Entremeses Completos I: Jocoseria 9783865279248

Edición crítica de la serie de entremeses reunidos por el propio Benavente en la colección llamada la "Jocoseria&qu

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Entremeses Completos I: Jocoseria
 9783865279248

Table of contents :
ÍNDICE
ADVERTENCIA PRELIMINAR
INTRODUCCIÓN A LA JOCOSERIA DE LUIS QUIÑONES DE BENAVENTE
BIBLIOGRAFÍA
ABREVIATURAS
TEXTO DE LA JOCOSERIA. Teil 1
TEXTO DE LA JOCOSERIA. Teil 2
APÉNDICE DE ACTORES MENCIONADOS
LISTA DE PIEZAS DE LA JOCOSERIA
ÍNDICE DE NOTAS

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BIBLIOTECA ÁUREA HISPÁNICA Universidad de Navarra Editorial Iberoamericana

Dirección de Ignacio Arellano, con la colaboración de Christoph Strosetzki y MarcVitse

Biblioteca Áurea Hispánica, 14

LUIS QUIÑONES DE BENAVENTE, ENTREMESES COMPLETOS I. JOCOSERIA

E D I C I Ó N D E I. A R E L L A N O , J. M . E S C U D E R O , A . M A D R O Ñ A L

P r e m i o R i v a d e n e i r a de la R e a l A c a d e m i a E s p a ñ o l a

Universidad de Navarra • Iberoamericana •Vervuert • 2001

Die Deutsche Bibliothek - CIP-Cataloguing-in-Publication-Data A catalogue record for this publication is available from Die Deutsche Bibliothek.

Agradecemos a la Fundación Universitaria de Navarra su ayuda en los proyectos de investigación del GRISO a los cuales pertenece esta publicación. Agradecemos al Banco Santander Central Hispano la colaboración para la edición de este libro.

Reservados todos los derechos O Iberoamericana, 2001 Amor de Dios, 1 - E-28014 Madrid Tel.: +34 91 429 35 22 Fax: +34 91 429 53 97 iberoamericana@readysoft. es www.iberoamericanalibros.com O Vervuert, 2001 Wielandstr. 40 - D-60318 Frankfurt am Main Tel.:+49 69 597 46 17 Fax: +49 69 597 87 43 [email protected] www. vervuert. c o m ISBN 84-95107-36-8 (Iberoamericana) ISBN 3-89354-494-1 (Vervuert) Depósito Legal: M . 39.439-2001 Cubierta: Cruz Larrañeta Impreso en España por: Publidisa Este libro está impreso íntegramente en papel ecológico sin cloro.

ÍNDICE

ADVERTENCIA PRELIMINAR

11

INTRODUCCIÓN

15

1. Biografía

15

2. Benavente y sus contemporáneos

35

3. La obra no dramática de Benavente

40

4. La Jocoseria

42

4.1. Breves observaciones estilísticas. La lengua cómica de la Jocoseria

49

4.2. Problemas de edición, atribución y cronología de las piezas de la Jocoseria

60

4.3. Piezas de la Jocoseria. Algunos datos

62

4.4. Otras observaciones sobre la transmisión de la Jocoseria

78

4.5. Nuestra edición

80

BIBLIOGRAFÍA Y ABREVIATURAS

85

T E X T O D E L A JOCOSERIA

101

Preliminares Loa con que empezó

103 Lorenzo Hurtado

en

la segunda vez

Madrid 121

Entremés cantado La paga del mundo. Representóle Antonio de Prado

137

Entremés famoso Las civilidades. Representóle Avendaño

149

8

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

JOCOSERIA

Entremés cantado La muerte. Representóle Tomás Fernández

169

Entremés cantado El Tiempo. Representóle Cristóbal de Avendaño

179

Entremés famoso El talego-niño. Representóle Tomás Fernández

189

Entremés cantado La visita de la cárcel. Representóle Avendaño

209

Jácara que se cantó en la compañía

217

Loa que representó Antonio

de Olmedo

de Prado

229

Entremés cantado El talego (primera parte).

Representóle R o q u e de Figueroa

243

Entremés famoso Los cuatro galanes. Representóle R o q u e de Figueroa

251

Entremés cantado El talego (segunda parte).

Representóle Antonio de Prado Entremés cantado El guardainfante

267 (primera parte).

Representóle Tomás Fernández

275

Entremés famoso El murmurador. Representóle Antonio de Prado

287

Entremés cantado El guardainfante

(segunda parte).

Representóle Tomás Fernández Jácara que cantó en la compañía

de Bartolomé

299 Romero

Francisca Paula Loa con que empezó

313 en la corte Roque de Figueroa

317

Entremés cantado La Puente Segoviana (primera parte).

Representóle Antonio de Prado

329

Entremés famoso de Turrada. Representóle Bartolomé R o m e r o

339

Entremés cantado La Puente Segoviana (segunda parte).

Representóle Prado Entremés cantado El licenciado y el bachiller. Representóle Avendaño

353 361

ÍNDICE GENERAL

Entremés famoso La

9

Maya.

Representóle Bartolomé R o m e r o Entremés cantado La

367

dueña.

Representóle Cristóbal de Avendaño Jácara que se cantó en la compañía

379

de Bartolomé

Romero

389

Loa segunda con que volvió Roque de Figueroa a empezar en Madrid

395

Entremés cantado El doctor Juan

Rana.

Representóle Pedro de la Rosa

409

Entremés famoso La capeadora (primera parte) Entemés cantado El martinillo

419

(primera parte).

Representóle Antonio de Prado

433

Entremés famoso La capeadora (segunda parte).

Representóle Vallejo Entremés cantado El martinillo

441 (segunda parte).

Representóle Antonio de Prado

455

Entremés cantado El casamiento de la Calle

Mayor

con el Prado viejo. Representóle Vallej o Jácara que se cantó en la compañía

de Bartolomé

463 Romero

(segunda parte) Loa con que empezó

473 Tomás Fernández

en la corte

Entremés cantado Los planetas. Representóle Vallejo

479

495

Entremés famoso El borracho.

Representóle Antonio de Prado Entremés cantado de Las dueñas, que se hizo en el estanque del Retiro entre las compañías de Prado y R o q u e

503

523

Entremés cantado Las manos y cuajares.

Representóle Tomás Fernández

533

Entremés famoso El retablo de las maravillas.

Representóle Cristóbal de Avendaño Entremés cantado La verdad. Representóle Prado

547 565

Jácara de doña Isabel, la ladrona, que azotaron y cortaron

las orejas en Madrid. Cantóla

Francisca Paula

575

QUIÑONES

10

DE BENAVENTE,

JOCOSERIA

Loa con que empezaron Rueda y Ascanio

587

Entremés cantado El mago. Representáronle en el Retiro las compañías de Tomás Fernández y Pedro de la Rosa ...

603

Entremés famoso El abadejillo. Representóle Prado

621

Entremés cantado El soldado. Representóle Tomás Fernández

635

Entremés cantado El doctor. Representóle Avendaño

643

Entremés famoso Los muertos vivos. Representóle Pedro de la Rosa

653

Entremés cantado El remediador. Representóle Rosa

671

Jácara

685

que se cantó en la compañía

de Ortegón

A P É N D I C E D E ACTOPJES M E N C I O N A D O S

697

LISTA C R O N O L Ó G I C A Y A L F A B É T I C A D E PIEZAS I N C L U I D A S E N L A JOCOSERIA

723

ÍNDICE D E NOTAS

729

ADVERTENCIA PRELIMINAR

Dos palabras iniciales sobre lo que este libro es y lo que no es. Es, fundamentalmente, en nuestro propósito, una edición lo más fiable y crítica que hemos podido, de la Jocoseria. N o es una edición crítica de los entremeses de Quiñones, ni un estudio global de las calidades artísticas —dramáticas y literarias— del universo entremesil de Benavente. Tenemos pensado dedicar otros volúmenes a los entremeses no incluidos en la Jocoseria (que exigirán, estos sí, una edición crítica y la consignación de las variantes de los diversos testimonios) y al estudio de todo el corpus benaventiano. La existencia de una colección como la Jocoseria, que reúne un i m portante conjunto de piezas privilegiadas, elegidas por su creador, con los textos que hemos de pensar son los definitivamente queridos por Benavente, ofrecía una oportunidad única para introducirse con totales garantías en la lectura de este corpus, el más importante como tal del teatro breve aurisecular. Extrañamente — o quizá no tanto, pasa con demasiados textos como para extrañarse— no se disponía de una edición 1 de la Jocoseria limpia en lo posible de errores, malas lecturas, enmiendas fallidas o no explicadas, y sobre todo, no se disponía de u n aparato de notas que consideramos imprescindible para abordar la lectura moderna de unos textos llenos de referencias ingeniosas de todo tipo, juegos alusivos y fenómenos de múltiple intertextualidad. A la hora de recuperar los entremeses del Siglo de O r o (uno de los proyectos de investigación del G R I S O) parecía obvio que debíamos empezar precisamente por Quiñones de Benavente, y en concreto por la Jocoseria.

1 En realidad no se disponía de ninguna edición de la Jocoseria, ni buena ni mala. Esto nos parecía uno de tantos casos escandalosos en la cultura española, que queríamos subsanar.

12

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

Dado el panorama de la transmisión de este conjunto, nuestros objetivos han sido: 1) Imprimir la Jocoseria como volumen autónomo, manteniendo su disposición original, revisado con mayor cuidado que en las escasas — y beneméritas— ediciones anteriores (Rosell, Cotarelo 2 ), manejando para fijar el texto todos los ejemplares disponibles de la primera edición y los principales de las ediciones antiguas posteriores, donde a veces se proponen correcciones atendibles. Insistimos en que estamos refiriéndonos a la Jocoseria: puesto que esta colección representa, a nuestro juicio, el estadio definitivo de los textos en la ordenación preferida por Benavente, a ella nos atenemos, sin recoger variantes de otros testimonios de que gozan algunas de las piezas i n cluidas en ella. Se tratarían en todo caso de variantes interesantes para estudiar procesos de reescritura o corrección —de ello nos ocuparemos en el estudio general previsto—, pero no afectan a la fijación textual, y por tanto carecen de trascendencia en el marco estricto de nuestra edición. Añadimos, sin embargo, un apartado de indicaciones sobre problemas de atribución, edición y cronología, que pueden aclarar algunos puntos atingentes a los entremeses del volumen, y que nos ha parecido útil en tanto confirma la situación textual privilegiada de que goza la Jocoseria.

2) Permitir y facilitar la lectura informada de estas piezas, aportando un aparato de notas explicativas. N o nos parecen atendibles las argumentaciones de quienes insisten en que los aparatos extensos de notas ahuyentan al lector. E l lector puede muy bien prescindir de las notas si así lo prefiere, y de todos modos creemos que un lector al que le fatigan y ahuyentan las notas no es un lector que esté capacitado para ciertas lecturas. E l docto a quien le resultaran superfluas sabrá, por otro lado, perdonarlas. La fijación del texto y la redacción de las notas ha sido, pues, el núcleo de nuestro trabajo en este libro. E l estudio preliminar lo hemos centrado sobre todo en los aspectos biográficos, para los cuales Abraham 2 Cotarelo la integró en su Colección, dentro de un corpus mucho más amplio, privada de textos preliminares, etc.

ADVERTENCIA PRELIMINAR

13

Madroñal tenía materiales nuevos que aportar, y que podían considerarse el pórtico inicial de cualquier estudio sobre el autor y su obra, por lo que era pertinente tratarlos en este primer tomo dedicado a Quiñones en la «Biblioteca Áurea Hispánica». N o nos ocupamos por el momento de un examen completo y complejo del universo dramático benaventiano —que hubiera aumentado además de modo excesivo el número de páginas de nuestro libro—, por lo que nos limitamos a unas pocas observaciones sobre ciertos recursos significativos de la comicidad —verbal fundamentalmente—, remitiendo mientras tanto para otras consideraciones a los libros de Asensio y Bergman. C o m o se ha indicado ya, en nuestro plan este es el primer tomo de una investigación en marcha, que incluirá sucesivamente los entremeses no publicados en la Jocoseria —hasta terminar la edición de los entremeses completos de Benavente—, y u n volumen específico dedicado al estudio general de sus entremeses, estudio que no estamos en condiciones de hacer a nuestra satisfacción mientras no hayamos procedido a la anotación meticulosa de todo el corpus dramático del poeta. Vaya por ahora esta primera entrega con la que esperamos facilitar a estudiosos y lectores eutrapélicos el acceso a la obra de teatro breve, que no menor, de Luis Quiñones de Benavente, en su máxima expresión. Una última observación: este libro fue preparado y compuesto antes de la última revisión ortográfica de la R A E . Se advertirá, por tanto, que algunos detalles corresponden a los criterios anteriores a tal revisión. Ignacio Arellano

INTRODUCCIÓN A LA

JOCOSERIA

D E LUIS Q U I Ñ O N E S D E B E N A V E N T E

1. B I O G R A F Í A

Luis de Benavente 1 , más conocido en nuestros días como Luis Quiñones de Benavente, nació en la ciudad de Toledo en 1581. Cuando se carecía de noticias documentales, se había supuesto su nacimiento entre 1589 y 1595 2 , porque —se decía— en la justa toledana de 1609 o 1610 era un adolescente 3 y en la alusión de una comedia de Tirso (hacia 1625) se le llamaba todavía «mozo» 4 . Ninguna de las dos afirmaciones es segura; la primera se basa en los versos del vejamen, según los cuales Baltasar Elisio de Medinilla pregunta —refiriéndose a Benavente— «si ha sido suyo el soneto adolescente» 5 , y más que referirse a la edad del participante, quiere aludir a que no tenía el escribir poesía «seria» como cosa habitual; era una referencia normal en este tipo de escritos satíricos 6 . L a segunda de las referencias a

Así era conocido en su época; excepcionalmente se le denomina Luis de Benavente y Quiñones, y sólo en la portada de su obra, la Jocoseria, le denomina su amigo Manuel Antonio de Vargas, Luis Quiñones de Benavente, que es, curiosamente, como ha pasado a la posteridad. Sobre la biografía del poeta puede verse Madroñal, 1993b, aunque se actualizan aquí algunos datos. 2 Bergman, 1965, p. 54, propone las fechas 1590-1593. Da preferencia a la segunda en su edición de los Entremeses, 1968. Cotarelo, 1911, p. LXXIV, apuntaba como fecha de nacimiento «antes de expirar el siglo xvi». 3 Es la opinión de Asensio, 1965, p. 126, donde escribe a propósito del único soneto conocido de nuestro autor: «Este soneto, frío y académico, me huele a rito de pubertad de un muchacho precoz». 4 Bergman, 1965, p. 54. 3 El vejamen y los poemas están incluidos al final del libro de Mateo Fernández Navarro, Floresta espiritual, Toledo, 1613, fol. 216r. 6 El mismo Juan Ruiz de Santa María, en el vejamen que dio al certamen celebrado en Toledo en 1614, que comienza «Otra vez vuelvo a templaros», B N M , 1

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

16

JOCOSERIA

un entremesista, «mozo, cuerdo, cortesano, / que no ha dicho mal de poeta» 7 , que damos por sentado se refiere a nuestro autor — c o m o así lo han reconocido otros investigadores—, tampoco supone alusión alguna a su edad, porque «mozo», significa también 'soltero', adjetivo que se aplica a la perfección a un clérigo, como lo era nuestro entremesista, según tendremos oportunidad de demostrar 8 . Sin embargo no se ha prestado atención al testimonio de un contemporáneo del autor, el singular don Diego Duque de Estrada, que afirma en su curiosa autobiografía, Comentarios del desengañado de sí mismo que Benavente había asistido a la famosa Academia de Fuensalida toledana 9 , junto con otros poetas como Gaspar de Barrionuevo (gracioso entremesista, que pudo influir en nuestro autor) 1 0 , Matías Montero (también autor dramático), Vaca de Herrera, Medina Abasco y él mismo. E l que Duque de Estrada situara aquella Academia en 1602 ó 1603 se había tomado como error, pues según los cálculos cronológicos de los eruditos Benavente tendría poco más de trece años. Sin embargo, Duque de Estrada no miente cuando se refiere a personajes contemporáneos de su Toledo natal (salvo en el poco probable caso de su t u tor y del rocambolesco asesinato de su novia, juicio y posterior fuga), y todos los nombrados por él son rigurosamente históricos en el m o mento que recrea, aunque puede que su memoria le falle y por eso cambie nombres y fechas. La mayoría de los personajes por él aludidos participan en la justa toledana de 1605 y aparecen en preliminares de libros que se imprimen por esos años, como la controvertida Vida de San José de Valdivielso 1 1 . Tampoco se ha prestado la debida atención a otro testimonio de u n contemporáneo más, Sebastián Francisco de Medrano, el cual relaciona a Benavente junto con otros escritores anteriores a él y a los de su

ms. 4100, fol. 4, cuando dice de don Francisco Vaca: «afirma y jura / que ha sido suyo el soneto», y sin embargo, «nunca le tuve en mi vida / por poeta». 7 En la comedia de Tirso Tanto es lo de más como lo de menos, citada por Bergman, 1965, pp. 51-52, quien resume la opinión de Blanca de los Ríos, Cotarelo y Kennedy. 8 Ver, por ejemplo, Covarrubias: «Mozo se toma algunas veces por el que aún no se ha casado». 9

10 11

Comentarios del desengañado de sí mismo, ed. Ettinghausen, 1982, p. 94.

Ver acerca de este personaje, Madroñal, 1993c. Ver ed. de Pérez Pastor, 1886, pp. 184b y 185a.

INTRODUCCIÓN

17

generación, entre los que cuenta al «discreto de Palacio», don Antonio Hurtado de Mendoza 1 2 . Luis de Benavente pertenece a la familia de los Benavente y Quiñones toledanos, hijo de Cristóbal de Benavente y sobrino de Pedro de Benavente y del licenciado Francisco de Benavente, los cuales se situaban a u n nivel medio en la sociedad toledana, pues eran funcionarios del Santo Oficio, rectores y capellanes de hospital, mercaderes o representantes de la política municipal; también era pariente de A n a de San Juan, vecina de M a d r i d y casada con el mercader Juan de Santillana. H e aquí su partida de bautismo, que se encuentra en la toledana capilla de San Pedro. D i c e el Libro para escrebir los baptismos [...] de Sant Pedro de la Santa Iglesia de Toledo, desde el principio

del año de

Í569 : u

En tres días del mes de septiembre de mil y quinientos y ochenta y uno, yo el bachiller Francisco de Torres, teniente cura de la capilla de Sant Pedro, bapticé a Luis, hijo de Cristóbal de Benavente y de Luisa Ana, su mujer. Fueron sus compadres el doctor Andrada y Ursula de Benavente. Advirtióse a los compadres la cognación spiritual, siendo a todo testigo Pedro de Benavente y Francisco Hernández. El Bachiller Francisco de Torres.

Benavente se confirma en la misma capilla antes de 1590. Su pariente Pedro de Benavente, tío según nuestras conjeturas, el notable de la familia, hombre bien relacionado y miembro del Santo Oficio de Toledo, parece ser el que supervisa y dirige a los miembros de su familia, y lo veremos aparecer varias veces a lo largo de la vida de Luis 1 4 .

12 Ver su obra Favores de las musas, que publica Castillo Solórzano en Milán, 1631, especialmente la «Epístola al que leyere», en que el último refiere que era príncipe de la más célebre Academia de Madrid, y la carta que le dirige el propio Medrano a Castillo Solórzano, donde cita —entre los de más edad que él mismo— a «un licenciado Luis de Benavente». 13 Fol. 102v. Archivo de la Capilla de San Pedro, Catedral. Desde aquí hemos de dar las gracias al sacristán de la misma, don Eduardo Alvarez. 14 De la familia de los Benavente sabemos que tuvo mucho que ver en la Cofradía de la Santa Caridad de Toledo, pues el 29 de marzo de 1586 ingresa como cofrade el licenciado Francisco, el 4 de septiembre de 1589 Melchor de Benavente, jurado hijo de Pedro, el 28 de octubre de 1594 el propio Pedro y el 23 de julio de 1606 Eugenio de Benavente, también hijo de Pedro. Nuestro po-

18

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

JOCOSERIA

M u c h o se ha escrito sobre la posible formación universitaria del ingenio toledano. Rosell cree que Benavente era licenciado en jurisprudencia 1 5 . Para Cotarelo tal título obedecía simplemente a que al final de su vida el poeta se había hecho clérigo (tal fecha correspondería a la época en que dejó de escribir para el teatro por razones morales) 1 6 . Tales inferencias vienen hoy a negarse, como tendremos ocasión de demostrar. Es posible, aunque no hay pruebas documentales, que Benavente estudiara en la Universidad de Santa Catalina, de su ciudad natal, según aporta u n estudioso toledano (que lo cita entre los alumnos famosos de dicha universidad, junto con Fray Luis, Zorrilla y otros, aunque sin justificarlo) 1 7 . Más probable parece que nuestro autor fuese alumno de los jesuítas y que con ellos aprendiera a conceder importancia al entremés, con el ejemplo de las representaciones que se efectuaban en los colegios de la Compañía 1 8 . N o deja de ser significativo que la primera composición poética que conocemos de Benavente se dedique a San Ignacio en u n certamen en honor del santo, cuando el poeta (que no se dedicaba a esos menesteres de la creación lírica) había rehusado participar en los certámenes toledanos de 1605, 1608 y seguiría negándose a hacerlo en los de 1616 y 1622. Además, Benavente no se ordenó al final de su vida, sino que fue clérigo presbítero desde muy joven, y parece que tal fue su profesión, pues bien sabido es que del teatro era difícil vivir, aunque de vez en cuando sus méritos dramáticos le granjearan alguna recompensa, como sabemos que ocurrió por documentos de 1631 y 1637. U n dato precioso se halla en un protocolo toledano, precisamente el de u n escribano que tuvo mucho que ver con nuestro autor, Juan R u i z de Santa María, poeta de mérito, encargado del vejamen de la justa de 1614 en Toledo y el que obtiene el primer premio de sone-

eta sin embargo, no perteneció a esta institución (ver Libro de entrada de cofrades de la Cofradía 13

de la Santa Caridad

de Toledo, Archivo de la Diputación, Toledo).

En su estudio introductorio a la Colección de piezas dramáticas, entremeses, loas

y jácaras, 1872, vol. I. 16

Estudio introductorio a la Colección de piezas dramáticas, entremeses, loas y já-

caras, 1872, vol. I, p. LXXV.

Gómez, 1980, p. 52. Sobre la importancia del entremés en verso en el siglo xvi dentro del llamado «teatro de colegio» ver Alonso Asenjo, 1995. 17

18

INTRODUCCIÓN

19

tos en el certamen de 1609. E l 27 de septiembre de 1612, acude ante el escribano Juan Carrasco, patrón de la capellanía que instituyera A n a de San Juan, el cual ante el fallecimiento del licenciado Francisco Carrasco, capellán que se ocupaba de las misas por la fundadora, declara que puesto que de todos los llamados por la dicha fundación de capellanía no hay ninguno que sea sacerdote, nombraba e nombro por tal capellán al l i cenciado Luis de Benavente y Quiñones, clérigo presbítero, vecino desta dicha ciudad de Toledo, que está presente, que es el pariente más cercano que hay de la dicha fundadora que sea sacerdote, para que el susodicho tenga la dicha capellanía y diga en cada un año por el ánima de la fundadora cincuenta y dos misas19. Indudablemente Juan Carrasco estaba emparentado con el joven clérigo, pues en otro documento de mayo de 1616 doña Inés de Quiñones, viuda de Baltasar Analte y heredera en el lugar de Cabañas de Yepes, declara que por el mucho amor que tiene al dicho Juan Carrasco y a sus hijas, doña María y doña Eugenia de Quiñones, i m pone una renta para que la perciban dichas hijas. Es, como siempre, testigo de todo Pedro de Benavente 2 0 . La fecha de la ordenación de menores de Luis nos es conocida. E n el manuscrito 3825 de la Biblioteca Nacional de M a d r i d se conserva un documento titulado Memoria de las personas que en la ciudad de Toledo ordenó el señor obispo a siete días del mes de marzo de 1598

y entre ellas

figura: «Luis de Benavente, [hijo] de Cristóbal de Benavente y Luisa Ana, de Toledo» 2 1 . N o hemos encontrado en el Archivo Diocesano de Toledo el expediente que confirme tal noticia, pero sí nos consta que nuestro autor había recibido órdenes menores por esos años 2 2 . La primera composición lírica que conocemos de él, como se ha dicho, es el soneto de la Justa toledana de 1609, celebrada con motivo de la beatificación de San Ignacio, que comienza «De la piedra

19 Archivo Histórico de Protocolos de Toledo, protocolo de Juan Ruiz de Santa María, año 1612, núm. 2868, fols. dmc-dmcvii. 20 Así consta en el Archivo Histórico de Protocolos de Toledo, protocolo, núm. 2368. El documento lleva fecha de 20 de mayo de 1616. 21 Publicado por Madroñal, 1993a. 22 Así se lee en su expediente de ordenación de 1612, que se cita infra.

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

20

JOCOSERIA

Jesús, piedra preciosa» 2 3 . Se trata de u n ejercicio frío de principiante —según palabras de Asensio— que desarrolla u n tema forzado por las condiciones del certamen en un tipo de poesía que no tenía por costumbre escribir. Podemos conjeturar que en ese año o en 1610 Benavente empieza a escribir también para el teatro, no porque tal fecha se pudiera deducir de la composición de Las civilidades, que como demostró Bergman es bastante posterior, sino porque en sus poesías líricas aparece una mención bastante clara en un romance escrito en diciembre de 1640 (ver infra), donde le dice a su pariente don Diego de Contreras: Vos que en veinte versos me habéis dado más fama que en treinta años enteros.

Pensamos que Benavente se está refiriendo aquí a sus obras dramáticas (que también resultan aludidas u n poco más adelante en el mismo romance) y no sólo a las líricas, porque únicamente conocemos una poesía de esos años, la dedicada a la justa de San Ignacio. Confirmaría este inicio temprano de su obra dramática la mención que Tirso hace de su amigo entremesista en Tanto es lo de más como lo de menos, probablemente representada en 1621 2 4 , cuando indica que ese amigo «mozo, cuerdo y cortesano» había producido al pie de trescientas obritas en los nueve o diez años que llevaba escribiendo para el teatro. Existe una referencia a un entremés de Las civilidades compuesto hacia 1609, la cual había servido a estudiosos como La Barrera y otros para fijar los inicios de la producción dramática de Benavente en esa fecha, pero tal pieza, según ha demostrado Bergman, no puede referirse a la que hoy conocemos, seguramente posterior a 1628-1629. Sin embargo, aunque la obra incluida en la Jocoseria no sirva para jalonar ese inicio, parece indudable que el poeta empezó a escribir para el teatro en esos años.

23

La justa literaria está recogida en el libro de Mateo Fernández Navarro,

Floresta espiritual con un auto sacramental nuevo, Toledo, 1613. El poema ocupa el fol.

167r-v. 24 Nos hacemos eco de la fecha que aporta el P.Vázquez en su ed. de El burlador de Sevilla, 1989, p. 12.

INTRODUCCIÓN

21

Si nuestra hipótesis es correcta, Benavente habría empezado a c o m poner melodías y bailes para representar en Toledo acompañando a las comedias del Mesón de la Fruta y los autos de la catedral toledana. Alternaría tal dedicación con su oficio de paje del Arcediano de Toledo; según un documento del Archivo Parroquial de San Nicolás de Toledo, el capellán mozárabe, Eugenio Robles, encarga a don Juan Vázquez, cura de Santa Justa, que le cobre lo que le adeudan varias personas, entre ellas Benavente: «Hanse de cobrar veinte reales de Luis de Benavente, paje del señor arcediano de Toledo» 2 5 . Pensamos que ese paje es el entremesista por la relación continua que hallamos entre el arcediano de Toledo, don Francisco de Mújica y nuestro autor, como veremos. E l caso es que en 1610 Pedro de Benavente, como albacea y patrón de una capellanía instituida por Alejo Pérez en 1580 en la toledana parroquia de San Juan Bautista y ante la muerte del licenciado Francisco de Benavente —presumiblemente hermano suyo—, el cual era rector del Hospital del R e y y capellán de la citada capellanía, comparece y dice: nombro por tal capellán de la dicha capellanía a Luis de Benavente, clérigo de menores órdenes, vecino desta ciudad, que es persona hábil y suficiente para ello, en quien concurren las calidades de derecho necesarias para que a título de la dicha capellanía se pueda ordenar y ordene como pretende26.

E l capellán debía ser, lógicamente, sacerdote, y el nombrado, Luis de Benavente, se obligaba a velar por el alma de Alejo Pérez y a dedicarle dos misas semanales, por lo que procederá a tomar los grados eclesiásticos requeridos. E n 1611, «Luis de Benavente, clérigo de grados de Toledo» decide ordenarse de epístola y presenta por testigos al licenciado Juan de Cerezo (de 33 años, poco más o menos), presbítero, capellán del arcediano de Toledo don Francisco de Mújica; también presenta al l i cenciado Francisco de Santa María (de 40 años más o menos), cura de la mozárabe de San Marcos, los cuales afirman que Luis posee la capellanía de Alejo Pérez y la que fundó Ursula de Benavente, casa-

25 Archivo Parroquial de San Nicolás de Toledo, papeles sueltos. Publicado por Arellano García, 1980, pp. 207-208. 26 Archivo Diocesano de Toledo (Archivo de la Diputación de Toledo), Capellanías, 1610, legajo 599, fol. Ir.

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COSERIA

da con Alonso Díaz Francés. D i c e n que es parroquiano de San Vicente, donde «hay falta de clérigos», lo cual ratifica el licenciado Merchante, cura de la citada parroquia. A este párroco se le notifica que publique c ó m o Benavente se quería ordenar, cosa que hace u n domingo, y a la semana siguiente Cristóbal G ó m e z Castellanos, teniente de cura, i n forma de la publicación por si alguien tenía algo en contra de la nueva ordenación y además apunta: que el dicho Luis de Benavente es de buena vida y costumbres, y merece ser promovido a las órdenes que pretende27.

Así pues, se ordena de epístola y evangelio, y en 1612 de misa, a primeros de septiembre. Pasadas las correspondientes publicaciones, vuelve el licenciado Cristóbal G ó m e z Castellanos a informar el 5 de ese mes que «Luis de Benavente es virtuoso, de buena vida y fama, y ha ejercitado [...] de diácono y subdiácono más de seis veces» 2 8 . M u y poco después, el 27 de septiembre de ese año, ya como l i cenciado, se le nombra capellán de la capellanía fundada por A n a de San Juan, por ser su pariente más próximo con el grado de clérigo que ella pretendía. Ahora se hace llamar Luis de Benavente y Quiñones y usa el título de licenciado. E l 1 de agosto de 1616, comparece Juan Carrasco, patrón perpetuo de la capellanía, y dice: Pedro de Benavente, familiar del Santo Oficio de la Inquisición de esta ciudad de Toledo, vecino della, en nombre de doña Inés de Quiñones, viuda que fue de Baltasar Arnalte, difunto, vecino de la villa de Villafranca de Gaytán, e por virtud del poder que della tuvo, vendió e impuso a censo en favor de las dichas memorias [de Ana de San Juan] e del dicho Juan Carrasco y del licenciado Luis de Benavente e Quiñones, clérigo presbítero, vecino desta dicha ciudad, patrón e capellán dellas, en su nombre [dio] mil cuatrocientos maravedís de censo e tributo en cada un a ñ o 2 9 .

E n ese mismo documento Andrés de Villalba, heredero de Polán, también presbítero, impone un tributo por el cual ha de pagar «al l i -

27 Archivo de la Diputación de Toledo. Órdenes de 1611, legajo 169. El documento consta de 4 folios, la cita es del último. 28 Archivo de la Diputación de Toledo. Ordenes de 1612, el documento consta de 3 folios, la cita del primero. 29 Archivo Histórico de Protocolos de Toledo, protocolo de J. Ruiz de Santa María, 1616, núm. 2872, fol. 1004r.

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cenciado Luis de Benavente e Quiñones, clérigo presbítero, capellán que al presente es de la dicha capellanía, que está presente». Benavente, a pesar de la opinión de Julio M i l e g o , no participa en la Justa celebrada en Toledo en 1616, o al menos no encontramos n i n gún verso suyo en la obra que recopiló Pedro de Herrera 3 0 . Y tampoco participaría en la Justa poética celebrada en M a d r i d con motivo de la beatificación de San Isidro, porque el licenciado Toledano que Bergman 3 1 sugiere pudiera ser nuestro autor, seguramente, es M i g u e l Toledano, ya que en la Justa no se admitían seudónimos. La situación de cierta tranquilidad y bonanza económica en el medio toledano parece que duró poco. N o sabemos por qué, pero un año después del último documento reproducido comparece nuestro autor ante su amigo Juan R u i z de Santa María y declara: Sepan cuantos esta carta de poder vieren, como yo, Luis de Benavente e Quiñones, clérigo presbítero, vecino desta ciudad de Toledo, otorgo e conozco que doy mi poder cumplido en bastante forma a Marcos de San Pedro Ordóñez, vecino desta ciudad de Toledo, especialmente para que en mi nombre e para él mismo en su causa propia reciba y cobre de Jorge de Torres Berrio, vecino desta ciudad de Toledo, tesorero por su Majestad de sus alcabalas e rentas reales desta ciudad de Toledo e su partido, es a saber noventa e ocho reales que yo he de haber en el tercio de fin de diciembre deste presente año de mil seiscientos e diez y siete, como capellán que soy de la capellanía de Alejo Pérez sobre juros del señor don Pedro López de Ayala, conde de Fuensalida, para cuya cobranza le pongo e subrogo e transfiero en el dicho Marcos de San Pedro Ordóñez mis derechos y actiones reales y personales [...]. En la dicha ciudad de Toledo, en veinte e ocho días del mes de noviembre de mil e seiscientos e diez y siete años siendo testigos Benito de Luna e Cristóbal de Toledo e Grabiel Fernández, y lo firmó de su nombre. Luis de Benavente y Quiñones 3 2 . U n poco antes había otorgado u n poder en los siguientes términos: Sepan cuantos esta escritura Luis de Benavente y Quiñones, Toledo, otorgo y conozco que tante, cual de Dios se requiere

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de poder vieren c ó m o yo, el licenciado clérigo presbítero, vecino desta ciudad de doy e otorgo mi poder cumplido y baspara valer a el licenciado Alonso Martín,

Ver Milego, 1909, pp. 99-100. Bergman, 1965, p. 51, n. 21. Archivo de la Diputación de Toledo, núm. 2874, fol. 1135v.

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clérigo presbítero, vecino desta ciudad de Toledo, para que por mí y en mi nombre y para mí reciba y cobre todos y cualesquier maravedís y otras cosas que me son y fueren debidas y se me debieren por cualesquier personas de cualesquier partes, ansí de los frutos de mis capellanías como de cualquier forma que sea por escrituras públicas o sin ellas y en otra cualquier forma y manera que sea, de plazo pasado e porvenir y de lo que recibiere y cobrare otorgue cartas de pago y finiquito33. Aparte de posibles razones personales, hubo otros hechos que debieron de influir para tomar esta decisión. Los autos sacramentales, que se venían representando desde mucho tiempo atrás en la catedral toledana, estaban ocasionando problemas a los clérigos, y en los libros de actas se habla de los «daños e indecencias de las dichas representaciones» 3 4 de 1615, u n motivo para que se intentaran suprimir las de 1616, aunque sin éxito. E l caso es que u n año después se hace constar la siguiente anotación: El dicho señor Arcediano de Talavera dijo que por experiencia se halla que no hay cuidado que baste para quitar del todo lo obsceno y torpe destas representaciones y porque es indecente e indigna cosa que farsantes viles e infames representen la persona de Nuestro S e ñ o r Jesucristo y de su Santísima Madre y de algún otro santo y luego dancen torpemente en el teatro, y porque las dichas representaciones usurpan y quitan el tiempo debido a la procesión solemne. Por todo lo cual acuerdan: que no haya representaciones de farsantes en el día y la Octava del Corpus Christi este presente año ni en los venideros perpetuamente .

33 3 4

Archivo de la Diputación de Toledo, núm. 2874, sin fol. Libro de Actas Capitulares, núm. 27, fol. 134r (acuerdo de 16 de junio de

1616). Sabemos por Borja San Román, 1935, que era costumbre representar cinco autos y cinco entremeses con sus músicas y bailes en el Corpus toledano, aunque ese año Riquelme hizo cuatro autos y otros tantos entremeses. Curiosamente, a principios de siglo xvn no se admitía en las iglesias toledanas «gaitas, seguidillas, pastorelas [...] ni los poetas podían introducir en el portal interlocutores que excitan la risa», pero «poco a poco resultó la chocarrería, el equivoquillo y la pulla, que agradaron hasta que a mitad del siglo [...] el maestro León introdujo en el Belén de nuestra iglesia todos los oficios, artes, ciencias» (Felipe Vallejo, Memorias y disertaciones que podrán servir al que escriba la historia de la Iglesia de Toledo, ms. 2¬

24 de la Real Academia de la Historia, fols. 529-31). Libro de Actas Capitulares, fols. 207v-208r (acuerdo de 14 de enero de 1617). La cuestión de los autos suscitó gran polémica entre los capitulares de la Primada, 35

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Puede que Benavente buscara otro lugar para que sus bailes se siguieran poniendo en escena —acaso impulsado por uno de sus más constantes amigos, el mercedario y dramaturgo Tirso de M o l i n a — y ese lugar tuvo que ser necesariamente la corte. N o alcanzó una posición social brillante, como otros escritores famosos, y parece cierta aquella afirmación de u n personaje de sus entremeses que dice que el autor (refiriéndose a Benavente) «anda mendigando gracias». Su vida es pobre, y, casi al final, cuando abandona el teatro, podríamos decir que miserable. Tal es la impresión que sacamos de su testamento. E n él sólo se acuerda de la mujer que le había atendido en sus largas enfermedades, quizá una de las causas para abandonar la escena, como sugiere su amigo y editor Manuel Antonio de Vargas 36 . Benavente llega a M a d r i d en 1617, e inmediatamente frecuenta la Academia de Medrano, ya mencionada. Todas las referencias que tenemos a su persona hasta ese momento le relacionan con los bailes, nunca con los entremeses , género que —según nuestra opinión— empezaría a cultivar justo desde ese momento y ya viviendo en M a d r i d . Hasta entonces Benavente es conocido como músico de guitarra; lo 31

citan Suárez de Figueroa en su Plaza universal de 1615 (aprobado en

pues había también opiniones favorables para que se siguieran representando: tanto es así que en 1615 se había pedido la opinión de algunos catedráticos de Salamanca, que habían respondido que eran buenos porque trataban de cosas sagradas, historias de la divina escritura, santos, etc., y que intervenían en ellos clérigos y personas de Iglesia (Libro de Actas Capitulares, fol. 17v). Asimismo, la ciudad protestó ante la Catedral por la supresión de los autos y siguió escenificándolos por su cuenta delante de la Puerta del Perdón, ante lo cual la Primada exige que su representación no coincida con los oficios (acuerdo de 9 de mayo de 1617, fol. 232). Felipe Vallejo, en sus Memorias... de la Iglesia de Toledo (1785), da cuenta de las diferentes tentativas para prohibir las representaciones y danzas en los templos toledanos a principios del xvn: en 1603 se admiten autos y danzas, pero se encarga que no haya cosa profana ni bailes deshonestos, y en 1614 ya no se ejecutan tales representaciones en las iglesias, aunque en 1653 todavía se castiga a los cómicos por representar en Santa Isabel (fols. 624-27). 36 Ver la edición de Rosell, 1872, vol. I, p. XVIII. Llama la atención el olvido de Toledo, que apenas tiene presencia en su producción dramática. Parece notarse cierto resentimiento del hijo no muy bien tratado en su tierra natal. 37 Ver Bergman, 1965, pp. 49-50, donde reproduce textos de Tirso y Antonio Hurtado de Mendoza. La llegada a Madrid del autor coincide en el tiempo con un momento de postración en lo que se refiere a los bailes. Pellicer da cuenta de

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1612) y otros textos, como la Sátira segunda contra R á m i l a , de Lope, fechada entre 1617-1618: Ahora entre tus hurtos y centones estés, ¡oh desdichado Torrecillas sastre! o lopuizando conclusiones o ensuciando de Henares las orillas, dejando de remiendos más retales que ha hecho Benavente seguidillas38. E l Benavente músico, compositor de seguidillas y bailes, aparece con cierta frecuencia en los textos de la época formando pareja con otro músico singular, Palomares, también muy recordado por Lope. D i c e así una conocida glosa del cantar «Aunque más, marido mío»: Dame en tonillos a pares mil chanzonetas de amores, que no las pondrán mejores Benavente o Palomares con mil dares y tomares 39

que tienen uno por uno . Benavente parece que componía los tonos de los bailes que acompañaban a los entremeses, pero poco después decidió intentar escribirlos él mismo, actividad que debió de empezar en la década de 1620. Benavente se hace cortesano, incluso llega a gustar al mismo rey, y en la década de los 30, coincidiendo con la inauguración del B u e n Retiro, compone sus entremeses y bailes para representar en el R e a l Sitio.

un documento del Contador del Hospital de los Desamparados en el que se queja de la poca renta de las comedias «por no haber buenos autores ni bailes de mujeres en ellas»; de la misma manera, una comedia de Lope representada en 1621 se ejecutó sin baile «ni castañeta ninguna», pero la llegada de Felipe IV cambiaría radicalmente las cosas (Pellicer, Tratado histórico sobre el origen y progresos de la come-

dia y del histrionismo en España, 1804, I a parte, pp. 160-61). 38 Ver Entrambasaguas, 1947, vol. II, p. 337. Le extraña al editor lo de las seguidillas, pero Bergman demuestra que es una de las estrofas preferidas de nuestro autor. Pero sobre todo hay un chiste escatológico, pues seguidillas alude frecuentemente a la diarrea en los textos burlescos de la época. 39 B N M , ms. 17557, fol. 53r. Editado en Poesía erótica del Siglo de Oro, ed. Alzieu, Jammes y Lissorgues, 1984, p. 169, aunque los editores manifiestan desconocer quién es este Benavente.

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Hemos documentado que se le pagaron 400 reales por dos bailes en 1636, 1200 por seis en 1637, 250 por uno y u n entremés un año después, 400 en 1638 (por dos veces) 40 . Es el momento de máximo esplendor del entremesista. Por eso mismo encontramos sus versos otra vez en la Academia burlesca celebrada en B u e n Retiro en 1637. E l motivo sobre el que escribe — s i las beatas tienen o no unto—, no podía venirle mejor, pues surgió de unos versos suyos: en el entremés de Los alcaldes encontrados, sexta parte, pronuncia el alcalde Lorenzo la frase «Beati quin dolé me moriunto, que las beatas no tienen unto» 4 1 . Dicha frase debió de hacer fortuna y se convirtió en tema de composición. Así surgió uno de los asuntos del certamen: Doce redondillas que digan razón por que las beatas no tienen unto; y si basta la opinión del Doctor Juan Rana para que se crea. Redondillas de Luis de Benavente. E l poema que compuso comienza «Juan Rana, insigne doctor» 4 2 , que le mereció el primer premio, por delante de otro al mismo asunto, de Juan Navarro de Espinosa. También participó Benavente en el certamen celebrado un año después, en 1638, en el mismo sitio. Trata un nuevo motivo burlesco en el poema «Perdióse infiel a lo hermoso» 4 3 . También en el códice manuscrito 3773 de la Biblioteca Nacional se recogen varios versos de Academia, algunos relativos a un certamen celebrado justamente en el Retiro en 1638, y aunque no todos los versos recogidos pertenecen a

40 B N M , ms. 7797, «Relación y cuenta de gastos hechos en el Sitio Real de Buen Retiro en los años 1636 y 1637 por orden de Su Majestad, pagados del dinero de gastos secretos», y años sucesivos hasta 1639, fols. 136v, 137r, 139v, 161r. 41 Cotarelo, 1911, p. 681a. 42

Ver Academia burlesca en Buen Retiro a la majestad de Filipo Cuarto el Grande

[manuscrito de 1637], ed. Pérez Gómez, 1952, pp. 62-64. Se trata de un poema reproducido con algunas variantes en el ms. 2244 de la B N M , fol.l9r-v. Esta versión manuscrita consta sólo de once redondillas y lleva a continuación otro poema al mismo tema que escribió Juan Navarro de Espinosa, censor de comedias y autor de poesías varias. Este mismo poema se halla impreso en las Poesías del Dr. Salinas (Sevilla, 1869, vol. II, p. 206), pero esta atribución carece de fundamento, según ha aclarado Carreira, 1990, p. 109. 43 En la Biblioteca Nacional de Lisboa, ms. FG 3788. Da cuenta de su existencia Bergman, 1975a, p. 560.

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dicho certamen (hay versos de Academia de algunos años anteriores, como ha aclarado Bergman) 4 4 encontramos varias composiciones atribuidas a nuestro escritor, entre ellas un romance 4 3 , siempre considerado de Quevedo. M u y poco después de la citada fecha, si no el mismo año, Benavente tiene que retirarse del teatro, a causa de sus enfermedades, como recordaba su amigo Vargas y viene a confirmar el documento del gasto ordenado por Su Majestad en San Juan y Santa Isabel de 1638, según el cual se deben dar: «Mil reales a Luis de Benavente por limosna para 46

curarse» . Poco menos que mendigando debió de sobrevivir el gran entremesista y gracias a la generosidad de Felipe IV, que es de suponer estuviera agradecido a sus burlas-veras, pues le sigue otorgando estas limosnas hasta su muerte. C o m o también se las otorgaba al gran Juan Rana, sin duda porque ambos le hicieron pasar muy buenos ratos a él y a sus allegados. E l autor debió de tener su momento de esplendor artístico, si no económico, en los años en que participa en reuniones literarias, como las justas de 1637 y 1638, para las que escribe poemas jocosos, muy del estilo de sus chanzas entremesiles 47 . También era asiduo de Academias como las del Buen Retiro de 1637 y otras, según recuerda Lanini y Sagredo en su Ramillete de saínetes escogidos (1672), al emparejarlo con un poeta típico de Academias, Pantaleón de Ribera: Pantaleón su pie glosa con Benavente, y así cifran en poco mucho juguete48.

D a la impresión de que el clérigo Benavente se dejaba ganar por la frivolidad, pero no hay que olvidar que era tenido entre sus c o n temporáneos por hombre cuerdo, que no se metía jamás con sus c o m pañeros de profesión y que no rebasaba nunca los límites de la decencia

Bergman, 1975a. Para todo lo relacionado con este poema y la conexión entre Quiñones y Quevedo remitimos al libro de Chevalier, 1992, pp. 220-26 y Madroñal, 1993a. 46 Documento ya citado, B N M , ms. 7797, fol. 160r. 47 Ver el artículo de Bergman, 1975a (sobre el certamen de 1638). 48 En la obra de Brown, 1980, p. 87. 44

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ni de la moral en sus obras. Queda muy claro en una cita preciosa y poco conocida de otro escritor amigo, Salas Barbadillo, el cual escribe en sus Coronas del Parnaso y platos de las musas: E m p e z ó la novia Tropezona y Sorbedora a entonar una inmensa copia de seguidillas picantes, agudas y de buen aire: estas olían al Licenciado Benavente, porque tiniendo muy buen chiste, sal y garabato, no se profanaban con indecencias, no eran desacatadas ni desatacadas49.

A pesar de todo, Benavente tuvo que sufrir la maledicencia de algún contemporáneo, que pudo ser Quevedo 5 0 . La Jocoseria podría ser un intento de sus amigos de salir al paso de calumnias y chismorreos en u n momento en que Benavente ya no se acordaba casi de su labor como entremesista. Los amigos que le dedican versos preliminares son hoy escritores poco conocidos (excepto Vélez), relacionados con nuestro autor a través de la Congregación del Santísimo Sacramento. U n o de ellos fue don Diego de Contreras —pariente y especie de protector— que también colabora en los preliminares de la Jocoseria, aunque sin declarar su nombre, con las décimas «Benavente, ya que hallaste» 5 1 . Debió de participar en los años de 1640-41 en Academias como la celebrada en casa del contador Agustín de Galarza. Benavente le pide dinero prestado varias veces, como aclara el siguiente billete, que acompaña a unos versos suyos: Señor, bien veo mi grandísimo atrevimiento, pero yo no tengo otra persona a quien volver los ojos. M i necesidad aún es mucho más de lo que significo y mi aflicción es mayor, si no tuviera a Vuestra Merced por mi amparo. Suplicóle lo haga y me saque de tanto aprieto, que toda mi vida seré esclavo de Vuestra Merced, siendo pregonero de su mucha caridad, a

49 Madrid, 1635, p. 126. Schack, 1887, vol.V, p. 231, había advertido que nuestro autor escribió entremeses para el teatro del Buen Retiro «y quizás esta circunstancia explique satisfactoriamente que se note en ellos menos licencia y libertad que en la mayor parte de las demás composiciones de esta clase. Siendo la dicción de los suyos muy urbana y culta». 50 Ver Madroñal, 1993a. 51 Se hallan también en el volumen de sus poesías, ms. 3799 de la B N M , fol. 98r. Por eso sabemos que Benavente se las había pedido ya en verano de 1638. Para su relación con nuestro entremesista y otros versos que le dedicó, ver Madroñal, 1994.

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quien Dios dé lo que merece y yo deseo. De casa, hoy viernes a 14 de diciembre de 1640. De Vuestra Merced el menor criado Luis de Benavente y Quiñones [rúbrica] 5 2

Benavente debía de ser una especie de capellán de don Diego, pues parece que se ocupaba de algunas de las capellanías de éste, como aclara el siguiente billete, con que le responde Contreras: Señor mío, no llevan los docientos porque es mal número para ser pregonero mío, y así llevan ciento y cuarenta y siete, que a ninguno en el mundo se han dado si no es a Vuestra Merced, que tan más merecidos los tiene cada año, y porque lo monta la capellanía del que se sigue de cuarenta y uno, muchos viva Vuestra Merced, que yo se los adelantaré siempre, rogando a Nuestro Señor se los alargue con la salud y vida que deseo. De casa, hoy 14 de diciembre de 640. Besa las manos de Vuestra Merced Don Diego de Contreras [rúbrica] 5 3

E n ese mismo manuscrito se recogen varias poesías de don Diego Contreras, alguna dedicada a la Academia reunida en casa del contador Agustín de Galarza. U n asunto de la misma debió de ser la petición de dinero a Contreras, porque encontramos otros dos poemas, además del de Benavente, uno de Bocángel 5 4 y otro de un tal Antonio Sánchez. Empieza el de Benavente «Señor don Diego Contreras», y no debía de ser sólo literatura, a tenor del billete que le acompaña y que arriba hemos reproducido. E n el Vejamen que dio DJuan

de Orozco en casa del contador

Agustín

de Galarza *, que ha sido fechado por algunos estudiosos hacia p r i n cipios de 1650, se mencionan dos personajes importantes, don Manuel de Vargas — d e l cual se dice que entiende mejor el griego que el castellano— y el «rector» don Diego Contreras, del que se dice «que ha sido siempre rico». Según el vejador, la Academia se ha convocado para celebrar el cumpleaños de Galarza, y el encargado tiene que ir 5

52 53 54

Ms. 3799 de la B N M , fol. 65v. Ms. 3799 de la B N M , fol. 67r. Puede leerse el poema de Bocángel en Escritos diversos 1634-40,

Obras com-

pletas, ed. Dadson, 2000, núm. 208. 53 Publicado por Paz y Mélia en sus Sales españolas, Madrid, 1902, vol. II, pp. 341-61. Cita en p. 357.

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avisando a los que intervendrán en ella. Evidentemente, en esta academia ocasional participó nuestro poeta, al menos en los años de 1640 y 1641. Pero donde Benavente colaboró c o n más asiduidad fue en la Congregación de Esclavos del Santísimo Sacramento del convento de Santa María Magdalena. Encontramos varias composiciones en Ramillete de las flores (Madrid, 1650) que recoge poesías de varios ingenios de esta congregación, cantadas en las celebraciones que se hicieron ese año 5 6 . Martínez Grimaldo recogió unos años después estos y otros poemas en un libro de más enjundia. Las fechas de los poemas que adjudica a Benavente (según Grimaldo oscilan entre 1625 y 1652) no son muy fiables, pero sí orientativas. E n 1648 solicita Benavente su ingreso en la Cofradía de la Santa Fe, ubicada en la madrileña parroquia de San Sebastián, acaso presintiendo la llegada de la muerte y con elfinde dejar resuelto todo lo que tuviera que ver con el descanso de su cuerpo y de su alma: En la villa de Madrid, a dos días de el mes de febrero de mil y seiscientos y cuarenta y ocho años, estando en su junta particular los señores D. Juan Recio, coadjutor de hermano mayor, consiliarios y demás oficiales, se leyó un memorial que dio el licenciado Luis de Benavente Quiñones, presbítero, en que pedía se le admitiese por congregante, y visto por la Junta su petición se determinó se reciba por ser persona de loable vida y costumbres. Y habiendo propuesto algunas cosas que no se pudieron ajustar por faltar muchos de los señores consiliarios y oficiales, determinó la Junta que en conformidad de lo dispuesto por las constituciones, se avise a todos los que deben asistir que para la Junta que viene, que será a nueve de este presente mes, se hallen a la Junta, pena de media libra de cera que con efecto haya de pagar y con apercibimiento que se procederá a mayores penas para la segunda falta y a la tercera se borra y del libro de la Congregación [...]. Con lo cual se acabó la Junta y lo firmó el señor coadjutor. Juan Recio Secretario, el licenciado D. Gaspar de Escalada y del Castillo57.

36

El propio Martínez Grimaldo recogió en 1657 otra vez estos versos en su

libro Fundación

y fiestas de la Congregación

de los indignos esclavos del

Santísimo

Sacramento, Madrid, 1657. 37

Acuerdos de la Congregación

del Santo Cristo de la Fe. Libro segundo, 1647-1742,

fol. 48r. (Archivo parroquial de San Sebastián, Madrid). Es interesante el folleto

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Y en 1651, cuando parece que estaba totalmente alejado del m u n dillo dramático, olvidado quizá de aquellos cómicos a quien él había surtido de entremeses y de aquellos comediógrafos a los que había conseguido salvar o hacer lucir sus comedias, muere en la miseria más absoluta. H o m b r e modesto hasta el extremo, huye de las posibles h o n ras mundanas y no se acuerda para nada de sus parientes toledanos, quizá c o n la e x c e p c i ó n de su heredera, la abnegada doña María Turienzo, que le había atendido desde mucho tiempo atrás, cuidándole en las enfermedades que lo alejaron del teatro. Por su testamento de 17 de agosto de 1651 5 8 sabemos que tenía devoción a San José, San Francisco, Santo D o m i n g o , San A n t o n i o de Padua y San Gabriel, y que quiso ser enterrado en la iglesia parroquial de San Sebastián. Pide que sus testamentarios excusen pompas y vanidades 5 9 . H e aquí la transcripción completa del documento: Testamento del licenciado Luis de Benavente. 17 de agosto. In Dei nomine, amén. Sépase por esta presente escriptura de testamento, última y postrimera voluntad, como yo, el licenciado Luis de Benavente, clérigo presbítero, vecino desta villa de Madrid, estando enfermo en la cama, aunque en mi juicio y entendimiento natural que fue Nuestro Señor servido de darme, creyendo como firmemente creo el misterio de la Santísima Trenidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres personas y un solo Dios verdadero, y todo lo demás que cree y confiesa la Santa Madre Iglesia Católica Romana, debajo de cuya fee y creencia protesto vivir y morir, y tomando por mi intercesora y abogada a la Virgen Santa María, Reina, nuestra madre de Nuestro Señor Jesucristo, e madre de pecadores, amparo y patrocinio de todos, y al bendito ángel de mi guarda, y a los gloriosos San Josef, esposo de Nuestra Señora y mi padre San Francisco, Santo Domingo, San Antonio de Padua y Arcángel San Gabriel, y a todos los demás santos y santas de la corte celestial, a quien suplico intercedan con Nuestro Señor Jesucristo perdone mis pecados y lleve mi alma a gozar de su santa gloria, hago y ordeno mi testamento en la forma siguiente:

de Fernández García, 1980, según el cual hacia 1648 muchos devotos ciudadanos deseaban entrar en la Congregación, fundada en 1632, y parece que a nadie excluían. 58 Ver Lobato, 1992, quien edita también el documento (transcribe el nombre de la heredera del autor como «María Turienco»). 59 Archivo de Protocolos, Madrid, núm. 8211, años 1650-1651, fols. 722-23.

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Lo primero, encomiendo mi alma a Dios, nuestro Señor que la crió y redimió con su preciosa sangre, y el cuerpo a la tierra de que fue formado. Y cuando la voluntad de su divina Majestad fuere de llevarme desta presente vida, mi cuerpo sea sepultado en la iglesia parroquial de San Sebastián, en la capilla y entierro de los congregantes del Santo Cristo de la Fe, de donde soy tal congregante, y suplico a todos los señores de la Congregación lo permitan, aunque indigno hermano y no merecedor de tal honra. La forma del entierro dejo a elección de mis testamentarios, suplicándoles hagan como buenos amigos y que excusen pompa y aplausos del mundo porque demás de no tener yo posibilidad ni bienes ningunos, mi voluntad es, aunque los hubiera, excusar aparato y vanidades. Las misas que se me hubieren de decir dejo también a elección de dichos señores, mis testamentarios, a los cuales y a los demás mis señores y amigos me hagan merced y caridad de hacerme decir las que pudieren, por que mi posibilidad es tan corta que no me hallo con bienes para señalar su número. Y así confío de la buena amistad y deseo que siempre he tenido de servirles me harán esta honra. Declaro que yo tengo comunicado con Josef González de Escalante, secretario del Santo Oficio de la Inquisición, y con el maestro Francisco Aguado, teniente cura de la dicha iglesia parroquial de San Sebastián, a quien dejo por mis testamentarios, algunas cosas tocantes al descargo de mi conciencia, a quien ruego y encargo lo cumplan [ilegible una palabra] a lo que dijeren; para cuyo efecto y de cumplir el entierro puedan percibir y cobrar mil reales de que Su Majestad, que Dios guarde, me ha hecho merced, sin que se les pida cuenta ni tengan obligación a darla a ningún juez visitador [una palabra ilegible] ni otra persona, porque de ello les relevo, fiando de su verdad y cristiandad y amistad me harán todo favor y procurarán cumplir con lo que, como dicho es, les tengo comunicado, y a cuya disposición lo dejo todo y les nombro por tales mis testamentarios y les doy poder y facultad y a cada uno in solidum para todo lo referido y demás que se ofreciere, y que, si fuere necesario, vendan los pocos trastos que quedaren en mi casa para cumplir y ejecutar este mi testamento y lo que les tengo comunicado; y respecto de [unas palabras tachadas que parecen: «ser alg.»] tener algunas deudas que les he de-

clarado y no haber tenido con qué poder satisfacerlas, no lo he hecho, y ahora, como llevo declarado, no tengo con qué, suplico a los señores a quien las debo, en atención a esto y a la amistad que hemos tenido, me las perdonen, y caso que no tengan voluntad de hacerlo, ruego y encargo a los dichos mis testamentarios y a cada uno lo procuren acomodar con la poca posibilidad que tengo y quedare, de forma que les encargo

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el descanso y alivio de mi conciencia y encaminar salga yo de este mundo libre de dichas deudas. Y todo lo dejo a su buena disposición. En el remanente que quedare de todos mis bienes y acciones habidos y por haber, nombro e instituyo por mi universal heredera a doña María de Turienzo, persona que me ha asistido de mucho tiempo a esta parte curando mis enfermedades y a quien debo mucha voluntad y afecto, y quisiera tener mucho que poder dejarla, y suplico a dichos mis testamentarios y demás señores y amigos la amparen y ayuden para que se reconozca la buena amistad en muerte como en vida. Y por el presente revoco y anulo otros cualesquiera testamentos, cobdicilos, poder para testar, mandas llegadas que antes deste haya hecho y otorgado por escrito u de palabra, que ninguno quiero que valga salvo este que ahora otorgo por mi testamento última y postrimera voluntad y en la manera y forma que más haya lugar de [ilegible]. Y lo otorgué en la villa de Madrid, a diez y siete de agosto de mil y seiscientos cincuenta y un años. Siendo presentes por testigos el contador Diego G ó m e z de Arnesto y el contador Andrés de Ibarra, Bartolomé de Castillejo, Alonso Martín, Miguel de Ontiveros, vecinos y residentes en esta villa, y el otorgante. Que doy fee [ilegibles tres palabras]. Luis de Benavente, [rubricado]. Ante mí Nicolás Martínez, escribano. Son las palabras de u n hombre sencillo que parece querer irse del mundo sin llamar la atención y sin causar el más mínimo revuelo. H e aquí la partida de defunción, que se conserva en la parroquia de San Sebastián de M a d r i d , donde está enterrado: El licenciado Luis de Benavente, presbítero, calle del Olmo, casas de Juan Bautista, murió en veinte y cinco de agosto de 1651 años. R e c i b i ó los santos sacramentos, testó ante Nicolás Martínez, escribano de provincia. Deja misas y funeral a voluntad de sus testamentarios, que son: el maestro Aguado, teniente cura, y Josef González, secretario del Consejo de la Inquisición, calle de la Cruz. Dio de fábrica doce ducados . Quiñones vivía en la calle del O l m o , una calle que todavía hoy existe, muy cercana a la parroquia donde se enterró y al barrio de los cómicos, con los que seguramente tantos momentos había compartido y de los que tanto aprendería en su vida profesional.

Libro décimo de difuntos, fol. 77r. Archivo Parroquial de San Sebastián.

INTRODUCCIÓN

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2. B E N A V E N T E Y SUS C O N T E M P O R Á N E O S

Quiñones de Benavente fue u n hombre admirado y querido por sus contemporáneos, sin distinción de su nivel cultural, situación económica o profesión. También parece que sus compañeros de oficio sentían afecto por él, seguramente porque se valían de sus escritos para provecho propio, como declara Pérez de Montalbán 6 1 . Lope y Tirso lo alabaron, y el segundo lo trató mucho en sus repetidas estancias toledanas; Vélez, junto con otros escritores de segunda fila, le dedicó versos laudatorios en la Jocoseria; Calderón compartía con sus entremeses el éxito de sus comedias y aprendió de su arte. C o n toda probabilidad, una de las razones que se dieron para esta general estima fuera la de que nuestro autor era «cuerdo, cortesano» y nunca «ha dicho mal de poeta», según palabras ya citadas de Tirso, hecho inaudito en una época en que las Academias y justas literarias ofrecían buenas ocasiones para decir mal de unos y de otros. Por los preliminares de la Jocoseria sabemos de su relación amigable con Luis Vélez de Guevara y con u n conjunto de ingenios menores que también le dedican versos laudatorios. D e antiguo le venía otra relación con Tirso de M o l i n a , quien tal vez le sugirió la posibilidad de trasladarse a M a d r i d . Las citas cariñosas de Pérez de Montalbán o Castillo Solórzano, nos hablan de la buena disposición personal y el trato afable de nuestro dramaturgo. N o obstante, tal descripción de las cualidades humanas de Luis de Benavente conviene matizarla con la oposición que mostró a varias corrientes literarias y a varios ingenios de su tiempo. N o debió de sentirse muy feliz entre la intelectualidad toledana cuando Baltasar Elisio de Medinilla preguntaba poéticamente si había sido suyo cierto soneto con que obtuvo u n segundo premio en la Justa de 1609 6 2 ; todavía algún tiempo después Benavente hablaba con cierto resquemor y alguna dosis de ironía de la «agudeza toledana», que sin duda no veía con buenos ojos. Esto no quiere decir que no tuviera en Toledo buenos amigos entre los poetas, pero quizá una de las razones para dejar su ciudad fuera también que no se sentía suficientemente valorado entre sus conterráneos.

61

62

Para todos, Madrid, 1632. Cfr. supra, el apartado dedicado a su biografía.

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

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JOCOSERIA

Debió de sentir igualmente cierta enemiga hacia los ingenios que seguían adocenadamente algunas sendas trazadas con más brillantez por don Luis de Góngora. Los versos paródicos contra la poesía de los «críticos» se multiplican en sus obritas, como nos muestra, por ejemplo, el entremés de Los vocablos. También parece que satirizó a Juan R u i z de Alarcón, contra quien estaban confabulados gran parte de los ingenios cortesanos de su entorno, y de la misma manera —quizá en defensa propia— a Quevedo. Dada la importancia de este último en lo referido a sus relaciones con Benavente, convendrá que analicemos con más detenimiento la relación entre los dos. E n el manuscrito 3773 de la Biblioteca Nacional de M a d r i d que transcribe algunos poemas leídos en un Certamen de 1638 6 3 (pero que mezcla poemas de Academias de años anteriores) se encuentran dos poesías atribuidas a Luis de Benavente, «Pardiez, hermana Marica» 6 4 y «Viejo verde, viejo verde» 6 5 . Plantean algún problema de atribución (no hay dudas en lo que se refiere a «Viejo verde, viejo verde», p u blicado a nombre de Quevedo en El Parnaso español de 1648) y nos llevan también al interesante aspecto de la relación entre ambos escritores. Ya desde las tempranas ediciones de Astrana se venía sosteniendo el carácter de imitador de Quiñones respecto de Cervantes y, sobre todo, de Quevedo. Muchos de los entremeses que Astrana edita atribuyéndolos a Quevedo llevan notas para indicar que sirven de origen a otros de Quiñones, al que el crítico denomina «plagiario constante de nuestro escritor [Quevedo]» 6 6 . La relación entre ellos se plantea ya en el plano cronológico. Quevedo y el alegre entremesista son prácticamente coetáneos, pues este nace sólo un año después que aquel. Es verdad que su situación social no es semejante, pues Quiñones es hijo de una familia «medioburguesa» de la urbe imperial, emparentada con comerciantes, jurados y familiares del Santo Oficio. Pero su formación y algunas circunstancias tienen cierta similitud: Luis de Benavente era criado del arcedia-

63 Ver para su noticia Carreira, 1990, p. 120. Para el Certamen de 1638 es muy útil el trabajo de Bergman, 1975a. 64

Ms. 3773 de la B N M :

Retiro, el Año 65 66

de 1638, fol.

Certamen que se hizo en presencia de Su Majestad en el 18r.

Ms. 3773 de la B N M , fol. 18v. Astrana Marín, 1943, nota en p. 555.

INTRODUCCIÓN

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no de Toledo, y luego clérigo. Clérigo de primeras órdenes (de corona llegará a decir) es también don Francisco, según Astrana, entre 1606 y 1607 6 7 , pero olvidará pronto los hábitos y no pasará a mayores. Ambos escritores vienen a coincidir en el M a d r i d de 1617, cuando Benavente llega a la capital 6 8 . E l testimonio de u n contemporáneo, amigo de ambos, Sebastián Francisco de Medrano, parece situárnoslos como compañeros de Academia hacia esa fecha precisamente 6 9 . Quiñones y Quevedo comparten amigos; ambos conocen y tratan —entre otros— a los toledanos Matías M o n t e r o 7 0 , maestro José de Valdivielso 7 1 —los dos autores dramáticos muy relacionados con don Francisco—, y al entremesista Gaspar de Barrionuevo 7 2 , todos relacionados con la Academia del conde de Fuensalida, a la cual pertenecía también Q u i ñ o n e s en su é p o c a toledana. A m b o s , Benavente y Quevedo, eran amigos de don Antonio Hurtado de Mendoza 7 3 , el «discreto de Palacio». Es verosímil que los dos tuvieran por lo menos cierta amistad al principio. Las décadas de 1620 y 1630 fueron seguramente las de mayor esplendor para el teatro del toledano, cuyos entremeses eran sal de to-

67 Astrana Marín, 1945, p. 126. Según la documentación extractada por Crosby y Jauralde, 1992, Quevedo usó varias veces su título de clérigo de corona a partir de 1616. 68 Es a partir de esa fecha y no hacia 1621, como creía Kennedy (1972-1973, p. 9) cuando Benavente llega a Madrid de su Toledo natal, después, de haber habilitado allí a diferentes personas para que cobren sus beneficios eclesiásticos. 69 Ver su obra Favores de las musas, Milán, 1631, en la cual afirma que conoció en su Academia dos promociones poéticas, primero la de Quevedo, Luis de Benavente y otros; segundo, los de su edad: Pérez de Montalbán, Calderón, Hurtado de Mendoza, etc. Obsérvese que este dato nos señala que Benavente tenía que ser mayor que Hurtado de Mendoza, por ejemplo, nacido en 1586 (ver Benítez Claros, 1950, p. 73). 70 Compone con Quevedo y Hurtado de Mendoza una comedia en 1625. Había asistido, con Benavente, a la Academia toledana de Fuensalida (cfr. Duque

de Estrada, Comentarios del desengañado

de sí mismo, ed. Ettinghausen, 1982, p. 94).

Parece que tuvo buenas relaciones con el satírico al principio, pero luego resultó atacado por él en la Perinola. También asistía a la academia toledana citada. 72 Sobre la personalidad de este controvertido autor de comedias y entremeses y precedente de Quiñones remitimos a Madroñal, 1993c. 73 Sobre esta amistad hay varios estudios, como el de Aguilera, 1945. Más reciente y completo es el libro de Davies, 1971. 71

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Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE J O

COSERIA

das las comedias. Quevedo, que también practicaba el género, debió de sentir cierto recelo ante aquel poeta que tenía la osadía de inventar una lengua cuando le venía en gana, que utilizaba algunos procedimientos humorísticos comunes, y que a veces se permitía para sus gracias textos anteriores, incluso del mismo don Francisco. Quiñones y Quevedo coincidían en algunos gustos literarios e i n quinas personales: ambos se burlaron de la poesía cultista y, es probable que ambos criticaran (si bien Quiñones con menos agresividad) a R u i z de Alarcón. Pero Quevedo atacó a algunos amigos de Benavente, como Juan Pérez de Montalbán, que tanto había alabado los méritos del entremesista en su Para todos.

Parece fuera de duda que Quiñones tomó del gran Quevedo argumentos para algunos de sus entremeses (baste recordar Las civilidades y su relación con el Cuento de cuentos), como también los tomó de otros autores, si bien el genio del entremesista consiguió elevar ese núcleo primitivo a la consideración de obra distinta. Quevedo se burló en varias ocasiones de Benavente; le recriminaba su populacherismo y el uso arbitrario de u n «idioma lúdico y rústico», el de los «tórligos mórligos», etc. E n efecto, en la Perinola escribe que Montalbán junta los santos a los bergantes, y cita batidos los idiotas y los filósofos, los chaconeros y los padres de la Iglesia; alaba al autor de la Naqueracuza, como al de la Iliada o Eneida; celebra al autor de los tórligos más que al del

mórligos,

tirigimorlos,

chinchirrimallos,

turiguricallos,

mucho

Pimandro.

y en otro lugar menciona explícitamente al entremesista: Allí se ve junto a Séneca Barbadillo, [...] Benavente diciendo a Quintiliano que se haga allá a puras matracas, que no cabe y no le deja a puros burungóngorros, móngorros, chóngorros, lugar para media declamación 7 4 .

Es obvia la crítica de Quevedo hacia Benavente, a la vez que testimonia su triunfo, que deplora por apoyarse en la vulgaridad, pues, en efecto, los entremeses de Benavente siempre intentan granjearse el favor de la mosquetería y la cazuela. Quizá esa recriminación obedezca también a la falta de éxito de algunos entremeses quevedianos, como recuerdan sus detractores de El tribunal de la justa venganza: «lo

74 Francisco de Quevedo, Prosa festiva completa, ed. García Valdés, 1993, pp. 473, 475-76 para las dos citas.

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más agudo que ha producido su ingenio es el friísimo cuanto bien silbado entremés de Cara aquí me iré y otros semejantes a este» 7 5 . Por su parte no hay detalles en Benavente que nos permitan i n ferir el tipo de respuesta que pudo dar a Quevedo. Sin duda evoca a la persona y a los textos de don Francisco en varios pasajes, pero casi siempre pueden entenderse como homenaje o utilización de m o t i vos y expresiones que le parecen ingeniosos y cómicos. Así en el Entremés del murmurador podría haber una alusión a Quevedo, cuando se recrimina a un personaje de la corte poner en solfa a todo el mundo: que dicen que en el mundo no hay doncellas! Pues si las perseguís, ¿cómo ha de habellas? Pregunto, lengüecitas de escorpiones, en la casa que hay gatos ¿hay ratones? [...] Que haya hombre tan mal intencionado, que diga que hay doctor en esta corte, que para acreditarse de visitas, porque sus letras, y ellas son poquitas, entra a orinar en todos los portales, [•••]

no lo puedo sufrir. Pues, mordaz lengua, ¿a los señores médicos te atreves, y con seguridad sus purgas bebes? Esta referencia puede aludir al Libro de todas las cosas y otras muchas

más de Quevedo (ver notas al texto), pero no puede interpretarse exactamente como un ataque a don Francisco. Quiñones recuerda en otras ocasiones versos famosos de Quevedo: del romance «Manzanares, Manzanares, / arroyo aprendiz de río» (Loa... Prado); de «Parióme adrede m i madre» (El convidado, El negrito); de la famosísima jácara «Ya está metido en la trena / tu querido Escarramán» (Los planetas), que vuelve a recordar en Don Gaiferos. Parodia también «Zampuzado en un banasto / me tiene su Majestad» (Loa... Prado). Otras veces recuerda textos en prosa, como cuando utiliza el chiste: «—La mejor señal de agua... / [...] / —Es el no haber para vino.» (El abadejillo) o aquel otro

Astrana Marín, 1943, p. 1102.

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

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de: «—Para no llegar a vieja, / ¿qué remedio podré hallar? — Q u e la maten cuando moza» (El remediador), que remiten al Libro de todas las cosas . 76

Pero Quiñones no es u n plagiario, como insistía Astrana, sino u n hábil dramatizador que puede tomar materiales de u n texto en prosa, de u n poema o de u n entremés anterior, ya sea de Cervantes, Quevedo o cualquier otro 7 7 . 3. L A O B R A N O D R A M Á T I C A D E B E N A V E N T E

E n lo que se refiere a la poesía no dramática, Benavente se prodigó poco en preliminares, epicedios, academias o justas literarias; no obstante, nos han llegado algunas poesías suyas de cierto interés literario y documental. Casi todas están relacionadas con la Congregación de Esclavos del Santísimo Sacramento, la cual festejaba sus solemnidades con justas poéticas a las que concurrían los abundantes escritores que pertenecían a ella, entre los que se contaban también Lope y Cervantes 7 8 . Estas composiciones se conservan en sendas publicaciones de Martínez Grimaldo, como hemos señalado. E n ellas podemos apreciar el ingenio del entremesista, sus procedimientos humorísticos y su habilidad para versificar. Benavente se muestra festivo o no, pero siempre ingenioso en su explotación de recursos característicos también de sus entremeses, como el rústico lenguaje sayagués, el equívoco, el retruécano, la deformación de palabras, los chistes, etc. Es una obra poética «de circunstancias»: todos los poemas que escribió Benavente nacieron de u n motivo dado previamente en una coyuntura precisa: la glosa de u n verso famoso de entremés, la alabanza a San Ignacio o a la celebración de turno de los Esclavos del Santísimo. Los temas tienen que ver con estos asuntos, como es lógico. Por un lado están los puramente burlescos, que corresponden a los

76 Da cuenta de algunas de estas relaciones Bergman en sus diferentes estudios sobre el entremesista (ver Bibliografía) y los vamos señalando, con otras reminiscencias, en nuestras notas al texto. 77 Ver Bergman, 1975b, p. 388. 78 Ver el libro de J. Martínez Grimaldo, Fundación y fiestas de la Congregación de los indignos esclavos del Santísimo Sacramento, Madrid, 1657. Madroñal, 1993b, reproduce todas estas composiciones.

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poemas escritos para las Academias burlescas del B u e n Retiro de 1637 y 1638, cuyo tema suele ser la sátira leve contra las mujeres desdeñosas, las beatas o la fealdad de Coridón. Pero la mayor parte de las c o m posiciones de nuestro autor tienen que ver con lo religioso, porque fueron actos religiosos principalmente los que le movieron: la beatificación de San Ignacio o las celebraciones de la citada Congregación. Benavente se muestra en ellas profundamente cristiano. Muchas de sus composiciones tienen un tono «serio», y apenas podríamos descubrir en ellas, si no lo supiéramos, la autoría del entremesista. Tratan de los misterios de la fe, muy frecuentemente de la Encarnación de Cristo y el Sacramento de la Eucaristía. Pero donde Benavente alcanza sus momentos mejores, según nuestra opinión, es en aquellos otros versos donde se da la vertiente «festiva» y aparecen rústicos, muy a menudo expresándose en sayagués, para tratar de describir lo que están viendo en la corte: la iglesia engalanada, la procesión deslumbrante, el rey, el lujo de los cortesanos, etc. E l rústico sayagués, a pesar de su rudeza, se eleva gracias a su fe sencilla y a su amor a Dios. Los graciosos equívocos de los aldeanos, sus comparaciones y exageraciones, recuerdan los mejores momentos del Benavente entremesista. Entre estos poemas, Quiñones compuso «Contaba una labradora / al cura de Zalamea», donde cuenta un aldeano en estilo sayagués una fiesta de la Congregación en su convento de la Magdalena 7 9 , que es réplica del romance de Quevedo «Contaba una labradora / al alcalde de su aldea», que debió de hacerse célebre en su época, pues al menos otros dos poetas ocasionales, como fray Pedro Beltrán en su Ramillete de flores de la retama (1631) y Pedro Ortiz de Sahagún, en la obra recogida por Baltasar de Céspedes, Relación de las honras que hizo la Universidad de Salamanca (1611), incluyen sendos romances dedicados a exaltar una fiesta sevillana y las honras de la R e i n a , en cercano seguimiento del modelo quevediano (más el primero que el segun-

79 Se halla en la obra citada de Martínez Grimaldo, fol. 109; y también en otro opúsculo del mismo Martínez Grimaldo, Ramillete de las flores que del jardín del in-

genio, regado con el rocío de la devoción brotaron algunos de los elegantes y devotos congregantes del Santísimo 80

Sacramento, Madrid, s. a. [¿1650?], fol.

Ver Carreira, 1989.

248.

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

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JOCOSERIA

4. L A «JOCOSERIA»

E n 1645 sale la Jocoseria, recopilación de piezas breves de Luis Quiñones de Benavente que, al parecer, habría recogido su amigo don Manuel Antonio de Vargas casi contra la voluntad del autor. Creemos, sin embargo, que el proyecto de editar parte de su teatro le venía rondando a Benavente desde unos cuantos años antes. N o es la primera vez que un entremesista recoge su producción en un libro. C i n c o años antes Francisco de Navarrete y Ribera había impreso su Flor de sainetes (Madrid, Catalina del Barrio y Angulo, 1640), donde recoge doce entremeses, dos novelas y alguna poesía. D e b i ó de ganarle por la mano a Benavente, porque desde 1638, es decir, cuando — s e g ú n nuestras conjeturas— debió de pensar en abandonar el teatro, Benavente concibe la idea de publicar parte de sus entremeses. Así escribe su amigo y pariente don Diego Contreras: A las gracias de Luis de Benavente, que dijo quería imprimir parte dellas y le envié las dos décimas siguientes para el principio de su libro por agosto de 163881. Contreras escribe en su cuaderno varios poemas, que va modificando hasta alcanzar los que le parecen definitivos, y son justamente los que formarán parte de los preliminares de la Jocoseria, como « D e un amigo a los escritos de Luis de Benavente y impresión dellos por D. Manuel de Vargas». Es decir, que en verano de 1638 existía ya lo que Contreras denomina «su libro», como si este fuera una realidad física que el autor deseara imprimir. Así pues, Benavente mismo se encarga de pedir las poesías preliminares y es más que lógico pensar que la selección que Vargas hizo de sus entremeses debió de contar con la anuencia del autor, que quizá le proporcionó también los textos 8 2 . La referencia de Vargas en la dedicatoria a d o n M a r i o Mastrillo, según el cual la modestia de Benavente se vio «alterada por haberle estampado estas obras contra el dictamen suyo» 8 3 , o es una manera de captar la benevolencia del lector o quiere decir que nuestro ingenio había desistido de su p u blicación seis años después de que lo pensara. También es posible que

!1 í2 53

Ms. 3799 de la B N M , [Poesías de D. Diego Contreras], fol. 52v. Es la opinión de Bergman, 1972b, p. 22. «Dedicatoria» de la Jocoseria.

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Benavente abandonara su propósito ante la calumnia de u n mal i n tencionado que le acusaba de ser «menos modesto en sus escritos y más esparcido en sus papeles» cuando su autor: no pasó jamás a lo inmodesto, no digo la voz, pero ni aun la intención. Verá también que la reprehensión para en los vicios, sin llegar nunca a i

84

las personas .

Es muy llamativa la publicación del volumen Flor de saínetes

com-

puesto por Francisco Navarrete y Ribera casi en las mismas fechas que Benavente preparaba el suyo y pensaba darlo a la imprenta. Navarrete es u n resentido contra los teatros y su público, gente sin ninguna instrucción capaz de echar abajo una obra como la suya, que debió de sufrir más de un ataque de este tipo; de ahí que decidiera el camino de la impresión y no el de la representación. Por ello escribe en el prólogo de su libro: Aquí te ofrezco, amigo, un breve plato, que poca sustancia contiene; fácil su digestión, blanda la mano en lo prolijo, con que, si no te agrada su estilo, me serás agradecido. Yo lo doy por lo que suena, como lo dicen sus pocas veras y muchas burlas arrebatadas del teatro cómico, que más quiero ver mis rudos versos bien leídos que mal representados, con que me libro de la turbación confusa del escuadrón no vencido y del tremendo son del silbo penetrante, justo temor de mi estatura de pimeo y muy conocido en los monstruos gigantes; pues los he visto tantas veces con el Credo en la boca y la reputación al «Dios te la depare buena» en el más soez aplauso de los vivientes y por brújula un mal parto de una larga preñez que tantos desvelos ha costado 85.

Y es que el éxito del entremesista no debió de sentar bien a todos sus contemporáneos. Otros poetas comparten con él la composición de estas obritas, como son Calderón, Batres, Pantaleón de Borja, Jusepe Díaz (estos últimos, músicos), pero es Benavente el que con más frecuencia visita los libros de los gastos secretos por estos conceptos, por lo menos hasta el año 1639. Independientemente de todas estas razones, que afectan a lo personal, parece también razonable pensar que el acicate para publicar su libro estuviera en la aparición unos años antes, en 1635, de la contro-

«Prólogo al lector». «Prólogo al lector», sin foliación.

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vertida Segunda parte de comedias del maestro Tirso de Molina (Madrid, 1635), que incluye doce entremeses, uno de ellos, Los coches, con atribución expresa a nuestro entremesista y otros, aunque sin atribución, también debidos a su pluma, como La malcontenta, El negro, Los alcaldes (cuatro partes). E l éxito de esta iniciativa debió de ser grande, pues sólo cinco años después aparece Entremeses nuevos de diversos autores (Zaragoza, Pedro Lanaja, 1640), que recoge dos entremeses atribuidos expresamente a Benavente (Los cuatro galanes, El juego del hombre), otros

de Persio Bertiso, Belmonte, Julio de la Torre y Francisco de Ribera y los doce que publica la Segunda parte de Tirso de la misma manera que aparecieron allí, dando noticia también del autor de compañía que representó cada uno. Los editores empezaban a vislumbrar la rentabilidad de los tomos de entremeses sin comedias, y sabían también que los más interesantes eran sin duda de aquel autor que «más suele escribirlos», porque «hay pocos que los hagan» (Loa con que empezó Roque Figueroa).

Otras colecciones siguen dando entrada a sus obras. Donaires del gusto (1642) contiene cuatro piezas de nuestro autor; Entremeses nuevos de diversos autores para honesta recreación (Alcalá, Francisco Ropero,

1643)

publica catorce piezas de Benavente; Ramillete de entremeses (Valencia, Silvestre Esparsa, 1643), siete; Doce comedias, las más grandiosas qve hasta ahora han salido de los mejores y más insignes poetas. Segunda parte (Lisboa,

Pablo Craesbeeck, 1647) recoge dos piezas atribuidas a Benavente, las cuatro partes de los Alcaldes, y otros entremeses; Navidad y Corpus Christi festejados por los mejores ingenios de España

(Madrid, Josef Buendía,

1664)

recoge dieciséis piezas (curiosamente, ninguna —excepto el entremés famoso de Turrada— aparece en la Jocoseria, como si el editor mismo se hubiese encargado de seleccionar las que no se publicaron en esta colección) que llama «entremeses representados en esta corte» de Luis de Benavente. La mejorflor de entremeses que hasta hoy ha salido. Recopilados

de varios autores (Zaragoza, Diego Dormer, 1679) publica veinticinco piezas de la Jocoseria, prácticamente entremeses y bailes, pues suprime casi todas las loas y las jácaras. Es decir, que los entremeses debían de venderse bien impresos y solos, y quizá fue esa la razón por la que empezaron a proliferar las impresiones de volúmenes del género. Quiñones de Benavente debió de comprender que era rentable publicar parte de sus obras en un l i bro, que, dado lo apurado de su situación económica, podía granjear-

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le algunos beneficios. Así lo declara en un romance que se puede fechar en diciembre de 1640, cuando aún no había conseguido sacar su libro, que ofrecía como garantía de unos dineros: pues para pagallos tengo un libro que saldrá a luz a más tardar por enero.

Desde finales de 1640 el libro debía de estar preparado para la i m prenta, tal y como lo conocemos hoy; vicisitudes de otro tipo hicieron, sin embargo, que no se publicara hasta seis años después. Benavente se relacionaba en esos momentos con la corte literaria madrileña, y era aclamado como juez supremo de bailes y entremeses. E l reconocimiento de sus compañeros de profesión, añadido al que ya tenía del público y del Rey, debió de ser una razón más para animarse a publicar su obra. D e hecho, Vargas escribe en su «Prólogo al lector» que Benavente había sido: persuadido muchas veces de los amigos, y importunado de los hombres curiosos y bien entendidos a que no dejase sin estampar obras que tanto han aplaudido los presentes.

Pero entre los poetas que le dedican versos en los preliminares, con la excepción de Vélez de Guevara, sólo hay de segunda y tercera fila que debían de pertenecer a alguna de las muchas Academias que proliferaban en M a d r i d . Tanto José Bolea, como Luis Vélez, Manuel López de Quirós, Sebastián de Olivares y don Cristóbal de Herrera, autores todos de estas poesías, colaboran también en las Exequias reales que Felipe el Grande [...]

mandó

hacer en San Felipe de Madrid

a los soldados

que murieron en la batalla de Lérida (Madrid, Diego Díaz de la Carrera, 1644). A l menos uno de estos panegiristas, don G i l López de Armesto y Castro, era también compositor de entremeses (como lo era también Luis Vélez) y quizá influido por su amigo Benavente concibió bastante tiempo después la misma idea de su amigo y quizá maestro, la de recopilar algunas de sus obras en libro. Así publicó Armesto Sainetes y entremeses representados y cantados (1674), donde uno de los autores de versos preliminares, el también poeta dramático Lanini Sagredo le compara con Quiñones de esta manera: Don Gil, en tus sainetes no limitas tu genio al ser humano, pues sagrado

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en gracias, en frescuras y tablado a Benavente en ellos resucitas. Sin imitarle su primor imitas con donaire tan puro y elevado de que aplausos mayores coronado de más doctos aciertos acreditas86. Pero no debió de encontrar mecenas que aceptara la dedicatoria, entre otras cosas porque la dilación entre el intento de imprimir la Jocoseria y su consecución coincidió con la supresión de las comedias en 1644 8 7 . Pero se dio la feliz circunstancia de que el 14 de julio de 1644: se declaró la residencia de la Señora Archiduquesa de Inspruch en don Mario Mastrillo, caballero Napolitano, dándole las mismas preeminencias que los residentes de Saboya, Mantua, Módena y Parma, en honor de ser aquella Señora de la Augustísima casa de Austria por su marido y sus hijos; y ha puesto ya las armas a la puerta de su casa, como los demás embajadores de Reyes y Repúblicas 8 8 . Así pues, don M a r i o Mastrillo, amigo y pretector de Benavente, alcanzó la posición que deseaba y se ofreció a favorecer al entremesista en la edición de su obra. M u y poco tiempo después, en agosto, se pidieron las tres aprobaciones correspondientes a fray Juan de Aguilera Ángel, Luis Vélez de Guevara y fray Francisco de Santa A n a y el l i bro debió de entrar en las prensas. D o n Manuel Antonio de Vargas justificaba la elección del caballero napolitano por los grandes beneficios que le debía el autor, Luis de Benavente.

86

Gil López de Armesto y Castro, Saínetes

y entremeses representados y cantados,

Madrid, Roque Rico de Miranda, 1674, preliminares. La idea de editar la producción teatral breve no era muy frecuente en los autores, aparte de los ya mencionados. 87 Tal prohibición arreció, como es sabido, con la muerte del príncipe de Asturias dos años después. El Consejo emitió entonces un informe que decía, entre otras cosas: «que no se cantasen jácaras ni sátiras ni seguidillas ni otro ningún cantar ni baile antiguo ni moderno ni nuevamente inventado que tuviere indecencia, desgarro ni acción poco modesta, sino que se usase de la música grave y de los bailes de modestia, danzas de cuenta y todo con la mesura que en teatro tan público se requería» (cfr. Pellicer, Tratado histórico, Y parte, p. 219). 88 José Pellicer y Tobar, Avisos históricos, aviso de 14 de julio de 1644, en Semanario erudito de don Antonio Valladares, Madrid, 1790, t. 33, pp. 203-204.

INTRODUCCIÓN

47

Quizá la fecha «ad quem» para todas estas piezas recogidas en la Jocoseria sea ese período entre los años 1638-1640, que pudo ser la postrera época en que Benavente se dedicó a escribir entremeses para entretener al rey y al público en general. Parece que en ese momento entró como capellán en la casa de Contreras y tenía problemas de salud; por esas fechas había empezado a recopilar preliminares para su libro. Vargas incide en la carga moral de los entremeses, algo que quizá todo el público no fue capaz de apreciar, pero que sí distinguía las composiciones de Benavente a la vista de otros contemporáneos, como Salas Barbadillo, quien ponderaba, como ya se ha visto, las musas de Benavente, ni «desacatadas ni desatacadas». D e ahí el título que se pone a la colección Jocoseria. Burlas veras, o reprehensión

moral y festiva de los

desórdenes públicos, que parece querer subrayar la dimensión de enseñanza y provecho moral en un momento en que el teatro está poco menos que proscrito. Destacados especialistas como Bergman y Asensio 8 9 suponen que las piezas recogidas en esta recopilación son posteriores a 1627, y quizá a 1629, es decir, que comprenderían sólo una antología de los mejores logros de nuestro entremesista en la década de los 30. H o y conocemos algunas obras en su forma primera y en la definitiva con la que pasaron a la Jocoseria; las diferencias a veces son bastante significativas90, como también hay diferencias entre obras publicadas en otras colecciones y la versión de las mismas preparada para la Jocoseria. E n este caso se encuentran piezas como el entremés El murmurador, publicado en Ramillete gracioso (1643) y en la Jocoseria, según texto dispuesto por Benavente. E n la versión final se ha suprimido una alusión espinosa sobre la doncellez de una joven y un chistecillo que quizá no consideró de muy buen gusto 9 1 . Asimismo en El soldado (título de la pieza en la Jocoseria) que apareció en Entremeses nuevos (1643) con el título de El mundo al revés, encontramos un baile final sobre el poder del dinero y varias referencias a los encumbrados socialmente

89 90

Ver Asensio, 1971, p. 132. Ver Estepa, 1992, el cual edita dos versiones del entremés Manos y cuajares y

de la Jácara de doña Isabel, según el ms. Sequeira.

Lo ha puesto de manifiesto Recoules en la edición que hace de 1967, p. 138. 91

Ramillete,

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

48

JOCOSERIA

que se olvidan de lo que fueron, que no pasaron al libro preparado por el autor, como tampoco pasaron determinadas expresiones que hubieran inquietado, quizá a un moralista rígido 9 2 . Creemos que no se puede dudar de la «autocensura» a que Benavente sometió sus textos antes de publicarlos en la Jocoseria, quizá con el fin de que tanto sus contemporáneos como los que vinieran detrás juzgaran su obra de manera distinta a como la habían acogido en los escenarios. Sin embargo no elimina todos los aspectos más escabrosos y de entretenimiento, aunque quizá mantuvo como criterio para escoger sus entremeses el del provecho moral que se podía extraer de algunos de ellos. N o obstante, la presencia de jácaras y bailes en la selección que es la Jocoseria parece apuntar hacia una primacía final de los criterios artísticos 9 3 . D a la impresión de que al tiempo de retirarse de los escenarios quiso legar lo mejor de su obra a la posteridad. Pero suprime, por ejemplo, algunos géneros característicos como el entremés de sacristanes — u n tema perteneciente al mundo eclesiástico—; tampoco aparecen los típicos entremeses de alcaldes en que se dedican pullas antisemitas, ni aquellos en que los protagonistas masculinos se disfrazan de hembras (Los mariones), aunque sí hay equívocos sobre la homosexualidad de personajes como Juan R a n a (Los muertos vivos).

Benavente opera con criterios artísticos y morales en la disposición de su libro, y critica ciertas lacras sociales de su tiempo: censura vestimentas como el guardainfante, malas costumbres como la murmuración (El murmurador), anquilosamientos lingüísticos (Las civilidades), la avaricia (El talego - niño), las mujeres busconas o pedigüeñas (La capeadora, La maya), los padres que no quieren respetar la voluntad de sus h i jos en el matrimonio (El borracho), la credulidad ridicula (El retablo de las maravillas)... Más evidente todavía es la censura que practica en los entremeses cantados, cuando casi siempre un personaje que se muestra superior a los demás les pasa revista para satirizar comportamientos socialmente perjudiciales, como los que gastan en galas quitando al alimento de sus hijos, los que buscan problemas continuamente, las m u jeres que no trabajan y sólo piensan en gastar, etc.

«Pardiós» es en la Jocoseria «pardiez», «válgame Dios» es «Santa Llocía», etc. Ver Quiñones de Benavente, Entremeses, ed. Bergman, 1968, pp. 12-13.

INTRODUCCIÓN

4.1. B R E V E S

OBSERVACIONES

49

ESTILÍSTICAS. L A L E N G U A C Ó M I C A D E L A

«JOCOSERIA»

U n o de los elementos en que estriba la comicidad del entremés benaventiano es su elaboración lingüística, que va asociada a u n peculiar modo de puesta en escena: es palabra dramática. D o n Eugenio Asensio, en su lúcida obra sobre el entremés, apuntaba que «el lenguaje en el entremés es gesticulación, es gesto», y se alia con la m ú sica y la danza. D e ahí que en ocasiones la lengua se convierta en vehículo jocoso, mero pretexto para disparatar, si del disparate surge la risa. E n Los planetas el lenguaje de los dioses es pura jitanjáfora burlesca: LUNA

«Zuribi trapigo rostripisuna».

BERNARDA

Y el Sol la responde:

SOL

«Trópico líbico zas pirilonde».

BERNARDA

Y Marte replica:

MARTE

«Gilibu trastigo pele Marica».

BERNARDA

Vulcano se queja:

VULCANO

« C h u m b a cachumba tustús ciroseja».

BERNARDA

Mas Venus repite:

VENUS

«Gravi parotide eras chiribite».

BERNARDA

Si Venus se queja, respóndola así, por todos los dioses que faltan aquí: «Mariña calambu falala, bebe zurumbático zas pitití».

Cuando un personaje pregunta para qué hablan esta lengua que n i es romance n i es latín, otro responderá: «Sólo para hacer reír». Y para eso sirven conjuros estupendos como los de El talego-niño: Cuchina, cuchini, cuchiha, cuchihi, titirite, garrote, garro ti, que titirite, cuchina, cuchini.

Lenguaje que desorienta al gracioso, quien interpreta a su modo: «¿Qué cochinos son aquestos?» (ibid). O la serie de El borracho con evocaciones de la jerga de negros: HIJA

Chiribeque, me tira la perra; que yo chiribeque tomá para ella.

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

50 SOLDADO

JOCOSERIA

Cututu le cantamo ruminga, que zuzú, cututú, curazone me plinga.

TODOS

U , U , U , pelitu pantu, pelitu pantu.

E l entremés del xvn, el de Benavente, ha integrado ya ciertos procedimientos vulgares para provocar la hilaridad (caídas, golpes, aporreamientos finales...), y ahora se busca una manera más refinada de seguir provocando la risa, mediante el lenguaje y el ingenio. U n procedimiento para provocar esa comicidad mediante recursos lingüísticos es la onomástica burlesca 94 . Lejos de constituir un asunto de importancia relativa, el nombre de los personajes viene a ser una característica fundamental que los define y que provoca una serie compleja de asociaciones folklóricas, carnavalescas, cómicas en todos los sentidos. Algunos nombres se especializan en determinado tipo de personajes: Benito, G i l , Gila, Blas, Domingo, M i n g o l l o suelen ser nombres de personajes rústicos; unos son nombres existentes; otros los crea el entremesista. Entre los ya existentes, Benavente utiliza algunos c o n i n tención. Pero hay que hacer una distinción entre nombres existentes que no responden a una persona real y los nombres propios de los actores que intervenían en sus entremeses. Nombres de connotaciones folklóricas, como Juan o Aldonza, que la fraseología popular condena como prototipos de hombre insignificante o mujer de lo más bajo que existe («A falta de mozas buena es Aldonza») figuran repetidamente en los entremeses del autor. Entre los nombres de personajes existentes que responden a personas reales, llama particularmente la atención su uso en la Loa que representó Antonio de Prado. Prácticamente toda la pieza aprovecha ingeniosamente la onomástica: «En este prado ameno / flores no faltarán», cantan en clara alusión al nombre del autor Antonio de Prado, que va a ir viendo desfilar su compañía. Y siguen diciendo los actores, en este caso Josefa Lobaco: Yo, que soy la Lobaca, rondando el prado, en la trampa he caído por otro año.

Clara alusión a que iba a permanecer u n año más con la compañía del autor citado, Antonio de Prado. Más elaborado todavía (ver las notas al texto) es el juego que Benavente dedica a la familia Mazana:

Ver Arellano, 1986.

INTRODUCCIÓN

51

Engeríme en romero, siendo manzana, y ni yo florecía ni él fruto daba. Y continúa su hija: Antes que manzana con poca dicha, quiero ser deste prado la manzanilla. E l actor Jordán se dirige al público con otra alusión a la creencia en el poder rejuvenecedor de las aguas del Jordán: Jordán soy, amigos: ninguno tema donde yo estuviere comedia vieja. Y en la conclusión recapitula el mismo autor: Prado, con tu compañía pareces prado de veras, pues en sus nombres se hallan cuanto un fresco prado encierra: Frutos, Morales, Manzanas, Linares, Arroyos, Peñas, Manzanilla, Soledades, Ríos, Vacas, Lobos, Sierras, y Cruz que poner, si matan a silbos cualque comedia, siendo el mayoral de todo nuestro Juan de Escorihuela. Más floreada compañía y más animalesca no podía hallarse en la época. Entre los nombres no inventados por el autor, son frecuentes también las personificaciones, bien sea de conceptos abstractos como la Muerte, el Tiempo, el M u n d o (todos en la Jocoseria), como de enfermedades, por ejemplo, Tabardillo, M a l de ijada, Pesadumbre (en La Muerte); calles (Casamiento de la calle Mayor con el Prado viejo), ríos como Manzanares,Tajo,

etc., e incluso vinos: Torrente, Almonacid, Cazalla (Puente Segoviana, 2). Pero en lo que más destaca nuestro poeta es en la creación léxica, explotando diversos mecanismos cómicos, desde la asociación fonética grotesca en nombres como Chichota, Cachivache, Terlimín..., d i minutivos y aumentativos como Sabidilla, M o r m o j ó n , Migajón, Perote, Jarrete... o nombres parlantes, que son los más elaborados. Hannah Bergman, en su obra fundamental tantas veces citada, señalaba que el nombre en Benavente era más que un recurso puramente

52

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

JOCOSERIA

lingüístico, y aludía muy de pasada a la singularidad de su uso, a la vez que notaba que muy rara vez repetía los nombres estrambóticos que inventaba. E n realidad algunos nombres se repiten con cierta frecuencia: así Pandilla 'trampa' (Jácara Olmedo y, como Maripandilla, en La Capeadora, primera y segunda parte); Berrueco (Turrada y Las alforjas); Chichota (El retablo de las maravillas y Los gorrones); Talegote o

don

Talego (Los sacristanes Cosquillas y Talegote y en La melindrosa); Pistraco

da título al entremés de su nombre y aparece en Las gorronas; Mochales en Los órganos y La antojadiza

(y en el ahora rescatado Los

maldicientes),

Casquillos, como don Terlimín de la Casca en el entremés de su título y en El borracho; Sabidilla o Marisabidilla en La maya y La

melindro-

sa. Se da la curiosa circunstancia de que Benavente condena algunos de estos nombres como civilidades en el entremés así titulado (casos de «arrumaco», «chichota» o «cachivache»). A menudo es la interpretación chistosa del nombre, a través de todas las formas de juegos de palabras, lo que suscita la risa. Así, cuando se están enumerando vinos famosos y un personaje declara (Puente Segoviana, 2): «Almonacid soy clarete», su oponente contesta, aparentemente desorientado, porque no conoce el nombre de esta villa toledana: «Mona y C i d , ¿por qué os llamastes?» suscitando un desarrollo humorístico sobre el juego disociativo que crea una palabra «mona» que significa 'borrachera, borracho'. Los personajes son conscientes de su nombre estrafalario, y esta nueva dimensión genera un nuevo motivo de humor en el entremés benaventiano. Son muchos los personajes que se hacen repetir el n o m bre del interlocutor, entre otras cosas para que el espectador no se pierda el efecto humorístico que conlleva. E n general casi todos los entremeses presentan nombres motivados semánticamente, y podemos saber algunos rasgos de la actuación del personaje o cualidades como su físico o su manera de actuar por el n o m bre que tienen. Son nombres que anticipan comportamiento, así por ejemplo Salvador, que en Casquillos y la Volandera trae a los músicos y salva a Volandera de caer en un matrimonio no deseado; Garrote recibe efectivamente unos garrotazos en El talego-niño y alude así a su nombre: «Si no lo hiciera bien, / déme conmigo»; Arrumaco el galán de La capeadora, intenta conquistarla a fuerza de arrumacos y embelecos. Algunos de estos nombres tienen que ver con el léxico de la germanía (Revesa, Rodancho, don G a r d u ñ o . . . ) y en general destaca un

INTRODUCCIÓN

53

proceso de animalización y cosificación, visible con claridad en n o m bres como Turrada, Berrueco, Pasquín, Talegote, Zaranda, Pipote, Zurrón, Gazpacho, Cebolleta, etc. Pero los mecanismos del humor se despliegan en otras numerosas modalidades. H a y entremeses en los que la burla lingüística se convierte en elemento primordial, y así encontramos algunos que se dedican por entero a censurar u n modo determinado de hablar o la utilización de frases hechas o bordoncillos. Ya hacía algunos años que el entremés escogía como motivo de juego o burla ingeniosa la repetición de versos de romances, refranes, nombres tradicionales o cancioncillas. Quedan las pruebas en piezas como El entremés de los romances, posible antecedente del Quijote; en el titulado Los refranes del viejo celoso, atribuido a Quevedo, o El negrito hablador y sin co-

lor anda la niña, de Benavente. E l entremés es pieza de actualidad y cuando el lenguaje se convierte en objeto de actualidad, en moda censurable, como ocurre en la corte con motivo de la llegada de Góngora y su nueva poesía, la de los cultos, el entremés se hace eco también y se burla de la afectación de aquellos que siguen la moda y se expresan en jerga i n comprensible. Benavente dedica una pieza entera, Los vocablos, también titulada El bigote, a la censura de los nuevos modos en el lenguaje. E n Los cuatro galanes Fabia se burla de los dómines afectados de los que dicen «siervo» por «criado», «avisad esas velas, mentecato; ausentad ese plato», «bizcopcho», «pasapatios», «serenero», «cilantro», «frisco», «parangón» y «empero»; y gastando esta prosa de los diablos que llama el tal señor romance casto, nos deja sin el gusto y sin el gasto.

E n Las civilidades, un entremés u n poco posterior, son las frases coloquiales las sujetas a la crítica. Ahora es el doctor don Alfarnaque el que viene a enseñar a hablar correctamente su lengua a los personajes de la corte que no la saben: ¿Por qué a un hombre que tiene mala lengua le llamas mal hablado? Di, barbado, que ése es mal hablador, no mal hablado. Suele decirle un hombre al más amigo, «mire lo que le digo»;

54

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

y puede arrepentirse, que «oiga lo que le digo» ha de decirse. ¿Qué será de pe a pa y una sed de agua? ¿Qué es estarse erre a erre, aunque le pese? ¿Tiene más erre erre, que ese ese? Sueles decir furioso que ni teme ni debe a un desalmado: con eso le has honrado, porque, para abatille, que ni teme ni paga has de decille. Aqueste, ¿no es lenguaje de los diablos? Pues mirad si decís estos vocablos: zurriburri, abarrisco, a cada triquite, con sus once de oveja, a troche mochi cancanillas, tris tras, cochite hervite, calamocano, andar al estricote, traque barraque, y otros que no busco, chichota, cachivaches y apatusco. Pues ya el zas, si le advierto, («alzó la espada y ¡zas! dejóle muerto»), es vergüenza el decillo, más gente ha muerto el zas que el tabardillo.

La conclusión a que llega el tal médico, cuando descubre que es imposible atajar esta nueva moda lingüística es la siguiente: Que de rondón se han entrado en la castellana lengua todas las civilidades que estaban antes en jerga.

Efectos semejantes provoca la prevaricación lingüística, recurso tradicional que está casi siempre en boca de personajes rústicos (integrado en ocasiones en la jerga sayaguesa): Juan Rana (El mago) deforma graciosamente las palabras, «vade retro» en «barbecho»; «estipendio», en «estupendo»; «el viento» en «el vientre»; «rodezno» en «torrezno», «mago» en «magro»; «herejía» en «lejía»... Muchas veces la burla lingüística deforma una frase hecha para conseguir la comicidad: «Donde u n m o ñ o se cierra / ciento se abren» (El guardainfante, 1). E n otras ocasiones se interpreta mal un grupo de palabras: «Hablad con cólera, bestia» y pregunta el otro: «¿Qué es cólera bestia» (El guardainfante,

2).

INTRODUCCIÓN

55

Sobre juegos semejantes se componen en ocasiones caricaturas más elaboradas, como esta del Tiempo (en el entremés de mismo título), que sigue el esquema de lo que denomina Gracián apodos conglobados, serie de metáforas breves que constituyen una ingeniosa definición del sujeto: este bulto barbiluengo, graduado de fantasma, consultado en esqueleto, dos alas por acicates, abotonando los vientos, correo que siempre va y humo que nunca ha vuelto; un soplo de las edades, un átomo del contento, un antuvión de la vida y de la muerte un jifero.

La presentación verbal va acompañada de recursos escénicos como el vestuario y objetos simbólicos: «Sale Borja con alas en los hombros, antojos, muletilla y otras alas en los pies y un reloj de arena» (El tiempo, aco-

tación inicial). Se explora a menudo en el discurso cómico del entremés el g é nero de los motes: arte este, el de motejar, muy bien estudiado por Chevalier 9 \ y que configuraba una de las modalidades más significativas del ingenio aurisecular, con raíces más antiguas, y fuerte presencia en libros como la Floresta española del toledano M e l c h o r de Santa Cruz, donde se documentan chistes para motejar de judío, avaro, etc. E l amo enfadado con sus criados, por ejemplo (El talego-niño) recurre a la serie de invectivas motejadoras: ¡Picaronas, ladronas, embusteras, esponjas de las tristes faldriqueras, polillas de la hacienda!

Y en Las manos y cuajares parte del diálogo de Rufina y Bernardo se estructura a modo de invectivas cruzadas según el mismo esquema, que en este caso integra pullas antisemitas como explicamos en las notas al texto:

95

Chevalier, 1992.

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

56 RUFINA

JOCOSERIA

Rastrerísimo tratante que perdiste el habla el jueves, y el sábado la cobraste: vende tus tabas, y calla, si no quieres que te saquen, sin ser la sangre del Rastro, por el rastro de la sangre.

BERNARDO

¡Bueno, lindo por extremo! ¿ C o n m i g o traques barraques, trastico de Santa Cruz a la orilla de un alnafe?

RUFINA

Finiquito de semana, que en ella a vender nos trae huesos con vaina y contera y faldriqueras de carne: contigo y con mil contigos...

Ciertamente las pullas benaventianas nunca fueron tan subidas de tono como las de otros entremesistas, y generalmente no incurrieron con demasiada intensidad en lo escatológico y obsceno, fuentes usuales de comicidad 9 6 , que sin embargo no están ausentes del todo de sus piezas. E n el lenguaje entremesil la burla erótica es una de las más repetidas 9 7 . Sólo apuntaremos por ahora que muchas de las interpretaciones de los textos teatrales breves tienen que hacerse a la luz de este doble juego significativo, y así en El murmurador la frase hecha comer de sus carnes 'comer uno de lo suyo' hay que entenderla como pulla encubierta a la viuda deshonesta: Deje vuested la viuda y no la dome: coma, señor, que de sus carnes come.

Y una larga escena en Los muertos vivos, que involucra al famoso Juan Rana, estriba en u n doble sentido cargado de alusiones a los requerimientos homosexuales que Juan entiende en las palabras de R a n a (personaje asociado precisamente al motivo de la homosexualidad, según documentamos en las notas correspondientes):

Ver Jammes, 1980. Huerta Calvo, 1995, pp. 106-15.

INTRODUCCIÓN

57

COSME

Abraham, ¡tate, tate!

JUAN

YO os quiero hablar sin cólera.

COSME

Y yo quiero... Recule un poco atrás, como cochero.

JUAN

Juan Rana, el más bonito que yo he visto. Va tras él y suelta la espada, y él huye.

COSME

Esto es mucho peor, por Jesucristo.

JUAN

Vida del alma que tu amor celebra.

COSME

Acabóse ¡Por Dios, que me requiebra!

JUAN

¡Mi ángel!

COSME JUAN

¡Mi demonio! ¡Mi fiel verdad!

COSME JUAN

¡Mi falso testimonio! M i amor es bueno.

COSME JUAN

Pues parece malo. Hazme favor de darme...

COSME

C o n un palo.

JUAN

Has de darme la mano...

COSME

Si la quiere de azotes, tome, hermano.

JUAN

De amistades perfetas...

COSME

Válgate Barrabás, y lo que aprietas...

JUAN

D á n d o m e por mujer tu hermana hermosa.

COSME

¿Eso es?

JUAN

Claro está.

COSME

¿ N o es otra cosa?

JUAN

¿Qué habíades pensado?

COSME

Lo que vos, si os hubieran requebrado.

Expresión máxima del ingenio verbal es la creación léxica. Son n u merosísimos los neologismos formados por composición y derivación, o neologismos semánticos basados en la técnica de los juegos de palabras: «diablidueña» (La dueña), «protorríos» (Puente segoviana, 1), « m o ñicazuela» (Jácara que se cantó «archifrentona» (El

en la compañía

murmurador)...

Y abundan juegos de palabras variados:

de Bartolomé

Romero),

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

58

JOCOSERIA

el que por el mundo vaga por no decir vagamundo (La paga del mundo) — Yo te libraré, que soy matemática. —

Es fruslera;

más temático es mi amo (El

talego-niño)

La utilización de jergas y lenguas sectoriales es también muy frecuente. E n Los cuatro galanes, por ejemplo, cuatro personajes distintos (médico, soldado, letrado y abogado) utilizan el lenguaje de sus profesiones para cortejar a una damisela, con el efecto cómico que era de esperar: ESCRIBANO

Oíd, por vida mía, que si pasa el favor de cortesía, estimo la merced que me habéis hecho en cuanto lugar haya de derecho, y no en más; pero si esto se me niega, renunciaré las leyes de la entrega.

FABIA

Pues advierta, primero que tal haga, que ha de otorgar las de la prueba y paga.

ESCRIBANO

Yo doy fe que es verdad mi amor constante, que os reconozco actora de mi pena, y haciendo deuda propia de la ajena, me confieso obligado a estar rendido, pues os he dado mi poder cumplido. N o reservéis vuestro derecho a salvo, que el dicho amor es cierto y verdadero, y por último término os requiero que lo creáis, y así os lo notifico. ¿Qué respondéis? [...]

DOCTOR

Deo gracias, el doctor.

FABIA

Sea bien venido.

DOCTOR

Cuanto a mi pretensión, le tomo el pulso, y con sus cotidianas inclemencias, mortal le hallo con intercadencias. Para aplicarle algún remedio bueno, el dinero me sirve de Galeno: en él estudio el dar, que este aforismo resucita al postrero parasismo.

INTRODUCCIÓN FABIA

59

Señor doctor, amor se está muriendo de no comer. La enfermedad entiendo:

DOCTOR

úntele con ungüento mejicano en lugar del estómago la mano, y luego comerá en estando untado. FABIA

Jesús, y q u é doctor tan acertado!

MATEA

Dúdase si el untar le hará provecho; que tiene amor muy resfriado el pecho.

DOCTOR

Tome orozuz, que es bueno. No lo ignoro;

MATEA mas hácele asco el zuz.

Pues tome el oro.

DOCTOR FABIA DOCTOR

Está quien le ha de dar muy estreñido. Déle de celos una pildorilla, y de bolsa se irá como canilla.

Todos los personajes gabachos utilizan u n idiolecto propio, entre francés e italiano que haría las delicias del público, por cuanto eran capacer de confundir «merdahelada» con mermelada y frailes basiliscos con «basilios»... L a parodia lingüística es muy utilizada con diversos cometidos; las composiciones poéticas de los sacristanes en muchos entremeses son tan disparatadas que recuerdan con sorna aquellas otras que tenían lugar en las numerosas justas de la época, pero también existen entremeses paródicos como el titulado Don Gaiferos que se relaciona directamente con la comedia burlesca. Típicos recursos comunes son también los juegos intertextuales con refranero, cancionero tradicional y romancero. E n las notas al texto hemos localizado innumerables casos de este tejido intertextual paródico. Recuérdense ejemplos como el de la Loa de Prado: AUTORA

Hoy sin un vestido estoy, y ayer con muchos me vi: aprended, damas, de mí, lo que va de ayer a hoy, mas pon las fuerzas postreras, por servir tan gran senado, autor, el que llaman ¡pluguiera

Prado,

a Dios no lo fueras!,

que yo intentaré mostrar,

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

60

JOCOSERIA

imitando tu buen aire, valentía

en el donaire,

y donaire en el hablar, porque el gusto que amor da de haber la corte servido,

FRUTOS

¿quién

como yo le ha tenido?,

¿quién

como yo le tendrá?

¡Ea, autor!, pide piedad, pues para esquitar el gasto, zampuzado

en un banasto

nos tiene tu autoridad.

E l entremés barroco es un campo abonado para la burla, y en particular para la burla lingüística, por cuanto en este momento de nuestra historia literaria la utilización del lenguaje alcanza sus más altas cotas: la prosa de Cervantes o Quevedo, el verso de Lope o Góngora, pero también los m i l modos de prosa y poesía burlesca que se difunden en diferentes subgéneros, unos de ellos — y no el menos importante a pesar de su brevedad— es el entremés. Tampoco en estas cuestiones su brevedad es sinónimo de menor importancia. Pero no pretendemos en estas páginas, como hemos dicho, abordar el estudio de los mecanismos expresivos del entremés de Quiñones, que reservamos para otra ocasión, sino apuntar brevemente algunos aspectos que consideramos particularmente significativos de su técnica cómica 9 8 . 4.2. P R O B L E M A S DE EDICIÓN, A T R I B U C I Ó N Y C R O N O L O G Í A D E LAS PIEZAS DE L A «JOCOSERIA»

Ya señalaba Eugenio Asensio en su clásico Itinerario del entremés la necesidad de establecer u n catálogo de entremeses del ingenio toledano que eliminara aquellos claramente apócrifos y aportara otros títulos. Habida cuenta de la dificultad de la empresa 9 9 , haremos a continuación una serie de observaciones sobre problemas de transmisión textual, atribución y cronología de las piezas de la Jocoseria. Es significativo u n caso como el del manuscrito 15105 de la Biblioteca Nacional, en que el librero Matías Martínez copia veinticinco piezas, casi todas ellas reproducidas por Cotarelo en su edición Para más detalles remitimos a Bergman, 1965. "Ver Madroñal, 1996, donde se estudian una serie de atribuciones de nuevos entremeses a Quiñones de Benavente. De los entremeses de Benavente no incluí98

INTRODUCCIÓN

61

como de Benavente. Ahora bien, a pesar de la indicación «de Benavente son todos» —escrita de otra mano—, sólo en seis entremeses consigna el nombre de Benavente la misma mano que copia la pieza (La sierpe, Molinero

y molinera, La muestra de los carros, Los dos mariones, La

ronda y Pipote, atribuido en el índice); por otra parte, el que entre las veinticinco obras se reproduzca Micer Palomo, más conocida como El examinador Miser Palomo, de Hurtado de Mendoza, señala bien a las claras que quien escribió esa apostilla atribuyendo todas las obras al autor toledano sabía que casi todas ellas le pertenecían y de ahí vino la generalización. Parece evidente que el copista del manuscrito no sabía a qué autores pertenecían los entremeses que no atribuía. Ninguna de esas piezas pertenece al libro recopilatorio de 1645. De la misma manera los entremeses aparecidos en las Fiestas del Santísimo Sacramento (Madrid, 1644) se han atribuido a Lope y a otros, pero tres de ellos al menos, aunque no se exprese su nombre, pertenecen a nuestro autor por confirmación con otras fuentes: Los órganos, El remediador, La muestra de los carros. U n o de ellos, El remediador, se recopila en

la Jocoseria, por lo que no puede caber dudas en cuanto a su autoría. De otros entremeses presumiblemente de Benavente sólo nos han llegado los títulos, tal es el caso de los mencionados en Tanto es lo de más

como lo de menos, publicada en la Primera parte de Tirso (1627),

donde se consignan como de nuestro autor (aunque sin referir su n o m bre) los siguientes: La malcontenta, El marión,

Los antojados, Los monos,

El juego del hombre, Los rábanos, La Ola [lia], El ciego, Los títeres, peines, gabacho, Los consonantes, Los bailarines

Comprar

vergonzantes.

Frente a esta problemática de autorías controvertidas, no hay duda en las piezas incluidas en la Jocoseria, seleccionadas y dispuestas por el propio Benavente, por más que algunas de ellas se atribuyan a otros autores o se consideren anónimas en diferentes manuscritos o impresos. Apuntamos a continuación someramente algunos detalles en torno a las piezas de la Jocoseria, —que tienen que ver con los testimonios en que se han transmitido, problemas de atribución o cronología—, y algunas observaciones varias sobre condiciones textuales que nos parecen de interés 1 0 0 . dos en la Jocoseria, y de sus problemas textuales, nos ocuparemos en un nuevo tomo de nuestra colección. 100 La mayoría de estos datos los trae Bergman, 1965 en el cap. VIII, que dedica a las piezas de la Jocoseria, donde añade además observaciones interesantes so-

62

4.3.

JOCOSERIA

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

PIEZAS D E LA « J O C O S E R I A » , A L G U N O S DATOS

El abadejillo. Entremés

famoso. Representóle

Prado

Jocoseria, fols. 211 r-17r.

Rosell, I, pp. 394-404. Cotarelo, Colección, núm. 252, pp. 581-84. El borracho. Entremés

famoso. Representóle

Jocoseria, fols. 159v-68r.

Antonio

de Prado

Autos sacramentales (1655), fols. 56-58. Anónimo. Mejor flor (1679), fols. 76v-84r. Entremeses nuevos (Alcalá de Henares, Francisco Ropero, 1643, fols. 8r-14v), como El barbero. Varios y honestos entretenimientos (1625, [pero siglo XVIII]).

Atribuido a Castillo Solórzano. Rosell, I, pp. 307-21. Cotarelo, Colección, núm. 244, pp. 562-66.

Entremeses (ed. Blecua, Ebro), pp. 21-31. El barbero, publicado en Entremeses nuevos (Alcalá, 1643), es una versión inferior y probablemente posterior de El borracho impreso en Jocoseria.

Para Cotarelo el primero era el texto primitivo de la obra. Señalaba ya Bergman 1 0 1 que una parte de El borracho la copiaba el doctor M i r a de Amescua en su único y sospechoso entremés, titulado Los sacristanes bur-

lados, de la misma manera que notaba (ibid.) que existía otro entremés así titulado, atribuido a Castillo Solórzano en Varios y honestos entreteni-

mientos (Méjico, 1625). Ahora bien, la pieza atribuida a Solórzano resulta ser la misma que la de Benavente, con lo cual esta se podría datar con anterioridad a 1625, pero se da la circunstancia de que tanto el lugar como el año, y los preliminares de Varios y honestos entretenimientos, son

falsos: según Kayserling, en su Biblioteca

española-portuguesa-judaica,Yshac

Fundam, librero editor de libros españoles en Amsterdam, publica en 1724 el libro atribuido a Castillo Solórzano, supuestamente publicado en

bre cada uno y esquemas de la métrica. Sintetizamos en estas páginas sus aportaciones y en algún caso añadimos algún complemento. Aunque todo esto lo trata Bergman con más detalles que aquí, nos ha parecido conveniente recoger estas observaciones textuales para completar los datos relativos a las piezas de la colección. 101 Bergman, 1965, p. 276.

INTRODUCCIÓN

63

Méjico, que lleva por título Varios y honestos entretenimientos en varios en-

tremeses y pasos apasibles, edición que Palau cree que es la segunda, cuando en realidad se trata de la primera con pie falso 1 0 2 . La capeadora. Entremés famoso (primera parte)

Jocoseria, fols. 121v-27r. Mejor flor (1679), fols. 63r-68r. Ms. 3487 de la Colección Barberini Latini (BibliotecaVaticana). Fechado en 1632. Rosell, I, pp. 242-52. Cotarelo, Colección, núm. 236, pp. 548-51. Entremeses (ed. Hurtado y Palencia), pp. 29-41. El teatro español (1942), IV, pp. 609-18. La capeadora. Entremés famoso (segunda parte). Representóle

Vallejo

Jocoseria, fols. 131r-37r. Mejor flor (1679), fols. 68r-73v. Rosell, I, pp. 259-69. Cotarelo, Colección, núm. 238, pp. 552-55. El teatro español (1942), IV, pp. 619-26. La primera parte de La capeadora es de datación incierta según Bergman, pero se puede fechar antes de 1632, año en que se copia junto a la comedia que se representó, Las doncellas de Madrid, de Sigler de Huerta, según consta en el ms. 3487 de la Colección Barberini Latini de la Biblioteca Vaticana. L a primera parte de La capeadora presenta variantes con respecto a la versión incluida en la Jocoseria, y en el manuscrito vaticano se aporta el dato de que «Dalmucio le ha de hacer el gracioso». L a segunda parte debe de ser muy poco posterior a 1632, fecha de la primera parte, si no es de ese mismo año. La capeadora, entremés famoso en dos partes, tenía, según Bergman, una fecha indeterminada, entre 1621 y 1643 1 0 3 . Por otro lado, sabía que la segunda parte la representó Vallejo y suponía que la primera también la habría puesto en escena el mismo cómico. L o cierto es que, en efecto, la pieza la representó Manuel Vallejo, con toda probabilidad

Kayserling, 1890, pp. 47-48. Bergman, 1965, pp. 276-79.

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

64

JOCOSERIA

el año 1632, junto con El ventero (curiosamente, identificado por su descubridor, Jones, con El remediador) y que, como la otra, se conserva manuscrita junto a la comedia Las doncellas de Madrid. La primera

parte de La capeadora presenta variantes con respecto a la incluida en la

Jocoseria . 104

El casamiento de la Calle Mayor con el Prado Viejo. Entremés Representóle

cantado.

Vallejo

Jocoseria, fols. 141v-45r.

M s . de la B N M 14834-13 (letra del xvm). Rosell, I, pp. 277-83. Cotarelo, Colección, núm. 240, pp. 556-57. Madrid

en el teatro (1963), pp. 179-95.

Las civilidades. Entremés famoso. Representóle

Avendaño

Jocoseria, fols. 10v-15r. Mejor flor (1679), fols. 5r-9v.

M s . núm. 347 de la Fundación Lázaro Galdiano (letra del siglo xvni). Rosell, I, pp. 45-54. Cotarelo, Colección, núm. 212, pp. 503-6. Piezas

teatrales cortas (1944), pp. 237-46.

Fechado en 1609 por La Barrera, que citaba una carta del conde de la R o c a , según la cual un entremesista amigo suyo lo habría c o m puesto (pero no representado) antes de ese año. Ahora bien, ya advirtió Menéndez Pidal 1 0 5 que no podía aludir al que conocemos hoy como obra de Quiñones de Benavente con este título (que se basa en el Cuento de cuentos de Quevedo), sino a un hipotético Entremés

de los

discretos, perdido. Los cuatro galanes. Entremés famoso. Representóle

Roque de Eigueroa

Jocoseria, fols. 48v-55r. Entremeses nuevos (Zaragoza, Pedro Lanaja y Lamarca, 1640), pp.

31-42. Ver su descripción en el trabajo de Falconieri, 1981. Este mismo autor ha editado modernamente (1993) la comedia de Sigler de Huerta. 105 Menéndez Pidal, 1991 [1957], p. 223. Cfr. Bergman, 1956, pp. 187-93. 104

INTRODUCCIÓN

65

Doce comedias (Lisboa, 1647), fols. 265r-68r. Mejor flor (1679), fols. 23v-25v. M s . de la B N M 16769 (letra de Matías de Castro, 1713). M s . de la B N M 14089: Los cuatro genios en su profesión

(Letra Ms. de la Rosell, I, Cotarelo,

cada uno.

xix). Anónimo. B N M 14834-11 (letra del xvm). pp. 115-26. Colección, núm. 220, pp. 519-22.

La copia del siglo xvn, ya conocida por Bergman 1 0 6 , que se debe a la mano del actor y autor Matías de Castro, más conocido como «Alcaparrilla» —también compositor de alguna pieza de teatro breve como La negra— presenta bastantes variantes con respecto a la versión de la Jocoseria. La más importante es que cambia el baile final por otro nuevo, como señala su moderno editor, Christian Andrés 1 0 7 . Puesto que Matías de Castro parece que empezó a actuar hacia mitad de siglo, y dado que Simón Aguado, el actor que sale aquí, actuaba hacia 1662, podemos conjeturar que la copia debe de ser cercana a esos años, quizá posterior a 1673, cuando el primero tenía ya compañía propia. El doctor. Entremés

cantado. Representóle

Avendaño

Jocoseria, fols. 221r-25r. Mejor flor (1679), fols. 102v-105v. M s . de la B N M 14088 (letra del xvm, copia de 1703). El doctor de los enfermos de amor. Anónimo.

Rosell, I, pp. 412-18. Cotarelo, Colección, núm. 254, pp. 586-87. N o hay que confundir esta obra con otro entremés de Benavente, también impreso en la Jocoseria, que se titula El doctor Juan Rana,

del

cual se guarda también una copia en el ms. 16292 de la B N M que se titula El doctor. El doctor de los enfermos de amor

Véase El doctor. 106 107

Bergman, 1965, p. 283. Quiñones de Benavente, Entremeses, ed. Andrés, 1991, pp. 248-49.

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

66

El doctor Juan Rana.

Entremés

JOCOSERIA

cantado. Representóle

Pedro de la Rosa

Jocoseria, fols. 117v-2Ir. Mejor flor (1679), fols. 59v-62v. Ms. de la B N M 16.292 (letra del xvm), El doctor, «de Calderón o Moreto». M s . Sequeira (letra del xvm). Biblioteca particular. Rosell, I, pp. 235-241. Cotarelo, Colección, núm. 235, pp. 547-48. Estepa, Teatro breve y de carnaval, pp. 231-39.

Una versión más extensa que la publicada en la Jocoseria aparece en el manuscrito Sequeira, que edita Estepa. La versión publicada en la Jocoseria carece del baile final, interpretado por Juan Rana y Josefa R o m á n , que sí se preserva en la copia manuscrita y que tiene visos de ser el auténtico, desechado por Benavente al disponer el texto en su libro. E n el ms. 16292 de la B N M , donde aparece como Baile del doctor, carece de atribución (a pesar de la portada) y presenta el mismo texto que la Jocoseria. Doña

Isabel la ladrona, que azotaron

Jácara. Cantóla

y cortaron las orejas en

Madrid.

Francisca Paula

Jocoseria, fols. 189v-93r. Rosell, I, pp. 358-65. Cotarelo, Colección, núm. 249, pp. 574-75. Existe una versión manuscrita en el cartapacio Sequeira. La dueña. Entremés famoso. Representóle

Cristóbal

de

Avendaño

Jocoseria, fols. 105r-108r. Mejor flor (1679), fols. 51v-54r. Rosell, I, pp. 214-19. Cotarelo, Colección, núm. 232, pp. 542-43. Las dueñas, que se hizo en el estanque del Retiro entre las compañías Prado y Roque. Entremés

cantado

Jocoseria, fols. 168v-72r. Mejor flor (1679), fols. 84v-88r. Rosell, I, pp. 322-29. Cotarelo, Colección, núm. 245, pp. 566-67.

de

INTRODUCCIÓN [Fernández] Loa con que empezó

67

Tomás Fernández

en la corte

Jocoseria, fols. 148r-55r. Rosell, I, pp. 288-300. Cotarelo, Colección, núm. 242, pp. 558-61. [Figueroa Loa I] Loa con que empezó

en la corte Roque de

Figueroa

Jocoseria, fols. 77r-82r. Rosell, I, pp. 165-73. Cotarelo, Colección, núm. 226, pp. 531-33. [Figueroa Loa II] Loa segunda con que volvió Roque de Figueroa a empezar en

Madrid

Jocoseria, fols. l l l v - 1 7 r . Rosell, I, pp. 224-34. Cotarelo, Colección, núm. 234, pp. 544-46. [Francisca Paula] Jácara que cantó en la compañía

de Bartolomé

Romero

Francisca de Paula

Jocoseria, fols. 75v-76r. Ms. B N M 14834 (letra del xvm). Rosell, I, pp. 162-64. Cotarelo, Colección, núm. 225, pp. 530-31. La jácara a nombre de Benavente en Ramillete gracioso (Valencia, 1643) y en el ms. 61508 de la Biblioteca del Instituto del Teatro de Barcelona, aparece anónima como Entremés del Narro y valientes de Sevilla en Donaires del gusto (Madrid, 1642), y a nombre de Calderón en Entremeses nuevos (Alcalá, 1643). E n la actualidad la pieza se admite y edita como de este último autor, a pesar de las prudentes dudas de Bergman 1 0 8 , que también señala la existencia de una copia manuscrita anónima, el ms. 46832 de la Biblioteca del Instituto del Teatro de Barcelona, letra del siglo x i x , que copia un manuscrito de Osuna del siglo xvn. La Jácara que se cantó en la compañía

de Bartolomé

Romero,

que Bergman fecha en 1638 con interrogante tiene una versión manuscrita que no pudo ver la citada estudiosa, aunque sospechaba de su

Bergman, 1957, p. 397.

68

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

existencia por una cita de La Barrera 1 0 9 . C o m o intuía Bergman, la Jácara nueba de Luis de Benabente, que se inicia «Mientras se viste una moca», es la misma que esta primera Jácara para Romero. Se encuentra en la Biblioteca Nacional de M a d r i d , junto con otras dos piezas que, c u riosamente, sí cita Bergman, Baile del mundo y Baile del

remediador . uo

Esta versión manuscrita de la Jácara no presenta los nombres de los actores, sino los de Gracioso, Graciosa, Músico, Vejete...; tampoco tiene acotaciones, pero sí tiene escritos en los márgenes, y con letra diferente, textos que luego pasaron a la Jocoseria. N o es más incorrecta que la versión impresa y tiene algunas variantes significativas, la más i m portante de todas es la que sustituye el nombre de Rufinica por el de «Bernardilla», pero repite los de Tomás [Enríquez] yValcázar. Dado que Bernarda Ramírez, la famosa Bernardilla o Bernardica, actúa como niña desde 1628, está como tal con Figueroa en 1632 y 1635 1 1 1 , quizá esta versión sería anterior a la publicada en la Jocoseria, cuando aparece el nombre de Rufina en su lugar. C o n respecto a la Jácara que cantó en la compañía de Bartolomé Romero Francisca de Paula, tampoco pa-

rece conocer Bergman un manuscrito de la misma Biblioteca, letra del siglo xvin, que no añade nada importante a la versión impresa 1 1 2 . El guardainfante.

Entremés

cantado. Primera parte. Representóle

Tomás

Fernández

Jocoseria, fols. 59v-64r. Rosell, I, pp, 134-42. Cotarelo, Colección, núm. 222, pp. 524-26. El teatro español (1942), IV, pp. 591-97. El guardainfante.

Entremés

cantado. Segunda parte. Representóle

Tomás

Fernández

Jocoseria, fols. 691r-75r. Rosell, I, pp. 151-61.

Bergman, 1965, p. 349. Ms. 15957 de la B N M . La Jácara ocupa el primer lugar en el manuscrito, fols. 7r-8v. 111 Datos que tomamos de Bergman, 1965, p. 530. Hemos consultado también Rennert, 1909. Según Sentaurens, 1984, vol. 2, p. 1240, sigue con Pedro de la Rosa en 1639. 112 Se trata del ms. 14834/5. 109 110

INTRODUCCIÓN

69

Cotarelo, Colección, núm. 224, pp. 528-30. El teatro español (1942), IV, pp. 599-607. [Hurtado] Loa con que empezó

Lorenzo Hurtado en Madrid

la segun-

da vez

Jocoseria, fols. lr-5r. Ociosidad

entretenida (1668) Loa con que entró en la corte Bernardo

de Prado, fols. 123-27. Rosell, I, pp. 29-36. Cotarelo, Colección, núm. 210, pp. 500-502. E n lo que se refiere a la Loa con que empezó Lorenzo Hurtado en Madrid

la segunda vez, señalaba Bergman —citando a Salva— que se incluyó en Ociosidad entretenida (1668) con el título Loa famosa con que entró en la

corte Bernardo de Prado y que sería «una refundición completa, porque el original contiene tantas alusiones al Madrid teatral de 1631 que debía resultar casi ininteligible tantos años después» 1 1 3 . Consultada la obra, que figura efectivamente en la obra citada 1 1 4 , resulta que esta cambia sólo los nombres de algunos interlocutores (María, Bartolomé y Gracioso no aparecen en la Jocoseria, en cambio aquí Cintor, Pinelo y Piñero son ahora Cisneros, Pineda y Piñol). Contra la opinión de Bergman, la obra no es una refundición, sino la misma pieza con muy pocas variaciones (un cambio de orden, muy pocas sustituciones de una palabra por otra y dos versos que se añaden son todas las diferencias). El licenciado y el bachiller. Entremés

cantado. Representóle

Avendaño

Jocoseria, fols. 97v-99r. Mejor flor (1679), fols. 49v-52r. Ms. de la B N M 14834-15 (letra del xvm). Ms. Sequeira (letra xvm). Anónimo. Biblioteca particular. Rosell, I, pp. 200-203. Cotarelo, Colección, núm. 230, p. 539. Estepa, Teatro breve y de carnaval, pp. 241-45.

E n el manuscrito Sequeira se recoge otra versión anónima de esta pieza. 113 114

Bergman, 1965, p. 308. Ociosidad entretenida, Madrid, 1668, fols. 123r-27r.

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

70

El mago. Entremés Tomás Fernández

cantado. Representóle

JOCOSERIA

en el Retiro las compañías

de

y Pedro de la Rosa

Jocoseria, fols. 202v-210r.

Rosell, I, pp. 381-93. Cotarelo, Colección, núm. 251, pp, 578-81. Entremeses (ed. Blecua), pp. 32-42. Las

manos y cuajares. Entremés

cantado. Represetóle

Tomás

Fernández

Jocoseria, fols. 173r-77r. Mejor Jlor (1679), fols. 88v-92v.

M s . Sequeira (letra del xvn). Biblioteca particular. Rosell, I, pp. 330-38. Cotarelo, Colección, núm. 246, pp. 567-69. Estepa, Teatro breve y de carnaval, pp. 52-62.

D e l entremés Las manos y cuajares conocemos hoy día una versión

manuscrita, probablemente anterior a la publicada en la Jocoseria. Se halla en el manuscrito Sequeira, cartapacio recopilado por mano portuguesa hacia 1665, el cual presenta bastantes versiones de bailes de Benavente y Suárez Deza. Las variantes de este entremés han sido p u blicadas recientemente por el descubridor y dueño del manuscrito, que también contiene una versión que sirvió de base para la Jácara de doña Isabel la ladrona, que azotaron y cortaron las orejas en Madrid

y otras

obras, como son Doctor Juan Rana, baile, Licenciado y Bachiller,

baile y

El soldado, baile 1 1 5 . El martinillo. Entremés

cantado. Primera parte. Representóle

Antonio

de

Antonio

de

Prado

Jocoseria, fols. 127v-30r. E n El catalán Serrallonga, suelto ( B N de París).

Rosell, I, pp. 253-58. Cotarelo, Colección, núm. 237, pp. 551-52. El martinillo. Entremés

cantado. Segunda parte. Representóle

Prado

Jocoseria, fols. 137v-41r.

115

Ver Estepa, 1992.

INTRODUCCIÓN

71

Rosell, I, pp. 270-76. Cotarelo, Colección, núm. 239, pp. 555-56. Fechado por Bergman hacia 1634-35, se puede datar con cierta seguridad en 1633, pues en el Entremés nuevo de los sacristanes, que lleva esa fecha y también se atribuye a nuestro autor, se cita uno de sus versos. El Baile del Martinillo se ha conservado también con la comedia El catalán Serrallonga (que representó Prado en 1635), en impresión suelta, sin lugar ni año, hoy conservada en la B N de París. La maya. Entremés famoso. Representóle

Bartolomé

Romero

Jocoseria, fols. 99v-105r. Mejor flor (1679), fols. 54v-59r. Ms. de la B N M 16476 (letra de fines del xvn). Ms. de la B N M 14516-50 (letra del xvm). Rosell, I, pp. 204-13. Cotarelo, Colección, núm. 231, pp. 539-42. Entremeses (ed. Blecua), pp. 14-21. La muerte. Entremés

cantado. Representóle

Tomás

Fernández

Jocoseria, fols. 16r-19r. Mejor flor (1679), fols. 9v-12v. Ms. de la B N M 14.834-9 (letra del xvm). Rosell, I, pp. 55-61. Cotarelo, Colección, núm. 213, pp. 506-7. Es distinto de la mojiganga que con igual título se atribuye a Calderón en Flores del Parnaso. Los muertos vivos. Entremés famoso. Representóle

Pedro de la Rosa

Jocoseria, fols. 225v-33r. Flor de entremeses (1676), fols. 36-46, «de Moreto». Mejor flor (1679), fols. 106r-112v. Verdores del Parnaso (Pamplona, 1697), «de Moreto», pp. 9-20. Suelto (Barcelona, Carlos Sapera, 1768), anónimo. Harvard University. Suelto (Córdoba, Colegio de la Asumpción, s. a.), anónimo. British Museum.

72

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

Suelto (Sevilla, Joseph Navarro y Armijo, s. a.), anónimo. British Museum. Rosell, I, pp. 418-31. Intermédes espagnols, pp. 151-164 (en lengua francesa). Cotarelo, Colección, núm. 255, pp. 587-91. Entremeses (ed. Blecua), pp. 43-52. Versión en catalán (Serrá, 1987). Su fecha pudiera ser la de 1637, año en que sabemos se estrena un entremés de Benavente en el Retiro con las actrices que se mencionan en este. El murmurador. Entremés famoso. Representóle

Antonio

de Prado

Jocoseria, fols. 64v-68r. Ramillete gracioso (1643), pp. 161-169, «de Solís». Baile del murmurador.

Mejor flor (1679), fols. 28v-32r. Ms. de la B N M 3920 (letra del xvm). M s . de la B N M 14089 (copia de 1701). Rosell, I, pp. 143-50. Cotarelo, Colección, núm. 223, pp. 526-28. Entremeses (ed. Hurtado y Palencia), pp. 59-69. [Olmedo] Jácara que se cantó en la compañía

de Olmedo

Jocoseria, fols. 35r-38r. Mejor flor (1679), fols. 41r-44r. Rosell, I, pp. 90-96. Cotarelo, Colección, núm. 217, pp. 514-15. [Ortegón] Jácara que se cantó en la compañía

de

Ortegón

Jocoseria, fols. 240r-43r. Rosell, I, p. 443. Cotarelo, Colección, núm. 257, pp. 593-94. La paga del mundo. Entremés

cantado. Representóle

Jocoseria, fols. 6r-10r. Mejor flor (1679), fols. lr-4v.

Antonio

de Prado

INTRODUCCIÓN

73

Ms. de la Fundación Lázaro Galdiano 23/110 (letra del XVIII) 1 1 6 . Rosell, I, pp. 37-44. Cotarelo, Colección, núm. 211, pp. 502-503. C o n este título se recoge en el manuscrito Sequeira una refundición de La paga del mundo y El Martinillo

(primera parte) que

ha sido

publicada recientemente (Estepa, 1994). E n el cartapacio del Lázaro Galdiano aparecen otros entremeses con atribución expresa al licenciado don Alonso de Anaya y Espinosa, Benegasi y Luján y don Sebastián Matías Alvarez. El Mundo

al revés

Ver El soldado. Los planetas. Entremés

cantado. Represéntole

Valle]o

Jocoseria, fols. 156r-59r. Mejor flor (1679), fols. 73v-76r. Rosell, I, pp. 301-306. Cotarelo, Colección, núm. 243, pp. 561-62. [Prado] Loa que representó Antonio

de Prado

Jocoseria, fols. 39r-44r. Obras de Cáncer, M a d r i d , 1651, fols. 135r-36v. Mejor flor (1679), fols. 44v-49v. Ms. de la B N M 14834 (letra del xvm). Rosell, I, pp. 97-108. Cotarelo, Colección, núm. 218, pp. 515-17. Se publica también en Obras varias de Cáncer (A/ladrid, 1652) sin indicación de autor. La puente segoviana. Antonio

Entremés

cantado. Primera

parte.

Representóle

de Prado

Jocoseria, fols. 82v-86r. Ms. de la B N M 14834-14 (letra del xvm). Rosell, I, pp. 174-80. Cotarelo, Colección, núm. 227, pp. 533-34. 116

Debemos noticia de su existencia a la generosidad de Antonio Carreira.

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

74

La puente segoviana. Entremés Antonio

JOCOSERIA

cantado. Segunda parte.

Representóle

de Prado

Jocoseria, fols. 93v-97r. Rosell, I, pp. 193-99. Cotarelo, Colección, núm. 229, pp. 537-38. Buendía, por errata, La fuente segoviana. N o hay que confundirlo con el Entremés

con jácara de la puente segoviana, que se publica anóni-

mo en Donaires del gusto (1642). El remediador. Entremés

cantado. Representóle

Rosa

Jocoseria, fols. 233r-39r. Entremeses nuevos (Alcalá, 1643), «de Benavente», fols. 76r-80v. Fiestas del Santísimo Sacramento (1644), anónimo (ed. Menéndez Pelayo, Obras de Lope de Vega, Madrid, Real Academia Española, 1963, vol. II, pp. 381-87). Ms. de la B N M 15957-3 (autógrafo). Rosell, I, pp. 432-42. Intermédes espagnols, pp. 129-38 (traducción francesa). Cotarelo, Colección, núm. 256, pp. 591-93. E l manuscrito 15957 de la B N M presenta una versión distinta a la que trae la Jocoseria, pues en lugar de Juan Rana, interviene otro gracioso con nombre Carrizal, y en lugar de Bartolillo, que es lo que pasó a la Jocoseria, Beatricilla (probablemente Beatriz, la hija de Juan de Montemayor, que estaba con Avendaño de 1632 a 1634 y que desde entonces a 1635 era considerada «niña»). Por ello esta versión parece anterior a la impresa, contra la opinión de Bergman, que aporta el dato (tomado de Rennert) de que será quizá de 1643 ó 1645, cuando aparece en escena un actor llamado Juan de Carrizales. Más probablemente se trata de Juan de Carrizal, gracioso en 1642. Evangelina R o d r í g u e z lo atribuye tentativamente a Lope de Vega 1 1 ', pero no hay duda de que se debe seguir adjudicando a Benavente.

117

Rodríguez, 1992, p. 183.

INTRODUCCIÓN El retablo de las maravillas. Entremés

75

famoso. Representóle

Cristóbal

de

Avendaño

Jocoseria, fols. 178r-85r. Flor de entremeses, 1657, fols. 38v-44r (editado de nuevo en 1903, pp. 84-95). Dios te la depare buena, de J u a n V é l e z .

Mejor flor (1679), fols. 93r-99r. Ms. 347 de la Fundación Lázaro Galdiano (letra del xvm), «un ingenio de esta corte». Ms. de la B N M 16950 (letra del xvn). Ms. de la B N M 14516-7 (letra del xvm). Suelto (Valencia, Agustín Laborda, s. a.). Harvard University. Suelto (Barcelona, P. Escuder, s. a.), anónimo. British Museum (dos ejemplares). Rosell, I, pp. 339-50. Cotarelo, Colección, núm. 247, pp. 569-72. Entremeses (ed. Hurtado y Palencia), pp. 43-59. El teatro español (1942), IV, pp. 627-37. Fechado por Bergman hacia 1621, debe de ser posterior a 1624¬ 25, porque alude a una obra de Montalbán. Bergman conoce la copia de la B N ms. 16950, pero no señala que dicha copia tiene una distribución de papeles interesante, que es como sigue: «Alcalde, Cristóbal García; papel de sacristán a Diego Montalvo; el Regidor, el Espadero; Diego R o m e r o a Teresa; María de la Serna, Pilonga; escribano, Bernardo de Cuenca». N o encontramos referencia a estos c ó micos, que probablemente eran representantes aficionados de provincia, tal vez relacionados con Huete 1 1 8 . La versión no difiere prácticamente en nada de la contenida en la Jocoseria. [Romero Jácara I] Jácara que se cantó en la compañía Romero («Mientras

se viste una

de

Bartolomé

niña»)

Jocoseria, fols. 1 0 9 r - l l r . Ms. B N M 15957. Autógrafo: Jácara nueva. Rosell, I, pp. 220-23. Cotarelo, Colección, núm. 233, p. 544.

118 Ya advertía Bergman, 1965, p. 345, que en la última hoja hay una dirección: «A Juan de la Torre, familiar del Santo Oficio en Huete».

JOCOSERIA

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

76

[Romero Jácara II] Jácara que se cantó en la compañía

de

Bartolomé

Romero

Jocoseria, fols. 145v-47r. Rosell, I, pp. 284-87. Cotarelo, Colección, núm. 241, p. 558. [Rueda] Loa con que empezaron Rueda y Ascanio

Jocoseria, fols. 194r-202r. Rosell, I, pp. 366-80. Cotarelo, Colección, núm. 250, pp. 575-78. El soldado. Entremés

cantado. Representóle

Tomás

Fernández

Jocoseria, fols. 217v-20r. Entremeses nuevos (1643), como El mundo al revés, fols. 85r-88v. Entremeses varios, Zaragoza, s. a., pp.

1-8.

Ms. B N M 15957 (autógrafo), El mundo, de Benavente. Ms. de la B N M 14515-12 (letra del xvm). Rosell, I, pp. 405-11. Cotarelo, Colección, núm. 253, pp. 584-86. Estepa, Teatro breve y de carnaval, pp. 247-54.

E l manuscrito Sequeira (editado por Estepa, 1994) recoge una copia de esta pieza, que aparece como anónima, aunque sigue la versión que se publica en Jocoseria. E n el ms. 15957 de la B N M se copia otra versión distinta de la Jocoseria, preparada para otra compañía, por cuanto que no aparece en ella como gracioso Juan Rana, sino Carrizal. Para La Barrera, se trata de un manuscrito «original». Todavía en Entremeses nuevos (Alcalá, 1643) se publica como El mundo al revés en una versión que añade una parte final y un baile ausentes en la de la Jocoseria y que ofrece algunas lecturas escabrosas que no pasaron a este libro. El talego. Entremés cantado. Primera parte. Representóle Roque de Figueroa

Jocoseria, fols. 45r-48r. Ms. de la B N M 16291 (letra del xvm). Ms. de la B N M 14851. Ms. de la B N M 14834 (letra del xvm). Rosell, I, pp. 109-14. Cotarelo, Colección, núm. 219, pp. 517-19.

INTRODUCCIÓN El talego. Entremés

77

cantado. Segunda parte. Representóle

Antonio de Prado

Jocoseria, fols. 55v-59r. Mejor flor (1679), fols. 15v-22v.

M s . de la B N M 14834 (letra del xvm). Rosell, I, pp. 127-33. Cotarelo, Colección, núm. 221, pp. 522-24. El talego-niño.

Entremés famoso. Representóle

Tomás

Fernández

Jocoseria, fols. 23r-31r.

M s . de la B N M 14515-16 (copia hecha en 1748). Anónimo. Rosell, I, pp. 69-83. Cotarelo, Colección, núm. 215, pp. 509-12.

Entremeses (ed. Hurtado y Palencia), pp. 11-29. Sirvió de base para el entremés Las brujas fingidas, que se conserva

anónimo en el ms. 14089 B N M y en la Biblioteca del Instituto del Teatro de Barcelona, y pudiera ser obra de Benavente. El tiempo. Entremés

cantado. Representóle

Cristóbal

de

Avendaño

Jocoseria, fols. 19v-22r. Mejor flor (1679), fols. 12v-15r.

Rosell, I, pp. 62-68. Cotarelo, Colección, núm. 214, pp. 507-509. Turrada. Entremés

famoso. Representóle

Bartolomé

Romero

Jocoseria, fols. 86v-93. Navidad

y Corpus

Christi

(1664), pp. 353-68, título: El celoso

Turrada.

Mejor flor (1679), fols. 32r-37v. M s . de la B N M 16415 (letra del xvn), título: Despedido y Turrada. M s . de la B N M 16750 (letra del xvn), titulado La justicia de mujer. Arcadia

de entremeses (Madrid, 1723), titulado Quixada

y el alcal-

de, pp. 69-80. M s . de la B N M 17009 (letra del xvm). Atribuido a Benavente. M s . de la B N M 14515-47 (letra del xvm). M s . B2331 de la Hispanic Society of America (letra del xvn) atribuido a Antonio Hurtado de Mendoza, fols. 341r-46v.

78

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

Rosell, I, pp. 181-92. Cotarelo, Colección, núm. 228, pp. 534-37. La versión de Navidad y Corpus Christi difiere en los últimos doce versos. La atribución en el ms. de la Hispanic Society a Hurtado de Mendoza ha provocado alguna atribución errada a este autor. E l ms. 16415 B N M suprime la mención a Bartolomé R o m e r o y, en cambio, aporta un buen número de variantes con respecto a la versión reproducida en la Jocoseria, en particular algunas referidas a las acotaciones («habla gordo», «habla como mujer», etc.). La verdad. Entremés

cantado. Representóle

Prado

Jocoseria, fols. 185v-89r. Mejor flor (1679), fols. 99r-102r. Rosell, I, pp. 351-57. Cotarelo, Colección, núm. 248, pp. 572-74. La visita de la cárcel. Entremés

cantado

Jocoseria, fols. 31v-35r. M s . B N M 14834-7 (letra del xvm). Ms. Sequeira (letra del xvii) como Los encarcelados. Biblioteca

particular. Rosell, I, pp. 84-89. Cotarelo, Colección, núm. 216, pp. 512-13. Estepa, Teatro breve y de carnaval, pp. 157-65. 4.4. O T R A S OBSERVACIONES SOBRE LA TPJVNSMISIÓN D E LA «JOCOSERIA»

La Jocoseria aparece en M a d r i d , en 1645, a costa de Manuel López, seguida por otras dos ediciones del xvn, la de Valladolid (por Juan Antolín Lago, 1653) y Barcelona (en la imprenta de Francisco Cays, 1654). A estas hay que añadir una selección de piezas de la Jocoseria que aparece en Flor de entremeses y las dos ediciones modernas de Rosell y Cotarelo. Estas últimas no interesan como materiales textuales. La selección de Mejor flor aparece en Zaragoza en la imprenta de los herederos de D i g o D o r m e r en 1679. Se trata de una reedición de 26 de las 48 piezas de la Jocoseria [El borracho, La capeadora (primera parte), La capeadora (segunda parte), Las civilidades, Los cuatro galanes, El doctor, El

INTRODUCCIÓN

79

doctor Juan Rana, La dueña, Las dueñas, Jácara que cantó en la compañía de Bartolomé

Romero Francisca Paula, El licenciado y el bachiller, Las manos y

cuajares, La Maya, La muerte, Los muertos vivos, El murmurador, Jácara que se cantó en la compañía

de Olmedo, La paga del mundo, Los planetas, Loa

que representó Antonio

de Prado, El retablo de las maravillas, El talego (se-

gunda parte), El talego-niño,

El Tiempo, Turrada, La verdad].

La obra como tal no vuelve a editarse hasta 1872, cuando Cayetano Rosell la escoge para inaugurar la colección «Libros de Antaño», en edición limitada para un grupo de suscriptores 1 1 9 . Rosell era un devoto de Benavente, y escoge su libro para abrir esa selección de clásicos, con el buen criterio de publicar no sólo las piezas dramáticas, sino también preliminares, prólogos, aprobaciones, versos laudatorios, etc. Parece manejar las ediciones antiguas de la obra, porque en u n apartado final de «Correcciones» advierte qué leen esas ediciones y qué propone él como lectura. Algunas de las correcciones de Rosell parecen motivadas por el capricho, y son copiadas por Cotarelo en su Colección^ . Cotarelo rara vez lee con la primera edición, y, como ya advirtió Bergman, reproduce los errores del erudito del siglo x i x y añade los suyos propios, porque no ha transcrito la primera edición, sino que se ha conformado con tomar los textos de la de 1872, de la que suprime todos los preliminares, pues no venía al caso editarlos en una colección de entremeses donde los de Benavente no eran sino una parte pequeña. 20

Ambos, Rosell y Cotarelo, modernizan la ortografía del texto o r i ginal, también la acentuación y la puntuación, según las normas de su época. Añaden unas pocas y aleatorias notas al texto, pero no se adentran a explicar todas las alusiones veladas o no de los entremeses porque ya advierte R o s e l l que muchas de ellas le quedan lejanas e incomprensibles; para don Emilio Cotarelo se trata más bien de una cuestión de desbordamiento: su colección hubiera crecido exageradamente si hubiera tratado de aclarar las referencias de los centenares de piezas que publica.

119

Quiñones de Benavente, Colección de piezas dramáticas, entremeses, loas y jáca-

ras, ed. Cayetano Rosell, Madrid, A. Durán, 1872-1874, 2 vols. Las 48 piezas de la Jocoseria forman el t. I, y el II contiene 34 piezas más. 120

Cotarelo, Colección de entremeses, bailes, loas, jácaras y mojigangas, ed. E. Cotarelo,

Madrid, Bailly-Bailliére, 1911, 2 vols.

JOCOSERIA

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

80

Cotarelo, al publicar una edición que llega a un público más amplio, consigue difundir también los entremeses de la Jocoseria, que a partir de ese momento y hasta nuestros días se citará invariablemente por esta recopilación, de ahí que sus aciertos y errores se hayan d i fundido hasta nuestros días. 4.5.

N U E S T R A EDICIÓN

Nuestra edición crítica se basa en el volumen que Quiñones p u blicó en vida sobre sus obras con el título de Jocoseria. Por tanto, quedan fuera otros testimonios manuscritos e impresos que reproducen dichas piezas en versiones de menos autoridad, con modificaciones debidas a manos incógnitas, o con primeras versiones que la versión de última mano de Jocoseria invalidan como textos definitivos, aunque revistan interés para otro tipo de estudios de los que nos ocuparemos en otro momento. Para la presente edición hemos manejado los dos ejemplares hoy disponibles de la edición príncipe (PR) de 1645 (el de la Biblioteca Nacional de M a d r i d , y el de la Hispanic Society de Nueva Y o r k ) 1 2 1 , y los hemos cotejado con sendos ejemplares de las ediciones posteriores de 1653 (VJ) y 1654 (BF). Los datos correspondientes son: PR:

I O C O S E R I A . / B V R L A S VEPJVS, / O A P R E H E N S I O N / moral, y festiua de los desorde- / nes públicos. / E N D O Z E E N T F L E M E S E S / representados, y veinte y quatro / cantados. / VAN

INSERTAS

SEIS LOAS,Y

SEIS

/ Iacaras, que los Autores de Comedias han / representado, y cantado en los teatros /

desta Corte. / C O M P V E S T O S

POR

LVIS Q V I - / ñones de Benauente, natural de la Im- / penal Toledo. / RECOPILADOS

POR

DON

MANVEL

/

Antonio de Vargas. / D I R I G I D O S A D O N M A R I O M A S / trillo Beltran, Residente de la Serenissima / Archiduquesa Claudia. / 32° / C O N P R I V I L E G I O . / En Madrid. Por Francisco García. Año

1645.

/ A

costa de Manuel

López,

Mercader de libros.

D e esta edición príncipe conocemos tres ejemplares: 1. E n la Biblioteca Nacional de M a d r i d : R / 1 3 3 2 8 . 2. E n

121

Sobre el de París ver infra.

INTRODUCCIÓN

81

la Hispanic Society of America. 3. E n la Bibliothèque Nationale de París: Y g . 2.694. Ejemplar este último que no está disponible al investigador, según nos comunicó la Bibliothèque Nationale, debido a su avanzado estado de deterioro. I O C O SERIA. / B V R L A S V E R A S , / O R E P R E H E N S I O N M O R A L , Y / festiua de los desordenes públicos. / E N D O Z E E N T R E M E S E S R E P R E - / sentados, y veinte y quatro cantados. /

VAN

INSERTAS

SEIS

LOAS,

Y

SEIS / lacaras, que los Autores de Comedias han repre- / sentado, y cantado en los teatros desta Corte. I C O M P V E S T O S

P O R LVIS Q V I - / ñones de Benauente, natural de la Impe- / rial Toledo. / RECOPILADOS POR DON MANVEL

/ Antonio

de Vargas. / D I R I G I D O S A

DON

I V A N D E R I V E P J V / Palacio, Regidor perpetuo de la C i u d a d de Valla- / d o l i d , y C a p i t á n de vna de sus Conpañias de mili- / cia por el R e y nuestro señor. / C O N P R I V I L E G I O . / E n Valladolid: Por luán Antolin de Lago. 1653

/ A costa de Blas López

Calderón,

Mercader de li- / bros

y Maestro de Ceremonias de la Univer- / sidad de

Valladolid.

D e esta edición de Valladolid, 1653, hemos manejado el ejemplar de la Biblioteca Nacional de Madrid: R/11.172. (Existen otros ejemplares en la British Library: 1.072.e.26. 3, y la Hispanic Society of America que no hemos manejado). I O C O SERIA. / B V R L A S V E R A S . / O R E P R E H E N S I O N / moral, y festiua de los desorde- / nes públicos. / E N D O Z E E N T R E M E S E S / representados, y veinte y quatro / cantados. / VAN

INSERTAS

SEIS LOAS,Y

SEIS

/ lacaras, que los Autores de Comedias han / representado, y cantado en los teatros / desta Corte. / C O M P V E S T O S

POR

LVIS / Quiñones de Benauente, natural / de la Imperial Toledo. / RECOPILADOS

POR

DON

/ Manuel

Antonio

de Vargas. / C o n licencia: / E n Barcelona, en la Enprenta ad- / ministrada por Francisco Cays, en la calle / de los Algodoneros, Año 1654.

82

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

D e esta edición de Barcelona, 1654, hemos manejado el ejemplar de la Biblioteca Nacional de M a d r i d : B N M R / 2 . 4 3 4 . (Existen otros ejemplares en la British Library: 11.725.e.36, y la Hispanic Society of America que no hemos manejado). Los dos ejemplares de P R consultados son exactamente iguales. Las otras dos antiguas, V J y BF, toman su texto de la edición príncipe. E n algunos casos, V J mejora lecturas de P R (damos unos pocos ejemplos 1 2 2 ): La capeadora (segunda parte), vv.

60-61

Arrumaco - Diome en la nuca: abriréla. / ¿Qué me manda vuesasted? PR, BF: «Qué m a n d a . . . » . La enmienda de VJ regulariza la medida del verso. El borracho, vv. 290-91 Vejete.- ¡Ah, ladrones!, ya os conozco. / Aquí moriréis. PR, BF: «moriries».VJ enmienda la mala lectura del verso 291. El retablo de las maravillas, v. 110

Teresa.- Sentencie vuesasted. Alcalde.- De mil amores. Locutor en PR, BF: «7or.».VJ enmienda la mala lectura del verso.

Etc. Estas mismas lecturas sirven para mostrar que B F se ciñe más a la príncipe, aunque estropea a su vez otros pasajes, introduciendo nuevas erratas. Reproducimos, por tanto, para nuestra edición el texto de la edición príncipe. Aceptamos en algunos casos las lecturas que propone VJ. Las pocas observaciones (enmiendas, apoyadas en V J o propias) y algunas pequeñas variantes que se advierten entre los testimonios manejados, se señalan en su lugar a pie de página. Modernizamos la grafía siempre que ello no implique modificaciones fonéticas. Se regularizan los nombres de los locutores y se resuelven las abreviaturas más usuales sin señalarlo a cada paso en el aparato de notas, que recoge todo tipo de observaciones y explicaciones (de crítica textual —escasas— o notas filológicas). 122 Para otras correcciones de VJ sobre PR, así como lecturas privativas de VJ y BF remitimos a las variantes registradas a pie de página en el texto de la Jocoseria.

INTRODUCCIÓN

83

Dos puntualizaciones finales: hemos desarrollado en los pasajes cantados los «etc.», puesto que en la representación del entremés se pronunciaban efectivamente los versos, sin abreviarlos como en su reflejo escrito; y hemos respetado la disposición gráfica de los versos cantados, tal como aparecen en P R : los pasajes cantados a menudo plantean irregularidades métricas, y en los esquemas de seguidilla suelen imprimirse en forma de dos versos largos de 12 sílabas, más que en forma de cuatro versos. N o s atenemos a P R . E n suma, se adoptan, en general, los criterios 1 2 3 de edición del GRISO. Las referencias bibliográficas van abreviadas. Los datos completos se encuentran en la bibliografía general. Hemos confeccionado u n elemental apéndice de actores, u n índice de notas, y u n apéndice cronológico y alfabético de piezas incluidas en la Jocoseria, que no tienen otro objeto que servir de aguja de marear para búsquedas y localizaciones de piezas y explicaciones o detalles sobre actores.

123

Recogidos en las actas de los dos congresos celebrados en Pamplona en

1986 y 1990: Edición y anotación de textos del Siglo de Oro (Pamplona, Eunsa, 1987); y Crítica textual y anotación filológica en obras del Siglo de Oro (Madrid, Castalia, 1991).

Ver también las «Normas de edición» de la serie de autos sacramentales completos de Calderón, Universidad de Navarra y Edition Reichenberger (incluidas también en: Calderón, El divino Jasón, ed. Arellano y Cilveti, pp. 7-56).

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Es una bibliografía práctica para facilitar la consulta y localización de referencias; incluye todo lo citado en el conjunto del libro por las ediciones manejadas. Academia

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JOCO BURLAS o reprehensión

SERIA VERAS,

moral, y festiva de los desórdenes

públicos.

EN DOCE ENTREMESES representados, y veinticuatro cantados. Van insertas seis loas, y seis jácaras, que los autores de comedias han representado y cantado en los teatros desta corte. Compuestos por Luis Quiñones de Benavente, natural de la Imperial Toledo. Recopilados por D o n Manuel Antonio de Vargas. Dirigidos a don M a r i o Mastrillo Beltrán, Residente de la Serenísima Archiduquesa Claudia. 32° C O N PRIVILEGIO. E n M a d r i d . Por Francisco García. Año 1645. A costa de Manuel López, mercader de libros.

SUMA DEL PRIVILEGIO1

Tiene privilegio por diez años Luis de Benavente para que n i n guna persona sin su orden pueda imprimir este libro intitulado Burlas veras o reprehensión moral, so las penas en el dicho privilegio contenidas, a que me refiero. Despachado en el oficio de Francisco de Espadaña, en postrero de otubre de 1644.

ERRATAS2 Fol. 21: «este el peor» di «este es el peor»; fol. 33, p. 2: al fin di «mas vaya y venga la tabla al horno que se ahitan del manjar»; fol. 35: «Osorioso» di «Osorio, gracioso»; fol. 48, p. 2, renglón último: di «por ser la primera cosa que he tomado»; fol. 51: «que hay fuera el verdadero sepancuantos». Vase; p. 2: «yo en nombre m i amor» di «de m i amor»; más abajo: «a su evición» di «e hibición»; fol. 52: «y pues sirve» di «y pues que sirve»; fol. 68, p. 2: di «caen muchas monas»; fol. 96: «prevén mis jarras» di «prueben»; fol. 115: «no soy» di «yo soy»; p. 2: «que soy rodezno» di «que sois»; fol. 156: «quien sus rayos» di «que sus rayos»; fol. 203: «Vanse los dos» di «Vense»; fol. 204: «ay hereja» di «herejo»; y «la lejía que es heis» borra el «es»; fol. 219: «que yo coma», línea 3.

Esta Suma del privilegio omitida en BE Esta Suma del privilegio se otorga a Quiñones en El Escorial el 31 de octubre de 1644. 2 En la Fe de erratas, VJ lee sólo lo siguiente: «Este libro intitulado Burlas veras o reprehensión moral corresponde con su original. Dada enValladolid a 8 de 1

julio de 1653.

M. Fr. Luis Fernández

te la Fe de erratas.

de Tapia. Corretor de la Universidad».

BF omi-

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

104

JOCOSERIA

Este libro intitulado Burlas veras o reprehensión

moral, con estas erra-

tas corresponde con su original. Dada en Madrid, a 18 de otubre de 1645. E l doctor don Francisco Murcia de la Llana

S U M A DE L A TASA3 Tasóse por los señores del Consejo este libro de loas y entremeses de Luis de Benavente a cuatro maravedís cada pliego, el cual tiene treinta y dos y medio 4 , que al dicho precio monta tres reales y veinte y ocho 5 maravedís en papel. Despachóse en el oficio de Francisco de Espadaña, en 13 de otubre de 1645.

APROBACIÓN6 Por comisión del señor licenciado don Gabriel de 7 Aldama, Consultor del Santo Oficio de la Inquisición, y Lugar de Vicario General desta Villa de M a d r i d y su partido, por los señores Deán y Cabildo de la Santa Iglesia de Toledo, sede vacante, etc., he visto un libro, cuyo título es Joco seria, Burlas veras, o reprehensión

moral y festiva de los

desórdenes

públicos compuesto por Luis Quiñones de Benavente, natural de la i m -

Suma de la tasa omitida en BE VJ: «treinta y un pliegos y medio». 3 VJ: «veinte y cuatro». 6 BF sustituye el texto de esta Aprobación por el siguiente. «Con cuidado he leído este libro cuyo título es Joco seria por comisión del ilustre señor don Josef Ninot, Canónigo de la Santata [sic] Iglesia de Barcelona y Vicario General Sede 3

4

Vacante; y pues omnis humanus eius debet habere bonitatem in suo exercitio, si ad debitum finem ordinetur cum ómnibus

circunstantiis Caietano. I. 2. q. 18. a 8, podrá el cris-

tiano deste libro y otros farsantes y fabulosos sacar utilidad, que san Agustín dijo: compositum ad utilitatem delectationem ve mendatium lib. 18. de civ. cap. 13. Al fingi-

miento no ha de seguir el hombre, sino especular en lo fingido la grandeza de Dios que se puede en el representar, que así lo enseñó San Pedro en su segunda carta, por lo que firmo se puede dar licencia de reimprimirse. Barcelona en Santa Catarina a 6 de septiembre 1653. Fray Pió Vives». 7 VJ: «da Aldama».

PRELIMINARES

105

perial ciudad de Toledo, y recopilado por don Manuel Antonio de Vargas; y habiéndole pasado una y otra vez, no hallo en él cosa alguna, no sólo que contradiga a la pureza de nuestra fe, pero n i que por mal sonante se oponga a las buenas costumbres, de suerte que leída pueda ofender las orejas más castas; que en tanta publicidad, como la de esta corte representada, no pudo causar efeto semejante; antes bien, contiene muchos avisos morales para instruir a la juventud della y enseñarla a huir de las Sirtes, de las Caribdis y Scilas, en cuyos bajíos y escollos suele peligrar; y juzgo que su autor cumple mejor que m u chos con aquel dicho antiguo del poeta: omne tulit punctum qui miscuit utile dulcí . Y éste es m i parecer, salvo, etc. 8

E n este Convento de la Santísima Trinidad, calle de Atocha, a 16 de agosto de 1644. Fr. Juan de Aguilera Angel

APROBACIÓN9 Cumpliendo con el decreto de Vuestra Alteza, he visto este volumen intitulado Burlas veras, o reprehensión

moral de los desórdenes

públi-

cos, en doce entremeses representados y veinte y cuatro cantados, con seis loas y jácaras insertas, que los autores de comedias han representado y cantado en los teatros desta corte, compuesto por Luis Quiñones de Benavente, y recopilado por don Manuel Antonio de Vargas; y no solamente me parece que contiene nada contra la fe n i las buenas costumbres, sino que enseña ingeniosamente y ayuda a ellas con lo m o ral, lo peregrino, lo raro, conceptuoso, nuevo, y nunca de otro talento comunicado a la alabanza general con tantos aplausos, nunca a otro tan dignamente debidos; que nadie en el mundo no solamente no le ha imitado, sino que solos lejos y sombras de su pluma no se ha atrevido a rastrear, siendo el más singular ingenio en esta provincia de cuantos ha tenido España: y no merece menos atención en la estima-

8

omne tulit punctum...:

cita del verso 343 del Arte poética

de Horacio, ed.

González, 1987 ('quien mezcló lo útil con lo dulce ganó todos los votos'). 9 Esta segunda Aprobación omitida en BE

106

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

ción de los doctos y de los ingeniosos el afecto del que le recopila, partiendo la posteridad felicísima entre los dos. Y así, siendo servido Vuestra Alteza, me parece que se podrá dar a la estampa, con la satisfación de ser tan útil, entretenido y lleno de morales donaires, todo lo que su autor tiene escrito en él. E n M a d r i d , a 26 de agosto de 1644. LuisVélez de Guevara 1 0

APROBACIÓN DEL PADRE FRAY FRANCISCO DE SANTA A N A P R E D I C A D O R D E S U MAJESTAD Y GUARDIÁN D E L C O N V E N T O D E S A N GIL E L R E A L DE MADRID11 Llegó a mis manos (de revista) por mandado de Vuestra Alteza, este libro, llamado Burlas veras, de Luis Quiñones de Benavente; y aunque la materia es tan ajena de la modestia de m i profesión, y de las otras que tantas veces ha fiado Vuestra Alteza de m i censura (porque en las veras nunca querría ver burlas); para que se conozca cuánto venero las órdenes de Vuestra Alteza, pues obedezco en todo, v i esta obra, y digo que, presupuesta la permisión del teatro, no hallo en ella cosa que contradiga a los sagrados cánones, ni disuene con fealdad a las buenas costumbres; antes, si se acertase a usar bien dellos, tiene muchos avisos importantes para reformarlas y componerlas más. Este es m i parecer. E n San G i l el R e a l de M a d r i d , a 29 de agosto de 1644. Fr. Francisco de Santa A n a

10 Luis Vélez era amigo de Quiñones, tal y como se puede leer en el apartado correspondiente de la introducción. 11 Esta tercera Aprobación de PR se omite en VJ. También omite Vj todos los poemas laudatorios de PR.

PRELIMINARES

107

DE D O N JUAN DE H E R R E R A SOTOMAYOR, AL AUTOR.12 DÉCIMA A la humana condición más que deleitas enseñas; hasta las veras desdeñas con misteriosa elección; pues cosas del mundo son cuantas tu pluma retrata, tantas sentencias dilata y a la verdad te acomodas, que el que hace burla de todas es el que mejor las trata.

5

10

DE M A N U E L LÓPEZ D E QUIRÓS, A L A U T O R . SONETO E n un jardín, en u n ameno prado de flores lleno, aliento de la idea que viste de colores Amaltea en la esmeralda que el abril le ha dado, entra un sabio, a su vista aficionado, y cortando la flor que más desea, un ramillete en componer se emplea de las flores hermosas que ha cortado. Así entró, ¡oh Benavente!, a ver las flores del jardín de tu ingenio, siempre ameno, el sabio don Manuel, de A p o l o gloria; Y cortando la flor de sus primores, compuso u n ramillete a tu memoria, de varias flores y donaires lleno.

5

10

12 BF: «... Sotomayor. Autor...». Estos panegiristas de Quiñones son compañeros ocasionales de academia y colaboran en alguna publicación que recoge composiciones poéticas, como la titulada Exequias reales... a los soldados que murieron en la batalla de Lérida (Madrid, Diego Díaz de la Carrera, 1644). Otros publican sus versos en el libro de J. Martínez Grimaldo de 1657, en que también colabora Benavente.

108

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

DE U N AMIGO, A LOS ESCRITOS D E LUIS D E B E N A V E N T E Y I M P R E S I Ó N D E L L O S P O R D O N M A N U E L DE VARGAS13. DÉCIMAS Benavente, ya que hallaste tanto decir y pensar, no puede nadie dudar que tu fama eternizaste. Las burlas moralizaste; y ofreciendo lo que das, a todo el mundo dirás, pródigo de tu saber: «Solo yo he podido hacer ver en lo menos lo más». A don Manuel la memoria desta gloria deber quiero, pues recopiló primero de varias flores la historia. Désele, pues, la vitoria; que siendo para sí fiel, ha juntado don Manuel, ostentando sus primores, de Benavente las flores, por todos, por sí y por él.

5

10

15

20

D E D O N SEBASTIÁN D E OLIVARES VADILLO, A LUIS DE BENAVENTE, A U T O R DESTA O B R A . SONETO Entre las plantas que produce el prado, es de virtudes símbolo el romero,

13 Hemos demostrado en otro lugar que el autor de estas composiciones no es otro que don Diego de Contreras, amigo y deudo de Benavente. En el ms. 3799 de la B N M se recogen estas décimas, junto con los esbozos primitivos. Ver Madroñal, 1994.

PRELIMINARES

y siendo a nuestro bien tan lisonjero, en lo amargo del gusto es despreciado. Llega la abeja, que en sagaz cuidado al hombre facilita lo severo, y porque goce de tan alto fuero, en dulce néctar se le da embozado. Es por sí la verdad preciosa planta, pero al humano gusto tan odiosa, que cuanto más desnuda más le espanta. Abeja, pues, de flor tan generosa Luis sin segundo su virtud nos canta, de acerba transformándola en gustosa.

DE D O N CRISTÓBAL D E H E R R E R A , A L AUTOR.1 DÉCIMA N o tema, Luis, tu memoria del olvido la desgracia, que está el mérito en tu gracia para alcanzar esta gloria. D e los vicios la vitoria nos adviertes cuidadoso, sin que pueda hacerte odioso el acierto que defiendes, pues cuando más reprehendes, diviertes más ingenioso.

14

A partir de aquí, BF omite todos los poemas laudatorios.

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

110

JOCOSERIA

D E GIL LÓPEZ D E A R M E S T O Y C A S T R O 1 5 A L L I C E N C I A D O LUIS D E B E N A V E N T E E N L A I M P R E S I Ó N D E SUS O B R A S . SONETO Decir verdades sin que en el decirlas se halle modo jamás para extrañarlas; saber con agudeza ponderarlas 1 6 , sin que la envidia pueda maldecirlas; hacer gustoso un rato para oírlas 5 en tiempo que no hay rato de estimarlas; seguirse al no estimarlas el amarlas, con que al amarlas sigue el aplaudirlas, solo en este volumen ingenioso puede caber el todo deste todo, 10 que es hijo de un ingenio prodigioso. Admire el mundo, ¡oh Luis!, tan nuevo modo, pues mezclas lo severo y lo gustoso, con que vienes a ser de todo el todo.

DE D O NJOSEF D E BOLEA, A L A U T O R . DÉCIMA Luis, a tu encomio me llama de tus aciertos la suma; más ¿cómo dirá una pluma lo que no puede la fama? Dafne de su verde rama prevenga a tu ingenio solo coronas de polo a polo en premio de lo que enseña,

5

Entremesista que publica un libro recopilatorio titulado Saínetes y entremeses representados y cantados (Madrid, Roque Rico de Miranda, 1674), entre cuyos poemas preliminares se puede leer uno de Lanini que dice: «A Benavente en ellos [los sainetes] resucitas. / Sin imitarle su primor imitas». 16 PR: «agadeza». Enmendamos. 13

PRELIMINARES

si acaso no te desdeña por lo que tienes de Apolo.

111

10

D E LUIS VÉLEZ D E G U E V A R A , A L A U T O R . DÉCIMA Dulcísimo Benavente, nuevo Terencio español, vuestro nombre escribe el sol sobre el oro de su frente, que vuestro ingenio eminente, a fuerza de la grandeza de tanta airosa agudeza, lo hace cédula real, y lo pone, como tal, el sol sobre su cabeza.

5

10

PRÓLOGO AL LECTOR Lector amigo: en este pequeño 1 7 volumen te presento seis loas, doce entremeses y veinte y cuatro bailes del licenciado Luis de Benavente, que he podido recoger de la fecunda 1 8 multitud de sus escritos. Preguntarásme qué causa me ha movido a esta diligencia estando vivo su autor, a quien pertenecía más legítimamente; y respondo que no ha sido una, sino muchas. La primera, que es tal el encogimiento y tan rara su modestia, que persuadido muchas veces de los amigos, y importunado de los hombres curiosos y bien entendidos a que no dejase sin estampar obras que tanto han aplaudido los presentes y tanto han de echar menos los venideros, responde con su acostumbrada discreción 1 9 , que para imprimir sus obras, o ellas habían de ser más o él había de ser menos; y porque el achaque desta excusa no deje a los que las desean sin el gusto de poderlas leer, ni a él sin la gloria de ha-

' BF: «peqneño». BF: «segunda». 19 VJ: «discrepción». 18

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

112

JOCOSERIA

berlas escrito, me he determinado a juntarlas y ponerlas en los ojos de todos 2 0 , para que deste cuidado nazcan tres deudas, que sin duda todas serán bien pagadas. La primera, que los que las leyeron me deban a mí el gusto de gozarlas. La segunda, que le deba 2 1 yo al autor la confianza de permitirme disponer y tratar como míos los hijos de su ingenio, que no es la fineza menor. La tercera, que me deba su dueño el poner en la memoria de todos lo que su modestia tenía sentenciado al olvido 2 2 . Es la segunda causa que me ha despertado a esta diligencia el reconocer en los mismos efectos cuán falto ha llegado a estar deste modo de agudezas el mundo, que después que este ingenio, o atento a sus enfermedades o distraído de sus cuidados, ha retirado del teatro la p l u ma, no hay ninguno que, o por la dificultad de competirle o por la imposibilidad de imitarle, se atreva a poner la mano en donaires desta calidad n i saínetes deste gusto, conque la mejor comedia tiene hoy el peligro de los desaires que padece entre jornada y jornada, cuando la menos ajustada se alentaba en otro tiempo, satisfecha de que el l i cenciado Benavente, con lo festivo de su ingenio, le hacía gustoso lo lúgubre del discurso; con lo agudo en las sentencias, le paliaba lo desaliñado de las razones; con lo artificioso del contexto, le suplía 2 3 el descamino de lo mal trazado: de modo que el autor que tenía una mala comedia, con ponerle dos entremeses deste ingenio, le daba m u letas para que no cayese, y el que tenía una buena, le ponía alas para que se remontase; conque todas las comedias le debían, la buena el ser mejor, la 2 4 mala el no parecerlo. Por esto he deseado y llegado a c o n seguir que sus obras anden en las manos de todos, pues entre tantos es fuerza que haya muchos floridos ingenios, y el que por ventura no se atreviera a inventar por sí discursos de arte tan hermoso, se alentará a seguir sus huellas, y por dicha hallará en la imitación lo que fuera imposible en el discurso; y 2 5 ya que pierdan los teatros un tan amable ingenio, podrán lograr otros que engendrarán sus escritos.

VJ: «todo». PR, BF: «daba». Enmendamos de acuerdo con la lectura que propone VJ. 22 PR: «al alvido». Enmendamos. 23 VJ: «se suplía». 24 VJ, BF: «... el ser mejor, y la mala...». 23 BF: «... en el discurso, ya que...». 20 21

PRELIMINARES

113

La tercera y principal causa que en este cuidado me ha puesto, es preciarme de muy amigo del licenciado Luis de Benavente, y quererle purgar de una calumnia que algunos, imprudentemente celosos, le han hecho, de menos modesto en sus escritos y más esparcido en sus papeles, llevados por ventura más de su melancolía que de su razón, sin advertir que no todo el gusto es descompostura, n i licencia el donaire. Los antiguos no tuvieron n i más filosofía, n i noticia mayor de las virtudes morales, que la que los poetas les enseñaron, y por eso dijo el otro latino: Aut prodesse volunt, aut delectare Poetae.Y nunca el que escribe aprovecha más que cuando deleita; de donde también dijo: Omne tulit punctum, etc. D e aquí nació que la épica se inventó para enseñar a los hombres la filosofía moral, pintando en un héroe las prendas que debe 2 7 tener u n hombre, perficionando la naturaleza con las virtudes y el valor; la lírica para el culto de Dios y alabanza de los hombres famosos; la cómica para reprehensión de los desórdenes p ú blicos, los cuales, representados, se hacían más aborrecibles. D e aquí nació que a los poetas los mirasen como a descendencia de los dioses, porque así los superiores como los ínfimos se ocupaban en sembrar virtudes y en desarraigar abusos de los ciudadanos. D e aquí es también que u n varón nunca comparable a otro, como fue san Agustín, se ocupó en escribir tan a la larga de la música y de la poética, sus principios, sus progresos y sus fines; cosa que a no tener muchos virtuosos útiles, no la hubiera tomado entre manos tan santísimo doctor. Y no solamente él escribió destos artes tan despacio, sino que la p r i mera enseñanza que daba a sus discípulos 2 8 era encargarles una fábula, como la Tisbe, como el Leandro, etc., para que ejercitasen en ella lo agudo en el inventar, lo garboso 2 9 en el discurrir, lo sentencioso en el ponderar y lo aliñado en el decir, y con esto se hiciesen hábiles para pasar con desahogo y magisterio a estudios mayores; y hoy, al que j u z ga el cuerdo maestro hábil para letras de grave peso, primero le i n dustria muestras 30 , a quien damos nombre de buenas, para rebozarlas 26

26 PR,VJ y BF: «prodasse». Enmendamos. Cita conocidísima del Arte poética de Horacio, como la siguiente. 27 BF: «deba». 28 PR: «dispulos»; BF: «dissipulos». Enmendamos. 29 Y J : «gravoso». 30 PR: «industra nuestas»; BF: «industria nuestras»; VJ: «industria nuestas». Nos parece error, y por tanto, enmendamos, entendiendo que el maestro primero le

114

QUIÑONES DE B E N A V E N T E

JOCOSERIA

él de humanas. Esto supuesto, pase los ojos por este volumen el que, si no con mala intención, a lo menos con engaño, ha calumniado 3 1 los papeles del licenciado Benavente, y verá cómo no pasó jamás a lo i n modesto, no digo la voz, pero ni aun la intención. Verá también que la reprehensión para en los vicios, sin llegar nunca a las personas; y lo que aquí no puede estamparse es lo más, que los tonos, teniendo en sí dulzura y alegría notable, jamás llegan a descompostura ni i n m o destia, y si con atención se lee todo, lo más desasido 32 del metro y de la música. Por estas causas, que son las principales, y otras que cada uno las ve luego, y yo en no referirlas ahorro de prolijidad, me he resuelto a estampar estas obras y ofrecerlas a los ojos de todos, creyendo que no ha de ser menos el gusto con que serán leídas, que la voluntad con que han sido juntadas: con que yo me daré por bien premiado del trabajo que he tenido en recogerlas y el cuidado que su autor ha tomado en ajustarías. Vale.

enseña con ensayos, o muestras de las letras elementales, antes de pasar a mayores estudios. 31 PR y BF: «columniado». Enmendamos. 32 BF: «desaseado».

PRELIMINARES

115

A D O N M A R I O MASTRILLO BELTRÁN33, RESIDENTE D E LA SERENÍSIMA SEÑORA A R C H I D U Q U E S A D E AUSTRIA, C L A U D I A D E MÉDICIS, E N L A C O R T E D E ESPAÑA34 Tres causas son las que más razonablemente deben mover a esta costumbre de dedicar los libros: prevenirles defensa contra la ignorancia o la envidia en amparo suficiente; procurarles autoridad para el mundo, donde la opinión a tantos arrastra, en algún protector ilustre; o manifestar agradecimiento de beneficios no comunes en esta devoción dependiente, hija siempre del respeto de la obligación. Cualquiera dellas justifica en otro acción semejante; mas m i dicha halló juntos en Vuestra Señoría todos tres motivos; con que el conocerlo fuerza p o derosamente a m i elección a no dar otro dueño a estos útiles donaires de Luis de Benavente, que por parecerme no fueron tan penetrados como aplaudidos, cuando en voz los gozó esta corte, los hice estampar, coronándolos con el nombre de Vuestra Señoría. Para calificar de acertada m i elección, me necesita a examinar públicamente cómo se hallan en Vuestra Señoría las razones propuestas, sin que lo extrañe su rara modestia; pues lo que es preciso para crédito de m i acierto no

33 Se trata de un «caballero napolitano», que en 14 de julio de 1644 se había hecho «residente de Claudia de Médicis». Ver Pellicer y Tovar, 1790, vol. 33, pp. 203-4. 34 Esta dedicatoria a don Mario Mastrillo Beltrán es omitida en BF, que después del Prólogo al lector pasa directamente a imprimir la primera pieza de la Jocoseria.V] la sustituye en bloque por el siguiente texto: «A d o n j u á n de Ribera Palacio, Regidor perpetuo de la ciudad deValladolid y Capitán de una de sus compañías de milicia, por el Rey Nuestro Señor. Las obras de Luis de Benavente, que en el Teatro Cómico con celebérrima aclamación logran en nuestro siglo repetidos los aplausos, segunda vez le consagran a la estampa, porque a los entendidos no les falte qué admirar, a los agudos qué plaudir, y a todos qué celebrar. A la protección de Vuestra Merced las encomiendo, que no cumpliera con menos mi obligación, si en esta pequeña oferta (cifra de mi voluntad) no publicara con título de agradecido reconocimientos de obligado. Linaje de satisfación es reconocer la deuda cuando el caudal se embaraza en los límites de corto; y así, en tanto que publica mi deseo con mayor realce su rendimiento, suplico a Vuestra Merced admita este indicio breve de mi cariño que por reconocer su modestia se exime de la presumpción de lisonjero, consagrando al silencio retórico más elocuente sus aplausos y pidiendo al cielo dé a Vuestra Merced larga vida y los aumentos que mere-

ce. Blas López

Calderón».

116

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

puede sonar a alabanza ni tener ecos de adulación, si no es que la ofende la rigurosa verdad que guardará el examen, deseando con nueva templanza que excediera a ella y pasara a descubierta lisonja, pues los visos de la alabanza tanto más se encuentran con la modestia cuanto tienen menos de sospechosos. Buscó, pues, el cuidado la defensa en Vuestra Señoría; y sin pasar por la esperanza, llegó a la satisfación, porque su capacidad, su clarísimo ingenio, la noticia más que mediana de las bellezas poéticas latinas, el conocimiento entero de las italianas no menos estimables, la lección bastante de las españolas, iguales casi (si divertimiento un tiempo de más trabajosos o más útiles estudios, adorno ahora de atenciones casi soberanas), armas son en quien se asegura que sin llegarlas a ensangrentar eruditamente, de tal suerte arredrarán la más venenosa emulación, que aun el silencio sin el aplauso la dé temor como atrevimiento, afianzándolo juntamente el saber Vuestra Señoría que Luis de Benavente en la composición de las loas e intermedios (aquéllas parte cuantitativa de la comedia, si adición éstos, o sostitución de alguna), con tal venustidad pisó la más distante meta de lo jocoso en pocos saltos, que los que quisieron seguirle precipitaron al esforzarse; y haber advertido Vuestra Señoría curiosamente en la novedad de sus bailes, que por un camino de nadie pisado y de pocos entendido, resucitó en España una especie de la poesía, de las cuatro en que Aristóteles la divide, olvidada o jamás aprendida de los españoles, que es la ditirámbica imitación, como en su Poética enseña, hecha en verso, música y trepudio, diferente por esto de la tragedia y de la comedia; que aunque en una y otra se halla música, tripudio y verso, es cada cosa distinta; mas en la ditirámbica está todo junto: añadiendo a esta novedad perfección tan suma, que si no excedió a los antiguos, desespera de su imitación a los venideros, al mezclar lo útil de advertimientos morales con lo dulce de invenciones graciosísimas, sirviendo estas sales tanto para preservar la corrupción de las costumbres que reprehendían, cuanto para sazonar el gusto de quien deleitaban; de donde se hace evidente que buscar otro abrigo en la tormenta de la detracción, fuera errar el rumbo de las conveniencias, cuando tantas y tan adecuadas parece que solo para este intento las derramó el cielo en Vuestra Señoría liberalmente. Solicitó la estimación en Vuestra Señoría la autoridad; y llamando al lucimiento, no solo la escucha, mas la responde la veneración, al ilus-

PRELIMINARES

117

trar con el blasón de su esclarecida familia la entrada de estos escritos; pues es vivaz tronco de virtuosos frutos, tenazmente arraigado en lo más culto del jardín del mundo, en el reino de Nápoles, patria de Vuestra Señoría, famoso en todas edades, mas en ésta nobilísimo, pues, siendo, por fértil, solar de gloriosos capitanes y soldados invencibles, por m i neral abundante de extraordinarios y continuos servicios, brazo derecho de la monarquía católica, aspira a corazón suyo, por espirituoso antes, por fino ahora, por infiel nunca.Y este, pues, agradable sitio, frondoso tronco, arraigada la familia de los Mastrillos, de tal suerte fertilizó su patria a coroneles, a mitras, a togas, a bastones y militares cruces, que fue siempre venerada por estirpe floreciente de las más señaladas en el orden patricio, y estimada siempre por ejemplar lustroso de la primera nobleza en cuantos hijos ha producido, que el atropellarse tantos no deja acordar algunos; y el uno que entre todos se descuella, y aun excede de los hombros arriba los más verdaderos nobles que han hermoseado este siglo, escureciéndolos, los ilustra, pues los hace olvidar, al mirarle, robando los ojos y el corazón con admiración y ternura: al prodigioso, al ardiente, al dichoso mártir Marcelo Mastrillo atiende m i devoción, glorioso pariente de Vuestra Señoría y esplendor bienaventurado de su noble sangre, de su nación napolitana, de su sagrada religión, y lo que es más, de la universal Iglesia de Jesucristo; pues, por su nombre, con innumerables circunstancias maravillosas y con amor encendido, consiguió la corona de un ínclito martirio, haciendo sus admiradas acciones en tres apartadas provincias, divina consonancia con las más celestiales virtudes, pues confirmó en Nápoles la fee de sus naturales piadosos, con milagros tan raros, que hizo entender sus misterios aun a la rudeza de los sentidos, particularmente en aquel tan patente como estupendo del apóstol de la India, gloriosísimo Francisco, al restituirle en un punto la vida para mejor muerte, sin dejar en la herida de que expiraba sombra o señal de lesión, o cicatriz en un punto, pues purificó en España la esperanza de sus moradores devotos con la fama y experiencia de su virtud eminente, al comunicarle de paso para los tormentos a que anhelaba, y San Francisco Javier le había prometido, ocultándole muchos el sombrero y otras alhajas para guardarlas como reliquias, porque esperaban seguramente ver cumplida la promesa del cielo, y en la intercesión del venerable mártir para los favores divinos, poderoso y eficaz patrocinio, pues inflamó en el Japón la caridad de sus cultores cándidos, al enseñarles, muriendo, que ninguno la tiene

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

118

JOCOSERIA

mayor que el que pone la vida por sus amigos, tan ansiosa por los tormentos, tan constante en ellos y con tanta muchedumbre de maravillas, que si fue devota admiración de esta edad dichosa, que mereció conocerle, en todas, sin duda, será pasmo sagrado a los fieles, aun entre los Laurencios y Taumaturgos. A la vista de tan singular nobleza, no degenera Vuestra Señoría, antes habiendo merecido las excelentes virtudes que en su persona resplandecen, la confidencia de una tan soberana y prudente princesa en el honroso cargo que ha fiado a Vuestra Señoría, aseguran, aunque con nuevos ascensos a mayores dignidades, que el lustre de su casa se ha de ver adelantado enV. S., si puede haber más en lo que es tan grande; con que halló el respeto, por la senda de la autoridad, el camino de la reverencia, fiando acertadamente al nombre de Vuestra Señoría el honor y la perpetuidad destos ingeniosos escritos. Consiguió últimamente la atención manifestar agradecimiento de beneficios, pues Luis de Benavente los confiesa grandes de Vuestra Señoría, y yo por él lo publico sin referirlos, porque me persuado fuera ingratitud el hacerlo, pues ocasionaba a sospecharse que el que se dijesen pudo ser fin indecoroso de quien los hizo, o que pareciera más disposición a otros el acordarlos que agradecimiento de los recebidos; pues ánimos tamaños como el de Vuestra Señoría se empeñan a otros mayores, solamente por haber hecho alguno. Callados aún me bastan, con los demás motivos, para crédito de m i elección, pues observa tanto el decoro de la dirección de los libros, e incluye otro nuevo acierto, que es quietar la modestia de Luis de Benavente 3 5 , alterada por haberle estampado estas obras contra el dictamen suyo; que al advertir que con ellas se publica la amistad, el afecto, la reverencia que tiene a Vuestra Señoría, no solo templará su modesto enojo, mas, porque esto se consiga, n i atenderá a que se juzgue satisfación, n i temerá lo riguroso del examen público. Vuestra Señoría no desdeñe su dominio, pues conocerán todos que sin ayuda del encarecimiento, es dificultoso que hallen en otro defensa, autoridad y desempeño de beneficios.

33

PR: «Beneuante».

PRELIMINARES

119

Guarde Dios a Vuestra Señoría muchos años. M a d r i d 22 de otubre de 1645 3 6 . D o n M a n u e l A n t o n i o de Vargas 37

En PR la fecha en letra, regularizamos con el resto de preliminares. Don Manuel Antonio de Vargas participa con Benavente en academias y debía de ser amigo personal, pues a él se le atribuye el recopilar los entremeses del toledano para acallar ciertas críticas de malintencionados.Vargas es un recopilador que tiene acceso a los originales del poeta, quizá facilitados por este mismo. 36

37

LOA

CON EN

QUE EMPEZÓ MADRID

LORENZO

LA SEGUNDA

HURTADO VEZ

Interlocutores: BERNARDO.

PINELO.

LORENZO HURTADO, AUTOR.

LINARES.

CINTOR.

INÉS D E H I T A .

VARGAS.

MARGARITA.

PINERO.

Y Músicos. Sale sin cantar Bernardo a echar la loa.

Escribe Flecniakoska (1975, p. 129) que la loa con Quiñones de Benavente deja de ser una mera alabanza y se transforma en un verdadero entremés de presentación de una compañía, con sus propios decorados, personajes y juegos escénicos, músicas, objetos en escena, apariencias, etc. Cumplen con las funciones de alabar, pedir silencio y benevolencia, también con la de presentar a la compañía pero convierten a la pieza en algo entretenido y con cierta independencia. Esto puede apreciarse en la presente, una obrita maestra que demuestra un perfecto conocimiento de la vida teatral. Según el título con que esta loa figura en la Jocoseria, sirvió para la presentación de Lorenzo Hurtado en Madrid por segunda vez, en 1631, según Bergman. El texto de la loa vuelve a publicarse en Ociosidad entretenida (1668), como Loa famosa con que entró en la corte Bernardo de Prado. Del licenciado Benavente. Lorenzo Hurtado de la Cámara y Mendoza fue primero actor con Valdés, Fernández, Avendaño y Andrés de la Vega y se encargaba de hacer segundos galanes con Figueroa en 1627. Fue precisamente en 1631 cuando empezó con su compañía propia y representó en palacio, según Bergman (1965, p. 493); de ahí la alusión que le dedica Bernardo de autor recién hecho. Para más datos de los actores ver la lista que añadimos en esta edición. Remitimos desde ahora a esta lista final para todos los actores mencionados en los restantes entremeses de la colección. Interlocutores: PR,VJ y BF omiten «Autor».

122

BERNARDO

QUIÑONES D E B E N A V E N T E ,

JOCOSERIA

E n efeto, mis señores,

como digo de m i cuento, salimos de este lugar con salud y sin dineros, y hoy, gracias al que nos trae, nos volvemos con lo mesmo. Guarde Dios a vuesastedes, que la loa no es más de esto. Vase. Comienzan

los Músicos

una copla, y luego suena un

golpe muy grande. Sacan a Bernardo desmayado. en una silla, y sale toda la LORENZO

5

Siéntanle

compañía.

¡Bravo golpe!

Acot. inicial: Bernardo... echar la loa: Bernardo de Medrano, actor que trabajó también con Avendaño en 1630; echar la loa: echar «Se toma también por decir o representar, como echar una relación» (Aut); comp. infra, Benavente, Loa segunda con que volvió Roque de Figueroa a empezar en Madrid, v. 23: «Salir a echarla [la loa]

ha querido»; vv. 73-74: «Hártese de echar la loa / de aquí al siglo venidero». v. 2 como digo de mi cuento: es bordoncillo coloquial, de connotaciones chistosas: «Como digo de mi cuento, en verdad que no miento. Como digo de mi cuento, hermanas de la vida o amigas de mi alma, o señores de la vida. Es ordinario bordoncillo de mujeres contando algo en las veladas. Como digo de mi cuento, hombres lo dicen» (Correas, p. 118): comp. Benavente, Pipote (Colección, II, p. 716): «Como digo, señores, de mi cuento / yo soy deudo cercano»; Calderón, Entremés del Escolar y el Soldado, en Calderón, Teatro cómico breve, p. 643: «Finalmente, / como

digo de mi cuento, / yo, señor alcalde, soy / un pobrecillo». v. 3 VJ «deste». v. 7 vuesastedes: alomorfo de vuestra merced, fórmula de cortesía usual en la época. Estos alomorfos tienen siempre connotaciones jocosas o agermanadas. Comp. Quiñones de Benavente, La capeadora, v. 67: «Quiérame vuesasted como la quiero»; v. 72: «¿No me ha oído vuested?»; v. 91: «Son muy de vuesastedes los antojos»; w. 112-13: «No se cansen vuesastedes / en pedir, señoras damas»; id., Loa con que empezó Tomás Fernández en la corte, w. 258-60: «Si no tienen vuesastedes / quien se la cante a lo bravo, / no lloren, que aquí estoy yo»; Quevedo, PO, núm. 753, w. 5-6, 13-14: «Vusted está bien fardada / con su moño jacerino [...] / Vusted se sienta en estrado / como togado ministro»; ver Plá Cárceles, 1923, y Torres, 1989. No lo anotaremos más. v. 8 no es más de esto: chiste; asegura haber terminado ya la loa, sorprendiendo a los espectadores, que naturalmente, esperan algo más. La música y el ruido del golpe aportan la llamada de atención. VJ: «desto».

LOA

CON QUE EMPEZÓ

CINTOR LORENZO

PINELO LINARES

¿Adonde es? E n el celebro.

10

E n la cara. E n la espaldilla. E n la garganta.

CINTOR MARGARITA

123

¡Gran herida!

VARGAS PINERO

LORENZO..

E n el pecho. ¡Ay, marido de m i vida! D é j e n m e llegar a verlo.

LORENZO

Apártense, no le ahoguen.

CINTOR

Traigan quien le cure luego.

LINARES

Parece que se rebulle.

LORENZO

¡Ah, Bernardo!, ¡ah, compañero!

BERNARDO

¿Quién es?

LORENZO

15

Lorenzo, su autor.

v. 9 Cintor. Gabriel Cintor, actor con Fernández desde 1622 que también se convirtió en autor en 1640. v. 10 Vargas: quizá Juan de Vargas, que trabajó con diversos autores desde 1619; celebro: forma disimilada usual en la lengua de la época; es la que trae Covarrubias: «Comúnmente llamamos celebro el cogote; y así decimos cayó de celebro cuando la caída es de espaldas. Pero en rigor [...] vale el meollo de la cabeza» (Cov.). Quiñones de Benavente, La paga del mundo, acot. tras v. 20: «desde el celebro hasta las piernas lleno de espejos»; id., El Martinillo, 1, v. 21: «tan airosas de celebro»; Cervantes, Quijote, I, 1: «del poco dormir y del mucho leer se le secó el celebro». v. 11 Pinelo: Francisco Pinelo, estuvo con Morales en 1633 y tuvo compañía en 1636; espaldilla: «La parte de la espalda donde está el hueso junto al cual empieza el juego del brazo» (Aut); comp.: Castillo Solórzano, Fiestas del jardín: «Advirtiendo que la lanza / vaya siempre su cuchilla, / apuntada a la espaldilla» (cit. en Aut); Quevedo, PO, núm. 843, w. 20-21: «¿Quién tiene por lamparones / pecho, lado y espaldilla?». v. 12 Linares: Pedro de Linares, otro actor que llegó a dirigir compañía en 1638. v. 16 luego: en el sentido clásico de 'inmediatamente'; no lo volvemos a anotar. v. 19 autor, en el sentido teatral del Siglo de Oro, director de una compañía y empresario, figura básica en la organización del espectáculo teatral de la época.

124

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE J O

COSERIA

BERNARDO

Pues él me ha muerto, Lorenzo.

LORENZO

¡Yo! ¿Qué dice?

BERNARDO

20

L o que oye.

LORENZO

¡ N o me faltaba más de esto! ¿Cáesele la casa encima, y dice que yo le he muerto?

BERNARDO

Pues si me trae a la Corte sin comedias n i embelecos de chilindrinas bailadas, ¿no es el autor recién hecho

25-

v. 20 él me ha muerto: utiliza el tratamiento de él para un interlocutor, en vez del «vuestra merced» o «tú»; este tratamiento de él para la segunda persona interlocutora era despectivo, chistoso o muy familiar y propio de criados y gente plebeya. Comp. Quiñones de Benavente, Los coches, v. 68, en Entremeses, ed. Andrés, 1991, p. 72: «—Oigame, pelinegra. — Y ella ¿es rubia?»; Tirso, El caballero de Gracia, ODC, III, p. 271: «Ya, hermano, es cansada cosa / que entre fregona y lacayo / siempre empiecen su papel / con esto: " ¿ Y él no habla nada?" / " ¿ Y ella es soltera o casada?" / Porque esto de y ella y él / era sagrado y chorrillo / de toda plebeya masa»; Estebanillo, I, p. 104: «El me respondió: —Pues ¡cuerpo de tal con él!, ya que no tuvo ánimo». Se reitera otras veces en la Jocoseria. Ver Wilson, 1940. v. 22 VJ: «desto». v. 23 caésele la casa encima: «Caerse la casa o caerse la casa a cuestas. Suceder alguna adversidad en que no se pudo remediar el daño. Y también significa oír alguna cosa sensible, que porque aflige al sujeto y le comprime, parece se le cae encima toda la casa» (Aut); es, pues, frase hecha, que se aplica literalmente, porque a Bernardo se le ha caído encima algo bien material, a juzgar por el ruido del golpe que se ha oído; después juega con el sentido figurado habitual de la frase hecha. Comp. Quiñones de Benavente, Pistraco (Colección, II, p. 693): «—¡Mentís! / —¡Jesús, que se cae la casa!»; id., Baile del poeta de bailes y el letrado, 2 (Colección,

II,

p. 834): «La casa parece más / que se me ha caído encima». v. 26 embeleco: «Embuste, fingimiento engañoso, mentira disfrazada con razones aparentes» (Aut); «embelecos de chilindrinas bailadas» es una perífrasis para designar los bailes que acompañan a las comedias. Comp. Quiñones de Benavente, infra, Entremés famoso de Turrada, w. 192-93: «¿Hembra y con barbas? ¡A fe / que

es sazonado embeleco!»; id. La capeadora, 1, w. 33-34: «¿Todo ha de ser pedir con embeleco? / ¿ N o habrá amor por amor?». v. 27 chilindrinas bailadas: 'bailes'; chilindrina es «Cosa de poca entidad [...] vale también burla, chanza, gracejo o saínete» (Aut); comp. Estebanillo, I, p. 273: «El padre, algo enojado de oírme decir chilindrinas en tiempo de tantas veras...». v. 28 recién hecho: ver supra; en esta ocasión Lorenzo Hurtado acababa de tomar sobre sí la tarea del autor de comedias: de ahí lo de «recién hecho»; es, por

LOA

CON QUE EMPEZÓ

LORENZO.

125

quien me echa la casa encima y me da de medio a medio? LORENZO BERNARDO

30

¡Si me trajeron por fuerza! Proballa, que si hay dineros no le faltarán testigos. ¡Ay!

LORENZO

¿Qué

e s



° i

u

e

siente?

BERNARDO

Siento que no viene autor al uso.

LORENZO

¿Autor al uso? N o entiendo.

BERNARDO

Pues yo me declararé.

35

Usase ya en nuestros tiempos, ser los autores muy gordos, exempli gracia, Vallejo,

40

Avendaño, R o q u e , Prado

otra parte, captatio benevolentiae para excusarse por la falta de aparatos, comedias y bailes abundantes, etc. v. 31 Si me trajeron por fuerza: afirma que lo reclamaron y lo trajeron a la corte por fuerza. Ya se ha señalado arriba que ese mismo año de 1631 representó en Palacio. Era habitual que el Rey mandara venir a las compañías a representar en su presencia, incluso dejando a medio ensayar la comedia y entremeses que tenían preparados para los corrales. w. 32-33 proballa, dineros, testigos: lenguaje jurídico con alusión maliciosa a la frecuencia de los testigos falsos y sobornados. Hurtado debe probar su afirmación, pero si tiene dineros para dar a los testigos, fácilmente encontrará testigos que juren en falso. VJ: «Provarla». v. 35 al uso: 'a la moda'; sintagma muy repetido en el Siglo de Oro. Baste remitir a la comedia de Solís El amor al uso. Comp. Cervantes, Quijote, II, 50: «Que me compre un verdugado redondo, hecho y derecho y sea al uso»; Quiñones de Benavente, Lo que pasa en una venta, w. 194-95, en Madroñal, 1996, p. 120: «—Yo no quiero andar al uso. / —Yo le ando y no le tengo». v. 40 exempli grada:''por ejemplo'. Latinismo jocoso en el contexto y en el entremés. Vallejo: Manuel Vallejo, del que más adelante dirá que es dichoso, tuvo compañía propia desde 1621 y murió en 1644. Quiñones de Benavente escribió para él diversas obras como La capeadora.Tiene razón Benavente al decir que es dichoso pues en carta de Lope de 1633 escribe de su compañía: «El cuidado del hombre en los teatros es nunca visto, tanto que dos comedias mías de hará treinta años las ha hecho durar a quince días» (citado por Bergman, 1965, p. 554). v. 41 Avendaño, Roque, Prado: ver apéndice de actores.

126

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

y Acacio, de cuyos cuerpos pueden hacer cinco abadas; de quien dicen que en muriendo han de dar a los gusanos

45

mostaza para comellos. LORENZO

N O es general esa regla, que a Andrés de la Vega vemos que está flaco y es autor, luego bien podré yo serlo.

BERNARDO

50

Ese es autor jubilado, como el vejete de Meneos.

LORENZO BERNARDO

Arias lo fue y es bien flaco. Por eso dejó de serlo; porque era autor navarrisco

55

que no pasó en nuestro reino. CINTOR

Pues ¿qué nos podrá decir de B a r t o l o m é R o m e r o ?

v. 43 abada: 'hembra del rinoceronte'; Quiñones de Benavente, El guardainfante, 1, w. 140-41: «¡Vive Dios que es lagartija, / la que nos pareció abada!»; Góngora, soneto «Grandes más que elefantes y que abadas»; Cojuelo, pp. 88-89: «¿quién es aquella abada con camisa de mujer, que no solamente la cama le viene estrecha, sino la casa y Madrid?». VJ: «Abades». v. 46 mostaza: porque tienen tanta carne que necesitan un excitante como la mostaza para ser capaz de comérselos. v. 48 Andrés de la Vega: marido de la famosa María de Córdoba, «Amarilis», que fue autor desde 1624 y murió en 1647. v. 52 vejete de Meneos: probablemente Diego de Meneos, actor que hacía papeles de vejete hacia 1637, según Rennert. v. 53 Arias: Damián Arias de Peñafiel, actor desde 1619, con compañía desde 1625. Murió antes de 1644. v. 55 navarrisco: decíase de la moneda de Navarra, que no pasaba (no era de curso legal) en otros reinos; Arias no ha venido a la corte a representar. La expresión se reitera en el Siglo de Oro. Comp. Quiñones de Benavente, El talegoniño, w. 36-37 «Quédate en el ayuno, que es tu casa, / gaznate navarrisco, que no pasa»; Cojuelo, p. 206: «[Manzanares] solamente tiene regada la arena, y pasa el verano de noche, como río navarrisco». v. 56 pasó: pasar «hablando de la moneda vale ser admitida sin reparo u por el valor que la está señalado» (Aut).Ver los testimonios aducidos en la nota anterior. v. 58 Bartolomé Romero: autor desde 1628, murió hacia 1653. Representó varias obras de Benavente.

LOA

BERNARDO

CON QUE EMPEZÓ

LORENZO...

Ese es autor por su gusto, como otros por su provecho.

PlNELO

¿Y de Sánchez y Morales?

BERNARDO

Esos son del tercio viejo, de los de «fueron, solían...», autores de «yo me acuerdo». ¡Ay, que me muero, señores! Yo echo de ver que me muero, porque veo ya visiones.

VARGAS

Pues ¿qué ve?

BERNARDO

A los mosqueteros, que en el pico de la lengua tienen ya los silbos puestos.

127

60

65

70

v. 61 Sánchez, Morales: Fernán Sánchez de Vargas, autor con compañía ya en 1609, que estaba en declive ya en estas fechas. Moriría en la cárcel en 1644. Morales es Juan de Morales Medrano, marido de la famosa Jusepa Vaca, autor desde 1601, que murió en 1647. v. 62 tercio viejo: tercios eran los regimientos de infantería. Soldado viejo era el veterano, de los que se componía la «Guardia vieja» instituida por Carlos V, como recuerda Romera Navarro en una nota al Criticón, III, p. 68: «Los más eran del tercio viejo»; comp. Criticón, III, p. 405: «Desta suerte se retiraron todos los del tercio viejo». v. 67 visiones: 'fantasmas, aparecidos'; comp. Quiñones de Benavente, infra La Muerte, v. 34: «¿Quién eres, triste visión?»; id., Loa con que empezó Roque de Eigueroa, vv. 2, 11: «—¿Quién eres, sombra o fantasma? [...] / —Soy visión, digo, Bezón». v. 68 mosqueteros: los espectadores de patio, o mosqueteros eran temidos por los representantes, por su disposición al bullicio y silbo cuando no les gustaba la comedia. Ver A. de la Granja, 1997, donde recoge textos como el de Ruiz de Alarcón: «Representante afamado / has visto, por solo errar / una sílaba, quedar / a silbos mosqueteado»; comp. Quiñones de Benavente, La capeadora, 2, vv. 68¬ 70: «¿Pues soy yo comedia / que con la mosquetería / tengo de ponerme en temas?». v. 70 silbos: comp. Loa que representó Antonio de Prado, w. 91-92: «si matan / a

silbos cualquier comedia»; añádase el testimonio de Suárez de Figueroa, entre infinitos textos, referido a la comedia y comediantes en El pasajero, pp. 217-18: «Dios os libre de la furia mosqueteril. Entre quien no agrada lo que se representa, no hay cosa segura, sea divina o profana. Pues la plebe de negro no es menos peligrosa, desde sus bancos o gradas, ni menos bastecida de instrumentos para el estorbo de la comedia y su regodeo. ¡Ay de aquella cuyo aplauso nace de carracas, cencerros, ginebras, silbatos, campanillas, capadores, tablillas de San Lázaro, y sobre

128

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

Escúchenme, que en la uña quiero hacer m i testamento. Mando que m i cuerpo infausto entierren junto aVallejo, porque me pegue la dicha, aunque sea después de muerto. Mando a Juan Rana los simples y los alcaldes perpetuos;

75

todo de voces y silbos incesantes... Todos estos géneros de música infernal resonaron no ha mucho en cierta farsa, llegando la desvergüenza a pedir que saliese a bailar el poeta, a quien llamaban por su nombre». vv. 71-72 en la uña / quiero hacer mi testamento: juega con una expresión he-

cha: «El testamento en la uña; esto se dice de los que en vida gastan sus haciendas, sin considerar sería bien reservar algo para la muerte con que descargar obligaciones, si tuviere algunas, y dejar para que hagan bien por su ánima» (Cov.); comp. León Marchante, Jácara entremesada de Gargolla, en Huerta Calvo, Teatro breve, p. 338: «Si cabe, / por ser mi hacienda tan corta, / mi testamento en la uña»; Quevedo, PO, núm. 862, w. 73-74: «Cuando haga testamento, / uña en que hacerlo me sobra». Lo que sigue es una parodia de la fórmula testamentaria, usual en el género de disparates como estudia muy bien Periñán, 1979, pp. 62, 145-159, donde recuerda ejemplos como el Testamento de Maladros o el Testamento de Celestina. Ver también, para la fórmula paródica del testamento en Quevedo, Arellano, 1984, pp. 219-20. v. 77 mando: 'dejo en herencia', de mandar'legar

en testamento'; Juan Rana: la

máscara cómica del actor Cosme Pérez ya estaba ligada a la representación de bobos y alcaldes, que tan famoso le haría. Juan Rana es el nombre por el que se le conocía. Cosme Pérez, nació afinalesdel siglo xvi y murió en 1672, como señala Cotarelo, 1911, pp. 157-63. Según Asensio, 1965, pp. 166-70, en él se produce la más completa identificación entre actor y personaje, al estilo de la commedia deIVarte, con cuyo Arlequín le identifica. Llegaría a ser muy del gusto de Felipe IV, ante quien representó en numerosas ocasiones, y alcanzó también, ya muy viejo, el reinado de Carlos II, y en atención a sus méritos obtuvo una pensión real en 1651. Ver para más datos Bergman, 1965, p. 520 y Serralta, 1990, que añaden detalles importantes sobre Rana, como por ejemplo los relativos a su homosexualidad, motivo por el que fue encarcelado en 1636, si bien duró poco su prisión. Este tema sirvió para provocar equívocos en diversos entremeses en que aparecía el personaje, como el de Pipote, también de Quiñones, en el que se produce una situación semejante a la que aparece en Los muertos vivos. Parece que la máscara no la siguieron utilizando otros actores tras la muerte de Cosme Pérez, aunque surgieron imitaciones como la de Juan Ranilla. Indudablemente el actor se especializó en representar papeles de alcalde villano y de bobo, a lo que se alude aquí.

LOA

CON QUE EMPEZÓ

LORENZO..

129

a Treviño, m i memoria; ítem

a B e z ó n los gestos,

80

y al buen Salinas m i voz, por cuanto de su mal pecho se quejan todos los bailes, y él echa la culpa al tiempo. Y por la última manda

85

suplico a mis compañeros que a todos pidan perdón, y que esta se cumpla luego. Item más, que me olvidaba: mando a m i amigo Pinelo

90

una tabaquera que hace un celemín, poco menos. LORENZO

Por ser la manda tan justa, al punto la cumpliremos. Corte insigne, rico archivo

95

de peregrinos sujetos, origen de la nobleza

v. 79 Treviño: Francisco de Treviño actuaba ya en 1612 con Claramonte y después con diversos autores como Avendaño, Morales, etc. Le deja en herencia la memoria, habilidad importante para un actor que ha de aprenderse bien los papeles. v. 80 Bezón: Juan Bezón, medio hermano del dramaturgo Rojas Zorrilla, que actuó con diferentes autores desde 1622. Murió en 1660. Aparece otras veces en estos entremeses. VJ y BF: «Iten». v. 81 Salinas: Pedro García de Salinas, actor con Riquelme en 1618, que después pasaría a la compañía deVallejo. Los bailes en que debía cantar Salinas se quejan, al parecer, de sus problemas del pecho, que achaca al mal tiempo. v. 85 manda: 'legado'. v. 89 VJ y BF: «Iten». v. 92 celemín: medida para granos, de unos cuatro litros y medio; había recipientes de madera para medir esta capacidad; una tabaquera como un celemín es enorme, de un tamaño grotesco. Comp. Pícara Justina, I, p. 221: «desenvainó un medio celemín, de que había sobre en casa, con el cual le dio en la nuca»; Quevedo, Sueños, p. 139: «bonete de tres altos, hecho a modo de medio celemín». v. 96 peregrino: en el sentido de 'raro, extraordinario, excelente'. Sujeto: «Cualquier persona indeterminada... Se toma también por la persona de especial calidad o prendas» (Aut). Comp. Quiñones de Benavente, Las civilidades, w. 112¬ 13: «porque aquellos sujetos / pondré pies en pared que eran discretos».

130

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

y de la piedad el centro: para acertar a serviros perdón os pide el enfermo. Dadnos vida perdonando; resucitad estos muertos que a vuestras puertas llegamos... ClNTOR

LORENZO

Humildes, que no soberbios; pobres, pero confiados en nuestros grandes deseos. B i e n echo de ver que ha sido temerario atrevimiento querer entrar a serviros tras de Avendaño y Vallejo, Juan Martínez y Juan Vázquez...

BERNARDO

E l Bollo, que llama el pueblo.

LORENZO

Mas por lo humilde os suplico...

BERNARDO

(Aprieta, amigo Lorenzo.)

LORENZO

Que amparéis m i compañía...

BERNARDO

Que nos va la vida en ello.

LORENZO

Que lo que ella no agradare lo suplirán los ingenios que a propósito han escrito, de quien sin falta os ofrezco seis comedias nunca vistas,

100

105

110

115

120

v. 101 VJ: «dandos». v. 111 Juan Martínez Juan Vázquez:Juan Martínez actor desde 1619, se convirtió en autor en 1623 y murió en 1634; Juan Vázquez actuaba ya en 1615 y tuvo compañía propia desde 1628. Tenía el sobrenombre de el Bollo o el Pollo, de ahí la alusión en el verso siguiente. VJ: «Mertinez». v. 118 ingenios: 'escritores, poetas', que han escrito las comedias que ellos van a representar. VJ: «suplieran». v. 121 seis comedias nunca vistas: tanto en este caso como en el siguiente de los saínetes el término nunca vistas o nuevos apunta a la importancia que tenía no repetir comedias o entremeses, porque el público exigía constante renovación en el cartel. Normalmente el bagaje con que se presentaban en la corte se acercaba mucho al expuesto aquí por Hurtado; en la Loa de Figueroa el autor dice: «seis co-

LOA

CON QUE EMPEZÓ

LORENZO...

131

con siete saínetes nuevos de los bailes que se usan, del autor que suele hacerlos. BERNARDO

D e l lenguaje que él no sabe,

125

ni nosotros entendemos. LORENZO

¡Piedad, ingeniosos bancos!

CINTOR

¡Perdón, nobles aposentos!

LINARES

¡Favor, belicosas gradas!

BERNARDO

¡Quietud, desvanes tremendos!

PINERO

¡Atención, mis barandillas!

PlNELO

130

Carísimos mosqueteros, granuja del auditorio,

medias estudiadas / traigo, y tres por estudiar», más bailes y entremeses (Colección, II, p. 533), y en la Loa segunda de Figueroa: «diez comedias de hogaño y siete entremeses nuevos, / sin catorce bailes» (Colección, II, p. 546). v. 122 saínetes nuevos: aquí se utiliza la palabra saínete como sinónimo de entremés. v. 124 autor que sabe hacerlos: alude Quiñones de Benavente a sí mismo, como normal encargado de este tipo de piezas dramáticas. VJ y BF: «de el». v. 125 lenguaje que él no sabe: alusión a la jerga cómica que a menudo inventa Quiñones de Benavente en los entremeses, el lenguaje lúdico o jitanjáfora, como por ejemplo, más abajo en esta misma pieza, curtí, pirilí, gariñí, tiritando, zurululá... y así en otras ocasiones. w. 127 y ss. Comienza la tópica alabanza al auditorio, distinguiendo cada uno de los grupos que lo formaban: los bancos eran localidades baratas situadas en el patio; en los aposentos se albergaba a espectadores nobles, y también a regidores del Ayuntamiento; los había de balcón o de ventana (Ruano-Allen, 1994, p. 173); las gradas eran localidades para hombres situadas en el anfiteatro; los desvanes estaban reservados a clérigos y personas de cultura, cuya opinión importaba mucho al dramaturgo; por su parte las barandillas eran una especie de bancos delanteros para personajes distinguidos también. En la Loa de Figueroa prácticamente se repiten en el mismo orden: «Sabios y críticos bancos, / gradas bien intencionadas, / piadosas barandillas, / doctos desvanes del alma, / aposentos que callando / sabéis suplir nuestras faltas, / infantería española» (Colección, II, p. 533). v. 132 BF: «Clarísimos». v. 133 granuja: «La uva desgranada y dividida de los racimos [...] Se llama también el granillo interior de la uva y otras frutas, que es como su simiente» (Aut). Comp. Quevedo, PO, núm. 745, w. 33-35: «aquel que, glotón del orbe, / engulle por su garganta / imperios como granuja».

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

132

JOCOSERIA

defensa, ayuda, silencio, y brindis a todo el mundo,

135

Toma tabaco. que ya os doy de lo que heredo. LORENZO

Damas, en quien dignamente cifró su hermosura el cielo...

MARGARITA

Eso nos toca a nosotras.

INÉS

Aquese es oficio nuestro.

MARGARITA

Hermosuras cortesanas,

140

en cuyos raros sujetos la belleza y discreción compiten con el aseo... INÉS

Así el abril de los años

145

sea en vosotras eterno, sin que el tiempo que tenéis no se sepa en ningún tiempo...

v. 135 brindis: incitación a beber; aquí brinda con el tabaco (ver acot. siguiente); comp. Quiñones de Benavente, La Puente Segoviana, 1, w. 51-52: «—Yo soy Duero el bebedor. / —Mas de agua los brindis hace»; id., Los muertos vivos, w. 172-73: «—Brindis, señores defuntos. / —Aquí la razón haremos». v. 138 cifró: cifrar «metafóricamente vale lo mismo que compendiar, epilogar, abreviar... contener, incluir» (Aut). v. 139 Margarita: mujer de Bernardo de Medrano, de la cual se desconoce el apellido. v. 140 Inés: mujer de Francisco Pinelo. v. 142 raros sujetos: 'excelentes personas'. Comp. v. 96. v. 143 belleza, discreción: era tópica la antítesis entre belleza y discreción, de modo que decir de alguien que reúne las dos cosas es una ponderación muy especial. Correas recoge el refrán (p. 324): «La mujer hermosa o loca o presuntuosa». Comp. Lope, De cosario a cosario, p. 486: «pudiérades se crea, / según sois bella y perfeta / ser necia, y sois tan discreta / que pudiérades ser fea»; Calderón, No hay burlas con el amor, w. 381-84: «y con ser tal su hermosura / en ella ha sido lo menos, / porque pudiera ser fea / en fe de su entendimiento»; Calderón tiene una comedia titulada ¿Cuál es mayor perfección, hermosura o discreción?, etc. Se parodia en

Quiñones de Benavente, La capeadora, 1, w. 180-81: «que yo por lindo y discreto / pretendo siempre a las damas». v. 144 aseo: 'adorno, compostura'. v. 145 abril de los años: metafóricamente alude a la juventud florida.

LOA

MARGARITA

CON QUE EMPEZÓ

LORENZO..

Que piadosas y corteses

pongáis perpetuo silencio... INÉS

133

150

A las llaves y a los pitos,

silva de varios sucesos. MARGARITA

Venid con buena intención...

INÉS

Escuchad con sanos pechos...

MARGARITA

Y volveos a casa en paz.

INÉS

Y O OS lo pido.

MARGARITA

155

Y O OS lo ruego. Canta

Margarita.

Yo os lo suplico cantando. BERNARDO

E n oyendo u n instrumento,

¿qué muerto no resucita?, ¿qué enfermo no queda bueno? MARGARITA

¡Milagro, que está ya sano!

BERNARDO

E S gran ensalmo el contento.

MÚSICOS

¡Ilustre Corte, clemencia!

LORENZO

Pagad tan nobles deseos,

que hasta los músicos quieren merecer favores vuestros. Vanse. Cantan

Músicos

los

160

165

Músicos.

Compitiendo con deseos, ya que las fuerzas no ayudan,

v. 151 llaves, pitos: ver n. v. 70. El canuto de las llaves servía de silbato, como le pasa a Lazarillo de Tormes en el episodio del clérigo de Maqueda al que se come los panes del arca. Comp. Quiñones de Benavente, Loa con que empezó en la corte Roque de Figueroa, w. 190-92: «damas que en aquesa jaula / nos dais con pitos y llaves / por la tarde alboreada». v. 152 silva de varios sucesos: juego dilógico con la alusión a los silbos de protesta de mosqueteros y mujeres y a los libros misceláneos o «silvas de varia lección», como tituló precisamente Pero Mexía su colectánea, Silva de varia lección. v. 162 VJ omite el artículo «el». v. 167 compitiendo con deseos: aquí empieza la parodia de un conocido romance de don Antonio Hurtado de Mendoza, «Compitiendo con las selvas / donde

134

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

el ánimo de Lorenzo forma quimeras de pluma.

170

D e u n arrendador forzado, por serviros os saluda; mas viendo la muerte al ojo, queda cierto de su culpa; que es el autor más humilde

175

(aun vuestedes no lo dudan), y si la humildad agrada, con ella vencer procura. MARGARITA

E l perdón me concede, callando, M a d r i d generoso, que oyéndome está

180

Curtí, pirilí, gariñí, tiritando, zurululá, que la vida me da.

las flores madrugan, / los pájaros en el viento / forman abriles de plumas» (Obras, I, p. 196). Según apunta Gallardo, Ensayo, II, c. 1803, se atribuyó también al padre Valentín de Céspedes. v. 170 quimeras: «abriles de pluma» dice el romance de Hurtado de Mendoza para referirse a los pájaros; aquí puede tener otro sentido relacionado con las obras de teatro que trae el autor, escritas con la pluma de los ingenios. Quimeras es palabra muy usada para referirse a las tramas dramáticas del Siglo de Oro (sobre todo a las de intriga o capa y espada). Quimera «se toma [...] por la representación o imaginación de alguna o muchas cosas juntas, que en realidad son imposibles y se le proponen al entendimiento como posibles o como verdaderas» (Auf). Comp. Quiñones de Benavente, La capeadora, 1, v. 50: «Dejémonos de burlas y quimeras»; Tirso, Marta la piadosa, w. 308-12: «Si mi padre preso tiene / a don Felipe, y es llana / su venganza, ¿cómo se hace / de nuevas? M i confusión / de tantas quimeras nace». v. 171 arrendador, otra figura importante en el sistema teatral del Siglo de Oro; contrataba al autor de comedias. Shergold-Varey, según recogen Ruano-Alien (1994, pp. 180-81), dan noticias sobre la evolución de este personaje. Curiosamente es entre 1615-1632 cuando desempeñan este papel en Madrid; después de esta última fecha es el Ayuntamiento el que asume la responsabilidad, por la mala gestión de los últimos arrendadores. v. 173 muerte al ojo: expresión proverbial; Rodríguez Marín (1926, p. 506) cita el refrancillo «Ver la muerte al ojo es un mal tramojo». w. 181-82 Curtí, pirilí, gariñí, tiritando...: muestra de lo que se ha dado en llamar lenguaje lúdico, usado por Quiñones de Benavente muy a menudo, lo que le valió la reprimenda de algunos contemporáneos. Quevedo, por ejemplo, censuró al «poeta de los picaros», como llamaba al entremesista, el empleo de estas palabras que no significaban nada, pero que entretenían a fregonas y lacayos. Así en

LOA

CON QUE EMPEZÓ

LORENZO..

135

Repiten. BERNARDO

N O me deis cordelejo silbando a quien de pensallo temblándoos está. Curtí, pirilí, gariñí, tiritando,

185

zurululá, que la vida me da. Repiten. LAS D O S

Si os agrada cantando y bailando, sainetes y bailes Lorenzo os dará. Curtí, pirilí, gariñí, tiritando, zurululá, que la vida me da.

190

Repiten.

FIN

La Perinola escribe: «Allí se ve junto a Séneca con Barbadillo, [...] Benavente diciendo a Quintiliano que se haga allá a puras matracas, que no cabe y no le deja a puros burungóngorros, móngorros, chóngorros, lugar para media declamación» (Prosa festiva, pp. 474-75). Comp. del mismo Quevedo El entremetido, la dueña y el soplón: «¿Tú no eres el poeta de los picaros que has llenado el mundo de disparates y locuras? ¿Quién inventó el tengue tengue y don golondrón, y pisaré yo el polvillo, zarabanda dura, y vámonos a chacona, y qué es aquello que relumbra, madre mía, la gatatumba y naqueracuza. ¿Qué es naqueracuza, infame? ¿Qué quiere decir gandi y hurruá, que en la venta está, y ay, ay, ay? [...]. No hay recado que no chilles [...] y con pregones restañen tus letrillas y hues y ayes y arrorros, cuzas y pipiritandos» (Obras, ed. Fernández Guerra, p. 371). Ver otros ejemplos en Los planetas, w. 103-4: «Mariña calambu falala, / bebe zurumbático zas pitití»; v. 120: «Chumba cachumba tustús ciroseja»; v. 122: «Gravi parotide eras chiribite», etc. v. 183 cordelejo: «lo mismo que chasco, zumba o cantaleta. Lo más común es usar esta voz con el verbo dar diciendo dar cordelejo» (Aut); comp. con Quijote, I, 20: «Nos hemos de tratar con más respeto, sin darnos cordelejo»; Los alcaldes (anónimo), Ramillete, p. 124: «cese el enojo / y el darse cordelejo el uno al otro»; Vélez de Guevara, La burla más sazonada: «—¿Qué, cordelejo nos dan? / —No, que ellos se lo tomaron / en un palmo de portal / por sus pies, no por sus manos» (Teatro breve, ed. Huerta Calvo, p. 205). v. 187VJ omite la conjunción copulativa «y» del verso.

ENTREMÉS LA

PAGA

CANTADO

DEL

MUNDO

REPRESENTÓLE ANTONIO DE PRADO

Interlocutores: M U J E R 6a.

Músicos. MUJER I .

GRACIOSO.

M U J E R 2a.

U N VEJETE.

M U J E R 3a.

UN

M U J E R 4a.

HOMBRE IO.

M U J E R 5a.

H O M B R E 2o.

A

Salen los músicos MÚSICA

CAPIGORRÓN.

cantando.

Vengan los sirvientes del mundo, vengan; que quiere, que gusta de pagar sus deudas.

MUJER IA

O í d , oíd, oíd, sabandijas de M a d r i d .

M U J E R 2a

N o t a d , notad, notad, figurillas

5

del lugar.

La paga del mundo, Bergman, 1965, p. 330, da como posible fecha de escritura los años 1634-39. Interlocutores: BF: «Gratioso». v. 4 sabandijas: «Por translación significa la persona pequeña o despreciable por su forma, acciones o estado» (Auf); es término jocoso repetido en Benavente; comp. La muerte, w. 22-23: «Son tantas las sabandijas / que mi Babilonia pueblan»; id., El talego, 2, w. 145-46: «¡ojo alerta!, que estas sabandijas / quieren ser llevadas por mal». v. 6 figurillas: el término figura, clave en la caricatura aurisecular designa una apariencia ridicula física o moraímente. Ver Asensio, 1965, pp. 77-86; Romanos,

138

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

JOCOSERIA

LAS 2

Que el mundo a los suyos paga.

MUJER Ia

Pase la palabra.

M U J E R 2a

Pase la palabra.

MÚSICA

Pase, pase la palabra.

TODOS

Que el mundo a los suyos paga.

10

Repiten. Pase, pase la palabra. MUJER Ia

Quijotes aventureros, que del mundo sois la mancha, y sólo vivís en él

15

contentando a Sancho Panza... M U J E R 2a

Escuche el lenguaje dulce el que por el mundo vaga, por no decir vagamundo; que es verdad, y será amarga.

20

1982. Recuérdese el catálogo de figuras naturales y artificiales que hace Quevedo en Vida de corte o la concepción ridicula del figurón de las comedias. Comp. Quevedo, Sueños, pp. 94-95: «diome risa ver la diversidad de figuras»; Quiñones de Benavente, La maya, vv. 82-83: «Para la maya dé el señor figura, / y téngalo a ventura»; ibid., w. 154-55: «Pues, figurilla encima de escritorio, / ¿qué es lo que has intentado?», y en este mismo entremés de La paga del mundo otras ocurrencias con diversas formas de la palabra. VJ y BF: «de el». v. 8 pase la palabra: «Frase militar que se usa cuando se quiere que con brevedad llegue una noticia u orden desde la vanguardia a la retaguardia o al contrario, pasando de una fila a otra, u de un cuerpo a otro, como cuando se quiere hacer alto: se dice, alto y pase la palabra» (Aut). v. 11 En PR,VJ, BF: «paga, etc.»; desarrollamos la repetición. vv. 13 y ss. Quijotes aventureros...: no hace falta subrayar las alusiones a don Quijote y el juego con Mancha, tópico. v. 20 verdad, y será amarga: motivo proverbial: «La verdad amarga y la mentira es dulce», «La verdad, aunque amarga, se traga, y aunque amargue se trague», «La verdad, aunque amargue, se diga y se trague» (Correas, p. 503); Quevedo, PO, núm. 589, w. 5-6: «Pues la verdad amarga, tal bocado / m i boca escupa con enojo y ira»; id., núm. 649, w. 2-3: «Pues amarga la verdad, / quiero echarla de la boca»; Quiñones de Benavente, La verdad, w. 14 y ss.: «—Soy la verdad en paños menores. / —¿Tan desnuda? Pongo duda. / —Siempre es la verdad desnuda. / —No es muy dulce con tal carga. / —Siempre la verdad amarga».

LA PAGA

L A S 2 MUJERES

DEL

MUNDO

139

Que el mundo a los suyos paga. Pase, pase la palabra. Repiten.

Sale el Gracioso con un mundo que le cerca toda

la cara, y detrás una máscara con barba y cabellera de viejo, y desde el celebro hasta las piernas lleno de espejos, y en la espalda uno grande. GRACIOSO

Yo soy el mundo; y en lo que hago, arañando parece que halago; mas si me vuelvo, soy desengaño,

25

que halagando parece que araño. MUJER IA

Si es el mundo como vos, no hace mucho quien le deja...

MUJER 2

A

Que

harto desengaño es

una cara como esa. GRACIOSO

30

Quien a mí me echa a perder son los coches y las hembras, pues traen para destruirme unas ruedos y otros ruedas.

v. 21 En PR,VJ, BF: «paga, etc.». Desarrollamos el etc. v. 22 acot. celebro: forma usual: ver n. v. 10 a Loa con que empezó Lorenzo Hurtado. BF: «Regit. [...] un grande». v. 32 coches: la afición a los coches es motivo satírico constante. Comp. Quevedo, Sueños, p. 181: «espantado de que mujer se fuese al infierno sin silla o coche, busqué un escribano que me diera fe dello»; id., PO, núm. 582 «Buscona que busca coche para el Sotillo»; id., núm. 770 «Sátira a los coches»; el entremés de Barrionuevo, El triunfo de los coches (hacia 1611) o Los coches, de Quiñones de Benavente: «¿Coche sonóme? —¡Coche!, ¡gran vocablo! / —¡Coche!, ¡sabroso embuste! —Dulce hechizo» (Colección, II, p. 654); id. La dueña, w. 38-42: «Bernardo.— Yo doy músicas y versos. / Viejo. —Yo coches y faldellines. / La dueña al paño / Dueña. — A lo postrero me atengo. / Más vale un coche quebrado / que un romance sano y bueno». v. 34 ruedos: se refiere a los ruedos o vuelos amplios de los guardainfantes, prenda aparatosa de la época prohibida en varias premáticas. Ver Bergman (1965, pp. 174-82) para un acopio de textos sobre guardainfantes. Ver el entremés de El guardainfante de Quiñones de Benavente, por ejemplo, vv. 43 y ss. «—Presa os traigo una falduda, / porque entrando por la plaza, / hasta que pasó, estuvieron / detenidas cien mil almas. / —¿Es muy gorda? —Una sardina. / —¿Iba sola? —Ella y sus faldas. / —No es nada la añadidura, / menos ocupa la guarda. / —Decidla que entre. —No puede. / —Pues pueda. — ¿ C ó m o ? — A patadas. / — U n tabique han derribado, / y en él está atravesada. —Pues échenla una maroma, / y has-

140

L A S 2 MUJERES

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

M u n d o mundillo,

35

no vales u n cuartillo, no, no, no vales u n cuartillo. Repiten. GRACIOSO

Si poco valgo, si poco valgo, ¿ c ó m o me buscan tantos?,

40

Repiten. ¿cómo, c ó m o me buscan tantos? L A S 2 MUJERES

Porque quieren que les pagues servicios de tantos años.

GRACIOSO

Sírvanme, búsquenme, síganme; que al cabo

45

yo les daré el pago. Repiten. TODOS

¡Paga, paga!

ta meterla en la sala, / cuantos puedan tiren della, / aunque derriben la casa./ Echan una maroma al vestuario y sale atada della Josefa Román,

vestida muy hueca, con

todas las cosas que dirán los versos, y tiran desde el tablado como que hacen fuerza».

v. 35 Mundo, mundillo: muletilla proverbial adaptada por Quiñones de Benavente; ver Correas, p. 330: «Mundo mundillo, cuando hay para pan no hay para vino. Mundo mundillo, nacer en Granada, morir en Bustillo. Mundo mundillo, nacer en Jerez, morir en Portillo; otros dicen morir en Trujillo». Así aparece en el anónimo entremés de Refranes (Colección, I, p. 177) «¡qué mundo mundillo, nacer en Granada y morir en Trujillo!». v. 40 acot.VJ y BF omiten la acotación y la sitúan tras el verso 42. v. 42 PR: «busnan». v. 47 paga: juega con la onomatopeya de la voz de la urraca, como más adelante con la del cuervo. La urraca se llama también pega, voz onomatopéyica (Cov., Aut); y el cuervo crascita: «Crascitar. Formar el cuervo su graznido. Fórmase por la figura onomatopeya del sonido eras que parece compone» (Aut); eras, en latín significa 'mañana': de ahí el chiste. Comp. Quiñones de Benavente, Loa con que empezó Roque de Figueroa, w. 25-28: «en poder de cobradores / que están siempre como urracas, / sin saber otro vocablo, / diciéndonos: "paga, paga"»; id., Lo que pasa en una venta, en Madroñal, 1996, p. 123: «Siempre soy en la venta / tordo y urraca, / que al entrar digo "güésped" / y al salir "paga"»; Correas, p. 130: «Cras crastinando, dijo el cuervo, y no sé cuando se tornará blanco. Contra los

LA PAGA

GRACIOSO

DEL

MUNDO

141

Así dice la urraca; mas mañana pagaremos.

TODOS

Así responde el cuervo.

GRACIOSO

Aléguenme servicios.

TODOS

Sea en hora buena.

GRACIOSO

Que

50

al paso que ellos fueren,

tendrán la paga cierta. TODOS

Sea en hora buena.

55

Sale el Vejete. VEJETE

Estas canas me han salido dando naipes en dos mesas, yo sacando, otros volviendo a sus casas por moneda.

GRACIOSO

Criado que es tan antiguo,

60

casa de aposento tenga. VEJETE

¿Dónde? E n la cárcel de Corte,

GRACIOSO

y gócela hasta que muera. VEJETE

¡Mala menestra! Vase.

M U J E R 2a

Quien del mundo se fía, ¿qué paga espera?

65

que dilatan lo que han de hacer. Estudiantes dicen eras crastinando, nesci quando, en latín». v. 52 BF: «honra». v. 61 casa de aposento: «Es el servicio que la Villa de Madrid hace al Rey, dando una parte de todas las casas para el aposento de corte [...] Se llama también la que por la razón referida goza cualquier ministro o persona de las casas reales» (Aut). v. 62 cárcel de Corte: existe información y documentos que señalan la distribución, disposición y funcionamiento de la cárcel de Corte. Comp. el siguiente documento de 1629: «Y en catorce de septiembre del dicho año de mil seiscientos veinte y nueve, día de la exaltación de la Cruz, viernes entre las cinco y seis de la tarde, se puso la primera piedra del edificio de la dicha cárcel real de esta Corte, la cual pusieron en el hondo de los cimientos a la esquina de la torre que está hacia el monesterio de Santo Tomás desta villa en la calle de Atocha» (Vázquez González, 1992, p. 155).

142

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

JOCOSERIA

Sale la tercera Mujer. M U J E R 3a

M u n d o , yo soy tejedora de voluntades ajenas, y de cuantas telas urdo, no saco un j u b ó n de medra.

GRACIOSO

Denla dos o tres jubones; que aunque muchos os parezcan, de justicia se los debo, y así se los libro en ella.

M U J E R 3a

Salgóme afuera.

MUJER IA

A l llevar los jubones se hace de pencas.

70

75

v. 66 tejedora: alcahueta; la metáfora es típicamente quevediana. Comp. Buscón, p. 58: «Unos la llamaban zurcidora de gustos; otros, algebrista de voluntades desconcertadas; otros, juntona; cuál la llamaba enflautadora de miembros y cuál tejedora de carnes, y, por mal nombre, alcagüeta»; Quevedo, PO, núm. 853, w. 129-32: «Ayer salió la Verenda / obispada de coroza / por tejedora de gentes / y por enflautar personas». v. 68 telas urdo: 'enredos organizo'; tela «Metafóricamente se llama cualquier enredo, maraña o embuste» (Aut); urdir «metafóricamente vale disponer o prevenir medios ocultos o cautelosos a algún fin malo u contra la voluntad de alguno» (Aut). v. 70 jubón: dilogía que alude chistosamente a los azotes que daban por castigo a ladrones y alcahuetas, llamados en el lenguaje germanesco jubón. Comp. Correas, p. 553: «Dar jubón al justo. De azotes, colorado, por azotar la justicia a un delincuente; no le azotaron, mas diéronle un jubón»; Estebanillo, I, p. 57: «Yo andaba siempre temeroso [...] me diesen algún estrecho jubón no necesitando del»; Quevedo, PO, núm. 849, w. 101-4: «Contribúyeme con algo, / pues es mi necesidad / tal, que tomo del verdugo / los jubones que me da»; id., núm. 851, w. 43¬ 46: «Al mar se llegó Gayoso / por organista de palos; / dicen que llevó hacia allá / el juboncillo de cardo»; Quiñones de Benavente, El guardainjante, 1, w. 144 y ss. «—En mi vida di más de jubones: / si destos quisieren, escojan y tomen. / — ¿ D e qué tela son, alcalde?/ —De cuero, que no se rompen. / — Y ¿de qué color, amigo? / —Coloradas las labores. / — Y ¿qué guarnición les echa? / —Mosqueado, y atrás los golpes». v. 75 se hace de pencas: juega con la frase hecha hacerse de pencas « N o consentir fácilmente en lo que se pide, aunque cuando lo desee el que lo ha de conceder» (DRAE), y la alusión a la penca o tira de cuero del látigo. Comp. Quevedo, Buscón, p. 132: «todos descaperuzados, delante de mi tío, y él, muy haciéndose de pencas, con una en la mano, tocando un pasacalles públicas en las costillas de cinco laúdes, sino que llevaban sogas por cuerdas»; id., PO, núm. 849, w. 69-72: «A puras pencas se han vuelto / cardo mis espaldas ya; / por eso me hago de pencas

LA PAGA

DEL

MUNDO

Repiten y vanse, y sale el CAPIGORRÓN

143

Capigorrón.

Y O soy Chisme, u n licenciado que sirve al mundo de lengua, a las honras de pelillo, de torcedor a las hembras.

GRACIOSO

Y O me doy por bien servido;

80

y pues que sigue la Iglesia, denle luego u n beneficio. CAPIGORRÓN

¿ D e dónde?

GRACIOSO

D e oreja a oreja.

CAPIGORRÓN

¿Qué paga es esta?

MUJER 2A

Esta es paga del mundo; tenga paciencia. Sale la cuarta Mujer con un pañuelo

85

en la cabeza y una

muleta. MUJER IA

Esta moza que ha servido con visitas, coches, huertas, franco estrado y libre silla, tomar estado quisiera.

/ en el decir y el obrar»; capigorrón (acot.): «El que anda de capa y gorra para poder más fácilmente vivir libre y ocioso. Dícese más comúnmente de los estudiantes que andan en este traje pegando petardos y viviendo licenciosamente» (Aut). Lo mismo es capigorrista; comp. entremés anónimo del Duende (Colección, I, p. 192): «Cese la cólera y rumbo, / capigorrista galán». En La visita de la cárcel, de Quiñones de Benavente (infra) sale Bernardo de capigorrón. v. 78 pelillo: 'motivo de desazón, molestia' (ver Aut). Este Chisme, símbolo de la murmuración, causa molestias a las honras, porque anda calumniando. v. 79 torcedor: «Metafóricamente se llama cualquier cosa que ocasiona frecuente disgusto, mortificación o sentimiento» (Aut).Ver nota anterior. v. 82 beneficio: en germanía 'cuchillada en la cara' (Léxico). v. 83 En PR y resto de testimonios: «de oreja, oreja?», que enmendamos; de oreja a oreja: ordena que le den una herida por el rostro tan grande que vaya de oreja a oreja, esto es, ordena hacerle un chirlo. Ver infra. v. 87 coches, huertas: ya se ha anotado la afición a los coches; coches y huertas aluden a la afición a salir. v. 88 estrado: el estrado era la habitación de recibir de las damas, que solía tener la tarima o estrado propiamente dicho, separado con barandillas del resto de la estancia donde acudían las visitas. Cov: «el lugar donde las señoras se asientan sobre cojines y reciben las visitas». Para el estrado de las damas cfr. Zabaleta, Día

144

GRACIOSO

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

Denla una cama de ropa

90

para que casarse pueda. M U J E R 4a

¿Adonde?

GRACIOSO

E n Antón Martín

se reparte esta prebenda. M U J E R 4a

¡Qué linda medra! Vase.

MUJER Ia

E l señor se conoce por la librea.

M U J E R I a Y 2a

U n a tropa de figuras

95

al mundo llegan. GRACIOSO

¿ C u á n d o estoy yo sin ellas? Sale la quinta

M U J E R 5a

Mujer.

Y o trueco por yeso y sal,

pemiles de Algarrobilla.

100

de fiesta, (capítulo «El estrado»), entre muchos textos aducibles. Quiñones de Benavente, El guardainfante, 2, w. 27-28: «Por sus grandes sombreros y cortas manos, / ya no caben los hombres en los estrados». v. 89 tomar estado: mudar o tomar estado «Es pasar de un género de vida a otro, como de soltero a casado» (Aut); comp. Quijote, I, 39: «Vosotros estáis ya en edad de tomar estado». v. 92 Antón Martín: era el hospital donde se curaban los bubosos, enfermos sifilíticos; comp. Quevedo, PO, núms. 712, w. 21-24: «Más preciado de la llaga / que pobre demandador, / pues requebrar con el asco / es para Martín Antón»; 749, w. 97-98: «Franceses son por la vida / mis huesos de Antón Martín»; 791, w. 73-76: «Envíanla a Antón Martín, / donde yace y donde creo / que purga la humana escoria / en una fragua de lienzo». Hay muchas otras referencias a este hospital madrileño. Ver infra El retablo de las maravillas. v. 95 librea: «Vestuario uniforme que los reyes, grandes, títulos y caballeros dan [...] a sus guardias, pajes y a los criados» (Aut). Comp. Quevedo, PO, núm. 514, v. 3: «tela fina en lacayos fue librea». v. 100 Algarrobilla: pueblo extremeño famoso por sus jamones. Comp. Quevedo, PO, núm. 868, vv. 31-32: «más preciada de pemiles / que Rute y Algarrobillas»; Quiñones de Benavente, entremés de Turrada, w. 170-72, con mención también de un vino famoso: «Plegué a Dios, si no te adoro, / que un suspiro de Alaejos / y un susto de Algarrobillas»; otra mención en la Jácara que se cantó en la compañía de Olmedo, v. 140; esta mujer es tan absurda que prefiere chupar sal y comer yeso a los jamones. Una costumbre que tenían las mujeres de la época (semejante a esta, más rara, de comer yeso) era comer barro (trozos de búcaros)

LA PAGA

GRACIOSO

DEL

MUNDO

145

¡ Figurilla!

TODOS

¡Figurilla! Sale el Hombre primero con bonete colorado y una bigotera.

HOMBRE I O

C o n bonete y bigotera salgo a vestirme al balcón.

GRACIOSO

¡Figurón!

TODOS

¡Figurón! Sale la sexta Mujer, muy ancha de faldas.

MUJER 6

Yo tengo por gala y honra

A

105

lo que m i saya embaraza. GRACIOSO

¡Figuraza!

TODOS

¡Figuraza! Sale el Hombre segundo, con ponlevíes,

capa muy raída y

sombrero viejo. HOMBRE 2

O

Desnudo y con ponleví, brinda a todos m i sombrero.

GRACIOSO TODOS

¡Figurero! ¡Figurero!

110

para provocarse la opilación y empalidecimiento, que estaba de moda.Ver Quiñones de Benavente, El doctor Juan Rana, w. 79-84: «Señor, yo estoy opilada. / — ¿ C o m e barro? — N i aun mentallo. / —Pues si la curo, yo haré / que coma bien presto barro. / —De comer vestidos justos / es la opilación que traigo». v. 102 bigotera: «Funda de carnuza suave u de badanilla que se usaba-en tiempo de los bigotes para meterlos en ella cuando estaban en casa o en la cama, para que no se descompusieran o ajasen» (Aut); ver Wilson, 1955;Vélez, Cojuelo, p. 85: «Mira aquel preciado de lindo [...] cómo duerme con bigotera»; Benavente, entremés del Doctor Sanalotodo (Colección, II, p. 704): «—Las bigoteras ¿para qué se hicieron? / —Si me las pongo hácenme cosquillas / los pelos del bigote en las narices, / y estoy toda la noche estornudando». v. 108 ponleví: un tipo de tacón de zapato muy de moda en el xvn; comp. Quevedo, PO, núm. 690, w. 5-8: «Que solamente Elvirilla / a quien adora Elvirote, / tiene el ponleví con vida / y con alma los talones»; Vélez, Cojuelo, p. 189: «zapato de ponleví con escarpín sin media»; Calderón, La rabia, en Teatro cómico breve, p. 263: «Si es ponleví que se arranca / o suela que se descose».

146 MUJER IA

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

Figurilla, figurero, figuraza y

figurón,

cuatro cosas suenan y una sola son. Vanse. Sale el Vejete preso con grillos. VEJETE

Preso estoy, preso estaré. N o sé por qué, no sé por qué.

GRACIOSO

Mírate y diráslo luego.

115

Vuélvese el Gracioso y mírase en los espejos. VEJETE

Por cosa de juego. Por cosa de juego.

TODOS Sale la tercera Mujer. M U J E R 3a

Mosqueada ayer me hallé. N o sé por qué, no se por qué.

GRACIOSO

Llega; que el espejo espera. Vuélvese.

M U J E R 3a

Por hechicera. Por hechicera.

TODOS Sale el Capigorrón

120

con un parche largo, como chirlo, por la

cara. CAPIGORRÓN

L i n d o chirlo me llevé. N o sé por qué, no sé por qué.

v. 112 cuatro cosas suenan y una sola son: parodia de un estribillo tradicional que conoce varias formas: «Pato, ganso y ansarón / tres cosas suenan y una son» (Frenk, 1987, núm. 2089A); «Pato y ganso y ansarón / tres cosas suenan y una son; / cochino y puerco y lechón / otras tres en una son, / cuero y vino y pez / son otras tres» (id., 2089B); lo recoge Correas, 387, Cov, s. v. ánsar, y otros autores que menciona Frenk; Benavente lo adapta de nuevo en el entremés de Martinülo, 2, w. 117-19: «Sí tiene razón, / porque ánade, pato, ganso y ansarón, / cuatro cosas suenan, y una sola son». v. 113 Preso estoy: puede evocar, no muy de cerca, estribillos tradicionales, como «Preso estoy ¿a dónde iré?» (Frenk, 1987, núm. 747A). v. 117 mosqueada: 'golpeada por el látigo del verdugo'; mosquear las espaldas es «Frase que en el estilo familiar y festivo vale dar de azotes en ellas por castigo» (Aut).Ver textos citados en nota v. 70. En la Jácara de doña Isabel la ladrona se da un vocabulario de los hampones, vv. 129-32, por ejemplo: «al destierro romería, / a las galeras gurapas, / mosqueado a los azotes / y a la horca postrer ansia».

LA PAGA

GRACIOSO

DEL

MUNDO

147

Aquí está quien nunca miente. Vuélvese.

CAPIGORRÓN

Por maldiciente.

TODOS

Por maldiciente. Sale la cuarta Mujer.

M U J E R 4a

Desde muy moza enfermé.

125

N o sé de qué, no sé de qué. GRACIOSO

Hable boca de verdades. Vuélvese.

MUJER 4

a

D e mocedades.

TODOS

D e mocedades. Salen los cuatro figurillas.

Los

4 FIGURAS

R i s a nuestra vida fue. N o sabemos el porqué.

GRACIOSO

130

Mírense y tendrán cosquillas. Vuélvese.

LAS 4 TODOS GRACIOSO

Por figurillas. Por figurillas. Si el mundo las enfermó, el desengaño será su doctor.

v. 121 chirlo: herida prolongada en la cara, como la que hace una cuchillada. Fue primero voz de germanía con el significado de 'golpe' (Léxico); comp. Benavente, Los cuatro galanes, w. 265-66: «dos hampones antuviones, / y dos chirlos relucientes», id., Jácara que se cantó en la compañía de Bartolomé Romero, 2, w. 43¬ 44: «Nadie la rete, si quiere / ahorrarse un par de chirlos»; Quevedo, PO, núm. 850, w. 21-22: «Si por un chirlo tan solo, / ciento el verdugo te da»; id., núm. 753, vv. 30-32: «cuando por testigo falso / me endilgaron este chirlo». v. 127 boca de verdades: es frase hecha, «Modo de hablar que se usa para expresar que uno dice a otro con claridad lo que sabe o siente conforme al dictamen del que lo escucha; y por ironía se usa para reprender al que miente mucho» (Aut). v. 129 mocedades: 'calaveradas, desarreglos propios de la mocedad'; comp. Benavente, La Puente Segoviana, 1, w. 55-58: «—El Jordán soy milagroso / que mocedades esparce. / —¿Para qué, cuando está lleno / el mundo de mocedades?». En la acot. BF: «... las cuatro...».

148

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

MUJER 1

Pues oiga los achaques que nos cercan hoy, 135 señor mundo: ¡oh desengaño!, no sé qué tenemos las muchachas de hogaño.

M U J E R 2a

Que

MUJER IA

Que bebemos rebién... Que

M U J E R 2a MUJER I Y 2 A

a

comemos bien... dormimos mejor...

Y en esto de hacer labor nos sentimos desganadas.

GRACIOSO

Deben vuesastedes de estar hechizadas.

M U J E R I A Y 2a

Pues para tener en el mundo de comer tantas mozas, ¿qué habernos de hacer?

GRACIOSO

140

145

Coser, hilar, urdir, tejer, fregar y barrer, o nunca lo tengan, ni Dios se lo dé.

TODOS

O nunca lo tengan, ni Dios se lo dé.

150

Repiten.

FIN

v. 141 labor. «Privativamente se toma por toda obra de aguja en que se ocupan las mujeres» (Aut). Comp. Benavente, La capeadora, 1, w. 208-11: «Haga red o randas / o labor de tienda, / y no esté atenida / sólo a lo que pesca»; id., El remediador, vv. 198-202: «Que no esté noramala holgazana; / que hile y que cosa; / que no viva ociosa, / o ayune si quiere no hacer labor / la tal Leonor, la tal Leonor». v. 149 VJ: «tenga». v. 150 PR, VJ, BF: «nunca, etc.». Desarrollamos, como en otras ocasiones. Dejamos sin desarrollar texto correspondiente a la acot. de repiten, porque seguramente se repite un número variable de veces, mientras dan fin a la acción.

E N T R E M É S LAS

FAMOSO

CIVILIDADES

REPRESENTÓLE

A V E N D A Ñ O

Interlocutores: E L DOCTOR ALFARNAQUE.

ISABEL A N A .

FRANCISCO ÁLVAREZ.

EUGENIA.

LUIS DE CISNEROS.

ANA MARÍA.

UN

MÚSICOS.

CRIADO.

Título: civilidades: 'tonterías, necedades'; civil: «desestimable, mezquino, ruin y de baja condición» (Aut); hace referencia a los bordoncillos y muletillas vulgares que satiriza en esta pieza, siguiendo el Cuento de cuentos de Quevedo, su fuente directa. En este entremés se documenta el sentido varias veces. La fuente exacta de Benavente debe de ser la edición de Juguetes de la niñez (1631), pues la paráfrasis de la frasecilla «Hablen cartas y callen barbas» que sigue al comentario sobre «tener sangre en el ojo» es añadido en Juguetes (ver infra, vv. 37 y 41). La edición de Gerona de 1628 del Cuento de Cuentos lee: «el blasón tan preciado de tener sangre en el ojo más denota almorranas que honra; y pierdo doblado si lo juzgan los pujos»; y Juguetes de la niñez (1631) añade: «Hablen cartas y callen barbas, sin haber quien haya oído decir a las barbas esta boca es mía, aun cuando las caldean y las rapan». Comp. Prosa festiva, p. 391. Avendaño: Cristóbal de Avendaño, ya anotado. Ver apéndice de actores y Bergman, 1956. Interlocutores: Alfarnaque es nombre jocoso, al parecer expresivo, cuyo significado, si tiene alguno, se nos escapa. La palabra tiene apariencia árabe; la más cercana que hallamos es afámate 'bribón', de origen incierto, relacionado por la Academia y Corominas con alfarnaq 'cuarto previo al baño moruno, donde se amontona el estiércol para quemar', o harnaq 'liebre'; los étimos propuestos se acercan más a la forma del nombre benaventiano, aunque no haya relación entre las dos palabras; en cualquier caso las connotaciones son grotescas y contrasta ridiculamente con el don que se atribuye (v. 3). Álvarez debe de ser Francisco Alvarez, actor que estuvo en diversas compañías. Cisneros murió en 1634, según documentos de la Cofradía de la Novena, donde fue admitido estando en la compañía de Roque de Figueroa. Isabel Ana podría ser la mujer de Miguel Fernández,

150

Q U I Ñ O N E S DE BE NAVE N TE ,JOC Sale el doctor Alfarnaque

OSERIA

con antojos, sombrero de halda

grande, ropa negra y guantes doblados. DOCTOR

Tontonazos, tontones, retontones,

zurdos castellanicos de bullaque, yo me llamo el doctor don Alfarnaque, y de vergüenza y lástima que os tengo, vuestra lengua a enseñaros a hablar vengo. 5 N o hay que hacer burla, hablantes de poquito;

que estuvieron la compañía de Damián Arias, Juan de Nieva... (Tomás Fernández es el gracioso de El guardainfanté); (otra Isabel Ana que documentamos es la primera mujer de Antonio de Prado, pero no fue actriz); Eugenia aparece en la Genealogía, pero la hoja correspondiente está en blanco; Ana María es nombre de varias actrices; en Genealogía se menciona a Ana María la Bezona (que sale en la loa con que empezó a representar Roque de Figueroa), calificada de hija del Lapidario... Ana María la Bezona también sale con su padre en El doctor. Acot. inicial: el sombrero de halda, ropa negra, guantes doblados caracterizan a la caricatura del médico de la época. Basten algunos textos: Benavente, El doctor, w. 5-12: «mas un doctor, aunque tenga / las letras de ayer acá, / con dos guantes y una barba / empieza luego a ganar. / Yo no sé más que mi muía, / mas si veo un orinal, / diré lo que tiene dentro / a veinte pasos y más»; Quevedo, Libro de todas las cosas, Prosa festiva, p. 431: «Si quieres ser famoso médico, lo primero linda muía, sortijón de esmeralda en el pulgar, guantes doblados, ropilla larga y, en verano, sombrero de tafetán»; id., Sueños, pp. 313-14: «sayos con resabios de vaqueros, guantes en enfusión, doblados como los que curan, sortijón en el pulgar»; id., PO, núms. 653, vv. 1-3: «Deseado he desde niño [...] / ver un médico sin guantes»; ver Chevalier, 1982, p. 18 y Sánchez Granjel, 1978, pp. 77-78, que enumera como características del doctor la capa, la gorra o montera, la sortija e, invariablemente, la muía. v. 2 zurdos, bullaque: los zurdos tenían muy mala fama y eran considerados signos de mal agüero y gente incapaz y de mala condición; comp. Quevedo, Sueños, pp. 213¬ 14: «los zurdos, gente que no puede hacer cosa a derechas [...] es gente hecha al revés y que se duda si son gente»; Gracián, Criticón, I, p. 301, n. 75;Vélez, Cojuelo, p. 120: «diablejo zurdo, mozo de retrete de Satanás»; Correas, pp. 197 y 519: «Enojo de rubio y lanzada de zurdo. Son crueles», «Zurdos y calvos y rubios no habían de estar en el mundo». Bullaque: encontramos la forma bullaje en los repertorios, definida por Aut como 'confusión de gente popular, rumor que causan', relacionado con bulla, bullir que hace buen sentido en nuestro texto; Benavente parece aficionado a bullaque, que usa también en la Jácara que se cantó en la compañía de Bartolomé Romero, 2,

v. 66: «¡Oh, qué pesca de bullaque!», o en Las manos y cuajares, v. 81; «¡Lindo bullaque!». Por zurdos y de bullaque estos hablantes no dominan el castellano. v. 6 de poquito: «Apodo que se da al que es pusilánime o tiene corta habilidad en lo que maneja. Usase regularmente en estilo familiar» (Aut). Comp.

LAS

151

CIVILIDADES

que no sabéis hablar, por Dios bendito; si no, esperad u n poco, y a la prueba. ¿Por qué a u n hombre que tiene mala lengua le llamas mal hablado? D i , barbado,

10

que ése es mal hablador, no mal hablado. Suele decirle u n hombre al más amigo, «mire lo que le digo»; y puede arrepentirse, que «oiga lo que le digo» ha de decirse.

15

¿Qué será de pe a pa y una sed de agua? ¿Qué es estarse erre a erre, aunque le pese? ¿Tiene más erre erre, que ese ese? Sueles decir furioso que n i teme n i debe a u n desalmado:

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con eso le has honrado, porque, para abatille, que n i teme n i paga has de decille. Aqueste, ¿no es lenguaje de los diablos? Pues mirad si decís estos vocablos:

25

Benavente, La maya, w. 12-13: «Ni ¿qué hombre de mucho o de poquito / no perdona el bocado por el grito?»; id., Jácara que se cantó en la compañía

de Bartolomé

Romero, 2, w. 59-60: «jacaristas de poquito, / rétoos cuanto habéis cantado». v. 8 a la prueba: frasecilla forense 'a la prueba me remito, voy a demostrarlo'. Comp. Benavente, Los cuatro galanes, w. 159-60: «—No importa recebir la causa a prueba. / —En la materia estáis. —Hela estudiado». w. 10 y ss. le llamas mal hablado? Di, barbado...: lista de muletillas que sigue de cerca a la de Quevedo; comp. Cuento de cuentos, Prosa festiva: «Mal hablado llaman al que habla mal, debiendo llamarle mal hablador» (p. 390); «Mire lo que le digo decimos todos por óigame, pues no se parecen los ojos a las orejas» (p. 390); «¿Qué es pe a pa, licenciado? Y para enmendarlo dice que se está erre a erre todo el día. Qué será no dar uno a otro una sed de agua, que tan frecuentemente se oye en las quejas de los amigos y criados?» (p. 390); comp. «No le dio un jarro de agua o una sed de agua o un poco de agua. Son modos de decir comunes para significar lo poco o nada dadivosos de algunos» (Aut).V]: «llamáis». vv. 20 ni teme ni debe: en Quevedo «Para decir que uno es muy malo dicen que ni teme ni debe. ¿Puede haber mayor necedad?, pues solo es bueno el que no teme ni debe; habiendo de decir que ni teme ni paga» (Prosa festiva, pp. 391¬ 92). v. 23 BF: «tiene». vv. 25 y ss. vocablos...: en Quevedo: «Considere vuesa merced el buen talle destas voces, que se nos hacen reacias en la lengua y no las podemos escupir: zu-

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Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

zurriburri, abarrisco, a cada triquite, con sus once de oveja, a troche mochi cancanillas, tris tras, cochite hervite, calamocano, andar al estricote, traque barraque, y otros que no busco, chichota, cachivaches y apatusco. Pues ya el zas, si le advierto, («alzó la espada y ¡zas! dejóle muerto»),

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rriburri, a cada trique traque, traque barraque, zis zas, zipe zape, abarrisco, irse a chitos, chitón, con sus once de oveja, troche moche, cochite hervite» (Prosa festiva, pp. 392-93); Benavente, como Quevedo, explota la acumulación ridicula; damos algunos detalles de esta lista; zurriburri 'sujeto vil y despreciable, conjunto de inútiles' (Aut); comp. Quevedo (siempre en Cuento de cuentos, Prosa festiva): «se iba

a cencerros tapados con un zurriburri, refunfuñando» (p. 400); abarrisco 'desordenadamente, sin modo ni consideración, atropelladamente' (Aut); Quevedo: «que todo lo había de llevar abarrisco» (p. 398); a cada triquite, triquete, según Aut es «voz que sólo se usa en el modo de hablar a cada triquete» 'a cada paso, a cada lance'; en Quevedo: «a cada trique andaban a mía sobre tuya» (p. 398); con sus once de oveja 'frase que expresa que alguien se mete en lo que no le importa' (Aut); Quevedo: «A la tabahola se entró un vecino con sus once de oveja» (p. 401); a troche mochi 'sin reparo ni consideración' (Aut); Quevedo: «no hacía más de a troche y moche escribirla billetes» (p. 396); cancanillas: «cualquier género de engaño que hacemos al prójimo cogiéndole desprevenido» (Cov.); Quevedo: «déjese de recancanillas y cásese» (p. 402); tris tras: 'voces expresivas, onomatopeyas'; Quevedo: «y en llegando, tris tras, a la puerta» (p. 398); cochite hervite: 'frase que expresa que algo se hace de modo apresurado sin modo ni cuidado' (Aut); ver supra el texto quevediano; calamocano 'que empieza a estar borracho' (Aut): Quevedo: «y añadió que el viejo estaba calamocano» (p. 407); andar al estricote: 'sin hacer aprecio, rodando sin estimación' (Aut); Quevedo: «todos andaban hechos una pella y al estricote» (p. 403); traque barraque: 'voz expresiva, a todo motivo y tiempo' según Aut; Quevedo: «que riese de toda zalagarda y traque barraque» (p. 395); chichota: 'parte ínfima de algo' como en Quevedo: «todo lo que deseaba saber sin faltar una chichota» (p. 403); es el nombre burlesco que lleva el sacristán del entremés benaventiano de El retablo de las maravillas; cachivaches; comp. Quevedo: «El padre le dio una linda tragantona con el dote: encajóle todos cuantos cachivaches tenía en casa» (p. 410); Benavente, El Tiempo, vv. 25-28: «Mozas de prima tonsura, / yo soy el tiempo moderno / que, lleno de cachivaches, / me burlo de esotro tiempo»; apatusco: 'adorno, arreo, compostura' (Aut, que señala que es voz baja muy usada en lo burlesco); Quevedo: «el guardián paga el pato con todo su apatusco» (p. 403). v. 28 VJ: «cochitervite»; BF: «cochitecherbite». En PR: «tristas». Enmendamos apoyados en la existencia de la expresión «tris tras» que mantiene el paralelismo fónico con el juego de vocales, y que está documentada como queda anotado.

LAS

CIVILIDADES

es vergüenza el decillo, más gente ha muerto el zas que el tabardillo. Y no es menor enojo el blasón de tener sangre en el ojo: decid, locuras vanas, sangre en el ojo, ¿es honra o almorranas? N o me meto en dibujos, señores: callen barbas y hablen pujos. Dícenme por asombro: «señor trae la barba sobre el hombro».

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35

40

v. 35 zas, tabardillo: el tabardillo es una especie de tifus, enfermedad muy peligrosa en la época. Comp. Benavente, El murmurador, w. 6-8: «—¡Valame Dios! ¿tienes modorra? —Mucho peor. / —Sin duda es tabardillo. —Muchísimo peor. / —¿Peor? ¿Es peste? —Peor y repeor». Para la comparación chistosa ver Quevedo: «¿Hay cosa tan mortal como zas? Más han muerto de zas que de otra enfermedad. No se cuenta pendencia que no se diga: llego y zas, y cayó luego» (p. 392). v. 37 tener sangre en el ojo: «Tener sangre en el ojo; tiene sangre en el ojo. Por tener estimación de su honra y ante los ojos la noble sangre de do viene» (Correas, p. 475); Quevedo, Prosa festiva, p. 396: «dijo rasamente que ella era mujer que tenía sangre en el ojo, y que con ella no había cháncharras máncharras»; juega con el sentido escatológico de ojo 'ano', como otro texto de Quevedo: «Y el blasón tan preciado de tener sangre en el ojo más denota almorranas que honra, y pierdo doblado si lo juzgan los pujos» (p. 391). v. 40 no me meto en dibujos: «No meterse en dibujos. Referir las cosas sin ambages ni circunloquios, sino natural y sencillamente, sin artificio, afectación ni cuidado, y se extiende también a obrar de la misma suerte sin entrar en empeños ni dificultades» (Aut); Quevedo, Prosa festiva, p. 398: «Y viendo el pelotero, llevósela el padre a su casa, porque no se metiesen en dibujos». v. 41 callen barbas y hablen pujos: adapta «Hablen cartas y callen barbas» (Correas, p. 230); Quevedo, Prosa festiva, p. 406 «Callen barbas y hablen cartas; aquí está quien no me dejará mentir». La mención de pujos en la adaptación supone un nuevo juego de palabras, con alusión escatológica relacionada con el «ojo» antecitado; pujo es «Enfermedad muy penosa que consiste en la gana continua de hacer cámara, con gran dificultad de lograrlo [...] Usase regularmente en plural» (Aut), y también «gana violenta de prorrumpir en algún afecto exterior... deseo eficaz o ansia de lograr algún fin» (Aut). Interesa señalar que esta frasecilla y su contexto aparecen en la versión quevediana de Juguetes de la niñez (1631), no en la príncipe de Gerona (1628) a la que siguen todas las demás hasta Juguetes. Esto pondría la datación de la pieza benaventiana en 1631 o posterior. Ver Prosa festiva, p. 391, y nota 12 de esa página. v. 43 traer la barba sobre el hombro: «Es andar con cuidado de guardar su persona de enemigos o cárcel por delitos» (Correas, p. 486); Quevedo, Prosa festiva, p.

154

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

N o es buen consejo ése, porque si yo trajese la barba sobre el hombro sólo u n día, cordero de Agnus D e i parecería. Sale el

CRIADO

45

Criado.

¡Ah, m i señor doctor don Alfarnaque!,

todo el lugar aguarda en esa sala, de gente cortesana, preciados de la lengua castellana; yo que lo oí, al proviso vine en un santiamén. DOCTOR

50

¡ D o n o s o caso!

Los santiamenes, ¿tienen grande paso? Decidles que entren. Salen todos.

Luis

¿Qué es deste maestro?

FRANCISCO

¿Qué es del que en nuestra lengua está

ISABEL

¿ Q é es del que enseña a hablar?

55

[tan diestro? u

EUGENIA

¿ D ó n d e hallaremos

al que dice que hablar aún no sabemos? ANA

¿Eres tú el que presumes de enseñarnos?

DOCTOR

Y O soy el que presumo.

60

396: «que anduviese con pies de plomo y la barba sobre el hombro». La imagen que sigue del cordero la toma Benavente de Quevedo, Prosa festiva, p. 391: «Andar la barba sobre el hombro, quien lo tuviere por buen consejo lo pruebe y andará hecho corderito de agnusdei». v. 52 al proviso: «Al instante, al punto, con gran priesa y celeridad» (Aut), Quevedo, Prosa festiva, p. 395: «mandóla que se metiese en un convento al proviso». v. 54 santiamenes... paso: en el modelo quevediano, Prosa festiva, p. 391: «Pues uno que por encarecer su diligencia, vino en un santiamén. Deben de tener los santiamenes gran paso». v. 56 PR: «lega». Enmendamos.

LAS

ANA

CIVILIDADES

155

Pedazo de adobado puesto al humo, ¿qué puedes tú saber? Triste figura,

EUGENIA

hombre pintado sobre sepoltura, ¿con qué juego de manos has de enseñar a hablar los cortesanos? ISABEL

65

¿Por qué así nos deshonras, bayeta por frisar, tumba de honras?

DOCTOR

Yo sufro estos apodos con una condición, señores godos: que si hablar no supieren,

70

en u n cierto hospital que los dijeren, sin fuerza de alguaciles, han de entrar a curarse de civiles. TODOS

Somos contentos. Vaya pues. ¡Ah, hidalgo!,

DOCTOR ;de dónde sois?

v. 62 figura: ver nota al v. 6 de La paga del mundo. v. 63 pintado sobre sepoltura: 'esqueleto'. VJ: «sepultura». v. 67 bayeta, tumba: motes o apodos de sentido mortuorio; las bayetas se usaban para lutos y adornos fúnebres; según Aut, «Aquel adorno que se pone a los difuntos en el féretro, de bayeta negra sobre el ataúd y en el suelo, que aunque muchas veces es de paño, comúnmente se llama bayetas»; ver Quevedo, PO, núm. 697, w. 77-78: «Por toalla trujo al hombro / las bayetas de un entierro»; Sueños, p. 285: «acompañaban en la tristeza y luto al viudo que, anegado en capuz de bayeta. ..»; por frisar, que está sin frisar «levantar y retorcer los pelitos de algunos tejidos de lana, por el envés» (Aut), es decir, 'bayeta sin pulir, sin terminar, mal fabricada'. BF: «trisar». v. 69 godos: es irónico; hacerse de los godos significaba 'presumir de linaje y sangre limpia', como descendiente de los godos, y en germanía se aplica a los rufianes de más importancia (Léxico); ver para el tema Clavería, 1960; comp. Guzmán, p. 356: «quise hacerme de los godos, emparentando con la nobleza de aquella ciudad»; id., p. 440: «a quererse igualar, haciéndose de los godos»; id., 841: «acudí a él, formando quejas de semejante agravio, haciéndome de los godos»; Benavente, El abadejillo, w. 128-30: «Vaya con Dios; ¿pero el abadejillo, / que se hace de los godos / por andarle buscando locos todos?».

156

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

FRANCISCO

JOCOSERIA

D e aquí, y tengo u n cuñado

que es a vuesa merced pintiparado; que para ser marido, a moco de candil es escogido. A l husmo aquí me trujo, o por mejor decir a somormujo; entré de hoz y de coz, y desde entonces, si no lo ha por enojo, le traigo sobre ojo.

75

80

v. 76 pintiparado: «Parecido, semejante a otro que en nada difiere de él. Es voz festiva» (Aut); Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 394: «tenía dos hijos que,

como digo, eran pintiparados y no le quitaban pizca a su padre». v. 78 a moco de candil: escoger a moco de candil es frase hecha (Correas, p. 531: «Cuando algo es escogido o mirado, y reparado y remirado») que ridiculiza Quevedo en el Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 391: «¿Y los que para encarecer

su prudencia dicen que le escogieron a moco de candil? Miren qué juicio tendrá un moco de candil para escoger» y en p. 405: «que toda era gente honrada, escogida a moco de candil». Comp. Quevedo, PO, núm. 552, w. 1-2: «A moco de candil escoge, Fabio, / los desengaños de tu intento loco». v. 79 al husmo: «Venirse o andarse al husmo. Frases que significan andar inquiriendo para saber las cosas escondidas, sacándolas por conjeturas y señales que se ven y observan» (Aut); Quevedo, Prosa festiva, p. 397: «El otro hermanillo, que se venía al husmo». v. 80 a somorgujo: «Metafóricamente vale ocultamente y con cautela» (Aut); Quevedo en el Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 409, nota 120: «la boda se hizo a somorgujo», que es texto que sólo aparece en Juguetes de la niñez, lo que muestra de nuevo cuál es exactamente el texto que sigue Benavente. En la impresión de Gerona del Cuento se lee: «la boda hizo asomar a muchos». BF omite «mejor». v. 81 de hoz y coz: «Frase vulgar para significar que uno entra de golpe y sin consideración ni reflexión alguna, en cualquiera cosa» (Aut); Quevedo en el Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 401: «se entró un vecino con sus once de oveja, y muy sobresaltado, que de hoz y coz se entró donde no le llamaban». v. 82 si no lo ha por enojo: bordoncillo proverbial: «Si no lo habéis por enojo, métome acá, que me mojo» (Correas, p. 457). Comp. Benavente, El licenciado y el bachiller, w. 1-2: «Si no lo habéis por enojo, / rabiando estoy por cantar». Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 403: «El bergantón le dijo dos por tres que mentía, y si no lo ha vuesa merced por enojo, se tornaban a envedijar». v. 83 traigo sobre ojo: «Frase que denota que a alguno le observan los pasos que da para aprovecharse de su descuido y prenderle, matarle o robarle, o para otro fin semejante... Vale también estar enojado con alguno» (Aut); Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 391: «Un enfadado que dice a otro que le trae sobre ojo es, con perdón, llamarle nalgas; que para decir que le atiende lo propio era decir que trae los ojos sobre él».

LAS

DOCTOR

CIVILIDADES

¿ M e traéis sobre ojo? Es caso llano.

FRANCISCO DOCTOR

157

Pues a las ancas me traéis, hermano.

85

Llévenle al hospital. ¿Tan mal he hablado?

FRANCISCO DOCTOR

Tal tengáis la salud. Llévanle. A este cuitado

LUIS

le llevan con disgustos justos y en verenjustos, porque en palabras pocas,

90

fue todo cuanto habló a tontas y a locas, y vos disimulárades el yerro, si os trujeran la mano por el cerro; mas no dejó, animoso, ni roso n i velloso,

95

v. 84 VJ: «tray». v. 85 traer a las ancas: «Demás del sentido recto se dice metafóricamente del que tiene a alguna persona a sus expensas o la mantiene» (Aut); aquí es aplicación chistosa alusiva al ojo 'ano', como antes. v. 86 acot. PR,VJ, BF sitúan la acotación tras este verso: «Llévanle», y omiten la intercalada entre el verso 87. La reubicamos para aclarar más el sentido. v. 87 tal tengáis la salud: nuevo bordoncillo: «Tal sea su salud. Es maldición que se desea suceda al que lo hace» (Correas, p. 647). v. 89 justos y enverenjustos: «En justo ver injusto. Violentar u hacer fuerza sin averiguar razón» (Correas, p. 570); corrupción del latín iustum vel injustum; la forma «en justos y en verenjustos» la explica Aut: «Modo adverbial del estilo vulgar y bajo que vale con razón o sin ella»; Quevedo en el Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 395: «Y en justos y en verenjustos dio con ella en una recolección». v. 91 a tontas y a locas: Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 396: «y ella

leer que leerás a tontas y a locas». Ver El soldado, infra, n. v. 125. v. 92 VJ: «yero». v. 93 trujeran la mano por el cerro: traer la mano por el cerro es «halagar, acariciar, aquietar, aplacar, sosegar a alguna persona, con alusión al animal que se le pasa la mano por el lomo para hacerlefiestaso amansarle» (Aut); en Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 397: «por desmentir espías, la empezó a traer la mano sobre el cerro». v. 95 roso ni velloso: «modo de hablar que vale todo, sin excepción ni distinción alguna en la materia de que se habla. Regularmente se dice en materia de

158

JOCOSERIA

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

y así en oliendo el poste, le entraron sin decir oxte n i moxte. Y yo ando por cantaros de Quinquibul el psalmo con la lengua de u n palmo,

100

porque sois u n pelmazo, y en forma me tenéis cagado el bazo. DOCTOR

¿Por dónde han de meterse, cuando en el bazo quieren proveerse? A l hospital, hermano.

LUIS

105

¿Yo al hospital? ¿A qué?

DOCTOR

N o os hagáis terco: a que os laven el bazo, que está puerco. Llévanle.

ISABEL

Aquestos mozos que llevar mandaste, darán con todo al traste; y no me harán creer que mal hablaban

110

destruición» (Aut); Quevedo en el Cuento de Cuentos, Prosa festiva, pp. 398-99: «que

no había de dejar roso ni velloso, ni piante ni mamante». v. 96 oler el poste: «Frase que significa prevenir con anticipación algún engaño u riesgo y evitale con disimulo» (Aut); Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva,

p. 399: «La hija, que olió el poste y hendía un cabello en el aire, escurrió la bola». v. 97 sin decir oxte ni moxte: «Modo vulgar de hablar que significa sin pedir licencia, sin hablar palabra» (Aut); Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 399:

«sin decir oxte ni moxte, en busca del motolito». v. 99 Quinquibul: modificación vulgar de «Quicumque vult salvus esse...», comienzo del credo atanasiano. Quevedo, Buscón, p. 95: «Entraba por el Justo Juez y acababa en el Conquibules, que ella decía». v. 100 con la lengua de un palmo: comp. Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa fes-

tiva, p. 399: «corriendo a puto el postre, con la lengua de un palmo». v. 102 cagado el bazo: « N o me cague el bazo. Cagar el bazo se dice por enfadar y amohinar» (Correas, p. 618); Quevedo en el Cuento de Cuentos, Prosa festiva,

p. 392: «¿Vuestra merced ha visto un bazo cagado?, que yo no sé por dónde entran a cagarse en un bazo» (la variante de Juguetes es: «entran a proveerse», que sigue más de cerca Benavente). v. 107 acot. PR,VJ y BF omiten aquí la acotación y la intercalan en el verso 106. La reubicamos para aclarar más el sentido del pasaje. v. 109 dar al traste: Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 408: «no ha-

bía de poder dar con ellos al traste, aunque los persiguiesen».

LAS

CIVILIDADES

cuantos aran y cavan, porque aquellos sujetos pondré pies en pared que eran discretos; que son habas contadas el decir patochadas, y si hay más tabahola, escurriré la bola. DOCTOR

Pues antes que la escurra, vaya, digo.

ISABEL

M i r a d que andáis conmigo con la soga arrastrando.

159

115

Llévanla.

v. 111 cuantos aran y cavan: « N o me lo harán creer cuantos aran y cavan. Frase vulgar para expresar la dificultad que uno tiene en dar asenso y crédito a alguna cosa extravagante o irregular, aunque se diga y afirme como cierta y verdadera, y como si la dijera la gente rústica, que como más sencilla y de menos artificio suele decir desnudamente la verdad» (Aut); Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva,

p. 392: « N o me lo harán creer cuantos aran ni cavan. Considere vuestra merced qué letrados o teólogos buscó, sino gañanes». v. 113 poner pies en pared: «Frase que vale determinarse a ejecutar alguna cosa, firmemente y con resolución, sin embarazarse en las dificultades y riesgos que pueden resultar de su ejecución» (Aut); Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p.

395: «que ella había puesto pies en pared»; y p. 391: «Poner pies en pared no sirve de nada; yo lo he probado viéndome en trabajos, como oía decir: No hay sino poner pies en pared, y sólo sirve de trepar y dar de cogote». v. 114 son habas contadas: «Frase que se dice cuando alguna cuenta que hay que ajustar consta de pocas partidas y que son notorias o claras, y vulgarmente se da a entender con ella que no hay que detenerse en la resolución o ejecución de alguna cosa» (Aut); Correas, p. 645: «Son habas contadas»; Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 409: «alto, a casar, que estas son habas contadas». BF: «babas». v. 116 tabahola: «Ruido o bulla de voces descompasadas en que hablan todos sin orden ni tiempo, causando grande confusión» (Aut); Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 397: «llorando de ver el mormullo y la tabahola». v. 117 escurriré la bola: escurrir la bola «significa ausentarse alguno de repente como huyendo y a escondidas para escaparse de algún riesgo o empeño. Es frase vulgar y baja» (Aut); Quevedo en el Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 399: «escu-

rrió la bola, temiendo que el padre la menearía el zarzo». v. 120 con la soga arrastrando: «Frase con que se explica que alguno ha cometido delito grave por el cual va siempre expuesto al castigo» (Aut); Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 391: «Llevar la soga arrastrando dicen que es la mayor desdicha. Yo he llevado arrastrando sogas y hallo que es peor que la soga lleve arrastrando al hombre».

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

160

DOCTOR

JOCOSERIA

E S O no ahoga.

120

Peor es que me arrastre a mí la soga. EUGENIA

Puedo, de verlos ir con tanta prisa, descalzarme de risa; mas si conmigo, hermano, se atraviesa, lo pagará tres pies a la francesa,

125

porque le haré, si quiero, andar al retortero. Nadie de mí se escapa que soy mujer de chapa, y si haciendo arrumacos me embeleca,

130

ha de venir a andar de ceca en M e c a . Basta, que por su causa he llorado los kiries. DOCTOR

Vaya dentro.

EUGENIA

¿Por qué voy, don Enredo? Llévanla.

DOCTOR

Porque lloró los kiries, y no el Credo.

135

v. 123 descalzarme de risa: «Frase vulgar que vale reír con gran vehemencia y exceso y con acciones y movimientos que descomponen al sujeto que ríe» (Aut); Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 400: «se descalzaban de risa de ver el

viejo hecho de hiél». v. 125 tres pies a la francesa: «Frase con que se da a entender que alguno ha de precisar a otro a que ejecute lo que le mandare, ya sea por fuerza o ya por dominio o superioridad» (Aut). v. 127 andar al retortero: «Traer al retortero. Es traer a uno de aquí para allí» (Correas, p. 652); Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 399: «que los había de traer al retortero»; Cojuelo, p. 73: «los traía al retortero a todos, como dice el refrán de Castilla». v. 129 de chapa: «Hombre de chapa o mujer de chapa. Frase vulgar de conversación familiar para explicar y significar que un hombre o una mujer es persona de prendas, valor,juicio y prudencia» (Aut). Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 395: «Era la abadesa mujer de chapa y no amiga de carambolas». v. 131 de ceca en Meca: comp. Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 402:

«andaba listo como una jugadera, de ceca en meca, todo engolondrinado». v. 133 llorar los kiries: kiries es la parte de la misa donde se repite «kirieleisón» (Aut); Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 410: «Y aunque calló entonces,

después lloraba los quiries». v. 134 acot. BF: «Lévanla».

LAS

CIVILIDADES

161

ANA

Pues ¿ c ó m o hemos de hablar? ¿Hay otro modo?

DOCTOR

¿Tentada sois de lo civil y todo?

ANA

A h o r a ¡sus!

DOCTOR

Ahora ¡tus! Si así lo adorna,

ANA

echaré verbos, cantaré la sorna, porque sepa que puedo

140

atar muy bien m i dedo, y que estándole hablando, venga rabo entre piernas raspahilando. Pues ¿qué pensaba el molde de poetas, dejarlo en dos paletas?

145

Y por ser fruslería,

v. 137 y todo: 'también'. Comp. infra El borracho, w. 211-12: «—¡Vive Cristo, que me huelgo! —Yo y todo, con ser un asno». v. 138 sus: «Género de aspiración que se usa como interjección, para alentar, provocar o mover a otro a ejecutar alguna cosa prontamente o con vigor» (Auf); Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 393: «no hay sino ¡sus!, manos a la obra»; tus se decía a los perros. v. 139 echaré verbos, cantaré la sorna: echar verbos es 'echar juramentos o expresiones de enojo'; en «cantaré la sorna» se advierte otro dato más que confirma el modelo: en Juguetes de la niñez se lee «ella le cantaba la sorna», mientras que en la príncipe la lectura es «la soma». Ver Prosa festiva, p. 403, nota 91. La definición de Aut no nos sirve de mucho, porque evidentemente está sacada del mismo Cuento de Cuentos: «Frase que vale expresar con sorna la determinación a la vida libre y licenciosa. Es del estilo bajo» (con la autorización del pasaje de Cuento, según el texto de Juguetes de la niñez). Covarrubias (s. v. cantar explica: «Cantar la sorna, lisonjear a alguno para engañarle, y vale cantar la suasoria, según Brócense»). v. 141 ata bien su dedo: «Se dice del que sabe mirar y prevenir lo que le conviene en cualquier negocio o tratado en que se interesa» (Aut); Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 395: «que atase bien su dedo y que se riese de toda zalagarda». v. 143 rabo entre piernas, raspahilando: la primera es frase coloquial conocida, que sigue vigente; raspahilar es «Moverse rápida y atropelladamente» (DRAE). Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 404: «un escribano en volandas, raspahilando».

v. 145 en dos paletas: «Frase adverbial que vale brevemente, sin mucho trabajo u fastidio (Aut); Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 404, nota 95, (tex-

to ausente de la príncipe del Cuento): «me mataré con mi padre en dos paletas». v. 146 fruslería: comp. Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 405: «que

se acordase de marras y que era todo fruslería».

162

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

que de bóbilis bóbilis se hacía, porque el otro, afligido, gritando andaba como un descosido, cuando marras marruecos por las naguas,

150

a sabiendas estuvo entre dos aguas, haciéndome encreyentes, que por m i rostro bello hubo dello con dello, y que pasó por chiste.

155

Pero ¿quién fuiste tú que tal dijiste! Levantóse un remusgo y u n dime y u n diréte hasta tente bonete, v. 147 de bóbilis bóbilis: «Modo de hablar adverbial... su significado corresponde a de balde, sin trabajo ni merecerlo» (Aut); Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 404, nota 95: «¿Llevarse de bóbilis bóbilis mi hacienda?». BF: «bobillis». v. 149 como un descosido: la forma usual es «comer o beber como un descosido», 'en exceso'; comp. Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 405: «El alguacil gritaba como un descosido, viendo que la mozuela le había dado entre ceja y ceja». v. 150 marras marruecos: parece floreo verbal. No lo documentamos en los repertorios léxicos; naguas 'enaguas'. v. 151 entre dos aguas: locución adverbial que significa 'con duda y perplejidad, o equívocamente' (DRAE);

Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 406:

«a sabiendas dijo el mozuelo muy remilgado y cariacontecido, que estaba entre dos aguas». v. 152 hacer encreyente: «Persuadir lo que no se puede creer» (Correas, p. 589); Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 404, nota 95: « N o me lo harán en-

creyentes cuantos aran y cavan». v. 154 dello con dello: «Cuando comparten las cosas y se toma y se deja, y se entremete bueno con malo, chico con grande, y en algo se pasa trabajo con provecho» (Correas, p. 152); Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 405, nota 97, texto en Juguetes: «ni temo ni debo y al cabo habrá dello con dello». v. 156 que tal dijiste: comp. Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 406:

«¿Quién fuiste tú que tal dixisti? No es creíble la cólera del padre». v. 157 remusgo: los diccionarios definen como 'barrunto, sospecha, vislumbre', pero aquí indica 'bullicio, alteración...'; comp. Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 407: «Levantóse un remusgo que hasta allí podía llegar». v. 158 dime y un diréte: «Por las barajas de palabras que no llegan a las manos» (Correas, p. 157), es decir 'disputa verbal'; Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 401: «estúvose acorrucada por excusar dimes y diretes». v. 159 hasta tente bonete: «Hasta tente bonete. Hasta tírame esas mangas. Encarece lo mucho que comieron o bebieron y así de otras cosas» (Correas, p.

LAS

CIVILIDADES

163

y hétele aquí el estrago,

160

vengo y tomo, y ¿qué hago?; digo, que estar no quiero, a diente como haca de buldero. DOCTOR

¿Hay más civilidades? N o son sino verdades

ANA

165

y vos, don Mazacote, mirad por el virote, que no podrán trabajos roerme los zancajos; antes me han de alegrar la pajarilla. DOCTOR

170

¡Jesús, qué tarabilla! Yo me doy por vencido.

235). Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 407: «sobre esto porfiaron hasta tente bonete». v. 161 vengo y tomo, y ¿qué hago?: comp. Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa fes-

tiva, p. 395: «La moza, que vio esto, viene y toma y ¿qué hace?». w. 162-63 estar a diente como haca de buldero: «A diente, como haca de atabalero, o cominero [o buldero]. Estar a diente es estar sin comer, tener gana y no lo tener» (Correas, p. 11). Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 409: «La viuda, por una parte, no quiso estar a diente». v. 166 don Mazacote: contraste burlón entre el tratamiento del don, que estaba reservado a los caballeros y nobles, y el nombre ridículo. Mazacote: 'necio y pesado' (Aut). Comp. Quevedo, PO, núm. 761, w. 1-4: «Don Turuleque me llaman, / imagino que es adrede, / porque se zurce muy mal / el don con el Turuleque». v. 167 mirar por el virote: 'advertir con cuidado en algún negocio' «como el ballestero, que mira dónde irá a caer el virote» (Correas, p. 315); Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 408: «Yo callaré ahora y les daré en capereuza; cada uno mire por el virote». v. 169 roer los zancajos: es frase coloquial que significa murmurar de alguien; en este contexto disparatado las frases, como se irá advirtiendo, se vacían bastante de significado. Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 407: «sé que él y su

mujer me están royendo los zancajos». v. 170 alegrársele la pajarilla: «Frase con que se pondera el gusto y satisfacción grande que se tiene de la consecución de alguna cosa, u de la esperanza de ella» (Aut). Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 405: «Alegrósele la pajarilla al alguacil» (en Juguetes, ver nota 97 de Prosa festiva).

v. 171 tarabilla: figuradamente 'charlatán, hablador'; Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 396: «soltó la tarabilla y dijo rasamente que ella era mujer que tenía sangre en el ojo»; Quiñones de Benavente, El murmurador, infra, w. 58¬ 59: «Lengua de tarabilla, ¿qué te importa / que doña Gazmia sea anchifrentona...».

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

164 ANA

JOCOSERIA

Pues ¿en qué b o d e g ó n hemos comido? Acaba de decillo, ¿soy gente del gordillo?

DOCTOR

175

A u n q u e parezca mengua, yo quiero hablar tu lengua. Aqueso es disparate,

ANA

que es a medio mogate. DOCTOR

N o es, por Cristo;

180

tal hablar de cristiana no se ha visto; otros vocablos mal la facilitan. Pues ¿ c ó m o hemos de hablar si nos los quitan?

ANA

¿ N o ve que soy arisca? Gentil chacarrachaca, linda trisca;

185

ya estoy amostazada, no ha de quedar por corta y mal echada. DOCTOR

Calla, mujer.

v. 173 ¿en qué bodegón hemos comido?: «¿En qué bodegón habernos comido? ¿En qué libro lo ha hallado? Es manera de negar y contradecir algo» (Correas, p. 198). v. 175 gente del gordillo: «La más baja del vulgo o plebe» (Aut); Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 408: «El alguacil, que vio que el guardián era de los de

casa y que los demás era gente del gordillo...». v. 179 a medio mogate: «con descuido o poca advertencia; sin la perfección debida» (Aut); Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 402: «que él no se había

de casar a medio mogate». v. 185 chacarrachaca: 'ruido'; voz expresiva; en las ediciones del Cuento de cuentos de Juguetes de la niñez (1631 y 1633 traen igual lectura): «no ha de ser todo chacarra chacarra y basta ya la trisca»; en Desvelos soñolientos y otras ediciones «cháncharras máncharras»; trisca: «El ruido que se hace con los pies en alguna cosa que se quebranta» (Aut). BF: «chacarracheca». v. 186 amostazada: 'enojada'. Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 407:

«me crea que estoy muy amostazada de que se haga zorrocloco». v. 187 no ha de quedar por corta y mal echada: « N o quedar por corta ni mal

echada. Metáfora de la barra o bola, y otros ejercicios de tirar. No me quedé por corta ni mal echada; no le quedará por corta ni mal echada, cuando se dice y hace el deber» (Correas, p. 619); comp. Quevedo, PO, núm. 688, w. 9-12 con equívoco obsceno: « N o les debe mi estatura / a los cipreses lo largo, / por corta ni mal echada / no lo perderé si campo»; Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 409: «mas no se le quedó por corta ni mal echada».

LAS

ANA

165

CIVILIDADES

S Í haré, como confiese que hablamos bien.

DOCTOR ANA

Harélo aunque me pese. Pues espere, que aquí le han de bailar,

190

sin chistar, sin paular y sin maular. DOCTOR

¿Quién habrá que le ataje, si ya está introducido este lenguaje, que es entre gentes tales más c o m ú n que picote de a dos reales?

195

Baile. Músicos

Que de rondón se han entrado en la castellana lengua todas las civilidades que estaban antes en jerga. Bailar el agua delante

200

yo no sé c ó m o se entienda, y el llevar en caperuza mejor es que en la cabeza.

v. 191 sin chistar, sin paular y sin maular, comp. Quevedo, Cuento de Cuentos,

Prosa festiva, p. 401: «no chistó ni mistó»; id., p. 408: «ni paula ni maula» (nota 113, lección de Juguetes de la

niñez).

v. 193 En PR: «lengnage». v. 195 picote: «Tela áspera y basta que se fabrica de pelos de cabra» (Aut). Comp. Quiñones, Jácara que se cantó en la compañía

de Bartolomé

Romero, w. 37-38: «una

voz baratillo / como picote de a real». v. 196 de rondón'/sin consideración, de golpe'; comp. Quevedo, PO, núm. 646, w. 37-38: «que llame estrecho aposento / donde se entró de rondón». v. 199 enjerga: 'confusamente, sin perfeccionar'; Quevedo: «el casamiento, que aún se estaba enjerga» (Cuento de cuentos, Prosa festiva, p. 402).

v. 200 bailar el agua delante: «Frase vulgar que equivale a dar gusto en todo a uno, asistirle y servirle con grande puntualidad y diligencia, procurando hacer cuanto sea o pueda ser de su agrado» (Aut); Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva,

p. 390: «Y hacer bailar el agua delante ¿es a propósito?». v. 202 llevar en caperuza: como «dar en caperuza», frase «que significa darle a alguno un golpe en la cabeza haciéndole mal, y traslaticiamente darle alguna pesadumbre o hacerle alguna molestia» (Aut). Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 408: «El escribano decía: Yo callaré ahora y les daré en caperuza».

166

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

«Ya lo dije dos por tres» es mentira manifiesta

205

que más verdad le tratara si dos por dos le dijera. Todo el mundo está en un tris, dicen por cosa muy cierta, el quítame allá esas pajas,

210

al entendedor se queda. N o sé lo que significa ir como una jugadera, zascandil y ras con ras, con el tris tras a la puerta,

215

t o m ó el cielo con sus manos, y ser al pie de la letra. Es negar a pie juntillas

v. 204 dos por tres: comp. Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 403: «El

bergantón le dijo dos por tres que mentía», p. 391: «Y decir dos por tres ¿quién negará que no es decir una cosa por otra? Había de decir dos por dos». v. 208 en un tris: comp. Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 392: « N o

es el mundo tan grande como un tris; todo está en un tris y no hay dos trises. Estaban en un tris, estuvo la ciudad en un tris, todo el reino estuvo en un tris». v. 210 quítame allá esas pajas: «Frase con que se da a entender que alguno se irrita con facilidad y poca razón o corto motivo» (Aut). Comp. Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 394: «andaban al morro por quítame allá esas pajas». VJ: «quitarme». v. 212 VJ: «sinifica». v. 213 ir como una jugadera: jugadera es 'lanzadera' de un telar, que va y viene constantemente en el tejer; Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 402: «andaba listo como una jugadera». v. 214 zascandil: «Voz con que se significa el golpe repentino o acción impensada y pronta o sin reflexión, tomada la alusión del golpe y ruido que ocasiona el candil cuando se cae» (Aut)', Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 402:

«no más de llegar y zascandil»; ras con ras: «Modo de hablar cuando queremos significar que una cosa está cerca de la otra» (Cov.); Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 408: «decía que les había de poner la casa ras con ras». v. 215 tris tras a la puerta: comp. Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p.

398: «Y en llegando, tris tras, a la puerta». v. 216 tomar el cielo con las manos: «Frase que denota la cólera o ira grande que se ha recibido por alguna pesadumbre» (Aut); Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 399: «Desto los vecinos tomaban el cielo con las manos». v. 218 negar a pies juntillas: comp. Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 397:

«La abadesa lo quiso meter a barato, negando a pies juntillas cuanto ella había dicho».

LAS

CIVILIDADES

167

lo del papasal y arengas. Introdújolo el descuido;

220

y pues nadie lo remedia, vaya un tono y baile nuevo que a esto mismo se parezca. Si «ahora bien» no hubiera, señoras mías, no se fueran los hombres de las visitas.

225

Si la oreja tan larga tiene el que escucha, no es acción de curiosos, sino de muía. Si se hace carnes quien mucho llora, lloren mucho las flacas, que las importa.

FIN

v. 219 papasal: como señala García Valdés en la edición que estamos citando del Cuento de cuentos, es palabra que viene de un juego de niños y significa 'bagatela, cosa sin importancia'; Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 397: «siendo todo un papasal, y sepa que ya estoy hasta aquí».VJ, BF: «de el». v. 224 ahora bien: comp. Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 393: «si

Dios por su infinita misericordia no nos hubiera dado estas dos voces, ahora bien, nadie se pudiera ir ni despedir de una conversación. Todos dicen: Ahora bien, ya es hora; ahora bien, ya es tarde; ahora bien, ya vuesa merced querrá cenar». v. 226 oreja tan larga: «Con las orejas tan largas. Frase adverbial con que se significa la atención o curiosidad con que alguno oye u desea oír alguna cosa» (Aut). v. 228 hacerse carnes: «Vale consumirse y deshacerse con alguna pena y sentimiento» (Aut); Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 397: «La abadesa se ha-

cía carne llorando».

ENTREMÉS LA

CANTADO MUERTE

REPRESENTÓLE TOMÁS FERNÁNDEZ

Interlocutores: RUFINA.

M A R Í A D E JESÚS.

ANTONIA MANUELA.

GALÁN IA.

JUAN

G A L Á N 2a.

MATÍAS.

NÁJERA.

G A L Á N 3a.

BEZÓN

UN

VEJETE.

INÉS.

Sale Rujina

cantando.

RUFINA

¡Representantes del mundo!

TODOS

¿Quién da voces?

RUFINA

Escuchad

una grande novedad. TODOS RUFINA

¿Qué novedad, camarada? Que al cabo de la jornada

sale la Muerte a bailar. ANTONIA

¿Dónde la viste ensayar?

RUFINA

E n casa del Sueño, hermana.

La Muerte: Bergman (1965, pp. 321-23) conjetura que se estrenara en el Corpus de 1637. Interlocutores: BF lee «vojete». v. 3 En PR y BF el verso queda incompleto («una novedad»). Suplimos la segunda palabra.

170

J U A N MATÍAS RUFINA NÁJERA RUFINA TODOS

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

¿Quién la tañe? La campana. ¿Quién la canta? E l sacristán.

10

D i n , dan, d i n , dan. ¿Quién la tañe, quién la canta? La campana, el sacristán.

RUFINA

¿Qué se espantan que baile la Muerte, si [cuando llega no hay quien tantas mudanzas haga en la [tierra?

TODOS

15

¡Afuera, afuera, afuera, que a bailar empieza!

RUFINA

Yo soy el mundo, señores, figurado en una hembra, pues por lo inconstante y vario,

20

no hay quien más se le parezca. Son tantas las sabandijas que m i Babilonia pueblan,

v. 8 Sueño: hermano de la Muerte en la tradición mitológica. Es motivo tópico. Comp. Quevedo, PO, núm. 875, w. 865-68: «El hermanillo de la Muerte luego / se apoderó de todos sus sentidos, / y soñoliento y plácido sosiego / los dejó sepultados y tendidos». En su Genealogía de los dioses paganos, Boccaccio señala que el Sueño es el decimoséptimo hijo del Erebo, y la Muerte la decimoctava hija del Erebo, y lo mismo en Pérez de Moya, Filosofía secreta, Libro VII, cap. X: «El Sueño es hijo de la Noche y hermano de la Muerte». v. 16 afuera, afuera: evoca fórmulas frecuentes, en el romancero, sobre todo en el romance anónimo de los amores del moro Muza (Durán, núm. 88): «Afuera, afuera, aparta, aparta, / que entra el valeroso Muza / cuadrillero de unas cañas», y conocidas también en el cancionero tradicional: Frenk, 1987, núm. 713: «Fuera, fuera, fuera, / el pastorcico. / Qu'en el campo dormirás, / y no conmigo». v. 19 VJ: «figurando». v. 22 sabandijas: ver La paga del mundo, v. 4 y notas; comp. Quiñones, Jácara que se cantó en la compañía de Ortegón, w. 111-14: «Repórtate, sabandija; / mira que oliéndome vas / que entre tu cara y mis manos / hemos de hacer un batán»; o entremés de Pipote: «Busca estas sabandijas, / y a mí déjame ir y no me aflijas» (Colección, II, p. 714). v. 23 Babilonia: «Al lugar de gran población y mucho trato, adonde concurren diversas naciones decimos, por encarecer el tráfago grande que hay y confu-

LA

MUERTE

171

que a los mal entretenidos hoy por justicia los echan. Sale Bezón,

25

de Muerte, con vara de alguacil y en ella una

guadaña. BEZÓN

Y O vengo a esa comisión, como alguacil de la tierra, a sacar a la otra vida los que en esta no aprovechan. Traigo las enfermedades

30

por corchetes que los prendan, y desocupando el mundo, los lleven del muchas leguas. TODOS BEZÓN

¿Quién eres, triste visión? Soy pie de altar de la iglesia,

35

finca del sepolturero, del sacristán buenas nuevas.

sión, que es una Babilonia, especialmente si con esto concurren vicios y pecados que no se castigan» (Cov). Comp.Vélez, Cojuelo, p. 78: «desde esta picota de las nubes, que es el lugar más eminente de Madrid [...] te he de enseñar todo lo más notable que a estas horas pasa en esta Babilonia española, que en la confusión fue esotra con ella segunda desde nombre». v. 24 mal entretenidos: 'los que se ocupan en actividades ociosas y delincuentes o inútiles'. Entretener es 'demorar un negocio'; entretenidos los que esperan hacer un determinado negocio o gestión o que se resuelva. v. 25 acot. Bezón, con vara de alguacil: Bezón representa la iconografía tópica de la Muerte. Esta idea de la Muerte disponiendo sacar del mundo a los inútiles ha podido serle inspirada a Quiñones por el romance de Quevedo, «Comisión contra las viejas» (PO, núm. 708), donde la Muerte ordena la expulsión del mundo de las viejas. v. 31 corchetes: ministros inferiores de justicia, que tenían, por cierto, muy mala fama. Comp. Quiñones, Los cuatro galanes, w. 255-59: «tan matantes / son sus ojos criminales, / ojos de rastro y estafa, / jiferitos y corchetes, / que son rufianes azules». v. 34 visión: 'fantasma'; ver Loa con que empezó

Lorenzo Hurtado, supra, v. 67.

v. 35 pie de altar: «Se llaman los emolumentos que se dan a los curas y otros ministros eclesiásticos por las funciones que ejercitan, además de la congrua o renta que tienen por sus prebendas o beneficios» (Aut). v. 36 VJ: «sepultero». v. 37 VJ, BF: «de el».

172

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

JOCOSERIA

RUFINA

Muertecita, muertecita: ¿qué buscáis aquí, decid?

BEZÓN

Los que sobran en el mundo, para echallos del país.

RUFINA

Pues, ¿cómo venís bailando, siendo del contento el fin?

BEZÓN

E l venir de buena gana se suele decir así.

RUFINA

¡A huir, a huir, gentecita de mal vivir, que parte, que corre, que viene, que llega vuestro alguacil!

BEZÓN

¡Gentecilla sobrada en el mundo!

TODOS

¿Quién llama, quién grita con tal exceso?

BEZÓN

Poca carne y mucho hueso.

RUFINA

Este tiene en vino y pan seis m i l ducados de renta, y anda en la siega por julio como si no los tuviera.

BEZÓN

¿Por qué te tuestas al sol con hacienda y casa fresca?

NÁJERA

Ahórreme yo u n peón, y páguelo m i mollera.

BEZÓN INÉS

40

45

50

55

60

¡Tabardillo! ¿Qué me mandas?

BEZÓN

Salga de la tierra.

INÉS

Salga fuera del mundo quien tiene y siega.

v. 39 VJ: «buscas». v. 59 Locutor «Najar» en PR. v. 61 tabardillo: «Mal peligroso [...] arroja fuera unas pintas leonadas o negras» (Aut). Comp. Quiñones, El murmurador, vv. 7-8: «Sin duda es tabardillo. —Muchísimo peor. / —¿Peor? ¿Es peste? —Peor y repeor»; id., El martinillo, 2, vv. 75-77: «Estas venden disparates. / —Yo tabardillo en tomates. / —Yo sarampión en majuelas».

LA

TODOS

MUERTE

173

Repiten. Salga fuera del mundo quien [tiene y siega.

RUFINA

Este ha labrado una casa

65

que le ha costado su hacienda, y en la mitad no la alquila de lo que ha gastado en ella. BEZÓN M A R Í A JESÚS

¡Pesadumbre! ¿Qué mandas?

BEZÓN

Salga de la tierra.

M A R Í A JESÚS

Salga el que se confía de cal y arena.

TODOS

Repiten. Salga el que se confía de cal y arena.

RUFINA

70

Este se lava con limas, por no decir que se afeita; cera se pone en los labios

75

y h u m o de pez en las cejas. BEZÓN RUFINA BEZÓN

¿ C ó m o anda? Menudico. ¿ C ó m o viste?

v. 64 «Salga fuera, etc.» en PR,VJ y BE Desarrollamos, v. 69 Locutor «Pez.» en PR. v. 72 «Salga el que se, etc.» en PR,VJ y BE Desarrollamos. w. 73 y ss. Este se lava con limas...: motivos que indican afeminamiento; lima: una fruta cítrica con cuyo jugo se lava para mejorar la piel; afeitarse 'ponerse cosméticos'; era usual ponerse cera coloreada en los labios, o pintarse de negro las cejas. En Quevedo abunda el motivo. Baste remitir al Mundo por de dentro, Sueños, pp. 302-3: «¿Viste esa visión que acostándose fea se hizo esta mañana hermosa ella misma, y haces extremos grandes? Pues sábete que las mujeres lo primero que se visten en despertándose es una cara, una garganta y unas manos, y luego las sayas. Todo cuanto ves en ella es tienda y no natural. ¿Ves el cabello? Pues comprado es y no criado. Las cejas tienen más de ahumadas que de negras, y si como se hacen cejas se hicieran las narices, no las tuvieran. Los dientes que ves, y la boca, era de puro negra un tintero, y a puros polvos se ha hecho salvadera. La cera de los oídos se ha pasado a los labios y cada uno es una candelilla. ¿Las manos, pues? Lo que parece blanco es untado. ¡Qué cosa es ver una mujer que ha de salir otro día a que la vean, echarse la noche antes en adobo, y verlas acostar las caras hechas cofines de pasas, y a la mañana irse pintando sobre lo vivo como quieren!». Para más documentación sobre estos motivos ver Terrón, 1990.

174

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

C o m o hembra.

RUFINA BEZÓN

¿ C ó m o habla? C o m o jura.

RUFINA BEZÓN RUFINA BEZÓN ANTONIA

JOCOSERIA

¿ C ó m o jura? C o m o dueña.

80

¡Mal de ojo! ¿Qué mandas?

BEZÓN

Salga de la tierra.

ANTONIA

N o estén más en el mundo los que le afrentan.

TODOS

Repiten. N o estén más en el mundo los

[que le afrentan. RUFINA

C o n una niña de quince se casan estos setenta, de cuyos bríos está fisgando naturaleza.

85

v. 80 dueña: en este contexto no remite al motivo satírico de la dueña; significa aquí 'mujer'. v. 81 mal de ojo: «dañar con mal de ojo [...] cuestión es entre los físicos si hay mal de ojo, pero comúnmente está recibido haber personas que hacen mal con sólo poner los ojos en otra [...] hoy día se sospecha en España hay en algunos lugares linajes de gentes que están infamados de hacer mal poniendo los ojos en alguna cosa, y alabándola, y los niños corren más peligro» (Cov.). Comp. Cojuelo, p. 204: «Dios le bendiga —replicó Rufina— y mi ojo no le haga mal». Muchas páginas sobre esto escribe Nieremberg en Oculta filosofía, fols. 26 y ss., capítulos «Si hay aojo natural. Dícense algunos particulares ejemplos», «Prosigue lo mismo con notables propiedades de los animales. Trátase de la catoblepa», «Muchos han negado el aojo natural atribuyéndolo al demonio», «Tres maneras de aojos: supersticioso, natural y mixto», etc. Ahí se pueden acopiar toda clase de noticias sobre la cuestión. v. 82 BF omite el artículo «la». v. 83 No estén más en el mundo los que le afrentan: 'son afrenta del mundo por afeminados'. v. 84 Este verso y la acot. no figuran en ningún testimonio. Suplimos conservando la técnica de todo el pasaje, en que siempre repiten todos el refrancillo, que parece olvido de cajista de PR y de ahí, omisión extendida al resto. v. 88 fisgar, «hacer fisga y mofa de alguno» (Aut); comp. Quevedo, PO, núm. 728, w. 41-42: «y el barbas de manjar blanco / fisga de sus lavatorios». BF: «fiscando».

LA

BEZÓN

MUERTE

175

¡Mal de ijada! ¿Qué

INÉS

mandas?

BEZÓN

Salga de la tierra.

INÉS

¿De qué sirve en el mundo quien no le

90 [aumenta?

TODOS

Repiten. ¿ D e qué sirve en el mundo quien [no le aumenta?

RUFINA

Este da en ocasionado con intención que le hieran, y se lo paguen, porque

95

se baje de la querella. BEZÓN NÁJERA

¡Cirujano! ¿Qué

mandas?

BEZÓN

Salga de la tierra.

NÁJERA

H o y le acierta la cura quien se la yerra.

TODOS

Repiten. H o y le acierta la cura quien [se la yerra.

BEZÓN

100

E n la plaza me entré de la vida, yo, que igualo palacios y chozas.

v. 89 mal de ijada: típico de viejos, uno de los más frecuentemente citados en la poesía burlesca de esta temática; Quiñones, El Tiempo, infra, w. 84-85: «Mal de ijada, y piedra, y tos / he ganado de que pase», id., w. 94-95: No es edad mi mal de ijada, / sino una ensalada». v. 92 «De que sirue, etc.» en PR,VJ y BF. Desarrollamos. v. 93 ocasionado: «Vale también provocativo, molesto y mal acondicionado, que por su natural y genio, da fácilmente causa a desazones y ruinas» (Aut). Todo el pasaje: 'anda provocando a ver si riñe y le hieren, lo que le faculta para entablar un pleito, del que desiste (se baja de la querella) si le pagan indemnización'. v. 96 bajarse de la querella: «Voz forense. Es apartarse del pedimento que en justicia se ha puesto criminalmente ante un juez, de alguna palabra u obra ofensiva de otro u de cosa suya» (Aut). v. 97 PR como locutor «Najar.». Lo mismo ocurre en el locutor del verso 99. w. 100 «Oy le acierta, etc.» en PR,VJ y BF. Desarrollamos. v. 102 yo, que igualo palacios y chozas: la Muerte; evoca el famoso pasaje de Horacio, Oda 1, 4, 13-14: «pallida Mors aequo pulsat pede pauperum tabernas / regumque turris». Como dice que entra en la plaza se metaforiza en lo que sigue como toro.

176 RUFINA

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

¡ H u c h o h ó ! , que la corren las mozas. ¡ H u c h o h ó ! , que va corrida, que va corrida.

ANTONIA

Quince años hoy cumplí;

105

nunca hay muerte tan temprana. BEZÓN

Vente a mí, hermosura liviana; moza loca, y vente a mí.

RUFINA

M i edad se burla de t i ; salió tu esperanza vana.

BEZÓN

110

Vente a mí, hermosura liviana; moza loca, y vente a mí.

TODOS

La mocedad no es razón que llegue a presencia tuya.

BEZÓN

Si es hoy la edad aleluya,

115

mañana es kirie eleisón. RUFINA

Las muertes de las mujeres...

INÉS

Diferentes muertes son.

MARÍA

Yo muero por tener galas.

BEZÓN

¡Mala muerte la dé Dios!

120

v. 103 Huchohó: según Aut y DRAE es voz de cetrería para llamar al ave de presa, pero se usaba también para incitar a los toros a atacar, y aparece en una cancioncilla con diversas variantes (ver Frenk, 1987, núms. 2178C y 2179): «Ucho ho, torillo hosquillo, /toro hosco, vente a mí, / vente a mí que aquí te espero», «Uchoó, torillo, torillejo, / uchoó, que va corrido». Esta última variante es la que evoca el texto de Quiñones. Comp. infra, El Tiempo, w. 48-53: «Vente a mí, presumida mozuela, / poca edad, y vente a mí; / vente a mí, que aquí te espero. / ¡Huchohó! que te llama el dinero, / gustos y galas de mil en mil. / Vente a mí, vente a mí», id., w. 108-111: «A los viejos engreídos / de caducos alborozos, / ¡huchohó! que los corren los mozos, / ¡huchohó! que van corridos». Ver Foulché-Delbosc, 1911. w. 107-8 moza loca, y vente a mí...: para el intertexto que evocan estos versos, ver notas anteriores. w. 115-16 Si es hoy la edad aleluya...: 'Hoy la juventud es para alegrarse; mañana la vejez para llorar'; aleluya: término hebreo que significa 'alabad al Señor' y «según el modo de hablar común se toma por el júbilo, contento y alegría» (Aut); kirieleisón: «Voz que se usa sólo con alusión a los entierros o responsos» (Aut). Comp. supra, Quiñones, Civilidades, n. v. 133.

LA

MUERTE

177

ANTONIA

Yo por tener guardainfante.

BEZÓN

¡Muera quien los inventó!

RUFINA

Yo por redimir las canas.

BEZÓN

¡Zape! N o sois vos Leonor.

INÉS

Por bailar muere la Muerte.

BEZÓN

Digan todos con B e z ó n :

TODOS

125

¡Ay, qué dolor!, que se mueren los bailes sin redención.

BEZÓN

A los bailes, señores, mucho los deben,

130

pues que los han servido hasta la muerte. TODOS

Repiten. Pues que los han servido [hasta la muerte.

FIN

v. 121 guardainfante: «cierto artificio muy hueco, hecho de alambres con cintas que se ponían las mujeres en la cintura y sobre él ponían la basquiña»; ver in¬ fra el Entremés del guardainfante y Bergman, 1965, pp. 174-82. v. 124 Zape: es exclamación para espantar a los gatos, y en general de repudio. No vemos clara la mención de Leonor. Quizá se refiera a alguna actriz conocida por las canas teñidas; en la Jácara que se cantó en la compañía de Ortegón interviene una Leonor que debe de ser Leonor Bañuelos, llamada «la Tronga» (Genealogía, p. 469) y hay otras actrices con este nombre. Probablemente se refiera a alguna. v. 132 «Pues que los han, etc.» en PR,VJ y BE Desarrollamos.

ENTREMÉS EL

CANTADO TIEMPO

REPRESENTÓLE CRISTÓBAL D E AVENDAÑO

Interlocutores: BORJA.

JOSEFA.

BERNARDO.

LUISA,

MONTEMAYOR.

MÚSICOS.

BEATRICICA.

Sale Borja

de viejo con alas en los hombros, antojos, y

muletilla y otras alas en los pies, y un reloj de arena en la mano, y canta. BORJA

Mortales, que estáis mirando

este bulto barbiluengo, gradüado de fantasma, consultado en esqueleto, El Tiempo, según Bergman (1965, pp. 360-61) podría ser de 1633-34. Acot. inicial: Borja representa la iconografía habitual del Tiempo, cojo pero veloz, con el reloj que simboliza el paso del tiempo. El origen de esta representación y el proceso iconográfico que da lugar al Tiempo como viejo cojo es muy complejo: ver el estudio espléndido de Panofsky, «El Padre Tiempo» (1972, especialmente pp. 97-108). Andrés (1991, p. 131) señala que los anteojos, las alas pequeñas de los pies y la muleta son innovaciones respecto de la iconografía tradicional; la muleta no lo es tanto, los otros rasgos subrayan algunas características del personaje alegórico, como la vejez que se ayuda de los anteojos... Para los actores mencionados ver el correspondiente apéndice. BF: «... antojas...». v. 4 consultado en esqueleto: nombrado para el cargo de esqueleto'; consultar es también «proponer al rey u a otro superior personas capaces e idóneas para algún empleo, oficio u dignidad» (Aut); este viejo que sale es idóneo para el oficio de esqueleto. BF: «consultando».

180

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

dos alas por acicates, abotonando los vientos, correo que siempre va y humo que nunca ha vuelto; un soplo de las edades, un átomo del contento, un antuvión de la vida y de la muerte un jifero: aunque me miráis, apostad que no me acertáis. BEATRICICA

Por las señas que habéis dado, viejo honrado, el Tiempo sois diligente.

BORJA

Has acertado.

5

10

15

v. 5 acicate: «La espuela de la jineta, la cual sólo tiene una punta para picar al caballo» (Aut). v. 6 abotonando los vientos: sigue jugando con la imagen del acicate; abotonar el caballo es «Meter o entrar el acicate hasta el botón en la barriga del caballo. Díjose de los que montaban con silla de jineta y acicates vaqueros [los que llevan un botón para marcar la longitud máxima que debe entrar la punta en el caballo al picarlo con el acicate] y no siendo diestros en este ejercicio, en lugar de picar el caballo, rasgándole la piel, le entraban el acicate hasta el botón» (Aut). El Tiempo cabalga sobre los vientos con sus alas y los abotona 'acicatea despiadadamente', como se hace con un caballo. v. 8 humo: como las otras imágenes del pasaje evoca la velocidad de una fuga sin retorno; comp. la frase vulgar «La ida del humo. Modo vulgar de hablar con que al despedirse u irse alguno, se da a entender el deseo de que no vuelva, o el poco cuidado de que vuelva, y tal vez el juicio que se hace de que no volverá» (Aut). v. 11 antuvión de la vida: 'un ataque mortal para la vida, pues que la acaba'; antuvión es expresión germanesca 'golpe dado repentinamente y traidoramente' (ver Léxico). Comp. Quiñones, infra, El licenciado y el bachiller, w. 10-12: «Todo oyente se haga allá; / que si de antuvión le coge / mi voz, le podrá lisiar». v. 12 jifero: cuchillo de los matarifes; el Tiempo es el arma mortal que esgrime la muerte. También significa 'el mismo desollador o matarife'; cualquiera de los matices viene bien. Comp. Estebanillo, I, p. 108, o p. 243: «fingiendo haberle dado a un chulo una mohada con la lengua de un jifero, me retiré a sagrado», y el texto del P. León citado por los anotadores Carreira y Cid: «Empezaron los unos y los otros a porfía a rendir armas diciéndome: "Tome este jifero". Estos son unos cuchillos de cachas amarillas con que se matan por ahí la gente perdida». v. 14 no lo acertáis: el discurso del Tiempo se presenta a modo de adivinanza, adoptando el paradigma de este género tan apreciado en el barroco.

EL

TIEMPO

BEATRICICA

¿Sois este tiempo presente?

BORJA

N o , sino el tiempo pasado.

BEATRICICA

181

20

Tiempecito amigo, agua pasada no muele molino. Pues, molino hermano,

BORJA

antes que pase, moled con recato. Sale Bernardo de galán.

BERNARDO

Mozas de prima tonsura,

25

yo soy el tiempo moderno que, lleno de cachivaches, me burlo de esotro tiempo. U n a pollera te traigo con u n ribetón tan grueso,

30

que juzgándole morcilla, se vienen tras él los perros. TODOS

¡Ay qué lindo tiempo!

BERNARDO

Unas guedejas y puntas que, topando con sus dueños,

35

v. 22 agua pasada no mueve molino: proverbio recogido en Correas (p. 16) con varias formas, entre ellas la del texto, o «Agua que pasó, molino no muele». Es frase aún vigente. Andrés (1991, p. 132) sugiere posibles connotaciones maliciosas, obscenas, que vemos poco probables o al menos poco precisadas en el contexto. v. 25 mozas de prima tonsura: parodia de expresión clerical; es el primero de los grados clericales «cuya ceremonia se ejecuta cortando un poco del pelo» (Aut). En el contexto nos inclinamos a interpretarlo como alusión a la juventud de las mozas; también podría indicar maliciosamente que entran en las primeras escalas de un oficio (que no ha de ser precisamente clerical). v. 27 cachivaches: 'trastos, cosas inservibles, frivolidades': alusión a la serie de modas que se enumeran a continuación, traídas por el Tiempo moderno. v. 29 pollera: un tipo de falda; «Se llamaba el brial o guardapiés que las mujeres se ponían sobre el guardainfante, encima de la cual asentaba la basquiña o saya. Díjose así por la semejanza que tiene con el cesto en que se crían los pollos» (Aut). Comp. Quiñones, Loa con que empezó Tomás Fernández, infra, w. 240-42: «sal, melindre con pollera, / sal, duende con moño y garbo, / sal, pues toda tú eres sal». v. 30 ribetón: despectivo de ribete «La guarnición que se echa a la extremidad de la ropa o vestido» (Aut). v. 34 guedejas y puntas: burla de los pelos largos y peinados, en este caso, postizos (ver infra w. 112-15); comp. infra, Quiñones, Los cuatro galanes, w. 11-15: «Mira,

182

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

se quisieron hacer fuertes al pasar de u n cimenterio. TODOS

¡Ay qué lindo tiempo!

BERNARDO

Dos

rosas para los pies

que, cubriéndote los medios,

40

son los medios, y otros tantos con los que están descubiertos. TODOS

¡Ay qué lindo tiempo!

BERNARDO

Yo soy este tiempo.

BORJA

Yo soy el otro.

BEATRICICA

45

T i e m p o hay para el viejo; vámonos al mozo. Repiten.

BERNARDO

Vente a mí, presumida mozuela, poca edad, y vente a mí;

si me faltara / un mes el ajigolio de la cara, / o por mayor mancilla, / las guedejas, el moño o la jaulilla, / ya con el diablo fuera»; id., El guardainfante, 1, w. 126¬ 29: «aquel moño que pueblan / mis guedejas mal logradas»; Quevedo, Un Heráclito, núm. 251, «Una figura de guedejas se motila en ocasión de una premática», alusivo a la premática del 13 de abril de 1639 en que se pregonó que «ningún hombre pueda traer copete o jaulilla, ni guedejas con crespo u otro rizo en el cabello, el cual no pueda pasar de la oreja». En la misma pragmática se prohiben los guardainfantes en las mujeres (ver notas de Arellano y Schwartz en Un Heráclito). w. 35-37 que, topando con sus dueños.. .:'al pasar por el cementerio quieren resistir y hacerse de valer, porque topan con sus dueños, es decir, con los muertos a quienes pertenecían anteriormente (porque son guedejas postizas hechas con pelo de muerto)'. Comp. Quevedo, Un Heráclito, núm. 276 «Femenina caballera que predica a las verdaderas pelambres», w. 33-40: «Fénix soy de las molleras / renaciendo de mí mismo, / que apenas en unas muero / cuando en otras resucito. / Y es de fe que, si sonara / hoy la trompeta de el Juicio / dejaran los moños muertos / las calvas en cueros vivos». v. 37 VJ: «yn». v. 39 rosas: «Se llama también el lazo de cintas o cosa semejante que se forma en hojas, con la figura de la rosa» (Aut). Adorno en los zapatos. No apuramos bien el sentido de los versos siguientes. w. 48 y ss. Vente a mí, presumida mozuela...: ver supra La Muerte, n. v. 107 y ss. Todo este pasaje parodia un juego taurino, en que se cita al toro, se elude o se es atropellado por el animal (el Tiempo-toro metafórico); los gestos de los actores deben responder a esta ficción.

EL

TIEMPO

vente a mí, que aquí te espero. ¡Huchohó! que te llama el dinero, gustos y galas de m i l en m i l . Vente a mí, vente a mí. BEATRICICA

50

Guárdame, Tiempo, guárdame, Tiempo,

que se llega el viejo. BERNARDO

183

55

E l T i e m p o por ti pasó;

sin sentir te ha atropellado. Vase.

BEATRICICA

¡Ay Jesús, y qué vuelta me ha dado!

¡Ay Jesús, qué vuelta me dio! Tiempo, ¿qué te has hecho? BORJA

Ya se te pasó.

BEATRICICA

D e los pasatiempos,

este es el peor. ¡Ay Jesús, y qué vuelta me ha dado! ¡Ay Jesús, qué vuelta me dio!

60

65

Vase. Sale Bernardo.

BERNARDO

Haya holgueta, y haya baile;

llegue el Tiempo y pase. JOSEFA

N O importa a m i poca edad,

Tiempo, que tú seas mudable. LUISA

N i a m i cara en pocos años

70

que con muchos la amenaces. BERNARDO

Tiempecillo papanduja,

cocos te hacen dos jayanes. v. 60 BF: «tas» (en lugar de «te has»). v. 63 PR,VJ y BF leen: «este el peor». Pero corregimos de acuerdo con la Fe de erratas de los preliminares. w. 64-65 En PR,VJ y BF: «Ay Iesús, etc.». Desarrollamos. v. 66 holgueta', 'diversión, fiesta'; «Lo mismo que holgura. Es voz familiar» (Aut). v. 72 papanduja: «lo que está flojo o pasado de puro maduro» (Aut, que le atribuye pertenencia al estilo bajo). Quevedo, Un Heráclito, núm. 283, w. 21-24: «Era el buen recién casado / un esposo papanduja; / en el alma con potencias, / en el cuerpo con ninguna».

184

BORJA

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

JOCOSERIA

Pues ahora lo veredes, dijo el T i e m p o , que no Agrajes.

BERNARDO

75

Repiten. Haya holgueta, y haya baile; llegue el T i e m p o y pase. Por nosotros pase el T i e m p o .

JOSEFA

¿Qué nos hará cuando pase?

BERNARDO

¿ C ó m o ? , ¿qué?; por Jesucristo,

80

que no puedo menearme. JOSEFA

Las muelas me ha derribado.

LUISA

A mí me arrugó el semblante.

MONTEMAYOR

M a l de ijada, y piedra y tos he ganado de que pase.

TODOS

85

¡Válgate Dios por tiempo variable! Pasando sin sentir, ¡qué mal que haces! Repiten.

BEATRIZ

Duelos me hicieron vieja, que yo moza me era.

v. 73 cocos: el verso significa 'te desafían dos personas poderosas (pero más poderoso es el Tiempo)'; «hacer cocos» es hacer gestos de burla, provocación, desafío, o para atraer a alguien, como los del mono. Comp. Quevedo, Un Heráclito, núm. 270, w. 13-16: «Piensan que no los entiendo; / yo pienso de ellos lo proprio; / míranme y hácenme gestos, / mirólos y hágolos cocos»; jayán: metafóricamente 'persona de muchas fuerzas'; significa 'gigante', y en germanía 'rufián de importancia'. Comp. infra, Jácara que se cantó en la compañía de Ortegón, w. 35-38: «La culpa echan a Mallurde, / aquel letrado jayán, / que en el pleito de galeras / fue por el rey a bogar»; Quevedo, Un Heráclito, núm. 288, w. 1-4: «Todo se sabe, Lampuga, / que ha dado en chismoso el diablo, / y entre jayanes y marcas / nunca ha habido secretario». w. 74-75 Pues ahora lo veredes...: refrán a modo de amenaza, que procede del Amadís de Gaula (versiones antiguas de la novela, pues se le atribuyen a este personaje, pero no se hallan en los textos conservados de la novela); «Agora lo veredes, dijo Agrajes con sus pajes» (Correas, p. 14); Cervantes, Quijote, I, 8: «Agora lo veredes, dijo Agrajes —respondió don Quijote». w. 76-77 En PR,VJ y BF: «Aya holgueta, etc.». Desarrollamos. v. 83 Locutor «Luci.» en PR,VJ y BF. Enmendamos. v. 84 mal de ijada, piedra y tos: males de la vejez; ver supra La Muerte, v. 89 y notas.

EL

BERNARDO

TIEMPO

Penas me hicieron cano,

185

90

que no muchos años. JOSEFA

N o me hundió la boca el tiempo, sino corrimientos.

JVlONTEMAYOR

N o es edad m i mal de ijada, sino una ensalada.

LUISA

95

N o es de vejez tanta arruga, sino de una muda.

BORJA

Su edad misma los condena, pues no lo confiesan. Este soy y aqueste fui:

100

nadie se fíe de mí. BERNARDO

D e la flaqueza en que he dado saca fuerzas m i dolor; y es error, pues confieso en lo cansado

105

que todo tiempo pasado fue mejor. Repiten.

w. 88-89 Duelos me hicieron vieja...: parodia de canción tradicional. Comp. Frenk, 1987, núm. 142A: «Duelos me hicieron negra, / que yo blanca me era». La misma formulación en Correas, p. 168. Aparece en Mal Lara, Ledesma, y otros poetas con alguna variante. w. 92-93 No me hundió la boca el tiempo...: siguen las disimulaciones de los males de la vejez: 'se me han caído los dientes no por vieja, sino por un corrimiento' (corrimiento: «Vale también fluxión de humor que cae a alguna parte, como a las muelas, a los oídos, a los ojos», Aut). v. 97 muda: atribuye las arrugas a los efectos de las mudas «Cierta especie de afeite o untura que se suelen poner las mujeres en el rostro» (Aut); comp. Santos, Obras, p. 118: «mil cosas que consigo traen para engañar, como pasas aderezadas, cañutillos de albayalde, solimán labrado [...] mudas para el paño de la cara, aderezo para las manos»; ver Terrón, 1990, para otros muchos testimonios. w. 106-7 que todo tiempo, pasado...: evoca los versos de Jorge Manrique, Coplas a la muerte de su padre, que tienen también formulaciones proverbiales, como la que recoge Correas, p. 483: «Todo tiempo pasado fue mejor».

186

Músicos

BEATRICICA

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

A los viejos engreídos de caducos alborozos, ¡huchohó!, que los corren los mozos, ¡huchohó!, que van corridos.

110

A las mozas que fingidas

traen postizo pelo y cejas, ¡huchohó!, que las corren las viejas, ¡huchohó!, que van corridas.

115

Repiten.

BERNARDO BEATRICICA

Ya que a vieja has llegado, tu pedir cesó. Para otras lo pido, si para mí no.

Perdónenme los hombres, perdónenme las hembras, perdónenme los bailes, perdone la cazuela, si pido siendo vieja, que ya porfío con brío no pedir en baile o son; y es desvarío, porque la vez que porfío, se me pone el corazón titiritando de frío.

120

125

Repiten.

BERNARDO

Pues yo en pidiendo, me quedo

atarantado de miedo.

130

w. 108-11 A los viejos engreídos...: Andrés (1991, p. 138) recuerda oportunamente otro pasaje de Calderón, Las carnestolendas (ver Calderón, Teatro cómico breve, p. 443): «Al vejete que de Cupido / ya no le ofenden y abrasan las llamas, / ¡huchohó!, que le corren las damas, / ¡huchohó!, que va corrido».Ya hemos anotado antes este estribillo. v. 121 cazuela: lugar en los corrales de comedias que ocupaban las mujeres. Ver infra, Jácara que se cantó en la compañía de Bartolomé Romero, w. 11-12: «Moñicazuela, / no alborotes el corral»; ver Ruano y Alien, 1994, pp. 87 y ss. para este lugar de los corrales áureos. v. 130 atarantado: «La persona a quien ha mordido la tarántula, que es una especie de araña venenosa [...] El efecto de su veneno es dar al paciente un temblor convulsivo» (Aut). Un entremés atribuido a LuisVélez en Flor de saínetes (1657), lleva por título Los atarantados. V]: «ataratando».

EL

TIEMPO

187

C o n tanto pedir molesto, no te sufrirá u n peraile. BEATRICICA

¿Qué

n

a

de cantarse en u n baile

para gracioso y honesto? BERNARDO

Todos te tienen a mal

135

tanto baile de interés. BEATRICICA

N O tendrán, si miran que es

lo menos perjudicial. BERNARDO

Porfía y baila con brío,

sin pedir en la canción. BEATRICICA

140

Es desvarío,

porque la vez que porfío, se me pone el corazón titiritando de frío. Repiten.

FIN

v. 132 peraile: cardador de paños; su mención parece aquí un mero juego disparatado, por alusión quizá a la rudeza atribuida a estos oficiales o la paciencia que exige un oficio molesto, según apunta Andrés (1991, p. 139). w. 133-34 ¿Qué ha de cantarse en un baile... ?: los contemporáneos de Benavente alababan el que sus bailes fueran «ni desacatados ni desatacados», según expresión de Castillo Solórzano.

ENTREMÉS EL

FAMOSO

TALEGO-NIÑO

REPRESENTÓLE TOMÁS

FERNÁNDEZ

Interlocutores: D O Ñ A SALPULLIDA.

Dos

DOÑA

G A R R O T E , VILLANO.

REVESA.

CRIADAS.

T A R A C E A , SU A M O .

Salen Taracea y Garrote, y dos criadas huyendo de Taracea, y Garrote poniéndose TARACEA

en medio.

¡Picaronas, ladronas, embusteras, esponjas de las tristes faldriqueras, polillas de la hacienda! M u c h o «no lo haré más» y poca enmienda. Demonios o criadas,

5

¿de lechugas hacéis las ensaladas? Los pobres amos son los que lo lastan; pues de hojas de rábano ¿no bastan? Apártate, Garrote.

El talego-niño: se inspira en el paso quinto de Lope de Rueda, sobre el tema de la tierra de Jauja, aunque, como indica Bergman (1965, p. 359) la semejanza entre las dos obras no es muy grande. Por la alusión al autor Arias conjetura Bergman que esta sea una de las piezas más antiguas de Quiñones. v. 7 lastar. «Pagar o gastar por otro, reservando el derecho del recobro. En el sentido moral vale pagar, purgar y padecer la culpa y delito de otro» (Aut); comp. infra Quiñones, La verdad, w. 9-11. «Pues si más verdad no se halla / de la que la edad nos calla, / en el mundo, que hoy la lasta, / poca verdad hay».

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

190 GARROTE

JOCOSERIA

Señor, no las dé más en el cogote,

10

que ningún ángel destos es culpado, mas que vuested es mal aventurado. TARACEA CRIADA I

¿Y la clara? a

¿Qué clara?

TARACEA C R I A D A 2a

La del huevo. A n o c h e la cenamos.

TARACEA

¡Gasto nuevo! Destruidoras de la hacienda ajena,

15

¿ U n a clara os cenáis en una cena? GARROTE

Y más que fue, por sus escurriduras, la cena clara, y el cenarla a escuras.

TARACEA

¿ D e una vez una clara, cari-exentas? Yo os pondré la mitad a vuestras cuentas;

20

y andad con Dios, si no queréis que os haga... Échalas, mozo. GARROTE

A n d a d con Dios. ¿Quién paga?

CRIADA Ia TARACEA C R I A D A 2a TARACEA

¿Qué es «quién paga»? E l salario de la hente. Yo no pago, que me entro por valiente. Pídanme, que abonada es m i persona.

25

v. 10 «Señor, no las dé mas que en el cogote» en PR y BF; enmendamos, v. 13 BF: «de el». v. 19 cari-exentas: 'desvergonzadas'; exento: «Significa algunas veces libre, desahogado y desembarazado en su modo de vida, y que no tiene vergüenza ni empacho» (Aut); ver Quiñones, Entremés de los ladrones y el reloj, en Madroñal, 1996, p. 202: «—Exenta, escarmentad. —Poco de exenta, / pase vusté adelante con la cuenta». v. 23 hente: aspiración de connotaciones germanescas; es fenómeno frecuente en la lengua del hampa: comp. Quevedo, Buscón, p. 223: «haga vucé de las j, h y de las h,j. Diga conmigo: jerida, mojino, jumo, paheria, mohar, habaliy harro de vino». Se repite en el pasaje este fenómeno otras veces. v. 24 Yo no pago, que me entro por valiente: parodia la acción del valentón que entra a la comedia sin pagar y aduce como razón el ser valiente. Ver en la ed. de Bergman, Ramillete, pp. 463-68 el Baile de la entrada de la comedia de Pedro Lanini, para documentar este motivo y otras formulaciones análogas: «—¿Quién paga? /

EL

CRIADA I A

TALEGO-NIÑO

191

Quédate, matadura con valona,

y más que matadura, pues donde estás, sin gente hay apretura. C R I A D A 2a

Quédate, ganas fiambres,

molde en que se hacen hambres, tripas horras, que en ellas juegan cañas, estómago con moho y telarañas.

30

— ¿ N o me conoce? ¡qué buena! / —Pague usted. [...] / —¿Quién paga, digo? / —Yo no pago, ¿hay tal quimera? / —¿Pues por qué no paga usted? / —Porque tengo preeminencias»... v. 25 abonado: «El que tiene crédito y caudal bastante para que se le fíe cualquiera negocio de interés y su manejo» (Aut).Y]: «pidame». v. 26 matadura con valona: matadura es la llaga que se le hace a la caballería por el roce del aparejo, y «figuradamente el hombre necio, molesto y pesado» (Aut); valona: una especie de adorno que se usaba en el cuello, que consistía en «una tira angosta de lienzo fino que caía sobre la espalda y hombros, y por la parte de adelante era larga hasta la mitad del pecho» (Aut). Comp. infra, El Martinillo, 2, v. 35. La expresión constituye un mote o apodo, y se inserta en el arte de motejar que ha estudiado Chevalier (1992). El cruce de apodos estructura algunos momentos de este pasaje. v. 28 apretura: porque las mataduras se producen cuando el aparejo aprieta y roza a la caballería, y apretura significa también «falta y escasez, especialmente de bastimentos» (Aut), como en casa de este tacaño. v. 29 fiambres: 'frías, pasadas, que no se han usado en su tiempo y sazón' (ver Aut); como las ganas de comer del personajillo, que no se satisfacen nunca. Comp. Quevedo, Sueños, p. 268: «Doncellas son que se vinieron al infierno con los virgos fiambres, y por cosa rara se guardan»; id., PO, núm. 671, w. 2-3: «Hay mil doncellas maduras / que guardan virgos fiambres». v. 30 molde: porque se pueden fabricar hambres perfectas usándolo como modelo, o molde en que fabricarlas; comp. Quiñones, infra, Los cuatro galanes, w. 22¬ 24: «Ni aun eso; que riñendo cierto día / con un molde de aquestos galancetes, / me amenazó un nublado de puñetes». v. 31 tripas horras: 'vacías, libres'; ovejas horras llaman los pastores a las que no se quedan preñadas, siempre con el vientre vacío. Distinto matiz tiene la expresión en Quevedo, Buscón, p. 162 en que «tripas horras» se aplica a las de los gorrones, que las llenan sin pagar nada, con total libertad, exentas de cualquier pago. En Las manos y cuajares, de Quiñones, infra, vv. 9-10 el matiz se acerca al de Quevedo, ya que se aplica a los gorrones que comen de mogollón 'de gorra': «De mogollón se zampaba / toda tripa horra». En el pasaje que ahora anotamos hay que entender 'completamente vacías': de ahí que tengan sitio hasta para celebrar un juego de cañas, especie de torneo en cuadrillas a caballo en que se usaban cañas en vez de lanzas. Ver para estas diversiones Deleito y Piñuela (1988, pp. 84-

192

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

Vanse. GARROTE

Quédate en el ayuno, que es tu casa, gaznate navarrisco, que no pasa.

TARACEA

Pues ¿yo te he despedido? ¿Hay tal capricho?

GARROTE

¿ N O me despide? Pues lo dicho, dicho.

TARACEA

Vamos a lo que importa, y de eso acorta.

GARROTE

Iremos a comer, que es lo que importa.

TARACEA

A m i g o , yo me mudo de esta casa. Mientras u n carretón los trastos pasa,

35

40

mudarás tú u n talego de dineros, que no quiero dar parte a esportilleros; y porque no se sepa lo que llevas, tengo dos trazas nuevas. GARROTE TARACEA

¿Cuáles son? La primera,

45

que de mujer te vistas.

94). Comp. con el romance de Quevedo, PO, núm. 677 «Las cañas que j u g ó su Majestad cuando vino el Príncipe de Gales», y su descripción en Deleito y Piñuela (1988, pp. 92 y ss.): «Empezaba el juego con la aparición de una cuadrilla que recorría la plaza entera desfilando ante las que la esperaban apostadas enfrente, y atacando por fin a una de ellas, a la cual arrojaban cañas al aire sin dejar de correr. Los atacados replicaban en igual forma, y unos y otros procuraban evitar el choque de aquellos proyectiles, empuñando con la diestra su adarga como escudo protector [...] a la vez que con la izquierda mano sostenían las riendas de su corcel». En todo caso necesitaban abundante espacio. v. 34 gaznate navarrisco: porque no pasa nada de comida a su través; juega con la acepción de pasar una moneda 'ser aceptada para su uso'; moneda que no pasa es la que no tiene vigencia, no es aceptable, como la de Navarra en Castilla. Ver supra, Loa con que empezó Lorenzo Hurtado, n. v. 55. v. 36 lo dicho, dicho: expresión proverbial; Correas, p. 269: «Afírmase en lo dicho y avisa al otro que esté en ello». v. 37 VJ: «desso». v. 39 VJ: «desta». v. 42 esportilleros: ganapanes que cargaban las mercancías en las esportillas, para llevarlas a donde quería el dueño. Tenían fama de picaros. Ver la acot. inicial de Las manos y cuajares, infra. En «dar parte» puede haber dilogía 'dar a conocer' (prefiere guardar en secreto su dinero) y 'dar una parte' (porque tendría que pagarles y entregarles una parte de su dinero).

EL

TALEGO-NIÑO

GARROTE TARACEA

193

¡Guarda huera! L a segunda, que lleves con aliño empañado el talego como niño. Hazlo, que así procuro que a la otra casa llegue más seguro,

50

sin que ninguno caiga en la malicia. GARROTE

Venga acá. ¿ Y si me topa la josticia con aquestos aliños, y al hospital me lleva de los niños, donde por la primera

55

me hacen criar, y que quiera que no quiera, con más barbas que hay lanas en sus camas, voy en las procesiones de las amas? TARACEA

Toma para u n pastel. Dale un cuarto.

GARROTE

¡Lindo vocablo! C o m o yo coma, vístame de diablo.

60

Vamos. TARACEA GARROTE

O j o avizor, Garrote amigo. Si no lo hiciere bien, d é m e conmigo.

v. 46 guarda ahuera: 'fuera, quítate de ahí'; es expresión de rechazo, construida sobre guarda: se usa también para excusarse de ejecutar alguna cosa o convenir en ella. «Otros dicen guarda fuera» (Aut). Comp. infra Quiñones, El talego, 2, w. 114¬ 15: «Garrotillo, y de madera, / ¡guarda fuera!». v. 50 PR: «lluegue». v. 54 hospital de los niños: como si fuere un huerfanillo. v. 56VJ: «...y quiera que no quiera». v. 59 pastel: como los define Cov. eran una «empanadilla hojaldrada que tiene dentro carne picada o pistada [...] Es refugio de los que no pueden hacer olla y socorre muchas necesidades». Comida de ínfima calidad para los que no pueden otra cosa, debía de ser casi tan mala como Quevedo dice en sus burlas; es motivo frecuente en lo burlesco el de la suciedad de los pasteles. Comp. Quevedo, Un Heráclito, núm. 249, w. 116-20: «Con poco temor de Dios / pecaba en pastel de a cuatro, / pues vendí en traje de carne / huesos, moscas, vaca y caldo»; id., PO, núm. 631, w. 10-12: «en su tiempo no hubo perro muerto, / rocines, monas, gatos, moscas, pieles, / que no hallasen posada en sus pasteles». v. 62 déme conmigo: o sea, 'déme con un garrote'. Chiste basado en la antroponimia jocosa parlante de los personajes. Se reitera la técnica. En la acotación siguiente tras este verso, BF: «... Sale...».

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

194

JOCOSERIA

Vanse. Salen doña Revesa y doña

Salpullida,

damas. REVESA

¡Hola, sierva! ¡Hola, criada!

SALPULLIDA

¡Hola, criada! ¡Hola, sierva!

REVESA

¿Oyes, doña Salpullida?

SALPULLIDA

¿Qué es ello, doña Revesa?

CRIADA Ia

¡Señora!

CRIADA 2 REVESA

a

65

¡Señora! Dicen estas dos criadas nuevas que han servido algunos días en casa de Taracea,

70

el que trujo al mundo el no, y el que para untar las secas, vende saliva en ayunas a cualquier hora que sea, y que u n mozo tonto suyo,

75

en hábito de gallega, pasa u n talego hecho niño a esta casa de aquí cerca.

v. 63 hola: expresión para llamar a inferiores y criados. Comp. Quevedo, Prosa festiva, p. 451: «Cuando llamare a las criadas, no diga "¡hola, Gómez!, ¡hola, Sánchez!", sino "¡unda, Gómez!, ¡unda Sánchez!", que unda y hola son lo propio». Con matices de lengua vulgar, despectiva o jocosa, se reitera innumerablemente en la Jocoseria y no lo volveremos a anotar. v. 68 BF: «estos». v. 72 secas: «Significa también una enfermedad causada de una inflamación o hinchazón de las glándulas que se hallan en varias partes del cuerpo del animal» (Aut). A la saliva en ayunas se le atribuían numerosas propiedades maravillosas. Ciruelo en su Reprobación de las supersticiones, p. 106: «la saliva del hombre ayuno es cosa medicinal»; id., p. 146: «por sentencia de los sabios médicos que dicen que la saliva de cualquiera hombre ayuno es muy sana y medicina para contra las sarnillas y llagas». Otras referencias a diversas propiedades de la saliva en ayunas en Pícara Justina, I, p. 108; Quevedo, Hora, p. 137; Espinel, Marcos de Obregón, I, p. 239; Zabaleta, Día de fiesta, p. 193.

EL

SALPULLIDA

REVESA

LAS 2 SALPULLIDA

TALEGO-NIÑO

¿De esa manera lo dices? ¿Qué haces, doña Revesa, que no le das con tu nombre? Fallo que el talego sea nuestro; que esto de dineros, ¿qué pajarilla no alegra?, ¿qué corazón no pellizca?, ¿qué voluntad no embeleca? ¡Muchachas!

195

80

85

¡Señora mía! Poneos las dos a la puerta, y en pasando el ama falsa, no se os deslice la presa. Y tú, amiga, haz de las tuyas.

REVESA

N o tomara, aunque me dieran, m i l reales por el talego, que estoy sin blanca, y soy hembra.

SALPULLIDA

Y han menester para galas las mujeres más moneda que hay en casa de un judío.

REVESA

Y más, si en los carros entran del Corpus, donde en sintiendo cosquillas de competencia, se sube la vanidad encima de la veleta.

90

95

100

v. 81 dar con la revesa: 'traicionar, engañar, perjudicar'; es voz germanesca con varios matices; en el juego de naipes, por ejemplo, es una fullería hecha con un supuesto cómplice: Quevedo, Buscón, p. 221: «revesa llaman la treta contra el amigo, que de puro revesada no la entiende»; ver Léxico. v. 84 alegrar la pajarilla: ver n. v. 170 de Civilidades, supra. v. 89 BF: «alma». w. 98-99 carros... del Corpus: se entiende mejor el pasaje si se recuerda que están hablando actores, y que la fecha del Corpus es clave en la temporada teatral. Las compañías elegidas para representar los autos sacramentales en los carros del Corpus eran las mejores y era el momento de renovar y exhibir vestuario rico y suntuoso.

196

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

CRIADA I A

E n la fábula está el lobo.

REVESA

Aquí mis enredos entran.

SALPULLIDA

Llámale, así Dios te libre

JOCOSERIA

105

de dar aprisa una muestra, donde estudies por ensalmo lo que ha hilvanado el poeta. Sale Garrote de mujer, con un talego empañado GARROTE

como niño.

¡Ea, niño, duérmete! ¡Ajó, mama, taita, teta!

110

¡Barrabás lleve la vida del muchacho, y c ó m o pesa! Yo quiero ponelle a andar... REVESA

M o z o en hábito de fembra... Cógenle

en medio.

SALPULLIDA

Talego en traje de niño...

REVESA

Entra en casa.

SALPULLIDA

115

E n casa entra.

v. 103 en la fábula está el lobo: adaptación del modismo latino «lupus in fábula» que se decía de la persona que aparece cuando se está hablando de ella; todavía más precisamente, arranca de la característica atribuida al lobo de hacer enmudecer al hombre que está hablando, si lo ve antes que la persona lo vea a él: así la frase «lupus in fábula» se usa para significar 'silencio, que viene aquel de quien estamos hablando'. Esta propiedad del lobo la recoge, por ejemplo, San Isidoro, Etimologías, XII, 2, 24: «los campesinos dicen que el hombre pierde la voz si, en presencia de un lobo, este lo ve primero. De aquí que cuando alguien guarda repentinamente silencio se emplee el dicho de el lobo del cuento»; y pasa a las silvas, como en Pero Mejía, Silva de varia lección: «otras cosas tienen esta oculta virtud en una sola parte de sí propias, como dicen de los ojos del lobo, que si ve al hombre primero que sea visto dél, lo enronquece» (Silva, II, 39). Comp. Lope, Los locos de Valencia, p. 434; Calderón, Bien vengas mal, si vienes, solo, p. 621; etc. w. 106-8 de dar aprisa una muestra...: otra vez es una referencia a la actividad de los farsantes: estos personajes mantienen su vertiente de actores, para los cuales es un enorme fastidio y dificultad dar una muestra de una comedia precipitadamente, lo que les obliga a estudiar apresuradamente los papeles escritos por el poeta. v. 108 acot.VJ: «... Garote:».

EL

GARROTE

TALEGO-NIÑO

197

Descubrióse la maraña; si me trasluzgo...

REVESA GARROTE

¡Hola, cierra! Acabóse. ¿Cuánto va que los efectos se truecan,

120

y dando papilla al niño, llora él, y ellas gorjean? Llora. SALPULLIDA

¿ D e qué lloras?

GARROTE

D e unos palos que m i amo me endereza.

REVESA

N O hayas miedo.

GARROTE SALPULLIDA

S Í hayas miedo. N O los temas.

GARROTE REVESA

125

S Í los temas. Y O te libraré, que soy matemática.

GARROTE

Es fruslera; más temático es m i amo.

SALPULLIDA

Y es nigromancia m i ciencia.

130

v. 118 si me trasluzgo: 'a lo mejor soy trasparente', '¿si seré transparente y me conocen?'. Puede que evoque chistosamente la creencia de que los hijos de clérigo se traslucían: comp. infra, El talego, 1, w. 83-84 y notas. v. 121 dando papilla: dilogía entre 'alimentar' (lo que haría reír y gorjear al niño, lo contrario de lo que se augura) y 'engañar a otro' (ver Aut); comp. Estebanillo, I, p. 172: «Y [éramos] todos tan diestros en la vida poltrona que podíamos dar papilla al más entendido gitano, y en efeto trinca que se escaparon muy pocos de nuestras garatusas»; interpretamos el pasaje: 'a ver si sale al revés lo pensado y es el niño el engañado, con lo cual llorará, mientras ellas gorjearán'. v. 122 gorjear, aquí como gorjearse «empezar a querer hablar el niño y formar la voz en la garganta» (Aut). v. 128 matemática: matemático a menudo se usa como 'mago'. Juega con la prevaricación idiomática; más temático: 'más maniático'; tema 'manía, ramo de locura'. El mismo recurso después con «nigromancía» y «negra Mencía»... En el v. 130 hay que leer «nigromancia», con sinéresis, por el cómputo silábico. VJ: «Matematice».

198

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

GARROTE

JOCOSERIA

Ya sé que es negra Mencía; mas ¿qué importa si se afeita?

REVESA

E l cielo quiero enseñarte; pon en tierra el niño.

GARROTE

Reina, yo no quiero ver el cielo,

135

si se queda el niño en tierra. REVESA

N O importa, así le verás. Aparte. D u r a ganga.

SALPULLIDA

Aparte.

REVESA

A q u e l es el polo ártico.

GARROTE

Hacerla tierna.

¿El pollo harto? ¡Quién huera

140

ese pollo u n par de días, que rabio de hambre! REVESA

Y aquella, la boca de la Bocina.

GARROTE

Pues si el pollo tiene cerca la boca de la cocina,

145

aparéjennos la cena. REVESA

A q u e l es el signo Piscis.

v. 132 afeita:'¿qué importa si se pone maquillaje y se blanquea la tez?'.Ver su¬ pra La muerte, n. w. 73 y ss. v. 138 dura ganga: 'asunto difícil'; ganga es «Ave del tamaño de la perdiz» (Aut); y también «lo mismo que maula o cosa sin provecho o útil... Andar a caza de gangas.Vale andar empeñado inútilmente en conseguir alguna cosa y se toma también en sentido contrario, esto es, pretendiendo conseguir o hallar algo sin trabajo o sin costa» (Aut). Comp. infra El doctor, w. 132-34: «No se me entre de manga, / que es dura la ganga, / y pueblos en Francia querella pelar». La indicación «Aparte» omitida en todos los testimonios; la adición es nuestra. v. 139 Aquel es el polo ártico: le enseñan el cielo para que se distraiga, como en el resto del pasaje. Garrote responde con disparates idiomáticos jugando de paronomasias jocosas. v. 143 boca de la Bocina: 'boca de la Osa Menor'; la Bocina es la constelación de la Osa Menor. Comp. Fray Luis de Granada, Introducción al símbolo, pp. 163-64: «muchedumbre de las estrellas fijas, las cuales están de tal manera ordenadas que vienen a hacer ciertas figuras, por las cuales son nombradas, como es el carro, la bocina, y otras semejantes». v. 146 En PR,VJ y BF: «aparegenmos». Enmendamos.

EL

TALEGO-NIÑO

GARROTE

¿Hay algún sino lamprea?

SALPULLIDA

¿Estás loco?

GARROTE

199

C o m o andaban por el cielo esta cuaresma,

150

pensé que sí, y que nacían debajo de las despensas. REVESA

Este es el muy noble Acuario.

GARROTE

¿ C ó m o honráis de esa manera a u n picaro que no sale

155

en M a d r i d de las tabernas? REVESA

Este es Capricornio. Ése

GARROTE

es enfermo de cabezas. REVESA

¿Ves a Escorpión? Todo el año

GARROTE

le vemos acá en las lenguas. REVESA GARROTE

160

Este es Toro. ¿Toro? H o y se salva toda esta tierra, porque en sabiendo que hay toros, se irán al cielo a las fiestas.

REVESA GARROTE

Este es Aries. ¿El autor?

165

v. 148 lamprea: un tipo de pescado; chiste con la referencia al signo del Zodíaco Piscis, y luego a la carestía del pescado en Cuaresma. Comp. infra Las dueñas, w. 116-19: «Si el estanque lleva peces, / para mayor novedad, / échenme a mí en el estanque / y lampreas llevará». v. 156 tabernas: chiste tópico sobre la acusación de echar agua al vino que se reitera en los textos burlescos. v. 157 VJ: «Capicornio». v. 158 enfermo de cabezas: chiste tópico sobre la abundancia de cornudos, v. 159 BF: «Esrorpion». v. 160 lengua: lengua de escorpión «Se llama la del maldiciente y murmurador, porque no habla palabra que no sea mordiendo y envenenando a aquellos de quienes habla» (Aut, en «boca de escorpión»); comp. infra El murmurador,^. 86: «Pregunto, lengüecitas de escorpiones».

200

SALPULLIDA

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

¿Qué autor?

GARROTE

Arias.

REVESA

¡Anda, bestia! Quiere quitarle Salpullida

GARROTE REVESA GARROTE

JOCOSERIA

el talego por detrás.

¡Zape! ¿Qué es? E l signo Cáncer que le come la zaguera a m i niño. ¡Adiós,

REVESA

flemática!

Vaya vusted norabuena,

170

que nosotras nos partimos a Indias, donde nos esperan las más grandiosas comidas, las ollas más reverendas que se han visto, porque son

175

los carneros de oro y seda, la vaca de cañamazo, de plata las pollas tiernas, las liebres de azul y oro, y de aljófar la menestra. GARROTE

180

La boca se me hace agua; ¡quién con vosotras se fuera!

v. 166 Arias: Damián Arias de Peñafiel. Ver apéndice de actores, v. 167 Zape: voz para expulsar a los gatos, y en general, de rechazo. Ya que en germanía gato es 'ladrón' está empleada con toda propiedad aquí, v. 170 BF,VJ: «vuested». w. 172 y ss. a Indias, donde nos esperan...: comienza el desarrollo del motivo de la tierra de Jauja. Para este tema ver las notas de González Ollé al paso de Lope de Rueda, La tierra de Jauja, edición citada en bibliografía, pp. 157 y ss. v. 174 ollas más reverendas: era tópico el buen tratamiento que se daban los clérigos. Lo que sigue expresa en metáforas textiles un tanto absurdas la calidad de los manjares. v. 177 cañamazo: «Tela tosca... que se hace del hilo del cáñamo» (Aut). Se aplica a la vaca, que era manjar menos apreciado que el carnero, como recuerda Cervantes al describir a don Quijote, cuya olla tenía «algo más vaca que carnero (I, 1). v. 179 aljófar, 'pequeña perla de forma irregular'; es voz repetídísima en la poesía lírica a menudo como metáfora para las lágrimas, los dientes, o el rocío.

EL

SALPULLIDA

TALEGO-NIÑO

Pues aquesto es niñería, porque las calles se empiedran todas de yemas de huevos con azúcar y canela; los árboles dan buñuelos, en cuyos pies están puestas fuentes de miel, que en cayendo los buñuelos dan en ellas.

GARROTE

201

185

190

Jesús, qué tierra tan linda! ¿Cuánto está de aquí?

REVESA

M i l leguas.

GARROTE

Y a no voy allá.

SALPULLIDA

¿Por qué?

GARROTE

Porque m i hambre está cerca, y esa comida muy lejos.

REVESA

¿ C ó m o ? E n menos de hora y media hemos de llegar allá, que para eso es m i ciencia.

GARROTE

¿Tan presto?

REVESA

195

Tan presto.

GARROTE

Vamos.

PAVESA

Resta lo mejor.

GARROTE

¿Qué resta?

SALPULLIDA

Dineros para el camino.

GARROTE

Pues m i niño ¿no los lleva?

REVESA

Lleva este talego, y vuelve

200

Llevan el talego.

con los que allá dentro esperan. w. 184 y ss. porque las calles se empiedran...: comp. Rueda, La tierra de Jauja,

Pasos, p. 163: «en la tierra de Xauxa, las calles están empedradas con yemas de huevos». VJ: «porqne». v. 187 los árboles dan buñuelos...:

comp. Rueda, La tierra de Jauja, p. 163: «el

fruto d'estos árboles son buñuelos y caen en aquel río de la miel», v. 203 acot. BF:

«Llévanlo...».

202

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

GARROTE

¡Alto, pues! ¡A caminar!

REVESA

Sube en aquesta hacanea.

JOCOSERIA

205

Sube en un palo. GARROTE

Subo. Jesús, y qué llano que anda la cananea!

REVESA

Estas son las Indias.

GARROTE

¿Qué? ¿De veras?

REVESA

Y tan de veras;

210

que hemos llegado a Taugía. GARROTE

¿Aún no conozco las letras, y ya llego a Teulugía?

REVESA

A veros llega la reina. Sale Salpullida

de reina india, con los músicos y los baila-

rines vestidos de indios, y cantan. Músicos

C u c h i n a , cuchini, cuchiha, cuchihi,

215

titirite, garrote, garroti, que titirite, cuchina, cuchini. GARROTE

¿Qué cochinos son aquestos?

v. 205 Alto: «Alto, sus, tirón. Para dar prisa; y cada una de estas palabras solas dice lo mismo» (Correas, p. 529). Comp. injra, Jácara que se cantó en la compañía de Olmedo, v. 129: «Alto, yo quiero estrellarle». v. 206 hacanea: 'caballo de alzada media', que en los libros de caballerías suelen montar las princesas; el chiste que viene a continuación con cananea está en el Quijote, II, 10: «vienen a caballo sobre tres cananeas remendadas, que no hay más que ver. —Hacaneas querrás decir, Sancho. —Poca diferencia hay —respondió Sancho —de cananeas a hacaneas». El pasaje recuerda el episodio de Clavileño del mismo Quijote. w. 211-13 Taugía... Teulugía: otra prevaricación idiomática; la Teología es un estudio superior que requiere muchas letras; el chiste se repite otras veces en Quiñones: ver Entremés de Zapatanga, Colección, II, p. 721: «por pedille chapines de ataujía / chapines le pidió de teulogía». w. 215-17 Cuchina, cuchini, cuchiha, cuchihi...: es difícil asegurar la acentuación de estas voces inventadas, que además se integran en pasajes de métrica irregular cantada.

EL

REVESA

TALEGO-NIÑO

Quieren decir en su lengua que seáis muy bien venido, y que os vistáis destas sedas. Vístenle

220

de indio a lo gracioso.

GARROTE

¡Por Dios, que es gente comprida!; pero ahora más quisiera la comida que el vestido.

REVESA

Llegaos, que os habla la reina.

SALPULLIDA

Alcaraví, cominí.

GARROTE

¿ C o m i n o s y alcaravea?

¡Valga Barrabás los indios! ¡Miren qué comida esta!; ¿qué es de las ollas de prata y los conejos de perlas? REVESA

203

225

230

Alcaraví, cominí,

es, vengáis en hora buena. SALPULLIDA

Arda chichi.

GARROTE

¿Guarda chicha?

Ahora es cuando me pegan. REVESA

D i c e n que os den de comer.

GARROTE

¿Comer? E n efleute, es reina.

REVESA

Llegad; besadla la mano.

SALPULLIDA

235

Tirila. Llega él.

GARROTE

Tire allá ella como puerca. Juro a Dios...!

240

v. 227 cominos y alcaravea: plantas aromáticas, muy usadas por los moriscos. Nueva interpretación chistosa en el diálogo. v. 234 Guarda chicha: chicha es «todo género de carnes» (Aut); creemos que Garrote interpreta 'cuídate las carnes', y de ahí su temor del apaleamiento. v. 237 en efleute: 'en efecto'. v. 239 ella: tratamiento de tercera persona para interlocutor; despectivo o agresivo. Ver supra, Loa con que empezó Lorenzo Hurtado en Madrid, n. v. 20.

204

REVESA

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

JOCOSERIA

D i c e que sea la merienda

de cien platos de vianda; y ella misma va por ella. GARROTE

B i e n empleado talego.

SALPULLIDA

Picazula. Dale una morcilla.

GARROTE

¿Qué cazuela?

245

N o la como, no la traigan. REVESA

Que toméis esta presea,

con virtud de que aunque os den docientos palos, no os duelan. GARROTE

¿Esta es piedra? M á s parece

250

morcilla como una piedra. REVESA

Vamos por la vianda. Vanse.

GARROTE

ESO

pido y las barras derechas; oigan, que emplumado estó: señores, ¿soy hechicera, o virote? M u c h o tarda la comida; mas si ordenan tanto pavo, perdiz, torta, ¿no podrán más en conciencia...?

255

Sale Taracea, su amo. TARACEA

Que u n hombre de m i talento

260

se fiase de una bestia... v. 253 pido y barras derechas: 'sin trampas ni engaños'; comp. Quijote, I, 21:«—Eso pido y barras derechas —dijo Sancho—.A eso me atengo»; id., II, 51: «—Eso pido y barras derechas —dijo Sancho—. Denme de comer». v. 254 emplumado: las plumas forman parte del atuendo de indio, pero se emplumaban a las hechiceras cuando se las sacaba a la vergüenza en el castigo p ú blico. Virote es 'saeta,flecha',que también llevan plumas en el remate para guiar su dirección. Comp. Quevedo, Buscón p. 65: «Hermanas, aunque llevo plumas no soy Aldonza Lorenzo, mi madre»; id., p. 205: «Ya tienen escogidas plumas los señores alcaldes, para que entréis bizarra» (hablando siempre de brujas). v. 259 BF: «podrás».

EL

TALEGO-NIÑO

205

Yo quedo en el hospital. Perro, ¿qué figura es esta? GARROTE

¿Ya traen la cena? Jesús!, con todo dimos en tierra.

265

TARACEA

Picaro, ¿qué es del talego? D i presto, ¿dónde le dejas?

GARROTE

Alcaraví, cominí.

TARACEA

¿Quién ha de tener paciencia?

GARROTE

Guarda chicha, guarda chicha.

TARACEA

¡Que esto sufro!

GARROTE

C o n presteza llegó hasta las Indias. ¿Vino en alguna cananea?

TARACEA

¿Qué es del talego, traidor?

GARROTE

¡A qué lindo tiempo llega!, que verá los pavos de oro, y los carneros de seda, las vacas de cañamazo, y de azul las liebres tiernas!

275

TARACEA

¡Vive Cristo de un bergante, que a puros palos os muela!

280

GARROTE

N o te temo.

TARACEA GARROTE

270

¿ N o ? ; ¡esperad! ¿Ve?, pues con aquesta piedra, aunque me da, no me duele. ¡Ay, cómo lo menudea! Jesucristo! ¡Y c ó m o duele! La piedra morcilla yerra. Más parece piedra lápiz,

285

v. 263 figura: en el sentido 'apariencia ridicula'; ver supra, La paga del mundo, v. 6 y notas. v. 274 BF omite la forma verbal «es», v. 282 BF omite el pronombre «te». v. 285 BF introduce una acotación tras este verso: «Dale».

QUIÑONES

206

DE BENAVENTE

JOCOSERIA

que señala donde llega... señora negra M e n c í a . . . TARACEA GARROTE

¡Venga m i talego, venga! Señora mastematíca,

mire que es falsa la piedra. Salen todos cantando y

bailando.

Músicos

La codicia y la miseria nunca hicieron cosa buena.

SALPULLIDA

E l niño queda durmiendo, si algún ruin no le despierta.

GARROTE

Pues adonde está m i amo despertará, aunque no quiera.

REVESA

Ya le habernos puesto a andar, y sabe de aquí a la tienda.

GARROTE

¿Cuánto va que se les pierde,

si va y viene mucho a ella? SALPULLIDA

Estaba, de no salir,

con la cara macilenta. GARROTE

Y ahora, del ejercicio,

hasta las entrañas echa. TODOS

Repiten. La codicia y la miseria

nunca hicieron cosa buena. GARROTE TODOS GARROTE

¡Muchachitas! ¿Qué hay, Garrote? E l talego o el cogote. Vales dando con un palo.

TODOS

N O nos des: he aquí el talego.

GARROTE

Venga pues, mientras las pego.

TODOS

Volviéndote los doblones,

¿por qué nos das tan mal rato? v. 306 BF: «ejército». w. 308-309 En PR,VJ y BF: «La codicia, etc.». Desarrollamos.

EL

GARROTE

TALEGO-NIÑO

207

Porque con hijo de gato, no se burlan los ratones. Repiten.

FIN

w. 316-17 Porque con hijo de gato...: comp. el refrán «Con hijos el gato bien caza el rato» (Correas, p. 125), y sobre todo «El hijo del gato mata al rato» (Correas, p. 241).

ENTREMÉS LA

VISITA

CANTADO

DE LA

CÁRCEL

REPRESENTÓLE AVENDAÑO

Interlocutores: ISABEL.

BORJA. UN

ESCRIBANO.

M A R Í A CANDADO.

BEATRICICA.

JOSEFA.

ANTONIA.

MARCOS.

UCETA.

MONTEMAYOR.

LUISA.

Músicos.

JUAN MATÍAS.

Sale Borja cantando al arpa. BORJA

Escribid, el m i escribiente.

ESCRIBANO

E l m i escribano, notad.

BORJA

Sepan cuantos esta arpa vieren, c ó m o en u n lugar, donde no nació cristiano, ni moro ninguno hay,

La visita de la cárcel, según Bergman, 1965, p. 363, pudo escribirse hacia 1634. En el título del entremés, BF lee «vista». v. 3 Sepan cuantos: parodia de los documentos notariales. Ver, por ejemplo, Riandiére, 1992, p. 153: «Sepan cuantos esta carta de venta, renunciación e traspaso vieren...»; id., p. 171: «In Dei nomine amen. Sepan cuantos la presente escritura de testamento y última voluntad vieren...», etc. Locutor «Bar.» en PR y BF. v. 5 BF omite la negación «no».

210

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

pareció ante mí el presente... Músico, ¿no templarás? E l señor alcalde Ardite... ESCRIBANO BORJA

Dite. Para visitar

10

cárceles y calabozos... ESCRIBANO

BORJA

BOZOS.

Y esta es la verdad. Sale Beatricica con vara, vestida de villano.

BEATRICICA

Y O soy el alcalde,

vos el oficial, este el escribano, y esa pluma el ¡zas!, esta es el Audiencia, este el Tribunal, yo el que en él se asienta,

15

v. 7 pareció ante mí: sigue la parodia precisa de fórmulas notariales; comp. Riandiére, 1992, p. 143: «En la villa de Madrid, a diez y nueve días del mes de diciembre... en presencia de mí, el presente escribano....»; id., p. 167: «ante mí, el escribano público y testigos yuso escriptos, pareció presente la señora doña María de Santibáñez»; id., p. 178: «ante mí, el escribano público y testigos... pareció presente la señora doña Felipa de Espinosa»... v. 8 no templarás: '¿acabarás de templar de una vez?'. La molestia que causaba el templar los instrumentos es un tópico. Comp. Lope, La Dorotea, p. 95: «El que dijo que fuera comodidad hallar a comprar cartas y barbas hechas, ¿por qué no dijo instrumentos templados?», con otras referencias de Morby. v. 9 Ardite: nótese, como en otras ocasiones, el nombre jocoso parlante; ardite era una moneda de poco valor y en general 'cosa sin valor'. v. 16 zas: onomatopeya de golpe.Ver supra Civilidades, v. 35. Alusión a lo perjudicial de los escribanos, motivo tópico en la literatura burlesca. El escribano aparece siempre como ladrón y rapaz; ver Arellano (1984, pp. 83-86); Quevedo, PO, núms. 786, w. 69-72: «De solos los escribanos / no traigo conocimiento, / porque cuando van de acá / ya van demonios perfectos»; núm. 639, v. 82: «También los siempre inicuos escribanos»; id., Sueños, p. 297: «Muchos hay buenos escribanos, y alguaciles muchos; pero de sí el oficio es con los buenos como la mar con los muertos, que no los consiente, y dentro de tres días los echa a la orilla». v. 17 el Audiencia: el es alomorfo del artículo femenino con palabra siguiente que empieza por a. Procede de illam, con pérdida de la parte final.

LA VISITA

DE LA

CÁRCEL

vos el que en pie está; llamad los presos, llamad, que me punzan y pican y bailan y saltan los ojos por verlos acá. BORJA

211

20

¡Ah del calabozo!

DENTRO

¡Alá!

BEATRICICA

Jesús!, la Audiencia se cay.

BORJA

Asentaos, que son los presos.

BEATRICICA

Pues callen, o esténse allá. Sale

25

Antonia.

BORJA

Esta está por embustera.

BEATRICICA

Hacedla luego soltar,

que si por eso se prende, ¿quién sin prender quedará?

30

Sale Uceta.

BORJA

Este guarda mucho el trigo.

BEATRICICA

Ahí no hay que sentenciar,

que si viene el año bueno, él propio se ahorcará. Sale

35

Luisa.

BORJA

Esta han preso por vecina.

BEATRICICA

Las más lo habían de estar;

que de achaques de vecinas mil enfermedades hay Las vecinas y los sastres,

40

v. 25 se cay: 'se cae'; es forma usual diptongada. Se cae por la fuerza del grito con que han respondido. Comp. la frase hecha «hundirse la casa» que «además del sentido recto de caerse abajo, significa también haber en ella mucho ruido y voces desentonadas» (Aut). Tras este verso, BF y VJ introducen una acotación «Huye», que omite PR. v. 40 vecinas y los sastres: por mentirosos y chismosos; comp. infra El mago, v. 93: «—¿Hay tal mentir? —Este es sastre». Sobre la mala fama de los sastres ver Quevedo, Sueños, pp. 75, 94, 96-97: «lo que más sentimos es que hablando co-

212

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

diz que se han de condenar por llevar muchos recados. Siga, y no en la vecindad. Sale Juan BORJA

Matías.

Este carnicero han preso por hombre de tal bondad,

45

que haciéndole pesar todos, no le conocen pesar. BEATRICICA

Echenle luego a las fieras, pues viviendo como tal es u n tigre en lo que quita,

50

y una onza en lo que da. Salen Isabel y la autora. BORJA

Esta suegra y esta tía presas por vivir están.

BEATRICICA

Ese pleito va a la larga; por ahora no hay lugar.

55

Si os queréis vestir de dura, destas dos telas sacad,

múnmente soléis decir: "¡Miren el diablo del sastre!", o "¡Diablo es el sastrecillo!". ¿A sastres nos comparáis?, que damos leña con ellos al infierno y aun nos hacemos de rogar para recibirlos, que si no es la póliza de quinientos nunca hacemos recibo, por no malvezarnos y que ellos no aleguen posesión». Más datos sobre el sastre en Arellano, 1984, p. 100; Nolting-Hauff, 1974, pp. 118-19. w. 46-47 que haciéndole pesar todos...: el retruécano es fácil: todos quieren que les pese la carne, pero él no pesa nunca, siempre engaña con el peso. v. 51 onza: dilogía entre el sentido 'felino, fiera, especie de pantera' y 'unidad de medida (muy pequeña)'. Parecido juego en Quevedo, Sueños, p. 317: «Síguense uncias y más onzas: ¡qué alivio para desollar un cordero enfermo», donde juega con «uncia» «se toma también por lo mismo que onza en el peso» (Aut, con nota de registro festivo); uncia y onza constituyen un doblete culto / vulgar (onza proviene del latín uncia 'duodécima parte de varias medidas'; pero onza es también una especie de pantera). Y en el entremés El mago, infra, w. 230-33: «Onza soy, y verdadera / pues que siendo vendedera, / en el peso es onza fiera / la que quita mi dedillo». v. 55 no hay lugar, como en otros lugares anteriores (v. 27: «Esténse»; v. 43: «Siga»...) continúa parodiando el lenguaje de los jueces. No anotaremos este léxico cuando parece evidente.

LA VISITA

DE LA

CÁRCEL

213

que la suegra es sempiterna y la tía perpetúan. JOSEFA

Señor, este es m i marido.

MARCOS

¡Dios sabe que no soy tal!

JOSEFA

¡Dios sabe que es verdad esta!

MARCOS

¡Dios sabe que esto es verdad!

BEATRICICA

Pues ahórquenlos a entrambos para que vayan allá,

60

65

que si D i o s sólo lo sabe Dios es quien lo ha de juzgar. JUAN MATÍAS

Dentro. ¡Alá! ¡Alá!

TODOS

Allá va u n preso.

JUAN MATÍAS BORJA

¿Por qué? Sale Bernardo de capigorrón.

BERNARDO

D e mí lo sabrán. Oigan, y érase que se era,

70

érame yo en el lugar, tan alegre, que los gustos para nuégados y pan me compran el alegría, de que tengo algún caudal,

75

golosina tan liviana, v. 58 sempiterna: «Sempiterno. Lo que es eterno y ha de durar para siempre... Sempiterna. Usado como substantivo, es un tejido de lana apretado y de bastante cuerpo» (Aut). Dilogía chistosa alusiva a la longevidad de las suegras, motivo tópico. v. 59 perpetúan: «Cierto género de tela de lana, a quien se le da este nombre por ser muy fuerte y de mucha duración» (Aut). v. 70 érase que se era: parodia de la fórmula tradicional de los cuentos. v. 73 nuégados: «Cierta composición de masa que se hace con harina, miel y nueces» (Aut); el testimonio de Aut muestra que se empleaba en la fabricación de nuégados el fruto de Indias llamado «alegría», «unos granitos amarillos algo mayores que los de la adormidera, de la figura de una alemendrita pequeña, muy lisos, agradables al gusto» (Aut; es el sésamo). El v. 74 habrá de interpretarse, pues, dilógicamente. Y todo el pasaje: 'era yo tan alegre, que por sobra de alegría me la compraban cuando querían hacer nuégados'.

214

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

que a una mosca no hace mal, y con todo eso hay moscones que se ahitan del manjar, mas vaya y venga la tabla al horno,

80

vaya y venga con el pan, que, huéspeda, máteme una gallina. Levántase

el alcalde y baila con el gorrón.

C o m a yo, y no diga mal, y ándese la gaita por el lugar. Repiten. JVÍONTEMAYOR

Reportaos: ¿qué hacéis, Alcalde?

BEATRICICA

¿No

JVIONTEMAYOR

Pues poded, que eso es mal hecho.

85

diréis si puedo más?

Siéntale. BERNARDO

Los moscones pican ya. Dále con la vara.

BEATRICICA

¡ O x aquí! m o s c ó n maldito.

JVÍONTEMAYOR

¡Bueno! pues ¿a mí me dais?

90

w. 79-80 En PR,VJ, BF se leen los versos de esta manera: «Mas vaya, yn del manjar. / que se ahita venga la tabla al horno»; enmendamos el error del cajista. w. 80 y ss. mas vaya y venga la tabla al horno...: la cancioncilla aparece en numerosos textos, uno de los más famosos, El alcalde de Zalamea de Calderón, w. 109 y ss.: «Vaya y venga la tabla al horno, / y a mí no me falte pan. / Huéspeda, máteme una gallina, / que el carnero me hace mal». También en Estebanillo, I, p. 246; Correas, Jerónimo de Porras y otros: ver Frenk, 1987, núms. 1610A y 1610B. Se parodia en Quiñones, Los muertos vivos, infra, w. 253-56: «Y vaya y venga la cuñadería, / mas en casa no tiene de entrar. / Que, huéspeda, máteme ese cuñado, / que hasta el nombre me hace mal», y se recoge en otros textos de Quiñones como El mago (ver infra). v. 84 ándese la gaita por el lugar, fragmento de otra cancioncilla tradicional: Frenk, 1987, núm. 1550B: «Tenga yo salud, / qué comer y quietud, / y dinero que gastar, / y ándese la gaita por el lugar»; menciona Frenk citas en Lope, Afán de Ribera y otros. v. 89 Ox: «Voz que se usa para espantar las gallinas u otras aves o animales» (Aufj.Ver infra El talego, 1, v. 18. BF: «monscón».

LA VISITA

BEATRICICA

DE LA

CÁRCEL

215

Y a m i padre, aunque dijera

lo de «no te lograrás». Vuelve a bailar.

Que vaya y venga la tabla al horno, vaya y venga con el pan. Huéspeda, máteme una gallina, coma yo, y no diga mal, y ándese la gaita por el lugar. Repiten. JUAN MATÍAS

Salen encadenados unos de otros.

Plaza, plaza al comisario

de las jaulas de la mar, que a encerrar lleva calandrias, porque cantaron acá. JOSEFA

95

100

D e galera es tu vida, mundo picaño,

pues en ti no se excusa vivir remando. Repiten.

BEATRICICA

Tiempo es limitado este que se rema,

mas si tú te rematas, ¿de quién te quejas? BERNARDO

105

Pulí, pulidí, pulido Alcaldé,

¿por qué galeritas, si no hay por qué? BEATRICICA

Pulí, pulidí, pulido presó,

que no hay galeritas sin delito. BORJA

Y o vivo remando con m i esposá.

BEATRICICA

Pues no se casara y no remará.

110

v. 92 no te lograrás: maldición tópica que los vejetes dirigen a los hijos desobedientes, augurando como efecto de la inobediencia el fracaso vital. El Vejete de El borracho (infra), w. 58-59 maldice a su hija: «Picaña, / no os lograréis». v. 98 Plaza, plaza: exclamación para pedir que se despeje el sitio cuando llega una persona importante. Comp. infra El talego, 2, w. 104-5: «¡Plaza, plaza a un enfermo de tal calidad, / que con el mal que tiene quita cualquier mal!». w. 99 y ss. de las jaulas de la mar...: las jaulas de la mar son las galeras a donde van condenados los reos, llamados calandrias porque cantaron (confesaron) sus delitos. v. 102 VJ: «galeras».

216

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

MONTEMAYOR

M i remo es la guarda del dinero.

BEATRICICA

Quien presta y socorre suelta el remó.

BERNARDA

E l naipe y el dado es m i galerá.

BEATRICICA

E l juego da gritos: ¡ropa fuerá!

JOSEFA

¿Qué manda el Alcalde a las que pidén?

BEATRICICA

Que callen y remen en los bailés.

BERNARDO

Pulí, pulidí, pulido Alcaldé,

115

¿por qué galeritas, si no hay por qué?

FIN

v. 111 no se casara, y no remará: 'no haberse casado y no remaría'; como en todo el pasaje la acentuación aguda al final del verso la impone el ritmo musical, pero no debe confundirse la forma verbal última con un futuro de indicativo. v. 115 ropa fuerá: 'el juego desnuda, con sus pérdidas, a la gente', lo mismo que en galeras cuando había que remar fuertemente se daba orden a los galeotes de quitarse la ropa con la expresión «ropa fuera», «término de las galeras, cuando de ha de remar con hígado» (Cov). Comp. Quevedo, PO, núm. 867, w. 91-95: «siendo el cómitre desnudo / dice a todos: "Ropa afuera / ¡Ah, chusma, ropa afuera! / ¡Ropa afuera, canalla! / Vayan fuera esas ropas"». w. 118-19 En PR, BF: «Pupili pulidi, etc.» (VJ: «Puli pulidi, etc.»); desarrollamos enmendando la errata. La acentuación de estos lenguajes inventados es difícil de asegurar, como ya hemos anotado. VJ y BF también introducen en el verso 118 la indicación «Repit.».

JÁCARA

QUE SE CANTÓ DE

EN LA

COMPAÑÍA

OLMEDO

Interlocutores: A N T O N I A INFANTA.

VICENTA,

O S O R I O , GRACIOSO.

BORJA.

JACINTA.

Dan

voces en el patio pidiendo

jácara,

y sale

Antonia

Infanta, y dice representando. ANTONIA

Entendámonos, señores:

¡cuerpo de diez con sus vidas, de catorce con sus almas, y de veinte con su grita! ¿ R e g o d e o cada hora? ¿Perejil cada comida?

5

Bergman, 1965, p. 327, señala lo siguiente con referencia a la posible escritura de esta jácara: «A menos que la jácara sea efectivamente anterior a 1628 —época para la cual no poseemos datos sobre ninguno de sus actores—, su fecha posible queda limitada a 1629-30, 1632 o 1641. A estos años añado los últimos meses de 1636, cuando la muerte de Ortegón y disolución de su compañía dejó libre a Osorio para asociarse con otro autor». Interlocutores: PR lee «Osorioso», (que se corrige en la Fe de erratas). Acot. inicial: el modo de introducir la jácara en la representación es bastante fijo: un actor se instala entre el público y grita pidiendo jácara. Ver los demás casos de jácaras de la Jocoseria para la reiteración de este mecanismo. Para los actores ver el apéndice correspondiente. v. 2 cuerpo de diez: eufemismo por «Cuerpo de Dios», que da pie a los juegos de palabras en los siguientes versos con «cuerpo de catorce, de veinte». Ver infra La maya, v. 174; El abadejillo, v. 80, etc. v. 5 VJ: «Regode».

218

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

JOCOSERIA

¿Saínete a cada bocado? ¿Novedad cada visita? Medraremos en corcova, ¿jacarita cada día?

10

N o era malo el arregosto; vengan de aquí a u n mes a oírla. Hace que se va, y vuelven a pedir jácara. E n efeto, señor patio, ¿que con dar voces y prisa se sale con cuanto quiere?

15

Pues fuera toda mohína, que de jácara he de hartarle, sin quitarme desta silla. Siéntase. Hasta mañana a estas horas, yo a cantarla y él a oírla.

20

M a l haya por quien quedare y diga amén. Sale Osorio y OSORIO

siéntase. A m é n , niña,

que a mí no me ha de caer maldición tan merecida.

v. 7 saínete: «Vale también cualquier bocadito delicado y gustoso al paladar... salsa que se usa para dar buen sabor a las cosas» (Aut). En otros casos tiene el sentido teatral, como en la Loa con que empezó Lorenzo Hurtado, v. 122, etc. v. 9 Medraremos en corcova: irónico; es frase proverbial: «Medrados estamos. Es ironía a la poca medra y mucha corcova. Medrados estamos de corcova... Medraremos en corcova» (Correas, p. 306). v. 11 No era malo el arregosto: 'es demasiada la afición que muestran'; de arregostarse «Repetir, continuar y reiterar una cosa por haber gustado mucho de ella» (Aut). Comp. Quiñones, infra, Las manos y cuajares, w. 136-38: «¿Qué es jácara, señor patio! / ¿Arregostóse vuested / a la jácara de marras?». v. 16 mohína: 'enfado'. Comp. Quiñones, infra El retablo de las maravillas, v. 9:

«¿Qué es aquesto? ¿Con quién es la mohína?». v. 24 maldición tan merecida: evoca quizá pasajes de romances del testamento del rey don Fernando, como los de Durán, núm. 761: «A quien te quite Zamora / la mi maldición le caiga. / Todos responden amen / sino don Sancho, que ca-

JÁCARA

CANTÓ.

219

N i a mí, que no soy golosa desto que llaman paulina.

25

Sale Jacinta y JACINTA

Sale Vicenta y VICENTA

QUE SE

siéntase.

siéntase.

Y acá, señoras comadres, ¿apedreamos las viñas? Sale Borja con el arpa a un lado, como espada, tañendo

y

cantando. BORJA

Y a mí que me papen duelos, pues no tiene, ¡vive cribas!, en los cuatro para u n diente, si m i arpa se emberrincha. Témanla, que es una loca, y aunque cuerdas la administran, lo ha de meter todo a voces,

30

35

lia»; o núm. 763: «Quien os la tomare, hija, / la mi maldición le caiga. / Todos dicen amen, amen, / sino don Sancho, que calla»; para que no le caiga la maldición dice Osorio su «amén», no como don Sancho. v. 26 paulina: carta o edicto de excomunión, que tomaron fuerza en la época de Paulo III, y por extensión cualquier conjunto de palabras injuriosas con que se zahiere a uno (ver Aut). v. 28 apedreamos las viñas: «¿Y yo apedreé las viñas? ¿Y yo apedreélo? Dícelo uno cuando no le hacen partícipe y no le dan a beber, bebiendo otros, mostrando gana de ello y de lo otro que fuere» (Correas, p. 517) v. 29 que me papen duelos/que se me coman los duelos, que me fastidie'; comp. Quijote, I, 18: «espada semejante, sólo vendría a servir y aprovechar a los armados caballeros, como el bálsamo; y a los escuderos, que se los papen duelos». v. 30 vive cribas: juramento germanesco; eufemismo por «Vive Cristo»; comp. Quevedo, PO, núm. 768, w. 1-2: «Vive cribas, que he de echar / aunque les pese, la loa». v. 32 emberrincharse: «Enfadarse con demasía, tomarse de cólera y rabia, como suelen hacer las criaturas cuando se emperran y toman cuajo, que por otro nombre se llama berrín, de que se forma este verbo» (Aut). v. 34 cuerdas: dilogía con el sentido 'cuerdas del arpa' y 'sensatas', con el que juega con «loca» del verso anterior. v. 35 meter todo a voces: es lo que hace el que tiene mal pleito, según expresiones proverbiales (ver en Aut s. v. barato, «El que mal pleito tiene a barato lo mete»), o Quevedo, Sueños, p. 128: «Entró tras él un hombre dando voces, diciendo: —Aunque las doy no tengo mal pleito», y Bernardo de Quirós, Fruela, p. 279: «y el otro, como tenía mal pleito lo metía a voces».

220

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

si la aprietan las clavijas, Va de jácara ensillada, que sin jineta n i brida ha de pasar su carrera, con ayuda de vecinas. ANTONIA

Canta.Y

40

va de cuento y va de historia.

Erase doña Pandilla moza de carita zaina, como, digamos, la mía, de miradura matante, venenosa y basilisca,

45

v. 36 apretar las clavijas: dilogía entre el sentido literal aplicable al arpa, y el de la frase hecha: 'insistir mucho en un asunto, apretar con preguntas y requisitorias a alguien a quien se examina en una cuestión' (Auf). v. 37 ensillada: porque se sienta en una silla para cantarla. Juega luego con la alusión a los diferentes modos de cabalgar. v. 38 sin jineta ni brida: cabalgar a la jineta era hacerlo con estribos cortos, y a la brida en silla con estribos largos. Comp. Quevedo, Un Heráclito, núm. 54, w. 145¬ 46: «¡Qué cosa es ver un infanzón de España / abreviado en la silla a la jineta»; id., núm. 828, w. 77-80: «De la brida a la jineta, / estribos cortos y largos / remataran de tus chistes / los conceptillos de asco». v. 39 pasar su carrera: de la alusión a los modos de cabalgar se deriva la recurrencia a este otro juego con otra frase hecha que significa «haber uno cumplido con aquel género de vida en que le colocó la Providencia, siguiéndole hasta el fin sin haber faltado a lo que es de su obligación. Suele también usarse irónicamente»

(Aut).

v. 41 va de cuento: «Preámbulo para contar algo» (Correas, p. 656). v. 42 Pandilla: nombre parlante que contrasta grotescamente con el «don», tratamiento que en la época sólo podían llevar ciertas personas de la nobleza (caballeros y superiores); pandilla es cierto tipo de trampa de naipes, y en general engaño y trapaza. Comp. Quevedo, Buscón, p. 216: «quizá podré yo hacer alguna pandilla a la abadesa»; Guzmán, pp. 429-30: «¡Cuántas pandillas hice, dando al contrario cincuenta y dos y, quedándome con un as, hice cincuenta y cinco». Es nombre de criada en ha capeadora, infra, donde vuelven alusiones semejantes, por ejemplo, w. 17-18: «que si no saben bien guardar la ropa, / arrastra una pandilla cuanto topa». v. 43 zaina: 'traidora, engañadora'; es voz agermanada (Léxico). Comp. infra la Jácara de doña Isabel, w. 15-16: «toda viejecita zonza / y toda mocita zaina». v. 46 basilisca: por la creencia tópica en el poder mortal de la mirada del basilisco, monstruo fabuloso con alas de pájaro, cola de dragón y cabeza de gallo, producto de huevo de gallo incubado por una serpiente y cuya mirada y aliento causan muerte instantánea. Se llama basilisco (de basileus, rey), rey de las serpientes por la

JÁCARA

QUE SE

CANTÓ.

221

tanto, que si algún pobrete de mirarle se descuida, dice, sin ser escribano, de mis ojos cada niña:

50

«doy fee que ante mí pasó esta muerte repentina»; y es tanta la mortandad, que porque m i bizarría tenga que matar mañana,

55

hoy me recojo de vista. A los bolsillos con alma les digo: «Dios os bendiga»; y a las almas sin bolsillos «al herrero, que echa chispas».

60

La plata pongo a recado, las casas dejo barridas,

cresta que corona su cabeza. Los clásicos (Plinio, Lucano), las vidas de santos y los hombres de ciencia (Galeno, Avicena, Escalígero) atestiguan sus poderes maravillosos. Ver en Quevedo el poema PO, núm. 700, romance «El basilisco», donde recoge a lo burlesco este motivo con gran riqueza de imágenes y juegos. v. 51 pasó: juego dilógico; remeda, por una parte, fórmulas legales: «Pasar. Vale también ser tratada o manejada por alguno alguna dependencia. Dícese de los escribanos ante quien se otorgan los instrumentos» (Aut), es decir, los litigantes pasan ante el escribano para otorgar sus escrituras (instrumento 'escritura legal': cfr. Aut). Pero también aprovecha la acepción de pasar. «Se toma también por morir» (Aut): porque el muerto, efectivamente pasó 'murió' por la mirada basilisca de la tal damisela; Quevedo hace el mismo chiste aplicándolo a los médico en Sueños, p. 108: «y en nombrando la gente luego salía uno dellos y en alta voz decía: —Ante mí pasó a tantos de tal mes, etc.». v. 55 VJ: «tenga que mirar maña». v. 59 BF: «holsillos». v. 60 al herrero, que echa chispas: refrancillo al que Quiñones se muestra muy aficionado (Bergman, 1965, p. 106; Andrés, 1991, p. 177) y que usa seis veces al menos; comp. Quiñones, infra El casamiento de la Calle Mayor con el Prado Viejo, vv.

30-34: «Yo soy la Puerta Cerrada, / por quien el refrán dijeron / de " A l herrero, que echa chispas", / siendo quien las echa el hierro, / que el hierro lo peca, y lo paga el herrero»; id., La hechicera, en Entremeses, ed. Andrés, 1991, p. 177: «—¡Guarda, Pablo! —¡Al herrero, que echa chispas!». v. 61 a recado: 'la pongo a buen recaudo, la guardo con cuidado'. v. 62 barridas: no por haberlas limpiado (como haría una criada; ver nota siguiente), sino por robarlas, como continúa en las alusiones siguientes.

222

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

sin ser moza del vedrío, como alguna que me mira. VICENTA

JACINTA

Si por mí lo dices, mientes tú y tu boca relamida, que jamas tocó m i mano la grasa n i la ceniza. Otras hay en el corrincho, que sin ir de viga en viga, en M a d r i d y en Talavera están en u n hora misma.

65

70

Yo lo estuve, y con m i l honras, mejor que alguna micita,

v. 63 moza del vedrío: la forma vedrío la impone la métrica; moza del vidrio es la fregona, encargada de limpiar los bacines vidriados (vidriado 'orinal' en Buscón, p. 172: «Vime forzado, a intercesión de mis narices, a decirles que mudasen a otra parte el vedriado»), y fregar la vajilla. Uno de sus trabajos es barrer la casa; esta otra barre las casas sin ser fregona, esto es, por ladrona. v. 69 corrincho: es palabra de germanía, 'el lugar donde se reúnen los maleantes', 'mancebía', junta de gente baja' (Léxico). Comp. Estebanillo, II, pp. 92-93: «Dábame el judío un real y volvíase a salir del corrincho, encareciendo mi agilidad». w. 70-72 de viga en viga...: la frase «ir de viga en viga» se aplica a las brujas, cuyos poderes mágicos les permitirían estar en dos sitios a la vez. Pero las que sin ser brujas pueden estar a la vez en Madrid y en Talavera son las fregonas, porque se dedican a fregar los cacharros vidriados, que se producían en los talleres cerámicos de Talavera de la Reina; Talavera es metonimia que vale lo mismo que «vidrio» y alude al oficio fregón; de viga en viga: «andar de viga en viga» es frase que «suelen aplicar [...] a las brujas que, según algunos, toman varias formas de aves nocturnas, gatos y otros animales» (Cov.). Comp. Mira de Amescua, La fénix de Salamanca, w. 2307-14: «Jaramillo, este tu amo / debe de ser hechicero, / escolar o nigromante, / porque aquellos embelecos / y aquestas transformaciones / ¿quién las hace sino aquellos / que andan de viga en viga / y vuelan de techo en techo?». La loza talavereña es suficientemente conocida: talavera es, por ejemplo, «la loza fabricada en la villa de este nombre» (Aut). En el verso 70, VJ lee «mesma». v. 73 con mil honras: fraséenla irónica en registro germanesco; comp. Quevedo, PO, núm. 969, jácara en que refiere Mari Pizorra honores suyos y alabanzas, w. 1-4: «Con mil honras, ¡vive cribas! / me llaman Mari Pizorra, / y si en Jerez me azotaron / me azotaron con mil honras». v. 74 micita: diminutivo de miza, metonimia que significa 'gata' a través de la voz «miz» usada para llamar a los gatos. En germanía gato significa 'ladrón'; por tanto micita equivale a 'ladronzuela'. Para gato ver Castro, 1926, o numerosos testimonios quevedianos en Un Heráclito, núms. 231, v. 13: «es zorra que al vender se

JÁCARA

QUE SE

CANTÓ...

que cuanto adquiere por gracia, se lo quitan por justicia. Y esto lo sustentaré, sin que le falte una brizna, con el más ahigadado jugador de grande y chica. ANTONIA

¿Esto consientes, Villodres? ¿Qué haces que no respingas, vomitando por los ojos lo que por la boca brindas?

OSORIO

N o me mueven pocas cosas; no se decienta m i ira,

223

75

80

85

vuelve miz»; 244, w. 19-20: «que pudiendo maullar / prender al ladrón intente»; o en PO, núms. 853, vv. 17-18: «maullones de faldriqueras / cuyos ratones son bolsas», 855, w. 129-31: «Por decir "¿A dónde va / mi querido?", equivocóse, / y me dijo "miz querido"». Comp. infra El mago, w. 220-23: «En este soto que ves / vengo a ser gato montés / con los descuidados, pues / araño todo bolsillo». vv. 75-76 gracia... justicia: juego chistoso de palabras que en el contexto aluden a que lo que la tal micita gana con su gracia (donaire, engaños, labia) se lo quitan los jueces, por pidona, engañadora y ladrona. La contraposición entre gracia y justicia es tópica, comp. Lanini, La entrada de la comedia, en Ramillete, p. 464: «Pues haga usted justicia / sin hacer gracia», y más abajo, Loa con que empezó Tomás Fernández,

w. 46 y ss.

v. 79 ahigadado: 'valeroso', que tiene hígados 'valor' (Léxico); es palabra germanesca. El pasaje parodia los retos romanceriles. Comp. Buscón, p. 225: «lidiador ahigadado, mozo de manos y buen compañero». v. 80 jugador de grande y chica: 'diestro en la espada y la daga'; son voces de germanía (Léxico); comp. ver Quevedo, Un Heráclito, núm. 289, w. 91-92: «gran jugador de la chica, / gran sosquinero de amagos»; id., PO, núm. 869, w. 55-56: «a Juan Malliz pone al lado, / que es mohador de la chica». v. 81 Villodres: nombre típico del mundo germanesco. Comp. Quevedo, PO, núms. 855, w. 89-92: «Quitándoles dos borricos / desasné cuatro pastores, / con borlas los disfracé / en la recua de Villodres»; 865, vv. 17-20: «Reinando en Andalucía / Butrón el de Salamanca, / so el poder de la Villodres / floreció el buen Marco Ocaña». v. 85 pocas cosas: 'cosas sin importancia'; comp. Vélez, Cojuelo, p. 99: «Y te espantas de pocas cosas». v. 86 decienta: 'empieza, se inicia, se empieza a gastar'; decentar «empezar a gastar alguna cosa» (Aut); comp. Quevedo, Un Heráclito, núm. 272, w. 17-20: «Y en lo de "su entero juicio" / que ponéis a usanza vuesa, / basta poner "decentado", / cuando entero no le tenga».

224

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

ni m i furor se abochorna contra u n par de lagartijas, que si el alma desembrazo, y el cuerpo se desensilla,

90

se le ha de hacer a m i enoho cien mujeres una pizca. Representado. VICENTA

E l enoho tiene a gatas.

JACINTA

Y la cólera en cuclillas.

ANTONIA

Y la saña es menester

95

sacalle con unas pinzas. OSORIO

¡Fuera! dihe; ¡concluyóse, que me han tocado en la honrilla! Levántame poniendo

VICENTA

paz.

¡A las uñas!

JACINTA OSORIO

todos, quieren reñir, y Borja se mete en medio,

¡A las garras! ¡Al clamoreo!

ANTONIA

¡A las misas!

100

Cantado. BORJA

Embargo la peleona, que no es razón que se diga que riñen marcas de bien por cosas de niñería.

v. 91 enoho: pronunciación germanesca.Ver supra, El talego-niño, v. 23 y notas. w. 93-94 El enoho tiene a gatas...: la imagen se inspira probablemente en un soneto de Quevedo a una roma, Un Heráclito, núm. 228, w. 12-14: «El olfato tenéis dificultoso / y en cuclillas, y un tris de calavera, / y a gatas en la cara lo mocoso». v. 100 clamoreo: alusión a los entierros y funerales; clamorear. «Tocar las campanas a muerto» (Aut). v. 101 embargo la peleona: 'detengo la pelea'. v. 102 marcas de bien: expresión irónica calcada sobre «hombres de bien»; marca 'prostituta', en germanía (Léxico). Comp. Quevedo, Un Heráclito, núm. 288, w. 1-4: «Todo se sabe, Lampuga, / que ha dado en chismoso el diablo, / y entre ja-

CANTÓ.

225

OSORIO

Vuelvo el enoho a la vaina.

105

ANTONIA

Y O la colora a la cinta.

VICENTA

Y O la saña a su lugar.

JACINTA

Y yo el furor a mí misma.

JÁCARA

QUE SE

Siéntanse.

ANTONIA

¡En qué riesgo nos ha puesto

el cantar su jacarilla, que ainas nos hubieran muerto, o matáramos aínas! OSORIO

110

Estas jembras no se acuerdan

que en los almendros de Olías, yo fui Conde de Carrión, y ellas del C i d fueron hijas. Pues por el agua mehor,

115

yanes y marcas / nunca ha habido secretario»; Quiñones, infra, Jácara de doña Isabel, w. 1-8: «En ese mar de la corte, / donde todo el mundo campa, / toda engañifa se entrucha / y toda moneda pasa; / donde sin ser conocidos / tantos jayanes del hampa / tiran gajes, censos cobran / de las izas y las marcas». Este verso y el siguiente parecen parodiar algún romance no identificado (ver Bergman, 1961, p. 246); los vuelve a parodiar en Los planetas, ver infra, w. 61-64: «Paz entre Marte y Vulcano; / que no es justo que se diga / que riñen dioses de bien / por cosas de niñería». v. 106 colora: 'cólera'; así en PR (y resto de testimonios). No estamos seguros de si es errata («cólera» se lee en otras ocasiones) o deformación agermanada como otras del pasaje. Conservamos la lectura de la príncipe. v. 111 ainas: la diferente acentuación en w. 111 y 112 viene exigida por el cómputo silábico; aina: «Equivale a presto o más presto» (Aut). El pasaje: 'casi nos matamos con precipitación y ansia'. w. 114-16 que en los almendros de Olías...: Bergman (1965, pp. 327-28) se hace una serie de preguntas sobre estas expresiones, y supone que quizá haya alusión a algún entremés donde apareciera el motivo aludido. A nuestro juicio es una anécdota que pertenece a la misma ficción de la presente jácara: Osorio les recuerda que en un almendral de Olías les dió de palos, como los condes de Carrión les dieron a las hijas del Cid en el robledal de Corpes en el famoso episodio de la afrenta de Corpes. Es una escena evocada paródica de la del Poema de mío Cid. Olías es Olías del Rey, pueblo de Toledo. v. 117 por el agua mehor. no se nos alcanza este juramento; ¿podría ser error por «el ave mejor», que explicaría el juego con el verso siguiente? La frase «ser avemaria» servía para aseverar la verdad de lo dicho, y era típica de tahúres, según

226

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

que es la del Ave María, que si... Quédese en que si; no descubramos la tiña. ANTONIA

120

Tiñosas nos ha llamado: ¡ay qué deshonra enfermiza!, ¡ay qué agravio de hospital!, ¡ay qué asquerosa mohína! Pues, espulgón madrigado,

125

delincuente sarnicida, ¿ c ó m o la opinión abollas de u n tres en raya de ninfas? Representado. VICENTA

A l t o , yo quiero estrellarle.

JACINTA

Y O quiero hacerle en tortilla.

ANTONIA

Y yo pasarle por agua,

130

que es la muerte más mezquina. OSORIO

D e n , por Dios, para estas tres, que mataron con la vista. Cantado.

Fajardo, que explica «afirmar con juramento que es evangelio lo que dicen; y otros a su albedrío varían en el modo de hablar, diciendo "Voto a tal, que es Avemaria"» (ver Léxico). Pero «agua de Cristo» aparece en otros textos: ver Jácara que se cantó en la compañía de Ortegón, v. 75; ¿será referencia al vino de las bodas de Caná? v. 124 mohína: 'enojo, enfado, molestia'. Ver supra v. 16. v. 125 espulgón madrigado: insulto,'matador de pulgas malicioso'; espulgón 'que espulga, que mata las pulgas'; madrigado: el toro semental, y por extensión el individuo astuto y malicioso. Comp. Guzmán, pp. 217: «Era [un toro] de Tarifa, grande, madrigado, y como un león de bravo», 439: «¡Oh, hideputa traidor, y qué madrigado y redomado era!», 757: «cual si fuera mujer madrigada, muy cursada y curtida». v. 128 tres en raya: «Juego de los muchachos, que juegan con unas piedrecillas o tantos, colocadas en un cuadro dividido en otros cuatro... El fin del juego consiste en colocar en cualquiera de las líneas rectas los tres tantos propios» (Aut); metonímicamente el verso significa 'tres hermosuras'. v. 129 Alto: ver supra El talego-niño, v. 204 y nota. En este y los versos siguientes hay juego de palabras con las formas diversas de cocinar los huevos, estrellados 'huevos fritos', en tortilla o pasados por agua.

JÁCARA

BORJA

QUE SE

CANTÓ.

227

O i g a n primero una cosa

135

de provecho y alegría. TOLOS

Dígalo, diga aprisa, ahora dígalo, diga, diga.

BORJA

A tomar vienen las manos San Martín y Algarrobillas.

ANTONIA

140

Si ellos entran de por medio, doy la mía.

OSORIO

TODOS

Y yo la mía. Repiten. Si ellos entran de por medio, doy la mía. Cantan. Jácara nos pedistes: ya os la [servimos,

145

y si pidierais ciento, fuera lo mismo.

FIN

v. 140 San Martin y Algarrobillas: quiere decir que la pendencia se va a sosegar bebiendo vino de San Martín de Valdeiglesias y comiendo jamones de Algarrobillas, y todos se darán las manos en señal de amistad. Los dos pueblos eran famosos productores de lo dicho. Comp. Quevedo, PO, núm. 868, w. 31-32: «más preciada de pemiles / que Rute y Algarrobillas»; el mismo Quevedo menciona repetidamente al famoso vino de San Martín: PO, núms. 622, w. 37 y 44; 625, v. 39; 627, w. 31, 36, 42 y 48; 749, w. 91-92; 873, v. 44, etc. w. 143-44 En PR,VJ, BF: «Si ellos entran, etc.». v. 145 Todos los testimonios repiten en este verso el mismo locutor: «Tod.» que el del verso 143. Enmendamos.

LOA

QUE REPRESENTÓ

ANTONIO

DE

PRADO

Interlocutores: PRADO.

ARROYO,

FRUTOS.

ESCORIHUELA.

JOSEFA L O B A C O .

ISABEL D E G Ó N G O R A .

N I Ñ A , HIJA D E M A Z A N A .

MARIANA VACA.

L U I S A D E LA C R U Z .

MAXIMILIANO.

MAZANA.

L O R E N Z O DE P R A D O .

SEBASTIÁN D E LAS PEÑAS.

LINARES.

Y

MATOS.

JORDÁN.

Aparezca

Frutos en un bofetón, con una espada desnuda, y

Prado sentado en una silla, FRUTOS

durmiendo.

¡Qué descuidado que duermes!

Despierta, Prado, despierta;

Para los actores ver apéndice de actores. Para Bergman (1965, pp. 332 y ss.) esta es la loa sobresaliente del poeta, por la ingeniosidad de su presentación y de sus juegos verbales. Todos los datos y referencias apuntan a la fecha de 1635 para esta loa. Ver al lugar citado de Bergman para más larga exposición de datos y argumentos. Para las referencias literarias y citas de romances y otros poemas ver Bergman, 1961. Acot. inicial: bofetón: una especie de tramoya ('mecanismo de efectos especiales') usada en el teatro para ocultar o enseñar a una persona, al girar. Ver Ruano y Alien, 1994, pp. 484-86. v. 2 Despierta...: no localizamos un texto concreto, pero este arranque evoca ciertos inicios poéticos: «Despertad, marido mío», «Despierta, Joan, por tu fe», «Despierta, triste pastor», «Despierta, Belisa hermosa», etc. (ver Labrador y DiFranco, 1993, p. 96 para estos comienzos de poemas). Así empieza también la Loa con que empezó en la corte Roque de Figueroa.

230

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

que a las puertas de la Pascua se te ha muerto la Cuaresma. PRADO

Pues bien: ¿qué se me da a mí

5

que se muera o no se muera? ¿Tan buenas obras me ha hecho para que della me duela? FRUTOS

Pues, autor Prado, o quién eres, cuando por su muerte heredas

10

los aplausos de la corte, el logro de tus comedias, ¿preguntas que qué te toca?, ¿respondes con esa flema?, ¿duermes con ese descanso?,

15

¿con ese descuido sueñas? O eres racional camello, o eres tizón de la esfera, o eres epacta de jaspe, o el convidado de piedra...

20

Sacude dormitaciones, y con lo que representas, crujan los ejes coluros, gima esa máquina arteria.

v. 4 ha muerto la Cuaresma: en Cuaresma no había representaciones teatrales; al acabar la Cuaresma y volver los teatros, empieza la buena época de ganancias para los actores. v. 17 racional camello: no parece aludir a ninguna cualidad específica del camello; lo interpretamos como un insulto jocoso general. v. 18 tizón de la esfera: 'estrella del cielo'; aquí, al parecer, como equivalente a 'inmutable'; esfera 'esfera celeste, orbe celeste'. v. 19 epacta de jaspe: epacta es el número de días en que el año solar excede al lunar común de doce lunaciones; quizá se refiera al sentido de epactilla 'especie de calendario eclesiástico'. El sentido general se nos escapa; nos inclinamos a interpretar la expresión en sentido metonímico y metafórico 'calendario grabado en jaspe, pétreo', aunque la exhibición de cultismo un tanto absurdo en este pasaje hace difícil asegurar nada. v. 20 convidado de piedra: para Bergman (1965, p. 333) es alusión concreta a la obra de Tirso de Molina. Insiste en la connotación de lo 'pétreo, inmutable, paralizado'. v. 23 coluros: cada uno de los dos círculos máximos de la esfera celeste, los cuales pasan por los polos del mundo, siendo los polos los puntos en que el eje

LOA...

PRADO FRUTOS

ANTONIO

DE

PRADO

231

N o lo entiendo. Yo tampoco,

25

pero vuelto en nuestra lengua, quiere decir que en M a d r i d representes y no duermas. PRADO

Si Luisa se fue a Lisboa, si a Sevilla se fue R u e d a ,

30

si a Lobaco y su mujer el buen O l m e d o me lleva, si tiene a Mateo y Vicente Malaguilla en Estremera, y hasta el perro, por travieso,

35

hace de m i casa ausencia, ¿con qué compañía quieres que a tal senado me atreva?

alrededor del cual gira la Tierra corta al círculo celeste (DRAE). La expresión es algo confusa, a menos que haya que colocar una coma entre «ejes» y «coluros» y haya que leer 'crujan los ejes del mundo y los coluros celestes'. La idea hiperbólica es 'haz crujir a los mismos círculos celestes con tus comedias'. v. 24 máquina arteria: máquina se aplica frecuentemente al universo, en alusión a la compostura organizada de todos sus elementos («se llama también un todo compuesto artificiosamente de muchas partes heterogéneas, con cierta disposición que las mueve u ordena, por cuya semejanza se llama así el universo», Aut); lo de arteria no sabemos a qué viene; si no hay errata sólo hallamos en arteria el sentido 'conducto de la sangre'. Parece continuar la serie de vagas hipérboles culteranas. v. 29 Luisa: Luisa de la Cruz, que sale enseguida, no se ha ido a ninguna parte. v. 30 Rueda: Antonio de Rueda, hacia 1635 vivía en Sevilla (Bergman, 1965, p. 338). w. 31-32 Lobaco... Olmedo: a Lobaco no lo identifica Bergman (1965, p. 339), aunque sugiere que podría ser Felipe Lobato. Nos inclinamos a esta identificación porque con ambos nombres aparece en la Genealogía de los comediantes (ver Shergold y Varey, 1985, pp. 120-21). Su mujer era Juana Bautista. La Genealogía lo identifica con el actor que hace de vejete en la Loa con que empezó Tomás Fernández en Madrid, de Quiñones. Olmedo es Alonso de Olmedo, que el año de 1635 representó en Sevilla los autos del Corpus (Bergman, 1965, p. 513). v. 33 Mateo y Vicente: Francisco Vicente y su hijo Mateo, que se fueron a la compañía del autor Juan de Malaguilla (había dos, padre e hijo; uno era en 1635 actor en la compañía de Pedro de Valdés; el otro debía de ser autor); Estremera, como señala Bergman, debe de ser el pueblo de ese nombre (para todo esto ver Bergman, 1965, p. 338).

232

JOCOSERIA

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

FRUTOS

Abre los ojos del alma, Aparece un árbol muy florido con muchos nichos, en que están todos los de la compañía de Góngora

con guitarras y arpas: Isabel

y la autora en las primeras ramas, y el hijo de

Prado en la más alta, y la raíz del tronco sale del pecho de Prado. mira estas ramas soberbias,

40

cuyo tronco y humor sale de tus pobres faltriqueras, y escucha, que en lo que cantan te doy consuelo y respuesta. CANTAN

E n este prado ameno

45

flores no faltarán, porque vienen unas cuando otras se van. FRUTOS

Oye, que en tu compañía cantando te dan la muestra,

50

unos con arpadas manos, y otros con arpadas lenguas.

v. 39 acot. PR: «...Padro.». v. 41 humor, 'líquido, savia'; el alimento de la compañía procede de los bolsillos del autor, empresario y director teatral. v. 45 prado ameno: juega con la alusión al tópico del locus amoenus, a través de la dilogía en prado; en el resto de la pieza abundan estas dilogías onomásticas. PR: «padro». w. 47-48 porque vienen unas...: parodia de una cancioncilla tradicional: «Que mis penas parecen olas de la mar, / porque vienen unas cuando otras se van» (Frenk, 1987, núm. 843A). v. 50 la muestra: ver supra El talego-niño,

v. 105.

w. 51-52 arpadas... arpadas: juego de palabras entre la alusión a las manos que sacan la moneda arañando (harpar. «Vale también arañar o rasgar con las uñas», Aut) y a los músicos con arpa; y el epíteto aplicado generalmente a las lenguas de las aves (harpadas lenguas 'armoniosas, musicales'). Comp. Quijote, I, 2: «apenas los pequeños y pintados pajarillos con sus arpadas lenguas habían saludado con dulce y meliflua armonía la venida de la rosada aurora...». Ver Lida de Malkiel, 1951.

LOA...

JOSEFA

ANTONIO

DE

PRADO

233

Desta rama primera sale el autora, ¿quién vio en los morales nacer las rosas?

LUISA

E n la rama segunda, Isabel será

55

G ó n g o r a en el nombre y en la soledad. NIÑA

Dorotea de Sierra, si os cae en gracia, hoy será la M o r e n a , no la Nevada.

JOSEFA

Yo, que soy la Lobaca, rondando el prado, en la trampa he caído por otro año.

LUISA

60

C o m o es sobre Luisa C r u z m i apellido, el autor me pone por los caminos.

MAZANA

Engeríme en romero, siendo manzana, y n i yo florecía n i él fruto daba.

NIÑA

Antes que manzana con poca dicha,

65

quiero ser deste prado la manzanilla. JOSEFA

H o y empieza por R u e d a Maximiliano, la primer buena obra que hace u n cuñado.

LUISA

Si hace todas las barbas Escorihuela, ¿ c ó m o sus compañeros las traen deshechas?

70

v. 53 el autora: usa el alomorfo del artículo femenino (de illam, con caída de la parte final) habitual con palabras que empiezan en a. v. 54 morales: dilogía alusiva al actor Maximiliano de Morales. v. 56 Góngora en el nombre y en la soledad: juego alusivo con el poema de Góngora, a partir del nombre de la actriz. w. 57-58 Dorotea de Sierra, si os cae en gracia...: Dorotea de Sierra (mujer de Mazana) no está en la lista inicial. El juego alusivo a Sierra Morena y Sierra Nevada es fácil. v. 59 Lobaca: la mujer de Lobaco, esto es, la actriz Juana Bautista. Ver nota a w. 31-32 supra. El juego con la alusión a 'lobo' caído en la trampa al rondar el 'prado' es fácil: se ha contratado por otra temporada con la compañía de Prado. w. 63-64 Engeríme en romero, siendo manzana...: 'Siendo manzana me injerté en romero, una planta muy diferente, y el injerto salió mal'; forma ingeniosa de expresar que su trabajo en la compañía del autor Romero no fue bien. La familia Mazana trabajaba con Romero en 1631 (Bergman, 1965, p. 337). w. 67-68 Hoy empieza por Rueda Maximiliano...: Maximiliano de Morales era hermano de la autora, cuñado por tanto de Prado. Sustituía este año a Antonio de Rueda, actor que trabajaba con Prado en 1633, pero que se separó para formar compañía propia. En 1635 Rueda representaba en Sevilla (Bergman, 1965, p. 338). v. 68 BF: «vu cuñado».

234

NIÑA

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

Pedro de Linares no lo parece,

pues el lino es barbas, y él no las tiene. SEBASTIÁN

Sebastián de las Peñas para Prado soy

comediante al hilo, músico en arpón. JORDÁN

Jordán soy, amigos: ninguno tema

75

donde yo estuviere comedia vieja. MAZANA

Hable Arroyo; no calle por vergonzoso.

ARROYO

E n presencia de u n río no habla u n arroyo.

JOSEFA

Matos fue en Sevilla tan gran bailarín,

que una cabriola le puso en M a d r i d . LUISA

80

E l pimpollo es Lorenzo de todo el árbol:

buen verano tendremos entre dos Prados. Representado. FRUTOS

Prado, c o n tu compañía

pareces prado de veras, pues en sus nombres se hallan cuanto u n fresco prado encierra: Frutos, Morales, Manzanas, Linares, Arroyos, Peñas, Manzanilla, Soledades, R í o s , Vacas, Lobos, Sierras, y C r u z que poner, si matan

85

90

v. 69 barbas: papeles de hombre maduro, uno de los habituales en la fórmula de la comedia. v. 74 comediante al hilo, músico en arpón: no vemos claro el sentido de este verso; parece jugar con el aumentativo de arpa 'instrumento'. Ver Loa segunda con que volvió Roque de Figueroa, v. 196; Jácara que se cantó en la compañía de Ortegón, v. 8. v. 75-76 Jordán: juego con el nombre y la alusión al río Jordán, al que se atribuía la virtud de rejuvenecer a quien se bañase en sus aguas: «a los que habiendo estado ausentes vuelven remozados y lozanos decimos haberse ido a lavar al río Jordán» (Cov.).Ver otras referencias en Quevedo, Un Heráclito, núms. 241, w. 12¬ 13: «¿Quién al avariento viejo / le sirve de río Jordán?»; 242, w. 19-20: «haciendo Jordán un huevo / que les desmienta los años»; 258, w. 17-20; id., PO, núms. 692, w. 19-20: «ni es buen Jordán el tintero / al que envejece la pila»; 770, v. 68; etc. Se decía que allí iba el judío errante a conservar su juventud (Lope, El cuerdo en su casa, BAE, 41, p. 460). Comp. infra La Puente. Segoviana, 1, w. 55 y ss. v. 78 un río: el Jordán (Pedro Jordán).

LOA...

ANTONIO

DE

PRADO

235

a silbos cualque comedia, siendo el mayoral de todo nuestro Juan de Escorihuela. PRADO

¿Todo esto sustento? Todo.

FRUTOS

95

Levántase. PRADO

Espera, visión, espera.

FRUTOS

¿Quién le ha dicho que yo huyo?

PRADO

¿Qué es lo que miro? Su hacienda.

FRUTOS PRADO

FRUTOS

¿Mi hacienda? Pues yo soñaba que me hacían gracia della. Pues, Prado, no crea en sueños, que su dinero le cuesta, y para que no lo ignore, si este árbol le deleita, otro le pienso enseñar que podrá ser que le escueza. Descúbrese

MÚSICOS

100

105

otro árbol lleno de talegos vacíos, y cantan.

Soñó el autor que tenía un bolsón y otro bolsón; mas a la fe, compañía, que los sueños, sueños son.

PRADO

N o cumple quien ve este trago, si no se muere de pena.

FRUTOS

Pues esto es flores, que ya le piden raciones nuevas.

110

v. 96 visión: 'fantasma', ver Loa con que empezó Lorenzo Hurtado, nota v. 67. v. 110 los sueños, sueños son: frase proverbial que hizo famosa Calderón en La vida es sueño, pero que conoce muchas glosas de Lope,Tirso,Villamediana, etc.: ver Wilson y Sage, 1964, p. 135; y Frenk, 1987, núm. 875. v. 113 esto es flores: 'esto no es nada; ahora le piden raciones nuevas, más generosas'.

236

PRADO

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

¿Más raciones? ¿Más dinero

115

sobre el dado? ¡Adiós, paciencia! Siéntase, FRUTOS

como que se desmaya.

Que se desmaya el autor:

rociadle con una letra. JOSEFA

Canta. U n autor estuvo al cabo

de unos dineros que dio, y después que más le piden, se siente mucho peor. TODOS

¡Ay qué dolor!

NIÑA

Y O fui quien pidió el dinero,

y si le debiera yo al autor lo que él me debe, lo mismo hiciera el autor; sí, ¡vive Dios!

120

125

Representado. PRADO

¿En la corte, y compitiendo

con deseos y sin fuerzas, ahora, ahora dineros, ahora, ahora comedias? Véndase toda m i casa, y los vestidos se vendan de m i mujer; mas, ¡ay Dios!, ¿qué dirá cuando lo sepa? FRUTOS

130

135

Dígalo ella, que por esto

se dijo: «dígalo ella». AUTORA

H o y sin u n vestido estoy,

y ayer con muchos me v i :

140

v. 114 raciones: los actores se ajustaban «a ración y representación», es decir, cobrando una parte para sustentarse (fija) y otra parte de salario según la ganancia de las representaciones (variable). v. 138 dígalo ella: no documentamos esta frasecilla como proverbial; quizá se refiera este pasaje de Quiñones a la costumbre vulgar y despectiva de dirigirse a un interlocutor con pronombre de tercera persona. Ver la Loa con que empezó Lorenzo de Hurtado, supra, nota v. 20.

LOA...

ANTONIO

DE

PRADO

237

aprended, damas, de mí, lo que va de ayer a hoy; mas p o n las fuerzas postreras, por servir tan gran senado, autor, el que llaman Prado,

145

¡pluguiera a Dios no lo fueras!, que yo intentaré mostrar, imitando tu buen aire, valentía en el donaire, y donaire en el hablar,

150

porque el gusto que amor da de haber la corte servido, ¿quién como yo le ha tenido?, ¿quién como yo le tendrá? FRUTOS

¡Ea, autor!, pide piedad,

155

pues para esquitar el gasto, zampuzado en u n banasto nos tiene tu autoridad. ESCORIHUELA

Y pues no hay quien os venza, en deseo de agradar,

160

bien podéis, Prado, empezar;

w. 141-42 aprended, damas, de mí...: parodia de la glosa de Góngora «Aprended, Flores, en mí / lo que va de ayer a hoy». w. 145-46 autor, el que llaman Prado...: dos versos que imitan algún romance no identificado por Bergman (1961, p. 245) ni por nosotros. En el verso 145 VJ lee «qne». w. 149-50 valentía en el donaire...: «Con mirar en vez de hablar se halla en los

centones "Ese pardillo jayán", "Estábase la aldeana" y "Reviente el mesmo demonio" (Romances varios [...] ; "Valentía en el donaire, / donaire en la valentía" en "Guardainfante era, y ya estoy" [...] Los anónimos Baile de la Gallumba y Baile de Lela, Lela, descritos por La Barrera [...] empiezan: "Valentía en lo que pido / y donaire en el tomar". El Cancionero manuscrito de Í6I5 [...] incluye un romance de "Valentía de donaire"» (Bergman, 1961, p. 246). vv. 153-54 ¿quién como yo le ha tenido?...: parafrasea versos del romance «Guardainfante era, y ya estoy», de Romances varios (1640).Ver Bergman, 1961, p. 246. vv. 157-58 zampuzado en un banasto...: imitación de la jácara quevediana «Zampuzado en un banasto / me tiene su Majestad» (PO, núm. 856). w. 161-62 bien podéis, Prado, empezar...: parodia de los versos iniciales de otro romance «Bien podéis, ojos, llorar, / no lo dejéis de vergüenza, / que poco im-

238

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

no lo dejéis de vergüenza, que hoy, para ver las venturas que os ofrecen los poetas, el mayor de los planetas

165

convidaba a las criaturas. ISABEL

Seguro empezar podrás, que en otro lugar cualquiera hallarás quien bien te quiera, mas no quien te quiera más.

MAXIMILIANO

170

Y O , Prado, intento hacer fuga, porque, ¿qué suceso espero compitiendo con R o m e r o , donde el gran R o q u e madruga? N o camines a la muerte,

175

donde el competir te guía, mal formada compañía: detén el curso y advierte. LORENZO

Deja que corra veloz, que de dar honra y provecho,

180

juramento llevan hecho, todos juntos a una voz,

porta ser hombre, / que no son los hombres piedras» (Romancero general de González Palencia, núm. 1188). Comp. Calderón, No hay burlas con el amor, w. 1096-98: «Pues tan triste, Inés, me dejas, / bien podéis, ojos, llorar, / no lo dejéis de vergüenza», y también en El médico de su honra...

w. 165-66 el mayor de los planetas...: imita comienzo de un romance que figura en algunos manuscritos (Bergman, 1961, p. 245, nota 47). Quiñones lo menciona también en Los planetas. w. 169-70 hallarás quien bien te quiera...: romance no identificado. Calderón lo parafrasea en Amigo, amante y leal (Bergman, 1961, p. 245).

w. 173-74 compitiendo con Romero...: parodia de «Compitiendo con las selvas / donde las flores madrugan», romance de Antonio de Mendoza (Bergman, 1961, p. 239). Alude a Bartolomé Romero y Roque de Figueroa, famosos autores. w. 177-78 mal formada compañía...: parodia «Malograda fuentecilla, / detén el curso y advierte», romance núm. 1368 de Durán, mencionado también en el anónimo Baile de la casa de amor, en Estebanillo, II, p. 188; en Calderón Los tres afectos de amor y Dicha y desdicha del nombre, etc. Ver Bergman, 1961, p. 242 y notas de

Carreira y Cid al lugar citado del Estebanillo. w. 181-82 juramento llevan hecho...: comienzo de un romance, Durán, núm. 699.

LOA...

ANTONIO

DE

PRADO

239

porque si esta prevención ha hecho m i padre en vano, ¿para qué es, amor tirano,

185

tanta flecha y tanto arpón? LINARES

Prado, el contrario es preciso. ¡Animo, y sal a lo ancho! Rey

don Sancho, rey don Sancho,

no dirás que no te aviso:

190

toma m i consejo y baste, pues para que te le diese, antes que barbas tuviese, rey Alfonso, me juraste. ARROYO

Yo callo el consejo mío,

195

que soy entre tantos mares, Manzanares, Manzanares, arroyo aprendiz de río. FRUTOS

Ya os han oído cantar. Bailad ahora, señores,

200

que los bailes por amores dignos son de perdonar. MÚSICOS

Arbolito que vas al tablado, dirás de m i parte a tu amo el autor,

w. 185-86 ¿para qué es, amor tirano...?: principio de un romance del Conde de Villamediana, con alguna variación, que comenta Bergman (1961, p. 243: en Villamediana el verso segundo es «tanta flecha y tanto sol» y «arpón» cierra la copla). La versión de Quiñones aparece en el centón de disparates «Estábase la aldeana». w. 189-90 Rey don Sancho, rey don Sancho...: versos del romance que así empieza (Durán, núm. 777). Se parodian en la Jácara... de Romero. w. 193-94 antes que barbas tuviese...: parodia del romance de Durán, núm. 656, del ciclo de Bernardo del Carpió: «Antes que barbas tuviese, / rey Alfonso, me juraste». w. 197-98 Manzanares, Manzanares...: comienzo de un romance de Quevedo (PO, núm. 719). Nótese el juego ingenioso en «arroyo» con el nombre del actor. w. 201-2 que los bailes por amores...: parodia de los versos «Que los yerros por amores / dignos son de perdonar», del romance del Conde Claros «Media noche era por filo» (Durán, núm. 362). Son proverbiales: Correas, p. 514, Tirso en Celos con celos se curan, w. 2643-44, etc.

240

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

que no empiece sin muchas comedias, o sufra los golpes del competidor. PRADO

Tres comedias tengo nuevas de don Pedro Calderón.

AUTORA

Y es la primera que hacemos, No hay burlas con el amor.

PRADO

Otra se dignó de darme de tres ingenios la unión.

AUTORA

Y d o n A n t o n i o Solís

205

210

trujo esta Cuaresma dos. PRADO

También el doctor Juan Pérez me ha dado otra de Sansón.

FRUTOS

Pues ¡mueran los filisteos!...; pero como suelo estoy,

215

Canta.

que aunque son tantas, los mosqueteros las hunden y aun no [tienen hartas.

220

Repiten.

AUTORA

Pues humillaos al retablo de los tales mosqueteros. Oíd, señor don Gaiferos, lo que como amiga os hablo.

PRADO

Corte, de piedad ejemplo, siempre en m i alma has de estar por ídolo de su altar,

225

v. 214 dos: no sabemos exactamente qué comedias de Solís pueden ser. Serralta aduce buenas razones para suponer que una sea Amparar al enemigo y otra La más dichosa venganza: ver Serralta, 1986, p. 63. v. 216 de Sansón: El valiente [o divino] nazareno, Sansón, de Juan Pérez de Montalbán. v. 220 hunden: a silbos; comp. v. 25 de La visita de la cárcel w. 223-24 Oíd, señor don Gaiferos...: adaptación de «Oíd, señor don Gaiferos, / lo que como amigo os hablo» (Durán, núm. 378). Sobre posibles atribuciones y fortuna de este romance ver Bergman, 1961, p. 242, nota 40.

LOA...

ANTONIO

DE

PRADO

por imagen de su templo, mas si de m i amor te enfadas, diciendo irá m i dolor, ¡ay, verdades, que en amor siempre fuistis desdichadas! AUTORA

FRUTOS

Pues que m i piedad conoces, discreta gente de a pie, silba, que yo sufriré cuantos silbos, cuantas voces, que antes me ha de consolar de tantos silbos las furias, porque, alfin,quien dice injurias cerca está de perdonar. Y vos, árbol, que ofrecéis a tan gran senado flores, ya, aguardando sus favores, ninguna rama movéis, cantad, porque diga yo, si a M a d r i d parecéis bien, ¡mil veces bien haya, amén, árbol que tal fruto dio! Canten mientras yo me aliño, que para herirme de gana,

241

230

235

240

245

250

w. 231-32 ¡ay, verdades, que en amor...!: parodia del comienzo del romance al parecer de Lope «Ay, verdades, que en amor / siempre fuisteis desdichadas» (Durán, núm. 1557). Ver La verdad, w. 1-2. v. 232 fuistis: forma corriente en la época, etimológica. VJ y BF leen: «mistes». v. 234 gente de a pie: los mosqueteros, el público de clase social inferior, que veía la comedia de pie en el patio. v. 236 cuantos silbos, cuantas voces: parodia de Góngora, «Cuantos silbos, cuantas voces / la nava oyó de Zuheros»; comp. A. de Mendoza, El examinador miser Palomo (Colección, I, p. 211): «Nos os canten "cuantos silbos, cuantas voces"». w. 239-40 porque, alfin,quien dice injurias...: estribillo del romance «Diamante falso y fingido» (Durán, núm. 107). w. 243-44 ya, aguardando sus favores...: Bergman los considera versos de algún romance no identificado (Bergman, 1961, p. 246). w. 247-58 ¡mil veces bien haya, amén...!:

do, sugiere Bergman, 1961, p. 245.

versos de un romance no identifica-

242

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

JOCOSERIA

dándose estaba Juan Rana de las astas con Treviño. Cantan y cúbrese todo.

FIN

w. 251-52 dándose estaba Juan Rana...: imitación del romance «Dándose estaba Lucrecia / de las astas con Tarquino» (Romancero general, de González Palencia, 1947, núm. 453; Durán, núm. 1717). Apunta Bergman (1961, p. 240) que Quiñones parodia este romance burlesco en cuatro ocasiones, con cierta extensión en La Puente Segoviana, 1 y 2, y en el entremés Pipote.

v. 252 acot. BF omite «Fin».

ENTREMÉS EL

TALEGO

CANTADO

(PRIMERA

REPRESENTÓLE ROQUE

PARTE)

D E FIGUEROA

Interlocutores: TREVIÑO.

ISABEL D E V I T O R I A .

BERNARDA.

M A R Í A DE S A N PEDRO.

M A R Í A , SU H E R M A N A .

MÚSICOS.

UN

MOSQUETERO.

Sale Treviño, TREVIÑO

cantando.

¡Ay, qué desdicha, señores!;

no la vio nadie mayor. Si no me ahorco, es porque no tengo tal tentación; si me araño, estaré feo; si doy voces, tendré tos; si lloro, saldré ojeroso; y si no como, afufón. ¿Qué haré para tener pena que me tenga su dolor, mucho ruido y poca costa, como mujer que enviudó?

5

10

Bergman, 1965, pp. 356-58, data ambas partes de El talego hacia 1635. Interlocutores: todos los testimonios omiten «un mosquetero». Acot. inicial: PR: «Triviño». v. 8 afufón: palabra de germanía;'escape' (Léxico); interpretamos:'si no como me escapo (a la otra vida), me muero'. Comp. Quevedo, PO, núm. 862, w. 90-91: «Amigo, la vida trota, / afufarse quiere el alma» (a un rufián que está agonizando).

244

JOCOSERIA

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

MARÍA IA

¿Qué es esto, señor vecino?

M A R Í A 2a

¿Qué es esto? Diga, señor.

ISABEL

¿Qué es esto que ha sucedido?

MARÍA I

A

¿Qué es esto que sucedió?

MARÍA 2

a

¿Qué es esto que se lamenta?

TODOS

15

¿Qué es esto? ¿Qué es esto?

TREVIÑO

¡OX!;

es el diablo que las lleve. MARÍA IA

N o lo niegue; digaló.

20

TREVIÑO

Tengo u n talego, vecinas, de dineros tan glotón, que de cenar mucho anoche por poco no reventó y está con tanta barriga...

25

MARÍA 2

a

TREVIÑO

Llámenle luego u n doctor. N O ; que mandará sangrarle,

y es matarle ¡vive Dios! ISABEL

U n o pasa por la calle.

MARÍA IA

¡Señor doctor!

TREVIÑO

Déjelo.

30

Sale Bernardo de doctor.

BERNARDA

¡Paz sea en aquesta casa!

TREVIÑO

Ya no puede, entrando vos.

BERNARDA

¿Dónde está el enfermo, amigo?

TREVIÑO

E S O es lo que rehúso yo,

decir dónde está el enfermo. TODOS

35

Héle aquí que es compasión.

v. 15 En todos los testimonios el locutor: «Isabel 3.». Enmendamos el error. Lo mismo ocurre con el locutor del verso 29. v. 18 Ox: 'fuera'. Ver La visita de la cárcel, v, 89 y nota, v. 30 acot. PR y BF: «Bernarda».

EL TALEGO

(PRIMERA

PARTE)

245

Descubren en una camita muy aderezada un talego, echado como un enfermo, y tómale

BERNARDA

el pulso.

Venga el pulso. Este está ahito de tragar tanto doblón: métanle luego los dedos, vomite lo que tragó.

TREVIÑO

Sólo en esta enfermedad es mala la evacuación; no le haré tal beneficio sin mandarlo su doctor.

BERNARDA

¿Quién es el que le visita?

TREVIÑO

Hasta ahora, sólo yo.

BERNARDA

¿ L u e g o es doctor?

TREVIÑO

Pues ¿en qué lengua estudió?

TREVIÑO

A l ganarlo estudié en indio, y al gastarlo en español.

TREVIÑO

45

D e m i bolsa.

BERNARDA

BERNARDA

40

50

Purguémosle. E S degollarle,

que yo sé su complexión. BERNARDA

Hagamos aquí una junta.

TREVIÑO

Señor doctor, eso no,

que es abreviarle la vida, si nos juntamos los dos. BERNARDA

Vuelvo a verle; abra la boca, abra, ¿qué tiene, señor?

TREVIÑO

L O que no tendrá si la abre.

Talego mío, ¡chitón! BERNARDA

Taleguito, si yo he de curarte,

abre la boca, y paparás aire.

v. 36 acot. BF: « . . . enformo...». v. 49 en indio: alusión a las fortunas que se hacían en las Indias.

55

60

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

246

JOCOSERIA

Repiten. TREVIÑO

Taleguito, si tomas m i voto, cierra la boca, y pápele otro. Repiten.

BERNARDA

Si no gusta de que se le cure, cáigase muerto. 65

TREVIÑO

Y O le fío la vida con sólo buen regimiento. Repiten.

BERNARDA

D e talegus hinchatis dineris, dice Avicena, que sanorum si de hembra le echatis [dos sanguijuelas.

TREVIÑO

Pues Galenus i n aforismorum, chocata pecunia, en tratando con hembris malvatis le [desahucian.

BERNARDA

D e opinionibus agarratibis facile probo.

TREVIÑO

Si apretabitis m e c u m estafan, nególo totum.

70

Cubren el talego. BERNARDA

H u y ó el dinerito, y quedaísos vos, y el corazón se me hizo dos.

TREVIÑO

Que póngale en cobro yo esta vez,

75

y el corazón se le haga diez. Jácara. MARÍA I

A

¿ C ó m o trata así esta moza? ;E1 es el cortés mancebo?

v. 62 paparás aire: «papar viento» es frase que se aplica a los que están embelesados, con la boca abierta, como asombrados (Aui); pero aquí alude a que el talego se quedará vacío de sus dineros, lleno de aire, literalmente. v. 66 regimiento: 'régimen'. w. 67 y ss. De talegus hinchatis dineris, dice Avicena...: parodia del latín de los médicos; macarronismos jocosos. Según esta interpretación burlesca Avicena, famoso médico, recomienda para curar las hinchazones de dineros de los talegos, echarles dos sanguijuelas de mujeres, con alusión a la pedigüeñez de las mujeres, motivo tópico en la literatura satírica del Siglo de Oro. La sangría (se ha visto antes) y las purgas eran remedios universales en la época. Treviño aduce un supuesto aforismo de Galeno (otro famoso médico de la antigüedad) que dice que el dinero queda desahuciado en manos de las hembras malvadas.

EL TALEGO

TREVIÑO

(PRIMERA

PARTE)

247

Y O soy el Cortés, y ella el C o l ó n de m i dinero.

M A R Í A 2a

80

Excuse dos coscorrones que se me van trasluciendo.

TREVIÑO

¿Qué mucho que se trasluzga quien es hija de San Pedro?

BERNARDA

Pues yo soy hija del diablo,

85

si tanta mostaza pruebo. TREVIÑO

N O es mucho cuando en su cara, tantos perejiles vemos.

BERNARDA

¡Miente!

TREVIÑO

¡Tome! Dale Treviño

MARÍA I

a Bernarda una bofetada. ¡Fuera!

a

M A R Í A 2a

¡Quedo! Llorando y cantando.

BERNARDA

¡Seca tenga la mano quien tal ha hecho!

M A R Í A 2a

Esa es grande grosería.

TREVIÑO

Pues sóplenla allá lo grueso.

MARÍA 2

a

TREVIÑO M A R Í A 2a

90

Sóplele él, que es sopla vivos. ¡Miente! ¡Tome!

v. 84 hija de San Pedro: hija de clérigo; era creencia folklórica que los hijos de clérigo se traslucían. Correas, p. 594: «Hijo de San Pedro. Baldón a los hijos de los clérigos, y dice el vulgo que se traslucen, y es porque se conocen, aunque digan que son sobrinos». Ver los ejemplos que registra Del Rosal, La razón de algunos refranes (p. 55). v. 85 hija del diablo: es frase hecha que se aplica al que es agudo y travieso (Auf); aquí juega contraponiéndolo con «hija de San Pedro». w. 91-92 grosería... grueso: juego de palabras con el sentido 'grasa'. v. 93 soplavivos: «Soplavivo te le doy. Juego que se juega entre dos o más personas, tomando en la mano un palico o cosa semejante, y encendido por la punta, soplándole, dicen soplavivo te le doy y va pasando de unos a otros y aquel en quien se apaga la luz pierde una prenda» (Auf).

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

248

MARÍA Ia

JOCOSERIA

¡Fuera! Dale María

de San Pedro a Treviño

ISABEL

un

bofetón.

¡Quedo! Cantando

TREVIÑO

y llorando.

N O lloréis, mocita, por u n bofetón,

95

que pues yo tengo otro, yo lloraré por vos. N o me mates, muchacha, llorando, levanta los ojos y mira más blando, que francas te hago las dos faltriqueras. BERNARDA

¿Dícelo de veras?

TREVIÑO

N O , sino burlando.

MARÍA I

a

100

Así dicen que en tierra de bobos,

se hacen los gavilancicos mancos. BERNARDA

N O te vayas de mí recatando;

que en fe de que pobre te estoy estimando, 1 0 5 mis brazos te aguardan de balde. ¿Qué esperas? TREVIÑO

¿Dícelo de veras?

BERNARDA

N O , sino burlando.

M A R Í A 2a

Así dicen que en tierra de bobos,

se hacen los gavilancicos mancos. TREVIÑO

110

N O se vayan de aquí en acabando,

que Roque, en albricias que va mejorando, no cobra mañana en las puertas primeras. Dice un mosquetero desde el patio. w. 95-96 No lloréis, mocita, por un bofetón...: parodia de una cancioncilla tradicional: «No lloréis, casada, / de mi corazón, / que pues yo soy vuestro / yo lloraré por vos» (Frenk, 1987, núm. 440). v. 103 se hacen los gavilancicos mancos: «Así se hacen los gavilanes mancos. Frase con que se da a entender que alguna persona es inteligente, diestro y experimentado en algún negocio u dependencia» (Aut). Pero parece mejor la explicación de Correas," p. 52: «Ansí se hacen los gavilanes mancos, o mansos. Dícense cuando burlan a alguno, quitándole algo que iba a coger, dejándole engañado sin ello». v. 113 puertas primeras: para entrar en el corral había que abonar varias cantidades en las diversas entradas, que correspondían a las cofradías, o arrendadores y compañía de actores.

EL TALEGO

(PRIMERA

PARTE)

MOSQUETERO

¿Dícelo de veras?

TREVIÑO

N O , sino burlando.

BERNARDA

A S Í dicen los cobradorcitos, que se hacen los mosquetericos mancos. Repiten los músicos

FIN

v. 115 BF como locutor: «Ber.».

v. 117 acot. BF omite «Fin».

249

115

ENTREMÉS LOS

FAMOSO

CUATRO

GALANES

REPRESENTÓLE ROQUE DE FIGUEROA

Interlocutores: DOÑA MATEA.

UN

ESCRIBANO.

UN

UN

LETRADO.

DOCTOR.

D O Ñ A FABIA. UN

MÚSICOS.

SOLDADO.

Salen doña Matea y doña

Fabia.

MATEA

M u y bien venida seas, doña Fabia.

FABIA

M u y bien hallada estés, doña Matea. ¿A ver? ¡qué buena estás! ¡Dios te bendiga! Toma, no te haga mal, toma una higa.

Bergman, 1965, p. 284, considera escrito este entremés entre 1624 y 1635, años en que representaba Roque de Figueroa en España. v. 4 toma una higa: la higa es un gesto de menosprecio que se hacía cerrando el puño y mostrando el pulgar entre el índice y el medio (Cov.); viene a ser una pulla, imitando el miembro viril. Pero como indica Covarrubias «también es cosa usada al que ha parecido bien darle una higa, diciendo: tomá, porque no os aojen» (Cov). La higa se hacía también en azabache y se colgaba a los niños para contrarrestar el mal de ojo, según extendida superstición a que se refiere Covarrubias. Cuando se alababa a alguien, para que no fuera a tener mala suerte, se le hacía la higa. Comp. Simón Aguado, Los niños de la Rollona, en Colección, I, p. 224: «en la plaza me han dado / las fruteras pan y queso, / y una me puso esta higa / porque me miró tan bello / y dijo que me podían / matar de ojo»; Calderón, El desafio de Juan Rana, en Calderón, Teatro cómico breve, p. 182: « . . . sois hermoso. / ¡Qué cintura tenéis! Tomá una higa». Acentuamos como tuteo, no voseo, según el resto del pasaje.

252

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

MATEA

JOCOSERIA

Tomaréla de grado,

5

por ser la primera cosa que he tomado más ha de cuatro meses. FABIA

¿Por qué, o c ó m o ?

MATEA

Porque no me lo dan, y no lo tomo.

FABIA

¿ESO no más te tiene melancólica?

MATEA

Pues ¿es poco faltarme la bucólica?

10

M i r a , si me faltara un mes el ajigolio de la cara, o por mayor mancilla, las guedejas, el m o ñ o o la jaulilla, ya con el diablo fuera,

15

que al fin son deudas con alguna espera; pero con el comer, poquitas burlas, porque a quien no ejercita la comida, le tienen puesta pena de la vida. FABIA

Están los hombres ya tan acabados,

20

que no dan sino coces y bocados. MATEA

N i aun eso; que riñendo cierto día con u n molde de aquestos galancetes,

v. 10 bucólica: comida. Comp. Estebanillo, II, p. 27: «como me había visto solícito en el comercio de la bucólica me hizo vivandero»; «En la lengua española usamos mucho la figura paronomasia, que es semejanza de un nombre a otro [...] bucólica, por lo que toca al comer, por lo que tiene de boca» (Correas, p. 41). v. 12 ajigolio: 'cosméticos'; metáfora culinaria usual en el registro jocoso; ajigolio o ajiolio, en sentido recto es una salsa hecha con ajo y aceite. En Quevedo abundan las imágenes culinarias para el afeite femenino: almodrote, confite, unto... (ver Arellano, 1984, p. 52). v. 15 guedejas, el moño o la jaulilla: alusión a los postizos de pelo, motivo frecuente que ya hemos anotado antes. Ver El Tiempo, v. 34 y notas. Ver Retablo de maravillas, n. v. 12. v. 19 VJ: «puesto». v. 21 que no dan sino coces y bocados: Andrés (1991, p. 112, nota 9) recuerda que es un cuentecillo que recoge Chevalier en el apartado de «Dichos graciosos» (Chevalier, 1975, pp. 312-13). Ver por ejemplo la versión de Santa Cruz en su Floresta española: «Un escudero muy lacerado dijo a uno que le mandaría dar palos. Respondióle: —No creo que lo haréis, porque al fin es dar» (cit. por Chevalier, que recoge también el presente texto de Quiñones). v. 23 molde: ver El talego-niño, v. 30 y nota.

LOS

CUATRO

GALANES

253

me amenazó u n nublado de puñetes, y respondiendo yo: «pues llegue y démelos»,

25

me dijo: «¡Voto a Cristo!, palabrera, que si no fuera dar, que se los diera». FABIA

E n tiempos tan menguantes, son como emperadores los amantes, que si amor sus estados les inquieta,

30

en casa de las damas hacen dieta. MATEA

Todo es hablar, y para mí veneno.

FABIA

A u n ya si lo que hablasen fuera b u e n o . . . Mas llegaráse u n dómine afectado de los que dicen «siervo» por «criado»,

35

«avisad esas velas, mentecato; ausentad ese plato», «bizcopcho», «pasapatios», «serenero»,

v. 30 BF: «los inquieta». v. 31 dieta: fácil dilogía entre 'régimen de comida, privación de alimentos' (alusión a la tacañería de los galanes) y junta en que varios estados confederados deliberan sobre asuntos de interés común'. Por antonomasia «La asamblea, junta o congreso de los estados o círculos del Imperio de Alemania, hecha para deliberar sobre los negocios públicos, políticos u de religión» (Aut). No creemos que en el contexto se puede interpretar como una posibilidad de juego que «quizá... vienen a disfrutar y hasta aprovecharse de la comida en casa de sus queridas (dieta alemana, imperial, en sentido de banquete)» (Andrés, 1991, p. 113, nota 11). Nótese lo que dice acto seguido: todo es hablar (y nada dar regalos palpables). v. 33 PR y BF como locutor: «Sab.». Enmendamos. v. 34 dómine: maestro de gramática y latines; recuérdese el famoso dómine Cabra del Buscón. Por su oficio tiende, en esta interpretación caricaturesca, a la pedantería, como expresan las burlas que siguen de su lenguaje. v. 36 avisad esas velas: se burla de la jerga afectada del dómine supuesto; «avisad esas velas» significa 'despabila las velas','quítales el pabilo', jugando del vocablo, como si fuera 'da entendimiento, aviso, inteligencia, despabila, aviva el ingenio'; el chiste probablemente lo imita de Quevedo: «Si se ofreciere decir que despabilen las velas, dirá: "Suena catarro luciente, excita esplendores, pañizuela de corte"» (La culta latiniparla, en Prosa festiva, p. 451). P R y BF: «mentacato». Enmendamos.

v. 38 En la príncipe (y resto de testimonios) «vizcopcho», como mantenemos, a pesar de que la mayoría otros editores enmienda lo que creen errata. Pero en la lista de términos y pronunciaciones afectadas del pedante, la forma de la príncipe puede imitar una pronunciación enfática, pseudoculta. Si adoptamos la forma usual ¿por qué habría de burlarse Fabia de que usara el dómine una palabra tan normal

254

JOCOSERIA

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

«cilantro», «frisco», «parangón» y «empero»; y gastando esta prosa de los diablos

40

que llama el tal señor romance casto, nos deja sin el gusto y sin el gasto. MATEA

Pues ya, si el tal galán oficio tiene, verásle enamorar muy en su j u i c i o en los términos proprios de su oficio,

45

sin salir dellos. FABIA

¡Tente!, que has tocado el punto más gustoso y sazonado. Cuatro galanes tengo...

MATEA

N o son muchos, que más fueran cuarenta.

FABIA

Es u n soldado, un escribano, u n médico, u n letrado,

50

que pensando que en ello me granjean, dos horas cada tarde me marean hablando a lo importuno

y corriente?; pasapatios: no hallamos esta palabra, que Andrés (1991, p. 14) supone una invención posible más o menos absurda de Quiñones para caracterizar al personaje; serenero: una especie de gorro para protegerse del sereno o humedad nocturna (Aut), pero tampoco le vemos la gracia. v. 39 cilantro: planta usada como condimento; parece que el quid del chiste radica en la evitación de la forma popular «culantro», que provoca asociaciones que el dómine elude pedantescamente; frisco: es otro término no documentado; Andrés enmienda en «prisco» 'especie de albérchigo', y podría ser, pero quizá no tanto con el sentido que Andrés indica, sino con el que tiene en el soneto atribuido a Quevedo «¿Qué captas, noturnal, en tus canciones...», en cuyo verso 7 asocia «priscos, estigmas o antiguallas» en una serie de vocablos que parodian a los culteranos, y en la que prisco ha de interpretarse 'arcaico, viejo, venerable' (en latín priscus-a-um). En este sentido el siguiente vocablo «parangón» 'comparación', muy satirizado en las burlas anticultistas, continuaría la serie: comp. el soneto atribuido a Quevedo contra Góngora «¿Socio otra vez?», cuyo v. 3 reza «y en parangón de tus sideridades» (ver Alonso, 1961, p. 104 para otras burlas del vocablo). De todos modos la inseguridad en este punto nos mueve a mantener la lectura de la príncipe en «friscos», que quizá sea una deformación jocosa de «priscos». v. 45 BF: «propios». v. 51 granjear. «Metafóricamente vale ganar, adquirir o lograr el efecto, voluntad o benevolencia de otro a fuerza de halagos, caricias o sumisiones» (Aut).

LOS

CUATRO

GALANES

255

la ciencia que profesa cada uno. E l señor escribano,

55

téngale Dios, si me habla, de su mano, porque son sus amores y dulzuras, cláusulas generales de escrituras; el crítico letrado, tratando de su amor muy satisfecho,

60

piensa que está informándome en derecho, el soldado en los términos de guerra me habla siempre, diciendo a lo galante, que son mis ojos escuadrón volante, que el fuerte reconoce, si me mira,

65

y si se va, que el campo se retira; y en tan fiero lenguaje, siempre se olvida del matalotaje; el médico, que el dar es una efímera, pero, que hará, si dura m i porfía,

70

de la vena del arca una sangría; y todos cuatro apuestan por m i l modos a cuál me cansa más, y ganan todos.

v. 56 «tenle Dios (si me habla) de su mano» en la príncipe (y resto de testimonios), pero usa una frase hecha: «Téngale Dios de su mano. Frase que se usa como deprecación a Dios, para que particularmente ayude a alguno, a fin de que no incurra en algún yerro u precipicio» (Aut). Enmendamos restaurando la frase hecha. Sigue una caracterización del lenguaje que usa el escribano para sus cortejos, como el resto de los galanes. v. 64 escuadrón volante: el que separa del resto del ejército y está preparado para operaciones que puedan ser necesarias. Son los ojos de esta dama muy belicosos, para el soldado. v. 66 campo: 'ejército'. v. 68 matalotaje: los suministros de un barco. Quiere decir que siempre se olvida de proporcionar algo material, comestible, o regalos, a la mujer. v. 69 efímera: fiebre que dura un día; es una de las clases de fiebre que distinguían los médicos. v. 71 vena del arca: en otro lenguaje podría aludir al arca del dinero ('le dará dinero') pero en el específico del médico, habrá de aplicarse literalmente; en vez de darle dinero le hará una sangría, para que se cure de su porfía. La vena del arca es «la que nace de la vena que llaman cava, y dividida en dos ramos viene a los brazos, lo cual está sola entre las de los brazos. Trae debajo arteria, por lo cual es peligroso de sangrar esta vena» (Aut).

256

MATEA

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

Y ¿vendrán esta tarde?

FABIA

¡Bueno es eso!

¿Ves que has venido, amiga, tan temprano?, pues ya llama a la puerta el escribano.

75

Llama.

MATEA

Dame este rato bueno, pues estamos juntas, y los humores les sigamos.

FABIA

Será por tu respeto.

MATEA

¡Qué sazonada tarde me prometo!

80

Sale el Escribano.

ESCRIBANO

Beso las de vuestedes muchas veces, y de conformidad juro y prometo, para que no me pare algún perjuicio, que ambas a dos, sin exceptar ninguna, in solidum las beso a cada una.

MATEA

¿Esto te cansa?; yo lo tengo a dicha.

ESCRIBANO

¿ Q u ¿ responde la dicha y sobredicha?

FABIA

Que las dos estimamos, como es justo, tanta merced.

ESCRIBANO

85

O í d , por vida mía,

que si pasa el favor de cortesía, estimo la merced que me habéis hecho en cuanto lugar haya de derecho, y no en más; pero si esto se me niega, renunciaré las leyes de la entrega.

90

FABIA

Pues advierta, primero que tal haga, que ha de otorgar las de la prueba y paga.

95

ESCRIBANO

Y O doy fe que es verdad m i amor constante, que os reconozco actora de m i pena,

v. 85 in solidum: 'en el todo, por completo, por el todo'; se emplea en derecho civil para indicar que una persona de un grupo tiene responsabilidad para que se descargue en ella la obligación entera (Herrero Llórente, 1985, s. v.). v. 86 VJ, BF: «Eso te cansa». v. 98 actora: actor en un juicio es «el que propone u deduce su acción en juicio, o el que pide o acusa a alguno» (Aut).

LOS

CUATRO

GALANES

y haciendo deuda propia de la ajena, me confieso obligado a estar rendido, pues os he dado m i poder cumplido. N o reservéis vuestro derecho a salvo, que el dicho amor es cierto y verdadero, y por último término os requiero que lo creáis, y así os lo notifico. ¿Qué respondéis? FABIA

ESCRIBANO

Que lo oigo, y no replico; pero aunque estoy de vos tan satisfecha, en cuanto a ser verdad segura y llana lo que decís de vuestro amor constante, cuidados y suspiros, sin embargo de embargos podréis iros. Si en mí todo os enfada, m i sentencia pasó en cosa juzgada; y así me quiero ir sin hacer llantos, que hay fuera el verdadero sepan cuantos.

257

100

105

110

115

Vase. FABIA

¿Qué te parece?

MATEA

Que habla como vive, y será por ventura

v. 99 VJ: «propria». v. 111 sin embargo de embargos: «Frase adverbial usada en lo forense, por la cual manda el juez competente se pague el libramiento de los bienes u dinero que está embargado por él, o recargado en otros jueces o acreedores, sin que le obste esta circunstancia ni se resista el depositario a recoger el referido libramiento y satisfacer la cantidad que contiene» (Aut). v. 113 cosa juzgada: el pleito sentenciado por el juez competente, que no ha sido apelado, y por tanto declarado firme sin posibilidad de abrir de nuevo el juicio (Aut). v. 115 sepan cuantos: ver La visita de la cárcel, v. 3. Esta fórmula comenzaba también los pregones con que se anunciaban las culpas de los reos castigados cuando eran sacados a la vergüenza pública por las calles acostumbradas. Puede haber también asociaciones de esta clase en el texto. Tras este verso, BF introduce la acotación «Vase.». v. 115 acot. PR,VJ y BF omiten la acotación: «vase». Pero corregimos de acuerdo con la Fe de erratas de los preliminares.

258

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

el primero que yerre una escritura; mas u n hombre se ha entrado. FABIA

Calla, que es el letrado.

120

Sale el letrado.

LETRADO

Y O , en nombre de m i amor y m i deseo,

en el pleito que sigo con vuestra ingratitud, señora, digo que afirmándome en todo, y demás favorable a mis enojos, debéis quererme a mí como yo os quiero, pronunciando en m i abono. L o primero es por lo general. FABIA

125

Y O os lo confieso,

porque lo general es texto expreso. LETRADO

L O otro, porque siendo los culpados

130

vuestros ojos, quedaron obligados luego a su evición y saneamiento; lo otro, porque amando y padeciendo, se hace mayor el daño cada día, y está la petición por parte mía, por lo cual, y demás que en favor mío puedo hacer, en razón de m i cuidado, lo doy por referido y alegado. Pido justicia y juro incontinente.

135

v. 121 PR y VJ omiten la preposición «de». Enmendamos como se señala en la fe de erratas de PR. v. 123 VJ: «vustra». v. 127 pronunciando: pronunciar es término legal que significa «publicar la sentencia o auto» (Aut); en mi abono: 'asegurando mi bondad, mi derecho, afirmando mi condición de bueno y legal'. v. 128 por lo general: juega con términos forenses, como el de «Generales de la ley. Se llaman en lo forense las tachas o excepciones que la ley tiene señaladas contra los testigos, como la menor edad, la amistad...» (Aut). Están expresamente señaladas en la ley (de ahí el v. 129). v. 132 evición: «Saneamiento y seguridad de la cosa vendida, pagada o prestada» (Aut); es otro término legal. BF: «ehibicion». v. 139 juro incontinente: interpretamos juro como 'derecho perpetuo de propiedad' (Aut); incontinente: de inmediato. BF: «incontiuente».

LOS

CUATRO

GALANES

MATEA

Las costas se olvidaron solamente.

FABIA

Traslado a la otra parte.

LETRADO

Esa es violencia, y es sólo dilatarme la sentencia; que este juicio es sumario, y no requiere plena probanza, y va muy a lo largo; y así apelo.

FABIA LETRADO

FABIA

Traslado, sin embargo. Pues yo apelo y protesto nulidades; y en caso que se dude lo que lloro, el real auxilio de la fuerza imploro y pido sobre aqueste fundamento debido y especial pronunciamiento. Otrosí, que el amor es ciego y niño, y pues que sirve, llora y no merece, lesión más que inormísima padece, y así primero, y ante todas cosas, pido restitución, y me compete, que el amor en derecho la promete.

259

140

145

150

155

Esa restitución pedidla en tiempo, que no ha lugar por ser demanda nueva.

LETRADO

N o importa recebir la causa a prueba.

FABIA

E n la materia estáis.

LETRADO MATEA

Hela estudiado.

160

Sobre lo principal habla el letrado.

v. 141 traslado a la otra parte: nueva expresión legal 'pasen una copia de la documentación pertinente a la otra parte litigante'. v. 151 Otrosí: 'además'; voz típica de los documentos legales para introducir los elementos de una serie de alegaciones; el amor es ciego y niño: según la conocidísima iconografía habitual, a Cupido lo pintan ciego y niño. v. 152 PR,VJ: «y pues sirve...», aunque se señala la enmienda en la Fe de erratas de PR. v. 153 lesión inormísima: como recuerda Andrés (1991, p. 120), juega con otra expresión forense, que significa «El engaño que padece el que vende alguna cosa en mucho menos o el que la compra en mucho más de la mitad del justo precio, como si valiendo diez se vende en tres o se compra en veintiuno» (Aut). v. 160 En la materia estáis: 'conocéis bien la cuestión'.

260

FABIA

LETRADO

FABIA

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

T é r m i n o para prueba habéis pedido, y así os le quiero conceder cumplido, con tal que en los ochenta días cabales no me habéis de pasar destos umbrales.

165

Mira...

N O hay que mirar, que esto es lo justo.

MATEA

¿Hay cosa de más gusto?

LETRADO

¿ A S Í me pagas lo que fui tu siervo?

FABIA

Para difinitiva lo reservo, y hasta entonces estése el tal letrado a perpetuo silencio condenado.

170

Vase el letrado y sale el soldado.

SOLDADO

C o m o espía perdida, que no estima la vida y la lleva jugada, fiado en su valor más que en su espada, sin temor del castigo, en el campo me entré del enemigo. ¿ A cuándo aguardas, di, con tu belleza, que no me rindes esa fortaleza?, porque hasta haber ese desdén rendido a buena guerra o a mejor partido, pues te tengo sitiada, aunque pienso que estás bien pertrechada, y aunque me tengas por cansado y terco, será imposible levantar el cerco.

175

180

185

v. 161 BF: « . . . habla en el letrado», v. 163 BF: «concedir». v. 169 difinitiva'. «Es muy usado en lo forense y se aplica regularmente a la sentencia que comprehende el todo del pleito, y a veces se usa como substantivo, diciendo: Este pleito está en definitiva» (Aut). v. 172 espía perdida: como centinela perdida, el soldado que se coloca más adelante que el centinela o espía avanzado, por lo cual es el más expuesto al peligro (Aut). Comp. Guzmán, pp. 645-46: «haciendo centinela todo el cuarto en pie, y si es perdida, en dos, y sin bullirlos de donde una vez los asentaren».

LOS

FABIA

CUATRO

GALANES

Tiéneme tan cercada y oprimida, vuested, señor soldado, que a no entrarme socorro por u n lado, temer pudiera m i cansada gente, que está sin bastimento suficiente.

SOLDADO

Pues si en eso consiste, dulce prenda, vamos a saquear cualquiera tienda.

FABIA

Ese vistoso alarde suspenda vuesasted por esta tarde: quede para mañana, por m i vida.

SOLDADO

¿Treguas me pides? T ú saldrás vencida.

MATEA

Retírese el soldado.

SOLDADO

Es despedirme, y del cuerpo de guardia no he de irme.

FABIA

Retírese.

MATEA

E l soldado que es valiente ha de ser obediente.

SOLDADO

261

190

195

200

E l orden guardaré, doña Matea; y entre tanto me voy a pecorea. Vase el soldado y sale el doctor.

DOCTOR FABIA DOCTOR

D e o gracias, el doctor. Sea bien venido. Cuanto a m i pretensión, le tomo el pulso, y con sus cotidianas inclemencias,

205

v. 186 En PR y BF el locutor: «Sab.»; enmendamos. BF: «Tiene...», v. 190 bastimento: 'provisiones'. v. 193 alarde: juego de palabras; era en términos militares una revista que se hacía para comprobar la formación y pertrechos del ejército, v. 198 VJ: «guarda». v. 202 pecorea: pillaje de la soldadesca; comp. Rojas, Loa de los que entran sin pagar en la comedia (Colección, II, p. 338): «deja todo el tercio sin más pena / y se va por pecorea a la montaña»; Quiñones, Don Gaiferos y las busconas de Madrid (Colección, II, p. 613): «Saberse bandear por esas calles, / buscar, pedir, sacar, sea lo que sea, / es campar o salir a pecorea». v. 203 Deo gracias: fórmula de saludo al llegar a las casas, que hasta hace poco aún se conservaba en zonas rurales.

262

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

JOCOSERIA

mortal le hallo c o n intercadencias. Para aplicarle algún remedio bueno, el dinero me sirve de Galeno: en él estudio el dar, que este aforismo resucita al postrero parasismo. FABIA

210

Señor doctor, amor se está muriendo de no comer.

DOCTOR

La enfermedad entiendo: úntele c o n ungüento mejicano en lugar del estómago la mano, y luego comerá en estando untado.

FABIA

¡Jesús, y qué doctor tan acertado!

MATEA

Dúdase si el untar le hará provecho;

215

que tiene amor muy resfriado el pecho. DOCTOR

Tome orozuz, que es bueno.

MATEA

N o lo ignoro; mas hácele asco el zuz.

DOCTOR FABIA

Pues tome el oro.

220

Está quien le ha de dar muy estreñido.

v. 204VJ: «Quando...». v. 206 intercadencias: 'irregularidades en el pulso', «tiénenla los médicos por señal mortal» (Aut). v. 209 estudio el dar. es tópica la acusación de codicia para los médicos. v. 210 parasismo: 'síncope, accidente mortal'; comp. La capeadora, 1, w. 29-31: «Piensa muy mal y pensará las veces / que pensare lo mismo / porque está en el postrero parasismo». v. 213 ungüento mejicano: oro, plata, dinero; por alusión a las riquezas que venían de las Indias; «Dícese frecuentemente del dinero, que en estilo festivo le llaman ungüento de Méjico y también a la plata ungüento blanco, y al oro ungüento amarillo» (Aut). Comp. El doctor Juan Rana, w. 102-4: «Ten con polvos mejicanos / a tu tía preparada / y se quitará el nublado»; Estebanillo, II, p. 343: «saliendo siempre tripa horra, daba sepultura a los mejicanos»; Quevedo, PO, núm. 760, w. 109¬ 10: «en arras te quiero dar / dos mozuelos mejicanos, / que te cubrirán de pesos». v. 219 orozuz: regaliz; es medicamento, efectivamente, contra el resfriado, pero sobre todo es bueno porque evoca al oro, como los mismos personajes comentan enseguida. v. 220 BF: «... tome el otro».

LOS

DOCTOR

CUATRO

GALANES

263

D é l e de celos una pildorilla, y de bolsa se irá como canilla.

FABIA

Si obran tan bien, darélos.

DOCTOR

N O hay ruibarbo, pardiez, como unos celos;

225

ni se ha visto que yerren. FABIA DOCTOR

Este sí que es doctor; con él me entierren. S Í enterrarán, que por diversos modos, con nosotros no más se entierran todos.

FABIA

Melancólica estoy.

DOCTOR

¿Hipocondrías

230

adonde yo estuviere? N o en mis días: recipe musicorum uncías cuatro, simpe de poetas duas dracmas, infusión de castañetas, porque con esto y fricación de manos,

235

si estamos buenos, quedaremos sanos. FABIA

¿ D ó n d e se vende lo que ha recetado?

DOCTOR

Velo aquí todo, no las dé cuidado. Baile.

v. 223 irse como canilla: «Frase que se usa ponderando los que tienen flujo de vientre o cámaras continuadas» (Aut). La metáfora del estreñido para el tacaño y guardoso era tópica. v. 224 obrar, 'evacuar el vientre' (Aut). Siguen las metáforas escatológicas, propias del género cómico del entremés, que usa del bajo estilo. v. 225 ruibarbo: conocida planta de efectos purgantes. v. 231 no en mis días: proverbial, que comenta Correas, p. 345: «Que no consentirá». w. 232 y ss. recipe musicorum uncías cuatro...: parodia del lenguaje latino macarronizante de las recetas médicas. Las recetas empezaban con la fórmula «recipe» 'toma'; le receta cuatro onzas (uncias era el término latino de las recetas) de músicos (que se divierta con música); dos dracmas (otra unidad de peso usada en las medicinas) de jarabe de poetas y una infusión de castañetas o castañuelas, instrumento popular de música. Andrés (1991, p. 125) aduce oportunamente un pasaje lopiano de El perro del hortelano: «Récipe un desdén extraño, / sirupi de borrajorum, / con que la sangre templorum...». v. 236 5i estamos buenos, quedaremos sanos: nótese la perogrullada jocosa.

264

MÚSICOS

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

Ténganse los embozados, tus ojuelos matasietes,

240

espadachines de amor, broqueleros de la muerte; ténganse, que miren que los mataré. Ténganse: no haya quistión;

245

repórtense; que los teme a sus rubias estocadas el soslayo más de nieve; que el soslayo, si no mata es por milagro.

250

Por suya queda la vida, pues son ojos tan valientes, que comen a miraduras, y que las almas se beben. Tan matantes

255

son tus ojos criminales, ojos de rastro y estafa, w. 239 y ss. Ténganse los embozados: la imagen central es la de los ojos como matadores, rufianes y valentones, porque con su mirar matan a los hombres. v. 242 broqueleros: el broquel, especie de escudo redondo pequeño era arma defensiva típica de los rondadores nocturnos, valentones y jaques. Comp. El borracho, w. 248-50: «Voy por mi broquel y casco; / que he de ser borrachicida, / si los siguiese hasta el Cairo». w. 247-48 rubias estocadas... soslayo de nieve: o alude a que los ojos son como soles (y es pertinente entonces el adjetivo de rubias para las estocadas de las miradas, o alude al pelo rubio, rasgo tópico), como más adelante a la blancura de la tez (soslayo de nieve), uniendo todos estos encantos de la dama en una serie de menciones. Si los ojos se llaman 'rubios' porque son soles, se explica que la nieve los tema, porque la derriten. Juega con el sentido de soslayo 'al través', uno de los modos de golpear con la espada. v. 251 VJ: «tuya». v. 256 En la príncipe (y resto de testimonios) «sus ojos», pero la serie parece pedir «tus». v. 257 rastro: rastro es «matadero, lugar donde se matan las reses», quizá porque se las llevan allí arrastrando (Corominas), en este sentido sinonímico «rastro» y «matadero» aparecen varias veces en Quevedo: PO, núm. 676, w. 13-15: «no mueran con mil enojos, / el Rastro en tus castañetas, / el Matadero en tus ojos»; Prosa, p. 92: «Sus ojos de vuesa merced son el matadero de las ánimas, son el rastro de las bolsas» (Cartas del caballero de la tenaza).

LOS

CUATRO

265

GALANES

jiferitos y corchetes, que son rufianes azules, de la hería y pendón verde.

260

¡Fuera! dije, que si miran nadie vive, preciados de criminales, estrellados con la gente, dos hampones antuviones,

265

y dos chirlos relucientes. Ténganse, que miren que los mataré. ELLA

Mancebito, remedia mis males; que hay sobra de amores y falta de reales.

EL

270

Muchachita, ¿por qué no me dejas, que más quiero u n cuarto que a todas [las hembras?

v. 258 jiferitos y corchetes: 'nefastos, mortales', como los cuchillos de los matarifes (jiferos) o los corchetes 'ministros inferiores de justicia', muy satirizados en la literatura de la época. Ver El Tiempo, v. 12; y La Muerte, v. 31, con sus notas respectivas. v. 260 heria y pendón verde: 'vida holgazana y picara' (Léxico); en 1521 hubo en Sevilla un motín popular llamado «de la Feria y pendón verde» por haberse reunido en la plaza de la Feria, y portar como insignia un estandarte verde. De ahí pasa a aplicarse a los valentones, alborotadores y picaros. Comp.Vélez, Cojuelo, p. 234: «un estudiantón del Corpus graduado por la Feria y el pendón verde» y nota de Arellano y Fernández; Estebanillo, I, p. 179: «siempre he sido inclinado a toda gente de heria y pendón verde» y nota de Carreira y Cid, con más testimonios. En heria nótese la aspiración germanesca que ya hemos anotado en otras ocasiones. v. 265 hampones antuviones: 'golpes a traición, súbitos'; ver El Tiempo, v. 11 y nota. v. 266 chirlos: ver La paga del mundo, v. 121 y notas. Es todo este léxico del hampa. w. 269 y ss. Mancebito, remedia mis males...: pueden evocar una canción tradicional: «Morenica ¿por qué no me vales?, / que me matan a tus umbrales», que adapta Quiñones más cerca del modelo en La maestra de gracias: «—Mancebito ¿por qué no me vales? / que sobran amores y faltan reales. / —Muchachita ¿por qué no me dejas?, / que más quiero un cuarto que a todas las hembras» (ver Frenk, 1987, núm. 402). Andrés (1991, p. 128) lo relaciona con otra cancioncilla de La capeadora, 1, pero nos parece más lejana.

266

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

ELLA

JOCOSERIA

U n a buena cara,

quién no la festeja? ÉL

¿ Y quién no defiende una faltriquera?

ELLA

Mancebito, remedia mis males; que hay sobra de amores y falta de reales.

EL

Muchachita, ¿por qué no me dejas, que más quiero u n cuarto que a todas [las hembras?

FIN

v. 277 En PR,VJ, BF: «Mancebito, etc.». v. 279 En PR,VJ, BF: «Muchachita, etc.». v. 280 acot. BF omite «Fin».

275

280

ENTREMÉS EL

TALEGO

CANTADO

(SEGUNDA

PARTE)

REPRESENTÓLE ANTONIO DE

PRADO

Interlocutores: JOSEFA L O B A C O .

M A R I A N A VACA, AUTORA.

L U I S A D E LA C R U Z .

BAILARINES.

LUISA B O R D O Y .

Y MÚSICOS.

F R U T O S , GRACIOSO.

Salen tres mujeres, de doctores, cantando, etc. JOSEFA

U n talego estuvo al cabo, de una hinchazón que le dio, y después que está sin ella, se siente mucho peor. ¡Ay, qué dolor!

LUISA C R U Z

5

¡Qué mucho que haya empeorado, si el femenino doctor le ha degollado a sangrías,

Interlocutores: BF incluye en el reparto al locutor «Autor». w. 1-5 al cabo: 'a la muerte, cerca de expirar'. Comp. Loa que representó Antonio de Prado, w. 119-22: «Un autor estuvo al cabo / de unos dineros que dio, / y después que más le piden, / se siente mucho peor». v. 2VJ: «un hinchazón». v. 7 femenino doctor, alusión a la rapacidad femenina, tema tópico, y a lo letal de los médicos, igualmente tópico. Al sangrar (sacar el dinero) al bolsón, lo ha dejado peor, moribundo.

268

LUISA B O R D O Y

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

siendo su mal replección! ¡Qué compasión!

10

Yo fui quien sangró el talego, y si vieran, como yo, con la gana que salía, lo mismo hicieran las dos. Sí, ¡vive Dios!

15

JOSEFA

¿Dióle con que vomitase?

LUISA B O R D O Y

Sí, y al punto vomitó unas cosas amarillas, que causaban la hinchazón. ¡Fue venturón!

LAS 2

¡Fue venturón!

LUISA C R U Z

¿ N o se levanta u n poquito y hace pinitos?

LUISA B O R D O Y

Señor, con ayuda de vecinos se alienta más que pensó. N o lo acertó.

TODAS

N o lo acertó.

JOSEFA

Si los dineritos no se sienten buenos...

LUISA C R U Z

Y las mujercitas somos sus Galenos...

LUISA B O R D O Y

¡Ay de los talegos!

LAS 3

Que con los deseos de salud mejor...

LUISA B O R D O Y

Mientras más doctores llaman...

JOSEFA Y

Más aprisa corren y vuelan a su perdición.

20

25

30

LUISA C R U Z v. 9 replección: «La llenura que resulta de la abundancia de los humores en el cuerpo del animal u del exceso de mantenimiento» (Aut). v. 23 hacer pinitos: dar los primeros pasos el niño que empieza a andar (Aut; s. v. pinos). Se aplica también al convaleciente; comp. Quevedo, Buscón, p. 77: «Levantábamonos a hacer pinicos dentro de cuarenta días y aún parecíamos sombras de otros hombres». BF: «binitos». v. 28 BF: «dineros». v. 32 BF: «dotores».

EL TALEGO

LAS 3

(SEGUNDA

PARTE)

269

A su perdición, a su perdición. Sacan la autora y otras dos mujeres un talego a andar.

TODAS

Anda, niño, anda,

35

que amor te lo manda. AUTOR

T u dueño tacaño...

TODAS

Que andes en u n año.

AUTOR

E l v i l interés...

TODAS

Que andes en u n mes.

AUTOR

La mucha porfía...

TODAS

Que andes en u n día;

40

que mientras más y más presto anduvieres, más se holgarán las señoras mujeres. JOSEFA

E l pez, de tres años.

LUISA C R U Z

E l vino, de dos.

LUISA B O R D O Y

La carne, de uno.

JOSEFA

D e medio, el capón.

LUISA C R U Z

L O S panes, de ayer.

LUISA B O R D O Y

L O S huevos, de hoy.

JOSEFA

L O asado, de ahora.

LUISA C R U Z

Más u n talegón.

LUISA B O R D O Y

Siempre anda.

45

50

Pausa. JOSEFA

Siempre viene.

LAS 3

Que siempre llega a linda ocasión.

55

v. 33 En PR,VJ y BF locutor: «Josefa y Luisa». Regularizamos, v. 34 acot.VJ: «Saca... un talego andar». w. 35 y ss. Anda, niño, anda...: parodia una cancioncilla tradicional: «Anda, niño, anda, / que Dios te lo manda, / y Santa María, / que andes en un día; / señor San Andrés / que andes en un mes, / señor San Bernardo / que andes en un año / sin hacerte daño / en esta demanda, / anda, niño, anda» (Frenk, 1987, núm. 2050C).

270

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

Pausa. JOSEFA

Y O lo digo, y soy doctor.

LUISA C R U Z

Y O lo digo, y soy doctor.

LUISA B O R D O Y

Y O lo digo, y soy doctor.

LAS 3

Que siempre llega a linda ocasión. Sale Frutos.

FRUTOS

M i r e n cuál anda m i enfermo.

60

Taleguito, ¿qué haré yo?, que me como de doctores, y los doctores de vos, sin redención. 1°

tiene de nuevo?

JOSEFA

¿QU¿

FRUTOS

Antes no tiene, señor; que de tener sin tenerlo, el no tener procedió.

LAS 3

¡Ay, qué dolor!

LUISA B O R D O Y

Déjele comer de todo,

E S

° i

u

e

65

70

del cuarto, el real y el doblón. FRUTOS

Si no le para en el cuerpo,

no importa que coma, no. TODAS

Tiene razón.

LUISA C R U Z

Tiéntele todo.

FRUTOS

Talego,

75

resistid la tentación. JOSEFA FRUTOS

¿Está muerto? S U habla tiene,

aunque muy flaca la voz. TODAS

N O es lo mejor.

JOSEFA

U n a junta, señores, hagamos luego.

80

v. 62 me como de doctores: expresión chistosa calcada de «comerse de piojos. Es padecer gran pobreza y vivir miserablemente» (Auf). v. 73 En PR: «imporra». Corregimos, v. 80 junta: junta de doctores, para confrontar opiniones.

EL TALEGO

(SEGUNDA

PARTE)

TODAS

Cuanto allá recetaren, acá lo haremos.

FRUTOS

A más ver, taleguito, adiós,

271

que esta junta me aparta de vos. JOSEFA

A f i r m a Galeno, que zas talegui menus febris sereno.

LUISA B O R D O Y

85

Hipócrates dice: chichi pocimatum pollastris radice.

LUISA C R U Z

Prosigue Avicena: xulapi tomatum purgata carena.

FRUTOS

Si todas las juntas se entienden así,

90

¡ay de vos y ay de mí!, que nos matan en buen romance, y nos curan en mal latín. LUISA C R U Z

Todas son flaquezas las que en él se ven.

FRUTOS

Las que yo he tenido viene a pagar él.

95

Sacuden el talego. AUTOR

Ya expiró de sacarle dineros siempre.

FRUTOS

Vuesastedes viven de lo que él muere.

TODAS

¡Ay, qué falta nos hace su mayorazgo!

FRUTOS

¡Dios me libre el que queda, que está malsano!

JOSEFA

Veámosle luego...

LUISA C R U Z

E l mal del talego.

LUISA B O R D O Y

N O pase adelante, y nos dé más cuidados.

FRUTOS

Y a le sacan sus paniaguados.

100

w. 84 y ss. Afirma Galeno...: nuevo ejemplo de latinajos macarrónicos mezclados con coloquialismos, atribuidos jocosamente a tres grandes médicos de la antigüedad. Algunos vocablos son reconocibles, pero el efecto general es de disparate (talegui 'talego', febris 'fiebre', sereno 'humedad nocturna', pocimatum 'pócima', pollastris 'pollo', radice 'raíz', etc.). v. 98 mayorazgo: el hijo mayor que heredaba el grueso del patrimonio familiar; la misma institución de heredamiento que atribuye al primogénito toda la herencia. Es un mecanismo para evitar la dispersión de los patrimonios. Las mujeres quieren heredar al talego.

272

Q U I Ñ O N E S DE BE NAVE N TE J O

COSERIA

Salen todos los que bailan, y sacan otro talego, como que está lleno, y un garrote dentro como de media vara. TODAS

¡Plaza, plaza a u n enfermo de tal calidad, que con el mal que tiene quita cualquier mal! 1 0 5

JOSEFA

Informe el doliente.

LUISA C R U Z

¿Qu¿

LUISA B O R D O Y

Estáse ahogando, y no puede decirlo.

tiene o qué siente?

Llegan a verle, y ven el garrote y espántanse FRUTOS

¡Ay, señoras, que es garro tillo!

LUISA B O R D O Y

Veamos la boca.

LUISA C R U Z

A ver dónde toca.

JOSEFA

Será garrotillo, si siente embarazo.

LUISA B O R D O Y

Gritillo.

JOSEFA

Garrotillo, y de madera,

todas.

110

¡Ay, señoras, que es garrotazo!

¡guarda fuera! LUISA C R U Z

¡Guarda fuera!

TODAS

¡Guarda fuera!

JOSEFA

Nadie se llegue, que es mal que se pega.

115

Desmáyanse. TODAS

Ténganos, que del susto nos desmayamos. Toma el garrote.

v. 103 paniaguados: «El allegado a una casa que está beneficiado del dueño de11a y le da de comer... Por extensión vale amigo, confederado y parcial absolutamente» (Aut). v. 104 plaza, plaza: ver La visita de la cárcel, v. 98 y notas. v. 109 garrotillo: dilogía entre la alusión al garrote y a la enfermedad de garganta llamada garrotillo, «Enfermedad de la garganta por la hinchazón de las fauces que embaraza el tránsito del alimento o la respiración» (Aut); comp. El doctor, w. 63-66: «Garrotillo / de un flemón broma o galán, / que su asistencia me ahoga, / sin dejarme resollar». v. 115 guarda fuera: ver El talego-niño, v. 46 y nota.

EL TALEGO

(SEGUNDA

PARTE)

FRUTOS

C o n garrotes se vuelve de los desmayos.

LUISA C R U Z

¡Guarda fuera!

TODAS

¡Guarda fuera!

273 120

Guarde el remedio, que ya estamos buenas. FRUTOS TODAS FRUTOS

Garrotazo, o decir la verdad. ¡Qué crueldad!

125

O respondan, o habrá coscorrón.

TODAS

¡Qué sinrazón!

FRUTOS

¿Qué hacen para llegar a la cumbre del pedir? Alzan

los brazos.

TODAS

Subir, subir.

FRUTOS

¿Y al abismo del negar?

TODAS

Bajar, bajar,

130

Bajan los brazos. que en esta edad, desde el alto monte del pido, bajamos rodeando al no quiero o no hay. FRUTOS

135

C o n los ricos que son motolitos... Alzan

las voces.

v. 120 con garrote se vuelve de los desmayos: era creencia que dando garrote en un miembro (apretándolo con una cuerda, haciendo un torniquete) se ayudaba a volver de un desmayo. Comp. Buscón, p. 91, cuando Pablos se hace el desmayado: «Los otros trataron de darme un garrote en los muslos [...] ¡Quién dirá lo que yo sentía, lo uno con la vergüenza, descoyuntado un dedo, y a peligro de que me diesen garrote!». v. 136 motolitos: 'tontos, ingenuos'. Comp. Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 399: «sin decir oxte ni moxte, en busca del motolito»; ver Léxico, que cita un texto de Castillo Solórzano: «Era marraja la hembra y conoció al mesonero por motolito y aficionado»; Tirso de Molina, Don Gil de las calzas verdes, w. 2210¬ 11: «mas tal anda el motolito / por una vuestra vecina»; id., La elección por la virtud, ODC, I, p. 363: «Lugares hay infinitos / donde cazan motolitos / las mujeres con hurón».

274

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

JOCOSERIA

TODAS

Suben los gritos.

FRUTOS

C o n los pobres que os matan a coces... Bajan la voz.

TODAS

Bajan las voces; que en esta edad

140

con los muelles las voces alzamos, con los bravos el toldo bajamos, callando y temiendo mayor tempestad. FRUTOS

M o c i t o bozal, ¡ojo alerta!, que estas sabandijas

145

quieren ser llevadas por mal.

FIN

v. 141 muelles: 'blandos'. v. 142 toldo: «Metafóricamente vale engreimiento, pompa o vanidad» (Aut). Comp. El guardainfante, 1, w. 84-87: «¡Vive Cristo! que el toldo bajaran; / y aunque regañaran, / ellas ahorraran / de tal barahúnda, unda, unda»; Jácara que cantó en la compañía de Bartolomé

Romero Francisca Paula, w. 17-20: «Ayer fue Marica en

Burgos, / doña Estrella en Madrid hoy, / con más toldo que en la villa / hay el día del Señor». VJ: «con los bracos». v. 144 bozal: inexperto, recién llegado a la corte, fácil de engañar. Bozales eran los esclavos recién llegados. Comp. La maya, w. 14-15: «Anda, vete, muchacha, que eres tonta, / o bozal en Madrid, que tanto monta»; Las manos y cuajares, v. 6, etc. v. 145 sabandijas: ver La paga del mundo, v. 4 y notas. VJ: «aletra».

v. 146 En PR,VJ, BF: «quieren ser lleuadas por mal, etc.». No vemos claro a qué se refiere ese etcétera, que suprimimos del texto.

ENTREMÉS EL

GUARDAINFANTE

CANTADO (PRIMERA

REPRESENTÓLE TOMÁS

PARTE)

FERNÁNDEZ

Interlocutores: J U A N R A N A , DE ALCALDE.

U N M O Z O D E MULAS.

SALVADOR.

U N VEJETE.

U N ALGUACIL.

UN

JOSEFA R O M Á N .

MÚSICOS.

MUERTO.

U N PESCADOR.

M U J E R 2a. M U J E R 3a.

Sale Juan Rana, de alcalde. Canta. Señora mosquetería, escucha a vuestro Juan R a n a . Representa. ¿Yo no so alcalde perpetuo? ¿Vos no me distis la vara?

El guardainfante: por el reparto, según Bergman (1965, p. 307) debe de ser de 1634 o 1635. La sátira contra los guardainfantes se produce sobre todo en el periodo de 1635-39. Ver La paga del mundo, v. 34 y notas para los guardainfantes, sobre los que este mismo entremés que ahora anotamos proporciona bastante documentación. Interlocutores: todos los testimonios omiten los locutores «Mujer 2 » y «Mujer 3 ». v. 1 mosquetería: 'conjunto de los mosqueteros, espectadores de a pie'. Ver Loa con que empezó Lorenzo Hurtado, v. 68 y nota. v. 2 escucha: imperativo con caída de la -d final, fenómeno usual en la época. Para el personaje de Juan Rana (Cosme Pérez) ver el estudio preliminar y el apéndice de actores. a

a

276

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

Canta.

Pues, ¿cómo en ausencia mía consentís que una mochacha, en la audencia de Avendaño, me usurpe mis alcaldadas?

5

Representa.

¿Beatricilla se me atreve, y siendo alcaldesa falsa, entre ella y los presos me hacen trampantojos las risadas?

10

v. 3 alcalde perpetuo: como Pedro Crespo, nombrado alcalde perpetuo por el rey en El alcalde de Zalamea de Calderón. Normalmente los alcaldes se elegían en los pueblos anualmente. v. 4 distis: terminación verbal corriente en la época, que ya hemos anotado; vara: insignia del alcalde; comp. Quiñones, El retablo de las maravillas, w. 7-8: «¿Qué diabros es aquesto? ¿Anda de balde / la vara en manos del señor alcalde?».VJ: «distes». v. 7 en la audencia de Avendaño: llama audiencia a la compañía de Avendaño, porque está usando las metáforas correspondientes al hecho de ser alcalde; en el lenguaje de Rana se advierten fácilmente algunos rusticismos caracterizadores (só, mochacha, audencia...). «Juan Rana se queja del público por haber aplaudido una representación hecha "en su ausencia" por la compañía de Avendaño en que Beatricilla le usurpó sus "alcaldadas"» (Bergman, 1965, p. 308). Bergman indica que fue en un entremés de Quiñones, La visita de la cárcel, donde Beatriz deVelasco hizo el papel de alcalde en la compañía de Avendaño. La ausencia a que alude Juan Rana «será la de Fernández con toda su compañía, ausentes de la capital en la primera mitad de 1634» (ibid.). v. 8 alcaldadas: «los de aldeas [alcaldes] los cuales, por ser rústicos suelen decir algunas simplicidades en lo que proveen, de que tomaron nombre alcaldadas» (Cov.). w. 9 y ss. ¿Beatricilla se me atreve...?: alude a los sucesos de La visita de la cár-

cel, como ya hemos indicado. Ver el citado entremés. v. 12 trampantojos: «Enredo u artificio para engañar o perjudicar a otro a ojos vistas, como quien dice trampa ante los ojos» (Aufj.Ver infra Elguardainfante, 2, w. 9-12: «¿Juan Ranilla se me atreve, / y siendo alcalde badea, / me quiere hacer trampantojos / esparto, paja y ballena?». Andrés (1991, p. 144) imprime «tramantojos», lo que desvía su explicación.

EL GUARDAINFANTE

(PRIMERA

PARTE)

277

Canta. Pues para esta y para estotra, para m i cara mulata, para tantos, para cuantos

15

y para m i santiguada, Representa. que he de vengarme en las hembras; pues no alegarán que pagan los justos por pecadores, andando todas tan anchas.

20

Sale Salvador, y tráele por el tablado muy aprisa. SALVADOR

Representa. ¡Señor alcalde!

JUAN

¿Qué hay?

SALVADOR

¡Alcalde de mis entrañas!

JUAN

¿Qué

o

s

n

a

dado?

SALVADOR JUAN

¡Alcalde m í o ! ¿Qué

o

s

SALVADOR

toma? ¡Alcalde!

v. 13 para esta: palabras que acompañan al gesto de hacer la cruz; forma de juramento amenazador. Correas, p. 627: «Amenaza poniendo el dedo en la nariz o haciendo cruz con los dedos». v. 16 para mi santiguada: juramento proverbial: «Para la mi santiguada, que de donde vino el asno venga la albarda. Lo primero es juramento ordinario de mujeres, como decir por mi cara santiguada» (Correas, p. 383). w. 18-20 pues no alegarán que pagan...: 'no alegarán que pagan justos por pecadores, porque los guardainfantes son muy anchos, no son justos'; dilogía en justos 'estrechos, ajustados' y 'rectos, cumplidores de justicia'. La frase hecha «pagar justos por pecadores» es bien conocida (Correas, p. 377); anchas: porque los guardainfantes son muy anchos y también por el sentido de «Vida y conciencia ancha. Se dice del que vive libremente y sin temor de Dios» (Aut), y quizá, como sugiere Andrés (1991, p. 145) con las connotaciones de «Ponerse muy ancho. Vale tanto como desvanecerse y ensoberbecerse con algún ascenso o buena fortuna» (Aut). VJ: «alegrarán». v. 20 acot.VJ: « . . .

traile...».

278

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JUAN

JOCOSERIA

Ya escampa. ¿Hay más alcaldes? ¿Soy yo

25

Cnancillería? SALVADOR JUAN

¿ N O habla? Ya habrarán.

SALVADOR JUAN

¿ N O se pasea? Pues ¿qué es aquesto?

SALVADOR JUAN SALVADOR JUAN SALVADOR JUAN

¿ N O anda? Ya ando. ¿ N O alarga el paso? ¡Pues no! M u c h a flema gasta.

30

Antes no gasto ninguna, que por eso tengo tanta. ¿Habéis comido cazula? Porque yo he comido natas, y no quieren ejercicio.

SALVADOR

35

Escuchad dos m i l palabras. Siéntase Juan Rana en el suelo.

JUAN

A h o r a decí u n millón.

SALVADOR

¿Qué hace?

v. 24 Ya escampa: «Ya escampa, y llovían guijarros. Modo de hablar con que se da a entender la pena que ocasiona el que es pesado y demasiadamente molesto en su conversación» (Aut); comp. Quiñones, Loa segunda con que volvió Roque de Figueroa, w. 51-52: «Otra necedad; ya escampa; / aderezadme esos bledos». v. 26 Cnancillería: 'audiencia, tribunal superior'. v. 27 habrarán: forma rústica, característica del sayagués o lenguaje de los rústicos teatrales. v. 33 cazula: así en la príncipe («cacula»); puede ser errata por «cazuela» o deformación del rústico alcalde. Para digerir mejor una comida pesada como la cazuela, se solía pasear, mientras que una comida ligera como las natas no requiere ejercicio. Se decía del que paseaba mucho que «había comido cazuela». Comp. Guitón Onofre, p. 183: «comencé de pasearme por diversas partes como si hubiera comido cazuela». También Correas, p. 232: «Ha comido cazuela. Dícenle a uno que se pasea, o le preguntan si ha comido». VJ: «cazuela».

EL GUARDAINFANTE

PARTE)

279

Echarme con la carga.

JUAN SALVADOR

(PRIMERA

Álcese. Dadme la mano.

JUAN

¡Alá! ¡Alá!

DENTRO

Al irse a levantar dice «ala», y dicen dentro «ala» y vuélvese a caer.

¡Ay, que me matan!

JUAN SALVADOR

Calle, que traen una presa.

JUAN

¿Presa? Venga, si es de vaca.

40

Sale un alguacil cantando. ALGUACIL

JUAN

Presa os traigo una falduda, porque entrando por la plaza, hasta que pasó, estuvieron detenidas cien m i l almas. ¿Es muy gorda? U n a sardina.

ALGUACIL JUAN ALGUACIL JUAN

¿Iba sola? Ella y sus faldas. N o es nada la añadidura, menos ocupa la guarda. Decidla que entre.

ALGUACIL JUAN ALGUACIL

50

N o puede.

ALGUACIL JUAN

45

Pues pueda. ¿Cómo? A patadas. U n tabique han derribado, y en él está atravesada.

v. 38 echarse con la carga: «Es abandonarlo todo, deponiendo todo reparo o inconveniente para decir o hacer alguna cosa o para no ejecutarla, aunque sea útil y provechosa, por enfado u despecho» (Aut). v 42 presa: dilogía con el sentido 'tajada, porción de cosa comestible'.

280 JUAN

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

JOCOSERIA

Pues échenla una maroma,

55

y hasta meterla en la sala, cuantos puedan tiren della, aunque derriben la casa. Echan una maroma al vestuario y sale atada della Josefa Román,

vestida muy hueca, con todas las cosas que dirán

los versos, y tiran desde el tablado como que hacen fuerza. TODOS

Cantan. Por sus condiciones y por sus usos, ya no caben las hembras dentro del mundo.

60

¡Tirar, tirar, tirar, tirar! Ya cabe, ya entra, ya viene, ya llega; que aunque quiere no puede, que es mucha la ropa que trae, la ropa que trae. JOSEFA

65

M i r e n c ó m o tiran, canalla ignorante, que me ajan m i guardainfante. Súbese Juan Rana en un banco como espantado.

JUAN

¡Jesocristo! ¡Hola!, ¿es mujer?

ALGUACIL

Pues ¿qué ha de ser?

JUAN

La tarasca, que ya sale por el Corpus,

70

medio sierpe y medio dama.

v. 59 En todos los testimonios como locutor «Cant. Tod.».También todos leen: «... y por usos». Enmendamos la medida del verso. v. 61 VJ lee este verso de la siguiente manera: «Tirar, tirar, tirar». w. 63-64 En la príncipe y VJ este verso y el siguiente como uno solo: «que aunque quiere no puede, que es mucha la ropa que trae». v. 69 tarasca: «Una sierpe contrahecha que suelen sacar en algunasfiestasde regocijo [...] Los labradores cuando van a las ciudades el día del Señor, están abobados de ver la tarasca, y si se descuidan suelen los que la llevan alargar el pescuezo y quitarles las caperuzas de la cabeza» (Cov.). Normalmente funciona como alusión a la voracidad, pero aquí es imagen visual que estriba en el aspecto aparatoso y monstruoso de dragón de la tarasca de las procesiones del Corpus. Comp. Quevedo, Un Heráclito, núm. 279, w. 49-52: «Levanta la carantoña / que por el suelo te arrastra: / mira la gomia de el mundo, / serenísima tarasca»; Quiñones, La capeadora, 2, w. 102-4: «Gusarapa o sanguijuela, / bruja de todo vellón, / tarasca de toda hacienda».

EL GUARDAINFANTE

(PRIMERA

PARTE)

281

Canta y baila. JOSEFA

L o que se usa, señor alcaldito, gracioso y bonito, dice el refrancito, que nunca se excusa;

75

y por sólo hacer lo que vemos, las hembras traemos, aunque reventemos, tanta garatusa, tusa, tusa. Repiten. JUAN

Hace lo mismo.

Si por ver lo que se han ensanchado,

80

el padre, o velado a ojo cerrado, las diera una tunda, ¡vive Cristo! que el toldo bajaran; y aunque regañaran,

85

ellas ahorraran de tal barahúnda, unda, unda. Repiten. PESCADOR

Sale un pescador.

D e parte de las ballenas pongo a esta moza demanda, porque después que andan huecas,

90

w. 72-74 lo que se usa no se excusa: así mismo en Correas, p. 274. Covarrubias comenta «Proverbio: Lo que se usa no se excusa; hemos de conformarnos con los demás y no singularizarnos en lo que fuere lícito y honesto»; Josefa le da otro sentido al refrán, claro. v. 79 garatusa: 'halago, caricia', pero también 'trampa'; «Díjose dar garatusa, en el juego del chilindrón, cuando alguno se descarta siendo de mano de todas sus nueve cartas arreo, y los demás se quedan con las suyas sin haber servido al juego con ninguna; cuasi garabatusa, porque les coge las cartas como con garabato» (Cov.). Comp.: «Y [éramos] todos tan diestros en la vida poltrona que podíamos dar papilla al más entendido gitano, y en efeto trinca que se escaparon muy pocos de nuestras garatusas» (Estebanillo, I, p. 172). v. 81 velado: marido, desposado. Comp. El murmurador, v. 104. v. 84 el toldo bajaran: 'estarían más humildes'; ver supra Los cuatro galanes, v. 142

y nota.

282

JOCOSERIA

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

traen a todas desbarbadas; piden sus barbas y costas. JUAN

¡Prace a Dios que muesas barbas no son buenas para eso, que también mos las pelaran! A l momento se las vuelva. Saca del guardainfante

unas ballenas y

95 dáselas.

JOSEFA

N o importa u n bledo, que ya usamos por ellas aros de hierro.

JUAN

Ya es viejo en las hembras, porque sólo los yerros son los que aciertan. Sale un mozo de

100

muías.

Mozo

Caballos, muías, pollinos a aquesta mocita embargan, porque para los manteos les han quitado la paja, y están rabiando de hambre.

JUAN

¡Miren qué gusto de damas, que lo que los asnos comen han escogido por gala! Vuelva luego la paja. Saca una manada de paja y

105

dásela.

JOSEFA

Tome, mocito, que es muy rubia quien tiene gusto pajizo.

JUAN

A ellos la paja,

110

y cebada a los burros que se la pagan. Sale el invierno, de vejete.

v. 92 barbas: porque la armazón de los guardainfantes se hacía de las barbas (láminas córneas) de la ballena. v. 100 yerros: juego tópico entre homófonos. v. 103 manteos: aquí se refiere a «cierta ropa interior, de bayeta o paño, que traen las mujeres de la cintura abajo, ajustada y solapada por delante» (Aut). v. 104 VJ: «ha qnuitado».

EL GUARDAINFANTE

VEJETE

(PRIMERA

PARTE)

283

Y O soy el invierno, y pido que desesteren las sayas,

115

pues con este uso maldito una pleita no se halla. JUAN

Vuelva al invierno su abrigo, que no han de estar las mochachas esteradas para el frío.

JOSEFA

120

Pues ¿ c ó m o han de estar?

JUAN

Colgadas. Deja caer el guardainfante, que ha de ser de esteras, y dásele, y queda estrujada.

JOSEFA

Tome allá sus pleitas; no quiero pleitos, que lo que ellas visten, desnudan ellos.

JUAN

A pocas demandas, estrujada ha quedado como naranja.

125

Sale un muerto. MUERTO

Desde el otro mundo vengo...

JUAN

Venga muy en hora mala.

MUERTO

. . . por aquel m o ñ o que pueblan mis guedejas mal logradas, por señas, que han de tener

130

algunas liendres pegadas.

w. 117 y ss. pleita: la tira de esparto que junto con otras forma el rollo de estera. Como las mujeres usan para armar los guardainfantes ballenas, hierros, y rellenos de paja y esparto, no se hallan estas cosas cuando se necesitan. Son hipérboles grotescas. En invierno se colgaban de paredes y se colocaban en el suelo esteras para resguardar del frío las casas. A eso se refieren los w. 118-20. El chiste del v. 121 juega con la alusión a las esteras o tapices colgados para resguardo del frío, y con el sentido de 'ahorcadas', que es lo que se prefiere para las mujeres. Es chiste tópico: comp. Calderón, Los degollados, en Teatro cómico breve, p. 582: «Mal parecemos en junio / yo esterado y tú colgada». v. 122 Tome allá sus pleitas; no quiero pleitos: el juego se repite otras veces, como en El casamiento de la Calle Mayor, w. 37-38: «donde las pleitas me visten, / y me desnudan los pleitos». w. 128 y ss. moño: los postizos se hacían con pelo de difuntos. Ver El Tiempo, w. 35-37 y notas.

284

JUAN

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

JOCOSERIA

Volvédselas; quizá tiene llama donde chamuscallas. Quítala

el moño.

MUERTO

N O se vista lo ajeno; venga m i moño.

JOSEFA

T ó m e l e , que otro muerto me dará otro.

JUAN

Habiendo hospitales,

donde u n m o ñ o se cierra, ciento se abren. Señores blandos de bolsa, miren de lo que se pagan. ¡Vive Dios que es lagartija, la que nos pareció abada! JOSEFA

Pues desnuda a las hembras, alcalde, volviendo a vestirlas su bolsa lo pague.

JUAN

E n m i vida di más de jubones:

si destos quisieren, escojan y tomen. M U J E R 2a

¿ D e qué tela son, alcalde?

JUAN

D e cuero, que no se rompen.

M U J E R 3a

Y ¿de qué color, amigo?

JUAN

Coloradas las labores.

JOSEFA

Y ¿qué guarnición les echa?

JUAN

Mosqueado, y atrás los golpes.

JOSEFA

¿ E S buen sastre el que los hace?

JUAN

Píntalos, que no los cose.

JOSEFA

Y ¿tan bien abotonados...?

JUAN

... que jamás se desabrochen.

135

140

145

150

155

v. 137 donde un moño se cierra, ciento se abren: parodia del refrán «donde una puerta se cierra otra se abre» (Correas, p. 165). v. 141 abada: rinoceronte. Ver Loa con que empezó Lorenzo Hurtado, v. 43 y nota. v. 144 jubones: en el sentido germanesco de 'cicatrices que hacen en la espalda los latigazos del verdugo cuando sacan al reo al castigo público'; ver los versos siguientes. Ver La paga del mundo, v. 70 y notas. v. 151 mosqueado: 'azotado'; mosquear es 'dar azotes'; ver La paga del mundo, v. 117 y notas.

EL GUARDAINFANTE

(PRIMERA

PARTE)

TODAS

Guárdelos, vístalos, póngalos, majaderote.

JUAN

Estas sean las galas y naguas, que den a las hembras los señores hombres.

TODAS

Quedito, pasito, porque si le oyen, no habrá diablos que puedan sacalles más joya n i gala que aquestos jubones.

JUAN

Alza

TODAS

Baje las voces.

JUAN

Alza

TODAS

VOZ muy baja. Quedito, pasito, porque

285

160

la voz. ¡Señores hombres!

la voz. ¡Palo y azote!

[si le oyen, no habrá diablos que puedan sacalles más joya n i gala que aquestos jubones.

165

FIN

v. 157 naguas: enaguas. VJ: «enaguas». w. 164-66 En la príncipe y resto de testimonios acaba el entremés: «Quedito pasito, /porque si le oyen, etc.», que desarrollamos. VJ: «passio» en vez de «pasito».

ENTREMÉS EL

FAMOSO

MURMURADOR

REPRESENTÓLE ANTONIO DE PRADO

Interlocutores: PEDRO.

QUITERIA.

UN

ESTEFANÍA.

CRIADO.

HOMBRE IO. H O M B R E 2o.

Salen Quiteña ESTEFANÍA

y

Estefanía.

¿ D e q u é es tanta tristeza, amiga mía? ¿Estás mala?

QUITERIA ESTEFANÍA

Y m u y mala, Estefanía. ¿Duélete la cabeza?

QUITERIA ESTEFANÍA

Peor, amiga. ¿Hante aojado?

QUITERIA ESTEFANÍA

Peor. ¿ E S calentura?

El entremés ha de ser posterior a 1622, año en que empezó de autor Prado. Si el pasaje de los w. 143 y ss. es eco de Quevedo (ver notas), como piensa Bergman y el Libro de todas las cosas se puede fechar entre 1629 y 1631, el entremés sería posterior a estas últimas fechas. Ver Bergman, 1965, p. 326 y García Valdés, 1993, p. 106. Interlocutores: PR omite en la lista a «Hombre í°» y «Hombre 2 », sin embargo, aparecen como locutores dentro del entremés. El resto de testimonios omiten ambos locutores en la lista y en el texto del entremés. v. 4 aojado: 'echado mal de ojo'; ver La muerte, v. 81 y notas. o

288

QUITERIA

ESTEFANÍA

JOCOSERIA

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

Peor.

5

¡Válame Dios! ¿tienes modorra?

QUITERIA ESTEFANÍA

M u c h o peor. Sin duda es tabardillo.

QUITERIA ESTEFANÍA QUITERIA ESTEFANÍA

Muchísimo peor. ¿Peor? ¿Es peste? Peor y repeor. ¿Hay tal desdicha?

Dímelo tú, pues yo no acierto en nada. ¿Qué tienes, m i Quiteria? QUITERIA

ESTEFANÍA. QUITERIA

10

Soy casada.

¿ Y aquese es tanto mal? Si es a disgusto,

¿parécete que hay mal como él, hermana? ESTEFANÍA

Ese no es mal, que es muerte cotidiana.

Y dime, ¿en qué te enfada tu marido? QUITERIA

E n todo:

15

en la cara, en el talle y en el modo, que no hay cosa en el mundo, mala o buena, que no le enfade y de que no se pudra, y fuera desto toma sin embargo todas las pesadumbres a su cargo, 20 de suerte que en eterno movimiento, se quita la salud y a mí el contento.

v. 6 modorra: «Accidente que consiste en una gran pesadez de sueño violento. Es especie de letargo, aunque no tan peligroso» (Aut). Comp. Guzmán, p. 708: «Dióle una calentura, saltóle a modorra y perdió el juicio». v. 7 tabardillo: enfermedad peligrosa; ver Las civilidades, v. 35 y notas. v. 15 El verso es largo en todos los testimonios; probablemente sobra «y dime». v. 18 se pudra: pudrirse es molestarse por todo, protestar de todo, tomar fastidio, como en el entremés de El hospital de los podridos. Comp. El abadejillo, w. 145¬ 48: «A lo que aquí le han entrado, / señor hablante perpetuo, / ni es a podrirse de nada, / ni a echar a perder el tiempo»;Vélez, Cojuelo, p. 238: «suplicando a quien la leyere que se entretenga y no se pudra en su leyenda».

EL

MURMURADOR

ESTEFANÍA

Consuélate conmigo, pues que tengo un marido que es cuerpo de verdades.

QUITERIA

¿Por qué?

ESTEFANÍA

Porque en su vida le ha salido una verdad del cuerpo, y son de suerte las mentiras que dice, que la gente en viéndole mentir, al punto miente.

QUITERIA

Aqueso del mentir es pegajoso; mas, ¿qué hombre hay que no sea mentiroso? ¿Qué es ver a u n bellacón enamorado llorar, gemir, hacer exclamaciones? «¡Vida del alma!, ¡mira que te adoro!, ¿jurando no me crees?, ¿soy yo moro? ¿hay tal ingratitud?, pues ¡vive Cristo! que me cuesta la vida haberte visto. ¿Desto te ríes? Yo tengo la culpa en tratarte verdad, que si yo fuera como los mancebitos que se usan, no hicieras de m i pena pasatiempo; mas no soy hombre yo de aqueste tiempo, y así no medro». Y dando trascartones, lo que hoy le dijeron a Pascuala mañana se lo dicen a Dominga. ¡Mal haya la mujer que no los pringa!

289

25

30

35

40

45

v. 24 cuerpo de verdades: «Cuerpo de virtudes y de verdades. Di cese también por ironía» (Correas, p. 550). v. 34 VJ: «eréis». v. 42 trascartones: trampas de fulleros, para que la víctima coja las cartas malas y el tahúr se quede con las buenas (Léxico, con varios testimonios). Comp. Guzmán, p. 430: «tomar naipe desechado, poniéndolo encima, jugar con guión, hacer trascartones, poner el naipe de mayor o señalarlo», con el texto de Torquemada aducido por Rico en su nota: «veréis a esta gente que digo hacer y urdir y componer en este juego veinte trascartones cuando los naipes les entran en las manos, poniendo juntos todos los encuentros que pueden, para que si por ventura viniesen, no pierdan sino una o dos suertes». v. 43 VJ: «le que». v. 45 pringa: pringar (azotar y echar grasa caliente en las heridas) era castigo para los esclavos.Ver Cov, Aut, Léxico. Comp. Quiñones, El mago, v. 181: «Que me pringan»; Quevedo, Un Heráclito, núm. 257, w. 69-72 (habla de una boda de ne-

290

JOCOSERIA

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

M i r e n , bien puede ser, señores hombres, que yo deje engañarme por m i gusto, mas creer los visajes y ademanes que hacen por cumplir su v i l deseo, ¡revienten vuesastedes si tal creo!

50

Sale Pedro, muy asustado. PEDRO QUITERIA

¡Mujer! Marido.

PEDRO QUITERIA

Llamen al barbero. Pues, ¿qué queréis hacer?

PEDRO

Sangrarme quiero, porque traigo la sangre requemada, corrompida, colérica, dañada, adusta, hecha materia y repodrida.

QUITERIA PEDRO

55

¿ D e qué? D e ver la gente entretenida en mormurar los unos de los otros. Lengua de tarabilla, ¿qué te importa que doña Gazmia sea anchifrentona,

gros): «Mas cuando llegó el tocino / hubo grandes sentimientos, / y pringados con pringadas / un rato se enternecieron». v. 51 barbero: una de su tareas era la de sangrador. La sangría era uno de los remedios universales de la medicina de la época (la purga era el otro). Comp. Quevedo, Sueños, p. 123: «Ante este doctor han pasado los más difuntos, con ayuda deste boticario y barbero»; id., p. 315: «El clamor del que muere empieza en el almirez del boticario, va al pasacalles del barbero...». v. 55 adusta, hecha materia: usa adusta en su sentido etimológico 'quemada', reseca; materia: 'pus' («En términos de cirugía significa la sangre corrompida, cocida y encrasada, vuelta de color blanco, que regularmente se halla en las heridas, llagas o apostemas», Aut). v. 58 Lengua de tarabilla: finge dirigirse a uno de esos maldicientes que hablan siempre mal de los demás; como el mismo texto explícita enseguida, lo ridículo del personaje es que mientras critica a los murmuradores, él murmura más que nadie; lengua de tarabilla: 'charlatán': ver Las civilidades, v. 171 y nota. BF: «taradilla». v. 59 Gazmia: como otros nombres de estas piezas, es jocoso; gazmiar 'quejarse'. Góngora, en el romance «Ensíllenme el asno rucio», w. 45-46: «Teresa de mis entrañas, / no te gazmies ni ajaqueques» (Romances, I, p. 351), con nota de Carreira,

EL

MURMURADOR

y no quiera el socorro de los moños?

291 60

Pase sin enmoñar: ¿qué te embaraza que tenga la mollera calabaza? Y si se pone m o ñ o , no te angusties porque riza el cabello del difunto, que el difunto verá lo que le cumple.

65

Pues, ¿no se queja él y tú te pudres? QUITERIA

Es como u n religioso que lloraba tiernamente de ver quemar a u n hombre que oyendo los sollozos dijo: «Padre, ¿no lloro yo, que soy el que se abrasa,

70

y llora él, que ha de volverse a casa?». PEDRO

Esto no es mormurar, que no acostumbro a meterme en las vidas de los otros; mas, ¿por qué una viudita relamida, repulgada de faz, boquifruncida,

75

que aduce un pasaje de Lope que parece confirmar este sentido, en El desprecio agradecido: «Mis amas están agora / en consulta; no se gazmie, / que ya le he visto otra vez, / y con lo que resultare / tendrá sagrado o destierro». En otro pasaje de Tirso (Amar por señas), gazmiar significa 'robar'. En cualquier caso el nombre es burlesco; archifrentona: neologismo jocoso 'calva'. v. 60 socorro de los moños: postizos, para ocultar la calva. Sobre este motivo ya hemos anotado otros lugares. Ver El Tiempo, v. 34 y notas. v. 63 BF: «Y se pone...», omisión de la partícula condicional. v. 64 cabello del difunto: los postizos se hacían con pelo de muertos; ver El Tiempo, v. 34 y notas. v. 71 llora él: tratamiento de tercera persona para interlocutor; connotaciones vulgares o germanescas. Ver Loa con que empezó Lorenzo Hurtado, v. 20 y notas. v. 73 En la príncipe y VJ: «de las otros». Enmendamos la errata. v. 74 viudita: el motivo de la viuda verde, hipócrita, es tópico en la literatura satírica: comp. Quevedo, Prosa, p. 104: «Mujer viuda, que se fue a lo del siglo, con talle de bayeta, espíritu carmesí, cuerpo de réquiem y alma de aleluya»; Quevedo, PO, núm. 668, w. 45-50: «Y que la viuda enlutada / les jure a todos por cierto / que de miedo de su muerto / siempre duerme acompañada; / que de noche esté abrazada / por esto de algún valiente, / ¡mal haya quien lo consiente!»; id., núm. 671, vv. 11-19; id., núm. 749, w. 53-56; Quiñones, El talego, 1, w. 9-12: «¿Qué haré para tener pena / que me tenga su dolor, / mucho ruido y poca costa /como mujer que enviudó?». v. 75 repulgada de faz: 'con repulgos o frunces', no sólo por el gesto de congoja fingida, sino porque las tocas que vestían las viudas llevaban estas labores llamadas repulgos; repulgar. «Retorcer la orilla del lienzo, seda, paño u otra cosa...

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

292

JOCOSERIA

llora por la mañana los difuntos, y ríe con los vivos por la noche, dejando el ataúd y yendo al coche, donde come a u n cuitado a dos carrillos, cuanta moneda trae en los bolsillos... ESTEFANÍA

80

Deje vuested la viuda y no la dome: coma, señor, que de sus carnes come.

PEDRO

¡Pues, y a unos bellacotes redomados, que dicen que en el mundo no hay doncellas! Pues si las perseguís, ¿ c ó m o ha de habellas?

85

Pregunto, lengüecitas de escorpiones, en la casa que hay gatos ¿hay ratones? N o ; pues ¿ c ó m o queréis que ahora las haya, si vemos que si acaso se rebulle la doncella más simple y recatada,

90

Repulgar la boca. Plegar los labios, formando un género de hocico u doblez en ellos» (Aut). v. 77 BF: «vinas». v. 78 coche: es otro tópico el de la afición a los coches en el Siglo de Oro, como hemos anotado (La paga del mundo, v. 32). Reciben muchas acusaciones de alcahuetes porque propician situaciones como la aludida en el entremés. Comp. Quevedo, PO, núm. 779 «Sátira a los coches», w. 17-32, en boca de un coche: «Acúsome en alta voz / dijo, que ha un año que sirvo / de usurpar a las terceras / sus derechos y su oficio. / Que he sido caballo griego / en cuyo vientre se han visto / diversos hombres armados / contra Helenas que han rendido. / Que cien fembras y varones / he llevado y he traído, / de día por los jarales, / de noche por los caminos. / Que he visto quitar la pluma / a mil tiernos palominos, / y sin que lleguen al sexto / penallos en tercio y quinto». VJ: «atud». v. 80 BF: «monedo». v. 82 de sus carnes: las connotaciones obscenas son obvias. Aplica maliciosamente la frase hecha «Comer de sus carnes. Por comer de lo suyo, de su hacienda» (Correas, p. 545). BF: «como, señor, ...». v. 83 BF: «Pues ya unos...». v. 84 no hay doncellas: otro motivo chistoso tópico. Baste remitir a Quevedo, Un Heráclito, núm. 256, w. 117-20: «Solían usarse doncellas, / cuéntanlo así mis agüelos; / debiéronse de gastar, / por ser muy pocas, muy presto»; id., PO, núm. 639, w. 236¬ 37, donde el locutor desea, dice: «ver desde que nací virgos y diablos, / y ni los diablos ni los virgos veo», id., PO, núm. 705, w. 61-64: «doncellas no sé qué son, / porque me contó una vieja / que ya son sólo en los cuentos / fruta de "Erase que se era"». v. 86 lengua de escorpión: maldiciente; ver El talego-niño,

v. 159 y notas.

EL

293

MURMURADOR

llega u n gato y la pega manotada? Las doncellas parecen a los trajes, que los que no se usan ya los guardan hasta que vuelvan otra vez a usarse. Doncellas muchas hay, aunque sin verlas, porque ahora no se usan las doncellas, mas, porque cuando se usen no se excusen, están guardadas para cuando se usen. ESTEFANÍA

¡Qué bueno va! R i ñ e n d o al que mormura mormura más que todos, el amigo.

QUITERIA

95

100

M a r i d o , reportaos.

PEDRO

Pues, yo ¿qué digo?; ¿porque riño las lenguas maldicientes? Pues, ¿por qué ha de decir u n desalmado que hay esposa que engaña a su velado, y que cierta casada que él tenía le metió en el retrete que dormía, y a media noche despertó asustada, diciendo que u n postigo se quedaba abierto, y a cerrar se levantaba, y abrazando al galán, decía al marido: «¿Pues vesme levantar y te estás quedo? Háblame desde ahí, que tengo miedo». Y el simplote, de risa medio loco, la respondía: «¡bu! ¡tómala, coco!». Que aunque es verdad que hay hembras

105

110

v. 97 se usen no se excusen: ver nota w. 12-1A de El guardainfante, 1.

v. 99 VJ: «riñiendo», v. 100 VJ: «amgio». v. 104 velado: marido; ver Jácara que se cantó en la compañía

de Olmedo, v. 81.

v. 106 retrete: cuarto retirado en las casas. Ver Los planetas, w. 38-40: «Cíclopes, labradlas buenas / en un retrete que apenas / se divisan las paredes». w. 111 y ss. ¿Pues vesme levantar y te estás quedo?...: es recreación de unas co-

plas tradicionales que conocen diversas glosas. Ver Frenk, 1987, núm. 1668A y 1668B: «Háblame de poco en poco. ¡Cómela, coco!», «Abríme, señora, qu'é miedo, / y habladme de poco en poco. / ¡Tómale, cómele, pápale, coco!».

294

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

[mojigatas,

115

y que al hombre que en más bellaco toca le meterán los naipes en la boca, con todo eso, lo que a nadie obliga es m u y gran picardía que se diga. ESTEFANÍA

Y ¿dícelo vuested? ¡Gentil despacho!

PEDRO

Si a uno que juega al hombre diesen chacho

120

porque habló, el compañero, ¿qué diría? Que

era, votado a Dios, bellaquería.

Pues, ¡cuánto peor es, mirones diablos, hablar y más hablar en u n corrillo,

125

y llevarse la honra de codillo?

v. 115 mojigatas: habría que leer con disociación, porque lo que importa es la parte que tienen de gatas, 'ladronas'. Ver la Jácara que se cantó en la compañía de Olmedo, v. 74 y notas. v. 117 meter los naipes en la boca: parece jugar con algunas acepciones de la palabra meter en lenguaje de naipes y germanesco, como «meter» 'atravesar triunfo en el juego llamado del hombre' (ver el entremés de Quiñones El juego del hombre) ;'engañar'... (ver Léxico). El sentido general es claro 'le ganarán el juego, le engañarán'. v. 120 gentil despacho: «Frase adverbial con que se significa la queja y sentimiento que causa una respuesta áspera o frivola resolución en caso que merecía lo contrario» (Aut). La forma vuested, como otros alomorfos de vuestra merced que se van viendo en los entremeses, y que no anotamos a cada momento, es avulgarada y jocosa. v. 121 dar chacho: Herrero (en: Cervantes, Viaje del Parnaso, p. 472) comenta a propósito de un pasaje cervantino, citando este de Quiñones: «Chacho es una jugada en el llamado juego del hombre (parecido al actual tresillo), que consiste en fallar con un triunfo, por no tener carta del palo que se juega, valiéndose de un descuido del jugador, ordinariamente por estar distraído, hablando. Hacer semejante jugada se dice dar chacho, pegar chacho. Esto es lo que se deduce, contra las definiciones de todos los Diccionarios, del Entremés del juego del hombre, de Quiñones de Benavente, y sobre todo, del Entremés del Murmurador». Comp. Quiñones, El juego del hombre, en Entremeses, ed. Andrés, p. 101: «que un gabacho / me hiciera cuatro y me pegase chacho... / Perdí luego, / que me pegaron chacho con buen juego»; id., Otáñez y el fariseo, en Madroñal (1996, p. 154): «una noche, de cólera borracho, / porque le dieron, con buen juego, chacho». v. 124 mirones: los que se entretienen mirando jugar a los otros. v. 126 de codillo: metáfora del juego de naipes; en el juego del hombre «se llama así el perder la polla el que la ha entrado, ganándosela alguno de los compañeros, por haber hecho más bazas que cualquiera de los otros» (Aut). Comp.

EL

MURMURADOR

ESTEFANÍA

Perdido está, Quiteria, tu marido.

QUITERIA

M a r i d o , que os entráis la tierra adentro:

295

mirad lo que decís. PEDRO

¡Que haya persona, que aun a las pobres viejas no perdona,

130

sin que las hinque el diente, con ser gente que no pueden hincar a nadie el diente! Demonios, ¿qué os importa que las viejas con almendras quemadas se hagan cejas, y las barbas se quiten con cerote,

135

si engañan la vejez con esa salsa? ¿Es mejor una moza carifalsa, tan cernida la cara de albayalde, que por jarifamente que la toquen,

Quiñones, El juego del hombre, en Entremeses, ed. Andrés, pp. 101-2: «mas si algo me dejó despicadillo / fue que no la llevaron de codillo». v. 132 diente: en la caricatura de las viejas siempre se insiste en su falta de dientes. Comp. el soneto de Quevedo, «Quejaste, Sarra, de dolor de muelas» (Un Heráclito, núm. 174), o Un Heráclito, núm. 217, w. 3-7: «Pues la falta de dientes y de muelas / boca de taita en la vejez te aliña». Por otra parte hincar el diente es frase hecha «con que se nota al que se interesa mucho en las cosas que maneja o procura sacar mucha ganancia de ellas o hacer estrago u daño en la hacienda o caudal de otro, y también en la opinión y buena fama» (Aut). Aquí se aplica en sentido recto, literalmente, mientras en el verso anterior se usa en su sentido figurado. v. 134 cejas: Comp. Quevedo, Un Heráclito, núm. 199, w. 1-2: «Rostro de blanca nieve, fondo en grajo, / la tizne presumida de ser ceja». v. 135 cerote: metáfora grotesca para el emplasto depilatorio; cerote es la masa que usan los zapateros para encerar los hilos y también 'excremento', en muchos contextos de la literatura burlesca aurisecular (Aut). v. 136 BF: «Falsa». v. 138 albayalde: compuesto de plomo, de color muy blanco; alude a los cosméticos con que la vieja se blanquea el rostro. Comp. el refrán «Acudid al cuero con el albayalde, que los años no se van en balde. Refrán que satiriza a las mujeres, burlándose de las que procuran disimular la edad encubriendo con los afeites las arrugas y otros defectos de la cara que naturalmente causa la vejez» (Aut); Quevedo, Un Heráclito, núm. 261, vv. 89-90: «Vieja blanca a puros moros / Solimanes y Albayaldes». v. 139 por jarifamente que la toquen'/por muy cuidadosamente que se arregle'; tocarse 'componerse, sobre todo el cabello'; jarifo: «Rozagante, vistoso, bien compuesto u adornado» (Aut).

296

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

donde llegáis los dedos descuidados, quedan como en endrina señalados? ESTEFANÍA

L O C O se ha vuelto.

QUITERIA

PEDRO

140

L O C O está el cuitado.

Que haya hombre tan mal intencionado, que diga que hay doctor en esta corte, que para acreditarse de visitas, porque sus letras, y ellas son poquitas, entra a orinar en todos los portales, y saliendo después hablando recio, los hombres que se ofrecen al encuentro piensan todos que sale de allá adentro, donde apenas teniendo una visita, con sólo aquesta traza se acredita, no lo puedo sufrir. Pues, mordaz lengua, ¿a los señores médicos te atreves, y con seguridad sus purgas bebes?

CRIADO

Señora, ya están todos prevenidos.

QUITERIA

Diles que entren.

ESTEFANÍA

¿Qu¿

145

150

155

intentas?, d i , Quiteria.

QUITERIA

Divertir a este hombre con la música: podrá ser que me valga aqueste medio.

ESTEFANÍA

N O pudiste escoger mejor remedio.

160

Baile.

v. 141 como en endrina: por el color negro de la endrina. El color oscuro, sucio, negro, es el verdadero color de la tez de la vieja, a pesar de que lo disimule con los afeites. v. 145 VJ: «vesitas». w. 147 y ss. Es paráfrasis de un texto quevediano, del Libro de todas las cosas, Prosa festiva, p. 432: «Y para acreditarte que visitas casas de señores, apéate en sus puertas y entra en los zaguanes, y orina, y tórnate a poner a caballo, que el que te viere entrar y salir no sabe si entraste a orinar o no». v. 149: «homebres». v. 150 VJ, BF: «allá dentro». v. 155 VJ: «siguridad». v. 158 VJ: «Divirtir».

EL

MÚSICOS

MURMURADOR

297

Por divertir a u n hombre, que con ajenos pleitos se mata y se consume, aquesta fiesta hacemos. D e alegres siguidillas

165

se forme u n baile nuevo, haciendo maridaje lo airoso con lo diestro. HOMBRE I

O

Buratines espantan a todo el pueblo.

H O M B R E 2o

Viejas hay que con untos hacen lo mesmo.

HOMBRE I O

U n a mona anda suelta por la maroma.

H O M B R E 2o

E n M a d r i d por el suelo caen muchas monas.

170

FIN

v.VJ: «meta». v. 169 buratín: volatín, equilibrista, que asombra por sus proezas a todo el pueblo. Comp. Salas Barbadillo, Doña Ventosa, Colección, I, p. 290: «Buratín de pensamientos / de tan rara habilidad, / que haciendo maroma el aire / sobre el aire vueltas da». v. 170 con untos: porque las brujas se untan con ungüentos para volar a su aquelarre; por el hecho de volar se comparan a los buratines o equilibristas, que vuelan sobre las maromas. Comp. Quevedo, Buscón, p. 204: «si la untaban las manos, se untaba y salía de noche por la puerta del humo» (se untaba y salía volando por la chimenea). v. 171 BF: «marona». v. 172 monas: en esta ocasión significa 'borrachos'. Comp. La Puente Segoviana, 2, w. 52-55 «—Almonacid soy clarete. / —¿Mona y Cid por qué os llamastis? / —Porque al Cid hará una mona, / si con él quiere burlarse»; Quevedo, Buscón, p. 139: «El aposento estaba, parte con las enjuagaduras de las monas, parte con las aguas que habían hecho de no beberías, hecho una taberna de vinos de retorno».

ENTREMÉS EL

GUARDAINFANTE

CANTADO (SEGUNDA

PARTE)

REPRESENTÓLE TOMÁS FERNÁNDEZ

Interlocutores: J U A N R A N A , ALCALDE

D O Ñ A ISABEL.

JOSEFA R O M Á N .

CATALINA.

U N ALGUACIL.

IÑIGO.

SALVADOR.

MÚSICOS.

M A R Í A D E JESÚS.

Sale Josefa Román,

vestida de villano, con vara como Juan

Rana, y canta y representa todo junto. JOSEFA

Canta. Señora cazolería,

escuchad vuestra Jusepa. Representa.

¿Yo no so buena falduda? Vos ¿no me distis la muestra? Apunta Bergman (1965, pp. 306-7) que «El asunto principal de la primera parte es la sátira de la moda del guardainfante; de la segunda, del traje igualmente exagerado del lindo. La segunda parte no continúa la primera, sino que la refleja: se conserva el mismo esquema métrico, con toda su complicación, y se usan frecuentemente versos iguales o muy poco variados [...] La ingeniosidad de esta simetría perdería su efecto a no hacerse las dos partes de seguida, tal vez en los dos descansos de una representación». Las circunstancias de este entremés coincidirían, pues, con las señaladas para la primera parte. Interlocutores: BF lee «Iosepha Roma»;V]: «Aguacil». v. 1 cazolería: se refiere a las mujeres que están viendo la función desde la cazuela, o zona del corral donde se ponían las mujeres. Ver El tiempo, v. 121 y notas, v. 3 BF: «nueva».

300

QUIÑONES D E B E N A V E N T E

JOCOSERIA

Canta. Pues ¿ c ó m o en agravio m í o

5

consentís a u n hombre o bestia, que en la plaza del teatro me corra con guindaleta? Representa. ¿Juan Ranilla se me atreve, y siendo alcalde badea,

10

me quiere hacer trampantojos m i esparto, paja y ballena? Canta. Pues, por vida de m i saya, por el siglo de m i abuela, por esta alma pecadora,

15

en buena fee y buenas freilas,

v. 4 distis: ya hemos anotado esta forma normal, etimológica, del paradigma verbal. Ver Guardainfante, 1, v. 4. BF: «disteis». v. 8 guindaleta: con metáfora de correr toros, alude al episodio del entremés anterior en que la traían atada con una maroma; guindaleta: «Especie de maroma no muy gruesa, que sirve para subir los materiales a lo alto de los edificios, para amarrar y detener a los animales de mucha fuerza y otros usos» (Aut). v. 10 badea: una clase de melón de mala calidad, y metafóricamente «se da este nombre a la persona inútil y que se cansa luego u la cosa sin provecho ni substancia» (Aut). Comp.Vélez, Cojuelo, p. 75: «calabacino de testa y badea de cogote». v. 11 trampantojos: ver el v. 12 de Guardainfante, l.Todo este pasaje imita al correspondiente en el otro entremés, como en otros lugares de esta segunda parte. v. 12 esparto, paja y ballena: materiales para los guardainfantes que ya hemos anotado en la primera parte de este entremés. v. 13 por vida de mi saya: juramento burlesco, como el que sigue. Comp. Retablo de las maravillas, v. 105: «que ¡por vida de chápiro, cépiro, nípiro, nápiro!». v. 14 por el siglo de mi abuela: «Por el siglo de todos mis pasados. Frase baja con que se jura por la vida de alguno, especialmente cuando se amenaza o promete hacer algún mal (Aut). Comp. Quijote, II, 40: «Por la fe de hombre de bien juro, y por el siglo de todos mis pasados los Panzas». y. 16 en buena fee y buenas freilas: parecefloreoverbal (freila 'religiosa'), atraído por la fonética. Lo documentamos en la comedia burlesca de El comendador de Ocaña, w. 807-8: «La vida le quito, en buenas / freilas, si no es por el susto»; id., 1295-98: «Dolorido está el pecho / que vale, en buenas freilas / para sentir rigores / el dolor lo que pesa».

EL G¡JARDAINFANTE

(SEGUNDA

PARTE)

301

Representa. que he de vengarme en el tonto, y con su sayo y montera, he de hacer que del se olviden, y que a mí por él me tengan.

20

Sale Juan Rana, de alcalde, con un alguacil. JUAN

Esta noche no he dormido sino es diez horas y media, desvelado en si conviene que se degüellen las viejas.

ALGUACIL

Las suegras fuera mejor.

JUAN

N o han menester m i sentencia,

25

pues con casar a sus hijas ellas mismas se degüellan. Sale Salvador, habla a Josefa y responde; Juan Rana mira a Josefa y espántase

de verla como él está.

SALVADOR

Señor alcalde Juan R a n a .

JUAN

¿Qué queréis?... ¡Santa Quiteria!

30

¿Quién colgó de aquí el espejo? ALGUACIL JUAN

¿Qué espejo o qué borrachera? Representa. ¡ O es m i espejo o m i retrato!, porque de pies a cabeza

v. 18 sayo y montera: vestido típico de los alcaldes rústicos, al que hay que añadir la vara como emblema de su autoridad. Ver Bergman (1965, p. 520) sobre la máscara de Juan Rana y su atavío. Comp. Calderón, El triunfo de Juan Rana, en Teatro cómico breve, p. 559: « . . . sale Juan Rana... y delante dos hombres, uno con el sayo y otro con la vara». v. 23 VJ: «conniene». v. 28 acot.VJ: «a losepha... responde». v. 30 Santa Quiteria: invocación a santos de tono burlesco, que se repite más adelante. Es tópico del género. Comp. Castillo Solórzano, El mayorazgo figura, w. 2505-6: «Sant Pascasio, Sant Panuncio, / Sant Lesmes, Sant Romualdo». Ver para este recurso del santoral burlesco Iglesias Ovejero, 1982. v. 33 PR: «retrrato».

302

JOCOSERIA

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

me he visto tan craro en él,

35

como si yo mismo huera. Paséase con ella. SALVADOR

Tome vuelo.

JOSEFA SALVADOR JOSEFA SALVADOR JOSEFA SALVADOR JOSEFA JUAN ALGUACIL

¿Soy basquiña? Escóndase. ¿Tengo deudas? Ensánchese. ¿Soy yo ruin? Páguese bien. ¿Soy despensa? ¡Hola, alguacil! ¿Qué mandáis?

JUAN

¿Quién soy yo, por vida vuestra?

ALGUACIL

¿Quién sois? Juan R a n a .

JUAN

40

Eso no, que ese está allí hendo audiencia.

ALGUACIL

V O S sois Juan R a n a , menguado.

JUAN

¿Juan R a n a menguado? ¡Ea!,

45

esotro viene a añadirme. ALGUACIL

Llegad; ved quién os remeda.

w. 35-36 craro, huera: fenómenos fonéticos que caracterizan al sayagués o lenguaje rústico, como otros que no anotamos a cada ocasión. v. 37 vuelo, basquiña: vuelo «en las vestiduras u cosa semejante es la anchura u extensión de ellas en la parte que va al aire o sin ajustarse al cuerpo» (Aut). Por eso puede decirse de una basquiña 'cierta clase de saya'. Comp. Martinillo, 2, w. 38¬ 40: «a los chapines destierran, / a las basquiñas empalan, / y a los jubones degüellan». Juega en vuelo, tomar vuelo, con el sentido de 'vuele, lárguese'. v. 39 Ensánchese... ruin: porque ruin y estrecho en el sentido de 'corto, miserable, apocado' (Aut) son sinónimos. Todo este pasaje bascula sobre los juegos dilógicos. v. 41 Hola: voz para llamar a los inferiores. Ver El talego-niño, v. 63 y notas, v. 44 hendo: 'haciendo'; forma sayaguesa, v. 46 VJ omite el final del verso «¡Ea!».

EL GUARDAINFANTE

JUAN

(SEGUNDA

PARTE)

Allá vó. ¡Alguacil! Mírala

y

vuélvese.

¿Qué hay?

ALGUACIL JUAN

Acá miró.

ALGUACIL

¡Linda flema! ¿Qué importa?

JUAN

Pues si no importa, vuelvo, y pregue a Dios que llueva agua limpia.

50

Hablad con brío.

ALGUACIL

Habla alto y respóndele JUAN

303

alto.

¡Hola! Llega y huye.

JOSEFA JUAN

ALGUACIL

Hola! T ó m a t e ésa. ¿ N o lo he dicho yo? ¿Qué os toma?

JUAN

Que ha dicho hola.

ALGUACIL

¡Qué simpleza! ¿Qué importa que diga hola?

JUAN

¿Tan poco importa?

ALGUACIL JUAN

55

U n a alverja. Pues ¡pardiós! si me amostazo...

w. 52-53 pregue a Dios que llueva / agua limpia: es proverbial: «Plega a Dios que sea agua limpia» (Correas, p. 395). v. 53 En la príncipe «agua llumpia», igual que en BE v. 53 acot. BF: « . . . responde...», v. 54 acot. BF: «Lega...». v. 54 tómate esa: «Dícese dando golpe diciendo favor y disfavor» (Correas, p. 652). v. 58 alverja: planta, usada aquí como expresión de lo poco importante, como en otras frases análogas se mencionan otras plantas (importar un bledo, importar un rábano...). v. 59 si me amostazo: 'si me enfado'; ver Civilidades, v. 186 y nota.

304

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE, JO

ALGUACIL

¡Eso sí!

JUAN

... y suelto la Uuenga, callá, veréis que le pongo...

ALGUACIL

¡Animo!

JUAN

COSERIA

60

D e vuelta y media. Vuelve a hablarla

con mucha flema quitando la caperuza

¡Loado sea Jesocristo! ALGUACIL

Hablad con cólera, bestia.

JUAN

¿Qué es cólera bestia?

ALGUACIL

¡Andad!

65

SALVADOR

Hermano, hablad con prudencia a el alcalde.

JUAN

Yo no habro sino con cólera bestia.

JOSEFA

Ministros, decid que lleguen cuantos quisieren audiencia.

70

¡Alto! ¿Yo no so Juan Rana? ¿De qué me sirve hacer piernas? ¡Válame Dios!, ¿si me he muerto, y esta es m i alma que anda en pena? Vome a sentar; rellanóse.

75

JUAN

Vase a sentar y Josefa se sienta primero. SALVADOR

Asentaos, que es sombra vuestra.

JUAN

Pues si es m i sombra... Pícale. ¡Ay!

v. 60 ¡luenga: 'lengua', o 'larga', prevaricación característica del habla del rústico que ya explota Lope de Rueda, Los criados, en Pasos, p. 101: «como quemaba tanto aquella pimienta de los pasteles, háseme turbiado la luenga». Ver nota de González Ollé, quien añade algunos datos interesantes: «De modo semejante, para censurar una expresión de Algarroba, le apostrofa otro personaje: ¡La luenga se os deslicia! (Cervantes, Alcaldes de Daganzo...). Además Coraminas señala la existencia de luenga en Alexandre y Corbacho». w. 61-62 De vuelta y media...: poner de vuelta y media es expresión aún viva. v. 72 hacer piernas: «Por presumir y estribar y tenerse contra otro» (Correas, p. 590).

EL GUARDAINFANTE

(SEGUNDA

PARTE) ¿Qué hay?

SALVADOR JUAN

305

¿Qué digo? ¿Allá en vuestra tierra las sombras son puntiagudas?

SALVADOR

¿Por qué lo decís? Porque esta

JUAN

80

hasta el alma me ha picado, sin enamorarme della. ¿Habéislo visto? Yo no,

JUAN

que fue el agravio en ausencia. JOSEFA

¿Quién sois?

JUAN

Juan R a n a .

JOSEFA

Mentís.

85

Vale a dar a Juan Rana con la vara, y él vuelve y dale de palos al alguacil. JUAN

Mentís, ¿no os dije yo que era Juan R a n a esotro señor?

ALGUACIL JUAN SALVADOR JUAN JOSEFA JUAN

¡Teneos! ¿Qué es que me tenga? ¡Esperaos! ¿Qué es que me espere? ¡Prendedle! ¿Qué es que me prendan?

90

Yo me vo a volver galán, y a traer en la cabeza

v. 80 VJ: «dices». w. 81-82 picado... sin enamorarme: picarse es tanto 'enfadarse, irritarse', como 'encenderse, excitarse en alguna pasión, amorosa sobre todo'. Comp. Suárez de Figueroa, Pasajero, p. 226: «Haré que venga un soldado de Italia y se enamore de la señora que hace el primer papel. Por dar picón al querido, favorecerá en público al recién llegado»; Calderón, La premática, 2, en Teatro cómico breve, p. 43: «En Dios y en mi conciencia / que me ha picado el verme despreciada». Juega aquí con el sentido literal de picar 'pinchar, punzar'. v. 83 BF introduce el locutor «Salvador» en este verso. v. 90 BF: «prendan».

306

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

un gran canalón de fieltro, un tejaron de guedejas, sola una vaina en la espada,

95

en los calzones sesenta, dos sábanas por lenzuelos, cuatro colchones por piernas, seis pabellones por ligas, y por zapatos dos lesnas;

100

que desfegurarme puedo, si dejo, sin que me sientan, entre estos dos majaderos el cuero como culebra. Tiénenle

entre dos del sayo, y él le deja entre las manos y

se va. JOSEFA

Traedme luego a Juan Rana.

SALVADOR

Llegue: ¿a quién digo?

105

w. 93-94 un gran canalón de fieltro...: metáforas para aludir a los grandes sombreros y largos pelos propios de la moda de los lindos, v. 94 BF: «tajarán». v. 95 vaina: juega con el sentido de vainica o vainilla, entre las costureras un tipo de «menudos y sutiles deshilados que se hacen a la orilla junto a los dobladillos» {Aut), otra afectación vestimentaria del lindo. v. 97 lenzuelo: pañuelo. v. 98 colchones por piernas: alusión a los rellenos que se ponían para que las piernas parecieran más robustas y redondas. Comp. Quevedo, Buscón, p. 57: «resuscitaba cabellos encubriendo canas, empreñaba piernas con pantorrillas postizas; id., PO, núm. 869, vv. 155-58: «Cosquillas se usan postizas, / como pantorrillas ya; / quien de suyo no las tiene / las compra donde las hay». v. 100 lesnas: leznas, agujas de zapatero; alude a las punteras afiladas de los zapatos de moda. w. 112-14 dejo... como culebra: se desnuda del sayo frotándose entre los dos, como la culebra deja la piel vieja rozándose entre dos piedras para sacársela. La serpiente muda de piel arrastrándose entre dos piedras juntas, para sacarse la vieja. Villava en la empresa 40 del Libro I, (fols. 93 y ss.) sobre el mortificado, con el lema «Pugnare necesse est», representa una culebra luchando en la grieta de una piedra para mudar «la piel antigua, denegrida y fea», pues según Plinio y Aristóteles «para dejarse el pellejo antiguo y cobrar otro nuevo y luciente, pelea entre duras piedras, por donde dice Pierio que es símbolo del que habiendo salido de algún trabajo se restituye a estado mejor». v. 106 a quién digo: formulilla para llamar la atención que repite otras veces: Entremés de los ladrones, en Madroñal, 1996, p. 206: «Ce, a quién digo, Marica»; Las

EL GUARDAINFANTE

(SEGUNDA

PARTE)

ALGUACIL

Más parece anguilla que se ha escurrido.

SALVADOR

E l pellejo ha dejado.

JOSEFA

Ese es m i intento,

que se dejen los hombres hasta el pellejo. ALGUACIL

Preso os traigo u n sombrerudo, porque cubriendo la tierra con la falda, no entra el sol, y los lodos no se secan.

JOSEFA

¿Qué copa?

ALGUACIL JOSEFA

C o m o una nuez.

110

115

¿Qué falda?

ALGUACIL JOSEFA

307

C o m o dos ruedas. ¡ N O es nada la añadidura!

Menos cubren doce viejas. Decidle que entre. ALGUACIL JOSEFA

N O puede. ¿Por qué?

ALGUACIL

Porque por la puerta,

120

aunque fuera de mesón, es imposible que quepa. JOSEFA

Pues entre por el tejado, y arrimando una escalera, porque si cae no nos hunda, con dos puntales le tengan. Arriman

125

una escalera apuntalada con dos palos; baje por ella

Juan Rana con un sombrero muy grande.

patas de vaca, en Colección, II, p. 742. «Doña Mariana ¿a quién digo?»... BF: «Saúl», como locutor. v. 114 En la príncipe (y BF) «no se sacan». Enmendamos. BF omite también el artículo «y lodos...».

308

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

TODOS

Por sus grandes sombreros y cortas manos, ya no caben los hombres en los estrados. ¡Bajar, bajar! Ya baja, ya llega; 130 que aunque puede, no acierta; que es más el balumbo que el peso que tray.

JUAN

M i r e c ó m o apunta, vulgacho pobrete, que me abolla m i sombrerete. Súbese

sobre un banco Josefa.

JOSEFA

¡Jesocristo! ¡Hola!, ¿es varón?

ALGUACIL

Pues ¿qué ha de ser?

JOSEFA

Por las señas, empanada de figón, gran topa y poca menestra.

JUAN

Los faldones, alcalde lampiño, los traen por aliño el viejo y el niño en calvas y chollas; mas si el mío, sin darte porrazo, te ha dado embarazo, te pido u n pedazo de misericordia, cordia, cordia.

JOSEFA

135

140

145

Si los viejos y las criaturas, por ser mataduras, haciendo figuras

v. 128 estrados: por el contexto podría ser el estrado de la audiencia judicial, pero mejor el estrado de la sala de visitas de las clamas. Ver La paga del Mundo, v. 88 y notas. v. 132 balumbo: lo mismo que balumba, bulto grande y desmedido, con connotaciones de descompostura y mal orden (Aut). BF: «que es mal...». v. 138 topa, menestra: no hallamos exactamente topa con sentido aplicable; menestra 'potaje', aquí es metonimia por 'sustancia': el sentido general es claro: 'mucho aparato y poca sustancia'. v. 142 cholla: término vulgar; comp. El doctor Juan Rana, v. 1 infra. v. 148 matadura: «Se llamafiguradamenteel hombre necio, molesto y pesado» (^4wí).Ver para esta expresión El talego-niño, v. 26. v. 149 hacer figuras: hacer gestos ridículos. Ver La paga del mundo, v. 6 y notas para el concepto relacionado de figura.

EL GUARDAINFANTE

(SEGUNDA

PARTE)

son como los monos,

309

150

no hagas tú lo que ves y no entiendes, si gusto pretendes; que como te enmiendes, que yo te lo otorgo, torgo, torgo. MARÍA

Destos sombreros hampones

155

la cortesía se queja, que a trueco de no quitarlos, no miran hacia las hembras. JOSEFA

D e una vez se le quiten. Quítansele.

JUAN

Quiten por cierto;

160

que fieltros no faltan donde hay cocheros. JOSEFA

Y aun esos faltaran, si las nubes llovieran vino por agua.

D O Ñ A ISABEL

Señor, tocándome estaba, cuando a vueltas de cabeza,

165

mis guedejas me han llevado. ¿Qué haré yo sin mis guedejas? JOSEFA

¡Hay tan gran bellaquería?

D O Ñ A ISABEL

¡ C ó m o ! ¿luego no son esas?

v. 155 sombreros hampones: por su gran falda y dimensión, que evocan los que llevan las gentes del hampa. Comp. Quevedo, Buscón, p. 223, descripción de unos hampones: «los sombreros empinados sobre la frente, altas las faldillas de delante, que parecían diademas». v. 157 VJ: «que a trueque...». v. 161 cocheros: por vestir capas y sombreros de fieltro para protegerse de la intemperie. Quevedo en Sueños, pp. 187-88 evoca estas vestiduras en palabras de un cochero: «nos llegaron a poner cotas y sayos vaqueros, hábitos largos y valona», y el mismo Quevedo, en PO, núm. 763, w. 75-76 se refiere al fieltro «que en los cocheros defiende / las vendimias de nublados». En los versos siguientes parece haber una evocación del pasaje quevediano: en el poema de Quevedo los cocheros, por borrachos, se protegen de que no les caiga la lluvia encima, no vaya a aguarles el vino; en Quiñones se dice que si las nubes llovieran vino en vez de agua, los cocheros se quedarían descubiertos, para mojarse bien, y faltarían fieltros. v. 164 tocándome: 'arreglándome'. Ver El murmurador, v. 139. v. 165 a vueltas: de los varios sentidos que puede tener esta locución interpretamos aquí, por el contexto: 'al volver la cabeza, al descuidarme'.

310

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE Quítale

JOCOSERIA

las guedejas.

Picarón, ¡cuál las has puesto! ¿Por qué hiciste tal bajeza? JUAN

Porque esperan del malo que será bueno, para cuando las ranas tengamos pelo. Y ya se ha cumplido, pues soy Rana, y con pelo todos me han [visto. Sale una vieja

170

175

hilando.

CATALINA

Deste postizo galán damos las viejas querella, pues no nos deja qué hilar sus pantorrillas por piernas.

JOSEFA

Dadle luego qué hile.

JUAN

Busque o perezca;

180

que yo miro a los usos, si ella a las ruecas. CATALINA JUAN

¿Y si no se halla? Hile de su cabeza, pues todo es lana.

JOSEFA

Señoras tiernas de ojos, miren de lo que se prendan; ¡vive Dios, que son palmitos todos: telas y más telas!

185

JUAN

Pues desnuda las bolsas, alcalde, volviendo a ser hembra en firmeza lo pague. 190

v. 173 cuando las ranas tengamos pelo: chiste con el nombre; la expresión proverbial está viva todavía. Se reitera este chiste en los entremeses de Juan Rana. Comp. Calderón, El triunfo de Juan Rana, en Teatro cómico breve, p. 559: «¡Viva Juan Rana!... / ¡Viva hasta que la rana tenga pelo!». v. 182 usos, ruecas: 'yo miro a las modas, ella a las ruecas', con juego de palabras (husos/usos) que se repite otras veces; ver infra, El remediador, n. w. 186-87. La tercera persona para el interlocutor («ella») es signo del habla vulgar, familiar, o despreciativa; ya lo hemos anotado en otros lugares. v. 187 palmito: el palmito es planta que «es toda cubierta de hojas y solamente se come de ella un cogollito tierno a manera de corazón» (Aut). Las hojas del palmito hacen que sirva de término de comparación.

EL GUARDAINFANTE

JOSEFA

(SEGUNDA

PARTE)

311

E n m i trato no hay más que cautelas; quien dellas gustare pagando las lleva.

JUAN

Toda es tretas y mentiras.

JOSEFA

Y las paso por finezas.

MARÍA

¿Quién las cree y quién las sufre?

JOSEFA

E l que más paga por ellas.

ROMÁN

¿Qué dan al que celos pide?

JOSEFA

L O que pide a manos llenas.

ALGUACIL

¿ Y al que gasta por ser viejo?

JOSEFA

Palabritas lisonjeras.

JUAN

Rómpalas.

ROMÁN

TODOS

200

Guárdelas.

IÑIGO

ALGUACIL

195

Píselas. Húndalas.

Niña parlera.

JOSEFA

Desta suerte han de ser los favores, que dan a los hombres las señoras hembras.

ELLOS

Quedito, pasito; que son tales ellas, que aun sin esas liciones, no hay diablos que puedan sufrirlas sus impertinencias.

JOSEFA

Alto. ¡Señoras hembras!

ELLOS

Queda la lengua.

JUAN

¡Señores hombres!

ELLAS

Bajen las voces.

JOSEFA

Penen por ellas.

ELLOS

Queda la lengua.

JUAN

Palo y azote.

ELLAS

Baje las voces.

205

210

215

v. 191 cautela: traición, ardid, engaño.

v. 208 Todos los testimonios leen la indicación y el locutor como sigue: «Alto los.»; enmendamos y regularizamos.

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

312

TODOS

JOCOSERIA

Quedito, pasito; que son tales ellas,

que aun sin esas liciones, no hay diablos que puedan sufrirlas sus impertinencias.

FIN

v. 216 Todos los testimonios abrevian. «Quedito, pasito, etc.»; desarrollamos, v. 218 PR omite la indicación «Fin».

JÁCARA DE

QUE

BARTOLOMÉ

CANTÓ

EN LA

ROMERO

COMPAÑÍA

FRANCISCA

PAULA

Pide en el patio jácara un representante. FRANCISCA

L a jácara que pedís, ¿ c ó m o he de negarla yo, si la voz de vuestro gusto es quien gobierna m i voz? Vaya una jácara entera,

5

y si es poco, vayan dos, que más hacéis en pedillas que en cantaros yo u n millón. «En el mesón de la Luna, junto a la Puerta del Sol,

10

del cielo de una litera cierta estrella se apeó. Los astrólogos que más saben de esfera de amor,

«Breve historia de una novicia en la vida germanesca de Madrid. No tengo nada que añadir a la opinión de Rennert, quien fecha la pieza en "1638 or 1640?", por trabajar esos dos años una Francisca Paula, mujer de Diego de Meneos, en la compañía de Romero» (Bergman, 1965, p. 305). Acot. inicial: BF: « . . . el en patio...». v. 9 mesón de la Luna: en los versos siguientes continúa una serie de juegos de palabras, bastante fáciles para el público aurisecular. Este mesón de la Luna debe de ser, como sugiere Herrero (1963, pp. 305-6), el de la Media luna, sito en la calle de Alcalá, mencionado también por Barrionuevo en sus Avisos. v. 10 Puerta del Sol: en el Baile de las Puertas de Madrid (de insegura atribución) dice de sí misma: «Yo soy la Puerta del Sol, / hermosa como yo mesma, / y así que me ferie quiero / una gala que sea buena». Ver Herrero (1963, p. 218). v. 14 esfera: 'orbe celeste'; ver Loa que representó Antonio de Prado, v. 18.

314

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

dicen que es fija en el pido y errante en la condición. Ayer fue Marica en Burgos, doña Estrella en M a d r i d hoy, con más toldo que en la villa hay el día del Señor. Todo el germano cabildo llega por su bendición, y ella, hosca a lo novillo, la oferta menospreció. Pericote, que aun de estrellas es poquito sufridor, le hizo ver sus compañeras en el lodo de una coz. Levantóse la cuitada,

15

20

25

w. 15-16 fija... errante: 'siempre pide, es una pidona, pero es voluble y no guardafidelidad';juego de palabras alusivo a las estrellas fijas («Son todas las que están en elfirmamento.Llámanse así no porque carezcan enteramente de movimiento propio... sino porque este es tan lento que en muchos siglos no se conoce tenerle», Aut) y errantes («cinco planetas Saturno, Júpiter, Marte, Venus y Mercurio, cuyos movimiento propios tienen varias desigualdades, como también otros planetillas más pequeños, que sólo se descubren con el antojo de larga vista...», Aut). Comp. Fray Luis de Granada, Símbolo, p. 163: «Sigúese luego la muchedumbre de las estrellas fijas»; San Isidoro, Etimologías, 3, 71, 20: «Son estrellas planetas las que no están, como las demás, fijas en el cielo, sino que se desplazan por el aire. Su nombre de planeta viene de plané, es decir, errante». w. 17-18 Ayer fue Marica en Burgos...: este motivo del cambio fraudulento de nombre en las busconas lo explota Quevedo con gran intensidad: ver, por ejemplo, PO, núm. 633, w. 15 y ss.: «Ea su nombre Juana, / hija de un zurrador y una gitana. / Subió a fregona y se llamó Ana Pérez [...] Llamóse doña Luisa, / cosa que a ella misma le dio risa, / y a caza de apellidos, / por no pagar el don de vacio un hora, / a la corte se vino hecha señora / con joyas y vestidos, / adonde, por lo puta y por lo moza, / se llamó doña Julia de Mendoza». v. 19 toldo: presunción (ver El talego, 2, v. 142 y nota). En el verso siguiente hace un juego de palabras por alusión a los toldos con que se sombreaban y engalanaban las calles de Madrid el día del Corpus Christi. v. 21 germano cabildo: 'todos los hampones de cuenta'. Es expresión de germanía que se documenta en otros poemas jácaros. Ver los textos de Hill en Léxico, s. v. v. 23 hosca a lo novillo: por ser «hosco» epíteto aplicado a los toros y novillos. Comp. El retablo de las maravillas, v. 210: «¡Vente a mí, torillo hosquillo!», y los textos tradicionales citados en nota al v. 103 de La muerte.

JÁCARA

QUE CANTÓ...

BARTOLOMÉ

ROMERO

tan sucia que pareció

315 30

que salía del naufragio de los condes de C a r r i o n . Villodres, respeto suyo, un bigote en el talón y otro espetado en u n ojo,

35

dijo a su competidor: " M u é r e t e sin replicar, mira que lo mando yo, que después se tratará de darnos satisfación".

40

Pericote con la chica quiso lograr u n hurgón, mas u n salchichón y u n jarro la peleona templó, y como quien mete paz

45

v. 32 condes de Camón: alude al episodio del león en el Poema de mío Cid, en el que los infantes de Carrión, asustados, huyen y se van a meter debajo del escaño del Cid y en detrás de una viga lagar muy sucia. Probablemente Quiñones recuerda el romance de Quevedo «Pavura de los condes de Carrión», que empieza «Medio día era por filo» (Un Heráclito, núm. 285), donde los elementos escatológicos están muy exagerados. v. 33 Villodres: nombre germanesco; ver Jácara que se cantó en la compañía de

Olmedo, v. 81 y notas; respeto: 'rufián de una prostituta'. Comp. Quiñones, Los sacristanes Cosquillas y Talegote, en Colección, II, p. 598: «no se canse en pretendella, /

porque soy su respeto. —Yo lo creo, / mas si él es su respeto, le prometo / que es muchacha de muy poco respeto». w. 34-35 un bigote en el talón...: los grandes bigotes caracterizan a los rufianes en esta literaturas. La caricatura de los rufianes se inspira en Quevedo. Comp. los del Buscón, p. 223, que van «los ojos, derribados; la vista, fuerte; bigotes buidos, a lo cuerno», y otro, p. 111 con «la barba de ganchos con unos bigotes de guardamano». v. 41 la chica: la daga; ver Jácara que se cantó en la compañía

de Olmedo, v. 80 y

notas. v. 42 hurgón: 'puñalada, golpe con arma blanca'; término germanesco. Comp. Quevedo, PO, núms. 865, w. 86-87: «Francisco López Labada, / valiente de hurgón y tajos»; 862, w. 25-26: «Dile yo siete hurgonadas / a Palancón el de Ronda»; 861, 86-87: «y tiróle un hurgonazo / al barrio de los cuajares». w. 43 y ss. mas un salchichón y un jarro...: este motivo de la pacificación de las peleas de los valentones delante del jarro y la comida lo desarrolla Quevedo en una jácara, «Pendencia mosquito», PO, núm. 861.

316

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

JOCOSERIA

siempre lleva lo peor, murieron en la pendencia el jarro y el salchichón».

FIN

v. 48 BF: «salchicón». La indicación «Fin» tras este verso también es omitida por BE

LOA

CON

QUE EMPEZÓ

ROQUE

DE

EN LA

CORTE

FIGUEROA

Interlocutores: BEZÓN. ROQUE.

Aparezca

Roque sentado en una silla durmiendo, y

en un bofetón hablándole,

y él respondiéndole

BEZÓN

Despierta, R o q u e , despierta.

ROQUE

¿Quién eres, sombra o fantasma?

BEZÓN

N i soy fantasma, n i sombra.

ROQUE

Pues paréceslo en la cara.

BEZÓN

D o r m i e n t e sobredorado,

Bezón

entre sueños.

5

cidra gruesa valenciana, autor de barba pajiza, como pastoril cabaña, escúchame.

Esta loa, según Bergman (1965, pp. 300-301) tiene que ser de uno de los años en que Figueroa participó en lasfiestasdel Corpus en Madrid: 1627, 1629, 1630, 1635. Como en la loa se habla de una larga ausencia, lo lógico es que sea de 1627 (los años siguientes ya no se podría decir que había estado mucho tiempo ausente, si en 1627 representa en Madrid). Acot. inicial: bofetón: ver la Loa que representó Antonio de Prado, acot. inicial. v. 1 Despierta, Roque, despierta: ver Loa que representó Antonio de Prado, v. 2 y notas. v. 5 sobredorado: por la barba rubia (barba pajiza) de que se habla enseguida, v. 6 cidra: una fruta cuyo tamaño «es correspondiente a los países donde se cría: en Andalucía y Valencia es grande» (Aut). PR: «guessa».

318 ROQUE

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

Pues ¿quién eres, que desa suerte me tratas?

BEZÓN

Soy visión, digo, Bezón.

ROQUE

Pues, visión o Bezón, habla.

BEZÓN

¿Sabes dónde estás ahora?

ROQUE

Representando las Pascuas con toda m i compañía, en Alcalá.

BEZÓN

Pues te engañas, que no estás sino en la corte, de nobleza mundimapa, que esotro de mapamundi es hablilla muy usada.

ROQUE

¿En M a d r i d dices que estoy?

BEZÓN

Y no menos que en las tablas del más insigne teatro que ha ocasionado la fama, en poder de cobradores que están siempre como urracas, sin saber otro vocablo, diciéndonos: «paga, paga», y luego, para embestirte, detrás de la puerta aguardan tres autores campesinos, pues en sus nombres se hallan Prados, Robles y Romeros,

10

15

20

25

30

v. 11 visión: 'fantasma'; ver Loa con que empezó Lorenzo Hurtado, v. 67. Chiste fácil paronomástico con el nombre del actor. Para los actores ver apéndice de actores. v. 14 En PR: «Rperesantando». v. 29 paga: onomatopeya de la voz de la urraca; chiste semejante en La paga del Mundo, v. 47, con notas. v. 33 Prados, Robles y Romeros: ver apéndice de actores. Robles no es conocido como autor; hay dos actores llamados Bartolomé de Robles.Ver Bergman, 1965, p. 301.

LOA...

ROQUE

DE

FIGUEROA

319

y tras ellos diz que baja el rayo de la comedia,

35

el autor de más pujanza, Gran Turco, Andrés de la Vega, y Amarilis, Gran Sultana; el que pujando corrales se ha introducido en la danza

40

de arrendador, aunque yo no le arriendo la ganancia. ROQUE

¿ C ó m o puede ser, si he puesto carteles esta mañana por las calles de Alcalá,

45

y m i compañía estaba no ha media hora ensayando? BEZÓN

A u t o r dormilón, repara que aquí está tu compañía. Sale Arias.

v. 34 diz que baja: 'dicen que baja'; parodia expresiones de los corrillos de tertulias y mentideros en que se hablaba de si el Turco bajaba o no bajaba (si los ejércitos turcos emprendían ataques contra la Cristiandad o no). Este autor rival de Figueroa se presenta metafóricamente como el Sultán, enemigo de los cristianos. v. 37 Gran Turco: Andrés de la Vega estaba casado con María de Córdoba, Amarilis. Para estos apodos hiperbólicos señala Bergman (1965, p. 561) que no se ha ofrecido explicación satisfactoria. v. 38 Gran Sultana: Amarilis, actriz famosísima (ver apéndice de actores) fue celebrada por los versos de Quevedo Lope, Calderón, Castillo Solórzano... v. 41 arrendador, para este oficio de arrendador de Andrés de la Vega ver los datos que aporta Bergman, 1965, pp. 561-62. v. 42 no le arriendo la ganancia: frase hecha («Al que se cree tendrá daño», Correas, p. 354), aún viva. Sirve de título, por ejemplo, a uno de los autos sacramentales de Tirso de Molina. v. 44 carteles: las comedias se anunciaban con carteles pegados en la esquinas. Comp. Calderón, No hay burlas con el amor, w. 495-98: «¿Pues cómo he de conocer / libro, si es que eso has pedido, / si aun el cartel no he sabido / de una comedia leer?». Ver A. de la Granja, 1989, donde se citan otros muchos textos, como el del Guzmán de Alfarache apócrifo: «Una tarde con dos camaradas mías de buen gusto me iba a ver la farsa, leímos los carteles en una esquina...» (cit. por de la Granja, p. 95). Y sobre todo el documentado trabajo sobre los carteles de comedias del Siglo de Oro de Mercedes de los Reyes (1993), con detalles sobre tipos de letras, prácticas publicitarias, reglamentación, etc.

320

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

Este que miras ¿no es Arias,

50

de los versos nueva vida y de las acciones alma? Sale Lorenzo

Hurtado.

¿ N o es Lorenzo el que se sigue, parte de tanta importancia, que para hacer los segundos

55

sólo la humildad bastara? Sale

Pérez.

Este ¿no es Pérez, famoso por la voz y por la barba, excediéndose a sí mismo cuando representa o canta? Sale

60

Pernía.

¿ N o es Pernía este que sale, que representa, que baila que hace versos, que remedia, si sucede una desgracia, doce y diez y seis colunas

65

de la noche a la mañana? Sale Luis de Cisneros.

v. 52 alma: «viveza, espíritu y una cierta especie de aliento que da vigor y hace sobresalir lo que se dice y habla. Dícese con propiedad del orador que perora con energía y viveza, del músico que canta con espíritu y aire, del cómico que representa con afecto y gallardía, y acompaña con acciones propias lo que dice, y así de otros que animan con la expresión de lo accionado lo que la voz pronuncia, de los cuales se dice que peroran, cantan y representan con alma» (Aut). v. 54 parte: «Entre los comediantes es cualquiera de los papeles» (Aut). v. 55 segundos: segundos galanes. 'Por su calidad podría hacer primeros galanes, pero por humildad hace los segundos'. vv. 57-60 Pérez: «Puesto que de estos versos no queda claro si Pérez hacía los papeles de barba o simplemente llevaba barba, y todos los actores cantaban cuando hacía falta, la descripción no basta para adivinar cuál de los Pérez siguientes era el de la loa» (Bergman, 1965, p. 519); menciona a un Juan Pérez y un Juan Pérez de Tapia. v. 65 colunas: se entiende, que es capaz de escribir si hace falta todas estas columnas de versos.

LOA...

ROQUE

DE

FIGUEROA

321

Este ¿no es Cisneros, que hace segundos viejos, que andan aquí, como cartas de Indias, con las barbas duplicadas?

70

Salen Pedro de Contreras y el muchacho.

Este ¿no es Pedro Contreras con el muchacho, que canta, si no lo mejor del orbe de lo bueno que en él se halla? Sale Herrera, músico famoso.

¿ N o es Herrera este que viene, músico nuevo en las tablas, mas tan diestro, que se duda quién más la letra declara, o en la garganta la voz,

75

o la mano en la guitarra?

80

Sale Juan

López.

Este ¿no es el gran Juan López, el de las bellidas barbas, sobre quien ha echado el tiempo un mosqueadillo de canas? Sale Miguel

Jerónimo.

Este ¿no es M i g u e l Jerónimo, que tiene, si baila o danza, en las castañetas lengua, y en los pies ligeras alas?

85

Sale Isabel, la Velera.

w. 69-70 cartas de Indias: se enviaban duplicadas por los peligros de naufragio, que hacían perderse muchos mensajes. Comp. Salas Barbadillo, El buscaoficios, en Colección, I, p. 246: «tal vez las corcovas las traigo duplicadas, como cartas de Indias». v. 82 bellidas: 'hermosas, bellas', es epíteto que se aplica a las barbas del Cid, por ejemplo, en el Poema de mío Cid. Aquí es expresión paródica. v. 84 mosqueadillo: la metáfora parece remitir al sentido germanesco de mosquear las espaldas 'azotarlas el verdugo'; las canas semejan en la barba las marcas de los azotes en la espalda.

322

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

Aquesta ¿no es Isabel, que hace las primeras damas, alias la Velera, que sale encogida y turbada, temblando como si hubieran dádole algunas tercianas? Sale Ana

María.

¿La hija del Lapidario no es esta, que u n par de cartas trae de recomendación en los años y en la cara? Sale doña

95

Francisca.

¿ N o es esta doña Francisca, mujer de Lorenzo, dama, que no pierden sus papeles ni por brío n i por galas? Sale Ana

90

100

María.

Aquesta ¿no es la Bezona, que está con certeza tanta tocada a m i original, que tiene mis propias gracias? Pues no dudes de que estás en M a d r i d , y si no basta, sacaré al apuntador,

105

Sale el apuntador.

al que los carteles planta,

110

Sale con una pala.

al guardarropa, al que cobra, Salen el guardarropa y cobrador. v. 93 VJ: «tembando». v. 94 tercianas:fiebresque causan accesos de tres en tres días. Comp. Quiñones, Los muertos vivos, w. 197-98: «¿De qué murió, caballero? / —De tercianas. —Yo de hambre». v. 104 BF: «corteza».

LOA...

ROQUE

DE

FIGUEROA

323

y a todas las zarandajas Salen los mozos unos tras otros. que hay debajo del tablado, de criados, hato y arcas. Míralos qué temerosos

115

están, qué sin confianza de saber cuán poderosa está la parte contraria, que si ensalcé su humildad con algunas alabanzas,

120

más por animarlos fue, que porque en ellos se hallan. ¡Ea, R o q u e , dormitorio, ea, no temas! Levanta, que u n pasito de dormido

125

en cualquiera parte encaja. Pide perdón al senado, que yo, aunque no me lo mandas, me arrugo: quam mihi et vobis, risa aquí y después ganancia. Desaparece Bezón,

130

y despierta Roque.

v. 122 PR: «... en en ellos». v. 125 pasito de dormido: 'un lance en el que un personaje se duerme'; son muy frecuentes en las comedias, y se hacen fórmula repetida con muchas utilidades, por ejemplo representar el sueño de un personaje, como en La cisma de Ingalaterra de Calderón (donde se duerme el rey Enrique de Inglaterra y tiene un sueño premonitorio), o El vergonzoso en palacio de Tirso, con sueño fingido de la dama para poder hablar libremente a su galán..., etc. v. 129 me arrugo: 'me voy'; es voz germanesca. Comp. Quiñones, La maya, w. 218-19: «Picar, picar, / que el dinero se quiere arrugar»; id., La dueña, w. 13-14: «Hacia su puerta me arrugo, / que hay otro que ocupe el puesto»; quam mihi et vobis: parodia fórmulas del sermón en las que el predicador pedía 'aquí gracia y después gloria para los oyentes y él mismo'; comp. Quiñones, Los coches, en Entremeses, ed. Andrés, p. 71: «toda yo de belleza tan notoria / que soy el aquí gracia y después gloria». Ver Paravicino, Sermones cortesanos, p. 88: «Que si a los deseos solos de edificar templo promete Dios a David sucesión de gracia, a las obras de tal fábrica dará, como plegué a él, eternidades de gloria, quam mihi et vobis praes¬ tare, etc.».

324

ROQUE

QUIÑONES DE B E N A V E N T E

JOCOSERIA

Espera, ilusión, espera; aguarda, Bezón, aguarda. ¡Válgame Dios! ¿dónde estoy? mas ¿qué dudo, si en las alas de m i deseo he venido, M a d r i d , a besar tus plantas. Era tanto, corte insigne, lo que el venir deseaba, que aún pienso que estoy soñando gloria tal y dicha tanta. Amparad m i compañía, por su humildad tan preciada de vuestra, que sólo estriba en eso su confianza, que si alabándola quiso B e z ó n usar de su gracia, cuanto merecen es sueño, cuanto pueden, cuanto alcanzan; que sólo la voluntad de serviros no es soñada. Yo cuanto soy, cuanto valgo, con la vida, con el alma, a vuestras plantas ofrezco..., ¿qué es ofrezco a vuestras plantas?, en la tierra y polvo humilde donde vuestros pies se estampan, pondré m i boca m i l veces, corte ilustre, c o m ú n patria de todos los afligidos que humildes de vos se amparan. M a d r i d , ya estoy en m i centro, que en esta ausencia tan larga ¡qué trabajos no he pasado

135

140

145

150

155

160

v. 154VJ: «qué os...». v. 161 centro: en el lenguaje astronómico y físico es la zona que corresponde a cada elemento, el cual aspira con movimiento natural propio a ocupar el centro que le corresponde. Ver infra w. 138-40.

LOA...

ROQUE

DE

FIGUEROA

en la bolsa y en la fama, hasta venir a deciros (¡Dios guarde, amén, m i garganta!) que me habían ahorcado! Y ahora cuantos me hablan dicen que les debo llantos, responsos y misas de alma, pésames, avemarias, oraciones y plegarias. Y a todos pienso pagar (¡así mis deudas pagara, que yo estuviera en la iglesia rezando treinta semanas!). E n relación me ahorcaron; no fueron nuevas muy falsas; porque ¿qué más que ahorcado que un autor que está sin blanca? Sabios y críticos bancos, gradas bien intencionadas, piadosas barandillas, doctos desvanes del alma, aposentos, que callando sabéis suplir nuestras faltas, infantería española, porque ya es cosa muy rancia el llamaros mosqueteros, damas que en aquesa jaula nos dais con pitos y llaves

325

165

170

175

180

185

190

w. 181 y ss. Sabios y críticos bancos...: repaso a las distintas localidades de un corral, con su público correspondiente: los bancos, barandillas, desvanes de los doctos, aposentos de los más nobles, mosqueteros de pie en el patio... Ver Ruano y Alien, 1994 para todas estas zonas y distribución del público. v. 185 PR: «callaudo». v. 186 PR: «suplit». v. 191 pitos y llaves: las mujeres de la cazuela (zona enfrente del escenario, alta, donde se colocaban las mujeres, lo que jocosamente llama jaula el poeta en el verso anterior) muestran su juicio silbando con pitos y los canutos huecos de las llaves. Los silbos eran el terror de los comediantes. Ver infra v. 206 y la Loa con que empezó Lorenzo Hurtado, v. 70 y nota, con el texto allí aducido de Suárez de Figueroa.

326

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

por la tarde alboreada: a serviros he venido. Seis comedias estudiadas traigo, y tres por estudiar,

195

todas nuevas. Los que cantan letras y bailes famosos, aunque acá dicen que bailan a cuarenta, y que bailando corren toros, juegan cañas,

200

los que traigo son de a ocho, y si más gente os agrada, ¡vive Dios! que baile yo, porque de más importancia es hacer lo que mandáis

205

que los silbos que me aguardan. Entremeses también traigo, aunque hay pocos que los hagan, y el que más suele escribirlos anda mendigando gracias.

210

C o n amor vengo y sin fuerzas:

v. 192 alboreada: se llama también así la música o festejo con que se celebra el amanecer; aquí es irónico, porque las pitadas de las mujeres no son precisamente músicas de alboreada. Comp. Cervantes, Persiles, p. 213: «vino el día, cuya alborada fue regocijadísima, porque con nuevos y verdes ramos parecieron adornadas las barcas de los pescadores, sonaron los instrumentos con nuevos y alegres sones, alzaron las voces todos, con que se aumentó las alegría». v. 199 En PR: «bailrndo». Pondera la gran cantidad de danzantes que dicen que bailan en las compañías rivales que actúan en Madrid. v. 200 corren torosJuegan cañas: ponderación de la habilidad y boato de las compañías que tienen tan buenos danzantes que son capaces de correr toros y jugar cañas danzando. Los dos son juegos característicos de la época, que desempeñaban los nobles, a caballo. Lafiestasde toros eran una especie de rejoneo; las de cañas una especie de torneo en cuadrillas armadas de cañas. Ver supra El talego-niño, v. 31 y notas. v. 201 de a ocho: de ocho danzantes. v. 209 el que más suele escribirlos: el propio Quiñones de Benavente. En el verso siguiente Bergman ve una queja dolorida por creer que sus esfuerzos eran en balde y no se le reconocía bastante su obra (Bergman, 1965, p. 70).

LOA...

ROQUE

DE

FIGUEROA

327

perdonad yerros y faltas, que los hechos por amores perdón merecido alcanzan.

FIN

w. 212 y ss. yerros... por amores: paráfrasis de versos del Romancero, romance de Conde Claros, ver la Loa que representó Antonio de Prado, w. 201-2 con sus no-

tas. v. 214 VJ: «mereciendo». BF omite tras este verso la indicación «Fin».

ENTREMÉS LA

PUENTE

SEGOVIANA

CANTADO (PRIMERA

REPRESENTÓLE ANTONIO

PARTE)

DE PRADO

Interlocutores: L U I S A D E LA C R U Z .

ISABEL D E G Ó N G O R A .

JOSEFA L O B A C O .

L A NIÑA D E M A Z A N A .

MATOS.

FRUTOS.

L O R E N Z O DE P R A D O .

ARROYO.

LINARES.

DOROTEA.

M A R I A N A VACA, AUTORA.

Sale Luisa de la Cruz,

cantando, con la Puente Segoviana

puesta en la cabeza. LUISA

Y O soy una segoviana,

dama de tan luengo talle, que desde la Morería

Por la lista de actores debe de ser, según apunta Bergman (1965, p. 342), de 1633, 1634 ó 1635, igual que la segunda parte y la loa para Prado (de 1635, fecha más probable para las tres piezas). Interlocutores: PR: «los pha Lobaco». w. 3-4 Morería... ermita del Angel: zonas limítrofes de la Puente Segoviana: más referencias a esta puente madrileña en Herrero, 1963, pp. 40, 217, 226, 357, 393. Sobre la desproporción de la Puente Segoviana y el río dejaron referencias los poetas, por ejemplo, Lope en el soneto «Quítenme aqueste puente, que me mata, / señores regidores de la villa», o Góngora, «Duélete de esa puente, Manzanares; / mira que dice por ahí la gente / que no eres río para media puente, / y que ella es puente para muchos mares»; o «Enano sois de una puente / que pudiérais ser marido, / si al besalla en los tres ojos / la llegarais al tobillo» (cits. por Fradejas, 1992, pp. 79-80). Tirso de Molina en Don Gil de las calzas verdes, w.

330

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

JOCOSERIA

llego a la ermita del Ángel. A l río sirvo de puente,

5

mas no son leyes iguales, que él no me sirve de río ni puede darme u n alcance. Sale Josefa Lobaco, cantando, con la Puente Toledana puesta en la cabeza. JOSEFA

La Puente soy Toledana, que ciñendo a Manzanares,

10

para encubrir su flaqueza le sirvo de guardainfante. Cualquier gota de agua suya un ojo dicen que vale; para mí, que no los tengo,

15

es el precio intolerable.

1 y ss.: «Ya que a vista de Madrid / y en su Puente Segoviana, / olvidamos, doña Juana, / huertas de Valladolid... / ya que nos traen tus pesares / a que desta insigne puente / veas la humilde corriente / del enano Manzanares, / que por arenales rojos / corre, y se debe correr, / que en tal puente venga a ser / lágrima de tantos ojos», etc. v. 7 no me sirve de río: por la escasa agua del Manzanares, motivo de burlas innumerables en el Siglo de Oro.Ver Fradejas, 1992, pp. 49-110. Quevedo, PO, núm. 719, w. 1-2: «Manzanares, Manzanares, / arroyo aprendiz de río» y passim para otras burlas; Lope, Santiago el Verde: «Manzanares claro, / río pequeño, / por faltarle el agua / corre con fuego»; Tirso, Cigarrales de Toledo: «Manzanares soy tan pobre /que para pagar mi censo / una mohatra de agua / de la fuente tomar quiero»; Castillo Solórzano, Tiempo de regocijo: «Aquel átomo de río, / encogido y pasicorto, / almacén de tantas ranas / entre el cielo pecinoso, / aquel pobre vergonzante / con menos caudal que toldo...» (todos los últimos cits. por Fradejas, 1992, pp. 53-55). v. 9 Puente Toledana: otro de los grandes puentes madrileños. En el momento en que Quiñones saca esta puente a escena aún no estaba terminada.Ver Fradejas, 1992, p. 85. v. 12 guardainfante: ver notas al entremés del mismo título. Hay juego de palabras malicioso, ya que los guardainfantes servían, según los satíricos, para encubrir las «flaquezas» (debilidades, caídas en la tentación) de las mujeres que quedaban embarazadas. v. 13 PR y BF: «Cualquiera». La lectura que trae VJ es la correcta; enmendamos.

LA PUENTE

LUISA

SEGOVIANA

(PRIMERA

PARTE)

331

N O es moneda que corre Manzanarillos, pues que sólo de noche pasa por río.

JOSEFA

Y a traerá descubierta siempre su cara, que hoy los protorríos de río le arman.

LUISA

¿Adonde se juntan?

JOSEFA

Entre puente y puente.

LUISA

¿ D e qué agua se viste?

JOSEFA

D e la que trae siempre.

LUISA

¡Aparta!

JOSEFA

20

25

¡Aparta, aparta, aparta! ¡Afuera!

LUISA LAS 2

¡Afuera, afuera, afuera! Que a armar a Manzanares los ríos entran.

30

Despejen los coritos y toda lavandera de gallega persona,

w. 17-18 No es moneda que corre Manzanarillos...: como una moneda falsa (moneda que no corre, que no es aceptada, salvo de noche, cuando se ve mal) el Manzanares sólo es considerado río por la noche, cuando no se percibe su escasez de agua. v. 20 protorríos: 'ríos importantes'; neologismo burlesco, calcado sobre formas análogas como protonotario, protomédico... Quevedo en el Buscón aplica «protomiseria» a Cabra; en PO, núm. 625, v. 37 «protovieja»; núm. 734, v. 3 «protoviejas», etc. Estos ríos nobles van a armar de río (como se arman los caballeros) a Manzanares, para darle condición de río. w. 25 y ss. ¡Aparta!...: para estas parodias de fórmulas y textos romancísticos ver nota a v. 16 en el entremés La Muerte. w. 31 y ss. coritos... lavandera / de gallega persona: los coritos son los asturianos, que servían de aguadores y esportilleros en la España del Siglo de Oro. Comp. La picara Justina (cit. en Herrero, 1966, p. 237): «unos asturianos [...] les llaman coritos, porque en tiempos pasados su vestido y gala eran cueros; alguno dijo ser la causa otra»; Quiñones, La hechicera: «Quédense para picaros cuitados, / más andrajosos y despedazados / que corito en Madrid recién venido» (cits. por Herrero, pp. 238-39). Se asocian con las lavanderas del Manzanares en otros textos, como este de Castillo Solórzano: «Margenado Manzanares, / pareces plana de niño, / con manchas de lavanderas / y borrones de coritos» (cit. Herrero, 1966, p. 243). Para las mozas gallegas ver la misma obra de Herrero, pp. 209-13.

332

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

que a lo que jabona m i l ojos le da,

35

por aquí, por acá, por allá. Los paños acomoden, los puestos desocupen, el sol desembaracen, que los ríos que a otros hacen

40

van llegando ya por aquí, por acá, por allá. Matos, de gitano. MATOS

Yo soy el N i l o gitano.

LUISA

Y de familia tan grande, que sustenta siete bocas

45

sin que le socorra nadie. Sale Lorenzo con una torre o alcázar LORENZO JOSEFA

pintado.

E l Tajo soy caudaloso. Que

«¡agua va!» diciendo, sale;

pero es con arenas de oro: ninguna mujer se aparte.

50

v. 35 ojo: «Se llama también la mano que se da a la ropa con el jabón cuando se lava» (Aut). v. 36 por aquí...: evocación de fórmulas tradicionales.Ver Frenk, 1987, núm. 1525C: «Bullí, bullí, zambullí, / que si me gané, que si me perdí, / que si es, si no es, si no soy, si no fui, / por acá, por allá, por aquí, por allí»; Frenk, núm. 1486: «Por aquí, por aquí, por allí, / anda la niña en el toronjil, / por aquí, por allí, por acá, / anda la niña en el azahar». Semejantes ejemplos en Góngora, Lope, Calderón, o en La Puente Segoviana, 2, v. 42, etc. Evocan ritmos de baile siempre. v. 43 gitano: 'egipcio' (de «egiptiano»). v. 45 siete bocas: por las famosas siete bocas del Nilo. Comp. Quevedo, PO, núm. 137, w. 37 y ss.: «y el Nilo, a quien han dado, / teniendo hechos de mar nombre de río, / no sin invidia, viendo que ha guardado / su cabeza de yugo y señorío... el que por siete bocas derramado, / y de plata y cristal hidra espumante, / con siete cuellos hiere el mar sonante». v. 48 agua va: exclamación de aviso que gritaban las fregonas cuando echaban por las ventanas las inmundicias de la casa. Esto era permitido en Madrid por la noche a las once o doce según la estación. Comp. Quevedo, Hora, p. 108: «Con el pellejo en brazos se subió a una ventana y empezó a gritar, derramando el vino: —¡Agua va, que vacio! Y los que iban por la calle respondían: —Aguarda, fregona

LA PUENTE

Sale

SEGOVIANA

(PRIMERA

PARTE)

333

Linares.

LINARES

Y O soy Duero el bebedor.

LUISA

Mas de agua los brindis hace.

JOSEFA

Para castellano viejo

es una falta notable. Sale la autora

Mariana.

AUTORA

E l Jordán soy milagroso.

LUISA

Que mocedades esparce.

JOSEFA

¿Para qué, cuando está lleno

55

el mundo de mocedades? Sale Isabel de

Góngora.

ISABEL

Y O soy Darro el andaluz.

LUISA

Y río que dice y hace,

60

pues a la ciudad más fuerte como una granada parte.

de las uvas»; id., PO, núm. 745, w. 77-80: «Por lo espeso y por lo sucio / cabellera que se vacia, / melena de entre once y doce / con peligros de ventana»; núm. 771, w. 169-72: «Y deshecha en llanto, / como la que vacia, / echándose, dijo: / "Agua va", a las aguas»; Santos, Obras, p. 187: «Contando las horas estaban Juanillo y Onofre, a tiempo que un agua va de una fregona [...] los hizo detener con algún temor». En Quiñones, ver, entre otros textos, La maya, w. 180 y ss. v. 49 arenas de oro: es tópico. Comp. Quevedo, PO, núm. 292, w. 47 y ss.: «El rey de ríos, líquido monarca, / de sus arenas Midas cristalino... / Tajo»; id., núm. 319, w. 1-2: «Frena el corriente, oh Tajo retorcido, / tú, que llegas al mar rico y dorado»; Cervantes, Quijote, prólogo de la primera parte: «haced de modo como en vuestra historia se nombre el río Tajo, y veréisos luego con otra famosa anotación, poniendo: "El río Tajo fue así dicho por un rey de las Españas... y es opinión que tiene las arenas de oro"»; Garcilaso lo llama en el soneto XXIV «patrio, celebrado y rico Tajo», y Herrera, al comentar este pasaje de Garcilaso aduce textos de Jornandes y Juvenal sobre las arenas de oro del Tajo. Siendo de oro las mujeres no se apartarán para evitar el agua arrojada; es burla de la codicia y venalidad femenina, otro motivo tópico. v. 55 Jordán: se decía que los que se bañaban en sus aguas rejuvenecían, según hemos anotado en Loa que representó Antonio de Prado, n. w. 75-76. En Quiñones, Las dueñas, vv. 93-94: «Que esta noche es el Jordán, / y en él os remozaréis». v. 58 mocedades: en esta ocurrencia en el sentido 'calaveradas e insensateces propias de la mocedad'. Ver La paga del Mundo, v. 128 y nota. v. 59 En PR,VJ y BF el locutor «Isab. Gong.». Regularizamos.

334

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE J O Sale la hija de

NIÑA JOSEFA

COSERIA

Mazaría.

C o n perdón, yo soy Esgueva. «¡Fuera!» dije, no se manchen, que es río que aunque más crece,

65

nunca sale de pañales. TODOS

¿ D ó n d e está Manzanares? ¿ C ó m o no viene?

JOSEFA Y L U I S A

A l g o tiene en Agosto que le detiene. Sale Frutos, de río.

FRUTOS

Ya llego, aunque por m i mal no camino diligente;

70

que soy el menos corriente, con ser el más usual. NIÑA

D é b e l e de maltratar la gota.

FRUTOS

Es tan al revés, que con gota tengo pies,

75

y sin ella no hay andar.

v. 60 dice y hace: 'cumple lo que dice, es de fuerzas y valor'; hay varias frases proverbiales con estos vocablos para afirmar el valor y esfuerzo o para ironizar sobre el charlatán sin sustancia: «Decir y hacer. Advirtiendo al que habla mucho» (Correas, p. 556); «Digo y hago. En el juego» (Correas, p. 560), «Diciendo y haciendo. Que tan presto como se dice se haga» (Correas, p. 560). v. 62 como una granada: porque es la ciudad de Granada la que atraviesa el Darro. v. 63 Esgueva: río de Valladolid famoso por su suciedad (era la cloaca de la ciudad); por eso dice «Con perdón», frase usada para excusarse por mencionar alguna cosa inconveniente o demasiadamente sucia. Baste remitir a las décimas de Góngora «¿Qué lleva el señor Esgueva? / Yo os diré lo que lleva» (Obras completas, ed. Millé, núm. 121): «Lleva este río crecido / y llevará cada día / las cosas que por la vía / de la cámara han salido, / y cuanto se ha proveído / según leyes- de Digesto»...; o Quevedo, PO, núm. 826, w. 31-34: «Con Esgueva es vuestro enojo. / Nombre de sucio le dan, / siendo de puro galán / todos sus males de ojo». w. 67-68 ¿Dónde está Manzanares? ¿Cómo no viene?...: paráfrasis paródica de canciones tradicionales: Frenk, 1987, núm. 568A: «Aquel pastorcico, madre, / que no viene / algo tiene en el campo / que le duele», id., núm. 568B: «Tañen a la queda, / mi amor no viene, / algo tiene en el campo / que le detiene», etc. Hay muchas parodias que se verán mencionadas en la colección de Frenk.

LA PUENTE

SEGOVIANA

(PRIMERA

PARTE)

335

Quiere entrar el vino y no le dejan entrar. Saque unos cuerecillos atrás y adelante, y dice desde la puerta. ARROYO

¡ Y O tengo de entrar!

LAS 2

¡ N o tiene de entrar!

ARROYO

¡ S Í tengo de entrar!

FRUTOS

¿Qué

LAS 2

Es el vino que a darte su voto,

e s

e s t e

alboroto?

80

con todos los ríos se quiere hallar. TODOS

N O ha lugar.

LAS 2 FRUTOS

N o ha lugar. S Í ha lugar. Si las viñas le regamos, si las uvas le criamos,

85

si al nacer le baptizamos, y si al fin le acompañamos al medir y al envasar, ¿por qué no ha lugar? TODOS LAS 2

B i e n ha dicho: dejadle entrar.

90

¡Entre, entre! Entre el vino por una y por otra puente. Sale Arroyo.

ARROYO

Siempre riñen las puentes sobre m i entrada, como si m i dinero no me costara.

v. 76 acot. BF: « . . . unos cuerecillos y atrás...». w. 86 y ss. 5i al nacer le baptizamos...: motivo del aguado del vino, acusación tópica a los taberneros. Baste recordar a Quevedo, Sueños, p. 151: «un aguador que dijo había vendido agua fría, fue llevado con los taberneros»; p. 176: «resbalón que una lechigada de taberneros dio en las lágrimas que otros habían derramado [...] que por ser agua se les fueron los pies»; id., PO, núm. 651, w. 16-21: «Mandádose ha pregonar / que digan, midiendo cueros, / "agua va" los taberneros, / como mozas de fregar; / que dejen el bautizar / a los curas de Madrí».Ver Herrero, 1977, pp. 93-118; Chevalier, 1982, pp. 113-18. v. 92VJ lee: « . . . por una y otra puente».

336

LAS 2 ARROYO

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

JOCOSERIA

¿Qué dinero, si a veces, no siendo fraile, dice que es presentado, y entra de balde?

95

¿Por qué niegan la puerta, ríos valientes,

a quien es tan río como vuestedes? TODOS

¿En qué lo veremos, señor hidalgo?

ARROYO

Si no lo creyeren, pruébenme en algo.

FRUTOS

¿En qué le probaremos?

TODOS

Probémosle en los cueros.

100

Beben los ríos de los cueros.

ARROYO

¿Qué mucho que se anegue el vino,

si a cada cuero le cabe un río? NIÑA

Todo fiel aquí le socorra,

105

pues que le ven con el agua a la boca. JOSEFA

Ármenle ya a Manzanares,

que muere por ser ya río. LUISA

Sea

el N i l o el que le arme,

y el que le apadrine el vino, pues en todas las cosas son parecidos. FRUTOS

110

N O puede faltarme el agua,

siendo vos della tan rico. MATOS

Estas dos hermosas puentes

por espada y daga os ciño, para que de sed mate al más amigo. LAS 2

115

Pues nosotras le calzamos por espuelas dos banquillos. Pénenle

dos banquillos en los pies.

v. 96 presentado: juego dilógico entre los sentidos 'regalado' y «Título que se da en algunas religiones al teólogo que ha seguido su carrera y acabadas sus lecturas está esperando el grado de maestro» (Aut). v. 99 ¿En qué lo veremos?: remite a una cancioncilla de juego de niños: Frenk, 1987, núm. 2123B:«—¿Tu padre fue a moros? / —Sí. / —¿Matólos todos? / —Sí. / —¿Tuvo miedo? / —No. / —¿En qué lo veremos?». v. 100 VJ, BF: «creyeron». v. 106 con el agua a la boca: «Frase con que se da a entender que uno está en gran peligro, desconsuelo o aflicción» (Aut). Aplicación jocosa literal.

LA PUENTE

FRUTOS

SEGOVIANA

(PRIMERA

PARTE)

¿Qué es dos? N o me harán correr m i l acicates moriscos.

LAS 2 NIÑA

337

120

Otras vayas mayores no le han corrido. La ropa os dará los golpes, porque diga el romancillo: «Dándose estaba la ropa de las astas con el

río».

LAS 2

Pocos golpes le bastan para sencillo.

JOSEFA

Decíales Manzanares:

125

«Pasito, mozas, pasito; que de m i agua las cerrajas tienen muy blando el pestillo». DOROTEA

Manzanares humilde, ¿queréis ser río?

FRUTOS

Sí quisiera, si el agua me presta el vino.

JOSEFA

Que

ARROYO

¿Qué haré luego yo?

LUISA

Seco estáis, buen Manzanares.

FRUTOS

¿ C ó m o he de estar si no bebo?

130

préstale el agua don vinó.

135

v. 120 acicates: especie de espuelas. v. 121 vayas: dar vaya es burlarse de alguien con gran griterío y voces; corrido: 'avergonzado'. Comp. Estebanillo, I, p. 251: «Halléme corrido y avergonzado, cuando entré y atravesé sus espaciosas calles, de la vaya que me daban»; Quevedo, PO, núms. 429, w. 57-58: «Vaya dan a las beldades / las edades fugitivas»; 755, w. 1-4: «Antiyer se dieron vaya / las flores y las legumbres, / sobre: "Váyanse a las ollas", / sobre: "Píntense de embustes"»; Quiñones, Juego del hombre, en Colección, II, p. 730: «Perder con ganso es lo que más me abrasa... / y tras ello una vaya que me quema»; id., Don Satisfecho, el moño y la cabellera, en Madroñal, 1996, p. 284: «—Que la vaya le demos. / —Démosle vaya». v. 122 los golpes: los golpes dados con la espada sobre el hombro, para armar caballero a alguien. Todo este pasaje parodia la ceremonia de armar caballero. w. 124-25 Dándose estaba la ropa...: imitación del romance «Dándose estaba Lucrecia / de las astas con Tarquino»: ver Loa que representó Antonio de Prado, w. 251-52 y nota. w. 129-30 agua de cerrajas: dilogía entre el sentido de la frase hecha («Agua de cerrajas. Por cosa de poco momento; todo es o fue, agua de cerrajas», Correas, p. 526), y el de 'cerrojos', que son los que tienen pestillos. v. 133 vinó: desplazamiento acentual frecuente en fragmentos cantados.

338

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

NIÑA

Dadle vos una vez de agua.

ARROYO

N u n c a doy lo que pretendo.

JOSEFA

Pues pedidla a tantos ríos.

FRUTOS

V i v e n de m i casa lejos.

LUISA

Socorredle por vecino.

ARROYO

¿Qué vecino hizo algo bueno?

JOSEFA

Que

FRUTOS

¿Qué haré yo luego?

TODOS

E l decir que se mezclan el vino y agua

140

préstale el agua don vino.

145

por chanza se canta; mas ¡pluguiera a Cristo que fuera chanza! Repiten.

FIN

v. 137 una vez: la cantidad que se bebe de un golpe (Aut). v. 143 VJ: «prestadle». v. 144 En este verso cambia el esquema del 134. Puede ser que juegue con la variedad, o que una de las dos formas sea la buena y la otra una modificación del cajista. De suceder esto último, la más probablemente original sería esta del verso 144, que implica un desplazamiento acentual juguetón como en los versos 133 y el 143. v. 147 Todos los testimonios, salvo BF, omiten la indicación «Fin».

TURRADA

ENTREMÉS FAMOSO DE

REPRESENTÓLE BARTOLOMÉ R O M E R O

Interlocutores: LUCÍA.

REGIDOR.

TURRADA.

MÚSICOS.

ALCALDE.

Salen Lucía y Turrada.

LUCÍA

Vaya vusted con Dios, señor Turrada,

que ya nuestra amistad está acabada. TURRADA

Pues todo nuestro amor...

LUCÍA

Aquí hizo punto:

no se me ponga ya caridifunto ni me haga ajigolios y ademanes, con la boca caireles n i desvanes, lagrimita de enredo con los ojos. TURRADA

¿Por qué tantos enojos,

Lucía de m i vida? ¿Por qué tan repentina despedida? Sépalo yo de ti, ya que me aparto.

10

Pieza posterior a 1626, cuando empezó Romero de autor (Bergman, 1965, p. 362). v. 1 Turrada: es nombre jocoso, 'tostada'. VJ: «vuested». v. 3 hizo punto: «Hacer punto. Frase que vale acabar, concluir o fenecer alguna especie. Dícese frecuentemente del que habla mucho que no hace punto» (Aut). v. 5 ajigolios: es un tipo de salsa; metafóricamente aquí 'aspavientos', v. 6 caireles: flecos, y aquí metafóricamente 'visajes'.

340

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

LUCÍA

Y O lo diré: porque no tiene u n cuarto, y de dos meses pasa que no se pone olla en esta casa, teniendo, si este tiempo no se muda, 15 el hambre cierta y la comida en duda. Viniendo por dineros m i casero y hallando a vuested siempre, y no al dinero, matándome dos veces cada día este su amor fiambre, 20 una de celos, rey, y otra de hambre, vuesasted n i lo busca n i lo tiene, ni sabe irse cuando a verme viene, escuchando, acechando, maliciando, si estoy triste, qué mal me ha sucedido; 25 si alegre, que alguien me ha favorecido; si me toco, que ha sido con cuidado; si no me toco, que me lo han mandado; si, algo enfadada, recio quiero hablalle que lo hago porque lo oigan en la calle; 30 si suena en la cocina algún ruido, dice que está el galán allí escondido; si llega u n pobre y pide una limosna vota a Cristo que viene disfrazado y que me quiere dar algún recado; 35 si salgo u n cuarto de hora, que me tardo, y si no salgo, que visita aguardo; si tosí, si reí, si di u n bostezo, si estornudé, si hablé, si alcé la mano, si no avisando me acosté temprano, 40 si me enojo, que hablo con imperio, y si callo, que tiene algún misterio, de suerte que de todo en esta vida cuida vusted, si no es de la comida.

TURRADA

Pues ¿y m i amor, deseos y cuidado?

45

139. v. 27 toco: tocarse, componerse, especialmente el cabello. Ver El murmurador, v. v. 44 VJ: «vuested».

E N T R E M É S FAMOSO DE

LUCÍA

TURRADA

341

Ahí se están, que no los he gastado:

lléveselos vusted. TURRADA

O y e , inhumana,

y estímalos en más. LUCÍA

D e buena gana.

Acabe vuesasted con la criada, cuando la cuenta haga, que u n pedazo de amor tome por paga, y que en llegando el tercio, el escudero un cuidado reciba por dinero, y que en la plaza den, que no lo creo, una ijada de atún por u n deseo, que este el dinero es que a mí me ha dado, que como amor, deseos y cuidado sean moneda corriente, le prometo estimar eternamente. A reveder, galán. TURRADA

LUCÍA

¿ D ó n d e vas,

fiera?

50

55

60

A buscar quien me quiera,

y siquiera me dé unas aceitunas. TURRADA LUCÍA

Harto te quiero yo. Y O a ti en ayunas,

que por eso me aparto, porque en ayunas yo, me quieres harto.

65

Hace que se va y vuelve.

v. 47 VJ: «vuested». w. 49-51 Acabe vuesasted con la criada...: 'consiga que la criada le admita en pago un pedazo de amor'; acabar. «Significa también conseguir, obtener y alcanzar» (Aut). v. 55 ijada: la parte más apreciada del atún. Comp. El abadejillo, w. 101-4: «¡Oh!, ¡bien haya el atún, que nunca falta!, / antes por agradable, en cierto modo, / para venderse se hace ijadas todo, / y sin perderse nada, / todo se vende, y todo es de la ijada». v. 60 a reveder. 'hasta más ver'; italianismo jocoso. Comp. Quiñones, El enamoradizo, en Colección, II, p. 630: «Óyeme, amigo, a reveder, que es tarde»; Estebanillo, II, p. 376: «A reveder en el valle, / pues ya mi merced se afufa». v. 65 harto: antanaclasis con el sentido ahora de 'ahito, bien comido'.

342

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

TURRADA

N o te vayas, que yo prometo darte...

LUCÍA

¿Qué me darás?, que huelgo de escucharte.

TURRADA

Daréte celos. ¡Qué ligera vienes!

LUCÍA

Sólo eso puedes dar, que es lo que tienes. Vase Lucía; queda Turrada muy pensativo al lado del tablado, y sale el Alcalde dando voces.

ALCALDE

Mentís como mal cristiano, que yo so u n alcalde cuerdo, y en enviallos a misa muy rijosamente he hecho. ¿ N o les basta su desdicha de estar todo el año presos, sin que se queden sin misa?

70

75

Sale el Regidor. REGIDOR

¿Qué es esto, alcalde, qué es esto?

ALCALDE

E l escribano, que acaba de decirme que so u n necio.

REGIDOR

¿Por qué, alcalde?

ALCALDE

Porque quiere; ¿no basta? ¡Donoso cuento! Pues ¿no hay más de porque quiere?

REGIDOR

ALCALDE

Pues vení acá, majadero: si el escribano lo quiere, ¿tendrá lo dicho remedio? C o m o es fiesta, entré en la cárcel, y agarrándome los presos, dieron voces: «¡Misa, misa!».

80

85

v. 68 PR, BF y VJ: «Daráte». Enmendamos la lectura que creemos mala de la príncipe y resto de testimonios. v. 73 rijosamente: como en otros casos de personajes rústicos, trabuca las palabras. Rijosamente es 'lujuriosamente'. Debe de querer decir 'religiosamente'. VJ: «rigorosamente». v. 77 VJ: « . . . alcalde, qué es este». v. 86 PR, BF: «en cárcel». Lo exige el cómputo silábico; enmendamos.

E N T R E M É S FAMOSO DE

TURRADA

Yo respondí: « N o la tengo, que en el lugar no hay más de una; pero el sacristán Berrueco vendrá y les dirá tinieblas». Respondieron: « N o queremos; déjenos ir a oír misa, que luego nos volveremos;

343

90

95

que también somos cristianos los presos como los sueltos». Yo dije entonces: «Pues vayan; oigan misa y vuelvan luego». Y abriendo de par en par

100

las puertas, todos los suelto, sin dejar tan sola una alma. REGIDOR

Jesús! ¿Pues eso habéis hecho?

ALCALDE

Pues ¿qué queréis, si acosado de tanta gente y estruendo,

105

carga de pan parecía? REGIDOR

Y O voy a poner remedio. Vase, y llega Turrada.

TURRADA

¡Alcalde de mis entrañas,

de m i alma y de m i cuerpo! ALCALDE

¿Acabóse ya la misa?

TURRADA

¡Alcalde lindo!

ALCALDE

¿SOS

110

preso?

TURRADA

Soy preso de tus amores.

ALCALDE

¡Hola! ¿venís hecho un cuero?

v. 92 tinieblas: el oficio de tinieblas, maitines que se hacen los tres últimos días de la Semana Santa. v. 102 VJ: «un alma». v. 104 En PR: «Pnes». Corregimos la errata. v. 105 En PR: «de tan gente, y estruendo». Corregimos la lectura corrompida que convierte al verso en un heptasílabo. v. 111 BF: «Soys». v. 113 cuero: 'borracho'. Ver La dueña, v. 79: «—Es un cuero. —No lo bebo».

344

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

Vase retirando el Alcalde, y Turrada tras él. TURRADA ALCALDE

¡Mi vida! Mas ¡arre allá!

TURRADA

¡Mi descanso, m i sosiego!

ALCALDE

¡Mi diablo, m i Bercebú!

TURRADA

¡Socórreme!

ALCALDE TURRADA

C o n u n leño. ¡ D a m e una mano!

ALCALDE TURRADA

D e azotes. ¡Favoréceme!

ALCALDE TURRADA

A l herrero... ¡Apropíncuate!

ALCALDE TURRADA ALCALDE TURRADA ALCALDE

115

¡Arre, rucio!

120

Pues óyeme. Desde lejos. Y O te quiero. Y O no a t i .

TURRADA

Para, que vamos derechos...

ALCALDE

A la Puerta de Alcalá.

v. 117 VJ: «socorrerme». v. 118 mano de azotes: 'paliza'. Comp. Quijote, I, 44: «le comenzaron a dar tal mano, que el pobre ventero tuvo necesidad de dar voces y pedir socorro» y Quiñones, Los muertos vivos, w. 26-27: «—Has de darme la mano... / —Si la quiere de azotes, tome, hermano». Este pasaje de Los muertos vivos se parece mucho al del entremés de Turrada. v. 119 Al herrero: 'váyase de aquí'; alude al refrancillo «Al herrero, que echa chispas», favorito de Quiñones; ver Jácara que se cantó en la compañía de Olmedo, v. 60 y notas. v. 120 Apropíncuate: 'acércate'; es latinismo burlesco (de prope 'cerca'). Es uno de los que caracterizan, por ejemplo, el habla cultilatiniparla de Beatriz en No hay burlas con el amor de Calderón, w. 505-10: «Detente, / no te apropincues a mí, / que empañarás el candor / de mi castísimo vulto, / y profanarás el culto / de las aras de mi honor». v. 124 Puerta de Alcalá: a veces se hacían allí celebraciones, como entradas solemnes de grandes personajes, etc. Ahora se refiere a un ajusticiamiento en la ho-

E N T R E M É S FAMOSO DE

TURRADA

TURRADA

Escuchadme, que no es eso.

ALCALDE

Pues si no es, lo parece.

TURRADA

Y O estoy...

ALCALDE

D e celos,

y quisiérame vengar, si vos, como compañero y m i amigo, prometéis de ayudarme. ALCALDE

130

S Í prometo.

Pues vestido de mujer,

a cierta dama que tengo hemos de dar u n picón hablando a su puerta recio, pues es de noche y obscuro. ALCALDE

Pues vestios y vamos luego.

TURRADA

V O S OS habéis de vestir.

ALCALDE

125

Borracho.

TURRADA

TURRADA

345

135

¡Valga el diabro el majadero!

¿La josticia de mujer?

140

Dale con la vara.

TURRADA

Teneos, alcalde, teneos;

que yo os daré, si lo hacéis, vino y salchichón flamenco, capón de leche y gazapo.

güera, castigo dado a los sodomitas en la época, y espectáculo público. El pecado nefando, como se denominaba, se pagaba con la condena de ser quemado en la Puerta de Alcalá, motivo sobre el cual el propio Juan Rana bromeará en otros entremeses, como el de Pipote. «—Mi señor, ¿es esto requebrarme? [...] Busca estas sabandijas, / y a mí déjame ir y no me aflijas / que hay puerta de Alcalá, por Dios eterno» (Colección, II, p. 714). Serralta (1990, pp. 83-90) aporta otros equívocos similares en diferentes entremesistas. v. 134 dar un picón: 'dar celos', ver Guardainfante, 2, w. 81-82 y notas. v. 144 capón de leche: capón criado con sopas de leche; bocado exquisito. Comp. Buscón, p. 161: «aquellos fraile de leche como capones».

346

ALCALDE

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

Parece que me enternezco.

145

Y ¿darásme pan también? TURRADA

Y pan también.

ALCALDE

Esto es hecho.

H á g o m e mujer, y sirva de manto m i ferreruelo. Pórtesele en la cabeza.

¿Estó bonito? TURRADO

Extremado.

ALCALDE

M o z a gallega parezco.

TURRADA

Ya hemos llegado a la casa,

150

venid, alcalde. ALCALDE

Por cierto,

que después que so mujer, dos m i l tentaciones tengo de engañaros, y pedir colación a todo el puebro. TURRADA

Empecemos nuestro engaño.

ALCALDE

¡Hola!, resquebrá con tiento,

que so muy recién mujer y no estó ducha a resquiebras. TURRADA

160

¿ Y O a Lucía? Habla

de mujer.

ALCALDE

E l a Lucía. Escucha

LUCÍA

155

Lucía.

Lucía dicen; ¿qué es esto?

v. 146 En la príncipe (y resto de testimonios) «daresme», que creemos errata. v. 146 Esto es hecho: probablemente haya que ver asociaciones jocosas a partir de la frase hecha «Esto es hecho, venga mi hato. Acababan de darle doscientos azotes» (Correas, p. 214). v. 149 manto, ferreruelo: se pone el ferreruelo (especie de capa corta, vestimenta de hombre) a modo de manto (vestimenta de mujer).

TURRADA

E N T R E M É S FAMOSO DE

TURRADA

Lucía, m i bien, es fea, y tú eres u n ángel bello.

ALCALDE

347

165

¡Hola! ¿Decíslo de veras? Descúbrese.

TURRADA

Que no, alcalde.

ALCALDE

¿Cierto?

TURRADA ALCALDE

Cierto. N O me engañe. Cúbrese.

TURRADA

Esto es verdad. Desenójate.

ALCALDE TURRADA

N O chero. Plegué a Dios, si no te adoro,

170

que u n suspiro de Alaejos y u n susto de Algarrobillas... ALCALDE

Juro a Cristo que lo creo. Descúbrese.

TURRADA LUCÍA

¡Quedo, que me destruís! ¿ C ó m o es esto? Bueno, bueno;

175

deste hombre no hacía caso, y ya me muero de celos.

v. 169 chero: 'quiero'; imitación de la pronunciación afectada de las damiselas melindrosas; es rasgo de infantilismo por coquetería. Comp. Quiñones, Las burlas de Isabel, en Entremeses, ed. Andrés, p. 214: «Apártese, que no chero» (la nota de Andrés está errada: no hay que relacionarlo con ningún vocablo portugués ni es errata); Guzmán, p. 130: «Bien sabía la vejezuela todo el cuento, y era de las que decían: no chero, no sabo»; con la nota de Rico, en que aduce otros textos de Quevedo, Suárez de Figueroa y Góngora. En el mismo verso VJ lee: «Desenojerte». v. 171 suspiro de Alaejos: 'un trago de vino de Alaejos', muy famoso. Comp. Quevedo, PO, núm. 773, w. 197-200: «Los paños franceses / no abrigan lo medio / que una santa bota / de lo de Alaejos». v. 172 susto de Algarrobillas-Zuna loncha de jamón de Algarrobillas', igualmente famosos. Ver La paga del Mundo, v. 100 y Jácara que se cantó en la compañía de Olmedo, v. 140, con sus notas.

348

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

Llega.

Picaro desvergonzado, esto ha sido muy mal hecho. ¿Quién es esta? TURRADA

Es una moza que no me pide dineros.

LUCÍA

Pues ¿qué le pide?

180

U n menudo,

ALCALDE En

tiple.

y que nos le merendemos. LUCÍA

Descúbrase. Estése queda.

ALCALDE LUCÍA

Aparte el manto. N o puedo.

ALCALDE LUCÍA

¿Por qué?

ALCALDE

Porque no le traigo, que vine con serenero.

LUCÍA

Pues yo la serenaré, picañota.

185

Descúbrele. ALCALDE

LUCÍA

¡Aquí del puebro, que matan a la josticia! ¡Aquí del R e y !

190

¿ C ó m o es esto? ¿Hembra y con barbas? ¡A fe que es sazonado embeleco!

v. 181 VJ: «diniros». v. 182 menudo: vientre, manos y sangre de las reses. Es comida muy grosera, de fuerte impronta carnavalesca, propia de este ambiente entremesil. v. 187 serenero: «La cubierta de la cabeza, que sirve para defensa del sereno ['humedad nocturna']» (Aut). v. 189 acot.VJ: «Descúbrese». v. 191 BF como locutor: «Tuz.».

E N T R E M É S FAMOSO DE

ALCALDE

TURRADA

LUCÍA

ALCALDE

TURRADA

Soy hembra de regadío, y por no tener espejo me puse tan bajo el m o ñ o . Lucía, por darte celos y ver lo que me querías, aquesta invención he hecho; mas ya satisfecho estoy.

349

195

200

Oye, no muy satisfecho, porque en sabiendo que era lo de la mujer enredo, se enfrió como de antes el cuerpo y el alma. ¡Muermo!

LUCÍA

Esto somos las mujeres: en queriendo no queremos. Mas en fe que te has de ir, daré u n suspiro.

ALCALDE

E l postrero, mas yo lo remediaré.

LUCÍA

Y ¿qué ha de ser el remedio?

ALCALDE

Llevarlos presos a entrambos.

LUCÍA

Tu misericordia impetro.

TURRADA

Tu misericordia imploro.

ALCALDE

N o importa que llore Pedro, que a la cárcel habéis de ir.

LUCÍA

¡Músicos de m i colegio, cantando se lo pedid!

205

210

215

v. 194 de regadío: no vemos el chiste. v. 205 Muermo: «Enfermedad que da a las bestias, procedida de reúmas que caen del celebro al pecho, y causan tos, falta de respiración y otros accidentes, parecidos a los que padecen las personas que tienen romadizo o catarro» (Aut). Interpreta chistosamente el enfriamiento del que acaba de hablar Lucía como la enfermedad del muermo. v. 215 No importa que llore Pedro: no importa que se quejen'; lo interpretamos como frasecilla alusiva al lloro de San Pedro en la Pasión de Cristo al negar a su Maestro.

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

350

TURRADA

JOCOSERIA

¡Músicos de m i aposento,

pedidle por mí cantando! Músicos

220

Que nos place.

ALCALDE

¿Otra tenemos? Cantan músicos a dos coros, y el Alcalde en medio vuelve a una parte y a otra.

CORO IO MÚS.

N O los lleves a la cárcel;

ablándate, Faraón... CORO 2

o

... que siempre están disculpados

los que yerran por amor. CORO IO

¡Ea, no haya más, alcalde!

C O R O 2o

¡Ea, alcalde, suéltelos!

CORO IO

Vayan en paz los amantes.

CORO 2

Echeles su bendición.

ALCALDE

o

Canta. A l m a de auto parezco,

225

230

que, metido entre los dos, de u n lado me tira el lobo, y del otro el B u e n Pastor. LUCÍA

Reverencia os hace el alma,

alcaldito de primor. ALCALDE

235

Haced que me la haga el cuerpo

para que la vea yo. LUCÍA

Sólo a vos he de querer,

que os he cobrado afición. v. 221 acot.VJ: « . . . a una parte y otra». w. 224-25 . . . que siempre están disculpados...', ver Loa que representó Antonio de Prado, w. 201-2 y nota. v. 233 VJ: «el Buen el Pastor». w. 234-35 Reverencia os hace el alma...: parodia un poema conocido que está copiado en el cartapacio de Pedro Lemos, por ejemplo. Ver Labrador y Di Franco, 1993, p. 265. Se parodia en la comedia burlesca anónima de El comendador de Ocaña, vv. 167-68: «Reverencia os hace el alma, / dueño de mi pensamiento» y en Quevedo, PO, núm. 870, w. 73-74: «Reverencia os hace el alma, / ver que reverencia os hago»; etc. Ver el comienzo de la Loa con que empezó Tomás Fernández. No apuramos el autor.

E N T R E M É S FAMOSO DE

TURRADA

ALCALDE

Si es verdad lo que decís, malas pascuas os dé Dios.

LUCÍA

Celos me anda pidiendo siempre m i amante.

ALCALDE

Dale lo que te pide, pues es tan fácil.

LUCÍA

Si en M a d r i d se pusiera tienda de celos...

ALCALDE

C o m o hay prisa de todo, la hubiera dellos.

351

240

245

FIN

v. 241 malas pascuas os dé Dios: maldición proverbial. v. 245 prisa: 'gran demanda'; «Se llama también el concurso grande al despacho de alguna cosa, y así se dice, había gran priesa al pan» (Aut, s. v. priessa).V]: «... de todos...». BF omite la indicación «Fin».

LA

ENTREMÉS

C A N T A D O

SEGOVIANA

(SEGUNDA

PUENTE

REPRESENTÓLE

PARTE)

P R A D O

Interlocutores: LUISA DE LA C R U Z .

ISABEL D E G Ó N G O R A .

JOSEFA L O B A C O .

L A NIÑA D E M A Z A N A .

MATOS.

ARROYO.

L O R E N Z O DE PRADO.

FRUTOS.

LINARES.

DOROTEA.

L A AUTORA M A R I A N A .

MÚSICOS.

Sale Luisa

de la Cruz,

cantando, con un lagar encima de

la cabeza. LUISA

Y O soy el lagar, señores,

de las uvas el contraste, la primer cuna del vino «La segunda parte guarda la misma relación a la primera que la imagen reflejada en un espejo al original. Corresponden puntualmente el esquema métrico, los interlocutores y el orden en que hablan, y en gran parte componen los versos las mismas palabras vueltas al revés para modificar el significado. Este virtuosismo perdería su efecto a no representarse las dos partes una después de otra, sin duda en los dos descansos de una misma representación» (Bergman, 1965, p. 342). Acot. inicial: BF: «... lugar...». v. 1 VJ y BF: «lugar». v. 2 contraste: «Oficio público erigido en las principales villas y ciudades para pesar las monedas de oro y plata que unas personas hubieren de dar en pago a otras, y juntamente reconocer el peso y quilates del oro, plata y piedras preciosas, para apreciarlas y darles su justo valor» (Aut); es decir 'soy el que examina la pureza del vino'. Habla como alegoría de un lagar (lo que expresa visualmente por el objeto simbólico que lleva encima de la cabeza: ver acot.).

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

354

JOCOSERIA

y el solar de su linaje. Sírvole de pasadizo

5

para que a las cubas pase, y él sirve de que me pisen los que más merced me hacen. Sale Josefa con una cubeta en la cabeza. JOSEFA

D o ñ a C u b a soy, señores, que en lo hinchado y arrogante

10

doy a entender que soy algo, y suelo ser un vinagre. Críase en m i casa el vino, pero con muchos achaques, porque como una doncella

15

come yeso sin hartarse. LUISA

Es el vino de zupia vino de anillo, pues que sólo en el nombre pasa por vino.

JOSEFA

Ya tendrá como todos nombre y ganancia, que hoy los protovinos de vino le arman.

20

v. 12 vinagre: «el sujeto de genio áspero y desapacible» (Aut). Dilogía. v. 16 come yeso: práctica, como la del comer barro, que provoca desarreglos en las aficionadas a ello. Ver La paga del mundo, w. 99-100. El yeso se emplea en el proceso de fabricación del vino. Ver Herrera, Obra de agricultura, p. 90: «El yeso hace que el vino no se dañe echándolo al cocer en ello y hácelo claro; y si el vino es de poca fuerza échenle mayor medida que si fuese recio; mas el yeso daña mucho el cuerpo». v. 17 zupia: «El vino revuelto, que tiene mal color y gusto» (Aut); comp. Quevedo, PO, núms. 817, vv. 5-8: «De cuba rana vinosa, / liendre del tufo más fino, / y de la miel del tocino / abeja, zupia mosquito»; 858, vv. 29-32: «Zamborondón, que de zupia / enlazaba el capacete, / armado de tinto en blanco / con malla de cepa el vientre»; vino de anillo: parodia la expresión «obispo de anillo», inpartibus infidelium, obispo nominal, sin jurisdicción en diócesis real. Comp. otras expresions semejantes: Quevedo, PO, núm. 841, w. 64-66: «Sacerdote de anillo, / de cuantas veces truecas la comida, / trueca una vez la bufa, otra la vida»; Castillo Solórzano, Las harpías en Madrid, p. 151, a una chata: «Naricilis, tan infante / que aun no eres nariz de anillo»; Maluenda, en Arellano, 1987, p. 111: «Huye siempre de doncellas, / porque hay algunas de anillo / y te harán pagar a ti / aquello que no has comido»... En suma, es vino falso, que sólo tiene el nombre. v. 18 pasa: como la moneda; ver para esta expresión La Puente Segoviana, 1, vv. 17-18 y Loa con que empezó

Lorenzo Hurtado, w. 55-56.

LA PUENTE

SEGOVIANA

(SEGUNDA

LUISA

¿Adonde han de verse?

JOSEFA

Entre cuba y cuba.

LUISA

¿De qué se compone?

JOSEFA

D e yeso y de uvas.

LUISA

¡Aparta!

JOSEFA

¡Aparta, aparta, aparta! ¡Afuera!

LUISA

¡Afuera, afuera, afuera!

LAS 2

Que a armar al vino zupia los vinos entran.

PARTE)

25

LUISA

Despejen los porteros...

JOSEFA

... a toda tabernera...

LAS 2

... de abultada y gallega persona, que el vino jabona y la espuma nos da. Da.

LUISA

355

JOSEFA

Por aquí, por allí, por acá, por allá, los vasos acomoden.

LUISA

Los jarros desocupen.

JOSEFA

Los vinos desembracen.

LUISA

Que los vinos que otros hacen, van viniendo ya.

30

35

40

Repiten. JOSEFA

Por aquí, por allí, por acá, por allá, los vasos acomoden.

v. 20 protovinos: como los protorríos de la primera parte; la estructura, como

apunta Bergman, es la misma en las dos piezas. Ahorraremos las notas que ya hemos puesto en la primera parte de este entremés. w. 25 y ss. ¡Aparta!...:

ver La Puente Segoviana, 1, w. 25 y ss.

v. 31 BF: «Despeguen». v. 33 En PR: «Galleaga». v. 36 Por aquí, por allí, por acá, por allá: ver La Puente Segoviana, 1, v. 36.

v. 39 VJ: «desemboracen».

356

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

MATOS

De valiente. Torrente soy valenciano.

LUISA

N O haga pruebas c o n él nadie,

45

porque tiene tantas fuerzas, que derribará u n gigante. LORENZO

De griego. Vmo

JOSEFA

N i n g ú n hombre con él trate,

greco soy precioso.

que hace que le hablen en griego

50

y le duerman en romance. LINARES

A l m o n a c i d soy clarete.

LUISA

¿ M o n a y C i d por qué os llamaseis?

JOSEFA

Porque al C i d hará una mona, si con él quiere burlarse.

AUTORA

Y O soy el vino verdea.

LUISA

Que no hay pecho que no dañe.

JOSEFA

Y halla bebedores cultos

55

que por el nombre le aplauden. De

valiente.

ISABEL

Lucena soy andaluz.

LUISA

Y tan diestro personaje,

60

que da en los cascos el golpe cuando apunta a los gaznates.

w. 42-43 En la príncipe (y resto de testimonios) «Por aqui por, etc.». Es difícil saber hasta dónde llegaría la repetición indicada por el etcétera; de hecho cada representación puede optar por desarrollos de distinta amplitud. Como una posibilidad desarrollamos dos versos. w. 44 y ss. Torrente soy valenciano: menciones de vinos famosos de distintos lugares: del pueblo valenciano de Torrente, de Grecia, Almonacid (Zaragoza), Lucena o Cazalla... todos bien conocidos por los aficionados al vino. v. 45 VJ: «prueva». w. 53-54 Mona: borrachera; ver El murmurador, v. 172 y nota. En el verso hay juego de disociación, que sigue con retruécano. v. 56 verdea: «Especie de vino llamado así porque tira algo a verde claro. Es celebrado el de Florencia» (Aut). Comp. Quevedo, Un Heráclito, núm. 205, w. 10¬ 11: «mi barba es el cienvinos todo entero, / tinto y blanco y verdea y letuario». v. 60 En todos los testimonios como locutor: «Isab. Gon».

LA PUENTE

SEGOVIANA

(SEGUNDA

NIÑA

C o n perdón, yo soy Cazalla.

JOSEFA

V i n o que entre sus parciales

PARTE)

357

65

repartiendo tantas mantas, duerme en cueros sin helarse. TODOS

¿ D ó n d e está el vino zupia? ¿ C ó m o no llega?

LAS 2

¡Plegué a Dios no le cojan, y agüe la fiesta!

ARROYO

N o haré; que m i dueño es tal,

70

que ha probado en el camino que soy legítimo vino con ser agua natural. NIÑA

Debe al dueño de importar la prueba.

ARROYO

Es tan al revés,

75

que con pruebas agua es lo que es vino sin probar. FRUTOS

Yo tengo de entrar.

LAS 2

N o tiene de entrar.

FRUTOS

Sí tengo de entrar.

ARROYO

¿Qué es ese alboroto?

LAS 2

E l agua, que a darte su voto

80

con todos los vinos se quiere hallar. TODOS

N o ha lugar, no ha lugar.

w. 61-63 Y tan diestro personaje...: en lenguaje metafórico de la esgrima 'es tan buen espadachín —esto es, diestro—, que cuando apunta con la espada a un lado despista a su contrincante y golpea en otro lugar desprevenido: apunta a la garganta por donde se bebe, pero golpea en la cabeza mareando con sus efectos'. w. 66-67 mantas: en Cazalla se fabricaban mantas; manta 'borrachera' (sentido que no recogen con precisión los diccionarios; la base metafórica es que ambos 'abrigan'); en cueros hay alusión a la borrachera también (estar hecho un cuero 'estar borracho'). Todo el pasaje estriba en juegos de palabras:'es extraño que repartiendo mantas duerman en cueros; pero se entiende porque mantas y cueros en sentido alusivo apuntan a lo mismo, a la borrachera, que los mantiene calientes, de manera que duermen en cueros (no desnudos, sino borrachos) sin helarse'. VJ: «repartimiendo». w. 72-73 legítimo... natural: juega con los adjetivos aplicados a los hijos habidos en matrimonio o fuera de él.

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

358

ARROYO

TODOS LAS

2

FRUTOS

JOCOSERIA

¿Por qué no ha lugar, si en los ríos la buscamos, si en las fuentes la apuramos, si en los pozos la agotamos, y si al fin no nos hallamos

85

sin aguar y más aguar?

90

B i e n ha dicho; dejadle entrar. Entre y agüe, sin que toque a las cubas n i a los lagares. Siempre en las bodegas niegan m i entrada, como si sus recatos aprovecharan.

LUISA

¿Qué recatos, si en cubas como en lagares, dice que caen goteras, y entra a mezclarse?

FRUTOS

¿Por qué cierran la puerta, vinos valientes, a quien quiere ser vino como vuestedes?

TODOS

¿En qué lo veremos, señora hidalga?

FRUTOS

E n que sus pellejos prueben mis jarras.

ARROYO

¿ C ó m o la probaremos?

TODOS

Probémosla en secreto.

JOSEFA

¿Qué mucho que al vino hayan muerto, los jarros de agua que se echa a pechos?

NIÑA

¿Qué mucho que os engañe el agua, si hasta los vinos mejores la tragan?

JOSEFA

Ármenle ya al vino zupia, que muere por verse vino.

LUISA

Sea el greco el que le arme, y el que le apadrine el río.

NIÑA

Pues que toda la vida los vemos juntos.

95

100

105

110

v. 93 BF: «lugares», v. 96 BF: «lugares», v. 97 VJ: «cae». v. 100 ¿En qué lo veremos?: ver La Puente Segoviana, 1, v. 99 y nota, v. 101 En PR: «sus pellejos preuen». La enmienda se señala en la Fe de erratas de PR.

LA PUENTE

SEGOVIANA

(SEGUNDA

PARTE)

ARROYO

B i e n puro estaré, si es Manzanares m i padrino.

MATOS

Este lagar y esta cuba por espada y daga os ciño.

NIÑA

Para que os acrediten de vino puro.

JOSEFA

Pues nosotras le calzamos por espuelas dos husillos.

ARROYO

C o n dos correré a ser casca, cuando en la prensa me exprimo.

JOSEFA

Cascas hay que a los cascos quitan el juicio.

NIÑA

La fuente os dará los golpes, porque diga el romancillo: «Dándose estaba la fuente de las astas con vos mismo».

LUISA

A tres golpes de fuente no queda vino.

JOSEFA

Decía la pobre zupia.

ARROYO

«Pasito, fuente, pasito; que soy agua de cerrajas sin blando o recio pestillo».

DOROTEA

Responded, vino zupia: ¿queréis ser puro?

ARROYO

Sí quisiera, si el agua viniera en ello.

JOSEFA

Que déjale al vino doña Aguá.

FRUTOS

¿Qué haré yo solá?

LUISA

¿Por qué no os libráis del agua?

ARROYO

Porque no me deja un hora.

359

115

120

125

130

135

v. 115 BF: «lugar». v. 119 husillos: los de la prensa del lagar. v. 122 cascas... cascos: paronomasia; cascas 'pellejo de la uva', cascos 'cabeza'. w. 125-26 Dándose estaba la fuente...: ver La Puente Segoviana, 1, w. 124-25. v. 130 que soy agua de cerrajas: ver La Puente Segoviana, 1, w. 129-30. vv. 134-35 Que déjale al vino doña Aguá: acentuamos según el esquema del pasaje correspondiente en la primera parte. En la príncipe no han colocado acentos en esta primera ocurrencia, pero sí se ven claramente en los versos 144-45 («Aguá», «solá»), tal como acentuamos nosotros. v. 135 VJ omite «Que».

360

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

NIÑA

Reportaos; dejad al vino.

FRUTOS

E l es quien no se reporta.

JOSEFA

¿Qué sacáis de andar tan juntos?

ARROYO

Quien nos junta saca y goza.

JOSEFA

Declaradme ese secreto.

FRUTOS

Eso no; que toca historia.

LUISA

Que

FRUTOS

¿Qué haré yo solá?

TODOS

E l decir que los vinos del agua se libran,

déjale al v i n o doña Aguá.

es mamóla, que en agua nadando habitan, y ¡pluguiera a Cristo que fuera limpia!

FIN

v. 141 Quien nos junta: el tabernero fraudulento, que gana dinero con el fraude. v. 142 VJ: «Decláreme». v. 147 mamóla: «Cierta postura de la mano debajo de la barba del otro, que regularmente se ejecuta por menosprecio, y tal vez por cariño. Covarr. la llama mamona, pero ya lo más regular es decir mamola» (Aut). Comp. Quijote, II, 28: «me hagas cuatro mamonas selladas en mi rostro»; id., II, 69: «veinte y cuatro mamonas y doce pellizcos»; Góngora, letrilla «El que a su mujer procura» (Letrillas, pp. 245-47): «El que a su mujer procura / dar remedio al mal de madre, / y ve que no la comadre, / sino el cura que la cura, / si piensa que el padre cura / trae la virtud en la estola, / mamóla». Ver el entremés de La mamola (Colección, I, pp. 71-72). v. 148 pluguiera a Cristo que fuera limpia: evoca una frase proverbial; ver Guardainfante, 2, w. 52-53.

ENTREMÉS EL

LICENCIADO

CANTADO Y EL

BACHILLER

REPRESENTÓLE AVENDAÑO

Interlocutores: BEZÓN.

M U J E R 2a.

ROBLEDO.

M U J E R 3a.

MARCOS.

MÚSICOS.

M U J E R IA.

Sale Bezón BEZÓN

con una guitarra, y canta.

Si no lo habéis por enojo, rabiando estoy por cantar, que es hoy para los graciosos importante habilidad; y ahora que descuidados

5

mis compañeros están, por si no me veo en otra, una hartazga me he de dar. ¡Música va, que la arrojo!

Bergman (1965, pp. 314-15) propone la fecha de 1629 o 1631, en la que el reparto puede pertenecer a la compañía de Avendaño. Acot. inicial: BF: «Sale B zón...». v. 1 Si no lo habéis por enojo: bordoncillo; ver Civilidades, n. v. 82. Locutor «fí z.» en BF. v. 8 VJ: «hartazgo». v. 9 Música va...: parodia de la frase «agua va» que era la que gritaban las fregonas cuando arrojaban por la ventana las aguas sucias de las casas, para que los paseantes se apartaran. La hemos anotado en La Puente Segoviana, 1, v. 48. VJ: «la arojo».

362

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

Todo oyente se haga allá,

10

que si de antuvión le coge m i voz le podrá lisiar. Sale Robledo con otra guitarra. ROBLEDO

¡ N O mirará c ó m o canta! ¡Pese a quien tonos le da!, que el buen gusto me ha manchado

15

por no quererme avisar. BEZÓN

Asomado a m i guitarra di voces «¡música va!» N o debo más, aunque fuera una moza de fregar.

MARCOS

20

Cantar antes de las once quien lo sabe hacer tan mal, es delito que por él la pena le llevarán.

BEZÓN

Si me llevaren la pena,

25

la gloria se queda acá,

v. 11 de antuvión: 'repentinamente, desprevenidamente'; es lenguaje de germanía; golpe de antuvión es el golpe dado repentinamente, sin que el otro pueda apercibirse, por lo impensado y traicionero. Ver El tiempo, v. 11 y notas. v. 14 Pese a quien tonos le da: 'maldito sea quien le proporciona canciones'; tono puede significar «la canción métrica para la música compuesta de varias coplas» (Aut). v. 15 me ha manchado: prosigue la metáfora de arrojar las aguas sucias. v. 17 asomado a mi guitarra: prosigue la misma metáfora, pues las fregonas se asomaban a las ventanas para arrojar las suciedades. Véase en el verso siguiente la expresión «música va» de nuevo. v. 21 las once: era la hora reglamentaria para poder arrojar las basuras a la calle por las ventanas. Asimila estas canciones a excrementos, que sólo pueden ser arrojados después de las once. Ver los textos de Quevedo citados en La Puente Segoviana, 1, n. v. 48.

w. 25-26 pena, gloria: contraposición frecuente en los sermones barrocos, que se parodia a menudo. La contraposición más habitual era la de gracia (que se pedía para los oyentes en su vida terrena) y gloria (que se esperaba conseguir para después de la muerte), fórmula tópica para terminar los sermones, pero en el contexto que anotamos el juego de palabras provoca la adaptación de pena/gloria. Comp. Paravicino, Sermones cortesanos, p. 188: «dé Dios, con liberal mano y con mucha vida, entre victorias largas de gracia triunfos eternos de gloria»; id., p. 292: «le sirva nuestra gracia, le goce nuestra gloria», etc.

EL LICENCIADO

Y EL

BACHILLER

363

con que haré para las damas mantos al uso infernal. MUJER I

A

¡Ay, qué palabra tan buena! ¡Ay, c ó m o alegra!, mas ¡ay, c ó m o suena!

30

¡Ay, q u é palabra tan mala!

BEZÓN

¡Ay, c ó m o gime!, mas ¡ay, c ó m o amarga! MUJER I

A

¿Quién hace mantos de gloria?

BEZÓN

Quien los tiene y no los compra.

MUJER IA

¿Quién hace de h u m o los mantos?

BEZÓN

Quien los promete sin dallos.

MUJER IA

¿Qué más gloria que tener

35

cuanto quiero sin comprallo? BEZÓN

¿Qué más humo que aguardallo y nunca llegarlo a ver?

M U J E R 2a

40

¿Qué más gloria puede haber que vivir de bolsa ajena?

BEZÓN

¿Qué más humo que la pena de prometer sin cumplir?

v. 28 mantos al uso infernal: paradoja conceptista; de la gloria se hacen mantos infernales, porque los mantos se critican por los moralistas a menudo como instrumento de ocultación y seducción femenina, y un tipo de mantos eran los llamados «de gloria», de muchafinurade tejido; comp. Quevedo, Un Heráclito, núms. 249, w. 21-22: «Empezó un manto de gloria, / vidriera de tasajos»; id., núm. 282, vv. 9-10: «Un manto tiene de gloria, / de infierno en el otro siglo». v. 32 VJ lee el verso: «Ay como gime, ay como amrr». v. 35 manto de humo: otra clase de mantos, de seda negra fina y transparente; ver nota al v. 28. Comp. Quevedo, Un Heráclito, núm. 249, w. 69-72: «También yo digo mi culpa, / —dijo un mantillo mulato / de humo—, pues soy infierno / y encubro llamas y diablos»; id., núm. 282, w. 9-12: «Un manto tiene de gloria, / de infierno en el otro siglo, / y guardados otros dos / que son de humo o de cisco». En el verso siguiente juega con las connotaciones de vano e inaprehensible del humo, que aplica a las promesas no cumplidas. Es el motivo del interés de las mujeres en sacar regalos del galán y la dureza de este para no dejarse embaucar, tema favorito de Quevedo, por ejemplo. VJ lee «Mujer 2 » como locutor, y BF: «Mujer». v. 39 En la príncipe (y VJ) «que aguardarlo», pero enmendamos por la rima. a

364 MUJER 3A

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

D a r sin que obligue a pedir,

45

es dulce voz de sirena. TODAS

¡Ay, qué palabra tan buena!

¡Ay, c ó m o alegra!, mas ¡ay, c ó m o suena! Repiten. BEZÓN

¡Ay, qué palabra tan mala!

¡Ay, c ó m o gime!, mas ¡ay, c ó m o amarga! Yo he querido y sé querer, pero nunca blanca he dado. MUJER Ia

N o puede ser, señor licenciado.

BEZÓN

S Í puede ser, señor bachiller.

MUJER 2A

N o puede ser.

BEZÓN

S Í puede ser.

MUJER 3A

N o puede ser.

BEZÓN

S Í puede ser.

MUJER Ia

¿Querer bien y no dar nada?

TODOS

N O puede ser.

BEZÓN

¿Si ella es desinteresada?

TODOS

S Í puede ser.

MUJER 2A

Que haya dama tan mirlada...

TODOS

N O puede ser.

BEZÓN

¿Si yo la tengo engaitada?

TODOS

S Í puede ser.

MUJER 3A

Si no come la cuitada.

BEZÓN

Que se pase sin comer.

50

55

60

65

v. 63 mirlada: «entonada, grave y que afecta señorío en el rostro» (Aut)yver Quiñones, El examen de maridos (Colección, II, p. 757): «no hay nada que se intente / que a esta dama mirlada le contente»; comp. Quevedo, Un Heráclito, núm. 270, w. 75-76: «Saca la otra mirlada / de la arca o de el escritorio, / como pudiera unos guantes, / una garganta y un rostro». v. 65 engaitada: engaitar es «Engañar con promesas y palabras, atrayendo con tanta variedad de razones aparentes cuantas tiene voces y sones una gaita, con que desatina y deslumhra al que quiere engañar el charlatán» (Aut).

EL LICENCIADO

Y EL

BACHILLER

MUJER IA

N o puede ser, señor licenciado.

BEZÓN

Sí puede ser, señor bachiller.

MUJER IA

¿ N o sacar ni alzar la pala?

TODOS

N o puede ser.

BEZÓN

N o volver, si no es de mala...

TODOS

Sí puede ser.

M U J E R 2a

N o pedilles cualque gala.

TODOS

N o puede ser.

BEZÓN

Y enviallas noramala.

TODOS

Sí puede ser.

M U J E R 3a

Pues ¿si el hombre no regala?

BEZÓN

Que regale la mujer.

MUJER IA

N o puede ser, señor licenciado.

BEZÓN

Sí puede ser, señor bachiller.

365

FIN

w. 71 y ss. sacar, alzar la pala, volver, lenguaje del juego de la pelota, v. 75 VJ: «pedidles». v. 77 En la príncipe (y resto de testimonios) «embialas», que enmendamos apoyados en el paralelismo; enviar noramala: despedir a alguien con malos modos y enfado. v. 82 acot. BF omite la indicación «Fin».

ENTREMÉS LA

FAMOSO MAYA

REPRESENTÓLE BARTOLOMÉ R O M E R O

Interlocutores: D O Ñ A TESTERA.

D O Ñ A JUVENALA.

D O Ñ A SABIDILLA.

D O N PASQUÍN.

D O Ñ A MAURICIA.

Salen todas cuatro mujeres. TESTERA SABIDILLA

Hermoso día de mayo. Linda tarde.

MAURICIA

N i el aire enfría mucho, n i el sol arde.

TESTERA

C i e r t o que es su frescura ocasionada a toda travesura.

JUVENALA

Tomara yo esta tarde por partido algún desesperado que nos diera cualque merienda, fuera lo que fuera.

Bergman, 1965, p. 321: «El entremés no se puede fechar con precisión, ya que el único nombre citado es el de Romero, quien empezó de autor en 1626 y continuó hasta después de la publicación de la Jocoseria». La maya era un tipo de fiestas que se celebraban en mayo. Se elegía una muchacha como «maya», vestida como novia «y la ponen en un asiento en la calle y otras muchachas están pidiendo a los que pasan den dinero para ella, lo que les sirve para merendar todas» (Aut). La costumbre la maya pasa al teatro en bastantes piezas cortas, como El auto de la maya de Lope, el Baile de la maya, este entremés de Benavente, otro anónimo, el Baile nuevo de la maya de Zamora, otro anónimo Entremés mayo, o la Loa de la maya atribuida a Calderón.Ver García Ruiz, 1987, y el clásico estudio que González Palencia y Melé dedican al tema en 1944.

368 TESTERA

JUVENALA

TESTERA

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

¿Qué es eso de merienda? ¡gracia tienes! ¡Oyes! parece que hoy al mundo vienes. Pues ¿qué mujer, por bien que el trato [entienda, puede ya acaudalar una merienda? N i ¿qué hombre de mucho o de poquito no perdona el bocado por el grito? Anda, vete, muchacha, que eres tonta, o bozal en M a d r i d , que tanto monta. Pues si u n galán está en una visita de damas donde a alguna solicita, y ella le pide, echada de las otras, que las envíe por algo en buen romance, ¿cómo puede excusarse deste lance? Envía entonces, del suceso loco, por colación, que abulta y cuesta poco, por folla de almendrucos y tostones, maridaje de chufas y piñones, garbanzos verdes, que con sólo u n cuarto dejan u n barrio embarazado y harto; de suerte que el convite suena a dádiva, y lo que se compró con mano escasa no sirve más que embarazar la casa.

MAURICIA

Según eso, esta tarde ¿mal tendremos esperanza de que merendaremos?

TESTERA

N o la pierdas del todo, que yo tendré merienda.

SABIDILLA

10

15

20

25

30

¿De qué modo?

v. 13 no perdona el bocado por el grito: refrán que recoge Correas, p. 6: «A buen bocado, buen grito. Contra la golosina y gula, que trae dolor y gemido». v. 15 bozal: inexperto, novato; decíase de los esclavos recién llegados. Ver El talego, 2, v. 144 y notas. v. 22 colación: 'refrigerio ligero'. v. 23 folla: «Significa también junta y mezcla de muchas cosas diversas, sin orden ni concierto, sino mezcladas» (Aut). Todos los frutos secos mencionados son cosa barata y de mucho bulto, y además pesadas cosas para el estómago, como los garbanzos verdes y tostados; tostón: «garbanzo tostado» (Aut).

LA

TESTERA

369

E l m o d o es este.

TODAS

TESTERA

MAYA

Vaya.

¿Cuál de vosotras quiere hacerse maya?

¿Calláis? ¡qué linda cosa! Yo lo seré, que no soy melindrosa. Poned mesa, tomad toalla y plato, y a los que pasan dadles u n mal rato; cecead al más amigo; decid que entre al portal a ser testigo, y en entrando, con grita, risa y vaya pedid para la maya, que viéndose de damas rodeado, de vergüenza os dará, si no de grado, que el achaque de maya aquestos días es cazar con hurón, amigas mías.

35

40

45

Sacan lo que dicen. MAURICIA JUVENALA

SABIDILLA TESTERA

Este es el plato. Esta es la toalla.

Y a está puesta la mesa. Y yo sentada.

¡Hola! mirad si estoy carimayada. JUVENALA

Mesúrate, que pasa u n caballero.

TESTERA

Pues ¡San Mayo y a él! digo, ¡al dinero!

50

v. 38 mesa, toalla, plato: es el escenario para pedir las propinas, según la costumbre de la maya que hemos anotado antes. Con la toalla se hacía gesto de limpiar el polvo al que pasaba y se pedía que echaran dinero en el plato generalmente con una canción («Den para la maya / que es linda y galana») o con la frase «Eche mano al esquero [la bolsa], caballero».Ver la Loa de la maya en García Ruiz, 1987. También era común la burla humorística al paseante. v. 40 cecead: 'llamad con la expresión ce, ce'; era la expresión usual para llamar a alguien. Comp. El guardainfante, 2, n. v. 106. v. 42 grita, risa y vaya: 'aspavientos y burlas'; vaya, 'burlas'; dar la vaya 'burlarse'. Ver La Puente Segoviana, 1, v. 121 y notas. v. 47 cazar con hurón: por la ferocidad de este animal de presa. v. 51 Mesúrate: 'toma actitud más seria, severa'.

370

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

JUVENALA

D e buena gana más de un mentecato nos arrendara por una hora el plato.

TESTERA

Echad dinero en él, no les parezca que no ha habido hasta ahora quien ofrezca.

JUVENALA

Aquestos cuartos echo, y plegué a Dios que sean de provecho. Sale don

PASQUÍN

55

Pasquín.

¡Jesús, Jesús, qué pena! Jesús m i l veces, como cuando truena! ¡Que halle una pesadumbre sin buscalla! ¿Dónde me esconderé desta canalla? N o sé por dónde vaya que no tope una maya y otra maya. Maya aquí, maya allí; ¡donoso talle! Mayando está en M a d r i d cualquiera calle. Pues póngase del lodo quien dice que en el mundo falta todo, pues cual ven por la obra, este mes hay de mayas tanta sobra. Falta de algunas cosas sí que ha habido, mas no puede estar todo tan cumplido. E l que fuere a comprar, temprano vaya, y si no hallare pan, traiga una maya.

TODAS

¡Para la maya, para la maya!

SABIDILLA

¡Para la maya, que es linda y galana!

PASQUÍN

N O llevo aquí qué dar; perdone, hermana.

60

65

70

75

v. 52 San Mayo: parodia el grito de guerra de los españoles, que invocaban a Santiago al entrar en batalla. Esto es una guerra, como en Quevedo, entre las mujeres que quieren sacar el dinero a los galanes, y la tacañería de estos. v. 67 póngase del lodo: «Poner de lodo. Ofender y denostar a uno con palabras injuriosas y ofensivas» (Aut). v. 70 VJ omite la forma verbal «hay». v. 76 Para la maya, que es linda y galana: cancioncilla tradicional de maya; comp. Frenk, 1987, núm. 1278A: «Den para la maya / que es hermosa y galana»; 1278B: «¡Para la maya, para la maya! / ¡Para la maya, que es linda y galana!» (con esta fuente de Quiñones de Benavente), etc.

LA

JUVENALA

MAYA

371

¡Ea! pelón no sea;

para la maya dé. PASQUÍN MAURICIA

D i o s la provea. ¿ N O nos da cosa alguna?

80

PASQUÍN

Otro día daré, no sea importuna.

TESTERA

Para la maya dé el señor figura,

y téngalo a ventura. PASQUÍN TESTERA

PASQUÍN

Y ¿eslo vusté, o me engaño? N O se engaña.

¡Ay, noramala para la tamaña!

85

Quiten a la chiquilla, no se mate cayendo de la silla. TESTERA

Oyeme amigo, no se desentienda,

para la maya dé alguna merienda. PASQUÍN

Tanto ese nombre tengo aborrecido,

que aun gatos porque mayan no he tenido, y si de sed muriera, en barros de la maya no bebiera, y con ser el Sotillo una salida que la hace desde el príncipe al lacayo, al Sotillo no voy porque es en mayo; y si poder tuviera,

90

95

v. 82 figura: 'personaje ridículo'; anotamos el vocablo en La paga del mundo, n. v. 6. v. 85 tamaña: 'tan grande, enorme', pues no es tan jovencita doña Testera como para hacer de maya. v. 93 barros de la maya: sigue jugando del vocablo; se refiere los jarros o búcaros de la maya, que procedían de Lisboa, y que según Blecua (ed. de Quevedo, PO, p. 846) eran fabricados por una familia de alfareros apellidados Maia o da Maia. Comp. Quevedo, Un Heráclito, núm. 260, w. 11-12: «y por labios colorados / dos búcaros de la maya»; Calderón, No hay burlas con el amor, vv. 1726-27: «Lindo búcaro del Duque / y de la Amaya seré». v. 94 Sotillo: el Sotillo era la excursión que se hacía el 1 de mayo en la fiesta llamada de Santiago el Verde (ver la comedia de Lope Santiago el Verde). Sobre el Sotillo ver la descripción de Remiro de Navarra en Los peligros de Madrid, peligro II, dedicado al Sotillo; o Zabaleta, Día de fiesta, capítulo «Santiago el Verde en Madrid»; y Herrero, 1963, pp. 358-61.

372

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

JOCOSERIA

quitara a mayo de la primavera, y a agosto la pasara, pues grosero ha dado en agostarme m i dinero. Si mayas, ¿por qué damas?, y si damas, ¿por qué mayas a costa de las famas? ¿Todo ha de ser trapazas? ¿ N o basta las que topo en esas plazas? TESTERA

Y ¿cuáles son, amigo?

PASQUÍN

Y O me declararé; vayan conmigo.

100

105

Los huevos que de lejos son venidos, pasan lavados por recién nacidos, diciendo la gallega que los vende: «mire aqueste excelente; 110 ¡así me salve Dios que está caliente!», y es verdad que lo está, no me ha engañado, mas no es de fresco, sino de arropado. Si criadillas de tierra acaso quiero, costando muchos pasos y dinero, 115 y aun favor el hallarlas, parecen al pagarlas criadillas de tierra, y al freíllas tierra de criadillas. Si por la acera voy de los espárragos, 120 no pareciendo los que llevo malos, me dan por real y medio un haz de palos, v. 103 trapazas: «Artificio engañoso e ilícito con que se perjudica y defrauda a alguna persona en la venta de alguna alhaja [...] Por extensión se llama cualquier especie de engaño con que se damnifica a otro» (Aut). Recuérdese la novela de Castillo Solórzano Aventuras del bachiller Trapaza.

v. 106 vayan conmigo: 'esténme atentos'. Comp. Quijote, II, 1: «Esténme vuestras mercedes atentos y vayan conmigo». v. 114 criadillas de tierra: «cierto género de raíces redondas que produce la tierra, sin hojas, sin tallo y de color rojo, aunque las más delicadas y sabrosas son negras. Llámanse comúnmente turmas de tierra» (Aut, con el texto de Zabaleta, Día de fiesta, cap. 13: «Para acaudalar una libra de criadillas de tierra es preciso ser primo hermano de un labrador», que explica la referencia que sigue). v. 118 En la príncipe (y resto de testimonios; VJ: «freirías») «freilas», por errata que subsanamos. v. 120VJ: «Si por lacera...».

LA

MAYA

373

y siendo el agraviado, me hacen pagar los palos que me han dado. Levántese TESTERA

doña Testera y toma el plato.

(Este quiere escaparse sin dar nada.

125

Muestra ese plato, amiga.) ¡Ah, camarada!, no sea cuitadillo; acreciente con algo del bolsillo este poco dinero. PASQUÍN

Antes me quiero hacer su tesorero.

130

Y o lo guardaré, niña. Quita TESTERA PASQUÍN

el dinero del plato.

Picaro, ¿pues conmigo a rebatiña? C o m o en tambor tocamos en el plato, vusted a recoger, y yo a rebato.

JUVENALA

N O le lleves por mal, doña Testera,

135

que se los echará en la faldriquera. R e s p ó n d e l e más blando. TESTERA

Pues llegad y pedídselo cantando. Canta. D é para la maya, que es linda y galana.

v. 123 agraviado: va agraviado por llevar palos (dilogía con la referencia a los malos y duros espárragos y al apaleamiento que suponía agravio). Comp. Quijote, II, 32: «está uno en la calle descuidado; llegan diez con mano armada y, dándole de palos, pone mano a la espada y hace su deber, pero la muchedumbre de los contrarios se le opone, y no le deja salir con su intención, que es de vengarse; este tal queda agraviado, pero no afrentado. Y lo mesmo confirmará otro ejemplo: está uno vuelto de espaldas; llega otro y dale de palos, y, en dándoselos, huye y no espera, y el otro le sigue y no alcanza; este que recibió los palos recibió agravio, mas no afrenta, porque la afrenta ha de ser sustentada». v. 132 rebatiña: «La acción de recoger arrebatada y presurosamente alguna cosa entre muchos que la pretenden agarrar, como sucede cuando se arroja dinero u otras cosas entre el pueblo» (Aut); andar a la rebatiña 'andar peleándose, en disputas'. v. 134 a rebato: dilogía entre 'tocar a rebato' y 'arrebatar, recoger violentamente'. VJ: «vuested».

374

PASQUÍN

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

Ahora sí, pardiez, que me enternezco, y cuanta plata traigo las ofrezco. Llegue vusted el plato.

TESTERA PASQUÍN TESTERA

PASQUÍN

140

Que me place. Téngale bien. Ya tengo.

¡Qué bien hace! Que es muy pequeño y grande la partida. Tome vusted. Dé con una piedra y

TESTERA

JOCOSERIA

quiébrasele.

¡Ay, plato de m i vida!

145

¡Doña Sabida, doña Juvenala, doña Mauricia! TODAS TESTERA

¿Qué hay, doña Testera? Toda la maya me ha salido güera. Pues ¿conmigo te pones, granillo de uva albilla con calzones?

JUVENALA

Pues ¿con nosotras tal desenvoltura, hombre en abreviatura?

SABIDILLA

Pues ¿tú te atreves, cuenta de abalorio?

MAURICIA

Pues, figurilla encima de escritorio, ¿qué es lo que has intentado?

PASQUÍN

Llevarme el dinerillo que han llegado.

TESTERA

Venga una manta, que si no me vuelve las suyas y mis prendas, en mayo hemos de hacer Carnestolendas.

150

155

v. 142 VJ: «vuested». v. 144 PR: «qne». v. 148 güera: 'huera, vacía, inútil, sin sustancia'; como señala Aut «díjose propriamente del huevo corrompido y de que no sale pollo». v. 150 granillo de uva albilla: metáfora para expresar lo pequeño y sin importancia del motejado; la uva albilla es una clase de uva temprana, muy apreciada, de grano pequeño. Los motes que se enderezan a continuación insisten en la pequeñez. BF: «vua». v. 156 llegado: 'allegado, reunido'.

LA

PASQUÍN

MAYA

375

R e p ó r t e s e vuesasted,

160

y con su bendita mano visite mis faldriqueras, que yo la doy poder amplio, para que como a vencidas entrambas las entre a saco. Meten la mano en su faltriquera TESTERA

165 y sacan un lagarto.

C o n eso me desenoja.

Entro, u n bolsillo he topado. PASQUÍN

Pues buen provecho le haga.

TESTERA

¡Ay, Jesús, que es u n lagarto!

¡Válgate el diablo por hombre! JUVENALA

Hasta la cueva no paro.

MAURICIA

¡Huye!

SABIDILLA

170

¡Huye! Huyen y vanse.

PASQUÍN

¡Oigan cuál van

ahí con todos los diablos! ¡Cuerpo de Cristo! ¿han de ser los hombres siempre engañados? ¿ N o padecerán las hembras alguna vez en el año? ¿Siempre han de ser las que burlan, y nosotros los burlados? Quítase

de donde está, y dicen «¡agua val», y pénese

175

donde

lo echan desde arriba. MAURICIA

¡Agua va!

v. 159 Carnestolendas: alude a la costumbre de Carnaval de mantear a los perros. Comp. Quijote, I, 17: «puesto Sancho en mitad de la manta, comenzaron a levantarle en alto y a holgarse con él como perro por carnestolendas». Ver Caro Baroja, 1983, pp. 61-63, que cita, entre otros textos, el del Guzmán de Alfarache: « C o m e n z a r o n a levantarme en el aire, m a n t e á n d o m e como a perro en Carnestolendas». v. 165 acot.VJ: «... la mono...». v. 180 agua va: ya hemos anotado el sentido de esta expresión.

376

QUIÑONES

PASQUÍN

DE BENAVENTE

JOCOSERIA

Espere un poquito.

180

Eche ahora. MAURICIA PASQUÍN

¡Allá va, hidalgo! ¡Ay, que

me ha echado en remojo!

Picaña, ¿soy bacallao? ¿Soy vino, que me acrecientas? ¿Soy placer, que me has aguado? ¿Soy atún, soy abadejo, que en el pescadil teatro está para ayuda el peso todo el año chorreando? Pero yo ¿de quién me quejo, si primero me avisaron, y pensando que huía, me vine a poner debajo?

185

190

Sale cada una de por sí cantando. TESTERA

¡Ay, que

ha venido a la villa

un inventor de burlar a sacar prendas a mayas! ¡Válgame Dios, qué pesar, qué pesar! MAURICIA

¡Ay, que

ha venido a la corte,

quien blasonando dirá que da lagartos por cuartos! ¡Válgame Dios, qué pesar! PASQUÍN

¡Ay, que

de arriba me

¡Ay, que

200

embisten

un diluvio general con que el contento me aguaron! ¡Válgame Dios, qué pesar! TODAS

195

205

ni aun réditos vuelve

quien agarró el principal,

v. 184 vino, que me acrecientas: acusación tópica a los taberneros de aguar el vino. Ver El talego-niño, n. v. 155 y sobre todo La Puente Segoviana, 1, n. w. 86 y ss.VJ: «acrecienta». v. 185 placer aguado: otro juego de palabras tópico. v. 202 VJ: «embiste».

LA

MAYA

377

y se hace sordo con todo! ¡Válgame Dios, qué pesar! PASQUÍN

Y dice la maya:

TODAS

N o haya miedo que así se nos vaya.

PASQUÍN

Cuando otra responde...

TODAS

¡Ay! ¿adonde le buscan, adonde?

PASQUÍN

Y dice el taimado...

TODAS

Por tramoya el dinero ha volado.

PASQUÍN

Y chilla una vieja...

TODAS

Que lo pague quien no se aconseja.

PASQUÍN

Picar, picar,

210

215

que el dinero se quiere arrugar. MAURICIA

Que m i dinerito vuelvalé.

PASQUÍN

Que yo ¿para qué le he de volver?

MAURICIA

Que vuélvale para la maya, porque triste no se vaya; que quiérele para una saya que tiene en cas del mercader.

PASQUÍN

Que yo ¿para qué?

TODAS

Que sí ¿para qué?

PASQUÍN

Que yo ¿para qué le he de volver?

'220

225

FIN

v. 213 VJ: «briscan». v. 215 tramoya: la metáfora es doblemente adecuada, pues tramoya figuradamente significaba 'enredo, engaño', y exactamente, en el lenguaje teatral 'mecanismo para efectos especiales, sobre todo los que se usaban para hacer vuelos y apariciones y desapariciones rápidas en el escenario'. w. 218-19 picar... arrugar, parodia de «Picar, picar, que cerca está el lugar» (Correas, p. 393). Comp. infra El remediador, w. 21-24: «Picar, picar, picar, picar, / que esta noche he de llegar / donde las pullas engordan / y los estudios lo pasan mal»; arrugar, ver n. v. 129 de Loa con que empezó en la corte Roque de Figueroa. v. 220 VJ: «dinero». v. 225 en cas: forma corriente en la época.

E N T R E M É S LA REPRESENTÓLE

C A N T A D O DUEÑA

CRISTÓBAL

D EA V E N D A Ñ O

Interlocutores: B E R N A R D O , GRACIOSO.

MÚSICO IO.

U N VEJETE.

M Ú S I C O 2o.

U N A DUEÑA.

M Ú S I C O 3o.

Sale Bernardo cantando. BERNARDO

Tengan lástima vustedes

deste mezquino escudero, que ha tenido tan mal gusto que en una dueña le ha puesto.

El gracioso lo hace Bernardo de Medrano. Por los datos que aporta la cronología no se puede precisar la fecha de esta pieza más allá de decir que este actor formaba parte de la compañía de Avendaño en 1630, 1633 y 1634 (año éste último de la muerte de Avendaño). No se conocen más datos. Ver Bergman, 1965, p. 288. La dueña (mujer de edad que acompañaba a las damas) es figura satirizada a menudo en el Siglo de Oro. En Quevedo es motivo favorito. Para la sátira de la dueña ver Ricardo del Arco, 1953; Mas, 1957, pp. 63-69; Nolting-Hauff, 1974, pp. 148-53. Comp. Quevedo, Sueños, p. 375: «—¿Que dueñas hay entre los muertos? —dije maravillado—. Bien hacen de pedir cada día a Dios misericordia más que requiescant in pace, descansen en paz; porque si hay dueñas meterán en ruido a todos. Yo creí que las mujeres se morían cuando se volvían dueñas, y que las dueñas no tenían de morir, y que el mundo está condenado a dueña perdurable que nunca se acaba; mas ahora que te veo acá, me desengaño, y me he holgado de verte, porque por allá luego decimos: "Miren la dueña Quintañona, daca la dueña Quintañona"». v. 2 escudero: aquí en el sentido de «criado que sirve a las señoras acompañándolas cuando salen de casa» (Aut); es el antagonista tópico de las dueñas en la literatura burlesca del Siglo de Oro.

380

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

Sus tocas son m i mortaja, sus melindres son m i entierro, sus antojos son mis luces, su edad m i acompañamiento; el alma que la he entregado, tan adueñada la tengo, que ya anda conmigo en chismes por parecerse a su dueño. Hacia su puerta me arrugo, que hay otro que ocupe el puesto. ¿Quién dijera que una dueña se alargara a dar n i aun celos?

5

10

15

Sale un Viejo cantando.

¿Dónde me sacas, amor, viendo que para m i muermo v. 5 tocas: el vestido habitual de las dueñas, largas tocas blancas sobre monjil (traje largo de lana) negro; da pie a chistes frecuentes que las comparan con urracas. Comp. en Quevedo, Sueños, p. 374 la descripción de la dueña Quintañona: «la cabeza con temblor de sonajas, y la habla danzante; unas tocas muy largas sobre el monjil negro, esmaltando de mortaja la tumba; con un rosario muy largo colgando, y ella corva, que parecía con las muertecillas que colgaban dél que venía pescando calaverillas chicas». v. 7 antojos: 'gafas'; eran adminículo raro en la época y reviste a menudo matices caricaturescos. Juega con el sentido dilógico 'caprichos', que hace pareja con «melindres» del verso anterior 'afectaciones ridiculas'. Hay que tener en cuenta que los melindres (ver la comedia de Lope Los melindres de Belisa) eran propios de las damiselas jóvenes, de manera que se satiriza aquí, como en Quevedo, la pretensión de la vieja dueña de ser jovencita. Todo el contexto mortuorio niega tal pretensión: en el pasaje los términos mortaja, entierro, luces (alusión a las velas y hachas de los entierros), acompañamiento (de los entierros), insisten en estas connotaciones. Comp. para los melindres juveniles o pseudojuveniles Quevedo, Sueños, pp. 165¬ 66: «El otro día llevé yo una de setenta años, que comía barro y hacía ejercicio para remediar las opilaciones [...] y con tener ya amortajadas las sienes con la sábana blanca de sus canas [...] huía de los ratones y traía galas»; Estebanillo, II, p. 128: «Era tan melindrosa esta dama que no comía caracoles porque tenían cuernos, ni conejos porque tenían colas. Desmayábase de ver salir un ratón». v. 11 chismes: una de las acusaciones más frecuentes enderezadas contra las dueñas es la de ser chismosas. Comp. Quevedo, Sueños, p. 376: «las dueñas en no habiendo a quien atormentar y un poco de chisme, perecemos». v. 13 me arrugo: ver n. v. 129 de Loa con que enpezó en la corte Roque de Figueroa.

v. 18 muermo: término chistoso; se aplicaba a las bestias: ver Turrada, n. v. 205.

LA

381

DUEÑA

es el frío una almarada, y u n pistolete el sereno?

20

¿Qué llamarada es aquesta? ¿Qué dueñez es la que emprendo en tiempo que por justicia piden la huesa mis huesos? Mas los viejos diz que somos

25

de la condición del puerro, que siendo las barbas blancas, las hojas verdes tenemos. BERNARDO

Pierres es el que se acerca.

VIEJO

Pilongo es el que allí veo.

BERNARDO

Ganalle quiero por mano.

VIEJO

Por mano ganalle quiero. Cantan

Los

2

BERNARDO

los dos juntos, dando música a la

30

dueña.

Despertad, pálida dueña. ¿Quién le mete en eso al viejo?

v. 19 almarada: «Especie de puñal buido, esquinado y sin corte» (Aut). v. 20 sereno: humedad y frío nocturno. Ver Turrada, n. v. 187. v. 23 por justicia: es idea inspirada seguramente en Quevedo; es tan viejo que debería haber estado muerto hace mucho y es ilegal que viva, de modo que la justicia debería obligarlo a ir al cementerio, como reclaman los cansados huesos que ansian la huesa o tumba. Comp. Quevedo, Un Heráclito, núm. 261, w. 93-96: «Los cimenterios pretenden / que un juez Alma se despache, / que os castigue por huidas / de los responsos y el parce». v. 29 Pierres: nombre de connotaciones jocosas, alusivo generalmente a la borrachera. Comp. Quevedo, Un Heráclito, núm. 256, w. 9-10: «Pierres, sentado en arpón, / el vino estaba meciendo»; id., PO, núm. 693, w. 69-72: «Estábanse los terrados / con cabellera de gentes, / y con unos moños vivos / de Muñoces y de Pierres». v. 30 Pilongo: otro nombre chistoso, que correspondería aún mejor al viejo: «Se llama también el sujetoflaco,extenuado y macilento, o que está pelado» (Aut). En El retablo de las maravillas un personaje se llama Pilonga. v. 31 ganar por mano: «Es anticiparse a otro en hacer alguna cosa o lograr alguna utilidad» (Aut). v. 33 Despertad, pálida dueña: recuerda paródicamente canciones tradicionales como «Despertad, señora mía», «Despertad, mi lindo amor», «Que despertad, la blanca niña», etc. Ver Frenk, 1987, núms. 1083 y ss.

382

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

VIEJO

Quien pudo meter al mozo.

BERNARDO

Y O tengo amor.

VIEJO BERNARDO

Y O dineros. Y O soy valiente.

VIEJO

Y O rico.

BERNARDO

Y O doy músicas y versos.

VIEJO

Y O coches y faldellines. La dueña

DUEÑA

35

al paño.

A lo postrero me atengo.

40

Más vale u n coche quebrado que u n romance sano y bueno, y u n faldellín encogido mucho más que u n verso suelto; más apetezco, Pilongo,

45

con fruto este cano invierno, que esa primavera en flor. T ú eres m i dulce esqueleto. VIEJO

T ú m i fantasma alcorzada.

DUEÑA

T Ú m i galán estafermo.

VIEJO

T Ú m i tempestad de tabas.

50

v. 39 BF: «choches». v. 41 coche: para la afición a los coches y su presencia como motivo satírico ver La paga del mundo, n. v. 32. v. 49 alcorzada: 'dulce como bañada en alcorza', «Masa o pasta de azúcar muy blanca y delicada con que se suele cubrir o bañar cualquier género de dulce» (Aut). Todos estos requiebros grotescos ponen de relieve el lamentable estado de los dos personajes. v. 50 estafermo: una especie de pelele para ejercitarse y hacer juegos alanceándolo, y «Por metáfora se dice el que sin servir de cosa alguna presume hacer papel» (Aut). v. 51 tabas: 'huesos'; alusión a laflacuraesquelética de la vieja. Comp. Quevedo en un romance contra las viejas (Un Heráclito, núm. 261, w. 105-8): «Dentro de cuarenta días / manda que a todas os gasten / en hacer tabas y chitas / y otros dijes semejantes».

LA

DUEÑA

DUEÑA

T Ú m i retablo de duelos.

BERNARDO

Hasta en esto, diablidueña,

tienes el gusto ratero, pues como de ropería, me has dado celos de viejo. VIEJO

Viejo y dadivoso mejor que mozo.

DUEÑA

M O Z O y sin dineros peor que viejo.

BERNARDO

D u e ñ a con antojos peor que todos.

383

55

¿Qué pretende m i reina de un pobre hidalgo? 60 MÚSICO I

O

Algo.

DUEÑA

¿ Y si acaso no tiene renta o prebenda?

MÚSICO 2o

Venda.

VIEJO

¿Mas si, habiendo diñare, calla y le guarda?

Músico 3

o

BERNARDO

Arda.

65

Véngase tras mí, cuitado. Representado.

VIEJO

¿ E S desafío, mancebo?

BERNARDO

E l mismo.

VIEJO BERNARDO

Dios le provea. Quiero reñir.

VIEJO BERNARDO

Y O no quiero. ¿Mas que

riñe?

v. 52 retablo de duelos: «Locución metafórica que significa el cúmulo agregado o conjunto de trabajos, miserias y pesares en un sujeto, representadas y a la vista» (Aut). v. 55 de ropería: 'tienda de ropa usada'; de ahí el juego con la expresión «de viejo». v. 64 diñare: italianismo jocoso 'dinero'; es posible que haya una evocación de la frase del Marqués de Marignano, capitán al servicio de Carlos V, que se hizo proverbial, «dinari e piú dinari e se fará ogni cosa», y que recuerda, entre otros, Estebanillo, II, p. 167: «y eternamente diñare i piu diñare». Ver nota de Carreira y Cid en esa edición, que remiten a otros textos, y a Melé, 1921.

384

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

VIEJO BERNARDO VIEJO

JOCOSERIA

¿Mas que no?

70

M e t a mano. Ya está dentro. Mete la mano en el seno.

BERNARDO VIEJETE

Desnude la espada, digo. Fuera en la calle muy feo

desnudar una doncella. BERNARDO

¿ N O tiene cólera?

VIEJO

Almuerzo

75

naranjas cada mañana. BERNARDO

D i g o que es u n judigüelo.

VIEJO

¿Tan venturoso me ve?

BERNARDO

Es u n cuero.

v. 70 ¿Mas que riñe?: '¿a que riñe?'. v. 71 meter mano: significa «Lo mismo que echar mano a la espada» (Aut). La escena es tópica; comp. con otra muy semejante de El borracho, infra, o Vélez de Guevara, Antonia y Perales, en Ramillete, pp. 229-30: «—¡Mas que riñe! —Que no. —¡Qué disparate! / ¿Y si yo le provoco? —Aunque me mate. / —Meta mano. —¿A qué bodas me convida? / De buena gana; vela aquí metida. / —Desabrigue la espada, linda mandria. / —Está sudando de venir conmigo, / y harála daño si la desabrigo. / —Saque la espada. —¿Quiere, si es doncella / que corra por mi cuenta? Sálgase ella». Ese entremés de Vélez tiene otros pasajes muy cercanos al de Benavente. Ver infra. v. 75 naranjas: se tomaban naranjas para desayunarse, lo que se consideraba beneficioso para «cortar la cólera», es decir «impedir con medicamentos el daño que causa el exceso de humor colérico» (Aut). Comp. Quijote, I, 21: «almorzaron de las sobras [...] Cortada, pues, la cólera», y Benavente, Entremés del ventero, en Madroñal, 1996, p. 130: «para cortar tu infame colerilla / sin ser solicitados ni pedidos / te dieron más naranjas que llovidas»; Vélez, Antonia y Perales, en Ramillete, p. 230: «Ten cólera, bribón. —Como son sanas / tomo naranjas todas las mañanas». w. 77-78 Digo que es un judigüelo...: comp. Vélez, Antonia y Perales, en Ramilete, p. 230: «Eres judío y yo testigo dello. / —¿Tan dichoso me ve, que puedo sello?». Era otro tópico el de la ventura de los judíos. Comp. el burlesco «Privilegio de Don Juan II en favor de un hidalgo» (Paz y Mélia, Sales españolas, p. 25): «vos damos poder para que podades gozar y gocedes de la buena andanza y venturas y parentescos y amistades para en este mundo, según dicho es, que todos los de la dicha generación de los marranos han y gozan».

LA

VIEJO BERNARDO

Y u n sucio. E l agua hace limpio.

80

U n sufrido.

VIEJO BERNARDO

385

N O lo bebo.

VIEJO BERNARDO

DUEÑA

Soy soltero. Y u n gallina.

VIEJO

A S Í seré bueno para los enfermos.

BERNARDO

Tome ese guante. Arrójale

un guante, y él le alza.

VIEJO

Recibo la merced. ¿ Y el compañero?

DUEÑA Músicos

85

¡Socorro, vecinos! ¿Qué es aquesto que os ha sucedido? Bailan.

DUEÑA

Que quiere este bravo que le quieran a coz y bocado.

BERNARDO

L a dueña quería

90

más dinero que no valentía. VIEJO

Y lo que me falta de valiente me sobra de plata.

v. 80 El agua hace limpio: comp.Vélez, Antonia y Perales, en Ramillete, p. 230: «Eres un sucio. — E l agua no hace limpio». v. 81 sufrido: 'cornudo'; comp. Quevedo, Un Heráclito, núm. 263, w. 49-52: «Si el honor hace gran sed, / y el sufrimiento Buitragos, / mi pelo sea cornicabras, / ladren mi brama aun los bracos»; o el «Romance a un protosufrido» de Maluenda: «En los retratos te vi, / muy al vivo retratado, / de San Estacio y San Gil» (santos acompañados de ciervos) con nota de Arellano, 1987, p. 126. w. 82-83 Y un gallina...: comp.Vélez, Antonia y Perales, en Ramillete, p. 230: «Es gallina, a pagar de mi dinero»; Benavente añade la alusión a la calidad nutritiva de las gallinas, que era la comida habitual, en forma de pisto (caldo con carne machacada) para los enfermos muy débiles. v. 84 Tome ese guante...: comp.Vélez, Antonia y Perales, en Ramillete, p. 230: «Toma ese guante, picaro grosero. / —Es como de vuested. ¿Y el compañero?». Idéntico chiste sobre la interpretación jocosa del acto de retar arrojando el guante.

386

BERNARDO

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

Pues, viejo caduco,

¿qué aprovecha el dinero sin gusto? VIEJO

95

Pues, loco mancebo,

¿dónde hay gusto si falta el dinero? BERNARDO

Talega de tabas...

VIEJO

Pobrete entonado...

BERNARDO

Quitarte he la bolsa.

VIEJO

Allá darás, rayo.

DUEÑA

Vaya de baile

100

con que todos hagamos las paces. Músicos

BERNARDO

¡Ay, qué uso tan donoso! ¡Ay, qué tono y qué donaire! ¡Ay, qué pullas a lo culto! ¡Ay, qué airosos disparates! Recojamos al tablado en la clausura de u n baile lo que en poder de muchachos anda por aquesas calles.

110

E n la calle de Atocha ¡litón

litoque, vitoque, que vive m i dama! Yo me llamo Bartolo ¡litón litoque, vitoque, y ella Catalna! DUEÑA

105

115

E n la calle del Sordo ¡litón!,

que vive m i mozo, porque a cuanto le pido ¡litón litoque, vitoque, que siempre está sordo!

v. 99 entonado: 'engreído, presuntuoso'. v. 101 Allá darás, rayo: proverbial; Correas, p. 40: «Allá darás, rayo, en casa de Tamayo. Allá darás, rayo, en casa de Ana Gómez. Allá darás, rayo, en casa de Ana Díaz». v. 115VJ: «Caíanla». v. 116 calle del Sordo: Herrero, 1963, pp. 111, 122, 135, 144, 161... trae testimonios de citas literarias de esta calle madrileña, con chistes parecidos, como el del mismo Benavente en Las calles de Madrid: «Si el pedirme dineros es sin tasa, / en la calle del Sordo tomo casa». En ese entremés se documentan juegos parecidos con estos y otros elementos de la toponimia menor de Madrid.

LA

VIEJO

DUEÑA

E n la calle del L o b o ¡litón!,

387

120

que viven los viejos: ella tiene la fama ¡litón litoque, vitoque, que, y ella los hechos! BERNARDO

E n la Puerta Cerrada ¡litón!, que vive la risa,

125

y las malas comedias ¡litón litoque, vitoque, que, y en la de Silva!

FIN

v. 120 calle del Lobo: ver Herrero, 1963, pp. 137, 138, 404, 412. Tal como se lee viene a decir que esta calle tiene tanto la fama como los hechos; quizá sea lectura deturpada y sean los viejos los que tienen los hechos. «Lobo» connota robo, borrachera, fiereza... había, por lo demás, un famoso juego de trucos en esa calle en el Siglo de Oro (Herrero, 1963, p. 137). v. 124 Puerta Cerrada: muy famosa, con infinitas referencias literarias y juegos de palabras; ver Herrero, 1963, pp. 114, 119, 125, 133, 148, 151, 157, etc. En el entremés de Las calles de Madrid, de Benavente (cit. Herrero, p. 114): «En la Puerta Cerrada / viven los pobres / cuando piden y llaman / y no respondes». v. 127 Silva: ver Herrero, 1963, pp. 112, 151, 158, 289, 300... Comp. Las calles de Madrid, de Benavente (cit. por Herrero, p. 112): «y si oigo la comedia y no me agrada / en la calle de Silva es mi posada». No hay que explicar más la alusión a los silbidos con que el público aurisecular recibía a las comedias que no gustaban. Ya lo hemos anotado en otras ocasiones.

JÁCARA

QUE SE CANTÓ

EN LA

BARTOLOMÉ

COMPAÑÍA

DE

ROMERO

Interlocutores: T O M Á S , GRACIOSO.

INÉS.

JULIANA.

PEDRO

M A R Í A DE VALCÁZAR.

VALCÁZAR.

KEAL.

Sale Tomás, gracioso. TOMÁS

Mientras se viste una niña que u n sainete ha de empezar, salgo a cantaros u n tono de mediana gravedad. Es la letra muy sentida

5

porque le faltó la sal, y el tono de tanta obra, que jamás se acabará. «Corazón...» Juliana

desde la cazuela, representado.

Esta jácara no se puede fechar con exactitud por los actores mencionados. Según Bergman (1965, p. 350) «Ya que cuatro de los actores estaban con Romero en 1638 y ese es un año en que Romero hizo los autos del Corpus en Madrid, póngase tentativamente por fecha de las dos jácaras [esta y su segunda parte]». Para los actores ver el apéndice correspondiente. v. 7 de tanta obra: 'muy elaborado, muy complejo' (por eso se tardará mucho en acabar); obra «se toma asimismo por el gran trabajo que cuesta o el mucho tiempo que se gasta en ejecutar alguna cosa, y así se dice, esta pieza tiene mucha obra» (Auf). v. 9 acot. cazuela: localidad de las mujeres en los corrales de teatro; ver El tiempo, n. v. 121.

390

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

Jácara!

JULIANA

Mientes.

TOMÁS

Cantando. JULIANA

JOCOSERIA

«Corazón...»

Representado.

Jácara! ¿Hay tal?

TOMÁS JULIANA

Jácara!

TOMÁS

Moñicazuela, no alborotes el corral. Cántala tú, si la quieres, o calla con Barrabás.

TODOS

Jácara!

TOMÁS

¿Oyen vustedes? Cantalla yo es por demás; cántela quien la pidió, o ¡juro a Dios que han de aullar! Hace que se va, y canta Juliana

JULIANA

TOMÁS

10

15

en tono de jácara.

N o quebrante el juramento; repórtese el buen Tomás; vuelva la voz a la vaina, que aquí se la cantarán, pues no es para otro tanto esa moza del solaz, laValcázar, a quien toca la hermana graciosidad.

20

25

Valcázar, vuelve por ti, que como picada estás

v. 11 BF como locutor «Tem.», en vez de «Tomás». v. 10VJ y BF leen la indicación: «Representando». v. 11 Moñicazuela: neologismo chistoso, 'enmonada que está en la cazuela, mujer de la cazuela', o bien por metonimia 'cazuela enmoñada, llena de moños, de mujeres'. v. 24 moza del solaz: está usando expresiones germanescas, como era característico de las jácaras; 'moza del placer' tanto puede aplicarse a la actriz como a la prostituta; aquí todo en tono humorístico. v. 27 vuelve por ti: 'defiéndete'; volver por alguien es defenderlo; comp. Quijote, I, 11: «Desmentíla y enojóse; / volvió por ella su primo»; id., I, 24: «así volvió por

JÁCARA

QUE SE

CANTÓ..

te rehogan en cazuela por poderte sopear.

391

30

En lo alto del teatro. M A R Í A VALCÁZAR

Cazolerilla, que cantas como gallo en muladar, dos jácaras de ventaja te doy, si sales acá. M i r e n , pues, qué Rufinica o qué Jusepa R o m á n sino una voz baratillo como picote de a real,

35

En una grada. PEDRO R E A L

Reales hay sin ser picotes, que quince y falta os darán

40

ella como si verdaderamente fuera su verdadera y natural señora». El pasaje estriba en juegos de palabras: 'defiéndete, que como estás picada ('hecha pedazos' y 'enojada') en la cazuela ('olla', 'parte del teatro') se te burlan y te sopean ('te hacen comida, como a un ave picada', 'te maltratan'). BF: «Baleacar». v. 28 picada: ver supra Guardainfante, 2, w. 81-82, con juego parecido, y notas. v. 30 sopear. «Metafóricamente vale supeditar, dominar o maltratar a otro» (Aut). En Correas, p. 645: «Sopear. Por hollar o tratar mal, venciendo en fuerza; dícese de sopa y pies». w. 31-32 cantas... gallo en muladar, expresión proverbial; Correas, p. 99: «Cada gallo canta en su muladar. Como decir es señor», «Cada gallo canta en su muladar y en viendo la suya dejó de cantar», «Cada gallo en su muladar no canta mal». VJ en v. 32 lee: «muradal». w. 35-36 Rufinica, Jusepa Román: Justa Rufina y Josefa R o m á n , actrices que anotamos en el apéndice correspondiente. v. 36 VJ: «Josefe». v. 37 voz baratillo: 'voz que se puede comprar en un baratillo, mercadillo de cosas usadas'; «Conjunto de cosas de lance o de poco precio, que está de venta en paraje público. Tienda o puesto en que se venden [...] Conjunto de gente ruin que a boca de noche se solía poner en los rincones de las plazas, donde vendían lo viejo por nuevo y se engañaban unos a otros» (DRAE). Comp. Guzmán, p. 854: «La ropa blanca tenía buena salida por la buena comodidad que se ofrecía las noches en el baratillo». v. 38 picote: una tela basta; ver Civilidades, n. v. 195. v. 39 Reales: juego con el nombre del actor, Pedro Real. v. 40 dar quince y falta: «Conceder a uno ventaja considerable para ejecutar alguna cosa. Es tomado del juego de la pelota en el cual el primer punto es quince y la falta pierde otro punto» (Aut).

392

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

cantando, pues sólo callan los viejos sin gusto ya. Valcázar

VALCÁZAR

de vejete, en la grada segunda.

N O falta gusto en los viejos:

dígalo el vino, que en más, por su buen gusto, le estiman en siendo mayor de edad. TOMÁS

Jesús, que se jacarea

por m i l partes el corral! ¡Vive Dios, que ya no falta sino que hable el desván! En el INÉS

45

50

desván.

Desvanes y claraboyas,

donde estoy pueden hablar, que vida y alma a las piedras mi voz les infundirá. JULIANA

Todo eso es hablar en alto.

MARÍA

Todo eso es cacarear.

PEDRO R E A L

Todo eso es cuento de cuentos.

VALCÁZAR

Todo eso es u n papasal.

MARÍA

Todo esto es decir y hacer.

55

v. 42 acot. grada segunda: cada actor interviene de un lugar distinto del teatro; las gradas eran otras de las localidades laterales, donde podían sentarse los espectadores.Ver para estos lugares del teatro notas a Loa con que empezó Lorenzo Hurtado, w. 126 y ss.; Loa con que empezó en la corte Roque de Figueroa, w. 181 y ss. v. 53 vida y alma a las piedras: como si fuera el mismo Orfeo. v. 55 hablar en alto: 'en alta voz, como quien tiene derecho a hacerlo', y 'en el desván, localidad alta del corral'. v. 57 cuento de cuentos: 'tonterías'; ver notas a Civilidades. v. 58 papasal: 'una bobada'; ver n. v. 219 de Civilidades. v. 59 decir y hacer, para afirmar el valor y esfuerzo o para ironizar sobre el charlatán sin sustancia; queda nota en v. 60 de La Puente Segoviana, 1.

JÁCARA

QUE SE

CANTÓ.

TOMÁS

Guárdense della, que está sobre cabeza de todos, como cuando hay priesa al pan.

TODOS

¡Al arma, al arma, al arma! ¡Guerra, guerra, al arma, al arma! ¡Al arma, jacareadores, los que frente a frente estáis!

TOMÁS

TODOS

Tened, oíd, parad, los que jácara pedís cuando salen a bailar. Esta os coge todo el cuerpo; hartaos della, y de piedad dadla u n vítor de limosna, para que con él tengáis... Aquí jácara, y después baile, y más, si queréis más.

393

60

65

70

75

FIN

v. 62 hay priesa al pan: entendemos que es persona muy resolutiva, y que se coloca delante de todos cuando hay escasez de pan y tiene que comprarse disputándolo a los otros; «Priesa. Se llama también el concurso grande al despacho de alguna cosa, y así se dice había gran priesa al pan, y los sastres y otros oficiales llaman priesa cuando concurren muchas obras» (Aut). v. 72 vítor, expresión para indicar el agrado y aplauso, muy usada en los teatros. w. 74-75 Aquí jácara y después... baile: parodia las fórmulas del final de los sermones, «aquí gracia y después gloria»; ver Loa con que empezó en la corte Roque de Figueroa, v. 129; El licenciado y el bachiller, w. 25-26.

LOA ROQUE

SEGUNDA

DE FIGUEROA

CON

QUE

A EMPEZAR

VOLVIÓ EN

MADRID

Interlocutores: LUISA, M U J E R DE BORJA.

BEZÓN. ROQUE.

GONZÁLEZ.

MÚSICOS.

HERRERA.

OSUNA.

JUAN LÓPEZ.

JACINTO

PICAÑO.

MIGUEL

JERÓNIMO.

BORJA. ISABEL, LA V E L E R A .

CISNEROS.

VICENTA.

SOTOMAYOR.

BERNARDA.

Sale Roque antes que salgan a cantar. ROQUE

¿Es posible, insigne corte, que llegó el dichoso tiempo, aunque con alas de plomo, en que a serviros he vuelto? ¿Es posible que otra vez

5

en estas tablas me veo, donde acredite con obras

Esta loa está en relación con la primera. Para detalles de datación ver Bergman, 1965, pp. 303-4, quien señala que el año más probable, por el reparto de actores, es 1628 (al siguiente de la primera, que deberían recordar los espectadores para apreciar las referencias). Interlocutores: PR: «Jacinto Piçaûo». v. 3 alas de plomo: como el Tiempo se representa alegóricamente con alas, este que ha pasado tan lentamente, tiene alas de plomo, v. 5 BF: «possizle».

396

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

justos agradecimientos? ¿Es posible que m i amor...? BEZÓN

ROQUE BEZON

ROQUE

BEZÓN

Hombre del diablo, ¿qué has hecho? ¿Has perdido el poco juicio que tienes?

10

Bezón, ¿qué es esto? Eso es lo que yo pregunto. ¿Qué es esto? ¿ H a sido remedo de la loa de Amarilis, que antes que los instrumentos anuncien la bienvenida de todos los compañeros, y antes que la turbamulta de lo noble y lo plebeyo vaya ocupando lugares, al son del tono primero, salir a echarla ha querido, que quiere que brote el suelo, como hongos, representantes? Por Jesucristo, que pienso que me han de poner sus cosas en los zancajos el seso. Por Dios, que no ha sido adrede; mas era tanto el deseo que de ver tenía a quien tantas mercedes me ha hecho, que divertido salí. ¡Y quedará muy contento con su pizca de disculpa! Pues diga, autor caramelo, bigotes de azúcar piedra, y guarnición de lo mesmo,

15

20

25

30

35

v. 14VJ: «remedio». v. 15 Amarilis: famosa actriz, María de Córdoba, mujer de Andrés de la Vega, v. 23 echarla: la loa; echar la loa era la expresión corriente; ver Loa con que empezó Lorenzo Hurtado, n. acot. inicial. v. 33 divertido: 'distraído', valor usual en la época.

LOA

SEGUNDA

CON QUE

VOLVIÓ.

¿es disculpa divertirse? ¿Hasta en eso es caballero? ¿ N o bastaba no pagar? ROQUE

¿Qué hemos de hacer?; ya está hecho.

BEZÓN

N o es mucho que esté tan gordo quien se consuela tan presto. Perdónenle vuesastedes, porque es hombre que en muriendo, diz que tiene prevenido en el limbo su aposento.

ROQUE

Ya que la falta se hizo, proseguir la loa quiero.

397

40

45

50

BEZÓN

Otra necedad; ya escampa; aderezadme esos bledos. Hombre, ¿quiéresme matar?

ROQUE

Pues ¿qué he de hacer?, ¿qué remedio pondremos porque no entiendan que hacemos lo que está hecho?

55

Quédese la loa aquí; salgan los músicos luego, y con gargantas sonoras de racionales silgueros, suplan aqueste descuido, y el tal R o q u e estése quedo, que merece, mientras cantan,

60

BEZÓN

v. 41 no pagar, alusión a la poca formalidad de los caballeros en pagar; seguramente bastante precisa a la afición a entrar a la comedia sin pagar con la pretensión de ser caballeros e importantes. Ver supra El talego-niño, n. v. 24. v. 43 tan gordo: los mismos chistes sobre la gordura del autor en la primera parte de la loa. v. 44 PR: « . . . ran presto». v. 51 ya escampa: cfr. Guardainfante, 1, n. v. 24. v. 52 aderezadme esos bledos: frase para ponderar que se ha escuchado una necedad; Correas, p. 11: «Aderézame esos bledos. Lo que "Aderézame esas medidas"»; comp. Quiñones, Baile del mundo, Colección, II, p. 833: «Aderezadme esos bledos. / ¿Qué decís, amigo?». v. 58 luego: 'al instante'.

398

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

que a la vergüenza esté puesto, y aun salir por el lugar

65

con los músicos al cuello. Salen los músicos y cantan su tono. BEZÓN

¿Sin esto quería dejarnos? ¡Buena la hubiéramos hecho en ocasión que hay autor donde cantan a docientos!

70

¡Ea, R o q u e ! ya han cantado; ahora le sobra tiempo. Hártese de echar la loa de aquí al siglo venidero; haga del mojigatico;

75

hinque la barba en el pecho como ganso que se espulga, encogido de pescuezo; desmoronándose todo y a media rienda riendo,

80

diga aquello de humildad, pobreza, servicio vuestro, con que le quieren bien todos y le prestan sus dineros. ROQUE

M u y bien lo dice B e z ó n ,

85

y yo lo hiciera por cierto

w. 64-66 vergüenza... salir por el lugar... al cuello: alude a los castigos dados a los delincuentes; ponerlos a la vergüenza pública en el rollo o picota, y sacarlos en un asno mientras el verdugo les daba los azotes prescritos y el pregonero pregonaba sus delitos. Al cuello solían llevar los condenados por judaizantes el sambenito, especie de capotillo con el aspa y llamas. También se ponían por ignominia sogas, ristras de cuernos, ajos y otras cosas a diferentes delincuentes (maridos proxenetas, etc.) que se sacaban a la vergüenza. Comp. Estebanillo, II, pp. 75-76: «Salí del bosque con insignias de marido consintiente, sin que me faltase para el vergonzoso jeroglífico sino sólo un pregonero y una ristra de ajos»; Quiñones, Baile del poeta de bailes, cit. por Carreira y Cid en su nota al lugar del Estebanillo: «Salen catorce enlutados / con ristras de ajos al cuello / y pimientos en las bocas» (Colección, II, p. 833).

v. 80 a media rienda: «Frase adverbial con que se explica el movimiento violento del caballo, que consiste en no darle toda la rienda, metiéndole las piernas» (Auf).

LOA

SEGUNDA

CON QUE

VOLVIÓ.

399

a no haberme sucedido otra desgracia de nuevo. BEZÓN

Y ¿qué ha sido?

ROQUE

Que llevado de la música, no puedo de toda la loa apenas recapacitar u n verso. L o c o estoy, corrido estoy.

BEZÓN

ROQUE

M a l recapacitamiento venga por su habilidad. ¿Qué va que lo que le debo no se le olvida? N o jure, que yo lo creo.

ROQUE

Bezon, súplame esta falta.

BEZÓN

¿Hago yo los suplideros en aquesta compañía?

ROQUE

Todo lo hace un buen ingenio.

BEZÓN

Va de remedio, y famoso. ¿Acuérdase...?

BEZÓN

95

Eso no.

BEZÓN

ROQUE

90

100

N o me acuerdo. Pues ¿aún no he dicho de qué, y responde? Aquesto es bueno. ¿Acuérdase de una loa que echamos en este puesto, adonde yo le decía, en una silla durmiendo: «¡Despierta, R o q u e , despierta!» Y luego por embeleco,

105

110

v. 93 corrido: avergonzado; ver La Puente Segoviana, 1, n. v. 121. v. 98 VJ omite el pronombre personal «yo», v. 100 VJ: «Haga». v. 103 Va de remedio: adapta la frase proverbial «Va de cuento» «Preámbulo para contar algo» (Correas, p. 656). v. 111 ¡Despierta, Roque, despierta!: recuerda a la primera parte.

400

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

de toda la compañía le di muestra? ROQUE

BEZÓN

Ya me acuerdo.

Pues mire, en aquesta loa

hemos de trocar los frenos. Yo he de ser el que me duerma, y él el que me esté diciendo: «¡Despierta, B e z ó n , despierta!», haciéndome alarde luego de su nueva compañía. ROQUE

¡Famosa traza! Empecemos. Siéntese y duerma.

BEZÓN

Sin duda me dormiré, si me siento.

115

120

Siéntase. ROQUE

¡Despierta, Bezón, despierta!

125

BEZÓN

Espere; ¿pues aún no duermo, y ya dice que despierte? Pida a aquestos caballeros que callen y no hagan ruido, que tengo sutil el sueño.

130

ROQUE

Pues ¿cuándo se ha de dormir? Hace como que duerme.

BEZÓN

Diga que ya estoy durmiendo.

ROQUE

¡Despierta, B e z ó n , despierta!

BEZÓN

¿Quién eres, morcón de huevos?

v. 116 trocar los frenos: «Además del sentido recto es poner dos cosas cada una en el lugar que había de estar la otra, hacerlas u discurrirlas al revés« (Aut). v. 118 él: sobre este tratamiento de tercera persona para el interlocutor ya hemos dejado notas. Ver Loa con que empezó Lorenzo Hurtado, n. v. 20. v. 120 alarde: era la revista que se pasaba a las tropas del ejército para comprobar su estado y pertrechos. Ver Los cuatro galanes, n. v. 193. v. 134 morcón: nueva referencia a la gordura de Roque; morcón es «La morcilla hecha en la tripa gruesa del animal» (Aut); comp. Quevedo, Un Heráclito, núm. 198,

LOA

SEGUNDA

CON QUE

VOLVIÓ.

ROQUE

Soy R o q u e .

BEZÓN

E n lo guedejudo más pareces a su perro.

ROQUE

¿Adonde estás?

BEZÓN ROQUE

135

E n las tablas. ¿ N o ves que estás en el centro de la nobleza, en la corte, y que eres m i compañero?

BEZÓN

¿Compañero? ¿ C ó m o o cuándo? Pues ¿qué compañía has hecho para que lo pueda ser?

ROQUE

Esta que en sueños te muestro.

OSUNA

Yo soy Alonso de Osuna el que anduvo padeciendo sin R o q u e el año pasado en figura de Romero.

BEZÓN

N o n vos conozca Galván si le quedastes debiendo, que u n autor cobra por junto lo que ha prestado a remiendos.

JACINTO

401

Yo soy Jacinto Picaño, que los galanes primeros hice con Luisa, y hogaño con segundos me contento.

140

145

150

155

w. 1-4: «Yo me voy a nadar con un morcón, / queso, cecina, salchichón y pan, / que por comer más rancio que no Adán, / dejo la fruta y muerdo de el jamón». v. 136 perro: el perro que acompaña a San Roque en la iconografía del santo. v. 148 en figura de Romero: en la compañía de Romero; hay alusión chistosa, que se continúa en el verso siguiente a los del Romancero, en concreto del romance «Vámonos, dijo mi tío / a París, esa ciudad» (Durán, núm. 375). Se hicieron proverbiales, como certifica Correas, p. 499: «Vámonos, dijo el mi tío, a París, esa ciudad, en figura de romeros, no nos conozca Galván». Comp. Quevedo, Un Heráclito, núm. 269, w. 45-48: « N o dejes los mal vestidos, / que el dinero suele andar / en figura de romero, / no le conozca Galván». v. 149 BF: «No». v. 153 PR: «No soy...»; BF: «Non soy...»; enmendamos de acuerdo con la fe de erratas de PR.

402 BEZÓN

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

Pues si la primera parte allá hacíades, por eso en la corte os conocían apenas los caballeros, y siendo oficial tan grande, os tenían por pequeño; y así perdonad el bollo por el coscorrón, mancebo.

PERNÍA

Yo soy Pernía, Bezón, que los galanes terceros hago, y ayudo a los bailes, que también pico de diestro.

BEZÓN

Pues, Pernía, perneá, si sois bailarín perfecto.

MIGUEL

M i g u e l Jerónimo soy; bailo, danzo, represento...

BEZÓN

Y dais tan grandes giradas que pienso que sois rodezno.

ClSNEROS

Yo soy Cisneros, que hago papeles de viejo.

BEZÓN

SOTOMAYOR

160

165

170

175

Bueno; pues vendedlos para especias, si son papeles de viejo. ¿Quién sois vos? Sotomayor, que, de autor nombrado, vengo

180

w. 157-58 Pues si la primera parte...: Jacito Picaño no estaba en la compañía que representó la primera parte de esta loa; todo el pasaje quiere decir 'cuando hacíamos la primera parte, estabas en otro lugar representando; por eso no te conocen los espectadores de Madrid y creen que eres pequeño cuando eres grande'. w. 163-64 perdonad el bollo / por el coscorrón: es frase proverbial «que denota que muchas cosas tienen más de trabajo, cuidado y dispendio, que la utilidad y conveniencia que traen en sí» (Aut). Juega con los sentido de bollo ('panecillo' y 'chichón', ver Aut). v. 174 rodezno: la rueda del molino de agua. Todos los testimonios: «que soy», enmendamos de acuerdo con la Fe de erratas de PR.

LOA

SEGUNDA

CON QUE

VOLVIÓ...

403

a ser compañero hogaño, por faltarme compañeros. BEZÓN

GONZÁLEZ HERRERA

Aprended, Sotos menores; sírvaos esto de escarmiento, que con ser Sotomayor, se le fueron los conejos.

185

Yo soy González. Yo Herrera.

BEZÓN

Membrillicos de Toledo, que se dan chico con grande.

JUAN

Yo soy Juan López, el diestro.

BEZÓN

Juan López, guarde las uñas para sortijas al dedo del corazón.

190

v. 189 chico con grande: alusión a las estaturas de los actores; diferentes cosas se venden chico con grande, es decir, alternando individuos grandes y pequeños (membrillos, perdices, etc.). Comp. Correas, p. 152, en la frase «dello con dello»: «Cuando comparten las cosas y se toma y se deja, y se entremete bueno con malo, chico con grande, y en algo se pasa trabajo con provecho». v. 190 diestro: como sustantivo significa el que es «muy hábil enjugar la espada o las armas» (Aut); comp. Quevedo, Buscón, pp. 108-9: «Díjome que él era diestro verdadero y que lo haría bueno en cualquier parte». Estos diestros que mantenían la «antigua destreza» (no la ciencia de las armas que explican Carranza, Pacheco y otros de los que suele burlarse Quevedo y otros satíricos) practicaban los lances de esgrima llamados «uñas arriba» y «uñas abajo». Comp. Quevedo, el baile de Las valentonas y destreza, PO, núm. 866, w. 49-52: «Llamo uñas arriba / a cuantos llamo, / y al recibo los hiero / uñas abajo». De ahí las alusiones y chistes que se continúan con otras agudezas en lo que sigue. PR,VJ, BF como locutor: «Iu. Lop.». Regularizamos. w. 191-93 uñas... sortijas al dedo / del corazón... gran bestia: todo el chiste estriba en un conjunto de referencias jocosas a la uña de la gran bestia, pezuña del alce, que se consideraba medicinal para la gota coral o ataques de epilepsia y de corazón; por otra parte el corazón se consideraba relacionado con el dedo «del corazón», de modo que estirar este dedo y poner en él una sortija de la uña de la gran bestia eran buenas cosas para sanar este mal. Comp. Quevedo, Buscón, p. 91, cuando Pablos se finge desmayado: «¡Pobre dél! —decían lo bellacos (yo hacía del desmayado)—; tírele V. Md. mucho de ese dedo del corazón»; id., Entremés de Diego Moreno, OP, IV, p. 44: «El doctor te tomará el pulso, el capitán te apretará con la sortija el dedo del corazón». Otra sortija de uña en Quiñones, Los alcaldes encontrados, 4, Colección, II, p. 674. Para la uña de la gran bestia ver nota siguiente.

404 JUAN

Q U I Ñ O N E S DE BE NAVE NTE J O

COSERIA

¿Soy gran bestia?

BEZÓN

T ú dixisti y yo concedo.

BORJA

Yo soy Borja, el de la arpa.

BEZÓN

¿Músico en arpón tenemos?

ISABEL

Yo soy, señor, la Velera.

BEZÓN

¡Por Dios vivo que me huelgo,

195

que ahora para estudiar, a espuertas velas tendremos! VICENTA

200

Yo soy Vicenta, una dama que en la compañía vengo para segundos papeles, mas primera en los deseos.

BEZÓN

¡Válgame Dios, y qué dulce

205

lo dice! ¡Por Dios, que pienso que es de jalea la voz y de alfeñique los versos!

LUISA

Luisa, la mujer de Borja, soy yo, señor.

v. 193 gran bestia: el alce o reno; abundan referencias al poder sanador de la uña. Comp. Estebanillo, II, pp. 231-32: «Diole a su Majestad deseo de ir a caza de las grandes bestias que tienen virtud en la uña del pie izquierdo», con erudita nota de Carreira y Cid, que citan al P. Pedro Cubero: «la particular virtud está en las puntas de la uña del pie derecho, aunque en todo lo demás de las uñas dicen tener virtud». Ver también, Viaje de Turquía, p. 476: «¿Las sortijas de uña de la gran bestia, me decís? La más probada cosa que en la gota coral se hace son, como sean verdaderas»; Torquemada, Jardín de flores curiosas, p. 460: «en las uñas no dejan de tener virtud, porque también dicen que aprovechan para la epilepsia o gota coral». v. 194 dixisti, concedo: parodia de terminología de las disputas escolásticas, v. 196 en arpón: ver Loa que representó Antonio de Prado, v. 74; Jácara que se cantó en la compañía de Ortegón, v. 8. v. 207 VJ: «xelea». v. 208 alfeñique: «Pasta de azúcar que se suaviza con aceite de almendras dulces» (Aut).

LOA

SEGUNDA

CON QUE

BEZÓN

VOLVIO..

405

210

S Í por cierto:

mujer que tiene más vueltas que u n hombre de doble pecho. BERNARDA

Y O soy Bernarda, y mujer

de Robles. BEZÓN

¡ D o n o s o cuento!

¿ N o eres mujer para t i , y de Robles quieres serlo? ROQUE

215

Aquesta es m i compañía.

¡Despierta! BEZÓN

Detente, sueño. Levántase.

Señor Roque, esto no vale: llámome a engaño. ROQUE BEZÓN

¿Qué

e s

E

U°?

220

Que los que yo le enseñé

se iban entrando al momento, y estos se han quedado aquí. ¿Qué he de hacer solo y con ellos? BERNARDA

Pedir perdón al senado.

BEZÓN

B i e n dice: el partido aceto.

ROQUE

Senado...

OSUNA

Auditorio...

JACINTA PERNÍA MIGUEL

225

Oyentes... Anfiteatro... Coliseo...

v. 211 tener vueltas: «Frase que vale ser inconstante en sus afectos y favores y mudarse en contrario con facilidad» (Aut); dilogía con la alusión a su habilidad danzante. v. 223 VJ: «y estos se quedan aquí». v. 224 PR y BF omiten el verbo auxiliar «he». Enmendamos, v. 226 VJ: «acepto».

406

CISNEROS

Galanes...

ISABEL

Damas...

JUAN SOTOMAYOR

Fregonas... Ilustres...

BORJA

Nobles...

HERRERA GONZÁLEZ LUISA

JOCOSERIA

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

Plebeyos... Tocas... Gorras...

LUISA

Caperuzas...

BERNARDA

Mosquetes, no mosqueteros...

ROQUE

Todos pedimos...

TODOS ROQUE

Perdón. Y en cambio os damos...

TODOS ROQUE

Deseos. Vuestra parte es...

TODOS ROQUE TODOS ROQUE

230

Ampararnos.

235

Y la nuestra... Agradecerlo. Esto yo y m i compañía,

a vuestros pies ofrecemos, con diez comedias de hogaño y siete entremeses nuevos, sin catorce bailes, todos

240

v. 231 tocas, gorras, caperuzas: define al público por sectores, según sus vestimentas: tocas las dueñas y mujeres; gorras los caballeros medianos; caperuzas los rústicos... v. 232 mosqueteros: los espectadores más populares; ver Loa con que empezó Lorenzo Hurtado, n. v. 68. Los llama directamente mosquetes (escopetas de gran calibre) por su comportamiento en los corrales. v. 240 VJ omite la conjunción copulativa «y». PR: «nnevos». v. 241 VJ lee este verso de la siguiente manera: «y sin catorce bailes».

LOA

SEGUNDA

CON QUE

VOLVIÓ.

407

de quien tan bien sabe hacerlos. E l l o bueno, humilde yo... BEZÓN

Harto os he dicho: miredlo.

FIN

v. 242 quien tan bien sabe hacerlos: el propio Quiñones de Benavente.

v. 244 Harto os he dicho: miredlo: en la príncipe (y VJ) así «miredlo», forma jocosa modificada para mantener la rima; versillo romanceril de «Oíd, señor don Gaiferos» (Duran, núm. 378), que se hizo proverbial (Correas, p. 234). Comp. Benavente, Los alcaldes encontrados, 4, Colección, II, p. 674: «Pues, señor, quien calla otorga, / harto os he dicho, miraldo». P R y BF omiten la indicación tras este verso «Fin».

ENTREMÉS EL

DOCTOR

CANTADO JUAN

RANA

REPRESENTÓLE PEDRO DE LA ROSA

Interlocutores: JUAN FJVNA.

C A T A L I N A D E LA R O S A .

SALVADOR.

DOÑA ANA.

JOSEFA R O M Á N

M A R Í A D E JESÚS.

J U A N VIVAS.

MÚSICOS.

IÑIGO.

Sale Juan Rana, de médico, cantando. JUAN

Tan ligero soy de cholla, señores, que me he pasado desde el tribunal de alcalde al de médico, de u n salto. Allí, por culpa del hombre,

5

Bergman, 1965, pp. 285-87 no consigue hacer corresponder la lista de actores con la organización de la compañía de Rosa. Este reparto es igual que el del entremés de El soldado, representado en la compañía de Fernández en 1636. Sugiere que quizá el impresor se equivocara al ver el nombre de Catalina de la Rosa en el reparto y atribuyera el entremés a la compañía del famoso (hacia 1644) Pedro de la Rosa, cuando en realidad Benavente pudo escribirlo para la compañía de Fernández en 1635. Para Juan Rana, máscara cómica famosísima del actor Cosme Pérez ver Loa con que empezó Lorenzo Hurtado, n. v. 77. BF en el título: «Dotor». Interlocutores:VJ: «Catalina de Rosa». v. 1 cholla: término vulgar; ligero de cholla 'vano de cabeza, insensato'. Ver El guardainfante, 2, v. 142. v. 3 alcalde: era una de las especialidades de Juan Rana o Cosme Pérez: ver El guardainfante, 2, v. 142. Los entremeses de alcaldes eran variedad muy frecuente. Quiñones tiene seis partes de un mismo título Los alcaldes encontrados.

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE, JO

410

COSERIA

le mataba sentenciando, pero aquí, por culpa mía, sin sentencialle le mato. Allí, pidiéndome iglesia, della algún malo he sacado,

10

y aquí, sin que me la pidan, doy iglesia a muchos malos. Allí pasaba m i vida, y aquí las ajenas paso, siendo como cazador,

15

que vivo de lo que mato. Allí no alcanzaba u n real, porque no torcí m i brazo, pero escarmentado aquí, en torciéndole le alcanzo.

20

Sale Salvador muy aprisa, y representa. SALVADOR

Señor m í o de m i alma... ¿ D ó n d e vive...? ¿Viene malo?

JUAN SALVADOR

No

señor.

v. 6VJ: «sentenciarle». v. 8 le mato: alusión al poder asesino de los médicos, tópico satírico. v. 9 pedir iglesia: reclamar el derecho de asilo que protegía al delincuente que se metía en una iglesia; «iglesia me llamo» era frase con la que los presos se negaban a confesar; comp. Quevedo, PO, núm. 853, w. 81-84: «Tienen la tirria conmigo / los confesores de historias, / mas sólo "Iglesia me llamo" / pueden hacer que responda». v. 12 doy iglesia: los cementerios se solían colocar en los aledaños de las iglesias; 'los entierro'. El retruécano alude de nuevo a la capacidad letal de los médicos. w. 15-16 siendo como cazador...: es chiste tópico. En Los valientes encamisados

de Francisco de la Calle se aplica a unos valientes: «Serán cazadores / pues viven de lo que matan» (Ramillete, p. 447). Quiñones también a jaques en Jácara de doña Isabel la ladrona, w. 11-12.

v. 18 torcer el brazo: 'torcer el derecho justo, dictaminar injustamente dejándose sobornar'. w. 22 y ss. En la príncipe (y resto de testimonios) en todos los locutores en que interviene Juan Rana, se indica la abreviatura del nombre del actor, «Cos.». Unificamos acuerdo con el primer parlamento del entremés y la lista de personajes, para no despistar al lector.

EL DOCTOR

JUAN

JUAN

RANA

411

Sángrese luego.

SALVADOR

N O es eso; que voy buscando...

JUAN

Pues démosle una purguita

25

que hace buen tiempo. SALVADOR JUAN

¿Hay tal caso? Y tome por las mañanas una conserva de nabos; que esto y un buen regimiento vale doce m i l ducados.

SALVADOR

Y O voy buscando u n doctor.

JUAN

N O informe: ya estoy al cabo,

30

y así están cuantos visito. SALVADOR

Escuche por Dios, que ando buscando al señor doctor

35

Juan R a n a . JUAN

Aquí está u n pedazo. Abrázale

muy apretado.

SALVADOR

¿Vuested es? ¡Válgame Dios!

JUAN

Y O soy, ¡válgate m i l diablos! pero presto no seré, si abrazas tan apretado.

40

v. 23 sángrese: la sangría era el remedio más frecuente, junto con las purgas. Ver El talego, 1, n. w. 67 y ss. v. 25 purguita: el otro remedio habitual; nótese el diminutivo burlesco, como indica Andrés (1991, p. 189). Ver nota anterior. v. 26 buen tiempo: Andrés (1991, p. 189) sugiere posible alusión a los llamados «días críticos o decretorios», que revestían condiciones particulares para los procesos de la enfermedad según las doctrinas de la época. v. 29 regimiento: 'régimen'; ver El talego, 1, v. 66. El chiste no radica, como piensa Andrés (1991, p. 189) en lo estrámbotico de la paga (enorme), sino en la dilogía de regimiento 'cargo de regidor', que en las ciudades desempeñaba sobre todo el gobierno económico y por tanto tenía grandes oportunidades de enriquecerse (cfr. Aut). w. 32-33 al cabo: zeugma dilógico; estar al cabo 'estar perfectamente informado de un negocio' y 'estar a las puertas de la muerte'. Ver El talego, 2, w. 1-5 y notas.

412

SALVADOR

JUAN

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

Vuested venga, aprisa, aprisa, que de comer u n gazapo entre seis, se están muriendo todos. E S O estaba craro.

Pues ¿hay más mala comida? SALVADOR

¿Por q u é , señor?

JUAN

¿Por q u é , hermano?

Porque u n gazapo entre seis no les cabría a bocado, y c ó m o allí no murieron de hambre, ha sido milagro; mas para estas ocasiones somos los estudiantazos. U n a gran cura he de hacerle. SALVADOR

Por Dios, que venga volando.

JUAN

¿ E S buena la paga?

SALVADOR JUAN

E n plata.

SALVADOR

JUAN SALVADOR

55

U n paso.

¿Cuántos dice que son?

SALVADOR JUAN

50

¿ E S m u y lejos de aquí?

SALVADOR

JUAN

45

Seis. ¿Qué hora es? Las siete han dado.

Pues vuelva vuested mañana, que de noche no me amaño.

60

¡Hay tal flema! ¡Vive Cristo que le he de llevar en brazos! Hace como que le va a tomar en brazos.

JUAN

Y O no lo dejo por más

SALVADOR

¿Por qué lo deja? Hable claro.

v. 52 estudiantazo: «Vulgarmente se llama así el que es grande escolástico y está reputado por de buen ingenio y hombre de letras» (Aut); antífrasis.

EL DOCTOR

JUAN

JUAN

RANA

N O más de porque no quiero,

413

65

que por otra cosa, vamos. SALVADOR JUAN

Sin sentir llegado habernos. ¡ O h ! , pus si habernos llegado, llamo: ¡ah de casa! Respóndenle

cantando en tono lastimoso.

Músicos

¿Quién es?

JUAN

Y a los están enterrando.

SALVADOR

¿Cómo?

JUAN SALVADOR JUAN

70

¿ N O OÍS el responso? Serán algunos criados. S Í , que por u n luto cantan el día que muere el amo. Recíbenle

Músicos

cantando y responde cantando.

Entre a ver, señor doctor,

75

los enfermos del amor. JUAN

Pues de lo que amor ha hecho, ¿qué culpa tiene el conejo? Descubren una silla donde está Josefa enferma.

JOSEFA

Señor, yo estoy opilada.

JUAN

¿ C o m e barro?

JOSEFA

N i aun mentallo.

80

v. 68 pus: así en la príncipe; deformación jocosa que se produce otras veces; comp. Quiñones, Los ladrones y el reloj, en Madroñal, 1996, p. 204: «Oh, pus si es mono cortesano»; id., infra, El retablo de las maravillas, v. 65: «Oh, pus si habrá en latún, yo le perdono». Andrés (1991, p. 192) no descarta el juego homofónico con pus'secreción corporal'. v. 79 opilada: que tiene opilación, desarreglo que consiste en la obstrucción de las vías de los humores o líquidos corporales, 'amenorrea'; es enfermedad muy citada en los textos burlescos del Siglo de Oro, a menudo como metáfora por el embarazo. Se curaba con paseos y agua ferruginosa (lo que se llamaba «tomar el acero»). Comp. Quevedo, Un Heráclito, núm. 241, w. 26-27: «¿Quién gasta su opilación / con oro y no con acero?». v. 80 come barro: la opilación producía un color pálido que era apreciado por las mujeres, y se la provocaban comiendo barro (pedazos de búcaros); ver para esto

414

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

JOCOSERIA

JUAN

Pues si la curo, yo haré que coma bien presto barro.

JOSEFA

De comer vestidos justos es la opilación que traigo.

JUAN

Compren luego u n guardainfante, y úntenla con él el bazo, y miren bien lo que compran, que esta invención de los diablos tal vez por esparto es hierro, y tal vez por yerro es parto.

85

JOSEFA

Para el mal de una dama andante ¿qué es el récipe?

90

JUAN SALVADOR

Guardainfante. Llegue a ver estotra enferma. Pórtese Josefa en una silla.

JUAN

Esta, ¿no es la que dejamos?

SALVADOR

¿ N o parece u n diablo a otro?

JUAN

Sí, mas esta es mucho diablo. ¿Qué sientes tú, buena y gorda?

JOSEFA

Tengo los ojos tan malos, que no veo lo que quiero.

JUAN

¿Qué tienen estando eraros?

JOSEFA

U n a nube de una tía.

95

100

La paga del mundo, n. v. 101. El médico hará que coma barro porque la matará y la enterrarán. v. 85 guardainfante: ver el entremés del mismo título y notas correspondientes. Es lo contrario de un vestido justo, v. 86 BF: «úntela». v. 90 parto: alusión chistosa a la frecuencia con que el guardainfante ocultaba embarazos. v. 92 récipe: palabra latina que empezaba las recetas médicas. Por metonimia 'receta, medicación'. v. 95 parece un diablo a otro: es proverbial; «Un diablo semeja a otro» (Rodríguez Marín, 1926, p. 497). v. 100 eraros: forma de tipo sayagués, que no hay que enmendar en «claros», como hacen algunas ediciones.

EL DOCTOR

JUAN

JUAN

RANA

415

Ten con polvos mejicanos a tu tía preparada y se quitará el nublado.

JOSEFA

Para ver lo que ya no veía ¿ A quién prepararé?

JUAN VIVAS

A tu tía.

105

D e una ocupación de celos estoy, señor, reventando.

JUAN

Ese llaman morbus tontus. N o piense, y quedará sano.

VIVAS

110

¿Para ahito de muchos celos qué remedio me da?

JUAN

Volvellos.

VIVAS

M u y ahito me siento de cierta hembra.

JUAN

Echese dos ayudas de bolsa pliega.

v. 101 nube: «telilla blanca que suele formarse dentro del ojo y le obscurece, impidiendo la vista» (Aut); metáfora para la tía que estorba los cortejos de la damisela. Andrés (1991, p. 194) apunta la posible evocación de un texto de Lope, El acero de Madrid: «Cuando algo quiero gozar / se pone en la vista mía / una cosa como tía / que no me deja mirar». v. 102 polvos mejicanos: 'dinero'; por las riquezas que venían de Indias. Ver Los cuatro galanes, n. v. 213. v. 103 a tu tía: juego de calambur:'ten preparada la medicina para los ojos llamada atutía, pero de manera especial, con oro', y así 'tendrás preparada a tu tía, pariente incómoda, porque la sobornarás'; atutía: «Género medicinal [...] La verdadera se produce del hollín que se eleva del cobre cuando se funde y purifica» (Aut), con el texto de Marcos de Obregón de Espinel: «Con la fuerza de cierta confección de atutía y cardenillo y otros simples que yo sé hacer». v. 106 En PR,VJ, BF: «A tu tia, etc.». Quitamos el «etc.» que no parece tener sentido. v. 109 morbus tontus: latín macarrónico 'enfermedad tonta'. v. 112 En PR,VJ, BF: «Volvellos, etc.». Pero no tiene sentido el «etc.». Volvellos: esto es 'vomitarlos' (para curar el ahito o empacho). v. 114 ayudas de bolsa pliega: 'dos purgas, dos lavativas de tacañería, de cuidado con el dinero'; para evitar que la hembra se lo saque; ayuda: «Medicamento que se usa para exonerar el vientre, y se llama así porque asiste y ayuda para que la naturaleza obre. Llámase también clister y vulgarmente melecina» (Aut); bolsa pliega es parodia de girapliega, un medicamento purgante; comp. Quevedo, PO, núm.

416

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

IÑIGO

Cada vez que compra me sangra u n criado.

JUAN

Recupere la sangre de su salario.

CATALINA R O S A

U n gatazo me enferma de carne y queso.

JUAN

Tome nuez de ballesta, que es gran remedio.

DOÑA A N A

U n doctor me visita lo más del año.

JUAN

Ese es mucho subsidio, mas no excusado.

JOSEFA

La mujer, el criado, el médico y el gato...

JUAN

... cuatro males son y todos necesarios.

CATALINA ROSA

Canta. La mujer...

JUAN VIVAS

E l criado... ... mal de grandeza. E l gato...

JUAN MARÍA

... mal de limpieza.

... mal de consuelo. Y todos juntos...

JUAN TODOS

JUAN

125

E l doctor...

JUAN TODOS

120

... dulce desvelo.

JUAN IÑIGO

115

¿Dirélo? SÍ.

Pues, señores, chitón,

con razón o sin razón, que ya amigos, ya contrarios, cuatro males son, y todos necesarios.

130

790, w. 11-14: «ayudas no han de faltarme / siendo de botica en todo. / Acuérdate que naciste / entre girapliega y polvos». v. 117 gatazo, carne, queso: Andrés (1991, p. 196) ve aquí un sentido obsceno (y en el siguiente en la nuez de ballesta otro simbolismo fálico). No lo vemos muy claro; creemos que dice simplemente que un gato se le come la carne y el queso y pide solución al doctor, que le recomienda pegarle al gato un ballestazo. v. 118 nuez de ballesta: diversas clase de nueces entraban en medicamentos; aquí juega con nuez de ballesta «un hueso que tiene el tablero en que se arma la cuerda» (Aut). v. 123 En PR como locutor de este verso: «Cant. Ros.». Regularizamos.

EL DOCTOR

JUAN

RANA

TODOS

H o y empieza Juan R a n a a curar. Dadle bien en qué pueda ganar.

JUAN

D o c t o r soy, favoreced

en la ocasión m i virtud; pero no os dé Dios salud, que yo sé que me haréis merced. Repiten.

FIN

v. 137 acot. BF omite la indicación «Fin».

417

135

ENTREMÉS LA

CAPEADORA

FAMOSO (PRIMERA

PARTE)

Interlocutores: GUSARAPA.

D O N ARRUMACO.

MARIPANDILLA.

M U J E R IA. M U J E R 2a.

Salen todos tres. ARRUMACO

Beso el ampo, la nieve aún no tocada, el naterón, la leche, la cuajada, las dos azucaradas mantequillas, el par de pucherillos de natillas, y cuantos blanquecinos epitetos

5

se encierran en canciones y sonetos finos y chabacanos, que todos se merecen a las manos,

Bergman en este caso no aporta detalles que podamos considerar para la datación. La lista de personajes no trae nombres de actores, sino nombres jocosos parlantes, como Gusarapa, Arrumaco («Desvío, gesto o caricia afectada que por lo regular suelen hacer las mujeres encogiendo y arrugando la nariz», Aut), o Maripandilla {pandilla es una fullería específica y también cualquier trampa con los naipes o cualquier tipo de trampa: Léxico, y ver infra). Interlocutores: todos los testimonios omiten «Mujer I » y «Mujer 2 » en la lista de personajes. v. 1 ampo: «Voz con que se expresa la blancura, albura y candor de la nieve, y así para ponderar el exceso de alguna cosa blanca se dice que es más blanca que el ampo de la nieve» (Aut). Hay una burla de los vocablos poéticos que se usan en las descripciones de la belleza femenina. a

a

420

QUIÑONES D E B E N A V E N T E

JOCOSERIA

cuya blancura el guante avaro tapa, de m i señora doña Gusarapa. GUSARAPA

10

Sea por lo gracioso o lo bellaco, yo lo estimo, señor don Arrumaco. ¡Hola, Maripandilla! Arrastra a este señor... Alborótase.

¿Por qué?

ARRUMACO

.. una silla.

GUSARAPA Siéntase. ARRUMACO

GUSARAPA ARRUMACO GUSARAPA

«Pandilla», la criada, que lo hacía y «arrastra a este señor», ya lo creía; que si no saben bien guardar la ropa, arrastra una pandilla cuanto topa, aunque si de la bolsa estoy baldado, ¿qué me quiere vuested más arrastrado?

15

20

Mala entrada. ¿Por qué? Porque al instante entrar llorando duelos u n amante de que la bolsa está más apurada que olla en poder de moza descuidada, es sangrar en salud al que la quita, y dar la unción a la primer visita; y yo, en enfermedad tan apretada, aún pienso que no estoy desahuciada.

25

w. 13 y ss. Hola, Maripandilla: hola es voz para llamar a los criados (ver El talego-niño, n. v. 63); pandilla es una trampa del juego de naipes; todo el pasaje que sigue usa metafóricamente de los términos naipescos, jugando con dilogías; arrastrar. «En el juego del hombre es salir triunfando de las cartas superiores del palo que se ha elegido por el hombre» (Aut) y «Arrastrar a alguno. Vale lo mismo que traerle fatigado y ahogado» (Aut).Ver notas siguientes. v. 17 guardar la ropa: alude ahora a las pandillas de ladrones que roban las ropas de los bañistas o las capas de los paseantes. Es precisamente la burla que le van a hacer en el entremés.

LA CAPEADORA

ARRUMACO

(PRIMERA

PARTE)

421

Piensa muy mal y pensará las veces que pensare lo mismo,

30

porque está en el postrero parasismo. GUSARAPA

¿Luego vuested no da? ¿Yo? N i por lumbre.

ARRUMACO Sola una cosa doy.

¿Qué?

GUSARAPA

Pesadumbre.

ARRUMACO

¿Todo ha de ser pedir con embeleco? ¿ N o habrá amor por amor? Bellaco trueco.

GUSARAPA Aparte. ARRUMACO

Aparte.

GUSARAPA

Aparte.

35

¡Marrajo! ¡Sacre! Pero con los diestros

es el escudillar de los maestros. ARRUMACO

Aparte.

Esta probeta piensa que me engaña,

cuando sin cebo la voy dando caña. GUSARAPA

Tengo a vuested por hombre, como es justo,

40

de sazonado gusto. ARRUMACO

Sí soy, aunque no había de decillo.

GUSARAPA

¿De qué haré u n vestidillo costoso y negro, que es lo más honroso?

v. 31 postrero parasismo: asegura que no disimula, sino que en verdad la bolsa la tiene moribunda, es decir vacía; parasismo es 'accidente mortal, síncope' (ver Los cuatro galanes, n. v. 210). v. 32 ni por lumbre: es frase hecha que da a entender «la firme resolución que uno tiene de no ejecutar alguna cosa» (Aut). v. 36 marrajo: «Cauto, astuto y difícil de engañar» (Aut)', sacre: «Hábil, sagaz, como el ave de rapiña del mismo nombre [...] Ladrón de gran habilidad, como el ave de presa» (Léxico; es voz agermanada). Comp. Guzmán, p. 633: «me di tal maña en los estudios [de latrocinio], cuando lo aprendí, que salí sacre». v. 37 escudillar, 'coger el caldo con la escudilla'; quiere decir que con los tacaños y diestros en guardar el dinero se muestra en todo su esplendor la habilidad de los maestros en sacárselos. v. 38 BF: «pobreta». En germanía 'prostituta'. v. 41 VJ: «justo».

422

JOCOSERIA

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

ARRUMACO

D e pan le puede hacer: negro y costoso.

GUSARAPA

Gracioso ha estado. Pero, hablando en seso,

45

para el práctico aliño y el exceso, que en esta corte hay harto, ¿qué es lo que se usa más? ARRUMACO

N O dar u n cuarto.

GUSARAPA

D e j é m o n o s de burlas y quimeras.

ARRUMACO

E n m i vida he hablado más de veras.

GUSARAPA

50

¿Tiene vuesamerced, por vida mía, para fiarme cierta niñería, mercader conocido?

ARRUMACO

¿Qué? Saca una trompetilla y pénesela

GUSARAPA

al oído.

¡ B u e n o ! ¿Trompetica en el oído? Aparte.Yo

55

seré la más sorda del oficio,

si para vos no fuere la del juicio. Pues ¿ c ó m o ensordeció?

v. 46 BF: «sessa». v. 50 quimeras: ver Loa con que empezó Lorenzo Hurtado, v. 170.VJ: «Dejemos de burlas...». v. 56 Indicación «Aparte» omitida en PR,VJ y BF, la añadimos para aclarar el sentido de los versos; BF: «Yo seré las más...»;VJ: « . . . sorda en el oficio». v. 57 la del juicio: la trompeta relacionada con el Juicio Final; es decir, anuncia sus intenciones de dejarlo totalmente despojado, muerto y desnudo, como los que resucitan al son de la trompeta para ir al Juicio. El ángel tocando la trompeta del Juicio Final es indispensable en la iconografía del motivo, como • recuerda el pintor Pacheco a propósito del Juicio de Miguel Ángel y del propio suyo (Arte de la pintura, ed. Sánchez Cantón, 1956, libro II, cap. III «En que se prosigue la materia del decoro»); por ejemplo el parecer de Antonio de Santiago sobre la pintura de Pacheco: «en cuanto a la voz que dispertará y levantará a los muertos, significada de ordinario en las divinas letras por la trompeta [...] N i gastemos tiempo en lo que está tan recebido en la Escritura y Santos y los pintores antiguos usaron pintar a un ángel con una trompeta despertando a los muertos» (p. 318). Recuérdense algunos pasajes bíblicos como la primera carta a los Corintios, 15, 52: «En un momento [...] al son de la última trompeta; porque sonará la trompeta y los muertos resucitarán». Este ángel con la trompeta abre el sueño de El Juicio Final de Quevedo.

LA CAPEADORA

(PRIMERA

ARRUMACO

PARTE)

423

Soy delicado,

y el aire del pedir me ha resfriado. GUSARAPA

¿Tan presto?

ARRUMACO

S Í , señora;

60

que en pidiéndome, pasa por m i hora. GUSARAPA

¿Qué hombre es este, Pandilla?

PANDILLA

T ú dijiste:

pandilla, que la hace si se ofrece. GUSAPJVPA

¿Que te parece dél?

PANDILLA GUSARAPA

ARRUMACO

Que me parece. Pues oye.

¿Secretico, reina mía?

65

N o pasaré por tal descortesía. Quiérame vuesasted como la quiero, y vaya para ruin el v i l dinero, que es tal, que apostaré que aunque no coma, de desinteresada no lo toma. 70 GUSARAPA

¿ C ó m o , señor? Saca otra trompetilla y pórtesela

ARRUMACO

al oído.

M e gusta: ¿retornito?

¿ N o me ha oído vuested? GUSARAPA

Nada o poquito:

que en no tomando, la sordez se pega, porque yo soy Tomasa. ARRUMACO

Y yo Arciniega.

v. 59VJ: «... aire de pedir...». v. 64 ¿Que te parece dél?...: es dicho de un cuentecillo que trae la Floresta española de Santa Cruz, ed. Cuartera y Chevalier, 1997, pp. 290-91: «Preguntó la reina doña Isabel a Alonso Carrillo, que era hombre muy feo, por una dama que él conocía, diciendo: —Hanme dicho que conoces a tal dama. ¿Qué te parece? Respondió. —Que me parece». v. 68 vaya para ruin: comp. «Vayase el diablo para ruin y quede en casa Martín» (Correas, p. 500). v. 70 acot.VJ: «... y pónsela...». v. 72 BF: «poqnito».

424

JOCOSERIA

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

GUSARAPA

Parece cosa y cosa.

75

MARIPANDILLA

Aparte. D u r a es esta perdiz y sequerosa.

GUSARAPA

Aparte. Pues yo te la pondré con mis porfías más manida que muerta de diez días.

ARRUMACO

¡ O y e vuested!

GUSARAPA

¿Qué manda?

ARRUMACO

¿Quiere darme una mano de balde?

GUSAIO\PA

¡Impertinencia!

80

T i é n e m e más de costa en m i conciencia. ¿Qué se cansa si el alma me penetra? ARRUMACO

Si no traigo dinero...

GUSARAPA ARRUMACO

Darlo en letra. ¡Ah!, sí; una letra traigo. Saca un papel de la faltriquera.

GUSARAPA ARRUMACO

¿Qué es? ¿Libranza? N O , sino u n sonetillo en su alabanza.

85

Lea, pues ya la cumplo su deseo. GUSARAPA

N O sé si he de poder, que apenas veo. Ponese antojos.

v. 74 Tomasa: se interpreta como derivado cómico de «tomar», lo mismo que Arciniega de «negar». v. 75 cosa y cosa: 'adivinanza'; comp. A. de Rojas, loa sin título Colección, II, p. 354: «Una dama muy hermosa / esotro día me dio / palabra de sí y de no; / decidme ¿qué es cosa y cosa?». v. 76 Dura: alude a la resistencia que presenta el galán en dar; la perdiz dura es metáfora de esta tacañería; Gusarapa asegura que es capaz de ponerlo tan blando (para sacarle el dinero) como una perdiz manida (dejada de un día para otro, para que se ponga más tierna; de manir «Detener y preparar la carne de un día para otro para que se ponga tierna», Aui)\ tan manida que estará prácticamente podrida: es una hipérbole jocosa lo de los diez días. PR y BF como locutor del verso: «Pan.». La indicación «Aparte» omitida en todos los testimonios, la añadimos para aclarar el sentido del verso; hacemos lo mismo con la indicación del verso siguiente. v. 81 BF: «Tiene». v. 84 letra: el juego de palabras con 'letra de cambio' es evidente.

LA

CAPEADORA

(PRIMERA

PARTE)

ARRUMACO

¿Antojito? ¿Ha cegado?

GUSARAPA

Le prometo que me ha muerto el sereno del soneto. Es muy dañoso y yo muy tierna de ojos.

ARRUMACO

Son muy de vuesastedes los antojos, y estos están ahora, aunque fingidos, bien encajados, pero mal cumplidos.

GUSARAPA

Aparte. Este hombre desatina, y ha menester más fuerte medicina; pues no ha valido treta, chanza o ruego, par Dios que he de pelalle a sangre y fuego, que sin pechar de mí nadie se escapa. Oiga, Arrumaco.

425

90

95

Diga, Gusarapa.

ARRUMACO GUSARAPA

Aguárdeme vuested en esta calle por la nota, que luego salgo a hablalle, pues ya es anochecido, que ese talle y desgarro me ha vencido: iremos poco a poco a su posada.

100

ARRUMACO

Eso sí que me agrada. Pandilla, dala el manto con que venga, que yo lo serviré cuando lo tenga.

105

GUSARAPA

Espéreme, que ya salgo. Vanse ellas.

v. 89 sereno: 'frío, humedad', ya lo hemos anotado otras veces; vuelve a salir en el v. 124. Para quien esperaba dinero un soneto es cosa bien fría. v. 93 bien encajados, pero mal cumplidos: los antojos 'gafas' están bien encajados, pero los antojos 'caprichos, deseos' no están cumplidos. Es parodia de un verso de Lope (romance «En esta larga ausencia»), «bien empleada, pero mal perdida», que Quiñones parodia en otros lugares: ver Bergman, 1961, p. 241. v. 95 VJ: «y han...». v. 97 En PR: «he de pelelalle» (VJ y BF: «he de pelealle»), que podría ser 'pelearle' o 'pelarle', posibilidad esta por la que nos inclinamos, ya que es vocablo característico de estas guerras de pidona y tenaza el de pelar al incauto. v. 98 pechar: 'tributar, pagar pecho o impuesto'. v. 103 desgarro: 'buen aire, lozanía y gallardía, movimiento incitante'.

426 ARRUMACO

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

Ven presto. N o es arrogancia: mas ¡vive Dios! que se muere por mí doña Gusarapa. N o se cansen vuesastedes en pedir, señoras damas, que esta vez han de quererme sin que me cueste una blanca. Fembras, venid a porfía, que a todas entrego el alma: a las feas, por dinero, a las hermosas, de gracia; mas a las tías y suegras, ni por oro n i por plata.

110

115

120

Sale con un manto. GUSARAPA

Arrumaco, ¿heme tardado?

ARRUMACO

Quien debe y paga no tarda.

GUSARAPA

Vamos; mas porque el sereno algún daño no te haga, éntrate bien el sombrero.

ARRUMACO

125

Perdida está la muchacha. Echa Pandilla

por la ventana un cordel con un anzuelo, y

Gusarapa, como que le pone bien el sombrero, se le prende, y en diciendo «aroga», tira del Pandilla

arriba.

Jesús, y lo que me quiere! GUSARAPA

¡Aroga!

ARRUMACO

¡Donosa chanza! Daca m i sombrero.

v. 111 PR y BF: «Gurasapa». vv. 118-19 Parodia del romance de doña Urrana «Morir vos queredes, padre» (Duran, núm. 763), cuando amenaza por irse como dama errada que dará su cuerpo «a los moros por dinero, / a los cristianos de gracia». v. 123 Quien debe y paga no tarda: no hallamos exactamente esta forma, pero sí otras semejantes proverbiales: «Quien débe y paga no debe nada», «Quien debe y paga descansa», «Quien debe y paga cuenta saldada»... (Rodríguez Marín, 1926, p. 400).

LA CAPEADORA

(PRIMERA

;Yo?

GUSARAPA ARRUMACO

PARTE)

427 130

T ú , pues. ¿Yo?

GUSARAPA

¡ N o , sino el alba!

ARRUMACO

¿Que le hallo si le busco? Búscale GUSARAPA ARRUMACO

en

Gusarapa.

Búscale, ¿que no le hallas? ¿Hay tal cosa? ¡Vive Dios, que es juego de pasa, pasa!

GUSARAPA

Quitaríatele el aire.

ARRUMACO

M u y cortés conmigo anda

135

el aire, pues que me quita el sombrero cuando pasa, y aire que quita el sombrero

140

también quitará las capas. GUSARAPA

¡Aroga! Préndele

la capa y tira

Pandilla.

v. 129 Aroga: expresión con la que los ladrones ordenan ejecutar el robo tirando con el anzuelo del sombrero o la capa. La forma aroga se documenta también en Quevedo, soneto «Volver quiero a vivir a trochemoche», en contexto poco iluminador «los que saben decir "aroga" y "zoche"» (ver las notas de Arellano, 1984, p. 489). El vocablo no está bien identificado, pero es del léxico de los ladrones. Hill da arrogar por equivalente de arrugar 'tirar poco a poco' y arrugador 'ladrón' (ver Léxico). Comp. entremés anónimo de El estudiante (Ramillete, p. 135): «diciendo "aroga" / y tiraron los otros de la soga»: según este testimonio la voz significa 'tira'. v. 131 No, sino el alba: proverbial; «No, sino el alba. Lo que no, sino no; cuando uno dice que hizo o negoció» (Correas, p. 621). Comp. Quiñones, La malcontenta, Colección, II, p. 741: «—Bien disculpado estáis. —No, sino el alba». v. 132 ¿Que le hallo si le busco?: '¿A que le hallo si le busco?'. v. 133 Búscale, ¿que no le hallas?: 'Búscale; ¿a que no le hallas?'. v. 135 pasa, pasa: Aut define el juego de manos: «se llama asimismo la habilidad o agilidad de manos con que los titiriteros engañan y burlan la vista, con varias suertes de entretenimientos, con que hacen creer una cosa por otra. Llámase también de maesecoral u de pasa pasa»; ver Quevedo, Un Heráclito, núm. 284, w. 21-22: «Di en pasapasa de bolsas / y en masicoral de muebles».

428

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

ARRUMACO

¡Por Jesucristo! ¡Dicho y hecho: aquesto es maula! Daca m i capa, traidora.

GUSARAPA

Búsquela con menos ansia, y si hallare que la tengo, yo la pagaré doblada.

ARRUMACO

Desdoblada la quisiera. Señores, ¿qué patarata es esta, que n i la tiene ni hay en la calle u n alma? Yo he de perder m i juicio tras el sombrero y la capa.

GUSARAPA

Confiese que las mujeres los estafan, los engañan, por más que sepan los hombres, y que al fin les rinden parias.

ARRUMACO

Sí confieso.

GUSARAPA

Pues la ropa segura está de borrasca; rescátela, y volveréla, como dicen, sahumada.

ARRUMACO

Yo perdono el sahumerio; sólo la ropa me basta; y ofrezco por su rescate aquestos reales de plata.

145

150

155

160

165

Dale unos reales.

v. 143 maula: «Vale también engaño y artificio encubierto con que se pretende engañar y burlar a alguno» (Aut). v. 149 patarata: «Ficción, mentira o patraña» (Aut). v. 157 parias: 'tributos'. v. 161 sahumada: perfumada, en sentido figurado 'con mejoras, con premio'; comp. Quijote, I, 4: «pagaros, como tengo dicho, un real sobre otro, y aun sahumados. —Del sahumerio os hago gracia —dijo don Quijote»; Guzmán, p. 377: «nos ponían la moneda sobre tabla, sahumada y lavada con agua de ángeles». VJ: «sahumeda». v. 165 acot.VJ: «Dala...».

LA

CAPEADORA

(PRIMERA

PARTE)

429

Pues, y m i capa y sombrero ¿dónde le tienes? GUSARAPA

ARRUMACO

E n casa; mas es tarde y hay vecinos; espere aquí hasta mañana, que yo por lo proprio me entro poco a poco en m i posada, un rato a pie y otro andando, civilidad ordinaria. Pues ¿hay más que entrar tras ella? Vase a entrar y tiénele

PANDILLA

170

Pandilla.

¡Ah, galán! Menos bravatas,

175

que los hombres, de las hembras por maravilla se escapan. ARRUMACO

GUSARAPA

Pues ¡vive Dios! que he de entrar, y uno y otro he de quitarla, que yo por lindo y discreto pretendo siempre a las damas.

180

Canta. N o pretenda por lindo n i por discreto,

que me huele a pebete, vete, si no hay dinero. ARRUMACO

¡Fuera! Dije que he de verla, aunque sean en su guarda

185

v. 170 por lo proprio: 'por la misma razón, es decir, porque hay vecinos y no quiere que la vean hablando con galanes, así que se entra en casa discretamente'. VJ: «poprio». v. 171 posada: en el sentido «La casa propria de cada uno donde habita o mora» (Aut). v. 172 un rato a pie y otro andando: todavía vigente en la frasecilla «Ir en el caballito de San Fernando, un rato a pie y otro andando»; por ser bordoncillo vulgar lo llama «civilidad ordinaria» (ver el entremés de Las civilidades supra). v. 187 huele a pebete: por el eco de «vete», pero también porque los lindos (hombres afectados de elegancia, amanerados) se asimilan en la literatura satírica del Siglo de Oro a los afeminados y sodomitas, que eran castigados con la hoguera; de ahí que huela a pebete, varilla aromática que se quemaba para perfumar las casas. Ver para estos motivos la n. al v. 124 del Entremés de Turrada, supra.

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

430

JOCOSERIA

cuantas legiones de viejas chupan sangre de muchachas. GUSARAPA

Canta. C o m o somos muchachas somos traviesas, y por eso nos guardan, ardan, todas las viejas. Baile.

MUJER Ia

Canta. Baste ya tanta porfía,

190

señor hombre; no haya más. ARRUMACO

N i aun tanto, señoras hembras, quisiera de lo que hay.

M U J E R 2a

Dinero, capa y sombrero en nuestro poder está.

ARRUMACO

195

L O mismo que si dijeran en poder de Barrabás.

MUJER Ia

Mancebito, perdone las hembras que comen y visten y no tienen renta.

ARRUMACO

Pues, mocitas, malditas sean ellas,

200

o cosan, o labren, o cáiganse muertas. Repiten. MUJER 2

a

Pues ¿qué hará una moza, verde primavera, si por sola y pobre en su flor se seca?

205

v. 186 legiones de viejas: léxico significativo, porque legión se aplica frecuentemente a los demonios. Comp. Quevedo, Un Heráclito, núm. 262, w. 99-100: «saque, como los demonios / la dueña legión que tiene». v. 187 chupan sangre: acción atribuida a las brujas («chupado de brujas. Comparación vulgar con que se da a entender el que está flaco y descolorido, aludiendo a la vulgaridad de que las brujas chupan la sangre a los niños, que por esto están flacos y descoloridos», Aut). w. 188-89 Como somos muchachas somos traviesas...: Bergman (ed. de Entremeses de Quiñones, 1968, p. 72) apunta la posibilidad de que fuera popular y recuerda que aparece con pocas variantes como ejemplo de seguidilla con eco en Arte grande de la lengua castellana de Correas. v. 196 En la príncipe «Eo mismo». Enmendamos la errata. VJ: «Es lo mismo». v. 201 labrar, 'bordar, hacer labor de encaje en las telas'. Comp. Quijote, II, 48: «dos dueñas de bulto con sus antojos y almohadillas al cabo de su estrado, como que estaban labrando».

LA CAPEADORA

ARRUMACO

(PRIMERA

PARTE)

431

Haga red o randas

o labor de tienda, y no esté atenida sólo a lo que pesca. MUJER Ia ARRUMACO

¿Si no lo sabemos?

210

Siéntense y aprendan,

y engordar no intenten como sanguijuelas. MUJER Ia

Mancebito, perdone las hembras

que comen y visten y no tienen renta. ARRUMACO

215

Pues, mocitas, malditas sean ellas,

o cosan, o labren, o cáiganse muertas. FIN

v. 206 red: «cualquier tejido hecho en la misma forma [de red] que se hace de diversas materias y para varios usos [...] Significa asimismo una especie de labor que hacen de hilo las mujeres y sirve para las colgaduras y otras cosas» (Aut); randas: un tipo de encaje; comp. Quijote, II, 52: «Sanchica hace puntas de randas; gana cada día ocho maravedís». v. 209 pescar: es vocablo de connotaciones germanescas 'robar, pillar' (ver Léxico). v. 217 En PR «muertaa», que enmendamos. BF omite la indicación «Fin».

ENTREMÉS EL

MARTINILLO

CANTADO (PRIMERA

REPRESENTÓLE ANTONIO

PARTE) DE

PRADO

Interlocutores: U N VEJETE.

H O M B R E 3o.

MARTINILLO.

FRUTOS,

M U J E R IA.

LORENZO DE PRADO.

M U J E R 2a.

RUEDA.

M U J E R 3a.

GRACIOSO,

MARÍA.

HOMBRE I .

D I E G O , MÚSICO,

H O M B R E 2o.

MARIANA, AUTORA.

O

Sale un vejete vestido de loquero, con una campanilla y un plato. VEJETE

E l mundo es casa de locos desde el grande hasta el pequeño. D e n por Dios para sí mismos, que son muchos los enfermos. Yo, que soy quien dellos cuida,

5

con este criado vengo recogiendo los furiosos, ya que a todos no hay remedio. ¡Martinillo! Bergman (1965, p. 319) apunta que no puede ser anterior al casamiento del autor Prado con Mariana Vaca (que figura como autora) en 1632. No puede ser de ese año porque Antonio de Rueda estaba en la compañía de Olmedo. En 1633 hay lista de la compañía de Prado en que figuran todos los actores de este entremés, así que Bergman se inclina por atribuirle esa fecha. Se continúa esta pieza en la segunda parte.

434

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

MARTINILLO

JOCOSERIA

¡Mi amo!

VEJETE

Sal de allá dentro,

y recoge los locos que van saliendo. MARTINILLO

10

Para más somos los locos que los cuerdos,

pues cien cuerdos no hacen uno, y u n loco hace ciento. M U J E R 2a

Y o soy la misma pobreza,

y desprecié u n casamiento con m i l ducados de renta, por no tener don m i suegro. VEJETE MARTINILLO

15

¡ Martinillo! ¡Mi amo!

VEJETE

Métele dentro.

MARTINILLO

Entre; y pues quiere dones, coma con ellos.

M U J E R 3a

Estas tres hermanas somos

20

tan airosas de celebro, que por hablar con vusías muchas mercedes perdemos. VEJETE

¿ Q u é sacáis de esa grandeza?

M U J E R 3a

Sólo desvanecimientos.

VEJETE

Eso pasa de locura,

25

dar qué decir sin provecho. ¡Martinillo! v. 11 Para más somos: 'tenemos más fuerzas y valor'. Es chiste con lo que sigue. v. 13 un loco hace ciento: proverbial; «Un loco hará ciento; o un loco hace ciento» (Correas, p. 495). v. 17 don: era tratamiento que sólo podían llevar los nobles y que se atribuían muchos falsamente; hay muchos chistes sobre la obsesión por el don. Ver n. v. 166 de Las civilidades. v. 18 VJ: «Métala». v. 21 airosas: es decir, tienen el cerebro lleno de aire, son vanas y necias. w. 22-23 vusías, mercedes: nuevo juego de palabras; por hablar con gente importante merecedora del tratamiento de señoría («vuestra señoría», «vusía») no hacen caso a los dignos de recibir el tratamiento de «vuestra merced», y por eso pierden «mercedes» 'obsequios, beneficios'. VJ: «con con vusias». v. 25 desvanecimientos: 'vanidades presuntuosas'.

EL MARTINILLO

MARTINILLO

(PRIMERA

PARTE)

¡Mi amo!

VEJETE

Mételas dentro.

MARTINILLO

Entren donde vusías lloren sus duelos.

HOMBRE 3 O

Y O juego cañas rogado, y por hacer lo que debo, vengo a deber lo que hago al mercader y al platero.

VEJETE

¡Martinillo!

MARTINILLO

30

¡Mi amo!

VEJETE

Métele dentro.

MARTINILLO

Entre, pues su locura pasa de juego.

MUJER I A

Si u n domingo que hace lodos con dos reales amanezco, a mis hijos se los quito por dárselos a u n sillero.

VEJETE

435

¿ N O son primero los hijos

35

40

que la silla y devaneo? MUJER I A

Vaya yo a misa sin lodos, y mas que perezcan ellos.

VEJETE

¡Martinillo!

MARTINILLO VEJETE

¡Mi amo! Métela dentro.

MARTINILLO

Entra, hueca de sienes, paparás viento.

HOMBRE IA

Y o he gastado en una huerta

45

casi todo m i dinero, y a puro prestarla a amigos, ni la gozo n i la veo. v. 30 cañas: el juego de cañas era una especie de torneo; se salía en cuadrilla con libreas iguales, y adornos en caballos y vestido; de ahí que resulte costoso al pobre que ha de gastar lo que no tiene por figurar en la fiesta.Ver El talego-niño, n. v. 31 para este tipo de diversión. v. 38 sillero: para ir en silla de manos. Quevedo satiriza las sillas de manos en el soneto «Ya los picaros saben en Castilla», Un Heráclito, núm. 163. v. 43 BF: «parezcan». v. 45 papar viento: ver El talego, 1, n. v. 62.

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

436

JOCOSERIA

VEJETE

Y ¿qué sacáis de ese gasto?

HOMBRE IA

Quejosos, cuando muy necio, haciendo yo los reparos, tienen otros el recreo.

VEJETE

¡Martinillo! ¡Mi amo!

MARTINILLO

Métele dentro.

VEJETE MARTINILLO HOMBRE 2

50

a

Entre el compra-ruidos con su dinero.

55

C i e n escudos presté a un hombre que me llamó caballero, y si volviera a decillo, le prestara otros docientos.

VEJETE

¿Que tanta limosna dais?

H O M B R E 2a

Ninguna, porque no puedo; que lo que presté por vano, en otra parte lo debo.

VEJETE

¡Martinillo!

MARTINILLO VEJETE MARTINILLO

60

¡Mi amo! Métele dentro. Entre donde le presten un par de sesos.

65

Salen Lorenzo y Rueda con las luces. FRUTOS

La luz que da el desengaño lleguen a tomarla todos.

MARTINILLO

Muchos son los que la piden, y los que la toman pocos.

v. 55 ruidos: «Se toma también por litigio, pendencia, pleito, alboroto u discordia» (Aut). Se gasta el dinero en buscarse molestias. v. 60 Que tanta: también podría interpretarse «¿Qué tanta?» '¿cuánta?'. v. 68 En PR, VJ y BF como locutor: «Geron.». También «que la piden», en PR; corregimos la errata tipográfica. v. 71 En la príncipe (y resto de testimonios) este verso: «yo por vos, y vos por otro, etc.». Interpretamos el «etc.» como indicación de que repiten lo anterior (aunque puede ser que se refiere simplemente a la repetición del estribillo que indica la acot.). Respecto a esta repetición habría de durar lo que durare el baile: por eso

EL MARTINILLO

FRUTOS

(PRIMERA

PARTE)

¡Baile loco, baile loco!

437

70

Yo por vos, y vos por otro; muchos son los que la piden, y los que la toman pocos. Repiten todos.

MARTINILLO

Si del mundo el doble trato

m i escarmiento viene a ser, aquí perdí m i juicio, y aquí le hallaré.

75

Cerco todos.

DIEGO

Pongan luego los sentidos

en la plaza de su ser luminarias, en hallazgo del juicio que cobré. TODOS

80

¡Alegrías, alegrías,

que hoy es día de placer! Hacen todos una torre de luces bailando. DIEGO

E n la más altiva torre,

que m i entendimiento es, fuegos pongan que publiquen el contento que hay en él. TODOS

85

¡Alegrías, alegrías,

que hoy es día de placer! DIEGO

Pues estuvo en las tinieblas,

90

de que ya libre se ve, antes que la luz se apague huya el mal y busque el bien.

no la desarrollamos en forma explícita en el texto, ya que el baile podría durar algo más y dejarse al albedrío de la compañía esta duración, y por tanto, la cantidad de repeticiones que habrían de hacerse. El estribillo es parodia de «Amor loco, yo por vos y vos por otro» (Correas, p. 46). v. 80 en hallazgo: en recompensa por haber encontrado algo perdido. v. 88 En PR,VJ y BF: «Alegrías, etc.».

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

438 TODOS

JOCOSERIA

¡Alegrías, alegrías, que hoy es día de placer!

DIEGO

95

C o n todos corre parejas esta locura que veis: al mundo dejemos hoy como le hallamos ayer.

FRUTOS

Todo es trances y tragos el mundo que veis:

100

quien quisiere gozalle, vivir y beber. AUTORA

E l varón nos persigue.

FRUTOS HOMBRE I

H u i r es vencer. O

La mujer nos engaña.

FRUTOS

Dejar la mujer.

MARTINILLO

L O S solomos se entonan.

FRUTOS

Sufrir su desdén.

MARTINILLO

Y hasta el vino es cristiano.

FRUTOS

V i v i r como él.

105

v. 94 En PR,VJ y BF: «Alegrías, etc.». v. 96 correr parejas:'hacer carreras por parejas', de manera que los dos caballos que hacían la pareja tenían que guardar la misma velocidad para no descomponerla; cuando se dice de alguien que hace parejas con otro quiere decirse que corre tan veloz como él. La locura corre a la par de todos, todos la llevan al lado sin despegarse de ella ni que los deje. Comp. Quijote, II, 32: «en lo de la alteza del linaje no corre parejas con las Orianas»; Calderón, La vida es sueño, w. 1-2: «Hipogrifo violento / que corriste parejas con el viento». v. 100 tragos: no hace falta anotar la dilogía entre 'lances penosos' y 'porciones de bebida', con que se juega en el v. 101: si la vida es tragos habrá que beber. Comp. Quevedo, Un Heráclito, núm. 220, w. 1-2: «Pues que vuela la edad, ande la loza, / y si pasare tragos, sean de taza». v. 101 vivir y beber, juego bien conocido; «Es juego de palabras tan antiguo, que ya los romanos, burlándose de que los hispanos pronunciasen la v como b, decían que para estos vivere (vivir) era bibere (beber)» (Romera Navarro, nota en Criticón, III, p. 62, recordada por Carreira y Cid en su nota al pasaje del Estebanillo, II, p. 325: «más gustaba de morir bebiendo que vivir sin beber»). Añádase Quevedo, PO, núm. 773, w. 31-32: «para mí me vivo, / para mí me bebo». v. 108 vino es cristiano: porque lo bautizan; sobre el motivo de aguar el vino ver n. w. 86 y ss. de La Puente Segoviana, 1.

EL MARTINILLO

(PRIMERA

PARTE)

MARTINILLO

M u c h o s son los poetas.

FRUTOS

Más habían de ser.

AUTORA

Y el dinero va huyendo.

FRUTOS

Tenelle es tener.

MARTINILLO

Todo es sed de las cosas: decidme, ¿qué haré?

FRUTOS

E n lugar de pudrirse, vivir y beber.

TODOS

E n lugar de pudrirse, vivir y beber.

439

FIN

v. 112 En PR,VJ y BF, locutor: «Caí.», que debe de ser Catalina de Carbonera, que no figura en la lista de personajes. Enmendamos el posible error y restablecemos como locutor, siguiendo el sentido del pasaje, a la «Autora». v. 113 Tenelle: 'detenerle (si va huyendo)'; este y otros juegos de palabras del pasaje no requieren, pensamos, mayores comentarios. v. 115 pudrirse: incomodarse por todo; ver El murmurador, n. v. 18. v. 116 En PR, VJ, BF: «En lugar de, etc.». Todos omiten también la indicación tras el verso: «Fin».

ENTREMÉS LA

CAPEADORA

FAMOSO

(SEGUNDA

REPRESENTÓLE

PARTE)

VALLEJO

Interlocutores: GUSARAPA.

MÚSICO

1°.

D O N ARRUMACO.

MÚSICO

2o.

U N CRIADO.

L O S D O C E MESES D E L A Ñ O .

Sale Gusarapa GUSARAPA

sola.

Y o soy, si a vuesas mercedes de mí no se les acuerda, Gusarapa, cierta moza de casa y comida incierta; aquella que con anzuelo

5

capas y sombreros pesca, y visita como hurón las más hondas faldriqueras; la que saca a luz las obras del Dante; la que comenta

10

Vallejo podría ser el padre (Diego) o el hijo (Manuel, lo más probable). Ver Bergman, 1965, p. 279, y la primera parte de este entremés, supra, para algunas alusiones y situaciones. No se pueden fechar con certeza ninguna de las dos partes de La capeadora. v. 10 Dante: porque les hace «dar» a los galanes. Es tema de la pidona, que ya hemos visto otras veces. El juego de palabras es tópico; comp. Quevedo, PO, núm. 680, w. 5-6: «Vos os preciáis de Petrarca / para quien os quiere Dante». Lo que sigue es metáfora erudita: se comentan los textos difíciles para aclararlos, con notas al margen de la página; esta comenta los talegos más difíciles, es capaz de sacar su sentido y contenido (el dinero que encierran).

442

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

el más difícil talego a la margen de una mesa; las pinzas de los bolsillos, la langosta de las tiendas, y de pájaros noveles la liga que más se pega; yo la que a don Arrumaco, de condición indigesta, le hice, entrándole los dedos, dar arcadas de moneda, quedándome, como dicen, sabrosa la mano bella de ver en aquestos lances afinarse m i agudeza. Valedme, industria, valedme; que en salir vos mala o buena, no va menos que el comer, y ha menester diligencia deuda que siempre se paga, y se queda en pie la deuda. Esta es la puerta. ¡Ah de casa!

15

20

25

30

Llama. ARRUMACO

Dentro. ¿Quién aturde?¿Quién golpea?

¿Quién abolla, quién magulla la clausura de mis puertas? GUSARAPA

D o ñ a Gusarapa soy.

35

v. 16 liga: materia pegajosa para cazar pájaros; los pájaros noveles son, claro, los inexpertos incautos a los que despluma. w. 19-20 le hice, entrándole los dedos...: inspirada la idea, quizá, en el romance de Quevedo, «Aquí ha llegado una niña» (PO, núm. 734), en que una buscona en metáfora de tratamientos médicos explica cómo saca el dinero a los hombres: «Con dos dedos, sin gatillo, / al más guardoso señor / saca el mayorazgo entero / y no le deja raigón» (w. 5-8), «En faltriquera estreñida / que da con pujo un doblón, / con cámaras hace al punto / que purgue todo su humor» (w. 33-36), etc. Gusarapa le hace vomitar el dinero. v. 25 industria: 'ingenio'. v. 32 En la príncipe (y resto de testimonios), en vez del locutor y la indicación «Dentro», hay una acot. que dice: «Dentro don Arrumaco». v. 34 PR: «clausnra».

LA CAPEADORA

ARRUMACO

(SEGUNDA

PARTE)

443

¡Oxte, puto! ¡Tirte afuera! ¡Abrenuncio! ¡Vade retro! N o estoy en casa, doncella.

GUSARAPA

Pues ¿no le oigo yo hablar?

ARRUMACO

A u n q u e me oiga, no lo crea.

GUSARAPA

¿Por qué, si el habla conozco?

ARRUMACO

Pues ¿no puede ser, m i reina,

40

que alguno de m i familia en el habla me parezca? D i g o que no estoy en casa. GUSARAPA

Salga, Arrumaco, y no tema.

ARRUMACO

¿Trae anzuelo? N i por pienso.

GUSARAPA ARRUMACO GUSARAPA ARRUMACO

¿Y Pandilla? Allá se queda. ¿Quiere engañarme? ¿Por qué?

GUSARAPA ARRUMACO GUSARAPA

45

Pues ¿viene sola? Y señera.

50

v. 36 Oxte puto, tirte afuera: «Oxte, aparta, no te acerques, quítate. Úsase de esta voz con alguna vehemencia y muy comúnmente cuando tomamos en las manos alguna cosa que está muy caliente o la probamos» (Aut); «Tirte huera, por tírate ahuera. En lenguaje rústico» (Correas, p. 479). Comp. Quijote, II, 10: «—¡Oxte, puto! ¡Allá darás, rayo!». Ver supra El talego-niño, n. v. 46. v. 37 Abrenuncio, vade retro: la identifica con el diablo; en Aut abernuncio: «Voz con que se significa la oposición que se tiene a las cosas que pueden ser de mal agüero u de daño conocido»; vade retro 'retrocede', es fórmula de exorcismo contra el diablo, vulgarizada en «arriedro vayas» o «arredro vayas, Satán» (Aut). Comp. Quevedo, Un Heráclito, núm. 278, w. 85-88: «El que tiene no es el malo, / pues tiene si quiere dar; / el malo es el que no tiene / con su arriedro y su Satán». w. 38-39 No estoy en casa, doncella...: evoca, con cierta distancia, el cuenteci11o del que va a pedir prestado un borrico y se lo niegan con la excusa de que no lo tienen en casa; en eso lo oye rebuznar; al quejarse, el dueño del borrico le pregunta si va a creer más al borrico o a él. Ver Chevalier, 1975, pp. 352-53. v. 50 sola, señera: las dos palabras significan lo mismo; su uso en pareja reitera la idea; comp. Cervantes, Persiles, p. 314: «la peña donde habita, que antiguamen-

444 ARRUMACO

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

Júrelo.

GUSARAPA ARRUMACO

JOCOSERIA

Por vida suya. Jure más.

GUSAPU\PA

Así le vea los talegos.

ARRUMACO GUSARAPA ARRUMACO

Jure más. Basta. Pues a esotra puerta, que esta no se abre.

GUSARAPA

Malo.

55

Mudemos estratagema. Quien es tan gran caballero, ¿da a una dama esta respuesta? ARRUMACO GUSARAPA ARRUMACO

¿Caballero? Y gran señor. D i o m e en la nuca: abriréla.

60

¿Qué me manda vuesasted? Sale Arrumaco con dos escopetas colgando de las faldriqueras. GUSARAPA

¿Hay figura como esta? ¿Para qué es tanto mosquete?

ARRUMACO

Para la guarda y defensa de mis siempre perseguidas,

65

te se llamó el Cabezo, por estar en mitad de un llano libre y desembarazado, solo y señero de otros montes ni peñas». BF: «Señora». w. 54-55 Pues a esotra puerta...: proverbial: «A esotra puerta, que esta no se abre. Cuando no responde un sordo a otros» (Correas, p. 13); comp. Calderón, Las Carnestolendas, en Teatro cómico breve, p. 440: «¿Y Luisica? A esotra puerta»; Quiñones, La sierpe, Colección, II, p. 656: «¡Ah, mujer! ¡Ah, muchacha! A esotra puerta». v. 58 VJ, BF: «esa». v. 61 PR, BF: «Qué manda...». Enmendamos de acuerdo conVJ cuya lectura regulariza la medida del verso. v. 62 figura: 'personaje ridículo'; ver La paga del mundo, n. v. 6. v. 63 mosquete: especie de escopeta, de gran calibre. v. 65 En la príncipe «mi siempre»; enmendamos la errata.

LA CAPEADORA

(SEGUNDA

PARTE)

445

mal logradas faldriqueras. Ellas y yo la escuchamos; diga. GUSARAPA

¿Pues soy yo comedia

que con la mosquetería tengo de ponerme en temas? ARRUMACO

70

N O será sino entremés,

que se acaba, si se acerca, con baile de perdigones y música de escopetas. GUSARAPA

Quede vuesasted con Dios.

75

Hace una reverencia y vase.

ARRUMACO

Vaya vuested norabuena.

Esto sí que es negociar, pese a sus hígados dellas. ¿ N o hay más de «tráigame» y «déme» en este tiempo, que cuesta cada cosa lo que pide el que lo vende en conciencia? Pues ¿con quién se había encontrado la señora damisela, sino conmigo, que soy, el vaivoda de las tretas, de las maulas el Colón, el fénix de aquesta ciencia, y todo el socarronismo?

80

85

v. 69 mosquetería: juego de palabras sobre el sentido de mosqueteros 'espectadores del patio' (ver Loa con que empezó Lorenzo Hurtado, n. v. 68). v. 70 ponerse en temas: 'porfiar maniáticamente, disputar con cabezonería'; ver n. v. 128 de El talego-niño. v. 77 Esto sí que es negociar: frase proverbial que sirve de título a una comedia de Tirso de Molina. v. 86 vaivoda de las tretas: 'el gran jefe de las tretas, el más hábil y mañoso'; vaivoda:'título de los soberanos de Moldavia, Transilvania...'. v. 87 de las maulas el Colón: 'el mismo descubridor de las maulas o engaños'; maula: ver n. v. 143 de la primera parte de este entremés. v. 88 fénix: 'único, excelente'; ver Cov: «Fénix. Dicen ser una singular ave que nace en el oriente, celebrada por todo el mundo; críase en la felice Arabia [...] y

446

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

Sale Gusarapa, tapada, con un plato, y pénese por donde él ha de entrar. Pero ¿qué ventura es esta?

90

Penitente de soplillo o fantasma de Guinea, limosna pide en u n plato, y con recato y vergüenza da a entender que es principal,

95

pues con la cara cubierta pidiendo está sin pedir. Aquí sí que bien se emplea el dinero; en esta sí que la limosna es acepta,

100

y no en una picarota Gusarapa o sanguijuela, bruja de todo vellón,

vive seiscientos y sesenta años. Plinio, hablando della, dice así, lib. 10, cap. 2: Et ante omnes nobilem Arabiae phoenicem [...] vivere annos D C L X , senescentem casia, thurisque surculis construere nidum, replere odoribus et super emori. Ex os¬ sibus inde et medullis eius nasci primo ceu vermiculum, inde fieri pullum [...] Todo lo que la antigüedad ha dicho de la fénix [...] lo refiere Plinio en el lugar alegado». Se decía que sólo había un ejemplar que renacía de sus propias cenizas, y viene a simbolizar tanto la resurrección como las cosas excelentes y únicas. v. 89 socarronismo: el mundo y arte de los bellacos, estafadores y ladronzuelos. Ver Léxico, con otros testimonios. v. 91 Penitente de soplillo: porque lleva un manto de soplillo «Un género de manto que hacían antiguamente de tafetán muy feble, que se clareaba mucho y traían las mujeres por gala» (Aut). La mujer finge ser una dama de posición venida a menos y obligada a mendigar, lo que se llamaba una pobre vergonzante. Ver infra.

v. 92 fantasma de Guinea: porque viene de oscuro, como si fuera de Guinea 'negra'. w. 94-97 y con recato y vergüenza...: para esta clase de pobres vergonzantes ver Cristóbal Pérez de Herrera, Amparo de pobres, pp. 51 y ss. Los vergonzantes eran socorridos con mucha discreción, y cuando eran de cierta calidad, muy en secreto, para no declarar la pobreza. v. 103 bruja de todo vellón: 'que chupa todo dinero'; por alusión a la práctica atribuida a las brujas de chupar la sangre, aplicada aquí a la moneda de vellón (de cobre). Para las brujas chupadoras ver n. v. 187 de la primera parte de este entremés.

LA CAPEADORA

(SEGUNDA

PARTE)

tarasca de toda hacienda. ¡Vive Dios que he de andar franco! Tome este par de docenas de reales, y perdone. Desmáyase

447

105

ella.

Desmayada cae en tierra. ¡Hola! CRIADO

¡Señor!

ARRUMACO

Sacad presto

una caja de conserva, un jarro de agua y toalla. Es honrada, y la vergüenza la ha apretado el corazón. Lástima me ha dado el vella.

110

Saca toalla, caja y jarro de plata.

CRIADO

Aquí está todo.

ARRUMACO

¡Ah, señora!,

115

alcance u n bocado y beba. Echaselo todo en las mangas.

¡ C ó m o , c ó m o ! ¿Caja y toalla y jarro en las mangas se echa? Según eso, ¡vive Cristo! que es la desmayada ella, y yo soy el agostado. ¿Qué es esto, señora hembra?

120

Descúbrese.

v. 104 tarasca: en el sentido de 'devoradora'. Ver El guardainfante, 1, n. v. 69. w. 110-11 caja, agua: son los remedios usuales para estas situaciones de desmayos y conmociones; comp. Guzmán, p. 820: «Hiciéronme descansar un poco, y sacando una caja de conserva me trujeron con ella un jarro de agua, que no fue poco necesaria para el fuego de veneno que me abrasaba el corazón». v. 114 acot.VJ: «Sacan...». v. 121 agostado: 'seco, marchitado'. Juega con la disociación en el verso anterior de desmayada (des-mayada, que relaciona jocosamente con el mes de mayo, contraponiéndolo al de agosto que le toca a él).

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

448

JOCOSERIA

GUSARAPA

Esto es pescar con anzuelo.

ARRUMACO

¡Válgate el diablo! ¿ T ú eras?

GUSARAPA

¿Cree ya que es u n menguado,

125

y que no hay humanas fuerzas contra u n saca y contra un pido? ARRUMACO

M i silencio lo confiesa;

mas pregunto: ¿no habrá un año en que no pidan siquiera? GUSARAPA

130

¿ Q u é es u n año? ¿Estamos locos?

N o hay mes que achaque no tenga para pedir y, sacar vestido, coche o merienda; y porque aquesta verdad más a su gusto la vea, los doce meses del año van entrando por su puerta, para que dellos se informe y de su boca lo sepa. ARRUMACO

135

140

Y ¿ c ó m o vienen?

GUSARAPA

Pidiendo

y cantando. ARRUMACO

A m i g a , ésa

es pesadumbre en almíbar. Músico I

o

Músico 2

o

Músico 3

o

Oiga. Aguarde. Escuche.

v. 132 achaque: excusa, motivo. Podría relacionarse el pasaje que empieza ahora con el romance de Quevedo «Calendario nuevo del año yfiestasque se guardan en Madrid», PO, núm. 754, en que repasa todo el año como serie de fiestas en que las pidonas intentan sacar el dinero a los hombres. w. 141-42 Pidiendo y cantando: era corriente pedir cantando, sobre todo algunos tipos de mendigos, como los alemanes. Comp. Cristóbal Pérez de Herrera, Amparo de pobres, p. 46: «Y excusarse han los franceses y alemanes que pasan por estos reinos cantando en cuadrillas, sacándonos el dinero». v. 143 PR,VJ, BF: «admibar». Enmendamos.

LA

MÚSICO

CAPEADORA

(SEGUNDA

449

Atienda.

4o

Músico 2o

PARTE)

Para pedir con achaque

145

las damas de aqueste siglo, llaman a los doce meses que les sirvan de ministros. Pasando van y advirtiendo a los galanes novicios

150

lo que conforme a su tiempo ello se viene pedido. Un viejo muy arropado, cantando como jácara. ENERO

Yo soy el caduco Enero, que con m i frialdad, obligo a que me den sin pedir

155

alfombra y tapices ricos. De loco. FEBRERO

Yo, que soy Febrero loco, agoto bolsas y juicios,

v. 145 pedir con achaque: porque piden con alguna excusa o achaque; pero hay otro chiste, porque achaque «Por antonomasia se entiende la regla o menstruo de las mujeres, y así estar con el achaque es lo mismo que estar con la regla» (Aut); de ahí que usen a los meses también como servidores, porque traen el achaque mensual. PR lee como locutor: «Mus. 3». v. 152 acot. PR y BF: «... cantado...». Enmendamos. v. 157 febrero loco: proverbial, «Febrerillo el loco no pasó de veintiocho —o con sus días veintiocho— sacó a su padre al sol y después lo apedreó», «Febrero el loco sacó a su hermano al sol y apedreólo», «Febrero es loco y marzo no poco» (Rodríguez Marín, 1926, pp. 204-5); según la acot. sale vestido de loco, con sayo ajironado y caperuza. El vestido de colores es inequívoco para el espectador aurisecular. Compárese con el texto de El caballero puntual, de Salas Barbadillo, citado por Joly (1982, p. 286) en el que se juega alusivamente con este motivo: «don Juan pidió a don Alvaro que si tenía algún vestido de color que se le enviase, porque los que había traído a la corte, en llegando dispuso de ellos entre los hombres de placer, que siendo gente vil y desalmada, picaros cuyo donaire consiste en haber perdido la vergüenza, se han acogido al inocente título de locos». El Pensamiento en el auto de La cena del rey Baltasar de Calderón sale «vestido de loco con muchas colores». Comp. Quevedo, PO, núm. 754, w. 17-20: «Hebrero, que en los orates / del tiempo merece la celda, / deja de ser loco un día / y de bellaco se precia».

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

450

JOCOSERIA

pidiendo en Carnestolendas roscón, quesadilla y vino.

160

De luto. MARZO

Este es M a r z o el enlutado, que de Cuaresma vestido, para las Cruces y el Ángel pide coches infinitos. Con guirnaldas verdes.

ABRIL

C o n el acero y jarabes, yo soy el A b r i l

165

florido,

que almuerzos y ramilletes voy pidiendo sin pedirlos. Con guirnaldas MAYO

de flores.

Yo soy M a y o el pedigüeño, que en entrando pido a gritos

170

dinero para las mayas, y coches para el Sotillo. Con plumas y de gala. JUNIO

Este es Junio, cierto mes que, cortés y comedido,

v. 160 roscón, quesadilla y vino: típicos alimentos de carnaval; comp. Calderón, Las Carnestolendas, en Teatro cómico breve, p. 434: «Oh, loco tiempo de carnestolen-

das, / diluvio universal de las meriendas, / feria de casadillas y roscones». v. 163 Cruces y el Angel, las Cruces parecen referirse a las de la Pasión en Semana Santa que cae a veces en marzo; el día del Ángel, 1 de marzo se hacía romería a la ermita del Ángel, en las afueras de Madrid, con gran concurso de visitantes en coche. A este asunto dedica Quevedo su soneto «Paréceme que van las Cardenillas» (PO, núm. 584), cuyos w. 9-10 son: «Muchas carrozas rebosando dueñas, / toda pura buscona en coche ajeno»; ver del mismo Quevedo, PO, núm. 754, w. 25-28: «Marzo para las mujeres / como un angelito empieza, / y aunque es Ángel de la Guarda / no admiten lo que profesa». v. 165 acero: el remedio contra la opilación era tomar agua ferruginosa, («to•mar el acero»), y parte del tratamiento eran los paseos matutinos, especialmente agradables en abril. Ver El doctor Juan Rana, v. 79 y notas. v. 171 mayas: ver las notas en el entremés La maya supra.

v. 172 Sotillo: queda anotado en v. 94 de La maya.

LA

CAPEADORA

(SEGUNDA

PARTE)

por el Corpus y los toros

451

175

pide ventanas y sitios. De segador. Este es Julio, el segador,

JULIO

que, como si fuera oficio para San Juan, pide coches y meriendas para el río. De

180

villano. Este es el dorado Agosto,

AGOSTO

que por hacer lo que ha visto, músicas pide en el Prado, y en las tiendas abanillos. De SETIEMBRE

villana. E l riguroso Setiembre

185

soy yo, que las ferias pido,

v. 176 ventanas: para ver desde las ventanas las procesiones del Corpus y las fiestas de toros. Comp. Quiñones, Entremés del gori gori, Colección, II, p. 639: «habiendo fiesta en ella / de toros, para vella / desta casa el balcón le han repartido». v. 179 San Juan: la fiesta más sonada de San Juan era la del 24 de junio, San Juan Bautista. Es raro que se atribuya a julio. Ver Deleito y Piñuela, 1988, pp. 48 y ss., quien apunta que Benavente confunde los meses del año en este pasaje. Pero podría dársele otra interpretación, que intentamos reflejar en nuestra puntuación: Julio pide coches y meriendas, como si fuera un segador que pide trabajo en San Juan, como si fuera oficio para San Juan', porque en San Juan se hacían los contratos de los trabajadores. Comp. Correas, p. 405: «Por San Juan y por San Pedro todos los mozos mudan el pelo» (cambian de amos, piden oficios y contratos nuevos); para lasfiestasde San Juan ver Quiñones, entremés Los mariones. v. 184 abanillos: de los mismo se queja el locutor quevediano de PO, núm. 754, w. 609-72: «Pedir cuarenta abanicos / por cosa de aire lo precian, / de aire son, pero de fuego / serán si a mí me los llevan». v. 186 ferias: era costumbre pedir ferias o regalos en ocasión de las varias fiestas de otoño, como las ferias de San Mateo que constituyen el fondo de la comedia de Lope Las ferias de Madrid. Comp. Quevedo, PO, núm. 754, w. 85-92: «hazte fuerte, Agosto mío, / no des lugar a que venga / Setiembre, y a mes tan malo / cierre el otoño la puerta. / Encárcabina su tufo, / cargado viene de ferias, / y el gran tropel de los pidos / me confunde las orejas».

452

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

antuvión del más valiente, guadaña del más amigo. De OTUBRE

porquerizo. Y O soy Otubre, señores,

que mato y pido cochinos, y por una Gusarapa estoy como hijo perdido. De NOVIEMBRE

190

viudo. Y O soy el viudo Noviembre

por los rigores del frío, que a estufillas de las finas y a felpa corta me arrimo.

195

De viejo, con barba larga y cabellera.

DICIEMBRE

Este es el cano Diciembre,

a quien la Pascua le hizo que pida más aguinaldos que letras ni villancicos. Marzo, Abril

PRIMAVERA

y

200

Mayo.

E l Marzo, el A b r i l y el Mayo

componen la Primavera. Junio, Julio y Agosto.

ESTÍO

E l Junio, Julio y Agosto

el Estío representan. Setiembre, Otubre y

Noviembre.

v. 187 antuvión: ver El tiempo, n. v. 11. Quiere decir que resulta mortal por los gastos que ocasiona. v. 189 En locutor y verso, VJ: «octubre». v. 192 como hijo perdido: alusión a la parábola evangélica del hijo pródigo, que cuidaba puercos en su miseria. v. 195 estufilla: «Manguito pequeño hecho de pieles finas, como martas, para traer abrigadas las manos en tiempo de invierno» (Aut). v. 197 BF como locutor «Deziembre». v. 198 Pascua: de Navidad.

LA CAPEADORA

OTOÑO

(SEGUNDA

PARTE)

453

Setiembre, Otubre y Noviembre

205

dan al O t o ñ o obediencia. Diciembre, Enero y Febrero. INVIERNO

Diciembre, Enero y Febrero son del Invierno las fuerzas.

MÚSICO I O

Repartido en cuatro tiempos el año alegre se muestra,

210

y a su pedir cotidiano les cantan aquesta letra. TODOS

Cantan. Que se caiga la torre de Valladolid, como a mí no me coja, ¿qué se me da a mí?

ARRUMACO

Si me pide una dama.

TODOS

¿Qué se me da a mí?

ARRUMACO

Si lo paga su fama.

TODOS

¿Qué se me da a mí?

ARRUMACO

Si es el lance apretado.

TODOS

¿Qué se me da a mí?

ARRUMACO

Si me llama apocado.

TODOS

¿Qué se me da a mí?

ARRUMACO

Si amenaza nublado

215

220

de lama o tabí, como a mí no me coja, ¿que se me da a mí? 225 Repiten. ARRUMACO

Que

pesares me digan.

v. 206 acot. BF: «Deziembre».Y la misma lectura, también de BF, en el verso siguiente. v. 212 VJ: «aqueste». w. 213-14 Que se caiga la torre de Valladolid...: cancioncilla tradicional: Frenk, 1987, núm. 1564. La utilizan Rojas Zorrilla, Calderón... v. 224 lama o tabí: telas lujosas; teme que las mujeres pidan regalos de telas como estas; lama: «cierta tela de oro u plata» (Aut); tabí: «Cierto género de tela que se usaba antiguamente, como tafetán grueso prensado, cuyas labores sobresalían haciendo aguas y ondas» (Aut). Era de gran precio, según demuestran otros textos, como el de Quijote, II, 58: «riquísimos faldellines de tabí de oro».

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

454

JOCOSERIA

TODOS

¿Qué

ARRUMACO

Que m i bolsa maldigan.

TODOS

¿Qu¿

ARRUMACO

Que me guiñen ojuelos,

TODOS

¿Qué

ARRUMACO

Que haya espuertas de celos.

TODOS

¿Qué se me da mí?

ARRUMACO

s e

s e

s e

m

e

m

m

e

e

da a mí?

da a mí? 230

da a mí?

Que se vendan buñuelos a medio freír,

como yo no los coma, ¿qué se me da a mí? 2 3 5 Repiten todos.

FIN

v. 235 acot. Indicación «Fin» omitida en todos los testimonios, salvo VJ.

ENTREMÉS CANTADO EL

MARTINILLO

(SEGUNDA

PARTE)

REPRESENTÓLE ANTONIO DE PRADO

Interlocutores: JOSEFA L O B A C O . L U I S A D E LA C R U Z .

FRANCISCA. ISABEL D E G Ó N G O R A .

E L M U N D O VIEJO.

CATALINA.

MARTINILLO.

E L M U N D O NUEVO.

U N CUÑADO.

GALÁN IO.

U N A TÍA.

G A L Á N 2o.

U N A HIJA.

G A L Á N 3o.

L A AUTORA.

G A L Á N 4o.

Sale Josefa cantando.

JOSEFA

L a triste casa del mundo

de bote en bote está llena, de los locos que ha metido Martinillo dentro della. LUISA

Expulsión quieren hacer;

y como entonces por fuerza decían «métele dentro», os dirán: «échale fuera».

Según Bergman (1965, p. 320) podría datar de 1633, 1634 o 1635. Interlocutores: PR lee «U a hija». v. 2 BF lee el verso de la siguiente manera: «de vote esta llena», v. 3 BF omite el artículo «los». v. 6 entonces: se refiere a la primera parte de este entremés. Ver supra.

5

456

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

Ténganse en buenas, que el mundo es bola y rueda. JOSEFA LUISA JOSEFA LUISA

Ya sale. Ya entra. Ya viene. Ya llega.

JOSEFA

Que no hay quien le pare.

LUISA

Que no hay quien le tenga.

LAS 2

10

Y como una bola rueda.

MUNDO

Yo soy el mundo, que todo lo vuelco y todo lo hundo.

JOSEFA

Si es el mundo el que miramos. —¿Oyes? E n bellaco mundo estamos. — C i e r t o .

LUISA

Si es el mundo este que vemos. — ¡ H o l a ! ¡Oh! ¡qué mal mundo tenemos! — ¡ F u e g o !

MUNDO

Si ando siempre entre mujeres. —¡Miren! D i m e con quién andas y diré te quién eres.

JOSEFA

Martinillo nos entró en vuestra casa por fuerza.

MUNDO

N o había entonces guardainfantes, y ocupaban menos tierra.

LUISA

¿Tanta ocupamos ahora?

MUNDO

Tanta, que hasta en la comedia la mitad de lo que cabe ha mermado la cazuela.

15

20

25

30

w. 23-24 Dime con quién andas...: conocido refrán que Correas recoge con variantes: «Dime con quien andas, diréte lo que hablas, o tus mañas», «Dime con quién fueres, diréte quién eres», «Dime con quién paces y decirte he qué haces», etc. (Correas, p. 157). v. 25 BF: «Marrinillo». v. 27 guardainfantes: ver el entremés del mismo título con sus notas para este motivo de la sátira del guardainfante. v. 28 En PR: «ocuponan».

EL MARTINILLO

(SEGUNDA

PARTE)

JOSEFA

¡Cruel figura es el mundo!

MUNDO

Más crueles son las hembras, pues a las valonas prenden,

457

35

al cabello atenacean, dan garrote a las cinturas, a los chapines destierran, a las basquiñas empalan, y a los jubones degüellan.

40

¡Martinillo! MARTINILLO

¡Mi amo!

MUNDO

Échalas fuera.

MARTINILLO

Salga toda sabandija, que embaraza y no aprovecha.

MADRE

Madre soy de mala gana,

45

y haciendo a m i hija enana,

w. 30-32 Tanta, que hasta en la comedia...: porque si van con guardainfante a la cazuela del teatro no caben ni la mitad de las que cabrían sin él. Ver para la cazuela El tiempo, n. v. 121. v. 35 a las valonas prenden: empieza una serie de dilogías; prenden 'adornan' (y 'apresan') las valonas 'especie de cuello': ver El talego-niño, n. v. 26. v. 36 el cabello atenacean: para hacerse rizos. v. 37 dan garrote a las cinturas: 'se aprietan las cinturas para conseguir el perfil deseado'; el garrote era pena para delincuentes plebeyos (estrangulamiento en un palo con un aro de hierro); es la pena que Pedro Crespo hace ejecutar en el capitán Ataide en El alcalde de Zalamea de Calderón, comedia que conoce el título alternativo de El garrote más bien dado.

v. 38 chapines destierran: porque dejan de estar de moda; chapín: «Calzado propio de mujeres, sobrepuesto al zapato para levantar el cuerpo del suelo [...] el asiento es de corcho» (Cov.). Comp. Quevedo, PO, núm. 614, w. 9-11: «Quien no fuere de Marte matachín / te incline solo a que le quieras bien, / rindiéndote del manto hasta el chapín». v. 39 basquiñas empalan: porque arman las basquiñas con palos, aros y refuerzos, con los guardainfantes; para basquiña, ver Guardainfante, 2, n. v. 37; para la armadura de basquiña con guardainfante La muerte, n. v. 121. El empalamiento era género de tormento y muerte muy cruel, enclavando el cuerpo del reo en un palo aguzado. v. 40 jubones degüellan: juega con el sentido de degollar 'hacer un escote en el jubón'; degolladura es «el escote o sesgo que hacen los sastres en las cotillas, jubones y casacas de las mujeres» (Aut). v. 43 sabandija: ver La paga del mundo, n. v. 4.

458

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

mando que me llame hermana, como si alguien lo creyera. MUNDO

¡ Martinillo!

MARTINILLO

¡Mi

MUNDO

MARTINILLO CUÑADO

amo! Échala fuera.

Salga quien por sus años sus hijos niega.

50

C o n perdón, yo soy cuñado,

subsidio, mas no excusado, un pariente tan sobrado, que aun dado no hay quien le quiera. MUNDO

¡Martinillo!

MARTINILLO

¡Mi

MUNDO

amo! Échale fuera.

MARTINILLO

Salga, y desenruine la parentela.

TÍA

Y O soy tía y yo soy tía.

¡Mal haya quien de mí fía, pues la más sobrina mía sale de m i casa nuera! MUNDO

60

¡Martinillo!

MARTINILLO

¡Mi

MUNDO

amo! Échala fuera.

MARTINILLO

Salga tía, y los diablos carguen con ella.

YERNO

Y O soy, M u n d o , tan buen yerno, que cuando la hablo más tierno, no en m i casa, en el infierno, a m i suegra ver quisiera.

MUNDO

55

65

¡Martinillo!

v. 51 con perdón: frasecilla que se decía cuando se iba a nombrar algo sucio o desagradable; resulta chistosa aplicarla al cuñado. Ver Puente Segoviana, 1, n. v. 63. Comp. Quevedo, Cuento de Cuentos, Prosa festiva, p. 391: «Un enfadado que dice a otro que le trae sobre ojo es, con perdón, llamarle nalgas». Los chistes sobre cuñados son tópicos, como los que siguen sobre las suegras. v. 55 VJ: «Echala». v. 63 BF: «No soy...».

EL MARTINILLO

MARTINILLO

HIJA

PARTE)

459

¡Mi amo!

MUNDO MARTINILLO

(SEGUNDA

Echale fuera. Salga quien quiere dote y horro de suegra. H i j a soy de padre viejo, y m i edad con su consejo

70

es u n ciego con espejo y u n capón con bigotera. MUNDO MARTINILLO MUNDO

¡Martinillo! ¡Mi amo! Echala fuera.

MARTINILLO

Desavahen el mundo las bachilleras.

MUNDO

Estas venden disparates.

AUTORA

Y O tabardillo en tomates.

FRANCISCA

Y O sarampión en majuelas.

ISABEL

Y O en almendrucos viruelas.

CATALINA

Y O calentura en tostones.

75

v. 68 dote y horro de suegra: esto es 'es loco quien quiere recibir la dote de la mujer en el matrimonio, y quiere también verse libre de la suegra: las dos cosas no se pueden conseguir; si quiere dote resígnese también con la suegra'; horro: «libre, desembarazado» (Aut).VJ: «horo». w. 71-72 ciego con espejo, capón con bigotera: la juventud de la hija está tan reñida con el consejo del padre, que es como si un ciego tuviera un espejo, cosa inútil, o si un capón (barbilampiño) usara bigotera, también inútil. Lo del espejo para el ciego no requiere mayor anotación; chistes sobre capones abundan en el Siglo de Oro, y a menudo se ocupan de la falta de barba y bigote de los capones; bigotera: ver La paga del mundo, n. v. 103. v. 74 Desavahen: desavahar es «Desarropar para que exhale el vaho y se temple o entibie lo que está muy caliente a fuerza de abrigo y ropa» (Aut); es decir 'dejen libre al Mundo las bachilleras para que pueda respirar y refrescarse algo, librándose de su agobio'; bachiller. «Comúnmente y por vilipendio se da este nombre y se entiende por el que habla mucho fuera de propósito y sin fundamento» (Aut). v. 75 Locutor «Mar.» en todos los testimonios, aunque parece mejor el Mundo para conservar la alternancia del diálogo. v. 76 tabardillo: especie de tifus; ver Civilidades, v. 35. v. 77 majuelas: «Cierta frutilla colorada que produce en racimillos una especie de espino llamado oxiacanta» (Aut). v. 79 tostones: garbanzos tostados; ver La maya, n. v. 23.

460

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

LUISA

Y O en zarzamoras ciciones.

JOSEFA

Y yo en manzanas dentera.

MUNDO

¡Martinillo!

MARTINILLO

¡Mi amo!

MUNDO MARTINILLO

80

Échalas fuera. N O estén más en el mundo las que le enferman. Salen las Indias, Nuevo mundo.

NUEVO MUNDO

Si del mundo os han arrojado...

TODOS

S Í , señor.

NUEVO MUNDO

N u e v o mundo en mí habéis hallado.

TODOS

S Í , señor.

M U N D O VIEJO

¡Gentecita del M u n d o viejo!

TODOS

¿Qué mandáis?

M U N D O VIEJO

Pan de perro nos pega el nuevo.

TODOS

¡Qué gran mal!

M U N D O VIEJO

Oigan, oigan, señoras Indias.

TODOS

¿Qu¿

NUEVO MUNDO

N O oye a pobres la gente rica.

TODOS

¡Qu¿ gran

M U N D O VIEJO

O r o y plata sus Indias paren.

TODOS

E S verdad.

85

90

mandáis?

m

a

i

-

95

v. 80 ciciones: «La calentura que entra con frío, que por ser parecido en lo agudo y penetrante al cierzo, dice Covarrubias se deriva dél esta voz, pero es más verisímil se llame así la terciana sencilla, y que venga de cesar, por aquel día que cesa y tiene el enfermo de intermisión u descanso» (Aut). v. 90 Pan de perro nos pega el nuevo: en la príncipe (y BF) este locutor es «Fru.», que nos parece error; pan de perro: «Metafóricamente vale daño u castigo que se hace u da a alguno; es tomada la alusión de que en el pan suelen darles a los perros lo que llaman zarazas, para matarlos» (Aut); comp. Quiñones, Don Satisfecho..., en Madroñal, 1996, p. 283: «Vamos abajo y los tres / le daremos pan de perro»; id., Los sacristanes burlados, Colección, II, p. 618:«—Estos picaros me enfadan. / —Pues pégales pan de perro».

EL MARTINILLO

(SEGUNDA

PARTE)

NUEVO MUNDO

Y de España son las comadres.

TODOS

Es verdad.

M U N D O VIEJO

E n su tierra tienen la cuna.

TODOS

Es verdad.

NUEVO

MUNDO

461

100

Y en la suya la sepoltura. Es verdad.

TODOS

Dénos algo de bienes tantos: sí por Dios.

105

NUEVO MUNDO

¿Cuándo dejo de darles algo?

TODOS

N i es razón.

JOSEFA

D é m e dinero, señor majadero.

LUISA

Envíe dinero, señor Perulero.

AUTORA

Présteme dinero; no sea grosero.

ISABEL

Fíe dinero; no esté tan entero.

JOSEFA

Dar, prestar, enviar y fiar, todo es dar.

M U N D O VIEJO

N o es dar.

NUEVO MUNDO

Sí es dar.

LUISA

N o tiene razón.

JOSEFA

Sí tiene razón, porque ánade, pato, ganso y ansarón, cuatro cosas suenan, y una sola son.

GALÁN I O

Quiere la hija el dinero dado.

GALÁN 2 O

Pide la madre el dinero prestado.

GALÁN 3

O

Aguarda la tía el dinero enviado.

GALÁN 4

O

Yerno y cuñado lo piden fiado.

JOSEFA

110

115

120

Dar, prestar, enviar y fiar, todo es dar.

125

v. 104 A la altura de este vuelve a indicarse el locutor «Toa .». Enmendamos suprimiendo la repetición innecesaria. 1

w. 118-19 porque ánade, pato, ganso y ansarón...:

ver supra La paga del mudo, n.

v. 113 para estos versos que recogen elementos tradicionales.

462

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

M U N D O VIEJO

N o es dar.

M U N D O NUEVO

Sí es dar.

LUISA

N o tiene razón.

JOSEFA

Sí tiene razón, porque ánade, pato, ganso y ansarón, cuatro cosas suenan, y una sola son.

TODOS

Cantan. Hincarnos de rodillas, decir nuestra humildad, pediros piedad y echar dos lagrimillas, son las mismas maravillas que pediros el perdón, porque ánade, pato, ganso y ansarón, cuatro cosas suenan, y una sola son.

FIN

w. 130-31 En PR,VJ, BF: «Porque añade, etc.». Desarrollamos, w. 138-39 En PR,VJ, BF: «Porque añade, etc.». Desarrollamos.

ENTREMES EL

CASAMIENTO

CANTADO

DE LA CALLE

CON

EL PRADO

MAYOR

VIEJO

REPRESENTÓLE VALLEJO

Interlocutores: Músicos.

M A R Í A DE LATRAS.

BERNARDA.

MIGUEL.

J U A N DE TAPIA.

M A R Í A DE RIQUELME.

M A R Í A ARTIAGA.

FRANCISCO RODRÍGUEZ.

ARTIAGA.

SALINAS, GRACIOSO.

FRANCISCA.

JERÓNIMA.

SEBASTIÁN.

Salen músicos MÚSICOS

cantando.

C a s ó la Calle M a y o r

con el señor Prado Viejo,

Bergman (1965, pp. 280-81) apunta que el coste de estos trajes necesarios en la pieza desbarataría el presupuesto de la compañía a no haber ayuda de costa excepcional, como la que se daba para ciertas fiestasespeciales. Se sabe que Vallejo representó ante el rey la víspera de San Juan de 1631, entre otras piezas, tres bailes de Benavente cuyo título ignoramos. El reparto está acorde con esta posible fecha, sugerida por Bergman para esta mojiganga. Para los lugares de Madrid que se mencionan, ver Herrero, 1963, pp. 179-98. Tomaremos algunas referencias de Herrero y remitimos a sus páginas para más documentación literaria de estas calles madrileñas. Interlocutores: BF: «Francisea». v. 1 Calle Mayor. «La Calle Mayor comenzaba a llamarse así a partir de Platerías [...] La nota característica de la gran calle era la riqueza de su comercio» (Herrero, 1963, pp. 184-85).

464

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

trocando la vecindad en amable parentesco. Convidadas a la boda

5

todas las calles vinieron, que a la M a y o r se le debe la obediencia y el respeto. D e gala vienen vestidas, sin ponerse nada ajeno,

10

que cada calle sacó de sí misma el lucimiento. Sale Bernarda como comadre, y en el sombrero una tablilla que dice: «Calle BERNARDA

de la comadre de

Granada».

Y O soy la celebrada Calle de la comadre de Granada, y vengo a ser la madrina,

15

porque el oficio que tengo siempre fue presa en las bodas y pinta en los nacimientos; que son niñerías c o n las que enriquezco.

v. 2 Prado Viejo: «era el paseo que se extendía desde la actual plaza de Cibeles hasta la actual glorieta de Atocha. Se llamaba también Prado de San Jerónimo [...] Por las tardes confluían a la Calle Mayor todos o los más coches de Madrid y se establecía una cadena lenta desde Platerías hasta el Prado a través de la Puerta del Sol y Carrera de San Jerónimo. Hacia el anochecer los coches procesionarios iban recalando en el Prado» (Herrero, 1963, pp. 190-91). v. 14 Calle de la comadre de Granada: «era la calle que hoy se llama del Amparo y va de la calle de la Esgrima a la Ronda de Valencia. Su título completo era de la comadre de Granada, famosa comadrona venida de la ciudad de la Alhambra a la Corte, donde obtuvo éxitos muy sonados a mediados del siglo xvn» (Herrero, 1963, p. 120). vv. 17-18 presa, pinta: dilogías con vocablos de un juego de naipes (juego del parar); Quiñones repite estos juegos: comp. Lo que pasa en una venta (Madroñal, 1996, p. 114): «presa en grajos y pinta en palomino»; Entremés sin título, anónimo, Colección, I, p. 72: «no haré sino voltearte como campana, y los pies cara arriba y la cabeza abajo, y largaré más a las presas con pinta y encaje y encuentre». v. 19 En la príncipe (y resto de testimonios) «que son niñerías có las que enriquezco, etc.», que debe tratarse de una errata de imprenta, porque no se nos alcanza qué significa el etc.

EL

CASAMIENTO

DE LA CALLE

MAYOR

465

Sale Tapia, lleno de pelotas el vestido. TAPIA

E l Juego de la Pelota

20

soy, que en topándome u n pelo, se la vuelvo al más pintado, armando m i l peloteros. N o juro, mas boto sin ser juramento. Sale María

deArtiaga,

el vestido con camisas, coletos y tale-

gos. M A R Í A ARTIAGA

L a gran Calle de las Postas,

25

en camisa y con coleto, vengo a compraros las bolsas y a venderos los talegos, que sobra en qué echallo, y falta el dinero. Sale Artiaga,

el vestido con cantimploras, sartenes y can-

diles. ARTIAGA

Y O soy la Puerta Cerrada,

30

por quien el refrán dijeron de «Al herrero, que echa chispas», siendo quien las echa el hierro, que el hierro lo peca, y lo paga el herrero. Sale Francisca con aventadores y esportillos por el vestido.

v. 20 Juego de la Pelota: estuvo encima del Prado; Barrionuevo da noticia de otro que había cerca de Palacio (ver la nota de Cuevas en su edición de Zabaleta, Día

de fiesta, p. 431).

v. 23 peloteros: «El que tiene por oficio hacer las pelotas o ministrarlas en el juego [...] Vale también riña, contienda o revuelta» (Aut). v. 24 boto sin ser juramento: la expresión «voto a» forma parte de los juramentos; la pelota bota, aunque no jura. Fácil dilogía. v. 25 Calle de las Postas: calle adyacente a la Calle Mayor, que sube hacia la Plaza Mayor; estaba llena de tiendas de ropa, por lo que también se llamaba la Ropería (Herrero, 1963, p. 193). v. 30 Puerta Cerrada: ver La dueña, n. v. 124. v. 32 al herrero, que echa chispas: ver Jácara que se cantó en la compañía de Olmedo,

n. v. 60.

466

FRANCISCA

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

L a Espartería soy yo,

35

que en Provincia me aposento, donde las pleitas me visten, y me desnudan los pleitos, dejada en verano, buscada en invierno. Sale Sebastián, SEBASTIÁN

con muchos retales de color por el vestido.

H e l o , helo, por do viene

40

el Portal de los Mauleros, de diferentes retales, como poeta, sin serlo; el tiempo lo rompe, mas yo lo remiendo. Sale María, MARÍA

con un sol en la cabeza.

Y O soy la Puerta del Sol,

45

que a pesar de los paseos,

v. 35 Espartería: la calle de Esparteros arrancaba de la Calle Mayor y subía hacia Santa Cruz; como su nombre indica estaban en ella los vendedores de esteras de esparto y otros artículos de la misma materia (Herrero, 1963, p. 193). v. 36 Provincia: la plazuela de Provincia, donde estaban los tribunales llamados «de Provincia». Provincia se llamaba «el juzgado de los alcaldes de Corte [...] y es para conocer de los delitos y dependencias civiles. Hayle no sólo en esta corte sino también en las ciudades de Granada, Valladolid, y Sevilla, y los escribanos ante quien se actúan los pleitos se llaman escribanos de provincia» (Aut). Comp. Quevedo, PO, núm. 874, w. 1-4: «Allá va con un sombrero, / que lleva, por lo de Flandes, / más plumas que la Provincia, / más corchetes que la cárcel». Bernardo de Quirós, Fruela, p. 188: «en Provincia, delante del señor Alcalde declararon lo que les había sucedido». Ver Herrero, 1963, p. 329. De ahí el chiste que sigue con la paronomasia pleitas / pleitos. v. 37 pleita: «tira de esparto que junta y cosida con otras forma el rollo de estera u otra cualquier cosa que se fabrica con ella» (Aut). v. 40 Helo, helo, por do viene: comienzo de romances viejos (Durán, núms. 294, 858: «Helo, helo por do viene / el infante vengador»). Se parodia muchas veces, por ejemplo, en Quevedo, PO, núm. 866, vv. 1-2: «Helas, helas por do vienen / la Corruja y la Carrasca». v. 41 Portal de los Mauleros: «El Portal de los Mauleros, o sea de los estafadores, se encontraba en el ala oeste de la plaza Mayor, tal como fue construida en 1618» (Herrero, 1963, p. 193). v. 45 Puerta del Sol: no hace falta anotar este popular sitio madrileño; ver Jácara que cantó en la compañía de Romero Francisca Paula, n. v. 10.

EL

CASAMIENTO

DE LA CALLE

MAYOR

467

me vuelven Puerta Cerrada la multitud de cocheros, y paso m i vida comprando y vendiendo. Sale Miguel,

con medias de diferentes colores en el vesti-

do. MIGUEL

L a Calle soy de los Tintes,

50

donde al más sabio y discreto le hago mudar colores sin decille malo o bueno, y todo lo tiño, si no son los viejos. Sale María

de Riquelme, con un collar de medidas de vino

y un embudo en la cabeza.

v. 47 Puerta Cerrada: ver La dueña, n. v. 124. v. 50 Calle de los Tintes: ver Herrero, 1963, p. 379.

v. 52 mudar colores: aplicación literal de la frase figurada 'causar vergüenza y apuro'; aquí mudan los colores porque son tintoreros. v. 53 sin decille malo o bueno: muletilla popular, estribillo de una vieja cancioncilla que se aplicó al personajillo folklórico de Diego Moreno. Comp. Quevedo, Sueños, p. 403: «Mi mujer era una picaronaza, y ella me disfamaba, porque dio en decir "Dios me le guarde al mi Diego Moreno, que nunca me dijo malo ni bueno", y miente la bellaca, que yo dije malo y bueno ducientas veces. Y si está el remedio en eso, a los cabronazos que hay agora en el mundo decildes que se anden diciendo malo y bueno a sus mujeres, a ver si les desmocharán las testas y si podrán restañar el flujo del hueso. Lo otro, yo dicen que no dije malo ni bueno; y es tan al revés, que en viendo entrar en mi casa poetas decía "¡malo!", y en viendo salir ginoveses decía "¡bueno!"; si vía con mi mujer galancetes decía "¡malo!"; si vía mercaderes decía "¡bueno!"; si topaba en mi escalera valientes decía "¡remalo!"; si encontraba obligados y tratantes decía "¡rebueno!". ¿Pues qué más bueno y malo había de decir?»; id., Entremés de Diego Moreno, OP, IV, p. 52: «Y a fee que me ha pesado de la muerte de Diego Moreno, porque nunca me dijo malo ni bueno». v. 54 viejos: burla de los viejos teñidos, frecuente en la literatura satírica de la época. Para este motivo cfr. Quevedo, Un Heráclito, núm. 270, w. 35-42; PO, núm. 632, a un viejo teñido: «Este que veis leonado de cabeza, / negro de barba y rojo de mostachos» (w. 1-2); PO, núm. 645, vv. 1-10: «Que el viejo que con destreza / se ilumina, tiñe y pinta, / eche borrones de tinta / al papel de su cabeza, / que enmiende a Naturaleza / en sus locuras protervo, / que amanezca negro cuervo / durmiendo blanca paloma, / con su pan se lo coma»...

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

468

MARÍA

JOCOSERIA

Pues yo soy las Tabernillas,

55

que con el vino que llevo, si me beben en la boda, pienso agualles el contento: medidas de botas me adornan el cuello. Sale Francisco Rodríguez,

con justillo pintado de colores de

aguas. FRANCISCO

Manzanares soy, tan pobre,

60

que para pagar m i censo, una mohatra de agua de las fuentes tomar quiero y no hay quien me fíe, si no es el invierno. TODOS

¡Plaza, plaza! ¡Fuera, a u n lado!,

65

que la Calle M a y o r visita al Prado, y él sale a recebilla entre el Arroyo, Puente y Torrecilla.

v. 55 Tabernillas: ver Herrero, 1963, pp. 179, 414. Sigue una serie de alusiones chistosas sobre el vino, la práctica de echarle agua de los taberneros, etc., que ya hemos anotado en otros lugares de este libro. Ver El talego-niño, n. v. 155 y sobre todo La Puente Segoviana, 1, n. w. 86 y ss.

v. 59 medidas de botas: hay un chiste con el calambur y dilogía «medidas devotas» / «medida de botas»; va adornada con medidas o recipientes para medir el vino que se lleva en las botas; pero medida era también «la cinta que se corta igual a la altura de la imagen o estatua de algún santo, en que se suele estampar su figura y las letras de su nombre con plata u oro. Usase por devoción» (Aut), y estas son las aludidas en el floreo verbal del personaje. El chiste con de botas / devotas es antiguo y se documenta en Castillejo, Sebastián Horozco, Lucas Hidalgo, Góngora, Quevedo... Ver Rico, ed. Lazarillo, p. 19, González Ollé, 1979-80, quien cita a Lucas Hidalgo, por ejemplo: «mayor devoción tendré en bebiendo. —¿Por qué? —Porque cuando el vino sale de bota es bebida muy devota». v. 59 acot. justillo, aguas: justillo es «vestido interior ajustado al cuerpo a manera de jubón, de quien se diferencia en no tener mangas» (Aut); aguas son los visos que hace una tela. v. 60 Manzanares: sobre su escasez de agua ver La Puente Segoviana, 1, n. v. 7. v. 62 mohatra: 'usura, préstamo usurario'. v. 65 Plaza, plaza: ver La visita de la cárcel, n. v. 98.

v. 68 Arroyo, Puente y Torrecilla: «El lugar entre el Arroyo, puente y Torrecilla es el sector del Paseo del Prado desde la Cibeles a Neptuno. El Arroyo corría por el centro del actual Paseo de la Castellana, entre dos filas de álamos, desde la Fuente

EL CASAMIENTO

DE LA CALLE

MAYOR

Sale Salinas, que es el Prado, con un justillo álamo por muletilla

469 verde y

y una fuente en la cabeza, y

un

ferónima,

que es la Calle Mayor, con valonas y tocados de cintas en el vestido.

SALINAS

Calle Mayor, bien venida.

JERÓNIMA

B i e n estado, Prado ameno.

TODOS

¡Vivan m i l años los novios!

LAS 2

L a villa puede hacer eso.

TODOS

70

U n a calle se casa; las demás todas,

por estar siempre en ella, van a las bodas. JERÓNIMA

¿Qué colores escogéis

75

para las galas que espero? SALINAS

Verdes serán en verano,

y rosa seca en invierno. Agua mucha te daré. JERÓNIMA

¿Para qué m i amor la quiere?

FRANCISCA

Al oído. Toma cuanta te ofreciere,

80

que yo te la compraré. SALINAS

Tazas tendrás por manillas.

JERÓNIMA

Pues ¿qué he de hacer yo con ellas?

MARÍA

Al oído. Si quisiéredes vendellas,

85

aquí están las Tabernillas. SALINAS

Alamos toma por galas.

JERÓNIMA

¿Para qué son buenos, di?

TAPIA

Al oído. Pues feriádmelas a mí,

que quiero hacer unas palas.

90

Castellana [...] La llamada Torrecilla se levantaba aproximadamente donde hoy está la fuente de Neptuno» (Herrero, 1963, p. 193). v. 68 acot. valona: ver El talego-niño, n. v. 26. v. 83 manillas: «El adorno que traen las mujeres en las muñecas, compuesto de unas sartas que dan varias vueltas de perlas, corales, granates u otras cuentas» (Aut). w. 89-90 feriádmelas, palas: 'regaladme esas galas de álamos, para hacerme unas palas'; con la madera de los álamos se puede hacer palas para jugar a la pelota (recuérdese que Tapia es el Juego de la Pelota).

470

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

SALINAS

Sol te daré a mano abierta, cuando por m i puerta asomes.

MARÍA

Calle Mayor, no le tomes, que harto tienes en m i Puerta.

JERÓNIMA

C o n las galas deste día,

95

Prado, frío habéis quedado. FRANCISCA

Esterar al señor Prado, que aquí está la Espartería.

SALINAS

Lleve el diablo la menguada. Vale a dar, y métese en medio la Puerta

ARTIAGA

M i favor deso os absuelve, que ya sabéis que se vuelve el diablo a puerta cerrada.

JERÓNIMA

Transformadme, Tintoreros;

Cerrada.

100

pues podéis a poca costa. SALINAS

Pues iré yo por la posta,

105

a alcanzarte en los Mauleros. JERÓNIMA

D e bestia juzgan m i talle, pues me echan en el Prado.

SALINAS

Y a mí del más desechado,

pues me arrojan en la calle. BERNARDA

110

Dalle que dalle,

moneda de duende. Calle, Prado, que no lo entiende. SALINAS

Pues ¿qué le atormenta, que este Prado no la contenta?

115

v. 102 el diablo a puerta cerrada: es frase proverbial que trae Correas, p. 58: «A puerta cerrada el diablo se torna». v. 105 por la posta: 'a toda velocidad, como si fuera en caballos de posta'; juega con la Calle de las Postas, mencionada antes. v. 111 Dalle que dalle: «Dalle que le da. Cuando uno importuna y repite cosas» (Correas, p. 551). v. 112 moneda de duende: «Dineros son de duende. Los soñados, que no lucen y se desvanecen» (Correas, p. 560). Se decía que se convertían en carbón. Comp.

EL CASAMIENTO

JERÓNIMA

DE LA CALLE

MAYOR

471

D i n e r i t o le quiero yo, que Pradito no.

BERNARDA

Verdecito no le apetecí, doradito sí. Repiten.

SALINAS

Papagayo me ha vuelto su maula,

120

que hablo, que pico y me quedo en m i jaula. BERNARDA

¿Quién pasa, quién pasa?

SALINAS

M u j e r que va a caza.

JERÓNIMA

¿Qué la has de dar?

SALINAS

Soga nueva y por raspar.

BERNARDA

¿Y a este buen talle?

SALINAS

E n la horca le dé el aire.

TODOS

¿ C ó m o estás, oro?

SALINAS

E n negativa, perro moro.

125

el Entremés octavo del indiano, anónimo, Colección, I, p. 140: «Este es el dinero, pero debe de ser de duende, que está hecho carbón». w. 116-17 Dinerito le quiero yo...: parodia «Dadivoso le quiero yo / que valiente no», estribillo que aparece en un romance anónimo (Durán, núm. 1870) y citado en La Dorotea (nota de Bergman, ed. de Entremeses de Quiñones, 1968, p. 98). v. 119VJ: «doraditi». w. 122-23 ¿Quién pasa?: como recuerda Bergman (ed. Entremeses de Quiñones, 1968, p. 99) era la frasecilla que enseñaban a los papagayos: «¿Quién pasa?, ¿quién pasa? El rey que va a caza». Comp. Lope, La Gatomaquia, p. 82: «de un muerto por sus uñas papagayo, / que diciendo "¿Quién pasa?" cierto día, / pensó que el rey venía, / y era Marramaquiz que andaba a caza». w. 128-29 ¿Cómo estás, oro?: adaptación de elementos folklóricos y proverbiales: «¿Cómo estáis, loro? Aquí como cautivo y solo. R a z ó n de papagayo» (Correas, p. 119); adaptándolo a «oro» se alude al motivo de la resistencia al dar a las pedigüeñas, que ya ha aparecido numerosas veces en estos entremeses. v. 129 perro: «Metafóricamente se da este nombre por ignominia, afrenta y desprecio, especialmente a los moros y judíos» (Aut); Léxico; Correas, p. 629: «Perros llamamos a los moros y esclavos porque no tienen quien les salve el alma, y mueren como perros». Cfr. Quevedo, PO, núm. 763, w. 183-84: «y si las moras son perras, / de casta le viene al galgo»; Quiñones, infra, Los muertos vivos, v. 1: «—¡Favor, socorro, ayuda! —Esperad, perro».

472

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

BERNARDA

A papagayo de tanta agudeza, tuércele, tuércele la cabeza.

FRANCISCA

Si eras Prado, amigo, ayer, ¿como hoy papagayo eres?

SALINAS

Si le piden las mujeres,

¿quién no pierde luego el ser? M A R Í A RIQUEL.

¿Qué gracias sabes hacer?

SALINAS

Las que me enseñó su maula,

que hablo, que pico y me quedo en la jaula.

FIN

130

135

JÁCARA

QUE SE CANTÓ DE

EN LA

BARTOLOMÉ SEGUNDA

COMPAÑÍA

ROMERO PARTE

Interlocutores: TOMÁS,

GRACIOSO

M A R Í A DE VALCÁZAR.

PEDRO R E A L .

VALCÁZAR.

JULIANA.

MÚSICOS.

INÉS.

Sale Tomás a bailar y piden jácara desde el patio.

TOMÁS

¿ Q u e tanta jácara quieres,

patio mal contentadizo? Ayer ¿no te la cantamos por todo cuanto distrito tiene este pobre corral? Pues si no quedó resquicio por donde no se cantasen, ¿qué habernos de hacer contigo? Las novedades no duran por los siglos de los siglos. ¿Por dónde o qué han de cantar, que no esté ya hecho o dicho?

5

10

Vale para esta lo dicho a propósito de la primera parte de esta jácara. Ver supra las notas a la anterior del mismo título, que consideramos, análogamente a otros casos de la Jocoseria, como primera parte. Todos los testimonios omiten en el título «Segunda parte». v. 7 BF: «te cantasen». v. 11 En PR: «haá de». Corregimos la errata; VJ y BF: «ha de».

474 REAL

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

JOCOSERIA

Por donde yo se la canto, En un

bofetón.

que es justo, humillando el brío, que lo que la corte manda,

15

se haga en los aires mismos. TOMÁS

Sóbranle treinta razones. ¿Pídenme jácara? D i g o que debajo de la tierra la he de sacar, ¡vive Cristo! Por un

JULIANA

20

escotillón.

A la voz y juramento sale u n jacaril ministro de debajo de la tierra, con entonado chillido, que es la jácara cantada

25

como chisme o cuentecillo, que mientras más tierra le echan más se publica el delito. TOMÁS

Esta ¿es jácara o es hongo? Por otro escotillón.

INÉS

D e poco se espanta, amigo.

30

Jácaras por arcaduces desde Sevilla han venido, v. 13 bofetón: una tramoya de elevación; ver la Loa que representó Antonio de Prado, acot. inicial. Por eso viene el chiste luego de «hacer en el aire» lo que manda la corte, porque está en el bofetón. v. 17 en el aire: «Modo de hablar vulgar con que se da a entender que alguna cosa se ha hecho o se ha de hacer con gran brevedad y velocidad» (Aut). El juego de palabras ya se ha indicado. v. 20 acot. escotillón: trampilla en el teatro, por donde caen o se asoman personajes que parecen salir de debajo de la tierra. Los versos siguientes usan imaginería diabólica: a los conjuros salen demonios del abismo en las comedias; ministro aquí en el sentido de 'servidor', como esos diablos que salen conjurados del infierno para servir a los magos o brujos. v. 29 hongo: porque ha brotado de la tierra como las setas. v. 31 arcaduces: «Caño por donde se conduce el agua en los acueductos [...] vasos o cangilones con que se saca agua de las norias» (Aut).

JÁCARA...

BARTOLOMÉ

ROMERO

(SEGUNDA

PARTE)

con tan nuevas agudezas y tan vivo el sonecillo, que las cantarán los muertos por disculpar a los vivos.

475

35

De muerto, por otro escotillón. VALCÁZAR

Viejo muerto y enterrado, ni puedo, n i me resisto, si se bulle o se rebulle en la guitarra este hechizo.

TOMÁS

¡Oh, qué bien se va poniendo la jácara en nuevos sitios! Nadie la rete, si quiere ahorrarse u n par de chirlos.

REAL

Jacarita, jacarita, no digas que no te aviso, que del R e a l de donde cobran una moza había salido.

TODOS

¡Afuera, afuera, afuera! ¡Aparta, aparta, aparta! Que corre, corre, corre, que vuela, vuela, vuela, que llega, que reta, que raja. Sale María

40

45

50

de Valcázar, a caballo, por el patio.

v. 36 acot. BF: «mnerto». v. 44 chirlos: heridas; ver La paga del mundo, n. v. 122. w. 45 y ss. Jacarita, jacarita...: parodia del romance viejo «Rey don Sancho, rey don Sancho, / no digas que no te aviso, / que del cerco de Zamora / un traidor habia salido» (Durán, núm. 777). v. 47 del Real: real es el lugar donde acampa el ejército, en especial donde está la tienda del rey o el general; 'lugar, sitio'; juega con el nombre del actor; y evoca otros versos del Romancero, por ejemplo, Durán, núm. 782: «En el real de Zamora / el rey don Sancho yacía»; o Durán, núm. 778: «Gritos dan en el real / que a don Sancho han malherido», que parodia también Quevedo, PO, núm. 722, w. 5-8: «En el real de don Sancho / grandes alaridos dan; / son Sancho los da mayores / porque le piden el real». w. 49-50 ¡Afuera, afuera, afuera!...: parodia versos romanceriles: comp. La muerte, n. v. 16.

476

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

MARÍA

REAL

JOCOSERIA

Camaleón, que en el aire estás papando mosquitos; setas que os brota la tierra; defunto jacarandino; musiquitos de agua y lana; jacaristas de poquito, rétoos cuanto habéis cantado, que es retaros u n comino.

55

60

¡Oh, qué hermoso badulaque!

INÉS

O h , qué poco torbellino!

JULIANA

O h , qué pulla a la jineta!

VALCÁZAR

O h , qué reto del Sotillo!

65

w. 54-55 Camaleón...: se dirige a los distintos lugares desde donde cantan la jácara; camaleón al que está por el aire en el bofetón; setas llama a los del escotillón, que salen de la tierra, o difunto, también, al que sale de la «tumba» del otro escotillón caracterizado de muerto, etc. Cov. aporta suficientes datos sobre el camaleón: «Es cosa muy recebida de su particular naturaleza mantenerse del aire y mudarse de la color que se le ofrece». Lo que dice Plinio de él lo resume extensamente Covarrubias. Aquí interesa su propiedad de alimentarse del aire y de los mosquitos que caza con su lengua extensible. v. 55 papando mosquitos: juego con los sentidos de la frase hecha, literal respecto del camaleón (que come o papa mosquitos) yfigurada:«papar moscas o viento. Metafóricamente vale estar embelesado o sin hacer nada o con la boca abierta» (Aut). v. 57 PR: «defunro». v. 58 de agua y lana: frase para denotar al hombre de poco valor y consideración, que recoge Correas, p. 594: «Hombrecillo de agua y lana», comp. Quijote, II, 13: «¿Soy yo por ventura algún escudero de agua y lana?»; Tirso de Molina, Marta la piadosa, w. 599-600: «ese es sitio de mujeres / o de hombres de agua y lana»; ver infra Los muertos vivos, v. 58.

v. 59 de poquito: 'de poca importancia, para poca cosa'. v. 60 PR: «qnanto». v. 61 un comino: expresión de lo mínimo y despreciable de alguna cosa, como todo lo que han cantado. PR: «qne». v. 62 badulaque: metafóricamente «el que es medio bobo, de poca o ninguna actividad y maña, inútil y de ningún provecho» (Aut). v. 64 pulla a la jineta: porque viene echando pullas a los otros y viene a caballo; a la jineta era uno de los modos de cabalgar, con estribos cortos, diferente de «a la brida», con estribos largos. Para la forma de cabalgar a la jineta ver Jácara que se cantó en la compañía de Olmedo, n. v. 38. v. 65 del Sotillo: ver La maya, n. v. 94.

JÁCARA...

BARTOLOMÉ

ROMERO

(SEGUNDA

MARÍA

¡ O h , qué pesca de bullaque!

TOMÁS

Por esta moza se dijo,

PARTE)

477

(si la plaza no me miente) aquello de «¡oh qué lindico!» MARÍA

N O andemos a la melena,

70

que haré que huelan el poste. TODOS

¡Oxte, morenica, oxte! ¡Oxte, morena, oxte!

TOMÁS

Por todas las coyunturas que tiene el corral mezquino,

75

la jácara que pedís os hemos cantado a gritos. Cada vez que lo mandéis, señores, será lo mismo, porque diga quien le toca

80

el hacer jacarear, viéndonos luego cantar: «con aquesto me tapa la boca». Repiten. FIN

v. 66 bullaque: ver Las civilidades, n. v. 2.

v. 69 oh, qué lindico: hay muchos estribillos y cancioncillas que empiezan con «Oh, qué lindo», o semejantes fórmulas. Góngora usa el estribillo «Oh, qué lindico, / oh, qué lindoque» en la letrilla «Que pretenda el mercader» (es fórmula proverbial: Correas, p. 371: «¡Oh, qué lindico! Mas ¡oh, qué lindoque! Fórmase lindoque por gracia»); un romance atribuido a Quevedo (PO, núm. 828) se burla del gongorino: «Poeta de "¡Oh, qué lindicos!"». v. 70 andar a la melena: lo mismo que andar a la greña (DRAE). v. 71 haré que huelan el poste: recuerdo de la venganza de Lazarillo contra el ciego, al que orienta mal para que se dé un encontronazo con un poste y del que se burla porque no ha sabido oler el poste como había olido la longaniza que Lazarillo se comió; por analogía 'les causaré un gran daño o disgusto'. v. 72 Oxte, morenica, oxte: cancioncilla tradicional, ver Frenk, 1987, núm. 1479. v. 73 En la príncipe (y VJ, BF) «oste morena, etc.». v. 83 tapar la boca: «Tapar la boca a alguno. Vale asimismo atajarle, suspenderle y hacerle callar, o para que no pase adelante en lo que iba a decir, o para que no pueda ni sepa responder, dejándole confuso y como atolondrado» (Aut).

LOA TOMÁS

CON

QUE

FERNÁNDEZ

EMPEZÓ EN LA

CORTE

Interlocutores: Músicos.

RUFINA.

M A R Í A D E JESÚS.

DOÑA

FRANCISCA M A N S O .

IÑIGO.

MARÍA ROMÁN.

BARTOLOMÉ ROMERO.

ISABEL.

ANTONIA MANUELA.

LUIS DE G U E V A R A .

ALONSO DE O S U N A .

JUANICO.

B E R N A R D O , GRACIOSO.

TOMÁS

FERNÁNDEZ.

INÉS.

Sale toda la compañía

danzando de dos en dos, de las manos,

con hachas, al son de instrumentos, y en haciendo la reverencia cantan. Ha de estar Joanico, el hijo de Bernardo, en el tablado, antes de empezar la loa, jugando con otros dos muchachos, y desde que sale su padre, le ha de decir algunas veces que se esté quedo.

TODOS

Reverencia os hacen todos, ilustrísimo senado...

Para las circunstancias y posible fecha ver Bergman, 1965, pp. 293-98. El temor a la competencia de Pedro de la Rosa, que empezó su carrera de autor en 1636, la coloca después de esta fecha. Por otra parte se menciona a Bartolomé Romero como representante que antes ha sido autor: Romero en 1636 vendió su vestuario a Rosa y entró en la compañía de Fernández. En 1637 Romero se había repuesto y al año siguiente le encargaron las fiestasdel Corpus en Madrid. Es pieza, por tanto, de 1636.

480

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

Corte insigne...

MARÍA

Noble villa...

TODOS FRANCISCA

M a d r i d bella...

TODOS

Gran teatro....

MARÍA

A vuestras plantas venimos...

FRANCISCA

C o n festines y saraos...

BERNARDO

Porque en llamando M a d r i d , ¿quién no ha de venir bailando?

5

Representado. ANTONIA

E l alegría de veros...

OSUNA

E l gozo de haber llegado...

M A R Í A JESÚS

E l ánimo de serviros...

GUEVARA

E l deseo de agradaros...

DOÑA

La pena de vuestra ausencia...

ISABEL

IÑIGO

La gloria de vuestro aplauso...

MARÍA ROMÁN

E l bien de vuestros favores...

ROMERO

La codicia de alcanzarlos...

FRANCISCA

La suerte de merecerlos...

LOBATO

La ambición de procurarlos...

INÉS

La honra de entrar a oírnos...

BARNARDO

Y el provecho de pagarnos...

CANTAN

Nos trae a vuestros umbrales para mostrarnos más finos,

TODOS

Cantando, de noche por los caminos, de día por los jarales.

10

15

20

v. 1 Reverencia os hacen: ver Turrada, n. w. 234-35 para esta intertextualidad paródica. v. 6 festines y saraos:fiestasde corte con danzas y máscaras; festín: «Festejo particular que se hace en alguna casa, concurriendo mucha gente a divertirse con bailes, música y otros entretenimientos» (Aut); sarao: «Junta de personas de estimación y jerarquía para festejarse con instrumentos y bailes cortesanos. Tómase por el mismo baile o danza entre muchos» (Aut).

LOA...

TOMÁS

FERNÁNDEZ

481

Representado. ANTONIA

C o n la misma compañía

que el autor se partió hogaño, vuelve otra vez a serviros, en su humildad confiado. Yo sí que salir pudiera temerosa a este teatro, y a un jardín donde una Rosa fragranté imperio ha ganado; mas la merced que me hacéis, M a d r i d , es indicio claro de que me tenéis amor cuando con el mismo os pago; y a u n amor que es tan perfecto, necios serán, con efeto, los que apartarle quisieren, TODOS

Cantan, que entre dos que bien se quieren

25

30

35

40

nadie se puso, discreto. Representado.

OSUNA

Pues yo ¿qué puedo esperar

adonde Olmedo, Velasco y Pedro Manuel se llevan con tal razón los aplausos? Pero a vuestra gracia apelo,

45

w. 23-24 de noche por los caminos...: cita del Romancero, Durán, núm. 395 «En los campos de Alventosa»: «De noche por el camino, / de día por el jaral», y sobre todo del de Don Gaiferos, Durán, núm. 377: «Con el placer de ambos juntos / no cesan de caminare, / de noche por los caminos, / de día por los jarales». La indicación en el verso 23, «cantado» en BE v. 30 PR: «treatro». v. 31 Rosa: el autor Pedro de la Rosa, que ha tenido éxitos, vv. 35-36 de que me tenéis amor...: proverbial: «Amor con amor se paga» (Correas, p. 45). w. 43-44 Olmedo, Velasco, Pedro Manuel: ver apéndice de actores. Olmedo es un hijo (que fue galán famosísimo) del autor Alonso de Olmedo Tofiño; Francisco de Velasco hacía primeros galanes en la compañía de Rosa en 1636; Pedro Manuel de Castilla los hacía en la de Olmedo entre 1631 y 1635. w. 46 y ss. Pero a vuestra gracia apelo...: para la contraposición entre gracia y justicia ver Jácara que se cantó en la compañía de Olmedo, w. 75-76 y notas.

482

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

que si en ella estoy a cuantos hoy me exceden de justicia, de gracia he de aventajarlos. Dádmela, para que vaya viento en popa m i fortuna. TODOS

50

Cantan. Quien te la quitare, Osuna,

la m i maldición le caya. Representado. M A R Í A JESÚS

TODOS

Si mucho no cuesta poco,

¿qué mucho que nos pongamos por la gloria del serviros al riesgo de no agradaros? Donde el premio es infinito, algo se ha de aventurar.

55

Cantan. Trabajar por agradar;

60

que a buen bocado, buen grito. Representado. GUEVARA

TODOS

Quien no se atreve no alcanza, y así pido vuestro amparo, atrevido, pero humilde; modesto, mas alentado. Ocasión es oportuna de decir compadecidos...

65

Cantan. Guevara, a los atrevidos

favorece la fortuna. Representado.

w. 52-53 Quien te la quitare, Osuna...: parodia de romances del testamento del rey Fernando (Durán, núms. 761, 763): «A quien te quite a Zamora / la mi maldición le caiga», «Quien os la tomare, hija, / la mi maldición le caiga». v. 54 Si mucho no cuesta poco: adapta fórmulas del refranero: «Nunca mucho costó poco» (Correas, p. 367). v. 61 a buen bocado, buen grito: ver n. a v. 13 de La maya. w. 68-69 Guevara, a los atrevidos: adaptación de la frase «A los osados ayuda la fortuna, o favorece la fortuna» (Correas, p. 35), que viene al fin de la forma latina «Audentes fortuna iuvat» de Virgilio, Eneida, 10, 284. Era ya refrán en tiempos de Cicerón.

LOA...

D O Ñ A ISABEL

TOMÁS

FERNÁNDEZ

¿Qué sentiré oyendo esto,

yo, que las terceras hago, cuando Antonia es u n portento y Josefa es u n milagro? A vuestros pies humillada me acojo, porque sitiada de las dos, si lucir quiero, TODOS

483

70

75

Cantan, de Antonia me cerca Duero,

de estotra Peña Tajada. Representado.

IÑIGO

TODOS

Premios tiene para todos,

M a d r i d , vuestra franca mano, que es en la que yo confío; mas con tan fuertes contrarios, ¿dónde u n vítor se hallará que dé aliento a m i esperanza?

80

Cantan.

85

Iñigo, mereciendo se alcanza;

Iñigo, por aquí van allá. Representado. MARÍA ROMÁN

H u y e n d o estas competencias,

la comedia había dejado, dando m i voz al silencio, y al olvido lo que bailo.

90

v. 71 terceras: hace el papel de terceras damas. w. 72-73 Antonia, Josefa: Antonia Infante (sale en la jácara de Olmedo) y Josefa R o m á n (con Rosa en 1636). BF: «porrento». w. 77-78 de Antonia me cerca Duero...: parodia de versos del Romancero en torno a Zamora: Durán, núm. 763: «Zamora había por nombre, / Zamora la bien cercada, / de una parte la cerca el Duero, / de otra Peña Tajada». v. 80 BF: «franco». v. 83 vítor, exclamación de aplauso; ver Jácara que se cantó en la compañía de Bartolomé Romero, n. v. 72. v. 84 VJ: «alliento». v. 86 por aquí van allá: ver La Puente Segoviana, 1, n. v. 36. Añádase, quizá, como modelo más cercano, Frenk, 1987, núm. 1492: «Tárraga, por aquí van a Málaga, / tárraga, por aquí van allá».

484

Q U I Ñ O N E S DE BE N AVENTE, JO

COSERIA

J u r é , mas como Pelaya, que viniéndoos a servir, al punto volví a decir... TODOS

Cantan, jura mala en piedra caya. Representado.

ROMÁN

Siendo autor pedí por muchos;

95

hoy sólo por mí, fiado en que algún favor tendrá quien le alcanzó para tantos, si no es que por holgazán, de autor vuelto en compañero, TODOS

100

Cantan, en figura de R o m e r o no me conozca Galván. Representado.

FRANCISCA

Senado, mis esperanzas fundo en vos, que en las mudanzas de la comedia que sigo,

TODOS

105

Cantan, no hay amigo para amigo; las cañas se vuelven lanzas. Lobato de vejete, dice representando.

w. 91-94 Juré, mas como Pelaya...: parodia de una frase proverbial que procede de una glosa que trae Correas, p. 254: «Jura mala en piedra caya. Está glosado en estas coplas: "Pariendo juró Pelaya / de no volver a parir, / y luego volvió a decir: / Jura mala en piedra caya. / Como era la vez primera / que en este trance se vía, / dijo que aquesta sería / la primera y la postrera. / Mas no hubo bien alzado / la saya para parir, / cuando la oyeron decir: / Jura mala en piedra caya"». w. 101-2 en figura de Romero...: versos del Romancero y alusión al actor Romero; ver Loa segunda con que volvió Roque de Figueroa, n. v. 148. w. 106-7 no hay amigo para amigo...: versos de un romance nuevo de Muza (Durán, núm. 88). Como apunta Bergman, 1961, p. 237: «Este famoso romance, probablemente obra de Lope, estaba divulgadísimo por entonces y en particular su animado comienzo. Quiñones lo usa repetidamente [...] También llegaron a ser proverbiales "No hay amigo para amigo, / las cañas se vuelven lanzas"». Comp. Quijote, II, 12: «Por esto se dijo: "No hay amigo para amigo, / las cañas se vuelven lanzas"». v. 107 acot.VJ, BF: «... representado».

LOA...

LOBATO

TODOS

TOMÁS

FERNÁNDEZ

Yo soy, señor auditorio, a quien este mismo año, viniendo a hacer los graciosos, le embargó la voz Bernardo. Envejecí de pesar, y así los vejetes hago, ya en entremeses, ya en bailes, si vuestra licencia alcanzo. Mas si me paso de calles en los bailes y entremeses...

485

110

115

Cantan, mala la hubistes, franceses la caza de Roncesvalles. Representado.

BERNARDO

Ya que ha llegado m i vez...

INÉS

Aún no pienso que ha llegado.

BERNARDO

¿Aún no? Pues yo me la tomo.

120

Juega el muchacho.

Estáte quedo, muchacho, o por Dios, de hacerte en copla un aj de lindo tamaño. Ya que ha llegado m i vez... INÉS

¡Y yo que me quede en blanco! Yo soy, ¡oh, gran coliseo!, quien el verano pasado mereció vuestra atención, aunque por sucesos varios la gocé solos dos días, que ya tendréis olvidados.

125

130

v. 114 BF lee este verso de la siguiente manera: «ya en etremeses, y en bailes». w. 118-19 mala la hubistes, franceses...: otro romance: Durán, núm. 402. Comp. Quijote, II, 9: «Venía el labrador cantando aquel romance que dicen: "Mala la hubistes, franceses, / en esa de Roncesvalles"». VJ: «huvisteis». v. 121 BF: « . . . que llegado», con omisión del verbo auxiliar. v. 125 aj: «Interjección expresiva de dolor y sentimiento cuando se recibe algún daño, golpe o herida o se padece algún accidente que aflige y lastima» (Aut); por metonimia: 'te daré un golpe'.

486

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

Favorecedme de nuevo, ya que el ardiente verano, cuando no hay de quién se cobre, el patio, que a nadie olvida. TODOS

135

Cantan, me dejó por escondida,

o me perdonó por pobre. Representado. BERNARDO

¿Ha llegado ya m i vez?

INÉS

Ya ha llegado.

BERNARDO INÉS

BERNARDO

140

¿Ya ha llegado? SÍ.

Pues ¿qué se me da a mí?

Mas sí se me da, m i patio, mis oyentes escuderos en pie y descaperuzados, mis peones de ajedrez, unos negros y otros blancos,

145

w. 135-36 verano: en verano no había apenas representaciones teatrales, porque el gran calor hacía insoportable el estar en el patio. Basta ver la documentación recogida por Shergold y Varey sobre representaciones en Madrid para ver la enorme diferencia del verano, casi sin actividad, y el resto del año. w. 138-39 me dejó por escondida...: son versos del famosísimo romance de Góngora «En un pastoral albergue», con leves variantes para adaptarlos a la situación. Comp. Quiñones, Los órganos y sacristanes, Colección, II, p. 638: «le dejó por escondido / ni le perdonó por pobre». v. 145 en pie y descaperuzados: los escuderos 'servidores' debían estar de pie y descubierta la cabeza en señal de respeto hacia sus señores; estos «escuderos» son los mosqueteros, público masculino más popular que asiste a la representación de pie en el patio, como ya hemos anotado (por eso los llama peones, de a pie). v. 147 unos negros y otros blancos: la expresión «unos negros y otros blancos» puede significar simplemente 'de todo pelaje y condición, variados', o apuntar con más precisión a la asistencia de negros, esclavos, al teatro, aunque estos abundaban sobre todo en el sur, especialmente en Sevilla. Pero probablemente lo principal sea un chiste con el lenguaje germanesco en el que blanco significa «tonto o simple» o «el jugador novato y sin experiencia. Jugador sin malicia», y negro «astuto, taimado» (Léxico, con citas de Zabaleta, Día de fiesta: «En las casas de juego llaman a los nuevos blancos, porque entran Cándidos. De los que han cursado algún tiempo dicen que son negros como la pez», o Luque Fajardo: «los bandos y cuadrillas

LOA...

TOMÁS

FERNÁNDEZ

487

y mis falsos testimonios, que estáis siempre levantados, ¿ c ó m o podré agradeceros,

150

c ó m o acertaré a pagaros la gracia con que me oís cuando las mías os traigo? ¡Vive Dios, que con vosotros no temo a Poncio Pilato,

155

si ahora viniera a ser gracioso de estos tablados; venga uno y vengan ciento, que confiado y gallardo, para reparar sus furias... TODOS

160

Cantan, con los mejores de Asturias sale de L e ó n Bernardo. Representado.

BERNARDO

¿ D ó n d e al autor hallarán, compañía? ¿ D ó n d e queda?

TODOS

Cantan. C o n la mucha polvareda,

165

perdimos a don Beltrán. Representado.

en que se divide el juego, tahúres y fulleros, cuya ordinaria competencia sólo consiste en despojarse los unos a los otros hasta dejarlos desnudos, o en otro lenguaje, los blancos y negros»). En el público habrá, pues, unos más simples y otros maliciosos. v. 148 falsos testimonios: por estar de pie, están siempre levantados, como los falsos testimonios «levantados» por los calumniadores. Comp. Quevedo, Sueños, p. 111: «eran los testimonios de sus hazañas. Cayéronsele en el suelo por descuido los testimonios y fueron a un tiempo a levantarlos dos diablos y un alguacil, y él los levantó primero que los diablos». w. 161-62 con los mejores de Asturias...: versos del romance de Bernardo del Carpió, Durán, núm. 649: «Con los mejores de Asturias / sale de León Bernardo», que aplica ingeniosamente al nombre del actor. w. 165-66 Con la mucha polvareda...: versos finales del romance Durán, núm. 396 «Un gallardo paladín», que están también, con pequeñas variaciones en Durán, núm. 397. Quevedo los parodia en PO, núm. 720, w. 31-32: «y con la gran polvareda / perdimos a don Dinero». v. 166 BF: «pedimos».

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

488

BERNARDO

JOCOSERIA

Busquémosle en su posada, que su presencia conviene.

TODOS

Cantan.

¡Helo, helo por do viene

el moro por la calzada!

170

Representado. AUTOR

M u y buenos fines de Pascuas y muchos principios de años tengáis, generosa corte, trono del planeta cuarto. D e toda m i compañía

175

alarde os hice danzando, porque en alegres festejos celebre el venir a honrarnos, y en esta ocasión quisiera entreteneros u n rato

180

con la prosa que solía, mas, por Dios, que se ha acabado, que como el tiempo lo gasta, no hay en nada punto fijo. TODOS

Cantan. Comedias te dé Dios, hijo,

185

que prosa poco te basta. w. 169-70 ¡Helo, helo por do viene...!: inicio romanceril; ver El casamiento de

la Calle Mayor, n. v. 40 y añádase Durán, núm. 858, que es exactamente el citado aquí: «Helo, helo por do viene / el moro por la calzada, / caballero a la jineta / encima una yegua baya». v. 174 planeta cuarto: alusión a Felipe IV; el planeta cuarto, el que ocupa el cuarto cielo según el sistema de Tolomeo (que se imaginaba el universo como serie de esferas concéntricas en las que se situaban los cuerpos celestes) es el sol; y el sol es imagen tópica para el rey. Según la concepción de Claudio Tolomeo, la Tierra era el centro del universo, y a su alrededor giraban por orden de distancias la Luna, Mercurio, Venus, el Sol, Marte, Júpiter y Saturno. En el auto de Calderón El gran duque de Gandía se explican todos estos cielos y planetas. Para el sol y el rey verValbuena Briones, 1965. v. 176 alarde: ver Los cuatro galanes, n. v. 193.

w. 185-86 Comedias te dé Dios, hijo...: parodia del refrán «Ventura te dé Dios, hijo, que el saber poco te basta. Queja es de letrados y de cuerdos, viendo más medrados a otros que saben menos» (Correas, p. 503); se documenta repetidamente en la comedia de Tirso de Molina que adopta la frasecilla como título, Ventura te dé Dios, hijo.

LOA...

TOMÁS

FERNÁNDEZ

489

Representado.

AUTOR

¡Quedo!, no hay burlas conmigo,

que ¡vive el Señor!, que traigo diez comedias tempestades, y en cada jornada u n rayo, en cada tono un Jusquín, en cada entremés u n pasmo, en cada baile u n asombro, y en todo junto u n milagro. BERNARDO

Demonio, niño, o quien eres...

190

195

Estáte quedo. Levántase JUANICO

y representa. ¡ O h , qué enfado!

Cada instante «estáte quedo», como si el señor Bernardo el gracioso fuera sólo, o sólo el oficialazo. Pues, pardiez, que si me atufo y me fijo en el tablado, que ha de ver que hay entre niños quien se las mulla. AUTOR

Muchacho,

no alborotes la comedia. Entrate. JUANICO

200

205

E n habiendo dado

muestra de representante; oiga vusted este paso. v. 191 Jusquín: uso antonomástico del nombre del famoso músico Jusquín des Prés: comp. Calderón, El sacristán mujer, en Teatro cómico breve, p. 112: «que soy el mismo Jusquín / en la música»; A. de Rojas, Loa del caballero del milagro, Colección, II, p. 380: «con los poetas, poeta, / con los músicos, Jusquín». v. 195 Demonio, niño, o quien eres...: 'Demonio, niño, o lo que seas... párate'. v. 197 VJ: «estare». v. 201 atufarse: «Empezar a enojarse con poco motivo y subírsele a uno el tufo o el humo a las narices, como se dice vulgarmente» (Aut). v. 204 se las mulla: «Haber quien se las mulla. Frase con que se da a entender a algún sujeto que hay otro que le conozca sus ideas o intentos, y tiene habilidad para rechazarlos o resistirlos» (Aut).

490

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

BERNARDO

¿Dónde vas, pulga con bragas?

JUANICO

A picar a más de cuatro. Atienda el autor, por si le soy de provecho otro año. Desgajábase el cielo con tempestades de granizo y hielo, y yo, siendo su Atlante, no parecía niño, mas gigante, que despreciando asombros, sustentaba el rigor sobre mis hombros, cuando por ver con ellas al cielo le arrancara u n par de estrellas, y hurtándoles su fuego, a su lugar se las volviera luego. Mas, abriéndose el centro, que procuraban sumergirme dentro, yo, que me retiraba, pasos atrás, pero sin miedo, daba; y estando en este empeño, desperté, y acabóse el dicho sueño.

AUTOR

Espera, rapaz; ¿quién eres, que estás haciendo milagros?

JUANICO

Esto ha sido un papasal, mas lo bufonesco alabo.

AUTOR

Luego ¿haces también graciosos?

JUANICO

C o n tal propiedad los hago, que tengo para este efeto

210

215

220

225

230

235

v. 208 VJ: «vuested». v. 212 BF: «arienda». v. 216 Atlante: «Voz muy usada de los poetas y algunas veces en la prosa para expresar aquello que real o metafóricamente se dice sustentar un gran peso, como cuando para elogiar la sabiduría de un ministro o la valentía de un general, se dice que es un Atlante de la monarquía. Introdújose esta voz con alusión a la fábula de Atlante, rey de Mauritania, que los antiguos fingieron haber sustentado sobre sus hombros el cielo» (Aut).Todo el pasaje es una parodia de la poesía de ínfulas épicas y grandilocuentes. v. 232 papasal: ver Las civilidades, n. v. 219.

LOA...

TOMÁS

FERNÁNDEZ

491

bufonia de m i tamaño. Sal, m i grano de pimienta, sal, platillo sazonado, sal, melindre con pollera,

240

sal, duende con m o ñ o y garbo, sal, pues toda tú eres sal, que aquí te espero. Ya salgo,

RUFINA

m i granillo de mostaza, picantico y colorado,

245

m i brinquiño racional: di, ¿qué me quieres? Que

JUANICO

entrambos

acabemos esta loa, para que vea este hidalgo que hay muchachos que le sacan

250

ell ánima de pecado. RUFINA

Va de loa, si es tu gusto. M i s señores cortesanos, yo soy cierta sabandija que, estando todos gritando

255

v. 237 bufonia: bufona; puede que hay errata o sea una forma alterada jocosamente por el niño gracioso este. Lo dejamos como en la príncipe (y resto de testimonios). v. 240 melindre: aquí en el sentidofigurado'cosita dulce', de melindre «Cierto género de frutilla de sartén hecha con miel y harina, muy delicada y gustosa. Y también se llama así cierta especie de pasta hecha de azúcar, harina y huevo, de que se forman unos bocaditos en figura de rosquillas, corazones y otras cosas» (Aut); para pollera ver El tiempo, n. v. 29.

v. 246 brinquiño: «Alhaja pequeña [...] o juguete mujeril, que le sirve de adorno, y que también se pone a los niños y niñas» (Aut). Comp. Hurtado de Mendoza, Getafe, Colección, I, p. 333: «Extremado brinquiño villanesco». Todo son imágenes afectivas de 'pequeñez', relativas a los niños actores. v. 251 ell anima: pronunciación palatalizada, típica de las afectaciones del lenguaje germanesco. Comp. Cervantes, El rufián dichoso, p. 86: «Quiso Lugo empinarse sobre llombre» ('sobre el hombre, sobre mí'); Belmonte, La maestra de gracias, en Ramillete, p. 160: «por no jurar por ellagua / [...] / que le he de sajar ellalma». v. 253 VJ: «cortasanos». v. 254 sabandija: ver La paga del mundo, n. v. 4.

492

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

JOCOSERIA

por jácara, les canté una que valió por cuatro. Si no tienen vuesastedes quien se la cante a lo bravo, no lloren, que aquí estoy yo: toquen la diestra; seamos camaradas; y si alguno de quién soy está olvidado, Rufina, la de Ortegón, es la que os besa las manos. JUANICO

AUTOR

Y quien os besa los pies es Joanico, el de Bernardo, primero de aqueste nombre, que ahora por sus pecados es gracioso de alimentos; mas promete, en heredando, partir con todos sus gracias, si salen como ha pensado. A vuestros gustos ofrezco, M a d r i d , este nuevo plato. Si os sabe bien, le tendréis siempre a punto y sazonado.

RUFINA

Pero si no es de sustancia...

JUANICO

Para podelle muquir...

TODOS

Cantan, ojos que le vieron ir,

260

265

270

275

280

no le verán más en Francia. v. 261 toquen la diestra: 'choquen la mano', v. 265 VJ: «la mano». v. 270 de alimentos: quiere decir que es gracioso secundario, no propietario de las gracias sino que las tiene recibidas; se contrapone al verso siguiente «en heredando»; alimentos «se llaman las asistencias de maravedís que dan los padres a los hijos, los mayorazgos a sus hermanos o al pariente que es inmediato .sucesor, para que puedan mantenerse. Esta voz se usa siempre en plural» (Aut). Si alguien que percibe ayuda de alimentos queda heredero pasa a ser propietario de todo, sin depender de esa pensión. v. 279 muquir, 'comer' en germanía. Ver Léxico. Comp. Quevedo, PO, núm. 865, w. 1-4: «Todo se lo mu que el tiempo, / los años todo lo mascan, / poco duran los valientes, / mucho el verdugo los gasta».

LOA...

TOMÁS

FERNÁNDEZ

493

Representado.

AUTOR

Y destos varios manjares que en la mesa del teatro os sirve la voluntad, nunca lleguéis a estar hartos...

OSUNA

Para que el autor prosiga...

MARÍA

C o n más alientos y gastos...

GUEVARA

A haceros nuevos banquetes...

ISABEL

Sirviéndoos...

IÑIGO ROMERO LOBATO

285

Y regalándoos... C o n puntualidad... C o n gusto...

INÉS

Y nosotros ayudando...

BERNARDO

Seremos para una olla las longanizas, los flacos; los gordos, los salchichones; los pescuezudos, los gansos; los sucios, los pies de puerco, y los torreznos, los magros.

RUFINA

Juan y Rufina los pollos.

JUANICO

M e j o r será los garbanzos.

AUTOR

M i s deseos son gigantes.

290

295

300

Si en la loa no he acertado, por el suelo arrodillado os pido perdón sin fin. TODOS

Cantan. Levanta, fray Juan Guarín, que te hemos perdonado.

305

w. 280-81 ojos que le vieron ir...: versos del Romancero; Duran, núm. 387. Es el romance «¡Oh, Belerma, oh, Belerma» y estos versos se hicieron proverbiales: con esta misma forma en Correas, p. 371. v. 289 BF como locutor: «D. Isab.». w. 304-5 Levanta, fray Juan Guarín...: estos versos parecen proceder de algún romance no identificado con precisión (ver Bergman, 1961, p. 245). En Las patas de vaca (Colección, II, p. 745): «Levanta, fray Guarín, / que el viejo te ha perdona-

494

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

Representado. BERNARDO

Y toda la compañía os pide en brevis oratio Canta él.

que la otorguéis el perdón de lo poco que merece. TODOS

Cantan.

Músicos

Alma, vida y corazón.

Que ella en retorno os ofrece.

310

FIN

do». Juan Guarín fue famoso ermitaño que vivió en las breñas de Montserrat en el siglo ix y dio lugar a una leyenda piadosa evocada en muchos textos. Sobre todo abundan las referencias burlescas acerca de la penitencia de andar a gatas. Cfr. Quevedo, Un Heráclito, núm. 196, w. 12-14: «Si va por ermitaño, sempiterno / el ermitaño que en el Ángel crío / puede tener a Juan Guarín por yerno»; id., PO, núm. 828, vv. 114-15: «andes como Juan Guarín, / doce años como gato»; Fernández de Avellaneda, Quijote, p. 143: «tornándome otro fray Juan Guarismas andando a gachas como un oso selvático». BF: «Garin».

ENTREMÉS LOS

CANTADO PLANETAS

REPRESENTÓLE VALLEJO

Interlocutores: MARTE.

CÍCLOPE 2o.

VENUS.

BERNARDA.

LUNA.

AUTORA.

SOL.

J U A N DE TAPIA. MARÍA.

VULCANO. CÍCLOPE I . O

MÚSICOS.

Salen los músicos. Músicos

Ese dios Marte el galán, que con Venus anda en celo, salto da del quinto cielo, que parece u n gavilán; busca a la diosa inmortal,

5

que Vulcano la encubría.

Indica Bergman (1965, p. 332) que no hay datos suficientes para fijar la fecha con precisión; todos los actores citados en Los planetas (Bernarda Teloy, María de Artiaga y la autora María de Riquelme) salen en El casamiento de la Calle Mayor..., probablemente de 1631. María de Riquelme muere en 1634. No hay inconveniente en suponerlo de 1631. En la lista de personajes de PR y BF viene «Cicople 1» y «Cicople 2». Para los romances citados ver Bergman, 1961 o su edición de Entremeses, 1968. w. 3-4 salto da del quinto cielo...: versos imitados de los del romance el Conde Claros (Duran, núm. 362). El romance dice «saltos daba de la cama», pero como se aplican a Marte, que ocupa el quinto cielo según el sistema de Tolomeo, se modifican los versos.

496

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE, Sale Marte,

MARTE

JOCOSERIA

armado.

¿ D ó n d e estás, señora mía, que no te duele m i mal? Pero mientras se compone m i femina masque genus,

10

sale la estrella de Venus al tiempo que el Sol se pone. Sale Venus con una estrella que la tome toda la cabeza. VENUS

Marte, los dioses dirán, viéndoos preso en m i cadena: «ya está metido en la trena

15

tu querido Escarramán». MARTE

¿Quién me guiará a tu arrebol en noche tan tenebrosa?

w. 7-8 ¿Dónde estás, señora mía...?: cita versos de un romance del Marqués de Mantua (Durán, núm. 1545), muy imitado y parodiado. Lo recita el maltrecho don Quijote al fin de su primera salida. v. 10 femina masque genus: frase que se malinterpreta burlescamente con frecuencia en los entremeses y en otros textos de la época. Se toma de las Introductiones de Nebrija, cuando se habla del género de los nombres masculinos y femeninos, y a partir de ahí pasó a ser lugar común en las piezas cómicas. Bergman (1965, p. 106 ) da cuenta de su origen y aporta una autoridad del Entremés

sin título cuyos interlocutores son un Sacristán, Filipina,

Curdo y Albertos, don-

de se glosa la frase: «—Leyendo el arte de Antonio vide una regla que dice: Femina masque genus, nullo mostrante reponunt.—¿Y qué quiere decir eso? —Yo te lo construiré, mira: Femina, la hembra; reponunt, muestra más al macho; genus, su género; nullo mostrante, sin que nadie nos lo muestre» (Colección, I, p. 73); en el

Entremés

famoso del doctor Rapado se lee: «Tumor malus; / et est apetitus secus / quinquo van unas tras otras, / la femina masque genus» ibid., p. 216). Comp., entre otros muchos testimonios, Don Gaiferos: «Para que me corone / mi femina mas que genus / sale la estrella de Venus» (Colección, II, p. 612). w. 11-12 sale la estrella de Venus...: famosísimo romance de Lope (Durán, núm. 33), imitado a menudo. Comp. Don Gaiferos, Colección, II, p. 612. v. 12 BF «que sol». vv. 15-16 ya está metido en la trena...: comienzo de una jácara de Quevedo, infinitamente imitada también (PO, núm. 849); el comienzo exacto en la versión del Parnaso español de Quevedo es «Ya está guardado en la trena».

LOS VENUS

PLANETAS

497

Aquella Luna hermosa que sus rayos la dio el Sol.

20

Sale la Luna con una luna alrededor del rostro. LUNA

H u i d , porque nadie os halle, pues para ser vuestro asilo, media noche era por filo; la Luna daba en la calle.

MARTE

Ya tenemos claridad:

25

¿qué hemos de hacer, Venus mía? VENUS

Vamonos, dijo m i tía, a París esa ciudad.

MARTE

¿A dónde irá m i afición?

VENUS

¿A dónde irán mis delitos?

LUNA

A l campo de Leganitos,

30

que en virtud del azadón... MÚSICOS

Vulcano y su negra tez, que en limpio el delito saca, por las montañas de Jaca

35

furioso baja otra vez.

w. 19-20 Aquella Luna hermosa...: romance de don Alvaro de Luna (Duran, núm. 998). v. 20 Todos los testimonios: «quien sus rayos», enmendamos de acuerdo con la Fe de erratas de PR. w. 23-24 media noche era por filo...: imita el comienzo de un romance del Conde Claros: «Media noche era por filo / los gallos querían cantar» (Duran, núm. 362). w. 27-28 Vamonos, dijo mi tía...: adaptación de un romance de don Gaiferos (Durán, núm. 375); ver Loa segunda con que volvió Roque de Figueroa, n. v. 148. w. 31-32 Al campo de Leganitos...: «Versos iniciales de un romance atribuido por unos a Quevedo, por otros a Salas Barbadillo. Se cita por extenso en el anónimo Baile de Leganitos [Colección, II, pp. 488-89]» (Bergman, ed. Entremeses de Quiñones, 1968, p. 76). v. 34 BF: «que es limpio». w. 35-36 por las montañas de Jaca...: versos iniciales de otro romance publicado en la Flor de romances de Valencia, 1593 (Bergman, 1961, p. 243). La aparición de Vulcano, aunque grotesca, responde a la figura habitual: herrero cojo, etc. Toda la pieza es una parodia de la historia mitológica conocida, de los amores de

498

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

Sale Vulcano, de vejete, cojo y corcovado, con un martillo en las manos. VULCANO

Yo los cogeré en mis redes. Cíclopes, labradlas buenas en u n retrete que apenas se divisan las paredes. Salen todos los Cíclopes

CÍCLOPE I O

40

con martillos y tiznadas las caras.

Luego que al cojo chismaron de Marte y Venus la boda, en peso la noche toda sin cesar clamorearon.

CÍCLOPE 2o

Para descubrir locuras

45

de una mujer de sus tretas, el mayor de los planetas convidaba a las criaturas. Sale el Sol con un cerco de candelas encendidas alrededor de la cara. SOL

Esta vez por vuestros duelos os p e g u é entre ceja y ceja,

50

Venus y Marte y la captura que hace Vulcano de los amantes con sus redes irrompibles. v. 38 BF: «cicloples». w. 39-40 en un retrete que apenas...: romance del ciclo del Rey don Pedro (Durán, núm. 969) v. 40 acot. En la príncipe (y resto de testimonios) «Salen todos Ciclopes con...». Son dos cíclopes en realidad, de modo que quizá fuera preferible leer «Salen los dos cíclopes».

v. 41 BF como locutor: «Cicople». v. 42 VJ: «boca». w. 43-44 en peso la noche toda...: apunta Bergman (1961, p. 245) que en el Baile para el auto de la Nave se cantan estos versos con dos más: «las campanas de Zamora / por muerte del rey don Sancho». El comienzo se cita también en el baile entremesado El mellado de Moreto; en peso: 'enteramente, sin cesar un momento'. v. 45 BF como locutor: «Ciclop. í». w. 47-48 el mayor de los planetas...: romance citado también en la Loa para Prado, w. 195-96.

LOS

PLANETAS

499

mal segura zagaleja, la de los lindos ojuelos. VULCANO

Y a que el Sol os ha alumbrado,

porque a los dioses os muestre, aquí pagaréis, Maestre, Échalos

55

a los dos la red.

lo presente y lo pasado. MARTE

Pues que Vulcano se arma

descubriendo mis amores, ¡al arma, Comendadores!, Comendadores, ¡al arma! BERNARDA

60

Paz entre Marte y Vulcano,

que no es justo que se diga que riñen dioses de bien por cosas de niñería. SOL

Bailen antes que se acaben sobre mí estas candelitas, que quiero ser sol con uñas, pero no sol con vejigas. Muéstrase

Músicos

65

cada uno con un farol encendido.

Pongan luego en sus balcones los planetas luminarias, como si en noche de fiesta fuera de M a d r i d la plaza.

70

w. 51-52 mal segura zagaleja...: comienzo de un romance (Durán, núm. 1556). w. 55-56 aquí pagaréis, Maestre...: tomamos la nota de Bergman (ed. Entremeses, p. 78). «Por analogía con las demás citas del pasaje suponemos que los dos versos proceden de algún romance que no hemos logrado identificar. El primero se halla en Durán, núm. 991 [...] y algo variado en Durán, núm. 966 [...] Tampoco fue posible dar con la fuente de los vv. 59-60». En el verso 55, PR y BF: «pagarés». Enmendamos. v. 61 VJ: «Maestre». w. 62-64 que no es justo que se diga...: ver Jácara que se cantó en la compañía de Olmedo, n. v. 102.

v. 67 sol con uñas: «cuando viene entrevelado con algunas nubecicas ralas que las asimilan y comparan a uñas» (Cov.)

500

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

JOCOSERIA

Las estrellas se asoman a sus ventanas, y la máscara adornan de luces varias. ¡Afuera, afuera, afuera! ¡Afuera, afuera, afuera! ¡Aparta, aparta, aparta! ¡Aparta, aparta, aparta!, que luces y bellezas hoy la carrera pasan. LUNA

75

80

¡Sol, Sol, Sol, Sol, Sol, Sol!

Si estuviérades vos con u n amo, que no fuérades tan madrugador. SOL

Luna, del cielo velón, si rondárades menos de noche, que vos madrugárades como yo.

Músicos

¿Qué hemos de hacer de los dos?

SOL

Juntémonos a consejo. Júntanse

BERNARDA

85

los dioses.

Pues porque no nos entiendan

los hombres, en cifra hablemos. Y dice la Luna: LUNA

Z u r i b i trapigo rostripisuna.

BERNARDA

Y el Sol la responde:

SOL

Trópico líbico zas pirilonde.

BERNARDA

Y Marte replica:

90

95

w. 75 y ss. ¡Afuera, afuera, afuera!...: ver La muerte, n. v. 16. w. 81-83 ¡Sol, Sol, Sol, Sol, Sol, Sol!...: cancioncilla que se documenta también en Cubillo de Aragón, El enano de las musas, y aquí parodiada por Quiñones: «Sol, sol, sol, sol, sol, sol, / si tuviérades menos amores, / fuérades menos madrugador» (Frenk, 1987, núm. 2072). v. 90 VJ: «hombre». w. 91 y ss. Y dice la Luna...: acentuamos esta jerga discrecionalmente; creemos que debe de abundar en esdrújulos y agudos, pero no se puede asegurar nada. Lo mismo afecta a la segmentación léxica. Suprimimos las comas que separan los elementos léxicos, que en la príncipe y ediciones modernas se disponen como si fuera lista de palabras; nosotros, en cambio, suponemos que se trata de un discurso fluido en ese lenguaje de los disparatados dioses, que no han de hablar diciendo listas de palabras, sino prosiguiendo una cadena hablada.

LOS

PLANETAS

MARTE

Gilibu trastigo pele Marica.

BERNARDA

Vulcano se queja:

VULCANO

Chumba cachumba tustús ciroseja.

BERNARDA

Mas Venus repite:

VENUS

Gravi parotide eras chiribite.

BERNARDA

Si Venus se queja, respóndola así, por todos los dioses que faltan aquí: Mariña calambu falala, bebe zurumbático zas pitití.

501

100

Repiten.

TAPIA

¿Qué junta y qué lengua es esta?

AUTOR

N i es romance n i es latín.

MARTE

105

Las juntas de los doctores

yo entiendo que son así. AUTOR

¿Para qué la hablan los dioses?

MARTE

Sólo para hacer reír.

Los 3

Otra vez tienen los dioses diferencias entre sí.

BERNARDA

Y dice la Luna:

LUNA

Z u r i b i trapigo rostripisuna.

BERNARDA

Y el Sol la responde:

SOL

Trópico líbico zas pirilonde.

BERNARDA

Y Marte replica:

MARTE

Gilibu trastigo pele Marica.

BERNARDA

Vulcano se queja:

VULCANO

Chumba cachumba tustús ciroseja.

BERNARDA

Mas Venus repite:

VENUS

Gravi parotide eras chiribite.

110

115

120

v. 113 En la príncipe (y resto de testimonios) acaba el entremés con lo siguiente: «Bern.Y dize la Luna, etc.». Desarrollamos el etc. repitiendo el último pasaje. PR: «lnna».

QUIÑONES

502

BERNARDA

DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

Si Venus se queja, respóndola así, por todos los dioses que faltan aquí: Mariña calambu falala, bebe zurumbático zas pitití.

FIN

v. 126 acot. La indicación «Fin» omitida en BE

125

ENTREMÉS EL

FAMOSO

BORRACHO

REPRESENTÓLE ANTONIO DE PRADO

Interlocutores: U N SOLDADO PICARO.

U N GALÁN.

U N A D A M A , HIJA DEL VEJETE.

U N VEJETE. U N A CRIADA.

Sale el galán GALÁN

con la espada desnuda, y el soldado.

Espantajo de pájaros noveles, por quien se dijo el de los arambeles; molino de papel, cola de zorra, harapo, muladar de capa y gorra, dominguillo de toros, que en la plaza

5

se compuso de u n palo y de una maza;

De este entremés hay una refundición titulada El barbero; hay otras piezas tituladas El borracho (una de Castillo Solórzano y otra atribuida a Melchor Zapata); no puede ser anterior a 1622, comienzo de la carrera de Prado como autor (Bergman, 1965, p. 276). v. 2 arambeles: «vale tanto como colgadura» (Cov.). «Metafóricamente se toma por lo mismo que andrajo o trapo despreciable» (Aut). Comienza una serie de motes. v. 3 molino de papel: porque el papel se hacía de trapos y harapos; es sinónimo, pues, de lleno de harapos'. v. 5 dominguillo: «Cierta figura de soldado desharrapado, hecho de andrajos y embutido de paja, que ponen en la plaza con una lancilla o garrocha para que se cebe el toro en él y lo levante en las astas peloteándole» (Aut); comp. Quevedo, Un Heráclito, núm. 281, vv. 115-16: «esqueleto en camisón, / fantasma con dominguillos».

504

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

barredero de horno, más picaro que noches de bochorno; ¿tú a enamorar te atreves m i barbera con u n vestido, que hecho salvadera,

10

parece hijo segundo que se ha ido a romper por ese mundo? SOLDADO

Beso a vuested los pies angostilargos, por los honrosos títulos y cargos que le ha dado a m i adorno,

15

y tome esta miseria de retorno: mancebito de humo, como manto, pues delante de mí te aclaras tanto, figurica de seda con su paja, galán pintado en tapador de caja,

20

barbita de guijarro de Toro te,

v. 7 barredero: «Es un varal largo con unos trapos en el extremo que sirve para barrer el horno cuando han de meter el pan» (Aut). v. 8 BF: « . . . que no noches...». v. 10 salvadera: porque lo lleva lleno de agujeros; salvadera es especie de vaso para echar los polvos con que se secaba la tinta de lo escrito; interesa el hecho de estar la salvadera perforada con muchos orificios. Comp. Quevedo, Un Heráclito, núm. 249, w. 81-84: «Una cara virolenta, / hecha con sacabocados, / un rostro de salvadera, / un testuz desempedrado». w. 11-12 hijo segundo, romper, los segundones, como no recibían herencia alguna, reservada al mayorazgo (institución del mayorazgo, para evitar disgregar los patrimonios familiares), estaban obligados a buscarse la vida por esos mundos; romperse: «Despejarse y adquirir desembarazo en el porte y las acciones» (Aut), como toca al segundón que se va por el mundo; pero aquí alude a los rotos del vestido del soldado. w. 13 y ss. Beso a vusted los pies angostilargos...: descripción caricaturesca del

galán: con zapatos largos y estrechos, apretados, pulido de bigote aunque no tiene mucho, etc. Se describe como lindo afeminado, barbilampiño. Ver la caricatura del galán en el capítulo correspondiente de Día de fiesta de Zabaleta, donde se integra una extensa descripción de los servicios que el galán requiere del zapatero y del barbero, que ilustran bien el pasaje de Quiñones. v. 17 manto de humo: ver El licenciado y el bachiller, n. v. 35. Las imágenes si-

guientes insisten en la finura, delicadeza ridicula y poca sustancia del galán. v. 21 barbita'de guijarro de Torote: 'lisa, sin pelo de barba', alusión al afeminamiento. El arroyo Torote lleva cantos lisos, que aparecen incluso en proverbios, como el que recoge Cov: «Si pasares por Torote, echa una piedra en el capote», porque «lleva muchos guijarros muy pelados y lisos, propios para aguzaderas de cuchillos» (cit. por Bergman, ed. Entremeses de Benavente, 1968, p. 115). Comp.

EL

BORRACHO

505

que c o n pinzas te alzan el bigote; cascos más moscateles, que por julio y agosto los pasteles:

Hurtado de Mendoza, entremés de Getafe, Ramillete, p. 87: «ese entendimientazo me ha dejado / blanda como un guijarro de Torote»; ver Fradejas, 1958, pp. 140¬ 43 para otras menciones. v. 22 con pinzas te alzan el bigote: comp. Zabaleta, Día de fiesta, p. 105: «[el bar-

bero] embiste a los mojados bigotes con el mismo arrojamiento que si estuviera aquel cuerpo difunto. Valos el hierro tirando y con el calor endureciendo. Después de muchas tenazadas los deja tan arrimados al rostro y tan aguzados de puntas que más parecen fingidos con un pincel que aliñados con un hierro». v. 23 cascos más moscateles: 'cerebro insensato'; cascos son los de la cabeza; moscatel: «Llaman al hombre que fastidia por su falta de noticias e ignorancia» (Aut). Comp. Quevedo, Un Heráclito, núm. 275, vv. 21-24: «En dos cuévanos los ojos, / que parece, cuando ven / que en vez de mirar vendimian / todo amante moscatel»; Tirso, Marta la piadosa, w. 145-46: «Serán amantes felpados, / destos rubios moscateles»; id., Don Gil de las calzas verdes, w. 471-72: «Serví a un moscatel, marido / de cierta doña Mayor»; Lope, El villano en su rincón, w. 34-37: «Villana es a toda ley, / que en traje de dama vino / a burlar en la ciudad / un moscatel como vos»; id., El caballero de Olmedo, w. 47-48: «No te aflijas, moscatel, / ten ánimo», etc. Cfr. Aníbal, 1934. v. 24 que por julio y agosto los pasteles: en esos meses abundan las moscas (juego de disociación sobre mosca-teles del verso anterior). Chiste sobre la suciedad de los pasteles y los pocos escrúpulos de los pasteleros, acusados de meter moscas en la masa de carne con que los fabricaban. Los pasteles del Siglo de Oro eran una masa de carne picada, con especias, y entre hojaldres. Eran comida de pobres («Es refugio de los que no pueden hacer olla y socorre muchas necesidades», Cov.), de ínfima calidad, pues, y tenían una fama malísima, sobre todo en Quevedo, que ataca a los pasteleros innumerables veces: ver Quevedo, Sueños, pp. 116-17: «Pero tales voces como venían tras de un malaventurado pastelero no se oyeron jamás, de hombres hechos cuartos, y pidiéndole que declarase en qué les había acomodado sus carnes, confesó que en los pasteles, y mandaron que les fuesen restituidos sus miembros de cualquier estómago en que se hallasen. Dijéronle si quería ser juzgado y respondió que sí, a Dios y a la ventura. La primera acusación decía no sé qué de gato por liebre, tantos de güesos (y no de la misma carne, sino advenedizos), tanta de oveja y cabra, caballo y perro. Y cuando él vio que se les probaba a sus pasteles haberse hallado en ellos más animales que en el arca de Noé, porque en ella no hubo ratones ni moscas y en ellos sí, volvió las espaldas y dejólos con la palabra en la boca»; id., pp. 194¬ 95: «¿habéis hecho comer a los hombres caspa y os han servido de pañizuelos los de a real sonándoos en ellos, donde muchas veces pasó por caña el tuétano de las narices? ¡Qué de estómagos pudieran ladrar si resucitaran los perros que les hicistes comer! ¡Cuántas veces pasó por pasa la mosca golosa, y muchas fue el mayor bocado de carne que comió el dueño del pastel!»; id., PO, núms. 518, w. 3-4; 631, w.

506

JOCOSERIA

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

el que no tiene barba ni la espera, ¿para qué necesita de barbera? GALÁN

25

Mete mano, o por vida... Métesela

en el seno.

SOLDADO

Ya la tengo metida.

GALÁN

Desnuda aquesa espada.

SOLDADO

A las doncellas

no las desnuda nadie, sino ellas. GALÁN

Desabrígala, digo.

SOLDADO

¿Qu¿

GALÁN

La hija deste viejo, este barbero,

m

ás

desabrigada que

30

conmigo?

es la que quiero yo. SOLDADO GALÁN SOLDADO

Y la que yo quiero. Mataréte. C o n menos barahúnda,

35

que la que quiero yo es hija segunda. GALÁN

¿Qué segunda, si más de una no tiene?

SOLDADO

¡Oh, qué bozal que

viene!

¿ A quién quiere? GALÁN

A su hija, que es m i diosa.

SOLDADO

Y O a su bolsa, que es mucho más hermosa.

GALÁN

E S como un ángel esta que yo adoro.

40

9-16; 639, v. 293; 646, w. 9-15; 708, v. 29; 875, w. 285-88, 418Y en otros autores: Estebanillo, II, p. 9; Gracián, Criticón, II, p. 181; etc. Ver Herrero, 1977, pp. 129-36. v. 27 mete mano: 'toma la espada'; ver La dueña, n. v. 71. La escena y chistes sobre meter mano o desnudar a las doncellas son muy parecidos a ese entremés de La dueña. v. 29 BF: «aquesta». v. 37 BF: «da una». v. 38 bozal: 'inexperto'. Ver El talego, 2, n. v. 144. v. 41 es como un ángel: «Es un ángel. Expresión con que se pondera la afabilidad y buen natural de alguna persona y también se aplica esta locución a la que ejecuta con singular y extraordinaria destreza y excelencia algún arte o habilidad» (Aut).

EL

BORRACHO

SOLDADO

¡Vive Dios, que es estotra como u n oro!

GALÁN

Esta no habla con persona alguna.

SOLDADO

Estotra triste no ve sol n i luna.

GALÁN

Encerrada la deja m i enemigo.

SOLDADO

Pues a estotra la trae siempre consigo.

GALÁN

Yo imagino sacalla.

SOLDADO

Yo, queriéndola bien, pienso arañalla.

GALÁN

¿De qué manera?

SOLDADO

Venga, y no se aflija; que el viejo perderá la bolsa y la hija.

GALÁN

Vamos: ¡ay, doña Inés! nada te asombre.

SOLDADO

¡Ay, doña Orosia, quién te hurtara el nombre!

507

45

50

Vanse. Sale el vejete y su hija. VEJETE

H i j a mía, las doncellas, quebrada la pierna, en casa.

HIJA

Eso es lo que yo no haré, aunque me quiebren entrambas.

VEJETE

Echaréos m i maldición.

HIJA

Soltaréla yo.

VEJETE

Picaña, no os lograréis.

HIJA

Si no salgo, ¿qué diablos más mal lograda?

55

60

v. 42 como un oro: «Ponderación que explica la hermosura, aseo y limpieza de alguna persona o cosa» (Aut). Aplicación literal de la frase hecha a la bolsa de oro. Comp. Quevedo, PO, núm. 663, w. 1-2: «Como un oro, no hay dudar, / eres, niña, y yo te adoro». v. 52 Orosia: chiste con oro, a que alude el deseoso de rapiñarle la bolsa al viejov. 54 quebrada la pierna, en casa: proverbial; el vejete aún es generoso, porque la forma habitual es «La mujer casada y honrada, la pierna quebrada y en casa, y la doncella, pierna y media» (Correas, p. 323). v. 58 Soltaréla: 'desatar, romper, dejar sin efecto la maldición'.

508 VEJETE

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

Es u n caballo sin rienda la mocedad.

HIJA

Y las canas, una rienda sin caballo.

VEJETE

¿ N o habéis de estar más en casa?

HIJA

Sobre eso es el pleito.

VEJETE

Raída.

65

Vala a dar, y ella huye. Esperad. HIJA

¡Miren qué natas me daba para esperar!

VEJETE

La paciencia se me acaba.

HIJA

Aparte. Guardárala, pues en vida de m i madre tuvo tanta.

VEJETE

¿Qué decís de m i paciencia?

HIJA

Señor, que quien guarda halla.

VEJETE

¡Vive Cristo!

HIJA

70

¡Ay, que confiesa m i padre!

VEJETE HIJA

¿Yo, descarada? ¿No

dice que vive Cristo,

75

y ahora u n año lo negaba?

v. 59 no os lograréis: tradicionalmente la maldición del padre es fatal para la persona; le amenaza con que esa maldición impedirá que se logre, que lleve una vida sana y feliz. v. 65 raído: «Vale también desvergonzado, libre y que no atiende a su decoro ni a otros respetos» (Aut). v. 70 PR: «tuuvo». v. 71 paciencia: comp. paciente en Léxico o Cov. «en mala sinificación sinifica el [...] afeminado o el cornudo»; comp. Quevedo, Un Heráclito, núm. 263 «Dotrina de marido paciente»; id., PO, núm. 670, w. 2-5: «Que le preste el ginovés / al casado su hacienda, / que al dar su mujer por prenda, / preste él paciencia después»... v. 73 confiesa: lo tacha de judío, y finge sorprenderse de que confiese a Cristo. Son pullas tradicionales, con las acusaciones tópicas.

EL

VEJETE

HIJA

BORRACHO

509

Calla, que me desbaptizas.

¿ Y O , señor?; vusted lo estaba:

no me eche la culpa a mí. Sale el Galán

y el Soldado, haciendo muchas cortesías.

GALÁN

Paz sea en aquesta casa.

SOLDADO

¿Qué es paz? Y todas las paces

que hay desde la paz de Francia a la calle de la Paz, aunque cuando está mojada, no tiene paz con sus huesos, cuanto y más con los que pasan. VEJETE

80

85

Pacíficos caballeros,

¿qué quieren? SOLDADO

M i camarada

viene a esperarme, y yo quiero deshacerme desta barba, que no necesito della.

90

Vase la hija.

VEJETE

Daca recaudo, muchacha.

Señor, ¿quién es este hidalgo? GALÁN

D o n Terlimín de la Casca,

tan liberal, que no es mucho, cuando la barba le haga,

95

v. 77 desbautizarse: «Irritarse, tomar motivo de grave enfado y despecho» (Aut); la hija lo interpreta literalmente en su burla. VJ: «desbautizas», v. 78 VJ: «vuested». v. 80 Paz sea en aquesta casa: «Paz sea en la casa. Dícelo quien entra, y más los religiosos» (Correas, p. 628). w. 82-83 paz de Francia, calle de la Paz: puede aludir a alguna de las vicisitudes con Francia, pero sobre todo es un juego de palabras con «paz de Francia, por besarse, porque allá lo usan por cortesía en las visitas entre conocidos y parientes» (Correas, cit. por Carreira y Cid, Estebanillo, II, p. 215, con otro testimonio de Lope); calle de la Paz: ver Herrero, 1963, pp. 170, 318, 405, 413. v. 92 recaudo: «prevención o provisión de todo lo necesario para algún fin» (Aut, s. v. recadó). BF: «Da».

510

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

que le dé un doblón, y dos, mientras que se la repasa. VEJETE

¡Tararira! ¡ C o n qué pie

he salido esta mañana!

100

Sale la hija con el recaudo de la barba.

HIJA VEJETE

Aquí está todo recaudo. ¡Hija mía de m i alma!,

de ventura somos. HIJA

VEJETE

¿Cómo?

Daca los paños y calla;

que esta barba ha de valerme más de docientos en plata. HIJA

105

Y ¿quién se los da?

VEJETE

E l señor

don Terlimín de la Casca. Apártase los paños

el Galán

a hablar con la Hija, y el Vejete le pone

para hacerle la barba al Soldado.

Siéntase

y el

Vejete le echa agua en la bacía.

GALÁN

Disimula, amiga Inés;

que todo esto ha sido traza para verte y para hablarte. SOLDADO

¿Qué ha echado, maestro?

VEJETE

Agua. Levántase

SOLDADO

110

y patalea.

¿Al enemigo me entregas!

¡Traidor! ¡Aquí, que me matan! GALÁN

HIJA

¿Qué es esto?

Padre, ¿qué ha hecho?

115

v. 99 Tararira: «Chanza, alegría con bulla y voces. Es voz del estilo familiar» (Aut). v. 108 Casca: teniendo en cuenta que dar (v. 108) «Vale también cascar, golpear, apalear, castigar, herir...» (Aut), puede verse una alusión con juego de palabras en esto que va a darle el señor de la Casca (cascar 'pegar').

EL

BORRACHO

VEJETE

¿Qué sé yo?

SOLDADO

¡ N o es casi nada! Agua me ha echado. Es de rosa.

VEJETE SOLDADO

VEJETE CRIADA

511

A la botica a gastalla: envíe vusted por vino, que todo entrará en la paga.

120

¡Manuelica! ¡Señor mío!

VEJETE

Trae vino, y ven en volandas.

SOLDADO

Mientras que viene el vinillo, ¿hay en casa una guitarra?

HIJA

¿Qué barbero está sin ella?

125

Danle una guitarra, siéntase con los paños puestos, y canta.

v. 116 casi nada: forma parte de muchas expresiones proverbiales irónicas: «No es nada la meada y calaba siete colchones y una frazada», «No es nada lo meado; calaba siete colchones y nadaba un buey debajo», «No es nada, sino que matan a mi marido», «No es nada, que del humo llora», etc. (Correas, p. 346). v. 117 de rosa: había muchas aguas perfumadas; ver abundantes referencias con distintas recetas en Terrón, 1990, que cita entre otros textos el de Castillo Solórzano, Bachiller Trapaza: «Era único en su facultad de quitar barbas y esmerábase sobre todo en la curiosidad, porque las aguas de olor que tenía eran muy finas». v. 119 VJ: «vuested». w. 124-25 guitarra, barbero: es atributo tópico del barbero; al parecer eran muy aficionados a tocar pasacalles con las guitarras. Cfr. Quevedo, Hora, p. 63: «Sol [...] dios dado a la barbería, muy preciado de guitarrillas y pasacalles»; id., PO, núms. 735, w. 117-20: «él estudia en pasacalles [se refiere a un barbero] / lo que ejecuta en los miembros, / y en guitarra, y no en cebada, / me paga mis alimentos»; 757, w. 157-59: «El Conde Claros, que fue / título de las guitarras, / se quedó en las barberías»; id., Premática del tiempo, en Obras satíricas y festivas, ed. Salaverría, p. 56: «habiendo conocido la natural inclinación de los barberos a guitarras, mandamos que para que mejor sean conocidas sus tiendas, en lugar de cortinas y bacías, cuelguen o pinten una, dos, tres o más guitarras, conforme el barbero de tal barbería»; y en otros autores: Góngora, Obras completas, ed. Millé, p. 115: «En mi aposento otras veces / una guitarrilla tomo, / que como barbero templo / y como bárbaro toco»; Pícara Justina, I, pp. 184-85; Bernardo de Quirós, Fruela, 1984, p. 163.

512

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

SOLDADO

Pues venga y vaya de jácara.

VEJETE

¿Han visto, y qué alegres son los Terlimines de Italia?

SOLDADO

Canta. E n el riñon de la corte, que no en el hígado o bazo,

130

a la boca de u n tintillo que los ojos pone en blanco, estaba la bien guardada, vinosamente llorando, soga a soga, que hilo a hilo,

135

fuera muy jarifo el llanto. C o n la hermana entretenida a su padre estaba dando quien una dorada ninfa ha de sacar de u n encanto

140

v. 129 riñon: «Por semejanza se aplica también a lo interior, o centro de un terreno, sitio o lugar» (Aut). El juego de palabras es obvio. Parece comienzo de alguna jácara que no documentamos. v. 131 a la boca de: imita expresiones como a boca de invierno 'al principio del invierno'; a boca de noche 'al anochecer'... El sentido es 'bebiendo vino tinto'. v. 132 en blanco: contraposición ingeniosa del vino tinto y los ojos en blanco; efecto de la borrachera. w. 134-35 llorar soga a soga: la frase hecha es «llorar hilo a hilo», frase «con que se explica que alguna cosa líquida no corre con violencia, ni cae de golpe, sino poco a poco, con sutil y continuado curso, como sucede al que llora, por cuya razón se dice comúnmente llorar hilo a hilo» (Aut); Correas, p. 594: «Hilo a hilo. Lloraba y caían las lágrimas hilo a hilo; o sudar». El chiste está en Quevedo: PO, núm. 856, w. 49-52: «me lloraron soga a soga / con inmensa propriedad, / porque llorar hilo a hilo / es muy delgado llorar». v. 136 jarifo: «Rozagante, vistoso, bien compuesto u adornado» (Aut), usado aquí en el sentido de 'muy delicado, poco viril'. w. 137 y ss. Con la hermana entretenida.. .-.'Estaba engañando a su padre el que quería robarle la bolsa'; dar con la entretenida: «Entretener, detener y divertir a alguno con palabras y excusas aparentes para que no logre el fin que desea» (Aut); es decir 'engañar'; comp. Quiñones, Entremés de Pipote, Colección, II, p. 718: «Por mi vida / que me ha pegado con la entretenida, / haciéndome que trague / tanto dislate junto»; La constreñida: «¡Por Jesucristo!, que se la ha llevado [una muía que le han quitado], / y con la entretenida me ha pegado» (Colección, II, p. 769). w. 139-40 quien una dorada ninfa...: la dorada ninfa es la bolsa que le va a robar con los cinco dedos. v. 140 BF: «encauto».

EL

BORRACHO

513

con cinco soldados como los dedicos de la mano: a ti te lo digo, hijuela, entiéndelo tú, morlaco. Gatos hay que sin favor

145

alcanzan con u n araño de la más honda despensa el más costoso bocado, gozques hay que a perros viejos, aunque estén más en el caso,

150

les hacen soltar la presa, y ellos se quedan aullando: a ti te lo digo, hijuela, entiéndelo tú, morlaco. Sale la criada con un jarro de vino. VEJETE

Señores, yo me estuviera

155

oyendo cantar un año. CRIADA SOLDADO CRIADA

E l vino. La voz del ángel. Pues a fe que es de lo caro.

w. 143-44 a ti te lo digo, hijuela...: parodia de «A ti lo digo, hijuela, entiéndelo, mi nuera», «A ti lo digo, hijuela, respóndeme tú, dueña. Cuando so color de uno decimos y queremos otro» (Correas, p. 69); morlaco: que afecta ignorancia, hombre grosero y necio (Léxico, con testimonios pertinentes de Espinel: «No debe saber el morlaco con quien se ha encontrado», y Duque de Estrada: «de donde derivan llamar morlaco a un hombre bozal, bárbaro y grosero»). v. 149 gozque: «Perro pequeño, que sólo sirve de ladrar a los que pasan u a los que quieren entrar en una casa» (Aut). Hay perros pequeños que ganan la presa a los perros viejos y experimentados: es un modo burlón de anunciar que piensa estafar al viejo y robarle. v. 153 PR: «diho». v. 158 de lo caro: vino de la mejor calidad; es expresión corriente en este contexto y se usa a menudo metafóricamente para otras cosas. Comp. Quevedo PO, núm. 856, v. 19, donde se aplica a un letrado: «un letrado de lo caro»; id., Sueños, p. 398: «fray Jarro, con una vendimia por ojos, escupiendo racimos y oliendo a lagares, hechas las manos dos piezgos y la nariz espita, la habla remostada, con un tonillo de lo caro»; para más detalles sobre el vino caro y las ordenanzas de las ta-

514

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

JOCOSERIA

Vase. SOLDADO

Eche, que mientras trabaja, le quiero contar u n caso

160

que me sucedió en u n cerco. Echa vino en la bacía. VEJETE

¡Oh!, c ó m o m e yo las manos por u n cuento... Oye, galán, Está

hablando el Galán

con la Hija.

eche por esotro lado aunque rodee u n poquito,

165

que hay por ahí malos pasos. Mientra GALÁN

Perdone vusted.

VEJETE SOLDADO

va a apartallos se bebe el Soldado el vino.

¿Y el vino? ¿Soy yo su padre o su hermano, que me pregunta por él? Eche vusted otro trago,

170

que todo entrará en la paga. VEJETE

Aparte. A l g o vio, y vertiólo de asco. Echale más vino y ve que el Galán

le toma la mano a la

Hija.

bernas al respecto, etc., ver Herrero (1977, pp. 94 y ss.); Estebanillo, I, p. 215: «entramos en una taberna, bebímonos seis cuartillos de lo caro», etc.VJ: «fee».Tras este verso, VJ omite la acotación: «vase». v. 161 En la príncipe (y resto de testimonios) «me sucedió un cerco»; suplimos. v. 162 cómome las manos: es frase hecha: «Comerse las manos tras alguna cosa. Frase con que se exagera el gusto grande que uno logra en comer algún manjar, por lo bien sazonado y sabroso que está. Extiéndese también a significar el gusto con que se apetece lo que es del genio de uno, y así se suele decir fulano se come las manos por jugar al hombre, por leer o ver una comedia y así de otras cosas» (Aut). Comp. Quijote, II, 42: «Si una vez lo probáis, Sancho, dijo el Duque, comeros heis las manos tras el gobierno»; Quiñones, Las manos y cuajares, w. 162-63: «que tras darme su dinero, / se come las manos él». v. 166 acot. BF: «... el soldudo.. .»;VJ: «... aportarlos...».

EL

BORRACHO

515

Echémosle otro más limpio. ¿Qué es eso? Estoyla mirando

GALÁN las rayas. VEJETE

Pues no las mire.

HIJA

Sí, señor, que es matemático.

VEJETE

Más temático soy yo.

175

apartaos. Mientras va a apartallos, bébese el vino el Soldado. Y en una hallo,

GALÁN

que tiene peligro en agua. SOLDADO

Haga ella lo que yo hago,

180

y ríase de señales. Vuelve a afeitarle. VEJETE

Vuested perdone el espacio. Y ahora, ¿qué se hizo el vino?

SOLDADO

Debe de estar horacado el suelo de la bacía. Mira

VEJETE SOLDADO

185

la bacía.

¿Qué bacía n i qué horaco? Todo ha de entrar en la paga: vuelque vuesasted el jarro.

VEJETE

Vuélcole, y mientras le afeito, el cuento vaya.

v. 176 matemático', en el sentido de 'astrólogo, quiromántico', justifica que le lea las rayas de la mano para hacerle un pronóstico. En el verso siguiente hay un chiste paronomástico. v. 177 En PR: «Ma temático», que enmendamos. VJ y BF: «Matemático». El chistecillo aparece también en El talego-niño, v. 128, como se ha visto. v. 180 lo que yo hago: es decir, ignorar el agua para beber vino. v. 184 horacado: 'agujereado'; estas formas son intermedias entre horado 'agujero', horadar y buraco 'agujero' (portuguesismo bastante extendido), que conoce las formas huraco y horaco; hornear aparece en La Celestina y otros textos. Ver Corominas, s. v. horadar. Comp. infra Los muertos vivos, v. 2: «Ay, que el arca del pan quiere hornearme».

516

QUIÑONES D E B E N A V E N T E

JOCOSERIA

Echa todo el vino. De

SOLDADO

grado.

190

E n la torre de Babel, junto a M e d i n a del Campo, a una dama hermosa y rica en el pozo Airón la echaron N u n c a más salió a ver luz,

195

y lastimados del caso, Mientras le afeita, le va metiendo la mano en la faldriquera. pretendieron cierto día sacarla cinco soldados. Señala

los dedos.

Entraron los dos por ella, Señala

los dos.

mas estaba tan abajo,

200

que alcanzarla no pudieron. Pero los tres que quedaron... Siente el Vejete que le andan en la faldriquera cia los calzones, y el Soldado toma un calzón

y mira hacon la mano.

¡Qué bien hecho está el calzón! A fe que era oficialazo quien le hizo. VEJETE

Es lindo sastre.

205

Vaya vuesasted contando; que es gustoso el cuento.

w. 191 y ss. En la torre de Babel...: estructura típica de disparates. v. 194 pozo Airón: laguna de Cuenca, sobre la que hay varias leyendas, entre otras la de un tal don Bueso que tenía veinticuatro mujeres y las echó al pozo Airón para quedarse con sus joyas (nota de Bergman, ed. Entremeses, 1968, p. 123). Todo esto apunta en términos figurados la burla que prepara al viejo y se refiere a la bolsa, metida en el pozo de la faltriquera del viejo, que va a sacar con los cinco soldados, que son los dedos de su mano. v. 196 acot. BF: «Mienrras...». v. 204 VJ: «fee».

EL

SOLDADO

BORRACHO

Digo que los dos desesperados metieron los tres de ayuda. Señala

los cinco dedos y vuélvele

bolsa, que la vean todos, y VEJETE

517

a meter la mano; sácale la

guárdala.

¿Sacáronla? La sacaron.

SOLDADO VEJETE

¡Vive Cristo, que me huelgo!

SOLDADO

Yo y todo, con ser u n asno. Bébese todo el vino, pónese y fíngese

la bacía en la cabeza,

210

levántase

borracho.

VEJETE

¿Qué hace?

SOLDADO

Bebo para el susto desta dama que he sacado. —Mientes, que yo la saqué. — N o , sino yo, y va dos cuartos. —Señores, con menos brega, que parecemos borrachos. —Pues ¿para eso me rempujas, hijo de u n grande bellaco? — S i no viera que eras clérigo, te diera treinta m i l palos. —¡Voto a Cristo! Tente allá. Jesús, qué calor que ha entrado! Barbero, quita esas luces, que nos estamos asando. — ¿ D ó n d e cruza tanta gente? Y ¿qué procesión de gatos es la que va por allí?

215

220

225

v. 209 acot. BF: «... bnelvele.. .»;V]: «... que lo vean...». v. 212 Yo y todo: 'yo también"; ver Civilidades, n. v. 137. En la acotación tras este verso, PR y BF: «ponese la vizia». Enmendamos la errata. Finge un diálogo y representa a dos o más voces. La posible distribución del supuesto diálogo es una propuesta; podría admitir otras. v. 216 va dos cuartos: 'apuesto dos cuartos a que yo tengo razón'.

518

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

Cáese.

VEJETE

M u y bellaca cuenta ha dado,

230

el señor don Terlimín de la Casca, de sus cascos. GALÁN

N u n c a tal le ha sucedido.

SOLDADO

D o r m i r m e quiero; habren paso,

que soy ligero de sueño... VEJETE

E l cuero se ha derramado.

GALÁN

Váyame a buscar u n hombre

235

que le lleve, que entretanto yo le daré a la señora cien reales. VEJETE

Voy volando. Vase.

SOLDADO GALÁN

240

Levántase.

¿Fuese? Ya se ha ido.

SOLDADO

Pues

nosotros también nos vamos. GALÁN SOLDADO

¿ Y la bolsa? Va en m i seno.

¿Y la dama? GALÁN

Va a m i lado. Vanse, y dice el Vejete dentro, y luego sale.

VEJETE

¿ N O hay quien le quiera llevar?

245

¡Hola! ¿A quién digo? Esto es malo. ¡Inesilla! Inés voló. Voy por m i broquel y casco,

v. 231 BF: «ieñor». v. 234 habren paso: 'hablen en voz baja'; la conversión de los grupos pl, bl, etc, en pr, br caracteriza en el teatro al lenguaje de villanos, sayagués... Es fenómeno vulgar; paso: «Usado como adverbio vale lo mismo que blandamente, quedo» (Aut). v. 238 BF: «qte». v. 248 broquel: ver Los cuatro galanes, n. v. 242.

EL

BORRACHO

519

que he de ser borrachicida, si los siguiese hasta el Cairo.

250

Vase. Salen los cuatro de portugueses, cantando. CRIADA

¡Aprisa, señores míos que nos vienen alcanzando!

HIJA

Toca, portuges deitoso.

SOLDADO

X a morreu lo castillao.

HIJA

M e n i n a fermosa,

255

naom os posso ver; que ista naom es vida ¡ay, ay, ay!, para seu sofrer. SOLDADO

¡Ay Jesús! que naom vejo a minina, chorai, mios olios, de la naom ver.

260

Sale el Vejete con adarga, lanza y casco. VEJETE

Esperad, canalla v i l ; ¿qué digo? Gente de bien, ¿han pasado por aquí dos hombres y una mujer?

HIJA

L O S homes son istos,

265

e yo la muller. SOLDADO

¡Ay! ¡que me derritu!

v. 250 si los siguiese hasta el Cairo: 'aunque tenga que ir hasta el Cairo'. w. 253 y ss. Toca, portuges deitoso...: como hace Bergman, también mantenemos las grafías del original, ya que es difícil regularizar. w. 255 y ss. Menina fermosa...: como señala Asensio (1965, p. 136) y recuerda Bergman, «Las anónimas Trovas da menina fermosa, probablemente del siglo xvi, aparecen incansablemente en pliegos sueltos portugueses; el más antiguo conocido es del xvn»; ver Frenk, 1987, núms. 431A y 43IB para otros testimonios y variantes de estas coplas. v. 260 acot. adarga: escudo ligero, de ante o cuero; es una de las armas defensivas que tiene don Quijote; Quijote, I, 1: «hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco». v. 262 Gente de bien: no los conoce, al ir disfrazados. v. 267 me derritu: el burlón del soldado imita caricaturescamente a un portugués seboso; es motivo tópico la calidad enamoradiza de los portugueses, que se derriten de amor, y por eso con frecuencia se dice que se derriten o que son se-

520

HIJA

JOCOSERIA

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

Si zumba voseé, tocai, folixemos, que j u i c i o naom tem.

SOLDADO

A moller dos angos,

270

¡batu a Cristo!, es... TODOS

M e n i n a fermosa, naom os posso ver; que ista naom es vida ¡ay, ay, ay!,

275

para seu sofrer. Repiten y vanse. VEJETE

Espérense u n poco, amigos; que dos de a ocho daré Echa la mano a la faldriquera

y no halla la bolsa.

porque a buscarlos me ayuden. Jesús! Aquí los eché.

280

Vaya con el diablo la hija, mas la bolsa..., ¡moriré!

bosos. Comp. Quevedo, Sueños, pp. 336-37: «Tenía, por estar acompañada, porque no se le corrompiesen por la antigüedad, a Píramo y Tisbe embalsamados, y a Leandro y Hero y a Macías en cecina, y algunos portugueses derritidos»; Gracián, Criticón, III, p. 247: «los fidalgos portugueses [...] serían famosos si no fuesen fumosos [...] Llámanles sebosos vulgarmente», con nota de Romera Navarro que cita a Correas: «Portugués seboso, portugués rabudo [...] Llamamos sebosos a los portugueses motejándolos de muy enamorados, que así se derriten ellos con el amor como [el sebo con el fuego]»; cfr. Tirso, Marta la piadosa, p. 198, y referencias citadas en nota. Otras más en Herrero, 1966, pp. 172-78, con textos de Estebanillo («Me fui a decirle adiós a mi querida Belerma y a derretirme con ella como si fuera portugués»), Castillo Solórzano («nuestro Macías, más derretido que todo Portugal»), Jerónimo de Alcalá («más amoroso que Macías y más derretido que un portugués»), etc. v. 273 En la príncipe (y resto de testimonios) «Menina fermosa, etc.», que desarrollamos. v. 278 que dos de a ocho daré: en la príncipe (y BF) «dos a ocho»; se entiende 'dos reales de a ocho'; eran monedas de plata, más corrientes en los reinados de Felipe II y Felipe III. Más tarde la moneda de vellón, de cobre, predomina. Los reales de plata son, pues, muy buena moneda y poco abundante, lo que da muestra del valor del ofrecimiento del viejo, que de todos modos es ridículo, aunque lo ofrece con muchas ínfulas de cosa de valor.

EL

BORRACHO

521

Dentro tenía docientos... Ladrones, ¡tantos os den! Salen los cuatro, de negros, tocando y bailando. HIJA

Chiribeque, me tira la perra;

285

que yo chiribeque toma para ella. SOLDADO

C u t u t u le cantamo ruminga, que zuzú, cututú, curazone me plinga.

TODOS

U , U , U , pelitu pantu, pelitu pantu. Pénese

en medio el Vejete con la lanza levantada, y todos

alrededor del, hincados de rodillas. VEJETE

¡Ah, ladrones!, ya os conozco.

290

A q u í moriréis. TODOS

Cantado.

Perdón,

don, don, don, don camaleón; c ó m o lo bulle, lo bulle. VEJETE

L O bulle, lo bulle m i corazón.

v. 284 tantos os den: doscientos azotes. El castigo acostumbrado era de cien azotes. Comp. Quevedo, Un Heráclito, núm. 286, w. 57-58: «a espaldas vueltas me dieron / el usado centenar»; id., 287, w. 5-8: «recibí en letra los ciento / que recibiste, jayán, / de contado, que se veían / uno al otro al asentar»; id., PO, núm. 850, w. 21-24: «Si por un chirlo tan solo, / ciento el verdugo te da, / en el dar ciento por uno / parecido a Dios será», etc. Más testimonios en Léxico, s. v. ciento. BF: «tanto». w. 285 y ss. Chiribeque, me tira la perra...: otra jerga grotesca con jitanjáforas y neologismos de graciosidad fónica. De nuevo acentuamos lo que nos parece más adecuado al ritmo de este tipo de discurso, pero no hay ninguna constancia. v. 286 VJ: «chirideque». v. 288 me plinga: como en la jerga de portugueses, se integra aquí otro motivo «verosimilizador», con la alusión al castigo dado a esclavos del pringar: ver El murmurador, n. v. 45. Otros vocablos de este canto, como «pelitu pantu» no desciframos, si es que tienen algo que descifrar. v. 289 En la príncipe (y resto de testimonios) «V, v, v, pelitu pantu, pelitu pamtu, etc.». v. 291 PR, BF: «moriries». w. 292 y ss. don, don, don, don camaleón...: ver Frenk, 1987, núm. 1507. Comp. Quevedo, El entremetido y la dueña y el soplón, en Obras satíricas y festivas, ed. Salaverría, 1965, p. 229: «entretengo barato y brioso con vengo de Panamá, y de qué tienes dulce

el dedo, y don don camaleón, y otras letrillas traviesas de son y comederas».

QUIÑONES

522

DE BENAVENTE,

JOCOSERIA

TODOS

M i corazón, perdón, perdón.

VEJETE

Juro a Dios que lo merece el sonecillo y la voz; mas vuélvanme hija y bolsa.

HIJA

Ya soy casadita yo.

SOLDADO

Ya está algo gastadita.

295

300

Dale la bolsa. VEJETE

N o importa, que al pecador como viniere. ¡Ziolo!

SOLDADO

Bailémole. VEJETE

TODOS

Va de son, y calentaréme al fuego que m i codicia encendió.

305

Chiribeque, me tira la perra; que yo chiribeque tomá para ella. Repiten y

éntranse.

FIN

v. 295 En la príncipe (y resto de testimonios) «Mi coracon, perdón, perdón, etc.». v. 304 VJ: «calentarme». v. 306 En la príncipe (y resto de testimonios) «Chiriueque, etc.».

ENTREMÉS CANTADO QUE

D E LAS

DUEÑAS,

SE H I Z O E N E L E S T A N Q U E D E L R E T I R O ,

E N T R E LAS COMPAÑÍAS D E P R A D O Y

ROQUE

Interlocutores: MAXIMILIANO.

DIEGO. MAZANA.

ISABEL D E V I T O R I A .

OSUNA.

JOSEF D E L P E R A L .

MARIANA VACA.

MARÍA.

M A R Í A DE ZABALLOS.

DOROTEA.

BERNARDA.

JOSEFA.

L O R E N Z O DE PRADO.

ANTONIA.

A R R O Y O , VEJETE.

LINARES.

M A R Í A DE S A N PEDRO.

UN

ISABEL D E G Ó N G O R A .

J U A N DE LA CALLE.

P E D R O D E SAL A Z A R .

M A N U E L DE C O C A .

L U I S A D E LA C R U Z .

TRIVIÑO.

L A NIÑA D E D O R O T E A .

FRUTOS Y MÚSICOS.

Salen Diego, músicos y DIEGO

NEGRO.

Mazana.

¿Qué sabandija se queda la víspera de San Juan,

Bergman (1965, pp. 289-93) señala que es una especie de potpourri de canciones populares cuyas letras se cambian para adaptarlas a la ocasión, que fue la fiesta de la noche de San Juan en el estanque del Buen Retiro, delante de los reyes en 1635. Roque de Figueroa sale para Italia a fines de 1635, y la lista de las dos compañías (que no se distinguen en la lista impresa) apunta al año citado. Para la posible distribución por compañías y otros detalles ver el lugar citado de Bergman. v. 1 sabandija: ver La paga del mundo, n. v. 4.

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

524

JOCOSERIA

sin ir al río, si hay río, y sin ir al mar, si hay mar? Mús. C O R O I CORO 2o MAZANA

o

Ninguno, que todos la quieren gozar...

5

Esta noche alegre del señor San Juan. Según eso, no es milagro

que en M a d r i d , que aun río no hay, vayan todos a u n estanque, que de mar tiene el caudal.

10

CORO I O

N O es mucho que todos le quieran gozar...

C O R O 2o

Esta noche alegre del señor San Juan.

DIEGO

M i l diferentes figuras,

poblando el fresco arenal, llegan al ameno sitio, donde empiezan a cantar. CORO I O

Suaves canciones, danzando a c o m p á s . . .

CORO 2

Esta noche alegre del señor San Juan.

o

Músicos

Salgan

Osuna,

Vitoria,

todos de gala, con hachas.

Mariana

¡Oh, qué linda moza la tramoya está! Los ojos se lleva de todo galán, para el baile alegre que ha de sustentar. Sin tener enaguas,

Vaca, Maximiliano,

15

Isabel de

20

25

v. 2 víspera de San Juan: la fiesta más importante de la primavera; ver La capeadora, 2, n. v. 179 para las romerías y paseos, con otras prácticas de lasfiestasde San Juan. v. 8 río no hay: alusión a la escasez de agua del Manzanares, tópico repetido que ya hemos anotado. Ver La Puente Segoviana, 1, n. w. 3-4, 7. v. 9 estanque: el del Buen Retiro. v. 13 figuras: 'personajes extravagantes'; ver La paga del mundo, n. v. 6. v. 20 tramoya: mecanismo teatral para movimientos especiales, vuelos, etc.; ver La maya, n. v. 215.

LAS

DUEÑAS

525

en aguas está. D e lo bien prendida se puede alabar, pues con tanta cola, tan redonda va.

30

Mas ¿qué mucho, si para vestirse se mira al espejo de u n limpio cristal? Salen Peral, María,

María

de Zaballos, Dorotea, todos de

locos, cantando, con velas en las manos. PERAL

¡Al estanque, al estanque, mozas, si queréis volver locas!

MARÍA

D e romper por la guarda sola,

35

ya lo venimos todas. PERAL

¡Qué teatro tan solemne! ¡Qué tramoyas tan vistosas!

TODOS PERAL

¿Quién las hizo? Cosmelot, insigne en aquestas obras.

TODOS

40

¡Al estanque, al estanque, mozas, si queréis volver locas!

v. 26 en aguas: porque está montada en el estanque; parece referencia a la comedia de Calderón Circe o El mayor encanto amor, con escenario flotante e islas artificiales en el estanque y escenografía portentosa, llena de efectos maravillosos, de Cosme Lotti.Ver Arellano, 1995, p. 94. v. 27 bien prendida: 'bien adornada'; prender «Vale también adornar, ataviar y engalanar las mujeres» (Aut). v. 32 limpio cristal: nueva referencia al estanque del Retiro. v. 32 acot. de locos: ver La capeadora, 2, n. v. 157 para los vestidos de locos. w. 33-34 ¡Al estanque, al estanque, mozas...!: imita pregones de vendedores, como «A la feria, niñas», «A la rica tienda», «Mozas hermosas, / comprad fruta nueva», «A las avellanas / mozuelas galanas», (Frenk, 1987, núms. 1180,1186,1188). Si hay una imitación más precisa se nos escapa. v. 39 Cosmelot: Cosme Lotti, famosísimo escenógrafo, que realizó la escenografía de la comedia de Calderón citada.Vivió en Madrid entre 1626 y 1650.Ver para este personaje el artículo de Shergold (1973). Algunas de sus tramoyas comenta O. Arróniz (1977, pp. 208 y ss.). Comp. Quevedo, PO, núm. 688, w. 54¬ 57: «Con bullicios, Cosme Lotti / de tramoyas, subo y bajo, / y en remolinos del cuerpo / mil veces mudo el teatro». v. 41 En la príncipe (y resto de testimonios) «Al estanque, al estanque, etc.».

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

526

Repiten.

Salen Bernardica,Josefa,

JOCOSERIA

Isabel de Gongora, Pedro

de Salazar, con lanternas enceradas. BERNARDA

Castillaons que vais a ostanco, naon cheguéis, tiraivos la, que a agroria que as agoas levan,

45

solo chega Portugal. ¡ N o m e de Yesú, ay! TODOS

¡Ay, que a agroria que as agoas levan, solo chega Portugal! ¡ N o m e de Yesú, ay!

50

Repiten. BERNARDA

¡Ah, ratiños castilaons!

TODOS

¡Tiraivosla!

BERNARDA

¡Que ista festa es de cristaons!

TODOS

¡Tiraivosla!

BERNARDA

Portugal, que tuda e maons.

TODOS

¡Que vindica!

BERNARDA

A o estanco chegai ufaons.

55

w. 43 y ss. Castillaons que vais a ostanco...: como buenos portugueses muestran la proverbial enemiga a los castellanos (a los que recomiendan tirarse al estanque) y la vanidad de los portugueses. Todo esto se documenta abundantemente en una pieza clásica del tema, el satírico Sermón de Aljubarrota, de Hurtado de Mendoza (en Sales españolas, ed. Mélia). v. 48 En la príncipe (y resto de testimonios) «Ay, que a agroria, que as, etc.». v. 51 ratiños: 'despreciable, miserable'; es insulto típico de las peleas entre castellanos y portugueses; en realidad se aplicaba a los portugueses y los del Bierzo; ver Léxico, con los textos de Castillo Solórzano: «Mi abuelo no era bien tinto en gallego, sino de los asomados a los reinos, quiero decir de los ratiños»; o La picara Justina: « N o reparó el buen padre que nos oía un caballero ratiño de junto a Portalegre». Y en Correas, p. 407: «Portugués ratiño, fáltale para pan y no para viño». Más adelante se pretende expulsar a los castellanos de la fiesta porque es fiesta de cristianos, chiste que recuerda al predicador portugués que decía «Os moros son próximos, y os judeos son próximos, y os castejaos ainda son próximos», o el otro que predicaba recordando una victoria de los portugueses y decía: «Estábamos os cristianos de un cabo del río, y los castellanos de la otra parte» (citados por Herrero, 1966, p. 151). v. 52 BF: «Tiravosla».

LAS

TODOS

DUEÑAS

527

¡Que vindica! Que a groria, que as agoas levan, solo chega Portugal! ¡ N o m e de Jesú, ay! Repiten.

Salen Luisa de la Cruz,

de la Calle, Lorenzo

60

la hija de Dorotea, Juan

de Prado, de labradores, con hachones

de paja. TODOS

Este es, mozas de Vallecas, el estanque del Retiro, donde el agua y el fuego se han hecho amigos.

LUISA

E l diabro que allá entre, que hay a la puerta picos que ensartan a u n cristiano, pensando que es chorizo.

NIÑA

Si con los palos hieren, curan con los vestidos, que son de trementina y de ungüento amarillo.

LUISA

D i z que hay dentro leones que a u n hombre comen vivo.

NIÑA

También los hay por quien los hombres han comido.

TODOS

Este es, mozas de Vallecas, el estanque del Retiro, donde el agua y el fuego se han hecho amigos.

65

70

75

80

v. 59 En la príncipe (y resto de testimonios) «que agroria, que as agoas, etc.». v. 67 picos: las alabardas de la guardia del rey. v. 68 VJ: «ensartarán». w. 72-73 trementina, ungüento amarillo: alude a los colores del uniforme de la guardia tudesca del rey. Puede que haya chiste con el sentido de «Dícese frecuentemente del dinero, que en estilo festivo le llaman ungüento de Méjico, y también a la plata ungüento blanco y al oro ungüento amarillo» (Aut). v. 78 En la príncipe (y resto de testimonios) «Este es mocas, etc.».

528

JOCOSERIA

QUIÑONES DE B E N A V E N T E ,

Repiten. Salen Arroyo, María

de San Pedro, Antonia,

Pedro

de Linares, de viejos, con lanternas. ARROYO

C a m i n o del Retiro, tanto anda el viejo como el niño, sino que uno le anda a pasos y el otro a pasitos.

85

TODOS

Y el otro a pasitos.

ARROYO

Los ojos nunca son viejos; siempre se huelgan de

M A R Í A S. P E D R O

ver.

Nadie se espante si hallare en las fiestas la vejez.

PEDRO LINARES

90

Caminad hacia el estanque, cuadrilla Matusalén.

ANTONIA

Que

esta noche es el Jordán,

y en él os remozaréis. ARROYO

Y para llegar aprisa,

95

dad, aguzando los pies, carreritas de dos en

dos

y galopitos de tres en tres. Salen Manuel

de Coca, Previno, Frutos, el Negro de

Andrés

de la Vega, de dueñas, con candiles cantando. TREVIÑO

¡Hola, que se endueña el estanque!

TODOS

¡Hola, que endueñándose va!

100

Salen muy bajos.

w . 81 acot. E n P R : «con tatemas». B F : « . . . Autonia...». w . 82-83 Camino del Retiro: adapta «Camino de Santiago tanto anda el cojo como el sano» (Correas, p. 103 con una extensa explicación que no hace ahora al caso). v. 93 es el Jordán: porque es la fiesta de San Juan Bautista, que bautizó a Cristo en el Jordán, y sobre todo por el poder que se atribuía al Jordán, de rejuvenecer a quienes se bañaban en él. Ver Loa que representó Antonio de Prado, n. w . 75-76. v. 99 ¡Hola, que se endueña el estanque!: parodia «¡Ola, que me lleva la ola! / ¡Hola, que me lleva la mar!» (Frenk, 1987, núm. 956), con muchas imitaciones en Pedro de Hortigosa, Góngora, Lope, Claramonte, Bernardo de Quirós, etc. Sobre la consideración de las dueñas quedan notas anteriores.

LAS

DUEÑAS

TREVIÑO

N o se alabará que pudo hacer su fiesta naval sin estorbos de estameña y espantajos de cambray

TODOS

¡Hola, que estorbándonos van!

FRUTOS

N o os fiéis en que tan chicas y encogidas nos miráis; que en los cuentos y en los chismes nos sabemos alargar.

529

105

Levántame.

¡Hola, que alargándose van!

TODOS

110

Trae dos corcovas.

Aunque dos enveses de hornos traiga adelante y atrás, hay dueña que como gato a los ojos saltará.

COCA

Da

cabriolas.

TODOS

¡Hola, que endueñándonos van!

115

NEGRO

Si el estanque lleva peces, para mayor novedad, échenme a mí en el estanque y lampreas llevará. ¡Hola, que se emperra el estanco!

120

v. 102 BF: «nanal». w. 103-104 estameña, cambray: tipos de tela, la primera rústica para ermitaños y hábitos monásticos; la segunda de lienzo muy fino, que tiene el origen de su nombre en la ciudad de Cambray, donde se fabricaba. Son de calidades y connotaciones contrapuestas, pero en su conjunto la mención de las telas quiere decir, metonímicamente, que a la fiesta de los reyes acuden muchas personas de todas las clases sociales. v. 108 cuentos y chismes: para esta condición de las dueñas ver La dueña, n. v. 11. v. 109 BF: «no», v. 113 VJ: «dueñas», v. 117 BF: «novadad». v. 119 lamprea: imagen visual grotesca, ya que la lamprea es «pescado muy parecido a la anguila [...] de color blanco y por el lomo cubierto de manchas ce-

530

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

JOCOSERIA

TODOS

¡Hola, que emperrándose va!

BERNARDA

¿Qu¿

e s

c o s a

y cosa,

que pasa por el agua y no se moja? TREVIÑO

E S una acción sin segunda.

COCA

E S una grandeza pronta.

FRUTOS

U n a muestra del amor.

NEGRO

Y una fuerza de la bolsa.

TODOS

¡Acertóla, acertóla!

BERNARDA

Todo el mundo se admire, viendo que el estanque se ha vuelto cielo.

JOSEFA

¿Qu¿

TODOS

La de Belisa y Fileno.

MARÍN

¿Qué ángeles la acompañan?

TODOS

Baltasar es ángel bello.

LUISA

¿Qué sol y luna le adornan?

TODOS

M i l lunas y soles vemos.

NIÑA

Y ¿qué estrellas la guarnecen?

TODOS

D e las luces los reflejos.

BERNARDA

Todo el mundo se admire, viendo

125

130

deidad en él asiste?

que el estanque se ha vuelto cielo.

135

140

rúleas [...] boca redonda y excavada hacia adentro como la sanguijuela [...] en lugar de agallas tiene a cada lado siete agujeros redondos» (Aut). v. 120 se empeña: porque «perro» era insulto dado a esclavos, moros, judíos... Ver El casamiento de la Calle Mayor, n. v. 129. w. 122-23 cosa y cosa: fórmula de adivinanza (ver La capeadora, 1, n. v. 75). Aquí se adapta la cancioncilla tradicional: «¿Qué es cosa y cosa, / entra en la mar y no se moja?» (Frenk, 1987, núm. 1452; es el sol la respuesta de la adivinanza; en otras versiones la sombra). v. 123VJ: «por el río». v. 132 Belisa y Fileno: nombres poéticos asignados a los reyes, Isabel de Borbón (Belisa es anagrama de Isabel) y Felipe IV. Se menciona luego el príncipe Baltasar Carlos y se hace referencia a los nobles y grandes de la corte. VJ: «Felino». v. 135 VJ: «adoran». v. 139 En la príncipe (y resto de testimonios) «Todo el mundo se admire, etc.».

LAS

TODOS

531

Que el estanque se ha vuelto cielo. Repiten.

BERNADA

DUEÑAS

Representado.

Por el siglo de m i madre,

que se acaba el baile. TREVIÑO

Y en viendo que se acabó

luego lo dijo Treviño. BERNARDA

145

Harto es para ser tan niño. Cantado.

TREVIÑO

Pues oiga lo que quedó.

Sórbanse sus reverencias este baile, como huevo, que está pasado por agua, y tan fresco, que es de hoy puesto. FRUTOS

150

Y dennos presto

un víctor de caridad, que los que bailando estamos... TODOS

... somos muchos, y pasamos

155

extrema necesidad. PERAL

Vámonos de aquí todos,

que parecemos locos. Repiten y acaban.

FIN

v. 141 En la príncipe (y resto de testimonios) «Que el estanque». Completamos el verso. v. 142 Por el siglo de mi madre: ver Guardainfante, 2, n. v. 14. v. 151 BF: «tran». v. 153 víctor: 'aplauso'; ver Jácara que se cantó en la compañía de Bartolomé Romero, n. v. 72. w. 157-58 Vámonos de aquí: comp. Frenk, 1987, núm. 690: «Vámonos de aquí, galanes, / que aquí no ganamos nada; / otro se lleva la moza, / nosotros la noche mala».

E N T R E M É S LAS

MANOS

REPRESENTÓLE

C A N T A D O Y

CUAJARES

TOMÁS

F E R N Á N D E Z

Interlocutores: B E R N A R D O , GRACIOSO.

U N VEJETE.

MARÍA ROMÁN.

RUFINA.

U N VALIENTE.

J U A N I C O , HIJO D E B E R N A R D O .

O T R O HOMBRE.

Sale Bernardo, de esportillero, con una espuerta al hombro, cantando.

Todos los actores que intervienen actúan en la Loa para Fernández. «Las manos y cuajares es posterior a la loa (últimos días de diciembre 1636), ya que en esta se estrenó la pareja juvenil de Juanico y Rufina que aquí tienen papel importante, pero es anterior al Carnaval de 1637 cuando los Medrano entraron en la compañía de Bobadilla. Nuestro entremés tampoco puede ser de 1638 (los Medrano siguen con Bobadilla; María R o m á n probablemente con su esposo en la compañía de Romero), ni de 1639 (María R o m á n con Rodríguez). No es imposible que Las manos y cuajares se estrenara la misma tarde que la loa; en todo caso no después de enero de 1637» (Bergman, 1965, p. 318). Manos y cuajares son piezas vendidas en las tripicallerías, comida muy popular. Acot. inicial: esportillero: tenían mala fama; Guzmán se hace esportillero para seguir en la vida libre de la picardía, como otros picaros (Rinconete y Cortadillo, el Lazarillo de Luna... Comp. Guzmán, pp. 259-60: «con deseo desta gloriosa libertad y no me castigasen como a otros por vagabundo, acomodéme a llevar los cargos que podían sufrir mis hombros», con ilustrativa nota de Rico, donde cita la disposición de un alcalde de corte que se refiere a estos ganapanes del modo siguiente: «compran una espuerta y se ciñen un cordel y pueblan plazas, plazuelas, calles y lugares públicos para llevar y traer todo género de cosas [...] Es vida holgazana la de esta gente y con tres o cuatro caminos que hacen tienen qué co-

534 BERNARDO

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

Por la puerta del trabajo se va al cuarto del tragar, mas tan estrecha, que apenas una gorra cabe allá. Diferente solía ser

5

en aquel tiempo bozal, cuando tenía más mesas que días u n holgazán. D e mogollón se zampaba toda tripa horra; mas

10

lo que fue de mogollones, es de Magallanes ya. Viendo, pues, el imposible de comer y pasear, los buches aventureros

15

todos en Corteses dan, tanto, que a cualquier persona, mer,jugar y ahorrar en su esfera [...] Todo el tiempo que no trabajan se están en corrillos y de noche están acompañados de picaras perdidas». v. 4 gorra: quiere decir que ya no es posible comer de gorra, los tiempos se hacen difíciles y es preciso trabajar para ganarse el alimento. Por eso va de esportillero. Por lo demás téngase en cuenta que los esportilleros tenían fama de picaros, como acabamos de señalar. v. 6 bozal: 'rústico, primitivo'; ver El talego, 2, n. v. 144; La maya, w. 14-15. v. 9 de mogollón: 'de gorra, comer sin pagar'. Ver Léxico, con suficiente documentación. v. 10 tripa horra: lo mismo; las tripas libres de servidumbres, es decir, que comen sin respetos en cualquier parte; ver El talego-niño, n. v. 31 y comp. Buscón, p. 162: «me remordía la conciencia el ser contra la orden comer a su costa quien vive de tripas horras en el mundo». v. 12 Magallanes: sólo se nos alcanza el floreo verbal paronomástico, a menos que haya alguna alusión más precisa a la navegación, porque a los picaros los solían mandar a galeras. Quizá haya que leer: 'antes comíamos de mogollón; ahora nos mandan castigados a las galeras, a hacer como Magallanes y navegar'. v. 16 Corteses: continúa el juego iniciado en Magallanes con la alusión a otro famoso descubridor, Hernán Cortés, que le sirve para elaborar el chiste siguiente. Otro posible juego se establecería entre el sentido de aventurero 'caballero o soldado que pelea en guerra o torneo por su propia iniciativa, a su aire' contrapuesto a caballeros cortesanos. En los torneos los aventureros solían ser forasteros que llegaban y deseaban justar con los caballeros de la corte. Comp. Estebanillo, II, p. 43: «yo no tengo plaza de soldado ni calle de vivandero, porque soy caballero aventurero, teniendo más de Galaor que de Esplandián».

LAS

MANOS

Y

CUAJARES

aunque no sea su igual, en topándole le quitan el sombrero y algo más. Yo, porque no me le quiten, ni por venirle a quitar, dejo la perdiz señora por el carnero oficial, y vendo a millares manos y cuajares. ¡Ea, pobretes, cuitados galancetes, hospitales de buen talle, candelitos de la calle,

535

20

25

30

w. 23-24 perdiz, carnero: 'me conformo con poco, prescindo de la perdiz cara y apreciada, y me dedico al carnero humilde'; los dos versos terminan en parejas de sustantivos, en las que el segundo desempeña función de adjetivo, como las típicas quevedianas de «clérigo cerbatana». La perdiz era manjar muy apreciado; cfr. la frase «o perdiz o no comerla» («significa que cuando se pretenden las cosas con razón se debe poner la mira en lo más útil y glorioso», Aut) o Quevedo, Un Heráclito, núm. 203, w. 1-4: «Dícenme, Don Jerónimo, que dices / que me pones los cuernos con Ginesa; / yo digo que me pones casa y mesa / y en la mesa, capones y perdices». El carnero era de menos precio, no de categoría señora, sino oficial («El que se ocupa o trabaja en algún oficio», Aut). v. 26 cuajar, 'uno de los depósitos estomacales de los rumiantes, estómago'; Aut señala que «llámase así especialmente en las reses que se matan en las carnicerías»; era comida de gente de pocos posibles. Recuérdese que Lázaro de Tormes mendiga en la calle de la Tripería de Toledo un pedazo de uña de vaca y «otras pocas de tripas cocidas». v. 27 Ea, pobretes: imita fórmulas de pregones comerciales; comp. «Ea, señoras hermosas, / antes que otro lo venda, / ¿queréis algo de mi tienda?» (Frenk, 1987, núm. 1182); «Ea, mozuelas galanas, / que de hoy a vender comienzo, / ¡a lienzo, a lienzo!» (id., núm. 1183)... v. 29 hospitales de buen talle: parece metonimia por 'pobretes vergonzantes' (en el hospital recogían a los pobres; de buen talle parece apuntar a los pobres que disimulan su pobreza, es decir, a los vergonzantes, bien conocidos en la época: ver La capeadora, 2, n. w. 94-97). En todo caso gente que puede aspirar a alimentarse con manos y cuajares. v. 30 candelitos: interpretamos 'candiles, candelillas, como metáfora para aludir a los desocupados callejeadores, comparados a los candiles colocados en la calle para alumbrar, a la gente': otros consumidores posibles de lo que pregona este vendedor de manos y cuajares. Quizá haya una relación conceptista con el hospital del verso anterior y una contraposición de «candelitos» con «candilón», «El candil grande y especialmente el que se pone en el hospital a los moribundos» (Aut).

536

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

JOCOSERIA

llevad, comprad, baratos y a millares, manos y cuajares! Caballeretes postizos, que, como Adán, nuestro padre,

35

tenéis vuestra renta en cueros, aunque la cobráis en carnes, si el dinerillo no es del tamaño de la hambre, llevad, comprad,

40

baratos y a millares, manos y cuajares. MARÍA

ROMÁN

Venga u n par de manos blancas.

BERNARDO

¿ C ó m o pide lo que trae?

MARÍA

Por pelar las quiero yo.

ROMÁN

45

v. 34 Caballeretes postizos: como los del Buscón, semi picaros, caballeros falsos, mendicantes y estafadores, pobretes de solemnidad; comp. Buscón, pp. 144-45: «hay unos géneros de gentes, como yo, que no se les conoce raíz ni mueble ni otra cepa de la que decienden los tales. Entre nosotros nos diferenciamos con diferentes nombres: unos nos llamamos caballeros hebenes; otros, güeros, chanflones, chirles, traspillados y caninos. Es nuestra abogada la industria. Pagamos las más veces los estómagos de vacío, que es gran trabajo traer la comida en manos ajenas. Somos susto de los banquetes, polilla de los bodegones, cáncer de las ollas y convidados por fuerza. Sustentámonos así de aire y andamos contentos. Somos gente que comemos un puerro y representamos un capón». BF: «cavelleretes». v. 37 en carnes: en este sentido es sinónimo de «en cueros», pues en carnes es «Frase adverbial que explica el modo de estar alguno desnudo o muy mal vestido» (Aut). BF: «auuque». w. 38-30 si el dinerillo no es...'/si tenéis menos dinero que hambre, comprad manos y cuajares que son barata cosa'. v. 44 lo que trae: es una galantería de Bernardo, que dice a María que ella se tiene ya manos blancas, consideradas de especial belleza. Ella, claro, le pide manos de despojos animales. Quevedo se burla de las damiselas exhibicionistas de manos: «Preciábase de manos y, por enseñarlas, siempre despabilaba las velas, partía la comida en la mesa; en la iglesia, siempre tenía puestas las manos; por las calles, iba enseñando siempre cuál casa era de uno y cuál de otro; en el estrado, de contino tenía un alfiler que prender en el tocado; si se jugaba a algún juego, era siempre de pizpirigaña, por ser cosa de mostrar manos» (Buscón, pp. 180-81); sobre la blancura ver Quevedo, PO, núm. 726, w. 21-24: «Tendrás muy hermosas manos, / si dieres mucho con ellas, / blancas son las que dan blancas, / largas las que nada niegan».

LAS

MANOS

Y

CUAJARES

BERNARDO

Por pelar es cuanto hace.

MARÍA ROMÁN

D i c e verdad,

537

que la que es más melindrosa, cuanto come es por pelar. BERNARDO

Y es de manera,

50

que si no lo pelara, no lo comiera. U N VALIENTE

Y o he menester muchas manos; mire cuántas puede darme.

BERNARDO

Tenga mucho corazón, y tendrá manos bastantes.

VALIENTE

55

Tiene razón; que no se hallan muchas manos donde hay poco corazón.

BERNARDO

C o m p r e callando, porque los habladores no tienen manos.

U N HOMBRE

60

Cuajar quiero una mohatra; d é m e u n cuajar que la cuaje.

BERNARDO

D o n d e la mitad se pierde, se venden esos cuajares.

HOMBRE

E S O es crueldad,

65

que vendiendo por entero, compren luego en la mitad.

v. 46 pelar, en este caso 'quitar el dinero a los hombres'; comp. Buscón, p. 195: «Pidiéronme que jugase, cudiciosos de pelarme»; id., p. 202: «enseñaba a pelar y refranes que dijesen las mujeres». v. 51 que si no lo pelara, no lo comiera: doble sentido; el que interesa es el malicioso 'no comería o no lo sacara pelando a los galanes'. w. 54-55 corazón, manos: juego con frases hechas «tener corazón» 'tener valor' y «tener manos» 'tener fuerzas y habilidad, valentía'; ver Aut. v. 60 porque los habladores no tienen manos: la idea es proverbial: «Hombres que abundan de parola faltan de obra» (Correas, p. 246). v. 61 cuajar una mohatra: en el sentido de cuajar «Metafóricamente es efectuar alguna cosa, como cuajar el sueño, el negocio» (Aut); mohatra 'estafa, engaño': «Trampa, engaño fraudulento basado fundamentalmente en la compraventa o el préstamo» (Léxico). En el contexto apunta a un préstamo usurario excesivo: de ahí que los versos siguientes hagan referencia a la pérdida de la mitad del capital, que se queda el usurero o el que hace la compraventa falsa y con estafa.

538 BERNARDO

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

C o n esa baja se descuaja una bolsa y otra se cuaja.

U N VEJETE

Aquesta mano me tomo

70

y me arrugo sin pagarle. BERNARDO

Siempre a quien no dan del pie, la mano suele tomarse.

VEJETE

A la vejez, si una vez la da la mano, ella se la toma diez.

BERNARDO

75

Viejo de prendas nunca mete las manos en mies ajena. Sale Rufina

RUFINA BERNARDO

con una espuerta de castañas, y representa.

¡Castañita enjerta cocida! ¡Linda partida! ¡Manecitas y cuajares!

RUFINA

80

¡Lindo bullaque!

v. 69 se descuaja una bolsa y otra se cuaja: se descuaja o destruye la de la víctima de la usura y se cuaja la del mohatrero. v. 71 me arrugo: 'me escapo, me voy'; ver Loa con que empezó en la corte Roque de Figueroa, n. v. 129. w. 72-73 dan del pie, la mano suele tomarse: juego con frases hechas; dar del pie o con el pie es «Tratar con desprecio o poca estimación alguna cosa» (Aut). Aquel a quien no dan del pie y tratan con consideración, enseguida abusa y se toma la mano: «Tomar la mano. Frase que además del sentido recto significa comenzar a razonar y discurrir sobre alguna materia que se ventilaba» (Aut), es decir, tomarse licencia para intervenir en algún asunto sin que se la hayan dado, entrometerse, abusar, en una palabra. Comp. Quijote, I, 30: «antes que Dorotea respondiese, tomó el cura la mano y dijo»; Gracián, Criticón, III, p. 152: «Comenzaron a darle de mano y aun del pie». v. 75 En la príncipe «la toma di-», por error de impresión, que subsanamos. Adapta frases proverbiales: «Danle el dedo y toma la mano. En las frases», «Dannos la mano y tomámonos el brazo. Es variable» (Correas, p. 149). v. 77 VJ: «meta». v. 78 En la príncipe (y BF) «engenta»; se refiere a castañas injertas, de castaño injertado, de buena calidad, no silvestres. Es otro esquema de pregón como los anotados. v. 80 BF: «Manecicitas». v. 81 bullaque: ver Civilidades, n. v. 2 donde comentamos esta voz. BF: «bulage».

LAS

BERNARDO RUFINA BERNARDO

MANOS

Y

CUAJARES

539

¡Oyes, niña! O i g o , niñón. L O que vendo es hueso y carne, y tú, madera cocida.

RUFINA

Rastrerísimo tratante

85

que perdiste el habla el jueves, y el sábado la cobraste: vende tus tabas, y calla, si no quieres que te saquen, sin ser la sangre del Rastro,

90

por el rastro de la sangre. BERNARDO

¡Bueno, lindo por extremo! ¿ C o n m i g o traques barraques, trastico de Santa C r u z a la orilla de un alnafe?

95

w. 86 y ss. que perdiste el habla el jueves...: pulla atribuyéndole a Bernardo raza judía; la mención del sábado, día de fiesta de los judíos, es inequívoca, lo mismo que la referencia a la sangre ('contaminada de raza', más abajo). El jueves santo en algunos lugares sacaban en procesión pasos y representaciones de fariseos (cfr. Herrero, 1966, p. 609, cita del entremés de Lope El soldadillo), lo cual puede explicar la mención del jueves. También se documenta en otro texto de Cubillo de Aragón que se acostumbraba poner estatuas (mudas, por tanto) de estasfigurasde la Pasión en los monumentos de Jueves Santo y que se las representaba vestidas ridiculamente (Herrero, 1966, p. 610). En cuanto al sábado era palabra connotada y mención tópica en los entremeses de pullas entre alcaldes. Herrero (1966, p. 617) recuerda el chiste del licenciado Vidriera que se reitera en entremeses: «Esperad, Domingo, a que pase el sábado», para motejar a uno de judío; comp. Los alcaldes encontrados de Quiñones, Colección, II, p. 660: «—Sentaos, Domingo. — E l sábado es primero». w. 90-91 Rastro: lugar donde se mataban las reses; hay calambur con la adaptación del primer verso de un romance caballeresco: «Por el rastro de la sangre / que Durandarte dejaba / caminaba Montesinos / por una áspera montaña» (Durán, núm. 388). v. 91 VJ: «sangue». v. 93 traques barraques: ver Civilidades, n. v. 25. BF: «traque». w. 94-95 trastico de Santa Cruz, alnafe: pulla a la vendedora de castañas, que está a la orilla de su hornillo o alnafe y habitualmente en la Plazuela de Santa Cruz.Ver Herrero, 1963, pp. 85-94 y el entremés de Calderón La plazuela de Santa Cruz.

540 RUFINA

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

JOCOSERIA

Finiquito de semana, que en ella a vender nos trae huesos con vaina y contera y faldriqueras de carne: contigo y con m i l contigos...

100

Sale Juanico, hijo de Bernardo, de valiente. Saca una daga. JUAN

C o n m i g o , seor compadre, que esta corre por m i cuenta, y aquesta por su gaznate. ¡Rufinilla!

RUFINA JUAN

¡Rodanchuelo! M i r a el seor tripicallante

105

c ó m o de todas sus tripas no hace corazón. BERNARDO

¡Vinagres o vinagrillos!, si suelto la cesta...

v. 97 En PR: «nos ttae». v. 98 vaina y contera: los compara con espadas. La parte de carne que cubre los huesos es tan fina como la vaina de una espada. v. 101 seor. forma típica del lenguaje rufianesco. Comp. infra v. 105; El remediador, v. 45, etc. Comp. Estebanillo, II, p. 15: «Déjela voacé venir, seor maltrapillo». v. 104 Rodanchuelo: es nombre típico de rufián; en germanía significa 'broquel, escudo redondo, arma típica de los que salen por la noche'. Puede funcionar como nombre propio o como calificación metafórica a partir de 'broquel', en el sentido 'defensor'. Ver Alonso Hernández, 1979, pp. 153, 159, 168, con algún texto de Hill, por ejemplo: «Salió el Mulato de Estepa, / rodancho de aquesta injuria, / a tomar esta demanda / saliendo de una bayuca»; Oudin lo registra como 'valiente', ya que sólo el valiente puede ser protector, rodancho. v 105 tripicallante: que vende tripas, callos. Tripicallería se llama el establecimiento en que se venden estos despojos. VJ: «tripillante». w. 106-107 tripas, corazón: hacer de tripas corazón 'sacar fuerzas de flaqueza, hacer un esfuerzo para disimular el miedo o la debilidad'. Fácil dilogía entre el sentido figurado y la circunstancia del personaje. v. 108 Vinagre: «Metafóricamente se llama el sujeto de genio áspero y desapacible» (Aut).

LAS

MANOS

Y

CUAJARES

541

¡Ay, qué exceso!, dale

RUFINA

un Dios nos libre. Hombrecito,

JUAN

110

que en tus panzas y cuajares nos das a tragar cocidas gamuzas y cueros de ante, ¡mas que me engullo hombre y cesta!, ¡mas que te meriendo, y mas que

115

te arrojo y pringo en las nubes, y te despringo en los aires! BERNARDO

Pringoncito, ¡que te azoto! Riñen

JUAN

con las dagas, muy lejos uno de otro.

Llegó su final, galanes: para ell ánima deste hombre

120

que hallaron muerto en la calle. Revuelve la mantilla al brazo Rufina RUFINA

y saca un jifero.

Y si a alguna de las jembras les remuerde en este trance la conciencia, R u f i n i l l a está aquí que se la saque.

125

v. 110 un Dios nos libre: «Tajo de arma blanca en la cara» (Léxico, con texto de Timoneda: «Un chacotero que por hablar demasiadamente y burlarse de todos, llevaba su Dios nos libre aposentado en su rostro»). v. 114 mas que me engullo: 'a que me engullo'. v. 118 Pringoncito, te azoto: en los versos anteriores se usa pringar en sentido general de 'maltratar, arrojar de un golpe hasta las nubes'; en esta ocasión hay referencia exacta al castigo dado a lo esclavos rebeldes, de azotarlos y echarles en las heridas pringue, grasa hirviendo. Ver El murmurador, n. v. 45. v. 120 ell ánima: con la palatalización germanesca ya anotada; imita la cantinela de los animeros, que iban pidiendo para las ánimas por la calle. Comp. Buscón, p. 133: «entró por la puerta, con una ropa hasta los pies, morada, uno de los que piden para las ánimas». v. 121 acot. jifero: cuchillo de matarife. v. 122 jembras: otro fenómeno fonético caracterizador del habla de germanía; comp. Buscón, p. 223: «haga vucé de las j, h y de las h, j. Diga conmmigo: jerida, mojino, jumo, paherta, mobar, habalí y barro de vino».

542

Q U I Ñ O N E S DE BE NAVE NTE J O

MARÍA

ROMÁN

COSERIA

¡Hola, castañeritas, azotacalles! Llegad, acudid, que a los sábados pegan, ¡hola, hola!, que a los sábados pegan con la del martes. Llegad, acudid, acudid y llegad.

130

M e t a n paz, metan paz, y corte la cólera el hipocrás. BERNARDO

Tan pacíficos somos allá en el Rastro, que sin riña o pendencia damos las manos. Hacen como que acaban el baile, y piden del patio

TODOS RUFINA

Jácara, jácara!

jácara. 135

¿Qué es jácara, señor patio! ¿Arregostóse vuested a la jácara de marras?

v. 126 azotacalles: «Persona ociosa que anda continuamente callejeando» (DRAE).

v. 129 sábados, la del martes: juego de palabras; sábado puede aludir a la condición de judío, como queda anotado antes, en una pulla tópica; puede ser metonimia también por los 'tripicalleros', ya que los sábados era costumbre en muchas partes comer intestinos y menudos, o cabezas de animales, como cuenta Lazarillo de Tormes: «Los sábados cómense en esta tierra cabezas de carnero» (Lazarillo, p. 50, con nota de Rico que ilustra sobre la costumbre de comer el sábado, no sólo las cabezas, sino asaduras, tripas y pies, y aporta textos de Hurtado de Toledo y otros estudios); pegar con la del martes: «Frase vulgar que vale lo mismo que zaherir o burlar de alguno echándole en la cara o publicando algún mal hecho» (Aut). v. 132 corte la cólera el hipocrás: cortar la cólera es frase hecha que significa tomar algún alimento por la mañana o entre comidas, normalmente naranjas (ver La dueña, n. v. 75). Aquí se parodia la expresión: 'terminemos la pelea bebiendo'; hipocrás: «Bebida que se hace de vino, azúcar, canela, clavo y otros ingredientes» (Aut). Esto de acabar las peleas en la taberna es un tópico de la descripción jocosa del mundo rufianesco: comp. Quevedo, PO, núm. 861 «Pendencia mosquito», que desarrolla este motivo: «Mas quiso Dios y la Virgen / que Jeromillo el mulato / llegase en estas y estotras, / que salía de lo caro. / Desembarazó la vaina, / y antes de llegar cien pasos, / puso en paz a los pobretes [...] Y, tocando, / se volvieron a dar gracias / de los peligros pasados / a la ermita de san Sorbo, / en el altar de San Trago» (w. 93 y ss.). v. 134 damos las manos: darse las manos es señal de amistad; aquí alude a que venden manos (y cuajares). v. 137 Arregostóse: 'se aficionó en exceso'; ver Jácara que se cantó en la compañía

de Olmedo, n. v. 11. VJ: «Arregostoso».

LAS

MANOS

Y

CUAJARES

543

Pues no hay orejas, pardiez, para cada martes. ¡Hola!

BERNARDO

140

Si la has de cantar después, ¿qué más tiene hacerlo ahora?; cántala en u n santiamén. RUFINA

Va m i copla. Y va la mía.

MARÍA BERNARDO

Y yo, reinas, ¿apedreé

145

las jácaras? Tenga; escuche.

JUAN

¿Es jácaro vuesasted? BERNARDO

Soy el diablo que lo lleve.

RUFINA

Rodanchuelo, dejalé; cante. Canto.

BERNARDO

E n esas sienes.

RUFINA BERNARDO

Eso

150

es decir, y esto hacer.

w. 139-40 no hay orejas para cada martes: «Respondió el desorejado escarmentado. En cada lugar se dirá el día de su mercado» (Correas, p. 352). Comp. Guzmán, p. 336: «echando de la mano como un príncipe, como si tuviera para cada martes orejas»; Rico aporta el cuentecillo de la Floresta española de Melchor de Santa Cruz: «Llevando a cortar las orejas a un ladrón, el cual tenía largo el cabello, llegando al pie de la horca y alzándole el verdugo el cabello para cortárselas, como no las hallase, el ladrón le dijo: "Cuerpo de tal, ¿estoy yo obligado a dar orejas cada martes?"». v. 145 apedreé: es decir, como a él no le dan opción a cantar protesta diciendo que si ha hecho algo contra las jácaras o las ha estropeado tanto que no le dejan cantar. Parodia la frase proverbial «¿Y yo apedreé las viñas?», que anotamos supra en la Jácara que se cantó en la compañía de Olmedo, ver n. v. 28. v. 150 en esas sienes: interpretamos que, dilógicamente y metafóricamente, el canto está en las sienes o las sienes son como un canto, «Frase que da a entender y compara la dureza de alguna cosa, o la porfía y terquedad de alguna persona...» (Aut), como Bernardo, que insiste tercamente en cantar su jácara. v. 151 decir y hacer: adapta elementos proverbiales: «Decir y hacer. Advirtiendo al que habla mucho» (Correas, p. 556); «Digo y hago. En el juego» (Correas, p. 560); aquí blasona el personaje de que hace y dice, o de que los otros dicen pero él hace y canta.

544

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

Canta.

Allá va la jacarilla, como dama de ajedrez, que anda de casa en casa, de entremés en entremés.

155

Pues te das tan buenas manos entre el solaz y el placer, con las que traigo en m i cesta hoy has de hacer tu papel. Yo sazono a cualquier hombre

160

tan sabroso el interés, que tras darme su dinero, se come las manos él. N o hay manos como las mías, pues por sólo hacerme bien,

165

como yo interese en ello, se venderán en Argel. ¡Manos blancas, y no piden — m i r a d con quién y sin quién—; tan bellas, que a u n descuidillo

170

es todo vello al comer.

v. 154 casa: se llaman los cuadros (escaques) del tablero del juego de ajedrez. v. 163 se come las manos: doble sentido jocoso. El que compra las manos, tras dar su dinero, se come las manos que ha comprado; pero juega con el sentido, paradójico en el contexto, de comerse las manos tras algo 'sentir mucho gusto en alguna cosa' (ver El borracho, n. v. 162): en este sentido es raro que alguien se complazca en dar su dinero. Se trata de una agudeza de ponderación misteriosa que se resuelve mediante uno de los sentidos de la frase, el literal en este caso. v. 169 mirad con quién y sin quién: cancioncilla lírica que recogen Wilson y Sage (1964, pp. 82 y ss.), y que Calderón emplea en algunas de sus obras (El maestro de danzar, Cada uno para sí, Casa con dos puertas mala es de guardar, Fineza contra

fineza, etc.). v. 171 vello: pelusa, pelo, porque no están limpias. Comp. Quevedo, PO, núm. 743, w. 13-16: «Quito mujeres que rapan / con orinales, mejillas; / aunque hay rostro que de bello / tiene sólo el que le quitan». v. 172 En PR: «Pnes».

LAS

MARÍA ROMÁN

MANOS

Y

CUAJARES

545

Pues sola esta mano mía, si encuentra con u n novel, valdrá por m i l de las suyas.

JUAN

E S O yo lo juraré.

RUFINA

Pues júrelo o no lo jure;

175

que en esta moza que ve, cada mano es un imán, cada dedo es u n lebrel, cada uña una ganzúa;

180

que la blandura y la tez es engaña-mentecatos. JUAN

Eso yo lo juraré.

BERNARDO

Eres una... ¡Fuera! dije.

RUFINA Riñen

y meten paz.

Yerra, que soy más de diez. BERNARDO RUFINA

185

Yo soy... R u f o de mondongos, pues los quiere defender. Por el tono del

TODOS

Escarramán.

Cantan. Y aquí acaban tres enjertos que os hemos dado a comer:

v. 173 novel: 'inexperto', es decir, un galancete incauto que se deje pelar. Ver más abajo las imágenes de los w. 179-81, alusivas a la rapiña. v. 187 acot. Escarramán: baile famoso, muy denostado por los moralistas. En 1615 la Reformación de comedias mandó «que no se representen cosas, bailes, ni cantares, ni meneos lascivos ni de mal ejemplo, sino que sean conformes a las danzas y bailes antiguos; y se dan por prohibidos todos los bailes de Escarramanes, Chaconas, Zarabandas, Carreterías...» (Colección, I, p. CXC). Para este baile ver los comentarios de Cotarelo en Colección, I, pp. CCXLIII-CCXLIV. De él decía el P. Juan Ferrer: «corren por esta ciudad unas canciones que llaman Escarramán, que en el teatro las han representado, con tanta torpeza que aun los aficionados a comedias se escandalizaban, y muchos, por no oírlas, se salían del teatro». Lo mencionan Cervantes, Quevedo, Salas Barbadillo... BF: « . . . tomo...».

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

546

JOCOSERIA

una jácara en un baile y u n baile en u n entremés. BERNARDO TODOS

BERNARDO

Y todos tres... Y todos tres...

Para cantallos han sido de manos, y para bailallos de manos y pies.

FIN

v. 194 BF omite la indicación «Fin».

190

ENTREMÉS FAMOSO EL

RETABLO

DE LAS

MARAVILLAS

REPRESENTÓLE CRISTÓBAL D E AVENDAÑO

Interlocutores: PILONGA.

ALCALDE.

E L SACRISTÁN C H I C H O T A .

REGIDOR.

TERESA.

Su título recuerda al entremés cervantino, del cual no es una mera imitación, como señala Bergman (1965, pp. 345-46), ya que Benavente efectúa un proceso de selección de los episodios que aparecían en el entremés primero, pone como figura principal al alcalde y no a los embaucadores y dirige sus dardos principalmente contra la fidelidad matrimonial. Por otra parte, Quiñones de Benavente presenta el episodio del retablo como segunda parte del entremés, ya que en la primera echa mano de otro motivo tradicional: la dispensa de soluciones al azar ante problemas que se le plantean a un médico o a un alcalde, como en este caso. Tan importante es el asunto que incluso llegó a dar título a la pieza en algunos testimonios. La obra de Benavente sirvió de base a don Francisco de Avellaneda para su Entremés de ¡os rábanos y la fiesta de toros, que copia incluso textualmente varias partes de la obra. El entremés de Benavente lo puso en escena Avendaño, autor desde 1621. Apoyándose en ese dato, en la posible cita de Tirso en Tanto es lo de más como lo de menos (donde se menciona una pieza benaventina como Los títeres, que podría corresponderse con esta) y en otras razones, Bergman sitúa la pieza entre 1620¬ 23. Las dudas de Asensio, según el cual la alusión a De un castigo mil venganzas de Montalbán podría retrasar la pieza hasta los años 30, se ven rechazadas por Bergman, quien interpreta la referencia como proverbial, más que como una alusión precisa. No obstante, la alusión al moño y la jaulilla bien puede retrasar la pieza al menos hasta 1625, cuando empiezan a ponerse de moda este tipo de adornos capilares. Usa de nuevo de nombres jocosos: Pilonga, ya anotado; y Chichota: «voz burlesca. Lo mismo que nada o cosa que poco importa» (ver Civilidades, n. w. 25 y ss.).

548

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

Sale el alcalde y el regidor, villanos, y el alcalde trae llena la pretina y caperuza de cédulas. ALCALDE

Mentís como borracho, y lleváis talle de que os haga subir sobre una calle, y aunque más me lo rueguen, que por los asnos públicos os lleven, y que a voz de verdugo, si yo quiero,

5

m i l azotes os pegue u n pregonero. ¿Qué diabros es aquesto? ¿Anda de balde la vara en manos del señor alcalde? REGIDOR

¿Qué es aquesto? ¿ C o n quién es la mohína?

ALCALDE

Ahí es con M a r i Horcajo, la vecina,

10

que dice maravillas porque he preso los m o ñ o s y jaulillas.

Acot. inicial: pretina: «Se llama asimismo la parte de los calzones, briales, basquiñas y otras ropas que se ciñe y ajusta a la cintura» (Aut); caperuza: «cobertura de la cabeza o bonete que remata en punta inclinada hacia atrás» (Aut). Era prenda propia de villanos. Para el cargo de regidor ver El doctor Juan Rana, n. v. 29. v. 1 En la príncipe «barracho». w. 2 y ss. de que os haga subir sobre una calle...: Avellaneda, en Los rábanos y la

fiesta de toros, copia este inicio, pero no desarrolla la confusión, con lo que el texto queda sin sentido: «Mentís como borracho y lleváis talle / de que os haga subir sobre una calle. / —¿Alcalde, con quién es esta pendencia» (Recoules, 1976b, p. 295).Todo está trabucado: los reos se montaban en asnos y se sacaban a la vergüenza por las calles públicas, mientras el verdugo los azotaba y el pregonero proclamaba sus delito y la sentencia que se estaba cumpliendo. Comp. con el entremés anónimo La cárcel de Sevilla: «Le debo condenar y condeno a que de la cárcel do está sea sacado públicamente en un asno de albarda y un pregonero delante que manifieste su delito; y sea llevado por las calles acostumbradas, y de allí sea llevado a la plaza, donde estará una horca hecha» (Colección, I, p. 101). v. 3 BF: «rneguen». v. 7 diabros: forma propia de villanos; ya hemos anotado otras veces este fenómeno fonético de cambio de bl por br. v. 9 mohína: 'enojo'; ver Jácara que se cantó en la compañía

de Olmedo, n. v. 16.

v. 11 PR: «matavillas». v. 12 moños, jaulillas: la jaulilla era «un adorno para la cabeza hecho a manera de red», que también podían utilizar los hombres, y de ahí la prohibición en la premática contra el lujo, que cita también Aut: «Para evitar los daños que desto resultan (manda el Rey Nuestro Señor) que ningún hombre pueda traer copete o jaulilla». También se daba este nombre a un moño falso o a una armazón que

EL RETABLO

DE LAS

MARAVILLAS

549

¡Por Dios, que están bien presos!, que no sirven son de llenarnos el lugar de liendres, pues no hay m o ñ o de buena y mala raza

15

que más de m i l no tenga desta caza. H o y los he de quemar con el dimoño, que a m i l liendres por m o ñ o , en cada uno de aquestas buenas lanzas tomaré de u n castigo m i l venganzas. REGIDOR

20

¿Qué cédulas son estas que con tanto cuidado traéis puestas? ¿Alquílase algún cuarto desechado?

ALCALDE

N O , regedor, que todo está ocupado; pero como son tantas las audiencias

25

traigo escritas aquí muchas sentencias con que despacho presos, que es joício, pues en leyendo el preito el escribano,

se metía bajo este para ahuecarlo, según Bergman (1965, pp. 166-67), que cita autoridades de Arias Gonzalo y Jiménez Patón de 1636 y 1639, respectivamente. El moño se había introducido en la corte alrededor de 1625, al menos es por esa fecha cuando empieza a aparecer en la literatura, generalmente como moda censurable. Benavente vuelve a citar ambos adornos en Los cuatro galanes, v. 15. Ver n. v. 34 de El tiempo.

v. 14 son: 'sino', forma rústica que caracteriza el habla del personaje, como otras (dimoño, etc. que no anotaremos en lo sucesivo, salvo en casos especiales); liendres: 'huevo del piojo', que anida en tantos pelos como se habían puesto de moda. BF: «si no de...». v. 19 buenas lanzas: «Buena o linda lanza. Se llama el sujeto que la maneja con gran destreza, y por ironía se dice del que no está en opinión de hombre bizarro y de valop> (Aut). Aplicación grotesca a los moños que ha tomado presos y quiere quemar. v. 20 de un castigo mil venganzas: Asensio (1967, p. 259) quiere ver en esta frase una referencia a la comedia de Montalbán De un castigo dos venganzas. Dicha comedia se fecha entre 1624-25 y sería una de las razones para retrotraer nuestra obra hasta años posteriores, pero Bergman (1972a, p. 149) señala que la datación de Dixon de la comedia de Montalbán la sitúa en 1630, pero la frase en que se basa su título era proverbial. VJ: «una». v. 23 alquílase algún cuarto: se anunciaba si una casa estaba en alquiler o se alquilaba un cuarto en ella, poniendo una cédula de papel en la puerta, pared o balcón, tal como se ve en el entremés de Quiñones Los sacristanes burlados. v. 24 VJ: «regidor». v. 25 BF: «tautas».

550

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

hago que tome el preso por su mano una destas sentencias, a buen ojo,

30

porque a mí no me achaquen que la escojo, y al que llega c o n pena le digo: ¡Dios te la depare buena! REGIDOR ALCALDE

¿Y si es de muerte y él no la merece? Señor, si eso se ofrece,

35

yo le doy la sentencia: confórmese él allá con su conciencia. REGIDOR

¡Gentil alcalde! Habrá mijor, hermano,

ALCALDE

que yo no so gentil, son muy cristiano. REGIDOR

Alcalde, alcalde, mantené josticia.

ALCALDE

Regedor, regedor, manténgase ella,

40

que es caro el año para mantenella. Sale huyendo Teresa del sacristán TERESA

Chichota.

¡Favor, alcalde! ¡Aquí, que me maltratan, me desuellan, me hieren y me matan! Que

el sacristán Chichota me ha amagado,

45

y casi casi me dolió en u n lado.

v. 33 Dios te la depare buena: con este título se conocía también al presente entremés. Esfraseproverbial que ya recoge Cervantes en Pedro de Urdemalas y también Lope en Ramilletes de Madrid y el Guzmán; igualmente en Tirso, Don Gil de las calzas verdes, Juan de Luna en Diálogos familiares, Alcalá Yáñez en El donado hablador... ver Chevalier (1975, pp. 86-88 y 127-130). Correas la registra con la siguiente explicación: «Dicen que un médico inorante, que no sabía recetar, tomó de casa de un boticario muchas recetas en una alforja y fuese por los lugares que no era conocido a curar, y a cualquiera enfermedad que se ofrecía, sin distinción, sacaba una receta de la alforja y dábala al enfermo, y decía: "Dios te la depare buena"» (p. 161). En Don Gaiferos y las busconas de Madrid, atribuido a Benavente, se dice de un gorrón: «Entrando a Dios te la depare buena / hácese sabañón de mesa ajena» (Colección, II, p. 613), lo que da cuenta de la lexicalización de la frase ya en esta época. v. 38 Habrá mijor. 'hablad mejor, con más comedimiento, sin insultar'. Sigue una serie de chistes dilógicos sobre gentil, mantener, etc. que no parece necesario anotar. VJ: «mejor». v. 39 BF: «ne so». v. 41 VJ: «Regidor, regidor».

EL RETABLO

SACRISTÁN

DE LAS

MARAVILLAS

551

¡Muliércula maldita! Mentiris c u m la lingua sin pepita, que ego te la sacabo, que aunque por la justiciam la pagabo,

50

femina masque genus... ALCALDE

Borracho, aquí no hay quien masque frenos, y si alzo la vara, yo os haré que la pulla os cueste cara.

SACRISTÁN ALCALDE

Tace, tace. ¿ C o n eso me amenazas?

55

A u n q u e llueva Dios tazas, prendedle, no os hagáis mojigatico. SACRISTÁN ALCALDE SACRISTÁN

Parce m i h i . ¿Qué parche n i qué mico? A u d i precor.

w. 47 y ss. ¡Muliércula maldita!...: los latinajos macarrónicos caracterizan a los sacristanes de los entremeses: ver, por ejemplo, Los sacristanes burlados, Entremés de la manta, etc. v. 48 sin pepita: pepita es «una enfermedad que da a las gallinas en la lengua, y es un tumorcillo que las embaraza y las enronquece y no las deja cacarear» (Aut), no tener pepita en la lengua equivale a 'deslenguada, charlatana'. v. 51 femina masque genus: cfr. v. 10 de Los planetas para esta expresión. v. 52 masque frenos: mascar freno es cosa de caballerías, de ahí el enfado del alcalde, que ha entendido mal el latinajo y lo interpreta a su aire, como en otros casos después: tace, tace 'calla', que interpreta como 'taza'; parce mihi, voz del oficio de difuntos, que interpreta como 'parche'... v. 53 BF: «elco». v. 57 mojigatico: «disimulado, que afecta humildad o cobardía para lograr su intento en la ocasión» (Aut); recoge Correas hacerse mojigato con el significado de 'disimular para engañar'. v. 58 Parce mihi: en la pronunciación eclesiástica le suena a parche y a mico. Es «La primera lección del oficio de difuntos que empieza con esta voz [...] Usanla en el estilo festivo para aludir a la muerte o entierro» (Aut). En Los órganos y sacristanes, del mismo Benavente: «Seor Gómez, oiga vuested / un parce mihi que asombre» (Colección, II, p. 638), donde aparece como sustantivo, al igual que en el entremés anónimo La mamola: «En toda la noche no nos dejó dormir cantando parces mikis» (Colección, I, p. 69). v. 59 Audi precor. 'escucha, te suplico, atiende'.

552 ALCALDE

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

JOCOSERIA

Vos sólo sois el puerco.

60

¿Qué es esto? ¡Vive Cristo! ¡Que venga, tome y haga! ¿Hánselo visto? RTGIDOR

Señor alcalde, el sacristán Chichota habla en latín ahora, y en su abono.

ALCALDE

¡Oh! Pus si habrá en latún, yo le perdono.

65

¿Queréis habrarme más, buen licenciado? SACRISTÁN ALCALDE

Voló. Aqueso es poco y mal habrado. Dale con la vara.

REGIDOR

Calle vuesamerced, que no lo entiende, que habló en latín ahora y en su abono.

ALCALDE TERESA

¡Oh! Pus si habrá en latún, yo le perdono.

70

Señor alcalde, al sacristán Chichota le di u n par de conejos y una bota porque dos villancicos compusiese y buenos los hiciese; ha hecho sólo uno, y ese malo,

75

y pido que me vuelva m i regalo pues no es hecha la venta. v. 62 venga, tome y haga: frasecilla vulgar enfática; la forma usual es «vengo y tomo ¿y qué hago?» o «va y toma y ¿qué hace?»; «Tomó y fuese; tomó y murióse. Donosa manera: poner esta palabra tomar antes de lo que se va a decir» (Correas, p. 652). Respecto a ¿y qué hace?, Correas, p. 416 recoge un total de 17 expresiones con esta muletilla: «¿Qué hacéis en este portal — U n tal por cual; ¿Qué hacéis Madalena Gil? —Mato plagas al candil, etc.». Comp. Juan Cortés de Tolosa, Lazarillo de Manzanares, p. 158: «Que solas las que pasaren de cuarenta años puedan jurar: "Por el siglo de mis padres" y decir: "Tomo y vengo y ¿qué hago?"»; y p. 213: «Creílo como si me lo dijera un evangelista, y si vuesa merced no lo ha por enojo, ¿qué hice?, tomé y fuime tras ellos. —Ojo al discreto: " t o m é " y "enojo" digo adrede». Comp. también la nota explicativa de este pasaje de M . Zugasti, que aporta además un testimonio del Quijote, II, 41: «Vengo, pues, y tomo, y ¿qué hago?»; comp. Quiñones, Baile del poeta de bailes, Colección, II, p. 832: «Lo que yo buscaba es esto, / pues vengo, tomo ¿y qué hago?». v. 65 pus, latún: deformaciones rústicas. v. 67 mal habrado: porque le ha llamado «bolo» en su interpretación del latinajo,'pedazo de madera, hombre rudo de poca habilidad' (DRAE); poco y mal hablado es frase hecha («Eso es poco y mal dicho», Correas, p. 209).

EL RETABLO

DE LAS

MARAVILLAS

SACRISTÁN

U n o le hice que vale por cincuenta.

ALCALDE

¡Hola! Quedito el pico y decilde.

SACRISTÁN

Pues va de villancico:

553

80

«Que si lindo es el toronjil harto mejor es Antón Martín, que tiene gozo infinito de vivir junto al Lorito, y el L o r i t o está sin pena

85

antes de la Madalena; la Madalena de San, poco menos, Sebastián. San Sebastián en mitad mira hacia la Trinidad,

90

y la Trinidad se abrocha con el colegio de Atocha; w. 80 y ss. Pues va de villancico...: los sacristanes solían hacer villancicos, y a menudo se caricaturizan como autores de disparates como este. Recuérdese el clérigo del Buscón, p. 114: «habiendo más de catorce años que hago yo en Majalahonda, donde he sido sacristán, las chanzonetas al Corpus y al nacimiento, no me premiaron en el cartel unos cantarcicos [...] Pastores, ¿no es lindo chiste / que es hoy el señor San Corpus Christe?». Los versos que siguen son una sarta de tonterías, sin sentido, donde destacan las referencias costumbristas a lugares madrileños, que anotaremos sucintamente. v. 81 si lindo es el toronjil: adaptación disparatada de canciones populares: cfr. Fenk, 1987, núm. 1225: «Si era hermosa la mañana / más hermosa era la aldeana» (Mira de Amescua); «Que si lindo es el poleo / más lindo era el rey don Pedro» (Claramonte). El toronjil es planta favorita de las canciones tradicionales: «Planta que produce hojas y tallos semejantes a los del manrubio negro [...], los cuales espiran de sí un olor como de cidra o toronja» (Aut). v. 82 Antón Martín: era el hospital de enfermos venéreos en Madrid; La paga del mundo, n. v. 93.

v. 84 Lorito: la iglesia y convento de Nuestra Señora de Loreto.Ver Herrero, 1963, p. 163. Cita Herrero la descripción que hace Liñán y Verdugo en Guía y avisos de forasteros, del trayecto de la calle de Atocha a la Plaza Mayor: «A pocos pasos el Hospital General, y frontero a él las monjas Capuchinas, y a corto trecho de estas, los Desamparados, el Hospital de Antón Martín, las niñas de Nuestra Señora de Loreto, las monjas de la Magdalena, la parroquia de San Sebastián, el monasterio de la Santísima Trinidad, el monasterio de los religiosos de Santo Domingo, que se llama el colegio de Atocha, y la parroquia de Santa Cruz». En ese pasaje se mencionan todos los lugares que salen ahora en el entremés, el cual parece haberse inspirado en el texto de Liñán y Verdugo.

554

QUIÑONES

DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

el colegio le hace el buz a Santa C r u z , y nada desto embaraza para ser ancha la plaza». Y repiten del coro grande de arriba: «¡Viva, viva, viva! ¡Chirlín, chirlín, chirlín! ¡Santa C r u z y Antón Martín!» Y responden de abajo en el coro chico: «Si habla tantico algún tabanico, y m i villancico acaso le ofende, que ¡por vida de chápiro, cépiro, nípiro, [nápiro!, que no lo entiende». ALCALDE

Y ¿qué quiere decir toda esa trápala con que me habéis dejado medio loco?

SACRISTÁN

¿Vusted sábelo?

ALCALDE

95

100

105

No. N i yo tampoco.

SACRISTÁN TERESA

Sentencie vuesasted.

ALCALDE

D e m i l amores. D e presto y a conciencia tome de ahí cada uno su sentencia.

110

Sale Pilonga con una máscara con unas narices largas, y por detrás del Alcalde le hace cosquillas con ellas en los carrillos y él se da de bofetadas pensando que son moscas. TERESA ALCALDE

¿ C ó m o de ahí? Haced luego lo que os mandan.

v. 93 buz: «el beso de reverencia y reconocimiento que da uno a otro [...] hacer uno a otro el buz, reverenciarle» (Cov). Comp. Estebanillo, II, p. 282: «Sólo estoy arrepentido / de que te hice la buz». v. 107 trápala: ruido de voces o movimiento descompuesto de los pies. v. 110 Locutor en PR, BF: «Tor.». Enmendamos.

EL RETABLO

DE LAS

MARAVILLAS

555

Dase.

¡Válgaos el diabro y qué de moscas que andan! TERESA

Tomo esta.

SACRISTÁN

Y yo esta.

ALCALDE ESCRIBANO

¡Hola, escribano!

115

Señor.

ALCALDE

Leedlas luego,

y ejecutad las dos a sangre y fuego. ESCRIBANO

Libre y sin costas dice al buen Chichota.

ALCALDE

¿ Y a Teresa?

ESCRIBANO ALCALDE

Esa dice que la ahorquen. Pues ahórquenla.

TERESA

ALCALDE

¿A mí? ¿ N o es inclemencia?

120

¿Qué importa, si lo dice la sentencia? ¿Qué falta haréis donde hay tantas mujeres? Abejón o dimoño, ¿qué me quieres? Dase. Vuelve y ve a Pilonga y cae en tierra, y los demás se espantan.

Jesús, qué mala visión! REGIDOR ESCRIBANO

¡Tirte afuera! ¡Vade retro!

ALCALDE

¿De adonde cayó esta araña con más narices que cuerpo?

SACRISTÁN

Ite maledicte diabole.

TERESA

¡San Quirce, san Nicodemus!

125

v. 115 VJ: «tome». v. 123 Abejón: aparte de la referencia al insecto que se supone molesta al alcalde, puede aludir al juego así denominado. Consistía en que una persona, con las manos juntas delante de la boca, imitaba el zumbido del abejón e intentaba abofetear a los dos adversarios entre los que se situaba. v. 124 visión: 'fantasma'; ver Loa con que empezó Lorenzo Hurtado, n. v. 67. v. 125 tirte afuera, vade retro: expresiones de repulsa; ver La capeadora, 2, n. w. 36 y 37. VJ: «terte».

556 PILONGA

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

Sosiégúese la familia. Quítase

ALCALDE

JOCOSERIA

130

la máscara.

Pues si tenéis otro gesto, ¿de qué sirve esa nariz, que acatarrada en invierno habrá menester u n toldo de la villa por lenzuelo?

PILONGA

135

Dios guarde, asile, propague arrulle, arrolle...

ALCALDE PILONGA

¿Qué es esto? Conglutine, halague, anhele, circunloquie el reverendo, raso, recio, romo, rucio

140

alcalde de aqueste pueblo. ALCALDE

Señores, ¡qué retahila! obra cortada tenemos.

v. 129 San Quirce, San Nicodemus: juega Benavente varias veces con el nombre de los santos burlescos, y con el de San Quirce en particular para construir ingeniosos juegos de palabras. Así en La melindrosa: «—¡San Quirce! —¡San dieciséis! (Colección, II, p. 799); El mago, w. 73-75: « ¡Santa Cecina! / —¡SanTurde! — San Reculemus / y albarda Matías». Señala Iglesias Ovejero, a propósito de este pasaje, que esta invocación tan curiosa representa «figuraciones paródicas, al modo de San Séculos meos en Torres Naharro» (1982, pp. 42-43). v. 131 gesto: 'rostro'. w. 134-35 toldo de la villa: alude a los toldos que se ponían en las calles en las celebraciones festivas, como representaciones de autos o grandes procesiones. Ver por ejemplo, Shergold y Varey (1961, p. 3), documento núm. 4 de 1637 «Sobre los toldos para las calles», donde hay suficientes detalles de estos toldos que daban sombra a las calles en la procesión del Corpus. La documentación sobre gastos de los toldos se reitera de modo regular cada año. Este narigudo necesita para sonarse la nariz (lenzuelo 'pañuelo') uno de estos grandes toldos. w. 136 y ss. Dios guarde, asile, propague...: efecto cómico de acumulación ridicula de vocablos, algunos medio cultos, o neologismos chistosos, con efectos de aliteración y paronomasia. v. 142 VJ: «Señor». v. 143 obra cortada: en el contexto parece aludir irónicamente al discurso anterior, por evocación aproximada de la frase «Cortar la pluma. Metafóricamente se toma por escribir con elegancia y primor alguna obra» (Aut).Y quizá, con más cer-

EL RETABLO

DE LAS

MARAVILLAS

557

Dios guarde, albergue, alfeñique, alferne, archive el aspecto

145

laso, leso, liso y lucio del naquiracuso dueño. PILONGA

¡Ay! Huyen como que se cae algo.

ALCALDE PILONGA

¡Ay! Que vengo a esta aldea...

ALCALDE

Harto me pesa a mí deso.

PILONGA

C o n u n retablo qué llaman

150

de las maravillas ciento, y pues el día del Corpus, por faltalles el dinero, no tienen vustedes fiestas, aqueste retablo haremos. ALCALDE

155

¡Vive Dios que sos honrada! ¿Qué es del retabro?, que quiero pagárosle hasta las cachas, si me dais la muestra luego.

cania, le corresponda el sentido de cortado que trae el DRAE: «Aplícase al estilo del escritor que por regla general no expresa los conceptos encadenándolos unos con otros en periodos largos, sino separadamente, en cláusulas breves y sueltas». w. 144 y ss. albergue, alferne...: este pasaje lo copia textualmente Avellaneda en Los rábanos y lafiestade toros con algún cambio en las palabras que sirven de encantamiento: «Dios guarde, albergue, alfeñique, / alterque, archuibe el aspecto / laso, leso, liso y lucio / del naquiracuso dueño» (Recoules, 1976b, pp. 296-97). Esta retahila no tiene sentido; respecto a naquiracuso, recuérdese la crítica de Quevedo al poeta de los picaros: «¿Qué es naqueracuza, infame?» (Obras satíricas y festivas, ed. Salaverría, 1965, p. 226); «¿Con qué me pagarán que a la niña que trae el cuarto de mondongo la embarace la garganta con el naqueracuza y no con una morcilla?» (id., p. 228); naqueracuza no es palabra muy conocida para los redactores de Aut por cuanto escriben: «parece que se usó en lo antiguo para significar alguna tonadilla o baile alegre o festivo». v. 153 VJ: «faltarles». v. 158 hasta las cachas: «frase que por translación se dice del que está empeñado en un negocio de que no puede salir fácilmente» (Aut); no cuesta mucho reconocer que el origen de tal expresión deriva de la palabra cacha, 'cabo del cuchillo', de manera que hacer algo hasta las cachas vendría a equivaler a nacerlo hasta el final, de manera sólida y firme'. De todos modos el alcalde no usa bien los términos; se trabuca y habla a veces según le suenan las palabras.

558

PILONGA

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

Hay u n conque. Venga el conque.

ALCALDE

160

¿Es de comer? PILONGA

REGIDOR ESCRIBANO

Majadero, es el conque que ninguno que tuviere en el cabello alguna desigualdad en que tropiece el sombrero, verá nada del retablo.

165

N o lo atino. N o lo entiendo.

SACRISTÁN

Comentaos, por vida vuestra.

ALCALDE

Tampoco yo lo empergeño.

PILONGA

Digo, pues, que el que tuviere la mujer de ojos traviesos, de visitas y recaudos, no podrá ver más que u n ciego cosa de lo que enseñare.

170

ALCALDE

Yo, ¡groria a Dios!, satisfecho estó, porque m i mujer es como u n padre del yermo, que a ella no la vesitan sino el doctor y el barbero, el vecino, el sacristán, el regidor, que es m i deudo,

175

180

v. 160 conque: dificultad, obstáculo; no entiende el alcalde la palabra. w. 164 y ss. alguna desigualdad...: perífrasis para referirse a los cuernos. v. 168 Comentaos: 'explicaos'; como se comentaban los pasajes difíciles de los libros para que los entendiera el lector. v. 177 padre del yermo: 'ermitaño, solitario'; la expresión coexiste con otras denominaciones como santo del yermo, monje del yermo, hombre del yermo para designar a los moradores de ermitas y otros lugares solitarios y austeros. Comp. Quevedo en su Política de Dios (Parte 2, cap. 23): «Que la presunción bizarra de los soldados acuda a preguntar lo que han de hacer y cómo se han de gobernar a un hombre habitador del yermo, [...] predicador austero y desnudo».Avellaneda recoge «ermitaño del yermo» en un texto que copia el presente (Recoules, 1976b, p. 299). BF: «yerno».

EL RETABLO

DE LAS

MARAVILLAS

559

el boticario y dos primos suyos, y el tamboritero, y no me quieren abrir, si acaso entre día vuelvo,

185

aunque m i l patadas dé; tal es su recogimiento. REGIDOR

Por la mía, a Dios las gracias, bien seguro podré verlo.

ESCRIBANO

Pues yo pallas, ¡vive Dios!,

190

que una Porcia en ella tengo. ALCALDE

¿Tenéis posta vos también?

SACRISTÁN

A verlo todo me atrevo, aunque enseñen u n mosquito.

TERESA

Todos decimos lo mesmo.

PILONGA

Pues ¡ojo alerta, señores!,

195

que el retablo va saliendo. Todos se aparten que sale un torazo jarameño

v. 190 Pues yo pallas: es decir «¡yo pajas!», con palatalización. Correas, p. 517: «Y yo pajas, y fulano pajas. Da a entender que tanto puede hacer como los otros»; Aut recoge pajas como «especie de interjección de que se usa para dar a entender que en alguna cosa no quedará uno inferior a otro» y cita un texto del Cuento de cuentos de Quevedo: «Yo pajas, dijo el bigardo, y asentándole un tanto, el pobre no chistó ni mistó». Comp. Quiñones, Los gorrones: «El que mejor moliere en la tahona, / ese será gorrón de la gorrona. / Voy volando a oponerme. —Pues yo pajas» (Colección, II, p. 765); Las gorronas, anónimo, Colección, I, p. 93: «si no hubiera hombres en el mundo, / fuera yo una santa. —Pues yo pajas». v. 191 Porcia: arquetipo de mujer fiel, mencionada como ejemplo tópico en el Siglo de Oro. Mujer de Bruto, se quitó la vida tomando brasas encendidas al tener noticia de la muerte de su marido. Comp. Bernardo de Quirós, Fruela: «Pensó que galanteaba una Porcia o Penélope, y dándole esperanzas, la criada fue a llevar el billete a su ama» (p. 93); Estebanillo, II, pp. 124-25: «ni Lucrecia tomara el acero ni Porcia pildoras de brasa, si sus pretendientes hubieran entrado en pluvias de oro». v. 192 posta: mala versión de «Porcia», que no entiende, v. 198 PR: «aparren». v. 199 torazo jarameño: eran famosos los toros que pastaban en las riberas del Jarama. Fradejas, 1958, pp. 124-36 trae abundantes testimonios literarios de los to-

560

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

más valiente que el que tiene

200

a San Lucas el tintero. Corren todos como que hay toro en el tablado, y el Alcalde se eche. ESCRIBANO

Jesús, y qué bravo toro!

TERESA

Echate, hombre.

ALCALDE

Ya me echo. Chichota, ¿veis vos el toro?

SACRISTÁN ALCALDE

¡Pues no! ¿ Y vos? También le veo,

205

craro está. Aparte. M e lleve el diabro, si treinta veces no miento. U n a lanzada de a pie quiero* dar. ¡Fuera, mancebos! ¡Vente a mí, torillo hosquillo!

210

¡Ay!, que las bragas me ha vuelto todo lo de dentro afuera. ESCRIBANO

Aparte. YO no veo nada desto.

REGIDOR

Aparte. Nada desto veo yo.

ros del Jarama, entre otros, textos de Góngora («fulminó rayos Jarama / en relámpagos de toros»), Lope («súfralo, amor, un toro de Jarama», «Como en el coso el toro jarameño»), Quevedo («El blasón de Jarama, humedecida / y ardiente la ancha frente en torva saña»), Tirso («Corren toros jarameños»), Mira de Amescua («Sale a la plaza el toro de Jarama / como fiera cruel de los infiernos»), etc. v. 201 San Lucas el tintero: el animal emblemático de San Lucas es el toro. A menudo se representa a los evangelistas como copistas en su atril escribiendo el Evangelio, y a veces el atril es precisamente el animal emblemático, de manera que San Lucas se representa sentado en un toro escribiendo su evangelio apoyándose en el lomo y cornamenta del toro como si fuera un atril. Comp. Quevedo, PO, núms. 639, w. 121-22: «Júzgalo, pues que puedes, por tu casa, / fiero atril de san Lucas, cuando bramas»; 715, w. 25-26: «pues siendo atril de San Lucas, / soy la fiesta de San Marcos»; 760, w. 15-16: «y ser atril de San Lucas, / siendo el toro de San Marcos»; Quiñones, Los alcaldes, 5a parte: «El mío es un retrato verdadero. / —Del que tiene a San Lucas el tintero» (Colección, II, p. 676). Ver Arellano, 1981 para estas expresiones. En la acotación tras este verso, PR lee «../qne... trblado». v. 210 Vente a mí, torillo hosquillo: hemos anotado estas expresiones en La muerte, n. w. 107-8. La referencia escatológica chistosa del toro que quita los calzones

EL RETABLO

DE LAS

MARAVILLAS

PILONGA

Ya el toro se ha entrado dentro, y ahora se suelta el N i l o .

ALCALDE

¿Qué niño es el que se ha suelto?

PILONGA

¿Qué hará quien nadar no sabe? ¡Fuera capas, caballeros!

ALCALDE

Jesús, y qué golpe de agua! Quítanse

las capas y caperuzas, y hacen como que

561

215

220 nadan

echados. SACRISTÁN

¿Mojáisos, alcalde?

ALCALDE

Bueno;

el agua hasta la cintura. Aparte.Vive Cristo, que esto seco más que arenal por agosto. ESCRIBANO

A mí a la boca, y ya bebo.

REGIDOR

Aparte. ¡Que sea yo el más desdichado

225

de todos mis compañeros! SACRISTÁN

Aparte. ¡Que cuando todos se mojan ni aun húmedo no me siento! H o y perece m i mujer.

RLGIDOR

Aparte. H o y a m i mujer entierro.

ALCALDE

Aparte. Mujer m í a , ¿destas sos?

230

H o y habrá degollamiento. PILONGA

Ya se recogen las aguas. Vase y llévase las capas.

SACRISTÁN

Vamos a enjugarnos presto.

ALCALDE

¿Adonde está lo mojado, que yo los veo muy secos?

RJEGIDOR

Hechos estamos una agua.

ALCALDE

D e congoja, yo lo creo.

235

al toreador es igualmente tópica. El mismo chiste, más elaborado, en Lope, El caballero de Olmedo, w. 1993 y ss. v. 221 BF: «Moaisos». v. 230 BF: «parece».

562 SACRISTÁN

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

C u b r á m o n o s nuestras capas,

240

no nos haga mal el fresco. ALCALDE

¡Válgate el diabro la moza, que nos trae al retortero!

REGIDOR

¿Y la mujer? Afufón.

ALCALDE SACRISTÁN

¿Y las capas? Volaverunt.

ALCALDE TERESA

245

Alcalde, la del retablo es ladrona, y por el viento va volando con las capas.

ALCALDE

¿Quién mos ha metido en esto?

TODOS

Sigámosla.

ALCALDE

«Ahora sale

250

un torazo jarameuon; ahora se suelta el niño», y es que el dimuño anda suelto. D i o m o s con la entretenida. TODOS

Vamos tras ella al momento.

255

v. 243 trae al retortero: ver Civilidades, n. v. 127. v. 244 Afufón: 'se escapó'; ver El talego, 1, n. v. 8. v. 245 Volaverunt: «Voz latina que en castellano se usa festivamente para significar que alguna cosa faltó del todo o se perdió» (Aut). Comp. Quiñones, Lo que pasa en una venta, v. 211: «Y el tocino volaverunt» (en Madroñal, 1996, p. 121); id., Los vocablos (Madroñal, 1996, p. 286): «cofrades de empanada y cantimplora, / y que bien merendados prometieron, / a la primer desdicha volaverunt».Ver Spitzer, 1930 y Gili Gaya, 1931. v. 250 PR: «Siguamosla». v. 251 En la príncipe (y resto de testimonios): «Xarameuon»; como es una de las prevaricaciones del alcalde es difícil establecer si debemos imprimir «jaramebon», «jaramevon», o qué es esta palabra; a menos que sea errata. El vocablo no debería ser demasiado raro para el alcalde, pero sin duda en la mención siguiente del Nilo convertido en niño hay disparate, y aquí debe de haberlo también. v. 253 el dimuño anda suelto: frase proverbial «de que se usa cuando en una casa, pueblo o reino hay tan raras discordias que parece que las mueve el diablo» (Aut). v. 254 Diomos con la entretenida: 'nos engañó'; la forma «diomos» es fenómeno del lenguaje rústico; para la frase ver El borracho, n. w. 137 y ss. BF: «entrenida».

EL RETABLO

DE LAS

MARAVILLAS

563

Sale cantando.

PILONGA

¿Para qué, señor alcalde?

¿Para qué, si yo me vengo? ALCALDE

¿Mas que trae otro retabro

para dejarnos en cueros? PILONGA

Las capas que les llevé

260

sahumadas se las vuelvo. ALCALDE

C o m o las capas mos traiga,

yo perdono el sahumerio. PILONGA

Sus mujeres son honradas

a pagar de m i dinero. ALCALDE

265

Y lo que vuested se lleva

es a pagar de los nuestros. PILONGA

¿ C ó m o siendo tan poeta

no me dice algunos versos? ALCALDE

Escuche aquesta canción

que compuse a sus ojuelos: «Esos ojos criminales, si me miran con enfado, son trompetas y atabales que dicen a los mortales: "Suban, suban al terrado"». Repitan

270

275

y vanse

FIN v. 258 ¿Mas que trae: '¿a que trae?'. v. 261 sahumadas: ver La capeadora, 1, n. v. 161. v. 265 a pagar de mi dinero: frase proverbial que equivale a 'lo afirmo y respaldo apostando si es preciso mi dinero a que lo que digo es cierto'. Comp. Entremés del estrólago borracho: «—Yo digo que no me enojaré. —Pues ni yo tampoco. —Pues a pagar de mi dinero como soldado que lo ha jugado mejor que se juega en Francia» (Colección, I, p. 52); Luis Vélez de Guevara, Antonia y Perales: «—Es gallina, a pagar de mi dinero. / —Por no pagar el mío, serlo quiero» (Ramillete, p. 230). v. 276 terrado: «sitio descubierto en lo último de las casas con el suelo de tierra, de donde tomó el nombre» (Aut). En la acotación tras este verso, VJ: «Repiten...».

ENTREMÉS LA

CANTADO VERDAD

REPRESENTÓLE

PRADO

Interlocutores: JOSEFA L O B A C O .

HOMBRE IO.

LUISA DE LA C R U Z .

H O M B R E 2o.

FRUTOS.

H O M B R E 3o.

A R R O Y O , VEJETE.

L O R E N Z O , ESCUDERO.

L A NIÑA D E M A Z A N A .

M A R I A N A , AUTORA.

MAZANA.

MÚSICOS.

Sale Josefa Lobaco cantando. JOSEFA

¡Ay, verdad, que en el hablar

siempre fuiste desgraciada! LUISA

B u e n ejemplo son las hembras,

pues de mentiras se pagan.

Pieza alegórica que enseña el mundo por de dentro, como en el discurso de Quevedo. Mariana Vaca casó con el autor Prado a principios de 1632. Escudero se agregó a la compañía en 1636 y seguía en ella en 1639. Para Bergman (1965, p. 362), por estas razones, el entremés se puede datar probablemente entre 1636 y 1639. Interlocutores: PR: «Mnsicos». w. 1-4 ¡Ay, verdad, que en el hablar...!: parodia del comienzo de un romance, atribuido a Lope: «¡Ay, verdades, que en amor / siempre fuisteis desdichadas», que hemos anotado en Loa que representó Antonio de Prado, n. w. 231-32. Aquí se parodian los cuatro primeros versos, no sólo los dos: «Ay, verdades, que en amor / siempre fuisteis desdichadas. / Buen ejemplo son las mías / pues con mentiras se pagan» (Durán, núm. 1557). Los cambios modifican el sentido: en el romance se pagan verdades con mentiras; en el entremés las mujeres se pagan 'se satisfacen, se complacen' con las mentiras.

566 JOSEFA

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

JOCOSERIA

¿Adonde podré buscarte,

5

verdad, si ninguno te halla? LUISA

E n los años, que allí está mal cubierta y bien negada.

LAS 2

Pues si más verdad no se halla de la que la edad nos calla,

10

en el mundo, que hoy la lasta, poca verdad hay Sale Frutos con un faldellín,

en mangas de camisa y som-

brero. FRUTOS

Y

aun esa no se gasta.

LAS 2

¿Quién eres tú, que así nos respondes?

FRUTOS

Soy la verdad en paños menores.

JOSEFA

¿Tan desnuda? Pongo duda.

FRUTOS

Siempre es la verdad desnuda.

LUISA

N o es muy dulce con tal carga.

w. 7-8 En los años, que allí está...: Bergman (ed. Entremeses, 1968, p. 56) lo considera parodia de versos de un romance de Lope («En esta larga ausencia», cuyo verso cuarto es «bien empleada pero mal perdida»), parodiado con más seguridad en La capeadora, 1, v. 93 (ver nota correspondiente). Hay alusión a expresiones proverbiales relativas al poder del tiempo, que todo lo hace olvidar, pero que todo lo descubre también: «El tiempo todo lo cubre, o lo encubre, o lo descubre» (Correas, p. 477).Y alude a las disimulaciones de edad de los viejos. v. 11 lastar. 'gastar'; ver El talego-niño, n. v. 7. v. 12 faldellín: «mantilla larga que las mujeres traen sobre la camisa, que sobrepone la una falda sobre la otra, siendo abiertas, a diferencia de las basquiñas y sayas, que son cerradas y entran por la cabeza» (Cov.). v. 16 verdad desnuda: es epíteto muy tópico de la verdad; comp. Quevedo: «los españoles [...] sola de verdad desnuda hacemos pompa» (Prosa, p. 560); id., Sueños, p. 162: «Vinieron la Verdad y la Justicia a la tierra; la una no halló comodidad por desnuda»; id., Sueños, p. 354: «La justicia, por lo que tiene de verdad, andaba desnuda»; id., Sueños, p. 385: «decían todos que mi persona era buena para verdad, desnuda y amarga»; id., PO, núm. 146, w. 10-11: «En otros siglos pudo ser pecado / severo estudio y la verdad desnuda». En Ripa se hallan reiteradas explicaciones de este rasgo de la verdad (Ripa, Iconología, II, pp. 391-93), que pasa a la representación visual: «Se pintará bajo la forma de una mujer bellísima y desnuda [...] Aparece desnuda, mostrándose con ello que la simplicidad le es connatural», etc.

LA

VERDAD

FRUTOS

Siempre la verdad amarga.

JOSEFA

Flaca está y de mala traza.

FRUTOS

La verdad siempre adelgaza.

LUISA

Luego quebrará la hebra.

FRUTOS

Adelgaza, mas no quiebra.

JOSEFA

H o y que se ha ofrecido tan lindo encuentro, ya parece que veo lograr u n deseo, sino es que me arrojo pidiendo u n antojo: que no te desdeñes, y el mundo me enseñes todo por de dentro.

LUISA

LAS 2

FRUTOS

¡Ay, quién le viera! Jesús, quién le viera! ¡Por saber si es verdad o mentira lo que de ordinario en el mundo se mira, o si es por de dentro lo que es por de fuera! ¡Ay, quién le viera! Jesús, quién le viera! ¡Por saber si es verdad o mentira lo que de ordinario en el mundo se mira, o si es por de dentro lo que es por de fuera! Hembras, por curiosidad; hombres, porque la verdad

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45

v. 18 amarga: porque, como se sabe, «la verdad amarga»: ver La paga del mundo, n. v. 20. v. 20 adelgaza: es proverbial: Quijote, II, 10: «la verdad adelgaza y no quiebra, y siempre anda sobre la mentira», v. 22 PR: «puiebra». v. 33 PR: «qnien». v. 39 En la príncipe (y resto de testimonios) «Iesus quien le viera, etc.», que desarrollamos.

568

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

desnuda os sale al encuentro, venid a ver el mundo por de dentro. LAS 2

NIÑA

Y notad, y notad, que aunque anda la pobre en cueros, no en los de los arrieros, que esta es la pura verdad. De vieja. D e n a esta mísera pobre

una humilde caridad, que ha m i l días que en su boca no ve u n mendrugo de pan. FRUTOS

55

Pues ¿cómo le habéis de ver cuando mascándole estáis? Quítase

NIÑA

50

el sombrero.

N o os descubráis. Soy cortés. °

FRUTOS Descúbrese

el manto y quede con dos talegos de dineros.

NIÑA

Descubrióse la verdad.

FRUTOS

Ya se han visto más de dos, que hacen por este camino mayorazgo a lo divino, pedido por Dios.

JOSEFA

Verdaderos pobretes, Dios os provea; que se lo lleva el vicio con vuestras señas. Repiten.

Sale Mazana

60

65

con cadena y espada dorada.

w. 50-51 no en los de los arrieros... pura: otro chiste sobre el vino aguado; en los cueros u odres que transportan los arrieros el vino va aguado, es decir, no va puro, como esta .verdad, que es pura. v. 54 BF: «que eu su». v. 62 mayorazgo a lo divino: fundan un mayorazgo con lo que han recaudado pidiendo limosna; son hipócritas y falsos mendigos, estafadores. Para mayorazgo ver El talego, 2, n. v. 98. v. 65 que se lo lleva el vicio con vuestras señas: el vicio, los falsos pobres, se llevan el dinero que correspondería a los verdaderos pobres.

LA

MAZANA

VERDAD

569

Vestidos y joyas gasto, tres dones sobrados tengo, y como la miel de moscas, me como de casamientos. Descúbrese.

FRUTOS

Señor, ya ha llegado el plazo del mercader y el platero.

MAZANA

Cubrios.

FRUTOS

70

Y O estoy muy bien.

MAZANA

L a verdad se ha descubierto.

HOMBRE I O

M i dinero o m i vestido.

HOMBRE 2o

M i cadena o m i dinero.

H O M B R E 3o

La espada o lo que costó.

75

Quítamelo. MUJER

E l maridito era bueno.

FRUTOS

¡Cuántos destos suele haber, que toda su autoridad pende de la voluntad de su mercader!

LUISA

Nadie fíe, señores, de terciopelo; que cuando el pelo falta se llega el tercio. Repiten.

ARROYO

80

Sale Arroyo, de viejo, teñido.

A u n no tengo veinte y cinco, que para gozar m i hacienda,

85

v. 67 tres dones: no se conforma con uno; para la burla del abuso del tratamiento del don ver Civilidades, n. v. 166. v. 80 BF: «prende», v. 82 BF: «terciopalo». v. 83 pelo, tercio: pelo es en lenguaje familiar 'dinero' (Léxico); no se nos alcanza el juego exacto con tercio, que parece floreo verbal basado en la disociación.

570

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

por ser tan menor de edad, voy a sacar una venia. Hcxcele dos reverencias. FRUTOS

H e aquí una venia, y aun dos.

ARROYO

¡Qué cortesía tan necia! Descúbranse

FRUTOS ARROYO

los dos, y el viejo descubre las canas.

Cubra sus canas. N o es justo

90

con la verdad descubierta. FRUTOS

Vejecito que te alheñas, pareces, tinto y lozano, asno hurtado de gitano, trocadas las señas.

JOSEFA

95

Viejos de castañetas, aires y andallo, a la verdad la tiran de pepinazos. Repiten. Sale Lorenzo, escudero, con sotanilla y sombrero de viudo, un rosario en la mano y los naipes en el sombrero.

v. 87 venia: terminología muy precisa: «En lo forense es la licencia que concede el rey a consulta de la cámara para que los menores de veinticinco años administren su hacienda de por sí y sin intervención del curador» (Aut). Frutos hace luego un chiste con la reverencia, pues venia es también 'saludo cortés, inclinación de cabeza en señal de respeto' (Aut). v. 92 alheñar. «Teñir de colorado con el polvo de la alheña los cabellos o las uñas de las manos u otra cualquiera cosa» (Aut); aquí parece en general 'teñirse'. Las burlas contra los viejos teñidos abundan, sobre todo en Quevedo: ver PO, núms. 632 «A un viejo teñido»; 645, w. 1-10: «Que el viejo que con destreza / se ilumina, tiñe y pinta, / eche borrones de tinta / al papel de su cabeza...»; 692 «Desmiente a un viejo por la barba»; 692, w. 9-10: «Sobre blanco capa negra / es mocedad dominica». v. 94 asno hurtado de gitano: es proverbial en los textos literarios de la época la habilidad de los gitanos para cambiar las señas de los animales robados y poder venderlos. Ver suficientes textos en Herrero, 1966, pp. 649-51. v. 96 de castañetas, aires y andallo: 'viejos verdes', aficionados a fiestasy lozanías, como si fueran jóvenes; castañetas: 'castañuelas'; aires y andallo: expresión para incitar a una acción, o ponderarla, o bien expresar un asombro, según los contextos; comp. Diamante, El figonero, Ramillete, p. 351: «cuanto hay / en el figón, mis reinas, / lleven

LA

LORENZO

VERDAD

571

Todo es burla en este mundo, sino azotes y oración. ¿Qué harán los del siglo ahora?

100

R e m é d i a l o s tú, Señor. Descúbrese. FRUTOS

Beso a vuesasted las manos, señor Maladros.

LORENZO

¡Ay, Dios! N o esté así.

FRUTOS LORENZO

N o hay que tratar. La verdad se descubrió. Quítase

105

el sombrero y cáense los naipes.

Simplones de pechos sanos, FRUTOS

oíd aquesta advertencia: al que jura «en m i conciencia», miralle a las manos. Renegad de beatos, que con el vino,

LUISA

110

baptizando el bostezo, le hacen suspiro. Repiten. Salgan todos los demás bailarines, hombres y mujeres, de peregrinos, cantando con los sombreros en las manos y dando vueltas por el tablado, y luego se pongan en ala.

TODOS

¡Viva la Gavasa, la sopa de Chesú! Si ma tornato a Francha, no volveremo a piú.

115

ustedes. —¡Andallo!»; entremés anónimo de El duende {Colección, I, p. 191): «Andallo, que a este paso llevo talle / de fundar un convento en esta calle»; Quiñones, El enamoradizo (Colección, II, p. 631): «¡Andallo! / Género femenino ¿qué me quieres?». v. 100 siglo: 'vida mundanal', por oposición a la de convento o a la otra vida. v. 103 Maladros: es nombre de rufián y maleante. Comp. Quevedo, PO, núms. 763, w. 94-95: «Preciado más de las marcas / que Antón de Utrilla y Maladros»; 865, vv. 161-62: «En el nombre de Maladros, / nuestro padre fundador». w. 112 y ss. ¡Viva la Gavasa...!: cancioncilla de mendigos que saca Calderón en La franchota, (Calderón, Teatro cómico breve, p. 343): «Si yo me vach en Fransa, /

572

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

M u c h e le perqué, necheque numbai. ¡Ay m i amor, que no morirai! Descúbrese. FRUTOS

Dios guarde la buena gente, si es que alguna buena hay Quítanse

AUTORA

las esclavinas.

Descúbranse todos, pues

120

se descubrió la verdad. FRUTOS

A l g u n o de los que ves

en este pobre disfraz, pía es remendado al haz, y espía vuelto al revés. NIÑA

125

La verdad aborrecida

de las amorosas llamas. JOSEFA

¡Huchohó, que la corren las damas!

LUISA

¡ H u c h o h ó , que va corrida!

LAS 2

¡Que

FRUTOS

M u n d o , que me haces huir,

v a

corrida, que va corrida!

130

¿cuándo llegará m i día? TODOS

Para poderla sufrir,

la verdad se ha de decir

la sopa de Iesú, / si yo me vach en Freansa / no tornaré ma piú», con jerga mezclada de italiano macarrónico. v. 119 acot. esclavina: «vestidura de cuero o tela que se ponen al cuello y sobre los hombros los que van en romería» (Aut); el Thesaurus de Baltasar Henríquez Hyberno, Madrid, 1679, la define como «amiculum peregrini conchis distinctum». w. 124-25 pía es remendado al haz / y espía vuelto al revés: pía es la caballería con la piel manchada de varios colores, como los remiendos de estos peregrinos, que si bien se miran son más bien espías (alusión a los franceses espías). Comp. Quiñones, Don Gaiferos, Colección, II, p. 612: «las damas salgan en pías, / los galanes en jumentos». w. 128-29 ¡Huchohó, que la corren las damas!...: ver La muerte, n. w. 103-4.

LA

VERDAD

a pausas como sangría.

573 135

Quedito, pasito, y a pausas como sangría. Repiten.

FIN

v. 137 En la príncipe (y resto de testimonios) «y a pausas como sangria, etc». Tras este verso, BF omite la indicación «Fin».

JÁCARA QUE

AZOTARON

DE DOÑA C A N T Ó L A

FRANCISCA

ISABEL,

Y CORTARON

LA

LAS

F R A N C I S C A

LADRONA,

OREJAS

EN

MADRID

PAULA

E n ese mar de la corte,

donde todo el mundo campa, toda engañifa se entrucha y toda moneda pasa; donde sin ser conocidos tantos jayanes del hampa

5

Título: cortar las orejas era el castigo que se daba a los ladrones. Comp. Velázquez de Velasco, La lena, p. 20: «La primera vez cortan las orejas a los ladrones para que, tornando a hurtar, sean sin más información ahorcados»; y Las manos y cuajares, n. w. 139-40. Ver Léxico, desmirlado 'desorejado' para otros textos, y añadir Quevedo, PO, núms. 853, w. 141-42: «A la Monda la raparon / una mirla por tomona»; en 861, v. 8 menciona a «Andresillo el desmirlado», y 864, v. 9 a «Culillos la desmirlada». Lo de doña Isabel, atribuyendo el don a esta ladrona, es otra broma satírica. Ver más abajo sobre el cambio de nombres de las prostitutas. v. 2 campar, en lenguaje germanesco 'buscar, vivir de la estafa': ver Los cuatro galanes, n. v. 202. Comp. Quiñones, Don Gaiferos, Colección, II, p. 613: «Campar es un vocablo jerigonza / de que usa noche y día / toda gente baldía / que come, viste, calza, juega y triunfa, / sin que se sepa lo que tanto vale, / por milagro de Dios de adonde sale. / Saber buscar la vida, / la gala, la comida / si trabajar, diciendo aquí un donaire / y allá una pesadumbre envuelta en chanzas, / pidiéndolo otras veces de limosna / y tal prestado para no volvello / que peor es no tenello, / saberse bandear por esas calles, / buscar, pedir, sacas sea lo que sea, / es campar o salir a pecorea». v. 3 entruchar: en germanía 'entender'; ver Léxico, con varias citas: «y porque entruchéis la leva / dadme mirlas y oí el orden». v. 6 jayanes: 'rufianes importantes'; comp. Quevedo, PO, núm. 856, w. 45-48: «Todo cañón, todo guro, / todo mandil y jayán, / y toda iza con greña, / y cuantos saben fuñar». Ver El tiempo, n. v. 73.

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Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

tiran gajes, censos cobran de las izas y las marcas, donde haciendo punto de honra esto de la vida ancha,

10

andan como cazadores, viviendo de lo que matan, repartiendo por cuarteles en diferentes covachas toda viejecita zonza

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y toda mocita zaina, donde vive entremetida de suerte la jacaranda que desde los morteruelos se ha subido a las guitarras,

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y las que antes en cocheras apenas hablar osaban, ya en indianas barandillas v. 7 tirar gajes, cobrar censos: percibir los salarios de un oficio, cobrar los tributos; aquí se refiere burlescamente a los beneficios que saca el rufián de la prostituta. v. 8 izas, marcas: en germanía, prostitutas (Léxico); comp. Guzmán, p. 876: «salimos de Sevilla con harto sentimiento de las izas»; para marca ver Jácara que se cantó en la compañía de Olmedo, n. v. 102.

w. 11-12 andan como cazadores...: el chiste lo repite Quiñones aplicado a los médicos: El doctor Juan Rana, n. w. 15-16.

v. 13 repartiendo por cuarteles: los rufianes reparten a sus pupilas por diferentes zonas o cuarteles, en diferentes burdeles y lugares: en unos trabajan las más viejas, en otros las más mozas. w. 15-16 zonza, zaina: contraposición 'tonta' / 'maliciosa'; ver Jácara que se cantó en la compañía de Olmedo, n. v. 43. No es nada segura la interpretación de Léxico que basado en este texto de Quiñones da la equivalencia «En femenino zonza se aplica con frecuencia a la prostituta que siendo vieja se hace pasar por joven», lo cual tampoco se confirma en el texto aducido. v. 18 jacaranda: 'rufianería, el mundo rufianil' según Léxico, pero aquí se refiere a 'la música jacaresca', que es la que va extendiendo su presencia y de los morteruelos se sube a las guitarras (cada vez la cantan más). w. 19-20 morteruelos, guitarras: el morteruelo es un juego de muchachos: «media esferilla hueca que ponen en la palma de la mano y la hieren con un bolillo haciendo varios sones» (Aut); pasarse del morteruelo a las guitarras expresa la progresiva extensión de la afición a las jácaras. Hay personificación, pero en último extremo, está hablando del propio género. v. 23 indianas barandillas: antes las cantaban los más plebeyos como cocheros y fregonas; ahora se oyen hasta en los estrados de las damas; indianas puede apun-

JÁCARA

DE DOÑA

ISABEL

la dan silla y almohada. ¿Qué casada no la gruñe, qué doncella no la labra, qué viuda no la pellizca, qué soltera no la carda? ¿Qué mancebo no la tunde, qué mozo no la batana, qué hombre mayor no la roza, qué muchacho no la masca? ¿Qué estudiante no la hace, qué seglar no la traslada, qué sano no se la engulle y qué enfermo no la pasa? Las jacarandinas viejas,

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tar a que las jácaras han llegado hasta el Nuevo Mundo, o bien apuntar a la riqueza de las casas en las que se cantan jácaras (indiano tiene connotaciones de rico). Las barandillas a que se refiere son las que separaban la tarima o estrado propiamente dicho del resto de la sala llamada igualmente estrado, que era la sala de recibir visitas las damas en una casa de posición: estrado es «el lugar o sala cubierta con la alfombra y demás alhajas [...] donde se sientan las mujeres y reciben las visitas» (Aut). Para el estrado de las damas cfr. Zabaleta, Día de fiesta, (capítulo «El estrado»), entre muchos textos aducibles. Comp. Criticón, III, p. 231: «Vieron ya en un estrado una muy desvanecida hembra sin título». Se sentaban en sillas los hombres y en almohadas las mujeres generalmente. v. 26 labra: como en el resto de este pasaje usa metafóricamente términos de las ocupaciones habituales de cada categoría o que pueden apuntar a una distinción no demasiado rigurosa entre los personajes que menciona; la doncella se dedicaba a labrar 'bordar'. v. 27 la pellizca: interpretamos 'la canta un poco', en pequeña porción, como corresponde a una viuda que ha de recatar su conducta. v. 28 cardar. «Limpiar la lana y rastrillarla» (Aut).W]: «carca». v. 29 tundir, cortar el pelo de los paños; golpear con fuerza. En cualquier uso metafórico apunta a la afición de los mancebos a las jácaras, como en el resto del pasaje. v. 30 batanar, golpear los paños para limpiarlos y tupirlos. v. 31 rozar, limpiar la tierra de matas; tocar ligeramente alguna cosa; por paralelismo con las metáforas de oficios podría entenderse la primera acepción; por el paralelo con la acción de la viuda, y contraposición a las metáforas usadas para los jóvenes (batanar, tundir) podría entenderse que el hombre mayor roza 'toca ligeramente' las jácaras, es decir, las canta menos, con menos fuerza o frecuencia. v. 32 BF: «mascha». v. 34 traslada: copia.

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JOCOSERIA

como hay dellas tanta falta, para podellas cantar las quitan las telarañas.

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E n este charco soberbio, adonde infinitas damas hoy pasan plaza de truchas y ayer eran gusarapas, se engolfó cierta mocita

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coimera, que en toda chanza diera, si viviera, a Caco tres caídas de ventaja. Su nombre es bien conocido de aquella que, siendo santa,

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cuando otras mueren de viejas ella se sintió preñada. Esta, pues, a quien le debe toda gente cortesana por su mucha sutileza

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v. 41 charco soberbio: la corte; charco «Se llama también en sentido metafórico cualquiera población grande, y así se dice: Madrid es gran charco, esto es, gran lugar» (Aut). v. 43 truchas: como después gusarapas, son metáforas para las categorías de las prostitutas. Comp. Quevedo, PO, núm. 871, w. 21-54: «Tiburón afeitado / anda por esas plazas, / armado sobre espinas, / vestido sobre garras. / Acuéstanse lampreas, / sirenas se levantan, / son mero en el estrado, / son mielgas en la cama, / ya congrio con guedejas, / delfín con arracadas, / que pronostican siempre / al dinero borrascas. / Veréis unas atunes / cargadas de oro y plata, / con mantos de soplillo / vendiendo las ijadas. / Tapadas de medio ojo / cada punto se hallan / abadejos mujeres / arremedando caras. / El rico es el bonito, / el pobre es la pescada, / las truchas son las hijas, / las madres son las carpas. / Merluzas son las lindas, / y por salmón se pagan; / comedias como pulpos, / azote son su salsa. / Ballenas gordiviejas, / corto cuello y gran panza, / muchachuelos sardinas / de ciento en ciento tragan». v. 46 coimera: ladrona

(Léxico).

w. 47-48 diera, si viviera, a Caco...: léase: 'Si Caco viviera y peleara con esta mocita, perdería la pelea, aunque le dieran una ventaja de tres caídas, la mocita lo tiraría al suelo cuatro veces antes de que él pudiera derribarla una sola'; recuérdese que Caco es el ladrón por antonomasia, de manera que es forma de expresar la habilidad rapiñadora de la muchacha. w. 49 y ss. Su nombre es bien conocido...: Isabel, pariente de la Virgen, esposa del sacerdote Zacarías y madre de San Juan Bautista, al que concibió ya de anciana (San Lucas, 1).

JÁCARA

DE DOÑA

ISABEL

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el cuidado de su casa, este enredo de por vida, este embeleco con alma, esta rica y esta pobre, esta moza y esta ama,

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remudando varias formas, desconociendo la habla, hoy anda con mantellina, con escudero mañana; ya se llama doña Porcia

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y ya D o m i n g a se llama, ya señora de lugares, ya gallega, ya gabacha; ya con silla y manoteros seda cruje y oro arrastra,

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ya en la madre de las mozas amo busca y amo halla; éntrale a servir humilde,

v. 63 En la príncipe (y resto de testimonios) «mantenilla»; pero debe ser mantellina, que era un manto corto, prenda propia de las fregonas. Unos días es fregona y otras se hace la señora, y va con escudero ('criado de compañía'). Comp. Buscón, p. 79: «Dos estudiantes fregones, de los de mantellina, panzas al trote». La nota de Cabo no es exacta: no es prenda de estudiantes, sino de las fregonas: de ahí el chiste de Quevedo; los estudiantes llevan capas tan cortas y raídas que se pueden llamar mantellinas. En Quevedo, PO, núm. 868, w. 1-2: «Un licenciado fregón, / bachiller de mantellina». v. 68 gabacha: calificación despectiva aplicada sobre todo a los franceses; «Hay unos pueblos en Francia que [...] nosotros [llamamos] gabachos. Muchos destos gabachos se vienen a España y se ocupan en servicios bajos y viles, y se afrentan cuando los llaman gabachos» (Cov). Gallegos y gabachos eran considerados de baja condición y despreciables: ver Quevedo, Un Heráclito, núms. 231 «Gabacho tendero de zorra continua»; 247, w. 29-32: «Un gato me dio disgusto, / que debe de ser gabacho, / porque el ramiau pronunciaba / como el que vende rosarios»; 290, w. 21 y 157; Herrero (1966, pp. 385-416 y 202-25 para franceses y gallegos respectivamente), Cov.; etc. Para los gallegos cfr. también Criticón, I, p. 295, con nota de Romera Navarro, que recuerda entre otros textos las décimas gongorinas «Oh montañas de Galicia». v. 69 manoteros: interpretamos 'los picaros que cargan con las sillas de manos'. Ver El martinillo, 1, n. v. 38.

v. 71 madre de las mozas: la que se ocupaba de gestionar los contratos de las criadas.

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JOCOSERIA

y con diligencia extraña hace todas las haciendas, hasta que la suya haga. A l aparecer del día barrida tiene la casa, aunque lo que barre en ella no es basura, sino alhajas; limpia luego la cocina, y antes que rebulla un alma, como una plata la deja, dejándola sin la plata. N o halla calzas que ponerse cuando el amo se levanta; busca y grita, mas en balde, que es M a d r i d pueblos en Francia. Topóla otro día en coche, pero no se atreve a hablalla, porque la vista desmiente lo que acredita la cara. Por aquestas niñerías, anda la inocente dama de la gura perseguida y de esbirros acosada. Agarráronla una noche, y en la trena la embanastan, sin que la puedan valer oraciones y plegarias. Detrás de la red la ponen,

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v. 88 pueblos en Francia: «Pueblos son en Francia. Esto dice el Antonio en su Vocabulario de las Gallias antiguas, de que es ahora buena parte Francia y Saboya, Cantones y Borgoña, porque como no conocidos ni comunicados acá, no les halló nombre en romance, y de allí se tomó en refrán por cosa no cierta y no conocida» (Correas, p. 411). Comp. infra El doctor, w. 132-34: « N o se me entre de manga, / que es dura la ganga, / y pueblos en Francia querella pelar». v. 95 gura: en gemianía justicia' (Léxico). v. 98 trena: la cárcel, en germanía. Comp. Quevedo PO, núm. 757, w. 169¬ 70: «De la trena a Escarramán / soltó sin llegar la Pascua»; Vélez, Cojuelo, p. 163: «quiso agarrallos para dar con ellos en la trena». v. 101 red: rejas de la prisión. Ver Léxico para testimonios.

JÁCARA

DE DOÑA

ISABEL

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adonde la da la guarda, por ser ave de rapiña, un calabozo por jaula. N o le causa mucha pena,

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presto se ha hecho a las armas; toda jerigonza entreva, toda treta desenvaina. Cisne llama al que confiesa, que para morirse canta;

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al potro, confesionario donde sus culpas relatan; postillón al pregonero, papel blanco a las espaldas, al verdugo sello real,

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a la penca lacre llama, v. 107 toda jerigonza entreva: 'comprende todo lenguaje cifrado de los ladrones'; entrevar 'entender'. Comp. Quevedo, PO, núm. 869, w. 53-54: «y por no callar con sorna, / sin que se entreven avispas»; Guzmán, pp. 292: «mas como se las entendía, y les entrevaba la flor», 368: «el que nueva flor entrevare, la manifieste a la pobreza», 592: «Y como les entrevaba la flor, burlábame dellos»; Romancero general, de Durán, núm. 1764: «Habla nueva germanía / porque no sea descornado, / que la otra era muy vieja / y la entrevan los villanos». w. 109-10 Cisne llama al que confiesa...: según las creencias de la época el cisne canta antes de morir; el preso que canta 'confiesa' resulta condenado y muere, por lo que se le llama cisne. v. 111 potro: instrumento de tortura en el que se hacía cantar o confesar al delincuente; comp. Quevedo, Un Heráclito, núm. 288, w. 11-12: «hombre gafo de los potros / y aturdido de los asnos»; Buscón, p. 59: «Muchas veces me hubieran llorado en el asno si hubiera cantado en el potro». w. 113 y ss. postillón al pregonero...: siguen términos germanescos fáciles de comprender: el pregonero voceaba los delitos y llamaba la atención con una corneta (instrumento también propio de postillones); las espaldas son el papel blanco donde el verdugo escribe con la penca (el látigo) o imprime el sello del rey (el castigo ordenado por la justicia real). La metáfora de lacre es bastante justificada por el color rojo de la señal del golpe y el del lacre. Para la corneta del postillón comp.: «Entró un correo, con un postillón o guión delante tocando su corneta» (Cristóbal Calvete de Estella, cit. por Aut); «los brindis, con el parte de los cueros, / llevan, con su corneta y postillones, / correos diligentes y ligeros» (Quevedo, Un Heráclito, núm. 290, w. 68-70); «condenado por tu mala estrella a ser mártir de las postas y a oír la música de los postillones» (Salas Barbadillo, Don Diego de Noche, p. 93); «la música agria de la corneta de un postillón, ministril de Jarama, lo sacó del ocio del sueño» (Salas Barbadillo, ibid., p. 186). v. 116 BF: «pena».

582

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

terror a los alguaciles, como a los corchetes zarza, lima sorda al escribano, y a todo soplón castaña, a los letrados profetas judiciarios de las causas, cometas a los testigos que ruinas amenazan, noli me tangere al juez,

120

125

v. 118 zarza: porque prenden a los delincuentes; Quevedo usará la metáfora de alfileres, etc. Los corchetes eran los funcionarios más bajos de la justicia, que tenían por cometido prender a los delincuentes. VJ: «zar». v. 119 lima sorda: Léxico, que parece elaborar su comentario basándose en este pasaje de Benavente (que no da pistas para tanto) interpreta que el escribano es lima sorda porque es capaz de liberar al preso con su habilidad, o bien desgastarlo y comerle la hacienda. v. 120 castaña: el soplón o delator sopla, produce viento, y las castañas son carminativas, producen ventosidades. Es un chiste escatológico. Castaña significa también la misma ventosidad.Véase el cuentecillo del Portacuentos de Timoneda: «Yendo dos señoras por la calle, la una de ellas, que se decía Castañeda, soltósele un trueno bajero, a lo cual dijo la otra. —Niña, pápate esa castaña. Echándose dellos por tres veces arreo, y respondiendo la otra lo mismo, volviéronse y vieron un doctor en medicina que les venía detrás, y por saber si había habido sentimiento del negocio, dijéronle: —Señor, ¿ha rato que nos sigue? Respondió: —De la primera castaña, señoras» (Chevalier, 1983, p. 261). v. 122 judiciarios: astrólogos judiciarios, que adivinan el porvenir leyendo los astros. Comp. Quijote, II, 25: «este mono no es astrólogo ni su amo ni él alzan ni saben alzar estas figuras que llaman judiciarias». v. 123 cometas: precisamente porque amenazan ruinas; era superstición común que los cometas anunciaban grandes catástrofes, muertes de reyes, etc. Comp. Quevedo, PO, núm. 148 «Juicio moral de los cometas», w. 1-5: «Ningún cometa es culpado, / ni hay signo de mala ley, / pues para morir penado, / la envidia basta al privado / y el cuidado sobra al rey»; o w. 11-15: «Sin prodigios ni planetas / he visto muchos desastres, / y sin estrellas profetas; / mueren reyes sin cometas, / y mueren con ellas sastres»; id., Prosa festiva, pp. 420-21: «Cometa con cola es cierto, si se llegan a ella, que se pegarán. Denota muchas bocas abiertas, nueces de gaznates empinadas y ojos de puntillas para verla. Y si fuere crinita, morirán sin duda aquel año todos los reyes que Dios quisiere». v. 125 noli me tangere: 'no me toques'; son palabras de Jesús a la Magdalena (Juan, 20, 17). En medicina designan unas llagas malignas que con sólo tocarlas empeoran; en este lenguaje germanesco los jueces se denominan así porque en cuanto tocan al reo lo destruyen.

JÁCARA

DE DOÑA

ISABEL

583

j u i c i o final a la sala, a los pleitos sanguijuelas, como al relator balanza, al destierro romería, a las galeras gurapas,

130

mosqueado a los azotes y a la horca postrer ansia. Desta manera se trova y de aquesta suerte garla, cuando u n chiflo que la atiende

135

la dijo c o n voz turbada: «Para ahora es el esfuerzo y el valor, flor de las daifas, porque te vienen a armar por caballera de albarda».

140

Y apenas lo dijo, cuando, por no tenella encerrada, la sacan a pasear de par en par las espaldas. v. 127 sanguijuelas: la razón es obvia; chupan la sangre, arruinan a los que se meten en ellos. v. 128 balanza: en germanía la balanza es la horca; aquí se aplica al relator, probablemente, como se señala en Léxico, porque de él depende en buena parte la dirección y el resultado de un proceso; Buscón, p. 177: «Un relator, señor, con arcar las cejas, levantar la voz, dar una patada para hacer atender al alcalde divertido, hacer una acción, destruye a un cristiano». v. 130 gurapas: comp. Quijote, I, 22: —¿Qué son gurapas?— preguntó don Quijote. —Gurapas son galeras— respondió el galeote»; Quevedo, PO, núm. 866, w. 41-44, una ramera es: «Presumida de ahorcados, / y preciada de gurapas, / por tener dos en racimo / y tres patos en el agua»; id., núm. 867, w. 1-2: «Juan Redondo está en gurapas [galeras] / lampiño por sus pecados». v. 131 mosqueado: ver La paga del mundo, n. v. 118.

v. 134 garlar, en germanía, hablar. Comp. Quevedo prólogo a Hora: «¡Pesia tu hígado, oh grande coime que pisas el alto claro, abre esa boca y garla», v. 135 chiflo: 'carcelero'

(Léxico).

v. 138 daifa: prostituta. Comp. la loa «Pariendo juró Pelaya» (Colección, I, p. 455): «Veréis un valentonazo / de los que defienden daifas». w. 139-40 porque te vienen a armar...: vienen a ponerla caballera en un asno para sacarla a la vergüenza pública, paseándola por las calles acostumbradas mientras el verdugo la azota. Ver Loa segunda con que volvió Roque de Figueroa, n. w. 64-66.

v. 142 VJ: «tenerla».

584

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

E n un día todo raso,

145

que no chamelote de aguas, con grande acompañamiento salió en cuerpo por la plaza, y porque no la embaracen al revolver en la cama,

150

la cortaron los asientos en que andan las arracadas. Sintió el dolor por entonces; pero no sintió la falta, que no la hacen las orejas

155

donde hay laderas rizadas. Danla luego libertad, y de puro escarmentada, fue a probar adonde llega la agudeza toledana,

160

y sirviendo a u n mercader de hacienda tercio pelada, le pellizcó los talegos y le retozó la plata. Arrugóse de Toledo,

165

y en el camino la halla w. 145-46 En un día todo raso...: floreo verbal: el día está raso, por lo tanto no tiene aguas, como la tela llamada chamelote de aguas, que tiene unos dibujos como de agua. w. 151-52 asientos en que andan las arracadas: las orejas, que le cortan, castigo que ya hemos anotado; arracadas: «Los pendientes que se ponen las mujeres en las orejas por gala y adorno» (Aut). v. 156 laderas rizadas: con los rizos de la cabellera se tapa el defecto para que no la conozcan por quien es. v. 160 agudeza toledana: sobre el tópico del ingenio de los toledanos trae muchos testimonios Herrero, 1966, pp. 113-19. v. 162 tercio pelada: de nuevo un juego parecido al que se ha visto antes; aquí parece significar que deja la hacienda del mercader reducida al tercio, pelándole el resto (o bien que le pela un tercio). w. 163-4 pellizcar, retozar, en este contexto, robar. Comp. Quevedo, PO, núm. 867, w. 15-16 un galeote ha sido condenado «porque arremangó una tienda, / porque pellizcó unos cuartos»; id., núm. 282, w. 113-14: «Mas si retozando bolsas, / quiere vivir de pellizco». v. 165 Arrugóse: 'se marchó', una vez hecho el robo. Ver Loa con que empezó en la corte Roque de Figueroa, n. v. 129.

JÁCARA

DE DOÑA

ISABEL

un ministro de la muerte, que se la llevó en volandas, y preciado de cortés, hasta M a d r i d la acompaña, donde en el cesto de culpas segunda vez la embanasta. Mándala poner clavijas y cuerdas, sin ser guitarra: mal estómago la hicieron, pues vomitó la cuitada. Convencida, la sentencian a que eche en pública plaza bendición con los talones, y haga pasos de garganta. Para que salga lucida pónenla una ropa blanca, aunque ella me dijo a mí que perdonara la gala. E n la capilla la encierran, y otro día de mañana, no hay quien pase por las calles, de la gente que la aguarda. ¡Ay, mozuela mal regida!, mucho harás si desta escapas que suenan las campanillas:

585

170

175

180

185

190

w. 173 y ss. Mándala poner clavijas...: le dan tormento hasta que vomita 'confiesa'. Como es segunda vez, la condenan a muerte. v. 177 Convencida: convicta; es decir, que ha sido obligada a reconocer su delito sin posibilidad de excusa. w. 179-80 bendición con los talones...: alusión a la condena de horca: echa bendición al público con los talones porque cuelga de la horca y los pies se le agitan en al aire; hace pasos de garganta (juego de palabras con el sentido 'cantar') en sentidofigurado,por alusión a la soga con la que se ahorca al reo rodeándole la garganta. Comp. el texto de Hill cit. en Léxico: «llega el fallo y le condenan / a público paseante, / y a dar con los pies al pueblo / la bendición en el aire». v. 183 PR: «aunqne». v. 186 otro día:'al

día siguiente'.

v. 191 campanillas: se acompañaba a los condenados a muerte con una procesión en la que se tocaban campanillas. Comp. la cita de Salas Barbadillo que trae Léxico: «es

586

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

Dios perdone la tu alma. C o m o el juego va de veras, dice con mortales ansias que con cualquiera partido

195

se echará, sin ver las cartas. La piedad hizo su oficio, aunque la justicia clama, y calmando los rigores, la sentencia se dilata.

200

General es el contento de saber que no la sacan, aunque burlada se quede tanta gente convidada. Avizor, señores míos:

205

gaviones de anchas faldas, gachos de vista y cabeza, sobre el hígado las armas, que hay silbatos y alfileres que os sigan, hasta que el alma

210

de entre cáñamo y esparto a ver otro reino salga. FIN

devoto de aquellos que aún la tuvieron padeciendo por justicia y más en plaza pública, como vuestra merced puede temer, aunque es mucha la diferencia, porque aquellos mueren con música de campanillas y a vuestra merced se le espera de chirimías». v. 195 partido: puede ser conjunto, equipo de jugadores; o ventaja que se al jugador menos experimentado para compensar la habilidad del otro (Aut); en todo caso es léxico de juego el que usa en todo el pasaje; aceptará cualquier partido sean cuáles sean las cartas, porque peores que las que tiene no pueden ser. v. 203 PR: «aunqne». v. 205 Avizor: 'atención'. Para Aut «es voz jocosa». v. 206 gaviones: 'sombreros'; designa metonímicamente a los rufianes, caracterizados por sus grandes sombreros; en Buscón, p. 223 se describe a los valentones: «los sombreros, empinados sobre la frente, altas las faldillas de delante, que parecían diademas». vv. 209-10 silbatos y alfileres: soplones y corchetes. Comp. Quevedo, Un Heráclito, núm. 286, w. 1-4: «Ya está guardado en la trena / tu querido Escarramán, / que unos alfileres vivos / me prendieron sin pensar». w. 211-12 de entre cáñamo y esparto... otro reino: el reino del más allá, que verá

el alma del ahorcado.

LOA

CON

QUE EMPEZARON

RUEDA

Y

ASCANIO

Interlocutores: BORJA.

PEDRO M A N U E L .

M A R Í A DE HEREDIA.

L E Ó N , MÚSICO.

LUISA.

RUEDA, AUTOR,

A N T O N I A INFANTE,

ASCANIO, AUTOR.

O S O R I O , GRACIOSO,

HEREDIA.

B O L A Y , MÚSICO,

JACINTA.

F O N S E C A , MÚSICO.

TEBANDRO, CRIADO.

CATALINA.

Sale Borja, cantando al arpa. BORJA

¡Ah, galanes! O b r a nueva. ¿Quién me la compra?, soldados, que trata de lo que anoche sucedió a R u e d a y Ascanio C ó m o estando en su sosiego

5

vino el enemigo malo y los revistió de autores sin saber c ó m o n i cuándo.

Rueda y Ascanio se asocian para formar compañía como autores. La loa, a tenor de los datos sobre los actores que se conocen, se estrenó en Madrid en la Pascua de 1638 (Bergman, 1965, pp. 351-55). Para datos sobre actores que aparecen en la loa o son citados en ella ver apéndice de actores. w. 1 y ss. ¡Ah, galanes! Obra nueva...: imitación del pregón de un vendedor de almanaques y gacetas. v. 6 enemigo malo: el demonio; que los tienta para que dejen de ser actores rasos y se metan a ser autores o directores de compañía. Aquí el tono imita a los reclamos de los romances de ciego, que cuentan historias tremendas, truculentas...

588

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

Es historia verdadera, con u n villancico al cabo

10

en que declara las deudas que hay de solo imaginallo. Sale María MARÍA

de Heredia vestida de camino, cantando.

Pasajero de garganta, pájaro de arpadas manos, ruiseñor del mentidero,

15

calandria de los teatros: si las caras de otra tierra con vusted alcanzan algo, merezca este jemecillo saber lo que está cantando. BORJA

20

Silguerito forastero, cuyo gorjeo lozano es peligro de la vista, si del oído es halago: yo te conjuro, de parte

25

v. 12 acot. de camino: el traje de camino era característico y distinto del usado en la ciudad; el de camino era más llamativo y colorista; para los hombres incluía botas y espuelas. En general era de mayor riqueza. Comp. Torquemada, Coloquios satíricos (cit. por Oteiza, ed. El amor médico de Tirso, p. 143): «¿puede ser

mayor disparate en el mundo que andar un hombre vestido comúnmente de paño [...] y cuando va de camino lleva terciopelo y raso?». Cuando un personaje aparece vestido de camino normalmente se trata de un mecanismo para fijar el lugar y circunstancias de la acción. Ver Zamora, 1988. v. 13 Pasajero de garganta: chiste dilógico; le llama así porque hace «pasos» de garganta 'canta' (ver Jácara de doña Isabel la ladrona, w. 179-80).

v. 16 de arpadas manos: el sintagma habitual aplicado a los pájaros es de «arpadas lenguas» 'armoniosas', pero aquí alude chistosamente al arpa que toca con las manos. Ver Loa que representó Antonio de Prado, n. w. 51-52.

v. 15 mentidero: «El sitio o lugar donde se junta la gente ociosa a conversación» (Aut). v. 19 jemecillo: un jeme es la medida que hay entre el índice y el pulgar extendidos; se refiere a su cara 'merezca este trocito de cara saber qué está cantando'. v. 21 Silguerito: jilguerito', forma usual. Comp. Quijote, II, 37: «he oído decir a un boticario toledano que hablaba como un silguero».

LOA

CON QUE EMPEZARON

RUEDA

Y

ASCANIO

589

del arrendamiento amargo, que digas luego quién eres, y a qué vienes a estos barrios. MARÍA

C o m p a ñ e r a soy de Heredia, sin quitarme de su lado,

30

hasta que a él o a mí nos dé el azadón en los cascos, y he venido a ver la corte, que dicen que es u n milagro. BORJA

T ú sola pudieras serlo

35

de u n par de autores novatos. MARÍA

¡Qué me dices? ¿ C ó m o es eso?

BORJA

M i r a , ya que aquí has entrado, lo que sobre su dinero a u n autor le está pasando. Salen cantando Luisa, Bolay Fonseca y

Los

4

40 Catalina.

Según baja partidos, y los encumbra, nuestro autor es R u e d a de la Fortuna.

v. 26 arrendamiento: se refiere al sistema de organización teatral, en el que un arrendador tomaba a su cargo, mediante el pago al ayuntamiento de Madrid de una cantidad, la programación, con sus gastos y beneficios, de la temporada teatral. v. 32 azadón: el del sepulturero; se refiere a que estará con su marido hasta la muerte; cascos: los huecos de la cabeza. v. 37 VJ, BF: «dice». v. 41 BF: «partido». v. 42 Rueda de la Fortuna: además del juego onomástico con el nombre del actor-autor, es título de una comedia de Mira de Amescua. Quizá falte un artículo en este verso y deba leerse «la Rueda de la Fortuna». Se trata de una referencia a la iconografía de la Fortuna, muy conocida y reiterada, por ejemplo, en los libros de emblemas. En Alciato (Emblemas, emblema 98) se opone la firmeza de Hermes (que descansa sobre un cubo de piedra) a la inestabilidad de la Fortuna, cuyos pies descansan sobre una bola rodante. Lleva tapados los ojos, y una vela sobre la que sopla el viento variable. Juan de Borja (Empresas morales, ed. Bravo Villasante, 1981, pp. 152-53) reproduce en su grabado el atributo esencial de la rueda, con el mote «Ñeque summun, ñeque infimum», para expresar la variedad de las cosas del mundo, comparable a una rueda que continuamente se menea, confundiendo lo alto y lo bajo. Horozco, Ripa, Covarrubias Horozco, Corrozet,Vaenius, Hadrianus Junius, entre otros ilustran este motivo. Ver Henkel-Schöne, 1976, cois. 1552, 1797 y ss.

590

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

JOCOSERIA

Canta. ANTONIA

C o n m i esposo batallan los compañeros, porque Ascanio es troyano, y ellos son griegos. Sale toda la

RUEDA

compañía.

Escuche, Pedro M a n u e l ,

45

L e ó n , ¿ c o n m i g o hacéis esto? ASCANIO

Heredia, Jusepe, Osorio, ¿ni aun respuesta

OSORIO

merecemos?

Canta. N o merecen respuesta los dos autores, cuando sus preguntas no son raciones.

PEDRO M A N U E L

50

Señor R u e d a , no se canse, que no ha de ser compañero quien hasta aquí ha sido autor. ¿Qué dijera de mí Olmedo,

v. 44 troyano, griegos: alude a que en la guerra de Troya los griegos eran los enemigos de los troyanos; Ascanio era hijo de Eneas y de Creúsa, hija de Príamo, rey de Troya. En la forma más antigua de la leyenda Eneas se lleva a su hijo Ascanio, junto con Creúsa y Anquises (padre de Eneas) a la caída de Troya. Juega con el nombre del autor Pedro Ascanio; en griegos puede haber connotaciones de 'astutos, engañadores'; los griegos llevan el tópico renombre de engañosos y astutos: comp. Gongo ra, Soledad II, w. 910-15: «Auxiliar taladra el aire luego / un duro sacre, en globos no de fuego, / en oblicuos sí engaños, / mintiendo remisión a las que huyen / si la distancia es mucha. / Griego al fin». Pellicer, Lecciones solemnes, col. 607 comenta a este pasaje gongorino: «bastábale ser griego para que usase y se valiese de engaños, y dio a entender con sólo nombrarle la patria la condición suya, aludiendo o a los engaños de Ulises o Sinón con los troyanos». w. 45-46 Escuche, Pedro Manuel...: Pedro Manuel Castilla y Diego de León. Ver apéndice de actores para estos y los demás. Se supone que los actores no están convencidos de la nueva compañía y quieren marcharse, hasta que les saquen el talego del dinero. v. 50 raciones: en los contratos de los actores se fijaban la parte y la ración; los actores reciben por cada día que pasan en la compañía la correspondiente ración; y además una participación (parte) de los ingresos de la temporada. Ver Oehrlein, 1986, pp. 75-76. v. 51 Como locutor en PR: «Ped. Mar.». v. 54 Olmedo: Alonso de Olmedo, actor y autor; para sus vicisitudes cfr. apéndice de actores. Pedro Manuel de Castilla trabajó varias veces con Olmedo, y tuvo compañía a medias con él en 1637. Cuando se disolvió la compañía entró en la de Rueda y Ascanio, como otros muchos actores de la disuelta.

LOA

CON QUE EMPEZARON

RUEDA

Y

sino que venían a ser mis medras como de Pedro? LEÓN

RUEDA

Yo no puedo estar con vos: esto es atajar rodeos, porque n i esta es compañía, ni lleva talle de serlo; y si no, decid: ¿qué dama hace papeles primeros en ella?

ASCANIO

591

55

60

María de Heredia.

HEREDIA

Eso será si yo quiero.

M A R Í A HEREDIA

Y si yo quiero también.

OSORIO

Poco falta, según eso.

MARÍA HEREDIA

Respondo a los dos autores, con licencia de m i dueño: si porque Pedro Manuel ha sido autor, no hay remedio que baje su autoridad un punto, a fuerza de premios, Heredia y yo —que en Lisboa lo hemos sido tan aceptos, que en ocupando el teatro, Arias, compañero nuestro, y otros, sin mí (porque yo venía a ser lo de menos), se desclavaban las tablas, se desquiciaban los techos,

65

70

75

80

v. 56 mis medras como de Pedro: se comprende el sentido si se recuerda el refrán «Pedro, contigo poco medro. Y menos medrarás, si yo puedo. Lo primero dice el amo, lo segundo el mozo rezongón; otros dicen: Pedro, por ti poco medro» (Correas, p. 388). Juega con el nombre del actor, Pedro (Manuel). w. 69 y ss. si porque Pedro Manuel...: entendemos: 'si Pedro Manuel no quiere rebajarse a ser mero actor porque fue autor, nosotros menos aceptaremos esa propuesta, ya que hemos sido también autores y hemos tenido un éxito extraordinario en Lisboa'.

592

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

JOCOSERIA

gemían todos los bancos, crujían los aposentos, y el cobrador no podía abarcar tanto dinero—, ¿qué razón habrá que obligue, ni qué interés podrá serlo, para que entre en compañía quien viene a hacerla de nuevo? HEREDIA MARÍA

85

Tienen fiesta. N o lo ignoro.

HEREDIA

HEREDIA

Son amigos.

MARÍA

N o lo niego; mas en la honrilla que sigo dice allá, señor Heredia, un título de comedia, « N o hay amigo para amigo».

90

HEREDIA

Esa es la pura verdad, que aunque en alta o baja esfera, es la amistad la primera, «Sin honra no hay amistad».

95

PEDRO

¿Hay segunda dama?

RUEDA

Sí; que la palabra tenemos de Jacinta.

JACINTA

HEREDIA

Y en cumplilla por muy dichosa me tengo, pues quedando en esta corte volveré a gozar de nuevo honras de quien sabe hacerlas, aplausos sin merecerlos,

100

105

w. 81-82 bancos, aposentos: nueva mención de estas localidades del teatro, que ya hemos anotado otras veces. Ver Loa con que empezó Lorenzo Hurtado, n. w. 126 y ss. v. 90 Como locutor en VJ, BF: «Mar.». v. 94 No hay amigo para amigo: comedia de Rojas Zorrilla, v. 98 Sin honra no hay amistad: comedia de Rojas Zorrilla, v. 101 VJ: «cumplirla».

LOA

CON QUE EMPEZARON

RUEDA

Y

ASCANIO

favores de la nobleza, vítores de todo el pueblo, que los agradece el alma y que los paga el silencio. Retornos de amantes pobres son, M a d r i d , más verdaderos, pues despidiéndose todos, firme y gustosa me quedo, para que en mí pueda ver el menor aficionado que soy de tan gran senado «La más constante mujer.» LEÓN

ASCANIO OSORIO

593

110

115

B i e n estoy con esta parte. ¿Hay gracioso? Osorio. Negó.

Mire, Ascanio, hablemos claro: hoy, por los pecados nuestros, está M a d r i d chorreando graciosos, que es plaga el verlos; verbigratia, Heredia, el R o m o , Lobato,Valcázar, Meneos... ¿Qué haré yo, hormiga, entre tantos cernícalos y mochuelos? ¿Para qué quiere que vamos con dos garbanzos por cuerpos, uno autor y otro gracioso, sin que nadie quiera creerlo, donde muramos yo y él, de comer mal satisfechos, y después nos hallen hechos

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135

v. 116VJ: «manor». v. 118 La más constante mujer, comedia de Pérez de Montalbán. v. 120 Negó: parodia de la terminología de las disputas escolásticas, v. 123 BF: «choreando». v. 129 vamos: 'vayamos'; es subjuntivo etimológico, de vadamus. v. 134 de comer mal satisfechos: entiéndase, claro,'mal satisfechos en cuanto a la comida'.

594

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

«Los amantes de Teruel»? Esas son finas simplezas de una amistad nunca oída, y no quiero yo a m i vida «Ofender con las finezas». PEDRO

RUEDA JUSEPE

M A R Í A HEREDIA

140

¿Tienen vustedes quien haga las barbas? Jusepe. Apelo; para mí quisiera hacerlas, que n i las tengo n i puedo. Pues si yo tuviera gracia de hacer barbas, ¿por tan lerdo me tienen, que me anduviera sin ellas? Busquen remedio; que no he de hacer para otros lo que para mí no he hecho, pues si ven m i rostro hermoso, ayer raso y felpa hoy, pensarán todos que soy «El M á g i c o prodigioso». Yo me he de andar desbarbado; no condenen m i opinión, porque en semejante acción seré el primer «condenado».

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155

Canta. Esta compañía es

hoy la de menos dineros,

160

v. 136 Los amantes de Teruel: hay una comedia burlesca de Suárez de Deza de este título; la seria fue atribuida a Tirso, pero la crítica más reciente niega esta atribución (ver Zugasti, 1994). v. 140 Ofender con las finezas: comedia de Jerónimo deVillaizán. v. 142 barbas: los papeles de hombre mayor, de edad madura, se denominan «barbas». v. 154 El Mágico prodigioso: famosa comedia de Calderón, que fue escrita en su primera versión para el Corpus Christi deYepes de 1637. v. 155 PR y BF omiten el verbo auxiliar «he». Enmendamos. v. 158 seré el primer «condenado»: alusión a la comedia atribuida a Tirso El condenado por desconfiado.

LOA

CON QUE EMPEZARON

RUEDA

Y

ASCANIO

595

porque son los compañeros nones sin llegar a tres. ANTONIA

RUEDA

PEDRO

LEÓN

¿Qué digo, señor Ascanio? Este nuestro casamiento, ¿fue para gastar la hacienda en desaires y desprecios? Procure luego enmendarse del destrozo que aquí ve, o imaginaré que fue el «Casarse por vengarse». Si no se quiere perder, pase lo de autor por chiste, que sólo en esto consiste el tener o no tener. Antes lo gaste en tabaco que en préstamos n i otras Francias: mire que en tales ganancias la codicia rompe el saco. Sosiégúese vuesasced, que no está en estado esto para poderlo dejar. Señores, si tantos ruegos no valen, se han de poner más eficaces remedios. Quédense todos por bien; porque si no, un caballero lo ha de pedir, a quien no han de perder el respeto. Pues ¿qué caballero habrá que quite a nadie el dinero?

165

170

175

180

185

190

N i el augmento.

v. 170 Casarse por vengarse: comedia de Rojas Zorrilla. v. 178 codicia rompe el saco: frase coloquial que trae Correas (p. 114): «Codicia mala, saco rompe. La codicia rompe el saco o quizá lo romperá donde no está».

596

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

HEREDIA

JOCOSERIA

N i el acción

a ser autor como ellos. OSORIO

N i el irme yo a ser gracioso

a Tetuán o Marruecos... JUSEPE

¿ N i el barbar sin ser el año?

MARÍA

¡Caballeritos tenemos!

195

Pues venga y veráme a pie, qué respuestilla le tengo. ASCANIO

¿Ven todas esas mostazas,

envueltas en el «no quiero»? Pues ¿cuánto va que si viene, que quieren? TODOS ASCANIO

200

¡Que no queremos! ¡Hola, Tebandro! Sale Tebandro.

TEBANDRO ASCANIO

¡Señor! Ve volando a m i aposento,

y di al señor don Orosio que le espero aquí. TEBANDRO

205

Ya he vuelto. Vase.

PEDRO LEÓN

¿ D o n Orosio? D o n Orosio

no es de aquí. BORJA

OSORIO

Será extranjero.

Aunque vengan más Orosios

que hubo esta Cuaresma puerros,

210

v. 191 el acción: alomorfo del artículo femenino (de illam) frecuente delante de palabras que empiezan por a; acción: «En lo forense significa el derecho que uno tiene a alguna cosa para pedirla en juicio» (Aut). v. 199 mostazas: 'desprecios, rechazos, malos humos'; comp. amostazado «Enfadado, enojado y colérico» (Aut). w. 207-8 Don Orosio...: el nombre es exótico. El juego con «oro» ya lo ha usado otras veces Quiñones: El borracho, v. 52.

LOA

CON QUE EMPEZARON

RUEDA

Y

ASCANIO

597

no podrán orosearme. Vámonos de aquí, ¿qué hacemos? TODOS TEBANDRO

Vamos. ¡Plaza a don Orosio! Sacan a un talego de dineros, con capa, espada y sombrero.

ASCANIO

Llegue vuested.

RUEDA

Compañeros, aquí queda quien hará la compañía bien presto.

ASCANIO

215

Señor Rueda, vámonos. Hacen que se van y

detiénenlos.

OSORIO

¿Este es don Orosio? ¡Fuego!

PEDRO

¿Oís, Rueda?

LEÓN

¿Oís, Ascanio? Escuchad.

JUSEPE HEREDIA

N o os vais, os ruego.

RUEDA

Ahí queda don Orosio.

ASCANIO

Díganle a él su pensamiento.

TODOS

Todos queremos quedarnos.

RUEDA

A don Orosio con eso.

JACINTA

Más estimo que no haya pasado por mí este cuento, que a trecientos don Orosios.

OSORIO

Oíganse, y váyanse luego. Pues, mentecatos bausanes,

220

225

v. 211 BF: «orosearme». v. 213 Plaza: ver La visita de la cárcel, n. v. 98. v. 218 Fuego: «Fuego en él, en ella» (Correas, p. 584). Comp. la comedia de Calderón Fuego de Dios en el querer bien. v. 220 vais: 'vayáis', subjuntivo etimológico (de vadatis). v. 229 En PR: «pausanes»: bausán: «Figura artificial de un hombre, embutida de paja, y vestida de armas [...] Comúnmente se toma por bobo, estúpido y sin

598

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

¿no vieron en nuestros gestos que habíamos de quedarnos con ellos dos reales menos? ¡Qué poco saben de burlas! Esto ha sido chanza y juego. Todos queremos hacer escrituras al momento, que aquí es ganar el perder. ; N o es esto así?

230

235

Y ¡cómo!

TODOS

Y ¡ceno!

OSORIO

Sí, por vida del señor don Orosio de Talego. Hablan

240

todos con el talego: los hombres le quitan el som-

brero y las damas le hacen reverencias. PEDRO

Tan retórico os mostráis, señor, con vuestro silencio, que no hallo qué replicar a tan fuertes argumentos. Yo les doy, y c o n razón, a Rueda y Ascanio el sí, que ha podido mucho en mí «la primera información».

245

Canta. ANTONIA

LEÓN

Dos galanes al día m i Pedro hace, uno en la comedia y otro en la calle.

250

Séanme todos testigos que desde hoy, sin extremos,

espíritu, y así del que se queda pasmado y con la boca abierta se dice que quedó hecho un bausán» (Aut). Comp. Jácara que se cantó en la compañía de Ortegón, w. 57¬ 58: «hasta hacerle abrir la boca / a algún talego bausán». w. 230-32 ¿no vieron en nuestros gestos...?: '¿no nos veían en la cara que nos íbamos a quedar con ellos, aunque nos pagaran dos reales menos que otros?' vv. 241-42 Tan retórico os mostráis...: comp. Calderón, La vida es sueño, w. 1620¬ 23: «Tu favor reverencio; / respóndate retórico el silencio: / cuando tan torpe la razón se halla, / mejor habla, señor, quien mejor calla». v. 248 la primera información: comedia de Lope de Vega.

LOA

CON QUE EMPEZARON

RUEDA

Y

ASCANIO

599

don Orosio y yo queremos «Empezar a ser amigos». Canta. MARÍA

Amansaste el orgullo, L e ó n de Hircania;

255

que el señor don Orosio fue tu cuartana. Si los hombres con vos hacen, príncipe, tantos extremos, ¿qué hará una mujer que está colgada de los cabellos?

260

E n ocasión oportuna llegastes, como se ve; favorecedme, o seré «El monstruo de la fortuna». Canta.

v. 254 Empezar a ser amigos: comedia de Moreto. v. 255 León de Hircania: juega con el nombre del músico, y la alusión a las fieras de Hircania, tópica. Casi siempre se habla del tigre hircano como ejemplo de crueldad yfiereza,pero aquí conviene mejor el león por el juego onomástico; ya en Plinio «Tigrim Hyrcani et Indi ferunt» (Naturalis Historia, VIII, XXV); el médico real Jerónimo Huerta, al comentar a Plinio en 1624 señala respecto al tigre: «críanse en las regiones de Oriente [...] en los montes de Armenia y Hircania son muy comunes y de estas tierras suelen los poetas darlos los epítetos» (cit. Herrero, 1935, p. 277). v. 256 cuartana: especie de fiebre malárica que hace crisis cada cuatro días; es enfermedad asociada al león, propenso a las cuartanas. Comp. Quevedo, Un Heráclito, núm. 255, w. 21-22: «Diome el León su cuartana, / diome el Escorpión su lengua»; id., PO, núms. 680, w. 34-36: «el León envergonzante, / que con cuartanas y cuartos / brama siempre por trocarse»; 847, w. 29-32: «—Sola la imaginación / me da cuartana y me aqueja. / —Ten roña, marido oveja, / y no enfermes de león». v. 260 colgada de los cabellos: «Estar colgado de los cabellos. Se dice cuando alguno está esperando el éxito de un suceso, que el salir bien o mal le tiene con el mayor susto y sobresalto, y con ansia de ver el fin» (Aut); aquí es aplicación cuasi literal, por alusión a los largos cabellos femeninos. v. 264 El monstruo de la Fortuna, la lavandera de Ñapóles

Felipa Catanea, come-

dia de tres ingenios (Rojas Zorrilla, Antonio Coello yVélez de Guevara).

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

600

JOCOSERIA

JACINTA

Damas hace y graciosas María de Heredia, sal en uno, y en otro flor de canela.

ANTONIA

Sin envidia y tratos dobles, pues entre las dos está, la graciosidad será «La competencia en los nobles». Y si gusta este señor que sin hacella me esté, toda m i vida seré «La doncella de labor».

265

270

Canta. BORJA

Las autoras pasan por todo riesgo, como a don Orosio tengan contento.

OSORIO

Es tanto el que os tengo amor, que rabiosos me da celos cualquiera que empieza nombre don con el Orosio vuestro, • como orozuz, oropéndola, oropel, orillo, orégano, orificio, oropimiente,

275

280

Oropesa, orujo, oremus...,

que esta algarabía es, por no entendido camino, el «Amor en vizcaíno, y los celos en francés».

285

v. 266 sal, flor de canela: sal cuando hace los graciosos; y flor de canela («Frase que se usa para ponderar una cosa de excelente y buena», Aut) cuando hace papeles de dama. Hay quiasmo. v. 270 La competencia en los nobles: comedia de Lope. v. 274 La doncella de labor, comedia de Pérez de Montalbán. w. 211-1% Es tanto el que os tengo amor...: repárese en la parodia de los hi-

pérbatos culteranos. w. 281 y ss. como orozuz, oropéndola...: enumeración grotesca de elementos cuyo único rasgo común es el comienzo del nombre: orozuz 'planta, regaliz'; oropéndola 'un pájaro'; oropimiente 'mineral amarillo; es venenoso'. v. 283 BF: «oripimiente». w. 287-88 Amor en vizcaíno...: comedia, especialmente mala, de Vélez de Guevara.

LOA

CON QUE EMPEZARON

RUEDA

Y

ASCANIO

601

Canta.

ANTONIA

Preciase de discreto, y el buen Osorio dice cosas que dellas se ríen todos.

HEREDIA

C o n vos el pleito se acaba; mas si con lo que ofrecéis no sois el que parecéis aún «Peor está que estaba».

JUSEPE

Por vos, que sabéis pagarlo, haré las barbas que hubiere, mas si después no saliese con ellas, «Basta intentarlo».

RUEDA

Corte y villa ilustre.

ASCANIO

N o b l e coliseo.

RUEDA

Ingenios divinos.

ASCANIO

Generosos pechos.

RUEDA

Amparad afables.

ASCANIO

D O S autores nuevos.

RUEDA

Que en vuestra piedad.

ASCANIO

S U esperanza han puesto.

OSORIO

Venid siempre y muchos, porque vuestro cebo al gran don Orosio sirva de alimentos; pues toda la vida come y bebe dellos, y aun decir pudiera, todos lo bebemos.

ASCANIO

Que si este favor...

RUEDA

Que si este consuelo los dos recebimos,

v. 292 VJ: «el que». v. 294 Peor está que estaba: comedia de Calderón, v. 298 Basta intentarlo: comedia de Godínez.

v. 317 VJ: «recibimos».

290

295

300

305

310

315

602

QUIÑONES D E B E N A V E N T E

JOCOSERIA

hoy os ofrecemos en nombre de todos... ASCANIO

Almas...

RUEDA

Vidas...

PEDRO LEÓN

Pechos... Corazones...

JUSEPE HEREDIA

Honras... Voluntad...

OSORIO JACINTA

320

Deseos... Palabras...

ANTONIA

Y obras;

que no son de efecto... TODOS

Sin obras los vanos

325

encarecimientos. MARÍA

Y yo, c o n el más

amoroso metro, que es el portugués, o perdaon os peco.

330

Canta.

Fidalgos de miña vida, diante de o gosto voso, los olios erguer non posso de vergoñossa corrida. BORJA

N a o n fiqueis menina encollida; cantai embora, cantai, que oje o perdaon se vos darai.

ANTONIA

¡Ay, ay, nome de Jesú!

MARÍA

O r a vai, ora vai.

Los 3

Si naon foren tais los servicios, nosos desejos acetai. FIN

335

340

ENTREMÉS CANTADO EL

MAGO

REPRESENTÁRONLE E N EL RETIRO LAS COMPAÑÍAS D E T O M Á S F E R N Á N D E Z Y PEDRO D ELA ROSA

Interlocutores:

JUAN MATÍAS.

T R E S MUJERES.

AMBROSIO.

A N A DE O R O .

S A N MIGUEL.

VELASCO.

JOSEFA R O M Á N .

UNA

JUAN R A N A .

RUFINA,

BEZÓN.

CONTRERAS.

SALVADOR.

NÁJERA.

JOSEFA L O B A C O .

A N T O N I A PATATA.

TRES

A N T O N I A DE S A N T I A G O .

HOMBRES.

NIÑA.

Obra de gran espectáculo, como señala Bergman (1965, p. 315), que se representó ante los reyes en el Retiro en 1637 con una magnificencia y un lujo que nos hablan del aprecio del arte de Benavente por parte de la corte y los propios monarcas. Como Las dueñas, obrita a la que se parece grandemente, El mago fue representado por dos compañías de actores, la de Rosa y la de Fernández, y como Los mariones, se puso en escena con motivo de los festejos con que se celebró la noche de San Juan, que aparece repetidamente aludida en la pieza. Se trata de un entremés cantado que se acerca a la mojiganga, como ha señalado Buezo (1993, pp. 98-99), por el desfile de personajes ridículos, los atuendos que utilizan los personajes, la relación con el carnaval y sus disfraces (especialmente de los locos), incluso la aparición de los dos alcaldes rústicos que reciben la comisión de organizar lasfiestasde la corte. Para los actores ver apéndice correspondiente. Interlocutores: en la príncipe (y resto de testimonios) «Blasco», que debe de ser « Velasco»; ver apéndice de actores y Bergman, loe. cit.

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

604

JOCOSERIA

C A T A L I N A D E LA R O S A .

IÑIGO.

LOBATO.

M A R Í A D E JESÚS.

INÉS.

Salen Juan Matías, Ambrosio, San Miguel y Josefa. JUAN MATÍAS

Despertad, los del Retiro, despertad...

AMBROSIO

Que

amanece el alba,

del señor San Juan. SAN MIGUEL

Porque viene el alba,

5

el alba, el alba del señor San Juan. Los 3

D e l señor San Juan.

JOSEFA

Y en cláusulas perfetas digan las trompetas: tú, tú, tú, taran, taran;

10

y los atabalillos sonando dirán... LOS 2

Tápala tapa, tápala tapa, tan, tan, tan, noche del señor San Juan. Salen Juan Rana y Bezón,

sin verse el uno al otro, de al-

caldes villanos, y representan.

v. 1 Retiro: en este sitio real, cuyo palacio se inauguró en 1634, se representaron diversas obras de Benavente, especialmente en los años 1637 y 1638, con motivo de diversasfiestasa las que asistían los reyes. Kennedy (1941) da cuenta de diversos entremeses y otras piezas de teatro que Benavente puso en escena con motivo de varios actos. w. 3-4 el alba / del señor San Juan: parodia de la letra que dice: «Despertad, señora mía, / despertad, / porque viene el alba / del señor San Juan». Como indica Blecua (ed. Entremeses de Quiñones, 1971, p. 32), la recoge Lope en Las flores de don Juan y Valdivielso en su Romancero espiritual (1612): «Despertad, / porque sale el alba / del señor San Juan» (Frenk, 1987, núm. 1084). Sobre la importancia de San Juan en lasfiestasauriseculares ver La capeadora, 2, n. v. 179. v. 11 atabalillos: especie de tambores pequeños. v. 12 Tápala tapa, tápala tapa: fragmento de cancioncilla tradicional: «Tapa, tapa, tan / a la guerra van», «Tápala tapa, tápala tapa, / tápala tapa, tan tan ta, / a correr los gallos / los muchachos van» (Frenk, 1987, núms. 2165A, 2165B, 2166...).

EL

MAGO

BEZÓN

San Telmo vaya conmigo.

COSME

C o n m i g o vaya San Tello.

BEZÓN

¿Qu¿

COSME

¿Qué ruido es este estipendio?

BEZÓN

Algún portento es sin duda.

COSME

Sin duda es algún podenco.

BEZÓN

Que el viento siento groñir.

COSME

Que groñir el vientre siento.

BEZÓN

D e l cielo son estas voces.

COSME

Estas voces son de ciego.

BEZÓN

¿Quién mis acentos repite?

COSME

¿Quién repica mis asientos?

BEZÓN

E C O pienso que está aquí.

COSME

Aquí pienso que está seco.

605 15

estopendo roido es este?

20

25

Vense los dos. BEZÓN COSME BEZÓN

¡Alcalde! ¡Alcalde! ¿Qué heis?

v. 14 acot. sin verse el uno al otro: la contraposición entre dos personajes similares (dos graciosos, dos sacristanes, un alcalde y un regidor) se da con frecuencia en el teatro entremesil en general y en el de Benavente en particular; basta pensar en la serie de los alcaldes encontrados, en los numerosos entremeses de sacristanes o en El guardainfante, por ejemplo. v. 28 acot. PR,VJ: «Vanse...». Enmendamos de acuerdo con la Fe de erratas de PR. v. 29 heis: 'hacéis', forma rústica, como otras del pasaje (roido, groñir, esto, mos, vesita, josticia...), que, junto a las prevaricaciones idiomáticas, caracteriza el lenguaje de los alcaldes villanos. La lengua popular utilizada por Cosme Pérez tiene rasgos del sayagués y arcaísmos como el presente; emplea formas verbales de primera persona como vo, esto por voy, estoy; el pronombre mos por nos, por influencia de otros pronombres de primera persona en función de complemento, o nueso por nuestro es característico de la lengua convencional de los rústicos en el teatro, de la misma manera que lo es el empleo de puebro, con trueque de líquidas, y de otras expresiones.

606 COSME

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

Esto aforrando los versos

30

para que no se mos rompan, que ha de haber gran falta dellos. BEZÓN

¿Cuánto va, si alzo la vara, que os vesita todo el cuerpo la josticia hecha y derecha?

COSME

35

¿Cuánto va que me vo huyendo, y que ahorro de visitas?

BEZÓN

Jo, j o ! ¿Al alcalde del puebro?

COSME

¡Arre, arre!; y yo ¿qué so?

BEZÓN

¿VOS? Espantajo.

COSME

¿Hay herejo?

40

¡Espantajo a la josticia! C l i n de leche es por lo menos. BEZÓN

Creo que dice verdad: vome a retraer. Hace que se va.

COSME

Mostrenco, besadme la mano.

BEZÓN

¡Ay!

45

¿Sin ser de la Igreja? Esto es causo de equis y unción.

v. 33 Como locutor BF: «Boz.». v. 35 hecha y derecha: aplicación ingeniosa de la frase hecha; porque la justicia ciertamente ha de ser derecha (no torcerse por sobornos ni parcialidades) y la vara de la justicia (emblema de la autoridad) es un palo bien derecho. w. 38-39 jo, arre: expresiones para detener o hacer andar a las caballerías. v. 40 ¿Hay herejo?: PR, VJ: «hereja». Enmendamos de acuerdo con la Fe de erratas de PR. v. 42 clin de leche: disparate; quiere decir que es crimen de lesa majestad, pero no le salen las palabras correctas. v. 44 retraer, buscar refugio en un lugar con derecho de asilo (iglesia generalmente). Retraído es «El que está recogido en su casa o se ha acogido a la iglesia, como antiguamente se acogían a las ciudades de refugio» (Cov.). w. 46-47 ¿Sin ser de la Igreja? Esto...: besar la mano a otro hombre, sin ser dignidad eclesiástica (en este caso se podía, besar la mano) es sospechoso de homosexua-

EL

MAGO

COSME

¡Mal haya m i luenga!

BEZÓN

Huego, y la lejía que heis dicho. Vení a la cárcel. N o quiero.

COSME BEZÓN

¿Mas que os do? ¿Mas que os casco? ¿Mas que os pego?

COSME JOSEFA

50

¿Mas que os llevo?

COSME BEZÓN

607

Canta. Oíd, alcaldes, oíd,

que hoy es San Juan en Madrid. Quédanse

los dos con las varas levantadas.

Los 2

Pues, señora, errado se han, que en nueso puebro es San Joán.

JOSEFA

E l señor don Tiempo manda, que es mandón el señor Tiempo, que al B u e n Retiro llevéis fiestas, danzas, bailes, juegos, para mañana en la noche, so pena que de no hacerlo os saquen por todo el Prado con las fiestas al pescuezo; que intentéis por varios modos al Buen Retiro alegrar, y mándase pregonar porque venga a noticia de todos.

55

60

65

Vase.

lidad, y este pecado nefando se castigaba con la hoguera; equis y unción evoca a la Inquisición. También, como piensa García Valdés (1985b, p. 318), podría hacer referencia a la cruz de San Andrés quefigurabaen los sambenitos de los penitenciados por la Inquisición, y puede aludir a la Extremaunción como metonimia por 'muerte'. w. 48-49 ¡Mal haya mi luenga!...: '¡Fuego!; la herejía que habéis dicho!'. v. 64 con las fiestas al pescuezo: ver Loa segunda con que volvió Roque de Figueroa, n. w. 64-66. v. 68 Tras este verso VJ omite la acotación: « Vase».

608

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

COSME

¡Hola, alcalde!; ¿qué es so pena?

BEZÓN

Bruja será por lo menos.

COSME

¿Bailes, y de aquí a mañana?

BEZÓN

Pues ¿somos acá hechiceros?

70

Sale Salvador con muchas luces en la cabeza. SALVADOR

Y O lo soy.

BEZÓN

¡Santa Cecina! ¡San Turde!

COSME

¡San Reculemos, y albarda Matías!

Los 2

¡Ay!;

75

no mos haga mal. SALVADOR

N O quiero sino llevaros a ver lo más notable y más nuevo de las ciudades de España, para que carguéis con ello

80

y lo llevéis al R e t i r o en menos de cuarto y medio de hora. BEZÓN

Este está borracho.

COSME

M i ánima con su cuero.

SALVADOR

Simples, ¿no veis que soy mago?

BEZÓN

Y los magros ¿saben eso?

85

w. 73 y ss. ¡Santa Cecina!...: para este recurso del santoral burlesco ver Guardainfante, 2, n. v. 30; albarda Matías es deformación burlesca de Abarimatías, variante conocida en textos medievales y en libros de caballerías, de Arimatea (José de Arimatea). v. 84 mi ánima con su cuero: parodia de la frase «Mi alma como la suya, si al cielo va, si al paraíso va. Varíase: M i alma como la tuya, si vos al cielo vais y si vais al paraíso, o si al cielo va. Dícese "mi alma como la suya" cuando se tiene a uno por muy bueno» (Correas, p. 311); cuero significa 'borracho'. w. 85-86 Simples, ¿no veis que soy mago?...: en Los rábanos y la fiesta de toros, de Avellaneda, se copia este juego de palabras: «—Este está por mago preso. / — Pues, ¿es delito ser magro? / ¿no es peor ser gordo?» (Recoules, 1976b, p. 296).

EL

COSME

MAGO

609

Sí, que los gordos no saben sino resollar muy recio.

BEZÓN

Y oler con mugre y sudor a hábitos de fraile lego. Cógelos

SALVADOR

de las manos y corren por el tablado.

¡Ea, partamos! Partamos.

Los 2 SALVADOR

Ya estamos en otro reino.

BEZÓN

¿Hay tal mentir? Este es sastre.

COSME SALVADOR

Preguntadlo, majaderos.

COSME

Canta.

TODOS

Dentro. Zaragoza, Zaragoza.

BEZÓN

Y ¿qué hay bueno que llevar?

TODOS

Dentro. Los locos del hospital.

BEZÓN

¡Hola!; ¿locos diz que hay?

¿Qué ciudad este aire goza?

¿ C o n qué tantos cargaremos? COSME

90

95

100

¿Locos a Madrid? Eso es llevar rábanos a O l m e d o .

v. 90 VJ: «frayile». v. 93 sastre: es tópica la acusación de mentirosos; ver Quevedo, Sueños, p. 276: «y parece tan poco a sastre, que aun parece que dice verdad»; id., PO, núm. 579, w 1-2: «Mal oficio es mentir, pero abrigado, / eso tiene de sastre la mentira»; id., Hora, p. 116: «En el tormento no tenemos riesgo los mentirosos, pues toda su tema es que digan la verdad, y nosotros jamás la decimos. Con "Hágome sastre" se asegura la persona»; Gracián, Criticón, I, p. 229: «las almas de los oficiales, especialmente aquellos que nos dejan en cueros cuando nos visten, las daba a cuervos, y como siempre habían mentido diciendo "Mañana, señor, estará acabado; para mañana sin falta"»; ibid., III, 112... v. 100 qué tantos: '¿cuántos?'. v. 102 rábanos a Olmedo: eran famosos los rábanos de Olmedo; «Rábanos de Olmedo y besar en el culo a los de Coca» (Correas, p. 432); Quiñones, Entremés de los maldicientes, en Madroñal, 1996, p. 228: «más lacio y traspasado / que rábano de Olmedo»; Loa curiosa y de artificio, Colección, II, p. 416: «Aceitunas de Sevilla, rábanos de Olmedo y biznagas de Carmona»; Fernández de Oviedo, Quincuagenas

610

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

Vase el Mago; sale la Niña,

JOCOSERIA

Rufina,

Contreras, Najera, to-

dos de locos, y cantan los cuatro, y pístenlos

de locos como

van cantando. LAS 4

Cantan.

Y la caperucita de padre,

póntela tú, pues a mí no me cabe. COSME

¿Por qué me tienen por loco,

105

si no he intentado casarme? TODOS BEZÓN

Cordura bien grande. N i yo he fiado en m i vida, ni hecho fieros en la cárcel.

TODOS

Cordura bien grande.

NÁJERA

Por vestir de seda a u n hijo,

110

ando yo de cordellate. TODOS

Locura bien grande.

RUFINA

Y O , sabiéndome mal, tomo por vanidad chocolate.

TODOS

Locura bien grande.

CONTRERAS

Y O quiero bien a m i suegra.

115

locura que no ha hecho nadie. TODOS

Locura bien grande.

(cit. Fradejas, 1958, p. 243): «alabados / como rábanos de Olmedo». Acotación tras este verso: pístenlos de locos: ver La capeadora, 2, n. v. 157 para los vestidos de locos. Una prenda típica de este vestido es la caperuza, a la que se refieren los versos siguientes. PR y BF: « . . . las cuatro...». Enmendamos. w. 103-104 Y la caperucita de padre...: es cancioncilla tradicional: Frenk, 1987, núm. 2060B; se documenta en Tirso de Molina en La santa Juana, o Correas, con muy leves variantes. v. 109fieros:'bravatas, amenazas'. v. 112 cordellate: paño delgado parecido a la estameña con el que se podía confeccionar sayas y calzas. Se contrapone con la seda, más característica del traje de la gente noble. v. 115 chocolate: suelen aparecer juntos tabaco y chocolate, productos de Indias, como hábitos muy introducidos en la sociedad de la época y objeto de censura por los moralistas y satíricos. Comp. Quevedo, Obras satíricas y festivas, ed. Salaverría, p. 249: «Allí llegaron el diablo del tabaco y el diablo del chocolate, que aunque yo lo sospechaba, nunca los tuve por diablos del todo»; Quiñones, La constreñida:

EL

NIÑA

MAGO

611

Yo no siento andar descalza,

120

como traiga buenos guantes. COSME Y BEZÓN

Pues la caperucita de padre, póntela tú, pues a mí no me cabe.

Los 4 LOCOS

A Segovia hemos llegado, donde cierta puente hay,

125

que se hizo en una noche sin yeso, arena n i cal. Vanse. COSME

Representando. Alcalde, ¿no tenéis miedo?

BEZÓN

Que

mienten estos salvajes.

Sale el Mago. SALVADOR BEZÓN

A h o r a lo veredes, dijo Agrajes.

130

¡Hola!; ¿este es grajo? Es el magro;

COSME

son que por hernos rabiar, sofato grajo se ha vuelto. SALVADOR

¡ D e m o n i o s , a trabajar!

COSME

San Lucas en tentación.

BEZÓN

Mas en líbranos de mal. Vase el Mago y sale la Patata, Antonia,

135

Catalina,

Josefa,

de demonios, y sacan la puente de Segovia por hacer, y como van cantando, todas la van haciendo.

«Aunque tomó tabaco y chocolate, / mas no se le quitaron las cuartanas» (Colección, II, p. 768). w. 124-27 puente: se refiere al Acueducto de Segovia, que según una creencia de la época había sido hecho en una noche por el demonio. v. 130 Ahora lo veredes, dijo Agrajes: ver El tiempo, n. w. 74-75 para esta frase. w. 132-33 'sino que, por hacernos rabiar, se ha convertido de repente —inmediatamente, ipso facto— en grajo'. v. 135 San Lucas en tentación: deformación grotesca de la frase del padrenuestro «ne nos inducas in tentationem» 'no nos dejes caer en la tentación'; Bezón continúa con la oración. v. 136 VJ: «del mal».

612

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

TODOS

Hágase de Segovia la puente, hágase en u n hora cabal.

PATATA

Si queremos una cosa...

ANTONIA

Hasta venirla a alcanzar...

CATALINA

Somos diablos las mujeres...

JOSEFA

Y alcanzada, mucho más.

TODOS

E n u n hora cabal. Pénenlos

BEZÓN

140

a los dos, dos vestidos de diablos.

Representa. Llévenme todos los diabros,

si estos diabros hay acá. COSME

Por ahorrar de caminos ya lo somos sin llevar.

TODOS

Cantan. Hágase de Segovia la puente, hágase en u n hora cabal.

145

Cada una va poniendo su piedra hasta que queda acabada la puente. JOSEFA

Yo pongo m i piedra; que quien tiene pereza no medra.

ANTONIA

Esta es importante. ¡Si como ella tuviera u n diamante!

CATALINA

Aquesta es la mía, que en el rollo tenella solía.

PATATA

150

155

Yo pongo este canto; que aun los hombres no dan otro tanto.

v. 148 BF: «de segoviana». v. 149 VJ: «en hora», omite el determinante. v. 155 en el rollo: «Tener su piedra en el rollo. Frase común con que alguno da a entender que no está destituido totalmente del poder, autoridad u honra, y que todavía tiene su parte con que puede facilitar la gracia que se pretende» (Aut); en el rollo o picota se solía tomar el sol y conversar, y tener asiento fijo era señal de autoridad. Otros iban al rollo a sufrir la vergüenza y castigo públicos. Comp. Buscón, p. 104: «si hasta agora tenía como cada cual mi piedra en el rollo, agora tengo mi padre». VJ: «tenerla».

EL

BEZÓN

MAGO

613

N O entiendo el oficio; que aún ahora soy diablo novicio.

COSME

Y O soy tan moderno,

160

que aun no he puesto m i pie en el infierno. JOSEFA

C o n Juan R a n a , m i oficial, y B e z ó n , m i p e ó n reciente, hízose de Segovia la puente, hízose en u n hora cabal.

165

Repiten y desaparécese todo, y sale Salvador representando. SALVADOR

Ya hemos llegado a Toledo. Esta es la puente de Alcántara.

COSME

C o n u n magro como vos en cada ciudad de España, los alquilones de muías

170

malparieran muchas maulas. BEZÓN

Y nos vengáramos todos de las luegas de la Mancha. Salen cantando todas tres mujeres y tres hombres. ¡Afuera!, que va saliendo el artificio del agua;

175

v. 167 puente de Alcántara: conocido puente de Toledo. v. 173 luegas: deformación de «leguas»; viajando de este modo mágico no se cansan en las largas distancias de la Mancha. La llanura manchega hacía parecer sus leguas mucho más largas de lo habitual. Comp. Tirso, Santo y sastre de Tirso: «Las que se casan, / los instantes de sus bodas / juzgan leguas de la Mancha» (ODC, II, p. 8). v. 175 artificio del agua: alude al famoso artificio de Juanelo Turriano, que subía el agua del Tajo a la ciudad. Aparece con frecuencia en la literatura clásica y también en el entremés: entremés anónimo Doña Justina y Calahorra (Colección, I, p. 173): «Sólo el artificio de Juanelo / puede ser de mi ijada medicina»; Gracián, Criticón, I, p. 220: «gran fuente de la sed [...] famosa por su artificio, injuria de Juanelo»; con nota de Romera Navarro, que recuerda otros textos, como el de Rojas, El viaje entretenido: «sola la invención de su maderaje deste artificio tiene más de docientos carros de madera delgada que sustentan en cima más de quinientos quintales de latón y más de mil y seiscientos cántaros de agua»; Zapata, Miscelánea: «El mayor ingenio de agua, el que hizo Juanelo, y sube a Toledo ochenta estados del río a la Casa Real». Juanelo, mecánico y arquitecto al servicio de Carlos V construyó su artificio en 1565. Ver Aracil, 1998, pp. 77-80.

614

JOCOSERIA

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

un pasadizo por donde Tajo visita el Alcázar. Pórtenle el Alcázar M A R Í A JESÚS

pintado en la cabeza.

B e z ó n será su rodezno y el Alcázar será R a n a .

BEZÓN

¿ Y O SÓ torrezno? Anda

Bezón

como rodezno alrededor del.

COSME BEZÓN

¿ Y O arcaz? ¡Q

u e

COSME

m

e

pringan! ¡Que

Cantando

180

m

e

cravan!

en ala, cada una con una cazoleta de hoja de

lata, van subiendo y bajando los brazos como que echan agua. TODOS

E l agua viene recia donde el rodezno anda, la máquina se mueve de bombas y cucharas;

185

las unas van subiendo cuando las otras bajan; desde el profundo abismo a las esferas altas van recibiendo unas

190

lo que las otras vacian,

v. 177 acot.VJ: « . . . al atacar...». w. 178 y ss. rodezno: Bezón entiende «torrezno» en vez de «rodezno» (rueda del molino o de la noria) y Cosme «arcaz» en vez de Alcázar. De ahí los chistes que siguen con «pringar» (que se hace con el pan al que se unta de grasa y tocino) y «clavar» (que es lo que hace un carpintero que fabrica un arcaz). v. 181 acot. cazoleta de hoja de lata: numerosos cronistas y viajeros describen el artificio de Juanelo, que tenía caños de latón, con vasos del mismo metal que subiendo y bajando en movimiento de vaivén de cazos oscilantes alzaban el agua en sucesivos niveles. Todo se movía con cuatro ruedas que estaban en el río y que giraban con el impulso del agua. Ver Aracil, 1998, pp. 79-80. Comp. Quevedo, PO, núm. 751, w. 21-24: «Vi el artificio espetera, / pues en tantos cazos pudo / mecer el agua Juanelo / como si fuera en columpios».

EL

MAGO

615

hasta que el agua viene a dar en el Alcázar. Dan

a Juan Rana con una jeringa de agua.

COSME BEZÓN

¡Ay! ¿Qué hay?

COSME

Que me han aguado sin ser vino, camarada,

195

troquemos u n rato oficios. BEZÓN

C o n m i torrezno me haga Dios bien.

COSME

A mí mal; mas ¿ cuándo hizo cosa buena el agua?

TODOS

Cantan.

¡Ay qué pena!; ¡ay, qué desgracia!

200

que por parecerse al vino, se hace invencionera el agua. Desaparece todo. COSME

Representa. Jesús, que el arcaz se hunde! Suena ruido.

BEZÓN

¡ Q u e revienta el artificio! Sale Salvador.

v. 193 Como locutor BF: «Coz.». v. 195 sin ser vino: ver El talego-niño, n. v. 155 y sobre todo La Puente Segoviana, 1, n. vv. 86 y ss. w. 197-98 Con mi torrezno me haga...: parodia de la frase proverbial «Con lo mío me haga Dios bien. Y era hurtado. Dicen es cuento que un salteador partía por mitad con los que robaba; una vez siendo los reales nones y en plata, púsose a partir por medio el non; el pasajero dijo que se lo llevase entero; respondió: "No, hermano; con lo mío me haga Dios bien"; y dícese muchas veces "Con lo mío me haga Dios bien" por los bien mirados en ocasión de cuentas y partijas; es contra los que usurpando lo ajeno se justifican con razones aparentes» (Correas, p. 125). v. 202 invencionero: 'que inventa cosas raras'; tiene en la época un matiz peyorativo, de extravagancia y fraude; Romera Navarro define el término como 'embustero', a propósito del siguiente texto de Gracián, Criticón, III, p. 93: «Pero lo más es que, en viendo a cualquiera, le atinaba la nación; y así de un invencionero dijo: —Este, sin más ver, es italiano».

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

616

JOCOSERIA

SALVADOR

Callad, que estáis en M a d r i d .

BEZÓN

Luego lo v i en el roído.

SALVADOR

M i r a d las fieras, que a pares

205

se crían en el Sotillo, desde Santiago el Verde hasta San Juan. BEZÓN

Jesocristo!

210

¡Hola! COSME BEZÓN

¿Qué hay? Cacemos fieras

para llevar al Retiro. COSME

¿ N O es mijor cazar hermosas?

BEZÓN

H a y más de esotras, pollino. Sale cantando Ana de Oro con una piel de tigre.

ANA

Y O soy fiera declarada, tigre en forma de cuñada, porque pego manotada al cuñado más sencillo.

COSME

Fiera es, pero del Sotillo.

215

Blasco con una piel de gato montes. BLASCO

E n este soto que ves

220

vengo a ser gato montés con los descuidados, pues araño todo bolsillo. BEZÓN

Fiera es, pero del Sotillo. Lobato con una piel de zorra.

v. 207 fieras: metáfora irónica para los paseantes y picaros que acuden al Sotillo a divertirse. v. 208 Sotillo: lugar de esparcimiento cercano a Madrid donde se hacía una famosa romería, y que hemos anotado, entre otros pasajes, en La maya, v. 94, donde se comenta también la fiesta de Santiago el Verde. v. 214 acot.VJ: « . . . un piel...». v. 221 gato: 'ladrón'; ver Jácara que se cantó en la compañía de Olmedo, n. v. 74.

EL

LOBATO

MAGO

N O hay brindis que a m i me asombre;

617 225

que por no perder m i nombre, llegando a u n corrillo hombre, zorra salí del corrillo. COSME

Fiera es, pero del Sotillo. Inés con una piel de onza.

INÉS

O n z a soy, y verdadera

230

pues que siendo vendedera, en el peso es onza fiera la que quita m i dedillo. BEZÓN

Fiera es, pero del Sotillo. Iñigo con piel de lobo.

IÑIGO

D i ó m e la sed u n corcovo,

235

y acercándome a lo bobo, sin pensallo tomé lobo en aquel bodegoncillo. COSME

Fiera es, pero del Sotillo. ¡Locos, locos!

240

Llegan los locos. RUFINA

Estos son los pocos.

v. 226 no perder mi nombre: porque se llama Lobato, y lobo significa 'borracho, borrachera'; comp. Estebanillo, II, p. 262: «haciéndose todos una gavilla contra mí, sin respetarme por lobo mayor, me dió uno tal revés en blanco, por ser de llano, que me hizo echar por la boca todo un tajo de tinto». Ver más abajo v. 236. v. 228 zorra: 'borracho', de ahí la mención del brindis del v. 224. Comp. Quevedo, Un Heráclito, núms. 231 «Gabacho tendero de zorra continua»; id., PO, núm. 622, w. 22-24: «siempre confieso yo que sabes mucho, / si el que tomó la zorra y la desuella / siempre se dice que ha de saber más que ella» («A una dama hermosa y borracha»);Vélez de Guevara, Cojuelo, p. 142: «el otro tudesco [...] había ya pespuntado la comida más aprisa a brindis de vino blanco y clarete y tenía a orza la testa, con señales de vómito y tiempo borrascoso, tan zorra de los cuatro costados». w. 230 y ss. onza: para juegos parecidos con esta dilogía ver La visita de la cárcel, n. v. 51. v. 237 VJ: «pensarlo».

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE,

618 BEZÓN

¡Puente, puente!

JOSEFA

Esta es de repente.

JOCOSERIA

Llegan los que están de diablos. COSME

¡Agua, agua!

M A R Í A JESÚS

Esa sube y baja.

245

Llegan los del artificio. BEZÓN

¡Fieras, fieras!

BLASCO

Estas son caseras. Llegan los que hacen fieras.

COSME

Fieras del Sotillo,

vayan al Retiro. BEZÓN

Locos, puente y agua, al Retiro vayan.

JOSEFA

D e las fieras del Retiro,

250

¿cuáles más hermosas son? COSME

L O S leones del salón.

M A R Í A JESÚS

Y ¿cuál entre tantas buenas,

255

es la mejor de sus plazas? BEZÓN RUFINA

L a que tiene calabazas. ¿Qué es lo que más apeteces

desta máquina gallarda? COSME

Entrar antes que haya guarda. Por el tono de jácara.

Juan Rana canta en su charco. BEZÓN

B e z ó n en su peujar.

JOSEFA

Josefa en su compañía.

v. 243 acot. BF: « . . . diablo». w. 248-50 Fieras...: en el Retiro se construyó una Casa de las fieras. v. 254 leones: armas heráldicas de los reyes de España. v. 262 peujar. 'pegujar', en su pedazo de tierra, en su campo.

260

EL

MAGO

RUFINA

R u f i n a en su soledad.

NIÑA

Y O canto en entrambas partes,

619

265

que soy niña universal. JOSEFA

Que vaya y venga al R e t i r o el baile...

RUFINA

Y entre tanta variedad...

COSME

Huelgúense con él si es bueno...

BEZÓN

Disimulen si no es tal...

NIÑA

270

Porque diga quien le hizo buscando más novedad...

TODOS

Que vaya y venga al R e t i r o el baile; y entre tanta variedad huélguense con él si es bueno,

275

disimulen si no es tal. Acabóse el baile del señor San Juan. A r r i m e m o s la pluma hasta el Carnaval.

280

FIN

v. 267 vaya y venga: fragmento de cancioncilla tradicional («Vaya y venga la tabla al horno») que hemos anotado en La visita de la cárcel, n. w. 80 y ss. También en otros lugares como Los muertos vivos, w. 253-56. v. 274 En la príncipe (y resto de testimonios) «y entretanta, etc.»; desarrollamos. v. 275 A esta altura la columna de locutores vuelve a indicar «Todos»; no es necesario y suprimimos esa indicación. v. 279 Arrimemos: habla ahora el poeta; arrimar: «También significa dejar de la mano alguna cosa que se trae en ella, o que uno trae consigo, como arrimar la espada cuando se deja de batallar, arrimar la guitarra cuando se deja de tocar, y así otras cosas» (Aut). v. 280 VJ: «Carnal». La indicación posterior «Fin» omitida en BE

ENTREMÉS EL

FAMOSO

ABADEJILLO

REPRESENTÓLE

PRADO

Interlocutores: JUANA.

CATALINA.

FRANCISCA

GONZÁLEZ.

ESTEFANÍA.

Salen las cuatro mujeres. JUANA

¡Catalina, Francisca, Estefanía!

CATALINA

¿Qué quieres, Juana mía?

FRANCISCA

¿Llamas, hermana Juana?

ESTEFANÍA

¿Qué nos quieres, hermana?

JUANA

¡Qué ligeras, qué agudas que vinieron!

CATALINA

Tales las voces que nos diste fueron.

JUANA

Ayer fue Navidad, amigas mías, y hoy es Carnestolendas; que los días

No hay detalles para fechar con precisión la pieza. Los nombres del reparto, según Bergman (1965, p. 275) corresponden a los personajes, no a los actores, v. 6 PR: «la voces». BF: «v zes». w. 8-10 y hoy es Carnestolendas; que los días...: es idea frecuente, con diversas formulaciones, en la poesía moral. Comp. Quevedo, Un Heráclito, núm. 7 w. 9-14: «Llevada de engañoso pensamiento / y de esperanza burladora y ciega, / tropezará en el mismo monumento, / como el que divertido el mar navega, / y sin moverse vuela con el viento, / y antes que piense en acercarse llega»; id., núm. 34, w. 1-4: «Bien te veo correr, tiempo ligero, / cual por mar ancho despalmada nave, / a más volar, como saeta o ave / que pasa sin dejar rastro o sendero».

622

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

son navios, que a los que los trajinan parece que están quedos, y caminan. ESTEFANÍA

10

N o hay más alegre tiempo en todo el año, que las Carnestolendas.

CATALINA

Es picaño; todo grita y porrazos, mazas, tizne, salvado y naranjazos, con mucho huevo huero.

FRANCISCA

15

También es caballero: carrerita, paseo, el agua convertida en galanteo, pues hay galán que remojar se deja embobado a los hierros de una reja,

20

y el que para mirar su sol divino águila viene, vuelve palomino.

v. 9 VJ: «nos trajinan». w. 13 y ss. todo grita y porrazos...: describe las principales diversiones de Carnaval: arrojar salvado y harina, quemar estopas, correr gallos, mantear perros y gatos, colgarles a estos animales mazas, vejigas, cuernos; arrojar agua con pucheros o jeringas, apedrearse con huevos, naranjas u otros objetos; fustigarse y aporrearse con porras, vejigas; hacer ruidos, etc. Comp. Calderón, Carnestolendas, en Teatro cómico breve, p. 435: « N o hay quien no tema en Carnestolendas: / el capón teme muerte supitaña, / el gallo ser corrido en la campaña, / el perro, de la maza el desconcierto, / las damas, de que el perro sea muerto, / las estopas de verse chamuscadas, / las vejigas de estar aporreadas, / la sartén si su tizne alguno pringa, / el agua que la sorba la jeringa, / el salvado de andar siempre pisado, / siendo a un tiempo salvado y condenado». Ver Caro Baroja, 1983, p. 58. v. 14 BF: «mocas». v. 16 caballero: por contraposición a «picaño» del v. 12; ahora menciona diversiones algo más elegantes y dignas de gente de más refinamiento. Para estas diversiones remitimos a la nota anterior en que se enumeran algunas; añadiremos otras ilustraciones en su lugar. w. 21-22 águila, palomino: contraposición jocosa; se decía que el águila era la única ave capaz de mirar al sol de frente («Díjose del nombre latino aquila, dicha así ab acumine oculorum; según San Isidoro por cuanto levantada en el aire que apenas la divisamos, estando sobre el mar vee los peces que andan someros en el agua [...] ella sola no es herida por el rayo y los del sol mira de hito en hito», Cov.); la metáfora del sol para la dama es muy conocida y tópica; palomino es también 'excremento' (lo manchan tirándole suciedades), también puede aludir a que las mujeres lo dejan estafado y pelado de dinero (palomo 'simple, necio', ver Léxico).

EL

ESTEFANÍA

ABADE]ILLO

También es propio tiempo de señores, confituras, azahar, huevos de olores, balas, y no de acero.

CATALINA

E l es señor, picaño y caballero, pues para todas gentes tiene entretenimientos diferentes.

JUANA

Llámole al tiempo yo, en Carnestolendas, mar de comidas, golfo de meriendas, Flandes de los lechones, general avenida de roscones, sanguinolento estrago de morcillas, plaga de quesadillas, convalecencia en que mujeres y hombres tantas ganas sacamos, que hasta las herraduras nos tragamos; campo formado, en que pelea la gula, ya asada, ya cocida, ya fiambre, y en fin, u n «cierra, España» de la hambre, adonde los alegres tragantones, sin poder la templanza resistillo, pasan tantas gallinas a cuchillo,

623

25

30

35

40

v. 24 huevos de olores: huevos huecos llenos de perfume; comp. Calderón, Carnestolendas, en Teatro cómico breve, p. 434: «Veinte huevos azareños [de azahar] / les cuestan veinte reales a sus dueños». v. 32 BF: «evenida». v. 34 quesadillas: manjar típico de carnaval, como los demás citados. Comp. Calderón, Carnestolendas, en Teatro cómico breve, p. 434: «diluvio universal de las me-

riendas, / feria de casadillas y roscones, / vida breve de pavos y capones»; es posible que Quiñones se haya inspirado en estos pasajes de Calderón. Ver nota al v. 37 que certifica esta imitación, a menos que sea en sentido contrario. La cronología no está establecida, y la autoría calderoniana de Las carnestolendas no es del todo indiscutible. v. 37 hasta las herraduras nos tragamos: comp. Calderón, Carnestolendas, en Teatro

cómico breve, p. 435, donde se entiende mejor la pertinencia de esta hipérbole, poco clara en el texto de Quiñones: «Cercadas nuestras ganas estos días / de ejércitos de mil pastelerías, / y tal hambre en el cerco padecemos / que hasta las herraduras nos comemos». v. 38 campo: 'ejército'. v. 40 cierra, España: grito de guerra de los ejércitos españoles («Santiago y cierra, España»); cierra 'ataca'.

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

624

JOCOSERIA

sin perdonar mujeres, niños, viejos, que son pavas, pichones y conejos.

45

Saquean, sin pertrechos n i defensas, los bagajes de plazas y despensas, y a poder de dineros por cautiva se da, sin más porfía, en asomando, la volatería.

50

Hacen notables presas de fiambreras, y en vinosas hileras, como está ya la gente encarnizada, caen m i l monas de cada rociada. CATALINA

Ahí te dejas, por olvido o yerro,

55

tanta persecución de todo perro, que en maza y manta cruel corre fortuna. FRANCISCA

Esa es gracia perruna; mas, ¿qué han hecho los gallos afligidos, que andan en este tiempo perseguidos

60

de maestros de escuelas, de muchachos?, que sin poder u n punto reportallos, todas sus fiestas son correr los gallos. Pues si los gallos, siendo tan discretos, v. 52 hileras: es término militar;'hileras de soldados'. Todo el pasaje juega con esta imaginería bélica. v. 54 monas: 'borracheras'. Ver Los murmuradores, n. v. 172.

v. 56 persecución de todo perro: era costumbre mantear a los perros y atarles a la cola mazas, como hemos anotado arriba; ver también La maya, n. v. 159. v. 57 corre fortuna: es terminología marinera 'sufre una borrasca, tormenta marina'; «Frase náutica que explica padecer tormenta la embarcación y peligrar en ella o llegar a pique de perderse» (Aut). w. 59-60 gallos: correr gallos era otra de las diversiones carnavalescas; se mataba un gallo a naranjazos o con instrumentos cortantes. Caro Baroja (1983, pp. 75¬ 90) estudia esta práctica en diversas regiones y aduce numerosos textos literarios de Alemán, Quevedo, Tirso de Molina, Góngora, Espinel, Fernández de Avellaneda, etc. Comp. Quiñones, Baile de los gallos, Colección, II, p. 829: «En asomando a San Blas / las madres Carnestolendas, / unos gallos les encajo / aunque sus padres no quieran»; aparecen en el texto citado antes de Carnestolendas de Calderón. v. 61 maestros de escuelas, muchachos: era efectivamente, diversión escolar. Baste remitir al Buscón, p. 63: «Llegó —por no enfadar— el [tiempo] de unas Carnestolendas, y trazando el maestro de que se holgasen sus muchachos, ordenó que hubiese rey de gallos».

EL

ABADEJILLO

en aquesta ocasión se corren todos, en otras ocasiones no es mucho que se corran los capones. ESTEFANÍA

625

65

E n efeto, ¿qué haremos cuatro mozas,

solas en casa y en Carnestolendas? JUANA

Ponte u n rato a la puerta de la calle,

70

y a la primer figura de mal talle que saliere al encuentro, asle del brazo y métele acá dentro; que si a puerta cerrada le tenemos, las prevenidas burlas lograremos.

75

FRANCISCA

¡Qué bueno es el que pasa!

JUANA

Francisca, tira dél, métele en casa.

ESTEFANÍA

Brava figura, hermana.

FRANCISCA

Entre, galán. Mátenle

GONZÁLEZ

del brazo a

González.

R e p ó r t e s e , galana;

quedo, ¡cuerpo de Dios! suelte la manga; que tirándome tanto de su tela, sin serlo, me la hace de tirela. FRANCISCA

¿ C ó m o viene vusía?

GONZÁLEZ

Contra m i voluntad, fregona mía.

CATALINA

Diga; ¿cómo ha llegado?

80

85

v. 65 se corren: dilogía con el sentido 'avergonzarse, quedar en ridículo, cosa que no suele pasar al discreto'. v. 67 capones: chiste basado en el contraste de gallo/capón, tanto en sentido literal animal como figurado, en tanto ejemplifican respectivamente la lujuria y potencia sexual, y la incapacidad generativa. Los chistes sobre capones son tópicos en el Siglo de Oro. Ver El martinillo, 2, n. w. 71-72. v. 69 BF: «y carnestolendas». v. 70 BF: «Poete». v. 72 VJ: «saliera»; BF: «salire». v. 78 figura: 'personaje ridículo'; ver La paga del mundo, n. v. 6. v. 82 tirela: «Tela listada. Pudo decirse de tira» (Aut). v. 84 BF: «fregonia».

626

QUIÑONES D E B E N A V E N T E

JOCOSERIA

GONZÁLEZ

¿ C ó m o no he de llegar tan estirado!

ESTEFANÍA

Y ahora, ¿ c ó m o está?

GONZÁLEZ

C o n tentaciones de repartillas ciertos mojicones, de que apenas me abstengo.

JUANA

¿Qué tiene?

GONZÁLEZ

N O pregunte, que no tengo.

JUANA

General es el hombre por lo hablado.

GONZÁLEZ

N O soy n i aun capitán; hase engañado.

JUANA

¡Qué gracia que ha tenido!

90

D é m e della. Tiran todas del. FRANCISCA ESTEFANÍA CATALINA GONZÁLEZ

Y a mí, que no la pido. Y a mí, señor. Y a mí, u deje el pellejo.

95

¿Hay tal prisa! ¿Soy tabla de abadejo, pescadillo tan ruin que se ha ensanchado porque ve que la gente le ha buscado, y haciéndose del grave, ha dado traza

v. 88 mojicones: 'golpes dados con la mano en la cara'; comp. Buscón, p. 187: «Entré en casa con la cara rozada de puro mojicones y las espaldas algo mohínas de los varapalos». v. 91 General: como responde ingeniosamente en esta especie de torneo verbal, defendiéndose con juegos de palabras evasivos, eludiendo comprometerse para dar dinero, le dicen que en la conversación es general «persona que tiene comprensión e inteligencia de muchas ciencias o artes» (Aut). González prosigue con los juegos asegurando que no llega ni a capitán, es decir, que no esperen sacarle dineros. v. 95 VJ: «o deje». v. 96 tabla: 'parte más ancha y carnosa de algunos miembros del cuerpo'; aquí el abadejo salado en forma aplanada; se le quita la piel para guisarlo o comerlo. v. 97 ensanchado: ensancharse es 'engreírse, ponerse presumido y vanidoso'; «Ensancharse. El que quiere vender caro algo, y por presumir» (Correas, p. 570); comp. El soldado, w. 22-24: «Si este es el mundo, y es propio de ruines / querer ensancharse, / no hay que fiar deste mundo, galanes».

EL

ABADE]ILLO

de no salir en público a la plaza?

627 100

¡Oh, bien haya el atún, que nunca falta!, antes por agradable, en cierto modo, para venderse se hace ijadas todo, y sin perderse nada, todo se vende, y todo es de la ijada. Que

105

se haga de rogar una lamprea,

dama con la ventura de la fea, que lo malo del gesto con su buen gusto trata de encubrillo, vaya con Dios, ¡mas el abadejillo!;

110

que se entone u n besugo, porque tiene sangre en el ojo, y de Vizcaya viene, y sea, aunque muchacho, de tal brío, que se las tenga tiesas con el frío, yéndole la opinión en resistillo,

115

vaya con Dios, ¡mas el abadejillo!; que el congrio haga estimarse, si se ofrece tan fresco, que parece que está delante del el congricida, según brota la sangre por la herida;

120

v. 100 de no salir en público a la plaza: los personajes graves e importantes no salen a la plaza entre la gente común; el abadejo, se ha puesto caro y no se encuentra en la plaza (mercado). v. 103 ijada: la parte más apreciada del atún. Comp. Turrada, v. 55. v. 107 dama con la ventura de la fea: la lamprea es pescado de poco agradable apariencia, pero muy apreciado por su sabor; ver la descripción de Aut en la nota a Las dueñas, v. 119. Hay alusión a refrán «La ventura de las feas, ellas se la granjean. Dicen las hermosas que quisieran la ventura de las feas, y estas responden que se la granjean, que hagan las hermosas lo mismo y obras para ser queridas y lo serán», «La ventura de las feas, la dicha. Hay opinión que son dichosas en maridos» (Correas, p. 502). w. 110-12 entone... sangre en el ojo... Vizcaya: 'pase que se ponga engreído un besugo porque tiene sangre en el ojo ('es persona de valor y honra') y viene de Vizcaya (era lugar común que todos los vizcaínos eran hidalgos)'. Son juegos dilógicos con expresiones y tópicos de la época; tener sangre en el ojo es frase satirizada en Civilidades, v. 37 (en seguimiento de Quevedo, ver nota correspondiente); para la condición de hidalgos de los vizcaínos ver Herrero, 1966, pp. 249-57, con abundantes testimonios de Pedro de Medina, Lope, Tirso, Solís, etc. v. 120 brota la sangre por la herida: era creencia común que el cadáver de un asesinado brotaba sangre de la herida si se ponía delante el asesino. El P. Nieremberg

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

628

JOCOSERIA

que se engría el salmón de ver pagados por cada libra suya m i l ducados, y en la tabla enemiga con lengua muda el mismo salmón diga: «colorado me paro

125

de vergüenza de verme vender caro, con sisa y c o n dedillo», vaya c o n Dios, ¿pero el abadejillo, que se hace de los godos por andarle buscando locos todos?

130

M i r e n por quién tenemos ya mohínas; la culpa desto tienen las gallinas, que inventando usos nuevos, dan en no poner huevos, y se sale c o n ello ya cualquiera;

135

mas ¡vive Dios! si u n día gallo fuera, que todas... CATALINA

¿Qué, cuitado?

GONZÁLEZ

... habían de poner, mal de su grado.

en el libro I, cap. 46 de su libro Oculta filosofía de la simpatía y antipatía de las cosas

examina cuidadosamente «por qué el muerto vierte sangre en presencia del que le mató. Pruébase la historia con muchos casos»: «conocida experiencia es, y muchas veces ha sido averiguación jurídica que puesto el difunto a vista del matador vierta sangre la herida. Convienen en la historia con Lucrecio muchos de los antiguos...» (fols. 43v-44v). v. 123 tabla: aquí significa 'mostrador de la tienda' (Aut). v. 125 me paro: pararse «Vale también ponerse en otro estado diferente del que se tenía por algún accidente que sobreviene» (Aut), con autoridad de Luis Escobar: «Mas yo he visto avergonzados, / pararse blanco el color, / y otros que con el temor / se pararon colorados». v. 127 dedillo: el dedo de la vendedera que empuja disimuladamente el peso para falsear la cantidad; ver El mago, v. 233, donde se explica perfectamente. v. 129 hacerse de los godos: 'hacerse de los importantes'; ver para la frase Civilidades, n. v. 69. v. 131 mohínas: 'enfados, enojos'; ver Jácara que se cantó en la compañía de Olmedo,

v. 16. v. 135 VJ: «salen».

EL

FRANCISCA

ABADEJILLO

629

Dejen conversaciones de Cuaresma, y hablemos del Carnal.

GONZÁLEZ

E n tiempos tales

140

ya no pueden los hombres ser carnales. ESTEFANÍA

¿Por qué?

GONZÁLEZ

Porque no hay carne para ello; que se hace de rogar hoy el carnero más que en tiempo de nieve u n panadero.

JUANA

A lo que aquí le han entrado,

145

señor hablante perpetuo, ni es a podrirse de nada, ni a echar a perder el tiempo. GONZÁLEZ

Pues ¿a qué, niña taimada?

JUANA

A que con él nos holguemos.

GONZÁLEZ

¡Buena holgura las dé Dios! Yo perdono el pasatiempo.

FRANCISCA

150

Tarde es de Carnestolendas.

Vaya un juego. TODOS

Vaya u n juego.

GONZÁLEZ

Vaya con setenta diablos: ¿qué puedo perder en ello?

JUANA

Y O empiezo; tome figura, y esconda bien ese huevo.

GONZÁLEZ

M á s de lo que ellos se esconden,

por imposible lo tengo; pero yo le esconderé. JUANA

155

160

Pues yo los ojos me vendo, Véndaselos.

v. 139 de Cuaresma: porque están hablando de pescados y huevos; no de carne, que es lo que corresponde al Carnaval o Carnal, v. 143 BF: «al carnero». v. 147 podrirse: 'protestar de todo'; un podrido es uno que se queja de todo y al que todo le parece mal. Ver El murmurador, n. v. 18.

630

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

y ¿cuanto va que sin ver, adonde le esconde acierto? 165

GONZÁLEZ

¿Eres demonio o mujer?

JUANA

Todo es uno, majadero.

GONZÁLEZ

Tápese bien, que le escondo.

JUANA

Lleve el diablo lo que veo.

GONZÁLEZ

Lleve, mas con condición que ha de mirarse al espejo.

JUANA

Apartada.

170

¿Iré?

Espérese u n poquito.

GONZÁLEZ Escóndele

en el sombrero y cúbrese.

(Escóndole en el sombrero, que por fácil no ha de creer que tan somero le he puesto.) JUANA

;Iré?

GONZÁLEZ

Venga en hora buena. Aparte. A mí se encara; aquí es ello.

JUANA

Aquí le tiene. Tiéntale

todo el cuerpo, y luego sube la mano, dale una pal-

mada en el sombrero y quiébrase GONZÁLEZ

175

el huevo.

Jesús!, picarona, ¡cuál me has puesto! Juro a Dios que me has guisado en tortilla los cabellos. Mala tienen la cabeza las liendres, que sorben huevos.

180

v. 169 VJ: «connición». v. 172 VJ, BF: «Escóndele». v. 176 Aquí es ello: como «Aquí fue Troya» y otras expresiones semejantes que trae Correas: 'ahora va a ver lo que es bueno, aquí se produce un caso extraordinario', v. 177 acot.VJ: « . . . quiebra el huevo». w. 181-82 cabeza... huevos: con clara de huevo se curaban las heridas en la cabeza; comp. Bernardo de Quirós, Fruela, p. 97: «Leonardo pedía en el campo güevos y estopas. Púsole a Leonardo el alguacil un pañuelo en la herida»; señala

EL

CATALINA

ABADEJILLO

631

¿ D e qué se queja, si son

para la cabeza buenos? GONZÁLEZ

Niego, para guarnición,

185

mas para aforro, concedo. FRANCISCA

Vaya u n par de cosicosas.

GONZÁLEZ

Dios mío, ¿qué ha de ser esto?

JUANA

¿Cuál es mayor señal de agua?

GONZÁLEZ

Estarse u n hombre durmiendo.

ESTEFANÍA

Hacer el candil vislumbres.

FRANCISCA

Pronosticarlo los huesos.

JUANA

N O .

GONZÁLEZ JUANA

190

L a mayor señal de agua... D i g a pues.

GONZÁLEZ

¿Mas que lo acierto?

Es el no haber para vino. JUANA

195

E l hacer quiebras el suelo

es la mayor señal de agua; y si no, mírelo presto, verá las quiebras que hace. Bájase

GONZÁLEZ

a mirar al suelo, y tíranle

un jeringazo

Por Dios, que tengo de verlo,

por

debajo.

200

¿suelo con quiebras?, ¿si ha sido fiador o tesorero?

Gabriel de Herrera, Obra de agricultura, p. 305: «si los sorben crudos aprovecha mucho a las llagas de la vejiga y ríñones [...] aprovecha mucho la clara para curar heridas recientes». w. 185-86 Niego, concedo: nueva parodia de términos de las disputas escolásticas. v. 187 cosicosas: 'adivinanzas'; ver La capeadora, 1, n. v. 75. vv. 189 y ss. ¿Cuál es mayor señal de agua?...: el chiste, bastante tópico, está en Quevedo, «Tratado de la adivinación», Prosa festiva, p. 418: «Señales de agua: ver llover, no tener para vino, ahogarse en ella». Son motivos folklóricos que trae también Correas: «¿Cuál es la mayor señal de agua? No haber para vino. Graciosa paraponoia» (Correas, p. 131). Ver Chevalier, 1992, p. 124.

632

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

¡Ay! ¡que me ahogo, señores! Suelo boticario, suelo jeringado, como herida:

205

¡Pues a mí!... suelo enfermero, que aciertas con las jeringas, aunque yerres los enfermos Salí aquí, suelo gallina. Desnuda JUANA

la espada.

R e p ó r t e s e , y dadle presto

210

un paño con que se limpie. GONZÁLEZ

Enjutos tenga los huesos, ¡Plegué a Cristo! Venga el paño.

CATALINA

Aquí está: tome, mancebo. Dale

GONZÁLEZ JUANA

un paño

lleno de harina y limpiase con él la cara.

¿ C o n esto me desenojan?

215

¡Qué bonico que se ha puesto! A l convidado de piedra parece.

GONZÁLEZ

¡Viven los cielos, que como a pece molicio en harina me han envuelto!

220

Picañas, ¿soy cedulón,

v. 204 suelo boticario: porque corresponde a los boticarios preparar las melecinas o purgas, que se ponían con las jeringas. Comp. Quevedo, Sueños, p. 211: «su nombre no había de ser boticario, sino armeros, ni sus tiendas no se habían de llamar boticas, sino armerías de los doctores, donde el médico toma la daga de los lamedores, el montante de los jarabes y el mosquete de la purga maldita, demasiada, recetada a mala sazón y sin tiempo». v. 209 BF: «solo gallina». v. 217 convidado de piedra: es evidente que el actor que hacía este papel en la obra de Tirso salía con la cara blanca para imitar una estatua de piedra. v. 219 molicio: «Lo mismo que blando o tierno. Es voz anticuada» (Aut, s. v. mollicio). v. 221 cedulón: ver Retablo de las maravillas, n. v. 23. Poniendo una cédula de papel en los balcones se anunciaba que una casa tenía en alquiler un cuarto; las comedias se anunciaban con cedulones pegados en las esquinas...

EL

ABADEJILLO

633

que en las esquinas del pueblo con engrudo me pegáis? ¿ O por mayor embeleco con huevos, agua y harina

225

queréis hacerme buñuelo? ¡Vive Cristo! si me enojo, que habéis de salir huyendo con tal prisa, que en el susto parezca al como del fuego

230

del corral de la comedia, pues desamparando asientos, sin saber c ó m o o por qué, tal prisa a salir se dieron que para caber mejor

235

soltaban los ferreruelos, como culebras, que dejan entre piedras los pellejos; y después deste naufragio

v. 229 VJ: «que del susto». v. 230 como del fuego:broma pesada del fuego', anuncio de un falso incendio; como: 'burla, chasco'; comp. Bernardo de Quirós, La burla del pozo, en Ramillete, p. 189: «¿A mí me atreves? ¿Al timebunt gentes? / ¿A mí, que doy los cornos tan valientes / que el non plus ultra de los cornos soy? / —Pues yo tengo de darte un como hoy / el más bravo que he dado y más valiente». No localizamos datos concretos sobre este falso incendio del corral de la comedia; consta un episodio parecido en la Plaza Mayor, en unafiestade toros de 25 de agosto de 1631, en la que se corrió la voz de un incendio y en el tumulto murieron algunas personas, según cuenta León' Pinelo en sus Anales de Madrid. Pero no fue en corral de comedia ni tampoco una broma precisamente (según Pinelo los muertos fueron entre veinte y cincuenta). De todas maneras episodios de incendios en corrales eran frecuentes. v. 236 ferreruelo: especie de capa corta; ver Turrada, n. v. 149. w. 237-38 culebras...: la serpiente muda de piel arrastrándose entre dos piedras juntas, para sacarse la vieja. Es motivo frecuente en bestiario y libros de emblemas, con aplicaciones morales varias. Villava, Empresas espirituales, en la empresa 40 del Libro I, (fols. 93 y ss.) sobre el mortificado, con el lema «Pugnare necesse est», representa una culebra luchando en la grieta de una piedra para mudar «la piel antigua, denegrida y fea», pues según Plinio y Aristóteles «para dejarse el pellejo antiguo y cobrar otro nuevo y luciente, pelea entre duras piedras, por donde dice Pierio que es símbolo del que habiendo salido de algún trabajo se restituye a estado mejor». En Quiñones es aplicación jocosa.

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

634

JOCOSERIA

se quedó el corral riendo, con sus tejas y sus tablas, como de antes, sano y bueno, sentido de servir mucho y que le quemen por ello, hasta que los alarifes remedien su sentimiento. MÚSICOS

JUANA

Cantan. N o pase más adelante; desenójese, mancebo: vayan las burlas por burlas, pues son propias deste tiempo; vaya de letra y de baile, y al son de los instrumentos, hablando las castañetas, publiquen lo airoso y diestro. Pida perdón a las damas de su poco sufrimiento, y haciendo las faltas gala, haga del pesar gracejo. D e tal suerte se esconde la carne hogaño, que n i muerta n i viva no hay della rastro.

GONZÁLEZ

Dióse un golpe la hermana carnicería; quéjase, y todos dicen que es carne huida.

JUANA

De las Carnestolendas el dulce tiempo es cosecha de locos, prueba de cuerdos.

240

245

250

255

260

FIN

v. 245 alarifes: 'albañiles'. v. 250 VJ: «proprias». v. 256 sufrimiento: 'paciencia'. v. 260 rastro: juego de palabras, porque rastro era el lugar donde se mataban las reses. v. 264 BF: «paueua».

ENTREMÉS CANTADO EL

SOLDADO

REPRESENTÓLE TOMÁS FERNÁNDEZ

Interlocutores: COSME.

M A R Í A D E JESÚS.

JOSEFA R O M Á N .

CATALINA.

J U A N VIVAS.

SALVADOR.

ÍÑIGO.

MÚSICOS.

Sale Cosme, de villano, y canta. COSME

Canta.Yo

soy u n hombre, señores,

porque no puedo ser dos. Representa.Yo

soy u n hombre, en efeto.

¡Válgame Dios!; ¿quién soy yo? Canta. Pardiez, que se me ha olvidado:

perdonad aqueste error; que no soy de los primeros que se olvidan de quién son. ¡Alto! Yo quiero sabello, del mundo en el obrador; que allí no habré entrado, cuando

5

10

Hay varias versiones de este entremés, que publica Cotarelo en Colección. Por el reparto su fecha debe de ser 1634-35 (Bergman, 1965, p. 356). v. 8 En PR: «olnidan». Enmendamos la errata, v. 9 Alto: partícula enfática; ver El talego-niño, n. v. 205.

636

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

mis obras digan quién soy. ¡Hola! ¡Aho! DENTRO COSME

¡Aho! ¡Hala! ¡Hala!

DENTRO COSME

JOSEFA R O M Á N

L o mismo dicen que yo, porque el mundo siempre baila conforme le hacen el son. M u n d o socarrón, mundo socarrón, ¿andas a m i gusto, y dasme luego coz? Yo soy el mundo en forma de baile y en traje de dama, porque los tres somos todos mudanzas.

COSME

Si este es el mundo, y es propio de ruines querer ensancharse, no hay que fiar deste mundo, galanes.

JOSEFA

¿Quién es este hombre que me dice ultrajes?

COSME

Eso es lo que yo vengo a preguntalle.

JOSEFA

Hombre en quien yo no me fundo, no le puedo conocer.

COSME

M u y poco debo de ser, pues no me conoce el mundo.

JOSEFA

Figurillas que el mundo enfadáis.

15

20

25

30

v. 12 mis obras digan quién soy: comp. «Obras hablen, palabras callen» (Correas, p. 369). v. 13 Aho: exclamación rústica. Comp. Tirso, Los lagos de San Vicente, ODC, II, p. 12: «Aho, que espantáis el cabrío»; id., p. 13: «Pero ¡aho!, ¿quién ha venido / acá». v. 21 mudanzas: juego de palabras tópico;'movimientos del baile','cambios de fortuna', 'veleidades amorosas'. Es juego tan repetido que Hurtado de Mendoza hace que su personaje Miser Palomo lo rechace por tópico: «¿Baile y mujeres?; pierdan la esperanza / de que no ha de ir lo civil de la mudanza» (El examinador Miser Palomo, Colección, I, p. 327). v. 23 ensancharse: 'engreírse'; ver El abadejillo, n. v. 97.

EL

SOLDADO

UNAS

¿Qué mandáis?

JOSEFA

Figurillas que dél os valéis.

OTROS

¿Qué queréis?

JOSEFA

Que a este simple figuréis todo género de estado, hasta que el suyo olvidado entre los demás halléis.

COSME

B i e n podéis; que el que puesto en alta esfera olvidó lo que antes era, bien merece tal revés, que burlando de lo que es, todos le digan lo que era.

J U A N VIVAS

Que es esportillero dice su talle.

COSME

Miente, que no llevo lo ajeno a nadie.

IÑIGO

B i e n sin cargo de alma lleva lo ajeno.

COSME

B i e n sin cargo de alma, mas no de cuerpo.

M A R Í A DE JESÚS

¿Es vusted tabernero?

COSME

N o me pesara, que diz que es sin medida lo que se gana.

CATALINA

¿Es acaso barbero?

COSME

N u n c a Dios quiera, que yo coma a costa de sangre ajena.

JOSEFA

Pastelero es sin duda.

637

35

40

45

50

v. 33 figurillas: ver La paga del mundo, n. v. 6. v. 46 esportillero: ganapán, que lleva las compras a la gente en una esportilla; ver El talego-niño, v. 42. De ahí los chistes que hace luego sobre llevar o no llevar lo ajeno (que alude al ladrón) y no tener cargo de alma ('remordimiento'), pero sí de cuerpo (el peso) el ganapán. v. 48 Como locutor BF: «Iñ g.». v. 51 sin medida: juego de palabras satírico que alude a la poca probidad de los taberneros en medir el vino. v. 53 sangre ajena: porque el barbero era el que hacía las sangrías, principal método curativo de la época. Ver El murmurador, n. v. 51. Todos los testimonios: «que yo como», enmendamos de acuerdo con la Fe de erratas de PR.

638

Q U I Ñ O N E S DE BE NAVE NTE J O

COSME

COSERIA

N O tengo oficio,

en que huelgan el viernes, y no el domingo.

55

Sale Salvador y hace como que le reconoce. SALVADOR

Representando. ¡Señor alférez mayor!

¿En esta tierra? ¡Hay tal dicha! COSME

¿Quién es alfiler mayor

aquí? SALVADOR COSME SALVADOR

Vuested. E S mentira. ¡Bueno es eso! ¿Pues los dos

60

no somos paisanos? Diga. COSME

¿Faisanes somos?

SALVADOR

¿Pues no?

COSME

M ás parecemos gallinas.

SALVADOR

Jesús! no me harto de velle.

COSME

Y O SÍ; y tanto, que me ahita.

65

¡Que era yo almirez mayor y nadie me lo decía! SALVADOR COSME SALVADOR

¡Gran soldado! Crezco mucho. Y diga, por vida mía,

¿qué hay en Flandes? COSME SALVADOR COSME

Sabañones.

70

Y ¿qué hay de Holanda? Camisas.

v. 55 huelgan el viernes: los pasteles de la época eran de carne picada; el viernes, día de abstinencia de comer carne holgaban los pasteleros. Por lo demás el oficio tiene malísima fama en los satíricos: ver El talego-niño, n. v. 59. El viernes es también el día de fiesta de los musulmanes. v. 56 alférez mayor. «El que tiene esta dignidad en algún reino o ciudad. Antiguamente mandaba todo lo militar y llevaba el pendón real. Hoy es el que alza el pendón real en las aclamaciones de los reyes y tiene voto en los cabildos y ayuntamientos, con asiento preferente a los regidores y el privilegio de entrar con espada en el cabildo» (Aut).

EL

SOLDADO

SALVADOR

Y allá, ¿con quién peleó?

COSME

C o n m i mujer cada día.

SALVADOR

¿En campaña?

COSME

N o , en compaña, que es batalla más prolija.

SALVADOR

¡Qué sé yo!

SALVADOR

¿Hizo vusted la salida con pompa de aquel país?

COSME

Trompas de París hacía, mas no se ganaba u n cuarto.

COSME SALVADOR COSME

75

¿Cuándo vino?

COSME

SALVADOR

639

80

Y u n hermano que tenía, ¿es vivo? N o , sino lerdo. Pregunto. Arreo, y apriesa.

SALVADOR

¿Adonde tiene vusted hoy la bandera?

COSME

E n las pilas. ¿Hay mundo con más preguntas? Venid acá, ¿sos por dicha mundo o interrogatorio?

JOSEFA

Todo lo soy, figurilla. Y vos, ¿quién pensáis que sois?

85

90

v. 71 Holanda: era famosa la tela fina de Holanda, con la que se fabricaban camisas de lujo. v. 79 Trompas de París: instrumento musical llamado también trompa gallega o birimbao (DRAE). Comp. Quevedo, Un Heráclito, núm. 290, w. 201-4: «Sorda París a pura trompa estaba, / y todas trompas de París serían; / aquí el tambor en cueros atronaba, / allí las gaitas rígidas gruñían». vv. 81-82 vivo, lerdo: fácil juego de palabras basado en la dilogía de vivo 'viviente', 'inteligente, agudo'. v. 83 Arreo: 'sin cesar'. «Sucesivamente, sin interrupción» (Aut).VJ: «aprisa». v. 85 en las pilas: hay que leer el calambur con «la bandera», esto es, «lavandera», que es quien lava en las pilas del agua.

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

640

JOCOSERIA

COSME

Almirez mayor.

JOSEFA

Familia, decidle a voces quién es.

TODOS

Cantan. ]vLan R a n a .

COSME

¡Santa Llocía! juro a Dios que so Juan Rana, sino que me desatina el mundo dándome nombres con que el mío se me olvida.

95

Canta. M u n d o en traje de mujer,

¿qué otra cosa puede hacer? ¡Venganza! ¡Venganza! TODOS

¡Al arma, al arma, al arma!

COSME

Yo contra las hembras...

TODOS

... y ellas contra Rana.

COSME

Asaduras y damas, unas son livianos y otras son livianas.

JOSEFA

Pues ¿qué liviandad en nosotras hallas?

COSME

Vuestra ligereza se ve hasta en las galas: corchos en los pies, en el cuerpo paja, en los hombros humo, vidro en las gargantas.

100

105

110

v. 105 livianos: 'pulmones', piezas de las asaduras. Es un chiste paronomástico fácil. v. 110 corchos en los pies: en los chapines, que tenían suelas con varios altos de corcho; ver El martinillo, 2, n. v. 38. v. 11 paja: la de relleno de guardainfantes, que hemos anotado en los entremeses de El guaráainjante. v. 112 humo: alude a los mantos de humo, que hemos anotado en El licenciado y el bachiller, n. v. 35. v. 113 vidro en las gargantas: la forma vidro es usual; burla de metáforas tópicas en la poesía, que reiteran la imagen del cristal para la tez, cuello, manos, etc. de las damas.

EL

SOLDADO

641

E n todo sois livianas; sólo en las condiciones sois pesadas. TODOS

115

¡Al arma, al arma, al arma! ¡Muera, o a las mujeres satisfaga!

COSME

Damas de m i corazón, oíd m i satisfación.

TODOS

Oigámosle todas, que es gran razón.

COSME

¡Atención!

TODOS COSME

120

¡Atención! D e aquestas palabras pocas no os agravéis, damas, no, que ya se sabe que yo lo digo a tontas y a locas.

125

Repiten.

FIN

v. 123 VJ, BF: «agraviéis». v. 125 a tontas y a locas: es chistecillo tradicional, que normalmente se aplica a un predicador que es requerido por unas monjas a predicar con poco tiempo y les dice que predicará a tontas y a locas: «Otra vez avisen con tiempo a los predicadores y no nos hagan venir aquí a predicar a tontas y a locas» (versión de Gaspar Lucas Hidalgo); se atribuye al Padre Farfán en Juan de Robles, El culto sevillano, y a otros personajes. El chiste lo recoge Cervantes en los preliminares del Quijote, versos de cabo roto de Urganda la Desconocida: «el que saca a luz pape/ para entretener doñee- / escribe a tontas y a lo-». Ver Chevalier, 1975, pp. 51¬ 52.

ENTREMÉS EL

C A N T A D O DOCTOR

REPRESENTÓLE

A V E N D A Ñ O

Interlocutores: BEZÓN.

H O M B R E 3o.

M U J E R IA.

LUISA.

M U J E R 2a.

BERNARDA.

M U J E R 3a.

JULIANA.

HOMBRE IO.

A N A MARÍA.

H O M B R E 2o.

MÚSICOS.

Sale Bezón, BEZÓN

de doctor, y canta

U n mal letrado, señores, no tendrá en su vida u n pan, porque carece de ley, como la necesidad, mas u n doctor, aunque tenga

5

las letras de ayer acá, con dos guantes y una barba

Bergman (1965, pp. 284-85) por los detalles del reparto se inclina a proponer como fecha probable 1629, aunque entre interrogantes. w. 3-4 carece de ley...: ver Correas, p. 260: «La necesidad tiene cara de hereje. Dícese con donaire traduciendo el latino al sonido de las palabras necessitas ca¬ ret lege». La frase significa que «el que padece urgente necesidad se juzga dispensado de las leyes u obligaciones comunes» (Aut). Comp. Quevedo, Un Heráclito, núm. 241, w. 17 y ss.: «¿Quién, careciendo de ley, / merece nombre de santa [...] La pobreza». El juego ingenioso está claro, creemos. v. 7 guantes, barba: para estos rasgos de la caricatura del médico y otros que siguen, ver Civilidades, nota a la acot. inicial.

644

Q U I Ñ O N E S D E BEN AVENTE

JOCOSERIA

empieza luego a ganar. Yo no sé más que m i muía, mas si veo u n orinal, diré lo que tiene dentro a veinte pasos y más. Si muere, llegó su hora; si vive, me hago inmortal. ¡Bien haya la ciencia, amén, donde no se puede errar! MUJER IA

BEZÓN

15

Dentro. ¡Ay!

Este ay es m i comida.

BEZÓN MUJER 2A

10

¡Ay! Y aqueste m i caudal.

MUJER 3A

¡Ay!

BEZÓN

Haya, que para mí, en faltando el ay no hay Los doctores como yo son como diablos, y más, que andan siempre tras los malos, tentándoles sin cesar. Descúbrense

20

los enfermos y cantan.

TODOS

Señor doctor, este es del amor el hospital, adonde todos tenemos, por querer, la enfermedad.

BEZÓN

C o n linda gente he topado: aquí aprenderé a curar, que mueren y resucitan, y en lo que erré me dirán.

25

30

v. 19 Haya: repárese en el juego de falsa derivación con ay/haya, ay/hay. w. 21 y ss. Los doctores como yo...: parecen inspirados en el Sueño de la muerte quevediano, Sueños, p. 316: «y ellos los infiernos, los enfermos los condenados y los médicos los diablos; y es cierto que son diablos los médicos, pues unos y otros andan tras los malos y huyen de los buenos, y todo su fin es que los buenos sean malos y que los malos no sean buenos jamás». v. 23 VJ: «males».

EL

TODOS

Ya se le traigo. Medicinas. Aquí están.

BEZÓN TODOS

Llegue, llegúese.

BEZÓN

A placer; que para todos habrá. ¿Qué tiene, buena mujer?

MUJER IA

Señor, una sed mortal de dineros y de galas, que no la puedo aplacar: siempre estoy pensando en fuentes.

BEZÓN

Si son de plata, hace mal; que no corren, como es tiempo de tan grande sequedad. Tráigase en la boca u n daca, como cuenta de cristal, que ya que la sed no quita, entretiene la que hay. Levántase

MUJER IA

BEZÓN

645

Remedio.

BEZÓN TODOS

DOCTOR

35

40

45

y baila.

Ya no tengo mal, que a la sed de dineros y galas, un daca perpetuo es remedio eficaz.

50

Vos ¿qué tenéis?

w. 41 y ss. siempre estoy pensando en fuentes...: sigue una serie de juegos de palabras, la mayoría fáciles, que no anotamos, salvo los que nos parezcan más complicados. v. 45 daca: la aconseja pedir a los galanes; daca es contracción de «da acá» y es palabra típica de las pidonas, que aparece a menudo en estos contextos. Comp. Quevedo, Un Heráclito, núms. 220, w. 6-7: «cualquiera pretensión tengo por maza, / oigo el dácala y siento el embaraza»; 248, w. 39-40: «todo loco con su tema, / tú "dacas" y yo "no tengo"».

646

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

HOMBRE I O

JOCOSERIA

Sarna hembruna, que me come m i caudal.

BEZÓN

Pues no os rasquéis, que si os come, otro día os cenará.

HOMBRE I O

55

¿Qué haré?

BEZÓN

D e u n m o z o ojitierno os dejad acompañar, que vos quedaréis sin sarna, y a él se le pegará. Levántase

HOMBRE I O

y baila.

Ya no tengo mal,

60

que la sarna de amor se les pega a los que al enfermo visitan más. BEZÓN M U J E R 2a

¿Qu¿

tiene ella? Garrotillo

de u n flemón broma o galán, que su asistencia me ahoga,

65

sin dejarme resollar. BEZÓN

Enjuáguese con vecinas; haga gárgaras allá, y sángrese del, saliendo, en achaque de comprar.

70

v. 53 come: juego de palabras con los sentidos 'devorar, destrozar, consumir' y 'picar' (que es lo que hace la sarna; comer. «Vale también picar o escocer, y así se dice, me come todo el cuerpo, esto es, me pica o escuece», Aut). w. 63-64 ¿Qué tiene ella?...: el verso 64 puede interpretarse como enumeración de tres miembros, y habría que poner otra coma, o bien como una metáfora compleja en la que el galán es calificado de flemón broma (siendo este sintagma una pareja de sustantivos, el segundo de los cuales funciona como adjetivo, como en «clérigo cerbatana»); garrotillo: enfermedad de garganta, ver El talego, 2, n. v. 109; broma: «Insecto o gusano mayor que la polilla que se cría en la seda o lana, y tiene la cabeza negra y dura, y horada y penentra las tablas y madera, donde se cría e introduce [...] Se llama también cualquiera cosa pesada y que es de poca o ninguna estimación» (Aut). Es un galán que por lo pesado, y ahogador se compara con un flemón, no cualquiera, sino tan horadante y destructivo como el insecto broma. v. 66 VJ: «dejarnos». v. 67 BF: «Enxaguese». v. 70 acot. BF: «Leuantese».

EL

Levántase M U J E R 2a

DOCTOR

647

y baila.

Ya no tengo mal;

que en saliendo, y habiendo vecinas, ni importa el cuidado, ni estorba el mirar. BEZÓN

¿Qué tiene?

HOMBRE 2o

H e m e resfriado

en querer cierta beldad. BEZÓN

Beba unos celos calientes a la noche, y sudará. Levántase

HOMBRE 2o

y baila.

Ya no tengo mal;

porque son manzanilla los celos, que al pecho más frío le hacen sudar. M U J E R 3a

80

Casada soy.

BEZÓN

Ya lo sé.

M U J E R 3a

Y estoy que quiero espirar...

BEZÓN

( N O seré yo tan dichoso.)

M U J E R 3a

... porque reviento.

BEZÓN M U J E R 3a

75

(¡Ojalá!) E n riñéndome m i esposo,

85

grandes desmayos me dan. BEZÓN

Dalla garrotes aprisa, y al momento volverá. Levántase

M U J E R 3a

y baila.

Y a no tengo mal;

porque son milagrosos los palos, si a tiempo u n marido los sabe pegar. HOMBRE 3o

90

D e sólo mirar la nieve de una femenina faz,

v. 87 garrote: para esta práctica de dar garrote para hacer volver de los desmayos, ver El talego, 2, n. v. 120. Juega luego (w. 90-91) con otro sentido de garrote 'tranca', y metonímicamente, 'apaleamiento'. v. 92 nieve: metáfora tópica de la lírica petrarquista.

648

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

JOCOSERIA

tal flujo me dio de bolsa, que hice m i l cursos de a real. BEZÓN

95

Beba vusted damas tintas, y si persevera el mal, comer hígado es tenelle para estreñirse en el dar. Levántase

H O M B R E 3o

y baila.

Ya no tengo mal;

100

que el mayor desconcierto de bolsa quien tiene dieta le sabe curar. JULIANA

Doctorcito de mala ventura: a quién yerra más, ¿a la muía o la cura?

BEZÓN

Bachillera, en M a d r i d graduada,

105

si yerro las curas, acierto las pagas. JULIANA

¡Muchachitas, a bureo, que u n bolsillo le brujuleo!

v. 93 BF: «feminina». w. 94-95 flujos, cursos: metáforas escatológicas; «flujo de bolsa» parodia «flujo de vientre»; cursos: «Se llaman regularmente las veces que uno evacúa el vientre, ya sea naturalmente o por haber tomado algún medicamento purgante» (Aut). Se supone metafóricamente que mirar a una dama blanca como la nieve produce un efecto económico (le purga de los dineros, cede a las solicitaciones de la pidona) semejante al que produce en el intestino beber demasiado frío. Hay alusión a las bebidas frías, muy de moda en la época, que se enfriaban con nieve. Comp. Estebanillo, II, p. 327: «De suerte se vio afligido / como le falta la nieve / que llora lo que no bebe». Ver Herrero, 1933, parte 3a; Morley, 1942. v. 96 damas tintas: por contraposición a la nieve de la faz femenina que ha mencionado antes. v. 98 tener hígado: «tener brío, ánimo y valor» (Cov.). v. 102 BF: «quin». v. 104 yerra: dilogía tópica 'herrar', 'errar'. BF: «la curas», v. 105 bachillera: 'charlatana'; ver Martinillo, 2, n. v. 74. v. 107 bureo: dilogía, «Es un tribunal o junta en que preside el mayordomo mayor de la casa real [...] por alusión festiva se llama bureo cualquier junta o conferencia», «Significa también regocijo, entretenimiento,fiestay holgura, y las más veces no lícita» (Aut). v. 108 brujulear, en el juego de naipes es ir el jugador descubriendo poco a poco las cartas y por la pinta (o rayas que tienen marcadas) averiguar el palo (Aut); parece indicar que le saca el bolsillo poco a poco o que con cuidado le averigua

EL

DOCTOR

649

Saca una bolsa y súbese en un banco. BEZÓN

E n alto me veo, bolsillo de oro tengo,

110

hembras veo venir, no puedo huir. M U J E R 2a

Pobres somos verdaderas, si piadoso nos escucha.

BEZÓN

M i e n t e n , que hay distancia mucha

115

de pobres a pordioseras. LUISA Y

D é limosna a dos mauleras,

BERNARDA

que están sin desayunar.

BEZÓN

N O traigo qué dar.

M U J E R 3a

D é m e a mí por parroquiana.

BEZÓN

Perdone, hermana.

JULIANA

Favorezcan a esta fea.

BEZÓN

D i o s la provea.

ANA

¿Qué hombre se vio cercar, que a partido no se dio?

BEZÓN

120

125

Por los lomos lo esté yo, si me pudieren entrar.

BERNARDA

A h o r a bien, yo he de trocar por u n bolsillo u n buen talle. ¿Quieres, niño?

lo que tiene dentro. Comp. Quevedo, Un Heráclito, núm. 249, w. 31-32: «un tirador de ballesta / descubrí brujuleando» (un manto que descubre un rostro tuerto); Guzmán, p. 744: «Los que brujulean los naipes con mucho espacio...». w. 109 y ss. En alto me veo...: parodia una adivinanza, documentada en Lope, y que con variantes llega hasta el folklore actual (Frenk, 1987, núm. 1440): «En alto me veo, / capillo de oro tengo, / moros veo venir / y no puedo huir, / y aunque pudiera no quiero. La bellota». v. 115 Como locutor en BF: «ez.». v. 117 En la príncipe (y resto de testimonios) como locutor: «Luis. Bern.». Para mauleras 'estafadoras', ver La capeadora, 1, n. v. 143. v. 125 darse a partido: «Rendirse al enemigo con algunos pactos o condiciones favorables» (Auf). Lenguaje bélico. En el v. 126 partido se usa en el sentido 'roto, hecho pedazos': zeugma dilógico.

650 BEZÓN

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

JOCOSERIA

NO.

BERNARDA

Pues calle,

130

que a fe que le ha de pesar. BEZÓN

N O se me entre de manga, que es dura la ganga, y pueblos en Francia querella pelar.

ANA

¿Por qué tiene retraída

135

la moneda, doctor fiel? BEZÓN

Porque cada escudo cruel, a cargo tiene una vida.

JULIANA

Vaya el bolso a m i lugar, que allí podrá aseguralle.

140

¿Quieres, niño? BEZÓN

NO.

JULIANA

Pues calle, que a fe que le ha de pesar.

BEZÓN

Empiece vusté a gastar conmigo algún dinerillo, porque pueda m i bolsillo

145

tener algún ejemplar. Quizá dará viendo dar, y quizá podrá quizalle. ¿Quieres, niña?

v. 133 dura la ganga:'el asunto es difícil', ver El talego-niño, n. v. 138. Juega con el sentido literal de ganga 'cierto tipo de ave', al decir luego que es difícil pelada (recuérdese el sentido de pelar 'quitar el dinero': todo alude a la resistencia de Bezón a soltar su dinero ante las pidonas). v. 134 pueblos en Francia: ver Jácara de doña Isabel la ladrona, n. v. 88. v. 135 retraída: retirada, escondida; pero es palabra que se refiere específicamente al delincuente que se acoge a sagrado para evitar ser preso por la justicia; el chiste se basa en que la moneda- del doctor es criminal, porque tiene sobre su conciencia cada moneda una muerte. Por eso se retrae: ver El mago, n. v. 44. v. 139 BF: «Vaya bolso», con omisión del artículo. v. 146 ejemplar, 'ejemplo'; comp. Estebanillo, II, p. 367: «quiriendo aprovecharme de tan grandioso ejemplar [...] propuse de abreviar con más eficacia para irme a retirar y a tener sosiego».

EL

BERNARDA

DOCTOR

NO.

BEZÓN

Pues calle,

que a fe que le ha de pesar. JULIANA

651

150

N O se me entre de gorra;

que es diablo la zorra, y pueblos en Francia quererla engañar.

FIN

v. 151 BF: «No se entre». v. 153 En la príncipe (y resto de testimonios) «y pueblos en Francia quererla engañar, etc.».

ENTREMÉS FAMOSO LOS

MUERTOS

VIVOS

REPRESENTÓLE PEDRO DELA ROSA

Interlocutores: JUAN RANA.

U N VEJETE,

SU H E R M A N A .

U N A CORTESANA.

U N GALÁN.

U N MÚSICO.

JUAN PÉREZ.

U N A CRIADA.

Sale Juan Pérez COSME JUAN

con la espada desnuda tras Cosme.

¡Favor, socorro, ayuda! Esperad, perro.

Representado en 1636, según Bergman (1965, p. 324), que se basa fundamentalmente en factores de tipo histórico relacionados con los cómicos que lo pusieron en escena. Ahora bien, según los gastos secretos de 1637, Benavente puso en escena un entremés representado por Rosa e interpretado por Isabel de Lara y Antonia Manuela, que muy bien pudiera ser el presente, dada la escasez de entremeses que el autor escribe en estas fechas. Debió de alcanzar bastante éxito, a tenor de las tres impresiones sueltas que conocemos y alguna más en antiguas colecciones (sin contar la Jocoseria): Flor de entremeses (1676), MejorJlor (1679) y Verdores del Parnaso (1697), Ramillete de entremeses (1700), en la primera y las dos últimas atribuido a Moreto. Su titulo, Los muertos vivos, lo había utilizado ya Lope para una comedia. Obsérvese cómo el oxímoron, la contraposición entre los dos términos, se potencia con la dilogía con que se designa también el carácter espabilado de los personajes, en especial de la pareja de enamorados, ya que vivo significa también 'sutil, ingenioso'. Interlocutores: todos los testimonios omiten como locutor «Juan Pérez», lo añadimos en el reparto. v. 1 perro: insulto dado a moros y judíos generalmente; ver El casamiento de la Calle Mayor, n. v. 129. Comp. Entremés famoso del Alcalde de Burguillos: «—Ya os en-

654 COSME

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

¡Confesión, testamento, unción, entierro! ¡Ay, que el arca del pan quiere hornearme!

JUAN

Vengo hecho una onza. Yo un adarme.

COSME JUAN

¡Pobre de ti Juan Rana!,

5

¿Por mujer me negáis a vuestra hermana? ¿Sois vos m i igual, camello? COSME

Si nos medimos, fácil es sabello.

JUAN

D e c i d , ¿no os viene ancho este cuñado?

COSME

N o sé, por Dios; que aun no me le he [probado.

JUAN

10

¿Merecéis descalzarme, molde de mentecatos?

tiendo, sabueso. / —Yo soy fino español, y sabe el mundo / que tengo ejecutoria en que me fundo. / —Perdón os pido si os he llamado perro» (Colección, I, p. 218). v. 2 Confesión: petición frecuente en trance de muerte. Recuérdese el caso de La Celestina, el Burlador de Sevilla, y mil más en todas las comedias del Siglo de Oro en las que alguien muere; pero Rana, para alargar más el momento, también pide testamento, unción y hasta entierro, algo que llegaría a hacerse usual en las obras cómicas, según muestra el siguiente texto de Los gorrones, del propio Benavente: «—¡Confesión, comunión, unción, entierro» (Colección, II, p. 765). También en el entremés La rabia de Calderón (Teatro cómico breve, p. 231): « N o es

nada, vengo muerta, / de un braco (¡ay Dios, que he de rabiar!) mordida / para todos los días de mi vida. / ¡Confesión, testamento, unción, entierro!». La expre-, sión refuerza el tono de parodia de las obras serias. v. 3 arca del pan: «El arca del pan por metáfora llamamos la barriga, y esa procuran guardar los que salen a tener cuestión y pendencia con otro» (Cov.). Para Aut es expresión propia de gente baja. Comp Jácara que se cantó en la compañía de Ortegón, w. 127-30: «No haya más, quédense enteras / todas las arcas del pan, / y azúmbrese la pendencia, / si tenéis sed de matar»; hornearme: 'agujerearme'; ver para esta forma El borracho, n. v. 184. v. 4 onza, adarme: juega en onza con los sentidos 'animal feroz' y 'unidad de medida', contrapuesto en este caso a adarme 'unidad de medida' (una onza tiene 16 adarmes). Ver juegos parecidos en La visita de la cárcel, v. 51. v. 5 En todos los testimonios locutor «Cosme», enmendamos. v. 9 viene ancho: 'es de mayor categoría'. v. 11 ¿Merecéis descalzarme?: «No merece descalzarle. Frase con que se pondera el singular mérito de alguna persona que no está en la estimación debida» (Aut);

LOS

COSME

MUERTOS

VIVOS

655

Conforme hueren calzas y zapatos. Híncase

Cosme de rodillas y Juan alza la espada.

JUAN

¡Vive Cristo, que os mate!

COSME

Abraham, ¡tate, tate!

JUAN

Y O os quiero hablar sin cólera.

15

COSME

Y yo quiero...

Recule un poco atrás, como cochero. JUAN

Juan Rana, el más bonito que yo he visto. Va tras él y suelta la espada, y él huye.

COSME

Esto es mucho peor, por Jesucristo.

JUAN

V i d a del alma que tu amor celebra.

COSME

Acabóse. ¡Por Dios, que me requiebra!

JUAN

¡Mi ángel!

COSME JUAN COSME JUAN

COSME JUAN COSME

20

¡Mi demonio! ¡Mi fiel verdad! ¡Mi falso testimonio! M i amor es bueno.

Pues parece malo. Hazme favor de darme... C o n un palo.

JUAN

Has de darme la mano...

COSME

Si la quiere de azotes, tome, hermano.

25

comp. Quiñones, Los alcaldes encontrados, 5a parte: «—Mi mujer es tan fiel, que no merezco / ni aun descalzalla, cuando tal se ofrece» (Colección, II 675). v. 12 molde de mentecatos: sirve para hacer mentecatos; es la misma mentecatez; comp. el Entremés famoso del Mortero y chistes de Sacristán: «Mira este cimborrio / de este sacristán, / que es molde de tontos» (Colección, I, p. 204); Quiñones, Los gorrones: «Pistraco pretende aventajarse / a mis merecimientos. / —Pues, ¿será mucho, molde de jumentos?» (Colección, II, p. 765). Ver El talego-niño, n. v. 30. v. 13 acot. Híncase Cosme de rodillas y Juan alza la espada: al hincarse de rodillas, Juan Rana busca la comicidad por efecto paródico, ya que los espectadores identificarían la escena con el paso de la historia bíblica en que Abraham va a ajusticiar a su hijo y la voz divina le detiene (Génesis, 22, 11).

656

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

JUAN

D e amistades perfetas...

COSME

Válgate Barrabás, y lo que aprietas...

JUAN

D á n d o m e por mujer tu hermana hermosa.

COSME

¿ESO es?

JUAN COSME

Claro está. ¿ N O es otra cosa?

JUAN

¿Qué habíades pensado?

COSME

L O que vos, si os hubieran requebrado.

JUAN

Y O pido a vuestra hermana en casamiento.

COSME

¿Queréis que os la dé luego?

JUAN COSME

Ese es m i intento.

JUAN COSME

35

¿Bien puesta y bien vestida?

JUAN COSME

30

E S O deseo. ¿ C o n buen dote? Parece que lo veo. ¿Que os la saque el padrino y la madrina, que reviente de cena la cocina, que haya baile, haya jira, haya locura,

40

y que os tome las manos luego el cura, v. 27 mano de azotes: 'paliza'; ver Turrada, n. v. 118. v. 28 Locutor «Cosme» en todos los testimonios; enmendamos. v. 30 Locutor en BF: «Joan»; PR: «Juaa». v. 33 Lo que vos, si os hubieran requebrado: se produce un equívoco, según el cual Juan Rana ha creído que lo solicitaban amorosamente. El autor podría jugar con que el público sabe la fama de Cosme Pérez, al que acusaban de homosexualidad, y que acababa de sufrir prisión en 1636 por esa razón. En cualquier caso son situaciones bastante tópicas en el género (cfr. Bergman, 1965, p. 519). Según Asensio (1965, p. 243), Quiñones se basa en una situación similar del entremés de Quevedo, Los enfadosos (1624): «—Juez de mis entrañas, pido expreso / un privilegio. —Yo pensé que un beso, / según me requebrábades de veras. / —Yo no soy enfadoso de traseras», (OP, IV, p. 127). El pecado nefando, como se denominaba en la época, se pagaba con la hoguera, según hemos ya anotado. Serralta (1990, pp. 83-90) aporta otros equívocos similares en diferentes entremesistas. v. 38 VJ: «saqne». v. 40 jira: «Banquete o merienda, especialmente campestres, que se hacen entre amigos, con regocijo y bulla» (DRAE).V]: «baie».

LOS

MUERTOS

VIVOS

657

oliéndome las suyas a baptismo? ¿Esto es lo mismo que queréis? JUAN

L O mismo, y que me habléis muy claro y sin reparo.

COSME

Pues no os la quiero dar: veislo ahí bien craro. 45

JUAN

¡Valga el diablo el cencerro! ¡Vive Cristo!; ¿y m i espada? Va a tomar su espada y halla que la ha tomado Juan

Rana

y da tras él. COSME JUAN

Esperad, perro. ¡Donosa jerigonza! Reportaos, digo.

COSME

Vengo hecho una onza.

JUAN

Quedo, amigo Juan R a n a .

COSME

¿Por mujer me negáis a vuesa hermana?

JUAN

Teneos, no me matéis sin merecello.

COSME

¿SOS VOS m i igual, camello?

JUAN

Por los filos me da que yo le he dado.

COSME

D e c i d , ¿no os viene ancho este cuñado?

JUAN

Traza lleva de darme.

COSME

¿Merecéis descalzarme?

JUAN

¡ O h , pese al hombrecillo de agua y lana!

50

55

v. 54 por los filos: alude a la frase «herir por los mismos filos», que deriva de la esgrima y metafóricamente equivale a 'atacar a alguien con sus mismos argumentos'; Rodríguez y Tordera (1983, p. 95) relacionan este recurso como «repetición irónica de frases ya pronunciadas» y señalan su clara intención paródica.Véanse en ese lugar diferentes ejemplos de la obra corta de Calderón. Comp. con el anónimo entremés La endemoniada: «Este es demonio y es menester responderle por los propios filos» (Colección, I, p. 146). v. 56 darme: se entiende, palos. Dar. «Vale también cascar, golpear, apalear, castigar, herir» (Aut). Como indica Aut normalmente lleva el instrumento de la pena o castigo en acusativo (dar palos), pero muchas veces va sólo el verbo, y por elipsis, según el contexto, basta para indicar el sentido. v. 58 de agua y lana: 'despreciable'; ver Jácara que se cantó en la compañía de Bartolomé Romero, n. v. 58.

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE Acométele

JOCOSERIA

a Cosme, suelta la espada y huye.

¡Ay, que me lleva el diabro! ¡Hermana, [hermana! Que matan a m i señor! ¡Salga vuested, presto, presto! ¡Ay, hermano de m i vida! ¿Quién te ha muerto, quién te ha muerto Abraza

a Juan Pérez,

y dícele aparte.

Vete, y vuelve luego a hacer lo que concertado habernos. ¡Hola! Yo só vueso hermano. C e g ó m e el dolor que tengo. ¿Quién te ha muerto, hermano mío? ¿Quién me dejó sin consuelo? Juro a Cristo que estó vivo! N o lo creo, no lo creo. N i Dios te lo deje creer. Ana, trae un candelera con una luz, y algún paño con que amortajar el cuerpo. ¿Estás borracha, demonio? ¡Ay, señora!; voy por ello. Vase.

V i v o estó. ¿Quién te mató y me dejó sin remedio? ¿Qué haré yo huérfana y pobre? ¡Válgame Dios!, ¿si me he muerto sin sentir? Aquí está todo. Saca una sábana y candelero con

luz.

LOS

ISABEL

MUERTOS

VIVOS

659

N O tengo para el entierro,

mas, pues anochece ya, a la puerta pediremos limosna para enterralle. Cúbrele con ese lienzo.

85

Echanle en el suelo y pénenle

COSME

¿Que

e s

una sábana

encima.

cierto, hermana?

ISABEL

Pluguiera

a Dios no fuera tan cierto! COSME

A n a , ¿esto muerto?

CRIADA

¡Pues no!;

90

tan muerto como m i abuelo. COSME

También hay abuelos vivos; Tiéndese.

mas sin duda es verdad esto, pues todos lo dicen. ¡Alto!, murámonos, y protesto que muero de mala gana, y por ensalmo me muero, pues siendo yo venial, mi hermana mortal me ha hecho. Sale Sánchez

95

con un jarro de vino y un panecillo en las

manos, vestido de viudo vejete. SÁNCHEZ

Si es segunda vida el pan

100

y el vino para los viejos, a m i libreta me arrimo y a m i cuartillo me atengo. v. 94 alto: enfático; ver El talego-niño, n. v. 205. v. 99 acot. vejete: personaje típico de entremés como el sacristán, el alcalde y otros; precisamente Juan Rana se haría famoso por interpretar la figura de alcalde rústico. Bergman (1965, p. 137) da cuenta de alguna de las características de la figura del vejete, que puede ejercitar los oficios más dispares y sufre las burlas de los demás por su avaricia y mal genio. w. 102-3 libreta, cuartillo: libreta 'pan de una libra'; cuartillo es 'la cuarta parte de un azumbre' (como el azumbre tiene unos dos litros, el cuartillo aproximadamente es medio litro), normalmente de vino.

660

ISABEL

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

Para el ánima deste hombre,

que sin confesión le han muerto. SÁNCHEZ

¿Quién le mató?

ISABEL

U n hombre.

COSME SÁNCHEZ

105

U n a hambre. N O llevo que dar dinero,

mas tomad para su ofrenda pan y vino. Váselo a dar, y Cosme se levanta el medio cuerpo y se lo quita. COSME

¡ O h , santo viejo,

que los muertos resucitas! SÁNCHEZ

110

¡Conjuróte! ¡Vade retro! Vase huyendo.

COSME

¿Qué barbecho? Anda, borracho.

Por Dios, que es bueno ser muerto, que en efeto se halla pan. ISABEL

Cúbrele, que gente siento. Sale San

SAN MIGUEL

Canta.

115

Miguel. Y o sé de u n confitero

tan afamado que vendiendo m i l dulces, hace milagros. CRIADA

Para el ánima deste hombre

120

que sin confesión le han muerto.

w. 104-5 Para el ánima deste hombre...: imita el pregón de los que pedían para las ánimas; ya lo hemos anotado en Manos y cuajares, n. v. 120. v. 111 vade retro: lo rechaza como si fuera el demonio; ver La capeadora, 2, n. v. 37 para esta expresión. v. 112 barbecho: interpretación graciosa de «vade retro». w. 118-19 mil dulces... milagros:juego de disociación y falsa etimología (mil-agros) que sirve para contraponer las palabras dulces y agros, dando a entender que el confitero vende por dulces cosas que dan pesadumbre.

LOS Levántase do San

MUERTOS

VIVOS

el medio cuerpo y tropieza y cae, y vase huyenMiguel.

SAN MIGUEL

Estuviérase él en casa.

COSME

¿Y si no pudo ser menos? Retírase

SAN MIGUEL

y tropieza en el muerto y vase huyendo.

¡Ay, que habla! ¡Ay, que me pisa!

COSME SAN MIGUEL

¡Ay, que me ha quebrado el cuerpo!

COSME

Estuviérase él en casa, y tomara su consejo. Salen cantando Antonia

¡Ay, qué desdicha, señores!

ISABEL

¿Quién canta? Este es el entierro, y el no me le recordéis.

Hermanos, los que habéis muerto para con vuesas hermanas, dejándolas sin remedio, duélaos ver que sin hallar el camino carretero me muero por el atajo. ANTONIA

125

y dos músicos.

Los 3

COSME

661

130

135

Aquí ha de ser, compañeros, donde habernos de cantar. Arañen los instrumentos,

v. 127 acot. BF: « . . . y los músicos». v. 130 no me le recordéis: alusión a « N e recorderis peccata mea, Domine», responso por los difuntos que se entonaba en los entierros, aquí burlescamente deformado. v. 135 camino carretero: el camino mejor, más ancho, apto para el tránsito de coches o carruajes; que se contrapone con morirse por el atajo. Quevedo censuraba el uso de «el camino carretero» en Premática que este año de 1600 se ordenó (Prosa festiva, p. 157).

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

662

JOCOSERIA

gorgoriteen las voces y chillen los pasaderos. ISABEL

D e n , por Dios, para enterrar este difunto.

ANTONIA

¡ A buen tiempo! Si vusted quiere cantada una letra a lo moderno entre jácara y romance, tome, que aquí la traemos.

140

145

Canta por la jácara.

Reviente el mismo demonio, muera el mismo Lucifer, calle el mismo Barrabás, y el mismo diablo también; porque la misma endiablada la misma jácara es, sin que deje de mismar desde su misma niñez; y toquen y tañan esas guitarras que ya se me bullen y brincan los pies. Levántase

150

155

Cosme el medio cuerpo y baila, y ellos huyen.

COSME

Sacristán, arrimad esas cruces, que este son no es de perder.

ANTONIA

Jesús, que los muertos bailan!

160

w. 140-41 gorgoriteen, pasaderos: gorgoritear es hacer gorgoritos o quiebros de garganta los que cantan; pasaderos llama a las gargantas porque por ellas pasan la comida y porque con ellas se hacen pasos de garganta (o gorgoritos): ver Loa con que empezaron Rueda y Ascanio, n. v. 13.

v. 146 BF: «Romauce». v. 147 acot.VJ: «Cantan...». w. 148 y ss. Reviente el mismo demonio...: remeda el centón de disparates que comienza: «Reviente el mismo demonio, / muera Argel y viva España» (cfr. Bergman, 1961, p. 246). v. 154 VJ: «deje el mismar». w. 160 y ss. Jesús, que los muertos bailan!...:

comp. Loa con que empezó

Lorenzo

Hurtado, w. 158-60: «En oyendo un instrumento, / ¿qué muerto no resucita?, /

LOS MUERTOS

COSME

VIVOS

663

Pues ¡valga el diabro tus huesos! C o n aquese sonecillo ¿no has de hacer bailar los muertos? Cansado esto de m o r i r m e ; comamos para este miedo

165

un bocadillo, que al fin los muertos con pan son menos. Venga m i ofrenda. Dale el panecillo y el jarro. ISABEL

Hela aquí; (sal, Perico, que ahora es tiempo.) Sale Juan Pérez

con una sábana y tiéndese junto a Cosme

sin que le vea. JUAN

¡Ay, Isabel, que de veras

170

me traes por hablarte muerto! COSME

Brindis, señores defuntos.

JUAN

Aquí la razón haremos. Toma el jarro, bebe y vuélvese

COSME

a echar.

¡San Dimas, san Babilés, poquito a poquito me echo,

175

que hay otro muerto en campaña!

¿qué enfermo no queda bueno?»; Jácara que se cantó en la compañía de Bartolomé Romero, w. 31-36: «Jácaras por arcaduces / desde Sevilla han venido, / con tan nuevas agudezas / y tan vivo el sonecillo, / que las cantarán los muertos / por disculpar a los vivos», v. 162 VJ: «aqueste». v. 167 los muertos con pan son menos: parodia de fraseología proverbial: «Los duelos con pan son menos. Los duelos con pan se sienten menos. De todas estas maneras se dice; algunos escrupulean en decir son buenos, y dicen lo mismo que los otros, que no son buenos, sino llevaderos y sufribles, por donaire mudan la letra diciendo: "Los güevos con pan son buenos"» (Correas, p. 275). v. 172 VJ: «difuntos». v. 173 hacer la razón: «Dícese por beber cuando a uno le hacen brindis y responde: haré la razón» (Correas, p. 590); comp. Estebanillo, I, p. 150: «y yendo a hacer la razón a un brindis que yo le había hecho»; id., II, p. 18: «brindaban a mi salud, y yo, haciendo la razón, volvíales a brindar». La acotación tras este verso: BF: «Tomo... bebe vuélvese...».

664

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

JOCOSERIA

Échase.

¡Hermana, hermana! ¿Qué es eso?

ISABEL COSME

Otro muerto.

ISABEL

¿Qué os espanta? A este enterraron primero y está en vuestra sepoltura. Volveos acá. Ya me vuelvo.

COSME ISABEL

180

Ana, entreténle. Pásase junto a Juan

Pérez.

Sí haré.

CRIADA

¿Qué tienes? COSME

N o más de miedo.

ISABEL

¿Es posible que te hablo?

JUAN

¿Es posible que te veo?

COSME

Hermana, ¿qué hacéis?

185

Vuelve y velos hablar. ISABEL

Procuro apartaros este cuerpo. Levántase

Cosme y pénese

en medio de los dos.

COSME

Yo os le apartaré mejor, que se pega mucho al vuestro.

JUAN

¡Ay, Isabel, no te vayas!

190

Tira della.

v. 174 Dimas, Babilés: San Dimas es el nombre del buen ladrón y San Babilés el de un santo de origen español que murió degollado; ambos aparecen aquí por sus posibilidades burlescas. San Babilés es el patrón de los quebrados o potrosos. Don Babilés es protagonista del entremés El Toreador don Babilés, de Bernardo de Quirós. Para las citas de santos burlescos ver El guardainjante, 2, n. v. 30. v. 179 VJ: «entraron». v. 180 BF: «yestra»;VJ: «sepultura».

LOS

COSME

MUERTOS

VIVOS

665

Señor muerto, estése quedo. Tengamos la muerte en paz o le pegaré dos muertos.

JUAN

Yo en m i sepoltura estoy hablemos de bueno a bueno. Échame

COSME

195

los dos y hablan.

Habremos muy en buen hora. ¿ D e qué m u r i ó , caballero?

JUAN

D e tercianas.

COSME

Yo de hambre. Y ¿adonde está?

JUAN COSME

E n el infierno. Y ¿quién está allá?

JUAN COSME

Juan R a n a .

200

E l miente como mal muerto; Riñen. que Juan R a n a ha sido u n santo, pues sufrió a los mosqueteros. Vuélvense

a echar y siéntase

Isabel en medio.

v. 192 Tengamos la muerte en paz: nueva dislocación budesca de una frase lexicalizada: «Tengamos la fiesta en paz». BF: «muerte el paz». v. 193 muertos: aplicación ingeniosa a la situación del vocablo muertos, que podía significar 'golpes' («golpes dados a alguno», Aut); comp. Estebanillo, II, p. 243: «temiendo no se me alzara a mayores con el caballo y a mí me diera media docena de muertos por el alquilé dél [...] callé». v. 194 VJ: «sepultura». v. 195 de bueno a bueno: «Avenirse dos en algo» (Correas, p. 556). v. 198 tercianas, hambre: tercianas son calenturas intermitentes repetidas cada tres días. Otra de las características de la máscara cómica de Juan Rana es el deseo de comer, compartido con el gracioso de la comedia y que le llega del pastor bobo renacentista. v. 201 El miente como mal muerto: parodia de la frase lexicalizada «mentir como mal cristiano», que usa Quiñones por ejemplo en Turrada, v. 70 «Mentís como mal cristiano»; el mentís se acentúa por el uso de la forma «él» para el interlocutor, signo de desprecio: ver Loa con que empezó Lorenzo Hurtado, n. v. 20. v. 203 mosqueteros: ver para los mosqueteros Loa con que empezó Lorenzo Hurtado, n. v. 68.

666 ISABEL

JUAN

Q U I Ñ O N E S DE B E N A V E N T E J O C O S E R I A *

Señores defuntos, paz, pues me pongo de por medio. Vuélvanse a sus sepolturas.

205

Vuelto estoy. Y yo esto vuelto.

COSME JUAN

¡Esposa de mis entrañas!

ISABEL

¿Qué quieres, hermoso dueño?

JUAN

¿Quién dilata nuestras bodas? Levántase

Cosme; pénese en medio de los dos. Sale

210 Sánchez

de demonio. COSME

Yo, que pongo impedimento.

SÁNCHEZ

¿Estafarme el pan y el vino con muertecitas y enredos? ¡Vive Dios, que ha de gormallo con el disfraz que me he puesto! A u n mal muerto, un mal demonio.

ISABEL

Hermano, ¿no ves aquello?

COSME

Más me valiera cegar.

CRIADA

U n demonio es por lo menos.

COSME

Pues ¿qué será por lo más?

JUAN

M i s pecados son aquestos.

SÁNCHEZ

Dos muertos hay, y era uno; mas ¿si fuesen verdaderos?

COSME

¡San Libéranos a malo!

215

220

v. 211 VJ: «impedimiento». v. 214 gormar, vomitar (Aut); comp. Quevedo, Un Heráclito, núm. 229, w. 8¬ 11: «De medio abajo se permiten voces / para los gormadores hay capuces, / a los alegres se pondrán terlices». v. 219 por lo menos: 'nada menos que'; comp. Quijote, I, prólogo: «decir las palabras, por lo menos, del mismo Dios»; id., I, 8: «si yo fuese rey por algún milagro de los que vuestra merced dice, por lo menos Juana Gutiérrez, mi oíslo, vendría a ser reina». v. 224 San Libéranos a malo: otro nombre de santo inexistente, que en esta ocasión toma Juan Rana de la mala interpretación del final del Padrenuestro: Sed libéranos a malo, 'mas líbranos del mal'.

LOS MUERTOS

VIVOS

Vanse levantando, hincándose

de rodillas, y Sánchez

667 tam-

bién, teniendo miedo. JUAN

Señor mío, yo prometo,

225

si escapo desta, ser fraile. COSME

Y O prometo ser ventero. Levántame

SÁNCHEZ

los muertos.

¡Vive Dios, que se levantan! Acércase

Sánchez.

COSME

¡Que se acerca sin remedio!

JUAN

Llegaos acá. Asele Juan a Cosme.

COSME

¡Ay, que me agarran!

SÁNCHEZ

Castigo es este del cielo.

COSME

¡Huyamos! Dan

carreras por el tablado, huyendo.

SÁNCHEZ COSME

Y O quiero huir. ¡Cata la cruz!

SÁNCHEZ

Jesús bueno!

COSME

¿Qué? ¿El diablo dice Jesús?

SÁNCHEZ

¿Qué? ¿Los muertos tienen miedo? Salen Músicos

Músicos

230

235

cantando.

Cesen, cesen los miedos, y dejen los muertos los lienzos y el diablo el disfraz.

v. 227 ventero: la frase puede tener relación con la recogida por Correas, p. 11: «A Dios, paredes, que me voy a ser santo. E iba a ser ventero». Los venteros tenían fama de ladrones; comp. el entremés La venta, de Quevedo: «Ventero murió mi padre, / Satanás se lo llevó, / porque no piense el Infierno / que hubo sólo un ladrón» (OP, IV, p. 87). Sobre su figura puede consultarse Chevalier, 1982, p. 71; y para el tema en Quiñones, Madroñal, 1996, pp. 101-43. v. 228 PR: «leuantan». v. 233 Cata la cruz: 'mira la cruz'; frase para rechazar al demonio o a espíritus malignos.

668

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

ANA

Yo le quito la sábana al mozo.

COSME

Yo al viejo las canas sin ir al Jordán.

ANTONIA

¿Por qué niega su hermana a este hombre,

240

que llora, que gime, que quiere expirar? COSME

Porque temo que en siendo cuñado me tire saetas por la hermandad.

JUAN

N o son todos los cuñados

245

como los pinta el refrán. COSME

D e parientes por tablilla muy poquito hay que fiar.

JUAN

Yo no os quiero quitar nada, antes os pretendo dar.

COSME

250

Quien muerto me quita el vino, vivo, ¿qué me quitará? Y vaya y venga la cuñadería, mas en casa no tiene de entrar,

v. 240 Jordán: para la creencia en el poder rejuvenecedor del Jordán ver Loa que representó Antonio de Prado, n. w. 75-76. v. 244 saetas por la hermandad: juego de palabras entre hermandad ('relación familiar que se establece con el cuñado') y la Santa Hermandad, institución creada por los Reyes Católicos para perseguir a los malhechores, y que aplicaba una justicia rigurosa y sin concesiones, asaeteando a los reos, sobre todo en el famoso pago de Peralvillo, que acabó siendo expresión de 'muerte súbita y cruel'. Comp. Quijote, I, 23: «le hago saber que con la Santa Hermandad no hay usar de caballerías, que no se le da a ella por cuantos caballeros hay dos maravedís, y sepa que ya me parece que sus saetas me zumban por los oídos». w. 245-46 cuñados...: adaptación burlesca de la conocida letrilla de Góngora «No son todos ruiseñores / los que cantan entre las flores»; puede aludir a alguno de los numerosos refranes que pintan mal a los cuñados: «Cuñados y perros bermejos, pocos son buenos», «Cuñados y hierros de arados, debajo de la tierra son logrados» (Correas, p. 145). v. 247 por tablilla: «Modo adverbial que además del sentido recto que se dice de las bolas que se tiran en los trucos, dando en alguna de ellas para que desde allí corresponda a dar la otra bola, se usa metafóricamente para explicar que se hace alguna cosa por algún rodeo, no valiéndose del medio o camino recto de lograrla» (Aut). v. 253 Y vaya y venga la cuñadería: para la evocación de esta cancioncilla ver La visita de la cárcel, n. w. 80 y ss.

LOS

MUERTOS

VIVOS

que, huéspeda, máteme ese cuñado, que hasta el nombre me hace mal. ANTONIA

669

255

N O hay peor gente

que hombres y mujeres. COSME

C u ñ a d o s y lechones,

los muertos los mijores. TODOS

260

D e menguados y entremeses

se ríen todos siempre: por una de dos ríanse de aqueste por amor de Dios; por menguado, por alegre o por estas [causas dos ríanse de aqueste por amor de Dios.

265

FIN

w. 261 y ss. De menguados y entremeses: fórmula de despedida que aparece con algunas variantes en entremeses de diferentes autores, por ejemplo en La burla de los capones, de Gil López de Armesto y Castro: «—De entremeses se ríen todos por una de dos, / ríanse de aqueste por amor de Dios. / — O por malo o por bueno, consígalo yo, / ríanse en aqueste por amor de Dios» (Saínetes, 1674, pp. 51¬ 52). v. 265 BF: «alegra o pot estas».

E N T R E M É S EL

C A N T A D O

REMEDIADOR

REPRESENTÓLE

ROSA

Interlocutores: COSME.

GALÁN IO.

JOSEFA R O M Á N I .

G A L Á N 2o.

SALVADOR.

G A L Á N 3o.

MUJER

2a.

MÚSICOS.

MUJER

3a.

A

Señala Bergman (1965, p. 344) que su fecha estaría entre 1636 y 1640, por el reparto, y aventura el año 1636 por la posible alusión a la prisión de Juan Rana. Apunta también que inspiró el entremés Lo que pasa en una venta de Belmonte. En efecto, toda la parte correspondiente a la posada y al altercado con el posadero aparece casi de la misma manera en ese entremés atribuido a Belmonte Bermúdez en el impreso Flor de entremeses (1657), nada fiable, porque atribuye a Juan Vélez una pieza de la Jocoseria; hay un manuscrito existente en la Biblioteca Vaticana, cuyo encabezamiento dice: «Entremés famoso del licenciado Benavente del Ventero», que resulta ser justamente Lo que pasa en una venta, con lo que el problema de la atribución se complica, y también el de la fecha, porque el manuscrito vaticano acompaña a la comedia de Sigler de Huerta Las doncellas de Madrid, copiada en 1632, año probable de representación de este Entremés del Ventero, como también de La capeadora, parte primera, que acompaña igualmente a dicha comedia. Puede resultar que El remediador no sea sino una adaptación de El ventero y que Quiñones haya utilizado un entremés primero para ajustado a otro en el que Juan Rana se luzca. Ver Madroñal, 1996, pp. 105-28, con el texto de Lo que pasa en una venta atribuido ya a Benavente. Todo lo referido a la figura del remediador y a los enfermos que cura con sus remedios especiales la recoge también el licenciado Pedro Moría en su Entremés famoso del doctor Rapado, en el que un doctor que sabe tanto de curar como su muía se dedica a dar remedios fundados en el sentido común a gente corriente que repite acciones contra la lógica. De hecho en los bailes y entremeses se encuentra con facilidad un buen número de piezas que desarrollan este motivo, tal es el caso de piezas como El examinador miser Palomo, de Antonio Hurtado de Mendoza.

672

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

Sale Cosme, de villano, con un caballito de caña y un cartel en la cabeza que dice el remediador, y canta. COSME

Fueron tantos los remedios de m i larga enfermedad, que con los que me han sobrado puedo a muchos remediar, y así, para visitallos

5

don Esculapio me da la vara y título de remediador general. R a n a es muy en castellano, y así, me pienso llamar

10

Ranet, con que haré más ruido que en M a d r i d faltando el pan. Remediador y extranjero, m i l almas acudirán, aunque mueran del remedio,

15

sólo por la novedad. Yo me vo de puebro en puebro con m i rocín alazán, que como él y yo comamos, mas que ayunen los demás.

20

Acot. inicial: caballito de caña: signo de locura, demencia senil, juego de niños, parodia carnavalesca, etc. Ver en Bernat y Culi, 1999, p. 151, el emblema de Covarrubias Horozco, con un viejo jugando con unos niños todos montados en caballitos de caña: «Hacer casitas y juntar ratones, / con caballos de caña y rehileros / dar cosetadas, es de juguetones / y decrépitos viejos»; «los niños hacen unos caballitos de caña en los cuales todos dimos nuestras carreritas» (Cov). v. 1 BF: «con los me han». v. 6 Esculapio: dios romano de la medicina al que aplica grotescamente el tratamiento de don. w. 11-12 Ranet, con que haré más ruido...: alusión a los alborotos públicos producidos en Madrid por la falta de este alimento de primera necesidad. En marzo de 1625, por ejemplo, hubo una gran falta de pan en la corte hasta tal punto que el Corregidor abrió camino en la nieve para que se pudiese portear el pan desde allí, según recuerda el anónimo autor de las Noticias de Madrid (ed. González Palencia, p. 115). v. 17 BF: «Yo me yo de».

EL

REMEDIADOR

673

Picar, picar, picar, picar, que esta noche he de llegar donde las pullas engordan y los estudios lo pasan mal. JOSEFA

COSME

¡Ay, camaradita!; ¡ay, camarada! Aquí hay posa, aquí hay posa, aquí hay limpita la posada. N o quiero limpito, que si entro allá, será m i bol, será m i bol, será m i bolsa la limpiada.

JOSEFA

Tendréis en la venta, cara de Juan Rana, la hambre contenta hasta la mañana.

COSME

Haréisme la cuenta, cara de taimada, con su salpimienta, y sin que me deis nada será m i bol, será m i bol, sera m i bolsa la limpiada.

25

30

35

40

Sale Salvador, de ventero, y vase haciendo muy aprisa lo que dicen los versos. Representado. SALVADOR

¡Oh, seor huésped!; ¡bien venido! Juana, adereza la cena; Pedro, lleva este caballo; Tomé, quita esas espuelas; G i l , llega presto una silla;

45

Siéntanle.

v. 21 Picar, ver La maya, n. w. 218-19. v. 36 En la príncipe (y resto de testimonios) «tamaida», que enmendamos, v. 40 acot.VJ: « . . . aprisa todo lo que...». v. 41 seor. forma vulgar y de connotaciones germanescas; ver Manos y cuajares, n. v. 101. VJ: «huespede».

674

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

JOCOSERIA

echa sábanas, Quiteria; Bartolillo, mide vino; Leonor, saca tú la mesa; Pénenle

la mesa.

y ahora pida vusted todo cuanto allá en su idea

50

le izgue la golosina, que tanto hallará en la venta. COSME

¿Sos jodio?

SALVADOR

N O , señor.

COSME

Parecéislo en la agudeza.

SALVADOR

U s t é , ¿es casa que se alquila?

COSME SALVADOR

55

N O . Pues parécelo en la cédula.

COSME

Esta dice lo que so.

SALVADOR

B i e n se conoce sin ella.

JOSEFA

Y ¿qué es?

COSME

E l remediador general.

JOSEFA

Y ¿qué remedia?

60

v. 51 izgue: izgar 'incitar, estimular, pedir'; Corominas recoge este ejemplo como única representación, con otro texto de Benavente de izgar, que convive en sus entremeses con guizgar. Ambas palabras derivan de guizque, de creación expresiva, que significa 'aguijón'. Comp. Jácara que se cantó en la compañía de Ortegón, w. 63-64: «Si la envidia es quien te izga / el alma, hembrilla mortal»; del mismo Benavente, La melindrosa: «San diez y seis! /¿qué le guizga y le escarba?» (Colección, II, p. 799). v. 53 VJ: «Iodio». v. 54 agudeza de judío: era tópica; Herrero (1966, p. 607) cita este texto de Lucas Hidalgo: «Un galán harto discreto, aunque dotado de cierta raza, que por la mayor parte hacen matrimonio los nietos de Jacob con la sutileza del ingenio». v. 55 se alquila: como dice enseguida, por el letrero que lleva o cédula: ver Retablo de las maravillas, n. v. 23.

EL

REMEDIADOR

COSME

E n cenando lo diré, que es la hambre mala bestia. Huésped, ¿habrá qué cenar?

SALVADOR

¡Cuerpo de Dios con su flema! Pida por aquesa boca, que será medida.

675

65

Venga

COSME

un conejo. SALVADOR

¿Guisadito le querrá, a la portuguesa, la alcaparra bien cocida, reahogada la cebolleta, con su picante? Sí, huésped.

COSME SALVADOR

¿Y su agrio?

COSME

Desa manera tráiganle antes que se enfríe.

SALVADOR

COSME

SALVADOR

COSME JOSEFA

70

N o le tengo, en m i conciencia; pero de conejo abajo pida vusted cuanto quiera.

75

Pues, ¿para eso le echaba tanto recaudo y especia? Ahora bien, venga u n cuartillo de cabrito. ¡Gran menestra!, ¿gordito y tierno?

80

Eso mismo. Y ¿cómo le quiere?

w. 65 y ss. Pida por aquesa boca...: seguirá una escena de diálogo entre el ventero y su huésped hambriento que recuerda la del Quijote (II, 59), en el que Sancho se enfrenta igualmente a un ventero, que le va negando la comida que pide hasta que le ofrece unas uñas de vaca, que el escudero acepta con gusto. v. 70 BF: «cenolleta». v. 74 BF: «concsencia». v. 80 gran menestra: es graciosidad, porque la menestra es potaje de verduras y están hablando de un cuarto de cabrito.

676

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

COSME JOSEFA

JOCOSERIA

Apriesa. ¿ C ó m e l e vusted asado, con los cueros que parezca que están dorados? M u y bien.

COSME JOSEFA

85

¿Y u n pebrecillo que tenga sus hebritas de azafrán, su polvillo de pimienta?

COSME

Linda cosa.

JOSEFA

¿Que esté hirviendo?

COSME

Tráiganle, hermana ventera.

JOSEFA

N o le hay.

COSME

90

Pues vierta el pebre. ¿Para qué quiere que hierva?

JOSEFA

Señor, de cabrito abajo pida vusted cuanto quiera.

COSME

A h o r a , pues, venga u n jigote

95

de carnero. ¿De la pierna?

SALVADOR

; B i e n manido? COSME SALVADOR

Sí, señor. ¿Jugoso?

v. 82 VJ: «Aprisa». v. 86 pebrecillo: pebre es «Cierta especie de salsa que se hace para sazonar algunas viandas, y se compone de pimienta, azafrán, clavos y otras especias» (Aut), comp. Quevedo, PO, núm. 693, w. 19-20: «su testuz con sus especias, / y sus manos con su pebre» (alusión a cosméticos). v. 88 BF: «polnillo». v. 95 jigote: una especie de guisado de carne picada; comp. Quevedo, Un Heráclito, núm. 174, w. 5-6: «De las encías quiero que te duelas / con que estás el jigote aporreando»; Estebanillo, I, p. 283: «Hacía cada día un potaje que aun yo mismo ignoraba cómo lo podía llamar, pues ni era jigote francés ni almodrote castellano, mas presumo que, si no era hijo legítimo, era pariente muy cercano del malcocinado». v. 97 manido: 'dejado manir o reposar un tiempo para que se ablande y tome el punto justo de textura tierna'; ver La capeadora, 1, n. v. 76.

EL

COSME SALVADOR

REMEDIADOR

Por excelencia. ¿ C o n su vino y su limón, por encima algunas ruedas?

COSME

La boca se me hace agua.

SALVADOR

¿Vendrá desta suerte?

COSME

100

Venga.

COSME SALVADOR

677

N o le hay. N o te dé D i o s vida. ¿Mas que me quedo sin cena?

SALVADOR

Pero de jigote abajo,

105

¿mas que no le falta u n hebra? COSME

Pero de cintura arriba, ¿mas que le abro la cabeza? Hace que se levanta.

JOSEFA

N o se me enoje, que yo le tengo en la chimenea

110

brava olla. COSME

N o muy brava, que yo sé que es una oveja. Sacan un plato cubierto sin nada dentro.

SALVADOR

C o m a vuested deste plato de jigote de ternera.

COSME SALVADOR

¿Qué ternera? C o m a y calle,

115

y ayudémosle a comella. v. 106 VJ omite el pronombre «le». v. 111 brava olla: la olla formaba parte del sustento cotidiano de la gente de medianas posibilidades; llevaba carne, tocino y verduras que se ponían a cocer largo tiempo. Distinta era la olla podrida, mucho más rica en cuanto a sus componentes. Solía emplearse adjetivos como brava o potente para calificar una olla bien nutritiva, de ahí que se preste al juego de vocablo con oveja, que aparece después. Comp. Lo que pasa en una venta, atribuido a Benavente: «Tengo una olla tan potente / que puede blasonar a lo valiente / diciendo sin empacho / que, aunque parece hembra, toda es macho» (Madroñal, 1996, p. 113). BF omite el locutor «Cosme».

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

678

JOCOSERIA

Hacen que comen con él. COSME

Tengan; no hay necesidad;

bien me siento yo con fuerzas para comer sin ayuda. JOSEFA

¿ N O está muy tierna?

COSME

Y tan tierna

120

que no la siento en la boca. SALVADOR

Brindis. Hacen que beben y no hay vino ni jarro.

COSME SALVADOR

Déjela que venga. L i n d o vino. Hace el ventero que bebe, y luego Cosme.

COSME SALVADOR

L i n d o vino. ¿A qué os supo?

COSME

A la ternera.

Señores, ¡que rabio de hambre!

125

Levántase. SALVADOR JOSEFA

¡Leonor! ¿Señor?

SALVADOR

H a z la cuenta.

COSME

¿Qué cuenta?; ¿estamos borrachos?

SALVADOR

H a z la cuenta.

COSME

JOSEFA

Sin la hornera.

Diez reales menos u n cuarto;

y hágale a su reverencia muy buen provecho. v. v. v. v. v. cuenta

130

122 acot.VT: «... jaro». 123 BF: «Hace...». 126 BF: «seño».VJ cambia por error el locutor: «Cosme», en vez de «Josefa». 127 VJ cambia por error el locutor: «Josefa», en vez de «Cosme». 128 hacer la cuenta sin la hornera: «Hacer la cuenta sin la huéspeda. Hacer la sin la hornera. No mirarlo todo» (Correas, p. 231).

EL

REMEDIADOR

Hace una reverencia. COSME

¿Querrá

el buen huésped su moneda? SALVADOR

S Í , m i amo.

COSME SALVADOR

¿Bien contada? S Í , m i amo.

COSME SALVADOR

¿Y que en prata sea? S Í , m i amo.

COSME

Pues, m i amo,

no la tengo, en m i conciencia, pero de moneda abajo pida vusted. SALVADOR

¡Buena es esa!

COSME

M i j o r es esotra.

TODOS

Dentro.

COSME

Jesocristo!

TODOS

JOSEFA

¡Ahó!

¡Ah de la venta!

¡Ah de allá fuera!; ¿quién llama? Salen bailarines y músicos

TODOS

cantando.

E l remediador de fama,

¿dónde está, dónde está? JOSEFA

Aquí está, que no está perdido.

TODOS

¿ D ó n d e está?

JOSEFA

Hétele, el

remediadorcito;

hétele, que el cartel lo dirá. COSME

Pídanme los remedios a pares; llévenlos, que baratos se dan.

JOSEFA

Para no llegar a vieja, ¿qué remedio podré hallar?

v. 139 Ahó: exclamación rústica; ver El soldado, n. v. 13. v. 146 VJ: «al remediadorcito».

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

680

COSME

JOCOSERIA

Que la maten cuando moza,

y a vieja no llegará. JOSEFA

Guárdele para darle a una suegra.

COSME GALÁN I

Déjele, que m i l yernos habrá.

155

Cierta dama, a quien festejo,

O

me pidió por amistad para u n almuerzo de pollos, y en m i casa no hay u n real. COSME

Para u n almuerzo de pollos

160

vusted la puede enviar un barreño de salvados, que eso suelen almorzar. HOMBRE I O

¡Oigame, qué remedio me ha dado!

COSME

Dígole, u n almuerzo pollar.

M U J E R 2a

165

¿Qué remedio habrá en el mundo

para que me dé u n galán? COSME

Hágale vusted por q u é ,

y al momento la dará. M U J E R 2a

¡Oiganle qué falsito que queda!

COSME

HOMBRE 2

170

¡Mírenla qué corrida que va! a

Para ser rico y dichoso,

¿qué remedio podré hallar? COSME

E l mayor remedio, hermano,

es que no lo merezcáis.

175

w. 152-53 Que la maten cuando moza...: recuerda el consejo perogrullesco de Quevedo «Para no encanecer ni envejecer nunca. [...] Muérete cuando muchacho o recién nacido» (Prosa festiva, pp. 414-16). w. 162-63 un barreño de salvados...: chiste fácil; aplica anfibológicamente lo del almuerzo a los propios pollos, que comen salvado. w. 168-69 Hágale vusted por qué...: 'Dele motivos y al momento de dará (le dará palos, se entiende)'. Para dar 'golpear' ver Los muertos vivos, n. v. 56. v. 170 falsito: «Engañoso, con simulación y malicia. Es voz usada regularmente en estilo festivo» (Aut). v. 171 corrida: 'avergonzada, ridiculizada', ya hemos anotado esta expresión. Ver La Puente Segoviana, 1, n. v. 121. BF: «Mirenle».

EL

REMEDIADOR

H O M B R E 2o

H u é l g o m e , si el remedio no miente.

COSME

Pésame que sea tanta verdad.

M U J E R 3a

Para que u n dotor no mate

681

a u n enfermo, ¿qué se hará? COSME

Si queréis que no le mate,

180

no se le dejéis curar. M U J E R 3a

Llorólo, si lo dice de veras.

COSME HOMBRE 3

R í a s e , que me quise burlar. o

E n este mundo perdido, ¿qué remedio habrá eficaz

185

para desterrar los usos? COSME HOMBRE 3

Quebrar las ruecas no más. o

Quédese para orate, mancebo.

COSME

Váyase para fratres, galán.

JOSEFA

¡Señor, señor remediador!

COSME

¿Qué pide ahora la tal Leonor?

190

v. 178 VJ: «doctor». w. 186-87 usos... ruecas: equívoco, producido ahora por la diferente interpretación de dos palabras homófonas: usos, 'costumbres, modas' y husos, 'instrumento que sirve para hilar', de ahí más adelante la mención de las ruecas. El juego lingüístico se repite bastante, tanto en los entremeses de Benavente como en otras obras. Comp. Gaspar Lucas Hidalgo, Diálogos de apacible entretenimiento, p. 279: «En materia de usos, por lo que tienen de rueca, yo como mujer os diré los usos que acá hilamos»; Quiñones, El guardainfante, 2, v. 182: «—Busque o perezca, / que yo miro a los usos / si ella a las ruecas». w. 188-89 orate, fratres: la frase «orate, frates» 'orad, hermanos', es frecuente en la liturgia; como orate significa 'loco'; elfloreoverbal chistoso se hace tópico. Comp. Góngora, Romances, II, ed. Carreira, 1998, pp. 252-53: «Tenemos un doctorando, / criado en un oratorio / (en una casa de orates, / por no decilla de locos), / tan comensal, tan hermano / que aun de los más furiosos, / que un orate, fratres suyo / era pulla para todos». Carreira aduce textos de varios autores, un anónimo: «Al hinchado como bota, / más orate que el de fratres, / que compuesto de uno y otro / viene a ser un botarate»; Enríquez Gómez, El siglo pitagórico: «tan pesado como enfadoso, tan orates como fratres y tan liberal como perdido», y curiosamente, este mismo texto de Quiñones, que atribuye a Lope erróneamente. Puede añadirse Bances Candamo, Cómo se curan los celos, w. 1260-61: «Por Dios que a orate sin fratres / me va oliendo ya tu estilo». BF: «Gomb. 3», como locutor.

682 JOSEFA

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

JOCOSERIA

¿Qué haré, que no tengo una blanca, ni hay quien se comida aunque se la pida, y muero de hambre sin redención?

COSME

D i c e el señor remediador...

JOSEFA

¿Qué dice?, y mire m i gran dolor.

COSME

Que

195

no esté noramala holgazana,

que hile y que cosa, que no viva ociosa,

200

o ayune si quiere no hacer labor la tal Leonor, la tal Leonor. JOSEFA

¿Para qué se me llama...

TODOS

Remediador...

JOSEFA

Si no es de una dama...

TODOS

Remediador?

COSME

Para hallar el dinero...

TODOS

Remediador... Quítase

205

el letrero, y al cabo del tiene un látigo y comienza

a dar. COSME

Este es el verdadero...

TODOS

Remediador. Híncanse

210

de rodillas, puestas las manos.

v. 193 se comida: 'se muestre tan cortés que me dé dinero', v. 198 BF: «holgazán». v. 199 que hile y que cosa: Benavente repite en diversas ocasiones consejos similares a las jovencitas de su época, por ejemplo en La paga del mundo, w. 145¬ 50: «Pues para tener / en el mundo de comer / tantas mozas, ¿qué habernos de hacer? / —Coser, hilar, urdir, tejer, / fregar y barrer, / o nunca lo tengan, ni Dios se lo dé». v. 201 labor, tarea de aguja de mujeres; ver La paga del mundo, n. v. 142. v. 210 acot. puestas las manos: en actitud orante, juntas sobre el pecho. Comp. el siguiente texto del Buscón, que hemos citado antes a otro propósito: «Preciábase de manos y, por enseñarlas, siempre despabilaba las velas, partía la comida en la mesa; en la iglesia, siempre tenía puestas las manos» (Buscón, pp. 180-81).

EL

TODAS

NO

REMEDIADOR

683

más, no más, por amor de Dios;

no más rigor, no más rigor. COSME

Pues ¿qué han de hacer?

TODAS

Nuestra labor.

COSME

¿De qué han de comer?

TODAS

D e la labor.

COSME

Y ¿en qué han de entender?

TODAS

E n la labor.

COSME

¿Qué dice aquí?

215

Dales a leer el cartel. TODOS

Remediador.

COSME

¿Qué dice acá?

220

Dásele por esotra parte. TODOS

Remediador.

COSME

Oíd, señor, y vos, señor: Dice a la gente.

en no habiendo remedio que hagan las hijas de casa o las madres labor, aqueste es el lindo remediador. Enseña

el látigo.

FIN

225

JÁCARA EN

QUE SE

LA COMPAÑÍA

CANTÓ

DE

ORTEGÓN

Interlocutores RUFINA.

LEONOR.

FRANCISCA.

OSORIO, ETC.

Piden los mosqueteros jácara. RUFINA

Sale Rufina

Sin saber si la cantamos, por jácara voces dan. ¡Pese a sus hígados dellos! ¿ N o hay más de jacarear? ¿ N o hay más de tener la gracia de Josefita, y no hay

representando.

5

Bergman (1965, pp. 328-29) señala que Ortegón tuvo compañía entre 1630 y 1636 (fecha de su muerte); en la lista de la compañía de 1635 nofiguranLeonor ni Francisca, pero sí Diego Osorio y Justa Rufina, que se estrenaba ese año en las tablas. La jácara será, pues, de 1635 ó 1636. Francisca es Francisca López, cuñada del autor. El comienzo sigue la misma estructura que otras jácaras que hemos anotado, con la petición del público (incitada por los actores) para que se cante una jácara, y las protestas rituales de los actores, que luego la cantarán. v. 3 Pese a sus hígados: expresión propia del lenguaje germanesco donde hígados 'valor' es sintagma característico. Ver Jácara que se cantó en la compañía de Olmedo,

n. v. 79. v. 4 ¿No hay más de jacarear?: '¿Hay que estar siempre cantando jácaras?', v. 6 Josefita: Josefa Román, que recibe elogios de Benavente en otros entremeses. Ver apéndice de actores. VJ: «Iosefita».

JOCOSERIA

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

686

más de daros como ella jácara en arpón? FRANCISCA

N O hay

más,

que en pidiendo estos señores jácara, se la han de dar;

10

que es, sin embargo de embargos, su mandamiento fatal. RUFINA FRANCISCA

Apelo a bancos y a gradas. Ya está sentenciado allá, y de nosotras han hecho

15

entrega al brazo seglar. RUFINA

¿ Y quien no sabe? Saber.

FRANCISCA RUFINA

¿ Y si no acierta? Acertar.

FRANCISCA RUFINA

¿Es su voluntad?

FRANCISCA

SÍ.

v. 8 en arpón: no aclaramos el sentido exacto de este sintagma que se repite otras veces; Ver Loa segunda con que volvió Roque de Figueroa, v. 196; Loa que representó Antonio de Prado, v. 74.

w. 11 y ss. que es, sin embargo de embargos...: todo el pasaje usa lenguaje forense: 'cuando piden jácara hay que cantarla sin poner obstáculos, porque es como un mandamiento de embargo en sentencia firme que hay que ejecutar, y es como si nos hubieran entregado al brazo seglar, que ejecuta la sentencia sin remisión'; esto es 'no hay más remedio que cantar la jácara'. Hay antanaclasis en embargo de embargos; en la primera ocasión significa 'obstáculo'; en la segunda 'secuestro de los bienes de alguien ordenado por mandamiento judicial competente' (Aut). v. 13 bancos, gradas: localidades del teatro ya anotadas. Ver Loa con que empezó Lorenzo Hurtado, n. w. 126 y ss.

v. 16 brazo seglar, o secular, la jurisdicción y potestad real, o temporal, que reside en los tribunales seculares. Existían también el brazo eclesiástico, que se ocupaba de la jurisdicción de la Iglesia; y el militar o noble, para los caballeros. Se entregaban al brazo seglar a los reos condenados para que se ejecutara el castigo; en los procesos inquisitoriales, por ejemplo, la entrega al brazo seglar se hacía para ejecutar la pena impuesta. Entregar al brazo seglar, según apunta Cov. significa entregar a alguien a su total destrucción.

JÁCARA...

EN LA COMPAÑÍA

RUFINA

DE

ORTEGÓN

687

Pues hágase su voluntad.

20

¡Leonor! LEONOR

¡Rufina!

RUFINA

¿ T Ú cantas jácara?

LEONOR

S Í , pero mal.

RUFINA

Eso también yo lo hago.

FRANCISCA

Y O y todo, y no debe más una de hacer lo que sabe.

RUFINA LEONOR

25

Pues va de jácara. Va; pero, ¿si no les contenta?

RUFINA

Que los lleve Barrabás, con más erres y más ruido que carro por pedregal.

LEONOR

30

Canta. E n el corral de comedias lloviendo a la puerta están, mohadas y más mohadas por colarse sin pagar. La culpa echan a Mallurde,

35

aquel letrado jayán,

v. 20 hágase su voluntad: evocación de la frase del Padrenuestro, v. 24 Yo y todo: 'yo también'; ver Civilidades, n. v. 137. v. 31 BF: «corrral». v. 33 mohadas: 'cuchilladas, puñaladas'; cfr. Léxico, Quevedo, PO, núms. 856, w. 35-36: «nos mojamos yo y Vicioso / sin metedores de paz»; 862, w. 21-22: «muérase de tres mohadas / un calcillas y una monja». En la entrada de la comedia eran frecuentes los altercados por causa de los que querían entrar sin pagar. Ver El talego-niño, n. v. 24. v. 35 Mallurde: el nombre no aparece en la lista de Alonso Hernández (1979), pero es típicamente de jaque; puede derivarse de malla 'cota de malla', y evocar terminaciones de otros nombres de jaques como Santurde de Ocaña (ver Alonso Hernández, 1979, pp. 58, 153). BF: «A culpa...». v. 36 jayán: 'rufián importante'; lo de letrado es chiste, porque usa metafóricamente lenguaje de abogacía sobre la base del calambur posterior a hogar (en galeras) y ahogar (realizar tareas de abogados). Para jayán ver El tiempo, n. v. 73.

QUIÑONES DE BEN AVENTE

688

JOCOSERIA

que en el pleito de galeras fue por el rey a bogar, que aquesta plaza le dieron porque estuvo en Alcalá

40

la mitad de sus estudios, y en Huete la otra mitad. Preguntáronle ¿quién paga? y el hombre, sin más n i más, con la chica desembraza

45

un mas líbranos de mal. ¡Tate, tate! dicen todos; y él, que no sabe tatar, cuerpos mortales desgrana como si fueran agraz. FRANCISCA

50

Desgrane más poco a poco, y envaine vusted el zas; que Mallurde es una mandria, a pagar de m i caudal. ¿Qué hazaña suya ha notado,

55

sino lo es cosquillear hasta hacerle abrir la boca a algún talego bausán? w. 38 y ss. a bogar, es chiste probablemente inspirado en Quevedo, Un Heráclito, núm. 287, w. 27-40: «Por buen supuesto te tienen, / pues te envían a bogar: / ropa y plaza tienes cierta, / y a subir empezarás»; id., PO, núm. 852, vv. 65-66: «Letrado de las sardinas / no atiendo sino a bogar». w. 40-42 Alcalá, Huete: Alcalá era famosa universidad; pero los estudios del jayán han sido de Alcalá-Huete, esto es, de alcahuete. Calambur repetido en otros textos, como el de Delicado, La lozana andaluza, p. 295: «miraldo si se sabe dar la manera en Alcalá o en Güete». v. 45 la chica: la daga, arma típica de los valentones. Ver Jácara que se cantó en la compañía

de Olmedo, n. v. 80.

v. 50 agraz: uva sin madurar. v. 52 zas: metonimia onomatopéyica, por 'daga'. Ver Civilidades, n. v. 35. v. 54 a pagar de mi caudal: adaptación de «a pagar de mi dinero», frase proverbial que hemos anotado en Retablo de las maravillas, n. v. 265. w. 56-58 sino lo es cosquillear...: la única hazaña ha sido robar un talego, haciéndole cosquillas con los dedos y sacándole el dinero. La imagen es ingeniosa y coherente, porque bausán es 'alelado que se queda con la boca abierta'; ver Loa con que empezaron Rueda y Ascenio, n. v. 229.

JÁCARA...

EN LA COMPAÑÍA

DE

ORTEGÓN

689

¿Qué bodigo ha dado al cura, qué ganancia al sacristán

60

y su matante guadaña, qué campana hizo grazgar? RUFINA

Si la envidia es quien te izga el alma, hembrilla mortal, por encima de la barba

65

miente tu alma, y aun más, que Mallurde es u n demonio, y su cólera infernal es, por los ayes que causa, la que inventó el ay, ay, ay

70

Desdícete, cuitadilla; ¡ay de ti!, mira que estás más hacia acá del morir, del vivir más hacia allá; o por el agua de Cristo

w. 59 y ss. ¿Qué

75

bodigo ha dado al cura...?: no ha matado a nadie; por eso no

ha dado ganancia a clérigos y sacristanes, que hacen los entierros; bodigo: 'pan de las ofrendas', como en Lazarillo, ed. Rico, 1987, pp. 47-48: «tenía un arcaz [...] Y en viniendo el bodigo de la iglesia, por su mano era luego allí lanzado». v. 62 grazgar. no hallamos este término en los repertorios léxicos ni lo documentamos en otro texto; podría ser deformación expresiva o errata por «graznar», quizá arrastrado el cajista por la terminación de verso siguiente. v. 63 izga: incita; ver El remediador, n. v. 51.

v. 70 ay, ay, ay: un baile famoso en la época; comp. Quevedo, PO, núm. 869, «Cortes de los bailes», w. 13-16: «El ¡Ay, ay, ay! los lastima, / tan dolorido y tan mustio, / Escarramán los congoja, / preciado de la de puño». Para el baile de «Ay, ay, ay», ver Cotarelo, Colección, I, pp. CCXXXIV-V. v. 75 agua de Cristo: debe de haber aquí una serie de alusiones humorísticas con referencias religiosas, que no sabríamos precisar con minuciosidad; existen las lexías «agua de Espíritu Santo» 'agua del bautismo' (Aut); y por otra parte podría remitir al agua bendita, e incluso al vino, entendiendo que agua de Cristo es el vino de la consagración o la convertida en las bodas de Caná. También manó agua del costado de Cristo al ser alanceado en su Pasión por el soldado romano. Pero, y por esta opción nos inclinamos en primer lugar, el sintagma «agua de Dios» es también conocido como juramento tópico: Quiñones, Los ladrones y Moro Hueco, Colección, II, p. 627: «Por el agua de Dios, que trae lanterna»; Belmonte, La maestra de gracias, Ramillete, p. 160: «pues por el vino de Dios, / por no jurar por ell agua». En estos casos parece referirse al agua de la lluvia, necesaria para las cose-

690

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

y por el vino de San, que el baúl de la comida te le he de descerrajar. LEONOR

Tiene razón la Gayosa, y yo la diera qué hilar;

80

mas déjolo por Mallurde, qué él viene y responderá. Sale Osorio, de valiente. OSORIO

Voces oigo, y yo que entraba... Desbúchenme la verdad; que si no, las de más j u i c i o

85

no están u n tris del final. ¿Qué garduña de la trinca se entretiene en murmurar deste tigre germanesco y desta onza marcal?

90

chas, tal como aparece frecuentemente en el acervo proverbial: «Agua, Dios, agua, que la tierra lo demanda», «Agua, Dios, y venga mayo, que pan tenemos; y tenía media libra» (Correas, p. 16).VJ: «la agua». v. 76 vino de San: el santo más famosos asociado al vino en el Siglo de Oro es San Martín, por la fama del vino de San Martín de Valdeiglesias. v. 77 baúl de la comida: igual que más adelante el «arca del pan», es decir, el estómago. Ver Los muertos vivos, n. v. 3.

v. 79 Gayosa: nombre significativo; derivado de gaya 'ramera'; ver Alonso Hernández, 1979, pp. 70, 152. v. 80 En la príncipe «la piera». Enmendamos la errata; dar qué hilar, 'darle trabajo, causarle dificultades'; hilar en germanía puede significar 'ejercer la prostitución', y quizá haya aquí algunas evocaciones agermanadas. Cfr. Léxico. BF: «piera». v. 84 desbuchar, sacar del buche, declararlo todo. v. 86 del final: nótese el juego con «juicio final». v. 87 garduña de la trinca: garduña es 'ladrón, ladrona' (Léxico); trinca es «terceto, trío» (Leonor, Rufina y Francisca) y trincadero, que puede ser evocado, «La cama en que la prostituta ejerce su oficio» (Léxico). En su sentido literal 'animal de rapiña', garduña se asocia en los versos siguientes a otros animales como el tigre o la onza. v. 90 onza marcal: de las marcas o prostitutas; marca 'prostituta' en germanía (Léxico). Ver Jácara que se cantó en la compañía

de Olmedo, n. v. 102. Los juegos que

siguen parecen fáciles; la dilogía de onza 'fiera' y 'unidad de peso' ya la hemos anotado varias veces.

JÁCARA...

FRANCISCA

LEONOR

RUFINA

OSORIO

EN LA COMPAÑÍA

DE

ORTEGÓN

Sóbranle dos m i l razones; que es u n tigre en agarrar, y ella una onza en las manchas, y de carne poco más. N o conmigo fafurriñas, que sé cuán poquito ha que salió de ser matante del sitio del espulgar. Si esto sufres y no chillas, tus uñas de balde están, tu flema de manifiesto y tu jifero de paz. ¿Qué he de hacer, si este pobrete que es a quien toca el garlar, ni u n «traque barraque» chista, ni dispara u n «pese a tal»? Mas por esta cara negra, que es hoy a quien quiero más, que si la suya no ausenta, que la he de beneficiar.

691

95

100

105

110

Repórtate, sabandija; mira que oliéndome vas que entre tu cara y mis manos

v. 95 fafurriñas: voz expresiva que aparece en Aut como fanfurriña: «Enojo con leve motivo pero con alguna furia»; la lección de la príncipe (y resto de testimonios) es probablemente errata, pero la dejamos porque quizá intente reflejar la pronunciación peculiar de la lengua germanesca. v. 97 matante: lo degrada a matador de pulgas y piojos; viene de ser matante no en peleas de jayanes sino del sitio del espulgar. v. 98 VJ: «sirio». v. 102 jifero: cuchillo de matarife; ver El tiempo, n. v. 12. v. 104 garlar, hablar; término de germanía; ver Jácara de doña Isabel la ladrona,

n. v. 134. v. 105 traque barraque: ver Civilidades, n. w. 25 y ss.

v. 108 VJ: «que es a quien hoy quiero más». v. 110 beneficiar, dar un beneficio, que en germanía es 'cuchillada en la cara' (Léxico, que cita el texto de La paga del mundo, w. 82-84: «y pues que sigue la Iglesia, / dénle luego un beneficio. / — ¿ D e dónde? / —De oreja a oreja»). v. 111 sabandija: ver La paga del mundo, n. v. 4.VJ: «Repotese».

QUIÑONES DE BENAVENTE

692

JOCOSERIA

hemos de hacer u n batán. Pues ¿conmigo ferriones?

115

¿Hásete olvidado ya el palmeadillo que anduvo entre Yébenes y Orgaz? ¿A mí, que las vendo, niña? ¡Oh, qué lindico! ¿no hay más

120

de «atrévome por lo jembra»? Súfranme por otro tal, pues ¡voto!... pero no voto, que es juramento holgazán, y yo tan pobre, que nunca

125

j u r é sin necesidad. LEONOR

N O haya más; quédense enteras

todas las arcas del pan, y azúmbrese la pendencia si tenéis sed de matar.

130

v. 114 batán: máquina para golpear los paños; quiere decir que le va a dar un golpe. Comp. Quijote, I, 21: «no me mentéis ni por pienso más eso de los batanes —dijo don Quijote—, que voto, y no digo más, que os batanee el alma». v. 115 ferrión: «Expresión o ademán de enojo» (Aut). v. 117 palmeadillo: castigo de azotes; comp. Buscón, p. 134: «Cuatro ducados di yo a Flechilla, verdugo de Ocaña, porque aguijase el burro y porque no llevase la penca de tres suelas cuando me palmearon»; Quiñones, Los ladrones y Moro Hueco, Colección, II, p. 626: «Aquí me palmearon». v. 118 Yébenes, Orgaz: dos pueblos cercanos de la provincia de Toledo. VJ: «Yepes». v. 119 ¿A mí, que las vendo?: recogido en Correas, p. 45, con otras variantes como «A mí, que las urdo», etc. PR: «viña». Enmendamos. v. 120 qué lindico: ver Jácara que se cantó en la compañía de Bartolomé

Romero, n.

v. 69. v. 121 de «atrévome por lo jembra»?: Es decir '¿Crees que por ser mujer te puedes atrever a todo y todo se te va a tolerar sin tener castigo?'; jembra: fonética germanesca, que hemos anotado a propósito de El talego-niño, n. v. 23. BF: «arreuome». v. 122 BF: «Súframe». v. 127 VJ: «No hay más». v. 128 arcas del pan: las barrigas; el consejo es 'dejemos la riña, no nos causemos heridas'. v. 129 azúmbrese: 'acábese bebiendo azumbres de vino' (medidas de unos dos litros, empleadas sobre todo para el vino); para el motivo tópico de la pacificación

JÁCARA...

OSORIO

EN LA COMPAÑÍA

ORTEGÓN

693

D o y m i mano.

FRANCISCA LEONOR

DE

Y yo la mía.

Pues que ya amigos están, Jesucristo nos dé aquí pollos, y después agraz.

FIN

de las pendencias de los rufianes cobardes en la taberna, bebiendo, ver Jácara que se cantó en la compañía de Olmedo, n. v. 140;Jácara que cantó en la compañía de Bartolomé Romero Francisca Paula, n. w. 43 y ss.

v. 131 Como locutor en todos los testimonios: «Frut.», interpretamos que se trata de un error y por consiguiente enmendamos. w. 133-34 aquí pollos y después agraz: parodia de expresiones con que se terminaban los sermones en que se pedía a Dios «Aquí paz y después gloria», y que hemos anotado antes, por ejemplo en la Loa con que empezó en la corte Roque de Figueroa, n. v. 129. Además hay juego con otra frase hecha «Más vale carnero en paz que no pollos con agraz» (Aut), que expresa que mejor es lo poco con sosiego que lo más con inquietud. Agraz es el condimento agrio con que se hacían ciertos guisados (ver El remediador, v. 72).

EN

MADRID

Por Francisco García, Impresor del R e i n o Año

MDCXLV

* En BF no hay colofón. VJ registra el siguiente: « E N VALLADOLID / P O R IUAN A N T O L Í N D E LAGO, I M P F ^ S O R / DEL S A N T O OFICIO Y M E R C A D E R DE LIBROS. / A Ñ O 1653».

APÉNDICE DE A C T O R E S M E N C I O N A D O S

E l siguiente apéndice recoge por orden alfabético los actores mencionados en la Jocoseria. D e cada uno de ellos se dan algunos datos que consideramos de interés. Actor con Heredia en 1610. Autor desde 1612, fue uno de los doce reconocidos oficialmente en 1615. Representaciones en Toledo, Valencia, Sevilla, C ó r d o b a , Granada, Pamplona, Logroño, Guadalajara; activo aún en 1644. U n o de los fundadores de la Cofradía de la Novena en 1631. A C O S T A , C A T A L I N A D E . M u j e r de Antonio de Rueda. E n la compañía de Alonso de Olmedo y Tofiño en 1631. A L V A R E Z , F R A N C I S C O . Actuaba con Avendaño en 1629-1630 (Las civilidades); con Tomás Fernández en 1631; con Valenciano en 1633; con Luis López en 1635; conVallejo en 1639; hacía terceros con Rosa en 1642; segundos, terceros y barbas con Ascanio en 1643; tuvo compañía propia en 1640. M u r i ó antes de 1648. ACACIO [BERNAL],JUAN.

A M A R I L I S . Ver

C Ó R D O B A , M A R Í A DE.

Sale en El mago. Dudoso. Ver M A R T Í N E Z D U A R T E . M A R Í A . Ver P E R A L T A , A N A M A R Í A . D e todos modos no la identificamos con exactitud. Hay varias actrices que responden al mismo nombre: Ana María, hija de M i g u e l Salas (el Lapidario), aparece en la Jocoseria de Quiñones de Benavente, en la Loa

AMBROSIO. ANA

con que empezó

en Madrid

Roque de Figueroa.

/7 Ana María,

hija de Juan Bezón, llamada la Bezona (como Ana María de Peralta), aparece en la Jocoseria de Quiñones de Benavente, en la Loa con que empezó

a representar en Madrid

Roque de Figueroa.

/ / A n a María, mujer de Juan Vivas, estaba en la compañía de Lorenzo Hurtado de la Cámara en 1631. / / A n a María, m u -

QUIÑONES DE B E N A V E N T E

698

ANTONIA

JOCOSERIA

jer de Reyes (¿Pedro de los Reyes?), quizá la misma que estuvo en la compañía de Alonso Caballero. I N F A N T A . M u j e r de Pedro Ascanio. E n la compañía de Ascanio y Rueda, al parecer hacía terceras damas, compartiendo con María de Heredia.

A N T O N I A I N F A N T E . Ver

INFANTE.

A N T O N I A M A N U E L A . Ver

CATALÁN.

Aparece en Las dueñas, apellido desconocido. A N T O N I A . Cortesana de Los muertos vivos. Tal vez sea A n t o n i a de Santiago, segunda mujer del autor Pedro de la Rosa, que sale en El mago (representado en E l Retiro por las compañías de Tomás Fernández y Rosa). / / O tal vez Antonia Manuela, segunda mujer de Fulgencio López, que hacía cuartas damas en la compañía de Lorenzo García y Francisco García en 1667; cuartas damas con José Garcerán en 1669; terceras damas con Fulgencio López en 1670 y 1675.

ANTONIA.

ANTONIO

D E P R A D O . Ver

PRADO.

Damián Arias de Peñafiel. Galán de gran fama. Estuvo en la compañía de Heredia en 1619; con Vallejo en 1622, 1631-1634, 1643; con Morales en 1624; con Hurtado en 1639. También fue autor, en 1619, 1625, 1636, 1637, 1639, 1640. M u r i ó antes del 9 de julio de 1644. N O identificamos este actor con exactitud. Existen varios actores que responden al mismo apellido: Antonio Arroyo nació en G u a d i x , m u r i ó en Lisboa en 1703; e m p e z ó de guardarropa y fue autor en 1689. / / D o m i n g o de Arroyo asistió al Cabildo de la Cofradía de la Novena en 1635. / / Estefanía de Arroyo fue recibida en la Cofradía de la Novena en 1633, estando en la compañía de José Salazar, apodado Mahoma. // Juana de Arroyo fue mujer de José de Luzón; estaba en la compañía de Francisco López en 1632, y con José Salazar Mahoma en 1633. / / Pedro de Arroyo fue recibido en la Cofradía de la Novena estando en la compañía de Juan Bautista Espinóla. / / Santiago de Arroyo fue recibido en la Cofradía de la Novena estando en la compañía de Juan Acacio Bernal.

ARIAS, DAMIÁN.

ARROYO.

E n 1621 pertenecía a la compañía de Olmedo, y también en 1635; desde 1623 a la de Balbín; al entrar en

ARTIAGA, FRANCISCO.

APÉNDICE DE ACTORES

ARTIAGA

699

la Cofradía de la Novena en 1631 estaba en la de Vallejo, y también en 1642-1643; con Olmedo en 1635; con Esteban N ú ñ e z en 1654. ( O A R T E A G A ) , M A R Í A . Hija de Francisco de Arteaga; aparece en la Jocoseria Quiñones de Benavente en el entremés del Casamiento

de la Calle Mayor con el Prado, representado en

M a d r i d por la compañía de Manuel Vallejo; quizá representó Los planetas (Vallejo, ¿1631?). Actor en 1637 y 1639-1649. Fue autor ocasionalmente desde 1637 y con continuidad desde 1642, c o n actuaciones en M a d r i d , Toledo, Segovia, Zaragoza.

ASCANIO, PEDRO.

Actor desde 1601 con Andrés de Heredia y desde 1610 con Pinedo; luego con Tomás Fernández en 1619. E n 1619 comienza a ser autor, con representaciones en M a d r i d , Valencia, Sevilla, también ante los reyes. Fue uno de los fundadores de la Cofradía de la Novena.

AVENDAÑO, CRISTÓBAL DE.

B A R T O L O M É R O M E R O . Ver

ROMERO.

M u j e r del autor Lorenzo Hurtado. Ingresa en la Cofradía de la Novena en 1631, estando en la compañía de su marido.

BAZÁN, FRANCISCA

DE.

hay suficientes datos para su localización exacta. B E R N A R D A . Aparece en el reparto de El doctor. N o hay suficientes datos para su localización exacta. BEATRICICA.

N O

B E R N A R D A R A M Í R E Z . Ver B E R N A R D A . Ver BERNARDO

RAMÍREZ.

TELOY.

D E M E D R A N O . Ver

MEDRANO.

Pseudónimo de Gregorio de Rojas, medio hermano del dramaturgo Rojas Z o r r i l l a , y marido de A n a María de Peralta, murió en 1660. A c t o r con Vallejo en 1622, c o n Sánchez de Vargas en 1624, c o n Avendaño en 1632, c o n Andrés de la Vega en 1634-1635, con Luis López de 1639 (ó 1640) a 1644; en 1653 formó compañía propia, al parecer sin éxito porque al año siguiente volvió a ser actor. Aparece en seis piezas de Quiñones de Benavente: las dos loas para Figueroa (1627 y 1628), El licenciado y el bachiller (Avendaño, ¿1629?), El doctor (Avendaño, ¿1629?), La muerte (Fernández, 1637) y El mago (Fernández, 1637).

BEZÓN, JUAN.

BEZONA, MARÍA.Ver A N A M A R Í A DE PERALTA, O A N A M A R Í A LA B E Z O N A .

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

700

BOLAY, ANDRÉS.

JOCOSERIA

Fue músico; actuó probablemente en la compañía de

Luis López en 1635; con R u e d a en 1639 y 1640. Sale en la Loa para Rueda y Ascanio (1638).

M u j e r de Juan de Bordoy. Parece que estuvo en la compañía de José de Salazar Mahoma; hizo con A n t o n i o de Prado el entremés de El talego, 2 (1632-1635).

B O R D O Y , LUISA.

Arpista. M u r i ó antes de 1647. Trabajaba con su mujer Luisa de Ribera en la compañía de Figueroa en 1631; estuvo con Avendaño en 1633, con Antonio de R u e d a entre 1638 y 1643. Actúan en la Loa segunda de Figueroa

BORJA, PANTALEÓN DE.

(1628), El tiempo (1633-1634) y en La visita de la cárcel (1634) con Avendaño, en la Loa de Rueda y Ascanio (1638); Pantaleón de Borja sale, sin su mujer en la Jácara de Olmedo (¿1636¬ 1637?). Actor que hizo galanes segundos y barbas. Estuvo en la compañía de José de Salazar Mahoma en 1631 y 1633, con Ortegón en 1632; en 1639 se encuentra en la compañía de Hurtado y en la de Francisco Alvarez; con Prado estuvo en 1646, 1650 y 1651. Figura en Las dueñas (1635),

C A L L E , J U A N DE LA.

probablemente en la compañía de Figueroa. M u j e r de Cristóbal de Avendaño, trabajó primero en la compañía de Tomás Fernández en 1619. Figura en el reparto de La visita de la cárcel (Avendaño, 1634).

C A N D A D O (O C A N D A U ) , M A R Í A .

M u r i ó en 1635. C A R B O N E R A , C A T A L I N A . E n 1633 era actriz, en la compañía de Prado o en la de Avendaño (hay problemas para su identificación). C A S T I L L A , P E D R O M A N U E L . Fue primer galán. Actuaba con Olmedo, de 1630 a 1635; probablemente en 1637 pasó a la compañía de R u e d a y Ascanio, y estaba con R u e d a en 1638-1640, y con Ascanio en 1644. Fue autor, asociado con Olmedo en 1635 y con Lorenzo de Prado en 1645. CASTRO,

CATALINA DE. N O

hay suficientes datos para su localización

exacta, fuera de una Catalina de Castro hija de Matías de Castro y Salazar, que murió niña. el título de «doña». Actriz en Vega; hacía terceros papeles con Fernández ras y segundas damas con Vega en 1638, Lorenzo de Prado en 1641. Representó la

C A S T R O , I S A B E L DE.Tenía

1634 con Andrés en 1636; primey primeras con Loa de Fernández

APÉNDICE DE ACTORES

CATALÁN,

701

(1637), y El guardainfante, 2 (1634). / / Isabel de Castro, hija de Matías de Castro y Salazar, casada con Vicente Camacho, fue mayordoma de la Cofradía de la Novena en 1696. Actuó en la compañía de María Alvarez en 1692, con Carlos Vallejo en 1696, con Teresa de Robres en 1701, con Gregorio Antonio en 1702, con Juan Bautista Chavarría en 1703 y 1704, con Antonio R u i z en 1705 y 1706. A N T O N I A M A N U E L A . M u j e r de Bartolomé Romero. Fue actriz en la compañía de Avendaño en 1622 y 1623. R o m e r o formó compañía en 1626; Antonia Manuela estaba en ella cuando fue recibida en la Cofradía de la Novena, en 1631. Disuelta la compañía de R o m e r o en 1636, los dos entran en la de Fernández, y salen en la loa de ese año. Antonia Manuel figura también en La muerte (Fernández, 1637).

C A T A L I N A . Ver

CATALINA DE NICOLÁS O CATALINA DE CASTRO.

C A T A L I N A A C O S T A . Ver

ACOSTA.

C A T A L I N A D E L A R O S A . Ver C A T A L I N A . Ver

ROSA.

CARBONERA.

hay noticias de ningún autor con este n o m bre. Localizamos un tal Manuel de Coca de los Reyes que llegó a ser especialista en papeles de gracioso. Estuvo en la compañía de Andrés de la Vega en 1625, con Figueroa en 1630-1632 y 1634, con Lorenzo Hurtado en 1639, con Vallejo en 1640 y 1642-1643, con Luis López en 1645 y con Esteban N ú ñ e z en 1654. Sale en Las dueñas (Figueroa, 1635). C I N T O R , G A B R I E L . Actor en la compañía de Fernández en 1622 y 1624, en la de R o m e r o en 1626, en la de Hurtado en 1631, en la de Espinosa en 1638, en la de Rodríguez en 1639. E n 1640 formó compañía propia. C I S N E R O S , Luis D E . Estuvo en la compañía de Avendaño en 1629-1630; en la de Figueroa en 1631; murió en 1634. Hacía viejos. Figura en las dos Loas para Figueroa (1627, 1628), y sale en Las civilidades (Avendaño). C O C A , M A N U E L DE. N O

Actor con Pedro de la Rosa en 1637, 1639, 1641, 1642 y 1644; con Francisco García en 1655 y con Mariana Vaca en 1656. H i z o segundas barbas. Sale en la Loa para Figueroa, 1 (1627) y con su mujer, Ana de Oro, en El mago (Rosa, 1637).

CONTRERAS, PEDRO DE.

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

702

JOCOSERIA

M u j e r de Andrés de la Vega. U n a de las actrices más famosas de la época. Se encontraba en la compañía de Pinedo en 1618, en la de Valdés en 1620, en la de Fernández en 1621. Andrés de la Vega era autor ya en 1624, y con él actuaba Amarilis. Se divorció en 1627 y estuvo al frente de una compañía. Los esposos se reconciliaron quizá en 1629, al menos antes de 1632. Nuevo pleito de divorcio en 1639, y nueva reconciliación hacia 1644. Amarilis dejó de representar hacia la mitad del siglo, y m u rió en 1678.

C Ó R D O B A , M A R Í A DE, «AMARILIS».

C O S M E P É R E Z . Ver P É R E Z , CRUZ,

RANA.

D E L A . M u j e r de Juan Antonio Sandoval. Era música. Estaba en la compañía de Prado en 1632, 1635, 1639, 1640¬ 1642; en la de Rosa en 1644, en la de R o m e r o en 1645. M u r i ó en 1658. Sale c o n Prado en la Loa que representó

LUISA

Romero...

(1635), en El talego, 2 (1632-1633), La

Puente

Segoviana, 1 y 2 (¿1635?), El martinillo, 2 (1634-1635), Las dueñas (1635), La verdad (¿1636-1639?). D I E G O D E G U E V A R A . Ver

GUEVARA.

¿Puede tratarse de A n a de Robles? A n a de Robles sale en El doctor Juan Rana (Fernández, ¿1635?), que hacía segundas damas, quizá en la compañía de R o d r í g u e z en 1639.

DOÑA ANA.

D O Ñ A I S A B E L . Ver D O R O T E A . Ver

CASTRO.

SIERRA.

Era gracioso, apodado «el R o m o » . Actuaba en la compañía de Morales en 1624; en la de R o m e r o se encuentra varias veces entre 1626 y 1643; estaba con Luis López en 1645 y c o n Riquelme en 1655. Sale en las dos Jácaras de Romero (¿1635?). ( O H E R B I A S ) , J A C I N T A D E . Actriz con Juan Martínez en 1632, al ser recibida en la Cofradía de la Novena; con Rueda en 1639 y 1640, con Rosa en 1645, con Olmedo en 1646. E n 1647 contrajo segundas nupcias c o n el autor Luis López. M u r i ó

ENRÍQUEZ, TOMÁS.

ERVÍAS

en 1680. Figura en la Loa para Rueda y Ascanio (1638), p o -

siblemente actuó en La plemática Olmedo (¿1636-1637?).

(1639) y en la Jácara para

Estaba en la compañía de Riquelme en 1615, y luego figura en la de Prado repetidas veces des-

ESCORIHUELA Y ARIÑO, JUAN DE.

APÉNDICE DE ACTORES

703

de 1631 hasta 1646. H i z o barbas. Fue segundo marido de Jerónima de Sierra. Sale en la Loa de Prado (1635). E U G E N I A . Puede referirse a Eugenia María, mujer de Juan González el Granadino; en la compañía de éste fue recibida en la Cofradía de la Novena, en 1632. F E R N Á N D E Z , T O M Á S . Famoso autor de larga carrera. C o m e n z ó como actor; estaba en 1604 en la compañía de Villegas, en 1606 en la de Arteaga y Osorio. E n 1607 era ya autor; su c o m pañía fue una de las doce autorizadas oficialmente en 1615. Representó en M a d r i d , Sevilla, Córdoba, Lisboa, Valencia, Valladolid, etc. M u r i ó en 1639. La compañía quedó bajo la dirección de su viuda, Juana de Espinosa, al menos hasta 1643. Para Fernández, Quiñones de Benavente escribió El talego-niño,

El guardainfante,

1 y 2 (1634), El soldado (1634¬

1635), Las manos y cuajares (1637), El mago (1637), La muer-

te (1637), y una loa (1637); quizá también El doctor Juan Rana (1635), El poeta de bailes, 2, y Pipote (1634-1635). D E . U n o de los principales autores de la primera mitad del siglo. C o m e n z ó como actor, probablemente con Riquelme en 1619; estaba c o n Avendaño en 1621, y c o n Balbín en 1623. Tuvo compañía propia desde 1624; hizo representaciones en C ó r d o b a , Sevilla, M a d r i d , Salamanca, Valladolid, Zaragoza. Tras algunos fracasos económicos en 1634 y 1635, partió a Italia, y no se encuentra en España hasta 1648, con representaciones en Valencia y Tarragona. M u r i ó en 1651. Benavente escribió para él dos loas (1627 y 1628), El talego, 1 (1632-1635), Las dueñas (1635), y Los cua-

FIGUEROA, R O Q U E

tro galanes.

Fue actor con Bobadilla en 1637, con Rueda en 1639, c o n Francisca L ó p e z en 1663, c o n Francisco Gutiérrez en 1668. Sale de músico en la Loa para Rueda y Ascanio (1638).

FONSECA, NICOLÁS DE.

FRANCISCA.

N O

hay suficientes datos para su localización exacta.

Aparece en el reparto de El FRANCISCA DE BAZÁN.Ver

Martinillo.

BAZÁN.

Quizá Francisca de la Concepción. N o hay suficientes datos para su localización exacta. Aparece en el reparto de El

FRANCISCA.

casamiento de la Calle

Mayor.

704

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

JOCOSERIA

Era gracioso. C o n su mujer, Josefa Lobaco, perteneció toda su carrera teatral a la compañía de A n t o n i o de Prado, de 1632 a 1642 al menos; murió en 1644. Figura en

FRUTOS B R A V O , JOSÉ.

la Loa para Prado (1635), El talego, 2 (1632-1635), La Puente

Segoviana, 1 y 2 (¿1635?), El martinillo, 1 y 2 (1633-1635), Las dueñas (1635), La verdad (¿1636-1639?). GARCÍA

Actor en la compañía de Riquelme en 1618, en la de Sánchez de Vargas en 1619 y 1620, en la de Vallejo en 1631,1633,1634. H i z o graciosos. Fue elegido p r i mer mayordomo de la Cofradía de la Novena en 1632. Sale

D E SALINAS, P E D R O .

en El casamiento de la Calle Mayor (Vallejo, 1631).

Estaba en la compañía de Avendaño en 1632, en 1635 (si no antes) en la de Prado; pasó a la de Rosa, donde aparece varias veces entre 1636 y 1650, haciendo segundas damas y baies. E n 1653 estaba con Juan Vivas. M u r i ó en

G Ó N G O R A , ISABEL D E .

1669. Sale en la Loa para Prado (1635), La Puente

Segoviana,

1 y 2 (¿1635?), El martinillo, 2 (1634-1635), Las dueñas (1635), con Prado; quizá en Los muertos vivos con Rosa (¿1636?). Nombrado en la Loa segunda para Figueroa (1628), está sin identificar. Podría ser Sebastián González, actor c o n Pinedo en 1621, con Balbín en 1623, con Francisco López en 1632, y autor en 1635. / / O Juan González, que, en la compañía de Valdés, hacía graciosos en 1625 y segundos y terceros en 1635. / / H a y u n Juan González Valcárcel con C i n t o r en 1641, con Tomás Díaz en 1643, con Hurtado en 1645 y con E . N ú ñ e z en 1648. / / Bartolomé González estaba casado con Catalina M u ñ o z en 1614. G U E V A R A , D I E G O D E . Estaba en la compañía de Vallejo en 1631, en la de Prado en 1632, en la de Avendaño en 1633; quizá fue a Nápoles con Figueroa en 1635. M u r i ó en 1636. Sale con su mujer, María de Zaballos (Ceballos), en Las dueñas (1635).

GONZÁLEZ.

Casado con A n a Coronel; los dos actuaban en la compañía de Bezón en 1653; en 1654 estaban en una c o m pañía de partes. Luis de Guevara sale en la Loa para Fernández (1636).

G U E V A R A , LUIS DE.

Pertenecía a la compañía de Olmedo en 1621, a la de Balbín en 1622 y a la de Avendaño en 1623. A l parecer ejerció de autor, representando en Lisboa en 1638,

HEREDIA, JUAN JERÓNIMO DE.

APÉNDICE DE ACTORES

HEREDIA,

705

asociado con Arias. Ese mismo año sale en la Loa para Rueda y Ascanio. Hacía probablemente segundos graciosos o vejetes. Su segunda esposa, María de Heredia, fue actriz y protagonista de grandes escándalos. M A R Í A D E . Segunda mujer de Juan Jerónimo de Heredia. A l parecer llegó a Madrid en 1638, ya casada, e ingresó en la compañía de Rueda, de donde salió en 1639; estaba con Arias en 1640. E n 1642 y 1644 estuvo encarcelada por escándalos, y en 1657 suscitó otro aún mayor, al revelar la identidad de sus hijos. Su inmoralidad y desvergüenza fue objeto de sátiras. Murió en 1657 ó 1658. María de Heredia figura en la Loa para Rueda y Ascanio (1638) y en Laplemática

(¿Rueda?, 1639).

Fue músico. Parecen erróneas las referencias que lo ubican en la compañía de Figueroa en 1631 y en la de Avendaño en 1632; parece que fue a Italia con Figueroa en

HERRERA, MARCOS.

1635. Figura en la Loa segunda para Figueroa

(1628).

M u j e r de Francisco Pinelo. Los dos fueron recibidos en la Cofradía de la Novena perteneciendo a la compañía de Lorenzo Hurtado; en 1633 estaban en la de Morales, y t u vieron compañía propia al menos desde 1636 y hasta 1640. Salen los dos en la Loa para Hurtado (1631).

H I T A , INÉS D E .

Lorenzo Hurtado de la Cámara y Mendoza. Fue actor desde 1621, en la compañía de Valdés; en 1622 estaba con Fernández, en 1623 con Avendaño, en 1625 con Andrés de la Vega; en 1627 hacía segundos galanes con Figueroa. Ya autor, fue uno de los fundadores de la Cofradía de la Novena en 1631. Costan representaciones especialmente desde 1638. Sale en la Loa primera de Figueroa (1627), y en la de su propia compañía (1631).

HURTADO, LORENZO.

I N É S . Sale en la Loa para Fernández

INFANTA,

(1636), en La muerte (Fernández,

1637) y El mago (Fernández o Rosa, 1637). Era actriz casi novel en 1636; quizá sea Inés de Robles, que estaba con R o m e r o en 1638. A N T O N I A . Estuvo quizá en la compañía de Prado en 1633, y en la de Olmedo en 1636. A l menos desde 1638 estuvo casada con Pedro Ascanio, y estuvo con él en la compañía de Rueda en 1638-1640. Hacía terceras damas hasta 1639, cuando comenzó a hacer primeras. Sale en la Loa para Fernández

QUIÑONES

706

(1636), la Jácara

DE BEN AVENTE

para

(1639) y La plemática

Olmedo

JOCOSERIA

(¿1636?), la Loa para

Rueda

(¿Rueda?, 1639).

I Ñ I G O . Ver L O A I S A .

Sale en Las civilidades (Ascanio, ¿1629?). Podría ser la m u jer de Bartolomé Calvo de Arce, que trabajaba con Valdés en 1615y 1616, con Avendaño en 1622 y con Morales en 1624. / / Isabel A n a , mujer de Jusepe Luzón, estuvo en la compañía de Jerónimo Sánchez en 1623. / / Isabel A n a , viuda, actuaba con Juan R o m á n en 1639. / / M u j e r de M i g u e l Fernández; estuvieron los dos en la compañía de Damián Arias, y él actuó también con Juan de Nieva.

ISABEL A N A .

ISABEL D E G ó N G O R A . V e r

GÓNGORA.

I S A B E L D E V I T O R I A . Ver V I T O R I A .

Isabel Hernández, mujer de M i g u e l J e r ó n i m o Punzón. Los dos estuvieron c o n R o q u e de Figueroa en 1631, 1632, 1635. Ella hacía primeras damas, recibiendo elogios. Sale en una Loa para Figueroa. Más adelante, al parecer, ingresó en u n convento; murió en 1644. J A C I N T A . Ver E R V Í A S . / / Jacinta Contreras, estaba con Olmedo en 1626 y con Antonio de Sierra en 1642. / / Beatriz Jacinta, actriz con R o m e r o en 1642 y 1643. / / Jacinta Osorio, mujer de Jusepe Carrión, en la compañía de Granados en 1632. / / Jacinta de Medina trabajaba con Luis López en 1645. / / Mariana Jacinta, viuda, música, trabajaba con Cristóbal O r t i z en 1619. / / Jacinta Gallego, mujer de M i g u e l Fernández, m u r i ó en Granada en 1658. / / Jacinta Vélez, mujer de Francisco Maire, hizo primeros papeles en el Corpus de Algete en 1636. ISABEL

«LA VELERA».

J E R Ó N I M A . Ver V A L C Á Z A R .

Estaba en la compañía de Vallejo en 1631, cuando entró en la Cofradía de la Novena con su mujer, Bernarda Teloy, y su hija Bernarda Gamarra. Seguía con Vallejo en

JIMÉNEZ, MIGUEL.

1632 y 1633. Sale en El casamiento de la Calle Mayor (Vallejo,

1631). Estaba con Prado en 1632, 1633 y 1639. E n 1643 era músico en la compañía de Luis López; al año siguiente quizá seguía con él, o había pasado a la de Rosa. Figura en la

JORDÁN, PEDRO.

Loa para Prado (1635).

APÉNDICE DE ACTORES

707

J O S E F A LoBACo.Ver L O B A C O . J O S E F A R O M Á N . Ver R O M Á N . J U A N D E L A C A L L E . Ver C A L L E . J U A N L Ó P E Z . Ver L Ó P E Z . J U A N M A R T Í N E Z . Ver M A R T Í N E Z . JUAN

Posiblemente se refiera a Juan Matías M o l i n a . Actor y músico. Trabajaba en la compañía de Vega en 1625, en la de Olmedo en 1626, en la de Figueroa en 1631 (cuando entró en la Cofradía de la Novena), en la de Avendaño en 1632 y

MATÍAS.

1633, en la de Fernández en 1637, en la de R u e d a en 1640; estuvo con la viuda de Fernández de 1641 a 1643 y en 1644 trabajaba con Ascanio. Sale en La visita de la cárcel (Avendaño, 1634), La muerte (Fernández, 1637), El mago (Fernández, 1637). J U A N R A N A . Ver R A N A . J U A N V Á Z Q U E Z . Ver V Á Z Q U E Z .

M u j e r de Felipe Lobaco o Lobato. Fue recibida en la Cofradía de la Novena en 1636, estando en la compañía de Avellaneda.

J U A N A BAUTISTA «LA LOBACA».

JuANico.Ver M E D R A N O . JULIANA.

JULIANA.

¿ S e refiere a Juliana Candau? «Juliana» sale en El doctor (Avendaño, 1629) y en las dos Jácaras para Romero (¿1638?); quizá sean la misma persona. A l menos la primera es probablemente Juliana Candau, que en 1638 estaba casada c o n Pedro Díaz de Robles y actuaba con Andrés de la Vega, y en 1643-1644 era mujer de Pedro de Urquisa y trabajaba con Rueda; seguía con éste en 1646; en 1652 estaba en la c o m pañía de Mariana Vaca y en 1660 en la de Garcerán. Aparece en el reparto de El doctor. N o hay suficientes datos para su localización exacta.

J U S T A . Ver R U F I N A . L A N I Ñ A D E D O R O T E A . Ver M A Z A N A , M A N U E L A . LATRAS, M A R T A . N O

hay suficientes datos para su localización exacta.

D E . Trabajaba con Juan González Granadino en 1629, con Luis López en 1635, y con Rueda en 1639, 1640, 1643, 1646. Sale de músico en la Loa para Rueda y Ascanio (1638).

LEÓN, DIEGO

LINARES,

D E . Actor en la compañía de Lorenzo Hurtado en 1631, en la de Prado en 1635, en la de Luis López en 1638

PEDRO

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

708

JOCOSERIA

y en la de R o d r í g u e z en 1642. E n la temporada de 1638 d i rigió su propia compañía. Sale en la Loa para Hurtado (1631) y en la Loa de Prado (1635), en La Puente Segoviana, 1 y 2

(Prado, ¿1635?) y Las dueñas (Prado, 1635). Trabajó, con su mujer María de Jesús, en la compañía de Fernández y la de su viuda entre 1631 y 1643. D e 1638 a 1643 hacía primeros papeles. M u r i ó asesinado en Valencia en 1643, de manera novelesca. Figura en la Loa para Fernández (1637), y en los entremeses El guardainfante, 2

LOAISA, IÑIGO DE.

(1634), El soldado (1634-1635), El doctor Juan Rana

(1635),

El mago (1637). M u j e r de José Frutos Bravo. C o m o él, permaneció en la compañía de Antonio de Prado de 1632 a 1646. Figura

L O B A C O , JOSEFA.

en la Loa para Prado (1635), El talego, 2 (1632-1635), La Puente

Segoviana, 1 y 2 (¿1635?), El martinillo, 1 (1633 o 1634), Las dueñas (1635), La verdad (¿1636-1639?); y —es inseguro— en El mago (Fernández y Rosa, 1637). Estaba en la compañía de José Martínez de los R í o s en 1631, cuando ingresó en la Cofradía de la Novena. Más tarde estuvo con Hernán Sánchez de Vargas en 1633, con José Salazar en 1635, con Fernández en 1636, con Vega en 1638, con Prado en 1641, con Rodríguez en 1642. C o n Fernández en 1636 hacía vejetes. Sale en El mago (Fernández, 1637). J U A N . Figura u n actor de ese nombre en las dos Loas para Figueroa (1627 y 1628). / / Se encuentra un Juan López cobrador, marido de A n a de Barrios. / / Juan López, que canta, baila y representa, con Vega y con Juana Espinosa en 1641. / / Juan López que hacía primeros y segundos con Olmedo en 1649. / / Juan López, marido de A n a de la Paz, que hacía segundo barba y vejetes con Toribio de la Vega en 1655, y segundo gracioso con Garcerán en 1657.

L O B A T O , FELIPE.

LÓPEZ,

M u j e r de Francisco de Sotomayor. Estaban los dos en la compañía de Avendaño en 1626, en la de Figueroa en 1631, y fueron con él a Italia en 1635; en 1632 estaban en la de Prado. E n 1638, Vicenta, ya viuda, hacía primeras damas con Rueda, pero fue sustituida por María de Heredia. Quizá sea la «Vicenta» que figura en la Jácara para Olmedo (¿1636-1637?).

LÓPEZ,VICENTA.

APÉNDICE DE ACTORES L O R E N Z O D E P R A D O . Ver L O R E N Z O H U R T A D O . Ver L U I S A BoRDOY.Ver

709

PRADO. HURTADO.

BORDOY.

L U I S A D E L A C R U Z . Ver L U I S A D E R I B E R A . Ver

CRUZ. RIBERA.

BoRjA.Ver L U I S A D E R I B E R A . Estaba en la compañía de Prado en 1632, cuando ingresó en la Cofradía de la Novena; en la de Vega se contrató para hacer terceras en 1636, pero a principios de 1637 ya actuaba con Fernández, en cuya loa sale. Casó en

LUISA, MUJER DE

MANSO, FRANCISCA.

1639 con Antonio Ramos de Villegas; en 1642 estaba casada con Jerónimo de Sandoval, y hacía cuartas damas con Ascanio. M A N U E L D E C O C A . Ver

COCA.

M A R C O S DE H E R R E R A

(¿«EL LICENCIADO»?).Ver

HERRERA.

Se encuentra mencionada en la Loa para Hurtado (1631); no tenemos más datos.

MARGARITA, MUJER DE B E R N A R D O DE M E D B A N O .

M A R Í A C A N D A D O . Ver M A R Í A DE C Ó R D O B A

CANDADO. (AMARILIS).Ver

M A R Í A D E H E R E D I A . Ver

CÓRDOBA.

HEP^EDIA.

M u j e r de Iñigo de Loaisa. Trabajó con su marido en la compañía de Fernández y la de su viuda entre 1631 y 1643. Tras la muerte de Loaisa, estuvo en la compañía de Vega, en 1645. Figura en la Loa para Fernández (1637), y en los entremeses El guardainfante, 2 (1634), El soldado (1634¬ 1635), El doctor Juan Rana (1635), El mago (1637), La muer-

M A R Í A D E JESÚS.

te (1637). M A R Í A D E S A N P E D R O . Ver M A R Í A D E Z A B A L L O S . Ver M A R Í A R A M Í R E Z . Ver M A R I A N A V A C A . Ver

SAN PEDRO. ZABALLOS.

PJVMÍREZ. VACA.

Fue marido de María de Prado. Era portugués. Fue músico y compositor, y estuvo en la c o m pañía de Antonio de Prado.

MARTÍNEZ

DUARTE, AMBROSIO.

Fue actor en la compañía de Cristóbal Ortiz en 1619 y en la de Juan Bautista Valenciano en 1620. E n 1623 form ó compañía propia, y en 1631 ingresó en la Cofradía de

MARTÍNEZ, JUAN.

710

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

JOCOSERIA

la Novena. M u r i ó en 1634; al parecer, su viuda y su hijo se hicieron cargo de la compañía. M A T Í A S , J U A N . Ver J U A N MATOS.

MATÍAS.

Bailarín de Sevilla, que sale en la Loa para Prado (1635) y en La Puente Segoviana, 1 y 2 (Prado, ¿1635?). M a r i d o de Dorotea de la Sierra. Los dos representaban con R o m e r o en 1631, cuando entraron en la Cofradía de la Novena; Juan Mazana estaba con Prado en 1639 y 1642, y entre esas fechas se divorció o enviudó. Estuvo con Ascanio en 1643 y 1644, y se casó otras dos veces en esos años. M u r i ó en 1644. Sale en la Loa para Prado (1635), en Las dueñas (1635) y La verdad (¿1636-1639?).

MAZANA, JUAN.

Hija de Juan Mazana, estuvo con su padre en la compañía de Ascanio en 1643 y 1644. H i z o segundas damas. Casó con Lorenzo de Prado y luego con Manuel García

MAZANA, MANUELA.

Asaderillo.

Sale en La Puente Segoviana, 1 y 2, La verdad, Las

dueñas. D E . Hacía de gracioso. Trabajó con Avendaño en 1630 y 1633; en 1631 estaba con Hurtado, en 1637 y 1638 con Bobadilla, y en 1641 y 1642 con la viuda de Fernández. Sale en la Loa para Hurtado (1631), La dueña (Avendaño, ¿1630?, ¿ 1 6 3 3 - 1 6 3 4 ? ) , El tiempo (Avendaño, 1633-1634), La visita de la cárcel (Avendaño, 1634), la Loa para Fernández (1637) y Las manos y cuajares (Fernández, 1637). M E D R A N O , J U A N I C O . H i j o de Bernardo de Medrano; estaba en la c o m pañía de Hurtado en 1631, y sale en la loa de ese año. M E N C O S , D I E G O D E . Era músico en la compañía de Vega en 1625; estaba con Avendaño en 1632, al ingresar en la Cofradía de la Novena; estaba con Prado en 1633, y con Olmedo en 1635, haciendo de gracioso y de solfista; en 1638 estaba con Romero, y en 1639 y 1640 con Romero. Ese último año sufrió prisión por negarse a representar en las fiestas del Corpus.

MEDRANO, BERNARDO

U n M i g u e l Jerónimo trabajaba con Diego López de Alcaraz en 1603, con Granados en 1604 y 1609, con Riquelme en 1606-1608, conVallejo en 1623. Quizá es el mismo M i g u e l Jerónimo que casó con Isabel Hernández y trabajó con R o q u e de Figueroa en 1631, 1632, 1635 (aun-

MIGUEL JERÓNIMO.

APÉNDICE DE ACTORES

711

que podría ser otro: M i g u e l Jerónimo B albín, bautizado en Valladolid en 1604). E n las dos Loas para Figueroa (1627, 1628) sale un M i g u e l Jerónimo bailarín. M O N T E M A Y O R , J U A N D E . C o n su mujer A n a María de Ulloa, estaba en la compañía de Fernández en 1611 y en la de Sánchez de Vargas en 1617; en 1632-33 están los dos y su hija Beatriz con Avendaño. Montemayor sólo trabajaba con Rodríguez en 1642 y con Luis López en 1643 y 1645. Juan y Beatriz salen en El tiempo (Avendaño, 1633-1634) y en La visita de la cárcel (Avendaño, 1634); Beatriz es mencionada en El guardainfante (Fernández, 1634). Fue uno de los autores más importantes de la primera mitad del xvn, con compañía propia de 1601 a 1631. Figura en todos los repertorios de autores sobresalientes: los reconocidos oficialmente en 1602, 1603 y 1615, los fundadores de la Cofradía de la Novena. Actuó en M a d r i d , Sevilla, Toledo, Valencia. Fue marido de la famosa Jusepa Vaca, lo cual lo hizo blanco de muchas sátiras. Es mencionado como autor antiguo en la Loa para Hurtado (1631).

MORALES MEDPJVNO, JUAN DE.

Estuvo en la compañía de Prado en 1632 y 1635; con Espinóla en 1633, haciendo segundos; con Bobadilla en 1637, pero el mismo año pasó a la compañía de Romero. E n 1645 estaba con Ascanio, en 1651 con Tapia y en 1654 con Almendros. La empresa de formar compañía propia, en 1646, no debió de tener éxito. Murió en 1658. Sale en la Loa para Prado (1635) y en Las dueñas (Prado, 1635). T O M Á S D E . Representaba y cantaba en la c o m p a ñ í a de Fernández en 1637; era músico con Luis López en 1640 y con Ascanio en 1644; músico y actor de nuevo en la de Osorio en 1651; más adelante siguió con este como músico (1655-1656); probablemente estuvo con Rosa en 1657; en 1658 estaba con R o m e r o y en 1664 con Toribio de la Vega. Sale en La muerte y El mago (Fernández, 1637).

M O R A L E S , M A X I M I L I A N O EUSTAQUIO.

NÁJERA,

D E . Primera mujer del autor Pedro de la Rosa. Estaba con su marido en la compañía de Fernández en 1635, pero al año siguiente Rosa formó compañía propia. Vivía al menos en 1644, pero en 1657 Rosa ya había contraído segundas nupcias.

NICOLÁS, CATALINA

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

712

N I Ñ A , H I J A D E JVlAZANA.Ver M A Z A N A ,

JOCOSERIA

MANUELA.

C o m o actor pertenecía a la compañía de Claramonte de 1608 a 1612; a la de la viuda de Villegas de 1613 a 1615, a la de Llórente en 1617. C o m o autor se documenta ya en 1619; representó en Valencia, Sevilla, M a d r i d , Cádiz, Granada, Valladolid. Tuvo fuertes penurias económicas, disolvió su compañía en 1640, pero en 1646 volvía a tener compañía propia. M u r i ó antes del 15 de febrero de 1652. Para Olmedo escribió Benavente una jácara (¿1636-1637?).

O L M E D O TOFIÑO, ALONSO DE.

O R O , A N A D E . M u j e r de Pedro Contreras. Estaba con él en la compañía de Rosa en 1637. Sale en El mago (Rosa, 1637), y probablemente sea la «Ana» de Los muertos vivos (Rosa, ¿1636?). Fue u n autor de segunda categoría y de breve carrera. Tenía compañía propia en 1630; en 1632 entró en la Cofradía de la Novena. E n 1636 falleció en M a d r i d , muy pobre. Benavente escribió una Jácara para Ortegón (¿1636?).

ORTEGÓN, PEDRO DE.

Actuaba en la compañía de Espinóla en 1634, en la de Ortegón en 1635, en la de Rueda en 1638, 1640, 1644, en la de Ascanio en 1642. Hacía graciosos. A partir de 1648 tuvo compañía propia, y completó una larga carrera como autor. A L O N S O . Trabajaba con Prado en 1624 y 1633, con R o m e r o en 1626, 1631, 1638-1643, c o n Fernández en 1637, con Hurtado en 1645. Quizá fue con Figueroa a Italia en 1635. H i z o galanes. Sale en la Loa segunda para Figueroa (1628), en

OSORIO DE VELASCO, DIEGO.

OSUNA,

Las

dueñas

(Figueroa, 1635), y en la Loa para

Fernández

(1636). Hay dos actrices de ese nombre, madre e hija. U n a sale en El mago (Fernández o Rosa, 1637); era probablemente música. La otra pertenecía a la compañía de Rosa en 1660.

PATATA, A N T O N I A .

P E D R O D E S A L A Z A R . Ver

SALAZAR.

M a r i d o de María de Medina; los dos fueron recibidos en la Cofradía de la Novena en 1631, estando c o n Olmedo.

PEDRO MANUEL.

P E D R O R E A L . Ver

REAL.

Estaba en la compañía de Prado en 1635 y 1636; en 1650 se encontraba con Luis López en Sevilla; aun-

PEÑAS, SEBASTIÁN D E LAS.

APÉNDICE DE ACTORES

713

que en 1655 se contrató para hacer segundos barbas y vejetes con Alonso de la Paz, debió de romper el contrato para trabajar de m ú s i c o c o n Jacinto R i q u e l m e y Francisca Verdugo; en 1659 trabajaba con Esteban N ú ñ e z . E n la Cofradía de la Novena consta como arpista. Sale en la Loa para Prado (1635).

Era músico y bailarín en la compañía de Diego Vallejo en 1619; estaba en la de Manuel Vallejo en 1622 y en la de Morales en 1624. A l ingresar en la Cofradía de la Novena, en 1631, estaba con Romero. C o n su mujer, Isabel de Vitoria, entró a trabajar con Figueroa en 1632; fueron a Italia con él en 1635. Josef murió en 1637. Sale en Las dueñas (Figueroa, 1635).

PERAL,JOSEF DEL.

Casada primero con Diego Ortega, actuaba en la compañía de Diego Vallejo en 1619 y de Manuel Vallejo en 1622. Casó con Juan B e z ó n hacia 1623, y fue llamada la B e z o n a . A c t u ó c o n S á n c h e z de Vargas en 1624 y c o n Avendaño en 1632. Fue famosa por su talento cómico.

PERALTA, A N A M A R Í A DE.

P É P ^ E Z , C O S M E . Ver

RANA.

Figura un Juan Pérez en Los muertos vivos (Rosa, ¿1636?). C o n ese nombre, hay actores con Llórente en 1617, con Valenciano en 1623, con Bovadilla en 1637, con Segundo de Morales en 1637, con R o m e r o en 1637, 1638, 1640, 1642, con Francisco Vélez de Guevara en 1640, con Osorio en 1652. Juan Pérez de Tapia tenía compañía propia desde 1654. P É R E Z , P E D R O . N O hay suficientes datos para su localización exacta. P E R N I A , P E D R O D E . Trabajó en la compañía de Balbín en 1623 y en la de Figueroa en 1628. Hacía terceros y bailes. A l parecer era autor en 1637. Sale en las dos Loas para Figueroa (1627,1628). P I C A Ñ O , J A C I N T O . Se encuentra en la compañía de Figueroa en 1631, y lo acompañó a Italia en 1635. Parece que hizo primeros y segundos galanes. Sale en la Loa segunda para Figueroa (1628). P I N E L O , F R A N C I S C O . Trabajaba con Hurtado en 1631, al ingresar en la Cofradía de la Novena; en 1633 estaba con Morales. Tuvo compañía propia en 1632, 1636 y 1637. Sale con su mujer, Inés de Hita, en la Loa para Hurtado (1631). PÉREZ, JUAN.

E n 1614 estaba con Heredia; en 1637 era músico con Segundo de Morales, y ese mismo año se contrató con

PIÑERO, A N T O N I O .

714

PRADO,

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

JOCOSERIA

R o m e r o para representar, cantar y hacer música; siguió con R o m e r o hasta 1643 al menos. Sale en la Loa para Hurtado (1631). A N T O N I O D E . Llegó a ser uno de los principales autores, y el cliente preferido de Benavente. Trabajaba de actor en 1614 en la compañía de Juan Acacio, contando unos veinte años. E n 1615 estaba con Riquelme. Ya en 1622 había formado compañía propia; dio funciones en M a d r i d , Valencia, Sevilla, Zaragoza, Salamanca, Valladolid, Granada. Fue uno de los fundadores de la Cofradía de la Novena. M u r i ó en 1644. Para Antonio de Prado escribió Benavente El talego, 2 (1632¬ 1635), El martinillo, 1 y 2 (1633-1635), Las dueñas (1635), una loa (1635), La Puente Segoviana, 1 y 2 (¿1635?), La verdad (¿1636-1639?), El borracho, El murmurador, El abadejillo, La paga del mundo. D E . H i j o de A n t o n i o de Prado e Isabel A n a de Ribera. Trabajó con su padre de 1624 a 1635; en 1640 casó con Manuela Mazana, y estaban los dos en la compañía de Vallejo; en 1642 estaban con Hurtado, en 1644 con Ascanio. Intentó formar compañía en 1641, con poco éxito. Sale en

PRADO, LORENZO

la Loa para Prado (1635), La Puente Segoviana, 1 y 2 (Prado,

¿1635?), El martinillo, 1 (Prado, 1633 o 1634), Las dueñas (Prado, 1635). Q U I Ñ O N E S , M A R Í A D E . Era actriz con Antonio de Prado en 1633, con Fernández en 1637, con Vallejo en 1640 y 1643, con Rueda 1646. Se documenta su pertenencia a compañías al menos hasta 1670, siempre haciendo primeras damas, pero es probable que sean dos actrices del mismo nombre (pues se documenta la muerte de María de Quiñones antes de 1676, contando unos noventa años). Sale en El martinillo, 1 (Prado, 1633 o 1634). M u j e r de Bartolomé de Robles. C o n la c o m pañía de Figueroa trabajó desde 1628, y pasó a Nápoles a 1635; allí fue raptada por el Duque de San Pedro en 1637, y luego volvió junto a su marido. Viuda, volvió a España y trabajó en la compañía de Prado hasta 1651, habiéndose casado con un hijo del autor, Sebastián. H i z o frecuentemente de mujer de Juan Rana. Sale en la Loa segunda para Figueroa

PJUVIÍREZ, B E R N A R D A .

APÉNDICE DE ACTORES

715

(1628), y en El talego, 1 (Figueroa, 1632-1635) y Las dueñas (Figueroa, 1635). R A M Í R E Z , M A R Í A . D e acuerdo con el texto de El talego, 1, era hermana de Bernarda Ramírez; en la Cofradía de la Novena consta como hija de Bernarda y Bartolomé de Robles, y se inscribió en aquella con sus padres, estando en la compañía de Figueroa, en 1632. Más adelante hizo cuartas damas con Adrián López en Valencia. Sale en El talego, 1 (Figueroa, 1632-1635) y en Las dueñas (Figueroa, 1635). Sobrenombre de Cosme Pérez. Actor cómico de gran fama, nacido a finales del siglo x v i y muerto en 1672. Estuvo en la compañía de Valenciano en 1617 y 1622; con Prado en 1624, 1651, 1652; con Tomás Fernández en 1631-1634; con Rosa de 1635 a 1644, 1656, 1658. E n 1636 estuvo encarcelado acusado de homosexualidad. Obtuvo pensión real en 1651. Muchos entremesistas escribieron piezas especialmente para la máscara de Juan Rana.

RANA, JUAN.

Trabajaba en la compañía de Valdés en 1625, en la de R o m e r o en 1634 y en la de Mahoma en 1637. Sale en las

RTAL, PEDRO.

dos Jácaras para Romero (¿1638?).

M u j e r de Pantaleón de Borja. C o n él trabajaba en la compañía de Figueroa en 1631; estuvieron con Avendaño en 1633, y con Antonio de Rueda entre 1638 y 1643. Actúa

R I B E R A , LUISA DE.

en la Loa segunda de Figueroa

(1628), El doctor (Avendaño,

¿1629?), El tiempo (Avendaño, 1633-1634), La visita de la cárcel (Avendaño, 1634), en la Loa de Rueda y Ascanio (1638). R I Q U E L M E , M A R Í A D E . M u j e r del autor Manuel Vallejo. Estaba en la compañía de ésta en 1631, al entrar en la Cofradía de la Novena. E l libro de la Cofradía contiene dos fechas muy distintas para su muerte: 1634 y 1656. Por otros documentos, parece ser cierta la primera. Sale en El casamiento de la Calle Mayor (Vallejo, 1631). R O B L E D O , D I E G O . Ingresó en la Cofradía de la Novena estando con Avendaño, en 1632, pero ese mismo año estuvo en la c o m pañía de Francisco López. Trabajó con R o m e r o en 1638, 1640, 1641, y con Hurtado en 1642. Hacía segundos galanes, barbas y graciosos. Sale en El licenciado y el bachiller (Avendaño, 1629 o 1631).

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

716

JOCOSERIA

Consta una actriz de ese nombre en la compañía de R o m e r o en 1638, que se seguramente la «Inés» de las dos Jácaras para Romero (¿1638?), y quizá también la de la Loa

R O B L E S , INÉS D E .

para Fernández

(1636).

Actuaba conVallejo en 1631, 1633, 1634; estaba casado c o n María Suárez. Sale en El casamiento de la Calle Mayor (Vallejo, 1631). E n otras compañías aparece también el nombre de Francisco R o d r í g u e z (con José Pavía en 1634; con R o m á n en 1639; con R o m e r o en 1640 y 1641; con C i n t o r en 1641), pero parece que se trata de otros actores.

RODRÍGUEZ, FRANCISCO.

Era de la compañía de Andrés de la Vega en 1625; estaba en la de Valenciano en 1633; en la de Fernández en 1635, 1637 y 1639; en la de Ascanio en 1643 y 1644. M u r i ó en 1652. Fue la compañera de Juan Rana en casi todos los entremeses que para éste compuso Benavente. Sale en El guardainfante, 1 y 2 (Fernández, 1634), El soldado (Fernández, 1634-1635), El doctor Juan Rana (Fernández, ¿?-1635), El mago (Rosa, 1637), El remediador (Rosa, 1636-1640), El poeta de bailes, 2 (1634-1640).

R O M Á N , JOSEFA.

ROMÁN,

M A R Í A . A p o d a d a « M a r i m o r e n a » . Fue mujer de T o m á s Enríquez. Actuaba con él en la compañía de Morales en 1624; en la de R o m e r o en 1631. A partir de ese año probablemente se separó de su marido, y trabajó con Fernández.

Sale en la Loa para Fernández ROMERO,

y en Las manos y cuajares

(Fernández, 1636). B A R T O L O M É . C o n su mujer, Antonia Manuela Catalán, estaba en la compañía de Avendaño en 1622 y 1623, y en la de Valenciano en 1624; organizó su propia compañía probablemente en 1627, y tras disolverla en 1636, entrando él en la de Fernández, formó otra en 1637, en que no participó A n t o n i a Manuela. Constan representaciones suyas hasta 1645; murió en 1652. Fue uno dé los fundadores de la Cofradía de la N o v e n a . R o m e r o figura en la Loa para Fernández (1636), y para él escribió Benavente La maya, Turrada, y cuatro jácaras.

R O M O . Ver R O Q U E . Ver

ENRÍQUEZ. FIGUEROA.

APÉNDICE DE ACTORES

717

D E L A . Quizá fuese la mujer de Pedro de la Rosa (Catalina de Nicolás), o hija suya. Sale en El doctor Juan Rana (Rosa), y en El mago (Fernández y Rosa). P E D R O D E L A . Fue uno de los principales autores de la segunda mitad del siglo. E m p e z ó como actor en la compañía de Fernández, en que se encontraba en 1635. E n 1636 estableció su propia compañía, que tuvo u n éxito inmediato. Siguió dando funciones hasta después de 1645, y en 1661 pasó a París. Casó primero con Catalina de Nicolás y luego con Antonia de Santiago. Murió en 1675. Para Rosa, Benavente escribió El mago (1637), El remediador (1636-1640), Los muer-

ROSA, CATALINA

ROSAV

tos vivos (¿1636?), y quizá también El poeta de bailes, 2, y Pipote.

Fue actor, con su mujer Catalina de los Reyes Sotomayor, en la compañía de Olmedo en 1630, 1631 y 1632; en 1633 figuraba en la de Avendaño y Prado. Formó compañía, asociado con Pedro Ascanio, en 1638; en adelante Rueda figuró como jefe de la compañía; dio funciones en Madrid,Valladolid,Toledo, Granada, Sevilla, Lisboa. M u r i ó en 1662. Sale en El martinillo, 1 (Prado, 1633 o 1634), y en la Loa para su compañía (1638).

RUEDA, ANTONIO DE.

Estaba en la compañía de Juan Bautista Espinóla en 1634; hacía de graciosa con Ortegón en 1635; en 1636 pertenecía a la compañía de Fernández; en 1643, 1646 y 1650 a la de Prado. M u r i ó en 1668. Sale en la Jácara para Ortegón

R U F I N A JUSTA.

(1635-1636), en la Loa para Fernández

(1636), Las manos y

cuajares (Fernández, 1637), La muerte (Fernández, 1637), El mago (Fernández, 1637). Representó también La barbera de amor.

Actor con Diego Vallejo en 1619, con Manuel Vallejo en 1622, con Morales en 1624, conValdés en 1625, con Juan Vázquez en 1631, con Prado en 1632 y con Rueda en 1639. También figura u n Pedro de Salazar con Francisco Verdugo en 1655 y con Rosa en 1663. Sale en Las dueñas (1635), probablemente con Prado.

SALAZAR, PEDRO DE.

S A L I N A S . Ver G A R C Í A D E S A L I N A S . SAN

Era principalmente músico. Estuvo en la compañía de Tomás Fernández en 1635. Actuaba con Rosa entre 1636 y 1645, saliendo en El mago (junio 1637) y Los

MIGUEL,

FRANCISCO.

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

718

JOCOSERIA

muertos vivos (¿1636?). Estuvo conToribio de la Vega en 1651 y 1654; con Osorio en 1654; con Juan Francisco O r t i z en 1665. M u r i ó en 1669. Actuaba como primer barba en la compañía de Rosa en 1636; sale en Los muertos vivos. Probablemente dejó la compañía al año siguente.

SÁNCHEZ BAQUERO, PEDRO.

SÁNCHEZ.

Aparece en el reparto de Los muertos vivos. Quizá Hernán Sánchez de Vargas, actor desde 1594, en la compañía de Diego de Santander, luego en la de Pinedo en 1607 y en la de Riquelme en 1608; autor en 1602, y con compañía propia desde 1609, con representaciones en M a d r i d , Sevilla, Valencia; fue uno de los doce autores reconocidos por el gobierno en 1615. Declina su nombre hacia 1626, y muere en 1644. Hija de Santiago Valenciano. Se estrenó en las tablas en 1635, haciendo terceras con Olmedo; luego trabaj ó con Rosa en 1639 y con Juana deValdés en 1641 y 1642; volvió con Olmedo en 1648 y en 1650 trabajó con Luis López. Casó con autor Pedro de la Rosa probablemente entre 1650 y 1657. Sale en El mago y posiblemente en Los

SANTIAGO, A N T O N I A DE.

muertos vivos. S E B A S T I Á N D E L A S P E Ñ A S . Ver S E B A S T I Á N . Ver

PEÑAS.

ZAMUDIO.

M u j e r de Juan Mazana. Estaba en la compañía de R o m e r o en 1631, al entrar en la Cofradía de la Novena. M u r i ó antes de 1642. Sale en la Loa para Prado (1635), en Las dueñas (Prado, 1635), La Puente Segoviana, 1 y 2 (Prado, ¿1635?). S O T O M A Y O R , F R A N C I S C O . C o n su mujer, Vicenta López, estaba con Avendaño en 1626, con Figueroa en 1631, con Prado en 1632; fue a Italia con Figueroa en 1635, y murió antes de 1637. E n textos de Benavente hay indicios de que fue autor, pero no se documenta. Sale en la Loa segunda para Figueroa (1628). SIERRA, D O R O T E A DE.

Estaba en la compañía de Vallejo en 1632, al entrar en la Cofradía de la Novena; en 1642, 1643 y 1644 figura en la de Rosa; en 1645 en la de Vega; en 1650 en la de Prado. Era músico. Probablemente sea el «Juan de Tapia»

TAPIA SANDOVAL, J U A N DE.

APÉNDICE DE ACTORES

719

de El casamiento de la Calle Mayor (Vallejo,1631) y Los pla-

netas (Vallejo, ¿1631?). T E B A N D R O . Fue criado de Ascanio. Sale en la Loa de Rueda y Ascanio. T E L O Y , B E R N A R D A . M u j e r de M i g u e l Jiménez. Estaba en la compañía de Vallejo en 1631, cuando entró en la Cofradía de la Novena, y seguía con él en 1633. Sale en El casamiento de la Calle Mayor (Vallejo, 1631) y Los planetas (Vallejo, ¿1631?). T O M Á S . Ver

ENRÍQUEZ.

Trabajaba en 1612 con Claramonte, y ese año pasó a la compañía de Morales. E n 1617 estaba con Llórente; en 1622, con Avendaño; en 1624 de nuevo con Morales; en 1631 con Figueroa, con quien pasó a Italia en 1635; volvió a España en 1638 y pasó a trabajar con Hurtado; en 1641 estaba con Antonio de Sierra. Sale en El talego, 1 (Figueroa,

TREVIÑO, FRANCISCO DE.

1632-1635), Las dueñas

(1635), y la Loa para

Hurtado.

Actor con Avendaño en 1632 y 1633; con Figueroa en 1634; murió en este año. Sale en La visita de la cárcel (Avendaño, 1634).

U C E T A , A L O N S O DE.

Hija de Jusepa Vaca, y tercera mujer de Antonio de Prado. Actuaba con Vallejo en 1622; en 1632 casó con Prado; murió en 1673 o 1675. Sale en la compañía de su marido en El talego, 2 (1632-1635), El martinillo, 1 y 2 (1633-1635), Las dueñas (1635), la loa (1635), La Puente Segoviana, 1 y 2 (¿1635?), La verdad (¿1636-1639?). V A L C Á Z A R , J E R Ó N I M A . M u j e r de Pedro García de Salinas. Actuaba con su marido en la compañía de Riquelme en 1618; en la de Sánchez de Vargas en 1619 y 1620, haciendo segundas damas; en la de Vallejo en 1631, 1633, 1634. V A L C Á Z A R , M A R Í A D E . M u j e r de Pedro de Valcázar. Trabajaba con Vallejo en 1633, y con R o m e r o de 1637 a 1643; hacía terceras. Sale en las dos jácaras para R o m e r o (¿1638?). V A L C Á Z A R , P E D R O D E . Trabajaba con Vallejo en 1633, y con R o m e r o de 1637 a 1643; hacía vejetes. M u r i ó en 1653. Sale en las dos jácaras para R o m e r o (¿1638?). VACA DE MORALES, MARIANA.

Era hijo del autor Diego de Vallejo. E n 1619 representaba en la compañía de éste, y en 1621 heredó la d i rección; dio representaciones en M a d r i d , Valladolid, Lisboa, Granada, Sevilla. M u r i ó en 1644. A l parecer es Manuel, y no

VALLEJO, M A N U E L DE.

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

720

JOCOSERIA

Diego, quien fue cliente de Benavente, y representó El casamiento de la Calle Mayor (hacia 1631), Los planetas, La capeadora, 2, Los coches, La VARGAS.

malcontenta.

Figura en la Loa para Hurtado (1631); probablemente es Juan de Vargas, de Plasencia, que trabajaba con Cristóbal O r t i z en 1619, con Valenciano en 1620 y 1622, con Acacio Bernal en 1626; en 1631 ingresó en la Cofradía de la Novena estando en la c o m p a ñ í a de H u r t a d o ; en 1634 representó c o n Figueroa Peligrar en los remedios.

E n 1615 y 1616 trabajaba en la compañía de Morales; en 1623, en la de Granados; en 1624, en la de Vallejo. Tenía compañía propia en 1628 y 1631.

V Á Z Q U E Z , J U A N (EL B O L L O ) .

Estuvo casado con María de Córdoba, Amarilis. Empezaron como actores en la compañía de Pinedo en 1618; estaban en la de Valdés en 1620, y en la de Fernández en 1621. Andrés de la Vega era autor ya en 1624, y fue uno de los fundadores de la Cofradía de la Novena en 1631. A l parecer, desde 1630 ejerció también como arrendador de danzas, al menos hasta 1646. L a relación c o n Amarilis fue complicada: se divorciaron en 1627; se reconciliaron quizá en 1629, al menos antes de 1632; pero hubo un nuevo pleito de divorcio en 1639, y una nueva reconciliación hacia 1644. D e la Vega murió en 1647. V E L A S C O , F R A N C I S C O D E . Fue actor en la compañía de Francisco López en 1632; en la de Granados en 1634; en la de Fernández en 1635; en la de Rosa en 1636, y al parecer también en 1637, 1639, 1642. Probablemente hacía primeros galanes. V E L A S C O , J E R Ó N I M O . N O hay suficientes datos para su localización exacta. VEGA, ANDRÉS DE LA.

« V E L E R A » . Ver

ISABEL L A « V E L E R A » .

V I C E N T A L Ó P E Z . Ver

LÓPEZ.

M u j e r de Josef del Peral. C o m o este, entró a trabajar con Figueroa en 1632; y fue a Italia con él en 1635; en 1639 trabajó con Hurtado. Sale en Las dueñas (Figueroa, 1635) y El talego, 1 (Figueroa, 1632-1635).

V I T O R I A , ISABEL D E .

Actor en la compañía de Cebrián en 1619; en la de Vega en 1625; en la de José Salazar en 1633; en la de Fernández en 1635; en la de Rosa en 1636; en la de Bobadilla en 1637

VIVAS, J U A N .

APÉNDICE DE ACTORES

721

(haciendo graciosos); en la de Prado en 1646, y de nuevo en 1651. Dirigía una compañía a medias con Diego Vivas en 1649, y en 1652 estaba asociado a Gaspar de Valdés. Figura en El soldado (Fernández, 1634-1635), El doctor Juan

Rana

(¿Fernández?, ¿1635?). Z A B A L L O S , M A R Í A . Mujer de Diego de Guevara. C o m o este, estaba en la compañía deVallejo en 1631, en la de Prado en 1632, en la de Avendaño en 1633; quizá fue a Nápoles con Figueroa en 1635. M u r i ó en 1637. Sale en Las dueñas (1635). Z A M U D I O , S E B A S T I Á N . C o n su mujer, Jerónima de Herrera, estaba en la compañía deVallejo en 1631; debe de ser el Sebastián que figura en El casamiento de la Calle

Mayor

LISTA D E PIEZAS D E L A

JOCOSERIA

Damos a continuación dos listas de las piezas contenidas en la Jocoseria. La primera sigue el orden cronológico de su escritura y representación. Y la segunda u n orden alfabético. PIEZAS

DE L A «JOCOSERIA»

ORIENTATIVO Y E N PARTE

1620-23 a partir de 1620 1621-44 1621-44

ORDENADAS

CRONOLÓGICAMENTE

(ÍNDICE

HIPOTÉTICO)

El retablo de las maravillas. Entremés famoso. Representóle Cristóbal de Avendaño El talego-niño. Entremés famoso. Representóle Tomás Fernández La capeadora (primera parte). Entremés famoso La capeadora (segunda parte). Entremés famoso.

Representóle Vallejo El abadejillo. Entremés famoso. Representóle Prado a partir de 1622 El borracho. Entremés famoso. R e p r e s e n t ó l e Antonio de Prado a partir de 1622 El murmurador. Entremés famoso. Representóle Antonio de Prado 1624-35 Los cuatro galanes. Entremés famoso. Representóle R o q u e de Figueroa a partir de 1626 La Maya. Entremés famoso. Representóle Bartolomé Romero a partir de 1626 Turrada. Entremés famoso. Representóle Bartolomé Romero 1627, 1629-30, 1635 [Figueroa L o a I]. Loa con que empezó en la corte a partir de 1622

Roque de Figueroa

1628-30

[Figueroa L o a II]. Loa segunda con que volvió Roque de Figueroa a empezar en Madrid

724

1629, 1631 ¿1629? 1631 1631

El licenciado y el bachiller. Entremés cantado. Representóle Avendaño El doctor. E n t r e m é s cantado. R e p r e s e n t ó l e Avendaño Las civilidades. Entremés famoso. Representóle Avendaño [Hurtado]. Loa con que empezó en Madrid

1631

1631 1631, 1633-34 1633

JOCOSERIA

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

Lorenzo

Hurtado

la segunda vez

El casamiento de la Calle Mayor con el Prado vie-

jo. Entremés cantado. Representóle Vallejo Los planetas. Entremés cantado. Representóle Vallejo La dueña. Entremés cantado. Representóle Cristóbal de Avendaño El

martinillo

(primera parte). Entemés cantado.

Representóle Antonio de Prado 1633-34

El Tiempo. E n t r e m é s cantado. R e p r e s e n t ó l e Cristóbal de Avendaño

1633-35

La

Puente Segoviana

(primera parte). Entremés

cantado. Representóle Antonio de Prado 1633-35

La

Puente Segoviana

(segunda parte). Entremés

cantado. Representóle Prado 1633- 35

El martinillo

(segunda parte). Entremés cantado.

Representóle Antonio de Prado 1634

El guardainfante

(primera parte). Entremés canta-

do. Representóle Tomás Fernández 1634

1634 1634- 35 1634-35

1634-39 1635

El guardainfante

(segunda parte). Entremés canta-

do. Representóle Tomás Fernández La visita de la cárcel. Entremés cantado. Representóle Avendaño El soldado. Entremés cantado. R e p r e s e n t ó l e Tomás Fernández Las dueñas, que se hizo en el estanque del Retiro entre las compañías de Prado y R o q u e . Entremés cantado La paga del mundo. Entremés cantado. Representóle Antonio de Prado [Prado]. Loa que representó Antonio

de Prado

LISTA DE PIEZAS

1635

725

El doctorJuan Rana. Entremés cantado. Representóle

Pedro de la Rosa 1635

El

talego (primera

parte).

E n t r e m é s cantado.

Representóle R o q u e de Figueroa 1635

El

talego (segunda parte).

E n t r e m é s cantado.

Representóle Antonio de Prado 1635- 36

[Ortegón]. Jácara que se cantó en la compañía

a partir de 1635

[Romero Jácara I]. Jácara que se cantó en la com-

de

Ortegón pañía

a partir de 1635

pañía

1636

de Bartolomé

Romero

[Romero Jácara II]. Jácara que se cantó en la comde Bartolomé

Romero

[Fernández]. Loa con que empezó Tomás

Fernández

en la corte

1636

El remediador. Entremés cantado. Representóle

Rosa 1636

Los muertos vivos. Entremés famoso. Representóle

Pedro de la Rosa 1636- 37

[Olmedo]. Jácara que se cantó en la compañía

de

Olmedo

1636-37

Las manos y cuajares. Entremés cantado. Representóle

Tomás Fernández 1636-39

1636-39 1637 1638 1638-40 1638-40

El mago. Entremés cantado. Representáronle en

el Retiro las compañías de Tomás Fernández y Pedro de la Rosa La verdad. Entremés cantado. Representóle Prado La muerte. Entremés cantado. Representóle Tomás Fernández [Rueda]. Loa con que empezaron Rueda y Ascanio [Francisca Paula]. Jácara que cantó en la de Bartolomé Doña

compañía

Romero Francisca Paula

Isabel, la ladrona, que azotaron y cortaron las

orejas en Madrid. Jácara. Cantóla Francisca Paula

JOCOSERIA

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

726

PIEZAS DE LA «JOCOSERIA» ORDENADAS ALFABÉTICAMENTE

El abadejillo. Entremés famoso. Representóle Prado [a partir de 1622] El borracho. Entremés famoso. Representóle Antonio de Prado [a partir de 1622]

pág. 621 503

La capeadora (primera parte). Entremés famoso

[1621-44]

419

La capeadora (segunda parte). Entremés famoso.

Representóle Vallejo [1621-44]

441

El casamiento de la Calle Mayor con el Prado viejo.

Entremés cantado. Representóle Vallejo [1631] Las civilidades. Entremés famoso. Representóle Avendaño [1631] Los cuatro galanes. Entremés famoso. Representóle R o q u e de Figueroa [1624-35] El doctor. Entremés cantado. Representóle Avendaño [¿1629?] El doctor Juan Rana. Entremés cantado. Representóle Pedro de la Rosa [1635] Doña

463 149 251 643 409

Isabel, la ladrona, que azotaron y cortaron las orejas

en Madrid, jicara. Cantóla Francisca Paula [1638-40] La dueña. Entremés cantado. Representóle Cristóbal de Avendaño [1631, 1633-34] Las dueñas, que se hizo en el estanque del Retiro entre las compañías de Prado y R o q u e . Entremés cantado [1634-35] [Fernández]. Loa con que empezó

Tomás

523 479

en la corte

Roque de Figueroa [1627, 1629-30, 1635] [Figueroa Loa II]. Loa segunda con que [Francisca Paula]. Jácara que cantó en la

317

volvió

Roque de Figueroa a empezar en Madrid

[1928-30]

395

compañía

de Bartolomé

Romero Francisca Paula [1638-40]

El guardainfante

(primera parte). Entremés cantado.

Representóle Tomás Fernández [1634] El guardainfante

379

Fernández

en la corte [1636] [Figueroa Loa I]. Loa con que empezó

575

313

275

(segunda parte). Entremés cantado.

Representóle Tomás Fernández [1634]

299

LISTA DE PIEZAS [Hurtado]. Loa con que empezó en Madrid

Lorenzo

Hurtado

la segunda vez [1631]

121

El licenciado y el bachiller. Entremés cantado. Representóle Avendaño [1629-31] El mago. Entremés cantado. Representáronle en el Retiro las compañías de Tomás Fernández y Pedro de la Rosa [1636-39] Las manos y cuajares. Entremés cantado. Representóle Tomás Fernández [1636-37] El martinillo

603 533 433

(segunda parte). Entremés cantado.

Representóle Antonio de Prado [1633-35] La Maya. Entremés famoso. Representóle Bartolomé R o m e r o [a partir de 1626] La muerte. Entremés cantado. Representóle Tomás Fernández [1637] Los muertos vivos. Entremés famoso. Representóle Pedro de la Rosa [1636] El murmurador. Entremés famoso. Representóle Antonio de Prado [a partir de 1622] [Olmedo].

361

(primera parte). Entemés cantado.

Representóle Antonio de Prado [1633] El martinillo

727

455 367 169 653 287

Jácara que se cantó en la compañía

de Olmedo [1636-37]

217

[Ortegón]. Jácara que se cantó en la compañía

de Ortegón [1634-39] La paga del mundo. Entremés cantado. Representóle Antonio de Prado [1634-39] Los planetas. Entremés cantado. Representóle Vallejo [1631]

495

[Prado]. Loa que representó Antonio

229

de Prado [1635]

685 137

La Puente Segoviana (primera parte). Entremés cantado.

Representóle Antonio de Prado [1633-35]

329

La Puente Segoviana (segunda parte). Entremés cantado.

Representóle Prado [1633-35] El remediador. Entremés cantado.

353

Representóle Rosa [1636] El retablo de las maravillas. Entremés famoso. Representóle Cristóbal de Avendaño [1620-23]

671 547

JOCOSERIA

Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

728

[Romero Jácara I]. Jácara que se cantó en la de Bartolomé

compañía

Romero [1635 en adelante]

[Romero Jácara II]. Jácara que se cantó en la de Bartolomé

389 compañía

Romero [1635 en adelante]

473

[Rueda]. Loa con que empezaron Rueda y Ascanio [1638]

587

El soldado. Entremés cantado. Representóle Tomás Fernández [1634-35]

635

El talego (primera parte). Entremés cantado.

Representóle R o q u e de Figueroa [1635]

243

El talego (segunda parte). Entremés cantado.

Representóle Antonio de Prado [1635] El talego-niño. Entremés famoso. Representóle Tomás Fernández [a partir de 1620] El Tiempo. Entremés cantado. Representóle Cristóbal de Avendaño [1633-34] Turrada. Entremés famoso. Representóle Bartolomé R o m e r o [a partir de 1626] La verdad. Entremés cantado. Representóle Prado [1636-39] La visita de la cárcel. Entremés cantado. Representóle Avendaño [1634]

267 189 179 339 565 209

ÍNDICE D E N O T A S

La numeración remite a la a bogar, 688 a buen bocado, buen grito, 368 a cada triquite, 152 a esotra puerta, que esta no se abre, 444 a la boca de, 512 a la prueba, 151 a los osados ayuda la fortuna, 482 a media rienda, 398 a medio mogate, 164 ¿A mí, que las vendo?, 692 a moco de candil, 156 a pagar de mi dinero, 563, 688 a quién digo, 306 a rebato, 373 a recado, 221 a reveder, 341 a somorgujo, 156 a tontas y a locas, 157, 641 a troche mochi, 152 a vueltas, 309 abada, 125, 284 abanillos, 451 abarrisco, 152 abejón, 555 abonado, 191 abotonando los vientos, 180 abotonar el caballo, 180 abrenuncio, 443 abril de los años, 132 abstinencia de comer carne, 638 acabar, 341 acero, 450

agina donde aparece la nota. acicate, 180 acicates, 337 actora, 256 acueducto de Segovia, 611 achaque, 448, 449 adaptación burlesca de la letrilla «No son todos ruiseñores», 668 a d a p t a c i ó n de « O í d , señor don Gaiferos», 240 adaptación de un romance de don Gaiferos, 497 adarga, 519 adarme, 654 aderezadme esos bledos, 397 adusta, 290 afeita, 198 afuera, afuera (fórmulas frecuentes en el Romancero), 170 afufón, 243, 562 agora lo veredes, dijo Agrajes, 184, 611 agostado, 447 agraviado, 373 agraz, 688 agua de cerrajas, 337 agua de Cristo, 226, 689 agua pasada no mueve molino, 181 agua va, 332, 375 aguas, 468 agudeza de judío, 674 agudeza toledana, 584 águila, 622 ahigadado, 223

730

Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

aho, 636, 679 ahora bien, 167 ainas, 225 airosas, 434 ajigolio, 252 ajigolios, 339 al cabo, 267, 411 al herrero, 344 al herrero, que echa chispas, 221, 465 al husmo, 156 al proviso, 154 al uso, 125 alabanza tópica al auditorio, 131 alarde, 261, 400, 488 alarifes, 634 alas de plomo, 395 albayalde, 295 albergue, alferne, 557 alboreada, 326 Alcalá, Huete (juego de palabras), 688 alcaldadas, 276 alcalde, 409 alcalde perpetuo, 276 alcaravea, 203 alcorzada, 382 alegrar la pajarilla, 163, 195 Alfarnaque, 149 alfeñique, 404 alférez mayor, 638 alfileres, 586 Algarrobilla, 144 Algarrobillas, 227 alheñar, 570 aljófar, 200 alma, 320 almarada, 381 alnafe, 539 Alonso de Olmedo, 590 alquílase algún cuarto, 549 Alto, 202, 226, 635, 659 alusión a «Ne recorderis peccata mea, Domine», 661 alusión a la comedia atribuida a Tirso, 594 alusión a la condena de horca, 585

JOCOSERIA

alusión a la escasez de agua del Manzanares, 524 alusión a los alborotos públicos producidos en Madrid por la falta de pan en marzo de 1625, 672 alusión al poder asesino de los m é dicos, 410 alverja, 303 alzar la pala, 365 Allá darás, rayo, 386 alleluya, 176 Amarilis, 396 Amor con amor se paga, 481 amostazada, 164 ampo, 419 andar a caza de gangas, 198 andar a la melena, 477 andar al estricote, 152 andar al retortero, 160 ándese la gaita por el lugar, 214 Andrés de la Vega, 126 antojos, 380, 425 Antón Martín, 144, 553 Antonia Infante, 483 antuvión, 180, 452 antuvión de la vida, 180 aojado, 287 apatusco, 152 apedreamos las viñas, 219 aposentos, 592 apretar las clavijas, 220 apretura, 191 Apropíncuate, 344 Aquí es ello, 630 Aquí jácara y después... baile (parodia las fórmulas del final de los sermones), 393 Aquí pollos y después agraz (parodia de expresiones con que se terminaban los sermones), 693 arambeles, 503 arca del pan, 654 arcaduces, 474 arcas del pan, 692 archifrentona, 291

ÍNDICE DE NOTAS Ardite, 210 arenas de oro, 333 Arias, 126, 200 Aroga, 427 arracadas, 584 arrastrar, 420 arre, 606 arregostarse, 218 Arregostóse, 542 arrendador, 134, 319 arrendamiento, 589 Arreo, 639 arrimar, 619 Arrimemos, 619 Arroyo, Puente y Torrecilla, 468 Arrugóse, 584 arteria, 231 artificio del agua (artificio de Juanelo Turriano), 613 Ascanio, 587 aseo, 132 asno hurtado de gitano, 570 asomado a mi guitarra, 362 ata bien su dedo, 161 atabalillos, 604 atarantado, 186 Atlante, 490 atufarse, 489 atutía, 415 Audi precor, 551 Aut prodesse volunt, aut delectare Poetae,

113 autor que sabe hacerlos, 131 autor, 123 Avendaño, 125, 149 avisad esas velas, 253 Avizor, 586 ax, 485 ay, ay, ay (baile famoso de la época), 689 ayuda, 415 azadón, 589 azotacalles, 542 azotes, 521 azúmbrese, 692

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Babilés, 664 Babilonia, 170 bachiller, 459 bachillera, 648 badea, 300 badulaque, 476 bailar el agua delante, 165 bajarse de la querella, 175 balanza, 583 balumbo, 308 ballena, 300 bancos, 592, 686 baratillo, 391 barato, 219 barbas, 234, 282, 594 barbecho, 660 barbero, 290 barredero, 504 barridas, 221 barros, 371 Bartolomé Romero, 126 basilisca, 220 basquiña, 302 basquiñas, 457 bastimento, 261 batán, 692 batanar, 577 baúl de la comida, 690 bausán, 597 bayeta, 155 Belisa y Fileno, 530 belleza, discreción, 132 beUidas, 321 beneficiar, 691 beneficio, 143 besar la mano a otro hombre (sospecha de homosexualidad), 606 Bezón, 129, 171 bigotera, 145, 459 boca de escorpión, 199 boca de la Bocina, 198 boca de verdades, 147 bodigo, 689 bofetón, 229, 317, 474 bolsa pliega (parodia de girapliega), 415

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Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE,

boticario, 632 bozal, 274, 368, 506, 534 brava olla, 677 brazo seglar, 686 brida en silla, 220 brindis, 132 brinquiño, 491 broma, 646 broquel, 264,518 broqueleros, 264 brota la sangre por la herida, 627 bruja de todo vellón, 446 brujulear, 648 bucólica, 252 buen tiempo, 411 buenas lanzas, 549 bufonia, 491 bullaque, 150, 477, 538 buratín, 297 bureo, 648 burla de los viejos teñidos, 467 buz, 554

cabalgar a la jineta, 220 Caballeretes postizos, 536 caballero, 622 caballito de caña, 672 cabello del difunto, 291 cabeza... huevos (motivo de la cura de heridas con clara de huevo), 630 cachivaches, 181 caésele la casa encima, 124 Cagar el bazo, 158 caireles, 339 caja, agua (remedios usuales para los desmayos y conmociones), 447 calamocano, 152 calandrias, 215 calle de Esparteros, 466 calle de la comadre de Granada, 464 calle de las Postas, 465 calle de los Tintes, 467 calle del Lobo, 387 calle del Sordo, 386

JOCOSERIA

callen barbas y hablen pujos, 153 Camaleón, 476 cambray, 529 camino carretero, 661 Camino del Retiro, 528 campanillas, 585 campar, 575 campo, 255, 623 cancanillas, 152 cancioncilla de mendigos que saca Calderón en La franchota, 571 cancioncilla que se documenta en Cubillo de Aragón, 500 cancioncilla tradicional, 453 candelitos, 535 Cantar la sorna, 161 cantas... gallo en muladar, 391 cañamazo, 200 caperuza, 548 capigorrón, 143 capón con bigotera, 459 capón de leche, 345 capones, 625 cárcel de Corte, 141 cardar, 577 caricatura del médico de la época, 150 cari-exentas, 190 carnero, 535 Carnestolendas, 375 carros... del Corpus, 195 cartas de Indias, 321 carteles, 319 casa, 544 casa de aposento, 141 Casca, 510 cascas... cascos, 359 cascos, 505, 589 casi nada, 511 castaña, 582 Cata la cruz, 667 cautela, 311 cazar con hurón, 369 cazolería, 299 cazoleta de hoja de lata, 614

ÍNDICE DE NOTAS cazuela, 186, 389, 457 cazula, 278 cecead, 369 cedulón, 632 cejas, 295 celebro, 139 celemín, 129 centro, 324 cerote, 295 chacarrachaca, 164 Cnancillería, 278 chapín, 457 chapines, 640 charco soberbio, 578 chero, 347 chico con grande, 403 chicha, 203 chichota, 152, 547 chiflo, 583 chilindrinas bailadas, 124 chirlo, 147 chirlos, 265, 475 chismes, 380 chiste sobre el vino aguado, 568 chiste sobre la suciedad de los pasteles, 505 chocolate, 610 cholla, 308, 409 chupan sangre (acción atribuida a las brujas), 430 ciciones, 460 cidra, 317 ciego con espejo, 459 cierra, España, 623 cifró, 132 cilantro, 254 Cintor, 122 cita del Romancero: «En los campos de Alventosa», 481 cita de versos de un romance del Marqués de Mantua, 496 civil, 149 civilidades, 149 clamoreo, 224 clin de leche, 606

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cobrar censos, 576 cocos, 184 coche, 292, 382 cocheros, 309 coches, 139, 143 cochite hervite, 152 codicia rompe el saco, 595 coimera, 578 colación, 368 colchones por piernas, 306 colora, 225 colunas, 320 coluros, 230 come, 646 come barro, 413 comedia burlesca de Suárez de Deza, 594 comedia de Calderón, 594, 601 comedia de Godínez, 601 comedia de Jerónimo de Villaizán, 594 comedia de Lope de Vega, 598, 600 comedia de Moreto, 599 comedia de Pérez de Montalbán, 593, 600 comedia de Rojas Zorrilla, 592, 595 comedia de Vélez de Guevara, 600 Comentaos, 558 comer barro, 354 Comerse las manos, 514 comerse las manos tras algo, 544 cometas, 582 comienzo de romances viejos, 466 comienzo de un romance, 499 comienzo de una jácara de Quevedo, 496 cominos, 203 como del fuego, 633 como digo de mi cuento, 122 como en endrina, 296 ¿Cómo estás, oro?, 471 como hijo perdido (alusión a la parábola evangélica del hijo pródi¬ go), 452 como un descosido, 162

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QUIÑONES DE BEN AVENTE

como un oro, 507 como una granada, 334 compitiendo con deseos, 133 con el agua a la boca, 336 con garrote se vuelve de los desmayos, 273 Con hijos el gato bien caza el rato, 207 con la lengua de un palmo, 158 con la soga arrastrando, 159 con lasfiestasal pescuezo, 607 Con las orejas tan largas, 167 con mil honras, 222 Con perdón, 334, 458 con pinzas te alzan el bigote, 505 con sus once de oveja, 152 con untos, 297 condes de Carrión, 315 condición de hidalgos de los vizcaínos, 627 condición de las dueñas, 529 Confesión, 654 confiesa, 508 conque, 558 consultado en esqueleto, 179 consultar, 179 contera, 540 contraposición de gracia/justicia, 481 contraste, 353 Convencida, 585 convidado de piedra, 230, 632 corchetes, 171, 265 corchos en los pies, 640 cordelejo, 135 cordellate, 610 coritos, 331 corneta, 581 corre fortuna, 624 corren toros, 326 correr gallos, 624 correr parejas, 438 corrida, 680 corrido, 399 corrimiento, 185

JOCOSERIA

corrincho, 222 cortar la cólera, 542 cortar las orejas (castigo que se daba a los ladrones), 575 Corteses, 534 cosa juzgada, 257 cosa y cosa, 424, 530 cosicosas, 631 Cosmelot, 525 craro, 302 eraros, 414 eras, 140 crascita, 140 criadillas de tierra, 372 Cruces (las de la Pasión en Semana Santa), 450 cuajar, 535, 537 cuando las ranas tengamos pelo, 310 cuantos aran y cavan, 159 cuartana, 599 cuartillo, 659 cuatro cosas suenan y una sola son, 146 cuentecillo recogido en la Floresta española de Santa Cruz, 423 cuento de cuentos, 392 cuerdas, 219 cuero, 343 cueros, 357 cuerpo de diez, 217 cuerpo de verdades, 289 cursos, 648

daca, 645 daifa, 583 Dalle que dalle, 470 dama con la ventura de la fea, 627 damas tintas, 648 dan garrote a las cinturas, 457 dando papilla, 197 Dante, 441 Dar, 657 dar al traste, 158 dar con la entretenida, 512 dar con la revesa, 195

ÍNDICE DE NOTAS dar chacho, 294 dar del pie, 538 dar garrote, 647 dar la vaya, 369 dar parte, 192 dar quince y falta, 391 dar un picón, 345 darse a partido, 649 darse las manos, 542 de a ocho, 326 de agua y lana, 476, 657 de alimentos, 492 de antuvión, 362 de arpadas manos, 588 de bóbilis bóbilis, 162 de bueno a bueno, 665 de" camino, 588 de castañetas, aires y andallo, 570 de ceca en Meca, 160 de codillo, 294 de comer mal satisfechos, 593 de Cuaresma, 629 de chapa, 160 de hoz y coz, 156 de las maulas el Colón, 445 de lo caro, 513 de mogollón, 534 de poquito, 150, 476 de regadío, 349 de rondón, 165 de ropería, 383 de rosa, 511 de Sansón, 240 de sus carnes, 292 de tanta obra, 389 de un castigo mil venganzas, 549 de viga en viga, 222 decentar, 223 decienta, 223 decir y hacer, 392, 543 dedillo, 628 dejo... como culebra, 306 del final, 690 del Real, 475 dello con dello, 162

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déme conmigo, 193 Deo gacias, 261

desavahar, 459 desbautizarse, 509 desbuchar, 690 descalzarme de risa, 160 descaperuzados, 486 descripción caricaturesca del galán, 504 descripción de las diversiones de Carnaval, 622 desgarro, 425 Despertad, pálida dueña (parodia de canciones tradicionales), 381 Despierta, 229 desvanecimientos, 434 diabros, 548 dice y hace, 334 Diego de Contreras, 108 Diego de León, 590 diente, 295 diestro, 357, 403 dieta, 253 difmitiva, 260 dígalo ella, 236 dilogía tópica 'herrar', 'errar', 648 Dimas, 664 Dime con quién fueres, diréte quién eres, 456 dime y un diréte, 162 dimoño, 549 diñare, 383 Diomos con la entretenida, 562 Dios te la depare buena, 550 distis, 276, 300 divertido, 396 diz que baja, 319 dómine, 253 dominguillo, 503 don, 149, 434 don Mazacote, 163 dos, 240 dos por tres, 166 dote y horro de suegra, 459 doy iglesia, 410

QUIÑONES DE BEN AVENTE

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dueña, 174 dura la ganga, 650

Ea, pobretes, 535 echar la loa, 396 echar verbos, 161 echarse con la carga, 279 efecto cómico de acumulación ridicula de vocablos, 556 efímera, 255 ejemplar, 650 el acción, 596 el alba del señor San Juan (parodia de la letra: «Despertad, señora mía»), 604 el Audiencia, 210 el autora, 233 el cabello atenacean (para hacerse rizos), 457 el canto está en las sienes, 543 el cisne canta antes de morir, 581 el diablo a puerta cerrada, 470 el dimuño anda suelto, 562 El hijo del gato mata al rato, 207 él me ha muerto, 123 El monstruo de la Fortuna, la lavandera de Ñapóles

Felipa Catanea (come-

dia de tres ingenios), 599 el que más suele escribirlos, 326 el toldo bajaran, 281 él (tratamiento de tercera persona), 291, 400 ell ánima (palatalización), 491, 541 ella (tratamiento de tercera persona), 203 embargo la peleona, 224 embelecos, 124 emberrincharse, 219 emplumado, 204 en aguas, 525 en arpón, 404, 686 en blanco, 512 en buena fe y buenas freilas, 300 en carnes, 536 en cas, 377

JOCOSERIA

en dos paletas, 161 en efleute, 203 en el aire, 474 en figura de Romero, 401 en hallazgo, 437 en indio, 245 en jerga, 165 en la audencia de Avendaño, 276 en la fábula está el lobo, 196 En la materia estáis, 259 en la uña quiero hacer mi testamento, 128 en las pilas, 639 en mi abono, 258 en pie, 486 ¿en qué bodegón hemos comido?, 164 ¿En qué lo veremos?, 358 ¿En qué lo veremos? (cancioncilla de juego de niños), 336 en un tris, 166 enemigo malo, 587 enfermo de cabezas, 199 engaitada, 364 engaitar, 364 enoho, 224 ensancharse, 626, 636 Ensánchese... ruin, 302 ensillada, 220 entonado, 386 entonces, 455 entre dos aguas, 162 Entretener, 171 entrevar, 581 entruchar, 575 Enumeración grotesca de elementos, 600 epacta, 230 epacta de jaspe, 230 epactilla, 230 érase que se era, 213 ermita del Ángel, 450 es como un ángel, 506 Escarramán, 545 esclavina, 572 escotillón, 474

ÍNDICE DE NOTAS escuadrón volante, 255 escuchá, 275 escudero, 379 escudillar, 421 Esculapio, 672 escurrir la bola, 159 esfera, 313 Esgueva, 334 espaldilla, 123 esparto, 300 espía perdida, 260 esportillero, 533, 637 esportilleros, 192 espulgón, 226 estafermo, 382 estameña, 529 estanque, 524 estar a diente como haca de buldero, 163 Estar colgado de los cabellos, 599 estar hecho un cuero, 357 esto es flores, 235 Esto es hecho, 346 Esto sí que es negociar, 445

estrado, 143 estrados, 308 estudiantazo, 412 estudio el dar, 262 estufilla, 452 evición, 258 evocación de los versos de Jorge Manrique, Coplas a la muerte de su padre, 185

evocación del cuentecillo del que va a pedir prestado un borrico, 443 evocación de la frase del Padrenuestro, 687 evocación de una canción tradicional: «Morenica ¿por qué no me vales?», 265 exempli gratia, 125 exento, 190

fafurriñas, 691 faldellín, 566

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falsito, 680 falsos testimonios, 487 Famoso romance de Lope, 496 fantasma de Guinea, 446 febrero loco, 449 femenino doctor, 267 femina masque genus, 496,

551

fénix, 445 feriádmelas, 469 ferias, 451 ferreruelo, 346, 633 ferrión, 692 festín, 480 fiambres, 191 fieras, 616, 618 fieros, 610 figura, 137, 155, 205, 371, 444, 625 figuras, 524 figurillas, 137, 637 fija... errante, 314 fisgar, 174 flemón broma, 646 flor de canela, 600 flujos, 648 folla, 368 formas diversas de cocinar los huevos, 226 fórmula de despedida, 669 frisco, 254 fruslería, 161 fuego, 597 fuistis, 241

gabacha, 579 ganar por mano, 381 ganga, 198, 650 garatusa, 281 garduña, 690 garduña de la trinca, 690 garlar, 583, 691 garrotillo, 272, 646 gatazo, carne, queso, 416 gato, 222, 616 gaviones, 586 Gayosa, 690

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QUIÑONES DE BENAVENTE

Gazmia, 290 gazmiar, 291 General, 626 gente de a pie, 241 Gente de bien, 519 gente del gordillo, 164 gentil despacho, 294 germano cabildo, 314 gesto, 556 Gil López de Armesto y Castro, 110 gitano, 332 godos, 155 gorgoritear, 662 gorjear, 197 gormar, 666 gorra, 534 gozque, 513 gracia... justicia (juego de palabras), 223 grada segunda, 392 gradas, 686 gran bestia (el alce o reno), 404 gran menestra, 675 Gran Sultana, 319 Gran Turco, 319 grandes bigotes (caracterizan a los rufianes), 315 granillo de uva albilla, 374 granjear, 254 granuja, 131 grazgar, 689 grita, risa y vaya, 369 grosería... grueso, 247 guarda ahuera, 193 Guarda chicha, 203 guarda fuera, 272 guardainfante, 177, 330, 414 guardainfantes, 456 guardar la ropa, 420 guedejas, 181, 252 guedejas postizas, 182 güera, 374 guindaleta, 300 guitarra, barbero, 511 gura, 580

JOCOSERIA

gurapas, 583 gusarapas, 578

ha muerto la Cuaresma, 230 Haber quien se las mulla, 489 hablar en alto, 392 Habrá mijor, 550 habrarán, 278 habren paso, 518 hacanea, 202 hacer de tripas corazón, 540 hacer encreyente, 162 hacer figuras, 308 hacer la cuenta sin la hornera, 678 hacer la razón, 663 hacer piernas, 304 hacer pinitos, 268 hacerse carnes, 167 hacerse de los godos, 628 hacerse de pencas, 142 hacerse mojigato, 551 hampones antuviones, 265 haré que huelan el poste (recuerdo de la venganza de Lazarillo contra el ciego), 477 harpar, 232 harto, 341 hasta las cachas, 557 hasta las herraduras nos tragamos, 623 hasta tente bonete, 162 hay priesa al pan, 393 Haya, 644 hecha y derecha, 606 heis ('hacéis'), 605 hendo, 302 hente, 190 heria y pendón verde, 265 herir por los mismos filos, 657 hígados, 685 hija de San Pedro, 247 hija del diablo, 247 hijo segundo, 504 hilar, 690 hileras, 624

ÍNDICE DE NOTAS hipocrás, 542 hizo punto, 339 hola, 194, 302, 420 holgueta, 183 Hombres que abundan de parola faltan de obra, 537 hongo, 474 horacado, 515 hosca a lo novillo, 314 hosco, 314 hospital de los niños, 193 hospitales de buen talle, 535 Huchohó, 176 huele a pebete, 429 huelgan el viernes, 638 huera, 302 huertas, 143 huevos de olores, 623 humo, 180, 640 humor, 232 hunden, 240 hundirse la casa, 211 hurgón, 315 husillos, 359

iconografía habitual del Tiempo, 179 ijada, 341, 627 imitación de la jácara quevediana «Zampuzado en un banasto», 237 imitación de pregones de vendedores, 525 imitación del comienzo de un romance del Conde Claros, 497 imitación del pregón de un vendedor de almanaques, 587 imitación del pregón, 660 imitación del romance «Dándose estaba Lucrecia», 242, 337 in partibus infidelium, 354 in solidum, 256 indianas barandillas, 576 industria, 442 Inés, 132 ingenios, 130

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Inicio romanceril («Helo, helo por do viene»), 488 intercadencias, 262 introducir la jácara en la representación, 217 invencionero, 615 ir como una jugadera, 166 irse como canilla, 263 izas, 576 izga, 689 izgar, 674

jacaranda, 576 Jacito Picaño, 402 jarifo, 295, 512 jaulas de la mar, 215 jaulilla, 252 jaulillas, 548 jayán, 687 jayanes, 575 jembras, 541 jemecillo, 588 jerigonza, 581 jiferitos, 265 jifero, 180, 541, 691 jigote, 676 jira, 656 jo, 606 Jordán, 234, 333, 528, 668 Josefa Román, 391, 483, 685 Juan Martínez, 130 Juan Vázquez, 130 jubón, 142 jubones, 284, 457 judiciarios, 582 juegan cañas, 326 juego con Mancha, 138 juego de cañas, 191, 435 Juego de la Pelota, 465 jugador de grande y chica, 223 Juicio Final, 422 junta, 270 juro incontinente, 258 Jusepa Román, 391 Jusquín, 489

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Q U I Ñ O N E S DE BEN AVENTE

Justa Rufina, 391 justillo, 468 justos, 277 justos y enverenjustos, 157

kirieleisón, 176 kiries, 160

la chica, 688 la chica (la daga), 315 la muestra, 232 La mujer casada y honrada, la pierna quebrada y en casa, 507 La necesidad tiene cara de hereje, 643 la pellizca, 577 la verdad adelgaza y no quiebra, 567 la verdad amarga, 567 labor, 148, 682 labra, 577 labrar, 430 laderas rizadas, 584 lama, 453 lamprea, 199, 529 las once, 362 lastar, 189, 566 latinajos macarrónicos, 271, 551 latún, 552 legiones de viejas, 430 legítimo... natural, 357 lengua, 199 lengua de escorpión, 199, 292 Lengua de tarabilla, 290 lenguaje forense, 686 lenguaje lúdico, 134 lenguaje que él no sabe, 131 lenzuelo, 306 León de Hircania, 599 leones, 618 lesión enormísima, 259 lesnas, 306 letra, 424 Levanta, fray Juan Guarín... (versos del Romancero), 493 librea, 144 libreta, 659

JOCOSERIA

liendres, 549 liga, 442 lima, 173 lima sorda, 582 limpio cristal (referencia al estanque del Retiro), 525 Linares, 123 Lista de muletillas, 151 livianos, 640 llaves, 133 llegado, 374 llevar en caperuza, 165 llorar soga a soga, 512 lluenga, 304 lo dicho, dicho, 192 lo que se usa no se excusa, 281 Lobaco, 231 Lorito, 553 Los duelos con pan son menos, 663 los sueños, sueños son, 235 luegas, 613 luego, 123, 397 LuisVélez de Guevara, 106

madre de las mozas, 579 madrigado, 226 maestros de escuelas, 624 Magallanes, 534 majuelas, 459 mal de ijada, 175, 184 mal de ojo, 174 mal entretenidos, 171 mala la hubistes, franceses, 485 Maladros, 571 malas pascuas os dé Dios, 351 maldición tan merecida (evoca quizá pasajes de romances del testamento del rey don Fernando), 218 malla, 687 Mallurde, 687 mamóla, 360 manda, 129 mando, 128 manido, 676

ÍNDICE DE NOTAS manillas, 469 manir, 424 mano de azotes, 344, 656 mantas, 357 mantellina, 579 manteos, 282 manto, 346 manto de humo, 363, 504 mantos al uso infernal, 363 Manuel Antonio de Vargas, 119 Manzanares, 468 máquina, 231 máquina arteria, 231 marcas, 576 marcas de bien, 224 Margarita, 132 Mario Mastrillo Beltrán, 115 marrajo, 421 marras marruecos, 162 más temático, 197 mascar freno, 551 matadura, 191, 308 matalotaje, 255 matante, 691 matemática, 197 matemático, 515 Mateo, 231 materia, 290 maula, 428 mauleras, 649 mayas, 450 mayorazgo, 271 mayorazgo a lo divino, 568 me arrugo, 323, 380, 538 me como de doctores, 270 me derritu, 519 me ha manchado (arrojar las aguas sucias), 362 me papen duelos, 219 medidas de botas, 468 Medraremos en corcova, 218 melindre, 491 menciones de vinos famosos de distintos lugares, 356 menestra, 308

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mentidero, 588 mentir como mal cristiano, 665 menudo, 348 mercedes, 434 mesa, 369 mesón de la Luna, 313 Mesúrate, 369 meter los naipes en la boca, 294 meter mano, 384, 506 meter todo a voces, 219 Mi alma como la suya, si al cielo va, si al paraíso va, 608 micita, 222 mil dulces... milagros, 660 mirad con quién y sin quién, 544 mirar por el virote, 163 mirlada, 364 mirones, 294 miza, 222 mocedades, 147, 333 modorra, 288 mohadas, 687 mohatra, 468, 537 mohína, 218, 226, 548 mohínas, 628 mojicones, 626 mojigatas, 294 mojigatico, 551 molde, 191, 252 molde de mentecatos, 655 molicio, 632 molino de papel, 503 Mona, 356 monas, 297, 624 moneda de duende, 470 montera, 301 Moñicazuela, 390 moño, 252, 283 moños, 548 Morales, 127, 233 morbus tontus, 415

morcón, 400 Morería... ermita del Angel, 329 morteruelos, 576 moscatel, 505

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Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

mosqueada, 146 mosqueadillo, 321 mosqueado, 284, 583 mosquete, 444 mosquetería, 275, 445 mosqueteros, 127, 406, 665 mostaza, 126 mostazas, 596 motivo de la pacificación de las peleas de los valentones delante del jarro y la comida, 315 motivo de la tierra de Jauja, 200 motivo del aguado del vino, 335 motivo del cambio fraudulento de nombre en las busconas, 314 motivos de afeminamiento, 173 motolitos, 273 moza del solaz, 390 moza del vedrío, 222 mozas de prima tonsura, 181 mozas gallegas, 331 muda, 185 mudanzas, 636 mudar colores, 467 muelles, 274 Muermo, 349, 380 muerte al ojo, 134 muertos, 665 Mundo, mundillo, 140 muquir, 492 Música va, 361

naguas, 162, 285 naranjas, 384 navarrisco, 126, 192 negar a pies juntiñas, 166 Negó, 593 ni por lumbre, 421 ni teme ni debe, 151 Niego, concedo, 631 nieve, 647 no en mis días, 263 No era malo el arregosto, 218 no es más de esto, 122 no hay doncellas, 292

JOCOSERIA

no hay lugar, 212 no hay orejas para cada martes, 543 No importa que llore Pedro, 349 no le arriendo a ganancia, 319 no lo acertáis, 180 no me meto en dibujos, 153 no me sirve de río (motivo burlesco de la escasa agua delríoManzanares), 330 No merece descalzarle, 654 no os lograréis, 508 no pagar (alusión a la poca formalidad de los caballeros en pagar), 397 no perder mi nombre, 617 No quedar por corta ni mal echada, 164 no se casara, y no remará, 216 no te lograrás, 215 no templarás, 210 No, sino el alba, 427 noli me tangere, 582

novel, 545 nube, 415 nuégados, 213 nuez de ballesta, 416 Nunca mucho costó poco, 482

obra cortada, 556 obrar, 263 Obras hablen, palabras callen, 636 ocasionado, 175 oh, qué lindico, 477 ojo, 332 oler el poste, 158 Olmedo, 231, 481 ollas más reverendas, 200 omne tulit puctum, 105

onza, 212, 617, 654 onza marcal, 690 opilación, 413 orateJratres, 681

Orgaz, 692 Orosia, 507 orozuz, 262

ÍNDICE DE NOTAS otro día, 585 Otrosí, 259 Ox, 214, 244 Oxte puto, 443 Oxte, morenica, oxte (cancioncilla tradicional), 477

paciencia, 508 padre del yermo, 558 paga, 140, 318 pagar justos por pecadores, 277 paja, 300, 640 palmeadillo, 692 palmito, 310 palomino, 622 pan de perro, 460 Pandilla, 220, 420 panegiristas de Quiñones (compañeros ocasionales de academia), 107 paniaguados, 272 papanduja, 183 papar moscas, 476 papar viento, 435 paparás aire, 246 papasal, 167, 392, 490 papel blanco, 581 para esta, 277 Para la maya, que es linda y galana, 370 Para más somos, 434 para mi santiguada, 277 paráfrasis de un texto quevediano, 296 paráfrasis de versos del romance «Guardainfante era, y ya estoy», 237 paráfrasis paródica de canciones tradicionales, 334 pararse, 628 parasismo, 262 parce mihi, 551

pareció ante mí (parodia de fórmulas notariales), 210 parias, 428 parodia de «¡Ola, que me lleva la ola!», 528 parodia de «A ti lo digo, hijuela», 513

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parodia de «Compitiendo con las selvas / donde las flores madrugan», romance de Antonio de Mendoza, 238 parodia de «Dadivoso le quiero yo / que valiente no», estribillo de un romance anónimo, 471 parodia de «Malograda fuentecilla», 238 parodia de canción tradicional, 185 parodia de Góngora, «Cuantos silbos, cuantas voces», 241 parodia de la ceremonia de armar caballero, 337 parodia de la frase proverbial «Con lo mío me haga Dios bien», 615 parodia de la glosa de G ó n g o r a «Aprended, Flores, en mí», 237 parodia de los hipérbatos culteranos, 600 parodia de los versos «Que los yerros por amores», 239 parodia de los versos iniciales de otro romance «Bien podéis, ojos, llorar», 237 parodia de romances del testamento del rey Fernando, 482 parodia de terminología de las disputas escolásticas, 404 parodia de un juego taurino, 182 parodia de un poema conocido que está copiado en el cartapacio de Pedro Lemos, 350 parodia de un verso de Lope (romance «En esta larga ausencia»), 425 parodia de una adivinanza, documentada en Lope, 649 parodia de una cancioncilla tradicional: «Anda, niño, anda», 269 parodia de una cancioncilla tradicional: « N o lloréis, casada», 248 parodia de una cancioncilla tradicional: «Que mis penas parecen olas de la mar», 232

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QUIÑONES DE BENAVENTE,

parodia de una frase proverbial: «Jura mala en piedra caya», 484 parodia de versos de un romance de Lope («En esta larga ausencia»), 566 parodia de versos del Romancero en torno a Zamora, 483 parodia de versos romanceriles, 475 parodia del comienzo de un romance, atribuido a Lope: «¡Ay, verdades, que en amor», 565 parodia del comienzo del romance al parecer de Lope «Ay, verdades, que en amor», 241 parodia del latín de los médicos, 246 parodia del lenguaje latino macarronizante de las recetas médicas, 263 parodia del refrán «donde una puerta se cierra otra se abre», 284 parodia del romance de doña Urrana «Morir vos queredes», 426 parte, 320 partido, 586, 649 parto, 414 pasa, 354 pasa, pasa, 427 pasaderos, 662 Pasajero de garganta, 588 Pasar, 221 pasar su carrera, 220 Pascua, 452 pase la palabra, 138 pasito de dormido, 323 pasó, 126, 221 pastel, 193 patarata, 428 paulina, 219 paz de Francia, calle de la Paz, 509 Paz sea en aquesta casa, 509 pebre, 676 pecorea, 261 pechar, 425 pedir con achaque, 449 pedir iglesia, 410

JOCOSERIA

Pedro Manuel, 481 Pedro Manuel Castilla, 590 Pedro, contigo poco medro. Y menos medrarás, si yo puedo, 591 pega, 140 pelar, 425, 537 pelillo, 143 pelo, 569 peloteros, 465 pellizcar, 584 pena, gloria, 362 penca, 581 Penitente de soplillo, 446 peraile, 187 perdiz, 535 perdonad el bollo por el coscorrón, 402 peregrino, 129 Pérez, 320 perífrasis para referirse a los cuernos, 558 perpetuán, 213 perro, 471, 530, 653 perro que acompaña a San Roque, 401 persecución de todo perro, 624 pescar, 431 Pese a quien tonos le da, 362 peujar, 618 picada, 391 picado... sin enamorarme, 305 Picar, 673 picar... arrugar, 377 picarse, 305 picos, 527 picote, 165, 391 Pidiendo y cantando, 448 pido y barras derechas, 204 pie de altar, 171 piedra, 184 Pierres, 381 Pilonga, 547 Pilongo, 381 Pinelo, 123 pinta, 464

ÍNDICE DE NOTAS pintado sobre sepoltura, 155 pintiparado, 156 pitos, 132 pitos y llaves, 325 placer aguado, 376 planeta cuarto, 488 plato, 369 Plaza, 597 Plaza, plaza, 215, 272, 468 plazuela de Provicia, 466 pleita, 283, 466 pluguiera a Cristo fuera limpia, 360 pobres vergonzantes, 446 pocas cosas, 223 poco y mal hablado, 552 podrirse, 629 polvos mejicanos, 415 pollera, 181, 491 Poner de lodo, 370 Poner de vuelta y media, 304 poner pies en pared, 159 ponerse en temas, 445 ponleví, 145 por aquí, 332 por aquí van allá, 483 por el agua mehor, 225 por el siglo de mi abuela, 300 Por el siglo de mi madre, 531 por frisar, 155 por jarifamente que la toquen, 295 por justicia, 381 por la posta, 470 por lo general, 258 por lo menos, 666 por lo proprio, 429 por tablilla, 668 por vida de mi saya, 300 Porcia, 559 Portal de los Mauleros, 466 posada, 429 posta, 559 postrero parasismo, 421 potro, 581 pozo Airón, 516 Prado, 125

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prado ameno, 232 Prado Viejo, 464 Prados, 318 pregonero, 581 pregue a Dios que llueva agua limpia, 303 prenden, 457 prender, 525 presa, 279, 464 presentado, 336 Preso estoy, 146 pretina, 548 pringar, 289, 521, 541 prisa, 351 proballa, dineros, testigos, 125 pronunciar, 258 protorríos, 331 protovinos, 355 pudrirse, 439 pueblos en Francia, 580, 650 puente de Alcántara, 613 Puente Toledana, 330 Puerta Cerrada, 387, 465, 467 Puerta de Alcalá, 344 Puerta del Sol, 313, 466 puertas primeras, 248 Pues yo pallas, 559 puestas las manos, 682 pulla a la jineta, 476 puntas, 181 purguita, 411 pus, 413, 552

qué lindico, 692 que tal dijiste, 162 Que tanta, 436 quesadillas, 623 Quien debe y paga no debe nada, 426 Quien nos junta, 360 ¿Quién pasa? (frasecilla que se enseñaba a los papagayos), 471 quien tan bien sabe hacerlos, 407 quimeras, 134, 422 Quinquibul, 158 quitarme allá esas pajas, 166

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rábanos de Olmedo, 609 rabo entre piernas, 161 racional camello, 230 raciones, 236, 590 raído, 508 raros sujetos, 132 ras con ras, 166 rasgos de la caricatura del médico, 643 raspahilar, 161 rastro, 264, 539, 634 ratiños, 526 Reales, 391 reales de a ocho, 520 rebatiña, 373 recaudo, 509 recién hecho, 124 récipe, 414 recurso del santoral burlesco, 608 red, 431, 580 referencia a la actividad de los farsantes, 196 referencias jocosas a la uña de la gran bestia, pezuña del alce, 403 regimiento, 246, 411 remusgo, 162 repartiendo por cuarteles, 576 Repaso a las distintas localidades de un corral, 325 replección, 268 repulgada de faz, 291 repulgar, 291 retablo de duelos, 383 Retiro, 604 retozar, 584 retraer, 606 retraída, 650 retrete, 293 Reverencia os hacen, 480 ribete, 181 ribetón, 181 rijosamente, 342 riñon, 512 Robles, 318 Rodanchuelo, 540

JOCOSERIA

rodezno, 402, 614 roer los zancajos, 163 romance de don Alvaro de Luna, 497 romance de Quevedo, «Aquí ha llegado una niña», 442 romance del ciclo del Rey don Pedro, 498 Romero, 484 Romeros, 318 romperse, 504 ropa fuerá, 216 Roque, 125 Rosa, 481 rosas, 182 roscón, quesadilla y vino (alimentos típicos de carnaval), 450 roso ni velloso, 157 rozar, 577 rubias estocadas... soslayo de nieve, 264 ruecas, 310 Rueda, 231, 587 ruedos, 139 Rufinica, 391 ruibarbo, 263 ruidos, 436

sábados, la del martes, 542 sabandija, 457, 491, 523, 691 sabandijas, 137, 170, 274 sacar, 365 saetas por la hermandad, 668 sahumada, 428 sahumadas, 563 saínete, 218 saínetes nuevos, 131 Salinas, 129 saliva en ayunas, 194 salvadera, 504 San Juan, 451 San Libéranos a malo, 666 San Lucas el tintero, 560 San Lucas en tentación, 611 San Martín, 227 San Mayo, 370

ÍNDICE DE NOTAS San Nicodemus, 556 San Quirce, 556 Sánchez, 127 sangre ajena, 637 sangría, 411 sanguijuelas, 583 Santa Quiteña, 301 santiamenes... paso, 154 sarao, 480 sastre (acusación tópica de mentirosos), 609 sastres, 211 sátira contra los guardainfantes, 275 sayo, 301 se cay, 211 se comida, 682 se corren, 625 se hacen los gavilancicos mancos, 248 se pudra, 288 se usen no se excusen, 293 secas, 194 segundos, 320 seis comedias nunca vistas, 130 sello del rey, 581 sempiterna, 213 seor, 673 Sepan cuantos, 209, 257 ser avemaria, 225 serenero, 348 sereno, 381, 425 serpiente muda de piel, 633 si lindo es el toronjil (adaptación disparatada de canciones populares), 553 si me amostazo, 303 Si me trajeron por fuerza, 125 si me trasluzgo, 197 si no lo ha por enojo, 156 Si no lo habéis por enojo, 361 siete bocas, 332 siglo, 571 silbatos, 586 silbos, 127 Silguerito, 588 Silva, 387

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silva de varios sucesos, 133 sillero, 435 sin chistar, sin paular y sin maular, 165 sin decille malo o bueno, 467 sin decir oxte ni moxte, 158 sin embargo de embargos, 257 sin jineta ni brida, 220 sin medida, 637 sin pepita, 551 sin ser vino, 615 sin verse el uno al otro, 605 sobredorado, 317 socarronismo, 446 socorro de los moños, 291 sol con uñas, 499 sola, señera, 443 Soltaréla, 507 sombreros hampones, 309 son, 549 son habas contadas, 159 sopear, 391 soplavivos, 247 Sotillo, 371, 450, 476, 616 Sueño, 170 sufrido, 385 sufrimiento, 634 sus, 161 suspiro de Alaejos, 347 susto de Algarrobillas, 347

tabahola, 159 tabardillo, 153, 172, 288, 459 tabas, 382 tabernas, 199 Tabernillas, 468 tabí, 453 tabla, 626, 628 tace, tace, 551 tal tengáis la salud, 157 talavera, 222 tamaña, 371 tan gordo, 397 Tápala tapa, tápala tapa (fragmento de cancioncilla tradicional), 604 tapar la boca, 477

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Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

tarabilla, 163 Tararira, 510 tarasca, 280, 447 Taugía... Teulugía, 202 tejedora, 142 tela, 142 tela fina de Holanda, 639 Tenelle, 439 tener corazón, 537 tener hígado, 648 tener manos, 537 tener sangre en el ojo, 153, 627 tener su piedra en el rollo, 612 tener vueltas, 405 Téngale Dios de su mano, 255 Tengamos la fiesta en paz, 665 terceras, 483 tercianas, 322, 665 tercio, 569 tercio pelada, 584 tercio viejo, 127 terrado, 563 tiene ya manos blancas, 536 tinieblas, 343 tirar gajes, 576 tirela, 625 tirte afuera, 443, 555 tizón de la esfera, 230 toalla, 369 tocándome, 309 tocas, 380 tocas, gorras, caperuzas, 406 toco, 340 toldo, 274, 314 toldo de la villa, 556 toma una higa, 251 tomar el cielo con las manos, 166 tomar estado, 144 Tomar la mano, 538 Tomasa, 424 tómate esa, 303 tono, 362 topa, 308 toquen la diestra, 492 torazo jarameño, 559

JOCOSERIA

torcedor, 143 torcer el brazo, 410 Torote, 504 tos, 184 tostones, 459 trae al retortero, 562 traer a las ancas, 157 traer la barba sobre el hombro, 153 traer la mano por el cerro, 157 tragos, 438 traigo sobre ojo, 156 tramoya, 377, 524 trampantojos, 276, 300 trápala, 554 trapazas, 372 traque barraque, 152, 691 traques barraques, 539 trascartones, 289 traslada, 577 traslado, 259 trastico de Santa Cruz, 539 trementina, ungüento amarillo, 527 trena, 580 tres dones, 569 tres en raya, 226 tres pies a la francesa, 160 Treviño, 129 trinca, 690 tripa horra, 534 tripas horras, 191 tripicallante, 540 triquete, 152 tris tras, 152 tris tras a la puerta, 166 trisca, 164 trocar los frenos, 400 Trompas de París, 639 troyano, griegos, 590 truchas, 578 tumba, 155 tundir, 577 Turrada, 339

un comino, 476 Un diablo semeja a otro, 414

ÍNDICE DE NOTAS un Dios nos libre, 541 un loco hace ciento, 434 un rato a pie y otro andando, 429 una vez, 338 uncia, 212 ungüento mejicano, 262 unos negros y otros blancos, 486 urdir, 142 usos, 310, 681

va de cuento, 220 Va de remedio, 399 va dos cuartos, 517 vade retro, 443, 555, 660 vaina, 306, 540 vais ('vayáis'), 597 vaivoda de las tretas, 445 valona, 191, 469 valonas, 457 Vámonos de aquí, 531 vamos ('vayamos'), 593 vanidad de los portugueses, 526 vara de alguacil, 171 Vargas, 123 vaya, 369 Vaya y venga la tabla al horno, 214 vaya y venga (fragmento de cancioncilla tradicional), 619 vayan conmigo, 372 vayas, 337 Váyase el diablo para ruin y quede en casa Martín, 423 vecinas, 211 vedrío, 222 vejete, 659 vejete de Meneos, 126 velado, 281, 293 Velasco, 481 vello, 544 vena del arca, 255 venga, tome y haga, 552 vengo y tomo, y ¿qué hago?, 163 venia, 570 ventanas, 451 Vente a mí, torillo hosquillo, 560

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ventero, 667 Ventura te dé Dios, hijo, 488 verano, 486 verdad desnuda, 566 verdad, y será amarga, 138 verdea, 356 versos de un romance nuevo de Muza, 484 versos del famosísimo romance de Góngora «En un pastoral albergue», 486 versos del romance de Bernardo del Carpió, 487 versos del Romancero, 484, 493 versos imitados de los del romance de Conde Claros, 495 versos iniciales de otro romance publicado en la Flor de romances, 497

versos iniciales de un romance atribuido por unos a Quevedo, 497 vestidos de locos, 525, 610 Vicente, 231 víctor, 531 vida y alma a las piedras, 392 vidriado, 222 vidro, 640 viene ancho, 654 Villodres, 223, 315 vinagre, 354, 540 vino, 337 vino de anillo, 354 vino de San, 690 vino es cristiano, 438 vino, que me acrecientas (acusación tópica a los taberneros de aguar el vino), 376 Virote, 204 visión, 171, 235, 318, 555 visiones, 127 víspera de San Juan, 524 vítor, 393, 483 viudita, 291 vive cribas, 219 vivir y beber, 438 vivo, lerdo (juego de palabras), 639

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Q U I Ñ O N E S DE BENAVENTE

vocablos, 151 Volaverunt, 562

volver, 365 volver por alguien, 390 voto a, 465 vuelo, 302 vuesastedes, 122 vuested, 294 vusías, 434

¿y qué hace?, 552 y todo, 161 Y yo apedreé las viñas, 543 Ya escampa, 278, 397 Yébenes, 692 yerros, 282 yerros... por amores (paráfrasis de versos del romance de Conde Claros), 327

JOCOSERIA

Yo y todo, 517, 687 yo, que igualo palacios y chozas, 175

zaina, 220, 576 Zape, 177, 200 zarza, 582 zas, 153, 210, 688 zascandil, 166 zonza, 576 zorra, 617 zupia, 354 zurdos, 150 zurriburri, 152