategia correcta (un enfoque de fuera aden­ tro, que asume que la organización/jugador tiene las competencias necesarias para imple­ mentar el plan), el enfoque basado en los re­ cursos considera las competencias de la or­ ganización como punto de partida para exa­ minar el mercado/posición en que tales recur­ sos puedan ser optimizados. En una ocasión oí decir a un profesor de estrategia en los ne­ gocios que "es mej or ser bueno en una in­ dustria mierdosa que mediocre en una indus­ tria floreciente" . La misma reflexión puede aplicarse al ajedrez: es mejor tener una posi­ ción igualada ( ¡ o incluso ligeramente infe­ rior ! ) que una posición ligeramente mejor en la que el jugador no sabe cómo proceder. Permítame ilustrar este punto brevemente con dos partidas mías. En la primera de ellas, jugada en el desempate por el Campeonato de Dinamarca de 1 994 contra Curt Hansen, traté de sorprender a mi oponente planteando la Si­ ciliana Abierta, que nunca había jugado antes del match. Pese a obtener una mejor (y tal vez incluso ganadora) posición, no estaba familia­ rizado con ese tipo de posición, y tenía una sensación general de incomodidad al j ugar po­ siciones complicadas, por lo que perdí el rum­ bo y la partida. En la segunda partida, me atu­ ve a mis competencias esenciales y busqué una posición sólida y tranquila -aunque eso significase renunciar a toda posibilidad de ob­ tener ventaja significativa de apertura con blancas-, y en definitiva logré vencer al fuerte GM Sergei Movsesian, quien, por su parte, es mejor en posiciones complicadas. La clave reside en que no fue la posición del tablero en el medio j uego estratégico lo que decidió estas dos partidas. Juzgue por sí mismo.

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L. B. Hansen - Curt Hansen Campeonato de Dinamarca, Gladsaxe 1 994 Desempate ( l ª partida) 1 .e4 c5 2.�f3 d6 3.d4 cxd4 4.� xd4 � f6 5.�c3 a6 6.i.e2 e6 7.0-0 � bd7 S.f4 b5 9.a3 J.b7 to.i.f3 ges 1 1 .Wel e5 12.�f5 g6 13.�e3 exf4?

Un error, que permite a las blancas lanzar un peligroso ataque. Lo correcto es 1 3 . . . ig7, con juego complicado. 14.e5! J.xf3 14 . . . dxe5 1 5 .ixb7 �b8 1 6.ixa6 fxe3 l 7.ixb5 es claramente mejor para las blancas. 15.exf6 � e5 16.gxf3 fxe3 1 7.f4 � g4 1 S.i.xe3 @d7

Jugada única, pues 1 8 . . . �xf6 falla, por 1 9.ib6+ We7 20.Wh4, con la mortal amenaza �e l . Con el rey negro atascado en el centro, a un jugador dotado para el ataque, como Jobo

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Nunn, Alexei Shirov o Jonny Hector (todos ellos antiguos compañeros míos de equipo en la Bundesliga, donde les he visto derrotar una y otra vez a sus oponentes de tumo con ata­ ques demoledores), sólo le llevaría algunas ju­ gadas asestar el golpe letal, pero yo no supe hacerlo. La forma más clara seguramente era 1 9.lll d5 ! Por ejemplo: 1 9 . . . �xc2 20.�c l �xc l + 1 .Wxc l , y las blancas penetran por la colum­ na "c", o bien 1 9 . . . �c6 20.a4 ! , abriendo la co­ lumna "a" . Tampoco da resultado 1 9 . . . tll xf6?, por 20.ib6. Sin embargo, yo comencé a ma­ niobrar sin sentido, e incluso me las arreglé para perder rápidamente. 19.J.d4? � xf6 20.Wh4 J.g7 2 1 .Wh3+ @c7 22.gad l ? ! Retirar l a torre d e l a columna " a " e s iló­ gico. Después de 22.ixf6 ixf6 23.lll dS+ @b8 24.c3, seguido de a4, las blancas dispondrían de buen juego por el peón. Con la textual, sin embargo, empiezo a perder pie. 22 ... @bs 23.Wf3 ges 24.gf2 Wd7 25.J.e5 ge6 26.�a2 � es 27.J.xg7 � xg7 2S.�b4 Wb7 29.gd5 �f5 30.Wd3 gel+ 3 1 .gn Wb6+ 32.@hl gceS 33.�xa6+!? @a7! 34.�b4 Wf2 ! 35.�c6+ @as Las blancas se rindieron.

L. B. Hansen - Movsesian Bundesliga 1 996-97 1.�f3 � f6 2.g3 c6 3.i.g2 g6 4.b3 J.g7 5.i.b2 0-0 6.0-0 d6 7.d4 J.g4 S.�bd2 � bd7 9.gel ges 1 0.a4 Wc7 1 1 .h3 J.xf3 1 2.exf3 e5 1 3.dxe5 dxe5 1 4.�c4 � d5 1 5.Wd2 � 7b6 1 6.� xb6 axb6 1 7.gad l gadS l S.Wcl En el mejor de los casos, las blancas sólo tienen una mínima ventaj a de apertura, pero nada apreciable. Sin embargo, me gustan las posiciones con los dos alfiles, mientras que Movsesian prefiere posiciones más compli­ cadas. Por otro lado (y en tanto que j ugador con más alto Elo: 2630 vs 2545), seguramente quería j ugar a ganar, lo que no es fácil en tales posiciones. No se debió a razones obj etivas que el GM eslovaco perdiese esta partida. Se debió al aspecto humano, extraaj edrecístico, de la partida.

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18 ...f6 1 9.h4 its 20.ifl ib4 2 1.c3 its 22.ic4 ©g7 23.©g2 Wc8 24.Wc2 � e7 25.i.cl �hdl 26.l:bdl l:'M8 27Jhd8 Wxd8 28.f4! Abriendo la posición para los alfiles, aun­ que las negras siguen sin tener mayores pro­ blemas. 28 ... exf4 29.i.xf4 lll d5 30.id2 Wd6 3 1 .We4 ie7 32.h5! f5? Esta jugada concede más espacio a los alfiles y debilita al propio rey. 33.We2 if6?! 34.We8!

Amenaza 3 5 .h6++. 34 ... gxh5 35.Wxh5 En pocas j ugadas, la posición negra ha pa­ sado de ser ligeramente peor a crítica, si no perdida. La jugada que sigue, en apuros de tiempo, pierde pieza y acelera el fin. 35 ...ixc3? 36.Wg5+ ©h8 Otras jugadas no sirven de ayuda: 36 . . . 'it>f8 3 7.ixc3 lt:lxc3 3 8 .Wg8+ 'it>e7 39.Wi'g7+, o bien 36 . . . Wi'g6 37 .ixc3+ lt:l xc3 3 8 .Wi'e7+ 'it>h6 39.Wi'e3+. 37.i.xc3+ Las negras se rindieron. Dos partidas muy diferentes, en las que la batalla principal no se decidió en el tablero, sino fuera de él : en el estilo y personalidad de los rivales. Esto no sólo se ve en partidas de Grandes Maestros "normales", sino incluso a nivel de Campeonato del Mundo. Consideremos dos eventos muy conocidos, en los que creo que el factor humano tuvo un importante impacto so­ bre el resultado final.

El factor humano y el Campeonato Mundial El aspecto humano del juego es importante in­ cluso al más alto nivel. Consideremos el impacto que el factor humano ejerció en dos de los acontecimientos históricos del ajedrez de los pasados veinte años: cuando Kasparov ganó el Campeonato Mundial a Karpov, en 1 985, y cuando, a su vez, Kramnik arrancó el titulo a Kasparov en 2000. Obviamente, hay buen número de razones aj edrecísticas para ta­ les desenlaces, pero aquí me centraré en el as­ pecto humano de aquellos encuentros. Debo hacer la salvedad de que se trata, por supues­ to, de mi interpretación de los eventos, en tan­ to que observador externo a los mismos. El primer match Karpov - Kasparov ( 1 98485) se disputó a seis victorias, sin contar tablas. Como es bien sabido, el match fue cancelado por el Presidente de la FIDE, Cam­ pomanes, después de 48 partidas, con el mar­ cador en 5-3, a favor de Karpov. Deteniéndonos en el match, Kasparov era el joven y agresivo aspirante, que había ba­ rrido a la viej a guardia (derrotando a Beliavs­ ky por 6-3 , a Korchnoi por 7-4, y a Smyslov por 8,5-4,5) en los matches de Candidatos. Pero en el primer match con Karpov tuvo pro­ blemas. Al ganar la 38, 6ª, 7ª y 9" partidas, Karpov tomó una apabullante delantera (4-0). Luego siguieron ¡ 1 7 tablas ! , antes de que Kar­ pov ampliase su ventaja a 5-0, al ganar la 27 ª partida. Muchas partidas de las primeras fases del match se jugaron en "territorio Karpov" , es decir, posiciones técnicas en las que las par­ tidas se deciden por pequeños matices. Mu­ chas de las partidas de Kasparov, con blancas, fueron tablas relativamente rápidas. Típica de la primera parte del match fue la forma en que Karpov ganó las partidas 9" y 27ª.

Ver el diagrama siguiente Las blancas tienen una ligera ventaja, dado que cuentan con el mej or alfil (todos los peo­ nes negros están situados en casillas que obs­ truyen el j uego de su alfil) y una superior es­ tructura de peones ( . . . b5 ha creado agujeros en

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las casillas negras del flanco de dama). Con todo, Kasparov seguramente esperaba hacer tablas en este final.

Karpov - Kasparov Campeonato Mundial, Moscú 1 984/85 (9") Pero tales posiciones son el terreno de Kar­ pov, que es extremadamente fuerte en percibir y explotar los más delicados matices posicio­ nales, mientras que las principales cualidades de Kasparov (sobre todo, en aquel momento de su carrera) son el j uego dinámico y el cál­ culo concreto. Así, Kasparov debería abste­ nerse (en la medida de lo posible) de tales po­ siciones y buscar "su" tipo de posiciones. En realidad, eso fue lo que hizo en sus matches posteriores con Karpov. En lugar de elegir la Defensa Tarrasch (como en esta partida), o la Ortodoxa en el Gambito de Dama Rehusado (como en muchas otras partidas con negras del primer match, en que Karpov abrió l .d4 ), Kasparov pasó a las dinámicas defensas Grün­ feld e India de Rey, que, en mi opinión, en­ cajan mucho mej or en los puntos fuertes re­ lativos de Karpov y Kasparov. 36 ... ©e7 37.tll a2 Aes 38.tll b4 ©d6 39.f3 tll gs 40.h4 lll h6 4 1 .©n tll rs 42.tll c2 f6 43.i.d3 g5! ? Permitir e l cambio que sigue es, por prin­ cipios, peligroso, pues deja a las blancas con caballo bueno contra alfil malo. 44.i.xf5 .ixf5 45.tll e3 i.bl 46.b4 gxh4? ! A Kasparov y s u equipo debe habérseles escapado, en su análisis de la posición apla­ zada, la jugada siguiente.

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47.tll g2 ! ! Mucho más fuerte que 47.gxh4. E l rey blanco necesita la casilla "h4", algo considera­ blemente más importante que la pérdida mo­ mentánea de un peón. 47 ... hxg3+ 48.©xg3 ©e6 49.tll f4+ ©rs 50.lll xh5 ©e6 51.tll f4+ ©d6 52.©g4 i.c2 53.©h5 .idl 54.©g6 ©e7 55.lll xd5+? ! Lógico, pero análisis posteriores (por ejem­ plo, los de Bent Larsen en la revista danesa Skakbladet) indican que era más preciso dejar este peón para más tarde y jugar 5 5 . lt:i h5 ! La clave es la misma que con 47. lt:i g2 : el rey negro obtiene una casilla y potencial contra­ juego por la ruta "d5 " y "c4" . 55...©e6 56.tll c7+ ©d7 57.lll xa6 i.xf3 58.©xf6 ©d6 59.©f5 ©d5 60.©f4 .ihl 61 .©e3 ©c4 62.tll c5 ic6 63.tll d3 ig2 64.lll e5+ ©c3 65.tll g6 ©c4 66.tll e7 .ib7 67.lll f5 .ig2 68.tll d6+ ©b3 69.tll xb5 ©a4 70.tll d6 Las negras se rindieron. Karpov - Kasparov Campeonato Mundial, Moscú 1 984-85 (27ª) 1 .lll f3 d5 2.d4 lilf6 3.c4 e6 4.lll c3 i.e7 5.i.g5 h6 6.i.xf6 i.xf6 7.e3 0-0 8.Wc2 c5 9.dxc5 dxc4 to.i.xc4 Wa5 1 1 .0-0 ixc3 12.Wxc3 Wxc3 13.bxc3 tll d7 14.c6 bxc6 1 5 J:fabl tll b 6 1 6.i.e2 c5 1 7.gfc l .ib7? ! 1 8.©fl

Esta partida siguió a una serie de 1 7 tablas. En sus comentarios a la misma, Bent Larsen escribió: "En este punto, Karpov está plena-

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mente concentrado, mientras Kasparov piensa que van a producirse las tablas nº 1 8 de la serie". Esto describe, de forma excelente, los estilos de Karpov y Kasparov en 1 984. Desde luego, las negras deben tener aquí cierto cui­ dado, pues las blancas están mejor desarro­ lladas y les resulta más fácil atacar los peones negros del flanco de dama que al revés. Al mismo tiempo, es en este tipo de posiciones donde juega mej or Karpov, mientras que Kas­ parov -a los 2 1 años- quizá estaba pensando ya en su siguiente partida con blancas. Es asombrosa la rapidez con que esta aparente­ mente inocua posición se convierte en gana­ dora para las blancas. 18 .. .i.dS? ! 1 9J�b5! tlid7 Después de 19 ... ixa2?? 20.c4, el alfil ne­ gro queda atrapado. 20.gas gtb8 2 1 .c4 ic6 22.lli el ! gb4 23.idl gb7 24.0 gd8 25.tlid3 gS 26.i.b3 ©f8 27.lli xcS lli xcS 28.gxcS gd6 29.©e2 ©e7 30.gdl �hdl 3 1 .©xdl ©d6 32.gas En la jugada 59 Karpov impuso, final­ mente, su ventaj a material. Creo que Kasparov aprendió mucho de su primer match con Karpov. En mi opinión, la experiencia convirtió a Kasparov en un juga­ dor aún más fuerte en el sentido plenamente ajedrecístico, pues las lecciones del match hicieron de él un jugador universal, capaz de refinar su comprensión posicional al "estu­ diar" a Karpov en partidas reales. En las entre­ vistas, Kasparov ha declarado que aprende rápido, y los acontecimientos tras el primer match K-K así lo han confirmado. Pero lo que aprendió no sólo está relacionado con el aje­ drez en sí, pues tal como yo lo veo Kasparov aprendió también a apreciar el aspecto hu­ mano del ajedrez al analizar las partidas de ese match. Durante el match, Kasparov segu­ ramente estaba convencido de que podría ga­ nar basándose exclusivamente en la fuerza ajedrecística, pero ese no era el caso. Vencer a un gigante como Karpov requiere algo más (aunque también su rival sea un gigante). Es necesario indagar profundamente en uno mis­ mo y el contrincante, y buscar aperturas y po­ siciones que reflejen la fuerza respectiva de

ambos j ugadores. Eso fue lo que Kasparov hi­ zo en los matches posteriores, y creo que es una de las razones por las que, eventualmente, resultó vencedor de esos épicos encuentros. La tendencia se aprecia con claridad en sus partidas posteriores, con negras, contra Kar­ pov. Kasparov buscó posiciones dinámicas y juego activo, incluso con negras. Atrás que­ daron los días de jugar a tablas con el Gam­ bito de Dama Rehusado, algo demasiado peli­ groso ante un jugador supertécnico como Kar­ pov. Echemos un vistazo a un breve, pero emo­ cionante ejemplo del quinto match ( 1 990).

Karpov - Kasparov Campeonato Mundial, Lyon/Nueva York 1 990 ( 1 1 ") 1 .d4 lli f6 2.c4 g6 3.llic3 i.g7 La otra defensa dinámica que Kasparov planteaba a menudo aquellos años era la Grünfeld (3 . . . d5), que dio lugar a numerosas luchas interesantes entre las dos grandes "K" . 4.e4 d 6 s.tti o 0-0 6.i.e2 e s 7.i.e3 exd4 8.lli xd4 ges 9.0 c6 1 0.ftd2 Kasparov considera, por lo visto, que el sacrificio de calidad que sigue es teóricamente correcto, pues con blancas prefirió evitarlo. En su partida rápida con el niño prodigio no­ ruego Magnus Carlsen (Reykjavik 2004), pre­ firió la más tranquila 1 O.if2, obteniendo una prometedora posición, después de 1 0 . . . d5 l l .exd5 cxd5 1 2.c5 tt:lc6 1 3 .0-0 tt:lh5 1 4.'\Wd2 ie5 1 5 .g3 ih3 (parece que la más habitual, 1 5 . . . tt:l g7 , es mejor aquí, a fin de oponerse al bloqueo blanco en la casilla "d4") 1 6.füe l tt:l g7 1 7 .�ad l �c8 1 8 . tt:l db5 ! a6 1 9. tt:ld6 ixd6 20.cxd6. 10 ... dS 1 1 .exdS cxdS 1 2.0-0 lli c6 13.cS Antes de la presente partida, se pensaba que esta línea concreta daba a las blancas una pe­ queña, pero duradera ventaja, debido a su me­ jor estructura de peones y al control de "d4". La siguiente jugada de Kasparov creó todo un nuevo cuerpo teórico, acerca de este tipo de posición. El material se considera menos importante que el control de las casillas ne­ gras.

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13 .. J:be3 ! ? 1 4.Yfxe3 tff8! 1 5.tlJ xc6 La jugada más natural, pues las blancas conservan su peón de "c5 " , pero al mismo tiempo refuerzan el centro negro y abren la columna "b". Tentativas ulteriores por refutar el agudo sacrificio de calidad de Kasparov se han centrado, sobre todo, en entregar el peón de "c5 " a cambio de tiempo para consolidar. Tras 1 5 .tlJcb5 Wfxc5, la partida entre Gelfand y Kasparov, Linares 1 992, siguió así : 1 6.E'.ac l Wlb6 1 7.Wff2 i.d7 1 8 .füd l E'.e8 1 9.i.fl i.h6 20.E'.c3 lLib4, y las negras lograron compensa­ ción más que suficiente, ganando en 60 ju­ gadas. Poco después de esta partida, tuve más éxito en mi partida contra Peter Heine Niel­ sen, del Campeonato de Dinamarca de 1 992, en la que seguí la recomendación de Seirawan 1 6.1Mlf2 ! , y tras 1 6 . . . Wlb6 1 7.E'.ad l id7 1 8 .lLib3 1Mixf2+ 1 9.@xf2 a6? ! 20.lLic7 E:c8 2 1 .lLi xd5 lLixd5 22.E'.xd5 i.e6 23 .E'.d2 lLi b4 24.E'.c l ! , logré neutralizar l a iniciativa de las negras e imponer mi ventaj a material . Sigo creyendo que este esquema es una de las mejores opcio­ nes para las blancas contra la línea 1 3 . . . E:xe3 . 15 ... bxc6 1 6.@hl l:!b8 1 7.tlJa4 l:!b4! Con una buena utilización de las casillas negras. 18.b3 .ie6 1 9.tlJb2 lLi h5 20.tlJd3 l:!h4! 2 1 .'iff2 tfe7 22.g4 Esta jugada conduce a tablas forzosas, pero las blancas no tenían nada mej or en este mo­ mento. 22 .. ..id4! 23.tfxd4 gxh2+ 24.d;>xh2 'ifh4+ Tablas por j aque perpetuo.

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Kasparov ganó el título mundial en 1 985, y lo retuvo durante 1 5 años, hasta perderlo ante Kramnik, en Londres 2000. Kramnik ganó (8,5-6,5) sin perder ninguna partida, ganando la 2ª y 1 ü8 partidas del match. El resultado constituyó una sorpresa para la mayoría de los observadores. Kasparov tenía (y sigue tenien­ do) unos 30-50 puntos Elo más que Kramnik, contaba con una importante experiencia en la lucha de match y un palmarés casi impecable en este tipo de encuentros (si nos olvidamos por un momento de las bestias electrónicas . . . ). Kramnik, por otra parte, se había mostrado un tanto vulnerable en el ajedrez de match, per­ diendo en 1 994 ante Kamsky (matches cla­ sificatorios de la PCA) y Gelfand (en el Can­ didatos FIDE) y, lo que es peor, ante Shirov, en 1 998, en el match programado para decidir el retador de Kasparov. Pero el match Kaspa­ rov - Shirov nunca llegó a materializarse, y Kramnik tuvo, en cambio, su oportunidad, de­ ando a Shirov muy molesto y frustrado. ¿Cómo consiguió Kramnik vencer a Kas­ parov en el match por el título mundial? Te­ niendo en cuenta los antecedentes menciona­ dos, fue una tarea formidable. Creo que las dos principales razones por las que Kramnik se impuso fueron éstas:

a) El profundo entendimiento de Kramnik del concepto de sostenibilidad de las ventaj as. Como se comentó en el capítulo 1, no siempre es suficiente contar con una ventaj a competi­ tiva, ni en los negocios ni en ajedrez. La ven­ taja debería ser sostenible, en el sentido de que debería ser posible mantenerla durante cierto tiempo, aunque los competidores (o los oponentes) traten de neutralizarla, o conver­ tirla en otras ventajas (lo que Capablanca lla­ maba transformación de las ventajas). b) La explotación de Kramnik del tema de este capítulo: el aspecto humano del ajedrez. Kramnik explotó su comprensión de los pun­ tos fuertes y débiles, tanto suyos como de Kasparov. Aquí le resultó útil a Kramnik ha­ ber actuado de segundo suyo durante el match por el título con Anand en 1 995 . Una asom­ brosa característica del match es el hecho de que en 8 de las 1 5 partidas, las damas se hu-

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biesen cambiado antes de la jugada 20. Creo que no fue una coincidencia, sino una parte in­ tegral de la estrategia de Kramnik en el match. En posiciones sin damas, Kramnik no es infe­ rior a Kasparov. Para que el juego dinámico de Kasparov fructifique, las damas son una parte vital de la ecuación. Estos factores se pusieron de manifiesto con la elección de defensa de Kramnik a l .e4. Su elección de la Defensa Berlinesa fue bri­ llante, y permitía encajar de forma magnífica los dos factores anteriores. Mientras que las blancas pueden disfrutar de alguna ventaja teórica a la salida de la apertura, esa ventaja no es muy sostenible ante un juego cuidadoso por parte de las negras, y sin damas sobre el tablero, Kramnik podía trabaj ar gradualmente en la neutralización de la ventaja blanca. Ya en la primera partida pudo verse la idea básica de este enfoque.

Kasparov - Kramnik Campeonato Mundial, Londres 2000 ( l ª) 1.e4 e5 2.tLlf3 lL!c6 3.ib5 lLi f6 4.0-0 lL! xe4 5.d4 lL!d6 6.ixc6 dxc6 7.dxe5 tL!f5 8.Wxd8+ ©xd8 9.lL!c3

Aquí tenemos el odiado "Muro de Berlín" . Visto desde una perspectiva clásica y pura­ mente ajedrecística, las blancas tienen ventaja, pues cuentan con una sana mayoría en el flan­ co de rey, y el rey negro puede sufrir cierta presión en el centro. Pero estas ventaj as no son necesariamente sostenibles. El rey negro

puede ocultarse en "b7", y la mayoría de peo­ nes puede bloquearse y perder así su dina­ mismo. La presente partida constituye un ejemplo de ello. Por otro lado, las negras cuentan con la pareja de alfiles, que también representa una ventaj a potencial a largo pla­ zo, en manos de Kramnik, quien a menudo ha sobresalido en el manejo de la pareja de al­ files. 9 .. .id7 Esta j ugada fue la elección de Kramnik en las partidas l ª y 3ª. Es lógico habilitar la casi­ lla "c8" para el rey. Sin embargo, en las parti­ das 9" y 1 3ª, eligió 9 . . . h6, llevando el rey a "e8 " . Esto muestra la versatilidad del "Muro de Berlín" y subraya el profundo razonamien­ to subyacente en la elección de Kramnik de la Berlinesa, como su arma principal contra l .e4 en este match. Aunque Kasparov y su equipo llegasen a descubrir algo concreto contra 9 . . ..id7, la apertura podría seguir jugándose, y la estrategia fundamental del match, en cuanto a buscar medios juegos sin damas, podría se­ guir vigente. 1 0.b3 h6 1 1 .ib2 �c8 1 2.h3 En la 3ª partida, Kasparov prescindió de esta j ugada y optó por la más directa 1 2.�ad l . Pero después de 1 2 . . .b6 l 3 . tLl e2 c5 1 4.c4 .ic6 1 5 .lll f4 'it>b7 1 6.lll d5 lll e7 1 7.füe l �g8 1 8 .lll f4 g5 1 9.lll h5 �g6 20.lll f6 i.g7 2 1 .�d3 .ixf3 22.�xf3 i.xf6 23 .exf6 lll c6, las negras lograron suficiente contrajuego para hacer tablas. 12 ... b6 1 3.l�adl lL!e7 ! 14.tLle2 lL! g6 1 5.tLlel ! h5! Las blancas planean expandirse en el flanco de rey, con f4-f5 , posiblemente con un opor­ tuno g4. Toda la atención de las negras está centrada en neutralizar este plan. Si tienen éxito, la ventaja inicial de las blancas se habrá evaporado, porque tal ventaja no era sosteni­ ble. Por otra parte, las blancas podrían tratar de transformar su ventaja de una mejor estruc­ tura de peones en alguna otra ventaj a. ¿Pero cuál? Las negras cuentan con los dos alfiles y un flanco de dama compacto, de modo que no es fácil para las blancas encontrar otras debili­ dades que poner a prueba en campo negro. 1 6.lLid3

LOS RIVALES: EL PAPEL DEL FACTOR HUMANO

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La inmediata 1 6.f4 se contesta bien con l 6 . . . tlih4. 16 c5 1 7.c4 a5 1 S.a4 h4! 1 9.tLlcJ .ie6 20.tLld5 ©b7 2 1.tLle3 gh5! Las negras han logrado su objetivo. Al avance f4 se responde ahora . . . tli e7, después de lo cual las blancas no pueden conseguir el deseado avance f4-f5 . La posición está ahora equilibrada, y rápidamente desemboca en ta­ blas. 22.i.c3 ges 23,gd2 ©es 24.f4 tli e7 25.tLlf2 tt:Jrs Tablas. . • .

La Defensa Berlinesa le garantizó a Kram­ nik cuatro importantes tablas con negras, y fue un factor clave en su eficiente estrategia de match. ¿Cuándo había sucedido que Kasparov no hubiese conseguido ganar ni una sola par­ tida de 1 5 , ocho de ellas con blancas? En un match largo por el Campeonato Mundial, no basta con tener una sola defensa contra l .e4. Se necesita disponer de una alter­ nativa. En el caso de Kramnik, esa alternativa fue la Variante Neo-Arkangelsk de la Ruy Ló­ pez, que, por lo que sé, Kramnik nunca había empleado antes. La Berlinesa sólo la había empleado en una ocasión, contra Topalov, en Wijk aan Zee 1 999.

de esta variante conduce a un final complejo con algunas posibilidades de ganar para las blancas. Otra elección de apertura en línea con la estrategia general de match de Kramnik. 1 0.axb5 tli xb3 1 1 .cxb3 axb5 1 2.gxaS .ixaS 13.tLl xe5 d5 La clave. El alfil de casillas blancas vuelve a sus obligaciones. 1 4.i.g5 Esta es la jugada más frecuente, que tam­ bién había sido empleada por Kasparov en una ocasión anterior, contra Shirov, en Linares 1 998. Otras jugadas no reportan gran cosa a las blancas. Veamos: 1 4.tli g4 dxe4 1 5 . tli xf6+ 'g7 51 .i>d3 .ieS! 52.ga5 i>f6 S3.gxdS i>xf5 S4. i>e3 f6 55.ges i>g4 56.ge4+ i>g3 57.i>e4 g4 Las blancas se rindieron, porque después de 5 8 . ©f5 ©f3 59. :B: xg4 ©e3, el peón "c" de­ cide el juego.

Troianeseu - Petrosian Bucarest 1 953 2S .. Jhe4! Actualmente, tales sacrificios posicionales de calidad son temáticos. Las negras obtienen aquí un peón central y una fuerte pareja de al­ files a cambio de una mínima inversión ma­ terial. 26.Axe4 .ixe4 27.� e2 d5 2S.�d4?! b4! 29.exb4 axb4 30.a4?! Probablemente fuese mejor hacer 30.axb4, liquidando la mayor cantidad de material po­ sible. 30 ...\Wa7 3 1 .Wfl ges! A pesar de su reputación de prudente ju­ gador posicional, Petrosian también era un fuerte táctico. Aquí, obviamente, no cae en la trampa 3 1 . . . \Wxa4? 32.tll xe6 ! fxe6 3 3 . :B: xe4 ! 32.b3 .if8 33.�bS \Wa6 34.We2 ti'b6+ 3S.i>fl ge3 ! ¡ Segundo sacrificio posicional de calidad en esta partida! Las blancas deben aceptar el obsequio, pues 36.lll d4 pierde, por 36 . . . ic5 37. :B: ed l ixd4 3 8 . :B: xd4 i.f3 . 36.� xe3 bxe3 37.ge2 \Wxb3 3S.geel i.b4! 39.g4 i.xe2 40.gxe2 \Wxa4 Aquí se aplazó la partida. Con tres peones por la calidad, las negras tienen, obviamente, una posición ganadora, aunque se requiere ju­ gar de forma precisa. 41.fS exf5 42.gxfS gS 43.h4 .ieS 44.hxgS �f4+ 4S.i>et \Wg3+ 46.i>dt \Wgl+ 47.\Wel �xel+ 4S.i>xel hxg5 49.i>e2 .id4!

Tres partidas con Spassky, de los matches por el Campeonato Mundial de 1 966 (ganado por Petrosian) y 1 969 (ganado por Spassky), probablemente sean las más famosas partidas de Petrosian con sacrificios posicionales de calidad.

Spassky - Petrosian Campeonato Mundial, Moscú 1 969 ( 1 1 ª) 30 ... ge4! 3 l .ti'd3 ges 32.i.f3 .ib4 33.Aa3 .ixa3 34.gxa3 � d6 35.gel fS 36.gaal �e4+ 37.Axe4 fxe4 3S.ti'bl \Wd7 39.ga2 geeS 40.� xe4 Eventualmente, Spassky gana calidad. De­ bido a la amenaza de invasión por la columna "c" y la diagonal "h3-c8", no tenía nada mejor. 40 ... dxe4 4 1 .dS! ? Sacrificando un peón a fi n de obtener columnas abiertas para las torres. 41 ...i.xd5 42.gdl e3 43.ge2 \Wh3 44.ggl \Wg4 4S.i>g2 \Wf3+ 46.©h2 \Wxe3 47.fS \We5 4S.gfl b4 49.f6 b3 so.gen e2 51.\Wet e3 S2.ti+ ©f8 S3.gf5 b2 54.\Wxb2 et\W 55.\Wxg7+! ? ©xg7 56.ggs+ Las blancas se rindieron.

CARACTERÍSTICAS DE LOS JUGADORES INTUITIVOS

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Spassky - Petrosian Campeonato Mundial, Moscú 1 966 (7ª) 24 ... lD xeS! 25.lD xg4 hxg4 Los dos peones compensan de sobra la ca­ lidad. 26.e4 i.d6 27.Wfe3 lDd7 28.i.xd6 Wfxd6 29.gd4?! Una mej or posibilidad era 29.f4. La textual invita a los peones negros a ponerse en mar­ cha. 29 ... es 30.gd2 f5! 3 1 .exdS f4! 32.We4 lDf6 33.Wfs+ �b8 34.f3 i.c8 35.Wbl g3 36.gel h3 37.i.fl gh8 38.gxh3 i.xh3 39.�gl i.xfl 40.�xfl e4! 4 1 .Wfdl lD g4 ! ! 42.fxg4 f3 Los peones alcanzan la gloria. ¡ Philidor es­ taría feliz! 43.gg2 fxg2+ Las blancas se rindieron.

Petrosian - Spassky Campeonato Mundial, Moscú 1 966 ( l ü3)

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2 1 . lD e3 ! i.xn Las negras deben aceptar el ofrecimiento, pues 2 1 . . .1'%xf4? 22.1'%xf4 \Wg5+ 23.:gg4 ! tt:l xg4 24.tt:l xg4 ixg4 25 .ixg4 Wxg4+ 26. � h l Wd4 (forzado) 27.:gg l + � h8 28.Wxd4+ cxd4 29.:gg4 conduce a un mej or final para las blancas. 22.gxn lD g6 23.i.g4 lD xf4? La única posibilidad era 23 . . . Wf6 ! , aunque las blancas están mejor después de 24 . .ie6+ � h8 25 .Wxf6+ :gxf6 26.f5 tt:le5 27.tt:le4. 24.gxf4 ! ¡ Segundo sacrificio d e calidad ! 24 ... gxf4 25.i.e6+ fü7 26.lD e4 Wh4 Después de 26 . . . :ga7 27.tt:lf5 Wf8 28 .Wf6, la amenaza tt:lh6+ es letal. 27.lD xd6 W/g5+ Esto permite un bonito remate, pero la línea 27 . . . 1.W e l + 28. � g2 Wxe3 29.ixf7+ ©f8 30.\Wh8+, ó 27 . . . :gaa7 28.tt:lxt7 :gxt7 29.tt:l f5 \Wg4+ (o 29 . . . We l + 30. � g2 We4+ 3 1 . � g3 We l + 32 .©h3 Wfl + 33Wg2+) 30.Wfg2 Wxg2+ 3 1 ©xg2 . conduce a un final fácilmente gana­ do por las blancas. 28.�h l ga7 29.i.xti+ gxti 30.WfhS+! ! Las negras se rindieron. Además de su legendario instinto para el sacrificio posicional de calidad, Petrosian es renombrado por lo que los críticos llamaban un juego "cauto" o, a veces, incluso "abu­ rrido". En mi opinión, sin embargo, Petrosian no era, por naturaleza, un j ugador cauto. Más bien creo que tenía un fantástico instinto para el peligro -quizá el mejor de toda la historia del ajedrez-, y eso le ayudaba a prever peli­ gros potenciales y a evitarlos, mucho antes de que llegasen a plantearse, o antes de que fue­ sen percibidos por sus oponentes (y los espec­ tadores). Si vemos una amenaza potencial del oponente, sería una locura no neutralizarla, ¡ pues no podemos contar con que nuestro opo­ nente no la haya visto ! Todos tratamos de contrarrestar las amenazas de nuestros adver­ sarios, y la única condición para que no lo ha­ gamos es que no las hayamos previsto. De modo que cuando se acusa a Petrosian de ser un jugador cauto, creo que está más cercano a

FUNDAMENTOS DE LA ESTRATEGIA AJEDRECÍSTICA

la verdad decir que veía o percibía ciertos peligros antes que su oponente. El instinto del peligro es una cualidad de la que a menudo hacen gala los intuitivos. Puede verse, por ejemplo, en partidas de Seirawan quien, en mi opinión, es muy fuerte en este aspecto del juego. En los círculos de ajedrez, a menudo nos referimos a jugadas preventivas (como las preconizadas por Petrosian) como profilác­ ticas. El término profilaxis fue introducido en ajedrez por Nimzovich, en su libro Mi sis­ tema, y Petrosian adoptó esta noción y la apli­ có a la estrategia práctica del ajedrez mejor que ningún otro jugador. Debería observarse que el término profilaxis se usa con más am­ plitud en nuestros tiempos (y en los de Petro­ sian) que en la época de Nimzovich. Hoy día, el término cubre las tentativas por prevenir los planes enemigos, mientras que Nirnzovich lo utilizó para describir bien a) la prevención de las jugadas liberadoras (de peones) del rival; o b) la superprotección de los propios puntos. John Watson ha llevado a cabo un debate en profundidad sobre estas definiciones, en Se­ cretos de la estrategia moderna. Un ejemplo típico del enfoque profiláctico de Petrosian de la posición es el que sigue, que me impresionó por su sencilla, pero pro­ funda conversión de la ventaja posicional con­ sistente en una mej or estructura de peones.

Petrosian - Yudovich Campeonato de la URSS por equipos Moscú 1 966 1.d4 tlJf6 2.c4 e6 3.tlJf3 d5 4.tlJc3 i.e7 5.i.f4 0-0 6.e3 c5 7.dxc5 tlJ c6 8.'1Bc2 i.xc5 9.a3 Be7 Actualmente, 9 . . . '1Ba5 es la jugada prin­ cipal. 10.i.gS! :Sd8 1 1.:Sdl dxc4 12.i.xc4 Esto era una novedad por entonces. En par­ tidas anteriores se había jugado l 2.:!'!xd8+ Wfxd8 1 3 .ixc4. Una de estas partidas fue la entretenida Euwe - Taimanov, Zurich (Candi­ datos) 1 95 3 : 1 3 . . . ie7 1 4.0-0 id7 1 5 .:!'!d l '1Be8 16.ixf6 ixf6 l 7 .tlJ e4 ie7 1 8. lli fg5 ! ? h6 ! ? 19. lli d6 ixd6 20.'1Bh7+ @f8 2 1 .:!'!xd6 hxg5

22.:!'!xd7 ! '1Bxd7 23 .'1Bh8+ @e7 24.'1Bxa8 Wd l + 25 .ifl '1Bb3 ! (las negras han emergido de las complicaciones con una mejor posición; sin embargo, las blancas consiguen crear con­ trajuego) 26.h3 '1Bxb2 27.a4 '1Bb6 28 .'1Bh8 ! @f6?! 29.h4 ! Wfc5 30.h5 ! g4 3 1 .h6 Wg5 32 .h7 ! (de pronto, son las negras quienes de­ ben luchar por mantenerse a flote) 32 . . . g3 ! 33 .'1Bg8 gxf2+ 34.@xf2 lli e7 ! 3 5 . h8'1B lli xg8 36.Wxg8 Wh4+, tablas. La sencilla jugada de desarrollo de Petrosian parece más fuerte. La dama negra está peor situada en "e7" que en "d8", pues el principal problema de las negras es la clavada de su caballo de "f6", que no puede deshacerse con . . . ie7 . 1 2. . .:Sxdl+ 13.Wxdl h6 1 4.i.h4 a6

1 5.i.d3 ! Profilaxis. Las negras pensaban seguir con l 5 . . . b5, pero ahora este avance se replicaría con 1 6. lli e4. 1 5 ...Wd8 16.0-0 i.e7 1 7.V!fe2 tlJ dS 18.i.xe7 Wxe7! ? Una dificil elección. Las negras asumen un peón "d" aislado, a fin de desarrollar su alfil de "c8" . La opción era retomar con uno de los caballos, conservando una sana estructura de peones, pero con el problema del alfil dama. 19.tlJxdS exd5 20.i.bl ! El alfil se traslada a "a2", atacando el peón de "d5 " . Al mismo tiempo, Petrosian coquetea con ideas como Wd3 , planteando amenazas sobre la diagonal. 20 i.e6 2 1 .:Sdl Vfff6 22.h3 :Sd8 23.tlJ d4 tlJ xd4 24.:Sxd4 :Sc8 25.Vffd 2 g6 26.i.a2 Vfff5 27.i.b3 ! •..

CARACTERÍSTICAS DE LOS JUGADORES INTUITIVOS

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Obsérvese el paciente juego de Petrosian. Ahora impide . . . E!:c2. 27... b5

Echemos un vistazo a esta posición, que contiene un problema típico del juego contra el peón central aislado : aun cuando haya con­ seguido bloquearse dicho peón, cambiar algu­ nas piezas e impedir contrajuego, no es fácil progresar, pues tras la eventual captura del peón en "d5 " , y los subsiguientes cambios ma­ sivos, las negras normalmente obtienen con­ trajuego con . . . E!:c2 (o . . . E!:c l + primero, y luego . . . E!:c2). En esta posición concreta, es prema­ turo 28 . .ixd5, por 28 . . . ' h? 29 . .ixd5 E!:c2 30 . .ixe6 ! , con idea de 30 . . . 1M/e5+ 3 l .f4, es bueno para las blancas. Así pues, las negras no tienen alternativa. 28 ...Wbt Disponiéndose, de nuevo, a responder a 29.ixd5 con 29 . . . E!:c2. Pero, una vez más, Pe­ trosian aborta el plan negro con una sorpren­ dente jugada preventiva. 29.'iÍ?g3 ! El rey está completamente seguro por de­ lante de sus peones y, al mismo tiempo, queda cubierto el de " f2 " . Esto es importante, pues en muchas posiciones de este tipo, el contra­ juego negro se basa en la penetración de la

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torre en séptima (es decir, la segunda fila, en este caso), atacando simultáneamente, de for­ ma característica, los peones de "b2" y " f2 " . 29. . J�c5 30.a4! De nuevo, Petrosian anula todo posible con­ trajuego. Las negras pensaban seguir 30 . . . E!:b5 . 30 ... a5 31 .e4!

Las negras se han quedado sin posibilida­ des de contrajuego, y Petrosian exhibe su des­ treza. Las negras parecen estar en situación completamente desesperada, algo característi­ co en las partidas de Petrosian, en las que todo contrajuego del rival es suprimido, y después la ofensiva de aquél irrumpe en la posición contraria como cuchillo caliente en mantequi­ lla. 3 1 ...Wgt Si 3 l . . . dxe4, 32 .E!:d8+ 'iÍ?h7 33 .i.xe6 fxe6 34.1M/d7+, y las blancas ganan. 32.b4! De nuevo, Petrosian se mantiene alerta ante las amenazas del oponente. Con la textual impide 32 . . . h4+. 32 ... 'iÍ?b7 33.i.xd5 .ixd5 34Jhd5 gc6 35.gd7 fü6 36.Wd4 Las negras se rindieron. Las partidas que preceden eran caracterís­ ticas de Petrosian, cuyos adversarios a me­ nudo parecían absolutamente indefensos. La siguiente partida habría deleitado al propio Nimzovich. Vale la pena reseñar que fue dis­ putada en un torneo organizado en homenaje a Nimzovich, en la ciudad en la que vivió los doce últimos años de su vida.

FUNDAMENTOS DE LA ESTRATEGIA AJEDRECÍSTICA

Petrosian - Barendregt Memorial Nimzovich, Copenhague 1 960 1.d4 Barendregt tuvo que sufrir, en pocos meses, dos asfixiantes derrotas a manos de Petrosian. Poco antes de esta partida, también llevaba negras en el torneo de Beverwijk, en cuya ocasión Petrosian dio otra soberbia lección posicional: l .c4 g6 2.d4 i.g7 3 .tll c3 d6 4.e4 c5 5 .d5 e5 6.ie2 tll h 6 7 .h4 ! f5 8 .i.gS Wb6 9.i'�b l tll fl 1 0 . .id2 a5 1 1 .tll f3 h6 1 2.g3 tll a6 13 .a3 Wd8 1 4.Wc2 h5 1 5 .exfS gxf5 1 6 .tll gS %Vf6 1 7.tll a4 ! f4 1 8 .tll b 6 i.fS 1 9 . .id3 .ixd3 20.Wxd3 gb8 2 1 . l/J e4 Wd8 22 . .ixaS 0-0 23 .Wd l f3 24.b4 tll h 6 25 .gb3 tll g4 26.0-0 .if6 27.Wxt3 We7 28.WfS gfl 29.WxhS gg7 30.f3 ! ixh4 3 l .fxg4 gh7 32 .WfS , y las negras se rindieron. ¡ Ajedrez ciertamente instructivo ! l ... d6 2.lüf3 g6 3.e4 .ig7 4.c3 Una típica jugada correcta de Petrosian. Las negras han desarrollado su alfil de casillas oscuras por la gran diagonal, así pues lo man­ tiene a raya. 4 ... lüd7 5.lü bd2 e5 6.dxe5 dxe5 7.J.e2 lü gf6 8.0-0 0-0 9.ti°c2

9 b6 Las negras se enfrentaban aquí a una elec­ ción. Podían imitar a las blancas y jugar 9 . . . c6, seguido de 1 0 . . . Wc7, después de lo cual las blancas sólo tendrían una ligera ventaja, debi­ do al hecho de que su alfil de casillas blancas puede resultar más activo (en "c4") que su colega de "g7 " . En lugar de ello, Barendregt desarrolla su alfil por "b7" y busca un típico ..•

contrajuego de la India de Rey, con . . . f5 . Pero las blancas tienen una posición demasiado só­ lida, y resulta instructivo observar cómo Petrosian corta de raíz todo contrajuego negro. 1 0.a4 .ib7 1 1 .!!el ! Típica jugada de restricción. Las blancas sobreprotegen el importante punto "e4" . l l ...a5 12.J.c4 lü e8 1 3.b3 lü d6 1 4 ..ia3 �h8 Tras 14 . . . tll xc4, las blancas no juegan 1 5 . .ixf8? tll xd2, sino simplemente 1 5 .tll xc4 ge8 1 6.gad l , con un férreo control. Los dos alfiles no son importantes aquí. Las negras siguen con sus preparativos para . . . f5 . 1 5.!!adl f5

1 6..ie6! La refutación, planeada con algunas juga­ das de anticipación. Como las blancas amena­ zan 1 7.exfS ó 1 7 . tll c 4, las negras deben tomar. 16 ... fxe4 1 7.lü xe4! .ixe4 1 8.!!xe4 lüc5 Las blancas ganan después de 1 8 . . . tll xe4 l 9.gxd7 (mej or que l 9 . .ixf8 Wxf8 20.füd7, aunque las blancas deberían estar mejor tam­ bién en este caso) 1 9 . . . Wf6 20 . .idS ! tll g 5 2 1 .i.xa8 gxa8 22. tll xgS Wxg5 23.gxc7 (o bien 23 .We4, con idea de que si 23 . . . gd8?, 24.h4 ! Wf6 25 . .ie7). 1 9.J.xc5 bxc5 20..id5! !!b8 20 ... tll xe4 2 1 ..ixe4, seguido de 22 . .ixa8, es una ruina posicional para las negras. ¡No hay más que ver su estructura de peones ! 2 1 .!!e3 ! lü f5 22.!!eel lü h4 Las negras podrían defenderse pasivamente haciendo 22 . . . We7, en espera de la táctica 23.lüxe5? i.xe5 24.f4 l/Je3 ! 25.gxe3 id4,

CARACTERÍSTICAS DE LOS JUGADORES INTUITIVOS

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pero después de la tranquila 2 3 . lD d2, con idea de 24. lD c4, su posición no es envidiable. 23.lD xe5! Petrosian no teme a fantasmas. 23 ...%Yg5 24.llic6 l�U3 !

Una buena idea que, lamentablemente, se encuentra con una fría réplica. Según las teo­ rías de Steinitz, no es sorprendente que una idea así no funcione, pues el primer campeón del mundo enseñó a los j ugadores de ajedrez que la táctica y las combinaciones sólo deben entrar en acción cuando el adversario tiene una debilidad, ya sea temporal o permanente. Pero aquí no es realmente el caso, pues las blancas tienen sus piezas bien coordinadas y centralizadas, y cuentan con una sólida cober­ tura de peones en el enroque. Con todo, había que prever la jugada. 25.g3 ! De repente, hay varias piezas negras col­ gando. Debido a esta jugada incluí en el libro la presente partida. Observe cómo todas las piezas blancas operan conjuntamente, como una sola unidad, colaborando tanto defensiva como ofensivamente. Las negras no tienen puntos débiles que atacar. 25 ... gbf8 26.'l!Me4! ¡ Centralización ! 26... g3f4 27.We3 Wg4 28.lli e5 J.xe5 Después de 28 . . .'1Wg5 , las blancas pueden responder simplemente 29. \t> h l , forzando a las negras a entrar en un final perdido, con 29 . . . '1Wxe5 30.'1Wxe5 �xe5 3 l .gxe5 g4f5 32.ge3 ! ttJ f3 3 3 .�e4 g5f6 34.:!:!d5 . 29.'1Wxe5+ g4f6 30.gd3 lü f5 3 1 .'f!Yxc7 lüd6

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32.f3 Y!Yf5 33.gddl h5 34.%Yxc5 h4 35.'f!Yd4 hxg3 36.hxg3 g5 37.\t>g2 g4 38.f4 \t>g7 39.ge7+ \t>g6 40J�e5 Wc2+ Las negras se rindieron. El siguiente gran jugador intmtlvo de la historia es Karpov, cuyo estilo nos trae re­ miniscencias de Capablanca, con algunos ras­ gos también de Petrosian. En muchas partidas de Karpov puede encontrarse el mismo tema: todas las piezas están coordinadas de forma óptima, hay medidas profilácticas para impe­ dir los planes del oponente, y cuando se pro­ duce la ruptura final, la posición enemiga se derrumba. Es una pena que el mundo del aje­ drez no haya podido ver, en 1 975, un match entre Fischer y el joven Karpov. Muchos ob­ servadores vaticinaron por entonces que Fis­ cher habría ganado, pero eso no está claro. Sin duda hubiera sido una gran lucha entre dos jugadores de estilo diferente y distintas cuali­ dades en diversos aspectos del juego. Pero, en cualquier caso, no pudimos llegar a verlo. Echemos un vistazo a la siguiente partida. ¿No le recuerdan las pacientes maniobras de Karpov al estilo profiláctico de Petrosian, an­ tes comentado?

Karpov - Jaritonov Campeonato de la URSS, Moscú 1 988 Este fue el último Campeonato Soviético verdaderamente fuerte, con la participación de Kasparov y Karpov, compartiendo ambos el primer puesto, con 1 1 ,5 puntos de 1 7 partidas, punto y medio por delante de sus inmediatos seguidores, entre toda una pléyade de grandes jugadores, como Yusupov, Salov, lvanchuk, Beliavsky, Smyslov, Jalifman, Vaganian, Ehl­ vest, M. Gurevich, etc.

1 .c4 e6 2.llic3 d5 3.d4 lü f6 4.cxd5 exd5 5.J.g5 J.e7 6.e3 lli bd7 7.lüf3 c6 8.J.d3 0-0 9.'f!Yc2 ges 1 0.0-0 lüf8 1 1.h3 Esta es la línea favorita de Karpov en el Gambito de Dama, que ha empleado en buen número de partidas con fantásticos resultados. Las posiciones de medio juego que en ella se producen convienen perfectamente a su estilo,

FUNDAMENTOS DE LA ESTRATEGIA AJEDRECÍSTICA

pues puede poner en marcha tranquilamente un ataque de minorías en el flanco de dama, de paso que aplica su sentido de la profilaxis para prevenir cualquier contraataque peligroso de las negras en el flanco de rey. Estos rasgos pueden verse en la presente partida.

1 1 ....ie6 1 2.fücl Una nueva j ugada por entonces. Dos años antes, en Tilburg 1 986, Karpov había hecho 12.if4 contra Beliavsky, perdiendo una rara partida, con blancas, en esta variante: 1 2 . . .id6 1 3 .ixd6 Wxd6 1 4 .a3 We7 1 5 .b4 �ac8 16.füc l c!0 6d7 1 7 .c!Oe2 c!O g6 1 8. c!O g3 c!O df8 19.c!Od2 c!Oh4 20.c!Ob3 Wg5 2 1 .iih2 �c7 22.c!Oc5 ic8 23 .�e l g6 24.�ac l h5 25 .b5? (una rara omisión, por parte de Karpov, que podía proseguir con su j uego profiláctico en el flanco de rey, haciendo 25.�g l ) 25 . . . c!O xg2 ! 26.©xg2 h4 27.bxc6 hxg3 28.fxg3 �xe3 29.füe3 Wxe3 30.cxb7 ixb7 3 1 .Wc3 . Las blancas parecen haber consolidado su posición, pero . . . 3 1 . ..�xc5 ! 32 .Wxc5 Wxd3 33 .Wc3 We2+ 34.©g l c!O e6 3 5 .�e l c!Oxd4 36.iih l c!Ob5, y Karpov se rindió. 12 ... c!06d7 13..if4 tLJ b6 1 4J�ab l .id6 1 5.tLJe2 c!ll g6 16 .ixd6 Wxd6 1 7.a4! No la mecánica 1 7.b4, que debilita la ca­ silla "c4", y que daría a las negras la oportuni­ dad de lograr contrajuego con 1 7 . . . c!O c4 ! 1 8.ixc4 dxc4 1 9. c!O c3 b5 . 17 .. J'fac8 1 8.Wc5! Wib8 No 1 8 . . . Wxc5?! 1 9.dxc5 c!O xa4? ( 1 9 . . . c!O d7 20.b4, con ventaja blanca) 20.b3 . 1 9.Wa3 a6 20.!k3 Wc7 2 1 J�bcl gas 22.tLJd2! •

Observe los pacientes preparativos de Kar­ pov para el ataque de las minorías, b4-b5 . Só­ lo ahora, con "c4" sólidamente cubierta, se dispone a jugar 23.b4 . 22 ... a5 Las negras impiden un ataque de las mi­ norías "normal" , pero tras el eventual avance b4, las blancas seguirán logrando su objetivo de aislar el peón de "c6", llevando el peón "a" hasta "a6", y cambiándolo por el de "b7 " . 23.gbl tLJ c8 24.b4 axb4 25.Wxb4 tLJd6 26.tLJb3 .ic8 27.a5 tLJe7

¿Cuáles son los planes de ambos bandos en esta posición? Está claro que las blancas quieren avanzar su peón hasta "a6" para conseguir debilitar (y eventualmente ganar) el peón de "c6 " : objetivo último del ataque de las minorías. A tal fin, resulta vital el alfil de ca­ sillas blancas. El plan de las negras, por tanto, es cambiar ese alfil, con 28 . . . if5 . La prioridad de las blancas es impedir ese cambio, pues de producirse pueden olvidarse del avance a6. Recomiendo al lector que estudie detenida­ mente las siguientes jugadas para ver cómo se opone Karpov al plan de las negras, antes de implementar el suyo propio. ¡ Hablamos de juego profiláctico al más alto nivel! 28.tLJg3 ! g6 29.gccl h5! ? Las negras n o renuncian a s u plan. Ahora tratan de expulsar el caballo blanco de "g3 " , para seguir finalmente con . . . if5 . 30.gal ! h 4 3 1 .tLJ fl .if5 32..ie2 ! Las negras lograron su propósito de jugar . .. if5 , pero las blancas llegaron a tiempo de asegurarse de que no fuese realmente peligro-

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so, pues con 30.�a l y 32 .�e2 aseguraron la supervivencia de su alfil de casillas claras. 32 ... � e4 33.� c5 � xc5 34.ti'xc5 i.e6 35.�d2! Típico de Karpov. La posición de todas sus piezas es optimizada antes de asestar el golpe decisivo (a6). El caballo se traslada a " f3 " , desde donde atacará e l peón negro d e "h4", que se ha convertido en un problema para su dueño. Observe que las negras avanzaron de forma voluntaria el peón "h" a "h4", en busca de contrajuego. Pero el contrajuego basado en . . .i.f5 nunca llegó a materializarse, y ahora el peón es, sencillamente, débil. ¡ Este modelo se ve mucho en las partidas de los intuitivos ! 35 ... � f5 36.�0 ti'd8 37.a6!

¡ Por fin se produce la ruptura! 37 ... bxa6 38Jha6 �ba6 39.i.xa6 ti'a8? Un error, seguramente en apuros de tiempo. Pero es improbable que una defensa pasiva como 39 . . .�d7 40.� e5 �e6 pudiese salvar la partida a la larga. 40.Wxc6 Wxc6 4 Ubc6 �fas 42.i.d3 Las negras se rindieron. El peón de "h4" también cae, tras 42 . . . �a l + 43. � h2 �a2 44.�c2.

en la Ruy López en la práctica magistral. A pesar de haber sido cogido por sorpresa, el gran cubano consiguió maniobrar a través del campo de minas que Marshall le había pre­ parado, y acabó ganando. A veces es una ven­ taja para tales jugadores entrar en posiciones en las que aún no ha sido determinada la me­ jor forma de jugar. Con su intuición e instinto para el juego de piezas, a menudo encuentran el mejor procedimiento. Estas características pueden verse en la siguiente partida, del mis­ mo torneo que la anterior.

Karpov - Malaniuk Campeonato de la URSS, Moscú 1 988 1 .d4 f5 2.g3 � f6 3.i.g2 g6 4.c4 i.g7 5.�f3 d6 6.0-0 0-0 7.�c3 We8 La Variante Leningrado de la Defensa Ho­ landesa es una apertura competitiva, que con­ duce a tipos raros e interesantes de posiciones. Cuando se disputó esta partida, Malaniuk pro­ bablemente fuese el mayor experto en la Ho­ landesa Leningrado, con la que se anotó mu­ chas victorias convincentes. Karpov, sin em­ bargo, refutará aquí el esquema negro con sor­ prendente facilidad. 8.b3 � a6 9.i.a3 ! c6 1 0.ti'd3 i.d7 En partidas posteriores, Malaniuk volvió a jugar 1 0 . . . �b8, con idea de crear contrajuego a base de . . . b5, línea que también jugó Kramnik en varias partidas suyas de sus años adoles­ centes. Sin duda es mejor que la pasiva de la partida, que permite a Karpov poner de relieve los problemas de la Holandesa Leningrado. l l JUel gd8?! 1 2.gadl �h8 13.e4

A menudo las partidas y victorias de juga­ dores como Capablanca y Karpov parecen in­ creíblemente fáciles. La habilidad para coor­ dinar piezas también les resulta muy útil cuan­ do se enfrentan a posiciones nuevas e inu­ suales. Un famoso ej emplo es la partida Capa­ blanca - Marshall, Nueva York 1 9 1 8, en la que el segundo introdujo su famoso gambito

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Ajedrez clásico: las blancas juegan en el centro y dejan a su rival con un peón débil en "e7". 13...fxe4 14.tl:\xe4 i.f5 1 5.tl:\ xf6 i.xf6 16.tfe3 V!!n 1 7.h3 ! tl:\c7 18J�e2 ! Una jugadita que reporta grandes benefi­ cios. Las blancas se disponen a doblar torres en la columna "e", lo que permite cubrir, al mismo tiempo, la casilla "f2" y barajar opcio­ nes como tt'i g5 o ib2 y d5 . Jugadas sencillas como ésta se encuentran a menudo en las par­ tidas de los intuitivos. Observe la conexión entre esta jugada y la precedente, así como con las que siguen. Cada jugada facilita la si­ guiente y establece una cadena causal en el juego blanco. 18 .. .i.cS 1 9.tl:\g5! tfg8 20.tfd2 tl:\e6 2 1 . tl:\ xe6 ixe6 22.gdel i.d7 23.gxe7! i.xe7 24.gxe7 De repente, las negras están perdidas. El alfil blanco de casillas oscuras entra en juego con efectos devastadores. Se diría que las ne­ gras no han cometido ningún error evidente, y sin embargo su posición es desesperada. La clave aquí no radica tanto en el sacrificio de calidad, que es nítido y bastante obvio, como en el juego anterior, en el que cada jugada ha respondido perfectamente a una estrategia general. Cada movimiento de las blancas pa­ rece simple, pero ahora resulta que todos ellos contribuyen al éxito del juego de conjunto. Ese es el sello de la casa del maestro intuitivo. 24 ... gr6 25.d5 tff8 26.ge3 ci>gs 27.i.h2 grs 28.tfd4 ges 29.gxe5 dxe5 30.tfxe5 f7 31 .d6 i.f5 32.c5 h5 33.g4! hxg4 34.hxg4 i.d3 Ahora las negras reciben mate, pero tanto 34 . . . ixg4 3 5 .Wf6+ We8 36.Wxg6+ como 34 . . .ic8 3 5 .ie4 eran desesperadas. 35.i.d5+! Las negras se rindieron. De los j ugadores actuales de elite, Michael Adams es probable que sea el representante más característico del tipo intuitivo. He jugado con Adams en la Bundesliga, por el equipo Lübecker SV, y de vez en cuan­ do, durante el análisis, me ha parecido impre­ sionante su excepcional comprensión de la coordinación de piezas. Un ejemplo reciente es éste:

Adams - Zhang Zhong Wijk aan Zee 2004 1 .e4 c5 2.tl:\t'3 d6 3.d4 cxd4 4.tl:\ xd4 tl:\f6 5.tl:\ c3 a6 6.i.e3 e5 7.tl:\b3 i.e6 8.t'3 i.e7 9.tfd2 0-0 1 0.0-0-0 Yfc7 1 1 .g4 ges 12.g5 tl:\ h5 1 3.tl:\d5 ixd5 1 4.exd5 tl:\d7 1 5.i.h3 g6 Aquí o en el turno siguiente, las negras se­ guramente deberían hace 1 5 . . . aS , a fin de lo­ grar contraj uego en el ala de dama. Así se jugó en la partida Adams - Vallejo, Bled 2002, que prosiguió con 1 6. Wb l a4 1 7. tt'ic l a3 l 8.b3 lli f4 l 9.ixf4 exf4 20.ixd7 Wxd7 2 l .h4 if8 22.tt'ie2 Wf5 23 .8'.he l 8'.c7 24.Wc l 8'.cc8 25 .Wd2 8'.c7 26.Wc l 8'.cc8 27 .Wd2, tablas. Podemos imaginar que Adams contase con una mejora sobre esa partida, pero Zhang Zhong se desvía antes sin éxito. 1 6.bl i.f8

1 7.tfc l ! Una cuestión clave e n este tipo d e posición es cómo coordinar las piezas. Los avances de peón están claros: las blancas pretenden avan­ zar su peón "h" (una vez expulsado el caballo de "h5 " con ig4), mientras que las negras tratan de realizar el avance . . . a5-a4-a3, para debilitar las casillas blancas. Observe cómo coordina Adams sus piezas en las siguientes jugadas, antes de pasar al avance de peones. Primero, se da acceso al caballo -que de todos modos pronto sería expulsado de "b3 "- a "d2" , con destino a su casilla ideal, "e4". 1 7 ... tl:\f4?! Quizá las negras debían haber postergado este, salto, hasta que las blancas amenazasen

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el caballo con .ig4. l 7 . . . a5 y l 7 . . . .ig7 parecen alternativas factibles. 18.ixf4 exf4 1 9.�d2! i.g7 20.�e4 i.e5 La primera fase se ha llevado a cabo, pero ¿ahora qué? La partida se retransmitió en di­ recto por ICC, y varias jugadas se sugirieron aquí para las blancas, como 2 l . .ixd7 Wxd7 22.h4, o ganar calidad, con 2 1 . tt'l f6+ tt'l xf6 (forzado) 22 . .ixc8 "11. x c8 23 .gxf6 .ixf6 que, sin embargo, concede al negro excelente compen­ sación en casillas de su color. Pero creo que nadie encontró el mej or plan para las blancas: 2 U�d2 ! Una jugada útil en sí, puesto que cubre "c2", prepara el doblaje en la columna "h", y espera que las negras se liberen de la presión sobre la diagonal "h3-c8" antes de tomar en "d7" . Pero la verdadera clave de la idea de Adams sólo se revelará en las jugadas 25 y 26. 21 ...°ti'dS 22.ixd7 ti'xd7 23.h4 gc7 24.h5 gac8 25.gh4! La tercera clave del juego blanco. De nue­ vo, la jugada es polivalente. Primero, la torre amenaza al débil peón de " f4", que previsi­ blemente caerá tras tt'l f6+ .ixf6 gxf6, y, en segundo lugar, se prepara en la columna "h" "el cañón de Alekhine" (dama, torre y torre), conocido por la famosa partida Alekhine Nimzovich, San Remo 1 930. Para contrarres­ tar la amenaza "11. dh2, '\Wh l y hxg6, las negras deben defender indirectamente "h7", a fin de retomar con el peón "f" en "g6". 25...ti'f5 26.gdh2 ge7! Preparándose para responder a 27 .Wh l con 27 . . . "11. c c7, protegiendo la séptima fila. 27.a3

Ver el diagrama siguiente 27 ... b5? Las negras pierden la paciencia. Hasta aquí, las negras se han defendido bien, pero ahora debilitan voluntariamente su propia posición. El avance . . . b5 deja retrasado el peón de "a6", y Adams de inmediato centra su atención en esa nueva debilidad. Se trata de un típico fe­ nómeno posicional : el jugador que ejerce pre­ sión y dispone de mayor espacio, puede alter­ nar fácilmente entre distintos planes y en dife­ rentes sectores del tablero.

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28.Wd2 ! gc4 29.ti'a5 ti'c8 30.�f6+! Ha llegado la hora de la acción. 30...i.xf6 3 1 .gxf6 gec7 32.hxg6 fxg6 33.ti'e t ! Las blancas amenazan con invadir l a recién abierta columna "e", con "11. e2 y "11. e 8+. 33 ...ti'fS 34.ti'e6+ h8 35.gh6! Por fin, las sutiles maniobras de las blancas compensan el balance material. Las negras no pueden proteger todos sus peones débiles. 35 b4 36.axb4 gxb4 37.gxg6 gb8 38.f7! gxf7 39.ti'xd6 ge7 40.gf6 gel+ 4t .a2 ti'e8 42.gxf4 Las negras se rindieron. ..•

Adams - Hamdouchi Mundial FIDE (eliminatorio), Trípoli 2004 1 .e4 c5 2.�f.3 � c6 3.i.b5 Esta forma sólida de evitar la Variante Sveshnikov (3 .d4 cxd4 4.tt'lxd4 tt'l f6 5 . tt'l c3 e5) ha hecho furor desde que ha comenzado el nuevo milenio. Esta línea emprendedora es típica del aje­ drez moderno: factores dinámicos y juego li­ bre de piezas a menudo se consideran tan im­ portantes como los potenciales daños a la es­ tructura negra de peones. 3 ... d6 4.0-0 i.d7 5.gel �f6 6.h3 a6 7.ifl g5! ? Una tentativa emprendedora para crear con­ trajuego y, por lo que sé, una novedad. Nor­ malmente se juega 7 . . . e6 ó 7 . . . e5 . 8.d4! Ajedrez clásico: reacción central a un ata-

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que de flanco. ¡ Todo conforme a la teoría de Steinitz! 8 ... g4 9.dS gxf3 1 0.dxc6 .txc6 1 1 .Wxf3 e6 12.lüc3 .te7 13 ..if4 Hagamos balance: las negras no lograron una iniciativa peligrosa en el flanco de rey, pero sí consiguieron cambiar su peón "g" por un peón central blanco, lo que suele conside­ rarse un buen trueque. Pero también significa que las negras tienen problemas en decidir dónde situar a su rey, y su peón de "d6" está retrasado y potencialmente débil. Lo peor de todo se resume en la pregunta ¿cuál es el plan a largo plazo de las negras? Lo cierto es que no les resulta fácil iniciar un avance de peo­ nes, pues mover cualquiera de los peones cen­ trales es arriesgado, debido a la inestable posi­ ción de su rey. Conclusión : las blancas están mejor. 13 ... '3g8 14.'3adl '3g6

15.a3 ! Un fuerte plan. Las blancas planean b4-b5, lo que plantea un dilema a las negras : bien permitirlo, lo que dará a las blancas una peli­ grosa iniciativa o bien, como en la partida, im­ pedir . . . b5, a costa de asumir un peón débil permanente en "a6". 15...Wc7 1 6.b4! cxb4 1 7.axb4 b5 1 8.g3 ! Preparándose para sobreproteger "e4" con ig2. 18 ... 0-0-0 1 9.'3at Wb7 20 ..ig2 '3d7 2 1 .'3edl YlY1>6 22..ie3 Wb7 23 .id4 .id8 24.'3a3 ! lü e8 25.'3dal lüc7 26.WhS '3g5?! De nuevo, Hamdouchi elige la opción más aguda. Podía jugar tranquilamente 26 . . . h6, pe•

ro después de, por ejemplo, 27 .h4, su posición sería dificil. Un posible plan para las blancas es una maniobra de caballo, vía "e2-d4-b3 ", para llegar a "a5 " . 27.Wxh7 fS 28.WhS fxe4 29.h4! Abortando toda esperanza de contrajuego de las negras. Observe que las piezas blancas están mucho mejor coordinadas que las ne­ gras. 29 ... '3f5 30.i.h3 '3ITT 3 t .lüe2! ¡ He aquí la maniobra de caballo! Además de ie3 y lüd4, la amenaza directa es 32. tll f4. Las negras están indefensas. 3 1 ...e3 ? ! 32.i.xe3 e5 33 ..tgs Las negras se rindieron. La principal debilidad de los intuitivos ra­ dica en que tienden a calcular relativamente pocas variantes concretas. Su preocupación por el "paisaj e general" conduce ocasional­ mente a omisiones a corto plazo y errores es­ porádicos. Hasta los jugadores intuitivos de primera fila han cometido graves errores, in­ cluso en la primera fase del juego. Ejemplos de estos pueden verse en las partidas entre Samisch y Capablanca, Carlsbad 1 929, Petro­ sian - Spassky, Moscú (Campeonato Mun­ dial) 1 969 (8ª), o Christiansen - Karpov, Wijk aan Zee 1 993 . Obviamente, todo el mundo comete graves errores de cuando en cuando, pero el riesgo de cometerlos es mayor si es us­ ted del tipo de jugador que prefiere consi­ deraciones generales a largo plazo al cálculo concreto ("sólo detalles en el cuadro general de la lucha"). Si es usted un intuitivo, debe ser consciente de esta potencial debilidad, y si está jugando contra un intuitivo, debería buscar posiciones en las que el precio de cada jugada a corto plazo sea muy alto. Esto significa que con­ viene entrar en posiciones complicadas y de alto contenido táctico, en las que el cálculo preciso y la visión combinativa dominan la lucha. Por el contrario, contra intuitivos, trate de evitar posiciones estratégicamente (pero no tácticamente) complejas, y en las que lograr una óptima coordinación de piezas resulta crucial, y en situaciones que son posicionales o sencillas, con pequeños matices marcando la diferencia.

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5 Características de los j ugadores teóricos Los grandes teóricos se encuentran entre los jugadores más famosos de la historia para el público aficionado. Nombres como Tarrasch, Nimzovich y Réti son bien conocidos, aunque ninguno de estos gigantes del pasado haya llegado a campeón del mundo. Su fama, en cualquier caso, no es una casualidad. Junto con otros teóricos del pasado que ganaron el Campeonato Mundial -como Steinitz y Botvinnik-, son conocidos por su contribución al desarrollo del pensamiento ajedrecís­ tico. Una gran parte de los fundamentos de la actual estrategia en ajedrez puede hallarse en los escritos de algunos de estos jugadores, siendo Steinitz el primero en desarrollar un marco cohe­ rente para la estrategia ajedrecística. Aunque no todas las afirmaciones y teorías de Steinitz han resultado ser correctas, siguen formando una plataforma, a partir de la cual otros teóricos y pen­ sadores han podido ahondar en la estrategia de nuestro juego y elaborar teorías e ideas más preci­ sas, algunas de las cuales siguen vigentes en hoy en día. Se trata del mismo proceso en que teoría y conocimiento se desarrollan en la mayoría de otros campos. En consecuencia, está justificado que Steinitz sea considerado por muchos como "el padre de la estrategia aj edrecística" . Mi propósito aquí, sin embargo, no es explorar los escritos de estos y otros teóricos en pro­ fundidad -algo magníficamente hecho en otras fuentes-, sino más bien identificar las carac­ terísticas de los teóricos en las partidas de competición, a fin de poder incluir sus puntos fuertes y débiles en la toma de decisiones durante las partidas.

Son rasgos característicos de los teóricos: • Un conocimiento minucioso de la historia del ajedrez, en el que a menudo basan sus decisiones. • Buena comprensión de la estructura de peones en el centro y de cómo las características de la estructura de peones centrales influye sobre la estrategia. • Especial fuerza en la comprensión y maniobras en posiciones cerradas y semicerradas. • Con frecuencia muy fuertes a la hora de imponer la ventaja de los dos alfiles. • En sus partidas puede verse un hilo conductor lógico, pues sus procedimientos suelen ser muy lógicos y sistemáticos. • Son buenos y minuciosos en la preparación de aperturas, con acento en la construcción de sistemas sólidos y resistentes, utilizables durante mucho tiempo. • Una cierta obstinación en sus creencias, que les lleva a aferrarse a sus propios con­ ceptos y sistemas. Estas características resultan de la circunstancia de que los teóricos basan sus decisiones en el pensamiento lógico, y se concentran en la elaboración y comprensión de los conceptos generales. Lo mismo que Steinitz es conocido como el primer verdadero teórico (aunque también otros pensadores como Philidor deben ser tenidos en cuenta), comenzaremos por ejemplos del juego de Steinitz, para ver cómo se plasma en la práctica su pensamiento. A diferencia, por ejemplo, de Morphy, Steinitz no estaba interesado en amasar rápidas victorias con virulentos ataques que a veces no eran correctos. Steinitz estaba interesado en valores posicionalmente duraderos, y fue él

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quien formuló el principio de que los ataques deberían estar bien fundados y elaborados sobre firmes principios posicionales para tener éxito. Uno de estos valores duraderos es la parej a de alfiles. Steinitz fue el primer jugador que apreció realmente esta ventaja, y lo demostró en buen número de partidas. Basándose, entre otras cosas, en las partidas y escritos de Steinitz, esto se considera ahora un conocimiento "del dominio público," pero la profunda comprensión y la capacidad de conducir la lucha entre alfiles y caballos es un área en que los verdaderos teóricos siguen sobresaliendo y distinguiéndose.

Rosenthal - Steinitz Viena 1 873 1.e4 es 2.liJc3 llJ c6 3.liJf3 g6 A William Steinitz le gustaba mucho el fianchetto de sus alfiles, probablemente debi­ do a que a menudo conducen a posiciones ce­ rradas, un área en la que por entonces no tenía rival. 4.d4 exd4 5.liJ xd4 Una peligrosa alternativa es 5 .tll d5 !?, que se contesta con 5 . . . i.g7 6.i.g5 tll ce7 ! , con idea de . . . c6. Así se jugó por primera vez en una partida posterior Rosenthal - Steinitz, Londres 1 883, que finalizó en tablas tras una intere­ sante lucha. s ..i.g7 6.i.e3 llJ ge7 7.i.c4 d6 8.0-0 0-0 9.f4?! Esto es prematuro, pues las negras pueden ahora contraatacar en el centro. ¡ Que un ata­ que de flanco debe ser contrarrestado por una reacción central se conoce desde Steinitz ! 9 ... llJaS! 10.l\d3 d5! 1 1 .exdS Forzado, pues 1 1 .eS? pierde pieza, por 1 1 . . .cS y 12 . . . d4. Pero ahora las blancas pre­ ferirían tener su peón "f' en "f2". Tal y como son las cosas, las blancas tienen debilidades duraderas en la columna "e", y Steinitz era un maestro en el arte de explotar tales debilidades a largo plazo. Esta partida constituye una instructiva demostración de que Steinitz se en­ contraba muchos años por delante de sus contemporáneos en el pensamiento ajedrecís­ tico. 1 1 liJ xdS 12.liJxdS '!Wxd5 13.c3 gd8 1 4.\Wc2 .!ll c4 1 5.i.xc4 \Wxc4 1 6.\Wt'2 Ahora, las negras tienen otra ventaja per­ manente: la pareja de alfiles contra alfil y ca­ ballo. La forma en que Steinitz elabora y ex­ plota tales ventaj as duraderas es muy ins­ tructiva. .

..•

Réti -otro gran pensador y teórico del ajedrez, que murió trágicamente de la fiebre escarlata a los 40 años- escribe, en su exce­ lente libro Los grandes maestros del tablero : "Quizá sea ésta la partida más antigua en la que hallamos la aplicación práctica del mé­ todo creado por Steinitz para demostrar la ventaja de los alfiles combinados. La mayoría de los jugadores sabe, gracias al estudio de las partidas magistrales, que dos alfiles son más fuertes que dos caballos o que alfil y caballo, aunque muy pocos conocen realmente la ra­ zón para que así sea y cómo transformar la ventaja en su favor. A fin de lograr una mejor comprensión, debemos considerar, antes que nada, las diferencias en el empleo del alfil y el caballo. A diferencia del alfil de largo alcance, que puede resultar efectivo a distancia, el caballo, para que resulte efectivo, debe operar en estrecho contacto con las fuerzas enemigas. Para que la acción del caballo sea eficaz de forma duradera, debe encontrar casillas cerca del campo contrario, protegidas, si es posible, por sus propios peones, puesto que las demás piezas a la larga no podrán aportarle apoyo. De esto se deduce que, en posiciones total­ mente abiertas, sin peones, el alfil es superior

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al caballo, un hecho confirmado por la teoría de finales. Inversamente, el caballo es supe­ rior al alfil en posiciones cerradas, por un lado porque los peones obstaculizan la acción del alfil y, por otro lado, porque los peones, como antes se ha dicho, pueden representar puntos de apoyo para el caballo. El método formu­ lado por Steinitz para materializar la ventaj a de los dos alfiles del modo más eficaz posible sólo debe aplicarse a posiciones casi cerradas, como la anterior, no del todo abiertas, pero en las que el caballo aún debe encontrar puntos de apoyo protegidos por peones, como aquí, por ejemplo, las casillas "d4" y "e5 " . El mé­ todo consiste, pues, en avanzar los peones ne­ gros de tal forma que estos puntos de apoyo resulten inseguros para el caballo que, en consecuencia, es condenado a un papel pasivo notablemente ineficaz. Podrá verse que las mismas jugadas de peón pueden utilizarse con efecto contra el alfil. Por supuesto, se puede emplear este método ocasionalmente en la lu­ cha de un alfil contra un caballo. Es raro, sin embargo, porque el avance de los peones a menudo debilita la posición y ofrece al ene­ migo la posibilidad de agresiones al campo contrario. Con una parej a de alfiles que cubre casillas de ambos colores, tal procedimiento es, por lo general, perfectamente correcto" . No puedo expresarlo mejor, de modo que dej are­ mos las palabras de Réti tal cual, y sigamos para ver cómo pone en práctica Steinitz dicho procedimiento. 16 ... cs Primer paso: se le quita al caballo la casilla "d4". 1 7.lll O b6 18.lll es We6 1 9.WO J.a6 20.füel f6 Segundo paso: se le quita la casilla "e5 " al caballo, que es sistemáticamente obligado a re­ troceder. 2 1 .lll g4 h5 22.lll n Wf7

Ver el diagrama siguiente 23.fS? Este avance debilita sencillamente el peón "r', y Steinitz sólo necesitará algunos movi­ mientos explotar esta debilidad adicional, con

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un juego preciso. La pos1c10n blanca, sin embargo, era ya muy desagradable.

23 ... gS 24.gadl J.b7 25.Wg3 gd5! 26.gxdS Wxd5 27.gdl Wxf5 28.Wc7 J.d5 29.b3 ges 30.c4 J.f7 3 1 .J.cl ge2 ! Aunque haber descubierto la importancia de ocupar la séptima fila se acredita normal­ mente a Nimzovich, Steinitz era ya consciente de ello. 32.gn Wc2 33.Wg3 Wxa2 34.Wb8+ ©h7 35.Wg3 J.g6 36.h4 g4 37.lll d3 Wxb3 38.Wc7 Wxd3 Las blancas se rindieron. El mismo concepto de explotar los dos al­ files puede verse en numerosas partidas de Steinitz, que también empleó el método antes descrito por Réti en el final. He aquí un ejem­ plo:

English - Steinitz Londres 1 883 1 .e4 e5 2.lll t3 lll c6 3.J.b5 g6 Como antes se ha dicho, a Steinitz le gus­ taba mucho fianchettar su alfil rey, pues a menudo conduce a las posiciones cerradas de su preferencia. Esta particular línea, que tam­ bién fue empleada con regularidad por Smys­ lov, sigue viéndose ocasionalmente en nues­ tros días, aunque tiene la reputación de que, con un juego correcto, las blancas suelen con­ seguir una pequeña ventaj a de apertura. 4.d4 exd4 5.lll xd4?! Según la teoría moderna de aperturas, lo

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mejor aquí es 5 .ig5 ! Por ejemplo : 5 . . . ie7 6ixe7 Vffx e7 7ixc6 dxc6 8 . Vfixd4 tt:l f6 9. tt:l c3, con una pequeña ventaja blanca, aunque la posición negra es sólida, como puede verse en las partidas de Smyslov. s ...i.g7 6.i.e3 tll f6 7.tll c3 0-0 8.0-0 tll e7! 8 . . . tt:l xd4 9. Vfixd4 d6 concede a las blancas una agradable ventaj a de espacio, con el peón de "e4" vs el de "d6" como pequeña, pero du­ radera ventaj a, que Tarrasch, por ejemplo, sa­ bía explotar como nadie. Steinitz, sin embar­ go, busca liberar su posición con . . . d5 . Al mismo tiempo, las blancas son inducidas a ju­ gar 9.e5, que, no obstante, sólo debilita su po­ sición tras 9 . . . tt:l e8 1 0.f4 d6. Esto se parece a la idea de la Defensa Alekhine ( l .e4 tt:l f6): provocar el avance de los peones centrales, para ser posteriormente atacados. 9.�d2 dS 1 0.exdS tt:l exdS 1 1 .tt:l xdS �xdS 12.J.e2 tll g4! Como siempre, Steinitz busca quedarse con la pareja de alfiles. 13.i.xg4 J.xg4 14.tll b3 �xd2 1 S.tll xd2 gad8 16.c3 Las blancas no tenían realmente ninguna posibilidad, pero, como señala Réti, esto debi­ lita aún más su posición (en particular, la ca­ silla "d3 ") y sitúa el peón en una casilla del mismo color que su alfil. 16 ... gfe8 1 7.tll b 3

17 ... b6! Steinitz inicia el plan que ya conocemos por su partida con Rosenthal. Quiere crear la cadena "c5-b6-a7" , a fin de restringir las pie­ zas menores blancas.

18.h3 J.e6 1 9.füdl cS 20.i.gS f6 2 1 .J.f4 ©ti 22.f3 gS 23.gxd8 gxd8 24.J.e3 h6 2S.gel f5 26.f4 J.f6 27.g3 aS! Restringiendo todavía más el caballo. 28.tll cl a4 29.a3 Nuevo debilitamiento de las casillas blan­ cas, pero había que prevenir el movimiento 29 . . . a3 . 29 ...J.c4 30.©f2 gxf4! 3 1 .J.xf4 J.gS! Una de las ventajas del par de alfiles es que puedes decidir cuándo es beneficioso cambiar uno de ellos. Aquí Steinitz ilustra las famosas palabras de Tarrasch: ¡ lo importante no es lo que se cambia, sino lo que queda en el ta­ blero ! Compárense las piezas restantes : el alfil de "c4" es mucho mejor que el caballo prisionero de "c 1 ", y la torre negra amenaza con penetrar por "d2 " . 32.i.xgS hxgS 33.©e3 ©f6 34.h4?! Esto pierde, pero no era fácil encontrar una jugada decente para las blancas, casi en zugz­ wang. El caballo no tiene movimientos, y a una jugada de torre se responde con . . . ©e5, seguido de . . . f4+, y la torre negra penetra en campo enemigo. 34 ... gxh4 3Sgxh4 ges+ 36©f2 gxel 37.©xel ©es Las blancas están perdidas, pues no tienen defensa contra la penetración del rey con­ trario. 38.tll e2 J.xe2 39.©xe2 ©f4 40.c4 ©g4 41 .©e3 f4+ 42.©e4 f3 43.©e3 ©g3 Las blancas se rindieron. Steinitz no era sólo un maestro en el ma­ nejo de los dos alfiles, pues desarrolló una teoría coherente acerca del juego posicional. Creía que las hermosas combinaciones que asombraban al público no se producían por azar o por arte del genio del maestro. Por el contrario, las combinaciones surgían en posi­ ciones que las contenían en germen. Ese ger­ men o fundamento puede ser una debilidad momentánea, susceptible de ser explotada, o podía ser una ventaja duradera, sistemática­ mente convertida en algo tangible, donde las combinaciones fuesen un elemento natural, a causa de la debilidad del campo enemigo. En

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ningún caso las combinaciones surgen "de la nada", sino como consecuencia natural de al­ guna superioridad posicional (ya sea temporal o duradera). Veamos un ejemplo de ello en una de las partidas más famosas de Steinitz:

Steinitz - Chigorin Campeonato Mundial (4ª) La Habana 1 892 Steinitz y Chigorin eran archirrivales, una ri­ validad que nos recuerda a la de Karpov y Kasparov en los ochenta. Como en la lucha K­ K, los dos jugadores tenían estilos muy dife­ rentes y una percepción muy distinta del aje­ drez, siendo uno de los contendientes (Stei­ nitz, Karpov) considerablemente mayor que su adversario (Chigorin, Kasparov). Steinitz y Karpov eran auténticos paladines del juego de peones, mientras que el sello de la casa de Chigorin y Kasparov era un activo juego de piezas. Pero aquí terminan las similitudes. Mientras que Karpov tuvo que ceder terreno a Kasparov, Stenitz consiguió imponerse en dos matches a Chigorin, antes de perder el título mundial ante Lasker en 1 894. Los dos mat­ ches Steinitz - Chigorin se disputaron en La Habana, en 1 889 y 1 892, y fueron, sobre todo el segundo, una lucha gigantesca. En el primer match, Steinitz ganó cómodamente ( + 1 O = 1 6), mientras que el segundo finalizó con el re­ sultado de + 1 O =5 -8, favorable a Steinitz. En la última partida de aquel match, Chigorin estuvo a punto de igualar 9-9, pero se equi­ vocó y perdió en dos jugadas la partida y el match. Esta partida quizá fuese la mejor de Steinitz en todo el match.

1 .e4 e5 2 . .!Llf3 .!Ll c6 3.i.b5 .!Lif6 4.d3 Esta jugada era la predilecta de Steinitz, pues conduce a posiciones cerradas y largas maniobras. En un match por el Campeonato Mundial jugado 1 08 años después, entre Kasparov y Kramnik en Londres 2000, Kas­ parov se abstuvo de realizar esta tranquila ju­ gada, pero, como antes se ha comentado, no fue capaz de romper la posición de su rival tras 4.0-0 .!Ll xe4. Después del match, se le preguntó a Kasparov por qué no había inten­ tado 4.d3 , pero descartó la idea con el comen-

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tario "porque no conduce a ventaja de apertura para las blancas". Esto demuestra cómo ha evolucionado el ajedrez a lo largo de los pasa­ dos cien años. Se ha convertido en un juego mucho más concreto, en el que las evalua­ ciones y los cálculos precisos son mucho más importantes que en los tiempos de Steinitz. 4 ... d6 5.c3 g6 6 . .!Ll bd2 J.g7 7 . .!Li f1 Observe cómo Steinitz difiere el enroque, que a menudo se ve en sus partidas y que más tarde llevó a Réti a formular el principio: "El enroque debería ser postergado hasta que no haya nada mejor que hacer" . Esto no significa que el enroque sea inesencial, sino que, en realidad, no hay razón alguna para acelerarlo, ni definir la posición del rey, lo que supone restringir los planes futuros. Esta partida es un caso muy a propósito, pues, al postergar el enroque, Steinitz conserva la opción de enro­ car largo y emprender un ataque en el flanco de rey. 7... 0-0 8.J.a4 Preservando el alfil "español" de las blan­ cas, a menudo clave en el juego del primer jugador en la Ruy López. Steinitz indica que la línea 8.We2?! i.d7 9.i.a4 .!Ll d4 ! 1 0.cxd4 t.xa4 l l .dxe5 dxe5 1 2 .tll x e5 i.b5 es clara­ mente mejor para las negras. 8 ... .!Lld7 9 . .!Lle3 .!Ll c5 1 0.J.c2 .!Ll e6

1 1 .h4! ? Sobre esta aguda jugada, Steinitz comentó: "Normalmente, no soy un peligroso jugador de ataque en la primera fase de la partida, pero vi una debilidad en el flanco de rey enemigo, y me dije a mí mismo que debía morder, ¡ in-

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cluso a mi edad ! " . Este comentario revela la forma de pensar de Steinitz: cuando hay una debilidad en campo contrario -sobre todo si la debilidad es temporal-, hay que atacar, pues de otro modo la ventaja puede evaporarse. La cuestión, entonces, es ¿dónde está la debilidad a que se refiere Steinitz? ¿Es el peón de "g6", que las blancas tratan de atacar con el avance h4-h5 (reforzado por el hecho de que el caballo ha dejado "f6"). Después de hxg6, las negras se enfrentarán a un dilema, bien reto­ mar de peón "h", dejando abierta la columna "h" a favor de las blancas ( ¡ ahora está claro por qué han diferido el enroque ! ), bien reto­ mar con el peón "f" (como en la partida), de­ jando la diagonal "a2-g8" abierta al fuerte alfil blanco. Otra clave importante es que el centro es estable. Steinitz fue uno de los primeros en enfatizar en el principio de que "un ataque de flanco debe ser contrarrestado con una acción central" . Eso no es realmente posible para las negras aquí. 11 ... �e7 Las negras se enfrentan a una dificil elec­ ción, y no tenían grandes alternativas : a) l l . . . h6 probablemente sea lo más seguro, pero conduce a una agradable ventaja para las blancas, tras 1 2.h5 g5 1 3 . � f5 , debido a la per­ manente debilidad de las casillas blancas en campo negro. b) l l . . . f5 ! ? es más activo, pero también más peligroso para las negras. Las blancas pueden elegir 1 2 .exf5 gxf5 1 3 .d4 ! , conforme al principio tan repetido de neutralizar una ac­ ción de flanco con otra central, y que según el análisis de Neishtadt en su libro sobre Stei­ nitz, conduce a ventaja de las blancas. Otra posibilidad --que creo es la que habría elegido Steinitz- es 1 2 .h5 f4 1 3 . � d5 g5 1 4.h6 if6 15. lt'i h2, con alguna ventaja blanca, que de nuevo se benefician de haber postergado el enroque. 12.h5 d5 13.hxg6 fxg6? ! U n momento clave d e l a partida y , además, muy instructivo. Varios autores critican esta jugada y recomiendan en su lugar 1 3 . . . hxg6, indicando una línea que, al parecer, se debe a Chigorin: 1 4.exd5 lt'i xd5 1 5 . � xd5 Wxd5 16.ih6 ixh6 l 7 . :S xh6 ctJ g7, con buen j uego

para las negras. Esto sin duda es cierto, pero lo instructivo sería que Steinitz no hubiese abierto el centro con 1 4.exd5 . Estoy de acuer­ do con Réti y Neishtadt, quienes afirman que Steinitz seguramente habría jugado 1 4 .We2 ( 1 4 . . . lt'i f4 1 5 . W fl ), seguido de id2 y enroque largo, tratando de emprender un ataque sobre la columna "h", abierta en favor de las blan­ cas. En la terminología de Steinitz, la columna "h" constituye una debilidad que las blancas deben tratar de explotar. Para hacerlo, nece­ sitan reforzar el centro, no abrirlo. Después de 1 3 . . . fxg6, la debilidad se encuentra en otra parte, a saber: la diagonal "a2-g8" . En conse­ cuencia, Steinitz cambia su plan e inmediata­ mente emprende acciones para despejar la diagonal y utilizar así esa debilidad. El trans­ curso de la partida es una gran demostración, pues Chigorin no detecta el peligro y permite a su rival finalizar el juego con una impre­ sionante combinación. Sin embargo, en mi opinión, el verdadero valor de esta partida no radica en la combinación de la jugada 24, sino en la forma en que Steinitz elabora su juego y está dispuesto a cambiar de planes siempre y cuando aprecia una debilidad en campo ene­ migo. Con este tipo de profundo pensamiento superó Steinitz a sus iguales y, con todo me­ recimiento, saltó a la fama en la historia del ajedrez. 14.exd5! � xd5 1 5.� xd5 Yfxd5 16.i.b3 Yfc6 1 7.Yfe2 i.d7 18.i.e3 iihS 19.0-0-0 l:fae8 20.Yffl !

¡ Una brillante jugada de ataque ! Las blan­ cas ya han tomado posesión de la diagonal "a2-g8" , y el siguiente paso es abrir el centro,

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con d4, de modo que pueda atacarse la dia­ gonal adyacente " a l -h8 " . Al mismo tiempo, esta jugada de aspecto inocente plantea una bonita combinación que concluye esta exce­ lente partida. 20 ... a5 2 1 .d4! exd4 22.tll xd4 .ixd4 Una penosa concesión, pero otras jugadas no eran mejores. Hacer 22 . . . tll xd4? pierde de inmediato, debido a la fuerte 2 3 . %í: xh7+ ! xh7 24.Wh l +, y ni 22 . . . We4 23 .ic2 Wg4 24.f3 Wg3 25.lll f5 ! gxf5 26. %í: xd7, ni tampoco 22 . . . Wa6 23 .ic4 Wa8 24.lll f3 (recomendada por Euwe) conceden esperanzas a las negras. 23Jhd4! Las blancas amenazan 24. %í: dh4, con lo que se pondrían a prueba ambas debilidades: ¡ las diagonales y la columna "h" ! 23 ... lll xd4

Esto permite el brillante remate que ha he­ cho famosa la partida: 24.�xh7+! xh7 25.YlYh l+ ci>g7 26.i.h6+ f6 27.YlYh4+ ci>e5 28.%Yxd4+ Las negras se rindieron. Tras 28 . . . ci> f5 hay dos mates: 29.g4++ y 29.Wf4++. El siguiente gran teórico de la historia del ajedrez es el alemán Siegbert Tarrasch. Aun­ que Tarrasch nunca logró ganar el título mun­ dial, seguramente era el jugador más fuerte del mundo a comienzos de la década de 1 890, en la que ganó cuatro importantes torneos in­ ternacionales (Breslau 1 889, Manchester 1 890, Dresde 1 892 y Leipzig 1 894), algo sin prece­ dentes por entonces. En realidad, se le llegó a

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proponer un match con Steinitz en 1 890, pero debido a sus obligaciones familiares y profe­ sionales (ej ercía la medicina, primero en Nu­ remberg y luego en Munich), declinó la oferta, que le hubiera obligado a desplazarse a La Habana para luchar por el título mundial. Creo que, en 1 890, hubiese tenido buenas posibi­ lidades de ganar a Steinitz. Es probable que más tarde Tarrasch lamentase su decisión, pues en 1 894 otro alemán le arrebató la co­ rona a Steinitz: Enmanuel Lasker. Tarrasch y Lasker no eran precisamente buenos amigos, y sus opiniones sobre ajedrez, como veremos, eran muy diferentes. Hay una curiosa historia acerca de ambos. Después del torneo de Dres­ de 1 892, que Tarrasch ganó con autoridad, éste fue retado a un match con su joven com­ patriota Lasker. Tarrasch declinó el reto, con la observación de que estaría dispuesto a jugar un match con Lasker cuando su rival ganase un importante torneo internacional, pero no antes. Quizá la historia del ajedrez hubiese si­ do diferente si este match se hubiese materia­ lizado en 1 892 . En 1 908 tuvo la ocasión de disputar un encuentro por el Campeonato Mun­ dial a Lasker, pero por entonces los mejores años de Tarrasch ya habían pasado, y Lasker, que se encontraba en su plenitud de juego, ga­ nó el match de forma convincente. En cierto modo, Tarrasch desarrolló las ideas de Steinitz, aunque no estaba de acuerdo con todas ellas. Sobre todo, las posiciones ce­ rradas distaban de encajar en la concepción ajedrecística de Tarrasch, que proponía un juego libre y activo de piezas, dominio central de peones y espacio. Algunas de sus mejores partidas son modé­ licas en estos aspectos de la estrategia. Vea­ mos la exhibición que sigue acerca de cómo imponer una ventaja espacial. El oponente de Tarrasch es otro de los Grandes Maestros del pasado, quien, en 1 9 1 O, empató un match con Lasker por el Campeonato Mundial 1 , sólo tras perder la última partida.

Tarrasch - Schlechter Leipzig 1 874 1 En el match Lasker - Schlechter de 1 9 1 0 no estaba en j uego

el título mundial. N.d.T.

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1.e4 e5 2.�f3 � c6 3 . .ib5 d6 Esto conduce a las posiciones cerradas que le gustaban a Steinitz, y en las que Tarrasch veía "el germen del desastre". Las negras ob­ tienen una posición sólida, pero restringida. Uno de los descubrimientos de los pensadores hipermodernos (sobre todo, Nimzovich) fue que la clave para entender tales posiciones no radica necesariamente en el espacio real, sino en las posibilidades de emprender juego acti­ vo. Un enfoque de las ventajas espaciales más dinámico al principio. En su partida, Tarrasch muestra las virtudes de esta ventaja. 4.d4 .id7 5.�c3 �f6 6.0-0 .ie7 7J�el � xd4 Esto es forzado, pues la tentativa de man­ tener el centro con 7 . . . 0-0? pierde, por 8. 1xc6 1xc6 9.dxe5 dxe5 1 0.Wi'xd8 füxd8 l 1 .tlJ xe5 1xe4 1 2 .tlJ xe4 tlJxe4 1 3 .tlJd3 f5 1 4.f3 1c5+ 1 5 .tlJxc5 tlJxc5 1 6. 1g5 ! :!°% d5 l 7.1e7 :!°% e8 18.c4, y las negras se rindieron, Tarrasch Marco, Dresde 1 892. Pero, en opinión de Ta­ rrasch, también simboliza el fracaso del es­ quema de apertura de las negras, al abandonar el punto fuerte central, concediendo así ven­ taja de espacio a las blancas. 8.� xd4 exd4 9 ..ixd7+ Wi'xd7 1 0.Wfxd4 0-0

Acerca de esta posición Tarrasch escribe: "La ventaj a de las blancas no parece tan im­ portante. Aunque tienen juego más libre, por­ que controlan cuatro filas (por tres de las ne­ gras), con la quinta fila neutral, eso es todo lo que han conseguido las blancas de la apertura. Pero esta partida constituye un instructivo ejemplo de cómo una ventaja tan insignifican-

te puede convertirse en victoria. Durante toda la partida, las blancas disponen de mayor es­ pacio para sus maniobras, y las negras nunca logran pasar más allá de su tercera fila" . El problema de las negras -como la escuela hi­ permoderna demostraría más tarde- no sólo es su falta de espacio, sino el hecho de que no pueden llevar a cabo ninguno de los contra­ golpes temáticos ( . . . d5, . . . f5 , o incluso . . . b5), una vez que las blancas jueguen c4. 1 1 .b3 !:Ue8 12 . .ib2 .if8 1 3.�adl Wc6 14.gd3 ! ge6 1 5.gde3 gae8 1 6.h3 'tYb6 1 7.°flYd3 La estrategia a base de reglas simples: con más espacio, deben impedirse los cambios. 1 7 ... c6 1 8.�a4 Wi'c7 1 9.c4 Las blancas consolidan su ventaja de espa­ cio. Su juego está concebido para impedir ju­ gadas liberadoras, como . . . d5, . . . f5 y . . . b5. 1 9... �d7 20.h l f6? Un error muy instructivo. Las blancas go­ zaban de una agradable ventaja espacial, pero ningún objetivo de ataque. El potencialmente débil peón de "d6" está bien protegido. La jugada . . . f6 abre un claro objetivo para las blancas, que les permitirá explotar su mayor libertad de acción. En el capítulo sobre Ta­ rrasch de Los grandes maestros del tablero, Réti explica las enseñanzas de Tarrasch acerca de cómo explotar tales ventajas : "La segunda estratagema (la primera es el alfil malo -Han­ sen) tiene que ver con el método típico de tratar una posición restringida del oponente. No es posible, hablando en general, en una posición cerrada conseguir nada concreto con acciones directas, y es preciso empezar por abrir la posición. El bando dominante sólo puede alcanzar una decisión favorable, con sus peones en una de las alas, a fin de forzar la apertura de la posición. Es esencial en esta maniobra que, antes de proceder a una ruptura y abrir la posición, se utilice la mayor libertad de acción de tal forma que las piezas ocupen los puestos más favorables posibles para la lu­ cha abierta que va a producirse a continua­ ción". El problema de . . . f6 es que ayuda a las blancas en su propósito de abrir el juego, pues ahora puede realizarse g4-g5 con mucho ma­ yor impacto. La forma en que Tarrasch con-

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vierte su ventaja está muy en línea con la des­ cripción de Réti. 21 .Wc2 � e5 22.�c3 �ti 23.g4! Wa5 24.gdl Wb6 25.h4 � es 26.gg3 �ti 27.f3 No hay prisa. Las negras carecen de todo contrajuego. 27 ... � h8 28.�e2 Wc7 29.gdgl Wti 30.� d4 g6e7 3 1 .g5! Ruptura decisiva. Observe con qué minu­ ciosidad ha optimizado Tarrasch la movilidad de todas sus piezas, antes de proceder a la ac­ ción decisiva. 3 1 ...fxg5 32.gxg5 g6 33.�f5 ges Desesperado, pero Wc3 era una amenaza importante. 34.f4! gxf5 A 34 . . . l'! xe4 se responde 3 5 .Wc3 . 35.exf5 i.g7 36.fxg6 Las negras se rindieron. Observe la conversión lógica de una peque­ ña ventaja (más espacio) en un asalto decisi­ vo. Un fluj o de juego lógico como éste es ca­ racterístico del teórico puro. A los teóricos les gusta elaborar modelos y conceptos, como el de Tarrasch acerca de có­ mo explotar una ventaja de espacio, tal y co­ mo se explica en los comentarios a la partida precedente. Sin embargo, el riesgo de esos mo­ delos y conceptos radica en que son dema­ siado rígidos. El pensamiento dogmático es un peligro potencial de los teóricos, y Steinitz y Tarrasch son casos representativos. Ninguno de ellos quería retractarse de sus opiniones, y no aceptaban fácilmente ideas opuestas. En su excelente libro Verdens bedste skak (El mejor ajedrez del mundo -lamentablemente, sólo publicado en danés), el maestro internacional Jens Enevoldsen sostiene un divertido debate sobre las diferencias de opinión entre Steinitz y Tarrasch cuando se trata de posiciones ce­ rradas. La posición en cuestión es la próxima.

Ver el diagrama siguiente Tarrasch acaba de jugar 1 3 .c3, y planea abrir el centro con d4. En opinión de Steinitz, este plan no es el correcto.

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Tarrasch - Berger Breslau 1 889 Tarrasch comenta: "Acerca de esta jugada, Steinitz escribe en su Intemational Chess Ma­ gazine: 'No creemos que esta ruptura en el centro sea tan buena como dejar sufrir a las negras el mayor tiempo posible por sus peones doblados. Como mínimo, preferiríamos pos­ tergar esta maniobra hasta que el caballo pue­ da trasladarse a "e3 " , por "d2" y "c4" . Esta ob­ servación es muy interesante y característica del lento, cauto y no muy activo estilo de juego de Steinitz. Para mí, la forma de jugar sugerida por Steinitz es repelente, y la por mí elegida la más rápida para poner de manifiesto las debilidades del campo enemigo, como de­ muestra el curso de la partida" . ¡ Dos teóricos muy tenaces, con diferencias de opinión ! Ob­ serve la rigidez de sus opiniones, sin la menor aceptación de un punto de vista contrapuesto. Están de acuerdo en que los peones doblados constituyen una debilidad en la posición ne­ gra, pero están en manifiesto desacuerdo acer­ ca de cómo explotar este defecto. ¿Quién tiene razón? Enevoldsen concluye que tiene razón Tarrasch. Las debilidades deben ser atacadas. Observa, con humor, que encontrarse en el po­ tro de tortura no es en sí dañino, ¡ pues sólo comienza a ser desagradable cuando se inicia la tortura! En otras palabras, las negras sólo resienten los defectos de su posición cuando están siendo atacadas. En línea con el pensa­ miento introducido en el capítulo 3, mi punto de vista es algo diferente. Creo que hay cierta razón en ambas concepciones. Lo cierto es

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que cuál sea la mejor continuación no depende de Ja posición del tablero, sino de quiénes son Jos jugadores implicados. Para Tarrasch, un amante del juego libre de piezas, c3 y d4 es claramente la forma de jugar, mientras que pa­ ra un jugador "lento", como Steinitz, Ja sutil redisposición previa de las piezas menores se­ guramente le reportaría el mejor resultado. Estoy convencido de que tanto Steinitz como Tarrasch habrían ganado Ja posición, y que la forma en que lo lograrían sería diferente. Pero eso no importa realmente. Lo que cuenta en ajedrez son los resultados. Este enfoque prag­ mático se ve mucho más en las partidas del ri­ val de Steinitz y Tarrasch, Lasker, un jugador pragmático al que no Je preocupaban mucho las teorías, Jos modelos y los dogmas, sino que simplemente quería ganar. Los debates teóricos en ajedrez no Je interesaban mucho, aunque sí en matemáticas y filosofia, campos en los que también trabajaba. Por otra parte, Steinitz, Tarrasch y Jos demás teóricos creían en un enfoque más científico, según el cual sólo habría una única solución correcta al pro­ blema, que debería considerarse exclusiva­ mente ajedrecístico. Creo que ésta es una res­ tricción innecesaria, y que los problemas y las decisiones en ajedrez deberían considerarse problemas competitivos, es decir, cómo lograr el resultado apetecido. En esto, me siento cer­ cano a Lasker. Volvamos a Ja partida, para se­ guir el plan de Tarrasch.

13 ... c!lid7 14.d4 exd4 15.cxd4 i.f6 1 6.i.e3 cxd4 1 7.i.xd4 ges 18.�c2 i.xd4 1 9.c!li xd4 c!lic5 20.f3 �f6 2 1 .gfdl

Las blancas mantienen alguna ventaja, en razón de su mejor estructura de peones (dos islotes contra tres). Pero las negras siguen es­ tando en la partida, y se requirió un error por parte de las negras para que las blancas pu­ diesen convertir en algo tangible su ventaja, ganando en la jugada 7 3 . En sí misma, la partida no zanja la disputa entre los dos gran­ des teóricos. Tarrasch ejerció un gran impacto en el de­ sarrollo del ajedrez, pues sus escritos eran más accesibles para el público que Jos de Steinitz. Al mismo tiempo, su estilo de juego, activo y lógico, también era más apreciado en general por Jos aficionados. Sus fuertes creencias en Ja necesidad de dominar el centro con peones fueron más tarde rebatidas por los hipermo­ dernos, pero con estas matizaciones, siguen siendo válidas. Veamos la siguiente partida.

Tarrasch - Spielmann Nuremberg 1 9 1 0 1 .d4 d5 2.c!lif3 c5 3.c4 e6 4.e3 c!li f6 5.c!lic3 c!li c6 6.i.d3 Actualmente son más habituales 6.a3 y 6.cxd5 . 6 ... dxc4 En el moderno pensamiento, esto permite ganar un tiempo, pero para Tarrasch es una concesión (sobre todo, en relación con la 1 0" jugada negra), pues las negras abandonan el centro. 7.i.xc4 a6 8.0-0 b5 9.i.d3 Ab7 En relación con el Gambito de Dama Acep­ tado normal, las negras han ganado un tiempo ( . . . tDb8-c6), pero Tarrasch se concentra en Ja potencial mayoría blanca central de peones. 1 0.a4 c4? Tarrasch observa, acerca de esta jugada: " Las negras han abandonado el centro con su sexta jugada y, en consecuencia, ahora acen­ túan su juego en el flanco de dama: un impor­ tante error estratégico. En la apertura o, al me­ nos, en los comienzos del medio juego, la ba­ talla principal tiene lugar en el centro, y el bando más fuerte en este sector obtendrá ven­ taja posicional y ataque" . Tales comentarios

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han llevado a generaciones de jugadores a pensárselo dos veces antes de comprometerse con . . . c4 en posiciones de este tipo. ¿Quién quiere cometer "importantes errores estra­ tégicos" en la primera fase de la partida? Pero quizá las cosas no sean tan claras, después de todo. En su reseña del libro de Kasparov, Mis geniales predecesores (tomo 11), Sadler (en New in Chess, 1 /2004) muestra su sorpresa por el hecho de que Kasparov no le asignase un signo de interrogación a la jugada 14 . . . c4 de Maróczy en la siguiente posición, contra el campeón mundial Euwe, en Zandvoort 1 936:

rey, mientras que en el final, la mayoría con el peón pasado puede resultar un fuerte triunfo. En aras de la historia, revivamos esta famosa y excelente partida. 1 5 .i.b 1 l:!e8? Esto es demasiado lento. Kasparov reco­ mienda 1 5 . . . lli xe5 , después de lo cual las blancas deben contentarse con una posición complicada tras 1 6.i.xe5 lli d7 l 7 .Wc2 f5 ! 1 8 .i.f4 lli f6, con posibilidades para ambos bandos, pues 1 6.dxe5? ! Wxd l 1 7 .füxd l lli d5 es muy bueno para las negras. 1 6.Wi e2 lli xe5 Ahora es demasiado tarde, pues las blancas han evitado el cambio de damas, aunque, se­ gún el análisis de Kasparov, las negras no de­ jan de tener posibilidades. 1 7 .dxe5 ! lli h7 1 8 . Wih5 lli f8 1 9. l:! cd l Wc7 20.i.xh6 ! ? gxh6 2 1 .l:!d4 f5 22 .exf6 i.xf6 23.l:!g4+ i.g7 24.Wxh6 l:!ad8 25. lli e2 e5 26. lli g3 l:!e6 27. Wih4 l:!d3 28. lli f5 lli g6 29. Wih5 Wi fl 30.h4 i.f8 3 1 . lli h6+ i.xh6 32. Wixh6 Wih7 33 .Wg5 cJi fl 34.i.xd3 cxd3 3 5 . Wi f5+ Las negras se rindieron.

1 4 ... c4

Volvamos ahora a la partida Tarrasch Spielmann, en la que las cosas ruedan un poco mejor para las blancas : 1 1 ..ic2 b4 12.llie4 lli a5 13.tll xf6+ Wxf6 14.e4 Citamos de nuevo a Tarrasch: "Esta es la jugada que explota el error . . . dxc4. Las negras han abandonado el centro y las blancas con­ trolan ahora el juego por completo. A cambio, las negras tienen ventaja en el flanco de dama, pero esto -aunque no deja de tener su impor­ tancia- nunca ha sido, ceteris paribus, tan importante como el control del centro". 14 ... b3? ! 15 ..ibl .ib4 1 6..igS! Wg6 17 ..id2 !

¿No es sabido, desde hace décadas, que es­ ta jugada es mala? Por lo visto, no, puesto que según Kasparov, el error de las negras sólo se produjo más tarde. Esto demuestra cuánto ha evolucionado el aj edrez. Para tener éxito en el ajedrez moderno, es preciso abandonar el pen­ samiento dogmático y pensar de forma crea­ tiva y concreta en cada posición. Sin embargo, las reglas estratégicas fundamentales, formu­ ladas por los pensadores clásicos, como Stei­ nitz y Tarrasch, así como por los pensadores hipermodemos, como Nimzovich y Réti, si­ guen constituyendo un buen punto de partida para la elaboración estratégica en ajedrez. Pero ni las reglas ni otras prescripciones de­ berían considerarse de forma absolutamente rígida. En la presente posición, las negras es­ tán muy bien desarrolladas y se disponen a iniciar cambios de pieza ( . . . lli xe5). La mayo­ ría de peones blancos en el centro debería formar la base para un ataque en el flanco de

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Ahora las negras están perdidas. Su flanco de dama se desmorona. 17 ... .ixd2 1 8.Wxd2 tll c6 1 9.d5 La decisiva ruptura central. 1 9 ... tll d8 20.tll e5 Wh5 2 1 .llixc4 0-0 22.tll b6 g37 23.ga3 f5 24.exf5 exd5 25.gxb3 Wf7 26.gd3 .ic6 27.tll xd5 .ixa4 28.tll c3 Las negras se rindieron.

FUNDAMENTOS DE LA ESTRATEGIA AJEDRECÍSTICA

Steinitz y Tarrasch son los más famosos re­ presentantes de la Escuela Clásica de ajedrez, y su lugar en la j erarquía de los pensadores de ajedrez no tiene rival, si bien algunas de sus teorías eran demasiado rígidas y resultaron no ser lo bastante flexibles como para sobrevivir. Muchos de los conceptos de Steinitz y Ta­ rrasch siguen siendo válidos, pero no pueden prevalecer aislados, como, por ejemplo, de­ muestra el avance . . . c4 en posiciones del Gambito de Dama. Ese es el típico modelo de la teoría: alguien debe construir sus funda­ mentos, a partir de los cuales el pensamiento sigue evolucionando. El estilo clásico fue, eventualmente, superado por la generación de "hipermodemos" , con Nimzovich y Réti como sus figuras más destacadas. A juzgar por el impacto sobre el ajedrez, Aron Nimzovich es, de lejos, la figura más importante en la historia del ajedrez. A Stei­ nitz puede considerársele el padre de la estra­ tegia, y a Tarrasch el profesor que transmitió las ideas de Steinitz al gran público, de forma accesible. Pero Nimzovich es a quien la ma­ yoría de los jugadores contemporáneos tiene como referente al hablar de estrategia. Su fa­ moso libro Mi sistema sigue siendo -en mi opinión- el libro más importante e influyente jamás escrito: un título obligado para todos los jugadores de ajedrez con aspiraciones. Nimzovich introdujo conceptos en ajedrez, como profilaxis, superprotección y bloqueo, que siguen siendo válidos hasta la fecha. Sin embargo, como en muchos otros casos, el me­ jor pensador no es necesariamente el mejor jugador práctico. Nimzovich nunca llegó a proclamarse campeón del mundo (en sus tarje­ tas de visita se denominaba a sí mismo "Can­ didato al Campeonato Mundial de Ajedrez"), y en sus partidas no siempre consiguió tradu­ cir sus profundas ideas en fuertes jugadas en el tablero. En los primeros tiempos de su ca­ rrera, esto le dio la reputación de jugador "extraño" , pues el público general (y también los maestros) no entendieron al principio su juego y sus ideas. Nimzovich vivió sus últimos doce años (hasta su muerte, en 1 93 5 ) en Dinamarca, donde lo llamamos "el profesor de ajedrez de

Dinamarca" . Pero realmente es el profesor de ajedrez del mundo. Para ilustrar en la práctica algunas de las ideas de Nimzovich, he elegido dos partidas que no se encuentran entre las más famosas suyas (aunque recomiendo enca­ recidamente al lector que analice las partidas de Nimzovich contra Samisch, Copenhague 1 923, y P. Johner, Dresde 1 926; esta última se cuenta entre mis favoritas personales ¡y segu­ ramente entraría en una lista imaginaria de las diez mejores de todos los tiempos ! Sin em­ bargo, estas partidas son famosas con toda justicia y pueden encontrarse en muchas otras fuentes). Observe la evolución de las ideas, desde Steinitz y Tarrasch a Nimzovich. En la siguiente partida pueden verse en acción los conceptos de espacio, séptima fila y peón pa­ sado con mayor refinamiento.

Brinckmann - Nimzovich Bad Niendorf 1 927 1 .e4 lüc6!? Esta jugada era invención propia de Nim­ zovich, que la hizo favorita suya. La idea es contraatacar en el centro, 2.d4 d5 . Sin em­ bargo, y en comparación con su defensa con­ tra l .d4 (la Nimzoindia: l . . . tt1f6 2.c4 e6 3 . lt1 c3 ib4), este sistema no ha prendido real­ mente. Un problema es que las blancas pue­ den trasponer don facilidad a otras aperturas. Después de 2. lt1 f3 , las negras no tienen, real­ mente, nada mej or que 2 . . . e5 (aunque los ver­ daderos seguidores de Nimzovich en realidad 2 . . . d6), y en la partida veremos la transposi­ ción a una rara línea de la Defensa Francesa. 2.lilc3 e6 3.d4 d5 4.e5 lü ge7 5.lüo b6 6.lile2 ? ! Esto e s llevar agua a l molino d e las negras, ya que permite el cambio de alfiles de casillas blancas. 6 .. .i.a6! 7.lilg3 J.xn 8.xn h5! Una jugada profunda, típica de Nimzovich. Tras el cambio de alfiles de casillas blancas, las negras quieren apoderarse de las casillas blancas en el flanco de rey. 9.i.gS Wi'c8 10.Wd3? ! Como observa Réti, era mejor 1 O.h4, para que el negro no gane espacio en el ala de rey.

CARACTERÍSTICAS DE LOS JUGADORES TEÓRICOS

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10 ... �g6 1 1 .c3 h4 1 2.�e2 J.e7 13.h3 i.xg5 14.� xg5 �ce7

Esta posición, sobre todo, tiene la culpa de que haya incluido esta partida en el libro, por­ que nos permitirá apreciar la comprensión de las posiciones restringidas -es decir, el ca­ mino recorrido entre Tarrasch y Nimzovich-. Permítaseme citar de nuevo a Réti, quien lo explicó como sigue : "Del estudio de esta po­ sición podemos obtener un gran beneficio. Las blancas controlan mayor territorio, de modo que podría pensarse que tienen ventaja. Pero no es el caso. El verdadero criterio por el que deben evaluarse las posiciones cerradas es la posibilidad de realizar rupturas. En general, el jugador que puede mover sus piezas con ma­ yor libertad en una zona más amplia, proba­ blemente situará sus piezas para crear más tarde una ruptura más ventajosa que su opo­ nente, cuyas piezas se encuentran restringidas de movimientos. Como sabemos, ésta es la idea subyacente en el método de jugar po­ siciones restringidas, una idea a la que Ta­ rrasch ha contribuido mucho. El oponente de Tarrasch, Nimzovich, demuestra ahora que podemos encontramos en una posición restrin­ gida y sin embargo contar con todas las posi­ bilidades de abrir la posición a nuestro favor. Así, en la presente situación, las posibilidades de que las blancas realicen una ruptura sólo pasan, obviamente, por los avances c4 y f4-f5 . El primero d e estos movimientos dificilmente puede considerarse una buena jugada, por cuanto las blancas dominan mayor espacio en el centro y flanco de rey, pero no en el flanco

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de dama. Así que, en este caso, resultaría una jugada especialmente dudosa, pues el peón 'd' quedaría retrasado. La jugada liberadora dicta­ da por la posición sería, por tanto, f4-f5 . Pero no es cuestión de realizar este doble avance, pues las blancas nunca podrán dominar la casilla 'f5'. Por otra parte, las negras tienen muy buenas perspectivas para el futuro en estas maniobras, que parecen artificiales, pero que, en realidad, son muy profundas ( . . . tt:l g6, . . . h5-h4, . . . tt:l ce7, y sobre todo, tras el cambio de alfiles de casillas blancas). Así, mientras que las blancas no tienen posibilidades de efectuar rupturas, reducidas, en realidad, a realizar jugadas de espera tras el muro de sus peones, las negras tienen a su disposición la posibilidad de romper en dos puntos impor­ tantes : "f6" y "c5 " . En consecuencia, sólo las negras tienen la posibilidad de asumir la ini­ ciativa y, por tanto, cuentan con una posición superior, a pesar de su limitado control de te­ rritorio" . 15.gl f6! 16.�f3 t!fd7 1 7.h2 c5 1 8.c4! El propio Brinckmann califica este avance "como un acto de violencia," pues de otro mo­ do no podría resistir la agresión de las negras, ante la carencia de contrajuego. Creo que l 8.c4 es la mejor posibilidad de las blancas de complicar las cosas, aunque lo cierto es que le concede a Nimzovich la oportunidad de ex­ hibir otros elementos de su sistema, como la importancia de la séptima fila y la fuerza del peón pasado. 18 ...t!fc7 19.cxd5 c4! 20.t!f c2 exd5 2 i .ghel 0-0 Observe que Nimzovich no sigue algunas reglas formuladas por Steinitz. Aquí ha pos­ tergado el enroque, debido a que otras consi­ deraciones estratégicas tenían mayor prioridad. 22.�c3 fxe5 23.� xe5 � xe5 24.dxe5 d4! ¡ El peón pasado y su ansia expansiva! 25.�b5 t!fc5 26.�d6 d3 ! ? Nimzovich sacrifica s u cadena de peones en busca de un final en el que su torre al­ canzará la séptima fila y el peón "d" ata a las blancas. La alternativa era 26 . . . b5, pero, como señala Réti, las blancas obtendrían, en tal ca­ so, posibilidades de contrajuego en el flanco de rey, con 27 .Wd2, seguido de '\Wg5 o f4.

FUNDAMENTOS DE LA ESTRATEGIA AJEDRECÍSTICA

27.Yf xc4+ Yf xc4 28.� xc4 �bt'2 29Jfadl �k8 30.�e3 gd8 31.�c4 �f5

32.a4 Después de 32.e6, Nimzovich había prepa­ rado Ja bonita respuesta 32 . . . ge2 ! ! Ahora 33.gxe2 falla, debido a 33 . . . dxe2 34.gxd8+ (34.ge l tli d4, seguido de .. ge8xe6) 34 . . . � h7, y el peón corona, y después de 3 3 . gxd3 gxe l 34.gxd8+ @h7, las blancas están indefensas contra Ja amenaza . . . lli g3 y . . . gh l ++. 32 ... ®f7 33.ge4 ge2 ! 34.gf4 34.gxe2 dxe2 3 5 .ge l pierde, por 35 . . . 1'! d l ! 36.gxe2 lli g3 , y las blancas reciben mate. 34 ... ®e6 35.gg4 d2 36.gg6+ ®f7 37.gg4 a6! El caballo blanco será desalojado de "c4" con . . . b5, después de Jo cual . . . lli e3 decide. 38.fü4 ®e6 39.�d6 � e3 Las blancas se rindieron. Una de las claves temáticas en Nimzovich es el concepto de superprotección. Un con­ cepto muy profundo e importante para Ja es­ trategia ajedrecística, pero que puede parecer muy abstracto. ¿Por qué debería emplear mis piezas para cubrir casillas en mi propio cam­ po, antes que atacar activamente las del cam­ po enemigo? Ofreceré aquí mi propia expli­ cación del concepto, comparando tal concepto con la teoría de Ja organización, conocida como teoría dependiente de los recursos. Las organizaciones confían en una variedad de recursos, muchos de Jos cuales son aportados por proveedores o por otros asociados. La or­ ganización es dependiente de estos recursos y, sobre todo si Jos recursos específicos son

escasos y críticos para la organización, Jos proveedores ejercerán un fuerte poder en Ja re­ lación. La organización carecerá entonces de flexibilidad, y su destino y opciones estra­ tégicas estarán en manos de los proveedores. El ejecutivo inteligente de una organización así concebirá estrategias destinadas a reducir el poder de Jos proveedores e incrementar Ja flexibilidad y opciones disponibles para la or­ ganización. Una forma (o muchas) de hacerlo es contar con más proveedores, reduciendo así Ja dependencia de cualquiera de ellos. El mismo pensamiento puede aplicarse al ajedrez para entender el contenido y valor del con­ cepto de Nimzovich sobre la superprotección. El primer paso clave es identificar en Ja posición Jos puntos estratégicamente críticos, lo mismo que el gerente de un negocio evalúa qué recursos son críticos y escasos en Ja organización. En ajedrez, a menudo se trata de casillas o peones centrales. Esos son los puntos que deberán sobreprotegerse. La super­ protección incrementa la flexibilidad y reduce el poder del oponente, lo mismo que la es­ trategia en los negocios puede incrementar la flexibilidad y reducir el poder de los pro­ veedores. Si un punto crítico (digamos, un peón central) está atacado tres veces por el oponente y está protegido sólo tres veces, entonces Ja flexibilidad y el poder están de parte del oponente, que en cualquier momento puede optar por desplegar en otro Jugar su fuerza atacante. Las piezas defensoras, por otra parte, son inflexibles y dependientes de las jugadas del contrario. No pueden elegir jugar, porque cualquiera de sus movimientos costaría el peón central. Si, por otra parte, el peón central está cubierto cuatro veces (o más), las piezas defensoras siguen conser­ vando cierta libertad. Cualquiera de ellas pue­ de abandonar su papel protector y jugar a cualquier otra casilla, porque el peón sigue estando defendido. Al sobreproteger el peón, se incrementa Ja flexibilidad, y la capacidad de elegir ya no está en manos del oponente. La clave, por supuesto -tanto en Jos negocios como en el ajedrez- radica en identificar los puntos estratégicamente importantes y críticos que requieren superprotección. Una buena re-

CARACTERÍSTICAS DE LOS JUGADORES TEÓRICOS

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gla es fijarse atentamente en el centro. Los pensadores clásicos tenían razón al enfatizar en la importancia del centro. Sin embargo, como nos enseñaron Nimzovich y otros hiper­ modemos, no es imprescindible ocupar el centro con peones para dominarlo : sobrepro­ tegerlo con piezas puede ser igual de eficaz. Una de las partidas predilectas del propio Nimzovich con el tema de la superprotección fue la siguiente partida en consulta. Su línea de pensamiento en la jugada 14 es muy ins­ tructiva y muestra en acción al verdadero teó­ rico: siempre razonamiento lógico como base de la toma de decisiones.

Brodd, Paulsson y Mandel - Nimzovich Uppsala 1 92 1 1 .e4 � c6 2.d4 d5 3.e5 f6! ? Quizá sea más seguro 3 . . . if5 , pero Nim­ zovich tenía mucha fe en su apertura, quizá incluso excesiva. Este es un rasgo común en los teóricos: ¡ que se atienen demasiado a sus propias teorías ! 4.i.b5 El propio Nimzovich creía que 4.f4 era me­ jor, como jugó contra él Te Kolsté en Baden­ Baden 1 925. Esta emocionante partida siguió así: 4 . . .if5 5 . tt:.l e2 e6 6. tt:.l g3 fxe5 7.fxe5 Wi'd7 8. tt:.l xf5 exf5 9.ib5 a6 I O.ie2 g6 1 1 .0-0 ih6 1 2 .ixh6 tt:.l xh6 1 3 .Wi'd2 Wg7 1 4 . tt:.l c3 tt:.l e7 1 5 .if3 !'l: d8 1 6 . tt:.l e2 g5 1 7.c4 0-0 1 8 .Wi'b4 c6 1 9.g3 f4 20.gxf4 g4 ! ? 2 1 .ig2 tt:.l hf5 ( ¡ blo­ queo ! ) 22.Wb3 dxc4 23 .Wxc4+ @h8 24.Wi'c3 h5 25. !'l: ad l h4 26. !'l: d3 tt:.l d5 27.Wi'd2 !'l: g8 28.ixd5 cxd5 29.@h l g3 30.hxg3 hxg3 3 1 .@g2 tt:.l h4+ 32.@g l !'i: df8 3 3 . tt:.l xg3 Wxg3+ 34. !'l: xg3 !'l: xg3+ 3 5 .@h2 !'l: g7 36.Wd3 (Nim­ zovich indicó 36.f5 , con igualdad) 36 . . . füg8 37. !'l: f3?? (con 37.e6 ! , las blancas no están peor) 37 . . . tt:.l xf3+, y las blancas se rindieron. También es digno de consideración 4.id3 , en cuya línea las negras a menudo tienen que ca­ minar mucho tiempo por la cuerda floja para movilizar sus piezas. 4 ...i.f5 5.�f3 '1d7 6.c4 .ixb l ! Este sorprendente cambio forma parte del plan de las negras : apoderarse de la casilla central "d5 " . El caballo de "b l " podría ser una

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pieza clave para las blancas en la lucha por di­ cha casilla. 7.E:xbl 0-0-0 8.cxd5 A 8.c5 Nimzovich pensaba responder con 8 . . . g5 ! ? Esto es coherente con las enseñanzas de Steinitz, en el sentido de que cuando el centro es estable, puede emprenderse un ata­ que de flanco, pero no antes. 8 ... W/xd5 9 ..ixc6 ti'xc6 1 0.0-0 e6 1 1 ..ie3 tt:.le7 1 2.'1e2 �d5 Las negras han alcanzado su primer obje­ tivo. El caballo ha tomado una posición do­ minante en el centro. Por otro lado, el peón de "d4" es retrasado y una debilidad potencial. Pero las blancas también tienen algunas car­ tas : más espacio, perspectivas de ataque en el flanco de dama y la posibilidad de abrir la columna "e" con exf6, a fin de aplicar presión sobre "e6". Nimzovich evalúa la posición co­ mo más o menos igualada. 13.E:fcl Optando por el ataque. Otra posibilidad era 1 3 .exf6 gxf6 1 4.füe l . 13 ...Wd7 14.E:c4

Una interesante posición. ¿Cómo deberían proceder las negras? En Mi sistema, Nim­ zovich utiliza esta posición para explicar el concepto de superprotección y, concretamen­ te, su razonamiento en relación con la manio­ bra que sigue: "No hay duda de que el caballo de 'd5' es el orgullo de la posición negra. Pero no parece fácil encontrar un plan. Las blancas preparan un asalto con Wi'd2 y tt:.l e l -d3-c5, aunque no parece demasiado amenazador. El pensamiento que seguí en la partida me llevó

FUNDAMENTOS DE LA ESTRATEGIA AJEDRECÍ STICA

a descubrir una maniobra oculta, que todavía hoy considero muy buena. He aquí los pasos concretos de esta línea de pensamiento: 1 ) el caballo de 'd5' es fuerte; 2) esto significa que las piezas superprotectoras (la dama negra de 'd7' y la torre de 'd8') también son fuertes; 3 ) pero l a torre d e 'd8' también está compro­ metida con el flanco de rey. Por consiguiente, 4) ¡ la torre 'h' debe situarse en 'c8' ! " Una de­ ducción lógica -si bien algo abstracta y pro­ funda en este caso-, que es típica de los teóri­ cos. Es interesante ver con qué consistencia ejecuta Nimzovich su plan, una vez conce­ bido. 14... ©b8! 1 5.ti°d2 ges! 1 6.tliel Ae7 1 7.tlid3 ghd8 Nimzovich: " ¡ Hecho ! La torre 'd' puede ahora considerarse como un oficial del centro, ya que el rey protege a su colega de 'c8"' . 18.ti'c2 f5 Una vez consolidada la posición, las negras emprenden un juego activo, esperando poner en marcha un ataque en el flanco de rey. 19.gc l ? Las blancas pierden e l hilo, y a partir d e es­ te punto son gradualmente superadas. Como señala Nimzovich, las blancas deberían haber jugado l 9.b4, seguido de 'Ll c5. He aquí dos posibles líneas por él indicadas: a) l 9 . . . b5 20. l'! c6 \t> b7 2 1 . 'Ll c5+ ixc5 22. l'!xc5 tLl b6, con juego decente de las negras en las casillas blancas. b) 1 9 . . . b6 20. 'Ll c5 ! , y ahora: b l ) No 20 . . . bxc5? 2 1 .bxc5+ \t> a8? (la única posibilidad es 2 1 . . . 'Ll b6) 22.c6 We8 23. l'! a4 ! li:J b6 24.d5 ! füd5 25. l'! xa7+ ! \t> xa7 26.Wa4+ lt? b8 27.ixb6 cxb6 (27 . . . l'! d l + ! ? no ayuda, en vista de 28 .Wxd l cxb6 29. l'! xb6+ ©c7 30. l'!b7+ ©xc6 3 l .Wb3) 28.füb6+ \ti c? 29. l'!b7+ \t>d8 30.c7+ ! füc7 3 l . l'! b8+ l'! c8 32.füc8+ \t> xc8 3 3 .Wxe8+, y las blancas ga­ nan. Una bonita línea que Nimzovich califica de "verdadera combinación de Morphy" . b2) 20 . . . ixc5 ! 2 1 .bxc5 c6, con posibili­ dades para ambos bandos. 19 ... g5 20.tlic5 Axc5 2 1 .gxc5 :Sg8 22.ti'e2 h5! 23.Ad2 No 23 .Wxh5? g4, y la dama tiene proble­ mas.

23 ... h4 24.a4 g4 25.a5 a6! 26.b4 c6

El ataque blanco ha llegado a punto muer­ to. 27.gbl ti°f7 28.gb3 f4 29.ti'e4 f3 30.gcl fxg2 3 1 .Wxg2 i;krs 32.gfl g3 ! 33.hxg3 hxg3 34.f4 34. l'! xg3 l'! xg3+ 3 5 . f6 26.ih5 ! Sin embargo, 1 8 . . . f5 es mejor defensa. Las blancas sin duda están me­ jor tras 1 9.ia2+ © h8 20.if4, pero no veo nada decisivo, por ejemplo, si 20 . . . We8 . La elección de Botvinnik es más segura. Los ca­ ballos pueden centralizarse, pero, como hemos aprendido de Steinitz, necesitan puntos de

apoyo en los que instalarse. Como demuestra la partida, los caballos negros están "colgando en el aire" sin protección de peones. 1 7 ...%Yd7 18.%\'g4 h8 1 9J:�adl %Yc6

Los comentarios de Botvinnik sobre los rasgos estratégicos de esta posición son muy instructivos: "Toda la fuerza de la posición ne­ gra radica en su alfil de 'b6' . Si las blancas consiguieran eliminar ese alfil, las negras pronto perderían debido a la inestable situa­ ción de sus caballos " . Siguiendo este pensa­ miento lógico, el plan de las blancas es claro : el alfil de "b6" debe ser eliminado, y para ha­ cerlo se requiere trasladar un caballo. 20.tll c3 ! Las blancas amenazan lll d5 . 20 .. J:!ae8! 2 1 .i.bl La continuación lógica del juego blanco era 22.lll d5, pero las negras disponían de la res­ puesta táctica 2 1 . . .Wl' g6 ! 22.lll xb6? h5 ! , ¡y la dama blanca está cazada! Esto sirve para mos­ trar la interconexión entre estrategia y táctica. Los planes estratégicos siempre deben encajar en los requerimientos concretos de la posi­ ción. Con 20 . . . l'! ae8, las negras detectaron un punto débil en la posición blanca: "e2" . Las blancas deben mantenerse alerta para imple­ mentar su plan estratégico, al tiempo que se protegen del contrajuego enemigo. 2 1 . We6 2UUet ! ? Wc8? Ahora Botvinnik puede ej ecutar su plan es­ tratégico básico, tras el cual las negras pierden rápidamente. La línea crítica, por supuesto, es 22 . . . Wxe l + 23 . l'! xe l l'! xe l + 24. 'tt> h2. Observe que el problema estratégico básico de las ne•.

CARACTERÍSTICAS DE LOS JUGADORES TEÓRICOS

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gras sigue siendo el mismo: el emplazamiento inseguro de sus caballos. Kotov indica la línea 24 . . . lll d6 25 .id2 f5 26. '.Wh4 :ge6, observando que ésta es "la única posibilidad de resistir de las negras" , pues parece creer -gs 3 1 .ges Decisivo. 3 l . . . :gd5 pierde, por 32.:gxd5 1.Wxd5 33 .ixd4 lll xd4 34. '.Wb8+. 3 1 ...�fl 32..ixfS � e2 33 ..ih7+! 'ii> h 8 O bien 33 . . . lfi xh7 34. '.W e4+. 34.gxe2 �xe2 35.�xf7 Las negras se rindieron.

84

Esta partida concreta entre los dos viejos rivales Botvinnik y Keres tiene una inte­ resante historia. A pesar de ser el campeón del mundo, Botvinnik no fue seleccionado para el equipo soviético que debía participar en la Olimpiada de Helsinki ( 1 952). 1 Se dice que otros miembros del equipo no querían que participase, debido a que no había jugado du1

Esto no es del todo exacto. Botvinnik sí fue seleccionado

para el equipo de la URSS, pero se negó a defender otro tablero que no fuese el primero. Incluso buscó la complicidad de Bronstein: "¿No cree usted que tengo derecho a formar parte del equipo?", a lo cual Bronstein respondió: "Sí, pero no de primer tablero " . Procede recordar la trascendencia de este episodio,

por cuanto

era

la

primera

participaba en la Olimpiada. N.d.T.

FUNDAMENTOS DE LA ESTRATEGIA AJEDRECÍSTICA

vez que

la

URSS

rante varios años y a que algunos resultados suyos de torneo no eran consistentes. Así pues, Keres defendió el primer tablero de la URSS. ¡ Ahora el campeón del mundo tenía una cuenta que saldar!

maestro se dispone a cambiar de plan. 13 ...J.e7 Una concesión necesaria. 1 4.l:'!bel lll d7 1 5.J.xe7 l:'!xe7 16.lll g3 lll f6 1 7.'llYf2 J.e6 18.lll fS J.xfS 19.J.xfS Wb6 20.e4

1 .d4 lll f6 2.c4 e6 3.lll c3 dS 4.cxdS exdS S.i.gS J.e7 6.e3 0-0 7.J.d3 lll bd7 8.'llYc 2 l:'!e8 9.lll ge2 ¿Recuerda el debate del capítulo 3 sobre esta posición? Karpov desarrolla normalmente su caballo por " f3 " , mientras que Kasparov prefiere tt:l ge2 . Ambos son eminentes "gra­ duados" en la Escuela de Botvinnik. Sin em­ bargo, aunque Kasparov prefiere la línea de Botvinnik, es dificil ver muchas similitudes de estilo entre estos dos grandes campeones. Se trata, sencillamente, de que el enfoque dinámico de este tipo de posición, desarro­ llado por Botvinnik, convenía al estilo de Kas­ parov, mientras que la estructura más rígida de peones, tras 9. tt:l f3 , encaja mejor en el gus­ to de Karpov. Esto pone de relieve mi afirma­ ción de que no existe realmente una Escuela Soviética de juego, sino una Escuela Soviética de preparación. Por cierto que, en ocasiones, Botvinnik también jugó 9. tt:l f3 , por ejemplo contra Robatsch, en Amsterdam 1 966. 9... lll f8 1 0.0-0 c6 1 1 .l:'!abl .i.d6?! Esto favorece los planes del blanco, pues el alfil deberá regresar luego a "e7 " . Las negras disponían de varias jugadas preferibles, entre ellas l l . . . tt:l g6, l l . . . ie6, l l . . . a5 y l l . . . lll g4. 12.hl La amenaza de las negras era 12 ... ixh2+ 1 3 .Wxh2 tt:l g4+. Ahora las blancas pueden responder a 1 2 . . . ixh2 con 1 3 .ixf6, antes de tomar en "h2 " . 1 2 ... lll g6 1 3.f3! ¡ El rodillo de peones de Botvinnik! Aquí aún es más fuerte que en otras posiciones, puesto que el alfil ha jugado a "d6", propi­ ciando unos calzoncillos e4-e5 . Esto induce a Botvinnik a cambiar su plan de un tradicional ataque de minorías, con b4-b5 (preparado con 1 1 .�ab 1 ), en favor de actividad central. Ob­ serve aquí el espíritu de Steinitz: una vez des­ cubierta una nueva debilidad (en este caso, la desafortunada posición del alfil en "d6"), el

¡ He aquí la culminación! La amenaza es e5 y f4-f5-f6, de modo que las negras deben entregar el centro. 20 ... dxe4 2 1 .fxe4 gd8 22.eS lll dS 23.lll e4 Apuntando a "d6 " . Las negras tienen pro­ blemas con " f7 " . 2 3. . .lll f8 24.lll d6 'llYc 7 25.i.e4 lll e6 Botvinnik menciona que quizá 25 . . . �xd6 26.exd6 Wi'xd6 fuese la defensa más tenaz, pe­ ro aun así, sería inadecuada. 26.'ilYh4 g6 27.J.xdS cxdS 28.gcl 'llYd 7 29.:ac3 ! Botvinnik mejora con coherencia su posi­ ción. La elaboración lógica de una ventaja de­ cisiva, en tomo a un concepto estratégico ge­ neral, es un rasgo típico del maestro teórico. El blanco apunta a "f7" y "h7" y, eventualmen­ te, la pasiva posición negra deberá quebrarse. 29 ... grs 30.lll fS! füe8 30 . . . gxf5? permite mate, con 3 l .�g3+ tt:l g7 32.Wi'f6, y 30 . . . �ee8 falla, por 3 l . tt:l h6+ Wh8 32 .Wf6+ tt:l g7 3 3 . tt:l xf7+, y la posición negra se desmorona. 3 1 .lll h6+! Aún más fuerte que ganar la calidad. Las blancas se proponen ganar el peón de "f7". 3 1 ...ci>f8 32.'llYf6 lll g7 33.gcf3 El momento culminante de la estrategia central blanca, iniciada con 1 3 .f3 ! Ahora no puede defenderse " f7 " .

CARACTERÍSTICAS D E LOS JUGADORES TEÓRICOS

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33 i::! cS 34.tli xf7 i:'.!e6 35.§g5 tli f5 36.tlih6 §g7 37.g4 Las negras se rindieron. .•.

Botvinnik Larsen Noordwijk 1 965 -

1 .c4 e6 2.tlic3 d5 3.d4 tli f6 4.cxd5 exd5 5.ig5 c6 6.e3 ie7 7.§c2 0-0 8.id3 tli bd7 9.tli ge2 h6!? Una jugada rara, pero no deja de tener sus méritos. La habitual es 9 . . . :B: e8. 10.ih4 i:'.!e8 1 1 .f3 c5! Una forma frecuente de neutralizar las in­ tenciones blancas en el centro. Puesto que las blancas han debilitado su peón de "e3 " , las ne­ gras están dispuestas a asumir un peón "d" ais­ lado. 12.0-0 a6 13.i:'.!adl b5 14.if2 c4! ? Un avance a ultranza. Compárese con la partida precedente Tarrasch - Spielmann. La alternativa era convertir la formación central en rígida, mediante . . . cxd4 en el momento oportuno, en cuyo caso las blancas deben re­ tomar con el peón "e". Esta estructura de peo­ nes es muy conocida por la práctica de Botvin­ nik. Véase la partida Botvinnik - Pilnik, Bu­ dapest 1 952: l .d4 lD f6 2.c4 e6 3 . lD c3 d5 4.i.g5 ie7 5 .e3 0-0 6. :B: c l h6 7 .ih4 b6 8.cxd5 exd5 9. Íid3 ib7 I O.f3 c5 I I . lD ge2 lD bd7 1 2 . 0-0 :B: e8 1 3 .if2 id6 1 4 . :B: e l a6 1 5 . ltJ g3 §b8 1 6. � h l cxd4 1 7 .exd4 :B: xe l + 1 8 .Wxe l ltJ f8 I 9. ltJ ce2 lD e6 20. lD f5 if8 2 I .ie3 lD e8 22.Wh4 Wd8 23 .Wg4 � h8 24. ltJ f4 Wg5 25 . lD xe6 Wxg4 26.fxg4 fxe6 27. lD h4 � g8 28 lD g6 id6 29.g5 hxg5 30.ixg5 ltJ f6 3 1 . � g l :B: c8 32.fül :B: c7 (tanto 3 2 . . . � f7 3 3 . ltJ e5+ � e7 34.h4 ! , para h5-h6, como 32 . . . ltJ e4 33 .ie7 ! son muy desagradables para las negras) 33 .ixf6 gxf6 34. :B: xf6 :B: c l + 3 5 .f ül :B: c7 36.g3 b5 37. :B: e l ic8 3 8 . lD e5 � g7 39. � g2 b4 40.h4 a5 4 I .g4, y las negras se rindieron. 15.if5 lü b6 16.lüg3 .if8 1 7.a3 ib7 1 8.e4 ¡Aquí tenemos el ansiado avance ! De todos modos, las negras también disponen de opcio­ nes en el flanco de dama. 18 ...g6 19.ih3 a5 20.e5 b4 2 t . lü ce2 lü h7

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22.f4 ic6 23.i:'.!al ia4 24.§bl f5! Larsen hace cuanto está en sus manos por restringir el avance de los peones centrales blancos. 25.axb4 axb4

26.lü xf5! La avalancha de peones había sido conte­ nida, pero este sacrificio reabre la batalla es­ tratégica. Tales sacrificios de pieza, a cambio de rodillos de peones, se han producido con frecuencia en la historia del ajedrez. La par­ tida más famosa sobre este tema quizá sea la 26ª del match por el Campeonato Mundial Euwe - Alekhine de 1 93 5 (un match ganado por Euwe, aunque dos años después Alekhine recuperaría el título), también conocida como la perla de Zandvoort (Euwe conduce las blancas): 1 .d4 e6 2.c4 f5 3 .g3 i.b4+ 4.i.d2 Íie7 5 . Íig2 lD f6 6. lD c3 0-0 7. ltJ f3 lD e4 8 .0-0 b6 9.Wc2 Íib7 I O. ltJ e5 lD xc3 1 1 . Íixc3 ixg2 1 2 . � xg2 Wc8 1 3 .d5 d6 1 4 . ltJ d3 e5 1 5 . � h l c6 1 6 .Wb3 � h8 1 7.f4 e4 1 8 . lD b4 c5 l 9. lD c2 ltJ d7 20. lD e3 Íif6 2 1 . lD xf5 ! ! ixc3 22. lD xd6 Wb8 23. lD xe4 if6 24. ltJ d2 g5 25.e4 ( ¡ el rodillo de peones ! ) 25 . . . gxf4 26.gxf4 Íid4 27.e5 We8 28 .e6 :B: g8 29. ltJ f3 ? ! (más fuerte es 29.Wh3 ! ) 2 9 . . . Wg6 30. :B: g l ! ixg l 3 1 . :B: xg l Wf6? (el error decisivo; con 3 l . . . Wf5 el resultado más probable sería tablas) 32. lD g5 ! :B: g7 3 3 . exd7 :B: xd7?! (y aquí es mejor 33 . . . Wxf4) 34.We3 :B: e7 3 5 . ltJ e6 :B: f8 36.We5 ! Wxe5 37.fxe5 ( ¡ los peones retoman ! ) 37 . . . fü5 3 8 . :B: e l h6 39. lD d8 :B: f2 40.e6 :B: d2 4 1 . lD c6 :B: e8 42.e7 b5 4 3 . ltJ d8

FUNDAMENTOS DE LA ESTRATEGIA AJEDRECÍSTICA

©g7 44. tt:l b7 ©f6 45 .!!e6+ @g5 46. tt:'l d6 !! xe7 47. tt:l e4+, y las negras se rindieron. 26 ... gxf5 27.ixf5 V!le7 28.tll g3 id7 29.Axd7 tll x d7 30.V!lg6+ V!lg7 3 1 .V!lc6! !'bal 32Jhal La codicia no es buena consejera. Tras 32.Wxd5+? ! Wt7 33 .Wxt7+ @xt7 34. !% xa l tt:lb6, los peones "b" y "c" conceden contra­ juego al negro. Es mejor mantener la presión. 32 ...V!Iti 33.:Sa7

33 ... tll x e5 ! ? Las negras devuelven la pieza, con l a espe­ ranza de obtener contrajuego en el ala de da­ ma. 33 . . . !!e7? no vale, por 34.!!xd7 ! !!xd7 35.e6, pero sí era posible 33 . . . tt:'l b8. Botvinnik indicó 34.Wb6 tt:'l d7 (no 34 . . .Wxf4? 3 5 .Wg6+) 35 .Wa5 ! (35 .Wc6 es tablas por repetición de jugadas) 35 . . . !!e7 36.f5 , y el negro tiene pro­ blemas, debido a los fuertes peones centrales. 34.dxe5 V!le6 35.V!lxe6+ :Sxe6 36.tll f5 !k6 37.@fl c3 Esto es lo que Larsen buscaba, pero Botvi­ nnik consigue mantener los peones contrarios bajo control. 38.bxc3 bxc3 39.ie3 ic5 40.Axc5 :Sxc5 41.:Sal tll f8 42.©e2 tll e6 43.g3 h5 44.©d3 d4 45.tll d 6 No 45. tt:l xd4? !! d5 . 45.. Jk7 46.tll e4 @h7 47.f5 tll d 8 48.tll f6+ �h6 49.tll d 5 :Sb7 50.e6 tll c6 51 .:Sa6! tll e5+ 52.©xd4 Las negras se rindieron. Botvinnik no sólo era bueno en la explo­ tación de los peones centrales móviles. Tam­ bién sabía cómo combatirlos. Concluiremos

esta sección sobre Botvinnik con una partida en la que se encuentra al otro lado del tema estratégico peones centrales móviles.

Reshevsky - Botvinnik Breda (AVRO) 1 93 8 1 .d4 tll f6 2.c4 e 6 3.�c3 ib4 4.e3 0-0 5.tll e 2 d5 6.a3 ie7 7.cxd5 tll xd5 8.tll xd5 Esta línea sigue jugándose en la alta com­ petición contemporánea, pero actualmente son más habituales 8 .Wc2, 8 .i.d2 y 8 .g3 . 8 ... exd5 9.g3 tll d 7 t o.Ag2 � f6 1 1.0-0 id6 1 2.tll c3 c6 13.b4 a6 1 4.:Sel :Ses 1 5.Ab2 if8 1 6.V!ld3 ie6 1 7.f3

¡Botvinnik deberá probar de su propia me­ dicina! La inminente batalla resulta muy ins­ tructiva, pues con maniobras muy apropiadas, Botvinnik consigue quitar hierro a la ofensiva blanca, y su único fallo es que deja escapar la victoria cuando ésta se encontraba al alcance de la mano. 1 7... tll d7! Esto impide 1 8 .e4, pues 1 8 ... dxe4 1 9.fXe4 tt:l e5 ! no es bueno para las blancas, que ca­ recen de casilla una adecuada para su dama. 18.tll a4 b6! 1 9.:Sacl b5 Puede parecer torpe jugar . . . b6 y, un turno después, . . . b5, pero la j ugada " gratis" !!ac l favorece a las negras, pues la torre blanca está peor situada en "e l " que en " a l " , puesto que ahora el peón de "a3 " se vuelve débil. 20.tll c5 tll b6 2 1 .ic3 :Sa7! Otra excelente j ugada defensiva, en el es­ píritu de Nimzovich. La torre se dirige al cen-

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tro para ayudar a neutralizar el avance de los peones blancos. 22.e4 tll c4 23Jhl Esta es la clave de l 8 . . . b6. Las blancas ha­ brían preferido no mover la torre de "a l " . 23 ....ixc5 24.dxc5 gd7! 25.l!fd4 f6 A pesar de contar con los dos alfiles y el centro, las blancas tienen algunos problemas, porque no pueden mantener el centro. 26.f4 dxe4 27.l!fxe4 gd3 ! 28.gacl ¡ Aquí estamos de nuevo ! 28 gxc3 ! 29.gxc3 .ifi 30.gd3 No 30.Wb l ? Wd4+. ..•

30 ...ti°b8?? Después de su excelente juego, Botvinnik comete un grave error. Con 30 . . . Wc8 ! la dama se situaba en una casilla mucho mejor. Nunn indica aquí la línea 3 1 .Wxc6 ! E:xe l + 32.@f2 We8 3 3 .Wxe8+ E:xe8 34.i.c6 ! como lo mejor para las blancas y, curiosamente, no es evi­ dente cómo pueden ganar las negras, a pesar de su ventaja material, pues el peón "c" es fuerte. Una línea de muestra es 34 . . . l:'l: b8 35 .i.d7 E:a8 (con la clave 36.c6 :ga7) 36.i.c6 ! , y las negras no han progresado. 31 .gedl gxe4 32 .ixe4 ti°f8 La posición negra está perdida, pues hacer 32 . . . i.d5? no da ahora resultado, ya que la dama no puede escapar después de 33 .i.xd5+ cxd5 34.:gxd5 . Que Botvinnik sea capaz de rehacerse, a pesar del brusco giro de los acon­ tecimientos, revela un fuerte carácter. Sin em­ bargo, sólo pudo salvar la partida gracias a los apuros de tiempo de Reshevsky. 33J�d8 .ie8 34.gel ®ti 35 ..ixh7 tll e5! ? •

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36.fxe5 Wh8 3 7..ic2? Las blancas podían ganar de inmediato con 3 7.i.e4, como veremos. 37 ...®e7 38.gcs? Es mucho mejor 3 8 .:gas . 38 ... f5! 39 ..ixf5 De haber estado el alfil en "e4", 3 9.i.xc6 habría ganado. 39 ... l!fh5 40.g4 ti°g5 41 .gc7+ ®d8 42.gcs+ @e7 43.e6 Lo peor ha pasado para las negras. Si la torre se encontrase en la columna "a", en lugar de la "c", las blancas ganarían fácilmente. 43 ... g6 44.gc7+ ®d8 45.:ad7+! ®c8! 46.e7 gxf5 47.:ads+ ®c7 48.:axe8 Wxg4+ 49.®ht Wo+ 50.®gt ti°g4+ Tablas. De los mejores jugadores actuales, creo que Vladimir Kramnik y Peter Léko son los que reúnen las características más representativas de los teóricos, aunque habría que decir que los grandes jugadores de hoy son más uni­ versales que los del pasado. Esto se debe a que la tendencia del ajedrez hacia cadencias de j uego más y más rápidas da un carácter ca­ da vez más concreto al ajedrez de elite, adop­ tando la forma de impecable preparación de aperturas y cálculos concretos que se incre­ mentan rápidamente con la introducción de asistencia informática en el análisis y la pre­ paración. Hoy día no se puede ser un ver­ dadero jugador de elite siendo "sólo" un fuerte teórico (o un fuerte jugador de cualquier otro tipo): se necesita, además, trabajar en las áreas que caracterizan a los otros tipos. Kramnik y Léko, obviamente, lo hacen, pero muchas de sus partidas se parecen a las de los viejos teó­ ricos. Como Botvinnik, a Kramnik le gustan mu­ cho -y es muy fuerte con- los dos alfiles. En la siguiente partida exhibe la fuerza combina­ da de los dos alfiles y el peón central pasado.

Kramnik - Anand Las Palmas 1 996 t .tll t3 tll f6 2.c4 b6 3.g3 .ib7 4.i.g2 e6 5.0-0 .ie7 6.tll c3 0-0 7.:aet

FUNDAMENTOS DE LA ESTRATEGIA AJEDRECÍSTICA

Esta es la vieja j ugada predilecta de Kram­ nik, que ha planteado en buen número de par­ tidas. Es más flexible que 7.d4 llJ e4, que con­ duce a una India de Dama normal. 7... dS Las negras se enfrentan a una elección, pues disponen de una serie de opciones aquí. Podrían jugar 7 . . . llJ e4, como en la partida Kramnik - Yudasin, Olimpiada de Erevan 1 996 (con . . . c5, en lugar de . . . 0-0), mientras que las negras tenían una posición decente tras 8.d4 ! ? (8.llJxe4 y 8 .Wi'c2 son más habituales) 8 . . . llJxc3 9.bxc3 ie4 ! I O.ih3 ixf3 1 1 .exf3 cxd4 ! ? (compárese con la partida Yusupov Karpov, Linares 1 993, que John Watson men­ ciona en Secretos de la estrategia moderna; en lugar de obstruir a los peones doblados, las negras permiten a las blancas liberarlos para poder atacarlos; un ejemplo de lo que Watson llama ajedrez moderno) 1 2 .cxd4 llJ c6 1 3 .ie3 0-0 1 4.�c l �c8 1 5 .f4 llJ a5 1 6.Wd3 g6 (tablas en 26 jugadas). Otra opción es 7 . . . c5, en busca de un esquema tipo erizo. 8.cxdS llJ xdS

Un momento clave en el curso estratégico de la partida. Al retomar de caballo, las negras entran en el tema estratégico de la partida: centro móvil de peones. En caso de retomar de peón, el tema sería peones colgantes (después de . . . c5). Un ejemplo instructivo del juego blanco en ese tipo de posición lo tenemos en la partida Kramnik - Ribli, Groninga (PCA) 1 993 : 1 .c4 llJf6 2.llJc3 e6 3 . llJ f3 c5 4.g3 b6 5.ig2 ib7 6.0-0 ie7 7 .�e l d5 8.cxd5 exd5 9.d4 0-0 l O.if4 llJbd7 1 1 . dxc5 bxc5?! (es más

seguro l l . . .llJ xc5, con una posición de peón central aislado y pequeña ventaja blanca, pero no más que eso) 1 2. llJ h4 ! llJb6 1 3 . llJ f5 �e8 1 4.llJb5 Wd7 1 5 .llJbd6 ixd6 1 6.llJ xd6 �e6? ! 1 7.ih3 ic6 1 8 .Wi'c l c4 1 9.ie5 ! fü8 20.Wf4 llJ h5 2 1 .ixe6 fxe6 22 .Wd4 llJ f6 23 .b3 ia8 24.f3 Wc6 25.�ac l llJ fd7 26.bxc4 dxc4 27.ixg7 �xf3 ! ? 28.exf3 Wfxf3 29.llJe4 llJd5 , y las blancas se rindieron. 9.e4 llJ xc3 1 0.bxc3 es l 1 .d4 tll d7 12 .if4 cxd4 13.cxd4 tll f6 14.tll eS Las cartas sobre la mesa: ¿es el centro móvil fuerte o podrán las negras restringirlo y atacarlo? 14 ....ib4 Seguramente es mejor 1 4 . . . �c8. Anand en­ tra en una línea forzada, en la que las blancas no pueden limitarse a mantener su centro, sino que deben mostrar sus cartas. 1 5.�e3 ! �c8 1 6.dS! Este avance es más o menos forzado, por­ que las negras amenazaban 1 6 . . . ic3 , la idea subyacente en 1 4 . . .ib4. Pero también es un avance clásico, aunque depende -como suele ser habitual en el ajedrez contemporáneo- de cálculos concretos. 16...exdS 1 7 .exdS .id6 Con esta concesión, las negras indican que las blancas han ganado la batalla estratégica, y que el plan iniciado con 1 4 . . . ib4 era inade­ cuado para resolver la situación estratégica. El peón "d" puede sobrevivir. Pero no era posible tomar el peón de "d5 " , pues ambas formas de capturarlo pierden: a) 1 7 . . . ixd5? 1 8 .�d3 ixg2 ( l 8 . . . �c5 1 9.ie3 �b5 20.a4 fü5 2 1 . llJ c6) 1 9.�xd8 füxd8 20.Wi'b3 ! ic3 2 1 .Wi'xt7+ cj¡h8 22.ih6 ! �g8 (22 . . . gxh6 23.Wi'xf6+ cj¡gg 24.We6+ @g7 25.�c l ) 23. Wi'xf6 ! id5 (23 . . . gxf6 24.llJ t7++) 24.ixg7+ �xg7 25.�d l , y las blancas ganan. b) l 7 . . . llJ xd5 1 8 .�d3 , y ahora: b l ) 1 8 . . . �c5, y si 1 9.ie3 , llJ xe3 ! 20.�xd8 llJ xd l 2 1 .�xf8+ cj¡xf8 22 .llJd7+ cj¡e7 2 3 .llJxc5 ixg2 24.�xd l (24.cj¡xg2 llJ xt2 ! 25.llJa6 ic3 26.�c l llJ e4) 24 . . . ic6 conduce a una posición en la que los dos fuertes alfiles dan a las ne­ gras posibilidades de hacer tablas, pero des­ pués de 1 9. Wfb3 ! , no hay defensa para el negro. b2) 1 8 . . . llJxf4 1 9.gxf4 ! (más fuerte que

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1 9.�xd8 �cxd8 ! [manteniendo cubierta "f7"] 20.Wi'b3 lll xg2 2 l .Wi'xb4 füe8, con buenas opciones para las negras) 1 9 . . . .ixg2 ( 1 9 . . .Wi'c7 20.gd7 füd8 2 1 .gxc? gxd l + 22.�xd l gxc7 23 .gd8+ if8 24 . .ixb7 �xb7 2 5 .tll d7 gxd7 26.gxd7 conduce por fuerza a un final gana­ dor para las blancas) 20.�xd8 gfxd8 (lamenta­ blemente forzado, pues 20 . . . !! cxd8 2 l .Wi'b3 cuesta otra pieza a las negras) 2 1 .Wi'b3 ic3 22.i>xg2 ixa l 2 3 .lll xt7 i>f8 (23 . . . !'!c3 permite el conocido, pero bonito mate ahoga­ do 24.lll h6+ i>h8 2 5 .Wi'g8+! !!xg8 26.tll t7++) 24.lll g 5 ! gd7 2 5 .Wi'e6 ! , y las negras están indefensas. Esta multitud de variantes es la piedra angular de que la estrategia blanca ha prevalecido, y muestra de nuevo que, en estra­ tegia, el análisis riguroso y el pensamiento creativo van de la mano. 18.�c6 .ixc6 1 9.i.xd6 .ia4 ! ?

1 9 . . . Wi'xd6 20.dxc6 e s muy desagradable para las negras, pues el peón avanzado de "c6" limita seriamente la capacidad de acción de las negras. El peón, en sí mismo, es posible de bloquearlo, pero a costa de renunciar a toda esperanza de actividad. 20.i.xf'S! Kramnik llamó a esto un "sacrificio intui­ tivo", pero en realidad es muy lógico. El peón "d" pasado y Jos dos alfiles restringirán se­ riamente a las negras. La alternativa sólida era 20.Wi'xa4 Wi'xd6 2 1 .Wi'xa7 lll xd5 22 . .ixd5 (no 22.�d l ?? lll xe3 ! , ni 22.!'!d3 Wi'e5) 22 . . . Wi'xdS 23.Wi'xb6, con un buen peón de ventaja de las blancas, pero razonables posibilidades de ta­ blas para las negras.

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En una posición casi idéntica, conseguí ha­ cer tablas contra Delchev, en la Olimpiada de Estambul del año 2000. La textual es más apremiante. 20 ... .ixdl 2 1 ..ie7! Y!fc7 22.gxdl �d7 23 ..ih3 h6 24..if5! Esta fuerte jugada quita "h7" al rey negro y amenaza con mates en Ja última fila. Atacar el alfil, con . . . g6, deja las casillas negras en tomo al rey seriamente debilitadas. 24... b5 25 .ib4 gd8 26J:le7 Nimzovich estaría satisfecho : Ja torre en séptima, junto con el peón pasado, decide la partida. Kramnik ha manifestado repetida­ mente su aprecio por Jos escritos de Nimzo­ vich, en especial por Mi sistema. 26...Y!fc4 27.gxd7! gxd7 28 ..ixd7 Y!fxb4 29.d6 Yfa4 30J:ld3 Wi'e4 3 1 ..ixb5 Yfel+ 32.i>g2 Wi'e4+ 33.@gt Un truco conocido que solía practicar Pe­ trosian. En posiciones favorables no hay ne­ cesidad de apresurarse y pueden repetirse po­ siciones para demostrar al oponente que está indefenso. En este caso, sin embargo, es po­ sible que la repetición se deba a los apuros de tiempo. 33 ...Yfel+ 34.i>g2 Wi'e4+ 35.ci>fl ! Yífh l+ 36.i>e2 Yfe4+ 37.ci>fl Yífhl+ 38.i>e2 Y!fe4+ 39.©d t ! Y!fg4+ 40.f3 Yfh3 41 .d7 Las negras se rindieron. •

Léko tiene muy buen instinto para la es­ tructura de peones centrales, así como para apreciar la debilidad de peones y casillas. Me recuerda a los viejos teóricos por su explo­ tación sistemática y metódica de tales debi­ lidades. Su talento se manifestó a temprana edad, cosa que yo mismo pude apreciar al en­ frentarme a él cuando tenía quince años.

Léko - L. B. Hansen Brnnsh0j 1 995 1 .e4 e5 2.�f3 � c6 3..ib5 a6 4 ..ia4 �f6 50..() Ae7 6.gel b5 7 ..ib3 d6 8.c3 0-0 9.h3 � a5 La vieja Variante Chigorin de la Ruy Ló­ pez. Esta línea quizá sea la mayor aportación de Chigorin al ajedrez. Ha resistido la prueba

FUNDAMENTOS DE LA ESTRATEGIA AJEDRECÍSTICA

del tiempo durante más de un siglo. Yo he jugado a menudo también 9 . . . a5 !?, una inte­ resante línea practicada por Paul Keres. 10..ic2 c5 1 1 .d4 cxd4 Normalmente prefiero la Variante Romani­ shin ( l I . . .ib7), pero quería sorprender a mi joven rival, ¡ lo que no resultaría una buena idea! La partida revela los peligros de emplear aperturas que no se conocen en profundidad. 12.cxd4 Ab7 13.d5 i.c8

14.i.d3 ! Por entonces pensaba que era una fuerte novedad, lo que sólo es parte de la verdad. En realidad, ya se había jugado en una vieja par­ tida, Robatsch - Hennings, Zonal de Helsinki 1972 (de modo que no era una novedad), pero sí es fuerte y demuestra que Léko inmedia­ tamente captó los matices de la posición. Los puntos débiles de las negras son el peón de "b5 " y el caballo de "a5 " . La textual va diri­ gida contra ambos obj etivos: prepara el ataque a "b5 " e impide que el caballo llegue a "c4". 14 .. ..id7 De haber conocido la partida Robatsch­ Hennings, es probable que hubiese seguido los pasos de Hennings, con 1 4 . . . "ªc7 ! La clave de este orden de jugadas es asegurar la base en "c4" para el caballo de "a5 " . Por ejemplo: 1 5 .b4 tt:l c4, o bien 1 5 .ie3 tt:l c4. La partida continuó así : 1 5 .�e2 �d7 1 6.Élc2 "ªb8 1 7.b4 tll c4 ! 1 8 . tt:lbd2 (después de 1 8 .ixc4 bxc4 l 9.Élxc4? ib5 , cae el importante peón de "e4") 1 8 . . . Élc8 ! 1 9.Élb l tt:lb6 20.Élbb2 Éla7 2 1 .Élxc8+ "ªxc8 22.Élc2 Élc7 23 .Élxc7 "ªxc7, con juego igualado y tablas en 49 jugadas.

15.i.e3 g6 Sigo jugando como en la Variante Roma­ nishin. Con peones en "c3 " y "c5 " , la presión sobre el de "b5 " a menudo se elimina con . . . c4. Como esto no es aquí posible, el peón de "b5 " es más flojo que en aquellas líneas y, por consiguiente, las negras probablemente debe­ rían prestar mayor atención al flanco de dama, por ejemplo con 1 5 . . . Élc8, obligando al caballo blanco a jugar por "d2" , pues 1 6.b4 tt:lc4 es bueno para las negras. 16.b4 tli b7 Ahora, 1 6 . . . tt:l c4 crearía un peón débil y ventaja blanca tras 1 7 .�xc4 bxc4 1 8 . tt:lc3 . 1 7.tlic3 ! gc8 1 8.Wfd2 tli h5 1 9.a4! Wfe8 Las negras asumen una defensa pasiva, lo que indica que las blancas han ganado la ba­ talla de la apertura. Sin embargo, el golpe ac­ tivo 1 9 . . . f5 sencillamente no da resultado, des­ pués de 20.axb5 axb5 (si 20 . . . f4 2 l .bxa6 ! fxe3 22.�xe3 , el caballo está atrapado en "b7", y a 20 . . . fxe4 no se contesta con 2 1 .bxa6, en cuyo caso las negras logran algún contrajuego tras 2 1 . ..exf3 22.axb7 �b8, sino simplemente 2 l .ixe4, con una clara ventaja posicional) 2 l .ih6, y las negras pierden la calidad o el peón de "b5 " . 20.axb5 axb5 2 1 .ga7 gb8 22.i.h6 tlig7 23.Wfe2 tlid8 24.gcl f6

24 . . . f5 falla tácticamente, por 25.exf5 gxf5 26.tt:lxe5 ! dxe5 27."ªxe5 if6 28 ."ªxb8 ixc3 29."ªc7. Aquí se pone, una vez más, de mani­ fiesto la relación entre táctica y estrategia. 25.tlixb5!

CARACTERÍSTICAS DE LOS JUGADORES TEÓRICOS

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Esto gana un peón y, eventualmente, la par­ tida. Pero, como señala Léko, aún era más fuerte jugar en el espíritu de Nimzovich y do­ blar en séptima, con 25. éll b l ! Podría seguir así: 25 . . . 1'%f7 26.1'%cc7 if8 27 .fi.xg7 ©xg7 28.1'%xd7 ! 1'%xd7 29.ixb5 , y las blancas ganan. 2S .ixbS 25 . . . 1'%xb5 falla, debido a 26.ixg7 ©xg7 27.ixb5 ixb5 28 .1'%xe7+ Wxe7 29.Wxb5 . 26.i.xbS WxbS 27.WxbS gxbS 28.gxe7 lll f7 29.i.d2 lll hS 30.g4 lll f4 3 1 .i.xf4 exf4 32.gc4 gbb8 33.lll d4 füe8 34.gxe8+ gxe8 3S.lll c6 lll es 36Jk3 lll d7 37.f3 gas 38.lll e7+ ©g7 39.lll c8 ©h6 40.h4 gal+ 41 .©g2 ga2+ 42.©fl fS 43.gxfS gxfS 44.lll xd6 fxe4 4S.lll xe4 gb2 46.lll cs lll f6 47.d6 gxb4 48.gd3 ©hS 49.d7 lll xd7 SO.gxd7 ©xh4 st.lll e4 hS S2.gds gbl+ S3.©e2 gb2+ S4.lll d2 ga2 SS.©d3 ga4 S6.gcs ga3+ S7.©e4 ga4+ S8.gc4 ga2 S9.©xf4! ©h3 60.lll e4 ©g2 61.lll gs gn 62.©rs gn 63.gh4 Las negras se rindieron. •..

El peón débil de "b5 " también puede en­ contrarse en otras partidas de Léko. Una de ellas corresponde al match que ganó (4,5- 1 ,5, imponiéndose en todas las partidas con blan­ cas y haciendo tablas todas las negras) al re­ cién coronado campeón mundial de la FIDE, Alexander Jalifman.

Léko Jalifman Budapest 2000 (2ª) -

1 .e4 cS 2.lll f3 e6 3.d4 cxd4 4.lll xd4 a6 La vieja Variante Paulsen, así llamada por Louis Paulsen, el contemporáneo de Morphy y Anderssen. En muchos aspectos, Paulsen era un jugador muy moderno, aunque, por desgra­ cia para él, no siempre conseguía convertir en puntos y j uego sus buenas ideas. Considere­ mos, por ejemplo, su partida del Congreso de EEUU 1 85 7 : l .e4 c5 2.éll f3 e6 3 . d4 cxd4 4.éll xd4 ic5 5 .ie3 Wb6 6.éll b 5 éll f6 7 .ixc5 Wxc5 8.éll d6+ ©e7 9.éll xc8+ 1'%xc8 1 0.id3 lll c 6 1 1 .0-0 h5 ! 1 2 .lll d2 h4 1 3 .h3 g5 1 4.a3 1'%g8 1 5 .b4 Wb6 1 6 .éll c4 V!ic7 1 7 .f3 lll e5 1 8 .lll x e5 V!ixe5 1 9.V!id2, y ahora creo que mu­ chos Grandes Maestros actuales estarían satis-

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fechos de jugar con negras tras 1 9 . . . lll h 5 (o quizá incluso l 9 . . . d5), pero Paulsen comenzó a patinar, permitió que Morphy hiciese f4 y acabó perdiendo. S ..id3 lll c6 6.lll xc6 dxc6 Esta sólida línea es Ja favorita del GM de Letonia Miezis. Las blancas logran un peque­ ño tirón, pero Ja posición negra es sólida. 7.lll d2 es 8.lll c4 lll f6 9.0-0 Obviamente, no 9.éll xe5?? Wa5+. 9 ...V!ic7 10 ..id2 .ig4 1 1 .Vfiel bS 12.lll e3 .icS! ? 13.lll xg4 lll xg4 14.ti'e2 lll f6 1 S.b4 .ib6

Hagamos balance. Las blancas tienen la pa­ reja de alfiles, pero no es un factor signifi­ cativo ahora mismo, pues la estructura de peo­ nes en el centro es rígida. La verdadera debi­ lidad potencial en el campo negro son Jos peo­ nes del flanco de dama, que Léko pondrá sis­ temáticamente a prueba. 1 6.c4! .id4 1 7.gacl Wd6 18.i.c2 ! El alfil es trasladado a una diagonal más activa, eliminando, al mismo tiempo, Ja pre­ sión sobre la potencialmente vulnerable co­ lumna abierta "d". 18 ... 0-0 19 ..ib3 gfd8 20.gc2 gd7 2 1 .fücl gc7 22.g3 h6 23.©g2 gac8 24.a4! We6 2S.axbS axbS 26.Wd3 bxc4 Una concesión, pues el peón de "c6" es más vulnerable y más fácil de atacar que el peón de "b4". Pero no podía mantenerse "b5 " de forma satisfactoria. 27.gxc4 Wd7 28.i.e3 ! Siguiendo Jos pasos de Tarrasch: "Lo im­ portante no es Jo que se cambia, sino Jo que

FUNDAMENTOS DE LA ESTRATEGIA AJEDRECÍSTICA

queda en el tablero". A las blancas no les im­ porta ceder la ventaj a del par de alfiles, pues en esta posición concreta el alfil de "d2" no estaba haciendo prácticamente otra cosa que defender el peón de "b4", mientras que el alfil negro estaba activamente situado en el centro, manteniendo intacta la posición de su bando. 28 ... .ixe3 29.'\!!Yxe3 '\!!Ye7 30 ..ia4 �b8 Jalifman se defiende con recursos. El peón de "c6" no puede ser defendido a la larga, de modo que contraataca sobre el peón "b" blan­ co, confiando en la táctica. Pero hay una laguna. 31 .'fYc3 gcb7 32.gbl c5! ? 33.gxc5 tli xe4 Esta era la idea de Jalifman. 34.gcs+ ©h7 No 34 . . . :gxc8? 3 5 .'\!!Yx c8+ \t> h7 36.Wf5+. 35.ic2 ! f5

36.'fYO ! ¡La refutación ! Con 36.ixe4 fxe4 37.:gc4, las blancas también ganan un peón, pero en este final con piezas mayores las negras con­ servan buenas perspectivas de tablas. Por ejemplo, después de 37 . . . :gbs no es fácil para las blancas romper el bloqueo enemigo. Aho­ ra, sin embargo, las blancas ganan el peón en circunstancias mucho mejores. Según las teo­ rías de Steinitz, no es sorprendente que la tác­ tica opere en favor de las blancas. Puesto que, como es obvio, tienen ventaja, es muy lógico que la táctica se incline de su lado. Como nos enseñó Steinitz, la táctica rara vez surge de la nada: debe surgir en posiciones con algún tipo

de ventaja o debilidades en campo enemigo (ya sean momentáneas o duraderas). Tales de­ bilidades no existen en la posición blanca, mientras que la posición negra pende de un hi­ lo, lo que propicia la "repentina" aparición de posibilidades tácticas. 36 ... gxc8 37.'\!!Yxf5+ g6 38.'\!!Yx c8 tli f6 39.'fYc3 gb6 40.'\!!Yc 5 '\!!Yx c5 4 1 .bxc5 gxbl 42 ..ixbl ©g7 43.©f3 ©ti 44.c6 tli e8 45.©e3 tlif6 46.Ae4 tli e8 47.©d3 tli c7 48.©c4 g5 49 ..if5 h5 50.©c5 ©e7 51.f3 h4 52 ..id7 Las negras se rindieron. Recapitulemos. Los teóricos son muy fuer­ tes en posiciones susceptibles de ser explo­ tadas sistemáticamente por alguna caracterís­ tica como la pareja de alfiles, la estructura central de peones y debilidades de peones en general . En tales casos pueden aplicar su ta­ lento para el pensamiento lógico y sistemático y combinarlo con un conocimiento a menudo profundo de la historia del ajedrez y la evo­ lución de la estrategia ajedrecística. Suelen estar bien preparados en aperturas, pero la base de su preparación es obtener buenas posi­ ciones, a partir de las cuales se requiera un j uego sistemático, y en las que pueda seguirse un hilo lógico a lo largo de la partida. Si se enfrenta usted a un j ugador teórico, deberá tratar de romper ese hilo lógico. Debería buscar posiciones en las que "no haya lógica" y la evaluación concreta de la posición y las estrategias potenciales dependan más de factores concretos que de un profundo cono­ cimiento acerca de "cuál es el concepto co­ rrecto en este tipo de posición. " Esto significa a menudo entrar en agudas variantes de aper­ tura en las que el valor de cada j ugada es muy alto. Sin embargo, esto no debería confundirse con variantes de apertura incorrectas. Como, por ejemplo, demostraron las partidas Stei­ nitz - Chigorin y Léko - Jalifman, la táctica infundada rara vez da resultado, y los teóricos tienen muy buen instinto cuando deben buscar la táctica. Esto se debe a su profunda com­ prensión de los conceptos de debilidades tem­ porales y duraderas.

CARACTERÍSTICAS DE LOS JUGADORES TEÓRICOS

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6 Características de los j ugadores pragmáticos El pragmático es el tipo más habitual de los campeones mundiales, si el lector cree en mi ti­ pología. En mi opinión, no es una casualidad. A menudo no es el mejor pensador teórico, pero sí aquél que sabe cómo poner en práctica el conocimiento, y es el que conquista los primeros puestos en la competición. Esto vale tanto para el ajedrez como para los negocios. Sin embargo, no hay duda de que varios doers (pragmáticos y activistas) y pensadores (reflexivos y teóricos) necesitan aprender unos de otros para tener éxito, y los principales pragmáticos de la historia del ajedrez han mostrado una notable capacidad para aprender de los pensadores. Ya he mostrado, en el capítulo 3, cómo Kasparov aprendió de Karpov y pudo salir victorioso de sus luchas épicas, y lo mismo puede decirse de la relación entre Alekhine y Capablanca. Antes de su match por el Campeonato Mundial, en Buenos Aires 1 927, Alekhine pasó meses analizando las partidas de Capablanca, con el objetivo de aprender a jugar en el "territorio de Capablanca", conservando, al mismo tiempo, sus puntos fuertes. Como demuestra la historia, Alekhine tuvo mucho éxito en este aspecto, y creo que es j usto afirmar que en la plenitud de su fuerza (comienzos de los años treinta), Alekhine era un jugador universal que podía afrontar cualquier tipo de posición. El des­ lizamiento de "pragmático claro", al comienzo de sus carreras, hacia un tipo "más universal" pue­ de percibirse en buen número de gigantes del tablero. Además de Alekhine y Kasparov, también se viene a la mente Spassky. Los pragmáticos parecen tener una mente abierta, que puede identificar y absorber rápidamen­ te los conceptos. Probablemente sea una consecuencia de su enfoque concreto y basado en los he­ chos a la hora de tomar decisiones.

Los que siguen son los rasgos típicos de los pragmáticos: • Dependen del cálculo concreto y de los hechos al evaluar y tomar decisiones. • Muy fuertes y precisos en el cálculo de variantes. • Se caracterizan por una gran preparación de aperturas, y precisa, a menudo en variantes agudas, en las que el valor de cada jugada es importante. • Suelen aportar desarrollos a la teoría de aperturas, con su minucioso trabajo en las variantes que practican. A menudo marcan la tendencia del juego en la apertura. • Fuertes j ugadores de ataque, especialmente dotados para el ataque al rey. • A veces materialistas y dispuestos a aceptar material cuando la compensación del rival no es evidente. • Ocasionalmente pueden patinar en posiciones "blandas" o sencillas, en las que su capa­ cidad de cálculo no desempeña un papel. Aunque también he metido a Lasker en el saco de los pragmáticos, Alekhine probablemente sea el primer pragmático "real" entre los campeones del mundo, pues Lasker era, en esencia, un jugador universal. A lo largo de su carrera, gracias a su preciso cálculo, Alekhine pudo lograr rá­ pidas y brillantes victorias. Ese talento se pone claramente de manifiesto en partidas de la pri­ mera fase de su carrera.

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FUNDAMENTOS DE LA ESTRATEGIA AJEDRECÍSTICA

Alekbine - Levenfisb San Petersburgo 1 9 1 2 1.d4 c 5 2.d5 tt:lf6 3.tt:lc3 A esta variante se la conoce hoy como Be­ noni Schmid, por el Gran Maestro alemán Lo­ thar Schmid, que la empleó regularmente en los años cincuenta y sesenta, incluso contra rivales del más alto nivel. Sin embargo, su orden de jugadas preferido era l .d4 c5 2.d5 d6, y sólo después, . . . tt:l f6, más preciso que el elegido por Levenfish. Actualmente, el orden de jugadas más corriente es l .d4 tll f6 2 . tli f3 c 5 3 .d5 . Schmid logró bastante éxito con esta apertura, pero en tres olimpiadas ( 1 952, 1 960 y 1 962) fue desafortunado al tener que con­ ducir las piezas negras en los matches de Ale­ mania Federal contra la Unión Soviética. En las tres ocasiones empleó "su" propia variante, y fue vencido. Como son partidas famosas y excelentes, me permito incluirlas para cono­ cimiento de los lectores: Smyslov - Schmid, Olimpiada de Helsinki 1952. l .d4 c5 2.d5 d6 3 . tli c3 g6 4.e4 i.g7 5.tlif3 tlif6 6 .ie2 0-0 7.0-0 tli a6 8 .tll d2 tlic7 9.a4 b6 1 0. tlic4 i.a6 l I .if4 l:!b8 1 2.b3 tll d7 13 .Wd2 f5 1 4.l:!ad l fxe4 1 5 .tlixe4 fü5 16.i.g4 ! l:!xd5 l 7.ie6+! tli xe6 1 8 .Wxd5 tll f8 19.tll g 5 i.b7 20.tlixe6 Wc8 2 1 .tll xd6 ! exd6 22.Wfxd6 Wxe6 23 .Wxe6+. Las negras se rin­ dieron. Botvinnik - Schmid, Olimpiada de Leizpig 1960. l .d4 c5 2.d5 d6 3 . e4 g6 4 . tli f3 ig7 5 .i.e2 tli f6 6.tlic3 tli a6 7.0-0 tlic7 8.a4 a6 9.tlid2 i.d7 1 0. tli c4 b5

l l .e5 ! dxe5 1 2.axb5 axb5 1 3 .l:!xa8 Wxa8 1 4. tli xe5 b4 1 5 .d6 ! bxc3 1 6.dxc7 Wc8 l 7.if4 ! cxb2 l 8 . tli xd7 tli xd7 l 9.i.b5 i.d4 20.c3 e5 2 1 .cxd4 exf4 22.i.xd7+ Wxd7 23 .We2+ ©f8 24.We5 ©g8 25 .l:!b l f6 26.Wxc5 ©g7 27.l:!xb2 l:!e8 28 .l:!b l f3 29.gxf3 Wh3 30.Wc6. Las negras se rindieron. Spassky - Schmid, Olimpiada de Varna 1 962. l .d4 c5 2 .d5 d6 3 .e4 g6 4.tlif3 ig7 5 .i.e2 tli f6 6.tlic3 tli a6 7 .0-0 tlic7 8 .l:!e l 0-0 9.a4 a6 1 0.ig5 h6 l l .i.f4 id7 1 2 .Wd2 b5 ! ? 1 3 .e5 dxe5 1 4.he5 b4 1 5 .hf6 i.xf6 1 6.tlie4 i.g7 l 7.tlixc5 i.xb2 1 8 .l:!ad l i.f5 l 9.Wxh6 i.g7 20.Wh4 Wd6 2 1 .tll g5 füe8

22.i.d3 ! Wxc5 (22 . . . i.xd3 se contesta con 23 .Wh7+ i;t¡f8 24.l:!xd3 ! Wxc5 25.tlixt7 ! tli xd5 26.tll e 5 i.xe5 27.l:!xe5 Wxc2 28.l:!exd5 , y el ataque blanco se abre paso) 23 .i.xf5 tlixd5 (si 23 . . . gxf5 , 24.Wh7+ i;t¡f8 25 .Wh5 ©g8 26.Wxf7+ i;t¡h8 27.l:!d3 , y el rey negro recibirá mate) 24.i.e6 ! Las negras se rindie­ ron. 3 d6 4.e4 g6 5.f4! Ahora vemos por qué Schmid solía diferir el desarrollo de su caballo de "g8 " . Ahora las blancas despliegan una peligrosa iniciativa, golpeando de inmediato en el centro y ga­ nando tiempos a costa del caballo. Es típico de los pragmáticos explotar diferencias tan con­ cretas para emprender un ataque directo a la menor oportunidad que se les ofrece. 5 tt:l bd7 6.tt:lf3 a6 Como las negras no podían restringir satis­ factoriamente el avance e5, al menos impiden ••.

••.

CARACTERÍSTICAS DE LOS JUGADORES PRAGMÁTICOS

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un jaque mortífero en "b5 " , ¡ por tiempo inde­ finido ! 7.e5! dxe5 8.fxe5 tl:i g4 9.e6 tl:i de5 t o ..if4

1 0... tl:i xf3+ l l .gxf3 ! La decisión de las blancas se basa de nuevo en consideraciones concretas. Tras l l .'Wxf3, la idea de las negras era l l ... fxe6 ! 1 2 .'Wxg4 ( 1 2 .0-0-0 ! ?) 1 2 . . . e5 ! , y los dos alfiles (sobre todo el de casillas negras) conceden a las negras posibilidades reales de contrajuego. 1 1 ...tl:if6?! Kotov, quien escribió extensamente sobre Alekhine, indicó como mejor l 1 . . . lll h 6, pero después de 1 2.'Wd2 lll f5 1 3 .tl:ib5 ! lll d6 1 4.'Wc3 ! f6 (o bien 1 4 . . . �g8) 1 5 .'Wxc5 ! axb5 l 6.ixb5+ lll xb5 1 7 .Wxb5+ id7 1 8 .exd7+ 'Wxd7 1 9.Wxd7+ 'it>xd7, las blancas tienen un final ganado. Quizá l 1 . . . ih6 ! ? fuese la mejor posibilidad, aunque después, por ejemplo, de 1 2.ixh6 lll xh6 1 3 .Wd2 lll f5 1 4.exf7+ 'it>xt7 1 5 .0-0-0, la posición negra no es envidiable. 1 2 .ic4 fxe6 No es agradable 1 2 . . . ig7, pero acelerar el desarrollo era la última posibilidad de las ne­ gras. Ahora nunca podrán enrocar. 13.dxe6 Yfb6 Cambiar damas no alivia la presión. Por ejemplo: 1 3 . . . Wxd l + 1 4.�xd l ig7, y ahora, tanto 1 5 .ic7 0-0 1 6.ib6, como 1 5 .lll a4 ó l 5 .a4, conducen a una posición ganadora para las blancas. La textual, sin embargo, también tiene sus méritos, pues ataca "b2" y "e6". 14.We2 ! El peón de "e6" es el más importante. 14 ...Wxb2 •

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15.tl:ib5 ! ! ¡ Un famoso doble sacrificio de torre ! Afor­ tunadamente, Levenfish acepta el obsequio, permitiendo así que Alekhine produzca una obra maestra. No fue el caso en una partida anterior de Alekhine, contra Rosanov, en Moscú 1 908, jugada cuando aquél tenía 1 6 años: l .e4 b 6 2.d4 ib7 3 .lll c3 e 6 4.ll:lf3 d5 5 .ib5+! c6 6.id3 ll:l f6 7.e5 ll:l fd7 8 .lll g5 ! ie7 9.Wg4 lll f8 1 0. lll xh7 ! �xh7 ( 1 0 . . . lll xh7 1 l .'Wxg7) 1 I .ixh7 lll x h7 1 2 .Wxg7 lll f8 1 3 .h4 ! ixh4 1 4.�xh4 ! Wxh4 1 5 .i.g5 ! 'Wh l + 1 6.'it>d2 'Wxg2 (las negras n o toman la segun­ da torre, porque recibirían mate tras 1 6 . . . Wxa l l 7 .Wf6, aunque su posición sigue siendo de­ sesperada) l 7 .Wf6 'Wxg5+ l 8 .Wxg5 lll g6 l 9.f4, y Alekhine ganó poco después. 1 5 ...Wxal+ 15 . . . axb5 1 6.i.xb5+ 'it> d8 1 7.�d l + id7 1 8 .i.e5 ! Wb4+ 1 9.c3 no ayuda a las negras. 1 6.fl Wxh l 1 7.tl:i c7+ d8 18.Wd2+ .td7 1 9.exd7 Las negras se rindieron. No pueden evitar el mate tras l 9 . . . lll x d7 20.i.e6, o l 9 . . . e5 20. lll e6+ 'it>e7 2 1 .d8W+ �xd8 22.Wxd8+ f7 23.ll:lxf8+ 'it>g7 24.We7++. Desde sus primeras partidas, resultó visible el talento de Alekhine para las combinaciones y el cálculo preciso. Más tarde, evolucionó ha­ cia un estilo más universal, pero nunca perdió su toque para las bonitas combinaciones siempre basadas en un riguroso cálculo- que le han acreditado como uno de los más gran­ des campeones de la historia. La siguiente

FUNDAMENTOS DE LA ESTRATEGIA AJEDRECÍSTICA

partida probablemente sea conocida por mu­ chos lectores, ya que es una de las produc­ ciones más famosas de Alekhine. No obstante, la he elegido como una excelente ilustración de una gigantesca batalla entre un pragmático y un teórico, ambos del más alto nivel. Réti escribiría más tarde positivamente acerca de Alekhine. En Los grandes maestros del ta­ blero, declara: "En su pensamiento y en sus escritos sobre ajedrez, siempre es lógico y fácil de entender, desprovisto de cualquier tendencia mística, lo que nos permite des­ cribirlo con un epíteto que ha sido mal em­ pleado en los últimos años : es objetivo". Ale­ khine y Réti disputaron entre sí varias partidas interesantes, y remito al lector curioso a sus partidas de Viena 1 922, las dos del gran tor­ neo de Nueva York 1 924, y Semmering 1 926, todas ellas instructivas y entretenidas. Alekhi­ ne tuvo, por lo general, mayor fortuna en sus encuentros, ganando tres y perdiendo sólo una (con tres tablas). Sobre la siguiente partida, Kasparov, observó que "hay razones para con­ siderar a esta partida la más hermosa jamás jugada en la historia del ajedrez" .

habitualmente retoman con uno de los peones, pero esta jugada también es buena. En rea­ lidad, Réti también practicó la Defensa Ale­ khine con negras, y solía retomar en "d6" de dama, por ejemplo, después de l .e4 tt:lf6 2.e5 tt:l d5 3 . d4 d6 4.exd6, como en sus partidas con Yates (Budapest 1 926) y Von Holzhausen (Giessen 1 928). s tt:l f6 6.i.g2 .ib4+!? ¿Recuerda el jaque de la partida Alekhine Rozanov, mencionada en las notas a la par­ tida Alekhine - Levenfish? A Alekhine le gus­ taba este jaque intermedio, que ahora se ha he­ cho popular en muchas líneas (por ejemplo: 1 .d4 tt:lf6 2.c4 e6 3 . tt:l f3 b6 4.a3 ib7 5 .tt:lc3 d5 6.cxd5 tt:l xd5 7.e3 ie7 8 .ib5+ c6 9.id3 , a la que el joven Kasparov sacó mucho partido, a comienzos de los ochenta), la casilla "d3 " ("d6") es débil y las blancas se han visto obli­ gadas a realizar una jugada que podría no en­ cajar en sus planes. 7 ..id2 .ixd2+ 8.tt:lxd2 0-0 9.c4 tt:l a6 1 0.cxdS tt:lb4 1 1 .Wc4 lll bxdS 12.lll 2b3 c6 13.0-0 :Se8 14.:Bfdl .ig4 1 5.:Sd2 Wc8 16.lll cs .ih3 ! .•.

Réti Alekhine Baden Baden 1 925 -

1 .g3 es 2.lll f3 e4 3.lll d4 Una interesante paradoja: Alekhine tiene que luchar contra la apertura que lleva su nombre ( l .e4 tt:lf6 , que tengo entendido em­ pleó por primera vez contra Samisch, en Bu­ dapest 1 92 1 ), ¡ con colores invertidos y un tiempo menos ! Aunque Alekhine probable­ mente habría objetado a que se le asociara con los "hipermodernos", su apertura parece res­ ponder al tipo de razonamiento que carac­ terizaba a la jugadores hipermodernos, a sa­ ber, que el centro no tiene por qué ser con­ trolado por peones, ya que puede ser igual­ mente dominado con piezas. Réti era un fiel propagandista de este concepto, y solía atacar el centro desarrollando sus alfiles por las gran­ des diagonales. Aquí, sin embargo, ¡ sigue los pasos del propio Alekhine ! 3 ... dS 4.d3 exd3 s.Wxd3 En la Defensa Alekhine normal, las negras

1 7 ..if3 Réti no cae en la trampa de Alekhine. To­ mar un peón, con 1 7 .ixh3? Wxh3 1 8 .tt:lxb7?, pierde, por 1 8 . . . tt:l g4 1 9. tt:l f3 tt:l ge3 ! 20.fxe3 tt:lxe3 2 1 .�xf7+! ª'h8 22.tt:lh4 l'!f8, y las ne­ gras ganan la dama, pues debe defenderse "fl " . 1 7 .. .i.g4 18.i.g2 i.h3 19.i.f3 .ig4 2 0..ih l ! ? Réti j uega a ganar. Con 20.ig2 podría for­ zar tablas por repetición de jugadas. Su de­ cisión de continuar la partida es comprensible. Tiene un potencial ataque de minorías (b4-b5)

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en el flanco de dama o una posible expansión en el centro (con e4). Objetivamente, es pro­ bable que las blancas estén ligeramente mejor. ¡ Pero Alekhine es Alekhine ! Percibe un punto débil en campo contrario (el peón de "g3 ") y se dispone a minarlo. 20 ... h5! 2 1 .b4! a6 22.:Scl h4 23.a4 hxg3 24.hxg3 YlYc7! 25.b5 La continuación natural de las jugadas pre­ cedentes de las blancas, que ejecutan su ata­ que de minorías para dejar a las negras con un peón aislado en el flanco de dama. Pero este avance también permite a las negras iniciar un imaginativo contraataque, que posiblemente sólo pueda rebatirse con un juego muy pre­ ciso. En cualquier caso, las posiciones resul­ tantes son muy complej as y requieren un cál­ culo exacto, algo más en línea con el prag­ mático Alekhine que con el teórico Réti . Por consiguiente, hubiera sido una mejor estrate­ gia para Réti jugar 25 .e4 Ci:Je7 (o 25 . . . Ci:Jb6 26.'1Wc2) 26.a5, con alguna ventaja blanca, como señaló Kasparov. 25 axb5 26.axb5 .•.

26 ... :Se3 ! Apuntando a "g3 " . Obviamente, l a torre no puede tomarse, pues 27.fxe3? Wxg3+ 28.i.g2 Ci:Jxe3 conduce al mate. 27.ll!f3? Pero ésta no es la respuesta correcta. Ahora Alekhine puede llevar a cabo la bonita se­ cuencia que ha hecho famosa esta partida con todo merecimiento. En este punto, sin embar­ go, Réti tenía varias posibilidades de escapar a su suerte.

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a) Las blancas podían bloquear el acceso a "g3 " con 27 .i.D ! ? Tras 27 . . . i.xf3 28 .exf3 ! , su rey está seguro y pueden seguir asediando a los peones negros del flanco de dama, aunque los peones doblados darían a las negras po­ sibilidades de tablas razonables, aunque per­ diesen un peón en el ala de dama. Una línea de muestra, indicada por Nunn, es 28 . . . cxb5 29.Ci:Jxb5 Wa5 30. :B: xd5 :B: e l + 3 1 . :B: xe l Wxe l 32.mg2 Ci:J xd5 33 .1Wxd5 :B: a l 34.'1Wd8+ mh7 35 .Wh4+ mg8, con tablas por jaque perpetuo. b) Otra tentativa por rechazar el ataque es la profiláctica 27 .i.g2 !?, de modo que la captura en "g3 " ya no sea con jaque. Sin em­ bargo, 27 . . . :B: xg3 ! sigue siendo peligroso, pues si 28.fxg3?, sigue 28 . . . Ci:J e3 y . . . Wxg3 , y las negras ganan. Pero de nuevo las blancas no están obligadas a tomar la torre, sino que pue­ den jugar 28 .e3 ! , abriendo paso a una retirada defensiva de la dama sobre la diagonal "a6fl ", atrapando a la torre contraria. Las negras tienen entonces la opción de sacrificar calidad en "g2", o pieza, con 28 . . . Ci:Jxe3 29.fxe3 We5 (Nunn), en ambos casos con razonable com­ pensación por el material sacrificado. c) Más natural es la tentativa de sobre­ proteger "g3" con 27.mh2 ! Esto es lo que Ale­ khine señaló como mejor, inmediatamente después de la partida. El análisis subsiguiente ha indicado que las negras pueden continuar dejando a su torre en prise e incrementar la presión con 27 . . . :B: aa3 !

Ahora: c 1 ) La torre sigue sin poder tomarse, pues 28.fxe3 ? pierde, por 28 . . . Ci:Jxe3 29.Wb4 Ci:J fl + !

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30.g l Wxg3+ 3 l . .ig2 lll e3, y las blancas de nuevo reciben mate. c2) Sin embargo, tal y como indicó el propio Alekhine, las blancas no tienen por qué tomar la torre, sino que pueden, sencillamente, bloquear la tercera fila con 28.lll cb3 !?, des­ pués de lo cual no es tan fácil para las negras proseguir con su ofensiva. Según el extenso análisis de Nunn en The Mammoth Book of the World's Greatest Chess Games, la línea crítica es 28 . . .We5 29.bxc6 bxc6 30.fxe3 'h2), profilaxis contra el sacrificio en "g3 " (27 . .ig2), o privar directamente a las negras del acceso a "g3 " (27 . .if3 y 27.h2 l:!aa3 28. lll d3 ! ) . Cabe suponer que Réti pensó dentro de estas líneas, pero sus cálculos no fueron del todo precisos (pues los cálculos no eran su competencia esencial), y su elección fue, por tanto, inferior. He aquí por qué, para un teórico como Réti, hubiera sido mej or evitar esta complicada po­ sición, optando por la posicional 25 .e4, en lu­ gar de 25.b5 . 27... cxb5! 28.Y!Yxb5 tll c3 ! 29.Y!Yxb7 29.Wc4 pierde, por 29 . . . lt:l fe4 ó 29 . . . b5,

después de lo cual cae "e2", pero quizá lo me­ jor para las blancas fuese entregar la dama, con 29.Wb2 ! ? l:!a2 (29 . . . Wxc5 30.lll d4 ! ) 30.Wxa2 lll xa2 3 l .l:!xa2, e n cuyo caso e l li­ mitado material les daría ciertas posibilidades de tablas. Sin embargo, es comprensible que Réti no estuviese dispuesto a recurrir al freno de emergencia y entregar su dama. Después de todo, también en la continuación de la par­ tida queda el material limitado. Es fascinante ver cómo Alekhine consigue coordinar sus pie­ zas y convertirlas en un ejército cohesionado. 29 ...Y!Yxb7 30.lll xb7 tll xel+ 3 1 .hl

3 1 . fl conduce a un final perdido para las blancas, después de 3 1 . . .lll xg3+ 32.fxg3 ixf3 3 3 .ixf3 l:!xf3+ 34.'it>g2 l:!aa3 ! , y el peón de "g", en torno al cual ha girado la batalla en las últimas jugadas, sucumbe. La textual parece conceder a las blancas ra­ zonables posibilidades de tablas después, por ejemplo, de 3 1 . . .lll x c l 32.fxe3 , o de 3 1 . . .:i:!xf3 32.l:!xe2 l:!xg3 ! 3 3 . fxg3 (o 3 3 . \t> xg3) 3 3 . . ..ixe2 34.lll d6. Pero el ataque aún no ha terminado. 3 1 . .. tll e4! 32.�c4 32.fxe3? pierde material, por 32 . . . lll xd2 (con la doble amenaza a "c l " y "f3 "), pero ésta es una buena tentativa que no da resul­ tado por muy poco. La opción era 32.:i:!d8+ l:!xd8 3 3 . fxe3 , esperando cambiar la mayor cantidad posible de material. Sin embargo, las negras ganan con la bonita continuación indi­ cada por J. Nunn: 33 . . . :i:!d5 ! 34.l:!c4 lll 2 xg3 3 5 .ig2 lll fl + ! ! 36.g l (36.ixfl ixf3, y 37 . . . l:!h5+ decide) 36 . . . :i:! d l 3 7 .ixfl ixf3 , con la mortal amenaza 3 8 . . . lll d2 .

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32 ... tL!xf2 ! Réti esperaba 32 . . . tL! xd2 3 3 . tll xd2 l!d3 34.tLlc5 ! l!xd2 3 5 .ixa8, con tablas, o bien 32 . . . ixf3 3 3 .l!xe4 ! i.xe4 34.fxe3 ixh l 3 5 .@xh l tLl xg3+ 36.@g2, y lo reducido del material da buenas posibilidades de tablas a las blancas. 33.i.g2 i.e6! En este punto Alekhine debe haber visto la posición final. Un adecuado colofón a un ata­ que creativo, con el sello del pragmático: la devastadora precisión de sus cálculos. 34Jkc2 tLl g4+ 35. h 3 El rey no puede retirarse a la primera fila, debido a 35 . . . l!a l +. 35 ... tLle5+ 36.@h2

menudo no es el ataque en sí lo que constituye la parte más dificil de la lucha, sino la pre­ paración y puesta en marcha del ataque. Creo que fue Tartakower quien comentó en una ocasión la capacidad atacante y combinativa de Alekhine: "También yo podría ejecutar las mismas combinaciones y ataques fulgurantes de Alekhine . . . si tuviese sus posiciones. ¡El problema es conseguir esas posiciones ! " . Una profunda observación. Alekhine no era letal sólo cuando atacaba, pues la forma en que preparaba el ataque no es menos impresionan­ te e instructiva. El ataque final en la siguiente partida puede que no sea muy dificil, pero la forma clara y directa en que Alekhine explica el preludio al ataque no tiene desperdicio. En­ tender cómo elaborar un ataque -y no sólo po­ nerlo en marcha- es la enseñanza clave que puede derivarse del minucioso estudio de las partidas de Alekhine. El mismo rasgo se apre­ cia en las partidas de pragmáticos posteriores, como Kasparov.

Alekhine - Bogoljubov Triberg 1 92 1

36.. JhfJ! Las blancas estaban a punto de zafarse. Si 36 ... tll x f3+ 3 7 .ixf3 l!xf3 3 8.l!xe2, probable­ mente es tablas. 37J:he2 tLl g4+ 38.@h3 tLl e3+ 39.@h2 tL! xc2 40.i.xf3 tL! d4 ! Las blancas s e rindieron. Las fuentes difieren en cuanto al momento en que finalizó exactamente esta partida, y al­ gunos autores afirman que las restantes juga­ das de la combinación de Alekhine se rea­ lizaron en el tablero. Tales j ugadas fueron: 4 1 .fü2 tLlxf3+ 42.l!xf3 i.d5 ! , y el caballo de "b7" está perdido. Los pragmáticos son muy fuertes, como ya hemos dicho, en el ataque al rey. En esta suer­ te del juego su talento para el cálculo preciso se manifiesta de forma óptima. Sin embargo, a

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Alekhine y Bogoljubov eran viejos rivales. En dos ocasiones ( 1 929 y 1 934) Bogoljubov desafió a Alekhine en sendos matches por el Campeonato Mundial. Muchas partidas de aquellos matches resultaron interesantes y dig­ nas de estudio, pero los resultados nunca estu­ vieron en duda: Alekhine ganó, de forma con­ vincente, ambos encuentros. La presente par­ tida data de los primeros tiempos de su riva­ lidad.

1 .d4 tL!f6 2.tL!f3 e6 3.c4 b6 4.g3 i.b7 5.i.g2 c5?! La teoría actual considera inadecuado este avance. Sin embargo, para demostrarlo las blancas deberán efectuar un sacrificio tem­ poral de uno o, a veces, dos peones. Las só­ lidas líneas principales son 5 . . .ie7 y 5 . . .ib4+. 6.dxc5? ! Esto n o debería preocupar seriamente a las negras. La tentativa de refutación pasa por 6.d5 ! exd5 7 .tll h4 ! Un buen ejemplo de las posibilidades blancas lo tenemos en la partida

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Karpov - Gavrikov, Campeonato de la URSS (Moscú) 1 988, que siguió así: 7 . . . b5 ! ? 8.0-0 ! bxc4 9.ll:Jc3 i.e7 1 0.ll:Jf5 0-0 1 1 .lLixe7+ Vfffx e7 1 2 .i.g5 h6 1 3 .i.xf6 Vfffx f6 1 4.ll:Jxd5 i.xd5 1 5 .Vfffx d5 ll:J c6 1 6.Vfffxc4 Vfffxb2 1 7.e3 l:!ab8 1 8.Vfffx c5 l:!b6 1 9.l:!ad l lLib8 20.i.d5 , con una clara ventaj a blanca, y un típico exprimido posicional karpoviano, en 40 jugadas. 6....ixc5 Es más seguro 6 . . . bxc5 . 7.0-0 0-0 8.lüc3 d5? ! Esta es una posición bien conocida, con la dama blanca en "a4", que resulta de l .d4 ll:J f6 2.c4 e 6 3 . lü f3 b 6 4.g3 i.a6 5 .Vfff a4 i.b7 6.i.g2 c5 7.dxc5 i.xc5 8.0-0 0-0 9.lüc3 . La jugada normal es 8 . . . ie7, en busca de un esquema ti­ po erizo (con . . . a6), o bien un plan simpli­ ficador a base de . . . ll:Ja6-c5-e4. La elección de Bogoljubov es arriesgada, debido a su retraso en desarrollo. 9.tll d 4!

9.. ..ixd4?! ¡ Pero esto ya es jugar realmente con fuego ! Desprenderse del par de alfiles con tanta lige­ reza es complicarse mucho la vida. El proble­ ma de las negras es la presión sobre la diago­ nal "h l -a8" y el potencial riesgo de quedar con un peón aislado en "d5 " . Una posibilidad es 9 . . .Vfffd 7, cubriendo el alfil y preparándose para sobreproteger "d5 " con . . . l:!d8 en caso ne­ cesario. 10.Wxd4 tll c6 1 1 .Wh4 dxc4? Las negras debían tratar de mantener cerra­ do el centro, con l l . . . d4. tU�dl Wcs

Alejando la dama del flanco de rey. Sin embargo, 1 2 . . . Vfffe 7 no es bueno, por 1 3 .i.g5, con la clave 1 3 . . . h6 1 4 .i.xf6 Vfffx f6 1 5 .Vfffx f6 gxf6 1 6.l:!d7 (si 1 6. ll:J e4, ll:J a5 ! ) 1 6 . . . l:!ab8 l 7.l:!xb7 ! l:!xb7 1 8 .i.xc6, con ventaja blanca. 1 3 ..ig5 lü d5 Conserva la mayoría en el flanco de dama, pero a costa de alejar otra pieza de su rey. 14.lüxd5 exd5 1 5Jhd5 lü b4 1 6..ie4! Alekhine inicia el ataque directo al rey, abandonado por sus huestes. Los comentarios de Alekhine a esta ofensiva resultan muy ins­ tructivos : "Esto es decisivo, como puede com­ probarse por las variantes que a continuación se indican. Me gustaría llamar la atención del lector sobre la similitud de esta partida con otras que yo mismo he jugado. La principal peculiaridad de estas partidas radica en la inesperada rapidez de sus ataques, preparados desde mucho antes del punto en que realmente se inician. En cada caso están precedidos de maniobras de diverso grado de complej idad, en el centro o flanco de dama, cuyo objetivo es alejar las piezas contrarias del campo de batalla principal. Sólo entonces se asesta un golpe relámpago, normalmente seguido de sa­ crificios, que dejan al oponente sin posibilidad alguna de salvar la partida. Los ataques ba­ sados en este mismo plan, en partidas de ca­ rácter totalmente distinto son, en mi opinión, muy significativos, y podrían servir como material para formarse una opinión del estilo del jugador o, al menos, de la evolución de su estilo" . Las partidas a que Alekhine se refiere son sus victorias sobre Sterk (Budapest 1 92 1 ) y Rubinstein (Semmering 1 926). Estas esplén­ didas partidas no deben permanecer en la sombra. Ruego encarecidamente al lector que tenga presentes las palabras de Alekhine al re­ producirlas. Alekhine - Sterk, Budapest 1 92 1 . l .d4 d5 2 . ll:J f3 e6 3 .c4 ll:Jf6 4.ll:Jc3 ll:J bd7 5 .e3 i.d6 6.ll:Jb5 ie7 7 .Vfi c2 c6 8 .ll:Jc3 0-0 9 .i.d3 dxc4 1 0.ixc4 c5 l l .dxc5 i.xc5 1 2 .0-0 b6 1 3 .e4 i.b7 1 4 .i.g5 Vfffc 8 1 5 . Vfi e2 i.b4 ! 1 6.i.d3 ixc3 1 7 .l:!fc l ! ll:J xe4? (esto pierde; Kotov recomen­ dó en su lugar l 7 . . . ll:Jc5, indicando la línea 1 8 .l:!xc3 ixe4 1 9.ixf6 ixd3 20.Vfffe 3 ! gxf6 2 1 .b4 i.g6 22.bxc5 bxc5 23 .l:!xc5 "seguido de

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h4-h5, con compensación por el peón", pero como señaló Beim, las negras pueden rechazar el ataque con 23 . . . Wa6 24.h4 :!'!fc8, con Ja clave 25 .h5 :gxc5 26.Wxc5 :!'!c8; las blancas pueden complicar las cosas con 25.:gac l :!'!xc5 26.:gxc5 Wxa2 27.h5 if5 28.� d4, pero in­ cluso entonces parece que las negras pueden repeler el ataque, y que, como mínimo, no de­ ben estar peor; un excelente ejemplo de Ja na­ turaleza concreta del ajedrez en si siglo XX I : antes que aceptar un veredicto verbal como "compensación por el peón", Jos Grandes Maestros contemporáneos quieren evidencias de su corrección, basadas en variantes con­ cretas) 1 8 .ixe4 ixe4 1 9.Wxe4 tt:lc5 20.°1We2? ( ¡ Alekhine se equivoca! 20.Wb l ib4 2 l .a3 Wb7 22.b3 ! [mejor que 22.axb4 tt:lb3] condu­ ce a una victoria forzosa, como señaló Nunn) 20 . . . iaS 2 1 .:gab l Wa6 22.gc4 ! tt:l a4?

(las negras devuelven el favor y permiten a Alekhine la hermosa combinación que ha dado fama a esta partida; como indicó Beim, es mej or Ja tranquila 22 . . . h6 ! , después de Ja cual las negras siguen estando en Ja partida) 23 .if6 ! füc8 (otras j ugadas tampoco ayudan: 23 . . . gxf6? 24.gg4+, o bien 23 . . . h5 24.gg4 ! ! Wxe2 25.gxg7+ Wh8 26.tt:lg5 ! ! , y las negras reciben mate; Kotov indica 23 . . . h6 como me­ jor posibilidad de las negras, pero después de 24.tt:le5 tienen pocas esperanzas de supervi­ vencia; observe lo lejos que las piezas negras se encuentran del verdadero campo de batalla, ¡ el flanco de rey ! ) 24.We5 ! ! ges (esto pierde pieza, pero otras jugadas pierden Ja dama o el rey; por ejemplo: 24 . . . gxf6 2 5 .:gg4+ Wf8

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26.°1Wd6+, 24 ... Wxc4 25 .Wgs Wf8 [25 ... Wc l + 26.:!'!xc l füc l + 27.Wxc l gxf6 28.Wc6 gd8 29.Wxa4] 26.Wxg7+ We8 27.°1Wg8+ Wd7 28.tt:le5+ Wc7 29.Wxf7+, o aun 24 . . . gxc4 25. \Wg5 gg4 ! ? 26.Wxg4 g6 27.Wxa4) 25. \Wg3 g6 26.:gxa4 °1Wd3 27.gfl :gac8 28.:gd4 Wf5 29.Wf4 Wc2? 30.°1Wh6, y las negras se rin­ dieron. Rubinstein - Alekhine, Semmering 1 926. l .d4 tt:l f6 2.c4 e6 3 . tt:l f3 b6 4.g3 ib7 5 .ig2 ib4+ 6.tt:lbd2 0-0 7.0-0 d5 8.a3 ie7 9.b4 c5 J O.bxc5 bxc5 l l .dxc5 ixc5 1 2.ib2 tt:lbd7 1 3 .tt:l e5 tt:l xe5 1 4.ixe5 tt:l g4 ! 1 5 .ic3 :!'!b8 1 6.:gb l d4 ! l 7.:gxb7 füb7 1 8.ixb7

1 8 . . . tt:l xt2 ! ! 1 9.Wxt2 (la línea 1 9.ia5 tt:lxd l 20.ixd8 d3+ 2 1 .e3 tt:l xe3 , indicada por Ko­ tov, probablemente sea la mejor opción de las blancas) 1 9 . . . dxc3+ 20.e3 cxd.2 2 1 . We2 Wb8 22 .if3 :!°!d8 23 .Wb t °1Wd6 24.a4 f5 25 .gdl ib4 26.Wc2 Wc5 27.Wt2 a5 28.ie2 g5 ! 29.id3 f4 ! Las blancas perdieron por tiempo, aunque, de todos modos, tras 3 0.ixh7+ Wh8 3 l .°1We4 Wxe3+ 32.Wg2 (32.Wxe3 fxe3+ 3 3 . Wxe3 Wxh7) 32 . . . f3+ 3 3 . Wh3 g4+ ! , las ne­ gras ganan. 1 6 fS? ...

Después de esto, Ja tarea de las blancas es fácil. Alekhine indica diversas variantes para respaldar su afirmación de que Ja posición está ganada para las blancas : a) 1 6 . . . g6 1 7.if6 ! tt:lxd5 1 8.ixd5 h5 (o bien 1 8 . . .°1Wf5 1 9.ixb7) 1 9.ic3 ! °1Wd8 20.°1Wd4, y el mate es inevitable. b) 16 . . . h6 1 7 .ixh6 ! f5 ( 1 7 . . . tt:lxd5 1 8 .Wg5

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1 8 . . . g6 1 9.�xd5 Wf5 20.Wxf5 gxf5 2 1 .�xb7 y 1 7 . . . gxh6 1 8 .l!g5+! no sirven de mucho) l 8.Wg5 fü7 (no l 8 . . . Wc7 l 9.�xg7 ! Wxg7 20.Wxg7+ rJixg7 2 1 .l!d7+) l 9.l!xf5 ! �xe4 20.füt7 rJixt7 2 1 .Wxg7+ 'it>e6 22.l!d 1 , "con ataque ganador" . Estas variantes parecen convincentes. Sin embargo, las negras disponían de una tercera posibilidad, no mencionada por Alekhine: c) 1 6 . . . h5 ! Curiosamente, después de esto no pude (ni tampoco mi ordenador) encontrar un método ganador claro. En comparación con l 6 . . . h6, la dama negra tiene ahora la casilla "g4", lo que en muchas líneas es una medida salvadora. Las blancas están ciertamente me­ jor tras l 7.l!d4 (ya que ganan un peón), pero las negras pueden seguir luchando. Este es un buen ejemplo del impacto de los ordenadores sobre el aj edrez contemporáneo: la precisión de los cálculos, sacrificios y evaluaciones a menudo es cuestionada, pues los monstruos de silicio no tienen ningún sentimiento humano que los altere, o inhibición alguna. Los orde­ nadores "quieren" pruebas concretas y, según mi experiencia, valoran el material más que los humanos. Estoy de acuerdo con Peter Hei­ ne Nielsen, quien cree que el material se está haciendo cada vez más importante en el aje­ drez, como consecuencia de la influencia cre­ ciente de los ordenadores en la preparación y el análisis. 17 ..ixfS! �hf5 1 8.gds+ Wfxd8 19 ..ixd8 ges 20.gdl fü7 2 1 .Yl!lg4 .!üd3 22.exd3 gxd8 23.dxc4 gdf8 24.f4 ge7 25.�f2 h6 26.gel .ic8 27.Yl!ff3 gef7 28.Wfd5 g5 29.ge7 gxf4 30.gxf4 Las negras se rindieron. La teoría de aperturas a menudo progresa gracias a los pragmáticos. A lo largo de la his­ toria del ajedrez, buen número de pragmáticos ha dej ado su huella en la teoría de la fase ini­ cial, como Alekhine, Euwe, Keres y, más re­ cientemente, Kasparov, quien ha llevado la preparación de aperturas a un nivel totalmente nuevo. A diferencia de los teóricos, que se concentran en desarrollar repertorios de aper­ turas que conducen a posiciones correctas, los pragmáticos suelen jugar variantes de apertura

en las que una sola jugada cambia radical­ mente o determina la suerte de la partida. Echemos un vistazo a la que sigue.

Alekhine - Euwe Campeonato Mundial, Haarlem 1 93 7 (6ª) 1 .d4 d5 2.c4 c6 3.lüc3 dxc4 4.e4 Las principales alternativas son 4.e3 y 4.a4. 4...e5 Aquí es más común actualmente 4 . . . b5, que conduce a un juego complicado. 5 ..ixc4? ! ! 5 .tll f3 exd4 6.Wxd4 s e considera que da a las blancas una pequeña ventaja en el final. ¡ Pero Alekhine no está pensando en el final ! 5 ... exd4

5 . . . Wxd4 6.'\Wb3 W!d7 7 .�g5 da, según Ale­ khine, una fuerte iniciativa a las blancas. 6.lü f3 ! ! ? ? ¡ Recuerde que éste es un match por el Campeonato Mundial ! Euwe había arrebatado el título a Alekhine dos años antes, y Alekhine se había preparado a conciencia para el match­ revancha. La idea de 5 .�xc4 y 6.tll f3 es una de sus invenciones. Análisis posteriores de­ mostraron que esta línea tiene una laguna, pe­ ro ante el tablero es casi imposible de calcular. 6 ... b5? Euwe falla al instante. Por supuesto, era crítico 6 . . . dxc3 . Cuando se jugó esta partida, Alekhine estaba convencido de que su es­ pectacular sacrificio era correcto. Sin embar­ go, un año después de la misma, el aficionado ruso Goncharov publicó análisis que parecen

CARACTERÍSTICAS DE LOS JUGADORES PRAGMÁTICOS

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demostrar que las negras pueden rechazar el ataque con una defensa precisa. La línea prin­ cipal de su análisis es: 7 .ixf7+ ! r:J;; e 7 8 .'!Wb3 cxb2 ! 9.ixb2 '!Wb6 1 0.ia3+ (o bien 1 0.ixg8 l:'%xg8 1 1 .'!Wxg8 '!Wb4+ ! 1 2 . tlJ d2 Wxb2 1 3 .l:'%b l Wc2, y el ataque blanco llega a punto muerto) 1 0 . . . c5 l 1 .ixg8 l:'%xg8 1 2.ixc5+ ( l 2 .'!Wxg8 Wa5+) 1 2 . . . Wxc5 1 3 .0-0 (amenaza l:'%ac l ) 1 3 . . .Wh5 ! (la clave del análisis de Goncharov) 14.'!Wxg8 ie6 1 5 .'!Wh8 tlJ c6, y con la dama atrapada, las blancas tienen problemas. Hasta donde sé, la aceptación del sacrificio nunca se ha puesto a prueba en la práctica magistral. Como sólida alternativa, se ha sugerido 6 . . . ic5 , que según análisis publicados debería llevar a ventaja blanca, después de 7.0-0 ! tlJ f6 8.tlJ a4 ie7 9.e5 tlJd5 1 o. tlJxd4 0-0 1 1 . tlJ c3 . La jugada en cuestión (6 . . . ic5) se vio en la partida Kashdan - Polland, Nueva York 1 93 8 , que finalizó en bonita miniatura: 7 . tlJ e5 ! ? '!Wf6 8.tlJ xf7 dxc3 9.0-0 ! ie6? ! 1 0.ig5 ! Wxg5 1 1 .tlJxg5 ixc4 1 2 .'!Wh5+ g6 1 3 .'!Wh3 cxb2 1 4.l:'%ad l tlJa6 1 5 .'!Wc3 ixfl 1 6.'it>xfl b l '!W 1 7.l:'%xb 1 , y las negras s e rindieron. Se diría que la invención de Alekhine era incorrecta. Esto plantea una interesante cues­ tión: ¿habría entrado Alekhine en esta línea de haber sabido que era incorrecta, confiando en el efecto sorpresa? Lo dudo. Como declaró Réti, Alekhine era un jugador objetivo. Nor­ malmente, esto es una ventaja, pero no siem­ pre. Como he dicho repetidamente, el ajedrez es, antes que nada, una partida entre dos ju­ gadores, y el resultado es lo que cuenta. ¡ A veces los resultados s e consiguen con una cierta dosis de faroleo ! 7.ti)xb5! La sencilla refutación, que debe habérsele escapado a M. Euwe. A 7 . . . cxb5 se contesta 8.id5 , ganando la torre. 7 .. .i.a6 8.�b3 ! �c7 8 . . . ixb5 9.ixf7+ r:J;; d 7, y ahora 1 0. tlJ xd4 ! concede a las blancas un ataque ganador (pero no 1 0.ixg8? l:'%xg8 ! 1 1 .'!Wxg8?? ib4+). 9.0-0 i.xb5 1 0 ..ixbS tlJ f6 1 0 . . . cxb5 1 1 .'!Wd5 sigue sin dar resultado a las negras. 1 1 .i.c4 tlJ bd7 12.ti)xd4 gb8 13.�c2

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El humo se ha disipado y es evidente que las blancas tienen el juego resuelto: peón de ventaja, mejor desarrollo, pareja de alfiles y la ventaja psicológica de haber planteado una sorpresa efectiva. 13 ...�cs 14.ti)fS tl)es 15.i.f4! ti)hS 1 6..ixti+! ©xti 1 7.�xcS i.xc5 18.i.xeS gbs 19 ..id6 .ib6 20.b4 gds 2 1 .gadl c5 22.bxcS .ixc5 23.gds! Las negras se rindieron. Pese a que sólo detentó el título mundial durante dos años, Euwe ha aportado mucho al ajedrez, en tanto que campeón del mundo, autor de numerosos libros y presidente de la FIDE. En mi opinión, ha sido un campeón subestimado, que merece un lugar prominente en la historia del ajedrez. Euwe escribió ex­ tensamente sobre la apertura y el medio juego, y a través de sus escritos creo que ha sido el verdadero instructor del mundo occidental, después de la Segunda Guerra Mundial. Co­ nozco a muchos Grandes Maestros que se han formado estudiando los libros de Euwe. Como matemático, Euwe tenía un carácter objetivo, lo que resulta visible en su juego y escritos, un hecho -como ya hemos dicho- que tiene ven­ tajas y desventajas. En su interesante libro La psicología en ajedrez, Krogius (Gran Maestro y psicólogo ruso) realizó un estudio de la elección de aperturas de Euwe, en el período entre 1 920 y 1 927. Dicho autor concluye que Euwe tenía un repertorio de aperturas muy amplio y sistemáticamente desarrollado, pero que no había obtenido beneficios óptimos de

FUNDAMENTOS DE LA ESTRATEGIA AJEDRECÍSTICA

un conocimiento tan profundo. Según Kro­ gius, eso se debió a que, en sus partidas elegía aperturas en función de lo buena que consi­ deraba la apertura y de la profundidad con que la había analizado (criterios objetivos), en lugar de valorar la apertura que más le gustaba y que pudiese resultar más incómoda a un particular oponente (criterios más subjetivos). Esto se encuentra muy en línea con el enfoque que defiendo acerca de la estrategia ajedre­ cística y el ajedrez en general. No obstante, Euwe era un jugador tremendamente fuerte, incluso en el período estudiado por Krogius. Veamos, por ejemplo, la siguiente partida, co­ rrespondiente al match entre un joven Euwe (20 años) y uno de los jugadores más sólidos del período precedente, Geza Maróczy (na­ cido en 1 870). El match finalizó en empate (66), con dos victorias por bando.

que saber qué están haciendo, pues su rey pue­ de ser rápidamente atacado, como en la pre­ sente partida. 9.h4 En partidas actuales, las blancas prefieren normalmente 9.id3 , manteniendo abiertas to­ das las opciones. Aquí, sin embargo, es una mera transposición. 9 ... cs to.i.d3 c!Li xd2 n .iixd2 Bas Es más flexible l l . . . c!Li c6, aunque después de 1 2.E!:h3 ( 1 2. c!Li f3 ) 1 2 . . . '\Wa5 1 3 .ixg6 ! , Euwe ganó, aquel mismo año, una excelente partida a Bogoljubov (Budapest 1 92 1 ): 1 3 . . . E!:f8? ! 1 4.E!:f3 cxd4 1 5 .ixf7+! 'it>d8 1 6.'\Wg7 dxc3+ 1 7 .'it>e l 'tfb4 1 8 .ig6 E!:xf3 l 9.lll x f3 '\Wf4 20.E!:d l E!:b8

Euwe - Maróczy Bad Aussee 1 92 1 (6ª) 1.e4 e6 2.d4 dS 3.c!Lic3 c!Lif6 4.i.gS i.b4 ! ? L a viej a Variante MacCutcheon, que aún hoy sigue siendo popular. 5.eS h6 6.i.d2 i.xc3 7.bxc3 Fischer ensayó sin éxito 7.ixc3 (contra Pe­ trosian, en Cura9ao 1 962, Candidatos), pero la del texto era y es la línea principal. 7... c!Li e4 8.'tfg4

8... g6 Hoy se juega mucho 8 . . . 'i!;>f8 y es la pre­ ferida, por ejemplo, de Korchnoi. Ambas po­ sibilidades son jugables, pero las negras tienen

2 1 .'\Wf6+ ! '\Wxf6 22 .exf6 id7 23 .g4 'i!;>c7 24.g5 (está claro que los peones pasados blan­ cos son más fuertes) 24 . . . E!:h8 25 .id3 hxg5 26.hxg5 e5 27.g6 ie6 28. lll g5 lll d4 29.lll h7 ./li f3 + 30.'it>e2 e4 3 l .f7 lll d4+ 32.'it>e3 lll f5+ 33 .'it>f4 lll e7 34.g7 E!:xh7 3 5 . f8'\W Ei:h4+ 36.'it>e5, y las negras se rindieron. Sin embargo, el tiempo (y el análisis) ha demostrado que las negras podían haber mejo­ rado su juego con 13 . . . lll xd4 ! (en lugar de la jugada de Bogoljubov, 1 3 . . . Ei:f8), que ha dado buenos resultados en la práctica. Por ejemplo: 1 4.'it>d l E!:g8 1 5 .ixf7+ 'it>xf7 1 6.'1Wh5+ 'i!;>e7 1 7.cxd4 E!:xg2 1 8 .lll e2 id7 1 9.'1Wxh6 E!:f8, con iniciativa de las negras, Spoelman - Glek, Hoogeveen 2003 . Por otro lado, el negro pue­ de, sencillamente, jugar 12 . . . cxd4 1 3 .cxd4 '1Wb6, con buen contrajuego. El propio Euwe se encontró en el lado sufridor, en una exce-

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lente partida de un maestro de segunda fila (blancas, contra Castaldi, Venecia 1 948): 14.tll f3 id7 l 5 ./'%hh l 0-0-0 1 6.1'%hb l Y!fa5+ 1 7.©e2 f5 ! 1 8 .Y!ff4 ( 1 8.exf6 e5 ! ) 1 8 . . . Y!fc3 1 9.1'%h l g5 ! 20.hxg5 hxg5 2 1 .Y!fxg5 1'%hg8 22.Y!fe3 f4 ! 23 .Y!fd2 (23 .Y!/xf4? pierde ante una secuencia brillante: 23 . . . 1'%df8 24.Y!fe3 1'%xf3 ! ! 25.©xf3 -forzado- 25 . . . lll xd4+ 26.'it>f4 lll xc2 ! 27.ixc2 Y!Jb4+ 28 .ie4 Y!Jf8+ ! 29.if5 Y!fxf5++) 23 . . . lll xd4+ 24.tll xd4 Y!fxd4 25.füb l 1'%xg2 26.©f3 1'%dg8, y las negras ganan, aun­ que Euwe siguió luchando hasta la jugada 48. 1 2.gh3 cxd4 Las negras podrían trasponer, haciendo 1 2 . . . lll c6. 13.i.xg6! Y!fc7 1 4.fü3 ggs 1 5.gxf7 Y!fxc3+ t6.©e2 d3+! ? Natural, y es posible que no sea malo, aun­ que después de esto las negras caminan sobre la cuerda floja. Tenían dos alternativas más seguras: a) 1 6 . . . 'it>d8, después de lo cual las blancas mantienen la iniciativa con 1 7.1'%d 1 , pues el rey negro es más vulnerable que el blanco. b) Entrar en un final, con 16 . . . Y!fxc2+, es probable que sea lo más seguro, pero no ne­ cesariamente lo mej or. Después de l 7.ixc2 1'%xg4 l 8 .1'%h7, las blancas tienen una mejor posición, debido a su superior coordinación y desarrollo, pero las negras siguen estando en la partida. 1 7.cxd3 Y!fxe5+ 1 8.Wf3 gf8?! En algunas viej as fuentes, esta jugada se considera forzada, porque 1 8 ... Y!fxa l ? ! pierde, por 1 9.1'%g7+ 'it>f8? ( 1 9 . . . 'it>d8 20.1'%xg8+ 'it>c7 es, obviamente, preferible, aunque las blancas quedan mej or tras, por ejemplo, de 2 1 . 'it>g3 ! ? Y!fe5+ (2 1 . . .Y!fxg l ? 22.Y!ff4+] 22.Y!ff4 Y!fxf4+ 23.'it>xf4 lll c6 24.lll f3 , con una sólida ventaja de las blancas en el final) 2 0 .Y!ff4+ ! 'it>xg7 2 1 .Y!ff7+, seguido de mate. Sin embargo, el ordenador sólo necesita unos segundos para sugerir la fría 1 8 . . . lll c6 ! , como una interesante alternativa que puede mantener a flote a las negras. La idea subyacente en la jugada es l 9.fü5+? 'it>d8 20.1'%xe5? lll xe5+ ( ¡j aque ! ), y las negras ganan. Las blancas tienen tablas después de l 9.�g7+ 'it>f8 20.1'%f7+ 'it>e8, pero ¿pueden aspirar a algo más? Mi ordenador

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"afirma" que las blancas están algo mejor en el final tras 1 9.1'%c l ! ? (amenazando 20.1'%xc6!) 19 ... tll d4+ 20.Y!fxd4 ! Y!fxd4 2 1 .fü4+ füg6 22.1'%xd4, pero en mi opinión las negras siguen estando en la partida, pues los peones cen­ trales pueden empezar a ponerse en marcha. De modo que quizá l 8 . . . 1'%f8 sea el error decisivo, pues ahora Euwe conduce el resto de la partida de una forma que no tiene que en­ vidiar nada a Alekhine. 19.grs+! ©d7 No l 9 . . . © e7? 20.Y!Jb4+. 20.gxf8 Y!fxal 2 1 .gf7+ Wd8 22.Y!Jb4! �d7 23.Y!fd6 Y!fh8 Forzado, pues si 23 . . . Y!fxg l ?, 24./'%f8++. 24.� e2 e5 25.�f4!

Una bonita jugada de intercepción para re­ matar esta emocionante partida. 25 exf4 26 .ifS Y!fe8 27 .ixd7! .ixd7 Ahora vemos la clave de la jugada 25. lll f4 : 27 . . . Y!fxf7 no es jaque, y las negras perderían la dama tras 28 .ie6+. 28.gf8 Las negras se rindieron. .•.





Los pragmáticos se dividen en dos amplias categorías. Un grupo -probablemente, el más numeroso- utiliza su talento para el cálculo concreto con propósitos atacantes (por ej em­ plo: Alekhine, Keres, Fischer y Kasparov), mientras que el otro grupo suele emplearlo con propósitos defensivos, por ej emplo, estan­ do dispuestos a aceptar el material "peligroso" que se les ofrece (aquí Korchnoi es el repre­ sentante más eminente). Por supuesto, pueden

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encontrarse en ambas categorías, según la si­ tuación. Euwe es uno de esos jugadores. Ya hemos visto su capacidad ofensiva, pero tam­ bién era muy fuerte en defensa, y más de una vez se mostró dispuesto a aceptar material, si no veía una refutación inmediata. En realidad, esa actitud le ayudó a ganar el título a Ale­ khine. Su match de 1 93 5 duró más de 30 par­ tidas, y después de 24 estaba empatado ( 1 21 2). Luego, Euwe ganó la 25ª y la 26ª par­ tidas, adelantándose por primera vez en todo el match, y aunque Alekhine replicó impo­ niéndose en la 27ª, no pudo salvar el en­ cuentro, pues las demás partidas finalizaron en tablas. La 26ª partida es la que se conoce co­ mo la Perla de Zandvoort. Ya hemos visto esa partida en las notas a la de Botvinnik - Larsen del capítulo anterior. Fue una brillante pro­ ducción de ataque de Euwe. En la 25ª, sin em­ bargo, fueron sus habilidades defensivas las que le permitieron salvar el día.

en 1 904, por haberse jugado en tres partidas (Marshall - Teichmann, Hodges - Barry y Schlechter - Teichmann). A veces, resulta un poco arbitraria la forma en que se bautiza una apertura. En este caso, esas partidas no fueron las primeras en que se vio la jugada 6 . . . Wa5 (por ejemplo, se había planteado en las par­ tidas Bum - Schiffers, Berlín 1 897 y Wal­ brodt - Tarrasch, Viena 1 898), ni tampoco ob­ tuvieron un buen resultado las negras (Teich­ mann hizo tablas con Schlechter, mientras que las otras dos partidas fueron ganadas por las blancas). Más tarde la variante se hizo muy popular, y ocasionalmente aún se ve en la alta competición. 7.cxd5 La respuesta más aguda. 7 . 4:l d2 es más res­ tringido. 7 ... tlJ xdS 8.ti°d2

Alekhine - Euwe Campeonato Mundial, Amsterdam 1 93 5 (25") 1.d4 d5 2.c4 c6 3.tlJO tlJf6 4.tlJc3 e6 s.J.gs tlJbd7 Euwe no entra en el complejo Sistema Bot­ vinnik, con 5 . . . dxc4 6.e4 b5 7.e5 h6 8.i.h4 g5 . Cierto que esta línea no se hizo conocida hasta después de la Segunda Guerra Mundial, sobre todo a raíz de la rápida victoria de Botvinnik, con negras, contra Denker, en el radiomatch EEUU-URSS de 1 945, un match que finalizó con una aplastante victoria ( 1 5 ,5-4,5) de la URSS, lo que por primera vez indicó la he­ gemonía de los jugadores soviéticos, que do­ minarían la escena ajedrecística durante el res­ to del siglo XX. La partida Denker - Botvinnik siguió así: 9.4:lxg5 hxg5 1 0.i.xg5 4:lbd7 1 l .exf6 ib7 1 2 .i.e2 '.Wb6 1 3 .0-0 0-0-0 1 4.a4 b4 1 5 .4:le4 c5 1 6.Wb l Wc7 1 7 .4:lg3 cxd4 1 8.i.xc4 Wc6 1 9.f3 d3 ! 20.Wc l ic5+ 2 1 ..j¡h l Wd6 22.Wf4 l'!xh2+ ! 23.h2 De nuevo disponían las blancas de varias opciones, pero la mayoría puede descartarse de inmediato. Ni 2 1 .gxh3 Wb6+, ni 2 1 .Wxh3 °Wb6+, ni tampoco 2 1 .c,t>h 1 Wb6 22.e5 ig4 ! son buenas. La elección es entre la textual y 2 1 .cj;>fl . Sin embargo, tras una consideración más cuidadosa, resulta que 2 1 . cj;> f} Wb6 22.e5 ig4 ! de nuevo es desventajoso para las ne­ gras. Por ejemplo: 23 .ie3 ixf3 24.ixb6 hc6, o bien 23 .We3 Vffx c6 24.:gac l '1;lic4+ 25 .id3 Wf4+ ! 26.Wxf4 lLixf4, y las negras se llevan la palma. Esto significa que, en esencia, 2 1 . 'ktih2 es forzado. 2 1 . . .i.eS+! 22.lLixeS

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22.c,t>h l Wc7 es bueno para las negras. Por ejemplo : 23 .ib3 '1;lixc6 24.id5 Wc2 ! 25.ixa8 '1;lixd2 y 26.gxh3? '1;lih2++, o bien 26.:ge2 Wh6 es mortal. 22 ... dxeS 23.gedl Después de 23.gxh3 , el alfil de "d2" está colgando, y la tentativa 23 .ib4 se contesta con 23 . . . ltJ g5 . 23 ... �f4! 24.g3 24.ixf4 y 24.ib4 se contestan ambas con 24 . . . Wh4+. 24 ... � e6 25 ..ic3 25 .ib4 ltJd4 ! ¡ Todo funciona magnífica­ mente para las negras ! 25 ...Wgs

La niebla ha desaparecido y las negras es­ tán mejor. La cuestión entonces es: ¿cuánto había visto Keres de todo esto al jugar l 9 . . . lLi xf2? Probablemente, casi todo, pues, como señala Kotov, la mayoría de las va­ riantes son relativamente cortas. El gran tema es estructurar los cálculos, y eso es exac­ tamente lo que los pragmáticos, como Keres, hacen de forma insuperable. Kotov sugiere que el lector haga un "árbol de variantes" con los cálculos, y yo puedo recomendar esa téc­ nica. Es un ejercicio muy bueno e instructivo estructurar cálculos y el pensamiento concreto en ajedrez: ¡ es una forma de entrar en el te­ rreno de los pragmáticos ! 26.gd6?! Este movimiento será claramente refutado, pero también después, por ejemplo, de 26.:gd5 Wh6+, seguido de 27 . . . ltJg5, la posición blan­ ca dista de ser envidiable.

FUNDAMENTOS DE LA ESTRATEGIA AJEDRECÍSTICA

26 ...'ilYh6+! 27.d5 54.a5 está ganado por las blancas, ya que coronan con j aque. 51 ...c!Lib7 52.c!Li xg7 c5+ 53.©c3 c!Lid6 54.h6 c!Li e4+ 55.©c2 c!Li f6 56.c!LixfS ©c4 57.c!Lie3+ ©d4 5 7 . . . ª7b4 5 8 . l0 d5+! 58.a5! Las negras se rindieron. Esto nos lleva a los tiempos actuales ( ¡ aun­ que Korchnoi sigue siendo fuerte cumplidos

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1 .d4 c!Lif6 2.c4 g6 3.g3 i.g7 4.i.g2 c5 Lleva el juego de la India de Rey a la Be­ noni Moderna, predilecta también de M. Tal. 5.d5 d6 6.c!Li c3 0-0 7.c!Lif3 e6 8.0-0 exd5 9.cxd5 a6 1 0.a4 ges l t .c!Lid2 c!Li bd7 1 2.h3 gb8 13.c!Lic4 La primera posición crítica de la partida. El negro debe elegir entre la aguda 1 3 . . . l0 e5 y la tranquila 1 3 . . . l0 b6 . El joven Kasparov, de 1 9 años, elige, por supuesto, l a aguda. 13 c!Lie5 14.l0 a3 tll h5 1 5.e4! Korchnoi también elige la opción más agu­ da. Al mismo tiempo, elude algunos peligro­ sos campos de minas : a) Tras 1 5f4? ! l0xg3 ! 1 6fxe5 .ixe5 1 7 .l0 c4 .ixc3 1 8.bxc3 b5 1 9.axb5 axb5 20.l0e3 lOxfl .•.

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2 1 .lll xfl Wh4, las negras asumieron la ini­ ciativa, y acabaron ganando en la partida Don­ ner - Ree, Amsterdam 1 979. b) De modo similar, 1 5 .g4? ! concede a las negras un peligroso ataque. En la partida Ka­ kageldiev - Zeshkovsky, Ashjabad 1 978, las blancas se salvaron con tablas, tras una espe­ luznante marcha del rey: l 5 . . . Wh4 ! l 6.lll e4 (l 6.gxh5 ixh3 da a las negras un fuerte ata­ que, según Kasparov) 1 6 . . . h6 l 7.gxh5 ixh3 1 8.lll g3 lll g4 1 9.if4 id4 20.e3 ixe3 ! 2 1 .fxe3 ixg2 22iixg2 Wh2+ 23.iif3 gxe3+ ! 24.ixe3 tLle5+ 25 .iie4 f5+ 26.gxf5 gxf5+ 27.©xf5 .

Después d e 27 . . . Wh3+ 28.\tie4, las negras optaron por unas tablas por repetición de ju­ gadas, con 28 . . . Wg2+ 29.©f5 Wh3+ 30.iie4, aunque 28 . . . ge8! parece dejar a las blancas en situación desesperada. También había un mé­ todo ganador más rápido: 27 . . . fü8+ 28.©e6 %Vh4 ! (28 . . . Wh3+? no está claro), y las blancas no pueden evitar el mate: 29.iixd6 gd8+ 30. © xe5 (o bien 30.iixc5 ges+ 3 1 . © b6 %Vd8+) 30 . . . ges+ 3 1 .iif5 fü8+ 32.©e6 Wf6+ 33. © d7 Wd8+ 34.©e6 fü6+ 3 5 .iie5 We7++. Si las blancas quisieran jugar seguro, la me­ jor opción sería 1 5 .iih2 . 15 .. J'US ! ? Copyright: ¡ Timman, 1 980 ! Antes s e había probado 1 5 . . . f5 en buen número de partidas, que normalmente seguían con l 6.exf5 ixf5 1 7.g4 ixg4 1 8.hxg4 Wh4 ! ( ¡ si quiere jugar esta línea, no debe temer sacrificar una o dos piezas ! ) 1 9.gxh5 fü8 20.h6 ! ih8 2 1 .lll e4 lll g4 22.Wxg4 (forzado) 22 . . . Wxg4 23.lll c4, con una posición muy complicada y resultados di-

versos. Pero entonces, el Gran Maestro yugos­ lavo Kovacevic encontró la mejora 2 1 .lll c4 ! ! (en lugar de 2 1 .lll e4), que optimiza la coor­ dinación de las piezas blancas y conduce a ventaja de este bando tras 2 1 . . .lll g4 22.Wxg4 Wxg4 2 3 .lll xd6 ie5 24.tt:l de4. Esto hizo que se abandonase 1 5 . . . f5 años atrás. Aunque quizá las cosas no estén tan claras. En Saint Vincent 1 999, el joven Gran Maestro Sadva­ kasov -seguramente siguiendo una prepara­ ción previa- buscó esta posición en su partida con Lacrosse y ganó rápidamente, con 24 . . . gf3 ! 25 .ie3 b5 26.axb5 axb5 27.lll xc5? gh3 ! 28.gfe l gh2, y las blancas se rindieron. Es posible que el j uego blanco pueda mejo­ rarse, pero ésta podría ser una señal del re­ nacer de 1 5 . . . f5 . Si no confia usted en 1 5 .. .f5 ó 1 5 . . . gf8, existe la opción de seguir los pasos de John Nunn. Me abstendré de calificar con signos la hipercomplicada lucha que sigue. Juzgue el lector por sí mismo: 1 5 . . . id7 1 6.a5 Wxa5 1 7.g4 tt:lf6 1 8 .g5 lll h 5 1 9.f4 lll c4 20.lll xc4 Wxa l 2 1 .lll xd6 id4+ 22.iih2 ge7 23 .Wf3 b5 24.e5 b4 2 5 . tt:l ce4 ib5 26. lll xb5 axb5 27.tt:l f6+ tt:l xf6 28.gxf6 ga7 29.Wg3 ixb2 30.ie3 Wa3 3 1 .Wg5 ©h8 32 .ixc5 gaa8 33 .ie7 Wd3 34.e6 fxe6 3 5 .Wh6 gg8 36.t7 b3 3 7 . fxg8W+ iixg8 3 8 .Wh4 ic3 39.gf3 Wc2 40.gxc3 Wxc3 4 1 .if6 Wb4 42.ie5 ga2 43 .Wds+ Wf8 44.Wd7 ge2 45.iig3 b2 46.Wxe6+, tablas. Hulak - Nunn, Interzonal de Toluca 1 982. 1 6.iih2 En la partida fuente, Scheeren - Timman, Leeuwarden 1 980, con 1 5 . . . gf8, las negras lo­ graron una posición ganadora después de 1 6.g4 Wh4 ! 1 7.gxh5 ixh3 1 8 .h6 ih8 1 9.lll e2 f5 20.exf5 gxf5 2 1 .lll g3 gbf8 22.lll xf5 füf5 23 .Wb3 ixg2 24.\tixg2 We4+ 25.f3 tt:lxf3 ! 26.Wxf3 gxf3 27 .gxf3 We2+ 28.fü2 Wg4+ 29.iifl Wd l + 30.iig2 id4 ! Las blancas tie­ nen material, pero no pueden coordinar sus piezas del flanco de dama. 16 ...fS 1 7.f4 b5! ¡ Golpe por golpe ! El caballo de "e5 " queda atacado durante varias jugadas. Tomarlo es posible, pero tras l 8.fxe5 lll xg3 ! l 9.\tixg3 ixe5+ 20.iif2, las negras tienen, como míni­ mo, unas tablas forzadas :

CARACTERÍSTICAS DE LOS JUGADORES PRAGMÁTICOS

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a) 20 . . .i.d4+ 2 1 .iig3 i.e5+ 22.iif2 id4+ 23 . c;t> g3 i.e5+ 24.iif2, tablas. Jirka - Ziegler, Suecia 2003 . b) En la partida Birnboim - Arnason, Zonal de Randers 1 982, las negras evitaron la repe­ tición y fueron recompensadas después de 20 . . . Wh4+ ! ? 2 1 .iig l Wg3 22.E!:f3 Wh2+ 23.iifl ? ! (según Arnason, es mejor 23 .iif2) 23 ... i.d7 ! 24. lt:J c4?? (a las blancas les entra el pánico; después de 24.i.h6 ! fxe4 25 .E!:xf8+ füf8+ 26.i.xf8 i.d4 ! 27.llixe4 Wg l + 28.iie2 We3+ [28 . . . Wxg2+? permite escaparse a las blancas con 29.iid3 i.f5 30.We2] 29.iifl Wg l +, las tablas siguen estando en el orden del día) 24 . . . bxc4 25 .E!:a3 fxe4 26.lli xe4 ixh3 27.i.xh3 Wxh3+ 28.iie2 Wg2+ 29.llif2 c3 ! 30.E!:xf8+ E!:xf8 3 1 .i.e3 Wf3+ 32. c;t> d3 c4+ ! 33.iixc4 Wxe3 34.llig4 fü4+ 3 5 .iib3 Wb6+ 36. c;t> c2, y las blancas se rindieron. 18.axbS axb5 1 9.lü axbS! Tomar el caballo sigue siendo peligroso, como reveló un reciente encuentro : l 9.fxe5 llixg3 ! 20.E!:f3 (20.iixg3 debe ser crítico, pero sólo el negro puede jugar a ganar) 20 . . . i.xe5 2 1 .lliaxb5 Wh4 ! 22.exf5 i.xf5 (según Tim­ man, 22 . . . lli xf5+ 23.iigl i.d7 ! es aún más fuerte) 23.E!:a4 i.e4 ! ? (y aquí 23 . . . c4 es más simple) 24.E!:xf8+? (las blancas se vienen abajo, como suele suceder en los casos en que cada jugada tiene un alto valor; Timman su­ giere 24.lli xe4 llixe4+ 25 .iig l E!:xf3 26.Wxf3 We l + 27.Wfl Wg3 28.E!:xe4 Wh2+ 29.iif2 E!:f8+ 30.iie2 E!:xfl 3 1 . c;t> xfl Wg3, con alguna ventaja del negro) 24 . . . E!:xf8 25.iig l lli e2+ ! 26.Wxe2 Wg3 27.if4 Wxf4 28 .ixe4 Wg3+ 29.iih l E!:fl + ! , y las blancas se rindieron, Van Wely - Timman, Wijk aan Zee 2002. 19 ... fxe4 20.i.xe4! ? Las blancas d e nuevo s e hallan e n una en­ crucij ada. La alternativa aquí es 20.lt:Ja7 ! ?, que se jugó en la partida Alburt - Olafsson, Reykjavik 1 982 (poco antes de la Olimpiada, pero según Kasparov en su libro La prueba del tiempo, ninguno de los j ugadores conocía esta partida; ¡ cómo cambian los tiempos: una cosa así es impensable en los días de Inter­ net ! ) . Las blancas ganaron tras las típicas com­ plicaciones ingobernables: 20 . . . e3 ! ? 2 1 .We2

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(es más fuerte 2 1 .llic6 ! , según G. Kasparov) 2 1 . . . lli xg3 ! ? 22.iixg3 g5 ! ? 23.f5 ! i.xf5 24.Wxe3 Wd7 25 .Wxg5 h6 26.Wh5 i.g6 27.E!:xf8+ E!:xf8 28.We2 i.d3 29.We3 lli c6?? (29 . . . �a8 ! mantiene a las negras en la partida) 30.dxc6 Wf5 3 l .iih2 i.d4 32.i.d5+ ! , y las negras se rindieron. Sin embargo, según Kas­ parov, el negro puede mejorar con 20 . . . lli f3+ 2 1 .i.xf3 exf3 22 .llic6 Wd7 23.f5 ! ? (no 23.llixb8??, por Wxh3+) 23 . . . �b7 24.g4 lt:Jf6 25 .�xf3 gxf5 26.gxf5 (pero no 26.E!:xf5? llixg4+ ! 27.hxg4 E!:xf5 28.gxf5 Wxf5 , con un ataque irresistible) 26 . . . llie8, con juego com­ plicado. Kasparov también menciona la línea 20.llixd6 ! ? Wxd6 2 1 .llixe4 Wb6 22. fxe5 �xfl 23 .Wxfl ixe5 , en cuyo caso las negras con­ servan compensación por la insegura posición del rey blanco. 20 .. .i.d7! 2 1 .Wfe2 ! Wb6 22.lü a3 gbe8

Este es el verdadero punto de inflexión de la partida, en el que Korchnoi calcula mal y se equivoca. 23.fxe5 i.xe5 sigue siendo muy peligroso, de modo que las blancas deberían buscar la forma de consolidar su posición na­ da compacta. La posición fue analizada en to­ do el mundo, y se llegó a la conclusión de que lo mejor era dar seguridad al rey con 23.Wg2 ! Esta jugada se puso a prueba en 1 983, en una partida por radio (al ritmo de una jugada diaria) entre dos jugadores postales de alto nivel: Sloth (Excampeón Mundial por corres­ pondencia) y Sterud. Tras una lucha fasci­ nante, la partida finalizó en tablas, aunque fueron las negras quienes llevaron el peso de la lucha. A continuación incluyo el resto de la

FUNDAMENTOS DE LA ESTRATEGIA AJEDRECÍSTICA

partida, por interesante y bien jugada (aunque no muy conocida, pues no la encuentro en mi base de datos, sólo en la revista Skakbladet): 23 . . . Wb3 ! ? 24.i.c2 Wb4 25 .i.d2 tt:l c4 26.tt:l xc4 Wfxc4 27.füe l i.d4 28.b3 Wb4 29.tt:le4 Wb6 30.i.a5 Wb8 3 1 .füb l i.f5 32.b4 ! Wa8 ! 33.tt:lxd6 Eí:xe l 34.füe l i.xc2 35 .Wxc2 cxb4 36.i.xb4 Eí:b8 37 .Ei:b l Wxd5 3 8 .i.a3 Eí:a8 39.Eí:b5 We6 40.Wb3 Wxb3 4 l .füb3 i.g7 42.@g2 i.f8 43 .tt:lc4 i.xa3 44.tt:l xa3 Eí:c8 45 .mf3 tt:l f6 46.Eí:d3 Eí:c5 47. tt:l b l mf7 48.tt:lc3 :1'lh5 49.@g2 Ei:a5 5 0.g4 h5 5 l .g5 tt:l e8 52.tt:le4 tt:lg7 53 .Ei:d7+ @f8 54. tt:l d6 Eí:a2+ 5 5 .©f3 :1'la3+ 56.me4 Eí:xh3 57.f5 gxf5+ 58 .tt:l xf5 tll xf5 59.©xf5 h4 60.mg6 Eí:g3 ! 6 I .Eí:f7+ ©g8 62.Eí:b7 ©f8 63 .Eí:b8+ © e7 64.Eí:h8 h3 65 .Eí:h4 �f8 66.@h6 @g8 67.g6 Eí:a3 . Tablas. 23.�d2? Wxb2 ! Por lo visto, a Korchnoi se le escapó que 24.füb l ? no es posible, debido a 24 . . . tt:l f3 + ! Al haber omitido este sencillo detalle táctico, pierde el control de la posición y vuelve a equivocarse. Tras, por ejemplo, 24.tt:l c2, las blancas podrían seguir luchando. 24.fxeS? Esto sigue siendo malo, ¡ quizá incluso peor que en las jugadas anteriores ! Sin embargo, psicológicamente es molesto soportar un caba­ llo colgado en el centro del tablero durante tanto tiempo. 24.. .AxeS 25.llic4 lli xg3 ! 26.:Sxf8+ :Sxf8 27.�el !

Korchnoi ofrece resistencia. Esta es la úni­ ca posibilidad, y casi tiene éxito, pues Kas­ parov también comete un desliz.

27 ... lli xe4+ 28.@g2 �c2 29.lli xeS :Sf2+? ¡ Este es el desliz ! Según Kasparov, las ne­ gras podían haber ganado de inmediato con la bonita variante 29 . . . tt:l xd2 ! 30.tt:lxd7 tt:lf3+ 3 l .We2 tt:lh4+ ! 32.mg l Wxc3 3 3 .We6+ ©h8 34.tt:lxf8 Wg3+! 3 5 .mfl Wg2+ 36.me I tt:lf3+ 3 7 .mdl Wd2++. 30.�xf2 ! lli xf2 3 1 .:Sa2 ! �f5 32.llixd7 llid3 33.Ah6? Último error de una fantástica partida. El caballo de "d7" no puede salvarse moviendo 3 3 .tt:lb6, porque 33 . . . Wf2+ 34.mh l Wf3+ 3 5 .mh2 tt:l f4 ! 36.i.xf4 Wxf4+ 3 7 .@g2 Wg5+! gana el otro caballo. Pero Korchnoi podía haberse salvado con unas tablas con 33 .Eí:a8+ ©g7 34.Eí:a7 ! Wf2+ 3 5 .@h l Wxd2 36.tt:le5+! @ f8 (36 ... ©h6?? incluso pierde: 3 7 . tt:l g4+ @g5 3 8 . tt:l e4+) 37.Ei:a8+ me7 3 8 .Ei:a7+ © d8 39.Eí:a8+, y el rey negro no puede escapar de los jaques, pues 39 . . . mc7? pierde, debido a 40.tt:lb5+! mb7 (40 . . . mb6 4 I .tt:lc4+) 4 l .Eí:a7+, ¡y torre y caballos combinados dan mate al rey negro ! 33 ... �xd7 34.:SaS+ @n 35.:ShS?! Es más tenaz 3 5 . tt:l e4, pero, como señala Kasparov, 35 . . . We7 36.Eí:f8+ Wxf8 37.tt:lg5+ (37 .i.xf8 mxf8 3 8 . tt:l xd6 tt:l f4+ es igualmente desesperado para el blanco) 37 . . . @es 3 8 .i.xf8 ©xf8 39.tt:lxh7+ @g7 40. tt:l g5 @ f6 conduce a un final de caballos fácilmente ganado para las negras. Cabe suponer que Korchnoi se en­ contraba muy apurado de reloj , como también sugiere la siguiente jugada. 35 ... @f6! 36.@f3? �xh3+ Las blancas se rindieron. La profunda preparación de aperturas de Kasparov lo ha hecho muy dificil de vencer, incluso cuando juega con negras. En el pe­ ríodo 1 984-2004 sólo he podido contar unas 50 derrotas de Kasparov en ajedrez clásico, es decir, menos de tres por año. Considerando el nivel de oposición y el estilo agresivo de Kasparov, es todo un récord. El problema para sus oponentes puede inducirse por partidas co­ mo las dos que siguen, pues incluso con blan­ cas es dificil hacer daño a Kasparov, ¡ que a menudo ha analizado de antemano toda la par­ tida!

CARACTERÍSTICAS DE LOS JUGADORES PRAGMÁTICOS

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Yusupov - Kasparov Campeonato de la URSS, Moscú 1 988 1.d4 c!Lif6 2.c4 g6 3.c!Lic3 d5 4.cxd5 c!Li xd5 5.e4 c!Lixc3 6.bxc3 ig7 7.ic4 es 8.c!Lie2 c!Li c6 9..ie3 O-O 10.0-0 ig4 1 1 .f3 c!Li as 12..id3 Karpov eligió 1 2 .ixf7+ ! ? contra Kasparov, en su match por el Campeonato Mundial de Sevilla 1 987. ¡ Véase la siguiente partida! 12 ... cxd4 13.cxd4 ie6 14.Ikl Hasta donde sé, nadie se ha aventurado a plantear a Kasparov el famoso sacrificio de Bronstein, 1 4.d5 . ¡ Sería interesante ver qué tiene contra esto en su almacén teórico ! Aun­ que, estrictamente hablando, Bronstein no fue el primero en jugar ese sacrificio, fue quien lo introduj o en la alta competición, en una par­ tida contra su buen amigo lsaak Boleslavsky, en el Torneo de Candidatos de Budapest 1 950, y más tarde lo repitió, ganando la primera par­ tida del desempate entre ambos, que desig­ naría el aspirante oficial al título y desafiante de Botvinnik, en 1 95 1 . Como todos sabemos, Bronstein logró ese derecho (y empató 1 2- 1 2 con Botvinnik, tras i r ganando a falta de dos partidas), pero el desempate entre Bronstein y Boleslavsky fue una lucha igualada. Bronstein lideraba aquel match a 1 2 partidas por dos puntos, pero Boleslavsky consiguió alcanzarlo y fue preciso un nuevo desempate. Boleslavs­ ky tenía posición ganadora en la primera par­ tida, pero omitió la victoria, y luego Bronstein se impuso en la segunda y el match. Curiosa­ mente, muchos años después, Bronstein se ca­ só con la hij a de Boleslavsky, Tatiana. ¡ Basta de historia por ahora! ¡ Volvamos a la partida! 14 ....ixa2 1 5.°tYa4 ie6 1 6.dS id7 1 7.°tYb4 e6 18.gfd l ! ? Creo que esto era una novedad por enton­ ces. Normalmente se jugaban 1 8 .dxe6, 1 8.d6 y 1 8 .c!Lic3 . En la partida Belíavsky - Kasparov del mismo torneo siguió 1 8 . lll c3 exd5 1 9.exd5 �e8 20.i.f2 i.f8 2 1 .°tYb2 i.g7 22.Wb4 if8 23 .Wb2 ii.g7, tablas. ¡ Pero Kasparov no estaba sorprendido ! ¡Corre el rumor de que había analizado antes toda la línea, hasta la posición final de la partida! 18 exdS 1 9.exdS ges 20.if2 b5! 2 1 .c!Lid4 2 1 . .. c!Lic4 22.c!Lic6 •..

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22.ixc4 a5 ! 23 .Wc5 bxc4 24.Wxc4 a4 25.lll c6 Wf6, con suficiente contrajuego (indi­ cado por Kasparov). 22 ..ixc6 23.dxc6 c!Lib2! 24.ixbS c!Li xdl 25.c7 °tYdS! 26..ixe8 c!Lixf2! 27.c8"tY gxc8 28.gxc8 c!Li h3+! 29.gxh3 No 29.@fl ??, pues 29 . . . Wd3+! fuerza el mate : 30.lii e l We3+ 3 1 .@d l lll f2+ 32.@c2 Wd3+ 3 3 .@c l Wd l ++. 29 ...°tYdl+ Las blancas no escapan de los jaques. 30.@g2 "tYe2+ 3 1 .gl Tablas. •.

Kramnik - Kasparov Linares 1 999 1 .d4 c!Lif6 2.c4 g6 3.c!Lic3 d5 4.cxd5 tll x d5 5.e4 c!Li xc3 6.bxc3 ig7 7.ic4 c5 8.c!Lie2 c!Lic6 9..ie3 0-0 1 0.0-0 ig4 1 1 .f3 tll a5

1 2..ixf7+!? Esta vieja y rara línea fue puesta sobre el tapete por Karpov, en varias partidas del Cam­ peonato Mundial de Sevilla 1 987, contra Kas­ parov. He aquí una vieja línea entre dos jó­ venes jugadores que más tarde desempeñarían un papel crucial en la historia del aj edrez: 1 0 . . . cxd4 l l .cxd4 i.g4 1 2.f3 lli a5 1 3 .ixf7+ gxf7 1 4.fxg4 gxfl + 1 5 .@xtl Wd7 1 6.h3 We6 l 7.Wd3 Wc4 l 8 .Wd2 Wa6 l 9.Wc2 llic4 20.Wb3 @h8 2 1 .@g l tll d2 22.ixd2 Wxe2 23 .ie3 gf8 24.e5 b5 25.fü l a5 26.ii.g5 h6 27 .fi.xe7 a4 28.Wd l We3+ 29.@h l gf2 30.Wg l Wf4 3 l .a3 lii h 7 32.ii.c5 h5 3 3 . gxh5 i.h6 34.hxg6+ @g7 3 5 . ge l Wg3 36.ib4 ii.e3

FUNDAMENTOS DE LA ESTRATEGIA AJEDRECÍSTICA

37 .Wh2 Wg5 3 8.e6 if4 39.Wg l Wh4 40.e7 l::1 f3 ! (amenazando 4 1 . . .l::1 x h3+ con mate) 4 1 . Wh2 ! ! , y las negras abandonaron, S passky - Korchnoi, Campeonato de la URSS, Moscú 1 95 5 . Después de 4 1 . . .ixh2 42.e8=W, el alfil negro entorpece la acción de sus piezas y las blancas dan mate antes. 12 .. Jbti 13.fxg4 gxfl+ 14.e3 l'!d8, y las negras se rindieron, ya que 29.Vifd7 ! gana. 8.lLJc3 lLJ c6 9.lLJxti! �hti lOJ\xti+ cii xti 1 1 J\xf4! .ixf4 1 2.0-0 Wxh4 13.gxf4+ @g7 t4.Wd2 d6 t s.gan En el aspecto material, las negras están bien, pero sus piezas no están bien coordina­ das y la iniciativa está en manos del activista, ¡ un cóctel siempre peligroso ! 15 ... lLJdS 1 6.lLJdS Ad7

Todas las piezas blancas se implican en el asalto. Es el momento de abrir la posición. 1 7.eS! dxe5 1 8.dxeS .ic6 1 9.e6! .ixd5 20.gti+! lLJ xti 2 1 .gxti+ @hS 22.Wc3+ lLJ f6 23,gxf6 Wxf6 No había otra defensa contra las amenazas 24.l'!h6+ y 24.fü7+. 24.Wxf6+ @h7 25.Wfs+ @h6 26.WxdS @g6 27.1'd7 Las negras se rindieron. Bronstein es uno de los padres fundadores de la dinámica India de Rey, tal y como hoy la conocemos. Junto con otros jugadores de es­ tilo dinámico, como Boleslavsky y Geller, de­ mostró que las típicas estructuras indias de rey, con e4+c4 vs c6+d6 no eran tan malas pa­ ra las negras como la naturaleza del peón re­ trasado "d6" pudiera sugerir. Las negras tie­ nen posibilidades dinámicas, que impiden a las blancas concentrar toda su atención en el peón débil. La siguiente partida es un ejemplo de los primeros afios del desarrollo de la dinámica India de Rey.

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Pachman Bronstein Match Moscú - Praga 1 946 -

1 .d4 lLJ f6 2.c4 d6 3.lLJc3 e5 4.lLJf3 lLJ bd7 5.g3 g6 6J\g2 .ig7 7.0-0 0-0 8.b3 ges 9.e4 exd4 1 0.lLJ xd4 lLJ c5 u .gel as 12 ..ib2? ! Esto d a a las negras una posibilidad táctica. La continuación normal es 1 2.h3 c6, con una posición estándar de la India de Rey. 1 2 ... a4!

13Jkl Tras 1 3 .b4, las negras intercalan 13 . . . a3 ! , con buen juego. 13 ... c6 14J\al axb3 1 5.axb3 Wb6 1 6.h3 lLJ fd7 1 7.gbl lLJf8 1 8.@h2 h5! Típica jugada del activista alerta. El ala de rey estará continuamente acosada, abriendo así el camino para un eventual ataque al enroque. 1 9.ge2 h4 20.gd2

20 ... gxa l ! El comienzo de una hermosa combinación.

FUNDAMENTOS DE LA ESTRATEGIA AJEDRECÍSTICA

2Uhal i.xd4 22J:hd4 �xb3 23J:bd6! Una buena réplica. Ahora, a 23 . . . lt'ixa 1? se contesta 24.tll d5 ! , seguido de 2 5 .tll f6+. Pero Bronstein lo tiene todo controlado . . . 23 ...Wxf2 ! !

Tolush - Bronstein Campeonato de la URSS, Moscú 1 944

¡ Mas dificil todavía! E l blanco recibe mate tras 24.Wxb3 hxg3+ 25.'it>h l �xh3 ! 26. :B: g l ixg2+ 27. l'l: xg2 ti'fl + 28. l'l: g l ti'h3++. Aquí se ve la importancia del peón "h" en el juego. 24J�a2 Wxg3+ 25.©ht Wxc3 26.ga3 i.xh3 27.gxb3 i.xg2+ 28.©xg2 Wxc4 Hagamos balance. Con cuatro peones por la calidad, las negras deben ganar fácilmente. 29.gd4 We6 30.gxb7 gas! 3 1 .ti'e2 h3+ Las blancas se rindieron.

Las blancas están sometidas a presión. Tam­ bién en este caso avanzó Bronstein su peón "h". Ahora las blancas parecen tenerlo todo defendido. El caballo de "d2" es vital para cu­ brir " f3 " , y el de "a6" impide que el alfil de las negras ataque al caballo de "d2" desde "b4" . 36 . . . tll f3? no lleva a ninguna parte después de 3 7 .tll x f3 Wxf3 3 8 .Wc8+ y 39.Wxh3 . La si­ guiente j ugada de Bronstein es una típica ju­ gada tramposa en apuros de reloj del con­ trario. 36 ... ©g7! Una tranquila jugada, pero con mucho ve­ neno, que las blancas -en fuertes apuros de tiempo- no captan. 37.Wc7? La única opción de cubrir "f3" era 3 7 .Wd l . 37 ...i.f6 De pronto, las blancas están indefensas an­ te la amenaza 38 . . . tll f3 39.tll x f3 Wxf3 , segui­ da de 40 . . . Wh l + y 4 l . . .Wxh2 . 38.�b4 �o 39.�xo YNxo 40.©et Wht+ Parece que las partida se aplazó aquí, pero las blancas se rindieron sin reanudarla. Des­ pués de 4 1 .c¡f¡e2 Wxh2 42. tll x d5 Wg2, el peón "h" decide.

Los activistas son tremendamente peligro­ sos en apuros de tiempo. ¡No caiga en tales apuros contra estos tipos ! Bronstein no era una excepción. Veamos el siguiente ejemplo, también de una de sus primeras partidas con la India de Rey.

Los activistas son jugadores creativos con una mente propia. No temen ignorar la sa­ biduría convencional y ensayar nuevas ideas. Recuerdo que me impresionó mucho el juego imaginativo de Bronstein en la siguiente posi­ ción, derivada de una Caro-Kann con 4 . . . if5 .

CARACTERÍSTICAS DE LOS JUGADORES ACTIVISTAS

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Porreca Bronstein Belgrado 1 954 -

Las negras no han jugado la apertura con total corrección, y ahora se enfrentan a un di­ lema en cuanto a cómo proseguir el desarro­ llo. 1 1 . . .e6 parece peligroso debido a los po­ sibles sacrificios en "e6". Pero ¿qué nos había enseñado Nimzovich acerca de la superpro­ tección? Bronstein jugó . . . 1 1 ...J.gS! Parece una locura, pero permite al negro proseguir con su desarrollo, pues ahora "e6" está cubierto. El confinamiento del alfil es só­ lo temporal . El blanco no halló ningún modo de someter la posición negra y, gradualmente, Bronstein pudo asumir la iniciativa. 1 2.ltid3 e6 1 3.if4 .id6 14 .. i xd6 ti'xd6 1 5.lll fS °§'f8 ¡Una pieza más en la octava fila! Pero tam­ poco ahora podrán las blancas explotar esta momentánea retirada. 1 6.°§'13 0-0-0 1 7.lll g3 Es el turno de las blancas de retirarse . . . 1 7 .. .i.h7 1 8.a4 .ixd3 1 9 ..ixd3 °§'d6 . . . mientras que las negras pasan a la ofensiva. La posición probablemente esté más o menos igualada, pero a partir de este momento las blancas van a ser superadas, lo que demuestra que Bronstein no sólo era un fuerte jugador creativo, sino que también dominaba las posi­ ciones técnicas. Este es un rasgo, por supues­ to, común a todos los grandes jugadores, ya que si juegan excepcionalmente bien algunas áreas, lo normal es que sean capaces de ha­ cerlo bien en todo tipo de posiciones. Veamos el resto de la partida, aunque su desarrollo no esté directamente vinculado a nuestro tema, y podremos ver una buena labor de aliño, carac­ terística de la Caro-Kann. 20.aS a6 2 1 .ga3 g5! 22.hS °§'f4 23.ti'e2 ©c7 24.c3 ghe8 25.lll e4?! Era mejor conservar el caballo, pues ambos caballos negros querían situarse en "f6", y ahora las blancas resuelven voluntariamente el problema. Los dos caballos peleándose por una misma casilla es lo que Dvoretsky llama la pieza superflua, y en tales casos es una feli­ cidad poder cambiar una de ellas.

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25 ... lll xe4 26ti'xe4 ti'xe4 27.ixe4 lti f6 28 ..if3 g4 29 ..idl ggs 30.ges gds! 3 1 .ga4 ggs! 32 ..ib3 gdxe5 33.dxeS lll d7 Ahora, la pérdida de material es inevitable. 34 ..id l lll xe5 35.ge4 gxh5 36..ixg4 lll xg4 37.gxg4 gxa5 38.gg7 fü5 39.g4 fü6 40.©g2 ©d6 4 1 .©g3 es 42.ggs ©d5 Las blancas se rindieron. Quizá el activista más famoso de la historia del ajedrez sea el legendario Mijail Tal, el Mago de Riga. Tal sólo fue campeón del mun­ do durante un año, al ganarle el título a Botvi­ nnik en 1 960 (por 1 2,5-8,5), para perderlo un año después en el match-revancha (8- 1 3 ), pero su legado va más allá de aquel año, y sus par­ tidas han sido analizadas en todo el mundo, todavía más de una década después de su pre­ matura muerte, acaecida en 1 992, a los 55 años. Las partidas de Tal son muy conocidas, pe­ ro su estilo sigue dando pie para el debate. ¿Era Tal una "calculadora" o era un maestro intuitivo? Creo que era, sobre todo, lo segun­ do. Tal, por supuesto, era muy bueno en el cálculo de variantes -como todos los Grandes Maestros- pero, en mi opinión, estaba espe­ cialmente dotado de un gran instinto para la iniciativa y, quizá, una comprensión sin pre­ cedentes para la relación entre material e ini­ ciativa en el ataque. Kasparov dijo en una ocasión acerca de Tal : "Tengo la impresión de que Tal era el único jugador que no calculaba largas variantes, sino que, sencillamente, veía las posiciones que resultaban" .

FUNDAMENTOS DE LA ESTRATEGIA AJEDRECÍSTICA

En su instructivo y entretenido libro Al ataque, escrito con Damsky, el propio Tal ex­ plica sus reflexiones durante la partida en buen número de posiciones de ataque a lo lar­ go de su carrera. Cierto que no podemos saber si algunas de esas reflexiones son retros­ pectivas, pero son de todos modos interesan­ tes. Una de las partidas que Tal incluye es la siguiente.

fiere como "lanzamiento". La pieza se lanza a una posición próxima al rey enemigo. El tér­ mino procede del hockey sobre hielo, donde es una estrategia bien conocida lanzar la pas­ tilla al espacio abierto, cerca de la meta con­ traria, esperando que algún jugador propio sea el primero en alcanzarla.

Tal - Vasiukov Campeonato de la URS S, Kiev 1 964-65 1.e4 c6 2.llic3 d5 3.d4 dxe4 4.lli xe4 l'ii d7 La sólida Variante Smyslov, que sigue con­ siderándose una buena opción para las negras. 5.llio Hoy se ven más a menudo 5 .i.c4 y 5 .tt:l g5 ! ? 5... lli gf6 6.lli g3 ! ? Con esta jugada, Tal indica que n o desea entrar en una discusión teórica sobre la aper­ tura, sino que, sencillamente, quiere mantener las piezas en el tablero. Durante algún tiempo se consideró peligroso 6.tt:lxf6+ llixf6 7 . tt:l e5 , hasta que se descubrió que 7 . . . i.e6 ! e s bueno para las negras. 6 ... e6 7 ..id3 c5 8.0-0 cxd4 9.l'ii xd4 .ic5 10.llio O-O 1 1 .'%Ye2 En una partida posterior contra Minev (Olimpiada de Niza 1 974), Spassky ensayó l l .b3, pero las negras quedaron bien tras l l . . .b6 1 2.i.b2 i.b7 1 3 .Wi'e2 Wfc7 . Tal prefiere situar el alfil en otra diagonal. 11 b6 1 2 ..if4 .ib7 1 3.:Sadl llid5?! Aunque puede que esto sea, objetivamente, jugable, ¡ es un camino peligroso contra un activista! Contra estos jugadores, no deben alej arse las piezas del propio rey, pues mu­ chos de sus ataques se basan en lo que Tal lla­ ma la "relación de asalto", es decir, el número relativo de piezas en el entorno del rey. 1 3 . . . 'Wc8 se ha sugerido como una alternativa sólida. 14..ig5 Wfc7 ..•

En aj edrez, esta estrategia es coherente con el debate anterior acerca de la "relación de asalto" , que consiste en incorporar más piezas al sector vital del tablero para incrementar esa relación. 15 ... @hS! Una buena jugada defensiva. Ahora, un eventual sacrificio de alfil en "h7" no será j aque, y en la variante 1 6.c4 tt:l 5 f6 l 7.tt:lxf6 tt:lxf6 l 8.i.xf6 (lo mejor posiblemente sea l 8.tt:le5, con ventaj a blanca) l 8 . . . gxf6, las ne­ gras están dispuestas a iniciar su contrajuego con 1 9 . . . �g8. 16 ..ie4 f6! 1 7 ..ih4 .id6 1 8.c4 .ia6

Ver el diagrama siguiente 15.llih5! Este es el tipo de jugada a la que Tal se re-

CARACTERÍSTICAS DE LOS JUGADORES ACTIVISTAS

1 33

Esta es la posición que Tal comenta de for­ ma expresiva en Al ataque: "Pensaba sacrifi­ car un caballo. No era un sacrificio evidente, porque desembocaba en un mar de variantes. Comencé a tratar de calcularlas y, para horror mío, comprendí que no conseguía aclararme. Mis pensamientos se amontonaban, uno tras otro. Una sutil réplica de mi oponente, posible en un caso, me llevaba a otra situación en la que, por supuesto, ya no sería posible. En ge­ neral, en mi mente se produjo una caótica acu­ mulación de todo tipo de jugadas, a veces ni siquiera vinculadas unas con otras, y el noto­ rio 'árbol de variantes', del que los entrenado­ res recomiendan cortar una rama en cada oca­ sión, crecía y crecía a una increíble veloci­ dad. . . De algún modo, comprendí que era im­ posible calcular todas las variantes, y que el sacrificio de caballo era puramente intuitivo. Puesto que tal sacrificio prometía un juego in­ teresante, naturalmente, no me contuve. Al día siguiente, me divirtió leer en el periódico que Mijail Tal, tras detenida reflexión, efectuó un sacrificio de pieza, minuciosamente calcula­ do" . 19.lll xg7! ©xg7 19 . . .i.xc4? no da resultado, por 20.tDxe6 .ixe2 2 1 .tDxc7, y hay demasiadas piezas ne­ gras colgando en la columna "d". 20.lt:ld4! lll c5 2 1 .Wg4+ ©h8 22.lil xe6 lll xe6 23.Wxe6 gae8! 23 . . . ixh2+ 24.rii h l tDb4? 25 .ixf6+ no da resultado a las negras. 24.Wxd5 i.xh2+ 25.©h l Wf4

Tal recomienda 25 . . . Wxc4 26.Wxc4 ixc4,

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con mejor final de las blancas, pero las negras siguen en la partida. 26.Wh5! Con idea de que si 26 . . .:1he4?, 27.i"!d7 ga­ na. La respuesta negra es forzada. 26 ... Wxe4 27.gfel ?! ¡ Tal falla! Lo correcto e s hacer 27.i"!de l ! Wg6 28.1.Wxg6 hxg6 29.ixf6+ ! 'itig8 30.i"!xe8 i"!xe8 3 1 .Wxh2 ixc4 32.i"!c l ixa2 33 .i"!c7 ! , y las blancas emergen con un peón de ventaja y buenas posibilidades de victoria. 27 Wg6 2S.Wxg6 hxg6? ¡ Las negras retribuyen el favor! La línea co­ rrecta es 28 . . . i"!xe l + ! 29.i"!xe l hxg6 30.'itixh2 ixc4, y las blancas sólo están algo mejor. 29.i.xf6+! ©gS 30.gxeS gxeS 3 1 .©xh2 i.xc4 32.gd7! Ahora este final es un tiempo mejor que tras 27.i"!de l . 32 ... ge6 33.i.c3 .txa2 34.gxa7 i.c4 35.©g3 i.d5 36.f3 ©ts 37.i.d4 b5 38.©f4 .tc4 39.©g5 El problema de las negras no es sólo su peón de menos, sino que su rey está confinado en la última fila. Estos factores conceden a las blancas posibilidades de ganar, pese a los alfiles de distinto color . 39 ©es 40.gas+ ©f7 41 .ga7+ ©es 42.b4 i.d5 43.ga3 ! ©f7 44.g4 ge2 45.ic5 ges+ 46.©h6 ge6 47.gd3 .tc6 4S.gds ges 49.gd4 ge6 50.f4 ©es 51 .©g7! .te4 ..•

•..

52.ib6! De pronto, el rey de las negras está atrapa­ do en una red de mate, de la que sólo puede escapar con decisivas pérdidas materiales.

FUNDAMENTOS DE LA ESTRATEGIA AJEDRECÍSTICA

s2 .. .Ao 52 . . . :!'%xb6 5 3 . :!'%xe4+ es un final de torres perdido para las negras. S3J�d8+! ©e7 54,gd3 ! .ie2 54 . . . ixg4 pierde, por 55 . .id8+ c7 25 .Wxf8, y las negras se rindieron. En años recientes, sin embargo, Van Wely se pasó a la Variante Sveshnikov, 2 . . . lt:J c6 3.d4 cxd4 4.lt:J xd4 lt:Jf6 5 .lt:Jc3 e5, etc. Dado que esta variante se está comportando nota­ blemente bien al más alto nivel, Shirov pre­ fiere evitarla. 3.lt:Jc3 En el match de desempate para el Campeo­ nato de Alemania por equipos, en 2004, entre Baden - Oos (con Anand, Shirov, Svidler, Va­ llejo, etc.) y Porz (con Lutz, Van Wely, l .

Sokolov, Andersson, etc.), Shirov prefirió 3 .ib5 contra Van Wely, pero después de 3 . . . g6 4.ixc6 dxc6 5 . d3 ig7 6.h3 b6 7 .0-0 lt:Jf6 8 .id2 0-0 9.ic3 lt:Je8 1 0.lt:Jbd2 lt:Jc7 l l .ixg7 'it>xg7 1 2 .a3 f6 1 3 .e5 a5 1 4.exf6+ exf6, las negras quedaron bien y más tarde incluso ganaron, cuando Shirov quiso forzar el juego. 3 ... tt:Jf6 4.i.b5 Wc7 Una línea de moda al máximo nivel. Tam­ bién la han jugado Kramnik, Léko y el propio Shirov. 5.0-0 e6 Aquí, una alternativa habitual es 5 . . . lt:Jd4. 6J'�el tll g4! ? Muy ambicioso, pero también arriesgado, pues las negras se retrasarán en desarrollo. Es más tranquilo 6 . . . ie7. 7 ..ixc6 La amenaza era 7 . . . lt:J d4, y 7 .h3 lt:J ge5 es bueno para las negras. 7 ... bxc6 8.e5! f6! 9.d4 cxd4 1 0.Y9xd4 tll xe5 1 1 .tll xe5 fxe5 1 2.�xe5 .ie7 13.i.g5

Echemos un vistazo detenido a esta diná­ mica posición. Las negras tienen los dos alfi­ les y un potencial centro fuerte, pero están re­ trasadas en desarrollo, lo que permite a las blancas albergar esperanzas de hacerse con la iniciativa. Estamos ante una dura lucha a la vista. Pero con su siguiente jugada, las negras se pasan de la raya, pues no pueden dedicarse a ganar material con tamaño retraso en desa­ rrollo. Una estrategia, en cualquier caso, muy arriesgada contra un activista como Shirov. 13 .. .i.d6?

CARACTERÍSTICAS DE LOS JUGADORES ACTIVISTAS

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En lugar de esto, Shirov recomienda hacer 1 3 . . . d6 14 . .ixe7 'Wxe7 1 5 .:1%e3 , con juego com­ plicado. Ambos bandos tienen sus triunfos en la mano. I4.i.f4! es 1 S.Wie3 ! a6 La amenaza era 1 6.tlibS, y 1 5 . . . .ixeS 1 6 ..ixeS concede a las blancas demasiada ini­ ciativa sobre casillas negras. 16.lüdS! Wfe6 1 7.ggs! Observe que las negras no tienen descanso. Cada jugada plantea una nueva amenaza, que las negras deben neutralizar. 1 7 ... h6

18 ..ixd6! hxgS l 8 . . . 'Wxd6 1 9.:gd 1 ! 19.l;dl ! La clave de la jugada precedente y de toda la combinación. El alfil de "d6" es una espina clavada en la garganta de las negras, y debe preservarse a toda costa. El rey negro perma­ necerá así retenido en el centro, es decir, ¡ una posición ideal para un activista ! Shirov no necesitará muchas jugadas para asestar el golpe decisivo. 19 ... l;h6 l 9 . . .'Wxd6? 20. tli f6+. 20.lüe7! Wfa4 2 1 .Wff3 ! .ib7 Después de 2 l . . .'Wxc2, las blancas ganan con 22. lli g8 ! , amenazando mate en la casilla "f8". 22.Wixb7 gd8 23.lügS! gh8 24.Wff3 ! gxg8 2S.WihS+ Las negras se rindieron, porque reciben mate tras 25 . . . g6 26.'Wh7.

1 48

Kasimdzhanov - Shirov Bundesliga 200 1 -02 1 .e4 eS 2.lüf3 d6 3.d4 exd4 4.lü xd4 lüf6 S.lü e3 a6 6..igS e6 7.Wfd3 No es la línea más corriente de la Siciliana, pero la han jugado expertos como Timman y Suetin, el Gran Maestro soviético que escribió buen número de excelentes libros de apertura, leídos con fruición por los jugadores ambicio­ sos de hace veinte o treinta años. 7 ... lüe6 8.0-0-0 .id7 9.f4 l;e8 1 0.fS lüb4 1 1 .Wih3 Wf aS!

El escenario está dispuesto. Las negras preparan el clásico sacrificio de calidad en "c3 " , pero su rey sigue en el centro, de modo que las blancas no dej an de tener posibili­ dades. 1 2 ..ixf6 gxf6 13.a3 l;xe3 ! 14 bxe3 Wfxa3+ 1 S.'ii> d2 lü a2 1 6.fxe6 fxe6 1 7.lüxe6?! Una omisión. Es posible que a Kasimd­ zhanov se le haya escapado la jugada 2 1 de las negras. Lo correcto es l 7 . .ic4. Por ejemplo: 1 7 . . . .ih6+ 1 8 .lt>e l 'Wxc3+ 1 9.'Wxc3 lüxc3 20.:gd3 lli xe4 2 I . .ixe6, con un final más o menos igualado. 1 7 ... 'ii> e 7! 18 ..ie4 .ih6+! 19.'ii> e l No l 9.'Wxh6?, por l 9 ... 'Wxc3+. 19 ...Wfxe3+ 20.Wfxe3 lüxe3 2 1 .l:°!d3

Ver el diagrama siguiente 2 1 ... l:"!e8! Esto gana material, debido a la clavada so­ bre la columna "c".

FUNDAM ENTOS DE LA ESTRATEGIA AJEDRECÍSTICA

Topalov - Movsesian Mundial FIDE (eliminatorio), Trípoli 2004 1 .e4 c5 2.lll f3 lll c6 3.d4 cxd4 4.lll xd4 Y!!c7 5.lll c3 e6 6.ie3 a6 7.Y!ld2 Esta línea se ha vuelto cada vez más po­ pular. Las blancas quieren reforzar el centro con f3 y emprender el "Ataque Inglés" con g4. 7 ... lll f6 8.0-0-0 i.b4 9.f3 lll e5! ?

22Jhc3 i.xe6 23.i.xe6 No hay nada mej or. Las blancas esperan te­ ner posibilidades de hacer tablas, debido a los alfiles de distinto color, pero el problema es que pierden otro peón. 23 .. Jhc3 24.Ab3 ge3+ 25. ©f2 :Sxe4 26.Ad5 fü4+ 27.©g3 :Sb4 28.igS Af4+ 29.©0 ie5 30.Axh7 a5 3 1 .i.gS a4 32.gel b5 Las blancas se rindieron. Los activistas a menudo invierten mucha energía en sus partidas, pues no se contentan con jugadas correctas y "ordinarias" . ¡ Quieren crear algo extraordinario! El jugador proba­ blemente más concentrado del circuito es el Gran Maestro búlgaro Veselin Topalov. Ob­ servar en acción a Topalov es impresionante. Pero también es una forma de jugar que con­ sume gran cantidad de energía. Por esto es por lo que la preparación fisica ha pasado a ser un factor importante para afrontar la tendencia del ajedrez concreto actual, dado que muchos jugadores de elite enfatizan en el cálculo con­ creto de cada posición y su contenido estra­ tégico, antes que adherirse a las reglas esta­ blecidas de la estrategia aj edrecística. En el Mundial FIDE de Trípoli, en 2004, Topalov comenzó con la increíble puntuación de 9,5 (de 1 0), antes de perder en el desem­ pate a rápidas su match de semifinales con Kasimdzhanov, después de cuatro tablas a la cadencia normal. El rasgo típico del activista de combinar ataques con la seguridad de su propio rey es apreciable en las partidas de Topalov en el evento citado.

L a elección d e Anand en varias partidas re­ cientes ha sido 9 . . . tt:la5, y con ella ha obtenido resultados razonables, pero en la partida entre Léko y Anand, Moscú 2004, las cosas no le salieron bien, y tras 1 0.i>b l ixc3 l l .bxc3 b5 1 2 . .if4 Wb6 1 3 .tt:lb3 tt:lc4 1 4.Wd4 d5 1 5 .ixc4 Wxd4 1 6.cxd4 dxc4 1 7 .tt:la5 tt:ld7 1 8 .ic7 0-0 l 9.d5 exd5 20.exd5 , las blancas obtuvieron una clara ventaja y acabaron ganando. 10.lll b3 b5 1 1 .©bt En otra partida de Trípoli, Almási prefirió 1 1 .We l contra Ye Jiangchuan, ganando tam­ bién una excelente partida, después de las jugadas l l . . .gb8 1 2Wg3 ie7 1 3 .f4 tt:lc4 1 4.e5 tt:lh5 1 5 .Wf2 tt:l xe3 1 6.Wxe3 g6 1 7 .g4 tt:lg7 1 8 .id3 .ib7 1 9.ghfl 0-0 20.f5 exf5 2 1 .gxf5 ib4 22.f6 tt:l e6 23 .fü5 ! füe8 24.gh5 ! if8 25 .gg l tt:l g7 26.fxg7 ixg7 27.Wf2. 11 ...ie7 12.Y!!f2 d6 13.Ab6 Y!lb8 14.Ad4 lll c6 1 5.ie3 ltld7 16.g4! Por fin. Tras un período de "golpes de tan­ teo", los contendientes vuelven a la lucha. 16 ... 0-0 1 7.g5 b4 1 8.lll a4! lll ce5 1 9J:igl i.b7 1 9 . . . a5 ! ? 20.lll a5! ges 2 1 .b3 !

CARACTERÍSTICAS DE LOS JUGADORES ACTIVISTAS

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Observe cómo Topalov protege a su rey, antes de proseguir con su propio ataque. Esta estrategia se ve con frecuencia en las partidas de los activistas. Una vez que su propio rey se encuentra a cubierto, el ataque se juega por sí solo. No es ya cuestión de "quién llega antes" . En este aspecto, el esquema de ataque de los activistas a menudo se distingue del de los pragmáticos, quienes suelen recurrir al cálculo preciso de variantes para determinar quién tiene un ataque más fuerte. A Topalov parece gustarle mucho asegurar a su rey con b3 en estas posiciones de la Siciliana. También lo hizo en otra partida de Trípoli, contra Kozul : l .e4 c5 2. tt:l f3 d6 3 . d4 cxd4 4.tt:lxd4 tt:l f6 5 . tt:l c3 tt:l c6 6.i.g5 e6 7 .Wd2 a6 8 .0-0-0 i.d7 9.f3 ie7 1 0.'iií b l 0-0 l l .h4 Wb8 1 2.g4 !!c8 1 3 . tt:l xc6 ixc6 1 4 .i.d3 b5 1 5 . tt:l e2 b4 1 6. tt:l d4 i.e8 1 7 .h5 a5 l 8.i.e3 tt:l d7

1 9.i.b5 ! tt:l e5 20.i.xe8 !!xe8 2 1 .b3 Wb7 22.g5 a4 23 .Wg2 !!ec8 24.g6 axb3 25.gxf7+ 'iif x f7 26.cxb3 !!c3 27.!!g 1 , con ventaja blanca ( 1 -0 en 58 jugadas). Observe que b3 y cxb3 han dificultado el acceso de las negras al rey blan­ co. 2 1 . ..ic6 22.tt:lxc6 tt:l xc6 23.f4 tt:lc5 24 tt:l xc5 dxc5 25.f5 lü e5 26.i.h3 exf5 27.exf5 ges 28..if4 i.d6 •

Ver el diagrama siguiente 29.g6! Abriendo líneas sobre el rey blanco. Las negras no tienen la misma posibilidad. 29 hxg6 30.fxg6 ga7 3 1 .Wg2 lü c4?! ..•

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Esto pierde, pero no es fácil sugerir una mejor alternativa.

32.gxd6! lü xd6 33.Wd5 gd8 34.gxf7+ gxf7 35.i.e6 Wb7 36.Wg5! Las negras se rindieron. Otro activista contemporáneo que deleita a los aficionados con su juego emprendedor es Alexander Morozevich. Mi buen amigo y co­ lega el GM danés Sune Berg Hansen, descri­ bió recientemente a "Moro", como se le llama en los círculos de ajedrez, de esta forma: "Mo­ rozevich juega un nuevo tipo de aj edrez. Es una vergüenza que no sea el número uno del mundo, pues de ser así cambiaría la forma en que el ajedrez se juega" . Tiendo a estar de acuerdo con esta declaración, al menos par­ cialmente. Es cierto que Morozevich tiene muchas ideas frescas y a menudo sigue su propio camino, incluso en la apertura. En mi opinión, Morozevich es el número uno de la elite en cuanto al enfoque sobre la estrategia basada en los propios recursos, tal y como se describió en el capítulo 1 . Por otra parte, es posible ejercer influencia en ajedrez aun sin ser el número uno del mundo como, por ejem­ plo, hicieron Tarrasch y Nimzovich en su día. Estos maestros lo hicieron gracias a sus exten­ sos y profundos escritos. Sería, desde luego, interesante que Morozevich y otros jugadores de primera fila escribiesen libros -como Ta­ rrasch y Nimzovich- explicando su percep­ ción personal sobre el ajedrez y la estrategia ajedrecística. En un mundo de Internet, bases de datos y potentes programas analíticos, en el

FUNDAMENTOS DE LA ESTRATEGIA AJEDRECÍSTICA

que los datos abrumadores parecen estar en el orden del día, sería muy interesante y sin duda instructivo que más Grandes Maestros de re­ lumbrón explicasen cómo conciben el ajedrez, en términos holísticos y no sólo en fragmenta­ rias notas analíticas. Finalicemos este capítulo sobre los activis­ tas con dos interesantes partidas de Moroze­ vich, en las que muestra su talento para la ini­ ciativa y el ataque directo al rey.

con 20 . . . rj;igs, después de lo cual 2 1 .tt:lxt7 ! de­ cide. 6...Wxe7 7.f4 a6 8.c!Df3 c!D b6!? Por lo que sé, esta jugada fue una novedad entonces. La habitual era 8 . . . c5 . 9.Wd2 La alternativa es 9. Íid3 , seguido de 0-0. 9 ....id7! ? 1 0.0-0-0? !

lnarkiev - Morozevich Campeonato de Rusia, Krasnoiarsk 2003 1 .e4 e6 2.d4 d5 3.c!Dc3 c!Df6 4.i.gS 11..e 7 5.e5 c!Dfd7 6.Axe7 El propio Morozevich eligió la Variante Alekhine - Chatard (6.h4) contra Korchnoi, en Biel 2003 , el torneo que ganó con 8 (de 1 0) y una actuación cifrada en 2879 Elo. Aquella partida resultó ser una miniatura, pues el ve­ terano Gran Maestro cometió un grave error, nada habitual en él : 6 . . . c5 7 . Íixe7 @xe7 8.dxc5 'Wc7 9.f4 'Wxc5 I O.'Wd2 c!D c6 1 1 .tll f3 tt:lb6 1 2.a3 a5 1 3 .h5 h6 1 4.0-0-0 Íid7 1 5 .rj;ib l a4 1 6.i'l:h3 i'l:ac8

1 7.tt:lb5 ! ? i'l:hd8?? (las negras debían jugar 1 7 . . . tt:l xe5 ! , pues 1 8 .tt:l a7 tt:l ec4 1 9.c!Dxc8+ i'l:xc8 aporta una razonable compensación, mientras que 1 8 .tt:lxe5 ixb5 1 9.i'l:c3 tt:l c4 20.i.xc4 dxc4 2 1 .füc4 ! i'l:hd8 ! sólo es li­ geramente mej or para las blancas, según Pelletier) 1 8 . tt:ld6 i'l:b8 1 9.i'l:g3 @f8 20.'Wd3 ! , y Korchnoi se rindió, pues la penetración de la dama blanca en "h7" sólo puede impedirse

10 .. .i.bS! Una fuerte maniobra que revela la creativi­ dad de Morozevich. Hasta en una posición en apariencia tan inocua como ésta, puede mon­ tar un ataque "de la nada" . Este es uno de los rasgos más destacados de su talento. Aquí, se cambia el alfil de casillas blancas y, al mismo tiempo, se abren columnas en el ala de dama. 1 1 .c!D xbS Quizá las blancas debieran continuar con sus propios planes, por ejemplo, 1 1 .g4, man­ teniendo cerrado el flanco de dama. 1 1 ... axbS 1 2 .AxbS+ c6 13.i.d3 �ba2 14.bl tll f6 24.f4! Y!Jcs Tratando de impedir que las blancas consi­ gan más líneas de acceso al rey negro. 25.YNO YNc7 26.YNe3 ggs 27.fS! es 28.YNxh6+ d6 3 1 .Wf4+ \t> e7 32.ie4 l:'!h5 3 3 .tll h4 l:'!g8 34.tll g 6+ \t> d8 3 5 .Wf7 l:'!e8 36.id3 ! , y las ne­ gras se rindieron. ¡ Aj edrez de altura! 6 ... e6 7.Y!!e2 lli b6 8.i.b3 h6 9.lli 5t3 c5 10.c3 YNc7 l l .Ad2 Una línea bastante rara que sólo se ha visto en algunas partidas. Supongo que Anand se limita a desarrollar sus piezas.

FACTORES DEL ENTORNO

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31.i.xe4 ! ! Una muy elegante forma d e rematar l a par­ tida. 3 1 ...c!ll xe4 O bien 3 1 . . .!l:xe4 32.!l:xe4+ tt:l xe4 33 .'Wh4+ lll f6 34.!l:e l +, y el caballo cae. 32Jhe4+! l:be4 33.Yfg5+ ©es 34.f6! Las negras se rindieron. Obviamente, la iniciativa no siempre gana en ajedrez rápido. Es posible encontrar parti­ das en las que prevalezca la defensa. Sin em­ bargo, creo que, desde un punto de vista es­ tratégico, debería darse prioridad al factor "iniciativa" al evaluar posiciones en partidas rápidas, es decir, que en este tipo de aj edrez tiene un mayor peso específico que en ajedrez clásico. Esto demuestra, una vez más, que el ajedrez no es un juego "obj etivo". Lo mismo que abogaba por el impacto del factor humano en ajedrez, afirmo que la misma posición pue­ de ser evaluada de forma diferente según se trate de una partida rápida o clásica. Esta es una de esas cosas que hacen del aj edrez un juego fascinante.

El impacto de la clasificación del torneo El objetivo del ajedrez es ganar la partida. Pe­ ro las partidas se juegan en torneos y, a veces, la situación del torneo influye sobre las deci­ siones que se toman durante una partida. Unas tablas, por ejemplo, pueden bastar para ase­ gurarse el triunfo en el torneo, o puede ser que la victoria sea el único resultado válido para alcanzar determinado objetivo en el torneo. Es útil discutir si el enfoque correcto en tales si­ tuaciones puede sistematizarse, pues estas si­ tuaciones suelen ser de naturaleza genérica. Obviamente, la mayoría de los torneos se decide en la última ronda. Es raro que el re­ sultado final de un torneo no pueda alterarse en la última ronda. Sin embargo, según mi ex­ periencia, en los torneos abiertos es igual de importante la penúltima ronda. Como en el golf, donde la tercera jornada se llama a veces el "día de acción", es en la penúltima ronda de

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un torneo abierto cuando los favoritos suelen tomar posiciones. Naturalmente, la última ron­ da puede modificar el resultado, pero con ma­ yor frecuencia, en la jornada de clausura pro­ liferan las tablas seguras. En consecuencia, siempre he tratado de jugarme el todo por el todo en la penúltima ronda. Aunque pierdas, siempre hay una posibilidad de recuperar puestos en la última ronda y lograr un resul­ tado final decente, si ganas. Esa es mi forma de interpretar la naturaleza de los torneos abiertos. Sin embargo, en otros tipos de torneos la situación es diferente. Consideremos, por ejemplo, los torneos clasificatorios, en los que no sólo una partida aislada, sino incluso la cla­ sificación final del torneo puede considerarse absoluta. Hay vencedores (clasificados) y per­ dedores (no clasificados), y ningún término medio. El mismo argumento puede hacerse con respecto al juego de match. En estos tipos de eventos, la última ronda es crucial. Nos detendremos aquí en dos situaciones típicas de última ronda: qué hacer cuando las tablas son suficientes y cómo jugar a ganar cuando sólo sirve la victoria. Cuando bastan unas tablas, es esencial no jugar de forma descarada a tablas. En tal caso, comenzará usted a jugar con demasiada pasi­ vidad y cautela, cediendo la iniciativa y bus­ cando los cambios a ultranza, asumiendo que eso le acercará a las ansiadas tablas. Eso es lo que sucedió a las blancas en la siguiente par­ tida.

M. Gurevich - Short Interzonal de Manila 1 990 1 .d4 e6 2.e4 d5 3.exd5?! La situación antes de la partida era que unas tablas garantizaban a Gurevich su cla­ sificación para los matches de Candidatos, mientras que Short estaba obligado a ganar, ¡ una situación nada fácil, con negras, ante un adversario de primera fila! Pero aquí Gurevich comete, en mi opinión, un error estratégico. Al buscar tan descaradamente las tablas -pues Gurevich nunca juega la Variante del Cambio en la Francesa- entrega abiertamente la inicia-

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tiva a su rival. Psicológicamente, esto es favo­ rable a las negras. 3 ... exd5 4.c!Df3 ig4!? Un poco arriesgado, desde u n punto de vis­ ta puramente ajedrecístico. Algunos comenta­ ristas califican la jugada con un " ? ! " . Pero creo, sin embargo, que está justificado. Es muy posible que Short pensase que Gurevich seguiría jugando pasivamente, y para que la textual sea cuestionada, las blancas deben ac­ tuar con agresividad, pero ya habían dado muestras de que no estaban de talante com­ bativo. En tales circunstancias, no es fácil cambiar de actitud. Al año siguiente, Short re­ pitió 4 . . . ig4 contra Kasparov (en Tilburg 1 99 1 ), y en tal caso sí creo que "? ! " es la calificación correcta para la jugada, ¡ pues Kasparov es un jugador siempre combativo ! Después de 5 .h3 ih5 6.We2+ ! We7 7.ie3 c!Dc6 8 . c!D c3 0-0-0 9.g4 ig6 1 0.0-0-0 f6 l l .a3 Wd7 1 2 .c!D d2 f5 1 3 .lLib3 ltJf6 1 4 . f3 , las blan­ cas quedaron ligeramente mejor, aunque Short consiguió hacer tablas. La moraleja es la misma que en otros capí­ tulos de este libro, a saber, que la evaluación de una posición no es un procedimiento obje­ tivo, sino que depende de buen número de fac­ tores, no todos relacionados directamente con las piezas y el tablero. 5.h3 ih5 6.ie2?! id6 7.c!De5?! ixe2 8.'tYxe2 c!D e7 9.0-0 0-0 1 0.if4 :Ses 1 1 .Wi'g4 ixe5! 12.ixe5 c!D g6 13.ig3 c!Dd7

Con su sexta y séptima jugadas, las blancas han seguido jugando de forma restringida, y las negras no tuvieron ningún problema para

alcanzar una posición satisfactoria, en la que el alfil blanco corre el peligro de convertirse en alfil malo. Si Gurevich se hubiese atenido a su juego habitual, es muy improbable que se arriesgase a quedar en posición inferior, con blancas, en sólo 1 3 jugadas. ¡ Esto fue la con­ secuencia del impacto que produjo en su juego la situación del torneo ! 14.c!Dd2 c!D f6 15.Wi'f3 c6 1 6.Wb3 'tYb6! El signo de admiración obedece al hecho de que las negras no temen promover cambios aun dada la situación competitiva. Porque los cambios no reportarán ningún alivio a las blancas, cuyo problema duradero podría ser el alfil malo. 1 7.Wi'xb6 axb6 18.a3 ? ! E n principio, e s mej or situar e l peón e n una casilla blanca, con l 8.a4. 18 c!D e4 19.c!D xe4 :Sxe4 20.:Sfdl b5 2 1 .©0 f6 22.f3 :Se6 23.:Sel @ti 24.:Sxe6 @xe6 25.:Sel+ @d7 26.@e2 h5! 27.@d3 h4 28.ih2 c!De7 29.if4 c!D f5 30.id2 b6 3 1 .:Se2 c5! 32.ie3 .•.

32 ... b4! 33.axb4 c4+ 34.@c3 c!Dd6 35.:Sel :Sa4 Las negras recuperan el peón con una clara ventaja. 36.@d2 �hb4 37.:Sal Las blancas buscan actividad, pero ya es demasiado tarde. 37 ... :Sxb2 38.:Sa7+ @e6 39.:Sxg7 b5 40.if2 b4 4 1 .@cl c3 42.ixh4 c!D f5 Las blancas se rindieron. A 43 .E:g4 (43 .E:h7 lLi xd4) se responde 43 . . . lLie3, ganándolo todo.

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Cuando el jugador se encuentra con ventaja en una situación así, la clave es actuar con na­ turalidad, manteniéndose fiel al propio estilo de juego. Uno de los mej ores ejemplos de este enfo­ que lo constituye la 24ª y última partida del segundo match Karpov - Kasparov, en la que éste arrebató el título mundial a Anatoli Kar­ pov.

resultar más peligroso para las negras: l 8.h4 ib7 1 9.h5 lt:Ja5 20.E!:ad l l2i c4 2 1 .i.c l E!:bc8 22.ig2 l2ic5 23.lt:Jd4 d5 (23 . . . e5 ! ?) 24.e5 l2i e4 25.l2ixe4 dxe4, y ahora 26.'h l YNc7 1 0.a4 tll c6 1 1 .i.e3 ges 1 2.i.O gbs 13.Wfd2 i.d7 14.tll b3 Mantener las piezas parece correcto. En la segunda partida del match, Karpov jugó aquí 1 4.YNf2, pero después de 14 . . . l2ixd4 1 5 .ixd4 e5 1 6ie3 ie6 1 7 .f5 ic4 1 8 .ib6 Wc8 1 9.füc l d5 ! 20.b3 ib4 2 1 . l2i a2 ia3 22.bxc4 ixc l 23.lt:Jxc l Wxc4, las negras quedaron con una buena posición y la partida finalizó en tablas. 14 ... b6 1 5.g4 ! ? Este e s e l activo avance e n que confiaba Karpov para ganar la partida y conservar el título mundial. En la 1 8ª partida j ugó 1 5 .if2, pero no consiguió nada, y la lucha pronto ter­ minó en tablas : 1 5 . . . i.c8 1 6.i.g3 l2i d7 1 7 .E!:ae l i.b7 1 8 .e5 E!:bd8 1 9.'gl gce8 25.gdl

Ver el diagrama siguiente Cuatro años después, en Barcelona 1 989 (Torneo de la Copa del Mundo), Beliavsky ensayó otro plan contra Kasparov, que puede

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FUNDAMENTOS D E LA ESTRATEGIA AJEDRECÍSTICA

25 ... f5! 26.gxf6 llixf6! Buscando la máxima actividad de piezas. El peón de "b6" se sacrifica alegremente en el proceso. Kasparov juega como siempre lo hace, y no se contiene ni aunque se trate de la última partida de un match por el Campeonato Mundial. 27.gg3 gti! 28 . .ixb6 Wb8 29 ..ie3 lli h5 30.gg4 lli f6 3 1 .gh4 Aquí vemos el impacto de los factores ex­ ternos. Debido a la situación de match, Kar­ pov no podía permitirse la repetición de ju­ gadas 3 U�g3 tll h 5. 3 1 ...g5! 32.fxg5 lli g4 Atacando el alfil de casillas negras. La al­ ternativa era 32 . . . tll xe4 ! ? 33.Wd2 lli xe3 34.Wxe3 lli xc2 35.Wb6 .ia8 36.gxd6?

36 gb7 De esta sencilla manera las negras ganan una pieza, la partida . . . ¡y el Campeonato del Mundo ! 37.Wxa6 gxb3 38.gxe6 gxb2 39.Wc4 ©h8 40.e5? Era mejor 40. :B: xe8+, pero no lo bastante para salvar la partida. 40 ... Wa7+ 41.©ht .ixg2+ 42.©xg2 llid4+ Las blancas se rindieron. •..

En torneos normales la situación es dife­ rente de los matches o los eventos clasifica­ torios. Esto se debe a que la partida ya no tie­ ne un valor absoluto. Puede que haya un pre­ mio sustancial para "el perdedor", pues no só­ lo el vencedor es el que gana todo. Tomemos

el ejemplo típico de un jugador que lidera un torneo por medio punto, pero que debe jugar contra su inmediato seguidor. ¿Cómo ha de proceder? Para encontrar la mejor estrategia, podemos pensar en la teoría del juego. El líder se con­ tenta, obviamente, con unas tablas, pues eso aseguraría su victoria en el torneo, pero la idea es que las tablas tampoco son inútiles para el jugador que lo sigue a medio punto, pues le permitirían asegurarse un lugar de privilegio en la clasificación final. Por otra parte, una derrota haría perder puestos en la tabla al se­ gundo jugador, con el riesgo de perderlo todo, dándole por tanto la opción de asegurar un buen premio con unas tablas. En términos teóricos de juego, diríamos que el líder establece una amenaza creíble. Aquí la amenaza es la de ir a por todas, apos­ tando fuerte por una partida salvaje y com­ plicada. Dado que la apuesta es más alta para el jugador que se encuentra a medio punto puesto que se arriesga a quedar descolgado, mientras que el líder tiene asegurado práctica­ mente algún premio-, ésta es una amenaza creíble y, por consiguiente, el segundo juga­ dor, que es quien afronta esa amenaza, tendrá tendencia a aceptar las tablas. Veamos cómo opera en la práctica esta reflexión. En Tilburg 1 987, Jan Timman lideraba el torneo, con me­ dio punto de ventaja sobre Predrag Nikolic, al entrar en la última ronda, en la que debía en­ frentarse precisamente a Nikolic. Unas tablas bastarían a Timman para asegurarse el triunfo en tan prestigioso torneo, ya que no podría ser alcanzado por otros jugadores. Por otro lado, Nikolic podía perder el se­ gundo puesto, en caso de caer derrotado. Así, Timman eligió una aguda línea de apertura (una amenaza creíble, en términos de teoría del juego), y en el décimo movimiento propu­ so tablas, dando a Nikolic la opción de acep­ tarlas y hacerse con un buen segundo puesto, o bien arriesgarse a ceder puestos, en caso de continuar y perder. La teoría del juego apre­ miaría a Nikolic a aceptar las tablas, cosa que en realidad acabó haciendo. Así es cómo se desarrolló la partida:

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Timman - Nikolie Tilburg 1 987 1 .liJf3 liJf6 2.d4 e6 3.e4 .ib4+ 4..id2 es S..ixb4 exb4 6.'ªe2 d6 7.e4 eS 8.eS! ? 0-0 9.exd6 exd4 1 0.liJbd2 Tablas. ¿Qué debe hacer usted si necesita ganar? En esencia, puede elegir entre dos opciones: a) Mantener la presión -no sólo en el ta­ blero, sino también psicológicamente- duran­ te mucho tiempo, evitando los cambios y manteniendo viva la lucha. Cabe esperar que, al ser presionado durante un largo período de tiempo, su oponente se quebrará bajo la pre­ sión. b) Crear rápidamente el máximo de ten­ sión, esperando que ésta sea tan alta que su oponente se venga abajo. El problema es que aquí el rival sólo tiene que absorber presión por más que sea alta presión- durante un bre­ ve período de tiempo, pues lo lógico es que la presión se diluya rápidamente. Ambas opciones se han empleado en la his­ toria del ajedrez, también a alto nivel y en par­ tidas muy importantes. Hay dos partidas del Campeonato Mundial que pueden ejemplificar el primer enfoque.

Kasparov - Karpov Campeonato Mundial, Sevilla 1 987 (243) 1 .e4 e6 2.liJf3 liJ f6 3.g3 dS 4b3 .ie7 S.ig2 0-0 6.0-0 b6 7 ..ib2 .ib7 8.e3 liJ bd7 9.liJe3 En esta última partida del match, Kasparov necesitaba ganar para poder conservar su títu­ lo, al encontrarse 1 1 - 1 2 tras perder la penúl­ tima partida. Para esta partida decisiva, Kas­ parov eligió un sólido esquema Réti, proba­ blemente no concebido para lograr una sig­ nificativa ventaja de apertura, pero es el tipo de apertura que asegura la tensión durante mu­ cho tiempo, pues no existe una liquidación factible para las negras. 9... liJe4 10.liJe2 aS 1 1 .d3 .if6 12.We2 .ixb2 13.Wxb2 liJd6 14.exdS .ixdS Algunos comentaristas han sugerido hacer 14 . . . exd5 , pero después de 1 5 .d4 c5 1 6. dxc5

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16 . . . bxc5, me parece que las blancas están li­ geramente mejor, puesto que las piezas negras no están muy bien situadas para compensar, con un juego activo, la potencial debilidad de sus peones colgantes. 1 S.d4 es 1 6.füdl �k8? ! Es probable que sea aquí donde la partida comienza a decantarse del lado blanco. Kar­ pov prefiere una defensa a la activa 1 6 . . . c4 ! ? 1 7. li:l f4 b 5 1 8 .li:lxd5 exd5 1 9. li:l e5 li:l f6 . Aquí las negras parecen estar bien, pues cuentan con activo contrajuego en el flanco de dama, a la vez que restringen el potencial avance e4 de las blancas. 1 7.liJf4 .ixf3 18..ixf3 We7 1 9.�acl �fd8 20.dxeS liJ xeS 2 1 .b4! axb4 22.Wxb4 Wa7 23.a3

La apertura y la primera fase del medio juego han finalizado. Echemos un detenido vistazo a la posición. Las blancas tienen una pequeña, pero duradera ventaja. ¿Por qué? Porque el alfil de "f3", que controla la gran diagonal, garantiza que el peón de "b6" sea más fácil de atacar para las blancas que el de "a3 " para las negras. Con todo, no es el tipo de posición que Kasparov puede esperar ganarle a Karpov. Básicamente, es más karpoviana que kasparoviana. Pero aquí se hace notar el impacto de la situación en el match. No hay una liquidación a la vista, los apuros de tiem­ po se ciernen y la tensión va en aumento con el paso de los minutos. 23 ... liJfS?! El caballo baila por todo el tablero sin en­ contrar asiento. Creo que "f6" sería una buena

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casilla para este caballo, de modo que parece mej or 23 . . . tlie8. 24.gbl gxdl+ 25.gxdl W/c7 26.�d3! h6? ! La debilidad de las casillas blancas en tor­ no al rey negro le causará considerables que­ braderos de cabeza. Una opción más segura era, por tanto, 26 . . . g6. 27.gcl

27 ... � e7?! Aquí era más preciso 27 ... tli d6, impidiendo que la dama blanca llegue a "b5 " . Es raro ver a Karpov cometer tantos pequeños, pero signi­ ficativos errores, en una posición más bien sencilla. Normalmente, suele no tener rival en este tipo de posiciones, y la única explicación que encuentro es el impacto que la situación del match ejercía sobre él: la gran presión de estar tan cerca de recuperar el título mundial. 28.fib5! � f5 Las negras comprenden, por fin, que el ca­ ballo debe situarse en "d6". 29.a4 �d6 30.ti'b l Wa7 3 1 .�e5! �xa4? ¡ El error decisivo ! Como cabe esperar de una partida crucial en el Campeonato Mun­ dial, ésta fue publicada en numerosas revistas de todo el mundo, y sometida a extensos aná­ lisis por parte de muchos maestros, que tra­ taban de establecer la verdad acerca de sus mo­ mentos críticos. Una larga línea sigue así : 3 l . . . fixa4? ! 32fixb6 Wa3 33�d l tli f5 34.�d8+ �xd8 3 5 .Wxd8+ Wh7 36.tlixt7 fie l + 3 7 .©g2 fib2 38.e4 tli e3+ 39.Wh3 Wxt2 40.Wh8+ Wg6 4 l .tlie5+ Wf6 42.Wf8+ ©xe5, y las blancas tienen un mate en dos que, curiosamente, es dificil de ver: 43 .Wxg7+ Wd6 44.e5++.

32.gxc8+ � xc8 33.ti'dl ?? ¡ Kasparov deja escapar la victoria! Con­ viene recordar que la presión en tales situa­ ciones es de doble recorrido. Lo correcto es 3 3 .Wb5 ! W h7 34.tlic6 Wa8 3 5 .Wd3+! f5 36.fid8 tlic5 3 7 . W g2 ! Wa2 3 8 . tli e5 ! Wb2 3 9 . tli t7 Wf6 40.Wh8+ W g6 4 I .fig8 ! , y ta amenaza 42.tlih8+ decide, pues 4 1 . . .Wxt7? pierde, por 42.i.h5+. 33 ... � e7?? ¡ Las negras devuelven el favor! Después de 33 . . . tlic5 ! 34.Wd8+ Wh7 3 5 . W g2 (35 .i.d l f5 ! 36.Wxc8 Wa l ; 3 5 .Wxc8 Wa l + 36.Wg2 Wxe5) 3 5 . . . f6 ! 36.tlic6 Wd7 3 7.Wxd7 tlixd7 3 8.tlid8 tlic5 (38 . . . e5?? 39.i.g4) 39.tlixe6! tlixe6 40.i.g4 tli d6 4 I .ixe6 g5, las tablas no deberían estar lejos, ¡y Karpov volvería a ser el campeón del mundo ! 34.ti'd8+ Wh7 35.tlixf7 � g6 36.'f:f e8 We7 37.Wxa4 'f:fxf7 38.J.e4 Wg8 39.fi'b5 �f8 40.ti'xb6 ti'f6

Se ha superado el control de tiempo (aun­ que en principio hubo informaciones según las cuales Karpov habría superado el límite de tiempo), y hemos llegado a un final en el que las blancas tienen un peón de ventaja, aunque las negras conservan ciertas posibilidades de tablas, porque todos los peones se encuentran en el mismo flanco. La situación no ha cam­ biado: sigue la presión, y la clave no radica en si la posición está o no ganada. En la práctica, la tarea de las negras es muy dificil. 4 1 .ti'b5 We7 42.Wg2 g6 43.'f:f a5 ti'g7 44.ti'c5 Wn 45.h4 h5?! Esto parece erróneo, pues fijar los peones

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en casillas blancas permite a Kasparov buscar el cambio de damas, dado que los peones son objetivos latentes. Antes de que las negras ju­ gasen . . . h5, el final de alfil vs caballo segura­ mente era tablífero, aunque Kramnik ganó un final similar a Zhang Zhong, en Wijk aan Zee 2004. En esa partida, sin embargo, Kramnik tenía peones en "e+f+g+h" contra peones en "f+g+h" , lo que facilita al bando fuerte crear un peón pasado, o lo hace más fácil, en cual­ quier caso, que en la constelación de la pre­ sente partida. 46.YlYc6 YlYe7 47.i.d3 YlYf7 48.Wd6 ©g7 49.e4 ©g8 50.i.c4 ©g7 51 .YlYe5+ ©g8 52.Wd6 ©g7 53.i.b5 ©g8 54.i.c6 Wa7 55.YlYb4 YlYc7 56.YlYb7! Wd8

Véase el comentario anterior. Ahora, sin embargo, las negras están decisivamente res­ tringidas. 57.e5! YlYa5 58.i.e8 YlYc5 59YlYf7+ ©h8 60 . .ia4 Wd5+ 61.©h2 YlYc5 62.i.b3 YlYc8 63.i.dl Wc5 64.©g2 Aquí Karpov se rindió, aunque podía haber seguido jugando algo más. Las blancas ten­ drían que seguir manteniéndose alerta, pero el resultado no ofrece dudas. Veamos : 64 . . . Wb4 65 .if3 Wc5 66.ie4 Wb4 67.f3 ! (no 67 .ixg6? lli xg6 68 .Wxg6 Wb7+ 69.iih2 Wg2+ ! ! , y ta­ blas por ahogado) 67 . . . Wd2+ 68.iih3 Wh6 (68 . . . Wb4 69.ixg6 lli xg6 70.Wxg6 Wxh4+ 7 1 .iig2 ! ) 69.f4 Wxg7+ 70.Wxg7+ iixg7 7 l .ic6, y el rey de las blanco por fin penetra por el ala de dama ( ¡ compruébelo ! ) . De nue­ vo, se hacen sentir las consecuencias de haber situado los peones negros en casillas blancas.

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Botvinnik - Bronstein Campeonato Mundial, Moscú 1 95 1 (23ª) 1 .d4 lll f6 2.c4 g6 3.g3 c6 4.i.g2 d5? ! En mi opinión, esta jugada constituye una laguna psicológica en la presente situación. Se trataba de la penúltima partida del match, y Bronstein dominaba por un punto, al haber ganado las dos partidas anteriores. No hay du­ da de que tenía una clara ventaja psicológica al comienzo de esta partida. En esa situación, no creo que la mejor estrategia sea jugar "en el terreno" de Botvinnik, es decir, largas batallas posicionales. Corre el rumor de que el propio Bronstein quería plantear su favorita y diná­ mica India de Rey, en la que era un gran ex­ perto, junto con Boleslavsky (y luego Geller), y que le había permitido ganar la 2 1 a partida, pero que sus asesores le aconsejaron que plan­ tease esta sólida línea. No es la primera vez en la historia que los asesores no son buenos con­ sejeros, pero aquí pueden haberle costado el título mundial. 5.cxd5 cxd5 6.lll c3 .ig7 7.lll h3 .ixh3 8.i.xh3 llic6 9.i.g2 e6 1 0.e3 0-0 1 1 ..id2 �k8 1 2.0-0 lll d7 13.llie2 Wb6 No está pasando gran cosa. Pero Botvinnik es un experto en poner en práctica la ventaja del par de alfiles, y lo que es peor: no hay for­ ma de que las negras puedan forzar los acon­ tecimientos, deberán limitarse a esperar, y las blancas mantienen la presión durante mucho tiempo. 14 ..ic3 füd8 15.lll f4 lll f6 1 6.YlYb3 lli e4?! 1 7.Wxb6 axb6 1 8 ..iel lli a5 19.lll d3 .if8 20.f'3 lll d6 2 1 ..if2 .ih6 22.gacl lli ac4 23.gfel lli a5 24.©fl i.g7 25.g4 llic6 26.b3 lll b5 27.©e2 .if8 28.a4 llic7 29..ig3 lli a6 30..ifl f6 3 1 .gedl lli a5 32.gxc8 gxc8 33.gcl gxcl 34.lll xcl .ia3 35.©dl

Ver el diagrama siguiente Como siempre, Botvinnik ha maniobrado pacientemente y conserva una pequeña ven­ taja, pero las tablas siguen estando al alcance de las negras. Pero la tensión aumenta a me­ dida que se aproxima el control. En este pun­ to, a Botvinnik sólo le quedaban tres minutos,

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mientras que Bronstein tenía diez. El público aplaudió cuando su favorito -el joven aspi­ rante Bronstein- ganó un peón con la siguien­ te secuencia, pero en realidad era un error, que permitió a Botvinnik abrir la posición y explo­ tar sus dos alfiles. El peón de ventaja -dobla­ do en la columna "b"- es inútil. Mejor hubiera sido que las negras mantuviese el statu quo, pero en la tensa situación competitiva, resulta­ ba muy dificil por razones psicológicas.

35 .i.xcl ? ! 36.©xcl c!Li xb3+ 37.©c2 c!Li a5 38.©c3 ©ti 39.e4 f5?! Las negras contribuyen voluntariamente a la apertura de la posición, lo que favorece a los alfiles contrarios. 40.gxf5 gxf5 41 .i.d3 ©g6 .•

Aquí se aplazó la partida y Botvinnik efec­ tuó la jugada secreta. Se trata de una de las posiciones aplazadas más famosas de la his­ toria. Botvinnik siempre fue legendario por su capacidad para descubrir la mejor jugada se-

creta, pero aquí no lo logró. Tal jugada era 42.�b l ! , con la que las blancas se dirigen de inmediato a por el peón de "d5 " . Hay una famosa historia relacionada con esta jugada secreta. En el match, Botvinnik estaba asistido por Salo Flohr, un ex candidato al máximo título, que en mayo de 1 93 8 había firmado un acuerdo oficial para la disputa de un match con el campeón del mundo, Alekhine, un match que nunca llegaría a materializarse a causa de la Segunda Guerra Mundial. Flohr era brillante en posiciones técnicas como ésta, y creía que Botvinnik había sellado 42 .�b l . Botvinnik no dijo nada, y Flohr analizó la posición después de 42.�b l de forma exhaus­ tiva, llegando a la conclusión de que las blan­ cas ganaban. Sólo unos minutos antes de la reanudación reveló Botvinnik a Flohr que ha­ bía realizado otra jugada secreta. ¿Por qué de­ jó Botvinnik a su segundo en la creencia de que su jugada secreta había sido 42.�b l , per­ mitiendo que Flohr invirtiese horas en analizar una posición falsa? Hay varias explicaciones posibles. Sin embargo, todas ellas son pura especulación, pues Botvinnik, hasta donde yo sé, nunca declaró públicamente sus razones. Una explicación sería que Botvinnik era, sen­ cillamente, alguien desconfiado por naturale­ za, que no confiaba en su segundo y quería asegurarse de que no se revelasen secretos al campo enemigo. Según otra explicación, Bot­ vinnik estaba sencillamente avergonzado por no haber encontrado la jugada secreta correcta (una jugada tan evidente que no le permitió a su segundo considerar la posibilidad de que hubiese hecho otra secreta). Cualquiera que fuese la razón, 42.�d6 es una jugada impre­ cisa que dio a Bronstein la posibilidad de sal­ var la partida y situarse en una posición inme­ jorable para convertirse en campeón del mun­ do. Una posibilidad, sin embargo, que no supo aprovechar. 42.i.d6?! c!Li c6 43.i.bl ©f6? Bronstein devuelve el cumplido. Esta juga­ da pierde, mientras que las tablas estaban a su alcance con 43 . . . c!Li a7 ! 44.exd5 exd5 45.�a2 b5 ! 46.a5 b4+ ! Según Bronstein, había ana­ lizado esta línea en casa, pero se confundió al comprobar que Botvinnik, contrariamente a su

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costumbre, no había sellado la mejor jugada. Sin duda, la tensión de la situación compe­ titiva desempeñó aquí un papel crucial. La confusión de variantes le costó cara a Brons­ tein, pues tras la siguiente jugada precisa de Botvinnik -según el propio Botvinnik, descu­ bierta a las 8 de la mañana, antes de la reanu­ dación-, la partida está perdida. 44.i.g3 ! fxe4 45.fxe4 h6 46.i.f4 hS 47.exdS exdS 48.h4 .lL! ab8 49.i.gS+ @n 50.i.fS .lL! a7 51 .i.f4 .lL! be6 52.i.d3 .lL! e8 53.i.e2 @g6 54.i.d3+ @f6 55.i.e2 @g6 56.i.O .liJ 6e7 57.i.gS

Se ha superado el control de tiempo (por entonces, la velocidad era de 2h30 para 40 ju­ gadas y 1 hora para las 1 6 jugadas siguientes). Las negras están en zugzwang y pierden un peón, mientras los alfiles blancos siguen do­ minando el tablero. Tras pensar durante 40 minutos, Bronstein se rindió. Algunos espec­ tadores se sintieron inicialmente confundidos, y pensaban que la partida había sido tablas. Pero Bronstein confió en la técnica de Bot­ vinnik y quería olvidarse de esta partida para concentrarse en la última. Pero no le sirvió de nada: la partida concluyente fue tablas en 22 jugadas, en una posición en la que Botvinnik tenía un sano peón de ventaja. Botvinnik se llevó un buen susto, pero seguía siendo el campeón. En estas dos partidas, Kasparov y Botvi­ nnik tuvieron éxito en una estrategia de man­ tener la tensión a alto nivel durante mucho tiempo. Esto incrementa la posibilidad de pe-

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queños errores por parte del oponente, como hemos visto en ambos juegos. La alternativa es buscar la máxima tensión en una corta fase de la partida. En este caso, las apuestas son altas en tomo a unas cuantas jugadas, que deberán decidirlo todo. ¡ Todo o nada! Esa es la estrategia que adoptó Yusupov en la si­ guiente partida, cuando iba perdiendo por 3 -4.

Yusupov - Ivanehuk Candidatos, Bruselas 1 99 1 (8ª) 1 .d4 .lL! f6 2.e4 e6 3 . .lL!e3 i.b4 4.e3 b6 5.i.d3 i.b7 6. .liJO 0-0 7.0-0 eS 8.i.d2 exd4 9.exd4 dS 10.exdS .lL!xdS 1 1 .gel .lL!e6 1 2.gel ges

13.ge4!? ¡ Allá vamos ! Yusupov se juega el todo por el todo y manda todas sus piezas al ataque. Es una estrategia arriesgada, pues si el ataque fa­ lla, las piezas pueden quedar descolocadas. 13 ... .lL!ee7 14 . .lL!xdS .lL!xdS 1 5.gh4 g6 16.gxe8 tfxe8 17 . .lL! gS i.e7! Por el momento, lvanchuk tiene la situa­ ción controlada. Llevar las piezas al flanco de rey es la defensa mejor y más segura. 18.tfg4 i.a6?! Tal vez esto no sea un error, pero aquí las negras tenían otras dos buenas opciones: a) Yusupov sugirió l 8 . . .f5 l 9.':We2, con juego complicado. b) 1 8 . . . lll f6 ! (probablemente lo mejor) 1 9 .':Wh3 h5 lo sugirió Lautier, y parece bueno para las negras. La clave es que la violenta 20.g4 -prosiguiendo en espíritu agresivo- se refuta con 20 . . . Wc6 2 1 .f3 Wa4 ! , y el ataque

FUNDAMENTOS DE LA ESTRATEGIA AJEDRECÍSTICA

doble sobre "d4" y "d l " decide la partida a fa­ vor de las negras. 1 9.ffh3 ! hS

Forzado. 1 9 . . . .txd3? pierde ante la brillante línea 20.!!xh7 Wlc2 (llevan al mate 20 . . . i.f6 2 1 .!!h8+! y 20 . . . ixg5 2 I .ixg5) 2 1 .!!h8+ rJ;; g 7 22.!!g8+ ! ! !!xg8 23. 1Mfh7+ rJ;; f6 24.Wlxt7++. 20.gxhS! gxhS 2 1 .i.h7+