Escritos de juventud

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ENGELS ESCRITOS DE

JlTVENTUD

D

ÜBRAS FUNDAMENTALES DE MARX

y

ENGELS

Colección dirigida por Wenceslao Roces 2

ESCRITOS DE JUVENTUD DE FEDERICO ENGELS

Traducción de WENCESLAO ROCES

F.

Engels a los 19 años (1839)

FEDERICO ENGELS

ESCRITOS DE

JUVENTUD

FONDO DE CULTURA ECONOMICA MÉXICO

i L

Primera edición,

1981

D. R. © 1981,

FONDO

Av. de la Universidad,

ISBN

DE

968-16-0883-·6

Impreso en México

CULTURA

ECONÓMICA

975; México 12, D. F.

PROLOGO por

Wenceslao Roces.

Federico Engels nació el 28 de noviembre de 1820 en: Barmen, centro de la industria textil, en la Renariia, que hoy forma parte, con Elber­ feld, del gran centro industrial de \Vuppertal. La familia Engels, pres­ tigiosa familia del patriciado de la ciudad, era, como casi toda la· pobla­ ción, fanáticamente pietista. El padre, fabricante acómódado dueño de una fábrica de encajes, lo mandó a estudiar al Instituto de Segunda enSeña.nza de Barmen y, más tarde, a otio establecimiento de enseñallila secundaria en Elberfeld. Engels era un estudiante excelente y desde muy pronto reveló sus capacidades literarias. A los 13 años escribía ver­ sos y narraciones, A los 17, en una fiesta escolar, leyó una poesía en griego, escrita por él. Cultivaba también la música y dibujaba muy bue­ nas caricaturas. Engels pensaba dedicarse a la cie�cia o. a la literatura, pero un año antes de que terminara . sus estudios de bachillerato, su . padre lo des­ tinó a trabajar, .en su oficina y, un año más tarde, en 1838, lo envió como meritodo al negocio de exp9rtaciones de un amigo suyo en Bremen. Los trabajos de oficina no .eran demasiado fatigosos para nuestro jo­ ven y no le impedían dedicarse a sus aficiones literarias y cultivar su inteligencia y su vocación política. Al principio, hubo de librar una tenaz lucha religiosa contra los dog­ mas de la Iglesia en que había sido educado, pero no tardó en sobre­ ponerse a estos prejuicios para distinguirse en las luchas literarias y fi­ losóficas de su tiempo, .sostenidas por los alemanes que militaban en la ascendiente oposición de la burguesía. Fruto de sus nuevas concepciones, en el que despertaba ya el comba­ tiente del mañana, fueron las "Cartas del Wuppertal'', publidas a co­ mienzos de 1839 con el seudónimo de "Friedrich Oswald", bajo el cual dio a conocer casi todos sus trabajos juveniles. En estas cartas pinta Engels la situación de los obreros textiles de Elberfeld y describe con patéticos rasgos la espantosa miseria en que vivían las clases bajas. Sin embargo, Engels aún no veía entonces en la degradación física e inte­ lectual de los trabajadores la consecuencia ineluctable del modo de pro. ducción capitalista, sino el fruto de la difusión cada vez mayor del "mis­ ticismo" y del alcoholismo y del hecho de que las fábricas fuesen ex­ plotadas por sus dueños de un modo tan irracional. Al mismo tiempo que se sobreponía a los prejuicios religiosos, fue operándose en él, gracias sobre todo a la influencia de la crítica de la religión por los jóvenes hegelianos y al movimiento literario que se c0noce bajo el nombre de 1a "Joven Alemania", una trayectoria de radi­ calización política, de 1a que son testimonio las cartas a sus amigos, sobre todo las dirigidas a los hermanos Graeber y los muchos artículos

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publicados por él en el mismo sentido en la revista dirigida por Gutzkow, "Telegraph für Deutchland". En el momento de fortalecerse las corrientes de oposición de la bur­ guesía alemana, coincidiendo con la muerte del viejo rey y la ascención al trono de Federico Guillermo IV, en 1840, Engels era ya un demó­ crata revolucionario conve�cido, uno de los más activos publicistas en la lucha contra las supervivencias del feudalismo, cp,ntra la monarquía, contra la nobleza, contra' la religión y contra la. filosofía reaccionaria, especialmente contra el pensamiento de Schelling. En 1841 se t�aslada a Berlín para cumplir su año de voluntario en el arma de artillería. Allí, se une al círculo de escritores jovenes . que se llamaban a sí mismos ':los libre(, club de ateos tieohegeliancis y repu­ blicanos entre los que se destacaban los hermanos Bauer, Max Stirner y Eduard Meyen. Por entonces, comenzó a colabórar también· en la "Gacet'a Renana" dirigida por Marx, y_. en los "Anales Renanos" de Arnold Ruge. Su panfleto sobre "Schelling y la Revelación" (1842) era la primera obra salida del grupo neohegeliano en la que se desplegaba la bandera del ateísmo. Sus artículos y estudios se distinguen entre los escritos de. en­ tonces por su recia intransigencia en las ideas. El joven escritor rebelába­ se decididamente contra toda componenda con la' monarquía y veía en la representación popular, en la libertad de prensa y en las libertades de­ mocráticas, el preludio de una revolución que en su carrera arrollaría, como lo había hecho la Gran Revolución francesa, a la monarquía y a la república. . A fines de 1842, se instaló en Manchester, centro de la industria textil, pasando a ocupar un puesto en la oficina de una empresa 'de hilados y tejidos que aún existe y en que la mitad del negocio perte­ necía a su padre. De aquí en adelante, y no precisamente por los in­ tereses industriales de Engels, se sepanuon los caminos de éste y los seguidos por los elementos radicales de Berlín (los "Libres"). Lbs. ber­ lineses se entregaron a la negación anarquista del Estado. Una parte de ellos se desplazó del campo de la. lucha política .real hacia la· órbi­ ta de una crítica abstracta y puramente ideológica. Por el contrario, Engels, que ya en Alemania se había visto impulsado h'acia el comu­ nismo por Moses Hess, abrazó esta ideofogía. No se encerraba en la oficina de la fábrica, ·,sino que recorría los sudas' 'barrios obrerbs de la ciudad, donde encontraba a· los trabajadorés y veía por sus propios ojos la miseria en que vivían. Estudió el movimiento cartista ingl�s y conoció a algunos de. sus dirigentes (Ha'rney, Leach, Wat y otros). Estudió el socialismo owenista y trató a los primeros revolucionarios proletarios alemanes que acudíaµ a Londres, a los dirigentes de la "Liga de los Justos" y de la Asociación de obreros alemanes dirigidas por aqué­ llos (Shapper, Moll, etc.). Además de la� obras de los grandes utopis­ tas, de Weitling y los representantes de las distintas tendencias socia­ listas extendidas en Inglaterra, Francia y Alemania, Engels estudió las obras inglesas de economía política y leyó una enorme cantidad de ·

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libros y documentos oficiales sobre la situación de la clase obrera ingle­ sa. Sobre estos temas publicó artículos en diferentes periódicos ·y re­ vistas de Alemania, en la "Gaceta Renana", el "Republicano Suizo'', los "Anales Franco"Alemanes�' y el "Vorwarts!". A este periodo corresponde el estudio titulado "Esbozo de crítica de la economía política", en el que Engels examina los fundamentos del moderno orden económico desde el punto de vista del socialismo y bajo e l imperio de la propiedad privada. · En Mánchester nació también el libro redactado por él, a su regreso a Alemania, en Banrien, coni el título de La situación de l,a clase obre� ra en Inglaterra, considerado en justicia como uno de los mejores li­ bros de la literatura socialista internacional. Esta obra, que constituye una poderosa acta de acusación contra el. capitalismo y la burguesía, provocó gran sensación en la opinión pública de aquellos años. En su crítica de las principales corrientes destacadas en el movimiento obrero inglés, condena a los owenistas, que sólo veían en el proletariado una clase sufrida, y no como lo era, una clase llamada a revoluciónar el mundo. Y, además, porque en sus doctrinas se rechazaba la lucha política. Engels cifró la importancia que el poderoso movimiento que sacudió a casi toda.la Inglaterra industrial durante el verano de 1 842 en la con� ciencia de que, en su transcurso, el movimiento iba surgiendo en fa_ vor de la revolución, ya comprendiendo cada vez más que era imposible llevarla a cabo por la vía pacífica, en e l hecho de que los cartistas se curaran de la ilusión de una "revolución legal"' y de que el proletaria­ do rompiera resueltaménte con el radicalismo burgués. Criticaba resuel­ tamente a los "simples" republicanos, porque la república sería, a su juicio, tan formal y tan teológica c0010 la monarquía. Para Engels, no sería más que un "paso de transición hacia el futuro". Una vez con­ quistada la república, la clase obrera inglesa levantaría la nueva bande­ ra del socialismo. Sólo reconocía como ''verdadera revolución" a la "revolución socialista", que adoptara el carácter de una lucha violenta entre pobres y ricos. Las ideas de Engels durante este periodo adolece todavía · de cierta vaguedad; Al lado de los elementos esenciales del socialismo científico, sus trabajos de 1 843 a 1 845 presentan todavía las huellas de un :comu­ nismo "filosófico". El mismo confiesa que contribuyó al "comu�ismo igualitario y limitado" de los dirigentes de la "Liga de los Justos" con una buena dosis de "soberbia filosófica y limitada". La teoría comu­ nista no se hallaba todavía, en aquel tiempo, indisolublemente unida con el movimiento de clase del proletariado. No era, tal como él lo veía; una doctrina de clase, sino una téoría filosófica, encaminada a la eman­ cipación del hombre. La teoría comunista se hallaba, para él, por enci­ ma de la revolución socialista. El fundamento filosófico del "verdadero socialismo", que tantos es­ tragos causaba, era el materialismo co1:1templativo de Feuerbach. El paso definitivo al comunismo revolucionario, proletario, sólo podía darse, para ·

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Engels, después de haber superado totalmente la filosofía feuerbachiana. Pero este paso lo dio ya bajo la influencia de Marx. Engels conoció por primera vez a Marx en noviembre de 1842, en la Redacción de la "Gaceta Renana", en Colonia, cuando regresaba de su país a Inglaterra. El primer encuentro fue "muy frío", pues Engels seguía figurando todavía entre los más activos partidarios de los "Libres" berlineses, contra cuya turbia actuación libraba entonces Marx una en­ conada lucha. El segundo encuentro con Marx se efectuó a fines de septiembre de 1844 en París, donde Engels se detuvo en su viaje de In­ glaterra a la Renania. El "Esbozo de crítica de la economía· política", publicado a comienzos del año, había producido en Marx una gran impresión. Entre él y Marx se habían cruzado cartas muy interesantes y en París pudieron comprobar que se. hallaban pleríamente ideilil:ificados en todos los problemas teóricos. Así se selló aquella profunda amistad y alianza de trabajo y de lucha para toda una vida. Llegaron al acuer­ do de luchar unidos contra los hermanos Bauer y sus partidarios y sur­ gió la primera obra escrita en colaboración por ambos, La sagrada fa­ milia, publicada en marzo de 184 5 '. y de cuyos veinte pliegos Engels sólo contribuyó con pliego y medio en total. Los capítulos más impor­ tantes, que atestiguan .el paso de Marx a un nuevo círculo de ideas y, principalmente, al comunismo de las relaciones sociales· de. producción, el paso al socialismo proletario y al 'papel histórico del proletariado, fue­ ron escritos por Marx cuando ya Engels había marchado de París. Entre tanto, Marx, quien había sido expulsado de París y que en fe­ brero de 1845 se trasladó a Bruselas, había podido sentar, superando de­ finitivamente el materialismo de Feuerbach, los fundamentos del mate­ rialismo histórico. En abril de 1845, al trasladarse Engels a Bruselas para estar cerca de Marx, éste pudo mostrar ya a su amigo, "desarrolla­ do y acabado en sus rasgos fundamentales'', el sistema de concepcio­ nes que va unido en justicia al nombre de Marx y que abarca los prin­ cipios del comunismo científico. Engels, incorporándose sin reservas a las ideas de Marx, se situó de­ finitivamente en el terreno del comunismo científico, en el punto de vista del proletariado. Y ambos convinieron en "elaborar en detalle" el modo de concebir recientemente fundamentado y exponerlo en forma polémica contra los representantes seudorradicales de la filosofía neo­ hegeliana y contra los ideólogos pequeñoburgueses que predicaban el "verdadero socialismo'". Surgió así, en el curso de más de un año de tra­ bajo, la formidable obra titulada La ideología alemana. En esta obra, que quedó largo tiempo inédita por falta de editor, se establecen los fun­ damentos del materialismo dialéctico y se ofrece una minuciosa exposi­ ción de la concepción materialista de la historia. Los capítulos dirigidos contra el "verdadero socialismo" fueron casi en su totalidad escritos por Engels, quien critica implacablemente a los represerntantes de esta co­ rriente, por entonces muy extendida en Alemania, burlándose de ellos, poniendo en solfa su espíritu pequeñoburgués y demostrando que estos ideólogos despojan a la idea socialista de todo su contenido revolucio-

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nario concreto. Práctica y políticamente, estos autores sirven a la reac­ ción e impidell! o tratan de impedir el desarrollo de la lucha de clases del proletariado. A mediados de agosto de 1846, traslada Engels el centro de gravedad de su trabajo de partido a París. Aquí se ve con Reine y con Cabet, organiza a base de los miem,bros de la "Liga de los Justos" un Comité de Correspondencia comunista y despliega una gran actividad de agita­ ción y propaganda entre los trabajadores obreros residentes ell! París (artesanos). En los círculos secretos y en asambleas públicas desarrolla con energía una lucha en dos frentes: de una parte, contra los partida­ rios de Weitling, con quien Marx y sus seguidores habían roto ya en Bruselas y, de otro lado, contra los secuaces de Proudhon, cuyas teo­ rías reaccionarias propagaban algunos, entre los obreros alemanes esta­ blecidos en París. En la primavera de 1:847 recibió Engels la visita de Moll, emisario de los "Justos" de Londrés, _quienes, influidos por la crítica de Marx y Engels y concientes de su falta de preparación ante la crisis revolu­ cionaria que se acercaba, habían reconocido a comienzos de año la exac­ titud de las nuevas concepciones sostenidas por aquéllos. Moll invitó a Engels a colaborar en la proyectada transformación radical de la "Liga de los Justos" en calidad de delegado al Congreso de Londres, que para estos fines se convocaría en el mes de julio. En este Congreso, en que Engels representaba también a Marx, ausente, llevó a cabo la total reor­ ganización de la Liga que ahora adoptaba el nombre de "Liga de los Comunistas", después de haber desterrado de su estructura orgánica to­ dos los resabios sectarios y de haber expulsado de ella a los recalcitran­ tes weitlingianos. Terminado el Congreso, Engels se trasladó nuevamente a Bruselas, don­ de tomó parte activa en el trabajo de la organización total clandesti­ na de la "Liga" y apoyó a Marx en su actividad para fundar una fe­ deración legal de obreros alemanes. En sus numerosas cartas, Engels traza un análisis profundo de la si­ tuación política en casi todos los países europeos, bajo las condiciones de la crisis revolucionaria que prevalecía en Europa, y formula la "polí­ tica del partido" es decir, la táctica de los comunistas, invocando siem­ pre la posibilidad y la necesidad de que la futura revolución democrá­ tico-burguesa, al desarrollarse, se trueque por sí misma en la revolución socialista-proletaria y poniendo de relieve, además, el papel decisivo que en ello correspondería al proletariado y a su vanguardia, el partido co­ munista. Engels formula claramente la idea de la hegemonía del proletariado en la revolución popular y postula la necesidad de una alianza comba. tiva de las clases revolucionarias, del proletariado, la pequeña burguesía y los pequeños campesinos, bajo la bandera indiscutible del proletaria­ do industrial de las ciudades, que es -sostiene Engels- el núcleo de toda moderna democracia. Estas perspectivas son también las que Engels desarrolla en otro do-

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cumento importante; en el proyecto redactado por él para lo que más tarde será el Manifiesto Comunista, en los Principios del comunismo escriti:>s en París a comienzos de octubre de 1847 como proyecto de pro­ grama para la nueva Liga de los Comunistas. El Manifiesto del Parti­ do Comunista redactado enteramente por Marx y que quedará para siempre en la historia, fue la declaraci6n programática que prevaleció, muy diferente del proyecto de Engels, aunque en algunos de sus pun­ tos coincida . sustancialmente con él. Estamos en las cercanías de la re\;olución de 1848, ·mejor dicho del conjunto de revoluciones bautizadas con esta techa y extendidas por toda Europa; con vistas a las. cuales se escribí6 el M(tnifíesto Comunista. A comienzos de abril, Marx y Engels se . trasladan a Alemania, a Co­ lonia, donde se éstablecen; Marx es desginado director de un gran pe­ ri6dico que ha de crearse, la "Nueva Gaceta Renana'', en recuerdo de la. "Gaceta Renana" de la que fuera· redactor:jefe. La. "Nueva Gaceta Renána"� cuya redacci6n está integrada -exclusivamente pdr dirigentes de la "Liga de los Comunistas". Engels .se establece en Barmen, su ciudad natal, y en una serie de viajes reúne dinero y coloca acciones para el· nuevo peri6dico. El 1 de julio de 1848 aparece el primer número de la "Nueva Ga­ ceta Renana". "La redacci6n -escribirá ·Engels en un artículo públi­ cado en 1884- era pura y sirtiplemente la dictadura de Marx, cosa per­ fectamente natural; indiscutible y aceptada de buen grado por todos nosotros". "A su certerá mirada y a- su segura áctliaci6n se debi6, ante todo, el que aquel peri6dico se convirtiera ·en el más famoso del tiem­ po de la revolución", en el "6rgano insúperable del proletariado revolu­ cionario", como lo llamó Lenin. Fuera de los tres meses y medio que Engels tlivo que refugiarse en el extranjero para esquivar una detención, fue él el encargado de redac­ tar una parte considerable de los materiales del periódico. La única ex­ posici6n viva y actual de la primera batalla del proletariado de París, de la insurrecci6n de Junio, salió de su pluma, al igual que los importan­ tes artículos e informes sobre las guerras de Schleswig-Holstein, Italia y Hungría. A él pertenecían también la mayoría de los artículos contra los nuevos fantoches elevados al poder por los sucesos . de Marzo en Alemania, sobre la Asamblea Nacional de Francfort y 1a de Berlín, sobre las "derechas''' y las "izquierdas" de aquel Parlamento. En sus artículos, Engels, al igual que Marx, luchaba contra las ilu­ siones democráticas y sentimentales de una "reconciliación general de los pueblos", de una República federal europea, de la "paz eterna" predicada por los fil6sofos, y ambos preconizaban la: uni6n de los pue­ blos revolucionarios y oprimidos contra el baluarte más poderoso de la reacción, contra la Rusia zarista, y contra las ciudadelas del movimien­ to reaceionario, los Habsburgos, los Hohenzolers y los Romanov, por la ayuda combatiente de toda la democracia occidental en apoyo de la lu­ cha de Polonia por su independencia. En dos artículos dirigidos contra la idea del "paneslavismo" demo·

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crático propugnada por Bakunin, desel111Ilascaró Engels ---,-no sin incu­ rrir, ciertamente, en algunas concepciones germano-nacionalistas- los designios contrarrevolucionarios envueltos el). este. plan, con el .que, en rigor, se pretendía volver a los polacos, austríacos y sudeuropeos contra los pueblos c011trarrevolucionarios, que eran, según Engels, los alema­ nes, los húngaros y los polacos; . La. cobardía y. la indecis\ón de la democracia pequeñoburguesa y de sus representantes parlamentarios permitieron que la pandilla militar pu­ diera ahoggr la revolución, en los pocps. lugares en que, como en Dresde, llegó a esta)Jar. El 25 de septiembre, el día en que debía reunirse allí el Segundo Congreso de los. demócratas ,renanos, fue decretado. en Colonia el esta� do .de sitio. Engels tuvo que huir, de la .ciud¡¡d y refugiarse en Bruse­ las, donde fue detenido por la policía·· y expulsado a las pocas horas por la frontera francesa. Desde Pa.rís se dirigió· a pie directamente ha­ cia Suiza, excursión que describe en uno de sus artículos más deliciosos. . El 1 5 de marzo de 1849 regresó a Colonia y reanudó su trabajo de redactor en Ja "Nueva, Gaceta Renana'�. El 7 de febrero, Márx y Engels hubieron qu.e: comparecer ante el tribunal del jurado, de Colonia, acusados de injurias a funcionarios, gen­ darmes y otros agentes de la reacción. Fueron absueltos y sus discursos de :defensa constituyen un documento extraordinario de análisis del pro. ceso revolucionario y de valerosa conden:,i. de las fuerzas de la contrarre­ volución. Su consigna era la República ,"roja", la República "social", la que Jos i.nsurrectos d.e Júnio proclamaran valientemente .al proletariado de París. La subkvación, que estalló sobre todo en Baden y el Palatinado, fue sangrientamente aplastada. La derrota de los obreros renanos sellaba la suerte de la "Nueva Gaceta Renana". Su último número, simbólica­ mente impreso en tinta roja, se publicó el 18 de mayo de 1849. Marx y El'lgels trataron ()n vano de mover a las "izquierdas" del Parlamen­ to de Francfort a tomar una serie de medidas revolucionarias, entre ellas la abolición de todas las cargas feudales que pesaban sobre la tie­ rra, para incorporar a los campesinos al movimiento. Todo fue .en vano. El 19 de junio� Engels se incorporó en Offen­ bach al cuerpo de voluntarios de WiUich (La campaña por la Consti.­ tución del Reich, t. V de esta edición), pero estas tropas fueron vencidas después de afrontar algunas valientes batallas. Y el 12 de julio Engels cruzaba la frontera de Suiza, rumbo ya a la emigración. El ejército revolucionario húngaro había capitulado ante los invasores rusos. La contrarrevolución triunfaba en todas partes. Pero la esperan­ za en el futuro no había muerto en la conciencia de los grandes revo­ lucionarios. Engels consideraba como la más importante tarea del mo­ mento el abordar profundamente las más importantes enseñanzas de los años de la revolución y curar al proletariado de las ilusiones de�o­ cráticas imbuidas en él por los demócratas pequeñoburgueses, para sen­ tar las bases de un partido obrero independiente. .

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A ello se encaminaba la Alocución del C. C. de la Liga de los Co­ munistas de marzo de 1850, documento en el que se desarrolla la teoría de la táctica del proletariado en la revolución democrático-burguesa. Las ideas fundamentales de la Alocución fueron desarrolladas por En­ gels en una serie de artículos publicados en la "Nueva Gaceta Rena­ na (Revista político..económica ) ", redactada por Marx en Londres y en la que Engels publicó, entre otros, su gran estúdio histórico sobre La guerra de los campesinos en Alemania. En noviembre de 1850 se reintegró Engels a su puesto en la fábrica de tejidos "Ermen y Engels", de Manchester. En la ejecución de este plan incluía también: considerablemente el deseo de prestar una ayuda material a Marx, quien vivía en Londres, privado de recursos económi­ cos, consagrado a sus trabajos de investigación, sobre todo en torno a su obra maestra El capital. El día en que Marx terminaba de corre­ gir las pruebas de imprenta del primer tomo, el 16 de agosto de 1867, escribió a su amigo Engels aquellas ·emotivas palabras, recogidas en su correspondencia: "Solamente a tí debo el haber podido dar cima a esta tarea. Sin los sacrificios que por mí has hecho, jamás habría sido capaz de realizar los inmensos trabajos de los tres volúmenes". En 1851 y 1852 escribió Engels, supliendo a Marx, para la "New York Daily Tribune", una larga serie de artículos sobre el tema Revo.ZU­ ción y contrarrevolución en Alemania, en la que se contiene un impor­ tante análisis sobre las causas de la "mediocridad" a que quedó reducida la revolución, poniendo de manifiesto la capitulación de la burguesía li­ beral y la cobardía de los demócratas pequeñoburgueses. En uno de es­ tos artículos, desarrolla Engels la teoría de la insurrección como un arte sometido a las famosas reglas que Lenin habría de invocar en Octubre de 1917. Una parte importante, hacia un tercio, de los centenares de artículos publicados por Marx en la "New York Daily Tribune", salieron de la pluma de Engels, aparte de· los guiones y borradores que enviaba a su amigo para facilitarle el trabajo acerca de ciertos temas. Entre éstos hay que destacar los artículos sobre la guerra de Crimea en 1 853-1856, so­ bre la guerra italiana de 1859, sobre la segunda guerra del opio en China y sobre la insurrección de 1857 en la India. Durante la crisis de 1857, Marx encargó a Engels' de allegarle para sus artículos multi­ tud de hechos, cifras, datos y observaciones sobre el mercado del algo­ dón. Y en 1857-1861 Engels escribió para la "Enciclopedia Norteame­ ricana" cerca de 100 artículos sobre temas relacionados con la técnica y la historia de la guerra y ayudó a Marx a redactar una serie de artícu. los sobre La guerra civil de Norteamérica, para la "Presse" de Viena. Engels, que poseía un talento extraordi�ario para las lenguas, escribió algunos artículos muy valiosos sobre ternas lingüísticos. En 1852-1853 estudió las lenguas eslavas, para investigar principalmente el papel con­ trarrevolucionario del zarismo ruso y de la propaganda paneslavista. Y la guerra de Crimea le animó a estudiar el persa. Momento importante en la vida de Engels fue el año 1859, año de

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la guerra de Italia, en que se destacó en primer plano no sólo el pro­ blema de la unificación de Italia, sino también el de Alemania� donde se abrían grandes perspectivas revolucionarias. En dicho año publicó Marx su libro Contribución a la crítica de la economfo política y diri. gió durante el verano el semanario londinense en alemán "Das Volk", para el que Engels escribió una serie de artículos sobre la guerra en Italia. En dos folletos anónimos muy importantes (El Po y el Rin, de 1859, y Saboya, Ni:za y el. Rin, de 1860) expuso Engels la posición del par­ tido proletario hacia los problemas nacionales planteados por la guerra italiana. En 1865 volvieron a preocupar a Engels los problemas del movimien­ to obrero alemán, en la lucha contra Lassalle, y su influencia en el par­ tido socialista. El folleto sobre El problema militar prusiano y el partido obrero alemán (1865) es importantísimo. Contra Lassalle y el lassalleanismo se dirigía el filo político de los diversos artículos escritos por Engels al publicarse El capital, para dar a conocer este libro. Y el mismo blanco de lucha tenían los estudios es­ critos por él a propósito de la unificación de Alemania, en la cual Engels postulaba el camino democrático por abajo, en contra de la for­ ma bismarckiana-lassalleana de la hegemonía de Prusia. Desde fines de 1864, a pesar de residir fuera de Londres, Engels pres­ tó una valiosa ayuda a Marx en las ímprobas tareas de la Internacio­ nal. A ruego de Marx, escribió para el órgano londinense del Consejo General, el "Commonwealth", tres artículos sobre el problema polaco: ¿Qué tiene la clase obrera que ver con Polonia?, en los que abogaba por la posición de Marx en contra de los prudonianos y otros miem­ bros del Consejo General, violentamente contrarios a la consigna marxis­ ta de la lucha por la independencia de Polonia. Hacia mediados de 1869, Engels se trasladó a Londres, después de liquidar sus derechos en la empresa de Manchester. En esta nueva eta­ pa, se ocupó intensivamente de la cuestión irlandesa. Trataba de razo­ nar la tesis sostenida por él y por Marx de que Irlanda era uno de los baluartes de la aristocracia terrateniente inglesa y de que, por tan­ to, la emancipación nacional de Irlanda constituía la condición previa para revolucionar al proletariado inglés. Fero, en junio de 1870, el estallido de la guerra franco�alemana le obligó a concentrarse en este problema candente para el proletariado ale­ mán y francés. En la "Pall Mall Gazette" de Londres, se publicaron sus brillantes reseñas sobre la marcha de la guerra. Y, a ruego de Marx, escribió para el segundo Manifiesto sobre la guerra, después de la ba­ talla de Sedan, la parte en que se demuestra que tampoco desde el pun­ to de vista estratégico se hallaba Alemania interesada en la anexión de Alsacia-Lorena. Engcls era ahora miembro de Consejo General de la Internacional. Durante algún tiempo, por su conocimiento del español y otras lenguas, fue Secretario corresponsal para España y Bélgica y mantuvo, desde este

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puesto, estrechas relaciones con José Mesa, Pablo Iglesias y otras figuras destacadas del socialismo hispano, y póco después mánten,ía por carta las relaciones con Portugal, Italia y Dinamarca. Al igual que Marx, reivindicaba . ...:.-desafiando las críticas más enconadas de· Ja reacción- 1a solidaridad activa de la Interm;1cional con la gran lucha de la Comuna, sobre la que escribió memorables artículos. Como Secretario corresponsal de cinco Secciones, Engels desempeñó elll .lá Conferencia de Londres de 1871 y en el Congreso de La Haya de 1872 una intensa actividad para evitar queJós bakuninistas utiliza­ sen la Internaciooal al servício de sus desi'gnios y para fortalecer la au­ toridad y la organización de esta gran central del movimiento obrero. El folleto sobre La Alúm:za de la Democracia Socialista era, esencial., mente obra de Engels. Desde la guerra franco-alemana, el interés y J