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EVIDENCIA E INVESTIGACIÓN HACIA LA RECONSTRUCCIÓN EN EPISTEMOLOGÍA

SUSANHAACK

EVIDENCIA E INVESTIGACIÓN HACIA LA RECONSTRUCCIÓN

ENEPrsrEMorocÍa TRADUCCIóNoe

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Título original: Evidence and Inquiry. Towards Reconstruc tion in Epistemology Diseño de colección: Joaquín Gallego

A H.B.

Impresión de cubierta: Gráficas Molina

Recordemos con cuánta frecuencia cometemos la locura de ir de un extremo erróneo al opuesto. Tuolres REro,Essayson the ltellectual powers,yl,4.

Reservadostodos los derechos.El contenido de esta obra está protegido por la Léy, , Metaphilosophy,1975,y va má allá de ,)

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I de los rasgosdistintivos Antes de ofreceruna caracterización del fundacionalismoy del coherentismo,deboexplicar'miestrategraparaenfrentarmea las dos dificultadesinicialesque presenta

' Véanse, por ejemplo, Cornman, sereferiráa cualquierteoríaque tceptela primerapartede (CH') y nieguela segunda. El coherén_ tlnmomoderadovaloradodirá lo siguiénte: (CHt") Una creencia estájustificada si pertenece a un conjunto cohe_ rente de creencias,algunas de las cuales tienen un s/a¿r.¿s inicial distinguido, de modo que la justificación dependa de un apoyo mutuo vale_ rado;

y,el > rcferirá re a: (CH"c) Una creenciaestájustificada si pertenecea un coniunto cohe_ rente de creencias, algunas de las cuales se distinguen por estar más firmemente afianzadas en un conjunto coherenteque otras.

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FUNCIONALISMOFRENTEA COHERENTISMO

EVIDENCIA E INVESTIGACIÓN

El coherentismomoderado,a diferenciadel intransigente,sugiereun reconocimientoimplícito de la posibilidadde los grados dejustificación. Con las diversasdepuraciones,requisitosy modificaciones mencionadas, las teoríasrivalessehan acercadoen ciertamedida. El coherentismovaloradoy el fundacionalismoautojustificatorio autojustificatorio,débil el fundacionalismo débil ----especialmente autoe impuro- separecenbastanteentresí. El fundacionalismo justificatorio haceque la justificación se derivede las relaciones en todassusforentrecreencias,al igual quehaceel coherentismo valoradopermiteque algunascreenciastenmas;el coherentismo gan una distinciónepistémicaque no dependade sus relaciones con otras creencias,como hace el fundacionalismoen todas sus formas.Perolas teoríassiguensiendodistintas.El coherentismo inclusoel fundavaloradopermiteel apoyomutuo omnipresente; cionalismoautojustificatoriodébil e impuro insisteen la unidireccionalidad"negandoqueunacreenciabásicapuedarecibirunajustificación queprocedadel apoyode una creenciano básica. De ahoraen adelante,no serámuy complicadoexponerla tesis principal de estasección,a saber,que el fundacionalismoy el no agotantodaslas posibilidades'.Sin embargo,es coherentismo necesario,a modo de examenpreliminar,dejarbien claro que mi tesis concierneal fundacionalismoy al coherentismocomo teoríasrivalesde la justificación empírica.La ideade que,por ejemplo, algunaforma de coherentismopudierasercorrectacomo explicación de unajustificación a priori, y algunaforma de fundacionalismode tipo empíricoseacorrectacomoexplicaciónde una justificación empírica,no es lo quenos preocupaen estemomento. La cuestiónes que el fundacionalismoy el coherentismo,consideradoscomoteoríasdejustificación empírica,no agotantodas existeun espaciológicoentreellos.En síntesis, lasposibilidades; el asuntoes éste:el fundacionalismorequiereunidireccionalida{ y el coherentismono; el coherentismorequiereque la justificauna cuestiónde relacionesentre creención seaexclusivamente 5 Mi tesisde que el fundacionalismo y el coherentismono agotantodaslas opcionesno es nueva(aunquela teoríaintermediaque yo propongosí lo es). Véanse,por ejemplo, Annis, ; catión>;Kornblith,se refieren algunasvecesa los juicios sobrelas experienciassensorialesinmediatas,y otras mismas. vedesa las experiencias { El problemade la argumentación de Lewis con respectoa su primeratesises,en resumidascuentas,lo siguiente:la hipótesisde :fluelos juicios sobrela experienciasensorialinmediatadel sujeto . ton sustancialmente desde ciertosV y/o ciertosJ resultainteresante pero es falsa;la hipótesisde que ol puntode üsta epistemológico, sensoriales del zujetosontrivialmenteciertas-Vy las experiencias pero carecede interésepistemológico. ciertas-Jesverdadera, que yo analizono aparecen puesto, las Por su equivocaciones por ello debehacerse Lewis; la de los argumentos de on superficie plausibleel hechode que éstasoperan,sin servistas,por debajo de la superficie. El identificar lo que quieredecirLewis cuandohablade todo lo que pueda ser f'ulso,queda todo aquello capaz de ser verdadero.Mi ejemplo en oontrapuede excluirsepor no considerarserealmenteun ejemplo, pcro sólo en el caso de que el proceso de sea tan rudical como para dejar a un lado las que se refieren a las experienciasmismas y no a los juicios sobre la experienciadel sujeto; y entoncesla única cerfeza que está garantizadaes la trivial, no la sustancial. Y esto sugierela posteriorconclusiónde que la explicación rrinéxito de Lewis en favor de la tesis n.o I se reconstruyede for¡na más plausibleseñalando,simplemente,que sí tenemosexpericncias,y que no dependede nosotrosqué experienciastenemos. lrl mismo Lewis llega casi a reconocerestocuandoescribe,justo antesde presentarla hipótesisinfalibilistaque hemosestadoconniderando,que (p. 182).La tesis n." I no quedaestablecidapor la hipótesisde Lewis, y es falsa;la l*, sin embargo,es una conclusiónplausiblede suspremisas,y es vcrdadera.

psicológicas que ha realizado, por ejemplo- y supongamos que él oftalmólogo, que está deseandoterminar con el examen,no ha tenido mucho cuidado en la manera de formular sus preguntas.

va))y que no ha sido completa'.

fin de dar cabidaa la posibilidadde que lo que dice el pacienteseaerróneo. VéaseAsher,Experimentsin Seeing,capítulo 10. Tanto Reichenbach como Goodman llaman la atención sobre el punto de que las creencias fenomenales deben ser coherentescon otras creencias.Véanse Goodman, ,p. 163, Reichenbach,,p. 155. ' Lewis, ,p. 173. o Cfr. Reichenbach,'p. 156.

II . su versiónde la hipótesisde los marineros le confiere, que iewis peso.Pero su conclusióndeberíaser, no cierto tiene borrachos que tiene que haber creénciasjustificadastotal y completamentc ón independenciade otra créencia,sino que debehaber cierta participaóiónde la no creenciaparala justificaciónempírica'No és ¿lnól entendercómoLewis podríahabersevisto tentado,especialmentedado que escribesobreel suministronecesariode ntr a pensarque estoapoyil creenciacomo >, su tesisde que la justificación empíricarequierecerteza'Jsustancial en la base.Perono esasí. Estavez no hay necesidadde más hipótesis'al marggnde las qúe demuestranque las razonesde Lewis par-ala consideraciones paraafirmar que la tesisn'o2 es tesisn.o2 no son concluyentes, falsa.Pues.si mi crítica de las razonesde Lewis es correcta,estri ya establecidoque una creenciaobjetivapodría estarjustificada Írastacierto graáo a condiciónsolamentede que la cadena{9. t0zonesllegUea un final con algunacreenciao creenciasjustificade otrascreencias;dc dashastñierto grado independientemente la base. en ahí quela certezano seanecesaria ia-po"o hay necesidadde un mayoranálisispara^comprender queel rázonamientodeLewis en favor de su tesisn.o2 esun argumento mejor para la tesis más débil que yo he denominado2*: que el sujeto tenga experiencias(las experiencias que a en la tesis1*) estesujemencionadas introspectivas -eáore sinsoriales grado algulo, paraningunadc en podría tenerjustificación, to no quede clarocómomi estraque en Confio empíicas. lascréencias mi espareja^con corre Lewis 2 de n.o la tesis a respecfo tegiacon lo quc ofrece é1 caso cada 1; en n.o tesis su iespecto a con tritegia posición experienpara una plausible u1¡ argumento es electo en cialista,argumentoque sin émbargo,sin dudadebidoa queda por de la dicotomíadel fundacionalis,upu.sioeTcarácter-exhaustivo como razomó y el coherentismo,consideraequivocadamente 'n Lewts Y la explicaciónde namientoen favor del fundacionalismo. generalmenteindica que -tal como sugieremi interpretac^ión iu, p.t..p.iones de ló dado que segúné1constituyenlos fund¿rmentosdél conocimientoempíricoestánjustificadaspor las expcrienciasa las que representan. Sólohayun pasá¡equeresultadificil de acomodara estaintcr pretación;ie traia dé un pasajeen el cual Lewis serefierea estits

DEBILITAMIENTO DEL FUNDACIONALISMO

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ionesde la experienciacomo . cl de >,por ejemviene dado a través de su relación de probabilidadesmutuas un conjunto de juicios del tipo >significa, err efecto, en origen. El >,en este contexto, visual>>,construido de tal sería algo parecido a ((supuestamente de la creencia como dc del contenido que tanto diga algo manera por ejemplo, el que las C>> serían, Las

(p. 141),BonJourpodríaeso no estardiciendoque el sistemadebeen realidadcontener cognoscitivamente espontáneas. ¿Cuálde las dos interpretendíaen realidadBonJour?Yo no creo que exista respuestaconcreta.No se trata sólo de que BonJourse haya esadode un modo algo ambiguo;la ambigüedad, presumiblette inconsciente, escondeunaseriadificultaden suteoría. Existen otras muchas evidenciastextualesque apoyaneste ¡nósticode equivocación.Cuandopresentasu explicaciónde icacióndeductivade las creenciasque no son deductivas Origen,BonJourse expresacomo si las creenciasdel sujetorevas al origen de sus creenciasfuesenverdaderas,pero inmeamentea continuacióncomenta,entreparéntesis,que lo hace conveniencias de la explicación: (Será conveniente ignorar el caso en el que la creencia en cuestión no es en primer lugar una creencia cognoscitivamenteespontánea [...]. Tampoco me molestaré en distinguir entre los hechos reales de cada situación y [...] la concepción [del sujeto] de los mis-

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I]VIDENCIA E INVESTIGACIÓN

ilton, sino que simplemente supondré que lo segundoconcuerdacotr kr ¡rrirnero[...]. El admitir la posibilidad contraria complicaría notl blcnrcnte la explicación, pero no afectaria significativamente al l(' ma principal.)[p. I l9].

lin la páginaquesiguea la declaracióninicial defRequisitotlc dc Observación,BonJournos dice que esterequisito >'0, lo que ahoranós impor-

ma siguiente: Burdick' en >. d. pott.t en correlación las frasesexpresadasen la lengua del Irl blante con las frases expresadasen la lengua del intérprete. lll combinar condicionesde asentimientocon condicionesde asctltt

es verdadera. El mismo Davidson sugiereque la diferencia clave entre su lctt ría de la interpretación raáical y la teoría de Quine de la tratlttt' ción radical eitá en que, mientrás que Quine canc,terizalas cortrlt ciones de asentimiento/disentimientoen términos de estímultts,r'l

Scheme>,p 19' '' Davidson, 1p. son muy perjudiciales,pues, claro está' rto á". .ü. de manct'lt -.íáfo.ut una creenciacon la experiencia>> pooallro, 't, revelaqueseha convertidoen víctimaprecidel mismotipo de confusiónentrejustificacióny causa,

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que, segúnestahipótesis,invalida inevitablementelas teorías

dóxicas. Debo decir primeroque el negarque las experiencias de un )to puedancontar comorazonesparasuscreenciasno signifieo ipso negar que puedan contar como evidencia de sus creen-el lenguajees, despuésde todo, .) Por ello, al considerarqué determina que A tal y tal creencia-E,en el momento m. es necesariodistinir.las causasde apoyo de las de disuasión.Ambas, sin embargo, I rmportantespara evaluarel grado de justificación.

El terceroasoconsisteen distinguiraquellosfactoresde apoyo : disuasiónquesonestadosde la personaafectada de aquéllos

no_lo_ son. (Por ejemplo, la creencia-Ede A de que hay un peen la habitaciónpodría estar en parte apoyadapor el hecho de se encuentreen cierto estadoperceptivo,y que ese estado,a vez, estécausadopor el hecho de que haya un perro en la habi:ión.) Sólo las causasde la creencia-Ede A que seanestadosde figurarán en la caracterización de su evidencia-E.

referirá a aquellos estadosde A que sean operativosen Í1, y? o disuadiendo,en el vector de fuerzasque resultán -apoyando la creencia de A de que p. La palabra ((nexo))inténta sugerir , marañade creencias-Erelacionadasentre sí, con la experiende percepciónel sujeto,con sus deseosy temores,etc. Él nexo

de una creencia-Ees incluir los estadosque directamente o impidenesacreencia-E, los estadosqueapoyano impiesosestados,etc.La ideaes quenuestroscriteriosdejustifiión no sonni simplemente atomísticos ni holísticosde unaforinadecuada:se centranen aquelloselementosde toda la consión de estadosde A en m que tienen una relación causal,de o de disuasión,con la creencia-Een cuestión.

Peroinclusoantesde que seaposibleofreceruna explicación ial de la l sl quienes se describirían tivamenteambiguaporque la mayoría de parc naturalista la epistemología mismos como comprometidoscon cen dudar entre dos o más de estasposicionesbastantedistintas. lt ro la teoría que ofrecemos en estelibro, será,sin ambigüedades,rttt naturalismo aposteriorista,reformista y restringido; representa,tlc hecho, la salida naturalistamás modestade lo que puede llamarsc, para resumir, "que ,. ni.gá ii ,,, mar en seriocualquierasuntoepistemológico queno seaJrtrl..',, mentepropiode la ciencia.podríamosdecirquéparecerevoruc.r' nario en espíritu,aunquereformistaen la forma P.e.ro los pasajescitadosno provienende diferentescontexroh temáticos,ni de distintosperíodbsde la obrade euine; á. i,..r,,,, no sólopertenecen al mismoartículo,sinoa tu pálina rrcl mismoartículo,dondeel segundopaéajeaparece -ir-u entrela primc*r ¡uss d^elprimerpasajey el resto'.bictro dé otro óíin. n,, rece olrecer u1 tipo de compuestode imágen., -oáo. uportóribiirirl..n científicas,reformistasy revolucionarias. i la asimilaciónáe tas concepciones tan distintasder naturalismono un purá", falsoaislado. ", ubicuo.",, y ocasional;muy al contrario,esbastante La reacciónde Putnam,iuando afirma que el naturalismodc Quinees,

NATURALISMO:ACLARACION DE SU AMBIGUEDAD

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que apareceal principio de esta secciónde que "; habla de >, palami, o 1oque más se acercaa ellu como algo que estudia nosotros los animales podemos haber inventado [...] la ia>>t';en The Roots of Reference,tras admitir que sus proyecBon(,Quine a observar que no se trata de ", sugiriendo al mismo tiempo que no hay un bio de tema, y que sí 1ohay, pero que no es gratuito. Y la ambivalencia de Quine entre un naturalismo reformista y naturalismo revolucionario corre parejo, a lo largo de su obra, lo que tiene que decir sobre lo que según é1son las tareas de cpistemología:con una mentalidad reformista, está sugiriendo nueva aproximación (a posteriori) a problemas conocidos; una mentalidad revolucionaria, un abandonode los viejos proen favor de otros nuevos que, a diferencia de los viejos,

susceptibles deuna solucióncientífico-natural. En la primeraediciónde The Webof Belief, por ejemplo,Quiparecesubscribirse tradicionalde la distinción a la concepción los problemascaracterísticosde la psicología y los proyectípicos de la epistemología: La historia de los orígenes e intensidad de nuestras creencias, la historia de 1oque sucedeen nuestra cabeza,es muy distinta de la historia que se persigue en la búsqueda de la evidencia. Allí donde somos racionales en nuestras creencias las historias pueden corresponderse; en los demás casosdifieren. La primera historia le correspondecontarla a la psicología.Por otro lado, lo que ahoranos preocupason las bases,las razones,las relacionesevidencialesque se mantienenentre las creencias[...] '0.

" Quine, , esta concepción, tiene que referirse a experienciassensoriaconcebidastanto como impulsoras, y en virtud de este impulcomo defensoras,de las creenciasde un sujeto. Podría antici-

Parse,por tanto,queun análisisde esteconceptoresultaríaparcialmentecausal;y que su carácterparcialmentecausalfavoreceríala preocupacióncaracterísticadel naturalismoaposterioristapor la naf.xaleza y limitaciones de las capacidadescognoscitivas de los feres humanos.

Con una mentalidadcientificista,sin embargo,Quine parece del conceptode evidenciaen favor del cugerirun desplazamiento como ya dije, la evrconceptode fiabilidad.Tradicionalmente, denciaque tiene el sujetoen favor de una creenciaes concebida algo accesibleal sujeto,tal como sugierela etimologíade 2'. parece, el aparente cambio en la respuestaa White, donde según Quine ya no escribe sobre la fuerza o la debilidad de la evidencia del sujeto, sino sobreel carácterde conductora la verdad, o todo lo contrario, del proceso por el cual se adquiere una creencia. El mismo movimiento, alejándosede la legitimidad de la evidencia y acercándosea la fiabilidad de los procesosde adquisición de creencias, está implícito en la caracterizacióndel naturalismo ofrecida en The Roots of Reference:

'zaVéanse,por ejemplo, Sosa,, p. 14 (Quine como crítico del fundacionalismo); Goldman, Epistemology and Cognition, pág, 107, y Nelson, l[ho Knows: From Quine to a Feminst Empiricism pp.25-28 (Quine como coherentista); Cornman, , p. 250 (Quine como fundacionalista). 2s Quine, ,p. 74.

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NATURALISMo: ACLARACIÓN oe Su AMBIGUEDAD

zones para suponer que en algunos casos el color de las cosir-E cambia sistemáticamentedependiendode si son o no exallrirrn das (la pulpa de las manzanas,por ejemplo); tenemos razonrl para suponer que en algunos casos el color de las cosas dc rurrr especie cambia sistemáticamentedependiendo de la época rlr'l año en la que se examinen (las hojas de los árboles de hoja cltlrr ca, por ejemplo); tenemos razonespara suponer que en algurron casosel color de las cosasde una especievaría sistemáticarlcrr te dependiendode la situación(los ososdel Artico o del Anl¿iltr co frente o los de otros sitios, por ejemplo); pero no tenenlos ninguna razón para suponer que en ningún caso el color dc llrs cosas varíe sistemáticamentedependiendo del año en que son examinadas.De hecho tenemos razones indirectas en contra tlt esto; mientras tenemos teorías sobre lo que es capaz de hacel que cambie el color de las cosas,ninguna de ellas alude a nin gún mecanismo que haga que la variación del color dependatlc la fecha de examen. Esta aproximación a la paradojadel color tiene unlr naturalezacaracterísticamentefundherentista en la forma de con cebir la noción de centrándoseen parte t[. un fenómenoque se construyemejor de forma más holística y cn términos de apoyo y de integraciónexplicativa:en la relación err tre una creenciasobre todas las cosasobservadasde cierta espacie, y una creencia sobre todas esas cosas, qué creenciasest¿in normalmente afianzadas en un nexo completo de otras creencias referentes,por ejemplo, qué tipos de característicastienden a scr universalesentre las cosasde una especie,qué tipos de factorcs causan potencialmente variaciones en tales características,etc. Queda la esperanzade que mientras esto oriente de nuevo nuestrit actitud hacia , también ilustre las diferencias entre mi concepciónde apoyo de la evidenciay la noción más usual de validez inductiva. Esto ha sido una especiede desviaciónde la línea principal de nuestro discurso; pero el hecho de que, al igual que la solución propuesta por Quine a la paradoja del color >,el diagnóstico que yo he sugerido no recurra a la evolución ni a ningún trabajo cientffico, se hace eco del tema principal de esta sección: que existen cuestiones epistemológicas legítimas de las que no puede decirse plausiblementeque se puedan solucionar mediantela ciencia.

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Otra preguntade estetipo es sila ciencia poseeun s/afzs episrico especial,y si así es, por qué. El naturalismo cientificista amplio tiene que negar que ésta sea una pregunta mientras al mismo tiempo alega que los proyectosepis, icos son sustituidospor proyectoscientfficos;el naturalis-

cientificistareformistaamplio, reconociendosu legitimidad reque insistir en que setratade una cuestiónquepuedeserreIta por Ia ciencia misma.Ninguna de las dos actitudeses en plausible. Recordemos que Quine está deseandodisociarse del socioloescéptico de cierta filosofia reciente de la ciencia, el >, como lo llama é1,de Kuhn, Polanyi y Han'0.Hay dos temas claros en la obra a la que alude Quine: la afir-

sociológicasegúnla cual quéteoríacientíficao paradigma

aceptadao rcchazadaes una cuestión de política ademásde, o que en vez de, el peso de la evidencia; y la afirmación episógica de que es ilegítima la noción completa de evidencia iniente de la teoria o del paradigma sobre cuya base podría

idirsequeestao aquellateoríao paradigmaesepistémicamente versiónpode. (Si la tesisepistemológica fueseverdadera,la de la afirmación sociológica se seguiría de forma más o metautológica; pero la afirmación sociológica no tiende a impli-

AunqueQuineno las distinguedemanera a la epistemológica.) rechazaambas:él piensaquesi hay algo explícita,aparentemente ospecialdesdeel punto de vista epistémicoen lo referentea la ciencia,y que tiene algo que ver con su dependenciade la observación. Lo importante de todo esto para lo que ahora nos concierne, por supuesto,es que por ello Quine en primer lugar reconoce la legitimidad de la cuestión sobre el status epistémico dela ciencia (lo cual, qua naturalista cientificista revolucionario amplio, no podría hacer), y en segundo lugar, sugiere una respuestaa esta cuestión cuyo carácter es filosófico más que científico (lo cual, qua naturalista cientificista reformista amplio, no podría hacer). Dicho de otro modo, Quine ha reconocido de forma implícita lo que yo dije de forma explícita en el párrafo anterior.

" Quine, ,p. 87-88.

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EVIDENCIA E INVESTIGACION

La cuestión deI status epistémico de la ciencia parecc ('l¡rr¡t= mente legítimo, y la actitud cientificista revolucionaria ¿urr¡lrrr que de alguna manera es mal interpretada,parececlaramcnlt'rni plausible.Incluso aquellosa quienesQuine llama demuestra,como mucho, no que lateoría de la justificll('torl de Goldman sea correcta, sino que evita las objecionesde liolr Jour sólo porque en realidadno es en absolutouna teoría escncrirl En Goldman ha anticipado lir olr jeción de que, al ligar la justificación directamentea proporciorrt,r de verdad,el fiabilismo no produciría consecuenciascontralirrs¡r la intuición bajo la hipótesisde un espíritu benévoloque hacc t¡rrr, se llegue a las creenciasmediante ilusiones, por ejemplo, Qucst hacen realidad2'?. En Epistemology and Cognition respondea lrr objeción articulada por Cohen ", de que el fiabilismo protlrrt,r' consecuenciascontraintuitivasbajo la hipótesisde un espíritu nrr ligno que hace que nuestrascreenciasseanen conjunto falsas Sr existe tal espíritu maligno, el fiabilismo supone que no tenenros creenciasjustificadas. Pero el veredicto de la intuición es quc, ril existieseun espíritu maligno, tendríamosa pesar de todo crcclr cias justificadas, pero que nuestroscriterios de justificación lrrr brían resultadono ser -como nosotrosesperamosy creemosqu(. son- indicativos de la verdad. Unavez más, como sucedecon BonJour, Goldman admitc lrr fuerzade la objeción; una vezmás, modifica la teoría para evitlr la. El truco es leer .

LA EVIDENCIA

CONTRA EL FIABILISMO

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sicreenciasque se encuentracon cierto [...] umbral elevado>>, como tl,' una versión esquemáticacomo la de 35. (Resistiréla tentación de introducir el término , no contiene,queyo sépa,ninción. Las apelacionesde Stich al trabajo de la psicología cogttr':, citiva y a la InteligenciaArtificial de cómputo tiende a encuatlt¡tt se en la primera categoría,lasapelacionesde Churchlandal lrith;t jo de la neurofisiologia y la Inteligencia Artificial conexionislrr, en la segunda. El objetivo de la sección III será abordar los contra las creencias.Parte de estatareapuede logt'lttrr' oponiendo a Churchland y a Stich. Churchland sostienequc l;tr creenciasson míticas porque no son ¿rcs tados neurofisiológicos; Stich dice que las creenciasson milit'rtq porque su contenido, su referenciaa cosasy sucesosdel mulltlo, al cual supuestamentese ltitts' viola el >, Pero Stich se da cuentadc t¡ttt' psicológicas. tan las explicaciones reducción fácil es r'r de una parte Churchland por de la demanda de un modo implícilrr, menos reconoce, al y Churchland cesiva, que las relacionesentre los organismosy su entorno pueden tlt' sempeñarun papel legítimo enla ciencia. El profundizar más, srrt embargo,requiereuna teoría al efecto de que ambos >se basanen un malentendidode qué es lo que sc tc quiere para que la capacidadde los sereshumanos de acción irr tencional y de investigaciónseareconocidacomo parte del nrrttr do natural, del mundo fisico; y sugiereademásel pensamientork' que la tesis de Churchlandy de Stich de que no existenlas crcctt' cias se basa, en el fondo, en concepcioneserróneassobre lo c¡ttr son las creencias. Todo estopuede demostrar,como mucho, que los argumetllos de los revolucionariosfracasan,y que incluso la tesis vacilantc th' la no creenciano quedaprobada.En la cuarta sección,sin emh¡tr go, señalaréque la tesis de la no creenciadeja a los revolucitttrrr rios sin una explicación inteligible de la aserción;en ausencirtrl,'

l teoría de que los proyectosepistemológicosconocidos sean timos o estén erróneamenteconcebidos;pero su retórica es nte. El mensajees que la epistemologíaestáatrasada;está desbancadapor los avancesde la neurociencia.Ella se exen estos términos: Pronto se ve la importancia del vocabulario mo: Churchland admite que el antiguo paradigma episteico ) suenacomo si tuviese que ser algo tosprimitivo, atrasado; > (,pp.544.546. 547.

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va))), que se beneficia de las connotacionesfavorablesde . Esto estábien, pues segúnla interpretaciónde Stich, lit ¡toel' ción de Wilson sería contraproducente.La discrepanciatlc r¡tié explicación se requiere se produce entre las explicacioncstlc lol propios sujetossobreel tiempo que tardaronen dormirse,y lrt t'Fl'= dadera explicación en forma de hipótesis.Y la verdaderacx¡rltt'6= ción en forma de hipótesisse refiere en sí misma a las t'nt'tn'lill del sujeto: los sujetos del estimulante tardan menos ticttt¡ro€f dormirse porque ellos creen que sus síntomasde falta dc srtr'fl€ son causadospor las píldoras, mientras que los sujetosclcl ltun= quilizante tardan más en dormirse porque creen qu.esus lx'ttrH= mientos debende estarespecialmenterevueltos. Paul Churchland también hace referencia a esta obra tlc Nl* bett y Wilson, pero interpreta,correctamente,que indica llr Inll= bilidad de la introspección'0.Pero luego pasa de hablar dc l¡r lqlle rld bilidad de la introspecciónal status teórico de la explicacit'rrr €¡ deseo de creencias;y luego dice que la psicologíatradiciorrrtl una teoría falsa y su ontologíameramentemítica. Por tatlkr, ltlql= versa el trabajo de Nisbett y Wilson en apoyo de una cortclrtslffi que es totalmente contraria a lo que presupone esetrabajo El otro trabajo al cual recurre Stich se encuentraen lrr llrlell-=

' Nisbett y Wilson, , p 2l l ;\\i tl +rfl , ,pá9, 16. Cursivamia. '0 P. M. Churchland,Matter and Consciousness,p.T9.

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ia Artificial, donde algunos que antes habían tratado de elavarios procesoscognoscitivoshumanosmediante operacio-

en unidadessentenciales o subsentenciales habíancomenzado entemente(en la épocade la obrade Stich) a apartarsede este de aproximación.Stichafirma queestecambiosugierela falde la suposiciónde que el procesocognoscitivoes ,p. 249. 'u Cfr. Wooldridge, The Machinery of the Brain, citada por Dennett en Brainstorms,pp.65-66, sobre el comportamiento, o (comportamiento>, de la avispa sphex.

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Peropareceque lo que Stichquieredecirdebede serprcctsrt mentequelas accionesde los adultos,o másbienlas (, del bebéy que el patrónde reduccióntlc igual que las respuestas la cola en el ordenador,puedetenerexplicaciónsin hacerrefercll' o deseosdel agente. cia a las creencias Pensemos en 1oqueserequeriríade un agentehumanoa quictt aplicaríamosestacaracterizaciínsin ningún génerode dudas:úl quierereduciral mínimo la tareade la cola.Tiende,en términos

'? P. M. Churchland, Scientific Realísm and the Plastícity of Mind,p. 134. p. 250. " Winograd, >,

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les, a actuar de manera que se redtzcalatarea de la cola;

con irritación a sucesosque ponentrabasa susintentos reducir esta tarea; expresacontrariedadcuando pierde una tunidadde reducirla;cuandose le preguntaquées lo que está de hacer,contestaque quierereducir al mínimo la tarea la cola.Ahora, imaginemosun ordenadorque simulatodo este portamiento (en la pantalla se lee (¡MECAcHrs!>y un brazo golpea al operador enlanariz si éste teclea una nueva tarea cuando el ordenadorha procesadola última de la cola; en ta ala orden >, dice, él está>. aunqueél ya estabadispuestoa llegar a esta conclusión,no podiir imaginar claramente cómo podría ser una alternativa sistemáticarr la psicologíatradicional; pero ahora existeuna alternativa:

'e T. Hobbes, Human Nature, en Woodridge, Hobbes Selections, p. 23. (l ,o que digo aquí sobre el papel del lenguaje pretende ser neutral con respeto a l:r cuestión de si los animales no humanos son capacesde utilizar un lenguaje.) 'o P.M. Churchland, ,pp. 150- l5 |

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La microestructura del cerebro y lbs éxitos recientes de la Inteligencia Artificial conexionista sugieren ambos que nuestra principal forma de representaciónes el vector de activación de alta dimensión, y que nuestra forma principal de cómputo es la transformación de vector a vector, efectuada por una matriz de sinapsis valoradas de formas diferentes. En lugar de actitudes proposicionales y de inferencias de una a otra, por tanto, podemos imaginar personascomo sedesde actitudes vectorialesy varias transformacionesno linealesde un vector a otro''.

Pero ¿qué tipo de fenómeno es éste que se explica por los éxitos de la Inteligencia Artificial a los que se refiere Churchland? No se trata de casos de lo que normalmente se considera una acción dirigida a un fin (como, por ejemplo, el que yo cocine algo siguiendo una receta, que llame a las tiendas de alimentación de las PáginasAmarillas, y que consulte un mapa para localizar la tienda que vende hojas de curry...) sino, por un lado, de las capacidadescognoscitivaspreproposicionales,como el reconocerel sonidode la vocal y, por otro lado, de las capacidades motoras y de coordinación como atrapar una pelota 22. No hay ninguna raz6n para negar que existen importantes capaen el sentido cidadescognoscitivasque seanpreproposicionales, tanto de que son condiciones necesariaspara que una criatura poseaun conocimientoproposicional,como de que pueden ser compartidaspor humanos adultos y por bebés, por animales de orden superior y, qluizás,en formas primitivas, por babosasmarinas y lombrices de tierra. Ni tampoco hay raz6n alguna para negar que haya muchas cosasque puedan hacer las personassin que puedan articular el modo de hacerlas;montar en bicicleta o reconocer una cara, por ejemplo. La obra a la que se refiere Churchland ha mejorado significativamente nuestra comprensión del proceso cognoscitivo preproposicional y del control de las habilidades motoras. Pero está claro que su éxito para estimular, por ejemplo, la capacidadde un hablante para reconocer el sonido de la vocal ((d)), o para preparar a un ordenadorde modo que distinga entre una roca y una mina en el fondo del mar, no significa que la neurociencia conexionista tienda a apoyar la idea de que no existen las creencias,o que las valoracionesde la

'' P. M. Churchland,, pp.125-127; La citaofrecidaesde la p. 127. ' P.M. Churchland,,pp. 163ss.

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EVIDENCIA E INVESTIGACIÓN

evidencia no son más que supersticiones,o que la verdad no s('tl un objetivo de la investigación. Aunque resulte tentador reaccionar impulsivamente ante llt rtt decorosaprecipitación de Churchland desde los trabajos no l)r(l posicionalesde los ganglios de la babosamarina a su pragnlitllr mo vulgar sobre el objetivo de la investigación,reconozco (lttl quizás sería deseableque los epistemólogosprestasenmás ¿tlcrt ción que la que en general han prestadoa 1o preproposicional,rrl sabercómo, y al conocimiento tácito. (Digo o >, Churchland quizás tengarazóndespués de todo, hasta que nos tl¡l mos cuenta de que en el índice de pronto lc rlt Movimiento>. El capítulo 7, titulado y >, está,que sólo los estadoscompartidospor duplicadosmoleculitt* seanrelevantespara la psicología.Si Stich piensa que sí, debc th' ser porque estádandopor hecho que es apropiadoel requerir tlc lrr psicología sólo que explique til comportamiento descriptiblc tlt' forma autónoma;pero éste,por supuesto,es el asuntoque est¿ltlloh discutiendo. Por tanto el principio de autonomíade Stich no queda prolrit do. Para ver que ademáses falso, sólo tenemos que analizat'tttt poco más detenidamenteel ejemplo de Stich. Supongamos,cs('r'l be Stich, que él ha sido raptado y su duplicado ha sido colocitrltt en el mundo en su lugar. Ofrecemos al duplicado 1.000 dóllrer por el cocheviejo, y él : a un sujeto en virtud de ser esapersonaen concreto,y b) lir rlt'x cripción que se aplica a un sujeto en virtud de sus relacioncst'oll las cosasy sucesosde su entorno. Lo que Stich tiene que dctttor es que tttt tlt' trar, en apoyo de su >,

" Ibídem,p. 166. 'n Ibídem,p. 166.

DERRIBODEL CIENTIFICISMOREVOLUCIONARIO

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quela psicologíaexpliqueel comportamiento con beríaesperarse ipcionesno autónomas en el sentidoamplio,el ó); lo máxiquedemuestran que susejemploses queno deberíaesperarse psicologíaexpliqueel comportamiento con descripciones no s en el sentidoestricto,el a). (Y estoquizáno seamás científiun ejemplode la presunciónde quelasexplicaciones deberíantenerun caráctergeneraly no restringidoa cosaso que inclusolas oraindividuales.)Cuandoobservamos >, > unidadesde lenguaje,sinocualquiersignono natural.No deberían hcluir, sin embargo,oracionesen el > Oomoindicala hipótesisde Fodor.Lo queimportaesprecisamente quelas creencias-E sondisposiciones complejasqueincluyendisposicionesa respondera/a utlhzaroracionesen un lenguajepúbliy no lasorasonlas disposiciones, co,u otrossignosno naturales; ciones,las queestánen la cabeza.

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Hasta ahora el término ha sido utilizado, en este capítulo, con una deliberada ambigüedad;pues los escritoresde los que he estadohablando no respetanla distinción de creencias-E frente a creencias-C(lo cual explica en parte la búsquedainfrucenla cabeza>).Pero la versión de las creencias fuosa de en la que Rorty deseaque los ex cpistemólogosconcentrensus energíasescondeun cinismo que no sólola filosofia>, tanalíticaliberadaquepretendeStichal final consisteen unabúsquedade técnicasmáseficacesde autoengaño. Comodice el títunadaedificante. Io de estecapítulo:unaperspectiva Sin embargo,revelandola pobrezade las utopíaspostepisteesperopodercomenzara explicarpor mológicasrevolucionarias, y a esqué,a mi modode ver, la epistemología es indispensable, problema relala ratificación, de la algunos rasgos del de bozar ción entreiustificacióny verdad. I Rorty quiere,segúndice, sustituirconfrontaciónpoÍ conversaa neción.Estosuenacomounapeticiónde alto el fuegoy sentarse gociar.Perosignificaalgomásparecidoa lo siguiente:deberíamos abandonarla concepciónde la filosofia como algo centradoen la del conocicomoalgoquebuscalos epistemología, privilegiadas)), y aceptarque para la miento en ((epresentaciones justificaciónde las creenciasno haynadamásqueun conveniolocal y estrechode miras,nuestracostumbrede objetar,respondery de la actitudde admitir.Esto lleva a la vista el sello característico estacomposiciónparticular, Rorty: o estoo nada;o bien aceptamos ciertaconcepcióndel papelde la filosofia dentrode la cultura,del papel de la epistemología dentrode la filosofia, del papel de los

dentrode la estructurael conocimiento,este, que, y (representacióncorrecta de la realidaó, y [ | lrr má yoría de las confusionesde la epistemologíaprocedende las (lurl,r',r.tt tre ellas [...]. Pensemosen el uso común de panr rlt",ryrrar [...].Es [estcl ','trltrh' común y trasnochadode al que se refierenTarski y | )rrrr,lrrrrr y pasan trtt al sentidoespecíl'rtrrrrr, [...] los escépticos Putnam[...] se de [...] ,el cual,como las Ideasde la Ilirzo¡rl'l ra, [está] pensadoprecisamentepara representara lo no contlit iot¡rtrhr [...] [P.3 08] .

Esto es un dualismo asombrosamenteindefendible (es¡rct'rrrl mente viniendo de un filósofo a quien le gustaponerseal lirthrrle Dewey). Parececomo si nos diesen a elegir entre identif ic¡u In verdad con lo que es defendible en contra de las objecioncst'ott versacionales,y considerarla;bueno, algo más, algo no es¡rct'rlt cado pero insinuadoen la alusión a Kant y a la distinción que lrn ce Putnam entre el realismo metafrsicofrente al intemo; algo. rtn todo caso,bastantepretencioso,algo a lo que se aspiraa pesll rlr,, o incluso a causade. su inaccesibilidad. Paraenfrentafinea estafalsa dicotomía necesito,en primcl lrl gar, una clasificación más discriminatoriay menos confusatlc hr¡ conceptosde verdad. En el extremo fuertementeirrealista, tcrrt mos I) la identificación propuestapor Rorty de .Entre estaconcepciirtr irrealista y cualquier cosa que pudiese llamarse apropiadanrcnlr, KealistD estáII) la concepciónde Peircede verdad como la lr(l ría ideal hipotética, la que sobreviviría a torlu evidenciabasadaen la experienciay a un examenlógico contplr' to. Si el realismo con respectoa la verdad es considerado,corrro parece apropiado aquí, como algo que requiere una concepciirtt que es no-epistémica,es decir, que admite que incluso una tcot'lu ideal hipotética pueda ser falsa o incompleta,entoncesla catcgo ría realistaincluiría IID la teoría de la redundanciade Ramsev.se gun la cual ((esverdaá que p> es sólo una forma complicaáa rh'

PMGMATISMOVTJLGAR: UNA PERSPECTTVA NADA EDIFICANTE

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quep; IV) la teoríasemántica deTarski,quehacede la verunarelaciónentrefórmulasrelacionadasv secuencias infinide objetos;V) las teoríasde la correspond-encia AtomistaLóde Wittgensteiny Russell,paraquienesla verdadequivalea isomorfismoestructural de proposiciónal hecho,y la teoríade lorrespondencia queconsrdera deAustln, de Austin,que corresponoencla consideraaala la verdad verdadcomo comouna una lación de convenciones que unen enunciados con estados de rtos;y VI) una concepciónde verdad como algo que copia o ja las cosas-en-sí-mismas. Algunas vecesme referiré a la opI) como ;a la II) como ((pragmatista>;a la III) y a

lV) como ;a la V) como >,y el apéndice voy a detener para protestar en contra de la hábil insinuación de que los no-ironistassomosunos mojigatos sin sentidodel humor'. ni insistiré en el punto de que el reóoáocimientode la posibilidaá y la importancia de la innovaciónlingüística ciertamenteno es un privilegio exclusivo de los ironistas de Rorty. Lo principal ahora es comprenderque esta nueva descripciónno disminuye, aunque lo disfrazade manerabastanteinteligente,el cinismo en el que yo he hecho hincapié.La habilidad consisteen sugerir que los ironistas son simplementemás conscientesque nosotrosde la posibilidad de que nuestros criterios de justificación puedan necesitar una revisión, y por tanto se compromete con ellos de una maneÍa menos dogmática. Pero esta sugerencialleva a un engaño importante; el ironista de Rorty no es falibilista, es un cínico que se esconde tras un eufemismo. Se compromete con costumbres de justificación de creenciassólo superficialmente no porque piense que éstasquizá necesitenuna revisión, sino porque cree que no tiene sentido preguntar si son o no son realmente indicativas de la verdad. Esto refuerza el diagnóstico sugerido anteriormente de que el conversacionalismode Rorty, interpretado -como admite el trabajo anterior de Rorty, y como nos empuja a interpretarlo su obra posterior- como una combinación de convencionalismoy tribalismo, es incoherente.El tribalismo requiere >. Inclusosi nuestroscriteriosde justificación son indicativosde la verdad,el llegara la conclusiónde quenuestrascreenciassonen su mayorparteverdaderas requeriríaademás la suposiciónde que nuestrascreenciasestánen su mayor parte justificadas.Perolaspersonas tienenmuchascreencias queno estánjustificadas,o lo estánsólo en un gradomuy modesto.La superstición,el pensamientoilusorio,el autoengaño, el llegara conclusionesprecipitadamente, etc.,no son, despuésde todo, cosas que seproduzcanraramente. La pregunta((¿sonnuestroscriteriosdejustificaciónindicativos de la verdad?>no es tampocola misma preguntaque (¿son estosprocesosde formación de creenciasconductoresa la verdad?>.Los criterios de evidenciadifieren de las normasparala ' James,The Mll to Believe,p. 17.

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conducciónde la investigaciónde forma similar a como los criterios para juzgar si una comida es nutritiva difieren de las instrucciones para cocinar o planificar un menú. La diferencia es en parte una cuestión de estado-actual frente a valoración-del-proceso (punto conocido desde el capítulo 7); pero es también en parte una cuestión de que las inquietudessobre lajustificación se centran, concretamente,en una dimensión del objetivo de la investigación (punto que no se analizó hasta el capítulo 9). Esto no pretende sugerir que los dos tipos de proyectosepistemológicosque se distinguen aquí no esténrelacionados;despuésde todo, el papel del concepto de integración explicativa en la explicación del apoyo es una indicación de que su poder explicativo puede contribuir a la seguridadde una creencia. Sólo queremos insistir en que, aunqueestánrelacionados,son distintos. Pero es la diferencia de los dos proyectos 1o que hay que subrayar aquí, porque a menudo se les ha puestojuntos. En parte debido a la tensión potencial entre los dos aspectos del objetivo de la investigación,resulta dudosa la posibilidad de aportar reglas -en lugar de directrices, c\ya aplicación requiere el juicio o discernimiento- para la conducción de la investigación. Esto qtizás explique por qué los intentos de proporcionar dichas reglas muestran una clara tendencia a oscilar entre lo manifiestamente inaceptabley lo obviamente discrecional;por ejemplo, entre: hacer una conjetura, someterlaa prueba de la manera más rigurosa posible y luego abandonarlatan pronto como se encuentre un caso en contra, y: no agarrarsea una teoría demasiado tiempo, ni hacer modificaciones excesivamentebarrocas para evadir la evidencia contraria, pero no abandonar una teoría con demasiadafacilidad a la vista de dificultades (es decir, entre una metodologíafalsificacionista ,

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EVIDENCIAE INVESTIGACION

de los criterios de justificación. Probablementeestasnotorias tli ficultades hayan llevado a algunoslectoresa pensardurantealgrrrr tiempo que nos estábamosprecipitando. Antes de que expliqrrc cómo logro escapara la dificultad más notoria, quiero decir algo sobreun problemamenos conocido,pero molesto, que surgeen cl proyectode Descartes. La > de Descartes,si funcionase,iría demasiadolejos, pues deja en el aire la siguiente pregunta embarazosa:dado qLrc nuestrasfacultadesfueron creadaspor un Dios omnipotentey quc no engaña, ¿cómo es posible que alguna vez cometamoserrores'J Y su respuesta,a saber,que la razónhumana es limitada pero la voluntad ilimitada, y que el error surge cuando la voluntad nos impulsa más allá de los límites de las capacidadesde nuestro razonamiento, plantea otra pregunta embarazosa:¿Por qué no nos creó Dios con poderesilimitados de razonamiento,o con una mejor armoníaentre la razóny la voluntad?Y su respuestade que los propósitosde Dios estánpor encima de la comprensiónhumana, es totalmenteinsatisfactoria'0.Yo no me enfrentoa nada análogoa esteproblema,porque yo no sostengoque las personastengan,exceptuandomuy raras ocasiones,si acaso,una justificación covrILETApara creer algo, ni que lajustificacióncompleta seauna garantia de la verdad. Pero algunos podrían sospechar que, si el razonamiento de Descartesse excede,el mío se queda corto. He creído que debía distinguir la cuestión en la cual se centra este capítulo, es decir, ((¿sonnuestroscriterios de justificación indicativosde la verdad?> de la cuestión >. La observación de que la gente tiene muchas creenciaspara las que no tienen, o no tienen mucha,justificación, con la cual la segundacuestiónse dejó de lado, da a entender,aunqueno lo diga de una maneraexplícita, que la gentetiene también creenciaspara las cualessí tienenjustificación.Y ciertamentees una cuestiónlegítima el plantearse qué razones existen incluso para este grado de optimismo. En estetema podría ser factible recurrir a consideraciones evolutivas.Tal como dije en el capítulo 9, comparados con otros animales,los sereshumanosno son especialmentefuertes o veloces;su fortalezaradica más bien en su mayor capacidad

¿oDescartes,Medication IV

R A TIFIC A C ION D E L FU N I)l l l :l tl :N l l l "i M()

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cognoscitiva,en su habilidad para representarel mundo pat'a si mismos y por tanto para hacerprediccionesy manipularlo.A dilL'rencia de las apelacionesde Descartesa un creadordivino, esta línea de pensamientono tiende a sugerir que nuestrascapacidades cognoscitivastengan que ser perfectas;sólo que hemos de tener una aptitud mínima al menos en lo que respectaa las cuestiones más vinculadasa las condicionesde supervivencia.Yo me inclino a pensarque las consideracionesevolutivaspodrían ofrecer cierta seguridadmoderada,por ejemplo, en cuanto a que nuestradisposición innata a clasificar ciertas cosascomo pertenecientesa una clase,en generalelige más o menos clasesreales,lo cual apoyaria la idea de que poseemoscierta aptitud explicativa mínima, sobre la cual, revisando y corrigiendo nuestrascreenciasa la vista de otras experiencias,podemos construir; sobre la cual, en realidad, hemos construido la ctgNcla. La referencia ala evolución en este último párrafo, dicho sea de paso, constituyeuna segundarazónde por qué mi epistemología, aunque sólo sea en el sentido menos exigente, es evolutiva, iiendo la primera razón que la congruenciade una aproximación ecológica gibsoniana a la percepción conforme con un enfoque basadoen la capacidadde adaptaciónde los organismosa sus entornos, se mencionó (capítulo 5, secciónV) diciendo que contribuía a su plausibilidad y por tanto, incluso de forma más indirecta, ala plausibilidad del conceptode percepcióndentro del fundherentismo. Volviendo ahora al tema que nos ocupa, permítanme repetir que mis opiniones son mucho menos pretenciosasque las de Descartes;yo sólo he aspiradoa aportar razonespara pensarque, si alguna indicación de la verdad está a nuestro alcance, el cumplimiento de los criterios fundherentistasde justificación es la mejor indicación de la verdad que podemos tener. Incluso esta notable disminución del nivel de aspiraciones,sin embargo, no constituirá por sí sola una respuestaala dificultad más notoria con respectoal proyecto de Descartes:el circulo vicioso en el que por lo general se supone que se metió Descartes.¿No constituyen mis argumentos ratificatorios, por muy protegidos que estén,por muy modestas que sean sus aspiraciones,obligatoriamente un círculo vicioso? Yo no lo creo. En primer lugar: yo no he presentadouna hipótesis con la conclusión de que los criterios fundherentistasseanindicativos de la

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E\TDENCIA

E INVESTIGACIÓN

verdad siendouna de suspremisasque los criterios fundherentistas son indicativos de la verdad. En segundolugar: ni tampoco (como aquellosque esperanuna metajustificacióninductiva de la inducción) he empleadoun método determinado de inferencia o de formación de creencias para llegar a la conclusiónde que esemismo método es un buen método conducentea la verdad. Yo he aportado razonespara pensar que, si es posible una indicación de verdad para nosotros, el cumplimiento de los criterios fundherentistases la mejor indicación de la verdadque podemostener. Si continúa habiendo sospechasde que existe algo peligrosamente independiente,talvezseaun legadodel fundacionalismo,el cual impone un ordenamientoepistemológico que yo no respeto,o delfundac i onaI i smo, que impone un ordenanientometaepistemológico que yo no respeto.Pero ya he dicho que ni el fundacionalismo ni elfundacionalismo, y, por tanto, ninguno de los dos tipos de prioridad epistemológica,cuentancon un buen apoyo. Probablementeesto no sea suficiente para eliminar todos los recelos. >, podrían preguntarme,haciendo eco al conocido desafioa Descartes,a saber,.La preguntase planteará,sin duda, con un tono que sugiereque la única respuestaque puedo dar es ésta:, haciéndomeeco de la respuestaanticipadade Descartes,((porque yo lo percibo de forma clara y bien determinada como verdadero>. Dejaré a un lado la cuestiónde si Descartestiene algún recurso contra este desafío'', ] me concentraréen mi propia defensa. Para simplificar las cosas,llamaremos a todas las razonesdirectas que he presentado en mi argumento ratificatorio. La pregunta prevista, ,Philosophical Review,LVlll, 1949, y en Sesonskey Fleming (eds.),Meta-Medications,pp.26-36. Bunotcr, H.: , Synthese,52, 1 9 8 2 ,p p . 1 8 5 - 2 3 0 . - >, Synthese,80, 1989,pp.32l-345. Buncr,, T: , Midwest Studies,IU 1979, pp.73t22. Analysis,37,1977, Cesurt-o,A.: >, pp. 152-159,y en P. K. Moser (ed.), A Priori Knowledge,Oxford University Press,Oxford, 1987,pp. 161-169. CuuncHuNr, P. M:. Scientific Realism and the Plasticity of Mind, Cambridge University Press,Cambri dge, 1979. - , Journal of Philosophy,LXXXYIII.2, 1981, pp.67-89; referenciasde páginasa la reediciónen A Neurocomputational Perspective, pp. | -22.

[305]

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EVIDENCTAE TNVESTIGACION

Pacific Philosophical Quarterly, >, 63.3, 1982, pp. 226-235; referenciasde páginas a la reedición en A Neuroc rtmputationalPerspective,pp. I 39- I 5 1. Matter and Conscíousness:A Contemporary Introductíon to the Philosophy of Mind, Bradford Books, MIT Press,Cambridge, MA, 1984. - ,Mind and Language, 1.1, 1986,pp. 5-14. - , TheMonist,68.2,1985,pp. 188-202. FnaroLr-r,M. J.: >, ofLogic,13,1992,pp. 9l-109. GtrsoN,J. J.: TheSensesConsideredas PerceptualSystems,HoughtonMifflin, Boston,MA, 1966. - , Syinthese, 77, 1967,pp. 162-17 2. - The EcologicalApproachto VisualPerception,HoughtonMifilin, Boston, MA, 1979;reeditadopor LawrenceErlbaumAssociates, Hillsdale,NJ,y Londres,1988. A.H.: EmpiricalKnowledge,Universityof CaliforniaPress,Berkeley, Gororraau, Los Angeles,CA, y Londres,1988. A. I.: , Philosophícal Review,6l,1952,pp. 160-167.

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The New Riddle of Inductioo (1953), en Fact, Fiction and Forecast, pp' 59-t4\ , V¡nvazsN, B.: , ala , etc. están ordenadasalfabéticamente en Descartes,Kuhn, etc.

abducción,734, 754. -véanse también inferencia a la mejor explicación;juicio basadoen la percepcrón. acción, descripciones autónomas frente a descripciones no autónomas,

233,236,239. acción,explicaciónde, 216-49,pássim frentea movimiento,232-33. aceptabilidadracionalde las proposiciones(Popper,Watkins),l4l, 144, 147-149,151. actitudcientífica (Peirce), 276. actitudesproposicionale s, 79, 234. -véanse también,acción,explicación de; Bain,A.; Burdick,H.; creencia; Churchland,P.M.; Fodor,J.; Peirce, C. S.; Price,H. H.; oracionesen la cabeza;Stich.S. almas,233. alternativasno tolerables,teoríade las (fundacionalismo), 40* -43,52,53,67. alquimia,230. Alston,W. P.,I l, 29,30. amplitud,34,45,103. --{e la evidencia-C,ll7, 124-125*, 132,218,296. analítico,carácter,289,29l. ---críticadeQuinesobreel, 169,252,25'7 . Annis,D., 36,285-6. antiinductivista,hipótesis, 138-9*, pássim. 140-157,

antipsicologismo,véase psicologismo frente a antipsicologismo. antipsicologista,hipótesis, 139*-157, oássim. -véanse también irrelevancia del argumento de causalidad; psicologismo, un conocimiento a príori, 69,

2t0,2r2,2s6, 2s7, 2s8,290.

----contingente,291 . -rechazo de Quine al, 168. -sintético. 69.257. apoyo de la evidencia, 20, 50, ll7*ll9, 123, 129-133,pássim, 139, 149, 152, 153, 156, 279, 289, 296, 297. -y apoyo inductivo, 118-120, 186, 298. -véanse también evidencia favorable; carácterconcluyente;evidencia; integración explicativa; Petrochelli, principio de. apoyo inductivo, véaseapoyo de la evidencia. apoyo mutuo (entre crencias), 13, 14, 34, 56, 7 t, 75, 79, 88, 105, lt7, 120, 178. -véanse también analogía del crucigrama; círculo; congruencra. apriorismo, tradicionalista, 14, 1601 6 8 , 1 8 1 ,2 9 0 ,2 9 1 . -véanse tambiénfundacíonalismo; naturalismo; Quine; ratificación. aproximación categórica a la justificación véase justificación, grados de

[3ls]

I

r r lr r r ylt r r r t r ' : ,l c tttl c ttc i a s e n fi l o s o fía n o ta b l emel ,l r r,ltrtonnlrr rlt' lrrc¡lislcmología,proyectosque un 1 (lc los últimos avancesde la cient , .,h' lu¡ r'rrfrrsirrslils rrr' ur olr s iolr t gí ir¡.l i rs a n d op o r l o s s u p u e s to sn e o pragnl ,r lrrr rr'¡'¡¡¡¡l¡ltt's tlc las últimas modas de París,nos habr ,' \rril rl('11rl¡ilrorir rluc cstánradicalmentemal concebidos. Srrs¡rr¡llir¡rck sostieneque lo que la epistemologíanecesit I I r/¡,r.silr0 unil ,'(,construcción.Los problemas de la tradición e, s()il(.il()ililcillcntedifíciles pero, en principio, tienen una soluc lx)r'sul)clilralgunasdicotomíasfalsasen las que se ha basadolrr rlcI t rirbajo filosófico reciente. llaack desarrollaunanueva teoría,esencialmentegradual, dc i, o clc la justificación, tratando a ésta,desdeel principio. como unu c grados; es una teoría de doble aspecto,ni puramente causal ni pula, gica, que, como el fundacionalismo pero a diferencia del coherentis de admitir la relevancia de la experienciapara la justificación empíri como el coherentismoy a diferencia del fundacionalismo experiencilr requiere ni creenciasprivilegiadas que esténjustificadas exclusivamcr la experiencia,ni una noción básicamenteunidireccional de apoyo eviclt La versión fundherentista de Haack concuerda con un estilo discrt naturalismo, el cual reconoce que, puesto que nuestroscriterios de eviclt se basanen presuposicionesempíricas,las ciencias de la cognición tienel relevancia contributiva para las cuestionesepistemológicas,aunque no I den, por sí mismas, responderlas. Además de exponer los criterios fundherentistas y de defender su carár indicativo de verdad, Haack presentaestudios críticos detallados del funr cionalismo de Lewis, del coherentismo de Davidson y BonJour, la de Popper, el naturalismo de Quine, el fii bilismo de Goldman y los últimos obituarios de Rorty, Stich y los Churchlan con respectoa la epistemología. Un tema secundario recuffente es que el fundherentismo de doble aspec to moderadamente naturalista propuesto en este libro, más que el