Estudios de fraseología y fraseografía del español actual
 9783865278371

Table of contents :
Indice
Prologo
Una clasificación no discreta de las unidades fraseológicas del espadol
Aspectos teóricos del estudio de las unidades fraseologicas: gramitica, pragmatica y fraseologia
Estudio de la idiomaticidad en las unidades fraseológicas
Acerca del analisis sinthctico-semantico de frases idiomaticas
Expresidn fija y sinonimia
Aspectos pragmitico-discursivos del uso de expresiones fosilizadas en el espadol hablado
Consideraciones lingüistico-pragmaticas acerca del trasvase de las expresiones fijas del lenguaje taurino a1 código general
Acerca de Dios y del demonio en la fraseologia espadola y catalana
Binomios fraseológicos antitkticos
Fórmulas de negación sin particulas negativas
Aspectos semiótico-gestuales en algunas unidades fraseologicas del espaiiol
Debilitamiento del valor comunicativo del verbo espanol
Algunas observaciones sobre colocaciones sustantivo-verbales
Reflexiones acerca de construcciones verbo-nominales funcionales
Acerca de la variabilidad de los terminos sintagmaticos en textos espanoles especializados
La fraseologia y la fraseografia
Como tratar las unidades fraseológicas (UF) en el diccionario?
Elaboración de un diccionario fraseológico del espanol hablado moderno
Unidades fraseológicas en un diccionario de aprendizaje del aleman como lengua extranjera
El uso de paremias en un corpus del espanol peninsular actual
LOS AUTORES

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Gerd Wotjak (ed.) Estudios de fraseologia y fraseografia del espafiol actual

LINGUISTICA IBEROAMERICANA Vol. 6

DIRECTORES:

CONSEJO DE REDACCION:

Gerd Wotjak y Eberhard Gartner Centro de Investigacidn Iberoamericana Universidad de Leipzig

Valerio Biez San JosC; Ignacio Bosque; Henriqueta Costa Campos; Ataliba T. de Castilho; Ivo Castro; Violeta Demonte; Luis Fernando Lara; Lt?cia Maria Pinheiro Lobato; Elena M. Rojas Mayer; Rosa Virginia Matos e Silva; Rarndn Trujillo; Mfrio Vilela

Gerd Wotjak (ed.)

Estudios de fraseologia y fraseografia del espaiiol actual

Vervuert

Iberoamericana

1998

978-84-95107-18-3 (Iberoamericana)

Printed by Publidisa

Fe de erratas Las referencias bibliogdficas del articulo "Una clasificaci6n no discreta de las unidades fraseol6gicas del espalol" (pp. 32-37) deben ir numeradas de forma consecutiva d e l l al 108, incluy6ndose ademais un 23 bis y un 77 bis. Las liltimas cuatro entradas en p. 33 deben decir: FERNANDO, C. (1978): "Towards a Definition of Idiom: Nature and Function", Studies in Language, 213, pp. 3 13-343. FERNANDEZ RAM~REZ,S. (195 1=1986): Gramcitica espafiola,Madrid. FERNANDEZ-SEVILLA,J . (1983): "Presentadores de refranes en el texto de La CeSestina",en: L h o Carreter, F. (ed.): Serta Philologica, Madrid, pp. 209-218. FLEISCHER, W. (1982): Phraseologie der deutschen Gegenwartssprache,Leipzig.

En p. 34 debe decir, a partir de la quinta entrada: GARC~A-PAGE,M. (1989): "Sobre 10s procesos de deslexicalizaci6n en las expresiones fijas", EA, 52, pp. 59-79. -(1990a): "Sobre implicaciones lingoisticas, solidaridad lkxica y expresi6n fija", Estudios humanisticos. Filologia, 12, pp. 2 15-227. -(1990b): "Lkxico y sintaxis locucionales: algunas consideraciones sobre las palabras idiomhticas", Estudios humanisticos. Filologia, 12, pp. 279-290. -(1990~):"Frases elativas", Actas de la SGEL (XY Aniversario), Tenerife, 2-6 de abril de 1990, Madrid, pp. 485-496. -(1991a): "Locuciones adverbiales con palabras 'idiomhticas"', REL, 2112, pp. 23 1-264. -(1991b): "A prop6sito de la 'Ruptura de un sistema fonnado por una frase hecha"', Notas y estudiosfilolbgicos;VI, pp. 73-101. -(1996): "Sobre las variantes fraseol6gicas en espaflol", Revista Canadiense de Estudios Hispdnicos, XX13, pp. 477-490. GLASER, R. (1984): "The Translation Aspect of Phraseological Units in English and German", Papers and Studies in Contrastive Linguistics, 18, pp. 123-134. -(1986a): Phraseologie der englischen Sprache, Tubinga.

En p. 36, la segunda entrada debe decir: PONS, S.; L. RUIZ (1995): "Escalas morfol6gicas o escalas argumentativas", Espafiol Actual, pp. 64-65.

Leonor Ruiz Gurillo, Una clasificaci6n no discreta de las unidades fraseol6gicas del espadol......................................................................... 13 JosC Luis Mendivil Gir6, Aspectos te6ricos del estudio de las unidades fraseolbgicas: gramitica, pragmatica y fraseologia............39 Maribel Gonzhlez Rey, Estudio de la idiomaticidad en las unidades fraseol6gicas.............................................................................................

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Neyda Diaz Garcia, Acerca del analisis sinthctico-semantic0 de frases idiomaticas .................................................................................... 75 Mario Garcia-Page, Expresidn fija y sinonimia ......................................... 83 Ana Maria Vigara Tauste, Aspectos pragmitico-discursivos del uso de expresiones fosilizadas en el espadol hablado .................................97 Margarita Tecedor Yangiiela, Consideraciones lingiiisticopragmaticas acerca del trasvase de las expresiones fijas del lenguaje taurino a1 c6digo general ....................................................... 129 Maria Angeles Calero Fernhdez, Acerca de Dios y del demonio en la fraseologia espadola y catalana ....................................................... 155 Mario Garcia-Page, Binomios fraseol6gicos antitkticos .......................... 195

Juan JosB Asensio Gonzhlez, F6rmulas de negaci6n sin particulas negativas ................................................................................................. 203

Emma Martinell y Maria del Mar Foment, Aspectos semioticogestuales en algunas unidades fraseologicas del espaiiol ..................225 Josef Dubs&, Debilitamiento del valor comunicativo del verbo espalol ....................................................................................................239 Kazumi Koike, AIgunas observaciones sobre colocaciones 245 sustantivo-verbales ............................................................................... Gerd Wotjak, Reflexiones acerca de construcciones verbonominales funcionales ........................................................................... 257 Nelson Cartagena, Acerca de la variabilidad de 10s tbrminos sintagmaticos en textos espaiioles especializados...............................281 Antonia Maria Tristh Pdrez, La fraseologia y la fraseografia .................297 Gerd Wotjak, iC6m0 tratar las unidades fraseol6gicas (UF) en el diccionario? ............................................................................................ 307 Hugo Kubarth, Elaboraci6n de un diccionario fraseol6gico del espalol hablado modern0 ..................................................................... 323 Barbara Wotjak, Unidades fraseol6gicas en un diccionario de aprendizaje del aleman como lengua extranjera ............................... 343 Gloria Corpas Pastor, El uso de paremias en un corpus del espalol peninsular actual ................................................................................... 365 Los autores ................................................................................................. 391

El campo de la fiaseologia y fiaseografia atrae cada dia mas aficionados en el mundo hisphnico donde - pese a1 muy meritorio trabajo de A. Zuluaga Introduccibn a1 estudio de las expresiones fijas (publicado en 1980) y a las publicaciones de dos autoras cubanas (la reciCn fallecida Z.V. Carneado Mord y M.a A. Trista PCrez) y el importante Manual defraseologia espaiiola de Gloria Corpas Pastor (publicado en 1996) asi como una serie de articulos publicados por un pequeiio grupo de autores - todavia carecemos de trabajos hechos en espaiiol y sobre el espaiiol y que traten fen6menos complejos, heterogdneos y bastante fiecuentes en este milenario idioma multinacional con una rica tradici6n de refkaneros y obras lexicogrhficas que incluyen modismos, dichos, expresiones idiomhticas o fijas, etc. No es la hora ni el lugar id6neo para valorar debidamente el Manual de Gloria Corpas Pastor quien, indudablemente, ha conseguido llenar un hueco cuya presencia ya se habia detectado por parte de Zuluaga, quien se habia aprovechado de sus conocimientos de alemin para tener acceso a una bibliografia cada vez mhs amplia y especializada, por las autoras cubanas (quienes han tenido acceso a las importantes y riquisimas fuentes rusas), per0 que tambiCn se habia seiialado por Fernindez-Sevilla a mediados de 10s afios 80 cuando no se notaba mas alla de Cuba ningfin inter& especifico por profundizar en este dificil y vasto terreno cuya investigaci6n 6ltimamente se ve reforzada por las necesidades de la lingiiistica de corpus, en especial, la utilizacibn de amplios c6rpora de textos informatizados. En la presente recopilaci6n de articulos de autores que han dedicado mayor o menor atenci6n a estas unidades fiaseol6gicas multifascdticas, heterogkneas y en no pocos casos recalcitrantes a la indagaci6n y explicaci6n no pretendemos abarcar la totalidad de 10s aspectos que merecerian una descripci6n detallada. Hemos pretendido reunir aqui trabajos recientes de especialistas ylo aficionados a la fiaseologia concentrhdonos mayoritariamente en unidades fiaseol6gicas no oracionales, es decir, que requieren ir acompaiiadas por otras unidades lCxicas "en combinatoria libre" para asi constituir una oracibn, un enunciado discursivo completo. Incluso podra observarse que en tres casos hemos incluido articulos (de 10s cuales dos son bastante cortos = Dubslj de Praga y N. Diaz de La Habana) que habian salido a la luz hace mhs de 10 aiios y que, por haberse publicado en una revista casi interna de prepublicaciones, no han podido tenerse

en cuenta debidamente. Puesto que se han reproducido aqui tales cuales (uno en homenaje tardio a Dubslj, fallecido hace casi dos aiios), su enfoque y tambiCn las referencias bibliogrhficas reflejan el estado de la cuestion de a mediados de 10s afios 80. Lamentablemente se ha tenido que posponer repetidas veces la publicaci6n de esta recopilaci6n y no se han podido incluir todos 10s autores que queriamos presentar (asi, por ejemplo, A. Zuluaga y N. Kurtchatkina, co-autora de una fraseologia del idioma espafiol, publicada en ruso en 1981 junto con Suprun, no han podido contribuir como lo habian prometido). Pensamos no obstante que el libro presenta trabajos interesantes, con enfoques novedosos y cuya validez no se ve seriamente puesta en tela de juicio por la publicaci6n del ya mencionado manual cuyo contenido no ha podido tomarse en consideraci6n dada la entrega de 10s manuscritos mayoritariamente antes de su publicaci6n. Nos agrada que estCn presentes - con alguna que otra excepci6n mhs - aquellos autores que en el mundo hispanohablante hayan dedicado especial interis a cuestiones de fiaseologia y fiaseografia. No por casualidad iniciamos esta recopilaci6n con una presentaci6n de aspectos te6ricos tanto de la clasificaci6n de las unidades fiaseol6gicas (UF, segun Leonor Ruiz Gurillo quien defendi6 su tesis doctoral en 1996 y que ha enviado esta contribuci6n en verano de 1996) como de la interrelaci6n entre gramhtica y fiaseologia (Josk Luis Mendivil Gir6) y del controvertido problema de crucial importancia para las UF prototipicas del centro de la fiaseologia: la idiomaticidad (Maribel G o d l e z Rey). Con las siguientes contribuciones se presentan analisis de 10s aspectos parciales del campo de la fiaseologia: Neyda Diaz Garcia se interesa por 10s aspectos sintbtico-semanticos de UF verbales; Mario Garcia-Page, con una primera contribuci611,estudia la sinonimia de las UF y Ana Maria Vigara Tauste describe aspectos pragrnhtico-discursivos del uso de UF, una tematica bastante descuidada aun en 10s anhlisis fraseol6gicos relativos a1 espafiol. Margarita Tecedor Yangiiela tambikn se interesa por aspectos pragmhticos, per0 esta vez en lo que a1 pasaje de UF "terminol6gicas" del lenguaje taurino a1 espafiol comb y general se refiere, Maria Angeles Calero Fernandez estudia la presencia de "Dios" y "demonio" en la fiaseologia espaiiola y catalana, mientras que Mario Garcia-Page, en su segunda contribuci611, se centra en binomios fraseol6gicos antitbticos y trata aspectos algo parecidos, cornplementarios a las f6rmulas de negaci6n sin particulas negativas estudiadas por Juan JosC Asensio Gonzhlez.

Emma Martinell y Maria del Mar Foment concluyen este subcapitulo con consideraciones acerca de 10s aspectos semibtico-gestuales en UF espaiiolas. Con el trabajo temprano de Josef Dubslj que retoma el tema ya tratado en una serie de trabajos anteriores presentados en revistas espaiiolas en 10s aiios 60 iniciamos otro subcapitulo y a1 mismo tiempo nos centramos en un segundo subgrupo de UF: mas all6 de UF sensu stricto, es decir, centricas y prototipicas caracterizadas por su significado idiomatico, existen UF no idiomaticas que pueden considerarse como expresiones fijas y no menos lexicalizadas, no menos unidades polilexematicas o plurimembres y que pertenecen a la periferia de la fraseologia. En estos casos no resulta facil trazar un limite fiable entre UF lexicalizadas, o sea, elementos de segunda nominaci6n/elementos prefabricados del habla o elementos del discurso repetido y combinaciones "libres" sintagmaticas de dos o m h lexias, por ejemplo de un verbo y un sustantivo. Existe una muy amplia bibliografia a1 respecto en alemhn y sobre estos elementos, llamados de forma general colocaciones sustantivo-verbales (el japonCs Kazumi Koike se ha adentrado particularmente en estos aspectos; cfr. tambien el cubano JesGs Irsula Peiia quien ha publicado en 1994 un libro interesante en alemhn) o bien tambi6n construcciones verbo-nominales (Gerd Wotjak) y, en especial, acerca de las construcciones con verbo soporte (funcional y desemantizado - en alemh: Funktionsverbgefuge o Strecvormen des Verbs - cfr. Dubslj). Nelson Cartagena en su articulo destaca la variabilidad que hay en determinados tkrminos sintagmaticos, por regla general no idiomhticos, en textos de medicina. El tercer subcapitulo lo constituyen las contribuciones que tratan sobre aspectos fraseograficos; Antonia Maria TristS PCrez enfoca esta cuestibn de forma m& general, mientras que Hugo Kubarth, co-autor del excelente Diccionario Ji.aseol6gico del espafiol modern0 (Gredos 199411996), Barbara Wotjak y Gerd Wotjak tratan aspectos mas concretos y practices vinculados con la selecci6n de las UF, su forma citativa y presentacibn en diccionarios generales (si bien de enseiianza de un idioma extranjero, en este caso el aleman) o especializados en 10s asuntos. Concluye la recopilaci6n con dos articulos que en algo se diferencian del resto: Gerd Wotjak en un articulo reproducido, sin ning6n cambio ni actualizacibn del contenido ni de la bibliografia manejada, trata la traduccibn de UF en el par de lenguas espaiiol-aleman y Gloria Corpas Pastor dedica su contribuci6n a1 uso de paremias en un corpus del espaiiol peninsular. Esta breve presentaci6n refleja la envergadura de 10s analisis en el carnpo de la fraseologia poco trabajado aGn en el espaiiol; no se han podido prohndizar

todos 10s aspectos que actualmente preocupan a 10s fiase6logos que en 10s ~iltimosaiios han sabido crearse su red de interaction, comunicaci6n e intercambio cientifico (basta con seiialar 10s congresos regulares de EUROPHRAS, mayoritariamente llevados a cab0 en aleman con presencia de especialistas de paises como Francia, Alemania, Austria, Suiza, Rusia, Bulgaria, Hungria, Chequia, Eslovaquia, Suecia y Finlandia). Parece que hay cierta preferencia por excluir del campo de la fiaseologia a paremias, refranes o proverbios ya que Cstos suelen conllevar, ademas de su forma oracional autosuficiente, toda una sentencia, una moraleja en la que se cristaliza la sabiduria (y 10s prejuicios) del pueblo y para 10s cuales ya existe una disciplina separada: la paremiologia que ha experimentado en el mundo hisphnico una mayor acogida, abre dimensiones claramente interdisciplinarias y disfruta de un potencial investigador notable. Nos sentiriarnos muy satisfechos si nuestra recopilaci6n de articulos, lejos de excomulgar a las paremias, con su concentraci6n en las parientes pobres, las UF idiomaticas y no idiomaticas, por regla general, no oracionales y necesitadas de una complementaci6n por unidades lCxicas "libres", pudiera despertar el interks por estos "elementos del discurso repetido" de Coseriu. Nos parece que pueden aportar incluso nuevos conocimientos e impulsos a la investigacibn fraseologica del espafiol. Esta 6ltima carece todavia de investigaciones detalladas, en especial en lo que a 10s fenomenos mencionados a continuaci6n se refiere:

- el significado sistdmico de UF idiomhticas y no idiomhticas, incluyendo la existencia de sinonimia, antonimia, polisemia y las relaciones semhticas interlexemhticaslentre UF que pertenecen a determinados campos fiaseosemhticos;

- aspectos cognitivos, en particular relativos a1 conocimiento sociocultural especifico congelado en 10s significados idiomiiticos de las UF;

- la descripci6n del potencial comunicativo de las UF, en especial aspectos diat6picos, diastrbticos y diafhsicos;

- el estudio detallado de la knci6n ilocutiva y expresiva de las UF (incluyendo el uso 16dico intencional de UF modificadas) asi como de 10s aspectos sintacticos (defectivos) de las UF;

- el estudio del uso de UF en determinados generos de textos y grupos sociales, tambiCn con la finalidad de establecer un listado de UF realmente utilizadas activamente en la comunicaci6n o solamente conocidas pasivamente o bien totalmente desconocidas por 10s hablantes en cuesti6n.

Tantas lenguas tantas ventanas que dan a1 mundo, esta acertada observaci6n de Cervantes tambikn parece valida en nuestro contexto, aunque pueden observarse divergencias grandes. No siempre encontrara, sin embargo, el fraseologo hispanohablante poliglota ayuda y hasta ya resultados convincentes a1 adentrarse, por ejemplo, en la investigaci6n fiaseol6gica alemana que parece ocupar un lugar particularmente destacado y permite un acceso algo mas facil que, por ejemplo, el vasto material escrito en ruso que existe desde hace decenios. Hay menos investigaci6n especializada llevada a cab0 en inglb y en francks y no se presenta la situaci6n mejor para el portuguks ni para el italiano. Esta recopilaci6n no hubiese sido posible sin la ayuda eficiente de Mario Garcia-Page ni sin el apoyo tkcnico por parte de la sefiora Lausberg. Leipzig 1998

Gerd Wotjak

Leonor Ruiz Gurillo

UNA CLASIFICACION NO DISCRETA DE LAS UNIDADES FRASEOLOGICAS DEL E S P A ~ O L

La fiaseologia constituye un campo dificil de estudiar y de aprehender para la mayor parte de 10s investigadores que se han referido a ella. Tal vez se deba a la complejidad de las unidades que la forman, puesto que no son ni lexemas ni sintagmas libres, sin0 sintagmas fijos con comportamiento de lexemas. A ello hay que afiadir que no todas sus unidades responden a 10s mismos criterios; por ello, puede partirse de una concepci6n amplia de la fiaseologia que incluya refianes, rezos, adagios, dichos, fiases proverbiales, locuciones, o de una concepcidn estrecha, que suponga que la fiaseologia estaria formada principalmente por unidades que no superen la estructura del sintagma, como las locuciones y algunas fiases proverbialesl. Si a estos inconvenientes se aiiade que habitualmente 10s rasgos a 10s que se acude para definir tales unidades se conciben como muestra de la irregularidad de estos complejos fiente a 10s complejos libres, bien formados y sin anomalias, se tendra un panorama bastante acertado de las dificultades que entraiia analizar la categoria fraseolbgica. A nuestro juicio, estos indicios constituyen verdaderos exponentes de su constituci6n interna, por lo que puede defenderse que su supuesta irregularidad esconde, tal vez, verdaderos rasgos fiaseol6gicos. En consecuencia, si en lugar de adoptar una concepci6n discreta se considera que la fiaseologia puede definirse porque sus unidades presentan varios rasgos, aunque no todas ellas responden a todos y cada uno de 10s mismos, y a su vez, se tratan las caracteristicas mencionadas por 10s diferentes autores, a menudo desde la optica de la irregularidad, como las verdaderas cualidades de la fiaseologia, podra construirse un modelo que dC cuenta de su idiosincrasia.

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Ya en 1957, Oiegov (apud Tristl 1983b: 68-70) estableci6 la existencia de dos fraseologias, tras haber observado que no existia un criterio h i c o de ordenaci6n en la teoria soviktica; el h i c o rasgo c o m b de estas estructuras es su estabilidad o fijaci6n. La diferenciacibn aniba expuesta se apoya en dicha propuesta, aunque tiene en cuenta las unidades consideradas como fiaseol6gicas por otros autores como E. Coseriu o W. Fleischer.

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Leonor Ruiz Gurillo

En este contexto, la division en centro y periferia permite una estructuracion gradual. Sin embargo, no basta con considerar que las unidades fraseol6gicas (UF) son combinaciones caracterizadas por distintas propiedades, a veces no exclusivas, sino que habra que determinar cuales son esas propiedades y como influyen en las distintas combinaciones. Para conseguir este fin, resulta adecuado apoyarse en la version est6ndar de la lingiiistica cognitivaz, por medio de la cual se puede establecer, en primer lugar, un prototipo de unidad fraseol6gica (UF) y, en segundo lugar, el acercamiento o alejamiento a1 nucleo de otros complejos.

2.

Las propiedades y 10s rasgos del fen6meno fraseol6gico

El objetivo de este apartado es invertir el punto de vista sustentado a menudo y considerar que las generalmente llamadas irregularidades de las UF suponen sus autCnticas particularidades. Como matriz se emplean dos propiedades esenciales que definen el fenomeno fiaseologico, las de fijacibn e idiomaticidad. Dichas propiedades, que se conciben como graduales, generan todo un conjunto de rasgos que contribuye a identificar una unidad como fiaseol6gica. Por ejemplo, la aparicion de rasgos sinthcticos, como el de la no conrnutabilidad de 10s componentes lCxicos de la UF o la invariabilidad de sus componentes, pueden ayudar a determinar su grado de fijacion. La falta de motivation o el carhcter metaforico de ciertas expresiones contribuyen a su idiomaticidad. Asi, ciertos rasgos colaboran en la fijacion de las combinaciones, mientras que otros facilitan la idiomaticidad. En este sentido, la UF prototipica serh aquella que presente determinadas propiedades en relacion con otras unidades de la clase. En cualquier caso, se 2

La intention de este trabajo es establecer un centro y una periferia para las UF, de mod0 similar a como ha propuesto la Escuela de Praga para otras unidades. A nuestro entender, el acercamiento mas id6neo es el de la lingiiistica cognitiva por su grado de fomalizacion. VBase a este respecto Kleiber (1990). No obstante, no se descartan otras propuestas, como la vision gestaltica de la gramatica liminar en fondo y figura (Lopez Garcia 1989), o la adoptada por el praguense Neustupny (1966) que recoge la diferenciacion propuesta por el 16gico T. Kubinski en centro (centre), frontera (boundary), periferia (periphery) y margen (margin), diferenciacion que supone una exacta division entre ellos. Sin embargo, la lingiiistica, como explica J. V. Neustupny, necesita de una conception gradual que refleje su complejidad. Asi pues, se podria hablar de un n6cleo y un margen, donde se distinguen elementos perifkricos y liminares, de transition, con escalas graduales entre ellos. A1 fin y a1 cabo, las diversas propuestas no se diferencian tanto unas de otras en cuanto a1 fin perseguido: manifestar el caracter no discreto de las categorias lingiiisticas.

Clasificacibn no discreta de las unidades fiaseologicas

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habra de considerar la idiosincrasia de la UF: una locuci6n verbal podrh o no admitir que su verbo aparezca en pasiva y, en consecuencia, reflejarh un menor o mayor grado de fijacibn, per0 la misma prueba serh irrelevante para una locucion adverbial. Salvada dicha condicion, 10s miembros de esta categoria no discreta p o d r h manifestar ciertos rasgos, per0 no otros. Seguidamente, se esquematizarh y clasificarh las propiedades y 10s rasgos con 10s que se ha intentado caracterizar a las UF en 10s diferentes estudios y trabajos. Se ha de tener en cuenta que se ha actuado desde diferentes posturas y con objetivos muy diversos, aunque la coincidencia en el recuento ha permitido la generalization. Por otra parte, es innegable que 10s rasgos a 10s que se aludirh suelen funcionar de forma conjunta en la prhctica, lo que significa que se ha procedido a una separaci6n a veces artificial. Ademas, la esquematizaci6n que se presenta conlleva a menudo una reducci6n de 10s matices, una simplificaci6n. Considerando lo anterior, se procede a una diferenciacion de 10s rasgos seg6n varios niveles: fon6tico-fonol6gic0, morfol6gic0, sintbtico, 16xico-semhnticoy pragmiitico3. 2.1. Nivel fon6tico-fonol6gico Separacibn en la escritura de sus element09 (5), (21), (29), (59bis) (60), (87). Las UF suelen estar compuestas de varias unidades simples, algunas con independencia fbera de ese complejo, otras dependientes de 61: tirar piedras contra s u propio tejado, a piejuntillas. Reducci6n fonhtica (5), (10): fr. peut-btre -p't-&re, o posibles vacilaciones graficas, que manifiestan 10s continuos carnbios a 10s que se hallan sujetas (44), (63): en seguida -enseguida.

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Debido a1 caricter gradual del fen6meno hseol6gic0, la aplicaci6n de determinadas pruebas podri revelarse en algunos casos factible e, incluso, podrii dar lugar a nuevas estructuras que recuerden a las anteriores, por medio de lo que se conoce como desautomatizaci6n (Zuluaga 1980: 96) o remotivaci6n (Wciano 1983, B. Wotjak 1992), es decir, la conversion de la estructura fija en una combinaci6n libre que se refiere de diversas maneras a la hseol6gica. En otros casos, dichas pruebas pueden ocasionar la desambiguacion de la estructura en beneficio de su hom6fona literal.

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La numeraci6n que se detalla a continuation entre parhntesis corresponde a1 orden que siguen 10s diversos trabajos en la bibliografia final. S610 se indicari un trabajo explicitamente cuando la formulaci6n de uno de 10s rasgos proceda directamente de dicho autor.

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Leonor Ruiz Gurillo

Rasgos fonhticos peculiares (72), (73), (106), como por ejemplo:

Aliteracion: de rompe y rasga. Rima consonante: a troche y moche. Fiaura paronomhstica: el oro y el moro. Rima asonante: a tontas y a locus. Disposition ritmica: ida y vuelta. Gradation silabica: comtin y corriente. Repetition de fonemas vlo de palabras: por arte de birlibirloque, paso a paso la vida se abre paso. Formulas apofonicas: ni fu ni fa, etc. 2.2. Nivel morfologico Presencia de palabras diacriticas (Zuluaga 1980: 18-19)5 o de anomalias estructurales ("ill-formed", Weinreich 1966=1969: 68) con casos de concordancia irregular, orden sinthctico anomalo, etc. (5), (15), (21), (24), (29), (35), (371, ( 3 0 (421, (441, (531, (84), (881, (90), (951, (1031, (104), (103, (106): a troche y moche,por fas o por nefas, salirse por la tangente; a la topa tolondro, a ojos vistas, de armas tomar. Relaciones con la derivacicin y composicicin (Bally 1909=1951): a partir de la estructura fi. de bon air surge un sustantivo dbbonnairete'.Este proceso certifica la consolidaci6n de la locuci6n como unidad. Por otra parte, el fenbmeno de la composition aparece estrechamente relacionado con 10s procesos fiaseologicos (lo), (21), (221, (35), (36), (67), (6% (7% (881, (891, (951, (103), (106)-

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Las palabras diacriticas, cuya funci6n es constituir y distinguir signos, pueden provenir de estados arcaicos de la misma lengua historica (en calzas prietas), de otras lenguas historicas (dar en el quid), de otras lenguas funcionales actuales de la misma lengua historica (tener sus bemoles), de apocopes, onomatopeyas o formaciones merarnente fonicas requeridas por juegos de rima ylo de ritmo (que patatin que patatbn) y de realizaciones virtuales, posibles en el sistema ltxico actual, per0 que se consideran elementos hicos desde el punto de vista de las realizaciones normales (moliente en corriente y moliente, polvorosa en poner pies en polvorosa) (Zuluaga 1980: 102-103). Otros autores se han referido a ellas, como Garcia-Page (1990b y 1991a), que las ha denominado palabras idiomlticas. Nosotros preferimos el ttrmino de A. Zuluaga porque no produce ambigiiedad.

Clasificacion no discreta de las unidades fiaseol6gicas 2.3. Nivel sintactico Fijacion, entendida exclusivamente como complejidad y estabilidad de forma. Tiene caracter gradual, ya que determinadas expresiones presentan una mayor estabilidad que otras (5), (6), (IS), (19), (21), (23bis), (31), (32), (35), (53), (54), (67), (68), (69), (70), (74), (87), (88), (106). Ello conlleva improductividad o escasa productividad de 10s esquemas sintacticos (5), (6), (15), (211, (351, (791, (106). Fijacibn, entendida adicionalmente como defectividad combinatoria y sinthctica, que se manifiesta principalmente en 10s siguientes rasgos6:

1) Componentes lekicos invariables (I), (2), (13), (14), (27), (35), (39), (49), (54), (56), (66), (67), (71), (88), (96), (103), (104), (106). Pueden mostrarse, dependiendo de las peculiaridades de la UF en cuestion, como:

-

Invariabilidad de numero: por si las moscas - *por si la mosca. (Fijacion de plural.)

-

Invariabilidad de ndnero: caballo de Troya - *yegua de Troya. (Fijacion de masculino.)

-

Invariabilidad de determinante: Guillermo tomb el pel0 a Lidia *Guillermo tomb un pel0 a Lidia. (Fijacion de determinante definido.)'

-

Invariabilidad de persona: el que' dirrin tercera persona del plural.)

-

*el que' dircts. (Fijacion de

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Como pod14 observarse, la mayor parte de estos rasgos, siempre que ha sido posible, han sido formulados de forma negativa, puesto que la inversi6n de 10s indicios considerados tradicionalmente como anormalidades de 10s fenomenos fkaseol6gicos nos ofrece una vision diametralmente opuesta: dichos rasgos constituyen las verdaderas particularidades de la fiaseologia fkente a la sintaxis libre.

7

A1 hablar de invariabilidad de determinante nos referimos a todas sus posibilidades: articulo (determinado, indeterminado), posesivo, determinante cero, etc. Somos partidarios de hablar de invariabilidad de determinante en lugar de hacerlo de ausencia de determinante, ttrmino que algunos lingiiistas han empleado. Muchas estructuras sinthcticas manifiestan ausencia de determinante, per0 ello no indica que se hallen fijadas. Busco criado es una construcci6n libre que, de acuerdo con la combinabilidad sintactica, puede presentar o no un determinante: busco criado que atienda las necesidades de mi hogar, busco a1 criado que trabajd para mi el a60 pasado. En cambio, tener acceso presenta invariabilidad de determinante, ya que no son posibles *tuve el acceso que me prometiste o *tuve un acceso realmente emocionante. Sintagmas prepositivos como en dejnitiva o por si las moscas tampoco permiten la variaci6n de su determinante. Desde este punto de vista se trata, en consecuencia, de la imposibilidad de intercambiar el determinante, sea tste 0 o cualquier otro.

18 -

Leonor Ruiz Gurillo Invariabilidad de tiempo verbal: el que a buen iirbol se arrima buena sombra le cobija - *el que a buen iirbol se arrirnd buena sombra Ie cobijd. (Fijaci6n de presente.)

2) Componentes lejcicos no conmutables. Imposibilidad de conmutar, de forma libre, uno de 10s formantes de la UF por otra unidad lCxica equivalente (491, (541, (561, (571, (711, (751, (821, @4), (961, (1031, (1041, (106): (9, pagar el pato - *pagar la carne. 3) Componentes no permutables. Invariabilidad del orden, por lo que resulta imposible la topicalizacion, entre otros fenomenos ( 9 , (14), (21), (29), (37), (49), (56), (66), (71), (84), (88), (105), (106): buscarle tres pies a1 gat0 - * a1 gato, le buscas tres pies; a mi, plin - * plin, a mi. 4) Relacionada con la propiedad anterior, se debe mencionar la imposibilidad de extraccicin de 10s componentes de la UF (l), (2), (14), (35), (37), (39), (54), (56), (58), (71), (81), (105), (106). La extracci6n puede mostrarse, por ejemplo, como:

-

Pronominalizacion: ser santo de su devocidn - *serlo de su devocidn.

-

Relativizacibn: dar en el clavo pertenece.

-

Pregunta: ponerle el cascabel a1 gat0 - *iQuk le puso a1 gato? El cascabel.

-

*el clavo en el que has dado me

5) Componentes lejcicos no separables. Imposibilidad de insertion de un complemento extraiio a la UF o supresion (elipsis) de un componente. Tampoco resulta factible la modificaci6n de un componente por medio de un complemento extraiio a la estructura fija (modification adjetival, adverbial, etc.). (I), (2>,(51, (131, (141, (28), (29), (351, (37), (391, (491, (541, (561, (6% (671, (711, (84), (88), (103), (104), (106): no dejar piedra sobre piedra - *no dejar encima del tejado piedra sobre piedra, *no dejar piedra; estirar la pata *estirar la pata coja; tomar el pelo - *tomar el pelo liso. 6) Fijacicin transformativa. Imposibilidad de admisi6n de diversas transformaciones. Las mhs importantes son:

-

Pasiva (I), (13), (14), (27), (351, (39), (49), (54), (56), (581, (66)Y (88), (95), (106): Pedro estird la pata - *lapata fue estirada por Pedro. Nominalizacion (27), (35), (37), (49), (95), (106): carta blanca - *la blancura de la carta.

Clasificaci6n no discreta de las unidades fiaseol6gicas -

19

Imposibilidad de referencia a otras estructuras profundas (95), (106): sin ton ni son -- *actud sin tony actu6 sin son.

2.4. Nivel lCxico-semhtico Significan y se reproducen en bloque (Coseriu 1964=1986). Con ello se indica que la UF se concibe como una unidad 1Cxica. De este modo, la conmutacion so10 es posible en conjunto. Resulta bastante aceptable la conmutaci6n de las combinaciones fraseol6gicas por unidades simples, aunque esto no significa que sea posible en todos 10s casos, ni que la unidad por la que se conrnuta represente todos 10s valores (expresivos, apelativos, etc.) del complejo (24), (251, (29), (301, fiaseol6gico. (51, (71, (lo), ( l l ) , (13), (1% (191, (321, (35), (381, (411, (53), (561, (61), (64), (66), (711, (86), (88), (911, (941, (101), (103), (104), (106): poner entre la espada y la pared -acorralar. No composicionalidad semhntica o idiomaticidad. El sentido total de la combinaci6n de palabras no se obtiene a partir del sentido de 10s significados de sus componentes tornados de forma aislada, o teniendo en cuenta la suma de esos significados. (3), ( 9 , (6), (18), (19), (21), (23bis), (27), (29), (30), (31), (3% (35), ( 3 0 (481, (49), (521, (531, (58), (64), (6% (68), (69), (70), (711, (79), (841, (87), (881, (911, (92), (931, (97), (9% (991, (1001, (101), (103), (1041, (106): el significado de la UF tomar elpelo, 'engaiiar, burlarse de alguien', no se deduce de la suma de sus componentes; "tomartel+pelo". Por otro lado, una buena parte de las expresiones idiomhticas presenta un hom6fono literal que manifiesta el sentido recto de sus componentes: dar calabazas, Iavarse las manos, recoger el guante. Motivacion. Es posible determinar el origen histbrico de ciertas UF. La motivaci6n parece depender de la comprensi6n de la imagen que emana del significado recto de su hom6fono literal. Por ello, las combinaciones sin hom6fono literal no suelen ser motivadas, o, mejor dicho, se ha perdido la posibilidad de recuperar la imagen que la origin6 De ello se deduce que cuanto mayor sea su idiomaticidad, menor resultarh su motivaci6n. ~ s t es e un proceso efectuado a posteriori que poco o nada tiene que ver con la funcionalidad actual de las UF. Por otra parte, la falta de motivaci6n no implica que una expresi6n no motivada no pueda recuperar parte de su motivaci6n perdida en un determinado texto, con efectos connotativos y l~dicos.(18), (19), (21), (40), (45), (51), (79), (85), (88), (91), (92), ( 9 9 , (98), (106), (107), (108): salirse del carril, pisar (le/a uno) 10s talones, cerrar 10s ojos.

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Leonor Ruiz Gurillo

Tropologia. La aparicion de figuras retoricas esta directamente relacionada con la idiomaticidad. Posiblemente, una UF idiomatica manifestara alguno de estos recursos:

-

Methfora. Muchas UF tienen su origen en una metafora que, a menudo, ha ocasionado el alejamiento de la expresion figurada y de la literal (15), (19), (21), (49), (64), (75), (91), (95), (99), (106): Ilover a cantaros, dar el pasaporte, tirar la toalla.

-

Hivkrbole. Es otro de 10s procedimientos m b usados en la creacion de UF (19), (83), (91), (106): echar la casapor la ventana, ahogarse en un vaso de agua.

-

Metonimia y sin6cdoque. No resultan tan fiecuentes como la metafora y la hipCrbole, aunque pueden haber intervenido en la formacion de algunos fiaseologismos (49), (50), (64), (85), (87): dar gatopor liebre.

2.5.

Nivel pragmatic0

Se aprenden de memoria. El hablante las aprende y las guarda en su cerebro como un todo, lo que facilita su identification como unidades. Ademas, el usuario es capaz de emplear o reconocer expresiones que son compartidas por la colectividad mhs allh de su competencia individual (Lyons 1977=1981; Gross 1984). Esto viene corroborado por la posibilidad de elision de una parte de la unidad (o lo que se conoce como aposiopesis), sobre todo en refianes y construcciones bimembres, a diferencia de lo que ocurre con otras combinaciones en las que la elision o supresi6n no es posible (21), (34), (43), (65), (72), (78), (106): a buen entendedor...,cria cuervos... Frecuencia de uso. Las UF representan un alto porcentaje de las expresiones que existen en una lengua. Es precisamente la fiecuencia de uso la que actua como elemento fijador. Si existe una combinaci6n hom6fona literal, se suele hablar de un empleo mhs abundante de la expresion fiaseologica que de la literal. Asimismo, la aparici6n en contextos diferentes facilita la desambiguacibn ( 1 3 , (15), (19), (211, (23bis), (27), (29), (43), (441, (521, (531, (541, (551, (571, (641, (711, (771, (881, (9119 (104). Iconicidad. Las UF potencian las funciones del lenguaje, fundamentalmente la expresiva y la apelativa. Asi por ejemplo, el empleo de determinada locuci6n en lugar de su equivalente simple imprime una mayor fuerza ilocutiva o perlocutiva a1 texto (5), (19), (47), (50), (53), (68), (69), (84), (85), (86), (87), (91), (98), (97), (101), (102), (106). No hay duda de la gran fuerza, principalmente

Clasificacibn no discreta de las unidades fraseologicas

21

expresiva, que manifiestan locuciones adverbiales como a la buena de Dios o a trancas y barrancas. Valores sociolingiiisticos. Las UF e s t h institucionalizadas sociolingiiisticamente (Fernando 1978). De este modo, algunas de ellas se adscriben a determinadas variantes diastraticas o diafhsicas (8), (19), (20), (21), (35), (48), (84), (91), (92), (106). Asi por ejemplo, pertenecen a1 registro coloquial unidades elativas como la mar de, como loco o de maravilla. 3.

El prototipo de unidad fraseolbgica

Una vez definidas las propiedades fiaseol6gicas y acotados 10s rasgos que las determinan, resulta posible dibujar el propotipo de UF, partiendo de una concepcidn estrecha de la h e o l o g i a . El mayor o menor acercamiento a1 nucleo vendrh determinado por la presencia de 10s rasgos mencionados que, en conjunto, condicionan las propiedades de fijaci6n e idiomaticidad. Asimismo, se ha de tener presente que tambiCn 10s rasgos son graduales. En este sentido, a menudo no se puede afirmar rotundamente que una locuci6n verbal, por ejemplo, no admite la prueba de la pasiva, sino que presenta grados de extraiieza o de agramaticalidad diversos. Asi pues, la locuci6n prototipica present& dos propiedades, las de fijaci6n e idiomaticidad. La fijaci6n se manifestara en su nivel mas alto. La locuci6n reflejarh una estructura estable y con pocas posibilidades de variaci6n. Mostrarh defectividad combinatoria o sinthctica, es decir, no se p o d r h practicar en ella cambios que repercutan en su estructura, como la conmutaci6n, la permutacicin, la extracci6n de sus componentes, etc., especialmente si se trata de una locuci6n verbal, que es la clase hncional mas vershtil. En cuanto a la idiomaticidad, sera priicticamente total, es decir, la locucion prototipica mantendra un significado no composicional. La semiidiomaticidad, del mismo mod0 que la motivacion y la existencia de hom6fonos literales, se reserva para casos con un indice de prototipicidad menor. De igual manera, la locucion prototipica serh aquClla que, ademiis de manifestar las propiedades mencionadas, cuente entre sus componentes con alguna palabra diacritica o cierta anomalia estructural que achie como indice de su fijaci6n y de su idiomaticidad. Por otro lado, la presencia de uno de estos elementos en una locuci6n constituye, en general, una prueba de su antigiiedad. En consecuencia, el grupo nuclear de la fiaseologia estarh formado por las llamadas locuciones con palabras diacriticas o anomalias estructurales que ma-

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nifiestan fijacion e idiomaticidad totals: a la bartola, de bruces, a mansalva, a pie juntillas, a la topa tolondro, a ojos vistas, a trancas y bawancas, a troche y moche, ... Los restantes complejos que se han dado en incluir en la fiaseologia concebida de forma estricta, como son las llamadas locuciones meramente fijas, semiidiomaticas, idiomaticas, unidades sintagmiticas9 o combinaciones fiecuentes, representan indices de prototipicidad menores. Por lo comun, se caracterizan por su fijacion, aunque Csta no sea total y puedan presentar, por ejemplo, variacion numCrica o genCrica entre sus componentes, o huecos hncionales. La idiomaticidad no sera tampoco absoluta. Podria hablarse de varios indices de idiomaticidad, asi como de grados diferentes de motivacion, de presencia de diversos recursos tropologicos, etc. De este modo, teniendo en cuenta el nucleo formado por las locuciones totalmente fijas e idiomaticas con palabras diacriticas o con anomalias estructurales podria establecerse una escala gradual que iria de las locuciones con un grado alto de idiomaticidad a aquellas otras caracterizadas exclusivamente por su fijacibn, pasando por las combinaciones semifijas. En la zona fronteriza entre las UF y las combinaciones libres se encontrarian, por un lado, las unidades sintagmaticas, que muestran cierto indice de fijacion, a pesar de no presentar idiomaticidad y de estar sujetas a procedimientos de formation regulares, y, por otro, las combinaciones de palabras simplemente fiecuentes con una escasa estabilidad que no repercute, por lo c o m h , en su estructura sintictica. Como se ha venido defendiendo, el fendmeno fiaseologico presenta un caracter gradual. Por ello, se ha de tomar con cautela cualquier segmentation que se proponga de la escala. No obstante, ello no impide que puedan mencionarse ciertos grupos graduales, como 10s que a continuation se proponen del centro a la periferia: 8

De este modo se llama la atencion sobre el hecho de que pueden hallarse locuciones con palabras diacriticas, por ejemplo, que presentan una fijaci6n y h idiomaticidad parcial. Esta circunstancia se presenta fundamentalmente en aquellas que proceden de otra lengua funcional de la misma lengua historica, es decir, en combinaciones como meter un gol, echar balones jkera, casarse de penalti, construcciones que tienen, generalmente, un hom6fono literal y manifiestan cierta motivaci6n.

9

Una unidad sintagmhtica constituye un mktodo de composicion sintagmhtica o sinhptica (Benveniste 1967=1977) que da como resultado una construcci6n nominal (pajaro mosca) o verbal (tener en cuenta). Con este tkrmino, adaptado para el espafiol por Martin Mingorance (1983), se hace referencia a las igualmente llamadas colocaciones, nominales o verbales. En cuanto a Bstas tiltimas, tambiin es habitual emplear el tCrrnino de construcciones con verbo soporte.

Clasificacibn no discreta de las unidades fiaseologicas

4.

23

-

Locuciones totalmente fijas e idiomaticas con palabras diacriticas ylo anomalias estructurales.

-

Locuciones idiomhticas.

-

Locuciones semiidiomhticas.

-

Locuciones meramente fijas. Locuciones semifijas (se incluyen, por ejemplo, 10s esquemas fraseol6gicos"Jy las combinaciones con miembros m6viles o con casillas vacias).

-

Unidades sintagmhticas.

-

Combinaciones frecuentes.

El protototipo del sintagma prepositivo fraseol6gico

A mod0 de ejemplo, se determinard si 10s rasgos y las propiedades esbozadas permiten establecer un nucleo y una periferia para ciertas locuciones, en concreto para las que responden a la estructura formal de un sintagrna prepositivo: en concreto, de golpe, a trancas y barrancas, a la buena de Dios,. .. Si se atiende a 10s rdgos fraseol6gicos de estas unidades, las dificultades que se encuentran son diversas: las hay fijas e idiomhticas; otras muestran algun grado de fijacidn (manifestado por medio de rasgos como la no conmutabilidad o invariabilidad de sus componentes) y nula idiomaticidad; ciertas combinaciones presentan palabras diacriticas o anomalias estructurales que han intervenido en su formaci6n y aparecen como fijas e idiomaticas; en fin, algunas estructuras parecen mhs libres que fiaseol6gicas, ya que no se hallan sujetas a restricciones sintacticas. Asi las cosas, una soluci6n viable podria consistir en dibujar ciertos grados de fraseologizaci6n*~,escalones de un camino continuo de combinaciones ubicadas entre el sintagma y el lexema, y mencionar ciertas unidades que podrian ser de uno u otro mod0 representativas de ese conjunto abierto.

10

Siguiendo la propuesta de Zuluaga (1980: 11 I), entendemos por esquema fraseol6gico una estructura sinthctica rigida "cuyo 'relleno' o realizacibn en el hablar e s 6 sometido a limitaciones de la libertad de combinaci6n, s610 'explicables' mediante el concept0 de fijaci6n fraseol6gicaW.

11

La fiaseologizaci6n es el proceso por el que, gracias a la fijacion en alguno de sus grados, y en ocasiones a la idiomaticidad, sea esta parcial o total, se constituye una UF (Ruiz 1995).

Leonor Ruiz Gurillo

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La peculiar estructura de estas locuciones, la del sintagma prepositivo, deja a priori sin efecto algunos de 10s rasgos antes detallados, como el de componentes no extraibles, la invariabilidad de persona y de tiempo o 10s rasgos que aluden a la fijacion transformativa como la posibilidad de aparicion en pasiva o de nominalizacion. En cuanto a1 resto de rasgos sinthcticos se ha de destacar que:

'2

-

El rasgo de componentes no permutables so10 es pertinente cuando el fraseologismo presenta la estructura Prep C Conj Prep Cl2, per0 no para todas sus unidades: alfin y a1 cabo admite permutacibn segun el diccionario, a1 cabo y a1fin, per0 no a bombo y platillo, *a platillo y bombo. No repercute en locuciones con constantes iguales, como sin mhs ni mcis.

-

El rasgo de componentes l6xicos no conmutables tiene una gran influencia en la fijacibn de las unidades que la admiten: de pequeiio permite la conmutacion de su constante por mayor, de mayor, o a1 comienzo la sustitucion de su nucleo por principio, a1 principio. En cambio, por lo menos, sobre todo o a la virule' no admiten la sustitucion de su constante por un sinonimo.

-

En cuanto a1 rasgo de componentes l6xicos no separables, algunas unidades permiten por ejemplo la modificacibn de uno de sus formantes: de cuidado se intensifica con un adyacente en su variante de mucho cuidado; en forma admite en buena forma y de ma1 gusto puede encontrarse en el context0 como de muy ma1 gusto.

-

Por lo que a1 rasgo de componentes 16xicos invariables se refiere, se ha observado que 10s sintagrnas prepositivos pueden presentar invariabilidad de gdnero, de numero o de determinante:

-

La invariabilidad de g6nero no afecta mhs que a aquellos formantes que presentan como palabras independientes dicha posibilidad, de tal mod0 que no es pertinente para enfin o a lo mejor, per0 si lo es para a las tantas o en definitiva, siendo imposible en ambos casos la variacion.

-

La invariabilidad de numero queda sin efecto igualmente para aquellos complejos cuyos componentes no contemplen esta variacion, como de ldos, desde luego o para empezar. En cambio, afecta de un

El procedimiento de formalizaci6n seguido para estos sintagmas esti inspirado por la lkxico-gramatica propugnada fimdamentalmente por M. Gross. El simbolo C representa una constante, que puede ser un sustantivo o cualquier otro elemento sustantivado. De este modo, se recoge la gran diversidad categorial de 10s componentes que rellenan el n6cleo del sintagma nominal regido por preposici6n.

Clasificacion no discreta de las unidades fiaseologicas

25

mod0 especial a la constante de ciertas locuciones: por supuesto, a la carrera, de todas maneras o a medias no admiten cambios numdricos; a la primera de cambio puede aparecer en plural, a las primeras de cambio, del mismo mod0 que para postres puede hacerlo en singular, para postre. -

La invariabilidad de determinante se mantiene en algunos complejos, per0 no en otros; es lo que ocurre con a la vez o de improviso fiente a en ese sentido o a mi juicio, que admiten ciertas variaciones: en este sentido, a sujuicio, etc.

Segun lo anterior, cuatro rasgos determinan la fijacidn de la mayor parte de 10s sintagmas prepositivos fraseol6gicos; son 10s de componentes no conmutables, componentes no separables, invariabilidad de determinante e invariabilidad de numero. No obstante, otros rasgos intervendrim en 10s sintagmas que admitan dichas pruebas. La presencia de unos rasgos frente a su ausencia revelarh un grado mayor o menor de fijaci6n. La influencia de todos ellos dara lugar a una unidad con un grado alto de fijaci6n. Si son s610 algunos 10s que se hallan presentes, la unidad sera parcialmente fija. Esta hipdtesis se entiende desde la concepci6n de que las unidades mas fijadas son aquCllas que no permiten variaciones, ya se trate de variaciones libres, ya de variaciones previamente establecidas. En cuanto a 10s aspectos Mxico-semimticos, la conmutacion de uno de estos sintagmas por un adverbio en -mente o por otro adverbio podra revelar una proximidad menor de la unidad a1 nucleo prototipico. La posible conmutaci6n depende directamente del context0 de uso, lo que influye mas aun, si cabe, en su valor lingiiistico, ya que posibles alteraciones de discurso podrian repercutir en la configuraci6n de lengua de tales unidades. De este modo, a la vez es conmutable por simultaneamente; de momento, sin embargo, no siempre es conmutable por momentcineamente. Si la locuci6n no puede ser conmutada, ya en el discurso, ya en la lengua, se entendera como un signo de la transformaci6n que ha sufrido el conglomerado para convertirse en UF o, dicho de otro modo, ante un indice de su fraseologizacibn: en cualquier caso o de todas maneras se han convertido en el discurso en conectores pragrnaticos, por lo que la supuesta conmutaci6n por un adverbio en -mente o por otro adverbio que manifieste su equivalencia con complementos circunstanciales ha quedado sin efectol3.

13

Sobre el analisis de locuciones como de todas maneras, de todas forrnas, de alguna manera, en cualquier caso o en cierto modo, vkase Pons y Ruiz (e.p.).

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Tambitn 10s rasgos de idiomaticidad y de motivacion, ayudados por la posible metafora, hiptrbole, etc., que haya intervenido en su formaci6n, facilitan su consideracion como UF. Dos unidades formalmente idtnticas, en plata y en pie, son diametralmente diferentes en cuanto a su configuracion significativa. En la primera de ellas la methfora ha actuado para dar lugar a una expresibn idiomatica. Aunque la segunda es parcialmente idiomatica, conserva parte de su motivaci6n, mientras la primera ha anulado las referencias a su origen. Asi pues, se entiende que una unidad sera mas idiomatica cuanto menos motivado estt su significado. Una vez examinados de forma sucinta 10s rasgos que contribuyen a la fijaci6n y la idiomaticidad de una combinaci6n de palabras, se pueden dibujar algunos de 10s estratos que constituyen la categoria fiaseol6gica. La presencia de unos y la ausencia de otros posibilitara la segmentacion del continuum. Un grado alto de fijaci6n y a su vez de idiomaticidad permitiran la adscripci6n de una unidad a1 nucleo. Un grado menor de fijacion, es decir, la respuesta negativa de las pruebas fiaseol6gicas detalladas, indicarh que la unidad se acerca a1 sintagma libre. En consecuencia, se establecera un prototipo de acuerdo con dichas propiedades y, a partir de aqui, se examinarh las unidades que se sithn, ya sea en una zona nuclear, ya en una zona perifdrica. Como ya se expuso en el apartado anterior, las unidades que manifiestan anomalias estructurales ylo palabras diacriticas y presentan ademas un grado alto de fijaci6n e idiomaticidad se encuentran en el nccleo. Tales anomalias actuan en este nivel como indices de la fijaci6n y de la idiomaticidad. De la fijacion, porque las restricciones son mayores en la unidad, como demuestra a la virule', que no permite ni la variacion de determinante (*a su virule? ni de g6nero (*a1 virule? ni de numero (*a las virulks), y tampoco, la conmutaci6n de sus componentes (*a la manzana)l4 o su separaci6n (*a la buena virule?. De la idiomaticidad, porque las anomalias impiden que el complejo tenga un hom6fono literal libre que recuerde como h e creado. Asi pues, una locuci6n como a la virule' no dispone de un hom6fono literal y ello contribuye a borrar la conexion con la construcci6n que le dio origenls.

14

En este caso resulta totalmente inadmisible, puesto que dicho componente, dicha palabra diacritica, no dispone en la lengua de un posible sin6nimo.

15

TCngase en cuenta que decimos que las unidades fijas e idiomhticas con anomalias estructurales o palabras diacriticas constituyen el nkleo, ya que la aparici6n de una anomalia no es garantia por si rnisma de su adscripci6n nuclear. Algunas unidades presentan anomalias, per0 no son idiomaticas, como a malas; otras son parcialmente idiomaticas, como de rechupete; determinadas locuciones s610 muestran idiomaticidad en

Clasificacion no discreta de las unidades fraseologicas

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En torno a este centro, se puede trazar una escala de grados atendiendo a la fijacibn y la idiomaticidad. A priori, resulta mas adecuado desgajar las combinaciones mas perifericas, es decir, aquellas que presenten una escasa fraseologizacion. Tras el analisis, se puede afirmar que algunos de 10s sintagmas incorporados en nuestro corpus de base16 no constituyen UF en ningun sentido, sino combinaciones frecuentes que revelan libertad sintactica: por la maiiana, por la tarde, por la noche, pueden aparecer en plural cuando se habla de un hecho repetido o continuado, o mantenerse en singular; constituyen, por lo general, modos adverbiales de expresicin de un contenido que podria tener un referente simple. Por otra parte, no son idiomhticas. st as u otras combinaciones podrian llegar a solidificarse como locuciones, per0 en el momento actual no pueden ser contempladas como tales, por lo que se h a b r h de situar en una zona marginal. En cuanto a la periferia, ciertas combinaciones de palabras responden a procesos sistematicos de creation, lo que las aleja de las restricciones propias de las UF. Por ejemplo, se permite la conmutaci6n de sus componentes, dando lugar, bajo ciertas circunstancias, a cadenas sintbticas. Tambien se admiten en ocasiones otros determinantes o variaciones de numero. En primer lugar, la mayor parte de 10s esquemas fraseol6gicos constituyen estructuras regulares que admiten, por ejemplo, la conmutacion de sus componentes (de uno en uno, de dos en dos), aunque siempre dentro de un mismo esquema sinthctico. Esto significa que la fijacidn viene marcada no tanto por la admision de pruebas sintacticas como por la solidificaci6n de un esquema que puede ser reproducido con otros formantes. Asi, el esquema C a C se reproduce siempre de igual manera y lleva incorporado un conjunto de restricciones como la repetici6n de la constante y su aparici6n en singular y sin articulo: cara a cara, dia a dia, sorbito a sorbito. A veces se permiten ciertas alteraciones en la constante dentro de la fijaci6n: existen las combinaciones poco a poco, poquito a poquito o poquito a poco, per0 es imposible *poco a poquito.

uno o alguno de sus componentes, como para mhs inri. Todo ello lleva a concluir que las anomalias 16xicas o estructurales constituyen un rasgo no excluyente y de naturaleza transversal que puede encontrarse reflejado en diversas clases de la categoria. 16

El corpus empleado esth fomado por conversaciones coloquiales reales y por grabaciones de radio y de televisi6n que foman parte del corpus de referencia de Val.Es.Co., grupo de investigacibn surgido en el seno de la Universidad de Valencia en 1990 y dirigido por el profesor Antonio Briz. V6ase a este respecto Briz (coord.) (Grupo Val.Es.Co.) (1995).

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TambiCn la gradaci6n es evidente dentro de un mismo esquema. El analisis formal practicado ha permitido vislumbrar ciertas diferencias entre diversos rellenos de la misma estructura. Asi por ejemplo, algunas de las secuencias que completan el esquema de C a C manifiestan, cuando la constante no se repite, un mayor grado de idiomaticidad: de la noche a la mafiana, de uvas a peras, de cabo a rabo, de p e a pa. Tomemos esta ultima: se trata de una unidad totalmente idiomatica; sus formantes han sido creados aprovechando procedimientos Iudicos y se han convertido en palabras diacriticas. Su fraseologizacion es mucho mayor que la de las otras unidades de su grupo: palabras diacriticas, idiomaticidad, ausencia de motivation, ... En el extremo opuesto se situarian las locuciones cuya constante se repite, como de sol a sol, que presenta un grado bajo de idiomaticidad, o de parte a parte, con un grado de idiomaticidad menor. En segundo lugar, a1 hablar de periferia conviene dedicar un espacio a las creaciones locucionales analogicas. Se trata de unidades que se han originado tomando como modelo un fraseologismo ya existente. De 61, la nueva unidad adquiere su forma, sus restricciones sintacticas y tambiCn sus rasgos semhticos o pragrnaticos. De este modo, una locuci6n a priori irregular se convierte en molde regular a partir del cual pueden surgir otras unidadesl7. Una de las creaciones m b regulares viene sustentada por locuciones como a gritos, a hombros, a trozos, a ratos, a sacos, aplazos, a rcifagas, a trompicones, a naranjazos, a tortazos. Todas ellas vienen encabezadas por a, y su constante aparece necesariamente en plural's. Son construcciones no idiomaticas e indican una significacion cuantitativa. Se emplean como adverbios modales. Con la estructura a todo C, se crean unidades como a toda prisa, a toda velocidad, a toda pastilla, a toda paleta, a todo meter, a toda cafia, a toda hostia, a toda lechelg. En ellas la constante aparece necesariamente en singular. Dichas 17

Algunos autores han mencionado, de una u otra manera, esta posibilidad, como Benot (1910=1990), Bally (1905), Coseriu (1964=1986) o Cuewo (1867-1872=1955). El primero de ellos reconocia que "expresiones anormales, una vez admitidas, establecen bases de nuevas anormalidades que obligan B otras clasificaciones de las palabras y construcciones de naturaleza especial que, como es consiguiente, no se ajustan a las primitivas, por constituir ya verdaderas reglas organizadoras de tales construcciones" (Benot 1910=1991: 134).

18

No obstante, tambikn pueden encontrarse con un sufijo aumentativo en singular, combination que recuerda a la estructura con casillas vacias descrita por Zuluaga (1980) a -azo limpio: a tortazo limpio.

'9

Es de destacar que esta estructura ya habia sido descrita por Femhdez Ramirez (195 1=1986) como una f6rmula. S e g h el autor, todo se emplea en la conversacion como

Clasificaci6n no discreta de las unidades fraseologicas

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estructuras, que indican por lo general velocidad, suelen aportar un valor intensificador. Asimismo, pueden considerarse creaciones locucionales anal6gicas secuencias como hasta el gorro, hasta el pirri, hasta mhs arriba, hasta el culo, hasta la polla, etc. Organizadas en torno a la preposition hasta, funcionan como intensificadoras. Muchas veces son unidades de creacion individual que surgen aprovechando el modelo ya existente y que se emplean con el fin de enfatizar el enunciado o la enunciaci6n. Por ultimo, ciertas unidades exhiben regularidades que tienen que ver con la posibilidad de intercarnbiar uno de sus componentes que se concibe, en consecuencia, como cuasi libre. Son las llamadas locuciones con casillas vacias. En nuestro corpus estos intercambios se restringen a la sustituci6n de un modificador por otro y se deben a razones contextuales. No obstante, no son totalmente libres, ya que se aceptan ciertas variaciones, per0 no otras: a mi juicio o por mi parte permiten la variabilidad de determinante, aunque s610 posesivo (a sujuicio, a nuestro juicio, *a estejuicio; por tuparte, por vuestraparte, *por esa parte); en este sentido acepta unicamente una variacibn sobre el demostrativo (en ese sentido); en mi caso admite tanto un posesivo como un demostrativo (en tu caso, en nuestro caso, en su caso, en este caso, en ese caso). Si la casilla se rellena con un determinante 0 o con un articulo, la construcci6n exige un adyacente (ajuicio de, porparte de, en el sentido de, en el caso de). Todas estas unidades tienen un carhcter perifkrico en la fiaseologia. Presentan regularidades junto a ciertas restricciones. Suponen una transition desde las combinaciones fiecuentes hasta las locuciones nucleares. Ahora bien, resultaria imposible segmentar este continuum en compartimentos estancos, por lo que la propuesta anterior debe comprenderse exclusivamente como un intento de integrar ciertas unidades con respecto a1 prototipo fiaseol6gico2o. tkrmino secundario para crear f6rmulas todo+sustantivo: toda clase (orden, ge'nero, etc.) de + sustantivo singular oplural. Con nombres de cosas nurnerables, per0 sobre todo con nombres abstractos, se utilizan diversos giros preposicionales. "Entonces expresa el grupo un grado de intensidad mlxima en la acci6n verbal del predicado que rige estas locuciones" (Femlndez Ramirez 1951=1986: 438). De esta manera, surgen fbrmulas con la preposici6n a, como a todo trapo, a todo lujo, o con otras, como con todo brio, de toda conjianza. 20

De este modo, quedan incluidas en la fraseologia ciertos fraseologismos ocasionales que constituyen a veces creaciones personales, problema que preocup6 a lingiiistas como Fleischer (1982 y 1992) o Cemyseva (1984), o determinadas formaciones malogicas que, como indica Burger (1991), no han sido estudiadas tradicionalmente por la fraseologia, pese a que conforman estructuras fraseol6gicas.

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Se exarninaran seguidamente las clases situadas en torno a1 nucleo. A nuestro entender, las locuciones con variantes constituyen la conexi6n entre la zona periferica y la nuclear, con independencia, a priori, del grado de fijaci6n e idiomaticidad que muestren. Aunque las variaciones se encuentran previamente fijadas, puesto que la propiedad de la fijaci6n achia como reguladora de tales alteraciones, la existencia de variantes sobre una misma invariante crea una cadena paradigmhtica de la que el usuario selecciona la secuencia mas adecuada en cada caso. La prueba de la evidente conexi6n entre las clases perifericas y el presente grupo esta en que algunas de las creaciones locucionales anal6gicas podrian considerarse variantes, como por ejemplo a toda prisa y a toda velocidad o hasta el gorro y hasta el pirri. Asimismo, otras construcciones aceptan, por ejemplo, la variaci6n morfol6gica de su constante: a la marchda la marcheta; o su modificaci6n: de buen grado/de muy buen grado; de cuidado/de mucho cuidado.21 Las combinaciones meramente fijas formarian un segundo estrato. Se ha de recordar que muchos investigadores excluyen del dominio de la fraseologia las expresiones exclusivamente fijas que no presentan idiomaticidad. Sin embargo, en la propuesta descrita se inscriben en la fraseologia, aunque en la frontera con su zona nuclear. Tomemos algunas de las locuciones adverbiales: en concrete, en general, en ptiblico, en parte o en privado constituyen locuciones fijas fhcilmente conmutables por adverbios en -mente equivalentes (concretamente, generalmente, ptiblicamente, parcialmente, privadamente), que muestran restricciones como la invariabilidad de determinante (en el ptiblico es un sintagma libre; *en este ptiblico una transformaci6n imposible para la construction fija) o de nCmero (*en pziblicos). La posibilidad de ser conmutadas indica que no han adquirido el grado de fraseologizaci6n de las locuciones no conmutables; sus restricciones, que se trata de unidades no libres. En otras locuciones interviene, junto a la fijacion, la propiedad de la idiomaticidad. Los grados de fijacidn e idiomaticidad pueden ser diversos, por lo que estas dos propiedades se combinan entre si, dando lugar a expresiones totalmente fijas e idiomaticas, parcialmente fijas e idiomaticas, totalmente fijas y parcialmente idiomhticas, ... Constituye un esfuerzo inCtil, a1 menos para el corpus empleado, establecer niveles en el continuum atendiendo a la asociaci6n de las propiedades de fijaci6n e idiomaticidad. Se indica Cnicamente que algunas unidades pueden mostrar diversos grados de tales propiedades, de manera 21

En cuanto a las variantes con diminutivo y a las diversas posibilidades prefijadas de modificaci611,vkase especialmente Garcia-Page (1 996).

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que podria constituirse una progresion desde las locuciones meramente fijas a las totalmente fijas e idiomaticas?2. Los sintagmas prepositivos que presentan conjuntamente 10s rasgos antes mencionados (componentes no conmutables, no separables, invariabilidad de determinante y de numero y, eventualmente, invariabilidad de ginero y componentes no permutables) y que ademhs son idiomhticos en un grado alto, se encuentran muy pr6ximos a1 prototipo. Sus restricciones impiden las variaciones propias de la sintaxis libre y la idiomaticidad contribuye de forma directa a la pirdida de motivaci6n e indirectamente a su asentamiento como expresion fija. Asi, unidades como a lo mejor, por lo menos, a menudo23 etc., se encuentran muy pr6ximas a1 nGcleo. De estas locuciones a1 prototipo s610 media un rasgo: que la construcci6n fija e idiomhtica presente ademhs alguna anomalia estructural o lixica, como manifiestan a la virulb, en un plis plus, a rajatabla, etc.

Conclusidn

5.

En suma, es posible trazar una zona nuclear y una zona perifirica para 10s sintagmas prepositivos fraseol6gicos, si bien entre unos estratos y otros 10s limites resultan en extremo difusos. Las clases perifiricas revelan en general gran creatividad y viveza; las nucleares, debido a su mayor fijacibn, permiten escasas variaciones. El continuum podria quedar como sigue, del centro a la periferia: -

Locuciones totalmente fijas e idiomaticas con palabras diacriticas ylo anomalias estructurales: a la virulb.

-

Locuciones totalmente fijas e idiomhticas: a menudo.

-

Locuciones parcialmente fijas e idiomhticas, en diversos grados: a mano.

-

Locuciones meramente fijas: en concreto.

-

Locuciones con variantes: hasta el gorro.

22

Recordemos que un grado alto de fijaci6n no garantiza un nivel similar de idiomaticidad: aunque a mano, a1 hombro, a bombo y platillo o en blanco son construcciones con un nivel alto de fijacibn, las dos primeras son parcialmente idiomhticas, mientras que las dos filtimas expresan un grado mayor de idiomaticidad.

23

En ellas, un hablante nativo podria vislurnbrar un cierto grado de motivaci6n que no suele remitir a su origen real, sino a1 que de forma intuitiva puede suponerse.

Leonor Ruiz Gurillo -

Locuciones con casillas vacias: en ese sentido.

-

Creaciones locucionales anal6gicas: a todaprisa.

-

Esquemas fiaseol6gicos: cara a cara.

-

Combinaciones fiecuentes: por la mafiana.

Se trata, en fin, de una progresi6n que va desde la irregularidad a la regularidad, de la improductividad a la productividad, de la fiaseologia a la sintaxis, pero, ante todo, constituye una diferenciacibn artificial que responde a un continuum de dificil segmentaci6n. Por otra parte, la clasificaci6n presentada, corroborada por 10s datos, intenta explicar algunos de 10s problemas planteados por ciertos investigadores (como la existencia de fraseologismos ocasionales o de locuciones con variantes), a la vez que permite observar como fiaseoldgicas un gran conjunto de unidades que, desde una concepci6n discreta, habrian quedado excluidas.

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JosC Luis Mendivil Giro

ASPECTOSTEORICOS DEL ESTUDIO DE LAS UNIDADES FRASEOLOGICAS: G R A ~ T I C A ,P R A G ~ T I C AY FRASEOLOG~A

1.

Introduccibn

Los estudios fraseolbgicos de las Gltimas dCcadas muestran un paulatino per0 firme desplazamiento del h b i t o de la gramhtica a1 de la pragmhtica. Una de las razones mhs destacadas de esta transition (a1 margen de modas mhs generales) es la constatacidn por parte de muchos autores de que 10s modelos gramaticales e s t h seriamente limitados para describir y explicar buena parte de las propiedades gramaticales de las expresiones idiomaticas y, por supuesto, de sus condiciones de uso y manifestacion textual. El presente trabajo pretende mostrar una vision de la fraseologia como un h b i t o en el que gramhtica y pragmhtica deben coexistir y no entrar en colisi6n ni solapamiento. En el apartado 2 ofrecemos una perspectiva seg6n la cual la gramhtica es capaz de acomodar y explicar aspectos sinthcticos y semhticos de las unidades fraseol6gicas que la pragmhtica no puede explicar y, del mismo modo, mostramos que otras propiedades de las expresiones idiomaticas so10 son susceptibles de explicacion en el marco de la pragmhtica. En el apartado 3 consideramos el status de la fraseologia como una disciplina y en el ultimo ofrecemos las conclusiones generales. 2.

Gramltica y pragmltica en el estudio de las unidades fraseolbgicas

En 10s estudios de fiaseologia han proliferado en las 6ltimas dCcadas 10s trabajos implicados en el estudio de las condiciones pragmhticas que se asocian a1 uso e interpretacion de las expresiones idiomhticas (EI en lo sucesivo) frente a 10s estudios m h tradicionales de base gramatical. En general, 10s estudios "pragrnhticos" se podrian agrupar en dos grandes tendencias: (i) 10s que se dedican a1 estudio de ciertas EI que se fijan asociadas a ciertas situaciones comunicativas (fdrmulas - vCase Zuluaga 197811986 -) y (ii) 10s que e s t h interesados en las cuestiones pragmhticas relacionadas con las EI en general. El segundo grupo, a su vez, incluye dos tipos de aproximaciones, que podrian enunciarse de la siguiente manera: (iia) 10s trabajos que estudian las condiciones pragmhticas que favorecen la fijacion sintbtica ylo la

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interpretacion y uso de las EI y (iib) 10s trabajos que intentan explicar la naturaleza y propiedades formales de las EI a partir de las condiciones pragmaticas. Tanto 10s estudios del tip0 de (i) como 10s del tipo de (iia) se pueden considerar complernentarios con el estudio "puramente gramatical". Sin embargo, 10s estudios del tip0 de (iib) parecen considerar 10s aspectos gramaticales como inferiores con respecto a 10s pragrnaticos o, incluso, prescindibles. En nuestra opinion, el estudio de las EI es una tarea central de la investigaci6n sobre las lenguas naturales, ademas de por su inter& intrinseco, por lo que dicho estudio nos puede enseiiar sobre las relaciones entre gramatica y pragmatica. En el enfoque que presentamos las condiciones pragmaticas afectan a1 uso del lenguaje y no a su conzraci6.n formal. El hecho de que en las EI la interpretaci6n estC mediatizada de manera especial por el entorno comunicativo y las presuposiciones de 10s hablantes, etc., no implica que las EI estCn exentas (o a1 margen) de las propiedades formales que determinan quC es una lengua humana, ni que dichas propiedades formales queden "suspendidas". Por otra parte, las expresiones no idiomaticas esthn sujetas a las mismas condiciones pragmaticas que las idiomaticas, aunque puedan observarse con menos transparencia. No negamos, por tanto, que el estudio de 10s aspectos pragrnaticos sea adecuado (en la linea de i y iia), ni negamos que el estudio de la realidad cultural y antropol6gica sea necesario en el estudio global de las EI: unicamente pretendemos mostrar que estos tipos de estudios no pueden sustituir a1 estudio puramente gramatical. Muchos autores han observado que las EI tienen una funci6n especifica en la cognici6n, en las lenguas humanas y en las comunidades que las hablan, per0 ello, claro es, no agota el problema de su estructura gramatical'. Otra linea de estudiosos insiste en el "caracter textual" de las EI. Asi, GrCciano afirma: "le contenu de l'idiome est un phCnombne d'usage et de discours" (1989: 416). Esta postura implicaria que las EI no tienen significado inherente, esto es, no tienen 1

"[Las expresiones fijas son] medios para lograr la economia discursiva, ya que permiten conceptualizar situaciones complejas de una manera precisa y mhs palpable que la correspondiente expresi6n 'no repetida' o no fija, la cud, por lo general, seria mas larga y mhs abstracts" (Martinez Marin 1989: 180-18 1). Igualmente: "Idioms are therefore not only lexemes which capture complex everyday situations semantically, but they are linguistic units that reduce the complexity of social interactions" (Strassler 1981: 134). Hay que establecer claramente de que tipo de expreiones se predican dichas propiedades, ya que dicha afirmaci6n probablemente no se podria aplicar del mismo mod0 a Tengo cinco libros a mano o a Dime con quie'n andas y te dire' quie'n eres.

Consideraciones te6ricas

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un significado precontextual, lo cual es contradictorio con la intuici6n clara de que las EI precisamente se caracterizan por tener un significado no composicional (que, por tanto, se aprende "de memoria"). Toda interpretacibn de un enunciado es un fen6meno 'de uso y discurso', per0 es asi en todo el lenguaje humano y no s610 en el idiomatico. La ambigiiedad, la transferencia de significado, la metafora, invaden y caracterizan a todo el lenguaje humano y no son patrimonio de las EI, aunque en Cstas dichos procesos sean m6s notorios, mas llamativos. Segun Grdciano "la compdtence idiomatique confirme la dCfinition gdndtique de la langue naturelle qui conceptualise la rCalitC et qui symbolise les concepts" (1989: 423). El problema de dicha afirmaci6n no es la conclusi6n en si (vCase igualmente, Gibbs 1996), sino la asunci6n de una competencia idiomritica que no es definida. Los usos 16dicos o desautomatizados de las EI no se basan en una competencia especial del hablante, sino en la interacci6n de su competencia gramatical, de su competencia comunicativa, de su inteligencia y de su percepcion de la realidad. En general, 10s estudios que se centran en 10s aspectos pragmhticos de las EI inciden en 10s problemas de significado e interpretaci6n y tienden a desatender las propiedades sintbticas (una excepci6n es el trabajo de Nunberg 1978). Asi, Boisset (1980) establece una distinci6n entre lo que denomina lexical idioms (por ejemplo blind alley o callej6n sin salida) yphrasal idioms (por ejemplo hit the ceiling, o estirar la pata) y, en lo que ahora nos interesa, equipara las primeras a1 concept0 de lexical metaphor y las segundas a1 de pragmatic metaphors. Para Boisset la explicaci6n del significado de las EI "fiasticas" no es, por tanto, una cuesti6n semhtica, sino pragmhtica2. En nuestra opinihn, esta es una visi6n en exceso reduccionista. Es bien sabido que el context0 situacional y las mhimas y principios pragmhticos afectan a todo el lenguaje y a todo tip0 de metaforas. Cuando se dice Juan es un perro (a menos que realmente se trate de un c h i d o con ese nombre) todo hablante emplea presuposiciones sobre el mundo real para dotar a esa expresi6n de una interpretacibn, aunque se trate de una unidad lCxica. Ademb, esta interpretaci6n no depende Gnicamente de las inferencias que el hablante puede hacer y de su conocimiento de la situation, etc., sino tarnbiCn del tipo de unidades implicadas, esto es, de su conocimiento del lenguaje. De hecho, a un enunciado como Juan 2

"It does not only consist in a transfer of reference of the lexical items, as in the case for lexical metaphors, but calls on the cognitive knowledge of speakers and listeners. It is only a set of conditions about the world (something like stage directions) which enables the listener to understand this type of metaphor"(Boisset 1980: 19).

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es un elefante se le asignaria una interpretacion distinta en las mismas condiciones pragmaticas y no es irrelevante el que en un determinado "dialecto" se pueda atribuir a perro un cierto significado figurado que no se atribuye a elefante. Sin embargo, en ninguno de 10s ejemplos se trata de las EI frhsticas de Boisset. Este autor va mas lejos, ya que opina que en las EI fiasticas each of the lexical items is understood literally, but their situation in the pragmatic context is different: the expression takes on a new meaning because of its context [...I. It appears that their meaning is the result of a purely referential phenomenon without syntactic interaction (1980: 19). La idea de que el significado de las EI es el product0 de metaforas y otros tipos de figuras es tan antigua como la propia reflexion sobre el problema e, insistimos, no estit en nuestro hnimo negar u obviar esta realidad, per0 es necesario tener en cuenta que las EI son parte de la lengua (langue en el sentido saussureano, vCase Lopez 1984) y, como unidades de lengua, tienen significado (sign19eJ La afirmacion de Boisset (1980) anotada mas arriba acerca de la 'no intervention' de la sintaxis es especialmente delicada. Consideremos un contraste que emplea Boisset (1980: 21) en su argumentacion (adjuntamos un ejemplo espaiiol paralelo): [la] Pierre a cassd la pipe. [I b] Pedro ha estirado la pata. Indica Boisset que la interpretacion literal de [la] implica un verbo de actividad y que el significado 'Pedro ha muerto' implica un verbo de estado y que este cambio no es un cambio 'lingiiistico' sino que se basa en lo que el hablante conoce del mundo (1980: 21). En primer lugar, habria que considerar que no es adecuado, aunque se ha hecho frecuentemente en el estudio de las EI (vease p.ej. Newrneyer 1976), emplear la parafrasis (en este caso 'Ha muerto') para atribuir propiedades lexicas, sintacticas o semiinticas a la expresi6n idiomatica, ya que en muchas ocasiones las parhfrasis pueden ser muy distintas (por ejemplo podriamos parafrasear la expresion idiomhtica con otra expresi6n idiomhtica: La ha cascado, La ha palmado, Ha entregado su alma, Hapasado a mejor vida, Nos ha dejado, Ya no estri entre nosotros, etc.). Pero, ademas, es inadecuado suponer que sint6cticamente 'no ha pasado nada'. La gramatica, aunque efectivamente no determina el significado de la expresi6n idiomatica, si posibilita que 6 t e aparezca y que lo haga en la mayoria de situaciones y contextos. La gramatica (en un sentido amplio que engloba el ldxico especifico de una lengua) incluye information sobre las restricciones 'formales' de esa expresion

Consideraciones teoricas

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idiomatica (por ejemplo que se digapata y no pierna, que se emplee el singular, el verbo estirar y no un sinonimo, etc.), indicaciones sobre su significado no composicional (piknsese en una expresi6n idiomatica como no haber moros en la costa empleada en Venezuela por alguien que ignora dbnde esta la Peninsula IbCrica o quC tipo de colonizaciones sufii6) y, ademas, la gramhtica impone por razones generales desde un punto de vista sinthctico que el argumento del verbo fijado (en este caso la pata) no tiene independencia referential, esto es, no esti habilitado como argumento de un predicado y es, por tanto, parte del predicado. Asi, desde un punto de vista gramatical (en el que especialmente operamos con nociones como predicado, complemento, determinante, etc.) el SN la pata no es un complemento del verbo (podria decirse que esta sintacticamente reanalizado con el verbo) y, por tanto, a1 no ser visible sintacticamente (lo que explica muchas de las propiedades que se han dado en IlamarJjacidn) tarnpoco puede ser visible a la interpretacibn, y de ahi el significado idiomatico, no composicional. Asi, pues, la gramatica explica y posibilita el tipo de significado y el comportamiento peculiar de las EI, aunque, por supuesto, no 10s agota ni determina, como tampoco lo hace, por otra parte, en la llamada sintaxis libre. Asumiendo que no es discutible la importancia de la pragmatica en el estudio de las expresiones idiomaticas, hemos presentado la idea de que ello no implica que podamos prescindir de la gramatica a la hora de determinar lo que realmente inquieta a quienes estudian este tipo de expresiones desde el punto de vista lingiiistico: cbmo es posible que las empleemos, entendamos o aprendamos y, sobre todo, corn0 delimitar y predecir sus h b i t o s de variacibn y conversibn estructural, su comportamiento. Afiadamos ahora otra pregunta y centrCmonos en su respuesta: jcomo han de colaborar gramatica y pragmhtica en dicha explication? En nuestra opinion la respuesta radica en considerar que las EI pueden sufiir dos tipos distintos de conversiones estructurales: las licitas o conversiones propiamente dichas, y las manipulaciones (o conversiones ilicitas)3. Las primeras son las que la caracterizacion gramatical debe regular, en el mismo grado en que lo hace en 10s procesos generales de la sintaxis y la morfologia; las segundas, en principio, no pueden ni deben estar reguladas por 10s principios de 3

V6ase Mendivil (1993) para un desarrollo mis detallado de estas propuestas y para una discusi6n pormenorizada del proceso de remilisis sintbtico en EI y otros tipos de predicados complejos como tomar posesidn o hacer mencidn. Parte del resto de este apartado se inspira en dicha obra. Para un nutrido muestrario de ejemplos en textos espaiioles de lo que 61 denomina deslexicalizaciones, v6ase Garcia-Page (1 989).

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la gramatica, pues ya no involucran solo a seres humanos con capacidad gramatical, sino tambien a seres humanos con, ademas, voluntad estitica, conocimiento del mundo y de sus instituciones, de la cultura y de sus propios interlocutores y sus conocimientos; esto es, seres humanos que, ademis de pertenecer a la estirpe del homo loquens, son ingeniosos4. El problema que subyace a esta distincion es de grandes dimensiones tedricas y nos limitaremos aqui a discutir la modesta parcela de este problema que esti cifrada en la distincion entre conversiones licitas y manipulaciones. En terminos simples, las conversiones licitas son las que permite la gramatica dado el reanilisis sintactico de 10s complementos del verbo (esto es, podemos introducir un modificador de todo el evento: Estird pronto la pata, per0 no uno del argumento: Estird la pata izquierda, no podemos poner la EI en pasiva, ni ha estirado? - o coordinarlo con otro extraer el complemento Estird el brazo y la pata -, etc.). Sin duda, las manipulaciones o conversiones gramaticalmente ilicitas per0 pragmaticamente aceptables son las que implican centralmente a la pragmitica en el estudio del comportamiento de las EI. Para observar el punto de "negociacibn" entre pragmhtica y gramitica en el uso de las EI seri util considerar el esquema de interpretacibn de EI que propone Vergnaud (1 985: 3 15)s:

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VBase Fernando (1978) sobre el lugar del "ingenio" en el uso y genesis de EI.

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Alteramos minimamente el esquema de (2), en el que r1 representa la interpretacion literal (referencial, no figurada) del primer constituyente, ? la del segundo, etc. y f', P, etc. la interpretacibn figurada de cada uno (el signo + viene a significar 'es la imagen de'). F es la interpretacion figurada de toda la expresion y R la literal o referencial. El esquema sigue en realidad las ideas de Weinreich (1966), no citado por Vergnaud. F' es "l'interpretation litterale derivke des interprbtations figurees des constituants" (1985: 3 15) mientras que F es "l'interpretation figuree proprement dit" (Vergnaud 1985: 315). F' aparece entre parkntesis porque s e g h Vergnaud tiene s610 existencia virtual; s610 existe cuando es distinta de F.

Consideraciones teoricas

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Para autores como Langacker (1987) o Nunberg (1978), entre otros muchos, s610 existe el camino + f + F, ya que siempre hay una relaci6n entre 10s constituyentes de la EI y el sentido idiomhtico, de mod0 que 10s constituyentes siempre se pueden interpretar como componentes simb6licos6. A nuestro entender la virtud esencial del esquema de Vergnaud (1985) radica en que, ademas de dar cabida a modelos como el de Langacker como estrategias ocasionales de interpretacibn, le da a su diagrama un carhcter conmutativo, en el sentido de que la interpretacibn figurada F puede relacionarse tanto con la suma f' + f (sentidos figurados o simb6licos) o como imagen de la interpretacibn R (la literal). Esta distinci6n es empleada hhbilmente por Vergnaud para explicar el sentido figurado de las que hemos denominado expresiones desautomatizadas - aunque 61 no emplee este concept0 - del tip0 de las de [3b] y [4]:

[3a] to puN one's leg 'tomar el pel0 a alguien' [3b] they pulled his cross-gartered leg (Vergnaud 1985: 3 16) [4]

te tomaron tu rubiopelo (= 'te engaiiaron, eres rubio')

Seg6n la idea de Vergnaud cuando hay una clara relaci6n f' + f? + F estos elementos pueden ser modificados, como es el caso de one's leg en [3b] o el de el pelo en [4] y, como el mismo Vergnaud (1985: 316) afirma, cuando aparece la modificaci6n la relaci6n no es ya R + F, sino f' + f? + F.

A nuestro entender la relaci6n normalmente pertinente, esto es, la relaci6n "por defecto" y no composicional en el uso ingenuo o normal de la EI debe ser R + F (me tomaron el pelo 'se rieron de mi') y, cuando se produce el juego o desautomatizaci6n, se pasa a - incluso cabria decir que se impone - la relacibn f' + f + F. La tesis que mantenemos aqui es que las conversiones licitas se realizan con la relaci6n R + F (o sin ninguna, pues R no siempre aparece) y que las desautomatizaciones se producen adoptando el camino f' + fZ + F. N6tese que el camino f' + f? + F s610 se daria en las EI con mucha motivaci6n semhntica, que es precisarnente la que proporciona a1 hablante la capacidad de manipular la EI.

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VBase p.ej. el anilisis de Langacker (1987: 92-93 y ss.) de la expresi6n idiomitica inglesa the cat is out of the bag (lit. 'el gat0 esti fuera del saco', con un sentido similar a1 de se ha descubierto el pastel). Para Langacker el significado es composicional: "The idiom, in other words, is to some degree analyzable, with cat attributed a meaning roughly equivalent to 'information', out of taken in one of its normal senses, and bag conveying some notion akin to 'concealment"' (1987: 93).

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La idea central es la de que el origen del uso desautomatizado (y solo de este) es F' -+F. El hecho de que no todas las EI puedan interpretarse a traves de F' (sino solo R + F) nos explicaria el contraste de aceptabilidad que hallamos a1 desautomatizar unas expresiones fiente a otras. De ahi derivaria, ademas, la hipotesis tan extendida en la bibliografia de que a mayor motivaci6n semimtica, mayor capacidad de conversibn estructural y de modificaci6n de la estructura fijada, can6nica. Ello implica tambiCn que no tenemos que considerar dos clases distintas de EI (corno hace Vergnaud 1885: 317) s e g h si son o no 'desautomatizables'.

El proceso de desautomatizaci6n implica que 10s complementos del verbo de una expresi6n idiomhtica se consideran verdaderos argumentos desde el punto de vista sinthctico (es decir, se deshace el reanhlisis sinthctico), pero no por ello pasan a tener automhticamente una interpretaci6n literal, que seria lo esperable, ni dejan de tener la interpretaci6n idiomhtica. Un proceso similar ocurre con otros tipos de predicados complejos que implican reanalisis, aunque no sentido idiomhtico, como es el caso de [5], donde [5a] contiene un predicado complejo reanalizado y [5b] el mismo sin reanalisis': [5a] Juan hace colecci6n de sellos. [5b] Juan hace una colecci6n de sellos. El caso de [5b] es semejante en su comportamiento e interpretation a 10s casos de EI desautomatizadas como el de [4]. En [4] cabe una interpretaci6n ambivalente en el sentido de que se esth interpretando tanto la expresi6n idiomhtica como el carhcter referencial del objeto. En [4] hemos violado las condiciones de fijacion, per0 no hemos obtenido s610 lo esperable, esto es, el sentido literal. Es importante observar que la persistencia del sentido idiomhtico en [4] no se debe en realidad a1 tip0 de operation efectuado, pues en otros casos, como en el abuelo estirb la pata izquierda o el abuelo estirb la pata que tenia hinchada no interpretamos 'murio', pese a que en principio estirar la pata parece mhs motivada que tomar elpelo. La explicaci6n debe estar en que en un enunciado concreto, y en un contexto determinado, el hablante puede optar por derivar F de f'+ f y no de R o de la entrada lkxicas. Pese a que defendemos la 7

Hay bastantes diferencias entre un caso y otro, diferencias que derivan de que se considere o no el complemento del V como argurnento. Por ejemplo, s610 en [Sb] podemos sustituir el verbo por uno no sospechoso de no asignar papel semhtico a1 complemento, como se muestra en el siguiente ejemplo: [ia] *Juan completd/comprd coleccidn de sellos; [ib] Juan completd/comprd una coleccidn de sellos.

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VBase igualmente Ruwet (1983), quien acepta la idea de que el caricter relativo de la fijaci6n de las EI depende del grado de transparencia y del contexto pragmitico. Analiza

Consideraciones teoricas

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idea de que no hay mod0 sistematico de determinar la relacion RE,lo cierto es que esta intuitivamente claro que segun la transparencia de la metafora el hablante se puede sentir capaz de realizar ciertas modificaciones o conversiones con respecto a la forma canonica. Este hecho, sin embargo, no entra en conflict0 con las consideraciones formales restrictivas formuladas. Aunque la intuicion clara en la tradicibn es que el mayor grado de "afinidad de sentido" (Lyons 1977) o motivacibn puede contribuir a una menor fijacion sintactica, esto es, a una menor "congelacion" del potencial gramatical (Bugarski 1968) de una expresion idiomhtica, el caso es que la mayor afinidad de sentido tampoco garantiza esa mayor combinabilidad. Parece claro que romper el hielo tiene mayor motivacion que tomar el pelo, per0 eso no las diferencia en cuanto EI. En nuestra opinion, desde el punto de vista gramatical no se trata tanto de expresiones mas o menos motivadas, sin0 de expresiones composicionales o no composicionales. La composicionalidad es algo medible gramaticalmente; la afinidad de sentido no lo es, porque en ella e s t h involucradas otro tipo de estrategias no estrictamente gramaticales. Si una expresibn no es composicional, el mod0 de dar cuenta de ella en la gramhtica ha de ser especial, distinto a si lo es, independientemente del grado de motivacion. En este sentido deberia entenderse la diferencia entre semhticamente endocCntrico y exockntrico. Una expresion semhticamente exockntrica ha de ser no composicional (aunque sea analizable y motivada) y, a1 revCs, llamaremos semhticamente endocdntrica a la expresion cuyo significado sea predecible a partir de la information de la estructura semhtica de las unidades Mxicas (y otros factores, como la estructura sinthctica) que la constituyen. En este sentido, claro esth, quien considere como predecible el significado idiomhtico de una secuencia las podria considerar endockntricas desde el punto de vista semhtico, per0 esa postura obliga - si quiere tener alg6n caracter

este autor el caso de romper el hielo (to break the ice) como equivalente a disipar el embarazo y 10s constituyentes romper y hielo como methforas de disipar y embarazo. No parece tan fhcil hacer esto con tomar el pel0 o, incluso, con estirar la pata, incluso admitiendo que Bste ultimo caso es muy motivado. Como observa Vietri (1985: 44): "I1 tip0 di analisi di Ruwet B inoltre poco attendibile, data la assoluta arbitrarieti della riconstruzione semantica di ftasi idiomatiche [...I Ruwet non ha analizzato classi numericamente rilevanti di e.i. ed B quindi troppo fiducioso sulla riproducibilitk dell'analisi 'figurata"'. Algo semejante podria afirmarse de 10s anhlisis de Langacker (1987)o Nunberg (1978).

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explicativo - a establecer reglas generales de interpretacion, y no un proceso para cada expresiong. No podemos pretender que la gramatica de una lengua ofrezca todas las pautas para el uso y desambiguacibn de 10s enunciados que produce. Desde nuestro punto de vista, lo que la gramhtica debe proporcionar es una descripcibn formal y consistente de la estructura de todas las expresiones. La pragmatica, entendida en general como el estudio del uso del lenguaje en contexto, ha de decir el resto. Nunberg (1978) sugiere que no hay manera de dar cuenta de las restricciones que operan en las EI desde un punto de vista solamente sintbtico, y predice con raz6n que tales explicaciones son muy susceptibles a contraejemplos. Es evidente que una teoria que pretenda generar todos 10s ejemplos y luego marcar (con una especie de filtro) las excepciones no es una teoria explicativa y aumenta mucho el costo de la gramatica. Sin embargo, la propuesta de reanalisis mencionada, aunque de base sinthctica, esti planteada a1 revks: se prohiben todas las operaciones ilicitas de acuerdo a1 reanalisis sintactico, que es un principio no ad hoe, puesto que se aplica de manera general en la sintaxis (p.ej. en llevar traje o en hacer mencidn) y se sigue de principios generales. Por supuesto, esta teoria esta igualmente sujeta a contraejemplos abundantes. Pero nbtese que para explicar 10s contraejemplos no necesitarnos un filtro que bloquee 10s casos no deseables; de hecho, si necesitkamos el filtro, la teoria sobregeneradora seria preferible, pues nos ahorraria el principio de reanhlisis. No tenemos que marcar ejemplos excepcionales, sino que basta con aceptar que el hablante, en determinadas circunstancias (en gran parte determinables pragrnhticamente) puede deshacer o no aplicar ese reanalisis. La gramhtica no tiene nada que decir a1 respecto, puesto que a1 deshacer el reanhlisis en las expresiones desautomatizadas - como la de [4] - conferimos independencia referencial (aunque muy especial) a1 complemento. Lo h i c o que podemos adjuntar a ejemplos desautomatizados son juicios de aceptabilidad, que variarh de hablante a hablante s e g h el contexto, se&n sean o no afortunados. El modelo de Nunberg (1978) - u otros similares - puede servir, como modelo pragmhtico, para indicar c u h d o podemos desautomatizar una EI o para explicar por quk unas tienden a permitirlo y otras no, y en quC contextos, per0 no puede servir para determinar la estructura sinthctica de las EI.

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Asi, de la expresi6n inglesa it rains cats and dogs podremos decir que es endockntrica ('llueve a cintaros'), per0 no de cats and dogs, que es exockntrica (ademks de contextualmente vinculada a to rain).

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El analisis componencial de las EI (como p.ej. el que sugiere Nunberg para spill de beans 'cotorrear' o el de Langacker para the cat is out of the bag) es siempre estipulativo y lo que tiene de razonable en muchas ocasiones deriva precisamente de que se esta dando cuenta de procedimientos (estrategias) de interpretation pragrnaticos. N6tese que una expresi6n idiomatica "descomponible" (termino de Nunberg) se define en relaci6n a la capacidad del hablante de reconocer convenciones entre el significado idiomhtico y la forma de la expresi6n idiomatica. La descomposici6n, en el sentido de Nunberg (1978: 226-228), es lo mismo que lo que hemos denominado desautomatizaci6n, con las importantes diferencias te6ricas que ello implica, ya que Nunberg introduce la vaguedad y estipulacidn en la descripci6n gramatical de las EI y nosotros la vinculamos a1 uso no ingenuo, a la manipulaci6n de Cstas, donde quizh dicha vaguedad es mhs razonable y esperable. La tesis de Nunberg, que no esth aislada, implica trasladar indebidamente a1 h b i t o de la gramhtica principios pragmhticos: "assumptions about the way in which an idiom is decomposed enable us to modifL its constituents" (1978: 23 1). Por supuesto, una concepci6n del lenguaje que niegue el carhcter aut6nomo de la gramhtica fiente a las hnciones comunicativas y las necesidades de expresion no juzgaria esa traslaci6n como incorrecta. A1 asumir la tesis de la autonomia formal de la gramhtica consideramos que las aportaciones en la linea de las de Nunberg, Ruwet o Langacker (con sus diferencias) tratan en realidad 10s problemas desde un punto de vista distinto y no necesariamente contradictorio. Nuestra aproximaci6n, pensamos, r e h e las ventajas de las de estos autores en el sentido de que no hay que marcar especificamente cuhles EI pueden sufkir determinados procesos (como hacen implicitamente muchos autores y explicitamente M. Gross 1984) y evita sus defectos, ya que desplazamos toda relaci6n entre sentido idiomhtico y literal a1 h b i t o pragmhtico de interpretacibn de enunciados. El hablante no es un aut6mata que s610 sigue principios gramaticales ciegamente: en realidad, lo hace - pues de otra forma no podria hablar con fluidez -, per0 ademas, en muchos casos (en aquellos de mayor "afinidad de sentido") es capaz de viola un determinado tip0 de principios (10s que definen las EI y otros tipos de predicados complejos) y reinterpretar la expresi6n asignhdole otra estructura y asumiendo que sus interlocutores tambiCn lo harh. Y este es el dominio de la pragmitica.

50 3.

JosC Luis Mendivil Gir6 La fraseologia como disciplina y como dominio

Por ~ l t i m odebemos aludir - aunque sea de manera concisa - a1 concept0 de fraseologia como disciplina y de c6mo se relaciona esta disciplina con la gramatica y la pragrniltica. Hasta el momento no nos hemos referido explicitamente a1 status de lo que venimos denominando gramcitica y pragmhtica, per0 creemos que el lector ha interpretado un uso habitual que implica que se conciben como disciplinas en tanto en cuanto se refieren a dominios o componentes distintos del hecho linguistico, esto es, no s610 puntos de vista del investigador, sino tambikn "parcelas" del objeto de estudio. Sin embargo, este uso ambiguo (pero util) de dominio no nos parece extensible a1 tkrmino fraseologia. Pensamos mas bien quefiaseologia es una etiqueta adecuada para referirnos a1 estudio especifico de las unidades fraseol6gicas, esto es, un h b i t o de estudio, per0 no que sea parangonable a etiquetas como gramatica o pragmatica, en tanto en cuanto no se refiere a un dominio o parcela de la "competencia comunicativa", ni opera con unidades o entidades especificas de un nivel (corno - en general - la morfologia opera con morfemas, la sintaxis con sintagmas o la lexicologia con unidades Mxicas). En lo que sabemos, ha sido la llamada Escuela Soviktica (que seguimos denominando asi a falta de un nombre mejor) la que m k ha insistido en determinar la fiaseologia como disciplina linguistica y como dominio dentro del h b i t o gramaticallo. A1 margen de esta gran tradici6n existen algunas tentativas, sin desarrollar realmente, de constituir una disciplina encargada del lenguaje idiomhtico, como

10

Se atribuye el inter& por esta disciplina a V.V. Vinogradov, quien, a su vez, estuvo influenciado por uno de 10s pioneros en el estudio del lenguaje idiomatic0 como fue Charles Bally. Ademis, J. Casares es citado frecuentemente como un autor de gran influencia en esta escuela. Mas recientemente, Chermak (1988) ha reivindicado el origen de la fraseologia en Saussure diiectamente y ha calificado la interpretaci6n de Bally (corno autor y como editor del Cours) de err6nea. Pueden encontrarse referencias sobre esta escuela en Weinreich (1966), Isachenko (1948), Chermak (1988), Burger et al. (1982), G. Wotjak (1985) y (1988), Dubskj (1963) y (1965), Kunin (1970) y Zgusta (1967). Esta es la valoraci6n que hacia Weinreich de dicha escuela: "The sheer quality of work carried out by our Soviet colleagues does not guarantee the solidity of its theoretical underpinnings, or the cumulativeness of its results. The samples I have seen suffer, I feel, &om syntactic inadequacies of various kinds, and too little of his work has been guided by an attempt to formalize its findings" (1966: 25).

Consideraciones te6ricas

51

por ejemplo la de Makkai (1975), quien considera la posibilidad de una "idiomatologia" como una "subdiscipline of linguistics"~'. Frente a la visi6n integradora con la que hemos enfocado el estudio de las expresiones idiomaticas en el apartado anterior, la concepci6n de una disciplina exclusiva de las expresiones idiomaticas con sus propios principios, mCtodos y unidades, resulta conflictiva. De hecho, la consideraci6n y el estudio de las unidades fiaseol6gicas aisladamente, desvincul6ndolas de la lengua "libre", ha conducido en muchas ocasiones a una pCrdida de visi6n del punto de vista general deseable en una aproximaci6n cientifica. Un estudio aislado, especialmente si conlleva mCtodos y objetivos propios, no s610 no consigue la integraci6n o la comparaci6n estrecha con el lenguaje no idiomatico, sino que la niega a prioril2. Consideraremos con cierto detalle so10 dos trabajos que pretenden establecer te6ricamente una disciplina heol6gica, como son 10s de Kunin (1970) y Chermak (1988).

El breve trabajo de Kunin (1970) nos da cuenta de esta tendencia identificadora entre disciplinas y niveles de estructuraci6nl3. La concepcidn de una nueva disciplina en Kunin se debe a la concepci6n de una unidad nueva o distinta. La idea que hemos presentado en 2 es precisamente la contraria: independientemente de que la hip6tesis del reanalisis sea correcta o no, las expresiones idiomaticas no deben ser descritas de manera ad hoc, esto es, no debemos - en nuestra opini6n -habilitar una nueva categoria para dar cuenta de sus propiedades.

11

Otros autores son mls concisos, como Allen desde el punto de vista de la "heologia computational", quien opina que la kseologia puede ser considerada como la interseccibn de la gramiitica y el lexico (Allen 1976: 81).

12

Las anteriores consideraciones no se refieren a todos 10s trabajos inspirados en la fiaseologia Soviktica ni hicamente a dstos, ni tampoco se refieren a todos 10s estudios que se dedican hicamente a1 lenguaje idiomatico, sino a 10s que establecen una disciplina que tiende a substanciarse en un componente grarnatical, en una zona o nivel de estructuraci6n de las lenguas, etc., esto es, lo que hemos denominado un dominio.

13

"As far back as 1928 a well-known Russian linguist, prof. Polivanov, regarded phraseology as a linguistic science. His view was that lexicology deals with lexical meanings of words, morphology deals with grammatical meanings of words, syntax deals with grammatical meanings of word-groups or collocations and that a special science is needed indeed to deal with individual, as he put it, meanings of set expressions" (1970: 754, sub. nuestro).

JosC Luis Mendivil Gir6 La postura de Kunin (1970) se asienta en la premisa de que la expresi6n idiomhtica no se debe identificar con la palabra. El que estemos de acuerdo con Kunin en que las EI no son unidades lCxicas (o no lo son en todos 10s sentidos) no implica que aquCllas deban tener un status nuevo y deban dar lugar a un "componente" gramatical nuevo. Asi, del hecho de que palabras y expresiones idiomaticas no Sean lo mismo no se sigue la afirmacion de Kunin: They are different in many ways and belong to different language levels: words belong to the lexical level, and phraseological units belong to the phraseological level (1970: 755, sub. nuestro). Lo sorprendente y atractivo de las unidades fraseologicas, que es ademas lo que mas ha llamado la atencion de 10s lingiiistas que han escrito sobre ellas, es precisamente que comparten propiedades de las unidades lCxicas y de 10s sintagmas. Desde nuestra perspectiva, la manera menos interesante de prohndizar en esa circunstancia es forzar la gramatica para darles cabida. Notese que incluso una interpretacicin escalar (esto es, la que postula una continuidad entre ambas clases) rechazaria ese nivel fraseol6gico. Una postura relacionada es la de Chermak (1988), quien propone, siguiendo tambi6n la tradition de Vinogradov, la posibilidad de una rama de la lingiiistica, llamada fraseologia o idiomatics (deberiamos traducir quiz6 idiomritica) que daria cuenta de todos 10s procesos de idiomatizaci6n. Se&n Chermak 10s estudios que se han hecho hasta ahora sin tener en cuenta esta posibilidad son insuficientes y - en su opini6n - para llegar a la esencia de 10s idioms y delimitar el campo de la idiomatica "one needs an overall and specific theory" (1988: 415). Sin embargo, el hecho de que ninguno de 10s criterios de definici6n de expresiones idiomtiticas sea plenamente satisfactorio, como puede que sea el caso (a1 igual que sucede con las definiciones de palabra o de oration), no implica necesariamente que haga falta una disciplina especifica (esto es, a "self contained discipline and branch of linguistics", Chermak 1988: 415) para dar cuenta de sus propiedades. Desde un punto de vista bien distinto, Grimshaw (1986: 748) proporciona dos posibles definiciones de la noci6n de "componente" o "dominio" de la gramatica: (i)

A set of rules or representations defined over a certain vocabulary and

governed by principles of a particular type.

(ii) A set of rulesloperations that act as a block in th organization of grammar.

Consideraciones tedricas

53

Segun esta autora la morfologia y la morfosintaxis son dos dominios distintos segun (i) y uno s610 segun (ii). Pero segun ninguna de las dos definiciones podemos considerar la fi-aseologia como un componente o como un dominio de la gramhtical4. 4.

Conclusiones

El estudio de las unidades fraseol6gicas tiene, pues, ademas de un gran inter& intrinseco, como se pone de manifiesto en otros trabajos de este volurnen, un inter6s te6rico relevante: nos s i ~ en a una posici6n privilegiada para investigar la naturaleza y configuraci6n de lo que Hymes (1992) denomina "competencia comunicativa" y que implica, ademhs de nuestro propio "diseiio" y nuestro conocimiento del lenguaje, nuestro conocimiento del contexto, nuestra voluntad comunicativa y nuestra capacidad de relacionarnos con 10s demhs y atribuirles opiniones y creencias.

Reconoce Chomsky que "el uso real del lenguaje involucra elementos de la mentelcerebro que van mhs a116 de la facultad del lenguaje" (1988: 80). La distinci6n entre conversiones licitas e ilicitas (o entre uso ingenuo y desautomatizaci6n) de las expresiones idiomhticas representa, en nuestra opinibn, una perspectiva 6ptima para observar esta confluencia y considerar grmhtica y pragmhtica como necesariamente complementarias en el estudio y comprensi6n del lenguaje hurnano, sin necesidad, ademh, de considerar la fiaseologia como un dominio interpuesto entre ambas.

14

Fuera del iunbito de la fiaseologia de orientaci6n sovittica existe una propuesta formalizada de un denominado nivelfraseolbgico en el modelo de la Gramatica Liminar, formulada por Mpez Garcia (1984). En ttrminos generales, esta concepci6n de nivel fraseoldgico difiere de las anteriores en el sentido de que no se considera ese nivel como algo especifico o ad hoc para las expresiones idiomaticas, ya que este nivel es el caracteristico de 10s sintagmas (en general), lo que implica que se pone a las expresiones idiomaticas en relaci6n con fen6menos similares en otros "componentes" (10s diptongos en el fonosintictico y 10s compuestos en el morfosintictico, en la lengua, y 10s sintagmas en el habla).

54

Jose Luis Mendivil Gir6

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Consideraciones teoricas

55

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Maribel Gonzalez Rey

ESTUDIODE 1.

LA IDIOMATICIDAD EN LAS UNIDADES FRASEOLOGICAS

Las distintas Breas de la fraseologia

El conjunto heterogeneo de las unidades fiaseol6gicas (UF), estudiadas por la fiaseologia, encuentra una enumeraci6n de las propiedades comunes de sus elementos en la definici6n d e G. Wotjak (1988: 537): Si dos o m k palabras reaparecen repetidas veces en un mismo texto o en varios textos en idkntica o casi idkntica combinaci6nlcolocaci6n, constituyendo una unidad lkxica compleja, usual y recurrente, pueden llamarse una UF, pues son un elemento prefabricado del discurso, de texto repetido', que se "reproduce" tal cual en su forma memorizada a1 igual que cualquier lexema no combinado y no se "produce" por la combinaci6n de varios lexemas. De esta definicibn, se extraen las siguientes caracteristicas organizadas en dos niveles:

- a nivel formal: composicidn y fijaci6n de las UF; - a nivel pragmatico: repetici6n y reproducci6n2 de las UF. Sin embargo, en esta misma definition se omiti6 aludir a propiedad s e m h t i c a alguna ya que no se puede aplicar un criterio unifonne a todas las UF. El mismo autor asi lo explica: "[...I 10s criterios de idiomaticidad y fijaci6n h e o l 6 g i c a

1

Por "texto repetido", el autor alude a la distincion que E. Coseriu (1981: 113-118) ha establecido entre esa nocion, que comprende "todo lo que tradicionahente esth fijado como 'expresi6nt, 'giro1, 'modismo', 'frase' o 'locucibn' y cuyos elementos constitutivos no son reemplazables o re-combinables segh reglas actuales de la lengua", y la de "tkcnica del discurso" que implica "las unidades Ikxicas y gramaticales (lexemas, categoremas, morfemas) y las reglas para su modification y combinaci6n en la oracibn, es decir, las 'palabras' y 10s instrumentos y procedimientos Ikxicos y gramaticales".

2

Aunque las dos palabras son sin6nimas, hay que interpretarlas en un sentido diferenciado aplicadas a las UF, del mod0 que A. Zuluaga (1980: 25-26) lo hace: "nos hemos propuesto seklar el papel de la repeticibn en el funcionarniento de las unidades lingiiisticas: repeticibn de formas y/o contenidos con procedimientos dados en la sincronia de la lengua", y "reproducci6n [...I tipo especial de repeticion (en la historia, en la diacronia de la lengua [el aiiadido entre parkntesis, parafiaseando a1 autor, es nuestro]) mediante el cual se constituyen, se fijan, las unidades fiaseol6gicas".

58

Maribel Gonzalez Rey

[...I

no son validos ambos a la vez ni de igual manera para la totalidad de las UF" (Wotjak 1988: 537-538). La elaboraci6n de ese criterio es el que nos va a llevar a distinguir en el amb i t ~de la fraseologia tres areas compuestas por expresiones que se diferencian mediante la presencia o ausencia de composicionalidad semhntica de sus formativos. Asi, por un lado, tenemos las combinaciones de palabras que no pierden el valor semantic0 que poseen por separado (sentido recto): son las llamadas "colocaciones"; por otro, las combinaciones formadas por elementos que pierden su valor recto: son las "expresiones idiomaticas" (EI); y por fin, aquellas combinaciones que suma un sentido recto y un sentido traslaticio, como son las paremias (proverbios, refranes, mhimas, etc.). Asi pues, colocaciones, expresiones idiomaticas y paremias son todas: -

-

combinaciones que constan de dos o mas palabras; fijadas; reproducidas; per0 que se diferencian en ser sembticamente: composicionales: las colocaciones (Ilegar a un acuerdo)3; no composicionales: las expresiones idiomhticas (cantarle a uno las cuarenta); composicionales y no composicionales a la vez: las paremias (tanto va el cantaro a lafuente que alfin s e rompe).

Considerar estas tres keas nos permitiria hablar de fiaseologia colocacional, de fiaseologia idiomatica y de fiaseologia paremiol6gica. Lo resumimos en el siguiente cuadro:

Por otra parte, las tres hreas pueden ser estudiadas desde dos perspectivas o enfoques: desde la lengua general, y/o desde la(s) lengua(s) de especialidad. 3

Elegimos ilustrar nuestro estudio con expresiones de tipo verbal, por razones de mktodo expositivo.

La idiomaticidad en las unidades fraseolbgicas

59

Podriamos llamar la primera, una aproximacibn lexicolbgica, y la segunda, una aproximacibn terminolbgica. Esta doble posibilidad de estudio nos llevaria a considerar una fiaseologia de indole general y una fiaseologia de indole terminolbgica. Asi, cabria distinguir: 1. Colocaciones:

- en lengua general: ponerfin a - en lengua de especialidad: (juridica): poner un recurso 2. Expresiones idiomtiticas:

- en lengua general: llover a ccintaros - en lengua de especialidad: (ciclismo): chupar rueda (fitbol):

hacer la bicicleta

3. Paremias:

- en lengua general: a buen gato, buen rat0 (refrhn) - en lengua de especialidad: mcis vale un ma1 arreglo, que un buen pleito (aforismo juridico) Para sintetizar nuestra propuesta de sistematizacibn, ofiecemos el siguiente esquema:

ver a cantaros

reglo, que un bue

cer la bicicleta

Una vez establecida esta tripartici6n en dos ejes, nuestro prop6sito es poner a prueba el criterio semhntico para verificar su validez.

2.

El valor semintico de las UF

2.1. Las colocaciones Las colocaciones (< cum-locare)se definen por ser combinaciones de palabras donde cada formativo mantiene su significado recto, o dicho de otra manera, en

60

Maribel Gonzalez Rey

las que el sentido global de la expresion equivale a la suma de 10s significados de sus constituyentes. Es el caso de palabras compuestas4(lavaplatos), locuciones adjetivas (de quita y pon), verbales (tener miedo a), adverbiales (antes de ayer), conjunciones (con la condicidn de que), preposiciones (en Ios alrededores de). Muchos especialistas consideran este grupo de unidades fi-aseolbgicas como un grupo aparte, ya que el problema que plantean es el siguiente segun W. Martin (1992: 157): They [collocations] neither can be considered to be idioms, nor that they can be regarded as free wordgroups. Typically they are in-between: restricted enough not to be regarded as fiee, transparent enough no to be considered idiomatic. Asi, G. Wotjak (1988: 536) reconoce la tendencia actual que incluye en el campo fraseolbgico, ademds de las expresiones idiomaticas, "toda una serie de expresiones fijas, frases hechas y fbrmulas comunicativas (de discurso repetido -por ejemplo, las fbrmulas de cortesia) y metacomunicativas (de organizacibn del texto) asi como colocaciones [el subrayado es nuestro] mas o menos fijas e invariables de verbo + complemento directo o preposicional del tipo de dar respuesta, llevar a cabo, poner de relieve, etc.". De esa tendencia actual, podemos citar a F. J. Hausmann y I. Mel'cuk5 cuyas aportaciones han contribuido a definir y a caracterizar las colocaciones con respecto a las combinaciones libres y a las expresiones idiomhticas. De 10s trabajos que se ocupan de este tema, queda mayormente claro que las colocaciones deben de tener un lugar reconocido, dentro o fuera de la fraseologia, per0 un lugar propio. Dentro del campo fraseolbgico, tanto a nivel de la fraseologia general como de la fraseologia terminolbgica, quedan todavia muchos criterios por consensuar: 4

En espaiiol las palabras compuestas se escriben en un hico lexema, y hay que desarticularlas para comprobar su aspect0 colocacional y compositional. En francks, mantienen una grafia desligada (lave-vaisselle).

5

Recomendamos el estudio comparativo entre estos dos autores, realizado por U. Heid (1992: 523-548). En 61, se contraponen las dos tipologias que cada especialista ha elaborado. Asi, Hausmann considera dos conjuntos de combinaciones Ibicas: las fijas y las libres. Las primeras comprenden las expresiones idiomtiticas, las segundas 10s fen6menos de colocaci6n entre 10s que se hallan otros tres grupos: las combinaciones libres, las colocaciones y las combinaciones ideadas por un escritor. Para Mel'cuk existen tres conjuntos de construcciones 16xicas: las composicionales (o libres), las no composicionales (las expresiones idiomhticas)y las parcialmente composicionales (las colocaciones).

La idiomaticidad en las unidades fraseologicas

61

-

criterios formales: en fiaseologia terminologica, resulta dificil determinar el nlimero de formativos que deben configurar una colocaci6n ya que puede pecar de demasiado larga por ser muy descriptiva, o todo lo contrario, demasiado densa y eliptica;

-

criterios de clasificacion: en fraseologia general, algunos especialistas, como Hausmann y Mel'cuk, excluyen 10s teminos gramaticales (preposiciones y particulas) del conjunto de las colocaciones, mientras otros las incluyen (cf. la escuela contextualista inglesa: Sinclair);

-

criterios de uso: en fiaseologia terminol6gica, la dificultad reside en considerar como colocaci6n una expresion nueva que surge de la aparicion de una nueva realidad y que no alcanza altos indices de fiecuencia, por lo restringido del campo a1 que pertenece.

Desde el punto de vista funcional, todos 10s estudiosos apuntan el aspect0 denotativo y referencial de las colocaciones, por su busca de precision y exactitud. Desde el punto de vista semhntico, la composicionalidad de 10s formativos resulta tambien ser un rasgo definitorio. En cuanto a nosotros, consideramos las colocaciones unidades fiaseol6gicas no idiomhticas por no presentar ruptura de sentido, ni desde el punto de vista intemo (dentro de la expresibn), ni desde el punto de vista extemo (en contact0 con el resto del texto en el que van incluidas). En esto, se van a oponer a las demtis unidades fiaseol6gicas.

2.2. Las expresiones idiomaticas

El conjunto de las expresiones idiomhticas (EI) presenta, desde el punto de vista semhntico, un rasgo c o m b y reconocido, que resulta ser la idiomaticidad. A. Zuluaga (1980: 123) la define de la siguiente manera:

[...I idiomaticidad es el rasgo semhtico propio de ciertas construcciones lingiiisticas fijas, cuyo sentido no puede establecerse a partir de 10s significados de sus elementos componentes ni del de su combinaci6n, o parafiaseando la formulaci6n de Bally ("oubli du sens des ClCments"), idiomaticidad es ausencia de contenido semhtico en 10s elementos componentes. Ahora bien, ni todos 10s componentes llegan a "perder" su identidad ni, a veces, lo hace ninguno de ellos, de ahi que se plantee el problema de como se manifiesta realmente ese rasgo. En un trabajo anterior (Gonzhlez, 1995: 157-167), hemos propuesto una tipologia de las expresiones idiomtiticas que resurnimos aqui brevemente estableciendo dos grupos, primero, a base de un criterio for-

Maribel Gonzalez Rey

62

mal, a saber, la distincion entre combinaci6n libre (CL) y combinacion fija (CF): 1. CF derivada de una CL: 1.1 1.2

La CL ha desaparecido ya del habla como tal. LA CL vive paralelamente a la CF.

2. CF no derivada de una CL;

y segundo, a base de un criterio semantico, es decir, la compatibilidad o incompatibilidad entre 10s formativos de las expresiones: El primer grupo (CF derivada de CL) reune EI que no ofrecen incompatibilidad semhntica entre sus componentes: caso de expresiones arcaicas, que tuvieron sentido literal en otra 6poca por indicar costumbres pasadas boner en la picota) y caso de expresiones mas modernas homonimas de combinaciones libres (echar lefia a1fuego); El segundo grupo (CF no derivada de CL) se compone de EI que ofrecen incompatibilidad semhntica entre sus componentes: caso de expresiones muy graficas (llover a mares), y que no proceden de ninguna combinacion libre sin0 que nacen esponthneamente idiomaticas en cualquier momento y lugar. En el primer grupo, podemos comprobar que ninguno de 10s formativos "pierde" su identidad. El sentido idiomatic0 de la expresion no reside, pues, en la no composicionalidad de sus componentes, sin0 en la no interpretacion literal del enunciado. En el segundo, si que se verifica la definicion retomada por Zuluaga6. Vamos, pues, a analizar corn0 el rasgo de la idiomaticidad se manifiesta de distinta manera en ambos casos, empezando por este ultimo grupo.

6

El mismo autor ha elaborado un informe sobre la historia de la investigacion fiaseol6gica (1980: 31-94) en el que resefia las contribuciones de cada especialista, subrayando, de paso, el hecho de que "si Ch. Bally es considerado como fundador de esta disciplina, H. Paul debe ser mencionado como su precursor". Sin embargo, importa incluir tambikn entre 10s primeros en intuir una oposicion entre construcciones libres y fijas la figura de Henry Sweet (1891=1960: 156), cuya defmicion ha sido literalmente retomada por lingiiistas posteriores:

A general sentence is one whose meaning is the necessary result of the meanings of the separate words of which it is made up and the principles on which words are joined together grammatically. [...I in special sentences or idioms [...I the meaning of the whole is isolated against that of the parts, just as in compound words. But most idioms, though irregular in meaning, are quite regular and normal in form.

La idiomaticidad en las unidades fraseol6gicas 2.2.1. La incompatibilidad semantica Este grupo de EI tiene como punto comun un desajuste semhtico presente a niveles diferentes de sus constituyentes. Este desajuste proviene del empleo metaf6rico de uno de 10s componentes de la expresi6n. Asi esta figura, la methfora, puede estar actuando: 1.

a nivel del predicado: quemarse las pestafias;

2.

a nivel del complemento del predicado: romperse la cabeza (complemento directo), mondarse de risa (complemento de suplemento);

3.

a nivel del complemento adverbial: llover a mares (modo).

En 10s tres casos, la metcifora provoca un desajuste semhtico entre 10s formativos exigidndole a1 oyentellector una interpretacibn basada en la devaluaci6n o supervaloraci6n, per0 no el rechazo, del sentido recto de la palabra metaforizada, atribuykndole a Csta no tanto un sentido traslaticio como un sentido "supra" o "infra" segun el efecto que se apunte: efecto hiperb6lico o eufemistico. En el primer caso, la palabra se sobrecarga de una riqueza semhtica aiiadida a su sentido original, y en el segundo se rebaja ese mismo sentido hacia un valor menor. Lo que importa subrayar en ambos casos es que no pierde su significacibn primera, sino que la modifica amplihdola o reducidndola para ajustarse a 10s semas de 10s d e m b componentes de la expresi6n. De ese proceder surge la creaci6n de una imagen impactante que ayuda a la pervivencia de la expresion idiomatica en la lengua.

2.2.1.1.

La mechica de la methfora en las EI

Para analizar c6mo se llega a producir la expresi6n idiomhtica de tipo 2, es preciso intentar averiguar la forma en que se realiza ese reajuste semhtico en el interior de su estructura. Para ello, hemos decidido seguir el mdtodo que nos ofrece J. M. Klinkenberg (1990: 60) en su teoria del mecanismo de 10s tropos en general, y que aplicaremos luego a la methfora en particular. Ese mitodo consiste en lo siguiente: La rhCtorique riside dans la simultanCitC de trois operations complexes. Ce sont 1) l'identification d'une relation &impertinence dans le syntagme [...I; appelons par convention 1'6lCment impertinent degre' perqu; 2) le calcul aboutissant 6 restituer a m ClCments en relation un statut conforme aux rhgles [...I; appelons le rksultat de cette restitution degre' conqu; 1'Ctablissement d'un lien dialectique entre

Maribel Gonzalez Rey degre perqu et degre conqu [...I. C'est cette tension qui est sans doute l'essentiel du mkcanisme, et qui donne aux CnoncCs rhCtoriques la densite et la polysCmie qu'on leur reconnait. De esta cita podemos deducir tres momentos o fases del procedimiento descodificador de la expresion idiomhtica. En primer lugar, tenemos que localizar el tdrmino "impertinente", es decir la palabra metaforizada (grado percibido), en el interior de la estructura; en segundo lugar, proceder a un calculo de reajuste semhntico (grado concebido), aiiadiendo o restando semas no solamente a esa palabra en cuestibn sino tambikn a las que la rodean; y en tercer lugar, crear un "puente" de enlace, que Klinkenberg califica de dialkctico, entre las dos operaciones, cuya tensi6n explicaria la densidad y la polisemia que se les atribuye a las expresiones retbricas. Si aplicamos ahora el mCtodo a un ejemplo concreto, podremos comprobar su validez con respecto a la methfora. Asi pues, analicemos la expresibn echar un cigarro.

1) Hay elemento "impertinente" localizado en el predicado (echar) ya que no respeta las reglas distribucionales impuestas por el substantivo. El verbo echar expresa normalmente una acci6n que denota alejamiento del objeto o de la persona a la que se pretende apartar de si. Por ejemplo, echar un papel a la papelera o echar a un niAo a1 suelo. Pero, en este caso, la acci6n del verbo no es arrojar el cigarro, sino fumarlo. El grado percibido esta, pues, desempeiiado por la palabra echar que le presta a la expresi6n su sentido primitivo como verbo de 'accibn impulsiva, esponthnea y rapida'. 2) Para restablecer la homogeneidad semiintica entre 10s dos terminos echar y cigarro, tenemos que a) atribuirle una cualidad de 'objeto desechable' a cigarro, o b) restarle a echar el clasema de 'objeto desechable'. En este caso, la solucibn preferible es la b). Asi mismo, y por contagio, o bien se resta a cigarro la cualidad de 'objeto consumible' o bien se atribuye a echar un sentido de 'objeto consumible'. En este caso, la solucibn preferible tambidn es la b). El grado concebido es el valor semiintico de 'consumici6n' adquirido por el verbo echar.

3) Se supera, pues, la incompatibilidad semhntica entre 10s dos tdrminos creando el enlace dialectic0 mediante el intercambio establecido entre el grado concebido 'fumar' y el grado percibido 'rhpidamente'. Con este procedimiento se pone de manifiesto el mecanismo de reajuste semhntico necesario para descodificar correctamente una expresibn idiomhtica. La metafora no actfia s610 a nivel de la palabra, la que sea (predicado o complement~),sino a nivel de toda la expresi6n a1 combinar 10s tdrminos en el eje

La idiomaticidad en las unidades fiaseol6gicas

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paradigmatic0 de una manera inesperada. Nuestra conclusibn, a este respecto, es que las EI que presentan incompatibilidad semhtica y necesitan de un reajuste interno para darles un sentido coherente son las que se identifican a primera vista como tales en el discurso. Las demas, que, segun nuestra tipologia, derivaron de una combinacion libre o que compiten aun con ella, cuentan con componentes compatibles y no ofiecen, pues, ruptura interna de sentido. Solo llaman la atenci6n como expresiones idiomaticas una vez que esthn en contacto con el resto del discurso en el que van incluidas. Vamos a comprobar la validez del mttodo de Klinkenberg aplicado a EI de ese tipo puestas en contacto con la isotopia de un texto.

2.2.2. La compatibilidad semhtica Este grupo de EI reline las expresiones que no presentan incompatibilidad semhntica interna. Sus formativos e s t h combinados de manera a constituir un enunciado literalmente comprensible. En nuestra clasificaci6n hemos diferenciado las EI que se derivan de una combinacicin libre "arcaica" y las que provienen de una combinacion libre "moderna". Hemos llegado a esta distincidn desputs de comprobar que algunas combinaciones libres ya no pueden emplearse en un sentido literal, puesto que se refieren a costumbres que pertenecen a tpocas y lugares antiguos, y constatar que otras si se usan en campos ltxicos vivos. Se ha podido comprobar la idiomaticidad de estas combinaciones a1 no adecuarse su sentido literal a1 contexto en el que iban empleadas. La imposibilidad de una lectura literal obliga a una interpretacibn que consiga reajustar el sentido de la expresion a1 texto. En este caso tarnpoco se trata de vaciarla totalmente de su contenido original, sino de "injertarle" un sentido segundo ligado de alguna manera a1 primero. De ese modo, la imagen que estaba ya presente en la combinaci6n libre se reactualiza, carghdose de connotaciones varias, y, a1 usarse fuera de su contexto normal, se pone a1 semicio de un act0 ilocutorio preciso: sorprender a1 interlocutor.

2.2.2.1.

La mechica de la metafora en el contexto de las EI

El intento que vamos a llevar a cab0 consiste en estudiar la relaci6n semhtica creada entre la EI y su contexto. Para ello, partimos de una EI que no presenta incompatibilidad interna, lo que podria inducir a1 oyentellector a no identificarla como tal con s610 oirla o leerla. Cojamos, por ejemplo, la EI echar lefia a1 fuego, e imaginemos que tste sea el dillogo en el que pueda aparecer:

Maribel Gonzalez Rey A.- Me parece que no hiciste bien en contestarle a Maria de una manera tan brusca. Ella no se lo merecia. B. -Pues, a mi tampoco me gust6 el mod0 que tuvo de diigirse a mi. A.- Estando las cosas tan ma1 entre vosotros, no deberias echarle mris lefia a1fuego.

Si procedemos a realizar las mismas fases de andisis que antes, comprobamos que: 1) Hay elemento "impertinente": toda la EI representa, con respecto a1 texto, un enunciado imprevisto desde el punto de vista semhtico. Su interpretacibn literal se ve obstaculizada, pues la 16gica del discurso lo impide. El grado percibido esth pues centrado en la EI echarle leiia a1fuego. 2) La restitucibn del sentido consiste en restablecer la homogeneidad del texto atribuyendole a la EI un valor reajustado a1 contexto. Ese reajuste pasa por la interpretaci6n de la imagen proyectada por la EI, sacada de su contexto original y trasladada a otro muy distinto como soporte argumentativo del discurso. El grado concebido, en este caso, deducido a partir de la isotopia del texto, equivale a: empeorar las cosas. 3) El enlace dialictico se basa en el intercambio que establecen 10s dos grados. La mente reajusta el sentido, interrumpido por incoherente en una lectura literal, para permitir una continuidad semhtica 16gica entre el contexto y la EI. Con estos dos ejemplos, hemos intentado demostrar la funci6n que desempeiia la metilfora en la caracterizaci6n de las EP. La mekifora no es tan s610 el motor del dinamismo interno de una EI, sino tarnbiin el de un dinamismo textual del que se infiere la presencia de una EI. Asi nos lo dice muy clararnente Ch. Bally (1965: 137-138): Le sens d'une expression figurke n'apparait qu'avec l'appoint d'un contexte approprii; c'est seulement par choc en retour que ce contexte fait dkcouvrir le complexe interne qui est la raison d'etre de toute figure. De todo lo dicho hasta aqui sobre las EI, podemos concluir que todas ellas son idiomhticas y esto en funci6n de su no composicionalidad con el contexto, en caso de las EI del tip0 1, y de su doble incomposicionalidad, interna y con el contexto, en el caso de las EI del tip0 2. 7

El estudio de la mdfora como elemento particularizante de las EI ha sido el tema de nuestra memoria de licenciatura Les expressions idiomatiques: leur valeur mhtaphorique, leida el 17 de septiembre de 1993, en la Facultad de Filologia Francesa de la Universidad de Santiago de Compostela (Galicia-Espafia).

La idiomaticidad en las unidades fiaseol6gicas 2.3. Las paremias

p st as tiltimas resultan ser, desde hace unos aiios, objeto de una disciplina que tiende a distinguirse del hmbito general de la fiaseologia, a saber, la paremiologia. El considerar, o no, la paremiologia y la fiaseologia como dos disciplinas autonomas depende de la posici6n de cada especialista. Mientras algunos fiaseblogos, como A. Zuluaga (1980: 191), las incluyen dentro de 10s "enunciados fijos o fiaseol6gicos", otros son partidarios de matizar, como J. Casares (1969: 203):

[...I no pareceri injustificado sostener que el estudio de 10s proverbios como tales y no como textos de lengua - conviene insistir en la distincidn - debe dejarse para la paremiologia, ciencia que guarda m k relaci6n con el folklore y con la psicologia colectiva o Ctnica que con las disciplinas lingiiisticas. Nuestra posici6n, a1 respecto, es que las paremias pueden ser susceptibles de un estudio linguistic0 exclusivo, como lo puede ser cualquier otro elemento de la lengua. Su estructura sintactica, su valor semhtico y su funcidn pragmhtica las capacitan para una aproximaci6n de esta indole. Pensar que este estudio le compita mas a la Paremiologia es atribuirle a esta disciplina mas objetivos que 10s que se le suelen atribuir. Asi, por ejemplo, G. Wotjak (1988: 538) jnstifica la exclusion de las paremias del campo fiaseol6gico a base de lo siguiente:

[...I optamos por excluir 10s refianes y las fiases proverbiales las que tengan forma de frase completa e independiente del campo de la fraseologia, confibdo10s a la paremiologia como disciplina de car6cter universal que se apoya en consideraciones folklbricas, etnoldgicas y antropol6gicas de diversa indole. Sin embargo, entre 10s paremi6logos, 10s hay que no atienden s610 a estudiar estas consideraciones a la hora de analizar las paremias. De hecho, existen tarnbiCn aproximaciones linguisticas que abordan el tema, y llegan a compararlas con las dem6s unidades pluriverbales. Para ellos, las paremias tienen rasgos definitorios que 10s distinguen del resto de las unidades fijas, corno, por ejemplo, de las expresiones idiomhticas. Asi lo leemos en J. Sevilla y A. Arroyo (1993: 257): Las expresiones idiomhticas se mantienen inalterables a travCs del tiempo, como las paremias. Sin embargo, no [la cursiva es nuestra] poseen la complejidad sintactica ni la condensaci6n semktica de las paremias, esto es, 10s enunciados breves, sentenciosos, consabidos, de forma fija y provistos de elementos mnemotdcnicos (Sevilla 1988 y 1992). Tampoco contienen la fuerte leccidn moral rodeada a veces de jocosidad - que caracteriza a las paremias. La mayoria de las

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Maribel Gonzalez Rey expresiones idiomhticas no forman oracion cabal y, en el caso de las fiases hechas, Cstas no gozan de la misma independencia sinthctica que las paremias y corresponden a ffases banales. Como b o t h de muestra, citarnos dos ejemplos, uno en espaiiol y otro en fiances respectivamente: Otro gallo me cantara y ArrCtons char, Benhur [sic]*.

Ahora bien, si 10s mismos paremi6logos consideran que el objeto de estudio de la paremiologia es el conjunto de paremias en si, sin importar el aspect0 que se analice en ellas (folcl6ric0, etnol6gic0, antropol6gic0, lingiiistico, etc.), esto autoriza otras disciplinas, como la fraseologia, a estudiarlas como hechos de lengua que son dotadas de caracteristicas comunes con las unidades que ellas mismas estudian. Aclarado este punto, hemos planteado desde el principio que las paremias pueden formar un grupo que se diferencie del resto de las unidades fraseol6gicas por motivos seminticos, ya que son composicionales y no cornposicionales a la vez. Para analizar esta doble capa semintica que puede llegar a caracterizar las paremias frente a las demis, cogeremos el ejemplo: No es oro todo lo que reluce. Cuando un locutor "injerta" este reffin en su discurso, a mod0 de cita y con un fin argumentative, como ilustraci6n y resumen de la tesis que sostiene, achia a dos niveles: por una parte, produce un enunciado que sigue el criterio de veracidad ( s e g h la 16gica de 10s hechos), con prop6sito expositivo; por otra, pretende que se interprete, sin embargo, mediante una operaci6n cognoscitiva que lleve a abstraer su sentido literal y concreto en un sentido figurado y conceptual con el fin de adecuarlo a la situaci6n en la que es empleado, con prop6sito ilocutivo. Asi:

1. Concretamente, Todo lo que reluce no es oro es un enunciado veraz. 2. Abstractarnente, No es oro todo lo que reluce puede equivaler a1 concept0 de desconfianza, o engaiio, seg6n la situaci6n. 8

Sin pasar a analizar esta cita, nos limitaremos a wmentar este ejemplo, corrigiendolo y complethdolo de paso ya que el enunciado correct0 es el siguiente: Arrgte ton char, Benhur, la course est finie. Consideramos desaforhmada la eleccion de este "both de muestra" por ser precisamente una muestra de todo lo contrario a lo dicho con respecto a 10s rasgos exclusives de las paremias: si tiene complejidad sintictica, si condensacion semintica, si es un enunciado breve, consabido, de forma fija, etc. Cierto es que no resulta ser sentencioso, ni tiene elementos mnemotecnicos (tampoco 10s tienen todas las paremias, p.ej. rnaAana serd otro dia). Sin embargo, si que es jocoso, por la irnagen de un Benhur lanzado en una carrera desenfrenada y a destiempo, cuyo sentido figurado se interprets como indication hecha a alguiin para que se detenga de soltar una avalancha de palabras, o de emprender una accibn demasiado precipitada, de un modo inoportuno o en un momento ya inadecuado.

La idiomaticidad en las unidades fraseol6gicas

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Si aplicamos el mitodo de Klinkenberg, podemos comprobar, a partir del siguiente texto, de elaboracidn propia: Me ha tocado premiado un boleto que sorteaba un viaje para dos a1 Caribe, a gastos pagos: avi6n, hotel cerca de la playa ... B. - iSi, ya! iY habitaci6n con vistas a1 patio! No te confies, asegurate primer0 que sea con vistas a1 mar, por lo menos, y que el hotel no est6 a m h de 300 m de la playa. No es oro todo lo que reluce, sabes. A.-

-

A nivel interno, no se produce ninguna incompatibilidad semhtica entre 10s formativos de la paremia: el enunciado forma una oraci6n comprensible, veraz, con caracter atemporal (las EI de tipo 1 tambidn son comprensibles en sentido literal, per0 su veracidad esta sujeta a factores espacio-temporales);

-

a nivel contextual, se produce un ruptura semhtica con el resto del discurso. La paremia se identifica como tal por no presentar un sentido literal oportuno para la 16gica del dialogo. Necesita de una interpretacidn en segundo grado que permita extraer el sentido adecuado. Para ello, la mente busca en ajustar la significacidn global del enunciado a1 resto del texto mediante las fases que hemos analizado en el caso de las EI. Como ellas, las paremias fundamentan su valor argumentativo en su sentido literal.

Ahora bien, lo que diferencian las paremias de las EI (que sean Cstas del tipo 1 o 2) y aunque el sentido idiomhtico de ambas guarde relacidn con el sentido compositional de la expresidn, es la naturaleza de esa idiomaticidad. En el caso de las EI, su sentido idiomhtico no se basa en la condici6n de veracidad del enunciado. Las de tip0 1, precisamente por ser derivadas de combinaciones libres arcaicas cuyas costumbres ya no se usan, o modernas per0 procedentes de otros campos lCxicos, carecen de veracidad temporal o espacial: la combinacidn fija nacida de ellas justifica su idiomaticidad en funcidn de esa desviacidn de uso. En cuanto a las de tipo 2, por ser no composicionales y formar enunciados literalmente sorprendentes por no decir absurdos, son idiomaticas ya de nacimiento, y su idiomaticidad procede de una distorsi6n de la realidad. Las paremias, en cambio, tal como dice A. Zuluaga (1980: 203), se emplean con el fin de introducir en el discurso "una verdad ya conocida, de validez general permanente [...I con la funcidn argumentativa de argumentar y probar, es decir, convencer a1 interlocutor". Esa verdad ya conocida representa la piedra angular en la que se fundamenta la fuerza argumentativa de la paremia. Una EI, sin embargo, a h atribuydndole el mismo aspecto ilocutivo, basa su argumentaci6n en la desviacidn o la distorsi6n de la veracidad.

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Maribel Gonzalez Rey

En conclusion, las paremias son idiomhticas por ser no composicionales desde un punto de vista externo, es decir, en contact0 con el resto del texto en el que van empleadas. Pero su sentido primer0 sigue presente en el discurso, funcionando desde su literalidad. Por ello, decimos que las paremias son composicionales y no composicionales a la vez. 3.

El valor pragmsitico de las UF

Como todo criterio semhntico no puede aplicarse sin repercusiones de tip0 pragmhtico, las consideraciones que hemos analizado en las tres hreas de la fiaseologia nos han conducido a las siguientes constataciones. Las colocaciones no son idiomhticas ya que su sentido global se infiere de la suma de 10s significados rectos de sus componentes. Su funci6n es designar objetos, personas, acciones o estados conforme a la realidad. Se trata de un lenguaje denotativo y referencial. Su finalidad es informar. Las EI y las paremias son idiomhticas ya que su sentido global o bien no se infiere de la suma de 10s significados rectos de sus componentes (cf. EI tip0 2), o bien no se infiere de la suma de la expresi6n con el context0 (cf. paremias y EI tipo 1). Su lenguaje es connotative y su funci6n argumentativa. Su finalidad, no obstante, es dispar: las paremias pretenden convencer mediante la verdad imperecedera, aprovechando su carhcter antiguo, de uso extendido en el espacio y el tiempo; las EI pretenden convencer buscando en impresionar a1 interlocutor, quebrando sus esquemas, desafiando sus perspectivas mediante imhgenes impactantes que se desvian de la realidad sin respetar la norma de lo veraz. Ahora bien si la idiomaticidad de las unidades fiaseologicas del tipo paremias y expresiones idiomaticas se verifica por la no composicionalidad de sus formativos entre si, o de la expresi6n resultante con el resto del texto, tambikn se verifica por el bies de la iconicidad. El aspect0 iconic0 de las EI y de las paremias se puede comprobar por la presencia de imhgenes cuyo sentido literal, veraz o no, contribuye a la construcci6n del sentido figurado de estos dos tipos de UF. Sin embargo, su realizaci6n se manifiesta de un mod0 diferente en ambos casos. A partir de nuestros ejemplos es posible constatar que en las EI la imagen es virtual por el hecho de indicar la expresidn una acci6n hipotdtica. En lo que concierne las paremias, la imagen es real, conforme a la veracidad del enunciado, enfocando ya no la accion sino el estado o resultado de la misma. Comparemos estos otros ejemplos:

La idiomaticidad en las unidades fiaseol6gicas Colocaciones

Expresiones idiomhticas

resolver por unanimidad bailarle el agua a uno subirse a la parra prestar atencidn barrer para dentro hacer unfmor

Paremias Entre padres e hijos no metas [as manos. Quien siembra vientos, recoge tempestadas. Una cosa es enhebrar, otra dar puntadas.

Si comparamos las tres categorias, sacamos las siguientes conclusiones: 1. Las colocaciones no configuran ninguna imagen.

2. Las expresiones idiomaticas y las paremias si configuran una imagen cuyo valor literal sirve de soporte a la interpretaci6n conceptual de las mismas. La indole de esas imagenes varia en cada uno de 10s dos casos: 2.1. En las EI, la imagen es gr~icamenteactiva, sustentada por verbos de accibn, per0 es virtual. Si le decimos a alguien que no se suba a la parra, o que se esta subiendo a la parra, para indicarle que esth exagerando, en ninguno de 10s dos casos lo va a hacer realmente. Se trata de una comparaci6n implicita. La metafora grhfica presente en la expresi6n contribuye a la interpretacidn del sentido figurado, per0 sin buscar en implantar ninguna declaracidn de principios. Alguien que de hecho se sube a la parra no realiza n i n g h act0 de soberbia. Las connotaciones entre sentido recto y sentido figurado son pues de carhcter psicol6gico y no 16gico. 2.2. En las paremias, la imagen esti sustentada por verbos que indican estado o resultado enfocando el momento final, conclusivo de la acci6n. La interpretaci6n del sentido figurado de esa imagen toma su impulso en el estereotipo. Su fuerza aleccionadora se basa en anticipar consecuencias, normalmente negativas, fundamentadas por una imagen real, comprobada y corroborada por la experiencia. La iconicidad de las paremias h c i o n a , pues, no desde el desvio, sino desde la literalidad a la que se suma la figuralidad. Del mismo mod0 que la paremia es un texto dentro de otro texto, siguiendo el procedimiento de la "mise en abime", su sentido figurado se activa a partir de su sentido recto.

En este estudio sobre la idiomaticidad, nos hemos propuesto analizar la aplicaci6n de ese criterio semhtico a1 conjunto de las UF, indagando en quC casos funciona y en cuales no. Nuestros pasos nos han llevado a considerar la noci6n

Maribel Gonzalez Rey de composicionalidad de 10s formativos de cada unidad como un elemento definitorio. Los resultados alcanzados nos han permitido establecer tres areas:

- las colocaciones caracterizadas por su composicionalidad; - las expresiones idiomaticas caracterizadas por su no composicionalidad; - las paremias caracterizadas por su composicionalidad y su no composicionalidad, conjuntamente. A1 rasgo de la composicionalidad, se suma el de iconicidad que funciona diferentemente en el caso de las EI y de las paremias, basandose en imagenes virtuales o reales, respectivamente. Ambas categorias de UF apuntan fines pragmaticos distintos: convencer mediante la distorsi6n de la realidad o mediante la verdad. Asi pues, resumiendo:

- sintacticamente: todas las UF son equiparables seghn el rasgo de la fijaci6n;

- semhticarnente: colocaciones, por una parte, EI y paremias, por otra, forman dos grupos distintos s e g h el rasgo (+I-) de la idiomaticidad;

- pragmaticamente: las tres clases de UF se diferencian por 10s rasgos (+I-) de composicionalidad e iconicidad. Concluimos este estudio sobre la idiomaticidad de las UF con el siguiente cuadro:

BALLY, C . (1965):Linguistique gknkrale et linguistiquefranqaise, Bema.

CASARES, J. (1969):Zntroduccidn a la IexicograJa moderna, Madrid (Revista de Filologia Espafiola, Anejo LII). C O S E W , E. (1981):Principios de semcintica estructural, Madrid. G O N Z ~ E ZREY, M. (1995): "Le die de la mdtaphore dans la formation des expressions idiomatiques",Paremia, 4, pp. 157-167. HEID, U . (1992): "Ddcrire les collocations: d e w approches lexicographiques et leur application dans un outil informatisd",Terminologie et Traduction, 213, pp. 523-548. KLINKENl3ERG, J. M. (1990):Le sens rhktorique: essais de skmantique littkraire, Bruselas.

La idiomaticidad en las unidades fraseolbgicas

73

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a1

estudio

de

las

expresiones fjas,

Neyda Diaz Garcia

ACERCADEL A N ~ I S I SSINTACTICO-SE~NTICO DE FRASES

IDIOMATICAS* Las frases idiomhticas constituyen un fenomeno linguistico que no ha dejado de interesar hasta hoy a 10s estudiosos de este campo. VCase a1 respecto la cuantiosa literatura soviCtica sobre fiaseologia. En cuanto a estudios realizados sobre la fraseologia alemana se destacan autores como: E. Agricola, R. Klappenbach, U. Fix, R. Eckert, W. Fleischer, H. Burger, W. Koller y otros. La h e idiomhtica se define generalmente como una unidad semhtica que presenta las siguientes caracteristicas fundamentales: significado metaforico, indivisibilidad semhtica, idiomaticidad, composici6n compleja (varios miembros o elementos). Es nuestro objetivo aqui, dedicarnos no a tratar el problema de lo que es una fiase idiomhtica, sin0 mhs bien intentar un anhlisis sinthctico-semhntico de Csta, donde se tienen en cuenta dos aspectos para nosotros esenciales: la estructura del significado y la combinatoria sintbtica de esta unidad lkxico-semhtica. 1. Nuestras reflexiones sobre esta problemhtica se pueden plantear en sintesis de la siguiente manera. 1.1. La frase idiomhtica tiene la particularidad de aparecer en la lengua no con un significado recto, sin0 metafbrico. Este hecho, a nuestro juicio, hace dificil el anhlisis (sobre todo semhtico) de tal fenomeno linguistico. No obstante, somos de la opini6n de que se puede emprender el anhlisis de la estructura del significado de la fiase idiomhtica como tal. Este intento tiene como punto de partida 10s siguientes aspectos:

(1) la frase idiomhtica constituye un signo linguistico, compuesto igual que otros lexemas, por un formativo y un significado; (2) es una unidad 1Cxico-semhntica de la lengua, que puede considerarse como lexema complejo, debido a que se compone de mhs de dos elementos; Reproducimos este articulo, publicado en 1983 en la Revista Leipziger Linguistische Arbeitsberichte (LAB 40), ya que, dada su escasa difusibn, no ha podido contar con la acogida que hubiese merecido.

Neyda Diaz Garcia

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(3) su significado es metafbrico, y se realiza a travks del semema;

(4) este semema esta constituido a su vez por elementos minimos de significado, o como se les nombra generalmente, por semas.

Partiendo de lo antes expuesto, se dan entonces las condiciones esenciales para adentrarnos en el presente analisis. 1.2. Para llevar a cab0 este analisis nos valemos de tres procedimientos o mttodos (muy conocidos y empleados actualmente en el campo de la semantics):

a) b) c)

la valencia sintbtica la valencia semhtica el analisis componencial

La valencia sinthctica (ler nivel de analisis) nos permite establecer 10s actantes que requiere la fiase idiomhtica. A este nivel nos encontramos en la estructura de superficie que tiene la fiase idiomatica. [I] meter la mano en la candelapor alguien Esta fiase idiomatica del espaiiol requiere un sujeto y un complemento direct0 (dos actantes), o sea, Sn y Sa o Sd. La valencia semhntica (2do nivel de analisis) expresa la realizacibn de 10s actantes sintacticos a nivel semhtico. (Puede hablarse aqui de una primera infiaestructura.) A este nivel se trata der ver la correspondencia entre 10s actantes y 10s casos semhticos. Siguiendo el ejemplo anterior tendremos lo siguiente: [2] meter la mano en la candela por alguien 1er nivel: Sn pSa (C.I.) 2do nivel: /Agens/ /Adressat/ El analisis componencial (3er nivel de analisis) tiene el objetivo de sacar a la luz 10s rasgos semhticos (semas) tanto de la fiase idiomatica (I) como de su contorno sintactico. Es precisamente aqui donde se puede ver la interrelacibn semantica entre ambos aspectos. En cuanto a estos tres procedimientos para el analisis, ha de plantearse que se trata de una combinacidn y no de una mezcla de ellos. Cada uno necesita del otro. En forma bastante general, se trata de penetrar en la semhntica y sintaxis de estas unidades Mxico-semhticas que son las frases idiomaticas.

Anilisis sinthctico-semhntico de frases idiomhticas

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Es por ello que no pretendemos que esta descripci6n sea completa ni mucho menos perfecta. Consideramos, no obstante, que permite ver particularidades como tambidn diferencias y similitudes no so10 intra sino tambidn interlingualmente. 1.3. Antes de entrar directamente a1 analisis resulta necesario hacer algunas observaciones: (1) Han sido seleccionadas s610 cinco frases idiomhticas para la realizaci6n del analisis sinthctico-semhtico ya que con esta cantidad se pueden ver en la practica 10s aspectos expresados anterioxmente.

(2) Las cinco frases idiomaticas seleccionadas pertenecen a la lengua espaiiola, aparecen con su correspondiente equivalente en la lengua alemana. Esto persigue el fin de una ulterior confiontaci6n. (3) Para operar con la valencia sinthctica y semhtica nos hemos apoyado en la simbologia y metodologia que emplea G. Helbig en su Worterbuch zur Valenz und Distribution deutscher Verben, y en la clasificaci6n que hace W. Schenkel de 10s casos semhnticos en su articulo "Zur semantischen Kombinierbarkeit deutscher Verben mit Substantiven" (W. Schenkel 1977: 93-1 15). (4) En el analisis se han tenido en cuenta 10s resultados de encuestas realizadas con nativos de la lengua alemana. Los ejemplos que aparecen en esta lengua pertenecen a nativos de la misma. (5) Para el establecimiento de 10s rasgos semhnticos (en las fiases idiomaticas del espaiiol) se ha trabajado mas bien intuitivamente.

(6) Se presenta aqui el mCtodo de andisis s610 a travds de un ejemplo; 10s resultados de la confrontaci6n del resto de las fiases idiomhticas aparecen en 1.5. En el caso de las frases idiomhticas del alemh nos ha ayudado nuestro conocimiento de esta lengua, per0 sobre todo el intercambio direct~con nativos de la misma. 1.4. Las fiases idiomaticas escogidas para el anllisis son las siguientes: [3] metirsele a uno en la cabeza alguna cosa [3a] sich em. in den Kopf setzen

[4] quedarse uno con la boca abierta [4a] Mund und Nase aufsperren

Neyda Diaz Garcia [5] ser el brazo derecho de uno [5a] jds. rechte Hand sein [6] no tener uno pelos en la lengua [6a] aus seinem Herzen keine Mordergrube machen [7] meter uno la mano en la candelapor alguien [7a] fur jdn. die Hand ins Feuer legen

En el anhlisis se sigue el siguiente orden metodol6gico: que ) se describe; (a) denominaci6n de la frase idiomhtica (I (b) perifrasis de la misma (se trata aqui del significado de la frase idiomhtica, el que ha sido tomado de diferentes diccionarios de ambas lenguas; a travCs de las perifrasis se especifica y detalla este significado; las perifrasis constituyen un medio para llegar a1 objetivo perseguido); (c) denominaci6n del semema (o de 10s sememas) (de acuerdo con las perifiasis se han fijado un semema o varios sememas para la I); (d) anhlisis sintactico-semhtico (el esquema de descripcidn se interrelaciona vertical y linealmente: linealmente aparecen dos niveles (valencia sintictica y semhtica), verticalmente aparece el anhlisis componencial). Una observaci6n necesaria es la siguiente: El tCrmino "perifrasis" (y las perifrasis como tales) lo empleamos para expresar las posibilidades que tiene el significado de ser explicado en forma mhs o menos detallada. Consideramos desde el punto de vista metodol6gico -que es necesario formular las perifrasis para que se pueda entender el porquk de la fijaci6n del semema. Como ya se ha dicho anteriormente, este paso en la descripci6n nos permite llegar mhs fiicilmente a1 Gltimo nivel de andisis: el analisis componencial. [3] metdrsele a uno en la cabeza alguna cosa 'figurhrsela con poco o ningb fundarnento y obstinarse en considerarla cierta o probable' P2 'perseverar en un propbito o capricho' P3 'coger la idea de ella sin fimdamento o con obstinaci6n1 S 1 'figuraci6n' S2 'capricho' P1

Ej.:

S1 S2

A ella se le ha metido ahora esa idea en la cabeza. Se le ha metido en la cabeza casarse en octubre.

Analisis sintactico-semantic0 de frases idiomaticas

Sn b

sd

"8"'



Sd

I I dressat/ 4

\

*T"

Pars

prep

NS

I

Pars

[3a] sich etw. in den Kopf sehen 'an einem bestimmten Gedanken festhalten' P1 P2 'sich etw. fest vornehmen' S 'Eigensinn' Ej.:

Ich habe mir in den Kopf gesetzt, dieses Kleid zu kaufen. /I-

\

Inf 0

Neyda Diaz Garcia

80

1.5. El analisis realizado arroja el siguiente resultado:

Prep /Adrest S2

Preps /Adrest

Sd

/Adrest Pa]

Sn /Agensl

101

Inf

La diferenciacibn de dos sememas en [3] estB dada por el rasgo semantic0 . Por su significado, [3a] ha de compararse mas bien con el S2 de [3]. Sale a la luz en la comparaci6n interlingual de [3] el hecho de que en el S1 nos encontrarnos con el complemento direct0 en la estructura de superficie representado por un Sa y un Pr. Mientras que en [3a] aparece un /Agens/ en el segundo nivel de anilisis, no es este el caso en el S2 de [3]. La semejanza se da aqui a nivel de rasgos semhnticos.

Hay semejanza entre ambas fiases idiomaticas a travCs del IAgensl y de NS 1. La primera diferencia aparece en el primer nivel de analisis, donde en espaiiol el sujeto estl omitido (SO), mientras que en a l e m h no estC el caso; en esta lengua debe aparecer el sujeto. La segunda diferencia se encuentra en el tercer nivel de anilisis: en [4] aparece el rasgo semhntico , en [4a] no, puesto que no es requerido en alemh.

El ler y 2do nivel de anilisis manifiestan completa semejanza en ambos idiomas. En el tercer nivel se da una diferencia, a1 realizarse el /Agensl de [5] como y < + h i m > , lo que no es posible en [Sa].

Analisis sinthctico-semhtico de frases idiomaticas

En este caso podemos hablar de una equivalencia semhtica casi completa entre ambas frases idiomhticas. En el tercer nivel de analisis aparece en [6a] el rasgo semhtico marcado con ya que a nuestro juicio se dan ambas posibilidades. En la frase idiomatica espaiiola indudablemente ha de aparecer.

*,

Tambitin aqui la equivalencia semhtica es casi completa. La h i c a diferencia aparece en la realizaci6n del /Adresat/ en [7], el que puede ser , mientras que en [7a] no es este el caso. 1.6. A mod0 de resumen de este breve anilisis confrontativo diremos lo siguiente: (1) El analisis realizado permite detectar particularidades a nivel intra e interlingual. (2) Se detectaron semejanzas y diferencias en 10s tres niveles de analisis, por lo que este hecho permite pensar en problemas en el establecimiento de la sinonimia semhtica. (3) Mediante el analisis se ha podido aquilatar lo dificil que se hace la diferenciaci6n entre significados (ej. [3]), tambitin exclusivamente dentro de una lengua.

(4) La descripci6n hecha permite establecer la equivalencia semhtica entre frases idiomhticas de un par de lenguas, y a la vez puede servir de apoyo a1 establecerse la equivalencia comunicativa en la traducci6n.

(5) Hay particularidades que dan motivo para una investigaci6n m h bien sinthctica que semhtica, ejemplo de ello es el caso de frases idiomaticas donde aparece el pronombre "lev. (6) Un anilisis m h detallado requiere indudablemente la inclusi6n de, p. ej., 10s actantes obligatorios y facultativos en la valencia sinthctica, lo

Neyda Diaz Garcia que no se ha entrado a analizar aqui con todo detalle. Se puede intentar igualmente la descripcibn semhntica en el 2do y 3er nivel de analisis de las oraciones subordinadas (NS), lo que ayudaria a establecer con mayor exactitud el significado. Consideramos que caracteristicas inherentes a las fiases idiomaticas, como "expresividad" y "valoracibn", permiten ser especificadas en el 3er nivel de analisis. El analisis emprendido confirma una vez mas la estrecha unibn que existe entre la sintaxis y la semhntica, a h t r a h d o s e de unidades Mxico-semhnticas tan complejas como las fiases idiomaticas. Simbolos empleados: P S Prep Sprep

= =

= =

Paraphrase Semem Praposition Substantiv + Priiposition

perifiasis semema preposicibn sustantivo + preposicibn

Rasgos semhticos: Abstr Anim Caus

Hum In Int

Inh Or Prad. Refle stur

abstrakt belebt kausal menschlich intensiv intentional hhtirent mtindlich Priidisposition reflexiv stur

abstract0 anirnado causal human0 intensivo intentional inherente oral predisposicibn reflexivo con testadurez

FLEISCHER, W. (1982): Phraseologie der deutschen Gegenwartssprache, Leipzig. HELBIG, G. (1982): Valenz -Satzglieder -semantischer Kasus -Satzmodelle, Leipzig.

-; W. SCHENKEL (1969): Worterbuchzur Valenz und Distribution deutscher Verben, Leipzig.

SCHENKEL, W. (1977): "Zur semantischen Kombinierbarkeit deutscher Verben mit Substantiven", en: Probleme der Bedeutung und Kombinierbarkeit im Deutschen, Leipzig. STEPANOWA, M.D.; G. HELBIG (1981): Wortarten und d m Problem der Valenz in der deutschen Gegenwartssprache, Leipzig.

Mario Garcia-Page

EXPRESI~N FIJA Y SINONIMIA 1.

Consideraciones preliminares

Un considerable numero de expresiones fijas tienen la particularidad de expresar de algun mod0 una relacion de sinonimia semejante a la que se establece entre unidades lexicas simples. Este aspect0 ha sido observado en algunos estudios sobre la fiaseologia de otras lenguas naturales (p.ej. Fleischer 1982: 182-184), per0 creemos que se ha hecho de una manera escasamente detallada e insuficiente. Por ello, es nuestro proposito aqui contribuir a un mejor conocimiento del funcionamiento de la sinonimia en las unidades fiaseologicas del espafiol. Por las limitaciones de espacio, atenderemos especialmente a 10s mecanismos de consecuci6n y las formas de expresion, relegando a ulteriores investigaciones otros aspectos no menos interesantes, como 10s hist6rico-diacrbnicos, 10s socioculturales y etnolingiiisticos, etc.: variedades diat6picas y diastraticas, correspondencia posible entre la genesis del fraseologismo y la comunidad de habla que lo emplea, transvases entre c6digos especificos, etimologia, formaci6n de familias, creacion de paradigmas de variantes, etc. La sinonimia en las expresiones fijas - entendida aqui en tdrminos relativos y ligada a1 discurso - se manifiesta fundamentalmente de dos maneras distintas, que llamaremos provisionalmente sinonimia interna o intrafiaseol6gica y sinonimia externa o extrafraseol6gica. 2.

Sinonimia interna o intrafraseol6gica

2.1. La sinonimia interna es la clase de sinonimia determinada por la relacion semhtica que se establece entre 10s signos conformantes de una expresion fija. La sinonimia interna estarh, pues, representada por unidades fraseol6gicas que contienen dos - o mas - unidades lkxicas que, en la lengua comun, tienen un significado parecido o identico (de golpe y porrazo, justo y cabal, cornzin y corriente, a l j n y a1 cabo, dueiio y seiior...); aunque en algunos casos el parentesco entre 10s dos tkrminos puede depender mls de factores pragmhticos (estereotipo, conocimiento individual del mundo, fiecuencia de uso, ...) que de un analisis semhtico componencial (contante y sonante...). La familiaridad o afinidad semantics entre 10s lexemas se hace mas estrecha cuando entran a for-

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Mario Garcia-Page

mar parte de la misma locucion palabras que pudieran estar semanticamente menos proximas en el vocabulario comfin (ni corto ni perezoso, laflor y nata, vivito y coleando,por cuenta y riesgo...). 2.2. Los binomios fiaseol6gicos son, sin lugar a dudas, el conjunto mas representativo de expresiones fijas que participan de esta suerte de sinonimia. Los binomios e s t h constituidos generalmente por un sintagma coordinante copulativo bien afirmativo (preferentemente, cony): a trancas y barrancas, a gatas y tatas, mondo y lirondo, de rompe y rasga..., bien, aunque menos frecuente, negativo (con ni): sin causa ni razbn, sin orden ni concierto... El grupo sintagmatico m h simple (y el mas fiecuente) se compone de dos nficleos sustantivos, adjetivos o adverbiales sin determinante ni especificador: amo y seiior, sano y salvo, lisa y llanamente; a veces, dichos nhcleos son tCrminos de una preposici6n: por obra y gracia, a imagen y semejanza. La estructura mas compleja parece estar representada por locuciones verbales configuradas por un binomio nominal que modifica a un predicado simple: aguantar carros y carretas, hablar largo y tendido... La existencia de fkaseologismos gemelos o geminados no es un hecho lingiiistico aislado: el esquema compositivo del binomio es una manifestacion mLs, entre otras muy diversas, del binarismo como procedimiento cultural (repeticicin, paralelismo, etc.) y lingiiistico-retcirico recurrente en la literatura de todos 10s tiempos, asi como en otros tipos de discurso, en donde el posible valor de refuerzo o Cnfasis semhtico de la estructura pareada queda a veces relegado o condicionado a otros imperativos (vCase, p.ej., Garcia-Page 1992, 1995~). Tanto puede estar a1 servicio del diseiio ritmico u otra convencion artistica, como resultar un simple juego con el significante, o mero ripio, o clichC... 3.

Sinonimia externa o extrafraseol6gica

3.1. La sinonimia externa queda definida por la existencia, en el c6digo fiaseolcigico, de expresiones fijas de estructura formal diferente y significado idCntico o semejante. Es el caso de frases como no dar el brazo a torcer permanecer (seguir) en sus trece - no apearse del burro; tener la sartbn por el mango - cortar el bacalao - llevar la batuta - ser (llevar) la voz cantante; arrimar el ascua a su sardina -llevarse el gat0 a1 agua - cada cual tira de su cuerda - Ilevarse el agua a su molino; en un pis pas - en un periquete - en un santiambn - en seguida - en un soplo/suspiro/respiro - en un abrir y cerrar de ojos - en menos que canta un gallo - en un decir ambn, Jeslis - en un decir adibs - a escape -en un cerrar de (10s) ojos; a menudo - una y otra

Expresi6n fija y sinonimia

85

vez - a cada instante/momento - cada lunes y cada martes - cada dos por tres/tres por cuatro - a cada triquitraque - a traque (y) barraque; a escondidas - a hurtadillas - de solapa - a solapo - de extranjis - de extranjia de tapadillo;a lo loco/tonto - a1 @en) tuntun - a1 boltuntun - a la ligera a tontas y locus - a1 voleo - a ciegas - sin ton ni son - a troche y moche; poner las cosas en su sitio - cantar las cuarenta [a alg.] -poner 10s puntos sobre las ies -decir [a alg.] cuantas son cinco; a expensas de - a cargo de a costa de - por cuenta [y riesgo] de; a ojo de buen cubero - a vista de pcijaro - a primerdsimple vista; sacar de quicio [a alg.] - traer fiito [a alg.] - traer [a alg.] por el camino de la amargura; a ultranza - a muerte - a toda costa - a todo trance; nadar y guardar la ropa - repicar campanas y andar en la procesidn - estar a1 plato y a las tajadas; hacer de tripas corazdn - sacar fuerzas de jlaqueza; etc. Como puede observarse, existen series sinonimicas compuestas por m b de dos fiases, per0 las mhs frecuentes son las de dos o tresl: sorber el seso - comer el coco/tarro; a compcis - a1 alimbn; a1 estricote - a1 retortero; a horcajadas - a escarramanchones; de un tirdn de una sentada; a pie juntillas - a1 pie de la letra; a tientas - a ciegas; de aqui te espero - de padre y muy sefior mio; sacar las castafias del fuego poner el cascabel a1 gato; a campo traviesa - campo a travks; (no) pegarsela - no dcirsela con queso2; hay moros en la costa - Ias paredes oyen - hay ropa tendida3;a torna punta -a torna pebn; echar (tirar) todo por la borda tirar la casa por la ventana; estar a la corda -esperar (estarse) a la capa; a la vista -a ojos vistas; etc. 3.2. A veces, la sinonimia entre dos unidades fraseol6gicas se consigue a partir de s610 uno de 10s distintos sentidos posibles. Asi, haber gat0 encerrado es locuci6n sin6nima de oler a cuerno quemado cuando Csta significa 'albergar una sospecha' (y equivale a la fiase familiar oler mal). Con tal sentido, dichas locuciones se predican de un sujeto [-aim., +abst.] ("asunto, tema"); cuando oler a cuemo quemado tiene sentido literal ("un cuerno que arde desprende ma1 1

Los paradigmas de una y otra serie no pueden considerarse hermkticamente cerrados: pueden existir otras alternativas- diatbpicas, o de otra indole - no incluidas en nuestro corpus.

2

Como norma general, eliminaremos elementos que son necesarios en la definici6n de ciertas unidades h w l 6 g i c a s (argumentos seleccionados) pen, que no son fijos; p.ej., el complemento indirect0 en pegarsela [a alg.] - no darsela con queso [a alg.] (vkase Martinez Marin 1991).

3

Sobre esta serie de fiaseologismos oracionales y la descripci6n de las paredes oyen, bien como expresibn fija bien como refkin truncado, v6ase Garcia-Page (1995a).

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Mario Garcia-Page

olor"), entonces el argument0 sujeto seleccionado es [-anim., -abst.]. No obstante, hay una tercera posibilidad: cuando oler a cuerno quemado tiene sentido semiidiomatico, el sujeto puede ser [*anim., -abst.] ("cualquier cuerpo desprende ma1 olor"); entonces, equivale a oler a rayos (vCase Garcia-Page 1995b, 1996a). Asi mismo, se dice que se hace algo a ciegas o a tientas cuando se tienta o se palpa porque no hay posibilidad de ver o hay escasa visibilidad; se dice que se hace algo a ciegas o sin ton ni son o a lo loco cuando se actua sin pensarlo primero. El sentido de la primera es literal o semiidiomhtico; el de la segunda, claramente idiomhtico. (VCase tambikn a bocajarro, 3.5.) 3.3. Es posible que esta variedad de sinonimia (de ser admitida) sea, en su mayoria, parcial o no absoluta, porque el principio de conmutabilidad no se cumpla en todos 10s contextos. En tanto que manifestacion de valores idiosincrkicos, muchos fiaseologismos - como otros productos lingiiisticofolclbricos y culturales, como 10s refranes - presentan a l g h signo que apunta a la comunidad de habla que le dio vida o difusion, a1 registro idiomatico en que se form6, a1 origen histbrico, a1 acontecimiento proverbial, a1 modelo que le dio horma..., algun indice que pueda no consentir la sustituci6n total: un fiaseologismo esth marcado diatbpicamente, o es m& literario que otro, o mas arcaico, o mas especifico, o ...4 Por ejemplo, las locuciones adverbiales de puntillas ('con la punta de 10s pies', 'sigilosamente') y de balde ('gratis') son, respectivamente, mas usuales que en pinganillas y de oque; a jorro ('remolcando') y de falondres ('repentinamente') son de uso mas restringido porque pertenecen a1 habla de 10s marineros, contrastando con las mas comunes a remolque y de repente, respectivamente; las locuciones verbales ver 10s toros desde la barrera ('contemplar el peligro desde lejos') o echar un capote - o echar un cable ('ayudar'), de uso ya generalizado, conservan aun la huella de su origen especifico (tauromaquia, marineria), por lo que son ejemplos de la transfusion o transvase continuo de las lenguas especiales o de profesiones a la lengua esthndar (vdase, p.ej., Tecedor 1996); estar (andarhallarse) de romania, voz de la germania y jerga de maleantes, contrasta con la familiar estar de capa caida; en orre ('en abundancia, amontonado') y a traque barraque ('con mucha fiecuencia') posiblemente son de uso limitado a la lengua escrita o literaria: en el coloquio se prefieren 10s adverbios a granel y cada dos por tres, respectiva4

En Garcia-Page (1993) se exponen las preferencias de un colectivo de alumnos jovenes ante varios ejemplos de sinonimia extrafraseologica.

Expresion fija y sinonimia

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mente; de hoquis y a cox cox son acaso formulas arcaicas, fiente a de balde y a (la) pata coja, respectivamente. Hay tambikn diferencias diastraticas entre las variantes sinonimicas de 10s modismos costar (valer) un rifibdun ojo de la cardun potosi/un huevo/un coj6n..., mandar [algo a alg.] a paseo/la Conchinchind+eir monas/la mierddtomarpor (el) culo...5; unas variantes fiaseologicas son mas eufemisticas que otras, m b directas, vulgares o soeces, en de antologidde abutedde puta madre... ('muy bueno') o pasar a mejor vida/llevcirse[lo] Dios/irse a1 otro mundo (barrio)/ir a criar malvas/estirar la patdpalmarla (difiarla)/quedarse (estar)$ambre/quedarse tieso @atitieso)/hincar el pico/liar el petate (cit. Dominguez 1975: 184-185)...; unas alternativas 16xicas e s t h dialectalmente marcadas frente a otras neutras: hacer vaca es variante peruana de hacer rollo/novillos/pellas/rabona (cit. Dominguez 1975: 203). .., importar un poroto6 es mas propio de AmCrica frente a las comunes del espaiiol peninsular importar un rhbano/un pepino/un bledo... 3.4. Una de las procedencias de la sinonimia total o perfecta podria ser la que se origina con el emparejamiento de expresiones fijas descriptibles como "variantes morfol6gicas" (vCase Carneado 1985: 271-272; vCase Garcia-Page 1996c: 482) del tip0 de mentirilla - de mentirijilla, a reculas - a reculones, a coxcox - a coxcojita, tomar el pendil - tomar el pendingue, a escondidas - a escondidillas, a1 trueque - a la trocada - a la trocadilla, a la postre - a postremas, a pospelo -a contrapelo -a(l) redopelo, a horcajadas -a horcajadillas, de extranjis - de extranjia, etc., en las que un @seudo)afijo muchas veces, un aparente diminutivo -decide la farnilia derivativa'. Aunque de mas complejo analisis, la sinonimia absoluta podria darse en las alternativas expresivas o estilisticas de una misma locuci6n, como en volandas - a las volandas, de nequin - a nequin, a hombros - al hombro - en hombros, me importa unas narices - me importa un par de narices - me importa tres pares de naricess, de oido - de oidas, de solapa - a solapo, a redopelo al redopelo, de tal guisa - en tal guisa - a tal guisa de, a tiento -por el tiento, a rastras - a la rastra..., diferenciables por alguna variaci6n 5

Para las distintas posibilidades de realiici6n de esta atima expresi6n fija, vhase GarciaPage (1996~).

6

Citada en Dominguez (1975: 1 17).

7

Rephse en que el (pseudo)afijo determina en muchas ocasiones una palabra idiodtica. Vease, especialmente, Garcia-Page (1991 : 247-248, y tambib 1990a).

8

Para m b detalles sobre esta expresibn, vkanse Gmia-Page (1996c, 19954 1995e).

Mario Garcia-Page morfologica o gramatical: cambio de preposition, ausencialpresencia de articulo, cambio de cuantificador, distinto morfema de gCnero o numero (?), etc. Otra posible fkente de creacion la constituyen las unidades fraseol6gicas con variacion meramente grhfica del tip0 a cox cox - a coxcox, a tente bonete - a tentebonete, a quema ropa - a quemarropa, a troche (y) moche - a trochemoche, etc., o aquellas que admiten un cambio de orden distributivo, como a sorbimuerde - a muerdisorbe, a man(o)salva - a salvamano, a cierra ojos a ojos cerrados, quk sk yo -yo quk sb, etc., a ninguna de las cuales parece adecuada la etiqueta de "variante" fi-aseologica (Garcia-Page 1996c: 485-486). Asi mismo, podrian considerarse sinonimas absolutas las expresiones fijas que admiten breves incrementos (o ligeros acortamientos) lCxicos o gramaticales, del tip0 tomar las (calzas) de Villadiego, hablar (hasta) por 10s codos, a1 (buen) tuntzin (a1 boltuntzin), de todos (10s) modos, en un decir ambn (Jeszis), etc. En este sentido, habria que incluir tambiCn las formulas abreviadas del tip0 (andar) a gatas [y tatas], a pelo [y pospelo], armarse la de Dios [es Cristo], de drdago [a la grande], dar en el quid [de la cuestidn], de golpe [y powazo], hacerse [la picha] un lio: la sinonimia debe darse entre la expresion reducida y la forma expandida.

3.5. Ahora bien, variaciones de una y otra naturaleza que, como hemos visto, dan lugar, unas veces, a meras posibilidades expresivas o estilisticas y, otras veces, a genuinas variantes £raseol6gicas, pueden resultar so10 alternativas engafiosas porque lleguen a determinar diferencias de significado importantes. Por ello, conviene actuar con cautela describiendo cada expresi6n fija como unidad independiente si no se quiere incurrir en al@n m b que posible an6lisis erroneo. Por ejemplo, el cambio prepositivo parece estar permitido en la serie d d e nequin, per0 no cuando el tCrmino de preposici6n es balde (v.g.: edde balde), ya que el significado es muy distinto: de balde, 'gratis'len balde, 'inutilmente'. La locucidn verbal estar por las nubes ('caro, inaccesible') no tiene nada que ver con estar en las nubes ('despistado', estar en Babia); si bien, hay tambiCn una diferencia sintactico-semhtica, ya que la primera h e requiere un argument0 externo de sujeto [-aim] y la segunda, un sujeto [+hum]. No vkrse[le] el pelo [a alg.] no es necesariamente la negation de vkrse[le] el pelo [a alg.]: la una significa 'ausentarse, no aparecer' y la otra, 'dejar asomar las intenciones' (Garcia-Page 1996b). Ciertas locuciones admiten cambios de supuestos sufijos sin variation significativa importante: por lo bajo/bajini, de mentirdmentirilldmentirijilla..., per0 el cambio morfematico puede corresponderse, en otras locuciones, con un

Expresion fija y sinonimia

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cambio semantico; asi, en pinganillas significa 'sigilosamente' (equivalente a de puntillas) y en pinganitos, 'en situaci6n afortunada'. Algunas expresiones fijas toleran la supresi6n del determinante: a [la] rastra, de todas [las] formas, en [el] caso de...; otras, en cambio, no la consienten. Normalmente, la sustracci6n del articulo conlleva la ruptura o, cuando menos, una variaci6n semhtica. En ocasiones puede tratarse incluso de dos unidades fraseol6gicas distintas. Asi, meter mano es una expresi6n fija de idiomaticidad multiple (Garcia-Page 1995b), porque puede significar 'abusar sexualmente, sobar' o 'manipular, influir en un asunto' o 'robar' o 'atrapar, capturar'. En cualquiera de estos sentidos, la adici6n del articulo la provoca la reliteralizaci6n de la frase (v.g.: meter la mano, 'introducir') y bloquea cualquiera de 10s sentidos idiomhticos sefialados (p.ej., Habia en el parque una pareja metikndose @/*la mano, que llamaba la atencidn de la gente que por alli pasaba; El estafador seguirci timando mientras la policia no le meta @/*la mano; Si el inzitil de kngel ha ganado la plaza del concurso, es seguro que su tio (que es un empresario influyente) ha metido @/*la mano).

A bocajarro (forma agrupada de a boca dejarro) es expresi6n equivalente de a quemarropa cuando modifica a1 predicado disparar [a alg.], (v. gr.: disparar a quemarropda bocajarro), per0 no lo es necesariamente a boca de jarro, que puede ser reliteralizada si complernenta a beber - context0 en el que no est6 permitida la conrnutacibn por a quemarropa. (V.gr.: beber a boca de jarro/*a quemarropa.) -. Junto a estos cambios semhticos originados en la distinta conformaci6n grhfica, pueden producirse cambios de categoria; p.ej., las locuciones adverbiales de prisa, asi mismo y en seguida han derivado en palabras (compuestas) con igual significado a1 soldarse griificamente: deprisa, asimismo, enseguida. Su uso actual es indistinto. Para el significado de 'ayudar', se ha conformado la serie echar + art + N , per0 no todo N es posible: echar una mano/un capote/un cablel*el guante; la locuci6n echar el guante significa 'capturar, atrapar' (como meter mano en uno de sus sentidos). En tanto que pueden alternar con igual valor cortar por lo sano y cortar de raiz, el sintagma por lo sano no puede sustituir a de raiz cuando modifica a1 predicado arrancar en la locuci6n verbal sin6nima arrancar de rari/*por lo sano. El verbo pelar es el nucleo de la consecutiva enfiitica que pela si complementa a1 predicado hace un fiio (con un enfiitico), y de que se las pela si modifica a1 verbo corre; verbo que tambiCn admite la variante que [parece que] vuela. Tales estructuras consecutivas son inintercambiables; v.gr.: corre: que

90

Mario Garcia-Page

vueldque se las pela/*que pela las pela. 4.

- hace

unpio: que peld *que vueld *que se

Variantes sinonimicas

Entre 10s dos extremos representados por las dos clases de sinonimia indicadas, la interna y externa, cabria situar un grupo compuesto por las expresiones fijas con variantes fraseol6gicas (Zuluaga 1980: 106-113; Carneado 1985; Barz 1986 y 1992; Hundt 1993; Garcia-Page 1996c) del estilo de importar un(a)(s) bledo/ comino/pepino/pimiento/r~bano~oroto/higo/hig~lecheito/carajooll~ huevo/cojbn/mierddardite narices..., dar en el clavo/la diandel quid/blanco/la clave/el busilis..., dormir como un(a) lirbn/marmota/tronco/cesto/leAo/ceporro ...9, estar [loco] como una cabrdregadera/chota/cencerro mot0 ... (o estar majareta)lo. Algunas fiases hechas disponen de solo dos o tres variantes (vCase nota 1): reirse a carcajadas/a mandibula batiente..., a voz en grito/en cue110..., ser un calzonazos/un Juan Lanas ...,faltar el canto de un duro/el pelo de un calvo..., ni gota/chispdcinco ..., venir a1 mundo/a la vida..., ojo alerta/avizor..., no saber a que' carta quedarse/santo encomendarse..., quedarse para vestir santos/adornar altares... Todas estas construcciones tienen la particularidad de que s610 una parte es fija o invariable, mientras que la otra constituye un hueco lCxico o sintactico que ha de ser llenado por secuencias, similares o diversas, que conforman un paradigma. Por ello creemos - fiente a la opinion de otros autores (Zuluaga 1992: 126) - que no deben describirse como variantes 10s sinonimos extrafiaseologicas del tipo no dar el brazo a torcer -permanecer en sus trece, etc. (3.1.), en tanto que la configuration formal es distinta y no responde a esta caracterizacion (veanse, para una opini6n distinta, Zuluaga 1980: 109 y GarciaPage 1996c: 485). Como puede apreciarse, las variantes no son, en su mayoria, voces sinonimicas en el c6digo lingiiistico c o m h (p.ej., llevar a te'rmino/cabo/Jin),aunque en alguna ocasidn puedan compartir paradigma en virtud de alguna relaci6n asociativa (p.ej., "frutos horticolas": pimiento, pepino, rabano, etc.; 9

Sobre las posibilidades de la comparativa estereotipada dormir como un lirbn y variantes, vCase esp. Garcia-Page (1994).

10

En Garcia-Page (1994) se describe la comparativa mcis loco que/[tan] loco como una cabra y variantes.

Expresion fija y sinonimia

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"denominaciones del organ0 sexual": huevo, pito, carajo, etc.; aunque algunos pueden pertenecer a varios: higo, rhbano, etc.). No obstante, dentro de la construcci6n fijada se constituyen en alternativas lCxicas con valor sinonimico. Unas veces, las variantes presentan la misma o parecida estructura gramatical (a veces, so10 son signos lCxicos conmutables): de campeonato/drdago /antologidpeliculdcine/primerdazipdolk/ab~ten/miedo/p~ta madre/marca mayor/los que hacen kpoca... - o 10s citados importar + un + N y dormir + como + un + N - (v6ase 5.); otras veces, las variantes sinonimicas tienen una estructura sinthctica distinta (su mayor diferencia es de uso): mandar es el nucleo predicativo comim a 10s complementos la porra, el quinto pino, fieir esparragos y hacer puffetas, entre otros posibles (vCase Garcia-Page 1996~);el esquema armarse + det [udla] + N alterna con armarse + la + de + SN para crew 10s fraseologismos oracionales (Garcia-Page 1995a) sin6nimos armarse armarse la marimorena, a m a r s e una buena, un zipizape/foll~n/pifostio/lio, armarse la de Dios/San Quintin; el adjetivo tonto (a veces, loco y otros afines) selecciona las diversas frases elativas (Garcia-Page 1990b): de remate, a rabiar, del higo/bote/capirote/culo,como kl solo, a mas no poder, a base de bien, de atar, etc., y que mandado hacer de encargo (en cuyo caso, tonto exige el cuantificador adverbial mas para conformar una comparativa de superioridad).

A veces se producen desajustes. P.ej., cuando de la frase hiperb6lica morirse de risa se preserva el elemento nominal, morirse se constituye en variante de 10s predicados partirse, mearse, troncharse, deste[o]rnillarse, descoyuntarse, descuajaringarse y quiz& algun otro; pero, si se preserva el elemento verbal y risa es sustituido por otras alternativas posibles (miedo, horror, pie, asco...) ninguna variante verbal de aqudllas es admitida: *partirse de asco, *mearse de miedo, etc. 5.

Zonas de limite

5.1. La clasificaci6n de las expresiones fijas, de acuerdo con esta tipologia, no siempre resulta tarea fhcil. Una construcci6n como de higos a brevas, que describimos como una realizacibn lixica del esquema fiaseol6gico con casilla vacia de - a - (con el significado 'a gran distancia de tiempo', 'mediado un afio') en tanto que alternativa de otras realizaciones: de uvas aperas, de Pascua a Ramos, podria acaso analizarse como una construcci6n sinbnima de estas G1timas (sinonimia extrafraseologica), si no una expresi6n fija con variantes. Algo semejante cabria seiialar en de la Ceca a la Meca - de aqui allh(para alla de all¶ acd - de un lado d p a r a otro; en de vez en vez - de cuando en

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Mario Garcia-Page

cuando - de vez en cuando - ?de cuando en vez, o en de punta a punta - de cabo a rabo - de cabo a cabo - de punta a cabo - ?depies a cabeza...

Otro caso fronterizo lo constituye la serie de locuciones con la pauta estructural de + N/SN para denotar que algo sucede 'repentinamente o de forma imprevista': de pronto/repente/szibito/improvisolfalondres/sopetdn/goe[y porrazo]/buenus a primeras/momento... ~ E una s expresi6n fija independiente (sinonimia externa)?, jse trata de un esquema fraseol6gico? (vCase 4.). Lo mismo podria decirse del esquema a + A' a que obedecen las locuciones adverbiales con el significado 'en cantidad' aporrillo; a tutiplkn; a mansalva; etc. 5.2. A veces parecen combinarse dos tipos de sinonimia, como ocurre, p.ej., cuando una de las expresiones fijas relacionadas por sinonimia externa dentro de un conjunto desarrolla una serie de variantes lCxicas o bien comparte con otras un nucleo comun. Asi, dorar la pildora es sin6nimo extrafraseologico de hacer la pelota [a alg.], expresi6n que desarrolla alternativas como hacer la roscdla badandel coro/el caldo gordoll; poner pies en polvorosa es expresi6n sin6nima de ahuecar el ala, salir de naja y hacer mutis por el foro, per0 tamy biCn de darse el piro/bote y tomar el olivo/portante/pendiI/pendingue/soleta tomar las de Villadiego. [Ser] cabeza de turco y [ser] conejillo de Indias son sin6nimos de cargarse con el mochuelo/muerto y de pagar el pato/los platos rotos/justospor pecadores. Ni fu ni fa es sin6nimo de las expresiones como el que oye llover o como el que tiene tos y se arrasca 10s cojones y tambiCn de importar un bledo/comino/pito... A la fuerza es sin6nimo de de todas las formas/maneras/los modos y de por narices/cojones/huevos. No ver tres en un burro y no ver ni torta equivalen a ver menos que un pez por el culo y ver menos que Pepe Leches. Quedarse (estar)frito/roque es sin6nimo de estar [hecho una] sopa y de dormir como un tronco/lirdn/leiio, etc. y dormir a pierna sueltdtendida. No dar (ni) palo a1 agua y no dar (ni) golpe son expresiones fijas negativas equivalentes a trabajar menos que el chaleco de un guarda. Que te zurzan es sin6nimo de que te den morcillas, que admite variantes como que te den dos duros/por saco/por culo...

5.3. En algunas ocasiones la expresi6n fija adquiere un parentesco con el fen6meno de la solidaridad lCxica (vCase Garcia-Page 1990~).Asi, contante y sonante, a tocateja, en mano y a1 contado son, sin duda, expresiones sin6nimas. Ahora bien, en tanto que dichas expresiones parecen emplearse exclusivamente como complemento adverbial del verbo pagar, idebe describirse como un caso de sinonimia extrafraseol6gica?, idebe pensarse que se trata de una locuci6n 11

Hacer el caldo gordo y hacer el coro estin citados en Dominguez (1970: 40,60).

Expresi6n fija y sinonimia

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verbal con variantes lkxicas?, jse trata de un fen6meno de solidaridad, en la medida en que a tocateja o contante y sonante requieren la presencia de pagar? Ejemplos similares representan las estructuras a bocajmo/a quemarropa respecto de disparar; (ni) oxte ni moxte/(ni) tus ni mus/(ni) palabra/(ni) mu/(ni) pio respecto de no decir; a coxcox/a coxcojita/a la pata coja respecto de andar o caminar; etc. (Garcia-Page 1990~). 6.

Sinonimia y antonimia

6.1. Como ocurre con la sinonimia, la antonimia puede manifestarse de dos maneras fundamentales: como antonimia interna o intrafiaseolbgica y externa o extraJ;aseolbgica (Garcia-Page 1996d). La primera estl representada por expresiones fijas del tip0 de arriba abajo, de pies a cabeza, en cuerpo y alma, etc.12; la segunda, por fiaseologismos como ir al grano/andarsepor las ramas.

Su relaci6n con la sinonimia se aprecia mejor en esta segunda clase cuando uno o 10s dos ant6nimos disponen de otras frases sin6nimas; v.g.: llevarse a matar - llevarse como el perro y el gato/ser uiia y carne - estar a partir un piZbn, ir al grano -poner el dedo en la Ilagahdarse por las ramas - irse por los cerros de ~ b e d aetc. , 6.2. Un grado intermedio de antonimia podria ser el representado por expresiones fijas con casillas vacias del tipo: aiio (kpoca, etc.) de vacas gordas~acas,levantarse con el pie izquierdo/derecho,poner buendmala cara, etc.

Como en la sinonimia, conviene actuar con cautela ante estructuras semejantes a estas construcciones de doble opci6n para evitar descripciones err6neas. P.ej., tener + A + fe/leche s610 admite el adjetivo mala, nunca buena: tener mald*buena fe. Lo mismo ocurre con 10s contrastes estar de mald*buena uva, no dar una a derechas/*izquierdas, etc.

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Algunos ejemplos de esta primera clase de antonimia han sido estudiados por Martinez Marin (1990).

Mario Garcia-Page

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Expresion fija y sinonimia

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Ana Maria Vigara Tauste

ASPECTOSPRAG~TICO-DISCURSIVOSDEL US0 DE EXPRESIONES FOSILIZADAS EN EL ESPA~~OL HABLADO

0. Como puede verse en 10s ejemplos (que cualquiera podria multiplicar sin demasiado esfuerzo), son muchos y muy variados 10s tipos de expresiones fosilizadas de las que podemos hacer uso "repetido" (cf. Coseriu 1966) en la conversaci6n: giros, modismos, locuciones, idiotismos, redundancias y t6picosclichC (p.ej., persona humana), paremias (refianes, proverbios, mhimas, sentencias...),methforas, metonimias, hiperboles ylo comparaciones fijadas por la tradicibn, chascarrillos, citas literales :

...

[I] -Tu aprovkchate de esa relacibn, que quien a buen hrbol se arrima ... -Buena sombra le cobija, si, per0 yo no valgo pa[ra] eso... [2] - Que por cierto, no sB por qu6 le han puesto tantos impedirnentos para que se vaya del departamento -Ni yo. A enemigo que huye, puente de plata, oye.

...

[31 Con la que yo monto para fkir un huevo frito...I

[4] i Y Anar?, que ha dejao con el culo al aire a1 ministro... [S] - iC1ar0 que si!, como que 10s perros son para el pueblo, para el campo, y no para un piso. -Eso, ~ echa lefia al fuego, que eres la que faltaba. [6] -Ni Cste, ni Cste [tampoco hicieron la mili porque tuvieron un hijo antes de corresponderles hacerla]. Y Bste no sB, per0... - iJa, ja! Macho, si es que la jodienda no tiene enmienda. [7] -i Y Ricardo?, jno puede ir Bl? - ;Otro que tal! Cualquiera se fia de Ricardo... 1

El absurd0 de fku un huevo ya "%to" no suele percibirse. Es 6ste un curioso fenbmeno de "solidaridad 16xica" forzada por el uso, que permite documentar prolijamente tal paradoja expresiva, incluso en contextos m h formales o de lenguaje "preparado": [Es un senador] (Antonio Burgos, TV-T5, "Este que sefrie 61 mismo 10s huevosfritos en la cocina... pais necesita un repaso", 30-11-93); "dCc5mo diablos se frie un huevo frito? ~Ddndese habra metido esta mujer?" (canci6n de Javier Krahe, TV2, 22-12-93). - El mismo procedimiento de sustitucibn autodtica se produce en el siguiente ejemplo con patatas ji-itas, aunque quiz5 su presencia se deba simplemente a1 deseo del hablante de aclarar un t6rmino (papas)poco usual en el espaiiol peninsular: En lugar de bajar a1 bar, por pereza, me hefrito un huevo, pap as...,patatas fritas, enfin... (Francisco Ayala, TV2,7-1-87).

Ana Maria Vigara Tauste [8] - ~Nuncate has llegado a cabrear en una cola, del institute o de cualquier cosa? -No... Yo qu6 s6... 'Resignacibn, hermanos...', iqu6 se le va a hacer! [9] -No, si se lo han regalado, por lo visto. - Si, si; yaa... Si el que regala bien vende, si el que recibe lo entiende...

En la lengua hablada2, junto con la necesaria creatividad de un hablante que se ve abocado a la inrnediatez interlocutiva y, en consecuencia, a la improvisacidn formal y a la expresidn del sentido por simple aproximacidn, la tendencia a recurrir a1 empleo de expresiones hechas o estructuras ya fijadas es constante. Y no s610 porque suponen un recurso "c6modo" para el hablante, a1 estar siempre disponibles y no requerir un esfuerzo de creaci6n individual momenthnea por su parte, sin0 sobre todo porque puede expresar con ellas (quiz9 no con total precisibn, per0 si con suficiente rapidez y claridad) lo que quiere decir sin necesidad de resultar excesivamente rotundo (evitando, asi, exponerse a1 rechazo del otro) y porque, por su tradici6n y frecuencia de uso, pueden ser inmediatamente reconocidas y contrastadas por su interlocutor. Ni la terminologia con que nos referimos a ellas ni sus limites esthn todavia del todo claros. Y esto no es de extraiiar si se tiene en cuenta que, salvo excepciones (que las hay), todas tienen un comportamiento comunicativo muy similar. De mod0 que las observaciones que pueden hacerse a1 uso conversacional de 10s refranes, por ejemplo (cf. Vigara 1993), pueden trasladarse con bastante propiedad a1 de las locuciones o las comparaciones fosilizadas. En lo esencial, limitaremos 10s ejemplos de lengua hablada utilizados en la primera parte de este trabajo a 10s que contienen las llamadas expresionesfi.aseoldgicas (ing. idioms): locuciones, modismos, idiotismos; en la segunda parte se incluyen unas cuantas observaciones sobre 10s "enunciados fraseol6gicos". 1. Tampoco hay unanimidad entre 10s estudiosos acerca de c6mo llamar genkricamente a este grupo de expresiones que estamos llamando "fraseol6gicas" (para otros, simplemente "modismos", "frases hechas", "dichos"...) ni de cuales son las diferentes categorias que lo integran, aunque la 2

Entendemos aqui "lengua hablada" como una modalidad diafhica de caricter oral, en la cual el lenguaje se va concibiendo a1 tiempo que se estri usando y en@ncidn del "otro", interlocutor individual o plural destinatario del mensaje, con el cual el hablante se encuentra en relacidn simultrineamente subjetiva (en su mris amplio sentido), espacial y temporal durante el proceso vivo de la comunicacidn. Todos 10s ejemplos que utilizaremos en este trabajo proceden de situaciones de lengua improvisada (i.e., que no ha sido previamente formalizada) en las que el locutor se encontraba en relaci6n actual e inmediata con su alocutor o destinatario;en su mayoria, han sido tornados a1 oido.

Aspectos pragmatico-discursivos

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tendencia es a aceptar entre ellas, sin apenas discusion, 10s modismos ("expresion fija, privativa de una lengua, cuyo significado no se deduce de las palabras que la forman": a troche y moche) y las locuciones ("combinacion estable de dos o mas palabras, que funciona como oration o como elemento oracional, y cuyo sentido unitario no siempre se justifica, [sic] como suma del significado normal de 10s componentes"). El idiotism0 equivale, en realidad, a un tip0 particular de modismo ("expresion o sintagma privativo de una lengua, contrario a las reglas gramaticales": a ojos vistas)3. Y enunciadofiaseoldgico es el tdrmino del que nos servimos para designar todas esas expresiones "fijas" de sentido no literal que pueden constituir por si mismas secuencias aut6nomas de habla (expresadas entre dos pausas y en unidad de entonacidn distinta); desde refianes a otras que, intuitivamente a1 menos, no clasificariarnos como "paremiol6gicas" (p.ej., haber moros en la costa, estar a las duras y a las maduras, etc.). Lo caracteristico de las expresiones fraseol6gicas es que no constituyen secuencias autosuficientes de habla, sino que e s t h para ser usadas en el contexto de una unidad comunicativa superior, en el marco de una proferencia que excede 10s limites de estas expresiones, que tienen, por ello, una alta dependencia del contexto inmediato. Por lo demas, como puede verse, modismos y locuciones son conceptos tan cercanos, que resultan a veces indiferenciables si no se tiene muy claro el caracter "privativo" del espafiol de 10s primeros. A su vez, las locuciones verbales (p.ej., tomar el pelo a alguien) y 10s enunciados fiaseologicos pueden llegar a confundirse con cierta facilidad... En palabras de Romera (1994: XVII), que intenta explicar las diferencias entre 10s "dichos" populares (a 10s que se refiere tambi6n como "modismos" y "fiases hechas") que Iribarren recogia en su obra y las unidades paremiolbgicas, tanto el refitin como el dictum adoptan por lo general el tono sentencioso, moralizante o pedag6gico propio de la formula de autoridad que la fiase hecha no tiene por quC contener, puesto que en ella prevalece la expresividad sobre cualquier otra intenci6n. Y con respecto a las diferencias formales, es notorio que tanto refianes como dicta componen por lo general unidades completas de significado mientras las fiases hechas tienden a ser locuciones insertadas en la conversaci6n a 3

He utilizado intencionadamente las definiciones de la Real Academia (Diccionario de la Iengua espafiola, RAE, Madrid, 1992, 21a ed., s.v.) para 10s tres tkinos; como puede verse, todas requieren no pocas matizaciones en cuanto se intenta profundizar en el estudio de este tip0 de expresiones. En casi todos 10s trabajos citados en nuestra bibliografia se intenta, casi como paso metodol6gico previo, deslindar el camp de cada uno de estos tkrminos y el mod0 en que se relacionan dentro del sistema Ikxico de nuestra lengua.

Ana Maria Vigara Tauste mod0 de complementos oracionales, interjecciones o apkndices dependientes de una expresi6n m b amplia. En realidad, lo que nos interesa particularmente aqui es que, pese a tratarse en todos 10s casos de combinaciones estables de palabras que tienen valor unitario (e idiomcitico) y sentido "orientado", y en parte precisarnente por ello como veremos-, estas expresiones e s t h en general, en la realidad del uso cotidiano, mucho menos condicionadas de lo que a primera vista pudiera parecer, dadas sus restricciones formales y semhticas. 1.l. Cuando una determinada expresi6n ha fijado su forma y su contenido con un determinado valor y esth ahi, disponible para todos 10s usuarios de la lengua a que pertenece, lo normal es que, llegado el caso, aflore con toda naturalidad en el fluir discursivo de 10s hablantes o, a1 menos, con tanta naturalidad como cualquier otra unidad de "discurso libre" requerida por el context0 de comunicacibn. Claro esth que la procedencia social o geogrhfica, las preferencias individuales, la historia personal, la actividad laboral, etc. pueden propiciar el que aparezca una determinada expresi6n u otra distinta, con mayor o menor asiduidad. Asi, puede parecer enteramente previsible que un torero, entrevistado en direct0 y en la misma plaza de toros acerca del brindis que acaba de hacer a un niiio alli presente, utilice la expresi6n que aparece en [IO], y que solo una persona relacionada con el medio rural o "muy leida" emplee la segunda de las sefialadas en [I 11: [lo] [Quiere ser torero...I Luego la vida... le darh todos 10s quiebros... que re-

quiera el asunto ...,pero es muy bonito que un chaval tan pequeiio quiera ya ser torero. (Luis Francisco Esplft, TV1,20-6-95)

[l 11 -Nunca habdis hecho buenas migas Concha y hl. - iVuelta la burra a1 trigo! La sirnpatia personal no tiene nada que ver

con esto, absolutamente nada.

Pero esto so10 ocurre con aquellas expresiones que e s t h 'marcadas", generalmente por su procedencia, y son las menos; "hacer buenas migas", por ejemplo, no lo esth, ni la que aparece sefialada a continuacion: [12] Pero hay una regla de tres por la cual, cuando 10s equipos no hcionan se

despide a1 entrenador, y punto4.

4

(TV, "Teledeporte", 7-10-86).

"Regla de tres": operacibn matemgtica de cultura general. Cp. ,j Y se puede saber por

regla de tres te tiene'sque ir siempre que te necesitan?.

quC

Aspectos pragmatico-discursivos

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En su mayoria, las expresiones fiaseol6gicas forman parte de la cultura general del pueblo, que las aprende a lo largo de su experiencia comunicativa y las transmite a las generaciones que vienen detras. Por eso, con muy buen sentido comun, dice Casares (1969: 229) que "la primera norma que ocurre para el uso de 10s modismos [...I es [...I la espontaneidad, entendida como sigue: no buscar el modismo cuando la expresi6n Mgica fluye de manera natural y no rehuirlo si se viene a la boca o a la pluma y resulta adecuado a la situaci6n o a1 prop6sito". La clave de afirmaciones tan obvias est& sin duda, en ese "llegado el caso" con que acotamos su uso; es decir, en ese "resultar adecuado a la situation o a1 prop6sito". Casares, preocupado por la correcci6n y el buen gusto, aiiade a rengldn seguido: "pero la vehemencia de 10s afectos podria arrastrarnos al empleo de modismos demasiado plebeyos, irreverentes y aun obscenos, por lo cual la espontaneidad a que antes nos hemos referido ha de estar cuidadosamente fienada por la buena crianza" (pp. 229-230). Seguramente Casares habria incluido en este grupo de "modismos" que deben ser evitados todos 10s de 10s ejemplos siguientes, de caritcter enfitico o elativo: [13] Tengo que hacer unas fotocopias de cojones del [examen] de lengua [=muchas]. [14] - iPero pintala bien, me caguen diez! - Si, tio, la voy a pintar que te cagas, tio [=muy bien]. [15] Si, si; ti enchufas eso, y sale ahi agua que te cagas; sale agua de cojones [=mucha]. [16] Pues... Un dia llovio.. Llovi6 de la hostia. Un dia llovi6 de la hostia [=mucho]. [17] Y unas playas alli... de puta madre [=estupendas]. Sin embargo, y pese a contener todos ellos palabras consideradas malsonantes, ninguno result6 particularmente inapropiado en su momento. Y es que lo comcn es, ciertamente, que, salvo excepciones como la del siguiente ejemplo: [IS] -Si, mejor si querbis [venis] cuando estemos ya en la casa nueva. -Bueno, pues ahora te dejamos a ti la patata caliente [= la iniciativa de la invitaci6n15, 5

hbablemente anglicismo: hot potatoe. De uso fundamentalmente periodistiw, patata caliente es una expresion fiaseol6gica que se esth poniendo de moda (se puede oir con asiduidad, por ejemplo, en tertulias radiofo~cas),per0 que no esti todavia bien consolidada en nuestra lengua y mucho menos en registros informales o populares. En periodismo y usos cercanos significa aproximadamente "problema de actualidad de dificil solucion y, por

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Ana Maria Vigara Tauste

la expresidn fraseoldgica acuda a nuestros labios requerida por el contexto y resulte espontheamente "adecuada" en la situacion comunicativa particular en que surge. Acude a veces torrencialmente, con la misma facilidad con que fluyen 10s tdrminos que llamarnos "de discurso libre": [19] Pues es que a mi Ignacio me saca de quicio. ~1tiene siempre que poner la guinda... iMe saca de mis casillas! iMe pone negra!, de verdad. Me repatea. otras, la expresibn parece tan ineludible, que puede ser incluso el propio interlocutor el que, instalado (a1 menos lingiiisticamente) en el contexto de su compaiiero, completa cooperativamente sus palabras: [20] -[Que ya te digo, para conseguir este puesto he tenido que pasar una sefiora oposici6n1, la cosa no era ni muchisimo menos... -Llegar y besar el santo - ...de andar por casa...

Por eso seguramente y porque, una vez iniciada la emision, dificilmente podemos pararla antes de expresar lo que queremos decir, en [20] el primer hablante encuentra un molde distinto del que cooperativamente le habia proporcionado su interlocutory lo usa a pesar de ser, en rigor, menos apropiado que el del otro. En general, como ocurre en [20] y en [21], cuando el hablante sabe u oscuramente intuye que hay un molde-expresibn fiaseolbgica que se ajusta a su intencibn comunicativa, busca entre 10s de esta categoria hasta que consigue expresar a1 menos por aproximaci6n (esto basta en el coloquio) lo que quiere decir: [2 11 iAy, sus hijos..., que son eeel pan de de de eso! iLa niiia de sus ojos!6

(Teresa Viejo, TV1,"El primijuego", 28-7-94)

Y es que, como observa Casares (1969: 225), una vez que la expresibn fiaseoldgica se ha ofiecido a nuestra elecci6n como medio expresivo adecuado, tanto, comprometido, del que nadie quiere responsabilizarse (suele pasar de unos a otros sin encontrar solution)"; o sea, mhs grificamente, "asunto que, como la patata asada caliente, quema en las manos y, en consecuencia, se tiende a soltar". En principio, una invitation amistosa no deberia ser una "patata caliente",ni seguramente el hablante pretendia decir que lo era cuando us6 la expresion con su amiga. 6

"El pan y la sal de [su vida]", o sea, lo que da sentido y chispa a la vida de la concursante con la que Teresa Viejo estA hablando. Como, dicho so10 "el pan dew,no es capaz de completar la expresibn, busca y encuentra otra, de sentido muy similar: "la niiia de sus ojos", es decir, el centro de su vida.

Aspectos pragmhtico-discursivos

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necesitamos un esfberzo considerable para sustituirla. Pero no porque sus elementos semanticos no se presten a nuevas combinaciones (afirmacibn que se puede matizar mucho), sin0 principalmente porque la expresi6n fraseolbgica funciona como un molde que se ajusta con bastante exactitud a lo que queremos decir, y se nos impone inconsciente y esponthnearnente un uso y un aprovechamiento "textual" de ella, es decir, de su valor idiomatico, de su forma estable y de su sentido "semhnticarnente orientado". 1.2. Pero la "adecuacion", como es sabido, no depende exclusivamente del acuerdo entre el significante usado y el significado buscado. En el hablar entra en juego todo un entramado de relaciones entre 10s diferentes elementos que intewienen en la comunicaci6n, relaciones que definen y singularizan cada act0 de habla particular. Los hablantes e s t h condicionados diatbpica, diastrhtica y diafasicamente, y la adecuaci6n o posible inadecuacion de su mensaje y de las expresiones que utilizan, obviamente, tambikn.

1.2.1. Condicionado por la inmediatez del registro oral improvisado, el hablante realiza muchas veces estas expresiones "como buenamente puede", levemente alteradas (ej. [22]) o en simbiosis con otras de significado cercano o con las que comparte estructura oly algunas unidades lkxicas (ejs. [23] y [24]), sin que las posibles modificaciones que aparecen tengan generalmente consecuencias en el proceso comunicativo: [22] [Bueno, estos seiiores tienen la panacea universal para ganar en 10s casinos] Pero no es todo el oro lo que reluce... [cp. "no es oro todo lo que reluce"]. (Nieves Herrero, TV-A3, "Cita con la vida", 1-6-04) [23] Antonio [Prieto, nuevo record de Espaiia en 10.000 m despuCs de 25 aiios], no es que yo te quiera dorar las orejas..., realmente el record es tuyo [cp. "regalar las orejas" + "dorar la pildora"]. (R. Olimpiadas 1992) [24] Eso [hablar de una teoria sin explicar antes la precedente] seria empezar la casa por la ventana. He intentado que... [cp. "empezar la casa por el tejado" + "tirar la casa por la ventana"]. Entre las posibles infelicities que pueden tener lugar en el uso de idioms, Strassler (1982: 126-128) menciona el usar una concatenaci6n (o encadenamiento lkxico) que no forma parte del lexic6n (non-plays). Ni dorar las orejas ni empezar la casapor la ventana resultaron de hecho desacertadas o inoportunas, ni el hablante que las us6 escuch6 o percibid procedimientos reparadores (o correcciones) por parte del oyente, lo cual hubiera constituido otra infelicity, segun Strlissler (hitches). Y es que hay buenos motivos para que estos

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usos aparentemente err6neos pasen inadvertidos para 10s comunicantes en estas situaciones de lengua improvisada' ... Por una parte, en toda comunicaci6n, la tradici6n cultural se convierte en un marco de referencia, generalmente compartido por 10s hablantess, en el que se define su competencia comunicativa. Por otra, pese a las variaciones, todos 10s ejemplos respetan en lo esencial el esquema lingiiistico subyacente de la expresicin, hertemente fijado. Como ademas emisor y receptor comparten el contexto, las expectativas de la comunicaci6n y la voluntad de cooperacibn interlocutiva, ambos identifican espontheamente el sentido en el molde empleado, aunque Cste no sea exactamente el original, cosa que no suelen percibir. De este modo, las "nuevas" expresiones no rompen con la previsibilidad interlocutiva y obtienen el efecto de sentido deseado, como si realmente se hubieran utilizado las expresiones fallidas. Por lo demas, si la expresion resulta adecuada - y, como hemos visto, todas las contenidas en 10s ejemplos [22] [24] resultaron de hecho serlo - se anula automaticamente, por lo que a la lengua hablada respecta, su posible incorreccidn o incongruencia (vCase Coseriu 1992: 202-203)9.

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Obshese que, en funci6n de las circunstancias, podriamos establecer diferentes grados de formalidad en el uso lingiiistico improvisado de 10s diferentes ejemplos utilizados en este trabajo.

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Cuando no se comparte, suelen surgir problemas en el empleo de expresiones fosilizadas en general. De ahi la dificultad que el aprendizaje de este tipo de expresiones tiene para 10s hablantes extranjeros de una lengua, sobre todo si no la asimilan y usan en situation de inrnersion.

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El autor pone, sin embargo, una restriccion que consideraxnos inaplicable a1 tipo de actualization improvisadora que time lugar en la lengua hablada: "Como es natural, la anulacion so10 time lugar cuando la infiacci6n de la correccion o la congruencia es intencional, i.e. buscada o querida. Cuando alguien no sabe como es lo congruente o lo correcto, y habla, sin intencion, incorrecta o incongruentemente, siguen existiendo la incorreccih o la incongruencia. Ahora bien, si son intencionales siguen existiendo, per0 no solo son toleradas sino reconocidas precisamente como lo necesario". Dados 10s condicionantes del registro conversational, esta claro que la expresion del hablante puede ser "incorrecta" o "incongruente" y sin embargo adecuada, a1 rnargen de la competencia lingiiistica del hablante (vease Vigara 1996, apdo. 3.2.). Los ejemplos aducidos aqui y otros muchos de fenomenos dispares lo demuestran, si se acepta que pasan en general inadvertidos (salvo excepciones, como para quienes, como yo rnisma, tenemos un alto grado de deformaci6n profesional) y que ni 10s hablantes que 10s realizaron ni sus interlocutores tienen por qu6 ser necesariamente personas particularmente "ignorantes" (y de eso si me atrevo a dar fe).

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1.2.2. Muchas expresiones fraseol6gicas establecen relaciones de solidaridad ltxica con determinados vocablos y especializan su significado y su uso con un determinado cotexto, fuera del cual es raro encontrarlas. Asi, por ejemplo, la locuci6n enfatica que no + ver se utiliza por tradici6n con "hambre" o con "sueiio"; la locuci6n latina cum laude, con calificaciones acad6micas; etc. Tampoco la ruptura cotextual, intencionada o no, impide necesariamente la adecuacibn, aunque tiene a veces efectos humoristicos y puede provocar reflexion metalingiiistica en el receptor: [25] Tengo una sordera que no veo. [26] Y... [los extraterrestres] que hay en la tierra han aprendido espaiiol y hablan todos espaiiol que se las pelan, creo [cp. "corre que se las pela"]. CHM, In, p. 54) [27] Bueno, a1 trabajo, que es gerundio [cp. "andando, que es gerundio"]. [28] Si os parece bien, repasamos, que es gerundio...:Nknero 1, [...I.

(Radio)

[29] Anda, que eres tonto cum laude, hijo. Como puede verse, aunque las expresiones aparecen "decotextualizadas", todas conservan su funcion y su sentido "semhticamente orientado": que no veo y que se las pelan siguen siendo locuciones enfiticas; cum laude califica en lo mas alto de la escala, etc. La variaci6n, no obstante, tiene claros efectos estilisticos: provoca una curiosa sinestesia en [25] (sordera que no veo), desplaza el Bnfasis hacia la calidad en [26] (hablan todos espaiiol estupendamente), convierte en absurda la coletilla gramatical en [27] y [28] (ni a1 trabajo ni repasamos son verbos en gerundio, y el ultimo ni siquiera tiene el valor incoativo del original), provoca la risa en [29], a1 calificar con 10s mhimos honores una cualidad negativa. 1.2.3. Por otra parte, la expresidn fraseol6gica que aparece en [30] es poco menos que inconcebible si el destinatario no es hombre y existe ademb un alto grado de confianza entre 10s interlocutores: [30] jHas hecho t6 alguna vez fotocopias de libros?, jsabes c6mo va? ... Bueno, hazlo como te salga de 10s cojones, per0 hazlo bien.10 '0

Sonaria rara tambih en labios de una mujer si Csta no esth enfadada o haciendo un reproche, por ejemplo. La expresi6n es posible tambi6n cuando el hablante esti claramente por encima de su interlocutor en la jerarquia social o laboral, pero en este caso no dejaria de ser wnsiderada una "groseria"que el otro, por debajo en la escala, se ve obligado a soportar. Otro tanto ocurriria con la variante eufemistica hazlo como te salga delpito (= hazlo como

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Del mismo modo, muchas expresiones s e consideran poco menos q u e patrimonio d e una determinada generaci6n Cjbvenes, e n 10s tres ejemplos siguientes) y su empleo por hablantes que n o pertenecen a esa generacion podria parecer "impropio" o "inadecuado": [31] iY nosotros nos partiamos el culo! [partirse el culo 'reirse mucho y con muchas ganas']' 1

~

[32] Si es que yo no he dicho nada de eso, es que te has ido d e baretas por ahi [=has empezado a hacer cabalas y disparatarll2. [33] Aqui la banda va a su bolal3.

Naturalmente, las cosas no son en la realidad de las relaciones humanas tan simples como con frecuencia las exponemos e n trabajos como Cste. Todo es "segun y conforme", que dice una expresi6n (fija, per0 no fraseol6gica) eliptica y a e n desuso. Es decir, "segun" las hagamos o veamos, "conforme" las tomemos. Para una persona "mayor", estas expresiones no e s t h necesariamente vedadas si habla con j6venes que las usan con asiduidad. Bastaria, por otra parte, con afiadir cualquier pequeiio "corrector" a1 empleo de cualquiera d e las expresiones citadas en [30] - [33] para que Cstas sean, casi en cualquiera de las quieras'); menos marcadarnente sexista, pero igualmente indice de jerarquia, seria usar hazlo camo te salga de las narices. 11

El culo es simplemente una coletilla aiiadida al verbo partirse, documentado ya desde hace bastante tiempo con el mismo valor que le atribuimos a la expresion completa (he tomado la definition del Diccionario de argot espaiiol de Victor Leon, Alianza, Madrid, 1995, s-v.). Por otra parte, es comhpartirse de (la) risa.

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La expresion es bastante nueva, se transmite oralmente y no tengo datos para saber si debo escribir baretas o varetas. Seguramente acabari fijhndose (independientemente de que permanezca o no) con la grafia que le asigne el primer diccionario que la recoja. Intuitivamente, y por pura "analogia fonica", la primera vez que oi la palabra la asoci6 con bareto ('bar, tabema, tasco o tasca, chiringuito, borracheria'), lo cual justificaria la especificacibn de lugar que sigue (por ahi), acorde con la letra de la expresibn, pero no con el sentido figurado con que se usa, aunque no justificaria el plural en -as; se puede asociar tambikn con vara, de la expresion dar la vara ('dar la lata, dar la tabarra'), con lo que quedaria justificado el femenino plural y tenderiamos a escribirla con v; pmbablemente, sin embargo, se trate de una creacih l6xica mL, de origen no ficilmentejustificable.

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La expresion es tambih reciente y no esti tampoco recogida en 10s diccionarios (de argot, etc.) que manejo, ni siquiera en el primer El tocho cheli de Ramoncin (El Papagayo, Madrid, 1994, 2" ed.; quid aparezca en el recientemente publicado, ampliacion del anterior). En este ejemplo, "la banda" es simplemente la gente, que "va a lo suyo" o "a su rollo", sin interesarse por 10s otros o por lo demhs. Bola esti documentado desde antiguo con el valor de 'cabeza' en la metifora bola de billar ("cabeza calva").

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condiciones de uso, perfectamente adecuadas: hazlo como fe salga de 10s cojones, es un decir, pero hazlo bien; y nosotros nos partiamos el culo, con perddn; aqui la banda va a su bola, como dice el otro, etc. Y si una cualquiera de estas expresiones comienza a extenderse a otros registros o en el habla c o m k , se pierde enseguida conciencia de su origen y deja de ser un indice generacional. Esto puede estar ocurriendo ya con ir a la bola de uno, que he encontrado por casualidad usada en un comentario periodistico: Desde siempre Javier Krahe va a su bola. Este cantautor irrepetible es un irreverente recalcitrante que pasa de todo para seguir en su bohemia canturreando, con esa voz grave, 10s disparates que se le ocurren.14 Lo que si es cierto, y debemos contar con ello como hablantes y como estudiosos, es que en todo act0 de comunicaci6n, las expectativas e s t h social y situacionalmente definidas. En consecuencia, el lenguaje-resultado puede sernos ctil para valorar la estructura social de 10s participantes en una conversaci6n dada y la adecuaci6n o no de su comportamiento comunicativo. De alguna manera, las expresiones fraseol6gicas contribuyen a delimitar un marco de actuaci6n y a realizar unas determinadas expectativas. Para Strassler, este tip0 de expresiones se distinguen de otros lexemas en virtud de sus implicaturas convencionales que reJieren a las relaciones sociales entre 10s participantes en la conversacicin ylo las terceras personas a las que se hace referencia. No tener el estatus social adecuado respecto a1 oyente o a la tercera persona a la que se refiere la expresidn constituiria un caso de mis-application (Strassler 1982: 126-128), una infelicity que frustraria en parte el act0 comunicativo; usar o aceptar una expresi6n fiaseol6gica sin estar de acuerdo con la jerarquia social establecida por su uso constituiria una insincerity y acabaria teniendo consecuencias tambidn sobre el act0 comunicativo (en la explicaci6n del ejemplo [30] hemos aludido ya a todo ello). Por lo demls, el tip0 de texto o de estilo comunicativo en que se inserta la expresi6n acota tarnbidn sus posibilidades de aparici6n (va a su bola, que hemos visto en un comentario periodistico, es todavia inconcebible en una noticia "objetiva"). Ya hemos dicho que, salvo excepciones, no suele ocurrir y las expresiones son espontheamente usadas de mod0 adecuado por 10s hablantes nativosls.

14

El Pais (Madrid), 17-12-96,p. 7. El comentario a la actuaci6n de Javier Krahe esti firmado por Fernando kiiguez.

15

Una compaiiera me contaba que una vez se enwntr6 un ex-alumno extranjero de espaiiol y que a1 preguntarle c6mo le iba, Cste le contest& "De puta madre". Seguramente el chaval,

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1.3. Ya estamos viendo como la fijaci6n (formal y semintica) de las expresiones fi-aseologicas y su "unicidad" provocan un alto grado de automatizaci6n en su uso, tanto en la vertiente codificadora como en la interpretativa, que se realizan "en bloque" incluso en condiciones adversas. Paradbjicamente, es precisamente la automatizacion la que propicia que el hablante realice inconscientemente ciertas modificaciones formales (p.ej., dorar las orejas) y la que impide percibirlas. Sin embargo, no todas las variaciones formales se realizan de forma inconsciente, porque, a su vez, la automatizacion permite a1 hablante manipular con cierta libertad las expresiones fraseologicas, jugando con ellas o adapthndolas a 10s requerimientos puntuales de la comunicaci6n sin que deje por ello de funcionar como referencia "literal" tambiCn para el receptor. 1.3.1. Las coletillas se suelen aiiadir "gratuitamente", es decir, sin mas finalidad que la puramente lfidica, a las expresiones fiaseolbgicas y son, en rigor, perfectamente prescindibles desde un punto de vista "16gico". Sin ellas, la expresion fi-aseolbgica cumpliria tambiCn plenamente su funci6n. Sin embargo, aunque se integran sintbticamente en (o con) la expresi6n fraseol6gica, su valor no se suma a1 valor fosilizado de la expresion, sino que se realiza en el plano de la interlocucion. Lo importante no es tanto lo que la coletilla aiiade desde el punto de vista de la informaci6n (con fkecuencia, irrelevante; y nunca realmente necesario) cuanto el hecho mismo de que aparezca, es decir, de que el hablante decida usarla justarnente en ese momento de su relacion vital y comunicativa. En realidad, el receptor puede encontrar en ellas indicios de la actitud del hablante, aunque a1 estudioso no le resulte fhcil explicar las sutiles implicaciones subjetivas ligadas a su aparici6n en cada act0 de habla particular: [34] Me trae a1 fresco del verano que no encuentres tus zapatillas, pa qu6 lo voy

a negar.

[35] Si seiior...,eso es dar en el quid quae quod ( w z kuae kuoz]).

En el ejemplo 1341, la hablante es una mujer que ha negado reiteradamente a su marido la ayuda que Cste le pedia para encontrar unas zapatillas que 61 habia dejado fuera (y lejos) de su sitio. Esti enfadada porque habitualmente es 61 quien la acusa a ella de desordenada y porque es verano, hace mucho calor en su casa y aun no ha conseguido llevhrselo de vacaciones a pesar de que ninguno de 10s dos trabaja ya y no hay ninguna buena excusa para no irse. Verano es, en

que trasladd autornhticamente el significado aprendido para la expresidn ('muy bien, estupendamente'), no Ilegd a percibir lo poco apropiado de su respuesta.

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estas circunstancias, una palabra clave para 10s dos, y seguramente esta intencibn-recordatorio fue la que gui6 a la hablante a1 expresarla. En [35], el hablante es un amigo, fil6logo enamorado de la literatura y en paro, que cuenta entre sus paradojas con una que menciona con fiecuencia: durante su bachillerato y en su carrera siempre suspendia en junio la asignatura de Latin y conseguia aprobarla, no sabe muy bien c6m0, en septiembre. Esta deseoso de encontrar trabajo y no se cansa de repetir que, para conseguirlo, estaria dispuesto a ensefiar latin si fuera preciso, o cualquier otra de las asignaturas mas o menos "afines" a la de su especialidad. Para quienes le conocemos y hemos compartido o sufiido sus cuitas, que nuestro amigo nos decline la expresibn, aunque sea ma116, es ciertamente "significativo": nos muestra su todavia buen talante ante su situacibn, su permanente "conexi6nWamistosa con nosotros, que sabemos 10s problemas que siempre ha tenido con el latin, su constancia en la busqueda de trabajo, su firme voluntad de hacer cualquier esfuerzo que fuera necesario para conseguirlo. Obsirvese, por otra parte, que la proximidad grhfica (quid-qui) y f6nica (aunque el hablante ha pronunciado el primer tirmino espaiiolizado, como corresponde a la expresi6n fosilizada, y 10s otros dos "latinizados") ha podido inducir err6neamente la declinaci6n. Esto no resta valor connotativo a la coletilla aiiadida por mi amigo, todo lo contrario: a1 fin y a1 cabo, no en van0 suspendia siempre el latin en junio ... Algunas coletillas e s t h fosilizadas tambiin y aparecen con cierta fiecuencia a1 lado de las expresiones fiaseol6gicas a las que acompaiian, con las que establecen una relaci6n de solidaridad: [36] -iCuhto te ha costado? - iUff! Un ojo de la cara. Yparte del otro. Pero bueno, me gustan.

Yparte del otro tiene, como un ojo de la cara y la expresi6n sin6nima un rifibn, valor enfatico. A su vez, ambas expresiones idiomhticas se utilizan casi exclusivamente con el verbo costar, para hacer infasis sobre el precio de algo, tal como aparece en el ejemplo. Cuando se aiiade la coletilla, se surna generalmente un valor ilocutivo a1 sobreinfasis ya expresado; es como decir: "me ha costado mucho (dinero), pero no pienso decirte cucinto".

1.3.2. Naturalmente, el que la expresi6n surja de una sola vez en la mente del hablante y tenga valor unitario no impide identificar en ella sus diversos com'6

Quid es, en la expresi6n fiaseol6gica, el cultismo latino wrrespondiente a1 pronombre interrogative neutro ("quk");qui, quae, quod, el adjetivo y pronombre relativo ("que, quien, el cual").

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ponentes por separado y utilizar alguno de ellos, generalmente el mas significativo, para enfatizarlo en su significado "literal" y, con el, el conjunto de la expresi6n en su valor idiomatico:

...Practicamente con un pie y medio en la final, el AtlCtico de Madrid [despuks del3-5 en Mestalla, lavuelta semifinales Copa del Rey]. (TM, partido Barcelona-Espafiol,22-2-96) [38] -Pues hazlo. Site lo esta poniendo en bandeja. - Si, desde luego. En bandeja de plata. De oro. - iDe platino! -Me lo ha puesto a huevo, es verdad. Se lo merece. [37]

[39] -iQue no voy [a la jugada de cartas], me caguen diez! - iMe caguen once!, yo si. Pero voy a perder, lo estoy viendo.

1.3.3. El mismo procedimiento de desglose del significado "literal" de uno de 10s componentes de la expresi6n fraseol6gica es el que tiene lugar en las sustituciones eufemisticas. Una expresi6n puede ser considerada "malsonante" por su significado, por su forma, por ambas cosas o incluso por las resonancias negativas que el hablante prevea en su receptor. La interjecci6n jMe cago en Dios!, por ejemplo, une a su caracter blasfemo la utilizacidn de un verbo tabu (cagar). Si el hablante quiere evitar la blasfemia, sustituye el tCrmino religioso y la convierte en me cago en diez, tal como aparece en [39], o en me cago en la mar (salri/salada); cuando quiere evitar el tdrmino escatol6gic0, lo sustituye generalmente por me cachis. De mod0 que la interjecci6n jme cachis en la mar (salb)! es ya completamente inofensiva, como lo demuestra el hecho de que incluso se incorpore a las letras de canciones infantiles (Mi padre tiene un barco, jme cachis en la mar!''). A su vez, en este caso, las variantes eufemisticas se han fijado y se han convertido tambiCn en idiomaticas, y como tales son reconocidas por 10s hablantes. No siempre tiene por qu6 ocurrir, claro estk lo importante, en cualquier caso, es que la expresi6n fraseol6gica originaria funciona siempre como referencia y permite identificar en la sustituci6n el significado "orientado" que le corresponde: [40] Gente con un expediente excelente y que... y que nada, que no se estin comiendo un colin...

'7

Quizh la cancion, que popularizo hace bastante aiios el comic0 Tony Leblanc, no estaba originariamentediigida a 10sniiios, per0 de hecho 10sniiios la adoptaron como suya.

Aspectos pragmatico-discursivos

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1411 [Un dia despuks de que el pueblo ha votado, ha expresado su voluntad en las urnas] y ellos [=ETA]... se pasan por el arc0 del triunfo esa expresidn [y... matan]. (Ram6n Jhuregui TV1, TD2,4-3-96) [42] Antes de que te pongas de ma1 yogur [tambikn de ma1 cafh]. En el ejemplo [40], un colin sustituye a una rosca, tCrmino sospechoso en la expresi6n original porque se aplica generalmente con el significado de "no tener Cxito (sexual) con las mujeresllos hombres"; la sustituci6n permite ademas mayor adecuaci6n entre la expresibn y el nuevo contexto a que se refiere. En [41], el arc0 del triunfo aparece en lugar de cualquiera de las variantes malsonantes originarias (10s cojones, 10s huevos, 10s catuplines, el ojete). Yogur y cafe' surgen metonimicamente en lugar de leche, con el significado de "humor, genio, enfado". En algunos casos, no se puede descartar un componente ludic0 tambiCn en la sustitucibn, como parece ocurrir en las abreviaciones mas habituales: [43] Nos lo pasamos de PM, tio Cpronunciado de pe-erne: 'de puta madre', 'muy bien'Il8 [44] -Ya sabes, ajo y agua ["ajo(d)erse y aguantarse"]. Pero lo cierto es que la necesidad de eludir el tab6 social esta mas extendida entre nosotros de lo que suele pensarse. Y, por lo que respecta a 10s ejemplos recogidos en este apartado, puedo decir que todos, salvo uno, han sido realizados por hombres. 1.4. Naturalmente, el contexto propicia a veces ciertas modificaciones que no alteran el sentido final de la expresi6n fraseol6gica, per0 lo realizan en perfecta simbiosis con esa otra, libre, que nace de la situacibn vivida y compartida por 10s interlocutores. Son 6stos 10s ejemplos mas ricos desde el punto de vista comunicativo. La versibn resultante respeta el esquema sintactico de la expresi6n original, sustituye uno o varios de sus t6rminos y maneja presuposiciones e implica informacibn e intenci6n que no estarian en el simple enunciado idiomhtico de la expresibn fraseologica. V e h o s l o mas detalladamente en un ejemplo... Los hablantes se encuentran en un programa de televisibn, hablando con el entrevistador (Pepe Navarro) y para el p6blico (alguno presente en el estudio). La entrevista se ha presentado como una despedida-homenaje a Michel, futbolista que ha jugado su 6ltimo partido con el Real Madrid, despuCs de muchos 18

Se utilm con hcuencia tambikn la pronunciaci6n de siglas NPI: niputdpufietera idea.

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aiios de servicio a1 club y de formar parte de la llamada "quinta del Buitre", que tantos Cxitos le ha deparado. Emilio Butragueiio, el Buitre, esth tambiCn presente en la conversation, venido desde MCjico, donde juega en el club AtlCtico Celaya y a donde quiere llevarse tambiCn a su ex compaiiero. Ram6n Mendoza, ex presidente del Real Madrid, responde a la insinuaci6n del entrevistador de que Michel no parece haber sido muy bien tratado por su club: [45] Ramdn Mendoza: - Parece que le dijeron que iba a continua su contrato un aiio mas.

Michel: - Si, me dijeron que no habia ningun problema, per0 vamos, para la direccidn t6cnica no ha sido asi. -Vamos, que le tomaron el "capelo". (TV-T5, "Esta noche cruzarnos el Mississippi", 29-5-96).

Ram6n Mendoza ha sustituido pelo por su equivalente italiano: capello (pronunciado capelo aqui). Y Capello es el apellido hom6fono del nuevo y entonces todavia futuro entrenador italiano del Real Madrid, fichado ya mientras acaba la temporada Arsenio Iglesias. No se trata, aunque a simple vista pudiera parecerlo, de un mero juego de palabras. Para entender el ejemplo en toda su riqueza tenemos que conocer todavia algunos datos mas: a)

Michel habia tenido toda la temporada anterior (1995) una grave lesi6n;

b)

Mendoza le habia prometido, no obstante, renovarle el contrato por un afio mhs, sobre todo por agradecimiento, per0 tambiCn porque sabe que es un futbolista muy querido por la afici6n y con fama de "caballero" y de "elegante";

c)

a finales del 95, Mendoza es sustituido (de no muy buenas maneras) en la presidencia por Lorenzo Sanz; el nuevo presidente habia sido hasta entonces su brazo derecho, per0 a partir de este momento se distancia claramente de Cl y de lo que representa, aunque mantiene la oferta a Michel;

d)

Fabio Capello, el nuevo entrenador ("la direcci6n tCcnicaW,en palabras de Michel), que se incorporaria en junio del 96, no se opone a que se le renueve el contrato a1 futbolista, per0 advierte a1 equipo directivo que no va a contar con 61 deportivamente;

e)

Michel probablemente no est6 muy conforme con "hacer en el banquillo" el aiio de su retirada; recibe una buena oferta del AtlCtico Celaya mejicano, donde ya esta su compaiiero y amigo Butragueiio, que le permitiria retirarse con dignidad (acab6 acepthdola).

Aspectos pragrniitico-discursivos

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La sustitucicin 16xica es en estos casos, como puede verse, un autentico recurso de incorporacibn contextual a1 enunciado. Ramcin Mendoza, sin ser demasiado explicito, resulta muy informative. Seguramente la imagen de receptor que se ha construido como hablante es la de alguien que, supuestamente como el entrevistador que le ha llarnado a1 programa, conoce 10s entresijos del fiitbol. Sin duda, 6sta es una de las presuposiciones que maneja: Pepe Navarro estti perfectamente enterado de lo que ha ocurrido, le ha llamado para que lo diga y lo va a entender con todas sus implicaciones. Maneja ademas la presuposicion de que contarii con la anuencia del "caballero" Michel, que nunca se atreveria a decirlo; a1 fin y a1 cabo, 61 esth alli para "defender" y homenajear a1 htbolista. Con su enunciado, Mendoza denuncia a Capello como responsable de la rescisicin del contrato de Michel y sugiere que tanto 61 como quienes relevaron a 10s anteriores directivos "se han burlado" del jugador. Expresa ademas su descontento con lo sucedido y su resquemor por el mod0 en que fue apartado de la presidencia del club. El resultado: una variacicin improvisada y perfectamente adaptada a) a 10s interlocutores: 10s dos futbolistas presentes y el entrevistador; b) a la intencicin del macroacto discursivo en que se inserta (homenaje a Michel) y a1 "tono" del programa de Pepe Navarro; c) a la actitud subjetiva del hablante, sus creencias, sus presuposiciones...; d) a1 context0 cultural y a1 lingiiistico; a la situacicin comunicativa, en suma. No vamos a detenernos ya en la explicacibn detallada de otros ejemplos en 10s que podriamos repetir el anhlisis aportando 10s datos que faltan: [46] Es que sefior Rico, me, me da la impresi6n de que ademas aqui llueve sobre quemado [cp. llover sobre mojado]. (Periodista, R, "Protagonistas", 3-6-92, dirigikndose a1 sr. Rico, abogado de uno de 10s soldados quemados en novatadas) [47] ...q ue [la tarjeta telef6nical valia para todo el mundo, y ni tonto ni perezoso ha llamado inmediatamente por telBfono para pedii una... [cp. ni corto ni perezoso]. [Interferencia: es una tonteria o simpleza lo que ha hecho.] [48] -Ma1 de muchos, consuelo de tantos... -Y tantos y tantos... QueB...me vas a decir a mi...

Ana Maria Vigara Tauste [49] [Esa discusi6nl en Estados Unidos es... el pan 1 el pan de ellos de cada dia, jno? [adaptacion deicticallg.

(J. Molins, R, progr. de Antonio Herrero, 29-10-96).

En todos 10s casos, el resultado no es una variantefiaseoldgica (como lo eran en su mayoria las eufemisticas del apartado anterior), sin0 una creacidn esporadica, una "variacibn esponthea e individual no fraguada por el uso repetido que adquiere ciertos valores no usuales y produce efectos muy diversos" (Garcia-Page 1996: 486). La expresi6n resultante es contextualmente sindnima (o aproximadamente sin6nima) de la fraseol6gica que le sirve de referencia (tomar el pelo, llover sobre mojado, etc.), pues mantiene intact0 su valor; per0 ademb sintetiza en el sustituto lCxico (capelo, quemado, etc.) mucha informaci6n presupuesta e implicada, asi como la actitud del hablante respecto de lo que habla. Es precisarnente la sustituci6n la que orienta acerca del act0 ilocutivo del hablante. A1 sustituir pelo por capelo, mojado por quemado, etc. y continua siendo la expresi6n ffaseol6gica referencia ineludible, Csta presenta - en palabras de Zuluaga (1980) - el llamado efecto de desautomatizacidn, mediante el rompimiento de una regla de combination IBxica. Resultado: orientamos nuestra atenci6n hacia la expresi6n misma. No es Bste, sin embargo, un efecto que tenga lugar automaticamente siempre que se modifica la expresi6n fiaseol6gica o se rompe su regla de combinaci6n Mxica; ya vimos que no ocurria en 10s ejemplos del apartado 1.2.1. (dorar las orejas, empezar la casa por la ventana), en 10s que a)

el hablante no implicaba mhs informaci6n (ni otra distinta) que si hubiera realmente pronunciado la expresi6n originaria, y

b)

el receptor no habia interpretado sino esta expresidn (la originaria), ni se habia percatado de que el locutor no la hubiera pronunciado completa y literal.

Es normal que asi sea, que tanto el act0 ilocutivo como el perlocutivo difieran radicalmente en estos dos grupos de ejemplos, pese a que tienen la misma apariencia y todos mantienen el esquema lingiiistico subyacente. Es normal 19

En general, las expresiones fiaseoldgicas, como unidades de discurso repetido, no suelen contener especificaciones personales, espaciales o temporales que no estkn tarnbikn "fijadas". Las locuciones verbales son, naturalmente, la exception. Como locucidn norninaladjetiva, elpan nuestro de cada dia no precisa ni permite, en principio, adaptation deictica. El contexto, sin embargo, puede obligar en un momento dado a ella, como en este caso.

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decia-, si se tiene en cuenta que el tema del que trata el hablante en su mensaje actua como fondo integrador de (y en) todo 61. Frente a lo que ocurria en 10s ejemplos mencionados en el apartado 1.2.1., en Bstos ([45] - [49]), la sustituci6n lBxica que provoca la modificaci6n en la expresion fraseol6gica es tambiCn "tema" de la conversaci6n. Se trata, pues, de un "tema" que se incrusta en el enunciado que corresponde naturalmente a otro "tema", rompiendo con la previsibilidad receptora. De hecho, si pregunthramos a 10s hablantes o/y a sus receptores acerca de sus proferencias, probablemente nos dirian que empezar la casa por la ventana constituy6 un error del que no se habian percatado, mientras que tomar el capelo no habia sido un error, sino que lo habian dicho porque Capello tenia un importante papel en el caso; o que si habian dicho el pan de ellos de cada dia era porque aquello de que hablaban no les incumbia personalmente ni a1 locutor ni a quienes escuchaban, etc. Asi pues, por lo que a la lengua hablada respecta, s610 podemos estar parcialmente de acuerdo con afirmaciones como la de Garcia-Page (1990: 217, nota 8): "Sean cuales sean las razones posibles, cuando se rompe un molde fijado, se ponen en juego fimdamentalmente tres hnciones del lenguaje: la emotiva, la apelativa, la metalingiiistica". 0 con esta otra de Wotjak (1988: 540): Persigue y generalmente logra un efecto comunicativo especial el uso de unidades fraseol6gicas [...I en forma algo modificada o bien con h c i 6 n ilocutoria, comunicativa pragmltica modificada20 [...I. Si la estructura morfosinthctica se ve cambiada, sea que se haya sustituido un componente de la UF por otra palabra, sea que se haya invertido el orden lineal de 10s componentes en el interior de la expresi6n idiomhtica (ejemplo: [...I Poco ruido y muchas nueces), el efecto estilistico comunicativo se basa en el hecho de que el usuario nativo del espaiiol [...I o cualquier persona que domine bien este idioma, reconstituirl la UF "corrects" soslayante o por lo menos se darl cuenta de que se esth jugando con una UF parcialmente modificada, lo que basta para producir el efecto comunicativo deseado de un juego fiaseol6gico mls o menos original y eficiente empleado para llamar la atenci6n del oyente a1 fen6meno descrito o para retener, fijar, almacenar el mensaje transmitido. Bien es verdad que Wotjak se refiere sblo a las modificaciones intencionales de las expresiones fiaseol6gicas, es decir, a esas en que -como hemos dicho -el context0 permite identificar en el sustituto l h i c o (o en la alteraci6n del orden lineal de 10s componentes) un "tema" sobre el que tambiBn estii informando o se

20

Son las que veremos en el apartado siguiente.

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esta pronunciando el hablante21. Aun asi, creo que en lo esencial todas estas afirmaciones son perfectamente validas para el uso escrito y precisan ciertas matizaciones en lo que a1 hablado concieme. Mas bien parece, en Bste, que el llamar la atenci6n del receptor, la reflexion metalinguistica provocada, el resultar particularmente expresivo, el que 10s demas "visualicen" mejor el mensaje, etc. son efectos textuales del uso modificado de estas expresiones, per0 efectos no necesariamente perseguidos por el hablante, que, condicionado por la inmediatez propia del hablar, ha de improvisar su mensaje y su lenguaje y tiene que conformarse con expresar por aproximacion su sentido. 1.5. Como se habra podido apreciar, las modificaciones "contextuales" del apartado anterior no son las 6nicas que provocan el efecto de desautomatizacidn. Todas las variaciones y adiciones que veiamos en el apartado 1.3. lo provocaban tarnbidn. En realidad, las unidades fiaseolbgicas, por ser pluriverbales, tener valor unitario y estar semhticamente fosilizadas, permiten jugar fhcilmente con las posibilidades de relaci6n significante - significado - sentido y romper con el automatismo verbal-psicol6gico-social que define el uso del c6digo. Basta, como hemos visto, con "decotextualizarlas" (tonto cum laude), incidir enfhticamente en el valor literal de uno de sus componentes (con un pie y medio en la final) o sustituirlo eufemisticamente (se pasan por el arco del triunfo tal cosa)...

El proceso de desautomatizacidn es, en realidad, una operacidn metalingiiistica por la cual, en alg6n momento del proceso comunicativo, la informaci6n extralinguistica se convierte en linguistica. Puede ocurrir en la fase codificadora, en la interpretativa o en ambas. El resultado es siempre el mismo: frustrada la expectativa del receptor, su atenci6n se ve momenthneamente desviada desde las posibilidades "16gicasWde sentido atribuibles a ( y en) una determinada situacibn, a1 funcionamiento del sistema de la propia lengua implicada. En 10s ejemplos que vamos a ver en este apartado, la desautomatizacidn tiene lugar sobre expresiones fiaseol6gicas que no han sufiido ninguna modificaci6n ni adici6n. El resultado no es solamente un desvio de la atenci6n hacia la expresi6n fiaseolbgica, sin0 que Csta (o parte de ella) se convierte en el referente 21

Precisamente el ejemplo aducido por Wotjak (mucho ruido y pocas nueces) es uno de 10s que tengo docurnentados como prueba de que tal modificacibn puede pasar completamente inadvertida en el uso hablado. Mas a h : yo misma he tenido que leer dos veces la expresibn en el texto de Wotjak para percatarme del intercambio de 10s componentes cuantitativos, porque, si el context0 no obliga a otra wsa (y el ejemplo aparece descontextualizado), la tendencia es a extraer automaticamente el significado del conjunto.

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de la comunicaci6n. El proceso deja casi siempre huellas explicitas (en cursiva en 10s ejemplos) en el lenguaje empleado: [SO] Eso si que es ahogarse en un vaso de agua... Vacio. En un vaso de agua vacio. No lo entiendo, de verdad. En este uso, bastante fiecuente, entran en juego 10s dos significados implicados en la combinacibn pluriverbal: el signiJicado literal, es decir, el que corresponderia a las palabras como unidades de "discurso libre", y el signiJicado idiomhtico, i.e., el que corresponde a la expresi6n fiaseol6gica como unidad de "discurso repetido". Vacio se convierte, en el ejemplo [50], en un adyacente de "vase", como si este tdrmino designara realmente en la expresi6n fraseol6gica usada un objeto extralingiiistico (en el que puede uno ahogarse). Esto significa que la expresi6n ha sufiido una "reliteralizaci6n" en la mente del hablante. Asi, el significado literal sustituye por alusi6n a1 idiomhtico y, paradbjicamente, lo refherza. Se produce, en palabras de Wotjak (1988: 451), una "reliteralizaci6n simulthea con la cotextualizaci6n del significado idiomhtico sist6micoU. 1.5.1. En principio, como decia, tal proceso puede tener lugar en la fase de emisi6n (ej. [50]), en la de recepcidn o en ambas. Sin embargo, la verdad es que prhcticamente todos 10s ejemplos que he documentado corresponden a reliteralizaciones del receptor, que encuentra en el context0 a l g h buen motivo para aprovechar tambikn en su sentido literal la expresidn fraseol6gica usada con su sentido idiomhtico por su colocutor. Este "aprovechamiento" puede no coincidir con la intenci6n comunicativa del hablante, de mod0 que uno y otro utilizan la expresi6n con distinto referente. Asi, directamente inducida por la reliteralizaci6n por parte del oyente de la expresi6n fraseol6gica utilizada por el hablante, surge, en el ejemplo [51], la alusi6n a la docilidad con que 10s asistentes a una asamblea de propietarios de viviendas se someten a las arbitrarias imposiciones de la comisi6n gestora vigente; en el [52], el reproche, medio en broma medio en serio, a la interlocutora por su costumbre de vestirse siempre con ropa grande y suelta: [51] - P o insisto en que] nos interesa aceptar esas condiciones. Que no olvidemos que nos permiten hacer la escritura... [murmullos] ~ E que s esa es la madre del cordero! ['la clave de algo']. - [En voz baja, a otro asistente a la asamblea] Y nosotros 10s gilipollas de 10s corderitos. [52]

- Psch... Yo soy capaz de ponerme casi cualquier cosa [de ropa] y me quedo tan ancha ['tranquila, despreocupada'].

- Si, ~ ancha te quedas casi siempre, si.

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Algo asi parecieron revelar tambi6n las risas y el chirigoteo que siguieron a la emisi6n de (vCase ej. [15]): "Tengo que hacer unas fotocopias de cojones del de lengua". Y no porque, debido a la elipsis, 10s receptores no supieran que se trataba de "muchas" fotocopias de 10s apuntes del "examen" de lengua, sin0 porque el hecho de que la asignatura de lengua estuviera impartida por un hombre propici6 una asociaci6n fhcil con "cojones", favorecida tambiBn por la contigiiidad sintbtica ("cojones del de lengua"). Naturalmente, en estos casos "disfemisticos" no puede descartarse un cierto ludismo en la interpretacibn interesada de la expresi6n fraseol6gica ni, a veces, en el uso por parte del hablante: [53] -i Y de erotismo qu6 tal vas? -Hombre, pues mee, me has 1me has I pillao en bragas rdesprevenido']. wsas.]

Ludismo que no resta sentido de la oportunidad a1 emisor, que utiliza una locuci6n adjetiva plenamente acorde con el tema de la conversaci6n (erotismo); locuci6n que no puede, en tal contexto, pasar inadvertida siendo el hablante, como es, hombre. No hace falta decir que no se trata en ninguno de estos casos de falta de coincidencia entre el act0 ilocutivo y el perlocutivo, sin0 de productividad. 1.5.2. El oyente (H2), tomando como referencia la expresi6n fraseol6gica utilizada por su interlocutor en su m b amplio sentido, es decir, tanto en su vertiente locutiva como ilocutiva, la reutiliza aprovechando para sus propios fines comunicativos su significado literal y la intenci6n inicialmente expresada por el hablante (Hl). Es decir, en contra de lo que ocurria en 10s ejemplos contenidos en el subapartado anterior (1.5.1.), ambos interlocutores tienen el mismo referente comunicativo, pese a la reliteralizacibn que lleva a cab0 H2. El uno (Hl) utiliza la expresi6n; el otro (H2), la parafiasea aprovechando el valor literal de sus componentes: refuerza, asi, su sentido idiomatic0 y se pronuncia acerca del contenido ilocutivo realizado por HI, expresando su acuerdo o su desacuerdo con 61: [54] -La que esth en el ajo es Marisa. -Marisa estd en el ajo y en todo el guiso: jes la cocinera...! -Ah, jsi? [estar en el ajo 'ser cbmplice; participar en una intriga o asunto secreto'] [55] -A mi que por fin carnbiara el examen me vino como anillo a1 dedo, porque no habia estudiado nada. -Pues a mi me vino grande ..., porque luego no me pude presentar. [venir como anillo a1 dedo 'suceder algo en el momento m6s oportuno']

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[56] - [...I Sii, decirlo lo dijo. - iAnda que no ha llovido desde entonces! [="han ocurrido muchas cosas o han carnbiado mucho las cosas desde entonces"] - iNaadaa...!, hay sequia hasta en Galicia... [57] -Lo malo son 10s aires que se da. - Lo malo son sur aires, eso es lo malo... Que no tiene aires... y se abanica. [cp. darse aires 'darselatribuirse importancia'] [58] -Pero la madre se lo dej6 [de herencia] a la hermana y 61 se qued6 chafao y a verlas venir22. -Y no vinieron. -Ni vinieron ni vienen. Eso desde luego ya no lo hereda. Este uso implica, como puede verse, un proceso mental reversible por parte de 10s interlocutores: H2 reliteraliza la expresi6n idiomatica utilizada por HI; Cste, a su vez, debe idiomatizar el significado atribuible a 10s componentes reliteralizados por H2; es decir, H1 tiene que reconstruir idiomaticamente lo que H2 reliteraliza. Se produce asi, en el juego interlocutivo, una autCntica sustitucidn metafdrica: en el ejemplo [54], en el ajo vale por participante en la intriga (de acuerdo con el valor idiomatico expresado por Hl), en todo el guiso esta en lugar de organizacidn de la intriga, y la cocinera es lo mismo que responsable de la organizacidn (y asi sucesivamente en cada uno de 10s ejemplos de este apartado). 1.5.3. Muchas expresiones fiaseolbgicas tienen un "hom6logo literal": es decir, todos sus componentes, en el mismo orden y con la misma forma en que aparecen en la expresibn, pueden funcionar como unidades de discurso libre. Lo tiene, por ejemplo, la madre del cordero, que designa a 'la oveja' (como todo el mundo sabe); no lo tiene, por ejemplo, estar en el ajo, combinaci6n que, en el sistema, funciona s610 con valor idiomatico. La aparicibn, en el discurso libre, de un "hom6logo literal" puede inducir el proceso contrario y evocar automaticamente el significado idiomhtico de la expresi6n fiaseol6gica con cuyo significante coincide. Es decir, a1 contrario de lo que ocurria en 10s ejemplos del apartado anterior, en Cstos se "desautomatiza" la combinaci6n de discurso libre y se interpreta o reutiliza como unidad de discurso repetido (idiomatizacidn). 22

Verlas venir significa "permanecer uno como espectador, asistiendo sin comprometerse a1 desarrollo de un asunto, para intewenir cuando le convenga: Yo me quedo a verlas venir" (Diccionariopractico de locuciones, s.v.). En este ejemplo esth utilizada con significado equivalente a1 de la locuci6n (quedarse)a dos velas ('arminado, sin nada'), y con este mismo valor la he documentado a1 menos dos veces mis.

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Ese fie, sin duda, el proceso que dio lugar a la risa de Michel y a la proferencia ir6nica de Pepe Navarro en el siguiente ejemplo (que pertenece a la misma entrevista homenaje a1jugador de la que habliibamos en [45]): [59] Rambn Mendoza: - [La Juventus queria a Cste, a Butragueiio] Esta gente estaba bien dotada. Michel: -Ja ja ja. R.M.: -Bien dotada, me reJero, te'cnicamente. Pepe Navarro: - iNunca hemos pensado otra cosa! (TV-T5, "Esta noche cruzamos el Mississippi", 29-5-96). Como la reliteralizacibn, la idiomatizaci6n implica una operaci6n metalingiiistica y desplaza momentheamente la atenci6n hacia la propia expresi6n utilizada; ademk, suele tener un componente ludico muy acusado. Bien dotado/a es sintagma especializado en aludir a 10s atributos sexuales de hombres/mujeres. La risa de Michel proporciona a Ram6n Mendoza la pista de que su expresi6n ha sido tambikn espontheamente interpretada en sentido translaticio y se siente obligado a dar la aclaraci6n; sin embargo, tal aclaraci6n no es necesaria, tan ludica como el regodeo de 10s otros a1 interpretarla idiomiiticamente. Thgase en cuenta ademh que Butragueiio, alli presente, aludido entre la gente "bien dotada", se hizo (miis) famoso en su momento por la publicacibn de su foto (portada en el periodic0 ABC) corriendo durante un partido con su miembro sexual por fbera del pantalbn. Por si cupiera alguna duda, el hablante proporciona en [60] el sindnimo no idiomdtico de la expresih (que puede ser un vocablo o una parafi-asis): [60] Y aqui jun mosquito! De pata negra ... Si, en efecto, un mosquito de pata negra de excelente calidad, que no nos deja..., empefiado en posarse sobre un bocadillo... de jambn york. (Radio, en direct0 desde una piscina, 20-8-88) Aunque originariamente de pata negra no es miis que la descripcidn metonimica que se aplica a un tipo de j a m b , el ibkrico (procedente de cerdo engordado con bellota), la expresi6n est6 - creo - en proceso de lexicalizacion con el significado de 'excelente calidad', justo el que aparece explicit0 en el ejemplo. Mis colegas de universidad, por ejemplo, hablan a veces de profesores "titulares o catedraticos depata negra" (i.e. 10s que pasaron y aprobaron una dura oposici6n, "de las de antes"), para diferenciarlos de 10s que accedieron a la camera docente por medio de las idoneidades, por antigiiedad o por oposiciones "de nueva hornada"; un instalador de estufas de leiia y casetes para chimeneas me comenta que Hergom (una de las marcas que instala) es pata negra, es decir,

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lo mejor entre lo selecto. En el ejemplo, el hecho de que el bocadillo sobre el que queria posarse el mosquito "de pata negra" fuera de 'Ijam6n" (york) parecio casual, per0 seguramente contribuyo tambiCn a las asociaciones implicadas. El ingenio permite a algunos hablantes jugar con la automatizacibn-desautomatizaci6n de 10s significados literal e idiomhtico de las expresiones con una rapidez, espontaneidad y adecuaci6n contextual que, personalmente, me causan admiraci6n. A la salida de un descanso en el bar de la Facultad, fui testigo y participe de la siguiente conversaci6n: [61] JI.: -Joaquh ..., jgracias! A.: -Oye, iy a mi no? iMe siento discrimimada! J.: -Es que Jose Ignacio me ha tocao [pagarle el cafd] a mi JI. [diiigiCndose a A]: - Si me has dicho que ha pagao 61... -NO,10s ~ O S . J. [a JI.]: -Es que hemos ido a medias, y el tuyo [tu caf6] me ha tocao a mi. .TI.: - Ah, pues ahora la toco a ella [tocando el hombro a A]. [Risas de 10s tres]. Ademb, con una sefiorita es mejor ir a medias que tocar a escote [cp.pagar a escote]. 2. Los enunciados fiaseoldgicos limitan mhs que las expresiones fraseol6gicas la secuencia del hablante. sta as, tal como hemos visto en el apartado anterior, funcionan como un "bloque (idiomhtico)" de discurso libre; 10s EF, en cambio, actuan a mod0 de "cita" contextual. En general, el grado de fijaci6n de estas expresiones es tan elevado, que aunque se insertan siempre en un contexto tematico y lingiiistico mhs amplios, imponen tambidn sus propias leyes a1 hablante...

2.1. Una vez surgidos, por alusi6n o elusibn, es muy dificil sustraerse a ellos. Tanto, que a veces cualquier palabra o cualquier dato alusivo pueden actuar como autdntico cotexto inmediato que condiciona radicalmente el mensaje que sigue, hasta realizar plenamente (formal o semhticamente o de ambas formas) el enunciado fraseol6gico inducido. Asi ocurre, por ejemplo, en [62], en contra incluso de lo "16gicamente" esperado en el contexto temhtico previamente establecido y de la intenci6n comunicativa previamente identificada en el act0 de habla del locutor: [62] porque ya sabes, que esto de la reforma (del sistema de ensefianza)], que si quieres la coges y si no, pues no s6 qu6... Como lentejas, pues las dejas.

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El hablante, asesor de un CPR23, habla con una antigua compaiiera, a la que ha invitado a participar en un "curso de actualizaci6n cientifico-didticticawen calidad de ponente; ella le ha pedido que le explique d6nde y como s i t ~ asu participaci6n en el curso; 61, en el ejemplo, le pone a1 corriente de que su posible public0 seria profesorado de ES024 que no tiene muy claros 10s nuevos contenidos programados por el Ministerio, per0 como la reforma, aunque inapelable, se esta implantando con poca informaci6n y mucho desconcierto, siempre se come el riesgo de que no les interese y haya muy poca gente en el curso. En este punto surge la expresi6n (se trata de un dicho rimado): Lentejas: si quieres las comes/tomas, y si no, las dejas. El hablante se da cuenta de que existe contradiccidn entre lo que esta diciendo (que el profesor puede elegir permanecer fbera de la reforma, lo cual no es cierto) y lo que quiere decir (que, pese a la reforma, el profesor puede elegir no ir a 10s cursos que 10s CPR organizan), asi que no completa en primera instancia la expresibn, sino que acude a una f6rmula digamos "neutra" de cierre (pues no se' que?. Inmediatamente despuks, sin embargo, aiiade todo lo que falta a la expresibn, es decir, su principio y su final, fie1 a la letra (obskrvese el plural del pronombre las), quiz6 seguro ya de que su compaiiera sabe que esti hablando de su curso (no de la reforma, ni de las lentejas, obviamente) y del dicho que habia dejado a medias, y que no sera ma1 interpretado. 2.2. MAS a h : ocurre con cierta fiecuencia que aparecen en el enunciado uno o varios elementos lkxicos que nos conducen automaticamente a identificarlos como parte de una expresidn fija ( h e o l 6 g i c a o no), aun cuando inicialmente, de acuerdo con la intenci6n del hablante, no formaran parte de ella. Estos elementos l6xicos se convierten entonces en indicios de la expresi6n fija, que acaba siendo realizada, bien por el hablante (ej. [63]) o bien por su interlocutor (ejs. [64] y [65]), de acuerdo o no con las necesidades del contexto, a veces de forma puramente lBdica, per0 siempre como algo que se sigue (casi ineludible) de lo dicho inmediatamente antes:

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CentrO de Profsores y Recursos (antes CEP: Centro de Educacih del Profesorado), organism0 dependiente del MEC (Ministerio de Educacibn y Cultura), creado para dotar de recursos (materiales, humanos) a 10s centros de enseiianza secundaria, asesorarlos y proveer formaci6n permanente para su profesorado.

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Enseiianza Secundaria Obligatoria, que aglutina parte de la antigua EGB y del Bachillerato.

Aspectos pragrniitico-discursivos

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[63] - Qu6 buen oido tienes, Mario. A esa distancia, y distingue qu6 sonido [de las muchas mbquinas que hay] es... -Es que lo conozco. - iE1 habito!..., que hace a1 monje25. [64] -Yo, no estoypara eso, querido. . -Ni el horno para bollos, por lo que veo. -Exacto [cp. no estb el homo para bollos]. [65] A wablando de su pr6xima oposici6n a profesor titular de universidad]: -A lo mejor me quedo sin voz... [a causa de 10s nervios]. B: -Mientras no te quedes sin voto... A: - ~Eso!" Lo dicho para las expresiones fraseol6gicas en el subapartado 1.5.3. puede servir perfectamente aqui.

2.3. En general, la alusi6n basta para entender que se esta utilizando un determinado enunciado fraseol6gico y contextualizarlo adecuadamente. Su alto grado de fijaci6n permite, por un lado, una identificaci6n rapida en 10s signos lkxicos que lo representan; la informaci6n extralingiiistica accesible a 10s comunicantes [la situaci6n comunicativa, las creencias, la covivencia, el conocimiento del otro, etc.) aporta lo que pudiera faltar (i.e., lo no expresado) para su cabal comprensi6n: [66] Pero arnigo mio, a quiCn le, a q u i h le mobsta un dulce, jeh? [cp. a nadie le amarga un dulce] (TVl,"El primijuego", 1-3-93) [67] Y que lo digas. Hace siglos que no varnos a ningh lado, el pobre. Son vacas flacas, qu6 se le va a hacer [= "es 6poca de escasez"].

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Cp. El h4bito no hace a1 monje. 0 sea, cabalmente lo contrario de lo que el hablante realiza. En su caso, ha sido la costumbre la que ha hecho de su wmpaiiero un experto analista de ruidos ambientales; al aludii a ello con la expresi6n [El habito! realiza la primera parte del dicho y llega de forma totalmente impremeditada a 61, por eso ahde, adaptado a la situaci6n comunicativa, la segunda parte, con lo que lo completa.

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Cp. tener/no tener voz y/ni voto, es decir, 'faultad de hablar y votar en una reuni6n o asamblea'; por extensi6n, expresi6n fija con que se dude globalmente a la poca o mucha importancia que se le concede a alguien. Obs6~eseque en realidad lo que se hace en este ejemplo es, a partir de la expresi6n solidaria voz y voto, un desglose de sus dos significados posibles. Quedarse sin el voto de 10s miembros del tribunal equivaldn'a, en tales circunstancias, a suspender la oposici6n.

Ana Maria Vigara Tauste [68] - Como Julio, que se quedo para escaquearse y ahora le ha tocao to el

marron... -Pues ahora que se aguante, no te jode ... - iclaaro...! Es que hay que estar a las maduras tambiCn.

De este modo, el hablante usa en [66] s610 una parte del EF en una pregunta ret6rica que pretende obtener por respuesta la parte que falta ("a nadie"); la presuposici6n manejada es clara: la presentadora del programa cuenta con la anuencia de 10s receptores, que ven c6mo uno de 10s concursantes obtiene s610 un premio pequeiio, pero premio a1 fin y a1 cabo. En [67]27 y en [68] aparece s610 uno de 10s dos tCrminos del enunciado fiaseol6gico usado (estar a las duras y a las maduras). No se trata de truncamiento o suspensi6n del EF, como puede verse, sin0 de clara manipulation discursiva. No bastaria, de hecho, con sumar a lo dicho lo que falta. En 10s tres ejemplos aparece sblo una parte del EF, per0 Csta es suficiente porque a) implica el resto, con el que guarda, como integrate de EF, una relaci6n de solidaridad; b) funciona en lugar del todo, asumiendo su valor completo, a mod0 de sinkcdoque; c) el receptor puede identificar el EF de referencia sin dificultad a travks de 10s indices ICxicos, aunque necesita conocer las condiciones de enunciaci6n para "entenderlo" debidamente y en funci6n del act0 ilocutivo en que aparece. Por eso, en [68] no se tuvo esponthneamente en cuenta que las maduras es, en la expresibn, el miembro positivo antagonista de las duras, a1 que corresponderia por "16gica" aparecer en tal situaci6n de enunciaci6n, si se desglosara en partes significativas independientes; per0 predomina Ia interpretaci6n global "para todo" (i.e., "hay que estar para lo bueno y para lo malo, no s61o para lo bueno").

2.4. La simple aparicidn de ciertos indices lkxicos suele ser suficiente para garantizar el pleno funcionamiento de una expresi6n en un determinado cont e x t ~ .Sin embargo, lo miis com6n es que el propio hablante (ej. [69]) o su interlocutor (ej. [70]) aludan explicitamente bien a la parte del EF que falta, bien a1 significado global con que es usado (en cursiva en 10s ejemplos): [69] -[Cogieron el muiieco y se heron con 61.1 Total, que 10s ha cogido la policia y no s6 que van a hacer ahora. -~Ahora?:;pecho! -No, ya. QuC remedio... -Lo hecho, hecho estd. Ya se verh. [cp. a lo hecho, pecho] 27

Esta expresibn y su anthima (vacas gordas 'Wca de abundancia') se pueden usar por separado; sin embargo, la otra, la no usada, sirve siempre como referencia ineludible.

Aspectos pragrntitico-discursivos [70] -iHa cogido un cargo? -De secretario. De la facultad, no del departamento. -No pica ...

-Si es con gusto, no.

-Claro. Igual te pica a ti... - A mi me est6 picando, si...

[cp. sarna con gusto no pica]

En rigor, podria pensarse que tales aiiadidos, que no aparecen en 10s ejemplos [66] - [68], son innecesarios desde el punto de vista informativo; m b aun si, como se aprecia en estos tres hltimos, parecen no tener m6s hnci6n que verificar que uno ha sabido manipular bien el EF (en [69]) o ha sabido apreciar c6mo lo ha manipulado el interlocutor ([70]). No es, sin embargo, una casualidad, ni siquiera una eleccion para el hablante, que puede aludir a ello o no. Los enunciados fraseol6gicos son siempre, informativamente hablando, anafdricos o catafdricos. Si no tienen un cotexto de referencia que, en la situation especifica de habla, justifique por si mismo la aparici6n y el significado del EF realizado, crean un cotexto alusivo de justificacidn o explicacibn. Si lo tienen, como por ejemplo en 1661 - [68], el enunciado fiaseol6gico actha anaf6ricamente; si no, como en [69] y [70], parece que lo precisa y la parte utilizada actha cataf6ricamente, a mod0 de anuncio de lo que seguira, que es en realidad informaci6n que repite lo dicho.

2.5. Por lo demhs, como sucede con las expresiones fraseolbgicas, 10s enunciados ~aseol6gicostienden a aparecer en cadena, sucediBndose unos a otros por asociaci6n (casi siempre 16dica) o "inducidos" por la aparicibn previa de alguno de sus componentes o la estructura enunciativa del primero: [71] -Bueno, como sobre gustos no hay nada escrito... - iH6ber...28

No, si yo no dig0 na... Si hay tantos gustos como culos, que cada uno tiene el suyo...

[72] iClaro!, claro que si... Las cosas claras, jno?; y Bste es el chocolate del loro. [cp. las cosas claras, y el chocolate, espeso]

[73] -El que no corre, vuela, macho... -No, es que el que no cojea, renquea, mhs bien. -El que no cojea, corre, y si no renquea, vuela. - iBueno!, podemos dejarlo asi... 28

Supuestamente, la locuci6n a ver, pronunciada por el hablante exclamativamente, con desplazamiento acentual y de un solo golpe de voz.

126

Ana Maria Vigara Tauste

Se puede aprovechar tarnbiCn su interpretacibn literal para aludir metafbricamente a la situacibn general de enunciaci6n: [74] -Cuenta, cuenta... -No, que hay moros en la costa...

-iEn que' costa, tia?, si estamos solas ... -Es que todavia no han llegado a la playa, per0 estrin a punto de Ilegar. -Ah, y es largo... - Si es largo, si.

el contexto puede propiciar la sustitucibn adaptada de alguno de sus componentes: [75] A1 ma1 tiempo... jangulas!; pueden utilizarse como simple referencia para expresar un contenido ilocutivo distinto, perfectamente adaptado a1 contexto (proposicibn amorosa, en el ejemplo): [76] -Vamos a brindar... -~ P oquC r brindamos...? Brinda tti. -Por que la prirnavera nos altere la sangre. 3. Como puede verse, tanto las expresiones como 10s enunciados fiaseol6gicos hncionan en la lengua hablada con gran eficacia y versatilidad. A1 servicio siempre del act0 de habla particular en que aparecen, su empleo responde generalmente a la intencibn efectiva del hablante, suele ser contextualmente adecuado y contribuye de forma decisiva a la fluidez de la emisibn y a la realizacibn del sentido en la interaccibn. De una manera peculiar, consecuencia precisamente de la oralidad, del mod0 especifico de concebir y realizar la lengua hablada (no leida o recitada, ni escrita), todas estas expresiones se adaptan (formal y semiinticamente) con naturalidad a las necesidades subjetivas del hablante y contextuales de la comunicaci6n. Y Csa es seguramente la razbn por la que gozan de una gran vigencia en nuestra lengua y surgen en ella con tal frecuencia, espontaneidad y efectividad, que resuIta poco menos que imposible sustraerse a su empleo y Cste suele pasar inadvertido para 10s comunicantes.

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Aspectos pragmhtico-discursivos

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Margarita Tecedor Yangiiela

CONSIDERACIONES LING~~~STICO-PRAG~TIC ACERCA AS DEL TRASVASE DE LAS EXPRESIONES FIJAS DEL LENGUAJE TAURINO AL

CODIGO GENERAL

1.

Objetivos

El trasvase de tCrminos de la lengua comim a las lenguas especiales produce una especializaci6n o particularizaci6n del significado de 10s tCrminos trasvasados. Es el caso de numerosos tecnicismos como el vocablo operacibn que, a1 ser empleado por una determinada disciplina o grupo social, adquiere una acepci6n especifica ('operacibn matemhtica', 'quinirgica', 'bancaria', 'militar', etc.). TambiCn son numerosos 10s tkrminos pertenecientes a una lengua especifica que generalizan su empleo y, como consecuencia de ello, se produce una ampliaci6n de su significado. Este fen6meno no s610 afecta a1 lenguaje de la tauromaquia, sino a otros lenguajes como el de la marineria (arribar) o el de 10s juegos de cartas (de drdago), entre otros. El trasvase del lenguaje taurino (en particular, de las expresiones fijas) a la lengua comim se manifiesta fundamentalmentea trav6s de dos formas: a) expresiones fijas del lenguaje taurino que han sufrido un trasvase a la lengua comim: ajustarse 10s machos, cambiar de tercio, cortarse la coleta, hacer un quite, etc. b) expresiones fijas de la lengua commin que incorporan el lCxico taurino: hacer novillos, ponerse como un toro, ponerse el mundo por montera, torear a alguien, etc. En nuestro articulo se abordan aspectos lingiiisticos (us0 figurado de las expresiones trasvasadas, etc.) y pragrnhticos (circunstancias de empleo, etc.). Asimismo, se analiza el fendmeno de la desautomatizacidn o ruptura de las expresiones fijas del lenguaje taurino para observar, entre otros aspectos, la funci6n 16dica o ir6nica que se pone de relieve en algunos de estos casos. El corpus de ejemplos de trasvases de las expresiones fijas del lenguaje taurino, tanto a lengua commin como a determinados h b i t o s especializados (politics, deporte, especthculo), ha sido extraido de textos tan diversos como el periodistico, el publicitario, el literario y, en particular, la canci6n.

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Margarita Tecedor Yanguela

Los numerosos refianes relativos a1 mundo del toreo (El tor0 de cinco y el torero de veinticinco, Hasta el rabo todo es toro, Para torear y para casarse hay que arrimarse, etc.) no se estudian en este articulo por considerar que, dadas sus peculiaridades linguisticas y de otra indole, podrian ser materia de un estudio particular. 2.

Conceptos bPsicos sobre fraseologia y lenguaje taurino

Conviene delimitar las dos nociones bhsicas utilizadas en este trabajo: expresiones fijas y lenguaje taurino. 2.1. Expresi6n fija El estudio de las diferentes lenguas ha demostrado la existencia de combinaciones fijas de palabras junto a la tBcnica libre del discurso. En terminologia de Coseriu (1966-67), puede hablarse de dos tipos de construcciones: la tbcnica del discurso (o conjunto de unidades y reglas de combinacidn libre) y el discurso repetido. Respecto de este segundo dice Coseriu (1966: 13): Abarca todo lo que tradicionalmente esti fijado como , , , o y cuyos elementos constitutivos no son reemplazables o re-combinables s e g h las reglas actuales de la lengua. Siguiendo a Zuluaga (1980), vemos como sin6nimas las denominaciones expresibnfija y locucidn. No se utiliza, sin embargo, el tdrmino modismo, sin0 que se habla de expresiones idiomaticas.1 El concept0 de locucidn de Zuluaga coincide en lo sustancial con la definici6n propuesta por Casares (1950: 170): Combinaci6n estable de dos o mhs tkminos que hcionan como elemento oracional y cuyo sentido unitario consabido no se justifica sin mhs como una suma del significado normal de sus componentes. De esta definici6n se desprenden las dos caracteristicas que Casares atribuye a la locuci6n: inalterabilidad y unidad de sentido.

1

Por coherencia con el uso de la tenninologia de Zuluaga (1980), no se emplea el tkrmimo modismo. Casares (1950), sin embargo, emplea este t6nnino. Otros lingiiistas espaiioles como Bosque (1980) o Garcia-Page (1993) emplean tambiCn el tCrmino modismo. En general, 10s estudios espaiioles contemporheos y anteriores a Casares hablan de modismos.

Expresiones fijas del lenguaje taurino en el c6digo general

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Por su parte, Zuluaga (1980: 122) resume tambiCn en dos 10s rasgos fundamentales de las locuciones: fijacion e idiomaticidad.2 Nuestro trabajo incluye tambitn 10s denominados por Zuluaga enunciados ji-aseolbgicos o construcciones que por si mismas constituyen enunciados completos; es decir, que no necesitan un context0 verbal. Las expresiones iAl toro! o i Vapor ustedes! podrian ser consideradas enunciadosfraseol6gicos. 2.2. Lenguaje taurino El lenguaje taurino es una lengua especial (Vendryes 1958) y, mhs concretamente, una lengua sectorial (Rodriguez Diaz 1981). En efecto, el lenguaje taurino responde a la definici6n de Ienguaje sectorial propuesta por Rodriguez Diaz (1981: 53), ya que "identifica un determinado dominio social y de actividad" (el mundo del tor0 y todo lo relacionado con 61)" y "no existe una finalidad criptica" (el lenguaje taurino no pretende ser un lenguaje empleado exclusivamente por las personas vinculadas a1 mundo del toro)3. El lenguaje taurino puede ser considerado tambikn un argot o jerga, en el sentido dado a estos terminos por el Diccionario de la Real Academia (1992), segcn el cual el argot o jerga es un lenguaje profesional. En este diccionario se incluye explicitamente el lenguaje de 10s toreros como un ejemplo de jerga.

A1 igual que sucede con otros lenguajes especiales (marineria, medicina, etc.), el lenguaje taurino nace de la lengua c o m b . En efecto, las lenguas especiales constituyen variaciones dentro de un sistema lingiiistico y surgen para designar contenidos de una determinada hrea de la realidad. El carhcter subsidiario y marginal de las lenguas especiales con respecto a la lengua comun explica que las mayores diferencias con relacion a Csta se produzcan en el hbit0 del lkxico, por el carkcter abierto de Cste. No obstante, tambiCn pueden encontrarse algunas peculiaridades fonicas y morfosintkcticas, sobre todo en el h b i t o de las expresiones fijas.

2

Para Zuluaga (1980: 122), el significado idiomhtico o idiomaticidad consiste en "el rasgo semhtico propio de ciertas construcciones lingiiisticas fijas, cuyo sentido no puede establecerse a partir de 10s significados de sus elementos componentes, ni del de su combinaci6n".

3

El lenguaje taurino no tiene, normalmente, una fmdidad criptica. No obstante, su especificidad puede hacer que resulte criptico o incomprensible para 10s hablantes que lo desconozcan, hecho que ha seiialado Amor6s (1 990: 10).

Margarita Tecedor Yangiiela En el lenguaje taurino se manifiesta la mayoria de las caracteristicas que Rodriguez Diaz (198 1: 54) establece como propias de las lenguas sectoriales. Entre ellas, cabe destacar: la presencia de prdstamos (corno el lusismo gaiola), de sinbnimos (torero y matador), de methforas (velas por cuernos), de metonimias (espada por torero) y de lCxico popular y dialectal (cacho en la expresi6n estar fuera de cacho). Junto a estos rasgos linguisticos, el lenguaje taurino se caracteriza por su capacidad para designar contenidos de otros carnpos (politics, deportes, espectbulos, etc.). El fiecuente trasvase linguistic0 del lenguaje taurino a la lengua comfin podria explicarse, segfin Amorbs (1990), por la fuerte expresividad del primero. A pesar de que el lenguaje taurino trasvasa el hmbito del mundo del tor0 y se instala en la lengua c o m h , su utilizaci6n se convierte, muchas veces, en signo de identificaci6n social; es decir, identifica a1 hablante como perteneciente a1 grupo social de personas relacionadas con el mundo del tor0 (toreros, ganaderos, mayorales, aficionados, criticos taurinos, etc.). De hecho, 10s hablantes que no pertenecen a este hmbito (y que no conocen esa lengua especial o argot) pueden encontrar dificultad de comprensi6n de mensajes que utilizan el lenguaje taurino. Tanto es asi que una conversaci6n de aficionados a1 toreo o una cr6nica periodistica pueden convertirse en mensajes hermkticos para un hablante que no conoce el c6digo taurino. Amoros (1990: 12) ilustra esta situaci6n con el siguiente texto tomado de Ram6n P6rez de Ayala: "Voy a leerle la ease. Dice: . Siqueme usted de este lio. Le expliqud que todo aquello no queria deck sino que el torero habia matado a1 tor0 de una media estocada junto a la barrera y que lo habia hecho a1 dedillo". Cualquier cr6nica periodistica actual puede servir como ejemplo de la dificultad de comprensi6n que ofiece el lenguaje taurino a toda persona no vinculada con el mundo de la tauromaquia, tal como podria suceder con 10s mensajes que se transcriben a continuaci6n: Joselito, ayer, asi hizo en sus dos estocadas, perfilado en corto, bajaba la mano izquierda, obligando a1 tor0 a hurnillar. Se volcaba sobre el morrillo y salia limpiamente por el costillar. Joaquin Vidal, El Pais, 8-5-1992

Expresiones fijas del lenguaje taurino en el c6digo general

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iTorero!, oy6 Joselito tras mecer la media verbnica, gustarse en 10s lances a1 delantal, sacar su tor0 a 10s medios mediante pases de la firma y un cambio de manos excelso. Joaquin Vidal, El Pals, 25- 10-1992 Con todo [Ponce] peg6 un puiiado de muletazos enjundiosos, como las trincherillas o varios naturales engarzados en que dej6 patente su sentido del temple. Se deshizo de su primer0 de un estoconazo que le catapult6 a pasear la oreja, mientras que con su segundo marr6 en exceso con el verduguillo. Fernando Bermejo, Diario 16,6-4-1994 3.

Lengua comun y lenguaje taurino

Como ya se ha sefialado, el objetivo de este trabajo es el estudio de las relaciones existentes entre el lenguaje taurino y la lengua comun. En el h b i t o de estas relaciones puede hablarse de un fen6meno de expansidn del lenguaje taurino, que adopta dos formas: a) expresiones fijas del lenguaje taurino que se trasvasan a la lengua c o m h , b) expresiones fijas de la lengua cornfin que incorporan el lCxico taurino. A continuacibn se analizan e ilustran ambos fen6menos.

3.1. Trasvase de las expresiones fijas del lenguaje taurino a la lengua comun

El empleo del lenguaje taurino para expresar contenidos de otros campos no s610 se produce dentro del lkxico, en el nivel de la categoria "palabra", sin0 que aun es miis fiecuente el trasvase de expresiones fijas. La exportaci6n de las expresiones fijas del lenguaje taurino a la lengua comun implica la utilizacibn de las expresiones trasvasadas con un sentido figurado o metaf6rico. Este significado metafbrico es el que han adquirido expresiones como a1 alimdn, cambiar de tercio, pinchar en hueso, etc. A1 alimdn designa en el lenguaje taurino 'una manera antigua de torear, sirvidndose dos toreros del mismo capote' y en la lengua comun, 'hacer algo conjuntamente, entre dos personas'. Cambiar de tercio significa en el lenguaje taurino 'comenzar una nueva parte o tercio de 10s que constituyen una corrida de toros' y en el c6digo general, 'cambiar de tema o lugar'. Pinchar en hueso significa en el lenguaje taurino 'clavar el estoque de matar en una zona con hueso' y en el c6digo general 'tropezar con un obskiculo'. Por este mismo mecanismo podrian

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Margarita Tecedor Yangiiela

explicarse locuciones como ajustarse 10s machos, cortarse la coleta, dar una larga cambiada, etc. Cossio4 (1943-1987: 235) justifica el uso metaf6rico de las expresiones fijas del lenguaje taurino en la lengua comun: La familiaridad de todos con la fiesta, la fiecuencia del uso de sus voces tCcnicas en reseiias e informaciones que incluyen las columnas de 10s peribdicos, que todo el mundo lee, han logrado desposeer a esta terminologia de su caricter estrictamente tCcnico para ofiecerla a1 uso corriente en su genuina significacibn unas veces, per0 las mhs en sentido metafbrico o traslaticio. Cabria preguntarse en qu6 circunstancias la lengua c o m h se sirve de expresiones fijas del c6digo taurino. Su empleo se produce en el habla coloquial, normalmente, de un mod0 espontheo. El hablante utiliza estas expresiones para referirse a situaciones diversas, per0 todas ellas equiparables a 10s sucesos que acontecen en una corrida de toros. El nexo de union de esas situaciones con la corrida de toros consiste en una serie de factores que caracterizan la fiesta de 10s toros. Entre estos factores, el mhs defmitorio quizis sea el peligro o riesgo, que queda plasmado en expresiones como dar la espantada, echar un capote o hacer un quite. Otro factor inherente a las corridas de toros es la violencia; de ahi el empleo de expresiones taurinas en situaciones en las que la violencia (fisica o psicol6gica) esti presente. Beinhauer (1968: 221) cita algunas expresiones del lenguaje taurino, empleadas en la lengua coloquial, que encierran el significado de 'encolerizar' o 'irritar': ponerle banderillas, quemarle a uno la sangre (esta expresi6n tal vez aluda a las antiguas banderillas de fuego con que se castigaba a 10s toros mansos para estimularlos) o torearle a uno. A estas expresiones aiiade Beinhauer (1968: 225-26) otras sindnimas de 'estar furioso', como son: estar hecho un toro o ponerse como un toro. Estas dos expresiones tambiCn se emplean con el significado de 'estar robusto'. Los conceptos de 'c6lera' y 'furia' forman parte del contenido 'violencia' a1 que se ha hecho referencia anteriormente. La violencia o agresividad queda tambiCn reflejada en las locuciones verbales dar un puyazo, dar una cornada, hacer una faena o pegar un revolchn. Estas expresiones se emplean en la lengua comun, 4

Ya en 1883 Luis Carmena Millh en Almanaque taurino (citado por Arnoros, 1990: 14) abordd este fenheno: "El caracter pintoresco de estas frases ha llegado a ser tan adecuado y grkfico que, aun no correspondiendo la acepcion primitiva de ellas a1 concept0 que quieren expresar, y ushdose en sentido figurado, determinan la idea con tal eficacia, que mejor no pudiera hacerlo la locucion m6s acadernica".

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sobre todo para referirse a una violencia moral, es decir, con el significado de 'ocasionar un dafio de caracter moral'. Junto a 10s conceptos de 'riesgo' y 'violencia', existen otros que tradicionalmente se relacionan con la figura del torero. Se trata de conceptos como 'coraje', 'valentia o 'pundonor', que demuestran una vision positiva - incluso, idealizada -del torero. Por ello, expresiones como tener (buen) cartel, tener casta o tener vergiienza torera se emplean en la lengua comun para caracterizar positivamente a una persona o entidad. Este caracter positivo estereotipado del torero queda igualmente demostrado en el empleo generalizado de la voz torero para vitorear a alguien por una acci6n valerosa. 3.1.2. Anhlisis pragmhtico

Hay que sefialar que, ademh de la fijaci6n fraseol6gica, se puede hablar de una fijacion pragmhtica, expresi6n que hace referencia a1 uso de una locuci6n en una situacicin determinada: una "corrida de toros" se desarrolla en un h b i t o concreto (la plaza) y constituye un espectticulo publico con unas caracteristicas peculiares, que se corresponden con una utilization tambiCn peculiar del lenguaje. A continuaci6t-1, se sefialan algunas expresiones cuya fijaci6n se debe a razones fundamentalmente pragmhticas:

- j Vapor ustedes!:expresi6n usada como forma de brindis en el caso de que el torero brinde el tor0 a1 publico de la plaza. -

jQue Dios reparta suerte!: expresi6n que pronuncia, antes de iniciar el paseillo, el mhs antiguo de 10s matadores, dirigikndose a 10s demas y santiguhdose a la vez.

- jAl toro!: expresi6n usada como exhortacibn a1 torero cuando va a comenzar la faena. Las expresiones mencionadas han traspasado el h b i t o taurino y, fuera de Cste, se utilizan con caracter generalizado en otras circunstancias. Por ejemplo, la expresion jQue Dios reparta suerte! puede ser usada para desear suerte a alguien cuando va a participar en un concurso o prueba y existe una rivalidad. De igual forma, la expresidn jAl toro! es usada en el c6digo general como una exhortaci6n para acometer una acci6n importante. La fijaci6n pragmhtica se manifiesta de forma mhs clara en las siguientes expresiones:

Margarita Tecedor Yangiiela Ahi va a ser (lafaena); Hay que estar ah6 Hay que hacerle las cosas bien.

Prueba de la fijaci6n pragmatics de estas secuencias es la presencia de elementos deicticos o anaforicos que refieren a unas realidades concretas de las corridas de toros y del espacio donde se realizan. Asi, p.ej., el adverbio ahi (de la h e Ahi va a ser) seiiala un terreno concreto de la plaza de toros. Del mismo modo, el pronombre le (del enunciado Hay que hacerle las cosas bien) hace referencia de forma inequivoca al toro. La situaci6n concreta en que se emiten estas expresiones ha permitido que se empleen tCrminos de contenido tan general o vago como 10s verbos hacer y ser y el sustantivo cosas.

3.1.3. Ejemplificacidn del trasvase de la fiaseologia taurina a la lengua comun Como ya se ha indicado, la exportacidn del lCxico tauromtiquico (y, particularmente, de las expresiones fijas de la lengua taurina) a la lengua c o m b suele producirse para hacer referencia a situaciones que implican riesgo, dificultad o despliegue de valor. Su utilizacibn, sin embargo, puede trasponerse a cualquier tipo de situaci6n o actitud. A continuaci6n se aducen ejemplos tornados de la lengua comun: El dia que no tenga detractores, me cortare' la coleta. Luis del Olmo, El Pais, 4-7-1994 Y 10s criticos miramos desde el burladero, y es otro el que de verdad torea a1 toro. Rosa Pereda, El Pais, 12-11-1994 La novela de Carmen Martin Gaite, Nubosidad variable, es un buen ejemplo de la transposici61-1a1 lenguaje coloquial (a travCs de ditilogos y escritos epistolares) de numerosas expresiones fijas propias del c6digo taurino. En 10s siguientes ejemplos se obsewa el uso de voces del vocabulario taurino referidas a la expresi6n de estados de h i m 0 y sentimientos: Pero luego, como yo no entraba a1 trapo, me empez6 a tratar con altivez desdeiiosa. (p. 16) Y entrkdole por ese lado, Raiiundo se resabia y empieza a hacer extrafios,cosa que, por otra parte, es natural. (p. 64) La piedra de toque estl en aprender a enfientarse cara a cara con el tiempo libre, a torearlo con 10s pies bien quietos, en vez de dar la espantada ante 61. (p. 58)

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Una de las protagonistas, psiquiatra de profesion, habla del uso de las expresiones taurinas en estos tdrminos: Estos similes taurinos 10s uso bastante, porque entre mis clientes abundan 10s aficionados a la fiesta nacional, per0 echo tambidn mano de otro tip0 de metaforas. (p. 85) 3.1.4. Ejemplificaci6n del trasvase de la fraseologia taurina a otros h b i t o s Muchas de las frases del lenguaje taurino han sufrido un trasvase a1 c6digo general, de mod0 que, como ya se ha sefialado, pueden aparecer en cualquier mensaje. Sin embargo, no cabe duda de que es en determinados h b i t o s donde se incorporan con mayor fiecuencia. Por tanto, el trasvase mencionado no se produce tanto a1 lenguaje general como a lenguajes especificos o, a1 menos, a ambitos de la realidad que disponen de un vocabulario propio o tdcnico (politica, deporte, espectaculos, etc.). La utilizacibn de estas secuencias resulta, en algunas ocasiones, el mejor mod0 de expresi6n de una determinada accibn, actitud e, incluso, sentimiento. La frase taurina, a1 trasvasarse a1 c6digo general o a1 lenguaje de un Ambit0 concreto, se utiliza generalmente con un sentido figurado o metafbrico que no siempre posee en el lenguaje taurino. A continuaci6n se ejemplifica el trasvase de expresiones del c6digo taurino a otros h b i t o s : A) LA POL~TICA.La politica es un campo especialmente apto para el empleo de expresiones taurinas por las rivalidades entre 10s partidos y sus representantes (equiparables a la lucha torero-toro), asi como por las actitudes de algunos politicoss. En la actualidad, 10s politicos hacen uso de expresiones taurinas en el desempeiio de su actividad profesional (intervenciones ante medios de comunicacibn, debates parlamentarios, etc.). Asimismo, algunas cr6nicas periodisticas de tema politico se refieren a 10s politicos con similes taurinos y hacen uso no so10 de expresiones del c6digo taurino, sino tambiCn de unidades lCxicas del c6digo 5

En el pdlogo del ensayo Politica y toros (1925: 29-30) P6ez de Ayala reconoce la afinidad existente entre politica y toros: "~Porqu6 estableci tan peregrina c6pula entre dos actividades a primera vista inconciliables: la politica y 10s toros? Porque, a mi entender, no son inconciliables, antes sobremanera afmes [...I. De la propia suerte la psicologia de las muchedumbres, el carhcter de un pueblo, no se penetra sin0 a travis de 10s especthculos pliblicos, de las diversiones tipicamente populares. Y la politica caracteristica de un pais no se aprecia sin el conocimiento de la psicologia social.

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tauromiiquico. El periodista Javier Pradera en su articulo "Toreros y politicos" se refiere a1 trasvase del c6digo taurino a1 politico: Pero esa carretera metafbrica tiene una sola direccibn: mientras que 10s chnones de la tauromaquia se utilizan profusamente para el enjuiciamiento de la vida publica, ni siquiera el imaginativo talent0 de Domingo Dominguin consigui6 ilustrar las suertes de la lidia con ejemplos tornados de la lucha por el poder. Como seiiala Javier Pradera, el lenguaje politico se nutre con frecuencia del lexico del lenguaje taurino; sin embargo, el fen6meno contrario - trasvase del lenguaje politico a1 h b i t o taurino - es casi excepcional. Por ello, el titular "Mayoria absoluta para Luis de Pauloba", del critico taurino Joaquin Vidal, merece ser comentado. El mencionado titular encabez6 la cr6nica taurina sobre la corrida que tuvo lugar el 28 de mayo de 1995, dia en que se celebraron elecciones municipales y auton6micas. El comienzo de la cr6nica recoge esta informaci6n contextual: iMayoria absoluta!, grit6 un espectador del tendido sol y sombra, cuando hacia poco que habia terminado el faenon de Luis de Pauloba y la plaza se habia hecho un clamor. ma yo ria absoluta para el torero y su toreo? LO era la mayoria absoluta que anticipaban las emisoras de radio en sus sondeos, recibn terminada la jornada electoral? El Pais, 29-5-1 995 El titular "Mayoria absoluta para Luis de Pauloba" encierra una valoraci6n muy positiva de la faena del torero, por la utilizaci6n del tecnicismo politico "mayoria absoluta". Se ha de reconocer el caracter excepcional de este titular, frente a una abundante muestra de ejemplos en 10s que se manifiesta el trasvase del lenguaje taurino a1 h b i t o de la politica: 1. Javier Pradera utiliza expresiones y tdrminos del c6digo taurino para definir las actitudes de 10s principales lideres politicos espafioles. RefiriCndose a JosC Maria Aznar dice: Un politico aferrado a una sola idea y desesperadamente reiterativo en su practica, es el equivalente parlamentario del pegapases que recorre el ruedo dando derechazos hasta aburrir a sus ovejas. [...I Anar estri lidiando lapastueiia crisis socialista como un inexperto novillero y no como un sabio matador consagrado.

A Felipe Gonzalez se refiere con las siguientes palabras: La enrabietada reacci6n de Felipe Gondlez, abucheado en la calle y en el hemiciclo, podria ser benbvolamente comparada con el gesto pundonoroso de un

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matador dispuesto a encerrarse con seis morlacos para reconciliarse con la aficibn, tras una desastrosa temporada. Queda por ver si saldra por la puerta grande, como lo hizo Joselito el aiio pasado, o entre una lluvia de almohadillas,

como le suele pasar a Curro Romero.

El Pais, 18-5-1994

2. El periodista Antonio Burgos, en su articulo "Jesulin, figura del posfelipismo", ofrece tambiCn ejemplos del trasvase de las expresiones fijas del lenguaje taurino a1 h b i t o de la politica: Puede ser el torero del posfelipismo, ahora que llega la hora en que varnos a ver derechazos hasta que nos hartemos, despuks de que comprobiramos que Felipe no es que no toreara con la izquierda sino que nos ha toreado a todos. El Mundo, 28-7-1994 3. Otro ejemplo de este mismo periodista - aficionado a1 empleo de similes taurinos - lo constituye su articulo "Cronica taurina de Aznar y su cuadrilla", en el que hace balance del Debate del Estado de la Nation. A lo largo de todo el articulo Antonio Burgos emplea expresiones taurinas, partiendo de la identificaci6n "hemiciclo del Congreso" = "plaza de toros": Si se le ha ido vivo el toro. Mia, el tor0 que le toc6 a Aznar era de orejas y ni siquiera ha dado la vuelta a1 ruedo. El Mundo, 14-2- 1995

B) EL DEPORTE. El deporte (en especial, el fiitbol) es un h b i t o en el que la importation de expresiones del lenguaje taurino puede explicarse por una serie de caracteristicas del deporte comunes a1 toreo: espiritu de lucha y rivalidad, esfuerzo fisico, riesgo, y el propio carhcter de espect6culo p6blico.

El ejemplo m L claro de este trasvase es la utilizacibn del apelativo torero aplicado a un deportista o corredor como f6rmula de elogio. La prensa deportiva, sobre todo en 10s titulares, tambiCn se s i n e del lCxico taurino (expresiones fijas y palabras), como ilustran 10s siguientes fragrnentos periodisticos: l."Indurain, estocada hasta la bola" (ABC, 30-8-1996): Esta expresion ponderativa del lenguaje taurino - ya que se refiere a una estocada perfecta - es utilizada para seiialar el Cxito del ciclista en una prueba contrarreloj.

2. La expresion interjectiva Ole', con la que el aficionado jalea 10s lances con el capote o 10s muletazos del torero, es utilizada para celebrar 10s tres goles favorable~a Espafia que se produjeron el el partido de fiitbol Espafia-Dinamarca.

Margarita Tecedor Yangiiela Por ello, en el titular del peri6dico Marca (17- 11- 1994): Old, old, old, se establece una correlaci6n entre toreo y futbol, por medio de la repeticibn, tres veces consecutivas, de la interjecci6n old para celebrar 10s tres goles del partido. 3. El entrenador de la Selection Espaiiola de Futbol, Javier Clemente, se refiri6 a la Copa de Europa en 10s siguientes tdrminos: La Copa de Europa es un tor0 muy grande.

(TVE, "Tal como somos", 30-4-1996)

Con la expresi6n un toro muy grande el entrenador aludia a la responsabilidad de participar en la Copa de Europa. C) EL ESPECTACULO DE LA CANCION Y EL BAILE. Los espectbulos de la canci6n y el baile, sobre todo del flamenco, utilizan fiecuentemente tdrminos y expresiones fijas del lenguaje taurino. Las conexiones entre el cante flamenco y las corridas de toros son numerosas. Entre otras, se pueden seiialar las siguientes: ambos son espectdculos que nacen en las tierras meridionales de la Peninsula, poseen un cardcter efimero y fbgaz, y en ellos se plasma un sentimiento. Alfiedo Arrebola (1991: 24) se refiere a la presencia del sentimiento en el cante y en el toreo con las siguientes palabras: El flamenco -no me cansark de repetirlo -no es otra cosa que la expresi6n del llanto, de la inquietud, del dolor, de la muerte, misterios ante el inmenso ruedo de la vida. En iguales circunstancias aparece la vida del complejo y enigmiitico mundo de 10s toros. Esta conexi6n entre el flamenco y el mundo taurino puede quedar corroborada por el hecho real de que el aficionado a1 uno suele serlo ademds a1 otro. Esa presunta interrelacibn tambikn se pone de manifiesto en el lenguaje, ya que ambos campos comparten un ldxico comun para referirse a determinados actos o movimientos: temple, tercio, remate, desplante. Ademds de estos tdrminos, el flamenco y el toreo comparten el uso de la expresi6n interjectiva olb en 10s momentos mas inspirados tanto del cantaor como del torero. Se producen tambidn trasvases lingiiisticos del flamenco a1 toreo y viceversa, como ilustran 10s siguientes textos aducidos por Arrebola en la obra citada:

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Creemos que toreros como Antonio Ordbiiez, Curro Romero o Rafael de Paula, cuando se destapan, torean por soleares, asi como Curro Puya, El Viti o Antofiete han interpretado el toreo por seguiriyas.6 El cante es el tor0 de cinco aiios y hasta ocho, a1 que el cantaor tiene que echarle mucho valor. Con el tiempo fue parando, templando y mandando hasta transformarlo de lidia tosca en arte autCntico.7 En las criticas periodisticas sobre recitales de flamenco no es dificil encontrar expresiones taurinas: Enrique Morente salid por la puerta grande de la Sala Rev6lver. El critic0 taurino Vicente Zabala titul6 la cr6nica de una corrida en la que triunfi, el torero gitano Rafael de Paula: "La Monumental de las Ventas era un inmenso tablao flamenco" (ABC, 29-8-1987). 3.2. Expresiones del c6digo general que incorporan lCxico taurino

Existen en espaiiol abundantes expresiones fijas en las cuales alguno de sus constituyentes forma parte del lQico taurino (bien en relaci6n con el toro, bien con el torero o bien con la lidia). A pesar del lexica empleado en su formaci6n, no se trata de expresiones especificas del c6digo taurino, sino pertenecientes a la lengua comun. Pueden determinarse dos causas principales de la presencia del vocabulario taurino en las expresiones fijas: a) el arraigo popular de las corridas de toros, b) el carhcter visual y plhtico de la fiesta de 10s toros. En cuanto a las circunstancias de empleo de estas expresiones, hay que sefialar que son, en tCrminos generales, las mismas que se han sefialado a1 tratar las expresiones fijas del lenguaje taurino que se han trasvasado a la lengua comun. Es decir, se emplean en situaciones en las que est6 presente el factor 'riesgo' o 'peligro' (conceptos asociados al toreo). Es el caso de las expresiones coger el tor0 por 10s cuernos ('afrontar las responsabilidades') o dejar a alguien ante las astas del toro ('abandonar a alguien ante un peligro'). 6

Palabras de Fernando Bragado Iglesias en su carta "Los toros y el Flamenco", dirigida a Arrebola y citada por Bste (1 991 : 15).

7

Palabras del cantaor Luis Caballero, citadas por Arrebola (1 99 1: 43).

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Otro concept0 asociado a las corridas de toros (y, por tanto, presente en las situaciones en que estas expresiones se emplean) es el 'engaiio' o 'burla' que sufie el toro. Las expresiones torear a alguien o tomar elpelo encierran el sentido de 'burla' aludido. Es fiecuente ademb el empleo de este tipo de expresiones para aludir a actitudes que implican un comportamiento que se supone inherente a1 toreo (valor, habilidad, pundonor). Las expresiones capear el temporal, tener mano izquierda o tener vergiienza torera lo demuestran. De igual forma, las cualidades que se suponen inherentes a1 tor0 (fiereza o fortaleza) aparecen en expresiones como ponerse como un toro o tener un rejo como un toro. A pesar de las situaciones de empleo seiialadas, resulta dificil establecer unas circunstancias concretas de uso de las expresiones fijas que incorporan el lenguaje taurino, ya que se emplean en situaciones muy variadas.

3.2.2. Anhlisis lingiiistico y pragmhtico a) El fen6meno mhs extendido en estas expresiones es el cambio de lo particular, lo fisico, lo concreto, a, respectivamente, lo general, lo psiquico, lo abstracto. Es decir, estas expresiones tienen un valor figurado o metaf6rico en la lengua c o m ~ ncomo , se puede comprobar en 10s enunciados siguientes:

- Ver 10s toros desde la barrera ('no comprometerse, tomar precauciones'); -

Capear el temporal ('saber desenvolverse ante las dificultades');

- Ser (algo) la puntilla ('alusi6n a un dtimo infortunio tras una serie de desastres');

- Ponerse el mundo por montera ('reirse del mundo'). Esta expresion posee significado figurado, reforzado por el uso de una comparaci6n no explicita ("ponerse el mundo como si fuera una montera"). b) Una gran parte de estas expresiones se emplean para describir actitudes humanas. Se produce, entonces, un trasvase del mundo animal a1 humano, como se puede observar en 10s siguientes ejemplos: -

Hacer novillos (tambiCn hacer torileslhacer toroslhacer vaca - en algunos paises de Hispanoamerica) significa 'no asistir a la escuela'.

- Torear a alguien ('burlarse de alguien').

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c) En este grupo son fiecuentes las locuciones que se sirven de la elativizacion como procedimiento semhtico (aunque se consiga por medios lexicos o sintagmaticos) para intensificar algim elemento, normalmente un adjetivo o palabra cuyo significado sea cuantificable. Pueden aducirse como ejemplos de este procedimiento las siguientes locuciones comparativas: -

Estar como un torete/toro o estar hecho un torete/toro: elativizan a 10s adjetivos 'fuerte' o 'furioso'.

-

Ponerse como un toretdtoro o ponerse hecho un torete/toro: elativizan a 10s adjetivos 'fuerte' o 'furioso'.

- Tener un rejo como un toro o tener mds valor que un torero: el termino de comparacidn (toro o torero) es usado como paradigma de la fortaleza fisica en la primera o del valor en la segunda. Existen, dentro de este tip0 de expresiones, enunciados fraseol6gicos que se emplean en situaciones concretas, lo que permite hablar de fijaci6n pragmhtica. Es el caso de las secuencias:

- Pan y toros, utilizada para aludir a situaciones tipicamente espafiolas caracterizadas por la improvisaci6n. - Hablemos de toros y la expresibn, de modalidad exclamativa, j0tr0 toro!, ambas usadas como una exhortaci6n para cambiar de tema. 4.

Desautomatizaci6n de las expresiones fijas del lenguaje taurino

4.1. Mecanismos lingiiisticos de modificacidn de las expresiones fijas La incorporaci6n de expresiones fijas es un procedimiento habitual en cualquier tipo de comunicacibn. Las formas de incorporaci6n son diversas: desde la incorporaci6n literal a la alteraci6n en diferentes grados. El proceso de incrustaci6n o inserci6n de expresiones fijas en un determinado mensaje supone una adaptaci6n de las mismas a1 context0 lingiiistico del que pasan a formar parte. Zuluaga (1980: 95) ha estudiado 10s efectos especiales - diferentes de 10s de las combinaciones libres -que se producen a1 aplicar a las expresiones fijas las operaciones posibles segfin el sistema de la lengua. Estas operaciones son, se&n el mencionado autor: permutaciones, sustituciones pronominales, conmutaciones, modificaciones gramaticales y transformaciones sinthcticas. A estas modificaciones aiiade Zuluaga (1980: 100-102) "la cita intermmpida" (p.ej., a

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buen entendedor ...), aduciendo que "no toda expresion fija utilizada efectivamente en el discurso requiere ser citada en su totalidad sino s610 para hacerse presente con su sentido completo".

Garcia-Page (1991: 75) considera que 10s procedimientos de incorporaci6n con voluntad de ruptura - aunque en ocasiones se presenten combinados son fundamentalmentetres: a) conmutaci6n de un tdrmino por otro ajeno a la frase; b) inversi6n de todos o alguno de 10s constituyentes; c) adici6n o supresi6n de algcn constituyente. A estos procedimientos aiiade Garcia-Page (199 1: 8 1,95): d) la alusi6n mediante una o varias palabras clave, que permiten el reconocimiento de la expresi6n fija, como sucede en 10s siguientes versos de Gloria Fuertes: "Abre la ventana de la casa / Tirala por la ventana" (apud Garcia-Page, 1991: 8 1); e) copia literal en un context0 inadecuado, procedimiento que suele producir efectos par6dicos, como ejemplifican, de nuevo, 10s siguientes versos de Gloria Fuertes: "Padrenuestro que esths en 10s cielos 1 ipor quC no bajas y te das un garbeo?" (apud Garcia-Page, 1991: 95). Las expresiones fijas pertenecientes a1 h b i t o taurino son tambiCn objeto de esta suerte de modificaciones cuando se integran en otros mensajes. A continuaci6n se transcribe integro el texto de una cancibn del grupo Gabinete Caligari, el cual constituye una buena muestra de la incorporaci6n de expresiones del lenguaje taurino en otro tipo de mensajes. El texto de la canci6n La culpa fue del cha-cha-chri servirh tarnbiCn para ilustrar algunos de 10s procedimientos de modificaci6n a 10s que se ha hecho referencia: Saliste a la arena del Night Club y yo te recibi con mi quite mejor, estabas sudadita pues era una noche que hacia calor. Te invit6 a una copita y t2i me endosaste el primer revolcbn. Tenias querencia a la barra y tuve que tomar tres puyazos de ron para sacarte a 10s medios con el beneplicito de la afcibn,

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que con 016s me animaba mientras me arrimaba a tan brava mujer. Y yo bolinga, bolinga, haciendo fiente a la situation, con toreria y valor. Y alli en la arena del Night Club citando sin ventaja y contento de ron te ceiii la cintura palpando tu faja con garbo y valor entre ol6s, ovaciones y aclamaciones de satisfacci6n. La culpa fie del cha-cha-chh que hi me incitaste a bailar. Embistiendo a mi capote yo me asomaba a1 balcdn de tu escote. La culpa h e del cha-cha-chh que me volvi6 un caradura por la mhs pura casualidad. Salimos por la puerta del Night Club cogidos de la mano para celebrar el triunfo verdadero del arte torero y del cha-cha-chit, que nos uni6 para siempre sentimentalmente, por casualidad. Por eso la culpa fue del cha-cha-chB Yo st5 que la culpa h e del cha-cha-ch& Por eso la culpa fue del cha-cha-chh. El hecho de que la cancidn narre una situacidn de cortejo en un bar o discoteca explica las modificaciones (o transgresiones) que se producen en las expresiones del lenguaje taurino utilizadas. En la situacidn de cortejo descrita en la cancidn se produce el siguiente juego de identificaciones: 1. Local nocturno (Night Club) = plaza de toros. (Saliste a la arena del Night Club, Salimos por la puerta del Night Club, Tenias querencia a la barra, Pude sacarte a 10s medios.) 2. Mujer cortejada = toro. (Me endosaste el primer revolcdn, Tenias querencia a la barra, Me arrimaba a tan brava mujer, Embistiendo a mi capote, Yo me asome' a1 balcdn de tu escote.)

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3. Hombre que corteja = torero. (Yo te recibi con mi quite mejor, Citando sin ventaja.) 4. Gente del local = pfiblico de la plaza (Con el benepldcito de la aficion, que con olbs me animaba.) En dicha canci6n se pueden observar las siguientes formas de transgresibn: a) adici6n de algun constituyente (procedimiento utilizado con mayor fiecuencia): [l]

Saliste a la arena del Night Club [salir a la arena].

[2]

Yo me asomaba a1 balc6n de tu escote [asomarsea1 balcdn].

[3]

Tuve que tomar tres puyazos de ron [tomarpuyazos].

[4]

Te recibi con mi quite mejor [recibircon un quite].

En relaci6n con 10s ejemplos [3] y [4], cabria matizar que tambiCn en el lenguaje taurino estas expresiones admiten algun modificador: tomar [dos/tres] puyazos; recibir con un [buedbonito] quite. En estos textos la presencia de una complementaci6n preposicional o adjetival acbia como indicador de que la expresion no funciona en el contexto que le es propio. Tales complementaciones suelen determinar un cambio semhtico. Asi, p.ej.: En [I], se intercambian 10s SSPP de la plaza y del Night Club, consiguibndose una identificacibn entre un local nocturno y la plaza de toros. Dada tal equiparaci6n, "la arena" equivaldria a la "pista de baile" del local. En la secuencia Salimos por la puerta del Night Club se retoma la equiparaci6n (salir por la puerta grande), esta vez para expresar que el intento de cortejo ha terminado con hito; por ello se emplea el plural (salimos),fiente a1 singular del comienzo (saliste). En [2], se establece la identificacibn , mediante la methfora balcdn (espacio entre 10s cuernos del toro) que pasa a designar el escote de una mujer. Precisamente, la presencia de la palabra escote orienta el significado a la situaci6n de cortejo. En [3], el lexema ron remite a1 contexto de un local nocturno y no de una plaza de toros, del mismo mod0 que "puyazos" equivale a "tragos". En [4], la palabra quite remite, de nuevo, a la situaci6n de cortejo, debido a la presencia del posesivo mi y del adjetivo comparativo de superioridad mejor.

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b) conmutacion de un ttrmino por otro ajeno a la fi-ase Salirnos por la puerta del Night Club [grandel En este caso la conmutaci6n no se produce entre unidades relacionadas fonicamente - que es, quizis, el recurso mis fi-ecuente por el propio carhcter mnemottcnico de la rima y otras figuras f6nicas como la paronomasia -; ni siquiera la sustituci6n se establece entre unidades ltxicas de idtntica categoria (sintagma preposicional en la primera y sintagma adjetivo en la segunda). La modification producida no rompe - como ya se ha seiialado - con el significad0 de la expresi6n taurina, ya que, como Csta, se utiliza para hacer referencia a un triunfo (en este caso, de seduccibn). c) El procedimiento de la inversi6n de 10s constituyentes no se emplea en la canci6n.

4.2. Efectos de la desautomatizaci6n Como ya se ha podido observar, la aplicaci6n de operaciones propias del sistema de la lengua (conrnutaci6n, inversibn, adici6n y supresi6n) a las expresiones fijas produce unos efectos que Zuluaga (1980: 95-96) resume en dos: a) Comotacidn de la expresidn fija, debido a que la frase alterada evoca simultheamente la expresibn fija, y se produce, entonces, un efecto de sentido doble. En la expresi6n Salimos por la puerta del Night Club, se evoca simulthearnente B (Salimospor la puerta grande), de mod0 que A significa AB8. b) Orientaci6n hacia la forma misma, es decir, tiene lugar una reflexi6n metalingiiistica, ya que se llama la atenci6n sobre la forma material misma de la expresi6n. Por ejemplo, la locucibn tener querencia a la barra orienta la atenci6n no s610 hacia el contenido, sin0 hacia la forma misma.

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Zuluaga (1980: 232) explica este efecto con la expresi6n de Carlos Fuentes Lo Corths no quita lo Cuauhtimoc. Para Zuluaga esta expresi6n "muestra c6mo una expresi6n fija, Lo cortis no quita lo valiente permite condensar en forma sorprendentemente certera y sugestiva todo un mensaje (la bbqueda de la mejicanidad mediante el reconocimiento y la sintesis de la civilizacibn originaria - lo Cuauhtimoc - y la civilizaci6n cristiana impuesta - lo Cortis -) que, seguramente, ningh razonamiento, discurso o parafiasis podrian transmitir con mayor poder de sugerencia".

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Los dos efectos sefialados pueden resumirse bajo el tCrmino "desautomatizaci6n", tCrmino que Zuluaga (1980: 96) toma de 10s formalistas NSOS.

Garcia-Page (1989: 63) se refiere tambiCn a 10s efectos que producen las modificaciones o transgresiones en las expresiones fijas: Se consigue revitalizar 10s contenidos individuales, deslexicalizar la ease hecha, sacarla de su estado de automatizaci6n. 4.3. Comportamiento en diferentes tipos de mensajes El fen6meno de la ruptura de las frases hechas se produce en diferentes tipos de mensajesg. Uno de ellos son las canciones, como ha quedado demostrado en el apartado anterior con el andlisis de la canci6n La culpafue del cha-cha-chh,de Gabinete Caligari.

A continuaci6n se ilustra el fen6meno de la desautomatizacidn en otros h b i tos: la publicidad y el periodismo. 4.3.1. Mensajes publicitarios La expresi6n Suerte, vista y oido es utilizada por un centro de 6ptica (y aparatos para el oido) en una carta a 10s clientes, en la que se adjunta una participacibn de loteria. La expresi6n taurina Suerte, vista y a1 toro sufie una transformaci6n (concretamente, de conmutaci6n: el sintagma preposicional a1 toro por el sintagma nominal oido) para convertirse en un lema publicitario. Otro mensaje publicitario en el que se produce la ruptura de una expresi6n fija del lenguaje taurino es el utilizado por Canal + durante la Feria de San Isidro de 1994. En el lema de este anuncio, En Sun Isidro es una faena no tener Canal+, queda tdcitamente representada la expresi6n ser una faena (transformaci6n de la expresi6n taurina hacer una faena). A1 incluir la expresi6n en un context0 lingiiistico que remite a1 h b i t o taurino (la feria taurina de San Isidro), se revitaliza el significado originario de dicha expresi6n 'fastidiar', de mod0 que el oyente evoca simultheamente 10s dos significados: el taurino y el figurado. 9

Garcia-Page (1991) ha ejemplificado este tipo de fen6meno. A la clasificaci6n propuesta por Carlos BousoAo en Teoria de la expresidn podtica (1976), en la que se incluyen tres tipos de texto (coloquial, literario y "misma" composici6n del autor), aiiade: texto religiose, canciones, publicidad, y otros como esl6ganes o titulos.

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La concurrencia de significados se produce tambiCn en la frase El mejor abono, cuyo significado remite simultheamente a1 abono de Canal + y a1 abono de la feria taurina de San Isidro, estableciendo una comparaci6n implicita entre ambos, s e g h la cual Canal+ aparece como tCrmino mas favorecido. 4.3.2. Mensajes periodisticos Otro tipo de mensajes en 10s que se ha podido constatar la ruptura de expresiones fijas del lenguaje taurino (con el consiguiente efecto de desautomatizaci6n de las mismas) son 10s articulos de opini6n: En el articulo "Cuba, como el tor0 de Benlliure", de Antonio Burgos, se establece un simil entre la actual situacidn politica cubana y la escultura de Mariano Benlliure "La estocada de la tarde". El articulista termina con las siguientes palabras: El bloqueo americano es como ese estoque con la honda media estocada en el coraz6n del pueblo cubano que impide que la dictadura, que esth buscando las tablas hace muchos aiios, pueda echarse definitivamente. Como 10s americanos son tan torpes, no le sacan la espada del bloqueo. El Mundo, 29-22-1994 Otro ejemplo periodistico (tambiCn de tema politico) es el articulo "Orejas y becarios" de Antonio Burgos: Hombre, el Partido Popular lo esth haciendo bien en la oposici6n, toreando las cien corridas que le fmaron el 12 de junio, pero no tanto como para cortar orejas, per0 no por 10s pueblos, donde las orejas son baratas. En 10s pueblos la oreja del concejal esth regalada, te la clan en cuanto que alguien saca el paiiuelo para estornudar. El Mundo, julio, 1994 En este articulo, la ruptura de las frases hechas como sacar el paiiuelo para estornudar produce un efecto claramente ir6nico e, incluso, ludico. En relacibn con el empleo ludic0 del lenguaje, dice la novelista Martin Gaite (1983: 382): "No hay nada miis serio que jugar con el lenguaje, fertilizarlo, gozarlo, despeinarlo, hacerlo descarrilar un poco." Para dicha escritora, la tarea de "jugar con el lenguaje" se opone a1 empleo ortodoxo de las frases hechas: "Perderle el respeto a las frases hechas, a lo que siempre se dice asi, es desentumecer el lenguaje, sacarlo del alcanfor." En un reportaje del periodista Gregorio Rodriguez sobre el actor Achero Maiias, que interpreta a Belmonte en la pelicula tambiCn llamada Belmonte, se

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emplean expresiones taurinas aplicadas a1 mundo del cine. Ya desde el mismo titulo, Achero Mafias entra a matar, se juega deliberadarnente con el empleo de expresiones taurinas, tal como muestran textos extraidos de El Pais (17-51995): Achero Maiias confrma su alternativa cinematografica. [2] Maiiana torea en el Festival de Cine de Berlin. [3] El actor madrileiio afronta la faena cinematografica miis importante de su vida [...I Hasta ahora oficiaba de subalterno de lujo. [I]

[4] Y coloca tres puyazos con toda la herza en el morrillo del cine espaiiol.

En estos ejemplos, la desautomatizaci6n de la expresi6n fija se produce por adici6n de un constituyente que nos remite a1 mundo del cine: el adjetivo cinematogrrifico en [I] y [3], y complementaciones preposicionales en [2] y [4]. El articulo "Mhs cornhs da el cine", de Carlos ~ l v a r e z constituye , otro modelo del uso de expresiones taurinas aplicadas a1 mundo del cine. La fiase Mris corncis da el cine es una reelaboraci6n de la h e Mris cornris da el hambre, atribuida a1 torero Manuel Garcia (El Espartero). En esta 6ltima frase esth implicit~el sustantivo tor0 como tkrmino de comparaci6n. En el articulo de Jose Miguel U l l h titulado "Paz y Quevedo a la luz de la llama nadadora" se produce una ruptura de la expresi6n coger el tor0 por los cuernos, a1 sustituir la palabra tor0 por tiempo. "A ese tiempo, [...I va a cogerlo Quevedopor 10s cuernos".

El Pais, 24-5-1996

En conclusi6n, el fenomeno del trasvase o exportaci6n de la lengua taurina (una lengua especial, sectorial o jerga) a la lengua comun se manifiesta a travCs de dos formas:

1. trasvase, normalmente con sentido figurado o traslaticio, de las expresiones fijas del lenguaje taurino a la lengua comun (p.ej., dar unpuyazo);

2. incorporaci6n del lexico taurino a expresiones fijas pertenecientes a1 cbdigo general. Frecuentemente, se trata tambiin de locuciones empleadas con sentido figurado (p.ej., ponerse el mundo por montera). Como demuestra el corpus de ejemplos, el trasvase mencionado no se produce tanto a1 c6digo general como a determinados h b i t o s especializados (politica, deporte, especthculo).

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En general, el trasvase del lenguaje taurino a1 codigo general se produce en la description de situaciones que implican 'riesgo', 'violencia', 'burla' o 'valor', conceptos asociados a las corridas de toros. Para finalizar, cabe seiialar la ruptura o desautomatizacion de algunas expresiones del lenguaje taurino a1 ser empleadas en diferentes tipos de mensajes (periodisticos, publicitarios, literarios, o canciones). En algunos de 10s ejemplos propuestos puede observarse la intention lcdica o ir6nica que provoca dicha ruptura.

REPERTORIO El repertorio incluye las expresiones fijas citadas en el trabajo. Se sigue un orden alfabktico, en virtud de la palabra m6s representativa. Las locuciones que llevan el asterisco son aquellas expresiones taurinas que se han trasvasado a la lengua comun. Las secuencias marcadas con un gui6n son expresiones de la lengua comim que incorporan lkxico taurino. Cabe advertir que 10s refi-anes y dichos cklebres de toreros no se incluyen en este repertorio: jAl toro! Ahi va a ser *Alirnbn (AI) *Ajustarse10s machos Asomarse a1 balcbn Bajar la mano Buscar las tablas *Cambiar de tercio Capear el temporal Coger el tor0 por 10s cuernos Confirmar la alternativa Cortar orejar *Cortarsela coleta Dar derechazos *Dar la espantada Dar la vuelta a1 ruedo *Dar (Colocar) un puyazo *Dar (EndosarlPegar) un revolcdn *Dar una cornada Dar una estocada en todo lo alto Dar una estocada hasta la bola *Dar una larga cambiada Dejar a alguien en las astas del tor0 *Echar un capote *Entrar a1 trapo Encerrarse con seis morlacos

Estarfitera de cacho Estar como un toroltorete (Estar hecho un toroltorete) Gustarse en 10s lances Hablemos de toros Hacer extrafios *Hacer unafaena Hacer novillos/torile torolvaca *Hacer un quite Hay que estar ahi Hay que hacerle las cosas bien Irse a 10s blandos Irse a 10s medios Irse vivo el tor0 Mecer la media verbnica j0tr0 toro! Pan y toros Pegar muletazos Perfilarse en corto *Pinchar en hueso *Poner banderillas Ponerse como un toroltorete (Ponerse hecho un toroltorete) Ponerse el mundo por montera *j Que Dios reparta suerte! *Quemarle a uno la sangre

Margarita Tecedor Yangiiela Recibir con un quite Sacar a 10s medios Sacar el paiiuelo Sacar la espada *Salir a la arena *Salirpor la puerta grande Ser de orejas *Ser la puntilla Ser un pegapases *Suerte, vista y al toro *Tener (buen) cartel *Tener casta

*Tener mano izquierda *Tener querencia Tener un rejo como un tor0 Tener vergiienza torera Tomar el pelo Tomar puyazos Torear a alguien jTorero! Vapor ustedes Ver 10s toros desde la barrera Volcarse sobre el rnorrillo

I. FUENTES 1. Textos literarios M A R T ~ GAITE, J C. (1983): El cuento de nunca acabar, Madrid.

-(1992): Nubosidad variable, Madrid. 2. Diarios y revistas ABC Diario 16 El Mundo El Pais Marca

11. DICCIONARIOS 1. General REAL ACADEMIA ESPAROLA ('' 1992): Diccionario de la lengua espaiiola, Madrid.

2. Especificos DE TORRES, J. C. (1988): Lhxico espafiolde 10s toros, Madrid. NIETO MANJON, L. (1987): Diccionario ilustrado de thrminos taurinos,Madrid. ORTIZ BLASCO, M. (1991): Tauromaquia de la A a la Z, Madrid.

111. BIBLIOGRAF~ DE LING~STICA BEINHAUER, W. (1968): El espafiolcoloquial, Madrid. BOSQUE, I. (1980): "Mas all&de la lexicalizaci6n", BRAE, 62, pp. 103-158. CASARES, J. (1950): Introduccidn a la lexicografia moderna, Madrid (Revista de Filologia Espaiiola, Anejo LII, 1969).

Expresiones fijas del lenguaje taurino en el c6digo general

153

G A R C ~ P A G EM. , (1989): "Sobre 10s procesos de deslexicalizaci6n en las expresiones fijas", EA, 52, pp. 59-79. -(1990): "Frases elativas", Actas del Congreso de SEL, XX Aniversario, Madrid, pp.

485-96. -(1991): "A prop6sito de la nda ia nd en determinadas zonas del pais, principalmente en Andalucia. A1 ser consciente el hablante del escaso cuerpo fonico de nd, unido quizh a un deseo de evitar posibles confusiones con la negacion no, que se usa en situaciones diferentes, procuraria alargar nu mediante la adici6n de alguna coletilla a esta silaba; para ello se aprovecho de palabras existentes en la lengua que empezaban por ella: naranjas, narices, etc."

'4

Ver Buitrago (1995: 266). Moliner (1989) incluye jNaranjas! y jNaranjas de la China!

un gesto burl611 como tocando la trompeta, de la que saldria ese sonidols. Tururzi es una palabra que dicen 10s niiios muy frecuentemente para burlarse de otro, y de ahi puede provenir su uso como rkplica negativala. Por lo demhs, la expansi6n que te vi se explica como rima de tarari. Otra expresi6n con apoyo gestual es jPor aqui!, consistente en un "corte de mangas" o en enseiiar extendido el dedo corazon sobresaliendo de la mano cerrada hacia arriba. [22] -~QuC ...? Este fin de semana te vas a1 pueblo jno? - iPor aqui! Como si yo tuviera mucho que hacer alli.

A veces aparece con una rima humoristica: jPor aqui se va a Madrid! Las rkplicas interjectivas j Q ~ va!, t jQuiri! y jCa! provienen de elipsis: j Q ~ e va! es una de las expresiones negativas m h utilizadas que, segGn Beinhauer (1965: 212) y Corominas (1980: s.v. jca!), procede de iQuk va a ser eso! o cosa semejante, de acuerdo con la correspondiente situaci6n: [23] - iDate prisa! A ver si varnos a perder el tren. - iQui va (a ser eso)! Si hay tiempo de sobra.

Algo similar ocurre con las variantes jQuici!/jCa!, hoy autdnticas interjecciones, que proceden, segcn Corominas (1980: S.V. jCa!), de la elipsis de j Q ~ ha t de ser! con el sentido de 'no es cierto'l7. Beinhauer (1965: 89) pone 10s siguientes ejemplos: [24] -Tu cobras, per0 trabajar jquia!, no faltaba mb. [25] Purificaci6n: -iSer6 casado? Julia: - jQuih! Solter6n recalcitrante. [26] A.: -Pero si yo dig0 eso me suspenden. B.: - iCa, hombre!, iqu6 te van a suspender?

A continuaci6n el propio Beinhauer afirma que estas dos interjecciones esthn en desuso y que esthn siendo sustituidas por jQue te crees hi eso! y jQuk va!la.

15 '6

l7

18

Recordemos que Tarari es onomatopeya del sonido de la cometa, y turuni, del cuemo. El gesto de la burla es mis o menos asi: con la mano extendida, se toca la nariz con el dedo pulgar, a1 tiempo que mueve 10s otros cuatro dedos. En cambio, Hemiindez Alonso (1982: 54) Cree que tanto Quib, como Ca han degenerado vulgarmente de Qub va. Nosotros pensamos que mls, que en desuso, han quedado restringidas a1 habla nual.

212

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2.5. Verbo en imperativo El ultimo nuevo grupo estaria formado por lo que Diaz Padilla (1985: 190) llama "expresiones de mandato con el verbo en imperativo": iQuita!, iCalla!, iD&jame/D&jatede tonterias/pamplinas ...!; iVenga ya!, iAnda ya! y i Vamos, anda! Segun este autor, "es uno de 10s recursos mis fiecuentes para enfatizar el desacuerdo con una opini6n o con una circunstancia determinada. Adopta la forma de una orden tajante con el verbo en imperativo y forma afirmativa". [27] -i Y quk, jug6 bien tu hijo? - ,Calla, hombre, calla! Si le hicieron un marcaje que no pudo ni moversel9. La oposici6n no es tan enCrgica como en 10s casos anteriores. Mis parece una disculpa. Otras veces, esta expresi6n se utiliza para rechazar 10s halagos o las gracias: [28] -Es que eres el mejor de la clase iy con mucho! - Calla, calla, por Dios, que me vas a sonrojar. donde se percibe aun el significado propio de este verbo. iQuita! tiene un valor muy aproximado a jCalla!. Diaz Padilla (1985: 190) propone el siguiente ejemplo, extraido de Los verdes, de A. Gala: [29] Juan: -Ya sabia yo que empezariais el aiio juntos. Y asi lo terminarkis. Luterio: -Quita de ahi, hombre, quita de ahi.

y afiade que "rechaza la aseveraci6n de la persona con la que se habla y se le insta a que aparte ese pensamiento de su mente". Otros ejemplos: [30] - Si yo estuviera en tu lugar hablm'a con 61 primero, antes de denunciarlo. - Quita, quita. Tu eres el menos indicado para darme consejos. ~ P u me~s nuda reputaci6n tienes tii!zo j Venga ya!, j Vamos, anda! y jAnda ya! no son replicas tan energicas, sino que pueden expresar duda, incertidumbre, asombro o incredulidad:

[3 11 - iPepe, Pepe! iHe aprobado matemhticas! - i Venga ya! Si no has dado ni golpe. 19

VCanse 10s ejemplos de Beinhauer (1965: 86-87).

20

MBs ejemplos en Beinhauer (1965: 208) y Casc6n (1995: 26 y 110).

[32] -jSabes que Luis y Montse salen juntos? - iAnda ya! Pues vaya cambio que han dado, jno? jTe acuerdas que no se podian ni ver? [33] -Este aiio nos iremos de vacaciones a1 Caribe. - i Vamos, anda! Estls de coiia, ja que si?21 TambiCn es de gran uso la expresi6n formada por el imperativo del verbo dejar seguido de la preposicion de que introduce un complemento. Va siempre acompaiiado de un pronombre personal atono. Generalmente la acci6n se dirige a1 propio hablante (dbjarne de...) o a1 oyente (dbjate de...). TambiCn puede aludir a sus plurales (dejkrnonos de..., dejaos de...). Y , en caso de referirse a la tercera persona, pierde su caracter de replica enfitica para convertirse en una orden indirecta: [34] - iSi? Pues dile que se deje(n) de tonterias y que vaya(n) preparando el cheque. Cuando aparece la primera persona (dbjarne de...), constituye una replica bastante categbrica, puesto que suele repetirse la palabra mhs importante del enunciado anterior. TambiCn es frecuente la aparici6n del correspondiente pronombre t6nico. [35] - Pues mira, el otro dia estuvirnos en un burguer y nos comimos unas hamburguesas para chuparse 10s dedos. - jDPjame a mi de hamburguesas, anda, y vamos a concentrarnos en el trabajo de una maldita vez! Garcia-Page (1991b: 30-31) recoge esta expresi6n como un entorno negativo que propicia la aparici6n de sustantivos coordinados negativamente del estilo de: [36] Ddjame a mi de peliculas ni peliculos. [37] Ddjame a mi de coche ni cocha22. como replicas respectivamente a oraciones del tipo:

21

V. Asensio (1994: Cap. III,$2.2.). Con el mismo significado de estas expresiones, aunque

sin contar con el verbo en imperativo, se recoge en este mismo trabajo: sacado un ocho en selectividad. - j Ya serci menos!"

22

'I-

Javier ha

Otras variantes que recoge Garcia-Page (1991b: 3 1): Dpjame a mi de piso ni de pisa (aparece tambiCn la preposicion delante del segundo miembro) y Dbjame a mi de peliculas y peliculos (la conjuncion copulativa y sustituye a ni, con su mismo valor negativo).

Juan Jose Asensio Gonzalez [36'] - Oye, he visto una pelicula que no te puedes ni imaginar lo en vilo que te mantiene. [37'] - Pues como te decia, he visto un coche que tenia alerones en 10s lados y parecia que volaba.

Si el pronombre es de segunda persona (deate de...), no admite la duplicacion pronominal (*dkjate a ti de...); en cambio, ademb de poder efectuar la replica repitiendo paAe de la clhsula anterior, como por ejemplo respondiendo a [35]: [38] - iD6jate de hamburguesas, anda!

puede, en su lugar, proferir un grupo de sustantivos, siempre en plural, mas o menos delimitado. Con ello, se consiguen dos efectos: primero, rechazar lo dicho por el interlocutor; y, segundo, calificar esas palabras de una forma poco positiva23: [39] -Bueno, pap& iya has decidido cuhdo me vas a comprar la bici? -Anda, hijo, dkjate de tonterias, que no estoy para bromas. [40] - iSabes por qu6 no termin6 el trabajo? Porque Meli se qued6 con mis

apuntes.

- iVenga ya, dkjate de cuentos y dime la verdad!

[41] -Claro, ya s6 por qu6 te quedas. iPorque como se queda Elena...!

-Dbjate de estupideces. ~QuC tendrh que ver una cosa con la otra?

Otros sustantivos que aparecen frecuentemente en estos contextos: bobadas, sandeces, payasadas, pamplinas, historias. El significado es muy similar, por no decir sinonimo, a la expresi6n No digas + sustantivo, asi como tambidn 10s sustantivos con 10s que se combina (tonterias, estupideces, bobadas, etc.)

3.

Expresiones de indiferencia

El verbo importar, cuyo significado mSs corriente es 'convenir, interesar, hacer a1 caso, ser de mucha entidad o consecuencia' (DRAE, 1992, s.v. importar, l a acepcion), como en [42]

- Me irnporta mucho que saque buenas notas ahora, porque despuds, en la selectividad,te lo tienen en cuenta.

ofrece ciertos significados radicalmente opuestos a Cste como se demuestra en: 23

Diaz-Padilla (1985: 191) lo expresa asi: "Cuando la acci6n verbal no va referida a1 propio hablante, sino a1 interlocutor, lo que se manifiesta por la presencia del pronombre de segunda persona en vez del de primera, el imperativo suele ir acompaflado de un sustantivo de campo semhtico negativo".

Formulas de negacion [43] -Es que, papa, no he tenido tiempo de estudiar. - iMe importa un rabano! ~ESO no es excusa! [44] - Oye, Luis, este verano no podr6 ir de vacaciones. - i Y a mi qu6 me importa? [45] -iY quC, te decidiste a Ilarnarla? - iTe importarti a ti mucho, so cotilla! [46] -~Sabesque Luisa ya no sale con Pedro? - iY a mi que'! Ella ya no me gusta nada. [47] -iTe has enterado de que a Tere le gusta el de musica? ~ T preferido! u - iA miplin! Este aiio he decidido olvidanne de 61.

3.1. Me importa {un)

+ sustantivo

Rdplicas como las de [43] responden a1 esquema: Me importa {un) tivo:

+ sustan-

[48] - ~VOY a salir con 61!

-Ya sabes, nena, a mi me importa un bledo lo que hagas con tu vida.

[49] -Pues a mi, qu6 quieres que te diga, me importa unpimiento tu opinibn. Esta estructura presenta fijacidn del pronombre personal htono de primera persona; mientras que el verbo siempre eski en tercera. Los sustantivos que pueden aparecer pertenecen a dos campos semhnticos24:

- nombres de frutas y verduras de escaso valor: bledo25, comino, pimiento, pepino, rcibano, etc.

- nombres vulgares y groseros: mierda, carajo, huevo, cojdn, polla, etc. El sustantivo suele ir en singular, y, si en a l g h caso aparece en plural, viene definido num6ricamente por un deterrninante cardinal: [50a] -Me importa(n) tres leches. [50b] -Me importa tres cojones. [50c] -Me importa tres pares de narices26. Esta expresidn, cuyo significado es 'no me importa nada', adquiere su valor negativo por la utilizacidn de esos sustantivos. Parece que son 10s del primer 24

V. Asensio (1994: Cap. I, 92.2.C').

25

Iribarren (1995: 123)ofiece una explicacibn sobre 10s origenes y el uso de este sustantivo.

26

V. Miranda (1992: 105) y Asensio (1994: Cap. 11, $91.4.1. y 2.1.2.C).

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grupo 10s que se utilizaron originariarnente: se encuentran documentados ya en textos medievales y siempre con la idea de 'nada'27. Beinhauer (1965: 244-245) Cree que Me importa un bledo tiene mayor valor expresivo que No me importa nada en absoluto "a pesar de que en logica rigurosa bledo [...I siempre es algo mas que nada". En su calidad de abstracto, nada nunca puede surtir efecto de tanta eficacia como el nombre de cualquier objeto concreto de valor nulo con que se compara y que en la apreciaci6n subjetiva del hablante significa 'menos que nada'28. Por su parte, Hernhndez Alonso (1982: 53-54) dice que no es una semantizaci6n hacia el valor negativo, sino una afirmaci6n en grado minimo que esta a punto de traspasar el limite de lo positivo a lo negativo, y es la "contraposici6n, la distancia que existe entre la importancia del elemento supuesto, la fiase expresada y la despreocupaci6n del hablante" la que origina este significado tan aproximado a lo negativo. Los sustantivos de matiz soez tarnbiCn se encuentran desemantizados y, pronunciando una palabra malsonante o de ma1 gusto, el hablante intenta lograr una mayor carga negativa o de inhibici6n. Como se ha dicho mas arriba, es la utilization de esos sustantivos la que proporciona el Cnfasis negativo a estas expresiones. Pero, en la actualidad, quiza motivado por la economia del lenguaje y por la tendencia a suprimir ciertos elementos de fiases fijas, se esth desarrollando, aunque s610 lo hemos podido documentar en el habla infantil, la expresi6n iMe importa!, en contextos como el que sigue y con el mismo significado de las anteriores: 'no me importa nada'. [511 -iNo me dejas jugar con tu mufieca? iPues no te "ajunto"! - iMe importa!

3.2. La expresi6n i Y {a 61) quC {le) importa?

t!u

TarnbiCn con el verbo importar existe la expresi6n Y {a gut @$ importa?, con el pronombre htono en h c i 6 n de C.I., incrementado o bien por su correlativo t6nico o bien con su expansi6n nominal si es tercera persona:

--

27

Recukrdese que en esa kpoca la economia era de trueque y que esas h t a s eran las que menos valor tenian, y tienen en la actualidad.

28

En la misma pagina (n. 78) Beinhauer ofiece un comentario sobre el significado de estos nombres: "bledo, comino, rcibano, etc. no tienen mas sentido que el de vagas alusiones a cosas sin valor".

Fbrmulas de negacibn [52] -Luis dice que por qu6 no has ido a la excursibn. - ,jY a Luis

que le importa, varnos a ver?

Su significado varia en funcibn del C.I. [53] -iTe has enterado de que a Elisa le han abierto expediente? - ,jY a mi que' me importa? [54] -Venga, cu6ntamelo. De verdad, jfie Matias quien envi6 el anbnimo?

-i Y a ti que' te importa, cotilla que eres un cotilla? [55] -Luci me ha preguntado que si por fin se te declar6 quien ~ ya sabes. - ,j Y a ella que' le importa? Siempre esth igual: tiene que enterarse de todo, la muy ...

Con la primera persona, a1 significado negativo se le aiiade un sentido de indiferencia, mientras que con la segunda y la tercera se convierte en acusacibn. En cualquier caso, la expresi6n puede enfatizarse aun m b intercalando ciertos vocables - generalmente de carhcter soez - tras el exclamativo/interrogativo quk: [56] LYa ti qu6 cojones/coiio/diablos... te importa?

Sinbnima, en algunos contextos, de i A ti quk te importa? es LA ti quikn te ha dado vela en este entierro?, que se utiliza para rechazar a1 interlocutor y, m b concretamente, para negarle el derecho a intewenir en ese asunto concreto porque nadie le ha llamado y, por tanto, no le irnporta nada. En lugar del verbo importar aparece la locuci6n dar vela en un entierro29. 3.3. (Le} importara (a kI) mucho

Muy similar, en todos 10s sentidos, es (Le) importara' {a ig mucho. Coincide con la anterior en 10s siguientes aspectos:

- la doble forma pronominal en funcibn de C.I. - el verbo importar, fijado totalmente, ahora en future, mientras que la anterior esth en presente. Se diferencian por:

- la sustituci6n del interrogativo/exclamativoquk por el adverbio mucho, - el cambio en la entonacibn: de interrogativa/exclamativaa asertiva ir6nica. 29

El significado de esta locuci6n proviene, segh Iribarren (1995: 83), de la costumbre de dar velas la familia del difhto a 10samigos de Bste que acudian a1 entierro.

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En cuanto a1 significado, tambidn varia en funci6n de la persona pronominal: con la primera mantiene el matiz de indiferencia, mientras que en segunda y tercera aparece un tono acusativo. Las siguientes respuestas pueden muy bien referirse a las preguntas del apartado anterior, respectivamente: [52'] -Me importar6 a mi mucho. [53'] -Te importari a ti mucho, cotilla, que eres un cotilla. [54'] - Le irnportara a ella mucho. Siempre esta igual: tiene que enterarse de todo, la muy...

3.4. La fiase eliptica ,j Y (a e'I) que'? En algunas ocasiones, el verbo importar en la expresi6n Y {a &I) que' fie) importa puede elidirse, (y 16gicamente, el pronombre htono). En este caso la expresi6n sigue siendo exclamativa linterrogativa30: [57] -El Extremadura ha vuelto a perder. - iY a m i que'? Ya sabes que a mi el fiitbol...ni fu ni fa31.

A pesar de que el pronombre puede variar, esta expresi6n de indiferencia pierde su carhcter de replica en segunda o en tercera persona: 1581 Pues yo, cuando tenia tu edad... Bueno, ya s6 que vas a responder que a ti que', que hi vives tu vida. [59] ~ Q u qu6 e me respondib? Que a PI que', que no quiere saber nada de ti. Eso me respondi6.

3.5. Otras expresiones Tambiin con el significado de 'a mi no me importa' (Zuluaga, 1980: 126) y equivalentes a las ya vistas i A mi que' me importa? y i A mi q d ? , esth la expresi6n que parece responder a esta Gltima pregunta: A miplin32. En su origen se trataba de una expresi6n distinta: A mi, Prim, y expresaba inter& hacia ese general decimon6nico (quizhs con el verbo gustar omitido). En cambio, con eI 30

Casc6n (1995: 96) las llama asi y les da valor de rechazo o repulsa.

31

Tras el pronombre exclamativo no s610 puede ir el verbo importar, tambidn las expresiones, sinonimas en este caso i[Y] a mi qud mrtr me da?, i[Y] a mi qud me interesa?, i[Y] a miqud me cuentas?.

32

Miranda (1992: 105) la incluye en las formulas que expresan indiferencia, sirnilares a Me importa un bledo, Alla hi, Me true alfresco, y otras.

Formulas de negaci6n

219

devenir del tiempo, se ha transformado en una f6rmula de indiferencia o de desden? [60] - iVaya bronca que te ha echado!, jeh? - A miplin, no pienso hacerle ni caso. Otra construcci6n similar se forma sustituyendo plin por la expresi6n como si..

+ proposici6n humoristica disparatada:

[61] -Luis se ha exarninado ya seis veces del carn6. - A mi, como si se opera. [62] -Me voy este fin de semana a1 pueblo. - A ml: como si te vas a la Conchinchina34.

4.

La interrogacibn retbrica

La interrogacion ret6rica "es una figura mediante la cual a f m a m o s o negamos con bastante vehemencia una idea, per0 expreshndola con una pregunta que obviamente no requiere respuesta. La intensidad del tono utilizado refuerza el significado del discurso" (Ayuso de Vicente, 1990: S.V. "interrogaci6n"). [63] -Pues yo creo que el asesino es el mayordomo. -~ Q u Psabrbs hi?(='TI'I no sabes nada'). [64] -Pues mi hijo ha participado por primera vez y ha quedado segundo. jQue' m h se puede pedir? (= 'No se puede pedir nada mb').

[65] - Indurhii no ha podido ganar el tour este aiio, a ver. ~ Q u kle vamos a hacer? (='No podemos hacer nadaV)35. Bosque (1980: 35-36) apunta que la interrogaci6n ret6rica tiene mucha relaci6n con la exclamaci611, hasta el punto de que 10s signos de admiraci6n pueden perfectamente sustituir a 10s de interrogaci6n puesto que la oraci6n carece de 33

Vkanse las jugosas explicaciones y ankcdotas que en torno a esta expresi6n proporciona Iribarren (1995: 47-48). Por otra parte, hay que recordar que no hace mucho tiempo, alla por 10s aiios sesenta y setenta, esta frase se populariz6 enormemente merced a la publicidad: una farnosa fabrica de colchones la incluyo en su propaganda y le aiiadi6 como rima la marca comercial: i A miplin, yo duermo en Pikolin!.

34

En estos casos, la preposicibn a puede ser sustituida por por. Con la misma estructura Miranda (1992: 105) recoge A mi como si te la machacas.

35

Segb Bello (1988: $1146) en estos casos que' significa 'nada'; quien, 'nadie'; dbnde, 'en ninguna parte'; cudndo, 'jamis', etc. Por su parte Cascon (1995: 84) interprets la interrogacion retorica como un desahogo emocional del hablante, que no necesita del interlocutor. La respuesta se conoce de antemano y por ello se convierte en una aserci6n enfatica.

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respuesta. A1 mismo tiempo, su relacibn con la ironia es clara, ya que el significad0 que adquiere la oracibn exclamativa/interrogativa es el contrario del que tendria sin esa entonacibn. Compkense estos ejemplos del propio Bosque: [66a] [66b]

-Varnos a llegar en dos horas.

[67a] [67b]

-Voy a esperarte hasta las ocho.

- iEn dos horas vamos a llegar! - iHasta las ocho voy a esperarte!

Las oraciones [a] son afirmativas, mientras que las [b] son negativas merced a la entonacibn exclarnativa y a que se han tematizado 10s elementos sobre 10s que recae la negacibn. 4.1. Fbrmulas de autodisculpa o resignacibn 4.1.1. Introducidas por gut+ [68] -Pap&hemos perdido otra vez. -Pues que' le vamos a hacer, hijo, qud le vamos a hacer. [69] - Si, me han quedado tres. jQue' quieres que le haga? Ya las sacark en septiembre. [70] - Asi que, a pesar de haberte pasado el verano estudiando y sin salir, s610 has aprobado una de las cinco, jno? Pues ique' quieres que te diga? Para ese viaje no se necesitaban alforjas. [71] -Y con todos 10s problemas que ha tenido a lo largo de toda la temporada, ha logrado permanecer en primera i Que' mds se puede pedir, hombre? [72] -Y ademas de llegar borracho dia si, dia tarnbikn, le daba unas palizas a la mujer que ya, ya. - jY qud me vas a contar a mi, si he vivido diez aiios pared con pared con ellos? 4.1.2. Introducidas por quikn: [73] -Pues anda con el santito. Asi que ha sido 61 el que le quit6 el examen a la profe y lo pas6 a toda la clase jeh? ~Quie'nlo iba a decir? icon lo formalito que parecia a principios de curso! Qut le vamos a hacer presenta variaciones en el sujeto: Qut le voy/vas, etc. Es raro en tercera persona, ya que la forma impersonal se impone a1 coincidir la forma verbal: Quk se le va a hacer fiente a Qut le va a hacer (kl o ella). Esta expresibn "es quizii el prototipo de frases que denotan resignacibn: 'no se puede

hacer mas: lo unico, lamentarse o resignarse'. A veces tambiCn se utiliza para intentar que el oyente aclie resolviendo el problema: [74] -Estl bien, irk andando. ,jQ~e'le vamos a hacer?

en una situaci6n en la que el oyente tiene coche por ejemplo, y el hablante no se atreve a pedirle abiertamente que lo lleve" (Asensio, 1994: Cap. 11, 3 1.3.). Muy similares son Qub quieres que te diga / Qub quieres que le haga totalmente fijadas. S610 se diferencian en el predicado de la proposici6n subordinada. Te es C.I. y hace alusibn a la segunda persona introducida por el sujeto de la proposici6n principal, mientras que le parece lexicalizado junto a1 verbo y no realiza funci6n sint8ctica. Qub m h se puede pedir tampoco presenta variaciones de ningim tipo, pero, en cambio, posee, ademh del matiz de resignacibn, un significado de 'conformidad ante un logro parcial' (Asensio, 1994: Cap. 11, fj1.3.). Qub te voy a contar, con sus variaciones de persona en el sujeto y en el pronombre personal C.I. (Qub me vas a contar / Qub os voy a contar / Qub nos vais a contar, etc.), significa que la persona seiialada en el C.I. conoce perfectamente el asunto y no es necesario que reciba m8s informaci6n. A veces se acompaiia de la coletilla que {bl) no {sepa):

[75] i Que' me vas a contar que yo no sepa? En lugar de qub, la oraci6n [73] viene introducida por quibn; por tanto el Cnfasis pasa de 'nada' a 'nadie'36. El verbo decir puede aparecer en condicional Quibn lo diria o en forma perifihstica iba a decir. En este caso admite variaciones: la aparici6n del C.I. obligatoriamente pronominalizado en posicidn preverbal; y optativamente el propio increment0 con el pronombre personal t6nico o el SN correspondiente: [75a] - Quikn me iba a decir a mi que...IQuikn me lo iba a decir a mi. [75b] - Quie'n le iba a decir a Luis que...IQuie'n se lo iba a decir a Luis.

36

V6ase nota anterior referida a Bello. Diaz-Padilla (188) insiste en este valor de quikn retorico como 'nadie': "Cuando el antecedente del que no es una oration sino un sustantivo perteneciente a1 gtnero animado, el qut es sustituido por el pronombre interrogative o exclamativo quitn. El matiz ironic0 aparece en estos casos, puesto que la interrogation ficticia le confiere el sentido opuesto a lo que significa: 'Jeronirno:Yo hace poco h i joven, seiior. - Alfonso (bajo): Quikn lo diria.' (Anillospara una duma) El quikn en este uso equivale a nadie."

Juan Jose Asensio Gonzalez

222

4.2. F6rmulas que expresan indiferencia

Las expresiones que denotan inhibici6n a travCs de la interrogation retorica han sido tratadas mas arriba (ver $83.2 y 3.4.). 4.3. F6rmulas que expresan desconocimiento

Se utiliza retoricamente el verbo saber introducido, como en la mayoria de 10s casos precedentes, por el exclamativo/interrogativo que'. En todas las expresiones de este tip0 debe aparecer explicitamente el sujeto, ya sea en forma pronominal o como SN: ~Que'{sabe) {kg? [76] -~ C U ~arnigos ~ O tuyos S acudieron a la fiesta? - iQue' se' yo? Un monton. [77] -iVas a irte por fin con 61? -,jYOqud se'? [78] -~Sabesqu6 me ha dicho Racl? ique ahora te gusta Amalia! ~ E verdad? s - jQue' sabrd e'l! [79] - Bueno, pues ya me he enterado de la faena que hicisteis el doming0 pasado. Seguro que fbiste hi. -2 Y tzi qud sabrds?

Como puede obsewarse, esta expresi6n presenta las siguientes caracteristicas: -

el sujeto puede ser cualquiera de las tres personas gramaticales,

- el sujeto debe estar explicit0 (s610 puede elidirse en 3" persona, per0 pierde dnfasis),

- admite cambio de orden entre el sujeto y el C.D. segun sea la funci6n tematizada: Sujeto: Yo quk se', Luis que' sabrci; C.D.: Quk sk yo, Quk sabrcis

tti. -

en 2" y 3a personas admite el verbo en futuro en lugar del presente: Quk sabrcis tu, Ye'l que' sabrci37.

- el significado es distinto segun sea la persona del sujeto: la persona: Zuluaga (1980: 205) dice que "presenta el valor semhtico de duda o inseguridad del hablante". Diaz Padilla (1985: 187) piensa, en cambio, que "el hablante no s61o refleja por este procedimiento el total desconocimiento de lo que se pregunta sino tambien la perplejidad ante la 37

El valor de este futuro no es prospectivo, sino de conjetura, siguiendo la terminologia de Femhdez Ramirez (1986: $48).

Formulas de negacibn

223

pregunta que se le hace por disparatada o inesperada". Si este yo encabeza la locucibn, puede ir introducida por y, y entonces es rkplica categbrica de significado parecido a iY a m i g u t me cuentas?, es decir, un intento de quedarse a1 margen de la pregunta o aseveracion del interlocutor, per0 sin negarlo (Asensio 1994: Cap. 11, 5 1.3.D): [80] -iApr0b6 por fin tu amiga la selectividad? - i Yyo quP se'? Hace muchos que reiiimos y no me interesa nada su vida. 2a y 3a personas: [811 Justina: - QuP sabrcis tli del amor y del alma (Las citaras).3* 4.4. F6rmulas que repiten el enunciado anterior En ocasiones, el hablante rechaza las palabras del interlocutor reproduciendo parte del enunciado (ya visto en §2.3.), que es lo que se niega mas enfaticamente. Y esto puede realizarse de multiples formas: una de ellas es a traves del gut interrogativo/exclamativo seguido de esas palabras que pretenden ser rechazadas como en [4]: !Quk jaguar, si es un mercedes!, y otra, por medio de ciertos esquemas sintacticos como en las siguientes oraciones: [82] -Vamos, vente conmigo. -2 Yo quP voy a ir? [83] -Pues esto es asi y ya esta -i Q ~ eva ' a ser mi? iEs que no te das cuenta? [84] -No le demos m k vueltas, es igual. ha de ser igual? (= 'No es nada igual', ejemplo de Beinhauer, 1965: 212). En [82] y [83] el esquema es Quk + ir a + infinitivo; en [84], Quk + haber de + infinitivo. El elemento variable es siempre el verbo: en la rkplica se transforma en infinitivo, puesto que constituye perifrasis con 10s auxiliares ir a y haber de, que son 10s que aparecen en forma personal y con la correlaci6n temporal y modal pertinente39.

39

Otro esquema que repite parte del enunciado anterior, aunque no siempre con significado negativo es: iQue' quieres que + proposici6n, como replica a cualquier oraci6n: [a] i Q ~ 6haces? - iQud quieres que haga? [b] - i Q d hacias? - j@k quieres que hiciera? [c] -LA qu6 viene? -i A qub quieres que venga?

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Juan Jose Asensio Gonzalez

De estos esquemas, con la elision del verbo principal, han derivado respectivamente las rCplicas Quk va y Q u i X a (ver 52.4.).

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Emma Martinell Maria del Mar Forment

ASPECTOS SEMIOTICO-GESTUALES EN ALGUNAS UNIDADES FRASEOLOGICAS DEL ESPA~~OL*

Los participantes en cualquier proceso comunicativo cotidiano reciben y transmiten informacibn a travCs de canales de naturaleza diversa. Hasta la segunda mitad de este siglo, sin embargo, 10s estudios elaborados sobre la comunicacibn humana atendian casi de manera exclusiva a1 anhlisis de la palabra como unico elemento constitutive en un proceso interactive. Solamente a partir de la dCcada de 10s 70 se empieza a defender con insistencia, sobre todo por parte de estudiosos pertenecientes a hmbitos del saber diversos como la psicologia, la sociologia o la lingiiistica, la idea de que la comunicacibn es un proceso multicanalizado y funcional que incluye una gran cantidad de mensajes o seiiales que no siempre son, hnicamente a1 menos, de naturaleza verbal. De este conjunto de seiiales el presente estudio pretende demostrar la relevancia de la gestualidad en el marco de lo que se ha dado en llamar "proceso comunicativo global". En realidad este trabajo intentarh poner de manifiesto que la importancia de la informacibn transmitida a travCs de 10s gestos es tan grande que ha provocado que, con cierta frecuencia, la descripcibn lingiiistica, verbal, de un comportamiento no verbal - gestual en este caso - haya acabado generando una expresibn fraseolbgica. Esto es, es posible aislar un buen n b e r o de expresiones fijas en el vocabulario de cualquier lengua - en este caso nos centraremos en el lCxico del espafiol - que no son mas que la verbalizacibn de cierto comportamiento gestual.' Estas expresiones, como cualquier otra locucibn fraseolbgica, presentan una estructura formal fija, que el hablante reproduce sin modificaciones en su discurso, y cuentan con un significado idiomatico, m b o

*

El presente articulo es un resumen de la tesis de licenciatura inkdita de Maria del Mar Forment Femhdez, titulada iGesticulamos o hablamos de gestos? (Notas sobre fiaseologia del espaiiol), que h e defendida durante el mes de noviembre de 1996 en la Universidad de Barcelona. Este trabajo h e dirigido por la doctora Emma Martinell Gifie.

1

Parece precis0 poner de manifiesto que las reflexiones que contiene este articulo sobre la relacibn que es posible establecer entre gestualidad y lengua serian vilidas para cualquier sistema lingiiistico. En nuestro caso, sin embargo, nos hemos centrado en el andisis de la vinculacibn existente entre 10s dos Bmbitos en espaiiol.

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Emma MartinellIMaria del Mar Foment

menos opaco, que es el lnismo que tiene asociado el comportamiento gestual que describen.2 La gestualidad es uno de 10s c6digos no verbales mas importantes, segun nuestro punto de vista, por una caracteristica esencial con la que no cuentan 10s otros sistemas de signos no verbales: no so10 parece que en la mayoria de las situaciones comunicativas el lenguaje verbal es simultaneo a la produccion de gestos, sino que, ademas, en muchas ocasiones las unidades gestuales actuan de manera autonoma y pueden llegar a sustituir la palabra, convirtidndose de esta manera en 10s unicos elementos integrantes de la interaccibn. Si se toma esta reflexion como punto de partida, seria posible diferenciar dos tipos de gestos basicarnente: una primera clase que el hablante codifica a1 mismo tiempo que habla, per0 que no contiene informacion relevante para el discurso, para el mensaje efectivamente transmitido, y un segundo tipo de gesto que puede decirse equivale directamente a una determinada secuencia lingiiistica y, por tanto, si es una parte constitutiva clara del texto que se pretende comunicar. A pesar de que el estudio de estos ultimos gestos definidos sea el mas interesante desde una perspectiva filol6gica, es preciso poner de manifiesto que 10s primeros, aunque no tengan un exacto equivalente lingiiistico, en palabras, cumplen una funcibn comunicativa fatica esencial puesto que dan cuenta de las actitudes de 10s interlocutores ante el desarrollo de la interaction y, en consecuencia, tendrian que ser considerados una estrategia comunicativa mas. El componente gestual que acompafia o sustituye las emisiones verbales de cualquier lengua esta fuertemente impregnado - de la misma manera que el propio sistema lingiiistico - de importantes motivaciones de tip0 cultural. Cabe decir que esta afirmaci6n es igualmente valida si se pretende caracterizar la gestualidad mas espontanea como si se quiere hablar de 10s gestos codificados, esto es, de 10s que forman parte de manera clara del c6digo o repertorio gestual mas utilizado por parte de una determinada comunidad. Frecuentemente, ademas, no s610 el mod0 de articulacion del gesto es diferente en virtud del grupo cultural - muchas veces porque determinados gestos no son mas que la reproduccion de determinadas acciones llevadas a cab0 en comunidades distintas con la ayuda de utensilios diferentes y, consecuentemente, el gesto que las evoca ha de ser distinto -, sino que, ademas, la ostentacibn en la exteriorizaci6n habitual del comportamiento gestual difiere de una comunidad a otra. En este punto se defiende la existencia de comunidades mas gesticuladoras que 2

En cuanto a la bibliografia esencial en espaiiol sobre fiaseologia seria preciso mencionar, entre otras muchas, las siguientes obras: Casares (1950), Zuluaga (1980); G. Wotjak (1 984); CarneadolTrista (1 986); Garcia-Page (1 990).

Aspectos semi6tico-gestuales

227

otras, esto es, grupos con un c6digo gestual mas rico o variado y que, a menudo, suelen ser las mismas que gesticulan con mayor ampulosidad, de manera mas notoria. Se ha hablado incluso de la existencia de registros o elementos gestuales diferentes en miembros pertenecientes a un mismo grupo cultural, per0 que forman parte de estratos o niveles distintos por cuestiones generacionales o por motivos sociales. Parece, no obstante, que las apreciaciones sobre este particular son bastante mas dificiles de llevar a cabo, es decir, que es mucho mas factible delimitar la existencia de gestos de codificaci6n o significaci6n diversa entre varios grupos culturales - sobre todo si estos e s t h especialmente alejados no tanto desde un punto de vista geografico como desde un punto de vista estructural - que percibir gestualidades diferentes dentro de una misma colectividad cultural. Con todo, la existencia de todas estas divergencias, ya Sean m b o menos acusadas, debe plantear la necesidad de la integration de la gestualidad, en particular, per0 tambikn de todos 10s elementos constituyentes de la comunicacion no verbal, en general, en la enseiianza de segundas lenguas. Parece precis0 que, si se sostiene de manera tan extendida el t6pico de que la comunidad cultural hisphica es una de las mas gesticuladoras que existen, el estudiante de espaiiol como lengua extranjera sea instruido de manera que sea capaz de actuar de la forma m b adecuada en cualquier situaci6n comunicativa en la que se encuentre en el marco de la lengua segunda. Esto es, seg6n nuestro punto de vista, el aprendiz extranjero de espaiiol no s610 deberia llegar a dominar un conjunto de elementos lbicos y una serie de reglas que le permitieran la formaci6n de secuencias lingiiisticas gramaticalmente correctas, sino que ademb deberia poder contar con este otro conocimiento de caracter no verbal que le permitiera actuar como si h e s e un nativo espaiiol.3 De este modo, a la imprescindible competencia lingiiistica que ha de conseguir el alurnno cabria sumar la necesaria fluidez cultural que le proporcionaria, entre otros elementos, la familiaridad con las conductas no verbales mfis habituales en la cultura hispana.4 La didactica de la gestualidad en el aula puede apoyarse en la existencia de numerosos diccionarios que agrupan 10s comportamientos gestuales m b caracteristicos de un determinado dominio linguistic0 (en el caso que nos ocupa, o 3

VBanse, fbndamentalmente, sobre este tema: Soler-Espiauba (1987); Martinell (1990); Duque de la Torre (1996).

4

La necesaria complementaci6n entre competencia lingiiistica y fluidez cultural en 10s estudiantes de lenguas extranjeras es defendida sobre todo por Poyatos (1994).

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bien del espaiiol peninsular5, o bien del ambito hisphico en general6). A pesar de que se ha seiialado la existencia de algunos problemas metodologicos para este tipo de obras, su estructura favorece la adquisicion de las unidades no verbales en ellas incluidos, puesto que contienen tanto una fotografia o dibujo a travCs del que se pretende ilustrar el mod0 de articulacion del gesto, como una description linguistica del mismo y de su significado. De hecho, precisamente la principal dificultad que se deriva de la lectura de un diccionario gestual es que el receptor llegue a hacerse una idea completa y exacta del mod0 de articulacion del gesto tanto a travCs del dibujo como mediante la fotografia, elementos siempre estaticos que contradicen el principio fundamental del comportamiento gestual, el movimiento. Ahora bien, en muchas ocasiones la informacion contenida en este tip0 de diccionarios es suficiente para que el estudiante no incurra en errores motivados por interferencias gestuales, esto es, para que el aprendiz de espaiiol, por ejemplo, no utilice un detenninado comportamiento gestual que es propio y habitual de su hmbito cultural con un significado preciso, per0 desconocido en el marco de la segunda lengua. En algunos casos 10s diccionarios gestuales contienen ademhs otro tip0 de information de carhcter mas linguistico7: la relacion, para cada entrada del diccionario, de la expresion o expresiones verbales que pueden (o deben) acompaiiar la unidad gestual. Este tipo de informacion de nuevo vuelve a ser especialmente interesante para 10s estudiantes extranjeros que aprenden de este mod0 ciertos comportamientos gestuales y las expresiones verbales que 10s hablantes nativos habitualmente enuncian en conjunci6n con 10s gestosg. Algunas de estas expresiones emitidas simultineamente a la producci6n de ciertos gestos constituyen el primer grupo de unidades fiaseol6gicas que van a ser tomadas en consideracion en este estudio. Es posible aislar en el h b i t o del espaiiol un reducido per0 significative conjunto de unidades fiaseol6gicas cuya emision linguistica oral ha de ir siem-

6

Meo ZilioMejia (1980-1983).

7

0b.cit.; Calbris-Montredon(1986); ColVGelabert/Martinell(1990).

8

Parece oportuno que el estudiante asuma la existencia de este tip0 de unidades en un nivel intermedio de enseiianza, cuando ya se ha percatado de que la comunidad hisphica gesticula con fkecuencia pero que s6lo algunos de 10s gestos que codifica son realmente significativos para el contenido del mensaje.

Aspectos semiotico-gestuales

229

pre acompaiiada de la realizaci6n de un determinado gestog. Se trata de locuciones del tipo: estar una persona hasta aqui de alguien o algo ni (un) tanto asi no [decir/entender/faltar/saber/tener] ni esto jpor kstas!/jurar una persona por kstaslo

que necesitan irremediablemente que el hablante, a1 mismo tiempo que las emite, lleve a cab0 ciertos comportamientos gestuales que las doten de significaci6n. Asi, estas expresiones no se caracterizan tanto por ser descriptivas de un determinado comportamiento gestual, corno por la peculiaridad pragmhtica que conllevan y que provoca que necesiten de la ejecuci6n simultiinea de un comportamiento gestual. Las particulas que favorecen o propician la exigencia que presentan estas expresiones fiaseol6gicas son 10s deicticos que contienen (la forma subrayada en cada una de las locuciones). Cabe afirmar, ademas, que existe una s6lida convenci6n en el mod0 de articulaci6n de cada uno de 10s gestos que acompaiia estas expresiones fijadas de la lengua, de mod0 que podria decirse que la fijaci6n no seria en este caso una caracteristica exclusiva de la expresi6n lingiiistica, sino que tambiCn corresponderia a la manifestaci6n gestual con la que aparecen en el discurso. Tanto es asi que incluso, para alguna de estas locuciones, el diccionario fraseol6gico del que han sido extraidas proporciona el comportamiento gestual que ha de codificarsell. El espaiiol cuenta con algunas expresiones sinbnimas a las que se han sefialado corno configuradoras de este primer grupo de unidades estudiadas. En 9

'0

11

Muy probablemente, incluso si se encontrara alguna de las expresiones que figuran a continuacibn escrita en una obra literaria corno parte integrante del discurso de alghn personaje el narrador tendria que facilitar a 10s posibles lectores el comportamiento gestual que llevaria a cab0 supuestamente de manera simultbea el ser de ficci6n para que su intervenci6n cobrara pleno significado. Todas las expresiones que figuran en el presente articulo han sido tomadas del Diccionario fiaseoldgico del espafiol modern0 de VarelaKubarth ( 1 994). Se reproducen en este estudio las expresiones tal corno aparecen en la obra, esto es, se incluye la rnencion de 10s argurnentos principales del verbo constitutivo de la locuci6n, asi corno las posibles variantes que presenta alguna de las partes integrantes de la estructura de la unidad fraseol6gica. En las entradas correspondientes a las locuciones ni (un) tanto m' y no [decir/entender/faltar/saber/tener] ni a, que son, por otra parte, sinonirnas, la obra de Varela y Kubarth sefiala que constituyen negaciones enfiticas y que van "generalmente acompafiadas del gesto de juntar la uiia del dedo pulgar con la yema o uiia del indice". (VarelaKubarth 1994: 16 y 104).

Emma Martinellmaria del Mar Foment todas ellas la f o m a deictica ha sido sustituida por la mencion de una determinada parte del cuerpo humano y en estos casos la presencia de la f o m a plena de significado hace que la expresi6n sea autonoma desde un punto de vista semantico, que no requiera de la ejecuci6n de un gesto para poder ser interpretada. Asi existen en castellano las unidades fiaseol6gicas estar una persona hasta la coronilla de alguiedalgo o estar una persona hasta las narices de alguien/algo, locuciones en las que el tCrmino subrayado sustituye a1 deictico. Otra peculiaridad interesante de este tip0 de expresiones, desde un punto de vista estictamente lingiiistico, es la imposibilidad de intercambiar las particulas deicticas que en ellas figuran por otras con las que Cstas compartan paradigma. Esto es, la forma del deictico aparece plenamente fijada y este hecho de nuevo esta motivado por la necesidad de la codificacibn gestual ligada a la persona del emisor del mensaje. Si volvemos a centrarnos en la didactics de la gestualidad en el marco de la enseiianza de una segunda lengua, cabe decir que consideramos oportuno que, en un nivel avanzado de didlctica del espaiiol, el profesor se encargara de hacer ver a1 alumno la existencia de un vinculo de unidn todavia mas estrecho del que presentan las unidades fkaseol6gicas hasta ahora enunciadas entre gestualidad y lengua, o mits concretamente, entre gestualidad y vocabulario constitutivo de la lengua. Determinadas menciones a comportamientos no verbales codificados en el marco de la lengua segunda favorecen la adquisicion de ciertas parcelas de l6xico especifico. Concretamente, puede hacerse alusi6n en este punto a dos tipos de unidades: por una parte, algunas piezas lkxicas del tipofi.uncir, cefio, guifiar, entrecejo, cejo, etc. a las que dificilmente el alurnno tendria acceso sin referirse a determinados comportamientos gestualesl2; por otra parte, la adquisici6n de una serie de unidades m b complejas, que reproducen o verbalizan un comportarniento gestual, y que el hablante nativo utiliza en su discurso sin modificaciones, esto es, tal como las ha memorizado. Para estas expresiones existe la posibilidad, en ocasiones, de una interpretaci6n literal, per0 cuentan siempre con un sentido en mayor o menor medida idiomatico. En estos filtimos casos, el

'2

En este sentido es precis0 poner de manifiesto que en el h b i t o de la comunicaci6n no verbal no solamente la gestualidad proporciona el marco necesario para la adquisici6n de este tip0 de vocabulario m b especifico. Tambi6n las referencias a1 paralenguaje, esto es, a las cualidades fisicas de la voz que son significativas dentro de un proceso comunicativo global, y a las reacciones d6rmicas de 10s participantes en un proceso interactivo (sintoma, a menudo, de ciertos estados de himo) permiten al alurnno acceder a un conjunto importante de elementos l6xicos de naturaleza mhs especifica: balbuceo, murmullo, tartamudeo;sonrojo, acaloramiento,pcilido, enrojecido, encendido, etc.

Aspectos semi6tico-gestuales

23 1

estudiante ademas de asumir la expresi6n debera memorizar tambien el significad0 traslaticio que le corresponde. En cuanto a la forma que presentan las unidades fiaseol6gicas que cumplen las caracteristicas hasta aqui mencionadas es preciso hacer una consideraci6n importante. El hecho de que el presente estudio vaya a centrarse unicamente en aquellas expresiones fiaseol6gicas del espafiol que describen gestos tiene una consecuencia inevitable desde el punto de vista formal: todas las unidades seleccionadas son del tipo denominado por algunos autores "locuciones verbales"l3, es decir, si las unidades que se buscaban eran expresiones que describieran comportamientos gestuales lo mas 16gico es que todas ellas tuvieran un verbo que normalmente ha quedado fijado junto a sus argumentos principales (habitualmente la referencia a1 agente de la acci6n o, en menor proporci6n, un sujeto paciente que sufie o experimenta la acci6n designada por el verbo). Desde un punto de vista sintactico esta estructura se refleja en la presencia del verbo m6s algunos de sus complementos, entre 10s que es preciso seiialar siempre la alusidn directa o indirecta, a travis de una denominaci6n sustitutiva por motivos de caracter expresivo, de una parte del cuerpo humano. Figuran a continuacibn un par de listas que contienen algunas de las expresiones seleccionadas del corpus establecidol4:

13

Cabe mencionar entre otros a Zuluaga (1980) que en este punto sigue la obra de Casares (1950).

'4

Como pequeiia guia de lectura es preciso seiialar que 10s constituyentes de las expresiones fiaseologicas que aparecen entre parkntesis son de uso opcional; 10s elementos que aparecen enrnarcados entre corchetes son las formas mis fiecuentes dentro de un paradigma de posibilidades y, por tiltimo, que las formas subrayadas son las correspondientes a 10s tCrminos de entrada en el diccionario. Las abreviaturas u.p. y U.C. deben leerse, respectivamente, una persona y una cosa.

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Emma MartinellIMaria del Mar Foment

A. Expresiones con signification

transparentel5

rascarse u.p. la barrina no abrir/despegar u.p. la & [estar/quedar u.p.1 con 10s brazos cruzados/cruzadade brazos recibir u.p. con 10s brazos abiertos a alguien [ir u.p. con/llevar] la fi.ente (muy/bien) altderguiddlevantada morderse u.p. la lengua Facer algo up.) en un abrir y cerrar de&o tirarse u.p. de 10s &

Expresiones con significacidn opaca

B.

coser(se) u.p. la-

* quitarle u.p. de la & algo a alguien meter u.p. algo en la cube-~a a alguien atarle/sujetarle u.p. la Ienwa a alguien darle u.p. su mano a alguien echar u.p. la mano a alguien lavarse u.p. las manos entrarle u.c. a alguien por un && y salirle por otro agachar/bajar u.p. las &s

Las locuciones que se proponen en 10s conjuntos A y B no son mas que una muestra representativa de las que podrian ser presentadas. Se ha creido oportuno el establecimiento de estos dos grandes grupos que presentan, como se vera a continuacibn, algunos rasgos comunes y otros claramente diferenciados (relacionados estos ultimos con cuestiones de tip0 sembtico). Las expresiones fiaseol6gicas estudiadas, tal como ya se ha dicho, son todas, en principio, descriptivas de gestosl6. Ese seria un primer rasgo comun que presentan 10s dos conjuntos. Ahora bien, es posible mencionar otra caracteristica comun estrechamente relacionada con la primera. A pesar de que las expresiones que se analizan en este apartado suponen todas la verbalizacibn de determinados comportamientos gestuales - o de algunos movimientos, en general - es precis0 poner de manifiesto el hecho de que ya no es necesaria la ejecuci6n de esas acciones de manera simultanea a la emisi6n verbal (aspect0 que permite diferenciar estas unidades de las anteriorrnente enumeradas). Esto es, estas expresiones fraseoldgicas contienen la referencia a algunos comportamientos no verbales, 15

Se toma, en este punto, la terminologia utilizada por G. Wotjak (1984), quien a su vez la utiliza a partir del trabajo de W. Fleischer (1981).

16

De hecho, cabe decir en este punto que, a partir de este momento, se empieza a considerar el concept0 "gesto" en un sentido algo m8s amplio que el que es propuesto por la mayoria de 10s estudios o trabajos elaborados sobre este tip0 de unidades, esto es, no solamente van a considerarse gesto aquellos movimientos realizados con las manos o la cara que transmitan ciertos contenidos significativos, sin0 que tambikn se analizan a continuacion expresiones fiaseol6gicas que hacen alusibn a ciertos movimientos corporales ejecutadas con otras partes del cuerpo humano distintas a las mencionadas y que han acabado

asoci6ndose con ciertas significaciones.

Aspectos semiotico-gestuales

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per0 ya no es necesario pensar en una realization simulthea gestual y verbal. Ahora bien, podria hacerse una salvedad en este punto, ya que es posible determinar un matiz diferenciador entre 10s enunciados contenidos en A y 10s que se ha creido oportuno agrupar en B. Ademas, esta diferenciacion tendria que relacionarse con ciertas caracteristicas semhticas de las unidades que presenta A y de las que agrupa B. Las locuciones verbales contenidas en el primer grupo son descriptivas de gestos fhcilmente codificables, desde un punto de vista fisico, esto es, parece perfectamente posible llevar a cab0 10s gestos o acciones descritos en las unidades de A. Asi, el rasgo mas importante de 10s gestos descritos en A no es tanto su observation reiterada en la realidad en el marco de ciertos procesos de interaccion como que todos ellos presentan una caracteristica fundamental: la codificabilidad. En cambio, las conductas no verbales descritas en las unidades que B comprende se caracterizan por ser descriptivas de gestos mhs dificilmente realizables, algunas veces porque su ejecuci6n real es m b complicada (en aquellas expresiones que cuentan con sentidos metafbricos, imposible) y otras porque su realizacidn seria simplemente rechazada desde un punto de vista sociall7. Este 6ltimo rasgo diferenciador expuesto debe relacionarse, como ya se ha dicho, con algunas caracteristicas semhticas de las expresiones de 10s dos grupos. Parece ser una consecuencia inevitable a partir de la posible codificaci6n de 10s gestos descritos en las expresiones de A el hecho de que dichas locuciones cuenten con dos significados, uno literal y otro idiomhtico, mientras que casi todas las expresiones que comprende B, salvo muy contadas excepciones que se justificarin posteriormente, so10 gozan de una significaci6n y, ademas, esta es idiomatica, es decir, un significado traslaticio a1 que 10s hablantes de la lengua no pueden acceder a travks de la adicion de 10s significados parciales de sus constituyentes y la aplicacion a la misma de las reglas gramaticales pertinentes. Esto es, resulta posible interpretar, por ejemplo, de manera literal las expresiones [estar/quedar una persona] con 10s brazos cruzados/cruzada de brazos o recibir una persona con 10s brazos abiertos a alguien y esta primera interpretacidn seria la correspondiente a1 uso extrafraseol6gico de estas unidades, interpretaci6n que no es mas que la descripci6n exacta de la manera de articular el gesto o movimiento que dicha expresibn incluye. Pero tambikn estas expresiones cuentan con un significado idiomhtico, respectivamente 'estar sin

17

PiCnsese, en este sentido, en expresiones del tipo defender una persona con uiim y dientes a alguierdalgo, meterle una persona mano a alguien o echarle una persona en cara algo a alguien, que tambi6n quedarian incluidas en este grupo B.

Emma MartinellMaria del Mar Foment hacer nada' y 'recibir a alguien con agrado o carifio'l*. Los hablantes no pueden acceder a este sentido idiomatico a partir de las tkcnicas caracteristicas del discurso libre, puesto que se trata de un significado que le ha sido atribuido por convenci6n. Ante este tipo de expresiones, la clave para poder discernir entre una posibilidad interpretativa o la otra se encontrara fundamentalmente tanto en el contexto verbal en el que aparezcan insertas como en la situaci6n comunicativa en la que Sean emitidas. En cuanto a las unidades comprendidas en b, la imposibilidad de llevar a cab0 realmente las acciones enunciadas bloquea la interpretaci6n literal de las mismas. Asi, estas locuciones s610 cuentan con una significaci6n idiomhtica m6s o menos opaca, aspecto que les confiere un mayor interks desde el punto de vista semhntico. La idiomaticidad de las unidades fraseol6gicas que se han agrupado en B se debe, a menudo, a las relaciones metafbricas que se establecen entre 10s significados de 10s componentes que las constituyen. En realidad, este hecho tiene m a justificaci6n 16gica relacionada con el mayor grado de expresividad que suele caracterizar a las expresiones fraseoldgicas fiente a 10s otros elementos constitutivos del 16xico de una lengua. Por otra parte, parece una cuestidn ampliamente demostrada que la metafora, lejos de ser finicamente una figura estilistica cuya utilizaci6n queda resewada a1 lenguaje literario o poktico, es uno de 10s instrumentos mas eficaces de la lengua no s610 para transmitir contenidos de dificil verbalizacibn, sino tambiin para conferir creatividad y expresividad a1 mensaje. De manera que es relativamente fhcil sustentar que la relaci6n que se da entre fkaseologia por m a parte - cierto tipo de expresiones fiaseo16gicas7 por lo menos -y metafora por otra es, cuando menos, estrecha. El sentido idiomatico de expresiones como coser(se) una persona la boca, guitarle una persona de la boca algo a alguien o atarle/sujetarle una persona la lengua a alguien esth motivado a partir de la imagen metaf6rica que evocanl9. De hecho, en estos casos concretos la idiomaticidad no s610 radica en la imagen, sino que tambiin existe un aspecto mas importante-desde el punto de vista lingiiistico: el valor metaf6rico que adquieren 10s verbos constitutivos de las expresiones mencionadas a mod0 de ejemplo (coser(se), guitar, atar o sujetar) en combinaci6n con ciertos complementos que no les son propios. Esto es, se trata

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Las definiciones han sido tomadas tambikn del diccionario de VarelaKubarth (1994).

'9

Muchas veces la claridad de la imagen descrita hace que el sentido idiomhtico de estas expresiones no sea excesivamente opaco.

Aspectos semiotico-gestuales

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de verbos que solo adquieren valor metaforico en un nivel sintagrnatico, en relacion con algunos complementos20. Ahora bien, no todas las expresiones que aparecen agrupadas en B deben su significacion idiomatica a la existencia de procesos metaforicos. En algunos casos la relacion semhntica que se da entre 10s constituyentes de las locuciones es de metonimia. De entre 10s ejemplos propuestos, se explicaria de manera clara a travCs de este recurso la idiomaticidad de la locuci6n darle una persona su mano a alguien2',expresion relacionada con la formalizaci6n de una situacion de noviazgo y que tiene su pareja en la locucion solicitar una persona la mano de alguien. En la primera expresion no es solo interesante el hecho de que una determinada parte del cuerpo humano, la mano en este caso, esta en lugar de toda la persona con el significado metaforico, ademas, de "aceptar comprometerse definitivarnente con alguien". Resulta interesante, por otra parte, la fijacion del posesivo, de manera que la sustitucion de Cste por un articulo determinado implica un cambio de significado de la expresion. Tras esta breve exposicion relativa a 10s recursos semhnticos m6s facilmente observables en algunas unidades fiaseoldgicas descriptivas de gestos, es preciso poner de manifiesto un nuevo punto de divergencia, sin duda muy importante tambiCn, entre las locuciones que son objeto de estudio del presente articulo. Se creyd preciso que para unidades como morderse una persona la lengua o recibir una persona con 10s brazos abiertos a alguien, por una parte, y lavarse una persona las manos fueran puestas de relieve ciertas divergencias significativas. Las primeras podrian ser consideradas, siguiendo en este punto a A. Zuluaga (1980), expresiones semiidiomaticas22, o, tal como ya hemos dicho, son denominadas por G. Wotjak, expresiones de significacion transparente. El motivo de la diferencia entre estas dos clases de expresiones era el grado de motivacion de 20

Vkase, sobre la existencia de verbos que asurnen en ciertos contextos valores metafbricos o desviados, el articulo de Martinell (1976).

2'

Otras expresiones del mismo estilo serian asomar una persona la nariz/las narices, no verle una persona el pelo a alguien, defender una persona con uiias y dientes a alguiedalgo, etc.

22

Zuluaga las define exactamente de la siguiente manera: "expresiones cuyo sentido no es ni meramente literal ni completamente idiomitico: 10s significados de 10s componentes inciden en el sentido global de la expresibn, per0 Cste no se identifica, sin mis con el literal regular" (1980: 134). - PiCnsese, por otra parte, que, en virtud de 10s criterios hasta este momento establecidos, esto es, posibilidad de codificaci6n del gesto o acci6n y, consecuentemente, posibilidad de la existencia de un significado literal y de otro traslaticio, estos dos tipos de expresiones no presentarian aparentemente ninguna diferencia.

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sus significados traslaticios, de manera que, segun nuestro punto de vista, no existe un gran salto semktico entre el significado literal de locuciones como morderse una persona la lengua o recibir una persona con 10s brazos abiertos a alguien, aquella significaci6n que se deduce del sentido de cada uno de 10s constituyentes, y 10s correspondientes significados idiomaticos ('reprimirse para no decir algo' y 'recibir a alguien con agrado o carifio'). No ocurre lo mismo, sin embargo, ante expresiones como lavarse una persona las manos o arrojar una persona el guante, descriptivas las dos de gestos, per0 para las que es preciso pensar en un salto mayor entre la significacion literal y la idiomhtica, paso que suele comportar ciertos conocimientos de tip0 cultural. Esto es, en estos casos no es necesario acudir, para la significacion traslaticia, a una explication a travCs de elementos semhticos especificos como 10s anteriormente enunciados, per0 si es preciso poner de manifiesto el imprescindible aprovechamiento de cierto conocimiento ligado a cuestiones de indole cultural con el que el individuo debe contar para poder llegar a1 significado idiomatico. Resultaria adecuado destacar un 6ltimo tipo de expresiones fiaseol6gicas fijadas en la lengua que remiten a otros comportamientos no verbales igualmente significativos en cualquier situation interactiva. Se trata de expresiones no ya descriptivas de gestos, sin0 de ciertas reacciones de caracter somatic0 experimentadas por un elemento caracterizado con el rasgo [+personal]. Esto es, en las locuciones verbales fijadas que se proponen a continuaci6n se designan ciertas acciones involuntarias que el sujeto paciente acusa debido a emociones y sentimientos que, en cierta manera, son 10s desencadenantes de la acci6n. Asi, determinados estados emocionales y fisicos como el cansancio, la vergiienza, la sorpresa, la indiferencia o el apuro que la persona experimenta ante determinadas situaciones, y, ademas, otras circunstancias externas, entre las que es prec i s ~destacar, fundamentalmente, las climaticas, generan reacciones corporales que la mayoria de veces el sujeto es incapaz de prever y, consecuentemente, de controlar. Estas sensaciones han dado lugar a algunas expresiones como las que se presentan seguidamente, que describen dichos comportamientos somaticos y a las que se ha acabado asocihndoseles como significado el sentimiento que las motiv6. De hecho, es preciso decir que estas expresiones han alcanzado un significado conjunto convenido, traslaticio, puesto que se pueden utilizar aunque no tenga lugar el cambio fisiol6gico que expresan. Algunas de las locuciones descritas en este punto serian: cakrsele la &a alguien hackrsele la boca agua a alguien erizhrsele el cabello/los cabellos a alguien irsele a alguien un & r y venirsele otro

Aspectos semibtico-gestuales encogkrsele el corazdn a alguien dar una persona con diente

Lo mhs importante es que algunos de 10s comportarnientos somhticos involuntarios que figuran descritos en estas frases tienen una manifestacibn externa, es decir, pueden ser percibidos por el resto de 10s interlocutores en una situacibn de interaccibn, de ahi que resulte precis0 seiialar la importancia que estos factores no controlados poseen en el sen0 de un proceso comunicativo global. Cabe decir que las caracteristicas semhticas peculiares de las expresiones que configuran este liltimo grupo de unidades fraseolbgicas hacen posible la aparici6n en el mismo de expresiones en las que la parte del cuerpo humano a la que se hace referencia sea un 6rgano interno, o alguna de las sustancias por ellos segregadas: revolverle una personduna cosa la bilis a alguien; revolverle una personduna cosa las tripas a alguien: tragar una persona saliva; tragar una persona hiel, etc.

Conclusiones A partir de la consideraci6n general que presupone la existencia de un proceso comunicativo global en el que se utilicen elementos de naturaleza diversa, parece posible establecer un vinculo estrecho entre dos iunbitos constitutivos de la comunicaci6n humana: el verbal y el no verbal, o, mas concretamente, la lengua, la palabra, y la gestualidad. Se ha intentado mostrar a partir del presente estudio que muchas veces la riqueza de matices que en cualquier situacion interactiva proporcionan 10s elementos no verbales (aqui han sido especialmente tratados 10s gestuales y 10s somaticos o involuntarios) es tan grande que en ocasiones ha generado la fijaci6n de una expresibn fraseol6gica que no es m6s que la descripci6n verbalizada de un comportamiento que es por naturaleza no verbal. Esto es, parece que no es extraiio que el vocabulario de una lengua - en este caso del castellano - se nutra de ciertos elementos fijados que no son mas que descripciones detalladas de ciertas conductas no verbales habituales en el h b i t o cultural que rodea la lengua estudiada y que han acabado asumiendo un significado que es el mismo que el hablante asocia a la codificaci6n del gesto en cuestion, en el caso en que Csta sea posible.

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Josef Dubslj

DEBLITAMENTO DEL VALOR COMUNICATIVO DEL VERBO ESPAROL*

En varias ocasiones y desde varios puntos de vista me he ocupado de diferentes aspectos del problema del valor comunicativo del verbo espaiiol, tanto en el plano 1Cxico como en el sintiictico. Los resultados de esas diferentes observaciones muestran que el problema de la oposicibn entre la expresibn verbal y la expresibn nominal no puede ser examinado sblo en el plano paradigmatico, sino tambiCn, y sobre todo, en el plano sintagmatico, y que, en segundo lugar, no hay que limitarlo a la esfera estilistica de tal o cual subsistema estilistico, sin0 que debemos considerar el fenbmeno en el sistema de la lengua en su totalidad. Si estudiamos, pues, las relaciones entre el mod0 de decir nominal o verbal en el plano de la comunicacion, del enunciado concreto, en diferentes subsistemas estilisticos de la lengua per0 tambiCn en el sistema de la lengua tomado en general, observamos algunos casos en que el verbo es caracterizado por la disminucibn de su contenido semantic0 y de su valor comunicativo. En el plano ldxico es el caso, ante todo, de las construcciones verbo-nominales que varios autores llaman de diferentes modos y que yo llamo, por algunas de sus caracteristicas, formas descompuestas verbo-nominales - FDVN (Dubslj 1955 y 1965a) -. Las encontramos ya en textos medievales, per0 tambiCn ya en el Poema de Mio Cid; ( D u b s e 1963), asi como en el espaiiol modern0 (Dubslj 1966), y podemos considerarlas, pues, como parte integrante del sistema verbal espaiiol. Los verbos que se usan en las FDVN con sustantivos de accibn, de movimiento, de estado, de ruido o sonido, de sensacibn o sentimiento, etc., en sustitucibn de verbos simples, juegan en las costrucciones que nos interesan aqui sblo un papel de morfema. Son, p.ej.: &r y sus sustitutos - pegar, soltar, administrar, arrimar, arrear, descargar, largar, lanzar, enviar, tirar, proporcionar etc. -, hacer y sus sustitutos - efectuar, formular, realizar, ejercer, fabricar, etc. -, poner, tener, sentar, recibir, sacar, emitir, expeler, recibir, tomar, coger, cobrar, verbos de movimento - como andar, ir, *

Reproducimos este articulo, publicado en 1984 en la revista Leipziger Linguistische Arbeitsberichte (LAB 45), ya que, dada su escasa difusibn, no ha podido contar con la acogida que hubiese merecido.

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Josef Dubslj

venir, etc. - y demhs (Dubslj 1964 y 1965b): todos esos verbos son, en las FDVN, de contenido semhntico limitado y sirven s610 de apoyo a1 sustantivo con que forman las FDVN que es comunicativamente mis fuerte e importante: por esta raz6n llarno esos verbos "verbos de apoyo" que funcionan rnis o menos s610 como verbos auxiliares o semi-auxiliares. Es precisamente este caricter de muchos verbos espaiioles que se vacian, segun las circunstancias, en mayor o menor grado de su carga semhtica y de su valor comunicativo lo que le permite a1 hablante usar no s610 FDVN ya lexicalizadas, sino formar nuevas mhs que el usuario considera mQ adecuadas a la funcion de su comuniacion - de ahi la diferencia entre las FDVN en diferentes subsistemas estilisticos o regionales (Dubsv 1967 y 1969). Este debilitamiento del contenido semhtico y del valor comunicativo de 10s verbos de apoyo en las FDVN tiene su paralelo, en el plano de la sintaxis oracional, en muchos de 10s casos de la llamada "inversi6nV,o anteposicion del verbo predicativo a1 sujeto. En efecto, el rasgo caracteristico que une 10s casos de descomposici6n del verbo simple en construcciones verbo-nominales descompuestas y 10s casos de anteposici6n del verbo predicativo a1 sujeto en las oraciones espaiiolas, consiste en gran parte - si dejamos aparte 10s casos de "inversi6n" del verbo predicativo debidos a otras causas, como son el esfuerzo de lograr un efecto estilistico etc. (Dubslj 1960) -, precisamente en el debilitamiento del valor comunicativo del elemento verbal de las oraciones en cuesti6n. En 10s ejemplos como Ladrd un perro, Sond un chasquido, Amanecih un triste dia de otofio, etc., el verbo predicativo se halla en la posici6n rnhs desprovista de dinamismo y de valor comunicativo dentro de la oraci6n vista desde la perspectiva funcional de sus componentes: el verbo predicativo s610 introduce el sujeto que es el nhcleo de la comunicaci6n. La frecuencia de tales anteposiciones del verbo predicativo en el espaiiol prueba que podemos hablar de otro grupo de verbos con debilitamiento del valor comunicativo, que podemos llamar "verbos de introduccibn", 10s que sirven s610 para introducir el sujeto, nucleo de la comunicaci6n. Entre ellos podemos citar 10s verbos de existencia - ser, estar, haber etc. -, verbos de presencia y ausencia - estar, figurar, faltar, etc. -, verbos de movimiento - entrar, venir, Ilegar, salir, irse, etc. -, verbos de percepci6n visual y auditiva - aparecer, desaparecer, verse, oirse, etc. -, verbos de comienzo y de fin de acci6n - empezar, terminar, etc. -, verbos de nacimiento - nacer, surgir -, verbos de duration, etc. La anteposici6n del verbo predicativo es posible porque el verbo pierde su fuerza diniunica y una parte de su contenido semhtico, como lo vemos tarnbiCn en 10s casos donde falta por completo el elemento verbal sin que el enunciado pierda nada de su valor comunicativo -p.ej.: Oye, cantan 10s pdjaroslOye, 10s

Debilitamiento del valor comunicativo del verbo espafiol

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pajam; Mira, viene JuadMira, Juan, etc. -, porque el context0 situational lo sustituye. Otro caso que podemos aiiadir a lo precedente para mostrar la facilidad con que el verbo espaiiol se vacia del contenido semantic0 y comunicativo, es el que vemos en el fenomeno de verbos que yo llamo "verbos de relaci6nW.El caso mas conocido de tal tipo de verbos es la construcci6n oir decir que, opuesta a1 uso del verbo simple oir m h un sustantivo, complemento directo. La diferencia entre el espaiiol - p.ej.: He oido decir que no viene/He oido un grito - y el aleman - p.ej.: Ich habe gehort, daJ er nicht kommt/Ich habe einen Schrei gehort - se debe, sin duda, a la diferencia del contenido semhtico del verbo espaiiol oir y el verbo aleman horen. Los verbos como decir, contar, etc., que aparecen en construcciones en cuesti6n en elespaiiol para servir de transici6n entre el verbo oir y la subordinada introducida por que, juegan, pues, el papel de elementos de transici6n o de relaci6n y yo 10s llamo "verbos de relaci6nV. Las construcciones con elementos relacionales o verbos de relaci6n - que podemos considerar tambiCn como medios de explicitaci6n de la expresi6n (Dubslj 1980) -, son muy fiecuentes en varios tipos de textos espafioles -no s610 periodisticos, sin0 tambiCn cientificos y hasta coloquiales -. Se trata de construcciones como no hubo ningzin accidente que lamentar; la tendencia que siguen 10s procesos evolutivos del mundo; el realismo que marcan 10s procesos numbricos que acompaliamos, etc., donde 10s elementos de transicibn o relaciones expresados por verbos de relaci6n - en 10s casos citados lamentar, seguir, marcar - pueden omitirse sin menoscabo del contenido semhntico ni el valor comunicativo del enunciado - p.ej.: no ocurrid ningzin accidente, la tendencia de 10s procesos, el realismo de 10s procesos -, tal como sucede, p.ej., tambiCn en ejemplos como deleitarse con la mzisica sin verbo de relaci6n interpuesto y deleitarse de oir mtisica con el verbo de relaci6n oir interpuesto. Las construcciones de que nos ocupamos aqui, son de dos clases: con verbo de relaci6n en forma nominal - infinitive, gerundio o participio -o con verbo de relaci6n en forma personal en oraciones relativas. En ambos casos se trata de verbos de contenido y de valor comunicativo debilitado. Son 10s verbos como hacer y verbos de significado semejante - p.ej. para hacer sus planes = para sus planes; me autorizaron para hacerlo = me autorizaron para ello; tiene mucha habilidad para realizar trabajos manuales = habilidad para trabajos manuales; renunciar a seguir la marcha = renunciar a la marcha, etc. -; tener, truer o tomar y verbos de significado semejante -p.ej.: se exige tener el -carnet de socio = se exige el carnet de socio, etc. -; meter, uoner - p.ej. ha quedado un hueco en mi cartera para ponerlpara meter mis libros = para mis libros, etc. -; verbos de movimiento como ir, Ileaar, pasar, desembocar y

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Josef D u b s e

otros de significado semejante - p.ej. tengo un pase para ir a1 aeropuerto = tengo un pase para el aeropuerto, etc. -; verbos de percepcion y de enterarse, escuchar, pensar, etc. - p.ej.: me pensamiento como E, &, hicieron una prueba para ver si..., alegre de saber la noticia, me ilusiona pensar que..., etc. -; el verbo de existencia s x - mayormente con adjetivos, p.ej. me ha parecido ser muy puntual, etc. -; verbos de accion - p.ej. desterraban a 10s criminales enviandolos a Australia = desterraban a 10s criminales a Australia -; verbos de estado - p.ej. el tiempo permanecera siendo Iluvioso -; verbos que expresan estados mentales - p.ej. se consuela pensando que..., etc. -y demis. En frecuentes casos de uso de participio como verbo de relaci6n aparecen 10s verbos hacer, efectuar, realizar, producir, etc. - p.ej. 10s tiltimos avances efectuados en la terap&utica= 10s liltimos avances de la terape'utica;el enigma planteado con la tragica muerte de ... = el enigma de la trcigica muerte de; el empate conseguido por el Zaragoza = el empate del Zaragoza, etc. -, per0 tambiCn otros - p.ej. me veo la cara rejlejada en el espejo = me veo la cara en el espejo -. Igualmente podriamos citar muchos casos de uso de verbos de relaci6n en oraciones relativas para expresar la relacion posesiva - p.ej. nos desviamos del camino que seguiamos = de nuestro camino; 10s datos que tengo = mis datos; la situacidn en que se encontraban las tropas = la situacibn de las tropas; la graduacidn en alcohol que tiene el coiiac = la graduacidn en alcohol del coiiac, etc. -, siendo 10s verbos mas frecuentemente usados hacer, realizar, producir, tener, Ilevar, semir, etc. En otros casos las relativas expresan la relaci6n de direcci6n -p.ej. las noticias que se reciben de Iran = las noticias de Iran -, estado o existencia -p.ej. el golpe que se dio en la cabeza = el golpe en la cabeza -, resultado p.ej. la enmienda que se hizo a aquel cuadro = la enmienda de aquel cuadro -, etc. La facilidad con que el espaiiol crea sintagmas verbo-nominales descompuestos en sustituci6n de verbos simples, como lo hemos visto mhs arriba, permite o facilita tambikn el uso de 10s elementos de transici6n verbales que hemos visto en nuestras observaciones anteriores. En un caso como constituye lo mcis tkico de la Festa el gran-consumo que hace de lechoncillos asados, la descomposici6n posible de consumir en hacer consumo permite y facilita la sustituci6n del sintagma preposional el gran consumo de lechoncillos asados sin verbo de relacion, por el sintagrna verbo-nominal el gran consumo que se hace de lechoncillos asados con elemento relacional verbal representado por el verbo de relaci6n hacer, con valor comunicativo muy dCbil. Lo mismo seria posible hacer con muchos otros casos -p.ej. que me digas que' significan esas sonrisitas burlonas que tenias ahi fuera = tus sonrisitas burlonas ahi fuera -

Debilitamiento del valor comunicativo del verbo espaiiol

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que prueban no solo que el mod0 de decir con verbos de apoyo y de relacion son frecuentes en el espaiiol - tambiCn podriamos citar ejemplos de etapas anteriores de evolucidn de la lengua espaiiola como en el siguiente caso encontrado en Don Quijote:porque sepusiesen en efecto las muchas amenazas que el renegado le hacia - la base de la construcci6n es la descomposici6n del verbo amenazar en hacer amenazas y la variante sin elemento relacional seria las muchas amenazas del renegado -, sino tambiCn que existe una relacion entre el uso de las FDVN y las construcciones con verbos de relacion. Los tres fen6menos que acabamos de ver con empleo de verbos de apoyo, verbos de introducci6n y verbos de relacion, de distinta indole y relativos a diferentes planos de la lengua, tienen el denominador comun que es el bajo nivel del contenido semhtico y el debilitamiento del valor comunicativo de ciertas categorias semhnticas del verbo espaiiol en particular, y de la facilidad de vaciarse de contenido semhtico que tiene el verbo espaiiol en general. Sin embargo, de esas observaciones no hay que sacar conclusiones generales sobre el caracter mSs o menos verbal o m8s o menos nominal del espaiiol, tanto mhs que el debilitamiento de 10s verbos de apoyo, verbos de introduccion o verbos de relaci6n permite subrayar la expresividad del enunciado lo que contribuye a su aprovechamiento para varios fines estilisticos en diferentes subsistemas o estilos funcionales.

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Kazumi Koike

ALGUNAS OBSERVACIONES

SOBRE COLOCACIONES

SUSTANTIV+VERBALES*

0.

Objetivo

Siguiendo la definici6n de Irsula (1992: 160)', entendemos por colocaciones "las combinaciones fkecuentes y preferentes de dos o mas palabras, que se unen en el seno de una fkase para expresar determinados acontecimientos en situaciones comunicativas establecidas". Aunque no emplea el mismo tkrmino (preferencias usuales), Mendivil Gir6 (1991: 717) menciona el fen6meno de colocaciones con las siguientes palabras: "En las preferencias usuales normalmente unos tkrminos tienden a vincularse a otros, sin que exista la copresencia obligada en el sintagma (como en las locuciones) o que un elemento suponga semhticamente a1 otro (como en las solidaridades Mxicas)." Las caracteristicas m h destacadas de las colocaciones son las siguientes: a)

No existe la necesidad de copresencia obligada de sus componentes en el sintagma (Mendivil Gir6 1991: 7 17).

b)

Un elemento no supone semhticamente a1 otro (Mendivil Gir6 1991: 7 17).

c)

Carecen de idiomaticidad, o sea, mantienen cierta independencia significativa (Irsula 1994: 277).

A diferencia de las expresiones fijas (locuciones), en las colocaciones no es obligatoria la copresencia de dos elementos lkxicos que las componen (a). Asi, *

1

Este trabjo es una versi6n revisada de una parte de la ponencia presentada, con el titulo de Colocaciones sustantivo-verbales. Caracterizacidn de 10s verbos y algunos comportamientos I&xicos, a1 Encuentro de Investigadores celebrado como una de las actividades del XI Congreso de la ALFAL, que tuvo lugar en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria en julio de 1996. Quiero expresar mi agradecimiento a 10s participantes del Encuentro y especialmente, a1 Prof. Mario Garcia-Page, por sus valiosas sugerencias, aunque cualquier error que pueda haber es s610 a mi atribuible. Esta definition no difiere mucho de la propuesta por Irsula (1994: 280). Sin pretender dar una nueva defmici6n exhaustiva (Irsula 1992: 51), entendemos por colocaciones las combinaciones de dos o mas unidades lexicales que resulten seleccionadas en 10s diferentes actos del habla, tendiendo en cuenta 10s cuatro aspectos mencionados.

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en la colocaci6n apagar la sed, otros verbos como matar, saciar o satisfacer pueden ocupar el lugar de apagar indicando un contenido sinonimico. Por otra parte, el sustantivo sed no supone semhticamente 10s significados de dichos verbos (b). Tampoco se observa la idiomaticidad de dicha combinaci6n, en la que tanto el sustantivo como el verbo mantienen cierta independencia semhntica (c). En este articulo analizamos las colocaciones sustantivo-verbales del espafiol actual y seiialamos algunos problemas relacionados con ellas, atendiendo especialmente a su caracter composicional y flexibilidad formal. Entendemos por colocaciones sustantivo-verbales aquellas combinaciones tipicas que se establecen mediante un verbo y un sustantivo. Aunque la estructura sintactica mas representativa es la de verbo + sustantivo en funci6n de complemento directo, tambiCn pueden ser colocaciones sustantivo-verbales la de sustantivo en funci6n de sujeto + verbo y la de verbo + preposici6n + sustantivo. 1.

Elementos marginales de la colocaci6n

Las colocaciones admiten cierta flexibilidad formal por "ser composicionales y variables combinatoria y morfol6gicamente" (Mendivil Gir6 1991: 7 17-718). Dada esta flexibilidad formal, las colocaciones sustantivo-verbales toleran una serie de elementos ajenos a las mismas. 1.1. Verbos auxiliares

Los verbos de caracter auxiliar funcionan como elementos marginales de las colocaciones sustantivo-verbales. Asi, la colocaci6n sustantivo-verbal romper las relaciones puede ser modificada por una serie de verbos de carhcter auxiliar ir a romper las relaciones, tener que romper las relaciones, las relaciones & rotas, etc. Se trata de verbos funcionales ajenos a colocaciones sustantivo-verbales e incapaces de formar las mismas. Veamos otro ejemplo. [I] No puedes lanzar estas acusaciones contra ella sin pruebas. @P, s.v. lanzar)

En [I] el auxiliar puedes modifica a lanzar de la colocaci6n lanzar estas acusaciones, per0 esta modificaci6n no influye en la estructura intema de esta combinaci6n lexica. En este sentido 10s verbos auxiliares que forman las llamadas perifrasis verbales funcionan como elementos marginales de la colocacibn.

Observaciones sobre colocaciones sustantivo-verbales 1.2. Cuantificadores A1 igual que el verbo admite una modificaci6n mediante verbos auxiliares, el sustantivo integrate de la colocaci6n tolera a veces una serie de cuantificaciones que no afectan a la combination lexica existente entre verbo y sustantivo. Los cuantificadores funcionan, pues, como elementos marginales de las colocaciones sustantivo-verbales. El sustantivo que forma la colocaci6n tambien admite cierta modificaci6n sin que por ello desaparezca esa combinaci6n tipica. Por ejemplo, en la colocaci6n guardar silencio el sustantivo silencio admite ser modificado por ciertos cuantificadores: guardar un minuto de silencio, guardar un rato de silencio.

[2] En el parlamento hoy se guard6 un minuto de silencio en memoria del politico recientemente fallecido. (NDEJ, s.v. silencio) [3] El otro guard6 un rato de silencio y cuando ya parecia que daba por concluida la conversaci6n [...].(Mendoza 1992: 1 17) [4] La enorme chirnenea de una industria arrojaba prandes cantidades de humo. (DP,s.v. arrojar) En 10s SSNN un minuto de silencio y un rato de silencio, el niicleo lCxico no esth en 10s sustantivos regentes minuto y rato, sino en el sustantivo silencio regido por la preposicion de. Los niicleos sinthcticos minuto y rato son elementos ajenos a la colocaci6n guardar silencio. A este respecto Morera PCrez (1988: 488)z hace una observaci6n interesante: [...] la preposici6n tiende a perderse [... ] en aquellas otras en que el regente se siente como una determination cuantitativa del rkgirnen v.gr., 'Un kilo de manzanas' - 'Un kilo manzanas'; 'Un bote de leche' - 'Un bote leche', pues semiinticamente el nlicleo de toda la construcci6n es el sustantivo regido por la ureposicibn. Y no el repente [...I. (El subrayado es nuestro.)

S e g k Morera PCrez (1988), el niicleo semhtico del SN un kilo de manzanas no es kilo, sino manzanas. Este anhlisis explica con acierto el vinculo 16xico verbo-sustantivo cuantificado que se establece en las citadas combinaciones. En [2] y [3] el verbo guardar se combina con silencio y en [4] el verbo arrojar con humo, porque ni un minuto ni un rato ni grandes cantidades constituye el nGcleo semhtico.

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Morera PBrez (1988) no es un trabajo sobre colocaciones,sino sobre preposiciones.

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No s610 10s cuantificadores, sin0 tambien otras expresiones funcionan como elementos marginales de las colocaciones sustantivo-verbales. VCanse 10s ejemplos siguientes: [5] [...] para advertir la vroxirnidad de algzin peligro [...] @P, s.v. cuidado) [6] Mauricio invent6 toda clase de embustes para no pagar. (NDEJ, S.V. embuste) [7] Su cobardia le lleva a eludir cual~uiertiuo de responsabilidad. (DP, S.V. cobardia, ejemplo modificado) Los nccleos sintzicticosproximidad, clase y tipo no establecen vinculos lkxicos con sus respectivos verbos (advertir, inventar y eludir), 10s cuales a su vez se combinan lkxicamente con 10s sustantivos regidos por la preposici6n de. Se pueden encontrar aqui colocaciones: advertir un peligro, inventar embustes y eludir la responsabilidad. Otras secuencias de estructura similar, sin embargo, no presentan el mismo comportamiento lkxico. A1 contrario de lo que sucede con guardar un minuto de silencio, inventar toda clase de embustes, el nccleo lixico de 10s ejemplos siguientes corresponde a sus respectivos sustantivos que rigen la preposicibn de, y no a 10s que le siguen: [8] Un destello de interds brill6 en 10s ojos de Sam. (Sheldon 1979: 45) [9] Intent6 avivar las brasas consurnidas removidndolas con un palo, per0 s610 consigui6 levantar una nube de ceniza blanquecina [...I. (Mendoza 1992: 122) [lo] Estas negociaciones abrieron una via de solucibn a1 problema del paro. En [8] a [lo] 10s sustantivos destello, nube y via originan la copresencia de 10s verbos brillar, levantar y abrir, lo cual puede averiguarse por el hecho de que las combinaciones ?brillar-inter& y ?abrir-soluci6n no se empleen en espaiiol, aunque la secuencia levantar-ceniza parece ser mis probable3. Es poco probable decir [8a] ?Un inter& brill6 en 10s ojos de Sam. [10a]Estas negociaciones abrieron la solucibn a1 problema del paro.

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Sin embargo, en levantar una nube de ceniza blanquecina, el verbo levantar se vincula a1 sustantivo nube, porque otro sustantivo puede sustituir a ceniza: "El coche levant6 a1 pasar una nube de polvo." (DUE,S.V.nube)

Observaciones sobre colocaciones sustantivo-verbales 2.

Colocaciones y rnodificaci6n

A1 analizar 10s modificadores del sustantivo componente de colocaciones sustantivo-verbales, se observan algunos fenbmenos dignos de atencibn. 2.1. Vinculo ldxico verbo - sustantivo Dado su caracter cornposicional, el sustantivo integrante de una colocacibn sustantivo-verbal adrnite una modificaci6n adjetiva. Asi, el sustantivo maniobra de la colocaci6n realizar una maniobra puede ser modificado por un adjetivo (realizar una maniobra peli~rosa)sin que ello impida el vinculo establecido entre el verbo realizar y el sustantivo maniobra. [I 11 El autom6vil realizd una pelierosa maniobra para no atropellar a un perro que cruzaba la calzada. (DP, S.V. atropellar)

En [ l l ] la presencia de la colocaci6n realizar una maniobra es evidente. El adjetivo peligrosa modifica a1 sustantivo maniobra y el nucleo del SN una peligrosa maniobra es el sustantivo maniobra. Lo mismo sucede con 10s ejemplos siguientes: [I21 El autom6vil realizd un adelantamiento pelinroso. (DP, S.V. adelantamiento) [I31 Siente un lenitimo orgullo por su obra. (DUE, S.V. orgullo)

[14] Un grupo de cazadores salieron a capturar aquella pelierosajiera. (DP, S.V. cazador) [15] Ante lo delicado de la situacibn, ordenC todos mis esfuerzos a buscar una solucidn satisfactoria. (DP, S.V. ordenar) En [12] a [15] 10s verbos constituyen colocaciones con 10s sustantivos respectivos, sin que sus modificadores ejerzan ninguna influencia lexica en ellas. Existen aqui las colocaciones realizar un adelantamiento, sentir un orgullo, capturar unaJiera y buscar una solucidn. Cuando el sustantivo introduce un complemento mediante la preposici6n (de, en la mayoria de 10s casos), se mantiene generalmente el vinculo entre el verbo y el sustantivo. [I61 Lanzd un grito de dolor. (DP, S.V. lanzar) [17] Hacer ronda de vinilancia o salir 10s mozos de ronda por a l g h sitio: (DUE, S.V. rondar)

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En [16] y [17] lanzar un grito y hacer ronda4 son colocaciones, y 10s sintagmas preposicionales de dolor y de vigilancia no cumplen aqui m b que la hncion de modificar a 10s sustantivos grito y ronda. 2.2. Vinculo lCxico verbo - adjetivo Un fen6meno interesante en cuanto a la modificacibn del sustantivo puede observarse en la oraci6n siguiente: [18] Un valiente no elude una empresapeligrosa. @P, s.v. valiente) En eludir una empresa peligrosa de [18] se puede detectar una colocaci6n eludir un peligro, porque eludir una empresa no formaria una combinaci6n tipica de espaiiol, per0 si eludir un peligro. Esta claro que el n ~ c l e osintbtico del SN una empresa peligrosa es el sustantivo empresa, pero, en el plano colocacional se puede decir que la presencia del adjetivo peligrosa exige el verbo eludir, quizd porque existe aqui una colocaci6n sustantivo-verbal latente (eludir un peligro). eludir [verbo] [colocador]

una empresa peligrosa adj. [mod.] sus. [nucleo] sus. [voc.lex.neutro] adj. [nficleo lkxico] [base]

(sintaxis) (colocacidn)

La colocaci6n se realiza entre el verbo [colocador]s y el adjetivo [base] que modifica a1 sustantivo. Lo mismo sucede con sortear un estado peligroso y pasar por circunstancias criticas, donde se observan las colocaciones latentes sortear un peligro y pasar por una crisis. Las expresiones ?sortear un estado y ?pasarpor circunstancias no son posibles en espaiiol. [19] Sortear una embarcacidn un estado peligroso o desfavorable del mar, adoptando una determinada posicidn. @P, s.v. capear) [20] La naci6npasapor circunstancias criticas. (DUE, s.v. circunstancia) 4

Segh el DUE, el sustantivo vigilancia se combina, entre otros, con ejercer y mantener. Y el ejemplo siguiente confirma la colocaci6n existente entre hacer y ronda: "Una pareja de policias hace la ronda por la plaza cada cuarto de hora." @D, s.v. ronda)

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Irsula (1992: 160), siguiendo a Hausmann (Kollokationen im deutschen Worterbuch: Akten des Essener Kolloquiums zur Grammatik im Worterbuch, Tubinga 1985, p. 119), emplea 10s tkrminos "base" y "colocador";el primero se refiere a1 elemento determinante (a1 sustantivo en caso de colocaciones sustantivo-verbales) y el segundo, a1 elemento determinado (a1verbo).

Observaciones sobre colocaciones sustantivo-verbales

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En 10s ejemplos arriba aducidos, el nucleo sintactico no sirve para establecer una colocacion, sin0 que el modificador adjetivo se vincula a1 verbo formando un tip0 de colocacion, de lo que puede concluirse que el nficleo lkxico esta en este modificador. Es un fen6meno paralelo a1 que hemos visto en el apartado 1.2., donde el cuantificador funcionaba como elemento marginal de la colocacion (p.ej. guardar un minuto de silencio). En 10s ejemplos aqui citados tambiCn el nucleo sintbtico (un estado y circunstancias) funciona como elemento ajeno a ella. A continuaci6n se exponen otros ejemplos similares (Se indican entre parkntesis colocaciones latentes): [21] La habilidad de 10s dos capitanes evitd un peligroso abordaje. @P, s.v. abordaje) (evitar un peligro) [22] Hay que pensar la manera de despejar esta dzTcil situacidn. @P, S.V.despejar) (despejar una diJcultad) [23] [...] para respaldar el proceso de paz en Oriente Prbximo y condenar la ola terrorista de las 6ltirnas semanas contra el Estado de Israel. (EPI, 18 de marzo de 1996: 12) (condenar el terrorismo)

[24] Llevado de su valeroso coraz6n, no dudaba en enfrentarse a las mris peligrosas situaciones. @P, S.V. corazdn) (enfrentarsealpeligro) [25] Es sobradamente conocida la penosa situacidn que esth sufriendo el pueblo cubano [...I. (EPI, 28 de agosto de 1995: 8) (sufrirpenas) En todos estos ejemplos ninguna combinaci6n verbo-sustantivo nficleo del SN (evitar un abordaje, ?despejar una situaci6n, ?condenar la ola, *enfientarse a las situaciones y *sufrir una situacidn) es mas tipica y estable que las arriba indicadas. Este fenbmeno, no necesariamente propio del espaiiol, puede verse incluso en japonCs moderno: [26] Antanohoniwa, &no 159)

uwasachuyatsuwa m k o n k a . (Miyamoto 1996:

En [26] se observa tambiCn el vinculo l b i c o entre el verbo huite y el modificador del sustantivo kuzeno cuando el nficleo del SN es el sustantivo uwasa, que, empleado sin modificador, exigiria a su vez el verbo tatsu.

2.3. Casos ambiguos A1 analizar 10s modificadores del sustantivo que constituye las colocaciones sustantivo-verbales, tambiCn nos damos cuenta de casos ambiguos en que es dificil determinar si el vinculo lkxico se establece entre verbo y sustantivo o

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entre verbo y modificador adjetivo. Asi, en [27] evitar una sorpresa es tan probable como evitar u n peligro6. [27] Hay que vivir alerta si se quieren evitar peligrosas sorpresas. (DP, s.v. alerta)

Aunque lo mas natural seria pensar que el vinculo se produce en este ejemplo entre el verbo y el nucleo sintbtico, no se puede descartar el posible vinculo lCxico entre el verbo y el adjetivo modificador. Cuando el sustantivo va seguido de un modificador preposicional, se da tambiCn una ambigiiedad. Se trata de secuencias como sentir una sensacidn d e alivio. En lanzar u n grito d e dolor (ejemplo [16]) es facil reconocer la cohesion entre lanzar y grito, porque no tendria sentido coherente la combinacion ?lanzar u n dolor. No sucede lo mismo con sentir una brofunda) sensacidn d e alivio del ejemplo siguiente: [28] En el instante en que tom6 la decisi6n sintid una profunda sensacidn de alivio. (Sheldon 1979: 179)

A1 igual que evitar peligrosas sorpresas, de [27], la combinacion sentir una profunda sensacidn d e alivio ofiece ambigiiedad, porque tanto sentir una sensacidn como sentir u n alivio pueden considerarse como combinaciones probables del espaiiol (colocaciones). Esta arnbigiiedad se debe a la proximidad semiintica de ambas unidades lexicales. El vocablo alivio es un hiponimo de sensacidn.

En el apartado 2.2. hemos visto que la aplicaci6n de al&n modificador a1 sustantivo influye en el tipo del verbo colocador, lo cual creemos que se debe a varios factores. En el presente apartado pretendemos aclarar 10s factores que determinan estos comportamientos 1Cxicos.

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El DUE presenta la siguiente lista de verbos combinables con el sustantivo peligro:

amenazar, cernerse, existir, gravitar, haber; correr, encontrarse [estar] en; afiontar, arrostrar, desafiar, encararse, enfrentarse, hacer cara rrente]; despreciar; exponerse, poner[se] en; alejar[se], apartar; conjurar; salvar, superar, vencer; eludir, evitar, rehuir, sortear, soslayar.

Observaciones sobre colocaciones sustantivo-verbales 3.1. Vocablos lexicamente neutros

Para que se establezca el vinculo verbo-adjetivo modificador es precis0 que haya, a nuestro juicio, por lo menos dos condiciones. La primera es que el adjetivo empleado tenga un sustantivo de la misma raiz que exija un determinado verbo colocador. Asi, el adjetivo peligroso time un sustantivo correspondiente, peligro, el cual puede formar una combinaci6n tipica con el verbo eludir.

eludir una empresa ueliprosa - eludir un uelipro La secuencia sustantivo-adjetivo modificador es una parte del lexema del sustantivo del que deriva el adjetivo modificador. Asi, una empresapeligrosa es una especie de peligro. La misma relacion semhntica puede observarse en un estado peligroso - un peligro, circunstancias criticas - una crisis, una situacidn dificil - una dificultad o una etapa dzycil - una dificultad de las combinaciones siguientes:

sortear un estado ueliproso -sortear un pelipro pasar por circunstancias criticas -pasar por una crisis resolver una situacidn dificil - resolver una dificultad atravesar una etapa dificil -atravesar una dificultad La segunda condici6n es que el sustantivo modificado por el adjetivo tenga un rasgo lexicamente neutro. Por ejemplo, 10s sustantivos estado y circunstancias presentan un rasgo lkxicamente neutro. Empleamos aqui el tbrmino neutro en el sentido de que sus significados pueden depender del modificador con el que aparezcan. Creemos que este cariicter neutro hace que el sustantivo se comporte de mod0 igual que 10s cuantificadores, que funcionan como elementos marginales de la colocacion. Asi, el sustantivo estado de sortear un estado peligroso desempeiia una fUnci6n similar a la del cuantificador un minuto de guardar un minuto de silencio: En ambos casos ni minuto ni estado intervienen en el vinculo establecido entre guardar y silencio o entre sortear y peligroso. Los vocablos como circunstancia, estado, situacidn, etc. poseen un rasgo lexicamente neutro. El rasgo neutro del sustantivo estado, por ejemplo, puede comprobarse en 10s ejemplos siguientes: [29] La muerte de su mujer lo sumid en un gran desconsuelo. (DD,S.V. descon-

suelo) [30] Les respondieron que no, que la orden religiosa coda con todos 10s gastos y esta respuesta acab6 de sumirlos en un estado de gran desconsuelo. (Mendoza 1992: 168)

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La colocacion sumir (a alguien) en un desconsuelo se mantiene estable en estas oraciones, incluso cuando en [30] el sustantivo aparece determinado por la secuencia un estado de, que es un elemento colocacionalmente marginal.

3.2. Colocaciones verbos soporte - sustantivo Es precis0 sefialar tambiCn que la combinacibn lCxica de verbo-adjetivo modificador no ocurre en el caso de la colocacion hncional, es decir, la combinaci6n de un verbo soporte con un sustantivo (verbo compuesto)7. Se trata de combinaciones que aparecen en [l 11, [12] y en las oraciones siguientes: [311 Hay que ser muy osado para realizar una accidn tan veliczrosa como la que llev6 a cabo. @P, S.V. osado) [32] Pedroprestd un apoyo imvortante a este proyecto. [33] - LO ves? -dice Antonio a Manuel contento porque ha hecho una buena deduccidn. (Miquel y Sans 1989: 16) [34] Los dos hombres [...] mantenian una conversacidn de nenocios. (Sheldon, 1979: 146) [35] Los dos hombres mantenian una conversaci6n amistosa. Aunque se aplique cualquier tipo de modificacibn a 10s sustantivos integrantes de estas colocaciones, no se deshace el vinculo establecido entre 10s verbos y sus respectivos sustantivos. Asi, conversacidn tolera en [34] y [35] dos tipos de modificaci6n (de negocios y amistosa) sin que por ello se produzca alteracibn alguna en la uni6n lkxica entre mantener y conversacidn. Esto porque mantener la amistad no es lo mismo que mantener una conversacidn amistosa, pero evitar un peligro implica, entre otras posibilidades, evitar un adelantamiento peligroso. Es decir, la expresi6n evitar un adelantamiento peligroso es una parte de evitar unpeligro. evitar un adelantamiento peligroso < evitar un peligro mantener una conversaci6n amistosa # mantener la amistad

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La combinacibn de un verbo soporte y un sustantivo forma una categoria que denominamos "verbo compuesto". VCase Koike (1993).

Observaciones sobre colocaciones sustantivo-verbales

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Gerd Wotjak

REFLEXIONES ACERCA DE

CONSTRUCCIONES VERBO-NOMINALES

FUNCIONALES

0. Por construcciones verbo-nominales pueden entenderse tanto la combinatoria sintagmhtica discursiva concreta, que se manifiesta en la colocaci6n o coaparici6n de un verbo mhs un sustantivo (este liltimo sobre todo en posicion de complemento directo, per0 a veces tambiCn en posici6n de sujeto), como tambiCn la "predisposici6n colocacional" sistCmica existente entre un determinado verbo y sus actanteslcircunstantes (aspectos tratados por la teoria de las valencias - vCase Bhez San Jose 1988; G. Wotjak 1990, 1994a, b) o bien entre un determinado sustantivo como base y un solo verbo o varios verbos como colocadores de este Gltimo (para la teoria de la colocaci6n en sentido amplio y muy controvertido aun - vCase Irsula Peiia 1994; Bohrner 1993; Bahns 1996; Lehr 1996). 0.1. El termino "colocaci6n", sin embargo, en espaiiol se presta tambiCn a mliltiples interpretaciones; puede ser que, por su significado de 'ubicaci6n/localizaci6n', en la lexicologia espaiiola (vease Seco 1987) se haya sustituido por otros tCrminos, entre 10s que destaca el de contorno (equivalente del francds "entourage" de Rey-Debove 1971). A1 consewarlo aqui, quisidramos destacar la interrelaci6n que mantiene con el significado que le ha concedido a la colocacidn el "contextualismo" brithico, en especial Firth (vCase Glber 1986), y subrayar, a1 mismo tiempo, que abarca muchos aspectos combinatorios mas all6 de lo que Ahumada Lara (1989), siguiendo a Seco y Rey-Debove, le ha concedido a1 tkrmino de contorno. En el caso del "contorno" o regimen lexemhtico de la definici6n lexicogr#~ca se trata, s e g h Alvar Ezquerra, (1992: 45) "de 10s elementos que son necesarios para establecer la definicibn, para hacerla comprensible, y que no pertenecen a1 significado de la voz [..Iu y s e g h Ahumada (1992: 20) de "elementos que no son esenciales en la definicibn, per0 que deben incluirse para el correct0 uso del definido". 0.2. No coinciden, pues, colocacidn en nuestro sentido - ni siquiera en el sentido de las "colocaciones en vias de formaci6n" (0.3.11.1.) - y contorno lexemhtico en la tradition lexicol6gica y lexicogrhfica espafiola, pese a que ambos terminos destacan aspectos combinatorios sintagmhticos de la unidad 1Cxica (UL) entrada en 10s diccionarios, aspectos largamente descuidados por la teoria

Gerd Wotjak y la practica lexicograficas (metalexicografia). El contorno se asemeja mas a1 potencial combinatorio morfosint6ctico y sememotbctico, a la valencia sintactica y semantica de la UL en cuestion, que a la co-ocurrencia/combinacion de dos o mhs UL sencillas en el texto/discurso (en el habla de Coseriu - vCase las lexias textuales de Alvar Ezquerra 1982, que ya reflejan las preferencias combinatorias/la combinabilidad en la norma) o bien a las unidades fraseologicas/expresiones fijas en el inventario (lexias plurimembres complejas estables o fijas en el sistema). Resumiendo, podemos destacar que importa, ante todo, el grado de fijacion, de la probabilidad de co-ocunencia de dos o mas UL en 10s discursos/textos, y que, para poder hablar de una colocaci6n en nuestro sentido, debe tratarse de un "contorno ya lexicalizado o en vias de lexicalizarse", mas bien ya usual y no de uno ocasional, casual. Tal vez, habria que distinguir las colocaciones como combinaciones polilCxicas de cierto grado de fijaci6nJrecurrencia textual y unidades fraseol6gicas (UF) sistCmicas de lo que podria llamarse "el potencial colocacional/la colocabilidad' de una determinada UL (por ejemplo, sustantivo) junto con otra(s) (por ejemplo, verbo). A1 analizar tales aspectos del ICxico, nos proponemos destacar relaciones sintagmaticas interlexemhticas (no s610 sememothcticas y que no responden exclusivamente a aspectos semhnticos intrinsecos de las UL combinadas) en el sistemdinventario lexico. 0.3. No abundan, para el espaiiol, 10s anhlisis dedicados a estos fen6menos complejos que se ubican entre el textothabla y el l~xico/sistemay tienen que ver con aspectos sintagmhticos (Zuluaga Ospina 1980; G. Wotjak 1983, 1984, 1988; Carneado MorC 1987; Mendivil 1991; Pak 1988; Pastor Milhn 1989; Garcia-Page 1989; Koike 1991a, b, c, 1992, 1995, 1996). Las colocaciones no son ya combinaciones del discurso 6nic0, situativo e individual; se destacan por un determinado grado de socializaci6n, usualizaci6n y lexicalizaci6n y, en grado menor o mayor, se asemejan ya a las unidades fraseol6gicas (UF), fijadas por el uso y socializadas, y, por ende, reproducibles como elementos prefabricados del hablddiscurso. Las colocaciones, sin constituir propiamente lexicalizaciones analogas a las UF, se destacan como rutinas/indicaciones combinatorias preferenciales, que esthn en vias de lexicalizarse y gozan de cierto grado de predictibilidad. Como veremos, no se confunden nunca con 10s elementos prototipicos de la fraseologia: las unidades fraseol6gicas strict0 sensu, con su significado traslaticio, idiomhtico; per0 si pueden compararse con otras UF no idiomhticas. A continuation, podriamos centrar nuestro interks en fen6menos tratados bajo denominaciones diferentes, a saber construcciones verbo-nominales con verbo soporte (vCase Giry-Schneider 1987 para el franc& y la abundante bibliografia en alemhn y sobre el a l e m h relativa a 10s llamados Funktionsverb-

Construcciones verbo-nominales funcionales

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gefuge o Strecvormen), o verbo funcional u operativo mbs sustantivo predicativo (este ultimo aporta la mayor parte del significado ltxico a la construcci6n verbo-nominallCVN), formas descompuestas del verbo en el sentido de Dubslj (1964, 1965), 10s verbos compuestos de Koike (1991/1992), las formas expansivas del verbo, las lexias complejas de base verbal (Pastor M i l h 1989) con verbo funcional desemantizado, etc. Seguiriamos, asi, una pista muy interesante y muy poco explorada aun para el espaiiol (vtase tambitn Busch 1985; vtase para el portuguCs Poell 1996). No limitaremos, sin embargo, a ellos nuestra curiosidad, ya que, en tal caso, quedarian fuera de toda consideracibn aquellas construcciones de verbo-sustantivo (CVN) que, como "combinaciones, en nuestro caso, CVN, en vias de lexicalizarse", no se han transformado todavia en lexias complejas como las construcciones verbo-nominales con verbo soporte/fimcional que, como lexias complejas fijas, forman parte del 1Cxico fiaseolbgico (= esquemaslestereotipos/clich~sfiaseolbgicos, por regla general no idiomhticos). 0.4. No coincide tampoco por completo lo que algunos (vCase 0.3.) entienden por "colocacibn", con la definicibn que dan HaenschlWolfEttinger/Werner (1982: 251) de este tCrmino: "Se entiende aqui por 'colocacibn' la tendencia sintbctico-semhtica de las palabras aisladas de una lengua a adoptar tan s610 un numero limitado de combinaciones con otras palabras entre una gran cantidad de posibles combinaciones." 1. Siguiendo a Hausmann (1985) y su uso del controvertido t6rmino "colocaci6n", tendriamos que considerar la colocacidn como "combinacibn m b o menos fija y lexicalizada de dos o mbs lexias"; como lexia compleja estable (Pottier 1970), o sea, como unidad ICxica (UL) sisttmicawe y entrada del diccionario, memorizada o memorizable, reproducible como pieza "prefabricada" del habla y elemento del "discurso repetido" de Coseriu. Se trataria, pues, de un subgrupo bastante fiecuente de UF, que se opondria claramente a la combinacidn sintagmhtica (libre) y siempre producida a partir de la combinatoria de varias UL sencillas. Estas cltimas, es decir, las construcciones de verbo + sustantivo "ocasionales", o ad hoc, tal como aparecen en 10s textos, tambiCn responden a ciertas reglas sememo y lexicotiicticas, siendo el semantismo del verbo la fuerza organizadora y estructuradora principal del enunciado. No pertenecen, sin embargo, a estas colocaciones las combinaciones "libres" textuales; si bien, pueden transformarse en "colocaciones" o, m k concretamente, en UF sisttmicas, a1 ganar en importancia social y comunicativa, a1 socializarse y usualizarse.

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1.1. No toda co-ocurrencia o combinacibn sintagmatica de dos o mas UL en el habla, aunque responda perfectamente a la colocabilidad semanticalsemCmica, a la sememotactica, a la compatibilidad o congruencia semanticas y a la combinatoria morfosinthctica (= contorno 1Cxico-gramatical) de estas UL, puede considerarse sin mas una "colocaci~n"en el sentido de Hausmann. Por el contrario, segun Hausmann, toda colocacion, sistCmica y reproducible tal cual, consiste en una combinacibn lexicalizada de por lo menos dos UL, una de ellas un verbo - en el caso que aqui nos interesa - y la(s) otra(s) generalmente un sustantivo (o varios) en posicibn/hncibn de complemento(s) directo(s) o circunstancial(es), y virtualmente tambiCn de sujeto. Las colocaciones, en este sentido restringido, ya pueden considerarse elementos del discurso repetido. Como entidades socializadas y usualizadas del inventario, con su estructura compleja pluriverbal o plurimembre, a1 igual que las otras UF sist6mi~as~~,,,, entran en oposiciones e interrelaciones semanticas con otras unidades lexicas (trathndose de relaciones lexemhticas y otras - vCase Pastor Milan 1989). Tales colocaciones, que se seiialan menos por su frecuencia de aparicibn en el discurso, o hasta en tipos textuales determinados, por su disponibilidad (vCase F.J. Hausmann 1985 y J. Irsula 1992, 1992a, 1994), ya han pasado incontestablemente a ser unidades ldxicas (ULwe), si bien complejas, no menos reproducibles y memorizadas que las UL sencillas (o las derivadas o compuestas).

Pueden aparecer, sin embargo, otras combinaciones sintagmaticas que no se han lexicalizado por cornpleto, per0 que tampoco son simplemente combinaciones libres ocasionales iinicas o ad hoc. Se trata de combinaciones de dos o mas UL sencillas, mayormente de verbo y sustantivo, per0 tambien de sustantivo y adjetivo, que - por razones generalmente extralingiiisticas (relaciones que se fundamentan en convenciones interaccionales = normas protocolares, por ejemplo, o en la esencia misma de 10s sucesos o estado de cosas) y de plausibilidad y prototipicidad de co-aparicibn - forman una combinaci6n/ocurrencia sintagmatica que pasa a integrar nuestra competencia comunicativa y nos dice, por ejemplo, con quC verbos puedelsuele combinarse determinado sustantivo dado para conformar una representacibn designativa, referencial, plausible y aceptable. Tales combinaciones ya esthn a mitad de camino hacia colocaciones sistdmicas y, tal vez, podrian llamarse "colocaciones en vias de formacibn", cuyo grado de lexicalizacibn, de usualizaci6n, no alcanza todavia las "colocaciones" sistCmicas strict0 sensu, donde la denominacibn de "colocacibn", que sirve para agrupar combinaciones lCxicas plurimembres de muy diversa indole, ya no se necesita y puede sustituirse por ULwe plurimembre o complejaIUF, sin mas.

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1.2. Si admitimos un uso globalizador para el tCrmino colocacidn, podriamos agrupar bajo esta hbrica, tanto las combinaciones sintagrnhticas de dos o m h UL "en vias de sistematizaci6n/usualizaci6n"/las colocaciones en vias de formaci6n (vCase 0.3.11.1 .), como las ULw, complejas plurimembres ya lexicalizadas y sistkmicas (= las colocaciones strict0 sensu de Hausmann = nuestras CVN funcionales/UF no idiomlicas). Las primeras constituyen ya, probablemente, elementos de la norma. Y destacan la colocabilidad/combinaciones plurimembres posibles y plausibles, cuya combinabilidad/co-ocurrencia, prototipica para determinados g6neros de textos/aspectos tematicos referenciales, se ha grabado en la memoria operativa de 10s hablantes como "disponibilidad" (vease 10s campos de palabras, ya en G. Muller 1957). Disponemos, pues, de instrucciones combinatorias sintagmhticas lCxicas que nos "prescriben" o, a1 menos, sugieren que sustantivo como base de la colocaci6n (= collocate en Neubert 1977: 29; vCase tambien Hausmann 1985, Irsula 1992) se combina, de preferencia, con - vCase Neubert 1977: 29), conformando quC verbos (= 10s colocadores, representaciones prototipicas del conocimiento enciclopCdico designado. Los hablantes suelen recurrir, preferentemene, a determinadas coIocaciones de sustantivo + verbo, para designar, por ejemplo, una determinada realidad extralingiiistica. Estas colocaciones en vias de lexicalizarse se utilizarhn, pues, siempre y cuando 10s hablantes tengan que designar tales fen6menos del universo del discurso y, con mhs raz6n, si estos Gltimos se presentan como relativamente - invariables. Cuanto m h progresa la socializaci6n y se repiten las mismas, identicas, combinaciones lkxicas para designar estos fen6menos extralingiiisticos "estables" en determinados gdneros de textos o bien en prhcticarnente todos 10s textos, tanto m6s se convierten estas combinaciones de UL en una UL compleja (o textual, lo cual no debe disimular su carhcter sistemico), en una UF sistdmica, por ejemplo, en un estereotipo (de)nominativo fiaseol6gico. Coincidimos con Haensch/WolfEttinger/Werner (1982: 251) en que (no s610) "por motivos prhcticos, no puede evitarse que tambiCn confluyan aqui criterios extralinguisticos y que deban tenerse en cuenta criterios prhcticos junto a criterios semhnticos y sintacticos." Resulta, ademhs, dificil delimitar criterios extralingiiisticos y criterios semhnticos, ya que estos Gltimos estiin en estrecha relacidn con la designacibn (v6ase G. Wotjak 1986, 1994a, 1995). Para comunicar, lo que equivale a designar y expresar las actitudes del hablante frente a 10s sucesos y estado de cosas descritos, desempeiian un papel importante nuestros conocimientos de lo designado, especialmente las interrelaciones que existenlse dan entre las entidades designadas de forma preferencial ylo prototipica.

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Asi, por ejemplo, como colocadores predilectos para una pregunta se presentan 10s verbos siguientes: hacer, formular, contestar/responder a; y, en el caso de problema, Cste se plantea, trata, estudia/analiza, resuelve, etc. (vease [I]). Forma parte de la competencia comunicativa del hablante nativo (y en grado mucho menor del extranjero) el conocimiento de aquellos verbos que pueden funcionar como colocadores para un determinado sustantivo, el cual sirve de base para este potencial colocacional. Puede tratarse de verbos idiosincraticos, divergentes desde la perspectiva de otro idioma. Puede presentarse una mayor o menor cantidad de verbos colocables a fin de, junto con el sustantivo base, constituir enunciados plausibles y aceptables. Suelen vislumbrarse, incluso detr6s de una aparente colocabilidad libre, ciertas restricciones y estructuraciones 16gico-conceptuales que garantizan su aprendizaje y permiten, gracias a su invariabilidad relativa, una suficiente y necesaria flexibilidad designativa y comunicativa. En este contexto, baste con mencionar que todos 10s verbos colocadores pueden organizarse siguiendo fundamentalmente tres ejes o esferas designativos: I=

indicaci6n de una fase anterior, antepuesta (el NO SER T O D A V ~ ) comparable a1 llamado SETTING (OidSaluveer 1986);

I1 =

la referencia/instanciaci6nde la EXISTENCIA (viase el EVENT de OimlSaluveer);

I11 =

indicaci6n de una fase posterior a I1 (= CONSEQUENCE),

con posibles especificaciones de las transiciones de I a I1 y de I1 a 111, asi como con indicaciones de modalizaciones particularmente de I1 (vease Irsula 1992, Pottier 1995). Estas estructuraciones, por ser cognitive-conceptuales, suelen constituir m6dulos o esquemas de organizaci6n generics, virtualmente universal de nuestro mundo designativo-nocional. Estas "colocaciones" virtuales, sintagrn6ticamente plausibles y disponibles, en vias de lexicalizarse, como representaciones linguisticas concretas de este trasfondo designativo y extralinguistico-nocional,se distinguen, o bien por un uso preferencial en determinados tipos de textos, con una ocurrencia estadisticamente m6s o menos significativa, exclusivarnente en dichos textos o enunciados temhticos, y pueden formar parte entonces del lenguaje especializado de tecnilectos/grupos profesionales, o sea, caracterizarse por un grado de socializaci6n menor (vkase [2]). 0 bien pueden darse, tambiCn, colocaciones ya lexicalizadasm, como, por ejemplo, las construcciones verbo-nominales con verbo funcional (CVN funcionales), que se destacan generalmente por un uso generalizado en cuanto a generos de texto y grado de socializaci6n.

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No resulta facil, en algunos casos, diferenciar entre construcciones verbonominales del tip0 "base colocacional con determinado numero de colocadores" en via de lexicalizarselcolocabilidady colocaciones lkxicas ya fijas o UF, donde el tipo de las CVN funcionales, que trataremos a continuacion, se presenta de forma mas clara, ya que 10s verbos "funcionales o de soporte" aparecen en ellas como desemantizados. Y 10s sustantivos integrados aportan prhcticamente la mayor parte de la informaci6n semhtica de la UF compleja en cuesti6n. Seriin, pues, ante todo, criterios semhticos 10s que nos ayudarh a diferenciar 10s distintos subgrupos de construcciones verbo-nominales (en vias de lexicalizarse o ya lexicalizadas), teniendo en cuenta el aporte semhntico tanto de 10s verbos (funcionales, operativos, es decir, desemantizados o no) como de 10s sustantivos (siempre con toda la carga semhtica, per0 con pecularidades semhticas en el caso de sustantivos integrantes de CVN funcionales -vCanse [I] y [2]). [l] entablar una conversacidn; establecer contact0 con, entrar en contactolromper las relaciones con;firmar un convenio; dadatribuir importancia a; atraer el inter& de alguien hacia algo; desempeiiar un papel/una funcion; echar/poner 10s cimientos dpara; reinar (el silencio [sujeto]); tomarse la libertad de; esgrimir argumentos parden contra de; etc... [2] implementar nuevos datos en un bunco de datos; actantijcar 10s argumentos de la proposicidn bcisicdconfiguracidn nuclear archisemkmica de la microestructura semcintica; fiente a: coger a alguienfuera de base (lenguaje del deporte = bdisbol - Cuba/comun para casi toda America Latina - con un sentido figurado fraseol6gico ya generalizado). + En Espaiia, coger a alguien descolocado, tambiCn proveniente del deporte y con el mismo sentido. 2. En lo que sigue, nos centraremos en las colocaciones lkxicas sistkmicas, esto es, en UF sistimicas verbales, aqukllas donde aparecen verbos con sustantivoslCVN, sin que todas puedan considerarse como CVN funcionales. Obviamente, de las 2540141 locuciones con funci6n verbal y a1 menos un elemento sinthctico variable (Koike 1991a: 82) que Koike ha sacado del Diccionario Planeta de la lengua espaiiola actual, desde nuestra perspectiva s610 nos interesan aquCllas que, ademas de un verbo finito, que garantiza la informaci6n morfosintactica de niirnero, persona, tiempo y modo, contienen tambiCn, por lo menos, un sustantivo como elemento fijo o parte de lo que con B. Wotjak (1985) llamariamos actancia interna de la construcci6n verbo-nominal (CVN). Esta CVN, ademh, tiene una valencia morfosinthctica Y semhtica (pramnatica) ex-. La colocacibn verbo+sustantivo (como complemento direct0 = CD o

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circunstancial = CC) dispone, en su conjunto, de un potencial combinatorio que se debe, a nuestro entender, a1 significado complejo y unitario de la construcci6n/colocaci6n o combinacion lexicalizada de verbo mcis sustantivo(s) (vkase G. Wotjak 1988, 1994~). Sin entrar en muchos detalles (podemos remitir a 10s interesantes articulos de Koike y no nos interesarh tanto aqui 10s aspectos sintbticos, a pesar de que indican tarnbien aspectos semhticos), podriamos destacar las siguientes subclases sinthcticas de CVN bajo la forma de lo que llamariarnos secuencias actanciales o combinatorias o bien esquemas sintbticos, o incluso, contornos o, mejor dicho, patroneslmoldes, en 10s cuales se reproducen, de forma m b o menos productiva, estas construcciones verbo-nominales. Seiialaremos que (bien) nos convence el argument0 de que las locuciones idiomhticas verbales, las unidades ldxicas fiaseologicas strict0 sensu, suelen ser lexicalizadas, casi inmoviles y no adrniten productividad/creatividad lkxica; es decir, el complejo de sustantivo + verbo dado, no suele ser susceptible de nuevas colocaciones siguiendo un determinado molde formador morfosin~ctico,mientras que las CVN no lexicalizadas, todavia no fraseologicas, si son susceptibles de ello. I.

Locuciones formadas por un verbo transitivo (Koike 1991a: 86 ss. con ejemplos): 1.1. S+V+CD

1.4. S+V+CD+CC+ CPICC 11. Locuciones formadas por un verbo intransitivo con las siguientes especificaciones distributivas:

Leyenda: CDICI = complemento directolindirecto; SP = suplemento; CC = complemento circunstancial; CP = complemento predicativo 2.1. Es interesante precisar que Koike, despuds de suministrar una descripcidn detallada de lo que, indiscriminadarnente, llama "locuciones verbales", en otros trabajos (1991~)se ha dedicado tanto a validar 10s cuatro tipos que Zuluaga (1980) ha elaborado para la fijacion, como a postular que, ademiis de 10s aspectos sinthcticos, hay que tener en cuenta cada vez m L 10s aspectos semhticos. Si bien no excluimos que determinados fenbmenos morfosintbticos y combina-

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torios (especialmente el grado de cohesi6nIfijaci6n de la CVN, la posibilidad de insercibn de un modificador/generalmente cuantitativo - 1991c: 54, la intercalacion de un sintagma adverbial, la especificacion del complemento directo por una oraci6n relativa o su pronominalization) sefialen una posible falta de fijacion idiomatica entre el verbo y el sustantivo (1991~:56) en nuestra propia fundamentacibn, no quisieramos basarnos aqui en lo morfosintactico, sino exclusivamente en lo semantico, lo cual no alivia un poco la tarea que nos proponemos. No nos contentaremos, sin embargo, con la comprobacion bien justificada de que en CVN del tipo dar alcance "el verbo 'dm' constituye un sintagma verbal junto con el sustantivo ('alcance'), formando asi un verbo compuesto que equivale semhticamente a un verbo ('alcanzar' - que llamaremos verbo paralelo y que suele estar morfol6gicamente asociado con el sustantivo - G.W.) y que el significado de esta expresi6n puede justificarse como una suma del significado normal de 10s componentes" (Koike 1991c: 57). "En este verbo compuesto es el sustantivo el que aporta el principal contenido semhtico (lexema), mientras que el verbo [...I no es m k que su soporte sinthctico para que la unidad pueda funcionar como verbo. Semhticamente su funcion es minima, pues carece de un contenido Mxico principal" (id. ibid.: 58). Veremos, a continuaci611, que estas afirmaciones necesitan cierta matizaci6n y especificacion; que, para poder tratar tales fen6menos dentro de la fiaseologia, hay que diferenciar dos subgrupos: las unidades fraseol6gicas idiomaticas, en su centro, y las unidades fiaseologicas no idiomaticas, en su periferia. 2.2. En lo que sigue, no nos ocuparemos de las CVN idiomaticas, que bien podrian llamarse locuciones verbales (Koike 1991c, 1992), y que hay que diferenciar de las otras CVN. Aquellas CVN restantes, algo desatendidas dentro de la fiaseologia y no solamente de la espaiiola, ante todo en lo que a su descripci6n semantics ataiie, s610 pueden distinguirse de las idiomaticas por su significad0 no idiomatico. Este Gltimo es unitario y presumiblemente algo distinto del significado literal cumulativo e integrativo de la combinaci6n "libre" de verbo m b sustantivo en el texto (= la macroestructura semhtica sintagmatica vCase G. Wotjak 1994a), es decir, se trata de un significado no translaticio ni figurado (v6ase G. Wotjak 1983, 1984). Koike (1992: 96 ss.) postula que la diferencia entre locuci6n verbal (UF idiomiitica) y "verbo compuesto" (UF no idiomatica, equivalente, segun Koike, a las CVN funcionales) se refleja tambien en el grado de cohesion formal y afirma que la delimitacion se hace particularmente dificil en CVN, mayormente con un verbo (soporte o no) y un complemento directo. Pensamos que podrian distinguirse entre las construcciones verbo-nominales no idiomiiticas, ademas de 10s llamados "verbos compuestos"

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o CVN funcionales, tambien CVN con verbos que presentan un grado mucho menor de desemantizacion que las CVN funcionales con sus verbos-soporte u operativos funcionales, y cuyo grado de lexicalizacion puede ser mucho mas discutible (se asemejan, pues, bastante a las CVN en vias de lexicalizarse que nos han ocupado mhs arriba -vdanse 10s ejemplos bajo [ l ] y [2]). a)

La locucibn verbal no admite el uso de un modificador, el verbo compuesto si (vCase 10s siguientes ejemplos de Koike 1992): [3] El avidn hizo un aterrizaje estupendo. [4] *El avidn tomb tierra estupenda (como adverbio con -mente si puede modificarse).

Se diferencian, tambiCn, a nuestro entender, por la posibilidad de admitir o no adverbios: con [3] no se puede utilizar estupendamente, con [4] si; per0 no funciona el uso diagnostic0 del adverbio con [ 5 ] :

[5] La ONU dafin oficial a la guerra del Golfo. (= oficialmente aqui esta admitido). b)

Uso admitido o no de sufijos (diminutivos) o plural: [6] Pero el animal dio un saltito (unpar de saltitos)... [7] *En matemriticaspodia dar un baiiito (unos baiios) a cualquiera.

c)

Uso admitido o no de la relativizacibn: [8] Gonzdlez afirmci que las referencias que Sadam Husein hace a la cuestidn palestina.. . [9] *La kpoca que hizo el charleston en 10s aiios treinta...

Otra vez, con la excepci6n (vCase el adverbio) en [lo] Aprobe' el examen gracias a1 cable que me tendiste en la tiltima pregunta.

d)

Uso admitido o no de la pronominalizacibn: [l 11 Si esapregunta no la hiciera Ud,pareceria una ironia. [12] *La cusca, no me la tragas y vete una vez.

e)

Uso admitido o no de la pasivizacion: [13] Un enkrgico llamamientofie hecho alpueblo... [I41 *Nada mds hacer testamento, la patafie estirada por 61.

Construcciones verbo-nominales funcionales f)

La sustituibilidad: [ 151 La ONU da/ponefin oficial... [16] Estuvieron toda la tarde dando/*haciendo mate a1 pobre, que con s u

inocencia dejaba que le tomaran elpelo.

A estos criterios formales, para una diferenciacion entre verbos compuestos y locuciones verbales, vienen a aiiadirse

- que estas Gltimas presentan una mayor variedad de estructuras, mientras que el verbo compuesto tiene tres estructuras sintitcticas principales: verbo soporte + sustantivo/sintagma preposicionaVadjetivo;

- que 10s verbos compuestos e s t h constituidos por un nGmero limitado de verbos transitivos, como dar (mayor fiecuencia), hacer, poner, coger, etc., mientras que las locuciones verbales admiten virtualmente cualquier verbo;

- que 10s verbos compuestos aceptan una modificacibn morfosintitctica relativamente libre y presentan una cohesi6n mas floja y disponen de un mecanismo productivo.

2.3. A esta delimitacibn, pensamos, hay que aiiadir aspectos semhticos y llegar asi a una diferenciacibn a h mayor en el sen0 de las CVN no idiomaticas y 10s verbos compuestos como sus representantes mas importantes. Las colocaciones de alto grado de socializaci6n y uso cada vez mas generalizado en varios gdneros de texto (vCase ejemplos bajo [17] y [20]) comprenden, sobre todo, las lexias complejas/los verbos compuestos de base verbal, que se caracteriza por el hecho de que el verbo se ve claramente desemantizado y transformado en verbo "auxiliar" (mejor dicho, "funcional u operativo"). En estas CVN funcionales, el significado complejo se ve marcado decisivamente por el significado del sustantivo "funcional" que, junto a1 verbo, conforma la construcci6n verbo-nominal correspondiente. Son relativamente pocos 10s verbos que suelen entrar en tales UL complejas funcionales, admitiendo la respectiva desemantizaci6n del significado verbal y el predominio del significado ldxico del sustantivo en la construccion verbo-nominal. Podrian citarse aqui 10s verbos dar, tomar, poner, coger, hacer. .. (para algunos ejemplos de tales formas descompuestas o bien expansivas del verbo o construcciones verbo-nominales funcionales/CW, que suelen existir a1 lado de otro verbo, no compuesto "paralelo" -vdase [17]). [17] dar las gracias - agradecer; dar respuesta - responder; tomar acuerdos - acordar; tomar disposiciones - disponer; per0 sin verbo "paralelo" o sin verbo "paralelo" con base morfol6gica idkntica: tomar medidas - 0; dar

Gerd Wotjak cuenta de - 0; echar un vistazo a tomarfrio, tomar calor, etc.

- 0; hacer

hincapie' en - subrayar;

3. A1 hablar de construcciones verbo-nominales/CVN debemos diferenciar entre aquellas CVN que no constituyen todavia ULwpecomplejas, es decir, que no se han lexicalizado todavia y figuran como CVN en vias de lexicalizacion, y aquellas CVN que ya son UL/UFypecomplejas. Las primeras CVN o bases con colocadores y colocabilidad lexematica sintagmatica restringida~colocaciones en sentido amplio, por su plausibilidad combinatoria y su necesidad designativa y comunicativa, tienen innegable importancia para un diccionario que sirva tambiCn para la produccion de textos/enunciados (y, por eso, tambien para 10s muchos diccionarios escolares - vCase tambidn J. Martinez Marin 1992), el cual tendria que reflejar tambiCn relaciones interldxicas sintagmiticas normativas disponibles, virtuales, per0 no usualizadas, convencionalizadas, todavia, no transformadas aun en UFwe complejas (vCase tambidn Polenz 1987). Entre estas CVN o lexias complejas de base verbal, ademb de las construcciones verbonominales funcionales/CVNF, hay que tener en cuenta otras combinaciones/colocaciones ya sistCmicas, como las ya mencionadas ULmecomplejas plurimembres, en el carnpo de investigaci6n de la todavia joven y pujante disciplina de la fraseologia (vCase Fleischer 1982; Glaser 1986; Thun 1978; Rothkegel 1973; Zuluaga 1980). 3.1. Se trata, por ejemplo, de lo que podriamos llamar construcciones verbonominales "llenas", usualizadas y socializadas y, por eso, lexicalizadas ellas tambikn, de CVN, en las que tanto el verbo como el sustantivo integrantes de la UL compleja1UF no idiomatica conservan su significado ldxico respectivo. Se produce un significado complejo combinatorio, comparable a las llamadas macroestructwas semhnticas sintagmaticas de las combinaciones libres de las UL sencillas integrantes de la construcci6n verbo-nominal correspondiente (v6ase 10s ejemplos bajo [18] y la discusion detallada de Koike 1996). [18] lavarse 10s dientes, albergar esperanzas, pasar/llevarse un susto, experi-

mentar una gran satisfacciidn/alegria ...

No forman parte de las locuciones verbales, ya que no tienen un significado idiomatic0 traslaticio mas o menos opaco, ni son verbos compuestos tampoco, ya que no presentan la desemantizacidn del verbo y el predominio semhntico del sustantivo predicativo, tipicos de estos ultimos. Se trata, pues, de otro subgrupo, cuyas caracteristicas formales o semhnticaslpragmiticas e s t b por explorar aun, siguiendo, paso a paso, 10s criterios arriba mencionados.

Construcciones verbo-nominales funcionales

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3.2. Se trata de construcciones verbo-nominales fiaseolonicas que se caracterizan por un significado complejo traslaticio o idiomatico/fraseol6gico que poco o nada tiene que ver con la macroestructura semhtica sintagmatica que conformaria la combinatoria sememothctica de 10s significados lexicos de las UL verbal y sustantiva integrantes del fiaseologismo en cuestion (vCase [19]). [19] dar la lata; dar la mano a alguien; dar en el blanco; echarse (algo) sobre

Ias espaldas; volver la espalda (a alguien); dar cuerpo a algo; abrir (su) corazbn (a alguien);dar la cara; dar rienda suelta a, etc.

Tales CVN, con mayor razon, deberian figurar entre las lexias fiaseologicas, ya que semejantes unidades fraseol6gicas, en nuestro caso verbales, con su significad0 idiomatico, incontestablemente, forman parte del centro de la fiaseologia. Ambas CVN, tanto las funcionales como las llenas, forman parte de la fraseologia, per0 no pertenecen a1 centro de esta disciplina, sino a la periferia, donde se localizan todas aquellas colocaciones fijaslestables y sistCmicas (recurrentes y reproducibles) que no tienen un significado idiomatizado/translaticio o fiaseologico. 3.3. No todas las construcciones verbo-nominales, pues, forman parte de lo que se ha llamado la periferia de la fraseologia, o sea, de las unidades fiaseol6gicas no idiomhticas, como 10s estereotipos nominativos, las construcciones verbo-nominales fimcionales, las CVN llenas no idiomaticas v 10s cliches fraseologicos (vCase Fleischer 1982). Resulta m b fhcil delimitar semhnticamente las CVN idiomaticas de las combinaciones sintagmaticas libres, con su macroestructura semhntica sintagmatica que es el resultado de una combinatoria sememotiictica libre, producida por UL,,&, sencillas. Resulta mas complicada la delimitacibn entre las ULwe plurimembres, las CVN sistkmicas, no idiomaticas con su significado lexico complejo, y la macroestructura semhtica sintagmatica literal, que conformarian las UL sencillas integrantes de esta unidad fiaseologica perifkrica en su combinatoria sememothctica extrafraseol6gica libre. 4. A continuaci611, nos dedicaremos a una 6ltima descripci6n de las construcciones verbo-nominales funcionales, las cuales podrian subdividirse en 10s tres subgrupos siguientes:

A) CVN con cierta idiomatizacidn (vCase Rothkegel 1989 para el alemh), que comprenderian aquellas UL complejas de base verbal con un verbo lo suficientemente desemantizado como para considerarse "hncional", las cuales podrian considerarse como pertenecientes a las UL heol6gicas

Gerd Wotjak verbales (unilaterales o no -vCase Glaser 1986) strict0 sensu y en las que no nos detendremos m b ; B) CVN funcionales, cuyo significado complejo indica cierta modalizaci6n del significado, generalmente una especificaci6dconcreci6n de un determinado mod0 de acci6n (incoativo, durativo/causativo - vCase Steinitz 1977, Martin Mingorance 1983, Pastor M i l h 1989 y para mas detalles tambi6n 4.1 .);

C) CVN funcionales, que no se destacan ni por una modalizaci6n especifica del significado (B) ni por su idiomatizaci6n (A), per0 si por un significado complejo conformado por el significado restringidolreducido del verbo funcional operativo y el significado predicativo predominante del sustantivo "funcional" (para mas detalles v6ase Polenz 1963, 1987; Heringer 1968; Herrlitz 1973; Dubskjr 1984, 1990; Busch 1985; Koike 1996; Poell 1996 y 4.2.). 4.1. Las construcciones verbo-nominales funcionales "modalizadoras" de (B) suelen llenar lagunas en el Mxico; o sea, no disponemos de UL sencillas, coexistentes y paralelas, capaces de designar de forma idCntica1similar la realidad extralingiiistica. Sirven para especificar distintos modos de acci6n (iniciolprincipio, duracibdpermanencia) y para transformar un proceso en una acci6n causada, y pueden tener como consecuencia el aumento del numero de argumentos en la proposici6n bhica del significado lbico complejo de la CVNF respectiva. Para ser mas exacto, para CVNF como poner en marchdfuncionamiento, se le podria atribuir a1 verbo poner en la CVNF un significad0 verbal desemantizado, como, por ejemplo, "causaci6n de que se inicie la ", a1 cual se afiade el significado lexico del sustantivo integrate. Este ultimo, no por casualidad, suele ser una lexia heteroincidente (v6ase Pottier 1971) con su semema relacional; o sea, que constituye una predicacibn, una proposici6n basica m k o menos compleja, y conformada, por lo menos, por un predicadolfunctor semhtico y uno o mas argumentos (v6ase G. Wotjak 1987, 1994b). Formalmente, se traduce este hecho semhtico por tratarse mayormente de sustantivos deverbativos que expresan, esencialmente, proceso o acci6n. Junto con el verbo funcional desemantizado, y modalizador en estos casos, el significado lexico predicativo del sustantivo conforma la microestructura semCmica compleja de la CVNF, tal como se reproduce como una proposici6n bkica compleja en 10s enunciados instanciando o instaurando una predicaci6n designativa mas o menos compleja (vkase G. Wotjak 1986,1987,1990,1994b).

Construcciones verbo-nominales funcionales

27 1

Obviamente, no todos 10s verbos que virtualmente entran en construcciones verbo-nominales funcionales (o sea, que pierden parte de su(s) significado(s) lleno(s) en el proceso de transposicion~desemantizacion,convirtiendose en verbos funcionales u operativos) se prestan a formar construcciones verbo-nominales funcionales modalizadoras del tipo (B). 4.2. Quedan por estudiar aquellas construcciones verbo-nominales que, siendo igualmente funcionales, no se caracterizan, sin embargo, como modalizadoras. La funci6n del componente verbal en la constituci6n del significado complejo sistemico, en estos casos, no consiste en indicar cierta modalizaci6n de la . So10 siwe

a)

para reforzar el significado de acci6n o proceso aportado por el significad0 nominal y

b)

para atribuirle a1 significado complejo de la UFI CVNF una marca de acci6n/procesoYincluso donde el significado nominal de por si no la contiene o no la destaca tanto como en el caso de sustantivos deverbativos.

No siempre resulta flcil determinar si se trata de sustantivos abstractos ylo heteroincidentes (la UL correspondiente adrnite, a veces, dos interpretacionesllecturas semiinticas distintas, de las cuales una es procesual o de accion y la otra, no), como en 10s sustantivos deverbativos mismos. Nos parece, sin embargo, que tambikn en las cnvf del tipo (C), donde la contribuci6n del verbo fhcional a1 significado complejo se hace a h mls reducida y operativa (tal vez, comparable a una predicaci6n de existencia sobre la , aportada por el significado nominal y que concretiza la predicacibn compleja sistemica entera), debe haber significados 16xicos nominativos heteroincidentes (= lexias 'abstractas'). Suelen darse en tales casos, en no pocas ocasiones, verbos sencillos (derivados, compuestos o no) paralelos, que presentan un significado comparable, similar o hasta iddntico (vkanse [20] y lo que dice Koike 1992 a1 respecto). [20] dar un abrazo a1 alguien - abrazar; dar una bofetada a alguien - abofetear; pegaroe) un tiro a alguien - disparar; dar un consejo a alguien aconsejar; dar consuelo a alguien - consolar; dar un paseo -pasear; dar golpes - golpear; dar suspiros - suspirar; dar palmadas -palmear; dar muestras de - (mostrar);echaroe) la culpa a alguien - (in)culpar; dar saltos -saltar; dar permiso -permitir; per0 sin verbo paralelo: dar conferencias; dar un puntapie a alguien; etc.

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Las construcciones verbo-nominales funcionales del tip0 (C), incluso en 10s casos de coexistencia de un verbo con significado idCntico, no suelen ser comunicativamente superfluas, como ha insistido, en repetidas ocasiones, aunque en vano, cierta corriente purista, que se habia sentido molesta por una proliferacibn de estas formas expansivas del verbo. Tales verbos compuestos, como subgrupo especial de las CVN funcionales, admiten, por lo menos en parte, la especificaci6n detallada del sustantivo integrante, a1 cual se le atribuye cantidad de adjetivos. Asi se logra una concreci6n y especificaci6n mayor de la predicaci6n entera, la cual no podria obtenerse tan fticilmente, si se le aiiadieran adverbios a1 verbo paralelo. Suelen admitir estas CVN funcionales, en comparaci6n con las del tipo (B), mayor libertad de variaci6n interna en lo que a1 uso de 10s determinantes del sustantivo se refiere. 4.3. Si aparece un sustantivo concreto, autoincidente, en uni6n a un verbo, esta combinaci6n, aunque puede ser fija y lexicalizada, ya no podra considerarse una construcci6n verbo-nominal funcional. En tales CVN llenas (vCase 3.1 .) no se desemantiza el significado verbal ni se superpone ni se impone el significado l b i c o nominal. Su lexicalizaci6n no se debe, pues, a las mismas razones que en el caso de las CVN funcionales; son menos frecuentes y comunicativamente, en no pocos casos, bastarian las combinaciones producidas, en lugar de UL complejas reproducidas, de las UF verbales sistkmicas.

5. Para las construcciones verbo-nominales funcionales, a1 igual que para las CVN llenas, ftaseol6gicas, per0 no idiomtiticas, es d i d o lo que seiialaremos a continuaci6n sobre el proceso combinatorio o lexemotactico en el texto/discurso, y que da lugar a varias textualizaciones idknticas de un determinado verbo mas un determinado sustantivo (con o sin determinante antepuesto, y variable o no). Como se ha podido demostrar (vkase B. Wotjak 1985, I992), las CVN se han formado en el transcurso de un proceso de actantificaci6n de un determinado argumento de entre el potencial argumental; este argumento lexicalizado y constante forma parte del significante de la UF, como otros argumentos constantes aparecen como parte del cuerpo lexematico de verbos sencillos o derivados (martillar, salar, ensacar, etc. - vCase B. Wotjak 1990). Este argumento actantificado participa, junto con la totalidad de 10s otros argumentos (generalmente variables) y junto con el (10s) fbnctor(es), en la conformaci6n de la microestructura semhtica, el semema o 10s distintos sememas del verbo en cuesti6n (por ejemplo de dar, tomar, poner, etc.) y constituye el potencial argumental de IaCVN funcional en su totalidad. Aqui, el argumento constante, actantificado como parte de la actancia interna de la CVNF, reduce la actantificaci6n externa de la CVNF, ya que no podra actantificarse dos veces, ni siquiera

Construcciones verbo-nominales funcionales

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si se modifica o concretiza significativamente (vkase la actantificaci6n de argumentos constantes implicitos, per0 no lexematizados en el caso de besar cf. besar el suelo con 10s labios = argumento constante INSTRUMENTO). A1 usar un determinado sustantivo para actantificar y concretar asi el argumento en cuestion, se ha concretado la variabilidad relativa de este argumento variable, y se ha formado una macroestructura semiintica sintagrnhtica. Esto ocurre en cualquier combinatoria libre de verbos mSs sustantivos en la comunicacion; con la lexicalizaci6n de la construcci6n verbo-nominal, el sustantivo "funcional" o no, integrate de la construcci6n plurimembre, funciona como argumento y actante constante e interno de la CVN, respondiendo la actantificaci6n de 10s argumentos de la microestructura compleja de la CVN a lo que queda como argumentos variables. En este proceso de actantificacion, a nuestro entender, el semema verbal, con sus functores y su potencial argumental, predetermina la cantidad y cualidad de las lexias nominales que pueden acompafiar al verbo como actantes (vCase para miis detalles G . Wotjak 1987, 1989, 1990, 1992). En el paso de una combinacidn libre del verbo a la construccidn verbo-nominal funcional, especialmente en el caso de las forrnas descompuestas del verbo (= verbo compuesto, o sea, sin ulterior aporte semhntico complementario del verbo desemantizado), con una actantificacibn "interna" ya efectuada, hay que preguntarse sobre lo que ocurre en cuanto a 10s restantes actantes de este verbo y a 10s actantes externos de la CVN: ihay cambio del n h e r o de actantes ylo, tal vez, tambikn de su calidad? iHay, en la CVN, funcional o no (llena), un potencial argumental distinto del que aporta el verbo con sus diversos significados lkxicos, y cual es la repercusion del significado nominal heteroincidente superpuesto? Parece ser que responde la actantificaci6n (externa) de CVNF mayoritariamente a la valencia 16gico-semhtica que caracteriza el verbo "lleno" que luego para a verbo funcional desemantizado y que, en la CVN, sigue actuando como elemento estructurador u organizador de predicaciones miis o menos complejas sobre hechos, sucesos, estado de cosas. Tienen particular inter& las CVN, pues, tambiCn desde la teoria de las valencias sintbticas y semiinticas y, en general, desde una teoria del significado lCxico y del significado fiaseologico. Pueden esperarse tambiCn nuevos impulsos para entender la creatividad lexica, la producci6n de nuevo material ICxico, y el fen6meno de la lexicalizaci6n de unidades lCxicas plurimembres. Con nuestra clasificaci6n no pretendemos ni exhaustividad ni una presentaci6n cien por cien convincente y acertada. Esperamos haber seiialado que hay un vasto campo abierto a ulteriores indagaciones, que - con el uso creciente de 10s ordenadores para el anitlisis de textos informatizados, en especial para la traducci6n automatica -, adquieren cada vez mayor importancia.

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Nelson Cartagena

ACERCADE LA VAR~ABILIDADDE LOS T~RMINOS SINTAGMATICOS EN TEXTOS ESPA~~OLES ESPECIALIZADOS

1.O. Los t6rminos sintagmaticos constituyen un capitulo bastante descuidado en la investigacibn de las lenguas especializadas del espaiiol, como se comprueba facilmente en la consulta de diccionarios t6cnicosl. Los aspectos del problema considerados en este articulo son la definicibn, clasificaci6n formal, fiecuencia y, muy especialmente, la variabilidad contextual de dichas estructuras. La description de esta ultima se utiliza para cuestionar el enfoque de las relaciones entre tCrmino, lengua general y traduccibn, s e w el cual las terminologias no pertenecen a1 sistema lingiiistico ni presentan dificultad alguna en operaciones de traslado interlingual. 2.0. Es un hecho conocido que 10s tkrminos (tCcnicos) - unidades Mxicas, conceptuales de las lenguas especializadas -presentan formas unimembres, las que constan de una sola palabra (al. Einworttermini), y plurimembres, unidades surgidas por la combinacibn de dos o mSs palabras (compuestos y sintagmas fijos (al. Mehrwortterminiz). Asi por ejemplo, CabrC (1993, 1989) considera la composicibn y la sintagmacibn entre 10s procedimientos de formaci6n de tCrminos, seiialando que este 6ltimo "se basa en la formaci6n de una nueva unidad a partir de una combinaci6n sintactica jerarquizada de palabras", coincidiendo plenarnente con Hoffinann (1985: 183), quien habia seiialado que "[Die] Erfassung [des Mehnvortterminus] als lexikalische Einheit ist vor allem aus der Sicht 1

De este mod0 hemos establecido por ejemplo que casi la mitad de 10s tkrminos sintagmhticos contenidos en LTM 219-245 (exactamente 4.83%) no se incluyen en Mink (1980), aun cuando en opini6n de 10s expertos consultados se trata de tCrminos muy comunes en la disciplina. En dicha obra encontramos por ejemplo las entradas agujero de colada (al. GieJloch), aleacidn ligera (al. Leichtmetallegierung), aleacidn de cobre (a]. Kupferlegierung), metal no firreo (a]. Nichteisenmetall), columna guia (al. Fuhrungssaule), per0 no aparecen entre otras agujero del bebedero (al. GieJrichteroffnung), aleacidn no firrea (al. nichteisenhaltige Legierung), aleacidn de magnesio (al. Magnesiumlegierung), clavija de acoplamiento (al. Fugezapfen), etc. - Emst (1976) muestra mutatis mutandis semejantes deficiencias.

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Para la defmici6n y deslinde entre composicion (a]. Wortzusammensetzung) y fijaci6n sintagmhtica (al. syntagmatische Fixierung) o entre compuesto y sintagma fijo (al. starres Syntagma) vCase CartagenaIGauger (1989: 76 ss.).

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der Semantik gerechtfertigt; denn einem mehrgliedrigen Bezeichnenden entspricht hier in der Masse der Falle ein Bezeichnetes [...I Seine Strukturierung aber ist in erster Linie in den syntaktischen Beziehungen zwischen den Gliedern bzw. Elementen zu erfassen". Tanto T. Cabre como L. Hoffinann dejan constancia explicita en el mismo pasaje de 10s textos citados que la combination de 10s componentes de 10s sintagmas terminologicos esta regida por la gramatica de la lengua comun, con lo cual no ponen duda alguna en su pertenencia a1 sistema de las lenguas generales respectivas: "Las nuevas unidades asi obtenidas respetan las reglas combinatorias del sistema lingiiistico a1 que pertenecen, e incluyen muy fiecuentemente conectores gramaticales", "[Die formale Struktur der Mehnvorttermini l a t sich] mit den iiblichen Methoden der Syntax einfacher darstellen [...In. Coseriu (1973: 1I), si bien reconoce que la mayoria de las terminologias pertenecen a la lengua so10 por sus designaciones, por su funcionamiento gramatical y por ciertas funciones lexicas relacionales ("desarrollo" y "derivacibn"), opina que, desde el punto de vista del significado, las terminologias, por una parte, no pertenecen a1 sistema de la lengua, en cuanto no son estructuraciones semhticas de 10s significados, sino clasificaciones objetivas de la realidad (ob. cit.: lo), y, por otra, por su caracter interlingual, no presentan dificultades de traduccion, ya que en este caso no se trata de transposicion de significados sino de mero reemplazo de significantes en relaci6n de 1: 1 (ob. cit.: 11, y Coseriu s.f.: 28)3. En un trabajo reciente Calonge (1995: 184, 185) insiste en que el vocabulario cientifico es ajeno a la lengua general, debiendo aspirar consecuentemente a la universalidad: "Parece evidente que el vocabulario cientifico no tiene nada que ver con la lengua general [...I Si la ciencia es universal, hay que aspirar a que el ldxico por medio del cual ella se expresa sea tambien universal" y establece lapidariamente ademb que "[...] 10s sintagmas que representan a significados especializados [...I en general son fhcilmente traducibles", debiendo evitarse 3

"Im iibrigen gehoren die meisten Terminologien nur durch ihre Bezeichnungen zur Sprache, durch ihr grarnmatikalisches Funktionieren und durch gewisse relationelle Funktionen ('Entwicklung' und 'Derivation') [...I" (ob. cit.: 11); "[...I [Terminologien sind keine 'Wortfelder', denn sie schaffen keine sprachlichen 'signifits', sondem von den Wissenschafien und Techniken her definierte Phtinomene und 0 b j e k t e:] in diesem Sinne sind sie objektive Klassifizierungen und keine semantischen Strukturierungen" (ob. cit.: lo), "Im Prinzip konnen sie deshalb ohne Schwierigkeit in jede Sprachgemeinschafi iibersetzt werden, die dieselbe Wissenschafi und Tecknik im selben Entwicklungsstadium besitzt, denn 'iibersetzung' bedeutet in diesem Fall einfach 'Ersetzung der signifiants' (ob. cit.: 11). "In den iibersetzungen treten Schwierigkeiten nur bei unterschiedlichen Terminologien auf, sonst stehen sie im Verhtilnis 1:1, d.h. ein Element wird durch ein Element ersetzt" (Coseriu s.f.: 25).

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solamente su calco. Aqui no nos ocuparemos del problema del significado de las terminologias, de mod0 que nos basta con remitir a Albrecht (1992: 65 ss.), quien demuestra convincentemente que tambiCn desde el punto de vista del significado las terminologias no poseen caracter universal y que siempre estan marcadas por el caracter individual de las lenguas. Respecto de las afirmaciones acerca de la facilidad de traducci6n de 10s tdrminos sintagmaticos, que se reduciria de acuerdo con lo expuesto simplemente a un intercambio casi mechico de etiquetas, cabe preguntarse de quC experiencia translatoria h a b r h obtenido 10s autores semejante evidencia. Traduct6logos, docentes y practicos de la traducci6n conocen las enormes dificultades que presenta el traslado interlingual de dichas construcciones. A este respecto parece muy ilustrativa la descripcidn de Arntz (1982: 114-117) de 10s considerables problemas lingiiisticos que plantea la traduccibn de tdrminos sintagmaticos en textos especializados incluso relativamente sencillos4. Volveremos a esta cuesti6n a1 describir la variabilidad de dichas estructuras. 3.0. Corresponde ahora precisar las formas y la fiecuencia con que aparecen 10s sintagmas terminol6gicos en textos especializados. Para el10 recurrimos a un recuento que ya hemos realizado en otro lugar (Cartagena 1997) sobre la base de corpora obtenidos de VSA 2 19-245 y LTM 131- 1545.

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En este context0 el autor habla de un "erhebliches Problem" (ob. cit.: 114) y de "eine

Fulle von Problemen, die sich mit dem Worterbuch allein sicherlich nicht losen lassen" (ob. cit.: 117).

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A = Adjetivo, S = Substantive, NP = Nombre propio, C = Conjunci6n, P = Preposici6n,

FP = Frase preposicional.

Nelson Cartagena Estructura

Frecuencia en VSA

Frecuencia en LTM

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[ I ] Mzisculo trapecio (lat. musculus trapezius (6),al. Trapezmuskel(2)) Rayos gamma (al. Gammastrahlen) Prensa Doehler-Jarvis (al. Doehler-Jarvis-Presse)

[2] Nervio neumogbstrico izquierdo (lat. nervus vagus (6),al. linker Vagus (8)). [3] Nervio motor ocular comzin (lat. nervus oculomotorius (6), al. III. Hirnnerv (2)) [4] Plexo braquial (lat.plexus braquialis (6),al. Armgejecht, -plexus (3)) Primera costilla (lat. costa I(7)) Aleacidn ligera (al. Leichtmetallegierung) [5] Arteria cerebral media (lat. arteria celebri media (6), al. Grophirnarterie (2)) Tercer cartilago costal (lat. cartilago costalis III(8), al. 3. Rippenknorpel (8)) [6] Arteria cerebelosa inferior posterior (lat. arteria cerebelli inferior posterior, al. untere hintere Kleinhirnschlagader (3)) Tercera virtebra torcicica dorsal (lat. vertebra thoracica 111 (8), al. dritter dorsaler Brustwirbelkiirper (8)) [7a] Istmo delpbncreas7 (lat. caputpancreatis (9,al. Pankreaskopf (5)) Fundicidn en coquilla (al. KokillenguJ) [7b] Fasciculo de Hiss (lat.fasciculus atrioventricularis (6), al. Hissches Biindel (5)) [7c] Nddulo de Keith y Flack (lat. nodus sinuatrialis (6), al. Keith-Flackcher Knoten (5)) [7d] Or$cio de la arteria aorta (lat. ostium aortae (6), al. Ofiung der linken Herzkammer in die Aorta (2))

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Los niuneros en parkntesis detrhs de las respectivas traducciones se refieren a las fuentes de documentacicin indicadas en la bibliografia: ( 1 ) Gonzhlez (1944);(2) Duden (1985); ( 3 ) Pschyrembel(l986);(4)Roche (1984);( 5 ) Frick (1980);(6)VSA, (7) Sobotta (1982) y (8) Waldeyer (1980). Las traducciones de 10s tkrminos de LTM proceden, si no se indica lo contrario, de Mink (1980).La documentacicin de 10s tkrminos en diccionarios especializados constituye la mejor prueba de que se trata de unidades terminolcigicas.

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Respecto del empleo del articulo en la FP estas construcciones muestran regularmente 10s esquemas que se documentan en 10s siguientes ejemplos: agujero de conjuncidn (lat. foramen intervertebrale (6), al. Zwischenwirbelloch (2)), auricula del corazdn (lat. auricula cordis (2), dt. Herzohr (2)), ala de la nariz (lat. ala nasi (6), al. Nasenfliigel ( I ) ) , (mhculo)flexor de 10s dedos (lat. m. flexor digitorum, al. Fingerbeuger), horquilla de las cardtidas (al.Karotisgabel(5)).

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Nelson Cartagena [7e] Cdndilo del maxilar inferior (lat. caput mandibulae ( S ) , al. Unterkiefergelenkkopf (8)) Ccimara de presidn vertical (al. Vertikal(ka1t)kammer) Cadena del gran simpatico (lat. truncus symphaticus (5), al. Grenzstrang (5)) [7fl Orijcio de la vena cava superior (lat. ostium venue cavae superioris (3), al. Miindung der oberen Hohlvene in den rechten Vorhof des Herzens (3)) [7g] Vaina de 10s mtisculos rectos del abdomen (lat. vagina musculi recti abdominis (6),al. Rektusscheide (2)) [7h] Bloque de motor de explosidn (al. Verbrennungsmotorblock) Arteria del ala de la nariz (lat. arteria dorsalis nasi (5),al. Nasenruckenschlagader (3)) [7i] Instalacidn de limpieza de piezas dejkndicidn (al. Putzmaschine8) [7j] Fondo de saco de Haller (lat. sinus obliquus pericardii (6), al. Haller Blindsack (4)) [8] Agujero transversatio de la sexta virtebra cervical (al.foramen processus transversi des 6. Halswirbels (7)) [9a] Centropinico del diafiagma (lat. centrum tendineum diaphragmatis (7), al. zentrale Zwerchfellsehne (3)) [9b] Sulcus terminalis de His (lat. sulcus terminalis (cordis) (2), al. fache Furche auf der Herzoberfache, die dem Verlauf der crista terminalis entspricht (2)) [9c] Porcidn toracica de la arteria aorta (lat. pars thoracica aortae (5), al. Brustaorta (2)) [9d] Borde superior del cartilago tiroides (al. oberer Schildknorpelrand (8)) [9e] Rama derecha del fasciculo de His (lat. crus dextrum fasciculi atrioventricularis (8),al. rechter Schenkel des Hisschens Biindels (5)) [9fl Nddulo sinusal de Keith y Flack (lat. nodus sinuatrialis (3), al. Keith-FlackSinusknoten (3)) [lOa]Mtisculofexorlargo delpulgar (lat. musculusfexor pollicis longus (6),al. langer Daumenbeuger (3)) [lObIArteria interdsea dorsal del primer espacio (lat. arteria metacarpeae dorsalis I (5),al. erste dorsale Mittelhandschlagader (3))

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S . Lueger (197215:480).

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[l 11 Mlisculo flexor comlin superJcia1 de 10s dedos (lat. musculus flexor digitorum super-cialis (6),al. oberfliichlicher Fingerbeuger (2)).

Desde luego que existe una relacion directa entre la longitud, el grado de especializacion y la estabilidad sintactica del tdrmino; a mayor longitud, mayor especializacion e inestabilidad. 4.0. La variabilidad de 10s t6rminos sintagmaticos del espaiiol en textos especializados se muestra tanto a nivel ldxico como morfosintactico, tratandose en general de alternancias y supresiones de 10s elementos que componen dichas estructuras y, circunstancialmente, de alteraciones en el orden de sus determinativos. A1 respecto hemos documentado 10s siguientes casos, sobre la base de 10s textos y diccionarios indicadoss:

Ia) La alternancia ldxica se da comiinmente tanto en el nilcleo del tdrmino constituido por un sintagrna nominal como en sus determinativos. 1) Alternancia de sustantivos nucleares sin6nimos: aleta/lbbulo nasal (Ruiz 197 1, s.v. NasenJliigel), cavidadlespacio retroperitoneal (Ruiz 1971, s.v. Retroperitonealhoh1e)~O. 2) Alternancia de adjetivos sin6nimos referidos a1 nilcleo: derivaci6n gbnicalgenktica (DBC 712), tor0 supraorbitario/supraorbital(DBC 727), seres vivos/vivientes (DBC 32, 33); comete nasal/etmoidal (Ruiz 1971, s.v. Nasenmuschel). En la terminologia anatbmica se ha desarrollado una amplia sinonimia entre vocablos de uso fiecuente en la disciplina, que a menudo se extiende a su empIeo como componentes sintagmaticos, p.ej. haz =fasciculo, haz rubroespinal =fasciculo rub roe spin all^. A1 respecto podemos citar

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Nos referimos s610 a la variaci6n interna de 10s elementos del tCrmino sintagmiitico en 10s textos, por lo cual no incluimos aqui la correspondencia sinonimica que puede darse entre Cste y un tCnnino unimembre, v.gr. centros mesencefdlicos = mesenct!falo. No es inusual que la alternancia se dC entre una forma latina y su traducci611, p.ej., tallo

del calamo/calamus.

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Por supuesto que como todo sin6nimo cada uno de 10s tirminos anotados tiene una distribution especifica con sus respectivas selecciones de restriccion. Aqui s610 seiialamos la posibilidad de que se establezca una altemancia sinonimica en el marco sintagmiitico.

Nelson Cartagena entre 10s sustantivos: agujero = orificio aponeurosis = fascia circunvalaci6n = giro conduct0 = canal = via cue110 = istmo espacio = cavidad fosa = fovea = surco = cavidad haz = fasciculo tenia = ligament0 = estria y entre 10s adjetivos: anterior = ventral anteroposterior = sagital inferior = caudal posterior = dorsal superior = craneal Algunos autores de manuales utilizan conscientemente dichas equivalencias en uni6n disyuntiva para obtener mayor claridad de exposici6n: "De esta forma el mar primitivo [...I se convirti6 en lo que se ha llamado por Aldane sopa o caldo primitivo [...Iu (DBC 690), "[...I su nutrici6n no seria parbita, sino a expensas de 10s productos orghicos existentes en el caldo o sopa ocehica" (DBC 694), "La evoluci6n de [los seres vivos] (evolucidn bidtica) no es mhs que un episodio inrnerso en el context0 evolutivo general del Universo; colof6n obligado de 10s cambios que sufri6 la materia inerte (evolucidn quimica o abidtica)" (DBC 682)12. Tales procedimientos de coordinaci6n que poseen un claro valor estilistico demuestran ademBs que las unidades terminol6gicas estudiadas e s t h totalmente insertas en el sistema de la sintaxis espaiiola, por lo que desde este punto de vista resulta inaceptable sostener que "no pertenezcan a la lengua". La --

'2

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En DBC 727, nota 1 se utiliza incluso una de las variantes para defmir la otra utilizada en el texto: "[...I presentaban una regi6n orbital bastante desarrollada, un toro supraorbital1 prominente [...In, "'EI toro supraorbitario es el engrosamiento del hueso frontal encima de las 6rbitas de 10s ojos, que forma una especie de visera sobre Cstos".

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existencia misma de las referidas sinonimias con sus respectivas selecciones de restriccion invalida tambiCn la pretendida correspondencia automatica 1:l cuando se trata de ciencias igualmente desarrolladas en dos ambitos culturales, como es el caso de la anatomia en Alemania y Espaiia. Ib) Las alternancias de caracter morfosintactico presentan mayor variedad: 1) alternancia de un adjetivo (relativo) con un complemento del nombre: Conducto ependimario/del epkndimo (VSA 315, 321 ss.) cayado adrtico/de la aorta; circulacidn pulmonar/del pulmdn; pilares ventriculares/del ventriculo; aponeurosisfaringedde lafaringe; cola pancreaticddel pancreas (VSA 2 19-245 y 271-300); base imponible/del impuesto (cap. IV,art. 15, titulo y regla general; art. 15,l).

Tarnbidn se podrian asimilar a este grupo las alternancias del tipo newios hepaticos/newios del higado = newi hepatici (GC) punta cardiaca/del coraz6n; aponeurosis cewical/del cuello; oriJicio bucal/de la boca; ventana nasal/ventana de la narizl3. 2) Alternancia de la preposici6n que introduce un complemento del nombre: la matriz de fundicidn a presiddparafindicidn a presidn (LTM 134) cdmara a presiddde presidn (LTM 139)

3) Alternancia del nucleo del complemento del nombre: la mdquina de/para colar/fundir/Sundicidn a presidn (LTM 145,138 - 141)

4) Alternancia de las formas del articulo (singular con plural o forma cero con alomorfo positivo), que depende normalmente del contextol4: aislamiento de ldlas poblaciones @BC 7 10,7 16) bordes de placas/de las placas (BUP 92) pirdmide de nzimeros/de 10s nzimeros ( BUP 3 16)

11. La supresi6n de componentes del tdrmino sintagrnhtico estd siempre en rigor determinada por factores contextuales, de mod0 que la cohesi6n formal (especialmente concordancia gendrica y numdrica entre nucleo y atributo) y/o la coherencia semhtica del texto posibilitan la restituci6n univoca del elemento 13

Los ~ltimoscuatro ejemplos tambikn han sido tornados de fiagrnentos analizados ad hoc de VSA 219-245 y 271-300. Cp. no obstante lo dicho en nota 9.

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Sobre las leyes generales del empleo del articulo en complementos del nombre vkase CartagenatGauger (1989: 116 ss.).

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implicito: "[...I 10s protones tienen carga eldctrica positiva, 10s electrones negativa y [...I 10s neutrones carecen de carga" (EGB 6) = "10s protones tienen carga electrica positiva, 10s electrones [carga eldctrica] negativa y [...I 10s neutrones carecen de carga [elCctrica]", es decir, en el texto hay tres tCrminos sintagmaticos - carga elkctrica, carga elbctrica positiva y carga elkctrica negativa - de 10s cuales solo el segundo de ellos aparece completo. Entre 10s variados esquemas que presentan 10s casos de omisi6n de un componente documentamos 10s siguientes: a) supresion del nucleo: 1) nucleo plural seguido de diversos atributos plurales de igual genero: "Se~n la forma del limbo tenemos hojas aciculares, lanceoladas, ovaladas, elbticas, etc." (EGB 242), donde 10s tdrminos implicitos completos son 'hojas lanceoladas', 'hojas ovaladas', 'hojas elipticas'. "[...I Las algas pluricelulares [...I heron 10s primeros vegetales. De acuerdo con el tipo de pigmentos desarrollados para captar la energia solar se clasifican en algas pardas, rojas y verdes" (BUP 225); compkese, en cambio, "Las algas se clasifican en tres divisiones: algas pardas (Fecifitos), algas rojas (Rodb$tos) y algas verdes (Clorcifios) (BUP 227);

2) nccleo plural seguido de diversos atributos singulares de igual gdnero: "Explica c6mo obtienen energia 10s seres vivos que viven en el plancton y en el necton, y en las zonas epipelagica, batial y abisal" (BUP 322), compkese con la enumeraci6n realizada en la misma pagina "En el oceano podemos distinguir las siguientes zonas: B.l) Zona neritica [...I B.2) Zona epipelagica [...I B3) Zona batial [...I B4) Zona abisal". "A este ciclo se le denomina diplohaplonte porque alternan las fases haploide (n) y diploide (2n). La importancia de ambas es similar [..Iw (BUP 244) = "fase haploide (n)" y "fase diploide (2n)"; 3) nccleo plural seguido de atributos de igual gCnero y diverso numero: "[Los linfaticos] terminan en 10s ganglios hipogastrico e inguinales" (VSA 31 1) = "ganglio hipogastrico y ganglios inguinales". 4) nucleo suprimido se sefiala anaforicamente mediante un actualizador, por ejemplo un articulo o pronombres distributivos: "La cadena molecular del ARD es mucho m b corta que la del ADN" (DBC 7 9 , es decir, "[...I que la cadena molecular del ADN; "El gametofito esta formado por dos nccleos: uno vegetativo y otro generativo" = "un nccleo vegetativo y otro nlicleo generativo". No incluimos aqui ciertas variaciones del orden de 10s elementos independientemente del contexto, cuando ellas resultan de operaciones de clasificaci6n diferentes en la formaci6n del tdrmino sintagmhtico. Nos referimos a oposicio-

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nes del tipo arteria cdlica INFERIOR DERECHAlarteria cdlica SUPERIOR DERECHA frente a arteria cdlica IZQUIERDA INFERIORlarteria cdlica IZQUIERDA SUPERIOR, que muestran ordenaciones inversas de localizacibn espacial. En tales casos se trata evidentemente de tirminos distintos estructurados de mod0 diverso y no de la variaci6n de un s610 tirmino. b) Supresi6n de atributos o partes suyas: 1) nucleos de igual n6mero y ginero seguidos de un solo atributo plural del mismo ginero: "[...I la forma de maxilar y labio inferiores" = "[...I maxilar inferior y labio inferior" (BUP 159) (cp. en la misma phgina la explicaci6n "un gen dominante producia un maxilar inferior saliente que, junto a un labio inferior tarnbiin saliente, hacia que la boca quedase siempre abierta"); "raices y hojas falsas" = "raices falsas y hojas falsas".

2) nucleos de diverso gdnero y nfimero seguidos de un solo atributo plural masculino: "[...I el Fucus posee raiz, tallo y hojas falsos" @UP 228) = "raiz falsa, tallo falso, hojas falsas". 3) nucleo cuya referencia anaf6rica hace superflua la repetici6n del atributo, por ejemplo, bcidos nucleicosltales bcidos en: "Ello supone la entrada en juego de 10s hcidos nucleicos, que como ya se ha indicado debieron ser abundantes en la sopa primitiva y, por tanto, en 10s coacervados. Pero en principio tales hcidos debian poseer una secuencia de bases pGricas y pirimidinicas 'sin sentido' [...Iu @BC 694); infiaccidn tributaria de omisidnlinfraccid de omisidn: "Las sanciones impuestas a 10s sujetos pasivos por infracciones tributarias de omisi6n y defraudation no impedirin la aplicaci6n de aquellas que Sean procedentes por infracciones tributarias simples" (PIVA, cap. XI, art. 39, 6); "Se sancionarin en la cuantia mixima prevista por la Ley General Tributaria las infracciones de omisi6n o defraudaci6n cometidas por 10s sujetos pasivos del Impuesto sobre el Valor Afiadido I...]" (PIVA, cap. XI, art. 39,2). 4) Supresi6n de la preposici6n del complemento del nombre o de este: sistemas de microCAD (cap. VII), sistemas microCAD (cap. V); prorrata de deduccidn defznitivalprorrata definitiva: "En la Gltima liquidacibn del Impuesto correspondiente a cada aiio natural el sujeto pasivo calculara la prorrata de deducci6n definitiva a la vista de las operaciones realizadas en dicho period0 [...I" (PIVA, cap. VII, secc. 2, art. 25, 3); "No obstante, regularizarh cada aiio las

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deducciones efectuadas si entre la prorrata definitiva aplicable y la que prevaleci6 [...I existe una diferencia [...I" (PIVA, cap. VII, secc. 2, art. 27,2)'5. 4.1. Se puede comprobar fhcilmente que todas las variaciones documentadas dentro de la estructura de 10s ttrminos sintagmaticos se dan tambiCn regularmente en 10s sintagmas libres de la lengua general y se rigen por las mismas reglas ICxicas, morfosinthcticas y de estructura textual que se aprecian en Cstos (cp., p.ej., las bases ptiricas y pirimidinicasllas chicas madrileiias y valencianus). Resultara por tanto inadecuado, desde este punto de vista, sostener que 10s timinos sintagmaticos no pertenecen a la lengua. 4.2. La variabilidad de 10s tCrminos que nos ocupan es desde luego un factor que dificulta su identificacibn, pues ella tambiCn permite que a menudo se destruya su unidad formal mediante inserciones de vocablos que no pertenecen a1 tCrmino per0 que se refieren a 61, o bien, que se reformulen predicativamente mediante estructuras verbales. Ejemplos de ello: a) El tkrmino colada (de lava), al. Lavastrom, aparece con determinaciones que respetan su estructura de constituyentes o que se insertan en 61 rompikndola: "coladas de lava poco extensas", "coladas extensas de lava" (BUP 91). b) Hemos documentado el tCrmino enlace de puente de hidrdgeno (Mortimer 1983) no solo en esta forma, sino tambien con pluralizaci6n de puente e insercion de adjetivo referido a1 conjunto, o bien, con sustituci6n sinonimica de elementos: cp. "CO y NH quedan enfientados establecikndose entre ellos un enlace de puente de hidr6geno que confiere estabilidad a este tipo de estructura" (DBC 64), "Existen ademas enlaces d6biles de puentes de hidr6geno que participan tambiCn en el mantenimiento de dicha estructura" (DBC 65), "[...I las bases phicas y pirimidinicas [...I quedan enfientadas y unidas por unos dibiles enlaces formados por puentes de hidr6genoW(DBC 7916.

c) El concept0 tdcnico correspondiente a1 tCrmino a l e m h Evolutionsfaktor (Haensch 1976, Siewing 1982: 315) existe desde luego en espaiiol, per0 --

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Variaciones del tipo exencibn de derechos arancelarioslexencibn arancelaria (PIVA, cap. 11, art. 9 , 4 y 9) no se incluyen aqui, pues en tal caso no se trata de variacion interna de un solo t6rmino sintagmatico, cuyo elemento implicit0 puede restituirse afiadikndolo a 10s presentes sino mas bien de dos texminos sin6nimos del respectivo inventario.

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Tambikn el tkrmino indicado muestra las supresiones normales anotadas mas arriba, por ejemplo "Entre la C y la G se establecen tres puentes de hidrbgeno, mientras que entre la T y la A solamente existen dos de dichos enlaces", "Detalle de la disposicion de 10s enlaces hidrbgeno que se establecen entre las bases nitrogenadas del ADN" (DBC 76).

La variabifidad de 10s tkrminos sintagmhicos

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dificilmente se identifica con una forma especifica, ya que en un mismo contexto aparecen por ejemplo "factores de la evoluci6nVy "factores que regulan la evoluci6n" (DBC 710). d) TBrminos del tipo de gen recesivo se transforman ficilmente en el context0 adecuado en oraciones copulativas, cp. "[...I anomalia [...I de la que tambi6n es responsable un gen recesivo" @UP 161) y " El gen que determina la hemofilia es recesivo y se encuentra ligado a1 cromosoma" (BUP 163). e) El texto "[...I fen6meno de la evoluci6n divergente, en el que se centra el mhs importante mecanismo para la formaci6n de nuevas razas y especies" (DBC 712) no conduce a1 lexic6grafo a descubrir el concept0 terminol6gico "formaci6n de razas" (cp. alemh Rassenbildung: Haensch 1976, Siewing 1982: 354), pues se lee como sintagma libre. 5.0. Desde luego que la gran variabilidad de 10s componentes del sintagma terminol6gico espafiol proveniente de la semhtica y sintaxis de la lengua general es mayor y m k diversificada que la que permiten otros terminos plurimembres, como 10s compuestos. En ellos s610 se aprecia una relativa variabilidad del primer elemento de la composici6n en series yuxtapuestas o coordinadas: "Dentro de las seroglobulinas se distinguen las a, I3 y y-globulinas" (DBC 68), "molCculas de fosfo- y fosfoaminolipidos" (DBC 57), "Si deseas observar mejor 10s protozoos, deposita sobre el porta- un cubreobjetos" (BUP274)". Las limitaciones en la variabilidad de 10s compuestos espaiioles se deben seguramente a la relativa escasa productividad de este procedimiento de creaci6n teminol6gica en la lengua general. En alemh, en cambio, donde la composici6n tiene gran fiecuencia de aplicacibn observamos una capacidad de variabilidad comparable a la de 10s terminos sintagmiiticos espaiioles, como lo muestran 10s siguientes ejemplos: a) Alternancia sinonimica de uno de 10s elementos del compuesto: Adulttier/Alttier (Haensch 1976), esp. adulto; Sedimentgestein (Haubold (1989)lAblagerungsgestein (Spektrurn 1982: 11I), esp. roca sedimentaria. TambiCn en anatomia se establece aqui un amplio inventario de tkrminos intercambiables en variados contextos: LochlOfiung; GrubelRinnelHohlung; Biindellstrang; NetzlGeJecht, entre otros.

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Este tipo de supresi6n es raro en espaiiol; como se ha dicho s610 se puede dar en series coordiiativas y se explica tal vez por la necesidad de concisi6n de la lengua tCcnica o por descuido estilistico. Cp. en el mismo texto: "Toma un filament0 y col6calo sobre el portaobjetos. Thpalo con un cubreobjetos" (BUP 274), donde no es posible.

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b) Alternancia en el orden de 10s elementos del compuesto sin alteration conceptual suya: RippenzwischenraumlZwischenrippenraum (esp. espacio intevcostal (Ruiz 1971)'s. c) La supresi6n de uno de 10s elementos del compuesto es en aleman comun tanto a nivel lexico como sinthctico: Wasserstoff(briicken)bindung (Roche 1987)) (esp. enlace de buente de) hidrdgeno); das Tier- und Pflanzenreich (esp. el (70s) reino(s) animal y vegetal). d) La alternancia entre compuesto y tdrmino sintagrnatico se da tambien a menudo sobre la base de la modification de 10s determinativos del nucleo: arterieller DrucklArteriendruck, esp. tensidn presidn arterial (Ruiz 1971); experirnentelle PharrnakologielExperimentalpharmakologie, esp. farmacologia experimental; zentrales NewensystemlZentralnewensystem,esp. sistema newioso central; agressiver NotstandlAgressivnotstand (Thomas 1994: 5 l)19. 6.0. La exposici6n precedente nos permite concluir que la pretendida universalidad de las lenguas especializadas con la consiguiente separation del vocabulario tdcnico del sistema lCxico y grarnatical de la lengua general es product0 de una operaci6n parcializadora del estructuralismo, que fragments la realidad del lenguaje, considerando s610 las oposiciones funcionales, el sistema, como el objeto legitimo de la linguistics. La descripci6n y analisis de la variabilidad de 10s terminos sintagmhticos en el marco de sus realizaciones textuales nos ha mostrado, en cambio, que tanto desde el punto de vista semhtico como gramatical no se pueden hacer separaciones tajantes entre el vocabulario general y el especializado, pues el empleo de ambos esta condicionado en el discurso por un importante conjunto basico de reglas comunes. La problematica de la traducci6n de textos especializados muestra con especial claridad que la lengua tecnica s610 es una de las realizaciones posibles de la lengua general, y que, por consiguiente, en ella se integran 10s significados linguisticos del sistema y 10s especificos de la ciencia, estando sometida la estructura superficial de ambos a identicas reglas, por lo cual resultan inseparables.

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Tambitn existen en alemh otros sin6nimos con ttrminos latinos como Rippeninterstitium e Zntercostalraum (Ruiz 1971, s.v. espacio intercostal).

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Casos del tipo verlangertes MarklKopfinark (esp. bulbo raquideo) o RechtsbewahrunglBew6hrung der Rechtsordnung (Thomas 1994: 58) no constituyen en rigor modificaciones de un elemento sin6nimo sino m h bien altemancia de elementos de significados diferentes en el primer caso y adici6n explicativa de un elemento, en el segundo.

La variabilidad de 10s tCrminos sintagrnaticos

a) Textos BARUTELL, A.L.; T. BERGES, et al. (1989): Ciencias Naturales, Bachillerato I , Madrid. PUP1 U.,Valencia. [DBC] DUALDE, V. (1989): Biologia C. 0. ESPLUGUES, J. (dir.) ('1978): Perspectivas terape'uticas con sufundamento farmacol6gico. Vol. IV:Neurotransmisores. Autacoides, Valencia. [EPT] KRATOS, E. (1988): Ciencia actual. C. naturales. Ciclo Superior, 8' EGB, Madrid. [EGB] LASHERAS ESTEBAN, J.M. (1984): Tecnologia mecanica y metrotecnia, I, San Sebastih, pp. 131-154. [LTM] MINISTERIO DE HACIENDA (1981): Proyecto de Ley del Impuesto sobre el Valor Aiiadido, Madrid. [PIVA] ROD~GUEZ,S. (1986): "La irresistible ascencibn del MicroCAD", Micros, 32. [RCAD] VEGA SALA, A. (1965): Sintesis de anatomia humana, pp. 219-245, Barcelona. [VSA]

b) Obras citadas ALBRECHT, J. (1992): "Wortschatz und Terminologie: Einzelsprachliche Charakteristika in der Fachterminologie", en: J. Albrecht; R. Baum (eds.): Fachsprache und Terminologie in Geschichte und Gegenwart,Tubinga, p. 65. ARNTZ, R. (1982): "Methoden der fachsprachlichen ijbersetzerausbildung im Sprachenpaar Spanisch und Deutsch", en: J. Rodriguez Richart; G. Thome; W. Wilss (eds.), Fachsprachenforschung und -1ehre. Schwerpunkt Spanisch, Tubiga, pp. 114-117. BARBER, Ch. L. (1990): "Quantitative Charakteristika der Fachsprache", en: W. von Hahn (ed.): Fachsprachen, Darmstadt, pp. 86-1 13. CAB&, M.T. (1993): La terminologia. Teoria, metodologia, aplicaciones,Barcelona. CALONGE, J. (1995): "El lenguaje cientifico y tkcnico", en: M. Seco; G. Salvador C. (coords.): La lengua espafiola,hoy, Madrid, pp. 175-186. CARTAGENA, N. (1997): "Zur Schichtung des Wortschatzes in spanischen Fachtexten", en: U. Hoinkes; D. Wolf (eds.): Kaleidoskop der Lexikalischen Semantik, Tubinga, pp. 351365. -;

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Antonia Maria Trist6 PCrez

En 10s 6ltimos aiios, y como consecuencia natural del desarrollo alcanzado en la esfera de la fraseologia, surgi6 en la Uni6n SoviCtica una nueva rama de la lexicografia que investiga 10s problemas te6ricos y practicos que plantea la confeccion de diccionarios fraseol6gico.s: la fraseografia. Este tkrmino, aun no usual en lengua espaiiola, puede encontrarse ya en otras lenguas cuando se hace referencia a 10s diccionarios fraseol6gicos (Heinz 1992: 7). La fraseografia surge en un momento en el que, aunque todavia polemicos, ya e s t h establecidos en ese pais 10s principios fundamentales que subyacen en la teoria fraseol6gica, 10s cuales se encuentran respaldados por una gran experiencia lexicografica en lo que a diccionarios fraseol6gicos se refiere. Esto s610 ha ocurrido mucho m h tarde y generalmente en menor medida en otros paises o en otras lenguas, por lo que puede observarse una gran desigualdad en el desarrollo de estas ramas linguisticas. Pueden tomarse como ejemplos de casos opuestos la Uni6n SoviCtica y actualmente 10s paises que la integraban, y 10s paises de habla hispana. En la primera, la h e o l o g i a gana incluso el derecho de ser considerada rama independiente de la lingiiistica, idea que ya en 1931 postulara Polivanov (193 1: 119), mientras que en 10s paises de habla hispana, 10s estudios sobre las combinaciones fijas de palabras, si exceptuamos 10s dedicados a la paremiologia, son pocos y bastante recientes. Es cierto, sin embargo, que desde Cpocas remotas se evidenci6 el inter& que despertaban las combinaciones fijas, como unidades linguisticas con rasgos propios y bien diferenciados, en 10s numerosos diccionarios, vocabularios, glosarios, etc. que con mas o menos deficiencias y aciertos las reflejaron. Sirva de ejemplo el dato que remonta a1 aiio 1499 la primera compilacidn de este tip0 de unidades linguisticas en lengua espaiiola (Viiiaza 1893: 96 1- 1001). Desde entonces, el nlimero de obras dedicadas a1 reflejo de las combinaciones fijas de palabras en nuestra lengua se ha incrementado considerablemente, lo que ha permitido conservar un valioso material cuyo valor lingiiistico va parejo con su valor cultural. Entre estas obras merecen destacarse algunas de obligada consulta para el estudioso, como el Gran diccionario de refranes de la lengua espaiiola, de Sbarbi, y el Diccionario de modismos de la lengua castellana, de Caballero.

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En las obras mencionadas y en la mayoria de las existentes puede apreciarse con bastante claridad la ausencia de conocimientos teoricos sobre las combinaciones fijas de palabras que hubieran redundado en beneficio de la practica lexicografica. Y esto no se debe a que no hubieran existido condiciones que propiciaran su estudio, pues yaya principios de este siglo, se aprecian pasos serios en el anhlisis de estas unidades en la obra de Bally (1905; 1909) quien, con justicia, es considerado el iniciador de 10s estudios de fiaseologia.

A partir de Ch. Bally, diferentes autores comienzan a referirse en sus obras a estas unidades linguisticas, pudiendo distinguirse diferentes lineas de desarrollo: una de las cuales, la sovittica, sienta toda una escuela, con una copiosa bibliografia, que aborda el estudio de estas unidades desde 10s mas disimiles puntos de vista. La idea de Polivanov se hizo realidad y esto se debe, en gran medida, a 10s trabajos de Vinogradov (1946; 1947) que sirvieron de base y dieron impulso a1 desarrollo de la fiaseologia en la URSS. En otros paises, tambitn a partir de Bally, se han estudiado las combinaciones fijas de palabras, pero, sin lugar a dudas, en mucho menor grado que en la escuela sovittical. En nuestra lengua, a pesar de contar con un estudioso de la talla de Casares (1950), quien mucho aport6 en su Introduccibn a la lexicografia moderna a1 desarrollo de 10s estudios fraseol6gicos, estos marchan a1 zaga, y puede afirmarse que solo hace pocos aiios comenz6 su despegue. Esta desigualdad existente en el desarrollo de la fiaseologia se manifiesta tambi6n en la confecci6n de 10s diccionarios fraseol6gicos y en el mod0 de presentaci6n de 10s fiaseologismos en 10s diccionarios generales. En la Union Sovidtica, ya desde la dtcada de 10s aiios 50, en parte condicionado por las m6ltiples nacionalidades que la integraban, ha ocupado un lugar principal la confecci6n de diccionarios fiaseologicos, en especial bilingues, 10s cuales, por lo general, van precedidos de enjundiosos andisis de la teoria fraseologica sustentada por el autor o 10s autores. La puesta en prhctica de estas teorias ha contribuido considerablemente a1 desarrollo de 10s estudios fiaseol6gicos y fiaseogrhficos. Lamentablemente, en 10s paises de habla hispana, por el momento, no podemos hablar de nada semejante.

Las dificultades que plantea la inclusidn de 10s fiaseologismos en 10s diccionarios han sido abordadas en numerosos trabajos (vCase Bhrdosi 1992: 104-116; I

Sobre esto puede confiontarse el libro de A. Zuluaga, 1980, Introduccibn a1 estudio de las expresionesfjas, Francfort, que contiene un ilustrativo capitulo titulado "Informesobre la historia de la investigaci6n fiaseol6gica".

La fiaseologia y la fiaseografla

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Heinz 1992; Tejera 1988; Burger 1989). La confeccion de un diccionario fraseologico, desde su propio inicio, plantea a1 autor multiples interrogantes y problemas que pueden ser resueltos m b o menos satisfactoriamente con una conception teorica de la fiaseologia, por una parte, y con el conocimiento de 10s resultados mas recientes de las investigaciones de la teoria lexicogrhfica, por otra. Ambos aspectos, un estrecha uni6n, dan lugar a la heografia. Los principales problemas que plantea la confecci6n de un diccionario fraseologico e s t h relacionados fundamentalmente con: a)

la selecci6n de las unidades lingiiisticas que se van a incluir, y

b)

el mod0 de presentaci6n de la unidad fraseol6gica (UF) en el diccionario.

Nos limitaremos en esta exposici6n a analizar algunos de 10s aspectos que deben tomarse en cuenta al hacer la seleccidn de las UF para un diccionario. La selecci6n de las unidades fiaseol6gicas que se van a incluir en un diccionario especializado esth estrechamente vinculada a la concepci6n que sustenta el autor sobre lo que constituye el objeto de la fiaseologia y sus rasgos principales. Este es uno de 10s problemas que mhs se ha debatido y debate en la actualidad. Entre las principales caracteristicas que se le han atribuido a las UF por 10s diferentes autores en el plano de la expresi6n se encuentran: su estructura compleja, fonnada por dos o mas palabras, para algunos equivalentes a un sintagma, para otros, a un sintagma o a una oracion; la fijaci6n o estabilidad, o sea el hecho de que son reproducidas como estructuras hechas en el act0 de habla y no creadas, y la presencia en su estructura de anomalias lexicas o grarnaticales. Las dos primeras caracteristicas, a1 menos para la lengua espafiola, no ofiecen dudas, y son reflejadas en casi todas las definiciones de UF. La 6ltima restringe las UF a 10s grupos conocidos en nuestra lengua como modismos o idiotismos, por lo que va perdiendo cada vez mhs partidarios. En cuanto a1 plano del contenido, las caracteristicas que mhs se argumentan en las obras fraseol6gicas son su integridad semhtica, es decir, la desactualizaci6n semhtica, parcial o total, de sus componentes y la adquisici6n de un nuevo significado; el sentido figurado; la equivalencia semhtica a una palabra y la intraducibilidad. Estas dos 6ltimas caracteristicas prhcticamente ya no se mencionan, pues, si bien se cumplen en algunas UF, no se encuentran en la mayoria de ellas.

Antonia Maria Trista Perez Estas son, a grandes rasgos, las caracteristicas que con mayor frecuencia se atribuyen a 10s fiaseologismos y que deben ser tomadas en cuenta por 10s fraseografos en el momento de tomar una decision acerca de quC incluir en un diccionario. Existe un criterio extremo que plantea la conveniencia de incluir palabras aisladas si ellas e s t b semhticamente muy relacionadas con la UF. Esto, sin embargo, esth en contradicci6n con uno de 10s rasgos que mas caracteriza a las UF: su estructura compleja. La inclusi6n de palabras aisladas en un diccionario fiaseologico, sin que para esto haya influido el motivo que acabamos de mencionar, la encontramos en muchos diccionarios, asi, por ejemplo, en el diccionario de Caballero que junto a lo que 61 llama "modismos", incluye refianes, proverbios y palabras como basurero o batacazo2. En la actualidad, en la fiaseologia se observan dos grandes tendencias: la que considera UF las combinaciones fijas de palabras equivalentes por su estructura a un sintagma, que es conocida como concepcidn estrecha de la fiaseologia, y la concepci6n amplia que plantea que la fiaseologia la integran las combinaciones fijas de palabras con estructura sintagmhtica u oracional. Esta ultima concepci6n tiene mas partidarios y abarca desde las combinaciones fijas mas simples desde el punto de vista estructural, por ejemplo, mosquita muerta, hasta las mas complejas del tip0 muchas manos en un plato, siempre tocan a rebato que incluye 10s refkanes, proverbios, frases hechas, aforismos, etc. Sin que sea determinante, la sustentacion de una u otra teoria fiaseol6gica sobre este aspect0 influye en la selecci6n del material que se va a incluir en un diccionario. Se aclara que no se considera determinante porque, aun siendo partidario del criterio amplio, un autor puede seleccionar un solo tip0 de fiaseologismo como objeto de inclusi6n, lo que esth motivado por 10s diferentes tipos estructurales que integran esta concepci6n3.

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Sobre esto dice Casares (1950: 208): "[...I bastar6 echar una ojeada a1 Diccionario de modismos de Caballero, y observar la abigarrada heterogeneidad de 10s materiales alli reunidos en m6s de 45,000 articulos: voces aisladas, vulgarismos, tbrminos de calo, locuciones de todo gbnero, comparaciones, h s e s proverbiales, refianes, etc." Esto se ha hecho a1 redactar el Diccionario deji-aseologia cubana en el que, a pesar de que 10s autores son partidarios del criterio amplio en la fiaseologia, no se han incluido 10s proverbios ni 10s refranes. Como excepcion se han incluido 10s refianes cuya segunda parte prticticamente ha sido olvidada y apenas se menciona, por lo que aparece como elemento opcional, entre parbntesis.

La fiaseologia y la fiaseografia

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Como dato interesante, puede citarse la divisi6n en cinco grupos que hace Umarjodzhaev (2983: 70) despuCs de analizar la abundante bibliografia fraseografica existente en lengua rusa: -

diccionarios que incluyen indiferenciadarnente todos 10s tipos de combinaciones fijas de palabras;

-

diccionarios que incluyen las adherencias fiaseol6gicas, las unidades y las combinaciones fiaseol6gicas (siguiendo la clasificaci6n de Vinogradov), asi como 10s refianes, proverbios y citas proverbiales con sentido figurado;

- diccionarios que incluyen solo unidades fiaseol6gicas con estructura sintagrnatica. Quedan excluidos, pues, 10s r e h e s ; - diccionarios que incluyen solo citas proverbiales. Umarjodzhaev solo hace referencia a 10s diccionarios en 10s que el titulo se corresponde con el material que recoge, per0 aclara que existe un gran nhnero de obras en las que, bajo el titulo de "frasol6gicas", se ofiece una serie de combinaciones de palabras no fijas, lexemas aislados y oraciones no fijas y sin sentido figurado. Semejante analisis podrb hacerse en lengua espaiiola y posiblemente arrojaria datos similares. Lo antes expuesto corrobora la importancia de que el autor siga criterios h i cos y rigurosos que mantenga desde el inicio hasta el fin de la obra. Estos criterios pueden quedar expuestos en la presentacibn y, de este modo, ayudar no s610 a1 usuario del diccionario, sin0 tambibn, en mayor o menor medida, a1 desarrollo de la fraseologia y la fiaseografia. Una vez determinado el tipo de unidad heol6gica que se propone incluir en el diccionario, el autor debe analizar el material de que dispone con el fin de que el fiaseologismo lema estd integrado por 10s componentes que realmente conforman su estructura. Esto, que no suele presentar dificultades en el material paremiol6gic0, si las presenta en otros tipos estructurales. Los estudios fiaseol6gicos han trillado el camino a la fiaseografia y sus resultados permiten a1 autor evitar 10s errores que con mayor fiecuencia se cometen a1 confeccionar diccionarios fiaseol6gicos. Errores de este tipo son la inclusi6n en el diccionario de falsos fiaseologismos, o la inclusi6n en una unidad fraseol6gica de elementos que no forman parte de ella. El ejemplo m6s fiecuente del primer caso es la inclusi6n de estructuras de tip0 ser + sustantivo, en el que la fiecuencia de uso lleva a algunos autores a

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pensar en una estructura fija. Ejemplo de esto encontramos en el diccionario de Sbarbi quien, entre otros, incluye ser campechano y ser un churriburri que aparecen en el DRAE como lexemas. La inclusion en un diccionario de unidades fraseolbgicas con componentes ajenos a ellas ya fue seiialada por J. Casares (1950: 182) a1 destacar que en el diccionario de Caballero, de las m b de 3500 entradas con el adverbio corno, en la inmensa mayoria este adverbio no forma parte de la UF, y cita como ejemplo, entre otras, como unafiera, como un marmolillo. De este mod0 se incluyen injustificadamente en el diccionario estructuras complejas cuyo sustantivo puede usarse en diferentes combinaciones sin perder su significado: llegd hecho una fiera, no hablo con la& de tu hermano, te has casado con unafiera, etc. Ejemplos similares incluye Sbarbi en su diccionario: parecer una leonera, estar hecho un mazacote, que encontramos en el DRAE como lexemas independientes, y que tambidn pueden encontrarse en numerosas combinaciones libres. Existen UF cuyos limites son fhciles de establecer por la fijeza de su composici6n y de su estructura. Dificilmente pueden surgir dudas sobre su mod0 de inclusi6n en el diccionario, except0 en aquellos casos en que, con un fin estilistico predeterminado, un autor las modifica. Tal sucede con de segunda mano, cortar el bacalao o morder el cordoban. En la delimitaci6n de 10s componentes de una UF pueden distinguirse dos casos extremos. Uno de ellos lo constituyen las UF que no ofiecen dudas con respecto a su mod0 de inclusi6n en 10s diccionarios. Se trata de las UF que tienen entre sus componentes elementos no usados fuera del fraseologismo, 10s cuales son denominados por Zuluaga (1980: 108) "palabras diacriticas" o, por Garcia-Page (1990), siguiendo a Reichling, "palabras idiomhticas", como sucede con en un santiamkn, de bruce, a regaffadientes, e t ~ . El otro caso extremo es el de las UF que suelen ir acompaiiadas por verbos de predicaci6n incompleta como ponerse, estar, quedarse, etc., cuya participaci6n como elemento del fraseologismo ofrece dudas. De la soluci6n que se adopte dependerh que el fraseologismo sea incluido en el diccionario como verbal, adjetival o adverbial. Ejemplo de esto es la UF adverbial con pies de plomo, asi recogida en el DRAE, con la obsewaci6n de que se usa com6nmente con el verbo ir, que incluye Sbarbi como verbal: andar con pies de plomo. Otro ejemplo de este caso es la UF adverbial de bote en bote, registrada de este mod0 en el DRAE, a la que Sbarbi le incluye entre sus componentes el verbo estar, asignhndole asi categoria verbal.

La fiaseologia y la fraseografia

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Un caso que debe tomarse en consideracibn a1 delimitar 10s componentes de las UF son 10s elementos facultativos, 10s cuales, si bien no deben ser excluidos del lema, si deban aparecer entre pardntesis, como aconseja la prhctica lexicografica. La constatacibn del caracter facultativo de algunos elementos es importante y no siempre resulta fhcil. A esto contribuyen las obras lexicograficas anteriores, 10s testimonios escritos u orales o, en ultima instancia, la competencia del propio autor. Los elementos facultativos pueden o no influir en la semhtica del fiaseologismo, si bien no destruyen su identidad. A mod0 de ilustraci6n se ofrecen algunos ejemplos tornados del Diccionario deji-aseologia cubana (CarneadoTTrista). Elementos facultativos que no aiiaden nada a la UF. Se trata, por lo general, de articulos y pronombres: tener (sus) altas y (sus) bajas 'tener momentos buenos y malos'; estar (en) cancha 'estar bien preparado o entrenado para algo determinado'. Elementos facultativos que b c i o n a n como intensificadores: decir (hasta) botua verde 'decir palabras insultantes u ofensivas a alguien'; meter en la (misma) costura 'conocer o dominar algo a la perfecci6nt. Hay elementos facultativos que carnbian el nivel estilistico de la UF, y su uso restringe el empleo de la UF a situaciones de mucha confianza: icon que' (culo, nalgas) se sienta la cucaracha? "se usa para expresar la imposibilidad de realizar algo cuando se carece do 10s medios necesarios para hacerlo"; no caber un alpiste (en el culo) "manifestar satisfacci6n y orgullo por algo determinado". Algunos elementos facultativos sirven para aclarar la forma interna del fraseologismo. Se trata de elementos que, en su mayoria, formaron parte inicialmente de la UF y, con el transcurso del tiempo, se han dejado de usar: pasar como a Chacumbele (que 6I mismo se matb) 'perjudicarse una persona por algo determinado y por su propia causal; dar candela a1 jarro (hasta que suelte el fondo) 'Ilevar las cosas hasta sus Gltimas consecuencias'. En la determinaci6n de 10s elementos que integran el fiaseologismo tambiCn plantea problemas a1 frasebgrafo la existencia de variantes, entendidas Cstas como "variaciones de una unidad fraseolbgica, identica por la calidad y cantidad de 10s significados y por las funciones estilisticas y sintacticas, con un invariante lixico comcn, una composici6n lexica parcialmente diferente o un orden de palabras diferente" (Kunin 1970: 62). Las variantes y sus diferentes tipos han sido ampliamente estudiadas por la fiaseologia y 10s resultados obtenidos contribuyen en la actualidad, ante todo, a

Antonia Maria Trista Perez reconocer su propia existencia y la necesidad de que Sean reflejadas en 10s diccionarios. De acuerdo con 10s principios lexicogr~ficos,las variantes de una unidad fraseoldgica se reflejan en el diccionario separadas por lineas oblicuas, y en su inclusi6n debe tenerse muy presente la determinaci6n de la variante principal y la secundaria, lo que se establece, generalmente, por la fiecuencia de uso. Las variantes pueden ser de diferentes tipos: ldxicas, morfol6gicas y ortogrificas, siendo las ldxicas las mas numerosas. Tomado del Diccionario defiaseologia cubana, ofiecemos algunos ejemplos de 10s diferentes tipos de variantes. Son variantes lexicas: hacerse agua la cabezcJeI cerebro 'pensar insistentemente en la manera de resolver un problema'; tener ciedmil aAos de bufete 'tener mucha experiencia de la vida'. Como puede obsewarse son palabras que pertenecen a un mismo grupo ldxico-sembtico. Entre las variantes morfol6gicas tenemos: armarse undla cagazdn 'complicarse una situaci6n'; estar d e n la viva 'estar muy atento a todo lo que se hace, dice o pasa a su alrededor'. Estas variantes reflejan especialmente la coexistencia de pronombres, articulos o preposiciones. Por ultimo, las variantes ortogrhficas, que son las que presentan algunas diferencias en la escritura: arrancar el sollate/'oyate 'matar a alguien'; a cunczidcun-cun "se usa para instar a un nifio a que beba rapidamente algo determinado". Como en el caso de 10s elementos facultativos, la existencia real de las variantes debe ser corroborada en obras lexicogrhficas, en testimonios escritos u orales o por la competencia lingiiistica del autor. Son muchos 10s aspectos que podrian todavia ser abordados. Los aspectos aqui tratados, a manera de apuntes, han tenido como objetivo llamar a reflexionar sobre el largo camino que queda por recorrer en las investigaciones fraseol6gicas en nuestra lengua, asi como ilustrar la interacci6n existente entre fraseologia y fiaseografia, a1 menos en 10s primeros problemas que saltan a la vista cuando de confeccionar un diccionario fiaseoldgico se trata: la seleccidn del tip0 de combinaciones fijas de palabras y la determinacibn de 10s componentes que la integran.

La fi-aseologiay la fiaseografia

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Gerd Wotjak

LCOMOTRATAR LAS UNIDADES FRASEOLOGICAS (UF) EN EL DICCIONARIO?

0. La joven y pujante disciplina de la fraseologia, que se ocupa de lexias complejas (Pottier 1976, Pastor M i l h 1990), es decir, unidades polilexicas, plurimembres, elementos del "discurso repetido" (Coseriu 1967), que se caracterizan tanto por una combinaci6n relativamente fija, como por un significado mayormente traslaticio, esth cobrando ahora mayor importancia en 10s estudios hisphicos, en el espaiiol de la Peninsula y en el de sus variedades latinoamericanas, desputs del auge considerable del que goza desde hace decenios en otros idiomas. A pesar del libro de A. Zuluaga de 1980, del manual presentado por G. Corpas Pastor (1996) y de la cantidad creciente de publicaciones te6ricas y prhcticas en materia de fraseologia, la investigacibn fraseologica y la descripcion fraseogrifica en espaiiol y sobre el espaiiol todavia distan aun mucho de poder equipararse a1 estado de desarrollo ya alcanzado, en este campo, por idiomas como el ruso, el alemhn, el inglCs o el francks. 0.1. Dado este estado de cosas, no es nada sorprendente que la incipiente fiaseologia hispana se haya concentrado, ante todo, en la elaboracibn de una clasificaci6n tebrica, descuidando bastante descripciones f r a s e ~ g r ~ c oa sreflexiones metalexicogrificas sobre c6mo tratar tales UF en 10s mis variados diccionarios. Se trata de cuestiones que atraen la atencibn de fraseblogos de otros paises, quienes ya no quieren abandonar la descripci6n de estas complejas y complicadas unidades a la mera intuici6n o inspiracibn de 10s que se dedican a la confecci6n de diccionarios (vCanse B. Wotjak ,Tristi Perez y Kubarth en este volumen). 0.2. El interes creciente por las UF en un sentido arnplio, o sea, por 10s elementos plurimembres recurrentes, prefabricados del habla, que suelen causar multiples problemas tebrico-prhcticos tanto a1 tratamiento informatizado de textos e idiomas como a1 aprendizaje de idiomas extranjeros y a la traduccibn, se manifiesta en la publicacidn de una serie de diccionarios especializados en UF en 10s ultimos aiios, de 10s que - sin pretender exhaustividad - s610 mencionaremos para el espaiiol: Beinhauer (1978); Dominguez Gonzhlez et al. (1988); FlorianfMartinez (1987), Clay/Martinell (1988); Renner de Hernhdez (199 1); Larousse Planeta (1993); Buitrago JimCnez (1995); VarelaKubarth

Gerd Wotjak (1996) etc. Ya que no todos de 10s diccionarios con UF abarcan unicamente UF, sin0 que incluyen tambidn unidades ldxicas (UL) coloquiales, y que las UF se suelen caracterizar por su expresividad (Wotjak 1985, 1987) y por su marcada pertenencia a un registro familiar/coloquial, deberian consultarse tambien otros diccionarios especializados, como 10s diccionarios de palabras malsonantes (Martin 1979), de argot (Le6n 1981) y 10s diccionarios secretos (vdase Cela 1979), que, de hecho, mencionan no pocas UF, en este caso tachadas de vulgares e, incluso, convertidas en tabu. No nos proponemos aqui - si bien valdria la pena proceder a un anhlisis detenido y lo mhs exhaustivo posible un examen detallado de c6mo se han tratado las UF en tales diccionarios especializados (fraseol6gicos por completo o, por lo menos, en gran medida) ni en 10s grandes diccionarios generales monolingiies o bilingiies publicados en 10s ultimos aiios para el espaiiol.

0.3. Abogarnos aqui por incluir entre las UF, ademL de UF idiomhticas stricto sensu, o sea, las fraseolexias (FL), con su significado traslaticio o figurativo, tambidn aquellas lexias o locuciones complejas y fijadas, recurrentes y prefabricadas que - como elementos perifdricos de la fraseologia - carecen de este caracteristico significado fiaseol6gico (cfi. una serie de colocaciones verbo-sustantivo, sustantivo-adjetivo, etc. - vdanse Wotjak 1994a, Koike 1996; Irsula 1994; Bohrner 1994; Po11 1996). Nos pronunciarnos a favor de la elaboraci6n de diccionarios fiaseol6gicos especializados que abarquen ambos subgrupos de UF, per0 que dejen aparte 10s verdaderos proverbios, con lo que quedaria espacio libre para la indicaci6n de "colocaciones" (sintemaslsintagmas) en vias de lexicalizarse y transformarse en UF y para la inclusi6n de informaciones sintagmaticas y combinatorias que completen aquellas informaciones contenidas en 10s llamados "diccionarios de construcci6n y rdgimen" (vdase Cuervo) o de valencia verbal (RalVRall/Zorilla 1980). En lo que sigue, centraremos, sin embargo, nuestra atenci6n particularmente en las UF centrales y prototipicas - las fiaseolexiasIFL con su significado idiomhtico SI -, las cuales, por su semantismo complejo y las restricciones pragrnhtico-comunicativas de uso, necesitan un tratamiento bien detenido y sutil. 1. El optar por la confecci6n de diccionarios fiaseol6gicos especializados (quizh, por un lado de FL y, por el otro, de UF no idiomhticas, entre las que se podrian incluir, por ejemplo, hasta estereotipos nominativos onomhsticos o no, lugares comunes, citas biblicas y de otras fuentes hist6ricas y literarias, adagios etc.) no significa que, con esto, quisiCramos eliminar la indicaci6n de tales UF en 10s diccionarios generales. Tanto para diccionarios generales como para 10s

iC6m0 tratar las UF en el diccionario? especializados en UF nos parece indispensable dedicarles toda la atenci6n fraseografica. Si tenemos en cuenta 10s avances informaticos, ya no nos parece que haya que restringir la informaci6n lCxica y fraseografica como antes. Lo que cuenta, sin embargo, es a) definir bien para quC fines (recepci6n y/o producci6n de textos en el idioma dado) y para quC usuarios (de lengua materna o no) se hace tal diccionario (en papel o en soporte informatizado, por ejemplo, en cd-rom, disquete, etc.); b) efectuar una adecuada selecci6n, es decir, garantizar por tdcnicas de rastreo, en c6rpora de textos lo suficientemente amplios y, por ende, representativos, asi como por tests complementarios, con informantes nativos, que las UF seleccionadas se estCn utilizando realmente en un momento dado y que no constituyan elementos ya arcaicos o muy arcaizantes (a no ser que se pretenda hacer un diccionario muy representativo, que abarque aspectos diacr6nicos y etimol6gicos tambiCn), teniendo en cuenta la diversidad del espaiiol; c) garantizar una descripci6n fraseografica que se adecue a1 mhimo a1 llamado potencial comunicativo de las unidades lCxicas que son tambiCn las UF (vdase Wotjak 1985; 1997), es decir, a las peculiaridades semhticas, estilisticas y de preferencia de uso en determinadas esferas de la comunicaci6n y gdneros de texto de la UF en cuesti6n; descripci6n que permita tambiCn a1 usuario extranjero - con una competencia lingiiistica forzosamente defectuosa frente a 10s hablantes nativos - poder utilizar esta UF sin caer en ninguna trampa ni cometer ningun error; d) garantizar, por fin, una presentaci6n lo mhs homogdnea y completa posible, inteligible y de facil acceso en tales diccionarios. 1.1. Con lo dicho se ha esbozado un ambicioso desideratum para la fraseografia, apenas incipiente, cuya realizaci6n se las true (en lata) y presupone: (i)

investigaciones m h detalladas sobre el complejo semantismo de las UFRL y sobre las peculiaridades combinatorias comunicativo-situativas de estas ultimas;

(ii) la elaboracidn de un modelo de descripci6n practica que abarque la totalidad de las informaciones pertinentes de forma sistematizada y asegure asi no omitir aspectos importantes de la combinatoria sintagmatica; (iii) el examen detenido de 10s errores e insuficiencias encontrados en las presentaciones fraseogrfificas, no s610 del espaiiol, sino tambidn de otros idiomas.

Gerd Wotjak Son multiples 10s problemas teoricos y practicos con 10s que se enfienta el lexic6grafo en su labor, maxime si se esherza por representar debidamente el caudal fiaseol6gico de su idioma. A continuaci6n no prohndizaremos en lo que respecta a 10s diccionarios bilingues de UF, si bien no son pocas las dificultades con que se tropieza el lexicografo y es grande la importancia que tienen para la traduccion. Coinciden, sin embargo, en bastantes aspectos, 10s problemas de tales diccionarios con 10s que se dan a1 presentar las UF en diccionarios especializados monolingues, que s e r h 10s unicos en ocupar nuestro interes a continuacion. Cualquier propuesta que sirva para afinar las entradas de estos diccionarios monolingues aportara valiosas informaciones tambitn para 10s bilingues y para la decisidn que alli haya que tomar sobre la equivalencia semhtica (y comunicativa) total o parcial o nula entre la UF de lengua A y la UF o perifiasis no fiaseoldgica de otra lengua B. Con la eliminacidn del gran y heterogdneo grupo de las UF no idiomaticas (cuyas caracteristicas se estudian detalladamente en nuestro articulo incluido), ya se ha aliviado considerablemente la dificultad de seleccionar que lexias complejas deben ser integradas como UF en el diccionario, ya que las UF idiomaticas, las fiaseolexias FL, suelen destacarse como unidades plurimembres recurrentes, fijas y relativamente estables, ante todo por su significado unitario traslaticio, nitidamente distinto de la combinacidn de 10s significados literales de sus UL componentes. Este significado idiomatico o fiaseoldgico puede ser totalmente opaco o bien mas o menos deducible a partir de 10s significados literales que actualizan las lexias componentes de la UFIFL en combinatoria sintagmatica libre de cada unidad IbicalUL constitutiva conformando asi la llamada macroestructura semhntica sintagmatica alosemdmica =MSS a1 respecto vtase B. Wotjak 1992). Podemos distinguir, ademb de las FL totalmente idiomaticas, tambidn fiaseolexias parcialmente idiomaticas que, a1 lado de por lo menos una lexia componente con significado translaticio, figurativo, disponen tambiCn de por lo menos una lexia que haya conservado su significado literal (cfi. las FL unilaterales de Glaser 1986).

1.2. La presentacidn de las FL (a1 igual que la de las UF no idiomaticas, aqui dejadas de lado y cuya selecci6n requiere especial cuidado, ya que no se ven caracterizadas por un significado peculiar y claramente distinto del literal), en un diccionario general, deberia ocupar un lugar bien determinado (de preferencia a1 final del articulo) y bien sefialado (por ejemplo por un elemento tipografico univoco). Tanto para un diccionario general como tambitn para un diccionario especializado de UF el fiasedgrafo/lexicdgrafo se tropieza con las dificultades de tener que decidir sobre lo siguiente:

iC6mo tratar las UF en el diccionario?

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a) quC UL componente(s) de la UF figurara(n) como entrada (o bajo quC entrada(s) en un diccionario general se indicarh la UF respectiva -vCase 1.3.); b) cbmo se ha de citar, es decir, bajo qu6 forma citativa se incluirli (vCase 1-4.); c) c6mo se explicarh su significado (0, en un caso dado, cosa relativamente poco fiecuente, sus dos o mhs significados: de hecho, no abundan las UF polisCmicas ni las UF homonimicas -vCase l .5.); d) c6mo se especificarh su potencial comunicativo stricto sensu (su combinatoria morfosintactica, es decir, la valencia en el caso de UF verbales -vCase Wotjak 1994b) en 10s diccionarios (vCase 1.6.) y e) c6mo y d6nde se especificarhn las marcas comunicativas stricto sensu, es decir, las marcas diatbpicas, diastrhticas y diafhsicas (v6ase Wotjak 1994b). 1.3. Ya que las UF/FL se componen de, por lo menos, dos UL componentes, virtualmente podrian escogerse ambas UL, indistintamente, como entradas para tal UF (o bien ubicar la UF respectiva bajo dos items o asientos distintos en 10s diccionarios generales), con o sin indicaci6n de la otra UL correlacionada en la UF correspondiente. Podria optarse, sin embargo, tarnbiCn por una de las varias UL componentes de la UF en cuesti6n. Para las FL totalmente idiomatizadas (opacas o remotivables) puede optarse por una indicaci6n multiple de la UF por componentes, tratadas como entradas independientes, mhxime si el fiase6grafo no ha querido ni podido decidirse por una UL componente como decisiva, como palabra clave, para convertirla en entrada bajo la cual aparezca la forma citativa de la FL respectiva. Cambia la situaci6n para las FL unilaterales y para las UF no idiomhticas: con las FL unilaterales parece 16gico escoger la UL componente "literal" como palabra clave para la representaci6n heogrbfica, mientras que para UF no idiomhticas, por ejemplo, en las construcciones con verbo-soporte, se requiere una investigaci6n te6rica sobre qu6 palabra desempeiia el papel decisivo (en estas colocaciones estereotipadas suele ser el sustantivo que conserva su carga semhntica, mientras que el verbo suele haberse desemantizado hasta funcionar como una especie de auxiliar, nada mhs). En diccionarios no informatizados, puede ser mbs econ6mico dar las especificaciones semhnticas y comunicativas requeridas s610 bajo una UL componente, y no repetirlas con las dembs UL componentes; en diccionarios informatizados es, sin embargo, factible e incluso preferible, reproducirlas todas bajo dos (0, tal vez, incluso m h ) entradas/UL componentes, siempre y cuando como entradas no se cuenten tarnbiCn UL componentes sinsemhnticas corno, por ejemplo, preposiciones. Estas recomendaciones no se esthn observando todavia

Gerd Wotjak en 10s diccionarios fiaseograficos existentes donde muchas veces se comprueba incluso cierta conhsi6n, indecision y desorganizaci6n en la indicacion de las FL correspondientes. En [l] reproducimos algunos ejemplos de c6mo aparecen indicadas las FL en las que, sin embargo, hemos destacado graficamente aquellas UL que a nuestro criterio no forman parte del cuerpo signico mismo de la FL, sino que constituyen elementos combinatorios sintagmaticos mas o menos libres, es decir, UL que con mayor o menor frecuencia y plausibilidad acompafian la UF a1 respecto. [I]

a uno con las manos en la (ipor quC no se ha indicado Ia FL en Hernhdez de Renner, pp. 71, 181 tambiCn bajo la entrada manos?); echarkirarfiotar (Cuba) la s p o r la ventana; ahiestd la cosa; hasta un lo ve; algo/alguien venirle a uno como caido del cielo/como anillo a1 dedo; hablar fiasta) por 10s codos; alguien estd que arde; tremenda rebambaramba la que se armd/formd

...

1.4. ~ D o n d ese presentarh la fraseolexia, unilateral o no, una vez decidida su ubicaci6n como entrada? Encabezando un articulo IexicogrBfico, en diccionarios especializados, o apareciendo - mayonnente - a1 final de una entrada, hom6grafa con la(s) UL componente(s) de la FL totalmente idiomatica destacada(s) como palabra(s)-clave? iC6m0, es decir bajo qu6 forma citativa se presentarh la FL? La decision sobre la forma citativa de las F L W depende de varios factores: no se complica para FL de s610 dos UL componentes, bien delimitables como unidad fija y recurrente, ni para UF que no contengan verbo u otra UL componente que disponga de un potencial combinatorio propio (una valencia - vBase bajo [2]), corno, por ejemplo, UF compuestas de sustantivo mas adjetivo o UF adverbiales, etc. - [3]); las UL no en negrita han sido completadas por nosotros. [2] sentar la cabeza uno; romperle a uno 10s cascosla cabeza; beberle a uno (hombre) 10s sesos alguien (muchacha); partirle a uno la cara; irse a pique algo... [3] de pies a cabeza; sin pies ni cabeza; ni carne nipescado; hombro a hombro; ~ C O Shecha!; U en pie de guerra; carne de gallina; Idgrimas de cocodrilo; a piejirme; a paso de tortuga; a todo trapo; en un abrir y cerrar de ojos;por si las moscas; dicho y hecho; solemne tonteria; de una vet para siempre; a cada uno lo suyo; a tontas y a locas; tonto de capirote; hasta 10s topes; cada dos pos tres; como tres y dos son cinco; viejo verde, vino verde, chiste verde; en un tris; lo de siempre; depe apa...

1.4.1. En el caso de FL verbales, por ejemplo, o UF idiomaticas (verbales o no) predicativas e incluso oracionales, podemos obsewar una sorprendente hetero-

iC6m0 tratar las UF en el diccionario?

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geneidad, que contribuye a intimidar aun mas a1 usuario no nativo de tal diccionario. De hecho, hay que preguntarse por qu8 aparece - sin diferencia evidente -a1 lado de uno tambiCn alguien (v6ase [4]): [4]

abrirle uno su corazbdpecho a alauien; echar/tirar la casapor la ventana uno/alpuien = sujeto no indicado; cairsele la casa encima, venrisele (mujeres) el techo encima; ir de capa caida; coger con las manos en la masa (en Renner 1991: 71 con a uno; en p. 181 sin esta ulterior especificacion)...

(a

1.4.2. Pero mas preocupante es que no se suele destacar cuiles son 10s elementos constitutivos fijos e indispensables, 10s siempre validos, para la forma citativa de la FLAJF (indictindose, por ejemplo, en negrita = la valencia interna de la UF - vdase B. Wotjak 1985, 1992), y cuiles son, por ejemplo, 10s actant e s m libremente combinables, extrafiaseoldgicos que requiere la valencia de la UF verbal (cf. la valencia externa de la FL - B. Wotjak 1985, 1992). Como se ha demostrado (v6ase tambiCn en 1.6.), la valencia sintictica (= el numero de actantes externos) del verbo constitutivo de la UF no debe corresponder con la valencia externa de la UF/FL verbal en su conjunto. 1.4.3. No menos problemiiticos para el fiasedgrafo se presentan 10s casos donde se dan (con marcas diatdpicas, diastriticas ylo diafasicas, diferentes o no) varias UFRL con relativa estabilidad y significado similar, per0 donde, en lugar de una determinada UL componente, suelen aparecer UL aparentemente sinonimicas (por ejemplo, cabeza, casco, coco, etc. -vdase [5]): [ 5 ] variantes de FL sintbpicas y diat6picas: estar alguien algo tocado del

coco/de la cabeza; algo (no) me importa (ni) un cipicd bledo/comino/pepino/pimiento/pito(pepito por conhsi6n); algo estar como una choldchota (otra conhsi6n); echar/iirar/botar /Cuba/ la casa por la ventana; ponerldecharldmeterle a uno la zancadilla; taparldcallarle a uno la boca; echcirseldmet~rselea uno en el bokFillo/bote; abrirhacer bocd estar haciendo estcimago /Cuba/, llover sobre mojado /Cuba/; comer mcis que un mundo /Cuba/ comer como una bestidun animal; alguien ir a cambiar el agua a 10spececitos /Cuba: lo dicen 10s hombres para niiiod ir a cambiarle el agua a1 canario /Islas Canarias - lo utilizan 10s hombres/ ir a cambiar el agua a las aceitunas Espaiia peninsular/; estar (con la cabeza) en las nubeden el limbo/estar en las Batuecas /Peninsula/, echarldtirarle a uno el anzueloAa carnaddel engodo /Islas Canariast

variantes con intensidadlestilistica variada: algo/esto me importa un comino/ un carajo; anda y vete a pasear/ al carrajo/diablo

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Gerd Wotjak

Si no existe ninguna fuente confiable que le indique a1 lexic6grafo una preferencia estadistica por una de estas UL componentes sinonimicas, y si Cstas no se diferencian por su uso diat6pico (o diafasico, o diastratico), es aconsejable indicar todas estas UL "convergentes". Pero, ihabria que indicar con barras verticales todas las UL sinonimicas tantas veces cuantas aparezca cualquiera otra UL sinonimica como palabra-clave? o bien js6lo habria que indicar cada palabra-clave por separado, es decir, no aiiadir las palabras coexistentes? ~ Q u C sistema de referencias multiples habria que utilizar en tal caso? 1.5. El significado fraseol6gico SF o SI de las FL, subgrupo central caracterizado por su significado traslaticio, figurativo, en el caso de las FL unilaterales, y en no pocos casos de FL totalmente idiomaticas, puede deducirse, por lo menos parcialmente, de una reinterpretacibn literal (= reliteralizaci611, remotivaci6n) de la llamada macroestructura semhtica sintagmatica alosemCmica (MSS), es decir, de la union, de la combinaci6n de 10s significados literales (SL) de las UL componentes de la UF/FL; vCanse ejemplos en [6].

[6] alguien ir como un pordiosero; algo Ipreciosl estar por las nubes; alguien estd que arde; brillar por su ausencia; servirle a uno en bandeja (de plato) algo/alguien; tragarselmorder el anzuelo; echar agua a1 mar; estar uno hecho una sopa lde sudorlpor un aguacerol; estar como dos en un zapato; pesarle a uno en el alma una cosa/algo;tocarle a uno bailar con la mcis feu; no estar muy catblico algo/uno; hablar hastapor 10s codos... 1.5.1. Pero esto no es la regla: 10s SF de las FL opacas no suelen poder de-

ducirse del todo de una reliteralizacidn alosemCmica de las UL componentes, bien sea porque a1 menos una UL componente es elemento unico (hapax, que s610 existe como tal en la colocaci6n de la UF -v6ase [7]), bien sea que no se reconoce su significado literal, o bien porque no se puede interpretar la MSS como punto de referencia denotativa (vCase [8]), a no ser que se incluya una explicaci6n (o se presuponga un conocimiento especifico de la etimologia, cosa que no suele estar a1 alcance de 10s hablantes nativos normales y corrientes). [7] tenerle/lolverle a uno tarumba alguien Imuchachd, tarard que te vi; se armd la rebambaramba; del a1 tambo; de g a pa; a traaue barraaue; darle a uno el /Cuba/, esto/algo es el acabbse; Y sanseacabd; estarpensando en las musaraiias Ise dice de niiiosl... [8] comer mcis que un sabaiidn; algo se las true (en lata); alguien estar sin blanca; Que me quiten lo "bailao"; pas6 un dngel; se armb/formd una../Za tremendda de San Quintin; alguien ha hecho una de las suyas...

iC6m0 tratar las UF en el diccionario?

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Tal vez, pueden dar lugar incluso a etimologias equivocadas, a reliteralizaciones erroneas, etimologias populares que no corresponden a la base derivativa MSS real de la FL en cuestion (vCase [9] y por mas detalles B. Wotjak 1992). [9] venir a colacidn guaje juridico)

#

estar relacionado (cfi. traer/llevar a colacidn - len-

Esta ultima puede ser interesante no solo desde una perspectiva diacronica, sin0 tambien sociocultural, y no excluimos que pueda apoyar 10s esfuerzos individuales por adentrarse en el significado traslaticio sincronico resultante (cfi. blanca -pieza de moneda en [8],que se comprende desde la comparacion con una FL del a l e m h con UL componente casi homografo: blank sein). La perspectiva diacronica etimoldgica no es necesaria, sin embargo, para describir el significado translaticio, idiomhtico, para el cual puede recurrirse a: a) una(s) perifiasis explicativa(s) con UL no fiaseoldgicas (en no pocos casos se suele ilustrar una UF/FL por otra que es, tal vez, no menos opaca o desconocida -por lo menos para el usuario no nativo); b) unas UL sinonimicas (o antonimicas) si Cstas sustituyen o completan bien la perifiasis escogida; c) ejemplos bien escogidos que -en un context0 discreto y (auto)explicativo - demuestren con exactitud el uso peculiar discursive (=el potencial comunicativo en su conjunto) de esta UFBL (v6ase tambiCn 1.6.). Las perifiasis deben ser tan explicitas y especificadoras con el fin de evitar un uso no adecuado de las FL por un usuario no nativo quien se rige por la descripcidn semhtica indicada (v6ase [lo]). [lo] perifi-asis semhtica para la FL: alguienl ser el brazo derecho de alguien2: persona clue hace vor otra las cosas mls importantes Diccionario para la ensefianza de la lengua espafiola, Madrid 19951, donde falta la indicacibn de la jerarquia social inferior del agente sujeto alguienl o superior de alguien2. Da lugar a una oracibn inaceptable como la siguiente: *El profesor es el brazo derecho de sus estudiantes.

1 S.2. No abundan casos de polisemia ylu homonimia en las FL y su description en 10s diccionarios generales e incluso, en 10s especiales, deja mucho de desear (vCase [1 11).

[ l l ] LFL polistmica~homonimica?(con diferenciacibn paralela en cuanto a la caracterizacidn semhtica denotativa del actante sujeto): no estar uno muy catdlico # no estar algo muy cat6lico...

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Cuando no se diferencian mucho 10s significados seiialados, siempre tenemos que preguntarnos si realmente hay que presuponer la coexistencia de dos significados sistCmicos SI distintos o si no se trata m b bien de un solo significado con dos o m b variantes co- o con-textuales y que, por eso, mas valdria indicar para esta FL un linico significado sistCmico SI mas gentrico y no mencionar siquiera las acepciones contextuales diversas. El analisis alin deficiente de 10s SI de las FL deja entrever un alto grado de imprecision o vaguedad y, por consiguiente, una amplia gama de interpretaciones alosemCmicas contextuales bastante divergentes. Parece que resulta particularmente dificil dar una perifrasis definitoria para 10s SI que satisfaga. En estos casos, mayor importancia todavia cobra la indicacion de ejemplos ilustrativos autCnticos o bien "hechos sobre medida", diacriticos y especificadores para 10s matices semhticos contextuales. Semejante margen amplia de interpretabilidad contextual-situativa se debe, entre otras cosas, a1 hecho de que el significado fiaseol6gico SFIS1 suele ser bastante complejo y que, por la opacidad de estos SI, el habitual recurso a1 conocimiento referencializado enciclop8dic0, que funciona con las UL simples con significados literales SL no figurativos, no coadyuva la interpretacibn contextual-situativa siempre individual que caracteriza la comprension del discurso (v6ase Wotjak 1987). No excluimos, tarnpoco, que con un significado sist6mico demasiado heterogCneo se intente representar el potencial semhtico de la FL en cuesti6n y que haya que postular, en tal caso, mejor una FL polisCmica con una medioestructura semhtica diferenciada o bien dos FL homonimicas. 1.6. El potencial comunicativo de las UL y, por consiguiente, de las FL/UF tambi6n comprende - ademhs de 10s tres tipos de estructura en el plano del contenido: microestructura, medioestructura y macroestructura semhticas paradigmitticas - muy diversos aspectos del llarnado plano de la expresi6n. Mencionaremos, ademhs de la forma citativa de la UF idiomhtica o no (cf?. 1.3.), indicaciones sobre 1.6.1. la combinatoria morfosinthctica (valencia; defectos/preferencias en la combinatoria, etc.) y 1.6.2. las marcas diatopicas, diastrhticas y diafhsicas (con las interrelaciones existentes entre ellas).

iC6m0 tratar las UF en el diccionario? 1.6.1. Para las UF/FL verbales resulta particularmente importante indicar (i) cuhtos actantes y actantes de qu6 tip0 (= humano, animado = alguienluno o algo = objeto fisico, proceso, acto, etc.) pueden ir acompaiiando la FL, (ii) qu6 funcibn morfosinkictica ocupan estos ultimos en la oraci6n que con la UF se esta formando: por ejemplo, sujetoISU, complemento directoICD, complemento indirectoIC1 o bien complemento circunstancialICC (tambien complemento prepositivoICP, simbolizado a menudo como preposici6nlp + sustantivo/PS). S610 una indicaci6n precisa y detallada de estos co-participes lkxico-sintagmaticos externos de la UF/FL le permite a1 usuario no nativo hacer un uso morfosintactico-combinatoriocorrect0 de la FL verbal o predicativa. A fin de garantizar una utilizaci6n adecuada, tambi6n habra de indicarse cuales de 10s actantes semhtica y funcionalmente (sintbcticamente) predeterminados pueden eliminarse - en un context0 dado -y cuiles no (=> actantes obligatorios). No hay que confundir, ya en la forma de citarlos, actantes externos y actantes internos que forman parte integra de la FL misma y deberian verse indicados por ejemplo subrayados. Habra que indicar tambi6n las posibilidades combinatorias admitidas. VCanse 10s ejemplos bajo [12]: [12] abrirle uno lsujetol su corazdn a alguien; venirsele a uno el techo encima;

aqui g pillo, aqui g mato/matando y salando; ahi estd la cosa; alguien estd que arde/alguien estd echando chisaas/estd que echa chispas; algo estd que arddestd fedfk; en mi casa soy quien corta el bacalao; Tremendo despelote /Cuba/ el que se form6/tremenda rebambaramba la que se armd/seform6 & de San Quinlrir...

No basta, sin embargo, la indicaci6n de la valencia extema (de 10s actantes externos) de la FL verbal; hay que destacar tambikn restricciones o preferencias selectivas: a menudo aparecen, no siempre debidamente seiialados, impedimientos combinatorios para determinadas actantificaciones (por ejemplo, unas cuantas FL s610 suelen o no suelen admitir el locutor en el actante sujeto v6ase [13i]), bloqueo para determinadas formas temporales y modales (v6as.e [13ii] - no se admite imperativo o de preferencia se utiliza la FL verbal con este mod0 oracional...). [13i]

Tarara que te vi; aqui te pillo, aqui te mato; alguien Imujerl es de armas tomar; llover sobre mojado; no true vigilia; estar uno que arde/echa chispas...

Gerd Wotjak [13ii]

dnda y vete afi-eir espcirragos!;estci que arde; en mi casa es mipadre el que/quien corta el bacalao/mi mujer la que lleva 10s pantalones; se le hace agua la boca a uno; estar uno en ascuas; volverle a uno tarumba; brillar algo/unopor su ausencia; ha pasado/pasd un cingel...

Ya que las representaciones fraseograficas existentes suelen no contener este tip0 de indicaciones combinatorias y que 10s c6rpora de textos (informatizados o no) no suelen poder garantizarnos exhaustividad de ejemplos para la virtual combinabilidad de las FL, se requieren ulteriores analisis detallados con informantes nativos con el fin de establecer el potencial combinatorio morfosintbtico de las FL y representarlo debidamente en 10s diccionarios. 1.6.2. En cuanto a las marcas diat6picas (y las diastraticas y diafasicas) el usuario nativo suele encontrarse en una situaci6n generalmente no mucho mas confortable que el usuario no nativo: no suele utilizar la variante, si no es la suya acosturnbrada, tal vez, ni siquiera la reconozca ni la entienda (ya que no forma parte de su vocabulario subjetivo activo ni pasivo). El diccionario consultado probablemente no indicarh la variante o bien no acierta con la indicaci6n diatbpica, ni debe ni puede, tal vez, indicar todas las variantes diatopicas de FL que designan un mismo fenbmeno, variantes que suelen usarse, en estas comunidades comunicativas, con la misma fiecuencia y las mismas marcas diafhsicas y diastriiticas o no. Lo mas adecuado sera, aqui tambiCn, el registrar meticulosamente su uso en textos hechos por hablantes de las variedades del espaiiol e indicarlas en tales diccionarios de columbianismos, argentinismos, venezolanismos, del espaiiol de MCjico, etc., cuya comparaci6n solo podri demostrar si alli se utilizan exclusivamente asi o si se repiten -en forma idkntica o (minirnamente) modificada - en otros paises de habla hispana tambiCn (cfi. 10s diccionarios de variedades del espaiiol en ArnCrica del grupo de Augsburgo, per0 tambiCn Florian/Martinez con su diccionario de UF para Cuba - vCase [141). [14] estar en las Batuecas IEspaiia peninsular/; darle a uno el tebotP /Cuba/;

estar uno en baja /Cuba/ estar en horas bajas /Islas Canarias1...

Se repiten con las lexias complejas, ademas, 10s mismos problemas que se dan con la indicaci6n de marcas comunicativas strict0 sensu para las lexias simples (vCase Wotjak 1997). Y, desde luego, se presentan de forma acentuada para el espaiiol con su vasta Area de extensi6n y sus variedades coexistentes, per0 no suelen ser ausentes ni para el alemh (variedades surefias, austriaca, suiza), el inglCs, ni incluso para el fianc6s (de Canad&y 10s departamentos d'outre mer, por ejemplo).

~Cornotratar las UF en el diccionario?

319

2. Resumiendo podemos constatar: Decisiones sobre la representacibn fiaseografica de las UF tanto centrales, es decir idiomaticas = las FL, como perifdricas deberan recurrir a un modelo modular-integrativo bien desarrollado que garantice una descripcibn cuanto m b cabal e instructiva posible para garantizar su uso correct0 por parte tambidn de usuarios no nativos del espafiol. Tal mod e l ~tendra que tomar en consideraci6n tanto las estructuraciones del plano del contenido, particularmente interesantes y complicadas en el caso de las lexias complejas con su significado idiomatic0 mas o menos opaco y remotivizable, como tambidn las caracteristicas combinatorias y de uso (valencia, defectos, restricciones/preferencias combinatorias; marcas diatbpicas, diastraticas y diafasicas, indicaciones de preferencia de uso para determinados gkneros de textolesferas de comunicaci6n, etc.). Para el espaiiol, donde se habia descuidado bastante esta parte especial del lbico, aim mas que para otros idiomas, queda aun mucho por explorar. Habra que centrar el interds - en el caso de las FL (ante todo verbales) - en

a) lograr una forma citativa que seiiale debidamente la combinatoria y destaque 10s elementos constitutivos de la FL (por ejemplo en negrita) por un lado y 10s actantes externos facultativos y obligatorios por el otro lado; b) garantizar una perifrasis explicativa cabal e inteligible del semantismo de la FL, evitando una sencilla indicaci6n de otra FL sinonimica (que puede ser desconocida tambidn por el extranjero); c) garantizar la indication exacta del potencial comunicativo strict0 sensu (las ya mencionadas marcas diasistematicas) asi como una selecci6n rigurosa a fin de evitar asi la repoducci6n indebida de "momias", de FL arcaicas o, tal vez, completamente desconocidas por 10s hablantes normales y corrientes de la comunidad comunicativa correspondiente. No s610 en este contexto, suele ser muy util el rastreo de c6rpora de textos grandes e informatizados que nos permitan establecer la frecuencia de ocurrencia de las distintas FL. Para el espaiiol con sus multiples variedades coexistentes, siempre habra que observar la procedencia regional (y social) de 10s textos explorados y completar el rastreo por indagaciones verificadoras sobre la competencia activa y pasiva de determinados grupos de hablantes. Vale la pena analizar el estatus quo en cuanto a representaciones fiaseograficas en diccionarios generales y especializados del espaiiol, lo cual demostraria bastante heterogeneidad e incertidumbre/hesitaciones asi como la utilidad del modelo te6rico propuesto. Es una tarea para el futuro como otras tantas, ya que la fiaseologia apenas esta dando sus primeros pasos en la

320

Gerd Wotjak

lingiiistica hispimica y se enfienta con un sinfin de problemas especificos por resolver y aspectos por describir aun.

;Manos a la obra!, pues y in0 nos quedemos con 10s brazos cruzados ante la magnitud de la tarea que nos espera!

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Hugo Kubarth

ELABORACION DE UN

DICCIONARIO FRASEOLOGICODEL E S P ~ O L

HABLADO MODERN0

0.

Preliminares

Ning6n diccionario es una mera coleccidn de lexemas: siempre refleja tambiCn el papel que la lengua o alguna de sus variedades desempefian dentro de determinada comunidad lingiiistica en un momento dado. El espaiiol no escapa a esta regla, como lo demuestran las tres grandes etapas en su desarrollo hist6rico. De esta manera, el Diccionario (1492) y el Vocabulario (1495) de Nebrija dejan traslucir ya muy pronto la emancipaci6n paulatina de la lengua romance frente a1 latin. La "dimensi6n europea" a la que llega el espaiiol en 10s Siglos de Oro se refleja igualmente con cierta rapidez, no solamente en un sinnhero de dialogos, guias practicas para viajeros extranjeros, sino tambiCn en multitud de diccionarios bilingiies y hasta trilingiies, como el Thrisor des trois langues, espagnole,ji-angoise et italienne de CCsar Oudin (1 6 1 7). Tarda un poco mas en llegar el reconocimiento de su estatus intemo como instrumento comunicativo oficial, transregional y -social, y su codificaci6n e institucionalizaci6n por medio del Diccionario de autoridades (1729-36). Es evidente que un modelo de referencia para el uso correct0 y cultivado de la lengua aguza la vista fi-ente a lo que se aparta del ideal. Hasta tal punto es esto asi, que no parece desatinado decir que la Real Academia motiva tambidn la atencion por aspectos diasistematicos del espaiiol, muy patente en 10s diccionarios generales y especializados que se han publicado desde la Ilustraci6n hasta hoy. En la actualidad, dos funciones casi antag6nicas de la lengua parecen ocupar el centro del inter&, tanto en Espaiia como fuera de Espafia: por un lado la funci6n de ser un instrumento altamente especializado para la divisi6n de trabajo y por otro, la de ser un medio de comunicacicin cotidiana, inrnediata y sin pretensiones de correcci6n, precisi6n ni objetividad. La primera se refleja ya en una multitud de diccionarios tCcnicos y terminologias que se basan todos en la norma. No vale otro tanto para la segunda: como la comunicacidn oral se pasa la norma "por el arc0 del triunfo" muchas veces, no sorprende que la lexicografia no le haya dedicado mucha atencion hasta ahora. Si bien ning6n diccionario general pueda permitirse la exclusi6n completa de palabras arraigadas en el habla, carecemos todavia de un diccionario del espaiiol hablado propiamente

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Hugo Kubarth

dicho, aunque el DLEU ya se acerque bastante a este tipo. La actitud general un tanto reservada ante determinadas propiedades del lenguaje hablado se hizo patente tambiCn en la publicaci6n de la coleccion de unidades fiaseol6gicas presentada aqui: a pesar de contener hicamente material utilizado en la comunicaci6n oral, no le pareci6 conveniente a la editorial una referencia directa a ello en el titulo. Por lo tanto, se ha publicado como DiccionarioJi.aseoldgico del espafiol modern0 (DFEM). 1.

Destinatarios del diccionario

A1 comenzar la colecci6n de material, 10s dos autores pensaban en un diccionario bilingiie para estudiantes alemanes de espaiiol. Esta idea h e abandonada muy pronto por falta de unidades fiaseol6gicas (UF) equivalentes en cuanto a imhgenes y niveles estilisticos. Por otro lado, con la elaboraci6n de definiciones a la que habia que recurrir como 6nica alternativa, no parecia oportuno ya limitar tan estrechamente el grupo de destinatarios. Por lo tanto, se ha pretendido elaborar un diccionario de uso prhctico para todo estudiante de espaiiol extranjero algo avanzado que requiera un instrumento propicio para el manejo competente de UF. Con sus 6,000 unidades reunidas en cuatro aiios y agrupadas bajo 2,000 palabras claves, el DFEM tambiCn podrd ser de algun interes para profesionales del espaiiol activos en la enseiianza o la traduccion, aunque estC desprovisto de un indice ordenado por conceptos: tal trabajo hubiera traspasado las posibilidades de un equipo de dos autores solarnente, sin hablar del poco Cxito de 10s diccionarios ideolbgicos en general. Corno un primer intento de presentar material fraseol6gico desde la perspectiva del habla, el DFEM tampoco carecerd de inter& para el estudioso del espaiiol. Que no traiga ni el porquB de 10s dichos ni su clasificacidn minuciosa conforme a criterios como 10s establecidos por Casares (1950192) y Zuluaga (1980 y 1992) se explica muy bien pensando en 10s destinatarios principales. Tambien es evidente que las indicaciones acerca de las condiciones de uso de las UF registradas sean limitadas por razones de espacio. TCngase en cuenta que la descripci6n detallada de las hnciones y el marco situacional de una f6rmula militar tan simple como ja la orden!, tal como aparece en Corpas (1996: 177s.), la monografia m L reciente dedicada a la fiaseologia espaiiola, precisa de dos phginas enteras. Sin embargo, este mismo libro pone de manifiesto que el DFEM tambiCn le puede ser ~ t i a1 l te6rico por cumplir una laguna notoria en la lexicografia del espaiiol: a pesar de la "inflaci6n" reciente de diccionarios fiaseol6gicos como Rodrigues/Bernet, Fontanillo, Cand6n/Bon-

Diccionario fiaseol6gico del espaiiol hablado

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net y Doval, todos publicados entre 1991 y 1995, el libro de Corpas recurre casi exclusivamente a1 DFEM para la descripci6n de UF con connotaciones groseras, vulgares u ofensivas.

2.

Seleccibn del material

Las unidades registradas en el DFEM han sido seleccionadas conforme a criterios externos e internos. Estos conciernen la forma y funciones semhtica y pragrnatica de UF, aquellos su posici6n en el diasistema o sistema de normas del espaiiol. Suponiendo alguna familiaridad del lector con la estructura interna de UF, empezaremos con el aspect0 externo. 2.1. Criterios externos "El que mucho abarca, poco aprieta." Fieles a este refrh, nos hemos esforzado en registrar unicamente aquellas UF que pueden definirse como elementos lexicalizados del espafiol hablado comlin y corriente. El concept0 de lexicalizaci6n ha de tomarse en sentido amplio, ya que se refiere a todas las entidades con significado convencionalizado disponibles en el lexico mental, independientemente de que esten registradas y, por lo tanto, codificadas en diccionarios. Si bien nos hemos limitado a1 espafiol europeo, lo hicimos plenamente conscientes de excluir una de dos variantes del espaiiol universal y no con la pretensi6n de describir la modalidad hablada de algo que ha sido llamado "espafiol sin adjetivos". De este mod0 apareced, por ejemplo, hacer u.p. dedo (])I, per0 no ir a1 dedo, citado como UF del espaiiol de America por Corpas (128). Esta restricci6n tiene varios motivos. Por razones practicas evidentes hubiera sido necesario recurrir a 10s diccionarios generales de americanismos existentes; ahora bien, el poco inter& por la fiaseologia no es precisamente el menor de 10s defectos de este tipo de 18xicos; por otra parte, existen algunos diccionarios por paises que resultan satisfactorios, y tambien es de esperar que 10s vollimenes venideros del Nuevo diccionario de americanismos correspondan a 10s primeros publicados en cuanto concierne el registro de UF. De este modo, se comprobara tambiCn que ir a1 dedo dista mucho de ser americanismo general: en Mkjico, p.ej., se viaja con el gordo.

1

Para la defmici6n de 10s ejemplos con niunero vkase la lista a1 final del articulo.

Hugo Kubarth El postulado de pertenencia a1 espaiiol comzin y corriente excluye todas aquellas UF cuyo uso se limita a dialectos o hablas regionales, sociolectos o determinados hmbitos profesionales, o que parecen infiecuentes, arcaismos o neologismos. De esta manera, no han sido registrados andalucismos como quedarse a la altura peluquin 'contar poco', ni tampoco tirarse el pisto/rollo 'poseer sexualmente a una mujer', creaci6n de la jerga callejera. Faltan igualmente expresiones de jerga profesional, como el citado saludo militar ja la orden! o fumar u.p. la pipa 'comer con poca velocidad, especialmente por parte de 10s que forman un pelot6n ciclista' (Rodriguez Diez 1981: 223), y tampoco se encuentran tecnicismos como pacto de retro 'estipulaci6n por la cual el comprado se obliga a devolver la cosa a1 vendedor por su precio' (DRAE). El uso infrecuente explica la ausencia de por mor de 'en beneficio de o por consideraci6n a', mientras que la locuci6n so capa de 'con la apariencia o el pretext0 de la cosa que se expresa' (ambos en MM) falta por obsoleta. La "neofobia" del DFEM se explica tanto por el muy inseguro porvenir lkxico de acuiiaciones recientes, cuanto por la imposibilidad de comprobar su uso actual en pequeiio equipo. Cabe explicar, por Cltimo, lo que entendemos por el criterio hablado. No se trata del sentido estrecho, o sea diastrzitico, que le dan 10s diccionarios corrientes cuando se trata de especificar como coloquial o familiar entradas que se consideran como pertenecientes a un nivel estilistico situado entre lo normal y lo popular; se trata mbs bien de una concepci6n arnplia del termino segCn la cual lo hablado ocupa parte de un continuum entre 10s polos de scripturalidadloralidad exclusivas, puntos extremos que podemos ilustrar con la conocida f6rmula epistolar su seguro/atento sewidor y el marcador discursivo jsi lo sabrk yo! (2), respectivamente. Conforme a esta perspectiva, hemos seleccionado material que aparece en discursos (orales), sin tener en cuenta si puede o no utilizarse tambien en textos (escritos). Es obvio que tal criterio lo cumplan indistintamente unidades como [ser u.c.1 gajes del oficio (3), a la chita callando (4), jiquk tripa se [te] ha roto?! ( 5 ) o mojar u.p. el churro (6). Veremos un poco mbs abajo 10s criterios adoptados para evitar que "se le cruce un cable" a1 lector a1 encontrarse con material de tan diversa indole funcional ylo estilistica. Antes de esto, veamos rbpidamente algunos problemas con las principales fuentes. 2.2. Fuentes del DFEM Entre 10s lkxicos especializados se han utilizado con mayor provecho dos obras bilingiies, a saber, el Diccionariofraseolc5gico espaiiol-ruso de Levintova et al. y el Stilistisch-phraseologisches Worterbuch de Beinhauer, evidentemente no

Diccionario fraseol6gico del espaiiol hablado

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sin haber eliminado gran cantidad de entradas que nada tienen que ver con UF, como cantar ma1 o cantar maravillosamente, registradas respectivamente en el uno y el otro en articulos bastante ma1 estructurados. Ambos se caracterizan, ademas, por su pudibundez, rasgo que comparten con las Spanische idiomatische Redensarten de FlorianMartinez, libro que traduce muy adecuadamente, per0 sin seiialar niveles estilisticos. TambiCn ha sido consultada alguna que otra publicaci6n espafiol-alemana mas reciente. Mencionaremos s610 el Lexikon der spanischen Redewendungen de Moreno Torres por tratarse del ejemplo mas ilustrativo de una serie de publicaciones tan disparatadas en la selection del material como deficientes en su explicaci6n e ilustraci6n. De dudosa macroestructura, per0 mas cercano a nuestra concepci6n de fraseologia y, por lo tanto, una obra de consulta obligatoria, ha sido El porqut de 10s dichos de Iribarren. Pobre en nbmero de entradas, per0 rico en ejemplos, era necesario complementarlo por la Fraseologia espafiola en su context0 de Dominguez, con muchos registros per0 no siempre feliz selecci6n de ejemplos de autores. El deseo de compensar la notoria falta de material vulgar y obsceno en las obras mencionadas por medio de publicaciones como el Diccionario de Argot de Oliver result6 algo frustrante; esto no solamente por errores manifiestos como tener un deliz en vez de desliz, sino tambiCn por la ausencia de un concepto claro del objeto tratado, que el propio autor revela en la introduction: "No ha sido nuestra intenci6n elaborar un compendio de 10s vocablos que componen jergas muy especificas, sino acopiar aquellos que han acabado por integrarse en el espaiiol coloquial o que son utilizados [...I por subgrupos que disponen de un argot propio". En cuanto a1 lenguaje obsceno, el DFEM le debe mucha mas informaci6n a tebeos, diarios y revistas publicados en Espaiia. Otro punto dCbil de la lexicografia actual lo constituyen las expresiones o fbrmulas. A este respecto, nos h e de gran utilidad el Textbook of Colloquial Spanish de Brian Steel. Cabe mencionar, por bltimo, algunas corrientes de la literatura contemporanea, desde el "lenguaje coloquial de guante blanco" de Cela hasta el "estilo cinta magnetof6nicaWde Shchez-Ferlosio o Delibes, mucho m b fieles a1 habla real que las obras a las que tuvo que acudir Werner Beinhauer en su libro pionero sobre el tema, El Espafiol coloquial. 2.3. Criterios internos

En la opini6n de estudiosos como Corpas y, como hemos visto, tambiCn de autores de diccionarios, la gama de UF se extiende desde las simples colocaciones

Hugo Kubarth hasta 10s refranes, pasando por locuciones y fbrmulas de trato social. Hernos excluido ambos tipos extremos por consideraciones prhcticas: parecia tan imposible tratar convenientemente las colocaciones sin material computerizado, como innecesario incluir proverbios por la cantidad de publicaciones ya existentes a1 respecto. Lo que ha quedado para el DFEM son locuciones (lexemas pluriverbales que funcionan como partes de la oracion) y una categoria algo heterogknea que hemos llamado expresiones, fiecuentemente de caracter oracional. El denominador c o m h de estos dos tipos es que son unidades pluriverbales j j a s e idiomciticas que no constituyen verdades generales. 2.3.1. En cuanto a1 criterio defijacidn nos hemos valido de las dos interpretaciones principales que le da Zuluaga (1992: 125-131) en su intento de precisar la noci6n corriente per0 algo difusa de estabilidad, utilizada por Casares (1950192). De hecho, Zuluaga distingue entre fijaci6n fraseol6gica, pragmhtica y posicional. El primer tipo - la existencia de una serie de restricciones en la libre aplicaci6n de procedimientos sinticticos o de formaci6n de palabras nos ha permitido descartar las colocaciones. Como combinaciones simplemente frecuentes o usuales, no se altera o anula su sentido en caso de aplicarles determinadas transformaciones gramaticales. Comphense, a este respecto, 10s resultados de algunas pruebas clisicas aplicadas a la colocacibn diametralmente opuesto y a la locuci6n [ser u.p.1 de carney hueso (7). La conmutaci6n da un resultado perfectamente correct0 en el primer caso (opuesto diametralmente), per0 sorprende en el segundo: de hueso y carne; la permutaci6n (cuasi)sinonimica en completamente opuesto es aceptable, per0 imposible en de vianda y osamenta; tampoco llama la atenci6n la inserci6n de un elemento en la colocaci6n, como en completa o totalmente opuesto, per0 si molesta en la locuci6n: de came y duro hueso. Observamos contrastes analogos en 10s resultados de una eliminaci6n: opuesto y de hueso. En cuanto a derivaciones, oposicidn diametral no plantea ningcn problema, mientras que carnal y ososo resulta imposible. Dicho sea de paso que en el trabajo prbtico ha sido crucial proceder como en 10s ejemplos dados, empleando siempre mas de una prueba a la misma secuencia para evitar excluir locuciones autdnticas como tomar el pelo (8) que, a pesar de un derivado tomadura de pelo, no permite las demds operaciones. Lo mismo vale para UF variables como buscarle u.p. las tres/cinco patas/pies a1 gat0 (9) o por (real) decreto (lo), que tambiCn pueden considerarse como locuciones por admitir un solo tipo de modificacibn. El segundo tip0 o fijaci6n pragmitica estd caracterizado por Zuluaga como restriction de empleo a "determinadas situaciones de la vida social" (1992: 126). A1 darle a la palabra social el sentido m k precis0 de interaccional, co-

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municativo o expresivo*, ha sido posible tener en cuenta expresiones de tres tipos: a) fbrmulas para dar la enhorabuena o de saludo, como delices pascuas! y jhasta mas ver!, b) marcadores de discurso utilizados para captar la atencibn, asegurar el turn-take o estructurar 10s turns, como ja ver!, es Vd. muy dueAo y colorin colorado, este cuente se ha acabado, y otras "muletillas" m b , como la explicativa a saber y la enfatizante lo que oyes, y c) exclamaciones de todo tipo, tengan o no incidencia en el desarrollo del discurso: jMadre de Dios!. Hemos desechado casos de fijaci6n posicional debido a la propia definici6n de Zuluaga, quien la atribuye mas bien a tipos de textos que a discursos. La integraci6n de colorin colorado, este cuento se ha acabado en el DFEM no es un lapso, ya que ademb de terminar cuentos infantiles, sirve tambikn de simple marcador final. Un caso particular de fijaci6n (e idiomatizaci6n) lo constituyen 10s complejos con casillas vacias, que pueden funcionar como locuciones o expresiones. Por falta de estudios detallados, nos hemos atenido a la clasificaci6n provisional de Zuluaga (1 992), quien distingue entre unidades fraseol6gicas con casilla vacia y esquemas. Las del primer tip0 son unidades lkxicas incompletas como NUMERAL + SUSTANTIVO + ma1 contados (1 1) - v.g. tres estudiantes ma1 contados, las del segundo corresponden a modelos sintacticos idiomatizados con elementos relacionales, per0 sin componentes lkxicas fijas, como [estar u.p.1 + VERBO + que (te/le) + VERBO (12) o, mas concretamente, erre que erre. 2.3.2. El concepto de idiomaticidad se interpreta generalmente como m a propiedad semhntica por la cual el significado global de una secuencia no equivale a la suma de 10s significados de sus componentes. Sin embargo son notorias las dificultades en la aplicaci6n practica de este concepto, ya que la correcta interpretaci6n de una UF depende en gran medida de conocimientos extralingiiisticos o de otras lenguas individuales. Para un madrileiio, [estar] entre Pinto y Valdemoro (13) resulta probablemente tan poco opaco como el brillar u.p.por su ausencia (14) para un alemhn, que dispone de m a locuci6n perfectamente equivalente. Mas generalmente dicho, no hace falta tener mucha imaginaci6n para solucionar casos como cortar u.p. un cabello en el aire (15) ni ser experto en matemhticas para comprender [ser u.p. un] cero a la izquierda (16). A esto se aiiaden aproximaciones de ideas probablemente universales como las que

2

Cfi. las "f6rmulas psico-sociales, de cortesia y de direccidn del discurso" de Coulmas (1985: 64s.).

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existen entre 'irritacidn/excitaci6n' y 'calor', manifiestas en [echar u.p.1fuego por 10s ojos (17) opegarse u.p. un calentdn (18). Sin embargo, como el DFEM se dirige principalmente a estudiantes extranjeros, no queriamos presuponer ninguna de esta condiciones. Esto nos ha obligad0 a aplicar el criterio de idiomaticidad en el sentido mhs amplio posible, incluyendo casos en que a) todos 10s componentes pierden su significado de origen, como en andar u.p. de picos pardos (19), b) a1 menos uno lo mantiene, como en valer u.c. un Perzi (20), c) aparece una palabra "unical", p.ej. jahi esta el busilis! (21). 2.3.3. Entre las expresiones fijas arriba mencionadas hay muchas que constituyen oraciones completas, rasgo que comparten con 10s r e h e s . De ahi que nos vimos en el dilema de cdmo excluir Cstos sin dejar de incluir frases proverbiales corrientes como mds seperdid en Cuba (22). La solucidn esth en el tercer criterio, ya que a la diferencia de 10s refranes, esta UF no tiene valor de verdad general. 3.

Presentaci6n del material

En la redaccidn del DFEM hicimos grandes esherzos por alcanzar tres objetivos importantes, bastante descuidados por 10s grandes diccionarios de uso. Se trataba de ofiecerle a1 lector la posibildad de a) encontrar rhpidamente una UF desconocida, b) comprender claramente su estructura, significado y particularidades de uso, y c) reproducirla de manera apropiada. Veamos algunos medios adoptados para alcanzar estas tres mhimas. 3.1. Macroestructura 3.1.1. Lematizacidn de 10s regiistros: Fieles a1 uso lexicogrhfico dominante, hemos catalogado todas las UF registradas por palabras claves, ordenadas alfabkticamente. Exceptuando algunas con casillas vacias, la palabra clave corresponde siempre a un elemento de la UF y ha sido seleccionada segun un criterio estrictamente formal: cada registro se cita por aquel componente que ocupa el rango mhs alto en la jerarquia siguiente: 1.

2. 3. 4.

nombres propios y palabras "unicales": sustantivos: adjetivos: participios concertados:

[estar u.p.1 entre y Valdemoro, jahi estci e l m ! [ser u.p. un] manojo de nervios (23) dejarhoner u.p. a alguien (24) Ilevar/tener u.p. adelantado algo/kso (25)

Diccionario fiaseoldgico del espaiiol hablado 5.

6. 7. 8. 9.

olerle u.c. & a alguien (26) adverbios (except0 no, si, e interrogativos dbnde, cdmo, cucindo): ...para e l e (27) verbos (except0 ser y estar y modales): pronombres (no interrogatives) por E' que ... (28) en un &por tres (29) nurnerales a no que (30) el verbo ser:

Las UF cuyos componentes no corresponden a ninguna de las clases mencionasi o p o r n o (31). Veamos das, se registran bajo la primera palabra, p.ej., ahora algunas ventajas de esta lematizacidn que puede parecer algo artificial a primera vista. Una y no la menos importante reside en el propio hecho de ser formal y no semhtica. Es obvio que un estudiante extranjero puede determinar la clase de palabras a la que pertenecen 10s componentes de una UF sin necesidad de comprenderlas todas. La comprensi6n de las partes es, sin embargo, condicidn previa para la busqueda rhpida en caso de lematizacidn por la palabra semhticamente mhs proeminente, siempre que la haya.3 Asi, por ejemplo, en el caso del manojo de newios, el primer sustantivo s610 cuantifica el estado de nerviosismo, por lo cual, segGn Valadez (1997: 415), "iria tal vez mejor bajo el sustantivo newio". El argumento, sin embargo, no es valido para el caso del estudiante extranjero, que bien puede no conocer el primer constituyente. Dicho sea de paso que la unidad aparece bajo manoio en el GDLE, per0 falta en el DRAE y el DLEU, para mencionar tres grandes diccionarios de uso que no d m raz6n de sus criterios de lematizaci6n.4 TarnbiCn es fhcil justificar la jerarquia establecida en cuanto a un punto que ha sido criticado con fiecuencia: la modesta posici6n que 10s verbos ocupan en la jerarquia mencionada. Esta se debe, en primer lugar, a1 hecho de que 10s verbos suelen variar con m k fiecuencia que 10s sustantivos, adjetivos o adverbios. Un buen ejemplo es partirse u.p. de l a &z (32) que admite diez verbos alternativos y probablemente mas. Se concibe fhcilmente el aumento de paginas impresas inutilmente a1 registrar este autdntico phraseological set en cada uno de 10s verbos, a parte del riesgo de dejar en blanco a1 lector que encuentra otra variante m b . En segundo lugar, la posposici6n de verbos nos ha permitido evitar 3

Lo que no me parece ser el caso en iy que no ...!o yo que turd.

4

Sin embargo no salen tan ma1 parados a1 compararlos con el Duden Deutsches Universalworterbuch,en cuya parte introductoria encontramos el siguiente enigma: "Las expresiones idiomhticas [...I se registran bajo el significado a1 que pertenecen [...Iw.

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acumular registros bajo una misma palabra clave. Poniendo [ser u.p.1 de ma1 vivir (33) bajo la clave yi& - otra sugerencia de Valadez - hubikramos tenido que amontonar varias docenas de UF bajo verbos como ser, estar, hacer,

...

3.1.2. Orden de 10s registros bajo una misma palabra clave: Los articulos registrados conjuntamente van agrupados por locuciones y expresiones, colocando 6stas despu6s de aqu6llas. Las locuciones e s t h ordenadas, ademas, por la hnci6n sintactica que desempeiian. Ilustraremos este punto con algunos de 10s 47 UF con D d : nominales

[ser u.p. un] alma de Dios (34) [armarse/haber] la de Dios (es Cristo) (35)

pronominales

ni dios (36) todo dios (37)

adnominales

como Dios le echd/trajo a1 mundo (38) [estar u.p./u.c.] dejada de la mano de Dios (39)

adverbiales

como Dios manda (40) mcis ... que Dios (4 1 )

verbales

clamar U.C. a Dios (42) costarle U.C. Dios y ayuda a alguien (43)

...

...

... ...

...

Con la excepci6n de 10s pronombres, este orden refleja fielmente el utilizado para la lematizacibn y puede constituir, quizas, un pequeiio recurso mnemot6cnico para el lector. No hemos creido necesario agrupar por separado las "locuciones clausales" (Corpas 1996: 109). Pensarnos que el lector buscara indiferentemente en el subgrupo verbal una UF como no llegarle la camisa a1 cuerpo a alguien (44), de estatus oracional por necesitar s610 la inserci6n de un complemento adecuado, y clamar u.c. a Dios, de predicado fijo per0 sujeto libre. Tampoco forman grupo aparte las locuciones prepositivas: adem6s de ser infrecuentes, siempre aparecen bajo una palabra clave con pocas o una sola entrada, p.ej., en pos de (45). Otro es el caso de las llamadas "locuciones conjuntivas" como sin embargo, aJin/con el Jin de (que). Dado el notorio desacuerdo de las gramaticas en cuanto a su estatus de conjunciones o de adverbios de enlace, hemos optado por agruparlos despuis de las verbales, definiindolas simplemente como "locucion adversativa, final", etc.

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Las expresiones aparecen simplemente por orden alfabhtico, y esto por dos razones. Por un lado, sabemos muy bien que la clasificaci6n funcional presentada mas arriba es solo una entre muchas posibles - vhase a este respecto el capitulo V en Corpas 1997 -, por otro lado hay cantidad de UF polihcionales, como p.ej., ipor el amor de Dios! (46), que vale como formula o exclamaci6n segun el contexto. Alguna que otra UF puede utilizarse como expresion o locution. En tales casos hemos registrado de dos maneras. Cuando se trata de palabras claves con muchas entradas, cada tip0 aparece con registro propio en el lugar que le conviene normalmente; de esta manera, cagarse u.p. en Dios esta registrado junto con las locuciones, jme cago en Dios! junto con las expresiones. En caso de claves menos recargadas, presentamos un s610 modelo que diferenciamos mediante definiciones y ejemplos propios. Valga como ejemplo la variante eufemistica de lo anterior: bajo & (2 entradas) el lector encuentra s61o cagarse u.p. en diez, per0 dos definiciones, a saber A: 'blasfemar' y B: 'exclamacibn que indica fuerte disgusto', ambas con ejemplo propio. 3.2. Microestructura Cada registro est5 introducido por un modelo. Lo completan o una abreviatura para indicar el h b i t o de uso, la definicidn y el ejemplo, o una referencia a otro modelo sin6nimo. 3.2.1. Modelo: En realidad, hay muy pocas UF totalmente fijas; la gran ma-

yoria de ellas requiere alguna adaptaci6n o suplemento en la parole, sea por necesidades sintacticas, semhticas o pragmaticas. Fieles a nuestro prop6sito de ofiecerle a1 lector un instrumento que le permita no solamente entender las UF sino tambihn utilizarlas activamente, hemos tratado de indicar lo mas clara y simplemente tales casos. Veamos algunos recursos para esto. En UF con sujeto libremente elegible Cste se indica sistematicamente mediante las iniciales u.p. para personas y u.c. para cosas. La utilidad de esto puede comprobarse en muchas locuciones verbales cuyo significado no permite reconocer quC sujeto admiten. Con modelos como sacar u.p./u.c. de madre a alguien (47), colgarljender u.c. de un hilo (48) o dar u.p. el golpe (49), ya no hay duda posible. Otro tanto vale para la distinci6n de complementos a elegir, indicados siempre por alguien o algo. Los ejemplos siguientes son suficientemente claros: ir el cuento con alguiedalgo (50), tomar u.p. a alguien por el cofio de la Bernarda (51), tomar u.p. en cuenta algo (52).

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El deseo de presentar modelos para el uso activo ha motivado tambikn el empleo extenso de corchetes. Estos marcan por un lado elementos obligatorios, per0 libremente elegibles dentro de un paradigma, como en darle u.p. margen a alguien para [hacer] algo (53) y, por otro lado, cotextos tipicos. Este ultimo caso puede ser ilustrado con dos locuciones, una adjetival y otra adverbial: [estar u.p.1 dejada de la mano de Dios (39) y [estar u.c.1 aJlote (54). Si bien el verbo citado es muy frecuente en ambos casos, no forma parte de la locuci6n propiamente dicha. La adaptaci6n pragmhtica de expresiones motiv6 modelos como jmal ray0 [te/le] parta! (55), donde 10s corchetes remiten a la necesidad de insertar la forma de tratamiento adecuado, patente tambien en el ejemplo dado: NO quiero saber nada mhs de vosotros! iQue ma1 ray0 os parta!". 3.2.2. kmbito de uso: El desacuerdo frecuente de 10s diccionarios corrientes en cuanto a la interpretaci6n y atribuci6n de indices como familiar, coloquial, popular, vulgar, argdtico etc. nos ha parecido motivo suficiente para buscar un sistema de cualificaci6n estilistica m L simple per0 adaptado, a1 mismo tiempo, a las exigencias del discurso oral. En este sentido hemos diferenciado solamente entre tres estilos situacionales posibles: formal, informal y restringido. Inspirhdonos en el continuum de "constelaciones de distancia - inrnediatez" establecida por KochIOesterreicher (1990: 1O), calificamos como f: a todas aquellas UF que pueden utilizarse publicamente por hablantes que no se conocen, como seria el c a s ~de allanarle u.p. el camino a alguien (56). Casos como [ser u.p./u.c.] de abrigo (57) se presentan como in$, ya que se limitan a ambitos (semi)privados donde la emocionalidad y la despreocupacidn por el lenguaje correcto se conjugan con cierto respeto ante el interlocutor o convenciones sociales. La trasgresi6n de tales barreras es el rasgo definitorio del indice restringido, reservado para sefialar UF como [estar u.p.1 hecha una braga (58). 3.2.3. DeJnici6n: En el caso de las locuciones hemos tratado de formular, siempre que fuera posible, una parhfrasis de significado y funci6n sinthctica equivalentes a1 modelo, respetando tambien elementos opcionales y contextos. De esta manera, modelo y definicidn resultan intercambiables en el ejemplo. Citaremos dos casos a1 respecto: [hacerse/quedar u.p.1 dueiia del campo, definido como '[salirlquedar] vencedor' e ilustrado por "A1 principio esta empresa tenia muchos competidores, per0 poco a poco heron arminhdose todos hasta quedar ella dueiia del campo"; coser(se) u.p. la boca 'callarse': "Se cosi6 la boca y se meti6 en un rinc6n dispuesto a no hablar con nadie". El mismo principio se ha observado en casos de polisemia, donde las distintas acepciones y ejemplos se presentan en subgrupos introducidos por A, B, C... Valga como ejemplo de-

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jadechar u.p. los higados, definido como A: 'esforzarse o trabajar hasta el agotamiento' y B: 'vomitar'. En el caso de las expresiones, la definici6n sinonimica resulta muchas veces imposible o no dejaria bien clara las funciones sociales o discursivas de la unidad. En estos casos se presenta una descripci6n puesta entre corchetes, como en el ejemplo jbueno estci ha)!, donde un simple '!bastait parece menos adecuado que la definici6n '[expresi6n con que se invita a dejar un tema o abandonar una action]'. Juntamente con la definici6n se indican tambiCn todas aquellas particularidades de uso que se han considerado necesarias para la reproducci6n adecuada. Mencionaremos algunos casos tipicos. Muy frecuentes son restricciones que conciernen el objeto referencial, como en [ser u.c.1papel mojado '[documento] sin valor ni vigencia alguna' o dar u.p. (buena) cuenta de algo '[referido a la acci6n de comer o beber]; acabar o finalizar algo'. Otros ejemplos son [ser u.p.1 (guapa) como un sol '[generalmente referido a nifios]; [ser] muy guapo' y cambiarle/mudarle u.p. el agua a las aceitunas '[referido a1 hombre] orinar'. Entre las locuciones y expresiones restringidas por obscenas llama la atenci6n el paralelismo entre UF "marcadas" y "no marcadas" en cuanto a1 sexo del que las utiliza. Compkense, a este respecto, salirle U.C. del coiio a alguien, '[muy enfatico] querer [una mujer] algo ...', con salir u.c. de 10s cojones, indiferente en cuanto a1 sex0 del hablante. TambiCn se mencionan connotaciones especiales, como en tener u.p. mris espolones que un gallo '[despectivo] ser muy viejo o en [ser u.p.1 una buena alhaja '[ir6nico] picaro, pillo, sinvergiienza'. ...I,

3.2.4. Zlustracidn: Si la utilidad didhctica de ejemplos concretos no necesita comentarios, si cabe mencionar algunos principios observados en su redacci6n. Debido a la disparidad de las fuentes consultadas tuvimos que desechar de antemano la idea de citar ejemplos autdnticos; adem&, la elaboraci6n de ejemplos propios nos pareci6 mas propicia para cumplir con 10s objetivos del DFEM.

Para subrayar el cardcter hablado de las UF registradas, muchas locuciones y la mayoria de las expresiones se ilustran mediante ejemplos dialogados o microdiCilogos como 10s siguientes, que acompafian 10s modelos darle u.p./u.c. guerra a alguien (59) y si tal(60): "Cambiar paiiales, lavarlos, preparar la comida... QuC quieres, todos 10s nifios pequeiios dan mucha guerra", "Ayer no estuviste en la reuni6n. - Si tal; lo que pasa es que l5 no me viste." La comprensi6n rapida es facilitada por ejemplos autoexplicativos para no dejar en blanco a1 lector apresurado o reacio a definiciones. De este modo, nos

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parece muy posible deducir lo que denota y connota el modelo [ser u.p.1 (muy) conocida en su casa (y a la hora de comer) a partir del ejemplo "Esta pintora no ha logrado tener Cxito; despuCs de veinte aiios de actividad artistica, es conocida en su casa y a la hora de comer". Como se ve, no es necesario recurrir a la definici6n completa: '[ironico]; [ser] poco conocido, poco o nada famoso'. Con miras a1 uso activo hemos puesto especial atencibn en la ilustracion de modelos con corchetes. Tres casos citados m6s arriba (53, 39 y 54) permiten ilustrar este punto. En el primer0 aparece otro miembro del paradigma de verbos de actividad, representados por [hacer]: "Nunca te he dado margen para que me trates tan mal; mi conducta creo que ha sido siempre irreprochable". En el segundo y el tercero se citan cotextos diferentes del modelo, per0 no menos usuales: "Nunca harh nada bueno en la vida; es un hombre dejado de la mano de Dios" y "Con lo poco que gana, no sC como puede mantenerse a flote". 3.3. Problemas especificos 3.3.1. Variantes:Inspiriindonos en Zuluaga (1980) consideramos como variantes de una UF m a serie limitada de secuencias fijas sinonimicas y libremente intercambiables en cualquiera de sus contextos que difieren parcialmente en su estructura o composici6n 16xica. De ahi es posible excluir tres tipos: casos con componentes que corresponden a un paradigma abierto, como darle a alguien el naipe por [hacer] algo (61); UF con diferente h b i t o de uso, como [estar u.c./u.p.en] el quinto pino - el quinto carajo (62); y finalmente adaptaciones (obligatorias) a1 context0 concreto, como ipara que lo sepas! - jpara que lo sepan! (63). Deben considerarse como autknticas variantes, sin embargo, 10s casos mencionados a continuation: Con respecto a la estructura, son muy fiecuentes la alternancia de preposiciones, presente, p.ej., en [decirhensar u.p.1 edpara su capa (64), y la presencia facultativa de una palabra funcional: a la pata (la) llana (65). Menor variaci6n se da en el orden de palabras: se utiliza indiferentemente jde eso/algo nada! y jnada de eso/algo! (66). Tampoco abundan casos como [estar u.p./u.c.] en cierne(s) (67) o por lo bajinis/bajines (68), en que varia la forma grarnatical o fonica de una componente. En cuanto a la variaci6n ICxica, salta a la vista el gran nhmero de verbos sustituibles en locuciones verbales. Los ejemplos no se limitan a casos de sinonimia total o parcial, como en adivinar(le)/concocer(le)/descubrir(le) u.p. el juego a alguien (69); tambiCn se admiten verbos sin relacion semiintica fuera de la UF: bajar/cambiar... u.p. el/de tono (70). Como ejemplo de variation nominal,

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algo menos corriente, podemos aiiadirle otra alternativa mas a1 modelo 69: adivinaroe) ... 10s naipes a alguien. Cabe destacar, sin embargo, que la sinonimia tampoco es condici6n previa para la variaci6n de sustantivos o adjetivos. Compbese pasar(se)lo u.p. bomba con pasar(se)lo u.p. pipa (71). Tampoco faltan componentes Mxicos opcionales: de (buen) grado (72), de golpe (y porrazo) (73). Como la presentaci6n de 10s ejemplos mencionados hasta ahora es fie1 a la utilizada en el DFEM, el lector de este articulo ya se habrh dado cuenta de 10s recursos utilizados para tratar casos de variantes, a saber las parkntesis, que seiialan elementos opcionales, y el trazo oblicuo, que separa altemativas en todos 10s casos en que nuestros criterios de lematizacidn permiten citarlas conjuntamente en un modelo. Es evidente que la jerarquia de palabras claves utilizada dificulta la b6squeda de variantes que no sean verbales; sin embargo, no todas pasartin desapercibidas por el empleo de referencias, de las que hablaremos a continuaci6n. 3.3.2. Referencias: Como queda dicho, algunos modelos aparecen s610 con una referencia que remite el lector a otro modelo, cuya palabra clave lleva un asterisco. Este procedimiento se ha utilizado para el tratamiento de a) UF con componentes variantes no verbales, b) UF sinonimicas per0 de composici6n lexica o iunbito de uso diferentes, c) UF con componentes antonimicos y d) UF cuyo registro completo no esth lematizado en conformidad con la jerarquia indiU ver cada. En este orden podemos citar 10s ejemplos siguientes: a) ~ W Sabuela!, jtulsu *madre! (74); b) salirse u.p. del tiesto, v. sacar u.p. 10s *pies de lm alforjas ( 7 9 , darle u.p. coba a alguien (f.) v. hacerle u.p. la *pelotilla a alguien (inf.) (76); c) caer u.c.fuera de algo, v. caer u.c. *dentro/fuerade algo (77); d) disgust0 de muerte, v. disgusto/susto de *muerte (78). 3.3.3. Complejos con casillas vacias: Dejando libre precisamente aquel componente que sirve para la lematizaci6n en 10s demb casos, estos complejos han sido nuestro gran problema. Para cumplir, en la medida de lo posible, con nuestros tres objetivos, hemos creido Ctil emplear recursos tipogrhficos especiales, ademb de advertir a1 estudiante poco experimentado sobre la existencia de tales complejos ya en la parte introductoria. Con la excepci6n de algunos casos aislados (v.g. jque' ... ni (qut;) ...!(79)) siempre ha sido posible encontrar una clase de palabras o una categoria gramatical representativa del componente libre. Este se presenta con may6sculas y se enlaza mediante el signo + con el modelo. Valgan como ejemplos una locuci6n, de + NUMERAL (SUSTANTIVO) + para abajo (80), y las expresiones jNi que + IMPERFECT0 DE SUBJUNTIVO! (81) y (como) ADJETIVO, (SO [es] + ADJETIVO (82).

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Para la lematizacibn de estos complejos nos hemos servido del componente fijo con el rango m6s alto en nuestra jerarquia, citando 10s dos primeros casos respectivamente en abajo y G.Por carecer de tal componente, el tercer modelo se registra bajo la clave [adjetivo].

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Lista de 10s ejemplos no definidos en el texto (1) Practicar el autostop (2) Expresi6n enfhtica de asentimiento o de rechazo de una opini6n (3) Ir6nico; molestias o perjuicios que se experimentan por causa del oficio (4) En secret0 o sin llamar la atenci6n (5) Expresi6n que indica contrariedad (6) Referido a1 hombre; realizar el act0 sexual (7) Real, autintico (8) Burlarse de alguien o engafiar a alguien con disimulo (9) Buscar complicaciones (10) Por la fuerza, de mod0 obligado (1 1) Apenas + NUMERAL + SUSTANTIVO (12) Expresi6n utilizada con ambos verbos en imperativo, o con el segundo verbo en futuro, 2a persona; enfatiza reiteraci6n o intensidad de una acci6n verbal considerada importuna (13) Vacilar entre dos cosas u opiniones o adoptar una actitud eclkctica (14) Ir6nico; no estar presente en el lugar que era de esperar (15) Tener gran perspicacia para comprender algo (16) Una nulidad, persona que desempefia un papel irrelevante (17) Estar enfurecido (18) Excitarse sexualmente mediante el contact0 fisico, per0 sin llegar a realizar la c6pula (19) Divertirse despreocupadarnente en lugar de trabajar o hacer algo de provecho (20) Tener u.p. grandes virtudes o valentia personal (21) Exclamaci6n con que se alude a lo que constituye el punto delicado de una cuesti6n o a lo que es motivo de disgust0 o enfado de alguien (22) Expresi6n de consuelo con que se pretende restarle importancia a a l g h problema o situaci6n delicada (23) Persona de carbter muy nervioso o intranquilo (24) Criticar muy hperamente a alguien

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(25) Locuci6n que indica que una accion o suceso es, en cualquier caso, una ventaja ya conseguida (26) Resultarle sospechoso (27) F6rmula de cortesia con que u.p. se pone a disposici6n de alguien; se usa solamente en respuestas alusivas a la identidad personal (28) Expresi6n que indica indiferencia ante 10s proyectos de alguien (29) En un momento (30) Excepto en el caso de (3 1) En previsibn de lo que pueda ocurrir (32) Reirse mucho (33) Delincuente (34) Persona rnuy bondadosa (35) Alboroto, eschndalo, pelea (36) Nadie (37) Todo el mundo, cualquiera (38) Completamente desnudo (39) De conducta reprobable; descuidado o abandonado (40) Bien, como es debido (41) Muchisimo (42) Reclamar justicia o reparacidn de 10s males (43) Costarle mucho trabajo, gran esfuerzo (44) Estar lleno de inquietud o temor (45) Detras de (46) F6rmula empleada para pedir un favor o para excusarse con hurnildad; exclamaci6n que indica enkrgica protesta (47) Hacerle perder la paciencia a alguien (48) Encontrarse en grave riesgo (49) Causar gran impresi6n; cometer un grave delito contra la propiedad (50) Referirse a alguien o algo (5 1) Tener a alguien en poca o ninguna consideracibn, no hacer caso a alguien (52) Apreciar o recordar a l g k favor o circunstancia notable o recomendable (53) Darle ocasidn, motivo u oportunidad para hacer algo (54) Disponer de medios o recursos econdmicos suficientes (55) F6rmula con que se maldice a alguien (56) Facilitarle la tarea a alguien realizando alguna labor previa (57) Adj. superlativo; rnuy bien, rnuy bueno, rnuy grave, rnuy peligroso, etc. (58) Agotado, rendido de cansancio (59) Causar trabajos, molestias o inconvenientes (60) Afirmacibn enkrgica empleada para rechazar una negacidn (61) Tomar afici6n o mania por hacer algo (62) Lugar rnuy apartado (63) Refuerzo expresivo de una afirmacidn, advertencia o critica destinada a1 interlocutor

Diccionario fiaseologico del espafiol hablado (64) Decirlpensar en lo interior de su h i m 0 (65) Sin cumplidos, sin etiqueta, con sencillez y espontaneidad (66) Expresion enfhtica de negacibn, rechazo o prohibici6n (67) En 10s comienzos (68) En voz baja (69) Adivinar o descubrir la intenci6n oculta de alguien (70) Comedirse, hablar con m b moderaci6n despuCs de haberlo hecho con arrogancia o enfado (7 1) Divertirse mucho (72) Voluntariamente, gustosamente (73) De repente, bruscamente (74) F6rmula de insult0 o exclamaci6n de enojo (75) Insolentarse, insubordinarse, perder la timidez o el comedimiento habituales (76) Adular a alguien para conseguir algo (77) Estar comprendido enlexcluido de algo (78) Disgusto/susto muy grande (79) Expresi6n enfhtica de negaci6n o rechazo (80) Menos de (8 1) Exclamacidn que rechaza una propuesta inadmisible (82) Expresion utilizada en respuestas para atenuar lo que dice el adjetivo

Barbara Wotjak

UNIDADESFRASEOLOGICAS EN

UN DICCIONARIO DE APRENDIZAJE

COMO LENGUA EXTRANJERA DEL A L E ~ N

Nuestra commicaci6n se basa en un articulo publicado junto con D. Dobrovol'skij en alemh en 1996. Nos parece que las imperfecciones y 10s problemas seiialados en relaci6n con el diccionario Langenscheidts Grojworterbuch Deutsch als FremdsprachelLWB podrian ser de inter& m6s a116 del alemhn que nos s i ~ de e pmto de referencia (en la primera parte del articulo hemos ofi-ecido algunos equivalentes en espaiiol con la amable ayuda de R. Beldarrain, H. Peters y J.J. Batista Rodriguez, quienes se han ocupado tambiCn de la traducci6n de largos pasajes) y aprovecharse, tal vez, en una critica del Diccionario para la enseiianza de la lengua espaiiola 1995, que se ha publicado para 10s mismos fines. Desempeiiara un papel especial la discusi6n de lo que se entiende por idiomhtico y de la forma que se escoge para la citaci6n/indicaci6n de la unidad fi-aseol6gica (UF)como entrada en tal diccionario, el cual no se ha elaborado para representar UF exclusivamente, como ha hecho ultimamente el excelente Diccionario fiaseol6gico del espaiiol modern0 de F . Varela y H. Kubarth (Madrid: Gredos 1994, 1996; para otros diccionarios especializados en fi-aseologismos y locuciones vCase Renner de Hernhdez 1991; Larousse Planeta: Diccionario prcictico de locuciones, Barcelona 1993; Dominguez Gonzalez et al. 1988). 1.

Posici6n de partida

Neubert cita, en su Introducci6n a su Diccionario Znglbs-Alembn (1989: 6), una metafora de Jacobo Grimrn, quien, a principios del siglo pasado, dijo literalmente del lexicdgrafo "que Cste construye su casa a la altura de la calle de manera que cualquiera puede Ianzarle m a piedra a 10s cristales". Si extendemos la methfora del constructor, podriamos decir que un diccionario - en especial, un diccionario general monolingiie de aprendizaje como el ya mencionado LWB - se califica segun el numero de elementos constructivos del lCxico que se ponga a disposici6n del usuario para ser integrados "con rapidez y seguridad" (Wiegand 1995: 495) en la arquitectura de las oraciones y textos alemanes y por la selecci6n, elaboraci6n y presentaci6n de las unidades ICxicas y las UF integradas.

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1.1. Wiegand (1995: 463 ss.) fue el ultimo en comentar la posicion de partida

del LWB, la "obra alemana tardia", comparada con Francia y Gran Bretaiia, "un exito de ventas con potencia de despegue", considerado por la critica con alabanzas, en su mayoria, estimulantes. A. Buscha (1994) habla con razon de un "OPUS magnum", de una esmerada selecci6n del vocabulario de "una cantera para ejercitadores y ejercitados", de una fuente para profesores y estudiantes y KosterNeubauer opinan, pese a algunas indicaciones criticas, que el LWB es superior en diversos aspectos a la mayoria de 10s diccionarios monolingues existentes; esto seria valid0 en especial "respecto a la preparaci6n de la informacibn gramatical, la presentaci6n de las posibilidades de formar palabras, el enfoque para clasificar el lCxico agrupado por conceptos y las formulaciones para explicar el vocabulario" (1994: 233). Las criticas fundamentales dirigidas a diccionarios de estas caracteristicas han constituido tambiCn idtimamente, en m k de una oportunidad, el objeto de comentarios circunstanciados (cfi. la sinopsis en BanlSchrijder 1994, asi como en Kromann 1995 y Wiegand 1995). Los pensamientos que presentamos aqui se incorporan a las reflexiones generales sobre este tip0 de diccionarios de aprendizaje (no son idCnticos a 10s diccionarios escolares -vCase Hernhndez 1989), asi como concretamente a 10s analisis del susodicho LWB; nuestras reflexiones no se proponen ofiecer soluciones a 10s distintos problemas que plantearemos, sino miis bien intentan contribuir a la discusion de cuestiones que en parte siguen sin soluci6n. 1.2. En vista de que todo diccionario representa un compromiso entre novedad y tradicibn, vamos a tratar el problema - respecto a nuestro tema de investigaci6n: fiaseologismos en un diccionario destinado a usuarios no nativos del alemhn - de corn0 hacer quizk mas visible en un diccionario lo nuevo y presentar las UF de acuerdo con 10s resultados miis recientes de la investigaci6n fiaseologica y fiaseografica. Varnos a comparar el LWB con 10s planes de 10s te6ricos y vamos a analizar su eficacia con respecto a ellos. En todos 10s comentarios, criticos en detalle, somos plenamente conscientes de que no se trata exclusivamente de un diccionario especial de fiaseologismos y que Cstos, por muy indiscutible que sea su importancia para el uso adecuado del alemhn contemporhneo, representan sin embargo a fin de cuentas s610 un porcentaje reducido de todo el l b i c o (incluidos 10s derivados y compuestos). Se analizarii, por lo tanto, el diccionario (desde nuestro enfoque particular) -

de acuerdo con las pretensiones de 10s autores y de acuerdo con 10s parhetros exigidos a un diccionario de aprendizajelenseiianza de un idioma extranjero y,

Unidades fiaseologicas en un diccionario de aprendizaje -

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no en ultimo lugar, de acuerdo con 10s resultados disponibles gracias a la investigation de 10s frase6logos.

En este analisis se plantean sobre todo dos cuestiones: 1.

~QuCse incluye? ~Cualesson 10s criterios y fundamentos empiricos para la selecci6n del material (Kromann 1995: 5 12)?

2.

iC6mo se agrupalordena y explica lo incluido - de acuerdo con qu6 algoritmo, en union con la reticula por la que debe pasar cada una de las anotaciones (v6ase entre otros Bergenholtz 1990)?

En nuestro trabajo nos atenemos a la expresa exhortation de 10s autores a la discusi61-1,puesto que, si "semejante labor en realidad no acaba nunca, hay que declararla por terminada cuando se ha realizado lo posible de acuerdo con el tiempo y las circunstancias" (J. W. von Goethe, LWB: VIII). En esto 10s autores seguramente tienen raz6n, pero esti claro que lo posible aumenta a1 aurnentar 10s conocimientos obtenidos gracias a la investigacibn. Y debemos atender de forma continuada a estas circunstancias, si se concede que, en el momento de la elaboracibn, se aprovech6 exhaustivamente la mayor parte de las posibilidades existentes, a fin de que a1 final no haya que renunciar a ninguna posibilidad. 1.3. De seguro que no costaria nada presentar proposiciones o bien sugerencias de modificaciones, si no se consideran, en comparacih con 10s diccionarios electrhicos, las condiciones bisicas, incomparablemente mas precarias, de un diccionario impreso y las concretas limitaciones del espacio a imprimir. Nuestras siguientes observaciones parten de la consideraci6n de 10s aspectos especificos tipicos para 10s diccionarios monolingiies de aprendizaje para usuarios de lengua extranjera y de curso avanzado (a1 respecto, vCase, entre otros, Kromann 1995: 502-504) y ordenados (principalmente) alfabbticarnente. Wiegand (1995: 494) esboza en la forma siguiente (i-v) las situaciones en que el usuario de lengua extranjera consulta como medio auxiliar un diccionario como el LWB:

(i) traducci6n a la lengua extranjera @.ej. para un inglCs, del inglCs a1 alemh) (ii) libre elaboraci6n de texto (p.ej. elaboraci6n de un texto escrito en aleman por un inglCs) (iii) traducci6n a la lengua materna @.ej. para un inglCs, desde el alemhn a1 inglis)

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(iv) comprensi6n del idioma extranjero (p.ej. para un inglCs, la comprensi6n de un texto alemhn) (v) aprendizaje de la lengua alemana mas all&de 10s tipos de situaciones del usuario abarcadas en (i)-(iv). El diccionario sirve, segun la voluntad de 10s autores (LWB: VIII), tanto para la elaboracidn de textos (i y ii), como para su recepci6n (iii y iv); tiene como objetivo contribuir a1 correct0 uso del idioma extranjero, suministrando, junto a 10s significados, tambi6n indicaciones relativas a las peculiaridades sociales y culturales. 1.4. Movikndonos entre tales pretensiones y su logro, atenderemos, ademas, a 10s siguientes apartados, cuya discusi6n permite sacar provecho con vistas a la confecci6n y el analisis detallado de diccionarios antilogos para el espaiiol como lengua extranjera:

-

lo relacionado con la manera en que 10s autores entienden la fiaseologia y la idiomaticidad (en 2.);

-

criterios y bases empiricas en la selecci6n del material: dCficit en la investigaci6n y problemas (en 3.);

-

lo que se relaciona con la estructuracion de 10s articulos sobre 10s subgrupos fiaseol6gicos y la forma de citar elegida para la presentaci6n lexicografica de las UF (en 4.).

En este articulo no se incluyen investigaciones sobre la descripci6n modular integrativa de 10s planos de la expresi6n y del contenido de las UF, descripci6n que va desde 10s aspectos semhntico-pragmaticos (en el sentido de Kiihn 1994) y morfosinthcticos de 10s fiaseologismos hasta las reflexiones en relaci6n con la soluci6n - para bien de 10s usuarios - de la concentraci6n de la informaci6n en 10s articulos del diccionario (siguiendo una sugerencia de Wiegand 1995). 1.5. Cabe anticipar, ya en esta parte del articulo, que result6 acertada la decisi6n de presentar 10s fiaseologismos agrupados a1 final de la entrada, en el poscomentario; a1 respecto queda por ver, sin embargo, si la "marca inicial ID" (= unidad I D I O ~ T I C A para ; destacarla grhficamente mejor a fin de aumentar el servicio prestado a1 usuario) no deberia quiza sustituirse por un simbolo no Iingiiistico (p.ej. un rombo, tal como en el Handworterbuch der Deutschen Gegenwartssprache/Diccionario Manual del Idioma Alemrin Contemporrineo) u otra referencia (mas general) (p.ej. la Wde Wendung = giro fiaseol6gico).

Unidades fraseolbgicas en un diccionario de aprendizaje 2.

Acerca de c6mo 10s autores entienden "unidad fraseolbgica/ fraseolexia" e "idiomaticidad"

LPor quC son, en el LWB, unidades fiaseol6gicas (UF) idiomtiticas (ID) ein alter Hase (= un viejo zorro), (meine) bessere Halfte (= (mi) media naranja) y eine taube Nu$' (= persona hueca) asi corno, para el alemiin (la indicacion de una traducci6n espaiiola, entre parentesis, no tiene valor de UF) kalter Kaflee (* no ser nada nuevo), y eine treulose Tomate (=una persona inJiel)? LY por que no lo son en cambio schwarze Schafe (= ovejas negras), heilige Kuhe (= vacas sagradas)? Deberian marcarse en alemhn como UF ID tambib toller Hecht ( 3 un diablo de hombre),junges Gemuse ( 3 10s jdvenes), y sonnige Gemuter ( 3 personas alegres/risue3as), donde las traducciones espaiiolas indicadas entre parentesis (=)I no constituyen UF. Llama la atenci6n que, en el LWB, no se han marcado por ID algunas UF idiomhticas, compuestas de un atributo adjetival + sustantivo (vkase la UF eine faule Ausrede una excusa vandabsurda), que se consideran como parcialmente idiomhticas segun la opinidn de 10s fiase6logos y en las cuales la vozguialpalabra-clave constituye la parte no idiomhtica. Demuestra lo problemtitico que esta tal indicacion la no caracterizaci6n por ID de UF totalmente idiomtiticas en alemhn como ein fauler Zauber ( 3 un embuste/una pamplina), mientras que otras UF aparecen identificadas, con justa razbn, con esta marca ID identificados con esta marca: ein warmer Regen (3una afluencia de dinero muy deseada, a menudo "de sorpresa").

2.1. En las instrucciones para 10s usuarios (LWB: M), se sefiala que giros idiomhticos, locuciones y proverbioslrefranes (= expresiones f i j a s m , compuestos de varias palabras del tipo de: nicht auf den Mund gefallen sein (= no tener pelos en la lengua), wer zuletzt lacht, lacht am besten (= el que rie till

Para indicar 10s "equivalentes" en espaiiol para las UF idiomtiticas o no del alemh procederemos de forma siguiente: a) con "=" indicaremos un equivalente formal y semhtico en espaiiol, es decir, una UF idiomtiticam) o no en concordancia con la UF idiomtitica o no del alemh; en este caso, procuraremos indicar el significado fraseol6gic0, idiomatico o translaticio de la UF idiomatica del alemh y no nos contentaremos con la indicacion de una traducci6n del significado literal de 10s componentes de la UF idiomatica alemana; por esto no apareceria para eine kalte Dusche en espaiiol un jarro de agua fiia, a no ser que esta secuencia de unidades 16xicas constituya en espaiiol no s610 una UF, sino una UF idiomatica con un significado idiomatico parecido (= contratiempo; mala sorpresa); b) con "3" indicaremos un equivalente traduccional, es decir, una secuencia de palabras espaiiolas que reproducen el significado idiomtitico o no de la UF alemana, con mayor o menor exactitud, pero que no constituye ninguna UF en espaiiol.

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timo rie mejor) se incluyen tras la marca ID sin que se nos entreguen criterios

de agrupaci6n claramente analizados y comprensibles. La ordenaci6n alfabdtica se realiza segun el primer sustantivo de la UF y, caso que no exista tal sustantivo, se$n el primer adjetivo o verbo, lo que no obsta para que ocasionalmente haya excepciones en esta ordenaci6n "por razones de 16gica y de utilidad practica"; y, seg6n nuestra opinibn, serian claramente deseables y se justificarian incluso otras "excepciones". En las instrucciones para 10s usuarios (vCase 1.6., XI) no se halla ninguna y tampoco sobre aclaraci6n sobre 10s tdrminos "fiaseolexia~UF/fraseologismo" lo que debe entenderse en sentido estricto por "giro idiomhtico", por "locuci6n" o por "proverbio/refihn"), palabras que se suelen utilizar para caracterizar las UF respectivas. 2.2. Para el usuario, mimime si no es de lengua materna, seguramente no resulta fhcil desenrnarafiar la multiplicidad conceptual: y tambi6n se le plantean problemas a1 fiase6logo. Si se comparan las explicaciones del significado, llama la atenci6n que todas involucran la marca "idiomhtico" o "en su mayor parte idiomhtico". Ya en 1990 Korhonen (1990: 14), a1 presentar una selection de problemas relacionados con las UF, destac6 que algunas definiciones lexicogrhficas permiten reconocer que 10s lexic6grafos no siempre e s t h en condiciones de separar las UF idiomaticas de las que no lo son. Los autores del LWB no recurrieron a1 concepto de f i a s e o l o g i s m o ~usual hoy dia, por regla general, en la fiaseologia - como concepto superior generic0 que engloba una pluralidad de unidades polilkxicas, relativamente estables y reproducibles, constituidas tanto por fiaseolexias/idiomatismos 1Cxicos (necesitados de explicaci6n complementaria) con valor de una palabra e idiomatizados parcial o totalmente, como por fiaseologismos/fkaseotextemas, con valor oracional y con funci6n de nominalizaci6n secundaria, las cuales, a su vez, deben seguir subclasifichndose internamente. 2.3. "Polilexicalidad" y "lexicalizaci6n" caracterizan a la totalidad de 10s fiaseologismos. ~Cuhlesson, empero, 10s parhetros que caracterizan con mayor precisi6n a cada uno de 10s subgrupos de estos giros idiomhticos como "unidades ldxicas irregulares" en escala gradual, per0 todas polilCxicas y lexicalizadas (a1 respecto, v6ase Dobrovol'skij 1995: 14-58, asi como Dobrovol'skijPiirainen 1994: 449-453; respecto a una subclasificaci6n de todos 10s fiaseologismos existentes y respecto a problemas de la fiaseologia, vCase tambiCn B. Wotjak 1992: 8-12 asi como 80-96).

Unidades fraseologicas en un diccionario de aprendizaje

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Las marcas ID de 10s ejemplos siguientes para 10s subgrupos fiaseol6gicos corresponden a las citadas en el LWB: 2.3.1. Fraseolexias (FL), como unidades centrales de la fiaseologia se caracterizan por su idiomaticidad total o parcial; p.ej. son totalmente idiomatizadas = ID: fur j-n die Kastanien aus dem Feuer holen (= sacarle a alguien las castafias del fuego), ID: j-m den Kopf waschen (= decirle 4fi.escas a alg.; a echar una reprimenda), mientras que son parcialmente idiomatizadas = ID: sich die Lunge aus dem Halse schreien (= gritar a todo pulm6da pleno pulmdn). 2.3.2. F6rmulas comunicativas/f6rmulas rutinariaslcomodin rutinario (vkanse a1 respecto entre otros Coulmas 1981; Kiihn 1988) pueden ser

a)

totalmente idiomatizadas ID: Ach du liebe Giite! (= !Dios mio de mi vida!), per0 tambikn

b)

parcialmente idiomatizadas (en la voz-guia abwarten = esperar ID: Abwarten und Tee trinken (=pacienciay amar a Dios) o

c)

no idiomaticas (en el sentido estricto) (en la voz-guia sagen = decir, horen = oir: Sag mal/Sagen Sie ma1 (= jDime!/iDigame usted!); Hor mal/Horen Sie mal! (= jOye!/iOiga usfed!).

En este contexto, habria que aclarar especialmente quk razones justificarian incluir lo no idiomhtico en ID (siguiendo la definici6n dada por 10s propios autores). Creemos que ha sido un acierto apartarse de la costumbre de ordenar la expresibn atenikndose a1 primer sustantivo de contenido idiomhtico como es el caso en la f6rmula comunicativa Abwarten und Tee trinken (= paciencia y amar a Dios), aqui incluida en la voz guia principal abwarten = esperar con su carhcter de componente no idiomhtico de la f6rmula comunicativa parcialmente idiomhtica, mientras que en Tee se halla una remisi6n a esta f6rmula comunicativa. Nos parece que seria mhs adecuado y favorable para 10s usuarios (especialmente desde el punto de vista de la producci6n de textos) el que las unidades parcialmente idiomaticas se hallaran tambikn en general dentro de la componente no idiomhtica (con la respectiva remisi6n). Entonces una fraseolexia como sich die Lunge aus dem Halse schreien (= gritar a todo pulmdn; 'gritar fuerte y con toda energia') se hallaria tambikn en schreien = gritar y no como en el LWB exclusivamente en Lunge = pulm6n; Bauklotze/Bauklotzer staunen (= quedarse estupefacto; 'sorprenderse mucho') se ubicaria tambikn en

Barbara Wotjak staunen = sorprenderse y no solo en Bauklotze(r). Mas acertado, en cambio, result6 la entrada de liigen, daJ sich die Balken biegen (= mentir hasta por 10s codos o con descaro), que aparece tanto en liigen = mentir como en Balken = viga. Recomendamos un procedimiento anhlogo - que se aparte de la mayoria de 10s casos contenidos en el LWB - tambiCn para comparaciones fraseologicas/CTF comparativas del tipo de wie auf Eiern gehen (= andar como pisando huevos);j-n/etwas wie ein rohes fi behandeln (= tratar con guante de seda); wie aus dem Ei gepellt aussehen (= andar de punta en blanco); sich wie ein & dem anderen gleichen (=parecerse como dos potas de anua); bekannt sein wie ein bunter/scheckiger m d (en espaiiol una UF, per0 no comparativa: le conocen hasta 10s perros); sich fieuen wie ein Schneekonig (= estar mbs alegre que unas pascuas/alegrarse como un @ con zapatos nuevos); heulen wie ein Schlobhund (= llorar como una Magdalena; llorar como nifio). En nuestra opinibn, deberian incluirse tambiCn bajo la base comparativa no idiomatica, es decir, gehen wie (= andar como...); behandeln wie (= tratar como...); sich gleichen wie (= parecerse como...); sich fieuen wie (= alegrarse como...); heulen wie (= llorar corno...). Lo mismo vale para fbrmulas gemelas/f6nnulas de pares parcialmente idiomhticas, donde 10s verbos suelen conservar su significado literal extrafiaseol6gic0, mientras que 10s sustantivos integrantes de la UF les transfieren a la UF respectiva su idiomaticidad; en el alemiin Stein und Bein son UL cuyo significado literal no ocurriria nunca con 'schworen', mientras que en el caso de su equivalente fraseol6gico espaiiol Dios y la Virgen si pueden figurar como referentes autorizados por un juramento: cfi. Stein und Bein schworen (=jurar por todos los santos/jurar por Dios y por la Virgen). Ya cambia la situaci6n para 10s siguientes ejemplos: (i) en Rotz und Wasser heulen, con su equivalente traduccional fraseoldgico de llorar a moco tendido, la UF espaiiola no constituye mas una f6rmula gemela, como en las UF estar a las duras y a las maduras; andar a tontas y a locas, donde si aparecen parejas y ademis un verbo no idiomhtico (cfr. tarnbidn prometer el oro y el moro a alguien, donde 10s sustantivos que forman la pareja tambiin seiialan un significado idiomhtico, como en Stein und Bein del alemiin ('piedra y hueso'), ya que su significado literal parece poco plausible). En tales casos, deberia reproducirse la UF igualmente bajo el verbo, para tener mejor en cuenta, junto a la situacion de recepci6n del texto, la situacion de producci6n del texto. 2.3.3. Una divisi6n que va desde una idiomaticidad completa, pasando por una parcial, y llega hasta la no idiomaticidad, tambiCn se encuentra en 10s pro-

Unidades fiaseologicas en un diccionario de aprendizaje

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verbios - tal como en las formulas comunicativas -, de manera que estos no deberian aparecer marcados por ID en forma indiferenciada, como ocurre en 10s ejemplos siguientes y donde la especificacion es la nuestra: -

idiomaticidad completa: ID Eine Schwalbe macht noch keinen Sommer (= una golondrina no hace el verano).

-

parcialmente idiomatico: ID Ein gutes/reines Gewissen ist wie ein sanf tes Ruhekissen (= el mejor plumdn es una buena conciencidla mejor almohada es una conciencia tranquila).

-

no idiomatico: ID Irren ist menschlich (= errar es humano).

2.4. Lo problematico que resulta ser, a veces, el marcar con ID, lo ilustraremos ahora mediante UF compuestas de elementos formativos no libres (bounded; ligados); estos elementos so10 aparecen en calidad de componentes h i c o s y fijos en estas UF, es decir, no se pueden utilizar sincronicamente de forma libre, mas alld de su uso intrafraseolbgico. De conformidad con Dobrovol'skijh'iirainen 1994 (vCase tambiCn Fleischer 1989), incluimos en este grupo UF alemanas como etwas auf dem Kerbholz haben ( a tener algo sobre la conciencia), j-n abblitzen lassen (= dar un desplante =, rechazar a alguien), dedeinen Drehwurm haben ( a marearse por mucho girar), j-m eine Gardinenpredint halten (= echar un sermdn a alguien; en a1emh.n Predigt = sermdn, per0 no existe, por separado, la UL compuesta Gardinenpredigt),j-detwas auf dem Kieker haben (= tener ojeriza a alguien), vorj-detwas ReiJaus nehmen (= tomar las de Villadiego/ponerpies en polvorosa), Hinz und Kunz (=fulano y zutano), im Nu (= en un tilidsantiamkn). Podemos observar que a las UF alemanas con uno o varios elementos unicos aqui mencionadas les corresponden no siempre UF en espaiiol, e incluso donde haya UF espaiiolas equivalentes, estas Gltimas so10 casualmente contienen un elemento Gnico, como tampoco en las siguientes UF gehupft wie gesprungen (= tanto da lo uno como lo otro). Con esto, no excluimos la existencia de UF con elementos unicos en espaiiol, corno, por ejemplo: eso te deja turulato; se arm6 la rebambaramba; tenerle/volverle a uno tarumba alguien (muchacha);del timbo a1 tambo; depe a pa; darle el tebotk a alguien (Cuba); esto/algo es el acabdse; jY sanseacabd!; Tararh que te vi. Respecto a estas UF, con elementos "ligados" idiosincraticos y h i c o s intrafiaseologicos, se observa, en general, una situaci6n dispareja de la investigacibn, lo que se debe sobre todo a concepciones controvertidas en relacibn con su idiomaticidad (v6ase a1 respecto Dobrovol'skijffiirainen 1994: 449-453). Los autores del LWB siempre califican de no idiomiiticas las UF con tales ele-

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mentos. Es posible que esto se justifique por el hecho de que 10s componentes de caracter unico no presentan un significado aut6nomo fuera de la U F . Sin embargo, desde otro punto de vista, estos fraseologismos podrian considerarse como altamente idiomaticos, puesto que la asimetria entre el elemento formativolel plano de la expresi6n y el significadolplano del contenido asi como la opacidad de toda la estructura semantica es muy acusada en semejantes UF. En el LWB, 10s respectivos componentes de caracter unico suelen aparecer como voz-guia, por ejemplo, Fersengeld s610 en Fersenaeld geben (= poner pies en polvorosa); punk: s610 en frank undfrei sagen ( S decir algo franca y libremente);Handumdrehen: s610 en (etwas) im Handumdrehen (tun) (= en un abrir y cerrar 10s ojos/santiambn); Hungertuch: so10 en am Hunnertuch nagen (S morirse de hambre); Zack s610 en 1. auf & k sein Q4( S ser muy eficiente alguien); 2. etwas auf & k bringen ( S hacer que algofuncione a la perfeccibn); 3. j-n auf &k bringen (= meter en cintura a alguien). Nosotros abogariamos por que se marcaran tambi6n con ID en forma consecuente aquellas UF con elemento h i c o ligado, caracterizadas por un "la mayoria de las veces" y por un "~610"; a1 menos, deberia llamarse la atenci6n de 10s usuarios sobre su caracter especifico en las instrucciones generales. 2.5. Para terminar permitasenos presentar otros ejemplos que no aparecen marcados con ID por razones que ignoramos: keinen Bock (auf etwas) haben (= no tener ganas de + inznitivo); das Blaue vom Himmel herunterliigen (= (Esp.) mentir mbs que un sacamuelesl(koin6) mentir hasta por 10s codos);j-m das Blaue vom Himmel versprechen (= prometer a alguien el oro y el moro); unter freiem Himmel nachtigen (= dormir a1 raso/a la intemperie/a la serendal sereno);j-m eins auswischen (=jugar una mala pasada a uno); eine heilige Kuh (corno 5' semema en Kuh) (= una vaca sagrada); schwarz auf we$ (3 (comprobar) por escrito), presentado como semema ID en el campo semasiol6gico de schwarz, per0 no de we$ tambiCn; griine Welle (3seiiales luminosas o Iuces sincronizadas; reproducci6n literal del significado literal de la UF alemana: "onda verde"); die driften Zahne ( S la dentadura postiza); ein steiler Zahn (= (Esp., fam.) una chulonal(Am.) un churro); ein fauler Zauber (= una patraiia, un embuste). Hay que aiiadir tambiCn expresiones/f6rmulascomunicativas de asombro y de susto como (Ach) du lieber Himmel!; We$ der Himmel!; o s jsb10 el cielo lo sabe!; isanto Cielo!) presenGutiger Himmel! (= ~ D ~ mio!; tadas igualmente sin la marca ID, mientras que f6rmulas comunicativas (casi paralelas) llevan la marca ID (Ach) du lieber Gott!; GroJer Gott!; We$ Gott! (= ~ D ~ mio!; o s isanto Dios!; iSepa Dios!).

Unidades fraseol6gicas en un diccionario de aprendizaje

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So10 encontrarnos pocos ejemplos en 10s que, inversamente, se hayan marcado con ID UF no idiomhticas, poliltxicas y fraseol6gicas en sentido amplio: cfr., sin embargo, las marcas de ID en las siguientes UF: ohne Aufschub (= sin demora/tardanza); etwas ist nicht mehr zu bezahlen (3algo ya no se puede pagar); j-d zu Grabe tragen (* llevar a1 cementerio/sepultar/hacer10sfunerales o exequias a uno); se echa de menos, en cambio, la UF idiomhtica etwas zu Grabe tragen (3renunciar a una cosa o desistir de una cosa de$nitivamente), que se diferencia por su combinatoria morfosinthctica en el actante complemento direct0 (algo/etwas en lugar dej-n/a alguien). 2.6. Concluimos este piirrafo subrayando la necesidad de verificar sistemhticamente la atribuci6n de la marca ID en las UF recogidas en el diccionario y de clasificar y dividir claramente, en general, las complejas manifestaciones de la fiaseologia. Mucho mejor seria hacerlo dentro de una presentaci6n sumaria a mod0 de texto corto (de manera analoga a1 procedimiento seleccionado para otras secciones del LWB: vCase por ejemplo la recopilaci6n de 19 textos breves sobre Anrede (formas de tratamiento), pag. 54; Familie (farnilia), phg. 3 18; Uhrzeit (hora), phg. 998; per0 tarnbikn sobre Artikel (articulo), phg. 70, Prapositionen (preposiciones), phg. 753154, Relativpronomen (pronombres relativos), pig. 791 etc., o, en su sentido m h amplio, como una gramiitica del diccionario bien concebida (vCase Wiegand 1995: 479 s.). En esta idtima, la determinaci6n de la "idiomaticidad"/IDhabria de constituir un objetivo central. 3.

Criterios y bases empiricas para la selecci6n del material: una digresi6n

Kromann (1989: 265) seiiala que 10s criterios para seleccionar y presentar las combinaciones de palabras revisten una importancia extraordinaria tanto para la practica de la traduccibn, como en la enseiianza de lenguas extranjeras. El problema empirico de la lexicografia alemana radica en que el trabajo de 10s lexicdgrafos no se apoya en grandes cuerpos ltxicos, como es el caso de Francia, Gran Bretaiia y Dinamarca. En las advertencias lexicogrhficas preliminares (VIII), 10s autores del LWB describen la via empleada para la selecci6n del material de la siguiente manera: "la atenci6n se centr6 fundamentalmente en la 'lengua esthdar alemana moderna', considerada como una variante suprarregional del alemh. De manera especial, se llama la atenci6n sobre las diferencias en el uso de la lengua en Austria y en Suiza, asi como sobre aquellas particularidades regionales cuyo uso esth ampliamente difundido dentro de Alemania. La selecci6n de las entra-

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das se efectu6 teniendo en cuenta especialmente las necesidades de la persona que aprende la lengua. Otros criterios fueron la frecuencia de uso y la pertenencia a un esthdar. Selecciones de textos y encuestas a hablantes de la lengua matema y estudiantes de alemh sirvieron como fuente y recurso de orientation. Por esta raz6n se tuvieron en cuenta algunas palabras de actualidad y neologismos." 3.1. A decir verdad, 10s autores del LWB se encontraban en una situation dificil, sobre todo si se tiene en cuenta que, so10 desde hace muy poco, se puede disponer de "vocabularios fiaseol6gicos basicos", ya que estos se encuentran todavia en una fase inicial y no abarcan todos 10s subgrupos de fiaseologismos/UF (aqui deberia continuarse el estudio particular de 10s numerosas UF, entre ellas las fraseolexias). iC6m0, entonces, se podria satisfacer la exigencia de determinar el inventario o fondo basic0 idiomatic0 de la lengua alemana esthdar y, a la vez, garantizar que en el diccionario se registren realmente s610 las UF de uso frecuente, obvihndose por el contrario las UF arcaicas - tan fhcilmente transmitidas por 10s diccionarios? El recurrir aqui a diccionarios fiaseoldgicos especializados tampoco hubiese sido de mayor ayuda, ya que ningun0 marca las UF en este sentido. 3.1.1. Los analisis psicoldgicos del conocimiento han demostrado claramente la importancia de la oposici6n gradual entre "fiecuente -poco frecuente -ya conocido - desconocido" (CrorMSchweigert 1992). Para el estudio de la fiaseologia desde un enfoque lingiiistico, se deriva de aqui la necesidad de analizar las UF conforme a su frecuencia. Ya no se duda de que nos encontramos ante un fen6meno independiente: el grado de fiecuencia de una UF no depende de su transparencia, de que estd literalmente bien formada o del grado de fiecuencia de sus constituyentes (CrorMSchweigert 1992). La teoria de la fiaseologia tiene que elaborar, por consiguiente, mdtodos a partir de 10s cuales se pueda establecer un corpus intersubjetivo aceptable, formado por las UF compartidas que 10s hablantes de una lengua dada tienen almacenadas en su mente. 3.1.2. Para determinar ese sector basico, central de UF y compartido intersubjetivamente, se pueden emplear diferentes mdtodos: encuestas a informantes, observaciones participativas y analisis de textos (preferiblemente hablados), pudidndose tambidn combinar dichos y otros mdtodos. De este modo, por ejemplo, Hacki BuhoferBurger (1994: especialmente 31 s.) aplicaron entrevistas sobre 63 UF a 295 sujetos experimentales/informantes,escogidos por su representatividad sociol6gica, para establecer si conocian esas UF, si ellos mismos las utilizaban, si las consideraban usuales o inusuales y c6mo las marcarian

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estilisticamente. "En general, 10s resultados indican que el conocimiento [...I de 10s fraseologismos analizados es mayor que su aceptaci6n [...I, resulta de 10s informantes, ademhs, una distinta evaluacibn, [...I de acuerdo a 'factores sociolingiiisticos relevantes' (edad, profesion ...); y se muestra que 10s fraseologismos no marcados en el diccionario son mhs conocidos (que 10s marcados como coloquiales) [...I Se observa, ademas, un distanciamiento respecto a muchos fraseologismos tradicionales, como por ejemplo:j-m die Hammelbeine langziehen; j-m sind die Felle davongeschwornmen;j-rn etw. am ZeugJlicken; alle funf gerade sein lassen; wie Butter an der Sonne dahinschmelzen [...I" 3.1.3. Dobrovol'skij (1995) lleg6 a resultados muy parecidos en el marco de las llamadas "encuestas activas (A) y pasivas (P)" llevadas a cab0 con hablantes nativos. Por encuesta A entiende un experiment0 (discutido por su problemhtica y cuestionado por ciertas divergencias con respecto a la encuesta P), en el cual se solicita a 10s sujetos experimentales que enumeren las unidades lkxicas que ellos mismos usan u oyen fiecuentemente (mis exactamente: que creen usar u oir frecuentemente; ademhs de las UF generalmente conocidas, tambiCn reportan, en parte, unidades fijas del ideolecto del sujeto en cuesti6n; en tal caso, de ninguna relevancia intersubjetiva y suprarregional; ademas no es seguro que el sujeto experimental se acuerde en realidad de todas las UF que Cree emplear activamente). En la encuesta B, se presentan a 10s entrevistados listas de UF elaboradas a partir de diversos trabajos empiricos previos (fundamentalmente a partir del anhlisis de diccionarios y textos especializados). Conforme a su intuici6n lingiiistica, 10s informantes deben establecer el valor de las UF presentadas siguiendo una escala de frecuencia de uso en 7 puntos u ordenarlas jerkquicamente: 111 nunca; I21 raramente; I31 mhs raro que frecuente; I41 no muy raramente, per0 tampoco muy frecuentemente; I51 mas fiecuente que raramente; 161 muy fiecuentemente; I71continuamente. Las UF establecidas como "centrales" en ambas listas, en la lista A y la B, pueden ser consideradas como buenas candidatas para el sector bdsico central, sobre todo cuando su extensidn esta ratificada por fuentes lexicogrhficas y justificada con buenos ejemplos provenientes de textos autknticos.

3.1.4. El hecho de que las UF consideradas por Hacki BuhoferBurger 1994 como muy usuales aparezcan tambiBn en la lista de UF fiecuentes establecida por Dobrovol'skij con otros informantes y en parte con mktodos variados, demuestra en detalle que, en principio y a pesar de todas las dificultades, es posible determinar un sector basic0 intersubjetivo de UF, mientras que en Dobrovol'skij no es posible encontrar las UF consideradas por Hacki BuhoferIBurger como "muy poco usuales". Esto puede ser considerado como un indicio de la

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existencia real de una escala intersubjetiva valida para la fiecuencia de 10s idioms y de la objetividad de 10s mCtodos empleados. 3.2. De manera general se puede plantear con respecto a 10s metodos de encuesta, como expresan Hacki Buhofermurger (1994: 2), que si tales mCtodos no pueden ser considerados como "curalotodo", bien pueden ser concebidos "como un correctivo util para otros mCtodos de recogida de datos": por ejemplo, para el anilisis textual, las observaciones participativas y 10s experimentos asociativos - vCase a1 respecto fundamentalmente a Dobrovol'skij (1995). Este ultimo demostr6, partiendo de anilisis detallados, que existe una correlaci6n significativa entre el grado de conocimiento subjetivo de una UF y su fiecuencia de aparicion real en un texto, per0 no por esto coinciden simplemente. Este hecho, no comprensible inmediatamente a primera vista, se explica porque cada hablante determina la importancia subjetiva de las UF que emplea activamente y las que conoce de manera pasiva, fundamentalmente en funci6n del medio en que se desenvuelve su vida especifica; es decir, que toma como referencia una parte de 10s universos discursivos/dominios designatorios potencialmente posibles, en tanto que, incluso en un corpus textual amplio, no son suficientemente considerados aquellos campos de actividad de la interacci6n social importantes para el hablante individual. 0 puede ser tarnbibn que la relevancia estadistica de la frecuencia de aparici6n de cada UF aparezca nivelada por 10s nurnerosos tipos de textos involucrados. Los planteamientos sobre la incorporaci6n o no incorporaci6n de determinadas UF en el diccionario analizado a h tienen un caracter provisional. La comparaci6n de algunas entradas de UF en el LWB con las listas de fiecuencia (con elementos del fonds lexical commun, es decir, del inventario bhico fiaseol6gico) demuestra que existen grandes coincidencias en la valoraci6n intuitiva subjetiva del grado de fiecuencia y ocurrencia de las UF. 3.2.1. Asi faltan, en el LWB, por ejemplo, s610 20 de las 147 UF, caracterizadas por Dobrovol'skij (1995) como intersubjetivamente fiecuentes; entre ellas: in guten Handen; unter der Hand; auf den Punkt bringen; auf die Reihe kriegedbringen; j-m em, mit auf den Weg geben; sich im Ton vergrefen, etc. Aiiadiremos que 34 de las 147 UF del LWEI no tienen identificaci6n ID, estando clasificadas de diversa forma: a)

como variantes semCmicas de una voz-guia (j-s rechte Hand; teures Pfaster; der springende Punk, fehl am Plah(e) sein; der letzte Schrei; rund um die Uhr ...);

b)

como UF con elemento h i c o e idiosincratico ligado, introducida por la marca complementaria de "s610 en"/"mayormente en" (auf Anhieb; gang

Unidades fraseol6gicas en un diccionario de aprendizaje

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und gabe; im Handumdrehen; hieb- und stichfest; zu guter Letzt; zur Neige gehen; sang- und klanglos; kreuz und quer; im Klartext ...); c)

como colocaciones de una voz-guia, por ejemplo, de la voz-guia Newen (en el significado "seelische Verfassung") - gute, schlechte, schwache Newen haben; Newen aus Stahl, wie Drahtseile haben ...; j-s Nerven sind zum ZerreiJen gespannt ...; die Nerven behaltedverlieren.. . ; mit den Nerven herunter/am EndeJertig sein - o de la voz-guia Klemme (con el significado idiomatico/translaticiode 'situaci6n dificil') - in der Klemme sihen, stecken.

3.2.1.1. De tratarse de cuestiones relacionadas con la selecci6n del corpus, habria que preguntarse tambien, ipor qu6 falta en el LWB una UF como das Auge des Gesetzes, habitndose incluido por ejemplo Da bleibt kein Auge trocken, por qu6 se recoge la expresi6n aufs BIech hauen, y no aparece por el contrario auf die Pauke hauen, por qu6 se seleccion6 vie1 Holz vor der Hiitte haben y se obvio auf Holz klopfen? iSe necesitan realmente en la lengua esthndar UF con Sau, Arsch, ScheiJe (=puerco, culo, mierda) marcadas como vulgares...? NO seria mejor que el hablante no nativo recurriera en el uso activo de la lengua a UF de expresividad debil para disminuir posibles incorrecciones en su uso, ya que implican determinadas consecuencias debido a su caracter chocante? Podemos comprobar que, con todo derecho, 10s lexic6grafos se sienten, con respecto a esta problemhtica, totalmente abandonados por la metalexicografia y la teoria del 16xico. 3.2.1.2. Hay que resaltar, ademas, que ocho de las 127 UF, que aparecen en Dobrovol'skij y en el LWB, se diferencian en cuanto a su forma de citarlla forma citativa escogida para la UF. Aparecen en una forma citativa ampliada, por ejemplo: zwischen Tiir und Angel -+ etw. zwischen Tiir und Angel besprechen; nicht die Welt + Das kostet nicht die Welt; aus j-s Munde -+ etw. aus j-s (eigenem) Munde horen. El problema de la selecci6n de la forma de citar mas apropiada de la UF necesitaria unas consideraciones miis detalladas y se opone a soluciones fhciles, como lo demuestran no s610 las UF indicadas en el LWB, sino tambi6n las divergencias que pueden observarse en las formas citativas escogidas para las entradas de UF en diccionarios especializados, para el alemhn como para el espaiiol (en 10s diccionarios de UF ya mencionados de RennerIKubarth con vacilaciones internas y no s610 con divergencias entre si - v6ase G. Wotjak 1997). Asi, por ejemplo, se ve claramente la falta de uniformidad en la indicaci6n de la forma citativa (con verbos conjugados o infinitivos conlsin 10s ac-

Barbara Wotjak tantes) en UF como j-d/etw. liegt in den letzten Zuckungen; pero: in den letzten Ziigen liegen o bien en UF espaiiolas como abrirle uno su corazbn a alguien (uno y/o alguien); cakrsele la casa encima, per0 venirsele a uno el techo encima (0 y uno); ir de capa caida (sin ninguna indicaci6n del actante extrafi-aseol6gico). Habria que preguntarse - para el LWB como para 10s diccionarios especializados, con mayor raz6n todavia quC criterios se siguieron ya que no vemos aqui, por mas que lo queramos, un modelo de procedimiento uniforme aplicado en forma constante. 3.2.2. En Dobrovol'skij/Piirainen 1994 (cap. 2.4.) se analizaban 600 fraseologismos alemanes de componente unico, considerando 188 de Cstos como pertenecientes a1 sector bhico. El corpus abarca s610 aquellas unidades frecuentes para el hablante nativo "promedio", es decir, aquellas que todos 10s hablantes del alemhn contemporheo emplean activamente y, aunque sea de una forma diferenciada, son generalmente comprensibles y e s t h , por consiguiente, mentalmente presentes. Se excluyeron las unidades de uso regional limitado, anticuado y jergas (de lenguajes de gruposlsociolectos). A1 compararse esas 188 UF con elemento h i c o con las UF del grupo recogido en el LWB se pudo constatar, para sorpresa y admiraci6n ante el trabajo lexicografico realizado, que todas las UF correspondientes habian sido consideradas en el diccionario - a excepci6n de 24 UF, que, de continuarse las encuestas a 10s informantes, quedarian mejor asignadas a la periferia. Dentro de las UF no mencionadas se encuentran tales como dumm wie Bohnenstroh;j-m den Geldhahn zudrehen; j-m die Hammelbeine langziehen;j-m geht der Arsch auf Grundeis; schwer von Kapee (sein); kein grofles Kirchenlicht sein; sein Miitchen kiihlen; im Sauseschritt daherkommen; da ist Schmalhans Kuchenmeister; auJj7asen wie ein SchieJhund; die Spendierhosen anhaben; das/etw. ist kein Zuckerlecken ... 3.2.3. Para concluir, compararemos las entradas del LWB a una lista confeccionada con un objetivo semejante - la determinaci6n de 10s proverbios o refranes m b conocidos (BaurIChlosta 1996). En el diccionario faltan 24 de 10s 57 proverbios o refranes conocidos y registrados por BaurIChlosta (v6ase la relaci6n siguiente bajo [ii]). Por el contrario, en el LWB, se pueden encontrar adicionalmente entre otros algunos refranes o proverbios enunciados bajo [i], clasificados en un test esponthneo (no representativo) como no menos conocidos, per0 no registrados por BaurIChlosta.

[i] (Seleccion de) refianes o proverbios del LWB no registrados en la lista de BaurIChlosta: Die Geschmacker sind verschieden (= Para gustos, coloredsobre gustos no hay nada escrito). Geld stinkt nicht (= El dinero no apesta/nunca huele mal/siempre huele bien). Wer zuerst kommt, mahlt zu-

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erst (=A quien madruga, Dios le ayuda). Der Zweck heiligt die Mittel (= El fin justifica 10s medios). Eine Schwalbe macht noch keinen Sommer (= Una golondrina no hace el verano). Besser den Spatz/Sperling in der Hand als die Taube auf dem Dach (= Mbs vale pbjaro en mano que ciento volando). Die Liebe geht durch den Magen (= A1 amor por el estdmago). Vorsicht ist die Mutter der Porzellankiste. Vorsicht ist besser als Nachsicht (Precaver es mejor que curar)...

[ii] Relaci6n de 24 proverbios o refianes de la lista de BaurIChlosta que no aparecen en el LWB: Man ist so alt, wie man sichfuhlt (= La juventud estb en el espiritu/se es joven de espiritu). Erst die Arbeit, dann das Vergnugen (= Primero la obligacidn, despuks la devocidn; a primero el trabajo, desp u b el placer). Doppelt halt besser (= Es mejor que sobre que que falte). Wie du mir, so ich dir (= Hoy por mi, maiianapor ti). Einmal ist keinmal (= Una vez no es naddno importa). Ende gut, alles gut (= Todo va bien, si

todo acaba bien). Gegensme ziehen sich an. Geld allein macht nicht glucklich (= El dinero sdlo no da la felicidad (pero ayuda a ella)). Gelegenheit macht Diebe (= La oportunidad hace el ladrdn). Uber den Geschmuck laJt sich nicht streiten (= Sobre gustos no hay nada escrito). Wie gewonnen, so zerronnen. Wer anderen eine Grube grlibt, fallt selbst hinein (= Como hicieras, asi te harrin). Eine Hand wiischt die andere (en circunstancias peculiares reproducible por un ladrdn tapdoculta a otro). Was du heute kannst besorgen, das verschiebe nicht auf morgen (= No dejes para maiiana lo que puedes hacer hoy). Ein Kiipchen in Ehren kann niemand verwehren. Den letzten begen die Hunde (= De arb01 caido todos hacen lefia). Es ist noch kein Meister vom Himmel gefallen (= Nadie nace enseiiado). Morgenstunde hat Gold im Munde (= A quien madruga Dios le ayuda). Von nichts kommt nichts (= De la nada nada viene). Wer den Pfennig nicht ehrt, kt den Taler nicht wert. Wenn zwei sich streiten,fieut sich der dritte. Wer wagt, gewinnt. Wie man in den Wald hineinruft, so schallt es wieder heraus (= Con el acuerdo, todo se logra). Wo ein Wille kt, da isi auch ein Weg.

Los proverbios en negrilla, quiz6 no por casualidad, no tienen equivalente en espaiiol, o bien, resulta m6s complicado encontrarlo. Acerca de la determinaci6n de 10s minimos paremiol6gicos, veanse tambikn Grzybek (1991) y Mieder (1993). 4.

Acerca de la estructuracidn interna de 10s articulos en las entradas de las UF

Las consideraciones que siguen podrian servir de sugerencia para una concepci6n unificada de la parte fiaseol6gica de cualquier diccionario general de aprendizaje de una lengua dada para usuarios extranjeros.

Barbara Wotjak Por diversas razones no podremos desarrollar a continuation reflexiones relacionadas con el plano del contenido de las UF (de esencial importancia para la descripcidn del potencial comunicativo de unidades lCxicas entendidas como conjuntos bilaterales/biplanos, compuestos por plano de la expresi6n y plano del contenido - vCase entre otros G. Wotjak 1991 y 1994). Por esto no se profundizara en 10s siguientes aspectos que se refieren a:

-

la descripci6n del significado (iSe puede explicar mediante otras UF? NO produce esto un circulo vicioso y perjudica a1 usuario, si Cste por su parte desconoce la UF empleada en la perifrasis explicativa del significad0 buscado?), asi como a la contextualizaci6n de la voz-guia mediante ejemplos de uso;

-

la consideraci6n de la polisemia y la sinonimia de las UF;

-

la expresividad y la potencia connotativa de las UF y a cuestiones y aspectos relacionados con la descripci6n del plano de la expresi6n de las UF, entre otros: a)

aquellos relacionados con la marca estilistica y especifica de un tip0 de textolpreferencias de uso de las UF;

b)

las marcas diat6pica (regional), diastratica (especifica de un grupo; por ejemplo, el lenguaje juvenil) y diafhsica @or ejemplo, el uso anticuado); asi como tambiCn

c)

la forma citativa de la UF y su combinatoria/valencia morfosintbtica, etc.

A continuaci6n y para finalizar, nos concentraremos en aspectos m& bien externos, formales, de la concepci6n de 10s articulos.

4.1. La estructuraci6n de la secci6n ID a1 final del articulo en el LWB dificulta, de maneral general, el reconocimiento de un principio de estructuraci6n sistematizador, respecto a la secuencia de 10s distintos subgrupos fraseol6&icos (a), a la secuencia de las UF dentro del articulo (b) o bien a las referencias de remision (c) sobre componentes de estas UF en otros articulos (en ese sentido, vdase Hesskyhtker 1995 quienes nos hacen una buena proposici6n a1 respecto): a) fraseolexias, proverbios o refranes y f6rmulas comunicativas, es decir, fraseologismos con valor de palabra y UF con valor de oraci6n e s t h "mezclados": vCase, por ejemplo, la entrada de Ei, donde primer0 aparece la forma comunicativa Das ist ein dickes Ei!, seguida de varias comparaciones fiaseol6gicas verbales (cuya secuencia no parece estar motivada alfabdticamente ni por el

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contenido) y de una fiaseolexia sustantival. Mientras que en Gliick y Zeit 10s proverbios o refianes (Die Zeit heilt (alle) Wunden; Spare in der Zeit, dann hast du in der Not) son citados a1 final, en Gold viene, detriis del refian (Es ist nicht alles Gold, was glanzt), una unidad con valor de palabra (Gold in der Kehle haben). En la voz-guia Zahn, se citan, a1 inicio, fiaseolexias verbales como jm. einen Zahn ziehen (en nuestra opini6n deberia aparecer aqui j-m & Zahn ziehen, es decir que debia sustituirse el articulo indeterminado por el determinado e indicarse la valencia: oracion subordinada con dafl), seguidas de la UF sustantival Zahn der Zeit, seguida esta ultima de una UF verbal (einen Zahn zulegen). Finalmente dos refianes (Hunde, die bellen, begen nicht y Viele Hunde sind des Hasen Tod) enmarcan, en la voz-guia Hund, una fiaseolexia verbal (schlafende Hunde wecken). Para estructurar la secci6n ID "mas claramente" - sobre todo en el caso de articulos muy amplios - se podrian, por ejemplo, enumerar primero las fraseolexias (con valor de palabra y que necesitan una complementacibn), y Cstas, por su parte, podrian abarcar, en secuencia lineal, primero las fiaseolexias sustantivales, luego las verbales y, a1 final, las adverbiales y adjetivales; a Bstas les seguirian las formulas comunicativas (con una estructura oracional completa o reducida) (Das kunddarfdoch nicht wahr sein! Du lieber Himmel!). Por ultimo, vendrian 10s refianes. b) No siempre se sigue, en el LWB, una secuencia (alfabktica) clara para 10s constituyentes de UF. Esto dificulta el poder orientarse, principalmente en 10s articulos extensos (como Kopf y Hand). En el caso de Stein por ejemplo, Stein des Anstofles aparece despues de Stein der yeisen; en Hand aparece der Hand haben en la linea 45 despuis de la expresibn j-n & der Hand haben. ~ P o r quC aparece la fiaseolexia j-m den Kopf gurechtruckedzurechtsetzen delante de j-m den Kopf waschen; j-m etw. auf den Kopf gusagen delante de j-m etw. an den Kopf werfen; sich den Kopf (uber j-detw.) gerbrechen delante de den Kopf verlieren? c) Tampoco se practica un sistema de referencias coherente: mientras que en Ei, se hace referencia a la voz-guia Apfel: etw. fur einen Apfel und ein Ei (kaufen), no se encuentra, por ejemplo, en FuJ, ninguna referencialremisibn con respecto a Hand, como indicaci6n de un fiaseologismo del tipo sich mit Handen und Fuflen gegen j-detw. wehren o bien a Hand und FuJ haben. El fraseologismo j-m das Blaue vom Himmel versprechen se encuentra bajo la voz-guia das Blaue; sin embargo, ni bajo Himmel ni bajo versprechen aparece indicaci6n alguna sobre esa locuci6n.

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Barbara Wotjak

4.2. Retornando a la "casa del lexicografo" citada en la introduccion, deseamos insistir, a mod0 de resumen, en el hecho de que no se trata de hacer cambios basicos "ni poner trabas". Somos conscientes del Cxito logrado por este diccionario, en el cual el tratamiento de 10s fraseologismos es solo un pequeiio modulo dentro de muchos otros, a diferencia de nuestra vision especializada y parcializada. No por haber comenzado con 10s aspectos criticos debe olvidarse bajo ningun concept0 el gran numero de entradas bien logradas que pueden destacarse en la seccion de fiaseologismos. Podemos afirmar que - independientemente de que sea discutible el que se marque o no ID - se han recogido y descrito una gran cantidad de fiaseologismos centrales, y en la mayor parte de 10s casos se pueden encontrar explicaciones acertadas sobre su significado, asi como sus especificaciones pragmatico-comunicativas. Con nuestras observaciones nos hemos propuesto fomentar futuras indagaciones sobre la forma de presentar mejor las UF, para que el receptor o el productor del texto pueda insertarlas mhs facil y adecuadamente en la enunciaci6n~comunicacion(o bien extraerlas del discurso para usarlas en nuevas combinaciones).

Para poder hacer mayor justicia a1 fen6meno de la fiaseologia, en un diccionario de aprendizaje de esta clase, con una perspectiva receptiva, per0 en lo hndamental tarnbikn productiva, habria que considerar, en caso de su reelaboration, en quC medida se deberian presentar 10s fiaseologismos usuales seleccionados siguiendo, por ejemplo, principios onomasiol6gicos (eventualmente a mod0 de suplemento a1 final del diccionario) y completando asi oportunamente su indiscutida inscripcibn alfabktica.

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Gloria Corpas Pastor

La mayoria de 10s estudios sobre fiaseologia adolecen de un mismo defecto: la falta de una base descriptiva sdlida que permita dilucidar aspectos tan importantes como la frecuencia de uso de este tip0 de unidades en el discurso, sus funciones textuales y su carga ideol6gica dentro de una comunidad determinada. El caso de las paremias es, quizh, uno de 10s mhs llamativos a este respecto. De ocupar el centro de la investigacidn fiaseoldgica a comienzos de este siglo, pasaron a convertirse en las parientes pobres de estos estudios a mediados de 10s cincuenta. Desde entonces se ha venido cuestionando su pertenencia a la fiaseologia, asi como su vigencia en la lengua diaria y en la literatura. Algunos autores se han atrevido, incluso, a proclamar la defenestracidn de 10s refianes, dichos, citas y demhs paremias. En opinidn de Fernando L h o Carreter (1980: 213) estamos asistiendo a "la rhpida desaparici6n del Refianero en nuestra actual conciencia colectiva". Afirmaciones como Csa resultan, cuanto menos, bastante arriesgadas, dado que, en realidad, no existen estudios descriptivos fiables que nos permitan cornprobar si las paremias han caido en desuso, o si, por el contrario, siguen gozando de buena salud. El objetivo de este trabajo ser$ precisamente, determinar la vigencia de estas unidades en la lengua de hoy dia. Con este fin, haremos un breve repaso por las fluctuaciones de uso que estas unidades han experimentado a lo largo de la historia. A continuacidn, situaremos las paremias dentro del sistema fkseoldgico del espaiiol. Y, fmalmente, analizaremos un corpus computerizado de diez millones de palabras de espaiiol actual, deteniendonos en aspectos de frecuencia, lematizaci6n y funciones discursivas y textuales de estas unidades.

*

El presente trabajo ha sido subvencionado por la Fundacibn Caja de Madrid (becas de investigacibn posdoctorales, irea de Filologia Espaiiola.

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Gloria Corpas Pastor El gusto por las paremias

La lengua espaiiola dispone de distintos repertorios de refianes, adagios, eslbganes, aforismos, citas, etc. que dan fe del interts que siempre han suscitado las paremias. No obstante, conviene recordar que no se trata de un inter& constante, ya que Cste ha dependido continuamente de 10s gustos cambiantes de cada Cpocal. Las primeras compilaciones de refianes vieron la luz durante 10s siglos XI11 y XIV. A partir de entonces, se inicia un movimiento ascendente que culmina en el siglo XVI, sin duda, la Cpoca de mayor apogeo paremiol6gico. Baste mencionar 10s Refanes que dicen las viejas tras el fuego del MarquCs de Santillana, obra elaborada a finales del s. XIV y publicada por primera vez en 1508, asi como las colecciones de Pedro de VallCs (1549), Hernh Nhfiez (1555), Juan de Ma1 Lara (1568) o Lorenzo Palmireno (1569). El gusto por 10s refranes se da hasta bien entrado el siglo XVII, como atestiguan las compilaciones paremiol6gicas de Soraph de Rieros (1616) y Gonzalo de Correas (1627), entre otros. Tanto 10s autores medievales, caso del Arcipreste de Hita, don Juan Manuel o Fernando de Rojas, como 10s grandes escritores del Siglo de Oro (Blasco de Garay, Lope de Vega, Cervantes, etc.) cultivaron la inclusi6n de abundantes paremias en sus creaciones literarias. Pero la introducci6n en Espaiia de las grandes corrientes ideol6gicas provenientes de Europa supuso el comienzo del declive en las postrimerias del siglo XVI. El pensamiento humanista, de carhcter abierto y critico, no casaba bien con las creencias y ritos tradicionales que encarnan 10s refianes "populares" dentro de una determinada comunidad hablante, a diferencia de las paremias "cultas", como es el caso de 10s denominados apotegmas, aforismos y sentencias. En el siglo XVII, por ejemplo, Baltasar Gracihn criticaba duramente el uso de refianes; mientras que en el XVIII, en pleno auge de la Ilustraci6n, el Padre Feijoo se pronuncid en contra de la pretendida sabiduria tradicional de 10s refi-anes, sefialando 10s errores que Cstos contienen, en un ambiente intelectual y cultural marcado - a1 igual que ocurria en el resto de 10s paises europeos por 10s valores universales, el clasicismo y el gusto h c C s . Como consecuencia de esta censura ideolbgica, 10s refianes y dernhs paremias consideradas vulgares o populares desaparecen prhcticamente de la 1

Sobre este tema, vkase la monografia de Louis Combet (1971) y el "Prblogo"a1 Refianero espaiiol de Juan Manuel Oliver (1983).

El uso de paremias

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literatura (salvo contadas excepciones, como Torres Villarroel y el Padre Isla) y disminuye el numero de colecciones paremiol6gicas. El surgimiento del Romanticismo en el primer tercio del siglo XIX trajo consigo la revitalization de estas unidades, gracias a una vuelta a las fuentes y valores nacionales. Las paremias aparecen en la literatura costumbrista y en la novela realista. A1 mismo tiempo, comienza una incesante actividad paremiol6gica. Las compilaciones aumentan en cantidad y calidad, siendo el Refranero general espaiiol de JosC Maria Sbarbi (1980[1874-18781) uno de 10s trabajos mhs emblemhticos de la Cpoca. En esta misma linea siguen las compilaciones aparecidas posteriormente, como las de Francisco Rodriguez Marin (fechadas desde 1895 a 1941), Julio Cejador (1928-1929) o Luis Martinez Kleiser (1928, 1945 y 1978 [1953]). Pero, a mediados del siglo XX, el interds por las paremias vuelve a decaer en Espaiia. Aunque siguen apareciendo numerosas compilaciones - Juan Manuel Oliver (1983) lista mhs de veinte -, la mayoria de ellas mezclan paremias con locuciones y f6rmulas rutinarias, leyendas, rimas, adivinanzas, trabalenguas, etc., de forma indiscriminada. Segun Combet (1971: 299-300), el declive se deja sentir en toda Europa, cuyas generaciones mhs j6venes apenas usan refranes, y donde el empleo de estas unidades se empieza a percibir como marca de retraso cultural y de inferioridad social. Tal situaci6n se refleja, asi mismo, en las producciones literarias. En palabras del autor, "dans la plupart des pays europCens, l'usage proverbial littkraire ou quotidien est en nette regression & notre Cpoque" (pig. 299). A pesar de afirmaciones como Csta, lo cierto es que el interCs por las paremias sigue vivo en nuestros dias. En la dCcada de 10s noventa florecen 10s repertorios paremiol6gicos, entre 10s cuales destacan 10s de Juan B. Bergua (1992), Luis Junceda (1995) y Mauro Fernhndez (1994); ademb de las colecciones de unidades fiaseol6gicas en las que se recogen refianes, como las de Eva Espinet Padura (1991), Margarita Candot y Elena Bonnet (1994 [1993]) y Gregorio Doval(1995). La fiaseologia, como disciplina lingiiistica, vuelve a interesarse por las paremias, aunque ahora se hace especial hincapiC en las relaciones de Cstas con otras unidades fiaseol6gicas, y se analizan sus aspectos semhnticos, comunicativos y psicolingiiisticos, sus finciones textuales y discursivas, asi como su

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tratamiento lexicografico2. La filologia espaiiola, por su parte, no ha permanecido ajena a tales avances, como demuestran 10s trabajos realizados por Mario Garcia-Page Shchez (1993), Gloria Corpas Pastor (1996, capitulos 4 y 6) o Juan Martinez Marin (1996, capitulos 5 y 6), entre otros. Ahora bien, el interds que el tema ha despertado a nivel te6rico no se corresponde con la aparicion de estudios descriptivos de envergadura acerca de la pervivencia y hnci6n de tales unidades en la lengua. Por el momento se carece de datos fiables que permitan corroborar - o rehtar - las tesis de Louis Combet y Fernando Lharo Carreter acerca de la supuesta desaparicibn de las paremias en el espaiiol de hoy.

3.

Aplicaciones de la lingiiistica del corpus a1 estudio de las paremias en contexto

Una reflexi6n seria acerca del emplazamiento y funci6n de las paremias en la lengua debe comenzar por el analisis empirico de estas unidades fiaseol6gicas en contexto, teniendo en cuenta 10s datos fiables que s610 un estudio a gran escala es capaz de aportar. Como propone Neil R. Norrick (1985: 169), en lugar de aferrarse a una especie de lamento apocaliptico por la desaparici6n del refranero, conviene mas bien aumentar la cantidad y la calidad de 10s materiales empleados para el analisis. Para paliar en parte la ausencia de trabajos empiricos en este campo, proponemos echar mano de 10s recursos que pone a nuestra disposici6n la lingiiistica del corpus. Se trata de una disciplina relativamente joven que estit teniendo una repercusi6n sin precedentes en ireas tales como la descripci6n lingiiistica, la ensefianza de idiomas, la lexicografia, el procesamiento del lenguaje natural o la ingenieria lingiiistica. El uso de cdrpora ha demostrado que las intuiciones de 10s hablantes sobre su propia lengua no siempre son acertadas, y que 10s metodos de analisis introspectivos a menudo resultan en descripciones bastante alejadas de la realidad (vdase John Sinclair, 1993).

2

VBanse, por ejemplo, 10s trabajos de Pierre J.L. Amaud (1991, 1992), Ana C.M. Lopes (1991), Peter Gryzbek (1992), Wolfgang Mieder (1992), Pierre J.L. Amaud y Rosamund Moon (1993), asi como 10s trabajos sobre el tema en el volumen editado por Bhbara Sandig (1994).

El uso de paremias 3.1. Descripci6n del corpus utilizado Para el presente estudio varnos a analizar un corpus de espaiiol peninsular que, en la actualidad, consta de unos diez millones de palabras: el corpus VoxBiblograf (CVB). Se trata de un corpus de referencia3 que no incorpora documentos enteros, sin0 fragrnentos de textos, ya que el inter& no reside en el texto en si, sin0 en el estadio de lengua representado. En cuanto a 10s limites del corpus, el CVB comprende textos publicados desde 1950 en adelante (preferentemente 10s mas recientes) con objeto de conseguir un equilibrio entre modernidad y calidad. Los documentos incorporados se restringen a la norma culta peninsular; prescindiendo de las demas variedades diathpicas del espaiiol, de forma que se salvaguarda la fiabilidad y representatividad del estado de lengua reflejado. Este corpus pretende ser representativo de la lengua c o m h y general, de ahi que no sobresalga ningun gtnero literario en particular y n i n g h estilo o forma de hablar facilmente identificables. Los docwnentos son, pues, heterogkneos y representativos de tantos niveles de lengua como ha sido posible, per0 siempre dentro de la homogeneidad deseada. Para la eleccibn de fuentes se ha empleado un m6todo de selecci6n aleatoria de acuerdo con las caracteristicas discursivas primarias de 10s textos, siguiendo muy de cerca la composici6n del corpus COBUILD de la Universidad de Birmingham4. El CVB consta de un componente escrito y otro oral a partes iguales. Aunque no se especifican las directrices seguidas para determinar la proporci6n de tipos de textos incluidos, las principales categorias del componente escrito son no ficci6n (35%), ficci6n (35%), peri6dicos y revistas (25%), folletos (2.5%) y cartas (2.5%). Los textos de ficci6n se subdividen a su vez en novelas y relatos cortos o cuentos, mientras que 10s textos de no ficci6n se clasifican discursivamente en informativos, textos guia, textos argumentalesposicionales, textos narratives y textos humoristicos.

3

Para una descripci6n pormenorizada del CVB, vCase el trabajo de Manuel Alvar Ezquerra, Maria Jose Blanco Rodriguez y Fernando PBrez Lagos (1994). Aunque en un primer momento se disefid un corpus textual, durante su compilaci6n se opt6 por incluir documentos enteros hicamente cuando Cstos no fueran excesivamente largos (corno, por ejemplo, las conversaciones y las emisiones radiofbnicas cortas o 10s articulos de periodico) e incorporar fragmentos representativos de aquellos documentos mis extensos (caso de las novelas o 10s programas de televisih de larga duraci6n).

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Para una descripci6n pormenorizada de este corpus, vCanse 10s articulos recogidos en Looking Up, editados en un volumen conjunto por John M. Sinclair (1987).

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El componente oral comprende cuatro grandes tipos de textos, a saber, conversacionales (25%, se incluyen conversaciones, dihlogos y discusiones informales, por teldfono o cara a cara); dihlogos o discusiones organizadas (25%); entrevistas (25%) y exposiciones orales individuales (25%). Las tres ultimas categorias incluyen documentos provenientes en gran parte de 10s medios de comunicaci6n, fundamentalmente radio y televisi6n. 3.2. Analisis de las paremias en el CVB A1 igual que ocurre con el resto de la fiaseologia, 10s estudios sobre paremias se suelen servir de 10s materiales compilados en las distintas colecciones y repertorios existentes. Por lo general, se presta muy poca o ninguna atenci6n a1 comportamiento real de estas unidades en el discurso, salvo raras excepciones que confirman la regla, como el trabajo de Mathilde Hain (1951) para el alemh. Incluso en aquellos casos en 10s que se ha optado por la observaci6n directa de estas unidades en la lengua, 10s malos resultados obtenidos han obligado a 10s autores a abandonar esta linea de investigacibn. Asi, en uno de 10s estudios m b representativos de 10s 6ltimos tiempos, Neal R. Norrick (1985: 6-8), tras analizar dos c6rpora de inglCs hablado, encontr6 hicamente dos ejemplos en el Corpus of English Conversation de Jan Svartvik y Randolph Quirk, y ninguno en las transcripciones de conversaciones de David Crystal y Derek Davy. El analisis de un pequefio corpus escrito constituido por ejemplares del International Herald Tribune tampoco arroj6 mejores resultados: tan s610 se contabilizaron tres unidades en un period0 de nueve meses. De todas formas, ello no debe causar demasiada sorpresa dado que, por un lado, Norrick utiliz6 c6rpora de dimensiones muy reducidas; y, por otro lado, se ha comprobado que la frecuencia de uso de unidades heol6gicas en el discurso es relativa, como han puesto de manifiesto Jiirgen Strassler (1982: 83) y Rosamund Moon (1992: 492). Otros trabajos m b recientes, donde se ha contado con la ayuda de c6rpora computerizados extensos, han venido a demostrar que las paremias no son tan infiecuentes como cabia suponer a la luz de 10s anteriores estudios. Pierre Arnaud y Rosamund Moon (1993) destacan la fiecuencia de uso de estas unidades, aunque 6sta dependa del tipo de texto: mientras que en inglds predominan en 10s textos de ficcion, en francds suelen escasear en las obras literarias consideradas "serias". Gloria Corpas Pastor (1995a), por su parte, corrobora el

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uso frecuente de paremias en inglb, y sefiala, ademas, las modificaciones formales y las funciones discursivas de dichas unidades. Hasta la fecha, no se han realizado estudios similares para el espafiol. Hemos podido constatar, sin embargo, la presencia importante de paremias en un corpus de citas constituido por mas de 2.000 unidades fraseoldgicass, h d a mentalmente en la prosa periodistica y en obras literarias donde se recrea la lengua coloquial (vCase Gloria Corpas Pastor 1995b y 1996). En 10s apartados que siguen a continuacidn comprobaremos si se obtienen resultados similares a1 analizar un corpus computerizado extenso como es el CVB. 3.2.1. Algunas precisiones terminoldgicas Antes de proceder a1 analisis propiamente dicho, conviene aclarar algunos aspectos de terminologia lingiiistica. Hasta el momento hemos venido utilizando la denominacidn de paremia junto a las de refirin, sentencia, aforismo y apotegma. En la filologia espaiiola, paremia ha sido empleado como tkrmino abarcador (vdase Juan Manuel Oliver 1983), como sindnimo de refi.cn6 exclusivamente o bien en sinonimia con otras denominaciones (vCase Fernando Lhzaro Carreter 1980: 222; y Juana G. CamposIAna Barella 1995 [1993]). Para nuestros propdsitos, utilizaremos el tCrmino paremia como hiperdnimo, en calidad de denominacidn general y abarcadora. Las paremias son unidades fiaseoldgicas7 capaces de constituir actos de habla por si mismas y susceptibles de funcionar como enunciados con caracter de texto. Esta clase de unidad fraseoldgica engloba, a su vez, distintos subtipos que no resultan faciles de

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~ s t ecorpus, que aparece recogido parcialrnente en Gloria Corpas Pastor (1995b), h e compilado durante un period0 de seis afios a partir de peri6dicos y revistas de cobertura local y nacional, asi como de novelas y obras de teatxo de la variedad peninsular.

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Paremia: "Refifin, proverbio, adagio, sentencia" @RAE); "proverbio (sentencia). SIN. V. Refrid' (DALE).

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Las unidades fiaseol6gicas son combinaciones estables de unidades Ikxicas formadas por dos o mis de dos palabras grificas en su limite inferior, cuyo limite superior se s i t h en el nivel de la oraci6n compuesta. Otros rasgos caracteristicos son la fiecuencia de uso como unidades habituales de la lengua y de coaparici6n por parte de sus elementos integrantes; asi como 10s diversos grados de institucionalizaci6n, estabilidad, idiomaticidad y variation que pueden presentar dichas unidades. Para una visi6n global del sistema fiaseol6gico del espaiiol, v6ase la monografia de Gloria Corpas Pastor (1996), y, especialmente, el capitulo cuarto dedicado a las paremias.

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delimitar. Las taxonomias tradicionaless se han apoyado en consideraciones de muy diversa indole, frecuentemente de caracter diacronico, etimologico, y semhtico. Recientemente, Pierre Arnaud (1991) ha propuesto cinco criterios que, actuando a mod0 de filtros sucesivos, permiten llegar por eliminaci6n a lo que denomina proverbes ( " r e h e s " ) : (1) lexicalizaci611, (2) autonomia sintactica, (3) autonomia textual, (4) valor de verdad general y (5) caracter anonimo. Por definition, toda paremia cumple 10s tres primeros requisitos; mientras que 10s dos restantes permiten establecer distintos subtipos. Asi, aquellas paremias que no poseen valor de verdad, independientemente de la situacion a la cual se aplican, constituyen enunciados de valor especrjico9. Aqui entrarian gran parte de lo que Casares (1992) denomina "frases proverbiales", como Si te he visto no me acuerdo o No se ganb Zamora en una hora; las construcciones impersonales del tip0 llover sobre mojado y haber moros en la costa; o 10s esldganes y consignas que hacen referencia a una situacion, a un hecho o a un product0 determinado, como La imaginacidn a1 poder, EspaAa es diferente, etc. El quinto criterio permite identificar un segundo grupo de paremias: las citas. Se trata de enunciados extraidos de textos escritos o de fragmentos hablados puestos en boca de un personaje, real o ficticio, que tienen un origen conocido: por ejemplo, La vida es suefio (Pedro Calderon de la Barca) y La religidn es el opio delpueblo (Karl Marx). El ref& se diferencia de la cita en que su origen es desconocido, aunque la separation entre ambos tipos de paremias es una cuestion de grado. El refrh es la paremia por excelencia, pues en 61 se dan las cinco caracteristicas definitorias mencionadas anteriormente: lexicalizacion, autonomia sintbtica y textual, valor de verdad general y caracter an6nimo. Algunos ejemplos son Mhs vale tarde que nunca, No es oro todo lo que reluce o Quien mucho abarcapoco aprieta. Si bien el r e f i h es la paremia por excelencia, el prototipo de refrh, verificable empiricarnente, presenta otras caracteristicas adicionales, como son significado metaf6ric0, particularidades fonicas, anomalias sintacticas o

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VCanse, por ejemplo, las aclaraciones de Julio Femhndez-Sevilla (1985) a este respecto o las defmiciones de refihn, proverbio, dicho, mhxima, adagio, aforismo, apotegma y sentencia en el DGILE.

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Con objeto de detectar quC paremias tienen valor de verdad general, se les puede aplicar la frase introductoria "Esto es verdad en si mismo":- Esto es verdad en si mismo: "Por la boca muere el pez".- ?Esto es verdad en si mismo: "Ahi le duele".

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estructuras sint5cticas particulares en la que sus miembros mantienen relaciones precisas, caracter tradicional y propcisito didactic0 o dogrnhtico. En el extremo opuesto a 10s refianes prototipicos se encuentran 10s denominados lugares comunes ( S d o se vive una vez, Un dia es un dia), que comparten las caracteristicas definitorias basicas de 10s r e h e s , per0 no las adicionales. 3.2.2. Frecuencia El software utilizado para el presente analisis ha sido la versi6n 4.6. de WordCruncherlo. Este programa permite la consulta de ccirpora extensos de forma rapida y accesible, de acuerdo con una serie de pariunetros previamente definidos por el usuario. Las referencias seleccionadas se visualizan en la pantalla a travCs de ventanas de diversa longitud: concordancias compuestas de una linea, fiagrnentos formados por varios pkafos o, incluso, textos unitarios de varios cientos de paginas. Para nuestro anilisis, hemos seleccionado aleatoriamente 100 paremias (preferentemente refianes, aunque tambiCn algunas citas y enunciados de valor especifico). Lo primer0 que llama la atenci6n es la fiecuencia de aparici6n de dichas unidades en el CVB. De las 100 unidades analizadas, 79 aparecen en el corpus, con un total de 166 ocurrencias (tokens): 124 de ellas en el componente escrito (74.69% en total, con un 21.08% en ficcibn, 18.07% en no ficci6n y 35.54 en peri6dicos) y 42 en el componente oral (25.30% en total). Si comparamos 10s resultados obtenidos en el CVB con 10s obtenidos para el corpus de citas en espaiiol (CC) mencionado mhs arriball, se observa que el 79% de las paremias analizadas aparecen en el CVB, fiente a1 76% de 6stas que se registran en el CC (con 103 ocurrencias). La media de ocurrencias por tipos (types) es, pues, de 2.10 en el CVB y 1.35 en el CC.

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En cuanto a las especificaciones tkcnicas, el WordCruncher es un programa para PC compatible que ocupa 1 MB de disco duro, requiere una memoria RAM de 640K y es ejecutable en el sistema operativo DOS (versi6n 2.1. o superior). VCase el apCndice final con 10s datos comparatives.

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Los datos anteriores ponen de manifiesto la alta frecuencia de uso de las paremias en el discurso. Asi mismo, reflejan claramente las ventajas del corpus de referencia (CVB) frente a1 corpus de citas (CC) para el estudio de estas unidades en contexto. A pesar de contener s61o diez millones de palabras (pi6nsese que el Bank of English de la Universidad de Birmingham recoge mas de cien millones), registra m b tipos y m b ocurrencias por tipos. Ademas, 10s programas de gesti6n de corpus permiten una gran flexibilidad a la hora de estudiar una determinada unidad. Si unas pocas lineas contextuales no bastan, se pueden examinar varios pkafos, varias paginas o, incluso, el texto entero en el que figura la unidad. Esto representa una ventaja m b con respecto a1 corpus de citas en formato de base de datos tradicional.

A pesar de la relativa frecuencia de uso, la localizaci6n de las paremias en el corpus se ve dificultada por problemas de lematizacion. Ademb de la existencia de numerosas variantes, como A cada cerdo/puerco le llega su Sun Martin, A/Al perro flaco todo se le vuelvedson pulgas o Del dicho a1 hecho va mucho/un [gran] trecho, la mayoria de las paremias no aparecen con su forma canonica en el CVB. En un 40% de 10s casos se registra a l g h tipo de modificaci6n formal en cuanto a1 inventario o el orden de 10s componentes. Y ello sin contar con 10s casos de manipulaci6n extema, cambio de planos semhticos y juego con imhgenes (ilustraciones, dibujos, fotografias) caracteristicos de estas unidades a1 ser insertadas en el discurso.

El tip0 mas fiecuente de modificaci6n intema es la reducci6n de la paremia mediante la eliminaci6n de uno o mis componentes. Este procedimiento representa m6s de la mitad (el 54.84%) de todos 10s casos registrados. La forma m6s corriente de utilizar una paremia en el discurso consiste en mencionar solo una parte, evocando asi la unidad entera (ej. [I]): [l] Y el apellido Unamuno triunfa, tambidn, en este terreno [...I Si don Miguel,

el abuelo, irnpregn6 de personalidad a una generaci6n e hizo gala de su arnor por Espaila, Salomd, la nieta, ha motivado el entusiasmo de 10s ernigrantes espaiioles y ha luchado por su integraci6n. De casta le viene...

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Ahora pretende ser el paladin, el abanderado de la cultura espaiiola en Estrasburgo.

0 bien se eliminan varios componentes con objeto de insertar la paremia en una frase como elemento oracional. En muchos casos, la unidad en cuesti6n fbnciona m6s bien como locuci6n clausal (ej. [2]), nominal (ej. [3]) o verbal (ej. PI): [2] El jueves voy a estar en Madrid y voy a hablar con estos niiios. A la aficiirn

le pido que anime el domingo. De momento necesitamos a todos 10sjugadores, per0 cuando acabe la temporada ya hablar6 uno a uno con todos estos. Ya les Negarci su Sun Martin.

[3] iY qu6 tal con el examen ese que has rnirado? que no me has dicho... Pues que estamos igual. Examen de Comentario. Un cuatro...Pero eso es malo, o sea, muy malo. Pues si nos queda otra parte en septiembre tengo que examinarme de las dos. Es muy malo. No lo, no nos lo recuerdes menos ma1 que es un consuelo de tontos jno? Que no os quede, que no os quede. [4] Un nuevo acontecimiento vino a poner puente de plata al hgitivo. Poco

antes de llegar al caseno 10s dos hermanos, descendia de un coche de collera el ya celebre general Castafios.

En algunos casos, tales usos llegan a institucionalizarse en la lengua, dando lugar a1 nacimiento de una nueva unidad. Por ejemplo, A enemigo que huye, puente de plata se registra tres veces en el CVB, una como locuci6n nominal (puente deplata) y dos como locuci6n verbal (ponerpuente deplata a alguien o a algo). De la misma forma, la unidad El hombre es un animal politico aparece seis veces en el corpus, y todas ellas en calidad de locucidn nominal (animal politico). Cabe seiialar, asi mismo, 10s casos en 10s que la reducci6n se limita a la eliminaci6n de al@n componente (generalrnente un adverbio, un adjetivo o un adverbio) que alude, de esta forma, a la paremia en cuestibn (ej. [ 5 ] ) : [5]

[...I

que a dirnde iban a ir en un dia de rayos y truenos como el que asediaba sin la gabardiia, que la gabardia era a1 representante como la corona a1 rey, que el hcibito hace a1 monje y que una gabardina era como el guardapolvo del tendero, su profesionalidad, la seriedad distintiva que hacia se le imaginara solvente, dominador de la profesi6n y garantia del producto.

Otro procedimiento bastante frecuente es la sustituci6n de algunos componentes de la paremia en el discurso, que representa el 16.38% de todos 10s casos de manipulaci6n formal. La sustituci6n puede afectar a algfin componente aislado (ej. [6]) o globalmente a una parte de la unidad, como se puede apreciar en el ejemplo 7. Desde "en el minuto 73" hasta el final sustituye a la segunda parte

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del r e f i h (...que alJinal se rompe), esto es, el equipo gaditano ejerce dominio durante todo el partido y, a pesar de que algunos balones salen fuera, en 10s ultimos minutos consigue marcar un gol. [6] Quien para ser mddico ha de estudiar con algh provecho anatomia, histologia, bioquimica y fisiologia, farmacologia, microbiologia, las distintas patologias y tantas disciplinas tCcnicas mas, ipuede durante su vida escolar consagrar alguna de sus horas de estudio - y no sdlo de estudio vive el hombre -a1 logro de una formaci6n humanistica de nivel universitario?

[7] Responde el Cadiz en su dominio y en el minuto 60 Marcelo, en una bonita jugada de M5gico Gonziilez, controla y lanza el esfkrico a la base del poste de la meta defendida por Zubeldia... Tanto va el cantaro a lafuente que, en el minuto 73, Husillos, tras una genial jugada de Mcigico Gonzalez acompafiado de Marcelo, marcaba el segundo tanto que le daba 10s dos puntos a1 conjunto amarillo.

La modificaci6n gramatical, por su parte, es responsable del 7.15% de las manipulaciones fonnales que presentan las paremias analizadas en el CVB. Este procedimiento, a1 igual que la reducci6n - y, ftecuentemente, en combinaci6n con ella -, parece estar restringido a incorporar paremias como elementos oracionales mediante nominalizaciones o conversiones en clhusulas de relativo (4.

PI): [8]

Eso de que el ejkrcito hace hombres vamos a dejarlo. Cada uno es lo que es, y uno no puede cambiar porque se ponga o se deje de poner un uniforme, ni porque le hagan marcar el caqui un aiio ni cinco. Es como la cabra que tira a1 monte porque lleva de nativitate la montanera.

Los problemas de localizaci6n derivan tambidn de la inserci6n de unidades lkxicas entre 10s elementos integrantes de las paremias. La adici6n representa el 5.6 1% de las manipulaciones encontradas. Tales intercalaciones destruyen el orden y fijaci6n interna de 10s componentes de la unidad (ej. [9]): [9] Fijense, tanto que Mendoza hablaba de Pacho Maturana en el... period0 de carnpaiia electoral, las elecciones a la presidencia del Real Madri, pues ahora se queda que... con lo que tiene porque ha dicho: "Mris vale lo malo conocido, que en este caso no es malo, que lo bueno por ... conocer".

Y, finalmente, el 14.84% de las manipulaciones registradas se deben a una combinacibn de varios de 10s procedimientos mencionados hasta ahora: reducci6n y adici6n (ej. [lo]); adicion y carnbio de orden (ej. [ll]); modificaci6n gramatical, reduccibn, y adici6n (ej. [12]), etc.

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[lo] Irak era un enemigo en segundo escalbn, pues Sadam Hussein s610 alardeaba contra Israel ("Convertire Judea en un mar de llamas") y ya se preocuparia Tel-Aviv de semejante fanfarr6n. De pronto, el perro ladrador muerde en Kuwait. [ l l ] Lo que Nietzsche llama ciencia de la consciencia es la fe: la gaya ciencia. La sangre es espiritu - pensaba Nietzsche. La fe tiene que hacerse en nosotros sangre -habia dicho San Pablo. La letra entra confe, con sangre. [12] En Venecia hay buen tiempo, cine soviktico recuperado con f m a s de Barnet, Pudovkin, Protazanov, Petrov o Vladimiu [...] Una muestra con 80 filmes en 12 dias, que rugen en cola de ledn antes que ser cabeza de rat& en Donosti.

Todas estas manipulaciones dificultan en gran medida la busqueda automatica y la generaci6n de concordancias en el corpus mediante programas como el WordCruncher, el TACT o el OCP. Para que un programa de gesti6n de corpus sea efectivo, debera ser capaz, pues, de determinar el nucleo fiaseol6gico que permanece constante en todos 10s casos. Por ejemplo, la paremia A rio revuelto, ganancia de pescadores aparece seis veces en el CVB. Solamente una vez presenta su forma can6nica completa, mientras que las cinco ocurrencias restantes muestran al& tipo de modificacibn:

- ...qu iso ser,pescando en rio revuelto, el candidato... - ...para apoderarse, en este rio revuelto, de toda esta... - En semejante rio revuelto, 10s pescadores sin escnipulos hacen impunemente su agosto.

- ...las minorias radicales tratarh depescar en rio revuelto... - En rnitad del rio revuelto, Solozhbal y Manolo que echaron las redes y pescaban una final de copa...

Esta claro que el nucleo fraseol6gico es [ g o REVUELTO], y que Cste debe ser el punto de partida para la localizaci6n automatica de la unidad en el corpus. Como parbetro auxiliar se podria recurrir a las relaciones de colocaci6n del nucleo con una serie de unidades que comparten el mismo significado lCxico pescar y pescador -, y de Bstas con otras unidades, como es el caso de pescador con respecto a echar redes.

3.2.4. Valores y hnciones La fiecuencia de uso de las paremias no se explica por una simple cuesti6n de estdtica; obedece mas bien a necesidades hcionales y de construcci6n del texto. Estas unidades poseen valores y funciones propias en el discurso que

Gloria Corpas Pastor justifican su empleo. Por valor discursive de las paremias se entiende la aportaci6n que una unidad de este tip0 hace a la estructura informativa y valorativa de su co-texto (vCase Rosamund Moon 1992: 493). En terminos generales, las paremias cumplen funciones informativas, evaluativas y organizadoras del discurso. En el primer caso, dichas unidades contribuyen a1 contenido proposicional del texto (ej. [13]). [13] Como pauta general, siempre podrP usted aplicar la norma de "A dondefie-

res, haz lo que vieresf: per0 ni siquiera Bsta le servirh en todos 10s casos, pues verP usted cosas harto distintas y hasta contradictorias a poco que observe 10s comportamientoshumanos.

En el segundo caso, las paremias sirven para expresar las valoraciones y actitudes de 10s hablantes ante una situacibn, un estado de cosas, un comentario o una actuaci6n. Sirva como ilustraci6n el siguiente fiagrnento, donde uno de 10s interlocutores provoca a1 otro mediante una serie de apreciaciones negativas entre las cuales se incluye una paremia (ej. [14]): [14] -Hola,

quC temprano vienes hoy. jD6nde has estado? -Donde siempre, tomando cafi con 10s amigos. Doiia Visi besa en la calva a su marido. -iSi vieses quB contenta me pongo cuando vienes tan pronto! -iVaya! A la vejez, viruelas. Doiia Visi sonrie; doiia Visi, la pobre, sonrie siempre. ~Sabesquien va a venir esta tarde? -Algh loro, como si lo viera. Dofia Visi no se incomoda jam&.

Ahora bien, lo normal es que una paremia, a1 ser insertada, combine ambos valores, como se puede apreciar en el siguiente fiagrnento (ej. [15]). Uno de 10s hablantes emplea una paremia para aportar una informaci6n concreta (la dificultad de realizar en condiciones muchas actividades a un mismo tiempo), a la vez que critica veladamente a su interlocutor (se duda de su capacidad e, incluso, se insinua que pudiera ser demasiado ambicioso), y Cste opta por defenderse manipulando la unidad en cuesti6n. [15] Ser presidente de un club como el Real Madrid lleva muchisimo tiempo.

Luego entonces, i q ~ B va a hacer? Pues ... dormir menos. Dormir menos ... acoplar mi vida y desde luego tener muchos menos eh... ratos de... ocio. Se me... se me quita la libertad durante un tiempo; eso estP claro. Y eso de que "Quien mucho abarca, poco aprieta", usted nada, jno? No le preocupa nada. Yo creo que no, yo creo que quien mucho abarca, aprieta muchisimo.

Las paremias funcionan, pues, como descripciones valorativas que comentan a la vez, de forma indirecta, escudhndose en valores sociales compartidos y aceptados por la comunidad hablante. Ahora bien, este tipo de unidades - se empleen o no con un doble valor en context0 - sirven, adembs, para aclarar o

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explicar algo [16]; para apoyar una determinada postura o afirmaci6n [17]; para justificar una decisi6n [IS] o para instar a1 interlocutor a una acci6n determinada [19]. [16] En el viiiedo tenemos de todo, per0 no muy viejo. Hemos hecho nuevas plantaciones y renovado lo mL antiguo. Para hacer buen vino hace falta buenas uvas, pues de talpalo tal astilla. [17] LQue no le hacian caso? iQu6 m h da! para qu6 estaba la historia? Ella a todos, a1 fin y a la postre, hace justicia. Y si en este bajo mundo a1 genio no se le toma en consideracibn, jpara qu6 preocupamos si dentro de cien aiios, todos calvos? [IS] De pronto, sin sentarse siquiera, dijo que ya tenia veintitr6s aiios y habia decidido casarse. Habia visto a la pequeiia CONOy se habia enamorado de ella. La misma Biblia decia: "Noes bueno que el hombre este' solo". [19] A la gente lo que hay que darle es una de cal y otra de arena. Hacer el quite jcomprendes? Una cara aqui y otra alli y a vivir, que son dos dias. Nada de remilgos cuando se lleva como plomo en las alas. Nada de hacer feos ni de sentirse melindroso. Asi mismo, hemos observado que en 10s textos de no ficci6n las paremias suelen apoyar el hilo argumental como premisa introductoria o preludio de la explicacidn te6rica o t6cnica que sigue a continuacibn (ej. [20]). A veces, incluso, sirven de punto de partida para la contraargumentaci6n (ej. [21]). [20] El articulo 47 se refiere a1 derecho & la vivienda y a la utilizacibn del suelo [...I Pero, evidentemente, del dicho a1 hecho hay mucho trecho", y la disponibilidad de suelo suficiente y adecuado para viviendas exigirh un indudable esfuerzo de ordenacih del territorio, la reforma del Institute Nacional de Urbanism0 (rNUR) y del INV, en cuyos consejos rectores habria de estar representado el movirniento ciudadano. [21] Aque'l que calla, otorga. Pero 10s que callan son llamados perros mudos por quienes no hablan cuando tienen que hacerlo. Ni siempre callar es virtud, ni tampoco lo serh el gritar. No mantengamos silencio demasiado tiempo porque luego serii tarde. Los usos anteriores enlazan con 10s valores discursivos de las paremias. A menudo, estas unidades sefialan la estructura discursiva de 10s textos. Por su caricter de verdad sancionada y de sabiduria tradicional, las paremias manipuladas o no - constituyen una buena fiase de despedida para cerrar un texto, como se observa en el ejemplo [22], que corresponde a1 Gltimo p k a f o de una noticia de peri6dico:

Gloria Corpas Pastor [22] Ante lo ins6lito de la situation, el legititno propietario del casete solicit6 la presencia de la policia para que detuviera a1 presunto caco. El dueiio del aparato experiment6 asi que a veces es cierto aquel dicho de "el mundo es un paliuelo':

De igual fonna, tambidn desempeiian funciones de apertura, pudiendo aparecer como fiase tematica a comienzo de phrrafo (ej. [23]); como titular o subtitulo de una noticia (ej. [24]); y como titulo de una novela (cfi. El gat0 encerrado, de Andrds Trapiello), una obra de teatro (cfi. Genio yJigura, de Juan Valera), un programa de radio (cfi. Dime con quien ondas) o de televisi6n (cfr. El tiempo es oro, de TV1). [23] EspaZa es dgerente para muchas cosas, y en lo que a fijar precios se refiere, tarnbikn. El Gobierno establece un techo que 10s distribuidores no pueden superar. [24] Juventud, divino tesoro. El envejecimiento, 6sto nadie lo va a descubrir, supone un proceso gradual de degradacibn del organism0 hurnano, que acusa 10s avatares y el ma1 trato que suele recibir a lo largo de su existencia.

Finalmente, existen casos dificiles de catalogar. Esto ocurre, principalmente, con 10s textos del componente oral, donde algunas paremias parecen cumplir mas bien funciones 16dicas (ej. [25]) o, simplemente, surgen como comentarios espontheos que, a mod0 de reflejo, se escapan inconscientemente del lexic6n mental de 10s hablantes (ej. [26]). [25] jQuC pinta, bastos? Dime otra vez, as, tres, rey, rey, jno? Si. Hace calorcillo. Si. Joer. esto empieza a a... No, no, yo he repartido. Perico, toca Periquin. Yo pido una, por si acaso [...I Alguien se pasa. Alguien se pasa, seguro. Vamos Perico y sal bien, por tus niiios. Si, sal... bien y no mires a quien. Bien. Eso...Eso...no me ha gustado nada. Venga.

[26] iQue anillo m b bonito! jY ya se te ha perdido la piedra? Sin piedra ... Se me han perdido dos. Pues le pegamos una o algo asi [...I Las dos del borde esth. So10 falta la del medio. S610 hay una en el borde. Varnos a ver. Aqui hay dos. Dos cosas que brillan. Una en cada lao. El pegamento... Pero no es oro todo lo que bri, no no todo ... no es oro todo lo que reluce. Estoy viendo perfectamente que... la da de plano asi... se ve el pulido plano. Miralo bi, ya ver6s que hay una en cada lao.

El antilisis del corpus muestra claramente que 10s refranes y demas paremias, lejos de ser "la negaci6n misma de la creatividad lingiiistica" (Fernando Lhzaro

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Carreter 1980: 223), representan, m5ts bien, todo lo contrario. Su vitalidad se traduce no s610 en la frecuencia de uso en el discurso, sino tambiCn en las modificaciones formales que presentan tales unidades, signo evidente de su buena salud. La manipulaci6n creativa de estas unidades en el discurso, unida a la existencia de variantes, ha dificultado considerablemente la localizaci6n de paremias en el corpus. Ha sido necesario extraer concordancias para 10s componentes aislados de cada unidad. En futuros trabajos, la bcsqueda automatica en el corpus deberh atender tanto a la forma candnica como a1 nccleo fraseolbgico residual. En cuanto a 10s tipos de textos en 10s que suelen aparecer las paremias, predominan en 10s periodisticos, seguidos, por orden decreciente, de 10s textos orales, 10s textos de ficci6n y 10s de no ficci6n. En todos ellos, estas unidades cumplen diversas funciones informativas, valorativas y discursivas. En el componente oral se vislumbran, ademk, otros usos de car6cter ludico e inconsciente. Los datos del corpus reflejan el dinamismo y permeabilidad de las paremias. Por un lado, se aprecian facilmente las variantes mas usuales de una determinada unidad. Por ejemplo, la unidad 14 del apkndice final aparece generalmente como El diablo las carga o Las carga el diablo. Por otro lado, se obsema c6mo las paremias se convierten en fuente de creaci6n neolbgica. Las reducciones y manipulaciones que 10s r e h e s y demh paremias experimentan en el discurso las equiparan formal y funcionalmente a las locuciones. En algunos casos, una paremia puede llegar a institucionalizarsede esa forma y dar lugar a1 nacimiento de una nueva unidad fraseol6gica (cfr. [poner] puente de plata a alguien o algo). Los resultados obtenidos en el presente trabajo abren nuevas vias de investigacion. La aplicaci6n de la lingiiistica del corpus a la fiaseologia es ya una necesidad para poder seguir avanzando en este campo. En lo referente a las paremias, seria interesante comprobar su funcionamiento en cada tip0 de texto, teniendo muy en cuenta 10s distintos registros. A tenor de 10s datos que manejarnos, las cr6nicas y comentarios deportivos en textos periodisticos y en el componente oral (programas de radio o televisi6n) podrian semir de punto de partida: constituyen un terreno abonado, repleto de locuciones, paremias y formulas, que les confieren ese rasgo tan propio y caracteristico del periodismo deportivo.

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MART^

1.

A CADA CERDO LE LLEGA SU SAN CC=O CVB=1

2.

A DONDE FUERES, HAZ LO QUE VIERES CC=O CVB=l

3.

A ENEMIGO QUE HUYE, PUENTE DE PLATA CC=1 CVB=3

4.

A LA VEJEZ, VIRUELAS CC=2 CVB=3

5.

A NADIE LE AMARGA UN DULCE cm=1 CC=1

6.

A PERRO FLACO TODO SON PULGAS CVB=l CC = 0

7.

A QUIEN DIOS SE LA DE, SAN PEDRO SE LA BENDIGA CC= 1 CW=O

8.

A QUIEN MADRUGA, DIOS LE AYUDA CC=O CVB=l

9.

A d o REVUELTO, GANANCIA DE PESCADORES CC=O CVB=6

lo. A VIVIR, QUE SON DOS D ~ S CC=1 CVB = 5 11. AGUA PASADA NO MUEVE MOLINO CC= 1 CVB=4 12. ANDE YO CALIENTE Y ~ CC=O CVB=2 13.

S LA E GENTE

d o DE NIEVES, d o DE BIENES CC=O

c w = 2

El uso de paremias

385

14. ARMA DE FUEGO, ALEJARLA, QUE EL DIABLO SUELE CARGARLA CC= 1 CVB=2

15.

AS^ ES LA VIDA CC=2 CVB=l

16. CADA MAESTRILLO TIENE SU LIBRILLO CC=1 CVB=O 17. CADA MOCHUELO A SU OLIVO CC=O CVB=l 18. CADA OVEJA CON SU PAREJA CC=1 CVB=l

A Y TE SACAR~LNLOS OJOS 19. C ~ CUERVOS CC=1 CVB=1 20. CUALQUIER TIEMPO PASADO FUE MEJOR CVB=1 CC = 3 2 1. CUANDO EL d o SUENA, AGUA LLEVA CC=1 CVB = 0 22.

DADIVAS QUEBRANTANPIEDRAS CC=1

CVB = 0

23. DE CASTA LE VIENE AL GALGO EL SER RABILARGO CC=1 CVB=l 24. DE GRANDES CENAS, ESTAN LAS SEPULTURAS LLENAS CC=2 cm=o 25. DE TAL PALO, TAL ASTILLA CC=O CVB=6 26. DEL DICHO AL HECHO VA MUCH0 TRECHO CC=2 CVB=6 27. DENTRO DE CIEN A ~ ~ OTODOS S, CALVOS CC= 1 CVB=1

28. DIME CON Q&N ANDAS, Y TE D& CC=O CVB=2 29. EL AMOR ES CIEGO CC=2 CVB=O

Q

~ ERES N

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30. EL DIABLO SABE I d s POR VIEJO QUE POR DIABLO CC=1 CVB=l 3 1. DIOS APRIETA PER0 NO AHOGA CC= 1 CVB=l 32. DIOS ESCRIBE DERECHO CON RENGLONES TORCIDOS CC=1 CVB=2

34. DONDE LAS DAN LAS TOMAN CC=1 CVB=O 35. DONDE NO HAY HARINA TODO ES M O ~ A CC= 1 CVB=O

36. EL ~ I T NO O HACE AL MONJE CVB=l CC= 1 37. EL HOMBRE ES UN ANIMAL POL~TICO CC = 0 CVB=6 38. EL HOMBRE PROPONE Y DIOS DISPONE CC=1 CVB=O 39. EL HOMBRE ES UN LOB0 PARA EL HOMBRE CC=1 CVB=2 40. EL MUNDO ES UN PA&JELo CC= 1 CvB=l 41. EL MUERTO AL HOYO Y EL VIVO AL BOLL0 CC=1 CVB=O

42. EL TIEMPO ES OR0 CC=O CVB = 10 43. EN ABRIL, AGUAS MIL CC=1 CVB=l 44. EN BOCA CERRADA NO ENTRAN MOSCAS CC=l CVB=O 45. EN CASA DEL HERRERO, CUCHILLO DE PAL0 CC=O CvB=1

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46. EN ESTA VIDA, NADA ES VERDAD NI MENTIRA, TODO DEPENDE DEL COLOR DEL CRISTAL CON QUE SE MIRA CC= 1 CVB=O 47. EN TODAS PARTES CUECEN HABAS, Y EN LA &A, CALDERADAS CC= 1 CVB=2

A DIFERENTE 48. E S P ~ ES CC=2 CVB=2 49. GENIO Y FIGURA HASTA LA SEPULTURA CVB=1 CC = 3 50. HABER GAT0 ENCERRADO CC=2 CVB=1 5 1. HABER MOROS EN LA COSTA CC= 1 CVB=O 52. HABLANDO SE ENTlENDE LA GENTE CC=2 CW=1 53. HAY GUSTOS QUE MERECEN PALOS CC=l CVB=O 54. HAZ BIEN Y NO MIRES A QUIEN CC= 1 CVB=l 55. HAZ EL AMOR Y NO LA GUERRA CC=1 CVB=l 56. HIERBA MALA NUNCA MUERE cm=o CC=2 57. JUVENTUD, DIVINO TESORO CC=2 CVB=l 58. LA CABRA SIEMPRE TIRA AL MONTE CC= 1 CvI3=2 59. LA CARA ES EL ESPEJO DEL ALMA CC=1 CVB=1 60. LA CARIDAD B E N ENTENDIDA EMPIEZA POR UNO MISMO CC=2 CVB=O 6 1. LA IMAGINACION AL PODER CC=1 CVB = 0

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62. LA LETRA CON SANGRE ENTRA CC=l CVB=l A A LAS FIERAS 63. LA ~ S I C AMANSA CC=2 CVB=l

64. LA RELIGION ES EL OPIO DEL PUEBLO CC=O CVB = 3 65. LA VIDA ES sUERO CC= 1 CVB = 12 66. LAS AGUAS V O L V E ~ N A SU CAUCE CC= 1 CVB= 1 67. LAS APARIENCIAS ENGAGAN CC=1 c m = 1 68. LAS COMPARACIONES SON ODIOSAS CC= 1 CVB=l 69. LAS COSAS CLARAS, Y EL CHOCOLATE ESPESO CC=1 CVB=1

70. LAS COSAS DE PALACIO VAN DESPACIO CC=2 CVB=O 7 1. LLOVER SOBRE MOJADO CC=2 CVB=3

72. LO POCO AGRADA Y LO MUCH0 ENFADA CC=1 CVB=O

R INESCRUTABLES 73. LOS DESIGNIOS DEL S E ~ SON CC=1 CVB=O 74. LOS DUELOS CON PAN SON MENOS CVB=O CC = 2 75. MAL DE MUCHOS, CONSUELO DE TONTOS CC=2 CW=2

76. M k 3 VALE SER CABEZA DE RATON QUE COLA DE LEON CC = 0 CVB=l 77.

VALE TARDE QUE NUNCA CC=1 cm=1

78. NADIE ESCARMENTA EN CABEZA AJENA CC= 1 CVB=l

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79. NO DEJES PARA MARANA LO QUE PUEDAS HACER HOY CC=O CvB=1 80. NO ES BUENO QUE EL HOMBRE EST& SOLO CC= 1 CvB=l 81. NO ES OR0 TODO LO QUE RELUCE CC=l CvB=2 82. NO HAY MAL QUE CIEN AROSDURE CC=2 CvB=l CERA QUE LA QUE ARDE 83. NO HAY d~ CC=O CVB = 1 84. NO JUZGUES Y NO S E ~ JUZGADO S CC=O CVB=l

86. NO POR MUCHO MADRUGAR AMANECE d CVB=1 CC= 1 87. NO SE GANO ZAMORA EN UNA HORA CC=O CvB=l 88. NO SOLO DE PAN VIVE EL HOMBRE CVB=2 CC= 1 89. PERRO LADRADOR, POCO MORDEDOR CC=O CvB=1 90. PODEROSO CABALLERO ES DON DINER0 CC=1 CvB=2 91. POR LA BOCA MUERE EL PEZ CC=1 CVB=l 92. QUIEN BIEN TE QUIERE TE CC=1 CvB=l

LLORAR

93. QUIEN CALLA OTORGA CC=O CvB=1 94. QUIEN MUCHO ABARCA, POCO APRlETA CC=O CvB=2 95. SI TE HE VISTO NO ME ACUERDO CC=2 CvB=4

s TEMPRANO

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96. SOLO SE VIVE UNA VEZ CC=O c m = 1 97. TANTO VA EL CANTARO A LA FUENTE QUE AL FINAL SE ROMPE CC=1 CVB = 2

99. UNA IMAGEN VALE Ids QUE MIL PALABRAS CC=3 c m = 2 100. V~STEMEDESPACIO, QUE TENGO PRISA CC=O c m = 1

LOS AUTORES

Juan Jos6 Asensio Gonzalez C/OMario Garcia-Page Ma Angeles Calero Fernhndez Universitat de Lleida Dept. de Filologia Clhsica, Francesa i Hisphica Plaqa de Victor Siurana, 1 E-25003 Lleida Prof. Dr. Nelson Cartagena Momrtstr. 1 D-67549 Worms Prof. Dra. Gloria Corpas Pastor Universidad de Malaga Facultad de Filosofia y Letras Depto. de Filologia Griega, Estudios Aabes y Traducci6n e Interpretaci6n E-2907 1 Mdaga Prof. Neyda Diaz Garcia Chtedra "Humboldt" Universidad de la Habana La Habana, Cuba Prof. Josef Dubslj t Prof. Dr. Mario Garcia-Page UNED, Facultad de Filologia Dpto. de Lengua Espaiiola C/Senda del Rey, s/n. E-28040 Madrid Prof. Maribel Gomilez Rey C/ Varsovia, no 203 B E-15703 Santiago de Compostela Prof. Dr. Kazumi Koike 2-25-2-501, Hijirigaoka Tama-shi, Tokio-206 Jap6n

Prof Dr. Hugo Kubarth Institut fiir Romanistik Meran-Gasse 701111 A-80 10 Graz Prof. Dra. Emma MartinellMaria del Mar Foment Universidad de Barcelona Divisidn de Ciencias Humanas y Sociales Dpto. de Filologia Espaiiola Seccidn de Lengua Espaiiola Gran Via de les Corts Catalanes, 585 E-08007 Barcelona Prof. Jose Luis Mendivil Gird Universidad de Zaragoza Depto. de Lingiiistica General e Hisphica Facultad de Filosofia y Letras Ciudad Universitaria E-50009 Zaragoza Prof. Leonor Ruiz Gurillo Universidad de Valencia Departamento de Filologia Espafiola Facultad de Filologia Avenida de Blasco IbSez, 28 E-460 10 Valencia Margarita Tecedor Yanguela Modesto Lafbente 53, 1% E-28003 Madrid Antonia Maria Tristi Perez Academia de Ciencias Institute de Literatura y Lingiiistica Salvador Allende 7 10 La Habana, Cuba Prof. Dra. Ana Maria Vigara Tauste Universidad Complutense de Madrid Depto. de Filologia Espaiiola III Fac. de Ciencias de la Informacidn Ciudad Universitaria E-28040 Madrid

Prof. Dr. Barbara Wotjak Universitat Leipzig Herder-Institut Lumumbastr. 2 D-04 105 Leipzig Prof. Dr. Gerd Wotjak Universitiit Leipzig Institut fiir Sprach- und

ijbersetzungswissenschafl Briihl34-50 D-04 109 Leipzig

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